-t ~ athe ~ MMe on 4 Habe Alen ak 34 Hg teal + qentasy sede, ANALES DE HISTORIA NATURAL PeN A has sole ‘ ~4 t DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO SETIMO MADRID DON S. DE UHAGON, TESORERO CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO 1378 ee a Articulo 27 del Reglamento. Las opiniones emitidas en las Memorias publicadas en los ANALES son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. IMP, DE FORTANET, LIBERTAD, 29 — MEMORIAS DE PIs TOR DAN ADO RAL. ENSAYO DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO DON: dO Sek dl ee ACN Die EB. (Sesion del 3 de Octubre de 1877.) Los depositos de esta época, segregados del neocdmico, del que se consideraban como parte superior hasta hace algunos anos, constituyeron luégo dos términos denominados wrgdnico y aptico, nombres que se derivan de Orgon y Apt en Provenza, cuyas localidades se tomaban como tipos respectivos de ambos pisos. Mas tarde se vid que estos términos no podian subsis— tir como unidades independientes, puesto que no contaban con faunas propias 6 bastante diferentes, habiéndose dado el nombre de piso urgo-daptico al conjunto, antes de que las inves- tigaciones llevadas 4 cabo en la Peninsula hubiesen revelado el inmenso desarrollo que aquellos depdsitos adquieren en esta parte de Europa, y la rica é interesante fauna que encier- ran. La denominacion de fenéncico, segun he demostrado en mi Piso tenéncico y su fauna, deriva de la antigua Tenéncia de Benifaza, en la provincia de Castellon, en cuya region se halla 6 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) el piso amplia y perfectamente representado, y responde por consiguiente 4 la norma 4 que se ajustan las denominaciones en toda nomenclatura estratigrafica racional. De los estudios que tengo hechos acerca de este piso en Es— pana y en el extranjero, publicados en la Memoria precitada y continuados despues, resulta que, considerado en general y prescindiendo de las calizas de Chama 6 Requienia Lonsdalei por las razones que daré muy luégo, ofrece caractéres litolo— gicos de una gran constancia en el espacio, y que pueden dis- tribuirse en cuatro horizontes bastante distintos: 4.°. El superior, compuesto de arcillas amarillentas 6 ver- dosas que llevan el nombre de arcillas de plicdtulas, por la abundancia de la Plicatula placunea en ellas contenida, y cuyo espesor varia entre 2 metros como en el rio Seynes, en el departamento del Gard, y 20 metros como en Morella la Vieja y en la Muela de Chert. Esta capa suele ir cubierta por una de caliza verdosa 6 de color amarillo-claro, dura y granu- gienta, de 30 4 35 metros de potencia, con Ammonites Des- hayesi. Kl conjunto de los dos términos corresponde al lower green sand superior de la isla de Wight y a las margas de Gargas y de la Bedoule en Francia. Las especies mas caracteristicas de este horizonte son: Am- monites Deshayesi D’Orb., A. Beudanti D’Orb. (A. Vilanove Coq.), Plicatula placunea Lamk., Ostrea Pellicot Vern. y Coll., y entre las que suelen encontrarse tambien en los horizontes inferiores: Corbis corrugata Sow., Ostrea Boussingaultt D’Orb., 0. aquila D’Orb., Zerebratula sella Sow., Rhynchonella lata DOrb., Cyprina inornata D’Orb., Serpula filiformis Sow. 3.° Calizas y margas cenicientas de ordidolinas, asi lama- das por la gran abundancia de la Ordctolina lenticudaris en este nivel, con un espesor que llega a 160 metros en Morella. Los evedlogos que han prescindido 6 no han tenido noticia de la importancia del piso tenéncico en Espana, habian elevado el horizonte de la orbitolina 4 la categoria de piso, Hamandolo voddinico por haber sido estudiado en la Perte du Rhone, junto a la frontera franco-suiza; mas una vez demostrado que este horizonte no es mas que una dependencia del tenéncico, se- mejante categoria resulta inadmisible 4 todas luces, si bien no hay inconveniente en conservar la denominacion aplicada a un nivel subordinado. (3) Landerer.—DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO. 7 Los fdsiles mas caracteristicos suelen ser: Ordizlolina len- ticularis Lamk., Salenia Grasi Cot., Lima parallela Morr., Pseudodiadema rotulare Desor, Ostrea prelonga Sharpe, Ho- lectypus similis Des., Hpiaster polygonus Ag., Cypricardia secans Coq.; y entre los comunes 4 otros horizontes: Venus Vendoperana Leym., Tylostoma Rochatiana P. y R., Heteraster oblongus D’Orb., Trigonia caudata Ag., Trochus logarithmicus Land. Escasos corales. 2.° Margas azuladas que suelen alternar con bancos de ar- cilla, de arenisca y de arenas sueltas de gran potencia. Siguen luégo en érden descendente, calizas margosas conocidas con el nombre de caliza.amarilla de trigonias impuesto por el ilustre Verneuil; terminando por abajo con arcillas, sumando el conjunto una potencia de 130 metros. Entre las especies caracteristicas figuran: Cassiope Lujani Vern., C. Pizcuetana Vil., Trigonia ornata D’Orb., Cerithium Haussmani Vern. y Coll., C. Lourneforti Coq., Pterocera pe- lagi Brong., Nucula impressa Sow., Pholadomya recurrens Coq., Ph. spheroidalis Coq., Mytilus Vilanove Land., Janira Mor- rist P.y R., J. Pauli Land., Cyprina expansa Coq., Ostrea precursor Coq., Chemnitzia aptiensis Land., Astarte laticosla Desh.; y entre las que pertenecen ademas a otros niveles: Ve- nus Vendoperana WOrb., Trochus logarithmicus Land., Zrigo- nia caudata Ag., Heteraster oblongus D’Orb., Natica Sharpei Land. Creo poder paralelizar con este horizonte los depésitos deagua dulce que Mr. Cornuel ha descubierto en la Haute Marne, fun- dandome para ello en que ocupan una posicion inferior a la arcilla de plicatulas y aun a la orbitolina, y estar alli parale- lizados con la caliza de requienia y de Plerocera pelagi. Cor- responden tambien 4 este horizonte las margas amarillas de Suiza, el oberer hils de los alemanes, la punjfield formation de Sewanage, y en parte a éste y al tercero el lower inferior de los ingleses. 1.” Calizas duras, de color gris azulado-oscuro, caracteri- zadas por el extraordinario desarrollo de las grandes naticas: Natica Pu noni Land., N. Olivani Vil., N. Vilanove Land., NV. Perez Vil., N. Benguet Coq., N. Gasulle Coq., N. Pradoana Vil., V. compressa Land., N. Sancti Mather Land., N. eclip- tica Land., NV. orbitaria Land., y entre las que caracterizan 8 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) todo el piso se hallan Ostrea Boussingaulti, Serpula filiformis, Natica levigata, etc. Corales. Aunque las capas de este grupo tienen una potencia supe- rior 4 200 metros, no suelen estar completamente visibles, por ser las mas profundas en los barrancos de elevados escarpes en que es posible el examen de una gran parte del piso. Los puntos en que mejor pueden estudiarse son las mastias de la Creu al NO. de Chert, las vertientes contiguas del Mas de Fn- coll y la pequefia série de cerros que corre desde la ermita de Nuestra Sefiora de los Angeles y San Cristébal de San Mateo, hasta cerca de la de San José en la Salsadella. Conforme lo indica el corte de la laminar figura 1.*, sus capas inclinadas pertenecen casi en totalidad al horizonte segundo y al infe- rior. Este ultimo, constituye indudablemente, por la natura- leza de sus rocas y sobre todo por las especies que lo caracte- rizan, un nuevo término de la série tenéncica, que debe ser intercalado entre la caliza de trigonias y el neocémico, y cuyos equivalentes en el extranjero corresponden sin duda a los depésitos alpinos mas antiguos de Requienia ammonia y de erandes cefaldpodos. Si 4 todos estos depositos se anade el de la caliza de Reguie- nia Lonsdalei, cuya composicion es la de una verdadera luma- quela muy compacta de bellisimo efecto, formada por la aglo- meracion de innumerables individuos de esta especie y cuyo espesor llega 4 125 metros, se tendra que la potencia total del piso tenéncico no baja de 500 metros. Ningun piso jurasico ni cretaceo alcanza un espesor tan considerable. Como roca subordinada, el tenéncico atesora importantes yacimientos de lignito que arman siempre en el horizonte se- gundo 6 en la porcion contigua del tercero, mas nunca en los extremos. El combustible ofrece en ciertos casos la compaci- dad de la hulla, y se presenta en bancos de un espesor maximo de 2,5 a 3™, alternando repetidas veces con sedimentos arci- llosos y arenaceos. Su posicion estratigrafica ha dado mar- gen a prolongadas discusiones, pues aparte de determina- ciones mas 6 ménos inexactas hechas por diferentes gedlogos, Verneuil y el Sr. Vilanova los han referido 4 la parte superior del neocdmico, porque en Utrillas creyeron observarlos debajo de las calizas de requienia, en tanto que Coquand los creyé supe- riores, asignandoles en consecuencia la verdadera edad. Y sin (5) Landerer.—DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO. 9 embargo, bien puede decirse que todos estaban en lo cierto, dado el criterio paleontolégico 4 que subordinaban sus indica- ciones, criterio falible, como se vera muy pronto. Ademas del combustible, los horizontes medios encierran mineral de hierro en abundancia, el cual se presenta en bolsa- das de cierta extension, y en rinones 6 esferoides cuyo diame- tro Wega a medir 18 y 20 centimetros. Casi todos los autores que han tratado de este piso, han consi- derado la caliza de Reguienta Lonsdalei como el horizonte mas inferior, porque esta es su posicion normal en Orgon y en los diversos paises en que solia estudiarse. Mr. Coquand hacia notar ya en 1866 (1) que dicha especie alterna, en Provenza y en Espana, con la orbitolina y con otros fésiles que suelen ser caracteristicos de diferentes niveles. Lo mismo he observado tambien en las expresadas comarcas, debiendo ahora anadir que, desde la publicacion de mi trabajo antes citado, he po- dido convencerme ademas, que si bien la caliza de requienia ocupa un nivel inconstante, segun los paises, en la parte alta del Maestrazgo se halla exclusiva é invariablemente encima del terminal superior, y sin que la gran potencia del banco ni la extrema abundancia de individuos disminuya sensible- mente, lo cual demuestra la perfecta adaptacion de la especie a las condiciones bioldgicas que ofrecié esta region del globo en el momento histérico que marcael final de la época. No cabe, pues, duda, a mi entender, que a partir de la region ocupada hoy por una parte de la gran cadena de los Alpes, y mejor aun de latitudes mas septentrionales, la Reguienia Lonsdalei ha marchado en direccion al Sur, doblando el cabo 6 promon- torio que 4 la sazon existia hacia el actual cabo de Creus. Esta direccion obedecio visiblemente a la necesidad de buscar zonas mas templadas, las cuales por efecto dela marcha general descendente de la temperatura, eran colocadas de cada vez en latitudes mas bajas. Tambien las nerineas, que suelen mostrarse frecuentes é inseparables compafieras de las requienias allende los Piri- neos, las estan asociadas en Benifaza, en Utrillas y en otros (1) H. Coquand, Monographie paléontologique de V'étage aptien de V Espagne. j 10 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6, puntos de la Peninsula, mas sdélo en pequeno numero, como anunciando que no las seguiran mas léjos; y en efecto, sobre la Muela de Chert y mas al Sur, la requienia casi sola subsiste, como uno de los escasos testigos de los Wltimos tiempos tenén- cicos. Las Muelas de Chert (lamina 11), las Calderas, la Ga- rvumba y el pehon mismo del castillo de Morella, es decir, pre- cisamente los puntos en que todos 6 casi todos los horizontes se hallan completamente desarrollados, ofrecen de lo que acabo de consignar curiosisimos é instructivos ejemplos. Exceptuando, pues, esta especie, cuyo valor caracteristico es aplicable & todo el piso y puede servir de precioso criterio cuando solo se trate de apreciar la edad tenéncica en general, las principales zonas, correspondientes a los cuatro horizontes petrograficos, son los siguientes: 4.* Zona de Plicatula placunea y Ammonites Deshayest. 3.. — de Orbitolina lenticulata y Holectypus similis. 2.2 — de Cassiope Lujani y Nucula impressa. 1. —-+ de Natica Pri noni y Natica Vilanove. La importancia estratigrafica demasiado absoluta concedida ala Requienia Lonsdalet explica la divergencia de apreciacion, en lo tocante 4 la edad de los lignitos de Utrillas, entre gedlo- gos tan eminentes y experimentados, y el error en que yo mismo he permanecido hasta hace poco al referir a un nivel elevado del piso las calizas y margas amarillas de trigonias, que deben paralelizarse con la marga amarilla de Suiza y co- locarse definitivamente en mi horizonte segundo. El piso tenéncico adquiere de dia en dia mayores titulos para ser considerado como unidad independiente, que se aisla en la série de los terrenos sedimentarios por la respetable cifra de especies que le son propias; cifra que en la estadistica que hice en 1874 ascendia 4 968, sin contar un numero bastante crecido de formas evidentemente nuevas, pero que por su mal estado de conservacion me abstuve de clasificar especifica- mente, y entre las cuales afectarian especial interés, por las deducciones & que se prestan, los polipos coraligenos que se muestran abundantes en la base del piso y parecen extin- cuirse en el horizonte tercero. El descubrimiento de nuevas (7) Landerer.—DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO. 11 formas que posteriermente he realizado, anadido al que han proporcionado otros observadores, eleva hoy aquel contin- | gente a 1.010 especies, repartidas en 203 géneros, correspon— diendo dos especies a la clase de los reptiles, cinco 4 la de los peces, 16 a los crustaceos, 17 4 los annélidos, 112 4 los cefa- ldpodos, 276 4 los gasterépodos, 353 4 los lamelibranquios, 60 alos braquidpodos, 110 a los equinidos y 59 a4 los moluscdides y radiarios inferiores. De este conjunto, un numero relativamente pequeno, 6 sean 83, proceden de la época neocdmica, 15 pasan 4 la del gault, 11 4 la cenomanica, y una ha llegado hasta la senénica; ofre— ciendo asi concluyentes argumentos en favor de una tésis sobre la cual debe llamarse la atencion con insistencia, 4 fin de no exagerar el valor y la significacion de la unidad llamada piso, 4 saber: que la independencia de las faunas de las diversas épocas no debe entenderse de un modo absoluto, puesto que, como acaba de verse, es compatible con la no interrupcion de la vida en ningun instante. La superficie de separacion de los pisos no es, pues, una superficie matematica, como no es tampoco una linea precisa la de demarcacion de los colores del espectro solar; y sin em- bargo, dentro de ciertos limites de refrangibilidad, 6 salvo las tintas de paso, los colores aparecen aislados 6 sensiblemente definidos, motivando por consiguiente los siete términos en que suele aquél dividirse. Como el conocimiento de las afinidades del piso con sus con- tiguos tiene un interés evidente, relacionado con los proble- mas generales de estratigrafia y paleontologia, creo muy util senialar las especies, que hallandose en el tenéncico, no le son exclusivas. Las especies que pasan del neocémico al tenéncico, son: Pycnodus Munsteri Ag. Natica valdensis P. y C. Nautilus pseudo-elegans D’Orb. Arcopagia subconcentrica D’Orb. — neocomiensis D’Orb. Astarte pseudostriata D’Orb. Ammonites Ixion D’Orb. — subcostata D’Orb. — rouyanus D’Orb. — sinuata D’Orb. _ Matheroni D’Orb. Anatina marullensis D’Orb. Collumbelina maxima Lor. Arca Carteroni D’Orb. Natica Coquandiana D’Orb. — Cornueliana D’Orb. — prelonga Desh. — marullensis D’Orb, 12 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) Arca Raulini Leym. — securis Leym. Cardium subhillanum Leym. — impressum Leyin. — peregrinum D’Orb. Corbula striatula Sow. _Cyprina Deshayesana Lor. — fusiformis P. y C. Gastrochena dilatata Desh. Gervilia aviculoides Sow. Lithodomus amygdaloides Desh. — avellana D’Orb. -- Archiaci D’Orb. — eblongus D’Orb. Lima Dupiniana D’Orb. Lucina globiformis Leym. Mactra Carteroni D’Orb. Mytilus bellus Sow. equalis Sow. — subsimplex D’Orb. — _ salevensis Lor. Myoconcha Sabaudiana Lor. Opis Neocomiensis D’Orb. Perna Mulleti D’Orb. Panopea Dupiniana D’Orb. Pholadomya elongata Munst. _ Agassizi D’Orb. — scaphoides P. y C. Trigonia longa Ag. Venus Escheri Lor. Terebratula Moutoniana Arch. — prelonga Sow. -— pseudojurensis Leym. Terebratula oblonga Sow. — tamarindus Sow. _ sella Sow. — collinaria D’Orb. == russilliensis Lor. = salevensis Lor, —_— Sueur P. — semistriata Defr. Rhynchonella lata D’Orb. Botriopygus ovatus Ag. — valdensis Lor. Cidaris neocomiensis Marcou. — problematica Cot. — pilum Mich. — spinifera Cot. Echinosobrinus Bourguigneti D’Orb. -- Roberti Gr. — Renevieri Des. — Olfersi Ag. — Scheuzeri Des. Echinospatagus Ricordeanus Cot. Goniopygus peltatus Ag. Holectypus macropygus Des. Orthopsis Repellini Cot. Pyrina pygea Ag. — ineisa Ag. Peltastes stellatus Ag. Phyllosobrinus neocomiensis Cot. Pseudodiadema autissiodorense Cot. — Bourguigneti Des. — Picteti Des. _— Raulini Cot. Las especies que pasan del tenéncico al gault, son: Ammonites Beudanti Brong. === Cornuelianus D’Orb. — interruptus D’Orb. -- mammillaris Sow. Acteon affinis Sow. Natica Clementina D’Orb. — excavata Mich. Pecten Dutempleit D’Orb, Plicatula placunea Lamk. — inflata Sow. Trigonia Archiaciana D’Orb. Ostrea macroptera Sow. Terebratula tamarindus Sow. Rhynchonella lata D’Orb. Echinoconus castanea D’Orb, (9) Landerer.— DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO. 13 Las que pasan del tenéncico al cenomanico, son las si- guientes: Arca costellata Sow. Mytilus lanceolatus Sow. — glabra Park. Venus caperata Sow. Cyprina angulata Sow. — parva Forb. Nucula antiquata Sow. Terebratula Dutempleana D’Orb. — impressa Sow. — depressa Lamk. Trigonia aliformis Park. Una sola especie pasa al sendnico, a saber: Discoidea subuculus Klein. Como se ve, las afinidades entre el tenéncico y el neocdmico son mucho mayores que las que ofrece con el gault; pero aun- que efectivamente es asi y el numero de especies comunes es aloo elevado, hay que tener presente que el limite superior del neocémico ha sido interpretado de una manera muy elas- tica. De esta suerte, se comprende sin dificultad que muchas de las especies citadas como procedentes del neocémico seran probablemente del piso inmediato siguiente, y aminoraran por lo tanto las relaciones paleontoldgicas de ambos pisos. Por lo demas, esta relacion no pasa de 0,08, segun es facil calcular, y demuestra del modo mas concluyente que la categoria de piso, asignada al tenéncico es, por lo ménos, tan fundada y le- eitima como la de cualquier otro piso de los que se admiten sin discusion en geologia. Entre los hechos mas notables de la época, que me es dado sefalar, figuran el del levantamiento del Montsid, y el que hace referencia a la distribucion geografica de las diversas clases de moluscos. Elijo, como tipo de levantamiento, la mole montafiosa que des- cuella aislada entre Aleanar, Amposta y La Rapita, como pu- diera elegir cualquiera otro en la vasta region de montanas comprendida en el gran triangulo cuyos vértices son Alcora 6 el faro de Oropesa, en la provincia de Castellon, Tortosa y Cherta en la de Tarragona y Montalban en la de Teruel, pues un gran numero de lineas anticlinales, de escarpes de rotura y demas accidentes orograficos, estan orientados segun un azi- mut que viene 4 ser NNE-SSO, 6 mas exactamente N. 27 E., segun mis observaciones. De ellas deduzco ademas, que 14 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) este levantamiento general, cuyas huellas estan igualmente de manifiesto en Suiza y en Francia, ha puesto fin a la época tenéncica y merece ocupar, por consiguiente, un lugar entre aquéllos cuya edad esta mejor averiguada. Por lo que concierne @ la distribucion de los moluscos, es digno de observarse que de las 333 especies encontradas en Espana, muy cerca de los dos tercios, 6 sean 204, le son hasta ahora peculiares, estando representados los gasterépodos y lamelibranquios reunidos, por 195 especies, y el doble grupo de los cefaldpodos y braquidpodos por 9 solamente, como si el centro de creacion de aquellas dos grandes clases hubiese radi- cado principalmente del lado de aca de la cordillera pirenaica. Los cefalépodos parecen proceder del lado de Francia, pues de las 71 especies alli conocidas, 33 le son exclusivas. Con res- pecto a los braquidpodos, Inglaterra ofrece los primeros esbo- zos de una observacion semejante. Licito me es consignar que el resultado de nuevas exploracio- nes, léjos de invalidar esta deduccion que formulé hace tres anos, ha venido por el contrario 4 confirmarla. A la explica- cion de estos hechos concurren dos razones poderosas; prime- ra, la que hace relacion a la existencia de los centros de crea- cion de un numero considerable de especies, y ademas otra que pudiera llamarse orografica, pues es imposible dejar de considerar la influencia que en el acantonamiento de los gru- pos zooldgicos habra ejercido la cordillera de los Pirineos. cuyas masas graniticas y primarias estaban ya levantadas en la época tenéncica, oponiéndose como un muro de separacion a las emigraciones y asociacion consiguiente de las especies. La abundancia de las naticas, cuyo numero se eleva ya a 42 especies, muchas de ellas nuevas, y hasta sus colosales di- mensiones, constituyen en la historia del género un hecho unico que, por coincidir con la época tenéncica, reviste un interés no ménos culminante que los dos anteriores. La longevidad de las especies es muy variable, como acon- tece en todas las épocas. En tanto que unas, como la Ostrea Boussingaulti, Terebratula sella, Rhynchonella lata, Serpula filiformis, han vivido durante casi toda la época, otras como el Heteraster oblongus, Trochus logarithmicus, Janira Mor- visi, caracterizan los dos horizontes medios, y otras, en fin, como la Plicatula placunea, Ammonites Deshayesi, solo vivie- (11) Landerer.—DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO. 15 ron en los ultimos tiempos. Hay tambien algunas que se muestran pobremente representadas durante un trascurso mas 6 ménos largo, adquieren de pronto un desarrollo inmenso, se empobrecen de nuevo y persisten asi durante otro trascurso, hasta su completa desaparicion. Tal es lo que ha sucedido con la Orbitolina lenticulata, que adquiere una exuberancia ver- daderamente prodigiosa hacia el fin de su horizonte, atraviesa el de plicatulas, en el que no es conocida, y acompania todavia a los ultimos representantes de la Regudenia Lonsdalei sobre la Muela de Chert. Acerca de la flora tenéncica, se tienen ya datos que permi- ten reconocer, en sus rasg@os esenciales, la fisonomia de la ve- getacion de aquel tiempo. Las cicadeas y las coniferas conti- nuan siendo las formas predominantes, hallandose tambien representadas las Seguoia, los helechos y las algas, y obser- vandose, como era facil prever, que el conjunto de las dos primeras familias ofrece mas puntos de contacto con las for- mas analogas actuales que las del wealdico. Las localidades que, segun Schimper, han proporcionado hasta ahora los primeros materiales de la flora son, para los horizontes inferiores, la Groenlandia, que ha suministrado un contingente de 75 espécies a los 70° de latitud, los montes Carpatos, los alrededores de Teschen, las capas de Wernsdorf y la Haute Marne, a los cuales deben anadirse sin duda los bancos de lignito (le la Peninsula, si bien el ntimero de plan- tas hasta el presente encontradas en ellos es muy reducido, y Chert, en cuyas areniscas inferiores he hallado impresiones que me parece pueden referirse a una alga, aunque lo deleznable de la roca que las contiene me ha impedido obtener ningun ejem- plar fuera del yacimiento mismo. En las maregas azules con— tiguas a estas areniscas, constame haberse encontrado, hace pocos anos, una rama con su fruto, perfectamente conserva- dos ambos; pero no me ha sido posible procurarme, ni aun ver tan precioso hallazeo que, segun tengo entendido, se halla en poder de un minero 6 capataz llamado Femenia. El horizonte superior no ha proporcionado todavia, que yo sepa, ningun documento paleofitologico de indiscutible autenticidad. Las localidades en que el piso se muestra perfectamente re- presentado son muchas en la region oriental de la Peninsula, mereciendo citarse, entre las mas interesantes bajo el punto 16 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) de vista geolégico y paleontoldgico, las montanas de Fredes y del Bojar en la Tenencia de Benifaza, en donde llega a altitu- des de 1.000 y 1.250 metros, Pefia Golosa con una altitud de 1.816 metros, la Muela de Chert con 764 metros, Morella con 1.016 metros y Morella la Vieja con 1.030, Montsia con 768 metros (1), Monte Caro, junto a Tortosa, Utrillas, Gar- gallo, Escucha, Josa, Alaga, Cantavieja, Penaroya, Forcall, Cinctorres y otras muchas que fuera prolijo enumerar. La naturaleza de los depdsitos, de origen marino en su ma- yor parte, y de sedimentacion mecanica, analoga a la que hoy se verifica tranquilamente en el fondo de los océanos, atesti- e@ua que la época tenéncica ha sido en general un tiempo de reposo, sin que hayan producido ninguna perturbacion radi- cal y apreciable los levantamientos parciales, lentos y progre- sivos, que han dejado al descubierto en unas comarcas los ho- rizontes inferiores, como en Uzés y Orgon, en Francia, en Cas- tellvi de la Marca y otros puntos del Panadés, en Tortosa, San Jorge y en San Mateo; y en otras los horizontes medios 6 los superiores. Hacia el Norte de la provincia de Castellon, en Utri- llas, Gargallo y en las comarcas limitrofes, las oscilaciones del suelo fueron frecuentes y dieron origen a los bancos de lignito. Las areniscas y arenas sueltas’y algunas margas de ostras, tan frecuentes en el terreno, son depdsitos ltorales que pudieran servir de jalon si se tratase de restaurar las costas de aquella remota edad. La presencia, en altas latitudes, del tipo de las cicadeas que no existe ya en Europa, y el caracter propio de las coniferas, denotan que en la primera mitad de la época el clima de los parajes polares se mantenia sensiblemente tropical, deduccion (1) Aunque algunas de estas altitudes estan dadas ya antes de ahora, los numeros que aqui anoto difieren algo de los encontrados por otros observadores , y proceden de observaciones propias , hechas simultaneamente al nivel de Tortosa y en la estacion superior, con bardmetros Fortin y holostérico, buscando luégo las temperaturas de ebullicion del agua 4 estas presiones y aplicando la formula hipsométrica de Regnault D — 295 (T—t), en la cual D representa la diferencia de nivel, medida en metros, 7 y ¢ las tempera- turas de ebullicion del agua en las estaciones inferior y superior, y 295 una constante encontrada por la experiencia. Senalo este método 4 la atencion de los gedlogos, por ser sumamente expedito y proporcionar resultados muy exactos para alturas que no excedan de 1.200 metros. (13) Landerer.—DESCRIPCION DEL PISO TENENCICO. 17 que adquiere mayor fundamento, teniendo en cuenta la emi- eracion de las requienias y nerineas, la presencia de los poli- pos coraligenos en la base del piso y su desaparicion antes de terminar la sedimentacion de los bancos de orbitolina. Esta conclusion viene a corroborar, por lo demas, lo que en la pre- citada publicacion sobre el tenéncico llevo expuesto, acerca de la marcha de la temperatura durante esta época, a saber, que por un conjunto de circunstancias astronémicas facil- mente calculables, tuvo lugar hacia la primera mitad de la época un maximo de calor que no volvid a producirse en lo restante de su duracion. En un trabajo sobre el mioceno he hecho ver, que el aspecto del tenéncico en nuestros dias, difiere esencialmente del que ofrecié desde su emersion hasta los Ultimos tiempos miocenos. En efecto; un hundimiento parcial, acaecido en este momento histérico, permitid la invasion de las aguas del antiguo Medi- terraneo sobre las regiones bajas del piso, desmoronandolo y barriéndolo por grandes abluciones cuya huella ha quedado impresa, y proporcionando a sus expensas los abundantes ma- teriales detriticos que hoy cubren en esta parte de Espana todas las depresiones y Hanuras. El movimiento general ascendente que poco despues sobre- vino, contribuyo 4 borrar 6 4 disimular en parte la alineacion del primitivo levantamiento y 4 acentuar, en fin, mas y mas el relieve que tiene el piso en la actualidad, relieve que debe subsistir hasta que el reloj de los tiempos sefiale el momento designado por la Divina Providencia para inaugurar en la Na- turaleza una nueva evolucion. Explicacion de las laminas. LAMINA I. ricura 1.4--Corte de la ermita de Nuestra Sefiora de los Angeles y San Cristdbal de San Mateo. R. Caliza dura de Reqguienia Lonsdalet. t,. Margas duras, amarillas, con Ostrea aquila y Heleraster oblongus. t,. Margas amarillas, con Pholadomya recurrens, Heteraster oblongus, Nucula impressa, Janira Morrisi, Lima para- ANALES DE HIST. NAT.—VII. 2 18 O;. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) liela, Ostrea precursor, O. Boussingaulti, Pterocera pelagi. Caliza margosa amarillenta, con Natica levigata, Pecten morellensis, Terebratula sella, Trigonia caudata, Hete- raster oblongus, Rhynchonella lata, Venus Vendoperana. Margas amarillas con Ostrea Boussingaulti, Panopea Prevostt. Calizas compactas de colores oscuros, con naticas. FIGURA 2.4— Corte del monte de Morella. Caliza de requienia. Caliza amarillenta margosa 6 arcillosa con escasos fésiles. . Caliza con gran desarrollo de orbitolinas. ,- Calizas margosas grises, con Ammonites Martini, Nauti- lus pseudo-elegans, Heleraster oblongus, etc. Entre esta capa y la O,, toda la fauna senalada en el horizonte ter- cero. Caliza margosa amarilla, con Zvigonta caudata y Heleras- ter oblongus. Caliza azulada, dura, con Cyprina expansa, Heteraster oblongus, Pholadomya spheroidalis. Areniscas, con Astarte laticosta, Fusus neocomiensis y trigonias. FIGURA 3.2—Corte de la Muela de Chert. Calizas de requienia. Calizas duras, granugientas, amarillentas 6 verdosas, con Ammonites Deshayesi. Arcillas verdosas y amarillentas, con Plicatula placunea, Am. Deshayesi, A. Beudanti, Belemnites semicanalicu- latus, Ostrea aquila, Corbis corrugata, Rhynchonella lata, Terebratula sella, y demas fosiles del horizonte cuarto. . Caliza de orbitolina, con Lima parallela, Tylostoma Ro- chatiana, Venus Vendoperana, Trochus logarithmicus, etc. Calizas duras, de color rosado claro, con orbitolina en la parte superior. En la parte inferior, escasas orbitolinas y Panopea Prevosti. mf 8 nw . Landerer.— DESCRIPCiON DEL PISO TENENCICO. 19 Margas amarillas, con Heteraster oblongus, Rhynchonella lata, Panopea Prevost. Calizas margosas duras, azuladas, con Pholadomya sphe- roidalis. Calizas y margas amarillentas de trigonias, con toda la fauna senalada en el horizonte segundo. Arenas y areniscas sin fosiles. Calizas compactas, grises 6 de colores oscuros. FIGURA 4.4 — Corte de Benifaza. Estrecha capa de margas, con Ostrea Boussingaulli. a Caliza cristalina, sin fosiles. Caliza compacta, amarilla, sin fdésiles. Calizas y margas, con Ostrea Boussingaulli, Isocardia Mouserrati, Nucula impressa, Tylostoma Rochatiana, Ostrea aquila, O. prelonga, Pseudodiadema rotulare, Ca- protina Almere, Nerinea Coquandiana. Arenas y areniscas, con arcillas y lignitos. Estrecho banco de arenisca calcifera amarilla, con Ostrea Boussingaulte. Caliza de requienia. Margas amarillas con Ostrea Boussingaulti. Mareas azuladas, de textura hojosa, con Natica benifa- 21ENSUS. Caliza gris, dura, con Pecten morellensis. Caliza de colores oscuros, con corales. FIGURA 5.3 He tratado de representar de un modo esquematico en esta figura la emigracion de la Reguienia Lonsdalei desde la region alpina hasta el Maestrazeo, prescindiendo de los pequenos bancos aislados, como por ejemplo los del corte de San Cristo- bal y algunos otros mas 6 ménos proximos, en que esta espe- cie se manifiesta en niveles relativamente inferiores, aunque nunca, hasta ahora, en el horizonte primero. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) 20 LAMINA II. Vista de las Muelas de Chert, tomada desde cerca de la Jana. R. Caliza de requienia. P. Horizonte de plicatulas. O. De la orbitolina. t. De las calizas amarillas de trigonias, cubiertas en parte, en las llanuras que se extienden desde las tiltimas estri- baciones de la Muela, hacia Canet, por el vasto depdsito de conglomerados miocenos. ROCA ERUPTIVA DE MOTRICO (PROVINCIA DE GUIPUZCOA), POR a DON RAMON ADAN DE YARZA/ (Sesion del 7 de Noviembre de 1877.) % Siguiendo la carretera que del puerto de Motrico se dirige al inmediato de Ondarroa, se encuentra 4 muy corta distancia del primero, un apuntamiento eruptivo de muy pequena ex- tension superficial. D. Amalio Maestre en su Leseia geoldgica de las Provincias Vascongadas (1), lo menciona con otros va— rios, bajo la denominacion de Pdrfidos u ofitas, pero sin ocu- parse de la descripcion de la roca que lo constituye. A su estu- dio vamos a dedicar breves palabras. Ofrece esta roca un color uniforme verde-gris-oscuro y una estructura granudo-cristalina muy fina; los acidos solo le atacan ligeramente y sin dar efervescencia; las superficies ex- puestas largo tiempo a la intemperie, adquieren un color pardo- amarillento, debido al hidréxido de hierro, y cuando la roca esta alterada se distinguen en su masa manchas verde-ama- rillentas de clorita, mas en su fractura reciente presenta un aspecto tan homogéneo, que dificilmente podria sospecharse que en su composicion interviniesen tan variadas sustancias como el examen microscopico revela. Hé aqui los elementos que con auxilio del microscopio pue- den distinguirse en esta roca: 1.°. Augito.—Este mineral es el que con mas abundancia entra en la composicion de la roca y se ofrece en ella con ca- (1) Boletin de la Comision del Mapa geologico.—Tomo 111, cuaderno 2,° 22 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) ractéres tan variados, que 4 primera vista no podria creerse que sustancias de aspecto tan diverso, correspondiesen a la misma especie mineral. Preséntase ésta en fragmentos de muy diferentes formas y dimensiones agregados entre si; por lo regular dominan las formas completamente irregulares, pero tambien se observan no pocos trozos de forma prismatica. Al- g@unos trozos ofrecen un color pardo-rojizo y escasa traspa- rencia, de modo que no presentan la polarizacion cromatica con tanta intensidad como las otras variedades del mismo mineral. Lo que enturbia estos cristales es al parecer un gran numero de inclusiones vitreas, aunque la excesiva pequenez de éstas no permite observarlas detalladamente. La mayor parte de los trozos de augito presentan una completa traspa-— rencia y un color amarillo algo verdoso muy claro y polarizan la luz con vivisimos colores, dando asi 4 la roca observada con luz polarizada el aspecto de un mosaico: en muchos de estos trozos de augito, se puede observar el fendmeno de las fajas polisintéticas. Otros fragmentos del mismo mineral aparecen completamente incoloros y como rajados en todas direcciones, comenzando por estas fisuras la alteracion del augito, y ofre- ciendo asi un aspecto muy semejante al que presenta el oli- vino en su evolucion @ la serpentina; pero un examen mas atento permite observar cémo se ligan unas 4 otras las diver- sas variedades del augito, y ademas la perfecta insolubilidad de esta sustancia incolora en los acidos y aun en el agua régia, en que puede estar sumergida la preparacion dias enteros sin que experimente dicho mineral la menor alteracion, demues-— tra que corresponde realmente al augito y no al olivino. En algunos de estos fragmentos incoloros se observan estrias longitudinales que dan al mineral un aspecto semejante a la dialaga. Todas estas variedades del mineral piroxénico abun- dan en inclusiones, en su mayor parte vitreas, viéndose algu- nas con burbuja fija. 2.° Hornablenda.— Este mineral se presenta siempre en la roca asociado al augito, pero en proporcion mucho menor; su color es verde-claro, es fuertemente dicroitico, cuyo caracter, asi como la falta de polarizacion cromatica, le distinguen del augito. Abunda en las mismas inclusiones que éste, parece procedente de su evolucion, pues en unos mismos fragmentos se observa como se ligan ambas sustancias. (3) Adan de Yarza.—roca ERUPTIVA DE MOTRICO. 23 3. Clorzta.—Tambien este mineral va asociado al augito, de cuya evolucion procede, y se puede observar el transito de la una a la otra sustancia, comenzando la alteracion del augito por sus fisuras y avanzando hacia el interior. En el campo del microscopio se pueden ver los diferentes grados de esta evolu- cion, desde los trozos de augito puro hasta los que se han trasformado completamente en clorita. Este mineral ofrece un color verde-amarillento de diversos tonos; por lo regular aparece perfectamente isétropo, pero & veces da paso con los nicoles cruzados 4 una débil luz azulada; los acidos le atacan haciéndole perder su trasparencia. 4° Fpidota.—Ligado 4 las sustancias mencionadas aparece en algunas secciones un mineral algo dicroitico, amarillo- claro, intensa polarizacion cromatica y atacable por los acidos, que debe referirse a la epidota. Entra con mucha mas escasez que los anteriores en la composicion de la roca. Estas cuatro sustancias, siempre intimamente ligadas y siendo la mas abundante el augito, son las que forman la ma- yor parte de la roca, pudiendo asegurarse que componen mas dle las cuatro quintas partes de su masa. 5.° Feldespato.—Entre las agrupaciones que forman los fragmentos de los minerales arriba mencionados, se ven atra- vesados sin direccion fija pequenos prismas de feldespato, unos completamente trasparentes y otros muy turbios. Con la luz polarizada ofrecen el fendmeno de las fajas polisintéticas, lo que demuestra que pertenecen al grupo de los feldespatos tri- clinicos; su insolubilidad en los acidos indica la especie oligo- clasa. En los cristales trasparentes se observan numerosas inclusiones del mineral piroxénico y de los que de él se origi- nan, algunas relativamente grandes, ocupando una conside- rable parte del cristal feldespatico; abundan tambien las inclu- siones vitreas y algunas con burbuja fija. El feldespato entra en muy corta proporcion en la composicion de la roca. 6.2. Cuarzo.—Con alguna mas abundancia se presenta el cuarzo, unas veces en granos irregulares y otras en secciones de forma exagonal. Son en él extraordinariamente abundantes las inclusiones liquidas con burbuja dotada de un rapido mo- vimiento de oscilacion. Ademas se ven incluidas en el cuarzo delicadas agujas de augito y tambien de hornablenda, que a veces se agrupan formando hacecillos. 24 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) 7.° Hierro magnético.—No es la roca de Motrico de las mas ricas en este mineral. Preséntase en ella por regla general el hierro magnético unido 4 los minerales procedentes del piro- xeno y particularmente 4 los cloriticos, formando variadas agrupaciones de cristalillos, asociado al 8.° Hierro titanifero.—Tratadas las preparaciones por los acidos se disuelven en parte los grupos de cristales negros opacos, quedando intacta la mayor parte de ellos. Esta parte insoluble debe corresponder por lo tanto al hierro titanifero. 9.° Vidrio.—Conserva esta roca escasos restos del magma vitreo que se presentan bajo dos distintos aspectos. Entre los fragmentos de piroxeno y llenando sus intersticios se ve una sustancia completamente isdétropa; ofrece un tinte ligeramente rojizo 6 pardo-rojizo y su trasparencia no es completa; em- pleando fuertes aumentos se pueden distinguir en su interior un gran nimero de granitos sumamente pequenos de piro- xeno. Este vidrio es muy escaso en la roca. Tampoco es mucho mas abundante otra sustancia semivi- trea, que posee una trasparencia mas perfecta y que no extin- gue la luz completamente con los nicoles cruzados, sino que en ciertas posiciones, haciendo girar la preparacion alrededor del eje del microscopio da paso 4 una luz generalmente azulada, y a veces amarillenta. Puede, por lo tanto, considerarse esta sus- tancia como un estado intermedio entre el magma vitreo fun- damental y los cristales de feldespato. Por la ligera descripcion que antecede se echa de ver la gran analogia de la roca de Motrico con las ofitas de las provincias de Cadiz y Santander, tan habilmente estudiadas por los senores Mac-Pherson, Quiroga y Calderon (1), y particularmente con la de Casares (Santander), con la que tiene de comun la presen- cia del cuarzo. Es digna de notarse en la de Motrico la escasez con que se presenta el feldespato. Atendiendo a la cortisima proporcion en que entran las sustancias vitreas y al predomi- nio del piroxeno sobre el anfibol puede considerarse esta roca como un transito a la diabasa cuarcifera. Las rocas sedimentarias que aparecen en inmediato contacto (1) AN. DE LA Soc. ESPAN. DE HIST. NAT.— Tomo v, cuadernos 1.° y 2.°—Tomo vy, cuaderno 1.° (5) Adan de Yarza.—RoCA ERUPTIVA DE MOTRICO. 25 conel apuntamiento eruptivo de Motrico, corresponden al tramo cenomanense de la formacion cretacea, y son calizas arcillosas y siliceas que en algunos puntos adquieren la estructura pi- zarrosa; muy proxima a la roca eruptiva abunda tambien la caliza compacta que tiene excelente empleo como piedra de construccion. Consecuencia del metamorfismo que sobre estas rocas han ejercido las emanaciones sulfhidricas, que han debido acom- panar a la erupcion, es la presencia del yeso, de cuya sustan- cia existen abundantes canteras junto 4 la roca que se acaba de describir; hecho con mucha frecuencia observado en los apuntamientos eruptivos de esta naturaleza. ~ ‘ Ne pa ncortinnngiamtet eae: ned : ee een re i) panne = nti ree) aRioe on siaoieet 4) oe AREAS iy cto ok Ane ein ett aaa: 90 9) us a MU ci sae ee bi iil he at eed 0" GAME is ew pga rte LE Oe Bt ae 10h . (2 a eMC Ly aay Welt ie va ae t ae af nie tater SiGjt dunisjgakevnante: fy Terky taliban yee RES Rabie OS PORN RRA Si (i A EE TREE RTD NF “on 0 0 boat Nee ref hey Anh nant eehiby dwhtannd pcan Vip a BA Af eT Mndeertivaubaieg dw ei | - m1 CaP a SUR he sien u genta i . OFITA DE TRASMIERA (SANTANDER), POR DON SALVADOR CALDERON Y ARANA. fe i = j 97 NE - Ge 2 ty (Sesion del 5 de Setiembre de 1877.) Por razones dadas en estudios analogos precedentes, espe- cialmente los relativos 4 la ofita de Pando y Portolin (1), en la misma provincia de Santander, consideramos de una extre- mada importancia cuanto se refiere al singular yacimiento y caractéres macro- y micrograficos de una roca tan frecuente en nuestra Peninsula, como escasa fuera de ella y que tanta in- fluencia ha gozado en su configuracion actual. Asi es que el hallazgo de una nueva erupcion en el N. de dicha provincia, no indicada hasta aqui (2), nos ha parecido por si solo digno de ser comunicado, aun prescindiendo de otras razones que abonan su importancia. En efecto; la situacion de este aflora— miento en el extremo de la provincia opuesto al en que apare- cen las anteriormente estudiadas; los nuevos datos que arroja (1) Quiroga, Ofita de Pando: AN. DE La Soc. ESPAN. DE HIST. NaT., t. v, 1876; y Cal- deron, y Quiroga, Erupcion ofitica del Ayuntamiento de Molledo; id., t. vi, 1877. (2) El Sr. D. Amalio Maestre, en su Descripcion fisica y geoldgica de la provincia de Santander, presenta un corte de N. 4S. de la sierra Cabarga, en que indica en detalle la sucesion de las capas y toma como tipo de la estratigrafia del cretdceo inferior. Termi- na al Mediodia dicho corte con unaroca (metamorfizada) de aspecto de porfido y estrati- ficacion concordante con las demas (Direccion E.-O. Inclinacion N.). Por la posicion in- dicada y ausencia de otro material 4 quien convengan semejantes caractéres, induci- mos que es la ofita la roca Ultimamente mencionada, la cual por alteracion adopta or- dinariamente una facies porfidica en una de sus fases, y que, ademas, afecta por cuar- teamiento una falsa estratificacion que ha engafado ya otras veces a gedlogos que se han ocupado del Pirineo francés. 28 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) corroborando trascendentales puntos de vista para la geolo- gia, iniciados aqui entre nosotros por el Sr. Mac-Pherson, y que hemos adoptado, y la circunstancia de armar aqui la ofita en materiales cretaceos, en tanto que al Mediodia lo hace en los triasicos, comportandose lo mismo con uno que con otros, son motivos suficientes 4 nuestra cuenta para justificar esta ligera resena. No obstante, consideraremos ésta como continuacion del precedente trabajo aludido, y por ello seremos muy parcos en consideraciones generales y en dar precedentes que alli tuvieron cabida. En el partido judicial de Laredo, merindad de Trasmiera, a una distancia de dos leguas de la estacion de Béo y otras tantas de Liérganes, se halla en el pueblo de Solares y 4 las inmediaciones del rio Miera, un cerro constituido por la ofita. La localidad en cuestion es conocida por existir en ella aguas minero-medicinales, hace tiempo reputadas, y un estableci- miento balneario a que concurren muchos enfermos, en su mayoria de afecciones catarrales del est6mago y vias urinarias. En terreno accidentado, en una cuenca que se extiende de E. 4 O., pero sin eje bien determinado, circundada por monta- nas redondeadas, poco eminentes, se destacan 4 uno y otro lado con simetria dos montes elevados de forma abrupta rela- tivamente 4 los demas accidentes, y aislados del resto: son éstos al N. Cabarga, llamado tambien las Tres Hermanas, por estar compuesto de tres masas, y al S. Mizmaya, un poco ménos elevado; uno y otro son alcanzados a ver desde el mar y es lo primero que observan los viajeros que se aproximan a Santan- der, desde el cual tambien se divisa uno de los picos de Cabar- ga, afectando una forma cdnica que en realidad no tiene. En medio de dichos potentes macizos corre con igual direccion el lomo ofitico central, sobre el que estan edificados Valdecilla y Aznar, que es mucho ménos eminente, no elevandose mas de 100 metros y bajo una forma redondeada que contrasta con lo escarpado de aquéllos. No nos ha sido posible determi- nar con precision la extension superficial de la ofita de esta region, por la irregularidad de su contorno, y porque el terreno esta cubierto de vegetacion espontanea y cultivada, pero cal- culamos, como un minimum, tres kildmetros de largo por uno de ancho. En este trayecto, cuyo punto de partida es el pueblo de Solares, corre constituyendo monticulos y en conjunto una (3) Calderon.—oFITA DE TRASMIERA. 29 loma prolongada, cuyas laderas ocultan a trechos la caliza 6 la arcilla. Mineralégicamente lo mas interesante del terreno para nues- tro estudio, es una caliza que esta en el contacto de la ofita, que es algo arcillosa, de fractura concoidea y color azulado; es abundante en los puntos lejanos 4 la erupcion, en restos fosiles marinos de la época cretacea, sobre todo corales, equi- nodermios y moluscos, predominando entre los ultimos los géneros Pecten, Ostrea, Terebratula, Rhynchonella y algunos cefalidios, como Cerzthium, Natica, etc. Sobre esta caliza, que se extiende bastante hacia Poniente, viene una arenisca de grano fino comunmente muy micacea, que cubre a4 la roca antes mencionada en una extension de muchos metros al S. de la cuenca, é intercalada 4 una y otra rocas, suelen hallarse es- tratos de una arcilla esméctica que a veces tienen bastante es— pesor. La direccion media de tales capas, en lo que hemos po- dido observarla, parece ser de KE. 4 O. con inclinacion al N., pero en la proximidad de la ofita no sélo esta muy alterada la primitiva horizontalidad, sino que es muy dificil distinguir las fracturas y grietas de los planos de estratificacion. En Mizmaya, sobre todo sobre el pueblecillo de Cecelia, es donde mejor se ven los phegues extendidos de E. 4 O. que manifies— tan las presiones que ha experimentado la caliza 4 consecuen- cia de la erupcion. AN 1. Ofita. —2. Yeso.— 3. Caliza creticea metamorfizada. — 4. Margas, calizas, areniscas, hierros hematiticos, etc. a.a.g. Linea dela carretera de Péo 4 Bilbao. —d. Cabarga. — c. Cementerio nuevo de Solares. — d. Mizmaya. —g. Pueblo de Cecena. RAZORS ISAS A (aT Tega El] adjunto corte, seccion de la cuenca 4 su través, esto es, de N.aS. poco mas 6 ménos en una extension aproximadamente de 15 kilometros, da idea de la topografia de la misma, y del numero y disposicion de los materiales que motivan este bos— quejo. Los macizos laterales echados 4 uno y otro lado por la fuerza que levantd el cerro ofitico, han quedado coronados 30 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) por crestas asperas, y es obvio que bajo ellos debe extenderse mucho la ofita. Las restantes lomas, no reproducidas para sim- plificar, indican tambien que han sido elevadas por igual agente, si bien no ha logrado abrirse paso al exterior, y de aqui el contraste de éstas con laaspereza de Cabarga y Miz- maya. En suma, se ven claramente todas las pruebas de que la aparicion de la ofita es posterior a la sedimentacion del terreno cretaceo en que arma. No se ha limitado 4 lo ahora dicho la influencia de la erup- cion sobre las rocas adyacentes: la caliza de la cuenca ofrece un color mas claro, es astillosa y dura, y aparece surcada en todas direcciones por vetas espatizadas a veces muy ricas en pirita de hierro; en algunas porciones se vuelve la roca mar- cadamente cristalina y las oquedades se rellenan de romboe- dros muy bien hechos y completos de la misma cal carbona- tada. Es inttil decir que los fosiles han desaparecido en el seno de estas calizas metamorfizadas. Cambios paralelos han expe- rimentado la arenisca y la arcilla en las proximidades de la ofita, la primera adquiriendo mayor. dureza y cargandose de mica, en cuyo estado es utilizada para labrar losas grandes, y la segunda volviéndose aspera. tenaz y aun algo vidriosa. Pero el mas interesante testigo de la accion epigénica de la ofita, por su constancia en casi todas las regiones pirenaicas de esta naturaleza. no falta tampoco aqui: nos referimos al yeso. En efecto, como indica el precedente corte, al pié de Ca- barga se encuentran los bancos de yeso, originados por meta- morfismo de la caliza,en una extension de 150 metros de EK. a0. Alli son explotados en la mina San Vitores, donde se les ve en capas que caen al N. bajo un angulo de unos 50°. Son alternativamente rojas unas y azuladas otras, y en ambos casos tienden A la estructura laminar, sin que por esto se altere su compacidad ni sus excelentes condiciones bajo el punto de vista industrial. De la mencionada mina se han extraido ya muchos miles de carros, trasportados despues a una fabrica inmediata, que exporta mas de 500 fanegas diarias para la ca- pital solamente, sin que por esto se conozca aun apénas en aquélla la deficiencia del material. La mucha frondosidad del terreno de aquellos sitios, de que ya hicimos mérito, y la ca- rencia de cortes naturales, nos han impedido ver los contactos del yeso con la ofita y con la caliza, de los cuales este ultimo (5) Calderon.—OFITA DE TRASMIERA. 3] seria del mayor interés; pero hemos podido notar en las cali- zas mas inmediatas a la roca metamorfica en cuestion, las ve- tas espatizadas Nevando frecuentemente pirita, de que habla- mos anteriormente. Hemos visto tambien el yeso interpuesto entre verdaderas arcillas irisadas debajo de Valdecilla y 4 la inmediacion del pueblo mismo por la parte 8. Estan a descubierto en las la- deras de una zanja abierta alli sin duda con objeto de explotar los yesos interpuestos entre las fajas azules y rojizas de dichas arcillas, cuya empresa seria abandonada por hallarse despues el banco en masa de que se ha hecho mérito. En cuanto 4 la sal, otro de los companeros de la ofita, no sabemos se haya encontrado hasta ahora. Sin embargo, la can- tidad de este cloruro que contiene el agua medicinal de Sola- res, relacionada sin duda con la roca eruptiva, puede consi- derarse como un indicio de la existencia de dicho cuerpo a mayor 6 menor profundidad. El examen de la region, cuyos caractéres dominantes hemos procurado bosquejar, basta para refutar la opinion de los que consideraron a la ofita como una roca triasica subordinada a la caliza conchifera, inducidos a esta idea por la falsa estratifi- cacion de la roca, por la proximidad de los yesos y la sal, y. acaso por hallarla, como nosotros en Molledo, entre materiales verdaderamente triasicos. Pero a poco que se fije la atencion para comparar la identidad de efectos producidos por epigre— nésis en la misma provincia de Santander en uno y otro caso. se vera claramente cual es la causa de tan curiosas analogias. Alin nos resta indicar la existencia en Trasmiera de otra roca muy interesante subordinada 4 la ofita. En efecto; aqui, como en casi todos los puntos del Pirineo en que aquélla se ha abierto paso, se encuentra el hierro bajo la forma de hematt- tes; pero es tanta la cantidad, extension y bondad de sus con- diciones industriales, que hoy los inmediatos yacimientos de Cabarga sostienen una explotacion importante, que perjudica sériamente a la de Somorostro, por el mayor aprecio en que son tenidos los minerales de esta zona. Circunscribiéndonos a los inmediatos lugares 4 la erupcion comprendidos en el pre- cedente corte, que sirve de base a esta ligera resenha, debemos indicar que tanto en Hozuayo, en su pié y en su cumbre, en Santa Marina, como en Cabarga, se presentan las hematites en 32 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) cuestion, con la particularidad significativa de que llevan sus nédulos, con sorprendente frecuencia, nticleos de esperquisa. Se denuncia ademas por todas partes la presencia del hierro por manchas y fajas caracteristicas que dejan las aguas al des- cender por aquellos bancos calizos. La accion aluvial, ha ar- rastrado el mineral mezclandole con arcillas, dejando en los puntos bajos depdsitos de arcillas ferruginosas que llegan a al- canzar un espesor de varios metros, como sucede @ la inme- diacion del establecimiento balneario; entre estas arcillas, que tambien han sido objeto de explotacion, abundan interpuestos naturalmente cantos de hematites y masas calizas considera- bles, que llevan la huella de haber estado largo tiempo expues- tas 4 la intemperie, dntes de ser arrastradas de las cumbres vecinas y enterradas donde yacen. Dicho ya lo mas importante que se refiere 4 las rocas en que arma la eruptiva que nos ocupa y a las que le acompanan, réstanos solo indicar algo de ésta. Las circunstancias notadas en punto al aspecto y modo de aparecer la de Molledo son en- teramente idénticas 4 las que aqui presenta: en uno y otro sitio lo que ofrece 4 la superficie de los cerros ofiticos son los es- ferdides mezclados con la arcilla resultante de la alteracion de la pasta. Tienden éstos 4 romperse en capas superpuestas, mas integras segun son mas internas, hasta parar en un nucleo que se halla poco descompuesto. Tal roca ofrece aqui muy es- casas variedades en lo que nos ha sido dado observar, y es dis- tinguida por los naturales con el nombre de herruna 6 piedra herruna. Sus caractéres macro- y microscopicos son, en suma, en un todo idénticos 4 los de la de Casares, en el Ayunta- miento de Molledo. En los pequefios cortes en que hemos podido descubrir ban- cos de ofita, comprobamos la tendencia, que hicimos constar al hablar de los de Portolin, 4 afectar la facies de estratos, pero sin que sea aqui mas verdadera que alli la estratificacion. Estudiando con mayor detenimiento el proceso de desinte- gracion y descomposicion de la roca, creemos poder precisar en él dos fases caracteristicas: en la primera la pasta adquiere un aspecto pseudo-porfidico, si bien los cristales oscuros del pri- mitivo hierro magnético que imitan los empastados en los porfidos, muestran, 4 poco que se les examine, sus contornos borrosos que se pierden suavemente en el magma; en la se- (7) Calderon.—oFITA DE TRASMIERA. 33 cwunda la alteracion interesa ya 4 toda la masa, que por igual se va trasformando en una arcilla que se pega poco a la lengua y de color ordinariamente amarillento sucio, aunque por ex- cepcion la hay de un blanco purisimo al pié de Cotenete. Hemos observado que la trasformacion es mas rapida y profunda en el banco de la roca que cuando ésta se halla constituyendo bolas; en cuanto 4 éstas, la experimentan tambien recubrién- dose de la capa de arcilla mencionada, pero como ordinaria-— mente no pasa de la mas superficial, en seguida se encuentran otras resistentes con el aspecto propio de la que acabamos de caracterizar como primera fase. De fuera adentro ofrecen las bolas ofiticas: capa trasformada en arcilla, otras tefiidas en negro por la hidratacion del hierro magnético, capas pseudo- porfidicas y capas nucleares con aspecto cristalino. Es usada la roca en cuestion, aunque no de preferencia, para las construcciones rusticas, y sorprendiéndonos que pu- dieran servirse de un material que presenta al martillo una tenacidad tan extraia, nos dijeron los naturales que el pro- cedimiento de que se valen para romperla, es calentarla sobre brasas y echarle agua antes de que se enfrie. De este modo salta con facilidad dando superficies extensas, planas y lisas, que no pueden obtenerse de ningun modo por la percusion. Sdélo ahadiremos, para terminar, dos palabras sobre el ma- nantial de Solares. Adelantando ideas dijimos que en nuestro sentir esta relacionado evidentemente con la erupcion ofitica, lo cual se adivina con solo advertir que viene 4 corresponder su situacion a la parte central del precedente corte. Hl agua aparece al exterior en la concavidad de un estrato calizo desde una profundidad que se ha calculado pasa de 500 metros; por las grietas naturales de éste se han verificado una por- cion de iluminaciones muy abundantes y en muy corto trecho. Segun un aforo practicado recientemente, los ma- nantiales utilizados dan unos 6.500 litros por hora. En cuanto al agua es diafana, incolora é insipida; potable y algo acida; brotan en ella infinidad de burbujas. Su temperatura en el manantial es de 30°. De los analisis practicados tanto por don Antonio Moreno en 1828, en el Colegio de farmacéuticos de Madrid, como recientemente en Valladolid, por el catedratico de Quimica en aquella universidad, D. Santiago Bonilla, re- sulta que domina en el agua el cloruro de sédio; que existen ANALRS DE HIST. NAT.—VII. 3 34 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) tambien bastantes carbonatos calcico y magnésico disueltos a favor del acido carbonico; pocos sulfatos; indicios de fosfatos, de sales de hierro, de materia organica y de silice. En cuanto a los gases que se desprenden del agua en cuestion son una mezcla en que predomina el nitrégeno, hay algo de acido carbonico y un poco de oxigeno. En punto poco ‘distante de Solares, brota otro manantial al parecer analogo hasta por su accion terapéutica; se llama la fuente del Francés, y aunque no esta minuciosamente estu- diada este agua, se sabe que es tambien rica en cloruro sédico y que contiene sulfato de cal. La mineralizacion de tales ma- nantiales, no puede ménos de estar ligada a la existencia de la ofita, siendo la sal disuelta en sus aguas el indicio mas claro de esto. Por otra parte, la gran profundidad desde la cual parece surgen, hace necesario creer que atraviesan la masa eruptiva, la cual se extiende sin duda extensamente bajo la caliza cretacea de la cuenca. CONTRIBUCIONES AL ESTUDIO DE LA FOSFORITA DE BELMEZ, POR DON SALVADOR CALDERON Y ARANA,. (Sesion del 6 de Junio de 1877.) Pi. FOSFORITA DE BELMEZ. En una expedicion recientemente realizada en compafia de los distinguidos catedraticos del Instituto de Ciudad-Real, los sehores D. Enrique Serrano y Fatigati y D. Eduardo Bosca, he tenido ocasion de examinar el yacimiento de la notable y cele- brada fosforita de Belmez, en la provincia de Cordoba. Como en esta Sociedad ha preocupado ya la cuestion del origen de dicho mineral, habiéndose hecho muy importantes indicacio- nes por parte de los Sres. Vilanova y Kgozcue (1), he creido la interesarian los materiales que me ha consentido aportar la observacion sobre el terreno, que uno y otro de los menciona— dos gedlogos confesaban no haber visitado. Por otra parte, nuestra expedicion ha sido muy feliz para las indagaciones referentes al mineral que me ocupara, por pro- porcionarnos abundantes ejemplares, en lo que es debida mu- cha gratitud 4 los duefios de las minas que seran citadas, y datos nuevos enteramente y del mayor interés, a mi cuenta, para la cuestion de yacimiento y origen (2). (1) AN. DE LA SOC. ESPAN. DE Hist. NAT., t. 11, Actas. (2) Los ejemplares recogidos que han servido de base y comprobacion para este li- gero estudio, se hallan en las colecciones de la Institucion libre de Ensenanza. 36 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Las minas de fosforita de Belmez fueron descubiertas re— cientemente, pues se remonta esto & solo unos cinco afios, en que un particular, M. Houlou, conocid la naturaleza del mineral contenido en las vetas de la caliza del cerro Hamado el Castillo, en dicha localidad. Antes habia pasado completa- mente desconocido alli, por lo cual los naturales no designan el mineral con nombre vulgar alguno, y han adoptado desde luégo el que le da la ciencia. El buen resultado de las primeras inquisiciones animd despues a otros que buscaron nuevos filo- nes, no ya sdloen aquel sitio, sino en la inmediata Sierra Palacios; pero aunque el éxito ha coronado varias veces sus esfuerzos, no en todos los casos son iguales las ventajas de la explotacion: naturalmente cambian éstas segun la profundidad y espesor de las vetas de fosfato incrustadas en una roca tan dura, que sdlo por medio de barrenos puede desprenderse. De todas suertes, es Slempre muy incierta la eleccion de los puntos de arranque, y sera efimera la duracion de esta industria mi- nera en la localidad. Las fosforitas en cuestion son trasportadas por la via ferrea inmediata a Sevilla, y de alli da los mercados de Inglaterra y Alemania, especialmente de la primera, donde son vendidos sin que en Hspanha nos preocupemos cuanto convendria de aplicarlos 4 nuestros campos, ni de que vendemos nuestras fuerzas productoras. jNosotros, sin embargo, decimos ser un pais eminentemente agricola y productor de cereales! Sin que esto sea abonar medidas represivas 6 violentas, creo cabe pre- guntar si nuestro atraso actual en este ramo legitima hechos de la trascendencia de la exportacion irreflexiva de todos nues- tros fosfatos. gHay derecho para deshacerse enun momento de los huesos diseminados en los campos de Castilla y de los fos— fatos minerales de Extremadura y Cordoba, legando 4 nuestros sucesores tierras estériles y sin medio de enriquecerlas? Prescindiendo de consideraciones tan vitales para el pais y que reclaman la atencion de los gobiernos, de los cientifi- cos y de los cultivadores, me limitaré a tratar de la fosforita en cuestion bajo el punto de vista tedrico. Razones que seran expuestas al finalizar este ligero estudio, me indujeron desde luégo 4 suponer que la existencia de la fosforita en Belmez no podia constituir un hecho aislado, y, en efecto, averiguaciones posteriores, en que debo mucha gra- (3) Calderon.—FOSFORITA DE BELMEZ. 37 titud al Sr. Bosca, antes citado, han afirmado la existencia del mineral 4 pocas leguas de la estacion de Almaden, ya en la provincia de Cérdoba, donde se presenta con caractéres muy anadlogos, si bien la coloracion de las variedades litoideas la distingue de las de la localidad que motiva este bosquejo. Igualmente parece que en las crestas del puerto de Espiel existe la fosforita como en Belmez, si bien lo agreste del sitio y dificultades materiales para su conduccion hasta la via fer- rea han sido causas suficientes para impedir su explotacion. Hasta aqui no se ha hecho estudio detenido alguno de la fosforita de Belmez. Sin embargo, ademas de las indicaciones hechas en esta Sociedad, de que hice mérito, hay una nota de M. Reydellet, inserta en el Boletin de la Sociedad geologica de Francia (1), que ha sido traducida por el Sr. D. Daniel Corta- zar, y publicada en el tomo 11 del Boletin de la Comision del Mapa geologico. Desgraciadamente es tan somera y compen- diosa la nota en cuestion, que apénas apunta sin razonar los problemas del origen y yacimiento de tan singular sustancia, que, por otra parte, no pueden ser abordados con las indica- ciones alli expuestas, circunscritas al modo como arman las fosforitas concrecionadas. |e CARACTERES. Por lo que toca al aspecto del mineral, recordaré que M. Rey— dellet termina su nota antes citada, celebrando la oportunidad del nombre con que en Caceres vulgarmente se le designa, el de piedra enganosa, que, por cierto, es enteramente equivalente al técnico de apatita. En efecto; es muy ardua empresa la de asignar caractéres exteriores ni fisicos 4 la fosforita, y en lo que se refiere 4 la localidad en cuestion, atin aumenta la dificultad notoriamente : mil cambios de estructura que pasan de uno a otro por matices insensibles, variadas coloraciones uniforme 6 irregularmente distribuidas y diferencias innumerables de (1) Bull. de la Soc. geol. de France; 3¢me série, v. 1. 38 ANALES DE HISTORIA NATURAL. * (4) brillo y fractura imposibilitan dar una nocion precisa de la facies del mineral. Felizmente son conocidos ya por esta Sociedad los ejemplares mas caracteristicos de la fosforita del castillo de Belmez, merced a los presentados por el Sr. Vila- nova, que llamo a la par la atencion hacia el aspecto opalino de ellos, hacia su estructura testacea y silice que les penetra, asi como hacia los nucleos térreos y cavernosos a cuyo alrede- dor parece se depositaron las capas. Accidentalmente ofrece la masa muchas dendritas de manganeso y cristales de caliza entre las laminas y rellenando las cavidades. La estructura compacta y palmeada, tan general en las fosforitas de Caceres, es en cambio muy rara en las de la localidad que me ocupa. Pero si abandonando el yacimiento del Castillo vamos al de las cavernas explotadas en Sierra Palacios, del que nadie ha hecho mencion hasta aqui, distantes uno de otro una media legua, nos encontraremos con que la fosforita de éstas tiene otro aspecto y otra naturaleza completamente distintas. Ks una masa roja pétrea, que tratada por los acidos deja un abundante residuo de arcilla y da efervescencia y que contiene tambien eran cantidad de fosfato: en suma, una marga caliza fosfatada. En el contacto con la calizaen que yace, merece ser considerada como una especie de termantida de compacidad sorprendente; pero poco 4 poco se trasforma en verdadera brecha que em- pasta pedazos irregulares de la caliza mencionada, unas veces integros otras espatizados, y, sobre todo, huesos menudos completamente fracturados, que indican la intervencion de un agente turbulento en la época de su deposicion, pero no alte- racion en su estructura, pues nunca descubren vestigios de patina superficial. La firmeza de la roca es siempre grande, aunque menor en el segundo caso, por ser las partes trabadas elementos de discontinuidad y hallarse en una profusion ver- daderamente extrana. Es manifiesta la imposibilidad de reunir esta roca con la fosforita antes mencionada para describirlas , asi como el fun- dirlas bajo una sola denominacion, por lo cual distinguiré aquélla con el dictado de fosforita verdadera, y la otra con el de marga fosforitica. Los caractéres que voy 4 dar del mineral son, por tanto, solo aplicables 4 la primera. El color no es uniforme por lo general en ninguna de las va- riedades: predomina el blanco amarillento, pero cambia desde (5) Calderon.—FOSFORITA DE BELMEZ. 39 el blanco puro hasta volverse completamente negro, siendo comun que del fondo de la coloracion antes dicha se destaquen fajas amarillento-verdosas, amarillento-azuladas 6 rojizas, como en el criadero de la mina Jacinto, en Caceres. El san- guineo, debido a la trasformacion del 6xido ferroso en fér- rico, el violado y el azul, comunicados por el manganeso (1), adquieren a veces gran intensidad en zonas interpuestas (2). Estas zonas son ensanchadas unas veces y otras delgadas, afectando siempre el aspecto de corrientes que siguen conti- nuas sin mezclar sus vetas ni sus colores. La dureza es consi- derable, merced a la gran cantidad de silice interpuesta, 4 la que se debe el que raye el vidrio, aunque débilmente. El lustre es vitreo por lo general y céreo 4 veces en alto grado, asi es que recuerdan los ejemplares de color mas oscuro el aspecto de la vesuviana 6 el'de la obsidiana. Ninguna de las variedades es fosforescente. Aunque la estructura de la fosforita del Castillo cambia desde la compacta a la térrea, de la uniforme a la concrecionada, se encuentran con tal frecuencia de unas y otras en un mismo ejemplar y pasan tan insensiblemente de unas 4 otras en los mas de los casos, que he desistido de establecer variedades con arreglo a este caracter. Los Sres. Egozcue y Mallada, en su notable trabajo sobre la provincia de Caceres (3), han seguido el opuesto criterio tratando de la de aquella region, é indican, por ejemplo, con el nombre de estructura testacea un tipo constituido por la superposicion de estrechisimas fajas homo- e@éneas, unas veces unidas, otras separadas como hojas de pa- pel, que recuerda la zinconisa, en el que suelen hallarse hue- (1) Examinando las fajas azules que con suma frecuencia surcan la fosforita del Cas- tillo, pensé, como M. Dawson de la del Canada, que fueran debidas al fosfato de hierro (vivianita) 6 4 un doble fosfato de hierro y manganeso. Pero el ex4men microscopico de laminas delgadas de dichas zonas, ha permitido 4 los Sres. Quiroga y Mac-Pherson des- cubrir que consiste meramente tal coloracion en un efecto de luz. Pequefiisimas parti- culas muy oscuras de mangeneso vistas al través de las capas traslucidas acaramela- das, engafan 4 quien las observa sin el auxilio de los medios amplificantes, creyendo ver una materia muy azul. ;Cudntos errores esta llamado 4 rectificar el microscopio! (2) La fosforita resinoidea que existe al N. dela provincia, dicen se distingue bien de lade Belmez por su coloracion blanco-agrisada distinta de las que ésta presenta. (8) Mem. de la Com. del Map. gedl. de Espana.—Mem. geol.-min. de la prov. de Caceres, 1870. 40 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) cos tapizados de caliza espatica; constituyen otro con la resi- noidea, resultante del estado concrecionado de la pasta, y ca- racterizado por el brillo resinoso y algo céreo 6 craso. En el Castillo de Belmez una y otra son las variedades dominantes, pero, en realidad, son alli la misma cosa. Vistas en conjunto todas son concreciones y aun los trozos que en unas partes afectan la facies testacea, en el centro ofrecen la masa como en corrientes de curso desigual, siendo normal, por el contrario, que las porciones mas resinoideas participen, no obstante de una estructura laminar que cuando el color se presta, se da a conocer por las irisaciones que descubre la fractura. Tambien he recogido ejemplares en que las laminas habian adoptado la forma de esferas huecas de delgadas paredes. Llamando la atencion 4 nuestro consocio, el Sr. Quiroga, todas estas particularidades de estructura, mucho antes de co- menzar yo este estudio, habia tratado de averiguar si la fos- forita que tales caractéres ofrece, es 6 nd coloide. Resulté de su trabajo que puestos en el dializador 05 de ésta, disuelta en la menor cantidad posible de acido clorhidrico con 500 gramos de agua destilada paso la fosforita en veinte dias a través de la membrana. No es ménos interesante que la estructura macroscdépica la microscépica. Esta descubre zonas opacas; mas 6 ménos mela- das, que suelen brillar algo entre los nicoles cruzados, y otras perfectamente trasparentes, que presentan entre éstos una li- gera tinta marcadamente azulada. Dichas zonas concéntricas originan algunos rifones que manifiestan una cruz y el centro negros, vistos del modo antes dicho, al modo de esferolitas de algunos pechstein y porfidos feldespaticos. Hay zonas turbias, poco trasparentes y de color algo melado en que la polariza-— cion cromatica es bastante brillante. En cuanto 4 la fractura es concoidea en las variedades com- pactas. (1) (1) ElSr. Egozcue did mucha importancia hablando en esta Sociedad de la fosforita de Caceres, 4 la analogia que con suma frecuencia tiene en sus caractéres exteriores con los minerales de zinc, pues hasta las series de sus variedades se corresponden per- fectamente. Terminaba su indicacion recordando que hay ejemplares terro-cavernosos en Belmez surcados por una sustancia muy semejante 4 la blenda por su color, su brillo resinoso y hasta por su fractura, que no es otra cosa que un estado especial de la fos- forita misma. (7) Calderon.—FOSFORITA DE BELMEZ. 41 Las densidades halladas de las rocas enumeradas han dado el siguiente resultado: Caliza del Castillo no trasformada en fosforita. . 2,73 Fosforita arrinonada ea parte interior testacea... 2,89 Castillo... . =. . .::( parte exterior resinoidea. ~ 2,84 Fosforita resinoidea negra, del Castillo....... 2,85 Marga fosforitica endurecida, de Sierra Palacios.. 2,69 Marga fosforitica con fdsiles, de Sierra Palacios. . 2,62 Tratada la fosforita del Castillo por los acidos diluidos, se disuelve atin en frio con efervescencia, lenta si, pero muy pro- nunciada, senaladamente en las partes opalinas y zonadas blancas. En el Acido nitrico hirviendo lo hace con prontitud, pero dejando en el liquido unos copitos blancos del aspecto de la silice gelatinosa. No hay diferencia quimica entre los trozos opalinos y blancos, y los traslucientes y resinosos, pues en los acidos de la misma dilucion dan ambos idéntica efervescen— cia; el molibdato aménico descubre en aquéllos igual abun- dancia de acido fosférico, y el hierro es hallado siempre en indicios mediante el sulfocianato. Tan puraes generalmente esta fosforita que da por término medio un 70 a 75 por 100 de fosfato, y en la de primera clase bajo el punto de vista industrial, llega 4 83. La que tiene ménos del 60 no es exportada, lo cual es bien notable sabiendo que en tiempo no lejano se utilizaban las que sélo daban un beneficio de 44 por 100. III. YACIMIENTO. Esta constituido el terreno de Belmez—lIocalidad célebre, como es sabido, por sus minas de combustible—por materia— les diversos pertenecientes todos al terreno carbonifero. Se su- ceden éstos, segun mis apuntes de viaje, en el drden siguiente: sirve de base un grueso conglomerado, en el que se descubren grandes impresiones de plantas si bien indeterminables; sobre él viene inmediatamente una arenisca prodigiosamente rica 42 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) en tallos, en un estado de conservacion admirable, proceden- tes de helechos y cicadeas, y sobre estos miembros reposa la caliza marina de Sierra Palacios. En cuanto 4 la capa de car- bon no creo facil resolver definitivamente si es superior 6 infe- rior 4 esta roca, aunque induzco que arma constituyendo parte del grupo de los materiales lacustres y, por tanto, que se halla debajo. Por lo que toca 4 la caliza marina, que es el horizonte que interesa para el presente caso, no es necesario describirla, porque ocupa tanta extension en nuestra Peninsula y ofrece una fisonomia tan completamente propia en todas ellas, que conocida la de una se saben los caractéres de todas las otras. Grandemente me sorprendid esto, en efecto, comparandola con la que constituye al N. de Espafia el gran macizo de los Picos de Europa, pues no se limita el prodigioso parecido a los ca- ractéres mineraldégicos del color ceniciento, la dureza y la gran cantidad de silice que penetra la roca, sino que se refiere tambien 4 la marcha de la descomposicion y forma orografica que engendra y, por supuesto, a los fésiles que encierra, entre los que predominan los tallos de Hucrinites. Quimicamente no ofrece ninguna circunstancia de interés, ni contiene por si mas fosfato de cal que los indicios que presentan casi todas las calizas. Todo el terreno constituido por los materiales enumerados esta profundamente trastornado, siendo de notar que su cor- respondiente en Sierra Morena se conserva casi horizontal y por tanto se inclina desde luégo el expedicionario a relacionar el movimiento que hizo bascular las capas de Belmez con el que acusan mas al N. las cuarcitas y pizarras siltricas y devé— nicas. Como quiera que sea, la caliza marina—notablemente levantada—constituye el principal material de Sierra Palacios, y una porcion de ella destacada, aislada por denudacion en medio de una gran planicie, es la que origina la eminencia de forma cdnica llamada el Castillo de Belmez. Levantase unos cien metros sobre el nivel del suelo, originando un accidente singularmente pintoresco, que esta constituido en totalidad por la mencionada roca, cuyos estratos buzan bajo el mismo angulo que en la Sierra. La fosforita se encuentra en una superficie bastante limitada de una ladera del Castillo, recubriendo las caras de fractura de (9) Calderon. —FOsFORITA DE BELMEZ. 43 las grietas irregulares en su distribucion y espesor que surcan de abajo arriba los estratos calizos, sin guardar ninguna rela- cion con la estratificacion de éstos. Los planos y cortes adjun- tos de la nota de Reydellet, cuyas planchas han puesto a4 nues- tra disposicion con su nunca desmentida amabilidad el senor Presidente é individuos de la Comision del Mapa geolégico de Espana, en cuyo importante Boletzn aparecieron ilustrando la nota antedicha, muestran la citada irregularidad mejor que toda descripcion. Figura 1.° ZN | N se VAAN IV pl ewe Plano de la zanja y pozo. Corte segun la linea AB. Figura 3. Figura 4.3 Corte segun la linea CD. Corte segun la linea HF. El Sr. Egozcue hizo en esta Sociedad (1), un interesante re- stimen de los yacimientos de la fosforita de la provincia de Caceres, que recordaré por su aplicacion alos de la que me ocupa. A tres clases son reductibles segun él: filones que atra- viesan el granito; filones que siguen la direccion de las pizar- ras en que arman, y masas irregulares en las cavernosidades (1) ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL, tomo Il, Actas, pi- gina 60, 44 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) de los bancos calizos, que en cierta extension aparecen impreg- nados de dicho mineral. Este ultimo es, segun la descripcion, de igual naturaleza que los del Castillo. Anadia el distinguido gedlogo ahora citado, que la caliza se halla alli como corroida y lena de pequenas oquedades que desde luégo indican un agente de disolucion; que despues las depresiones se van re- llenando de fosfato, el cual acaba por ultimo por sustituir a la caliza. Una cosa enteramente analoga he podido observar en el contacto de dichas dos rocas en la mina Corina del Castillo; el limite de la caliza aparece aspero, no hay superficie limpia de contacto entre las dos sustancias, como indicando fué di- suelta parte del carbonato, lo cual se comprueba cuando se ve una irregular cinta espatizada en dicha linea de union. Ejem— plares con tales circunstancias recogidos para su estudio ma- nifiestan indicios de acido fosférico—pero sdlo en la cantidad que lo hacen normalmente todos—en la caliza no trasformada; bastante cantidad de dicho cuerpo en la faja espatizada y abundantisima en la ya convertida en fosforita. Las superficies de contacto corroidas 6 cristalizadas son mas pobres en fosfato que la verdadera fosforita, pero mucho mas ricas en él que la caliza. En las caras descubiertas de las grietas naturales de la fos— forita suelen hallarse bellas agrupaciones de cristales de car- bonato de cal, cuya formacion no deja de ser curiosa, aunque es ya conocida tratandose de la provincia de Caceres. Se nos regalaron algunos hermosos trozos dandésenos como de fos- fato de cal, lo cual no puede ser—como bien se comprende, sin apelar 4 los reactivos—pues este mineral, por mas varie- dades de forma que adopte en sus concreciones, jamas es esta- lactitico ni estalacmitico. La fosforita termina en cuna en las minas del Castillo en todos sentidos, perdiéndose en el seno de la caliza carbonifera, de suerte que no constituye sino criaderos superficiales. Ninguna analogia existe entre este yacimiento y los de la Sierra Palacios, en los que se trata de un depdsito cuaternario empotrado en la caliza carbonifera. Despues de haber exami- nado el de la mina Providencia, no vacilé en afirmar—aun sin auxilio de los datos que arroja el estudio de la roca—que se presencia alli una trasformacion 7m situ, que nada tiene que yer con las formaciones coproliticas de Inglaterra, Mr. Kee- (11) Calderon. —FOSFORITA DE BELMEZ. 