OIC NOR OK OKO OK ORK ROR i OF 5 EOS EEE OOO OE CAN YEAS MEAS QRS ORS ORS EE’ SP? OE AG SR KOR ORK KOKO OR OR ROK ROR MR? 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CIRCULAR. tS Hace tiempo que entre las personas dedicadas en Espana al estudio de la naturaleza, se echan de ménos los lazos de mutua union y concierto que en otras na- clones facilitan el progreso cientifico, alentado por la colectiva influencia y sostenido por la oportuna publi- cidad de todo lo bueno y util, que sea debido @ la acti- vidad individual. Demostrado se halla por larga y triste experiencia. cémo notables trabajos de acreditados naturalistas, cu- yos nombres traspasaron los confines de la Peninsula, se hicieron infructuosos, no llegando 4 terminarse, des- vanecida la esperanza de que fuesen conocidos; 6 ha- biéndose terminado, perdieron su novedad é importan- cia clentifica por el transcurso de los anos. Debe ensayarse por cuantos cultivan actualmente las ciencias naturales en Espana un comun esfuerzo para evitar en lo sucesivo, dentro de los posibles limites, las ASAE dificultades é inconvenientes que se originan del aisla- miento, contribuyendo todos @ los nobles fines que se propone la Sociedad espanola de Historia Natural, ini- ciada en Madrid 4 impulsos de celo y entusiasmo pura- mente cientificos. Ninguna prueba se exige al que aspire a formar parte de esta Sociedad, ninguna obligacion se imponen los socios de presentar en ella sus trabajos cientificos, aun cuando se espera confiadamente que comunicaran asus colegas los descubrimientos que hayan logrado hacer, éstando reducidos todos sus compromisos & satisfacer la cuota anual, recibiendo en cambio lo que se publique durante el ano. Estan llamados, pues, 4 formar parte de esta Socie- dad, no sdlo las personas que por aficion 6 deber se dedican 4 las ciencias naturales, sino tambien cuantos crean provechoso y conveniente alentar en Espana tales estudios, propagar los conocimientos que se refieren 4 este ramo del saber humano, y dar 4 conocer las pro- ducciones naturales del pais. Tan importante objeto tendran los Anales de lu So- ciedad espanola de Historia Natural, y en ellos se inser- taran preferentemente los catalogos totales 6 parciales de las producciones de una localidad determinada, la descripcion de especies nuevas, la critica de las ya pu- blicadas, ¢ igualmente las monografias de un grupo particular de séres naturales, cuando haya suficientes datos para ello, y las noticias parciales acerca de la gea, flora y fauna de la Peninsula y sus provincias ul- tramarinas, todo acompanado de los grabados y laminas necesarias. El adjunto Reglamento manifiesta en sus pormenores cuales son los intentos de la naciente Sociedad, y es de esperar que suficientemente enterado, tanto del objeto VII como de la organizacion acordada por la misma, se servira V. manifestar si gusta inscribirse como socio fundador t ordinario. Madrid 15 de Marzo de 1871.—Ignacio Bolivar—M1- euel Colmeiro.—Joaquin Gonzalez Hidalgo.—Pedro Gon- zalez de Velasco.—Marcos Jimenez de la Espada.—Rafael Martinez Molina— Francisco de Paula Martinez y Saez. —Patricio Maria Paz y Membiela.—Sandalio de Pereda vy Martinez.— Laureano Perez Arcas. — José Solano y Serafin de Uhagon.—Juan Vilanova y Piera— Eulate. Bernardo Zapater. REGLAMENTO DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. CAPITULO 1. Disposiciones generales. ARTICULO PRIMERO. Se constituye en Madrid una Sociedad espanola de Historia Natural, cuyo objeto es el cultivo y adelanta- miento de esta ciencia, principalmente por medio del estudio de las producciones naturales de Espana y sus provincias ultramarinas, y de la publicacion de cuanto a dichas producciones se refiera. : ARTICULO 2.° Kl numero de socios sera ilimitado, pudiendo perte- necer & la Sociedad tanto los espanoles como los ex- tranjeros. ARTICULO 3.° Para ser admitido en la Sociedad se necesita ser pro- puesto por uno de los socios, y se decidira acerca de su Xx admision en la sesion inmediata, por mayoria de votos, despues de oido el informe de tres socios nombrados al efecto. ARTICULO 4.° Todo socio pagara una cuota anual de 60 rs., que hara llegar sin descuento y por conducto seguro al Tesorero, en la época de admision, y posteriormente en el mes de nero de cada ano. ARTICULO 5.° Los socios recibiran su diploma, el Reglamento y las publicaciones de la Sociedad desde cl ano en que se ve- rifique su ingreso. ARTICULO 6.° Todos los socios tendran derecho a asistir 4 las sesio- nes con voz v voto en ellas; pero sélo se pasara papeleta de citacion a los que avisen al Secretario que residen en Madrid habitual 6 temporalmente. ARTICULO 7.° Los que dejen transcurrir un ano sin satisfacer su cuota anual, asi como los que manifiesten su deseo de no con- tinuar perteneciendo 4 la Sociedad, seran borrados de Ja lista de socios, y relevados del pago de su cuota desde el ano en que se tome tal resolucion. ARTICULO 8° Se llamaran socios fundadores los que se comprome- tan a cubrir el déficit ocasionado por las publicaciones de la Sociedad durante el primer ano de ésta. ARTICULO 9.° Las publicaciones de la Sociedad levaran el titulo de XI Anales de la Sociedad espanola de Historia Natural, y apareceran por cuadernos, formando al fin del ano un volumen completo con las figuras y laminas que se crea convenientes. ARTICULO 10. Todos los anos se publicara en los ANALES una lista de los socios pertenecientes 4 la misma, asi como la in- dicacion de los que por cualquier causa hayan dejado de pertenecer 4 ella durante el ultimo ano. ARTICULO 11. Los autores de las Memorias publicadas podran ob- tener una tirada aparte de su trabajo, haciéndolo saber con anticipacion al Tesorero, y abonandole préviamente el importe de los gastos que se originen por este con- cepto. CAPITULO II. Organizacion de la Sociedad. ARTICULO 12. La Sociedad nombrara anualmente su Junta direc- tiva, compuesta del Presidente, Vicepresidente, Secre- tario, Vicesecretario y Tesorero, siendo elegidos por mayoria de votos entre los socios residentes en Madrid. ARTICULO 13. Se procedera en la sesion ordinaria del mes de Di- ciembre al nombramiento de las personas que hayan de desempenar estos cargos desde la del mes de Enero inmediato, no pudiendo ser reelegido el Presidente hasta despues de dos anos, . XL ARTICULO 11. Corresponde al Presidente dirigir las discusiones, v su voto sera decisivo en caso de empate. ARTICULO 15. El Secretario extendera el acta de las sesiones, estara encargado de la correspondencia cientifica, y ejercera el cargo de Contador. ARTICULO 16. El Tesorero recaudara las Cuotas de los socios, hara los pagos acordados por la Sociedad, y distribuira las publicaciones de ésta: presentando al fin de cada ano las cuentas documentadas, que deberan examinarse por una comision nombrada al efecto. CAPITULOMIM. Sesiones. ARTICULO HT: La Sociedad se reunira en sesion ordinaria el primer miércoles no festivo de cada mes, a las ocho de la noche. ARTICULO 18. Kl orden de las sesiones sera el siguiente: 1.0 Lectura y aprobacion del acta de la sesion an- terior. . 2.0. Comunicacion de la correspondencia y de los trabajos cientificos dirigidos 4 la Sociedad. 3.o Presentacion de informes vy proposiciones por escrito. X11 4.0 Comunicaciones verbales. ARTICULO 19. No sera permitida discusion alguna que sea extrana al objeto cientifico de la Sociedad. ARTICULO. 20. Podra concurrir 4 las sesiones cualquiera persona que no pertenezea a la Sociedad, siempre que préviamente sea presentada por uno de los socios. ARTICULO 21. En la ultima sesion de cada ano hard el Secretario una relacion del estado de la Sociedad v de los traba- jos cientificos en que se haya ocupado. ARTICULO 22. El Presidente convocara @ sesion extraordinaria cuan- do lo crea oportuno, 6 en virtud de peticion por escrito de cinco socios, no pudiéndose en ella tratar sino de los asuntos para que hubiese sido convocada, y que de- ben ser conocidos de antemano. ARTICULO 23. Para modificar el Reglamento 6 disolver la Sociedad, se necesitar’a una proposicion fundada y firmada por cinco socios, la cual se presentara en sesion ordinaria. Si en ella fuere tomada en consideracion, se nombra- rin cinco socios que emitan un informe razonado, el cual se discutira y votara en sesion extraordinaria, con- vocada expresamente con este objeto, mo siendo admi- tida la proposicion si no fuere aprobada por las dos terceras partes de los socios residentes habitualmente en Madrid. En caso de no reunirse este ntimero, basta- XIV. ‘an las dos terceras partes de los socios presentes en la sesion inmediata. CA PET UEO! Ii: Publicaciones. ARTICULO 21. Una comision compuesta del Presidente, Secretario, Tesorero y otros tres socios nombrados todos los afios con este objeto, sera la encargada de examinar las Me- morias dirigidas 4 la Sociedad, elegir las que se crean mas convenientes para su insercion en los ANALES, y vigilar su publicacion. ARTICULO 25 Ningun trabajo se puede insertar en los ANALEs sin haber sido leido antes en la Sociedad, ya en totalidad, va en extracto. ARTICULO. 26. Seran devueltos 4 sus autores los manuscritos que no se hayan publicado un ano despues de haber sido leidos en la Sociedad. ARTICULO 27. Las opiniones emitidas en las Memorias publicadas en los ANALES son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. ARTICULO 2x. La Sociedad se reserva el derecho de imprimir los XV trabajos cientificos que se le remitan en idioma extran- jero, siempre que lo tenga por conveniente. ARTICULO 29. Quedaran en poder de la Sociedad los manuscritos de las Memorias que se inserten en los ANALEs. ARTICULO 30. Los objetos naturales que la Sociedad reciba, seran depositados en las colecciones pttblicas de Madrid, donde se crea que puedan ser mas convenientes, y con- servarse para ser estudiados con mayor facilidad por los naturalistas, dando conocimiento de todo ello al remitente. Madrid 15 de Marzo de 1871. EL SECRETARIO, EL PRESIDENTE, Joaquin Gonzalez Hidalgo. Miguel Colmeiro. ad ae ae, i ow ‘ ; een a ae a * hae a y ae Mae a) ‘ee “oes oe er: enti Heraih noni et Ee? a or ee spine e008 TAY Gh es aes Soni BY | - Pence cot hhiatgne ‘RE cia oney aeae Sluice ink 1 Hoppa aA os Kamins i ‘ Sie ue be" é: 4 Pe . ul ee é ; PET VTAITON ' F, ; ‘ | PeeraicMe. Sort bbe AE $i ia Factindal ta Bada fgten #4 b J Sa rr eet sth , arg sR a onl ae bad ay > Lap er Harta 5 ton fare Hay, ai 6 Hai Tae Hit cake aia fis 2 Giese “Ay Fe olft ali 2 te “echo envied i! een lait Lis. i pees ee he ong > : 7 .e 4 3 a nT. ~ ca aly eh . ies Cit Goe.G ; , ’ » / i - eK Ae : : ’ i é = a * 5 ee P- - _ = ~— Pa « = . Y - mi » eo - 5 5 . pase Lh, + ; > a oe, “e oo * a) aes Fes Pe 3 eed - i arts - - ms - Y, -_ : - wh, 5 Ce . " fi 2 4 . « = 4 . - ; r ae 2 i ’ 4 “ P » a 7 = = > = me a ees ra 5 y a . : PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA POR DON fELIPE. POEY. (Sesion del 6 de Diciembre de 1871.) INTRODUCCION. Las breves descripciones de especies, dadas por Linneo y por Fabricio, han sido consideradas en nuestros tiempos como in- suficientes para el verdadero conocimiento de las especies ani- males y vegetales; y han atormentado grandemente a los sino- nimistas. Los modernos han conocido la necesidad de extenderse minuciosamente; para que no llegue el caso formulado en este aforismo de Fabricio: Nomina, si pereunt, perit et cognitio rerum (1). No basta que una descripcion sea minuciosa, es preciso que sea completa; para lo cual es indispensable tener presentes to- dos los érganos que por su importancia deben ser estudiados. Es preciso conocer todas las modificaciones de estos érganos, é indicar no solamente su presencia, sino tambien su ausencia; para no dejar dudas acerca de su existencia. Toda buena des- cripcion debe pues componerse de caractéres positivos y ne- (1) Esto mismo manifestaba Linneo en el prefacio de su FAUNA SUECICA: Nomina perierant, perierat et rerum cognitio; y muchos siglos antes S. Isidoro de Sevilla, en sus libros ETYMOLOGIARUM, decia: Nisi enim nomen scieris , cognitio rerum perit (P.) ANALES DE HIST. NaT.—I. 2 18 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) gativos. Esto exige conocimientos prévios generales; porque la presencia del animal revela solamente los caractéres positivos. Cuando digo que la descripcion no debe omitir los caractéres negativos, no entiendo que hayan de ser todos, sino los esen- ciales; por ejemplo, la ausencia de la membrana que ata al abdémen el ultimo radio de la aleta ventral. Pero hay otros ca- ractéres que se presentan raras veces, y bastara no mencionar- los para deducir que no existen; por ejemplo, el filamento ar- ticulado y simple formado por el ultimo radio dorsal 6 anal en algunas especies. Tampoco comprendo que todo se haya de expresar; porque lo supérfiuo haria la descripcion interminable. Se sabe, por ejem- plo, que los radios blandos de las aletas son articulados y ra- mosos: no es menester decirlo; pero se dira si son simples. Al- gunos son apenas divididos, y otros lo son en alto grado: estos dos extremos merecen ser indicados. El érden en que se han de asentar los caractéres ha de ser constante, contra el parecer del elocuente Buffon. Seria de desear que todas las descripciones se arreglasen 4 una misma planti- lla; para poder comparar las especies parrafo por parrafo con toda comodidad y sin pérdida de tiempo. La mayor parte de las descripciones ictiolégicas son insufi- cientes; principalmente cuando no van acompanadas de lami- nas: y es lo que me ha obligado a formular una plantilla inva- riable; en la cual se encontraran nombrados los érganos, é indicadas las modificaciones. Podra el naturalista, con el meca- nismo del método, alcanzar sin fatiga la descripcion completa de una especie ictiologica. Sabido es que toda clasificacion descansa en la subordinacion de los caractéres; siendo unos mas generales, y por consi- guiente mas importantes que otros. Una sola palabra envuelve un cumulo de caractéres, ya de orden, ya de familia, ya de gé- nero. El que empieza a definir la especie por medio de esas ex- presiones generales, puede excusar la’ repeticion de organos y formas bien conocidas y admitidas en cada grupo: por lo que he omitido los caractéres primordiales, sacados del reconoci- miento del corazon y de otras particularidades vasculares y ner- viosas. En cuanto 4 los caractéres de género y familia, bueno sera expresarlos; porque se encuentran entre ellos numerosas excepciones. (3) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA IOTIOLOGICA. 19 En una historia general y particular de los peces, como la que han escrito los Sres. Cuvier y Valenciennes, donde cada division y subdivision se dan a conocer con anterioridad, basta describir minuciosamente en cada género un tipo especifico, llamado por ellos chef de file, y referirse para las demas espe- cies 4 dicho tipo, ahorrando las repeticiones; pero se hara en- ténces indispensable el sefalar todas las diferencias; y cuando no se ha observado el 6rgano, confesarlo constantemente; pues en todas las materias, mas vale la ignorancia que el error. Dejando aparte los caractéres de clase y subclase, y los mas esenciales en cada érden, procedo 4 considerar metéddicamente la organizacion de los peces, en la serie de modificaciones ge- néricas y especificas que conducen 4 una buena descripcion. Se entiende que si el autor empieza por una descripcion genérica, puede en la especie evitar repeticiones. PLANTILLA. NOMBRE ESPECIFICO, inclusa la sinonimia. La nomenclatura binaria de Linneo se ha vuelto ternaria con la anadidura del nombre del autor, ordinariamente separado por medio de una coma; 4 veces sin coma, como lo ha practi- cado Pfeiffer en sus obras malacozoolégicas. Pero aqui se pre- senta una dificultad, por causa de un uso introducido 4 conse- cuencia de la vanidad de los autores, que ambicionan ver su nombre impreso en la nomenclatura, con menoscabo de ajena gloria y despojo de la prioridad adquirida. Un ejemplo expli- cara mi idea: sea la Perca Cabrilla de Linneo, que paso a ser el Serranus Cabrilla de Cuvier y Valenciennes. Se trata de sa- ber si debemos escribir Serranus Cabrilla Linné, 6 Serranus Cabrilla Cuv. et Val. La segunda indicacion es la generalmente admitida; pero ha tenido contradictores. Se ha pretendido evi- tar un anacronismo, no siendo Linneo el autor del género Ser- ranus. %,Pero acaso son los Sres. Cuv. y Val. autores de la espe- cie Cabrilla? Para evitar el anacronismo, se miente sobre la especie. Entre estos dos inconvenientes es preciso escoger el menor. Yo he expresado, en un aforismo, mi opinion conforme con la de Pfeiffer: Nomen auctoris ad speciem perpetuam refer- tur , nec ad variabile genus. 20 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) No para en esto la confusa mudanza de los nombres. Hoy per- tenece el citado pez al género Hpinephelus de Bloch, bien defi- nido por el Sr. Gill, y debe llamarse Ypinephelus Cabrilla; épero de quién? No sera de Bloch, autor del género, porque no menciona la especie en su Ictiologia: sera de Juan 6 de Pedro, séase del primero que, sin haber tenido el mérito de establecer el género ni la especie, tenga la dicha de juntar dos nombres en un catalogo. Asi habra pasado el pez sucesivamente por las denominaciones de Perca Cabrilla Linné, Serranus Cabrilla Cuv. et Val., Hpinephelus Cabrilla Juan 6 Pedro, y aun Merus Cabrilla de otro que acepte este ultimo género propuesto en francés bajo el nombre de A/érou. Entre tanto, el nombre espe- cifico ha quedado invariable, sin honra ultimamente para su autor: Sic vos non vobis, etc. Lo mejor, para evitar las controversias y contentar 4 todos, es aceptar la nomenclatura binaria, 4 lo ménos en la cabecera del articulo, como lo ha practicado el Dr. Giinther en su Cata- logo de los Peces del Museo Britanico. Al primer aspecto, no se sabe quién es el autor de la especie; pero la columna sinoni- mica lo declara. Si no hay sindénimos, la especie es del autor que la describe; si hay sinonimia bien ordenada, se lee en ella el nombre del verdadero autor. La sinonimia es un mal necesario: forma a veces una columna muy alta. Se construye cronolégicamente, afiadiendo la fecha. He introducido una modificacion, y es la siguiente: Cuando un nombre de especie aparece por primera vez, pongo el género y la especie al principio del renglon, y el autor despues; cuando el mismo nombre se vuelve a presentar, aunque sea bajo de otro género, empiezo por el autor, el nombre viene despues. Cada vez que se han presentado dos nombres especificos iguales para una misma especie, el primero en tiempo ha pre- valecido, y se ha mudado el segundo: esto es sabido. Debo afia- dir que, si andando el tiempo, el género se subdivide , no sera justo restablecer el nombre primitivo, con perjuicio del que hizo la primera correccion. Otras veces la descripcion ha sido errénea; y no habiendo sido posible conocer la especie, ha recibido mas tarde otro nombre: este nombre ha de quedar, porque no hubo culpa de parte de quien lo empled; y el primero en tiempo pasara bajo el yugo de la sinonimia. 6) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. 21 Por incompleta que sea una descripcion, si el que la lee afir- ma que conoce la especie, no debe mudar el nombre, sino com- pletar los caractéres. INDIVIDUO DESCRITO. — Longitud total, sexo, estado de conser- vacion. La longitud comparada de los individuos da la edad del pez, y con ella las variaciones que el tiempo introduce; las cuales son muchas, principalmente las que se fundan en el diametro del ojo. Mejor es dar la longitud que el peso. Las variedades de sexo no son tantas como las de edad; pero en muchos casos son notables, como se advierte en las dimensiones de los es- cualos. El estado de conservacion importa mucho. La piel seca se encoge; el didmetro del ojo aumenta considerablemente por causa del retraimiento de la membrana que lo circunda. El pez descrito esta en estado fresco, en piel 6 en aguardiente: en vida presenta sus verdaderos colores , salvo el cambio debido al dolor 6 a las pasiones. FoRMA GENERAL ¥ sitwacion del ano. Papilas anales. La forma puede ser mas 6 ménos prolongada y comprimida. El pedtinculo caudal es mas 6 ménos largo. El ano esta generalmente mas adelantado 6 mas atrasado que la mitad del cuerpo, formando el principio de la region cau- dal; & veces esta cerca de la garganta; su situacion normal es 4 corta distancia de la aleta anal; frecuentemente se coloca entre las aletas ventrales. Las papilas genitales se presen- tan en algunas familias: es supérfluo senalar en otras su au- sencia. DimEnstonEs.— A twa del cuerpo, longitud de la cabeza. La altura esta contenida tantas veces en la longitud total del pez; y lo mismo la cabeza. Por medio de una proporcion, divi- diendo el pez en cien partes, pudiéramos indicar con sdlo un numero estas dimensiones y otras muchas. Por ejemplo, altu- ra 20 significa que entra cinco veces en la longitud, partien- do 100 por 20. Altura 22 y 23 serian expresiones mas rigurosas que algo mas de cuatro veces, cerca de cinco veces, 6 casi cua- tro y media. Los antiguos llamaban cafetopldteos los peces cuyo diametro vertical es mayor que el transverso; y plagiopldteos los que tienen una disposicion contraria. ~ wm ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) CaBeza, aspecto 1.°— Horma y perfil, hocico, esculturas , na- rices, poros, huesos suborbitarios, aparato opercular, aberturas branquiales , branguias. La forma de la cabeza puede ser plana; su perfil mas 6 mé- nos oblicuo 6 vertical; el hocico mas 6 ménos prolongado.—Las aberturas nasales estan separadas 6 aproximadas, mas cerca ya de la orbita, ya del premaxilar; suelen ser grandes 6 peque- flas, una mayor que otra; a veces estan perforadas en un tubo membranoso.— Los poros se observan en todas partes, princi- palmente a lo largo de los labios: suelen verse arborizaciones cutaneas al rededor de la orbita. — El primer suborbitario es el ’ mas desarrollado, poco 6 mucho: sus bordes, y a veces todos los de la cadena, pueden ser denticulados. —La presencia 6 au- sencia de las denticulaciones debe expresarse en el preopérculo; & veces existen en las dos piezas operculares inferiores. El opérculo es 6 no espinoso; su membrana mas 6 ménos extensa. El preopérculo tiene su rama ascendente recta, curva 6 sinuosa; su angulo inferior a veces saliente y bien armado; a veces re- cibe en una escotadura la tuberosidad del interopérculo, como sucede en el género Diacope.—La abertura branquial esta or- dinariamente bien hendida hasta la mitad de la mandibula in- ferior, 6 hasta debajo del ojo; 4 veces hasta la articulacion del dentario: otras veces no adelanta tanto, y pasa a unirse 4 la membrana opuesta, sin dejar un istmo intermedio.—Hay que tener presente ,.como caracter de orden superior, el numero de arcos branquiales, ordinariamente cuatro; con fisura 6 sin ella junto 4 la espalda; y la presencia de una pseudobranquia , que es subopercular. Osos. — Zamaio, parpados, velo adiposo, pupila, distancia in- terorbitaria, posicion, veces que esta contenido, distancias. El ojo es grande, pequefio 6 mediano; pocas veces forma la piel un simulacro de parpado en la parte superior; en muchas familias esta cubierto por una membrana adiposa, hendida ver- ticalmente al pasar por encima de la pupila; la cual puede ser aovada 6 redonda. La distancia interorbitaria se mide recor- riendo la superficie intermedia. En su posicion, se presenta alto, bajo 6 situado en la linea media. Se expresara cuantas veces su diametro longitudinal esta contenido en la longitud total de la cabeza, tantos diametros distante de ambos extremos: esto lo puede poner a la vista una formula ocular, por ejemplo, 2. 1. 3; (7) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. 28 lo que significa que esta el ojo colocado 4 2 diametros de la ex- tremidad premaxilar y 43 de la punta del opérculo, sumando por todo 6 diametros. ; El tamanio del ojo y sus distancias respectivas son tan varia- bles con la edad, que han venido 4 quedar imitiles las frecuen- tes medidas que se han dado sin la indicacion de la longitud del pez. Comparando un Centropomus appendiculatus de 25 libras de peso con otro de una cuarta de largo, la formula ocu- lar varia en estos términos: en el primer caso 3. 1. 6; en el se- gundo, 1}. 1. 3. En estas medidas se prescinde de la progna- cion de la mandibula inferior. Disminuyendo con la edad el ta- mano del ojo, y no en la misma proporcion los huesos de las mandibulas, se van éstos apartando de manera que la parte posterior del maxilar, que en el jéven termina debajo de la pu- pila, parece con el tiempo, haber adelantado hasta el borde an- terior orbitario. Boca. — Hendidura y direccion , labios, protraccion, situacion posterior del maxilar, sus relaciones con el preorbitario, progna- cion de la mandibula inferior, barbillas, fosetas, lengua, velos. ' La boca se halla mas 6 ménos hendida; en una direccion ho- rizontal, oblicua, subvertical 6 vertical.— Los labios algunas veces son gruesos y carnosos; son simples, a veces dobles. — El premaxilar, provisto de apofisis ascendentes, mas 6 ménos lar- gas, permiten a la boca mayor 6 menor protraccion. — La ex- tremidad posterior del maxilar, estando la boca entreabierta, cae en una linea vertical, 6 plomada mas.6 ménos adelantada 6 atrasada que los diferentes puntos del ojo y de las narices; y es caracter de mucha importancia.— Esta misma extremidad se aloja en parte 6 en totalidad debajo de un primer suborbitario muy desarrollado, en algunos géneros y familias.— La mandi- bula inferior es igual 4 la superior, mas adelantada 6 mas atra- sada: tiene 4 veces en su extremidad apéndices carnosos 6 bar- billas, y cerca de la sinfisis una 6 mas fosetas que importa se- nalar.— La lengua es corta 6 saliente, aguda u obtusa, libre 6 atada con un frenillo, lisa 6 Aspera; su punta se esconde a ve- ces debajo de un velo del dentario; igual velo suele presentar la boveda palatina, 4 manera de valvula dirigida hacia lo inte- rior de la boca. Drentes. —Premaxilares, inframaxilares, vomerinos, pala- tinos , faringeos. 2A ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) Los dientes premaxilares 6 intermaxilares, y los dela mandi- bula inferior, llamados inframaxilares, 6 propiamente mandi- bulares, varian mucho en su forma y aglomeracion; segun lo cual toman los nombres de caninos, cardosos, velutinos, aspe- ros, etc. Si estan en filas ordenadas, pueden ser biseriales, tri- seriales, etc. La fila externa es casi siempre de dientes firme- mente implantados, presentando por delante algunos caninos sobresalientes; los otros de tamano y numero variable, mas 6 ménos unidos 6 apartados. Detras de esta fila externa suele haber dientes acostados y movibles; 6 bien espacios cubiertos de dientes velutinos cortos y asperidades. Sin embargo de que la mayor parte de los peces tengan dientes agudos de aprehension, & veces los hay romos 4 manera de empedrado; otras veces son incisivos, 6 cortantes. Los dientes del vémer se hallan ordina- riamente dispuestos en un espacio triangular; y otras veces en una chapa romboidal, prolongando hacia atras un angulo agudo: es de grande importancia este caracter. Los dientes palatinos son por lo regular cortos, ya en un liston estrecho que ocupa el borde inferior del hueso, ya en un espacio mayor, que a veces se extiende sobre el pterigoideo interno. En muchos casos, la >oveda palatina no esta armada. A los dientes faringeos se apli- can las anteriores denominaciones: conocido el género 6 la fa- milia, se sabra si los huesos inferiores forman dos piezas 6 una sola. Los arcos branquiales tienen tubérculos erizados de puntas 6 solamente asperos; el primer arco lleva ordinariamente largas pectinaciones. Numeros. — Radios branquidstegos, dorsales, anales, ventra- les , pectorales , caudales. Es indispensable contar el nimero de radios en la membrana branquidstega y en las aletas. Se distinguen en éstas los radios espinosos, que son simples, no articulados, ordinariamente pun- zantes, & veces flexibles: se encuentran, cuando existen, en la dorsal, la anal y la ventral; rara vez esta la pectoral armada. Los radios blandos son articulados, casi siempre ramosos; algu- nas veces simples y flexibles, y por rara excepcion inflexibles. Cada autor tiene su férmula radiaria. Yo escribo: B. 75D. 10,14; A. 338; V..1,53 Dalia ee Lo que significa: En la membrana branquidstega, 7 radios; en la aleta dorsal, 10 espinosos y 14 blandos; en la anal, 3 es- 9) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. 25 pinosos y 8 blandos; en la ventral, 1 espinoso y 5 blandos; en la pectoral , 15; en la caudal, 17. Cuando hay dos dorsales separadas, se marcan con un guion, y mejor con este signo +; en cuyo caso se entiende que los ra- dios de la primera dorsal son espinosos, v. g., D. 8 4+- 15; tam- bien puede ser 8 -+ 1,10. Cuvier escribe: D. 10/14; A. 3/8; C. 17; P. 15; V. 1/5. El Dr. Giinther: D. 3; A. =. El profesor Gill: D. X. 14. A. II. 8. P. 15. V. I. 5. C. 17. Linneo y Bloch: D. 3. P. 15. V. >. A. 7. C. 17. En la formula de Linneo se resta el numerador del denomina- dor, para obtener los radios blandos. Es de advertir que en la aleta caudal, hay casi siempre un nt- mero de pequefios radios, reforzando la base, y uno algo mayor que alcanza a la mitad del borde: éstos se omiten, quedando los mayores en numero impar, cuando hay dos lobulos, uno mas en el ldbulo superior. Si todo se quisiera expresar, pudiera hacerse en la forma siguiente: 4+ 1+9+8+1-+44. Auetas.— Dorsal, anal, ventral, pectoral, caudal. Generali- dades. La dorsal tiene su punto de insercion mas 6 ménos adelanta- do; su terminacion , mas 6 ménos cerca de la caudal, es aguda 6 redondeada; su altura varia, lo mismo que su extension. Im- porta senalar la extension relativa de la parte espinosa y de la parte blanda: se considera en la base, y se obtiene haciendo cen- tro con el compas entre los dos tramos, tomando la medida de la parte blanda y llevandola sobre la espinosa, para saber hasta qué radio alcanza. La parte espinosa se aloja frecuentemente en un surco del dorso. Los primeros radios aumentan gradualmente hasta el cuarto, 6 bien tienen distintas longitudes: el ultimo es igual, menor 6 mayor que el penultimo. A veces la membrana que sostiene los radios espinosos, se prolonga hacia la punta en un fleco 6 banderilla. La base de la aleta esta acompafiada a veces de un ldbulo lanceolado escamoso. La anal suele tener una forma y altura analogas 4 las que presenta la dorsal blanda; su terminacion suele ser mas adelan- ‘tada. Cuando hay dos aletas dorsales, la segunda tiene su punto de insercion opuesto, adelantado 6 atrasado con respecto 4 la anal, cuya extension es mayor 6 menor. El tiltimo radio espi- noso, cuando hay tres, suele ser mas largo que el segundo, 26 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) aunque ménos robusto; 4 veces es igual 6 menor. El primero es corto, y no se expresa. La ventral, segun los géneros, es doble 6 se une a la opuesta, para formar embudo. Por el punto de su insercion, es toracica, si esta proximamente situada bajo de las pectorales, teniendo el hueso pelviano articulado con los de la espalda; es abdominal, cuando por atraso faltan estas circunstancias; es yugular cuando se adelanta mucho. Es corta 6 larga; su primer radio blando se prolonga 4 veces en un filamento que alcanza al ano, 6 va mas alla. Digase si su insercion es libre, 6 si al contrario, existe una membrana que ata su ultimo radio al abdémen; y si encima de la base hay una escama, 6 lébulo cutaneo lanceolado y escamoso. La pectoral es corta 6 larga; aguda 6 redondeada. ' La caudal puede ser aguda, redondeada, trunca, escotada (se- milunar), bifurcada; su l6bulo superior es igual 6 mas largo. En general, con respecto a los radios espinosos dorsales y anales, se dira si son robustos 6 endebles. Con respecto 4 los radios blandos, son por lo regular medianamente divididos; a veces son muy divididos, unidos y planos; algunos, ordinaria- mente los primeros, son articulados y simples, y esto mismo se nota en la pectoral de algunos peces; otras veces todos son simples. Escamas.—Zamaio, linea lateral, direccion de ésta, direccion hacia atras de la primera serie dorsal, consistencia , permanen- cia, forma, cilios, abanico, esculturas , existencia 6 ausencia en todo el cuerpo, 6 bien en la totalidad 6 parte de la cabeza y en las aletas. Pocos son los peces alepidotos. Cuando las escamas existen, son por su tamafio grandes, pequefas 6 medianas: corresponde su magnitud al numero de las que estan en la linea lateral. Este numero y las del tronco se indican por una formula de esta suerte: Escamas 50 = lo que significa 50 en la linea longitu- dinal, 6 lateral; 6 en el dorso, por la serie mas corta, en la mayor altura del cuerpo; 16 en los costados y vientre. La linea lateral es continua 6 interrumpida; su direccion es paralela al dorso, 6 bien asciende en arco y puede acabar sinuosa. En algunos e@éneros, por ejemplo en el Haemulon, sirve & reconocer las es- pecies la longitud de la primera serie de escamas que se dirigen oblicuamente hacia atras, desde el principio de la linea lateral hasta los radios dorsales, segun el radio 4 que alcanzan. ? (Ly) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. Pa Las escamas son de mayor 6 menor consistencia, permanen- tes 6 caducas; su forma redondeada 6 rectangular. Son cicloi- deas, cuando su borde libre no tiene cilios, cubiertas solamente de estrias concéntricas de crecimiento; son ctenoideas , cuando su borde es ciliado 6 espinoso, precedido ordinariamente de un pequeno espacio punteado 6 reticulado. La raiz, 6 parte escon- dida presenta en las escamas ctenoideas unas estrias divergentes & manera de abanico, cuyo ntimero varia segun las especies. Las escamas de la linea lateral llevan por debajo la canal y abertura que conducen la mucosidad; exteriormente se marcan por algunos relieves; y hay algunas familias, v. g. la de los Escaridios, en que se hace indispensable decir si el tallo existe, simple 6 ramificado, poco 6 mucho. La cabeza suele estar en parte 6 en totalidad desnuda. Hay escamas casi siempre en el opérculo y subopérculo, en los ca- chetes y no siempre enel interopérculo. Se da cuenta de las que existen en el espacio interocular y en las sienes. Ks frecuente su desaparicion en el limbo preopercular. El] maxilar y el dentario las llevan en algunos géneros, ordinariamente diminutas. El tamafio varia en estas regiones; y se indica. Las escamas del dorso son generalmente menores que las de los costados y vientre; en la region yugular suelen ser pequefias. La base de las aletas pectorales y caudales son casi siempre es- camosas. La dorsal blanda y la anal, en muchos peces, estan enteramente cubiertas de escamitas; a veces desnudas 6 provis- tas en la base de escamas mayores 6 menores; las mas imper- ceptibles de la dorsal, pueden invadir parte de la membrana espinosa. Es raro encontrarlas en la membrana branquidstega. La linea lateral, en algunas familias, v. g. en los Carangidios, lleva en su parte posterior una armadura de escudos, 6 escamas endurecidas; otras veces solamente se encuentra una carina membranosa. Mucho importa senalar la presencia de la escama supra-esca- pular; que viene 4 ser el mismo hueso de la espalda, adelgazado y saliente, casi siempre denticulado. EsquetEto.— Crdneo, cara, vértebras, espalda y pélvis. Falta mucho que se hayan tomado en consideracion hasta ahora todas las partes esenciales del esqueleto: lo que me obliga a ser minucioso. El craneo debe considerarse en Ja forma, el diametro poste- . 28 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) rior, el espacio interorbitario, las crestas, la posicion de la 6rbita, las apdfisis preorbitarias , la apdfisis y la boveda postfrontal, el agujero que da salida al nervio trigémino, la caja del otolito, la base esfenoidal, las fosas, la hendidura basisfenoidal, la abertura anterior del craneo, los conductos semicirculares del oido, y el otolito. El diametro craneal posterior es ancho 6 estrecho; lo mismo que el espacio interorbitario. La cresta supra-occipital es baja 6 alta, terminando en angulo agudo U obtuso: las otras crestas, 4 saber, la paroccipital y la exoccipital, son altas 6 bajas. La érbita ocupa el espacio medio, posterior 6 anterior de la longitud cra- neal. Las apOfisis orbitarias son mas 6 ménos salientes: las del prefrontal, que se articulan con el lacrimal y el palatino, son verticales i oblicuamente adelantadas; la postorbitaria 6 post- frontal puede ser dilatada y formar béveda, con insercion sodlida de un hueso cavernoso. La lamina anterior del alisfendides ade- lanta a veces tanto, que el agujero externo del nervio trigémino viene a quedar muy distante del borde orbitario. La convexidad ocasionada por el otolito es 6 no es notable. La base esfenoidal del craneo es recta 6 curva, cortante 6 redondeada; en los peces faringognatos lleva un tubérculo grueso. La fosa paroccipito- mastoidea es continua, 6 bien limitada por una arista trasversa parieto-mastoidea; la fosa mastoido-frontal es amplia 6 redu- cida. La hendidura basilar, que conduce a la fosa subcraneal donde se alojan los mtisculos del ojo, esta mas 6 ménos abierta. La abertura craneal , cubierta en vida por una membrana per- forada, presenta en el esqueleto una entrada ancha 6 estrecha. El conducto semicircular lateral del oido, suele atravesar el mas- toides, entrando y saliendo por sus escotaduras; 6 bien perfo- rando tambien completamente otros dos huesos, que son el alisfendides y el exoccipital: lo que puede depender de la edad. El conducto superior perfora el paroccipital y vuelve por el exoccipital 6 por una de sus escotaduras; la roca es superficial. El otolito, por su consistencia y denticulaciones, puede merecer una descripcion particular. La cara debe ser examinada con respecto 4 los swborbitarios y hueso postfrontal, supratemporales, pretimpanal, hueso labial, particularidades de las piezas operculares. La cadena suborbitaria se compone de un primer hueso mas 6 ménos desarrollado, y de huesos menores que cercan el globo (13) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. 29 ocular; ordinariamente en numero de cuatro, sin contar el pri- mero: se relacionan con un Ultimo huesecillo cavernoso, que suele estar fuertemente encajado en la meseta del postfrontal, 6 bien adhiere flojamente, cuando esta meseta no es notable. Los supratemporales, salvo algunas excepciones, existen en numero de dos, frente 4 la bifurcacion del suprascapular: no dejan de presentar analogia con la cadena anterior, y dan paso 4 la mu- cosidad. El pretimpanal carece 4 veces de la lamina plana que se nota en la mayor parte de los Percidios. El hueso labial, como suplementario, existe en algunos géneros, 4 veces doble , colo- cado encima del maxilar. Se da cuenta de las escotaduras y otras particularidades del opérculo, las cuales no eran visibles exte- riormente. Las vértebras se cuentan con distincion de abdominales y caudales: son frecuentemente 10 + 14. La primera abdominal termina en punta, y se relaciona con las espinas de la aleta anal; las apdfisis laterales que preceden empiezan en las primeras vértebras (se dice en cual), y van en aumento: las ultimas for- man el anillo. Las ultimas apdfisis planas que sustentan la aleta caudal, cuentan como una vértebra. La primera apofisis epineural forma 4 veces un solo cuerpo con la primera vértebra; otras veces es movible y cabalga sobre ella; algunas de las que siguen se hacen notables por planas y robustas. Las costillas 6 pleurapdfisis se articulan con las vér- tebras abdominales; siendo las dos primeras mas endebles y dirigidas hacia atras: éstas jamas tienen espinas epipleurales; las otras si, salvo 4 veces la ultima y la pentltima. No es raro encontrar espinas epicentrales en la region caudal. La primera espina interneural sostiene el primer radio dorsal, a veces dos. Anteriormente suele haber una 6 tres espinas ocultas entre las carnes, sin sustentar los radios: son las falsas interneurales. Las dos primeras espinas interhemales, soldadas en una sola, ponen en relacion la aleta del ano con la columna vertebral, cerrando el abdémen: muchos Esparidios la tienen conformada a estilo de pluma de escribir, para alojar la extremidad posterior de la ve- jiga natatoria. La cintura humeral y la pélvis presentan pocas particularida- des en la pluralidad de los géneros: hay sin embargo en el hueso pelviano una apofisis interna notable, ya ascendente, ya descendente, 4 veces nula. 30 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) ViscERAS. — Cerebro, cavidad abdominal, peritoneo, estémago, ramo ascendente, ciegos, intestino, bazo, higado y vesicula bi- liosa, rinones, organos genitales, vejiga natatoria. Bien que hasta ahora no se acostumbra hacer entrar la des- cripcion del encéfalo en la descripcion de la especie, suele dar indicaciones utiles en sus proporciones, forma y conexiones. La cavidad abdominal se extiende 4 veces mucho mas alla del ano; y el peritoneo ofrece diversos colores, envolviendo mas 6 ménos la masa intestinal. El] estomago presenta una rama pi- lorica ascendente larga 6 corta, en cuya extremidad estan los ciegos en numero variable, a veces innumerables, mas 6 ménos gruesos, firmes y largos. Los peces cartilaginosos carecen de intestinos ciegos, por la razon de que tienen pancreas. El in- testino flojo 6 firme, grueso 6 delgado, da las circunvoluciones ordinarias en la mayor parte de los peces carnivoros, echan- dose hacia atras, para volver sobre si mismo, y dirigiéndose despues directamente al ano; en las especies herbivoras, las circunvoluciones son considerables. No siempre se distingue el recto. Kn toda la longitud del tubo digestivo, se observan val- vulas, papilas y pliegues en diferentes direcciones. El higado, mas 6 ménos voluminoso, tiene ordinariamente el lado dere- cho mas prolongado; y la vejiguilla de la hiel es redonda 6 mas constantemente larga y estrecha. El bazo nunca falta, alojado en la primera circunvolucion intestinal. Los rifones, cubiertos por el peritoneo, ocupan las anfractuosidades de las vértebras, empezando mas 6 ménos cerca de la cabeza, hasta enfrentar con el ano, donde aparecen los uréteres, que van @ parar a la cloaca, 6 bien 4 un saco urinario que tiene su orificio externo inmediato al ano: éste presenta 4 veces una papila genital. Los testiculos y los ovarios varian de forma, de tamano y de color; los huevos son de distinta magnitud. A veces se encuentran unidos los dos érganos; en cuyo caso el pez es accidentalmente hermafrodita. La vejiga natatoria, drgano que, segun la expresion de Va- lenciennes, mientras mas se estudia, ménos se comprende, existe generalmente en los peces dseos; desaparece en familias enteras, y aun en algunas especies de un mismo género. Se compone de una membrana interna mucosa y de otra externa fibrosa; la membrana muscular es rara, porque la presion se ejerce por medio de los musculos costales. La extension de este (15) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. 3l organo es variable, y se extiende a veces bifurcandose mas alla del ano; su parte anterior, en algunos géneros, presenta apén- dices notables. Las paredes de la vejiga varian en fortaleza: ya son delgadas y trasparentes, ya son opacas y resistentes. En el interior se ven admirables ramificaciones sanguineas y cuerpos rojos glandulares, mas 6 ménos desarrollados, situados en di- versos puntos, y encargados de la secrecion gaseosa. Los peces que tienen la vejiga completamente cerrada, y es la generali- dad, son llamados fisoclistos; los que tienen un conducto neu- - matico, comunicando con el esdfago 6 con el estémago, son fisdstomos, y es el caracter de los peces designados con el nombre de abdominales. Be CotoreEs. —Al dar el color general del cuerpo, importa des- cribir el de una sola escama, porque aquel es el resultado del efecto parcial; y al mencionar las lineas, se indica la mayor 6 menor oblicuidad de las series dorsales y costales. OBSERVACIONES. — Estas observaciones son criticas, recayendo principalmente sobre la sinonimia. Ks util distinguir la especie de las otras mas cercanas. Historia. —Patria, rareza 6 abundancia, longitud 6 peso de los adultos. Parajes frecuentados y profundidad; ya en fondos de piedra, ya en fondos herbaceos 6 fangosos. Género alimenti- cio: carnivoro 6 herbivoro; ya reducido 4 pequefios crustaceos y moluscos de los arrecifes. Aparicion, emigraciones y desove: estas tres circunstancias suelen coincidir. Costumobres, inteli- gencia, instinto. Algunos viven aislados, otros andan en cardu- menes. Helmintos que se alimentan en sus visceras. Pesqueria. Aplicacion al comercio, industria y gastronomia. Hay carnes mas sabrosas 6 mas insipidas que otras; ya es ligera y deli- cada, ya compacta y dura; granosa, filamentosa, jugosa, seca y desabrida: la bondad depende 4 veces de la condimentacion. Algunas especies son propensas & enfermarse, causando la in- disposicion, mas 6 ménos grave, que en la isla de Cuba se llama ciguatera. EXPLICACION DE ALGUNOS TERMINOS. Longitud total.—Se mide hasta el extremo de los lébulos caudales. Cuando es sin la caudal, asi se expresa. Longitud de la cabeza. —Comprende desde la extremidad 32 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) del hocico hasta la terminacion de la punta membranosa del opérculo. Hocico. —Es el espacio preocular. Aleta ventral.—Tiene tres bordes: externo 6 anterior; pos- terior é interno. Aleta adiposa. —Se encuentra en los Salmonidios, ocupando la parte posterior del dorso: representa un radio grasiento, abultado. Aletas espurias.—Son las aleticas de muchos Escombridios, las cuales por su nimero forman una especie de sierra: proce- den de la separacion de los tiltimos radios dorsales y anales. Primer radio branquidstego.—Debe ser el anterior, aunque mas pequeno; para algunos autores es el posterior, que es mas notable. Mejor sera decir el inferior y el superior. Ultimo radio articulado de la dorsal y de la anal.—Es de or- dinario muy ramoso y hendido hasta la base; por lo que algu- nos autores, como el Sr. Agassiz, en la obra de Spix sobre los peces del Brasil, cuentan dos. Los Sres. Cuvier y Valenciennes, a los cuales me atengo, cuentan uno solo. Murenidios.—En los peces de esta familia, la cabeza tiene por limite la abertura branquial. Despues de la cabeza, viene el cuerpo, que se divide, partiendo del ano, en ¢ronco y cola; bien que el Dr. Gtinther llama tronco lo que aqui Namamos, con Bleeker, cuerpo y vice-versa. Los dientes nasales estan en un disco, 6 meseta, que forma la parte anterior del hocico, sobre un hueso que representa soldados el nasal de Owen, el vomer y los prefrontales; en su parte posterior, hay una prolongacion que lleva los dientes vomerinos, uni 6 pluriseriales. HE] maxilar y el intermaxilar, en estos peces, son rudimentarios, segun los senores Richardson y Bleeker; y los dientes palatinos vienen & formar el borde externo lateral de la mandibula superior. Se- gun Laurillard, en la 2.* edicion de la Anatomia comparada de Cuvier, los palatinos son rudimentarios, y la serie lateral del peristoma toma el nombre de dientes mawilares: es tambien la opinion del profesor Stannius y del Dr. Giinther; pero yo me atengo 4 la primera denominacion. En esta familia, las cavida-_ des muciferas de la cabeza son grandes y frecuentes. Carcaridios.—Los Elasmobranquios del gran género Carcha- vias, indicados por otros con el nombre de Squali, presentan algunas particularidades de que debemos hacernos cargo en (17) Poey.— PLANTILLA DESCRIPTIVA ICTIOLOGICA. 33 esta plantilla descriptiva. El hocico es el espacio preoral, mi- diendo desde la parte media, 6 mas adelantada de la boca. Este espacio forma la meseta nasal: su longitud suele compararse con el didmetro transverso de la boca, entre las dos comisuras; puede ser agudo ti obtuso. Los poros, 6 conductos mucosos, se toman en consideracion. Es menester fijar la distancia de las narices & la boca, y 4 la extremidad del hocico. La intencion de los autores queda dudosa, porque no explican el modo de pro- ceder: yo creo que conviene partir del Angulo interno, y refe- rir la medida a la linea media. Importa tambien mencionar la vilvula nasal, que es un lédbulo mas 6 ménos prolongado; a veces no existe. Los dientes, generalmente cortantes, tienen un borde interno 6 externo, por otro nombre anterior 0 posterior. En la linea media, separando la mandibula derecha de la iz- quierda, se encuentra generalmente una 6 dos series de dien- tes menores, diversos en su forma. La parte esmaltada de los dientes se distingue de la raiz; y se considera en ella la dase y la piramide. Por base de una aleta, se entiende la vaiz con el ldbulo que lo acompania. La pectoral tiene tres bordes, & saber; el externo 6 anterior, el posterior y el interno. El Dr. Giinther considera la aleta levantada; por lo que llama borde superior al externo, é inferior al interno. Las escamas son placoideas: las carinas y cuspides de que estan revestidas, constituyen buenos caractéres, que se pueden estudiar con un vidrio de aumento. Dibuijo.—Puede considerarse una lamina como parte impor- tantisima de la descripcion: por lo que me parece conveniente tratar de ella. Para facilitar las comparaciones, es Util figurar constantemente el mismo lado. Creo que Bloch anduvo con acierto, figurando el lado derecho. Otros autores dan el lado iz- quierdo. Esta ultima practica me parece ridicula; porque en una posicion vertical, esta la cabeza abajo; y en una posicion horizontal, se empieza 4 ver por la cola. Nomenclatura de los huesos.— Dando por conocida la nomen- clatura del insigne Cuvier, diré en que difiere de la del céle- bre anatémico inglés Richard Owen, porque es la que sigo ac-. tualmente en mis descripciones; advirtiendo que este autor ha escrito esfendides y timpanico, mientras que yo escribo aqui es- fenal, a imitacion de E. Geoffroy Saint-Hilaire; y dimpanal, a imitacion de Cuvier. El opérculo es llamado por Owen opercular. La diferencia entre las dos nomenclaturas no es tan grande ANALES DE HIST. NAT.—I. 3 ‘ 34 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) como parece; porque muchos huesos mudan de nombre sin mu- dar de atributo. Kl primer nombre es de Owen; el segundo es de Cuvier. Basioccipital — basilar. — Exoccipital = occipital lateral.—Su- peroccipital occipital superior. —Paroccipital= occipital ex- terno.— Basisfenal—parte posterior del esfendides posterior. — Alisfenal= ala mayor.—Presfenal—parte anterior del esfendides posterior. — Orbitosfenal = ala menor. — Nasal = etmdides.— Petrosal= roca. —Turbinal= nasal. —Interorbital 6 entosfenal de otros = esfendides anterior. — Epitimpanal — temporal. — Mesotimpanal— simplectico. —Pretimpanal—timpanal.—Hipo- timpanal —yugal. —Coracoideo—humeral.— Humero: se halla rara vez en los peces, y no tiene correspondencia en Cuvier. — Acromion=coracoideo superior. —Clavicula=coracoideo infe- rior. —Radio= cubital. — Ulna (olécranon) — radial. —Isquion —pélvis.— Pleurapofisis—costilla. — Epipleural = espinita ad - herida 4 la costilla.—Interneural—interespinoso superior.— Interhemal—interespinoso inferior. —Puede verse ademas en Owen, Comparative Anatomy and Phsiology of Vertebrate, la prolija nomenclatura del aparato hio-branquio-faringeo, que no tiene en Cuvier denominacion propia. FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL" POR Die MEG Wah 2G iO MB) @,. FUMARIACKAS. Corydalis. C. tuBERosa DC. Bot. Mag. t. 232 (flor. purp.) et 2340 (for. alb.). C. bulbosa Pers. Pourr. Fumaria bulbosa major Grist. Fumaria X Quer. F. bulbosa «. L. Lob. Ic. 759. f. 1. F. cava Bhrh. Schk. 1. 194. #. bulbosa cava major Brot. Reichb. Ic. germ. f. 4463. Hab. Espana (Salv. Quer) y Portugal (Grisl. Brot.) en los setos y matorrales sombrios de los Pirineos y otros montes de las provincias septentrionales, orientales y centrales. Fl. Abr. Jun. (V. 8.) Cataluia (Salv. Quer): Monseny (Salv. Quer, Palau), valle de Aran (Villiers), Monserrat (E. Bout.) Aragon (2). Galicia (Texid.): Piedrafita (Texid.). (1) Este trabajo es un fragmento de la «Enumeracion general de las plantas de la Peninsula hispano-lusitana, con la distribucion geografica de cada una de ellas y sus nombres vulgares, tanto nacionales como provinciales,» cuya obra no terminada to- davia, permanecerdé inédita hasta que se halle suficientemente adelantada. Los obser- vadores de cada especie se mencionan siempre en orden cronoldgico, y esto hard ver las muchas plantas que fueron indicadas como propias de la Peninsula y localmente estudiadas en sus diversas proyvincias Antes de realizarse las mas modernas investiga- ciones, comprobdndose ademas todo ello mediante los antiguos sinénimos empleados por los autores nacionales y extranjeros. 36 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2 Castilla la Vieja (Quer, Palau): San Ildefonso, montes de Arenas (Quer, Palau). Castilla la Nueva (Quer): El Paular (Quer, Palau), San Pa- blo de los Montes (Pourr.). Valencia ( Martras ): cercanias de Bocairent (Martras), Pefia- golosa (Barreda). Murcia (Barnad. hijo): inmediaciones de Cartagena (Bar- nad. hijo). Portugal (Grisl. Brot.): Serra de Rebordao, cerca de Braganza, Tras-os-Montes (Brot. ). Nombr. vulg. Cast. Apios de algunos (Lagun.), Aristoloquia ténue 6 pequefia ( Martras), Fumaria bulbosa (Sing. de Catal.), Violeta bulbosa (Palau), Aristoloquia hueca (Farm.). Port. Mo- larinha ( Vigier), Aristolochia bastarda, Fumaria bolbosa (Brot.). Catal. Estisoretas (Bassag.). C. putBosa DC. Fumaria bulbosa minor Grisl. F. bulbosa y L. Lob. Ic. 759 f. 2. F. solida Fhrh. Schk. t. 194. Engl. bot. t. 1471. Bot. Mag. t. 231. Reichb. Ic. germ. f. 4462. Hab. Kspaiia (Asso) y Portugal (Grisl.) en los sitios sombrios y humedos de los Pirineos y otros montes en las provincias septen- trionales 4 la altura de 5500’ (Wk.). Fl. Abr. Jun. (V. S.) Cataluia (?). Aragon (Asso): monte de Izas (Asso), valle de Izas (Wk.), montafas de Benasque y Castanesa (Villiers), Puerto de Benasque al pié (Zett.). Portugal (Grisl.). C. CAPNOIDES PERS. Sdurm. Flora 14. t. 62. Fumaria IV Quer. F. capnoides L. Pluk. t. 90. f. 2. Var. 8 lutea DC. Fumaria lutea L. Lob. ic. 758. f. 2. Hagl. bot. t. 588. Reichb. Ic. germ. f. 4459. fab. Espana (F. Nav. Quer) y Portugal (?) en las hendiduras de las rocas y muros y en los sitios pedregosos de los montes de diversas provincias. Fl. Jun. (V. V.) Cataluia (E. Bout.): Monserrat (E. Bout.), Matard (Salvafa). Galicia (Colm.). Castilla la Vieja (Quer, Palau): San Martin del Pimpollar (Quer, Palau). Castilla la Nueva (F. Nav.): Brihuega (F. Nav.). (3) Colmeiro.—FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 37 Valencia (2). Murcia ( Barnad. hijo): Tobarra (Barnad. hijo). Nombr. vulg. Cast. Palomilla pajiza (F. Nav.), Fumaria ama- rilla (Palau). . C. CLAVICULATA DC. Fumaria major Clematitis Grisl. Fuma- ria VII Quer. F. ciaviculata L. Lob. Ic. 758. f. 1. Hngl. bot. t. 103. Reichb. Ic. germ. f. 4457. Hab. Espaiia (Salv. Quer) y Portugal (Grisl.) en sitios som- brios y pedregosos de los montes de varias provincias septer- trionales y centrales. Fl. Jun. Jul. (V. V.) Navarra (Née): Roncesvalles, Burguete, (Née). Santander (Salcedo): valle de Cabuérniga (Salcedo). Asturias (Dur.): sierras que rodean el valle de Grado, valle de Naviego, cercanias de Cangas de Tineo (Dur.), inmediacio- nes del convento de Corias ( Bourg.). Galicia (Salv., Pourr., Pian.): Tuy (Pourr.), Ferrol {L. Alonso), Santiago (Colm. Lge.), Lugo (Lge.). Leon (Lge.): Villafranca del Vierzo (Lge.). Castilla la Vieja (Quer, Palau): montes de San Ildefonso en la parte de Balsain viejo (Quer, Palau). Castilla la Nueva (Isern): Cardoso (Isern). Portugal (Brot.): cercanias de Sabugueiro en la Serra de Es- trella , inmediaciones de Moimenta, cercanias de Braga (Brot.). Nomd. vulg. Cast. Fumaria con pampanos 6 tijerillas (Quer), Tijerillas (Palau). Ga//. Herba dona (Plan.). Catal. Estiso- retas (?). Sarcocapnos. S. ENNEAPHYLLA DC. Pumaria henneaphyllos hispanica, saxa- lilis, fore vario Barr. Ic. 42. Fumaria henneaphyllos hispa- nica, saxatilis Bocce. Mus. t. 73. Fumaria hispanica sacatilis, foliis amplioribus, cordiformibus, semine compresso Towrnef. Inst. 422. Fumaria IX Quer. F. enneaphylla L. Lam. Lil. ¢. 597. f. 4. /Tab. Espafia (Barr. Salv.) y Portugal (Vand.) en las hendidu- ras de las rocas sombrias y htmedas de los montes de muchas provincias. Fl. Abr. Ag. (V. V.) Catalwia (Salv. Quer, Palau): Monserrat (Salv. Quer, Colm. 38 ANALES Di HISTORIA NATURAL. (4) Wk.), penascos de la fuente de la Reina (Quer ), Pirineos ( Bar- nad.), San Miguel del Fay (Colm.), montes de Tarragona, Berga, Nuria (Costa), Ampurdan y Olot (Texid.). Aragon (Asso, Palau): Tolocha, Sierra de Arcos, Calcena, Aliaga, cercanias de la fuente de los Santos Cosme y Damian (Asso), Villarluengo (Xarne), Hiladores de Pefiarroya (Loscos). Castilla la Vieja (Barnad. Salv. Quer, Palau): cercanias de Segovia (Barr. Salv.), pefiascos de Tejadilla y catedral de Sego- via en las grietas (Quer, Palau), Alcazar de Segovia (Palau), acueducto de Segovia (Wk. Graells), San Ildefonso (Alea), Mi- randa de Ebro (Fée), Encinillas (Lge.). Castilla la Nueva (Quer, G. Ort.): Alcarria (Quer, Palau), Buitrago (Quer, Graells), Trillo (G. Ort. Lag.), inmediaciones del rio Gallo cerca de Molina de Aragon (Wk.), Vellon, Ponton de Ja Oliva, Chozas (Cut. Isern). Valencia (Cav. F. Gil, Duf.): montes elevados, principalmente el Cabesé, Cova alta cerca del convento de Santa Ana, sitios sombrios préximos 4 Bufiol, barranco cercano de Ayora, montes de Agullent, Mogente, Albaida y la Murta, Chelva, Mola de Muro, Forcall (Cav.), Sierra de Engarceran (Barreda), Titaguas (Clem), Navajas (J. Vilan). Murcia (Lag. Guirao): Lorca (Canovas ), cercanias de Carta- wena en la Atalaya (Bourg.). Andalucia (Clem. Bourg.): reino de Granada en la parte oriental (Clem.), reino de Jaen (Blanco), Sierra de Gador (Bourg.), Urracal (Isern). Eatremadura (Herb. Madr.): Siruela (Herb. Madr.) Baleares: Mallorca (Serra). Portugal (Vand. DC.). Nombd. vulg. Cast. Fumaria con hoja de corazon (Quer), Za- patito de la virgen (F. Gil). S. crassiFoLia DC. Fumaria crassifolia Desf. Flor. atl. t. 173, et Clem. pro parte? Tab. Espana en la Sierra Nevada de Andalucia cerca de Ca- nales (Lge.). Fl. Abr. (N. V.) S. speciosa Boiss. Diagn. pl. or. S. crassifolia Boiss. Voy. et Bourg. non DC. Fumaria crassifolia Clem. non Desf. Fumaria radice fibrosa, foliis ad peliolum sinualis, crassioribus ex His- (5) Colmeiro.— FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 39 pania Pluk. Alm.— Pudiera considerarse como mera variedad dela S. crassifolia DC. Hab. Espana en Valencia cerca de Titaguas (Clem.) é inme- diaciones de Alcoy en la Sierra de San Antonio (Bourg.), y en la de Mariola (Leresche), y en Andalucia (Clem.) en la Sierra Ne- vada (Boiss. Bourg.) sobre el pago de Guejar, cerca del cortijo de la Vibora, y sobre Trevelez a la altura de 4000-6000’ (Boiss.). Torre del Agua en Jaen (Blanco), cerro de Jabalcon, cerca de Baza (Bourg.), Lanjaron (Medina). Fl. Jun. Jul. (V. 8.) Nomor. oulg. Cast. Yerba de la lucia (Clem.) Aplectrocapnos. A. BzTIcA Boiss. ET Reut. Sarcocapnos enneaphylla Boiss. Voy. t.4a. S. enneaphylla monstrosa Rem. Fumaria saxatilis Clem.? Flor. bet. inéd. Hab. Espana en Andalucia cerca de Tabernas y en Cobdar ‘Clem.), en el Desierto de las Nieves de la Serrania de Ronda sobre Junquera (Boiss. Hens. Prol.), y en la Sierra de Alcaraz dentro de Murcia en los confines de Castilla la Nueva (Bourg.). Bian ( Ve8.) A. INTEGRIFOLIA Borss. A. betica Bourg. Hab. Espana en Andalucia en la Sierra de Segura y en La Sagra cerca de Huescar (Bourg.). Fl. Jun. (N. V.) Fumaria. F. corymbosa Desr. Act. soc. hist. nat. t. 6. F. africana Lam. Tab. Espatia en Andalucia en las grietas de las penas cerca de Alhaurin 4 la altura de 1000’ (Boiss.). Fl. May. (N. V.) F. MACROSEPALA Boiss. Voy. ¢. 4. Hab. Espana en Andalucia cerca de Malaga en el cerro de San Anton (Boiss. Wk. Colm.), y en la Sierra Nevada 4 lo largo del rio Monachil cerca de San Jerénimo, legando 4 la altura de 1300-4000’ (Boiss.), Sierra de Antequera (Reut.), Guejar en la Sierra Nevada, Sierra de Elvira, cercanias de Jaen en el cerro Zumbalejo (Lge.). Fl. Febr. Jun. (V. V.) 40 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) F. capreonata L. DC. Le. gall. rar. t. 34. Reichb. Ic. germ. Jf. 4456. Fumaria VIIT Quer. Hab. Espaiia (Salv. Quer.) y Portugal (Vand.) en los terrenos pedregosos, los setos y matorrales de muchas provincias, in- clusas las meridionales, llegando en éstas a la altura de 3000’ (Boiss.). Fl. Febr. Jun. (V. V.) Cataluia (Salv. Quer. Palau): huertas de San Jerdnimo del Valle de Hebron (Salv.), circuito de Barcelona (Quer, Palau, Colm.), Monserrat (E. Bout.), Caldas de Mombuy (Graells), Mon- juich (Arriete), Mataré (Salvana). Aragon (Echeand.): Zaragoza (Echeand.): Caspe, Alcaniz, Castelseras (Pardo, Loscos). Navarra (Duf.): Tudela (Duf.), Villava (R. Casav.). Provincias Vascongadas (Eguia). Santander (Salcedo, Lge.). Asturias (L. P. Ming.): cercanias de Oviedo (L. P. Ming.). Galicia (Pourr. Colm. Plan.): Orense (Pourr.), Ferrol (Lge. L. Seoane). Castilla la Vieja (Texid.): Valladolid (Texid.). Castilla la Nueva (Lag. Colm. Wk.): Miraflores de la Sierra (Colm.), faldas de la Sierra de Guadarrama cerca de Cho- zas ( WkK.). Valencia (Clem.): Titaguas (Clem.), Huerta de Valencia cerca de Tabernas (Wk.). Murcia (Isern). . Andalucia (Lag. Heens.): cercanias de Sevilla en San Juan de Aznalfarache y camino de Tomares (Lag. Colm. Bourg. L¢e.), Carratraca (Heens.), Malaga (Prol.), Motril, Alhaurin, Coin, Tajo de Ronda (Boiss.), Aracena (Wk.), Trujala en Jaen (Blanco), Sanlucar de Barrameda (Colm.), Gibraltar (Kel.), Lanjaron (Me- dina), Cordoba, Alhambra de Granada (Lg¢e.), Almeria (Isern). Eatremadura (Lag.). Portugal (Vand. Brot.): provincias septentrionales (Brot. Fi- gueir.), Serra de Monchique (E. da Veiga). Baleares (Camb.): Menorca (Oleo). Var. 8 purpurea Wk. et Costa. Cataluna (Costa). Nombr. vulg. Cast. Palomilla pintada (F. Nav.), Gatitos, Ga- ticos (Boiss. Medina), Conejillos (Prol. Medina), Conejitos de los vallados. Poré. Fumaria maior, Herva molarinha maior (Brot. Figueir.), Herva molarinha, Catharina queimada (G. Machado). (7) Colmeiro.— FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 4] Gall. Herva dona (Plan.), Saltaseves (L. Seoane). Catal. Galla- rets (Arriete). F. sep1uM Boiss. ET REvT. Tab. Espana en Andalucia entre los setos y en los paseos cerca de Algeciras (Boiss. Reut.). Fl. May. (N. V.) F. RUPESTRIS Boiss. ET REvT. Var. 8 laxa Boiss. et Reut. Andalucia entre los setos cerca de Ronda (Reut.). Fl. Jun. (N. V.) F. aGRARIA Lac. J. major Badarro. F. media DC. Prodr. pro parte, non Lois. F. major Reichb. Ic. germ. f. 4455. Hab. Espaiia (Lag.) en los campos de varias provincias, y principalmente en los de las meridionales. FI. Dic. uals PEEVE) Navarra (Duf.): Tudela (Duf.). Leon (Lge.): Vilela, Carucedo en el Vierzo, Valcabado de Pa- ramo (Lge.). Valencia (Lag.): cercanias de Orihuela (Lag.). Murcia (Lag. Lge.): inmediaciones de Murcia (Lag.). Andalucia (Lag. Boiss. Wk.): Cuevas de Vera (Lag.), cerca- nias de Malaga (Boiss.), inmediaciones de Sevilla (Wk. Colm. Bourg.), Ayamonte (Wk.), La Carolina, Cordoba, Sevilla, Puerto de Santa Maria (Colm. Lge.), Sanlucar de Barrameda (Colm.), Almeria (Lge.). Portugal ( Bourg. Oliv.): Faro (Bourg.), Braganza (Oliv.). Nombr. vulg. Cast. Conejitos de los campos (Clem.), Zapatos del Nilo Jesus (Lge.). F. AFFINIS HAMM. fab. Espanaen Almeria ‘Lge.) entre las mieses. FI. Dic. (N. V.) F. FLAVELLATA GASP. Hab. Espana cerca de Jaen en el cerro Zumbalejo (Lge.). Fl. WINS) tose F. APICULATA LGE. Hab. Espana en Castilla la Nueva cerca del Escorial y en el Pinar de Guadarrama (Lge). Fl. Jun. (N. V.) is 42 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) F. mepiA Lois. Vazll. Bol. ¢. 10. f. 4. Reichb. Ic. germ. f. 4453. Fumaria ID Quer. F. prehensilis Kit. F. capreolata Sm. Hngl. bot. t. 943, non Linn. Hab. Espafia (Quer, Dur.) y Portugal (Gomes, Beirao), en los campos de diversas provincias, y principalmente en los de las septentrionales. Fl. Abr. Jul. (V. V.) Var. « typica Hamm. Fumaria Bore: Jord. F. muralis Bo- reau non Sond. Cataluia (Salvaiia): Mataréd (Salvana). Aragon ( Pardo, Loscos). Asturias (Dur.): Valle de Narceia (Dur.), Oviedo (L. P. Ming.). Galicia (Colm. R. Bust): Santiago (Colm.), Tuy (R. Bust.), Ferrol (Lge. L. Seoane), Coruna (Lge.). Leon (Lge.): Villafranca del Vierzo (Lge. ). Castilla la Vieja (M. P. Ming.): Valladolid (M. P. Ming.). Castilla la Nueva (Quer): circuito de Madrid (Quer), Sitio del Retiro (Cut. Amo), Escorial (Lge.). Andalucia (Boiss. Reut.): cercanias de Grazalema, algedenee res de Gibraltar ( Boiss. Reut.), Cordoba (Lge). Portugal (Gomes, Beirado): provincias septentrionales (Go- mes, Beirao). Var. 8 confusa Hamm. Fumaria confusa Jord. Galicia en San- tiago, Leon en Villafranca del Vierzo (Lge. ). Var. y muralis Hamm. Fumaria muralis Sond. F. media Bast. DC. Flor. franc. pro parte. F. Bastardi Boreau. F. of fi- cinalis Brot. pro parte, F. capreolata 8 Bastardi G. Machado. Prov. Vascongadas en Bilbao (Lge.), Asturias (Dur.) Cangas de Tineo (Bourg.), Extremadura en Navalmoral de la Mata (Bourg.) y Portugal (G. Machado). Nombr. vulg. Port. Fumaria maior, Herva molarihna maior (Gomes, Beirao). Gall. Saltaseves (L. Seoane). F. Perreri Reicus. Jc. germ. f. 4453 0. Hab. Espana (Parlat.) en las Prov. Vascongadas cerca de Irun ( WK.) Fl. May. (N. V.) 5 c » F. OFFICINALIS. L. Hagl. bot. t. 589. Fumaria vulgaris, Hrva- molarinha Grisl. Fumaria I. Quer. Reichb. Ic. germ. f. 4454. fab. Espana (Lagun. Salv. F. Nav.) y Portugal (Grisl. Vand.), (9) Colmeiro.— FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 43 en los campos cultivados é incultos de todas las provincias. FI. Febr. Jun. ( V. V.) Cataluna (Salv. Quer, Palau); circuito de Barcelona (Quer, Palau, Arriete), Monserrat (HE. Bout.), valle de Aran (Villiers), La Puda (Arnus), Mataré (Colm. Salvana). Aragon (Asso, Palau): montanas de Benasque y Castanesa (Villiers), Tarazona (Jubera), Aranda del Conde (Calavia). Navarra (Née): Pamplona (F. de Salas, P. Gil). Prov. Vascongadas ( Eguia). Santander (Salcedo): valle de Toranzo (S. Ruiz). Asturias (Pastor): cercanias de Oviedo (Pastor). Galicia (Sarm. L. Alonso, Plan.); cercanias de Santiago (Colm.). Leon (Exp. Agr.): Bejar (Tellez). Castilla la Vieja (F. Nav. Sarm.): Segovia (F. Nay.), Valla- dolid (Sarm. M. P. Ming. Pastor), Burgos (Nipho, Larruga), Rioseco (Molina), Trigueros, Quintanilla, Cubillas, Corcos (Sanchez), Logronio (Zubia). Castilla la Nueva (Loeffl. Palau, P. de Escob.): cercanias de Madrid (Loeffl. Palau, P. de Escob. Cav. Lag. Lge.), Trillo (G. Ort.), Aranjuez (Colm.), Navalcarnero (Negro), Esco- rial (Lge.). Valencia (Quer, Palau): Murviedro (Cav ), Titaguas (Clem.), Villafranca del Cid (S. Bened.) Murcia (Lag.). Andalucia (Bowles, G. de la Lena): Malaga (Bowles, G. de la Lena, Boiss.), Jaen (Talbot, Blanco, Lge.), Gibraltar (Tal- bot, Kel.), Banos de Graena en Guadix, Bafios de Alhama,- Ba- hos de Ardales en Carratraca, Banos de Casares en Malaga (Ayuda), Granada (Clem. Boiss. Wk.), Lanjaron (Clem. Me- dina), La Sagra, Albufiol, Cabo de Gata (Clem.), cercanias de Sevilla entre San Juan de Aznalfarache y Tomares (Lag. Colm. Lge.), Carratraca (Heens.), Sanlucar de Barrameda (Colm.), Puerto de Santa Maria (Bourg.), San Roque, Algeciras (Kel.), Cordoba (Lge.). ELatremadura (F. M. Villalobos, Lag): Aleonchel (F. M. Vi- llalobos), Alange (Villaescusa), Membrio (Guijo). Portugal (Grisl. Vand. Brot. Figueir.): Caldas da Rainha (S. Brand.), Coimbra (D. Bapt. G. Machado), Valenca (Texid.), Faro en Ios Algarbes (G. Machado). 44 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) Baleares (Camb. ): Mallorca (Serra), Menorca (Cursach, Ra- mis, Oleo). Var 8 densifora Parlat. non Fumaria densiflora DC. Segura de la Sierra en Jaen (Blanco), Aragon (Pardo, Loscos ). Nomobr. vulg. Cast. Fumusterra, Fumoterra (R. de Tud. Lob. de Avila, etc.), Palomilla (R. de Tud. F. de Sep. F. Nav. Quer, Palau), Palomina (Laguna, Frag. Molina, etc.), Pam- plinga (Sarm.), Fumaria oficinal (G. de la Leia), Capa de reina (F. M. Villalobos), Palomilla oficinal (Cav.), Conejillos, Peni- tentes, Zapaticos de Nuestro Sefior 6 del Nilo Jesus, Pamplina | impropiamente (Clem.), Panalitos y Camisitas del Nino Jesus, Yerba colorada (Guijo), Gitanillas en Montoro (Linar. Avil.), Sangre de Cristo (Pastor). Port. Herva molarinha (A. Lus. La- guna, Brot.), Erva molarinha (Grisl. Brot.), Molarinha ( Vigier, Mont. Brot.), Erva molerinha (Vand.), Fumaria, Fumiterra, Fumo da terra, Herva molarinha ordinaria, Erva moleirinha (Brot.), Herva moleirinha (S. Brand. Brot.), Mudadeira? (Mont.). Gall. Herva do fogo, Matafogo, Pé de galifia, Malfuradina? (Sarm.), Prixel de can (Sobreira), Herva dona (Plan.). Catal. Fumusterra (Laguna), Fumisterre, Gallarets (Oliver. Arnus), Fum de terra (Costa), Colomina, Herba dels inocens (Arriete). ~ Val. Julivert bort (Cav). Balear. Fumaterra, Fumusterra (Ser- ra, Ramis), Fum de la terra (Barceld). Vase. Negaquina (Lar- ram ).—Nombres todos, que se aplican igualmente a otras fu- marias. F. micRANTHA Lac. 2angl. bot. ¢. 2876. F. densiflora DC. Cat. monsp. I. officinalis y densiflora Moris. fab. Espana (F. Nav. Lag.) en los campos cultivados é in- cultos de muchas provincias. Fl. Abr. Jun. (V. V.). Cataluia (Salvana): Matard (Salvana ). Aragon (Loscos): Penaroya (Loscos). Navarra (Duf.): Tudela (Duf.). Castilla la Vieja (M. P. Ming.): Valladolid (M. P. Ming.) Castilla la Nueva (Lag. Carrefio): cercanias de Madrid (Lag. Carreno, Colm.), Sitio del Retiro (Cut. Amo). Valencia (Lag.) inmediaciones de Orihuela (Lag.). Murcia (Lag. Lge.); alrededores de Murcia (Lag.), Hellin (Bourg.). Andalucia (Blanco): Segura de la Sierra en Jaen (Blanco), (1) Colmeiro.— FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 45 Jaen, Cordoba, Sevilla, Granada (Colm. Lge.), Sanlucar de Barrameda (Colm.). Nomobr. vulg. Cast. Palomilla romana (F. Nav.). F. RevuTER!I Boiss. Hab. Espana en Castilla la Nueva, cerca de Miraflores en la falda de la Sierra de Guadarrama (Reut.), Castilla la Vieja en los Molinos (Graells), Sierra Nevada en Andalucia, cerca de San Jerénimo (Boiss.), y Granada (Lge.). Fl. May. (N. V.) v F. parvirtoraA LAM. Vaill. Bot. ¢. 10. 7.5. Hngl. bot. ¢. 590. Reichb. Ic. germ. f. 4451. Fumaria VI Quer. F. tenuifolia Pourr. F. leucantha Viv. F. densiflora DC. Prodr. Tab. Espaiia (Salv. Quer) y Portugal (Brot.) en los terrenos cultivados é incultos, llegando en las provincias meridionales a la altura de 5000’ ( Boiss.). Fl. Febr. Jun. ( V. V.) Cataluia (Salv. Quer): cercanias de Barcelona, Sarria (Quer, Colm.), costa del Mediterraneo (Wk.), Reus (Colm. herb.), Am- purdan (Texid.). Aragon (Wk.): inmediaciones de Sarrion (Wk.), Zaragoza (Pardo, Loscos ). Navarra (Duf.): Tudela (Duf.). Pamplona (F. de Salas, P. Gil). Leon (Lge.): montanas de Leon (Lge.). Castilla la Vieja (Molina): Rioseco (Molina), Valladolid (L. P. Ming. Pastor). _ Castilla la Nueva (Quer, Lag.): alrededores de Madrid (Quer, Lag. Colm.), Escorial (Lge.). Valencia (Lag.): Alicante, Orihuela (Lag.), Titaguas (Clem.). Murcia (Lag. Bourg. Guirao): Hellin ( Bourg.). Andalucia (Lag. Prol.): cercanias de Sevilla entre San Juan de Aznalfarache y Tomares (Lag. Colm.), Malaga (Prol. Boiss. Wk.), Gibraltar (Boiss. Kel.), Sierra Nevada (Boiss.), Sanlucar de Barrameda (Colm.), Puerto de Santa Maria (Bourg), Granada (L. Seoane ). Portugal (Brot): inmediaciones de Lisboa y otras partes en Extremadura (Brot.), Faro (Welw.). Baleares : tbiza (Camb.). Nombr. vulg. Cast. Zerribusterre en Titaguas (Clem.). F. Vaituantit Lots. Vaill. Bot. t. 10. f. 6. Reichb. Ic. germ. J. 4452. Fumaria IIT Quer. F. parviflora Sv. Bot. 574, non. Lam. 416 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) Hab. Espana (Quer, Benth.) y Portugal (7) en los campos arenosos de varias provincias, llegando en las meridionales a la altura de 5000’ (Boiss.). Fl. Marz. Jun. (V. V.) Cataluia ( Benth. Colm.): La Seo de Urgel ( Benth.), circuito de Barcelona, Sarria, San Boy del Llobregat, Caldas de Mom- buy (Colm. ), costa del Mediterraneo (Wk.), Mataré ( Salvana). Navarra (F. de Salas, P. Gil): Pamplona (F. de Salas, (P. Gil). Prov. Vascongadas ( Eguia ). Castilla la Vieja ( Texid.): Valladolid ( Texid. ). Castilla la Nueva (Quer, Colm.): cercanias de Madrid (Quer, Colm.), Fuente Castellana (Lge.). Murcia (Bourg): Riopar (Bourg. ). Andalucia (Boiss.): Sierra Nevada, cerca del Cortijo de San Jeronimo (Buiss.), inmediaciones de Sevilla en San Juan de Aznalfarache (Colm. Bourg.). Platycapnos. P. spicaTus Bernu. Capnos tenifolia Clus. Hisp. 375. et Hist. CCVITI. f. 2. Fumaria adulterina Tovar. Fumarie species Myconi Dalech. Fumaria tenuifolia seu Capnos tenuifolia Grisl. Fumaria tenuifolia erecta, purpurea, hispanica Barr. ic. 41. Fumaria V. Quer. F. spicata L. G. Ort. Flor. hisp. Lc. ined. Reichb. Ic. germ. f. 4450. Had. Espana (Clus. Mico, Salv.) y Portugal (Grisl. Vand.) en los campos cultivados é incultos de muchas provincias, llegando en las meridionales 4 la altura de 1200’ (Clem.) y mas arriba. Fi. Kebrs Jon. (viv .)- Cataluia (Mic, Salv. Palau, Cav.): cercanias de Barcelona y de San Juan Despi (Salv. Colm.) , Monserrat (Pourr. E. Bout.) Monistrol (Pourr.), Caldas de Mombuy (Graells), Matard (Sal- vana), Llano del Llobregat, Garrigas (Costa). Aragon (Asso, Palau): Zaragoza (Asso), parte central y Tierra baja (Pardo, Loscos). Navarra (Née, Duf.): Burguete (Née), Tudela (Duf.), Pam- plona (F. de Salas, P. Gil). Santander (S. Ruiz): valle de Toranzo (S. Ruiz). Castilla la Vieja (Salcedo, M. P. Ming.): Espinosa de los Monte- ros (Salcedo), Valladolid (M. P. Ming, Pastor), Logrofio (Zubia). Castilla la Nueva (Quer, Palau): circuito de Madrid, Alcar- (13) Colmeiro.— FUMARIACEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 47 ria, Mancha (Quer, Palau, Cav. Colm.), Talavera de la Reina (Link), Aranjuez (Colm.), San Martin de Valdeiglesias. Esco- rial (Graells, Cut.). Valencia (Cav. Clem.): cercanias de Bufiol, Mogente (Cav.), Titaguas (Clem.). Murcia (Lag.): Archena (Lag.), Hellin (Bourg.