45 ping (1)—en la discusion sobre los fosfatos del Canada, de que se hara mérito—observaba que éstas no han sido formadas donde ahora aparecen, sino que la accion de las aguas ha cer- nido y trasportado de los depdsitos antiguos los materiales que hoy las constituyen; tomaba como ejemplo las del gault en Cambridge y las de la arcilla de Londres. Mas para los yaci- mientos de Sierra Palacios es inaplicable tal explicacion, entre otras cosas porque la marga fosforitica y la fosforita verdadera son dos cosas totalmente distintas. El yacimiento que tiene completa analogia con el nuestro, y cuyo estudio le es completamente adaptable, es el de Tarn-et- Garonne y Lot en Quercy, del cual sdlo diré dos palabras por ser ya sobradamente conocido. Se sabe que este criadero se extiende en una superficie de 40 kilémetros de N. a8. sobre mesetas jurasicas. Ofrece una acumulacion de huesos preexis- tentes a la fosforita—empotrados en una arcilla cargada de fosfato (2)—independiente de la formacion en grande de los filones de aquella sustancia; es decir que hay en dicha locali- dad las dos clases de yacimientos senalados en esta nota como existentes en Belmez y naturalmente los fosfatos ricos son los de los filones y los térreos los mas pobres. Alli se hallaron, segun se fué profundizando, huesos cuaternarios primero, otros de especies miocenas y, en fin, abajo otras eocenas, de modo que no hay lugar a pensar en trasportes de una anterior roca, como se creyo al principio, sino en una evolucion local posterior a la disposicion de las capas de diversa antigiiedad. Y aunque sea esto prejuzgar un punto de vista que se ha de dilucidar despues, indicaré que con toda probabilidad se en- contraria de igual suerte en Sierra Palacios la fosforita—pro- cedente de la trasformacion de la caliza—debajo de la marga fosforitica. (1) Quart. Journ. Geol. Soc., 1876. (2) El Sr. Vilanova, que ha tenido ocasion de visitar estos célebres yacimientos franceses, fué sorprendido 4 la yista de nuestra marga fosforitica roja por su completa identidad con la que se extrae y explota en aquéllos. Tal confirmacion por parte de un gedlogo conocedor de aquella region y de tan reputada experiencia, he creido merecia indicarse como el mejor comprobante de estas inducciones. 46 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) IV. ORIGEN. Toca ahora abordar el poblema del origen de las fosforitas en cuestion, y para ello empezaré por notar que las opiniones emitidas hasta aqui sobre este punto, no ya de las de la loca— lidad, sino en general, son reductibles 4 dos: la que explica la e@énesis de este fosfato por la intervencion de la vida, de cual- quiera de las diferentes maneras que esto pueda suceder, y el hidrotermalismo. Es sabido que antes de los trabajos de Lecoq, la tendencia dominante en esta importante materia era siempre la de con- siderar la presencia de la fosforita como residuo fdésil, y asi para Dufrenoy no habia rinon ni ndédulo fosfatico que no fuera un coprolito. En la actualidad la naturaleza animal de cier- tos depdsitos de tal sustancia preocupa vivamente con ocasion de los contenidos en el cambrico y silurico y, sobre todo, por los del laurentino del Canada, merced a relacionarse intimamente esta cuestion con las tan trascendentales que tocan al Hozoon. Dicha localidad es muy rica en formaciones apatiticas, unas de poca extension, y otras, en cambio, hasta de importancia in- dustrial, que se presentan unas veces bajo la forma de nddulos en las formaciones de Chazy entre otras, considerados como coprolitos por Mr. W. Logan y el Dr. Hunter (1), otras bajo la de una sustancia caliza con materia fosfatica, la cual se re- duce en el campo del microscopio a porciones de Lingula, segun Mr. Bailey y Mr. Matthew (2); otras, en fin, remedando tubos que aparecen en los conglomerados calizos, segun Mr. Hunter y Mr. W. Dawson (3). En Inglaterra los miembros inferiores del paleozdico han suministrado yacimientos como el rimero (4). Mr. Dawson, que se decide por el origen organico de todos estos depdsitos, termina con esta reserva su notable trabajo ahora citado: «Yo no quiero extremar la importancia de las precedentes consideraciones, pero relacionando el hecho (1) Geology of Canada, Chem. and Geol Essays, 1875. (2) Geology New Brunswick, Geol. Surv. Rep., 1876. (8) Note on the Phos. of the Laurent. and Cambr. rocks of Canada. Quart. Journ. of the Geol. Soc., 1876. (4) Davies, Quart. Journ. of the Geol. Soc., 1875. (13) Calderon.—FOSFORITA DE BELMEZ. 47 de la presencia del apatito en el cambrico y silurico, se des- prende una probabilidad, por lo ménos, para la idea de que el fosfato laurentino haya sido separado del agua del mar y su acumulacion en capas particulares sea debida a la influen— cia de la vida. Una prueba positiva de esto sdlo puede obte- nerse mediante el reconocimiento de la forma y estructura organicas, y por ello me limito por ahora a esperar el hallazgo de series del laurentino inferior en menor estado de alteracion que los que se presentan en los distritos apatiticos del Canada. Los casos de estructura hallados indican como probable el que pertenezcan a formas de vida que distan cronologicamente de las ngulas y trilobites del cambrico, tanto como éstos de los peces y reptiles del periodo secundario.» De lo dicho al tratar de los célebres yacimientos franceses se deduce que la idea apuntada con respecto 4 los ahora citados, no debe generalizarse 4 los de Belmez. Los fosfatos laurenti- nos pueden muy bien, como piensa Mr. Dawson, ser el resul- tado de la accion concrecionaria y del metamorfismo de los restos esqueléticos de la forma contemporanea al Hozoon, pero en nuestros ejemplares de la Sierra los restos éseos conservan su independencia con respecto al magma fosforitico que les traba. No cabe pensar de uno ni otro de los yacimientos de Belmez en la intervencion de restos animales metamorfizados, lo cual, aparte de ser explicacion insuficiente para ambos, es inadmisible porque tales despojos hubieran dado por resultado cristales de apatito, pero no fosforita en masa; en la marga de Sierra Palacios no sélo no estan metamorfizados los huesos sino que la roca aparece perfectamente igual en el contacto con estos que en el resto. Para las fosforitas mencionadas antes del departamento de Tarn, que son abundantes como la nues- tra de la Sierra en restos de vertebrados y moluscos terrestres, se apelé al principio 4 la misma explicacion dada despues con mas acierto por Mr. Dawson para los apatitos del Canada. MM. Peron, Delfortrie y Malinowski atribuyeron la presencia del mineral 4 los escrementos de los mamiferos que contiene, metamorfizados posteriormente, pero los luminosos trabajos de M. Daubrée (1) han abierto nuevos horizontes, mostrando que (1) Gissement dela chaux phosphatée decouverte dans les departements de Tarn-et- Garonne,.—Compte rendue dev Acad. des Sciences; t. LXXI1. 48 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) no se trata de depdsitos superficiales, ni de trasportes de mate— riales preexistentes, lo cual lucha ademas con la dificultad:de explicar la sedimentacion quimica del fosfato de cal. Felizmente hoy dominan ya las ideas de Lecoq sobre el ori- gen hidrotermal de las fosforitas en filon 6 en masa, 4 que él fué conducido por el hallazgo de tal especie en concrecio- nes formadas por las aguas de una porcion de localidades y por su presencia en varias fuentes minerales; de otro lado, MM. Forchammer, Daubrée, Debray, H. Deville y Caron, han obtenido por via himeda el apatito y otros fosfatos. No es, pues, mucho que M. Leymerie (1), y luégo M. Rey—-Lescure (2) y otros, hayan aplicado con éxito la teorfa 4 los de Quency. Con mucha anterioridad a estos trabajos ya los Sres. Naranjo y Pe- nuelas (3), al ocuparse por vez primera del renombrado mine- ral de Logrosan, suponian pudiera ser debida su presencia a un metamorfismo de la caliza é imaginaban que la inmediata erupcion euritica, segun ellos, desprendiendo el acido carbd- nico del carbonato de cal, le preparé para que se combinara con el fosférico. En el reciente estudio, varias veces mencio-— nado de los Sres. Egozcue y Mallada, se admite sin reserva la doctrina de Lecoq y se hace notar la estructura cavernosa de la caliza adyacente como de corrosion, suponiendo que fué atravesada por agua caliente cargada de Acido carbdénico, a cuyas circunstancias pienso importa agregar la presion a que el fendmeno se verificaria. Tal punto de vista es enteramente aplicable a la fosforita del Castillo que, 4 mayor abundamiento, es tan pobre en acido fluorhidrico, que suele abundar en las formadas a expensas de restos esqueléticos (4), como rica en silice interpuesta, tan ca- racteristica de la accion geiseriana; ésta, sin embargo, puede ser la misma que contiene la caliza carbonifera primitiva. Pero (1) Note sur les phosphorites de Quency. Toulouse, 1872. (2) Note sur les phosphotiéres de Tarn-et-Garonne.—Buil. de la Soc. géol. de Fran- ce; deme série, t. III. (3) Bull. de la Soc. géol. de France; 2e¢ série, t. XVII. (4) Es sabido que para Haiiy la fosforita es sencillamente un fosfato de cal, en tanto que para Rosse el fluocloruro de calcio es un elemento constitutivo normalmente de ella. Con todo, Mr. Dawson hace valer la presencia de una corta cantidad de dicha sal en favor del origen animal del apatito laurentino, recordando su presencia en los hue- sos, sobre todo fosiles, (15) Calderon.—fFosFORITA DE BELMEZ. 49 no es esto todo: por si alguna duda cupiera de que lo que hoy es fosforita era antes dicha caliza, se hallan en la superficie y en el interior de aquélla Fucrinitles bien claramente determi- nables, como lo ha indicado M. Reydellet y se puede compro- bar con mis ejemplares. De éstos, unos estan convertidos en fosfato y otros parecen no haber sufrido tal trasformacion, a juzgar por los reflejos anacarados que conservan. En cuanto a la marga fosforitica de Sierra Palacios es, como queda dicho, de muy distinta edad—bajo el punto de vista de su sedimentacion—que la caliza sobre que descansa. Por mas que los restos y huesos que contiene con tan extraia profusion estén tan desmenuzados que su determinacion genérica y es— pecifica sea por lo comun imposible, un examen atento descu- bre individuos de Heliz, mandibulas y dientes de roedores, huesos largos de pequenas aves (1) y, aunque con ménos fre- cuencia, algunos trozos de huesos largos pertenecientes a ani- males corpulentos. Un particular de Ciudad-Real me ensend una muela de Eguus, procedente, segun dijo, de esta localidad. Hay algunos huesos desprendidos, que tienen el aspecto nor- mal de la fosforita. La cuestion que surge ahora, en presencia de todos los datos expuestos, es la siguiente: se formaron en dos épocas distin- tas las fosforitas del Castillo y la de Sierra Palacios? gSe halla ésta constituida 4 expensas de aquélla? El examen de la marga fosforitica dice bien claramente que estaba blanda cuando cementé los huesos tan tenazmente tra- bados despues, pero lo que no dice es que fuera fosforitica en aquella época. Desde luégro se comprende que directamente no ha podido formarse la marga por destruccion de los materiales de la fosforita verdadera, pues 4 expensas de ésta se hubiera engendrado una brecha, nunca una roca de sedimento. Pero— despues de admitir la independencia de la formacion de las dos rocas y el que la marga no fuera fosforitica en el tiempo de su deposicion—quedan en pié estas dos hipdtesis: 1.*, que du- rante el trascurso del tiempo aguas cargadas de acido carbdé- (1) Alguna vez se han encontrado en Caceres huesos de ave convertidos en fosfato, y en las colecciones del Mapa geologico se halla un tarso de una, procedente de la mina Conflanza. ANALES DE HIST. NAT.—VH. 4 59 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) nico hayan paulatinamente trasportado fosfato desde filones inmediatos, y resedimentado las margas; 2.*, que la misma accion geiseriana que trasformé la caliza carbonifera en fos— forita, trasformé tambien la marga en su elemento calizo cuando la encontré 4 su paso. Aunque no he podido hallar suficientemente claro el con- tacto de la marga con la caliza, me inclino sin reserva 4 la segunda opinion, fundado en inducciones que recibirian su definitiva sancion si pudiese comprobarse la continuidad de buenos y claros filones de fosforita verdadera con los rellenos de la marga 6 cruce de éstos entre si. Pero 4 falta de datos tan terminantes, haré notar que, aunque pobres, he visto filonci- tos en Sierra Palacios que llevan la direccion normal de los del Castillo y entre ellos alguno que abarca las dos formaciones aludidas; poseo un ejemplar constituido en el centro por la marga fosforitica que esta acribillada de tubos de conduccion, al parecer, que van a parar a una concrecion de fosforita zo- nada, como la del Castillo, y de caliza cristalina tubulifera abundante tambien en fosfato. Por otra parte existen huesos rellenos de caliza en cantos rodados, pizarra, marga fosfori- tica y otras rocas entre las grietas de la fosforita del Castillo, entre cuyos fragmentos muchos aparecen rodeados de capas superpuestas de fosfato de cal, teniendo por tanto en la indus- tria que hacerlos experimentar una limpia para separar la parte util de la estéril. En fin, valga por lo que valiere, ana- diré que la extremada compacidad de la marga y la conversion de éstaen arcilla endurecida, indican la intervencion de un agente mas enérgico que los manantiales termales actuales. Los ejemplares de esta especie de termantida fosforitica saca— dos con el contacto de la roca en que arma, son bastante elo- cuentes para probar que dicha conversion no se ha verificado partiendo de dicho contacto, pues lo esta en é] de una caliza que no da otros indicios de fosfatos que los que cualquier otra (1). (1) Naturalmente las rocas mds porosas son las que se prestan mas 4 este género de trasformaciones, como se ha dicho ya de otras, y he tenido ocasion de indicar de ciertas traquitas de Canarias. Asies que una debilitada accion geiseriana incapaz de fosfatizar la caliza empastada en la brecha 6 la del filon, pudo ser suficiente para me- tamorfosear la marga, que ademas en aquella época era mucho més incoherente que hoy. (17) Calderon.—FOSFORITA DE BELMEZ. 5l Por consiguiente, dentro de nuestra suposicion, toda la fosfo- rita de Belmez es de la edad moderna, posterior a la de los hue- sos que contiene la marga fosforitica. Dicho se esta que las fracturas, los movimientos locales del terreno carbonifero en que arma, no son obra del dinamismo companero a los fendé- menos geiserianos, antes bien éstos han utilizado para su ma- nifestacion exterior las grietas preexistentes en la caliza; por tanto, el terreno presentaba en aquella época su configuracion actual. No es posible, con mis datos al ménos, precisar cual fuera el punto principal de la accion geiseriana; pero desde luégo parece que el Castillo y los sitios conocidos de Sierra Palacios no constituirian sind un accidente 6 una derivacion al ménos. Se opone a indagacion de tanto interés la configuracion del terreno denudado en torno del altozano del Castillo. Acaso las emisiones hematiticas que han perturbado por Ultima vez la horizontalidad de las cuarcitas siliiricas hasta Puerto-Llano, correspondan a idéntica causa y edad; en apoyo de tal idea re- cordaré que es admitido el origen hidrotermal de las pisolitas ferruginosas que M. Rey—-Lescure, aplica 4 las de Quency. Por otra parte, la existencia de igual fosforita al N. de la pro- vincia y en el puerto de Espiel comprueban la extension de la zona en que el geiseriano nos ha dejado su huella. La importancia industrial de los yacimientos de Belmez, lo hemos dicho, a mas de variable en tan alto grado que el punto que hoy es de arranque tiene que ser abandonado al dia si- guiente, es tambien harto efimera por el préximo limite que se ve en los criaderos a4 los catorce metros, no mas, & que se ha Hegado, y porque profundizando, el coste de la extraccion no es compensado con el precio del producto en el mercado. No asi el valor cientifico de tales criaderos que nadie dudara es inmenso, con solo saber lo que han preocupado los franceses de Tarn-et-Garonne y Lot tan analogos 4 los nuestros. Por otra parte, la trasformacion de la caliza en yeso, en el contacto de las ofitas en la region pirenaica, en dolomia en las provincias de Santander y Guiptizcoa, y en fosforita en Caceres y en Belmez, ofrece un hermoso campo de investigacion den- tro de la Peninsula para el estudio de las evoluciones y dife- renciaciones de que son susceptibles las Ilamadas especies del mundo inorganico. x ere ares NE) arb 7: ene ey Saiphdink Sept pein fas eben 1 eee ‘ip? 5g 5 i “eae a Wiehe ease tte i NLA Atal ah ohlae: Mat cat at wae eg fader pM ehh : Mee ah trreatrs “shape! iii) Saleaah: bai: i aan sOnA Lesh fen age pecs ier. 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A las observaciones primeramente publicadas por Hooker, director del Jardin botanico de Londres, sobre diversas espe- cies que parecian gozar de la propiedad de apoderarse de los insectos y disolver algunas de sus porciones, siguiéd despues de un intervalo de dos anos la aparicion de un libro de C. Dar- win, con el titulo bien significativo de Plantas insectivoras, en el cual venian 4 establecerse los mismos resultados como el término de numerosos y concienzudos experimentos, en los cuales, segun la expresion de un critico, habia agotado aquel sabio la farmacopea britanica. Indiquemos aqui ademas que el primer naturalista citado, declara en su trabajo que los expe- rimentos fueron hechos por encargo del segundo, siendo por lo tanto a éste al que hay que atribuir la iniciativa en tan im- portantes y continuadas investigaciones. Posteriormente tal doctrina ha recibido mayor extension, sobre todo bajo el punto de vista tedrico. El profesor espafiol Calderon, y el académico belga Morren, han llegado por dis— tintos Ccaminos 4 unas mismas, 6 al ménos muy parecidas con- clusiones. Ambos opinan que el fendmeno de la nutricion vegetal a expensas de diferentes individuos animales, es mas general de lo que podria creerse en presencia de los anteriores datos. La memoria extensa de nuestro compatriota aparecid OL ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) despues de la del indicado naturalista extranjero; pero a ésta habia precedido la insercion de una nota de aquel en el perid— dico inglés Nature. Por otro lado, hombres autorizados de distintos paises se pronunciaban al mismo tiempo contra estos principios. Al- fonso De-Candolle, tan conocido por sus estudios de Geografia botanica, ha publicado un largo articulo en la Biblioteca uni- versal de Ginebra— Archivos de las ciencias fisicas y naturales, en el cual rechaza de un modo razonado la precitada doctrina; y aqui en nuestro pais, el profesor D. Miguel Colmeiro, a quien tanto se debe respecto de la propagacion de la botanica en Ks- pafia, se ha colocado de la misma manera entre los adversarios de tales teorias. La cuestion, colocada en estos términos, se halla por lo tanto todavia no resuelta. Examinando las plantas, notando el pro- digioso numero de insectos que mueren en ellas, y observando luégo cémo son disueltos sus cuerpos en los jugos segregados por las primeras, se siente uno inclinado a admitir dicha nu- tricion vegetal. Apreciando por el contrario lo mucho que dista todo lo expuesto de lo que debiera ser una demostracion rigu- rosa de tales principios, se aleja el hombre reflexivo de estas concesiones. Comparando 4 la vez unos datos con otros se de- cide uno por el sistema de la prudencia y de la espectativa. Respecto a4 nosotros, debemos declarar ante todo, que no hemos podido formarnos opinion decidida en el asunto. La ley de lo necesario, que parece presidir en la naturaleza, es la que ha guiado sin duda en muchas de las anteriores inducciones. Si las plantas privan de la vida a los insectos, habia que admi- tir que cumplen algun fin haciéndolo. Mas de esto, a decidirse de un modo inmediato por la nutricion animal de los vegeta- les, hay todavia mucha distancia. Asi, por lo tanto, en el presente trabajo no nos proponemos anadir algunas disertaciones mas sobre tal asunto y preten- der proporcionarle nuevas resoluciones. Vamos si, sdlo a des- cribir diversas particularidades observadas en algunas plan- tas que han sido recogidas, en nuestra ultima expedicion a la provincia de Cérdoba, y que parecen presentar algunas analo- ejas con aquéllas, sobre las cuales se han ejecutado todos los estudios que tan ligerisimamente dejamos resenados. Las especies que hasta ahora habian sido sometidas 4 la ex- (3) Serrano.— PLANTAS INSECTIVORAS EN ESPANA. 59 perimentacion, se encuentran comprendidas principalmente dentro de los grupos de Sarracenias, Nepenteas, Droseraceas, Dioneas y Pinguiculas. Las recogidas por nosotros son dos, y pertenecen una a las leguminosas y la otra 4 las cariofileas. Entre todas las descritas antes, no creemos se halle ninguna que sea de estas familias. La cariofilea ha sido reconocida como la Sidene viscosa. Fué encontrada en la cuesta que conduce desde la estacion de Belmez al pueblo del mismo nombre, en el momento de ha- Narse en pleno periodo de florescencia. Los ejemplares eran en este punto muy poco numerosos; agrupados todos ellos en un mismo sitio parecian formar un solo individuo; pero en otras sendas que parten de la indicada poblacion y van 4 morir a distintos puntos de la via férrea, podian observarse muchas mas que proporcionaban asi un extenso material de estudio. La planta, cuando viva, se halla recubierta de una gran viscosidad. Hsta es muy persistente, diffcilmente separable, y espesa. Los ejemplares que se hallan en conservacion y han sido desecados.hace ya tres meses, la poseen de una manera casi tan marcada como en el primer momento. La viscosidad se extiende por igual, desde la parte inferior de los tallos hasta la superior de los pedtinculos y extremidad de las hojas. Los calices parecen en general mas libres de ella, no notandose la presencia de ésta de un modo apreciable si es que existe algu- na; sin embargo, los nervios medios de sus sépalos se separan de estas condiciones para presentar las ordinarias. Observados vivos, se nota en todos los ejemplares, que hay siempre pegados & ellos un gran ntmero de restos de insectos que persisten entre las hojas y tallos secos. Dichos restos son de todas las condiciones y tamaios. Hay algunos perfecta- mente reconocibles; existen otros deteriorados por completo. Entre éstos y aquéllos, pueden notarse numerosas transicio- nes, apareciendo como que los diversos estados de descompo- sicion forman una série continua. Las especies 4 que aquéllos pertenecen no presentan relaciones muy marcadas: no sdlo no son aquéllos afines, sino que unos al lado de otros se en- 56 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) cuentran representantes de érdenes distintos. De los grandes eéneros de insectos, es decir, de aquellos en que estan inclui- dos seres de una cierta fuerza, no se encuentra indicio alguno. Estos vegetales han sido estudiados durante algunos mo- mentos sin separarlos de sus raices. Varios insectos han sido dirigidos intencionalmente hacia ellos, pudiéndose siempre comprobar que al caer sobre su superficie se pegaban 4 ella, y que una vez realizado esto, morian al poco tiempo. El estudio de gabinete ha dado mayor resultado. Las disoluciones preparadas con la viscosidad que recubria 4 aquellos ejemplares al poco tiempo desecados, produce pronto la muerte de diversos coledpteros y dipteros que se colocan en ellas. Los liquidos compuestos con materia glutinosa de la que hoy sigue encontrandose en los ejemplares que poseemos, pa- recen ejercer sdlo un cierto efecto narcdtico: los insectos que- dan inmediatameete inmdviles, permanecen de ocho a diez horas en tal estado, y con especialidad, cuando se ha evapo- rado todo el Hquido recobran sus anteriores condiciones. La potencia para disolver los cuerpos de éstos esta ya completa- mente perdida en dichos ejemplares. Bajo este punto de vista, el decrecimiento ha sido rapidisimo, pudiéndose creer que los principios en que radica tal poder, se descomponen con fa- cilidad. | Los datos micrograficos recogidos presentan asimismo bas- tante interés. Puestos en maceracion tallos y hojas, fué al fin posible se- parar pedazos de la epidérmis, y despues de preparados conve- nientemente llevarlos al campo del microscopio. Al lado de los estomas, pero sin presentar dependencia alguna respecto de ellos, podian observarse una porcion de pequenos érganos, al parecer glandulas secretoras, que estaban abundantemente esparcidos por todos los sitios en que hay viscosidad y faltan en los puntos donde aquélla no se manifiesta. La multitud de éstos que se encuentran, y los diversos estados en que se hallan,. permite seguir toda la série de su desarrollo. Hé aqui a conti- nuacion la lista de las formas que alli pueden contemplarse. 1.° Pequenos abultamientos que consisten en células super- ficiales algo dilatadas. 2.° Células que principian ya a hacerse independientes en la superficie de aquellos elementos. (5) Serrano.— PLANTAS INSECTIVORAS EN ESPANA. 57 3.° Glandulas monocelulares ya completamente formadas y que se reconocen como producidas por prolongacion de las anteriores, acompanada de la generacion de una membrana que las separa de las demas y las hace independientes. 4.° Glandulas de aspecto parecido al de aquéllas, y ya bice- lulares. Sucesivos estados de desarrollo. En las figuras @, 0, c, {podra comprenderse mejor todo este desarrollo. iT. La leguminosa parece ser la Ononis natriz. : Cuando fueron arrancados sus ejemplares, estaban éstos cubiertos de flores, distinguiéndose sdlo por ellas de la gran masa de vegetales que los rodeaba. El sitio en que fueron halla- dos, se encuentra sumamente prdoximo 4 la brecha huesosa de la fosforita de Sierra-Palacios: entre el punto donde se des- cubren estos restos y el sitio en que fué recogida aquélla, mediara muy escasamente una distancia de 150 a 200 metros. Sus sépalos, bracteas y hojas se encuentran tambien recu- biertas de una cierta viscosidad; pero ésta es ménos glutinosa y espesa que la de la especie anterior, y mucho mas fugaz: a los dos 6 tres dias de desecados los ejemplares que guarda- mos, no se podian descubrir alli sino muy ligeros indicios de ella. La cantidad de insectos adheridos, es sin embargo mas considerable, y la variedad de estados de descomposicion mu- cho mas digna de tenerse en cuenta. Excusado creemos repetir en este sitio los caractéres de la especie que nos ocupa. Estudiada la planta & simple vista, se observa que la vello- 58 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) sidad antes indicada, aumenta en general desde la parte infe- rior 4 la superior, aunque sélo de un modo relativo, porque en el tallo y los érganos voluminosos esta mas marcada que en las hojas. El punto donde ésta se manifiesta mejor consti- tuye, sin embargo, una excepcion a lo anterior: las bracteas y demas puntos proximos 4 las flores son en efecto los sitios en ‘donde los apéndices que nos ocupan son mas largos y mejor determinados. Examinando los pelos al microscopio se distinguen en ellos dos tipos bastante diferentes, a saber: 1.° Unos que tienen los caractéres que de ordinario presen- tan estos apéndices. 2.° Otros que se hallan terminados, al parecer, por una e@landula. Describamos sucesivamente las propiedades de unos y otros. Primero.—Los pelos no glandulosos, son simples hileras de células cilindricas cada vez mas estrechas 4 medida que se hallan separadas del punto de insercion y cercanas a la extre- midad libre. El nimero de las que los componen se eleva en aleunos 47, 8 y 9 elementos histolégicos. Los pelos de este oénero son & lo ménos tres veces mayores en longitud que los otros. , Segundo.—En los pelos glandulosos hay que distinguir tres partes bien determinadas. 1.°. La porcion basilar. 2.° El pelo propiamente dicho. 3.° La glandula terminal. I. La porcion basilar est’ compuesta por una sola célula, de una forma sensiblemente redondeada, parecida 4 un ancho tronco de cono, cuyas generatrices se hubieran encorvado hasta constituir arcos de circulo. El contenido de este ele- mento histol6gico es un protoplasma sumamente diafano que se coagula bajo la accion del alcohol y ofrece enténces una por- cion de granulaciones: su aspecto.es el de un todo homogéneo sin que en medio de él se note la presencia nide nucleo, ni de vacuolas. La membrana es gruesa y parece surcada por algu- nas arrugas; pero no se notan en ella sistemas de estrias ni de capas mediante el empleo del objetivo 10 de inmersion Hartnack, y el ocular 3 Verick que son los que se han usado. Dicha membrana es marcadamente birrefringente, pudién- (7) Serrano.— PLANTAS INSECTIVORAS EN ESPANA. 59 dosela juzgar por todo lo anterior como bastante enveje- cida. II. La parte media se halla formada generalmente por tres y algunas veces por cuatro células. Estas células son cilindricas: las tres primeras poseen alturas que se elevan 4 mas de cuatro 6 cinco veces el didmetro: la cuarta, cuando existe, tiene estas dos dimensiones casi iguales. El protoplasma y las membra- nas presentan aqui las mismas condiciones que en el caso anterior: estas Ultimas son sin embargo ménos gruesas y mas jovenes. III. La glandula terminal es ovoidea y pluricelular. Su con- torno exterior no esta perfectamente definido, apareciendo como arrugado y Meno de concavidades en muchos sitios. En el interior se notan bien dibujados los tabiques de separacion de las células. Estas se encuentran dispuestas en diversas ca- pas. El numero de dichas zonas y de elementos histoldgicos es muy pequeno en las glandulas jévenes: éstas principian por consistir simplemente en dos células puestas una 4 continua- cion de la otra. Aumentan despues y pueden llegar 4 contarse hasta siete capas con tres 6 mas células cada una. Las mem- branas de estas células son ménos resistentes que las de las anteriores, y presentan en menor grado tambien la propiedad de doble refraccion. Su contenido es fuertemente amarillento, sin que pueda decirse que se distinguen alli los granos de clo- rofila; y tratado por el alcohol se contrae, permitiendo entonces ver claramente las paredes celulares, y su relativa colocacion. El tratamiento por la potasa, permite hacer observaciones analogas. Las diversas condiciones de las glandulas que se hallan a lo largo de una bracteola, permiten deducir la forma de su des- arrollo. La célula basilar aparece como a consecuencia del hincha- miento de una célula epidérmica: ésta crece, se manifiesta al exterior como una prominencia, y concluye por aislarse. Las segmentaciones sucesivas, y crecimiento rapido longitudinal dan origen 4 las células intermedias. El abultamiento en dia- metro de la ultima, constituye la primera aparicion de la glan- dula. Una division a la vez trasversal y longitudinal la lleva hasta disponerse conforme se la observa en su Ultimo estado, 60 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) Lo anterior contiene todo lo poco que puede decirse sobre este particular. Las formas de células que componen 4 estos apéndices, son, por lo tanto, de dos tipos. * Primero; células mas 6 ménos cilindricas puestas unas a con- tinuacion de otras en el sentido de sus mayores ejes, y for- mando un filamento mas 6 ménos largo. Estas células parecen tener un protoplasma diafano, y casi homogéneo. Su mem- brana es siempre birrefringente, sin que sea facil distinguir en ella de una manera Clara, los indicios de capas concéntri- cas y estrias. Segundo; células poliédricas, agrupadas y puestas en con- tacto unas con otras, dando lugar & una masa ovoidea que compone la glandula. El protoplasma parece llenar aqui toda la cavidad, y la membrana no presenta la doble refraccion, 6 lo hace sdélo en muy débil erado. | En los pelos no glandulosos entran sdélo las primeras. En los dotados de una glandula se encuentran de unas y otras. LE a. d. Gléndula terminal. Porcion basilar. Las figuras a@, 0, daran mejor idea de la disposicion de estos Organos. IDB 2Qué podra deducirse de todo lo anterior? Muy poco ciertamente, si es que se ha de proceder con la reserva y prudencia que exigen de consuno el estado todavia (9) SerranO.—PLANTAS INSECTIVORAS EN ESPANA. 61 naciente de tales cuestiones, y el caracter completamente prac- tico y experimental que hemos procurado dar a este escrito. Que las plantas estan recubiertas de una disolucion viscosa; que aella se adhieren los insectos, y que éstos mueren alll, son hechos de que puede responderse como producto de una observacion directa. Que los apéndices antes descritos, tanto en la Ononis como en la Silene, sean los érganos encargados de segregar dicho jugo glutinoso, es cosa que tiene sdlo el caracter de una induccion bastante fundada, ya que no se en- cuentran en aquellos sitios otras formaciones 4 quienes pueda atribuirse tal funcion, y que el caracter de glandulas ha sido concedido a aquéllas por todos los boténicos. La creencia de que la materia animal sea en estos casos disuelta y absorbida y se asimile a los susodichos vegetales, sirviendo para su nu- tricion, tiene sdlo la significacion de una hipdtesis, aunque bastante racional, si es que se hade hablar de un modo ri- g@uroso. Procurando apreciar el pro y el contra de todo, podremos decir que militan 4 su favor dos indicaciones indirectas. Es la primera, que los vegetales desempefian en ciertos pe- riodos de su vida, como por ejemplo en la época de la flores- cencia, ciertas funciones que los aproximan 4 los animales, dandose lugar con ellas 4 oxidaciones y radiaciones calorifi- cas, y esto parece exigir la presencia de materias albuminosas completamente constituidas, sobre las cuales, se pueda fijar el oxigeno del aire. Consiste la segunda, en la consideracion de que aquellos cadaveres de insectos, que permanecen sobre la superficie de la planta, se han de descomponer tarde 6 temprano, siendo muy natural el que penetre en el interior de los vegetales parte de los productos de descomposicion, teniendo que hallar alli algun empleo y desempenar algunas funciones. Mas esto pide realmente ulteriores estudios, més profundas investigaciones, sin que Hegue 4 constituir hoy por hoy un conjunto de sdélidos cimientos sobre los cuales pueda levan- tarse de un modo seguro una nueva doctrina en la fisiologia vegetal. Concluiremos, por lo tanto, indicando que hay en todo esto nuevos datos que apreciar; algunas inducciones legitimas que hacer; y sospechas para abrir un nuevo campo de investiga- 62 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) ciones que, seguidas con asiduidad, podran proporcionarnos valiosos descubrimientos. Sin embargo, antes de terminar dejaremos apuntado aqui un dato que ha sido el punto de partida para una série de observaciones de distinta indole que nos estan ocupando aho- ra, y de cuyos resultados daremos cuenta mas adelante. Tanto las dos especies que han sido objeto de este escrito, como todos los ejemplares que hemos podido observar de Cis- tus ladaniferus, extraordinariamente numerosos en la parte Oeste de la provincia de Ciudad-Real, presentan la particula- ridad de ser mucho mas viscosos en la época de la florescencia., poseyendo entdénces jugos 4 la vez mas espesos y mas abun— dantes. En otro trabajo nos fijaremos mas especialmente en el punto de vista tedrico. SmNOPSYTS DE LOS ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL, POR mr@. IG 20. Gon AaC1..@;, BuOduih Vex Re a0 LAD A/J™ ex / (Sesion del 6 de Marzo de 1878.) CUARTA PARTE. =~ i." FAMILIA. —Grilidos. Sin. Gryllodea, Burmeister, (Handb. der Ent.) Gryllides, Latreille, Serville. Cuerpo oval 6 casi cilindrico, 4 veces plano por encima (Feanthus); antenas setaceas, multiarticuladas y largas por lo general, rara vez cortas y moniliformes, pero en este caso las patas anteriores estan dispuestas para cavar, las posteriores son robustas, mas grandes que las otras y 4 propdsito para el salto; tarsos de tres artejos; édrgano de la estridulacion colocado en el area discoidal; oviscapto saliente; sin arolio. Los insectos comprendidos en esta familia tienen la cabeza grande y convexa por lo comun, con el vértice prolongado 4 veces en lamina incumbente (Platyblemmus ~) 6 deprimido y continuandose con la frente que en este caso es muy oblicua (Platyblemmus Q): los estemmas en numero de dos 6 tres estan en algunos indicados tan solo por pequenas manchas: las ante- nas generalmente largas, setaceas y multiarticuladas, son en otros (T'ridactylus ) cortas, de diez artejos y casi moniliformes: el labro es grande, trasverso 6 casi orbicular, las mandibulas fuertes y armadas con frecuencia, de robustos dientes; la galea es lineal; los palpos maxilares constan de cinco artejos, de tres los labiales. El pronoto es casi cuadrado 6 rectangular superior- f 64 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (268) mente. Las alas y los élitros faltan 4 veces, pero por lo comun estan bien desarrollados; en algunos, las alas son més largas que los élitros, quedando al descubierto en su ultimo tercio durante el reposo: el area marginal de los élitros es ver- tical; la discoidal y anal son mas 6 ménos horizontales; la dis— posicion de las nerviaciones puede variar considerablemente, no sdlo en los diferentes géneros, sino en una misma especie segun el sexo; en general las dos primeras venas radiales son mas salientes que las restantes y separan la porcion horizontal de la vertical, esta Ultima, 6 sea el Area marginal esta recor- rida por varios ramos procedentes de la vena mediastina; las nerviaciones del area discoidal son salientes, oblicuas y cons- tituyen el érgano de la estridulacion que en la familia ante- rior esta colocado en el area anal segun se ha visto. Las piezas esternales son planas, trasversas é inermes. Las patas son heteromorfas; las anteriores suelen estar dispuestas para cavar, siendo en este caso fuertes y cortas; las posteriores siempre son mas grandes y 4 propdsito para el salto, los tarsos son de tres artejos, de los cuales el primero es muy largo; los posteriores en el Zridactylus estan representados por un solo artejo que con facilidad desaparece; el arolio nunca existe. El abdomen es oval U oblongo y consta de nueve 6 diez seg mentos dorsales y ocho ventrales; la placa supra-anal es pe- quena por lo comun y rara vez saliente; la infra-~anal es navi- cular y comprimida; los apéndices abdominales son alesnados 6 setaceos, 4 veces no articulados, largos y pelosos: el ovis- capto es de forma variable, casi siempre delgado y estrecho en toda su extension, excepto en el apice donde esta engrosado; a veces falta (Gryllotalpa, Tridactylus ). La alimentacion de estos insectos es muy variada, unos buscan las raices de las plantas, ocasionando graves danos a determinados vegetales, atacando tambien 4 otros insectos principalmente en el estado de larva, otros son exclusivamente zoofagos, y los hay finalmente que viven en el interior de las casas, alimentandose del mismo modo que algunos blatidos de sustancias muy diversas. La fecundacion se verifica por medio de espermatdéforos como en la familia anterior. Ks tan sencilla y natural la distribucion de los géneros de esta familia propuesta por el sehor Brunner en su Systéme des (269) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 65 Gryllides (Mittheilungen der Schweizer. ent. Gesellschaft), que no creo deber introducir en ella otras modificaciones que las consiguientes 4 la supresion de los grupos exdticos. Se dividen los grilidos en seis tribus, de las que sdlo las cinco que 4 con- tinuacion se enumeran, tienen representantes en Europa. Su distribucion puede hacerse por el cuadro siguiente: TRIBUS. a. Tibias posteriores espinosas 6 espinosas y aserradas a la vez. b. Patas anteriores dispuestas para andar y analogas a las intermedias. c. Piés posteriores muy largos, con los fé- mures estrechados en el apice y apé- nas mas largos, 6 mas cortos que las tibias; éstas aserradas y espinosas a la vez (excepto en el Zrigonidium.) d. Artejo primero de los tarsos anterio- res mas largo que los otros; el se- gundo comprimido; tibias posterio- res aserradas y espinosas a la vez... ECANTINOS. dd. Artejo primero de los tarsos anterio-— res de igual longitud 6 mas corto que los otros; el segundo acorazonado; tibias posteriores espinosas pero no aserradasye. sass ee .Ots gts deal theve <0 RIGONIDINOS. fémures engrosados en el apice y las tibias mas cortas que ellos; éstas es— PLWOSAS? M0; ASCTFACAS.. gee. aan GRILINOS. bb. Patas anteriores dispuestas para Cavar. GRILOTALPINOS. aa. Tibias posteriores aserradas pero no espi- MOSAG. 2. 2 eeiaasie sis vat? Sade telcieatss! a MOGOPLISTINGS- Eeantinos. Antenas filiformes, mas largas que el cuerpo: ultimo artejo de los palpos maxilares truncado en el extremo y excavado por uno de sus lados 4 veces casi desde la base. Pronoto pequeno, ANALES DE UIST. NAT,~VII. 5 66 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (270) casi plano superiormente. Elitros bien desarrollados en unos, completamente nulos asi como las alas en otros; en los pri- meros las alas son mas largas que los élitros y éstos ofrecen una superficie plana, ensanchada posteriormente en los c/, al paso que en las 9 se adaptan al abdémen y son por tanto cilin- dricos. Patas posteriores bastante largas con los fémures estre- chados y adelgazados hacia la rodilla y mas cortos que las tibias 6un poco mas largos; tibias del mismo par aserradas posterior- mente y ademas espinosas; primer artejo de los tarsos mas largo que los restantes reunidos, el segundo comprimido: tibias anteriores andlogas 4 las intermedias. Oviscapto cilin- drico, recto 6 encorvado. Oss. Dos son los g@éneros de esta tribu que tienen repre- sentantes en Europa, ofreciendo uno de ellos (@canthus) una particularidad notable, cual es la de presentar el primer artejo de los tarsos del ultimo par, con una impresion cerca del apice que le hace parecer como formado de dos piezas, por lo que Brullé y Serville han afirmado que los tarsos posteriores esta ban compuestos de cuatro artejos. GENEROS. Con timpano en las tibias anteriores; alas y élitros bien desarrollados. Q&cANTHUS Serv. Sin timpano en las tibias anteriores; 6r- g@anos del vuelo nulos......... GRyLLomorPHA Fieb. CGcanthus Serv. Sin. Gryllus, Scop., Burm. Acheta, Fa6., Charp. Cuerpo estrecho, alargado, casi cilindrico, deprimido por encima; cabeza alargada, ojos poco salientes; estemmas no vi- sibles; antenas filiformes, mas largas que el cuerpo, aproxi- madas en la base, con el primer artejo grande y deprimido. Pronoto mas largo que la cabeza, deprimido por encima, estre- cho, redondeado por delante y un poco sinuoso por detras; éli- tros semicérneos, trasparentes, mas largos que el abdémen, con una superficie horizontal y superior, mas ancha posterior- mente en los machos y con las Areas marginales formando (271) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 67 aingulo agudo con el resto del élitro; los de la hembra son estrechos, y durante el reposo el area marginal forma con la discoidal un Angulo recto: alas membranosas, irisadas; en la hembra mas largas que los élitros. Patas delgadas, tibias an- teriores con timpano cerca de la base; fémures posteriores estrechados hacia el Apice, tibias del mismo par aserradas desde la base y con espinas desde el medio préximamente; primer artejo de los tarsos posteriores con una impresion cerca del Apice que le hace aparecer como formado por dos piezas. Oviscapto casi lineal. 1. G. pellucens Scop. Sin. Gryllus pellucens, Scopoli, Ent. carn. (1763), pag. 32. (Kecanthus pellucens, Bruldé, Hist. nat. 1x, pag. 174. —Serville, Hist. nat., pag. 360. Acheta italica, Fabricio, Ent. syst. 11, 32. 7. Gris 6 amarillento—palido, cubierto de una ligera pubescen- cia blanca; occipucio y pronoto con lineas longitudinales par- duzcas, 4 veces poco marcadas. Elitros casi trasparentes en elf, mas opacos en la 9 en la que sdlo tienen un pequeno trian- gulo hialino. Alas mas largas que los élitros, hialinas. Fémures posteriores con algunas estrias pardas en la cara externa. Abdomen parduzco: placa supra-anal poco visible; apéndices abdominales muy vellosos; oviscapto mas largo que el abd0d- men, estrecho, con el apice encorvado hacia arriba y con tres dientecillos en cada una de las valvas. Loney del: cuerpo oO; 127=12""; ovisc67%! Loc. Andalucia (Rambur); Barcelona (Himmighof. Colec- cion de Heyden, fide Fischer Fr.); Vergara (Larrinua! ); Cascante (Perez Arcas!); Jativa (Bosca!); Calella (Cuni!); Escorial! sobre las plantas bajas. Oss. Las costumbres de esta especie han sido estudiadas y dadas & conocer por Mr. Perris en los Anales de la Sociedad entomoldgica de Francia. Gryllomorpha fied. Stn. Acheta, Herr. Schffr., Rambur. Gryllus, Herr. Schfr., Fisch. Fr. Cuerpo cilindraceo; cabeza pequena, convexa; ojos muy 68 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (272) poco salientes; con estemmas, colocados uno entre las ante- nas y los otros dos entre los ojos; antenas filiformes y mucho mas largas que el cuerpo, con el primer artejo grande y depri- mido, epistoma giboso. Pronoto pequeno, trasverso, casi trun- cado anterior y posteriormente, dorso algo plano, continuan- close insensiblemente con los lébulos verticales, 4ngulo poste- rior de éstos anchamente redondeado. Sin alas ni élitros. Patas delgadas, con los fémures posteriores estrechados hacia el apice, y un poco mas largos que las tibias; éstas aserradas y con grandes espinas en la mitad apical: primer artejo de los tarsos mas largo que los otros dos reunidos. Placa infra-anal de los machos muy larga y aquillada por debajo; apéndices abdominales, largos, cénicos y pelosos: oviscapto no hinchado en el apice, de igual longitud que el abdémen 6 mas largo y algo encorvado hacia abajo. 1. Gr. aptera Herr. Sch. Sin. Acheta aptera, Herrich-Schi fer, in Panzer Faun. Ins. Germ fase; 1564) 19¥e: Acheta dalmatina ?, Ocskay, Nova Acta Ac. Nat. Cur. Tom. xvl, pag’. 11, 1833, p. 959. » Jlongicauda, Rambur, Faun. de PAnd. t. 11, pa- gina 34, pl. 2, fig. 9, Q. Amarillenta, rojiza 6 parduzca; cabeza pequena, muy conve- xa, con el epistoma casi giboso, espacio inter-antenal amarillo, y con pelos negruzcos a los lados, vértice y occipucio con man- chas pardas; antenas muy largas, casi filiformes y vellosas. Pronoto de igual anchura que la cabeza 6 un poco mas ancho anteriormente, con pelos negros esparcidos y mas abundantes sobre los angulos posteriores y en el borde anterior; dorso con manchas pardo-rojizas, borde posterior ligeramente escotado; meso- y metanoto trasversos, estrechos y con pelos dispuestos como en el segmento anterior. Sin alas ni élitros. Patas amari- Hentas, vellosas; fémures comprimidos; primer artejo de los tarsos, especialmente el de los posteriores, mucho mas largo que los otros dos reunidos. Segmentos del abdémen analogos en un todo 4 los dos ultimos del térax y vellosos. Apéndices abdominales tan largos como el abdémen y con pelos disticos; placa infra-anal oo grande, navicular, hendida en el medio por detras y con los lébulos laterales redondeados exterior- (273) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 69 mente; la de la hembra pequena, triangular, casi truncada y un poco escotada en el extremo, oviscapto algo mas largo que los apéndices abdominales, y ligeramente encorvado hacia abajo en toda su extension; amarillo, con la punta negruzca y aguda. Long. del cuerpo <7 9, 14""-20™"; del ovisc. 12™™-]14™. Loc. Malaga (Rambur); Jativa (Bosca!) Oss. Aunque los ejemplares que poseo de Espana no han aleanzado su completo desarrollo, no hallo sin embargo, com— parandolos con otros de Dalmacia, diferencia alguna que jus- tifique la formacion de una especie distinta, por lo que el nom- bre de Rambur debe pasar a la sinonimia. Trigonidinos. Antenas filiformes, mas largas que el cuerpo: ultimo artejo de los palpos maxilares mas largo que el penultimo, delgado en la base y muy ancho y truncado en el apice. Elitros cérneos en unos y membranosos en otros. Fémures posteriores, adel- gazados hacia el apice, estrechos y largos: tibias espinosas, pero no aserradas. Patas anteriores analogas a las intermedias: primer artejo de los tarsos anteriores igual 6 mas corto que los otros, segundo artejo acorazonado. Oviscapto saliente. Oss. Comprende esta tribu un solo género europeo cuyos caractéres son los que se expresan a4 continuacion. Trigonidium Serv. Sin. Trigonidium, Ramd., Fisch. Fr. Alamia, Géné, in litt. Ceratinopterus, Pied. Cuerpo cilindraceo; cabeza deprimida entre los ojos, con- vexa entre las antenas, éstas filiformes y mas largas que el cuerpo; ojos muy abultados y salientes: palpos maxilares muy grandes, dirigidos hacia atras pasan del borde posterior del pronoto, el ultimo artejo de los mismos es mucho mayor que el pentltimo, notablemente ensanchado en el apice y truncado. Pronoto mas estrecho que la cabeza, cilindraceo por encima y 7) ANALES DE HISTORIA NATURAL. (274) casi truncado anterior y posteriormente. Hlitros de la longitud del abdomen 6 mas cortos, cérneos y opacos; tibias anteriores con timpano; fémures posteriores bastante mas largos que el abdémen, con las tibias de igual longitud 6 apénas mas cortas: apéndices abdominales pelosos; oviscapto comprimido, ensifor- me y encorvado hacia arriba. 1. Tr. cicindeloides Serv. (Lam. 111, fig. 9, 9a). Stn. Trigonidium cicindeloides, Serville, Hist. nat. des Orth., pag.351.— Ram bur, Faune del And. ur, pag. 39.— Fisch. Fr., Orth. Eur., p. 169, tab. 1m, fig: 5, 5*;.50=07 Negro, brillante, cabeza pequena, con algunos pelos blan- quecinos: ojos muy salientes, rojizos: antenas negras en la base y de color rojo-oscuro en el resto. Pronoto casi cuadrado, provisto de largos pelos blanquecinos, y con un surco longi-— tudinal en el medio, y una pequena impresion trasversa cerca del borde anterior, dorso continudndose insensiblemente con los ldbulos laterales. Elitros convexos, con la sutura recta y poco mas largos que el abdémen; negros, opacos y cubiertos de lineas longitudinales y salientes, dispuestas con bastante regularidad. Patas anteriores negruzcas, pubescentes, con las coxas de color amarillento; las posteriores ferruginosas, asi como los apéndices abdominales que son pelosos: oviscapto corto, algo encorvado hacia arriba y puntiagudo. Long. del cuerpo o 9, 4"™,5-5""; OVISC. 27,9. Loc. Malaga (Rambur); Menorca (Cardona!); Barcelona (Martorell y Pefia!). Ops. Se encuentra esta especie en las praderas y sitios cu- biertos de yerba de los alrededores de Malaga. Tambien ha sido hallado en el Mediodia de Francia, en Cércega, Cerdena, en las islas Jonicas; en las Baleares por D. Francisco Cardona y Orfila y finalmente en Barcelona por el Sr. Martorell y Pena. Fischer de Friburgo, sélo pudo examinar un ejemplar 9, y tambien son 9 todos los que poseo. Es un insecto notable por su forma, que recuerda la de ciertas cicindelas y por algunas otras parti- cularidades de su organizacion, tales como la estructura de sus élitros y la disposicion extraordinaria de los palpos ma- xilares: por la forma del oviscapto se aproxima a los locts- tidos. (275) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. il Grilinos. Antenas setaceas 6 filiformes. Patas anteriores andlogas a las intermedias: fémures posteriores gruesos no muy largos, algo engrosados hacia el apice, y mas largos que las tibias: éstas espinosas pero no aserradas: alas y élitros bien desarro- llados en unos, nulos en otros. Cabeza prolongada a veces, en lamina membranosa, incumbente; frente muy oblicua en al- gunos, vertical y convexa en otros. Oviscapto saliente, cilin— drico y con un ensanchamiento generalmente antes de la ter- minacion: apéndices abdominales pelosos. Oss. La tribu de los grilinos es lamas numerosa de la fa- milia: comprende insectos que difieren poco por su forma exterior, pero que ofrecen una gran variedad en cuanto a las modificaciones que pueden afectar ciertos 6rganos. Se cuentan entre éstos en primer lugar la cabeza que si bien en la mayo- ria es vertical y convexa anteriormente, en algunos es saliente y cortante, Platyblemmus 9, 6 prolongada, formando una la- mina membranosa, como se observa en los ~ del mismo género; los élitros bien desarrollados en muchos, son en otros cortos y truncados 6 bien faltan por completo; las alas pueden estar bien desarrolladas, 6 ser nulas, 6 rudimentarias. Los fémures posteriores, si bien mucho mas grandes que los res- tantes, no son sin embargo, tan largos como en las tribus an- teriores ni presentan como en ellas un angostamiento notable antes de la rodilla. GENEROS. a. Espinas de las tibias posteriores largas y movibles: tibias ante- riores con algunos pelos largos WeMICNiCS pevej-cyort vat oiecinsiee «dey. NEMOBLUS|SCIV. aa. Espinas de las tibias posteriores, cortas: tibias anteriores cubier- tas en parte por pelos cortos. b. Frente muy oblicua; vértice salien- te y cortante 6 prolongado en hoja membranosa............. PLATYBLEMMUS Serv. 72 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (276) GENEROS. bb. Frente convexa; vértice no pro- longado ni saliente. c. Artejo primero de los tarsos ante- riores de igual longitud 6 ma- yor que los otros; pronoto cua- drado o' rectangular. 2.68). 415% GryLius Burm. cc. Artejo primero de los tarsos ante- riores apénas mas largo que el segundo: pronoto mas ancho posteriormente.. 2.1): 22.0209 BRACHY TRUPES ery. Nemobius Serv. Sin. Acheta, Fabr. Charp. Gryllus, Lalr. Fisch. Fr. Cabeza de la anchura del pronoto; antenas setaceas 6 casi filiformes, de la longitud del cuerpo 6 mas largas; labro re- dondeado; ojos grandes, poco salientes, estemmas no percep- tibles. Pronoto cuadrado 6 algo rectangular, con un surco lon- gitudinal en el medio, y con algunos pelos fuertes y rigidos esparcidos. Elitros cortos, que dejan al descubierto una parte del abdémen: alas nulas 6 rudimentarias. Patas anteriores pubescentes, comprimidas, tibias del primer par con timpano y con algunos pelos rigidos; las dos ultimas llevan sobre los dos tercios apicales y 4 cada lado, tres 6 cuatro espinas, muy largas, finas, casi filiformes y movibles; en la extremidad tienen ademas cuatro espinas. Primer artejo de los tarsos mas largo que los otros dos reunidos. Apéndices, abdominales casi tan largos como el abdémen, pelosos; oviscapto recto, mas largo que el abdomen, y apénas hinchado en el apice. ESPECIES. a. Klitros del macho casi truncados en el extremo; ultimos anillos del ab- démen al descubierto, los de la hembra, apénas mas largos que el Pronotor, . Lis cteoeietarete's' fe. oi!) NS EMESTRIS. F'. (277) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 73 ESPECIES. aa. Elitros del macho redondeados en el extremo; casi todo el abdémen cubierto por los élitros: los de la hembra vez y media 6 casi dos veces tan largos como el pronoto. N. Heypeni F. Fr. 1. N. sylvestris Fab. (Lam. 111, fig. 10). Sn. Acheta sylvestris, Fabricius, Ent. syst. 0, 33, ©. Nemobius sylvestris, Serville, Hist. nat. des Orth., pa- gina 348. Amarillento, con manchas pardas 6 negras. Cabeza muy con- vexa, de color negro brillante por encima y rojiza por debajo; bordes internos de la érbita y de la cavidad antenal amarillos, formando entre los ojos una figura pentagonal, mediante su reunion con las dos ramas en que se bifurca por delante una linea tambien amarilla que hay en el medio del vértice y que se pierde posteriormente sobre el occipucio: antenas largas y parduzcas. Protérax algo trasverso, casi tan ancho como la cabeza, cubierto de pelos negros mas numerosos hacia los bordes, con el dorso amarillo y con algunas manchas pardas alos lados de un pequeno surco longitudinal que hay en el medio, margen anterior y posterior con un reborde. Elitros apénas de doble longitud que el pronoto en los machos, un poco mas largos que éste en las hembras; amarillentos por en- cima, con las costillas negruzcas y completamente negros a los lados. Patas amarillo-rojizas, con manchas pardas por en- cima y lineas oblicuas de este mismo color sobre la cara exter- na de los fémures posteriores. Abdémen mas oscuro por enci- ma; apéndices abdominales tan largos como el abdémen 6 algo mas cortos, con pelos disticos, oviscapto mas largo que los apéndices, recto, lampifo y de color castano. Long. del cuerpo & 9, 8"™-10""; del ovisc. 6™", 5-7"". Loc. Santiago de Galicia (Macho de Velado!); Vergara (Lar- rinua!); Santander (Gogorza!); Escorial!, San Ildefonso! 2. N. Heydenii F. Fr. Sin. Gryllus Heydenii, Fischer Fr., Orth. Eur., pag. 185 Q. De color rojo-amarillento 6 rojo-oscuro, con pelos negros bastante numerosos. Cabeza oscura, con lineas longitudinales, 74 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (278) de color amarillo sobre el occipucio, antenas de doble longi- tud que el cuerpo y negruzcas. Pronoto apénas trasverso, casi cuadrado, un poco mas estrecho por delante, negro, con una faja amarillenta 4 cada lado: los élitros del macho cubren casi todo el abdémen, los de la hembra son bastante mas largos que el pronoto, su color es negruzco con una faja amarillenta a veces poco perceptible sobre cada uno, que separa el area marginal de la discoidal; ésta Ultima y la anal sdlo ofrecen venas 6 costillas longitudinales en la hembra, al paso que en el macho son sinuosas; en el extremo los élitros son truncados en la hembra y redondeados en el macho. Patas pardo-rojizas con manchas negruzcas que forman lineas oblicuas sobre los fémures posteriores. Apéndices abdominales algo mas largos que el abdémen, con pelos disticos; oviscapto mas corto que dichos apéndices, de color castano, casi recto y lanceolado en el apice. Long. del cuerpo <7 Q, 6""—7""; del ovisc. 2"",5. Loc. Santander (Gogorza!); Barcelona (Cuni!); Madrid! Platyblemmus Serv. Sin. Acheta, /ad., Charp. Gryllus, Duf. Platyblemmus, Serv. Revue méth. et Hist. nat. Cabeza grande, saliente entre los ojos y prolongada a veces en hoja membranosa, de forma variable, incumbente en algu- nos machos: frente muy oblicua: antenas largas, setaceas, con el primer artejo grande y deprimido, muy separadas en la base: ojos pequehos, estemmas representados por manchas: palpos alargados. Pronoto casi cuadrado 6 trasversal. Elitros cortos, con las nerviaciones poco perceptibles, a veces nulos: sin alas. Patas cortas, pubescentes y comprimidas: tibias ante- riores con timpano, las posteriores muy cortas y con dos series de espinas fuertes y cénicas. Apéndices abdominales casi tan largos como el abdémen y pelosos: oviscapto recto, mas largo que dichos apéndices y poco ensanchado antes del apice. Oss. Aun cuando Serville dice expresamente que los estem- mas no son aparentes en este género, lo son sin embargo y pueden distinguirse sin gran dificultad, al ménos el del medio (279) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. "5 \ de la frente, pues los laterales suelen estar tan solo indicados por manchas de color mas claro. La prolongacion membranosa del vértice sdlo aparece con la ultima muda; antes de ella el vértice de los machos es como el de las hembras. 1. Pl. lusitanicus Serv. (Lam. 11, fig. 5, 54-5). Sin. Platyblemmus lusitanicus, Servil/e, Hist. nat., p. 354. » Ramburi, Servzlle, loco cit., pag. 355. » maculatus, Weber, Syn. pag’. 63, Q. od Negro, velloso y con pelos largos en algunos sitios; cabe- za grande, frente muy oblicua y ferruginosa, con un diente mas 6 ménos desarrollado 4 cada lado, vértice con una gran prolongacion foliacea é incumbente; esta prolongacion ofrece una base fuerte y un poco mas ancha por delante; a la altura del primer artejo de las antenas; en donde comienza la porcion flexible y membranosa, existe a cada lado una escotadura; el resto de la prolongacion es ovalado y muy peloso: antenas largas y negras; occipucio con cuatro rasgos amarillos. Pronoto mas estrecho que la cabeza, sobre todo posteriormente, con un reborde todo alrededor, élitros de aspecto cérneo, blancos, con una mancha basilar y una estria 4 cada lado negruzcas; poco mas largos que el protérax, truncados por detras y redon- deados por dentro. Patas negruzcas, fémures posteriores con una gran mancha rojiza por debajo; apéndices abdominales casi de doble longitud que los élitros y con pelos disticos. Q Amarillento-rojiza, con manchas parduzcas; cabeza apénas mas ancha que el pronoto, con la prolongacion del vértice corta, gruesa y triangular, desprovista de hoja membranosa; frente muy oblicua, rojiza, sin dientes laterales; occipucio pardo con cuatro lineas divergentes y de color amarillo; ante- nas pardas. Protorax de igual forma que en el o’, pero de color pardo con los bordes latero-inferiores amarillos y un rasgo oscuro a cada lado. Sin alas; élitros reducidos 4 pequenisimas escamas apénas visibles. Patas rojizas. Abdémen amarillento con puntos pardos que forman fajas longitudinales poco dis- tintas, mas oscuro 4 los lados; apéndices mas cortos que el oviscapto, éste més largo que el abddmen, casi recto, muy estrecho, y con un ligero abultamiento en el extremo, termi- nado en punta aguda, 76 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (280) Long. del cuerpo (7 Q, 16™™-18""; del ovisc. 10™"-12"". Loc. Malaga y Granada (Rambur); Algeciras (Rosenhauer); Coimbra (Paulino!); Jativa (Bosca!); Madrid! (Roca!) 2. Pl. caliendrus Fisch. Fr. (Lam. in, fig.4). Sm. Platyblemma caliendrum, Fischer Fr., Orth. Hur. pa- gina 168, tab. 1x, fig. 13, &. o7 Negro-parduzco, velloso y peloso en algunas partes: occi- pucio con tres lineas ferruginosas, antenas mas largas que el cuerpo; prolongacion del vértice casi rectangular, un poco estrechada al nivel de la insercion de las antenas, y con los bordes de la porcion membranosa algo sinuosos mas alla del medio, base gruesa. Pronoto casi cuadrado, un poco mas estre- cho por detras. Elitros anchos, bastante mas largos que el pro- noto, casi trasparentes, con una faja amarillenta posteriormen- te, pardos 4 los lados y con la margen inferior blanca. Patas negruzcas. Long. del cuerpo o, 19™ (desde la punta de la prolong. del vértice). Loc. Cadiz (Fischer Fr.). Oss. El Pl. Kollari, Fieb. Syn. pag. 63, apodra referirse a esta misma especie? Asi parece deducirse de la breve descrip- cion que hace Fieber. Gryllus L. Sin. Gryllus Acheta, L. Gryllus, Burm. Serv. Fisch. Fr. Cabeza convexa, no saliente ni prolongada en el vértice; antenas muy largas y setaceas, con el primer artejo grueso y corto; ojos algo gruesos; estemmas dispuestos en linea un poco arqueada y casi sobre el vértice, en numero de tres: palpos maxilares muy largos, con el artejo Ultimo apénas mas largo que el pentltimo y truncado oblicuamente en el extremo. Pronoto casi cuadrado. Los élitros alcanzan casi siempre la extremidad del abdémen y tienen las nerviaciones salientes: alas nulas en unos, bien desarrolladas en otros, 4 veces mas largas que los élitros y formando una pequefnia cola a cada lado. Patas lampifas 6 poco pubescentes; tibias anteriores con tim- (281) Bolivar.—orTOPTER)S DE ESPANA Y PORTUGAL. rel pano: fémures posteriores gruesos y cortos; tibias del mismo par con espinas fuertes y cénicas. Primer artejo de los tarsos mas grande que los otros reunidos. Apéndices abdominales, largos, conicos, pelosos: oviscapto largo, recto, y con un en- sanchamiento cerca del apice. ESPECIES. . Elitros bien desarrollados en ambos sexos, dalgo mas cortos en las hembras; pa- ralelos 6 mas estrechos posteriormente. b. Con una gran mancha roja en la base de los fémures pos- teriores. c. Borde posterior del pronoto totalmente negro como el cuerpo todo. d. Cabeza muy robusta; pro- noto distintamente mas ancho por delante, casi recto 6ligeramente sinua- dowpor detras) Wiis ay4 -. GR. CAMPESTRIS L. dd. Cabeza ménos robusta: pronoto no mas ancho por delante, bisinuado poste- FIOTMENIES SVL MAE GR. BIMACULATUS De-Geer. cc. Borde posterior del pronoto con una mancha amarilla, cuerpo pardo-amarillento. Gr. HISPANICUS Rb. bb. Sin mancha roja en la base delos fémures posteriores. e. Cabeza de coloracion oscurs con rayas 6 fajas amari- las. J. Con una linea amarilla en- tre los ojos, y otra ancha y del mismo color por en- cima: especie de mediano tamano....... sinc-eee-+ GR. DOMESTICUS Ly 78 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (282) ESPECIES. J. Con una linea trasversa amarilla y cuatro 6 seis a veces poco visibles sobre el occipucio: especies de pequeno tamano......... GR. BURDIGALENSIS Latr. ee. Cabeza completamente negra 6 sdlo con tres puntitos amarillos que indican los ESLEMMMNIAB brani hisc seca sis Gr. MELAS Charp. aa. Klitros del & ovalados; mas anchos y largos que el abdémen y notablemente mas estrechos por delante; los de la 9 casi rudimen— tarios, mas cortos que el pronoto y cortados obli- cuamente por dentro..... Gr. PIPIENS DUF. 1. Gr. campestris L. (Lam. 11, fig. 1.) Sin. Gryllus (Acheta) campestris, Zznnéo, Syst. nat., p. 428. Negro, en parte lampino y brillante. Cabeza muy grande y convexa. Pronoto mucho mas corto que ancho y mas estrecho posteriormente, un poco sinuado por delante y recto 6 casi recto por detras, cubierto de pelos cortos y apretados sobre el borde anterior y sobre los lébulos laterales. Klitros un poco mas lar- eos que el abdémen en los machos y apénas mas cortos 6 de igual longitud en las hembras, negruzcos con la base amari— lla; alas ocultas debajo de los élitros. Patas fuertes y cortas, negras y pelosas; con la base de los fémures posteriores, por dentro y por debajo, de color rojo: oviscapto mucho mas largo que el abdémen. Long. del cuerpo o7 9, 19"°-22""; del pron., 3""5-4""; de los fém. post., 11™"; del primer art. de los tars. post., 3°"; del ovisc., 12 13a a, Loc. Montafas de los alrededores de Granada (Rambur); Cadiz en el mes de Febrero (Rosenhauer); Cascante (Perez Arcas!); Santander (Gogorza!); Coimbra (Paulino!); Logrono (Viar!); Beja (Paulino!); Oviedo (Rico!); Valladolid (Hernan- dez!); Madrid! (283) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. "9 Oss. Vive en agujeros aislados y en terrenos poco htimedos. 2. Gr. bimaculatus De Geer. (Lam. 10, fig. 2.) Sin. Gryllus bimaculatus, De Geer, Mém. 3, p. 521-4, pl. 43, £54, (773): » capensis, duct. Negro, lampino y brillante, cabeza grande y convexa, tan ancha como el pronoto cuando mas: por debajo rojiza. Pronoto trasverso, mas ancho que largo, con una escotadura arqueada por delante, y otra mas corta y profunda a cada lado, sobre el borde posterior, que ofrece en el medio a causa de estas escota— duras un Idbulo poco saliente y redondeado; el borde anterior con frecuencia es rojizo; el dorso es casi tan ancho por delante como posteriormente y un poco mas hacia el medio. Los élitros cubren por completo el abdémen, y su coloracion generalmente es oscura, con una mancha 6 zona trasversa amarilla sobre cada uno: alas casi siempre mucho mas largas que los élitros, exten- diéndose durante el reposo en forma de cola hasta mas alla de los apéndices abdominales. Patas negro-rojizas 6 completamente negras, las anteriores pelosas; fémures posteriores por debajo, sanguineos, oviscapto mucho mas largo que el abdémen. Long. del cuerpo 07 9, 22™*-24""; del pron., 4™™-4™",5; de los fém. post., 12™"; del primer art. de los tars. post., 4""-4"™",5; del OVISC., 14>". Loc. Malaga (Rambur); Argentona (Martorell y Pefia!); Ja- tiva (Bosca!); Madrid! | Oss. Un solo ejemplar he tenido ocasion de encontrar en Madrid y corresponde 4 la variedad de alas cortas. Se@eun Ram- bur, no vive en agujeros como el anterior, sino que se oculta bajo las cortezas, piedras, etc.; prefiriendo los terrenos htime- dos y especialmente los campos de maiz. 3. Gr. melas Charp. Sry. Acheta melas, Charpentier, Hor. ent., pag. 81. » agricola, Rambur, Faune. de l’And. t. 1, p. 32, pl. 2, fig. 6 Q. Gryllus melas, Burmeister, Handb. n, pag. 734.—Fis- cher Fr., Orth. Eur., pag. 177. Negro, velloso. Cabeza bastante convexa, completamente negra, lampina y brillante, estemmas amarillos. Pronoto tras- 8) ANALES DE HISTORIA NATURAL. (284) verso, un poco escotado en arco anteriormente y casi recto por detras, surco medio bien perceptible; lados casi paralelos; toda la superficie esta cubierta de pelos cortos muy abundantes y amarillentos, excepto los del borde anterior y los de los lados que son negros y mas largos. Hlitros paralelos, un poco mas cortos que el abdémen en el macho y algo mas en la hembra, parduzcos con dos manchitas en la base y dos fajas longitudi— nales, una a cada lado, de color amarillo. Patas negras, muy vellosas, oviscapto mucho mas largo que los apéndices abdo- minales, y un poco mas corto que el cuerpo. Long. del cuerpo & Q, 12™"-14""; de los fém. post., 7; del oyise: 12: Loc. Granada (Rambur); Pirineo (Martorell!): Aranjuez (Za- pater!); Madrid! (Mazarredo!) 4. Gr. burdigalensis Latr. Six. Gryllus burdigalensis, Zatreille, Hist. nat., xm, 124. var. Gryllus Cerisyi, Serville, Hist. nat., pag. 342. » Acheta arvensis, Rambur, Faune de lAnd., t. 1, pas30) plsi2; fig s7 8, .c Ge Pardo-amarillento. Cabeza de color negro brillante, con una ancha faja trasversa y arqueada entre los ojos de color ama- rillo, y otra ménos perceptible, pero doble y angulosa y del mismo color situada entre las antenas; hay ademas cuatro ras- gos longitudinales sobre el occipucio tambien amarillos. Pro- noto trasverso, apénas mas ancho que la cabeza, ligeramente escotado por delante y casi recto por detras, con algunos pelos esparcidos y variado de manchas negras y rasgos amarillos. Elitros paralelos 6 mas estrechos por detras, de igual longitud que el abdémen en los o y un poco mas cortos en las 9, de color gris, con las nerviaciones mas oscuras; alas variables en su desarrollo, en general mas cortas que los élitros y aun nu- las, pero 4 veces prolongadas en forma de cola bastante larga. Patas amarillentas con manchas parduzcas que forman rayas paralelas sobre la cara externa de los fémures posteriores. Abdémen parduzco por encima con el borde posterior de los anillos de color mas claro en algunos individuos; apéndices abdominales tan largos préximamente como el oviscapto, éste casi recto 6 apénas encorvado haciaarriba en toda su exten- sion, estrecho y con abultamiento apical. (285) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 81 Long. del cuerpo o7 9, 12™"-13™; del pron., 2""; de los fém. post.; T=FdeFovise:,. 67": Loc. Malaga y Granada (Rambur); Sevilla (Heer) y Cartage- na (Handschuch, in coll. Heyd. ex Fischer Fr.); Jativa ( Bos- cA! ); Menorca (Cardona! ); Madrid! Ops. A la variedad arvensis corresponden los ejemplares de Andalucia y Baleares; se distingue por su color mas oscuro, casi negro, por la linea amarilla de la frente, que es angulosa y por carecer casi siempre de manchas occipitales. Los de Car- tagena y Madrid corresponden al tipo; y finalmente, tambien en Madrid he tenido ocasion de recoger dos ejemplares con las alas mucho mas largas que los élitros y que representan la var. Cerisyi. Es un insecto que prefiere las inmediaciones de las lagunas, al ménos siempre lo he encontrado en el canal 6 alrededor del estanque de la Casa de Campo, en union del Gr. melas y del Nemobius Heydenii. 5. Gryllus hispanicus Ramb. Sin. Acheta hispanica, Rambur, Faun. de PAnd., t. 1, pa- gina 33, pl. 2 fie. 3, 9: Gris-rojizo. Cabeza pequena, negruzca por encima y amari- llenta inferiormente, con dos lineas amarillas y trasversas, situadas la una entre los ojos y la otra por encima de ésta, hay ademas dos pequefios rasgos del mismo color, en lo alto de la frente, ésta es convexa, el epistoma excavado y el labro lige- ramente convexo. Pronoto con un surco longitudinal; el borde posterior lleva en el medio una mancha amarilla, los lé6bulos laterales son de color amarillento anteriormente y mas oscu- ros por detras. Elitros amarillo-rojizos, algo prolongados en el apice y casi de igual longitud que el abdémen; las alas se prolongan en forma de cola hasta mas alla del oviscapto. Apéndices abdominales tan largos por lo ménos como el ovis—- capto. Patas grisaceas, con la cara inferior y la interna de los fémures posteriores de color rojizo. Las tibias tienen diez y ocho 6 diez y nueve espinas (Rambur). Long. del cuerpo 9, 17"°; del ovisc., 6™ (sec. icone. RambD.) Loc. Malaga y Granada (Rambur!) 6. Gryllus domesticus L. Sin. Gryllus (Acheta) domesticus, Zennéo, Syst. nat., p. 428. ANALES DE HIST. NAT.—VIl. 6 82 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (286) Amarillo, 6 ligeramente parduzco. Cabeza de color negro- castano brillante, con las partes de la boca, algunas man- chitas frontales y dos Hneas trasversas, una estrecha y angulosa situada entre los ojos y otra ancha en la parte supe- rior, de color amarillo; antenas parduzcas. Pronoto trasverso escotado en arco por delante y sinuoso por detras, con reborde anterior y posteriormente y pestanoso; sobre el amarillo del fondo se destacan dos manchas longitudinales en la parte alta de los lédbulos laterales, y dos, tres 6 cuatro manchitas pardas sobre el disco. Los élitros son estrechos, con los lados paralelos, 6 mas estrechos posteriormente, en el o7 cubren todo el dorso del abdémen yen la 9 son un poco mas cortos, su color es algo parduzco, con la base y dos estrias una cada a lado mas amari- llentas. Alas, en unos mas cortas que los élitros, mas largas y en forma de cola en otros. Patas pelosas; oviscapto mas largo que el abdémen; apéndices abdominales con largos pelos. Long: del cuerpo c 9; 167°; del pront; 3" 5; del oviseweile= Loc. Granada (Rambur); Menorca (Ramis); Cascante (Perez Arcas!); Santiago (Macho de Velado!); Irun (Aguinaga!); Ma- drid (Sanz de Diego!). 7. Gryllus pipiens Duf. (Lam. 11, fig. 6, 62a). Sin. Gryllus pipiens, Dufour, Ann. gén. des Scien. phys. de Brux., tomo v1, (1820) pag. 315. & De color amarillo, cabeza casi orbicular, palida, con el occipucio de color pardo brillante y recorrido por cuatro li- neas amarillas longitudinales que van 4 terminar anterior- mente en otra trasversa tambien amarilla; antenas casi filifor- mes y parduzcas. Pronoto trasverso, algo escotado anterior- mente, casi recto y un poco mas ancho por detras, con un surco trasverso, paralelo y préximo a cada uno de los bordes anterior y posterior, y otro surco medio y longitudinal; su coloracion es amarilla muy clara con una mancha parduzca en la parte alta de los lobulos laterales y otras dos del mismo color situa- das sobre el dorso 4 cada lado del surco medio. Los élitros son semitrasparentes y con un ligero tinte gris, estrechos en la base, ensanchados despues y anchamente redondeados por detras; por los lados abrazan fuertemente al abdémen. Este amarillento, lo mismo que las patas. ? Cabeza mas convexa que en el co”, neg'ra por encima y con (287) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 83 una linea amarilla 4 cada lado, que procede casi del occipucio y va & terminar en los estemmas laterales; labro y estemma medio tambien amarillo; todo el dorso del pronoto de color castano brillante, l6bulos laterales amarillos con una ancha faja longitudinal del color del dorso, asi como el borde infe- rior. Elitros mas cortos que el pronoto, redondeados oblicua- mente por dentro y apénas cruzados en la base: dorso del abdémen parduzco con dos series de manchitas amarillentas: apéndices abdominales de la longitud del oviscapto, éste mas corto que el abdémen, grueso y algo encorvado hacia abajo en toda su longitud, y de color castano. Lone ‘del cuerpo ~7, lO; 0, Lie; delovise:, 5,5. Loc. Aragon y Cataluna (Dufour); Calella (Cuni!); Jativa (Bosca!):; Escorial! (Cardiel!) Grilotalpinos. Antenas no muy largas, setaceas y multiarticuladas en unos, casi moniliformes y de diez artejos en otros. Elitros cortos, & veces coriaceos, en algunos géneros exdticos faltan; alas nulas en unos, bien desarrolladas y mas largas que los élitros en otros; patas anteriores distintas de las intermedias. con las tibias manchadas, robustas y dispuestas para cavar. Tarsos posteriores a veces rudimentarios; oviscapto nulo. Oss. Entre los caractéres expuestos, los que mejor limitan la tribu de que se trata son los tomados de la disposicion de las patas anteriores que estan conformadas para cavar y de- notan gran analogia de costumbres entre los insectos que la componen. Se distinguen tambien de los restantes grilidos por la falta de oviscapto. Las patas posteriores, si bien dis-— puestas para saltar, son poco robustas en algunos, y como el cuerpo es en éstos muy grueso y pesado, sdlo les sirven para la progresion 6 cuando mas para dar pequenos saltos; en otros en cambio el cuerpo es muy pequefio y las patas pos— teriores grandes y robustas, lo que les permite saltar 4 mucha altura. Sélo dos g@éneros europeos comprende esta tribu y pueden distinguirse por los caractéres siguientes: 84 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (288) GENEROS. Cuerpo muy grande y abultado; antenas setaceas y multiarticuladas; con tarsos en las patas posteriores.... GRYLLOTALPA Latr. Cuerpo muy pequefio; antenas cortas, de | diez artejos y casi moniliformes; tarsos de las patas posteriores ru- GUMEMPATIOS |.) 4.20 .% baste ss suc tele! MORIDACEY RUS Olixn Gryllotalpa Latr. Sin. Gryllus Linn. Cuerpo grande y abultado, casi cilindrico, muy velloso, cabeza algo cénica, ojos pequenos; con estemmas; antenas setaceas, multiarticuladas, casi tres veces mas largas que la cabeza, con el primer artejo grande y comprimido. Pronoto algo deprimido por encima, escotado por delante y redondeado por detras: prosternon aquillado en el medio y con dos dientes en la parte anterior: élitros cortos, membranosos, mas delga-— dos hacia el extremo: alas grandes, casi hialinas con el borde anterior algo cérneo y oscuro: durante el reposo forman una cola, mas larga que el cuerpo. Patas cortas, las anteriores dispuestas para cavar, con las coxas muy aproximadas, el trocanter en forma de diente, los fémures muy anchos y comprimidos, las tibias cortas, comprimidas, palmeadas y dentadas en el apice y los tarsos de tres artejos, pudiendo aplicarse ala cara externa de la tibia, en donde existe una pequeha ranura para recibirlos; las patas posteriores poco robustas, apénas sirven para el salto; tarsos de tres artejos. Abdomen grueso; apéndices abdominales largos. Oss. Viven en galerias que practican en la tierra valién- dose de sus robustas patas anteriores y que multiplican en todos sentidos, destruyendo las raices de las plantas que encuentran 4 su paso; su alimentacion no es exclusivamente vegetal como pudiera creerse, y el numero de huevos que puede depositar una hembra pasa de 300, lo que explica su rapida multiplicacion y los grandes dahos que causan en las huertas, semilleros, jardines y hasta en los campos de cerea-— les. Sélo se conoce una especie, en Huropa, que es la siguiente: (289) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 85 1. Gr. vulgaris Latr. Sin. Gryllus gryllotalpa, Linnéo, Syst. nat., p. 428. Gryllotalpa vulgaris, Zatreidle, Gen. Crust. et Ins. m1, pag. 95. De color pardo-rojizo, mas claro 6 amarillento por debajo, tomentoso. Cabeza ovalada, con la frente separada del epis— toma por una arruga trasversa: antenas pardas, poco pubes- centes. Elitros ovales, muy cortos, de color gris—parduzco con las nerviaciones mas oscuras: alas con dos estrias anteriores pardo-cenicientas y con las nerviaciones trasversas blanque- cinas; durante el reposo forman una cola estrecha y mas larga que el abdémen. Coxas de las patas anteriores trilobas interiormente; trocanter comprimido y saliente; tibias con cuatro dientes; abdémen parduzco por encima: sétimo seg- mento ventral del (7 semilunar, el sexto de la Q mas grande que los otros: apéndices abdominales largos, tomentosos y con largos pelos. Long. del cuerpo (79, 40"—45™". Loc. Aragon (Asso); Menorca (Ramis); Malaga (Rambur); Madrid! (Perez Arcas); Coimbra (Paulino!); Valladolid (Larri- nua! ); Logrono (Viar! ) Oss. Esta especie es bastante comun y abundante en la Peninsula, como en toda Europa; de ella dice Asso (loc. cit.) que en Aragon la dan el nombre de tala cebollas y que es pestis hortorum, etc. Segun el Sr. Perez Arcas (Hlementos de Zoologia) recibe tambien los nombres de grillo real y alacran cebollero, siendo abundantisimo en los alrededores de Madrid. Su canto es continuado y no interrumpido como el de los grillos, (ibd. pag. 404), y consiste en una estridulacion tan in- tensa y sostenida que es posible acercarse 4 él miéntras canta, sin que se aperciba de ello. Rambur dice, que es comun en las partes bajas y arenosas de la llanura de Malaga. Tridactylus Oliv. Sin. Xya Jlizg. (in litt.), Lair., Fisch. Fr. Cuerpo muy pequeno, cabeza redondeada, ojos grandes, ova- lados, estemmas poco visibles; antenas cortas, que apénas al- canzan al medio del pronoto, casi moniliformes y de diez artejos. 