*. Andalucia (Clem. Cabr. Lag.): Sierra de Almagro, Cabo de Gata (Clem.), cercanias de Cadiz (Cabr.), inmediaciones de Sevilla (Rodr. Lag. Colm. Lge.), Malaga, Ronda (Boiss.), Jaen (Blanco), Puerto de Santa Maria (Gutierr. Wk. Colm. Bourg.), Sanlicar de Barrameda (Colm.), Lanjaron (Medina), Cérdoba, Granada en la Sierra de Elvira (Lge. L. Seoane). Extremadura ( Villaescusa ): Alange (Villaescusa). Portugal (Grisl. Vand. Brot.), cercanias de Lisboa hacia el Arco de Carvalhao y otras partes de Extremadura (Brot. Welw.), Lagos (Wk.), Faro ( Bourg.). Baleares: Mallorca (Serra). Var. 8 ochroleuca Lge. Aranjuez, Cordoba ( Lge.). Nombr. vulg. Cast. Palomita, Palomilla (Clus. F. Nav. ), Sangre de Cristo (Lge.). P. SAXICOLA WK. Hab. Espafia en Andalucia en la Sagra de Huescar, 4 la altura de 7500’ (Wk.) Fl. Jul. (N. V.) EL VOLCAN DE ANSANGO, POR DON M. GIMENEZ DE LA ESPADA. (Sesion del 4 de Octubre de 1871.) Una de las cuestiones que dan mas interés al estudio del vol- canismo americano en el sistema de los Andes del Ecuador, consiste en averiguar cual sea la naturaleza y forma de sus la- vas; 6 en términos mas concretos, si la causa principal de sus productos eruptivos se presenta, 6 puede presentarse al exterior, fundida y formando una pasta homogénea, espesa y fluida, que el enfriamiento convierte en sustancia pétrea, 6 ese agregado de materiales muy divididos y mezclados con agua en abundan- cia, conocido con el nombre de barro 6 lodo volcanico. Este problema es de doble trascendencia; su solucion esta- bleceria, por una parte, el verdadero caracter del fendmeno, considerado como el objeto y fin de la causa activa y coetanea localizada en aquellas montafias igneas; por otra demostraria quizas, que entre la naturaleza y estado de los productos erup- tivos y la altura de los voleanes existe una relacion, una armo- nia apreciable. Hasta que Humboldt, despues de recorrer las hermosas comar- cas quitefhas 4 principios del presente siglo, publicdéd el fruto abundante y precioso de sus estudios, las noticias fidedignas que por historias, crénicas, relaciones é itinerarios en Europa cons- taban de aquellos fendmenos,—siempre admirables y conmove- dores y alli terribles y portentosos,—daban como tnicos mate- ANALES DE HIST. NAT.—I. 4 50 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) riales eruptivos de los volcanes andinos en la época moderna, geolégicamente hablando, entre los sélidos, desde la impalpable ceniza en cantidades enormes, hasta las piedras tamafas como chozas, y entre los liquidos 6 fluidos, desde el agua en tanta copia como para inundar provincias enteras, hasta el lodo denso y pastoso en cantidad de poder llenar los lechos de los rios, des- cauzandolos; una y otro arrojados ya por los crateres principa- les, ya por los adventicios. Pues aquellas corrientes de fuego en que entraba la pez, el betun, el azufre y otras sustancias infer- nales eran, 6 visiones de criollos, gente mas dada 4 maravillas que a observaciones razonables, negocio de frailes milagreros, 6 alucinaciones de graves académicos (1). El sabio aleman y ce- lebérrimo viajero parece ser que no hallé motivo alguno para combatir esta crencia en la inmensa mayoria de los hechos, que observé sobre los lugares mismos; tinicamente el examen de los extraios depdsitos de restos eruptivos, que se encuentran en la falda del nevado de Antisana, llamados Yana-volcan, Volcan de -la Hacienda y Volcan de Ansango, hubieron de modificar su sen- tir en la materia, y al dar 4 luz su mapa del Antisana, figuré como corrientes de lava enfriada y procedentes de épocas dis- tintas las de los sitios que antes hemos enumerado. Aceptése la excepcion como de la autoridad que la establecia, y se mantuvo sin controversia durante mas de 20 afios; pero por los de 1830, el intrépido escalador de los altisimos nevados de Quito y célebre quimico Mr. de Boussingault, con un nuevo examen de las supuestas lavas, en la de Ansango, que él Namé corriente de Lisco, combatid las aseveraciones de su amigo, asegurando ser, no corrientes de lava, sino erupciones de ba- salto en pedazos sueltos y acumulados en el lugar mismo de la erupcion, a lo largo de grietas abiertas en la traquita, a través de la cual aparecieron al exterior. Asi lo consigné en los An. de Ph. et Chim. , t. Lil, an. 1833, pag. 18, repitiéndolo despues en carta al mismo Humboldt, en que referia su famosa ascension al Chimborazo , llevada 4 cabo el 16 de Diciembre de 1831. Las cosas volvieron, por tanto, & su ser primitivo, y quedo restable- cida la opinion antigua con estas terminantes palabras del qui- mico francés: «En ninguna parte, en ninguno de los volcanes del Ecuador se observa nada que haga sospechar una corriente (1) Mrs. de la Condamine, y Bouguer. 3) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 51 de lava; de sus crateres no han salido nunca mas que eyecciones lodosas, fiiidos elasticos y piedras incandescentes de traquita mas 6 ménos escoriada, con frecuencia lanzadas 4 considerable distancia.» Recogié Humboldt, como no podia ménos, esta especie, en tan abierta oposicion con sus ideas, y al ocuparse de las «Lavas de los voleanes americanos» en su Cosmos, tom. Iv, pag. 359 y si- cuientes, discute 4mpliamente el asunto con prudencia y fir- meza a la par: ni negando que su amigo haya visto mejor y en mejor tiempo, atendidos los progresos de la ciencia, la erup- cion de Ansango, ni aceptando-por completo sus hipdtesis en materias que no fuesen de quimica y meteorologia, pero con- cluyendo que no puede participar del parecer de su amigo, en cuanto 4 la manera de presentarse al exterior los materiales eruptivos de la corriente de Lisco 6 de Ansango, puesto que trae su origen de dos pequefios crateres Jlenos de agua. Sin embargo, fuerza es confesar, que las ideas de Humboldt respecto de las lavas americanas, sufrieron notable cambio ante las absolutas afirmaciones de Boussingault, pues en el lugar citado del Cos- mos aparece bien clara la mudanza, al comparar la calificacion de corrientes de lava que primero hizo, en el mapa del Antisana de las de Yana-volcan, volcan de la Hacienda y volcan de An- sango, con las siguientes rectificaciones que en el Cosmos se leen: 1.* que las definiéd de aquella manera (en el mapa) con re- serva y conjeturalmente; 2.* que el llamado en el pais Volcan de Ansango es para él una erupcion de escombros procedente de dos crateres laterales. Hé aqui historiadas en compendio las vicisitudes cientificas de la cuestion enunciado de este articulo, y con ellas las fases por que ha atravesado el fendmeno en que estriba, objeto de nuestro estudio, al cual unas y otras, por via de introduccion, me ha parecido conveniente precediesen. La ciencia, gha pronunciado su fallo definitivo en esta especie de proceso? Creo que no, y es fortuna, porque las pruebas pre- sentadas por ambas partes pudieran ser imperfectas, y porque faltan ademas declaraciones de testigos imparciales ¢ idéneos que certifiquen, que los datos aducidos, que los hechos presen- tados como pruebas son exactos. Ni Mr. Sebastian Wisse, el ex- plorador mas sagaz de los Andes ecuatorianos y el primero que se atrevid 4 descender acompaiiado con el Sr. Garcia Moreno, 52 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) actual Presidente de la Republica del Ecuador, los 750 metros de precipicio que conducen desde la cima del volcan de Pichincha a su cono central eruptivo; ni Moritz Wagner, cuyos pasos he seguido con mas fortuna sobre el Izalco, logrando entrar en su extrafiisimo crater en uno de sus momentos de mayor acti- vidad, dicen una palabra acerca de aquellas erupciones del An- tisana. No tomo en cuenta las generalidades que de este nevado y sus lavas escribe Mr. Orton, cronista de la expedicion cienti- fica norte-americana, que visitd y estudio ha poco las citadas montafas en su libro Zhe Andes an the Amazon (pag. 144), por- que mas parecen recogidas en los atlas de Johnston 6 de Ber- ghaus que en los Andes quitefios. El volcan de Ansango ofrece uno de sus espectaculos natura- les imposibles de olvidar una vez vistos. Yo recuerdo pocos lu- gares de la prodigiosa cordillera sur-americana, que hayan he- rido mi imaginacion de un modo tan vivo y profundo. Tiene grandeza, se muestra con claridad y ostenta con profusion ca- ractéres peculiares, raros y acabados; condiciones todas para no sdlo admirarlo, sino para dejarse llevar del estimulo y del de- seo de estudiarle y de penetrar su causa. Cuando comparo el recuerdo que de él en mi subsiste todavia y mis notas tomadas asu vista, con la pintura que trazaron Humboldt y Boussin- gault y las reflexiones que les sugiere y las hipdtesis que de ellas deducen, me parece increible que aquel lugar sea el mismo que hicieron fuente de sus teorias acerca de las lavas y volcanes americanos, y base de trascendentales afirmaciones. Bien es cierto que este caso no es nuevo. Acontécele con alguna frecuencia al admirador 6 al discipulo, que sigue en lejanas tierras las huellas del maestro, tener que elegir entre la evi- dencia que salta 4 sus ojos 6 la autoridad de palabras universal - mente creidas y aceptadas casi como oraculos; y si, corriendo la temeraria aventura de ponerse frente & frente con el maestro, opta por el testimonio de los ojos que ven y de las manos que palpan, y trata, como es natural, de explicar el desacuerdo, toda- via incurrira en riesgo mas peligroso: 6 ha de desmentir afir- maciones, 6 ha de suponerlas hijas de la alucinacion, inex- plicable en los que dieron repetidas muestras de haber sabido penetrar los mas altos misterios de la naturaleza y difundir la luz en la duda 6 en laignorancia. De uno de ellos, de Mr. Bous- singault, ya me atreveré a decir, apoyandome en antecedentes 6) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 538 de idéntica especie, que no vid el volcan de Ansango, por mas que a su vista razone, discuta y teorice; en cuanto al eminentisimo sabio berlinés, insistiendo de antemano en la inseguridad de sus observaciones personales, pues que bastaron las que Bous- singault le opuso para hacerle mudar de opinion, no aventu- raré yo la mia sin presentar su texto (Cosmos, t. Iv, pag. 360 y siguientes), junto al resultado de mis apuntes tomados, como he dicho, en presencia del fendmeno y mucho antes de conocer aquel libro y los escritos del quimico francés. « Otro depdsito, dice Humboldt, de piedras rodadas, que se desarrolla como una faja, presenta fendmenos analogos (a los de Jana-volcan y volcan de la Hacienda), bien que mas comple- jos. Sobre la pendiente oriental del Antisana, existen A 12.000 piés verticales por bajo de la llanura del mismo nombre (1), en direccion de Pimantura, dos pequefios lagos redondos; uno, el mas al Norte, Ansango; el otro, Lecheyacu. En el lago de An- sango hay una isla de roca, y lo que es concluyente 6 decisivo, el lago esta rodeado de fragmentos rodados «de piedra pomez. Los dos lagos marcan el comienzo de dos valles que se juntan, y cuya prolongacion ensanchada se designa con el nombre de volcan de Ansango, porque del borde de los dos lagos parten dos regueros estrechos de escombros 6 restos volcanicos (entera- mente parecidos alos de Yana-volcan), que no llenan los valles, pero se levantan en medio de ellos como diques 6 murallones, y llegan 4 la altura de 200 6 250 piés (una ojeada al plano que he publicado en el Atlas geografico y fisico aclarara lo expuesto). Aqui tambien, los pedruscos estan en parte terminados por aristas agudas, en parte escoriados en los bordes y calcinados, como cok. La masa principal es negra parecida al basalto, y sembrada de raros trozos de feldespato vitreo; hay tambien fragmentos sueltos que tienen el brilo de la retinita (pechstein). Aunque semejante en algun modo aquella masa al basalto, falta sin embargo constantemente el olivino, que se encuentra en gran abundancia junto al rio Pisgue y cerca de Guaillabamba (2), donde yo he visto columnas basalticas de 68 piés de altura y 3 de grueso, conteniendo a la vez olivino y hornblenda. En la (1) Situada 4 12.625 de altura, siendo la de la cumbre que sobre ella descansa 19.148 piés, segun las medidas trigonométricas del mismo Humboldt. (2) Términos voleanicos del Imbabura y del Cayambe. 54 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) corriente de Ansango, lajas descompuestas y hendidas por la accion del aire indican la presencia en ella de porfido esquis- toso. Todos los pedruscos tienen una costra gris amarillenta, producida igualmente por la descomposicion. Como se puede seguir el reguero llamado por los indigenas los derrumbamien- tos, la reventazon, desde elrio Molino, cerca de la granja de Pin- tac, hasta los pequenos crateres, lagos rodeados de piedra po- mez, naturalmente ha ocurrido el suponer, que estos dos lagos son las aberturas por las cuales los trozos de roca -han sido lan- zados a la superficie del suelo. (1). » Hasta aqui Humboldt; desde aqui mis apuntes. Entre Pintac, pueblo que presté su nombre por algun tiempo al Antisana, y la Hacienda de Pimantura, ya sobre la falda de Guamani, interrumpe el camino que los enlaza una de esas profundas grietas del terreno, cauces de turbulentos rios, por las cuales la vegetacion arborea, abrigada del rigor de los es- cuetos paramos, escala sobre la cordillera ecuatorial prodigio- sas alturas. La angosta y resbalosa vereda abierta como zanja en las laderas de arcilla, jalde y bermeja, tapizada de helechos, cubierta por el ramaje y empedrada de guijarros redondeados y sueltos, baja hasta el fondo a perderse en las aguas del Gua- pal, que da nombre y rumor a la quebrada. Poco antes de bu- cear en el rio, se ladea evitando el estorbo repentino de un abultado monton de pedruscos de aspecto oscuro, avolcanado; contraste peregrino con la frescura y lozania del paraje, aun- que de su pié brota en enhiestos y apretados raudales el Gua- pal, como oprimido por el peso de aquellos. Nada mas parecido a los rimeros de escombros, restos de un edificio que consumid el fuego: pedazos de piedra negra y calcinada, mezclados con otros de color rojo de ladrillo y revueltos con tierra cenizosa, negruzca 6 amarillaza, aridos, desnudos, secos; sdlo la salvaje achupalla (Pourretia piramidata), la primera planta que invade los terrenos volcanicos, retuerce sus tallos renegridos entre los huecos y hendijas, que dejan entre si los pedruscos. jQué ex- (1) En las colecciones mineralogicas de nuestro Gabinete (Arm. 4.°, gabeta 23), hay un ejemplar de una de esta rocas acompafado de etiqueta original de Humboldt, que, dice: «Porfire basaltique, volcan de Antisana, eruption d’Ansango.» D. Donato Gar- cia anadio de su puno en otra etiqueta: « Melafido trap, porfido de Humboldt, Es una mezcla doleritica de piroxeno y labradorita con aspecto hasaltico. » 7) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 5D trano si brota y crece vivaz y robusta 4 una vara de los activos azufrales del cono eruptivo del Pichincha! Bien pronto, pasado el rio, subiendo el repecbo del opuesto lado, la adusta es- combrera desaparece oculta tras el follaje que colma la que- brada; pero despues de tomar descanso en Pimantura, algun vaqueano de la montana y otra vez el camino que lleva al fa- moso tambo de Antisana, como el eje de la quebrada marca al principio el rumbo de la subida, vuelve 4 mostrarse a trechos, y cuando el terreno y la arboleda cada vez mas rala lo permiten, cegandola 4 igual altura que junto a las fuentes del Guapal y presentando sus pardos y secos materiales, revueltos y atropella- dos, el mismo contraste con las laderas sobre que se apoyan cu- biertas de yerbas y arbustos. Tuerce el camino al Sur y mano derecha del caminante a fal- dear la loma de Guamani atravesada de Norte 4 Mediodia, llega en penosa barga a la cuchilla, desemboca en el Porfillo para descolgarse por la pendierte oriental, y el reguero de pedruscos aparece de pronto, y visto desde aquella altura, en prolongada extension y bajo una faz nueva y sorprendente. La loma de Gua- mani esta cortada en direccion perpendicular por el profundo cauce del Guapal, y el corte es un tajo de inaccesible escarpe, es- trecho hacia Pimantura y, hacia el Este, ensanchado como pabe- llon de bocina, abierto sobre espaciosa cuenca extendida hasta el pié de las robustas y redondeadas estribaciones, sostén de los paramos que rodean a 14.000 piés de elevacion la nevada cum- bre del Antisana, y surcada por hondos valles, que nacen en sus términos y apoyan sus cabeceras en dichas estribaciones. Abar- ca, pues, la mirada desde mas abajo de Guamani, 4 la iz- quierda, hasta la hacienda de Lisco, oculta en una hoya en- frente y algo 4 la derecha del reguero de pedruscos; de mane- ra, que es posible no solamente apreciar en su mayor amplitud las variantes que el fendmeno alli ofrece, sino tambien como las ha ido ofreciendo y la relacion que entre unas y otras existe, en condiciones tales, que permiten ya descubrir, 6 poco ménos, su origen y su naturaleza verdaderas. La superficie del reguero ha perdido su anterior aspecto irre- gular y confuso; resaltos 4 modo de arrugas 6 como ondas de arroyo de avenida que fluye en estrecho cauce, continuas 0 in- terrumpidas, corren por ella paralelas a sus bordes, y éstos, mas levantados que el centro de la masa, tienen su lado externo en a 55 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) plano declive y formando un angulo variable con la ladera sobre que descansan; angule cuyo seno ocupan a trechos lagunas 6 lagunajos redondos unos, prolongados otros, cuyas aguas, aun- que verdinegras y muertas, son las madres del vivo y cristalino Guapal. Aquellas ondas cuajadas siguen cada vez con mayor realce en direccion de Lisco, y en dos 6 tres lugares, dividién- dose, cifen y aislan unos cerrillos por acaso levantados en me- dio del terreno que el reguero habia de ocupar, dejandoles intactos los arboles y arbustos que en ellos habia, iguales en un todo 4 los que crecen inmediatos en las laderas y borde opuesto. | Termina la quebrada del Guapal y alveo del reguero poco mas alla de Lisco al N., y de no tener entrambos, reguero y que- brada, cabeza y origen alli mismo, las grandes desigualdades del terreno habian de imprimir por fuerza notables modificaciones en aquella aglomeracion de materiales, de grande consecuencia para su estudio, y asi esen efecto; pues dicha masa, a pesar del enorme desnivel que separa el fondo de la quebrada de la alta planicie de los paramos, continua sobre la rampa acanalada que reune el plano superior gon el inferior y sin interrupcion la ocupa desde la ensillada, que escota el borde de la planicie, hasta el fondo de la cabecera de la quebrada. Diriase de un rio de espeso barro despenandose para salvar el espacio entre el cauce que deja y el que va a ocupar. En este paraje casi desaparecen las dudas acerca del movimien- to que en época mas ménos 6 remota tuvo el reguero de piedras, y del rumbo que en su virtud siguiera; siendo deadvertir, para mayor esclarecimiento de aquellas, que el torrente de barro en el sitio de su caida se bifurca y da en direccion de la hacienda un pequefio ramal, que, como presa, detiene en la laguna de la Seca (Chaguisca-cocha) las aguas del rio de Lisco, acrecentadas con las que bajan de Guaitara y de la Chorrera de Chacana- pata; asi como el desagiie 6 filtracion de la Seca por entre los escombros se recoge en la de Tipu-pugru, colocada precisa- mente en el angulo formado por la presa de la Seca y el resto y mayor parte de la corriente de barro, que toma por el Gua- pal abajo. Faltaba encontrar su punto de partida, donde acaso se hallaria la confirmacion y certidumbre de aquel supuesto y explicada la causa del fendmeno. Con ese objeto, y los de reconocerla primero de cerca y (9) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 57 acopiar de sus materiales geol6gicos, subimos de Lisco 4 Anti- sanilla, pequena queseria asentada en los péramos 4 la vera de la corriente y dominando su extrana catarata. Mejor obser- vatorio, ni construido de intento. Abrigala un largo cueto metido hacia el Oeste, como un cabo en el mar, dentro del barro, que atajado en.su curso, se recoge para doblarlo, y luego que le monta, hallando de la otra parte una extensa y limpia praderia, se derrama por ella hasta el pié de Antisanilla. En sus alrededo- res se encuentran esparcidas multitud de piedras desgalgadas del empinado borde de la corriente. Alzase éste 4 unos 30 metros del suelo y yace sobre él como si fuese lodo recien vertido, cre- ciendo la jarava y otras gramineas mas humildes hasta tocarle, pero sin entrar una mata siquiera en sus dominios, asiento ex- clusivo de escasos liquenes y alguna que otra achupalla. Su forma, de alli en adelante, paramos arriba, poco mas 6 menos lamisma, es muy de reparar, pues da razon de cémo fluyé aque- lla masa. Mirados en conjunto asi el de la margen izquierda como el de la derecha, su traza es la de dos fuertes murallones, destinados 4 contenerla y encauzarla, y construidos de rudos sillares que bosquejan una tosca graderia, cuyos escalones, cada vez mas estrechos 4 partir de la base, rematan en agudo filo 6 cuchilla; su seccion vertical y transversal recuerda el perfil de piramides egipcias. La zona de la corriente compren- dida entre los bordes mas préximos 4 Antisanilla es una de las partes de ella, que puede tambien servir de tipo en su estudio. Concava y cruzada de margen 4 margen por altas arrugas, es imagen de un ancho rio agitado primero por récios vientos, y cuajado despues de repente por un frio extremo. El sdélido oleaje esculpiendo en ella lineas elipticas, parabdlicas y circu- lares con la concavidad dirigida hacia la catarata, demuestra claramente cémo se movid aquella masa cuando fitida, y permite calcular el grado de fluidez que, al pasar frente 4 Antisanilla, antes de despenarse, tenia, superior sin duda alguna al que ya dentro del Guapal Ilevaba. 4Cual era su composicion? Qué materiales y elementos la constituian? 4 Cual de ellos los agregaba y mantenia reunidos, y como? Tomando al azar, sea de los murallones marginales, sea del centro mismo de lacorriente, una de sus piedras, es lo mas frecuente hallarse con un pedazoirregular en su forma y tamafio de esa roca anonima, proteo de los basaltos, y que tanto Hum- 58 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) boldt como Boussingault describen con poca exactitud, 4 mijui- cio. Su pasta, cuando compacta, -es densa, igual y de color va- riante entre el negro y el rojo; este ultimo desde el castano oscuro al bermejo sanguineo, 6 amarmolado de los dos colores; diferencias que dependen del tinte que le presta el piroxeno, cu- yos cristales en algunos ejemplares se ven como fundiéndose 6 incorporandose con la masa principal. Junto con esa sustancia se encuentra el feldespato, ya incorporado con la pasta basaltica, ya en cristales prismaticos poliédricos , aciculares 6 escamosos, y en ocasiones ademas el amfibol y el olivino, pareciendo con aspecto de porfido unas veces, otras de verdadero basalto, otras de lava homogénea 6 con trazas de anfigénica. En algunos luga- res adquiere la forma prismatica caracteristica del género, y en- tonces contiene cristales de crisolita, como en la Chorrera de Pisque, sobre las faldas del Pichincha, y en Calpi al pié del Chim- borazo; pero cuando el peridoto falta y abunda la labradorita cristalizada con la hornblenda, constituye grandes masas dis- puestas, ya en capas extensas ligeramente movidas 6 desbarata- das, ya en pedazos de diferente tamano amontonados, revueltos 6 dispersos; en cualquiera de cuyos casos puede ofrecer en par- tes senales de segunda fusion en escoriaciones y oquedades va- cias 1 ocupadas por cristales. En otros la 7¢/usion es mas com- pleta y la roca se presenta como esponja, sin parecerse, no obstante, 4 la pumita, conservando sus cristales de feldespato mas 6 ménos modificados por la accion del fuego, y habiendo desaparecido 6 transformadose los de piroxeno. Las faldas del Cotopaxi y sus 7umipambas 6 campos de piedras, presentan ejemplos de la ultima variedad; de la segunda, 6 sea parcial- mente escoriada, encuéntrase en porciones grandes , medianas y pequenas sobre el Chimborazo, sobre el Cotopaxi, sobre el Pichincha y sobre el Sumaco. Esta roca constituye para mi en todas sus variedades y formas el material mas copioso y mas importante de las erupciones ig- neas fitidas 6 sdlidas posteriores 4 la aparicion de la traquita antigua porfiroide, que did cimiento y base a los volcanes del Ecuador; pero anteriores 4 otra traquita con aspecto de sienita, de color ceniciento, muy cargada de anfibol en pajitas, escamas 6 cristales aciculares, poco compacta y como granosa, la cual forma el cono eruptivo y céntrico del Pichincha y, transformada en piedra pomez, los depdésitos de esta sustancia amontonados at) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 59 en los bordes del recinto exterior del gran crater en el sitio lla~ mado el Arenal, y en otros parajes del volcan; pues dicho cono, hoy en actividad, esta rodeado de aquella especie basal- tica penetrada en algunos sitios de ardientes azufrales. No es de su variedad escoriada en los angulos y grietas, muy densa, negra 6 roja con escasos cristales de labradorita, la unica roca de que se componen las piedras de la corriente de Ansango; mezcladas con ella se encuentran trozos de traquita antigua porfiroide con las puntas y aristas poco rozadas y sin senales de la accion del fuego, y ademas fragmentos de otra roca negra, lustrosa, parecida 4 la retinita, si no es la misma especie. Los indicados materiales en su mayor parte no estan sueltos: retinelos con débil cohesion un cemento térreo de grano des- igual, rojizo oscuro, gris 6 negruzco, segun el sitio de la cor- riente que se examine, muy deleznable y en poca cantidad, si se compara al volimen que representan en conjunto los frag- mentos de basalto y traquita. Este cemento, que llena incomple- tamente los intersticios de las piedras y es mas escaso en la superficie, donde las lluvias con facilidad han podido arras- trarlo; que apenas opone resistencia cuando se trata de separar con la mano los trozos reunidos; que se deshace 4 la simple - presion de los dedos; este cemento, que Humboldt tomo por el resultado de la accion descomponente de la atmodsfera, es en una palabra barro seco, restos del que se formé con el detritus de aquellos materiales, con arena, ceniza y agua en bastante cantidad, 4 juzgar por los vacios y huecos que al evaporarse dejo en la antes finida corriente. Notanse en ella ademas unos a manera de pelotones, formados por los pedazos donde la es- coriacion es mas profunda, y que el barro pudo penetrar mejor reuniéndolos 6 aglutinandolos de un modo mas solido y persis- tente. Si no es tambien esta aglutinacion debida 4 una verdadera soldadura de las partes escoriadas, pues este accidente que a los trozos sueltos nada les hace perder de su dureza, en los apelo- tonados reduce la porcion de ellos alterada ala consistencia del ladrillo, que por su pasta arenacea 6 por estar mal cocido se parte 6 se desmorona entre las manos. Por ultimo, dando ma- yor extrafieza y curiosidad a la superficie de la corriente, se alzan aqui y alli esparcidas, unas agujas piramidales 4 modo de hitos, compuestas de piedras colocadas de mayor 4 menor unas sobre otras en dificil equilibrio, que con sus oquedades, 60 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) agujeros, esquinas y puntas imitan las caladas cresterias y cha- piteles ojivos. Tomar la corriente como guia, remontandola, es lo que 4 cual- quiera se le ocurre si quiere llegar infaliblemente 4 su origen. Eso hiciéramos nosotros, tanto mas, cuanto que sobre el afan de acabar aquel estudio, nos aguijaba entodnces, como siempre en nuestro viaje, la premura del tiempo; pero el vaqueano, hombre, como todos los de su clase, muy prudente, observé que por aquel camino, fuese el de la cuchilla de los bordes, fuese el de enmedio, si llegabamos sanos, llegariamos desnudos y descalzos. Oimos el consejo, dejamos la queseria a nuestra izquierda, echamos por los paramos, batidos 4 la sazon por recio y espeso chu- basco, y tras largo rodeo dimos junto al lugar indicado por el guia, como origen de la corriente, y al que llamaba, no An- sango, sino Muerte-pungo, voz bastarda mitad castellana, mi- tad del dialecto Quitw, que equivale a puerta de la muerte. Re- cibenla alli irremisiblemente los Tarugas (Cer. antisensis), mon- teados y acosados en aquella direccion, merced a las favorables condiciones venatorias del sitio, y de ahi su nombre. El que Humboldt le da no se lo he oido ni a las gentes de la pegs nia ninguno del pais. Ansango 6 Muerte-pungo es una hoya conica y profundisima, excavada casi toda en la ladera del corpulento cerro coronado de los bosques de Yurac-compania, cuyos arboles bajan espesos por ella, ocultando largo trecho una blanca chorrera, ordinario alimento de las ciénagas y tremedales, dispuestos como un cinto en torno de la laguna, que ocupa el fondo de la cavidad. Abierta en herradura al Occidente, es cabeza del valle angosto, que con moderado declive termina en Antisanilla, y da paso a las aguas de la chorrera, que despues devrebalsar en la laguna corren corto espacio con el nombre del Desaguadero, ocultan- dose 4 la vista de repente. A pesar del temporal que enturbiaba la atmosfera, desde el borde de la rapida escarpa, que rompe en Ansango el plano horizontal de los paramos, era facil darse cuenta de la naturaleza y causa de aquella brusca depresion del terreno. Su forma, su disposicion topografica, la laguna perfilada por un marco oscuro, de contorno semilunar, la mole negruzca, que parecia junto a la céncava escotadura como los restos inmoéviles de una corriente eruptiva, todo indicaba uno de estos crateres antiguos frecuentes en el Mcuador, levantados (13) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 61 en la base de las montajias 6 cerros, agrandado por los derrum- bes de la falda conmovida y arruinada primero por el levanta- miento, descompuesta y desgastada despues por los gases erup- tivos y el arrastre de las lluvias, y al fin, en la época del reposo, una vez el volcan extinguido, preparada para sostener la vege- tacion, recoger las aguas, y hacer un depdsito de ellas en el lu- gar mas 4 propdsito. Estos datos, unidos 4 la circunstancia de ocupar la corriente eruptiva llamada de Ansango, 6 de Lisco, el valle que nace de Muerte-pungo, hubieran podido ser (y quiza para alguno lo fueron), pruebas suficientes para considerarla como debida a la actividad de ese antiguo crater, en época reciente renovada; pero yo no sé por qué, y no obstante los impedimentos que el temporal y el vaqueano nos oponian, quisimos en buen hora to- car mas de cerca aquellos indicios, y emprendido con mil pre- cauciones el descenso, llegamos al fondo de la hoya y reconoci- mos el paraje. El suelo, fonje y permeable por todo extremo, esta compuesto de trozos de pumita, lapilli, y algun canto rodado de obsidiana, mezclados de la tierra procedente de las declives laderas. El vaso de la laguna es el crater aparecido alli por levantamiento; queda de él al descubierto tinicamente el filo 6 borde, pues de una parte lo colma dicha laguna, y de otra lo ciegan los escombros de la montafia y los depdsitos de la pumita y lapilli empapados de las aguas de la chorrera; compdnese de basalto prismatico, cuyas piezas le dan la apariencia de un muelle viejo medio ar- ruinado por el embate de las olas. La laguna se vierte, como he dicho por su borde céncavo u occidental; su desagiie corre unas cuantas varas, y encontrando al paso un agujero se sume al pié de la mole negruzca que se alza hacia aquella parte, cerrando la abertura de la hoya y principio del valle; entre dicha mole y el margen de la laguna nacen y medran multitud de arboles, arbustos y matas. Acercamonos 4. examinarla; era un monton de materiales idénticos 4 los que hemos descrito de Antisanilla y agregados de la misma manera; mas con sorpresa advertimos, que léjos de tener su origen y salida en aquel punto, represen- taban la terminacion, cabo 6 extremo de la misteriosa corriente eruptiva, como lo representaban en la escombrera de la quebrada del Guapal, junto al camino de Pimantura. Aqui en Muerte- pungo, sin embargo, la forma de la masa en conjunto revelaba 62 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) su mayor fiuidez, y mas proximidad de su origen; asemejabase en su estructura 4 los murallones de los bordes, y aparecia dis- puesta por capas 6 lechos que, disminuyendo de la base 4 la cima, figuraban una majestuosa graderia de escalones semicir- culares, correspondiendo su convexidad a la concavidad del in- mediato margen de la laguna; la grada inferior y mas extensa descansaba sobre un depdsito en pdmez y lapilli, debido a las antiguas explosiones del crater inmediato. En vano buscamos otro mas moderno 6 rastros de levantamiento tu otro accidente del terreno en relacion con la citada mole eruptiva; no vimos el mas ligero indicio ni huella que pudiera atribuirse 4 esos fend- menos. Era, pues, evidente que el origen del reguero de An- sango se hallaba en otra parte, y no muy lejana, si se atendia a los caractéres que presentaba su terminacion en la entrada de Muerte-pungo. Recurrimos 4 nuestro vaqueano, preguntandole si en los con- tornos no habria algun lugar parecido 4 Muerte-pungo, y dénde pudiera encontrarse otra vez con aquel rio de barro y piedras. Respondiod que alli cerca estaba Boliche-uco 6 Lechaco-pata (1), que era un agujero del cual pudiera muy bien haber salido la reventazon. Trepamos de nuevo a los paramos; y siguiendo el costado sur del valle derivado de Muerte-pungo, al rodear de una loma nos encontramos orilla de un tajado escote del terreno, a cuyo pié se levantaba un crater con todas las sefiales del que buscabamos. Una cuestecilla partiendo de lo alto del tajo y aca- bando junto al conico promontorio, hacia cdmodo y facil su ac- ceso. Asunto de luminosas discusiones y causa de empefados de- bates, que han separado 4 los gedlogos en dos escuelas rivales, ha sido el modo de explicar la formacion de los crateres. Leo- poido de Buch, inspirado en las ideas de Humboldt, ampliadas con propias observaciones, de una parte, mantuvo triunfante por largo tiempo su teoria de los levantamientos aplicada a es- (1) Boliche-uco significa, agujero del boliche, aludiendo 4 la remota semejanza que puede tener un crater con la forma de la mesa que servia para ese juego. Lechaco-pata vale, graderia 6 escalera del vio 6 del agua lechosa, de pata escalera en quichua, y Jechaco contraccion de /eche-yacu 6 sea agua 6 rio de leche 6 lechoso, cuyo nombre se lee en Humboldt aplicado 4 este paraje. Nosotros usaremos indistintamente estos tres yoca- blos de generacion mestiza y pronunciacion ingrata. (15) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 63 tas modificaciones de los terrenos igneos originadas de la fuer- za eruptiva; de otra, Lyell y Poulett-Scrope han aducido datos y expuesto pruebas que demuestran no ser aquel hecho sino resultado natural y necesario de la acumulacion de los materia- les explosivos y eruptivos al rededor del orificio de salida. Si la ocasion de decidirse por una ti otra teoria fuese la de reconocer el paraje de que ahora tratamos, dudo que nadie optase por la ultima, porque es imposible encontrar un ejemplo mas convin- cente, un modelo mas acabado de crater de levantamiento que el crater de Boliche-uco. Me apresuro, no obstante, 4 mani- festar, que para mi, como todas las que no son opuestas é in- conciliables, dichas teorias caben holgadamente en la ciencia; de ambas he hallado confirmaciones evidentes en varios casos; y si a la vista de Leche-yacu prevalecen las ideas de Leopoldo de Buch, dentro del crater ardiente y activisimo del Izalco, vol- can el mas moderno de los de América y quizaé del mundo, que se vé formarse y aumentar de aio en ano, me fué imposible desconocer cémo se formaba y crecia, cbmo las metralladas de piedra, arena y ceniza que lanza, se van depositando en monton unas sobre otras, no al rededor de un agujero circular, sino a uno y otro lado de la grieta que parte en dos la cavidad y el la- bio, y representa la hendidura del terreno 4 través de la cual hizo su primera erupcion. La que ocasiono el levantamiento en la ladera meridional del valle de Ansango, hoy depdsito de sus restos, no produjo mate- riales secos y sueltos en estado de poder acumularse en torno del lugar donde se abrid el terreno, y la argamasa de piedras y lodo que la constituia, no entra como parte esencial, sino muy secun- daria, de las paredes de Boliche-uco. Estas aparecen levantadas en una pieza y furmadas de pilastras bastante regulares de roca basaltica, analoga 4 la que se encuentra en pedazos en la corrien- te, inclinadas hacia el Norte, hendidas horizontalmente en silla- res cuyo conjunto imita un murallon amenazando ruina: estruc- tura manifiesta y clara en mucha parte de la superficie interior del crater, la mitad de él vacio y limpio, y que, con el eje obli- cuo en la misma direccion que las pilastras se inclinan, parece un obts asestado contra la ladera del valle. El borde septentrio- nal es mas bajo que el de la mitad contraria,-y el contorno total del labio esta como cortado en bisel; su circunferencia alcanza unos 80 metros; su fondo cdénico, 6 mas propiamente acampa- 64 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) nado, medira 20 metros de altura. Una mitad, la meridional, esta vacia como he dicho y enteramente enjuta; la otra mitad la ocupa una masa particular, negra y resquebrajada con cierta regularidad, cual si fuese pez 6 betun seco, notandose el color mas intenso y vivo en las grietas y empanado en los lugares mas expuestos al aire libre. La base de este filon tapa la chime- nea, la cabeza rebasa el labio, y todo él descansa sobre el costa- do septentrional del crater, presentando su superficie externa y Visible en plano igual liso y mas inclinado al Norte que el eje de la cavidad.— Obstaculos materiales é invencibles me impi- dieron examinarle de cerca y recoger ejemplares de su roca.— Sobre su cabeza alomada y cilindracea y lugares inmediatos del labio, se encuentra ya la pasta seca de barro y piedras de la cor- riente eruptiva, la cual tiene su comienzo en ese punto y se ex- tiende hacia el opuesto. La parte externa del crater, conica y tersa, la forma una capa 6 depdsito de sustancias térreas y desagregadas, revueltas con piedras, especie de revestimiento del armazon 6 muro princi- pal; restos, 4 mi juicio, del suelo levantado, aumentados de al- guna porcion de los materiales eruptivos que accidentalmente cayeron en aquel lugar. Los colores que en dicho depésito pre- dominan son, el gris amarillento en lo bajo, y por arriba el ro- saceo, mas claro cuanto mas cerca del labio, y aqui con mancho- nes blancos de yeso, efecto de la penetracion y descomposicion de aquellas sustancias por los vapores sulftireos, pues otro tanto se observa al rededor de los azufrales vivos del Pichincha. Ar- ranca la base externa del crater de Leche-yacu casi del mismo pié del tajo ocasionado del brusco hundimiento del terreno, que precedié inmediatamente 4 la aparicion de aquél, y deja una hoz 6 profunda zanja circular intermedia abierta hacia el Norte, rumbo exacto de la erupcion. Dentro de esa zanja y al oriente del crater se encuentra un hoyo 4 manera de embudo que contie- ne una lagunilla pantanosa de 9 metros de circunferencia. El plano vertical del tajo, cuyo borde superior, mucho mas elevado que el del crater, conserva intacto su contorno semicircular y concéntrico con el de éste, presenta al descubierto y dibujada la composicion del terreno a través del cual surgiéd Boliche-uco. Un filon extenso de antigua traquita descansa con una inclina- cion de 45° sobre un conglomerado de desigual consistencia, formado de trozos angulosos y rodados de esa misma roca, y de (17) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 65 materias tufaceas; sobre la traquita, en capas horizontales, ce- nizas, arenas y pedazos de pumita, procedentes sin género de duda del antiguo volcan de Muerte-pungo. Este ligerisimo bosquejo del crater de Boliche-uco y del ter- reno a él mas inmediato, da, a mi entender, suficiente idea de la manera que tuvo de aparecer y formarse; un rapido examen de la region de la corriente mas proxima a sus bordes, ha @e darla de las verdaderas relaciones que entre el uno y la otra existen, y demostrar que aquél es el origen de ésta. Recuérdese lo que sucede en la superficie de un estanque cuando el cano que le alimenta sale por un costado y a flor de agua: pues todos los movimientos que en ella se producen al choque del surtidor, estan cuajados en la costra del barro y en el espacio que media entre el labio del crater y el lado opuesto del valle. En su im- petuosa salida la corriente eruptiva hubo de encontrarse de frente con ese obstaculo, y sin salir del cauce que el terreno naturalmente le ofrecia, se difundid a derecha é izquierda divi- dida en dos brazos: el uno tomo por el Oriente, corrié cuesta arriba unos 300 metros, logrando vencer la pendiente desfavora- ble a su curso hasta la entrada de Muerte-pungo, donde se de- tuvo; el otro echo en direccion contraria por el valle abajo, y, ayudado del declive de su fondo, llegdo hasta Antisanilla acar- reando casi todo el caudal de la erupcion, salt6 4 modo de cata- rata frente 4 Lisco desde el valle de Ansango a la quebrada del Guapal, y resbalando por ella, vino 4 parar junto al camino de Pintac 4 Pimantura. A uno y otro lado de la divisoria de esos dos brazos 6 corrientes opuestas, se dibujan simétricamente las ondas que a cada cual corresponden; unas encorvadas al E., otras al O. La situacion del crater de Leche-yacu contribuyo tambien 4 que la masa eruptiva se difundiese de la manera que hemos expuesto; pues el punto de la ladera del valle donde se abriéd esta bastante mas alto que el antiguo fondo, y mucho mas que la laguna de Muerte-pungo y la queseria de Antisa- nilla. Ahora bien, en vista de estos hechos, cuya apreciacion no supone, por cierto, ni gran perspicacia ni mucha Ciencia, 4son ya posibles las dudas que acerca de la naturaleza del fendmeno representado en la corriente del Ansango, en union con las de Yana-volcan y volcan dela Hacienda, expresa Humboldt con las siguientes palabras? (loc. cit.). ANALES DE HIST. NAT.—I. 0 6G ANALKES DE HISTORIA NATURAL. (18) «4Con qué nombre designar esta manifestacion de la actividad volcanica, cuyos efectos acabo de describir? Se trata por ven- tura de corrientes de lava 6 de masas ardientes tan sdlo medio escoriadas, sin cohesion entre ellas, pero arrojadas en estrechos y apretados regueros como en épocas recientes se han visto en el Cotopaxi? Los murallones de piedra de Yana-volcan y de An- sango, gno serian conjuntos de fragmentos acumulados sin cohe- sion, y por tanto sin firmeza en el interior de un cono volcani- co, los cuales removidos, agitados por un temblor de tierra, y produciendo ellos a su vez pequenos sacudimientos locales, fue- ron empujados hacia afuera por la fuerza de los choques del derrumbe, sin que para esto fuese necesario un nuevo acrecen- tamiento de calor? Pero quiza no tuviese aqui lugar ninguna de las tres susodichas manifestaciones de la actividad volcanica, tan diferentes entre si; y en ese caso, los montones de escombros, 2aparecerian al exterior a través de hendiduras en el sitio mis- mo donde hoy acumulados se encuentran, es decir, al pié y en la vecindad de un volcan? Los dos regueros que siguen la suave pendiente del volcan de la Hacienda, y que yo he presentado en otro tiempo, bien que teniendo cuidado de expresarme de un modo puramente conjetural, como corrientes de lava fria, me parecen aun, a la distancia que los recuerdo, ofrecer pocos in- dicios que justifiquen la ultima hipotesis.» i A mi ver, no tan sdlo no es dable mantenerse ya en esas du- das, pero nien la idea de que el examen que hizo de la corriente y volcan de Ansango fué como él supone, aunque se tenga en cuenta lo mucho que atentia su importancia eso de expresarse conjeturalmente, y la distancia de tiempo y lugar 4 que tenia que acordarse de los hechos, base de sus réplicas 4 Boussingault. Este mi juicio persuadelo, el haber atribuido a la corriente de Ansango doble origen: uno el crater de ese nombre, 6 sea Muerte-pungo, otro el de Leche-yacu; el haber concedido igual antigiiedad a esos dos crateres, cuando el de Boliche-uco es muchisimo mas moderno que el de Ansango; el haber su- puesto que ambos estaban ocupados por un lago rodeado de piedra pomez, cuando el crater de Boliche-uco esta y ha estado siempre seco, y de aquel material. explosivo no se encuentra junto a él ni un solo trozo, como no sea de los procedentes del antiguo volcan de Ansango; y persuadelo, en fin, con mas fuer- zala completa omision de los elementos, pormenores y particu-_ ay Espada. — EL VOLCAN DE ANSANGO. 67 laridades, que tanto el crater de Boliche-uco como los restos de su corriente eruptiva, presentan claros, faciles y patentes en la superficie y en el interior de su masa, y en los sitios con él re- lacionados del terreno adyacente. Silas contingencias de un viaje por tierras dobladas, aspe- ras y de riguroso é incierto clima, y la manera de viajar quiza— que varia bastante con la importancia del viajero,—si la pre- ocupacion ademas, que, llevado de su alta tendencia genera- lizadora de los fendmenos producidos por el calor central, in- fluia en su Animo disponiéndole 4 considerar como pruebas los indicios favorables a su teoria de las lavas, hubieran permitido al gran gedlogo detener sus pasos y su atencion algun tiempo mas sobre los lugares arriba descritos, no vacilara, estoy seguro, en caracterizar la manifestacion que ellos revelan, explicandola de la manera que espontaneamente ocurre al considerarlos por partes y en su conjunto. Basta la atencion que demandan, siquiera, sea al ménos en- tusiasta de los hombres, los nevados majestuosos que van apa- reciendo a derecha y a izquierda del. camino arrumbado por la vaguada del alto valle central ecuatoriano, para ordenarlos en dos grupos; uno el de los cénicos, otro el de los hemisféricos: tipo de la forma primera es el Cotopaxi, de la segunda el Chim- borazo. Un reconocimiento mas inmediato y detenido comprueba esta clasificacion visual; la fabrica, digamoslo asi, corresponde al aspecto exterior; unos y otros son de origen igneo, volcanes unos y otros, pero siempre con un crater terminal los primeros, sin él y con varios laterales siempre los segundos; formdse la cima de éstos como una inmensa ampolla al impulso de suave levantamiento, la de aquellos al vigoroso y rapido esfuerzo de la misma causa en mayor escala contra obstaculo mas resis- tente. Claro es que al cesar la actividad productora de esos le- vantamientos y al enfriarse las montanhas, su masa se contrajo 6 redujo 4 menor volumen. En las conicas este accidente, si bien pudo ser ocasion de que su altura disminuyese, de que su figura exterior y estructura interna variasen, no impedia sin embargo que el foco y el crater permanecieran en comunicacion, 6 a lo ménos, si momentaneamente obstruida por derrumbes 6 mate- riales eruptivos, con el camino de uno 4 otro trazado para lo sucesivo; pero en los esféricos 6 cupuliformes, donde el en- friamiento tuvo que limitarse, atendida la construccion de la 68 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) montana, a ocasionar oquedades 6 cavernas mas 6 ménos capa- ces, aisladas 0 en comunicacion con el foco de aquel volcan ciego, si vale la palabra, las erupciones, de cualquier clase que fuesen , una vez renovada la actividad del sistema, buscando salida por la via mas expedita y 4 través del menor obstaculo, tuvieron que dirigirse precisamente desde el foco 4 las cavida- des que con él comunicaban, y alli a detenerse 6, si su empuje era bastante, romper, levantando un crater, por el punto mas proximo a la superficie exterior de la montana. En los principios de la segunda época del voleanismo ecuato- riano,—la que sucedid inmediatamente a la aparicion de las fonolitas porfiroides,— representadas por las especies basalticas mas semejantes al tipo genérico (negro, compacto, prismatico y con crisolita), por punto general aquellas cavidades se encon- traban todavia relativamente limpias y vacias, y las lavas pu- dieron llenarlas, romperlas y brotar al exterior en estado de verdaderas corrientes, como las que hoy se observan en la base de aleunos nevados quitehos y neogranadinos; pero estos mis- mos fendmenos, y, andando el tiempo, los terremotos por una parte, y por otra la accion de los gases corrosivos sobre las rocas, determinando aisladamente y de consuno derrumbes interiores, a cuyos escombros se junté el agua de abundantes filtraciones, llenaron del todo 6 a medias aquellos espacios, sin que por eso dejaran por completo de ser el camino mas practicable de pos- teriores erupciones, las cuales al abrirse paso al exterior tuvie- ron que desalojar los dichos escombros y empujarlos por de- lante en su salida. Tal es, ni mas ni ménos, lo acaecido en el lugar del Antisana llamado Boliche-uco. Este altisimo nevado remata al S. en un empinado vericueto piramidal 4 manera de torre arruinada lla- mado Hatun-corral-cuchu (Gran esquinazo 6 rincon del corral), y al E. en tres picachos, uno de extrafia figura por cierto; el cuerpo descollante entre los cinco de su cima (19.148 piés, Humb.; 19.278, Wisse) representa una seccion esférica, cuyo arco mirado desde el Zambo se dibuja limpio en el cielo; la mitad de la antes perfecta y majestuosa cupula debid hundirse en la erupcion de Yana-volcan que apareciéd al Oeste al pié de las nieves perpétuas entre los dos bellisimos glaciares que hoy en aquellos sitios se admiran. A esto se ahade el carecer de crater terminal, circunstancia que me consta, por mas que alguno la 21) “Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 69 haya puesto en tela de juicio: el dia 2 de Enero de 1865, solo y sin otro auxilio que el no hacer caso de las temerosas adver- tencias de mi predecesor en la aventura, encimé la mas enhiesta de las cumbres y pude a misabor reconocerlas. El paraje donde a mayor altura se ha manifestado su actividad es el Azufral. bastante mas abajo del limite de las nieves perpétuas, al N. E., visitado por mi amigo y companero de viaje el Sr. Martinez. El] Antisana pues, aunque bajo una forma no tan regular como el tipo de los voleanes hemisféricos, presenta todas las con- diciones necesarias a la explicacion del fendmeno de la cor- riente de Ansango 6 de Leche-yacu tal como le hemos enten- dido, con mas la de una actividad continuada hasta hace pocos anos y que falté en el Chimborazo desde su erupcion basaltica de Yana-urcu, correspondiente al principio de la segunda época. Pero la manifestacion volcanica de que voy tratando, como todas, esta sujeta 4 modificaciones dependientes de causas se- cundarias 6 puramente locales, y conviene fijarse en las que la imprimieron el sello especial y caracteristico que la distingue. En primer lugar, la cavidad cuyo fondo y pared mas débil cor- respondia con el sitio donde hoy se. alza el crater de Lecha-co- pata, debid abrirse no en una sola clase de roca, sino en punto donde concurriesen bancos 6 filones de época distinta 4 formar la montafia;—de no suponer que abierta en una masa homogénea. explosiones interiores pudieron arrojar dentro de ella fragmen- tos de rocas mas modernas, lapilli y cenizas que se agregaron a los desprendimientos de las paredes y mezclaron con el agua de las filtraciones ; aunque, a la verdad, nada se opone a que se ad- mitan a la vez ambos supuestos, para explicar la presencia de todas esas sustancias en la corriente eruptiva.—En segundo lu- gar, los materiales almacenados en aquel depdsito, accesible a los gases y vapores de naturaleza acida y solubles en el agua, sufrieron las alteraciones quimicas consiguientes 4su contacto, ayudado del considerable aumento de presion y temperatura, que al desprendimiento de esos gases y vapores acompaiia en tales casos; de ahi la descomposicion que se advierte en muchos puntos de los trozos de roca basaltica de la corriente, ademas de la escoriacion que se observa en otros, que pudieron ser de los arrojados en la cavidad por las explosiones internas; de ahi tam- bien la reunion de algunos trozos en grumos, favorecida por la calidad de la pasta 6 cemento acido y caliente, 70, ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) Asi las cosas, sobrevino en el foco del Antisana uno de esos momentos de recrudescencia tan frecuentes, por desgracia, en el sistema quitefio; la masa ignea, agitada, impelida en direc- cion ascendente, preparase para una erupcion de formidables proporciones; una parte de ella encuentra la boca del antro de Leche-yacu y entrandose por él le va llenando y comprimiendo de paso, como un émbolo, contra el fondo los gases y exhala- ciones precursoras, que ya la ocupaban, hasta que al fin el cos- tado de la montafia cede, y da salida al proyectil de barro ca- lido y humoso que es hoy la corriente de Ansango y representa el contenido total del deposito interior, pues la masa ignea que le expulsara alcanz6 a desembocar por la chimenea y rebaso el borde del crater, segun hemos visto. En este punto fenecié la erupcion, precisamente cuando em- pezaba a serlo de verdadera lava. El rio de barro, sin embargo, hubo de continuar su curso, fitiido todavia cerca del crater y en su parte céntrica, seco y empujado por la corriente en el ex- tremo que corresponde a Pimantura; por eso, la regularidad que se advierte en la escalinata de Muerte-pungo, en las cercanias de Boliche-uco, y en la superficie acanalada de todo el tra- yecto del valle de Muerte-pungo hasta Antisanilla; por eso, la confusion y atropellamiento de los materiales eruptivos en el tercio extremo de la quebrada del Guapal. Que el surtidor no fué continuo durante toda la erupcion, y si por tiempos 6 a borbotones, lo dicen claro los bordes de la corriente y su extremo mas proximo al crater, que se enfriaron y secaron mas pronto que el resto de la masa, y cuyos escalo- nes marcan el nivel de los lechos de barro que se iban super- poniendo unos a@ otros y cada vez ménos extensos. Las erup- ciones lodosas observadas en los Andes de Quito, ofrecen este caracter de intermitencia en su salida: parece como que corres- ponden a los grandes latidos de la tierra en los terremotos, fe- nédmeno que siempre las acompania, y es casi seguro constituyé uno de los accidentes de la erupcion de Boliche-uco. Ks tambien indudable que, 4 los principios de ella por lo mé- nos, se presentaron abundantes vapores sulfurosos, los cuales, mientras la corriente de barro ocupaba la mitad meridional del crater, atacaban y descomponian las rocas de la parte opuesta, que hoy se ven alli en el mismo estado qua las de los azufrales activos. ; (23 Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 71 Réstame hacer cuenta de cierta particularidad de la superfi- cie de dicha corriente, que da razon de una de las condiciones en que fluia: hablo de aquellas agujas piramidales de piedras su- perpuestas que la erizan, sobre todo en el espacio cercano de Antisanilla. Estos montoncillos han debido ser efecto de peque- has explosiones que se produjeron 4 determinada profundidad al enfriarse el barro y formar costra; encerrado y comprimido en algunos intersticios, el vapor de agua rompid hacia fuera le- vantando una cantidad de piedras y barro que se dispusieron primeramente de un modo irregular, y que la lluvia y el viento han acicalado despues y reducido 4 la forma mas adecuada a4 su equilibrio. Por todo lo dicho, y buscando en los fendmenos voleanicos del sistema ecuatoriano analogias que nos encaminen a una deduc- cion exacta, el que representa la corriente que Humboldt llam6é de Ansango y Boussingault de Lisco, puede considerarse como una metamorfosis de productos explosivos debida al agua, por cuyo intermedio quedaron en estado 6 disposicion de aparecer al exterior y fluir como lava, tomando esta palabra en su sen- tido lato. En los volcanes conicos los fragmentos de traquita, de basalto, de piedra pomez, los lapilli, arenas y cenizas son expelidos con entera independencia unos de otros, sueltos; el agua brota por separado de grietas 6 verdaderos crateres ad- venticios, mezclada tal vez con arena y ceniza y arrastrando al- guna que otra piedra arrancada de las entranas del monte, 6 los tormos rodados de la cumbre; pero, en todo caso, constituyendo un hecho accidental y relacionado nada mas con la erupcion ignea; y como quiera que en los volcanes del Ecuador, 4 contar del fin de la época del basalto cuando ménos, las explosiones son las exclusivamente encargadas de revelar su actividad, aquella transformacion tiene en este sistema una importancia de que careceria, tratandose de los volcanes europeos y de otras partes del globo, donde las explosiones suelen ser fendmenos precursores tan sdlo de la aparicion de las lavas, el principal de sus productos. La corriente de Ansango 6 de Lisco, la veventazon, como los criollos la nombran usando de un vocablo algo impropio, pero muy expresivo, no es unico ejemplo de esa clase de manifesta- ciones volcanicas. Humboldt indicé ya y describio las dos, que partiendo de puntos situados 4 mayor altura (15,000 piés) en el 72 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) mismo Antisana,’se extendieron como una faja estrecha y larga por la planicie que rodea inmediatamente la cumbre nevada, en tiempos muy anteriores 4 la aparicion del crater de Boliche- uco, que debid acaecer poco antes de visitar la cordillera el cé- lebre viajero aleman por los afios de 1802, pues segun le afirma- ron, y yo dudo, el volcan de Ansango (entiéndase la erupcion), Aun resbalaba sobre su asiento llevandose por delante haciendas y plantios (1). Pero todavia mas antigua que aquellas se encuen- tra otra procedente del volcan de Papallacta (Tierra de las papas), cuyo crater se formé de un modo parecido al de Muerte-pungo 4 poco menor altura, en rumbo opuesto y a igual distancia del eje del nevado. Esta erupcion, junto a la cual tantos viajeros han pasado sin que se le haya ocurrido a ninguno el describirla, parece haber sido la mas formidable de todas; el crater esta ar- ruinado, las ruinas desmoronadas, deshechas en tierra, sostén de corpulentos arboles; llena su fondo una laguna semilunar cehiida de ancha playa que atraviesa una de las fuentes del Maspa, su tributaria; los restos de la erupcion se muestran al descubierto como una alta escollera en la vaciante, descarna- dos y carcomidos; dirigese en linea recta hacia el pueblo que da nombre al volcan y 4 la laguna; embdscase a poco trecho en las inmensas selvas de Quijos, que tienen por alli la entrada; pero frente 4 Papallacta, donde termina, vuelve a mostrarse mal cubierta por la maleza, derramada frente a las casas de la al- dea, y con el mismo aspecto que ofrece el extremo de la de Yana-volcan, en toda aquella extension que recibe de los indios del Autisana el calificativo de Inga-pirca 6 pared del Inga, por la semejanza que le hallan con las barbaras construcciones de sus antiguos sefores. Por mas que yo considere la forma hemisférica de los volca- nes andinos y la estructura que en ellos supone, como favora- bles en alto grado & la clase de erupciones arriba descritas, y tenga por indudable, que en esas montanas se encuentran de preferencia, no por eso creo que la forma y estructura de las conicas se oponga absolutamente a4 una metamorfosis de pro- (1) El motivo de mis dudas consiste en que, no habiendo pasado la erupcion mas abajo del camino de Pimantura, aunque Humboldt diga que llego al rio Molinos, 4 quien el Guapal tributa, y no habiendo existido nunca entre Pimantura y Lisco ha- cienda ninguna, no pudo destruirla. (25) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 73 ductos explosivos, como las de Ansango 6 Papallacta: antes me inclino 4 conceder a ese fendmeno toda la generalidad posible dentro del sistema ecuatoriano; por cuya razon, no sdlo admi- tiré el hecho indicado por Humboldt de haberse observado so- bre el Cotopaxi vegueros de piedras como los del Antisana, pero afiadiré mis propias observaciones en el volcan de Sumaco, y hasta la sospecha de que en otro clasico lugar se hallen mas pruebas en apoyo de la gran extension y trascendencia, que di- cho fenédmeno tiene. El Sumaco, mas conocido por el volcan de Guacamayos, me- rece el primero de sus nombres, equivalente en quichua a eZ Hermoso; destacado al Oriente de la cordillera quitefia 4 30 le- guas de distancia hiergue su cima 4 inmensa altura ensefio- reando la antigua comarca de Moti, hoy canton de Quijos, cuyo suelo, cubierto de espeso bosque interrumpido solamente por los rios, fué teatro de la desastrosa jornada de Gonzalo Pizarro en busca de la canela y del fantastico e2 Dorado, y donde por su misma mano el infeliz caudillo recogio las primeras muestras que de la rica especie se mandaron a Espajfia (1). Este volcan, que por lo alejado que del centro del sistema ecuatoriano se en- cuentra, casi puede considerarse independiente de él, 6 en otro caso como el mas raro que ese sistema presenta, es conico, y su actividad cesd desde hace siglos, aunque Humboldt ase- gure haber oido sus detonaciones casi diariamente mientras re- sidia en el valle de Chillo, junto 4 Quito, por los afios de 1802; alla por los de 1592.4 94, segun cuenta Z7 Clérigo agradecido en su curioso libro (2), arrojaba humo y ceniza; pero cuando yo le visité en 1864, la caracteristica laguna de los volcanes largo tiempo en reposo, ocupaba el fondo del crater y las yerbas flo - recian lozanas en sus aguas y por todas partes, como en sitio (1) He visto la carta original (feclia de Tomebamba, hoy Cuenca, 4 3 de Setiembre de 1542) que las acompahaba, de que poseo copia. En ella describe el drbol y la droga, conocida actualmente en el Ecuador con el nombre de izpingo, siendo de advertir que ya noto Pizarro no ser la misma que yenia de las Indias orientales. Pero la canela de Quixol habiala descubierto anos antes Gonzalo Dias de Pinera 6 Pineda, gobernador de Quito que entro 4la tierra por esta misma parte y llezd hasta el volean de Sumaco. Tengo documentos que lo acreditan. (2) «Historia y viaje del mundo del Ciérigo agradecido D. Pedro Ordonez de Zeva- llos, ete. Madrid, por Infanzon, 1691,»—(pic. 407).—La primera edicion es de Jaen, aio de 1614. 74 ANALES DE HISTORIA: NATURAL. : (26) seguro y preparado con todo espacio por la accion atmosférica (1). El labio de aquel tiene su contorno circular, y se compone de fonolita porfiroide; cibrele por fuera una capa de ceniza y pie- dras sueltas con tendencias de pasar 4 pumita, y por dentro se ven pilastras de basalto rojo semejante a las de Boliche-uco; el circuito esta, hacia el Mediodia, roto 6 aportillado en un gran trecho y obstruyendo el portillo, aunque no del todo, se en- cuentra una masa en forma de cresta aquillada y de tan conside- rable elevacion, que casi alcanza la de los bordes del crater, tanto que, mirado 4 distancia, parece el volcan con doble cima, 6 mejor dicho, cual si ésta estuviese cortada de un tajo. La vegetacion que aquella altura permite, tapiza la superficie del promonto-— rio eruptivo que se continua a lo largo de la falda; mas segun los indicios apreciables, se compone de un agregado de trozos de roca empastados por un cemento, que debid ser bastante es- peso, sise considera la disposicion que conservaron despues de enfriarse y secarse; una erupcion ignea y fluida no era posible que hubiese dejado sus restos bajo aquella forma. gSeria esta masa la primera 4 romper la cumbre antes redondeada del Sumaco? No me atrevo 4 asegurarlo, ni ménos 4 tratar aqui de paso asunto de tal interés; baste lo dicho, y saber, ademas, que en épocas posteriores el Sumaco no ha hecho sino lanzar explo- siones de ceniza, arena y pedazos de basalto negro y rojo, unos & medio fundir y escorificados, otros como bombas 6 lagrimas muy densas, dentro de cuyas oquedades he hallado cristales de piroxeno del tamafo de pulgada y media. El Pichincha,—volcan que por la especialisima circunstancia de tener su gigantesco crater de un kilémetro de diametro y 750™ de profundidad, lateral, junto 4la cima, y con el eje dis- puesto normalmente 4 la falda Oeste donde se abrid , debe figu- rar como intermedio entre los cénicos y hemisféricos ,—acaso ofrece tambien un ejemplo de corrientes analogas a las de An- tisana. Por la parte del egido de Ifaquito, fuera y muy léjos del recinto en cuyo punto central se alza el cono de erupcion, y hacia la base de la montafia, he creido ver 4 distancia y en oca- 1) Los expedicionarios norte-americanos que antes he citado, al atravesar la cordi- llera de Guacamayos, recuerdan las detonaciones de que habla Humboldt, proceden- tes del activo volcan de ese mismo nombre, y dicen que nada oyeron; y anaden: « po- sible es que se refiriera al Guamani.»—The And. and the Am. (pag. 190). (27) Espada.— EL VOLCAN DE ANSANGO. 5 sion, por desgracia, en que me era imposible observarla de cerca, una muy parecida a la de Lechaco-pata. ¢Tendrian, por ventura, relacion las reventazones con el tan cuestionado fend- meno de los sumipambas 6 campos de piedras, que el ingenio de Mr. Wisse no logré explicar de un modo satisfactorio? Pré- ximo esta uno de los mas famosos, justamente el que le sumi- nistr6 los datos en contra del comun sentir de doctos é indoctos, indigenas y extranjeros, segun el cual aquellos penascos fue- ron lanzados del crater del volcan inmediato , como todos los que junto 4 esta clase de montafas yacen, y aun los que a inmensa distancia de ellas se encuentran. Concluiré diciendo, que me parece excusado exponer de un modo concreto mi opinion, por lo que hace a una de las espe- cies apuntadas al principio de este articulo: si hay 6 ha habido erupciones de verdadera lava moderna en los volcanes del Ecua- dor; en este punto me hallo enteramente conforme con Mr. de Boussingault. No haré lo mismo en lo que respecta a la causa de esta excepcion; téngola por dependiente de la enorme altura de la cordillera andina bajo la linea equinocial: gel filon cuya cabeza asoma por el crater de Boliche-uco, no es una prueba? 2No lo es asimismo, que cuando el crater se abre a conveniente elevacion las lavas se presentan, como en el Izalco, cuya base cehian corrientes de ella 4 medio apagar aun en Setiembre de 1865, por el tiempo en que yo las atravesaba para llegar a su cima? Paréceme igualmente ocioso discutir 6 combatir por separado las aseveraciones del viajero francés , cuyo nombre escribo tantas veces al lado del de Humboldt. Este en el Cosmos, y tra- tando de las lavas americanas, las rebatid cumplidamente, y hasta hubo de indicar con bastante lisura, de que hechos , ob- servados primeramente por el gedlogo aleman, pudo dedu- cir su teoria acerca de la formacion de los volcanes andinos. El empefio de confirmarla con el fendmeno de la corriente de Lisco, fué causa sin duda alguna de gratuitas suposiciones y origen de la peregrina hipdtesis, que hace de un rio de barro una erupcion de piedras sueltas a través de una grieta de tres leguas de largo; hipdtesis, como tantas nacidas en le- janos paises, que viven de la distancia y duran lo que tarda un observador desapasionad» en ir 4 comprobarlas sobre el terreno. 76 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) NOTA. Para la mejor inteligencia de algunos hechos que dejamos sentados, nos ha parecido conveniente acompafiar una copia del plano del Antisana y sus cercanias, tomadas del mapa de la altiplanicie quitefia, trazado por Humbold, y que figura en el Physikalischer Hand-Atlas de Berghaus. En ella hemos in- troducido las variantes y adiciones que son consiguientes a nuestro modo de ver ciertos parajes del nevado y sus depen- dencias, distinto del de el ilustre autor del original, y la hemos acrecentado con unos cuantos diagramas, dedicados especial- mente al crater de Boliche-uco y su erupcion. NO LELCEA SOBRE bAg RIED RA «METEORIC A CAIDA EN TERMINO DE MURCIA EL DIA 18 DE AGOSTO DE 1870, POR DON JOSE MARIA SOLANO Y EULATE. (Sesion del 3 de Enero de 1872.) © Datos sobre la caida. A las 6 y 10 minutos de la mafiana del citado dia, con una atmdsfera despejada (1) tuvieron lugar sobre la comarca situada 4 mitad de distancia entre Murcia y Cartage- na, fuertes detonaciones de tal intensidad, que oidas en ambas ciudades y calificadas de descargas de artilleria, alarmaron a las autoridades hasta el punto de que éstas hubieron de cruzarse despachos telegraficos para asegurarse de que el Orden no se habia alterado en una ni en otra poblacion. Refieren algunos (1) Hé aqui el estado de las observaciones meteorologicas de la estacion de Murcia, correspondiente al dia 18 de Agosto de 1870, que debo 4 la amabilidad del Ilmo. senor don Antonio Aguilar: milim. 9 man. 3 tar. Presion.—9 manana.........++..- 751,55 | Termometro seco.........- 289.8 339,83 » SHCATO Coy atcha sclenctoreetes 748,72 Td GmshiWMeEWO. svcctertse sstec'e 22°,0 '23°.5 » MCW oc6 Lec Seeuss 750,14 | Humedad relativa..... Sooe 4 OSCMACLOM a elelatsielelelcisleleleresinis lesion (ste ESS olen LENS 10 Muae cteretaletsialeiatclelatatateicts 15,9 16™,0 SS EVApOracion.......cc.esssevee 10™,0 Temperatura maxima al sol....... 51°,9 Dia tempestuoso.—Calma durante la UMS NIG Aol a SOMPLA es iers seweieisie's ae 34°,0 | manana y rumbo OSO.—Cielo anubarra- Temperatura minima............. 20°.3 do.—Viento fuerte del 4.° cuadrante 4 las Idem id. 4 cielo descubierto....... 199.8 seis y media de la tarde.—Nubes y car- Temperatura media............... 27°.2 | gazon al NO.—Tempestad del NE. al os- OBCIACLOTIE EE Tetstolews. crannies ciesa cistere 13°,7 | curecer. 78 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2 aldeanos, que 4 las detonaciones sucedieron unas rafagas lumi- nosas semejantes a haces de mies, que descendian 4 la tierra, y una lluvia de cuerpos parecidos 4 ¢or¢as procedentes de una sola masa, los cuales se hundieron en el suelo como media cuarta, habiendo uno de ellos levantado tanta tierra, que dejé cubierto con ella 4 un perro que se hallaba proximo. Para completar estas noticias suministradas por el Sr. Vidal, propietario murciano, por cuyo medio ha adquirido el Museo de Madrid un buen fragmento del aerolito objeto de esta resena, trascribimos 4 continuacion algunos parrafos de un articulo que D. Juan de Velasco, insertd en el nimero 247 del perid- dico #1 Tiempo, correspondiente al 20 de Octubre del ano pa- sado. ) « En la madrugada del citado dia 18 de Agosto, entre seis y » media y siete, oydése en varias leguas a la redonda un gran es- tampido seguido a corto intervalo de otro no ménos fuerte y seco, continuando por espacio de un minuto un prolongado ru- mor parecido al paso de un tren sobre un puente de hierro. » « En el momento de la explosion me hallaba yo en los Alca- zares 4 orillas del Mar menor; segun la opinion de las muchas personas que allise hallaban, el estruendo se habia dejado sen- tir en direccion 4 Pacheco y los Martinez; es decir, hacia NO. La atmosfera estaba clara y trasparente, y solo algunas nube- cillas esporadicas alteraban el azul del cielo. Pocas horas des- pues me trasladé a esta hacienda de mi propiedad, situada a 22 kildmetros al O. de los Alcazares. » « Aqui se oyeron con mucha mayor intensidad las detonacio- nes; segun opinion de algunos, en el mismo zénit, pero convi- niendo los mas en que el ruido partié de un punto del cielo que juzgaban pertenecer al zénit de la Venta del Gimenado, dis- tante 6 kilometros al NE. de esta hacienda. » « Para entonces ya habia HNegado a mi noticia que habian caido algunas piedras hacia los Martinez; y en su consecuencia, al dia siguiente sali en aquella direccion, adquiriendo infor- mes en el camino. » « Llegado 4 aquel grupo decasas, distante 11 6 12 kilometros al NNE. de esta hacienda, nos enseharon algunos fragmentos segregados de una piedra que nos dijeron habia caido en los Carriones, 2 kil6metros mas hacia el NE.: me trasladé 4 este punto, y en él me mostré efectivamente el duefio de una de las 3 Eulate.— PIEDRA METEORICA DE MURCIA. WW casas la piedra caida el dia anterior en el momento de la deto- nacion. » « Aunque ya la habian arrancado algunos fragmentos, con- servaba casi por completo su forma; y tanto su costra 6 capa, exterior como la interior en sus fracturas, demostraban clara- mente su origen metedrico: pasé en seguida 4 reconocer el punto de la caida, que dista unos 100 metros al N. de las casas. » « El hoyo abierto en sus rastrojos estaba aun intacto: tenia de 30 4 35 centimetros de profundidad por unos 40 de diametro en su boca. » « Alli mismo me hice relatar por los dos testigos mas inme- diatos en el momento de la caida, las particularidades de ésta. » «Segun ellos, al oir la primera detonacion miraron al cielo, y vieron un 2uvdlo 6 boria, de donde supusieron partia el es- truendo; siguiéd inmediatamente el segundo estampido, y 4 él un raro y prolongado fragor, producido acaso por la marcha de las piedras en que se habia fraccionado el bolido, y casi ins- tantaneamente cayé 4 unos 30 pasos de uno de los testigos, mu- chacho de catorce anos, la piedra de que me ocupo. » «El otro espectador, hombre de cuarenta afios, se hallaba algo mas distante, cerca de su casa, pero vid distintamente caer la piedra, la cual rebotd, volviendo a caer a un metro del agujero abierto. » «En el primer impulso de estupor corrieron ambos a refu- giarse dentro de la casa; y solo despues de un rato de espera se decidieron a acudir al sitio de la caida y 4 recoger la piedra. Esta conservaba atin bastante calor, aunque permitia tenerla en las manos. » « Por mas suplicas y ofertas que hice 4 su duefio, no pude con- seguir de éste que me la cediera 6 vendiera; y viendo su deci- sion, me contenté con que me dejara arrancarla un fragmento: éste pesa 1.200 gramos, y calculando en otro tanto los trozos que la habian ya segregado, resulta que el peso total de la pie- dra intacta era de unos 11 4 12 kilédgramos, pues mutilada cual yo la dejé, pesaba de 9410 kil6gramos. Tanto en los Martinez, como en los Carriones, estaban todos contestes en que en los Muros, caserio situado de 2 43 kilémetros mas el NE., habia _ caido una piedra mucho mayor, la que al chocar contra un suelo duro y resistente se fracciond, pesando el trozo mayor mas de 25 kildgramos..... » 80 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) « Al atravesar la carretera de Murcia 4 Cartagena me’ asegu- raron en la Venta de Mendoza, que el dia anterior, poco despues de la explosion del bélido, se habia detenido alli un carretero | que llevaba en la mano una piedra negra que habia caido del cielo, tan cerca de una de sus mulas, que estuvyo en poco ma- tarla; por fin un pastor, a quien interrogué, me dijo que cerca de una casa situada al O. de la carretera, entre las Ventas de Mendoza y Gimenado,; debian haber caido algunas piedras. Paseé a dicha casa, y tanto el labrador que en ella vive, como una hija suya de diez y ocho 4 veinte anos, me aseguraron que simultaneamente con la explosion vieron caer dos piedras en dos bancales inmediatos a la casa, que levantaron ambas una gran polvareda, pero que hasta entdnces habian sido in- utiles cuantas diligencias habian hecho para encontrarlas, des- pues de pasado el primer susto que les obligé 4 refugiarse en la casa..... » De todo lo que precede puede deducirse que 4 la caida del aerolito, objeto de esta resefia, acompafiaron los fendmenos ge- neralmente observados, a saber: rafagas luminosas y explo- siones. Hstas, como sucede comunmente, fueron multiples, sin que su causa tenga explicacion satisfactoria, pues la estructura compacta de la masa no revela desprendimiento instantaneo de gases. La desigual dilatacion efecto de la incandescencia exte- rior, y de la mala conductibilidad para el caldrico, no parece, por otra parte, suficiente para producir detonaciones de una intensidad tan considerable, maxime si se tiene en cuenta que debieron verificarse 4 una altura en que la atmésfera esta su- mamente enrarecida. De la temperatura de los fragmentos no se ha recogido, que yo sepa, dato alguno, lo que es ciertamente lamentable, pues ella suministra una de las pruebas sobre el origen hoy admitido de semejantes cuerpos, cuyo interior intensamente frio, revela su procedencia inter-estelar; asi como su parte externa ca- liente por efecto del rozamiento con la atmdsfera, explica la vi- trificacion de la superficie, y la luz desprendida por el aerolito incandescente, 6 sea en ‘su periodo de bdlido. La circunstancia de haber caido el fragmento mayor, esto es, el mas poderoso para vencer la resistencia del aire, al NE. de los mas pequefios, hace creer, segun lo observado en otros casos, (3) Eulate.— PIEDRA METEORICA DE MURCIA. 8] que la piedra traia la direccion de SO. a NE. Faltan datos para decidir si los fragmentos quedaron en tierra formando una elipse cuyo eje fuera la proyeccion de la trayectoria, como ocurrié con los aerolitos de l’Aigle (1) y Orgueil (2) en Francia, y de Knyahinya (3) en Hungria. , CARACTERES Fisicos. El fragmento objeto de mi examen, que figura en la coleccion de aerolitos del Gabinete de Historia Na- tural, en su sala segunda, y fué donado por D. Alejo Molina Marqués, pesa 532 gramos. Su forma es la de un sdlido de seis caras, todas trapezdides. Dos de ellas correspondientes 4 la su- perficie externa del aerolito antes de ser fracturado, preséntan- se cubiertas por una corteza vitrificada, con impresiones digi- tales, pardusca con manchas de color de carne irregularmente repartidas. Dicha corteza, cuyo espesor no llega & medio mili- metro, es tan dura, que un instrumento de acero con que se pre- tendié rayarla dejo en ella su rastro metalico. Las restantes caras resultado de la fractura, son de color de ceniza con puntos brillantes blancos y manchas ocraceas y cér- neas correspondientes 4 masas muy deleznables irregularmente repartidas y entremezcladas con nddulos grises, de lustre se- doso, muy blandos, y granos metalicos acerados. La estructura es decididamente granuda y bastante semejante a la de la roca Ilamada leptinita. La dureza del aerolito, exceptuando la referida corteza, es poco considerable. Rayale muy facilmente una hoja de hierro, y se desmenuza sin esfuerzo por efecto de las masas ocraceas mencionadas y de las grietas numerosas que le cruzan en todas direcciones, originadas probablemente por la desigual dilata- cion producida al calentarse el exterior de la piedra, y tal vez tambien por su enfriamiento despues de la caida. Posee el aerolito el magnetismo pasivo, esto es, atrae la aguja sin distincion de polos. Al efecto se ha acudido 4 una barrita imantada que gira libremente sobre un estilete de laton, pues la accion sobre la brujula es inapreciable. Tal propiedad es de- bida al hierro, que constituyendo los granos metalicos referidos, se encuentra en bastante abundancia. (1) Caido en 26 de Abril de 1803. (2) Caido en 14de Mayo de 1864. (3) Caido en 9 de Junio de 1867. ANALES DE HIST. NAT.—I. 6 82. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Por medio del martillo he convertido algunos de estos gra- nos, gue son maleables, en delgadisimas placas de algunos mi- limetros cuadrados de superficie. Reducido a polvo el aerolito, una parte de él es atraido por el iman (1). Peso especifico. Hallado mediante el frasquito de densidades en dos fragmentos diversos que se mantuvieron dentro del agua por espacio de 24 horas, el resultado fué el siguiente: : Primera operacion. Peso de un fragmento en el aire... ....0..0. cee seers gramos. 2,0633 Idem del frasquito de densidades leno de agua......... — 81,8830 UMA sr tertswvenaie sis — 83,9463 Peso del frasquito con agua y el fragmento dentro...... — 83,3750 PERDIDAG capi viele aioe os 0,5713 2,06! Peso especifico........+6. 0 == 3,6116. Segunda operacion. Peso de un fragmento en el aire. ..... BIg Pin A seees coe gramos. 1,9046 Idem del frasquito de densidades lleno de agua........ — 81,8824 SVUMUAL SLi tin sa teletacdes — 83,7870 Peso del frasquito con agua y fragmento dentro....... — §83,24674 PPIEDIDA Lis to ee ele —_— 0,54026 > 1,9046 Peso especifico.........8. —o,54006 3,5253. Promedio de ambos resultados... ——— = 3,5685. Esta densidad es con una diferencia de ménos de 7 milési- mas la obtenida por Rumler para el aerolito caido en Gross-Di- vina (Hungria) en 24 de Julio de 1837, y se halla comprendida entre la del de Murcia (afio de 1858) hallada por Meunier (3,546) y la del de Oviedo (afio de 1856) hallada por el Sr. Luanco (3,59685). (1) La proporcion entre la parte atraible y la no atraible es la siguiente: Materia atraible por elimdn. ... .......se+eee 88,62 Tie TOVALIAL DIS cneternrelrmereinicieleisivie nis etarretcteteimtal 11,38 (7) Eulate.— PIEDRA METEORICA DE MURCIA. 83 Eximen uicroscopico. El polvo que resulté de la trituracion del acrolito en el mortero de agata examinado con aquel instru- mento, empleando lentes que producian un aumento de 510 ve- ces el tamatio natural, aparecié estar compuesto de particulas cristalinas, cenicientas, trasparentes, de aspecto siliceo y de masas opacas, negras, tuberculosas, metalicas. -‘Tratamiento por agua destilada. Puesta una parte del aero- lito préviamente pulverizado en agua destilada que se mantuvo hirviendo durante 10 minutos, el liquido filtrado y evaporado sobre la hoja de platino no dejé ningun residuo, prueba evi- dente de que no contenia sustancia alguna soluble. CARACTERES QuiMICOS.— Calcinacion al aire libre. Sometido el polvo del aerolito despues de separadas las masas atraibles por el iman 4 la calcinacion en una capsulita de platino sobre la lampara de Berzelius, bien pronto se cambid su color ceniciento en pardo de tabaco vapé por efecto de la peroxidacion del hierro que contiene, independientemente del que existe en estado libre. Andlisis cualitativa. Aplicada la marcha del Dr. Enrique Will al analisis del aerolito, did el resultado siguiente: PARTE SOLUBLE EN EL AGUA REGIA. PARTE, INSOLUBLE EN EL AGUA REGIA. Silice-— Abundante. Silice.— Abundante. Hierro.— Abundante. Hierro.— Abundante. Magnesia.— Abundante. Alimina.— Abundante. Cal.— Poca. Cal.— Poca. Potasa.— Indicios. Magnesia.— Bastante. Sosa.— Indicios. Directamente se han descubierto ademas los cuerpos siguien- tes : Azufre. Deflagrando con nitro en presencia de la potasa una porcion del aerolito, separado ya el hierro metalico, disolviendo en agua el resultado de esta accion y tratando la disolucion por ‘el cloruro barico, que did un abundante precipitado blanco de sulfato de barita insoluble en los acidos. Ya la presencia del azufre en estado de sulfuro se habia dejado conocer por el olor a hidrédgeno sulfurado que se desprendié al tratar el aerolito por acido clorhidrico. Fésforo. Tratando la misma disolucion por el molibdato am0- 84 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (3) nico que did el caracteristico precipitado amarillo verdoso pro- pio del fosfo-molibdato aménico. Analizadas particularmente las masas ocrdceas y las de color de carne, resultaron estar unas y otras constituidas por per- 6xido de hierro, segun lo demostr6 la intensisima coloracion roja de sangre que su disolucion en acido clorhidrico did con el sul- focianuro potasico. Semejante resultado se. habia ya previsto, teniendo presente la abundancia del hierro en el aerolito y la circunstancia de predominar las tales masas en la superficie, esto es, donde teniendo el aire mayor acceso, mas facilitada se halla la oxidacion de aquel metal. Las masas metalicas se disolvieron totalmente en el acido ni- trico con desprendimiento de vapores rutilantes, y la disolucion tratada por el amoniaco en exceso en presencia del cloruro amdnico, did un abundante precipitado del perdxido de Aierro. El liquido filtrado precipité por la potasa el éxido de niquel. COMPOSICION MINERALOGICA. Puede sospecharse con funda- mento en vista de todo lo que queda expuesto, y por analogia con otros semejantes (1) que el aerolito resefiado esta constitui- do por dos silicatos, uno soluble y otro insoluble, con pirita de hierro, fosfuro de hierro y hierro niquelado repartido en la masa. CLASIFICACION. De lo que antecede se deduce que el aerolito de Murcia (1868), corresponde al grupo de las piedr'as meteoricas normales (2) de Partch; 4 la clase de Zitolitos, sub-clase Diseri- ticos (3) de Shepard, y 4 los Sideritos Hsporasideros Oligoside- ros (4) de Mr. Daubrée. Madrid 31 de Marzo de 1871. (1) En este caso se hallan el caido en Oviedo en 1856, analizado por el Sr. Luanco; el que cayo en Molina (Murcia) en 1858, cuyo andlisis hizo Mr. Meunier y otros. (2) Que contienen hierro sulfurado y niquelifero. (3) Piedras metedricas formadas de especies terrosas indistintas. (4) Aerolitos pétreos con granos diseminados de hierro metdlico en bastante menor porcion que la parte litoidéa. - NUEVOS BATRACIOS AMERICANOS POR Dewees PN NE ZA bE RATES PA DA’ (Sesion del '7 de Febrero de 1872.) A la série publicada en el Jornal de Sciencias Mat., Phy. e Nat. de Lisboa, nium. IX—1870, podemos hoy afiadir los géne- ros y especies que van 4 continuacion; advirtiendo que el gé- nero Limnophys que en aquella figura, era ya conocido en el Strabomantis biporcatus Peters, 6 sea nuestro Limnophys na- p@us; por lo cual la novedad queda reducida a la especie Z. cor- nutus alli denominada, y desde ahora Strabomantis cornutus. BUFONID& (Ghtr.) Bufo stentor. Cabeza pequefia, deprimida y apuntada, sin arrugas ni pro- tuberancias dseas, y la piel que la cubre floja; timpano apenas perceptible en los adultos; boca poco hendida; dérmis rugoso y granugiento; pardtidas pequenas, achatadas y laterales; saco bucal comunicando al exterior por medio de dos aberturas lon- gitudinales, y tan enorme que, completamente inflado, alcanza un volumen doble que el de la cabeza. Color gris térreo por encima, amarilloso por debajo y manchado de pardo; la gar- ganta, ocupada toda por el saco bucal, casi negra. H. la Isla de Taboga en el golfo de Panama; hallamosle en la quebrada que baja al puerto, atronandola con su voz bronca y descomunal para lo que es su talla: dos pulgadas desde la punta del hocico al céxis. No es raro. No nos atrevemos 4 aumentar con esta especie el numero de los subgéneros en que hoy se divide el antiguo Bufo de los AA.; 86 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) ni mucho ménos elevarla 4 género, aunque los caractéres que presenta su cabeza pudieran dar margen 4 ello. Engystomops, 0. ¢. Cuerpo obeso, extremidades esbeltas; cabeza corta, deprimida y lisa; boca pequefia; ojos regulares; timpano visible; pardtidas muy pequenas; lengua estrecha, prolongada y algo eliptica; de- dos libres y con las protuberancias infra-articulares muy mar- cadas, asi como las de las palmas y plantas; piel glandulosa. Esternon movil 6 bufoniforme con precoracdides y coracdides, muy poco arcifero; manubrio rudimentario, casi nulo; jifisterno bien desarrollado; vértebra sacra con las diapdfisis moderada- mente dilatadas, y con su cuerpo soldado con la ultima lumbar; falanges terminales en forma de ancora 6 hierro de ahijada. Este género pudiera describirse en dos palabras: Hagystoma con parotidas. E. Petersi. Pardo oscuro casi uniforme por encima; region inguinal y cara inferior de las extremidades posteriores amarmoladas del mismo color sobre fondo claro; un cordon glanduloso, de poco relieve, irregular é interrumpido corre a lo largo de sus costa- dos desde las ingles al Angulo posterior de las pardtidas ; estas son aplastadas, pequenas, laterales y triangulares; la piel por debajo es enteramente lisa; la parte posterior de las nalgas tuberculosa. H. la Provincia de Oriente en el Ecuador. Rara. La forma de las falanges extremas del #. Petersi es excep- cional y curiosa entre los Oxidactilos; en ellos por lo comun ese huesecillo remata en una cabezuela esferdide 6 discoidea mas 6 ménos aplastada y llena de asperezas, 6 en punta alesnada; los dos ganchos laterales y dirigidos hacia abajo, caracteristicos de este nuevo género, no los he observado en ningun otro ni visto su indicacion en obra alguna. CYSTIGNATHID (Ghtr.) Oreobates, np. g. Facies de Cystignathus; cabeza robusta, alta; timpano visi- ble, grande; sin parotidas; dientes palatinos; lengua grande, (3) Espada.— NUEVOS BATRACIOS AMERICANOS. 87 libre en su tercio posterior y escotada; dedos completamente libres, con las protuberancias 6 espolones infra-articulares y palmares excesivamente desarrollados , representando el de la base del dedo interno de la mano un rudimento de pulgar, los de las plantas de los piés largos y conico-ganchudos. Esternon movil, con el coracdides y precoracdides robustos, con los arcos membranoso-cartilagineos, con manubrio y jifisterno, este ultimo cartilagineo, ancho, cuadrangular y hendido en el extremo libre; falanges terminales bifurcadas; diapOfisis sacras rollizas 6 costiformes un poco dilatadas en la punta; coxis ar- ticulado por medio de dos cavidades glenoideas. O. quixensis. Por encima, en la region central pardo morado oscuro, dibu- jando fajas sobre fondo mas claro a los lados de la cabeza y so- bre las extremidades; por debajo, desde la barba a las rodillas, manchas sinuosas de pardo blanquecino sucio sobre fondo ama- rillento; canto rostral convexo, hinchado, y la piel que le cubre casi lisa, contrastando con la de las regiones superiores, que es muy tuberculosa y con los tubérculos acabados en una es- pinilla 6 pezoncito, 4 semejanza de lo que se observa en el Bufo @Orbigny y Phryniscus nigricans. H. la provincia de Quijos en el Ecuador. Comun. El género Oreobates ofrece algunos puntos de analogia con el Plectromantis; pero se diferencia de él, entre otras cosas, en la falta de parotidas; forma un tipo intermedio entre los Cystig- nathus y los Hylodes, y esta transicion se revela de un modo sencillo y caracteristico en sus falanges terminales, mas bifur- cadas que las dela Hylorhina sylvatica Bell. (Cystignathus eneus Guichenot), y un poco ménos que las del Strabomantis biporcatus y cornutus, que en las suyas indican el paso 4 la franca bifurcacion que se advierte en los Hylodes ; repitiéndose aqui lo que sucede con la Ranula respecto de la Rana en sen- tido inverso. POLYPEDATID (Ghtr.) Centrolene, n. g. Traza de Rhacophorus; cabeza ancha y deprimida; timpano visible: sin pardtidas; dientes palatinos ; lengua escotada poste- 88 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) riormente; dedos con ventosas, palmeados mas de la mitad, y la parte libre ensanchada con la membrana interdigital. Esternon movil y arcifero, sin manubrio y con jifisterno; himero armado de fortisima espina; falanges terminales largamente bifurcadas. CG. geckoideum. Amarmolado por encima, y gris amoratado por debajo; ma- nos y piés mas oscuros que el resto de las extremidades; vento- sas muy grandes, ovaladas y trasversas; extremo de los dedos muy ancho y como truncado; piel casi toda granugienta y tu- berculosa. H. las riberas del rio Napo en el Ecuador. Muy raro. Mientras que en su aspecto general, y sobre todo en la estruc- tura de las extremidades, festoneadas por la piel, esta especie recuerda las del género Rhacophorus , la cabeza en conjunto y por partes es muy semejante a la del Batrachyla, género a nuestro parecer muy bien establecido. Las falanges extremas en ambos g’éneros son asimismo idénticas y representan el ma- “ximum de bifurcacion en los Platidactilos americanos. De todos modos el género Centrolene puede considerarse como el repre- sentante del Rhacophorus en América. La espina robusta y arqueada que arranca de la cabeza del humero y queda libre y saliente hacia la mitad de ese hueso, si bien cubierta por un feston cutaneo, es notable y quiza exclu- siva de los machos. No hemos podido obtener mas que un solo individuo. ESPECIES NUEVAS 0 CRITICAS DE LA FAUNA ESPANOLA, POR D. LAUREANO PEREZ ARCAS. ar. (Sesion del 12 de Abril de 1872). Bajo este titulo me propongo publicar sucesivamente una série indefinida de articulos referentes 4 diversas especies de animales de nuestra Peninsula, dando a conocer las desconoci- das, rectificando la sinonimia de otras, 6 reivindicando para naturalistas espafoles el honor de su descubrimiento: Facil- mente comprenderan los que no desconozcan las circunstancias especiales en que se encuentra nuestro pais, las grandes difi- cultades con que es necesario luchar al emprender un trabajo de esta indole; poco abundantes en nuestras bibliotecas, aun en las especiales, los libros que es preciso consultar con fre- cuencia, careciendo nuestros establecimientos publicos de una coleccion-tipo con que comparar los objetos recogidos, queda casi limitado 4 sus esfuerzos individuales el que se propone publicar obras de esta naturaleza, y por mucho que sea el entu- siasmo, y grandes los recursos de que disponga, nunca pueden . suplir sino imperfectamente aquellas faltas. Ksto, unido 4 mi insuficiencia, ha de ser causa de equivoca- ciones, de errores de mayor 6 menor trascendencia; pero como la verdad é interés cientifico han de ser tan solamente mi guia en este trabajo, me apresuraré a corregir los que se me demues- tren, y los que yo alcance a conocer, creyendo haber cumplido con mi deber si he procurado evitarlos en cuanto de mi dependa; 90 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ; (2) excusandome el que los maestros mas ilustres de la ciencia no han podido libertarse por completo de ellos, pues sdlo hay una clase de personas que no se hallan expuestas 4 equivocarse: aquellas que nada hacen. PRIMERA PARTE. Gongylus ocellatus Forsk. Todos reconocemos y lamentamos que sea tan escaso el nu- mero de ingenios espafoles dedicados a las ciencias naturales, y que aun asi se pierda frecuentemente para el progreso cien- tifico, por falta de publicidad, el resultado de sus esfuerzos; mas por lo mismo debemos velar porque no se amengiie el honor que resulte a naturalistas espanoles, desconociendo 6 haciendo caso omiso de sus publicaciones, y dando como nuevo lo que era ya conocido de tiempo atras. Me ha sugerido estas consideraciones la lectura de una nota del’ Hntomologische Reise nach dem stidlichen Spanien, der Sierra Guadarrama und Sierra Morena, Portugal und den Cantabrischen Gebirgen, del capitan prusiano Lucas von Hey- den, el cual en su larga peregrinacion por la Peninsula no se limité tan sélo 4 la recoleccion de coleépteros, objeto principal de su viaje, sino tambien insectos de los demas drdenes, y algunos reptiles, que estudiados despues por el Dr. Oscar Bottger , de Offenbach , dieron materia para el Beitrag zur Kenntniss der Reptilien Spaniens und Portugals. Mi amigo el Sr. von Heyden en la narracion del viaje, pag. 14, al indicar las especies de animales recogidos en los alrededores de Lanjaron, dice que de reptiles recogio el Gongylus ocellatus Wiegm., nuevo para Luropa; noticia poco exacta, pues Cetti menciona ya (1777) este reptil de la Cerdefa en su Storia nalu- rale di Sardegna. El Dr. Bottger, en la pagina 11 de su Bedirag, . no da tanta importancia al descubrimiento, pues reconoce que ha sido antes encontrado dicho escincido en Sicilia y Cerdena, y aun pudiera afiadir Chipre, y en general las orillas del Medi- terraneo, con sdlo consultar la Histoire naturelle des reptiles, por Duméril y Bibron, pero que no habia sido encontrado antes en la Peninsula ibérica. 8) Perez Arcas.— ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 91 4De qué procede esta equivocacion del Dr. Boéttger? De no haber consultado para su trabajo, segun se deduce de lo que manifiesta en la introduccion, mas obras modernas que la de Rosenhauer, Andalusiens Thiere, 1856, y Barbosa du Bocage, Catalogo de los reptiles de Portugal, aparte de una carta escrita en Noviembre de 1869 por el Sr. D. Manuel Paulino d’Oliveira al Sr. von Heyden, en la que se dice que ademas de las especies indicadas por el Sr. Barbosa du Bocage, se encuentran tambien en Portugal las siguientes: Coronella girundica D. et B., Cul- tripes provincialis Cuv., Triton cristatus Laur. y Triton punc- tatus Latr. Y si esto puede parecer suficiente tratandose tan sdlo de los reptiles portugueses, no lo es en manera alguna cuando se extiende el estudio 4 todos los de la Peninsula; pues suponiendo que, por creerlo comprendido entre los autores antiguos, no haya consultado el Dr. Béttger el Reise durch Tyrol, Oberitalien und Piemont nach dem Siidlichen Spanien, de Waltl, por haberse publicado en 1835 la primera edicion, y en 1839 la segunda, no hay motivo alguno para no haber consultado la Hrpetologia hispalensis seu catalogus methodicus reptilium et amphibiorum in provincia hispalensi viventium, auctore Antonio a Machado, 1859, que se publicé en el tomo tv de las Memorias de la Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid. En ella hubiera visto que la especie en cuestion se encuentra en los sembrados de la provincia de Se- villa, donde es facil cogerla; por manera que estaba ya indi- cada, no sdlo de Espaiia , Sino de su parte meridional, Andalu- cia, diez anos antes por un espanol. Poco tiempo despues, en 1861, lo cité yo como encontrado en otra localidad algo distante de la anterior, en la provincia de Valencia, segun puede verse en la primera edicion de mis Hlementos de Zoologia, pag. 297, sin dar importancia alguna al descubrimiento, pues sabia que se habia indicado de todo el litoral del Mediterraneo, y hasta creen algunos que se encuen- tra en el mediodia de Francia. Y por cierto que en la obra antes citada, por su caracter ele- mental, me limito 4 decir tan sélo la provincia donde se halla, sin hablar de las condiciones especiales de la localidad en que tuvo lugar el hallazgo, que no dejan de ser notables. Fué ésta la ciudad de Requena, que dun cuandé en la division civil corresponde a la provincia de Valencia, se halla ya colocada en 92 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) una altura considerable sobre el nivel del mar, en la meseta central de Espafia correspondiente 4 Castilla la Nueva, y con una temperatura durante el invierno casi idéntica 4 la que se experimenta en los alrededores de Madrid. Asi es que la vege- tacion del pais cambia por completo cuando se pasan los desfi- -laderos de las Cabrillas, que dividian antiguamente por este punto el reino de Valencia del de Castilla; ya no es posible el cultivo del algarrobo ; desaparecen por completo los cactos, pitas y adelfas, que con tanta lozania y sin necesidad del cui- dado del hombre crecen desde las Cabrillas hasta el mar, y los pocos olivos que se hallan, aparecen desmedrados, sufriendo con frecuencia sus brotes tiernos la desastrosa influencia de los intensos frios que se experimentan durante el invierno. Y es notable, en efecto, que este reptil, esencialmente meri- dional, se acomode bien 4 vivir 4 tal altitud, y con tan baja temperatura: durante el verano lo encontré con frecuencia en los ribazos que separan los campos cultivados, debajo de las piedras, huyendo al levantarlas con la misma 6 mayor ligereza que las lagartijas. En circunstancias analogas vive esta especie en Lanjaron, pues la ciudad se halla bastante elevada en la sierra de las Alpujarras, y el ejemplar recogido por el Sr. von Heyden tiene la particularidad de presentar seis dedos, asi en las extremida- des toracicas como en las abdominales, en vez de cinco que es el numero normal. Otras varias localidades en la Peninsula conozco de esta espe- cie ademas de las tres anunciadas; tales son Luchente, Ballada, Dehesa de la Albufera cerca de Valencia, y Abejuela en la pro- vincia de Teruel, donde el Sr. D. Eduardo Bosca encontro la variedad de fajas oscuras longitudinales; tambien se halla en Portugal, de donde me remitid hace ya tiempo un ejemplar el Sr. Baron do Castello de Paiva. Por manera que muy probable- mente la especie se halla extendida por todo el litoral de-la Peninsula, exceptuando la costa del Cantabrico, donde es mé- nos probable que se encuentre, y donde se halla reemplazada por otra de su familia, el lucion, Anguis fragilis L., asi como en el centro de la Peninsula hay otro escincido que representa a ambos, el eslizon, Seps chalcides L., frecuente en las prade- ras situadas al pié de la vecina sierra de Guadarrama. Tambien se enumera en el citado trabajo del Dr. Bottger el (5) Perez ArcaS.— ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 93 Alytes obstetricans Wagl., como nuevo para Espafia; pero esta especie, frecuente en los alrededores de Madrid, se halla igualmente incluida en el Catalogo del Sr. Machado, como una de las que habitan en la provincia de Sevilla, habiéndola en- contrado el ilustre profesor de aquella Universidad en las orillas del rio Guadaira. SEGUNDA PARTE. I. Pterostichus (Tapinopterus?) Azarze PER. LAMINA I.—FIGURA 7. Niger, nitidus, thorace cordato, posticé utringue profunde biimpreso, angulis posticis rectis, elytris striatis, striis leviter punctatis; antennarum articulo tertio secundo duplo longiore, ultimo, palpis tarsisque piceis. Longitud, 12"; anchura mayor, 4”°. Pterostichus Azare, Perez Arcas, Insectos nuevos. Primera parte, p. 9. En la Revista de Ciencias, 1865, publiqué esta especie por un solo macho que habia cogido en la sierra de Gredos; mas afor- tunado en una excursion entomoldgica por la de Béjar, encontré Jy 9 de esta especie, sin que haya logrado disipar las dudas acerca del sub-género en que debe estar comprendida, y que manifestaba ya al tiempo de describirla; los sefores Gemminger y Harold, en su Catalogus coleopterorum, se limitan 4 incluirla en el género Platysma, reunion del Zapinopterus, Tanythriz, Adelosia y otros, con el de Bonelli, y por lo tanto nada de- ciden en la cuestion; la opinion de Mr. Vuilleffroy, corrobo- rada, segun parece, por la del baron de Chaudoir, de gran peso en la materia, es que debe formarse un sub-género con varias especies espafiolas, como el Plerostichus atramentarius Rosenh., Martinezii Vuill., y la presente, siendo uno de sus mas nota- bles caractéres el que esta fuertemente truncado el ultimo ar- tejo de los palpos, y mus ensanchado el protérax en su parte anterior. 94 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) No ofrece la 2 en esta especie mas diferencias, comparandola con el <, que las que son comunes 4 todas las del género a que pertenece, como el no tener dilatados los artejos de los tarsos anteriores, y el ser & veces su tamafo un poco mayor, no ha- biendo entre los dos sexos diferencia alguna en cuanto al bri- llo, ni tampoco en los puntos pilfgeros del ultimo segmento ab- dominal, que existen en ambos en numero de dos, y muy proximos 4 la margen posterior. Thorictus sulcicollis Perr. LAM. I1.—FIG. 7. Ovatus, anticé latior, posticé angustior, nitidus, subtilissime punctatus, parce pilosus, piceus vel castaneus; epistomate mar- ginato, semicirculariter exciso; prothorace posticée longitudina- liter laté et profundé sulcato , lateribus non ciliato; elytris bast prothorace angustioribus, sub-triangularibus , minime ciliatis, punctatis, punctis ad latera evidentioribus; tibiis posticis sursum parum incurvis. Longitud 2,3%°—3"". Thorictus sulcicollis, Perez Arcas, Insectos nuevos. 3.* parte, pagina 59. A las localidades indicadas en la obra citada anteriomente (Madrid, Jaraicejo) hay que afadir que el Sr. Ehlers ha encon- trado esta especie en Villarobledo (la Mancha) en compafia de las hormigsas, y el Sr. Oberthiir (René) en Granada. En los ejemplares bien conservados se nota un caracter dificil de ver en los que no se hallan en las mismas circunstancias; tal es el que hay en la base del protérax, cerca de los angu- los, muchos pelitos dorados, muy cortos, que forman como un cepillo en la parte en que dicha base se apoya sobre los éli- tros, y tienen el aspecto de apéndices semejantes que suelen presentar en diferentes partes del cuerpo otros insectos mirme- céfilos, como los Claviger, alganas especies del género Myrme- donia, Dinarda, etc. 4Tendra este édrgano alguna relacion con el Aabitat particular, y las costumbres del insecto? (7) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 95 Thorictus Ehlersii, Nn. sp. LAM. 11.—FIG. 8. Caslaneus, ovatus, supra convezus, longé hirtus , infra sub- planus, prothorace posticée deplanato, leviter bisulcato, lateribus ciliato, angulis basalibus aureo-pilosis; elytris ad medium ele- vatis , anticé declivibus, callo humerali prominenti, sulco unico interno, sutura anticée profundé impressa. hong. 275; lat..17>. Patria. Mazarron, en los hormigueros (Ehlers!). Aovado, de color de castafia, brillante, con bastantes pelos desiguales, algunos muy largos. Cabeza ancha, transversa, finamente punteada, y con pelitos rojos muy cortos; antenas oscuras, un poco mas claras hacia la punta. | Protérax doble mas ancho que largo, convexo en la mitad anterior, declive en la posterior, con dos surcos en este punto, algo ménos distantes entre si que de los angulos posteriores, con pelos-cortos y largos dispuestos irregularmente, excepto en los lados, donde forman éstos una fila regular y le hacen pestafioso en este punto: el borde anterior es ligeramente bisi- nuoso, adelantandose un poco su parte media; los angulos an- teriores estan anchamente redondeados, y se continuan los bordes laterales despues casi en linea recta hasta un tercio antes de la base, donde forman un pequefio seno, al que corresponde una fosita poco profunda que hay en los lados; los angulos posteriores son agudos, un poco prolongados hacia atras, muy convexos por encima, estando limitados 4 los lados por la fosita lateral; la base es sinuosa, hundida, con un surco transverso antescutelar, bastante profundo; en su cuarta parte externa tiene una franja de pelitos cortos dorados, muy abundantes, que le forman una especie de cepillo, y que sdlo son visibles cuando el ejemplar esta bien conservado. Escudete muy pequenio, triangular, hundido, apenas visible. Elitros triangulares , redondeados posteriormente, muy con- vexos por encima en su parte media, formando su convexi- dad una curva regular hacia la parte posterior, y declives en 96 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) su parte anterior; con pelitos cortos unos, largos otros, que nacen de los puntos finisimos que hay esparcidos por su super- ficie, pero que no forman pestafas en los lados: el callo hume- ral es saliente, y esta separado en su parte interna por un surco bastante profundo; la sutura esta hundida en su parte anterior, pronunciandose mas este caracter, conforme se va acercando 4 la base del protorax. Los piés son del color del cuerpo; los tarsos po poco ménos largos que sus tibias. Se distingue bien esta especie de todas las demas del género por los dos surcos longitudinales de la parte posterior del pro- torax, por los angulos agudos de la base de éste, que es pesta- fioso en los lados, por los pelitos cortos y largos dispersos por toda la parte superior del insecto, por su callo humeral saliente, separado por un solo surco de la parte interna; es tambien no- table en ella la existencia del fieco 6 cepillo en la parte externa de la base, del mismo modo que en el 7%. sulcicollis Per. Dedico esta especie a D. Guillermo Ehlers, de Cartagena, que la encontré en unos hormigueros en los alrededores de Mazar- ron, y que ha hecho varios descubrimientos interesantes para la fauna espanola. Rhizotrogus niger WaALTL. Entre las especies descritas 4 la ligera por este viajero aleman en su Reise nach Spanien, se halla una, Melolontha nigra, que ha sido un enigma para los naturalistas hasta estos ultimos anos. Hay sin embargo una especie que suele ser comun 4 veces en los alrededores de Madrid 4 fines de Junio, descrita por Mr. Blanchard con el nombre de Amphimallus flavicornis, y que habia sido ya indicada de Espafia y 4un denominada por el conde Dejean en su catalogo, segun parece (pues es dificil en esto obtener seguridad completa), Rhizotrogus fulvicornis, cuya descripcion conviene punto por punto con la que da el Sr. Waltl en la pag. 68 de su obra. Faltaba comprobar de un modo auténtico la patria; Will, colector de Rosenhauer, no la encontréd en Andalucia, segun nos dice éste en Die Thiere Andalusiens; pero yo la tengo en ANTISANA _CORRIENTES ERUPTIVAS DE ANSANGO, YANA-VOLCAN Y PAPALLACT 7: x z S 4 Copiado del mapa de Humboldt con las correcciones necesarias. Longitud Occidental del Meridiano de Paris. fi re = ~ =—— AS M Rio Quijos ni o Qui terte Pingo ang 0. Tapibo nuevo « Nivel de los Paramo Sur Seccion por A B del Grater de Boliche-uco. P. Depositos de pumita yg arenas. T. Traguita antigua . C. Conglomerade tufaceo — traguitico- F, Filon que obtura el crater. altos params x y s ~ . ‘ = mY a Sinz NGL aah oe : A 0 ly; W jy YY Corte wransversal de la Corriente cruptiva de Ansango, frente de —Antisanilia iy i » ¥ i) aes i ¥ eT Uae “wt an Ne at rN han ni rue We oa Anales de la Soe. espanola de Hist: nat. Tomo LI? Lam. Po ujade pt Debray sc. ZL LRhisotrogus Midalgor Per. f, Micrositus nitidicollis Per 2, td. Tornostt Per. &, Astda Z apa Cert Per. 3, Mecrositus levis Per. 06, Athous jugicola Per Ue lapinoplerus Axar@e Per. Imp. Houuste Anales de la Soe. espanotla de Llist, nat. Poujade pt Tomo 1? Lam. Il. Debray se 1. Cneorhinaus spur pes 2. Lhy lacies planicollis 4 ea a ; S “ . 3. lreorhinus hypocyanus 4. Thylacttes clongatus Per. Per Bohem Per imp 4. Tiumarcha splendida Per 6 Chrysomela Craellsu Per Vis Thoriclus sulewollis Per é. id. Lhlersu Per: Hous te Anales dela Soc. eapatiola de llist. Nat. Tomo [° Lam Hl Poujade p! Debray se C he SLrophosomus palearius Per. ; & Adelops Cisnerosu Per 6. Duna Peres Imp. thardon ane yrlonis Z£ el 5. Dina CUPPeoVirens’ Asyvow Fer. Per. aie Mpeaiaets eat ‘Sat, ae nahi 9h — he ann Me = aye ati! « a Fa sri i vc ~~“ ; i pel % 7. ‘o« , i< en itn Rape ay ae n * xia} ib vp lee - te* 3% wees 7 Tr.) 7 « a / sms it eat 7 ae PAs ce ie "ba rr) g p ages . « . Ds a vib: mie ip aha vg : oe bi it Oy" ae : 7" - 7 : ve etic ry ase Riva urs Re a roy eee Os ante Sk On ag @ ry rt (Po ‘ \ ‘. fate A ‘ = ( 4 vad . he i ‘ Fl f Ss A \ ty ht F orl 5 ; 2 Hi ' 8 oaks ae Ps ap gai a oT rey we 7. ’ >»? 2 v At: se war y i, Wi (9) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 97 mi coleccion, enviada de Cérdoba por D. Bernardo Rosales, y esto hace desaparecer cualquier duda que pudiera quedar todavia. Asi es que, desde hace algunos afios, la remito a mis corres- ponsales en el extranjero con tal denominacion; y no hubiera creido necesario redactar una nota acerca de ello, si no hubiera visto que los Sres. Gemminger y Harold, en el tomo Iv de su Catalogus coleopterorum, publicado en Munich en 1869, conser- van como distintas especies el RA. niger Waltl, y flavicornis Blanch., debiendo desaparecer este ultimo nombre, por ser pos- terior la publicacion de Mr. Blanchard a la del Sr. Waltl. Rhizotrogus parvulus Ros. Rh. Hidailgoi Per. (olim in litt.) LAM. I.— FIG. l. El Sr. D. Joaquin Gonzalez Hidalgo me did para mi coleccion, hace ya cuatro 6 cinco afios, dos ejemplares de Rhizotrogus que habia recogido en una de sus excursiones malacoldégicas en los alrededores de Cartagena, y cuya especie no pude encontrar por mas que consulté todos los libros que tenia 4 mi disposicion; crei que era nueva, y le di el nombre del que la habia descubierto: despues de haber sido dibujada y grabada, he recibido un Rhi- zolrogus cogido en los alrededores de Cartagena por el Sr. Dieck, el cual me dice que lo ha comparado con los tipos del Sr. Rosen- hauer, y que no es otra cosa mas que su Rh. parvulus, descrito en la pagina 122 de Die Thiere Andalusiens. Al sexo femenino pertenece el ejemplar remitido por mi amigo el Sr. Dieck, y por una sola Q cogida en los alrededores de Malaga,-describié el Sr. Rosenhauer la suya; y aun cuando se notan algunas dife- rencias entre la descripcion del autor y el insecto remitido, no son de tal naturaleza que deba desecharse su determinacion; sobre todo, habiendo sido comprobado con los tipos. Diferencias notables tambien se encuentran entre éste y los dos ejemplares recogidos por el Sr. Hidalgo, siendo las de mayor importancia el ser casi mates, mas fuerte la puntuacion del pi- gidio, casi rugosa la de la frente, mas estrechos hacia atras, si bien esto ultimo pudiera explicarse por diferencias sexuales; ANALES DE HIST, NAT; —I, 4 98 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) pero en el resto convienen, en términos de que no se pueda du- dar que sean de la misma especie. Se advierte una particularidad notable en las antenas de estos dos ejemplares, cual es, el que en uno de ellos hay sdélo nueve artejos en las antenas, al paso que en el otro hay diez, como en la 2, y los dos Ultimos del funiculo estan en ambos mas 6 ménos prolongados hacia adelante, con tendencia 4 formar otras hojuelas. Se deduce de lo expuesto lo variable que es la especie, y al mismo tiempo la poca importancia que tiene el que uno de los artejos del funiculo esté 6 no dividido en dos (que es lo que hace que unas especies pertenezcan al sub-género Amphi- mallus y otras al Rhizotrogus propiamente dicho), segun he in- dicado ya en otras ocasiones. Rhizotrogus Tornosii, Nn. sp. LAM. I.—FIG. 2. Ovato-oblongus, posticé latior; lateritius, elytrorum margini- bus leviter obscurioribus; capite anticé emarginato, supra reflexo, Fronte punctato-rugosa, et selosa; antennis decem-articulatis, clava maris funiculo equali, femine dimidie longitudinis; prothorace marginibus omnibus longé ciliato, lateribus rotun- dato-ampliato, supra punctato, punctis discretis; scutello lato, triangulari, nitido, ad basin grossé punctato; elytris supra sub- depressis, punctatis, ciliatis, basi longitrorsis bifariam hir- sutis. Longitud, 14°™—18™; anchura, 7"—9™. Patria. Cuenca. Aovado-oblongo, mas ancho posteriormente, sobre todo en las 2, de color rojo-testaceo, mas 6 ménos oscuro en los bordes de los élitros. La cabeza tiene el borde anterior ligeramente doblado hacia arriba y escotado en su parte media; todo el epistoma esta cu- bierto de puntos profundos, separados unos de otros, y el limite entre esta parte de la cabeza y la frente se halla marcado por un finisimo surco, acompajiado de una linea mas oscura; los puntos que cubren la frente son mas gruesos, mas numerosos, Megando 4 ser confluentes, y de cada uno sale un pelo corto y (il Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 99 rigido: los palpos son rojizos, el ultimo artejo aovado-puntia- gudo, con la fosita profunda: las antenas tienen diez artejos, y la maza en los o es tanto 6 mas larga que el funiculo, en las Q una mitad mas cortas que éste: su color apenas mas claro que el del resto del cuerpo. Hl protérax es doble mas ancho que largo; todos sus angulos son obtusos y ligeramente redondeados; el borde anterior forma un arco de circulo bastante regular, es estrecho cerca de los angulos y va ensanchando hasta la linea media; los laterales son crenulados, oblicuos hacia atras y hacia fuera en los tres quin- tos de su longitud, se redondean en este punto para cambiar de direccion é ir 4 unirse al posterior casi en linea recta: la base forma un lébulo bien pronunciado en la parte media: por encima esté cubierto de puntos mayores, mas profundos y mas espacia- dos que los del epistoma; en el. medio se notan vestigios de un surco longitudinal muy poco profundo, y varias veces interrum- pido; 4 los lados, encima de la dilatacion mayor, una ligera fo- sita acompanada de una mancha algo mas oscura: es lampifio en el medio, pero en los bordes hay una 6 dos filas de pelos ri- gidos 6 cerdas, tanto 6 mas largas a veces que la longitud de é1; ocupan estas filas de cerdas todos los bordes laterales, una anchura igual a la de la cabeza en el anterior, y el lobulo de la base en el posterior. El escudete es triangular, brillante, liso, con algunos puntos gruesos a los lados. Los élitros son dos veces y media mas largos que el protérax, tan anchos como él en la base, ensanchando poco & poco hasta cerca del extremo donde se halla la mayor anchura; ligeramente deprimidos por encima; su color es el general del cuerpo, pero suelen tener los bordes externo y sutural algo mas oscuros: éste es estrecho anteriormente, bastante elevado, y poco ménos una costilla tanto 6 mas ancha que él, que se extiende por la mitad del élitro sin llegar al extremo ni 4 la base, dejando 4 uno y otro lado un surco ancho y bien marcado; sigue a esta costilla otra mas estrecha y ménos elevada, y se notan vestigios de una ter- cera que, naciendo debajo del callo humeral, desaparece al llegar al tercio posterior; estan cubiertos los élitros de puntos casi iguales 4 los del protérax, con tendencia 4 unirse transversal- mente en su parte media, dandoles un aspecto casi rugoso, Uni- camente cerca de los lados y en el extremo estan bien separados 100 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) unos de otros: en la base hay varios pelos largos y rigidos, se- mejantes 4 los del protérax que se prolongan en dos filas por los surcos que quedan 4 una y otra parte de la primera costilla; la fila interna llega hasta el tercio posterior del élitro, la externa no pasa del primero, si bien una y otra se continuan con otros pelitos mas cortos y escasos, de los que se ven alguno que otro por el resto de la superficie del élitro; como en muchas otras especies del género el borde externo de los élitros esté adornado de una franja de pelos dispuestos con suma regularidad, que siendo casi tan largos como los del protérax en la base van de- creciendo hasta el angulo sutural. El pigidio y propigidio tienen puntos tan gruesos y profundos como los de los élitros; pero estan espaciados en el primero, y son muy abundantes en el segundo. Por debajo el color es algo mas claro; el pecho cubierto de pelos largos, sedosos y abundantes; la parte media de los tres primeros anillos abdominales es brillante con puntos pequenos y escasos, los lados y los ultimos anillos tienen puntos mas gruesos y profundos: los piés son robustos; en las tibias ante- riores hay tres dientes, el primero largo y agudo, el ultimo muy poco saliente ; y en-la base de todas las ufias un diente bastante agudo. Se distingue el ¢ de la Q, ademas de su estatura y anchura menor, por la longitud de la maza de las antenas doble mayor que en las 2, sus tarsos posteriores tanto 6 mas largos que las tibias; en la 2 la maza es tan solo de una mitad de la longitud del funiculo, los tarsos de atras son algo mas cortos que las tibias, y el abddmen es mas abultado y convexo. Especie bien distinta de todas las demas por los larg‘os y fuer- tes pelos que erizan los bordes del protérax, la base y los dos surcos de los élitros; algo parecida es al RX. thoracicus Zoubk., de los Altos Pirineos, pero en éste el protérax tiene doble la puntuacion, los pelos son la mitad mas cortos, en los élitros existen tan solo en el borde externo, la coloracion es diver- 8a, etc. Patria. Cuenca, de donde me remitid algunos ejemplares en 1856 una persona que se ocupaba en las faenas del campo: posteriormente lo he recibido del Sr. Martinez y Saez, y del senior Sanchez Pozuelo, disecador en el Museo de Ciencias naturales. Dedico esta especie al director del Gabinete de Historia Natu- (13) Perez ArcaS.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 101 ral, el Sr. D. Lucas de Tornos, nuestro colega, y mi antiguo maestro y amigo. Athous jugicola, n. sp. LAM. I.—FIG. 6. Flongato-angustatus, sub-nitidus, punctatus, niger, nigro-pu- bescens; capite antice rotundato, medio triangulariter excavato; antennis acuté serratis , articulo secundo conico, minore, tertio triangulari, quarto feré equali; prothorace latitudine longiore, sulco longitudinali posticée profundiore, punctato, punctis in medio mediocribus, discretis, ad latera majoribus, umbilicatis, sub-confluentibus, angulis posticis acute carinatis ; elytris poné humeros constrictis, striatis, striis anticé profundioribus, suble- vibus , postice punctatis, intervallis convexis, punctatis; pedi- bus nigris, articulis secundo tertioque infra productis ; quarto precedenti duplo minore, unguibus rujis. Longitud, 14"°"—16""; anchura, 4"°,5—5"",5. Patria. Sierra de Guadarrama!, de Gredos!, Alberca de Sala- manca! Prolongado, negro, cubierto de pelitos del mismo color y algo brillante. Cabeza cubierta de puntos, ligeramente oblongos, con una profunda depresion triangular que ocupa gran parte de la frente y epistoma; el borde anterior de éste redondeado; las antenas fuertemente aserradas, mas largas en el o que en la Q, con el segundo artejo conico, y el tercero triangular, poco menor que el siguiente. Protérax mas largo que ancho, cubierto de puntos profundos, separados por intervalos menores que su diametro en la parte media, grandes, umbilicados y casi confluentes en los lados; con un surco en el medio, mas profundo posteriormente; angu- los de la base con una quilla saliente, divergentes y oblicua- mente truncados. Escudete convexo, finamente punteado y cubierto de pelitos grises. : Elitros doble mas largos que lacabeza y protérax reunidos, mas anchos que éste en la base, con un ligero seno detras del callo 102 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) humeral, algo deprimidos por encima, con estrias profundas y casi lisas en la parte anterior, mas ligeras y con puntos en el resto del élitro; intervalos convexos, cubiertos de numerosos y pequefios puntos, de cada uno de los que sale un pelito negro» corto y reclinado hacia atras; sdlo en la base y en el borde ex- terno suele haber algunos de color gris 6 blanquecinos. Por debajo es negro, punteado y pubescente; los piés son lar- gos; el segundo y tercer artejos se prolongan inferiormente en una lamina corta; el cuarto es la mitad menor que el anterior; el Ultimo, tan largo como los tres anteriores reunidos, termina en ufias medianas y rojizas. Como en las demas especies del género, se distingue en ésta la Q del & por tener el protérax proporcionalmente mas corto y convexo, y el cuerpo todo algo mas ancho. ~ $e encuentra en las altas praderas de la-sierra de Gredos y Guadarrama; la he cogido en los meses de Junio y Julio en Mi- raflores de la Sierra, La Granja, el Escorial, Villatoro, Nava- redonda, Barco de Avila, y en la Alberca (provincia de Sala- manca). : Es esta especie muy afine al Ath. niger L., con la que la tenia confundida, hasta que en 1860 cogi ejemplares en la cadena del Jura de la especie linneana; ambas pertenecen, por la estructu- ra de sus tarsos y antenas, al sub-género Hschscholtzia del conde de Castelnau (Crepidophorus Muls. ), y corresponden por lo tanto & la primera seccion y primera sub-seccion que de este género hace Candéze en su monografia de los elatéridos, pero se distin- gue el Ath. jugicola por tener negros los pelitos que cubren el cuerpo, mas profundos y abundantes los puntos, sobre todo en el protorax, lo cual influye en que no sea tan brillante, es mas estrecho y ménos convexo éste; los élitros no se hallan dilatados en su mitad posterior, la depresion triangular de la cabeza es mas profunda, etc.; del Ath. tartarus Cand. le separa igual- mente la puntuacion del protérax y la pubescencia, del A?A. mutilatus Ros., ademas de estos dos caractéres, el no tener gra- nulosos los intervalos de los élitros, ni truncado el borde ante- rior del epistoma, el ser saliente la quilla de los angulos poste- riores del protérax; de las demas especies del mismo grupo su coloracion uniformemente negra. (15) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 103 Asida Zapaterii, Nn. sp. LAM. I, —=FIG. 5. Oblonga (S) velovalis (Q), nigra, brevitér pubescens , supra opaca, subtus nitidiuscula; prothorace longitudine duplo latiore, crebré punctato, punctis sub-rotundatis, anticé emarginato, ciliatoque, posticée truncato, angulis posticis parum productis, elytris tuberculis minutissimis, adpressis undique coopertis, sep- tem-costatis, costis rectis, prominulis, tertid, quintd, septimé- que elevatioribus, sextd obsoletiore: tibiis posticis muricatis. Longitud, 14"°—16™; anchura, 8"—10™. Patria. Albarracin (Zapater! ). Cuerpo oblongo en el o”, oval en la, negro, opaco por en- cima, algo brillante por debajo. Cabeza cubierta de puntos redondos y umbilicados, tan pré- ximos, que sus intervalos forman una especie de reticulacion; deprimida anteriormente, con una fosita ancha y poco profunda en la frente y una depresion transversa entre las antenas; pal- pos fuertemente securiformes, con el ultimo artejo rojizo en su extremo; antenas robustas, punteadas y cerdosas, el penultimo artejo transverso, el ultimo pequefio y rojizo; dirigidas hacia atras no llegan al angulo posterior del protérax. Este es doble mas ancho que largo, mas estrecho en el apice que en la base, con los bordes laterales redondeados y los angu- los posteriores prolongados hacia atras; esta cubierto de puntos apenas ovales en el medio, redondeados en los lados, de cada uno de los que nace un pelito rojo que no sale generalmente del punto, y que solo es visible en cierta posicion; las expansiones laterales, poco extensas, estan cubiertas de tubérculos no muy grandes, y entre ellos hay tambien pelitos rojos algo mas largos que los del disco; el borde anterior es pestafioso, siendo las pestafias numerosas y prolongadas; la base ofrece dos sinuosi- dades laterales, y su parte media es truncada. Escudete ancho, triangular, punteado y cubierto en la base de pelos rojos. Elitros dos veces mas largos que el protérax, mas anchos que éste en la base, casi deprimidos en su mitad anterior y muy de- 104 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) clives en la posterior; cubiertos de pequefios tubérculos casi con- fluentes, y con pelitos rojos muy cortos, sobre todo en los <; cada uno tiene siete costillas poco elevadas, pero distintas, que nacen acorta distancia de la base, y desaparecen en el extremo de cada élitro, resultando siete & ocho surcos bien marcados en cada éli- tro; las costillas tercera, quinta y séptima, son mas prominen- tes y generalmente mas brillantes, porque en ellas son mas esca- sos los tubérculos; 4 veces la primera es analoga a las demas im- pares; la sexta es la ménos perceptible y la mas corta de todas: la quilla lateral de los élitros es fina, poco saliente, distinta hasta el Angulo sutural, pero ensanchada tan solo en los hom- bros; las epipleuras son brillantes, y en ellas los tubérculos, en vez de ser contiguos como en la parte superior, estan muy se- parados unos de otros. Toda la parte inferior es brillante, como las epipleuras, con numerosos y pequefios puntos, de cada uno de los que sale un pelito rojo, mucho mas largo que los de la parte superior, y por lo tanto bien visibles; los piés son robustos; las tibias anterio- res tienen el 4ngulo externo agudo y prolongado, las interme- dias y posteriores ofrecen tubérculos espiniformes mas 6 ménos salientes. : Se distingue el ¢“ de la Q, ademas de tener el cuerpo mas es- trecho y prolongado, ménos convexo superiormente y casi siem- pre mas opaco, por sus tarsos anteriores, tanto 6 mas largos que las tibias, y algo mas cortos que éstas en las 9. Se encuentra esta especie en Albarracin (Aragon), donde la ha cogido con muchos otros insectos interesantes el Sr. D. Ber- nardo Zapater, nuestro compaiiero de expediciones cientificas, & quien la dedico como débil muestra de agradecimiento por su bondad y liberalidades. Pertenece esta especie 4 la segunda division, II, A” de la monografia de este género publicada por Mr. Allard en Z’A bei- lie; sus puntos protoracicos casi redondos la aproximan 4 la As. castellana Gr.; pero en ésta los élitros son lampiiios, la re- gion escutelar punteada, las costillas ménos salientes, los tu- bérculos ménos numerosos, etc.; entre las que tienen oblongos los puntos del protérax, tiene analogia con la As. porcata F. y costulata Sol., distinguiéndose facilmente de ambas por los pun- tos del protdrax, mas espaciados y menores en la especie arago- nesa; las costillas de los élitros mas salientes y dispuestas de (17) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 105 otro modo: tambien debe ser analoga segun la descripcion, pues no conozco la especie, 4 la As. tangeriana Sol., que segun Allard, se encuentra igualmente en Espana; pero entre otros ca- ractéres hay en ésta el de que sdlo tiene en los élitros tres 6 cuatro pequenios surcos ondulados muy poco marcados, lo cual indica que las costillas de los mismos no son prominentes, asi es que se la compara con la AS. costulata Sol., de la cual sdlo se la distingue por la puntuacion del protérax y por los tubérculos de los élitros. Asida Cardonee PEr. Tres nombres diversos se han dado en el espacio de un afio a esta notable especie menorquina. Apenas publicadas las deno- minaciones posteriores, se ha reconocido que ya estaba descrita, pues es una de las especies mejor caracterizadas y que mas fa- cilmente se distingue. En 1868 la publiqué en la tercera parte de mis Jzsectos nuevos 6 poco conocidos, dando la caracteristica de ella y su descripcion lata, é¢ indicando sus analogias; en el mismo afio en una publicacion autografica, Coléoptéres nou- veauaz, insertd Mr. Allard la frase especifica de la misma, dan- dole el nombre de As. Reichei; y en el ano siguiente volvidé 4 describirla el Sr. Schaufuss en el Beitrag zur Kenntniss der Coleopteren-Fauna der Balearen, con el nombre de As. horrens. No cabe la menor duda de que este Ultimo nombre debe ser relegado 4 la sinonimia; pero pudiera haberla respecto 4 los dos primeros, como publicados en el mismo aio: hay, sin embargo, “una circunstancia que decide desde luego la cuestion, y es que en ambas publicaciones hay en la fecha, ademas del ajfio, el mes en que se dieron 4 luz; Setiembre de 1868 lleva al pié mi tercera parte de los insectos nuevos; Octobre 1868 la autografia de Mr. Allard; por manera, que la denominacion As. Cardone tiene prioridad sobre As. Reichei; Mr. Allard sabia esto, puesto que tuve el honor de remitirle un ejemplar de mi publicacion, y sin embargo ha procedido con tan poca equidad, que ha dado la preferencia a su denominacion en la monografia que publicé en LZ’A beille algun tiempo despues. Tambien los Sres. Gem- minger y Harold en su Catalogus coleopterorum siguen la opi- nion de Mr. Allard, fiados quiza tan sdlo en la monografia y sin consultar los documentos originales. Es, pues, una correc~ 106 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) cion que debe tenerse presente al publicar el suplemento de obra tan importante. Asida Moree PEnr. El Sr. Allard en su monografia, hace sindnima esta especie de la As. crassicollis Fairm. <, dando la preferencia 4 esta de- nominacion; en lo cual incurre en notable falta de imparciali- dad, pues Mr. Fairmaire publicé la descripcion de su especie en _ el tercer trimestre de los Annales de la Societé entomologique de France, que lleva la fecha de 28 de Octubre de 1868, y la tercera parte de los Insectos nuevos es de Setiembre del mismo afio, por lo cual deberia prevalecer el nombre de As. More; pero ambas especies -son completamente diferentes, ésta de la primera division, la del Sr. Fairmaire de la segunda; la mia con el protérax tuberculoso, muy delgadas, elevadas y ensan- chadas sus margenes, con los élitros planos é indicadas tan sdlo las costillas, que son pelosas; la 4s. crassicollis Fairm. con el protoérax punteado, las margenes gruesas, abultadas, tres grue- sas costillas en cada élitro, etc.; por manera, que solo 4 una dis- traccion es posible achacar el que haya puesto tal sinonimia, tanto mas, cuanto que segun dice en la introduccion de su mo- nografia, Mr. Fairmaire le permitid estudiar los tipos de las especies descritas, y yo, 4 peticion suya, le remiti, no tan sdlo los tipos de las especies que habia descrito, sino todos los ejem- plares espatioles de mi coleccion. Y en efecto, en carta que me escribidé en 20 de Febrero de 1869, Mr. Allard dice que mi As. More es un ¢ de la AS. ingui- nata Ramb.; con esta especie, en efecto, tiene mas analogia, y quedé enténces dudoso, por cuanto sdélo tenia una Q de esta es- pecie, comprada al Sr. Schaufuss, con varios otros insectos anda- luces; despues he adquirido oy Q de Tanger, y ultimamente me remitié de Malaga un ¢ el Sr. Aragoncillo, ilustrado cate- dratico de Historia natural en el Instituto de esta ciudad, y he podido convencerme de que son dos especies enteramente diver- sas; en la As. More Per. las expansiones laterales del protérax son mas ensanchadas y elevadas, la forma de éste diversa, sus tubérculos menores y mas espaciados, la quilla lateral de los élitros muy saliente en toda su extension y mas elevada que la sutura, etc. (19) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA BSPANOLA. 107 Micrositus levis PER. LAM. I. —FIG. 3. Oblongus, convexus, levitér punctatus, niger, sub-nitidus, thorace punctato, ad latera subreticulato, angulis posticis obtu- sis; elytris latitudine paulo longioribus, posticé fortiter conve- xis, levigatis, sub-indistincté punctato-striatis , interstitiis ter- tio, quinto, septimoque posticé elevatis. Longitud, 9™",5; anchura, 5,5. Micrositus levis, Perez Arcas, Jnsecios nuevos. Primera parte, pagina 15. Patria. La Serrota! en la provincia de Avila. No he tenido ocasion de volver & encontrar esta especie, tan notable entre sus congéneres, que me ha parecido conveniente dar 4 conocer el excelente dibujo que de ella hizo Mr. Migneaux en 1860, y que no llegé a publicarse por causas ajenas 4 mi voluntad. Micrositus nitidicollis, wn. sp. LAM. I.—FIG. 4. Elongatus , niger, nitidus ; capite thoraceque densé punctatis, punctis rotundatis; elytris latitudine duplo longioribus, 9-stria- tis, siriis externis profundioribus; intervallis internis anticé deplanatis, postice cum octavo et noveno compresso-carinatis, septimo cum angulo humerali oblique, interstitiogue tertio pos- tice conjuncto, & basi ad apicem elevato-carinato; tarsis anticis oS levitér dilatis, femoribus posticis glabris. Longitud, 12""°—13™; anchura, 3°",5—4™. Patria. Mallorca (Paz!). Prolongado, casi paralelo, ligeramente convexo, negro, bri- llante. Cabeza convexa, cubierta de puntos mas gruesos en la frente, que van siendo menores y mas espesos al acercarse 4 los bordes anterior y laterales; sin sutura frontal, las genales apenas 108 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) perceptibles; dirigidas las antenas hacia atras alcanzan el ulti- mo cuarto del protorax. Este es casi doble mas ancho que largo; el borde anterior escotado en arco de circulo con dos sinuosidades post-oculares, los laterales se ensanchan mas (Y) 6 ménos (.) hasta cerca de la base, donde forman un seno que hace sean ligeramente sa- lientes los angulos posteriores; la base ofrece dos sinuosidades correspondientes al quinto intervalo de los élitros, la margen del apice y de la base es fina, y generalmente interrumpida en su parte media, la de los lados es mas gruesa y saliente, sobre todo en su parte anterior; la superficie esta cubierta de puntos muy pequenios, redondos, y que dejan entre si espacios iguales a su diametro; solamente a los lados son mas espesos y ligeramente prolong'ados, por lo cual la superficie es mas brillante que el resto del cuerpo. Escudete en forma de segmento de circulo, tres veces mas an- cho que largo, con puntos muy finos. Elitros doble mas largos que anchos, casi paralelos en sus dos tercios anteriores, apenas dilatados en el posterior; con nueve estrias 6 séries de puntos, superficiales las cinco internas en su mitad anterior, la sexta, sétima y octava profundas, casi sulci- formes, todas con puntos redondos de mediana magnitud; los intervalos estan cubiertos de puntos menores y mas espaciados que los del protérax; los internos son débilmente convexos, pero el tercero, quinto, sexto, octavo y noveno en su mitad posterior, y el sétimo en toda su extension son comprimidos, mas 6 ménos elevados, en forma de quilla; éste se une al noveno en el angulo humeral por una protuberancia oblicua, con él se une tambien el tercero en la parte posterior, en la cual se reunen antes el cuarto y sexto, limitando posteriormente el quinto, que es muy elevado en este punto. La parte inferior esta cubierta de puntos finos en la parte me- dia del prosternon, en el abdémen y en los piés, gruesos en el resto del pecho, y con tendencia 4 formar surcos longitudina- les en los lados del prosternon. . Se distinguen el & de laQ por tener el protérax mas estrecho, mas paralelos sus lados, el abdémen céncavo longitudinalmente en la base, y los tarsos anteriores ligeramente ensanchados. Los ejemplares de mi coleccion proceden de Mallorca, donde los cogié el Sr. D. Patricio Maria Paz y Membiela. (21 Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 109 El tener el «* ligeramente ensanchados los tarsos anteriores me ha hecho dudar de si deberia 6 no colocarse la especie en este género, por cuanto MM. Mulsant y Rey, autores de él, dicen que sus tarsos son delgados en ambos sexos como perte- neciente al mismo grupo donde colocan el género Phylaz, y Mr. Jacquelin du Val se sirve precisamente de este caracter entre otros para separar estos dos géneros de los que les son mas afines; y todavia aumentéd mi duda el que habiendo com- prado al Sr. Schaufuss de Dresde, “ y Q de un Litoborus que decia haber descubierto en las Baleares, me remitid ~ y Q del M. semicostatus M. et R., que es muy afine 4 la especie aqui descrita, y cuyo % ofrece tambien ligeramente dilatados los tarsos. Principié por estudiar el género en que debian colocarse estos insectos, y me convenci pronto de que no era posible que formasen parte del Zitodorus, por cuanto la formacion del hom- bro, caracter esencial, es muy distinto, y enteramente seme- jante a lo que se nota en los demas Micrositus; mas analogia le encontré con los Phylax, pero la carencia de sutura frontal, el tener poco saliente la quilla ocular interna, el no ser divergente ni muy saliente el Angulo humeral, impiden colocarle en este e@énero por mas que ambos sean tan analogos que sera necesa- rio reunirlos, y con mucha mas razon que la que ha habido para reunir los géneros Olocrates y Heliopathes, de aspecto tan di- verso en el homogéneo grupo de los pedininos. El que haya entre las especies del género Jicrositus algunos con tarsos dila- tados en los po’, no debe ser motivo suficiente para formar un nuevo género, por cuanto ejemplos analogos se observan en las especies del Zztoborus. Entre todas las del Micrositus no es posible confundir esta especie sino con el M/. semicostatus M. et R., que tambien se encuentra y con mas abundancia en las Islas Baleares; pero sera facil distinguirlas, porque en ésta los puntos de la cabeza y del protérax son mucho mayores, mas espesos y umbilicados en gran parte, el cuerpo todo por encima mas deprimido, mas ancho el protérax y de forma diversa, las estrias mucho mas profundas, los puntos de ellas transversos y anchos de manera que llegan 4 ser crenuladas, al paso que los de los intervalos son menores; éstos son muy convexos los internos, mas compri- midos los externos desde el quinto, que lo es en toda su exten- sion, y es el mas saliente de todos. El tener inermes las tibias 110 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) anteriores le distingue del M@. tumidus M. et R.; la longitud de los élitros de los M. orbicularis M. et R., distinguendus M. et R., montanus M. et R., ulyssiponensis Germ., obesus Waltl, Paive Per., levis Per., granulosus Bilb., y agricola M. et R.; por el sétimo intervalo elevado en toda su extension y unido al an- gulo humeral de los I/. miser M. et R., Heevi M. et R., gibbulus Motsch., swbcylindricus Motsch.; por su protérax con puntos pequenos y redondos de los M. melancholicus M. et R. y furvus M. et R.; por los muslos no pubescentes en los oy la forma ménos prolongada, del M. longulus M. et R. Cneorhinus hypocyanus Bouem. Cneorhinus sulcicollis Perez (olim. in litt.) LAM. IIl.—FIG. 3. Oblongo-ovatus, niger, squamis supra brunneis, infra albidis tectus; rostro basi constricto , supra deplanato , funiculi articu-. lis latitudine sua longioribus; prothorace transverso, latertbus parum ampliato, ad basim longitrorsis canaliculato, utringueé foveolad vel canaliculad obliqud impresso; elytris punctato-stria- tis, setis reclinatis adspersis. Longitud, 7"7—10™; anchura, 2"°,5—3",5. Patria. Coimbra (Paulino d’Oliveira! ). Aovado-oblongo, negro, enteramente cubierto por escamitas, cenicientas por debajo y pardas por encima, el color suele ser mas oscuro 4 los lados en el protérax y en los élitros, y se indi- can 4 veces algunas manchas mas claras, como tambien se sue- len encontrar escamas con brillo metalico. La cabeza es plana en la region frontal, tiene los ojos hemis- féricos y no muy salientes, el pico ancho, deprimido en su parte superior, desigual, y separado del resto de la cabeza en su base por un surco transverso, profundo y poco arqueado; dirigidas las antenas hacia atras llega el escapo al centro del ojo, y la punta de la maza alcanza la base del protérax, todos los artejos del funiculo son mas largos que anchos, y la maza poco mas larga que los tres precedentes reunidos. El protérax es mas ancho que largo, mas estrecho en el apice (23) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 11 que en la base, con un surco longitudinal en ésta, que llega hasta el tercio anterior, y dos pequefias fositas estrechas y obli- cuas 4 los lados, que estan muy poco dilatados. Los élitros son tres veces mas largos que el protérax, mas an- chos anteriormente que la base de éste, estriado-punteados, las estrias finas, los puntos oblongos, los intervalos poco convexos, y una 6 dos séries de pelitos reclinados, dispuestos con poco 6ér- den, en cada uno de ellos; las escamas son poco mayores que las del protérax y algo convexas. Por debajo esta cubierto el cuerpo de escamitas planas, ya blancas, ya ligeramente azuladas, mezcladas 4 veces con otras oscuras; las de los piés son de este color generalmente, y las tibias presentan en su borde interno tubérculos agudos poco prolongados. Me ha parecido conveniente describir de nuevo esta especie, en razon de que por no haber tenido el Sr. Boheman 4 su dispo- sicion probablemente mas que un o& y una Q al describirla en la obra de Schénherr, no son suficientes para reconocerla los caractéres que da de ella, por lo que para la mayor parte de los entomdlogos es desconocida; mi amigo y corresponsal el senor Paulino d’Oliveira, profesor de la Universidad de Coimbra, me remitiéd varios ejemplares, y creyendo que constituian una es- pecie nueva les impuse el nombre de Cz. sulcicollis, bajo el que los he remitido 4 varios entomdlogos, sin que me hayan hecho observacion alguna en contrario; léjos de eso admitieron como nueva mi especie. Asi es que el capitan prusiano von Heyden, dice en su Hutomologische Reise haberla encontrado en los alre- dedores de Coimbra, designandola con el nombre que yo le im- puse, y mas explicito todavia el Sr. Kirsch que tan bien conoce la familia de los curculiénidos, al describir otra especie, el Cn. cordubensis (carinicollis mihi, olim in litteris) dice lo affine que es esta especie al Cz. sulcicollis Perez, y que tambien debe serlo al Cn. hypocyanus Bohem., &un cuando no la conoce (... und mit der mir unbekannte hypocyanus S. sehr viel Aehn- lichkeit haben muss... p. 173), manifestando de esta manera desconocer la identidad de ambas especies. El Cn. hypocyanus Bohem. fué cogido en Portugal por el conde de Hoffmansegg, que le impuso tal denominacion; con ella se encuentra en el catalog del conde Dejean, y le describié Bohe- man por vez primera en 1833 en la monografia que de esta fa- 112 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) milia publicéd Schénherr por ejemplares de la coleccion de Gy- llenhal que le comunicéd Schuppel. Nada habla Boheman de coloracion azul en la parte inferior del cuerpo, que fué lo que seguramente llamo la atencion de Hoffmansegg para llamarle hypocyanus, y es que esto debe ser variable, pues en los ejem- plares que poseo, en unos se ve distintamente un viso azulado en la parte inferior del cuerpo, en otros tan sdlo debajo de la cabeza, y en otros se encuentran manchas parduscas sobre el co- lor blanco. El detenido estudio que me he visto obligado 4 hacer para publicarla como nueva, me ha hecho conocer cuales han sido las causas de no haberla reconocido entomdlogos tan entendidos como los citados; éstas han sido el que Boheman la coloca en una seccion caracterizada por tener prolongados los artejos cuarto al octavo de las antenas, lo cual es exacto, y ademas la frente con una linea longitudinal impresa como en el C2. pro- digus F., ludificator Gyl., etc., lo cual no es constante. En los ejemplares de mi coleccion, una @ tiene en la frente una fosita, mas bien que linea, bastante profunda; en otra la fosita es superficial, en otras dos falta por completo, lo mismo que en el %; lo cual demuestra que no es este caracter constante, y explica la duda expresada por Boheman al decir que el o& se distingue de la Q por ser menor, tener mas largo y estrecho el pico y canaliculada la frente. Pero si se prescinde de este carac- ter de la frente, que lo mismo que el de la coloracion es varia- ble, lo demas de la descripcion conviene a los insectos indica- dos, que por su protérax canaliculado y la fosita lateral que presentan cerca de la base, constituyen una especie perfecta- mente distinta de todas las demas conocidas hasta ahora del gé- nero Cneorhinus. Cneorhinus spinipes, N. sp. LAM. II.—FIG. 1. Ovato-oblongus , supra converus, infra sub-planus , niger, squamis albis et e@neis confertim obtectus; oculis prominulis, fronte converd, rostro longitudinaliter impresso, tricarinato, an- tennarum articulis guarto-septimo nodosis, transversis; protho- (25) Perez ArcaS.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 113 race anticé posticégue equé constricto, lateribus fortiter dila- tate-rotundato; elytris striato-punctatis, punctis sub-rotunda- tis, squamis et interstitiis converis; tibiis omnibus intis acute Spinosis. Longitud , 6—7™"; anchura, 2—2™",6. Patria. Alberca de Salamanca!, Sierra de Gredos (Mar- tinez!). Aovado-oblongo, convexo por encima, enteramente cubierto por escamitas pardo-bronceadas por arriba con manchas difu- sas blanquecinas, y de este ultimo color por debajo. Cabeza gruesa, frente convexa entre los ojos, que son hemis- féricos y muy salientes; el pico poco mas largo que la cabeza, con una ancha depresion por encima y una ligerisima quilla longitudinai en el medio, separado de la frente por un estrecho surco, mas profundo cerca de los bordes de aquél, que son sa- lientes; dirigidas las antenas hacia atras alcanza el escapo al borde posterior de los ojos, y la punta de la maza 4 la base del protérax, el primer artejo del funiculo es mas largo que el se- gundo, ambos son prolongados y los demas transversos, la maza es puntiaguda y poco mas larga que los tres artejos an- teriores reunidos; son negras, excepto aveces el extremo de ésta que aparece mas 6 ménos rojizo. El protérax transverso, redondeado en los ihaae. casi tan ancho en el 4pice como en la base, muy convexo por encima, con una quilla longitudinal en el medio muy poco saliente, que a veces desaparece en todo 6 en parte; las escamas que lo revis- ten apenas son mayores que las de la cabeza, de color blanque- cino, con dos fajas longitudinales 4 los lados, y 4 veces otra del mismo color en su parte media; algunos pelitos cortos y delga- dos salen entre las escamas sin 6rden alguno, siendo mas abun- dantes en los lados. Escudete muy pequeiio, triangular. Elitros aovados, mas anchos en su base que la del protérax; corresponde su mayor anchura al cuarto anterior, desde donde van estrechando con regularidad hasta el extremo, mas obtuso en las 2 que en los (’; las estrias son estrechas, pero profundas, los puntos que hay en ellas son redondeados y apenas distan mas entre si que el diametro de uno de ellos; las escamas que cubren por completo los élitros son convexas y mas pequefias que las del protérax y cabeza, unas bronceadas, otras blan™ ANALES DE HIST. NAT.—=J, : 8 114 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) quecinas, ag'rupadas de modo que forman manchas irregulares, no bien limitadas, ya mas numerosas las unas 6 las otras, de modo que aparecen los élitros bronceados con manchas blancas, 6 blancos con manchas bronceadas; los intervalos son anchos, poco convexos, y 4 lo largo de ellos se nota una fila de pelitos amarillentos, algo mas largos en la parte posterior, y dispues- tos con regularidad, excepto en el quinto, que es mas ancho que los demas, y 4 veces en el tercero, sobre todo hacia atras, donde se encuentran con poco érden y con tendencia a formar dos filas. La parte inferior del cuerpo, inclusas las patas, esta cubier- ta por escamitas blancas y planas, con algunos pelitos eriza- dos, mas 6 ménos numerosos; sdlo los muslos, cerca de su extre- mo, suelen presentarlas doradas; las tibias, en su borde inter- no, tienen espinitas formando una fila que ocupa los dos tercios inferiores de la misma en numero de cuatro 4 siete, mas salien- tes y agudas las que hay en las tibias posteriores. Se distingue el ~ de laQ por su tamafio menor, los élitros y el abdémen mas estrechos, y la maza de las antenas mas pro- longada y puntiaguda. Cogi seis ejemplares en el mes de Julio de 1864 en la Alberca (provincia de Salamanca), y posteriormente la ha encontrado con mas abundancia el Sr. Martinez y Saez en la Sierra de Gredos. Las espinitas de las tibias, que dan nombre 4 la especie, la distinguen de todas las demas del género; por su tamaifio y for- ma, asi como por la estructura de las antenas y los ojos salien- tes, tiene analogia esta especie con el Cz. exaratus Marsh., pero el pico es mucho mas ancho, el protdrax mas convexo, mas es- trecho en la base, y fuertemente redondeado en los lados, las estrias de los élitros mas finas, menores sus puntos, convexas las escamas, pero mucho ménos los intervalos. Thylacites planicollis, N. sp. LAM. Il. FIG. 2. Ovato-oblongus, niger, sguamosus , albo-hirtus, supra sub- depressus; capite granulato, fronte lata, plana, oculis prominulis, (27) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 115 antennarum articulis 3.