86 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (290) Pronoto redondeado posteriormente y algo escotado a los lados y por delante. Elitros cortos, coridceos; alas mas largas que los élitros, filiformes durante el reposo, con el borde marginal coriaceo, & veces muy cortas y cubiertas por los élitros. Patas anteriores dispuestas para cavar, con las coxas y los fémures aleo comprimidos y las tibias ensanchadas, ovaladas, con el borde externo espinoso y con un surco en el lado interno para recibir los tarsos durante el reposo: fémures posteriores muy anchos, tibias lineares, provistas 4 los lados de dos séries de pequenas laminillas movibles que reemplazan las espinas que ordinariamente existen en este sitio; llevan ademas en el apice cuatro apéndices, dos superiores cortos y agudos y dos infe- riores largos y foliaceos; faltan los tarsos 6 existe tan sdlo un pequeno artejo inungiie que lo representa; apéndices abdomi- nales de dos artejos. Oss. En la terminacion del abdémen existen cuatro pro- longaciones, tanto en el o” como en la Q, de las cuales dos son seguramente los apéndices abdominales que como se ha dicho son biarticulados, pero las otras dos no pueden asimilarse a ninguna de las prolongaciones que presentan los ortdpteros en la parte posterior del cuerpo: siendo dudosas por consi- euiente tanto sus relaciones como su funcion. He adoptado el nombre de 7ridactylus para este género, en vez del de Yya que prefieren Charpentier y Fischer Fr., porque creo que para la eleccion de nombres debe tan sdélo servir de norma la antigtiedad 6 prioridad, importando poco 6 nada que el nombre por su etimologia convenga 6 no a algunas de las especies: esta razon pudiera en todo caso alegarse en contra de la costumbre establecida de formar los nombres genéricos y aun los especificos, basandose en algun caracter de la pri- mera especie conocida, que puede no existir en otras. Una sola especie encierra este @énero y es propia de las regiones meridionales de Europa. 1. Tr. variegatus Illig. (Lam. m1, fig. 9, 9@). Sin. Xya variegata, Zllig. in litt.; Charpentier, H. ent. pa- gina 84, tab. 2, fig. 2 y 5.— Fischer Fr., Orth. Kur., pag. 154, tab. 9, fig. 2, 2a—/. Tridactylus variegatus, Brullé, Hist. nat., 1x, pa- gina 197.— Serville, Hist. nat., pag. 315. (291) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 87 Pardo-negruzco, algo azulado 6 bronceado y brillante, érbi- tas, lados del protérax y algunas manchas sobre los élitros y patas, amarillas. Pronoto lampifo. Hlitros coridceos, que cubren sdélo la mitad del abdémen, oblicuamente truncados por detras. Alas abortivas en muchos, rara vez bien desarro- lladas y mas largas que el abdémen: fémures anteriores con muchos pelos, cortos y rigidos; tibias exteriormente tridenta— das; tarsos de tres artejos de los cuales los dos primeros son cortos y casi iguales, y el ultimo es largo y ungiiiculado. Patas intermedias mas largas que las anteriores, pelosas, con las tibias ensanchadas y los tarsos dispuestos como los del primer par: fémures posteriores extraordinariamente robustos, muy anchos, amarillentos por dentro y con estrias del mismo color en la cara externa; tibias algo encorvadas. Abdémen aquillado por encima y pardo; por debajo los bordes de los segmentos son de color mas claro; apéndices con pelos largos. Long’. del cuerpo <7 Q, 5""-6™". Loc. Granada (Rambur); Portugal (Fisch. Fr.); Alcala de Henares, orillas del Jarama (Perez Arcas); Madrid! Ops. Vive esta especie en las orillas de los rios, en los sitios arenosos, en los que practica agujeros casi verticales; siempre se encuentra en gran abundancia, 4 pesar de lo cual es traba- joso proporcionarse algunos ejemplares por la agilidad de sus movimientos y la celeridad con que repite sus saltos, por lo que ha merecido de Leon Dufour el calificativo de insazsissable. Es comun en Granada, en las orillas del Genil (Rambur), y tambien lo es en Madrid en las del Manzanares, donde he tenido ocasion de recogerlo en diferentes ocasiones. Viogoplistines. Antenas filiformes 6 setaceas, largas por lo general, alas y élitros bien desarrollados en algun género exdético, pero nulos en los europeos. Patas anteriores analogas a las intermedias y no dispuestas para cavar. Sin timpano en las tibias anteriores y con las posteriores aserradas, pero no espinosas. Oviscapto saliente y mas 6 ménos prolongado. Oss. El principal caracter de la tribu esta en la carencia de espinas sobre las tibias posteriores que son sencillamente 88 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (292) aserradas. De los tres géneros europeos conocidos, ninguno ha sido indicado de Espana. El pequefio tamano de los insectos que comprenden y la circunstancia de carecer de alas y de élitros que los asemejan ’ las ninfas y larvas, pueden haber sido causa de que hasta ahora hayan pasado desapercibidos, pero es de suponer que alguno habite en la Peninsula. Su distincion puede estable- cerse del siguiente modo: GENEROS. a. Cuerpo prolongado; ojos perfec- tamente visibles; fémures posteriores delgados, aun- que mas gruesos que los anteriores. b. Frente muy saliente, asurcada; oviscapto recto 6 encorvado INACHALO DATOS So lerysiee ee one - ARACHNOCEPHALUS Costa. bb. Frente convexa, no asurcada; oviscapto encorvado hacia SUT Weve pif esie aisha ete Breiner ear MOGOPLISTES Serv. aa. Cuerpo esférico; ojos muy pe- quehos, poco visibles; fé- mures posteriores, suma-— mente ensanchados....... MyYRMECOPHILA Latr. El género Arachnocephalus Costa (Physoblemma Brunner), Syst. des Gryllides (Mittheil. der Schw. ent. Gesellsch., t. 1v, pag. 169) no se ha encontrado en Espana. El género Mogoplistes Serv. (Lam. in, fig. 7, Mogoplistes brunneus Serv.), aunque tampoco se ha indicado de Espana, existe, sin embargo, y tal vez esté representado por mas de una especie. El Sr. D. Eduardo Bosca me ha proporcionado un solo ejemplar, ain no del todo desarrollado, de una especie de este género, que creo no ha de referirse a ninguna de las conocidas. Este ejemplar procede de Valencia y se encuentra en el estado de larva. Las especies del género Myrmecophila Latr. (Lam. m, fig. 3, Myrmecophila acervorum Panz. 9), son de muy pequeno ta- mano y viven en las galerias de los hormigueros. —_ 293) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 89 ADIGIONES Y CORRECCIONES. En el tiempo trascurrido desde que aparecieron las primeras partes de esta Sinopsis, he tenido ocasion de recoger nuevos datos que son los que a continuacion presento ordenados, junto con algunas ligeras correcciones que estos mismos datos, y varios trabajos recientes me obligan a introducir en lo ante- riormente publicado. De este modo queda reccpilado todo cuanto hasta el dia se ha escrito acerca de los ortépteros de la Peninsula, pudiendo servir de base para trabajos de mayor importancia que es lo que desde un principio me propuse. Worifievlidos. Labidura riparia Pall. Cerdana, Arbucias (Martorell y Pefia! ); San Sebastian (Chicote!); Fuenterrabia (Tor- tosa y Picon!); Coimbra (Paulino!). — pallipes Duf. Cerdana (Martorell y Pena!). La longitud del cuerpo esta equivocada (pa- gina 101); yes de 7 y de 2™ la de las pinzas del macho. Brachylabis mesta Géné. Cerdatia, Arbucias (Martorell y Pena! ); Santander (Gogorza! ). Labia minor L. Azambuja, Figueira (Paulino! ); Jativa (Bosca!) Forficula ruficollis F. Granada (Perez Arcas! ). — auricularia L. Menorca (Ramis y Ramis); Arbucias, Barcelona, Cerdana (Martorell y Pefia!); Fuen- terrabia (Tortosa y Picon!); Oviedo (Rico!); Galicia (Macho de Velado!); Granada (Perez Arcas!}). — decipiens Géné. Barcelona (Cuni!). Chelidura aptera Charp. Cerdatia (Martorell y Pena!). 99 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (291) Bilatidos. LEctobia iapponica L. Lisboa (Paulino!). — livida F. Galicia (Macho de Velado!); Ribas (Martorell y Pefia!); Coimbra (Paulino!). Aphlebia trivittata Serv. ? Logronio (Viar!); Ferrol (Seoane!) — carpetana Bol. Moncalvillo (Viar!); Galicia (Macho de Velado!); Cabuérniga (Calderon!). Loboptera decipiens Germ. Granada (Perez Arcas! ). Periplaneta orientalis L.. Beja, Coimbra (Paulino d’Oliveira!); Madrid!; Santiago de Galicia (Macho de Ve- lado!). Pistmtides. Mantis religiosa L. Galicia (Macho de Velado! ); Aranda de Moncayo (Lazaro!); Cascante (Perez Arcas!); Menorca (Ramis y Ramis!); Vergara (Larri- nua!); Santander (Gogorza!); Coimbra (Pauli- no @Oliveira!); Ciudad—Real (Bosca!). Ameles Spallanzania Rossi. Calella (Cunt!); Escorial! (Ruiz Ma- drid! ). — decolor Charp. Jativa (Bosca!). — Assot Bol. Villalba! — Ficteti Sauss. Huelva (Martinez y Saez!). Tris oratoria .. Cedaes (Paulino d’ Oliveira!); Menorca (Ramis y Ramis); Escorial! Fischeria Sauss. El Sr. Stal, en su ultima obra Systema Manto- deorum, Stockholm, 1877, determina con nue- vos caractéres este g@énero, propuesto sdlo como division secundaria en la Synopsis y que encierra una especie espanola que en adelante debe Mevar el nombre de Lscheria betica Rb. Empusa egena Charp. Badajoz (Uhagon!); Jativa (Bosca!); Cer- dana (Martorell!). (295) Bolivar.—oORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 91 Fasmidos. Bacillus galiicus Charp. Santiago de Galicia (Macho de Velado!). — Rossit Fab. Nuevos ejemplares remitidos por el senor Cuni y Martorell, de Barcelona, me permiten asegurar la existencia de esta especie en la Peninsula. Se distingue del B. gallicus por los caractéres expuestos en la pag. 69. Aerididos. Acridium egyptium L. Barcelona (Martorell y Pena!); Beja (Paulino d’ Oliveira! ); Ciudad—Real (Bosca!). — peregrinum Ol. Cadiz (Chape!); Huelva (Martinez y Saez!). Los individuos que en 1876 invadieron va-— rios puntos del Sur Oeste de la Peninsula, procedian indudablemente del Senegal; el examen detenido que he hecho de ellos me permite hacer algunas ligeras correcciones a la descripcion de la page. 89. El cuerpo es velloso principalmente a los lados del pronoto y por la cara inferior del torax; la quilla frontal es mas ancha al nivel de la insercion de las antenas; los puntos que cubren el pronoto son muy numerosos, y los espacios que los separan estan algun tanto elevados y le hacen aparecer un poco rugoso. Los élitros en los ejemplares rojizos tienen tambien una coloracion semejante 4 la del cuerpo y tambien son rojas en este.caso las principales nerviaciones de las alas. La lon- gitud del cuerpo llega en algunos ejemplares hasta 562", Caloptenus italicus L. Burgos (Cuesta y Armifio!); Santiago (Macho de Velado!); Aranda de Moncayo (La- 92 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (296) zaro!); Vergara (Larrinua!); Bussaco (Paulino d’ Oliveira!); Ciudad-Real (Bosca!). Paracaloptenus Brunner, in litt. Este género lo formo el Sr. Brunner para una especie que primitivamente colocéd en el g. Platyphyma con el nombre de calop- tenordes. Se distingue de los restantes @éneros de la tribu de los acridinos, 4 que corresponde, por los siguientes caractéres. Lobulos del mesos— ternon estrechos, casi angulosos por dentro: porcion interlobular mas estrecha que uno de dichos lébulos; tubérculo del prosternon algo cuneiforme pero redondeado en el ex- tremo: quilla frontal borrada antes de llegar al epistoma; eje mayor de los ojos perpen- dicular; pronoto un poco escotado posterior— mente; quilla media visible en toda su exten- sion y las laterales mas 6 ménos redondeadas y en general ménos saliente que la media; con surcos trasversos; élitros ovales, rudi- mentarios, laterales y mas cortos que el pro- noto; sin alas; abdémen ligeramente aserrado del mismo modo que la quilla superior de los fémures posteriores. Como se ve participa este género de los ca— ractéres del Caloptenus y del Platyphyma, si bien tiene mas analogia con el primero. Paracaloptenus typus Brunn., in litt. Es tal la semejanza en cuanto a la forma, coloracion y tamano de esta especie con el Caloptenus italicus, que puede decirse que, excepcion hecha de los caractéres que sirven para determinar el género, en nada se distinguen; por lo que su descrip- cion queda hecha en la pagina 90. Hasta las variedades 4 que esta sujeta aquella especie se observan tambien en esta; asi los ejempla- res de mi coleccion procedentes de Constanti- nopla, responden a la variedad de un solo co- lor y los que me fueron enviados de Barcelona (297) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 93 representan la var. marginellus. Este hecho tan notable encuentra explicacion satisfacto- ria si se admite como quiere el Sr. Brunner, que el género Paracaloptenus expresa el con- junto de modificaciones que acompanan a la perdida de las alas en los Caloptenus; pero como los restantes caractéres que pudieran llamarse especificos, no han variado en este caso, resulta que subsiste la especie antigua en el nuevo género, y por tanto, que el Para- caloptenus typus, no difiere especificamente del Caloptenus italicus, por lo que deberia conservarse este Ultimo nombre, diciéndose Paracaloptenus italicus Bruun. in litt., toda vez que la especie es la misma por mas de que el género sea diferente. No tenia noticia de la existencia de esta es- pecie en Espana, hasta que el Sr. Martorell y Pena, de Barcelona, me la envié como recogi- da en Cerdana. ELuprepocnemis littoralis Rb. Barcelona (Cuni!). Platyphyma Giorne Rossi. Coimbra (Paulino d’Oliveira!). Acrida turritaL. Argentona, Arenys, Ribas (Martorell y Pefia!). Acrida nasuta L. Evora (Paulino d’Oliveira!). Paracinema tricolor Thunb., Cerdana, Barcelona (Martorell y Pena!); Santiago (Macho de Velado!). Oxycoryphus compressicornis Latr. Cascante (Perez Arcas!). Gomphocerus lineatus Panz. Oviedo (Rico!): Cerdana, Sitges (Martorell y Pefia!). _ nigromactlatus H. Sch. Vitoria (Gonzalo y Goya!). Be stigmaticus Ramb. Burgos (Cuesta y Armino!); Cascante (Perez Arcas!); Vitoria (Gonzalo y Goya!). _ rufipes Zett. Gerez (Portugal) (Paulino d’Oliveira!); Barcelona (Martorell y Pena!). — biguttulus L. Burgos (Cuesta!); Santiago (Macho de Velado!); Cerdaiia (Martorell y Pena!); Alcala! — binotatus Charp. Escorial!; Madrid (Ruiz Madrid!); Ferrol (Seoane!). | _ pratorum Fieb. Vergara (Larrinua!). Ot ANALES DE HISTORIA NATURAL. (298) Gomphocerus declivus Bris. Burgos (Cuesta!); Lisboa (Paulino d’Oliveira!); Cerdana (Martorell y Pena!). — jucundus Fisch. Fr. Santiago (Macho de Velado!) Stauronotus maroccanus Thunb. Alcala! Arcyptera variegata Sulz. Santiago (Macho de Velado!). Stetheophyma grossum 1. Cerdania (Martorell y Pena!). Parapleurus typus Fisch. Fr. Barcelona (Martorell y Pena!). Enacromia thalassina Fab. Logrono (Viar!); Santiago (Macho de Velado!); Gerez (Portugal) (Paulino dOlivei- ra!); Aranda de Moncayo (Lazaro!); Barcelona (Martorell y Pefia!); Vergara (Larrinua!). Psophus stridulus L. Menorca (Ramis y Ramis!); Cerdana (Mar- torell y Pefia!). Pachytylus cinerascens Fab. Valladolid (Hernandez! ); Cascante (Perez Arcas!); Ciudad-Real (Bosca!)}; Barce- lona (Martorell y Pena!); Alcala! — nigrofasciatus de Geer. Santiago (Macho de Vela- do!); Valladolid (Hernandez! ); Villaroya de la Sierra (Lazaro!); Cascante (Perez Arcas! ); Cer- dana (Martorell y Pefia!). Ctyphippus cwrulescens L. Burgos (Cuesta!); Santiago (Macho de Velado!); Palencia (Hernandez!); Aranda de Moncayo (Lazaro!); Puerto Llano (Uhagon!); Cerdafia (Martorell y Pefia!); Alcala! La varie- dad de alas rojas, @. germanica, me ha sido enviada de Menorca por el Sr. Cardona. Sphinctonotus cerulans L. Burgos (Cuesta!); Aranda de Mon- cayo (Lazaro!); Arenys (Martorell y Pefia!). Acrotylus insubricus Scop., Gerez, Evora, Portugal (Paulino @Oliveira!); Cerdafia (Martorell y Pena!). —_ patruelis Sturm. Argentona (Martorell y Pena!); Monchique, Cedaes (Paulino d’Oliveira!). Cuculligera Perezii Bol. Portugal (Paulino d’Oliveira!). Pamphagus (Thunb.) Stal. En sus recientes Observations orthoptérologiques, reune el Sr. Stal los géneros Porthetis Serv. (en la extension con que se admite en esta Sinopsis) y Acocera Serv. en uno solo con el nombre que encabeza estas lineas, y propone su division en tres subgéneros Nocarodes Fisch. W., Pamphagus pr. d. y Hunapius (299) Bolivar.—oOrTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 95 Stal. El sube@énero Wocarodes Fisch. W., comprende las espe- cies desprovistas de tubérculo discoidal en el prosternon y que tienen el borde anterior de éste mas 6 ménos levantado en forma de placa 6 diente; el pronoto con una quilla pequefa pero bien perceptible a cada lado y detras de los ojos, y los lébulos mesosternales distintamente mas estrechos por den- tro y con el borde posterior oblicuo: una sola de las especies espanolas corresponde a este subgénero y es el P. canonicus Fisch. Fr. Se caracteriza el segundo subgénero Pamphagus Thunb., por tener el tubérculo discoidal del prosternon alto, no tras— verso, granoso 6 rugoso, pero desprovisto de tuberculitos: y los élitros estrechos, prolongados y ensanchados mas alla del medio, a cuyos caractéres puede anadirse que el cuerpo en general es comprimido y nunca fuertemente rugoso 6 grano- so. Esta representado en Hspana por el P. hespericus Ramb. El tercer subgénero Hunaptus Stal, encierra los restantes que se distinguen por tener los élitros ovales 6 casi elipticos, mas anchos enel medio; el tubérculo del prosternon trasverso. ancho en el apice y provisto de tres 6 cuatro tuberculitos; ante- nas nunca ensiformes y la quilla frontal poco 6 nada estre- chada junto al estemma medio. A esta division pertenecen las restantes especies de la Penin- sula que en la Sinopsis se describen y otras dos mas, Bolivarii y rugulosus Stal, de Malaga, que se dan 4 conocer en la obra a que vengo refiriéndome y cuya descripcion abreviada tras- cribo. Pamphagus (Hunapius) Bolivarit Stal., Obs. orth. pag. 32-33. Verde-amarillento; quilla frontal elevada en casi toda su extension, ensanchada en el apice, ligeramente estrechada por delante del estemma central, en cuyo punto los bordes de dicha quilla son redondeados; quillas late- rales del vértice continuadas hasta la base dela cabeza. Quilla media del pronoto comprimida, integra, ligeramente redondeada, saliente por delante y por detras, en angulo casi recto; margen posterior de los lébulos laterales su- berosa 6 con ligeros tubérculos; primeros seg- 96 ANALES DE HISTURIA NATURAL. (300) mentos del abdomen rugulosos; quilla supe- rior de los fémures posteriores con algunos dientes pequenos y separados: long. 32-45". Pamphagus (Hunapius) rugulosus Stal (1), (loc. cit.) Difiere del anterior por tener toda la cabeza, el pronoto y los primeros segmentos del abdomen densa y distintamente reticulado- rugosos: la quilla frontal algo escotada; el dorso del pronoto prolongado en angulo ob- tuso por delante y por detras; la quilla media no comprimida y recorrida en su parte mas alta por un ligero surco longitudinal, un poco interrumpida por el surco trasverso; margen posterior de los lébulos laterales hacia el an- gulo exterior desigualmente recortado y den- tado. 9 Long. 36™. Pyrgomopha rosea Charp. Cerdana (Martorell y Penal). Tettix meridionalis Ramb. Cascante (Perez Arcas!): Barcelona (Martorell y Pefia!). —- bipunctata L. Cascante (Perez Arcas!). Locustidos. Pycnogaster jugicola Graells. Ciudad Real (Bosca!). Ephippiger Seoanet Bol. Galicia (Macho de Velado!). = Durieuit Bol. Cuando describi esta especie sdlo co- nocia el macho; hoy poseo varios ejemplares de ambos sexos que debo al Sr. Marquet de Toulouse, y al Sr. Cuni. La forma del ovis- capto es muy extraha y mas semejante a la de los Platycleis griseus 6 affiinis que a la de las demas especies de Lphippiger. Este ovis— (1) ElSr. Stal, loco cit., ha dado 4 una especie del género Pamphagus el nombre de Brunnerii, que yo tambien he empleado en el mismo género. Como no conozco la fecha exacta de la aparicion del folleto del Sr. Stal y ambas publicaciones han apare- cido el mismo ano, estoy en la duda de cual de los dos nombres habra de cambiarse, ya que por una extrana coincidencia hemos empleado ambos el mismo nombre para designar dos especies de un mismo género. (301) Bolivar.—oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 7 capto es corto (10""-11""), muy encorvado ha- cia arribay ligeramente serrado en los bordes cerca del apice; la placa infra-anal de la 9, se prolonga posteriormente en dos puntas agu- das y gruesas. La forma del oviscapto y la localidad de donde wltimamente he recibido esta especie me hicieron sospechar si podia referirse a ella el Lphippiger rugosicollis de Serville, pero el caracter que Fieber asigna a esta especie: «7, Afterdeckel lappenférmig rechteckig, so lang als die walzigen Kurzges- pitzten, am Ende hakigen Raife,» no parece convenirle. Ephippiger areolarius (Brunn.) Bol. Guadarrama (Perez Maeso!). Odontura. En la obra publicada este mismo afio, 1878, por el Sr. Brunner de Wattenwyl, Monographie der Phaneropteriden, se establecen sobre nuevos caractéres, la distincion de los géneros Zepto- phyes, Pecilimon, Barbitistes y Odontura, se- wun ya dejé anunciado en el tomo vi, pag’. 255. El cuadro propuesto en dicha obra para caracterizar estos géneros es el siguiente, despues de descartar lo referente 4 los g@éne- ros exdticos. GENEROS. a. Oviscapto distintamente encorvado desde la base, con el borde su- perior sinuado y el apical aser- rado-dentado. 6. Fémures anteriores vez y media tan largos 6 poco mas que el prono- to; valvas inferiores del oviscapto un poco ensanchadas hacia el pee c. Surco trasverso posterior del pro- noto colocado antes del medio; borde posterior redondeado..... Pascitimon Fisch. cc. Surco trasverso posterior del pro- noto colocado en el medio; borde ANALES DE HIST. NAT.—VIle 7 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (302) posterior truncado 6 anchamente escotado. d. Vena plegada (1) del élitro iz- quierdo borrada en el o7; apéndi- ces abdominales <7 encorvados, sinuosos y cruzados por debajo de la placa infra-anal........... dd. Vena plegada del élitro izquierdo extendida por todo el disco ¢’, apéndices abdominales ¢ sim- plemente encorvados y colocados por encima de la placa infra- ces tan largos como el pronoto; valvas inferiores del oviscapto sencillamente estrechadas, poco COMPLIMIMAS 1.5.42. Se eats aa. Oviscapto corto, ancho, hinchado en la base, despues muy comprimi- do; con el borde superior recto, el Apice puntiagudo y menuda- membe aSerradOan ess ens sense GENEROS. BarsitTisTES Charp. IsopHya Brunn. OpontuRA Ramb. LEPTOPHYES Fieb. Barbitistes serricauda Fab. (assimilis Fieb.). sp. ? En la lamina tv del tomo v1, fig. 12, se repre- senta el pronoto de una especie que no puedo referir 4 ninguna de las que conozco; pero que no describo porque el tinico ejemplar que poseo es hembra y esta mutilado. Procede de Albarracin. Odontura aspericauda Ramb. spinulicauda Ramb. (glabricauda Charp.) Leptophyes punctatissima Bosc. Phaneroptera quadripunctata Brunn. Mon der Phan., pag. 212. Esta especie difiere de la Ph. nana prin- a (1) Es unanerviacion flexuosa que puede distinguirse en la base del élitro. (308) Bolivar.—oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 99 cipalmente por la longitud de los élitros que durante el reposo sobresalen del apice de los fémures, al paso que en la PA. nana no llegan a dicho apice. Loc. Malaga (Brunner!); Valencia (Bosca!). La Ph. nana que se cita en la Sindépsis como de Valencia corresponde a esta especie. Pterolepis spinibrachia Fisch. Fr.? Es sin duda esta especie. Rhaphidophora. En el trabajo Sur Anostostoma et quelques gen- res voisins, el Sr. Stal expone de nuevo la necesidad de buscar la caracterizacion de los locustidos y grilidos en otros caractéres tales como la forma de las caderas, etc., y propone, si esto no puede hacerse, la formacion de gru- pos intermedios entre ambas familias en los que estaria comprendido el género Rhaphi- dophora. Grilidos. Grylius. El Sr. H. de Saussure en su reciente obra sobre los erilidos, forma tres géneros distintos (Liogry- llus, Gryllodes Sauss. y Gryllus L.) entre los que distribuye las especies que comprendia el Gryllus tal como se admite en esta Sinopsis. Al gén. Gryllodes, corresponde tan sdlo el Gr. pipiens Duf., al Liogryllus, el Gr. campes- tris L. y el bimaculatus De-Geer. y por ultimo el género Gryllus encierra las restantes. 100 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (304) CATALOGO DE LOS ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. Famiuia 1.° — Forficulidos. 4 Gen ro 2 © =] 3 Gen 4 Gen co cep) oO =} 6 Gen ORDEN ORTOPTEROS. SuB ORDEN 1.—Dermapteros. (Forficulide.) . Lapipura Leach. 4 riparia Pallas. 2 pallipes Duf. . FORCINELLA Dohrn. 1 annulipes Lucas. . BRACHYLABIS Dohrn. 4 meesta Géné. . LABIA Leach. 4 minor L. . Forricoua L. 4 ruficollis F. 2 auricularia L. 3 decipiens Géné. 4 pubescens Géné. 5 analis Ramb. . CHELIDURA Latr. 4 aptera Charp. 2 sinuata Germ, 3 setulosa? Fieb. FamILia 2.°—Blatidos. (Blattide.) 7 Gen. Ecrosia Westw. 4 lapponica L. 2 Heeckelii Bol. 4 vittiventris Cost. 5 livida Fab. var brevipennis Brun- ner. 8 Gen. APHLEBIA Brunn. 4 trivittata? Serv. 2 carpetana Bol. 3 subaptera Ramb. 9 Gen. Lozporrera Brunn. 4 decipiens Germ. 2 limbata Charp. 40 Gen. PuHyLLopromia Serv. 4 germanica L. 44 Gen. PeripLanera Burm. 4 orientalis L. 2 americana L. (305) Bolivar.—ORTOPTEROS DE. ESPANA Y PORTUGAL. 101 42 Gen. PANcCHLORA Burm. 4 Maderse Fab. Famiuia 3.°—Mantidos. (Mantide.) 13 Gen. HigropuLa Burm. 4 bioculata Burm. 44 Gen. Mantis L. 4 religiosa L. 15 Gen. AmeLEs Burm. 1 Spallanzania Rossi. 2 decolor Charp. 3 Assoi Bol. 4 Picteti Sauss. 16 Gen. Iris Sauss. 4 oratoria L. 17 Gen. FiscHEeria (Sauss.) Stal. 4 betica Ramb. 48 Gen. Empusa Illig. 4 egena Charp. FAMILIA 4.°—Fasmidos. (Phasmide.) 19 Gen. Baciuuvus Latr. 4 gallicus Charp. 2 Rossii Fab. FAMILIA 5.°—Acrididos. (Acridide.) 20 Gen. Acripium Serv. 4 egyptium L. 2 peregrinum Ol. 21 Gen. CaLoprenus Burm. 4 italicus L. 2 ictericus Serv. ? 22 Gen. PARACALOPTENUS Brunn. 1 typus Brunn. 23 Gen. EuPREPOCNEMIS Fieb. 4 plorans Charp, 2 littoralis Ramb. 24 Gen. Puarypuyma Fischer Fr. 4 Giornee Rossi. 25 Gen. PezoTeTTix Burm. 4 pedestris L. 2 pyrenea Fischer Fr. 26 Gen. TROPIDOPOLA Stal. 4 cylindrica Marsh. 27 Gen. Acripa L. (Stal.) 4 turrita L. 2 nasuta L. 28 Gen. ParacinemA Fisch. Fr. 4 tricolor Thunb. 29 Gen. Oxycoryputs Fisch. Fr. 4 compressicornis Latr. 30 Gen. GompHocerus Thunb. Sub- gen. Gomphocerus Thunb. maculatus Thunb. sibiricus L. brevipennis Bris. Sub- gen. Stenobothrus Fisch. Fr. 4 melanopterus Borck. 5 lineatus Panz. 6 nigromaculatus Herr. Sch. 7 Uhagonii Bol. 8 stigmaticus Ramb. 9 hemorrhoidalis Charp. 40 Bolivarii Brunn. 14 Raymondii Yersin. 12. viridulus L. 43 rufipes Zett. f 14 biguttulusL. 15 vagans Fieb. _ ) 16 binotatus Charp.. j 17 apicalis Herr. Sch. 48 pratorum Fieb. 49 elegans Charp. 20 declivus Bris. 24 hispanicus Ramb. 22 jucundus Fisch. Fr. 31 Gen. Sravronotus Fisch. Fr. 4 maroccanus Thunb. wow=> 102 32 Gen. 33 Gen. 34 Gen. 35 Gen. 36 Gen. 37 Gen. 38 Gen. 39 Gen. 40 Gen. 4\ Gen. 42 Gen. 43 Gen. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (306) 2 Genei Osck. ARCYPTERA Serv. 4 variegata Sulz. 2 flavicosta Fisch. Fr. STETHEOPHYMA Fisch. Fr. 4 grossum L. PARAPLEURUS Fisch. Fr. 4 typus Fisch. Fr. Epacromia Fisch. Fr. 4 thalassina F. 2 strepens Latr. Psopuus Fieb. 4 stridulus L. PacHyTy.us Fieb. Sub - gen. Pachytylus Fieb. 4 cinerascens Fab. Sub-gen. Gdaleus Stal. 2 nigrofasciatus de Geer. Crypuippus (Fieb.) Stal. 4 variabilis Pall. 2 cerulescens L. SPHINCTONOTUS Fieb. 4 cerulans L. 2 azurescens Ramb. AcroryLus Fieb. 4 insubricus Scop. 2 patruelis Sturm. EREMOBIA Serv. 4 cisti Fab. CucuLLIGERA Fisch. Fr. 4 Perezii Bol. PampuHacus Thunb. Sub - gen. Nocarodes Fisch. W. 4 canonicus Fischer Fr. Sub - gen. Pamphagus Thunb. 2 hespericus Ramb. Sub-gen. Hunapius Stal. 3 terrulentus (Serv.) Fisch. Fr. 4 monticola Ramb. 5 Bolivarii Stal. 6 rugulosus Stal. 7 Brunnerii Bol. 8 tibialis Fieb. 9 affinis Fieb. ? 44 Gen. Tetrix Charp. A subulata L. 2 meridionalis Ramb. 3 bipunctata L. 4 depressa Bris. 5 nodulosa? Fieb. Famiuia 6.°—Locustidos. (Locus tide.) 45 Gen. Pyonocasrer Graells. 1 Graellsii Bol. 2 cucullatus Charp. 3 jugicola Graells. 4 inermis Ramb. 46 Gen. EPHIPPIGER Latr. 4 Brunnerii Bol. 2 surcularius Bol. 3 Martinezii Bol. 4 Miegii Bol. 5 Seoanei Bol. 6 selliger Charp. 7 Perezii Bol. 8 Stalii Bol. 9 Durieui Bol. 40 vitium Serv. 41 Zapaterii Bol. 42 Cunii Bol. 43 areolarius Bol. 14 longicauda Bol. 45 carinatus Bol. 46 hispanicus Fieb. 47 Paulinoi Bol. 18 discoidalis Fieb. 49 ustulatus Ramb. 47 Gen. AMPHIESTRIS Fieb. { beetica Ramb. 48 Gen. MEeconEMA Serv. 4 varium Fab. (307) 49 50 51 58 59 60 61 63 Gen. OrpPHANIA Fisch. Fr. 1 denticauda Charp. Gen. Barpitistes Charp. 1 serricauda Fab. assimilis Fieb. Gen. OponrurRA Ramb. 4 aspericauda Ramb. 2 spinulicauda Ramb. 2 Gen, Lepropuyes Fieb. 1 punctatissima Bose. Gen. PHANEROPTERA Serv. 4 quadripunctata Brunn. 2 nana Charp. Gen. Tyxopsis Fieb. 4 liliifolia Fab. var. margineguttata Serv. Gen. Cyrraspis Fisch. Fr. 1 scutatus Charp. Gen, CoNocEPHALUS Thunb. 4 mandibularis Charp. Gen. Decricus Serv. 4 verrucivorus L. 2 albifrons Fab. Gen. PLatycueis Fieb. 4 griseus Fab. 2 affinis Fieb. 3 intermedius Serv. 4 tessellatus Charp. 5 andalusicus Bol. Gen, THYREONOTUS Serv. 4 corsicus Serv. Gen. PrEROLEPIS Ramb. 4 spinibrachia Fisch. Fr. 2 spoliata Ramb. Gen. Crenopecticus Bol. 4 pupulus Bol. 2 Gen. Xypuipium Serv. (Burm.) A ethiopicum Thunb. 2 concolor Burm ? Gen. Locusta Fab. 4 viridissima L. Bolivar.—ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 64 Gen 65 Gen 103 2 cantans Fuessly. . GAMPSOCLEIS Fieb. 4 glabra Herbst. . SaGA Charp. 4 serrata Fab. Famitia 7.°—Grilidos. 66 Gen 67 Gen 68 Gen. 69 Gen. 70 Gen. 71 Gen. 72 Gen. 73 Gen, 74 Gen. 75 Gen. 76 Gen. (Gryllide.) - GRYLLOMORPHA Fieb, 4 dalmatina Ocsk. aptera H. Sch. . (Ecantus Serv. 1 pellucens Scop. TRIGONIDIUM Serv. 4 cicindeloides Serv. Nemosius Serv. A sylvestris Fab. 2 Heydenii Fisch. Fr. PLATYBLEMMUS Er. 4 lusitanicus Serv. 2 caliendrus Fisch. Fr. LIOGRYLLUS Sauss. 4 campestris L. 2 bimaculatus (De Geer) Sauss. GryLuus L. 4 hispanicus Ramb. 2 domesticus L. 3 burdigalensis Latr. var. Cerisyi Serv. » arvensis Ramb. 4 desertus Pall. var. melas Charp. GRYLLODES Sauss. 1 pipiens Duf. GRYLLOTALPA Latr. 1 vulgaris Latr. TripactyLus Ol. 4 variegatus Illig. Mocop.isrEs Serv. 4 sp. ? 104 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (308) LISTA DE LOS NATURALISTAS QUE HAN CONTRIBUIDO A LA REALIZACION DE ESTE TRABAJO, Y QUE SE HALLAN CITADOS EN EL. Del extranjero. Borre (A. P. de), de Bruselas (1). BRUNNER DE WATTENWYL (C.), de Viena. DurigEv (A.), de Génova. Lucas (H.), de Paris. Marquet (J.), de Toulousse. + MUHLEMBECK (Hd.), de Ste. Marie aux Mines (Alsacia). OLIVEIRA (M. P. de), de Coimbra. PrerRAT (Dr.), de Gerbomont (Vosgos). REIBER (F.), de Estrasburgo. Saussure (H. de), de Ginebra. Stay (C.), de Estocolmo. De Espana. Avixa (D. Pedro), del Escorial. AzcARATE (D. Casildo), de Madrid. BoscA (D. Eduardo), de Ciudad-Real. CALDERON (D. Salvador), de Madrid. CARDONA Y OrFILA (D. Francisco), de Mahon. CarvaJAL (D. Basilio), de Madrid. CuaPE (D. Juan B.), de Cadiz. CHICOTE (D. César), de Madrid. (1) ElSr. de Borre, conservador del Museo de Bruselas, me remitid para clasificar los ortépteros de aquel Museo, que fueron recogidos por el malogrado naturalista belga C. Van Volxem, en su viaje por una parte de la Peninsula y del Norte de Africa. (309) -}- Bolivar.—ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL, CopERA Y ZAIDIN (D. Francisco), de Madrid. ‘ Cuni y Marrorett (D. Miguel), de Barcelona. KK Garcia CarvIEL (D. Ricardo), de Madrid. / ; Gogorza (D. José), de Madrid. fi GonzALo Y Goya (D. Angel), de Vitoria. | HERNANDEZ (D. Miguel), de Madrid. Laguna (D. Maximo), del Escorial. Larrinua (D. Angel), de Vergara. LAZARO & Ipiza (D. Blas), de Madrid. Loprz SEOANE (D. Victor), de Ferrol. Macuo DE VELADO (D. Jerénimo), de Santiago. MARTINEZ Y Sazz (D. Francisco de Paula), de Madrid. MARTORELL Y PENA (D, Manuel), de Barcelona. MAZARREDO (JD. Carlos), de Madrid. Munoz y Pines (D. Antonio), de Manzanares. OLEA Y Corpora (D. Gregorio), de Madrid. Perez Arcas (D. Laureano), de Madrid. PEREZ MaAgso (D. José), de Madrid. REMENTERIA (D. Ramon), de Madrid. Rey (D. Manuel), de Madrid. Ripera (D. Emilio), de Valencia. Rico y Jimeno (D. Tomas), de la Coruna. Ruiz Maprip (D. Luis), de Madrid. SAENZ Hermua (D. Eduardo), de Madrid. SANz DE Dieco (D. José), de Madrid. Sanz DE DigGo (D. Maximino), de Madrid. Sanz Y Pascua (D. Juan). TortTosa y Picon (D. Mariano), de Madrid. Toron (D. Joaquin). Unaaon (D. Serafin), de Madrid. Viar (D. Vicente). ZAPATER (D. Bernardo), de Albarracin. 106 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (310) LISTA DE LAS OBRAS MENCIONADAS. Sas ad AnRENS (A.) Fauna insectorum Huropee. Halee 1813-1844. (Par- tim curd Germar. ) Asso (I.) Introductio in Oryctographiam et Zoologiam Arag‘o- nize (sine loc.) MDCCLXXXIV. Botivar (I.) Cuadro sinéptico para el estudio de las especies es- panolas del género Gryllus( Ext. de las act. del Ateneo p. de las Cienc. nat. Madrid, 1873.) — Ortopteros nuevos 6 pocos conocidos. (Extr. de los Anal. de la Soc. Esp. de Historia nat. t. 1. Madrid, 1873.) Borck (J. B.). Skandinaviens ratvingade insekters Natural- historia. Lund, 1848. BrISOUT DE BARNEVILLE. Annales de la Société entomologique de France. Brute (A.) (Audouin et Brullé.) Histoire naturelle des insec- tes. (Orth.). Paris, 1835. — Expedition scientifique de Morée (Orthopt.). Paris, , 1832. BRUNNER VON WATTENWYL. Disquisitiones orthopterologice- Dissertatio II. Nonnulla orthoptera europea nova vel minus cognita (Verh. der Zool. bot. Gesells. Vereins. Wien, 1861.) _ Beitrage zu Darwin ’s Theorie tiber die Entslung der arten (loco cit. Wien, 1861). _— Nouveau systeme des Blattaires. Vienne, 1865. — Systeme des Gryllides (Mittheilungen der Schw. ent. Gesellsch., t. 1v, 1875, p. 163). —_ Die Morphologische bedeutung der segmente speciell des interleibes bei den orthopteren. Wien, 1876. | — Monographie der Phaneropteriden. Wien, 1878. BuRMEISTER. (H.) Handbuch der Entomologie. Berlin, 1832-44. (311) Bolivar.—ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 107 CHARPENTIER (T. de) Hore entomologice. Uratislavie. 1825. — Orthoptera descripta et depicta. Lipsie , 1841-45, Cornetius. Beitrage zur naheren Kenntniss von Periplaneta orientalis. Elberfeld, 1853. Costa (A.) Memorie entomologiche (Ann. dell’ Accad. degli as- piranti natural. Ortott. Napoli, 1847. _— Alcune notizie sull’ entomologie dell’ isola d’Is~ chia, 1856. DieTricu (K.) Beitrage zur Kenntniss der in Kanton Zurich einheimischen insekten Orthoptera. (Mitt. der Schweiz. ent. Gessellsch. t. 1, 1868.) Dourn. Versuch einer monographie der Dermapteren (Stett. entom. Zeitung. Stettin, 1863-67. DuFour (L.) Annales générales des sciences physiques. Bru- xelles, 1820. — Annales des sciences naturelles. Paris. Dumerit (A. M. C.) Zoologie analytique. Paris, 1806. Fasricius (J. Chr.) Entomologia systematica. Hafniee, 1792-94. Supplementum, 1798. Fieser (F. J.) 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Pachytylus cisnerascens Fab.—Klitro aumentado; vm, vena marginal; vm’, vena mediastina; 7a, radial anterior; 7m, radial media; 7p, radial posterior; wa, ulnaria anterior; wp, ulnaria posterior; v@, vena anal; am, area mediastina. Phaneroptera nana Charp.—Extremidad del fémur y principio de la tibia; ¢, timpano. Platycleis ~.—FPiezas anales aumentadas; ps, placa supra-anal; aa, apéndices abdominales; pi, placa infra-anal; e, estilos. — ©.—Piezas anales aumentadas; da, apén- dices abdominales; pz, placa infra-anal; 0, oviscapto. Stauronotus maroccanus Thunb. o7.—Extremidad del abdomen, vista de lado y por encima, aumentada; aa, apéndices abdominales; ps, placa supra-anal; i, placa infra-anal. Forficula auricularia L. Abdémen aumentado; en la fig. b aparece distendido para que puedan verse los estigmas situados sobre las membranas que unen entre si los anillos; tomadas de Fischer Fr. Labidura riparia Pall.—Extremidad del abdémen aumentada; @, pinzas del 7 por encima; J, base de las mismas, por debajo; c, pinzas de la 9 por arriba; d, id. por debajo. Labidura pallipes Duf. — Ultimos anillos y pinzas muy aumentados; @ c’, 6 9, tomados de Fischer Fr. 112 Fig. 10. Fig. — ANALES DE HISTORIA NATURAL. (316) Forcinella annulipes Luc.—Ultimo segmento ventral y pinzas aumentadas; @ o’, 0 9, tomados de Fis- cher Fr. Brachylabis mesta Géné.—Ultimo segmento dorsal y pinzas aumentadas; ac’, b 9. Labia minor L.—Ultimo segmento dorsal y pinzas aumentadas; @ 07; b Q. Forficula ruficollis F.—Ultimo segmento dorsal y pinzas aumentadas; a, bo, € 9. — auricularia LL.—Ultimo segmento dorsal y pinzas aumentadas: @ <7; var. macrolabia, Co; var., cyclolabia; b 9. — decipiens Géné.—Ultimo segmento dorsal y pinzas aumentadas; @ co’, 0 9. — pubescens Serv.—Ultimo segmento dorsal y pinzas muy aumentadas; @ o’, 0 ©. Chelidura aptera Charp. @ 0.—Tamaiio natural, var. alpina Géné: 6, abdémen y pinzas de la 9, aumen- tadas. Loboptera decipiens Germ., ©,—Tamano natural. Periplaneta orientalis L..—Ooteca, apénas aumentada. Ameles Spallanzania Rossi, 9. —Tamano natural: tomada de Fischer Fr. — decolor Charp.— Protorax y cabeza; tamano natural. — Assoi Bol., 9.—Tamafo natural. Mantis religiosa L., Q.—Cabeza y protérax con la pata anterior derecha; tamafo natural. Empusaegena Charp.—Tamano natural; ao’, cabeza y una antena; 6 9, pronoto, patas anteriores y cabeza. LAMINA XI. Bacillus gallicus ? Charp., ©.—Tamafio natural. Pyrgomorpha rosea Charp., 9.—Cabeza y base de las antenas, por la parte superior y muy aumentadas; @, sienes. Pyrgomorpha rosea Charp., o7.—Tamafio natural. Pamphagus monticola ? Ramb., Q.—Tamano natural; 4a, placa meso y metasternal. Fig. Or ~~ No) 10. LE: 15. I}. ie Bolivar.—oORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 113 . Pamphagus hespericus Ramb., Q9.—Tamano natural; a, placa meso y metasternal. — canonicus Fisch. Fr. 9—Tamafio natural; a, placa meso y metasternal. Pamphagus Brunnerii Bol., 9.—Tamano natural; @, placa meso y metasternal, en la que sélo estan mar- cados los lébulos mesosternales y faltan los del metasternon por estar estropeado en este punto el unico ejemplar que conozco. Acridium egyptium L., Q.—Pronoto de tamano natu- ral; a, torax visto por debajo, a, tubérculo del pros- ternon; e, l6bulo mesosternal; 0, espacio interlo- bular. Caloptenus italicus L., ©.—Pronoto y cabeza por en- cima y de tamano natural; @, extremidad del abd6- men del ©’, por encima. Euprepocnemis plorans Charp., Q.—Cabeza y pronoto de tamano natural, por encima; @, extremidad del abdémen del 9’, de lado y aumentado. — littoralis Ramb., Q.—Cabeza y pro- noto de tamafio natural, por encima: a, extremidad del abdémen del vy, aumentado. Platyphyma Giorne Rossi, °.—Tamano natural. Tropidopola cylindrica Marsch.. ©. — Tamafio na- tural. Acrida turrita L.. —Cabeza y pronoto vistos de lado. — turrita L. —Cabeza y pronoto por encima y de tamanio natural. — nasuta L., 9.—Cabeza y pronoto por encima y de tamafio natural. Paracinema tricolor Thunb., 9.—Parte sipero-ante- rior de la cabeza; tamano natural. LAMINA XII. Gomphocerus maculatus Thunb., o’.—Elitro aumen- tado; am, area mediastina; vu, venas ulnarias. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 8 114 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (318) Fig. 2. Gomphocerus sibiricus L., o7.—Cabeza y térax algo aumentados. See: — sibiricus L., %.—KElitro aumentado; am, area mediastina; ae, area escapular; vu, venas ulnarias. == A! = melanopterus Borck, <7. — Elitro au- mentado; am, area mediastina; ae, area escapular; orm, vena radial me- dia; vw, venas ulnarias. SSP ED, — nigromaculatus H. Sch., ¢.—Cabeza y torax algo aumentados. == 6! — nigromaculatus H. Sch., o7.—Hlitro au- mentado; am, area mediastina; ae, area escapular; vu, venas ulnarias. — 7. — nigromaculatus H. Sch., Q tamano na- tural. =e — linealus Pz., -7.—Hlitro aumentado; orm, vena radial media; vu, venas ulnarias. — 9. — stigmaticus Ramb., o7.—Elitro aumen- tado; vw, venas ulnarias. — 10. — Bolivarii Brunn., Q.—Cabeza y torax vistos por encima y de tamano na- tural. == ii — rufipes Zett., .—Elitro aumentado: ae, area escapular; ua, vena ulnaria an- terior; vup, vena ulnaria posterior. — 12. — Uhagonii Bol., 7.—Elitro muy aumen- tado: am, area mediastina; ae, area escapular; om, vena mediastina; vra, vena radial anterior; v7m, vena ra- dial media; 7p, vena radial poste- rior; ow, venas ulnarias; va, vena anal. — 3. — apicalis H. Sch., 9.—Cabeza y térax por encima; tamano natural. — ee = apicalis H. Sch., ~.—Elitro aumentado; am, area mediastina; 07, venas radia- les; vu, venas ulnarias. — 15. = pratorum Fieb., Q.—Elitro aumentado; (319) Fig. . 16. 18. 19. Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 115 am, area mediastina; ae, area esca— pular; vva, vena ulnaria anterior; vup, vena ulnaria posterior. Gomphocerus pratorum Fieb., o.—Elitro aumentado; am, area mediastina; ae, area esca— pular. — jucundus Fisch. Fr., 9.—Cabeza y térax por encima; tamano natural. — jucundus Fisch. Fr., ~.—Cabeza y térax vistos de lado; tamafio natural. _ jucundus Fisch. Fr., ¢7.—Elitro aumen- tado; am, area mediastina; ae, area escapular. Stauronotus maroccanus Thunb., 9.—Tamafio natural. Oxycoryphus compressicornis Latr., 9.—Cabeza y té- rax aumentados. Cuculligera Perezii Bol., -7.—Tamano natural: vd, venas medias discoidales. — Perezii Bol.—Placa formada por el meso y metasternon; de tamanio natural. -— Perezii Bol., Q.—Cabeza vista de frente; $, quilla trasversa que une los bordes de la frontal. _— Perezit Bol.. Q.—Torax, élitro y parte de la cabeza, tamano natural. Teltic meridionalis Ramb., Q.—Tamano natural: p, vértice del pronoto; a, ala. — bipunctata L., ~.—Tamano natural. TOMO VI.—LAMINA 11. Pycnogaster Graelisiz Bol., ¢7.—Pronoto y cabeza por encima; la, id. vistos de lado: tamano natural. —_ jugicola Graells, ¢.—Pronoto de lado: 2a, el mismo por encima, ejempla- res del Escorial; 20, o’. — Pronoto por encima, ejemplar de Navaredonda; 2c, Q procedente de Albarracin; tama- no natural. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (320) 3. Pycnogaster cucullata Charp.—Pronoto por encima; 3a, extremidad abdominal del ¢; figu- ras tomadas de Fischer Fr. 4. Ephippiger Brunnerii Bol., o7.—Pronoto de lado; ta- al. 2: ~~ wo mano natural; 4a, extremidad abdomi- nal, muy aumentada. Martinezii Bol., {.—Pronoto por encima; tamano natural. Miegwi Bol., Q.—Tamafio natural; 6a, ex- tremidad del abdomen del <4, aumen- tada. Seoanet Bol., o7.—Pronoto de lado, ta- mano natural; 7a, extremidad del ab- démen muy aumentada; 7), oviscapto. selliger Charp., o7.—Pronoto de lado, ta- mano natural. Perezii Bol., Q9.—Tamano natural. Durieuwi Bol., ~¢7.—Pronoto, tamano natu- ral; 10a, extremidad del abdémen, au- mentada. Slalii Bol., o7.—Extremidad del abdo- men, muy aumentada. Cunit Bol., -7.—Pronoto de lado; tamafio natural; 12@, extremidad del abdémen muy aumentada; 120, oviscapto. LAMINA IV. Enhippiger Idomen@i Luc., ~.—Placa supra-anal y apéndices abdominales aumentados.— Fac-simile de un dibujo del Sr. H. Lucas. Martineziit Bol., o7.—Placa supra-anal y apéndices abdominales aumentados. Paulinoi Bol.,Q.—Pronoto; 3a oviscapto;: tamafio natural; 30 ©, placa supra- anal y apéndices abdominales aumen— tados. ustulatus Ramb., Q9.—Pronoto de tamafio natural. (321) Fig. 3. 6. ~! 10. EP: St 14. 16. IV 18. Bolivar.—oRTOPTEROS DE ESPANA Y PURTUGAL. 117 Ephippiger carinatus (Brunn.) Bol., Q.—Pronoto de tamano natural. — areolarius (Brunn.) Bol., 9.—De tamano natural. — Zapaterti Bol., -7.—Pronoto y élitros, ta- mano natural — hispanicus (Woll.) Fieb., ¢7.— Placa supra- anal y apéndices abdominales; muy aumentados. _ surcularius Bol., o7.—Extremidad del ab- domen, visto de lado: 9@ placa supra- anal y apéndices abdominales, muy aumentados; 96 pronoto de tamano na- tural. Amphiestris betica Ramhb., o7.—Cabeza, pronoto y élitros, vistos por encima y de tamano natural; tomado de Fischer. Odontura aspericauda Ramb., ~.—Apéndices y pla- cas anales; muy aumentados; lla 9, oviscapto, aumentado; 110 c’, de tama- no natural; lle Q, pronoto visto de lado y con aumento. Barbitistes sp.? Q.— Pronoto visto de lado y un poco aumentado. Locusta viridissima L., ~7.—Placas y apéndices ana- les, muy aumentados; 13a Q, placa in- fra-anal y principio del oviscapto, con aumento. Xiphidium concolor Burm., ~.—Cabeza y torax aumen- tados. Conocephalus mandibularis Charp., Q.—De tamano natural. Decticus albifrons Fab., 9.—Oviscapto de tamano na- tural; 16a co’, l6bulos del meso y metas- ternon con aumento: 16) ¢, placa su- pra-anal y apéndices abdominales, au- mentados. Platycleis griseus Fab., o7.—Lébulos del meso y metasternon, aumentados. _— lessellatus Charp., 2.—De tamanio natural. 118 Fig. w a+ Nae pe ) ~ A | e 10. Ids OE ANALES DE HISTORIA NATURAL. (822) LAMINA V. Clenodecticus pupulus Bol., ~.—De tamano natural; la, tarso posterior; 14, placa supra- . anal; le, placa infra-anal; 1d, 2 ovis— capto; le, placa infra-anal y base del oviscapto; con aumento. Pterolepis spinibrachia Fisch., ~*.— Tarso posterior; 2a, placa supra-anal y apéndices abdo- minales; 20, 9, placa infra-anal vista por encima; 2c, la misma de lado, con au- mento. Cyrtaspis scutata Charp., Q.—Tamano natural. Odontura spinulicauda Ramb., 2.—Pronoto, de lado: 4a, placa supra—anal; 40, oviscapto. Platycleis affinis Fieb., o, placas y apéndices ana- les; 5¢ 9.—Placa infra-anal y base del oviscapto; aumentados; 5), oviscapto; tamano natural. Thyreonotus corcicus Serv., ¢~.—De tamano natural; 6a, placa supra-anal y apéndices abdominales, aumentados; 60, pronoto, visto de lado. Gampsocleis glabra Herbst., o.—Placas y apéndices anales, aumentados; 7a, oviscapto un poco aumen- tado. Xiphidium concolor Burm., :¥.—Placa infra-anal y apéndices abdominales; 84, élitro muy aumentado. — ethiopicum Thunb., o7.—Cabeza y protd- rax; 9a, placas y apéndices anales, con mucho aumento. Locusta cantans Fuessly, o7.—Elitro de tamano natu- ral; 10@ 9, oviscapto. Saga serrata Fab., 9.—Cabeza vista de frente; lla, pata anterior; 110, oviscapto: todo de tamano na- tural. (323) ~) 10: Ji. Bolivar.—oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 119 TOMO VIJ.—LAMINA II. Liogryllus campestris L., ¢7.—Cabeza y pronoto, algo aumentados. — bimaculatus De Geer., o7.—Cabeza y pro- noto con algun aumento. Myrmecophila acervorum Panz., 9.—Con gran aumen- to; la linea que HMeva debajo indica su longitud: figura tomada de Fischer Fr. Platyblemmus caliendrus Fisch., ¢7.—Figura tomada de Fischer Fr. — lusitanicus Serv., ¢.—Cabeza y pronoto muy aumentados; a, las mismas par- tes vistas de lado; 0, cabeza y pronoto de la 9. Gryllodes pipiens Duf., ©.—Un poco aumentada; a, cabeza, pronoto y élitros, con aumento. Mogoplistes brunneus Serv., Q.—Con aumento; la linea que hay al lado denota la longitud; figura tomada de Fischer Fr. y corregida. Trigonidium cicindeloides Serv., 2.—Con bastante aumento; la longitud total esta representada por la linea que hay al lado; a, palpo del mismo con gran aumento; 0, oviscapto visto de lado. Tridactylus variegalus Latr.—Pata anterior; a, tibia posterior, con gran aumento; y segun la figura de Fischer Fr. Nemobius sylvestris Fab.—Maxila y palpo maxilar, tomado de Fischer Fr. Paracaloplenus typus Brunn., 9.—Cabeza térax y éli- tros vistos por arriba y un poco aumentados; a o’, las mismas partes vistas de lado. 120 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (324) INDICE ALFABETICO. Pags. Acheta.... 270, 271, 276, 278, 280 AGOGO OS athe Cietd ste 5 Shehese 81, 99 Meriday\s ye. ehas at =. «see 100, 402 AictididOsinn. 0... 5 5< 10, 70, 295 ACTIGUROB 56.5 5 anise «0 ah eteueye 75, 85 Acridiodea. ....... secdocedon «Ml PA CTUULLEBs wleta ajo acie elec) oieis| sitios) LO NGHIGI OMe sia s,s/eaitteiate:<)sies OG) Von ACrOMCtOPa....6.ciee.ses 110, 200 INCL ORY VUSE alatera'eic elessinta » Hee 41, 65 EMIPUSINOB nitty 21sls 8s ok 55, 65 Ri PACTOMIS. «02. cae he ets 101, 444 Hobippieer:. =... 174, 182 ephippiger (Locusta)........++- 205 Piphippigera.. . . diet. ee 14, 182 Hremobia .: .aiicw seterrte 447, 158 Estenopelmatinos...........- 170 Hue aster.... 1. aecerreree = N74, 176 Eunapius (sub-gen.'....... 99, 299 (327) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 128 Paégs. Pags. ERUPT EGODLEG Saye ise, S.0) siehoys 49 | WGrilidos:<.... var 171 Jusciculata (Opomala)......... 98: | sGryliferis, ... (s7acuowte Shejentiqe 170 LAS OC (ree A0;:675.'295' | HGryllides.|...2. ) nietis Bas aves 267 Fibigii (Ephippigera)......... 205 | sGrayllodea ..., slaraay haves sets 267 BH OUTOMINOS .. . . 24 webs ,o2 Biya phd: |. Gary lodest.....ihuxinn 4s saabeer 303 DIGEGTINOS'S « é.J/54!.'5 55 ee LTA, (A72 | Gry llatalpara:pioese lh) eta: 288 IMaMBOs, 2.2102 es a he 75, 76 | Gryllotalpa (Gryllus)......... 289 LOSE © eee 63, 64, 294 | Gryllomorpha........... 270, 274 pave (GFidipoda) 6.33 eaeis008 A50: | ‘Gryllusy..22 eer. u. claws 276, 280 flavicosta (Arcyptera).... 138, 139 | Gryllus............ 102, 134, 260 Jlavicosta (Stetheophyma)...... 139 | grossa (Ciedipoda)........... 140 Jlaviventre (Acridium)......... 89 | grossum (Stetheophyma). 140, 298 flexuosa ? (Eremobia)......... 159 | grossus (Gomphocerus)........ 140 Hercinel la. sry. pcys 4s see pe 20, 23 | Heckelii (Ectobia)....... 39, 40 Hoerficestlas... 2%.) 41% 21, 23, 25 | hemorrheidalis (Gcmphoce- Hori cullat sae seereterecteyee ks Mae 2T PUSH iTS) lastest ee AVA, 120 Perfictlidos s:....¢ 2.4 9, 19, 293 | hemorrhoidalis (Gryllus)...... 120 fuscum (Xiphidium).......... 262 | hemorrhoidalis (Stenobothrus).. 120 gallicum (Phasma)....... 60» 69 | Hermopterd. sins. . wales abies 19 gallicus (Bacillus)........ 68, 295 | hemipiera (Blatia)....- 20+, 39 aM PSOCLEIS 13:5;<.c1e eee 237, 258 | hesperica (Acinipe)......-+0+ 82 gaverniensis (Locusta) ...-.... 264 | hesperica (Acocera)..,.... 841, 82 Genet, ( GPYUUE) soo ooo noes 137 | hesperica (Portethis).......... 82 Genei (Stauronotus)..... 135, 137 | hespericus (Pamphagus)..... = 1299 germanica (Blatta).....4-- 0.» 48.\| ‘Hieteroppmiiain teil el wees ss 52 germanica (Phyllodromia). 46, 48 | Heterogaminos.............. 37 germanica (CEidipoda)......... 153 | Heydeni (Gryllus)..........-. 277 gigantea (Forficula).......... 24 | Heydeni (Xiphidium)......... 261 Giorne (Acridium)........... 95 | Heydenii(Nemobius)......... 277 Giorne (Gryllus) ...........- O5 ||) Siiterodula yoy. 331 4eti na) s< «). 55, 56 Giorne (Platyphyma)..... 95, 297 | hispanica (Acheta).........0.. 285 glabra (Gampsocleis)..... 259, 260 | hispanica (Ephippigera)....... 244 glabra (Locusta)............. 260 | hispanica (Forficula).......... 25 glabricauda (Barbitistes).. 229, 302 | hispanicus (Ephippiger).. 189, 214 Gomphoceros..\.5< «22 na 101, 107 | hispanicus (Gomphocerus). 113, 132 Graellsii (Pycnogaster)... 177, 178 | hispanicus (Gryllus)..... 281, 285 granulatus (Bacillus)......... 68 | hispanicus (Stenobothrus)...... 432 124 Pags. hystrix (Cuculligera)......... 159 hyalinus (Gomphocerus)...-... 428 ictericus (Calliptanus)......... 92 ictericus ? (Caloptenus)....... 92 Idomenezi (Ephippiger)....... 495 Idomenai (Ephippigera)....... 194 inermis (Bradyporus)..... 177, 181 inermis (Pycnogaster).... 178, 187 insubrica (CUidipoda).......... 156 insubricus (Acrotylus).... 156, 298 intermedius (Decticus)........ 248 intermedius (Platycleis).. 245, 248 ie ae ee 36, 63 Tsophiya. swnsie ales ch Ue. Ade GUA ACHELG) .<.0.0 10/0 asi 0 te 271 italicus (Caloptenus).. 90, 136, 295 italicus (Calliptanus).......... 90 ialueus (Grylls) wierd 0. 2 ctetes 90 jucundus (Gomphocerus). 113, 133, 298 Jucundus (Stenobothrus)....... 133 jugicola (Pycnogaster) 177, 178, 180, 300 Rakerlactssecisash.) eee ieee 49 Kollarii (Platyblemmus)...... 280 HES UA tein 22.8 oe aon toe 24, 26 UG) 5 (6 1) oP aS aN 20, 21 TANG ONES. c0.00 5. sonahete estes Mie See 3 lapponica (Blatta)............ 39 lapponica (Ectobia)....... 39, 294 latippennis (Ephippiger)...... 205 Ibeptophyes... ot). 5.28536 173, 302 Leucophea (sub gen.)......... 5A Lili folian(L octista) i eats). '2 os 231 liliifolia (Phaneroptera)....... 234 liliifolia (Tylopsis)........... 231 limbata ( Blatia). O00 02 oe 47 limbata (Ephippigera)........ IAT limbata (Loboptera)...... 46, 47 limbata (Polyzosteria)........ 47 lineatus (Gomphocerus).. 110, 416, 297 Uineatus (Gryllus).......-.005 N16 ANALES DE HISTORIA NATURAL. Pags. lineatus (Stenobothrus)........ 116 lineola (Acridium)............ 88 Vineola (Gryllus).......0.000. 88 Lonnet (Letina wey.') ioe eee 164 Liognyllus te Sess see ee 303 littoralis (Caloptenus) ........ 94 littoralis (Euprepocnemis) 93, 94, 99, 297 littoralis (Eyprepoenemis)...... 94 livida.( Blatia) Oo. 2. a eee 42 livida (Ectobia)....... 39, 42, 294 VAS] OO 0) 12) RE I a 35, 46 ThOCWSta:.G)..2 in Sot tee 15, 46 TGOCUSCUTHE'. «1 heiana eich ot 167 Hecustidos: .520. 28: 10, 167, 300 Ti OCUSTINOL SI Sore Cane told OPS Sin ee 167 Tocustinoss:* sccm: 172, 234 longicauda ( Acheta).......... 272 longicauda (Ephippiger).. 188, 211 longicauda (Ephippigera)...... Pa lusitanicus (Platyblemmus).... 279 macropoda (Acrometupa)...... 230 maculatus (Gomphocerus). 140, 114 maculatus (Platyblemmus)..... 279 Madene: { Blalia) v2.2. saceee 5A Mader (Panchlora).......... 51 mandibularis (Conocephalus) .. 238 mandibularis (Locusta)....... 238 MANUS soe Sots veers eet 53 Mantidosss.2.. 2: 7 10, 53, 294 Wiss Sooo Gandundcon 54, 55 Mianitise 2 Pyiticite’s cea ses 55, 57 IMIG ESE a eles = <> 91s eheieiner 55 Mantodea..... tise © che cance 53 margineguttata (Phanerop- CORED) Fes Scat a cere eee 234, 232 marginellus (Calliptanus)..... - 70 maritima (Brachylabis)....... 26 maritima (Forficula) .......+. 25 maroccanus (Gryllus)... +++. 135 maroccanus (Staurono- GUS) Ae. ce eoke . 73, 94, 435, ‘298 Martinezii (Ephippiger).. 186, 194 (329) Pags. Martinezii (Ephippigera)...... 194 MieConemarcieieles tuecieusie « « N75, 224 Mecostetnusa. ai,- 05s 49.010 5) v0 8 139 melanopterus (Gomphoce- BAU SA) are sey lated n a} cos eo hlO, 446 melanopterus (Stenobothrus).... 116 melas Gry US) cics:44 eh 282, 283 melas (Acheta)..... eiasisketeiacesas 283 meridionalis (Forficesila)...... 23 meridionalis (Forficula)....... 23 meridionalis (Tetriz).......... 163 meridionalis (Tettix). 162, 163, 300 Miegii (Ephippiger) ..... 186, 196 Miegii (Ephippigera) ......... 196 migratoria (idipoda) ........ 149 migratorium (Acridium)....... 149 migratorius (Gryllus)..... 89, 150 migratorius (Pachytylus).. 73, 94 MANO (LOT FLCULA) 6 o50.5:0 0's 06 005 26 meaTOn (UAbIa) 2. scsi. t ns 26, 293 mesta (Brachylabis)...... 25, 293 myesia (Forficula).... icc cress. 25 Mogoplistes........ Ace ea eee 292 Mogoplistinos........... 269, 294 monspelliensis (Decticus)...... 242 monticola ? (Acinipe).,....... 82 monticola ? (Acocera).......... 82 Myrmecophila........ 44, (7, 292 nana‘ ( Harpas)' toss 5555S. >. 2s 62 nana (Phaneroptera)......... 283 nasuta (Acrida)..... 102, 103, 297 nasuta (Trynalts) 50.65.06. 00 103 nasutus (Gryllus)........ 102, 103 INGMODIOS <. 2.5... «650,04 vate 278, 276 nigrofasciatus (Pachytylus).. 447, 150, 298 nigro-maculatum (Acridium)... 417 nigro-maculatus (Gomphoce- FHS) .:o's's\s. 0 300 ooh AAO, 417, 297 Nocarodes (sub-gen.)..... 99, 299 nodulosa (Tettix)/j.2cuie) 4. 6% 166 Oehrlidia.,. . is... osneeer 100, 104 Odontura. 173, 175, 225, 301, 302 _ Bolivar.—orTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 125 Paes. @icanthwus! +s .'s2 00s ees tacks 270 Gidaleus (sub gen.).......... 150 Ciidipod ays: is.4 cvaevsse 35 « N47, 158 Bidinodiderns'. 332s disinis fa meron NAA Opomala> 2 ./se cis eue Meats 98 Oxstoria, (Iris). ....,.:4 6 «seus 64, 294 Oratonva: “(Dantig) 2 cnioctars hs 64 ontentalis ( Blatia))\\spisige's + or 49 orientalis (Periplaneta).... 49, 294 Orphania. sseieteses APS SOR | Sasa. > 2s Mats eager 237, 265 W 2 TC) Ro Ce ce a aE 223 | salamandra (Pezotettix)... 71, 97 TOU COSLN TUN eyo talerslave hoses 46 | sancta (Mantis).............- 58 TROL LOENIS «Maat terete TRIO. 78, 99 | scabricollis (Ephippiger)...... 199 pratorum (Chortippus)........ M89 | Seollimene. . > Sietaye 4 ots cuss. — = » 2. Sub-érden.—Ortdépteros prop. tales............ — — A442 Pree Ba — D1 AbIdOS5<% ele na penis ot « Sera sand es — — » SHOGINEVA PARE fis 35:3 0.05 vo c/o ets ¢ ane / Mamiferos indigenas, distintos de los murciélagos, quiza no haya, pues las tres especies de Jus son cosmopolitas € intro— ducidas casualmente por los buques con su cargamento. No hablo de Jas especies marinas, porque no tengo datos seguros, habiendo visto solamente huesos de un cetaceo grande que se encontré muerto en la costa de Guanica (en la parte 8. O. de la isla), creo en 1872. ORDEN CHIROPTERA. No he podido observar mas que cuatro especies de Chirop- tera, 6 sean murciélagos; pero no dudo que se encontraran otras continuando las observaciones. Artibeus perspicillatus Linn. Se encuentra en todas las cuevas medianas y grandes, y lleva 4 veces por la noche a las habitaciones: de dia esta sus- 140 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) pendido por las patas traseras. Se alimenta de insectos y de frutas. Se distingue de las especies siguientes por la hojuela de encima de la nariz, por la falta de cola y por una raya 6 ceja blancuzca, 6 mas clara que el pelo de la cabeza. Se encuentra tambien en Cuba, en Santo Domingo, Jamaica, Brasil, etc. Mormops Blainvillei Leach. Solo he recibido un ejemplar de la parte meridional de la Isla. Esta especie suele vivir en cuevas y en edificios, y duerme tambien suspendida. Aparece 4 veces por la noche en las habi- taciones. Su alimento consistira solamente en insectos. Se distingue de las otras especies por los lébulos cutaneos alre- dedor de la boca, por sus orejas anchas, que rodean los ojos, por la cola cuya extremidad esta libre en el centro de la mem- brana interfemoral y por el color acanelado del pelo. Se encuentra tambien en Cuba y Jamaica. Chilonycteris Mac-Leayi Gray. De esta especie he cogido tambien un solo individuo, que entré de noche en mi habitacion en Mayaguéz. La ha cogido tambien el doctor Stahl en Bayamon. Duerme como la especie precedente, suspendida, y se alimentara tambien de insectos unicamente. Se distingue de las otras especies por sus orejas mas prolon- e@adas, por los lébulos cutaneos alrededor de la boca ménos complicados que en el Mormops, por la cola igual a la del Mormops, y de éste ademas por el color parduzco-ceniciento del pelo. Se encuentra tambien en Cuba y Jamaica. Molossus obscurus Geoffr. Esta especie vive de dia en las hendiduras, palos huecos, entre la cobija de los techos de las casas de campo, etc.; y es tan abundante, que forma una plaga para las viviendas. Se- gun las observaciones, come solamente insectos. Se distingue de las otras especies 4 primera vista por la falta de hojuela y lébulos cutaneos alrededor de la boca, por la cola que se prolonga mas alla del borde de la membrana in- terfemoral y por el color pardo de su pelo. (7) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. et El macho es notable por una glandula morada, cubierta por el pelo, en la garganta, que 4 voluntad del animal puede hin- charse y ser visible. Se encuentra tambien en Cuba, Martinica y Brasil. ORDEN RODENTIA. Las tres tinicas especies encontradas hasta ahora en la Isla no son indigenas, sino introducidas probablemente por la via del comercio, como antes he dicho; pero han adquirido dere- cho de ciudadania, pues se han multiplicado de tal manera, que son una plaga en algunos puntos, en términos de que en los ingenios 6 haciendas destinadas 4 la produccion y fabrica- cion del azticar necesitan tener perros ratoneros y personas dedicadas exclusivamente 4 su persecucion. Mus decumanus Pallas. —fata. Mus rattus L.— Rata. Mus musculus L.— Raton. LEAVES: Cuando emprendi el viaje en 1873 sélo conocia un trabajo especial sobre la ornitologia puerto-riquena, que es: A list of Birds from Portorico presented tho the Smithsonian Institution by Robert Swift, Hsq. and George Latimer, E'sq., with descrip- lions of new species or varieties, by Henry Bryant, M. D., Cu- rator of Ornithology Bost. Soc. of Nat. Hist., impresa en Pro- ceedings of the Boston Society of Nat. Hist., Jan. 4, 1866. Esta lista contiene solamente 41 especies. Tambien sabia que el se- nor Bryant habia ido a la isla de Puerto-Rico para continuar el estudio de su ornitologia y que habia fallecido en Arecibo; 142 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) pero no tenia noticia de que sus descubrimientos estuviesen publicados. Habiendo observado un ntimero tres veces mayor de especies, creia poder ofrecer un catalogo mucho mas nume- roso; pero encontré, como he dicho arriba, en Arecibo la co- leccion puerto-riquena, llevada 4 Stockolmo y clasificada por el profesor Sundevall, quien publicé el resultado bajo el titulo Fogtarne po On Portorico, efter Hr. Hjalmarson’s insamlingar framstillda en el periddico Ofversigt af Kongl. Vetens Kaps- Akademiens Firhandlingar, 1869, Nr. 6.—Hjalmarson trajo la coleccion de vuelta, y asi pude examinar los tipos del articulo de Sundevall, del cual recibi un ejemplar de regalo. En él estan anotadas 90 especies, pero 4 la coleccion sélo correspon- den 69, pues conocia Sundevall las 21 restantes por las indi- caciones de otros naturalistas, como encontradas en Puerto- Rico. Por este articulo se redujo el numero de las especies, que yo creia sin indicacion cientifica, a la mitad. Ademas recibi un libro, Viaje a la isla de Puerlo-Rico en el ano 1797, ejecutado por una comision de sabios franceses de or- den de su gobierno y bajo la direccion del capitan N. Baudin.... por Andrés Pedro Ledru.... traducido al castellano por D. Ju- lio L. de Vizcarrondo, Puerto-Rico, 1863, en cuya pagina 199 empieza la enumeracion de las aves. Pero examinandola se ve que no vale para nuestro uso, pues contiene especies de otras partes del mundo, y algunas que de seguro no se encontraran en la isla de Puerto-Rico. Es de notar que Mr. Ledru no era el zodlogo de la comision, sino el botanico, por cuya circuns— tancia se deben perdonar los errores, aunque al parecer no debia haberlos, pues en un suplemento se lee un articulo del célebre Mr. Sonnini sobre las aves traidas por la comision. La mayor parte de las especies que enumeraré fueron muer— tas y examinadas por mi; pero otras sdélo las conozco por al- e@unos amigos mios, y agradecido doy aqui sus nombres con algunas noticias sobre ellos. ELSr. D. Domingo Bello y Espinosa, abogado y doctor en Derecho en Mayaguéz, estudia en las horas desocupadas la botanica, y no descuida la zoologia: ha formado un album pintoresco puerto-riqueno con la mayor parte de las plantas en la parte occidental de la isla, con descripciones muy cir- cunstanciadas; el album ornitolégico contiene los dibujos de las aves preparadas en el pueblo de Cabo-rojo por el senor don (9) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 143 Celedonio Carbonell, no he podido observar ocho de ellas; pero no debo dudar, porque he conseguido todas las demas, y acaso tambien hubiera encontrado las otras, si hubiera perma- necido mas tiempo en la Isla. Don Tomas Blanco. antiguo discipulo mio en taxidermia (cuando estuvo en la Habana), vivia al principio en lo interior de la isla de Puerto-Rico, y luégo, y aun ahora, en la capital, San Juan. Una parte de las aves preparadas por él esta en el gabinete del Colegio de los R. PP. de la Compania de Jestis, y otra posee él en su casa: le debo el conocimiento de varias especies. El Sr. D. Agustin Stahl, doctor en medicina, en Bayamon, estudia desde hace poco tiempo la ornitologia, y asi no ha podido darme noticias de especies que yo no conociera; pero me ha prometido continuar las observaciones sobre la llegada y partida de las especies de paso, y me ha ensefado y a veces regalado los huevos de algunas, cuyos nidos no habia yo ob- servado. Don Justo Hjalmarson, de Suecia, farmacéutico en Arecibo, me sirvid mucho por tener la coleccion y por haberme rega- lado el articulo del profesor Sundevall, como he dicho antes. Ademas me ha proporcionado ocasion de poder visitar parajes. donde he conseguido especies antes no observadas en la isla: ha fallecido ultimamente en un viaje a Suecia. Kl Dr. Block, de Dinamarca, médico en Mayaguéz, muy aficionado a la caza, me permitid acompanarle en su bote a la laguna de Boqueron en la costa occidental de la isla, donde consegui especies no observadas antes por mi, y me did las alas del Conurus evops, cazado en la isla Mona. Hasta entoénces solo sabia la existencia de un Conurus en la isla, pero ignoraba qué especie era. Por ultimo, debo a algunos cazadores noticias sobre algunas especies faciles de reconocer. Tambien he puesto en mi catalogo algunas especies exoticas, que sueltas a propdsito 6 por casualidad, anidan hoy en la Isla en estado silvestre, algunas ya en abundancia, y una que so- lamente se cria enjaulada. : Pongo a4 continuacion los catalogos de las aves publicados por Mr. Ledru, por el Dr. Bryant y por el profesor Sundevall, y por ultimo, el catalogo arreglado por mi. 144 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) Catalogo publicado por Mr. Ledru (1). *Psittacus dominicensis Buff. * — ~~ guyanensis Buff. Ara aracanga. Psittacus Alexandri Buff. — rufirostris Buff. Picus striatus. — passerinus Briss. * — portoricensis. * — carolinus Buff. * — major Gmel. * — bengalensis. *Cuculus vetula. * — dominicus. * — minor Gm. *Bucco Cayanensis Buff. *Crotophaga ani Buff. — major. *Vultur aura. Aquila Antillarum. *Falco sparverius Buff. Aquila nudicollis. *Strix parecida ad Ulula. *Strix nyctea Buff. * — dominicensis. * — nudipes. Tyrannus pipiri. *Muscicapa ruticilla. % —_ coronata. Muscipula Cayanensis. Turdus aurocapillus. — _ polyglottus. — ater. — _hispaniolensis. — plumbeus Buff. * — labradorius Gm. Oriolus dominicensis Gmel. Tanagra dominica. Loxia dominicensis. * — portoricensis Maugé. Emberiza olivacea. *Corax crucirostra. * — leucognaphalus — caribeus. *Parus ceruleus Buff. Una especie de Ruisefior, ceniciento- oscuro, con aigunas plumas blancas. *Una especie de Curruca negra con el hombro blanco. *Sylvia pensilis. *Motacilla noveboracensis Buff. — estiva var. B. — — Buff. 58,4. — umbria Buff. — ludoviciana Buff. *Certhia flaveola. *Sylvia palmarum. *Motacilla mystacea. *Hirundo dominicensis Gm. * — _ cayanensis Buff. Alcedo alcyon, var. 1, Gmel. *Pipra musica Gmel. — rupicola. Trochilus dominicus. — margaritaceus. — mango. — minimus Gm. *Columba carolinensis Buff. * — leucocephala. -- earibsea Gmel. (1) Las especies publicadas y dadas al Museo de Paris por el capitan Baudin y por Mr. Maugé, el zodlogo de la expedicion, van precedidas de *. (11) *Columba martinica. Ardea egretta. — cerulescens. *Hians scolopaceus. Ardea ludoviciana, Scolopax gallinago. Tringa cinclus. *Charadrius aureus. *Parra calidris. Pheenicopterus ruber. Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. II. Colymbus dominicus. *Anas arborea Buff. * — spinosa Buff. * — dominica. * — americana Gin. *Hydrogallina martinica, * y } . Hydrogallina chloropus. Pelecanns onocrotalus. Sterna fuliginosa. Catalogo publicado por el Dr. Bryant (1). Falco (Tinnunculus ) dominicensis Gm. ‘+ Tyrannus (Tyrannus) dominicen- sis Gm. (Pitangus) Taylori Sc/a- ier. (Myiarchus) antillarum Br. Todus hypochondriacus Br. Sylvicola (Parula) americana Linn. — (Dendreeca ) | coronata Linn. — (Dendreca) discolor Vieill. — (Dendreeca) Adelaide Baird. Setophaga ruticilla Linn. Turdus (Mimocichla) ardosiacens | Vieill. Mimus polyglotus, var. portoricen- sis Br. Hirundo ( Progne ) Gm. ( Petrochelidon ) Vieill. dominicensis | fulva | Certhiola flaveola, var. portoricen- sis Br. Vireo Latimeri Baird. Tanagra (Spindalis) portoricensis Br. +; Fringilla (Phonipara) Zena L. 4758, var. portoricen- sis Br. (Coturnicuius) passerina Wils. Loxia (Spermestes) cucullata Swain. — (Pyrrhulagra) portoricensis Daud. + Icterus xanthomus Sclater’. — dominicensis, var. portori- censis Br. ‘- Quiscalus crassirostris Swain. ? Alcedo (Megaceryle) aleyon Linn. Coccyzus minor Linn. Saurothera Vieillotii, var. rufescens. Crotophaga ani Linn. Picus {Melanerpes) portoricensis Daud. ‘- Psittacus (Chrysotes), especie ain no conocida. (1) Las especies sefialadas con ‘llevan en mi catélogo el nombre corregido. ANALES DE GIST. NAT.~—VII. 10 146 Columba ANALES DE HISTORIA NATURAL. ( Geotrygon ) montana Linn. (Zenaida) zenaida Bon. (Chamepilea) passerina Linn. Ardea egretta Gmel. = WwW Oo —> (1) cerulea Linn. Ill. (12) Ardea exilis Gmel. Aramus giganteus Bon. Tringa (Tringoides) macularia. Gallinula galeata Licht. martinica Linn. Rallus carolinus Linn. Catalogo publicado por el profesor Sundevall (1). Turdus ardosiacus Vicill. Mimus polyglottus Linn. Margarops fuscatus Sclater. Vireo altiloquus Viei//.—Vireo- sylvia calidris Baird, nec Linn. — Latimeri Baird. (Dendrceca_ petechia portori- censis Sund.) Taylor. Dendreeca coronata Linn. Adelaide Baird. dominica Linn. discolor Vieill. tigrina Gm. Compsothlypis americana Linn. *(Henicocichla auricapilla Linn. ) Faritl. *(Geothlypis Faril. Setophaga ruticilla Linn. Euphonia Sclateri Bon. (Tanagra (Spindali-) portori- censis Br.) trichas Linn. ) 1 | Phonipara bicolor Linn.—=TZena | var, portoricensis Br. \7 18 19 Euethia lepida Linn. (Fringilla (Coturniculus) passe- rina Wils.) Br. (Loxia portoricensis Daud.= Pyrrulagra Bon.) Br. Carduelis cucullata Sw—Pyr- portoricensis rhomitris cucullatus Bon == Fringilla Cube Gerv. Spermestes cucullata Swains. Ageleus chrysopterus Vieiil. = Hyphantus xanthomus Cass. nec Sclater. Icterus dominicensis, var. por- toricensis Br. == Pendulinus portoricensis Cass. +-?(Icterus xanthomus Sclater. ) Taylor et Br. 5 --(«Quiscalus crassirostris Sw. » Br. =Q. barita Taylor. ) ‘+; Chaleophanes lugubris Sw. (Corvus leucognaphalus V7eid/. ) Taylor. Certhiola portoricensis Br. = flaveola Taylor. Las especies cuyo nombre esté entre paréntesis no fueron llevadas por Hjal- marson 4 Estockolmo, sino indicadas por Mr. Taylor 6 el Dr. Bryant; las que ademas estan precedidas de * fueron mencionadas en el Isis 1847, p. 611, por el Dr. Hartlaub: las que llevan + tienen en mi catélogo un nombre corregido 6 enmendado. 39 . 40 +; Chordeiles virginianus Linn. 41 = to ~ — 45 46 ‘ 50 51 52 + Falco sparverius Linn. Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. (Hirundo dominicensis Gm.) Br. (Hirundo fulva Viedll.) Br. Todus hypochondriacus Br. Tyrannus dominicensis Gi. Taylori Sclater, (Pi- tangus.) Myiarchus antillarum Br. Psittacus vittatus Bodd.—domi- nicensis Gmel. Picus portoricensis Daud. Coccystes seniculus Lath. Saurothera Vieilloti Bon. Crotophaga ani Linn. Trochilus (Orthorhynchus) exi- lis Gould. (Lampornis) holoseri- ceus Linn. (Lampornis) aurulen- tus Vieill. (Lampornis) viridis Vieill. Eneyel. 554 Nr. 10 nec 38. Vieill.) Harti. Alcedo aleyon Linn. Columba leucocephala Linz. corensis Gel. | | *(Lampornis) Maugei | ~- caribea Linn.) Haril. | -- carolinensis Linn. ) Haritl. zenaida (Zenaida ama- bilis) Bon. passerina Linn.= Chamepelia tro- chila Bon. Taylor. ( — montana Linn ) Br. Strix brachyotus Linn. columbarius Linn. 54 wo a ow ~I we SY Ses Sr Sp ep ee _— oOo o2) —) 87 147 Ortyx virginianus Linn. Numida meleagris Linn. (Notherodius=Aramus gigan- teus Br.) Rallus carolinus Linn. Gallinula galeata Licht. — martinica Lath. Fulica americana Gm. Scolopax Wilsoni Temm, Tringa pectoralis Say. Ercunetes pusillus Zinn. _- himantopus Bon. Actitis macularia Linn. Totanus solitarius Aud. flavipes Gm. — melanoleucus Gm, Himantopus nigricollis Vieid/. Charadrius pluvialis Zinn., var. americanus. semipalmatus Bon. — vociferus Linn. Strepsilas interpres Linn. Ardea cerulea Linn. ( — egretta Gmel.) Br. herodias Linn. exilis Gm. virescens Linn. nycticorax Linn. = A Gardeni Gi. — violacea Linn. Anas arborea Linn. discors Linn. — americana Linn. — clypeata Linn. — dominica Linn. Colymbus podiceps Linn. (Larus atricilla Linn.) Taylor. (Sterna fuliginosa) Taylor. +(Phaéton ethereus) Taylor. (Pelecanus fuscus Linn.) Taylor. 148 ANALES DE HISTORIA NATURAL. \4) LV. Catalogo arreglado por mi en Agosto de 1876, 6 sea al fin de mi segundo viaje (1). | N. Pandion carolinensis (I*alco) Gmel.—Aguila. (2) 2 G. Buteo borealis (Falco) Gmel.—Guaraguao de sierra, impropiamente lechuza. 3 G. — pennsylvanicus (Falco) Wi/s.—Guaraguao de sabana. 4 V.. Falco anatuim Bon....? Impropiamente lechuza. 5 Gi: Hypotriorchis columbarius (Falco) Linn....? — Im- propiamente gabilan. 6 G.., Aj. + Tinnunculus dominicensis (Falco.) Gm.—Falcon. 7) Gi. Hy. Brachyotus Cassiuii Brewer.—Mucaro real, de sa- bana, de melon, coruja, llorona. 8 G. +; Gymnoglaux nudipes (Strix) Daud.—Mucaro. 9 Galli. ". Vireo Latimeri Baird.—Julian chivi. 10 Gay. *-Phyllomanes calidris (Motacilla) Linn.— Bien- te-veo. AA D. — olivaceus (Muscicapa) Linn. - Id. 42 D; Turdus mustelinus Gmel. 13 G. Hj. “-Mimocichla ardosiacea (Turdus) Vieill.— Zorzal, zorzal de patas coloradas. V4 Gs Hg: ‘-Margarops fuscatus Sclater.— Zorzal pardo, de los palmares. 15 G. Hae Mimus polyglottus (Turdus) Linn., var. Or- pheus Z.— Ruisefior. (1) Existe otro arreglado en 1873 como resultado de mi primer viaje, y publicado en un articulo sobre la fauna ornitolégica puerto-riquena en Cabanis, Journal, 1874, pa- gina 310. (2) En la segunda columna, que indica la autoridad sobre su hallazgo en la isla de Puerto-Rico, he mareado con @& las especies que he muerto, preparado 6 examinado; con V las que he visto volando sin haberlas conseguido; con Aj las que Hjalmarson habia llevado 4 Suecia y que poseia en Arecibo; con #7 las observadas por Blanco; con D jas que conozco por el album pintoresco de Bello; con 2 las mencionadas por Bryant; con Hé las citadas por Hartlaub; con 7’ las indicadas por Taylor; con .V las que conozco por noticias de cazadores fidedignos; con / las especies exOticas que viven ahora sil- vestres en el campo, y en fin con J la especie exética escapada de una jaula é indicada como natural de Puerto-Rico.—La + delante del nombre indica que la especie no se encuentra en la isla de Cuba. [5 Oo — = two 29 19 et 09 19 oe Ww Gundlach. —!rAUNA PUERTO-RIQUESA. 149 G, Seiurus aurocapillus (Motacilla) Linn. t. — noveboracensis (Motacilla) Gm. Ge Hy: Parula americana (Parus) Linn.—Reinita. r. Mniotilta varia (Motacilla) Zinn.—Id. G: Hy. Perissoglossa tigrina (Motacilla) Gm.— Id. BIG: Dendroica cerulescens (Motacilla) Gm.—Id. Br. yr G: — coronata (Motacilla) Zinn.—Id. G. — striata (Muscicapa) Forster.—Id. G: 7 _ petechia (Motacilla) Linn.—lId. D. — maculosa (Motacilla) Gm.——Id. G. -- palmarum (Motacilla) Gm.—Id. G.. Ha, — dominica (Motacilla) Linn.—Id. Gy Hj: 7 oo Adelaide Baird.—Id. Ge By. _ discolor (Sylvia) Viel/.—Id. G. Hb. Geothlypis trichas (Turdus) Linn. - Id. be VET: Setophaga ruticilla (Muscicapa) Linn.—Id. G. +; Spindalis portoricencis Br.— Llorosa, reina mora, reinona, Stahl, G. Chlorospingus speculiferus Lawr. G. Hy: ‘+; Euphonia Sclateri Bon.—Jilguero, canario. Gi. Hy: Melittarchus griseus (Tyrannus) Véei//.—Pitirre. Gr. Ey: +Tyrannus Taylori Sclater.—Clérigo. Gey: ‘;Myiarchus antillarum Br,—Jui grande. G. ‘+ Blacicus Blancoi Gundlach.—Jui chico. G. + Progne dominicensis (Hirundo) Gm.—Golondrina. G. Hirundo horreorum Bart.—Id. G. + Petrochelidon pceciloma (Hirundo) Gosse.—Id. D. Tachycineta bicolor (Hirundo) Vieill.—Id. D. Cotyle riparia (Hirundo) Linn.—Id. G. Nephocetes niger (Hirundo) Gm.—Id., vencejo. G. Antrostomus carolinensis (Caprimulgus) Gm.—Ca- pacho? Gv: Chordeiles minor Cabanis.—Id. Ga-Hy: Coturniculus passerinus (Fringilla) Wis. Gaby: Kuethia lepida (Fringilla) Linn.—Chamorro, gor- rion, murrion. G. Hj. + — _ bicolor (Fringilla) Linn.—Id. E G. + Habropyga melpoda (Fringilla) Viei//.—Gorrion. E.G. Hj. -+Spermestes cucullatus (Loxia) Swains.—Id., chu- pador de arroz. E. J. Hj.G. Pyrrhomitris cucullata (Carduelis) Swains, G. + Pyrrhulagra portoricensis (Loxia) Daud,.—Gallito, churri. Sy mea) yet wwe = Coo Fe G. Hj. Gavi: Block. Gaby: Gi Hy. Ge ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) ‘+; Icterus vulgaris Daud.—Trupial. ‘- Xanthornus portoricensis Br.—Calandta. ‘- Agelaius chrysopterus Vieil/.—Mariquita, capitan. ‘- Chalcophanes brachypterus Cassin.—Mazambique, chango. ' ‘-- Corvus leucognaphalus Vieill.—Cuervo, t ‘++ Certhiola portoricensis Br.—Reinita. Ceryle alcyon (Alcedo) Linn.—Pitirre de mangle, matraca, miguelete, fraile. + Todus hypochondriacus Br.—San Pedrito, medio- peso, papagayo. Trochiius colubris Linn.—Zumbador. -- Lampornis viridis (Trochilus) Véeil/.—Id. is — aurulentus Vieill.—Id. 7 — holosericeus (Trochilus) Linn.—Id. +; Chlorolampis Maugeus (Trochilus) Vze¢dd.—Id. -; Meianerpes portoricensis (Picus) Dawd.—Carpintero. -- Chrysotis vittatus (Psittacus) Bodd.—Cotorra. Conurus evops (Sittace) Wagler.—Periquito. +; Saurothera Vieilloti Bon.—Pajaro bobo. Coceyzus minor (Cuculus) G'mel.—Id. — americanus (Cuculus) Linn.—Id. — erythrophthalmus (Cuculus) Wils.—Id. Crotophaga ani Linn.—Judio. ‘ Chlorcenas inornata (Columba) Vigors.— Paloma sabanera. Patagicenas corensis (Columba) Gmel.—-Id. turca. _- leucocephala {Columba) Linn.—Id. ca- beziblanca. Zenaida amabilis Bon.—Tértola. Geotrygon martinica (Columba) Linn.—Perdiz. _ montana (Columba) Linn.—Id. Chamepelia passerina (Columba) Linn. — Rola, ro- lita. Ortyx (virginianus L. ?) cubanensis Gould.—Co- dorniz. Numida meleagris Linn.—Gallina de Guinea. Ardea Herodias Linn. —Garzon ceniciento. Audubonia occidentalis (Ardea) Aud. — Garzon blanco. Herodias egretta (Ardea) Gmel.— Garza real. Garzetta candidissima (Ardea) Gmel.— Garza blanca. Florida cerulea (Ardea) Linn.—Garza azul. Gundlach. —FAUNA PUERTO-RIQUENA. 151 ARARAS 5 G Stahl, G. @. Hi: GE: BL G. BI. G. G. Hj. G. G. Hj. G. Hj. Bly Ge Demiegretta ruficollis (Egretta) Gosse.—Garza. Ocniscus virescens (Ardea) Linn. — Martinete. Ardetta exilis (Ardea) Gmel.—Martinete chico. Botaurus lentiginosus (Ardea) Montagu. Nyctiardea Gardeni (Ardea) Gmel.—Yaboa. Nyctherodius violaceus (Ardea) Linn.—Yaboa. Eudocimus albus (Tantalus) Linn.—Coco. Falcinellus Ordii (Ibis) Bon.—Coco. +; Numenius hudsonius Lath.—Chorlo ? + — borealis Lath.—Chorlo ? Limosa fedoa (Scolopax) Linn.—Chorlo ? Gallinago Wilsoni (Scolopax ) Temm.—Becasina. Symphemia semipalmata (Totanus) W7/s.—Chorlo ? — — var. major = speculiferus Cuv.—Chorlo ? Gambetta melanoleuca (Scolopax) Gm.— Putilla ?, chorlo ? — flavipes (Scolopax) Gm.—Id. id. Rhyacophilus solitarius (Tringa) W7ils.—Putilla. Tringoides macularius (Tringa) Linn.—Id. Micropalama himantopus (Tringa) Bon. - Id. Ereunetes pusillus (Tringa) Linn.—Id. Actodromas maculata (Tringa) Vieil/.—Id. — minutilla (Tringa) Vieill—Id. Calidris arenaria (Tringa) Linn.—Id. Macrotarsus nigricollis (Himautopus) Vieill.— Pla- yante, yegitita. Strepsilas interpres (Tringa) Linn. Hematopus palliatus Temm. Squatarola helvetica (Tringa) Linn. Charadrius virginicus Borkh. Ochthodromus Wilsonius (Charadrius) Ord.— Pla- yero, playante. Oxyechus vociferus (Charadrius) Linn.—Id. id. Aigialeus semipalmatus (Charadrius) Bon.—lId. id. — melodus (Charadrius) Ord.—Id. id. Parra jacana Linn. Aramus giganteus (Rallus) Bon.—Carrao. Rallus longirostris Gmel.— Polla del mangle. Porzana carolina (Rallus) Linn.—Llagaretilla. Cry bastus’ Gossei (Laterirallus) Bon.—Id. Gallinula galeata (Crex) Licht.—Llagareta, galla- reta. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) Porphyrula martinica (Fulica) Linn,—Gallareta. Fulica americana Gmel.—Gallinazo. Podiceps dominicus (Colymbus) Gme/.—Sarama- gullon, tigua. Podilymbus podiceps (Colymbus) Linn.—Sarama- gullon, saramayo. Phcenicopterus ruber Linn.—Flamenco. Chen hyperboreus (Anas) G'mel. Dendrocygna arborea (Anas) Linn.—Yaguaza, chi- riria, Dafila acuta (Anas) Linn.— Pato. Mareca americana (Anas) Gmel.—Pato. ‘- Poecilonetta bahamensis (Anas) Catesby. — Pato de la orilla. Spatula clypeata (Anas) Linn.—Pato inglés. Querquedula discors (Anas) Linn.— Pato de la Flo- rida. Fulix affinis (Fuligula) Eyton.— Pato del medio. — collaris (Anas) Donov.— Pato del medio. Erismatura rubida (Anas) Wils.—Pato chorizo. _ dominica (Anas) Linn.—Id. Chroicocephalus atricilla (Larus) Linn.—Gaviota boba (en su plumaje de boda), forastera (en el del invierno). Thalasseus regius (Sterna) Gambel.— Gaviota, chirre. _ acuflavidus (Sterna) Cabot. — Gaviota. Sterna paradisea Briinn.—Id. — antillarum (Sternula) Lesson. ~ Id. Hydrochelidon fissipes (Sterna) Linn.—Id. Haliplana fuliginosa (Sterna) Gm.—Id. Anous stolidus (Sterna) Linn.—ld. Pelecanus fuscus Linn.— Alcatraz. Disporus fiber (Pelecanus) Linn.—Pajaro bobo. Phaéton flavirostris Brandt.—Chirre de altura, ra- bijunco, impropiamente gaviota, Tachypetes aquilus (Pelecanus) Linn.—Tijerilla, rabihorcado, tmpropiamente Rabijunco. Por este catalogio se ve que a excepcion de 16 especies, todas las demas han sido examinadas por mi. Hstas 16 especies, son los numeros 4 y 85 que he visto solamente volando: del nu- (19) Gundlach.— VaAUNA PUERTO-RIQUENA. 153 mero 69 solo he visto las alas; los numeros 1, 95, 131 y 133 que he anotado por noticias de personas fidedignas: el ntimero 120 examinado por Blanco: los ntumeros 11, 12, 25, 42, 43, 62. 73 y 96 estan figuradas en el album del Dr. Bello. Solamente el numero 38 es especie nueva para la ciencia, y 33 especies no se encuentran en Cuba. Falta ahora dar los apuntes sobre las mismas aves, como tambien sobre sus costumbres, sus nidos, huevos y polluelos, y ademas los apuntes relativos a la clasificacion, nombres vulgares, etc. Siendo de notar que respecto aéstos, se encuen— tra en todos los paises poca conformidad y mucha confusion. LISTA DE LOS AUTORES CITADOS GON LAS ABREVIATURAS DE QUE SE HACE USO. Aud., Biogr.