°-8.° tranversis; prothorace granulato, supra plano, longitudine duplo latior , lateribus regulariter et sub-obliqué rotundatis anticé posticéque truncato; scutello in- conspicuo; elytris latitudine sua simul sumpta duplo longioribus; lateribus rotundatis, apice perparwim acuminatis, punctato- striatis, striis internis profundioribus, externis levioribus, squa- mis albis opacis, aliisque aureis nitidis intermixtis; infra squa- mis albis nitidioribus vestitus. Longitud, 6"™=—8""; anchura, 2°—4"™, Patria. Cdérdoba (Mora!). Aovado-oblongo, ligeramente deprimido por encima, erizado de pelitos blancos, negro, con escamas blanquecinas unas, do- radas otras, mas 6 ménos abundantes, tanto 4 veces, que le cu- bren casi por completo. Cabeza granulosa, mas 6 ménos cubierta de escamas blanque- cinas, redondeadas, con la frente ancha y plana; los ojos muy salientes, el hocico deprimido, con un surco longitudinal mas 6 ménos profundo, & veces indistinto en las 9; dirigidas las ante- nas hacia atras alcanzan hasta cerca de la base, y al centro del ojo el extremo del escapo, que tiene la forma de una maza; los dos primeros artejos del funiculo son poco mas largos que an- chos, los siguientes transversos, todos ellos pelierizados y con escamitas redondeadas casi siempre, la maza es pubescente, pardo-negruzca, oblonga, truncada en la base. El protérax es casi doble mas ancho que largo, deprimido por encima, truncado en el apice y en la base, redondeado lateral- mente con regularidad, y ofreciendo su mayor anchura poco detras del medio; granuloso, cubierto por debajo y 4 los lados de escamas blanquecinas, negruzcas por encima, con dos lineas blancas en el medio ligeramente arqueadas hacia afuera, mas 6 ménos distintas. Escudete muy pequeno, y situado en el pedtinculo del meso- torax. Los élitros son tres veces mas largos que el protérax, y dos veces mas que su anchura; desde la base al apice se redondean con regularidad, y éste es poco saliente; son estriado-punteados, con los puntos gruesos, las estrias internas mucho mas hundi- das que las externas; estan cubiertos de escamas mates y blan- quecinas, mezcladas con otras doradas y brillantes; éstas abun- dan, sobre todo 4 lo largo de la sutura, en los lados, y al rededor 116 ANALES DE HISTORIA NATURAL. , (28) de la mancha blanquecina que hay cerca del apice, como en muchas otras especies de este género; pelitos blanquecinos des- iguales, poco mas largos los mayores que la anchura de los in- tervalos de las estrias, erizan toda la superficie de los élitros. La parte inferior esta cubierta de escamas mas abundantes y brillantes que en la superior, mezcladas con pelitos blancos, tanto 6 mas largos que los de encima. Se distingue el (“ dela 9, ademas de tener céncavos el metas- ternon y el primer segmento abdominal, por su tamafio menor, todo el cuerpo mas estrecho, el pico mas ancho, fuertemente canaliculado, los ojos algo mas salientes, algo mas deprimido superiormente el protdrax. Varios ejemplares ~ y Q, remitidos de Cérdoba por nuestro colega el Sr. D. Manuel de Mora, ayudante de obras publicas. Distinguen bien 4 esta especie de casi todas las demas del g@énero su frente y pico anchos y deprimidos, sus ojos muy sa- - lientes, de manera que sdélo pudiera confundirse con el Zh. ca- taractus Salhb. y mus Herbst: estas dos denominaciones deben reducirse 4 la ultima, como mas antigua, en opinion de Mr. Des- brochers des Loges , que ha podido estudiar los tipos de la co- leccion de Schénherr, y cree que el Zh. cataractus Salbb., es tan sdlo la 2 del 7%. mus Herbst; y habiéndole remitido un ejemplar de mi especie, me escribe indicandome las diferencias que la distinguen de la de Herbst: consisten las principales en que, en ésta, su tamafio es mayor, mas larga la pubescencia, mas punti- agudos posteriormente los élitros, diversa la forma del protérax, pues lateralmente se dilata hasta el Angulo obtuso del medio (asi dice Boheman im Schinh. Genera et Species curculionidum, t. Vv, pag. 854, hablando del 7%. cataractus Salhb. « Thoraz... late- . ribus pone medium subito et valde rotundato-ampliatus;» y en la pag. 585, en la descripcion del 7%. mus Herbst, «Zhoraz... la- teribus in medio valdé obtuse rotundato-ampliatus);» el artejo tercero del funiculo un poco mas largo que ancho, los otros ape- nas redondeados, la maza oval, redondeada en la base, y en los ( la pubescencia mas larga y mas espesa. (29) Perez Arcas.—-ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 117 Thylacites elongatus, wn. sp. LAM. II. —FIG. 4. Flongatus, angustus, nitidus, brunneo-eneus, albido longitu- dinaliter viltatus, squamis convexiusculis vestitus, nigro-hirtus; Fronte convexiuscula, rostro breviore, supra depresso , canalicu- lato; prothorace transverso, posticé angustiore, lateribus parm dilatato; elytris elongatis, basi prothorace latioribus, apice sub- acuminatis, disperse punctatis , striis indistinctis. Longitud, % 8°;5, Q 9"; anchura, % 2™, 2 3™, Patria. Cordoba (Amor! ); San Juan de Alcaraz (Paz!). Prolongado, estrecho, de color bronceado oscuro, con fajas longitudinales blanquecinas, granuloso, erizado de pelitos ne- gros, largos, apenas dirigidos hacia atras. Cabeza cubierta de escamas muy convexas, que le dan un as- pecto granuloso, de color bronceado oscuro, con algunos pelos negros largos y rigidos; frente muy convexa entre las antenas, pico mas corto y estrecho que el resto de la cabeza, deprimido superiormente con un surco profundo en su parte media; ojos poco salientes; antenas cortas, el primer artejo del funiculo doble mas largo que el segundo, éste y los demas transversos, maza prolongada y puntiaguda. Protérax mas ancho que largo, mas estrecho en la base que en el apice; los lados redondeados , cubierto de escamas muy con- vexas , que le dan, como 4 la cabeza, un aspecto granuloso, y erizado de pelitos negros y gruesos; su color, por encima, es bronceado oscuro, a los lados hay una faja de escamas blanque- cinas, y otras dos convergentes, poco distintas sobre el dorso. Hl escudete apenas es perceptible en la base de los élitros. Estos son dos veces y media en el (, dos en la 9, mas largos que la anchura de ambos, mas anchos en su base que la del pro- torax , y redondeados en el apice; estan cubiertos de escamas convexas, pero no tanto como las de la cabeza y del protérax, su color es blanquecino con brillo metalico, pero en la sutura y en los intervalos son de color bronceado formando fajas oscuras, alternativamente mas anchas y mas estrechas; gruesos puntos aparecen dispersos, siendo dificiles de distinguir las estrias, 6 118 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) mejor, séries longitudinales de puntos, de cada uno de los que nace un pelito negro, rigido, un poco dirigido hacia atras, con el extremo ligeramente encorvado en la misma direccion. Por debajo las escamas son semejantes a las de los élitros, los pelitos abundantes, sobre todo en los piés, y semejantes a los que hay por encima. Se distingue el ( de la 9 por ser mucho mas estrecho y pro- longado, ademas de los caractéres diferenciales comunes 4 las demas especies. Se encuentra esta especie en Cordoba, donde la cogié D. Fer- nando Amor, quien me remitidé el “ que hay en mi coleccion; el Sr. D. Patricio Maria Paz, encontré una 9 en San Juan de Al- caraz, que me regalé con su bondad acostumbrada. A pesar de no poseer sino dos ejemplares tan sdlo de esta es- pecie (Sy Q), y de haber visto unicamente otros dos de la misma, es tan diversa de las demas por su forma y coloracion, que no he dudado en publicarla: en efecto, la Q, que es mucho mas ancha que el ,’, tiene una forma casi igual 4 la de los ¢ del Th. variegatus Luc., que es la especie de cuerpo mas prolon- gado que conozco entre todas las del género: no es posible, sin embargo, confundirla con ésta, de la que poseo numerosos ejem- plares enviados de Argel por Mr. Raffray , y ultimamente por Mr. Desbrochers des Loges, por la forma tan diversa de las es- camas, por su coloracion, por su brillo, puntuacion, etc. Algun entomdlogo que ha visto en mi coleccion esta especie, en la que existe el ¢“ hace ya muchos aiios sin denominacion, me ha indicado , aunque con duda, que pudiera ser la especie que Mr. Rambur denomino, sin describirla, 7%. asphodeli. A nuestros colegas de Cérdoba toca buscarla en los alrededores de esta ciudad, y ver si en efecto frecuenta los gamones para haber recibido tal nombre del naturalista francés. Thylacites tessellatus GyYLL. Mr. Desbrochers des Loges en su ultima comunicacion y en contestacion 4 una consulta que le hacia, confirma su opinion, emitida ya antes en el Boletin de la Sociedad entomoldgica de Francia, 1871, 1.° y 2.° trimestre, de que esta especie es muy variable, no sdlo en su coloracion, sino tambien en la forma del (81) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 119 protorax; asi es que fué descrita con los nombres de turbatus y de glabratus por el mismo Gyllenhal en el Genera et species curculionidum de Schinherr, t. 1, segunda parte, 1833, y ultima- mente por el Sr. Graells con el de Z%. oblongus en la Revue et Magasin de Zoologie, 1849, p. 621. No puedo estar enteramente conforme con la opinion de Mr. Desbrochers des Loges, pues respecto al Zh. glabratus Gyll., indica su autor un caracter importantisimo para distin- guirle, no del ¢essellatus et turbatus, sino del fritilium Herbst; este caracter es el de ser lampifio, y de aqui su denominacion; asi es que dice en la caracteristica «supra glaber», al indicar sus diferencias con el Zh. fritilium Herbst «Magnitudo, statura et afinitas T. fritilli, distinctus tamen colore, glabritia, etc.;» y por ultimo en la descripcion «Zhoraz... supra glaber... Hlitra... glabra;» al paso que de la cabeza dice: «p2lisgue erectis fuscis parce adsperso:» y siendo el Zh. tessellatus Gyll. muy abun- dante en los alrededores de Madrid, nunca se encuentran ejem- plares lampifios, por lo cual creo que el 72. glabratus Gyll. debe ser diverso de los demas. No conozco mas especie lampifia por encima en este género que una inédita remitida de Santiago de Galicia por el profesor de aquella Universidad, nuestro colega D. Jerénimo M. de Velado, pero que es distinta seruramente del 7h. glabratus Gyll.; mas no poseyendo sino un solo ejem- plar y en mal estado, no es posible describirla. Mi amigo Mr. Chevrolat cree, por el contrario, que el ZA. tur- batus Gyll. es igual al 7%. chalcogrammus Bohem.; pero éste se distingue bien de todas sus especies congéneres por tener los angulos posteriores del protérax rectos y salientes, y es mas pro- bable que sea igual al fuwi/o Kr., que no sdlo se encuentra en Cordoba, donde lo he cogido, en Mérida (Vuillefroy!), sino tam- bien en Argel, pues el mismo Sr. Chevrolat me remitid de Oran un ejemplar de esta especie. Pachybrachys azureus Surrr. En 1848 publicé el Sr. Suffrian una monografia de las espe- cies europeas de criptocefalinos, en la que did este nombre 4 una Q azul que le habia comunicado como de Espajia el Dr. Aubé, y 4 un ¢& verde de la Francia meridional que le comunicd el Dr. Rosenhauer el de viridissimus, 120 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) En 1850, el Sr. Graells publicéd en las Memorias de la Acade- mia de Ciencias, entre otras especies espafiolas, el Pachybrachys elegans, que el Sr. Suffrian al hacer una revision de su mono- grafia en el tomo vii dela Linnea entomologica, 1853, cree pro-. bable sea tan solo una variedad verde de su P. azureus, man- teniendo al mismo tiempo su P. viridissimus, por su mayor tamano, su puntuacion mas fina, y la linea transversa aguda de la base del protérax; pero ésta se encuentra en todos mas 6 ménos saliente, y los dos primeros caractéres son variables; asi es que en casi todos los catalogos publicados posteriormente se hallan reunidas las tres especies. No sucede lo mismo con el P. vegius Schauf., que publicd este autor en los Anales de la Sociedad entomolégica francesa en 1862 por un ejemplar cogido en Andalucia; lo que distingue a éste de los anteriores es el color rufo-testaceo que existe en los bordes del protorax y élitros, asi como la mancha apical de éstos. Pero es sabido que el color amarillento 6 rojizo varia de extension extraordinariamente en las especies de este género | sin exceptuar ésta, como he podido comprobar en los numero- sos ejemplares que trajo de Almodovar del Campo, el Sr. Paz y Membiela. En el P. azureus et viridissimus Suffr. sdlo en la frente se advierte el color amarillento ademas de los piés y an- tenas; en el P. elegans Gr., son tambien de este color las mar- genes del protérax y la base de los élitros; en el P. regius Schauf. se advierte ademas en la margen externa y el apice de los éli- tros; pero hay todos los transitos entre las tres, 6 por mejor de- cir, las cuatro variedades; algunos individuos tienen verde la parte anterior del cuerpo y azul la posterior, y tanto en unos como en otros de ser de color uniforme la frente, lo cual pocas veces sucede, pasan a tener manchas amarillas mas 6 ménos extensas en esta parte del cuerpo, despues son del mismo color los bordes laterales protoracicos, principiando por la parte an- terior, luégo la base de los élitros cerca del escudete, despues la margen externa de estos debajo del callo humeral, dentro del mismo élitro, pero cerca de las margenes, se advierten algu- nas manchas longitudinales, hasta que por ultimo el apice de los élitros aparece de este color, en cuyo caso es muy frecuente que tambien lo sea el borde anterior del protérax, sin que se pueda determinar dénde concluye cada una de estas varieda- des, pues no son otra cosa, de la especie primeramente descrita, (38) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 121 que debe llevar por lo mismo el nombre de P. azwreus Suffr. Su area de dispersion es muy extensa en la Peninsula; de los Pirineos orientales me la remitié el vizconde de Bonvouloir, de Andalucia Schaufuss, de Pastrana y Almodovar del Campo el Sr. Paz y Membiela, y yo la he cogido en Madrid, en Navacer- rada y en Cien-pozuelos. Timarcha splendida, Nn. sp. LAM. II. —FIG. 5. Ovato-oblonga, supra convera, viridis vel purpurea, punctata, punctis inequalibus: capite fortiter punctato, fronte triangula- riter impressa; prothoracis lateribus anticé laté rotundato-an- gulatis, cum basi marginatis, posticé fere rectis; elytris anticeé sub-depressis, posticé convexis, punctatis, punctis discretis: pygi- dio feréimmarginato, medio profundeé sulcato; tarsorum articulis tribus primis subtus in 2 dense fulvo-pilosis, primo in pedibus anticis, additis secundo tertiogue in posticis, lined media lata longitudinal glabra. Longitud, 13"°—17™; anchura, 8"™—10™". Patria. §. Juan de Alcaraz (Paz!), Valencia (Bosca!). Aovado-oblonga, convexa, punteada, por encima de color verde 6 purpureo, mas oscura por debajo; todo el cuerpo esta cubierto de pequefisimos tubérculos yuxta-puestos, que sdlo pueden observarse con lentes de grande aumento, mas visibles sobre los élitros, que le dan un aspecto sedoso 6 como satinado. Cabeza punteada, con una depresion triangular entre las an- tenas, que se prolonga superiormente en un surco mds 6 ménos profundo hasta desaparecer en el vértice; labro, palpos y ante- nas de color negro con reflejos purpureos; éstas, dirigidas hacia atras, pasan (°) 6 alcanzan (Q) hasta la mitad del cuerpo. Protérax dos veces y media mas ancho que largo, mas estre- cho en la base que en el apice, con los 4ngulos anteriores obtu- sos y ligeramente redondeados, los de la base son tambien ob- tusos y estan fuertemente dirigidos hacia abajo; el borde ante- rior y el posterior tienen una margen estrecha pero bien dis- tinta; los laterales la tienen ancha y gruesa en su parte anterior, y va disminuyendo hasta que cerca de la base casi desaparece; 122 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34) estos bordes se dirigen primero hacia fuera, y cuando llegan al tercio 6 poco despues, cambian de direccion formando un an- gulo fuertemente redondeado y continuan en linea recta 4 unir- se con la base; en su superficie hay bastantes puntos desigua- les, unos en corto numero, tanto 6 mas grandes que los de la cabeza; otros medianos y otros muy pequefios, todos bastante separados unos de otros. Kscudete triangular, ancho, y con muy pocos puntos en la superficie. Elitros tres veces mas largos que el protérax, mas anchos en la base que la de éste, una tercera parte mas largos que anchos, apenas deprimidos en el dorso, muy convexos en la parte pos- terior; con puntos desiguales, y bastante espaciados, en gene- ral menores que los del protérax; son mas visibles en ellos que en las demas partes del cuerpo los innumerables tuberculitos — yuxta-puestos, no perceptibles 4 simple vista, que producen el aspecto sedoso 6 del raso. Por debajo el color es mas oscuro, con reflejos verdosos 6 pur- pureos; en el pecho hay puntos gruesos; los del abdémen son mas finos, sdlo el ultimo segmento los tiene numerosos y seme- jantes 4 los del pecho; en las epipleuras son los puntos mas escasos que en los élitros; el pigidio es rugoso-punteado en su mitad superior; en la inferior los puntos estan ya separados; en la parte media hay un surco ancho y profundo que no llega hasta la punta, y apenas hay vestigios de margen 4 sus lados; el mesosternon esta prolongado inferiormente, como en muchas especies espaniolas, en dos apofisis divergentes, y en el punto de union del metasternon con el primer segmento abdominal hay una fosita poco profunda, pero bastante extensa. Los piés tie- nen los muslos brillantes y poco punteadds, las piernas mucho mas punteadas y pubescentes en su extremo inferior. Se distingue el ~ de la 9, ademas de la anchura y tamafio menores, mayor el brillo de los élitros, y mucho mas anchos los tres primeros artejos de todos los tarsos, porque estos se hallan cubiertos por debajo de pelitos leonados, muy densos, mientras que en la Q hay una ancha linea longitudinal lampifia en el primer artejo de los cuatro tarsos anteriores, y en el primero, segundo y parte del tercero en los ultimos. Varia esta especie en su coloracion, que puede ser verde ligeramente olivacea por encima, 6 de color de purpura, con (35) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 123 algunos reflejos verdosos; por debajo siempre es negra, con re- flejos mas 6 menos extensos de la coloracion que hay en la parte superior. Poseo en mi coleccion dos ¥ regalados por mi buen amigo y nuestro consdcio, el Sr. D. Patricio Maria Paz y Membiela, que los cogié en San Juan de Alcaraz, y una 9 cogida por D. Eduar- do Bosca en el valle de Albaida (Valencia), donde tantos insectos curiosos é interesantes ha descubierto. Su coloracion, aun cuando variable, y la forma notable de su protérax distinguen bien esta especie de sus afines: con la 7. intermedia H.-Sch. es con la que la encuentro mayor analo- gia; pero el protorax en ésta nunca esta tan fuertemente ensan- chado en su tercio anterior, ni continua en linea recta hasta la base, su puntuacion no es tan fuerte, la forma es mas redon- deada, los tarsos de la 9 tienen tan sdlo pelosos los lados de los tres primeros artejos, etc. Timarcha rugipennis Per. El Sr. Fairmaire, en el catalogo que acompaiia al Genera des coléoptéres d’ Europe, de Mr. Jacquelin du Val, cuyo continua- dor es, reune esta especie que publiqué en 1865 con la 7. hispa- nica H.-Sch., 4 pesar de que, conociendo la analogia que hay entre ambas, indicaba las diferencias que las distinguen, siendo la de mayor importancia la forma del protérax, cuyos lados, fuertemente redondeados, son sinuosos cerca de la base, y los angulos anteriores muy salientes; mientras en la 7. hispanica H.-Sch., que esta bien representada en la publicacion autogra- fica que hizo el Sr. Stierlin del trabajo de Herrich-Schiaffer, los lados del protérax son mucho ménos redondeados y solo en la parte anterior, se reunen con la base en linea recta, y los an- gulos anteriores no son tan salientes. Ambas especies se encuen- tran en los alrededores de Madrid, y nunca ha ofrecido su dis- tincion duda alguna, 124 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) Chrysomela Graellsii, n. sp. LAM, Il.—FIG. 6. Oblonga, supra convexa, ened, elytris rufo-marginatis, infra plana, nigro-violacea: prothorace nitido, minutissimée punctato, lateribus incrassatis, punctis majoribus instructis , foveaque basalt rugoso-punctata; scutello triangulart, elongato: elytris sub-parallelis, posticé rotundatis, sparsim tenuiterque puncta- tis, punctis majoribus , sub-foveolatis , per series digestis , sutu- rali posticé in striam profundé impressam desinente , reliquis per pares approximatis, decimd epipleuris conjunctd , intervallis alternis latioribus. Longitud , 6"*—7™™; anchura, 3™,5. : Patria. Madrid!, Escorial!, La Granja!, Colmenar Viejo!, Villarejo del Valle (Martinez!), Almoddévar del Campo (Paz! ). Oblonga, convexa, bronceada por encima, con el borde ex- terno de los élitros rojizo, negro-azulada por debajo. Cabeza plana anteriormente, con puntos muy finos y espacia- dos, algo mas gruesos y proximos sobre el epistoma que: esta separado de las elevaciones supra-antenales y de la frente por una linea hundida muy fina, la cual se prolonga algo sobre ésta; dirigidas las antenas hacia atras alcanzan con el octavo artejo al angulo posterior del protdrax; el color de éstas es ne- gro, excepto los dos primeros artejos, que son rojizos en su parte anterior, y brillantes como los siguientes hasta el séptimo u octavo, desde el cual aparecen todos pubescentes y opacos. Protérax doble mas ancho que largo, muy escotado en el borde anterior, apenas redondeado 4 los lados, bisinuoso en la base; por encima es brillante, con puntos espaciados, mayores y mas profundos que los de la cabeza, son todavia mayores y estan mas juntos sobre las elevaciones laterales, 4 la parte in- terna de las que se notan algunos mucho mayores en la parte anterior, y una fosita, fuertemente punteada, tocando 4 la base. Escudete triangular, vez y media mas largo que ancho en la base, liso, con algun punto muy pequeiio en ésta y 4 los lados. Los élitros son prolongados, paralelos 4 los lados, redondean- dose tan solo en su extremo: su color es bronceado brillante, (37) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 125 aunque no tanto como el protorax , y la margen externa desde el hombro es rojiza, llegando el color hasta la novena estria; con lentes de grande aumento se notan cubiertos de pequefiisi- mos tubérculos yuxta-puestos como en otras especies congé- neres; en cada élitro hay diez lineas de puntos gruesos y hun- didos, ligeramente aproximadas de dos en dos, quedando solas la externa, unida a la margen de la epipleura formada por pun- tos menores, y la primera 6 sutural, que en su parte anterior esta mas 6 ménos confundida con una série de puntos yuxta-escute- lar que no pasa de la cuarta parte del élitro, y en el tercio pos- terior se convierte en una estria profunda y bien marcada; en esta série sutural se cuentan hasta la estria doce 6 catorce pun- tos, y pocos mas hay en la série tercera y cuarta, que son las mas cortas: los intervalos son convexos, mas anchos alternati- vamente, y con puntos espaciados poco mayores que los del disco del protdrax. La parte inferior es de color azul muy oscuro, con muy pocos puntos y éstos muy finos; en los episternos metatoracicos son mas gruesos y abundantes. Los piés tienen los muslos puntea- dos, y las tibias pubescentes de negro en su extremidad. Se encuentra esta especie en el centro de Espaiia, 4un cuando aparece poco abundante en todas partes; yo la he cogido, du- rante casi todos los meses del aio, en Madrid, con mas abun- dancia en la cordillera proxima (Escorial, La Granja, Colmenar Viejo); el Sr. Martinez y Saez la ha encontrado en Villarejo del Valle, y el Sr. Paz y Membiela en Almodovar del Campo. Dedico esta especie al Sr. D. Mariano de la Paz Graells, di- rector que ha sido del Museo de Ciencias naturales, y que ha enriquecido la flora y fauna espafiolas con importantes descubri- mientos. Por su coloracion es afine la Chr. Graelisii Per. a la carnifez F., limbata F., marginata L., prasina Suffr., etc.; pero de todas la distingue la gruesa puntuacion de sus élitros, mayor todavia que en la Chr. 4-gemina Suffr. con la que la forma y coloracion ademas impiden confundirla: entre las especies analogas que me son desconocidas se encuentra la Juteocincta Fairm., de Bathna en Argel; pero segun la descripcion, su color es muy diverso, el protédrax liso en el centro, y lo mismo la cabeza; ca actéres suficientes para no confundirlas. 126 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) Lt. (Sesion del 6 de Marzo de 1872.) - Platyderus lusitanicus Dgg. En la primera parte de mis /nsectos nuevos 6 poco conocidos, publicada en 1865, tomé por una equivocacion material el A7- gutor montanellus Gr. por el Arg. nemoralis Gr., equivocacion que deshice hace ya algunos afios en los Anales de la Sociedad entomoldégica de Francia, y afirmaba que el Platyderus varians Schauf. era la especie descrita por el Sr. Graells, é idéntica al Pl. lusitanicus Dej., segun la opinion admitida enténces por diversos entomdlogos. Mas he recibido posteriormente del pro- fesor de la Universidad de Coimbra, Sr. Paulino d’Oliveira, ejemplares del verdadero Platyderus lusitanicus Dej., y he te- nido que modificar mi opinion admitiendo como especie distinta de ésta el Platyderus varians Schauf., como tambien del Pi. montanellus Gr. No sucede lo mismo respecto al Haptoderus cantabricus Schauf., que no puedo distinguir del H. nemoralis Gr., & pesar de la respetable opinion del baron de Chaudoir, que todavia au- menta otra especie en este grupo, el H. rudimentalis, por alguna ligera variacion que suele encontrarse en la estria escutelar, pues esta especie, bastante variable, tiene una area de disper- sion muy extensa, por lo cual no son de extrafiar las diferencias que suelen presentar sus individuos. Asi es que, los ejemplares que he encontrado ultimamente en Moncayo aparecen a primera vista como constituyendo una especie diversa; mas examinados detenidamente, se encuentran todos los pasos necesarios para unirlos, tanto con los que se hallan en la sierra de Guadarrama, como con los que viven en las montafias de Reinosa. (39) Perez Arcas. —ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 127 Adelops Cisnerosii, N. sp. LAM. TII.—FIG. 2. Ovato-oblongus, anticé posticéque attenuatus, rufo-testaceus, tenuissimé punctatus, pubescens; capite cum prothorace nitido, antennis elongatis, articulis 7.°, 9.°, 10.° e¢ 11.° parwm in- crassatis, omnibus latitudine sua duplo longioribus vel ultra, prothorace convexiusculo, angulis posticis acutis, retroductis; scutello triangulari, lato, nitido: elytris basi latitudine pro- thoracis , posticé angustioribus, tenuiter punctatis, punctis vix transversé dispositis, stria suturali posticé sub-distinta ; tarsis anticis in utroque sexu pentameris, in S dilatatis, nec patellam Sormantibus. Longitud, 2™"; anchura, 1™°. Patria. Cueva del Reguerillo! cerca de Torrelaguna, Aovado-oblongo, atenuado anterior y posteriormente, de color rojizo, finamente punteado y pubescente, convexo por encima. Cabeza finamente punteada, brevemente pubescente, con las antenas largas, pues dirigidas hacia atras llegan hasta el se- gundo tercio de la longitud de los élitros; todos sus artejos son doble mas largos que anchos por lo ménos, el 1.° y 2.° los mas largos de todos, el 7.°, 9.°, 10.° y 11.° ligeramente abultados, este Ultimo mas 6 ménos puntiagudo, y revestido como los pre- cedentes de pelitos mas largos que en los otros. Protérax convexo, brillante, con la puntuacion y pubescencia analogs 4 las de la cabeza; el borde anterior tiene dos sinuosi- dades 4 cada lado que hacen salientes sus angulos, los laterales son redondeados en la mitad anterior, casi rectos en la posterior; la base es anchamente escotada y tiene sus 4ngulos agudos y dirigidos hacia atras. Escudete triangular, poco mas ancho en la base que alto, con puntuacion y pubescencia analogas 4 las de la cabeza. Los élitros son vez y media mas largos que la anchura de am- bos en la base, desde la que van estrechando hasta el apice; estan cubiertos de puntos algo mayores y mas espesos que los del pro- torax, por lo cual aparece menor su brillo y mas abundantes los pelitos; se nota tendencia 4 nnirse transversalmente estos puntos 128 ANALES DE HISTORIA NATURAL. : (40) en algunos sitios, mas no puede decirse que sean estriolados al través; falta en ellos la estria sutural 6 apenas se notan ru- dimentos de ella en algunos ejemplares cerca del apice, pero son mas constantes y visibles los vestigios de algunos surcos longi- tudinales en la parte media de cada élitro. Por debajo, la coloracion es igual 4 la que hay en la parte su- perior, la lamina del mesosternon es muy saliente y ofrece un surco 4 todo lo largo; los piés son prolongados, como en todas las especies cavernicolas de este género; el cuarto artejo de los tarsos anteriores es muy pequefio, pero visible. Se distingue el ( de la 2 por tener el cuerpo un poco mas estrecho y los tarsos anteriores dilatados, sin llegar 4 formar paleta como en muchas especies congéneres. Encontré esta especie en abundancia entre la murcielaguina de la cueva del Reguerillo, no léjos de Torrelaguna. Dedico esta especie, encontrada cerca del pueblo de su naci- miento, al virtuoso prelado y eminente patricio, el cardenal Ji- menez de Cisneros, fundador de la Universidad de Alcala, el cual ocupa un puesto tan distinguido en la historia patria. — Por no ser apenas estriolados sus élitros transversalmente, tener mas gruesos los Ultimos artejos de las antenas y por ser dilatados los tarsos anteriores en los , pero sin formar paleta, se distingue esta especie de la mayor parte de sus congéneres; su tamafio, piés y antenas largas, impiden que se confunda con el Ad. ovatus Kies., ni con el Ad. Wollastoni Jans., sus tibias porteriores rectas en los % con el Ad. lapidicola Saulcy, sus tarsos anteriores claramente pentameros en los ~ yen las 2 con los Ad. arcanus Schauf. y adnexus Schauf., etc. Dima Perezii SrIpi. LAM. lI.—FIG. 6. En 1863 publicé el Sr. Schaufuss en los Sitzungs-Berichte de la Sociedad de ciencias naturales denominada /sis, establecida en Dresde, entre varios insectos nuevos recogidos por el sefor Staudinger en Espana, un elatérido muy curioso, con el que formé un género nuevo, Celoz, dandole el nombre especifico de Dima, seguramente para hacer notar la afinidad que tiene con el que lleva esta denominacion en la misma familia. 41) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 129 Algunos aos antes ‘habia tenido yo la suerte de encontrarle, no bajo las cortezas de los arboles, donde dice el Sr. Schaufuss que se halla, sino debajo de las piedras, y habiéndole ensenado en Paris en 1860, todos convinieron en que era una especie des- conocida del género Dima, del que sdlo se conocen otras dos de la parte meridional de Austria y de Rusia; asi es que fué uno de los que-confié al habil pincel de Mr. Migneaux para un trabajo que me proponia publicar entdnces: no lego éste 4 ver la luz, pero he creido que no seria fuera de propdsito darlo A conocer en los Anales, por cuanto representa uno de los insectos carac- teristicos de nuestra fauna, para poderle comparar con otra es- pecie que se publica 4 continuacion, y para dilucidar la cuestion de si pertenece esta especie al género Dima, 6 es necesario co- locarla en género diverso. El naturalista ruso Sr. Seidlitz, al publicar en el Fntomologis- che Zeitung de Berlin, en 1867, la relacion de nuestra expedicion entomoldgica a las sierras de Guadarrama, Béjar y Pefia de Francia, cree que el Celox dima Schauf., es del género Dima, y para evitar la repeticion de la palabra genérica en la especie, la ‘denomind D. Perezii. Mas los Sres. Gemminger y Harold en el tomo v de su Catalogus coleopterorum, Monachii, 1869, mantie- nen como distinto el género Ce/oz. Comparando la descripcion que de éste da su autor con Ja muy extensa que del Dima Eschsch. trae Candeéze en su Monographie des élatévrides , se advierte que las diferencias mas notables con- sisten en la forma del ultimo artejo de los palpos, la de las an- tenas y del escudete. Del ultimo artejo de los palpos maxilares dice Mr. Candeze que es oblongo y acuminado, y el Sr. Schau- fuss que es securiforme, y asi es la verdad, pero en la D. elate- roides Charp., que es la especie que poseo, es tambien securi- forme el ultimo artejo de los palpos, no tanto como en las espe- cies espafiolas, pero no se separa mucho de la forma general de este artejo en la mayoria de los elatéridos: el escudete es pro- porcionalmente un poco mas ancho que en la D. elateroides Charp., mas eSto no puede servir de caracter genérico, tanto mas cuanto que en la especie que describo 4 continuacion es el escudete mucho mas prolongado que en las demas especies co- nocidas: queda, por ultimo, la forma moniliforme de las antenas; del Dima dice Candeze que son subfiliformes , y es indudable que en las especies espafiolas son éstas mucho mas gruesas y ANALES DE HIST. NAT.—I. 9 - 130 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) cortas; pero tal caracter por si solo no basta para constituir un e@énero nuevo en los elatéridos, cuando todos los demas son co- munes; asi es que en el género Aéhous se comprenden especies de antenas filiformes, y otras que las tienen fuertemente aser- radas, y que tambien difieren en la proporcion de algunos de sus artejos, y todo esto sirve para establecer secciones distintas en el género, mas no géneros nuevos. Mayor importancia debe darse 4 otro caracter, cual es el que la prolongacion anterior del prosternon, poco saliente en las especies austro-rusas, lo es mucho en las espafiolas; pero al mismo tiempo, indicando grande analogia, se advierte que la diferencia sexual que pre- senta el Ultimo segmento abdominal en la D. Assoi Per. se en- cuentra casi del mismo modo, es decir, representada por cuatro fositas marginales en la D. elateroides Charp. (no se conoce en Madrid la D. dalmatina Kiist. que es una de las especies eu- ropeas mas raras, y 4un cuando me han remitido con esta de- nominacion elatéridos europeos, todos han sido de la D. elate- roides Charp.), por mas que no se halle indicado este caracter ni en Charpentier que la did 4 conocer por vez primera, ni en Kiis- ter, Die Kifer Huropa’s, que describe ésta y la dalmatina; ni en Jacquelin du Val, Genera des coléopteres d’ Furope, aunque anota cuidadosamente los caractéres en que se distinguen el de laQ en casi todos los géneros, y Kiesenwetter en el tomo iv de los Deutschlands Insecten se limita a decir que el 4 es mas pequenio y delgado que la 9, y que sus antenas son mas gruesas; Jim Uebri- gen sind die Geschlechter sehr ubereinstimmend gebaut (S. 374). Por todo lo cual creo que deban formar las especies espafiolas tan sdlo un sub-género del Dima. Aun cuando poco abundante en todas partes la D. Perezii Seidl., tiene una area de dispersion bastante extensa, pues se encuentra en la vertiente N. de Navacerrada, cerca de los arro- yos, debajo de las piedras; Mr. Piochard de la Brulerie la ha encontrado en Arnedillo (La Rioja), y Mr. Sharp me la ha remi- tido de los alrededores de Reinosa (provincia de Santander). 43) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 131 Dima ASssoOi N. sp. LAM. U1. — FIGS. 4 y 5. Flongata, angusta, flavo-ferruginea, punclala, pubescens; capite anticé et supra profundé impresso, antenarum articulo primo crassisimo, reliquis subcyathiformibus, ultimo acumi- nato; palporum articulo ultimo fortiter securiformi; prothorace ad apicem et basim inmarginato, lateribus laté marginato , an- gulis posticis acutis, divaricatis; scutello latitudine sua lon- giore, punctatissimo ; elytris elongatis, ad latera canaliculatis, striatis, siriis punctatis , intervallis punctis discretis nolatis. Louwivud 7"; © 9°",35 anchura’;7, 2"",5; 9 3™",5. Patria. Moncayo! (Piochard de la Brulerie! ). ’ Prolongada,.estrecha, de color testaceo claro, pubescente, brillante. Cabeza anteriormente deprimida, con puntos sumamente finos, la depresion ocupa el espacio que media entre las antenas hasta cerca del vértice ; éstas son gruesas, moniliformes, lige- ramente comprimidas, pubescentes; el primer artejo es mas largo que los dos siguientes reunidos, éstos mas delgados que los siguientes, el ultimo puntiagudo; las mandibulas-son ne- eras en su extremo, con una punta aguda cerca de é1; el ultimo artejo de los palpos maxilares es fuertemente securiforme. Protérax ligeramente deprimido por encima, casi doble mas ancho que largo, inmarginado anterior y posteriormente, la margen lateral ancha, con pequefios puntos numerosos y pré- ximos; en el resto de la superficie los puntos son mayores, mas profundos, pero mucho mas espaciados; los angulos anteriores son poco salientes y redondeados, los posteriores agudos y di- vergentes, la base en su parte media escotada y con dos diente- cillos. Escudete mas largo que ancho, sub-pentagono, fina y densa- mente punteado. Elitros tres veces mas largos que la anchura de ambos, re- dondeados en su extremidad, ligeramente estriados, con puntos oblongos en el fondo de las estrias bien marcados; éstas son mas profundas en la base, los intervalos tienen puntos menores 132 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) que los del protérax y tan espaciados que sdélo se cuentan dos cuando mas en una misma linea al través de cada intervalo; las» margenes son salientes, algo dirigidas hacia arriba, formando una*pequena canal a todo su alrededor. Por debajo es pubescente y del mismo color que por encima, punteada; en el tdrax los puntos son mas escasos y ménos pro- fundos, en el abddmen mas pequefos, pero mas espesos y pro- fundos; el prosternon tiene semicircular la prolongacion ante- rior, y el metasternon una estria profunda longitudinal en su parte media. Se distingue el ;~ de laQ por ser menor, mucho mas estrecho y mas deprimido, por tener casi plano el abdémen y en el ul- timo segmento de éste cinco fositas, cuatro cerca del borde, una mas profunda en el-medio, y todas ellas mal limitadas. Un solo ¥ cogi durante el mes de Julio en el Moncayo; el se- nor Piochard de la Brulerie, que visito esta localidad dos me- ses despues, encontré un (fy una Q, que ha tenido la amabilidad de comunicarme, tanto para su descripcion, como para el di- bujo. , Se distingue esta especie de la anterior por su forma, color y puntuacion, por tener inmarginado el apice del protérax ; de la D. elateroides Charp. por ser pubescente por encima, de ésta y de la D. dalmatina Kist. por sus antenas mas gruesas, forma, tamano, puntuacion, etc. Dedico esta especie al distinguido jurista, eminente orienta- lista, sabio botanico é ilustre zodlogo, el Dr. D. Ignacio de Asso y Jordana, que a fines del siglo pasado did 4 conocer las produc- ciones naturales del reino de Aragon, y entre ellas, aunque sin darle nombre, el Aphodius carpetanus Gr., bien representado~ en las laminas de su Zatroductio in Oryclographiam et Zoolo- giam Aragonie. Strophosomus palearius, Nn. sp. LAM. Ill. —F1G. 1. Ovatus, squamulis griseis, rotundatis undiqué tectus, pilis- , que compressis, latis supra hirtus ; capite poné oculos constricto, Fronte canaliculatd, sulco transverso a rostro distinctd; oculis (45) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 133 prominentibus , sub-conicis, retroversis; antennis gracilibus, prothoracis basim equantibus vel superantibus; elytris basi ro- tundatis, haud constrictis, maculé nudd quadrangulari latitu- dine sud parwm longiori ornatis. Longitud, 5°°—6™"; anchura, 2™",5. Patria. Moncayo! en Aragon. Aovado, cubierto de escamas redondas, grises, mas claras en la parte inferior. Cabeza plana anteriormente, erizada de pelos cortos y anchos, con la frente acanalada 4 todo lo largo y separada del vértice por una linea elevada; hocico un poco mas estrecho que ésta, y separado de ella por una hendidura-transversa poco marcada, con una impresion triangular que ocupa la mayor parte de su extension, a lo largo de la que suele haber una quilla mas 6 ménos distinta; ojos salientes, ligeramente cénicos é inclinados hacia el protérax; antenas largas, dirigidas hacia atras aleanza el escapo al borde posterior de los ojos, y la maza a la base del protérax; los dos primeros artejos del funiculo son casi iguales en longitud, pero el primero mucho mas grueso, los restantes, la mitad de largos que los anteriores, tienen siempre su longi- tud mayor que su anchura. Protérax casi‘doble mas ancho que largo, algo mas estrecho en el apice que en la base, redondeado en los lados, fuertemente punteado por encima y erizado de pelos cortos y anchos, escua- miformes y semejantes 4 los de la cabeza. Escudete tan pequeno que apenas se puede distinguir. Elitros vez y media mas largos que la anchura de ambos, muy convexos, mas anchos en su base que la del protérax y redon- deados desde ella misma, asi como tambien en el extremo; cu- biertos de pequefas escamas redondas, excepto-un espacio poco mas largo que ancho, el cual ocupa la region escutelar, en el que faltan por completo las escamas y suele haber dos fositas cerca de la base reemplazando las estrias escutelares; erizados de pelitos comprimidos, algun tanto mas anchos hacia el extre- mo que es truncado 6 redondeado, doble mas largos que los de la cabeza y protorax, y en forma de pajitas que se hallan sin orden alguno en los intervalos de las estrias ; éstas son puntea- das y bastante profundas. Por debajo el cuerpo tiene tambien pelitos, pero de forma or- dinaria , los piés son cortos y robustos, 134 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) Se distingue el & de la 9 por tener planos 6 ligeramente con- cavos el metasternon y primeros anillos abdominales. Encontré esta especie en el Moncayo sobre diversas especies del género Quercus. Es bien distinta esta especie de todas las demas del géneéro por la forma de sus pelitos superiores, muy anchos y com- primidos, en forma de pajitas; corresponde al Strophosomus propiamente dicho, cuyas especies tanto abundan en la Penin- sula (ocho nuevas ha descrito el Sr. Seidlitz en la revista del oénero inserta en el Berliner Hntomologische Zeitung, y solo en mi coleccion existen otras cuatro que publicaré cuando tenga reunidos todos los datos que para esto se necesita): se dis- tingue ademas por la forma de sus ojos del St. coustrictus Seidl. y alticola Seidl.; por la extension del espacio desnudo en la region escutelar del Str. coryli F., erinaceus Chevr., pictico- llis Seidl.; del St. tubericollis Fairm. por la falta de surco en la base del protérax; deb Str. obesus Marsh., cwrvipes Thoms., albolineatus Seidl., fulvicornis Walton por tener sin escamas la region escutelar. Cyrtonus cupreovirens, N. sp. LAM. IJI.—FIG. 3. Ovatus, supra converus, infra planus, viridis, cupreus, eneus vel viridicupreus, subtiliter punctatus; capite anticé plano, punctato, suturad frontali arcuatd, extremitatibus profundiore, antennis nigro-fuscis, articulis duobus primis rufis; prothorace gibbo, subtillissimé dispersé punctato, angulis posticis acutis, retroversis, intus denticulis duobus armatis; scutello sub-rotun- dato, levi; elytris lineato-punctatis, inlerstitiis planis, subtili- ter punctatis, basi crenulata; infra obscurior, prosterno canali- culato, tibiis apice rufo-pubescentibus. Longitud , 7™"; anchura, 4°"°—4™",5. Patria. Moncayo! en Aragon. Aovado, ligeramente mas ancho en su tercio posterior , con puntos muy pequeiios y de color verde, bronceado, cobrizo 6 de estos colores mezclados. Cabeza ligeramente convexa, con puntos redondos, muy se- - (47) Perez Arcas.— ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA, 195 parados, algo mas gruesos y densos sobre el epistoma, que esta separado de la frente por un surco arqueado muy fino, mas an- cho y profundo en sus extremos; antenas poco prolongadas, di- rigidas hacia atras pasa de los angulos posteriores del protérax su ultimo artejo, que es algo mas grueso que los demas; de co- lor negruzco con los dos primeros artejos rojizos, asi como el extremo de los palpos maxilares. Protorax muy convexo en su parte media, declive hacia la base, mas ancho en ésta que en ej apice, con los angulos ante- riores redondeados y los posteriores agudos y dirigidos hacia atras; los bordes laterales estan algo ensanchados en su mitad anterior, pero continuan en linea recta en su tercio posterior; la base tiene dos fuertes escotaduras, una 4 cada lado, en el borde de cuyo fondo se advierten dos 6 tres gruesos puntos que dejan entre si uno 6 dos dientecillos; sobre todo él se notan puntos mas: pequefios que los de la cabeza, pero profundos y mas espaciados; ademas hay otros mucho mas gruesos a lo largo de los bordes laterales por su parte interna, que abundan mas cerca de la base, y que contribuyen 4 formar una quilla redondeada que hay a todo lo largo de los angulos posteriores. Escudete pequeno, redondeado, liso. Elitros dos veces y media mas largos que el protérax, de la anchura de este en la base, ligeramente dilatados 4 los lados y redondeados posteriormente ; un poco deprimidos en la region escutelar, muy convexos en su mitad posterior; con diez lineas de puntos algo mayores que los de la cabeza, la: escutelar bas- tante irregular, no pasa del quinto 6 sexto del élitro; intervalos planos con puntos pequenisimos analogos a los del protérax; en el borde de la base hay una docena de puntos gruesos, bas- tante proximos unos 4 otros, que hacen crenulada toda la base desde el escudete hasta el angulo humeral. Por debajo el color es mas oscuro que por encima, los puntos muy espaciados, en el ultimo segmento son algo mayores y mas abundantes; el prosternon tiene un surco profundo a todo lo largo, y las tibias pelitos rojos, cortos y abundantes cerca de la extremidad. La he encontrado, si bien escasa, durante los meses de Julio y Agosto bajo las piedras en Moncayo, encima de la region de las hayas. Se distingue esta especie de la mayor parte de sus congene- 136 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ~ (48) res por tener crenulada la base de los élitros; del C. punctipen- nis Fairm. y Dufouri Duf. por su tamafio mayor, y por ser mas ancho proporcionalmente, la puntuacion mas fina en los élitros; del C. ruficornis Fairm. por el color de las antenas, la puntua- cion del protérax mas fina y escasa, los dientecillos de las si- nuosidades protoracicas mas salientes, etc. Explicacion de las laminas. LAMINA I. 1. Rhizotrogus Hidalgoi Perez (olim.)=Rh. parvulus Ros. la. Antena con nueve artejos del mismo en que se ven los dos ultimos del funiculo algo salientes hacia. adelante. 2. Rhizotrogus Tornosii Perez, el macho. 2a. Kl mismo visto de perfil para que sean mas perceptibles las filas de pelos que hay_en las margenes del protorax y a lo largo de los élitros. 3 3. Micrositus levis Perez; unico ejemplar conocido hasta ahora; la linea que hay 4 su lado indica, como en las demas figuras, cual es la longitud del animal, pues en el dibujo se ha aumentado el tamafio para hacer mas perceptibles los carac- téres. 4. Micrositus nitidicollis Perez. 5. Asida Zapaterii Perez, el macho. aa. Un élitro dibujado en mayor escala, para que se vea la disposicion de las costillas. . 6. Athous jugicola Perez. 7. TLapinopterus? Azare Perez, el macho. LAM: “It... 1. Cneorhinus spinipes Perez. la. Tibia posterior dibujada con mayor aumento para que se distingan bien las espinas. — Thylacites planicollis Perez, el macho. Cneorhinus hypocyanus Bohem. Thylacites elongatus Perez, el macho. Timarcha splendida Perez, el macho; variedad bronceada. Coe Ww Wo (49) Perez Arcas.—ESPECIES DE LA FAUNA ESPANOLA. 137 6. Chrysomela Graellsit Perez. 6a. Un élitro dibujado con mayor aumento para que se vea la disposicion de las lineas de puntos. 7. Thorictus sulcicollis Perez. 8. TLhorictus Fhlersit Perez. LAM. Ill. 1. Strophosomus palearius Perez. la. Uno de los pelos de los élitros dibujado con mucho au- mento para ver su forma. 2. Adelops Cisnerosii Perez, el macho. 2a. Tarso anterior del mismo dibujado con mayor aumento para que se vea la forma y dilatacion de los artejos. 3. Cyrtonus cupreovirens Perez. Dima Assoi Perez, el macho. Dima Assoi Perez, la hembra. Dima Perezii Seidlitz, Oo é + iteays “mg pia we ae Cae ENRON SE, SC et Rae int SRS i - Seat Bs) at ee Ee é ot SOBRE LA REPRODUCCION DEL RHINODERMA DARWINILI POR D. M. JIMENEZ DE LA ESPADA. (Sesion del 2 de Octubre de 1872.) Hara poco mas 6 ménos un siglo, un sacerdote portugués, el P. Dr. José Monteiro de Noronha, Vicario general de la capitania del Para, curioso y conocedor de las cosas naturales, consignaba en el Roteio de un viaje desde la cabeza de la capitania en la desembocadura del Amazonas hasta sus confines, aguas arriba de ese rio y del Negro, su tributario, entre otros, uno de los fe- nomenos mas notables de embriologia animal. No conozco el documento é ignoro si anda impreso, sdlo sé que, manuscrito y anonimo, si bien atribuido a su verdadero autor, debe conser- varse en la Bibl. Imp. de Rio-Janeiro (1). Pero otro viajero, com- patriota y contemporaneo del vicario, oidor é intendente de la capitania de S. José de Rio-Negro, Francisco Xavier de Veiga e San Paio, siguiendo en parte, por los afios de 1774 y 75, en una visita a aquellas colonias, la misma ruta de Monteiro y su buen ejemplo en estudiar de paso la naturaleza del pais, cita con este (1) Con el titulo de «Roteiro da viagem da cidade do Para até as ultimas colonias portuguezas em os Rios Amazonas e Negro illustrada com algunas noticias que podem interessar a curiosidade dos nayegantes, etc.,» Atribiyesele por algun biblidfilo de nota la fecha de 1776; pero sobre que Veiga y Sampaio le cita en 1775, dice ademas al prin- cipio de su Diario, que las colonias del rio Negro no habian sido visitadas de 1768. En estos dos datos me fundo para poner el viaje del vicario antes del primero de egos afios. 140 ANALES. DE HISTORIA NATURAL. (2) motivo el Roteio del Padre en su Diario de visita (1), y justa- mente y por fortuna en el critico pasaje donde el expresado fe- nomeno se consigna, que dice asi traducido 4 la letra: «...Por ese canal (de Vaguirt) (2) hicimos la navegacion , no »solo por ser atajo sino por librarnos de las corrientes llama- » das del Paragui-Coara, esto es, Boquete 6 Agujero de las tre- » mielgas (Torpedo), por ser frecuentes en dicho sitio. Es sabido »que este pez, en tocando el cuerpo, le causa cierto estupor, »privandole de toda accion, de que muchos han muerto. El » Vic.° general de esta capitania, Dr. José Monteiro de Noronha, »en su derrotero MS. del viaje del Amazonas dice que hay en _ »aquel estado tremielgas que pesan mas de 40 libras; refuta »la opinion de M. Laurencini que las pone en la clase de los » viviparos, afirmando que son oviparas, puesto que despues de »nacidos los hijos los cria entre las agallas, como hace el pez » Urucw. » Y afiade en nota: « Este autor (Laurencini) habla de » la tremielga europea enteramente diversa de la de este estado, » y tal vez aquella sea vivipara. Véase el curso de Historia na- » tural, t. 5, p. 104 y sig., ed. Paris, 1770.» (Col. doc. hist. Mu- jioz, t. 43, 7.° 268 vio. ) ' Tampoco sé si estas lineas de Veiga se han dado a luz, pues aunque me consta que el Diario se ha impreso en el tomo I, sé- rie 1." de la Revista trimestral de Rio-Janeiro, lo ha sido en (1) Titulase: « Diario da viagem , que em visita e correicao das Povoacoes da ecapi- tania de S. José do Rio Negro fez o ouvidor é intendente geral Francisco Xavier de Veiga e San Paio nos annos de 1774 e 1775. Exornado com algunas noticias zeograficas e hidrograficas da mesma capitania: con outras varias concernentes a Historia civil, Politica e Natural della; a os vzos e costumes, diversidades de Indios seus habitadores éa sua populacao, Agricultura e Comercio. Vendicase o direito dos seus verdadeiros lemites pela parte do Peru, Nova Granada e Guyana; e se trata a questao da existencia das Amazonas Americanas, e do famoso lago Dourado.» De este Diario se conocen por lo menos, tres MSS: unoen f° de la Bibl. del Depdsito de la Marina de Paris; otro de la Bibl. de S. M. el emperador del Brasil, y otro en 4.°, existente a principios del siglo en la Bibl. publica de San Francisco de Lisboa. Del primero hizo una traduccion francesa Mr. J. A. Denis, la cual se conserva en el mismo lugar que su original; y del tercero, un buen extracto en castellano el historiador D. Juan B. Munoz, que consta en su Co- leccion de documentos (tom. 43, f.° 266-278), existente en la Bibl. de la Academia de la Historia, de donde tomo mis datos. Imprimidse ademas este Diario, en parte, en la «Revista trimestral de Rio-Janeiro» tomo ].°, série 1.? Veiga y San Paio comenzo 4 servir sus oficios en la capitania de Rio Negro 4 fines de Octubre de 1779, y salid de San Jose para su viaje 4 3] de Agosto de 1774. é (2) Situado en la mdrgen derecha 6 meridional del Amazonas, dos jornadas mas ar- riba de 1a boca del Madera, al 8° lat, S. y los 65° long. Oc., M. Paris. 3) Espada.—REPRODUCCION DEL _RHINODERMA DARWINII. 141 parte solamente, y no he podido haber 4 mano dicho tomo. Mas impreso 6 no impreso, ello es lo cierto que nadie se ha acordado para nada de la observacion de Monteiro y de Veiga, y la fisio- logia moderna no la contaria entre sus datos de mayor interes si uno de los primeros naturalistas de nuestro tiempo, el senor Agassiz, en su famosa exploracion ictiologica y geoldgica de la eran cuenca Amazonica, pasando por Teffé en la época del des- ove y cria de los Acards, no hubiese tropezado con uno de estos curiosos peces cuya boca lenaba a la sazon su numerosa prole. La expedicion dirigida por el célebre suizo, pagada por un opulento norte-americano y protegida por el emperador del Brasil, no ha tenido igual en los fastos historico-naturales por la comodidad, por el lujo, por la magnificencia con que se co- menzé y acabé: nosotros, modestos viajeros, al término casi de la nuestra cuando la encontramos en Tabatinga, desamparados y maltrechos, contemplabamos no obstante con-cierto consuelo, rodeado alli de la pompa que merece, lo que en otras partes, si subsiste, es en lucha con la ignorancia y el desprecio. Hallaronse las especies por miles, los géneros por docenas, y varias familias nuevas para la region 6 para la clase (1); y al par que el nume- ro, vida, costumbres y distribucion de los desconocidos pobla- dores de las aguas de aquel gran rio y principales tributarios iban descubriéndose, la mirada experta é inteligente del com- pafiero de Charpentier y de Saussure sobre las cumbres alpinas, descifraba la historia de la inmensa planicie donde hoy labra sus mudables cauces el sistema hidroldgico mas grande de nues- tro globo; y como 4 cada paso que se internaba por ella iba to- mando mas cuerpo y robusteciéndose la atrevida y peregrina idea de que el terreno amazénico era el depdsito acumulado en el fondo de un glaciar gigantesco, parte de cuyos limites al ocaso debian existir en la cordillera andina , comprobarla reco- nociéndolos era ya un objeto que rivalizaba con el primitivo del viaje, ]a fauna fluvial brasileiia; y Mr. Agassiz, solicitado igual- mente por ambos, dudoso acerca de cual seria de mayor prove- cho, y perplejo en la preferencia, no tenia vigilia tranquila, ni suefio reposado, al decir de su cronista. Pues quien resolvid las (1) Mme. et Mr, Luis Agassiz. Voyage au Bresil, trad. Vogeli; Paris 1869, pag. 223 y 380. 142 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) dudas y trajo el descanso al insigne naturalista no fué otro que el Acara con sus hijuelos en la boca, y tal suceso llego 4 consi- derarlo como uno de los culminantes entre los muchos y de im- portancia acaecidos durante su viaje. «Pero ayer manana, cuenta »Mme. Agassiz (1), en Teffe, el personaje ménos esperado ha »hecho su aparicion enmedio de nuestro consejo. Ruin es el su- »geto; sin embarg‘o, no por eso ha dejado de ser grande el peso »de su influencia en nuestras resoluciones. Este intruso es ni ymas ni ménos que un pececillo que tiene las fauces llenas de »su cria. Tal argumento de hecho no tenia réplica: la embriolo- »gia ha ganado la causa. La ocasion de poder observar un des- yarrollo tan extrafio no sdlo en esta especie sino en algunas »otras, que, segun se dice, crian sus hijos del mismo modo, no »es para desperdiciarse.» Y Mr. Agassiz, por su parte, escribia al emperador del Brasil: «Teffé 14 de Setiembre de 1865.—Se- »for.—Al llegar aqui esta mafana he experimentado una de »las sorpresas mas agradables é inesperadas. El primer pescado »que me presentaron era el Acara que V. M. se digné permitir »le dedicase, y por extrafia dicha ha sido en la época del desove »y tenia la boca llena de sus crias vivas y en vias de desarro- »llarse. Hé aqui el hecho mas increible en embriologia plena- »mente confirmado y sdlo me falta estudiar por menor y con »espacio todos los cambios que experimentan los pequefiuelos »hasta el momento en que abandonan su nido singular, con el »fin de poder dar 4 luz una relacion completa de esta particula- »risima historia (2).» Yo afladiré que, mientras tanto, adelanté algunas noticias en carta dirigida 4 Mr. Milne-Edwards publicada en su «Viaje al Brasil» (3), y en la nota de la pagina 225, de las cuales me importa reproducir aqui las siguientes: que entre los Acaras (nombre guarani, equivalente al Chromideos cientifico ) que llevan sus crias en las agallas y fauces, todos ellos del gé- nero Geophagus Heckel, \legé 4 encontrar algunos con la cavidad branquial y el espacio circunscrito por la membrana branquids- tega, formando una bolsa analoga al aparato de los Faringio- laberintiformes,de Cuvier, llena, no de huevos, sino de pececillos ql) 1. ¢.,-p. 210. (2) l.c., p. QU). (Soe clanps ~ 6) Espada.—REPRODUCCION DEL RHINODERMA DARWINII. 143 ya desarrollados; que tanto las ramificaciones nerviosas distri- buidas por la bolsa marsupial (asi la llama) de los Acar'as, como las que ponen en actividad las baterias de los peces eléctricos, provienen de un ganglio especial colocado detras del cerebelo y sobre la médula oblongada; notable coincidencia que induce 4 sospechar si respecto de la tremielga del Amazonas (1) las ob- servaciones del Vicario fueron tan exactas y verdaderas como las del Urucw, indudablemente una especie de Acard. Al hacer estas citas histérico-anedoécticas, es mi propdsito se- nalar el enlace fisioldgico del hécho a que se refieren con el que va & ocuparme, anadiendo a la mayor importancia que esas eonexiones le dan la que indirectamente le atribuyen las pala- bras de un hombre como Mr. Agassiz, cuya admiracion estoy seguro hubiera subido de punto si lo que observo en los peces lo hubiera observado en animales de mayor grado en la catego- ria zoologica y con circunstancias en el fendmeno que aumen- tan su eXxtraneza. El Rhinoderma Darivinii es un pequefio escuerzo descubierto en el viaje de la Beagle por el célebre fildsofo naturalista a quien debe el nombre, é intimamente relacionadc con el curioso grupo de los Friniscideos; laespecie es muy conocida, aunque no bien descrita ni por sus autores los Sres. Duméril y Bibron, ni por él de la Fauna del pais donde vive, pues pretende rectificar 4 aquellos y él incurre, entre otros, en el grave error de suponerle las pun- tas de los dedos provistas de ventosas, cuando las tiene sdlo abul- tadas, lisas, para andar por la tierra, no por los arboles, arbustos 6 matas. A lo exiguo de su talla (0",03, max. del hocico al coxis), reune una facies grotesca; la pielse prolonga mucho mas alla del hocico en una como nariz postiza, y en las rodillas y calcanos en forma de espolones. Lo poco que de sus costumbres se sabe es raro tambien; antes de dar los saltos caracteristicos de su progresion, se empina verticalmente sobre las patas de atras; su voz suena como un cascabel. No habiendo tocado durante nues- tro viaje al Pacifico en la provincia de Valdivia, su patria, no se me ha ofrecido ocasion de observarle vivo y en los bosques som- * . (1) Noes seguro para mi que los viajeros portugueses se refieran al Gymnotus elec- fricus 6 anguila de Surinam; porque en el Amazonas y muchos de sus afluentes hay varias especies de Rayas A quien aquel nombre puede convenir. 144 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) brios de esa comarca austral, su habitacion favorita; pero gracias & mi excelente y generoso amigo D. R. A. Philippi, director del. Museo de Santiago de Chile, he podido estudiarle en los diez ejemplares, ocho &% y dos Q, perfectamente conservados, de que, con otros batracios, me hizo obsequio con destino & las coleccio- nes de nuestra Comision: . Como afirme Mr. Gay en su Fauna chilena acerca del 2. Darwinii (Rep. p. 122-123) que sus 9 son enteramente viviparas y lo testifique ademas con una experiencia hecha por él mismo, al llegar yo al detenido examen de esta especie para la descrip- cion sistematica que de todas las recogidas en nuestro viaje debe publicarse, procedi ante todo 4 cerciorarme de tan extrafiisimo caso, excepcional en los batracios anuros cuando ménos, abrien- do, por medio de una incision 4 lo largo del vientre, el mas abultado de aquellos diez individuos. En efecto; la cavidad que la abertura ponia al descubierto estaba ocupada por un peloton de renacuajos, y no dudando ya del hecho por lo que 4 la vista parecia, antes de aventurarme en una diseccion mas detenida, quise averiguar primero el numero de Q con que contaba. Estas se distinguen exteriormente de los o, 4 semejanza de lo que en otras muchas especies de anuros sucede, en la falta de un saco aéreo debajo de la piel de la garganta que comunica al exterior por medio de dos hendiduras practicadas & uno y otro lado de la lengua; y excuso encarecer mi sorpresa cuando, en vez de ha- llarlas en la boca de los de vientre enjuto y con apariencias de ¢, las reparé en los prefiados de renacuajos, que eran verdadera- mente los de ese sexo, pues habiendo disecado uno de los que carecian de dicho érgano le encontré provisto de ovarios reple- tos de huevos, algunos de gran tamafo. Mas no tardé en pasar de aquella sorpresa 4 otra mayor. Reconociendo la cavidad ab- dominal del <“ que ya tenia preparado para averiguar el como era posible que las crias se contuviesen vivas y encerradas en ella, vi, sin que acerca del hecho quepa ni la sombra de una duda, que el claustro paterno no era otra cosa que el saco bucal aéreo, cuyo ordinario destino en los anuros se limita a redoblar la fuerza y el alcance de la voz del &, particularmente en la época del celo. Este érgano, que en la especie de que trato y en sus condi- ciones normales no pasa de la mitad del pecho, estaba en el in- dividuo 4 que me refiero, dilatado de un modo extraordinario; 7) Espada. — REPRODUCCION DEL RHINODERMA DARWINII. 145 extendiase por atras hasta las inglés, por los costados subia al nivel de las diapdfisis vertebrales , formando dos rincones en- cima de los hombros, y por delante se corria hacia la barbilla. La piel de la garganta, pecho, vientre é hipocondrios, de por si muy extensiva, hacia el mayor lugar al saco prolifero para que cupiese con holgura. Lamembrana que le constituia conservaba los mismos caractéres que en su primer estado, los de la mucosa bucal de que es continuacion, y se encontraba a trechos aplica- da y atrechos adherida exactamente al revés del dérmis y al haz de los musculos pectorales y ventrales. Los efectos aprecia- bles de su presencia sobre los érganos circunstantes eran, uno accidental: obligar a las visceras 4 recog‘erse en mas breve es- pacio, otro permanente: la forma de la clavicula 6 coracoides, cuya mitad basilar se dirige en sentido oblicuo de arriba para abajo, y la terminal, encorvandose, viene a coincidir con el pla- no de la tabla del pecho; de modo que, ganando éste en capaci- dad sin producir la quilla que resultaria si aquellos huesos, con- tinuando en la direccion primera, fuesen 4 juntarse en la linea media del externon, se remedia una necesidad y se evita un es- torbo a los fines que se comprenden. Teniendo a4 mi disposicion ocho ejemplares ©, claro es que no habia de contentarme con el examen de uno solo. Cuatro mas he abierto. Dos de ellos tenian las bolsas proliferas en el mismo ser y estado que el precedente; pero los dos restantes presenta- ban, cada cual por su parte, diferencias muy dignas de notarse. En el uno, la bolsa, aunque extendida ya hasta las ingles, pene- traba poco por los costados, y las visceras conservaban su posi- cion y volumen ordinarios; en el otro era amplisima y floja por donde aquella escasa, y en cambio no pasaba del bajo vientre; las visceras ocupaban un espacio inverosimil, limitado lateral- mente por la linea de los extremos de las diapéfisis; 4 primera vista crei que el bulto de la bolsa lena comprimiéndolas las apretaria contra el espinazo y las empujaria dentro del térax pero reparandolo mejor, el fendmeno no es un efecto mecanico sino una reduccion, una estenuacion de dichas visceras que esta- ban como consumidas. El animal, sin duda, mientras sus hijos permanecen en el nido, debe dar tregua en gran parte 4 sus fun- ciones nutritivas, no suspenderlas del todo como en las inver- nadas, porque su musculatura mostraba las regulares propor- ciones. Tenia ademas la mitad posterior de la lengua mas corta ANALES DE HIST. NAT.—I. 10 145 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) 6 contraida, como para dejar espeditas las entradas 6 salidas de saco bucal. La cantidad, la colocacion y el desarrollo de las crias en cada uno de los cinco individuos que he examinado, y que desig- naré con numeros para evitar confusion en las referencias, va- rian en esta forma: El “ nim. 1, de bolsa extendida por igual, contenia 12 re- nacuajos, al parecer, colocados sin orden; todos con las extremi- dades posteriores reducidas 4 unos mufioncitos comprimidos como aletas y en el mismo punto de desarrollo. El ~ num. 2, de bolsa extendida hasta las ingles, pero no por los costados, contenia’7 renacuajos dispuestos en dos séries muy someras, paralelas, 4 uno y otro lado de la linea media del ahdo- men y pecho y principiando cerca de las aberturas del saco; con las extremidades posteriores reducidas & munoncitos ménos des- arrollados que en los del num. 1. El ~ num. 3, de bolsa como en el num. J, contenia 5 renacua- jos, al parecer sin orden en la colocacion y algo mas adelanta- dos que en los nums. 1 y 2. El & num. 4, de bolsa extendida como en los nums. 1 y 3, con- tenia 11 crias, las mas crecidas colocadas hacia el pecho, las mas tiernas en el fondo y los rincones; de aquellas eran tres con las piernas del todo formadas, pero con los brazos entera- mente ocultos bajo la piel; una, la mayor, de 07,0135 del ho- cico 4 la punta de la cola y 0",005 de diametro maximo, hasta tenia bien significada la membrana interdigital. Las ocho mas pequenas variaban en tamafio y desarrollo; las mayores eran como en los nums. | y 2, las menores median 07,003 de ancho y 07,004 de largo sin la cola, incluso ésta 07,008; su estado el inmediato al de huevo. El f num. 5, de bolsa Amplia en los costados, pero recogida hasta el bajo vientre, contenia 15 crias repartidas por cualquier sitio de la cavidad; las de la garganta la hacian parecer hincha- da y como si el animal se ahogase con ellas; todas en el mismo grado de metamorfdsis, con las cuatro extremidades exentas, pero las posteriores mas cortas y ménos formadas que en las tres grandes del num. 4, con cola muy larga todavia; la mayor media del hocico 4 la punta de la cola 0",014 y de diametro maximo transversal 07,0035. Anadiré que no he visto restos ni sefiales de sustancia alguna (9) Espada. — REPRODUCCION DEL RHINODERMA DARWINII. 147 que uniese los renacuajos menores en las bolsas, ni en los ova- rios de la 9 los siete huevos mas grandes (07,003) entre los esca- sos que contenia; si he reparado en unos corpusculos negros, mates, lenticulares y huecos trabados del tejido celular de esos ultimos érganos, cuyo objeto no puedo ni remotamente expli- carme. . Considerados aparte y reconocidos uno por uno los cincuenta renacuajos de esas cinco proles, he notado en ellos los caracté- res siguientes: Todos muestran una coloracion semejante, convertida por el alcohol en pardo amarillento oscurecido por cima y aclarado hasta la transparencia por abajo y en las extremidades, por lo cual se distinguen con facilidad 4 través de la piel del pecho y del vientre las visceras que cubre. Todos tienen el cuerpo com- pletamente liso, sin apéndices de ninguna clase. La cabeza de los mas pequefios es conica y estrecha, la de los mayores corta, obtusa y redondeada. Todos carecen de laminas cérneas en la boca, sumamente diminuta en los mas tiernos, al extremo que de algunos he llegado 4 dudar si la tienen. En ninguno de los que se hallan mas proximos al estado de huevo he podido descubrir vestigios de branquias externas, en lo cual se parecen 4 los rena- cuajos del Notolrema marsupiatum en el momento en que van & abandonar la bolsa dorsal donde los ha incubado la Q. La cola de todos, sea cualquiera el grado de metamorfdsis & que han llegado, es angosta, poco comprimida y con las expansiones cutaneas muy reducidas, en una palabra, como si no les hiciera mucha falta; en la mayor parte de ellos, Aapodos, bipedos 6 cua- dripedos, la encontré vuelta y aplicada 4 uno de los costados; en los mas tiernos y de tamafio de 0",003, que conservaban aun la postura embrionaria, ese organo forma un todo con el espinazo arrancando de detras de los ojos, sobresaliendo como una quilla achaflanada por encima, y encorvado y aplicado sobre la linea media posterior é inferior del glébulo que constituye su cuerpo. Menos en éstos, casi embriones, en todos el tubo intestinal es grueso, corto, abultado, del mismo color amarillo naranjado, conserva la misma posicion, y su forma es la de un caracolillo trazado en la masa del vientre. He exceptuado 4 los individuos mas rudimentarios porque en ellos los intestinos no se bosque- jan todavia y el hemisferio abdominal 6 inferior de su cuerpo es todo de una sustancia homogénea, idéntica en la forma, 8 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) aspecto y consistencia 4 la del huevo, y protegida por una pe- licula tan ténue que no resiste el mas leve contacto. De aqui, aqué deducciones seguras pueden hacerse que sirvan como datos positivos, ciertos para la historia de la reproduccion del Rhinoderma Darwinii? Kn mi concepto las que siguen: 1." Asentar como hechos exclusivos, singularisimos hasta hoy entre los vertebrados, la manera de encargarse los machos de la prole y cumplir con el encargo; porque si bien es verdad que en algunas aves alternan en la incubacion los dos sexos, y el § del Alytes obstetricans 6 sapo partero 4 medida que la hem- bra pone los cordones oviferos se lo enreda como madeja entre las piernas y los leva consigo hasta que los renacuajos nacen, ni aquello es otra cosa que una vaga y remota analogia con el acto que estudiamos, ni el caso del A/ytes es tan complejo y acabado, ni requiere un Organo especial, 6 por lo ménos una modificacion organica. 2.*° Consignar las nuevas afinidades que descubre en la clase de los Batracios con la de los Peces el des- tino accidental y periddico del aparato respiratorio a las funcio- ‘nes reproductivas. El hidides sostiene las branquias del rena- cuajo; durante el estado perfecto del animal los sacos bucales dereos por medio de las prolongadas astas estildides; al conver- tirse dichos sacos en receptaculos proliferos é incubadores, como la membrana branquidstega y cavidad branquial de los Geopha- gus, parece como que vuelve a su primer destino; y séame per- mitido indicar de paso, y con ese motivo, la analogia que existe entre el hidides y los huesos marsupiales; ambos se relacionan con regiones homologas, las extremidades abdominales y las ce- falicas, ambos sostienen, 6 pueden sostener, un organo, cuyo objeto, durante la vida, 6 en determinadas épocas de ella, es la reproduccion de la especie. 3.* Afirmar que, en su evolucion metamorfica desde el huevo 4 la forma definitiva, el R. Darwi- mii, asemejandose 4 la de aquellos batracios que como el Bufo agua, por ejemplo, no obstante el enorme tamafo que adquiere cuando adulto, le tiene reducidisimo é igual al de su renacuajo en el momento de perder la cola, experimenta alteraciones que le apartan del curso normal observado en el desarrollo de las larvas de los anuros; alteraciones que principalmente consisten en que las metamorfésis se completen bajo la dependencia in- mediata, frecuente 6 continua, de uno de los padres, y dentro de un drgano que se prepara en ellos al efecto, y ademas, y gi) Espada.—REPRODUCCION DEL RHINODERMA DARWINII. — 149 como consecuencia de esto, que el numero de las crias sea redu- cidisimo, comparado con el prodigioso de la inmensa mayoria de los anuros, en especial los escuerzos. El Nototrema marsu- piatum, y casi con toda seguridad el NV. testudineum y el Opis- todelphys ovifera, Hilideos, cuyas hembras llevan tambien con- sigo la prole en una extension cutanea interna sobre la region sacro-dorsal, ofrecen un ejemplo analogo al del 2. Darivinii, pero ni su bolsa se relaciona con el aparato respiratorio, ni se sabe, ni es probable que guarden los embriones mas alla de la primera evolucion, es decir, cuando el renacuajo empieza 4 moverse voluntariamente; primero, porque éstos salen del huevo con laminas corneas en la boca; segundo, porque son por lo general ciento y mas hermanos, y @ poco crecer ya no cabrian en el nido, y tercero, porque generalmente en las especies afines son poco menores los renacuajos que el animal perfecto cuando aun conservan la cola en casi toda su magnitud. La Pipa es el tinico batracio que nos presenta en un caso semejante a éste el mas proximo al del R. Darwinii, pues la hembra guarda sus hijos en los alvéolos cutaneos de la espalda hasta la postrera meta- morfosis. Pasemos ahora al terreno de las conjeturas; no muy adentro sin embargo. La igualdad de volimen, de aspecto, y en parte de sustancia entre el mayor de los huevos todavia en el ovario y cercano a la cloaca y el mas tierno de los renacuajos encontrado dentro de la bolsa incubadora, parece indicar un corto espacio de tiem- po desde la salida de los embriones del cuerpo de la madre hasta a entrada en el del macho; pero, gen qué estado entran y como? Dificil seria contestar 4 este ultimo punto; la Naturaleza es infi- nita en sus recursos, y su logica no es la nuestra. Las opera- ciones que los machos practican para fecundar los huevos y dis- ponerlos segun las condiciones necesarias para su desarrollo cuando la reproduccion de su especie asi lo requiere, no suelen dejar huella en su organismo, y en los del R. Darwinii no se nota ninguna, ni externa ni interna. El ~ num. 2, de bolsa poco profunda todavia, nos muestra en la colocacion de sus renacua- jos como van entrando los embriones uno tras otro y a la par por cada abertura del saco; pero este hecho, sobre corresponder ya al ultimo acto de aquellas operaciones, no es un indicio com- pletamente seguro ni generalizable, pues otros renacuajos mu- 150 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) cho menores ocupaban el fondo de la bolsa prolifera del ~ nu- mero 4, junto con hermanos de bastante mas edad. En cuanto al primer punto, si el o@ introduce en su saco huevos 6 renacua- jos, razones de analogia, el precedente de los Nototremas y Pipas y la consideracion de que dentro de las bolsas proliferas se encuentran crias en la postura, formas y tamafo que tienen en el huevo y segun todas las trazas, sin que de su voluntad hayan empezado & moverse, nos llevan 4 suponer que los ma- chos se encargan de huevos, no de renacuajos; cuyo encierro, por otra parte habia de ser tarea penosa y larga, 4 no conside- rarlos dotados desde los primeros momentos de su vida libre de un especial instinto. Ya en la bolsa del macho, gpermanecen alli hasta el fin de su postrera metamorfésis, 6 salen y entran a su gusto 6 al del padre? En mi entender, 4 esta cuestion responde, con muchas probabi- lidades de certeza, el examen de los renacuajos. Su boca, com- pletamente desarmada; las condiciones y postura de la cola; la inmovilidad del tubo intestinal; su invariabilidad de forma y aspecto, y su color y substancia idénticos a los del huevo, indican que ni poseen aptitud para moverse en el agua ni de medios de proporcionarse alimento y asimilarselo periddica y alternativa- mente, y por tanto que, no teniendo para qué salir dei nido, accesible por lo demas al elemento en que respiran, la reclusion es completa. Pero en ese caso, gcomo y de qué se nutren? La sustancia contenida en el tubo digestivo, largo, delgado, cilin- drico de todos los renacuajos de vida independiente, es verdosa, oscura, mezclada alguna vez con cieno y revelando en la calidad, estado y aspecto su procedencia vegetal; la que yo he reconocido atentamente en el estomago é instestinos de las crias del 2. Dar- wintit, desde las mas embrionarias 4 las mas perfectas, es impo- sible distinguirla de la masa vitelina; y vuelvo a repetir, que la region inferior 6 abdominal del renacuajo en postura embriona- ria todavia, no era otra cosa que la mitad de un huevo. Casual- mente ayudaba 4 mi examen la accion del alcohol, que reduce aquella masa a una finisima papilla pulverulenta, naranjada, de propiedades tales, que no cabe confundirla con ninguno de los tejidos de un batracio sometido a ese liquido. Asi, pues, en mi opinion, la yema del huevo es la que nutre los renacuajos, hasta que, terminada la ultima de sus transformaciones, aban- donan para siempre ja carcel paterna: y a ser admisible la ~as) Espada.—R»PRODUCCION DEL RHINODERMA DARWINII. 151 hipotesis, hé aqui relacionada intimamente la funcion con el caracter especial del érgano en que se verifica; hé aqui las me- tamorfésis de un batracio reducidas 4 las evoluciones embrio- narias de un pez. Desocupada la cavidad prolifera, gpermanece en el estado en que las crias la dejan, 6 recobra el de saco bucal aéreo? La retraccion que empieza a notarse en la del ~ num. 5, cuyos renacuajos se hallan préximos a su forma perfecta, parece indi- car lo ultimo; por otra parte es lo mas natural que el érgano vuelva 4 las condiciones en que el macho lo ha menester para entenderse con las hembras en la época de sus inmediatos amores. . Creo que los hechos, deducciones y conjeturas expuestos, aunque de mala manera y como 4 mi se me alcanza, responden alaimportancia que atribuyo 4 la singular reproduccion del R. Darwinii; pero aquellos, ni a mi me satisfacen, ni satisfaran a nadie que vislumbre el interés que ha de tener al lado de éste, un estudio vivo, en que el animal por si mismo evidencie lo supuesto, desmienta lo asegurado y descubra lo imprevisto. Le ai nee CARTAS INEDITAS DEL BARON ALEJANDRO DE HUMBOLDT PRESENTADAS A LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL POR D. JOSE MARIA SOLANO Y EULATE. (Sesion del 6 de Diciembre de 1871.) Deseoso de conocer la historia del Museo de Ciencias Natura- les de Madrid, solicité y obtuve de la amabilidad de su Director, el Excmo. Sr. D. Miguel Colmeiro, la vénia para registrar el archivo del establecimiento. Muchas fueron las noticias curio- sas que adquiri por efecto de semejante investigacion; pero ninguno de los documentos que encontré, me produjo tanto agrado como dos cartas del Baron Alejandro de Humboldt, cuya existencia se ignoraba, dirigidas desde América a don José Clavijo Fajardo (1). Me apresuré, prévia autorizacion, a sacar copia de ellas, y tuve poco despues el honor de leerlas en extracto en una de las sesiones de la Sociedad Hspanola de Historia Natural. La circunstancia de describirse en dichas cartas localidades que a la sazon formaban parte de nuestro territorio, el contener catalogos razonados de ejemplares au- ténticos que posee el Gabinete de Madrid, rotulados de puno (1) Estas cartas se hallan en el legajo 7.°, carpeta 1.*, paquete 1,° 154 ANALES DE HISTORIA NATURAL. - (2) y letra del mismo Humboldt, que los remitio en justa corres- pondencia de la no interrumpida proteccion que merecié de los espanoles durante su viaje (1) y el apuntar en ellas muchos hechos que han servido de base a teorias, hoy ya del dominio de la ciencia, fueron razones que decidieron 4 aquella corpora- cion 4 acordar su insercion en los Annales (2). No contenta con esto en su celo por dar el mayor interés 4 la publicacion, de- termino fotografiar una de ellas, a cuyo efecto eligié la que por sus dimensiones mejor se acomodaba a las de los Anales. El distinguido artista D. Antonio Selfa, autor de varios trabajos de reconocido mérito de Ja misma indole, fué encargado de la ejecucion, sobre cuya bondad pueden juzgar por si mismos los lectores. De la otra carta se acordé dar una simple copia. Esta es exac- ta, habiéndose conservado todas las faltas de ortografia del (1) Embarcado Humboldt en la Coruna, el dia 5 de Junio de 1799, 4 bordo de la fra- gata espanola Pizarro, visit6 las islas Canarias, donde se detuvo el tiempo preciso para subir al pico de Tenerife, siguiendo despues 4 América. Alli recorrié los distritos de Venezuela, el Peri, Cuba y Méjico, pasando 4 los Estados-Unidos en Marzo de 1804, y reembarcandose para Europa en 9 de Junio del mismo aho. En comprobacion de los buenos servicios que debié 4 nuestra nacion, pudieran citarse muchos parrafos de sus cartas. Bastan para el caso los que contiene la copiada en este numero de los Anales, y los siguientes entresacados de otras. f A Lalande escribia desde Caracas con fecha 14 de Noviembre de 1799: «Les officiers espagnois ont tellement favorisé nos desseins , qu’au milieu de l°Qcéan j’ai pu prepa- rer des gaz et analyser l’atmosphére sur la frégate comme au milieu d’une ville. Les mémes facilités m’ont été données sur le continent; partout les ordres du roi et de son premier secrétaire d’Etat, M. de Urquijo, qui protége les arts sont executées avec zele et promptitude. Je serais bien ingrat si je ne faisais le plus grand éloge de la ma- niére dont je suis traité dans les colonies Espagnoles... (Correspondence scientifique et litteraire d Humboldt, publi¢e par la Roquette-Paris 1865). En carta 4 Cavanilles (Méjico 22 de Abril de 1803) le decia: ... pero entre tanto ruego 4 V. encarecidamente publique nuestra gratitud (lasuya y la de Bonpland su compa- fero de viaje) 4 los innumerables favores que hemos debido 4 los Espanholes en todos los puntos de la América que hemos visitado, porque faltarlamos 4 nuestra obligacion, si no diéramos los mayores elogios 4 la generosidad de su nacion y del Gobierno, que no ha cesado de honrarnos y protegernos. (Anales de Ciencias Naturales, tomo v1, pagina 286.) (2) Al tomar este acuerdo siguio la Sociedad el ejemplo de Ja junta de redaccion de los Anales de Ciencias Naturales que se publicaron en Madrid de 1799 4 1803, los cua- les contienen una carta 4 Clavijo (Caracas 3 Febrero 1800), una 4 Cavanilles, ya citada, otra al baron de Forell, Ministvo Plenipotenciario de Sajonia en Madrid (Cumana 16 Ju- lio 1799 y Caracas 3 Febrero 1800), y copias de otras a Delambre y 4 Fourcroy , publica- das en el Moniteur Universe? frances. (3) Solano.—cCARTAS INEDITAS DEL BARON DE HUMBOLDT; 155 original (1), de las cuales sdlo van anotadas las mas principales. Madrid 6 de Noviembre de 1872. JAMES: Copia de una carta del Baron de Humboldt. Dice el sobre: « Al Sr. D. José Clavigo (stc) y Faxardo, Direc- tor del Real Gabinete de Historia Natural de Madrid» —« a Po- payan » «a Popayan ce 25. Nov. 1801. «Mon respectable ami, » « Voila pres de 2 ans = demi que j’ai tenté tous les moyens possibles pour Vous faire parvenir des mineraux et des Memoi- res sur les Roches de l’Amerique meridionale. J’aieu la patience de trainer des pierres avec moi depuis l’Equateur jusquw’ a la Cote septentrionale, depuis le Rio negro et Casiquiare jusq’a la Cote de Paria, j’ai fait partir des Caisses de mineraux par Cu- mana et Caraccas mais jusqu’a ce moment je reste dans une triste incertitude si les fruits de tant de travaux ont été perdu (sic). Je ne Vous attribue pas la faute de ce silence, je connais Votre ame sensible a l’amitié, je puis me flatter que Vos voeux m’ont suivi dans les solitudes de lOrinoco et des pays indiens que j’ai parcouru en 1800, manquant de tout abris (sic), souvent de nourriture et exposé a une humidité affreuse. Ma santé a re- sisté a toutes ces fatigues. Engagé dans une entreprise que je crois utile aux hommes mon Courage ne m’abandonnera point. Je commence a me former des idées assez claires sur la Cons- truction du globe dans cette partie du monde. A force d’ obser- ver, de mesurer, de rediger des profils et des Cartes minera- (1) Estas faltas son hijas de la precipitacion con que estd escrita la carta, cosa nada extrana si se tiene en cuenta la variedad de ocupaciones que llenaban la vida del ilus- tre naturalista durante el viaje. Hn la carta 4 Lalande, antes mencionada, le dice que su objeto principal al recorrer el nuevo continente era «la fisica del mundo, la compo- sicion del globo, el analisis del aire, la fisiologia de los animales y de las plantas, y las relaciones generales que unen 4 los séres organizados con la naturaleza inanimada,» vasta tarea capaz de arredrar 4 cualquier hombre que no fuera el intrépido sabio ber- lines. En la misma carta anade que durante el dia se ocupaba de historia natural, de- dicando la noche 4 la astronomia. No es, pues, de admirar cometiera, no obstante su gencral ilustracion, faltas en la redaccion de las cartas a sus amigos escritas en rapi- dos momentos rohados & sus incesantes y multiples trabajos, 156 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) logiques je prepare des materiaux pour le grand Ouvrage geologique que je me flatte de donner au Public. J’admire de jour en jour davantage cette armonie qui régne dans les Cli- mats les plus éloignés, je retrouve ici les formations de la Saxe, de la Boheme, de la Pologne, de l’Italie et des Pyrenées. J’ai cherché a Vous peindre la Construction du globe depuis la Cote de Paria a Maracaybo et de la Cote septentrionale a la Vallée de VAmazone, tout cet imense (sic) terrain qui s’etend a 1’Est des Andes et dans lequel nous avons traversé une grande Cordi- llere presque entierement inconnue, celle de la Parisne qui joint les montagnes de S. Fe a celles de la Cayenne. Je Vous ai envoyé ce Memoire assez volumineuse 2 fois par la voye (sic) de Cadiz et celle de la France. Je me flatte que Vous et nos savans (sic) amis M. le B. de Forell, Mrs Proust, Hergen, et Fernandez l’auront lu avec quelque interet. J’ai parcouru depuis Isle (sic) de Cube deja vue par un Mineralogiste qui fait hon- neur & l’Espagne D.. Francisco Remirez. J’y ai observé une formation de Roche de Serpentine et de pierre ollaire trés cu- rieuse, celle de Guanavacoa, contenant le vrai Schillerspath du Harz sur lequel mon ami Mr. Freisleben a donné un excellent Memoire, (le Spathe (sic) de laiton) des couches de Calcedoine... Cette Serpentine repose sur du Syenite et celui-ci sur du granite (sic) feuelleté d’ailleurs si rare dans la partie occidentale de isle. Depuis notre depart de la Trinité de Cube nous avons visité le Rio Sinu, les environs de Carthagene (ou les petits Volcans d’air de Turbaco (sic), a lombre d’une nouvelle et majestueuse espece de Cavanillesia, dégagent le gaz azote le plus pur que j’ai ana- lysé ) jai remonté la Riviere de la Magdelaine pendant 48 jours, en formant une Carte en 4 planche (szc) fondée sur mes obser- vations astronomiques, nous avons visité les ruines de Mari- quita et S. Anna (sic), et Honda, nous avons parcouru perdant 2 mois les environs de S. Fe et le Sel gemme de Zipaquira situé dans des Couches de gypse. La Nature y a repeté a t. (ste) de hauteur toute la formation d’Aranjuez. Comment Vous pein- dre les momens (sic) instructifs et delicieux que nous avons passé (sic) dans la maison de Villustre Mutis qui nous a comblé de bonté, comuniqué (sic) tout ce que contient son immense bibliotheque, ses manuscripts, ses herbiers... J’aurais pris la route de Panama et Guayaquil a Quito pour eviter les horreurs du chemin de la Magdelaine, de Popayan, de Pasto... Mais nous 6) Solano.—CARTAS INEDITAS DEL BARON DE HUMBOLDT. 137 n’avons pas pu resister de voir de pres le respectable Mutis et d’admirer le grand ouvrage quwil prépare a la Posterité. Nous avons traversé la Cordillere des Andes par le Paramo de Quindid (sic), Montagne qu’aucun Botaniste n’a vu avant nous et qui offre des sites delicieux entre les Nevada de Tolima et S. Juan. Nous avons cotoyé les Andes dans la Vallée de Cauca, a la vue des neiges de Baragan (sic), Paez, Guanaca et Purace, dont la plupart sont plus élevé (szc) que Pichincha et Corazon. Partout ou (sic) le Schiste micacé vient au jour nous avons admiré de nouveau le grand phénomene du parallellisme (sic) des Couches. Elles sont dans les Andes comme a la Cote de Paria, en Gallice comme en Savoye et au Tyrol hora (sic) 3-4 dela boussole de Saxe, tombant presque constament (s7c) au Nordouest! Nous avons fait depuis ici de grandes excursion (sic) dans la Cordi- llere Royale pour reconnaitre la Nature du Volcan de Puracé, qui est situé a l’est de Popayan. J’ai commencé a réunir ce que jai observé dans le Royaume de la N. Grenade et dans les An- des dans un troisieme Memoire, semblable aux deux Tableaux que j’ai eu l’honneur de Vous envoyer. Ce travail ne pourra étre achevé qu’a Quito, ot je compte me trouver a la fin de De- cembre. Avant de Vous lVadresser j'ai tenté de Vous faire parve- nir une Suite des Roches des Volcans de Sotora et Puracé. Pour ne pas repeter ce que Vous trouvez plus exposé dans mon troisieme Memoire sur l’Amerique meridionale, je n’acompagne cette Caisse de minéraux que d’un simple Catalogue. Je m’ima- gine que cette Collection aura quelque interet pour le Cabinet de S. M. en la placant pres de celle que j’ai ramassé (sic) du Pic de Teyde. Vous reconnaitrez avec quelle uniformité la Nature detruit et produit dans les Climats les plus eloignés. Depuis le 3.° de latitude boreale je suis entré dans un monde de basalte, de Roche verte, de Porphyre Syenitique. Entrant dans la ville de Popayan nous avons vu de belles Colonnes pentagones sembla- bles aux Basaltes d’Antrim aux coins de toutes les rues, et ce- pendant le nom de basalte n’a jamais été prononcé & Popayan, ou ailleurs on a commencé a cultiver la Chimie et la Physique moderne avec un zele étonnant.» « Le Volcan de Puracé dont la Cime a prés de 2500 t. de haut est une montagne de Porphyre qui repose sur du Syenite. Sa base est entouré (sic) de Basaltes, de Roche verte (Griinstein de Werner) de Jaspe & Porcellaine... Sa Cime est une Obsidienne 158 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 6) qui enchasse du Feldspath qui fait transition dans la Zeolithe. Il a plussieurs (sic) petites bouches, autour desquels (sic) on entend un bruit affreux et qui vomisent des vapeurs d’ acide sulfureux. Non avons tiré de ces bouches (par un instrument fait expres) des eaux hidro-sulfureuses.—Le gaz hydrogéne sul- furé qu’ exhale cette eau se décompose par le contacte (sic) des vapeurs acides (produit d’un soufre brulant) et par V’oxigene de Vatmosphere. Le soufre se precipite de ce gaz, et forme des croutes , par lesquelles ces bouches se ferment peu a peu.» «N.° 1. Porphire (sic) a base d’Obsidienne semblable a la formation que nous avons observé a la Cime du Pic de Teneriffe. Ces Couches se trouvent 4 2200—2300 t. de haut. Elles contien- nent des Vesuviens ou des Grenats? Ce que ce porphire a de plus particulier est la proprieté de rompre en Colonnes 5-7 gones. Il a keilformig stanglich abgesonderte Stiikke. Les colonnes sont reunis (s2c) en groupes qui sont situés en differens (sic) sens. C’est dans ce porphire que les vapeurs elastiques ont creusé les bouches. A une distance de 1500 t. des bouches actuelles’ il contient du soufre natif enchassé. » «N.° 2. Porphire avec du Feldspath vitreux a 2000 t. de haut en le Cascajal au dessus de toute Vegetation. Je suis par- venu jusqu’ ou le Barometre descendit & 16 pouces 8 lignes ou & 2287 toises de haut, je serais parvenu beacoup plus haut, mais comment resister & une grele de 4 heures de suite et enve- loppé dans les nuages. Nous nous chauffames aux vapeurs ruti- lans (sic) du Volcan ou a 3 t. de distance le Thermometre monte a 30° de Reaumure (sic). » «N.° 3. Porphyres brulés peutetre (sic) lave décomposée, residu d'une ancienne eruption 4 2200 toises au dessus de toute Vegetation.» «N.° 4. Porphyre en Colonnes faisant la Base de Basaltes de - Pisojé—des plaines d’Amolanga au Pic du Volcan pres du vi- llage Indiens (sic) 8. Barbara a 1400 t. » «N.°5. Soufre formant des couvercles sur la bouche, prés de celle-ci méme a 2272 t. (la bocca (sic) grande en el declive al occidente). Le soufre est precipité du gas (sic) hydrogene sul- furé et les cristaux en forme d’aiguilles se rangent par des jeux Waffinité particuliers, le precipité naisant d’un fluide aeriforme.» «N.° 6. Pierre ponce du Volcan etént (sic) de Sotora au Su- dest de Popayan, Volcan de 2400 t. de haut. C’est un cone tron- - (7) Solano. —CARTAS INEDITAS DEL BARON DE HUMBOLDT. 159 qué. On pretend que peu de tems (sic) avant la conquete il fit une grande eruption dans laquelle il perdit la cime alors pira- midale (sic). Puracé ne parait jamais avoir produit des pierre (sic) ponces. ILest a observer que quoique Vobsidienne abonde dans ces regions elle n’y parait jamais avoir donné le material a la pierre ponce, comme au Pic de Teyde. Icile Mica parait indi- quer que la pierre ponce était originairement du Granite ou porphire granitique. Multa fiunt eadem sed alifer, comme dit Quintilian (s7c). » «N.°'7. Porphyres Syenitiques avec de la Corneenne. Rives du Rio vinagre, eau qui contient du sulfate de fer, sulfate de magnesie et de acide sulfurique en surabondance et qui sort comme source chaude du flanc du Volcan de Purace, cet eau acide empeche le Cauca d’avoir des poissons pendant 4-5 lieuex (sic) jusqu’ a ce que le Palacé et Pindamon lui donnent de Peau douce en abondance. » «N.° 8. Porphyre prés de la bouche du Volcan décomposé par les vapeurs. » «N.° 10. Roche verte porphyritique en Colonnes, des Andes prés de Caloto. » «N.° 11. Une Roche du Nevado de Baragan que Vous vou- drez bien examiner. Je ne la sais pas nommer. » «N.° 14. Roche verte de Pisoje, rive de Cauca. Cette forma- tion suit la Cordillere des Andes jusque dans le rameau qu’ elle donne & la Cote de Caraccas, d’ou j’ai envoyé du Grunstein au Cabinet de S. M. » «N.° 15. Basalte de la Tetilla. Il contient des pyrites comme celui d’ Unkel du Rhin et ni corneenne ni olivin. Tetilla de Su- lumito prés de Popayan. » «N.° 16. Vraye (sic) Roche verte, Grunstein de Werner de la pente des Andes prés Quina major, Jelima-en boules. C’ est dans les interstices de ces boules que Von trouve les grains d’or que lon travaille ici et qui sont trés importans (sic). » «N.° 17. Les Obsidiennes porphiritiques ns. sont attirable (sic) a Vaimant. En outre d’elles la Cordillere des Andes con- tient des couches entieres de fer magnetique pres Ibagué, Paez... «N.° 18. Basalte avec 2 poles trés determinés de la Tetilla de Sulumito. Le Basalte de cette montagne n’est en général pas attirable 4 Vaimant, mais prés de los Uvales nous avons trouve 160 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) un bloc de Basalte qui a 2 poles et dont les fragmens (sic) ont la meme proprieté. Serait-ce effet de la foudre? » «N.° 19. Les Rivieres qui descendent du Nevado de Baragan charient (s7c) des fragmens de Pechstein-porphyr qui existe donc aussi dans les Andes comme a Milliz en Saxe. » «N.° 20. Du Volcan de Sotora, une porcellaine de Reaumur produite dans le crater du Volcan en temoignage de l’activité du feu de ces Regions. Etait-ce originairement du Feldspath. Ces Masses ont été jettés (sic) & une grandes distances (sic). » «N.° 24. Couche d’argille qui raproche du Porcellajaspis (jaspe & porcellaine de Werner) dans les Porphyres a la premiere Chorera (sic) del Rio Vinagre. » «N.°26. Roche verte du Baragan. » «N.° 27. Verre de Miiller, identique avec le verre de Franc- fort que Mrs. Miiller et Voigt ont decrit. Nous l’avons decouvert au Volcan de Puracé mais je ne le prens (sic) pas pour un verre volcanique, car il se trouve aussi sur les serpentines du Zotenberg en Silesie. Il se raproche (szc) de la Calcedoine. » « Une suite d’Obsidienne (szc) d’un blanc laiteux jusqu’au noir le plus foncé, rayé comme celle d’Hongrie... On ne les trouve ici qu’en cailloux autour des Volcans. Vous trouverez dans la petite boite deux boules d’Obsidienne bien curieuses. Aussi les autres fragmens indiquent, partout ou l’on decouvre Vancienne superficie, des convexités... Ces boules que je ne crois pas du tout volcaniques seraient elles enchassées dans quelque Roche de Trap comme les boules de Calcedoine que j’ai vu (sic) a Vicenza en Italie? Decouvira-t-on cette formation dans quelque partie des Andes? J’ai decouvert une petite Colonne parfaite- ment pentagone d’Obsidienne noire que j’ai mis dans la boete (sic) avec les Grenats d’Antioquia. Observez, mon respectable ami, l’analogie avec les colonnes n.° 1. J’ai vu dans le Cabinet de Berlin un dodecaedre d’Obsidienne d’Hongrie, que notre excellent Mineralogiste Mr. Carsten a decrit. C’est sur la quan- tite de ces Obsidiennes, Porphyres et Roche verte que l’on pour- rait fonder ici la fabrication des boutons de verre, dont les In- diens sont si avides et que dans le pays de Bayreuth on fait de ces méme Roches vertes (Trapp) que donne le Ochsenkopf. » « Je joins encore a cette Caisse: » « Un grand Cristal de Roche du Cero (sic) Munchique, qui n’a rien dinstructif, que de prouver de quelle taille et grandeur la 9) Solanco,—CARTAS INEDITAS DEL BARON DE HUMBOLDT. 161 Nature a modelé ses produits dans la Cordillere des Andes. Tous les filons y sont pleins de cristaux a 8-14 pouces de haut et 3-4 de gros. Je n’ai pas trouvé jusqw ici dans les Andes du Titanium que nous avons observé pres de la Guayra.» « N.° 12-13. du bois fossile convertis en Pechstein et d’un lustre magnifique des couches de gres de la Vallée de la Mag- delaine. Kieselschiefer melangé de terre calcaire! » « N.° 22. dans la boete. Grenats dans las minas de oro corido (sic) de Antioquia entre des roches basaltiques, formation sem- blable a celle de Boheme, d’Expailly au Vivarais... — N.° 25. Couches d’Alun naturel des montagnes secondaires du Socoro (sic). La Nature y repete la formation de Tolfa. » «N.° 28. Mine brune de fer dans le eres de Neira. Interessant a cause de la grande rareté du fer aux environs de l’Equateur et a cause de Videntité de formation avec celle de Tornowitz et d'autres gres allemands.» «N.° 29. Ambre fossile dans les montagnes secondaires du Socoro. (Roy. de S. Fe.) » « Voila, mon digne ami, les produits que j’ose Vous adresser aujour d’hui. Vous ayant tout envoyé ce que je possede et ce que j’ai pu trainer avec moi, jé Vous supplie de me garder quel- ques doubles, afin que j’aye (sic) aussi un jour quelque memoire de ce voyage penible. Je Vois de tems en tems des annonces des Annales d’histoire naturelle de Madrid. Elles /sic) doivent étre trés interessantes. Mais comment recevoir un livre d'Europe dans cette partie du monde! Depuis 2 }4 ans je n’ai eu qu’une seule fois des lettres de ’ancien Continent. Mais on s’accoutume a toute privation et je regarde la lune deja plus pres que l’Eu- rope. Je compte passer a Quito et Lima, de la a Acapulco et au Mexique et puis de retour en Europe par la voye (sic) des Philip- pines. Voila mes plans jusquw’ a ce jour. Malgré les fatigues les jouissances de cette vie errante sont au dela de toute description. Ma santé est meilleure qu’elle était en Europe et j'ai trouvé partout des amis et une reception au dela de mes éspérances. Vous mon digne ami, n’avez pas peu contribué a me procurer la Protection de laquelle je jouis dans ces belles Colonies. Rece- vez de nouveau les hommages de ma reconaissance. Vous et notre digne ami Mr. le B. de Forell! Jz Vous embrasserai en 1804. car je suis tres resolu de ne pas mourir, mais de faire un second voyage autour du monde. Mes respects a4 Mr. le B. ANALES DE HIST. NaT:—1I, ll 162 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10. de Forell, Mrs. Proust, Hergen, Cavanilles (a qui j’ai envoyé des plantes) Fernandez, M. D.” Raphael Clavijo a la Corogne...» « HUMBOLDT. » « ALS.7 D.. Jose Clavijo Madrid. » Al margen: « N.° 30. Une formation trés remarquable des rives de Cauca prés de Puracé (Andes) du Porphyre granitique presque Gra- nite en Colonnes avec du Feldspath commun, mica et peu de corneenne en Colonnes de 3-4 toises regulierement 5-7 gones semblables aux granite colonaire (sic) que Strange a decrit a Verona. » «N.° 31. formation: calcaire primitive (proprement faisant transition dans la secondaire) des Andes pres Popayan, mélé de Carbone. » «N.° 32. fossile de Chirivio, filon, je crois du Carbonate de baryte (on le nomme gypse ici) mais le poids specifique... » « Mon Compagnon de Voyage Bonpland Vous présente ses respects. Sa santé est également bonne quoique il travaille imensement (sic) avec ce zele qui lui est naturel.—Helas, mon digne ami, l’almanac (sic) nautique de Cadiz 1802-1803! ne pourrier Vous pas m’en envoyer 2 exemplaires au Mexique sous Vadresse du Pref. del Rio. » 8) ae ROE Ss A & wna sate le oe Cee de o Tam hh Ye (ian oS * Soh Clavese 7 Re ae ae aN ecle~ hh ead se palace Oh te Dem Madd. Jronode: , | ON a MOS Gene ae to BBE per sean” giles Lain, & ae wt se Dmg ae yx ee a ray i OOO, nee gag ce xz ae ee 2g Oye wane a / euleca™ Le L frecte to 7S ef Come Log hoe oa pally ett pees Og f Loom pee Go eo ~ Me Un BI ; By Mle , - 4 cong ee i? pm | AJ egccg ve LD ba Rie eee eS oma be a / on r nee yer rd ; A Jere yor o incl pp t® econ vAd ae for | ee Poet Gn maith ee gl ( Lea 1 7 ffo otees DA Pe Pie: UN AUTOGRAFO DEL ABATE SPALLANZANIT POR D. M. JIMENEZ DE LA ESPADA. ( Sesion del 7 de Febrero de 1872. ~ Los trabajos de D. Antonio Pineda y Ramirez, naturalista en jefe de la expedicion que al mando de D. Alejandro Malaspina se llevé 4 cabo con tanta gloria para Espafia 4 bordo de las cor- betas Descubierta y Atrevida, heredaron la fortuna de su autor. Murié este viajero laborioso y entusiasta en Filipinas en el lleno de sus tareas y a lo mejor de sus afios, logrando de cierto ene- migo y compafiero un hiperbolico epitafio, ironia la mas amarga que de su modestia pudo hacerse. Su hermano D. Arcadio, ofi- cial de aquella escuadra, y que segun parece llevaba la comi- sion (6 la recibid despues) de ordenar las observaciones y exten- der los apuntes del naturalista, ajustandolos a otros histdricos, politicos, geograficos y de costumbres, y acomodandolos a la historia general de la expedicion, hubo de cumplirla en grandi- sima parte, a juzgar por la multitud de borradores que de su letra quedaron. D. José Cornide de Saavedra, 4 quien mas tarde en Madrid se cometio el encargo de disponer metddicamente esos materiales y redactar en union de otras personas una obra com- prensiva de los trabajos de D. Antonio, desempefidé su cometido a conciencia y hasta el punto de tener preparado ya en 5 de Agosto de 1795 el primer tomo de los cinco de que el libro cons- taria, cada uno de 400 4 500 paginas, 4.° marquilla, con 35 di- bujos y mapas, el programa de todos ellos y el presupuesto de 164 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) su coste. Abandonado por el gobierno todo propésito , respecto 4 la publicacion, tanto de la relacion general del viaje como de las particulares 4 que cada ramo de los que se estudiaron en él con notable aprovechamiento pudiera haber dado margen, llegé la vez de los archivos con el reparto de los despojos cientificos de la expedicion. Correspondianle de derecho al Museo de Cien- cias los de ambos Pineda—junto con los de Née y Haenke, —y laentrega tuvo lugar; pero el prévio examen y el indispensable apartado de los papeles se hizo con tan poco reparo 6 deteni- miento, que al dicho Museo solo paso una parte, quedando otra y los dibujos con los manuscritos de Malaspina y oficiales de su escuadra en el Deposito hidrografico de esta corte, y desmem- brados asi de una manera lastimosa los restos y testimonios de los afanes y laboriosidad de nuestro malogrado naturalista. En la parte conservada todavia—y por suerte en uno de los establecimientos cientificos mas justamente renombrados de Kuropa—y merced 4 laamable acogida que alli encuentra el in- vestigador de los preciosos documentos archivados en su biblio- teca, fué donde hallé el importante y por muchos conceptos cu- riosisimo que en seguida aparece. Consta de diez fojas utiles, marca holandesa, lleva algunas enmiendas, como escrito de pri- mera mano, y es todo él de puno y letra de Spallanzani. En- cierra las instrucciones del célebre fisidlogo acerca de los expe- rimentos que en los reinos animal y lapideo podian hacerse en América, comunicados por el intermedio de un amigo al ilustre marino su compatriota; y como Pineda se reservé esos estudios abandonando por entero los botanicos a D. Tadeo Haenke y a D. Luis Née, casi pueden considerarse como escritas para él ex- clusivamente. Ellas fueron auspicio feliz de su empresa; en ellas se inspiraron sus trabajos, que basta repasarlos 4 la ligera para descubrir la influencia de los consejos insinuados por el sabio abate italiano. Su escrito, en mi opinion, se encuentra hoy 4 salvo de la cri- tica. Contemplarlo con respeto—despues de la sorpresa de su hallazgo , —recrearse en la manera con que la doctrina alli se expone, facil, amena y animada con los ejemplos buscados en la vida del mismo que los da, y admirar una vez mas aquella cla- risima y despreocupada inteligencia nutrida de saber y con- sagrada a fines generosos, es cuanto me ha ocurrido al encon- trar y leer el Saggio olografo de Spallanzani. Si me permito la (3) Espada.—UN AUTOGRAFO DEL ABATE SPALLANZANI. 165 observacion , obvia por otra parte y hasta ociosa, del descono- cimiento que en él se advierte de muchas cosas naturales de América al par del vehemente deseo de conocerlas, demostrando la necesidad y falta que en Europa existia de noticias acerca de. esa interesante region, no llevo, por cierto, otra mira, que poner de manifiesto la punible conducta de quien vedara en aquel enténces, y en otros muchos, el aprovechamiento de tan codiciados frutos, de quien estimulaba a su peligrosa cosecha y la dejaba perder en la oscuridad y en el olvido. No creo que, por razon de su indole el Saggio de Spallanzani se haya impreso. El Sr. Alli-Ponzoni, oficial de la escuadra a las érdenes de Malaspina, lo vertié al castellano, pero con poca cor- reccion.y alguna inexactitud; malo 6 bueno, he tenido este tra- bajo 4 la vista mientras copiaba escrupulosamente el original. Ambos constan bajo la misma carpeta del legajo 20, arm. D. Sageio di tentativi sperimentali nei due Regni, Animale e Lapideo che ad avanzamen- to della Storia naturale si potrebbero intraprendere dal Sig.t Caval.re Alessandro Malaspina di Mulazzo, e da altre dotte Persone che si recano in America; i quali ten- tativi tostopongo pero pienamente al sabio discernimento di questo valente Cava- liere Italiano che si & compiaciuto di voler sentire le tenui mie riflessioni su questo erandioso suo Viaggio col mezzo diS. E. il Sig.t Marchese Gherardo Rangone, Perso- naggio per ogni titolo troppo ragguardevole, é particolarissimo mio Signore. REGNO ANIMALE. Vermi. Pochi sono gli Autori che ne hanno scritto, e pochissimi quelli che ne hanno scritto bene. Meritano bastanza le maggiori attenz- zioni per la utilita che ne possono ridondare a la scienza natu- rale; e sappiamo che la scoperta di uno di questi ci ha valuta quella di un nuovo mondo nella Fisica. Parlo del famoso polipo Trembleyano. La gran conca del mare da ricetto a la massima parte dei vermi i pitt de’quali sono finora a noi sconosciuti. Chi naviga ne puo raccogliere a suo piacimento. Basta l’essere proveduto d’una rete a sottili maglie idonea a pescare nel fondo del mare, e raccomandata per una fune al bastimento que ve- leggia. Dopo il viaggio di alcune miglia estraendola dall’acqua, 166 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (ap si trova soventemente ricca di vermi. Uso la parola verme, se- condo che viene adoperata ed estesa dal Linneo nel suo Sistema della Natura, che qui prendo a seguire nel nominare le classi del Regno animale. Cotesti animalucci riposti in vasi pieni d’acqua marina, spesso rinovata, si conservano vivi per qualche tempo; ed oltre alla comodita di poterli disegnare forniscono Valtra di esaminarli comodamente, e di preferir quelli che per le importanti novita meritano distinta considerazione. Ne’miei viaggi marittimi ho trovato quanto agevoli altrettanto utili co- teste piacevoli pescagioni di minuti viventi; e i risultati di al- cune da me fatte nel mare Ligustico sono indicati nella Societa Italiana; sebbene in altre parti del Mediterraneo, nell’ Adriatico, e nel Bosforo Tracio mi sono in apresso esercitato nelle suddette pesche, non senza mio grande piacere e sodisfazzione come ap- parira da’miei viaggi mari‘timi e montani che sto attualmente scrivendo. Quell’ ordine di vermi chiamati zoofiti 0 piantanimali, punge sopra ogni altro la nostra curiosita, e rendesi interessan- tissimo, per essere il piu idoneo ad allargare i confini dell’ani- malita; e i mari dell’ America forniscono in copia cotesti pianta- nimali, siccome lo veggiamo da’loro scheletri, che si conservano in pit: Musej dell’ Europa, e che mettono i Fisici in gran voglia di sapere la forma e la propieta de’viventi che vi andavano uniti. Rechiamone qui alcuni esempli. ESCARE. E. rosa. Spongites. Forniculata. TUBULARIE. T. Penicillus. Tubularia, cornucopia. SERTULARIE. S. Usneoides. Sertularia, gorgonia. GORGONIE. G. Flabellum. Acerosa. Sanguinolenta. Setacea. Anceps. Ceratophyta. Purpurea. Muricata. 6) Espada.—UN AUTOGRAFO DEL ABATE SPALLANZANI. 167 IsIs. I. Hippuris. MILLEPORE. M. Miniacea. Calcarea. MADREPORE. M. = Scorrendo le opere di questo illustre Naturalista si potra ve- dere quanto siam poveri di cognizioni e di lumi intorno agli altri quadrupedi nativi di que’paesi, e in consequenza non po- tremo che saper grado moltissimo a que’dotti uomini che con la presenza degli oggeti illustreranno questo bel ramo della scienza naturale. $ REGNO LAPIDEO. Una delle pruove pit convincenti che il mare sia stato una volta dove ora é terra, sono i corpori marini che quasi per tutto si trovano alla superficie 0 nelVinterno de’monti. L’America per Vaddietro era quella sola parte del Globo, dove tai corpori non 15) Espada. —UN AUTOGRAFO DEL ABATE SPALLANZANI. 17 erano stati scoperti, e ’autorita della Condamine, che per qual- che anno aveva dimorato al Peru, era del maggior peso. Cotesta privazione di marine produzioni fossili in quella immensa re- gione aveva fatto nascere diversi curiosi pensamenti in pit d’un Fisico in torno alla Teoria del Globo. Ma osservazioni posteriori fatte da Bougainville, e da Ulloa, cola pure ve le hanno trovate. Resta pero da desiderarsi moltissimo in tali osservazioni, man- cando affatto di quella precisioné ed esattezza, che si ricchiede in un punto di tantaimportanza. Al piu si dice che altre di queste conchiglie sono univalve, altre bivalve; non si fissano i generi, ne le specie: non si descrivono le loro posizioni riguardo agli strati delle montagne; non si dice in quali nature di pietri o di terre si trovino involte; non si nota se sieno 0 calcinate o petri- ficate o nello stato loro naturale, come erano dentro lacque: e perfino ignoriamo, se sieno naturali oppure esotiche a mari si tuati nella maggiore vicinita di que luoghi terrestri, dove le medesime ora si trovano. Le stratificazioni pit o meno orizzontali di una immensita di terre e di pietre del Globo, essendo una conseguenza dell’azione dell’acque, sembrano essere un’altra pruova del mare che anti- camente abbia allagato la terra, e prodotte quelle deposizioni che chiamiano strati. Quanto abbondiamo di descrizioni esatte, relative a un tal genere instituite nelle montagne europee, al- trettanto scarseggiamo per rapporto a quelle dell’America, e Ulloa stesso non ne dice nulla nel suo discorso della posizione delle terre dell America, dal quale non sappiamo tampoco, se quelle terre sieno calcari, argillose, silicee, etc.: difetto massimo, nato in lui per ignoranza della Mineralogia, senza la quale é ‘impossibile fare una buona osservazione nel Regno Lapideo. Se Pacque del mare hanno avuta gran parte nelle rivoluzioni del Globo, i fuochi sotterranei le hanno di molto accresciute. Parlo delle montagne ardenti, e che hanno arso, le quali a nos- tri giorni formano lo studio, e le delizie de’pit profundi Litolo- gi. Se vi € Paese, ove sperabile sia su tal materia di fare scopri- menti novelli ella é certamente America. Getti quasi continui di fumo e di fiamme si osservano in una montagna piena di solfo alla Guadelupa. Tercéra e molte dell’Isole Azore abbondano in vulcani. Secondo le osservazioni di Bouguer nel suo Viaggio al Peru, le altissime montagne Catopaxi (sic), Pichincha, Are quipa, Malahallo (sic), Carapa (sic), Sangai, sono tutte ardenti; ANALES DE HIST. NAT. —I, 178 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) Varia quivi del continuo fischia, la terra é incessantemente com- mossa, gli scogli e le roccie si urtano a vicenda, si spezzano, e lungi vengon cacciate; qua scorrono fiumi di solfo; le infiamate lave vanno a riempier le valli, o a formar cataratte di fuoco. Veggonsi nascere montagne novelle, e scogli di fusa materia fo- rare, ed attraversare scogli piu antichi. Sopra questi elevatissimi monti dell’ Equatore infuriano probabilmente i fuochi vulcanici pit formidabili: e questa immensa catena é senza dubbio il piu gran quadro vulcanico che esista nella natura. Ma queste osser- vazioni, ed altre analoghe del citato Accademico eccitano la nos- tra curiosita senza punto appagarla. La Filosofia d’oggidi non si contenta di queste astratte e generali narrazioni, ma crede suo obbligo lo scendere a particolari, senza ommettere i pit detta- gliati racconti. Oltre le lave vuole ella considerare, e diligente- mente notare le altre materie, che sogliono accompagnare i vul- cani, cioé a dire le pomici, i vetri, gli smalti, i tufi, le ceneri, i solfi, gli allumi, i sali ammoniaci, etc. E quanto alle lave me- desime, ama ella esaminare se composte sieno, oppur semplici; se contengano schorli, feldspati, granati, zeoliti, crisoliti etc., quali in una parola ne sieno le parti componenti, al che truova di grandissimo ajuto le analisi chimiche. Su luoghi vulcanici si arresta nella contemplazione de’crateri, recenti o vecchi, nel prendere le pit esatté misure; nell’espiare ove sia permesso i varj accidenti delle infocate materie in alto eruttate: senza mai om- mettere d’investigare quali in origine sieno state le materie vul- canizzate. Per lo studio de’monti che gettan fuoco sono molto istruttivi Faujas de Saint-Fund, e Dolomieu, siccome lho speri- mentato io presso nel mio viaggio vulcanico le scorse vacanze ai Campi Flegrei, all’Etna, e all’Isole Eolie. Non parlo del Cava- liere Hamilton, la cui Opera sopra i Campi Flegrei é superficia- lissima, e piuttosto pittoresca che filosofica. Alle Filippine vi sono Cave d’un bellissimo marmo bianco, scoperte da Don Estevan Roxas y Melo. Ma presentemente sono state abbandonate senza che presso noi se ne sappia la vera ca- gione. Siccome mi viene supposto, che da’Sig."i Viggiatori si scorreranno coteste Isole, cosi mi persuado che vorranno pren- dere tali Cave in considerazione; come pure altri nobilissimi marmi, de’quali alcuni si cavano vicino al portage talon del pic- ciolo fiume al Canada, ed altri nella diocesi di Lopas (sic) al Peru, nh supposizione che si rechino a que’luoghi. (17) Espada.—UN AUTOGRAFO DEL ABATE SPALLANZANI. 179 La pietra nefritica (jade in francese) ci viene dall’America Meridionale quella al meno dicolore olivastro. Ma sempre la ri- ceviamo in pezzi isolati, e lavorati. E siccome le migliori li- mé non lo intaccano, e d’altronde gli antichi Americani ne face- vano accette, ed altri arnesi, cosie naturale il pensare che al escir dalla terra sia men dura che dopo I’aver sentite le impres- sioni dell’aria, come succede a pil altre pietre, e nominatamente alle calcari, e all’arenarie ; e qui in quello stato la pietra nefri- tica lavorata sia dagl’Indiani. Dipiu ignoriamo le materie, on- Wella é circondata nel seno della terra, e quale sia la figura che affetta per preferenza. Adunque non tornerebbe che a bene della Litologia il poterne su luoghi istruire l’Europa. Sarebbe pur desiderabile per la sotterranea Geografia, che venissimo a lume se in quelle parti esista ’amianto, pietra che quantunque sia stata scoperta in tante altre regioni, non é stata finora osservata in America, quantunque facilissimo sia che qui pure si trovi. Si sa che la pietra di Zabrador é un superbissimo feldspato di un cangiante iridato, scoperto non ha molto, per la sua rarita e bellezza assai costoso, e che porta tal nome, per ritrovarsi in pezzi rotolati, e tal volta coperti di balalani (sic) marini su le coste di questa contrada settentrionale dell’America. E facilis- simo che tali pietre abbiano la loro matrice su qualche mon- tagna vicina, e che staccate rotolino ne’luoghi bassi, spinte dal proprio peso, e secondate anche dall’acque piovane. Chi trovera queste ascose matrici, ed esaminera le materie che le avolgono sara benemerito della Orittologia, oltre i vantaggi reali che ne verrebbero dalla maggior copia di queste pietre, pe’nobili lavori, a cui potrebber servire, riuscendo si aggrade- voli all’occhio per gli azzurri e verdi colori, onde sono vaga- mente dipinte, tagliate che sieno e pulite. Possiamo ammettere come assioma col celebre Pallas, che le piu alte montagne del Globo, che formano continuate catene, sono di granito. Le Alpi Svizzere, Svedesi, Tirolesi, una parte dell’Appennino, quelle della Siberia, e della Russia sono pit o meno di questa pietra. Io posso dire che tali sono pure i monti piu eminenti della Bulgaria, della Valachia, della Transilvania, del Bannato, che sono stati da me nel ritorno dalla Turchia in Italia traversati. Mentre ch‘io ora scrivo ho sott’occhio i saggi di tutte queste montagne. Le Andes dell’America Meridionale i 180 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) sono esse pure di granito composte. Ma sono desse le sole mon- tagne granitose in quest’estesissimo Continente? Di pit essendo il granito ordinario un risultato di quartz,-di feldspato, e di mica, ma contandosene altre assai varieta, secondo che il quartz (che dee sempre servire di base) € combinato con altre materie, quale qualita di granito si é quella delle Andes; e cosi diciamo de’e¢raniti che entreranno facilmente nella composizione di altre montagne di que’Paesi? Siamo nelle incertezze circa l’origine dei graniti, cioé se deb- basi all’azione dil fuoco, ovvero a quella dell’acque. Parlo de’ graniti di prima formazione, essendo certo che quelli di seconda derivano dell’acque, in quanto che sono de composizioni dei primi, e susseguenti concrezioni. Se i graniti fossero a strati piu o meno orizzontali, como le pietre calcari, e le schistose, parrebbe sicuro che prodotti fossero piutosto per via wmida che mer via secca. Ma cosiffatta stratificazione si nega da alcuni chiariss.™ Naturalisti, quantunque altri vogliano pure trovarla in certe montagne granitose. A schiarimento di si importante questione sara opportunissimo il notare per tutto gli andamenti di cotal pietra. Avrei voluto toccare alcune altre cose del Regno Lapideo, in quella parte singolarmente che risguarda le miniere; ma il tem- po assolutamente mi manca: e il pregiatiss.™° Sig." Caval.re Ales- sandro Malaspina gradira queste poche e debili mie riflessioni, che ho qui stese per condiscendere agli eruditi suoi desiderj, e per ubbidire a venerati comandi di S. E. il Sig." Marchese Ghe- rardo Rangone. Mi prendo l’ardire di aggiugnere, che sara otti- ma cosa, per non dir necessaria, aver seco nel viaggio, oltre qualche buon microscopio pe’minuti oggetti dei tre Regni, il picciolo Apparato per assaggiare i corpi fossili, suggerito dal Bergman nell’opusculo: de Tubo /ferruminatorio (Bergman, opusc. Vol. 22), del quale si valgono pressoché tutti i Viaggia- tori Mineralogi, e che io pure trovo utilissimo. Oltraccid egli conosce al par di me la necessita di seco recar nel ritorno gli esemplari di tutti que’naturali prodotti, che pitt possono inte- ressare un Viaggio si luminoso, i quali venendo dopo esaminati con occhio piu riposato e pit riflessivo, accresceranno il pregio a un tal Viaggio, che per avanzamento delle Scienze desidero a suo tempo di veder pubblicato. Che se tra queste produzioni il lodato Cavaliere ne avesse alcune al suo ritorno duplicate o tri- as) Espada.—UN AUTOGRAFO DEL ABATE SPALLANZANI. 181 plicate , cui non increscesse di privarsi, mi farebbe grazia dis- tinta, se volesse compiacersi di favorirmele per il pub.°° R. Mu- seo dell’Universita di Pavia, ed io gliene professerei la mia pitt sincera riconoscenza. Termino questo rozzo mio Scrittarello coll’augurare col pit vivo del cuore al Sig.’ Caval.’¢ Malaspina, e a chiarissimi suoi Compagni una prospera e ferma sanita, e Vallontanamento di que’pericoli, e sinistri incontri, che turbar potessero una si commendabile utilissima pellegrinazione. L. SPALLANZANI. Pavia 13 Aprile 1789. aaa a tahotna ero} ganna thee eeercoae atin agoeee punta cron mt nay s 7 : HO Sess it ia oS ere a } Pit keeat Saeed ews : et Yh are Laineed + a We 4 iy pe Pdyerane gee we * yee Se ~ Re ett ie ae Hg APL able - © er oie! dee CO bs j aide ee » ais ns + ae eet ? 10% apiegs cs aaa pie AR ak a: tpt eR ks aioe . be grat ores HY Aas se is : a Cree b SF pad tt i , ae mats a Varese LEN a — Bees, Uns tty FARRIS Nr hoe “a De oe aoe uk RL SERA eee Str Tine ua higzag utnl pivinnse ic ent? = ig fis Uierhgicns ; us apt tat A beh yh ve eee: ‘ pate) eve Pree & ‘eh ESS SRD Ah ees fee Bitsy ae ain civrape fags “hs ‘ aa bia gop aa Th, SB eee Ra Me IK aie EM sh avi! i eae is inti Docket! Tht ho ea steany sda sibel [SRa eRe we ps ERASE. Ne a HD po aah ON RE RE cS aoe i reat webby ( baie kr sh popiliiecaieaeabatl eee aby i othe dee EGU POD ROE OE 5 8) | et e &V afr whens a SLAC a Hh he Bi Re AY if thor f a et der manejarlos mejor para macear la roca, despues de haber »sido atacada por el fuego. » Habla en seguida de los craneos humanos que existian en la propia mina, los cuales, segun antropdlogos de nota, pertene- cen & una raza muy braquicéfala que M. Simonin cree ser el verdadero tipo del hombre europeo primitivo; y en seguida afiade el Sr. Prado: « El tiempo en que esta mina comenzé 4 be- »neficiarse, indudablemente es muy antiguo y acaso correspon- »de al periodo de transicion entre la edad de piedra y la de »bronce;» y mas adelante, «pudiera tambien corresponder al »fin de la edad de bronce 6 al principio de la de hierro; de cual- »quiera manera que sea, no se puede ménos de reconocer que »es acaso la mas antigua de que hay noticia. » Cuando esto escribia‘el apreciable gedlogo, no habia visitado los escoriales de Cerro Muriano. No de otro modo se explica que ' dejara de atribuirles la importancia prehistérica en que tambien los tuvo, cuando de regreso de las Islas Canarias en 1866 pasé a reconocerlos. Las explotaciones cobrizas de Cerro Muriano, deben, pues, colocarse, consideradas cronologicamente, al lado de las de As- tirias. En una parte como en otra se advierte que la industria minera esta en la infancia, y que el obrero emplea utiles 6 ins- trumentos de piedra para separar el mineral de su ganga, no abandonando aquellos hasta que los progresos de la civiliza- cion, abaratando el cobre y el estajio, y trayendo el uso del hier- ro, permite su empleo en los distintos usos de la vida. Y hay una particularidad notable; los martillos de Cerro Muriano, salvo la naturaleza de la roca, que se halla en relacion con las formacio- nes inmediatas , son analogos, no sdlo a los de Onis, sino tam- bien a los extraidos de las minas de cobre del lago Superior (N. de América), descubiertas en 1847, y 4 los hallados en otros puntos de la misma region. Uno de los autores que de las ex- plotaciones prehistéricas de los Estados-Unidos se han ocupado, describiendo el descubrimiento realizado por Mr. Knapp, agente de la compafiia de minas de Minnesota, dice: Siguiendo una de- presion continua del suelo, llegué 4 una caverna donde muchos puercos espines habian establecido su cuartel de invierno. Una vez alli, reconociendo la huella de excavaciones artificiales, se- 212 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) paro la tierra que habia sido acumulada y descubrid no sdlo una vena de cobre, sino gran cantidad de mazos y martillos de pie- dra que habian pertenecido a los antiguos mineros. Observacio- nes subsiguientes permitieron hallar antiguas excavaciones de gran extension, con una profundidad media de 25 4 30 piés, es- parcidas sobre una superficie de muchas millas. Las tierras ex- traidas, depositadas en el exterior, y las mismas galerias , han sido obstruidas gradualmente por las materias vegetales, pro- ducto de los siglos que han trascurrido desde que se abandona- ron, y sobre el conjunto, los gigantes de la selva se han desar- rollado, viviendo para despues convertirse en materias descom- puestas. Mr. Knapp, ha contado trescientos noventa y cinco anillos 6 nudos en un tronco de abeto, que habia crecido sobre uno de los montones de tierra, procedente de las minas, y otros escritores aseveran la remotisima antigtiedad de estas excava- ciones (1). Tambien se asemejan algunos de los ejemplares de Cerro Mu- riano 4 otros recogidos en distintas partes del globo, como las © cavernas de Aurignac y de Perigord ; el Monte d’Or ( Francia), en Suiza; en el lago Kranke en Escania, en la Groenlandia y en Suecia (2). En Espafia se han recogido asimismo en las ca- vernas de la Rioja (la sociedad antropolégica posee un ejemplar enviado por el Sr. Zubia) y el Sr. D. Enrique de Cisneros, resi- dente en Sevilla, posee otro muy curioso que se dice hallado en la linea mas inferior del cerro de los Martires, que ocupaba antes de ser desmontado el prado de Santa Justa, inmediato 4 la ciu- dad. Por ultimo , D. Aniceto de la Pefia los ha encontrado en el término de Fuente Ovejuna, precisamente en diorita y cuarcita de distintas formas, y Garay posee muchos de la provincia de Huelva. (1) Whittlesey; Ancient mines on the shores of Lake Superior. Volume XIII. Smithsonian Recolections. 1854. MM. Sequier and Davis: Aboriginal monuments of the State of New-York, comprising the results of original surveys and explorations. Was- hington, 1851. Véanse ademas «Las antigtiedades de Wisconsin,» estudiadas y descritas por La- pham, y los escritos de Schoolcraft. (2) Consiltense entre otros estudios los de Lartet, Christy , Chantre, y sobre todo, la obra de Nilsson sobre los primitivos habitantes de Escandinavia. (27) Vilanova. —LO PREHISTORICO EN ESPANA. 213 EL poca del bronce. A pesar del titulo que damos 4 esta época, siguiendo la mar- cha adoptada por los mas respetables arquedlogos, debemos ha cer constar, no obstante, una circunstancia muy digna de te- nerse en cuenta, y es, que la mayor parte de las armas y uten- silios hasta el presente encontrados en la Peninsula son de cobre mas bien que de bronce; sin negar por esto que existan algunos tambien hechos con esta aleacion, entre los escasos que hasta el presente se han indicado entre nosotros. En este concepto, puede considerarse como una de las esta- ciones mas curiosas y antiguas, la del Castellet del Porquet de la Olleria, especie de Dolmen 6 tumulo parecido al que llaman en Argel Bazina , a juzgar por la descripcion que de dicho mo- numento me hizo mi estimado amigo D- José Pla, de dicha villa, que consumiendo mucho tiempo y no poco dinero, lo exploré por los afios 1845 y 1846. Hallabase situado dicho enterramiento sobre una meseta de una de las estribaciones ultimas de Serra- grosa, cordillera cretacea que separa el valle de Mogente del de Albaida, y su estructura consistia en hiladas circulares de pie- dras cubiertas de tierra, que hubieron de llevar del valle aque- llos primitivos habitantes. En idénticas condiciones de situacion y aspecto se encuentra el atin existente en el inmediato pueblo de Ayelo de Malferit. En el de la Olleria encontré Pla algunos esqueletos humanos, de los cuales por desgracia sélo he podido obtener un frontal , interesantisimo por el aplastamiento de la frente, la prominencia de los arcos superciliares y el gran des- arrollo de las fosas nasales; todo lo cual parece indicar un acen- tuado prognatismo y no muy perspicua inteligencia en el hom- bre 4 que dicho resto pertenecia (Lam. 7, fig. 1.). Asociados 4 estos huesos encontraronse muchos de ciervo, buey, caballo, cerdo y otrosanimales, probablemente en estado de domesticidad; algunas hachas de diorita pulimentada y otras en bronce lisas y bastante primitivas, imitando en su forma y aspecto 4 las ante- riores. De ellas conservo dos de un tamanio bastante regular que debo a la generosidad de mi buen amigo, tinicas que obraban en su poder, si bien me asegurd que se habian encontrado otras varias, de tamafio mas pequefio, formando série: pudiendo de- ducir de los datos que aquéi me proporciond, que muchas debian 214 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) ser de las llamadas hachas votivas, especie de objeto de ofrenda que con frecuencia se encuentra en los enterramientos primiti- vos, como testimonio de las creencias religiosas de tan antiguas razas. Todos estos objetos correspondientes al periodo de transito entre las épocas Ultima de piedra y primera de metales, pero ya en el comienzo de ésta, hallabanse, al parecer, enterrados en una capa como de un metro de grueso, compuesta de una tierra cenicienta algo negruzca, con carbones, siquiera no llevaran indicios de la accion del fuego, los huesos y demas objetos ae recogi. en casa del citado Pla. En el monumento de Ayelo, cuya existencia supe por él mis- mo, pero que por circunstancias particulares no pude explorar en mis correrias por aquella parte de la provincia de Valencia, sélo encontré en la visita que hice en el verano de 1867, algunos cacharros en fragmentos toscos y ordinarios, idénticos, segun el guia que me acompanaba, a los que tambien habian apareci- do en el Castellet de Porquet. En la misma comarca supe, en el verano de 1870, por el ami- go Pla, la existencia de otros monumentos parecidos 4 los ante- riores, que me propongo visitar en ocasion oportuna. Antes de pasar al examen de la época ultima 6 del hierro, que como ya hemos indicado repetidas veces, casi no debe conside- rarse como prehistérica, séame permitido dar cuenta de una de las mas singulares estaciones de la Peninsula y tambien del ex- tranjero, por las particularisimas condiciones que en ella con- curren. Refiérome 4 esos extrafios depdsitos de Castilla la Vieja, de los que hasta el presente se han extraido mas de quinientas mil arrobas de huesos, fosiles unos, recientes otros, asociados a los cuales hanse encontrado desde el cuchillo de pedernal de la época del Reno, como el que, procedente de Paredes de Nava, me regalé mi amigo y compafiero de Universidad Sr. Pisa Pa- jares, hasta el hacha pulimentada, ceramica tosca y tambien fina, vidrio irisante por descomposicion, bonitos objetos de oro y otros metales, esculturas en hueso, que conserva como una alhaja el ya citado profesor Pisa, y otros que se relataran mas detalladamente en lugar oportuno. ” ‘Hace ya algunos afios que afligida Castilla por pertinaces se- quias y muy reducidas cosechas de cereales, sus habitantes ape- laron ala extraccion, tal vez inconsiderada, de grandes depdsitos (29) Vilanova. — LO PREHISTORICO EN ESPANA. 215 de huesos yacentes 4 escasa profundidad en el propio subsuelo, y 4 los cuales debia en gran parte aquella comarca las excelen- tes condiciones como primer granero de la Peninsula: algun dia quizas paguen aquellas pobres gentes el obligado esquilmeo de sus tierras. Y si al ménos el producto de semejantes despojos se hubiera quedado entre nosotros, ménos mal; pero no, especula- dores extranjeros los compraban a bajo precio y los convertian en Burdeos y otros puntos de Francia en pingiies productos para la refinacion del aziicar, y quizas tambien en excelente abono para sus campos; lo cierto es, que sdlo de la estacion de Palencia se ha extraido, con el indicado objeto, una cantidad fabulosa de materia organica y con ella multitud de objetos curiosisimos é importantes que la avaricia del especulador ha hecho perder para siempre. Desaparecia de esta manera de nuestro suelo una riqueza inestimable, sin que nadie se hubiera advertido del su- ceso, hasta que mi particular amigo y condiscipulo el médico de Vega de Rio Ponce, D. Vicente Pascual, excitada su atencion hacia los estudios prehistéricos por la lectura en #7 Siglo Meé- dico de las comunicaciones que tuve la honra de hacer en el seno de la Academia de Medicina, participdme el hallazgo hecho en Melgar de Abajo de gran numero de objetos notables, particu- larmente en huesos labrados, lo cual me obligé 4 pedirle una muestra de lo que alli se encontraba, y habiéndome mandado algunos de ellos, me decidi 4 visitar tan importante localidad durante el verano de 1870, acompanado de mi amigo el inge- niero de minas Sr. Maestre, residente 4 la sazon en Palencia. El depdsito de huesos y objetos de arte antiguos de Castilla la Vieja ocupa en los confines de las provincias de Leon, Valladolid y Palencia una extension que no baja de 30 4 40 leguas cuadra- das; pero en tan considerable espacio no se vaya a creer que los huesos se encuentran indistintamente en todas partes; quizas en época no muy lejana fuera asi, pero hoy no ocurre lo mismo, pues grandes y dilatados valles de erosion accidentan el pais, separando las llanuras y vegas del rio Cea, del Carrion y de sus afluentes, de las colinas y cerros de 35 a 40" de altura, en donde de preferencia aparecen aquellos, si bien, por regla general, a escasa profundidad. Toda 6 la mayor parte de tan vasto territo- rio se halla ocupada por el Diluvium propio del N. de Castilla, representado por depdsitos de arcilla entre rojiza y amarillenta, con una cantidad a veces fabulosa de cantos de cuarcita roja 0s- 216 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) cura con impresiones 4 la superficie, idénticos a los terrenos mas antiguos de Leon y Oviedo, de cuyas montafias sin duda alguna proceden. Esta capa, que en algunos puntos adquiere el caracter de verdadero conglomerado 6 almendron de bastante consistencia, lleg'a en algunos puntos como Melgar, Paredes, etc., a ocupar horizontes a 25 6 28" sobre el nivel de los valles, y tambien se presenta en el fondo y laderas de estos, cubriendo en varias localidades al terreno terciario lacustre que en las quebradas 6 arroyos y en las excavaciones para las obras del ferro-carril asoma. Sirve, pues, de base al singularisimo depdsito arqueolégico- paleontoldgico castellano el terreno cuaternario, sobre el cual aparece una série de capas de arcillas algo amarillentas y roji- zas, alternando con otras de arenas y guijo, de margas y ciertos horizontes, en los que predomina una tierra gris cenicienta con todas las sefiales y aspecto exterior de ceniza vegetal 6 animal, cuya naturaleza solo podra acaso poner en claro la ciencia qui- mica. Hacia el tercio superior de tan singular formacion de acar- reo, se nota, particularmente en Melgar mismo, en el cerro so- bre el que tiene su asiento el pueblo, un banco de arcilla rojiza y amarillenta, formando una especie de brecha 6 conglomerado singular, con un numero considerable de pedazos de carbon, la mayor parte vegetal, y alguno que otro hueso carbonizado; pero lo mas extrano que se nota en dicho banco de arcilla es una can- tidad notable de trigo convertido en carbon, si bien conservando el grano intacta su forma primitiva, que es pequefia y redonda, perteneciente 4 una especie que de memoria de hombre no se cultiva en Castilla. La combustion debe haber sido en este caso lenta, 6 ser resultado tal vez de una operacion quimica verifica- da en el propio seno de la tierra, porque de otro modo no se comprende facilmente la perfecta conservacion de esta semilla. Todos estos materiales aparecen cubiertos hasta en las mesetas mismas con que terminan dichos cerros por una capa, en algu- nos puntos muy desarrollada, de tierra vegetal clasica por su fertilidad, a la que tal vez contribuya la descomposicion lenta de los huesos alli enterrados, y de los que, obligados aquellos pueblos por la miseria que los aflige, se privan hoy inconside- radamente. Entre los despojos organicos, los que en rigor dominan son las astas, mandibulas y huesos largos de ciervos, 4 veces tam- 41) Vilanova. —LO PREHISTORICO EN ESPANA. 217 bien suele presentarse alguna cabeza entera, si bien privada de la mandibula inferior. Muchas de éstas ofrecen el borde inferior roto intencionalmente por el hombre, sin duda con el objeto de extraer 6 chupar la pulpa de las muelas, hecho curioso que se observa en iguales condiciones en esas singulares poblaciones encontradas en el fondo de los lagos de Suiza y de otras comar- cas que han recibido el nombre de Palafitos. Las astas y pitones de ciervo, la mayor parte se presentan labrados y con un puli- mento mas 6 ménos pronunciado en la punta; bien sea resulta- do de una operacion prévia, 6 quizas consecuencia del uso a que se los destinaba; observacion que habiéndose hecho tam- bien, asi como los mangos de asta de ciervo 6 de hueso largo, en los Palafitos suizos, aumenta la analogia entre el depdsito castellano y el helvético. Agréguese por otra parte el hallazgo entre dichos restos de algun cuchillo de pedernal y de hachas pulimentadas de la se- gunda época de piedra (las cuatro que pude recoger en Melgar y Paredes, y figuran en mi coleccion, son de Jade, iguales a las que tengo de Imon, provincia de Guadalajara) y la analogia con las antiguas habitaciones suizas se convierte casi en identi- dad, siquiera las condiciones de yacimiento no puedan ser mas distintas. Tambien encuentro otro punto de contacto en el ha- llazgo en Castilla de gran numero de estiletes, punzones , agu- jas y demas objetos en hueso, con la particularidad de que mu- chos de aquellos aparecen adelgazados en sus dos extremidades y con sefiales evidentes de haber sido enlazados por alguna fibra: vegetal 6 animal, lo que autoriza 4 creer que se los destinaba en tal disposicion 4 servir de peine, ora para el aseo de la per- sona, 6 con mas probabilidad para cardar el lino 6 alguna otra planta que debian cultivar como materia textil. De estos peines he visto mas de uno en la coleccion del Dr. Clement, procedente del Palafito de Saint-Aubin, en la orilla occidental del lago de Neufchatel, que figuraban con otra infinidad de objetos pre- histéricos, en la ultima exposicion de Paris. Ademas de todo esto, he tenido ocasion de adquirir, gracias en gran parte a D. Pablo Aragon, D. Benito Cuesta de Paredes y otros amigos, dientes de jabali con estrias y ranuras (¢ conta- dores? ) y otros dibujos; mangos de astas de ciervo, uno aguje- reado en el centro, agudo en un extremo y cuadrado en otro, imitando un martillo; otros cilindricos con varios dibujos y per- 218 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) forados en uno de sus extremos, como si debieran servir de ob- jeto de adorno 6 de amuleto; alguna asta del gran ciervo, en la cual se habia aprovechado la natural disposicion de uno de los pitones para destinarla tal vez como instrumento util de labran- za, y mil y mil otros objetos en hueso. Los huesos no labrados aparecen la mayor parte rotos, algu- nos intencionalmente, y otros como indicando un larg‘o trans-. porte. Generalmente hablando, estos restos organicos se en- cuentran en las capas de color ceniciento, indicio que sirve a las gentes pobres de los pueblos citados, decriterio para buscar- los. Alli existen mezclados confusamente los naturales con los labrados, y 4 una profundidad del suelo que no excede de dos 6 tres metros. Por los datos hasta aqui apuntados, podria con fundamento creerse que nos encontrabamos en presencia de un depdsito per- teneciente 4 los tiempos prehistéricos de la segunda edad de piedra, 6 tal vez en los principios de la de bronce, pues parece, segun noticias que adquiri en Melgar, que alli se ha encontrado alguna primitiva hacha de dicho metal; pero es el caso que, junto con los mencionados objetos en hueso y piedra se presen- tan sin distincion en el yacimiento, que es en el asunto la ver- dadera piedra de toque, un numero considerable de bronces y otros artefactos de la época romana, por cierto no la mas anti- gua, sino la que propiamente puede llamarse de decadencia; vasijas de ceramica de dos periodos muy distintos, vidrio pro- fundamente alterado por la accion del tiempo, y otros objetos de civilizaciones diversas. Las hachas dela segunda edad de peda encontradas en Mel- gar, Paredes y otros puntos, y aun mejor los cuchillos de silex darian ciertamente una remota antigtiedad al depdsito en cues- tion y 4 muchos de los huesos labrados; pero otros son de toda evidencia mas recientes, 4 juzgar por la perfeccion del trabajo y el uso a que se destinaban, como por ejemplo, un estilo de los que se servian los romanos para escribir sobre tabletas de cera, que compré en la estacion de Paredes, la cual corresponde, se- gun el distinguido arquedlogo Sr. Saavedra (1) a la antigua Jn- tercasia. (1) Discurso leido en su recepcion en la Academia de la Historia. (33 Vilanova. —1L9 PREHISTORICO EN ESPANA. 219 Pero no es este el unico dato que puede aducirse para creer que el depdsito de Castilla sea mas moderno, pues en él se en- cuentran, y en abundancia, objetos de bronce, tales como ha- chag, estiletes, punzones, agujas, parecido todo 4 los analogos utensilios en hueso; fibulas, brazaletes, broches, sortijas, obje- tos de adorno y amuletos de formas diversas. Tambien se ha en- contrado, y he visto en Paredes, alguna pieza labrada de oro. Tampoco son raros los fragmentos de vasijas y tal vez lacri- matorios de vidrio, los cuales ofrecen 4 la superficie una irisa- cion muy bella y esa capa de alteracion caracteristica en objetos de larga fecha enterrados, como he tenido ocasion de ver en el Museo de Napoles, en los vidrios procedentes de Pompeya. En cuanto 4 ceramica, se observa que en Melgar de Abajo toda la que se encuentra es muy antigua, 4 juzgar por sus descuida- das formas y por lo tosco y mal labrado de la materia que las constituye; pero en Paredes, a esta ceramica grosera se agrega un gran numero de bellisima saguntina con ese tinte rojo- amarillento 6 bajo caracteristico, y lo que es mas agradable atin, con medallones de figuras y dibujos de cabezas humanas, de animales, de hojas y otras partes vegetales, de lanzas, etc., que son el encanto de los aficionados é inteligentes. Pero en este género de ceramica, no sdlo aparecen fragmen- tos y hasta vasijas enteras, sino tambien objetos de adorno y hasta de juego, 4 cuya categoria se cree pertenecen unas boli- tas de varias dimensiones con dibujos en hueco 4 la superficie, que se encuentran en numero considerable. Tampoco son raros los pondus 6 pesas de forma de piramide cuadrada, con un agu- jero hacia el vértice truncado. Referir uno por uno los diferentes grupos de objetos que alli se encuentran, seria tarea pesada y tal vez. enojosa para quien solo desea encontrar nociones generales en la materia. Dejemos, pues, para obras especiales los detalles, y contentaéndonos con lo que hasta aqui queda desalifadamente expuesto, veamos si para concluir d'scurrimos alguna explicacion que satisfaga la natural curiosidad que la historia del singular depdsito caste- llano ha podido excitar. Inteligencias mas claras que la del que suscribe y pluma mejor cortada que la suya, hubieran sabido dar mayor interés al hallazgo; pero ya que la casualidad me ha deparado esta inmerecida fortuna, justo es que, animado de los mas ardientes deseos de divulgar y hacer familiares esta 220 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34 clase de conocimientos , tan descuidados por desgracia entre no- sotros, me atreva 4 explicar 4 mi manera, y salvo siempre el parecer de personas mas doctas, un hecho que he visto y exa- minado con interés y atencion. Lo primero que ocurre en presencia del singular y tal vez unico depdsito de Castilla la Vieja, es que no fué el hombre mis- mo el que enterro lo objetos que en él se encuentran: ni el modo de estar los restos de tan diversas civilizaciones, ni la profundi- dad en que se hallan, ni otras mil circunstancias que alli con- curren, abonan esta opinion: gquién pudo, pues, formar un de- posito tan extraiio por la variedad de animales y de objetos que encierra, como por la enorme extension que ocupa? En mi hu- milde opinion no puede caber duda alguna que el agente en- cargado de llevar a cabo tan extraordinario amontonamiento de objetos de edades y procedencias tan diversas, fué el agua. Las colinas de Melgar, Carrion, Paredes, etc., llevan todas las sefia- les que pueden desearse de una formacion de acarreo, y no diré de sedimento normal y tranquilo, por carecer de datos para ase- gurar que los materiales que las constituyen se depositaran en el seno de aguas estancadas y tranquilas. Una inundacion y tal vez varias, de caracter no muy tumul- tuoso, transporté desde las montahas que, procedentes de la cordillera cantabrica, forman los limites N., NO. y O. de la re- gion ocupada por el inmenso osario que he descrito, los objetos que en él se encuentran, juntamente con los materiales de acar- reo que los contienen. Este fendmeno hubo de verificarse en época no muy remota, supuesto que quedaron sepultados entre sus escombros restos de civilizaciones que, como la romana, pueden considerarse como modernas, tal cual la ciencia prehis- torica las califica. Esta explicacion que doy por via de entretan- to, y hasta que se encuentre por personas mas competentes otra mejor, no excluye, por supuesto, la idea de que verificado ya el depdsito de acarreo por la accion de las aguas, los habitantes de las antiguas poblaciones que debieron ocupar el mismo sitio donde dichos objetos se encuentran , enterraran los propios de la civilizacion que ellos representaban, sin cuidarse mucho de la confusion que en el animo de los prehistdricos del siglo x1x pudiera producir la mezcla y amontonamiento de monumentos tan diversos por su naturaleza, como por el estado de progreso que suponen en el desarrollo intelectual de los pueblos. (85) Vilanova.—LO PREHISTORICO EN ESPANA. 221 Se dira, sin embargo: si este depdsito fué resultado de una inundacion en tiempos recientes, gcdmo se ha borrado por com- pleto en Castilla la tradicion de tan extraordinario suceso? g,COmo se ha perdido en el pais clasico de los cereales la idea de haber- se cultivado un dia en sus tierras esa variedad de trigo que se encuentra carbonizada en Melgar de Abajo? Esto no debe cau- sarnos grande extranieza, pues sobran ejemplos analogos que ci- tar en confirmacion de la facilidad con que los pueblos olvidan sucesos de tamafia importancia. Posteriormente & mi excursion por aquella tierra, han visita- do varias é inteligentes personas tan singulares depdsitos, que no sé en rigor, y a pesar de lo anteriormente expuesto, 4 qué clase de monumentos comparar, ni tampoco me atrevo a referir a esta 6 4 la otra época; tan singular mezcla de objetos contie- nen, desde el cuchillo y piedra pulimentada, hasta la fibula ro- mana y la ceramica saguntina. Entre los diligentes y celosos entusiastas por estos estudios, debe mencionarse 4 mi querido compaiiero de facultad Sr. Rico Sinobas, que ha logrado reunir una bonita série de objetos que excitéd grandemente la curiosi- dad, mereciendo un premio en la exposicion ultimamente cele- brada por la Sociedad #7 Fomento de las Artes. El ya citado profesor Pisa y D. Benito Cuesta de Paredes han recogido tambien objetos muy notables, asi como mi amigo Maestre, ingeniero de minas residente en Palencia, y D. Pablo Aragon, de la propia ciudad, 4 quien por cierto soy deudor de algunas preciosidades que me regalé, habiendo recogido des- pues otras no ménos curiosas. Por ultimo, mandada en el otofo préximo una comision del Museo Arqueologico, atin pudo recoger algunas hachas puli- mentadas y otros objetos que pueden verse en dicho estableci- miento. Posteriormente he sabido por mi amigo D. Camilo Yela, que en los alrededores de Avila se han encontrado grandes depdésitos de huesos, y eon ellos armas y utensilios notables, extendién- dose tan singulares necropolis 4 varios puntos de la provincia de Salamanca. 