—Ornithological Biography by John James Audubon; 5 vols.: 1, 1831; 1, 1834; m1, 1835; rv, 1838; v, 1839, Edinbourg. Aud., Birds.—Birds of America by J. J. Audubon; 7 vols.: 1, 1840; HW, WI, 1844; 1v, v, 1842; vi, 1843; vir, 1844, Philade]phia. Baird, Rep.— Reports of Explorations and Surveys for a Rail-road Route from the Mississippi River to the Pacific Ocean. Vol. 1x, Birds by Spencer F. Baird, with the cooperation of John Cassin and Geor- ge N. Lawrence, 1858, Washington. Baird, Rev. — Review of the American Birds in the Smithsonian Institu- tion by Spencer F. Baird, 1864-1866, Washington. Barton, Fragm.—Barton M. D., Fragments of the Nat. Hist. of Pennsyl- vania, 1799, Philadelphia. Bartram, Tr.—Bartram, John, Travels through North and South Caroline, Georgia, East and West Florida, 1791, Philadelphia. Blackw., R. Z.—Researches in Zoology by Blackwall, 1834, London. Bodd., P|. en).—Table des planches enluminées d’ Hist. nat. de Mr. d’ Au- benton, avec les denominations de MM. de Buffon, Brisson, Edwards, Linné et Latham par Mr. Boddaert, M. D. 1783, Utrecht. lot ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) Boie, Isis. —Isis, Encyklopidische Zeitschrift. Leipzig , 1817-48. Bon., A. O.—American Ornithology or the Natural History of the Birds inhabiting the United-States, not given by Wilson; by Charles Lucien Bonaparte, vol. 1, 1825; 11, 111, 4828; 1v, 1833, New York. Bon., Ann —Annals of the Lyceum of Natural History of New York. Bon, Comp. List.—A geographical and comparative List of the Birds of Europe and North America by Ch. L. Bonaparte, 1838, London. Bon., Compt.—Comptes rendus hebdomaires des séances de 1’ Académie des Sciences etc., Paris. Bon., Consp.—Conspectus generum Avium auctore Carolo Luciano Bona- parte; tomo 1, 1850; 11, 1857, Lugduni Batavorum. Bon., Journ,—Journal of the Academy of Natural Sciences at Philadelphia. Bon., Obs.—Observations on the nomenclature of Wilson’s Ornithology by Ch. L. Bonaparte, 1826, Philadelphia. Bon., Syn.—The genera of North American Birds and a Synopsis of the species etc.. .. en Annals of the Lyceum of Nat. Hist. of New York, 1828. Brehm, Handb.—Handbuch der Naturgeschichte aller Vogel Deustchlands, von C. L. Brehm, 1834, Ilmenau. Brewer, Proc.—Proceedings of the Boston Society of Natural History. Briinnich, Orn. bor.—Ornithologia borealis. Hafniz, 1764. Bryant, List.—List of Birds from Porto-Rico presented to the Smithsonian Institution by Robert Swift Esq. and George Latimer Esq. with descriptions of new species or varieties by Henry Bryant, M. D. in the Proceedings of the Boston Society of Natural History, 1866. Cab., Journ.— Journal fiir Ornithologie. Cabanis. Tom. 1, 1853; 11, 1854; 111, 1855, etc. Cassel. Cab., M. H.—Museum Heineanum, Verzeichniss der ornithologischen Sammlung des Oberamtmann Ferdinand Heine etc. von Dr. Jean Cabanis. Cab., Wieg. Arch.—Wiegmanns Archiv. Berlin. Cabot, Proc.—Proceedings of the Boston Society of Nat. Hist. Cassin, Proc.—Proceedings of the Acad. of Nat. Sciences of Philadelphia, Cass., Ict.—A study of the Icteride by John Cassin in the Proceedings of the Acad. of Nat. Sc. of Phil. 1866. Coues, Proc.—Proceedings of the Acad. of Nat. Sc. of Philad. 1862; Re- view of the Gulls of North America and Review of the Sternine or Terns of North America. Daud., Traité.—Traité élémentaire et complet d’Ornithologie par F. M. Dau- din, 2 vols. 1799, 1800, Paris. Deville, Obs.—Observations faites en Amerique sur les mceurs de différen- tes espéces d’oiseaux mouches, etc. 1852, May 209 en Revue et Magasin de Zoologie par Guerin-Méneville. Paris, (21) Gundlach. —FAUNA PUERTO-RIQUENA. 155 Donovan, Br. B.—Ed. Donovan Natural History of british birds, 11 Vols, 1794-1818. Dumont, Dict.—Dictionnaire des Sciences Naturelles, Paris et Strasbourg. (Los articulos sobre Ornitologia son de Damont). Eyton, Mon. An.—A Monograph of the Anatidwe, London, 1838. Forster, Phil. Tr.— Philosophical Transactions Lx11, London, 1772. Finsch, Mon. Certh. — En Verhandl. der K. K, zool.-bot. Gesellsch. in Wien, 1874. Gambel, Pr. Ac.— Proceedings of the Acad. of Nat. Sc. of Philadel- phia. Gmel., S. N—Systema Nature, editio x1, 1788, auctore Gmelin. Gosse, Birds.—The birds of Jamaica by Dr. Philip Henry Gosse, 1847, London. Gould, Troch.—A monograph of the Thochilide. Part. 1, 1850, London. Crould, Icones.—Icones avium. London, 1837, Part. 1, et 11. Gould, Pr. Z.S.—London: Zoological Society : Proceedings of the Commi- ttee of Science and Correspondence. Gray, List gen.—A List of the genera of Birds. London 4." edic. 1840; 2.° 1841; Appendix, 1842. Gray, Genera.—The genera of Birds comprising their generic characters, a notice of the habits of each genus and an extensive list of species referred to their several genera. London, 1844-4849. Gundl.— Journal fiir Ornithologie xx, 1874, p. 304 et siguientes.—Beitrag zur Ornithologie der Insel Poito-Rico von Dr. Jean Gundlach. (Es el primer articulo, y el actual es el segundo sobre mis viajes a Puerto- Rico.) Jacquin, Beitr.—Beitriige zur Geschichte der Vogel. Wien, 1784. Jard., ed. Wils.—Wilsons American Ornithology edited by Sir W. Jardine. Kaup, Isis.—Isis, Encyklopadische Zeitschrift. Leipzig, 1817-48. Lath., I. O.—Index ornithologicus sive systema Ornithologie, 2 vols. Lon- don, 1790, Suppl. 1802. Lawrence, Ann. Lyc.—George N. Lawrence en Annals of the Lyceum of Nat. Hist. of New York. Lawrence, Pr. A. N. Sc.—G. N. Lawrence en Proceedings of the Academy of Nat. Sciences of Philadelphia. Leach, Sh. Zool.—Stephen Shaw’s Gen. Zool. x1, 1826. Lesson, Descr.—Descriptions de Mammiféres et d’Oiseaux récemment dé- couverts, etc., Paris, 1847. Licht. Verz.—Verzeichniss der Doubletten des Zool. Mus. zu Berlin, etc. 1823, Berlin von H. Lichtenstein. Linn., S. N.—Systema Nature; editio x, 1758; edit. x11, 1766. March, Notes.—Notes on the birds of Jamaica in Proceedings of the Aca demy of Natural Sciences of Phil. 1863, 1864. 156 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) Montagu, Orn. D.—Ornithological Dictionary of british Birds. London, 1802, Supplem. 1813. Newton, Ibis.—Ibis, a Quaterly Journal of Ornithology by Osbert Salvin. Nuttall, Man.—Manual of the Ornithology of the United States and of Ca- nada by Thomas Nutall. (Las especies terrestres en 1832, las acua- ticas en 1834, Boston). Orb, 6 @’ Orb., H. n. de Cuba.—Historia fisica, politica y natural de la isla de Cuba, por D. Ramon de la Sagra. Ml tomo de Ornitologia escrito por Mr, Alcides d’ Orbigny. Edicion espanola, 1839. Ord, J. A. N.Sc.—Journal of the Akademy of Nat. Sciences of Philad. Ord, ed. Wils.—Ord’s edition of American Ornithology by Alexander Wilson; 1, 11, 1828; 111, 1829. Pallas, Zoogr.—Pallas, Zoographia Rosso-asiatica, 3 vols. San Petersbur- go, (844. Pallas, Spicil.—Spicilegia zoologica, 1767. Reich., Icones.—Avium systema naturale, auctore J.. Reichenbach. Dresden et Leipzig, 1849 et sequentes. Reich., Handb.—Handbuch der speciellen Ornithologie,—beschrcibender Text zu der vollstindigsten Kupfersammlung der Vogel aller Welttheile von Dr. Ludwig Reichenbach, Dresden und Leipzig, 1851, ete. Sclater, Pr. Z.S.—Lutley Philip Sclater en Proceedings of the Zoological Society of London. Spix, Av. Bras.—Avium species nove, quas in itinere per Brasiliam annis 1817-20 collegit et descripsit. 2 vols. 1825-26. Stephens, G. Zool.—General Zoology or Systematic Natural History with plates from the first authorities and most select specimens, Conti- nued by Stephens, Vols. 7-14 Aves, 1809-1826. Sund.— Profesor Carl Sundevall. Foglarne pa Porto-Rico etcétera, 6 sea Aves de la isla de Puerto- Rico, segun la coleccion de J. A. Hjal- marson, en los Anales de la Academia real de Ciencias de Stoc- kholmo.—Meddeladt, 1869. Sund., Consp.—Conspectus 6 Monografia del género Certhiola. En el mismo afio y lugar. Swains., F. B.—William Swainson and J, Richardson, Fauna boreali- americana. Part. 1, Birds, London, 1831. Swains., Ph. Mag —Philosophical Magazine etc. London, 1827. Swains., Z. J.—Zoological Journal, London, 1825. Taylor, Ibis. —E. Cavendish Taylor, five Months in the Westindies, part. 11, Ibis 1864, 157. (Ibis is a Quarterly Journal of Ornith. by Osbert Salvin) Temm., Man.—Manuel d’ Ornithologie des Oiseaux. ... de Europe, 4 vols. Temm., P). col.—Temminck, Nouveau recueil de planches coloriéesd’oiseaux, (23) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 154 Vieill.. Anal. — Analyse d’une Nouvelle Ornithologie élementaire par L. P. Vieillot, 1816, Paris. Vieill., Kuc.—EKncyclopedie méthodique ou par ordre de matiéres par une Société de gens de lettres. Les Oiseaux par Vieillot , 1820, Paris. Vieill., Gal.—Galérie des Oiseaux du Cabinet d’Hist. Naturelle du Jardin du Roi; 2 vols. Paris, 1820-26. Vieill., N. D.—Nouveau Dictionnaire d’Histoire Naturelle appliquée aux Arts etc. Los articulos sobre Ornitologia son de L. P. Vieillot: 35 vols., Paris, 1816-1819. Viedll., Ois.—L. P. Vieillot, Histoire Naturelle des Oiseaux de l’Amérique septentrionale depuis Saint Domingue jusqu’a la Baie de Hud- son; 2 vols, Paris, 1807. Vigors, Zool. Journ.—Zoological Journal, London. Vigors, Zool. Blossom.—The Zoology of Capitain Beechey’s voyage (to the Pacific and Behring’s Straits) in the years 1825-1828. London, 1839. (Las Aves, por Vigors). Wagler, Isis.—Isis. Encyklopaddische Zeitscrift. Leipzig, 1817-48. Wagler,S Av.—Systema avium auctcre Wagler, 1827. Wils., A. O.— Alexander Wilson, American Ornithology or the Natural History of the Birds of the United States; 9 vols. Philadelphia; 1, 1808; 11, 4840; 111, tv, 1844; v, vi, 1842; vir, 1843; virr, 4844; 1x, 1814. Wils., Ord’s edic.—Edicion nueva con una biografia del autor, por George Ord. 3 vols. 1, 11,1828; 111, 1829. New York and Philadelphia. Wils., Jard. edic.—Wilson’s American Ornithology with notes by Jardine etcétera, Boston, 1840. Woodhouse, Proc.—Dr. 8. Woodhouse en Proceedings of the Academy of Natural Sciences of Philadelphia. (Desde 1840 empezaron los Pro- ceedings. ) 158 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) ORDEN PRIMERO.—ACCIPITRES. 1.° Faminra. — Falconidee. GrNERO Pandion Savigny. Pandion carolinensis.— Aguila. Falco carolinensis, Gmel., S. N. 1, 1788, 263. Aquila piscatrix, Veill., Ois. 1, 1807, 29. Falco halietus Linn., Wils., A. O. v, 1812, 13.—Aud., Biogr. 1, 1831, 415. Pandion americanus, Viedl/., Gal. 1, 1825, 33. — haliwtus Sav., Aud., Birds, 1, 1840, 64. — carolinensis Bon., Grosse, Birds, 1847, 19.—Cab., Journ. 11, 1854, p. LXXX.—Baird, Rep. 1858, 44.— Gund/., p. 310. No he observado esta especie, pero he tenido noticias segu-— ras de ella por mi amigo y discipulo D. Tomas Blanco, quien conoce bien la especie por haberla tenido en su coleccion cu- bana, cuando vivia en la Habana. Se alimenta de peces, que coge precipitandose desde cierta altura al agua, clavando sus unas en el pez, pero sin zam- bullirse. Se puede conocer infaliblemente la especie por las unas por debajo no aplanadas como las tienen todas las otras aves. Las medidas de dos individuos cubanos eran: ¢% Longitud total. 0,580; braza, 2”, 636 (1). Q -- 0",6386; — 2° cola, 0°, 2078 Su patria es la América septentrional y de alli va de paso en el otono (Setiembre ) 4 las Antillas, Cuba, Jamaica, las Baha- mas. Accidentalmente se la ha observado anidando en Cuba y en Jamaica. Se conocen los jévenes por la orilla blancuzca de las plumas del lomo, principalmente de las tectrices del ala. (1) Distancia de punta 4 punta de las alas cuando estiin extendidas. (25) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 159 GENERO Buteo Cuvier. Buteo borealis. —Guwaraguao de sierra. (Muchas personas le llaman dechuza, pero impropiamente, pues este nombre pertenece a una ave de rapifia nocturna. ) Falco borealis, Gmel., S. N. 1, 1788, 266.— Wils., A. O. vi, 1812, 76.— Aud., Biogr. 1, 1831, 265. — jamaicensis, Grmel., 8. N. 1, 1788, 266. — Leverianus, Gmel., 8. N. 1, 1788, 266.—Wils., A. O. v1, 1812, 78. — aquilinus, Barir., Tr. 1791, 290. Buteo ferruginicaudus, Vieill., Ois. 1, 1807, 32. Accipiter ruficaudus, Ver//., Ois. 1, 1807, 43. Buteo fulvus, Vieill., N. D. 1v, 4816, 472. — americanus, Vieill., N. D. iv, 1816, 477. — borealis, Swains., F. B. n, 1831, 50.—Aud., Birds. 1, 1840, 32.— Gosse, Birds, 1847, 14.—Cab., Journ. 11, 1854, p. LXxxu.— Baird, Rep. 1858, 25.—Gundl., p. 340. ista especie es muy comun en lo interior de la Isla, viviendo en los cerros elevados, diezmando las aves en las haciendas y en los sitios de labranza. Es especie sedentaria. Su alimento consiste en mamiferos pequenos. como ratas, en aves y en reptiles. En una hacienda en que estuve, se habia Nevado un cuarag@uao los perritos de una perra mansa, nacidos entre la maleza. Muchas veces se eleva esta ave a una grande altura describiendo luégo circulos sin que se noten los aletazos, y desde esta altura reconoce el terreno por su vista excelente, y si ve una presa buena, se deja caer de cabeza y con vuelo ra- pidisimo sobre ella. Otras veces atisva la presa desde una rama elevada. De vez en cuando deja oir su penetrante grito que causa terror entre las aves. Suele vivir por parejas, y despues de la cria, en familia, por lo que 4 veces se ven varios indivi- duos reunidos, describiendo circulos en el aire. Las medidas son las siguientes: cof adulto. Longitud total, 0",522; braza, 17,185; cola, 07,212. Q adulta. — 07540; = 1°, 2075 = Ore 228. El pico es de un color cérneo, la cera y las patas son palido- 160 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) amarillas, el iris pajizo. Se puede conocer el ave adulta desde léjos, y hasta volando, porsu cola roja, con una faja casi ter- minal negruzca, miéntras que la tiene gris-parduzca con mu- chas fajas angostas negruzcas, sobre todo su largo, ademas de la faja casi terminal ancha, cuando es joven. En la isla de Puerto-Rico no he observado su nido, pero si en la isla de Cuba. Consistia en ramas pequenas puestas sobre las plantas parasitas de una ceiba, y tenia en el fondo plantas secas como una cama blanda, para los huevos y luégo los polluelos. En Marzo encontré cuatro huevos con cascara gruesa y lisa, blanco-sucia, con unos borrones pardos; y de 0", 055 +0", 045; 0™, 054+0, 044; 0", 0604-0", 047; 0", 056-++-0™, 045 (1). Su patria se extiende desde los Estados-Unidos de la América septentrional, hasta algunas Antillas, como Cuba, Jamaica, Puerto-Rico y algunas islas de Bahama. Buteo pennsylvanicus.—Guaraguao de sabanda. Falco pennsylvanicus, Wels., A. O. vi, 1842, 92.—Aud., Biogr. 1, 1831, 461. — latissimus, Wils., A. O. v1, 1812, 92 (en los ejemplares impresos mas tarde). Sparvius platypterus, Vieil/., Enc. 1, 1823, 1273. Falco Wilsonii, Bon., Journ. m1, 1824, 348. Buteo pennsylvanicus, Awd., Birds 1, 1840, 43.— Cab., Journ. 11, 1854, p. Lxxxu.—Baird, Rep. 1858, 29.—Gundl., p. 342. Tambien es esta una especie sedentaria y comun en lo inte- rior de la Isla, donde se la encuentra mas bien en las orillas de los bosques, en las veredas y en las sabanas. Su alimento consiste principalmente en reptiles pequenos. insectos grandes y aves. Su vuelo es lento y a veces se ven individuos solos 6 familias describiendo circulos en el aire. Su erito es ménos alarmante que el de la especie precedente. No he observado su nido, ni en la isla de Cuba, aunque no es especie rara, pero he tenido polluelos con el primer plumaje, . lo que prueba que habian nacido allt. Se conocen los adultos por un plumaje mas oscuro y por (1) El namero 4 la izquierda del signo + indica el diametro mayor del huevo, y el menor el que se halla 4 la derecha. (27) Gundlach.—PrauNA PUERTO-RIQUENA. 161 las pocas, 36 4, fajas encima de la cola; miéntras joven tiene muchas fajas trasversas ademas de Ja mas ancha cerca de la punta, y un plumaje mas claro en todas las partes inferiores, con manchas oblongas oscuras. Las medidas son las siguientes: o adulto. Longitud total, 0", 387; braza, 0",842; cola, 0".155. © adulta. — 0",410; — 07,897; — 07,170. El pico es de un color cérneo con la punta mas negra, en la base de la mandibula algo aplomado; cera y patas palido-ana- ranjadas; tris ocraceo-amarillo con viso pardo. Se ha encontrado la especie, ademas de los Estados-Unidos de la América septentrional, en la isla de Cuba. Aunque no veo su nombre en las listas de las aves de Jamaica, Santo Domingo y las Bahamas, no dudo que exista, por lo ménos en Santo Domingo. GENERO Falco Linn. Falco anatum.— In Guanica dan 4 esta especie el nombre de gabilan,. pero es impropio. Falco peregrinus Gmel., Wils., A.O.1x, 18414, 120.—Bon., Syn., 1828, 27.— Aud., Birds, 1, 1840, 84. — anatum, Bon., Comp. List., 1838, 4.— Gosse, Birds, 1847, 16.— Cab., Journ. 111, 1854, p. Lxxx1v.— Baird, Rep. 1858, 7.— Gund., p. 310. Estando en Noviembre de 1873 en la laguna de Guanica, vi un individuo en muchas ocasiones, y como conozco bien la especie por mis cacerias en la isla de Cuba, no me queda duda acerca de ella. En Cuba, y sin duda tambien en Puerto- Rico, aparece con las bandadas grandes de los patos de paso, y se la puede ver desde Octubre hasta Abril en las grandes la- gunas. Una de éstas tiene por lo regular un solo individuo, y si llega otro se les ve perseguirse uno al otro, dejando entén- ces oir su voz, que es débil, en comparacion a su tamano. Po- sada en una rama seca 6 desprovista de follaje, acecha los pa- tos y gallaretas (Fulica), y si una bandada se levanta, se lanza con un vuelo atin mas veloz que el de los patos, 4 la bandada y arrebata un individuo; si su ataque se malogra vuelve 4 uno de sus acostumbrados acechos para esperar otra ocasion; mas ANALES DE HIST. NAT.—VII. 1] 162 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) no persigue, como lo hacen los gavilanes y otras aves de ra- pifa, la bandada, despues de un ataque malogrado. Cuando no ataca, su vuelo es lento, y nunca la he visto volando en circulos con las alas tendidas. A pesar de su fuerza, abandona & veces con gritos su presa al aproximarse un aura 6 una Ca- raira (hablo respecto a la isla de Cuba, donde se hallan estas especies; Catharthes aura Linn. y Polyborus Auduboni Cassin). Jamas la he visto en parajes sin lagunas 6 ciénagas. Se conoce facilmente la especie por el caracter comun al grupo de las falconinas de un fuerte feston en el pico, por lasegunda remera del ala mas larga, y por las medidas. Q adulta. Longitud total, 0",495; braza, 1",120; cola, 0",180. El ¥ es mas chico. Pico azuloso-cérneo, cera y patas amarillas, iris pardo muy oscuro. En la posicion tranquila llega la punta del ala 0",010 delante de la cola. El ave muy adulta tiene todo el pecho blanco-sucio, los flan- cos y las tibias con fajas trasversales oscuras, y el lomo con las alas mas cenicientas que el jéven, en quien las partes supe- riores son morenas, y las tibias, el pecho y los flancos man- chados longitudinalmente de oscuro. Se encuentra la especie en su paso en las islas de Cuba, Ja- maica, Puerto-Rico, algunas Antillas menores y las islas de Bahama; siendo su pais natal los Estados-Unidos y paises mas septentrionales. GErNERO Hypotriorchis Boie. Hypotriorchis columbarius.— En Quebradillas lo nombraron gavilan, pero impropiamente, porque en cas- tellano significa gavilan una especie de acci- pitrinas, perteneciendo éste a las falconinas. Falco columbarius, Linn., S. N. 1, 1766, 128.— Gmel., 8. N. 1, 1788, 281.— Wils., A. O. 11, 1840, 107.— Bon., Syn. 1828, 38.—Aud., Biogr. 1, 1831, 466: v, 1839, 368, o7.—Aud., Birds, 1, 1840, 88.—Gosse, Birds, 1847, 17.—Sund., 53. — intermixtus Daud., Traité, 11, 4800, 144. (29) Gundlach.— FAUNA PUBRTO-RIQUENA. 163 Falco temerarius, Aud., Biogr. 1, 1831, 381. — esalon Temm., Swains., F. B. 11, 1831, 37. — Auduboni, Blackw., R. Z. 1834. Hypotriorchis columbarius, Cab., Journ. 11, 1854, p. uxxxiv.— Baird, Rep. 1850, 9.—Gundl., 310. Esta especie es rara en la isla de Puerto-Rico. La he obser- vado en Guanica y Quebradillas. Por su vuelo pronto, su ta- mano mayor y el color mas oscuro, se distingue 4 primera vista de la especie siguiente. Se alimenta de aves menores. En la isla de Cuba he visto esta especie solamente en los meses del invierno; pero segun M. Gosse, anida en Jamaica. Su pa- tria es la América septentrional templada, y de alli viene de paso 4 las Antillas, 4 Cuba, Puerto-Rico, Jamaica, y se le ha observado tambien en la parte septentrional de la América meridional. La @ adulta muerta en Quebradillas midié: Longitud total, 0",328; braza, 0",664; cola, 0°,137. El ~ es mucho menor, pues su longitud total es de 0,260. El pico es de un color cérneo-azuloso, la cera y las patas son amarillas. y el iris es de un moreno muy oscuro. La punta del ala Hega 0".025 delante de la cola. Grnero Tinnunculus Vieill. Tinnunculus dominicensis.— Falcon. Falco dominicensis, Gmel., S. N., 1. 1788, 285. —Bryant, List. 1866. — sparverius, Sund. 52. Tinnunculus sparverius, Baird, Rep. 1858, 13.—Gund1., p. 310. Me dice mi amigo y corresponsal el Sr. Cabanis, autoridad en esta materia, en vista de los ejemplares que le he remitido de Puerto-Rico, que son especies diversas las que de este gé- nero habitan en el Continente ameri¢ano y en algunas Anti- llas, y asi que la de Cuba es el 7. sparverioides Vigors; que aunque no ha visto ejemplares de Santo Domingo, debe esta especie ser como la de Puerto-Rico, 7. dominicensis Gmelin, y la de los Estados-Unidos, 7’. sparverius L. 161 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) El colorido es constante en los dos sexos, y no varia como el del falcon cubano. Una diferencia constante y principal esta en el colorido de la cola, pues se ve en el macho, ademas de la faja negra ancha delante de la punta, varias fajas angostas mas 6 ménos incompletas, las que faltan enteramente en la cola del ave cubana, 6 sea Zinnunculus sparverioides Vig. Este tiene tambien las partes inferiores, y principalmente el pecho, sin manchas, 6 solamente con un indicio de ellas, cuando el ave puerto-riquena tiene muchas estrias longitudinales os- curas. Kn sus habitos, su voz y en el modo de anidar no he obser— vado diferencia entre las especies de ambas islas. He anotado las medidas siguientes: co adulto. Longitud total, 0",274; braza, 0",510; cola, 07,133. © adulta. — 07,2763 — 4075530; (=O aaiee El] pico tiene un color cérneo azuloso, la cera y las patas son anaranjadas y el iris es moreno, casi negro. Se conocen los machos facilmente por las tectrices del ala azulosas, al paso que en las hembras son del color del lomo; tambien hay diferencia en la cola: en el macho tiene ésta fajas mas angostas, y la ultima es mas ancha; en la hembra son ne- gruzcas. Los jovenes tienen fajas negruzcas, mas manchas y mayores que los adultos. En el primer plumaje se nota un ri- bete claro en las plumas tectrices del ala, y en este tiempo son las patas mas amarillas. Este falcon no es tan abundante en la isla de Puerto-Rico como la otra especie en Cuba, pero con todo abunda. Se le ve mas en terrenos cultivados y desmontados que en el monte; suele vivir por parejas, y éstas en la mejor armonia, pero em— bistiendo a cuantos otros pretenden entrar en su distrito, que no es grande. Se le ve posado en una rama, en el vértice de un techo, en los campanarios de las haciendas, en la extremi- dad de una hoja nueva de la palma real, etc., para acechar desde alli su presa, que consiste en lagartijas, grillos y otros insectos, y a veces en pajaritos. Si el falcon ve una presa se precipita sobre ella con velocidad, pero casi sin aletazos, v vuelve con ella 4 uno de los sitios en que esta de centinela para despedazarla y comérsela. Al oscurecer suele cazar las mari- posas crepusculares y murciélagos, aunque éstos raras veces se dejan coger. Suele reconocer su presa 4 mucha distancia. (31) Gundlach.—KraUNA PUERTO-RIQUENA. 165 En la época del celo ambos sexos se Hlaman con un sonido particular y se regalan la presa recien cogida. En este tiempo suelen tambien volar en circulos 6 dejarse caer desde muy alto casi al suelo; pero cambiando de repente la direccion se elevan otra vez, gritando al mismo tiempo como en sefial de alegria. Cuando vuelan sosegadamente se les ve detenerse de repente en su vuelo, cernerse en el aire, sacudiendo las alas a veces durante un minuto sin adelantar para reconocer un ob- jeto que desean coger, y precipitarse sobre él, 6 en el caso contrario, seguir su viaje. Cuando tienen huevos 6 polluelos, ningun pajaro mayor puede volar por su distrito sin ser atacado por ellos con gritos y picotazos. Léjos de causar dano al hombre le es Util por la destruccion de animales nocivos 6 molestos; asi, pocos caza- dores los matan, y algunas personas los crian desde el nido para que en los patios destruyan las sabandijas, y enténces suelen ser muy mansos. En los meses de la primavera (Marzo y Abril) ponen 3-5 hue- vos en un arbol 6 una palma hueca, en una abertura de un muro 6 de una pefia, etc., y sin formar nido deposita los hue- vos alli en el mismo suelo. Estos miden 0,035 -- 0",028 6 0,036 ++ 0",0285, y tienen por color general un blanco sucio, pero cubierto por puntos y manchitas mas 6 ménos marcadas, rojizo—cenicientas y amarillento-pardas. A veces forman las manchitas por su aproximacion y union manchas mayores, 6 vice versa por su falta, lugares claros. El polluelo recien na- cido tiene en todo su cuerpo un plumon blanco-sucio. 2." Fama. — Strigidee. GENERO Brachyotus Gould. Brachyotus Cassinii.—Wiicaro real, mucaro de sabana, mucaro de melon, coruja (en San Juan y los contornos de la capital), Zlorona (en Utuado). Strix brachyotus, Wils., A. O. 1v, 1811, 64.— Bon., Syn. 1828, 37.— Aud., Biogr. v, 1839, 273.— Sund., 51. Otus brachyotus, Aud., Birds, 1, 41840, 140. 166 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (82) Brachyotus Cassinii, Brewer, Proc. B. S. N. H. 1853.— Baird, Rep. 1858, 54.—Gundl., p. 310. — palustris Gould., Cab., Journ. 111, 1855, 465. Aunque es una especie comun en los terrenos de tierra baja 6 en sabanas, no he tenido ocasion de verla viva, pero he po- dido examinar algunos individuos preparados por mis amigos Blanco y doctor Stahl. No he notado diferencia entre los indi- viduos de Puerto-Rico y de Cuba. Habiendo observado en la isla de Cuba los individuos todos en la estacion del paso en Abril la creia especie de paso; pero me ha informado el doctor Stahl, que ha muerto ejemplares tambien en los meses de Junio y Julio de 1876 en la sabana cercana 4 Toa-baja. Yo estuve en el mes de Julio en las Fur- nias, y aunque los habitantes me aseguraban que alli en una sabana se encontraban los mucaros, mis cacerias al oscurecer quedaron sin resultado. Lo mismo me sucedié en Mayo y Junio en Utuado. Indicaré sus costumbres por mis notas de Cuba: La especie vive en las sabanas entre la yerba alta, y al oscu- recer y durante el crepisculo matutino caza ratones, pajaros pequenos y probablemente reptiles chicos. A veces esta posada durante el dia en arboles aislados , pero no en el monte. Su voz ha dado motivo 4 su nombre vulgar usado en Utuado, pues parece algo al llanto de una persona. En el campo de Puerto- Rico tienen los habitantes la creencia 6 aseguran que el muca- ro real arrebata a veces el sombrero a las personas que pasan por aquellos terrenos. Esta especie vive en los Estados-Unidos, en las islas de Cuba y Puerto-Rico, pero no la veo indicada en otras Antillas. GENERO Gymnoglaux Cabanis. Gymnoglaux nudipes.—Micaro. Strix nudipes, Daud., Traité, 1, 14800, 199. Gymnoglaux Krugii, Gundl., p. 310 (nombre inédito). Esta especie abunda y vive durante el dia en cuevas, entre las ramificaciones espesas de arboles y bejuqueras, y en los (38) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 167 huecos de los arboles podridos. Caza insectos mayores, reptiles y pajaritos. Se la ve mas frecuentemente en los cafetales, y los habitantes la acusan de que come la cascara madura de los eranos de café, causando asi dano. Yo creo mas bien que este dano es causado por los murciélagos (Arlibeus perspicillatus ), pues extrafio que una ave de rapina coma frutas. Por este motivo y por la creencia del vulgo de que las aves de rapina nocturnas indican desgracia, la matan frecuentemente. Su vuelo es rapido, pero corto. Su voz consiste en unos sonidos profundos muchas veces repetidos y sin interrupcion. Se la oye principalmente al oscurecer. Coloca los dos huevos blancos que pone, sobre el mismo fondo del hueco en las paredes de una cueva 6 de un arbol podrido sin verdadero nido de materiales blandos. Miden 0”, 038--0", 033 6 0°, 032. El pico del ave es de color corneo, las patas amarillento-gris con un viso olivaceo, el iris bermejo. En el polluelo es la pata muy palida y el fris ocraceo-amarillo. El recien nacido esta cubierto por un plumon blanco sticio. Las primeras plumas, con excepcion de las alas y de la cola, se parecen mas a plu- mon que a verdaderas plumas. Las medidas del adulto son : od Longitud total, 07,245; braza, 07,570; cola. 0", 092. Q -— 0", 234; — 07,560; — 07,090. El ¢ tiene por lo regular el plumaje mas ferruginoso. La especie parece propia solamente de Puerto- Rico, pues en Cuba hay otra especie, Gymnoglauxz Lawrenci y en la isla de Santa Cruz existe otra. descrita con el nombre de Gymn. Newtoni Lawr. ORDEN SEGUNDO. — PASSERES. 3. Famma.— Laniide. GENERO Vireo Vieillot. Vireo Latimeri. — Julian chivi. Vireo Latimeri, Baird, Rev. 1866, 364.— Bryant , List, 1866.—Sund., 5.— Gundl., p. 310. 168 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34) Esta especie no es rara en parajes con mucha maleza y prin- cipalmente en cerros pedregosos donde se oye su canto, que parece a las palabras que forman su nombre vulgar. No es arisca, y al contrario, se acerca a veces & una persona, si ésta euarda una posicion inmdvil como si quisiera reconocerla. Come no solamente insectos y sus larvas, sino tambien peque- nos frutos. Suele subir entre las bejuqueras desde abajo hasta la copa de los arboles para buscar su alimento. No es especie de paso, sino sedentaria. En 15 de Marzo examiné una hembra que ya tenia huevitos: en formacion, del tamano como un grano de mijo. El nido esta formado debajo de una horquetilla de una rama por cri- nes, lana vegetal, telas de arana, y forrado de musgo y lique- nes, la parte interior de materiales muy suaves. Los tres huevos que pone son blancos, con puntos, principalmente ha- cia el extremo grueso, pardo-oscuros y de color de lila, mi- diendo 0™,020+07, 014. Es especie propia de la isla de Puerto-Rico, por lo ménos no la veo indicada en los catalogos de otras Antillas. En sus costumbres , canto y propagacion no difiere de la es- pecie cubana, 6 sea Vireo Gundlachit Lembeye. Sus medidas son las siguientes: o Longitud total, 07,135; braza, 0",193; cola, 07,052. Q _ 07,1315) 1— 07,1905 = 0™8050% Pico de un color cérneo, piés plomizos, iris rojo de ladrillo. GENERO Phyllomanes Cabauis. Phyllomanes calidris.— ien-le-veo, tambien pero impropia- mente Julian chivt. Motacilla calidris ?, Zinn., 8. N. 1, ed. x, 1758, 184; ed. xu, 1766, 329 (Jamaica). Muscicapa olivacea?, Linn., 8. N. 1, 1766, 327. (Jamaica.) Vireo virens ?, Bodd., P). en]. 1782. (Santo Domingo.) Turdus hispaniolensis, Gmel., S. N. 1, 1788, 822. (Santo Domingo.) Muscicapa altiloqua, Vieill., Ois. 1, 1807, 67. (Santo Domingo.) Vireo longirostris, Sw. et Rich., 1, 1831, 237. (Jamaica.) Phyllomanes mystacalis, Cab., Wiegm. Arch. 1847. (India Occidental.) Vireosylvia olivacea, Gosse., Birds, 1847, 194. (Jamaica.) (35) Gundlach.—FAUNA PUERTO—-RIQUENA. 169 Vireosylvia altiloqua, Bon., Consp., 1850, 330.—Baird, Rep. 1858, 334. — atripennis, Lawr., Pr. A. N. Sc. 1863, 106. (Isla Sombrero.) — calidris, Baird, Rev. 1866, 329. Vireo altiloquus Vieill. (Sylvia), Sund., 4. Phyllomanes calidris Linn. (Motacilla), Gundi., p. 130. Esta especie es abundante en las arboledas y en los bosques donde continuamente deja oir su canto que le did su nombre bien—te—veo. Se alimenta de fruticas, de insectos y de sus lar- _vas. A fines de Agosto desaparece y no he podido ver U oir ninguno hasta el 14 de Febrero. Vive no solamente en la isla de Puerto-Rico sino tambien en Jamaica, Santo Domingo, Santo Tomas y otras Antillas me- nores. | Difiere de la especie cubana, Ph. barbatulus Cabanis, por tener el pico mas largo. Es curioso que como la especie cubana emigra hacia el Sur, no se la haya encontrado en las Islas nom- bradas para la especie puerto-riquena. Apénas llega, empieza a anidar, formando su nido de yerbitas, hebras vegetales, lana vegetal y animal, pelos, etc., colgandolo debajo de una hor- queta de una ramita. Pone dos 6 cuatro huevos que mi- den 0”,023+-0",165, y son blancos con manchitas pardo- oscuras y rojizo-pardo-claras. El ave tiene el pico de un color cérneo, la mandibula en su base gris, las patas plomizas y el iris rojo de ladrillo. Las medidas son: o Longitud total, 0",172: braza, 0",263; cola, 0,060. 2 — 07,165; — 0",256; — 07,054. Phyllomanes olivaceus.—Su nombre vulgar debe ser el mismo de la especie precedente. Muscicapa olivacea, Linn., S. N. 1766, 327.— Gmel., 8S. N. 1, 1788, 938.— Wils., A. O. 11, 4840, 53. Lanius olivaceus, Licht., Verz. 1823, 49. Vireo olivaceus Vieill., Bon., Obs. 1826, 124.—Aud., Biogr. 11, 1834, 150; Birds, Iv, 1842, 155. Vireosylvia olivacea, Bon., List. 1838.—Gosse, Birds, 1847, 194.—Baird, Rep. 1858, 334. Phyllomanes olivaceus, Cab., M. H. 1850-51, 63.—Gundl., p. 310, 170 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) Pongo esta especie en el catalogo puerto-riqueno por estar figurada en el album de mi amigo el Dr. Bello, en Mayagiiez, quien la encontré disecada en la coleccion de D. Celedonio Carbonell, en Cabo-rojo, hecha alli mismo. Como yo no he observado esta especie por mi mismo, ni tampoco en la isla de Cuba, donde es muy rara, nada puedo decir sobre sus costumbres, etc. Difiere de la especie prece— dente por la falta de la linea oscura en cada lado de la gar- ganta, formando una especie de bigote. Vive tambien en los Estados—Unidos y hasta Panama. Se ha encontrado un individuo en Inglaterra. Hs posible que la es- pecie de Jamaica indicada por Gosse fuese la precedente. 4A? Kaminia. — Turdidee. GENERO Turdus Linn. Turdus mustelinus.— No conozco su nombre vulgar. Turdus mustelinus, G@mel ,S. N. 1, 1788, 817.—Aud., Biogr. 1, 1832, 372.— Aud., Birds, 11, 1841, 24.— Baird, Rep. 1858, 212.—Baird, Rev. 1864, 13.—Gundl., p. 310. — melodus, Wils., A. O. 1, 1808, 35. — densus, Bon., Compt. xxvii, 1853, 2. Esta especie esta tambien figurada en el album del Dr. Bello como existente en la coleccion puerto-riquena de D. Celedo- nio Carbonell. En la isla de Cuba la he observado solamente a principios de Abril, lo que prueba que es una especie de paso. Lo mismo resultara para la isla de Puerto-Rico. Se- coun M. Gosse, existe tambien en Jamaica, segun informes re cibidos, pero ni él ni M. March la han observado. (37) Gundlach.— FAUNA PUERTO~RIQUENA, 171 GENERO Mimocichla Sclater. Mimocichla ardosacea. — Zorzal (de patas coloradas). Turdus plumbeus, Linn., S. N. ed. xu ( nec ed. x), 1, 1766, 294.— Gmel., S. N. 1, 1788, 814. —Vieill., Ois. 11, 1807, 2; N. D. xx, 1818, 242. — ardosiaceus, Vieill., Enc. 11, 1823, 648.—Sund., 1. Mimocichla ardosiacea, Baird, Rev. 1864, 39.—Bryant, List, 1866,—Gundl., p- 310. Esta especie es comun en los bosques y arbolados, 6 sea en los cafetales, donde se alimenta de algunas frutas y semillas, y no desprecia los insectos. Se estima su carne. Posada en las ramas altas y de poco follaje, se le oye en el tiempo de sus amores emitir un canto de sonidos interrumpi- dos y muy variados, que por esta circunstancia lo hacen agra- dable; asustada 6 rifendo con otro individuo, deja oir un grito 6 chirrido que parece a la palabra churi, repetida varias veces, ycuando se posa 6 busca comida llama al companerocon silbido monotono, Anda muchas veces por el suelo y revuelve la hoja- rasca con el pico en busca de alimento. Sus movimientos y po- siciones son variadas y graciosas. Andando por el suelo lleva la cola levantada; posada en un arbollalleva tambien muchas veces asi, y con las alas algo caidas. Su vuelo es rapido, pero por lo regular de poca duracion. Colocasu nido entreramas 6 en los huecos de arboles,. pero no en las cuevas de éstos, y lo cons- truye con unas ramitas secas 6 yerbas, forrandolo por dentro con material blando, como plumas, lana vegetal y animal, 6 crines. Pone de 3 hasta 6 huevos, que tienen un color verdoso- blanco, y estan salpicados por innumerables puntos y man- chitas morado-claras y carmelitas intensas. Los diametros de ellos son 0",030 + 0,023 6 0",031 ++ 0",023. He encontrado dos nidos en Octubre. Esta especie habita igualmente la isla de Santo Domingo, y se distingue de las otras tres especies del género por el pico en- teramente de color de coral con viso amarillento, y por su gar- ganta blanca, rayada finamente de negro, miéntras en las otras tres ésta es negra y aquél negro 6 negruzco. Los parpa- 172 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) dos y las patas tienen el color del pico, el iris es de color de avellana. Las medidas son: o” Longitud total, 0",284 ; braza, 07,420; cola, 0",121. El joven es en su primer plumaje, por encima mas pardo, y en general son los colores ménos puros, y ademas tienen las plumas un aspecto lanuginoso como la mayor parte de las aves hornotinas, 6 jovenes en el primer plumaje. El color del pico 6 de las patas se asemeja al de los adultos. Las plumas del ala tienen su borde mas pardo, y las tectrices, en la misma punta, una manchita bermejizo—blanca. Las plumas del pecho pizar- rosas, con viso bermejizo, y en la punta algo mas oscuras. Las puntas de las tres (no cuatro) timoneras externas, prin- cipalmente por debajo, son de un blanco sucio. La primera con una mancha blanca de 30 milimetros en la barba interna y de 8 en la externa. La segunda con una mancha menor en la barba interna, y en la externa solamente con una raya al lado del mastil. La tercera con una manchita parduzco-blanca en ambas barbas, pero que no Hega a la orilla; el mastil es negro. GENERO Margarops S‘clater. Margarops fuscatus. — Zorzal pardo 0 de los palmares. Turdus fuscatus, Vieill., Ois. 1, 1806, 1.—Vieill., Enc. 11, 1823, 639. Colluricincla fusca, Gould, Pr. Z. S., 4836, 6. Cichlerminia fuscata, Newton, Ibis, 1859, 144. Margarops fuscatus, Sclater, Pr. Z. S., 1859, 335.— Baird, Rep. 1858, 42.— Sund., 3.—Gundl., p. 340. Solamente en dos ocasiones he observado esta especie, y la creo poco comun, porque pocas personas la conocian. Maté el primer ejemplar en una plantacion de café, en la vecindad de Quebradillas en Noviembre, y en Julio encontré un paren la proximidad de la vecindad de Utuado. Me han dicho que en ciertos parajes no es rara en los palmares, y esta circunstancia motivé el nombre vulgar. El 7 del par estaba en una penca de una palma, y cantaba; el canto era parecido al de la especie precedente, pero diferia, asi que me hizo buscar el cantor. Nada he podido observar sobre sus costumbres, (39) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 173 El pico tiene un color cérneo, por encima mas oscuro; las patas son pardas con un viso olivaceo; tris entre gris y pajizo, 6 gris de perla (y de este color del ojo recibid su nombre cien- tifico el género). Los huevos son palido-azules, segun Newton y noticias fidedignas. Las dimensiones del o&: longitud to- tal, 0",300; brazas, 0",430; cola, 0",116. GENERO Mimus Boie. Mimus polyglottus.— Ruisenor. Turdus polyglottus, Linn., 8. N. 1, ed. x, 1758, 169; ed. x1, 1766, 293.-- Gmel., S. N. 1, 1788, 812.— Wils., A. O. 11, 1810, 14.—Bon., Syn. 1828, 76.—Aud., Biogr. 1, 1831, 108; v, 1839, 438. Mimus polyglottus, Bote, Isis, 1826, 972.— Bon., List, 1838.— Gosse, Birds, A847, 144.— Baird, Rep. 1858, 344; Rev., 1866, 48.—Sund., 2.— Gundl., p. 314. Orpheus polyglottus, Swains., Z. J. 11, 1827, 467,.—Aud., Birds, 11, 1841, 187. Mimus polyglottus, var. portoricensis, Bryant, List. 1866. Y si resultase fundada la opinion indicada: Turdus Orpheus, Linn., S. N. 1, ed. x, 41758, 169; ed. xu, 1776, 293. — Gmel., S. N. 1, 1788, 843.—Vieill., Ois. 11, 1807, 12.— Gosse, Birds, 1846, 144. Mimus Orpheus, Sclater, Pr. Z. 8. 1859, 341.— Baird, Rev. 1866, 50. Esta especie varia muchisimo en el color de las timoneras, y se ven ejemplares que en un lado de la cola tienen mas blanco que en el otro. Mr. Baird, en su obra Review of American Birds , deja separadas como especies diferentes los Zurdus poly- glottus y Orpheus de Linneo, fundandose en el color de las timoneras. Mis observaciones de que se ve en un individuo a veces la diferencia indicada para las dos especies, confirman las opiniones de Mr. Bryant y del profesor Sundevall, de que todos los individuos de las diferentes islas y del continente ameri- cano forman solamente variedades de una sola especie. Esta es muy abundante en toda la Isla, y habita en los ter- renos cultivados, pero no en los bosques. Su canto es muy variado y agradable, imitando el canto de 174 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) otros, pero tambien a veces los gritos; y como éstos son raros, y muchos los sonidos buenos, como canta, principalmente durante la época del celo, incesantemente y muchas veces de noche si esta enjaulado y colgado en una habitacion ilumina- da, es la especie mas buscada para las pajareras despues del canario. A mediados de Marzo empieza el celo, y desde entén- ces se oye en los alrededores de las poblaciones y de las ha- ciendas continuamente su canto. El macho suele posarse en la cima de los arboles 6 arbustos, donde canta 6 sube volando y cantando a poca altura, volviendo al mismo lugar. Durante estas ocupaciones del macho he visto la hembra caminar por el suelo, levantando alternativamente una y otra ala. Su voz de llamada 6 reclamo es un solo sonido, zeck, que emite al mismo tiempo que mueve rapidamente la cola. Su alimento principal consiste en frutas é insectos. Construye su nido con ramitas, hojas y yerbas secas, lana vegetal, y por dentro con raicitas fibrosas, plumas y lana, todo muy bien arregla— do. Los 4-6 huevos que deposita en él son de un color verde- azuloso muy claro, con manchas de color de lila y rojizo-pardas. Muchas veces estael nido a poca altura en un lugar muy poco oculto, 6 a los lados de un camino. La hembra tiene tanto ca— rino & sus huevos y 4 sus hijos, que se deja a veces co- ger sobre elnido. A fines de Febrero, pero tambien a fines de Junio, he visto nidos con huevos frescos. Estos miden 0,027 + 07,019, y tambien 0",024 + 0°,019. Se puede conocer el sexo mas bien por las medidas que por el color, pues la extension del color blanco en las timoneras y en la mancha del ala varia; pero tambien varia el tamafo. Mas 6 ménos son las medidas: o Longitud total, 07,258; braza, 07,355; cola, 0",119. 2 = 07,249; — 07,334; — 07,112. En el & son las tectrices del ala (las que forman la mancha) enteramente blancas, y en la 9 blancas con una manchita ne- gruzca larguita encima del mastil. Los jovenes recien cubiertos de pluma tienen las tectrices mayores del ala con orillas parduzco-blancas, y en las que forman la mancha blanca se ve una mancha del color del lomo hacia la punta. Timonera externa enteramente, la segunda y tercera solamente con la barba interior blanca. (1) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 15 do." Fama. — Sylvicolide. GENERO Seiurus Swainson. Seiurus aurocapillus.— No conozco su nombre vulgar. Motacilla aurocapiila, Linn., S. N 41766, 1, 334 —Gmel.,S. N. 1, 1788, 982. Turdus aurocapillus, Lath., I. O. 1, 1790, 328.— Wils., A. O. 11, 1810, 88.— Aud., Biogr. 11, 1834, 253; v, 4839, 447. -—— coronatus, Vieill., Ois. 11, 1807, 8. Sylvia aurocapilla, Bon., Obs., 1826, 35. Seiurus aurocapillus, Swains., Z. J. 111, 4827, 171.—Bon. List, 1838.—Aud. Birds, 111, 1841, 35.—Gosse, Birds, 1847, 152.— Baird, Rep. 1858, 260.— Baird, Rev. 1866, 214.—Gundl., p. 314. Knicocichla (Henicocichla Agassiz) aurocapilla, Gray, List genera, 1840. - Cabanis, Journ. 111, 1855, 471.—Sund. Esta especie llega en Octubre de paso desde los Estados- Unidos, y noes rara en los meses del invierno en los bosques, donde las mas veces anda por el suelo caminando con un paso gracioso y alzando la cola, revolviendo 4 modo del zorzal las hojas secas en busca de fruticas, algunas semillas, insectos y caracoles pequenos. Pocas veces se la ve posada en las ra— mas. De cuando en cuando deja oir su voz sencilla. Parece que no canta hasta que no anida, pues nunca he oido su canto, que segun los autores es agradable. Sus.medidas son las si- guientes: o Longitud total, 07,163; braza, 07,255; cola, 0",060. Se encuentra ademas de los Estados—Unidos orientales (su patria), en las Bahamas, Antillas, Méjico y la parte septentrio-— nal de la América meridional. Seiurus noveboracensis.—No conozco su nombre vulgar. Motacilla noveboracensis, Gmel., S. N. 1788, 1, 958. Sylvia noveboracensis, Lath., I. O. 1. 1790, 548.— Viedll., Ois. 11. Turdus aquaticus, Wils., A. O. 111, 1814, 66.—Aud., Biogr. v, 1839, 284. Sylvia anthoides, Viezll., N. D. x1, 1817, 208. 176 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) Seiurus tenuirostris, Swains., Phil. Mag. 1. 1827, 369. Seiurus noveboracencis, Bon., List, 1838.—Aud., Birds, m1, 1841, 37. - Goss., Birds, 1847, 154.— Baird., Rep. 1858, 261; Baird, Revicw, 1865, 215.—Gundl., p. 314. Henicocichla noveboracensis, Cab., Journ. 11, 1855, 474. Seiurus sulfurascens, Orbigny, en Sagra, 1839, 37. (Cuba.) — Gossei, Bon., Consp. 1850, 306. (Jamaica.) Esta especie llega ya en Setiembre de paso desde los Estados- Unidos y se encuentra siempre en las orillas de los rios, arro- yos, zanjas y lagunas, donde busca su alimento, que consiste en insectos, sus larvas, caracolitos y pequefos crustaceos. Anda meneando la cola é inclinando el cuerpo a cada paso. Durante cortos intervalos deja oir un sonido parecido a ping para Hamar acaso su companero, aunque suele vivir solitaria y hasta perseguir otros individuos. Rara vez sube a los arboles y no busca en ellos su comida. Hs especie no solamente de los Estados-Unidos y tierras mas septentrionales, sino tambien de las Antillas, las Bahamas, de Méjico y América meridional hasta el Brasil. Parece que no anida en la Isla. GiénERO Parula Bonaparte. Parula americana.— Reinita. Parus americanus, Linn., 8S. N. 1, ed. x, 1758, 190.— Gmel., S. N. 1, 1788, 1007. Sylvia americana, Lath., I. O. 1, 1780, 520. Aud., Biogr. 1, 1831, 78. Motacilla eques, Bodd., Pl. enl., 1783. — americana, Gmel.,S. N. 1, 1788. 960. — _ludoviciana, Gmel., S. N. 1, 1788, 983. Sylvia torquata, Vie7ll., Ois. 11, 1807, 38. — pusilla, Wils., A. O. Iv. 1844, 47 (no v, 1812, 400 que corresponde a Dendroica ceerulescens. ) Sylvicola pusilla, Swains., Z. J. 111, 1827. — americana, Rich., List, 4837.— Aud., Birds, 11, 1844, 57.— Bryant, List, 1866. Parula americana, Bon., List, 1838.~ Gosse, 1847, 154.— Baird., Rep. 1858, 238; Rev. 1866, 169.—Gundi. p. 344. Compsothlypis americana, Cab., M. H., 1850, 20; Journ. m1, 1855, 476.— Gundl,, 12. Mnales de la Joc.espatiola de Hist. rat. Tomo VT LamTt Ara. Seiora. VM s yy os KU) ES l Zo Us & ts te : aoe iN => Tw SS 35 SN Barranco del Ballosta TULL Li (ieee Ea Hortzonte 1° Will Horizonte 2° H=I=I=],,_- a eee yar zonte J: f Ana N AM Hoyyzonte 4° Regutenta Lit.de Fernandez, S.Nicolas 7y 7. 7 ee) ‘ fig eae a =e ae _ ‘G AZ sea 57 ZapMewsIsy ap yy ‘agesh ;apoy’9 {Qy daszapueyT pp ‘DUD YD) ep OUNMUDI JO IPSIP DPVIMO2 PPETA DlOY) op SDPINT SDT UUPT YL Omoy wu psig ap Ppoundea Pape V7 Ip sepouyy yy he ie => Anales dela Soc. espariola de Histrrat. Lomo Vi Lam lil Bokvar del Martinez sc. Ortapteros de Lisparia (43) Gundlach. —FAUNA PUERTO-RIQUENA. 177 Desde Octubre hasta Abril se encuentra como ave de paso desde el continente septentrional en bastante numero en los bosques y arboledas. Se alimenta de insectos y fruticas. Hacia la primavera deja oir un canto agradable, y desde enténces empieza 4 mudar su plumaje; pero rara vez 6 casi nunca se encuentra un macho en su verdadero plumaje de boda. En éste es el plumaje de las partes superiores aplomado-azul con una mancha triangular olivacea entre las espaldas, y en el otono y los meses del invierno tiene cada pluma un ribete verdoso. La garganta, que en el invierno es amarilla, recibe en Abril un color mas vivo, con una banda rojizo-parduzca, cuyas plumas tienen los bordes amarillos. o Longitud total, 0",125; braza, 07,194; cola, 0",045. Q = 0,116; — 0*,180; — 0,043. El pico es por encima pardo-olivaceo, en la base de la man- dibula pajizo, hacia la punta parduzco. Piés olivaceo-pardos, planta mas amarillenta. Iris muy oscuro casi negro. Visita tambien las Bahamas, Cuba, Jamaica, Santémas, etc. GENERO Mniotilta Vieill. Mniotilta varia.— Renita. Motacilla varia, Linn., S. N. 4766, 1, 333. -Gmel. S. N. 1, 4788, 979. Certhia varia, Vieil/., Ois. 11, 1807, 69.—Aud., Biogr. 1, 1832, 452; v, 1839, 471. — maculata, Wils., A. O. 11, 1844, 22. Sylvia varia, Bon., Syn. 1828, 81. Mniotilta varia, Vieill., Anal. 1816; Gal. 1, 1834, 276.—Aud., Birds, 11, 4841, 105.—Gosse, Birds, 1847, 134.—Cab., Journ. m1: 1855, 475.— Baird, Rep. 1858, 235; Rev. 1866, 167.—Gund., p. 341. Se encuentra esta especie desde el otofo hasta la primavera de paso en la Isla, visitando los bosques y arboledas. Se dis- tingue de las otras especies que se llaman reinitas por la faci- lidad con que trepa y corre en todas direcciones por la corteza de los arboles buscando en las grietas 6 rugosidades de ésta in- sectos, con sus orugas y larvas. Muy pocas veces se posa como otros pajaros. Esta circunstancia y el color de su plumaje, que ANALES DE HIST. NAT.—VII. 12 178 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) consiste en negro, gris y blanco, dejan reconocer sin dificul- tad la especie, cuyas medidas son: o Longitud total, 0",135; braza, 0°,218; cola, 0",051. Q = 07,134, — 07,215; — 0,050. El pico es cérneo, la base de la mandibula y los bordes de ambas mitades del pico palidos 6 blancuzcos; los piés son oli- vaceo-pardos, el iris es muy oscuro, casi negro. En otono parece el gs alaQ, salvo que los colores son mas limpios; pero en la primavera empieza la garganta & ponerse negra, y entonces se va la especie al continente septentrional sin haber acabado la muda. Se encuentra tambien en las islas de Bahama, en Santo Do- mingo, Jamaica y Cuba. GrNERO Perissoglossa Baird. Perissoglossa tigrina.—Reinila. Motacilla tigrina, G'mel., S. N. 1788, 985. Sylvia tigrina, Lath., I. O. 11, 1790, 537. — maritima, Wils., A. O. vi, 1812, 99.—Bon., Obs. 1826, 157; A. O. 1, 4825.—Aud., Biogr. v, 1839, 156. Sylvicola maritima, Jardine, 1832.—Bon., List, 1838.—Aud., Birds, 1, A841, 44. Certhiola maritima, Gosse, Birds Jam. 1847, 87. (Jamaica.) Rhimamphus maritimus, Cab., Journ. 1, 1855, 474. (Cuba.) Dendroica tigrina, Baird, Rep. 1858, 286.—Sund. 11. Perissoglossa tigrina, Baird, Rev. 1865, 181.—Gundl., p. 314. Desde el otono hasta Mayo se ve esta especie de paso en las arboledas y en las tierras bajas donde hay muchas majaguas (Hibiscus tiliaceus), majagiiillas (Hib. cryptocarpus) y otros arboles, como Hrythrina, buscando en sus flores insectos pe- quenos y recogiendo con su lengua la miel. Tambien coge insectos como las especies de Dendroica, y no vive solamente en la costa, como indica el nombre especifico dado por Wil- son, sino tambien en lo interior de la Isla. Durante el invierno los machos tienen un plumaje parecido, pero mas bonito que las hembras: en la primavera mudan, y antes de tener su li- brea enteramente bonita ya emigran. Se puede reconocer (45) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 179 el «4 adulto facilmente por una especie de collar amarillo como continuacion del color de la garganta, por el lado de la cabeza de color de canela, por las estrias negras en el medio de la gwarganta y en el pecho, etc. Todo esto la hacen una de las mas bonitas especies chicas de la Isla. o& Longitud total, 0",135; braza, 0,212; cola, 0",048. Q a 07,130; — 07,203; — 0",046. Visita tambien la Jamaica, Cuba, Santo Domingo. GENERO Dendroica Gray. Dendroica cerulescens.—Re2nzla. Motacilla canadensis, Linn., S. N. 1766, 1, 336 (no 334 que es la Dendroica coronata, 6 la siguiente especie.) —G'mel., S. N. 1, 4788, 994. a cerulescens, G'mel., 8. N.1, 1788, 960. Sylvia canadensis, Lath., I. O. 11, 1790, 539.—Wils, A. O. 1, 4840, 445 — Bon., Obs. 1826, N. 145.—Aud., Biogr. 11, 4834, 309. — cerulescens, Lath., I. O. 11, 1790, 520.—Viezll., Ois. 11, 4807, 25. — pusilla, Wils., A. O. v, 1842, 100 (no iv, 1844, 17. Véase Panda americana. ) — palustris, Stephens, x, 1817, 722. — sphagnosa, Bon., Obs. 1826, 164, Q.—Aud., Biogr. 11, 1834, 279. — leucoptera, Wils. (Ord. edicion) 1828, 11, 390. - Sylwicola canadensis Swains, Wils. (Jard. edition) 1832.—Bon., List, 1838.— Aud., Birds. 11,1844, 63.—Gosse, Birds, 4847, 160. — _ pannosa, Gosse, Birds, 1847, 162. 9. (Jamaica.) Rhimamphus canadensis, Cab., Journ. 111, 1855, 473. Dendroica canadensis, Baird, Rep. 1858, 271. — cerulescens, Buird, Rev. 1865, 186.—Gund1., p. 344. No he observado por mi mismo esta especie durante el viaje; pero mi amigo el Dr. Bello la tenia figurada en su album, y mi amigo D. Tomas Blanco me la presenté. No queda, pues, duda alguna de que llega de paso desde los Estados—Unidos 4 Puerto- Rico. Como no puede haber diferencia entre los ejemplares de Cuba y los de Puerto-Rico, sirven aqui mis apuntes. No vive solamente en los bosques, sino tambien en la ma- leza, en las arboledas y en las plantaciones de café; se la ve lo mismo en la copa de los arboles que en las ramas proximas 180 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) al suelo, y 4 veces en el mismo suelo, buscando su alimento, que consiste en insectos con sus larvas, y en pequenas fru- tas 6 bayas. Se ven machos durante todos los meses del otono é inyierno con su plumaje perfecto, pero se nota muchas veces en las plu- mas de las partes superiores la puntica verdosa, la que des— aparece en la primavera. En un macho muy adulto tenian las plumas del manto el centro negruzco. El plumaje, tan dife- rente en los dos sexos, ha dado origen a tantos nombres. El oes por encima ceniciento-azul, con los lados de la cabeza y del cuello hasta el pecho y la garganta negros; las demas partes inferiores blancas. La Q es por encima olivacea, por debajo amarillenta, con la ceja blancuzca. Un caracter comun 4 am- bos sexos y que deja conocer la especie aun de léjos, es una mancha blanca en la base de las remeras grandes (exceptuando la primera). o Longitud total, 0",134; braza, 0,200; cola, 07,052. Q a 0%130; —. 07,195; .— 07,051. Se encuentra tambien en las islas Bahamas , Santo Domingo y Jamaica. Dendroica coronata. — Renita. Motacilla coronata, Linn., S. N. 1, 1766, 333.—Gmel., S. N. 1, 1788, 974. —— canadensis, Linn., S. N. 1, 1766, 334. ( Véase ‘la sinonimia de la especie precedente. ) Parus virginianus, Linn., S. N. 1, 1766, 342, (plumaje de invierno). Motacilla umbria, cincta et pinguis, Gmel., 1788, 959, 980, 973. Sylvia coronata, Lath., I. O. 11, 1790, 538.— Vieill., Ois. 11, 1807, 24.— Wils., A. O. 11, 1810, 138, (en verano); 11, 356, (en invierno.)— Aud., Biogr. 11, 1834, 303. — xanthopygia, Vieill., Ois. 11, 1807, 47. Sylvicola coronata, Sw. et Fich., 11, 1831, 216.—Bon., List, 1838.— Aud., Birds, 11, 1841, 23.—Gosse, Birds, 1847, 155.—Bryant, List, 1866. Dendroica coronata, Gray, Genera, 1842.—Baird, Rep. 1858, 272; Rev. 1866, 187.- Sund., 7.—Gundl,, p. 311. Rhimamphus coronatus, Cab., M. H. 8150, 19; Journ. it, 1855, 473. Esta especie es acaso la ultima que Hega del Norte, y una de las que vuelven al Norte 4 fin de Marzo: es mas sociable que otras especies de este género. Se la encuentra abundante- (47) Gundlach.—FrAUNA PUERTO-RIQUENA. 181 mente en los bateyes de las haciendas, en los arboles del campo y en las arboledas, pero ménos en el mismo bosque. Su princi- pal alimento consiste en insectos y larvas, pero tambien en bayas y semillas. En las haciendas donde se elabora azticar purgado va a los tendales y la come. Muchas veces he encon- trado en Cuba individuos que la habian comido, y no encon- trando agua para beber, habian muerto asfixiados. Kn el mes de Marzo empieza la muda, pero rara vez se en- cuentra un macho que tenga ya un plumaje algo semejante al lindo que tiene luégo en los Estados-Unidos en tiempo de la cria. En todos tiempos se distingue por su rabadilla amarilla, y vista de cerca se ve la base de las plumas del vértice y los lados del pecho tambien amarillos. Las medidas son: o Longitud total, 0",148; braza, 0",232; cola, 0",058. Q — 07,1415 °° — 0",220; —~- 07,056: Cria en los Estados-Unidos y emigra a Méjico, Guatemala, Panama, las islas Bahamas, Cuba, Jamaica, Santo Domingo, Puerto-Rico y acaso las Antillas menores. Como por excepcion se la ha encontrado anidando en Jamaica. Dendroica striata: — Reznzta. Muscicapa striata, Forst., Ph. Tr. vx11, 1772, 383, 428.—G@mel., S. N. 1, 1788, 930. Motacilla striata, Gmel., S. N. 1, 1788, 976. Sylvia striata, Lath., 1. O. 11, 1790, 527.—Vieill., Ois. 11, 1807, 22.— Wils , A. O.1v, 1814, 40; v1, 1842, 101.— Bon., Obs. 1826, 162.—Aud., : Biogr. 11, 1834, 204. Sylvivola striata, Sw. et Rich., 11, 1831, 218.—Bon., List., 1838.—Aud., Birds, 11, 1841, 28. Rhimamphus striatus, Cab., M. H. 1850, 20; Journ. 111, 1855, 475. Dendroica striata, Baird, Rep. 1858, 280; Rev. 1866, 192.— Gundl., p. 341. Esta especie es de paso y rara. La he observado en Octubre en Aguadilla, y he visto un ejemplar muerto en Bayamon. Parece preferir la proximidad de los rios pues solamente alli he ob- servado los pocos ejemplares, Kl macho es facil de reconocer por el vértice negro y el plu- maje delelomo azuloso-ceniciento, estriado de negro. Ademas es notable por una faja oscura que empieza en la base de la mandibula inferior, y cambia ensanchandose en estrias ne- 182 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) gras 4 los lados del pecho. Mejilla y demas partes inferiores blancas. La hembra no tiene el vértice negro, y el color del lomo es olivaceo con estrias negras; las mejillas son amari- llento-grises , y las partes inferiores blanco-sucias. Las medi- (las son: of” Longitud total, 0",146; braza, 0",230; cola, 0",023. Q _ 0",145; — 0,228; — 2 Se encuentra ademas de los Estados—Unidos hasta el Océano arctico y al Sur, en las islas Bahamas, Cuba y en el continente hasta Bogota. Yo creo que existira tambien en Jamaica, aun- que no esta indicada en los catalogos de esta Isla, pues en Abril de 1858, estando yo en el Cabo Cruz de Cuba, opuesto a la isla de Jamaica, vi venir muchos individuos del Sur que, llegando a4 tierra, se posaron encima de los arboles algun tiempo. Dendroica petechia. — Canario del manglar, reinita. Motacilla petechia, Linn., 8. N. 1, 1766, 334. Sylvicola estiva, Gosse, Birds, 1847, 157. Dendroica petechia, Sclater, Pr. Z. S. 1861, 71.— Baird, Rev. 1866, 199.— Gundl., p. 314. Es muy curioso que las diferentes Antillas presenten algu- nas veces especies muy parecidas unas a otras, pero con dife- rencias constantes. En la fauna puerto-riquena hay varios ca- sos, y uno de ellos es esta especie , que vive solamente en los terrenos préximos al mar donde hay mangle ( RAzzophora Mangle L.). El canto del macho es agradable, aunque de poca duracion, y como el plumaje se compone de verde olivaceo por encima y de un amarillo-vivo con unas rayitas rojizas delante del pecho y en los lados del cuerpo, por eso le han dado el nombre vul- gar que lleva. La especie es, pues, facil de reconocer por lo indicado. <7 Longitud total, 0",148; braza, 0",212; cola, 07,054. Q _ ON 495. .— 07,203; — se: 07,0b2: En la primavera, desde Marzo, forma su nido en la bifurca- cion las de ramitas, 6 entre las aproximadas de un mangle, entretegiendo yerbas secas y empleando ademas plumas, lana (49) Gundlach.—FraUNA PUERTO-RIQUENA. 183 vegetal, telas de aranas, etc. Los huevos son blancos con un viso verdoso y con manchitas de color de lila, verdoso-pardas, y dibujos morenos irregularmente distribuidos, principal- mente alrededor de la parte mas ancha del huevo, formando asi una especie de corona. Miden 0",018 + 0",014. Se encuentra esta especie ademas en las islas Inagua (una de las Bahamas) y Jamaica. Aunque no esté indicada de Santo Domingo, se puede creer que vivira tambien alli, estando en- tre Puerto-Rico y Jamaica. No es ave de paso. M. Baird considera como distintas especies las de Cuba (D. Gundlachi), de Jamaica (D. petechia), de Santa Cruz (D. ru- ficapiila); pero el profesor Sundevall, como variedades locales de la D. petechia. Dondroica maculosa. — Reinita. Motacilla maculosa, Gmel., S. N. 1, 1788, 984. Sylvia maculosa, Lath., I. O. 1, 1790, 544.— Vieill., Ois. 11, 1807.—Bon., Obs. 1826, 150.—Aud., Biogr. 1, 1831, 260; 1, 1834, 145; v, 1839, 458. — magnolia, W7ls., A. O. 111, 1814, 63. Sylvicola maculosa, Sw. et Rich., 11, 1831.—Bon., List, 1838.—Aud., Birds, 11, 1844, 65. Rhimamphus maculosus, Cab., M. H. 1854, 20.—Journ. ut, 1855, 474. Dendroica maculosa, Baird, Rep. 1858, 284.—Rev. 1865, 206.—Gund., p. 344. Doy esta especie como de las que visitan accidentalmente Puerto-Rico, porque esta figurada en el album del Dr. Bello. Nada puedo decir sobre sus costumbres. El caracter distintivo de la especie consiste en una mancha cuadrada blanca sobre el medio de las cinco timoneras exte- riores. El ¢ tiene el vértice ceniciento, la region de la oreja, el manto y las timoneras negras, las partes inferiores del cuer- po amarillas, el pecho y los flancos rayados de negro, cobijas de la cola blancas, etc. LaQ es parecida, pero el manto ménos negro y los colores ménoOs Vivos. Fuera de su patria, 6 América septentrional hasta Panama, se la ha observado en las islas de Bahama y en Cuba. Dendroica palmarun. — Reinila. Motacilla palmarum, Gmel., S. N. 1, 1788, 954. 184 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) Sylvia palmarum, Lath., I. O. 11, 1790, 544.— Vieill., Ois. 11, 1807, 21.— Bon., Syn. 1828, 78. — petechia, Wils., A. O vi, 19.-~- Bon., Syn. 1828, 83.—Aud., Biogr. 11, 1834, 259 et 360. Sylvicola petechia, Sw. et Rich., 11, 1834, 215.—Aud , Birds, 11, 1841, 55. _ ruficapilla, Bon., List, 1838. Rhimamphus ruficapillus, Cab , Journ. 111, 1855, 473. Dendroica palmarum, Baird, Rep. 1858, 288.— Baird, Rev. 1866, 207. — Gundl., p. 311. Llega de paso desde los Estados-Unidos, pero parece que es rara, aunque en la isla de Cuba sea muy comun. Se la encuen- tra en los prados y en terrenos de poca vegetacion, y alli busca su alimento, que consiste en insectos, tanto en el mismo sue- lo, como en los arbustos y en las plantas. Continuamente esta levantando y bajando la cola 4 la manera de la Motacilla alba de Europa. En cortos intervalos deja oir su voz monosilaba, y nunca he oido un canto de ella; por lo indicado se puede ya conocer la especie desde alguna distancia. El plumaje es ademas el mas feo de todas las especies de este e@énero, y solamente en Marzo empieza la aparicion de las plu- mas rojizo—pardas del vértice y de las amarillas de la gar- ganta. Durante el otono é invierno, el vértice tenia el color pardo como el dorso y la garganta era blancuzca. o Longitud total, 07,141; braza, 0",212; cola, 0",055. Q — 0",136; — 0",200; — 0,051. Su patria son los Estados-Unidos hasta la bahia de Hudson, y de alli emigra a las islas Bahamas, Santo Domingo, Jamai- ca, Cuba, Puerto-Rico y acaso las Antillas menores. No esta indicada de Méjico. | Dendroica dominica. — Reznzta. Motacilla dominica, Linn.,S N. 1, 1766, 334.—Gmel., 8. N. 1, 1788, 980. — superciliosa, Boddaert, Pl. enl. 686, 1783. — flavicollis, Gmel , S. N. 1, 1788, 959. — _ pensilis, Gmel., S. N. 1, 1788, 960. Sylvia flavicoliis, Lath , 1.0 11,1790.—Wéils , A. O. 11, 1810, 64. — pensilis, Lath., 1. O. 11,4790, 520.—Vieill., Ois. 11, 1807, 11.—Bon., Obs. 1826, 138.—Aud., Biogr. 1, 1831, 434. Sylvicola pensilis, Rich., List, 1837.—Bon., List, 1838.— Aud., Birds, 11, 1841, 32.—Gosse, Birds, 1847, 156. (51) Gundlach.—FraUNA PUERTO-RIQUENA. 185 Rhimamphus pensilis, Cab., Journ. IIT, 1855, 474. Dendroica superciliosa, Baird, Rep. 1858, 289. — dominica, Baird, Rev. 1866, 209.—Sund., 9.—Gundl., p. 311. Esta especie emigra ya en Setiembre de los Estados—Unidos y se queda hasta Marzo. Se encuentra en todas las localidades, tanto en los mismos bosques como en las arboledas y en los jardines, y muchas veces se la ve llegar 4 los corredores de las casas de campo buscando insectos, aranhitas y pequenas fru- tas. En los arboles frutales registra las que estan maduras por los insectos, 6 busca a éstos en las que se secaron en los arbo- les, 6 en las grietas de la corteza, en los retonos, etc., colgan- dose a menudo por las patas para llegar mejor aellos. Esta cos- tumbre le did el nombre pensilis. Anda casi siempre sin com- panera, y aun asi, dejaa menudo oir su voz monosilaba. No he oido canto de ella. JS Longitud total, 0",137; braza, 0",206; cola, 0",054. Q — 0",135; — 07,204; — 07,048. Se reconoce facilmente esta especie por su garganta amari- lla, siendo las partes superiores cenicientas, y el pecho y vien- tre blancos. Se encuentra en los Estados-Unidos orientales, en Méjico, y emigra a las islas de Cuba, Jamaica, Santo Domingo y Puerto- Rico; probablemente tambien a las Bahamas y Antillas me- nores. Dendroica Adelaide. — Reinila. Dendroica Adelaide, Baird, Rev. 1866, 242. Especie indigena y hasta ahora conocida solamente en la isla de Puerto-Rico; pero en ella misma no se encuentra en todas partes. En Mayagiiez, en lo interior de la Isla, como cerca de Lares y de Utuado, no he podido observarla; pero en los parajes pedregosos se la oye cantar en todas partes. Asi es muy abundante en Aguadilla, Quebradillas, Arecibo y Vega- baja, y probablemente en el resto de la Isla, segun el terreno, faltara 6 abundara. Kl canto es agradable aunque no sea prolongado, y en el tiempo de los amores se le oye con frecuencia; vive en la ma- leza y se alimenta como las otras especies de este género, de 186 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52) insectos y algunas bayas. No he podido encontrar su nido. Por los colores del plumaje es facil reconocerla, pues las partes superiores son cenicientas, las inferiores y la ceja amarillas;: ademas hay dos fajas blancas encima del ala. La 9 es parecida al ¥, pero mas palida. o* Longitud total, 07,127; braza, 07,172; cola, 07,048. Q = 07,121; .— 07,163; — _0°,046. Pico corneo, piés olivaceo-pardos con la planta clara, tris casi negro. Dendroica discolor. — Reinita. Sylvia discolor, Vieill., Ois. 11, 1807, 37.—Bon., Obs. 1826, 457.—Aud., Biogr. 1, 1831, 76. — minuta, Wils., A. O. 111, 1844, 87. Sylvicola discolor, Wils., Jard. edition, 1832.—Bon., List, 1838.—Aud., Birds, 11, 1841, 68.— Gosse, Birds., 1847, 159.—Bryant, List, 1866. Rhimamphus discolor, Cab., Journ. 111, 1855, 474. Dendroica discolor, Baird, Rep. 1858, 290; Rev. 1865, 213.—Sund., 10.— Gundl., p. 310. Esta especie Hega en Setiembre de paso desde los Estados~ Unidos y es comun en todas las localidades, buscando insec- tos y arafias chicas, tanto en las ramas altas de un arbol, como en los arbustos y hasta en el suelo. Parece no tener canto, sino solamente un sonido monosi- labo, como para llamar & sus companeros. Ambos sexos se parecen; solamente los colores en los machos son mas vivos, principalmente en la primavera, antes de su vuelta al Norte. Se puede reconocer facilmente la especie por el color verde- olivaceo de las partes superiores y el amarillo vivo de las infe- riores, pero con estrias negras en el pecho y en los flancos, y una mancha debajo del ojo, y otras en el lado del cuello, tam- bien negras. El lomo en los individuos bien emplumecidos tiene manchas 6 estrias parduzco-rojas. co” Longitud total, 0°,130; braza, 0™,182; cola, 0",052. Q — 0™,120; — 07,170; — 0,048. Ademas de los Estados orientales de la Union americana, se la encuentra en las Bahamas, Cuba, Jamaica, Santo Domingo, Puerto-Rico, etc. | (53) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 187 GENERO Geothlypis Cabanis. Geothlypis trichas.— Reznzta. Turdus trichas, Linn., 8. N. 1, 4766, 293.— Gmel., S. N. 1, 1788, 841. Sylvia trichas, Zath., I. O. 11, 1790.— Vieill., Ois. 11, 1807, 28.— Aud., Biogr. 1, 1832, 120; v, 1838, 463. — marylandica, Wils., A. O. 1, 1808, 88. Trichas personatus, Swains., Z. J. 111, 1827, 167. Sylvia roscoe, Aud., Biogr. 1, 1832, 124. (c7 juv.). Trichas marylandica, Bon., List, 1838.— Aud., Birds, 11, 1844, 78. Geothlypis trichas, Cab., M. H. 1850, 16; Journ. m1, 1855, 472.— Baird, Rep. 1858, 241; Rev. 1865, 220.— Sund., 13.—Gundl., p. 344. Ksta especie llega de paso desde los Estados—Unidos y parece ser rara en la isla de Puerto—Rico, miéntras en la isla de Cuba es muy comun. Prefiere la maleza espesa, los cahaverales, las bejuqueras, los arbustos, tanto dentro del monte como en el campo. Rara vez se encuentra posada a media altura de los ar- boles, y no recuerdo haberla visto en la cima. Tambien pre- fiere los parajes humedos 4 los secos. Su voz consiste en un solo sonido algo ronco. Nunca he oido su canto, que, segun los autores, es sencillo, de cuatro notas, y del cual usara solamente durante la época de la cria. Suele tener la cola algo levantada y las alas caidas. Se reconoce la especie facilmente por la cola redondeada (cuando las demas especies de reinitas la tienen truncada 6 un poco escotada), y su color por encima olivaceo, por debajo amarillo, y elo“ con una faja frontal negra, que en la prima- vera esta marginada hacia atras de ceniciento—blanco. Su vue- lo es corto. No es arisca, y quedandose el hombre quieto suele aproximarse mucho. o Longitud total, 07,133; braza, 0",173; cola, 0",050. Q — 0",1382; — 07,170; — 07,048. La patria es toda la América septentrional y las Antillas. GENERO Setophaga Swains. Setophaga ruticilla.— Reinita. Motacilla ruticilla, Linn., 8. N. 1, ed. X., 17538, 186, 188 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (54) Muscicapa ruticilla, Linn., S. N. 1, ed. XII., 1766, 326. -Gmel., S. N. 1, 1788, 935.— Vieill., Ois. 1, 1807, 66.— Wils., A. O. 1, 1808, 103.— Bon., Obs. 1826, 418.— Aud., Biogr. 1, 1831, 202; v, 1839, 428.— Aud., Birds, 1, 1840, 240. Motacilla flavicauda, Gmel., S. N. 1, 1788, 997. (Q) Setophaga ruticilla, Swains., Z. J. 111, 1827, 358; Sw. et Rich., 11, 1834, 223.— Bon., List, 1838; Consp. 1850, 312.—Gosse, Birds, 1847, 164.—Cab., Journ. 11, 1855, 472.— Baird, Rep. 1858, 297; Rev. 1865, 206.— Bryant, List, 1866.—Sund., 13.—Gundl., p. 311. Esta especie es una de las primeras que llegan a la isla de Puerto-Rico en su paso anual desde los Estados-Unidos, y tambien una de las ultimas que se retiran en‘la primavera. Se la ve en todas las localidades cazando insectos. Es de notar que lleva casi siempre las alas y la cola medio abiertas, como si quisiera ensehar mejor la belleza de su plu- maje, que es en el o negro, con los lados del pecho, cobijas del ala, una mancha sobre la base de las remeras secundarias y la base (hasta % de longitud) de las cuatro timoneras externas de un hermoso color rojo-anaranjado. Las demas partes infe- riores del cuerpo blancas. En el o” jéven y en la 9 el color ne- ero esta sustituido por un color ceniciento-olivaceo, el color rojo-anaranjado por el amarillo, y el blanco puro por un blanco sucio. Coge los insectos casi siempre al vuelo, y a veces, cuando el insecto se deja caer, desciende en espiral hasta cogerlo. Su voz comun es un sonido agudo, pero tambien canta, principal- mente en la primavera. of Longitud total, 0",140; braza, 0",197; cola, 0",058. Su patria son los Estados orientales de la Union norte-ame- ricana, pero en su paso visita el continente hasta Panama y las islas de Bahama, las Antillas mayores y probablemente to- das las menores. 6.2 Fammia. — Tanagride. GENERO Spindalis Jard. et Selby. Spindalis portoricensis.— L/orosa, reina-mora, reinona. Tanagra Spindalis portoricensis, Bryant, List, 1866.—Sund, 15.— Gund. p. 344, (55) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 189 Esta especie vive solamente en ciertos parajes de la isla, pues la he encontrado abundante en las cercanias de Maya- wiiez, de Aguadilla y de Quebradillas, pero ni un individuo si- quiera en Arecibo, Utuado y los otros parajes hasta la capital; existe tambien en lo interior de la Isla, como en Aguas-Bue- nas. No recuerdo si la he visto en las cercanias de Lares. Su alimento consiste en pequefias frutas y bayas. Ademas de su voz sencilla, para llamarse tiene un canto fino y agra- dable, por lo cual, unido al colorido variado de su plumaje, se suele criarla en jaulas, alimentandola con las frutas maduras del platano (Musa sapientum et paradisiaca), y de otros arbo- les y arbustos. Suele andar apareada 6 en familias; no es arisca y es facil de coger con lazos. Este género es otro de los propios de las Antillas y Bahamas exclusivamente, y, como en otros, tiene cada Isla una especie distinta. Por falta del tratado de Mr. Lafresnaye en la Revue Z oologique, 1847, 10 puedo comparar las descripciones de las di- ferentes especies, y asi adopto el nombre dado por el Doctor Bryant. A primera vista se ve la diferencia de esta especie y la de Cuba, porque ademas de otros caractéres, tiene la cubana la rabadilla de color anaranjado, y la puerto-riquena del color del manto, que en ambos es olivaceo, cuando hay otra especie del género con el manto negro. No he podido encontrar su nido; pero no dudo que tenga se- mejanza con el de la especie cubana, es decir, fabricado en las ramitas exteriores de un arbol elevado, formado con un mate- rial blando y espeso y con los bordes altos. Los huevos tendran tambien un color blanco, con manchitas aisladas, las mayores pardas, y morenas las menores. Pero el tamafio no puede ser igual, pues la especie es mayor que la cubana. El macho se puede reconocer facilmente por su cabeza ne- gra, con una raya blanca sobre el ojo y otra debajo. Esto sdlo basta para reconocer el ¢{ y la especie, y no necesito deseribir lo restante del plumaje. La Q tiene la cabeza verde-cenicienta, y se nota un tinte blancuzco en lugar de las rayas blancas. o Longitud total, 0",179; braza, 07,276; cola, 0",068. 9 _ 0°,174; — 07,275; — 07,065. 190 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56) GkENERO Chlorospingus. Chlorospingus? speculiferus. Chlorospingus ? speculiferus, Lawrence, Ibis, Ser. 111, vol. v, 1875, p. 383. Despues de mi vuelta de la isla de Puerto-Rico recibi por mi amigo Mr. George N. Lawrence, de New-York, la descripcion y la lamina de esta nueva especie. Extrané muchisimo ver la indicacion Puerto-Rico. Descubierto por el Dr. J. Gundlach. Tipo en el Museo nacional de Washington, Est. Un. Al momento es- cribi a mi amigo Mr. Baird, en Washington, protestando con- tra esta indicacion; pero tanto Mr. Baird como Mr. Lawrence, aseguran que la tarjeta del ave esta escrita por mi mismo. Asi debo creer que el individuo en cuestion era una de las pieles que me regalé mi amigo Blanco en la capital San Juan de Puerto-Rico en 1868, cuando volvi de Europa y pasé unas horas con él. Mandé en 1868 estas pieles de regalo 4 la Institu- cion Smithsoniana. Pongo a continuacion la traduccion de la descripcion hecha por Mr. Lawrence, y espero que mis amigos Blanco y Dr. Stahl, podran conseguir de nuevo la especie en lo interior de la parte oriental de la Isla. Todo el plumaje por encima y los lados de la cabeza son oli- vaceo-pardos; las plumas del vértice tienen el centro pardo- oscuro y los bordes cenicientos; las dos timoneras intermedias del mismo color del lomo, las otras pardo-claro-rojizo, y con muchas fajas oscuras muy débiles; remeras pardo-oscuras, la primera marginada de ceniciento; en las barbas externas de la cuarta, quinta y sexta hay cerca de su base una manchita blanca, en parte cubierta por las cobijas, quedando visible una mancha chica triangular; el plumaje inferior es blanco-—ceni- ciento, con la apariencia de estar salpicado por las bases oscu- ras de las plumas que se traslucen; los flancos son opacos con un viso rojizo; las cobijas de la cola palido-rojizas, con los cen- tros oscuros. Mandibula superior pardo-oscura; inferior, palido- parduzco-blanca; tarso y dedos morenos. Longitud, 07165; ala, 0”,080; cola, 0",070; pico, 07,015; tar- so, 07,022; (57) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 191 Mr. Lawrence no esta seguro si la colocacion en este género es acertada. GENERO Euphonia Desmarest. Euphonia Sclateri. — /ilguero, canario. EKuphonia Sclateri, Bon. — flavifrons, Sclater, Tanagr. 271 en Pr. Z. S., 1856 —~ musica ex Portorico, Lesson. Esta linda especie ser parece propia de la isla de Puerto-Rico, siendo diferentes las especies de las otras Antillas. Es de notar que el género parece propio solamente de las Antillas, excep- tuando Cuba, que no tiene especie ninguna. Es muy comun en todos los terrenos que he visitado, pero siempre donde abundan las plantas parasitas, conocidas con el nombre vul- gar de capitana (género Phoradendron, familia Loranthacee), de cuyos frutos se alimenta. Esta planta se ve en todas partes, siguiéndola los pajaritos hasta en lo interior de las mismas poblaciones de Mayagiiez y Aguadilla. Continuamente se Ilaman entre si con unos sonidos que se parecen a aquel con que se Haman los jilgueros europeos, por lo que recibidé esta especie tal nombre vulgar, aunque en nada se parecen. Kl nombre canario es ain mas impropio, pues sdlo el color de las partes inferiores, de un amarillo subido, no basta, siendo las partes superiores del < de un negro azuloso- lustroso, la frente amarilla y el vértice azul-celeste. La Q tiene las partes superiores, en lugar de negras, verdes, y el color amarillo mas palido y mas verdoso. El jéven atin no tiene el vértice azul, y los demas colores son parecidos 4 los de la 9. Kl pico es negro, la base de la mandibula inferior y los piés son plomizos, el iris pardo-oscuro. o Longitud total, 0",122; braza, 0",202; cola, 07,035. Q — 07,120; — 07,200; — 0",034. Es muy sociable y se deja facilmente coger con lazos, princi- palmente si hay un senuelo. En la domesticidad se puede ali- mentarla con las frutas maduras del platano (g@énero Musa), pero he notado que no vive mucho tiempo enjaulada. Su nombre genérico quiere decir buen canto, y una especie congénere se llama musica. Esta fama puede haber tenido ori- 192 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58) gen solamente por dos sonidos que deja oir separados, pues jamas le he oido canto aleuno. En Abril observé un nido entre los retonos aproximados de una mata de mango (Mangifera indica). Habia ya polluelos, aunque desnudos; el material empleado no diferia de los nidos de otros pajaritos. 7.° Faminia. — Tyrannine. GENERO Melittarchus Cabanis. Melittarchus griseus.— Pitirre. Lanius tyrannus, var. dominicensis, Gmel., 5. N. 1, 1788, 302. yrannus griseus, Vieill., Ois., 1, 1807, 76.— Bon., Consp. 1850, 192. — matutinus, Vievll., Enc. 11, 250, 1820. Muscicapa dominicensis, Aud., Biogr. 11, 1834, 392; Birds, 1, 1840, 201. Tyrannus dominicensis, Gosse, Birds, 1847, 169.—Baird, Rep. 1858, 172.-- Bryant, List, 1866.— Sund., 32. Melittarchus dominicensis, Cab., Journ. 111, 1855, 478. — griseus, Gundl., p. 311. Esta especie es en Puerto-Rico ave sedentaria, miéntras en Cuba y en los Estados-Unidos es de paso. En Cuba se re- unen los individuos de una comarca, revolotean jugando al- g@unos dias, y de repente desaparecen en fines de Setiembre, volviendo a@ los sitios acostumbrados a fines de Marzo. Estando en Noviembre en la hacienda de San Patricio de Quebradillas, situada en un llano entre muchos cerros, noté que todas las tardes los pitirres acudian en increible ntiimero a las matas de mango y de una Cassia grande para dormir; mas apénas amanecia se volvian 4 los diferentes cerros. Esto me hace creer que los pitirres que desaparecen de Cuba iran en eran parte 4 Puerto-Rico 4 pasar alli los meses del invierno. Solamente me hace dudar acerca de esto la situacion de Puerto- Rico y Cuba, pues los pajaros suelen irse del Norte al Sur, 6 vice versa, en su pasa, y Puerto-Rico esta al SE., y en el me- dio la isla de Santo Domingo. Es seguro que el pitirre abunda en todos los tiempos del ano en Puerto—Rico. Su grito le did el nombre vulgar de pitirre, pero tiene tam- bien otro que se oye cuando pelea 6 persigue un ave grande, (59) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 1983 principalmente si es de rapifa. Colocada en un ramo seco 6 poco frondoso, 6 en cualquier punto elevado, mira alrededor de si en busca de su presa, que luégo coge al vuelo. Si ésta es erande, la golpean contra una rama hasta deshacerla, devo- randola despues. Vive apareado y cada par ocupa su puesto. Causa bastante daho a las colmenas, diezmando las abejas: come ademas otros insectos, lagartijas pequenas,. polluclos de pajaritos y frutas. Si se mata antes de anidar un par que causé dano al colmenar, pronto hay otro en el mismo lugar, y esto se puede repetir varias veces. No les gustan los bosques, sino las veredas, las orillas y principalmente las arboledas y los campos con arboles. He observado nidos desde Abril hasta Julio: son ligeros. formados de ramitas, raices finas. pelos é crines, pero entretejidos tan groseramente, que se pueden ver los huevos desde abajo. Kistos son blanco-rojizos, con una corona de manchitas ceni- cientas, violadas, pardo-claras y morenas; sus dimensiones son 0",.024, 6 0".026 + 0",018. Los polluelos recien nacidos tie- nen un plumon parduzco blanco en las partes donde luégo na- cen las plumas. El joven, en su primer plumaje, se parece en general al adulto. pero difiere por un color ceniciento mas pro- nunciado en las partes superiores y un blanco més puro en las inferiores, por la falta de la mancha roja del vértice v por no tener las seis primeras remeras una escotadura en las bar- bas internas hacia la punta, que se nota en el adulto. Las co- bijas del ala y de la cola y las timoneras, tienen las orillas fer- ruginoso-blancas, y las remeras una orilla verdoso-blanca. ¢ Longitud total, 07,248; braza. 0",390; cola. 0.095. Q a 0°,230; — 0,366; — 0,087. Se encuentra durante el tiempo de anidar, y esto accidental- mente, en la Carolina del Sur, pero es abundante en los cayos de la Florida y en todas las Antillas. GENERO Tyrannus Cuy. Tyrannus Taylori.— Clerigo. Pitangus Taylori Sclater, Taylor, Ibis, 1864, 169. Tyrannus ( Pitangus ) Taylori, Sclater, Bryant, List, 1866. — Taylori, Sund., 33.—Gund1., p. 311. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 13 194 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (60) Esta especie es propia de la isla de Puerto-Rico, y por con- siguiente especie sedentaria, que prefiere los cafetales, que suelen tener arboles algo distantes uno del otro para dar som- bra, 4 los verdaderos bosques, y la he visto en los jardines de las poblaciones. Se alimenta de insectos y de sus larvas, de reptiles pequefios que reconoce desde una rama seca 6 poco frondosa, desde un palo u otro lugar franco; no persigue tanto como el pitirre las aves grandes que pasan cerca de su nido. Exceptuando el tiempo de los amores, vive aislada, 6 rinendo con otra de la misma especie 6 con los pitirres. Es muy parecida al Zyrannus caudifasciatus de Cuba, pero difiere por la falta de la base blanca en las timoneras exterio- res. Kl grito es tambien muy diferente. Se le oye principal- mente muy de madrugada y al oscurecer, y parece 4 clérigo cuando la especie cubana grita con unos sonidos como gua- tibere. Desde Abril hasta Junio se encuentran nidos en una rama horizontal, hechos de ramitas, raicitas y crines 6 pelos, sin forro espeso, asi que se pueden ver los huevos en el nido estando debajo: éstos son parecidos 4 los de la especie pre- cedente. El polluelo, en su primer plumaje, no tiene atin la mancha amarilla encima de la cabeza. Las remeras y sus cobijas tienen un borde ferruginoso-claro, las plumas escapulares una orilla ancha blancuzca, y las timoneras tambien una ferruginosa, las externas blancuzca. Las plumas tienen tambien un as- pecto semejante a la lana. Pico y patas negras, iris pardo muy oscuro. od Longitud total, 0",254; braza, 0,380; cola, 0°,178. Q —_ 07,2055) ==" OM S77 ORs GENERO Myiarchus Cabanis. Myiarchus antillarum.—/wi (se puede afadir grande). Tyrannus (Myiarchus) antillarum, Bryant., List, 1866. Myiarchus antillarum Br., Sund., 34.—Gundl., p. 311. Esta es otra de las especies propias de la isla de Puerto-Rico, y por consiguiente sedentaria: se encuentra en los bosques y (61) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 195 en sus orillas, en las arboledas y hasta en los jardines de las poblaciones. Desde un punto franco atisba insectos, se lanza contra ellos, los coge, y habiéndolos golpeado contra la ramita en que esta posada para matarlos, los devora. Su voz es sencilla y triste, parecida 4 su nombre vulgar. Muchas personas supersticiosas creen que su canto indica desgracias. No es arisca, y se parece en todo a la especie cubana (Jf. Sagr@). A fines de Marzo em- pieza la época del celo, y enténces construye su nido en el hueco que ha dejado una rama que se ha podrido en un arbol, en el tronco de una cana de bambut tronchada 6 en la hendi- dura de una pared, forrando los huecos de la cavidad con yerbas secas y raicitas, y el interior del nido con pelos, crines, plumas, lana vegetal y otros materiales blandos. Mi amigo el Dr. Stahl en Bayamon me regalé huevos que en nada difieren de los del J/. Sagr@, es decir. que son amari- llento-blancos con manchitas violado-cenicientas 6 violado- pardas, principalmente sobre la parte mas ancha del huevo, formando asi una corona. Los diametros son 0",021 ++ 0",016. El pajaro difiere de la especie cubana solamente por la falta de un borde color de canela en la barba interna de las timo- neras. of Longitud total, 0",200; braza, 0",296:; cola, 0",081. 2 — 07,192; — 0,280; — 0,078. GENERO Blacicus Cabanis. Blacicus Blancoi.—./wi (se puede afiadir chico). Blacicus Blancoi, Gundl,, Journ. fiir Ornithologie, xxi, 4874, 344; xxi, A875, 224. Especie muy rara, pues solamente encontré cuatro indivi- duos durante mis viajes por la Isla, tres en un mismo paraje, en las cercanias de Mayaguéz y uno en Quebradillas, todos en el mismo monte. Siendo especie atin desconocida en la ciencia la he nombra= do, dedicandola 4 mi buen amigo y discipulo D. Tomas Blan- co, de San Juan de Puerto-Rico. 196 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (62) Es parecido al Bl. pallidus (Myiobius) Gosse, de Jamaica, pero mayor; las partes superiores son mas oscuras, principal- mente no se nota en el dorso y la rabadilla el tinte rojizo—-oli- vaceo-pardo. Las partes inferiores desde el pecho hacia atras son rojizo-ocraceas, en los lados mas olivaceas. Mandibula superior negra, la inferior bermejiza: piés pardos, ojos muy oscuros, morenos. o Longitud total, 0",158; braza, 0,225; cola, 07,065. Q — 0",148; — 0",208; — 0,060. 8.° Famitia. —Hirundinide. GrENERO Progne Boie. Progne dominicensis. —Golondrina. Hirundo dominicensis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 1025.—Véeill , Ois. 1, 1807, 59. (Santo Domingo.)— Taylor, Ibis, 1864, 166. (Puerto-Rico.)— Sund., 29. — albiventris, Vieil/., N. D. xiv, 1817, 533. (Santo Domingo.) Progne dominicensis, Gosse, Birds, 1847, 69.— Baird, Rev. 1866, 279. — Bryant, List, 1866.—Gundl., p. 31. Esta especie abunda en la Isla desde el principio del ano: pero en los ultimos meses, desde Setiembre, no se ven indi- viduos. Habita los edificios grandes de mamposteria, a veces en las rocas de las montafias y muchas veces en los arboles y palmas huecas. ae Volando en todas direcciones caza insectos, y cuando esta satisfecha, se posa en un punto elevado y franco para descan- sar. Tanto volando como posada deja oir su canto. Anida en los huecos que dejan los andamios en las paredes de mamposte- ria, en los huecos de penas, en los nidos abandonados de los carpinteros, en los troncos huecos, etc., Llevando para el mismo nido ramitas finas, hojas, plumas, lana vegetal, etc., y pone 4-6 huevos enteramente blancos de las dimensiones 0,"0245 +0",017 6 0°,022 + 07,0165 6 0",0235 + 0",016. o” Longitud total, 0",203; braza, 0,396; cola, 0°,077. fe) — 07,200; 0753923), .— 07,076; (63) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 197 Su patria son las islas Jamaica, Santo Domingo y Puerto- Rico. La isla de Cuba posee una especie propia: el <7 sin el vientre blanco. GENERO Hirundo Linné. Hirundo horreorum.—Goloudrina. Hirundo horreorum, Barton, Fragm. 1799, 17.— Baird, Rep. 1858, 308; Rev. 1866, 294.—Gund1., p. 344. — rufa, Vieill., Ois. 1, 1807, 60.—Cab., Journ. tv, 1856, 3, (non Gmel. ). — americana, Wils., A. O. v, 1812, 34, (non Gmel.) — rustica, Aud., Biogr. 11, 1834, 413; Birds, 1, 1840, 181, (non Linn.) Esta especie es de paso, viene desde el continente norte- americano en Setiembre, siguiendo mas tarde su paso al Sur. No he podido observar cuando vuelve en la primavera para ir al Norte: en la isla de Cuba aparece en Mayo. En Setiembre se ven pocos individuos con su plumaje perfecto, pues casi todos tienen una cola corta, cuando los adultos tienen las timoneras exteriores doble mas largas que las intermedias. Vuela en todas direcciones y a todas alturas para coger in- sectos, y de cuando en cuando se posa sobre las ramitas sin hojas 6 sobre los alambres de las lineas telegraficas. En otono he oido solamente unos sonidos para llamarse entre si, mas en la primavera he oido su canto; vuela solamente en terrenos desmontados. Su patria es todo el continente norte-americano, y se en- cuentra de paso en Cuba y Puerto-Rico. Se la ha visto raras veces en las islas de Bahama, y es de admirar que no exista en los catalogos de Jamaica y de Santo Domingo. Creo que esta falta es debida a observaciones incompletas y no 4 que no exista la especie en cierta época en dichas islas, pues como desaparece durante los meses del invierno de Cuba, debia lle- gwar a Jamaica. Las medidas de ejemplares adultos son: -¢ Longitud total, 0",192; braza, 0",340:; cola, 0,100. g — 07, 8/6; | =» 07,330; .—' 0", 078 198 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (64) GENERO Petrochelidon Cabanis. Petrochelidon fulva.—Golondrina. Hirundo fulva, Vieill., Ois. 1, 1807, 62 (Santo Domingo. )—Sund., 30. Petrochelidon fulva, Cab., M. H. 4850, 47; Journ, 1v, 1856, 3.— Bryant, List, 1866. _ peciloma ( Hirundo ) Gosse, Gundl., p. 311. Esta especie se encuentra en todas las cuevas que he podido visitar, aunque no tengan mucha profundidad, con tal que haya una parte oscura. Acaso viva tambien en Puerto-Rico en algunos edificios, como sucede en Cuba, donde anida en una parte de la ciudad de Matanzas, y en ciertos almacenes situa- dosen el campo, porque he visto muchisimos individuos en la estacion propia en las cercanias de Mayaguéz, donde no se encuentran cuevas. Revolotea como las otras especies de golondrinas en todas direcciones, y segun el tiempo, unas veces alto, otras veces bajo, en busca de insectos que coge volando. De tiempo en tiempo deja oir un sonido para llamarse, principalmente al entrar en las cuevas: ademas tiene un canto. Suele posarse en eran nitmero en los alambres de las lineas telegraficas. En el suelo la he visto solamente cuando recoge fango para formar su nido, que establece en los huecos de las piedras de las cue- vas, en lo alto de una pared 6 madero si hay algo por encima que lo proteja. El nido esta construido exteriormente con fan- go, é interiormente consta de yerbas secas, pelos, lana vegetal y otras sustancias blandas; contiene 4-5 huevos blancos con manchitas color de lila, rojizo—pardas mas 6 ménos intensas y olivaceo -cenicientas, palidas. Los diametros son: 07,020 + 07,015 6 0,022 + 0",014. o” Longitud total, 0",142; braza, 0",295; cola, 0",048. Q == 0",140; — 0™,288; — 0,047. Los jOvenes en el primer plumaje tienen las tectrices del ala con un ribete pardo, y tambien las dos 6 tres ultimas re- meras; las tectrices de la cola tienen en la punta una mancha ferruginosa mas oscura que la rabadilla; garganta mas blanca que en el adulto, (65) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 199 GrNERO Tachycineta Cabanis. Tachycineta bicolor.—Golondrina. Hirundo bicolor, Vieill., Ois. 1, 1807, 61.—Aud., Biogr. 1, 1831, 4914; v, 1839, 417; Birds, 1, 1840, 175.— Baird, Rep. 1858, 310; Rev. 1866, 297. — viridis, Wils., A. O. v, 1842, 49. — leucogaster, Stephens, x, 1817, 105. Tachycineta bicolor, Cab., M. H. 1850, 48; Journ. tv, 1856, 4. — Baird, Rev. 1866, 297.— Gund. p. 314. Petrochelidon bicolor, Sclater, Pr. Z. S. 1857, 201. No he observado esta especie en la isla de Puerto-Rico; pero el Doctor Bello la tiene dibujada en su album. Pongo a conti- nuacion mis observaciones hechas en Cuba. Esta especie viene del Norte mucho mas tarde que la H7- rundo horreorwm; pero en cambio se queda durante el invier- no, retirandose a fines de Marzo. Casi siempre vuela en ban- dadas numerosas y se ven algunos individuos aislados a cier- tas horas en los mismos parajes. La he observado despues de aclarar sobre la ciénaga, sobre los lugares donde se seca el bagazo, 6 sea la cana de azticar molida, que atrae muchisimos insectos, y sobre los campos; al medio dia se la ve mas bien sobre las lagunas y banandose tocando al vuelo la superficie del agua. Nunca la he visto posada como las especies ante- riores. Las medidas son: © Longitud total, 0",155; braza, 0,326; cola, 0°,057. He perdido las del ¢. GENERO Cotyle Boie. Cotyle riparia.—Golondrina. Hirundo riparia, Linn., S. N. 1, 1766, 344.—Gmel., S. N. 1, 1788, 1019.— Wils., A. O. v, 1842, 46—Aud., Biogr. 1v, 1838, 584; Birds, 1, 1840, 187. — cinerea, Vieill., N. D. xiv, 1807, 526. Cotyle riparia, Bote, Isis, 1822, 550.—Cab., Journ. iv, 1856, 4.—Baird, Rep. 1858, 313; Rev. 1866, 319.—Gundl., p. 341. 200 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (66) Tambien se halla esta especie en el album del Doctor Bello: yo no la he observado en la isla de Puerto-Rico. En la de Cuba es igualmente muy rara; pero alli maté algunos ejemplares en- tre muchisimos de Tachycineta bicolor, cuando volaban sobre una laguna en las inmediaciones de Cardenas. Nada he podido observar sobre sus costumbres, que son bien conocidas, siendo la especie tambien europea, 9.’ Famitia.—CGypselide. GENERO Nephocetes Baird. Nephocates niger.—Golondrina, 6 mas bien vencejo. Hirundo nigra, (mel., S. N. 1, 1788, 1625. Cypselus niger, Gosse, Birds, 1847, 63.—Gundl., Ann. Lyc. N. H. N. Y. 4858. Nephocietes niger, Baird, Rep. 1858, 142. ee oneee ? Gundl., p. 341. En 1873, dos semanas despues de mi primera llegada 4a Puerto-Rico. vi en lo interior, cerca de Lares. volando un pajaro que me parecia ser un Nephocetes. Despues he visto otro individuo volando en Quebradillas; pero no era posible tirarle, pues volaba a gran altura. Asi he enumerado en mi articulo sobre la ornitologia puerto-riquena en el Journal fiir Ornithologie la especie solamente con su nombre generico. In Mayo de 1876, estando en Utuado y amenazando un fuerte aguacero, vi muchos individuos en sociedad con las gsolondrinas Progne dominicensis y Petrochelidon fulva. En aquel dia no me fué posible cazarlos; pero mas tarde volaban muchas veces individuos solos 6 en sociedad con otros, y con las golondrinas , unas veces durante un aguacero, otras veces despues, y otras por la manana durante la neblina, y mas proximos al suelo; y enténces pude matar varios adultos y jovenes , que convienen en un todo con la especie cubana. Se conocen los jovenes por un ribete blanco en las plumas de la frente y algunas del vértice, y por la cola ménos ahor- quillada. Cuando vuelan, y principalmente cuando se persi- guen, dejan oir unos sonidos de poca fuerza. (67) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 201 ~ Longitud total, 0",174; braza, 0",385; cola, 0",070. fe) — 0",163; — 0",383; — 07,061. Pero aunque la 9 parezca mucho menor no lo es, tanto por- que la cola del «7 adulto tiene las timoneras exteriores mas largas que la de la 9, siendo la diferencia de la pluma mas ex- terna y de la del medio en el 7 0",015, y en la 9 0",008. La pro- fundidad de la bifurcacion de la cola varia mucho. Despues he visto individuos tambien léjos de la monta— fa, v. gr., sobre Arecibo y Mayagiiez. Existe tambien en Cuba y Jamaica. 10.*° Famiia.—Caprimulgide. GrNERO Antrostomus Gould. Antrostomus carolinensis. — Capacho? Caprimulgus carolinensis, Gmel., S. N. 1, 1788, 1028.— Wils., A. O. vi, 1812, 95.— Aud., Biogr. 1, 1831, 273; v, 1839, 401.— Aud., Birds, 1, 1840, 151. — rufus, Viedll., Ois. 1, 1807, 57.—Bon., Syn. 67. - brachypterus , Stephens, x, 1, 1825, 150. Antrostomus carolinensis, Gould, Icon, 1838.—Cab., Journ. 1v, 1856, 6.— Baird, Rep. 1858, 147. sta especie es rara, y llega de paso desde los Estados-Uni- dos. Un ejemplar consiguiéd mi amigo Krug en los banos de Coamo (en la costa meridional), otro me mando el amigo Hjal- marson, desde Arecibo, en Febrero de 1876. Como esta especie vive tambien en Cuba durante los meses de invierno, puedo dar algunos pormenores sobre ella. Du- rante el dia vive en los lugares sombrios de los bosques, en el suelo 6 encima de los troncos, piedras, etc., y al oscurecer sale y se posa sobre los troncos, estacas 6 ramas, para atisbar insectos, los que coge al vuelo. Su boca grande, guarnecida por unas cerdas rectas con filamentos laterales, le ayudan para cogerlos mas facilmente. Se conoce el ¢ por la barba interior de las cuatro timoneras 202 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (68) laterales blanco-bermejiza, siendo en la Q del mismo color que la barba exterior. & Longitud total, 07,325; braza, 0™,655; cola, 0",150. Se encuentra en los Estados meridionales orientales de la Union norte-americana, en las islas de Cuba y Puerto-Rico, pero no la veo indicada en los catalogos de las islas Bahamas de Santo Domingo, de Jamaica, etc. gSera por falta de obser- vacion? No estoy seguro si el nombre vulgar le pertenece. Raras ve- ces he oido su canto, que le ha valido en Cuba el nombre vul- gar de guabairo. GrnERo Chordeiles Swains. Chordeiles minor.— Capacho. Chordediles minor, Cab., Journ. 1v, 1856, 5. (Chordediles errore typogra- phico?).—Gund1., p. 344. Chordeiles Gundlachii, Lawr., Ann. vi, 1856, 165. Chordiles virginianus Linn., Sund., Nr. 40. He visto volando algunos individuos en las sabanas de Vega- baja y proximas 4 San Juan de Puerto-Rico, y he podido exa- minar el individuo que el profesor Sundevall menciona en su lista con el nombre de Ch. virginianus. Este convenia, por las medidas, enteramente con la especie cubana, Ch. minor, por cuyo motivo he adoptado este ultimo nombre, y puesto el otro como sindnimo. Doy mis observaciones hechas en Cuba. En el mes de Abril y procedente del Sur, llega de paso esta especie, que es abun- dante en las sabanas. A fines de Agosto va desapareciendo in- sensiblemente; parece que se va en los meses de frio a Jamai- ca, donde, segun Mr. March, se encuentra en todas las épocas del ano. Por la tarde, cuando el cielo esta nublado, 6 despues de un fuerte aguacero, se los ve volando en todas direcciones, y se les oye gritar 4 menudo durante su vuelo. Por su grito se le did en Cuba el nombre vulgar que alli tiene. En el tiempo de los amores se persiguen los machos 6 se precipitan desde los aires hasta el suelo, donde esta la hembra. con las alas entre- (69) Gundlach.—FAUNA PUERTO-RIQUENA. 203 abiertas, pero a poca distancia del suelo cambian de direccion hacia arriba, produciendo este movimiento repentino un zum- bido particular. Coge los insectos al vuelo, y se le ve cambiar repentinamente de direccion hacia un insecto. En noches oscu- ras no vuela, pero si en las de luna clara, y siempre durante el crepusculo matutino. De dia duerme sobre una rama 6 encima de un tronco 6 de una piedra, y hasta en el mismo suelo mu- chas veces sin sombra alguna, levantandose solamente cuando le amenaza un peligro cercano, pero posandose a corta distan- cia. Desde principios de Mayo hasta Julio pone dos huevos en una pequena concavidad del suelo, a veces sin material alguno blando. Estos son ceniciento-claros, con muchisimos puntos y manchitas violado-cenicientas y verdoso-pardas. Las dimen- siones son 0",029 + 07,022. -¢ Longitud total, 0*,222; desde el pliegue del ala a su punta, 0,173, miéntras que en el Chordetles virginianus, 6 mejor di- cho, Ch. popetue, la longitud total es 0",240 y la del ala 0",208. Recomiendo esto a otros observadores para que midan todos los individuos, a ver si existe tambien la especie Ch. popetue Vieill., como resulté en Cuba, donde he conseguido ambas. 11. Famitia.—Fringillide. GENERO Coturniculus Bonaparte. Coturniculus passerinus.—No le conozco nombre vulgar. Fringilla passerina, Wils., A. O. 111, 1811, 76.—Aud., Biogr. 11, 1834, 180; v, 4839, 497. — (Spiza) passerina, Bon., Obs. 1825, 414. — savannarum Gmel., Nutt., Man.1, 1832, 494. Coturniculus passerina, Bon., List, 1838; Consp. 1850, 481.— Bryant, List, 1866. Fringilla (Coturniculus) passerina, Sund. 18. Emberiza passerina, Aud., Birds, 111, 1841, 73. Coturniculus passerinus, Cab., Journ. 1v, 1856, 6.— Baird, Rep. 1858, 450.—Gundl., p. 314. He encontrado esta especie desde Octubre en los pastos y campos cosechados con poca vegetacion alta, 204 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (70) La consideraba y atin la considero especie de paso, aunque haya visto un ejemplar 4 mediados de Julio cerca de Bayamon, lo que indicaria que no emigra; pero creo que este caso ais- lado es excepcion de la regla. Vive solitaria, pues nunca he visto dos 6 mas individuos juntos, aunque hubiese muchos en el mismo terreno. Por lo regular esta en el suelo y corre entre las yerbas, pero cuando el peligro se acerca se levanta con un vuelo rapido, pero de poca duracion, y baja otra vez al suelo para esconderse detras de un terron, de un bulto de yerbas 6 de un arbusto. A veces se posa en un arbusto; no recuerdo ha- berla visto sobre los arboles. Su voz es fina y sencilla, sirvien- do solamente para llamarse. El alimento consiste en semillas, insectos y sus larvas. Rara vez ataca los arrozales, pero los visita. despues de cosechado el arroz, para recoger los gra- nos caidos al suelo. Su patria son los Estados-Unidos mas orientales, y de paso se halla en las islas de Cuba, Jamaica y Puerto-Rico. of Longitud total, 0",134; braza, 0",205; cola, 0",046. Q — 0",130:; — 07,198; — 0,045. GENERO Euethia Reich. Euetia lepida.—Chamorv'o, gorrion, y a veces murrion. Fringilla lepida, Linn., S. N. 1, 1766, 320.—Gmel., S. N. 1, 1788, 907. Emberiza olivacea, Gmel., 8. N. 1, 4788, 870.—Lath., I. O. 1799. Passerina lepida, Veeill., Enc. 111, 935. = olivacea, Vieill., N. D. xxv, 1847, 18. Spermophila olivacea, Gray, List.—Gosse, Birds, 1847, 249. Kuethia lepida, Cab., Journ. 1v, 1856, 7.—Sund., 17.—Gundl., p. 311. Phonipara olivacea, March, 1863, 297. Fringilla (Phonipara) olivacea, Bryant, List of Santo Domingo, 1866, 89. Esta especie es indigena, pero se encuentra tambien en Cuba, Jamaica, Santo Domingo, y acaso en algunas de las An- tillas menores. No le gusta estar en lo interior de los bosques, sino en sus veredas, en las orillas, en las malezas, en los campos de café y cana de azticar, arboledas, jardines, etc. Apetece mucho las semillas de las gramineas, pero come tambien verba tierna, (71) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 205 como la verdolaga, y liba la miel de las flores que no tienen su ealiz prolongado. En las haciendas de azucar acude en el tiem- po de la zafra al batey para comer azucar. Se la puede criar facil- mente enjaulada, alimentandola con alpiste, harina de maiz y semillas pequenas, verdolaga, etc., y si la jaula es grande anida en ella. Su canto es poco agradable y no fuerte. ase- mejandose al sonido que producen los salta-montes: ademas tiene una nota particular para llamarse. No creo que aprenda a cantar, como se asegura en la obra de la Sagra. Vive en so- ciedad, pero en el tiempo de la cria se separa por parejas. Al- gunas veces anida en los meses del invierno, pero general- mente la época del celo empieza con los primeros aguaceros del verano. Enténces coloca su nido 4 poca altura en las ma- tas de café y arbustos silvestres: con mas frecuencia en los ar- bustos que tienen espinas. I] nido es relativamente muy g@ran- de, mas 6 ménos globoso, con una entrada lateral y formado de yerbas secas, pelos, lana vegetal, plumas, etc. Los dos 6 tres, rarisima vez los cuatro huevos que pone, son blanco- azulados. con manchitas pardas y algunas de color de lila, principalmente cerca del extremo grueso en una especie de corona. Miden 0",018 + 0",0125 . 6 0".017 4+ 0",013. oY Longitud total, 0",112; braza, 0",166: cola. 0,045. fe) a 07,108; — 07,158; — 07,038. Ademas de Puerto-Rico vive en Santo Domingo, Jamaica y Cuba. Euethia bicolor.— Chamorro, gorrion. vy a veces murrion. Fringilla zena, Linn., S. N. 1758, 183 (no pag. 181 que pertenece 4 Spin- dalis zena.) — bicolor, Linn., S. N. 1766, 324.—Gmel., S. N. 1, 1788, 927. Passerina bicolor, Viedl/., N. D. xxv, 1817, 29. Phonipara bicolor, Bon., Consp. 1857, 494.—Sund., 16. Spermophila bicolor, Gosse, Birds, 1847, 252.— Bryant, List of the Birds of Bahamas, 1859. Fringilla (Phonipara) zena Linn., 1758, var. portoricensis, Bryant, List, 1866. Euethia bicolor, Gundl., p. 312. Esta especie se parece en sus costumbres a la precedente, y lo dicho en ella se puede aplicar 4 la presente. Diré solamente que es mas abundante y tiene un canto diferente y mas fuerte. 206 ANALES DE HISTURIA NATURAL. (72) Parece que hay especies muy semejantes en su colorido en diferentes Antillas; porque Mr. Baird separd ya la de Jamaica con el nombre de Phonipara Marchi. Las medidas son: do Longitud total, 0",113; braza, 0",171; cola, 0,042. Q — O7,111; — 07,170; — 07,042. La época del celo, el nido y los huevos son como en la es- pecie anterior. Difiere 4 primera vista de ella por la falta de color amarillo en la cabeza. GriNnERO Habropyga Cabanis. Habropyga melpoda. —Gorrion. Fringilla melpoda, Vieill., N. D. xu, 1847, 177. Especie atin sin nombre en Gundl., p. 312. Es una especie de Africa, introducida 6 huida, pero ahora ya silvestre en los alrededores de Mayagiiez, Anasco y Cabo-rojo. Se encuentra donde hay yerba de Guinea, cuyas semillas pre- fiere, y en los arrozales, principalmente cuando los granos son alin blandos; todavia no es tan abundante que cause dano. He puesto esta especie y las dos siguientes en el catalogo de Puerto-Rico, por ser ya bien conocidas en dichos parajes, aunque no pertenezcan a la fauna puerto-riquena. o Longitud total, 0",110; braza, 0",152; cola, 07,040. La 9 parece igual en todo al o’. Se reconoce facilmente la especie por su pico de color de co- ral, y por una mancha del mismo coloren la mejilla, la raba- dilla acarminada y el color general pardo. GinEro Spermestes Swainson. Spermesteés cucullatus.— Gorrion. Loxia cucullata, Swains. Zool., ilustr. pl. 7—Bryant, List, 1866. Spermestes cucullatus Swains., Sund , 21.—Gundl., p. 312. (73) Gundlach.—FaUNA PUERTO-RIQUENA. 207 Tambien esta es especie africana y ya muy abundante en di- ferentes localidades, como Mayagiiez, Lares, Quebradillas, Vega-abajo, etc. Donde abunda causa perjuicio 4 los arroza- les. Nunca he oido que cante, pero produce un sonido para llamar un individuo 4 otro. Se puede conocer la especie por su pico grueso, por encima negro y en la base de la mandibula inferior plomizo. La ca~ beza, una manchaen el hombro y otra en el lado del pecho, negro-verdosas. Mstas faltan en el jdven, teniendo éste tam- bien el pico ménos plomizo. Por lo regular viven en bandadas 6 en familias. Nada he po- dido saber sobre el modo de anidar. Lo dicho en la especie anterior sobre su colocacion en el ca- talogo de la fauna puerto-riquena, se aplica tambien a esta. Medidas: o Longitud total, 0",105; braza, 07,158; cola, 07,032. Q — 07,100; — 07,156; — 0,031. GENERO Pyrrhomitris Bon. Pyrrhomitris cucullata.— No conozco su nombre vulgar. Carduelis cucullata, Swains., Zool. Ilust. 1820, 1, pl. 7.—Sund., 20. Pyrrhomitris cucullata, Bon., Consp.1, 1850, 517.—Gundl., p. 312. Fringilla Cube, Gervais, Mag. de Zool. 1835, pl. 44. El profesor Sundevall enumera esta especie en su lista de las aves de Puerto-Rico con el nim. 20, traida desde la Isla por el Sr. Hjalmarson; pero éste mismo me ha dicho que el ejemplar no fué cogido en estado libre, sino que estaba en una jaula y murié. Viveen Venezuela y la Hevan 4 menudo en jaulas para formar cria con los canarios. Tambien la traen a Cuba, y Mr. Gervais, creyéndola especie nueva y del pais, la nombré Fr. Cube. Ademas, ya tenia otro nombre anterior. No perte- nece, pues, a la fauna puerto-riquefia. 208 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (74) GENERO Pyrrhulagra Bonaparte. Pyrrhulagra portoricensis. — Gal/i/o; en Bayamon, churri. Loxia portoricensis, Daud., Traité, 11, pl. xx1x.—Sund., 19. Pyrrhula auranticollis, Véeid/., Enc. 1028; Gal. 55. Pyrrhulagra portoricensis, Bon., Consp. 492.—Gundl., p. 312. Esta especie es propia de Puerto-Rico, y tan parecida a la especie de Jamaica, que yo la creeria igual, juzgando por las descripciones, si el profesor Sundevall no hubiera dicho: Hee in Museo Stockholmiano adest, etsi patria non indicata, sicuti species affinis, Loxia violacea Linn. Sundevall cita en la espe- cie puerto-riquena la Pyrrhula auranticollis Vieill., Enc. 1028 y Mr. Gosse en la especie de Jamaica. Yo no puedo averiguar, en verdad, 4 cual pertenece. He observado la especie en ciertos parajes solamente en las Furnias y proximidad de Lares, en Quebradillas, en el camino entre Arecibo y Utuado, y en este Ultimo punto en el cuarton de Caguana; tambien cerca de Bayamon y Manati, es decir, en parajes montuosos, y con preferencia en los cerros. Es muy arisca, y casi siempre se halla metida entre el fo- llaje espeso. Pocas veces he visto el ave por casualidad; casi siempre guiado por su canto 6 voz fuerte, varias veces y sin intervalo repetido, que suena como cuasi 6 churrz. Aunque he matado un gran numero de individuos, todos eran machos (negros, con la frente y cejas, la barba y las cobijas de la cola acaneladas), y asi no puedo indicar si la 9 difiere. Segun Mr. Gosse. es la Q de color violaéceo-oscuro-pardo de raton, por debajo mas palida; el color rojo mas palido y ménos ex- tendido. Esta diferencia conviene casi con el plumaje de un macho joven en el primer plumaje que maté. pardo-olivaceo, las tectrices mayores del ala con un ribete apical ferruginoso. Las partes que en el adulto son acaneladas. son ocraceo-rojas 6 bermejizo-rojas, principalmente en las cobijas de la cola, pues en la barba existe el color solamente en el borde apical, v en la frente solamente en una indicacion de la ceja: las cobi- jas del ala son pardo-negruzcas; las remeras y timoneras, ex- ceptuando el borde exterior, morenas. (75) Gundlach.— FAUNA PJERTO-RIQUENA. 209 En todos los ejemplares, el pico y las patas eran negras; el iris pardo-oscuro. No he podido observar el modo de anidar, pero creo que en esto no habra diferencia con la especie de Jamaica, que, se- wun Gosse, formaun nido muy grande y redondo con la en- trada lateral entre las bases de las pencas de las palmas, 6 en la bifurcacion de las ramas. Los huevos tenian como una pul- g@ada de longitud y eran verdoso blancos con manchitas rojizo- blancas, que 4 veces se reunen. El alimento encontrado en e! estémago eran semillas muy trituradas por su pico fuerte. o Longitud total, 0",195; braza, 0",294: cola, 0*,078. 12." Famitia.—Icteride. GENERO Icterus Brisson. Icterus vulgaris.— 7rupial. Oriolus icterus, Linn., S. N. 1, 1766, 164.—Gmel., S. N. 1, 1788, 384. Icterus vulgaris, Aud., Birds, vit, 1844, 357.—Bon., Consp., 1850, 434. De esta especie, natural del continente americano-meridio- nal, se encuentran desde algun tiempo en los alrededores del pueblo de Quebradillas muchos ejemplares, ya en estado silvestre y procreando alli: parece que se soltaron algunos ejemplares 6 que huyeron de las jaulas. Lo seguro es que ya quedara para siempre la especie domiciliada; pero con todo, no pertenece 4 la fauna puerto-riquena. En Jamaica parece ser indigena, pues alli vive en todas partes. La he visto en los palmares comiendo las semillas maduras de la palma real y frutas maduras. Ks arisca, y deja oir de cuando en cuando su voz, que me parecié como las silabas p7- pu, y se oye 4mucha distancia. Sobre sus costumbres no he podido hacer otras observaciones. ¢ Longitud total, 0,280; braza, 0,380; cola, 07,110. Q _— 0",266; — 07,360; — 07,104. Pico negro, base de la mandibula inferior azul—plomizo; piés plomizos con viso olivaceo, iris amarillo: detras del ojo hay un espacio triangular sin plumas, y de color azul-claro. ANALES DE HIST. NAT.—Vila 14 210 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (76) GENERO Xanthornus Brisson. Xanthornus portoricensis. — Calandra. Icterus dominicensis, var. portoricensis, Bryant, List, 1866.—Sund., 23. Pendulinus portoricensis, Cassin, Ict. 1867, 58. Xanthornus portoricensis, Gundl., p. 312. Esta especie es otra de las que en cada Antilla mayor difie- ren, aunque se parezcan muchisimo. Los adultos son muy se- mejantes, pero los jévenes. en su primer plumaje, ofrecen di- ferencias muy seguras. Tres especies conozco que son la pri- mitiva, X. dominicensis L.; la de Cuba, X. hypomelas Bon. y ésta. Si las comparo, encuentro que el adulto tiene el pico mas recto que el de Cuba, la base de la mandibula inferior no es tan plomiza; el bajo vientre es de un amarillo-puro, y en la especie cubana tienen las plumas solamente el borde apical amarillo; pero el joven de Cuba es olivaceo, con la frente y la garganta negras. Las cobijas chicas, y las tectrices del ala, la rabadilla y las piernas amarillo-olivaceas, etc.; y en el joven de Puerto-Rico, es el plumaje superior rojizo-olivaceo, en la ca- beza mas intenso y en la rabadilla mas amarillo; por debajo rojo-olivaceo, con un fondo amarillo. El viso rojo es mas fuerte en el pecho. La garganta es casi amarilla. El joven de Santo Domingo se parece mas al cubano. En las costumbres, en el canto, alimento, modo de ani- dar, etc., son tan parecidas, que no he podido notar mas dife- rencia que una ligera variacion en la voz. La especie es muy comun y vive en todas localidades, desde los jardines de las poblaciones hasta los bosques virgenes. Se la ve, cuando no procrea, en pequenas bandadas 6 familias, y éstas vagan de un arbol 4 otro, si tiene flores, pero sin ale- jarse de su domicilio; posadas sobre las flores liban en ellas la miel. Ademas come frutas maduras y bayas, y no desprecia los insectos. Su canto es fino y agradable, y su vuelo algo pesado, produciendo ruido con los aletazos. Le gusta posarse en la punta que forma el cogollo de las palmas reales y trepar por las bejuqueras, pero no por la corteza de los arboles. Se ven 4 veces haciendo nido individuos que atin no tienen el plumaje (77) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 2y1 de adulto, sea que ambos sexos estén asi 6 solamente un solo individuo. Desde fines de Febrero empiezan a formar su nido, muy curioso, pues esta hecho con las hebras de hojas de palmas, maravillosamente enlazadas por debajo de las pencas de las pal- mas, de los platanos 6 debajo de los racimos de frutas. Duran- te la construccion del nido se ven al macho y a la hembra tra- bajando, uno por encima y otro por debajo de la penca. Agu- jerean las hojuelas de ésta y se pasan mutuamente por este agujero la punta de las hebras que el companero le devuelve por otro agujero, hecho, no en la direccion longitudinal, sino en la trasversal de la hojuela, pues de lo contrario se rajaria. Habiendo fijado asi las primeras hebras como trama, pasan ambos 4 formar el verdadero nido, enredando mas y mas he- bras. Este queda as{ colgado como una hamaca debajo de un techo de guano, meciéndose al compas de la penca cuando ésta es azotada por la brisa. y estando por esta circunstancia a cubierto de los enemigos. Los tres huevos que pone son ver- doso-blancos, con puntos y manchitas de color de lila, grises y olivaceas, principalmente alrededor del extremo mas grueso. Las dimensiones son: 07,0225 ++ 0*,018, 6 0",023 + 0",017. Las medidas son : o Longitud total, 0",222; braza, 0",310; cola, 0*,093. Q — 07,212; — 07,293; — 0",090. GrNERO Agelaius Vieill. Agelaius chrysopterus.— MVariquila, y a veces capitan. Agelaius chrysopterus, Vieil/., Enc. 1820, 743.—Sund., 22. — Gundl., p. 312. Psaracolius chrysopterus, Wagl., Syst. 1827, Nr. 24. Hyphantus xanthomus, Cass., Ict., 1867, 63, (non Sclater. )— Taylor, 1, Ibis, 1864, ?.—Bryant., List, 1866. Esta especie es propia de la isla de Puerto-Rico y acaso.de San Thomas. Es muy comun y vive, no tanto en lo interior de los bosques, como en las orillas y en los campos, si tienen ar- boles. Tambien visita los bateyes de las haciendas, donde en- cuentran en los chiqueros bastante alimento. Ademas de las 212 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (78) semillas y granos come frutas y registra los arboles en flor para libar la miel 6 recoger los insectos que alli acuden, pero no se cuelga delante de las flores como la especie precedente. En los campos de arroz y de mijo causa mucho dafo, no sola- mente por lo que comen, sino tambien por quebrar las espigas alin tiernas, que luégo no se forman como debian. Vive en bandadas 6 en familias, y solamente en el tiempo de la cria se separan por parejas. Por la tarde suelen reunirse y posarse en los arboles grandes 6 en los bambuies para descansar, y como cada individuo deja oir 4 veces su voz sencilla, todas en con- junto forman un concierto poco agradable. Al menor indicio de un peligro callan de repente, pero pasado éste, sigue la bulla. A veces se reune con la especie siguiente (los mozambiques), y entonces el concierto es mas variado. Ignoro cuando empieza la época del celo. Encontré nidos con huevos atin frescos en principios de Julio, pero enténces habia ya pollitos en ellos cubiertos de pluma. Entre el ramaje espeso de un arbol 6 en- cima de las pencas de palmas 6 entre las plantas parasitas (bromeliaceas), construye su nido con yerbas secas, forran- dolo por dentro con crines, plumas, lana vegetal y otros ma- teriales blandos. Los cuatro huevos que pone son blancos, con un viso ceniciento-verdoso, y unos puntos 6 manchitas ceni- ciento-pardas y morenas, en mayor numero alrededor de la extremidad gruesa, formando asi una corona. Miden 0",025 ++ 0",019, 6 07,024 + 07,185 6 0",0245 + 0,019. Los polluelos tienen el plumaje ménos negro, y el color ama- rillo en las cobijas chicas del ala esta solamente en los bordes y es mas palido. En las hembras se ve muchas veces en las co- bijas 6 tectrices mayores una manchita negra en lugar del borde blancuzco. Los adultos miden: o Longitud total, 0",227; braza, 07,336; cola, 0",090. Q — 0",200; — 07,306; — 0,082. Esta especie asemeja en todo a laespecie cubana, Ag. humera- lis, y difiere por las tectrices chicas del ala, que en ésta son de color de canela 6 bermejo. (79) Gundlach.—FauNA PUERTO-RIQUENA. " 913 GENERO Chalcophanes Wag]. Chalcophanes brachypterus.— Mozambique, chango. Quiscalus brachypterus, Cass., Ict. 1867, 408. -- crassirostris Sw.?, Bryant, List, 4866.— Sund., 97. Nr. 25, pero adoptado por Ja indicacion de Bryant y no por un individuo. Chalcophanes lugubris (Sw.), Cab., M. H.—Sund., 26 _ brachypterus (Cass.), Gundl. p. 312. Esta especie es propia de la isla de Puerto-Rico, y es otro caso en que cada Antilla tiene su especie propia, aunque todas entre si sean muy parecidas. Asi tenemos varias especies, en Jamaica Ch. baritus Linn., en Cuba Ch. Gundlachii Cass., en Puerto-Rico Ch. brachypterus Cass., en Santo Domingo Ch. ni- ger Bodd., en la isla de Trinidad CA. lugubris Swains., etc. Aunque es muy parecida a la especie cubana, ofrece una di- ferencia en sus alas y cola, que son mas cortas, y en su ta- mano menor. Tambien difiere en las costumbres, asi como en la voz 6 canto, pues va con preferencia donde hay reses, y tre- pando por ellas recoge las garrapatas, miéntras la especie cu- bana no lo hace, por lo ménos no me acuerdo haberlo visto antes de ir a la isla de Puerto—Rico, ni tampoco he podido ob- servarlo despues. HOES teme en Cuba al Scolecophagus atro- violaceus Orb., especie a la cual tambien gusta comer las gar- rapatas, y que abunda. La voz de la especie puerto-riquena es mas fina. En lo demas no veo diferencia. Es abundantisima en todos los terrenos, aunque mas en los labrados; causa bastante dano en los arrozales, en los campos sembrados con mijo, y en los platanares, donde pica los plata- nos que maduran, y que asi se pudren. Despues de la cria anda en innumerables bandadas de un paraje 4 otro, hasta que encuentra uno que le ofrezca alimen- to, y entonces acude diariamente, retirandose al oscurecer a su dormitorio, que casi siempre elige en las lomas, si no estan muy distantes. Cuando estan posados para descansar, cada in- dividuo deja oir su voz, y como son muchos, forman asi un concierto en cierto modo agradable. A veces callan todos de repente, acaso por haber visto 0 oido un peligro, continuando 214 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (80) en su bulla cuando el peligro ha pasado. Cuando canta, eriza las plumas del lomo, abre la cola y deja caer algo las alas. Esta especie y las anteriormente nombradas, como habitantes de otras Antillas, tienen una forma muy particular de la cola, pues las timoneras laterales se elevan sobre el nivel de las in- termedias, y forman, vistas por detras, la letra V. Cuando vue- lan abren mas la cola, y su vuelo es lento y parece pesado. La comida consiste en granos, frutas, insectos pequenos y repti- les chicos. Suele reunirse con otros individuos de la especie precedente. Despues de los primeros indicios de las aguas (tiempo de lluvias) empieza 4 anidar, las mas veces en socie- dad, es decir, muchos nidos en un solo arbol, cubierto en sus ramas por las plantas parasitas (familia Bromeliacee), 6 entre las bases de las pencas de las palmas. Suele formar el nido de yerbas secas y barro, teniendo asi una solidez extraordinaria; por dentro esta tapizado con sustancias blandas. Los 4-6 hue- vos que pone son palido-olivaceos, con unas nubes pardas y con manchas, lineas y rayas de color de lila rojizo—pardas y morenas, formando dibujos. Los diametros son: 0,030 + 0",020, 6 0",0285 ++ 0",0205, 6 07,026 + 07,020, 6 07,028 + 07.021. 6 07,028 + 07,019, 6 0™,027 -++ 07,020. En principios de Julio atin encontré huevos frescos. Las medidas son: co” Longitud total, 0",303; braza, 0",422; cola, 0",119. Q 0",261; — 0",362; — 07,102. Pico y patas negras, iris amarillo-palido. El pollo, ademas de no tener el lustre en el plumaje, es mas bien moreno que negro, y el ojo es de un color amarillo-sucio. 13.° Fama. — Gorvidee.’ GENERO Corvus Linn. Corvus leucognaphalus. — Cuervo. Corvus leucognaphalus, Daud., Traité, 11, 1800, 251.—Véedll., N. D. vin, p- 33.— Taylor, Ibis , 1864.—Sund. 27.— Gundl., p. 312. * (81) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 215 Creo que habra aun alguna confusion en la clasificacion de las especies de este género, por tener todas un color igual en todo el cuerpo. Se deben tomar otros caractéres para distin- guirlas, como la direccion de los pelos 6 cerdas que cubren las ventanas de la nariz, el color de la base de las plumas en varios puntos del cuerpo, la proporcion en la longitud de las remeras, la forma de la cola y tambien el tamamo. Por la di- reccion de las cerdas nasales se parece la especie puerto- riquena a la especie mayor de Cuba, que alli aman cao, te- niendo ambas las cerdas inclinadas hacia arriba, de manera que dejan una parte de la ventana de la nariz descubierta. La otra especie cubana, nombrada allf evervo, las: tiene rectas, paralelas al eje del pico. HK] cuervo vive en varios puntos de la Isla, en algunos-sola- mente en cierto tiempo del ano. En mis viajes encontré-mu- chos al Este de Lares, donde esta la cueva de Pajitas, y en Utuado en el cuarton de Caguana. Algunos individuos solian llegar al Sur de Quebradillas. Segun las noticias, abunda la especie en lo interior, y mas al Este de la Isla. Su alimento consiste en platanos maduros y algunas frutas, en las semillas de las palmas, semillas y granos de varias plantas, como del maiz, en insectos, pequenos reptiles, ete.; su voz es variada y parecida a veces a palabras, y si hay mu- chos individuos juntos, forman una algarabia que se oye de léjos, principalmente cuando en el mismo paraje hay banda- das de cotorras. A veces se oye la voz durante las noches de luna clara 6 al apuntar el dia. Se suele criar en las casas, donde acostumbra esconder los objetos lustrosos, comerse los huevos de gallinas, etc.; aprende a imitar palabras. Su carne es comestible, y no mala cuando es de individuos jévenes. Estos se conocen por tener el plumaje poco 6 ningun lustre, v por los ojos mas pardos, pues en los adultos son de un color rojo de ladrillo. El pico y las patas son negros en todas eda- des. Su nombre cientifico alude a la base blanca de las plumas del cuerpo. oOo” Longitud total, 0",544; braza, 0",965; cola, 0,222. Q _ OF D208 — 1 OF9L0 2) < 075210: Construye en Abril y Mayo el nido encima de plantas para- sitas, en la base de las pencas horizontales de las palmas, 6 entre las ranuras de los arboles, las ramitas y yerbas secas, 216 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (82) * plumas y otros materiales blandos. Los tres 6 cuatro huevos que ponen son palido-verdosos, con manchas color de lila y pardo-olivaceas, de 0",044 -+ 0,029. 14.° Fammra.—Dacnidide. Genero Certhiola Sundevall. Certhiola portoricensis.— Reinita. Ceereba flaveola, Viei//., Enc. 1820, p. 6411, (de Puerto-Rico). Nectarinia flaveola, Moritz, en Wiegm. Arch. fiir Naturg. 11, 1836, p. 387, (de Puerto-Rico). Certhiola flaveola, Taylor, Ibis, 1864, p. 166, (de Puerto-Rico.)— Cass., Proc. Acad. Phil. 1864, p. 274 (de St. Thomas). — flaveola, var. portoricensis, Bryant, List, 1866. — Sti. Thome, Sund., Consp. 1869, 621, (de St. Thomas). — portoricensis, Sund., Consp. 1869, 622, (de Puerto-Rico).—Sund , 28.— Finsch, Monogr. Certhiola, 14871.—Gund1., p. 342. Al hablar de otras especies he dicho ya que hay grupos de aves que son propios de las Antillas, y que, aunque muy pare- cidas entre si por el colorido, ofrecen diferencias bien marcadas los individuos de las diferentes Antillas mayores y hasta me- nores. El género de que se trata ahora, es un ejemplo (aunque sdlo tiene dos especies en el continente americano tropical). Casi todos los autores consideraban las especies de este gé- nero como una sola, y atin habra quien las crea variedades lo- cales. Mr. Bryant fué el primero que noté una diferencia en la especie puerto-riquena; pero puso la denominacion como para una variedad en su lista. Despues adopté el profesor Sunde- vall de Estockolmo, en su Conspectus del género Certhiola, el nombre de Bryant, y asi lo tiene tambien el Dr. Finsch en su Monografia del género Certhiola, publicada en los Verhandl. der K. K. Zoolog.—Botan. Geselisch. in Wien, 1871, p. 760. El Dr. Finsch admite diez especies y las divide en dos gru- pos, el uno con la timonera externa blanca en la punta en am- bos lados, y el otro con el color blanco solamente en las bar- (83) Gundlach. —FAUNA PUERTO-RIQUENA. 217 bas internas. En el primero existe en el ala siempre una man- chita blanca, producida por la base blanca de la barba externa de las remeras 2.*- 6.*; en las seis especies del grupo segundo existe en tres, y en otras tres no. Nuestra especie pertenece al primer grupo, que contiene cuatro especies. El caracter dis- tintivo de éstas consiste en que la C. bahamensis (de Indian Key y de la isla de Inagua) tiene la barba y garganta ceniciento- blancas; la flaveola (de Jamaica) el pecho opaco, olivaceo-ama- rillo con viso parduzco; la portoricensis (de Puerto-Rico y San Thomas), el pecho amarillo, y la bartholemica (de las islas Saint-Bartholome y Santa Cruz), la frente cenicienta 6 blan- cuzca. Las tres tienen la garganta cenicienta, mas 6 ménos intensa. Ademas, tiene la portoricensis la mancha del ala grande, y la bartholemica chica. He hecho aqui una excepcion hablando de las diferentes es- pecies; pero lo he creido necesario para llamar la atencion de los observadores futuros, 4 ver si encuentran 6 no constancia en este caracter. Debo decir tambien que en las especies nom—- bradas, los bordes del Angulo de la boca son hinchados, lo que no se nota en las especies que viven en el Continente. Se ve la especie en todas partes, desde el bosque espeso hasta los jardines de las poblaciones, y en gran numero, aunque no en bandadas, sino por pares, 6 en el tiempo de la cria, en fa- milias. Registra constantemente las flores en busca de insec- tos y para chupar la miel, y ademas come frutas maduras. Su voz es sencilla, como de dos sonidos; el primero sostenido y de poca fuerza, y el segundo fuerte y momentaneo. A cada rato dejan oir esta voz. Sus movimientos son continuos; tan pronto se posa, como se cuelga delante de la flor 6 fruta, sea con la cabeza hacia arriba 6 hacia abajo. Muchas veces, pero probablemente por casualidad, se la ve en los mismos arbo- les y en las mismas flores con los troquilidos, 6 sea zambado- res, pero tambien se puede verla persiguiendo a otros pajaros. He encontrado nidos hechos, y los he visto fabricar en todo el ano; pero casi siempre estaban vacios. Creo que la especie se complace en fabricar nidos, 6 los haraé para dormitorio. FE] nido esta situado entre el ramaje de los arboles, y las mas veces entre las ultimas ramificaciones, de manera que se mueva por el viento: consiste en yerbecitas, algodon y lana vegetal, plu- mas, pelos, telas de aranas y de orugas, etc. Su forma es glo- 218 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ‘ (84) bosa con una entrada lateral, pero a veces se prolonga ésta casi en forma de tubo, subiendo un poco antes de llegar a la -verda- dera entrada. La construccion es artificiosa. He observado cua- tro huevos frescos en 20 de Marzo, de 0",0175 + 0",013, 6 07,018 + 0",014, 6 0",0185 + 07,012, 6 07,0185 + 0",013. El color era verdoso-blanco, y sobre toda su superficie habia, pero princi- palmente en la periferia, mas ancha, muchas manchitas 6 pun- tos rojizo-cenicientos 6 rojizo-pardos. En Junio encontré otros huevos, y en 15 de Marzo habia un nido con pollitos. Los hi- jos, en su primer plumaje, no tienen la ceja blanca como los adultos, sino amarilla, y la garganta es tambien amarilla en lugar de ser cenicienta. Los colores del resto del plumaje son ménos puros, y las plumas tienen atin el aspecto parecido a lana. Las medidas de los adultos son: o” Longitud total, 0",122; braza, 0",195; cola, 0",040. Q — O",115; — 07,184; — 07,038. El pico es negro, las patas son plomizas y el iris es muy oscuro-pardo, 15.° FaminrA.—Alcedinide. GENERO Ceryle Boie. Ceryle alcyon. — Pifirre de mangle, matraca, migquelete, fraile. Alcedo alcyon, Linn., S. N. 1, 1766, 180.— Wéls., A. O. m1, 1844, 59.— Aud., Biogr. 1, 1831, 394.—Sund. 45. Ispida ludoviciana, Gmel., S. N. 1, 1788, 452. Alcedo jaguacate, Dumont, Dict. Sc. Nat. 1, 1846, 455. — guacu, Viedll., N. D. xix, 1848, 406. Ceryle alcyon, Bote, Isis, 1828, 316.— Gosse, Birds, 1847, 81.—Cab., Journ, 1v, 1856, p. 101.— Baird, Rep. 1858, p. 158. —Gundl., p. 312. Megaceryle alcyon, Reich., Handb. I, 11, 1854, 25.— Bryant, List, 1866. Esta especie llega del continente norte-americano en Se- tiembre y se queda durante los meses del invierno. Se la ve en- tonces en las orillas del mar, de los rios y arroyos, de las la- (85) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 219 gunas, atisbando desde una rama 6 punto elevado los pece- citos que nadan en la superficie del agua, precipitandose de cabeza sobre la presa. Si el ataque ha sido feliz, lleva la presa aé una de las ramas en que acostumbra posarse, y la traga en- tera, pero siempre con la cabeza por delante. Es sumamente arisca y huye de cualquier peligro; con todo, el cazador puede matarla ocultandose cerca de las ramas en que ella esta en observacion. Si hay dos 6 tres individuos en el mismo paraje, se persiguen continuamente con su grito fuerte, que puede tra- ducirse por cherrrr, 6 compararse con el ruido de una matraca, y de ahi su nombre vulgar. A veces se oye tambien este grito, aunque haya uno solo, Si recuerdo bien, lo pronuncia solamente volando. Su vuelo es pronto é igual. Algunas veces queda de repente en el mismo punto, en el aire, cerniéndose para atisbar. Vomita, como las aves de rapina, las escamas y espinas, reuni- das en bolitas. No anida en la Isla. Sus dimensiones son: , ~ Longitud total, 0",335; braza, 0",548; cola, 0,090. 2 _ 0",330; — 07,548; — 07,090. Pico negro con la punta cornea y la base de la mandibula inferior cenicienta, piés ceniciento—pardos, iris pardo-oscuro. Se conoce la Q desde léjos por los flancos y una faja tras- versa sobre el pecho de color de avellana. GENERO Todus Linn. Todus hypochondriacus.— San-Pedrito, medio-peso, papagaye. Todus hypochendriacus, Bryant, List, 1866. — Sund., 31.—Gundl., p. 342. Parece extrano que esta especie quedase desconocida has- ta 1866, cuando Mr. Lesson habia dado el nombre de portorz- censis A una especie que resultdé ser igual al multicolor Gould, de Cuba. La diferencia es bastante marcada, pues los flancos, en nuestra especie, son de color amarillo de azufre, y en la es- pecie cubana de un hermoso rosado, ademas de otras diferen- cias en el plumaje. Las costumbres difieren tambien, pues la cubana salta ménos de rama en rama, tiene una voz que pa- rece alnombre genérico cientifico, es decir, 4 las silabas fo- 220 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (86) to-to, y la puerto-riquena suele saltar mas, y su voz parece mas 4 las silabas ché-ché. Esta ultima tampoco produce el so- nido (acaso por la vibracion de las alas al volar), que a la cu- bana valié el nombre vulgar de pedorrera. Ambas atisban desde una ramita 6 bejuquito horizontal los insectos, y los cogen volando hacia ellos en linea recta. Si éstos son algo grandes, los golpea primero contra su asiento. Si estan posadas, con dificultad se puede encontrarlas, solamente cuando cantan 6 vuelan 4 otro lugar, porque el color verde las confunde con el follaje. Es tan poco arisca, que se puede apro- ximarse bastante 4 ella, y a veces se posa muy cerca de una persona, probablemente ménos por mansedumbre que por indiferencia, 6 por no conocer el peligro. Posada, tiene casi siempre el pico algo dirigido hacia arriba, y las plumas de los flancos no debajo las alas, sino salientes y sosteniendo a éstas. Se la ve en todo paraje de mucha vegetacion, asi en los bosques como en la maleza, en los-campos sembrados de café, pero no llega 4 los jardines y arboledas. Tambien prefiere pa- rajes donde hay barrancas y paredones. Empezara sus nidos desde la primavera, pero yo no he observado nidos antes de fin de Mayo 6 en Junio. Para anidar escoge, si el terreno lo permite, una barranca, y en ella forma con el pico un hoyo 6 cueva horizontal, de algunas pulgadas de profundidad, y con el extremo mas ancho, y las mas veces un poco al lado de la direccion de la cueva. El diametro de la cueva es en proporcion al cuerpo. Si el terreno no permite formar hoyo, lo hace en el tronco podrido de un arbol 6 busca un hueco. Los tres 6 cuatro huevos son blancos, casi redondos, de 0",015 -- 0",014, 6 0",016 + 0",014. La mandibula superior es parda; la inferior de color de coral, que se inclina al anaranjado; piés pardos, iris color de romero. La medidas son: o” Longitud total, 0",114; braza, 0,164; cola, 07,031. ie) — 07,110; — 07,160; — 0,031. (87) Gundlach.—FraAUNA PUERTO-RIQUENA. 22) 16.*° Famitia.—Trochilide. GENERO Trochilus Linn. Trochilus colubris.—Zumbador. Trochilus colubris, Linn., S. N. 1, 1766, 191.—Gmel., 8. N. 1, 4788, 492.— Wils., A. O. 11, 1810, 26.—Aud., Biogr. 1, 1834, 248; Birds, iv, 4842, 190.— Gundl., p. 312. Ornismya colubris, Devilic, Rev. et Mag. Zool. 1852, p. 216. He visto esta especie dibujada en el album del Doctor Bello, y ademas he tenido algunas noticias, que parecen referirse 4 ella. Es, pues, una especie dudosa para este catalogo, y ade- mas muy rara, y acaso, como en la isla de Cuba, solamente de paso en la primavera. Daré aqui algunos pormenores y la descripcion del plumaje, pidiendo a los aficionados 4 Historia natural, residentes en Puerto-Rico, que procuren conseguir ejemplares y me den aviso. En Cuba he observado solamente la especie en Abril (y por excepcion en 6 de Mayo un <7), cuando pasan del Sur al con- tinente norte-americano. Parece ser muy arisca, pero acaso solamente por el miedo 4 la especie mayor, el Chlorestes Ri- cordii, que la perseguia. Su vuelo no tiene los movimientos tan marcados en las otras especies con cola larga. La voz pa- rece a la palabra cric-cric, dos veces repetida. El - por encima verde-metalico: la garganta tiene un color de rubi. y 4 este color sigue un semi-collar blanco; los flan- cos son verdosos y el vientre es blancuzco. Las remeras son pardo~violado-oscuras. las timoneras del color de las remeras, con su punta en forma de lanza, y formando en conjunto una’ cola un poco ahorquillada. La Q carece de la garganta de color de rubi, pues como el pecho y el vientre es blancuzca. La cola redondeada, pero al mismo tiempo las dos timoneras inter- medias son algo mas cortas: las externas tienen la punta blanca, las intermedias una faja negra. ¢ Longitud total, 0,093: braza, 0",103; cola, 0,030. 222 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (88) Kl] pico mide 0",017, y es casi recto. Mstas indicaciones basta- ran para distinguir la especie. GrNERO Lampornis Swainson. Lampornis viridis.— Zumbador. Trochilus viridis, Viei/., Enc. 5541. Nr. 10 (no Tr. viridis Nr. 38).— Sund., 44.— Gundl., p. 312. Lampornis viridis, Gould, Troch. Intr. 66, 1856. Ksta especie es comun y vive en todas las localidades donde hay flores, cuyo néctar liba cerniéndose delante de ellas, in- troduciendo su lengua, que es larga, protractil y con una construccion propia para chupar. Se alimenta tambien de in- sectos pequefios, sea que los encuentre en las flores 6 que los coja en el aire. Asi se ve & veces el zumbador volar casi sin variar de sitio, como si bailase, y esto donde no hay flores, pues entdnces da caza 4 los insectos, vulgarmente Ilamados guasasas. Aunque se pueden criar zumbadores en jaula, por lo regular no viven alli por mucho tiempo, y esto consiste en que no se puede procurarles los insectos pequefios vivos, y la miel 6 el almibar solo no basta. He visto en Quebradillas en el mes de Abril un gran numero de ésta y la siguiente especie. volando delante de las flores del bucare (#rythrina), persi- guiéndose mutuamente. Cuando vuela para libar la miel, queda el pajarito un corto tiempo delante de una flor, luégo retrocede un poquito, introduce despues su lengua en otra flor, retro- cede de nuevo y asi registra todas las flores; pero tambien se posa 4 menudo para descansar un momento. Cuando ha satis= fecho su apetito, suele posarse por mucho tiempo, si no es es- pantado por otro zumbador que le ataca. En este caso se ‘queda volando un rato inmdvil en el mismo punto, con la cola muy abierta, zambando con un ruido producido por el movi- miento de las alas, y de repente se atacan el uno al otro, ele- vandose los dos 4 cierta altura; luégo bajan de repente y cada uno vuela en direccion diferente 4 descansar. Otras veces queda uno de ellos posado, y el otro se cierne delante de su adversario. Durante la pelea se perciben ciertos sonidos, Po- (89) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 223 sados, suelen tener las alas un poco caidas, de manera que las puntas queden debajo de la cola. La hembra sola forma el nido en parajes no frecuentados por los machos. He tenido un nido con huevos frescos en Octubre: son blancos y de forma oblonga, casi iguales en sus dos extre- mos, y siempre en ntimero de dos. Se rompieron antes de haber tomado sus medidas. Ambos sexos se parecen en la coloracion. Las medidas son: o Longitud total, 07,128; braza, 0",160; cola, 0,040. Q — O",127; — 07,162: — 0,040. Esta especie es facil de conocer por la garganta verde-meta- lica y las timoneras con el ribete de la punta blanco. Lampornis aurulentus.— Zumdbador. Trochilus aurulentus, Viedll., Enc. 1820, 555.— Sund., 43.—Gundl., p. 342. = virginalis, Gould, Troch. Intr. p. 66, 1856, (segun Sundevall, quien declara al 77. uurulentus Gould, de Santo Domingo, como especie diferente , mayor y con la cola de otro color.) Todo lo dicho en la especie precedente sobre las costumbres vale tambien para esta especie. Sdélo falta indicar algo acerca de la coloracion de ambos sexos y del o joven. o adulto; por encima verde-metalico, la garganta en su pri- mera parte dorada (segun la luz), luégo con el pecho negro- intenso, cuyo color pasa por el negro-parduzco al ceniciento en el vientre. Las timoneras externas son de un color purpu- reo-oscuro, y tienen el borde negro azuloso, las medianas parduzco~metalicas. ? adulta, por encima tambien verde~metalica, pero las par- tes inferiores, desde el pico hasta la cola, ceniciento-claro, el vientre mas blanco. Las timoneras externas son rojizas 6 plur- pureas hasta la mitad, luégo negras y con la punta blanca; las medianas metalicas. of joven parecido 4 la Q, pero la garganta en la linea media con los colores del <7 adulto. o& ad. Longitud total, 0",122; braza, 0",155; cola, 0",040. g- _ O71207 —— 07,150, — Oss: Esta especie se encuentra tambien en San Thomas, 224 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (90) Lampornis holosericeus.— Zumbador. Trochilus holosericeus, Linn., 8S. N. 1, 1766, 151.—Gmel., S. N. 1, 1788, 491. Lampornis holosericeus, Cab., M. H. 111, 47.—Sund., 42.— Gundl., p. 342. Eulampis holosericeus, Gould, Troch. 1850. Encontré en la coleccion de Hjalmarson dos ejemplares en 1873, y este amigo me aseguré que los habia recibido de la vecindad de los pueblos Manati y Vega-baja, muertos por un amigo. Hice en 1876 diligencias en aquella localidad, pero todos los zambadores que pude matar eran individuos de las dos especies precedentes. Sin embargo, puede existir la espe- cieen aquellos parajes mas hacia la montana. Acaso tendra mejor suerte mi amigo el Dr. D. Agustin Sthal, discipulo mio en taxidermia, y ahora colector laborioso, y que hace muchas excursiones en aquel terreno. Segun los ejemplares vistos en Arecibo, es la especie pare- cidaal L. aurulentus, pero tiene una mancha azul delante del pecho. Para que las personas residentes en la isla de Puerto-Rico, aficionadas 4 la historia natural, puedan conocer y distinguir la especie, daré aqui una traduccion de la descripcion de Sun- devall en la lista de los pajaros de la isla de Saint-Bartholome. co” La mancha azul del pecho varia mucho en su forma y ta- mano; las mas veces es redondeada y no Lega 4 las alas; otras veces forma una faja regular, que se extiende hasta las alas; en el mas jéven es de tamano menor. 2 Parecida al ¢%, apénas menor, pero el pico algo mas largo, lo que se ve en las especies de este grupo, medido desde el principio del plumaje de la frente; en el co 0",019 4 0",020, y en la 9 0",024. Joven en su primer plumaje, aun con el pico corto de 0,013 de longitud y delgado; el plumaje en las partes su- periores parece al del adulto; el vientre es tambien negro, pero no tiene lamancha azul, y la garganta es del color del lomo. Esta especie habita tambien las islas San Thomas, Saint-Bar- tholome y Martinica. Nota. En el catalogo de Sundevall, Nr. 41, y en mi lista, pagina 312, se encuentra la especie Orthorhynchus exilis Gould, (Trochilus exilis Gmel., 8. N. 1, 1788, 48%). (31) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 995 En mi segundo viaje 4 Puerto-Rico en 1875-76 volvi a ver con atencion el ejemplar de la coleccion de Hjalmarson en Arecibo, y encontré que tenia una tarjeta con la palabra Saint Bartholome, escrita por otra persona y no por Hjalmar- son, quien preguntado por mi de nuevo, me dijo que no se acordaba si él habia tenido ejemplares muertos en la isla de Puerto-Rico, 6 si los ejemplares vistos por Sundevall habian provenido de la isla de Saint-Bartholome ti otra, y habian dado, como enviados por él, motivo 4 creerlos puerto-riquefios. Asi, aunque la lista de Sundevall diga frecuentemente tres ejempla- res 0 y 9, y aunque cite 4 Taylor, hemos creido deber supri- mir esta especie del catalogo puerto-riquefo, porque mas vale no mencionar una especie como habitante que poner una que no lo es; vive en las islas Saint-Bartholome, Santa Cruz, Mar- tinica y Dominica. Sirva esta nota para llamar la atencion de los aficionados 4 Ornitologia residentes en la Isla para aclarar la duda. GrNERO Chlorolampis Cab. et Heine. Chlorolampis Maugeus.—7Zumdador. Trochilus Maugeus, Vieill., N. D. vit, 1817, 368.—Sund., sin Nr. Sporadinus Maugei, Gould, Troch. Introd. 473.—Gundl., p. 312. Chlorestes Gertrudis, Gundl., p. 312 (nombre manuscrito). Chlorolampis Gertrudis, Gund/., Journ. xxl, 1875, 223. Veo en todas citas el nombre escrito Maugez; pero Vieillot escribié en el Nouv. Dict., vu, 368 Mauge@us, y asi lo uso. El Dr. Cabanis, presentando la especie en la sesion del 7 de Diciembre de 1874 a la Sociedad ornitolégica alemana en Ber- lin, dijo que no podia serel Zrochilus Maugeus Vieill., por tener esta especie la garganta azul, y la pone en el género Chrysolampis, negando que pudiera ser Sporadinus ni Chlores- tes. Yo la consideraba, sin embargo, idéntica con el 77. Mau- g@us, y habiendo remitido al Dr. Cabanis en 1876 mas indivi- duos y tambien 9, cambid de opinion y la considera ahora como igual al 77. Maugeus, lo que Mr. Lawrence en New- York alin niega, diciendo que la piel preparada por Bryant es menor. ANALES DE HIST. NAT,—VII- 15 226 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (92) 1/ pulgadas, y Sp. Maugei. Longitud, 3 7/,,; ala, 1 7/,; cola, 1 34 Sp. Gertrudis. » Sat ME i>" a My » El Dr. Cabanis dice: «la especie se parece en la forma y el color al Chlorolampis acutipennis Fras.; pero el Chl. Gertrudis es algo mayor. La cola es mas larga, ahorquillada, de un negro-azul mas oscuro, tambien el color verde es mas oscuro. yen el lomo ménos dorado. Pico negro, la mitad de la base de la mandibula inferior palida; piés negros, ojos pardo-oscu- ros, Casi negros. o Longitud total, 0",102; braza, 0",122: cola. 0,040. 2 — o",094; — 0",115;..—.- 07;030. Mr. Vieillot da las medidas menores: © tres pulgadas siete lineas de longitud, la Q ménos. La descripcion tipica de Vieil- lot en el Nouv. Dict. traducida es (y yo estoy conforme con ella), % pico por encima negro, por debajo amarillento. Las par- tes superiores de un hermoso verde-dorado, las inferiores del mismo color y con reflejos azules y violados; el bajo-vientre blanco, las remeras y timoneras de un negro aterciopelado cambiando en azul violado; la cola algo ahorquillada , los piés negros. La Q tiene la parte superior de la cabeza, del cuello, del dorso, de la rabadilla, las cobijas de las alas y de la cola de un verde-cobrizo, un poco dorado. La parte superior de la gar- cwanta es de un blanco sucio; este color esta salpicado de algu- nas manchas verdes sobre el pecho y sobre el vientre; las plu- mas del ala son pardas, las timoneras intermedias verdes; las dos externas tienen tambien este color en la base, luégo son crises, despues azules y terminadas con gris—blanco:; las otras son azules en la punta. Observé en las Furnias y cerca de Lares los primeros ejemplares, luégo los he muerto en Mayagiiiez. despues en Quebradillas y en mayor numero en Utuado y en Jayuya. En sus habitos no difieren de las otras especies. Nota. Mi amigo Blanco me regalé en 1868 una piel de una especie, que en su color parece algo al Z’rochilus colubris Q, pero la cola y el pico son diferentes. Por la cola parece & una especie de Lampornis, pero el pico es recto y mucho mas corto. Llamo la atencion de los naturalistas 6 aficionados a Ornito- logia en la Isla 4 ver si se descubre otra especie hasta ahora desconocida. (93) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 227 ORDEN TERCERO.—SCANSORES. 17." Fawmit1a.—Picidee. GtuNERO Melanerpes Swainson. G Melanerpes portoricensis.—Carpin(evo. Picus portoricencis, Daud., Ann. du Mus. 11, p. 283.— Sund., 36. — rubidicollis, Véeid/., Ois. 11, 1807, p. 63; N. D. xxvi, 1818, 75: Ene. 4820, p. 1321.— Wagler, 8S. Av. 1827, Nr. 62. Melanerpes rubidicollis, Bon., Consp. 1850, p. 115. —_ portoricensis, A.et EH. Newton, Ibis, 1859, 377.—Gundl., p. 312. Picus Melanerpes portoricensis, Bryant, List, 1866. La tinica especie de la familia que se ha observado en esta Isla. Es muy comun y vive en los bosques. en la maleza alta. en las arboledas y los manglares, siempre en los arboles 6 ar- bustos gruesos, taladrando la madera enferma con su pico fuerte y buscando su alimento, que consiste en insectos de todos ordenes y sus larvas. en arahas y tambien en frutas. Su voz es fuerte y a veces se mezcla la de aleunos individuos, y en- tonces forma una algarabia nada agradable: casi siempre vive por parejas en familias. Mn la primavera ahueca el tronco é una rama de un arbol para su nido, y sin poner material blan- do sirve la misma madera para cama. Los huevos son de un blanco hermoso y miden 0",0225 + 07,0185. El jéven en su primer plumaje no tiene la garganta roja, sino morena muy clara: solamente al lado de la mandibula se nota una indica- cion roja. Delante del pecho (6 la horquilla) esta la mancha bien roja de carmin, y ésta palidece mas y mas hacia el vien- tre, donde ademas tiene un viso ocraceo. He observado tam- bien en muchos un ribete blanco en las tltimas remeras 6 escapulares. El adulto se asemeja en ambos sexos. do Longitud total, 0,240; braza, 0,405; cola, 0,080. Q » 07.234, — 07,395; — 0.074. 228 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (94) El pico es negro, las patas son plomizas con un viso oli- vaceo, el iris moreno. Segun Vieillot, vive esta especie tambien en Santo Domin- go; pero el Dr. Bryant no la pone en su lista de las aves de Santo Domingo. Ignoro los motivos. 18.* Fama. — Psittacidee. Grnrro Chrysotis Swainson. Chrysotis vittatus.—Cotorra. Psittacus vittatus, Bodd. Pl. ill. 792.—Sund., 35. — dominicensis, Gmel., 8. N. 1788, 343.— Vieill., N. D. xxv, 4817, 328. Chrysotis vittatus, Taylor, Ibis, 1864.—Gundl., p. 312. — = 8p. Bryant, List, 1866. En muchos parajes, principalmente en lo interior de la Isla, abunda la cotorra, y en algunos causa danho, porque acude al maiz cuando las mazorcas son atin tiernas, 4 los plata- nares para comer las frutas maduras, y lo mismo 4 las arbole- das para comer las semillas de las naranjas, etc. La utilidad que presta por su carne al hombre no equivale al daho que causa, pues ademas de las frutas come tambien los retonos tiernos de los arboles. Despedaza la comida enteramente con su pico, pero traga solamente una pequena parte, dejando caer lo demas. Si la comida consta de pedazos mayores, los sujeta con una pata y los lleva con ella al pico. Si la fruta es muy blanda, lame con la lengua el jugo. Es una de las especies preferidas para criarla en las casas, y asi muchisimas personas la llaman con el nombre de Querida, porque si ha aprendido 4 imitar las palabras, cantos, oracio- nes, silbidos, etc., divierte al hombre mas sério con sus gra- cias, pues ademas de las voces aprende tambien 4 dar la pata. besar y ofrecer la cabeza para que sea rascada por su amo. Es curioso que en tal estado raras veces deja oir su voz fuerte y desagradable que tiene en el estado silvestre, que causa, Si hay muchas cotorras juntas, una bulla que desde muy léjos (95) Gundlach.—FaUNA PUIERTO-RIQUENA. 229 se percibe. Aunque vivan en bandadas grandes, se vera casi siempre cada dos individuos posados 6 volando mas juntos. Kn la primavera se separan por pares y ponen en un arbol 6 palma hueca sus huevos. Cuando yo Megué a fines de Marzo a Quebradillas habia ya pollos de mediano tamafo, y asi no he podido recoger huevos ni puedo dar sus dimensiones, sa- biendo solamente que son blancos y asperos al tacto. Suelen posarse con gusto en la punta de una hoja nueva de palma 6 sujetarse lateralmente a ella. Al medio dia, cuando el sol es muy ardiente, se posan en lo sombrio de un arbol y quedan calladas. Cuando se aproxima un peligro vuelan de repente y con mucha griteria. El vuelo parece ser pesado, y consiste en aletazos cortos y repetidos con prontitud. A: veces se ven individuos albinos, pero en lugar de ser blancos son amarillos. Aleunas que se crian en jaulas reciben entre las otras plumas normales, unas amarillas, otras colora- das. No cambia de colorido por el sexo ni por la edad. & Longitud total, 0",338; braza, 0",614; cola, 0",105. Kl pico es blanco, las patas son parduzco-cenicientas, el ojo es anaranjado-olivaceo. GENERO Gonurus Kuhl. Conurus evops?—Periquito. Sittace evops, Wagler, Monographia Psittacorum en Denks. der Konig]. Bayr. Ak. der Wiss. in Miinchen, 1832, p. 638, t. xx1v, f. 2. Con duda pongo el nombre cientifico, porque he podido ver solamente las alas de individuos muertos por el Dr. Block en Mayagiiez en unaexcursion a la isla Mona, al Sudoeste de la isla de Puerto-Rico, pero perteneciente a esta ultima. Ya en 1873 me hablaron de una especie de periquito que antes vivia en abundancia en lo interior oriental de la isla de Puerto- Rico y que ha desaparecido. De consiguiente, recibi con gusto las alas de unos individuos para poder convencerme de la es— pecie. No he podido ver diferencia entre las alas de los indivi- duos de la Mona y de Cuba. Segun otras noticias, existe la misma especie en la isla Vieque, que tambien pertenece a 230 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (96) Puerto-Rico; y mas atin, me han asegurado personas que han vivido en la isla de Santo Domingo, que alli existe la misma especie; pero el Dr. Bryant pone para la especie dominicana el nombre de Conurus chloropterus. 19.2 Famitia,—Queulide. GENERO Saurothera Viecill. Saurothera Vieillotii—Puvjavo bobo. Saurothera Vieilloti, Bon., Consp. 1850, 97.— Taylor, Ibis, 1864.—Sund., 38.— Gundl., p. 312. . _ Vieilloti, var. rufescens, Bryant, List, 1866. Habita mas bien la maleza espesa, los campos de café con sus arboles para dar sombra y las arboledas que los bosques virgenes. Es comun, aunque no abundante, y sedentaria. Su alimento consiste en insectos y sus larvas, v en pequenos rep- tiles. Su carne despide un olor particular, y siendo el cuerpo chico, aunque parezca grande por el plumaje, no vale la pena de cazarla. Sus movimientos son vivos y con cierta gracia. Suele posarse en las ramas bajas de los arboles y subirse de rama en rama siempre buscando una presa. Su posicion es muy variada, pues unas veces lleva la cola levantada, otras veces caida, v lo mismo leva las alas unas veces pegadas al cuerpo y otras casi coleando. Su voz es un worjeo que se oye desde alguna distancia. El vuelo es lento y recto, pero bonito, porque entonces esta la cola larga y bien abierta. Kl pajaro bobo anida entre el famaje espeso y hasta entre las ramas de las matas de café 6 encima de las plantas para- sitas, y emplea ramitas, hojas y plantas secas. Los nidos son casi planos y muy poco espesos. Los dos 6 tres huevos que pone son blancos. no muy lisos, de 0",032 + 0.0235 6 0",0325 - 0",0235. En el adulto son de color de carmin los par- pados, v la piel desnuda alrededor del ojo, exceptuando una inancha debajo de éste, que es gris como la piel. El pico en la base de la mandibula superior es moreno, hacia la punta mas y mas oscuro; en la base de la mandibula inferior tiene un (97) Gundlach.— rauUNA PUERTO-RIQUENA. 231 viso amarillento, en lo demas es de color pardo-oscuro. Piés cenicientos con un viso olivaceo. Iris de color de avellana. Medidas: do Longitud total, 0",450; braza, 0,395; cola, 0",240. Q — 07,460; — 07,402; — 07,246. E] joven no tiene los parpados y la piel alrededor del ojo acarminados, sino amarillentos; las timoneras tienen las man- chas negras y blancas delante de la punta muy débilmente marcadas. Hsta especie presenta otro ejemplo de que en las diferentes Antillas existen especies muy parecidas entre si, pero propias acada una con diferencias constantes. Hn este caso existe la Saurothera vetula en las Bahamas, 8. Merlini en Cuba, 8. do- minicensis y acaso tambien S. Vietllotz en Santo Domingo y S. velwla en Jamaica; y es probable que como las islas de Bahama y Jamaica distan entre si y tienen, segun los apun- tes, la misma especie, exista una equivocacion en la clasifi- cacion, y que la especie de cada isla sea diferente. La especie cubana es mucho mayor, tiene el pico mas encorvado y las remeras de otro color. GENERO Goccyzus Vieill. Coccyzus minor.— Pajaro bobo. Cuculus minor, Gmel., S. N. 1, 1788, 411. -- seniculus, Lath., 1. O. 1, 1790, 219. Coccyzus melacoryphus, Vieill., N. D. vir, 4817, 271. — seniculus, Aud., Biogr. 11, 1834, 390; Birds, 1v, 1842, 303.— Gosse, Birds, 1847, 281.— Bon., Consp. 1850, 1t.— March, Birds, 1863, 4. | Erythrophrys seniculus, Bon., List, 1838. . Coccyzus minor, Cab., Journ. tv. 1856, 104. Coccystes nesiotes, Taylor, Ibis, 1864. Coccyzus minor, Bryant, List, 1866.— Gund. , p. 312. Coccystes seniculus, Sund., 37. He encontrado esta especie en el monte y en los campos de café, tanto cerca del mar, como en lo interior de la Isla. 232 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (98) Su alimento consiste en insectos, y, segun algunos autores, come tambien caracolitos, frutas y huevos de pajaros. Su vuelo es rapido y horizontal; su voz empieza con unos sonidos gutu- rales que acaban en la silaba caw, muchas veces repetida. Ks arisca y vive solitaria, exceptuando el tiempo de la cria. El tiempo de anidar parece que varia, pues he visto polluelos ya perfectamente emplumecidos en Junio y en Noviembre. Estos no tienen ya las manchas negras y blancas de las puntas de las timoneras tan marcadas como los adultos. oY Longitud total, 0,325; braza, 0",385; cola, 0,165. fe) — 07,3405 1 OR Ag2 = ONS. Esta especie se distingue de la siguiente por una faja negra desde el ojo hasta la oreja, por el color bermejizo-claro del vientre y de las piernas, y por el tamano mayor, y ambas di- fieren de la tercera especie por el color amarillo en la base de la mandibula inferior. Coccyzus americanus.— Pijaro bobo. Cuculus americanus, Linn., S. N. 1, 1766, 170, 10.—G@mel., S. N. 1, 1788, 414. — carolinensis, Wils., A. O. 1v, 1844, 43. Coecyzus pyrrhopterus, Vieill., N. D. vats, 270, 1817. — americanus, Bon., Obs. 1825, 47; Consp. 1850, 1v.— Aud., Biogr. 1, 1832, 48; v, 520; Birds, rv, 1849, 293.— Gosse, Birds, 1847, 279.— Gundl., p. 312. Erythrophrys americanus, Swains., Birds, 1, 1827.— Bon , List, 1838. Curcus americanus, Bon., List Eur. Birds, 1842. Coccygus americanus, Cab., Journ. tv, 1856, 104.— Baud, Rep. 1858, 76. He encontrado esta especie solamente a poca distancia del mar, tanto en Mayagiiez, como en Aguadilla y en Arecibo. Pero como la encuentro en lo interior de la isla de Cuba, puede ser aquel encuentro casual. Lo dicho en la especie precedente sobre sus costumbres, vale tambien aqui y se aplica tambien a ésta. J Longitud total, 0",290; braza, 0,407; cola, 0",135. Q — 0",308; — 07,438; — 0*,152. Coccyzus erythrophthalmus. — Pajaro bobo. Cuculus eryhrophthalmus, Wils., A. O. 1v, 1811, 16. (99) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 233 Coccyzus erythrophthalmus, Bon., Obs. 1825, 48; Consp. 1850, 1v.— Aud., Biogr. 1, 1832, 170; v, 1839, 523; Birds, 1v, 1842, 300. Erythrophrys erythrophthalmus, Bon., List, 1838. Coceygus erythrophthalmus, Cab., Journ. ty, 1856, 104.— Baird, Rep. 1858. Yo no he observado esta especie en Puerto-Rico, pero mi amigo el Dr. Bello recibié un ejemplar de lo interior de la Isla, y conociendo ya las diferencias de las tres especies, observé que tenia colorados los parpados y un espacio desnudo alrededor del ojo, y que su pico no tenia color amarillo. No dudo, pues, en su existencia en Puerto-Rico, aunque sea de paso y por poco tiempo. Nada puedo decir sobre sus costumbres, pues tampoco he podido observarla. GENERO Crotophaga Linn. Crotophaga ani.—/udio. Crotophaga Ani, Linn., 8S. N. 1, 1766, 154.—Gimel., 8. N. 1, 1788, 362.— Gosse, Birds, 1847, 282.— Baird, Rep. 1858, 72.— Bryant, List, 1866.— Sund., 39.— Gundl., p. 312. Esta especie es muy comun en todas las localidades y anda siempre en bandadas. No habita tan solo en las Antillas, sino tambien en el Continente meridional de la América. y ha sido observado tambien, pero raras veces en los Estados meridionales de la Union norte-americana. Es tan grande su instinto de vivir en sociedad, que muchos individuos duermen uno apretado contra el otro, que ponen los huevos en un nido grande comun para toda la bandada, y como entre tantos individuos siempre habra uno con la cabeza levantada, no es facil que no se aperciban si algun peligro les amenaza, y enténces, dando un grito que se asemeja a su nombre vul-— ear, llama la atencion de los otros, que repiten el grito, y si el peligro es verdadero huye toda la bandada. Si un hombre pasa a caballo, suelen quedar quietos, pero si viene a pié, todos hu- yen. La carne tiene un olor particular, y su cuerpo es chico en proporcion al tamano que representa vestido de pluma. E] judio trepa entre las bejuqueras y entre el ramaje para buscar 234 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (100) insectog, gusanos, pequenos reptiles, y otras veces los busea en el suelo, principalmente donde hay reses, para comerles las garrapatas. Ademas de la voz que indica su nombre vulgar, tiene en el tiempo de los amores una especie de gorjeo suave y no des~ agradable. El vuelo es pesado, lento é irregular, pues despues de repetidos aletazos sigue por poco tiempo con las alas ex- tendidas hasta que se ve obligado a dar nuevo impulso con nuevos aletazos. He visto nidos en todo el verano. Los construye dentro del follaje espeso de arboles, bejuqueras 6 bambues, con ramitas y yerbas secas, y por dentro con algunos materiales blandos. He indicado ya que anida en sociedad, pero falta de cir que he visto tapados los primeros huevos por el material blando que han traido otras hembras, y encima habia otra ca- mada de huevos. Estos son azuloso-verdes 6 verdoso-azules, pero cubiertos con una sustancia calcarea—blanca, que a pri- mera vista los representa blancos. Poco a poco se ve el color verdadero por los rasgunos producidos involuntariamente por las unas del ave: miden 0",035 + 0",027, 6 0",0335 -+ 0™,026. No puedo indicar el ntiimero de huevos que pone cada hem-— bra; pero he encontrado en un nido hasta diez y nueve. El polluelo, en su primer plumaje, no tiene aun el lustre me- talico que se nota despues en las plumas del cuello, y las plu- mas chicas tienen un aspecto de lana. En esta edad no es el pico por encima tan afilado. Hay 4 veces individuos mancha- dos de blanco y otros enteramente blancos. KOS ideas Varo cola,’ ve a 10™,388; (0™,460: (0",195. Q — 0",370; — 0",455; — 0",186. o Longitud total, MOLUSCOS DE AGUA DULCE DPE Gea Th 1 CG TAS, CON OBSERVACIONES SOBRE LAS ESPECIES Y LOCALIDADES, POR DON JERONIMO MACHO VELADO. (Sesion del 1.