222 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) SEGUNDA SECCION. BIBLIOGRAFIA. Aparte las vagas indicaciones que acerca de la existencia y hallazgo en la Peninsula de instrumentos de piedra hicieron en otros tiempos el historiador valenciano Beuter, Ulloa, Torque- mada, Marin y Mendoza, cupome la honra de dar las primeras noticias acerca de la ciencia prehistérica en el Manual de Geo- logia aplicada, publicado en 1859 y 60, en el articulo destinado a la descripcion del terreno cuaternario. Tocante, empero, 4 lo prehistdrico espafiol, la primera noticia fué la dada por los sefores Verneuil y Lartet en el Boletin de la Sociedad geoldgica de Francia en 1863, de un hacha de pedernal que un cantero de San Isidro les vendid, procedente de dicha ya famosa localidad. El malogrado ingeniero de minas D. Casiano de Prado, exci- tada ya su atencion hacia estos estudios por el descubrimiento anterior, contribuy6 a ensanchar la esfera de estos conocimien- tos en la Peninsula en la descripcion fisica y geolédgica de la provincia de Madrid, que publicé en 1864, en la cual did cuenta de varias estaciones prehistéricas, recomendando la convenien- cia de explorar las cavernas y el terreno diluvial. En 1866, mi particular amigo Mr. Luis Lartet, siguiendo las huellas de su digno padre, publicéd en la Revista Arqueologica de Paris el resultado de sus fructiferas exploraciones en las ca- vernas de los alrededores de Torrecilla de Cameros, en la sierra Cebollera, secundado del distinguido profesor del Instituto de Logrofio, nuestro compafiero y consocio Sr. Zubia. Los preciosos materiales recogidos en dichos antros terrestres, dibujados la mayor parte en dos bonitas laminas litografiadas y alguna figura intercalada en el texto, permiten al autor clasificarlos en tres grupos; 4 saber: 1.° Correspondiente a la época del rinoceronte, aunque no del tichorhinus y del Bos priscus; la gruta superior de la pena de la miel representa este periodo, sin ser aun habi- tada por el hombre. 2.° La gruta inferior de la pena de la miel habitada ya por el hombre perteneciente 4 la época del Reno, siquiera no hayan en ella aparecido restos de este mamifero, sustituido alli por el buey primitivo. Y 3.° Equivalente a las es- (37) Vilanova.— LO PREHISTORICO EN ESPANA. 223 pecies domésticas, entre las cuales aparece un perro mas voraz, a juzgar por los restos encontrados, que el zorro, el lobo y el mismo chacal: la cueva lobrega representa este tercer grupo. En 1868, el diligente arquedlogo y anticuario granadino senor D. Manuel de Géngora, publicd, bajo los auspicios y eficaz apo- yo del gobierno, un tomo en 8.°, de 140 paginas, ilustrado con muchos grabados en el texto y alguna bonita lamina, intitulado Antigtedades prehistoricas de Andalucia, en cuya obra, siquiera escaseen los datos cientificos acerca del yacimiento y caracter paleontologico que acompafiaron 4 sus descubrimientos, da cuenta de monumentos y objetos en ellos encontrados, particu- larmente de la época neolitica y del bronce, en el territorio del antiguo reino de Granada. En el mismo aiio 68, el entusiasta defensor de la ciencia nue- va, nuestro consocio Sr. Tubino, did 4 la estampa el primer cua- derno de lo que llama #studios prehistdricos, folleto de 128 pa- ginas en 16.°, en el cual resefa, primero, las dos conferencias que acerca de la industria y el arte prehistéricos did ante la So- ciedad econdémica matritense el 30 de Abril y 7 de Mayo de 1868. En un segundo capitulo, intitulado #1 Hombre fosil, da cuenta de las lecciones que tuve el honor de dar acerca de este asunto en el Ateneo cientifico y literario; trata en el tercero de los pa- lafitos 6 habitaciones lacustres de Suiza; describe en el cuarto el monumento prehistdrico de Castilleja de Guzman, junto 4 Sevi- . lla, explorado por él mismo; traza en el quinto la biografia de Santiago Boucher de Perthes, tan intimamente relacionada con Ja historia de la nueva ciencia; relata en el sexto la exploracion geoldgico-arqueoldgica del famoso cerro muriano, llevada a cabo por el autor, asociado de D. Luis Maraver de Cordoba, del Sr. Roca, de mi hermano D. José y del que esto escribe: al dar- nos gracias el gobierno por los objetos que procedentes de dicha localidad regalamos al Museo Arqueoldgico recientemente crea- do, mando insertar en la Gacefa la descripcion que de ella, de Cabra y otros puntos de Andalucia trazamos. La antropo-arqueo- logia, y la historia y biografia del eminente antropdlogo inglés Sir John Lubbock completan este primer ensayo de difusion de lo prehistérico, que el Sr. Tubino se propuso realizar. En 1870 y 1871, el distinguido arquedlogo gaditano sefior M° Pherson, publicé dos memorias acerca de la famosa cueva dela mujer, en Alhama de Granada, explorada por él con notable re- 224 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) sultado, como lo demuestra la descripcion de los objetos encon- trados y las magnificas laminas que los representan con gran exactitud. Corresponde aquel antro terrestre al periodo de los cuchillos 6 del Reno, aunque por desgracia no han aparecido alli restos de este mamifero, y de la piedra pulimentada 6 neolitica; siendo curiosisimos los craneos y otros huesos humanos que el Sr. M° Pherson ha tenido la fortuna de desenterrar. D. Recaredo Garay de Anduaga, tambien ha publicado algo acerca de lo prehistdérico de la provincia de Huelva. D. Ladislao de Velasco, publicéd el discurso leido en la sesion inaugural del Ateneo de Vitoria en el curso de 1870 4 1871, dando cuenta del descubrimiento de cuchillos, hachas pulimen- tadas y otros curiosos objetos, hechos en la dehesa de San Bar- tolomé, junto 4 dicha ciudad. En la espléndida y suntuosa obra intitulada Museo Espanol de Antigiiedades, que bajo la acertada direccion del celoso é ilus- trado profesor Rada y Delgado, publica en estacorte el espléndido editor Sr. Gil Dorregaray, se han insertado tres largos articulos referentes, el primero suscrito por el Sr. Tubino 4 trazar la historia y progresos de la Arqueologia prehistdérica; el segundo por D. Fernando Fulgosio sobre armas y utensilios del hombre primitivo, en el Museo Arqueologico Nacional, y el tercero, divi- dido en dos, acerca de lo prehistdérico espanol, del que suscribe. El Sr. Villamil y Castro ha publicado noticias muy impor- tantes sobre los monumentos antiguos que en gran numero existen en Galicia. En la Revista de Bellas Artes, en La Andalucia de Sevilla, en Las Provincias de Valencia y en otros periddicos, hanse pu- blicado noticias varias acerca de lo prehistdrico espanol. Tambien en la obra que bajo el titulo de Origen, naturaleza y antigiiedad del hombre acabo de dar a luz, figura, por via de apéndice, todo lo que referente al nuevo ramo del saber se ha descubierto hasta ahora en la Peninsula. Por ultimo, el distinguido y entusiasta capitan de Ingenieros D. Santiago Moreno, acaba de remitir 4 la Sociedad Arqueolé- gica Valenciana una luminosa é interesante Memoria manus- crita acompafiada de cuatro bonitas laminas dibujadas por el mismo, representando los mas curiosos objetos encontrados en la estacion prehistorica de Orihuela de Murcia, explorada re- — cientemente por él. - og 1a SYROVESONVEME SOLSEN“OMGISA NYS Ta TOD VAONVIIA PMpoW sit] & pve yep 4qrp snvayy = oi oY ?T of oO 72U PSYT 2p vjouvds? pyp220¢ Vp op s2PUp re re”) is Y fate i Vie "ee te es! oie * y _* ali ae CH - : rae wer oe if * : -, ¥ CVOLLITOSEW V90d4) "WNVS2 JC SYHOZTS A SOTIMOMS “prapuy ‘itt < peu PP oAtP SNPAY “VAOXNVIIA SN a BG PT of oT pou psy 2p vjouvds? pyp21og V) Ip S2]VUp- = Hoye Ao on ieee A Ne ae o ' ' gt ty! vite fi » , . ) y ‘ ay J é , « ‘ , a *s Cae al mI Ftd re v ita ‘ 6; mn vk PK 4 : A ‘ . 7 L Le ‘* a . r swctcimremnonsn . a PRP ee EF rae, sik ah canal Por ery OP SOT BOI OPE ee ee PRE oe . 7 ‘ oan / , . ie il - .¢€ —_— i { x PUR eT ie ee a : CCIW Re aN tale us re ple F \ ’ ; ‘ ‘ eo i . . * , ' ‘ | . Ail 4° a ‘ » iA tg ‘ } ° i - ae ‘on - a 7 a pr ae = r A / be aa! é a) * | aire La ee Te « RK “ ToOtanOoww VO. Va a VoOIANVe Ss “pip ‘att A a “VWAONVIIA 4 7 = : : re te ssouppunpng + ai aia) or i +4 i 4 v9 > WUdyT oll 3 Tt) pou psyy op vjouvnds2 PRp2I0§ VY) IP F2yVUp* - « (VOLLITOMN )VO0dT )° O15 “SVHOVE SOStn ‘pripopy ‘str A Pu pep sqrp smo.cyy PAO XNVIIA Bia MPT of MOL you ysyy op mounds? ppp2v20g Mp a S2]0Up- (89) Vilanova.—LO PREHISTORICO EN ESPANA. 225 Explicacion de las laminas. LAMINA IV. 1. Singular y extrafia mandibula humana de Puerto-Prin - cipe, regalada por el Ilmo. Sr. D. Miguel Rodriguez Ferrer, al Gabinete de Historia Natural de Madrid, donde se conserva. 2. Diente molar con la corona muy gastada. De la misma procedencia. 3. Pedazo de cafa de fémur humano. De idem. 4y5, Fragmentos de mandibula inferior humana, encon- trados por el conde de Valencia de D. Juan en un délmen (ga- rita) de Extremadura. 6. Porcion izquierda de otra mandibula inferior humana, notable por la forma del céndilo y por el angulo obtuso que re- sulta de la union de la rama horizontal con la ascendente; en- contrada por mi en la cueva de Roca (Orihuela). 7. Fragmento de hueso humano largo carbonizado. De idem. 8. Molar carnicero izquierdo del Ursus speleus, de la brecha huesosa de Cabra. ; 9. Molar de jabali. De idem. 10. Rama derecha de mandibula inferior fésil, de ciervo, con tres molares. De idem. 11. Idem izquierda, de otra especie de ciervo, de la cueva del Parpallé6. Monduber ( Valencia). 12. Molar de caballo (Hguus primigenius var. pliscidens). De la Cova negra ( Valencia). 13. Valva de un gran Pectunculus pulvinatus, con el apice 6 nates perforado, del Diluvium de Madrid. 14. Idem id. mas pequefio. Cueva de Roca (Orihuela). 15. Conus perforado en la base. De la cueva de Roca. 16. Cyclosioma elegans. De idem. 17. Hacha amigdaloidéa de silex de la primera edad ('/, de su magnitud); de San Isidro. 18 4 23. Cascos y cuchillos de pedernal de la cueva del Par- pallo. La figura del centro representa el corte detallado de San Isi- dro, grabado sobre una fotografia, del que prepard 4 rigorosa ANALES DE HIST. NaT.—Ie 15 226 ANALES DE HISTORIA NATURAL. . (40) escala el Sr. Rotondo Nicolao. De arriba abajo, el érden con que _ se suceden los materiales es el siguiente: 1. Capa de 27,50 4 3" de espesor, formada de greda, 6 sea ar- cilla arenosa de color rojizo, cubierta por la tierra vegetal de la propia naturaleza; horizonte en el que suelen encontrarse algu- nos huesos de mamiferos y humanos. 2. Gredon, nombre que dan los alfareros de San Isidro 4 un estrato de -arcilla azulada, compacta, de espesor variable, in- tercalado entre las arenas superiores y las medias. 3 y 4. Pequefios horizontes de arenas siliceo-feldespaticas y algo micaceas, puras y blancas, 6 bien algo arcillosas, de color rojizo, con alguna venilla tefida de negro por el manganeso: dispuesto todo en estratificacion cruzada: espesor unos 3”. 5. Primera capa de arriba abajo de guijo, 6 sea de cantos rodados de escaso tamafo, en una masa de arenas arcillosas y siliceas algo rojizas: grueso sobre 2", sin restos organicos ni hachas. 6. Horizonte esencialmente arenoso, cuya tenuidad y pureza da claramente & entender el régimen 4 que se hallaban sujetas las aguas durante su formacion: grueso de 2™ a 2”,50. 7. Segunda capa de guijo, de arriba abajo, de cantos mas pequefios esparcidos en arenas arcillosas: grueso unos 0",50, con algun instrumento tosco de pedernal. 8. Banco de arenas arcillosas muy finas, de baie rojizo: grueso 1" 6 1",30; yacimiento de huesos y dientes de caballo, ciervo y otros mamiferos. 9.. Depdsito de arena silicea y grava con arcilla y alguna vena tenida por el manganeso: grueso 1",50, sin restos fosiles ni hachas. 10. Capa llamada del guéjo por los canteros, compuesta de guijarros de granitos, porfidos, cuarcita, gneis y otras rocas de la sierra carpetana, cuyo tamaiio llega 4 veces 4 igualar al de la cabeza del hombre, mezclados con grava, arena silicea y ar- cilla: grueso sobre 2%; principal yacimiento de las hachas de pedernal que tanta importancia han dado 4 esta localidad y de los cantos de cuarzo llamados por su trasparencia y pureza dia- mantes de San Isidro. 11. Cayuela, nombre vulgar de la marga blanca terciaria, que recibe en estratificacion discordante los peauercs materia- les del terreno cuaternano. (41) Vilanova.—LO PREHISTORICO EN ESPANA. 227 LAMINA V. 1. Nucleo de pedernal con la huella de los cuchillos que de él se sacaron. Estacion de Argecilla. 2. Cuchillo-nucleo céncavo y liso por dentro, convexo y con tres chaflanes por fuera, de bordes lisos. Idem. 3. Cuchillo de silice, cédncavo y liso por dentro, convexo, desigual y con costilla irregular en la union de los dos planos que ofrece por fuera, y con bordes irregularmente dentella- dos. Idem. 7 4, Cuchillo de tres chaflanes posteriores, muy ancho y regu- lar el del centro. Idem. 5. Cuchillo-sierra, con un borde unido y regular, y el otro con grandes dentelladuras; superficie externa con la impresion de los golpes que sufrié en la labra. Idem. 6. Extremidad inferior de punta de lanza, adelgazada para entrar en un mango. De idem. 7. Cuchillo de silex, notable por su delgadez y por la des- proporcion del chaflan central de la cara posterior. De-idem. 8. Cuchillo-sierra 6 de bordes aserrados, liso por la cara an- terior, con dos chaflanes irregulares en la posterior. De idem. 9. Cuchillo notable por su longitud, concavo y liso por den- tro, con dos chaflanes unidos por el centro en costilla irregu- lar, que revela los golpes que hubo de recibir al labrarlo. Idem. 10. Cuchillo-sierra de dientes finos y regulares. Cueva de Roca. 11. Parte superior biconvexa, de bordes algo irregulares, de punta de lanza. De Argecilla. ‘ 12. Flecha de silex, notable por la belleza de su forma y lo delicado de su labra. Argecilla: de tamafio natural. 13. Cuchillo de silex, con tres chaflanes posteriores. Cueva de Roca. 14. Flecha tridentada de silex, de bordes delicadamente aserrados, muy curiosa. Argecilla. 15. Flecha bicénica, sumamente bella por su forma y por la delicadeza de sus detalles. Idem. . 228 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) LAMINA Vl. 1. Taza labrada 4 mano, agrietada probablemente por la accion del calor solar, del que se servian los aborigenes de Ar- eecilla para dar consistencia al barro. Argecilla. 2. Idem de forma eliptica, con un asidero en el extremo que ha quedado intacto, labrada 4 mano. Idem. 3. Vasija mas perfecta y hecha a torno, correspondiente al periodo de las hachas pulimentadas 6 neolitico. Idem. 4. Pedazo de cacharro tosco, de bordes delgados é impre- siones digitales pequefias. Idem. 5. Fragmento de vasija grande muy gruesa, de borde del- gado, liso y bastante regular, con impresiones de raicillas en su interior. Idem. 6. Porcion superior de una vasija, unica que se encontré con un rudimento de asa. Idem. | 7. Idem ‘id. de borde cortado en bisel al interior, y con un agujero bicdnico hecho con instrumento de piedra. Idem. 8. Fragmento superior de vasija, con borde muy regular, tambien en bisel y con agujero biconico, abierto como el ante- rior. Idem. LAMINA VII. 1. Frontal humano encontrado en el délmen llamado el Castellet del porquet, en término de la Olleria; distinguese por el aplastamient6 de la frente, por la gran prominencia de los ar- cos superciliares y el desarrollo de los senos frontales. Olleria. 2. Diente molar humano, careado en el centro de la corona. De la cueva de Roca (Orihuela). 3. Piedra destinada 4 pulimentar las hachas, cuya impre- sion se ve en el centro de la misma. Argecilla. 4. Hacha pulimentada de diorita, cubierta de una gruesa capa de patina. Idem. 5. Preciosa hacha, tambien de diorita, de grano muy fino y de formas muy regulares. Griegos (Teruel). 6. Hacha tosca de diorita, correspondiente, sin duda, 4 los primeros ensayos que hacia el hombre en Argecilla. 7. Pequefia, pero bonita hacha de dioritina, con un profundo (43) Vilanova.— LO PREHISTORICO EN ESPANA. 229 bisel en la base, que es muy aguda. Cueva de Matamon (Va- lencia ). 8. Hacha de jade algo encorvada; procedente de Imon (Gua- dalajara). 9. Parte inferior de otra, tambien de feldespato blanquecino, algo cilindrica. De la cueva de Roca. 10. Hacha de jade veteado, de forma de espatula , muy cu- riosa, que quizas pudiera servir de alisador. 1]. Hacha triangular con la punta rota, y un agujero bicdé- nico (falta la base), tal vez para colgarla como amuleto u objeto — de adorno. De Argecilla. 12. Hacha de diorita, con un gran bisel en la base y cu- bierta de una gruesa capa de patina. Olleria. 13. Hacha tosca é irregular de diorita, pulimentada, con gruesa patina. De Argecilla. 14. Hacha de jade, casi en forma de gubia, imitando las formas escandinavas. Paredes de Nava (Palencia). 15. Percutor de silice destinado a labrar los cuchillos y las hachas. Argecilla. 16. Fragmento de cacharro fino y con estrias cruzadas. De la cueva de Roca. 17. Mogote labrado de ciervo. De Melgar de Abajo (Valla- dolid ). 18. Pieza de barro agujereada a lo largo, para ensartarla como amuleto ti objeto de adorno. Cueva de Roca. CATALOGO DE LOS MAMIFEROS CUBANOS: POR DO NG de Actin, SGN, Ie ed. (Sesion del 4 de Diciembre de 1872.) INTRODUCCION. El objeto de este articulo es dar a conocer los mamiferos in- digenas que actualmente existen en la isla de Cuba. No hablaré de los encontrados en tiempo del descubrimiento, porque de esta materia ya han tratado algunos sabios; y en la Historia fisica, politica y natural de la isla de Cuba, por D. Ramon de la Sagra, introduccion a los mamiferos, se habla ampliamente de ellos (1). D. Felipe Poey trata de ellos en la Revista zooldé- gica de la isla de Cuba publicada en: #/ Artista, tomo II, entrega 2, y luégo en sus Memorias sobre la Historia natural de la isla de Cuba, tomo I, pag. 30 y siguientes. Tambien emite su opinion D. Estéban Pichardo en su Diccionario de, voces cu- banas, 3." ed., Habana, 1862. Las especies indigenas de mamiferos cubanos pertenecen 4 (1) En la pag. 4 de esta obra se lee: « En el diario del primer viaje de Colon se hace mencion de unos huesos hallados cerca del puerto de Nuevitas, que le parecieron de vaca por su forma y tamano; de lo cual dedujo que deberia haberlas con otros gana- dos en la isla de Cuba. El Sr. Roulin opina que dichos huesos podian ser de tapir... » Yo no creo esto, sino que fuesen de manati. 232 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) los cuatro 6rdenes de Chiroptera, Insectivora, Glires y Cetacea; pues el venado del orden Ruminantia, es una especie introducida. El érden Chiroptera 6 murciélagos tiene en esta isla repre- sentantes de casi todos los grupos que se pueden formar, aten- diendo a los caractéres principales y a las costumbres. Algunos naturalistas dividen los Chiroptera en dos secciones, Histiophora (Istiophori Spix), que tienen una hojuela encima de la nariz, y Gymnorhina (Anistiophori Spix), que carecen de esta membrana. Hay en la isla especies de ambas divisiones. Unos géneros tienen las orejas unidas por encima de la ca- beza mediante una membrana, como el AJacrotus de la division Histiophora, y Nyctinomus y Molossus de la division Gymnor- hina; los otros las tienen separadas. Hay géneros sin rabo, v. gr., Artibeus, Phyllops; otros con un rabo rudimentario, v. gr., Brachyphylla; otros con rabo largo, pero ménos largo que la extension de la membrana interfemoral, y cuya punta esta libre . encima de esta membrana, v. gr., Chilonycteris, Mormops; otros en que la punta del rabo acaba en el borde de la mem- brana interfemoral, v. gr., Vesperus; otros, en fin, cuya punta del rabo es mas larga que la membrana, v. gr., MJolossus, Nyctinomus. Si comparamos las orejas, las vemos muy gran- des en Macrotus, regulares en la mayor parte de los géneros, y muy anchas, apenas salientes del pelaje y rodeando los ojos en Mormops. Unos como Noctilio y Atalapha tienen un vuelo pe- sado con aletazos pausados; otros como Nyctinomus, Molo- ssus, etc., vuelan rapidamente. En lo que corresponde al alimento hay diferencias notables, porque los unos, v. gr., Vesperus, Nyctinomus, Molossus, pare- cen alimentarse solamente de insectos; otros, v. gr., Artibeus, comen ademas frutas. No se encuentran en esta isla especies puramente frugivoras, formando el género Pteropus, como las hay en Egipto y en la isla de Java. Para convencerse de que al- gunos murciélagos de Cuba, cogen y comen frutas, bastard pa- sar al oscurecer por debajo de una mata de jaguey (Ficus ellip- tica)', de yaba (Andira inermis), de sapote (Sapota achras), de ocuje (Calophyllum calaba), y otros arboles; y se vera tambien en las cuevas donde viven millares de Artibeus, que todo el suelo esta cubierto de semillas peladas de yaba; y en la montafia se ven muchas veces matas de café en parajes donde hay cuevas, y de consiguiente murciélagos que habran llevado las fruticas, y ar- « (3) Gundlach. —caTALOGO DE LOS MAMIFEROS CUBANOS. 233 rojado la semilla despues de comida la parte carnosa. Diré de paso que ninguna especie de las conocidas hasta ahora en los Estados-Unidos come frutas, y que todas son insectivoras. Tenemos géneros que de diase esconden en hendiduras, v. gr., Molossus, Vesperus, y otros que se cuelgan en cuevas, almace- nes, etc., por las patas posteriores, quedando la cabeza hacia abajo, v. gr., Chilonycteris, Mormops, Artibeus, Phylionycte- 77s. Los individuos de una misma especie viven en sociedad; y si existen varias especies en una cueva, se observara que cada especie ocupa un paraje distinto en esas habitaciones tene- brosas. Respecto al dafio 6 utilidad para el hombre, se nota que el dafio consiste casi Unicamente en la destruccion de frutas, pero se puede tambien poner en cuenta que ensucian con sus excre- mentos, que esparcen un olor desagradable, no contando con el horror que causan los murciélagos 4 muchas personas cuando entran en los cuartos 6 dormitorios. Utilidad prestan por la des- truccion de numerosos insectos, y cuando vuelan durante al- gun tiempo en una habitacion, hay seguridad de que han des- truido una infinidad de mosquitos y de moscas. Las personas que han visitado cuevas grandes, habran notado en los salones habitados por millares de murciélagos un piso blando, a veces convexo. Este piso esta formado por los excre- mentos de los murciélagos; y como en la parte mas alta del sa- lon duerme mayor numero de ellos que en los lados, ha caido en el centro del suelo mas estiércol que en las orillas. Estos excrementos son, pues, una especie de guano, y se han hecho pruebas de usarlo como abono en ingenios y en vegas: el re- sultado ha sido satisfactorio. Aunque la isla de Cuba sea tan pobre en animales mamiferos indigenas de otros érdenes, tiene sin embargo un gran numero de especies de murciélagos en comparacion con otras tierras. El Dr. Allen, en su Monografia de los murciélagos del Norte de América (que forma parte de las Smithsonians Miscellaneous Collections), enumera en 1864 solamente veinte especies para todo aquel vasto territorio, cuando la isla de Cuba me ha ofre- cido hasta ahora igual numero de especies, que todas he podido observar en la parte occidental desde Cardenas hasta San Cris- tobal, porque las especies observadas en las otras partes de la isla eran las ya conocidas. 234 -ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) El 1851 se conocian en la isla de Jamaica once especies, se- gun Mr. Gosse. Falta aun hablar acerca de la parte eee de la clasifica- cion de las especies cubanas. No he podido encontrar mas pu- blicaciones sobre ellas que la obra ya mencionada de la Sagrra, tomo de los Mamiferos, escrito por Mr. Gervais, y publicado en Paris, 1838, y las publicaciones hechas en mi nombre en perié- dicos alemanes. Mr. Gervais describe dos especies nuevas, y tres ya conoci- das. Es posible que una de éstas esté equivocada, y no sea igual al tipo cuyo nombre lleva; porque un ejemplar que conviene perfectamente 4 la descripcion y lamina dadas por Gervais de Vespertilio (Nycticeius) Blossevillei Less. et. Garnot, fué exa- minada por el Dr. Peters en Berlin, y declarado joven de 4A éa- lapha Pfeifert Gundl. En una nota de la pag. 34 menciona Mr. Gervais tambien al- gunas especies observadas en las Antillas, y de éstas. varias han sido cogidas luégo por mi en esta isla. Estas son Brachy- phylla cavernarum Gray, Mormops Blainvillei Leach, Monophy- llus Redmanni Leach, y Noctilio leporinus L. En mi nombre fueron publicadas en Wiegman Archiv, 1840, pag. 358, las des- cripciones de cuatro especies, de ellas tres como nuevas. Tuve en. esto poca suerte, porque mi Lobostoma cinnamomeum se co- nocia ya con el nombre de Mormops Blainvillei Leach; mi Lod. quadridens habia recibido pocos meses antes el nombre de Chilonycteris Mac-Leayi Gray; mi Vespertilio barbatus recibid dos anos antes el nombre de Vespertilio lepidus por Gervais, y la cuarta lamada Rhinopoma carolinense no era la misma espe- cie que sirve de tipo. Desde 1840 quedaron las especies nuevas cubanas en manuscritos mios hasta 1861. Enténces asociado con el Dr. Peters publiqué en Monatsh. der K. Ak. der Wiss. in Berlin, 1861, pag. 149 y siguientes, las descripciones de las nuevas especies y la lista de las especies cubanas conocidas. En este mismo periddico se agregaron despues suplementos. El Dr. Peters esta ocupado actualmente en la redaccion de una obra iconografica, cuyas laminas representan los murciélagos del Museo de Berlin; y por lo tanto, hay ya excelentes laminas de una parte de las especies cubanas..Estos dibujos se hallaran citados en el presente Catalogo con esta indicacion: Mus. Zool. Berol. Chiropt. 6 Gundlach. —cCaTALOGO DE LOS MAMIFEROS CUBANOS. 235 Paso al orden Jasectivora, que ofrece una sola especie. Don Felipe Poey tuvo la primera noticia de ella en 1836, y did luégo un articulo en el Plantel. La obra de la Sagra tiene tam- bien (pag. 37) una nota sobre la especie. Pero siendo inexactas las noticias alli dadas, y habiendo Poey estudiado bien la natu- raleza de este animal, escribid un articulo con lamina en sus Memorias sobre la Historia natural de la isla de Cuba, tomo I, pagina 23, que tiene la fecha de Noviembre de 1851, nombrando la especie Solenodon paradoxus Brandt, y proponiendo como nombre vulgar el de a@/miqui en lugar de los nombres erréneos, como ¢tacuache que le dieron en Trinidad y pertenece a un ani- mal mejicano, y el de ¢ejon, como lo nombran en Bayamo, _siendo el verdadero tejon de Europa muy distinto por la forma y el tamano. E] Sr. Pichardo cree en su Diccionario de voces cu- banas, que el Solenodon es el aye descrito en la Cronica de las Indias por Oviedo; y parece haber acertado. Si fuese cierto perteneceria el nombre vulgar ay7e a esta especie. | Cuando emprendi un viaje cientifico 4: la parte oriental de la isla, me detuve tambien algunos meses en la jurisdiccion de Trinidad. Visité alli un punto llamado Naranjos en la vecindad de Gtiinia, creyendo que era el mismo citado como localidad para el Solenodon; pero sin razon, pues este esta entre Trinidad y Cienfuegos. Logré hablar con un montero que habia visto un Solenodon cogido en aquellos parajes; y como prueba de que ha visto verdaderamente un individuo, me indico la particularidad de que las tetas estaban en la parte posterior del muslo, lo que es la verdad. Yo no dudo de que se encuentre una especie entre Trinidad y Cienfuegos, pero dudo que sea la misma que la de Sierra Maestra, pues el montero me indicé el color del pelaje como blancuzco. En Bayamo consegui por el Licenciado en Medicina, Sr. D. Ma- nuel Yero, un par de estos animales; y por su recomendacion pude-estar seis semanas en el cafetal de San Juan de Buenavista, de donde procedian los individuos presentes y varios otros que el] mismo Sr. Yero habia mandado vivos 4 D. Felipe Poey a la Habana. Varias excursiones 4 la montafia fueron infructuosas para encontrar otros individuos, pero he podido ver el estado de sus cuevas y los rastros donde habian sacado lombrices de tierra. Que no es facil conseguir estos animales se compren- dera, sabiendo que las mas veces la cueva 6 madriguera se ex- 236 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) tiende debajo de las raices de un arbol grande, 6 pasa por entre las hendiduras de las peas. Solamente donde la madriguera esta en tierra sdlida se puede llegar al fin, que es una amplia- cion capaz para recibir una familia de ellos como de cuatro a cinco individuos. En la pag. 30 de sus Memovrias, tomo I, dice Poey: « Creyera que esta provisto el almiqui de un liquido hasta cierto grado venenoso. Lo dudo mucho, porque...» y en la pag. 433 vuelve 4 hablar del mismo asunto, refiriendo que una hembra me habia mordido, y las heridas de los dientes inferiores se me encona- ron. Yo pregunté al montero que me acompafaba en las monta- nas de Buenavista sobre mordeduras, y supe que una vez se in- flam6 su brazo fuertemente por haber sido mordida su mano por un macho. Habiendo yo mandado 4 Alemania una hembra en aguar- diente, ha servido al Dr. Peters para escribir un tratado con tres laminas sobre el Solenodon. Se publicé en Phys. Abh. der K. Ak. der Wiss. in Berlin, 1863, N. I, y difiere en algo del ar- ticulo de Poey ya mencionado. Indicaré aqui lo mas notable. El Dr. Peters recibio del Dr. Brandt de San Petersburgo para la comparacion el ejemplar tipico del Solenodon paradozus, y com- parando ambos individuos, vid (aunque el haitiano era % y el cubano Q), que no pertenecian ambos 4 la misma especie; y asi nombroé la de Cuba, Solenodon cubanus Pet (1). El Dr. Peters niega al incisivo segundo inferior la propiedad venenosa, pues no hay aparato productor de veneno que le acompanie; ademas que los dientes venenosos de viboras, etc., no tienen canal, sino que estan perforados. Poey cree que basta el surco para condu- cir el veneno, y que éste reside en la glandula salivar sub- lingual, que esta muy desarrollada. Sobre la verdadera posi- cion de la especie en el sistema trata tambien el Dr. Peters poniéndola en el grupo Centetina con el género Centetes Illig. Por ultimo debo suplicar 4 las personas que puedan conse- guir uno 6 muchos individuos en la montana entre Trinidad y Cienfuegos, 6 en la Sierra Maestra, me remitan éstos, sea vivos (1) Falta esta notabilisima especie en las colecciones del Museo de Historia natural de Madrid, y prestaria un gran servicio al establecimiento la persona que pudiese proporcionarle alguno, 6 algunos ejemplares de ella, conservados de la manera que mas adelante indica el Dr, Gundlach. (Nata de la C. de P.). (7) Gundlach. —CATALOGO DE LOS MAMIFEROS CUBANOS. 237 6 muertos, en aguardiente, despues de abierto un poco y con cuidado el vientre, para que éntre el licor y conserve las visce- ras. Con esta remision haran un gran servicio a la ciencia, por- que el Dr. Peters desea continuar el estudio de este interesante animal cubano. Las especies indigenas del orden Glires pertenecen todas al e@énero Capromys, pues ninguna de las del Afus, 6 ratones, pa- rece ser indigena, sino todas introducidas involuntariamente, y ahora demasiado propagadas en las casas y en los campos. Las hutias, 6 Capromys, se reducen a tres especies, que tie- nen los nombres vulgares de conga, carabali y andaraz. Las otras hutias son solamente variedades de estas tres, y asi la mandinga es una conga negra, la arara sera una blanca, la bariba que menciona el Sr. Pichardo en su Diccionario, no la conozco; la Valenzuela en la obra de la Sagra debe suprimirse, porque debe su existencia al calor de un horno en que fué puesta una conga para destruir insectos dajiinos, y el calor al- terd el color del pelaje. El Capromys alba vel melitea que pu- blicé el presbitero Toymil, es una variedad blanca 6 albina. La hutia mona de la montafia de Trinidad pertenece 4 la carabali. El Dr. Peters ha examinado las ratas y ratones mandados por mi, y los declara iguales 4 las tres especies cosmopolitas Mus rattus, decumanus y musculus, de consiguiente no son indi- genas. . Faltame decir algo sobre la utilidad 6 dafio para el hombre de parte de los roedores. Las hutias congas, principalmente cuando jévenes, propor- cionan una carne estimada de muchas personas blancas, y siem- pre de los negros. Se comen en estado fresco, ahumado y seco. Las hutias carabalies y andaraces son ménos estimadas; en los cafetales de Cuba y Guantanamo los negros no las comen, y las llaman futias ratas. Curtidas las pieles pueden ser ttiles. Hay fincas que dan raciones de hutias ahumadas 4 los negros en lugar de raciones de tasajo 6 de bacalao; y para cogerlas 6 buscarlas se sirven de perros amaestrados, y éstos se llaman perros hutieros. Viviendo las hutias en el monte, y alimentan- dose de bejucos, curejeyes, hojas, etc., no causan dafo al hom- bre; y asi se puede decir que los roedores indigenas pres- tan solamente utilidad, y los roedores invasores causan sola- mente daiio. 238 ANALES DE HISTORIA NATURAL. . (8) Resta el érden Cetacea, representado en esta. isla por muy pocas especies. No he tenido ocasion de verlas, y asi queda esta parte del Catalogo imperfecta. La especie que conocemos con mayor seguridad, por pertenecer 4 la pesqueria regular, es el manati. En las grandes bahias y en las costas se ven 4 menudo toninas 6 delfines. Hay tambien ejemplos de haber llegado a la costa cetaceos mayores 6 ballenatos. Recuerdo haber visto en 1839 en Punta de Maya huesos de un enorme cetaceo que algunos afios antes llegd muerto 4 la costa. Nada sé sobre la clasificacion de la especie, porque no he podido ver individuo alguno. Todas las especies son utiles, sea eee su carne 6 por su manteca 6 esperma. ; CATALOGO. ORDO CHIROPTERA (MURCIELAGOS). FAMILIA Phyllostomata. SupraMitia Vampyri. GreNus Macrotus Gray. M. Waterhousei Gray. Macrotus Waterhousei, Gray, Proc. Zool. Soc. Lond. 1843, p. 21. — —_ Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab.'7. El pelaje es de un color ceniciento-oscuro en las partes supe- riores y en las inferiores de un color mas.claro. En los adultos se nota encima de la cabeza detras de a cic que casi une las orejas, pelos tiesos, lustrosos, ferruginosos (rara vez morenos); entre las ventanas de la nariz hay una quilla trans- versa. El rabo tiene casi la mitad de la longitud total, que es 0,088 (la del rabo 0,027), y su punta misma queda fuera de la membrana. El mejor distintivo de la especie es el tamafio extraordinario de las orejas, que en ninguna especie cubana se le asemeja. Especie comun en algunos almacenes y cuevas, donde esta de dia suspendida por las patas traseras, un individuo al lado de otro; los ejemplares del departamento oriental parecen ser el tipo de la Jamaica por su tamafio mayor; los del departa- mento occidental, al parecer siempre menores, constituyen una variedad menor, 6 una especie diferente, descrita ya con el nombre de mznor Gundl., Monatsb. Berl. Akad. der Wiss., 1864, pagina 382. 240 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) Supramitia Glossophagee. Genus Monophyllus Leach. M. Redmanni Leach. Monophylius Redmanni, Leach, Transact. of the Linn. Soc. of London, x11, p. 76. _— — Tomas, Proc. Zool. Soc. Lond., 1861, p. 87, tab. 15. Glossophaga caudifer?, Geoffroy, Mém. du Mus., 1, p. 418, tab. 17. El pelaje es por encima ceniciento-pardo oscuro, por debajo parduzco ceniciento. Longitud total 0",970 (la del rabo 07,010). Se reconocera facilmente la especie por el hocico largo con ho- juela en la nariz, sin tener las orejas grandes, y tambien por la forma de la lengua. Especie rara, observada hasta ahora solamente en dos cue- vas, que estan la una en el departamento occidental, hacienda Rangel, la otra en el oriental en un potrero inmediato 4 Guisa: en ambas cuevas encontré pocos individuos, que de dia estan suspendidos por las patas traseras. Tambien existe en Jamaica. Genus Phyllonycteris Gundl. Ph. Poeyi Gundl. Phyllonycteris Poeyi, Gundlach, Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1860, p. 817. _ — Peters, Mus. Z00l. Berol. Chiropt., tab. 8. El pelaje es por encima palido amarillento-pardo; en la nuca, en los flancos y por debajo mas palido. El rabo es medianamente largo. Longitud total 07,092 (la del rabo 07,015). En su aspecto general tiene mucha semejanza con la Brachyphylla caverna- rum; pero ademas de la forma de la lengua, de su rabo libre (11) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 241 hacia la punta, difiere interiormente por la falta de arco zigo- matico. En algunas cuevas de la parte occidental de la isla; v. gr., en la hacienda Rangel, jurisdiccion de San Cristdébal, en increible numero. Cerca de Matanzas vuela 4 veces de noche en el inte- rior de las casas: se cuelgan por las patas traseras para descan- sar. Tambien existe en Jamaica. Ph. Sezekorni Gundl. Phyllonycleris Sezekorni, Gundlach, Monatsb. Berl. Akad. der Wiss., 1860, p. 818. Especie dudosa, por haber observado un solo ejemplar, pu- diendo ser individuales las diferencias encontradas, en vez de especificas. Se reducen éstas & que la membrana despren- dida sobre la nariz tenia una puntica, en lugar de escotadura pequena, y 4 que la membrana interfemoral descendia hasta el fin de la tibia acabando alli en un rudimento de espolon, mien- tras en el Ph. Poeyi acaba en la cuarta parte de la tibia y sin rudimento de espolon. SusraMintia Stenodermata. GENUS Stenoderma Geoffr. SuBGENuS Artibeus Leach. Art. perspicillatus L. Vesper tilio perspicillatus, Linné, Syst. nat., ed. x11, tom. 1, 9.47. Phyllostoma perspicillatwm, Geoffroy, Ann. du Mus., xv, p. 176, tab. 11. — — Gervais, inSagra, Mamiferos,ed. hisp., p.31. — planirostre, Spix, Vespert. Bras., p. 66, tad. 36, f. 1. — jamaicense, Leach, Zransact. Linn. Soc., x1, p. 75 (teste Peter's). ANALES DE HIST. NAT.—I. 16 . 242 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) Phyllostoma Leavissi, Leach, Transact. Linn. Soc., x1, p. 82 (teste Gervais). — jamaicense, Horsf., Zool. Journ., m1, 338, pl. 21, 1827 (teste Gervais). Artibeus carpolegus, Gosse, Nat. Sejourn. Jamaica, p. 271, tab.6, f. 5. El pelaje es por encima de un ceniciento-pardo oscuro, por debajo ceniciento. Longitud total 0,080. Facil de conocer por la falta de rabo, en union con una raya blancuzca desde la nariz hasta encima de los ojos, y lamembrana entre los dedos indice y medio no dilatada. Especie muy comun en casi todas las cuevas, y alli en nu- mero increible, colgada por las patas traseras, dafina por la destruccion de varias frutas, como sapotes, caimitos, etc.; come ademas la céscara verde de las semillas de la yaba, y otros ar- boles de monte. Tambien habita en Jamaica, Brasil y Santo Domingo. , SUBGENUS Phyllops Peters. Ph. falcatus Gray. Artibeus falcatus, Gray, Ann. and Mag. of Nat. Hist., 1838. Phyllostoma albomaculatum, Gundlach, Monatsb. Berl. Akad. der Wiss., 1861, p. 155. — — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 10. Artibeus jamaicensis?, Gosse, Nat. Sejourn. Jamaica, p. 270, ING ati — achradophilus?, Gosse, id. — sulphureus?, Gosse, id. El pelaje es por encima palido-pardo, por debajo parduzco- ceniciento. Notable por una mancha blanca debajo de la oreja, y otra mayor hacia el sobaco, por lo cual le impuse el nombre de albomaculatus cuando crei que.era especie nueva. Longitud total 0",068. El caracter mas notable consiste en tener la mem- brana entre los dedos indice y medio dilatada en forma de hoz, y de aqui el nombre de falcatus que le did Gray. El Dr. Peters ha comparado en Londres mi a/bomaculaius con el falcatus de (13) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 243 Jamaica, y ha visto que son idénticos; pero no lo esconel Art. brachyotus Wied, como supone Tomes. Raro: a veces vuela en las casas de vivienda; observado en Matanzas y Cardenas. Para descansar se cuelga por las patas traseras. Vive tambien en la Jamaica. Genus Brachyphylla Gray. Br. cavernarum Gray. Brachyphylla cavernarum, Gray, Proc. Zool. Soc. London, 1833, pe 123: -- — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tad. 13. Pelaje por encima ceniciento-oscuro, por debajo palido: en- cima del dorso una faja de tinte mas oscuro en forma de V. Lon- | citud total 0",082 (la del rabo 07,008). Esta especie se reconoce facilmente por la hojuela de la nariz no desarrollada, sino en forma de un ribete cutaneo (como en el género Phyllonycteris), y por el rabo corto enteramente metido en la membrana inter- femoral. En cuevas, v. gr. en la hacienda Rangel, jurisdiccion de San Cristébal, en gran numero; ademas en pocos ejemplares cogidos en la vecindad de Matanzas y Cardenas, volando en las habita- ciones. Tambien se encuentra en la isla de San Vicente. Preso, deja oir un grito que tiene alguna semejanza con una risotada. Se cuelga por las patas traseras para descansar. Nota. El Centurio flavo-gularis Licht. et Peters, Abh. Berl. Akad. der Wiss., 1854, p. 82, indicado como de Cuba, no lo es segun el mismo Peters: véase Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1864, p. 382. 244 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) SuBFAMILIA Mormopes. Genus Mormops Leach. M. Blainvillei Leach. Mormops Blainvillei, Leach, Transact. Linn. Soc. xu, p.77,tab.7. _ — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 14. Lobostoma ferrugineum, Gundlach, Wiegm. Arch., 1840. Pelaje por encima de color de canela, 4 veces mas pardo, por debajo mas palido. Longitud total 0",073 (la de todo elrabo 0",027, y la punta libre 0,004). La membrana interfemoral se prolonga aun despues de haber salido el rabo unos 0",019. Sin dificultad se puede conocer esta especie por sus orejas anchas, muy cor- tas, que rodean los ojos, y por los caractéres genéricos comu- nes con el género Chilonycteris, es decir, por los lébulos cuta- neos al rededor de la boca, y por el rabo con punta libre en- cima de la membrana interfemoral. En varias cuevas, y alli en gran numero; vuela tambien en las casas de campo: notable por el aspecto de su cara; para dor- mir se cuelga por las patas traseras. Vive tambien en la Ja- maica. Genus Chilonycteris Gray. Ch. Mac-Leayi Gray. Chilonycteris Mac-Leayi, Gray, Ann. and. Mag. of Nat. Hist., 1839), tv, 9: 5, tad. 1, fig. Lobostoma quadridens, Gundlach, Wiegm. Arch., 1840. Pelaje por encima parduzco-ceniciento, por debajo mas pa- lido. Longitud total 07,069 (la de la cola 0",021). Se puede reco- nocer esta especie por el borde anterior de la oreja con cuatro dientecitos cutaneos mas 6 ménos marcados, en union con los caractéres genéricos, 6 del grupo, indicados al hablar del Mor- mops Blainvillei Leach. (15) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 245 Especie muy comun, que frecuenta las habitaciones del campo, observada tambien en cuevas, donde se cuelgra para descansar. Probablemente se encuentra en toda la isla; ademas en la Jamaica. Vuela con velocidad. Ch. Boothi GunDL. Chilonycteris Bootht, Gundlach, Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1861, p. 154. _ — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 15. Pelaje por encima parduzco-ceniciento, por debajo blancuzco- ceniciento. Longitud total 0",082 (la del rabo 0",021). Su carac- ter distintivo consiste en un tubérculo situado encima del lomo de la nariz de 0",002 de altura y saliente hacia adelante, ade- mas de los caractéres del grupo. Observado y no raro en varias cuevas de los departamentos, y cogido tambien de noche en las casas de campo. FamiuiA Brachyura. Genus Noctilio L. N. leporinus L. Vespertilio leporinus, Linné, Syst. nat., ed. x, p. 32. — americanus, Linné, Syst. nat., ed. x1, p. 88. Noctilio wnicolor, (Geoffr), Pr. Wied, Ads. und Beitr. Bras. 1, Dp. 223: — dorsatus, Pr. Wied, id. id. — unicolor, Blainville, Ostéographie, Chiropteres. — leporinus, var. dorsatus, Blainville, id. Esta especie varia mucho en el color del pelaje, que puede ser ceniciento-pardo 6 bermejizo-pardo palido: casi siempre tiene una faja clara longitudinal sobre el dorso. Longitud to- tal 07,126 (la de la cola 0",028). Es la mayor de la isla, y se 246 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) puede reconocer ademas por sus cachetes colgantes que le dan el aspecto de un perro mastin. Una de las especies raras, observada 4 veces en las casas, donde vuela de noche, y otras veces volando lentamente al os- curecer sobre las lagunas; no ha sido observada hasta ahora en la parte oriental de la isla. Para dormir se cuelga por las patas traseras. Tambien se encuentra en el Brasil y en la Guadalupe. Fama Molossi. GENUS Dysopes Illig. SupGenus Molossus Geoffr. | M. obscurus Geoffr. | Molossus obscurus, Geoffroy, Ann. du Mus., vi, p. 155. — — Temminck, Monog. Mammr., 1, 236, pl. 22, f. 2. — — Gervais, in Sagra, Mamiferos, ed. hisp., p. 38. _ — var. b.=tropidorhynchus, Gray, Ann. and Mag. of Nat. Hist., 1889, tv, 6. Pelaje por encima pardo, por debajo mas claro. Longitud to- tal 0°,084 (la del rabo 0",033). Los caractéres distintivos son una quilla sobre el lomo de la nariz y orejas cortas; ademas los ca- ractéres comunes al grupo, que son orejas unidas con una membrana sobre la cabeza, y rabo en gran parte libre. Sola- mente en esta especie he observado en la garganta del macho una glandula morada cubierta por el pelo, pero que a voluntad del animal puede hincharse y ser visible. Vive en hendiduras, en palos huecos, entre el guano de los techos de las casas de campo, etc.; es muy comun y vuela ra- pidamente. Existe tambien en el Brasil y en la Martinica. (17) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 247 M. ferox Gundl. Molossus feroz, Gundlach, Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1861, p. 149. . — — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 19. Pelaje por encima pardo con un viso gris, por debajo par- duzco-ceniciento. Longitud total 0,137 (la del rabo 07,054). Di- fiere del D. obscurus por sus orejas grandes y anchas, y por su tamano. Kspecie rara observada en Guanabacoa, Matanzas y Bayamo; vive de dia en los escondrijos de las casas, y entra de noche A veces en las habitaciones. M. gigas Peters. Molossus gigas, Peters, Monastb. Berl. Akad. der Wiss., 1864, p. 383. Disopes rufus, Temm., nec Geoftr. (teste Peters). Como no he visto la especie, ignoro en qué difiere del I/. fe- voz; fué observada por mi compajiero de viaje Otto en el Tabu- rete, partido de Cayajabos. SusGenus Nyctinomus Geoffr. N. brasiliensis Geoffr. ° Nyctinomus brasiliensis, Geoffroy, Ann. des Sc. Nat., 1, 1824, OTP BLL 22, Dysopes naso, Wagner, Suppl. Schreber, 1, 1840, 475. Nyctinomus multispinosus , Burmeister. Molossus fuliginosus, Cooper, Ann. N. Y. Lyc., rv, 1837, 67, DE. PMS: Dysopes nasutus, Temminck, Mon. Mamm., 1, 1827, 234. Nyctinomus rugosus, var. cubana, Orbigny et Gervais. et musculus, Gundlach, Monatsb.” Berl. Akad. der Wiss. , 1861, p. 149. — — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 18. Pelaje en su base negruzco, en la punta palido-pardo, por debajo amarillento-pardo claro. Longitud total 0",074—0",080 (la 248 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) del rabo 0",028). Notable por sus orejas anchas (ademas de es- tar unidas entre si), con 7-8 arruguitas en su borde anterior; con crines 6 pelos mas largos que los que cubren el cuerpo, en el lomo de la nariz y en los dedos de las patas posteriores; los labios son grandes y salientes. Especie comun, 4 veces reunida en gran numero en las hen- diduras de los edificios, 6 en los arboles huecos. Existe tambien en el Brasil. FamitiA Vespertiliones. GENus Vespertilio Keys. et Blas. Suscenus Natalus Gray. N. lepidus Gervais. Vespertilio lepidus, Gervais, in la Sagra, Mamif., ed. hisp., PeaQcably jigA=sieo” _ barbatus, Gundlach, Wiegm. Arch., 1840. ‘ , Pelaje castano-palido; longitud total 0",060 (la del rabo 0",022). Se conoce la especie facilmente por su tamano, pues es la mas chica de todas las especies cubanas, y una de las mas pequenas conocidas; se distingue bien por los pelos larguitos que le for- man unos bigotes. Se encuentra en algunos parajes, y alli vuela en los dos cre- pusculos en innumerable cantidad. Aun no esta averiguado si los individuos de la parte oriental de ésta isla son idénticos 6 no 4 los de la parte occidental. Observado hasta ahora sola- mente en la vecindad de Matanzas y de Giiines en el departa- mento occidental, y en el Cabo Cruz en el oriental. Ignoro donde se esconde para dormir. (19) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 249 GENUS Vesperus Keys. et Blas. -V. Dutertreus Gervais. Vespertilio Dutertreus, Gervais, in la Sagra, Mamif., ed. hisp., p. 33, tab. 2. Pelaje en la base negro, en la punta pardo; las partes infe- riores son muy claras. Longitud total 0,114 (la del rabo 0",048). No tiene caracter notable distintivo, pero por los caractéres ge- néricos se sabe que tiene un rabo largo, envuelto hasta la punta, y por su tamafi no es posible confundirlo con las demas especies cubanas de la misma familia. En ciertos parajes comun; de dia vive en los arboles huecos, y en las hendiduras; y por la noche acude 4 veces 4a las habita- ciones. GENUS Nycticeius Raf. N. cubanus Gundl. Vesperus cubanus, Gundlach, Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1861, p. 150. — -—— Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 21. Pelaje en la base negruzco, en la punta pardo, por debajo mas amarillento. Longitud total 0",074 (la del rabo 0",029). No veo particularidad notable para distinguirlo; pero sus caracté- res genéricos exteriores, v. gr., la hinchazon sobre los labios, su rabo largo todo envuelto en la membrana interfemoral (la cual, como la interdigital, es unicolor, morena), y en fin el ta- mano impediran confundir esta especie con otras. Ks rara, observada en la Habana y en la jurisdiccion de Car- denas, volando por la noche en el campo, 6 llegando 4 las habi- taciones. 250 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) Genus Atalapha Raf. At. Pfeifferi Gundl. Atalapha Pfeiferi, Gundlach, Monatsb. Berl. Akad der. Wiss., 1861, p. 152. os — Peters, Mus. Zool. Berol. Chiropt., tab. 22. Nycticeius Blossevillei? (Lesson et Garnot), Gervais, in Sagra, Mamif., ed. hisp., p. 32, tab. 1, f. 48 © (parece el joven). Pelaje por encima en el ¥ de color rojo canela, en la 9 mas pardo, y se extiende sobre la membrana al lado del cuerpo, y sobre una gran parte de la interfemoral. Longitud total 0",100 (la del rabo 07,046). Esta especie se reconoce al momento por la membrana interdigital manchada y salpicada de color de ca- nela claro, y por la interfemoral ancha y velluda. Rara: observada en las casas y en el campo; su vuelo es lento. APENDICE. Las personas dedicadas al estudio de la Historia natural co- nocen los caractéres genéricos de las especies anteriormente enumeradas, asi como probablemente podran consultar las obras citadas en la sinonimia para la comparacion de las des- cripciones; pero es posible que haya muchos aficionados a quie- nes por sus ocupaciones no sea facil estudiar detenidamente estos séres, y quieran sin embargo clasificar las especies de murciélagos que recojan en esta isla, 6 les remitan de ella. Para facilitar 4 estos la clasificacion, pongo 4 continuacion una tabla sindptica, en cuya formacion he preferido los caractéres mas faciles de apreciar a los rigorosamente cientificos. 21) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 251 MURCIELAGOS CUBANOS. I, Con una lamina en forma de hoja, 6 con plie- gues encima de la nariz 6 al rededor de la boca. —Se cuelgan durante el dia por las pa- tas traseras. Comen insectos y frutas. A, Orejas muy grandes; una hojuela en abt Macrotus MOPEDIE «6G, eet ede Cae alge, ieie’ + Sa unaeae heh a ack .. ) Waterhouse. B, Orejas regulares. 1. Hocico alargado; lengua larga; en am- bos lados de la punta unas punticas di- rigidas hacia atras. a. Hojuela de la nariz en forma de Monophyllus ; Redmanni. b. Hojuelade la nariz poco desarrollada, ) pnytonycteris ¥ No/en forma de lANZd. ess se 8 Poeyi. 2. Hocico no alargado, lengua sin pun- ticas. a. Hojuela de la nariz ovalada. + Membrana entre los dedos indice y Artibeus WECM TO TO, CMAN coe wo ass onole's ce jamaicensis. ++ Membrana entre dichos dedos dila- Phyllops Pata ie cits. 5 thee ive ave el pa eevee falcatus. - Brachyphilla b. Hojuela poco desarrollada........... ; SAEED c. Hojuela representada por pliegues y ldbulos cutaneos al rededor de la boca. t Orejas muy abiertas, cortas, que Mormops rodean los O}OS. sc fees ss wigs Blainvillei. ++ Orejas ménos abiertas, y que no ro- dean los ojos. “ Borde anterior de la oreja con ) chitonycteris cuatro dientecillos:.......... Mac-Leayi. ** Sin dientecillos en el borde ante- rior de la oreja, con un tu- bérculo en el lomo de la nariz. , d. Sin hojuela, pero con labios dilata- Noctilio Gon yy celanitescis awe oi he leporinus. Chilonycteris Boothi. 252 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) II. Sin lamina ni pliegues cutaneos en la nariz, 6 al rededor de la boca.—Duermen en hendi- duras, sin colgarse: sdlo comen insectos. A. Orejas unidas por una membrana por en- cima de la cabeza. 1. Sin verruguitas en el borde anterior de las orejas. a. Orejas pequefias; una quilla encima Molossus de Te Mates EY beads ARO es obscurus. b. Orejas grandes, anchas; nariz sin Molossus _ PORE LUD U SEATS RI RecA Ra REPT ferox. Cure gg de (No he observado la espe- Molossus i ae Nyctinomus 2. Con seis 6 siete verruguitas en el borde brasiliensis. anterior dé las orejags 2 isin a B. Orejas separadas encima de la cabeza. 1. Membrana interdigital unicolor, morena. : : Natal a. Pelos larguitos formando bigotes..... BARES. lepidus. 6. Sin bigotes; con una hinchazon car- nosa entre el labio y el ojo. Vesperus }.Especie mayor....... a6 py 9 ware o Duteneanee Nycticeius fea Sant ea caunenen 2. Membrana interdigital con dibujos reti- Atalapha culados, de color de canela claro Pfeifferi. ty Especie menor ORDO INSECTIVORA. GENts Solenodon Brandt. S. cubanus Peters. Solenodon cubanus, Peters, Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1861, ». 169. —- Peters, Abhandl. der K. Ak. d. Wiss. 2u Berlin, 1863, Nr. 1. p. 1-22, tab. 1-3. (23) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. . 253 Solenodon paradoxus, Poey, Mem. sobre la Hist. nat. de Cuba, I, p. 23, tab. 1 (nec Brandt). Nombre vulgar: TEJON en Bayamo, Gundlach, Repertorio fis.-nat. de la isla de Cuba, 1, p. 44. AIRE?, Oviedo, Crénica de Indias. Autmigui, Poey, Mem. sobre la Hist. nat. de Cuba, 1, p. 23. Las diferencias que motivaron la separacion de esta especie de la de Santo Domingo, consisten en la forma de la nariz y en la longitud del peiaje, corto en la dominicana, largo en la cubana. Habitante de la Sierra Maestra, mas conocido al rededor de Bayamo; observado tambien en la montana entre Cienfuegos y Trinidad, pero hoy no se puede saber si el animal de amhos pa- rajes es el mismo, 6 si hay dos especies; animal nocturno, es- condido de dia en madrigueras; su color es variable. ORDO GLIRES. Genus Capromys Desm. C. Fournieri Desm. Capromys Fournieri, Desmarest, Mem. de la Soc. @hist. nat., Paris, 1, p. 43, lam. 1. — — Gervais, 7 Sagra, Mamif., ed. hisp., p. 35, lim.3y 4,6 y 7. Nombre vulgar: Hutia conga. Comun en muchos parajes; en otros se ha extinguido por la persecucion y por el desmonte. En parajes pedregosos y pro- vistos de cuevas y hendiduras, prefiere éstas, y en los otros vive sobre los arboles, alimentandose de la corteza tierna, de hojas, de curujeyes, etc. Hay cayos, tanto en el mar como en la ciénaga, y de consiguiente aislados, en los cuales he visto 254 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) las ramas peladas por el gran numero de individuos. Es itil por su carne buena, mas estimada por la gente de color que por los blancos. Rara vez causa dafio a las arboledas, 4 los arboles frutales aislados ni 4 los platanares. Se deja amansar facil- mente. Es probable que el Capromys ‘brachyurus Hill, de Ja- maica, sea la misma especie, pero la de la isla de Santo Do- mingo es genéricamente diferente. Kista especie varia de color, pues las hay blancas, galanas, cenicientas, negras (hutia mandinga), y tipicas con y sin las partes inferiores blancas. C. Poeyi Guér. Capromys Poeyi, Guérin, Zcon. R. An., Mamm., tab. 25. — — Guérin, Mag. de Zool., 1834, pl. 15. — prehensilis, Poeppig, Journ. Acad. nat. sc. Philad., 1824, 1v, Vr. 1. Nombre vulgar: HuTIA CARABALI. Especie comun en ciertos parajes aun virgenes; en otros des- montados ha desaparecido, y no por la persecucion, porque su carne es poco estimada y muchas veces despreciada. Prefiere es- conderse de dia en arboles huecos; es siempre arisca y dificil de amansar. Tambien varia esta especie en el color, pues las hay blancas (casi siémpre con el rabo oscuro 6 pardo), bayas, manchadas, pardas, con la cabeza mas 6 ménos blanca, otras con las partes inferiores blancas 6 con solo el vientre 6 la garganta de este ultimo color; no he visto individuos negros. C. melanurus Poey. Capromys melanurus, Poey, Monatsh. Berl. Akad. der Wiss., 1864, p. 381. Nombre vulgar: ANDARAZ. Especie del departamento oriental de la isla, donde representa la hutia carabali. Sus costumbres son iguales 4 las de ésta. No he observado variacion en el color. y (25) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 255 APENDICE. Con el mismo objeto, y formada de una manera analoga 4 la de los murciélagos, pongo a continuacion una tabla sindptica para distinguir con facilidad unas especies de hutias de otras. HUTIAS. I. Rabo corto. A. Pelo del rabo corto, del color del cuerpo. 1. Pelo del animal mas 6 ménos claro ( (#utia conga) Capro- en el vientre. Te oe mys Fournieri. 2. Pelo del animal negro en ie par- ys promys Fournieri, CGS 5. 0; 14 ys atea eee eaaiel opines daereas ae ieen (Hutia andaraz) Ca- promys melanurus. (Hutia carabali) Ca- promys Poeyi. B. Pelo del rabo larguito, de color negro. “a (Hutia mandinga) Ca- II. Rabo png la punta puede enrollarse... 1 Genus Mus L. Las especies de este género observadas en esta isla son igua- les & las de otras tierras, y fueron indudablemente introducidas por los buques y con las cargas. De consiguiente no pertenecen a la fauna cubana, pero las enumero aqui por encontrarse en- teramente silvestres en el campo y en los montes. M. decumanus Pall. Mus decumanus, Pallas, Glires, p. 91. Nombre vulgar: RATA. La especie mas dafiina del género; en poblaciones, fincas y campos, diezmando (lo que significa su nombre cientifico decu- manus ) los viveres de los almacenes, destruyendo muebles, ma- tando y comiendo las aves domésticas, royendo las caflas de azucar en su parte inferior y causando asi su perdicion; vive 256 - ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) casi siempre en el suelo y no trepa sobre los arboles. Se than observado variedades albinas. M. rattus L. Mus rattus, Linné, Syst. nat., 1, p. 83. Nombre vulgar: RATON. No tan comun ni tan dafiino como el M. decumanus; prefiere los techos, principalmente los de guano en el campo, y vive muchas veces encima de los arboles, formando alli para su dor- mitorio un nido globuloso grande con entrada lateral de rami- tas y hojas. Se han visto tambien albinos. Es sabido que las dos especies referidas no pueden vivir juntas, pues la primera des- truye 4 la segunda donde quiera que la encuentra. M. musculus L. Mus musculus , Linné, Syst. nat., 1, p. 83. Nombre vulgar: RATONCITO, GUAYABITO. Muy comun en todas partes, tanto en las casas como en el campo y en los montes; muy dafiino, ménos por lo que come que por roer la ropa, muebles, viveres, etc. La variedad albina es bien conocida y se lacria en jaulas. Se han observado no solamente en la isla de Cuba, sino tambien en Kuropa (Alemania) ratoncitos cantores. Yo mismo los he oido cantar en una casa de la calle de Cuba en la Habana, y he tenido uno en una jaula, donde cantaba de noche. En esta operacion se veian moverse los cachetes y el vientre. El canto era de poca fuerza y parecia el de un pajarito que empieza a probar el canto de su especie. Un conocido mio aleman, preso por causas poli- ticas en Alemania, observé en su prision por mucho tiempo dicho canto, y publicé despues un articulo en Gartenlaube, 1861, pagina 777. En los periddicos de la Habana (no recuerdo en cuales ni en qué tiempo) se hablé tambien de unos ratoncitos cantores. Supongo que el canto es particular a algunos machos en el tiempo de los amores. (27) Gundlach. — MAMIFEROS CUBANOS. 257 ORDO CETACEA. FAMILIA Herbivora. GENUS Manatus L. M. americanus Cuv. Manatus americanus, Cuvier, Ann. du Mus., t. 13, p. 282, p7. 19. Nombre vulgar: MANATI. En las embocaduras de los rios, y en los esteros de agua sa- lobre. En tiempos antiguos muy abundante; hoy mas reducido, pero no raro, aunque dificil de coger. Util por su carne, esti- mada como la de vaca, y por su cuero grueso de que se fabri - can bastones y el prohibido instrumento de castigo. En La Constancia (periddico de la Habana) del 12 de Setiem- bre de 1871, segunda pagina, se inserté la noticia siguiente, como remitida de Trinidad (ciudad en la costa meridional de Cuba, con su puerto Casilda): «mucho se ha hablado en la ultima quincena de una morsa 6 vaca marina, que al decir de algunos ha sido pescada en un cayo préximo al puerto de Ca- silda.» Si fuese verdaderamente una morsa (Z7ichechus), perte- neceria al drden Pinnipedos, y aumentaria el catalogo mastold- gico cubano con este grupo; pero como la noticia es acaso de una persona poco instruida en Historia natural, y como dice « morsa 6 vaca marina, » y vaca marina es uno de los nombres del manati , como éste es frecuente en las costas de Cuba, su- pongo que no se trata de ninguna novedad, 6 sea de un animal nuevo para la fauna de esta isla. ANALES DE HIST. NAT.—I. li 258 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) FaminiA Garnivora. Tontna. No habiendo examinado individuo alguno muerto, no puedo indicar su nombre cientifico. Se ven estos animales a menudo al rededor de las embarcaciones, y muchas veces las acompafian poralgun tiempo. Pertenecen al género Delphinus L. El Sr. D. Francisco Jimeno observéd un individuo de otra es- pecie en el ano de 1865, muerto en la bahia de Matanzas, el cual pertenecia al género Phocena Cuv., segun se lee en el pe- riddico #1 Liceo de aquella ciudad, Octubre del mismo afio; el nombre vulgar el mismo. . BALLENATO. Tampoco puedo nombrar esta especie por falta de observacion; pero me consta que se han visto algunos indi- viduos, y aun que han sido arrojados a la costa, 6 & los cayos, muertos 6 enfermos: de uno vi los huesos en la Punta de Maya (Matanzas), cuando llegué a la isla en 1839. DESCRIPCIONES. DE ALGUNAS ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS POR DON DVALV E DD: Selassie? CA): (Sesion del 4 de Diciembre de 1872.) v Las especies de coledépteros descritas en este trabajo fueron encontradas por mi amigo el Sr. G. R. Crotch, y por mi mismo en una excursion entomoldgica realizada en los meses de Mayo y Junio de 1872. Las procedentes del Guadarrama se recogieron 4 fines del mes de Mayo, las de los montes cAntabros en el mes de Junio. Espafia, el pais mas rico de Europa para los entomdlogos, ofrece siempre grata recompensa 4 los que con este objeto lo visitan; ;que la tarea de estudiar y dar @ conocer sus tesoros, tan habilmente empezada ya por los Sres. Graells y Perez Ar- cas, continue activamente y sin interrupciones! X 1.—Anchomenus astur. Rufo-testaceus, nitidus, antennis pedibusque testaceis; pro- thorace subquadrato, lateribus posticé leviter sinuatis , angulis ‘(1) Poco versado en el idioma espanol, debo 4 la amabilidad de mi buen amigo el se- nor de Uhagon, el que se haya tomado la molestia de traducir al castellano, tanto las descripciones latas, como las notas acerca de la localidad: reciba, pues, la expresion de mi reconocimiento por sus bondades. 260 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) posterioribus obtusis; coleopteris hoc duplo latioribus, rotunda- tis, striatis, apicem versits nullo modo sinuatis. Long. corp. 4 lin. (angl.). Lat. coleopt. 1 4 lin. Antenas amarillentas, moderadamente largas y robustas, tercer artejo casi dos veces tan largo como el 2.°, 4.° distinta- mente mas corto que el 3.°. Cabeza sin impresiones entre los ojos, siendo éstos pequefios y poco prominentes. Térax no en- teramente tan largo como ancho, sus lados muy poco redondea- dos en la parte anterior, un poco estrechados posteriormente, y un tanto sinuados antes de la base; distinta pero no fuerte- mente marginado; con una linea longitudinal profunda 4 lo largo del medio; los angulos posteriores son obtusos y lige-. ramente dirigidos hacia arriba; una impresion no punteada 4 cada lado, junto a los angulos posteriores. Los élitros son lige- ramente convexos, anchos y cortos, muy redondeados lateral- mente, y con estrias profundas. Los piés son moderadamente largos; los tarsos delgados, ténues. Hichuteithe entre las nije caidas en un bosque de hayas y robles, en Reinosa. Solo recogimos dos ejemplares, uno el se- flor Crotch, y otro yo mismo, con el Cychrus spinicollis y el Leistus nitidus. . Oss. Esta notable especie puede colocarse por ahora entre el A. pallipes y el cyaneus, aunque 4 ninguna de ellas se parece. Sus élitros anchos y cortos la asemejan algo al A. Nichollsi Woll. (de Tenerife). No me sorprenderia el que, despues de es- tudiado concienzudamente, resultase pertenecer 4 un género nuevo, presentando puntos de contacto con los géneros Calathus y Taphria, y asimismo con el Anchomenus. Examinandolo con lentes de grande aumento, puedo observar que las ufas tienen algunos dientes muy pequeiios y obsoletos, pero tan poco per- ceptibles, que no justifican el que a este insecto se le separe de los otros ancomeninos, en los cuales las ufias son lisas. 2.—Ilybius hispanicus. Oblongo-ovalis, supra eneus, capite, prothoracis elytrorum- que marginibus, scutellogue testaceo-ferrugineis ; elytrorum la- teribus paulo pone medium vitta abbreviatd (a margine pallido (3) Sharp. — ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS. 261 via discretd) testaced; subtus cum antennis pedibusque ferru- gineus. Long. corp. 5 }¢ lin. Lat. 2 % lin. Esta especie se parece al fuliginosus y al fenestratus; tiene la misma forma que el /uliginosus, pero es mas ancha, y en ella la porcion apical de las lacinias laterales del metasternon es mas larga, mas estrecha y mas paralela. Difiere del fenestratus por su forma y su color, y tambien por las lacinias laterales del metasternon, cuya porcion apical, sin embargo de estar coufor- mada como en el fenestratus, ofrece la parte interior de la por- cion apical mas ancha que en esta especie. El Z. hispanicus, en cuanto a la estructura de esta parte importante, se halla por consiguiente colocado entre el fuliginosus y el fenestratus, aunque mas proximo a este Ultimo; su forma y aspecto ge- neral, sin embargo, son en un todo los del fuliginosus. Solo he visto un ejemplar o’, que encontré en el Escorial juntamente con el Dytiscus pisanus. 3.—Hydroporus alienus. In hoc genere latissimus; rotundatlo-ovalis, ferrugineus , ca- pite, antennis pedibusque dilutioribus, prothorace versis latera evidentér impresso. H. Sanmarki et rivali affinis. Long. corp. 1 }¢ lin. Lat. 1 lin. Muy proximo por su estructura al Z. 7ivalis, pero se distin- gue facilmente de éste por su tamano mayor, forma mas an- cha, y color diferente. Los élitros son de color ferruginoso oscuro, como si las manchas negras del 72valis estuviesen obli- teradas y extendidas por toda la superficie, dejando unicamente clara una pequefia parte del apice. Las antenas y los piés son amarillentos, con los ultimos artejos oscuros; la puntuacion y la forma del torax se parecen mucho 4 las del ZH. rivalis; pero son mas redondeados en nuestra especie los lados de este segmento. Recogi un solo ejemplar de esta especie muy distinta, en un arroyo de rapida corriente, en la Granja. 262 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) 4,—Philhydrus nigritus. Oblongo-ovalis , punctatissimus , piceo-niger, prothoracis ely- trorumque lateribus testaceis, tibiis piceo-rujfis, tarsis rujis, antennarum basi palpisque maxillaribus testaceis, his articulo ullimo piceo-nigro. JS Ungwiculis tarsorwm anticorum evidentér curvatis. Var. Palp. max. articulo secundo piceo-ltestaceo. P. marginello Thomson (nec auctorum) peraffinis; colore ni- gricante puncturaque paulo fortiore distinctus. Long. corp. 1 % lin. He encontrado esta especie en mucha abundancia en Reinosa, y con ménos frecuencia en el Escorial. Habita en los charcos de agua estancada en las montafias. La he remitido 4 varios de mis corresponsales con el num. 281. Oss. La coloracion oscura de esta especie es caracter sufi- ciente para que no pueda ser confundida con el Ph. suturalis Sharp (marginellus auct. ex parte); en esto se asemeja al Ph. ovalis Th., el cual, sin embargo, es mayor y mas ancho, y tiene el ultimo artejo de los palpos maxilares rojizo. Este pe- queno grupo formado por el sutwralis Sharp, marginellus Th., nigritus Sharp, y ovalis Th., se distingue del Ph. melanocepha- lus y especies proximas, por tener las ufas menores. 5.—CGyclonotum minor. Rotundato-ovale, convenum, crebrins punctatum, nigrum, an- tennarum basi, tibiis tarsisque rufescentibus. C. orbiculari a/ffinis, sed multo minor, palpis brevioribus, capitis prothoracisque punctatura subtiliore. Long. corp. 1 3g lin. He encontrado dos ejemplares de esta especie en el Escorial, juntamente con el Helophorus frigidus Graells. Oss. El C. brevitarse Heyd. (de Santiago de Compostela) debe diferir de esta especie por su forma ménos convexa, y por la (5) Sharp. — ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS. 263 puntuacion mas fuerte del trax. Von Heyden dice, sin em- bargo, que el tdrax de su especie se halla mas fuertemente punteado que los élitros, y que los élitros estan mas fuerte- mente punteados que el térax. 6.—Elmis subcarinatus. Nigro-eneus, nitidus, antennis piceo-rufis, tarsis rufis; pro- thorace lineis duabus, antrorsim convergentibus, elevatis; elyiris striatis, interstitio quarto basi elevato; suturd interstitioque quinto apicem versus obsolete elevatis. Long. 1 '/, lin. Muy proximo al #. carinatus Perez Arcas, pero facil de dis- tinguir por ser ménos profundas las estrias de sus élitros, y por tener éstos ligeramente salientes la sutura y los intervalos cuarto y quinto. Hsta especie no ha sido encontrada por mi; me fué dada por mi amigo G. R. Crotch, que la recogié en Reinosa, cuando visit aquella localidad tan productiva, en compafia del sefior Uhagon. 7.—Limnius gigas. Ob-ovalus, niger, tarsis antennisque rufescentibus; elytris Jortitéer punctato-striatis. striarum numero seplem, versts la- tera lineis quator elevatis, crebré subtiliter serratis; scutello Magno. Long. 1 ’/, lin. Este insecto se parece mas al Blmis Volkmari que a cual- quiera especie del género Limnius. El torax es muy estrecho en la parte anterior y tiene junto a cada uno de sus lados una linea encorvada y saliente; la base se halla escotada en el cen- tro sobre el ancho escudete. Hlitros mas anchos que el térax, aumentando progresivamente su anchura desde la base hasta mas alla de la mitad, cada uno con siete lineas de puntos bien marcados, que van haciéndose ménos profundos segun se acer- can a la extremidad; en los lados tiene tambien cada uno cua- 264 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) tro lineas salientes muy finas, las que, examinadas con grande aumento, resultan estar formadas por un numero considera- ble de pequenisimos tubérculos, colocados muy cerca uno de otro. Piés negros con los tarsos rojizos. Frecuente en las aguas corrientes en el Escorial, en union del igualmente notable Hlmis carinalus Perez Arcas. Lo he remitido a varios corresponsales mios con el num. 330. 8.—Limnius Perezi (Crotch in litt.). Oblongo-obovatus, nigro-eneus, pedibus piceo-riufis, tarsis an- tennisque rufescentibus; elyiris subtilius punctato-striatis , ex- terné lineis tribus serratis valdé elevatis. L. tuberculato affinis, sed major, elytris haud rufescentibus, striis internis subtilioribus distinctus. Long. 1 lin. Esta especie parece ser frecuente en el Escorial; la he remi- tido 4 algunos de mis amigos con el num. 340. 9.—Limnius brevis. Ob-ovatus, nigro-eneus, tarsis antennisque rufo-testaceis, pe- dibus rufescentibus; thorace disco subopaco, crebré subtilissime nunctulato; elytris subtilins punctato-striatis, externé lineis lvibus serratis elevatis. L. troglodytes affinis; colore obscuro, statura convexiore, prothoracisque lineis antrorsim magis aproximatis differt; a L. Perezi statura minore, breviore, prothoracisque disco aliter punctato facile distinguendus. Long, 44, Lin: Encontré esta especie, pero con poca frecuencia, en el rio de Cangas de Onis, y la he enviado a algunos de mis correspon- sales con el num. 338. Tengo tambien dos ejemplares recogidos en el Escorial, cuyos caractéres convienen con los de los indi- viduos de Asturias, salvo en que aquellos son alm mas peque- fos, de forma no tan ancha, y en que tienen los artejos termi- (1) Sharp. — ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS. 265 nales de las antenas mas cortos. Dejo 4 algun entomodlogo que , tenga proporcion de examinar mayor numero de ejemplares, el cuidado de decidir si estos constituyen, como lo supongo, una variedad del Z. brevis, 6 si pertenecen a una especie diferente, aunque muy proxima. Otra especie de Zimnius, de Andalucia, ha sido tambien des-~ crita por Rosenhauer, el Z. v7vularis; aunque no he visto ejem- plares procedentes de Espana, tengo algunos recogidos en Bli- dah (Argel), 4 los que conviene su descripcion exactamente. Es esta especie muy distinta de todas las arriba mencionadas, de forma mas estrecha y paralela, con las estrias de los élitros fuer- temente punteadas, como en el L. tuberculatus y las lineas del torax mucho mas sinuosas. Tengo ademas una especie no descrita de Argel, y otra pro- cedente del monte Sinai. 10.