° de Mayo de 1878.) Ruta una incipiens, progrediens, multiplex nascitur. EL AUTOR. La posicion de un pais, la distribucion de sus aguas. los terrenos que surcan y las plantas que en ellas viven, influyen poderosamente en el ntimero de especies y variedades de los moluscos que las habitan. Por regla general, son siempre en menor numero las espe- cies de agua dulce que las terrestres en cada pais; y en Galli- cia que, por la naturaleza del terreno (1), no es abundante la fauna malacoldgica terrestre, no lo es tampoco la de agua dulce. sta region de Espana, la mas occidental de Kuropa, esta rodeada de una costa muy extensa; reinando ordinariamente los vientos 8. y SO., las lluvias son tambien muy abundantes, y es uno de los puntos mas Huviosos de Espana, y quiza de Kuropa (2). El terreno es muy quebrado y esta surcado en todas direc- ciones por infinidad de arroyuelos; sélo los grandes rios cir- cunscriben cuencas hidrograficas, que no estan siempre bien (1) Vease mi Catalogo de los moluscos terrestres de Galicia. (2) Enel ano de 1872 hubo en Santiago 164 dias de lluvia, y el agua caida en todo el ano, expresada en milimetros, ha sido de 2m,10037; siendo los meses de mis (lias de Ilu- via Enero, Febrero, Octubre y Noviembre, 236 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) limitadas. Son los mas notables: el Mino, que tiene su origen en la fuente Mina, cerca del monasterio de Meyra, cinco le- guas y media al NE. de Lugo, y termina su curso en el Océano cerca de la Guardia; siendo sus aguas la linea divisoria de Es- pana y Portugal, habiéndolas aumentado antes con las del Mi- notelo, el Tamboga, que baja de hacia Mondofiedo, el Ladra, el Narla y el caudaloso Sil, que viene de las montafias de Leon; el Tambre, que nace en el lugar del mismo nombre, mas arriba de Sobrado, en el monte llamado de las Pias, y formando mil curvas por las montafas que surca, deja por fin sus aguas en la ria de Noya; el Mandéo parte del mismo punto que el Tambre, y dirigiéndose hacia el N., desagua en la ria de Be- tanzos; del mismo punto nace otro raudal que se dirige al S., v forma mas adelante el rio Furelos, que desagua en el Ulla; éste toma su origen en la fuente del mismo nombre, en la Ulloa, en la provincia de Lugo; recibe en su trayecto el Pam- bre y Furelos, el Deza y otros muchos arroyuelos, y por fin al Sar, antes de depositar sus aguas en la ria de Arosa; el Limia tiene su origen en la Codeseda, en la provincia de Orense: forma luégo el lago de Limia, y recibiendo despues otros pe- quenos arroyuelos, se interna por fin en el vecino reino de Portugal, lo mismo que el Tamega, que pasa por Verin, y re- cibe sus aguas principalmente de los afluentes que bajan de la sierra del Invernadero. Toda la parte de Galicia que envia sus aguas al mar Canta- brico, es muy montanosa. Todos los rios que corren por la parte N., desde el Ko, que tomando su origen en parte en los frondosos valles del Fontéo y Fuina para desaguar en la ria de Vivero, hasta el Tambre, que originandose en la Fuente de las Pias, desagua en la ria de Noya, no llevan ensuseno, segun las observaciones que he podido hacer, mas especies del g@énero Unio que el margariti- Jer, que no he hallado en el Mino, Tamega y otros rios de la parte 8., nien los del vecino reino de Portugal. Las demas especies del mismo género que he hallado en Ga- licia, son exclusivas de los rios de la parte 8. y SO. Ciertas especies pequenas puede decirse que son cosmopoli- tas en este pais: la Zymnea ovata, lo mismo la he hallado en los grandes rios del pais, sea la que quiera su direccion, que en los pequenos arroyuelos. (3) Macho Velado.—MOLUSCOS DE AGUA DULCE DE GALICIA. — 87 Infinidad de fuentes y pequefos pozos 6 balsas de agua se hallan tambien por todo el pais; pero muchas de ellas estan destituidas de moluscos. No me he podido explicar la razon de esto, sino atribuyén- dola 4 la baja temperatura de algunas aguas, 4 que no encuen- tran en otras las sales necesarias para la formacion de la con- cha, & que se secan muchas en verano, muriendo las especies que alli pudieran vivir, y 4 que, sirviendo muchos de estos pozos y fuentes de lavaderos, las aguas alcalinizadas por el ja- bon, destruyen la vida de los moluscos € insectos que las ha- bitan. Es frecuente cuando no se mira la ciencia por su parte filo- sOfica, y si sdlo bajo el punto de vista especulativo, pregun- tar: gpara qué sirve eso? Si nos fijamos en el terreno filoséfico, en la armonia, en las relaciones de todos los seres creados. los moluscos de agua dulce representan su papel en la escena de la vida, como la pulga que nos molesta 6 la lombriz que chupa las mucosida- des de nuestros intestinos. Los patos consumen un numero considerable de Lymneas, Cyclas y Pisidium, que saben buscar, tamizando el cieno de los rios y pantanos, con las laminitas corneas que guarnecen su pico. Las larvas de los Hydrophilus, casi no hacen uso de otra clase de alimentos que estos moluscos, y la freza de las ranas y peces de agua dulce. El ojo avizor del martin pescador percibe en el fondo de las aguas cristalinas de los rios y arroyos, lo mismo a la Lymne@a que se arrastra torpemente, que 4 los Ancylus, que apénas se les ve mover. El Cinclus aguaticus no vive mas que en las margenes de los rios y arroyos de los paises montafiosos, cuyas aguas Ccris- talinas le permiten ver facilmente en el fondo los moluscos é insectos de que se alimenta. La carne de muchas aves acuaticas participa del gusto de los moluscos de que se alimentan. Sin estas preciosas medallas de la creacion, que el trascurso de los siglos ha dejado sepultadas en las capas de la tierra, al gedlogo le seria dificil diferenciar en las diversas fases por que ha pasado el globo en épocas remotas, los terrenos depuestos por las aguas dulces, de los depositados por las aguas sala- 238 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) das, nilas relaciones que unos y otros tienen en los diversos continentes, para marcar, siquiera sea hipotéticamente, las diversas épocas de la edad del globo. Aun mirados los moluscos de agua dulce sélo bajo el punto de vista de las utilidades inmediatas que pueden reportar al hombre, son tambien dignos de estudio. Hl animal de los Unios y Anodontas puede servir de alimento al hombre, aderezado de varias maneras. Se emplea tambien como cebo para pescar los salmones, truchas y anguilas. Las conchas de estos animales, que ofrecen un magnifico nacar, pueden servir para diversos usos industriales, y las perlas que se hallan adheridas 4 su interior tuvieron grande aprecio en la antigtiedad, si bien ahora no tienen tanta estimacion como las que se sacan de las conchas de las ostras perleras que se pescan en Panama y en el golfo Pérsico, Se ve, pues, porla resefia que acabo de hacer, que nada hay demas en el mundo: la vida de una especie animal es un es- labon de la cadena de la vida general de todos los demas seres. La desaparicion de una 6 varias especies acarrearia inevitable- mente la desaparicion de otras que viven asus expensas. En la naturaleza nada se gana ni nada se pierde. En los fines de la Providencia todo esta relacionado. Todos los seres creados con- tribuyen a la armonia general, dla concordancia del universo. Los millares de seres de este grupo que habitan las ondas del mar, viven los unos 4 expensas de los otros, 6 de otros ani- inales, 6 de plantas marinas; de suerte que, la inmensidad de cadaveres que los siglos acumulan en el fondo de los mares. hubieran ya descompuesto las aguas del Océano, a pesar de su naturaleza salina, sila naturaleza. en sus inescrutables desig- nios, no hubiese hecho que el cadaver del desgraciado nau~ frago, como del microscépico foraminifero, 6 de la inmense ballena, fuesen pasto inmediato de miles de estos seres, cuya Inateria caliza de sus conchas vuelve despues de su muerte a entrar en el dominio del reino inorganico, para probarnos de este modo que la materia cuya esencia desconocemos, recorre en este mundo un inmenso circulo, cuyos puntos de enlace no estan siempre al alcance de la inteligencia humana. Kl fatalismo darwinista no deja de ser una hipdtesis, que uo es moderna en la ciencia; pero 4 la que no puede allegarse hinguna prueba positiva. 6) Macho Velado.—MoLUSCOS DE AGUA DULCE DE GALICIA. 289 Cuando la rana crie escamas, las del besugo se conviertan en plumas, la vejiga natatoria de los peces Negara a ser el poderoso Organo respiratorio del condor. La fisiologia nos demuestra, por el contrario, que los des- cendientes de los seres vivos son la imagen fiel de sus proge- nitores. Los hechos geolégicos nos prueban a su vez, que las espe- cies vegetales 6 animales vivas, no son individualidades mo- dificadas de las que, siglos ha, se encuentran sepultadas en las capas del terreno, sino que cada especie es lo que es. y nada mas: cada una juega en el circulo de su vida especifica. que jamas traspasa. El Ancylus fluviatilis del rio Sar, no es un grado inferior de desarrollo de la Lymne@a ovata del mismo rio, sino dos especies diferentes y repulsivas. Ni nuestro ar- quetipo hemos de buscarle fuera de nosotros, como no sea en la causa creadora. La apropiacion de los medios 4 los fines y de las causas a los efectos, que la observacion y la experiencia nos demuestran continuamente, nos prueban a su vez que hay una causa pre- disponente, ordenadora—no el acaso irracional,—puesto que la materia por si sola no se organiza, como el granito extraido de una cantera no forma por si un magnifico palacio, ni siquie- ‘ra la humilde gruta de un campesino. La materia es inerte. El estudio de la naturaleza dulcifica siempre las pasiones del corazon humano, viciado las mas de las veces con las am- biciones y miserias de esta vida, que no pocas, abrevian los presurosos dias de nuestra existencia. Los moluscos de agua dulce que hasta ahora he hallado en Galicia, pertenecen 4 los @éneros: Unio, Anodonta, Cyclas. Pisidium, Lymnea, Ancylus, Planorbis, Melania. Physa vy Auricula. No he hallado atin Nerifas en los rios de Galicia, tal vez por pertenecer las especies de este género a paises mas meridiona- les. 6 mas bien por la falta de terrenos calizos. Tampoco he hallado en las aguas del pais ninguna Paludina. Son notables por su tamano ciertos ejemplares del Unio mar- garitifer, cogidos en elrio Mero, y sobre todo los del Landro. cerca de su desagiie en la ria de Vivero, pues supera el tamafio de algunos al mayor de los ejemplares del Unio sinuatus. que vive en algunos rios del interior. 240 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Las tnicas obras espaholas donde se cita algun molusco de agua dulce de Galicia, son : Graells.— Catalogo de los moluscos terresives y de agua dulce observados en Espana, Madrid, 1846. Idem.— Hazploracion cientifica de las costas del departa- mento maritimo del Ferrol, Madrid , 1870. Lopez Seoane.— Resefa de la Historia Natural de Galicia, Lugo, 1866 (1). Perez Arcas. —Hlementos de Zoologia. tercera edicion. — Madrid, 1872. La winica especie de agua dulce de Galicia que se cita en las obras indicadas es el Perez Arcas. Unio margariti fer.) Graells. Seoane. Las personas que me han acompanhado en mis excursiones por el pais, 6 me han comunicado datos que han podido obser- var, han sido: D. Andrés Cisneros, de Santiago. D. Adriano Lopez, comandante del regimiento de Murcia. D. Estéban Quet, profesor en la Facultad de Farmacia de esta Universidad. D. Joaquin Gonzalez Hidalgo, de Madrid, bien conocido ya por sus trabajos cientificos, y 4 quien tanto debe nuestra Fauna malacoldgica, ha contestado siempre 4 mis dudas, cuando mis medios de estudio no han sido suficientes. Reciban todos mi sincero agradecimiento. (1) En este optisculo figuran una porcion de especies que no hay en Galicia. Zym- nea stagnalis, Helix alonensis, etc. Tampoco se halla en este pais la Helix ericetorum, que el Sr. Hidalgo introdujo en mi catalogo de los moluscos terrestres, por indicacion de aquél. (7) Macho Velado.—MoLUSCOs DE AGUA DULCE DE GALICIA. 241 Gasteropodos Cuv. (I). 1. Auricula myosotis Drap. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 29, fig. 33-39 y 30, fig. 1-4. Balsas de agua salada proximas 4 la costa de la Corufia; ma- rismas de la ria del Burgo, frente al portazgo de Vilavoa. 2. Melania Charrey Morelet. Morelet, Moll. Portugal, lam. 7, fig. 5. Coruna, en los juncales de la ria del Bureo. 3. Planorbis corneus Drap. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 31, fig. 32-38 y 32 1-6. Cuando se estudian los caractéres que ofrece la concha de los moluscos en su tamano y grosor, sin tener en cuenta el pais y la naturaleza del terreno en que el molusco vive, es fa- cil alucinarse y considerar como especies diferentes las que no son mas que simples variedades, debidas 4 circunstancias ac- cidentales, ocasionadas por las condiciones de la localidad. Tengo ejemplares de esta misma especie, procedentes de algu- nas fuentes de Castilla la Vieja, y la concha es mayor, mas s6- lida, de un color pardo-oscuro y mas opaca; miéntras que en los ejemplares de Galicia la concha es muy trasluciente y de un color verdoso; por lo demas, en unos y en otros ejemplares he observado la secrecion sanguinolenta, y la pequetiez de los ejemplares de Galicia, asi como la trasluciencia de la concha, no es debido a otra cosa que a la falta de materias calizas para incrustarla. El Planorbis Dufowrii, que el Sr. Graells describe en su Catalogo de los moluscos terrestres y de agua dulce de Espana, creo que no es sino el corneus. | Fuentes proximas al puente de Orense. sobre el Mifio. (1) No figurando en este trabajo mas que las especies de agua dulce del pais, no he creido conveniente hacer mds divisiones que las correspondientes 4 las dos clases 4 que pertenecen en la clasificacion de Cuvier. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 16 2422 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) 4. Lymnea ovata Drap. Gassies, Moll. de ’ Agenais, lam. 2, fig. 4-4 y 5-5. Se encuentra esta especie en todos los rios y riachuelos de Galicia. Tengo en mi coleccion una porcion de variedades, de- bidas a la prolongacion mayor 6 menor de la espira, al grueso de la concha y al color de la misma; pero no he hallado en el pais la singular variedad Trencaleonis Gass., que aunque en la obra del autor citado figura como una especie diferente de la ovata, para mi es simplemente una variedad de ésta. con la abertura mas ancha y el borde algo redoblado. . 5. Lymnea minuta Drap. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 34, fig, 21-24. Esta especie es abundante en toda Galicia, en las fuentes y en los regueros de los prados. Se halla a veces en sitios secos de los prados; pero que alguna vez han estado sumergidos. 6. Lymnea peregra Drap. Moquin Tandon, Moli. France, lam. 34, fig. 13-16. Se halla esta especie en toda Galicia, en las fuentes, char- cos y arroyos. La mayor parte de los ejemplares son casi tras parentes, de un color amarillo de sucino-palido. El Sr. Quet hallé en una fuente de la aldea de Arines, cuatro kilémetros al SE. de Santiago, un ejemplar de esta especie, que pertenece exactamente a la variedad marginata Mich. 7. Lymnea intermedia Mich. He cogido algunos ejemplares de esta especie en el rio Sar. que corre al S. de Santiago: el Sr. Cisneros me ha remitido otros, procedentes del arroyo de Puente Gaitera, en las cerca- nias de la Coruna; pero los caractéres son tan insignificantes. que no sé si constituyen una especie bien definida. Ciertas va- riedades de la ovata y otras de la peregra, se le parecen ex- traordinariamente. 8. Lymnea leucostoma Lamk. Moquin Tandon, Moll. France, lam, 34, fig., 36-37. (9) Macho Velado.—MoLUuSCOS DE AGUA DULCE DE GALICIA. 248 Esta especie ha sido hallada por miamigo D. Adriano Lopez en un arroyo de las inmediaciones de Lugo. Los ejemplares que poseo de dicho punto pertenecen al tipo de la especie y a las variedades sudulata y variabilis de Moquin Tandon, y ade- mas otra variedad semiescalariforme con la sutura muy pro- funda y el extremo corroido, 9. Physa acuta Dray. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 32, fig. 14-23, y 33, fig. 1-10. Arroyo de Puente Gaitera, proximo 4 la Coruna. Las varieda- des corresponden a la castanea, gibbosa, minor y Perrisiana de Moquin Tandon. 10. Physa fontinalis Drap. Moquin Tandon, Moll. France, iam. 32, fig. 9-13. Algunos autores reunen esta especie a la anterior, y aunque a primera vista se parecen, un ojo practico las diferencia en seguida: la primera tiene un color amarillo de cuerno, casi de sucino, casi opaca 6 poco trasparente; las estrias de la concha son muy marcadas cuando se mira con la lente; la segunda es trasparente, casi incolora, fragil, y las estrias de la concha son poco marcadas aun con el auxilio de la lente. Coruna, estanque de la Fabrica de harinas de los Sres. Nu- nez é hijo. ll. Ancylus fluviatilis Drap. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 35, fig. 5-38, y 36, fig. 1-49. Se halla esta especie en todos los rios y riachuelos de Gali- cia, pegadaa las piedras sumergidas y a las hojas de los Pota- mogeton. Los ejemplares de mas tamafio que tengo en mi co- leccion proceden del rio de Santa Lucia, cuatro kildmetros al S. de Santiago (1). (1) La pequenez de las especies del género Ancylius, los cambios que sufren con fa edad, y los que son consiguientes 4 las aguas en que viven, dificultan mucho la apli- cacion de los medios taxonémicos. Morelet cita cinco especies de Portugal; dos de ellas, A, vitvaceus, strictus, no son consideradas por la mayoria de los malacdlogos sino como Q44 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) Acéfalos Cuy. 12. Anodonta cygnea Drap. Moquin Tandon, Moll. France, lam, 43, fig. 1-44, y 44, fig. 1-19. Rio Mino. Tuy. 13. Anodonta variabilis? Drap. Moquin Tandon, Mo}]. France, lim. 45, fig. 5 6, y 46, fig. 4-6. Rio Mino, Tuy. 14. Anodonta regularis Morelet (1). Morelet, Moll. du Portugal, lam. 10. Rio Tamega, Verin. 15. Unio margaritifer Rossm. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 47, fig, 4-9. Es la tinica especie del género que he hallado en todos los rios algo caudalosos de la parte N. de Galicia; pero variando bastante segun la procedencia. Los ejemplares del rio Landro, cogidos cerca del desagiie en la ria de Vivero, son los de ma- yor tamano: miden algunos 0",130 de largo, 0",060 de alto y 0",032 de grueso. Son un poco menores los de Marcés, cogi- dos en la parroquia de San Vicente de Vigo. De este punto tengo algunos ejemplares pertenecientes a la var. Roissy de variedades del fluviatilis. Yo he comparado mis de mil individuos procedentes de di- versos puntos de Galicia, y no he podido separar ninguno de esta ultima especie; al- gunos de ellos se parecen extraordinariamente al A. obtusus Morelet. Todas estas cir- cunstancias contribuyen 4 que no estén todavia bien conocidas las especies del género Ancylus, como no lo estén tampoco las del género Pisidium, en los acéfalos flu- vidtiles. i (1) Esta especie es una delas mejor caracterizadas por Morelet. Es muy abundante en el Tamega. Yo la he cogido en las inmediaciones de Verin. A tres leguas de distan- cia al S. se encuentra Chaves, plaza fuerte portuguesa, en cuyas inmediaciones More- let la hallo tambien en abundancia. Todos los individuos, 4un los mas jovenes, pre- sentan la concha con surcos en los puntos que limitan las capas de crecimiento (il) Macho Velado.— MOLUSCOS DE AGUA DULCE DE GALICIA. 245 Moquin Tandon, y la e/ongatus del mismo autor, del Tambre— Puente de Portomouro,—aunque esta Ultima se halla en todos los rios del pais donde se encuentra esta especie. Algunos ejemplares tienen un color pardo de chocolate 6 de castana, otros son enteramente negros. Los del Kume (Puente de Gar- cia Rodriguez), son muy estrechos y tienen un color negro de azabache, asi como los del Mero, cogidos en el lugar de Peirayo, en la parroquia de San Cipriano de Bribes. Los que he cogido en el Mandeo, cerca de Betanzos, pertenecen casi todos ellos a la var. elongatus. 16. Unio littoralis Dray. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 48, fig. 4-9, y 49, fig. 1-2. Esta especie es la mas abundante en todos los rios del inte- rior de la Peninsula. Los ejemplares que tengo en mi coleccion, procedentes del Orbigo y del Cea en la provincia de Leon, son casi idénticos por su tamano y grueso de la concha a los del Mino. Los del rio Ulla son tan diferentes de los del Mino, que crei al principio que pertenecian a@ otra especie: son mas pe- quenos que los del Mino, mas comprimidos y estrechados en la parte superior y de una forma eliptica; el nacar tiene un color livido de carne y el diente cardinal esta muy poco desar- rollado. En el Mino he hallado algunos ejemplares sub-trigo- nos, sub-tetragonos y aun sub-redondeados; pero la epidérmis es casi completamente negra; sdlo los individuos jévenes pre- sentan radiaciones verdosas sobre un fondo mas claro. Rio Mino (Tuy, Filgueira, Ribadavia); rio Ulla (Ancorados, Barca de Zarandon, Rosende). 17. Unio pictorum Drap. Moquin Tandon, Moll. France, jam. 50, fig. 8-10, y 54, fig. 1-10. ste Unio presenta tambien muchas variedades, en términos que, el Unio tumidus de Moquin Tandon, creo que no es mas que una variedad del pictorum. Tengo ejemplares de esta ul- tima especie, procedentes del rio Cea. en la provincia de Leon, que se parecen muchisimo al tumidus ; pero en realidad no es mas que una variedad del pictorum con la concha mas gruesa y mas hinchada; en el mismo caso se encuentran los del rio 246 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) Duero (Zamora). Creo, por lo tanto, que debe observarse mu- cha circunspeccion en la formacion de especies nuevas, fun- dadas en caractéres tan insignificantes, que son debidos sim- plemente aaccidentes de localidad. Los ejemplares del Mino son mucho mayores que los del Ulla; los de esta Ultima localidad presentan la extremidad an- terior mas corta y mas inclinada; ni los de la una, ni los de la otra localidad suelen presentar radiaciones verdosas en la concha. Rio Mino (Lugo, Filgueira, Tuy); rio Ula (Barca de Zaran- don, Ancorados, Rosende). 18. Unio mucidus? Morelet. Morelet, Moll. Portugal, lam. 14, fig. 3. He comparado mas de doscientos ejemplares de esta especie cogidos en el Tamega (Verin), y apénas se diferencian del U. pictorum. de cuya especie no es, en mi concepto, sino una variedad. 19. Cyclas cornea Lam. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 53, fig. 17-30. Abundante en las pequenas ensenadas de todos los riachue- los de Galicia. Las variedades mas frecuentes son la nucleus y la sub-var. vtttata del mismo autor. La primera se parece a un hueso de cereza y tiene un color amarillo uniforme; la se- gunda es de un color mas oscuro, y el borde de la concha con una faja amarilla. 20. Pisidium cazertanum Poli. Moquin Tandon, Moll. France, lam, 52, fig. 16-32. Kn los rios Tambre, Sar, Sarela y en la mayor parte de los rios y fuentes de Galicia. 21. Pisidium nitidum Jen. Moquin Tandon, Moll. France, lam. 52, fig. 33-37. a3) Macho Velado.—MoLUSCOS DE AGUA DULGE DE GALICIA. 247 Rio Sar; canal del molino de D. Pio Terrazo, entre las algas v el cieno, Para terminar este pequeno trabajo tengo que hacer algu- nas observaciones. Veintiseis especies figuran en mi catalogo de los moluscos terrestres del pais: cuatro mas he hallado despues de publicado aquél (1). Veintiuna especies de agua dulce figuran en el presente, que hacen un total de cincuenta y dos. Parecera reducido el nitmero de especies de moluscos, tanto terrestres como de agua dulce de Galicia. La posicion del pais, el clima y el terreno granitico y pizarroso no permi- ten otra cosa: aqui termina el limite occidental de Europa, y el numero de especies de moluscos parece que disminuye tam- bien a medida que nos aproximamos al limite geografico. Morelet hallé en Portugal un ntimero algo mas considerable de especies de moluscos terrestres y de agua dulce, que los hallados hasta ahora en Galicia. Portugal tiene una extension superficial dupla al ménos que la de Galicia; su posicion es mas meridional y los terrenos son mas variados. No faltan en aquél terrenos calizos y valles abrigados. a propdsito para el desarrollo de estos animales, que, parasitos por excelencia. alli donde no se Henan las condiciones de su existencia, su desaparicion es pronta. Seame permitido consignar aqui, que la piedra filosofal de todos los naturalistas que se ocupan de la parte analitica, es el hallazgo de una especie nueva. Esta idea, muy loable cuando se encierra en sus justos Hmites, es un mal muy grande cuando se quiere fundar una especie en un caracter que apé- nas sirve para fijar los limites de una variedad. Este afan es tan general, que la ciencia se ha enriquecido en muchos ra- mos, 10 Con especies nuevas, sino con nombres nuevos, que multiplicando la sinonimia sin limites, é introduciendo la con- fusion en el lenguaje, hacen a la ciencia cada vez mas arida y de estudio mas dificil. Sin separarme del grupo de animales que motiva este pe- (1) Balea fragilis; Helig lusitanica; H. unifasciata; Cyclostoma elegans. 248 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) queno trabajo, quien se dedique a@ este genero de estudio, 4no ha podido observar las muchas diferencias que presenta, por ejemplo, el Unio littoralis, en el color de la epidérmis, forma de la concha, desarrollo de los dientes de la charnela, etc., se- en el rio sead no caudaloso, las aguas limpias oO cenagosas, el fondo calizo 6 margoso, de arena 6 de cascajo? Pues si estas diferencias puramente locales pueden hacer variar tanto los caractéres que ofrece la concha, gcon cuanta circunspeccion no debe procederse al constituir una especie nueva? Se me dira tal vez, que cuando se simplifica la organizacion animal, los caractéres determinantes de las especies no pueden ser tan relevantes como los que limitan las especies en los grupos su- periores. Esto es una verdad, considerado de una manera ge- neral; pero por la misma razon de ser la organizacion mas sencilla, y no haber, ni tantos medios taxonémicos, ni tantos inedios zoograficos, deben asignarse de una manera que no deje lugar a duda los caractéres especificos, que, por lo mismo de ser pocos, tienen que ser positivos y constantes. Refiriéndome ahora a los moluscos de Portugal, y sin que esto se considere como un voto de censura al sabio autor de la obra de los moluscos de aquel pais, séame permitido, sin em- barg‘o, emitir mi pobre juicio en la materia. Creo que Morelet ha exagerado algo el ntumero de especies de Portugal. La Suwe- cinea longiscata, no sé si tiene caractéres suficientes para cons- tituir con ella una especie diferente de la amphibia (1). La Lymnea acutalis es sin disputa la auricularia. La misma ob- servacion puede hacerse respecto de los Unios; el Unio muci- dus creo que no se le puede separar del piclorum y el dactylus, determinado por los caractéres que ofrece un solo individuo, no puede asegurarse que sean constantes. Bien quisiera que este pequeno trabajo que someto al juicio de los naturalistas, hubiera sido mas numeroso en especies. Ya dejo indicadas las razones que, a mi ver, limitan el nttmero de especies en el pais, y creo que pocas mas seran las que se descubran; las que apareciesen, no destruiran el tema que encabeza este trabajo. (1) La lam. 5.’, fig. 2. de su obra representa, no la Succinea amphibia, sino la Pfeifferi. CIEN HELECHOS DE FILIPINAS, DE LA «SYNOPSIS FILICUM> DE HOOKER Y BAKER, POR DON -M A XIMO' AG UN- A. (Sesion del 1.° de Mayo de 1878.) ADVERTENCIA PRELIMINAR. Ilmo. Sr. D. Isidro Sainz de Baranda regalo. - KI Exemo. € hace algun tiempo, a la Escuela de Ingenieros de Montes, una notable coleccion de helechos, procedentes de las islas Filipi- nas, donde fueron recolectados por el mismo hacia el ano 1842: el Sr. Baranda tuvo la merecida satisfaccion de que se le die- ran oficialmente las gracias por su donativo en la Gaceta de Madrid. Careciendo enténces la Biblioteca de la Escuela de los libros necesarios para la determinacion de aquellas plantas, ésta no ha podido verificarse hasta recibir la obra de Hooker, Species filicum, y la Synopsis filicum, del mismo, publicada en su ultima edicion por Baker, que, con los diversos trabajos so- bre helechos que contiene la Botanische Zeitung de Berlin, son las obras que han servido principalmente para clasificar las especies de la coleccion citada; no todas, en verdad, porque, despues de tantos anos de recolectadas, tampoco todas se ha- llan en ejemplares que puedan clasificarse con alguna se- guridad. El Sr. Baranda, distinguido Ingeniero de Minas, asistio en Paris a las lecciones de botanica de los profesores Desfontaines y Mirbel; a pesar de esto, en 1838, época en que fué a Filipinas, tenia, segun confesion propia, poca aficion a los trabajos de esa ciencia. En sus excursiones por la isla de Mindanao, no pudo, 250 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) sin embargo, dejar de fijar su atencion en los muchos y varia- dos helechos que observaba; pero falto hasta de papel para la preparacion y conservacion de aquéllos, nada recolecté. En 1840 pasé a la provincia de Albay, donde residié seis ahos, recor- riéndola toda, como las de Camarines, Sur y Norte. En Albay estaba de Gobernador en aquel tiempo D. José Maria Pefia- randa, gran aficionado a las ciencias naturales y diligente co- lector; y el Sr. Baranda, a ejemplo de aquél, recolecté tambien ovan cantidad de helechos; resto de esas colecciones es la re- evalada a la Escuela de Montes. Aun cuando el catalogo adjunto sélo comprende ciento dos eSpecies, no creo que sea intitil su publicacion, porque, aparte del interés que puedan ofrecer algunas de las incluidas en él, y no citadas antes en aquellas Islas, esta ya mandado (Real decreto de 24 de Julio de 1876) que por una Comision de Inge- nieros de Montes se recojan los datos y se hagan los estudios necesarios para formar la Flora general y la forestal del Archi- piélago filipino, y este catalogo sera un dato mas entre los muchos que podran recogerse préviamente. En la segunda edicion de la conocida é interesante Flora de Filipinas, del P. Blanco, publicada en 1845, solo se enumeran veinticinco especies de helechos, a las cuales ahadid posterior- mente otras tres el P. Llanos en sus Fragmentos de algunas plantas de Filipinas (Manila, 1851). Sabido es tambien entre los botanicos que D. Luis Née, infa- tigable é inteligente colector, que tanto herborizo en Europa. América, Asia y Nueva Holanda, trajo bastantes helechos de Filipinas y de las Marianas, de los cuales describié Cavanilles unas cuarenta especies en sus obras. | Es lastima que el Sr. Baranda no diera a conocer su colec— cion inmediatamente despues de su regreso de Filipinas, por- que entonces se hubieran publicado como especies nuevas muchas de las que trajo, y que despues ha establecido Hooker como tales, al describir los helechos traidos por Cuming de aquellas Islas, Ae Ove. ©, ORDO FILICES. A.—Sus-Orpo.— Gleicheniacee. 1.— GLEICHENIA. 1.—Gl. dichotoma, Willd. (Bas. Syn. fil. p. 15.— Hook. Sp. mics. p. Lai. Habit.—7Z7vbz. B.— Susn-Orpo.—Polypodiacez. TRIBUS I. — Cyatheze. I]. —ALSOPHILA. 2.—A. contaminans, Wall. (B. Syn. p. 41.— Hook. |. c. p. 92. Tab. 18. B.) Habit.— Dorongan Inan. 3.—A. caudata, J. Sm. (2. Syn. p. 42.—Hook. |. c. p. 52. Tab..20:83) Habit.— Albay. Es especie exclusivamente filipina, y, segun datos del senor Baranda, se encuentra en ejemplares arbéreos. II].— MATONIA. 4.—M. pectinata, Br. (B. Syn. p. 45.— Hood. Sp. fil. V. p. 286. Hermoso y raro helecho; venta unido a la coleccion del senor 252 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) Baranda, como regalo; solo se halla en Borneo y en la penin~ sula de Malaca. TRIBUS IL. — Dicksoniez. IV .— DICKSONIA. 5.—D. cuneata, Hook. (B. Syn. p. 462.—Hook. Sp. I. p. 80. Tab. 28. C.) Habit. —Albay. 6.—D. Smithii, Hook. (B. Syn. p. 54.—Hook. 1. ¢. p. 80. Tab. 28.0) Habit. Gudal, Mobo. Ambas ‘Dicksonias sélo se han hallado, hasta ahora, en Fili- pinas. TRIBUS Hl. — Hymenophyllez. V.—TRICHOMANES. 7.—T. humile, Forst. (B. Syn. p. 80.— Hook. |. c. p. 123.) Habit.—Dorongan Inan. &.—T. javanicum, BI. (B. Syn. p. 838.—Hook. |. ¢. p. 130.) Habit.—Dorongan Inan, Hinay-Gale, Isla de Bataan. Forma sudbauriculata; pinulas algo auriculadas en el lado superior de la base. Habit.—Malubago, Mambulao. 9.—T. apiifolium, Pres]. (B. Syn. p. 86.—Hook&. |. c. p. 137.) Habit. —Bulisan, Biga, Mambulao. TRIBUS IV. — Davallicze. VI.—DAVALLIA. 10.—D. Blumeana, Hook. (B. Syn. p. 93.—Hook. 1. c. p. 177. Tab. 54. A. Lindsea tenuifolia, Bl.) (5) Laguna.—CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 253 Habit.—Gubat. Hinay-Gate. 11.—D. solida, Sw. 8. latifolia (B. Svn. p. 95.—Hook. 1. c. p. 163. Tab. 42. B.) Habit.—Mambulao, Gubat, Tibi. 12.—D. elegans, Sw. (B. Syn. p. 95.— Hook. |. c. p. 164.) Habit.—Z7bi, Darago, Dorongan Inan. specie no indicada antes en Filipinas. 13.—D. Khasyana, Hook. &. strigosa, Sw. (B. Syn. p. 98.— Hook. kt ¢. p. Bid Mab, 57 AX.) Habit.—Malubago, Lavo. 14.—D. tenuifolia, Sw. (B. Syn. p. 102.—oo8. |. c. p. 186.) Habit.—Payo, (Isla de Catanduanes), Cadoajai. TRIBUS V. — Lindsayeze. VIJT.—LINDSAYA. 15.—L. retusa, Mett. (B. Syn. p. 110.) —Davallia retusa. (Cav. Lece. p. 278, num. 692.—Hook. ls ciopu lBSsiTabs52> Ay) Habit.—Paracale, Lavo, Mambulao. Segun Cavanilles (1. c.), D. Luis Née encontré este helecho junto 4 la montana de Isarroz (Isla de Luzon.) 16.—L. Davallioides, Bl. (B.Svn. p. 111.—Hook. 1. ¢. p. 224. Tab. 68. A.) Habit.—Daet, Gubat. Especie no indicada en Filipinas por Hooker ni por Baker. 17.—L. adiantoides, J. Sm. (B. Syn. p. 104.— Hook. 1. c. p. 204. Tabe ole C3} Habit.—Mambulao, Malubago. 18.—L. concinna, J. Sm. (B. Syn. p. 105.— Hook. 1. c. p. 205. Tab. 61. B.) Habit.—Gubat. 254 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) 19.—L. cultrata, Sw. d. attenuata. —L. altenuata, Wall.—(B. Syn. p. 105.—Hook. 1. ¢. p- 204.) Habit.— Hinay-Galte. 20.—L. rigida, J. Sm. (B. Syn. 108.— Hook. 1. c. p. 217. Tab. 63. A.) No traia indicada localidad. TRIBU VI.—Pterideze. VUI.—ADIANTUM. 21.—Ad. lunulatum, Burm. (B. Syn. p. 114.—Hook. Sp. II. peels. } —Ad. lunatum. (Cav. Descr. p. 272.) —Ad. Philippense. (Blanco. F\. de Filip. 2.* ed. p. 575.) Habit.—A loay. 22.— Ad. caudatum, Linn. ( Rzcht. Cod. bot. linn. num. 7928.— Cav. Descr. p. 271.—B. Syn. p. 115.—Hook. 1. ¢. p- 13.) Habit.—Hinay-Gate, Mobo. No debié traer Cuming esta especie de Filipinas, cuando ni Hooker, ni Baker, ni Milde la indican en aquellas Islas; en ellas y en las Marianas la encontré D. Luis Née, segun Cava- nilles; tambien la cita, entre las especies filipinas, Lyell en su Handbook of Ferns, pag. 52. TX.—ONYCHIUM. 23.—O. auratum, Kaulf. (B. Syn. p. 143.— ook. 1. ¢. p. 121. Habit.— Wobo, Cadoajat. X.—PTERIS. 24.—Pt. longifolia, Linn. (Richt. 1. c. num. 7803.—2. Syn. p. 153.—Hook. 1. c. p. 157.) Habit.—Calolbon, Tabaco, Bahia de San Miguel. Helecho notable por su extension geografica: se halla en (7) Laguna. —CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 255 Europa, Asia, Africa, Australia y Américas del Sur y del Norte. 25.—Pt. cretica, Linn. (Richt. 1. c. num. 7807.—B. Syn. p. 154.—Hook. |. c. p. 159.) Habit. — Wodo. 26.— Pt. cretica, L. var. melanocaulon, Fée. (B. Syn. p. 154.) Habit.— Cadoajai, Calolbon, Lavo. 37.— Pt. quadripartita, Retz. (B. Syn. p. 158.— Hood. |. ¢. p. 179. Tab. 134. B.) Habit.—Mambulao, Daraga, Dorongan-Jnan. 28.—Pt. crenata, Sw. (Hook, 1. c. p. 163. Tab. 127. A.) — Pé. ensiformis, Burm. (B. Syn. p. 155. ) Habit.— Mobo. Tibi, Isla de Bataan. 29..—Pt. pellucens, Agd. (Hood. 1. c. p. 191. — Pt. longipes, Don. (B. Syn. p. 161.) Habit. — Mobo. 30.—Pt. tripartita, Sw. (Hook. 1. c. 225. Tab. 138. B.) — Pt. marginata, Bory. (B. Syn. p. 172.) Habit.—Z7ibi, Malubago. TRIBU VI. — Blechnesze. _XI.—BLECHNUM. 31.—Bl. orientale, Linn. (Richt. 1. c. num. 7816.— B. Syn. p. 186.— Hook. Sp. fil. TI. p. 52.) — Bl. longifolium. (Cav. Lece. p. 263.) Habit.—Biga, Gubat, Malubago, Tibi. D. Luis Née recogié este hermoso helecho en las islas Maria— nas; examinado por Cavanilles, este autor lo describid con el nombre antes citado, por creerlo nuevo, atendiendo principal- mente a la longitud de las hojuelas (pinulas) que, segun Linneo (1. c.), tienen el largo del dedo: folia... digitt longi- tudine, miéntras que en los ejemplares de Née, dice Cavanilles. 256 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) pasan de ocho pulgadas; en los que ha recogido y traido el Sr. Baranda las hay hasta de 0,28. Existe otro Bl. longifolium, H. B. et K., que se cria en la América meridional y en Méjico. TRIBUS VIII. — Aspleniez. XJJ.—ASPLENIUM. 32.—Aspl. Nidus, Linn. (Richt. 1. ec. num. 7830.— Cav. Lecce. p. 254.— B. Syn. p. 190.— Hook. 1. c. p. 77.) Nomb. vule.—Sdadles. Habit.—Daraga, Gubat, Hinay-Gate. «D. Luis Née lo encontré en las islas Marianas y con abun- dancia en el Puerto de Palapa. » (Cav. 1. ¢.) 33.—Aspl. squamulatum, BI. (B. Syn. p. 192.— Hood. 1. ¢. p. 82.—A ze. Bot. Zeit. 1848. p. 145.) Habit.— Payo. 34.—Aspl. vitteeforme (Cav. Lecce. p. 255.—B. Syn. p. 192.) —A. sundense, Bl. (Hook. |. c. p. 85.) Habit.— Pandan, Bulusan. 35.—Aspl. tenerum, Forst. (B. Syn. p. 201.— Hook. 1. c. p. Vz) —A. eclongatum, Sw. Habit.— Hinay-Gate. 36.—Aspl. persicifolium, J. Sm. (B. Syn. p. 202.—Hoo4. 1. c. eellO928) Habit.—Magnog, Malubago, Bulusan. — Forma salicinum. (Hook. |. c.) Habit.—Gubat. 37.—Aspl. hirtum, Kaulf. (8B. Syn. p. 205.— Hook. 1. c. p. 149.) Habit.— T7di. 38.—Aspl. faleatum, Lam. (2B. Syn. p. 208.— Hook. 1. ¢. p. 160. (9) Laguna. —CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 257 Habit. — Calolbon. Ni Hooker, ni Baker, ni Lyell lo citan en Filipinas. 39.—Aspl. macrophyllum, Sw. (B. Syn. p. 209.— Hook. 1. c¢. p. 158. Tab. 196, 197.) Habit.— Usson (Isla de Masbate), Zib7, Lavo, Dorongan- Lnan. 40.—Aspl. laserpitiifolium, Lam. (B. Syn. p. 215.— Hook. |. ¢. p: 171. Tabs 203.) Habit.— Bulusan, Biga, Malubago. 41.—Aspl. polypodioides, Mett. (B. Syn. p. 238.— Hook. 1. c. ps 207.) Habit.—Daraga, San Jacinto, Bahia de San Miguel. TRIBUS IX. — Scolopendriez. XIII. —SCOLOPENDRIUM. 42.—Sc. pinnatum,. J. Sm. (B. Sin. p. 247.— Hook. Sp. fil. IV. paz.) Habit.— Biga. Este helecho es exclusivamente filipino. 43.—Sc. longifolium, Presl. (B. Syn. p. 247.) Habit.— Pandan, Bulusan. Tambien esta especie se halla sdélo en Filipinas. TRIBUS X.—Aspidieze. XIV.—ASPIDIUM. 44.— Asp. semicordatum, Sw. (B. Syn. p. 249.) §.—Preshanum. (Hook. 1. c. p. 17.) Habit.—Guion, Pandan, Birac, Calolbon. 45.— Asp. aristatum , Sw. (B. Syn. p. 255.— Hook. 1. c. p. 27.) Habit. — Mambulao, Hinay-Gate. ANALFS DE HIST. NAT.—Vile 17 258 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) 46.— Asp. repandum, Willd. (2. Syn. p. 258.) Habit.— Bulusan, Calolbon. Uspecie no descrita en el Species filicum de Hooker. y exclu- sivamente filipina. 47,— Asp. giganteum, BI. (Hook. Sp. IV. p. 50.) Habit.—Mambulao, Albay. XV.—NEPHRODIUM. 48.—N. immersum, Hk. (2. Syn. p. 263.— Hook. 1. c. p. 112.) Habit.— Dorongan-Jnan. 49.—N. spectabile, Hk. (Hook. 1. c. p. 115.) —N. syrmaticum, Bak. (B. Syn. p. 272.) —Lastrea spectabilis, J. Sm. (Kze. Bot. Zeit. 1848. p. 261. ) Habit.— Biga, Bulusan. 50.—N. terminans, J.Sm. (Hook. 1. c. p. 73.) — N. pleroides, J. Sm. (B. Syn. p. 289.) Habit.— Tibi. Gubat, Lavo. 51.—N. extensum, Hook. (B. Syn. p. 289.— Hook. 1. ¢. p. 72. Tab. 240. A.) Habit. — Zabaco, Tibi. 52.—N. angustifolium, Presl. (Hook. 1. c. p. 69.) — N. hispidulum, Bak. ( B. Syn. p. 293. 03.—N.molle, Desv. (B. Syn. p. 293.—Hook. 1. c. p. 67.) Habit.—Mobo, Tibi, Albay, Dorongan-Inan. 54.—N. truncatum, Presl. (B. Syn. p. 294.— Hook. 1. ¢. ‘p. 77. Tab. 241.'B.) —N. abruptum, Hook. Habit.— Malubago. dd.—N. Meyanthidis, Bak. (B. Syn. p. 297.) —Aspidium Menyanthidis, Pres. ( Hook. 1. ¢. p. 57.) (11) Laguna.— CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 259 — Asp. fissum, Kze.( Bot. Zeit. 1848. p. 258.) Habit.— Bulisan, Hinay-Gate. 56.—N. decurrens, Bak. (B. Syn. p. 299.) —Aspid. pleropus, Kze. (Bot. Zeit. 1846. p. 462.— Hook. 1. c. p. 47.) Habit.— Zavo, Biga, Bulusan. 57.—N. pachyphyllum, Bak. (B. Syn. p. 299.) —Aspid. pachyphyllum, Kze. (Bot. Zeit. 1848. p. 209.— Hook. |. c. p. 56.) Habit.— Winay-Gate. X VI.—NEPHROLEPIS. o8.—N. exaltata, Schott. (B. Syn. p. 301.— Hook. 1. c. p. 152.) Habit.— Bulusan. 59.—N. exaltata, S. va. hirsutula, Presl. (B. Syn. p. 301.) Habit.—J/sla de Bataan. Estos dos helechos no se habian citado antes en Filipinas. 60.—N. acuta, Presl. (B. Syn. p. 301.—Hook. |. ¢. p. 153.) Habit.— Movo, Gubat, Lavo. 6].—N. acuta, P. var. sub-ferruginea, Hook. —N. rufescens, Presl. (B. Syn. p. 301.) Habit.—Mobo, Giubat. TRIBUS XI.— Polypodiez. XVII. — PoLYPODIUM. 62.—P. asperulum, J. Sm. (B. Syn. p. 311.—Hook. Sp. fil. IV. Pecos) Habit.—TZ%ibi, Albay. Ksta especie es exclusivamente filipina. 63.—P. rubidum, Hook. var. 8. (Hook. Sp. fil. V. p. 12.—B. Syn. p. 314.) 260 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) Habit.— Mambulao, Tibi, Gubat, Bulusan, Magnog. 64.—P. Brogniartii, Bory. (B. Syn. p. 318.—Hook. 1. c. p. 103.) Habit.— Albay, Daraga, Dorongan-Inan, Paracale. 65.—P. papillosum, Bl. (B. Syn. p. 332. — Hook. Sp. IV. p. 198.) Habit.— Bulusan. 66.—P. verrucosum, Wall. (B. Syn. p. 344.— Hook. Sp. V. p- 3.) Habit.—Bulusan, Payo, Batan. 67.—P. floccigerum, Mett. (B. Syn. p. 351.— Hook. 1. c. p. 45.) Habit.—Zabaco, Mambulao. 68.—P. tenuilore, Kze. (B. Syn. p. 354.— Hook. 1. c. p. 60.) Habit.— Calolbon. Helecho exclusivamente filipino. 69.—P. nitens, Baker. (B. Syn. p. 353.) — P. splendens, Hook. ( Hook. |. c. p. 52, non p. 96.) Habit.— Bulusan. Hspecie, como la anterior, que sdélo se halla en Filipinas. 70.—P. Samarense, Mett. (B. Syn. p. 356.) Habit.— Albay, Hinay-Gate, Magnog , Mobo. No se halla descrita esta especie en el Species filicum, y Ba- ker en su Synopsis solo la cita en Filipinas. 71.—P. Zippelii, Bl. (Hook. 1. c. p. 72.) —P. heterocarpum, Bl. &. Zippelii (B. Syn. p. 360.) Habit.—Mobo, Bulusan, Hinay-Gate, Biga, Pandan, Gubat. Kl ejemplar procedente de Gubat se presenta bifurcado, como se ve aleuna vez en los Scolopendrium de Europa. 72.—P. phymatodes, Linn. (Riche. 1. c. nim. 7860.—8. Syn. p. 364.— Hook. |. c. p. 82.) Habit.— Bulusan, Albay, Lavo, Hinay- Gate. Kl P. Blanco (FI. de Filip. 2.* ed. p. 572) cita esta especie, la (13) Laguna.—CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 261 describe brevemente, y anade: «es comun en los tejados; los Indios no la emplean en cosa alguna.» 73.—P. nigrescens, Bl. (B. Syn. p. 364.—Hook. |. c. p. 81.) Habit.— Daet, Malinao, Cadoajai, Bulusan. 74.—P. affine, Bl. (B. Syn. p. 364.— Hook. |. c. p. 84.) Habit.—Bulusan, Albay, Lavo. 75.—P. Heracleum, Kze. (Bot. Zeit. 1848. p. 117.— B. Syn. p. 366.— Hook. |. c. p. 93.) Habit.—Lavo, Biga, Bulusan. 76.—P. longissimum, Bl. (&. Syn. p. 366.— Hook. |. c. p. 80.) Habit.—7Z70z. "7.—P. quercifolium, Linn. (Riché. 1. c. nim. 7876.— Cav. Lecce. p. 247.— B. Syn. p. 367.— Hook. 1. c. p. 96.) Habit.—Zavo, Bulusan, Mobo, Birac, Isla de Bataan. Cavanilles (1. c.) dice: «Se cria en las islas Marianas, espe- cialmente en Palapa, sobre los troncos de los arboles, donde lo encontro D. Luis Née.» Tambien el P. Blanco (FI. de Filip. 2.* ed. p. 572), cita y des- cribe este helecho, y anade: «esta planta nace pegada a los arboles, y aun he visto una en una pared y otra en un tejado. Ks operacion muy facil el propagar este helecho: basta atarle al tronco de un arbol, y, aun tirado en un lugar htimedo, con el tiempo agarra. La virtud asombrosa de esta planta no es inferior a la del justamente celebrado en Europa liguen pul- monario, para contener el esputo de sangre.» 78.—P. urophyllum, Wallr. (B. Syn. p. 314.— Hook. |. ¢. p. 9.) Habit.— Hinay- Gate. 79.—P. barbatum, Mett. (B. Syn. p. 294.— Hook. 1. c. p. 10.) Habit.— Zabaco. 262 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) TRIBUS XIE.— Gramitideze. XVIII. —GIMNOGRAMME. 80.—G. javanica, Bl. (B. Syn. p. 381.— Hook. Sp. Fil. V. p. 148.) Habit.— Daraga, Magnog. 81.—G. membranacea, Bl. (B. Syn. p. 388.—Hook. |. c. p. 159.) Habit.— Malilipot, Magnog , Hinay-Gate, Bulisan. 82.—G. macrophylla, Bl. (B. Syn. p. 388.— Hook. 1. c. p. 159.) Habit.— Magnog, Buliisan, Hinay-Gate, Dorongan-[nan. 83.—G. decurrens, Hook. (Hook. 1. c. p. 161.) —(. elliptica, Bak. (B. Syn. p. 389.) Habit.— Calolbon. XIX.—ANTROPHIUM. 84.—A. plantagineum, Kaulf. (B. Syn. p. 393.—Hook. |. c. D. alvO:) — Hemionitis plantaginea, Cav. (UC. Lecce. p. 260.) Habit.— Dorongan-Lnan. «Se cria sobre las peflas inundadas en la isla de Luzon, donde la encontr6é D. Luis Née. » (Cav. |. c.) &.—A. Cumingii, Fée (B. Syn. p. 393.— Hook. 1. c. p. 167.) Habit.— Dorongan-Jnan. HMspecie exclusivamente filipina. &6.—A. semicostatum, Bl. (B. Syn. p. 393.— Hook. |. c. p. 168.) Habit.— Bulusan, Calolbon, Hinay-Gate. Son tan parecidos en su porte y caractéres estos tres Antyo- phiwm, que Baker (1. c.), les ha puesto la nota siguiente: «These Species come very near to one another, and cannot be regarded as clearly distinct. » (15) Laguna.— CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 2638 XX:—VITTARIA. 87.—YV. incurvata, Cav. (Descr. pl. Madr. 1829. p. 270. nume- ro 672.) Habit.— MVambulao, Tabaco, [sla de Bataan. No hallo esta Viddaria, ni descrita, ni aun citada, en el Spe- cies filicum de Hooker, ni en el Synopsis de Baker, ni como si- nonimo de especie alguna del género Monogramme, con que quiza pudiera confundirse. La descripcion de Cavanilles (1. c.) le conviene perfectamente al ejemplar traido por el Sr. Baranda. Cavanilles la cita en las Marianas y en Filipinas. &8.—YV. lineata, Sw. (Cav. lc. p. 270.—B. Syn. p. 396.—I/look. Sp. aly V2 p2)180,) Habit.— Lavo. Ni Hooker ni Baker la citan en Filipinas: Cavanilles (1. c. ) dice: «D. Luis Née la encontro en la isla de Humata sobre los arboles. » &9.—V. scolopendrina, Thw. (&. Syn. p. 396.) —V. zeylanica, Fée. (Hook, |. c. p. 177.) Habit.— Walubago, Payo. XXJ.—TANITIS. 90.—T. blechnoides, Sw. (B. Syn. p. 397.— Hook. |. c. p. 187.) Habit.— Hinay-Gale, Mambu/ao. TRIBUS XU. — Acrostichez., XXII.—ACROSTICHUM. 91.—A. apiifolium (Hook. |. c. p. 248.) Polybotrya apiifolia, J. Sm. (B. Syn. p. 418.) Habit.— Guion , Isla de Bataan. Helecho notable, que sdlo habita en Filipinas, y que, segun observan Hooker y Baker, mas parece una Anemia que un Acrostichum. 264 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) 92.—A. flagelliferum, Wall. (B. Syn. p. 418.— Hook. 1. c. p. 208. ) Habit.— Bulisan. 93.—A. axillare (Cav. Lecce. p. 239 y An. Cienc. nat. I. p. 101.— B. Syn. p. 420.—Hook. 1. c. p. 276.) Habit.— Walilipot. 94,—A. aureum, Linn. (Richt. 1. c. ntim. 7776.— Cav. Lecce. p. 240.—B. Syn. p. 423.— Hook. |. c. p. 266.) Habit.— Mobo, Bahia de San Miguel, Isla de Bataan. Helecho no indicado antes en Filipinas. D. Luis Née lo trajo de Panama; pero es planta que vive tambien en el antiguo continente. XXJIJ.—PLATYCERIUM. 95.—Pl. grande, J. Sm. (B. Syn. p. 425.—Hook. |. c. p. 284.) Habit.—Mobo, Albay, San Jacinto. Nomb., vulg.— Predicatorio. 96.—Pl. biforme, Bl. (B. Syn. p. 425.— Hook. |. ¢, p. 285.) Habit.—Mobo, Albay, San Jacinto. Nomb. vulg.— Predicatorio. Los Predicatorios son plantas notabilisimas por sus formas y de las mas estimadas en las estufas europeas. Segun Frank (in Zeunis, Handb. der Bot. pag. 1459), el Pl. alcicorne, se trajo de las Indias orientales 4 Europa en 1808, y el Pl. grande de Filipinas en 1828; pero los ejemplares criados artificialmente en nuestros jardines no pueden dar idea de lo que son los desarrollados en sus condiciones naturales de exis- tencia. Segun el Sr. Baranda, que ha podido observarlos en los bosques de Filipinas, viven estos Aelechos parasitos en la parte superior de los arboles viejos tronchados por los huracanes; con el trascurso del tiempo, adquieren un tamano tal, que su diametro excede en mucho al del tronco en que crecen; sus frondes , terminadas todas casi al mismo nivel y dispuestas en circulo, semejan una gran alcachofa, prestandole singular belleza las frondes fructiferas, tambien circularmente dispues- tas, y de figura arredondeada, presentando su parte cdncava ay Laguna.—CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 265 hacia el exterior, completando el cuadro y adornandolo nota- blemente otras frondes mas estrechas y largas (a veces, hasta mas de un metro), que cuelgan 4 manera de fleco. c©.—Sus-Orpo.— Osmundacece. XXIV.—OSMUNDA. 97.—O. Presliana, J. Sm. (Milde, Fil. Eur. et Atl. p. 185.) — 0. javanica, Bl. (B. Syn. p. 426.) Habit.— Bulisan. wD.—Sus-Orvdo.-—Schizeacez. XXV.—LYGODIUM. 98.—L. dichotomum, Sw. (B. Syn. p. 437.) — Ugena macrostachya, Cav. (An. C. nat. 4. p. 253.— Tab. 37. fig. 3.—Ic. et descr. VI. p. 75.— Tab. 594. f. 3.— Lecce. p. 553.) Nomb. vulg.— Niio. Habit.— Albay, Tabaco, etc. 99,—L. semihastatum, Desv. (B. Syn. p. 437.) —Ugena semihastata, Cav. (An. C. nat. 4. p. 251. Tab. 37. f. 1. —Ic. et descr. VI. p. 74. Tab. 594. f. 1.— Lecce. p. 552.— Blanco, FI. d. Fil. 2.* ed. p. 568.) Nomb. vulg.— Nitto. Habit.— Albay, Tabaco, etc. «Se cria con abundancia en las islas Filipinas y Marianas. Llamase vulgarmente nzfo, y de sus tallos, cortados en tiras longitudinales, hacen aquellos indios varios artefactos.» (Cav. Lece> Tse) «Helecho muy conocido, del que se hacen sombreros finisi- mos. Los indios salvajes usan de una especie de brazaletes de unas raicillas negras, que dicen ser contraveneno, y a mi me parece que son las de este helecho. Mascadas y aplicadas al lugar de la mordedura de algun animal ponzonoso, causan gran dolor al principio, pero quitan prontamente el veneno.» (Blanco, 1. c.) 266 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (18) E.— Sus-Orpbo.—Marattiacez. XX VI.—ANGIOPTERIS. 100.—A. evecta, Hoffm. (B. Syn. p. 440.— Llanos, Fragm. de alo. plant. de Filip. p. 109.) —Clementea palmiformis. (Cav. Lecc. p. 554.) Habit.— Zabaco, Lavo. En el Synopsis de Hooker y Baker no se cita este magnifico helecho como de Filipinas, ni se incluye como sindénimo el nombre que le dié Cavanilles, dedicandolo al Sr. D. Simon de Rojas Clemente, uno de los naturalistas mas originales y mas perspicaces de Espana. Segun Cavanilles (1. ¢.), D. Luis Née hallé esta especie en Palapa ( Marianas). El P. Llanos (1. ¢.) dice: que sélo ha visto frondes que le remitieron de los Montes de los Banos, asegurandole «que no es arborescente, como antes se reputaba;» sin embargo, Cavanilles le Hama Cl. pal- miformis , caule arboreo. vy dice en la descripcion, que «arroja un tallo como el muslo, alto de cinco piés y blanquecino.» Endlicher en su Genera plantarum, y Baker en su Synopsis tambien lo describen como arborescente. XX VII. —KAULFUSSIA. 101.—K. ewsculifolia, Bl. (B. Syn. p. 444.) Habit.— Hinay-Gate. Uno de los ejemplares, traidos por el Sr. Baranda, presenta cinco divisiones que le hacen asemejarse mucho a una hoja de castaio de Indias. F.— Sus-Orpo.—Ophioglossacee. XXVIII. — HELMINTHOSTACHYS. 102.—H. zeylanica, Hook. (B. Syn. p. 447.) — H. dulcis, Kaulf. (Bl, Flor. d. Filip. 2.* ed. p. 596.) Habit.— Baga. (19) Laguna. —CIEN HELECHOS DE FILIPINAS. 267 ft « Esta planta, dice el P. Blanco (1. c.), que es comun a la en- »trada de todos los bosques llanos, htimedos y sombrios, fué »remitida por el P. Llanos, cura del pueblo de Calumpit; es »conocida de los indios y la denominan Zocor/anguit, la comen »y se vende en los mercados.» Ai es *y ee CIS, ie) Ui mi mead bi af ree oN aa nee a NALS Ny n - i ee ¢ : ‘ . y i* ' 1 \ ‘ v - ~ - ro / 1 » t n i ay i | ' ' wt H f ‘ 1 ' . | ea ' i j j T ’ se a td as ie ¥ \ i a on ox b, a cy y N) es - iy A i a Boliay ats (et a ro ca whitiit Py i iGEIGMU Dy oi a ie t ae f * eae Nak aol an oe rie crt ali fete “ihn ag ii 5 i aN thd ete i a iyi | ‘hie! fully a 77 re ty raslig. ae y Ne vf sal) md LIGERAS OBSERVACIONES SOBRE LA EPIFITIA OBSERVADA EN NAVARRA EL ANO 4877, Y VULGARMENTE LLAMADA Teh HERO! Ye Anions, POR DON JUAN RUIZ CASAVIBEE GA, (Sesion del 1.° de Mayo de 1878.) En Mayo del ano ultimo oi decir 4 varios agricultores de este pueblo que la cosecha proxima no seria tan abundante como se esperaba, pues a los trigos les habia entrado la royada. Deseoso yo de saber qué era esa royada, dejando por algu- nos instantes mi oficina, recorri algunos de los sembrados in- mediatos a la villa (Caparroso), y vi que efectivamente, unos mas y otros ménos, éstos mostraban sus hojas secas. Auxi- liado de un pequeno lente, examiné con cuidado las dichas ho- jas, y vi que la causa de la royada era haberse desarrollado en las mismas, sin duda por las excesivas lluvias de Abril y Mayo, una pequena criptogama, un honguillo microscdépico de la familia de los coniomycetos, que los botaénicos conocen con el nombre de Uredo rubigo-vera D. C., y vulgarmente con el de trigos atabacados. Publiqué una cartaen #1 Heo de Navarra a los pocos dias de hechas mis primeras observaciones (22 de Mayo del 77), en la que hacia constar, ademas de las noticias que acabo de apuntar, que a pesar de que la criptégama habia secado gran parte de las hojas inferiores de los individuos atacados, las es- pigas mostraban completa salud; sdélo algunas (muy pocas) de 270 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) éstas se habian secado, no porque el honguillo las hubiera in- vadido, sino porque no pudiendo las hojas efectuar las fun- ciones vitales que la naturaleza las tiene encomendadas, la planta entera se seca y muere. Tambien observé que en lo poco que recorri, los sembrados 6 trigos pobres, es decir, los poco lozanos, estaban mas castigados que los frondosos. Kn vano he esperado despues de la publicacion de la carta antes citada, que alguna persona mas idénea que yo, con ma- yor suma de conocimientos en la materia, ampliaria lo por mi escrito y estudiaria con ahinco las causas y efectos de la epifi- tia, que no sdlo en Navarra, sino en grande parte de Espana, disminuy6 eh no pequena porcion la cosecha de cereales. Yo creia y sigo creyendo, que en Navarra hay hombres sufi- cientemente ilustrados, y casi obligados por su posicion, a emprender estos trabajos; mas en contra de lo que era de espe- rar de su celo y conocimientos, no han hablado una palabra. nada han dicho de la enfermedad 6 epifitia de los trigos, ni de su origen probable, ni del mal causado. Deseoso que tan im- portante materia sea debidamente estudiada, y en vista de que hasta el presente no ha merecido la atencion de ninguna de las muchas personas competentes que en nuestra patria se de- dican a estos estudios, héme decidido a remitir a esta docta Sociedad un reducido é incompleto trabajo. que pueda servir como de bosquejo de la epidemia referida. NATURALEZA Y DESCRIPCION DE LA EPIFITIA. Acabo de indicar que la epidemia de los cereales, vulgar- mente Hamada Royada, es producida por un pequeno hongo tt honguillo microscépico, de la familia de los Coniomycetos, y conocido por los botanicos con el nombre de Uredo rubigo- vera D.C. Mas no ha sido sdélo este honguillo el que atacé 4 los trigos; lo hizo tambien en su compania otra criptd- gama de iguales condiciones y naturaleza, aunque de dife- rente aspecto, que es la que en la ciencia se conoce con el nombre de Puccinia graminis Pers. Este honguito atacé mas particularmente 4 las cebadas: por esto presentaban sus hojas (3) Casaviella.—OBSERVACIONES SOBRE LA ROYADA. 271 ennegrecidas, como pintadas, simulando un friso; tan copio- samente las atacd el honguillo, que es seguro que si en vez de invadirlas al fin de su vegetacion (ultimos de Mayo), lo hu- biera hecho al principio, la cosecha de este grano hubiera sido mala; pero fué tarde, y para enténces las cebadas habian ‘asi terminado su vegetacion, ya habian granado, se secaron. si, muchas espigas, pero a pesar de eso, aun estas mismas va estaban g@ranadas y no disminuyé la cosecha. No ast el trigo: éste, como todos sabemos, necesita un mes 6 mas que las ce- badas para terminar su vegetacion, y en este mes las cripto- vamas Uredo y Puccinia, que le invadieron, no le dejaron ter- ininar su carrera, y sano y robusto madurar sus frutos; de aqui que la merma en la cosecha de trigo fuera mayor, pro- porcionalmente, que la de la cebada. Y no se crea que solamente las gramineas citadas padecieron la epidemia dicha: esta fue eveneral,a mi entender, para casi todos los vegetales; las yerbas que tapizan nuestras praderas y con su verde esmeralda atraen nuestras miradas y son las que forman la base principal de los pastos y otras plantas de muy diversas familias, se secaron como por encanto, y se seecaron en medio de una grande hu- medad. Otros anos, con una larga sequia, hemos visto nuestros pra- dos y montes vestidos de su hermoso verde, por tiempo mu- cho mas largo, y en el pasado ano 77 se secaron cuando mas verdes y frescas debieran estar, y todo esto fué efecto de que esas dichas y otras criptogamas atacaron de la misma manera y al mismo tiempo al Hordeum murinum L., a la Scleropoa 17i- gida Gris., 4 la Sclerochloa dura P. B., ala Poa bulbosa lL. y su variedad vivipara, al Dactylis glomerata L., la Ke@leria seta- cea Pers., 4 la K. phleoides Pers.: esto entre las gramineas, sin contar que la Huphorbia helioscopia L. fué completamente des- truida por otra criptogama gue la ha socarrado (como dicen aqui) y que yo creo debido al Uredo punctata D. C.; otro tanto acontecié con el Sisymbrium hirsutum Lag., que se secd antes de tiempo, sin poder abrir sus flores completamente, por ha- berle invadido totalmente otra criptogama. Otras plantas pu- diera citar tambien invadidas, pero seria prolongar demasiado este escrito; pero no quiero dejar de hacerlo de una muy rara aqui hasta ahora, pero que este afio (el de la epidemia de que voy hablando) se presenté con grande abundancia; es la 272 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) que los botanicos conocen con el nombre de Ustilago Li- gez Rabenh., y que destruyé casi completamente muchas espi- gas del esparto. CAUSAS Y ORIGEN DE LA EPIFITIA. Con todo lo que antecede, yo creo que he hecho, aunque mal y desalinadamente, una historia de la epidemia conocida con elnombre de Royada, y ahora sera del caso explicar, en cuanto esto sea posible, el origen, la causa de la enfermedad. Los agricultores opinan de diferente manera: unos dicen que el exceso de lluvias, otros que un aire, otros que una nie- bla; pero todo esto no es decir nada; las lluvias excesivas, el aire, la niebla, podran ser la causa excitadora, pero no la pro- ductora de la epidemia. Esta necesita de un agente generativo material, tangible; bien que por causa de las lluvias se haya presentado; pero debemos ahora preguntarnos: ade donde ha venido?... Ha venido de donde vienen todas las criptégamas. de las esporulas 6 esporas (semillas), que sirven para reprodu- cirlas; pero gcual es el origen? El de otras plantas iguales. 4Por qué no se reproducen entdnces todos los aos? Porque no todos los afios encuentran las plantas sobre que han de vivir en circunstancias a proposito; lo mismo sucede a todas las de- mas plantas: sus semillas no germinan aunque estén maduras y fecundadas, si no hallan condiciones a propdésito; el Ranun- culus aquatilis L. sdlo puede vivir en los estanques y aguas de las lagunas; la Deschampsia media R. 8. en parajes inundados; el Potamogeton natans L. en aguas perfectamente tranquilas: el Nasturtium officinale R. Br. y otros, en aguas muy claras, muy limpias y corrientes: la Ceataurea ornala Willd. ama los terrenos asperos, pedregosos y secos: el Ranunculus glacia- lis L. solo puede vivir a orillas de los ventisqueros, en la re— gion glacial, y a 2.700 y 3.000 metros de altitud; y asi otras muchas plantas que necesitan su estacion y su habitacion propias. La generacion alternante 6 Digénesis 6 Metagénesis, que al- gunos quieren admitir para explicar estos fendmenos. carece (5) Casaviella.— OBSERVACIONES SOBRE LA ROYADA. 273 para mi de pruebas ciertas; yo no puedo creer que las pucci- nias se tornen en uredos; yo no puedo creer que el “cidium berberidis Gm., cayendo sobre el trigo, produzca el Uvredo rubigo-vera 6 roya; no, el d’cidium es una especie propia como cualquiera otra especie propia vegetal, y no puede ser otra cosa que dcidium, y el Uredo tambien se encuentra en el mismo caso; yo creo que De-Candolle tiene razon, y no los aldeanos que le contradecian; yo he visto el aio anterior al de la epide- mia de que me ocupo, el A cidiwm berberidis en las hojas del Berberis vulgaris L., en Caparroso, yal aio inmediato he visto el Uredo en los trigos; pero no creo, ni creeré nunca, que el Uredo ha tenido su origen en que el Zcidivm haya caido sobre las hojas y espigas del trigo y demas gramineas; no estoy con- forme con lo que el Sr. D. Maximo Laguna dice en su notable y muy cientifico discurso, pronunciado al ingresar en la Real Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid, y cuya parte mas interesante para mi objeto, dice asi: «In el reino vegetal, la generacion alternante esta hoy ya perfectamente conocida en diversas familias de plantas cripté- gamas; en los helechos, tan estimados hoy en estufas y salo- nes por sus elegantisimas /rondes, las esporas que encuentran: suelo 4 propésito, germinan y producen un Prothallium, esto es, una plantita que en nada se asemeja 4 su madre y que des- arrolla 6rganos sexuales masculinos y femeninos, de cuya union resultara de nuevo la primera forma, la planta aduela, - con su rizoma y sus frondes verdes y vistosas. Hn los hongos, cabalmente en aquellos cuyo conocimiento importa mas al agricultor por los danos que suelen causar a los cereales, la eweneracion alternante esta ya estudiada y conocida y demos- trada por el desarrollo sucesivo de las diversas formas en que algunas especies se presentan. Asi, por citar al ménos un ejemplo, la roya 6 herrumbre de las gramineas, que, en anos hiimedos, ha solido ser un verdadero azote para el cultivo de los cereales en diversos puntos de Europa, aparece primero en las hojas de esas plantas rompiendo la epidermis, y presen- tando sus microscdpicas esporas rojizas y unicelulares, y en la forma y con los caractéres correspondientes al género Uredo; en ese estado permanece todo el verano; al fin de éste, esas esporas dan origen a otras, no ya unicelulares, sino bicelulares, y en forma y caractéres correspondientes al gé- ANALES DE HIST. NAT,.— VII. 18 274 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) nero Puccinia, y por ultimo, las esporas de esta Puccinia, que logran depositarse sobre las hojas del Berderis vulgaris, mata 6 arbusto conocido en nuestros montes con el nombre de arlo © arlera (1), y en algunos jardines con el de agracejo, dan origen & una tercera forma, correspondiente al género 4 cidium , cuyas esporas, cayendo sobre las hojas de los cerea- les, vuelven a empezar de nuevo esa série que forman las tres generaciones citadas. De modo, sefores, que tenemos aqui tres géneros conocidos y caracterizados por la ciencia, y divi- didos en especies determinadas y descritas en diversas floras criptogamicas; y, sin embargo, esas especies, segun han de- mostrado la observacion primero y ensayos directos despues, no son otra cosa que generaciones diversas, en diversa forma desarrolladas de una sola y misma especie; porque, como ese caso citado, en el cual forman la série de las tres genera- ciones, las que hasta ahora se han tenido por buenas especies, con los nombres de Uredo linearis, Puccinia graminis y dci- dium berberidis, existen otros, como el que presentan el Uredo rubigo-vera, la Puccinia estraminis y el Acidium asperifolii; (Frank, 72 Leunis, Handd. der Bot., 2 ed., p. 1312). En otros sdlo se conocen aun dos de esos estados, asi por ejemplo: en los Hnebros y Sabinas son frecuentes los honguitos conoci- dos con el nombre genérico de Podisoma y Gymnosporangiun, y de uno de éstos procede la llamada Rostelia cancellata, que ataca y desfigura las hojas de los perales; y en otros, por ultimo, sdlo una de las tres formas esta bien conocida hasta ahora, lo que no debemos extrafiar, atendidas las grandes dificultades materiales de estos estudios. Pero aun sobre esos pocos casos, hoy perfectamente demostrados, jcuantas consideraciones po- dian hacerse! ;Cuanta ensefanza podria hallarse en ellos sobre lo poco seguro que aun es el concepto de especie, su realidad y sus limites! Uno de los grandes maestros en ciencias natu- rales, y 4 la botanica particularmente dedicado, Agustin Pi- ramo De-Candolle, en su /isiologia vegetal ( De-Candolle, Physiol. veget. 1, p. 1497), contradiciendo la asevera- cion de los pobres campesinos que sostenian que la roa del ardo era origen de la de sus mieses, decia: «Produce (1) En Caparroso le llaman Vinagrera. i (7) Casaviella. —OBSERVACIONES SOBRE LA ROYADA. M7 el arlo la rofia de los cereales? No; el Mcidium es una planta muy diferente del Uredo, y nada prueba que el uno pueda trasformarse en el otro;» y sin embargo, la observacion desapasionada y escrupulosa ha concluido por dar la razon a los campesinos, contra la opinion del gran fisidlogo de Gi- nebra. » Por los parrafos copiados se ve bien claramente que merece su autor ingresar en la Academia; mucho vale y bien escribe; pero, sin embargo, yo pregunto, gcdmo la roya 6 rova ha apa- recido en casi toda Espana y en puntos donde no solamente no ha habido -Z’czdium, sino que ni pueden existir las plantas sobre que vive? El Berberis vulgaris L. es planta propia de la zona © region del olivo, y sin embargo, el Uredo 6 Roya se ha presentado en todas las zonas desde la del olivo hasta la mon- tafiosa inferior, pues yo la he observado en el verano ultimo (del 77) en el mes de Julio en Echarri-Aranaz (Navarra), que, como llevo dicho, esta situado en la zona montanosa inferior y es el limite del cultivo de los cereales, sin que en todos los alrededores de dicho pueblo nien sus montes, haya visto en la herborizacion que hice ni una sola mata del Berberis vulgaris. En Caparroso se presenté el _d'cidium ber beridis sobre las hojas, tallos y frutos del Berderis vulgaris, el ano 76, por primera vez, y yo le observé en el mes de Junio (un afio antes de la epidemia de la royada), y recogi ejemplares suficientes para remitir a todos los individuos de la Sociedad Bolanica Barcelo- nesa; e| ano inmediato (primavera del 77) he observado la epi- demia de la voya, pero por las razones dichas, no creo que el .Ecidium la produjera. Kn vista de todo lo dicho, creo, sin que de ello tenga duda aleuna, que el Uredo rubigo-vera y todas las demas criptdga- mas que se advierten en las plantas, y que son, por decirlo asi, una enfermedad, son especies propias, y como tales viven y se reproducen, sin necesidad de Metagénesis, pero que para su evolucion necesitan causas 6 condiciones apropiadas, sin que por esto se pueda negar que la humedad favorece sin saber como su desarrollo, 4 pesar de que esto no es de tan absoluta necesidad como se cree. Yo he visto que la Puccinia malvacea- rum Mont., criptogama que vive en las hojas, flores y tallos de diferentes especies de malvas (y que yo, y antes que yo ya habia observado el sabio botanico D. Francisco Loscos, far- 276 - ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) macéutico de Castellseras, Aragon), se ha presentado, ha apa- recido por primera vez en Espana el ano 68, coincidiendo su aparicion en este pais con los aflos de mayores sequias, y des- truyendo, no sdlo las malvas que habitan en sitios hiumedos y frescos, si que tambien las que en los alrededores de este pue- blo habitan en lugares sumamente aridos y secos; unas y otras han sido destruidas casi completamente secandose, retorcién- dose sus peciolos y hojas, y no produciendo hace ya muchos anos sino pocas y enfermizas flores, impropias para el uso far- macéutico. Nada hay, pues, de cierto en esto, ni hay tampoco nada cierto en cuanto 4 la generacion alternante 6 Metagéne- sis; es menester estudiar, y estudiar mucho, y estudiar la bo- tanica en el campo, y sin prevencion en pro 6 en contra de esta 6 la otra idea, de esta 6 la otra teoria; ver las cosas segun son y refiexionar mucho antes de hacer deducciones y sacar consecuencias: yo repito que para mi, tan especie propia es el Uredo rubigo-vera, el Acidiwm berberidis y la Puccinia gra- minis, como lo son el Oidiwm Tukert Berk, que destruye las vides y el Oidium albicans Ch. R., que viviendo, no solamente en la boca y la faringe, sino tambien en el estémago é intesti- nos de los nifios, produce la enfermedad Hamada Muguet, y asi de otros que pudiera citar. Esto es cuanto se me ha ocurrido hacer observar 4 esta So~ ciedad sobre tan importante materia, en la seguridad de que estas sencillas Iineas han de estimular 4 otros mas competen- tes consocios a tratar con mayor extension y mejores luces un tan interesante punto de la dificil ciencia criptogamica; que- dandome muy satisfecho si tal sucede, de haber sobre él Ha-— mado la atencion de las doctas personas, y que las opiniones de éstas consigan demostrar la falsedad de las mias, que creo. miéntras lo contrario no se demuestre, muy verdaderas. UNA GONIFERA DEL TRIAS, POR DON 6 Ac bb OnS CALS DE (Sesion del 5 de Junio de 1878.) Sabido es cuan pobre en fésiles se presenta el terreno tria- sico de Espana, y no debemos por lo tanto extranar el que uni- camente conozcamos dos especies del reino vegetal—ambas pertenecientes al grupo de las equisetaceas ,— como represen- tantes de la flora de aquel periodo. Igual falta notamos, aun- que se abrace el conjunto de las formaciones geolégicas, res- pecto al hallazgo de plantas coniferas en los terrenos de la Pe- ninsula; pues, al ménos que yo sepa, tan sdélo se han citado la Walchia piniformis Sternb., perteneciente al terreno carbo- nifero, y las Pinus (Teda) canariensis L. et H., y A bietites latis- guamosus Ludw., propias ambas del terreno terciario. El hallazgo de una conifera caracteristica del trias es, por tanto, en mi concepto, un hecho que bien merece referirse: pues sobre anadir un nuevo dato paleontoldgico a los que sir- ven hoy para fijar la edad de los terrenos que en algunos pun- tos del centro de Espana descansan directamente sobre mate- riales silurianos, sirviendo de base 4 los bancos jurasicos, ri- cos en fdsiles animales, relaciona al paso dichos terrenos, con los clasicamente llamados tridsicos en el importante territorio de los Vosgos. Estudiando el corte hecho en las areniscas que forman la base del pueblo, en la provincia de Guadalajara, con motivo del trazado de la carretera que desde Campillo se dirige 4 Mo- lina, hubo de llamarme la atencion la presencia de algunas impresiones vegetales, y hasta la existencia de varios trozos de tallos y hojas carbonizados entre las delgadas capas de are- nisca y arcilla pizarrosa, que por aquella parte tienen la di- 278 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) reccion media de NO. aSE. é inclinacion de unos 75°. La natu- raleza de la roca, poco comun en los bancos jurasicos que se extienden cubriendo al N. y al E. los materiales del trias, y sus relaciones estratigraficas con los conglomerados de la inme- diata sierra de los Castillejos de Zafra, y con las calizas y margas yesosas de las inmediaciones de Molina, hiciéronme comprender desde luégo que aquellas psamitas y pizarras arci- llosas, cargadas en algunos puntos de mica, debian pertenecer a las capas superiores del piso de la arenisca abigarrada, 6 sea al grupo inferior de los tres en que ordinariamente se divide e] espesor del trias; y en tal concepto, la presencia de restos ve- getales fosiles, tan escasos al decir de los gedlogos que han recorrido nuestras provincias, adquiria mayor valor y recla- maba una atencion preferente. Varios trozos de roca parti, y con cuidado examiné las caras de las pizarras y junturas de los bancos, puestas al descubier- to, recogiendo algunos ejemplares muy incompletos, cuya cla- sificacion no me ha sido posible. Por fortuna, presenciaba mi trabajo un vecino de Rueda, el cual, enterado de lo que entre aquellas piedras buscaba, fué 4 su casa y me trajo una impre- sion bastante buena, asegurando que procedia de aquel mismo desmonte, segun tambien atestigua la roca en que se halla. El examen de este ejemplar y las indicaciones del distin- guido botanico Sr. Laguna, me han dado 4 conocer que dicha impresion corresponde a la Albertia elliptica Schimper, poste- riormente Hamada tambien Hazdingera elliptica Eudl. La descripeion que de esta especie hacen diversos autores (Schimper, Tv. de Pal. veg., 11, pag. 257; Endlicher, Sinop. conif., pag. 304; Goeppert, IZonog. des foss. conif., pag. 239; Bronn, Leth. geogn., 1, pag. 40), conviene en todo lo que es posible observarse, con los caractéres que presenta el ejemplar referido, y es igualmente notable la semejanza que en la dis- posicion de las ramillas, forma é insercion de las hojas, ete., ofrece dicho ejemplar con el figurado en la lam. 12, fig. 5.*, del Atlas que acompana 4a la obra de Bronn. Igualmente, y por exclusion al compararla con las otras es— pecies del género A lbertia (latifolia Sch., Braunii Sch., y spe- ciosa Endl.), cuyas hojas son siempre mayores y mas 6 ménos obtusas, se llega 4 concluir que el ejemplar en cuestion perte- nece a la Alberlia elliptica, y 4 que no sea posible admitir que (3) Castel. —UNA CONIFERA DEL TRIAS. 279 deje de corresponder a dicho género, toda vez que las unicas plantas afines por su aspecto, son las Dammara 6 Dammarites, propias del terreno cretaceo. Sospechar, por otra parte, que sea una especie nueva, no me ha ocurrido siquiera, desconfiando de mi aptitud y de los me- dios que he tenido para estudiarla; en su dia podra rectificar 6 confirmar mi opinion el inteligente Sr. Mallada, al cual he en- tregado el ejemplar para que pueda ser citado en su notable Sinopsis de las especies fosiles que se han encontrado en Espana. Miéntras tanto, y como una débil muestra del interés con que miro los estudios geolégicos, y del deseo que me anima por contribuir en algo a las tareas de nuestra SocieDaD DE His- ToRIA NATURAL, me ha parecido oportuno redactar la presente nota, dando a conocer el hallazgo de una planta fdsil, no ci- tada entre nosotros, ni conocida por sus similares en el ter- reno triasico de Espana. " ent Maoist WATE OL yh ub eR quis MA ty ct Mey RON a eT a a ert pail fy" ~ dain .) & iho wane * and if aD ty bine. oa | an 4 ahi iors Gt a as ak re ers iy. te Mt Wiel OATS ANE WUC Le ie ee ; | 1 ar 4 { ‘ Aa shud ky ‘ Fra ‘ut j i Mi ' i ie Med oe Al ( ! i bi ay i i { { iA oa hy OT or F iy ’ Ay Wi fhel al a 7 \ ‘ " ive if PAT i i | Li , x > oy side dhl MOE EE othe ee ie Te \ ns ~ t 7 r . ” [ o 0 & } ‘ i ‘ i | j — ADAG \ nip ef | m1) hae sae ‘ i | srr } - ’ i ‘ \ a , ’ t SOBRE LA EXISTENCIA DE LA FAUNA PRIMORDIAL EN LA PROVINCIA DE SEVILLA, POR DON J. MAC-PHERSON. (Sesion del 1.° de Mayo de 1878.) Hace algun tiempo encontré en las cercanias del Pedroso, en las calizas y pizarras que terminan la série sedimentaria infra- carbonifera de la provincia de Sevilla, un fosil, cuya natura- leza me parecié en extremo curiosa. Se lo envié al profesor Remer, de Breslau, y este eminente gedlogo me escribe diciendo que ha conseguido determinar el fosil, y su determinacion vierte inmensa luz sobre los terre- nos mas antiguos de esa parte de Andalucia. Segun esta autoridad, el fésil en cuestion pertenece al gé- nero Arche@ocyathus de Billings; género nuevo en Europa y caracteristico de la Arenisca de Postdam de la América del Norte. Encontrandose este fosil en la parte superior de los terrenos infra-carboniferos de la provincia de Sevilla, es excusado decir que el total de esa inmensa série es infra-siluriana. Sin perjuicio de volver a ocuparme en extenso de este asunto, creo puede tener algun interés el resumir en breves palabras los principales caractéres de los terrenos sedimentarios de esta parte de Sierra Morena, pues por la série de fendmenos y dis- cordancias que aun entre esos antiguos sedimentos se observa, podra adquirirse alguna idea de los colosales guarismos por que hay que medir la edad del mundo. 282 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) El primer terreno estratificado en la escala ascendente que el observador descubre en la provincia de Sevilla, es una po- tente série de micacitas y talcitas. A éstas se hallan subordinadas grandes bancadas de calizas sacaroideas con frecuencia literalmente cuajadas de cristales de actinota y de colores blancos, rosa y azulados; encontrandose tambien asociado 4 este sistema algunos lechos de grauwackas feldespaticas. A esta inmensa série (y que sin embargo en estos parajes puede decirse que no hace mas queaflorar) se sucede un grueso espesor de pizarras lustrosas y siliceas; algunas veces ma- cliferas, y que en las margenes del Huema pueden verse en un desarrollo colosal. Atravesando las micacitas y al parecer las pizarras superio- res, se observan grandes masas de granito, que 4 pesar de los trastornos subsiguientes, forman aun uno de los principales accidentes de esta parte del pats. Sobre este sistema, y reposando unas veces sobre las pizar- ras, como puede verse en la misma fabrica del Pedroso, 6 di- rectamente sobre el granito, como acontece en Malcocinado, se observan potentes bancos de conglomerados, entre los que se descubren cantos redondeados de todas las formaciones inferiores, hasta del granito inclusive. A estos conglomerados se suceden rocas detriticas de grano mas menudo, que alternan con areniscas y pizarras, y en al- cunos sitios, especialmente entre Guadalcanal y Malcocinado, con lechos estratiformes de diabasas. Esta alternancia de rocas detriticas y eruptivas presenta una marcada semejanza con lo que se observa hoy dia en los para- jes volcanicos, donde las corrientes de lavas y basaltos alternan con lechos de tobas y conglomerados. Y es probable que se tenga aquiun ejemplo del fendmeno volcanico ya descrito por los gedlogos ingleses respecto 4 rocas de la misma edad en Inglaterra. A esta série de rocas detriticas se sucede un inmenso espe sor de alternancias de pizarras, calizas y algunos lechos de areniscas, del cual procede el ya mencionado fosil. Esta gran série sedimentaria que ocupa casi todo el Norte de la provincia de Sevilla, se halla recubierta en estratificacion discordante por las pequenas cuencas hulleras de Villanueva, (3) Mac-pherson.—FAUNA PRIMORDIAL EN SEVILLA. 283 San Nicolas del Ponto y Guadalcanal; no habiéndome sido po- sible descubrir rastros de la gran formacion siluriana que a corta distancia se ve en las provincias de Badajoz y Cordoba, formando sus cuarcitas inferiores las cumbres de las sierras Amacho, el Pedroso y otras. Por consiguiente, toda la série infra-carbonitfera de la pro- vincia de Sevilla puede considerarse como infra-siluriana, y a pesar de su remota antigiiedad deja ver que se divide en tres grupos bien caracterizados. El primero comprende todos los estratos entre los conglomerados inferiores y las calizas supe- riores, representando el cambriano superior, equivalente de la arenisca de Postdam. Las pizarras lustrosas y siliceas infe- riores pueden considerarse como el cambriano inferior, y si se las compara a la série analoga en la América del Norte, re- presentan el tramo de las pizarras verdes huronianas. El tercer grupo abarca toda la série de micacitas, talcitas y calizas cristalinas, y acerca de su edad se estrechan las dis- tancias de tal manera, que por fuerza vienen 4 quedar perfec - tamente situadas en el lugar donde las han colocado los gedélo- gos portugueses al considerarlas como terrenos azdicos, repre- sentantes tal vez del sistema laurenciano del Canada. Otro punto de importancia que esta sucesion de terrenos establece, es la prioridad del granito al cambriano superior, como los cantos empastados en sus conglomerados atestiguan; y como ademas esta roca atraviesa las micacitas y las pizar- ras lustrosas, tiene su edad que estar comprendida hacia el medio del periodo cambriano; refiriéndose asi & esa remota época uno de los principales factores del relieve de Sierra Mo- rena. Es verdaderamente extraordinario el espesor de los terrenos infra-silurianos de Andalucia; pues sia las pizarras lustrosas se les agrega el total espesor de los conglomerados, arenis— cas, pizarras y calizas del caibriano superior, habra que medir el espesor de los sedimentos de esa edad del mundo por millares de metros de espesor. Y sia esto se agrega cl inmenso de las micacitas y calizas sacaroideas que ajuzgar por su posi- cion relativa parecen superiores 4 las pizarras granatiferas de la Sierra Nevada y al gneiss de la Serrania de Ronda, se llegara & guarismos perfectamente colosales. Grande y dilatado es el campo que en mi juicio se abre para QR4 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) el estudio de la série sedimentaria de Andalucia con la exis— tencia de la fauna primordial 6 cambriana en sus estratos. Especialmente el existir una série calcarea de tan gran espe- sor y de época tan remota, es posible que contribuya a verter alguna luz sobre la verdadera edad de algunas de las oscuras formaciones geoldgicas que en la opuesta margen del Guadal- quivir han ocupado la atencion de numerosos gedlogos. CONSIDERACIONES SOBRE LA PESCA DEL SALMON EN ESPANA, LA LEGISLACION ESPECIAL QUE DEBE REGIR DICHA PESCA, FOR DON BHILARIO NAVA Y, CAVED A, (Sesion del 3 de Julio de 1878.) IMPORTANCIA DE LA PESCA EN GENERAL Y DECADENCIA QUE SE OBSERVA ENTRE NOSOTROS EN LA DE AGUAS DULCES. La pesca en aguas dulces se ha considerado siempre como un venero de riqueza, que si hoy en Espana apénas tiene im- portancia, basta considerar la que en otros tiempos ha tenido y la que alcanza en otras naciones, para comprender cuan grande podria llegar 4 ser su valor. Nace esta importancia de los principios nutritivos que contiene el pescado, constitu- yéndole en un precioso y casi indispensable elemento para la alimentacion publica, adquiriéndola mayor todavia por el aumento incesante de la poblacion, el precio siempre creciente de los articulos necesarios para la vida y el mayor consumo que le han proporcionado los caminos de hierro, abriéndole mercados 4 que antes no podia aspirar por los medios imper- fectos de trasporte de que se disponia. Por esto el legislador y los gobiernos deben ocuparse en preparar los medios mas adecuados para fomentar y abaratar la pesca, mereciendo ci- tarse como el mas conducente a este objeto el de una legisla- 236 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) cion previsora, restrictiva y severa, que haga posible la ma- yor abundancia en las especies, la conservacion de las mejo- res y el mas Util aprovechamiento de todas. Espana posee aguas corrientes que por su pureza y por las condiciones del! clima y dela Peninsula, se prestan a la repro- duccion de gran parte de las especies conocidas, y principal— mente de aquellas que por su valor y mérito, como sucede a las salmonidas, son codiciadas de todos, y abundan en otros paises quizi ménos favorecidos y propios para su desarrollo que el nuestro; y sin embargo, es notoria la escasez de pes— vado en casi todas nuestras aguas, la carencia absoluta en aleunas que antes abundaban, la desaparicion de las mejores especies en otras, y como consecuencia inmediata y natural de todo el exorbitante precio que alcanza el pescado de rio. El males tan profundo, data de tan larga fecha la incuria y el abandono, y de tal modo se ha generalizado el abuso y se ha hecho frecuente el olvido de cuantas disposiciones y medios podian contribuir a la conservacion y fomento de la pesca, que no bastan ya reformas parciales, son indispensables me- didas radicales; se necesita una nueva legislacion en armonta con los progresos realizados por la ciencia, y es preciso ade- mas ayudar por medios artificiales la repoblacion de nues- tras aguas, porque la legislacion, por completa y perfecta que sea, no puede reemplazar 4 la naturaleza, y es impotente para restituir a las aguas las especies que de ellas han desapare- cido 6 se han agotado, por la imprevision, abandono y codicia de los hombres. La empresa es Ardua, peto no imposible; antes bien de seguros resultados si nos inspiramos en el ejemplo que nos ofrecen otras naciones, y seguimos con perseverancia los procedimientos por ellas adoptados en casos analogos, re- poblando nuestros rios, albuferas, lagunas y estanques. A este fin se dirigen las consideraciones que vamos a presentar, aun cuando no pretendemos hacerlas extensivas 4 todas las especies que pueblan las aguas dulces, sino que las hemos de limitar principalmente 4 las salmodnidas, que a la vez que son las mas codiciadas, producen mayores rendimientos. (3) Nava y Caveda.— pESCA DEL SALMON EN ESPANA. 287 i IMPORTANCIA DE LA PESCA DEL SALMON Y SU ACTUAL DECADENCIA, DEBIDA PRINCIPALMENTE A LA LEGISLACION QUE RIGE LA PESCA EN AGUAS DULCES. Sanhez Reguart, en su Diccionario historico de la pesca, publi- cado a fines del siglo pasado (1791-1795), dice al tratar de la del salmon que durante la costera, que abrazaba un periodo de cinco meses préximamente, solo en la ria de Rivadesella (Asturias) empleandose veintiocho 4 veintinueve redes, se cogian de diez a doce mil salmones; y que en Navia, Pravia, Rivadesella y algunos otros puntos de la citada provincia, ha- bia dias durante la temporada en que se cogian dos nfil y mas salmones. Que esta clase de pesca debia tener gran importancia en- tonces, lo demuestran ademas las Ordenanzas generales de pesca publicadas en el ultimo tercio del siglo pasado, que dedican untratado, el segundo, con veinticinco articulos sdlo y exclusivamente a la pesquera de salmones. No es, pues, de ex- tranar que abundando tanto el salmon, estuvieran hastiados e comer tan delicada y apetecida carne hasta los criados de servir, segun por tradicion se viene asegurando en Asturias, a semejanza de lo que por igual época ocurria en Bretafa y Escocia, en donde los domésticos estipulaban en sus contratos los dias de la semana que se les habia de dispensar de comer salmon. Ignoramos la cantidad de salmon que actualmente se pro- duce en Espana; pero que escasea de dia en dia mas, es noto- rio, y lo confirman los elevados precios que alcanza, asi en esta corte como en los puntos productores. De unos datos esta- disticos que la Comision permanente de pesca consigna en su Anuario de 1874, resulta que la libra de salmon que se vende al menudeo en los puertos del Cantabrico, alcanza, como tér- mino medio, un valor de nueve reales y veinte céntimos; y en Madrid puede estimarse que desde Febrero & Junio inclu- sive, cuesta unos catorce reales y medio, y desde Agosto a Diciembre veinticinco. Comparense estos precios con el de 288 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (4) cinco reales que préximamente puede calcularse en Inglaterra 4 la libra de salmon, y podra juzgarse de la abundancia que alli existe, y de la escasez 6 inopia que aqui experimentamos. Pero nada pone tan de relieve la importancia que merece y debe darse 4 la pesca del salmon como la indicacion del valor que alcanza en el Reino-Unido de la Gran Bretana. En Escocia, cuyas pesqueras estan en su mayor parte en manos de asocia— ciones y de los grandes propietarios del pais, puede calcularse que el producto bruto de la pesca del salmon Hega 4 cuarenta millones de reales. Irlanda, ménos rica y favorecida que Es- cocia, pero con un poco mas de extension superficial, y una legislacion sobre pesca mas perfeccionada y completa, ha ex- portado en 1875, 6.641.175 libras de salmon, que calculando a cinco reales libra, importan 33.205.875 rs. En Inglaterra y Ga- les, que tienen casi doble extension superficial que Escocia, pero cuyos rios no tienen las aguas tan puras y batidas, ha- ll4ndose ademas inficionadas en muchos puntos por el mayor desarrollo y necesidades de la industria, lego casi 4 desapa- recer el salmon que atin abundaba a principios de este siglo; produciendo tan sdlo hace unos quince afos tres millones de reales: hoy, sin embargo, asciende el producto de esta pesca i diez millones de reales, y personas competentes aseguran que en breves aos, cuando se remuevan los obstaculos que’ atin se oponen al desarrollo de la pesca del salmon, podra pro- ducir cuarenta millones de reales. Puede, pues, decirse que durante el afio de 1875 la pesca del salmon produjo en el Reino- Unido de la Gran Bretaha la enorme cifra de ochenta y tres millones de reales. En confirmacion de la importancia que este ramo de industria tiene en aquel pais, merece citarse que durante el mismo ano de 1875 el nttmero de hombres emplea- dos como guarda—pescas 6 celadores para la vigilancia de la pesca en los treinta y nueve distritos en que estan divididas Inglaterra y Gales solamente, ha sido de ciento noventa y tres; el de hombres ocupados propiamente en la faena de la pesca en dichos distritos, seis mil: y el importe de los derechos por las licencias concedidas para el uso de toda clase de artes emplea- dos en la pesca llegé 4 setecientos mil reales. Irlanda ocup6 en el mismo ano en la referida pesca once mil quinientos hom— bres, ascendiendo los derechos por las licencias concedidas para pescar & novecientos mil reales. (5) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 289 Francia, que por su extension superficial, sus condiciones cveograficas y de clima y la abundancia de sus aguas corrien- tes, debiera producir tanto al ménos como Inglaterra, es, sin embargo, muy inferior 4 ésta en la pesca del salmon; pero en cambio 4 dos naciones tan pequenhas como Suecia y Noruega, despues del consumo local que hacen, todavia les quedan sobrantes que exportar, principalmente 4 Inglaterra y Alema- nia, y alcanza el producto de su pesca muy cerca de diez mi- llones de reales. A tan elocuentes cifras nosotros desgraciadamente no pode- mos oponer mas que el recuerdo de la abundancia relativa que en el siglo pasado ofrecian las pesqueras de salmones en los rios de Galicia, Asturias, Santander, Vizcaya y Guipuzcoa; y las quejas y lamentos que hoy se escuchan en aquellas mismas provincias por la escasez siempre creciente que vienen expe- rimentando, y que amenazaconvertirse muy en breve en com- pleta desaparicion de la especie, como ya de hecho ha desapa~ recido en muchos puntos en que antes abundaba. Pero ni los recuerdos ni las quejas han de remediar el mal, ni tampoco puede fiarse al tiempo y al acaso, como hasta aqui, la repobla- cion de nuestras aguas: esto, que es de notoria urgencia, debe considerarse como medida de utilidad publica, y en tal con- cepto al Estado corresponde proveer a necesidad tan perento- ria, sin perjuicio de que estimule 4 los particulares para que por su parte cooperen al mismo fin. Y al reclamar la ingeren- cia y la iniciativa del Estado en este importante ramo de la industria, es porque las causas que la han traido al estado de postracion y decadencia en que se encuentra, y los obstaculos que se oponen a su ulterior desenvolvimiento estan principal- mente en la legislacion que sobre materias de pesca en aguas dulces rige, y que no vacilamos en calificar de poco previsora, deficiente y hasta absurda, como es en lo que se relaciona con el periodo de veda y 4 su duracion, que pugnan contra las leyes naturales en lo que al salmon se refiere. Tal vez se considere demasiado severo el juicio emitido sobre nuestra legislacion; pero nada lo justificaraé mejor que el ana- lisis que de ella hagamos y su comparacion con la que en otros paises rige. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 19 290 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) TET EXAMEN SUMARIO DEL REAL DECRETO DE 3 DE MAYO DE 1834 y DE LA LEY DE AGUAS DE 3 DE AGOSTO DE 1866, QUE FORMAN DICHA LEGISLACION. El decreto de 3 de Mayo de 1834 vino 4 reemplazar las Orde- nanzas de caza y pesca que hasta aquella fecha regian; y al confirmarse por la ley de 9 de Julio de 1856 la abolicion de los privilegios Mamados privativos y prohibitivos en materia de caza y pesca que tenian origen de senhorio, previene aquélla en su art. 2.°, que el Gobierno cuide de la puntual obser- vancia del referido Real decreto, que prescribe la policia y demas reglas para el ejercicio de la caza y pesca, tanto por los pueblos como por los particulares. En el mencionado decreto, lo concerniente 4 la pesca son los titulos v y vi y parte de los vu y vil. Trata el v de la pesca y contiene nueve articulos, desde el 36 al 44, que se refieren al derecho de pescar en aguas estancadas y corrientes, rios y canales navegables, haciendo distincion en la primera si es- tan cerradas 6 abiertas, y en este caso, cuando lindan con tierras de varios duefios; asi como en las aguas corrientes distingue el caso en que les sirven de linde tierras de propie- dad particular del en que las riberas pertenecen 4 propios. El titulo vr trata de las restricciones de la pesca, y comprende los articulos 45 al 47, destinado el primero a la prohibicion de inficionar las aguas, pagando los infractores, ademas de da~ nos y costas, cuarenta, sesenta y ochenta reales de multa, se- gun que se trate de primera, segunda 6 tercera vez que se infrinja la ley; el 46 4 la de que se pesque con redes 6 nasas cuya malla sea menor de una pulgada, 6 sean veintitres mili- metros. Por fin, el art. 47 se refiere al periodo de veda, que empieza el 1.° de Marzo y concluye el 31 de Julio, excepto para la pesca con cana 6 anzuelo que se permite todo el ano. El titulo vi trata de las reglas para la ejecucion del Regla- mento, y comprende los articulos del 48 al 52 inclusives, que en suma se reducen a prevenir que en los procedimientos en- tenderan las autoridades gubernativas. c (7) Nava y Gaveda.— PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 29] El titulo vin trata de las penas de los infractores, y contiene los articulos 53 al 55, castigando 4 aquéllos con las multas de veinte, treinta 6 cuarenta reales, segun se incurra por pri- mera, segunda 6 tercera vez en falta, ademas del resarci- miento de dafios y costas silas hubiere. No se puede, pues, dar reglamentacion mas sencilla ni mas suave y benigna para los infractores; pero al mismo tiempo mas incompleta ni mé- nos eficaz, al punto que cabe dudar si no seria preferible que no existiera. La Ley de aguas de 3 de Agosto de 1866 se considera tambien como parte de la legislacion vigente sobre pesca, pero en nada ha contribuido 4 mejorar la situacion de ésta; mas bien pu- diera decirse que la ha agravado, y desde luégo se echa de ver por el espiritu que la informa, que no se tuvieron presentes las necesidades y exigencias naturales de la pesca; tal vez porque se supuso 4 ésta suficientemente garantizada con la reglamentacion especial que la regia, 6 quiza porque se creyé preferibles a los intereses generales posponer la pesca a cual- quier otro aprovechamiento que pueda hacerse con las aguas publicas. Confirman estas hipotesis el articulado de la ley, que de los 300 articulos de que se compone, solo 16 se refieren mas 6 ménos directamente 4 la pesca, y aun de ellos cuatro se en- tienden para la pesca en aguas saladas, como puede obser- varse por el siguiente extracto que presentamos de la mencio- nada actual: «Art. 14. El derecho de pescar desde la playa es el del pu- blico, conforme 4 los reglamentos y policia del ramo. El de pescar a flote en la zona litoral maritima es exclusivo de los matriculados. «Art. 15. En las charcas, lagunas 6 estanques de agua del mar, formados en propiedad particular, no susceptibles de comunicacion permanente con aquél por medio de embarca- ciones, solamente podran pescar sus duefios sin mas restric— ciones que las relativas 4 la salubridad publica. «Art. 23. Del mismo modo se concedera la competente au- torizacion a empresas particulares para establecer pesque- ras en las playas, asi como para criaderos de pesca y mo- luscos. «Art. 24. Dentro desu propiedad particular cada uno puede construir estanques artificiales de aguas de mar en comuni- 292 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) cacion con éste para bafios, viveros de peces 6 cualquier ob- jeto de utilidad 6 recreo. «Art. 169. Todos pueden pescar en cauces publicos sujetan- dose 4 los reglamentos de policia con tal que no se embarace la navegacion y flotacion. «Art. 170. En los canales, acequias 6 acueductos para la conduccion de aguas publicas, aunque construidas por con- cesionarios de éstas, y & ménos de habérseles reservado el aprovechamiento de la pesca por las condiciones de la conce- sion, puede el publico pescar con anzuelos, redes 6 nasas, sujetandose 4 los reglamentos, con tal que no se embarace el curso del agua ni se deteriore el canal 6 sus margenes. «Art. 171. Solamente con licencia de los duefos de las ribe- ras se podran construir en ellas 6 en la parte del canal conti- guo, encanizadas 6 cualquiera otra clase de aparatos destinados a la pesca. «Art. 172. En los rios navegables no podra ejercerse, sin embargo, ni aun por los mismos duenos de las riberas, el de- recho consignado en el articulo anterior, sin permiso del go- . bernador de la provincia, quien Unicamente lo concedera cuando no se embarace el curso de la navegacion. En los flo- tables no sera necesario el permiso; pero los duefos de las pesqueras estaran obligados 4 quitarlas y dejar expedito el cauce siempre que a juicio de la autoridad puedan estorbar la flotacion. «Art. 173. Los duefios de encanizadas 6 pesqueras estableci- das en los rios navegables 6 flotables no tendran derecho 4 indemnizacion por los dahos que en ella causasen los barcos 6 maderas en su navegacion 6 flotacion, «Art. 174. En las aguas de dominio privado y en las conce- didas para establecimiento de viveros 6 criaderos de peces, solamente podran pescar los duefos 6 concesionarios. «Art. 185. En los rios navegables 6 flotables no se podran construir en lo sucesivo ninguna presa sin las necesarias es— clusas y portillos 6 canalizos para la navegacion 6 flota- cion, siendo su conservacion de cuenta del dueno de tales obras. «Art. 207. En la concesion de aprovechamiento de aguas publicas se observara el siguiente érden de preferencia: 1.°, abastecimiento de poblaciones; 2.°, abastecimiento de ferro- —— (9) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 293 earriles; 3.°, riegos; 4.°, canales de navegacion; 5.°, molinos y otras fabricas, barcas de paso y puentes; 6.°, estanques para viveros 6 criaderos de peces. «Art. 271. Los gobernadores podran conceder el aprovecha- miento de aguas publicas para formar luégo remansos 6 estan- ques destinados 4 viveros 6 criaderos de peces. «Art. 273. Los concesionarios de aguas publicas para rie- eos, navegacion 6 establecimientos industriales, podran for- mar en sus canales 6 terrenos contiguos que hubieren adqui- rido, remansos 6 estanques para viveros de peces con autori- zacion del alcalde. «Art. 274. Las autorizaciones para establecimiento de vive- ros de peces son a perpetuidad. «Art. 296. Compete a los tribunales de justicia el conoci- miento de las cuestiones relativas al derecho de pesca.» El examen de estos articulos confirma lo que ya antes he- mos anticipado al indicar que en la ley de aguas la pesca se pospone a cualquier otro aprovechamiento: dejando 4 un lado los articulos 14, 15, 23 y 24 por referirse 4 la pesca en aguas saladas, se observa en los otros una preferencia marcada, por no decir exclusiva, hacia las demas industrias, y principal- mente a la navegacion y flotacion. Bien expresamente se in- dica, por otra parte, en el art. 207 al senalar el érden de pre- ferencia en la concesion de los aprovechamientos, que de seis que se indican figura el ultimo los estanques para viveros 6 criaderos de peces; y el art. 185 es ademas otra prueba de la poca importancia que se da ala pesca, cuando al disponer que en las nuevas presas que se construyan en los rios navegables y flotables se dejen las necesarias esclusas y portillos para la navegacion 6 flotacion, se prescinde por completo de la libre circulacion de la pesca y de las escalas salmoneras, artificio conocido y practicado ya enténces, que no podia ocultarse a la ilustracion de los legisladores, si realmente hubieran creido ser objeto de la ley favorecer la pesca. Pero ademas de las omi- siones y preferencias sefaladas, hay que fijar la atencion so- bre los abusos que pueden cometerse, y de hecho se cometen, por efecto de mala 6 de viciosa interpretacion que algunos dan a ciertos articulos de la ley: se permite por el art. 169 la pesca en los cauces publicos con tal que no se embarace la navega- cion y flotacion, y autoriza el 171 la construccion en los mis- 294 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) mos de encanizadas 6 cualesquiera otra clase de aparatos, y eso basta para que se crean facultados a emplear en la pesca cuantos artefactos les plazca, desde los mas sencillos é ino- centes hasta los mas perjudiciales y prohibidos, y cuando una autoridad celosa les hace ver el error, surgen reclamaciones y quejas y consideran una arbitrariedad 6 limitacion de un de- recho las disposiciones encaminadas 4 evitar abusos escanda- losos que de tolerarlos concluirian con la pesca. Se dira que la ley de aguas no es una ley de pesca, que ésta debe regirse por una reglamentacion especial que no puede tener cabida en dicha ley, y que en todo caso deja siempre 4 salvo, como expresamente se consigna en varios articulos al indicar que los derechos otorgados por la ley son con sujecion a los reglamentos de policia: la observacion es muy fundada, y por eso no se trata de combatir 6 censurar la ley, que podra muy bien llenar el objeto para otros aprovechamientos de las aguas que no sean la pesca; se intenta Unicamente demostrar que sin faltar 4 la ley y aun invocando su observancia, se puede destruir la pesca; y como por otra parte se ha demos- trado ya que las disposiciones del Real decreto de 3 de Mayo de 1834 son insuficientes é ineficaces para amparar la pesca, se puede sin exageracion afirmar que la legislacion vigente sobre pesca en aguas dulces no sdélo no la fomenta ni ampara, sino que la perjudica, y urge por tanto reformarla sustituyén- dola con otra mas completa, restrictiva y previsora, y mas severa tambien para castigar las infracciones; y como tratan- dose de la pesca en los rios que desembocan en el mar, aquélia esta sujeta 4 la jurisdiccion de marina en toda la extension en que se hace sentir la marea y en su desembocadura, es indis— pensable que haya completa uniformidad de miras entre los Ministerios de Fomento y de Marina, para que sea una mis- ma la legislacion que rija en todo el trascurso de los rios, desde su origen 6 nacimiento hasta su desembocadura en el mar. No pretendemos formular el proyecto de la nueva legislacion que deba reemplazar la existente y llenar los vacios que en ésta se nota: un trabajo de estaindole requiere el concurso de personas mas ilustradas y competentes; nuestra aspiracion es, pues, mas modesta, y se reduce 4 presentar algunas indi- caciones que conviene tener presentes cuando se estudie y (11) Nava y Gaveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 295 proponga la nueva ley, y aunasi hemos de limitarlas 4 la pesca del salmon, que es la que consideramos mas productiva y sobradamente importante para que por si sola merezca 6 sea objeto de una legislacion especial como en otros paises su- cede. EV: DE. LA NATURALEZA DEL SALMON, Y DE LOS OBSTACULOS NATURALES Y ARTIFICIALES QUE SE OPONEN A SU PROPAGACION. El salmon, Sadmo salar L., que abunda en el Norte de Ku- ropa y se produce tambien en la América septentrional, no se da en Espana mas que en las regiones del Norte y del Noroeste, que limitan el Bidasoa y el Mino. Desde la desembocadura de este rio por el Suren el Océano, y en todo el Mediterraneo, asi en las costas de Espana como en las de Francia no se coge salmon, y hay que ir para encontrarle a las regiones antes indicadas, que comprenden las cuatro provincias gallegas y las de Asturias, Santander, Vizcaya y Guipuzcoa, siendo den- tro de estas provincias los rios en que mas ha abundado, el Mino, Ulla, Tambre, Eume, Eo, Nalon, Narcea, Navia, Sella, Ason, Pas, Vesayo, Deva, Oria, Urumea y Bidasoa, sin que esto signifique que hoy suceda lo mismo ni que no existan otros rios 6 afluentes a los ya indicados en las citadas provin- cias en los cuales se crie y coja dicho pescado. El salmon ha sido siempre muy estimado y ha tenido gran valor por la finura y consistencia de su carne, por su delicado custo, el gran volimen que en poco tiempo adquiere sin exi- gir gastos ni cuidados y lo bien que se presta para las conser- vas, cualquiera que sea el sistema que se adopte. Hay, sin embargo, una época del afio en que e! salmon enflaquece, su carne pierde la consistencia y la tersura, es ménos gustoso y desmerece mucho para los aficionados; esta época es el tiempo de la freza que en los rios de Asttirias empieza hacia fines de Agosto, y alo que tal vez se deba que en las antiguas Ordenan- zas se llamaran salmones agostizos y fuera prohibida su pesca, 296 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) designandose hoy en la misma provincia con el nombre de zancados , para diferenciarlos de los salmones cuando estan en su verdadera sazon, época a la verdad dificil de apreciar , aun cuando algunos la senalan de Marzo 4 Julio. El salmon es pez de paso, y sujeto por consiguiente a emigraciones periddicas, pasando alternativamente del agua dulce al agua salada, buscando por instinto en ambos medios aquellos parajes que reunen las condiciones mas apropiadas para procrear y desarrollarse. Se reproduce, como la mayor parte de los peces, por los huevos que la hembra deposita sin contacto anterior con el macho, siendo despues aquéllos fecun- dados por éste; eligiendo generalmente para desovar los lechos de guijo 6 cascajo de los rios y arroyos cerca de los manantiales en donde las aguas son mas puras y cristalinas y de tempera- tura ménos variable. La cria de los salmones, 6 sea los salmoncillos, llamados tambien esguines, y.antiguamente corgones y murgones, asi que adquiere cierto tamano, desciende al mar, en donde en- cuentra alimento abundante, y sin alejarse mucho de la costa ni de la desembocadura del rio de donde procede, se desarrolla y engorda, aumentando considerablemente de volumen y peso; en disposicion que 4 las nueve 6 diez semanas que suele emprender su vuelta al rio, pesa de dos 4 tres kil6gramos mas. En la segunda emigracion crece y engorda todavia con bas- tante rapidez, y 4 su regreso del mar sube ya en condiciones de procrear, demostrando la observacion que el salmon, a semejanza de la golondrina, vuelve despues de su emigracion al paraje donde ha nacido, haciendo para conseguirlo toda clase de esfuerzos. Esta condicion querenciosa del salmon, y la mucha fuerza muscular de que esta dotado, que le permite vencer fuertes corrientes, saltos de agua y los obstaculos que en su curso encuentra, son circunstancias muy favorables para la repobla- cion de los rios principales por medio de sus afluentes; a con- dicion, sin embargo, que aquellos obstaculos no excedan de cierto limite superior & las fuerzas del salmon, porque si ex- ceden, no pudiendo vencerlas despues de haber hecho para conseguirlo los mayores esfuerzos, se ve obligado a depositar la hueva en parajes ménos apropiados para su fecundacion, y en donde arrastrada por la corriente 6 perseguida por sus mu- (13) Nava y Caveda.— PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 297 chos enemigos, se pierde en su mayor parte. Verificado el desove emprende el salmon su vuelta al mar, y como en sus viajes procede con bastante lentitud, puede decirse que la mi- tad del aio vive en las aguas dulces y la otra mitad en el mar. A los obstaculos naturales que el salmon encuentra a su paso y alas crecidas y sequias que de vez en cuando ocurren en las aguas corrientes por efecto de los cambios atmosféricos, ocasionando una perturbacion en los lechos de desove, arras— trando 6 destrozando los huevos, y por fin, alos muchos y variados enemigos que el salmon encuentra desde el periodo de desove hasta que adquiere cierto tamano para defenderse 6 huir de la persecucion constante de que es objeto, vienen a unirse los obstaculos artificiales que las necesidades de otras industrias y la imprevision y codicia de los hombres le han creado en todos tiempos; resultando del conjunto de todas estas causas, cuando no se han podido 6 sabido combatir, la despoblacion de los rios y el agotamiento de las especies que antes abundaban. No son, sin embargo, los obstaculos naturales los mas te- mibles: son los artificiales los que mas perjudican y se oponen al desarrollo de la pesca, mereciendo senalarse en primer tér- mino las presas y atajadizos de todas clases que con nombres muy variados y de materias diversas se colocan en numero considerable en los cauces publicos, oponiéndose a la libre circulacion de los peces; vienen despues la inobservancia del periodo de veda, el uso indebido de artes fijos de pesca, el empleo de redes de mallas prohibidas por lo reducido de sus dimensiones, y de las que no escapa la cria mas diminuta; infi- cionar las aguas por medio de drogas y sustancias bien cono- cidas, que narcotizan 6 envenenan el pescado, incluyéndose entre ellas la abusiva practica de enriar 6 cocer los linos y canamos en las aguas corrientes; la suciedad y hasta inficio- namiento producido en los cauces ptblicos por los desagiies de las minas; los de las alcantarillas y cloacas de las grandes poblaciones; el establecimiento de varias industrias, princi- palmente las de productos quimicos, que se sirven de las aguas para sus manipulaciones y envian 4 ellas los desperdicios 6 residuos, y por fin, la falta de vigilancia y de medios coerciti- vos que obliguen a los riberefios a respetar los lechos de des— 298 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) ove, y a proteger la cria que persiguen con verdadero ensana- miento, para lo cual es indispensable un personal escogido encargado de la policia de las aguas, que impida las infraccio- nes de la ley, castigando éstas con la mayor severidad sin contemplaciones de ningun género. Los obstaculos que se refieren 4 las presas, cuando éstas tienen por objeto formar saltos de agua que proporcionen la fuerza motriz de que se aprovechan diferentes industrias, no pueden por lo comun removerse sino imponiendo a estas mis-— mas industrias una servidumbre que, gracias 4 la sencilla cuanto ingeniosa invencion de las escalas salmoneras, es lo ménos gravosa posible y concilia los intereses de aquellas in- dustrias con los de la pesca. Vv. ESCALAS SALMONERAS PARA ATENUAR LOS INCONVENIENTES QUE OFRECEN LAS PRESAS COLOCADAS EN LOS R1OS PARA EL USO DE DIFERENTES INDUSTRIAS. El objeto de las escalas salmoneras es fraccionar el salto de agua en una porcion de saltos parciales, que sin disminuir demasiado la velocidad de la corriente, pueda el salmon ven- cerla sin esfuerzos extremos, subiendo y bajando por el rio libremente 4 pesar del obstaculo que la presa ofrece. Este frac- cionamiento puede conseguirse, ora por medio de escalones 6 eraderias formando una série de pequefas cascadas, y ora por uno 6 mas planos inclinados, cortados trasversalmente en el sentido de su longitud por mamparos incompletos 6 diafrag- mas formando una especie de celdillas con aberturas encon- tradas, por cuya disposicion se consigue disminuir la veloci— dad que la corriente del agua adquiere por el plano inclinado, formandose ademas remolinos en vez de cascadas, prefiriendo el salmon aquéllos porque se asimilan mas al curso del agua en el resto del rio, y le evita verificar la ascension por saltos. En la construccion de las escalas salmoneras lo mas impor- tante es determinar su emplazamiento y la disposicion de la abertura inferior, para lo cual hay que tener en cuenta las (15) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 299 costumbres del salmon, que busca el paraje en que encuentra mayor abundancia de agua y ala vez mas pura y cristalina, sin que le arredre ninguna dificultad para franquear el paso. La inclinacion de las escalas varia segun las circunstancias; pero la mas comun es la de un octavo, no siendo tampoco por igual en toda la extension. Tambien se puede llegar al fraccionamiento del salto de agua, ya sea natural 6 ya formado artificialmente, estable- ciendo varias presas unas 4 continuacion de otras, de manera que el agua se vaya represando por escalones; pero cualquiera que sea el sistema que se adopte, puede asegurarse que en rigor la necesidad de las escalas salmoneras no tanto depende de la altura del salto como de la forma y disposicion en que el agua vierta por encima de la presa, y de la naturaleza del fondo sobre que cae. Asi, por ejemplo, hasta un metro de altura, si el agua cae sobre fondo que tiene alguna profun- didad, formando remolinos, y ademas la lamina 6 capa de agua tiene bastante grueso, el salmon podra franquear el salto sin necesidad de escalas salmoneras; mas si por el con- trario el fondo es liso y resistente, de piedra 6 madera, mide ademas poca profundidad y la capa de agua es delgada, de poco grueso, entdnces con seguridad el salmon no puede ven- cer 6 franquear el salto, aun cuando su altura no mida un metro. No insistimos mas sobre las escalas salmoneras, que pue- den, por otra parte, estudiarse mas en detalle en las obras de Mr. Coste, en el tratadito de piscicultura del Sr. Graells, y principalmente en los informes 6 memorias anuales de los inspectores de pesca del Reino-Unido, mereciendo citarse a Irlanda como el pais en donde existen los mejores modelos de escalas salmoneras, y entre ellas la colocada en el Ballysodare por Mr. Cooper, que ha costado veinticinco mil pesetas. 300 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) Wa NUMEROSAS PROHIBICIONES QUE REGISTRA LA LEGISLACION INGLESA SOBRE LA PESCA DEL SALMON, REDUCIDAS TAN SOLO A TRES EN LA NUESTRA. Otro punto interesante que en el extranjero se mira con par- ticular interés y entre nosotros pasa desapercibido, es todo lo que se refiere 4 la venta, compra, exportacion y trafico en ge- neral del salmon en tiempo de veda; a la hueva del mismo usada como cebo 6 carnada, y por fin, al salmon cuando no esté en sazon, imponiéndose fuertes multas por via de correc— tivo a los que infringen las disposiciones que sobre la materia rigen; y como éstas, siendo bastante restrictivas y desconoci— das en Espafia, pudieran considerarse por muchos exageradas y arbitrarias, no parece fuera de propésito citar aqui las nu- merosas prohibiciones y restricciones que la liberal Inglaterra tiene establecidas en su legislacion especial sobre la pesca del salmon, que en ellas hay mucho que aprender y que imitar. El acta del Parlamento de 6 de Agosto de 1861 y las comple- mentarias de 1865 y 1873, que son las vigentes para Inglaterra y Gales, establecen las siguientes prohibiciones: 1.2. Echar 4 los rios, lagos y sus afluentes en donde se cria el salmon, cualquiera sustancia liquida 6 salada que nar- cotice 6 envenene el pescado. 2.* Pescar de noche con el auxilio de luces. 3." Servirse de fisgas. arpones, bicheros 0 otro instrumento semejante para la pesca del salmon. 4.2 Pescar sin la correspondiente licencia de pesca, cual- quiera que sea el arte empleado. 5.*. Emplear la hueva del salmon como carnada 6 cebo para pescar. 6... Comprar, vender, exponer a la venta 6 tener en su po- der huevos de salmon. Exceptuanse los casos que tengan un objeto cientifico 6 se empleen en la propagacion artificial. 7.2 Pescar con redes cuya malla tenga ménos de 0,051 medidos de nudo 4 nudo, segun los lados del cuadrado que la forman, y cuando la red esté mojada. Las juntas locales (17) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 301 de pesca estan, sin embargo, autorizadas para consentir como minimo para la malla 0",038. 8." Echar la red dentro de un espacio menor de cien yar- das (91",50) de otra que esté en el agua hasta no haberla recogido. 9.° Usar maquinas fijas, cualesquiera que ellas sean, ya se empleen directamente en la pesca del salmon, ya se usen solamente como medio de facilitar la pesca 6 servir de obs- taculo al libre paso del salmon. 10. Colocar presas exclusivamente para la pesca del sal- mon, ni poner en ellag armadijos ni otros artefactos para di- cha pesca. 11. Pescar, 6 intentar pescar, en los cauces de los molinos, excepto con cafia y anzuelo y en una distancia de cincuenta yardas (45",75) aguas arriba, 6 cien yardas (91",50.) aguas abajo, de cualquier presa que impida el libre paso del salmon. 12. Coger premeditadamente el salmon cuando no esta en sazon, y venderlo, comprarlo, exponerlo 4 la venta 6 tenerlo en su poder cuando se encuentre en dicho estado. 13. Coger 6 destruir deliberadamente la cria del salmon. 14. Comprar, vender, exponer a la venta 6 conservar en su poder dicha cria. 15. Colocar obstaculos que se opongan a su libre paso y circulacion por el rio. 16. Hacerla deliberadamente dafo. M7: Remover los lechos de desove, bancos 6 parajes de poco fondo en donde existan huevos de salmon. 18. Intentar pescar el salmon 6 perturbarle en el acto de la freza, 6 cuando se encuentra en las inmediaciones de los lechos de desove. 19. Pescar durante los periodos de veda anual y semanal que fijan los reelamentos, asi como colocar obstaculos 6 eje- cutar cualquier acto que en el mismo periodo impida al sal- mon subir y bajar libremente por el rio. 20. Comprar, vender, exportar, conservar en su poder el salmon durante los periodos de veda. 21. Pescar, coger y matar el salmon durante el periodo de veda semanal por otros medios que no sean la cana y an- zuelo. 22. Impedir el libre paso del salmon por las aberturas al 302 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) efecto practicadas en las presas, 6 cogerlo en el acto de pasar por dichas aberturas. 23. Colocar obstaculos 6 emplear cualquier artificio que espante, ahuyente 6 de un modo cualquiera se oponga al libre paso del salmon por las aberturas al efecto practicadas en las presas destinadas a la pesca durante todas las épocas del ano. Algunos encontraran excesivo el numero de prohibiciones que admite la legislacion inglesa: en Francia se conservan casi las mismas; pero en Espafia, si se recuerda que el Real decreto de 3 de Mayo de 1834 sdlo menciona tres, a saber, la prohibicion de inficionar las aguas, la de pescar durante el periodo de veda y la de usar en las redes mallas menores de 23 milimetros, necesariamente han de parecer aquéllas dema— siado numerosas. Y sin embargo, ninguna de ellas huelga, observandose, por el contrario, que a medida que la legisla- cion se enmienda y perfecciona, aumentan las prohibiciones y las restricciones; y siesto sucede en un pais tan adelantado, tan esencialmente practico como apegado a la tradicion y ce- loso de su libertad, gcon cuanta mas razon se hacen necesa- rias en Espana en donde desgraciadamente todo el mundo se cree autorizado para ejercer la pesca sin mas cortapisas que su capricho y conveniencia? No intentaremos, pues, justificar las prohibiciones sefala— das en la ley inglesa, porque las consideramos indispensables; pero si hemos de decir algunas palabras analizandolas suma- riamente para poner mas de relieve lo deficiente de nuestra legislacion. Vie ANALISIS SUCINTO DE ALGUNAS DE ESTAS PROHIBICIONES PARA PONER MAS DE RELIEVE LA DEFICIENCIA DE NUESTRA LEGISLACION. Digamos ante todo que la numeracion correlativa que figura no implica orden de preferencia 6 importancia; debe mas bien considerarse como un medio de facilitar las referencias. Indi- quemos ademas que las prohibiciones relativas a la cria y hueva del salmon y a la pesca del mismo cuando no esta en sazon, no se extienden 4 los casos en que se destinen 4 la fe- cundacion artificial 6 4 estudios cientificos: la ley ampara esta (19) Nava y Caveda.— pESCA DEL SALMON EN ESPANA. 303 clase de investigaciones con el mismo interés que rigor em- plea en perseguir a los contraventores que la destinan 4 fines puramente de especulacion 6 granjeria. La prohibicion 1.*, que se refiere a inficionar las aguas, en todos los paises esta admitida, y nuestra legislacion la reconoce igualmente. No debe, sin embargo, confundirse con la sucie- dad que resulta en las aguas corrientes por el uso que de ellas hacen ciertos establecimientos industriales, ni por el desagiie de las minas y de las alcantarillas y cloacas de las grandes po- blaciones. En otra parte de este escrito se tratara de estos par- ticulares; pero debemos anadir aqui que en Inglaterra se con- sidera como sustancia nociva el aserrin y el enriamiento de los cahamos y linos, circunstancias que deben tenerse presen- tes, porque es comun en Espana que las sierras mecanicas movidas por agua arrojen a los cauces el aserrin sin ocuparse si dana 6 no 4 la pesca, asi como el enriamiento de los cana- mos y linos se practica en rios y arroyos en vez de verificarse en charcas 6 estanques en donde el inficionamiento de las aguas no pueda tener consecuencias, no sdlo para la pesca, sino para la salud publica. La 2.* prohibicion de pescar de noche es tambien necesaria, porque de noche es cuando en mayor escala se cometen los abusos, empleando en la pesca artes prohibidos y usando de medios reprobados que no se atreverian & emplear de dia. Con la prohibicion 3.* se ha querido probablemente evitar que se ahuyente y destruya la pesca sin necesidad. La 4.* es mas bien de caracter econdmico que técnico; los productos de las licencias de pesca se invierten en la pesca misma, pues con ellos se atiende al pago del personal ocupado en la vigilancia y en su conservacion; mas que 4 la licencia la prohibicion lo que tiende es a que nadie pesque sin que haya satisfecho los derechos establecidos, lo cual, por otra parte, es equitativo, pues todo ramo de industria que se ex- plota, paga su patente. Las prohibiciones 5.*, 6.*, 11 y 13 hasta la 18 inclusive, son indispensables para la repoblacion de las aguas, por cuanto tienden 4 proteger los lechos de desove, el acto de la freza, la hueva, la fecundacion, y por fin, la cria 6 esguin que tan te- nazmente se persigue y excita la codicia de los riberenos. Quiza la despoblacion de nuestras aguas reconozca por prin- 304 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) cipal causa la destruccion del esguin, al que nunca se le da la importancia debida, sin reflexionar que sin esguin no hay salmon, como no puede haber esguin si no se respetan los lechos de desove y los actos de la freza y de la fecundacion. Y no es peculiar 4 Espana esta persecucion; en otros paises ha _ podido observarse que la hueva servia de alimento a los patos y otras aves, y que elesguin se cogia con tal abundancia, que ademas de darlo de pasto a los animales, se empleaba como abono para las tierras. Por esto la legislacion inglesa es tan severa que no se contenta con prohibir la pesca del esguin y de que se coja la hueva, sino que prohibe la compray venta y trafico en general, y hasta conservar uno y otro, haciendo la debida excepcion del caso en que se destine a especulaciones de caracter cientifico, sin la cual se haiia imposible la repo- blacion por la fecundacion artificial. Nosotros no tenemos en nuestra legislacion ninguna de estas prohibiciones;:. todo el mundo puede perseguir la cria, y destruir la hueva, y los bancos 6 lechos de desove, y perturbar el salmon en el acto de la freza impunemente, sin incurrir en falta alguna, y esta licencia, que conduce al agotamiento de la especie, debe te- nerse muy presente cuando se proponga la nueva legislacion. La prohibicion 12 tiende 4 proteger el salmon cuando no esta en sazon, y Aun cuando consideramos muy vago y sujeto a controversias é interpretaciones variadas el declarar cuando el salmon esta 6 né en sazon, conviene recordar que nuestras antiguas Ordenanzas de pesca prohiben la de los salmones agostizos, queriendo tal vez con esta denominacion designar los salmones cuando no estaban en sazon; porque hacia fines de Agosto suele empezar el periodo de la freza, y es un hecho que en esta época el salmon pierde todo su mérito para los inteligentes. VI. PROHIBICION RELATIVA AL USO DE REDES CUYAS MALLAS NO TENGAN LAS DIMENSIONES REGLAMENTARIAS, Y EXAMEN DE CUALES HAN SIDO ESTAS EN DIFERENTES EPOCAS Y PAISES, Y COMO DEBEN MEDIRSE. La prohibicion 7.* se refiere al uso de redes cuyas mallas tengan menores dimensiones de las reglamentarias. Esta pro- (21) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 305 hibicion racional esta admitida en las legislaciones sobre pesca de todos los paises; y la del nuestro, con sdlo mencionar tres prohibiciones, comprende una de ellas este caso; pero es tan reducida la malla que indica el decreto de 3 de Mayo de 1834, si se compara con la que antes se usaba, y la que otras naciones admiten, que es conveniente recordar lo que en fe- chas ya antiguas se venia practicando sobre este importante asunto. Las Ordenanzas para la pesca del salmon publicadas a fines del siglo pasado, prohibian pescar con redes cuya malla fuera menor de seis pulgadas (0™,139) en banda (a los lados 6 extre- mos de la red) y tres pulgadas (0",069) en cope (hacia el medio de la red en donde se recogia la pesca). Hacia la misma época indica Sanez Reguart en su Diccionario historico de la pesca, que para la del salmon podian usarse trasmallos cuya malla de los lados fuera de cuatro a cinco pulgadas (0",093 a 0",116), y al centro dos pulgadas (0",046), indicando ademas que los pescadores de Rivadesella usaban redes cuya malla era de dos y media a tres pulgadas (0",058 4 0*,069). Las redes salmoneras usadas entonces, aun cuando de dimensiones variables y con diferentes nombres, segun la localidad en que se usaban, ninguna tenia una malla inferior a las indicadas, hasta que en el Real decreto de 3 de Mayo de 1834 se fijO como dimension minima para la malla una pulgada de Burgos (0",0232). El re- glamento de pesca de 1859 que rige para el Bidasoa, 4 conse- cuencia del tratado celebrado con Francia, dice textualmente: «Para la pesca del salmon se usara vnicamente de la red sim- ple de que se sirve en el dia, y cuyas mallas del medio tengan lo ménos un cuadrado de 0*,057 de lado, y las de los lados de la red 0°,070 por lo ménos.» Los franceses en su legislacion exigen redes cuyas mallas estén formadas por cuadrados que no tengan ménos de 0,030 de lado, medidos cuando la red esté mojada y sin tension, es decir, sin tratar de estirar la malla para que forme un rombo. Ya hemos indicado antes para Inglaterra y Gales que la malla, supuesta tambien cuadrada, ha de medir dos pulgadas inglesas (0",051) de nudo 4 nudo, cuando la red esté mojada y sin tension de ninguna clase; exigiéndose en Escociaé Irlanda, supuesta la red en las mismas condiciones, una pulgada y tres cuartos (0",044). ANALES DE HIST. NAT.~—VII. 20 306 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) La simple enumeracion de estas cifras basta para demostrar lo deficiente de nuestra legislacion y la necesidad de que en la nueva que se proponga se adopte como dimension minima para la malla, que se supone cuadrada, por lo ménos los 0,044 que Escocia é Irlanda admiten, expresandose ademas que la medida se ha de tomar de nudo 4 nudo, segun los lados del cuadrado y cuando la red esté mojada y sin tension de ninguna clase. La prohibicion 8.*, que fija el espacio que ha de mediar en- tre dos redes que se calen, responde sin duda 4 una medida de érden y de policia que conviene establecer, y de la que nuestra antigua legislacion de pesca ofrecia abundantes ejem— plos, cuando expresaba el érden riguroso que se habia de con- servar en el turno para los lances, y hasta la duracion de és— tos, con otras restricciones que demuestran la prevision y conocimientos de la pesca de nuestros antepasados. IX. PROHIBICIONES RELATIVAS AL USO DE ARTES FIJOS, CUALQUIERA QUE SEA SU CLASE, Y A LA CONSTRUCCION DE PRESAS PARA LA PESCA DEL SALMON. Las prohibiciones 9.* y 10 se refieren al empleo de maquinas fijas, cualquiera que sea su sistema, y a la colocacion de pre- sas para la pesca del salmon. Importa fijarse un poco sobre estas prohibiciones, porque el ntimero de artes de pesca es tan variado y algunos tan ingeniosamente dispuestos para coger desde la mayor pieza hasta la cria mas diminuta, que Si una pequenha parte de los esfuerzos que revelan de haber estudiado las costumbres de los peces, se hubiera empleado en fomentar su desarrollo, se nadaria en la abundancia en vez de la escasez que todos lamentamos. Por esto la legislacion tiene que ser muy restrictiva y severa sobre este punto, limi- tando considerablemente el uso de ciertos artes y proscri- biendo el de otros. Todos ellos podemos considerarlos com- prendidos en dos grandes agrupaciones, una para los artes fijos y otra para los artes movibles, tomandose la voz arte en la acepcion usada en la pesca de mar, esto es, como sustantivo (23) Nava y Gaveda.— PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 307 masculino para designar el aparato de cada uno de los modos de pescar conocidos, aunque mas especialmente se aplique a las redes. En los artes fijos creemos deben comprenderse las maquinas, artefactos, armadijos, buitrones 6 redes de saco fijas 4 estacas, y aun las redes sencillas fijas al fondo, atrave- sando los cauces; y como la mayor parte de estos aparatos llevan 6 necesitan como accesorios estacadas 6 atajadizos de diferentes formas y variedades, y como ademas existen presas exclusivamente construidas para la pesca, que estén 6 no pro- vistas de armadijos U otros aparatos, tambien en rigor quedan comprendidos en los artes fijos. En la segunda agrupacion entran los artes movibles, que comprenden las redes sencillas, cualquiera que sea el nombre que se les dé, que se manejan desde las orillas 6 desde embar- eaciones echandolas y retirandolas alternativamente del agua; asi como los aparejos 6 sedales, la vara 6 cana y anzuelo. Tratandose de la pesca del salmon sdélo deben considerarse permitidos los artes movibles; pero como es pez tan codiciado, se han venido empleando para cogerle multitud de artes fijos, de formas muy variadas, cuyos resultados han sido funestos para la conservacion de la especie. Ya a fines del siglo pasado, asi en las Ordenanzas generales de pesca como en el Dicciona- rio historico de la misma tantas veces citado, se atribuia la disminucion de la pesca al uso de ciertas abusivas armazones con que se atajaban los rios; condenando Sanez Reguart los apostales, presas, estacadas y olros impedimentos de puro arti- ficio, creyendo que a los primeros era debida la desaparicion de la preciosa pesquera de sollos reales 6 esturiones, que por concesion de dofia Urraca utilizaba el Cabildo de Oviedo, y que éste cedid mas tarde al concejo de Pravia. No se consideraba, pues, entonces ni se considerd despues como arte legitimo de pesca para el salmon sino la red salmonera, la cafia 6 vara y el anzuelo, y de red simple habla tambien el reglamento in- ternacional de pesca de 1859 para el rio Bidasoa. Justo es anadir, sin embargo, que desde hace algunos afios se viene empleando para la pesca del salmon en algunos pun- tos de Espana unos artes fijos contra cuyo uso se han elevado numerosas quejas y reclamaciones muy fundadas y atendi- bles. Condécense dichos artes con el nombre de mdaquinas sal- moneras, y fueron introducidas en 1865 por Mr. Duhart, quien 308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) las aplicéd por primera vez en el rio Ason de la provincia de Santander: mas tarde intentaron otros establecerlos en los rios Nalon y Narcea de la provincia de Asturias, y aun cuando sin la autorizacion necesaria, es un hecho que venian funcio- nando hasta hace unos dos afios que fueron destruidas por orden del gobernador civil de Oviedo. Componense las maqui- nas referidas de una red de saco, especie de buitron, que se coloca trasversalmente al cauce del rio y gira alrededor de un arbol horizontal por medio de unas aspas 6 paletas fijas en el mismo eje que impulsan las corrientes. El eje descansa en dos caballetes que le sirven de apoyo, y como accesorio indispen- sable del aparato se colocan 4 uno y otro lado de él una empa- lizada 6 estacada, mas 6 ménos fuerte y resistente, que atra- viesa el cauce y obliga a4 los peces 4 dirigirse al aparato, el cual al recogerlos los echa en unas cajas 6 depdsitos colocados a un lado del mismo; 4 veces el aparato se coloca 4 flote, mas esta disposicion no le modifica; tan sdlo varia el modo de ser de los apoyos que en este caso son flotantes; otras, en lugar de las empalizadas 6 estacadas colocan una especie de muretes formados por enzarzados y los cantos rodados del rio, teniendo siempre por punto de mira la de oponerse a la libre circula- cion de los peces y obligarles 4 dirigirse forzosamente al apa- rato que los recoge, y que es precisamente lo que motiva las justas y fundadisimas quejas que contra su establecimiento elevan los riberefios, pescadores y casi todos los que se ocu- pan de la pesca. Suele invocarse por los que pretenden pescar el salmon por medio de presas, armadijos t otra clase cualesquiera de artes fijos, el ejemplo que ofrecen otras naciones, y principalmente Inglaterra, y exponer ademas que la legislacion vigente sobre pesca no los prohibe de un modo taxativo. En cuanto al pri- mer punto, es con efecto exacto que en Escocia é Irlanda se consienten y funcionan multitud de artes fijos de pesca de forma y condiciones muy variadas, dominando entre ellos las presas con armadijos; pero esjusto anadir que esta tolerancia se deriva de antiguas concesiones hechas a particulares y a asociaciones por la Corona, 4 quien pertenecia el derecho de pescar; sin embargo de lo cual no se han considerado legales dichos artes sino en tanto que en los titulos de concesion res- pectivos se expresaba de un modo terminante aquella autori- (25) Nava y Caveda.— PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 309 zacion, 6 se consideraban amparados por el derecho de pres- cripcion; sujetandose a pesar de esto y cualquiera que fuera la época de la concesion a ciertas restricciones que atentian mu- cho sus perniciosos efectos, pudiendo citarse para las presas la obligacion impuesta a sus duenos de practicar en ellas por- tillos 6 aberturas para el libre paso del salmon. Salvo, pues, estos antiguos derechos que se respetan, no se hacen nuevas concesiones ni en Escocia ni en Irlanda, pudiendo, por tanto, decirse que en el Reino-Unido de la Gran Bretafia, como en casi todas las naciones, los artes fijos de pesca se consideran prohibidos. Respecto al segundo punto debe observarse que aun cuan- do en efecto el Real decreto de 3 de Mayo de 1834 no enu- mera los artes de pesca que deben considerarse prohibidos, y solo indica las dimensiones minimas que deben tener las mallas de las redes, no puede en verdad deducirse de su con- texto que sea licito emplear toda clase de artes, como algunos pretenden; antes bien parecen limitados 4 las redes, catia y anzuelo; y aun cuando se invoque en apoyo de aquella opinion las disposiciones del art. 171 de la ley de aguas que autoriza el establecimiento de encanizadas 0 cualquiera otra clase de aparatos, solo dando una extension inadmisible @ la disyun- tiva que establece el articulo, y olvidando ademas que la ley deja siempre a salvo los derechos de otros aprovechamientos como la navegacion y flotacion, y obliga 4 que se respeten y observen los reglamentos de policia, se comprende que pueda darse tan lata como viciosa interpretacion. Es, sin embargo, de lamentar que la legislacion vigente sobre pesca se preste por su deficiencia 4 interpretaciones de esta clase que condu- cen al abuso, como ya se ha indicado en otro paraje de este escrito, y todavia mas sensible que se pueda, sin faltar 4 su observancia, establecer artes de pesca que se opongan al libre paso y circulacion del salmon ahuyentandole de los lugares querenciosos y dificultando su reproduccion, si ya por la dis— posicion especial de los aparatos empleados no concluyen con la pesca. 310 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) X. PROHIBICION RELATIVA A LA PESCA Y TRAFICO DEL SALMON DURANTE LA VEDA, Y SENALADAMENTE DEL PERIODO ANUAL EN QUE AQUELLA DEBE MANTENERSE. Las prohibiciones 19, 20 y 21 se refieren 4 la pesca del sal- mon durante la veda, y 4 su compra, venta y trafico en gene- ral en el periodo que aquélla rige. Este es un punto muy im- portante en el que la legislacion inglesa demuestra mayor severidad quiza que en ningun otro; y como la nuestra es tan defectuosa y contra su observancia se han elevado quejas de todas partes, asi por particulares como por corporaciones y autoridades; y como, finalmente, si todo el mundo esta con- forme en que se observe en la pesca del salmon un periodo de veda, no aparece la misma conformidad ni en cuanto a la fe- cha en que ha de dar comienzo el periodo ni en la duracion de éste, creemos conveniente exponer sumariamente lo que sobre tan importante materia se ha legislado y existe hoy, asi en nuestro pais como en otros que, felizmente para ellos, com- prenden toda la importancia que la industria pesquera merece. En todas las naciones y en todos tiempos se ha creido que el ejercicio del derecho de pescar debia restringirse por dispo- siciones que tuviesen por objeto impedir la despoblacion de las aguas, senalandose entre aquéllas como principal la veda durante periodos determinados del ano: en lo que no aparece igual unanimidad de pareceres es en la época del ano en que la veda debe empezar 4 regir ni en la duracion que debe tener; asi como tampoco se han mostrado todos igualmente escrupu- Josos en su estricta observancia. Se ha pretendido unas veces fijar un mismo periodo de veda y de igual duracion para todos los rios de un mismo pais; se hacreido otras que siendo dis- tintas las condiciones naturales y climatologicas de las zonas atravesadas por los rios, aun dentro de un mismo pais, con- venia establecer periodos de veda distintos y de duracion va- riable, en armonia con las condiciones tambien variables del clima, y en este concepto se ha creido que las localidades mis- mas, como mas inmediatamente interesadas en la conserva- (27) Nava y Gaveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 311 cion dela pesca y en la repoblacion de las aguas, deberan estar autorizadas para anticipar 6 retardar el periodo de veda, alargandole 6 acortandole, segun los rios y sus condiciones. Esta falta de fijeza en el sehalamiento del periodo de veda, y mas principalmente la tendencia a reducir su duracion por parte de los pescadores y los que explotan esta industria, que por lo comun sélo atienden a las utilidades del momento sin preocuparse del porvenir, y finalmente, la inobservancia del precepto, han sido causa eficiente, si no la principal, de la completa despoblacion de algunos rios, de la escasez notada en otros en que antes abundaba la pesca, y de la decadencia en que por fin ha llegado entre nosotros este importantisimo ramo de la riqueza publica, tan digno por todos titulos de ser atendido y fomentado. No es, pues, de extrahar que desde hace ya bastantes anos se venga reclamando por los riberenos, por las autoridades celosas, por los hombres de ciencia y por todos los que mas 6 ménos se ocupan de las cuestiones de pesca, contra las disposiciones del Real decreto de 3 de Mayo de 1834, que sefalan al periodo de veda plazo tan absurdo en lo que al salmon se refiere, que pugna contra las leyes natu- “rales y hace imposible su observancia. Nuestros antecesores, que se ocuparon siempre con especial interés en todo lo con- cerniente 4 lacria y propagacion del pescado, dictaron dispo- siciones respecto a la veda que merecen recordarse por 6rden cronologico. Las Cortes de Valladolid en 1258 prohibieron la pesca de la trucha desde el dia de Todos los Santos, 6 sea desde 1.° de Noviembre hasta el 1.° de Mayo. Estas mismas Cortes prohi- bieron coger los salmones pequenos, lHlamados entonces cor- gones. Felipe II en 1560 prohibe se pesque en tiempo de cria ni cuando desove el pescado, y dispone que cada concejo y provin- cia redacte las ordenanzas de pesca, en las que debe declararse el tiempo delacria de la pesca y el tiempo que desove. Las Ordenanzas de Marina de 1.° de Enero de 1751, en el articulo 122, prohiben igualmente la pesca en los tiempos en que los peces desoven, y anuncian que para cada provincia se formara una ordenanza particular. Las Ordenanzas de pesca para la provincia de Pontevedra de 9 de Abril de 1768. en su art. 34, prohibe la pesca del sal- 312 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) mon en el Mino hasta donde llega la mar salada, durante los meses de Junio a Abril inclusives. La Real cédula de 3 de Marzo de 1769, dictando providencias para la veda de caza y pesca, establece la veda absoluta desde 1.° de Marzo 4 31 de Julio, si bien autoriza para extenderla por mas tiempo, segun el conocimiento practico que en cada par- tido 6 provincia se tenga acerca de la época del desove. Otra Real cédula de 16 de Enero de 1772 prohibe la pesca en aguas dulces desde 1.° de Marzo a fin de Julio; y considerando que el desove y cria de las truchas se verifica de Octubre a Fe- brero inclusive, prohibe la pesca en estos meses y la permite en el resto del ano; es decir, que la veda se extiende desde 1.° de Octubre & 28 de Febrero. Las Ordenanzas generales de pesca publicadas a fines del siglo pasado, dedican el tratado segundo con 25 articulos a la pesquera de los salmones; y el art. 3.° dice que el tiempo opor- tuno para la pesca de los salmones empezara precisamente desde 1.° de Hnero y hade concluir el ultimo dia de Junio, que- dando prohibida lo restante del ano en todos los rios y sus embocaduras: el art. 5.° expresa que finalizado elmes de Junio ninguna persona podra emprender la pesca que comunmente ~ se intitula de salmones agostizos, aunque alegue que usa de otras redes permitidas distintas de la salmonera, prohibién- dose por el art. 8.° Za pesca de las crias de los salmones. Puede, pues, decirse, que por estas Ordenanzas la veda duraba desde 1.° de Julio a 31 de Diciembre. La Ordenanza general de caza y pesca aprobada por Real cédula de 3 de Febrero de 1804, la cual viene a ser una am- pliacion de la de 16 de Enero de 1772, establece en los articu- los 15 y 16 la misma prohibicion y veda, siendo ésta para las truchas desde 1.° de Octubre a 28 de Febrero. Kl Real decreto de 3 de Mayo de 1834, confirmado por la ley de 9de Julio de 1856, dispone en su art. 47 que desde 1.° de Marzo hasta ultimos de Julio se prohibe pescar no siendo con la caia 6 anzuelo, lo cual se permite en cualquier tiempo del ano. El Reglamento de 1.° de Junio de 1859 que rige para la pesca del Bidasoa, 4 consecuencia de lo dispuesto en el art. 22 del tratado de limites con Francia aprobado en 2 de Diciembre de 1856, prohibe por su art. 4.° la pesca del salmon y de la (29) Nava y Caveda.— PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 318 trucha salmonada desde el fin de Agosto hasta 1.° de Febrero. La Ley de aguas de 3 de Agosto de 1866 no contiene ningun articulo referente 4 la veda, pero todas sus disposiciones relativas 4 la pesca se entienden con sujecion a los reglamen- tos de policia vigentes. Graells en su Manual practico de piscicultura, impreso en 1864, propone se prohiba la pesca de los murgones 6 esguines en todo tiempo, vy la del adulto desde fin de Setiembre hasta Febrero inclusive. En toda esta larga série de fechas citadas que empiezan en la ya remota época de Alfonso el Sabio y termina en nuestros dias, no puede en verdad decirse que haya uniformidad en los periodos de veda; pero si existe bastante aproximacion y apa- recen claramente definidas dos excepciones, a saber: la Real cédula de 3 de Marzo de 1769, y la del Real decreto de 3 de Mayo de 1834, que ambas senalan el mismo periodo de veda desde 1.° de Marzo hasta 31 de Julio, sin duda porque sdlo se tuvo presente la época del desove del pescado blanco, y se prescindid de los salménidos; siendo de notar que si realmente llegé a observarse la Cédula de 1769 solo fué durante tres anos escasos, puesto que vemos que en Enero de 1772 se expide otra Real cédula de la cual tomo origen, y hasta puede decirse fué una ampliacion de ella la Ordenanza general de caza y pesca de 3 de Febrero de 1804, que algunos consideran como el trabajo mas acabado y perfecto que hemos tenido en mate— ria de pesca. Sdélo al decreto de 3 de Mayo de 1834 estaba reser- vada mas larga vida, tal vez porque en fuerza de estar sus preceptos de veda para la pesca del salmon en pugna con las leyes naturales, no llegé nunca a observarse 6 se practico con sobrada laxitud, segun claramente se desprende de los infor- mes de las autoridades locales y por confesion de los mismos contraventores , que no pudiendo ocultar lo que a la vista del publico practican pescando el salmon en el periodo de veda que fija el decreto, y absteniéndose cuando lo permite, tratan de justificar su inobediencia al precepto legal, invocando que el salmon, siendo pez de paso, debe entenderse permitida su pesca desde Febrero hasta Agosto, 4 semejanza de lo que esta prevenido para la caza con las aves de paso. Otro hecho que tambien se desprende de la legislacion ci- tada, es que en todas épocas se ha procurado mantener la veda 314 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) absoluta cuando se verifica el desove y cria de los peces, y que por regla general el periodo de duracion de la veda es cuando ménos de cinco meses, observandose en algunas dis- posiciones que se fijan seis, Negando en el Mino, en la parte banada por el mar, a diez meses. La legislacion de pesca de otros paises, en cuanto se re- fiere a la época de la veda para la pesca del salmon y a su du- racion , ofrece la misma falta de fijeza y de uniformidad que se observa en la nuestra, segun vamos a exponer sumaria- mente. En Noruega rige la veda desde 14 de Setiembre a 14 de Fe- brevo, con prohibicion ademas de coger salmones de ménos de 0",21 de largo. En Suecia, que empieza la costera del salmon en Mayo para los rios del Norte, y en Abril para los del Oeste, tienen dos periodos de veda, a saber: desde 1.° de Seliembre a 31 de Abril para laregion del Norte, y desde 1.° de Setiemdre a 31 de Marzo para la del Oeste. En Francia, desde 1669 hasta el primer tercio del siglo ac- tual, ha venido rigiendo la célebre Ordenanza de Colbert, cu- yas disposiciones contribuyeron grandemente al fomento de la pesca en aguas dulces. Derogada dicha Ordenanza por la ley de 15 de Abril de 1827, cuya ejecucion se confié al regla- mento publicado en 15 de Noviembre de 1830, se dejé la fija- cion del periodo de veda y de su duracion a cargo de los pre- fectos de los departamentos, oyendo préviamente a los Consejos provinciales y funcionarios administrativos encargados del servicio de las aguas. Los decretos de Octubre de 1863 prohi- bieron, sin embargo, la pesca del salmon en los rios desde el 20 de Octubre al 31 de Enero, pero con poco fruto por la insu- ficiencia de personal para hacer observar la veda, y la dificul- tad de probar las contravenciones. Preocupada la administra- cion con la disminucion creciente de la pesca, y sobre todo con la escasez de los salmoénidos, presentd en Mayo de 1865 un proyecto de ley en el cual no sélo se deja al Gobierno la facultad de fijar las épocas de veda y su duracion, segun las diversas especies, sino que como medio de repoblacion de las aguas se autoriza para que en ciertas localidades pueda exten- derse la veda 4 todo el ano, si bien el periodo no podra pasar de cinco anos. (31) Nava y Gaveda.—pEsCA DEL SALMON EN ESPANA. 315 La Gran Bretaiia es el pais en donde se han determinado y observado con mas rigor y perseverancia las épocas de la veda y su duracion; pero la legislacion no es la misma en las tres partes del Reino-Unido. En Escocia, donde siempre se ha dado gran importancia a la pesca del salmon, el periodo de veda se ha mantenido siempre el mismo durante un periodo de cuatro siglos, y empezaba el 15 de Agosto terminando el 15 de Enero. La ley de 15 de Julio de 1828, que retardé la veda de quince dias, fijandola en el 1.° de Setiembre y terminando el 15 de Enero, ejercié tan funesta influencia en la pesca, que a ella se atribuye la rapida disminucion observada en sus productos. Fué esta ley modificada y enmendada por actas del Parla- mento de 7 de Agosto de 1862 y 31 de Julio de 1868, en las cuales se deja a los inspectores y comisarios encargados de la pesca, fijar para cada distrito los periodos de veda, que desde enténces no sdlo varian en cada uno de ellos, sino dentro de un mismo distrito, segun los rios 6 lagos de que se trate: puede, no obstante, decirse que lo mas comun es que la veda dure del 27 de Agosto al 10 de Febrero, salvo para la pesca con cana 6 vara y a la linea, que sdlo se extiende la veda hasta el 31 de Octubre. En otros distritos la veda empieza el 1.° 6 el 10 de Seliembre y termina el 15 6 el 24 de Febrero. En Irlanda la época de la veda tuvo aun ménos fijeza, va- riando con demasiada frecuencia. La ley de 1842, de donde arranca la reforma de la legislacion sobre pesca, fija como periodo de veda desde el 20 de Agosto al 12 de Febrero; pero modificada por actas posteriores del Parlamento, vino 4 esta- tuirse por la de 28 de Julio de 1863 que el periodo de veda ten- dria de duracion ciento sesenta y ocho dias, facultando a los comisarios de pesca para fijarla en cada distrito y para variarla aun dentro del mismo distrito, si bien con las variaciones 6 alteraciones que introdujera se habia de proceder por periodos de tres en tres anos. Asi se observa que en muchos distritos, y entre ellos el de Galway, la veda se extiende desde el 16 de Agosto a 31 de Hnero; y dentro de un mismo distrito para un rio determinado la veda rige desde 16 de Setiembre a 30 de Abril. Kn el distrito de Ballyshanon, que es tambien impor- tante, la veda en general se observa desde el 20 de Agosto al wdtimo dia de Febrero, al par que para uno de los rios del mismo distrito rige desde el 18 de Setiembre al 31 de Marzo. 316 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) Para la pesca con cana y anzuelo la veda tiene menor duracion retardandose su comienzo de un mes 4 dos. Inglaterra y Gales, que se rigen por legislacion distinta que Escocia, asi como la de ésta difiere de la de Irlanda, es la parte del Reino-Unido en donde ha existido mayor laxitud y abando- no en la observancia de la veda, hasta que la ley de 6 de Agosto de 1861 establecié un periodo fijo y constante que empezaba el 1.° de Setiembre y terminaba el 1.° de Febrero. Enmendada la ley por actas posteriores, y principalmente por la de 5 de Agosto de 1873, vino a alterarse aquel periodo, observandose en muchos distritos que la veda rige desde 15 de Seliembre a 30 de Abril, y en otros, desde la misma fecha de Setiembre, terminando en 1.°, 15 y 25 de Marzo; y para la pesca con cana, desde 1.° de Noviemdre hasta fines de Marzo 6 Abril. Las Juntas locales de pesca estan, sin embargo, autorizadas para alterar los periodos de veda, pero con la aprobacion del Gobierno, y a condicion ademas de que en ningun caso sea menor de ciento cuarenta y cuatro dias, que han de empezar a contarse lo mas tarde desde el 1.° de Noviembre, excepto para la cana y anzuelo que sera sélo de noventa y dos dias que empezaran el 1.° de Diciembre. Ademas de la veda anual se mantiene y observa en la Gran Bretaha una veda semanal que rige todo el aio, y que fijada al principio en cuarenta y ocho horas para Irlanda, treinta y seis para Escocia y cuarenta y dos para Inglaterra y Gales, ha ve- nido a hacerse uniforme de cuarenta y ocho horas en casi todos los distritos de pesca del Reino Unido; empezando comunmente a las seis de lamanana del sabado y terminando a igual hora del lunes siguiente. En Inglaterra y Gales las Juntas locales de pesca estan autorizadas para alterar el periodo de veda se- manal con aprobacion del Gobierno, a condicion, sin embargo, que no ha de ser menor de cuarenta y ocho horas, y que no podra empezar antes de las seis de la tarde del viernes ni ter- minar antes de la media noche del domingo siguiente, ni tam- poco exceder del medio dia del lunes. El rasgo caracteristico, pues, de la legislacion inglesa sobre vedas, consiste en disposiciones de caracter general que pres- criben de un modo absoluto y obligatorio las vedas anual y semanal; y en reglamentos locales que fijan para cada distrito de pesca, y con bastante frecuencia dentro de un mismo dis— 33) Nava y Caveda.— PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 317 trito para rios determinados, las épocas y duracion de aquéllas: llevandose la prevision, para asegurar la observancia de la veda anual, no sdlo 4 prohibir la pesca sino 4 prohibir tam- bien comprar, vender, traficar en general, y conservar en su poder el salmon miéntras aquélla rige; y como todavia se eludia la ley exportando a Francia principalmente los productos de una pesca ilicita, se ha prohibido ademas la exportacion del salmon durante dicho periodo; pareciendo inuttil indicar que el salmon a que la ley se refiere es el salmon fresco, no el cu- rado 6 en conserva. Con presencia de las fechas variables que nuestra legislacion y la de otros paises viene senalando, asi para las épocas en que debe dar principio la veda, como para el periodo desu du~ racion, dificil es fijar las que debieran reemplazar a las absur- das que establece el Real decreto de 1834. Sin duda las mas adecuadas y convenientes serian aquéllas que comprendiesen todo el periodo del desove del salmon, mas como esta funcion puede ser variable anticipandose 6 retardandose en unos pun- tos respecto de otros, por condiciones especiales de localidad y de clima, y como segun ha podido observarse el espiritu de las legislaciones consultadas es dejar que cada comarca se rija por reglamentos especiales, en armonia con los habitos obser- vados en cada localidad, parece 4 primera vista que el medio mas acertado seria dejar 4 cada provincia el cuidado de fijar las fechas en que debia dar principio la veda, y los periodos de su duracion. Sin embargo, por justo y racional que el sis- tema parezca no vacilamos en anticipar que en la practica produciria resultados contrarios al objeto que se propone al- canzar. El desconcierto que reina en materias de pesca, los abu- sos introducidos y que tan arraigados se encuentran en casi todas las localidades, los intereses encontrados que en las mismas existen, y otra multitud de causas, que sin enumerar- las estan al alcance de todos, darian por resultado una regla~ mentacion confusa y absurda, tanto mas perjudicial, cuanto que en provincias limitrofes nacerian exigencias contradicto- rias. Es, pues, preferible, una reglamentacion comun 4 todas las provincias, la cual, Aun suponiendo que no alcanzara para todas ellas el periodo completo del desove, basta que comprenda el en que se verifica con mas actividad; y si por fin se tiene en 318 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (84) cuenta que las provincias del Norte y Noroeste, comprendidas entre el Bidasoa y el Mifio, tnicas en donde se produce y coge el salmon, difieren poco en latitud y condiciones de clima, debe racionalmente suponerse que la fiel observancia de un mismo perfodo de veda en todas, contribuiria 4 la conservacion y reproduccion de la pesca. En este concepto, y teniendo presente que el salmon puede decirse que permanece la mitad del ano en las aguas dulces y la otra mitad en el mar; que generalmente se presenta en la embocadura de los rios hacia fines de Agosto y vuelve al mar hacia fines de Marzo; que el desove lo verifica du- rante el invierno; recordando ademas que entre las Orde- nanzas de pesca de nuestra antigua legislacion, las mas acreditadas senalan para la veda un periodo que da prin- cipio el 1.° de Octubre y termina el ultimo dia de Febrero; que en Suecia y Noruega empieza el citado periodo en Setiembre; y en la Gran Bretafia lo més comun es que tambien empiece en Setiembre para terminar en Febrero y Marzo; que en el Bidasoa rige desde fines de Agosto 4 principio de Febrero; y por ultimo, de las reclamaciones repetidas que dirigen los mas interesados en la pesca del salmon en la provincia de Asturias solicitando se les permita pescar desde Febrero a Agosto, indi- rectamente admiten la veda de Setiembre 4 Enero; pudiera es- tablecerse como periodo de veda para la pesca del salmon cinca y medio meses que darian principio el 1.° de Setiembre y termi- naria el 15 de Febrero ambos inclusive, cuyas fechas y plazo deberian reemplazar a las que fija el Real decreto de 3 de Mayo de 1834 que comprende desde el 1.° de Marzo 4 fines de Julio. Volviendo 4 las prohibiciones, queda por decir, para termi- nar su analisis, que las 22 y 23 tienden a neutralizar los efectos que los obstaculos artificiales presentan, principalmente las presas, a la libre circulacion del salmon; la ley es tan previsora que no sdlo exige que se practiquen en la presa aberturas de paso para la libre circulacion del salmon por el rio, sino que quiere asegurar en todo caso la circulacion para que no se consientan en aquellas aberturas nuevos lazos para coger los peces. (35) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 319 >. IA RESTRICCIONES Y PRESCRIPCIONES DE LA LEGISLACION INGLESA SOBRE LA PESCA DEL SALMON, Y SERVIDUMBRES QUE PESAN SOBRE VARIAS INDUSTRIAS EN BENEFICIO DE DICHA PESCA. En la legislacion inglesa, 4 las prohibiciones sefialadas, si- wuen numerosas restricciones y prescripciones: hemos indi- cado ya la veda anual y semanal, y vamos a presentar otras tambien importantes, 4 saber: 1... En toda presa establecida para la pesca del salmon de- bera dejarse una abertura 6 paso de dimensiones convenientes (estan reglamentadas), @ través de la cual el agua pase cons- tantemente, y el salmon pueda subir 6 bajar el rio libremente. 2.*. Colocar y mantener en los canales de derivacion, para surtir de agua 4 las poblaciones 6 cualquier otro objeto indus- trial, compuertas de rejilla que impidan la entrada del salmon y de la cria que proceden del cauce principal. 3.° A las treinta y seis horas de haber empezado el periodo de veda los propietarios 6 arrendatarios de las pesqueras debe- ran levantar todos los artes fijos, materiales y toda clase de objetos usados para la pesca del salmon, @ fin de dejar libre y desembarazada la circulacion. 4." Durante la veda semanal los duefios 6 arrendatarios de las pesqueras estan igualmente obligados 4 dejar en los arma- dijos U otros artificios de que se valgan para la pesca del sal- mon, una abertura de cuatro piés por lo ménos de ancho (1™,20), y de todo el alto del aparato, con el mismo objeto ante- riormente indicado. 5.° En toda presa que se construya despues de la publica- cion de la ley, asi como en las existentes que al componerse sufran alteraciones, debera disponerse, 4 expensas del pro- pietario, una abertura de dimensiones y formas reglamenta- rias para que el salmon circule con libertad en todo tiempo. Los duefios de las que existen con anterioridad 4 la ley, no pueden oponerse a que se abra dicho paso prévio expediente que se instruira al efecto, y la indemnizacion de perjuicios si procedieren. 320 / ANALES DE HISTORiA NATURAL. (36) 6." Cuando una presa de pesca colocada trasversalmente a la corriente avance amas de la mitad del cauce en el estiaje, debera llevar una abertura 6 paso para el salmon, sujeto a las siguientes condiciones: ].*, que ha de encontrarse en el sitio mas profundo de la parte del cauce que la presa atraviese; 2.*, que los costados han de afectar una direccion paralela 4 la corriente en el sitio de la presa; 3.*, que la solera 6 asiento ha de estar de nivel con el lecho natural del cauce aguas arriba y abajo de la abertura; 4.