—Leptusa (Sipalia) lativentris. Rufo-lestacea, abdomine dilatato, ante apicem piceo; elytris prothorace feré duplo brevioribus , fortiter punctatis. Long. corp. 1 lin. Antenas amarillentas, mas gruesas hacia la extremidad, ter- cer artejo mas corto que el 2.°, 4.° artejo tan largo como ancho proximamente, 5.° al 10.° un poco mas ancho cada cual que el artejo anterior, el 10.° fuertemente transverso. Cabeza amari- Menta, ligeramente mas estrecha que el térax, casi sin pun- tos, los ojos muy pequefnios (en algunos ejemplares sin pigmen- to). Térax estrechado hacia la base, tan largo como ancho poco mas 6 ménos. Hlitros préximamente tan anchos como el torax, pero mucho mas cortos que éste, toscamente punteados. Abdomen muy ancho, y en su mayor anchura lo es dos veces tanto como los élitros; su color, igual al del torax y los élitros, es rojizo, pero con los penultimos segmentos mas 6 ménos os- curos; su puntuacion es muy escasa y casi imperceptible. Piés de color amarillento. Esta notable especie es evidentemente muy proxima a la Sipa- lia difformis Muls. Se encuentra con frecuencia en los bosques de Reinosa, en 266 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) donde vive entre las hojas caidas, en compafila del A delops Uha- gont. La he remitido 4 mis corresponsales con el num. 367. Oss. No he hallado caractéres externos para distinguir el ma- cho de la hembra, aunque por medio de la diseccion he podido convencerme que poseo el primer sexo. 1l.—Boreaphilus guadarramus (1). Piceus, parce pubescens, confertim profundé punctatus; ore, pe- dibus antennisque rufo-testaceis, his apicem versis levitér in- crassatis , articulis haud transversis , elytris thorace feré duplo longioribus. Long. corp. 1 }¥ lin. ‘Préximo al B. henningianus, pero muy distinto de éste por su cabeza mas ancha, con los ojos mas prominentes, por sus antenas mas cortas, y sus élitros mas largos. Por estos caractéres se acerca mas al B. angulatus Fairm. de los Pirineos; pero su tamano mucho mayor, y sus antenas mas largas, cuyos pentl- timos artejos no son transversos, lo separan facilmente. Ksta especie, como las demas del género, parece ser suma- mente rara. Hace algunos afios encontré el sefior Martinez y Saez un ejemplar en la Sierra de Guadarrama; yo mismo recogi otro en Mayo de 1870, en el Escorial, entre los musgos a la orilla de un pequeno arroyo; y creo que otro hasido encontrado des- pues por el senor Oberthiir. Ultimamente he recibido del Japon dos especies de este cu- rioso género. 12.—Boreaphilus astur. Rufo-testaceus, parce pubescens, confertim profundée puncta- tus, antennis apicem versis tncrassatis, articulis 4-10 minis (1) Miilustrado amigo el sehor Perez Arcas pregunta por qué escribo guadarramus y no carpetanus. Contesto que el ohjeto del nombre es indicar la localidad 4 que se hace referencia, y que al decir carpetunus pocos comparativamente comprenderian su significado, mientras que la palabra ywadarramus lo tiene mds conocido. (9) Sharp. — ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS. 267 JSortiter transversis, elytris prothorace vie dimidio longioribus. oo Abdomine segmento ventrali penultimo tmpresso, apice medio tuberculo minuto instructo. Long. corp. 1% lin. Proximo al B. gagulatus Fairm., pero mayor, con los élitros mas cortos, cabeza mas ancha, los penultimos artejos de las antenas ménos transversos y el protérax mas densa y fina- mente punteado. Sus élitros mas cortos y sus antenas mas gruesas impiden el que pueda confundirse con el B. guadarra- mus; y del B. henningianus , alque se parece por la poca longi- tud de sus élitros, se distingue facilmente por ser mucho mas cortas y gruesas sus antenas. Encontré tan sdlo un ejemplar de esta especie entre el musgo, en las orillas de un pequeno arroyo, cerca de laaldea de Pobla- cion, en Asturias (& mitad de camino proximamente entre Rei- nosa y Potes) (1); se hallaba en compafia de algunas otras espe- cies muy poco frecuentes, como el Leistus Barnevillei, Patrobus nebrioides, Cychrus spinicollis, dos 6 tres especies de Zvrechus no descritas, y el Slenus subcylindricus Scriba. 13.—Phlzeocharis brachyptera. Piceo-rufa, antennis, pedibus anoqgue testaceis; subtiliter pu- bescens, obsolete punctata; antennis apice clavatis; elytris tho- race duplo brevioribus. Long. corp. % lin. Antenas amarillentas, artejos 1.° y 2.° robustos, 3.° mucho menor que el 2.°, 4.°-7.° pequenios, 8.° bastante mas ancho que los anteriores , transverso, artejos 9.°-11.° formando una maza, el 9.° mucho mas ancho que el 8.°, el 11.° tan largo préxima- (1) El Sr. Sharp, de la misma manera que los Sres. Brisout de Barneville, Vui- Nefroy, Piochard de la Brulerie, etc., aman Astirias, no tan sdloal principado que lleva tal denominacion en castellano, sino igualmente 4 la provincia de Santander; téngase esto presente para no extranar lo que aqui dice el Sr. Sharp, y para no incurrir en equivocaciones al tratar del area de dispersion de ciertas especies espanolas. ‘Nota de la C. de P.) 268 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) mente como el 9.° y el 10.° juntos. Cabeza mucho mas estrecha que el toérax; ojos pequefios. Torax amplio, mas ancho que largo, sus lados un poco redondeados. Escudete corto y ancho, y casi cubierto por la base del térax. Elitros algo mas estre- chos que el torax, no siendo su longitud mayor de la mitad de éste, fuertemente cefiidos al abdémen. Abdémen convexo, dis- tintamente marginado, con la extremidad amarillenta. Todo el insecto por encima muy vaga y escasamente punteado, y con una vellosidad sedosa, fina, pero distinta. Soto, cerca de Reinosa. Encontrada por el Sr. Crotch, y por mi mismo entre los musgos, en las orillas de un torrente que alli corre, y en el sitio en donde atraviesa por un espeso bosque. Este pequefio é interesante insecto es sin duda alguna proximo al Thermocharis ceca Fauy. (de los Pirineos orientales ) por sus ojos pequefos y la poca longitud de sus élitros. Nada me sor- prenderia el que, cuando pueda ser sometido 4 un examen Cul- dadoso y a4 la diseccion, resulte ser un género distinto del Phiaocharis subtilissima. 14.—Adelops triangulum. Fulvo-testaceus, ovatus, latus, posticée valdé acuminatus, densé subtilissime punctatus et pubescens; elylris sine strid suturali; antennis elongalis , gracilioribus. JS Tibiis tarsisque anticis valdé dilatatis, his 5-articulatis. Long. corp. fere 1 }y lin. Esta preciosa especie de Adelops se parece por el color y la forma al A. Bonvouloii, pero es mas pequenha, y sus élitros no tienen indicio alguno de estrias transversas. Antenas amarillentas, largas y delgadas, apenas mas grue- sas hacia la extremidad, vestidas de pelos finos y abundan- tes; 3.e° artejo distintamente mas corto que el 2.°; 4.° igual proximamente al 3.°; artejo 8.° alargado y mas corto que el '7.° 6 que el 9.°;-el 11.° tan largo como el 10.°: t6érax estre- chado en la parte anterior, casi truncado en la base, sus angu- los posteriores poco salientes, finisima y apenas visiblemente punteado, densa pero muy finamente velloso. Klitros muy an- chos en los hombros y estrechados en el apice, con puntuacion (11) Sharp. — ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS. 69 y vellosidad extremadamente finas, y sin estrias transversas, faltando tambien la sutural. En las hembras los tarsos anteriores son sencillos y cuadri- articulados, en los machos tienen cinco artejos, y de éstos los tres primeros muy ensanchados, siendo tambien en ellos las tibias anteriores cerca de dos veces tan anchas como en las hembras. Encontrado con poca frecuencia en las grutas de Cuanes y Cua- sande, en Labra (4 tres 6 cuatro horas de marcha de Potes), andando en lugares casi enteramente secos, sobre la especie de eflorescencia de las paredes y techo de la gruta. Lo he remitido 4 algunos de mis corresponsales con el numero 645. ; 15.—Adelops Perezi. Testaceus, ovatus, postice angustatus, omnium sublilissime punctalus et pubescens; elytris sine strid suturali; antennis elongatis, apicem versus incrassatis. JS Larsis anticis minus evidentér 5-articulatis, subdilatatis. Long. corp. vix | lin. Antenas mucho mas largas que la cabeza y el torax, engrue- sando mucho hacia la extremidad; artejos 1.° y 2.° casi iguales; el 3.° algo mas de la mitad tan largo como el 2.°; el 4.° mas corto que el 3.°; el 7.° mucho mas ancho que el 6.° 6 el 8.°, este ultimo muy pequeno, tan largo como ancho préximamente; los 9.° y 10.° casi iguales, algo mas largos que anchos; el 11.° muy largo, tanto como los tres anteriores juntos. La puntua- cion y la vellosidad del térax y de los élitros es densa y muy fina, y no existen indicios de estrias transversas en estos Ul- timos. Esta especie es evidentemente proxima al Questiculus adne- gus Schauf., pero se distingue por su tamafio mayor, y por ser mucho mas largas sus antenas. Encontrado, pero con muy poca frecuencia, en compaiia del A. triangulum en las grutas de Cuanes y Cuasande. Lo he mandado 4 uno 6 dos de mis corresponsales con el numero 646. 270 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) 16.—Adelops Crotchi. Elongato-ovatus , testaceo-ferrugineus , densé sublilissiméeque punctatus et pubescens; elytris sine strid suturali, antennis elon- gatis, gracilioribus, articulo ultimo nono paulo paren: JS Latet. © Tarsis anterioribus 4-articulatis. Long. feré 1 ¥ lin. Préximo al A. (Questus) arcanus Schauf., pero mas largo y mas estrecho, siendo ademas distinta la conformacion de sus antenas, cuyo artejo 10.° es mas largo, y el 11.° mas corto que los correspondientes de dicha especie. Antenas ténues y alargadas, mas largas que la cabeza y el torax , un poco mas gruesas hacia la extremidad; el 2.° artejo es vez y media tan largo como el 3.°; el 7.° alargado y ancho, es mucho mas largo que el 6.°; el 8.° casi dos veces tan largo como ancho; el 9.° ligeramente mas corto que el 7.°; el 10.° mas corto que el 9.°; el 11.° un poco mas largo que el 9.°: trax con pun- tuacion fina en extremo y con los angulos posteriores poco sa- lientes. Elitros muy finamente punteados y vellosos, sin indicio aleuno de arrugas transversas 6 de estria sutural. Esta especie fué recogida por los sefores Uhagon y Crotch en las grutas de Alsasua. Sdlo poseo un ejemplarQ, dado por el se- for Crotch. . 17.—Adelops rugosus. Ovatus, subdepressus, piceo-testaceus; antennis brevioribus apicem versis incrassatis ; elytiis fortitér transversim strigosis, sine strid suturali. JS Latet. QO Tarsis anticis 4-articulatis. Long. corp. 1 lin. Proximo al A. Schiodtei é igual.en la forma, pero ménos con- vexo, y muy distinto de esta especie por ser mucho mas anchas (18) Sharp. — ESPECIES NUEVAS DE COLEOPTEROS. 271 y ménos densas las estrias de sus élitros. Antenas mas cortas que la cabeza y el térax, conformadas como en el A. Schiodtet, pero con los artejos 8.°-11.° mas cortos que en esta especie, y for- mando una maza mas distinta. Térax extremadamente fina y no muy densamente punteado. Klitros estrigosos transversalmen- te, siendo las estrias mas toscas y no tan profundas como en el A. pyreneus. Encontrado en Alsasua por los sefiores Uhagon y Crotch. Su- pongo que ha de vivir entre el musgo y las hojas caidas. Poseo tan sdlo un ejemplar 9 dado por el sefior Crotch. 18.—Adelops Uhagoni. Ovatus, convexus, ferrugineus, subtilissimé densé punctatus; elytris mints distincté transversim strigosis, sine strid sutu- rali; antennis apicem versts incrassatis , capite prothoraceque paulo brevioribus. J Tarsis anterioribus sat dilatatis, 5-arliculatis. Long. corp. }4-°/, lin. Antenas engruesando hacia la extremidad; tercer artejo, no tan largo como la mitad del 2.°, el 7.° mas robusto y mas largo que el 6.°; 8.° pequefio y transverso; el 9.° y 10.° iguales entre si proximamente, un poco transversos; el h1.° corto y robusto, no tan largo enteramente como los dos anteriores reunidos. Térax convexo, con puntuacion fina y moderadamente densa. Elitros muy densa y finamente punteados, ligeramente estria- dos en sentido transversal. Esta especie es dos veces mayor que el A. ovatus Kies., y mucho mas densamente punteada. Es mucho mas pequena que el A. Schiodtei, més convexa, y con las antenas mas distinta- mente en maza en la extremidad. No conozco especie alguna con la que pueda confundirse. Descubierta por los Sres. Uhagon y Crotch en los bosques de Reinosa, y recogida posteriormente por mi en los mismos sitios; es bastante frecuente entre las hojas y el musgo. Thornhill (Escocia' 8 de Noviembre de 1872. . 272 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14, ADICIONES © AL TRABAJO ANTERIOR DEL SENOR SHARP POR DON SHRAFIN, DE UHBAGON. Al examinar las dos especies de Adelops que recogi en union de mi amigo el sefior G. R. Crotch en las grutas de Alsdsua, he tenido la satisfaccion de ver que poseo ejemplares “ de ambas, conviniéndoles los caractéres que el Sr. Sharp sefiala 4 los A. Crotchi y A. rugosus, descritos anteriormente. El unico ¢ que poseo y que refiero al A. Crotchi Sharp, tiene los tarsos anteriores de cinco artejos, los tres primeros dilatados, algo ménos el 3.° que el 1.° y el 2.°, siendo estos de anchura casi igual. Kl 1.° es vez y media mas largo que ancho y tan largo como los dos siguientes reunidos, los cuales son fuertemente transversos. Tambien se observa en la unica tibia intermedia que conserva este ejemplar, dos sinuosidades cerca de su articulacion con el fémur, una superior externa y otra interna inferior, que ignoro si deben considerarse como diferencias sexuales 6 como simple anomalia. El Sr. Sharp, al describir el A. Crotchi, dice que los élitros no presentan indicio aleuno de rugosidades transversas..: 104- thout any trace of transverse strigation... Estudiando deteni- damente el ejemplar de mi coleccion, se observan en estos organos ligeras ondulaciones en dicho sentido, formadas por los puntos de que se hallan cubiertos. Salvo esta diferencia le conviene la descripcion perfectamente. Encontré esta especie en una de las grutas del monte Orobe, 4 la izquierda de la via férrea de Irun, cerca de Alsdsua. Estas grutas se hallan situadas en un barranco, y son en nu- mero de tres: una en el fondo, la mas ancha, y cuyo piso se halla completamente cubierto de hojas caidas y en descomposi- cion; otra 4 laizqnierda, mas alta y mas seca por consiguiente, (15) Uhagon. — ADICIONES AL TRABAJO ANTERIOR. 278 horizontal casi en toda su longitud; la tercera, la mas pequeia, es vertical y se halla en la pendiente de la derecha. Por lo que puedo recordar, tanto el Sr. Crotch como yo, encontramos la especie que motiva estos renglones en las gru- tas laterales. Al tamizar las hojas caidas en la gruta del fondo hallamos con bastante frecuencia el Zvechus Uhagoni Crotch. Del A. rugosus Sharp poseo tres ejemplares, todos g’, en los cuales los tarsos anteriores son de cinco artejos tambien, los tres primeros dilatados, el primero tan largo casi como los dos siguientes reunidos, algo mas largo que ancho; el 2.° y el 3.° transversos. Como supone muy acertadamente mi ilustrado amigo el Sr. Sharp, esta especie no vive en lo interior de las erutas, sino entre las hojas caidas y en descomposicion. Asi al menos encontré los tres ejemplares que poseo, aunque 4 la en- trada el primero de la llamada « Cueva de Daran-daran », cavi- dad vertical por donde se precipita en bulliciosa cascada un ar- royuelo, enfrente casi del puerto de Olozagoitia, y los otros dos 4 la entrada tambien de otra gruta, cuyo nombre no recuerdo, ambas en el valle de Alsdsua. Por hallarse esta especie mas diseminada que el A. Crotchi, y no pertenecer al numero de las subterraneas, acaso pueda en- contrarse con bastante frecuencia. ANALES DE HISTe NAT.—I. 18 \ 2 rane AEN 7) vires iat UN TRABAJO INEDITO DE DON FRANCISCO JOSE DE CALDAS, HALLADO CON OTROS VARIOS EN EL JARDIN BOTANICO DE MADRID, POR DON MIGUEL COLMETRO. (Sesion del 2 de Octubre de 1872.) Uno de los colaboradores cientificos del célebre Mutis, que mas se distinguieron por su ilustracion y actividad en la Amé- rica espaiiola durante los Ultimos afios del siglo pasado y los primeros del actual, fué seguramente D. Francisco José de Caldas, natural de Popayan (1); pero sus escritos, & pesar de la propia diligencia y de la de sus compatriotas, no llegaron 4 publicarse en totalidad. Efectivamente, ni en la primitiva edicion del Semanario del Nuevo Reino de Granada, cuyos dos primeros tomos (1808- 1809), posee el Jardin Botanico de Madrid, faltando el tercero (1811), que es rarisimo, ni en la nueva impresion que se hizo en Paris con el titulo de Semanario de la Nueva Granada (1849), se encuentran algunas de las memorias expresamente citadas 6 aludidas por Caldas en el informe 6 representacion que en 1808, pocos dias despues de la muerte de Mutis, dirigié al secretario del Vireinato y juez comisionado para los asuntos de la Expedi- cion botanica de Santa Fé, manifestando los méritos que tenia contraidos y los servicios que habia prestado bajo la direccion (1) Nacié en 1770 y fué muerto en 1816. 276 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) de Mutis, como matematico, fisico, astronomo y naturalista. Decia enténces Caldas que entre los papeles de aquel sabio de- bia existir una Memoria dedicada al mismo, en la cual demos- traba que la altura de las montaias se puede medir con el ter- mometro, como se hace con el barometro, y otra sobre la nivela- cion de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador, igualmente dedicada al director de la Expedicion botanica de Santa Fé de Bogota; pero ninguna de ellas llegd 4 manos del coronel Acosta, 4 pesar de su propdsito de mejorar la primitiva coleccion contenida en el expresado Semanario, y sin embargo, la primera de las expresadas memorias se habia impreso en Burdeos (1816), y fué posteriormente reproducida en la Revista de Bogoté (1870), segun nota confidencial del Sr. Uricoechea, distinguido escritor americano. Reconocidos los papeles de la mencionada expedicion, con- servados en el Jardin Botanico de Madrid, parecieron los origi- nales de ambas memorias con una comunicacion que puede considerarse como preliminar del trabajo relativo 4 la medicion de las montanas por medio del termémetro, y aunque las ideas consignadas en estos escritos no fuesen entonces enteramente nuevas, bien merece publicarse en nuestra patria por lo mé- nos el concerniente 4 las plantas cultivadas cerca del Ecuador, como honroso testimonio del movimiento cientifico que el gadi- tano Mutis, por su respetabilidad y sabiduria, logré promover en la América espanola, contribuyendo 4 los progresos que las ciencias hacian en las naciones mas adelantadas de Europa. Tambien enumerd Caldas entre sus trabajos haber represen- tado los Andes en perfiles para ver a qué altura nace cada plan- ta, y algo de esto se conserva en el Jardin Botanico de Madrid, asi como una Memoria sobre el estado de las quinas en general, y en particular sobre la de Loja, con una carta topografica y otros planos concernientes a las alturas en que se hallan los arboles que producen las diversas quinas. Todo ello habra de divulgarse por mas que parezca tarde, y pudieran serlo algunas descrip- ciones de plantas equinocciales, que hizo Caldas, si no tuviesen el inconveniente de sacar de la oscuridad sinédnimos innecesa- rios y hasta embarazosos, despues de haberse dado a conocer las mismas plantas con otros nombres por viajeros é investigadores mas afortunados. _-Proponiase Caldas llevar 4 cabo empresas mayores, entre ellas (3) Colmeiro.— UN MANUSCRITO DE CALDAS. a71 tina Carta botanica del Reino y 1a Geografia botanica de las plantas del Vireinato de Santa Fé, obra que Caldas calificé de inmensa , complicada y original en Setiembre de 1808, sin de- . cir que la tuviese entdnces escrita, ni era factible antes de ter- minar el estudio de los materiales reunidos para la Flora y acu- mulados bajo la direccion de Mutis. Proyecto fué del mismo Caldas hacer un largo viaje en 1801, cuyos resultados consti- tuirian el objeto de una obra titulada Relacion de un viaje & ambas Américas, proyectado y emprendido bajo la direccion y & expensas de D. J. C. Mutis. Las descripciones de las plantas ob- servadas por Caldas en Quito, que segun el autor formaban dos voliimenes, habran sido agregadas 4 las demas de la Hxpedi- cion botanica, é intercaladas probablemente, y de los otros dos voliumenes de observaciones astrondmicas y magnéticas no se tiene conocimiento, como tampoco de los demas materiales que menciond Caldas en su exposicion 6 informe antes citado, y que puede considerarse como una relacion de méritos y ser-. vicios. Como quiera, bueno es que por el pronto vea la luz uno de log trabajos terminados, si bien poco extensos, que permanecieron ocultos entre los papeles de Mutis y le habian sido comunicados por Caldas en estado de hacerlos publicos, por mas que el di- rector de la Expedicion botanica de Santa Fé, deseoso de mayor perfeccion, los haya retenido, esperando que el autor agregase mayor suma de datos y nuevas consideraciones, capaces de real- zar el mérito é importancia, que Mutis no desconociéd, ni ami- noraba, siendo como era decidido protector de los americanos estudiosos é ilustrados. 278 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) MEMORIA SOBRE LA NIVELACION DE ALGUNAS PLANTAS, QUE SE CULTIVAN EN LAS CERCANIAS DEL ECUADOR, POR DON FRANCISCO JOSE DE CALDAS (1). En todos los pequenos viajes que he podido verificar dentro del Vireynato de Santa Fé, mi primer cuidado ha sido observar la elevacion , la calidad, y los limites 4 que esta reducido el cultivo de las plantas utiles y de que depende nuestra subsistencia. Desde 1796 en que comencé a ver estas cosas con reflexion, hasta hoy (Abril de 1803), he recogido un numero considerable de ob- servaciones y de hechos; los he comparado, y he ordenado este material, y creo que ya puedo sacar algunas consecuencias ge- nerales. No es una obra acabada la que presento; conozco que estamos muy distantes de la perfeccion, que nos faltan hechos; y que no tenemos el numero necesario de observaciones para dar la ultima mano a la Nivelacion de las plantas que cultiva- mos. Esta ciencia, de que apenas existe el nombre (2), debia ha- cer el primer objeto,de nuestros viajeros, y de los hombres ob- servadores que viven en los diferentes pueblos del Vireynato. La utilidad, y las ventajas, que sacaria nuestra Agricultura de este género de trabajos, son conocidas de todos, y no necesito entrar en un pormenor circunstanciado. La lamina adjunta representa un cérte de todo el terreno & (1) El Manuscrito existe en el Jardin botanico de Madrid. (Nota de ia C. de P.) (2) El autor alude al estado de la Geografia boténica en 1808. (Nota dela C.) (5) Colmeiro.— UN MANUSCRITO DE CALDAS. 279 que se extienden mis observaciones: comienza desde los 4° 36’ 0” de latitud boreal hasta 0° 14’ de latitud austral, es decir, desde Santa Fé hasta Quito. Las distancias horizontales de los diferentes puntos que comprende se hallan disminuidas considerablemente, porque se necesitaria una extension inmensa para representar 200 leguas bajo de la misma escala que las elevaciones sobre el mar, de quienes la mayor no excede de 2.400 toesas. Se ha dado ma- yor extension a los paises cultivadores, y se ha estrechado cuanto ha sido posible aquellosen que se descuidan, 6 no producen las plantas que hacen el objeto de esta Memoria. Asi se ve el Valle de Neyva y el de Patia sumamente reducidos, y las cercanias de Santa Fé, Popayan, Pasto, Pastos, Ibarra y Quito, ocupando un espacio considerable. De la alteracion de las distancias horizon- tales nace inevitablemente la de la conformacion de las mon- taflas, y no se debe esperar en esta parte otra cosa que una imagen imperfecta, 6 una sombra de lo que en realidad existe. Tan libre en disminuir y ensanchar las distancias, como escrupuloso en conservar el nivel, presento los pueblos, las montafias, y los valles en su verdadera elevacion. Supongo con Bouguer y con Humboldt, que el mercurio se sostiene en nues- tras costas de 28 pulgadas 428 pulgadas 2 lineas, y despreciando las pequenas fracciones, que resultan de los trabajos de estos sabios viajeros, me conformo con la de 28 justas al nivel de nuestros mares. De pulgada en pulgada barométrica se ve una linea horizontal paralela 4 la primera, y de este modo represento las diferentes capas de aire, 6 las zonas de que se compone la atmosfera. Estas van aumentando su anchura a proporcion que se elevan en razon y bajo la ley de las diferentes dilataciones del aire. Entre linea y linea se ve un ntimero que expresa las toe- sas que es necesario subir para que baje una pulgada el mercu- rio en el bardmetro, 6 lo que es lo mismo el ntimero de toesas que tiene de altura cada capa del fluido atmosférico. Bien pudiera haber calculado directamente la elevacion de cada punto sobre el mar, valiéndome de la reciente determina- cion de la altura del mercurio en las costas del Pacifico por Humboldt, y de la formula perfeccionada por Tralles de que usa este sabio, y que debo a su bondad. Pero he preferido otro camino, que reune la exactitud suficiente en estas materias 4 la facilidad. La elevacion de Quito nos es bien conocida por los trabajos de los académicos del viaje al Ecuador, y sobre que 280 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) nada han alterado las indagaciones posteriores de Humboldt. He tirado, pues, una linea de puntos 4 1.460 toesas sobre el mar, y he calculado relativamente a ella la altura 6 depresion de los diferentes puntos que comprende esta nivelacion. Me he servido para esto de la formula simplicisima de Bouguer (1), que da una precision superior a4 la que se necesita. En toda la extension de terreno que abraza esta nivelacion, no se cultiva el Z7zgo sino desde las 22 pulgadas del bardmetro, 6 desde las 1.112 toesas sobre el mar. Desde este nivel hacia abajo no se vuelve a ver en nuestros campos esta preciosa planta. He tirado una linea compuesta de otras pequefas incli- nadas para hacerla mas notable, y la he Wamado linea del tér- mino inferior del cultivo del trigo. Se cree que este término lo ha puesto la preocupacion de nuestros. primeros agricultores, de quienes la hemos recibido, y perpetuado sin reflexion. Bajo de este concepto se nos aconseja que bajemos el cultivo del trigo hasta las costas, y se nos anuncian grandes ventajas. ¢Pero esta fundado este parecer? é Tenemos motivo para esperar los bienes que se nos ofrecen? He aqui unas cuestiones que merecen examinarse. Si solo consultamos a nuestra razon, no hay duda que mira- remos este limite inferior del cultivo del trigo, como una pre- ocupacion generalizada en el Reino. Sabemos que en Huropa, de donde fué transportada esta planta por los espafioles, se cultiva en elevaciones cortisimas, y casi sobre la costa, que la vegeta- cion se aumenta y acelera en razon del calor y de la humedad, y que el trigo léjos de prosperar en el gran frio, se deteriora (1) a@=1la altura del mercurio en Quito. 6=1la altura del mercurio en un punto cualquiera con + 6 con — segun sea ma- yor 6 menor que la de Quito. d=la diferencia. #—numero de toesas de -- 6 de— sobre 6 bajo de Quito. log. a—log. 0, 6 log. b— loge. a= d. ad— 39 = 4- 6 — Altura del mercurio en Quito = 243,0 lineas....... -. log. 2.3856 Altura del mercurio en Chinquiltina = 247,3......... log. 2.3932 Diferencia.. ...... 76 toesas. 76 59 2 toesas 3,2 pies. 76 toesas — 2 toesas 3,2 piés — 78 toesas 2,8 piés Chinquiltina, bajo del nivel de Quito. (7) Colmeiro. —UN MANUSCRITO DE CALDAS. 281 hasta el punto de ser absolutamente inutil para el sustento del hombre. Los conquistadores lo sembraron y recogieron cosechas abundantes en los primeros puntos de nuestro continente de que tomaron posesion, y no aguardaron a apoderarse de los paises elevados de Leyba, Bogota, Pasto y Quito para cultivarlo. Es, pues, cierto que Cartagena, Santa Marta, Caracas, como Quito y Bogota, han producido este precioso grano que hoy le vemos reducido 4 limites bien estrechos. Tal vez, como del maiz, recogieron nuestros mayores dos cosechas al ano en los climas ardientes, en lugar de la tnica que conseguimos nos- otros en los templados. La historia y larazon de concierto parece que reprueban la practica presente y que autorizan el cultivo del trigo en los paises bajos y calorosos. Pero, si en lugar de meditar, de leer, nos acercamos a esos hombres virtuosos y sencillos qué manejan mejor el arado y la azada que los libros, 4 esos eternos observadores de la naturaleza, que viéndola constantemente y de cerca la conocen mejor que los filésofos, que solo la miran por intervalos y de léjos, hallaremos que la practica que observan es la mejor que se puede establecer en nuestros paises, que nuestros raciocinios son errados, que nuestras reprensiones son injustas, y recibiremos esta leccion importante y humilladora de nuestros discursos cuando no estan apoyados sobre buenas observaciones: en materia de cullive mds se ha de atender a los hechos que a la filosofia. £1 Moho 6 Sarro, que nosotros conocemos con el nombre de Polvillo, esta terrible enfermedad de la mas bella de las mie- ses, es ]a que ha obligado 4 nuestros labradores a retirarse de las costas y 4 elevarse 4 1.112 toesas sobre el mar. Los fisicos Targioni y Fontana han hecho ver al mundo sabio que el Pol- villo no es otra cosa que una planta parasitica, semejante al musgo (1) que multiplicandose prodigiosamente como toda. planta microscépica, ataca la cafia y la espiga del trigo, le roba los jugos que iban @ alimentar el grano, le debilita y le ma- ta. La humedad y el calor, al mismo tiempo que favorecen el aumento y lozania del trigo, favorecen la vegetacion de esta planta invisible y destructora, y una larga experiencia verifi- cada en todos los lugares nos ensefia que la calma, una atmds- (1) El autor habra querido decir moho. (Nota de la C. de P.) 282 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) fera tranquila, es muy favorable 4 su reproduccion. Nosotros sabemos que los lugares bajos de nuestro continente son muy huimedos, ardientes y poco ventilados, y por consiguiente los mas favorables 4 la vegetacion del Polvil/o. Si ganamos algo sobre el trigo en estos paises, todo lo perdemos aumentando las fuerzas y el numero de sus enemigos. No ha cincuenta ajios que los campos de los alrededores de Popayan al nivel de 22 pulgadas 11 lineas del barémetro, 6 4940 toesas sobre el mar, estaban cu- biertos de trigo de excelente calidad. Pero el Polvillo obligé a sus habitantes a elevar mas sus labores, huyendo de esta planta desoladora de sus cosechas. Lo que ha sucedido en Popayan, lo que precisé 4 sus labradores 4 subir un poco sobre su nivel, fué lo que desterré de Neyva, Patia, Caly, Antioquia, Cartage- na, etc. el cultivo del trigo. La necesidad, los tristes efectos de un musgo (1) microscépico, y no la preocupacion han estableci- do y fijado el término inferior del cultivo de esta mies preciosa. Seamos mas circunspectos en nuestras reprehensiones , respe- temos las practicas establecidas, y no nos dejemos arrebatar del furor de filosofar, abandonando la experiencia. A pesar de todo esto, es de desear queen loslugares bajos, en aquellos en que la humedad no es considerable, en que reinan los vientos la mayor parte del afio, en que los bosques se ha- llan retirados, se hicesen algunas tentativas. Yo creo que en los llanos dilatados de Neyva se hallan reunidas estas circunstan- cias favorables, y que tal vez se conseguirian cosechas abun- dantes de buen trigo. Si el Sarro 6 Polvillo ha establecido el término inferior del cultivo del trigo, la naturaleza ha prescrito el superior. Todo terreno, cuya elevacion exceda de 19 pulgadas 9 lineas del baré- metro 6 de 1.550 toesas sobre el mar, produce un trigo cuyas ha- rinas negras, amargas, son casi inutiles para nuestro sustento. He tirado una linea en esta elevacion, semejante 4 la primera, y la llamo ¢término superior del cultivo del trigo. La espaciosa y elevada llanura de los Pastos, en que existen muchos pueblos de la gobernacion de Popayan y de la presidencia de Quito, toca con este término, y sus trigos son los peores que se cono- cen. Los labradores de estos lugares casi han abandonado su (1) Es un honguillo y no un musgo. (Nota de la C. de P.} (9) Colmeiro. — UN MANUSCRITO DE CALDAS. 283 cultivo, ateniéndose al de la cebada que prospera en ellos con la mayor felicidad. En la cordillera, en cuyo pié esta Popayan, se observa que los trigos de Buenavista, Poblason, Ceconuco, Puracé, Atofrio, son mejores que los de las partes mas elevadas y que subiendo mas se vuelve a hallar el trigo de la calidad del de los Pastos, negro, amargo é incapaz de servir al hombre de alimento. Es verdad que la planta vegeta en alturas mas consi- derables; pero el labrador ve frustradas todas sus esperanzas, y se halla obligado 4 respetar este limite prescripto por la natu- raleza. Esta, pues, el cultivo del trigo en nuestros paises confi- nado & una zona de 438 toesas de altura, que comienza a 1.112 toesas sobre el mar, y acaba a las 1.550. En esta pequeha zona los vientos son frecuentes, por no decir continuos, la humedad es infinitamente menor, y los bosques se disminuyen, circuns- tancias necesarias para conseguir buen trigo: tal es la peque- ha region que halldé favorable en nuestro clima esta planta, don el mas precioso que ha hecho el antiguo continente 4 la Amé- rica. Si queremos salir de estos limites, si la queremos sacar de los paises afortunados que ha elegido con preferencia la expo- nemos 4 muchas enfermedades, y ala muerte, y nosotros, pri- vados de este alimento principal, a la miseria. El trigo no vegeta con utilidad en la vecindad del Ecuador, sino 4 1.112 toesas de altura: en Espana por los 40° de latitud boreal sobre la costa (1) y casi 4 la misma elevacion en Chile. 2Descendera este término en razon del aumento de latitud? éFormara una curva, cuyos extremos estén en la superficie del mar por 39° 6 40° de latitud y a 1.112 toesas de altura bajo de la linea? Nuestros conocimientos son muy limitados en esta parte, las observaciones barométricas con relacion a4 los frutos de la tierra apenas existen; mis viajes todavia no exceden de 200 le- guas, jamas he pasado de 4° 36’ de latitud, no conozco sino una pequena parte del gran cuadro; el velo apenas se levanta por un angulo, dejando en tinieblas lo restante. Puede ser que mul- tiplicandose los viajes y las observaciones en nuestro continente, se llenen los grandes vacios, estas lagunas inmensas que al mismo tiempo que nos humillan, reprenden nuestra ignoran- cia, y nos animan 4 trabajar. (I) Cultivase el trigo con provecho en la costa de Espafia en latitudes 4 que parece referirse el autor. (Nota de la C. de P.) 284 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ~ (10) A proporcion que nos separamos del ¢érmino superior hacia abajo, hallamos que los trigos se van mejorando por grados insensibles hasta cierto punto, del cual comienzan 4 degradarse en calidad hasta que el Polvil/o arruina absolutamente nues- tras cosechas en el tévmino inferior. Yo he hallado con admira- cion que el nivel de los trigos mas excelentes esta casi en el centro de la zona de su cultivo, tan distante del término supe- rior como del inferior. Yo he tirado una tercera linea que llamo Término de los mejores trigos. Los trigos de la explanada de Santa Fé, Tunjuelo, losde Cuarchu, Pesillo, son buenos; mejo- res los de Tupigachi, Tabacundo, Cayambe; excelentes los de Chapaqual y Pasto; comienzan a4 deteriorarse por grados insen- sibles en Otavalo, Buenavista, Poblason, Coconuco, etc., hasta que en el grado inferior desaparece por el Sarro. is preciso convenir que esta ley que acabamos de establecer admite mu- chas modificaciones; que influye sobre ella la humedad, la si- tuacion local del terreno, la calidad de este, su proporcion para las corrientes de aire, la abundancia y falta de lluvias, y demas meteoros, con otras muchas que pudiéramos alegar. Pero cual- quiera que viaje con el barémetro en la mano, que observe, que recoja hechos y los compare, convendra en que hay prin- cipios generales inalterables, que hay un plan, una escala uni- versal constante en la bondad de las harinas, y que si alguna vez se halla alterada la ley, proviene de causas parciales , lo- cales y transitorias. El trigo me ha merecido el mayor cuidado, aunque no he despreciado los otros frutos que contribuyen 4 nuestra subsis- tencia. Yo he tenido ocasiones multiplicadas de observar toda la extension de la zona del cultivo del trigo, y de pasar sus limi- tes en ambos sentidos. Esto me ha puesto en estado de hablar con mas conocimientos de la nivelacion de esta planta que de las demas que siguen. En donde comienza 4 prosperar el trigo con utilidad del la- brador, acaba la vegetacion del Platano (Ifusa). La especie que conocemos con el nombre de guineo (Musa paradisiaca), es la que mas se eleva, y toca al término inferior de la zona del trigo. En los lugares que vegeta el guineo con la mayor lozania, ape- nas se consiguen muy medianos los que Namamos domini- cos (Musa sapientum). Pero la zona de este fruto delicioso, de este recurso inagotable del hombre dentro de los trdpicos, es (11) Colmeiro. — UN MANUSCRITO DE CALDAS. 285 mucho mas extensa y no conoce otros limites por la parte infe- rior que las aguas de los mares: él se halla esparcido indistin- tamente en 1.112 toesas de espacio perpendicular sobre el Océano y el Pacifico; su calidad se mejora en razon inversa de la altura, y se deteriora en la directa. Si el platano guineo no se ve en ninguna parte a lado del trigo, la Cana de azicar (Saccharum officinarum) pasa el tér- mino inferior del cultivo de aquel. Yo he visto en un mismo terreno estas dos plantas utiles, y bajo de un techo el molino de trigo y el ingenio 6 trapiche. En Quitumba y Santiago, cerca de Ibarra, se cultiva la caha de azticar asociada con el trigo. El lu- gar mas elevado en que he hallado esta planta, origen de nuestros placeres inocentes, y tambien de nuestros vicios, esta a 1.144 toesas sobre el mar: este es su término superior; seme- jante al platano extiende hasta el Océano su domicilio, y se mejora y deteriora en la misma proporcion. La Papa (Solanum tuberosum), el don mas precioso, segun la expresion de Bomare, que ha hecho la América al antiguo con- tinente, se cria en las mas grandes elevaciones del globo. A to- das partes & donde el hombre ha subido su industria le ha se- guido esta planta benéfica. Ménos delicada que el trigo, no ha temido los rigores del frio, nilos hielos eternos en la zona tér- rida, y no conocemos hasta donde llega su resistencia. Quién sabe si como los musgos, liquenes y demas criptégamas, produ- ciria con utilidad y lozania en el término superior de la vegeta- cion de nuestro globo, bajo de la linea. Sino conocemos los li- mites superiores de la region que ama la papa con preferencia, sabemos que el inferior no pasa de los paises medianamente templados. De 24 pulgadas barométricas hacia abajo no se vuelve a ver esta planta preciosa, y esti confinada dentro de 747 toesas sobre el mar y el término de las nieves pérpetuas entre los trépicos. La Cebada (Hordewm distichum), que en los paises elevados representa el papel que el platano en los templados y ardientes, socorriendo las necesidades del hombre, como aquel tiene por abajo los limites del trigo; pero el término superior se eleva mucho mas, y como la papa sigue al hombre 4 las mas grandes elevaciones. La Yuca (Jatropha Manihot), fiel compafiera del platano, le 286 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) sigue 4 todas partes, mejora y deteriora con él, y tiene los mis- mos limites su vegetacion. El Cacao (Theobroma Cacao), el fetus de Guayaquil, Cu- cuta y Timana, la planta que suministra el fondo de la bebida mas deliciosa, y de que parece aun no ha abusado el hombre, esta confinada en los paises ardientes y himedos de nuestro continente. La mayor elevacion en que le he hallado es 4 las 25 pulgadas del barémetro 6 4475 toesas sobre el mar: este ntimero expresa la altura de la zona a que esta reducido su cultivo, co- menzando 4 contar desde la costa. El Maiz (Zea Mays), el grano mas importante del Nuevo Mundo, y sin contradicion mas ttil que el trigo y la cebada, es tambien la planta cuya vegetacion tiene limites mas extensos. No teme al frio como el platano y la cafia de azucar, ni el calor como la papa; se le ve tanto al lado del trigo y la cebada en los pueblos elevados, como al del cacao y yuca en los ardientes: en todos los lugares donde hay hombres hay maiz. Desde Riobamba, la poblacion mas elevada que conocemos, hasta Cartagena y Gua- yaquil en todas las temperaturas posibles, en todas las presiones atmosféricas, nos acompania esta planta preciosa, este recurso de nuestras necesidades, esta fuente inagotable de composicio- nes deliciosas, y varias. Sobre la costa en donde el hombre no ha podido connaturalizar el trigo, 6 mas bien, en donde un ene- migo poderoso no le permite habitar, produce dos veces al aio, y se eleva su cafia 4 cinco 6 seis varas; en los paises templados no se eleva tanto, y su fruto viene a los ocho meses; en los frios y elevados, apenas sube 4 una vara y aun ménos, y no viene sino 4 los doce 6 trece meses. Es tan constante esta ley que el maiz puede muy bien indicar por aproximacion el grado de temperatura y la elevacion del suelo por el tiempo que dilata en producir, y por la altura de su cana. Este objeto es vasto, un hombre sdlo no puede poner en él la ultima mano; se necesita del auxilio de muchos, y una série de afios dilatada para que nos podamos lisonjear de tener una nive- lacion completa de todos los frutos que cultivamos. gQué dire- mos de la nivelacion de todas las plantas que produce nuestro suelo? Estoy seguro que pasaran muchas generaciones antes que la Botanica pueda sefialar los limites en que esta confinado cada vegetal. Yo presento este pequefio ensayo de los principa- les frutos que sirven para nuestra subsistencia, como un borron (18) Colmeiro.— UN MANUSCRITO DE CALDAS. 287 imperfecto, que es preciso perfeccionar. Las alturas que esta- blezco como limites dela vegetacion de las plantas que nombra- mos no son invariables, son solamente los resultados de mis observaciones en la corta extension de 200 leguas. Cuando nue- vas observaciones, y nuevos Viajes nos den mas luces, tal vez nos veremos precisados a alterar los limites que prescribimos. Entre- tanto espero se reciban estos pequefios trabajos con bondad, y como el fruto de la aplicacion de un hombre que ama las cien- cias y a su patria. 288 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) TABLA de las alturas del barémetro de los principales puntos de esta nivela- cion, con el numero de toesas que cada uno de ellos esta bajo 6 sobre el nivel de Quito. El signo + indica que el lugar excede en elevacion 4 esta ciudad, y el — lo contrario. Alturas Alturas del barometro. en toesas. 19pulg. (ins. Q | +- 267. 5,1 4 20 1, 3.) =o ae 24 3, |) Of) WoT ee OCAN INAS Sea. eyelet ema lee» 26 Loa) Se 1069 wae Ata se tno acces Merete 25 0, O|}— 884 3, 0 PO PAY OM 2k o\eiwiccin so ar ote = 22 ll, 2.2.) = 922 0a Las Juntas.......+:3,-++-s 21 95°. 0 7 299. ae PAISPAM DA. FP SOUCZ | 163: ap ODT ks} §3g_ Ss \ ining oi] Hive! del Mar wi’ Pe ae 4 eae ee hae imbuny be | SLL na PTI PLLA Nig. eae : Ferping MPCytOr al la LLL LALOR LRRD URW (eee th é Nivel i He conpeesos: “UL Las (aa TOMAS, dd G; ACOTe ME HONHONE UNE SRT OE ADE CT RRL ANC AL EEN A eM JVM nan AUR ea AAD DIRLS DN AAs BL WLM IEEU YARD EO Cadac ee VEY vel Hel whe Y wanna ee LLL ee oe SS ULE LDN dana Wy —Duavistt Cerro — S/o. : A 3 j 7 Publ son Tess x . 3 ; Lisviuntis— 299: es : = Ree WNaKd LMLPALAAOL AYOUB YE REE TEN Rs MLR CN iste fusion venda sae Gere reat ar iifoa ffl ee en aa vmino Tor culkivo vw con uttlida Ve wy — Na HLL we Hs de =. = sult = x + ae 2a — w = SS he rr) aad ye i ; z ye yy be. ane yee = See y (os ee sys eine ; Mer die aL ia = Bop To ae are = in — Fy tae 7 ane, =e = = a a — We ie ese tee — ae ee ines = er i i ae atl Jk a ak De a = = te xy oe is Scare Maa = = at ay» QW ay. aaj pe 2 be ies ier ehes a ws ee) ee me) ah aE =» yy ae py Bye TM a5 a ihe rs y Be a Be ne = ’ ny = con vil dad ch YKrmino superior de Ia vegdacion deg ia oul Lint seessinantan eins aM al MMC NNO PUNO MSA LLAMA Tih ATMA ULE BO” eo mies TRA ae HDA ea BOAT AI Ia ee a F608 sobre el Mar: ( ps Nid Lbie Care sw Bal el aa br Fig a MLE EMERALDS Ye ae, bloat AS 55 ptr PAARL wavs ILLLMLLIL hifange ZI fee a — f } 40 >, >. = = =. 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(Sesion del 4 de Diciembre de 1872.) GENISTEAS. Ulex. U. europeeus L. Scorpius J Clus. Hist. 106. f. 2. Toujo Grisl. Genista-Spartium lusitanicum, lanuginosum, aculeis tri- dentatis, longioribus munitum, eundo Conimbrice et civ. Porto. Ant. Juss. herb. non Tourn. Lam. Ill. t. 621. Bngl. bot. t. 742. U. grandijiorus Pourr. U. vernalis Thore. Hab. Espana (Clus. Cienf. Sarm. Loeffl.) y Portugal (Grisl. S. Brand. Vand. D. Bapt.) en los montes de las provincias sep- tentrionales. Fl. Febr. Jun. (V. V.). Cataluna (Palau): valle de Aran (Costa). Aragon? (Semitier): Boltana? (Semitier ). Navarra (Bowles, Willk.): cercanias de Pamplona (F. Salas, P. Gil). Prov. Vascongadas (Clus. Cienf. Bowles, Talbot, Eguta ): (1) Este otro fragmento de la «Enumeracion general de las plantas de la Peninsula hispano-lusitana» ofrece particular interés por el niimero é importancia de las espe- cies lefiosas, que corresponden 4 las expresadas tribus de las Legzuminosas, y que tanto abundan en nuestros variados territorios. ANALES DE HIST. NAT. —I. 19 290 ; ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Vizcaya (Willk. Olazab.), Bilbao (Lge.), Guiptizcoa cerca de Irun ( Willk.). Santander (G. Camal. Salcedo, Delgras). Reinosa (G. Camal.): Solares (Salcedo).. Asturias (Lag. Dur. Salgado): Arvas (Lag.), Grado y valle de Naviego cerca de Cangas de Tineo (Dur.), Caldas de Oviedo (Salgado), cercanias de Oviedo ( Pastor, L. P. Ming.). Galicia (Sarm., Bosc): Coruna y Betanzos (Bosc), Ferrol (L. Alonso ), Santiago (Colm. Plan.), Tuy (R. Bust.). Leon (Exp. Agr.): Béjar? (Tellez), Villafranca del Vierzo (Lge.). Castilla la Vieja (Palau, M. Laguna): El Cieg‘o en la Rioja (Palau), Villarta-Quintana (M. Laguna). Castilla la Nueva? (M. Laguna): Puertollano? Veredas? (M. Laguna). Valencia? (Cav.). Portugal (Grisl. S. Brand. Vand. D. Bapt. Brot.): Caldas da Rainha (8. Brand.), Coimbra (D. Bapt.), Oporto (Webb), Va- lenca (Texid.). Var. 8 strictus Webb. Ulex strictus Mack. Provincias septen- trionales (Cook). Nomodr. vulg. Cast. Tojo de Galicia (F. Nav. G. Ort.), Argoma de Santander (G. Camal. G. Ort. Talbot), Argoma gallega (L. P. Ming.), Aliaga, Aulaga (Sarm. Bout.), Aliaga de Europa (Cav.), Escajo en Santander (M. Laguna). Port. Tojo, Toujo (Grisl. Mont. Brot.). Gal/. Toxo (Sarm. Sobreira), Gatefo, Bor- xon (Sobreira), Toxo gateno (Sarm.), Arnaz, Toxo bravo (So- breira), Toxo arnal 6 asnal, Toxo cachas (asperrimo y grande), Toxo arnello 6 arnesto, Toxo molar 6 molarifio (muelle y se - maja para las caballerias), Toxo albarifio (Sarm.), Toxo albar, Toxo arnio 6 arnaz (Colm.). Astw. Cacadavas (Past.), Cadaves (L. P. Ming.). Catal. Argelaga de bosch (Oliver.), Arguilagues (Roig, Cav.). Vasc. Otea, Otaca (Bdwles), Quiruba? (Ens. de la Soc. basc.), Otalora, la flor (Olazab.), Otea, Ota, Elarra, Erratza (Larram.) U. Gallii Planch. Ann. sc. nat. ser. 3,11, pag. 213. ¢. 9. J. 1, et in Van Houtte, Fl. des serres, 5, pag. 441. U. intermedius. Le Gall. Hab. Espafia en Santander en el monte Salcedillo (J. Esp.) y en Asturias cerca de Cangas de Tineo (Bourg.), Fl. Julio (V.8.). (3) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 291 U. nanus Forst. Sm. Hngl. bot. t. 743. Genista Spar- tium VIII Quer. Ulex europeus g. L. U. autumnalis Thore. U. montanus Pourr? Hab..Espaiia (Quer, Lag.) y Portugal (Webb, Welw.) en los montes de las provincias septentrionales y occidentales. Fl. Agosto. Nov. (V. V.). Javarra (M. Laguna): Pirineos (M. Laguna). Prov. Vascongadas (Lge.): Bilbao, San Sebastian (Lge. ). Santander (Lge.). Asturias (Lag.): cercanias de Arvas (Lag..). Galicia (Quer, Pourr. Colm. Lge.): Cebrero, Lugo (Pourr.), Santiago, San Clemente de Cesar (Colm.), Coruna, Orense (Exp.: Agr.). Leon (Exp. Agr.). Extremadura (Quer): terrenos de Guadalupe (Quer). Portugal (Webb, Welw.): Serra de Cintra hacia el Cabo de Roca (Webb, Welw.), Alentejo entre Coina y Azeitao ( Welw.), y los Algarbes (Hook) desde Monchique hasta los montes de Foia y Picote ( Welw.). Var. 8 lusitanicus Webb. Portugal (Webb). Nombr. vulg. Cast. Tojo enano (?), Aliaga 6 Aulaga pequena (Lge.), Argoma, Escajo en Santander (M. Laguna). Gal/. Toxo aznal (Pourr.), Toxo gatefio molar (Plan.). Cat. Aliaga 6 Arge- laga nana ( Bassag.). U. parviflorus Pourr. Webb, Of. t. 29.7. C. U. vulgaris Pourr. in Salo. herb. U. australis Clem. U. provincialis Lois. Not. t. 6... 2. U. pubescens Salem. | Hab. Espana (Salv. Talbot) y Portugal (Webb) en los montes de las provincias orientales y meridionales. Fl. Oct. Dic. Ener. Agost. (V. V.). vs a. Cataluia (Salv): Monserrat (Talbot), Pirineos ( Lag.), Barce- lona (Webb), Monjuich (Colm.), Tibidabo, Cardé, Horta (M. Laguna). Aragon (Pardo, Loscos): Torrecilla en el Calvario (Pardo, Loscos ). . Valencia (Cav. Clem. Pardo, Loscos): monte de Enguera, valle de Albaida (Cav.),.Titaguas (Clem.), Pobla de Benifasa, Bellestar (Pardo, Loscos), Murviedro, Mogente, Castellon, Sierra de Mariola (M. Laguna). ‘ 292 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) Andalucia (G. de la Leia, Ayuda): Malaga (G. de la Lena, Prolongo, Salzm. Lge.), Banos de Graena en Guadix, Bafios de Jaen, Fuente de Portugos en las Alpujarras (Ayuda), Tolox, Sacromonte en Granada, cercanias de Cadiz, Isla de Leon, Puerto de Santa Maria (Clem.), Carratraca { Heens.), provincia de Malaga y Granada ( Webb, Boiss.), entre Malaga y Alhama, inmediaciones de Algeciras (Webb), Sierra de Mijas, cercanias de Ojen y Monda, entre Alhama y Granada, Sierra Nevada hasta el Dornajo (Boiss.), cercanias de Granada (Willk. Lge.), Medina-Sidonia ( Bourg.), Sanlicar de Barrameda, alrededores de Cadiz, Sierra de Andévalo (Colm.), Sierra de Alfacar, Guejar, Almeria, Vera (Lge.), Huelva (M. Laguna). Portugal (Webb): parte meridional (Webb). Nombr. vulg. Cast. Aulaga, Aliaga (Sarm.), Aulaga (G. de la Leia, Ayuda, Prolongo), Aulaga moruna (G. de la Lena), Aulaga morisca (Clem), Abulaga de diente de perro en Jaen (Lag.), Aliaga, Abulaga ( Boiss.), Aulaga blanca, Tojo de Huelva (M. Laguna). Cata/. Gatosas (Salv.), Argelaga marina (Arrie- te). Val. Tizon, Tollaga (Clem.), Argilaga, Archilaga (S. Be- ned.). ; U. brachyacanthus Boiss. Plant. or. Hab. Espaiia en Andalucia en la Sierra de Mijas de la provin- cia de Malaga (Boiss.). Fl... (N. V.). U. beeticus Boiss. Webb, O¢. ¢. 30. Hab. Kspaiia (Clem. Boiss), y Portugal ( Willk.) en los mon- tes de las provincias meridionales, hallandose a la altura de 1000-4500’ ( Boiss.). Fl. Febr. Jun. (V. V.). Andalucia (Clem. Boiss.): Alcala de los Gazules, Ronda, Con- vento de las Nieves, Cerro de San Cristébal (Clem.), Carratraca (Clem. Webb), occidente de Granada, Sierra Bermeja, cerca- nias de Gaucin, alrededores de Ronda ( Boiss.), inmediaciones de Puerto Real ( Willk.), cercanias de Gibraltar (Kel.), Estepo- na, Malaga (Amo), Macael (Isern), Sierra de la Nieve ( Bourg.), Sierra de Andevalo (Colm.), entre Marbella y Estepona, Puerto de Martinez, Ronda y Gaucin (M. Laguna). Portugal ( Willk.): Serra de Monchique ( Willk.) Nombr. vulg. Cast. Vaquera, Aulaga vaquera (Clem.), Aulaga _ andaluza (M. Laguna). (5) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 293 U. Bourgeanus Webb, (/. ¢. 31. U. beticus Bourg. non Boiss. — Es mera variedad del U7. baticus Boiss. Hab. Espana en la Sierra de la Nieve de Andalucia (Bourg.). Flv jun (V/S.). U. scaber Kze. Webb, Ot. t. 32 f. A et B. Hab. Espaiia en Andalucia en el Puerto de Suteros cerca de Medina-Sidonia (Willk. Bourg.), entre ésta y Arcos (Willk.), Sierra Nevada (L. Seoane), é igualmente en el Coto de Onfana frente a Sanlicar de Barrameda (Herb. ant.). Fl. Febr. Mar- zo. (V. 8.) Var. 8 glabrescens Webb. Ulex nanus an var. conferta Ul. sca- bri Willk. in sched. Sierra de Palma hacia el Estrecho de Gi- braltar ( Willk.). Var. y parviflorus Webb. Ulex scaber Kze. Montes de Medina- Sidonia (Bourg.). Var. S congestus Wedd. U. ianthocladus Webb, 0/. ¢. 33.—No difiere rigorosa- mente del U. Welwitschianus Planch. Hab. Espaiia en Andalucia cerca de Chiclana en los pinares (Webb, Bourg. Lge.). Fl. Marz. (N. V.) Var. 8 calycotomoides Webb, Ot. t. 35, f. B. Ulex calycoto- moides Webb, olim. Montes de Malaga cerca de Carratraca (Webb). Fl. Jul. (N. VY.) U. Welwitschianus Planch. Wedd, Ol. t.34. Ulex aus- tralis Welw. non Clem. U. recurvatus, U. lusitanicus, et U. evi- cetorum Pourr. Genista-Spartium lusitanicum, brevissimis, cras- sioribus, tridentatis, incurvis aculeis munitwm Tourn. Inst. 646. Genista-Spartium aculeis cruciatis, incurvis , tenuioribus , flore minore Ant. Juss. herb. Genista-Spartium XIT Quer. Hab. Espana en Galicia (Quer) y Andalucia cerca de Chiclana en los pinares ( Bourg.), Portugal (Tourn. Salv.) en Alentejo y los Algarbes (Salv. Pourr.), cercanias de Lisboa (Ant. Juss.), Alentejo (Pourr. Webb) cerca de Setubal, entre Coina y Pal- meira (Webb), Santaren (Webb, J. Ball.) y Serra de Monchi- que (EK. da Veiga). Fl. Marz. (V. 8.) Nombr. vulg. Cast. Tojo (Quer). Port. Tojo (Gom. Beir.). Gall. Toxo (Quer). 294 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) U. Willkommii Webb. 07. ¢, 35.7. A.W. beticus Willk. in sched. et Boiss. pro parte. Hab. Espana en Andalucia cerca de Malaga en las inmedia- ciones del Monasterio de los Angeles ( Willk.). Fl. Nov. (N. Y.). Var. 8 Funkit Webb. Ulex Funkii Wedd, olim. Sierra de Te- jeda (Funk). Fl. Jun. (N. V.) 7 U. Jussizi Webb, Of. ¢. 36. Genista-Spartium lusitani- cum, majus et spinosius, spicato fore Tourn. Inst. 646. Genis- ta-Spartium IX Quer. Hab. Uspana en Galicia (Quer) y Portugal (Tourn. Ant. Juss. Salv.) en Alentejo y los Algarbes (Salv. Pourr.), y en la Serra de Cintra ( Webb, Guthnick). Fl. Febr. Abr. (N. V.) Nomobr. vulg. Cast. Tojo (Quer), Aulaga espigada (F. Nav.).. Gall. Toxo (Quer). . U. opistholepis Webb, O/. ¢. 36 A. Hab. Espana (Dur. J. Ball.), y Portugal (Loeffl. J. Ball.) en los montes de las provincias septentrionales y occidentales. FI. Jun. (N. V.) Asturias (Dur.): cercanias de Grado ( Dur.). Galicia (J. Ball.): inmediaciones de Vigo (J. Ball.). Portugal (Loeffl. J. Ball.): Oporto (Loeffl.), alrededores de Cintra (J. Ball.). Nombdr. vulg. Cast. Tojo (2). Astwr. Cadavas (Pastor). U. densus Welw. Webb, Ot. t. 37. Genista-Spartium lusitanicum , lanuginosum , aculeis ‘tridentatis., longioribus munitum Tourn. Inst. 645 ex Webb. Pa secet fab. Portugal (Tourn.) en las orillas del rio Mouro, é igual- mente entre Lisboa y Cintra ( Welw.). Fl. May. (V. S.) Nomobr. vulg. Cast. Aulaga lanuda (F. Nav.). Port. Tojo de | charneca (Webb). U. argenteus Welw. Webb, Ot. t, 38. f. A. Genista-- Spartium lusitanicum, aculeis tridentatis, brevioribus muni- tum Tourn. Inst. 646. | Hab. Portugal (Tourn.) en las inmediaciones de Moncara- paxo ( Welw.). Fl. May. ( V. 8.) / Nombr. vulg. Cast. Aulaga de tres puntas (F. Nav.) (7) Colmeiro. — GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 295 U. canescens Lge. Hab. Espana en Andalucia en el Cabo de Gata (Lge.). Fl. Dic. (N. V.) U. erinaceus Welw. Webb. Ot. t. 38, 7. B. Genista- Spartium lusitanicum, aculeis brevissimis, cestis munitum Tourn. Inst. 646. Ulex minimus et U. odoratissimus Pour. Hab. Portugal (Tourn.) en el Cabo de San Vicente y otras partes de los Algarbes (Salv. Pourr. Welw.). Fl. Junio. (V. S.). Nomobr. vulg. Cast. Aulaga azul (F. Nav.) Nepa. N. lurida Webb. (i. f. 21. Hab. Portugal entre Villanova de Milfontes y la Serra de Sao Domingo ( Welw.). Fl. Abr. (N. V.). N. Webbiana Coss. Webb, Ot. t. 22. Ulex Webbianus Coss. U. Boivint Willk. non Webb. Hab. Espafia en Andalucia cerca de Alcala de los Gazules (Bourg.) y en los pinares proximos al mar entre Lepe y Aya- monte ( Willk.) é igualmente en Portugal entre Faro y Albu- feira en los Algarbes ( Willk.). Fl. Abr. (N. V.) N. Cossoni Webb, 0/. ¢. 23. Ulex Boivini Bowrg. non Webb. ; Hab. Espanta en Andalucia cerca de Ronda en la Sierra de Grazalema (Bourg.). Fl. Jun. (N. V.) N. Boivini Webb, 01. ¢. 24. Ulex Boivint Webb, Jt. Hab. Espaiia en Andalucia_cerca de Ronda (Webb), Graza- lema (Bourg.), Algeciras (Colm., M. Laguna), Gaucin, Atajate (M. Laguna) é inmediaciones de Granada (L. Seoane). Fl. Oct: (V. V.) N. Vaillantii Webb, 0. ¢. 27. Genista-Spartium reticu- latum Vaill. herd. Hab. Portugal cerca de Villanova de Milfontes (Welw. Es- cayrac). Fl. Abr. (N. V.) 296 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) N. Escayracii Webb, 0. ¢. 28. Ulex Boivini Welw. et Willk. non Wedd. Hab. Portugal en los Algarbes cerca de Faro y en el Cabo de San Vicente (Welw. Escayrac). Fl. Abr. (N. V.) Stauracanthus. S. aphyllus Link. Wedd, Ot. t. 18. Scorpio-Genista 2, lu- sitana, Toujo mollar Grisl. Genista-Spartium lusitanicum - aliud, aculeis horridum Salvo. herb. Ulex brachiatus , panicula- tus et minor Pourr. Tojo molar ex Pourr. Genista-Spartium lu- sitanicum, minus, spicato flore Tourn. Inst. 646, ex Webb in- caute (1). Genista-Spartium X Quer. Ulex genisloides Brot. Hab. Espatia (Quer, Clem.) y Portugal (Grisl. Tourn. Salv. Pourr. Brouss.) en los montes de las provincias occidentales. Fl. Febr. Marz. (V. V.). Galicia (Quer). Andalucia (Clem. Duf.): Sanlicar de Barrameda (Clem. Bourg.), Algeciras, Isla de Leon (Clem.), cercanias de Cadiz (Duf. Heens.), Chiclana (Bourg.). Portugal (Grisl. Salv. Pourr. Brouss. Gom. Beir.): pinar de Leiria y de Caparica hasta Setubal, y otras partes de Alentejo (Brot.), cercanias de Lisboa al otro lado del Tajo, inmediaciones de Olhas-Vedras, y desde Moita hasta Setubal (Webb), Pago de San Antonio (Guthnick), cerros de Lisboa (Hochstetter ), alre- ' dedores de Coina y Val de Zebro ( Welw.), cercanias de Faro en los Algarbes ( Willk.). Nomb. vuly. Cast. Tojo (Quer), Aulaga acopada (F. Nav.). Port. Toujo mollar (Grisl.), Tojo molar (Pourr.), Tojo manso (Welw.), Tojo arnal (Andrada). S. spartioides Webb, 0/. ¢. 19. Ulex genistoides Clem. et Bourg. non Brot. Genista-Spartiwm lusitanicum , densissimis aculeis horridum, glomerato flore Tourn. Inst. 646. Scorpius 2 lusitanus Grisl. Vaill. herb. Genista-Spartium XI snes. Ulex horridus Pourr. (1) Vide Genista triaeanthos Brot. (9) Colmeiro. -- GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 297 Hab. Espana en Galicia (Quer), Andalucia cerca de Sanliicar de Barrameda (Clem. Bourg. Colm.), y Algeciras (Clem. Webb), pinares de Chiclana (Bourg. Colm.), inmediaciones de San Ro- que (Reut.), Vejer (M. Laguna) y Portugal (Tourn. Salv.). Fl. Abr. May. (V. V.) Var. 8s Willkommi Webb. Ulex genistoides Willk. Enum. non Brot. Scorpius secundus, lusitanus Grisl. Vaill. herb. ex Webb. Portugal en los Algarbes cerca de Faro ( Willk.). Fl. Febr. (N. V.). Nombr. vulg. Cast. Puerco-espin (F. Nav.), Tojo (Quer), Gall. Toxo (Quer). S. spectabilis Webb, O?. ¢. 20. Ulex spectabilis Webb, olim. Hab. Portugal entre Sinés y Villanova de Milfontes en los Al- garbes (Welw.). Fl. Abr.? (N. V.) Erinacea. E. pungens Boiss. Anthyllis Frinacea L. Andy. Bot. Rep. \. ¢. 15. Sims. Bot. Mag. t. 676. Hrinacea Clus. Hisp. 214, et Hist. 107, f. 2. Frinacea hispanica Clusit Park. Erinacea I Quer. Hab. Espaiia (Clus. Cienf. Salv. Loeffi.), en los montes de las provincias orientales, centrales, occidentales y meridionales, hallandose en estas a la altura de 4500-7000’ (Boiss.), algo mas abajo (Willk.) y mas arriba (Clem.), é igualmente en las provin- cias orientales a la de 3000-4000’ ( Willk.). Fl. Abr. Ag. (V. V.) Cataluia (Salv. Pourr.): Organya (Salv.), prados de Oliana (Pourr. Lge.), Nuestra Sefiora del Tau, cerca de Figueras (Texi- dor), La Mola, montes de Prades, Las Garrigas (Gom.), Mon- sech (Costa), Pirineos orientales (Benth.), monte de Poblet (M. Laguna). Aragon (Asso, Palau): Moncayo, Calcena, Montalban, Alia- ga, monte Guara (Asso), Villarluengo (Xarne), San Just, Palo- mita, Javalambre (J. Vilan.), Montalban, Palomita (Pardo, Loscos.) Galicia (Quer, Palau): pefascos de los Codos de Lorouco (Quer). 298 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) Castilla la Vieja (Cienf.): Medinaceli (Cienf.), sierra de Yerga y La Varga en Logrofio (M. Laguna). Castilla la Nueva (Cienf. Velez, Loeffl., Quer, Palau): cer- canias de Madrid (Cienf.), Consuegra (Loeffi.), Serrania de Cuen- ca (Velez ex Loeffl. Quer, Palau, Amor, M. Laguna), desierto del Cambron é inmediaciones de los pozos de la nieve de los Je- rodnimos de Guadalupe (Quer, Palau), Utiel (Bowles, Talbot), Ponton de la Oliva (Cut.), Guadalajara (M. Laguna). Valencia (Clus. Salv. Quer, Palau): cercanias de Sieteaguas (Clus. ); monte Carrasqueta y otros proximos 4 Mariola (Barnad. hijo), cima del monte Mariola é inmediaciones de la del monte de Ayora, Aitana, monte Caroche y los de Portaceli, entre Zu- caina y Cortes, Valldigna (Cav.), Alcublas, Ares, Castellfort, Zorita, llano de Santa Agueda sobre Vallibona, el de la Nevera | sobre Portaceli, Mola de Todolella, y otras partes préximas & Morella (F. Gil.’, Titaguas (Clem.), Portaceli (Duf.), montes de Alicante (Webb), entre Barracas y el valle del rio Palencia, Sierra de Chiva en la Casoleta y cerro La Grana, llanura de la Carras- quilla (Willk.), Chodos, Villafranca, Pefiagolosa (J. Vilanova). Murcia (Lag.): Albacete (Lag.), Sierra de Segura (Bourg.). Andalucia (F. Nav. Clem. Webb, Boiss): Sevilla? (F. Nav.), Grazalema, cerro de San Cristébal entre Ronda y Tolox, Sierra de Tolox, Sierra de Lujar, cumbre de la Sierra Bermeja, Sierra de Maria, La Sagra, Puerto blanco de Sierra Nevada (Clem.), - Sierra Nevada (Clem. Lag. Boiss.), Sierra de la Nieve (Heens. Boiss. Bourg.), cerro de San Cristébal, Sierra Bermeja (Heens. Boiss.), Sierra de Tejeda, montes cercanos de Alfacar, Antequera (Rambur, Boiss.), Sierra de Gador (Boiss.), montes de Jaen (Blanco), Lanjaron (Medina), Sierra de Bacares (Isern), Ronda, Sierra de Estepona, Sierra de la Nieve, Dornajo en la Sierra Nevada (M. Laguna). Fatremadura (Quer, Palau). Nomor. vulg. Cast. Erizo (Clus. Quer, Palau): Cambron (Cient. Clem.), Erizo de flores azules (Bowles), Tollaga, Toyaga en Ara- gon (Asso), Erizada, Retama azul (F. Nav.), Aulaga merina (Clem.), Ulaga marina, Matacabras ex Zogrofo (M. Laguna), Piorno azul en Sierra de Tejeda (Boiss.), Piorno negro en Sierra de Gador (Boiss.), Piorno de flor azul (Medina). Cata/. Cuxins de sefiora (Texid.), Cuxins de monja (M. Laguna). Val. Erisé (Cav.), Arisé (F. Gil), Cadira de pastor (M. Laguna). (11) Colmeiro. —-GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 299 2 Spartium. S. junceum L. Bot. Mag. ¢. 85. Duham. Arb. ed. nov. 2, 1. 22. Spartium Dioscoridis, Genista Plinii Clus. Genista hor- tensis Castan. Spartium Dioscorideum, narbonense, et hispani- cum Lob. ic. Spartium hispanicum 1, 2 et 3 Tab. Genista hispa- nica Ger. Pseudospartum hispanicum Ger. Spartium hispanicum Besl. Spartium hispanicum, frutex vulgare Park. Genista hor- tensis, major, adorata, Giesta Grisl. Genista hispanica, floribus luteis, amplis, seminibus Lenti similibus Herm. Hort. Lugd. Bat. Genista hispanica, pumila, odoratissima Tourn. Inst. 6422 Genista hortensis, major, lusitana Boerh. Ind. alt. Genista his- panica, virgultis longioribus, tenwioribus et sulcatis Boerh. Ind. alt. Genista hispanica Raj. Genista I Quer. Genista juncea Lam. G. odorata Moench. G. odoratissima Pourr. in Salv. herb. Hab. Espafia ‘Herr. Lagun. Herm. Salv.) y Portugal (Grisl. Vand. Boerh.) en terrenos montuosos de las provincias orienta- les, centrales y meridionales, llegando 4 la altura de 3500’ (Boiss.). Fl. Abr. Jun. (V. V.) ‘ Cataluia (Salv. Quer, Palau); Monserrat (EH. Bout.), Monjuich (Colm.), Mataré (Salvaia), litoral é interior hasta mas alla de Berga, Olot (Costa). Aragon (Asso, Palau, Echeand.): entre Villafranca de Ebro y Bujaraloz (Asso), la carretera pasado el rio Gallego (Echeandia), cercanias de Teruel (Bowles), Tarazona (Jubera), cabezo de San Cristébal de Calaceite (Loscos), Segura (Hergueta). Leon (Lge.): Villafranca del Vierzo (Lge.). Castilla la Vieja (¥. Nav. Molina, eee Valsain (F. Nav.), Rioseco (Molina). Castilla la Nueva (G. Ort. Palau): Trillo (G. Ort.), Alcarria, Aranjuez, Toledo (Exp. Agr.) Valencia (Quer, Palau): montes de Pefiagolosa, desierto de las Palmas, Cervera de Valencia (Cav.), Chodos, Villafranca del Cidg(J. Vilan.). Murcia (Quer, Palau). Andalucia (Loeffi. Sarm. Quer, Palau): Bailén, Andujar (Loeffi.), Sierra Morena (Sarm.), Gibraltar (Talbot, Kel.), Malaga (G. de la Lena, Clem. Prol. Boiss. Willk.), Banos de Jaen, Ba- 300 ANALES DE HISTORIA NATURAL. “an (2) hos de Graena en Guadix, Fuente de la Aliseda (Ayuda), Jaen (Lag. Blanco), entre Martos y Alcaudete, Sierra de Maria, cor- tijo de Guenes en Sierra Nevada, Sierra de Lujar, inmediaciones de Granada, alrededores de Castril, Tolox, entre Cartama y Alora, cercanias del convento de las Nieves (Clem.), Lanjaron (Medina), Montilla (Exp. Agr.), Sevilla, Sanlucar de Barra- meda (Colm.), Guejar en Sierra Nevada (Lee.), Alfacar, Almu- necar, orillas del Dilar, Velez-Malaga, Alora, Sierra de Cordoba (M. Laguna). Extremadura (Loeffi): Alconchel (F. M. Villalobos), Alange ( Villaesc.). - Portugal (Grisl. Vand. Boerh.): Oporto (Loeffi.), Coimbra (D. Bapt. Brot.) y otras partes en Beira y Extremadura (Brot.). Baleares: Mallorca (Serra, Barcelé), Menorca (Ramis, Oleo). Nombr. vulg. Cast. Piorno de flor amarilla olorosa (Herr.), Ginesta con flores olorosas (Laguna), Esparto (Jarava), Retama, Hiniesta (Palm.), Ginesta, Hiniesta, Retama (Cienf.), Gayomba (Cienf. Sarm. Clem.), Ginesta 6 Retama de los jardines u hor- tense (Cienf.), Genesta, Giesta, Giestera (S. de Rib.), Gayomba granadina olorosa, Retama verde, Retama macho, Hierba de San Blas (F. Nav.), Hiniesta, Retama de olor, Retama macho (Quer, Palau), Retama comun (Palau), Retrama (Molina), Retama fina olorosa (Sarm.), Gayumba, Retama de flor (G. de la Lefia, Cav.), Escoba (F. M. Villal.), Gayombo (Clem. Arias), Gallomba (Prol.). Port. Giesta (Vigier, Mont. Vand. Brot.), Genestella (Vigier), Giesta ordinaria, Giesteira dos jardins (Brot.). Gall. Retrama fina (Sobreira). Catal. Ginesta (Palm.). Val. Retrama 6 Retama de flor grand (Cav.). Balear. Ginestra (Serra, Barcel6), Genista (Ramis). Vasc. Gayombat (Larram.). CGalycotome. C. spinosa Link. Spartium spinosum L. Lob. ic. 2, t. 95. Cylisus spinosus Lam. Acacia altera Lagun. Hab. Espana (Cienf. Salv. Osbeck, Loeffi.) en los montes de las provincias septentrionales, centrales, orientales y meridiona- les. Fl. Abr. Jun. (V. V.). Cataluna (Salv. Palau, E. Bout. Webb.): Monserrat (E. Bout. -Pourr.), Monjuich y cercantas de Barcelona (Colm.), Arbucias, (13) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 301 _Tagamanent, todo el Vallés (Costa), Vallvidrera, Tibidabo, % Montalegre, Castell de Fels, San.Llorens del Munt (M. Laguna). Aragon (Bowles, Asso, Palau): Carifiena (Bowles), montes de Guara, Gratal hacia el pantano de Huesca (Asso), 1 Poyo, Calanda (J. Vilan.). Navarra (Bowles ): entre Pamplona y Zubiri (Bowles). Prov. Vascongadas (Bowles): cercanias de Vitoria (Bowles ). Castilla la Nueva (Loeffi.): cerros de Gutarron (Loeffi.). Valencia (Cav.): cerros de Mogente, Toral de Fontanar, monte de Aitana, Valldigna, Vistabella (Cav.), Oropesa (Amo). Murcia (Lag.). Andalucia (Osbeck, Kel.): Puerto de Santa Maria (Osbeck), Gibraltar (Kel.), cercanias de Malaga en el cerro de San An- ton (Lge.). Baleares (Camb.): Mallorca (Bourg.), Menorca (Ramis, Oleo, JetJRodr.). Nomor. vulg. Cast. Retama espinosa (Bowl.), Argoma, Aliaga 6 Aulaga espinosa (Palau), Erizo en Aragon (Asso). Catal. Ar- gelaga (Bassag. Costa). Val. Argilaga (Roig), Cambrona (Cav.). Bal, Argelaguera (Ramis), Argelaga (J. J. Rodr.). Vasc. Otea u Otaca (Bowles). C. villosa Link. Spartium villosum Vahl. Sibth. Flor. grec. t. 633. S. lanigerum Desf. S. spinoswum Brot. ex DC. non Linn. Aspalathus mucronatus Clem. non Linn. Cytisus lanige- rus DC. Hab. Kspana, en Murcia, cerca de Cartagena (M. Laguna), Andalucia (Clem. Brouss. Webb) 4 laaltura de 500-1000’ (Boiss.) en el campo de Gibraltar (Clem. Brouss. Kel.), Algeciras (Clem. Colm.), Isla de Leon, Conil, Juscar, Alcala de los Gazules (Clem.), entre Nerja y Velez, é igualmente entre Malaga y Alhaurin (Boiss.), cercanias de Chiclana (Colm. Willk.), inmedia- ciones de Algeciras, San Roque, Veger ( Willk.), entre Marbella y Estepona, Velez Malaga, Gaucin (M. Laguna), y Portugal (Vand.), en las cercanias de Ebora, Alvito y otras partes en Alentejo (Brot.),é Islas Baleares en Menorca (Hern. Camb. Oleo, J. J. Rodr.). Fl. Abr. Mayo (V. V.). Nomobr. vulg. Cast. Erguen (Clem. Boiss.). Erguenes (M. La- guna). Port. Aspalatho spinhoso ( Brot.). Balear. Argelaga, Ar- guelaguera (J. J. Rodr.). 302 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14): Sarothamnus. S. vulgaris Wimm. 8S. scoparius Koch. Genista sylves- tris vulgaris Grisl. Cytiso-Genista I Quer. Spartium scoparium L. Hngl. bot. t. 1339. Genista scoparia Lam. Ill. t. 619. non Vill. Duham. Arb. I. t. 84. Cytisus scoparius Link. , Hab. Yspana (Cienf. Salv. Sarm. Quer, Palau) y Portugal (Grisl. Salv.)en los montes de muchas provincias, hallandose en las meridionales 4 la altura de 5000’ (Boiss.). Fl. May. Jul. (V. V.). Cataluia (Salv. Villiers): Monseny (Salv.), valle de Aran (Vi- lliers), Monserrat (E. Bout.), Blanes, Tordera (Costa), Arbucias, Viladrau, Berga, Olot (M. Laguna). Saaaon (Asso, Villiers): Moncayo, Caspe (Asso), ricotta de Benasque y Castanesa (Villiers), Tarazona (Jubera), cercanias de Aranda del Conde (Calavia). Navarra ( Willk.): cercanias de Olave (Willk.). Prov. Vascongadas (Kguia): Bilbao (Lge.). Santander (Salcedo): valle de Toranzo (R. de Salaz). _ Asturias (Dur.): valle de Naviego en la region subal- pina (Dur.). : . Galicia (Sarm. Pourr. Colm. Plan.): Lugo (Pourr.), Rubianes (Colm.), inmediaciones de la Corufia (Ingen. de Mont.), Tuy (R. Bust.), Piedrafita (Lge.), Ferrol (L. Seoane), Orense (M. La- guna). . Leon (Pourr.): San Pedro de Montes (Pourr.), montafias de Leon (Lge.), Bejar (Tellez). Castilla la Vieja (Quer, Palau): valle de Mena (Salcedo), Logrono (Zubia, M. Laguna), Valle de Tietar, Sierra de Pie- drahita (M. Laguna), Sierra de Gredos (Bourg.). Castilla la Nueva (Quer,.Palau): tierra de Toledo, Mancha (Quer, Palau), Chamartin, Casa de Campo cerca de Madrid (Lag.), Pardo (Colm.), Ciudad-Real (iixp. Agr.), Puerta de Hierro cerca de Madrid (Cut. Amo), Escorial, Villaviciosa, Gua- darrama, Pefnalara, Cardoso (Cut.), Escorial en Cuelgamu- ros (Lge.). Valencia (Cav.?). Murcia (Bourg): Riopar (Bourg. ). Andalucia (Quer, Palau ): entre Granada y Guejar de la Sier- (15) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 303 ra, Sagra de Huescar, cumbre de la Sierra de Maria, Sierra Bermeja (Clem.), Sierra Nevada en la Dehesa de San Jeronimo (Boiss.), montes de Jaen (Blanco), Almeria (Isern), Sierra de Alfacar, Pedroso de la Sierra (M. Laguna). Extremadura (Quer, Palau): Alange ( Villaesc.), Guadalupe (Exp. Agr.), Membrio (Guijo), Puerto de Miravete (Bourg..), valle.de Jerte, Sierra del Piornal (M. Laguna). Portugal (Grisl. Salv. Brot.): Algarbes entre Lagos y Villa- nova (Salvador), Valencia:( Texid.). Baleares : Mallorca (Serra). Nombr. vulg. Cast. Inhiesta (Jarava), Cabestro. de Oro, Gi- nesta 6 Retama silvestre, Ginesta angulosa (Cienf.), Hiniesta 6 Retama de escobas (Quer, Palau), Hiniesta escobar, Retama_ negra (Clem.), Retama 6 Escoba negrera en Liébana (Exp. Agr.), Escoba negra, Escoba, Hiniesta blanca en Granada (M. Laguna). Port. Giesta (Mont. Brot.), Giesteira menor (Brot.), Gall. Xesta 6 Gesta, Gesteira, Gesta brava, Gesta negral 6 ne- era (Sarm. Sobreira), Gesta molar (Sarm.), Gesta mansa (Sarm. | Sobreira), Escoba de Galicia (Sarm.), Piorno, Retrama (So- breira). Catal. Ginesta de escombras (Bassag’.), Ginestrell (Costa), Goédua ez Olot (Costa), Moduga, Ginesta borda.(Texid.). Vase. Isatsa, Erratza ( Larram.). S. parviflorus Willk. et Cut. fab. Espaiia, en Castilla la Vieja, en la Sierra de (nedie (Cut. Isern). Fl. Ag. (N. V.): S. oxyphyllus Boiss. Hab. Portugal en.los Algarbes cerca de Monchique (Bourg.). BISSUNe V3). : ® S. Bourgezei Boiss. Hab. Portugal en los Algarbes cerca de Moudniquel Fl.. (N. V.). S. grandiflorus Webb. 0. ¢. 39. S. virgatus Webb. It. S. affinis Boiss. Voy. t. 40 f. a. Genista sylvestris, repens, amplo flore , lusitanica Grisl. Cytiso-Genista lusilanica, magno fiore, _ siliquis tomentosis Tourn. Inst. 694. Cyliso-Genista lusitanica, Soliis Myrti, siliquis tomentosis Tourn. Inst. 649. Genista lusi- 304 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) tanica, magno flore aureo, foliis Myrti plurivus ab eoden exortu Tourn. herb. ex Boiss Cytisus lusitanicus, foliis exiguis, magno flore, siliquis latis et tomentosis Tourn. Inst. 648. Cytisus IIL el IV Quer. Cytisus myrtifolius Pourr. C. grandifiorus DC. Spartium grandiforum Brot. Hab. Espana (Quer) y Portugal (Grisl. Tourn. Salv.) en Jos montes de las provincias occidentales y meridionales, llegando en estas 4 la altura de 2500’ (Boiss.). Fl. May.. Junio. (V. V.) Castilla la Vieja (Quer): garganta de un monte del lugar de Candeleda (Quer). Murcia (Cav.?). Andalucia (Née, Boiss. Webb): campo de Gibraltar (Née, Kel. Ramb.), cercanias de Marbella, Estepona y Ronda (Boiss.), Es- tepa (Heens), Granada (Duf.), entre Competa y Frigiliana en la falda de la Sierra de Tejeda, entre Alosaina y Yunquera, cerca- nias de Ayamonte (Willk.), Malaga (Ingen. de Mont.), Puerto de Santa Maria y pinares de Sanlucar de Barrameda (Colm. Bourg.), Villamanrique, Sierra Nevada en la Cartujuela (Colm.), Despe- haperros y la Carolina (Lge.), Sierra de Bacares (Isern), Car- taya (M. Laguna). Laztremadura (Quer): montes de Guadalupe, Sierra Morena hacia Portugal (Quer). Portugal (Grisl. Tourn. Salv.): Algarbes (Juss. herb. Pourr. Welw. Willk.), cercanias de Coimbra y otras partes en Beira y parte septentrional, raramente en Extremadura (Brot. Gom. Beirao), Villanova de Milfontes ( Willk.). Nomb. vulg. Cast. Retama ancha, Retama portuguesa (F. Nav.), Escobon (Boiss. Webb). S. cantabricus Willk. Hab. Espana en las Prov. Vasgongadas, cerca de Irun, Oyar- zun, Tolosa y otras partes en Guiplizcoa, é igualmente en las inmediaciones de Galindo y otras partes en las Encartaciones, llegando a la altura de 2000’ (Willk.), asi como en Vizcaya cerca de Bilbao (Lge. ), Alava en Manurga y Murua (M. Laguna) y tambien en Santander (M. Laguna) y Asturias (Bourg.). Fl., . Abr., May. (V.S8.). Nomodr. vulg. Cast. Retama vizcaina (?), Piorno asturiano? (Sarm.), Retama negral (M. Laguna). Vasc. Isatsa, Hrratza (Larram.). (17) Colmeiro. — GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 305 S. patens Webb. Boiss. Voy. t. 40 f. 6. Cytisus lusitani- cus Medice folio, floribus in foliorum alis Tourn. Inst. 648. Spartium patens L. Brot. non Cav. Cytisus patens L. OC. pendu- linus L. fil. C.medicaginifolius Pourr. et Spartium lasiocarpum Pourr. Hab. Espana (Palau) y Portugal (Tourn. Salv. Vand. Palau, Lam.) en los montes de las provincias occidentales. Fl. May. Jul. (V.S.). Andalucia (Palau): Huelva (M. Laguna). Eautremadura (Palau)s Portugal (Tourn. Salv. Vand. Palau, Lam. D. Bapt. Brot. Hochst.): Coimbra (D. Bapt.), Beira y parte septentrional, cer- canias de Coimbra hacia el Mondego (Brot.), Serra de Cintra (Webb). Nomobr. vulg. Cast. Rubiana portuguesa (F. Nav.), Escobon (M. Laguna). Port. Aspalatho do reyno (Brot.). S. Welwitschii Boiss. et Reut. S. patens Welw. non Webb. Cytisus patens Plan. non Linn. Hab. Espaiia (Boiss. Reut. Colm. Lge.) y Portugal (Welw.) en los montes de las provincias occidentales y meridionales. Fl. May. Julio (V. V.). Galicia (Colm. Plan. Lge.): Santiago , San Clemente de Cesar (Colm.), Pontevedra éinmediaciones de la Coruna (Ing. de Mont.), Ferrol (L. Seoane), Corufia, Santiago, Lugo, Puerto de Pie- drafita (Lge.). , Leon { Lge.): Ruitelan (Lge.). — Andalucia (Boiss. Reut.): Algeciras (Boiss. Reut.), Sierra de Tarifa (M. Laguna). | Portugal (Welw.): Extremadura al otro lado del Tajo (Welw.). Nomobr. vulg. Cast. Retama, Escobon morisco (M. Laguna.). Gall. Xesta 6 Gesta, Gesteira (Plan.), Gesta branca (Sobreira). S. eriocarpus Boiss. et Reut. Hab. Espaiia (Lag. Boiss.) en los montes de las provincias centrales y meridionales, y quiza én alguna de las septentrio- nales. Fl. Jun. Jul. (V. V.). | Castilla la Vieja (Reut.): Avila cerca de Hoyoquesero (Reut.), Puerto del Pico cerca del nacimiento del Alberche, entre el Puerto del Pico, y el origen del Tormes (Ing. de Mont. ), valle de Tietar . ANALES DE HIST. NAT.—t. 20 306 ; ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) (M. Laguna), Sierra de Gredos en el Puerto del Pico ( Bourg.) Castilla la Nueva (Reut.): Sierra de Toledo arriba de San Pablo de los Montes (Reut.), Navacerrada (Ing. de Mont.), Pon- ton de la Oliva (Cut.). | Andalucia (Colm.): Sierra Morena (Colm., M. Laguna), Sierra de Cordoba, Almonaster , Pedroso de la Sierra (M. Laguna). Extremadura (Lag..): Baios de Montemayor (Lag.), Sierra de Caceres, Sierra del Piornal, Puerto de Miravete (M. Laguna). Nomor. vulg. Cast. Kscoba (M. Laguna). S. purgans Godr. et Gren. Spartium purgans L. Asso Syn. t. 10, 7. 20. Genista purgans DC. Bull. Herd. t. 115. Hab. Yspafia (Cienf. Salv. Sarm. Asso) en los Pirineos y otros montes elevados de las provincias septentrionales y centrales a la altura de 5000’ ( Willk.), 4000-5000’ (Lge.), y en los de las meridionales 4 la de 3300-10650’ (Clem.}. Fl. Jun’ Ag. (V. V.). Catalufia (Salv. Pourr.): montes de Nuria é inmediaciones de - Pardines (Salv.), Salt del Sastre (Texid.), Monseny (M. Laguna). Aragon (Cienf. Asso, Palau): Moncayo (Cienf. Calavia), entre Moncayo y Anon (Asso). Santander (Salcedo): montahas de Santander (Salcedo ). Galicia (Sarm.): montes de Zea (Ruiz ex Plan.), Lugo hacia Meira (M. Laguna). Leon ( Tellez ): Bejar (Tellez). Castilla la Vieja (Palau, Salcedo, Zubia): Cilleruelo (Sal- cedo), Puerto del Pico, Sierra de Piedrahita (M. Laguna). Castilla la Nueva (Palau, Barnad): el Paular(Pourr.), Man- cha, Mota del Cuervo (Barnad. Cav.), Escorial (Pourr.), Sierra de Miraflores (Lag. Reut.), Guadarrama (Duf. Rodr. Colm. Willk.), Puerto de la Marcuera (Colm.), entre el Escorial y el Puerto de Navacerrada (Lge.), Chozas (Cut.), Navarredonda (Bourg.). Andalucia (Clem.): Sierra Nevada, Sierra de Maria, hasta la cumbre, La Sagra (Clem.). Extremadura (M. Laguna): Sierra del Piornal (M. Laguna), Sierra de Majareina ( Bourg.). Nombr. vulg. Cast. Ginesta 6 Retama angulosa y vainillas ve- llosas (Cienf.), Retamon (Asso, Palau), Piorno (Palau, Clem.), Piorno gallego, Piorna, Piorno (Sarm.), Calabon, Piorno ser- rano, Calabon serrano (M. Laguna). (19) Colmeiro.—GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 307 S. malacitanus Boiss. Voy. 1. 40 a./. a. Hab. Espana en Andalucia cerca de Malaga en el cerro de San Anton y en la Sierra de Mijas a4 la altura de 500-3000’ (Boiss.), 6 igualmente en Cartama y Coin (M. Laguna). Fl. May. (V. 8.) S. bzeticus Webb, 0/. ¢. 40. Boiss. Voy. t. 40 a. f. 0. S. beticus, galitanus et arboreus Boiss. Cytisus beticus Steud. C. arboreus DC. Salem. Spartium arboreum Desf. Fl. Atl. 2. rah heirs Hab. Espania en Andalucia, hallandose 4 la altura de 2000-3000’ ( Boiss.) en las inmediaciones de Estepona (Heens.), Chiclana (Picard, Monnard, Willk.), occidente de Gibraltar (Ramb. Kel.), Alcala de los Gazules (Webb, Bourg.), Ronda y Atajate (Boiss.), Puerto Real (Colm. Bourg), Sanlicar de Bar- rameda, Chiclana, Algeciras (Colm.), Albaida cerca de Cordoba (Colm. Lge.), Ronda, Coin, Algeciras, Sierra de Cordoba (M. Laguna). Fl. Febr. Marz. (V. V.) Nomd. vulg. Cast. Escobon (M. Laguna). S. catalaunicus Webb. Hab. Espafia en Catalufia cerca de Barcelona en los matorra- les de Montalegre (Webb), Recasens (Bourg.), Mataré (Colm.), Badalona, Santa Coloma, Horta, San Gerdnimo, Vallvidrera hasta Santa Creu (Costa) y hacia Moncada (Bassag.), Argen- tona, Cabrils (M. Laguna). Fl. Febr. Abr. (V. V.) Genista. G. clavata Poir. Spartiwm sericeum Vent. Hort. Cels. t.17, non Att. Hab. Espana en Andalucia (Schousb.) Fl... (N. V.) G. candicans. L. (Garin. Fruct. t. 151. Watson, Dendr. I. t. 80. Cytisus IIT Quer. Genista canariensis G. Ort. Bory, non Linn. Cytisus candicans Lam. C. cinerascens , C. emarginatus et C. monspelieusis Powrr. Hab. Espana (Quer, Talbot, Cav. Pourr. Webb) y Portugal (Tourn. herb. ex Boiss.) en los montes de las provincias orienta- 308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) les, centrales y meridionales a la altura de 3000-3500’ ( Boiss.). BL, Abr. Jun. « VeVi.) Cataluia(Pourr., Colm.): Montagut (Pourr.), montes Tibidabo y de San Gerénimo cerca de Barcelona (Colm.), Montalegre, Solins, San Cugat del Vallés (M. Laguna). Santander (G. Camal.): Reinosa (G. Camal.). Castilla la Vieja (Quer ): montes de Avila (Quer ). Castilla la Nueva (Quer): Bustarviejo, Miraflores de la Sierra, Torrelaguna (Quer), Alcala? ( Pourr.). Andalucia (Talbot, Née): Gibraltar (Talbot, Kel.), Algeciras (Née, Colm.), entre Estepona é Igualeja, cercanias de Ronda (Boiss.), entre Vejer y Algeciras ( Willk.), Ojen, Malaga, Gau- cin (M. Laguna). Extremadura (Lag.): Bafios de Montemayor (Lag.). Var. 8 Colmeiroi Willk. Cataluna en el monte Tibidabo cerca de Barcelona (Willk. Colm.). Nombr. vulg. Cast. Escobones ( Willk.). Catal. Ginesta ( Bassag.). G. eriocarpa Kze. Hab. Espana en Andalucia cerca de Algeciras y en la parte inferior de la Sierra de Palma ( Willk.), Vejer (M. Laguna). FI. Marz. Abr. (N. V.) G. linifolia L. Bot. Wag. t. 442. Genista tinctoria, hispa- nica Clus. Genista hirsuta, hispanica, candicantibus ac mollio- ribus foliis Ded. Genista infectoria, hispanica Tab. ic. Genista tinctoria, hispanica Park. Genistella tinctoria, hispanica C. Bauh. Spartium linifolium Desf. Fl. atl. 2. t. 181. Cytisus lint- JSolius Lam. Hab. Espana (Clus. Cienf. Salv. F. Nav. Alstroem.) y Portu- gal (Link) en los montes de las provincias orientales y meridio- nales, llegando a la altura de 3000’ (Clem.), 6 2500’ ( Willk.). Fl. Marz. Jun. (V. V.) Cataluia (Salv.): montes del Grau cerca de Olot (Salv. Pourr.) é igualmente en los montes de la costa de Gerona (Texid.). Castilla la Nueva (¥. Nav.) Murcia (Clus. Cienf. F. Nav.). Andalucia (Dod. F. Nav. Alstroem.): cercanias de Gibraltar (Dod. Talbot, Née, Brouss. Webb, Boiss. Kel.), Algeciras (Née), (21) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 309 Puerto de Santa Maria (Gutierr.), Alcala de los Gazules (Cabr.). Conil, Tarifa, Ubrique, Pedrosa (Clem.), inmediaciones de Ca- diz (Lag.), entre Medina-Sidonia y Gibraltar (Webb), Sierra Bermeja (Heens. Boiss.), Alcala de los Gazules (Bourg’.), Sierra de Palma entre Vejer y Algeciras ( Willk. Colm.), Pedroso, Barbate, Gimena (M. Laguna). Portugal ( Link). Nombr. vulg. Cast. Escoba (Clus.), Flor de tenir que se cria en Espana (Cienf.), Retama fina, Hierba de tefiir (F. Nav.), Es- cobon (Clem.). G.umbellata Poir. Spartium umbellatum Desf. Fl. atl. 2. t. 179. S. capitatum Barn. fil. non Cav. Cytisus Dorycnium Pourr. Hab. Kspana en Murcia en el Cabezo de San Anton cerca de Cartagena (Barnad. hijo), inmediaciones de Hellin en la Sierra de Cabras, cercanias de Cartagena ( Bourg.) y Lorca (Canovas), é igualmente en Andalucia alrededor de Almeria (Lge.). FI. Abr. May. (V. 8.) Var 8 microsepala Willk. Murcia en la Sierra de la Culebrina cerca de Lorca (Guirao, Willk.). G. equisetiformis Spach. G. uwmbellata Clem. Webb. Boiss. non Poir. Spartium hispanicum, Lquiseti facie Tourn. ex Spach. Hab. Espana (Tourn. Salv. Clem. G. de la Lena, Heens.) en los montes y terrenos incultos de las provincias meridionales y mediterraneas, llegando a la altura de 1500’ (Boiss.) y mucho mas arriba (Clem.). Fl. Abr. Jun. (V. 8.) Andalucia (G. de la Lena, Clem. Heens. Ramb. Webb, Boiss.): Malaga (G. de la Lefia, Clem. Prol. Colm. Bourg.), Tolox, Sierra de Lujar, Cabo de Gata, Turon, Guadix, entre Gergal y Finana (Clem.), Carratraca (Heens.), Cadiz (Duf.), cercanias de Fuen- girola y toda la vega de Malaga ( Willk), Lanjaron (Medina), Malaga, camino de Granada (Lge.), Alora, Puerto de Martinez (M. Laguna), Serrania de Ronda ( Bourg.). Nombr. vulg. Cast. Bolina(G. de la Lena, Clem. Prol. Heens.), Bollina ( Lge.). 310 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) G. radiata Scop. Genista IZ Quer. Spartium radiatum L. Mill. ic. ¢. 249, f. 1. Bot. Mag. t. 2260. Hab. Espafia en Aragon al pié del Moncayo (Quer, Palau), Navarra cerca de Pamplona (F. Salas, P. Gil.), Castilla la Vieja cerca de Arnedillo (Quer), Murcia entre Almazarron y Fuente- alamo (Salv. Pourr.), y Andalucia cerca del Puerto de Santa Maria (Gutierr.). Fl. May. Jun. (V. C.)—Necesitan comproba- cion las anteriores indicaciones. G. Barnadesii Graells. Ramill. t. ZT. Sparliium radia- tum Barn. non Linn. Cytisus erinaceus Pourr. Genista radiata Auct. plur.—Es posible que la anteriormente designada como G. radiata Scop. sea la G. Barnadesii Graelis, por lo ménos en parte. fab. Espana en Galicia en Pefagache (Pourr.), Leon cerca de Armesende (Pourr.) y en la Pena de Francia (M. Laguna), Castilla la Vieja en los montes de Avila, Puerto del Pico, Sierra de Gredos, Sierra del Barco, a la altura de 6000’ (Graells), Gar- ganta arriba de Bohoyo y Barco de Avila (Bourg.), Extrema- dura en la Sierra de Guadalupe cerca del Pozo de la Nieve (Barnad.), y Portugal (Pourr. Link). Fl. Jun. Jul. (V. S.) Nomobr. vulg. Cast. Cambrion (Graells). G. horrida DC. Scorpius II Clus. Aspalathus alter his- panicus Dalech. Hrinacea altera, lusitanica Grisl. Genista- Spartium lusitanicum, argentewm, validissimis aculeis muni- tum, copioso flore Tourn. Inst. 646. Genista erinacea Gilib. Bot. prat. 2. p. 239, ic. Spartium horridum Vahl. Cytisus tragacan- theformis Pourr. Hab. Kspana (Clus. Cienf. F. Nav. Vahl.) y Portugal (Grisl. Tourn. Brot.) en los Pirineos y otros montes de las provincias septentrionales, centrales y meridionales, hallandose en éstas 4 la altura de 4000-6500’ (Boiss.) 6 algo mas arriba (Clem.), y en las primeras a la de 1800-3000-5000’ (Willk.). Fl. Jun. Ag. (V. V.) Cataluia (Costa): montana de Casost cerca de Villalar (Costa). Aragon (Vahl, Pourr. Willk.): monte Oroel cerca de Jaca (Vahl, Pourr.), Pirineos elevados (Poir.), valle del rio Aragon (28) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 311 entre el molino de Artes y Santa Lucilia, Pena de Oroel (Willk.), entre Campo y Benasque (M. Laguna). Galicia ( Pourr.): Cebrero? (Pourr.). Castilla la Nueva (¥. Nav.) Portugal (Grisl. Tourn. Brot.). Var. & eriocalyx Boiss. Andalucia (Clus. Cienf.) en las colinas de Granada y camino de Cordoba (Clus. Cienf.), Jaen (Lag.), Sierra Nevada, bajando 4 Granada (Clem.), Sierra de Tejeda, Sierra Nevada hacia Trebenque, Sierra de Gador? (Boiss.). Nombr. vulg. Cast. Molino (Clus.), Ahulaga macho (F. Nav.), Piorno fino ( Boiss.), Erizones (M. Laguna). G. Webbii Spach. G. horrida Webb, It. non DC. Tab. Kspaiia en Andalucia en las Alpujarras, Sierra de Ga- dor y Sierra Nevada (Webb) é igualmente en Ronda y la Sierra de Alfacar (M. Laguna). Fl. Jun. Jul. (N. V.) G. lusitanica L. non Andy. Hchinopoda Cienf. Scorpius 2 lusitanus Grisl. Nepa granatensis lutea, capsula villosa Petiv. Genista altera, lusitanica Tourn. herb. ex Spach. Genista-Spar- timm V. Quer. Hab. Espana (Cienf. Quer, Palau) y Portugal (Grisl. Vand. Palau, Lam.) en los montes de las provincias centrales y meri- dionales. Fl. Jun. Jul. (V. V.). Leon (Lag.): Villadangos (Lag.). Castilla la Vieja (Quer, Palau): montes de Avila (Quer, Pa- lau), Sierra de Gredos (Reut.). Castilla la Nueva (Cienf.) Andalucia (Quer, Palau): Pedroches de Cordoba (Quer, Pa- lau), Sierra Nevada (Quer, Palau, Clem.), cercanias de Algeci- ras (Clem.), Puerto de Santa Maria en el Palmar (Gutierr.). Latremadura (Quer, Palau, F. M. Villalobos): cerros de la Abadia (Quer, Palau). Portugal (Grisl. Vand. Palau, Lam.): cercanias de Lisboa (Loeffl.), Coimbra (D. Bapt.), montes de Gerez, Serra da Estrella (Brot.), Pincio en Beira (Link). Nombr. vulg. Cast. Cambron (Cienf.), Cambronera en algu- nas partes (Quer). Port. Tojo mollar, Tojo (Brot.). ns 312 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) G. Boissieri Spach. G. lusitanica Boiss. ex parte non Linn. G. horrida Boiss. olim, non DC. Hab. Espana en la Sierra Nevada y otros montes elevados de Andalucia (Boiss.) 4 la altura de 4000-6000’ ( Willk.), Sierra de Almola (Bourg.), Sierra Nevada en la Cartujuela (Colm.) y ar- royo del Cerezo (L. Seoane), é igualmente en los montes de Jaen (Blanco) y en la Sierra de Alcaraz en Murcia (Bourg.) Fl. June gals (Neve) G. Lobelii DC. Lodel. Adv. p. 409, ic. G. aspalathoides g Lobelii Boiss. G. aspalathoides var. confertior Mor. Flor. sard. ¢t. 30 (mala). Hab. Espafia en Aragon en el Poyo? (J. Vilan.), Castilla la Nueva en la Sierra de Guadarrama (Raynev.), Serrania de Cuenca y Guadalajara (M. Laguna), Murcia en la cima de la Sierra de Segura (Bourg.), Andalucia cerca de Alhama (Webb), cumbre de la Sierra de Tejeda a la altura de 5500-6000’ ( Boiss.) Sierra Nevada (Boiss.) 4 la altura de 6000-8000’ (Willk. ), Portu- eval (Hoffm. Link) en la Serra de Monchique de los Algarbes ( Willk.) Fl. Jun. Jul. (V. V.) Nomobr. vulg. Cast. Piorno (Boiss. Willk.), Cambron, Escam- bron (M. Laguna). ; G. beetica Spach. G. aspalathoides « Boiss. non Poir. Lam. Dict. G. versicolor Boiss. olim. Spartium aspalathoides Bory, Clem. non Desf. Hab. Espaiia en la Sierra Nevada de Andalucia (Bory, Clem. Boiss. Bourg.) a la altura de 5500-8000’ ( Boiss.) en la Cuerda de la Cartujuela (Colm.), Lanjaron (Medina), Pefiones de San Francisco y mas abajo (L. Seoane, M. Laguna), y Portugal (Hoffm. Link). Fl. Jun. Jul. (V. V.) { Nombr. vulg. Cast. Piorno (Clem. Boiss., M. Laguna), Piorno paiso (Bourg.). G. Hystrix Lge. Descr. ic. illustr. t. 2. «glabra et } vi- Llosa. Hab. Espaiia en las montafias de Leon en la Sierra de Man- zanal, principalmente entre Latorre y Pradodel Rey (Lge.). Fl. Jule (Nas) (25) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 313 G. polyanthos Roem. Hab. Yspana entre el arroyo de Meca yel Alosno (M. La- guna) y Portugal en los Algarbes entre Silves y Monchique ( Willk.). Fl. Febr. (N. V.) G. triacanthes Brot. Phyl. ¢. 54. Genista spinosa, flore luteo, spicato, lusitanica Grisl. Genista-Sparlium lusitanicum, minus, spicato fore Tourn. Inst. 646. et herb. ex Boiss. et Spach. Genista rostrata Poir. G. ericetorum Link. Spartium in- terruptum Cav. Scorpius parvifiorus Pow. ex Lge. sed non Genista parviflora Brot. Hab. Espatia (F. Nav. F. M. Villalob. Clem. Hens. Webb) y Portugal (Grisl. Tourn. Brot.) en los montes de las provincias occidentales y meridionales a la altura de 1500-4000’ (Boiss.). Fl. Marz. Abr. Ag. (V. V.) Galicia (Camina, Pourr.): Santiago (Camifia), Tuy (Pourr. R. Bust.), Vigo, Porriio, Tuy (Lge.), Vigo, montes de Marrozos (Texid.). ; Leon (M. Laguna): entre Agallas y Monsagro (M. Laguna). Andalucia (F. Nav. Clem. Heens. Webb): Sierra Bermeja (F. Nav.), cercanias de Algeciras (Clem. Colm.), inmediaciones de Cadiz (Duf.), Granada occidental, Sierra Bermeja, entre Este- pona é Igualeja ( Boiss.), Sierra de Estepona (Boiss., M. Laguna), entre Chiclana y Conil (Willk. Colm.), Puerto Real (Colm.), Vejer, Barbate, Alajar, Linares, Aroche, Aracena (M. La- guna). : FHatremadura (F. M. Villalobos): Alconchel (F. M. Vi- llalob.) Portugal (Grisl. Tourn. Pourr. Link, Brot. Webb): cercanias de Coimbra y otras partes en Beira, inmediaciones de Setubal en Maratéca ( Brot. Gom. Beirao). Var. 8 galioides Spach. Andalucia en las eects de Car- mona (Brouss.), Aracena, Algeciras (M. Laguna). Nomor. vulg. Cast. Abulagas (F. M. Villalob.), Ahulagas (F. Nav.). Ahulaga morisca (Boiss.), Aulaga (M. Laguna). Port. Tojo mollar ( Brot.), Giesteira espinhosa ( Figueir.). G. scorpioides Spach. G. triacanthos Boiss. ex parte Scorpius horridus Pourr? Genista horrida Pourr? non DC. fTab. Espafia en Andalucia (Webb), en la Sierra de Estepona 314 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) (Boiss.), Alcala de los Gazules, Puerto Real (Bourg.) y Portugal en Alentejo y los Algarbes (Pourr.). Fl. Marz. Abr. (N. V.) G. hirsuta Vahl. G. hirsuta DC. ex parte. Genista-Spar- dium lusitanicum, longioribus aculeis, spicato flore Towrn. ex Spach. Genista tricuspidata var. villosa Desf. in herb. Valant. non Flor. atl. Spartium tricuspidatum Cav? Ulex ewropeus G. Ort. ex parte, non Linn. U. hispanicus Powrr. et Scorpius seri- ceus Pourr. Hab. Espana (Tourn. Salv. Vahl, Brouss.) y Portugal (Tourn. Pourr. Brot.) en los montes de las provincias centrales, occi- dentales y meridionales, hallandose en éstas 4 la altura de 1000-3300’ ( Boiss.) y mas arriba hasta 6000’ ( Willk.). Fl. Marz. J GVM) Santander (Texid.): Reinosa (Texid). Castilla la Vieja (Vahl, Texid). Castilla la Nueva (Lag.): Casa de Campo (Lag.), Puente del Retamar, camino del Escorial (Colm.), cuesta del Cafio del Moro, Encinares de la Milla, Chapineria (Graells), San Martin de Valdeiglesias (Cut.), Montes de Toledo, Sierra Morena (M. Laguna). Valencia (Amo). Andalucia (Salv. Pourr. Brouss. Boiss.): Granada (Salv. Pourr. Cav.), cercanias de Carmona (Brouss.), inmediaciones de Cadiz (Duf.), Chiclana (Rodr.), Sierra Bermeja, Granada occi- dental, entre Estepona é Igualeja (Boiss.), cercanias de Este- pona, entre Ayamonte y Villablanca (Willk.), alrededores de Gibraltar (Kel.), Sevilla en los Espartales, Sierra de Andevalo (Colm.), Sanlucar de Barrameda (Colm. Bourg..), Cérdoba (Lge.), Cartaya, Sierra Morena (M. Laguna). Extremadura (Cav. Willk.): colinas de Palon en Plasencia (Bourg.), Caceres, Puerto de Mirabete (M. Laguna). Portugal (Tourn. Salv. Pourr. Brot.): los Algarbes cerca del Cabo de San Vicente (Salv. Pourr.), 6 inmediaciones de Faro ( Willk.) Nombr. vulg. Cast. Aulaga tierna (F. Nav.), Aulaga, Tojo alfilerero (M. Laguna). (27) Colmeiro. — GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 315 G. algarbiensis Brot. Genista-Spartium algarbiense, humilius, parvo jflore Tourn. Inst. 646. Genista algarbiensis Pourr. et Scorpius thujeformis , ramis et spinis decompositis, tortuosis Pourr. ex syn. Tourn. fab. Espana en la Sierra Nevada de Andalucia, en los cerros del Tesoro y de Trebenque a la altura de 6000’ ( Willk.) é igual- mente en el pinar de Puerto Real ( Bourg.) y Portugal en los Algarbes (Tourn. Hoffm. Brot.) cerca de Sagres (Salv. Pourr.) y en la Serra de Cintra ( Welw.). Fl. May. Ag. (V. S.) G. lanuginosa Spach. 4G. hirsuta DC. ex parte et Boiss. non Vahl. Genista-Spartium hispanicum, lanuginosum, lon- gissimis et tenuissimis aculeis, tridentatis munitum Tourn. Inst. 645 ex Spach. Scorpium Hrinacee facie, lutewm an Ge- nista-Spartium hispanicum Tournefortii Valant. herb. ex Spach. Scorpius hispanicus longissimis aculeis Tourn. herb. ex Boiss. Genista hirsuta 8 cuspidata DC. Spartium cuspidatum Cav. Ulex lanuginosus Pourr. Scorpius eriophorus et Genista eriophora Pourr. Hab. “ispaia (Tourn.) en Castilla la Nueva cerca de Galapa- gar (Lge.), Extremadura cerca de Badajoz (Salv. Pourr.) y en las costas meridionales del Mediterraneo, particularmente en Andalucia cerca de Marbella y Estepona (Boiss.). Fl. Marz. Jun. (V. 8.) G. erioclada Spach. Fzxplor. Alg. t. 87. Genista-Spar- tium I Quer. Ulex europaeus G. Ort. et Palau pro parte ex locis, non Linn. Hab. Espafia en Castilla la Nueva cerca de Madrid en el ca- mino de Aravaca y de las Rozas é inmediaciones de Loeches (Quer, Palau), Casa de Campo inmediata 4 Madrid (Bout. herb. ex Willk.) y Sierra de Guadarrama cerca del Escorial (Graells), Extremadura en Caceres (Ing. de Mont.). Fl. Junio (N. V.) Nombr. vulg. Cast. Aliaga 6 Aulaga pequefia espinosa (Quer, Palau). * G. Tournefortii Spach. Genista-Spartium minus, lusi- tanicum, spicatum Tourn. et Genista lusitanica supina Valant. herb. ex Spach. Hab. Espana en Castilla la Nueva en los montes de Toledo y 316 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) cerca de Fuencaliente (M. Laguna) y Portugal (Tourn.) cerca de Bellas en Extremadura é inmediaciones de Cintra (Webb. Spach.). Fl. May. (N. V.) Nombr. vulg. Cast. Aulaga fina (M. Laguna). G. decipiens Spach. G. germanica Brot? Hab. Espana en las Prov. Vascongadas cerca de San Sebas- tian (Lge.) Santander en la Pejia Castillo (Lge.) y Portugal en la Serra d’Arrabida (Link, Brot. Webb). Fl. Primav. (N. V.) G. hispanica L. non Jacq. Cav. Ic. 3. t. 211. Lam. Til. t. 619. f. 3. Genista spinosa minor, hispanica, villosissima C. Bauh, Pin. Genista monspeliaca, spinosa C. Bauh. Prodr. Genista hispanica montis Ventosi Tourn. Inst. 645. Genista- Spartium VIT Quer. Spartium molle Cav. ms? Scorpius hispa- nicus et uniperiformis Pourr. Hab. Espana (C. Bauh. Salv. Quer) y Portugal (Webb) en los montes de las provincias septentrionales, orientales y me- ridionales. Fl. May. Jul. (V. V.) Cataluia (Salv. Palau): Monserrat (Salv. Palau, E. Bout. Colm.), Cardona, Berga, Tagamanent, Fontpobra (Bolds), Cal- das de Mombuy (Graells), montes de Gerona (Texid.), montes proximos 4 Barcelona (Costa), Rocacorba, Puertos de Horta, monte de la Espluga, monte de Poblet (M. Laguna). Aragon (Asso, Palau, Lag.): Moncayo, dehesa de Aliaga, monte Guara, San Juan de la Pefia (Asso), Boltafia (Semitier), Villarluengo (Xarne), entre Jaca y San Juan de la Pefia (Willk.), Tolocha, toda la cordillera, Penarroya (Pardo, Loscos). Navarra (Née): Sierra de Andia, Puerto de Lusarreta (M. Laguna). Prov. Vascongadas (Pourr. Mieg, Willk.): San Sebastian (Pourr. Willk.), inmediaciones de Bilbao ( Willk. Lge.), Pefias de Igana (Lge.) y Gorbeya (Ing. de Mont.), Mafiaria, monte de Cigoitia, San Antonio de Urquiola (M. Laguna). Santander (G. Camal. Salcedo’ Reinosa (G. Camal.), Liébana (Salcedo). Asturias (Lag.): Arvas (Lag.), fuente de Maricuchilla (L. P. Ming.), Gijon, Oviedo, Barco de Soto ( Bourg..). Galicia (L. Alonso): cercanias del Ferrol (L. Alonso). Leon (Exp. Agr.): Salamanca (Exp. Agr.). (29) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 317 Castilla la Vieja (G. Ort. Graells): Piedrahita (G. Ort.). Sierra del Barco (Graells), Encinillas (Lge.), Sierra de Yerga en Lo- grono (M. Laguna). Castilla la Nueva (Exp. Agr.): Ciudad-Real (Exp. Agr.). Valencia (Cav. F. Gil.): montes de Cortes, Cati, Castellfort, Portaceli, Murta, Bobalar de Cinctorres, Muela de Ares, montes de Enguera, cercanias de Pobla-Tornesa, Cortes de Arenoso, Lucena de Valencia (Cav.), bosques de Ortells, Palangues y Zorita (F. Gil.), Sierra de Engarceran (Barreda), Zucaina, Mo- rella (J. Vilan;), Andalucia (Pourr. Webb): montes de Jaen (Exp. Agr.). Extremadura (Barnad.): Guadalupe (Barnad.), Alange ( Vi- llaesc.). Portugal (Link, Webb). Nombr. vulg. Cast. Abulaga ( Villaesc.), Argoma (Lge.), Ula- guino en Logrofo (M. Laguna). Val. Cascaula, Genesta cas- caula (Cav.). G. tridens Cav. G. gibraltarica DC. G. tricuspidata Salem. non Desf. Hab. Hspana en Andalucia cerca de San Roque enetety Chiclana (Rodr. Colm.), inmediaciones de Cadiz (Duf. Picard), alrededores de Gibraltar (Kel.), Estepona y Malaga (Amo), Al- cala de los Gazules ( Bourg..), Algeciras, dehesa de la Almoraina (M. Laguna). Fl. May. Jun. (V. V.) G. lucida Camb. for. bal. t. 14. fab. Islas Baleares en Mallorca cerca de Arta (Camb.), Fela- nitx, Santa Pousa y Andraitx (Barcelo). Fl. Abr. (N. V.) Nombr. vulg. Balear. Gatoba (Barceld), Lluente (Exp. Agr.). G. Scorpius DC. Watson, Dendr. I. t. 78. Aspalathus altera I cum fig. et A. II. et III. Clus. Hisp. 208. Aspalathus alter I, IT et IIIT cum fig. Clus. Hist. 106. Genista-Spar- tiwm II, [II (gs Linn.) e¢ JV (y Linn.) Quer. Spartiwm spino- sum Asso, Syn. non Linn. Spartium Scorpius L. Asso, Hnum. Genista spinifora Lam. Scorpius vuigaris Pourr. Aspalathus capitatus Chal. non Linn. Hab. Espafia (Clus. Salv. Martras, Sarm. Quer) y Portugal ( Vand.) en los montes de las provincias septentrionales, centra- 318 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) les, orientales y meridionales, hallandose en las primeras a la altura de 1478-3000’ (Willk.). Fl. Abr. Jul. (V. V.). Cataluna (Quer, Palau, Webb): Pirineos (Quer, Palau), Mon- serrat (Pourr. E. Bout. Colm. Willk.), San Miguel del Fay (Colm.), Vallés y hacia el Bruch, Pla de Bages, Panadés, Llano de Vich, Cardona, Segarra, Urgel (Costa). Aragon (Quer, Palau): Pirineos (Quer, Lag.), monte Torrero, Epila, Pozuelo, Hijar, Caspe, Alcaniz, Calanda, monte Gratal (Asso), Pea de Oroel (Willk.), Pefarroya (Pardo, Loscos), Graus, San Juan de la Pena, Alhama (M. Laguna). Navarra (Née): cercanias de Olave hacia el rio Arga ( Willk.), Pamplona, Urroz (M. Laguna). Prov. Vascongadas (Clus.): Cantabria, cercanias de Vitoria en la falda de los Pirineos (Clus.), confines de Guiptzcoa (Tal- bot), Manurga, Sobron (M. Laguna). Santander (G. Camal.): Reinosa (G. Camal.). Asturias (2). Galicia (Plan.): cercanias de Santiago entre el monte de Vite y Meixon frio, prados de Mallou, los de Sar y otros (Plan.). Leon (Sarm.): Vierzo (Sarm.), Salamanca (F. Nav. Quer.), montafas de Leon (Chal.). Castilla la Vieja (Clus. F. Nav. Quer): montes de Avila (Quer, Palau), Logrono (Pereda, Zubia), montana de Penaseto en Torrecilla de Cameros (Zubia), Valladolid (L. P. Ming.), Encinillas (Lge.). Castilla la Nueva (G. Ort. Palau, Pourr.): Trillo (G. Ort.) Aranjuez (G. Ort. Pourr. Willk, Lge.), Ciempozuelos (Colm.), dehesa de Arganza, Colmenar de Oreja, Bastan (Cut.). Valencia (Quer, Cav. Pourr.): montes de Portaceli cerca de Valencia, Toral del Fontanar, Sierra de Engarceran, desde Vi- llafamés hasta Pehagolosa, Useras, Villahermosa (Cav.), Tita- guas (Clem.), Maestrazgo de Montesa (Pardo, Loscos.), Mo- gente, Onteniente, Sierra de Salinas (M. Laguna). Murcia (Lag.). Andalucia (Clem. Lag.): Sierra de Maria (Clem.), Gibraltar (Lag.), montes de Jaen en Segura de la Sierra (Blanco), Sierra Elvira (Lge.). Baleares : Mallorca (Serra ). Var. 8 campylocarpa Willk. Navarra cerca de Olave hacia el rio Arga ( Willk.). . (81) Colmeiro.—GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 319 Nomodr. vulg. Cast. Kulalia, Aulaga, Hallada (Clus.), Aliaga, Aulaga (Cienf. S. de Rib.), Alliaga (Cienf.), Aulaga, Ulaga, Aliaga (M. Laguna), Aulaga negra en la Sierra Mariola (La- guna), Hallada en Navarra (Cienf.), Jaulaga (8S. de Rib.), Es- caldamures (Sarm.), Tojos 6 Toyos distintos de los Toxos galle- gos (Sarm.), Aliaga parda (Clem.), Olagas (Zubia), Escobon (Ing. de Mont.). Port. Aspalatho de Hespanha (Brot.). Catal. Argelagas en el Vallés y Lévida (Costa). Balearv Garrover del diable (Serra). Vasc. Otea (Cienf.), Elotrisca (Larram.). G. Hzenseleri Boiss. Voy ¢. 39. Hab. Espatia en Andalucia cerca de Monda, Ojen y Estepona a la altura de 2000’ (Boiss.), é igualmente en las inmediaciones de Gibraltar ( Kel.) y en Lanjaron (M. Laguna). Fl. May. (N. V.). G. germanica L. fuchs. Hist. 220, ic. Flor. dan. 11. t. 1826. Genista-Spartium VI Quer. Scorpius germanicus Pourr.— Tis dudoso que exista en la Peninsula, a pesar de las siguientes indicaciones, no confirmadas hasta ahora. Hab. Espafia (Quer, Palau) en los montes de las provincias septentrionales y centrales. Fl. May, Jun. (N. V.). Cataluia (Quer, Palau ): Monserrat (Quer, Palau, E. Bout.). Aragon (Asso, Palau): Orihuela de Albarracin (Asso). Santander (G. Camal.): Reinosa (G. Camal.). Castilla la Vieja (Quer): Navacepeda de Tormes (Quer). G. anglica L. Lobel. Ic. 2. p. 93. f. 2. Bngl. bot. t. 182. G. minor Lam. Scorpius anglicus Pourr. Hab. Yispatia (Salv. Osbeck, G. Ort.) en los montes de las pro- vincias septentrionales y centrales. Fl. May. Jun. (V.S.) Cataluna (Salv. G. Ort.): Monserrat (Salv.), Cerdana (G. Ort.), Monsant (Graells , Colm.). Aragon (M. Laguna): Teruel en la Sierra del Tremedal (M. Laguna). Prov. Vascongadas (M. Laguna): Pefiacerrada, Urturi, Ape- laniz (M. Laguna). Santander (G. Camal): Reinosa (G. Camal.). Asturias (Lag.): cercanias de Arvas (Lag.). Galicia (Pourr): Cebrero (Pourr.), montes de Piedrafita (Texid.). 320 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) Leon (Lag.): montahas de Leon (Lag.), La Baneza (Lge.), Agallas , Monsagro (M. Laguna). Castilla la Vieja(M. Laguna): Logrofio en Moncalvillo, Soria en las Cuevas y Carbonera ( M. Laguna). Castilla la Nueva (M. Laguna): Robledo de Montalban, Orea Alustante , Aluroches y Serrania de Cuenca (M. Laguna). Andalucia (Osbeck ): inmediaciones de Puerto Real? (Os- beck). Extremadura (Barnad. Née): montes de Guadalupe (Barnad. Née ), Sierra del Piornal (M. Laguna), arriba de Jerte cerca de Plasencia, Sierra de Majareina ( Bourg.). Nomobr. vulg. Cast. Espino (Osbeck), Aulaga (M. Laguna). G. Welwitschii Spach. Hab. Portugal en Extremadura en la falda de la Serra de Cin- tra (Welw.). Fl... (N. V.) G. ancistrocarpa Spach. Hab. Portugal (Webb). FL... (N. V.) G. falcata Brot. Piyt. ¢.55. Genista-Spartium lusitani- cum, siliqua falcata Tourn. Inst. 646. Scorpius falcatus et S. serpyllifolius Pourr. Hab. Espana en Leon cerca de San Pedro de Montes ( Pourr.), Villafranca del Vierzo y Congosto (Lge.), Agallas Monsagro (M. Laguna), Castilla la Vieja en la Sierra de Gredos (Reut. Colm.), montes de Avila (Reut.), Castilla la Nueva en Cadalso de los vidrios (M. Laguna), Andalucia en Almonaster, Cabezas Rubias, Aroche, Aracena (M. Laguna), Extremadura en el Puerto de San Martin de Trebejo (M. Laguna) y Portu- gal (Tourn. Salv. Pourr.), hacia Braga (Salv.), cerca de Coim- bra y otras partes en Beira y Ex’remadura (Brot.). Fl. Marz. Jul. (V. V.) Nomobr. vulg. Cast. Tojo en Huelva (M. Laguna). Port. Tojo gadanho (Brot.), Giesteira gadanha (Figueir.). G. berberidea Lge. Jescr. ic. illustr. t. 1. Hab. Espana en Galicia cerca de Santiago y en la Sierra Mei- rama (Lge.). Fl... (N. V.) (83) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 321 G. retamoides Spach in Coss. Not. G. cinerea Willk. ex parte, non DC. Hab. Hispania en Andalucia cerca de Vera (Bourg.). Fl. Abr. May. (N. V.) G. cinerea DC. Watson, Dendr.1. t. 76. Genista juncea balearica, saxatilis , pallide virens, flore luteo Salvo. G. balea- rica et ephedrefolia Pourr. Spartiwm cinereum Vill. Genista florida Ass. non Linn. Spartium aragonense, Genistella verti- cillata et Genista olotensis Pourr. G. ramosissima Boiss. non Pow. Hab. Espatia (Salv. Pourr. Webb) en los montes de las pro- vincias centrales, orientales y meridionales 4 la altura de 3000-5300’ ( Boiss.). Fl. Abr. Jul. (V. V.) Cataluia (Pourr. Costa): Olot (Pourr. Vayreda), Pirineos (Costa), Monseny, Berga (Grau), Sierra La Llena(Gonz.), Ar- ties, valle de Aran, Montard6 (Costa), Set-Casas, Camprodon y rasos de Munas (Texid.), Sort (M. Laguna). Aragon (Salv. Pourr. Asso): Orihuela de Albarracin, montes de San Ginés, Longas (Asso), Mas de la Sofa (Pardo, Loscos) entre Atares y San Juan de la Pena (M. Laguna). Leon (M. Laguna): Pena de Francia (M. Laguna). Castilla la Vieja (M. Laguna): Soria en Ventosilla (M. Laguna). Castilla la Nueva (Reut. Colm.): Sierra de Guadarrama (Reut. Colm.), Chozas (Cut.). Andalucia (Webb, Ramb. Boiss. Willk.): Sierra de Alfacar (Ramb. Lge.), cercanias de Ronda (Boiss.), Sierra Nevada en la dehesa de San Geronimo (Boiss. Willk.), Antequera (Prol.), Sierra Nevada en el Cortijo de la Vibora y Grazalema (Bourg..), Cerro Zumbalejo cerca de Jaen (Lge.), Ronda, Atajate (M. La- guna). Baleares: Mallorca (Salv. Serra, Camb. Bourg.). Nombr. vulg. Cast. Ginesta pequena 6 Flor de tintoreros (Cienf. ex Asso), Giniestra en Szer7a Nevada (Boiss.), Hiniesta, Retama (M. Laguna), Yerba de curar la sarna ( Pardo, Loscos). Catal. Ginestell en Monseny (Costa). Balear. Espart (Serra). G. cinerascens Lge. Tab. Espata en Castilla la Nueva cerca del Escorial (Lge.). Fl. Jun. (N. V.). ANALES DE HIST. NAT.—I. 21 322 ANALES DE HISTORIA NATURAL. f (34) G. ramosissima Poir. Spartium ramosissimum Desf. Flor. atl. 2. t. V7. Genista hispanica, flagellis tenwissimis, lon- . gissimis Salv. Spartium Osyris Pourr. Genistella ramosissima et polymorpha Pourr. Hab. Kspatia (Salv. Cav. Bourg. ex Coss.) en los montes de las provincias orientales y en algunas de las meridionales. FI. Abr. May. (V.S.) Valencia (Cav.): Cortes de Pallas y Fuente de la Higuera | ~ (Cav.), Collado Royo cerca de Chiva ( Willk.). Murcia (Salv. Pourr.): Fuente-alamo (Salv. Pourr.). Andalucia (Bourg.): Vera (Bourg. ex Coss.). G. obtusiramea Gay. Hab. Espana en Asturias en el Pico de Arvas (Dur.), é igual- mente en el monte de la Regaliza arriba del Puerto de Leita- riegos (Bourg.) y en el monte Salcedillo de Santander (J. .Es- pada}. Fl. Jun. Jul. (V.8.). G. murcica Coss. Hab. Espafia en Valencia cerca de Orihuela en la Roca de San Miguel y en los confines de Murcia (Bourg.). Fl. May. (N. V.) G. polygaleefolia DC. Genista tinctoria lusitanica, ma- cima, Piurna lusitancrum Tourn. Inst. 643. Genista IV Quer. Genista polygalephylla Brot. G. exaltata Link. Hab. Espaiia (Quer) y Portugal (Tourn. Brot.) en los montes de las provincias septentrionales y occidentales. Fl. May. Jul. (V. S.) Galicia (Quer): Tuy hacia la frontera (Quer ). Leon (Lge.): Vierzo en las Medolas, Congosto, Manzanal (Lge.). | Extremadura (F.M. Villalob.): Aiconchel (F. M. Villalob.) Portugal (Tourn. Loefii? Brot.): Oporto? (Loeffl.), inmediacio- nes de Gerez en la Serra de Estrella, particularmente cerca de Sabugueiro, riberas del Mondego cerca de Coimbra y otras par- tes septentrionales (Brot.). 3 Nombr. vulg. Cast. Flor de tenir portuguesa (F. Nav.), Re- tama (F.-M. Villal.). Port. Piorno dos tintureiros (Brot. Fi- | cueir.). re (35) Colmeiro.— GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 323 G. florida L. Genista IZ Quer. Genistella florida Pow. Hab. Espana (Salv. Quer, Palau) y Portugal ( Vand.) en los montes de las provincias septentrionales, centrales, orientales y meridionales, hallandose en las segundas 4 la altura de 3000’ ( Willk.). Fl. Marz. May. (V. V.). Aragon (Asso, Palau): Moncayo (Asso, Willk.). Navarra (Amo): cercanias de Pamplona (Amo). Santander (G. Camal. Salcedo): Reinosa (G. Camal.), Liébana (M. Laguna). ‘ Asturias (Lag.): Valgrande, Pravia y otras partes (Lag.), Puerto de Pajares (M. Laguna). Galicia (Pourr.): Cebrero (Pourr.), Los Peares entre Monforte y Orense (M. Laguna). Castilla la Vieja (G. Ort. Palau): San Ildefonso (G. Ort. Pa- lau), bajada del Puerto de Guadarrama hacia Castilla la Vieja en las inmediaciones del Cristo del Caloco y término del Espi- nar (G. Ort.), montes de Avila (Reut. Colm.), valle de Tietar (M. Laguna). Castilla la Nueva(G. Ort. Palau): el Paular, Puerto del Re- venton (G. Ort. Palau), Escorial (Palau, Rodr., Colm., Graells, Lge.), Castahar y San Pablo de los Montes (Pourr.), Sierra de Guadarrama (Rodr., Reut., Colm., Willk.), montes de Toledo (Reut.), Chozas (Cut.), Sierra del Viso (M. Laguna). Valencia (Quer, Palau): Cortes de Pallas, montes de Enguera (Cav.), Penagolosa (Barreda). Murcia (Quer, Palau). Andalucia (Quer, Palau): Fuente de Paterna en las Alpujar- ras (Ayuda), cercanias de Cordoba (Clem.). Lztremadura (Villaesc.): Alange (Villaesc.), Jerte cerca de Plasencia (Bourg.). Portugal ( Vand.) Nomobr. vulg. Cast. Retama blanca (Palau), Escobon (Exp. Agr.), Piorno, Retama blanca (M. Laguna). Catal. Ginesta blanca (Oliver.). G. leptoclada Gay. (Genistella flagelliformis et arguens Pour. Hab. Espana en Santander en el monte Salcedillo (J. Espa- da), Asturias en el valle de Naviego y montes proximos a Can- gas de Tineo en el Puelo, entre Argama y Cangas (Dur.), Brana 324 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) de arriba y Puerto de Leitariegos (Bourg.), Galicia entre Lugo y Orense, orillas del Mifio (Pourr.), Piedrafita (Lge.) y Leon en San Pedro de Montes (Pourr.). Fl. May. Jun. (V. 8S.) G. tinctoria L. fngl. bot. t. 44. Genista tinctoria vulga- ris Grisl. Genista V Quer. Hab. Espafia (Quer, Palau) y Portugal (Grisl. Vand. Loeffi.) en los Pirineos y otros montes de las provincias septentrionales, centrales y orientales. Fl. May. Jul. (V. V.) Cataluia (Quer, Palau): Pirineos (Quer, Palau), Valle de Aran (Villiers), Puigcerda (Colm. herb. Willk.), Olot (Bolds), Cerdana (Costa ), Monserrat (Bassag.). Aragon (Asso, Semitier): cercanias de Huesca (Asso), monta- has de Benasque y Castanesa (Villiers, Costa), Boltafa (Semi- tier), Tarazona (Jubera), cercanias de Tiermas (Lletget); Mon- cayo (M. Laguna). Navarra (Née, Willk.): Burguete (Née), Pamplona (Née, Willk.), Aoiz (M. Laguna). Prov. Vascongadas (M. Laguna): Manurga en Alava (M. La- guna). Santander (G. Camal. Salcedo, Lge.): Reinosa (G. Camal.) Leon ( Tellez): Béjar (Tellez). Castilla la Vieja (Quer, Palau): Puerto de la Abuela camino de San Ildefonso y montes de Avila (Quer, Palau), valle de Mena (Salcedo), Valladolid (L. P. Ming.), Barco de Avila (Bourg.). Castilla la Nueva (Quer, Palau): Escorial (Quer, Palau, Rodr.), Mancha (Larruga), Paular, Puerto del Reventon (H. de Greg.), Sierra de Guadarrama (Colm., Lge.). Valencia (Cav.): Bufiol, Canet, Almenara, valle del Sirer del Sacé, Cortes de Pallas, Sumacarcel (Cav.). _ Andalucia (Ayuda): Fuente de Portugos en las Alpujarras (Ayuda), Sierra de Cordoba (Ing. de Montes). Eatremadura (Larruga). Portugal (Grisl., Vand., Loeffl.): inmediaciones de Oporto? ( Loeffi.). Nombr. vulg. Cast. Hiniesta, Genestra (R. de Tud.), Hi- niesta pequefia, Flor para tefir (Jarava), Flor de tenir (F. Nav.), Retama de los tintoreros (Quer), Hiniesta de tintes (Cav.). Port. Giesta dos tintureiros ( Vand.), Piorno dos tintoreiros (An- drada). Val. Genesta de tintorers (Cav.). (37) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 325 G. micrantha G. Ort. Dec. 6. ¢.10.f. 1. (mala) G. odo- ratissima Pourr. G. humifusa Bout. non Linn. G. tenella Willk. olim. Spartium stylosum Spr? Hab. Espana (Saracha ex G. Ort.) y Portugal (Hoffm.) en los montes de algunas provincias septentrionales y centrales. Fl. Jul. Ag. (V.8.). Aragon ( Willk.): Sierra de Moncayo ( Willk.) Santander (Salcedo): Reinosa (Boiss. Reut.) Asturias (Lag.): Arvas (Lag.). Galicia (Pourr. Lge.): Vega de Anzuelos y el Cebrero (Pourr. Texid.), Lugo, Sobrado de Aguiar, Piedrafita (Lge. Texid.). Leon ( Pourr. Lag.): Puerto de Manzanal (Pourr. Lge.). Castilla la Vieja ( Bout.): Aranjuez en la Dehesa de Lumbre- ras (Bout. ex Amo et Cut.). Valencia (Cav.): Mogente, Jijona, San Felipe (Cav.). Portugal (Hoffm.). G. Broteri Poir. G. parviflora Brot. non Pourr. Genista lusitanica, parvo flore, luteo Tourn. Inst. 643. Genista tincto- ria, ardorescens , lusitanica, flore parvo, luteo folio singulari, virente Pluk. Mant? Hab. Espana en Galicia cerca de Tuy (Amo), y Portugal (Tourn.), en Mario, Serra de Estrella, particularmente cerca de Sabugueiro y otras partes septentrionales. (Brot.). Fl. Jun. Jul. (NAVs G. teretifolia Willk. Hab. Espaiia en Navarra cerca de Pamplona a la altura de 1350’ (Willk.). Fl. Jun. (N. V.) G. pilosa L. Clus. Hist. 103, f. 2. Jacq. Flor. austr. t. 208. Engl. bot. t. 298. G. repens Lam. G. humifusa Villiers non Linn. Hab. Espafia( Asso, Palau) en los Pirineos y otros mon- tes elevados de las provincias septentrionales y centrales. Fl. May. (V. 8.) Cataluna (Palau): Valle de Aran (Villiers), Monserrat, (E. Bout.), Monseny (Pourr. Isern ), cerros del Nano de Vich, Arbu- cias (Costa), Viladrau, Set-Casas (M. Laguna). 326 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) Aragon (Asso, Palau): Sierra de Villarroya (Asso), Boltafia (Semitier), Castanesa (Villiers), Puerto de Benasque (Villiers, Zett.). . Navarra (Née): Burguete, Roncesvalles (Née), Tudela (Lag.). Prov. Vascongadas (Mieg): Monte Belarte (Mieg.). Castilla la Vieja (Amo): Candeleda (Amo), Sierra del Al- muerzo en Soria, Sierra de Moncalvillo en Logrono (M. Laguna ). Castilla la Nueva (M. Laguna): Sierra de Valdemeca en Cuenca (M. Laguna). Eatremadura (Amo): Sierra de Guadalupe (Amo). G. pseudo-pilosa Coss. G. cinerea DC? var. ex Blanco. Hab. Espaiia en Andalucia, particularmente en los montes de Jaen en la Cuesta Carnicera (Blanco), y arriba del Sabinal en el Cabo de Gata (Bourg.), 6 igualmente en Murcia (Guirao) en la Sierra de Segura ( Bourg.). Fl. Abr. Jun. (N. V.) G. tridentata « L. Act. Neap. 4. ¢. 1. Chamegenista pe- regrina Clus. Genistella pinnata, altera hispanica Lob. Park. Genista pumila touronensis, lusitanica Grisl. Scorpio-Genista I vulgaris lusitanorum diaphoreticum, Carqueia Grisl. Genis- tella fruticosa, lusitanica, latifolia Tourn. Inst. 646. Genis- lella I (latifolia) Quer. Hab. Espana (Clus. Sarm. Quer, Palau) y Portugal (Grisl. Tourn. Salv. Vand.) en los montes de las provincias septen- trionales, centrales, occidentales y meridionales. Fl. May. Jul. (V. V.) Aragon (Semitier ): Boltana (Semitier). Santander (G. Camal.): Reinosa (G. Camal. Salcedo). Asturias (Quer, Lag. Dur.): Arvas (Lag.). Galicia (Sarm. Quer, Palau, Pourr. Larruga): Codos de La- ‘rouco (Quer), cercanias de Lugo (Bosc), inmediaciones del Ferrol (L. Alonso), San Clemente de Cesar (Colm.) y muchos montes (Plan.). Leon (Quer, Bosc): Cacabelos ( Bosc), Benavente (Nipho), San Martin de Castaneda (Ing. de Mont.) Castilla la Vieja (Quer, Palau): Logrono (Zubia), cercanias de Burgos (Exp. Agr.). (39) Colmeiro, —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 327 Castilla la Nueva (Quer): Sierra Morena desde Hoyo hasta Aguas calientes (Quer), Cardoso (Isern, Cut.), Hiruela (Isern). Valencia ( Clus.). Andalucia (Quer, Palau): Condado de Niebla (Quer ), Algeci- ras (Brouss. Clem. Webb), Alcala de los Gazules (Cabrera), Ubrique (Clem.), Sierra de Andevalo (Colm.). Hutremadura (Quer, Palau): Vera de Plasencia, Perales (Quer), Sierra de Guadalupe (Née, Ingen. de Mont.), Hoyos, ‘Acebo y otras partes (Née). Portugal ( Grisl. Tourn, Salv. Vaid: Brot. Webb): Algarbes (Salv.), alrededores de Lisboa (Loeffl.), Caldas da Rainha (S. Brand.), cercanias de Coimbra (D. Bapt.), Serra de Monchique (K. da Veiga), Valenca (Texid.). Nonbr. vulg. Cast. Carquesia de las montafias de Leon (Cienf.), Carquexa 6 Carqueja (Quer, Palau), Carquesia (Nipho, —Clem.), Carqueja de Lxtremadura, Carqueisa, Carquisa de Leon, Carquesa de Castilla (Sarm.), Carquesa fruticosa (G. Ort.). Port. Carqueia (Grisl.), Carqueja (Salv. Mont. Vand. Brot.), Car- queija (S. Brand.), Giesta de bassouras (Vand. Brot.). Gadd. Car- queixa, Carquesa (Sarm.), Carquesia, Lavacuncas (Plan.). Astur. Carquexa (Sarm.). G. cantabrica Spach. 4G. tridentaia var. Auct. Hab. Espaiia en los montes elevados de la Cantabria (Dur.), Asturias en el Pico de Arvas, arriba del Puerto de Leitariegos (Bourg.), Galicia en el Porrifio, Picosagro, Santiago, Lugo, Puerto de Piedrafita (Lee.), Leon en las cercanias del Puerto de Manzanal (Lge.) y monte de San Isidro cerca de la ciudad de - Leon (Bourg.). Fl. Abr. Jun. (V.S.). ; Nombr..vulg. Cast. Carquesa (Lge.). G. stenoptera Spach. G. tridentata 6 L. Genistella fru- ticosa, lusitanica, angustifolia Town. Inst. 646. Genistella IL (angustifolia) Quer. Hab. Espatia (Quer, Palau) y Portugal (Tourn. Welv.) en los montes de las provincias septentrionales, centrales, occidenta- les y meridionales. Fl. May. Jul. (V. 8... Santander (Quer): Sierra de Piasca (Quer). Asturias (Quer, Dur.): montes proximos 4 Cangas de Tineo, arriba de Leitariegos y Pico de Arvas (Dur.): 328 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) Leon (Quer): cercanias de Zamora y Sierras alias, montes de la Puebla de Sanabria (Quer). Galicia (Quer). Castilla la Vieja (Quer, Palau): Arenas de San Pedro hasta el Hoyo (Quer). Andalucia (Quer ): Condado de Niebla (Quer). Extremadura (Quer): Vera de Plasencia, Perales (Quer). Portugal (Tourn. Welw.). G. scolopendria Spach. G. tridentata Webb ex parte. Hab. Portugal (Webb). Fl. May. Jul. (N. V.) G. lasiantha Spach. G. tridentata Webb ex parte. G. tri- dentata Kze. non Linn. Hab. Espaia en Leon en la Pefia de Francia (M, Laguna), Castilla la Nueva en los montes de Toledo y cerca de Fuenca- liente (M. Laguna), Andalucia en los montes de Algeciras (Brouss. Clem. Webb, M. Laguna), inmediaciones de Gibraltar (Webb, Kel.), Sierra de Palma (Willk.). Fl. May. Jul. (N. V.). Nombr. vulg. Cast. Carquesa (M. Laguna). G. sagittalis L. Mill. Ic. t. 259, f. 2. Jacq. Flor. austr. t. 209. Chamespartium supinum, caule folioso, hispanicum Barr. ic. 570. Genistella IIT et IV Quer. Genista herbacea Lam. Hab. Espafia (Cienf. Barr. Salv. Quer), y Portugal (?) en ter- renos montuosos de las provincias septentrionales, centrales y occidentales, 6 igualmente en los montes elevados de las meri- dionales 4 la altura de 6000’ ( Boiss.). Fl. Abr. Jul. (V. V.). Catatuia (Salv. Quer, Palau): Monseny (Salv. Pourr.), Piri- neos (Quer, Palau), valle de Aran ( Villiers), Monserrat (Colm.) Set-Casas (Isern), Camprodon (Costa). Aragon (Cienf. Asso): monte de Sora (Cienf. Asso), montanas de Benasque y Castanesa (Villiers), Boltafa (Semitier), Panti- cosa (Cabanes ), Tarazona (Jubera), Puerto de Sahun en Huesca (M. Laguna). Navarra (Née): Burguete, Roncesvalles (Née), Puerto de Lu- sarreta (M. Laguna). Santander (Bowles, G. Camal. Salcedo): nacimiento del Ebro (Bowles), montes de Pas (Nipho, Larruga), Reinosa (G. Ca-. mal.), valle de Toranzo (S. Ruiz). (41) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 929 Asturias (Cienf. Lag.): Arvas (Lag.). Galicia (Cienf. H. de Greg.): inmediaciones del Ferrol (L. Alonso, Plan.), Tuy (R. Bust.). Leon (Cienf. Quer, Palau ): Béjar (Tellez). Castilla la Vieja (Cienf. Quer, Palau): montes de Avila (Quer, Palau, Larruga), Burgos, Graficera (Quer, Palau), Her- rera del Pisuerga (Nipho, Larruga), Espinosa de los Monteros (Salcedo), Oncoba, Lumbreras ( Bout.). Castilla la Nueva (Cienf. Quer, Palau): Sierra Morena (Quer, Palau), Yébenes ( Mutis), Navalpino (Lag.), Sierra de Guadar- rama (Amo). Valencia (S. Bened.): Villafranca del Cid (S. Bened.). Andalucia (Barr. Quer, Palau): Sierra Morena, camino de Cordoba (Barr.), Pedroches de Cérdoba (Quer, Palau), Sierra Nevada en los Aguilones de Dilar (Boiss. L. Seoane). Fatremadura (H. de Greg. Lag. Cienf. Larruga): montana de Guadalupe, las Jurdes, Sierra de Gata (H. de Greg.), Bafios de Montemayor (Lag.), Membrio (Guijo). Portugal (2). Baleares: Mallorca en Valldemosa (Serra). Nomobr. vulg. Cast. Carquesia (Cienf.), Carquexa (Quer), Car- quexia (Mutis), Carqueja (Barnad. padre, Nipho, Larruga), Yerba Carquesa (G. Ort.). Catal. Llitja en Set-Casas, Carquexia de Cataluna (Bassag.). Val. Ginestra, Retrama (S. Benod.). Retama. R. monosperma Boiss. Wedd, Of. ¢. 17. Genista monos- perma Lam. Bot. Reg. t. 1918. Spartium monospermum gL. Sp. plant. Spart. monospermum L. Syst. veget. Bot. Mag. t. 6832 Spartium IL hispanicum Clus. Hisp. 207. Spartium III hispa- nicum Clus. Hist. 103. f.1. Spartiwm aliud hispanicum Clusit Dalech. Spartium hispanicum quintum Tab. Pseudo-Spartiwm album aphyllon Ger. Spartium hispanicum, majus, flore albo Park. Spartiwm hispanicum, flore candido J. Bauh. Spartiwm- Genista monosperma, arbor, flore albo, fructu dulei, eduli Grist. et Genista flore albo, monosperma Grisl. Genista hispanica, flo- ribus candidis Herm. Hort. Lugd. bat. Spartium II Quer. Spar- 330 ; ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) tium spherocarpon Palau et alior. ex locis, non Linn. Spartium Clusii Spach. ; Hab. Espana (Clus. Cienf. Salv. F. Nav. Osbeck, Quer) y Por- tugal (Vand. D. Bapt. Brot.) en terrenos incultos de las provin- cias meridionales, no léjos del mar. F]. Febr. Marz. (V. V.) Andalucia (Clus. Cienf. Salv. F. Nav. Quer): cercanias de Cadiz (Clus. Cienf. Salv. F. Nav. Osbeck, Quer, Clem. Cabr. Webb, Colm. Lge.), inmediaciones del mar (Palau), Puerto Real (Clem.), costas de Cadiz, Puerto de Santa Maria (Gutierr. Clem. Webb. Boiss. Willk. Colm. Bourg. Lee.), Sanlicar de Barrameda (Clem. Cabr. Willk. Colm.), cercanias de Gibraltar ( Heens. Boiss. Kel.), inmediaciones de Palo (Heens.), Malaga. (Boiss. Prol.), desembocadura del Guadalquivir ( Willk.), entre Puerto Real y Puerto de Santa Maria (Colm. Bourg.), San Fer- nando (M. Laguna). FEatremadura (Quer): cercanias de Badajoz? (Quer). Portugal (Vand. D. Bapt. Brot.): Coimbra (D. Bapt.), Alen- tejo (Brot.), cercanias de Setubal (Welw.), inmediaciones de Ossonoba 6 Estombar y Barra de Odemira (Willk.). ~ Nombr. vulg. Cast. Retama (Clus. Salv. Clem.), Retama sil- vestre de flores blancas (Cienf.), Retama pelada (F. Nay.), Re- tama de flor blanca (Bowles, Palau), Retama blanca ( Boiss.), Gayomba (Palau). Port. Piorno branco ( Brot. Andrada). oe 5S spherocarpa. Boiss. Boelia spherocarpa Webb, Ot. t. 15 et 16. Genista spherocarpa DC. G. spherocarpa Lam. Spartium spherocarpum L. Mant. Spartium I hispanicum Clus. Hisp. 205. Spartium IT hispanicum Clus. Hist. 102. f. 2. Spartium hispanicum alterum , flore luteo Lob. Spartium hispa- nicum alterum Dalech. Spartium hispanicum quartum Tabern. Pseudo-Spartium hispanicum aphyllon Ger. Spartiwm hispani- cum minus, monospermon, flore luteo Park. Spartium hispani- cum, lobis rotundiusculis, flore luteo J. Bauh. Spartium-Ge- nista, flore luteo Grisl. Genista hispanica monospermos , semine rent simile Pluk. Alin. Genista hispanica, floribus luteis, par- V18 , MONOSPEPMOS , semine rent simile Herm. Hort. Lugd. bat. Spartium T Quer. Spartium monospermum « L. Sp. plant. 2. Spartium monospermum Loeff. G. Ort. Palau, Asso, Cav. ex. locis, non Linn. Mant. Hab. Espana (Clus. Cienf. Salv. Loeffi. Quer) y Portugal (43) Colmeiro. — GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 331 (Grisl. Brot.) en los montes y terrenos incultos de las provincias ‘centrales, orientales y meridionales. Fl. May. Jun. (V. V.) Cataluia (Salv. Pourr.): entre Lérida y Raimat (Texid.). _ Aragon (Asso, Palau, Lag.): Zaragoza, Epila, Hijar, Caspe, Alcaniz (Asso), Boltafa (Semitier}, Graus (M. Laguna). Navarra (F. Salas, P. Gil): cercanias de Pamplona (F. Salas, P2PGil): Santander? (Salcedo). Leon (M. Laguna): Ciudad-Rodrigo (M. Laguna). Castilla la Vieja (Quer ): Valladolid (L. P. Ming.). ny, Castilla la Nueva (Clus. Loeffl.): Casa de Campo (Quer, - Lag.), dehesa de la Villa cerca de la Fuente de las Damas (Quer), cerros de Aranjuez (Gamez), Yébenes (Mutis), Mancha (Bowles, Palau), Guadalajara, Cuenca (Larruga), inmediaciones de Ma- drid (Sarm. P. de Mscob. Palau, Cav. Link, Duf. Lag. Colm. Willk.), collados de Alhamin cerca de Mentrida (Cav.., Trillo (C. Bout.), Ciudad Real (M. Laguna). Valencia ( Duf.): Maestrazgo de Montesa (Pardo , Loscos ) Mo- vente (M. Laguna). Murcia (Barnad. hijo): Venta de la Rambla (Barnad. hijo), Sierra de Fuensanta ( Bourg.). Andalucta (G. Ort. Ayuda, Lag. Clem.): Cordoba (G. Ort. Amor, M. Laguna), Bafos de Graena y de Alicun en Guadix, Bafos de Baza, Bafios de Almeria 6 Alhamilla (Ayuda), Jaen (Lag. Blanco), Jerez de la Frontera, Turon, Ronda, cercanias de Granada, Sierra de Lujar, Huercal, entre Carbonera y la Garrucha, Caniles de Baza, Benamaurel (Clem.), Alcala de los Gazules, entre Jerez de la Frontera y Sevilla (Cabrera), inme- diaciones de Sevilla (Santos, Colm.), Carratraca (Hzens. Webb), Malaga (Prol. Webb), Velez-Malaga ( Webb), Sanhicar de Bar- rameda (Colm.), Sierra de Segura (Blanco), Puerto Real (Bourg.), Ronda (M. Laguna). | Hatremadura (M. Laguna). Portugal (Grisl. Brot.): cercanias de Lisboa y Alentejo (Brot.), Serra de Monchique (EK. da Veiga ). Var. 8 mesogea Webb. Cercanias de Madrid ( Webb). Nombr. vulg. Cast. Retama (Herr. Laguna, Clus. Gamez, Larruga), Hiniesta (R. de Tud.), Gayomba, Ginesta 6 Retama montesina (Cienf.), Retama blanca de Madrid (Sarm. Quer, Pa- lau), Retamon, Retama comun (Quer), Esparto (Gamez, Serra), 332 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) Ginesta (Asso), Mariguela en Zoledo (Sarm.). Port. Giesta, Gies- teira (A. Lus.), Piorno amarello (Brot.). Cata/. Ginesta (Lagu- na), Ginestra (Pardo, Loscos). Cytisus. Cc. albus Link. TZadern. Ic. 1100. Cytisus lusitanicus , fo- liis minimis, argenteis, parvo flore, albo Tourn. Inst. 648. Cy- tiso-Genista IT Quer. Cytisus parvifiorus Pourr. Spartium al- bum Desf. Genista alba Lam. Hab. Espaiia (Salv. Quer) y Portugal (Tourn. enleay en los montes de las provincias septentrionales y occidentales é igual- mente en alguna parte de las centrales. Fl. Abr. Jun. (V. 8.) Asturias (Dur.): valle de Naviego y cercanias de Cangas de Tineo (Dur.), Brafia de arriba cerca del Puerto de Leitariegos (Bourg.). Galicia (Salv. Pourr.): Orense (R. Pons), Piedrafita (Texid.). Leon (Pourr. Texid.): San Pedro de Montes ( Pourr.), Congosto (Lge.). Castilla la Vieja (Quer): San Martin de la Vega (Quer), mon- tes de Avila (Reut.), Hoyoquesero (Cut. Bourg), valle de Tie- tar (M. Laguna). Castilla la Nueva (Pourr. Cut.): San Pablo de los Montes (Pourr.), San Martin de Valdeiglesias (Cut.), montes de Toledo (Cut. M. Laguna), Talavera de la Reina ( Bourg.). Eutremadura (Quintan.): Caceres (Quintan.), Puerto de Mira- vete (M. Laguna). Portugal (Tourn. Salv.): hacia el Mondego, cerca de Coimbra .y otras partes en Beira (Brot.). Nombr. vulg. Cast. Piorno, Escoba blanca (M. Laguna). Port. Giesteira branca ( Brot.) Cc. Laburnum L. /acg. Flor. austr. t. 306. Duham. Arb. ed. nov. 5. t. 44. Anagyris A. Lus. Lagun. Anagyris altera Grisl. Laburnum majus Grisl. Cytisus VIL Quer. Cytisus al- pinus Lam. non Mill. Hab. Espana (F. Nav. Quer, Palau, Cav.), y Portugal (Gris. Vand.) generalmente cultivado y como espontaneo en algunas partes. Fl. Abr. May. (V. C.) (45) Colmeiro.—GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 333 Cataluia (Quer, Palau): Pirineos (Quer, Palau ), hacia Berga (Graells). Aragon (Quer, Palau): Jaca (Quer, Palau). Santander (Salcedo). Castilla la Vieja (Cav.): Tierra de Soria (Cav.). Andalucia (F. Nav.): Soto de Roma (F. Nav.), Algeciras (Clem.). Portugal (Grisl. Vand.). Nombr. vulg. Cast. Borne (F. Nav.), Codeso de los Alpes (G. Ort. Cav.), Ebano de Europa (Golob.), Falso-Ebano (G. Ort.), Lluvia de oro (Jard. Sevill.). Poré. Anagyro dos Alpes, Anagyro bastardo, Codeso bastardo (Brot.), Codeso dos Alpes, Codico, Codiceiro dos Alpes, Laburno dos Alpes (Brot.). C. Fontanesii Spach. Spartiwm biflorum Desf. Flor. atl. 2. ¢. 179. Sp. scoparium Asso ex parte. Cytisus angulatus Pourr. Genista biflora DC. Hab. Espaiia (Cav. Asso, Duf. Boiss.) en los montes de las provincias orientales y meridionales a la altura de 2000-5000’ (Boiss.). Fl. Abr. Jun. (V. 8.). Cataluia (Costa): parte meridional (Costa), Caseras (Pardo, Loscos ). Aragon (Asso, Pourr.): tierra baja entre Caspe, Alcaniz y Castelseras, Valderrobles y desierto de Calanda (Pardo, Loscos). Valencia (Cav.): ribazos del término de Quesa (Cav.), Maes- trazgo, entre la Pobla y Benifasar (Pardo, Loscos). Murcia ( Bourg.): entre Matama y Hellin ( Bourg.). Andalucta (Schousb. Prol. Boiss.): cercanias de Medina-Sido- nia (Schousb.), inmediaciones de Antequera (Prol.), entre Alha- ma y Granada, Sierra Nevada cerca de Guejar y hasta San Ge- ronimo (Boiss.), Jaen en Trujala y la Cuesta carnicera (Blanco), Cortes 4 tres horas de Baza, Puerto Real (Bourg.), cercanias de Ronda (Bourg. M. Laguna), Sierra de Elvira, Silla del Moro, Pinos de Genil (Lge.). Var. 8 plumosa Boiss. Andalucia en las inmediaciones de Ronda (Boiss. Hens. Bourg.). Nomobr. vulg. Cast. Ginestrilla borde en Aragon ( Pardo, Los- cos), Bolina ? ( Bourg.). C. heterochrous Webb. Spartium patens Cav. Ic. 2. 334 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) t. 176. e¢ Sp. patens Palau ex parte, non Linn. Genista pa- tens DC. ; Hab. Hispana (Palau, Cav. Barnad. hijo, Clem.), en los mon- tes de las provincias orientales. Fl. Abr. Jun. (V. 8.). Cataluia (Salv. Pourr.): Monseny (Salv.), cercanias de Olot (Pourr.), Monsant (Webb), Alto Arpurdan hacia San Juan de las Fonts, llano de Tapiolas (Texid.), desde Sierra La Llena (Gom.), hasta Espluga de Francoli, falda de Monsant hacia Mo- rera y Poboleda, Coll de Maurela, Escala de Arnés, Carrelares (Costa), Cardé, Horcas, Benifallet (M. Laguna). Aragon (Pardo, Loscos): inmediaciones de Castelseras, Alca- fiz, cercanias de Valderrobles, Pefiarroya (Pardo, Loscos), Be- ceite (Costa ). Valencia (Cav. Clem.): valle de Gallinera, cercanias de Al- baida, Mogente en el Bosquet, inmediaciones de Cértes de Pa- llas, Cati, Toral de Fontanar, Cortes de Arenoso, Lucena de Valencia (Cav.), Sierra de Engarceran (Barreda), Titaguas (Clem.), cercanias de Sete-Aguas (Willk.), Pobla, Benifasar (Pardo, Loscos). Murcia ( Barnad. hijo): Cartagena (Barnad. hijo). Andalucia (Palau): Almeria (Isern). Nombr. vulg. Catal. Godua (Texid.), Ginesta borda (M. La- guna). C. sessilifolius L. Zam. 1. t. 618. f. 2. Duham. Arb. ed. nov. 5. t. 45. f. 1. C. viridis Pourr. Hab. Espana (Salv. F. Nav. Asso) en los Pirineos y otros montes de las provincias septentrionales y orientales. Fl. Abr. Jun. (V. V.). Cataluaa (Salv. Pourr.): Monserrat (Salv. Pourr. E. Bout. Colm.), Igualada (Pourr.), Monsant (Graells, Colm. Cost.) Prats de Rey (Puigg.), Coll de Jou (M. Laguna). Aragon (Asso, Pourr. Willk.): montes de Guara y Jaca (Asso), Pena de Oroel ( Willk.), Graus, Campo, Oroel, San Juan de la Pena (M. Laguna). Navarra ( Willk.): valle del rio Aragon ( Willk.). Valencia (¥. Nav.): Sierra de Mariola (Cav.). Nombr. vulg. Cast. Rubiana redonda (F. Nav.). C. triflorus L'Herit. non Lam. Knowl. et Westcott. Flor. (47) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 335 Cab. 1. 102. Cyltisus IIIT Clus. Hisp. 195. Cytisus III Clus. Hist. 94, f. 3. Cytisus ILII hispanicus Clusii Lob. Dalech. Cytisus 12 hispanicus 4 Labern. ic alias decimus. Cytisus his- panicus, arborescens Park. Cytisus villosus Pourr. Cytisus VIIL Quer. Cytisus nigricans G. Ort. Palau et alior. non Linn. Hab. Espana (Clus. F. Nav. Quer) y Portugal (Loeffl. Vand.) en los montes de las provincias orientales y meridionales. ie Marz. May. (V. V.). — Cataluia (Salv. Pourr. E. Bout. Webb): Monserrat (EK. Bout.), cercanias de Barcelona ( Webb, Colm.), Tibidabo, monte de San Geronimo (Colm.), desde San Pedro Martir hasta Vallvidrera, Montalegre, y desde Cerdans hasta Arbucias, falda del Monse- ny, cercanias de Prades en Tarragona (Costa). Aragon (Cienf.): Moncayo (Cienf.). _ Santander? (G. Camal.): Reinosa? (G. Camal.). Castilla la Nueva (Quer, Palau): Mancha (Quer, Palau ). Andalucia (Clus.*F. Nav. Palau): cercanias de Gibraltar y otros parajes maritimos (Clus. Tourn. herb. ex Boiss. F. Nav. Willk.), Sierra Morena (Cienf.), Algeciras, Gaucin (M. Laguna). Portugal (Loeffl. Vand.).. Nomobr. vulg. Cast. Kscobon (Clus.), Escobon de Gibraltar (F. Nav.), Rubiana peluda (F. Nav.). -G. tribracteolatus Webb, 0(t. /. 3. Hab. Hspafia en Andalucia, no léjos de Medina-Sidonia y en el Picacho de Alcala de los Gazules (Webb, Bourg.). Fl. Abr. May. (N. V.). Cc. supinus Jacq. flor. austr. 1. t. 20. Cytisus VIT Clus. Hist. Cytisus V Quer. C4 ypesus austriacus G. Ort. et Palau non Linn. Hab. spana (Cienf. Quer, Palau) y Portugal andy en los Pirineos y otros montes de las provincias septentrionales, orien- tales y centrales. Fl. Jun. Jul. (V. S.). Cataluia (Pourr. E. Bout.): Olot (Pourr.), Monserrat (E. Bout.), orillas de los bosques entre Berga y Ripoll hacia Llosas y San Esteve, entre Ripoll y Olot hacia Ridaura, montes de Pla-Traver y Puigsacau cerca de Olot, San Juan de las Abade- sas (Costa). ; Aragon (Willk.): entre Jaca y San Juan de la Pefa ( Willk.). 336 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 48) Castilla la Vieja (Cienf.): Sierra de Aillon (Cienf.), y hacia San Ildefonso (Quer, Palau). Castilla la Nueva (Quer, Palau): Paular en lo mas alto de la Sierra (Quer, Palau), montes de Rascafria y Sierra de Miraflores (Quer) y Portugal ( Vand.). ? Cc. hirsutus L. Jacq. Obs. t. 96. Cytisus IIIT Clus. Hist. non Hisp. Cylisus I Quer. Cytisus supinus Bertol. non Linn. C. triflorus Lam. non L Herit. Hab. Espana (Cienf. Quer, Palau) en los Pirineos y otros montes de diversas provincias. Fl. Febr. Marz. (V. C.).—Es dudosa la existencia de esta especie en Hspafia, aunque la in- dican algunos observadores en la forma siguiente: Cataluna (Palau): Monserrat (E. Bout.). Aragon (Cienf. Asso, Palau): Moncayo, valles de Jaca y Bar- bastro (Cienf.), monte Torrero, Hijar, Caspe, Alcanhiz, Calanda, Quinto (Asso), Zaragoza (Hcheandia ). Galicia (L. Alonso): inmediaciones del Ferrol (L. Alonso), Tuy (Rh. Bust.). Castilla la Vieja (Cienf.): Sierra de Aillon (Cienf.). Andalucia (Quer, Palau): costas del Océano (Quer, Palau), Sierra Morena (Amo). Hatlremadura (Amo). Baleares : Mallorca (Serra). Nomor. vulg. Cast. Citiso, Codeso (Quer), Codeso, Ervellada (G. Ort. Palau), Escobon (G. Ort.), Estrellada y Encibar (equi- vocamente). Port. Codesso ( Vigier, Mont. Brot.), Codeso, Co- dico, Codiceiro (Brot.). Cc. villosissimus Link. Hab. Portugal entre Duero y Mifo (Link Reise). FI... CNW.) Cc. capitatus Jacq. flor. austr. t. 33. C. supinus L. Sp? C. hirsutus Lam. non Linn. Hab. Espana en la Sierra de Guadarrama, principalmente en la Granja y en el Paular de Segovia (Amo), é islas Baleares? (Ingen. de Mont.). Fl. Jun. Jul. (N. V.).—Es de los Pirineos y no abunda (Zett.). (49) Colmeiro. —GENISTEAS DE ESPANA Y PORTUGAL. 337 Cc. procerus Link. Spartium procerum Willd. Hab. Portugal entre Duero y Mifio (Link Reise). Fl... (N. V.). Chasmone. Ch. argentea C. A. Mey. eae ‘ > 1, “ i “St t 2 u ~ \ ‘i a ies f oo ’ . ‘ ‘ ma i, Ihe >» c: - 4 » r iy: - a ul = . } eG bY : * t any nee PAR F + : - are » te or . RSs TU": Wa. vs tat ae we a ee re y - +or4 4 ; sv ‘ aan, ‘ Ait? Ge 7 L 4 Q ant . / me | P y ro cs hy BS TS y api ads ex ti, om a ary + Pn escent SR PDAE LT phen = - - ~ “ys Py 4 om, 2 aT . e 2 j t . ‘ - + vet dy i 1 ws iat ' ; Aer 3 . ee eS ee a l) = ’ My r INDICE ALFABETICO DE LAS ESPECIES Y GENEROS DESCRITOS, 6 ACERCA DE CUYA PATRIA 6 SINONIMIA SE DAN NOTICIAS INTERESANTES. Pags. eMeOMtHOPHINUS . os. oes ses 6’ acara..... wistslscosele «tha aed 141-143 achupalla, ....0. see. entnenaa ay PRCMNASLER AT ssc: < us s,6 « ainias jeje «She 22/ PAUIGEOGIE 5 5 cic is) occ ce = oss 127, 268-273 AGGAOCRTPUS s «cine cea - o,0.0 338-341 ANigerita (Agaricus).......... 26’ atts (Pumaria).... 0.00. 41 PENCE 0610. a)e 00% 10's Sie) oan wt ai 26’ agraria (Fumaria)........... 41 GUTS: ( CVEISUR, ). aie o's-2 se nik s 332 albus. Wapimds,): os 60s mere oe 342 Ey ae ee I re OT 196 algarbiensis (Genista)........ 315 “= alienus (Hydroporus)..... 261 alonensis { Helix). . 21s... s:400° 200 alopecuroides (Ononis)....... 363 altissima (Ononis ). 0... -.. 357 ASW LES ie 50s Baers alstesectte oul ai 93 americanus (Manatus).,...... 257 ampelophaga (Haltica).. .... 18’ PATIGUOUIDIUB 0 os s.« «lelahey sicgds- 259 Pags. ancistrocarpa (Genista)....... 320 anglica (Genista)..........+- 319 ACRES in oye 5 lat ashe a eamierk 92 angustifolius (Lupinus)...... 344 angustissima (Ononis)..... ‘ay OD anisochilus (Adenocarpus).... 341 ATMS 12-2 6.010 sign wince « 370.376 aphyllus (Stauracanthus)..... 296 apiculata (Fumaria)......... 41 Apleetrocapnos. . <<... .i0+,s,s0.« 39 aragonensis (Ononis)....... 363 arborescens (Ononis)....--. 357 arenaria (Ononis)..........+- 349 argentea (Chasmone)........- 337 argenteus (Ulex)..........-- 294 PRT OGIEON . o/are ae) 5pejst eveleta’s ¥ ahs, si0h2 126 armeniacus (Elephas)........ 196 arundana (Anthyllis)......... 375 ATHP UB oi... ace a. ose eee 0 241 PRISER ol n'ai i cite afesat shai 103-106, 23” aspalathi (Anthyllis)........ 371 asphodeli (Thylacites)....... 118 NOTAS. —1.8 Los nombres vulgares van escritos con letra cursiva; los de especies 6 géneros ya conocidos, pero descritos en este tomo, van precedidos de un asterisco, y de dos los que se dan 4 conocer como nuevos para la ciencia. 2.4 Los nimeros que indican paginas de las Acéas, llevan despues este signo ’. ACTAS DE LA SOC. ESP.—I. 5 66 INDICE ALFABETICO. Pags. SAHA ssor (ima). 39688 ae 130, 131 “* astur (Anchomenus)...... 259 *“* astur (Boreaphilus)....... 266 Atallah. -@ bia aeen oie rings 293 Bourgei (Ononis ).......... 362 Bourgei (Sarothamnus)...... 303 brachyacanthus (Ulex)....... 292 brachycarpa (Ononis)........ 300 Brachy phiy lds, Ss crane. fs cere 243 ** brachyptera (Phleocharis). 267 * brasiliensis (Nyctinomus).... 247 brevidiora (Ononis’);%: 2234.5: 300 OR ReWIs (MAMNUES eet. s eet apeis 264 Broteri (Genista).........-.. 325 broteriana (Ononis)....... Pears a0) MSR SE vane choise Gian rauemin Sia a cea 85, 87 bulbosa (Corydalis).......... 36 Cabron montés. 0. 2 ola ls Atos COE Os a: agd.carel' yale alataenigis} tele aye 286 Pags Cacao (Theobroma).......... 286 CalyCotomip 4.1. 8. ernie es 300, 301 candicans (Genista).......... 307 canescens ( Ulex)...........- 295 CAMIBS | cic acite, 10, oe Cee es 203 cantabrica (Genista)........'. 327 cantabricus (Haptoderus)..... 126 cantabricus (Sarothamnus)... 304 CORA dE AZUCA. 0 cccecesoeces 285 capitata (Ononis)............ 365 capitatus (Cytisus).......... 336 capnoides (Corydalis)........ 36 Gap ras 5 (creo steleteve wiser ace Si) capreolata (Fumaria)........ 40 Capromygn. ico nis eels ac 253-255 Carabuss 00.250 Seale tighe Severameeeee 7’ Cardone (ASICS ) ec.» stone are 105 catalaunicus (Sarothamnus)... 307 Catopomorphus.... 2... .2.3.. 16’ Cateps. 2) oh .u sls oe see 16’ * cavernarum (Brachyphylla), 243 COU ULE on es ee ae 192 C1171 SAMPARA Ul 285 Cabo trie heh ciel caterer eee 128 cenigia (OnOnis ).asi. . aecle ied 306 Centothorass)/.[u:. sj deisscnie 17’ oS" Centrolenesc....) 1. team 87, 88 CentuniOvd. cick ee. eee 243 cephalotes (Ononis).......... 365 COrvis se sisi ess) eiatereaieatete seine 194 ehulcidés’ (Seps )io% 5 \s..:yse sete 92 chaleogrammus (Thylacites).. 119 Chasmonesscs Geis saan 337 Cherleri ((Ononig)).... \ 40.6 see 357 Chilonycteris..2. 9.6 <.%. 0 244, 245 CHONG JONG. 6. shige «, sei ieee 200 Chrysomelaisy vs awlete a sey eee 124 cicerifolia (Anthyllis)........ 376 cinerascens (Genista)........ 321 cinerea (Genista )i i... 55. 26s 321 cintrana (Ononis)............ 351 *“* Cisnerosii (Adelops)...... 127 INDICE ALFABETICO. 67 Pigs. clavata (Gonista).i. 6.00060). 307 claviculata (Corydalis)....... 37 Gravagers GSR eee ed 16’ CHeorhinus, O28 22552 110-112 coelorhynchus ( Lepidoleprus ) 5’, 25’ OColaphas. 2+ ..s tee Fe eet i i Columnz (Ononis).......... 365 commutatus (Adenocarpus)... 341 complicatus (Adenocarpus)... 340 compressa (Ononis).......... 368 conchatus (Agaricus)........ 26” CONndUTANGO ss PLEVEN 13’, 14’ Condurango (Gonelobus)..... 14’ Cpntnns sae dane eee eke Se 204 Comeima. ses es Geese. 377, 378 cornutus (Limnophis)........ 85 cornutus (Strabomantis)....... 85 Goronellass sects sa eie ests 2, hes 91 Corydalis iy tat rete etter 35-37 corymbosa (Fumaria)........ 39 Cossont (Nepa)ic tahoe te. rs 4) cossoniana (Ononis)......... 362 erassicollis (AsIda) . sc. 6. 106 crassifolia (Sarcocapnos )..... 38 cribellatus (Mecognathus).... 23" eristatus:(Priton:).s 4.28... ot Grispa(Qnonis):460 50200 aces 346 crotalarioides (Ononis)....... 351 ** Crotchi (Adelops)..... 270, 272 * cubanus (Nycticeius)....... 249 * cubanus (Solenodon)....... 252 Caeripes err ieee teen ot *** cupreovirens (Cyrtonus)... 134 Gyelouetunn. 27a etme ss os 262 Cyclostomals:2..2. 05-5 <- 199, 204 cylindraceus (Agaricus)...... 26’ Gyrtomusiyttetr sae eee wise oe 134 cytisoides (Anthyllis)........ 370 Grmistieinie 2 io Seta are ater pie oie 332-337 dactyliperda (Dryoccetes)..... 31’ Darwinii (Rhinoderma)....... 139 decipiens (Genista).. ....... 316 Page's. decumanus (Mus)............ 255 Dehnhardtii (Ononis)........ 362 Wetphinwss. cee. ee, Cees 258 dense (Ulex)\a os nee enna 294 diamante de S. Istdro......... 192 diffusa (Ononis)i. l,i. veces 362 Dmayee eee ete ores « 128-131 ermal Celera astern ese tine 128 distichum (Hordeum)........ 285 Doryenoprisesss sce cees es eet: 369 DIV OC CABER taint PANN r eae cere 31’ Dufouri (Melanopsis)........ 199 GusOdUa er cacc c's oli sales 15’ Higlbica..., «.., si. «vicrametett sae 18’ hamosa (Cornicina).......... 377 Haroldi { Acmastes).......... 22’ [2 21> IN ee 197, 199, 200 Pégs Flemiconiatus;. .\- . < cijsro.+ joie 4’ heterochrous (Cytisus)....... 333 heterophylla ( Anthyllis). .... 372 * Hidalgoi ( Rhizotrogus)..... 97 hirsuta (Genista)...........- 314 hirsutus (Cytisus)...'..., +. /mi 336 hirsutus (Lupinus ).......... 343 hispanica (Capra )i. e's. anes ae hispanica (Genista)..... ower cke higpanica (Ononis:)c.iia6 >) eae 346 hispanica (Timarcha)........ 123 hispanicus (Adenocarpus)..... 338 * hispanicus (Ilybius)....... 260 hispanicus (Lupinus)......... 343 hispanicus (Pheropsophus).... 22’ hispanus (Heeterius)......... 15’ hispida (Anthyllis)......... «ene hispida ( Ononis).s 2.4... 522k 361 Fiordeum, o.i.5e 1s ue soln eee 285 horrens ( Asida). . «....6 sis. sai 105 horrida ( Genista:)se:.< s/s. eaetaes 310 Hydroporns: «...<,-\Jatcnne>ingee 261 * hypocyanus (Cneorhinus)... 110 hystrix (Genista),.:. .1osaretsrests. sisters se 242 Phiysantinyllisw stn, cette o « 376 Pivardr(Onenis) / see hs Ie. 361 pieta (Ononis) eek ee 348 pilosa { Genista) (20525 ee, 325 pinnata (Ononis)....... .... 368 PIVCHATAIAs scold oe eee ee eae es 23" Pags ** planicollis (Thylacites).... 114 platano dominico........00+44 284 platano guineas ee ee 284 PlatyCapnog...: ed. Vee eae 46, 47 LAY LOUUBE + «etal elem stata settee 126 podocephala ( Anthyllis)...... 372 *Poeyi' (Capromys)'.. 2.5200. 254 * Poeyi (Phyllonycteris)..... 240 POUCTOS «a eres oars belae a eee 281 polygalefolia (Genista)...... 322 PUlyPODUBF eis ferecte oats Eee oe 26’ polyanthos ( Genista) errs 313 POUPLEbIN. ann’. cee ea oe ee ereetee 54 primigenius (Bos)........ 194, 203 primigenius (Equus)......... 197 Pristompohus: *). S22 fcc seer cia procerus (Cytisus)........... 337 procurrens ( Ononis)......... 358 provincialis (Cultripes)....... 91 pseudo-pilosa (Genista)...... 326 Pterostichus’. 5 F202 ee eee 93 pubescens (Ononis).......... 351 pulvinatus { Pectunculus)..... 195 punctatus (Triton )........... 91 pungens (Hrinacea)......... 297 purgans (Sarothamnus)...... 306 pyramidata (Pourretia)...-.. 54 pyrenaica (Ononis).......... 301 GQUETUACHOL SAS Fo sates a etids eee 6’ GUelVese st, sec cca wae ees ee 6’ ** quixensis ( Oreobates)..... 87 radiata (Genista).-.0..).. 310 Ramburei (Anthyllis)........ 375 ramosissima (Genista)........ 322. ramosissima (Ononis)........ 348 rattus (Mus)... 2202.0 ear 256 reclinata (Ononis).........:. 356 * Redmanni (Monophyllus)... 240 regius (Pachybrachys)...... RAD, Reichei ( Asida)........22..- 105 repens (Ononis)............+ 359 Reetaliiany teeta tne ciantare =e 329-332 INDICE ALFABETICO. ral Pags. retamoides (Genista)......... 321 reticulatus ( Lupinus )........ 345 Reuteri ( Fumaria).......0.+. 45 Réeuteri ( Qnonis). :.... 0.00 364 rhinanthoides (Ononis)....... 368 Rhmoderhia. «< s ajaee cee 139-151 Bhaz OLTO RUS. cise aistsya\=.0/0 9.8 96, 98 rosefolia (Ononis).........-. 368 rotundifolia (Ononis)........ 302 rudimentalis (Haptoderus).... 126 rugipennis (Timarcha)....... 123 *=* rugosus (Adelops).... 270, 273 rupestris ( Anthyllis)......... 372 rupestris (Fumaria )......... 41 rupestris (Macrurus)........: 5’, 6’ MIAME DALIT 6. wis'0 «a sien ah oon 285 sagittalis (Genista).......... 328 salzmaniana (Ononis)........ 363 sapientum (Musa)........... 284 MAECOCADDOS), 1a anin,5 caiapapsteseinsts 37-39 Sarothamnus...........- 302 —307 SOTTO. winless SEGA LONE ADR Or 281 AMIET ITT Micra atid a) a 5.0) 4 ps eisin cis) aici 15’ Saulcyi (Claviger).......... 16’ saxicola (Ononis)............. 365 saxicola (Platycapnos)....... AT penber ( Wiles) 5. cta sateen aims 293 BeAbrA ( ONONIS))Fiteccm a .cic weiss 368 scolopendria (Genista)....... 328 scorpioides (Genista)......... 313 scorpius (Genista)..........-. 317 sepium ( Pomaria is... : O56 29 3 WITS WY, NY, HY NS Ne a ONG MO | ENESCO ORGIES ANG: SVS ON ROR ORR ROR OR RK EEE ENO OEE CEM Kes bd x < oN as OOK cee CNN: sO ore KOK s 33 434 : so 2 eM cs aS, 7~ K 3 3 ey, eg 8, N% x “as ax 2 Ns x aS Ke SS ONO eds Vor RRR 45S . 8: o 2 é 2 iC 8: &, e N% C Ke 2 2 > $3: ax . &, y, y, aS WY, Yaw JANG OKO ROK, EEN RING RGR RIG Re GNA ag : : GAS GAS ERS GS ORS ES" ESS BR" EY SY BY SY SP SS RRR RRO OIRO OR KOKORO POR IR RR RO Ree RM RRR EO Oe ROKR RR NRO OR RR RS il Or ON ROK OR OR DRUK ROK ROK NG OR OOK OK IG KIKI IRR RRR OR? EMCEE OOS es @ a, c 2, x a. C a, C x $3 e Sy, %, 2k x 75 ax Wp aN Mp NS o a Ox oS © 2, 2 x 8 Sees &, Sy ¢ e x Ve aX Mp Mp x ee ey, 3 ey, 3 sy, SS f, 5. ay, 3 3 aN 5 a g S, 45 “ ey, RS &, Ne. e, f ey, Re. bs “qx 4 se yy, aS CHOKE aS ae CON} ROKR ROR RRR? KON ePNENYS ‘a RRS $3°< / ROO SOK ORR RRR RGR % KSEE. OE IC ENC INE: Sha “4d 48S “GAS ERS ERS ES ESSE ICE NCO NCC COI CCDC CG IES ICSI IRE OIA SS COORG RR Re Re GEE e KKK Vip BS SSS SP SP OE AY. RY, SYN NUN YN GN TN TGS ARS SS OAS SS ES OT EY NY LY SY NY NTO RRO IS SOOO OR OR OR ORONO $3: 4 4P WY NYU NUNN $8: 48° 43° 68 G8 | lp WYUNUN GS OOK OR KOKORO Vn Vg VGN Vegas Lax EK Gas 48 : ME 9 SOK OK OOOO OOK OR OK OK ORE Sta heir Monon ROR Rn hhag W% G9 OM « s 8 x 7 so, ey, RS oy, RS OR RRR REN BBB ubabat ata: Sees CROKE } OKO BS RI RRR SOC OS aS GSS 43S ERS 48S ERS SSS COOK OR OROK MO: WS 4AS ERS GAS 48S 48S 4S GE" EY LY SY OS, RRO OOK OK OK ROR ORS Ny NRCG