*, que el ancho de la misma sera la dé- cima parte del que mide el cauce, no pudiendo sin embargo exceder de 12 metros, ni ser menor en ningun caso de 0",90. Ademas de estas restricciones, las minas que se sirven de las aguas corrientes para lavar con ellas sus productos; los esta-— blecimientos fabriles y mas principalmente los que se dedican a la elaboracion de productos quimicos como los alcalis, alum- bres, vitriolos, etc.; las fabricas de papel y otros varios que arrojan a las mismas aguas los desperdicios de sus respectivas industrias, inficionandolas unos y otros, estan obligados a tratar los residuos por ciertos procedimientos que sino hacen desaparecer las sustancias nocivas que contienen , disminuyen hasta donde es posible su pernicioso efecto antes de que vayan al rio. Ademas, las fabricas situadas en las margenes de los rios que se sirven del agua de éstos como fuerza motriz, estan obligadas cuando suspenden sus trabajos por cualquier causa, a dejar salir el agua libremente por las aberturas 6 pasos des- tinados para la libre circulacion del salmon; y otro tanto puede decirse de las esclusas de los canales de navegacion, y de las presas construidas para riegos U otras operaciones agricolas; y aunque esta obligacion ofrece inconvenientes serios en algu- nos casos, se atenuan sus efectos con la construccion de escalas salmoneras, que apenas disminuyen el caudal de aguas. Todas las industrias, pues, estan sujetas 4 una servidumbre en favor de la pesca; y la propiedad particular tan respetada siempre y hasta sagrada en Inglaterra, paga tambien su tri- buto, viéndose obligados los riberefios a permitir el paso por sus terrenos 4 los funcionarios encargados de la vigilancia de la pesca. Y sélo asi se comprende que un pais como Inglaterra por todas partes cruzado de canales; con una navegacion inte- rior tan activa; con innumerables minas de carbon y otros mi- nerales, y con establecimientos fabriles de todo género que (37) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 321 hacen uso de las aguas y envian 4 ellas sus desperdicios y re- siduos convirtiendo 4 veces los rios en determinada extension en verdaderas cloacas, uniendo ademas su contingente las aleantarillas de las grandes poblaciones que van a desaguar en algunos rios: sdlo de este modo, repetimos, se comprende que alli abunde el salmon por todas partes, y la industria de la pesca se encuentre en progreso y en estado floreciente. Aquel afortunado pais, 4 medida que el desarrollo y las nece- sidades de su industria y navegacion interior han ido creando obstaculos que se oponian al libre curso de las aguas, alterando ademas su pureza, ha sabido por medio de una legislacion res- trictiva y previsora disminuir sus perjudiciales efectos; y con- ciliando hasta donde es posible los intereses de todas las indus- trias, entre las cuales debe contarse la de la pesca, y imitando convenientemente el ejercicio de ésta, ha logrado impedir la despoblacion de sus rios y lagos, y la desaparicion de las especies mas apreciadas. Nosotros, que desgraciadamente apénas tenemos industria, ni navegacion interior, y por consiguiente no debiamos temer los obstaculos que aquéllas llevan consigo, hemos logrado que desaparezcan algunas especies de puntos determinados y que nuestros rios estén despoblados, debiéndose mas principal- mente a que carecemos de una legislacion racional y completa para la pesca en aguas dulces. Justo es, sin embargo, afiadir que lalegislacion mas perfecta sera ineficaz y hasta inutil, si los encargados de velar por su cumplimiento y de aplicarla despues, no estan 4 la altura de su encargo. Por esto al estudiar la que debe reemplazar 4 la actual, es preciso ocuparse tambien del personal que se ha de encargar de lainspeccion, conservacion, vigilancia y policia de la pesca; creyendo desde luégo mas dificil encontrar el per- sonal idéneo que se necesita, que dotar al pais de una buena ley de pesca. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 21 322 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) iL PERSONAL ENCARGADO EN INGLATERRA DE LA INSPECCION, VIGILANCIA Y POLICIA DE LA PESCA DEL SALMON. En Inglaterra la Superintendencia de la pesca en aguas dul- ces depende del Ministerio de la Gobernacion, que la ejerce por medio de dos inspectores que pueden relevarse cada tres anos. Los inspectores estan obligados 4 redactar y remitir al Ministro todos los afios una Memoria sobre el estado de las pesqueras, acompanando datos estadisticos acerca de sus ren- dimientos, licencias concedidas, importe de las mismas, per- sonal ocupado, infracciones cometidas, reincidencias observa das, etc., haciendo ademas cuantas observaciones les sugiera su practica y celo sobre las medidas que podrian tomarse, 6 medios que pudieran emplearse para la conservacion y fomento de la pesca. Estos informes, que el Ministro de la Gobernacion presenta 4 las Camaras, sirven de antecedentes de gran valor para las reformas y modificaciones que incesantemente se in- troducen en la legislacion sobre pesca. Ademas de los inspectores, hay en los condados conservado- res de distrito, formando corporaciones 6 juntas de las que son vocales los duefios 6 arrendatarios de las pesqueras, los pro- pietarios riberefios que disfrutan una renta anual de unos diez mil reales, y otros individuos que designan los magistrados del condado. Para la mejor organizacion del servicio de la pesca hay es- tablecidos distritos de pesca, y cada uno de ellos tiene la Junta local de conservadores de distrito que hemos indicado, y de cuya influencia puede juzgarse por las atribuciones que se les confieren. Ellas, con efecto, hacen todos los reglamentos parti- culares y ordenanzas de caracter local, que complementan las leyes de caracter general que rigen la pesca, si bien no tienen fuerza dispositiva hasta que son aprobadas por el Gobierno. Kntre sus principales atribuciones pueden las Juntas: Alterar los periodos de veda anual y semanal en lo que se refiere 4 su duracion, como al dia 6 fecha en que han de em- pezar, aunque sin poder traspasar ciertos limites. (39) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 323 Determinar las clases y dimensiones de las redes y la ma- nera de usarlas; disminuir la dimension reglamentaria de la malla, si bien como minimum no podra ésta bajar en ningun caso de 07,038. Prohibir el uso de las redes dentro de cierta distancia de las embocaduras y confluencias de los rios. Estatuir sobre la forma de las licencias de pesca y los dere- chos que por las mismas se deben satisfacer, segun el arte de pesca que se emplee, con tal de que no exceda de la suma fijada por la ley. _ Colocar boyas, balizas y senales para ejercitar la pesca, y determinar las marcas, rétulos y numeracion que deben lle- var las embarcaciones y artes usados en la misma. Determinar cuando se han de colocar las compuertas de re- jilla en los cauces de los molinos y canales artificiales de que trata la ley. Determinar durante los periodos de veda para la pesca del salmon, las redes que para las de otras especies pueden usarse. Prohibir el uso en aguas dulces de cualquier red (excepto para la pesca de las anguilas), desde la puesta a la salida del sol. Nombrar y separar, dentro de la comprension de su distrito, los guardas y personal subalterno, y fijar sus salarios. La materialidad de la vigilancia y policia se verifica por los g@uarda-pescas, y de hecho por los riberefios y asociaciones que explotan las grandes pesqueras, que como mas inmedia- tamente interesados en la conservacion y fomento de la pesca, no estan dispuestos 4 consentir que se falte 6 eluda la ley. En Escocia, en vez de dos inspectores hay tres, con faculta- des mas amplias que los de Inglaterra y Gales. En Irlanda la Superintendencia de la pesca esta confiada al Consejo 6 Junta de Obras publicas, cuya corporacion delega en dos de sus vocales investidos con el caracter de comisarios inspectores de pesca, con grandes facultades, que se ocupan incesantemente de cuanto tiene relacion con la administra- cion, conservacion y fomento de la pesca. Al citar de pasada, como acabamos de hacer, la organizacion del personal que en la Gran Bretafia esté encargado de cuanto se relaciona con la pesca en aguas dulces, no pretendemos en modo alguno que se acepte para Espafia en la misma forma. 324 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) Si las medidas de caracter general y las esencialmente técni- cas pueden aceptarse y copiarse sin inconveniente, no se en- cuentran en el mismo caso las disposiciones econdmicas y administrativas de caracter local, ni tampoco aquéllas que se relacionan con el derecho. La diferente forma y modo de ser de los condados ingleses respecto de nuestras provincias, cual- quiera que sea el punto de vista bajo el cual se consideren, puede muy bien ser causa de que las disposiciones que alli conducen @ la marcha mas ordinaria, a la regularidad mas perfecta, aplicadas 4 nuestras provincias produjeran la confu- sion y el desdérden. Algo, sin embargo, hay que hacer en Espafia el dia en que sériamente se piense en establecer una nueva ley de pesca, que sin Negar a la autonomia inglesa permita atender las ne- cesidades locales hasta donde sea posible, que al fin ni en to- das las provincias, ni 4un en una misma provincia en sus di- ferentes zonas, son aquéllas las mismas. Por otra parte, tra- tandose de una legislacion que necesariamente ha de ser mas complicada, represiva y severa que la existente, 6 mas exacta- mente dicho, tratandose de que se conozcan y sientan los efec- tos de la ley alli donde hasta ahora ha sido letra muerta, y sélo ha imperado el capricho, el abuso y la indolencia, es necesario mucho tacto en la eleccion de las personas encargadas de in terpretarla y aplicarla. oC 00K SEVERIDAD CON QUE CASTIGA LA LEGISLACION INGLESA LAS IN- FRACCIONES DE LA LEY; MULTAS EN QUE INCURREN LOS CON- TRAVENTORES, Y DESTINO QUE SE DA Asi A LAS MULTAS COMO A OTROS ARBITRIOS QUE PRODUCE LA PESCA DEL SALMON. Ademas de un personal escogido es preciso que las multas y correcciones que se impongan por las infracciones de la ley, se lleven 4 efecto sin condonaciones ni dispensas, y sean pro- porcionadas 4 la entidad de la falta: y 4 este propdésito con- viene recordar que la legislacion inglesa castiga las infraccio- nes con una severidad de que quiza no hay ejemplo en ningun otro pais. Las multas impuestas 4 los contraventores, y cier- tamente es facil incurrir en falta dado el numero considerable (41) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 325 de prohibiciones, restricciones y prescripciones que hemos senalado, llegan en la mayor parte de los casos 4 125 pesetas; alguna hay que llega al doble de esta suma, siendo tambien general que ademas de la multa incurran los contraventores en la pérdida de los artes de pesca empleados y en la de la pesca cogida, pagando muchas veces sobre la multa cinco pesetas por cada salmon que se les encuentre en su poder. El rigor de las multas es aun mayoren Irlanda y Escocia en donde al que se dedique, por ejemplo, & pescar durante el pe- riodo de veda, pueden exigirle hasta 1.250 pesetas. Comparese esta cifra con las de cinco pesetas por la primera vez, siete y media por la segunda y diez por la tercera, que para andlogo caso senala a los infractores el decreto de 3 de Mayo de 1834, y digase si no es ilusoria la penalidad que nuestra legislacion establece. Pero hay mas todavia: la legislacion inglesa castiga en al- gunos casos la intencion con el mismo rigor que el hecho; asi, por ejemplo, al que se le encuentre en su poder sustancias para inficionar las aguas, aun cuando no haya hecho uso de ellas; al que zntente pescar en ciertos parajes aun cuando no haya pescado, y al que zm¢tente pescar el salmon en el acto de la freza incurre en las mismas multas que si hubiera realizado aquellos actos; como observacion final indicaremos que los productos que se obtienen por las licencias de pesca; lo que producen las multas impuestas a los infractores; el importe de las suscriciones voluntarias de los particulares y asociacio- nes para el fomento de la pesca y lo que las pesqueras satisfa— cen para gastos de vigilancia; todos estos productos, repeti- mos, que en Inglaterra y Gales alcanzan muy cerca de un millon de reales al ano, se invierten integros en la vigilancia y fomento de la pesca; no los considera el Gobierno como un recurso, como un ingreso para su presupuesto general de gas- tos publicos; y esto conviene que lo imitemos nosotros, porque (lesde el momento en que a la administracion publica, sea la general, sea la provincial, se le ocurriere considerar la pesca en aguas dulces como materia de retribucion, seria intitil toda legislacion; aun los ingresos que se obtengan en concepto de derechos por concesion de licencias de pesca y multas impues- tas alos infractores, aplicados 4 la vigilancia y fomento de la pesca seran tan reducidos, que haran necesarios otra clase de 326 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) recursos permanentes, que no puede ser objeto de este escrito estudiar de donde han de salir ni en qué forma se han de ad- mitir y aplicar. XIV. PISCICULTURA.—REPOBLACION DE LAS AGUAS POR MEDIO DE LA FE- CUNDACION ARTIFICIAL.—ESTABLECIMIENTOS PISCICOLAS Y RESUL- TADOS OBTENIDOS POR EL DE STORMONTFIELD EN ESCOCIA.— NE- CESIDAD DE CREAR EN ESPANA POR EL ESTADO UN ESTABLECI- MIENTO PISCICOLA MODELO. En otra parte de este escrito hemos indicado ya que ademas de la nueva legislacion que se establezca, es preciso ayudar por medios artificiales a la repoblacion de nuestros rios; esto nos conduce a que digamos algunas palabras sobre la pisci- cultura y los establecimientos piscicolas, que tan brillantes resultados han dado y estan dando en otros paises. La piscicultura, segun el Diccionario de la lengua, es «el arte de repoblar de pesca los rios y los estanques; de dirigir y fo- mentar la reproduccion de los pescados.» Conocida de tiempos antiguos, y practicada por los romanos, maestros en el arte, no llegaron éstos, sin embargo, 4 conocer la repoblacion por medio de la fecundacion artificial, que es de fecha mas re- ciente, aunque algunos pretenden se practicaba ya en el si- glo xiv en ciertas localidades, & fuerza de observar las cos- tumbres de los peces. Lo que si parece indudable es que Gols- tein se ocupaba ya de esta cuestion hacia mitad del siglo pasado, y que Jacobi, militar aleman, publicd en Hamburgo en 1763 una carta sobre el «arte de criar los salmones y tru-_ chas, y sobre la reproduccion de estas especies por la fecun- dacion artificial.» Estos trabajos, empero, no puede decirse llegaron a ser del dominio publico hasta que en 1848, Quatre- fages, Milne Edwards y otros naturalistas eminentes, entre los que debe en primer término citarse 4 M. Coste, lograron con sus escritos y consejos y con ensayos repetidos, preparar la opinion publica, interesar al Gobierno en tan importante asunto y hacer por fin practico y tangible lo que hasta entén- ces era sdlo conocido de limitadas personas. Pudo, pues, apre- ciarse desde luégo la gran trascendencia de la fecundacion (43) Nava y Gaveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 327 artificial, que permitia no sdélo restituir 4 las aguas la abun- dancia que la codicia del hombre habia hecho desaparecer, sino la aclimatacion de nuevas especies comestibles, dando lugar 4 industrias desconocidas y aumentando el bienestar general y la riqueza publica. No es, por tanto, de extranar que algunos llamen a la pis- cicultura acuicultura, y la consideren como la agricultura de las aguas, diferenciandose, sin embargo, de la terrestre en que no necesita abonos, y en que basta sembrar para recoger; creyendo ademas, siguiendo el simil, que las aguas corrientes deben poblarse de peces, a la manera como la agricultura puebla de animales herbivoros sus prados y tierras de pastos; y que los ingleses, expertos en la cultura del suelo y de las aguas, digan que es mas facil hacer pescado que carnero, y tan sencillo propagar artificialmente el salmon en los rios y lagos, como criar el gusano de seda con hojas de morera. Ya a fines del siglo pasado decia Sanez Reguart en su Diccionario, «que debia considerarse entre nosotros la pesca de mar como otra agricultura maritima equivalente 4 la terrestre, conside- rando sinédnimos nuestros campos y nuestros mares, por la variacion y abundancia de cosechas que éstos proporcionaban en sardinas, atunes, merluzas, salmones y otros muchos pe- ces.» Y no cabe, en efecto, dudar que la piscicultura maritima, alli donde se ha practicado, ha dado excelentes resultados, y los que se quieran penetrar de su eficacia basta con que visiten las costas francesas del Océano, fijandose principalmente en Arcachon, Isla de Ré y la Alta y Baja Bretaha; encontrando tambien ejemplos abundantes en el Mediterraneo en la misma Francia y en Italia. Pero sea cualquiera elalcance y la importancia que se quiera dar a la piscicultura, es lo cierto que por la fecundacion arti- ficial han logrado otras naciones repoblar sus aguas dulces, restituyéndolas su antigua abundancia é introduciendo en ellas nuevas especies. Suecia, por ejemplo, alimenta sus rios con tres 4 cuatro millones de salmoncillos todos los anos, y ha logrado en ménos de diez triplicar sus productos. Noruega, en donde tan comun es el salmon, habia casi desaparecido a mediados del siglo actual, y ha logrado por la fecundacion artificial que la exportacion de los productos de su pesca as- cienda 4 una suma considerable. Dinamarca ha repoblado por 328 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) igual procedimiento su celebrado lago de Linfion. Suiza ha hecho otro tanto con los suyos. Alemania fomenta su célebre establecimiento de Huningue. Francia, que puede con razon reclamar la gloria de haber iniciado en los tiempos modernos la fecundacion artificial y popularizado los procedimientos, ha repoblado una gran parte de sus aguas dulces. Por fin, la Gran Bretafa merece citarse como la nacion que mas se ha aprove- chado de los procedimientos artificiales para repoblar sus rios y lagos, gracias 4 los poderosos esfuerzos de las asociaciones formadas para la explotacion y fomento de la pesca, a su legis- lacion previsora y 4 ese instinto mercantil, ese buen sentido practico y perseverancia que distingue a los ingleses en toda clase de empresas industriales. Por todas partes, pues, se emplean los medios artificiales para repoblar las aguas; sdlo nosotros formamos la excepcion, y atal extremo llega el abandono, que no es aventurado supo- ner que si el procedimiento de la fecundacion artificial no es desconocido de los naturalistas y de otras personas ilustradas, no ha Hegado 4 practicarse en nuestras aguas. Una excepcion, sin embargo, hemos de hacer, el Sr. Graells, cuya competencia y escritos sobre la materia son de todos conocidos, y que con su Manual practico de piscicultura publicado en 1864, y con los ensayos verificados en los estanques de la Granja en 1866 y 1867 ha tratado de difundir y aclimatar entre nosotros tan util procedimiento. Merecen tambien citarse los esfuerzos in- cesantes que por el desarrollo de la pesca maritima viene ha- ciendo la Comision permanente y central de pesca del Minis- terio de Marina, y al hablar de ella incurriria en una omision sino citara con igual aplauso al Sr. Fernandez Duro, bien co- nocido tambien por sus escritos sobre pesca y por haber cola- borado con el Sr. Graells en la interesante Memoria que sobre pesca y acuicultura publicaron en 1867. Pero estos esfuerzos individuales no bastan: se necesitan mayores esfuerzos, y nada, anuestro juicio, contribuiria tanto al logro de lo que se propone como la creacion de un estable- cimiento piscicola modelo que sirviera a la vez de escuela per- manente para los trabajos y ensayos que acometieran los par- ticulares y las asociaciones que se formaran para la explota-— cion y fomento de la pesca. Ejemplos abundantes nos ofrecen otras naciones de lo que en este camino puede y debe hacerse, (45) Nava y Gaveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 329 mereciendo citarse en primer término el de Huningue, creado por M. Coste, bajo los auspicios y poderoso apoyo del empera- dor Napoleon II, 4 quien tanto debe la piscicultura francesa. La descripcion del establecimiento y los procedimientos en él seguidos para la fabricacion artificial se encuentran descritos con grandes detalles y precision en la ya citada Memoria de los Sres. Graells y Fernandez Duro. Nada, pues, anadiremos aqui, pero si recomendamos 4 los que se ocupan de tan inte- resante asunto la lectura de la Memoria y la visita del estable- cimiento, que puede decirse ha servido de modelo a los demas de su clase que existen en Europa, y que situado en un depar- tamento perteneciente hoy al Imperio aleman, se encuentra ha- bilmente dirigido por la Sociedad de piscicultura de Alemania que impulsa con notable vigor cuanto a la pesca se refiere, y que no omite medio alguno para que Huningue mantenga, y aumente si es posible, el justo crédito que le legaron sus fun- dadores. Como una prueba de lo que alcanzan los esfuerzos de las asociaciones particulares cuando estan bien dirigidas, merece citarse el establecimiento piscicola de Stormontfield, situado sobre el rio Tay, 4 unos ocho kilémetros de Perth, en Escocia. Reunidos los propietarios de las pesqueras de salmon del ci- tado rio, con objeto de escogitar los medios mas adecuados para mejorar la pesca, Mr. Ashworth, propietario de las pes- quera de Galway en Irlanda, les demostré la manera facil, sen- cilla y econdmica de repoblar aquel rio de salmones, por me- dio de la fecundacion artificial, siguiendo los procedimientos recomendados por M. Coste y otros naturalistas. Es ajeno a este asunto entrar en lo que pudiera llamarse la parte puramente técnica de la manipulacion, que ademas puede verse en dife- rentes obras, pero séanos permitido apuntar los resultados ob- tenidos. La fecundacion artificial did principio el 23 de Noviembre de 1853; al mes habia colocados en las cajas 300.000 huevos de salmon, e131 de Marzo de 1854 tuvo lugar el nacimiento de las primeras crias, observandose que el periodo de la incubacion durdé unos ciento veinte dias. Hasta Mayo siguiente no entré la cria en el estanque-vivero, en donde permanecio cerca de un ano alimentandose con un picadillo, hecho de carne de vaca é higado de carnero, bien cocido y revuelto, y en este tiempo 330 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) adquirié el desarrollo conveniente para manejarse por si; esto es, unos 07,12 4 07,15 de largo, con peso de 30456 gramos. En Mayo del siguiente ano (1855), empezaron a4 notarse en la cria las escamas plateadas y se abriéd la compuerta del es— tanque para darles paso al rio, empezando en seguida la pri- mera emigracion al mar, que se verificé durante Mayo y Junio, volviendo de regreso desde fines de Julio y Agosto, observan- dose que en este periodo de ocho 4 nueve semanas que perma- necieron en el mar ganaron en peso de uno y medio a tres y medio kildgramos, 6 sean sesenta a ochenta veces el que te- nian al salir del vivero. Al final de la temporada emprendieron la segunda emigracion bajando nuevamente al mar hasta Fe- brero del tercer afio (1856), volviendo de regreso en Agosto si- guiente salmones ya formados, pesando unos dos y medio ki- logramos mas que cuando bajaron; es decir, que durante la segunda emigracion siguen creciendo, aunque con ménos ra- pidez, en proporciones todavia considerables, pasando de sal- mones adultos 4 salmones hechos con un peso casi triple. El salmon macho puede fecundar desde el primer afio los huevos, pero las hembras no Jos producen hasta el segundo ano. Se calcula aproximadamente por cada hembra tantos mi- les de huevos como libras de peso tiene, pero en la fecunda- cion de éstos no debe contarse que Heguen a convertirse en crias mas que una sexta parte. Los rendimientos obtenidos fueron considerables atendido el escaso capital de 12.500 pesetas desembolsado; al que deben agregarse los gastos de propagacion artificial que me parece excedieron de 25 pesetas por cada millon de salmoncillos, ob- servandose ademas que para la repoblacion bastaba practicar cada dos afios la fecundacion artificial. Todavia con mayor elogio que el anterior establecimiento debe citarse la pesquera de salmon de Galway situada en la parte Oeste de Irlanda, adquirida por Mr. Ashworth que la em- pezo & explotar en 1852. Comprende esta pesquera toda la cuenca del Corrib, rio donde desaguan el lago del mismo nombre y otro mas alto Hamado Mask, que 4 su vez reciben las aguas de otros lagos mas pequenos y de varios arroyos; cerca de la desembocadura del rio y al lado de la villa de Galway, existia una presa que, manteniendo las aguas poco ménos de dos metros sobre el nivelde la marea, proporcionaba la fuerza (47) Nava y Gaveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 331 motriz necesaria 4 numerosas industrias; y entre esta presa y la desembocadura del Corrib en el mar se verificaba la pesca del salmon por medio de redes y de una presa salmonera. Pues bien; Mr. Ashworth, por medio de la fecundacion artificial y una escala salmonera construida sobre la presa de Galway, lo- gré repoblar el rio y los afluentes de los lagos, Nevando el salmon 4 puntos en que hasta enténces jamas habia penetrado por los obstaculos naturales quea su paso encontraba, aumen- tando los rendimientos de la pesquera en términos que 4 los diez anos habia sextuplicado el producto neto hasta enténces obtenido. Noes, pues, de extranar que asi la pesquera de Galway como la del Ballysodare, situada en el Norte de Irlanda, que emplea tambien la fecundacion artificial con gran éxito, se consideren como ejemplos notables dignos de ser imitados por los que realmente se interesan en la explotacion y fomento de la pesca del salmon. Pero aun suponiendo que esta clase de establecimientos no ofreciera, bajo el punto de vista de la especulacion, las ven- tajas indicadas, todavia se recomendarian por la ensefanza que proporcionan, el interés que excitan y la aficion que en el publico despiertan hacia una clase de estudios casi desconoci- dos entre nosotros, y que tanto pueden influir en el porvenir de nuestra pesca en aguas dulces. A ellos debe la ictiologia grandes adelantos; por ellos se conocen muchas de las costum- bres misteriosas de esos seres que pueblan las aguas, que an- tes se ignoraban, y ellos, en fin, han contribuido en grande es- cala al estado prospero y floreciente de la pesca que se observa en otras comarcas; y si es verdad que las mismas causas pro- ducen siempre los mismos efectos, gpor qué se ha de dudar que la fecundacion artificial, si llegara 4 aclimatarse en Espaiia, contribuiria poderosamente, no sdlo 4 restituir 4 los rios de nuestras provincias del Norte y del Noroeste la riqueza en sal- monidos que antes los poblaban, sino tambien 4 introducir algunas especies que hasta ahora no han tenido, aumentando de esta suerte la riqueza y bienestar del pais? Alguno quiza opine, fundandose en los mismos ejemplos que hemos citado de Inglaterra, que la fecundacion artificial debe dejarse 4 la iniciativa del interés privado, y que el Gobierno no debe mezclarse en este asunto. Si esto fuera realizable sin 332 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) duda seria lo mejor, pero como no puede esperarse que este sistema diera resultados, cuando desgraciadamente en nuestro pais apénas se conoce el espiritu de asociacion, y ademas de ser refractario 4 todo lo que es agua 6 esta relacionado con las aguas, los riberefios, quiza inconscientemente, son los mas en- carnizados enemigos de la pesca. Y aun en el supuesto que co- nociendo éstos mejor sus intereses se asociasen, y todos de consuno trabajasen en fomentar la pesca, qué resultados po- drian prometerse con una legislacion como la que rige, que hemos demostrado ya que no solo es deficiente é ineficaz, sino que a su sombra puede desaparecer por completo la pesca, y a ello estamos avocados? Creemos, pues, que al Gobierno cor- responde tomar la iniciativa, no sdélo por lo que respecta a la reforma de la legislacion vigente sobre pesca, sino tambien para introducir y aplicar la fecundacion artificial, creando con este objeto un establecimiento piscicola modelo que pudiera servir de tipo a los de su clase que los particulares intentaran establecer ; que suministrase la hueva, y aun crias, sir- viendo siempre de ejemplo y de escuela constante para difun- dir en el publico ideas y conocimientos, viejos ya en todas partes ménos en nuestro pais; sin perjuicio de que el Go- bierno estimulase ademas, por los muchos medios de que dis- pone, el desarrollo de esta nueva industria y cuantos esfuer- zos individuales 6 colectivos se dirijan a regenerar la pesca. BOVE INFORMACIONES LOCALES QUE CONVIENE ABRIR EN LAS PROVINCIAS DEL NORTE Y NOROESTE DE ESPANA CON OBJETO DE REUNIR LOS ELEMENTOS DE ESTUDIO NECESARIOS PARA PROPONER UNA LE- GISLACION ESPECIAL QUE RIJA LA PESCA DEL SALMON. —COMI-— SIONES QUE DEBEN NOMBRARSE CON ESTE OBJETO.— CUESTIONA- RIO 6 PROGRAMA A QUE DEBEN SUJETARSE LAS INFORMACIONES. Nada mas facil que redactar las bases de un proyecto de ley de pesca copiando lo que otras naciones, mas adelantadas y experimentadas en la materia que nosotros, han hecho; pero tampoco nada mas expuesto 4 que el proyecto no sea viable. Sin duda la legislacion que en materia de pesca existe en otros (49) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 333 paises, y especialmente en la Gran Bretaha, ofrece mucho bueno que copiar 6imitar, y debemos en todo caso aprove- charnos de la experiencia que han adquirido 4 costa de mu- cho tiempo y no escasos desembolsos, para no incurrir en los mismos errores; pero al verificarlo hay que proceder con mu- cha cautela, teniendo en cuenta nuestro modo de ser, sin embargo de lo cual debemos esperar que el primer ensayo sea incompleto. Irlanda, cuya legislacion sobre la pesca del salmon es la mds completa y perfeccionada del Reino-Unido, lleva treinta y cinco anos de esfuerzos perseverantes y de constante estudio para mejorarla: poco ménos tiempo lleva Escocia, y no obstante la enseflanza que una y otra ofrecian, al aplicar 4 Inglaterra y Gales la reforma emprendida en 1861, resultd ser ésta la mas atrasada de las tres. Juzguese, pues, de lo que sucedera en nuestro pais en donde la reforma de que se trata, que sdlo por el hecho de innovar ha de ser recibida con prevencion, tiene que luchar con intereses encontrados, corregir abusos inveterados, desterrar preocupa-— ciones anhejas y practicas perniciosas, castigar con severidad las infracciones, dar fuerza y prestigio 4 la autoridad, crear un per- sonal adecuado, y marcar, finalmente, la senda que deben se- guir los que se ocupen de la importante industria de la pesca del salmon. Por esto creemos necesario, antes de acometer la re- forma, que se haga un estudio detenido 6 se adquieran por lo ménos datos fidedignos acerca de muchos puntos intimamente relacionados con la pesca, con los intereses de otras indus- trias, con la estadistica, con la manera, en fin, de ser de cada localidad; pudiendo encargarse este estudio & comisiones es- peciales nombradas en las provincias para las que en rigor se va a4 legislar, y que en sus investigaciones podrian sujetarse a un programa que en forma de interrogatorio se les remitiria para que les sirviese de guia con objeto de evitar divagacio- nes; centralizandose despues estos trabajos en otra que se nombrase en esta corte, y que se encargase de ordenarlos, darles forma y unidad y tomar de ellos todo lo realmente util y de caracter general, sin desatender por esto, hasta donde fuera posible, las necesidades locales. Esta Comision central se encargaria ademas de estudiar la legislacion sobre pesca que rige en otras naciones, y de todo podria formarse un tra- bajo completo, que examinado y discutido por el Consejo supe- 334 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) rior de Agricultura, permitiera formular un proyecto de ley, una reglamentacion para la pesca del salmon, tan acabada y perfecta como es posible de un primer ensayo. No hemos indicado el personal para formar las comisiones provinciales de que antes hemos hablado; pero parece debe buscarse entre los que componen las juntas de Agricultura, Industria y Comercio de las provincias, las comisiones de pesca delegadas de la permanente que existe en el Ministerio de Marina, de algunos de los riberefios y duenos de pesqueras mas caracterizados de cada provincia, y por fin, de aquellas personas que por su ilustracion 6 por sus trabajos 6 conoci- mientos sobre pesca, pudieran ser de utilidad. En cuanto al cuestionario 6 programa, ya es mas dificil fijar los limites en que debe encerrarse: en principio debiera de- jarse 4 las juntas 6 comisiones provinciales la mayor latitud y libertad en sus investigaciones; pero es de temer se hicieran éstas concretandolas 4 puntos que pudieran tener mucho in- terés para la localidad, y poco bajo el punto de vista de carac- ter general que debe revestir la ley. Por esto creemos preferi- ble, sin coartar la libertad de accion de las juntas, indicarles cuales deben ser las materias objeto de preferente estudio en la informacion que deben practicar, y que a juicio del que suscribe pudieran reducirse 4 los puntos concretos siguientes, sin perjuicio de que lo hagan tambien extensivo a otros si lo juzgaren conveniente, no dando tampoco importancia al 6r- den de preferencia que se senala: 1.° Descripcion del rio 6 rios donde se pesca el salmon, in- cluyendo la de sus afluentes y expresando ademas la exten- sion de unos y otros; si son navegables 6 flotables; hasta donde se hace sentir la influencia de las mareas; teniendo presente que el objeto de la descripcion es definir de una manera clara cuales son las aguas corrientes en donde el salmon existe 6 ha existido en otros tiempos y pudiera existir si se repoblasen. Tambien debe indicarse con separacion si existe algun cauce, estanque 6 lago de propiedad particular 6 de propios en donde se pesque el salmon. 2.° Qué clase y numero de pesqueras hay establecidas, cua- les son sus productos y quién las explota, de qué fecha data su instalacion y si tienen la autorizacion debida para su esta~ blecimiento. (51) Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 335 3.° Qué clase de artes se emplean en la pesca del salmon, describiendo con separacion de las redes sencillas, cafias y aparejos, los artes llamados fijos, su numero y parajes donde estan colocados; indicandose ademas la malla de las redes tomada sin tension, de nudo 4 nudo y estando mojada. 4.° (jué numero de salmones se pescan anualmente, 6 se han cogido en un periodo dado en uno 6 mas rios, expresando si es posible el peso en globo y el valor medio al ano. 5.° Sise observa aumento 6 disminucion en la pesca del salmon respecto de anos anteriores. 6.° Cual es el mercado naturalde los productos de la pesca del salmon, yen caso de exportacion si se verifica en estado fresco 6 en conserva, yen qué proporciones aproximadas se encuentra lo que se consume en cada localidad con lo que se exporta. 7.° Qué precio medio al afio alcanza el salmon fresco en cada localidad, segun que se venda al menudeo 6 por mayor, y cual es el del salmon en conserva. 8.° Qué ntiimero de hombres préximamente se emplean en la pesca del salmon, y si suelen tambien emplearse en la misma industria mujeres y nihos, expresando si es posible los jorna— les que unos y otros ganan. 9.° Qué numero y clase de embarcaciones se ocupan en la pesca del salmon. 10. Qué numero de licencias de pesca hay concedidas, qué derechos se satisfacen por cada una, segun la clase de arte de pesca que se emplea, y cuales debieran satisfacerse. 11. Cual es la época de la costera del salmon y qué duracion tiene: gse observan con escrupulosidad las prescripciones del Real decreto de 3 de Mayo de 1834 sobre la veda? 12. Qué clase de infracciones son las més comunes; si son frecuentes las reincidencias; si se observa aumento 6 dismi- nucion en las faltas y si son perseguidas, y si se considera la Jegislacion vigente suficientemente severa para castigarlas. 13. Qué ntimero de aparatos, conocidos con el nombre de maquinas salmoneras, sistema Duhart, hay establecidos, y si para ello tienen la autorizacion necesaria; cuales son los efec- tos observados desde su instalacion y qué concepto merecen en la localidad. 14. Qué numero y clase de presas hay establecidas en los rios donde se cria 6 pudiera criarse el salmon, destinadas & 336 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52) proporcionar la fuerza motriz necesaria para establecimientos fabriles, expresandose la altura del agua que represan sobre el nivel del rio. 15. Si existen muchas estacadas, empalizadas y atajadizos de todas clases que bajo los nombres de apostales, cafiales, corrales y otros varios, y construidos con materiales diversos y afectando diferentes formas, se colocan en los rios para de- tener la pesca, sefalando mas principalmente aquellos que mas perjudican a la del salmon. 16. Qué clase de establecimientos industriales existen mon- tados, dedicados principalmente 4 la elaboracion de productos quimicos, y si envian a los rios los residuos 6 desperdicios de sus respectivas industrias. 17. Qué nimero y clase de minas y de lavaderos de carbon hay establecidos que envien los desagiies y residuos 4 las aguas corrientes ensuciandolas, ya sea que directamente vier- tan en el rio principal 6 en alguno de sus afluentes. 18. Qué clase de sustancias nocivas suelen mas comun- mente emplearse en la pesca furtiva del salmon, y si con el mismo objeto se usan materias explosivas. 19. Si hay costumbre de enriar 6 cocer los linos en las aguas corrientes. 20. Qué clase de obstaculos naturales 6 causas generales se oponen al desarrollo de la pesca del salmon, y qué medios po- dria emplearla administracion publica para removerlas y fo- mentar dicha pesca. 21. Qué ventajas y recursos ofrece la provincia para la ins- talacion de un establecimiento piscicola con destino 4 la fe- cundacion artificial, y qué localidad de la misma se reco- mienda de preferencia 4 las demas. 22. 4Convendria establecer en la provincia distritos de pesca para la mejor vigilancia y fomento de la del salmon? En caso afirmativo, qué numero convendria fijar y qué extension y limites pudieran asignarse a cada distrito? 23. Cuadl debera ser la duracion del periodo de veda anual para la pesca del salmon, desde qué fecha debera empezar, y si se cree conveniente rija por igual en todos los rios de la provincia. 24. Qué medios convendria adoptar para proteger eficaz- mente la cria y los lechos de desove del salmon. 7S (53) Nava y Gaveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 337 25. gaHay costumbre de usar la hueva del salmon como cebo 6 carnada, sea para la pesca del mismo salmon, sea para cual quiera otra? 26. 4Conviene crear alguna Comision 6 Junta local exclusi- vamente encargada de la inspeccion y fomento de la pesca? En caso afirmativo, y en el supuesto de ser gratuitos y honorfficos los cargos, aquiénes las han de componer y cual debera ser su organizacion y atribuciones? 27. aQué clase de personal subalterno asalariado podria em- plearse para la vigilancia y policia de la pesca del salmon, y cual podria ser su organizacion , ntimero y sueldos? En caso de existir ya aleuno establecido con dicho objeto, gqué extension vigila, qué haberes disfruta y a qué organizacion obedece? 28. g4Qué otras circunstancias que no se hayan tenido en cuenta deberian tenerse presentes al proponer la nueva legisla- cion que, en reemplazo de la actual, deba regir para la pesca del salmon? 29. (Ala provincia de Guiptizcoa solamente.) Qué influencia ha ejercido en el desarrollo de la pesca en general, y en la del salmon en particular, en el Bidasoa, el reglamento de 1.° de Junio de 1859, y si de su observancia se notan inconvenientes 6 defectos que convendria corregir, tt omisiones que debieran llenarse, senalando en caso afirmativo unos y otras. gSe han aplicado a algunos de los demas rios de la provincia las pres- cripciones del citado reglamento? 30. (A las provincias de Pontevedra y Orense solamente.) Si existe entre los riberefios de las dos orillas del Mino algun convenio para el ejercicio de la pesca de los salménidos, y en caso afirmativo en qué consiste. gSeria preferible, prévio un tratado con Portugal, adoptar un reglamento de pesca para el Mino que obligase por igual 4 ambos paises de un modo pare- cido al que rige para el Bidasoa? No faltara quien considere demasiado extenso el interroga- torio, a pesar de lo cual es probable que se hayan omitido al- gunos puntos cuyo estudio interese para redactar la ley; po- dra, pues, ampliarse 6 restringirse segun se estime mas con- veniente, pues no tenemos ningun empeno en sostenerlo en la forma propuesta. En lo que si insistiremos es en creer que no se puede legislar con acierto si no se conocen ciertas condicio- ANALES DE HIST, NAT.—VII. 22 338 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (5A) nes locales y se tienen 4 la vista datos que sélo sobre el terreno pueden adquirirse; que para conseguirlo se emplee el procedi- miento indicado 6 cualquier otro es indiferente; lo importante es conocer en sus menores detalles y con la exactitud debida los obstaculos de todo género que se oponen al desarrollo y fo- mento de la pesca del salmon, & fin de indicar los medios de removerlos y de prevenirlos en la nueva legislacion que se proponga. RVG RESUMEN Y CONCLUSIONES. Hemos dado a este escrito una extension y proporciones que no entraba en nuestro animo cuando lo hemos emprendido,. y que creemos deber resumir en los siguientes puntos: 1.° La pesca en aguas dulces de la Peninsula se encuentre en el mayor abandono y ha llegado a la mayor decadencia por muchas y muy variadas causas, entre las cuales debe en pri- mer término citarse la legislacion vigente en materias de pesca, que es incompleta, insuficiente é ineficaz, siendo indispensa— ble reformarla, 6 mejor dicho, reemplazarla por otra mas com- pleta y racional; y como de todas las pescas en aguas dulces la del salmon ocupa el primer lugar, y por todos conceptos re- clama preferente atencion, debera regirse por una legislacion especial que urge estudiar y proponer cuanto antes. 2.° Para el estudio de esta legislacion conviene nombrar comisiones locales en las ocho provincias del Norte y Noroeste de Espana donde se cria el salmon, que sobre el terreno abran una informacion amplisima, pudiendo servir como programa el cuestionario que se ha indicado compuesto de treinta puntos, sin perjuicio de que las comisiones extiendan sus investiga- ciones 4 otros puntos no indicados si los consideran pertinen— tes al objeto de que se trata. 3.° Los trabajos parciales de estas comisiones deberan cen- tralizarse en otra Comision especial nombrada en esta corte, del seno del Consejo Superior de Agricultura, que se encargara de examinarlos, ordenarlos y darles la debida unidad y forma; considerandolos tambien como la expresion de los deseos y ne- cesidades de las localidades respectivas que deben atenderse (55) Nava y CGaveda.— pESCA DEL SALMON EN ESPANA. 339 en cuanto no se opongan 4 los intereses de caracter general de la pesca. 4.° Kstudiara la Comision central la legislacion que en ma- terias de pesca rige en otras naciones, recomendando en pri- mer término a su consideracion la del Reino Unido de la Gran Bretana é Irlanda, no sdlo por el espiritu que la informa, sino porque muchas de sus prescripciones y restricciones serian aplicables 4 nuestro pais. 5.° Estudiara tambien la manera de hacer practicos y posi- bles los procedimientos artificiales que la ciencia ha puesto 4 nuestro alcance para la repoblacion de las aguas dulces, y el modo de sacar partido de la util cuanto sencilla invencion de las escalas salmoneras, caso de que fuera necesario aplicarlas i alguna de las presas existentes en nuestros Trios. 6.° Propondra la organizacion que deba darse al personal que haya de encargarse en las provincias de la inspeccion, vigilancia y policia de la pesca del salmon, sin menoscabo de la intervencion eficaz que en ella ha de conservar el Gobierno. 7.° Terminado que sea el trabajo de la Comision central, de- bera discutirse en el Consejo Superior de Agricultura, Indus- tria y Comercio, respecto al cual aquella Comision se conside- rara como ponente, y no es dudoso que con un estudio tan com- pleto y concienzudo, y hecho por personas tan competentes, se llegara 4 formular un proyecto de legislacion tan perfecta y acabada como es posible en toda obra humana y en un primer ensayo. 8.°. Finalmente, si el procedimiento indicado pareciera di- latorio, y aun de admitirse, si se estimara conveniente que no continuara por mas tiempo el estado de abandono en que se encuentra la pesca en aguas dulces por falta de una legislacion apropiada, podria, como medida transitoria, hacerse extensivo a las provincias del Norte y del Noroeste ya indicadas las dis- posiciones de caracter general del reglamento de pesca de 1.° de Junio de 1859 que rige para el Bidasoa. 340 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56) APENDICE. Durante la impresion de este articulo nos ha sido posible ad- quirir algunos datos referentes a la pesca del salmon en Suecia vy Noruega, que se insertan 4 continuacion. La pesca del salmon en Noruega, que principalmente se ve- rifica por medio de redes, empieza en el mes de Abril, y dura hasta entrado Setiembre. prohibiendo la ley la pesca durante la época de la freza. Kl salmon fresco, conservado en hielo, se exporta casi exclu- sivamente a Inglaterra, y el salmon ahumado 6 curado al humo, muy apreciado tambien, se consume en su mayor parte en Noruega, exportandose el resto 4 Dinamarca é Inglaterra. Kl precio del salmon fresco en Noruegia hace diez afios rara vez excedia de 30 4 35 céntimos de franco la libra (0*, 4981), miéntras que hoy ha mas que duplicado su valor. Kl peso del salmon cogido en 1876 en Noruega se calcula en 411.570 kil6gramos; de suerte que si al kildgramo se apli- case el precio de 10 rs., que es el que ha servido al examinar la importancia de esta pesca en Inglaterra, resultaria para va- lor del salmon cogido en Noruega durante el ano de 1876, 4.115.700 reales. La pesca del salmon en Suecia se verifica: en los rios del Norte, desde fines de Mayo 4 principios de Setiembre; en los del Oeste, desde principios de Abril 4 mediados de Julio; y en las costas meridionales de la Scania y del Blekinge, en los meses de invierno miéntras no lo impidan los hielos. El salmon de los rios del Norte y del Oeste es preferible al de las costas del Este, y rivaliza en calidad con el de Escocia. La mayor parte del salmon que se pesca se consume fresco en el pais, y el resto se exporta conservado en hielo a Ingla- terra y Alemania, principalmente a Berlin. El que se coge en las costas meridionales se exporta casi todo a Dinamarca y Alemania. (57 Nava y Caveda.—PESCA DEL SALMON EN ESPANA. 341 Las mas importantes pesqueras de salmones son la de Elfkar- leby, en la provincia de Uppland, que esta situada en la parte central y oriental de Suecia, y la de Mérrum, en Blekinge, provincia situada en la parte meridional. La primera produce. término medio al ano, unos 56.000 francos, y la segunda unos 2.000 francos. De una informacion practicada para averiguar los beneficios de las pesqueras de salmon resulta que en 27 rios proporcio- naban dichas pesqueras 850.000 francos, y las de las costas meridionales de la Scania y del Blekinge 167.000 francos. La vigilancia de la pesca y el fomento de la piscicultura en Suecia estan principalmente confiadas aun intendente de pes- ca, auxiliado por dos ayudantes, y a un instructor ambulante de piscicultura. Ademas de estos empleados del Gobierno, exis- ten en ciertas provincias y en ciertas aguas guarda-—pescas, cuyo principal cometido se reduce a velar por la observancia de los reglamentos sobre pesca. Algunos de estos agentes su- balternos son pagados por el Gobierno, otros por las diputacio- nes provinciales y sociedades econdmicas , y un corto numero por los particulares. La mayor parte de las provincias en que se divide la Suecia poseen establecimientos de piscicultura principalmente desti- nados a la cria del salmon. El Estado sostiene un estableci- miento modelo cerca de la ciudad de Hernésand, en Anger- manland. 312 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58) Entre otras erratas de menor importancia, deben notarse las siguientes, que alteran algun tanto la idea que se quiso ex- presar. PAGINAS. 291 300 310 324 LINEAS. 25 21 DICE. actual salada senaladamente ordinaria retribucion fabricacion me millon ENTIENDASE. ley solida senalamiento ordenada tributacion fecundacion no millar APUNTES PARA LA FAUNA PUERTO-RIQUENA, POR 1D Orang 6d. /UAs INV GaN, DD) LE AnGidah.: -@) (Sesion del 7 de Febrero de 1877.) SEGUNDA PARTE. ORDEN CUARTO.— GYRATORES. 20." Famitia. —Golumbide. GENERO Chloroenas Reich. Chloreenas inornata.— Paloma sabanera. Columba inornata, Vigors, Zool. Journ. 11, 1827, 44. Columba rufina, Gosse, Birds, 1847, 296 (non Temm.). Chlorcenas inornata, Cab., Journ. 1v, 1836, 106.— Gundl., p. 312. He observado esta especie solamente en la vecindad de La- res, en direccion a la cueva de Pajita. Me indicaron tambien la cercania de Utuado (en Caguana), pero alli no he podido en- contrarla. Segun otras noticias, vive tambien en la parte oriental de la Isla, pero en la montana, miéntras yo la he en- contrado en la isla de Cuba, en las sabanas y en las costas es- tériles. Tomo de mis apuntes sobre la isla de Cuba las notas siguientes: (1) Véase para la Primera parte la pag. 135. 344 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (102) No es tan arisca como las dos especies que siguen. La carne no tiene el gusto amargo que se nota en la Patagiwnas leucoce- phala, y asies mas estimada. En Mayo encontré el nido for- mado como en todas las especies de esta familia, por algunas ramitas y yerbas secas, encima de otras ramas horizontales. Los dos huevos miden 0",0385 + 0",0255. El color es blanco. El © adulto tiene la cabeza, el cuello, las cobijas medianas, el pecho y el vientre de un color de chocolate-vinoso; la gar- ewanta es blancuzca; las remeras, las cobijas chicas y tambien las plumas escapulares, son ceniciento—pardas; la rabadilla y las cobijas de la cola plomizas. Las cobijas mayores del ala son gris—plomizas, con la orilla externa blanca; las remeras erandes y las timoneras morenas, las primeras con un ribete blanco en las barbas externas. El pico es de color de cuerno; los piés acarminados; el iris, alrededor de la pupila, es plomi- zo, hacia fuera bermejizo y entre ambos colores parduzco. El contorno del ojo y los parpados son acarminados. La @ tiene el color chocolate-vinoso ménos pronunciado, y en su lugar hay un color mas plomizo. Las medidas son: En el o” un pié y cinco pulgadas, y en la 9 un pié y cuatro pulgadas de longitud total, y el 7 mide entre las puntas de las alas dos piés y cuatro pulgadas y media. La patria conocida son las islas de Cuba, Jamaica, Puerto- Rico, pero probablemente tambien la isla de Santo Domingo. Se distingue de las dos especies siguientes, ademas del colo- rido, por la falta del color metalico en los lados del cuello. GENERO Patagioenas Reich. Patagicenas corensis.— Paloma turca. Columba corensis, Gmel., 8. N. 1788, 1, 783.—Bon., Consp. 11, 1887, 34.— Sund., 47. _ portoricensis, Temm., Pigeons, pl. 15, 1843. — monticola, Vieill., N. D. xxv1, 1818, 355. — imbricata, Wagl., Syst., 1827, Nr. 48. Patagicenas corensis, Cab., Journ. 1v, 1856, 108.—Gundl., p. 312. Esta especie es comun en todas partes de lo interior de la Isla, y facil de conocer por el color morado del cuello, y por (108) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 345 no tener la cabeza por encima blanca como la especie si- gwuiente, a la cual supera en el tamano. Hs arisca. La carne es buena, y no he encontrado en ella el gusto amargo que se nota en la carne de la especie siguiente. No he podido ver tan erandes bandadas. ni los nidos en tanto numero en un solo lugar, como en la otra especie, sino que los nidos, hechos de pocas ramitas 6 plantas secas, estaban aislados en arboles altos del monte, en la base de las pencas de las,palmas 6 encima de las plantas parasitas, 6 de las ramas horizontales. Los dos huevos son muy blancos y miden 0",038 -+ 0",028. El color es muy blanco. El pico del adulto es verdoso-blanco; los piés tienen escude- tes acarminados sobre un fondo rojizo-blanco; el iris es de co- lor de grana con un circulo de un amarillo vivo alrededor de la pupila. Los parpados son de un color entre grana y carmin, y la parte desnuda alrededor del ojo es amarilla de ocre. Las medidas tomadas eran en el Oo Longitud total, 07,395; braza, 0",637; cola, 0",144. Q a 0",385; — 07.6388; — 0,144. Se encuentra la especie tambien en Santo Domingo y Cuba, pero no en Jamaica. Patagicnas leucocephala.— Paloma cabeziblanca. Columba leucocephala, Linn., S. N. 1, 1766, 281.— Gmel., S. N. 1, 1788, 772.— Lath., I. O. 1790, 594.— Bon., Journ. v, 1825, 30; Syn. 1819.— Wagl. S. Av. 1827, 52.— Aud., Biogr. 11, 1834, 443; v, 557; Birds, 1v, 1842, 315.— Grosse, Birds, 1847, 299.—Baird, Rep. 1858, p. 599.— March, Birds, 1863, p. 301.—Sund., 46. Patagicenas leucocephala, Reich., Av. Syst. Nat. 1851, p. xxv.— Bon., Consp. ur, 1854, 54.—Cab., Journ. tv, 1856, 107.- Gundl., p. 312. Especie muy comun en todas las localidades de la Isla, aunque desaparezca a veces por algun tiempo de algunos pa- rajes. Es bien conocida de todos y se la distingue, aun volando, por la parte superior de la cabeza blanca. Su vuelo es ligero, pronto y sostenido, y se ven 4 veces bandadas muy numerosas, asi como en el tiempo de la cria muchos nidos en el mismo pa- raje y en un mismo arbol. Al emprender el vuelo, los prime- ros aletazos producen ruido, probablemente por tocarse un ala con otra, y luégo sigue el vuelo en silencio. (Esto se 346 ANALES DE HISTORIA- NATURAL. (104) nota tambien en las dos especies precedentes.) Casi siempre tiene la carne un gusto amargo. El modo de anidar es el indi- cado en las otras especies. Los huevos son blancos y miden 0,036 + 0".027. El alimento consiste en frutas y semillas. Les gustan mucho las de la palma real. El vértice del «7 es de un blanco muy puro, el de la 9 de un blanco algo ceniciento. Pico blanco- cOorneo, en la base de un tinte acarminado-oscuro; los piés con escudetes acarminados sobre un fondo rosado; contornos de los ojos blancos; parpados rojizos; ojos pajizos. En los jovenes se ve un ribete parduzco en las plumas del lomo y de las alas. Los lados del cuello atin no tienen los visos metalicos. o Longitud total, 0,360; braza, 0",595; cola, 0",130. Se encuentra ademas de la isla de Puerto-Rico, en la Flori- da y en las islas Bahamas y Antillas mayores. probablemente tambien en las Antillas menores. Nota. Encontré en el Systema avium de Wagiler en Columba nim. 46, la Columba lamprauchen Wag\.—Col. Caribea Temm. Pig. p. 22, t. x; Pig. et Gallin., p. 114 con la patria Portorico. No tengo mas noticias sobre esta especie, y la enumero como dudosa para la isla de Puerto-Rico. Acaso otros naturalistas la encuentren. Mr. Gosse la menciona en la pag. 291 de la isla de Jamaica con el nombre Columba Caribbea Linn. Tem.—Col. Lamprauchen Wag). GENERO Zenaida Bon. Zenaida amabilis.—7Zorto/a. Columba zenaida, Bon., Journ. v, 1825, 30.—Wagl., Isis, 1829, 744.—Aud., Biogr. 1, 1834, 354; v, 558; Birds, v, 1842, 1.—Bryant, List, 1866.—Sund., 48. Zenaida amabilis , Bon., List, 1838, et Consp. 11, 1854, 82.— Gosse, Birds, 1847, 307. — Cab., Journ iv, 1856, 111.— Baird, Rep, 602.— Gundl., p. 312. He observado esta especie en todas localidades, es decir, desde la orilla del mar hasta las montafias altas, pero mas en los parajes cultivados y desprovistos de bosques extensos. (105) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 347 Busca su comida en el suelo, la cual consiste en semillas, frutas, y 4 veces en hojas de ciertas plantas. La carne es exce- lente. Su vuelo es rapido y sostenido y produce un silbido. Es arisca. Encima de ramas horizontales 6 de plantas parasitas construye su nido de pocas ramitas 6 yerbas, y pone dos hue- vos muy blancos de 0",0305 + 0",0235. Las medidas del adulto son: o Longitud total, 0",288; braza, 0",485; cola, 0",100. Q — 0",275; — 0",460; — 0™,096. El pico es negro, en los angulos de la boca algo encarnado, piés con escudetes acarminados; ojos pardos, muy oscuros. Se conoce la Q por el menor tamafo y los colores ménos puros. La patria se extiende desde los Estados meridionales de la Union norte-americana hasta las Antillas mayores y las Baha- mas, y aunque no esté indicada como existente en la isla de Santo Domingo, no queda duda que existe alli tambien. GENERO Geotrygon Gosse. Geotrygon martinica.— Perdiz. Columba martinica, Gmel., S. N. 1, 1788, 784 (non Temm.). — montana, Auwd., Biogr. 11, 1834, 382 (non Linn.). Zenaida montana, Bon., List, 1838. Oreopeleia martinicana, Reich., Av. syst. 4851, p. xxv. Geotrygon martinica, Bon., Consp. 11, 1854, 74.— Cab., Journ. 1v, 1856, 108.— Gundl., p. 3413. Oreopeleia martinica, Baird, Rep. 1858, p. 607. Especie rara. No he podido observarla por mi mismo en Puerto-Rico, sino que la he visto en la coleccion de mi amigo Blanco, y un dibujo de ella en el album del Dr. Bello. En la isla de Cuba he podido cazarla 4 menudo, y la he tenido tam- bien enjaulada. Esta especie y sus congéneres viven mas en el suelo que en las ramas altas de los arboles, y prefiere los bosques a la ma- leza. Camina con el cuello recogido y la cola un poco levan- tada, y busca semillas, frutas y 4 veces caracolitos entre la ho- jarasca, que revuelve con el pico. Cuando esta satisfecha suele 348 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (106) posarse en una ramita 6 en un bejuco horizontal y desprovisto de hojas. Principalmente en el tiempo de los amores se oye su voz casi monosilaba, que parece a huuwp, 6 a la voz de los bo- yeros 6 pastores de reses, cuando quieren que la res se pare. Esto le valid en Cuba el nombre de doyero. He notado que su voz parece 4 veces (como la de un ventrilocuo) lejana, cuando en realidad esta cercana y vice versa. El vuelo empieza con ruido, porque las alas deben batirse con fuerza para levantar su cuerpo, pesado en proporcion al tamano de ellas. Si se aproxima el cazador siguiendo la voz, debe hacerlo muy pausadamente y sin ruido, pues al menor peligro sus- pende la perdiz su voz, y si el peligro sigue, se aleja sin dar lugar a tirarla, pues la espesura del bosque lo impide. El ma- yor numero de nidos encontrados estaba encima de plantas parasitas, hechos con pocas ramitas. Los dos huevos son de un color blanco-ocraceo, y median 0",0315 + 0",024. Esta especie se distingue de la siguiente principalmente por la raya 6 linea ancha, blanca, desde la mandibula inferior por debajo del ojo hasta el occipucio, y por el color del vértice pardo con reflejos purptireos 6 verdes. Las medidas son: o Longitud total, 0",295; braza, 0,490; cola, 0",115. Q -~- 0",.284; — 07,484; — 0,112. Se encuentra ademas de la Martinica, en Santo Domingo y Cuba, pero no esta indicada de la isla de Jamaica. Vive tambien en los cayos de la Florida. Geotrygon montana. — Perdiz. Columba montana, Linn., S.N. 1, 1766, 281.—Gmel., 8. N. 1, 1788, 772.— Wagl., S. Av. 1827, 75. — martinica, Temm., Pig. A, 29 (non Linn.). Peristera montana, Gray, Genera, 11, 475. Geotrygon montana, Grosse, Birds, 1847, 320.—Cab., Journ. 1v, 1856, 109. — March, Birds, p. 300, 1863. —Sund., 50.—Gundl., p. 313. He observado la especie desde la vecindad inmediata a Ma- yagiiez hasta lo interior de la Isla, aunque no en muchos ¢a- sos. Vivia en los campos de café provistos de muchos arboles de sombra, y en bosques no muy espesos. En sus costum- bres y en su voz no he notado diferencia con la especie pre- cedente; pero difiere de ella por el tamano menor, y por te- (107) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 349 ner la faja del pico debajo del ojo lavada de bermejo-claro (y no blanca), y el vértice del mismo color que el lomo (y no con visos verdes). El modo de anidar es tambien como en el Geof. martinica, difiriendo los huevos por su menor tamanio, que es 0",0285 + 07,021. Kl ave mide: o Longitud total, 0,255; braza, 0",446; cola, 0",090. Q — 0",247; — 0",440; — 07,082. Se encuentra en todas las Antillas mayores. GENERO Chameepelia Swains. Chamepelia passerina.— Pola, ro/ita. Columba passerina, Linn., S. N. 1, 4766, 285.— G'mel., S. N. 1788, 787.— Lath., 1. O. 1, 1790, 641.—Wéils., A. O. tv, 1814, 15.—Wagl., Syst. 1827, 88.— Aud., Biogr., 11, 1834, 471; v, 1839, 558; Birds, v, 1842, p. 19.—Sund., 49. — (Goura) passerina, Bon., Obs. 1825, Nr. 181; Syn. 1828, 120. Chamepelia passerina, Swains., Z. J. 11, 1827, 358.— Bon., List, 1838. Consp. 11, 1854, 77.— Gosse, Birds, p. 341, 1847.—Cal., Journ. 1v, 1856, 111.— Baird, Rep. 1858, 606.— March, Birds, 302.— Bryant, List, 1866.—Gundl., p. 343. - trochilus, Bon. Taylor (fide Sundevall). Esta especie es abundanteen todas las localidades, y no so- lamente en las islas de Bahama y las Antillas, sino tambien en ambos Continentes americanos. Hn todas partes es sedentaria. Vive en las orillas de los bosques, en las sabanas, en los terrenos labrados y hasta en los jardines de las poblaciones; no es arisca, y vive en pequefos grupos 6 en familias. Busca en el suelo su alimento, y éste consiste en semillas chicas de todas especies, y a veces en plantas tiernas. Cuando camina lleva la cola un poco levantada, y cuando quiere descansar se posa sobre las ramas, los muros U otros puntos elevados. Su voz es un arrullo suave, se puede decir triste, y ademas deja oir un sonido como hup, sencillo, pero no tan profundo como el de los Geotrygon. No causa dao al hombre en lo més minimo; antes bien le ofrece una carne muy delicada. Por lo regular, los in- dividuos de una familia estan siempre en paz, excepto en el 350 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (108) tiempo de los amores, en que pelean los machos, y he visto al- gunos enjaulados, que se habian despellejado la cabeza por no poder huir de la pelea. Su vuelo es algo ruidoso, poco elevado, rapido, pero de corta duracion. Desde Marzo he visto nidos en los arbustos, como matas de café, de imones, entre los retofos de arboles, encima de los ra- cimos de los platanos, encima de las plantas parasitas, y en los portales de las casas de campo, encima de las soleras. El nido consta de no pocos materiales, y no tiene el forro blando como los nidos de los pajaros pequenos. Los dos huevos son muy blancos, lisos, con las extremidades casi iguales, y miden 0,021 +- 07,017, 6 07,020 + 0",0165. Las medidas del ave son: 7 Longitud total, 0",173; braza, 0,267; cola, 07,060. Q _— 0",170; — 07,260; — 0,050. ORDEN QUINTO. —RASORES. 21." Faminia. —Tetraonidee. GENERO Ortyx Steph. Ortix cubanensis ?— Codorniz. Ortyx virginianus Linn., Grosse, Birds, 1847, 328.— Sund., 54. — cubanensis Gould, Gundl., p. 343. sta especie no es indigena sino introducida en la isla de Puerto-Rico, por D. Ramon Soler, en la hacienda de Santa Inés en Vega-baja. Yo he visto en la coleccion de Hjalmarson en Arecibo el in- dividuo llevado al profesor Sundevall, y me parecidéd entera- mente igual al Orlyx cubanensis Gould, y no al O. virginia- nus Linn. No he podido ir al lugar donde existe hoy la especie. Daré, pues, algunas noticias de mis apuntes sobre Cuba. Hay en la isla de Cuba tradiciones que dicen que la especie fué introducida y propagada primero cerca de la Habana, y des- pues llevada 4 Santiago de Cuba. Pero comparada con la espe- cie virginiana, se ven diferencias que motivaron la separacion en dos especies, hecha por Mr. John Gould en Londres. (109) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 351 Como no se ha visto la especie cubana en otro pais, se debe suponer que la tradicion carece de fundamento y que acaso la especie fué traida 4 la Habana de otro paraje de esta Isla, acaso de las sabanas de la parte mas occidental de Cuba. Pero esta cuestion no pertenece aca, y diré algo sobre sus costumbres. Prefiere el campo labrado, las sabanas y las orillas de los bosques, pero no entra en éstos. Casi siempre anda por el suelo buscando semillas, frutas y a veces hojas tiernas. Si nota un peligro deja oir un murmullo, levanta el mono y el cuello, y corre con la cola muy abierta 4un lugar seguro. Si el peli- gro aumenta, vuela bajo, derecho, con ruido por la fuerza de los aletazos para levantar el cuerpo, pesado en proporcion al tamano de las alas: pero cuando una vez esta volando, acaba el ruido, y los aletazos son ménos frecuentes y hasta interrum- pidos por intervalos. El vuelo no es muy sostenido, y apeona despues por el suelo para esconderse mas. Tambien se nota que levantada la bandada, siguen los individuos en diver- sas direcciones, pero luégo se reunen otra vez llamandose con sus gritos. Tiene diferentes sonidos, segun las circuns- tancias, principalmente en el tiempo de la cria. Enténces, verbi gracia, esta posado el macho en una rama, encima de un tronco, piedra 6 terron grande, llamando 4 la hembra con dos 6 tres sonidos, que en algo parecen a la palabra ortyz, que se ha dado al género. Si un perro espanta la bandada y sigue la- drando, se posan si hay un arbol por alli, donde permanecen hasta que el perro se ha alejado. Miéntras el perro ladra debajo del arbol, quedan las codornices inmoviles hasta el extremo de poderlas coger con un lacito de crin fijado en la punta de una varita delgada. Si la bandada se levanta volando sin peligro, todos vuelan en la misma direccion. Su carne es blanca, muy estimada y muy abundante en proporcion al tamano del cuer- po. Desde Abril hasta Julio reune en un lugar, abrigado por algunas plantas 6 en una concavidad del suelo, algunas yer- bas secas para su nido, y pone en él de diez a diez y ocho hue- vos blancos, que tienen una extremidad gruesa y la otra del- gada. Miden 0",032 + 0".025, 6 0",030 ++ 070235. Las aves adultas miden : o& Long. tot., 0",238 — 07,242; braza, 0",355-0".366; cola 0",062 2 — 0,204; — , 07,320. 352 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (110) 22° Famitia.—Numididee. GENERO Numida Linn. Numida meleagris. — Gallina de Guinea. Numida meleagris, Linn., 8. N. 1, 1766, 273.— Gimel., S. N. 1, 1788, 744.— Gosse, Birds, 1847, 325.— Sund., 55.— Gundl., p. 313. Ksta especie tampoco es indigena, sino introducida 6 huida del cuidado del hombre. La especie en estado manso no queda alrededor de la casa como la gallina, sino que se va al campo y a la manigua, pero vuelve por la tarde 4 dormir cerca de las habitaciones y recibe casi siempre por la manana, en compa- niade las otras aves, una racion de maiz, y asi se queda, y no teme la aproximacion de las personas. Pero si una vez se alza y vive en el monte, es muy arisca y huye al mas pequefio rui- do. En Puerto-Rico, lo mismo que en algunos parajes de Cuba, hay gallinas de Guinea silvestres, y éstas son mas estimadas por tener la carne mas sabrosa; se alimentan de semillas y fru- tas del monte, y van tambien 4 los campos de maiz, de arroz, de batatas, a los platanares; y por comer platanos pintones y maduros, causan asi algun dafo. Se conocen las mansas por las plumas blancas del ala, del pecho y otras partes: tambien por sus dedos mas 6 ménos ro- sado—blancos, miéntras las silvestres carecen de estos carac- téres. No siendo especie indigena, he descuidado tomar las medidas en comparacion con los individuos domésticos. ORDEN SEXTO.—_ GRALLATORES. 23.° Famimr.—Ardeidee. GrENERO Ardea Linn. Ardea Herodias.—Garzon ceniciento. Ardea Herodias, Linn., 8. N. 1, 1766, 237.—Gmel., 8. N. 1788, 630.—Laith., I. O. 11, 1790, 692.— Wals., A. O. vin, 1514, 28.—Bon., Obs. 1825, ee (111) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 953 488.—Wagl., Syst. 1827, Nr. 1.—Aud., Biogr. 1n, 1835, 87; v, 599; Birds, v1, 1849, 122.—Grosse, Birds, 1847, 346.—Bon., Consp. 11,1855, 412.—Cab., Journ. 1v, 1856, 340.—Baird, Rep. 668.—Sund., 76.— Gundl., 313. Ardea hudsonias, Linn., 8. N. 1, 1766, 238.—Gmel., S. N. 1788, 1, 631. Esta especie no es rara y aun abunda en las ciénagas forma- das al lado de grandes esteros 6 de lagunas. Su principal co- mida consiste en peces, pero come tambien diferentes rep- tiles y 4 veces polluelos de pajaros, ratoncitos é insectos. De dia est& en parajes pantanosos, pero al oscurecer se retira a algunas ramas secas 6 desprovistas de hojas para pasar alli la noche. Durmiendo 6 descansando tiene el cuerpo muy enco- ewido, asi que no se percibe el pescuezo, y parece que la ca- beza esta entre los hombros. Suele volver al mismo dormito- rio si no la han espantado. Parece que es ménos sociable que otras especies de esta familia, y queno se mezcla con las ban- dadas de las otras. La voz es como en todas las de esta familia, un graznido fuerte. Es muy arisca, camina con cierta gracia y mirando a todos lados. Para atisbar su presa encorva primero su pescuezo, y enderezandolo de repente alcanza la presa. Su carne no es estimada. Herida 6 presa se defiende con el pico, cuyas heridas pueden ser peligrosas, si dirige el picotazo a la cara desu enemigo. Vuelacon aletazos lentos y regulares, lle- vando como todas las especies de esta familia el cuello encogido y doblado sobre su base, tanto que el pico parece salir del tronco del cuerpo. Las patas quedan extendidas hacia atras durante el vuelo. Cuando quiere posarse extiende primero el pescuezo para guardar asi mejor el equilibrio, y posada vuelve a encogerlo. Cuando quiere anidar reune encima de ramas horizontales ramitas mas 6 ménos grandes y plantas, y forma un nido plano. En él pone dos 6 tres huevos de un azuloso-blanco sin lustre y de las dimensiones 0",068 +. 0",046 6 0",065 + 0",049. El tiempo de anidar no es siempre el mismo, sino que varia. He visto pi- chones ya plumecidos en el principio de Noviembre y huevos frescos en Enero. Se ha observado la especie en los Estados- Unidos, en Cuba, Jamaica, las Bahamas, y no dudo que exista en Santo Domingo. El ave adulta mide: o& Longitud total, 1",218; braza, 1",834; cola, 0",185. Q —_ 17,154; — 1,808. ANALES DE HIST. NAT.~VII. 23 354 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (112) GENERO Audubonia Bon. Audubonia occidentalis.—Garzon blanco. Ardea occidentalis, Aud., Biogr. 111, 1835, 542; v, 596; Birds, vr, 1843, 110.— Bon., List, 1838. Herodias occidentalis, Cab., Journ. iv, 1856, 340. Audubonia occidentalis, Bon., Consp. 1855, 115.—Baird, Rep., 1858, 670.— Gundl., p. 313. Aunque yo no he muerto la especie, ni visto ejemplar cogido en la Isla por otra persona, la enumero en este catalogo, por- que vi en la orilla de la laguna de Guanica una garza blanca que por su tamano no puede ser otra que la especie occidentalis. Ademas me aseguréd mi amigo D. Tomas Blanco haberla obser- yado en sus excursiones desde la capital. En la isla de Cuba he cogido algunos individuos, tanto en los cayos del mar como en las lagunas de agua dulce y en la ciénaga de Zapata. La especie fué descubierta en la Florida, y ademas de Cuba y Puerto-Rico, vive en Jamaica. No dudo que se encontrara tambien en Santo Domingo y otras islas. Difiere de la especie siguiente por su tamano y por el color del pico y de las patas. La forma del pico es distinta, mas parecida a la de la especie precedente. Faltan al adulto tambien las plumas lar- guisimas con las barbas separadas en filamentos, que tiene la Herodias Egretta. o Longitud total, 1",240; braza, 1",'704; cola, 0",164. Q — 12228) !6 (= 5 T3688. El pico es por encima olivaceo-pardo; por debajo amarillento- blanco, mas anaranjado en la punta de ambas mandibulas; entre el pico y el ojo hay una estria oscura, por encima de la cual la piel desnuda es verdoso-amarillenta, y alrededor del ojo azulosa; piés por delante del tarso y encima de los dedos olivaceo-pardos; en la tibia, detras del tarso y en la planta pa- lido-amarillo-verdoso; tris de un amarillo vivo, pero claro. (118) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 355 GENERO Herodias Boie. Herodias Egretta.—Garza real. Ardea Egretta, Gmel., S.N. 1, 1778, 629.—Lath., I. O. 1, 1799, 694.—Wils., A. O. vit, 1813, 106.— Wagl., 8. A. 1827, 7.—Aud., Biogr. 111, 1835, 436; v, 605; Birds, v1, 1843, 156.—Bryant, List, 1866.—Sund., 75. Ardea alba, Bon., Obs. 1825, Nr. 189; Syn. 1828 (non Linn). Ardea leuce Illig., Licht., Verz. 1823. Egretta leuce, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 346. Herodias Egretta, Gray, Gen. 1, 555.—Cab., Journ. 1v, 1856, 344.—Baird, Rep. 1858, 666.—Gund_l., p. 313. Esta especie es muy comun en las lagunas que forma la mar, 6 seaen las salinas, en los esteros y en las lagunas grandes de agua dulce. Visita tambien las orillas de los rios grandes, los campos anegados y los cafiaverales de azicar recien corta— dos, para recoger alli reptiles, insectos, moluscos y crusta- ceos. Ya por si sola forma bandadas, pero casi siempre esta reunida con las garzas menores. Cuando una bandada pesca en una laguna, que esta secandose, he visto que los indivi- duos no guardan siempre la misma posicion relativa, sino que los ultimos vuelan 4 la delantera y asi sucesivamente. En otras especies no he notado esta costumbre. Al ponerse el sol se reunen encima de los arboles en las orillas de los rios 6 del mar para dormir, y con ellas se mezclan las gar- zas menores. Los cazadores les hacen poco caso, porque la carne no tiene estimacion. En Febrero he muerto ya adultos con el plumaje de boda, que consiste en las plumas del dorso larguisimas, derechas, cuyas barbas forman unos filamen- tos separados, semejantes 4 pelos; estas plumas caen despues de sacar los polluelos. Al principiar la cria se les ve continua- mente pelear entre si, con la garganta hinchada y las plu- mas largas del dorso erizadas, presentando un hermoso as- pecto. Entonces principalmente entonan su graznido ronco, que por el gran numero de individuos que hay en los lugares donde anidan, se oye de léjos. He observado (en Cuba) los nidos en los cayos y en los manglares grandes. Estan formados como en todas las especies de esta familia, de ramitas y plantas, y 356 - ANALES DE HISTORTA NATURAL. (114) son casi planos. Anidan todas en un mismo lugar y 4 veces mezcladas con los nidos de las otras especies. Los dos 6 tres huevos que ponen son lisos, palido-azules, con un viso verdoso, y miden 0™,056 + 0™,038. Esta especie vive en el Continente norte-americano y en to- das las Antillas. El pico del adulto y su cara desnuda son de un hermoso ama- rillo. Entre el pico y el ojo el cutis desnudo es verdoso, el pico tiene en la parte superior de la punta una estria negra, y un poco encima del borde en el angulo de la boca una raya ne- eruzca; los piés son enteramente negros y el iris es amarillo- palido. & Longitud total, 1",084; braza, 17,500; cola, 07,172. GuNERO Demiegretta Blyth. Demiegretta ruficollis.— Garza. Ardea ludoviciana, Wéls., A. O. vit, 4814, 13 (non Gmel.).—Bon., Obs. 1825, Nr. 192 —Aud., Biogr. 111, 1835, 136; v, 1839, 605; Birds, v1, 1843, 156. Ardea leucogaster, Wils., Ord’s edic., vitt, 4825.—Wagl., S. A. V4. Hgretta ludoviciana, Bon., List, 1838. — truficollis, Gosse, Birds, 1847, 338. Herodias leucoprymna Licht., Bon., Consp. 1855, p. 12%. — ruficollis Gosse, Cab., Journ. tv, 1856, 342. Demicgretta ludoviciana, Baird, Rep. 663, 1858. -— ruficollis, Gundl., p. 313. Segun el doctor Cabanis, esta especie fué confundida por los autores con la Ardea leucogastra Gmel. que es menor, aunque de colorido igual, y asi encuentra justificada la denominacion por Gosse para la especie que habita los Estados-Unidos, Mé- jico ylas Antillas. El nombre ludoviciana no vale porque Gme- lin did este nombre a la Ardea virescens Linn. (Véase mas abajo Ocniscus virescens.) He visto esta especie muy abundante en las orillas del Boque- ron, en la parte S. O. de la Isla. No es arisca y vive reunida con las otras especies de garzas de las cuales no difiere en sus Cos- tumbres. En Cuba la he visto anidando con las otras garzas y (115) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 357 con los cocos (Hudocimus). El nido y el color del huevo no di- ferian de los de las garzas menores siguientes. Las dimensiones del huevo son 0",046 -- 0",031 6 0,042 + 07,033. Facilmente se conoce la especie por el vientre blanco, siendo las partes superiores y el cuello de un purptreo-azul claro con algunas modificaciones. JS Longitud total, 0",670; braza, 0",981; cola, 0",090. Q — 0",636; — 07,939; — 0",088. GENERO Garzetta Bon. Garzeta candidissima.— Garza. Ardea candidissima, Gmel.,S. N.1, 1788, 633.— Wals., A.O. vu, 4813, 120.— Bon., Obs. 1825, 194; Sin. 1828, 305.— Wagl., 8. A. 1827, Nr. u.— Aud., Biogr. 11, 1834, 317; v, 1839, 606; Birds, v1, 1843, 163. — carolinensis, Wils., Ord’ed. vir, 1825, 125. Egretta candidissima, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 336. Herodias candidissima, Gray, Gen. 11, 55.—Cab., Journ. iv, 1846, 342. Garzetta candidissima, Bon., Consp. 1855, 119.— Baird, Rep. 1858, 665.— Gundl., p. 313. He encontrado esta especie en pequenas bandadas 6 familias en las embocaduras de los rios y en las lagunas orillas del mar. Se encuentra en todas las Antillas y en el Continente. En sus habitos no difiere de las otras garzas, y se le puede aplicar lo que de ellas se dice. Los dos 6 tres huevos que pone, miden 0,041 + 0",030 6 0™,039 + 0,032. El plumaje enteramente blanco distingue la especie del joven de la siguiente, pues éste tiene las puntas de las remeras grises. El adulto se distingue por las plumas lar- eas del vértice, de la delantera de la parte inferior del pescuezo y del dorso, que son de barbas desunidas, y las plumas del dorso tienen ademas las puntas encorvadas hacia arriba. ¢ Longitud total, 0",590; braza, 0",945; cola, 0",100. GENERO Florida Baird. Florida cerulea.—Garza. Ardea cerulea, Linn,, 8. N, 1, 1766, 239.— Gmel., 8. N.1, 1788, 634.—Lath., 308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (116) I. O. 1. 4790, 689.— Wils., A. O. vit, 1843, 417.—Bon., Obs. 1825, 487.—Aud., Biogr. iv, 1838, 58; Birds, v1, 148.— Bryant, List.— Sund., 74. Ardea cyanopus?, G'mel., 8. N. 1, 1788, 644 (sera en la muda?). — cerulescens?, Lath., I. O. 11, 4790, 689.— Wagl., 8. Av. 1827, 15. — (Botaurus) cerulea, Bon., Syn. 1828, 300. Egretta cerulea, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 337. — nivea, Gosse, Birds, 1847, 334 (el jéven). Herodias cerulea, Gray, Gen. 1, 556. — Bon., Consp. 1855, 123.— Cab., Journ. 1V, 1856, 343. Florida cerulea, Baird, Rep. 1858, 671.—Gundl., p. 313. Esta especie es comun y la mas conocida, y se encuentra no tan solo en las Antillas sino tambien en el Continente. Vive no solamente en parajes donde hay agua, sino que visita tambien los campos recien arados y los cafaverales cortados. Su ali- mento consiste en reptiles, peces chicos, insectos, crustaceos y moluscos. Se posa en las ramas desprovistas de follaje 6 en lugares despejados, para poder mejor vigilar 6 atisbar su presa; es muy arisca. Al oscurecer se retiran los individuos 6 banda- das 4 sus dormitorios acostumbrados, donde se reunen muchos de diferentes puntos, y al amanecer vuelven otra vez 4 los co- mederos. Para coger con mas seguridad su presa, dobla y en- coge el pescuezo, y luégo, estirandolo con mucha velocidad y destreza, logra casi siempre su objeto. Su vuelo, mas pronto en proporcion que el de las especies mayores de esta familia, es ligero, con aletazos iguales; y cuando desciende para posarse, suele hacerlo sin movimiento de las alas. La carne no es mala, pero no buscada por los caza— dores. La voz es un graznido. Cuando llega la estacion de anidar, que suele ser de Mayo hasta Julio, forma su nido de ramitas, hojas y yerbas secas en los arboles 6 arbustos, las mas veces en los manglares y en union con otras especies. Los huevos son como los de las otras especies, de un color palido entre azulado y verdoso, y sus diametros son 0",044 + 0",032. Los polluelos recien nacidos tienen un cutis verdoso, cubierto con un plumon blanco-ama- rillento. Los jOvenes en su primer plumaje son blancos, las remeras mayores tienen la punta gris; tambien tienen las plumas del vértice un viso azuloso-ceniciento. (117) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 359 Mas tarde aparecen las plumas ceniciento-azules entre las blancas, aumentan en numero y desaparecen las blancas. Las dimensiones son: o& Longitud total, 0",595; braza, 1",000; cola, 0",115. GENERO Ocniscus Cab. Ocniscus virescens. — Vartinele. Ardea virescens, Linn. 8. N. 1, 1766, 238.—Gmel., S. N. 1, 1788, 635.— Wils., A. O. vit, 1813, 97.—Bon., Obs. 1826, Nr. 125, 190.— Wazgl., 8. A. 1827, Nr. 36.—Aud., Biogr. 1v, 1738, 274; Birds, v1, 1843, 105.—Sund.,'78. — ludoviciana, Gmel., 5S. N.1, 1788, 630 (véase la sinonimia de Demie- gretta ruficollis). Herodias virescens, Bon., List, 1838.— Grosse, Birds, 1847, 340. Egretta virescens, Swains., 2 }g cents. 1838, Nr. 156. Butorides virescens, Bon., Consp. 11, 1855, 128.—Baird, Rep., 1858, 676. Agamia virescens, Reich., Icones, t. 134, f. 489, 490. Ocniscus virescens, Cab., Journ. tv, 1856, 343.—Gundl, p. 313. Esta especie es abundantisima en todos los lugares donde hay agua, y se la encuentra hasta en la montana donde un ojo de agua ha formado un pantano 6 donde corre agua por una cafiada, y por otro lado se la encuentra hasta entre las raices de los mangles 6 entre la yerba de los terrenos bajos cogiendo varios insectos, pequenios crustaceos, caracolitos, pececitos y reptiles chicos. Camina con paso firme, pero ligero, y a veces corre ligera-- mente; vuela con aletazos regulares, pero algo pausados. Suele quedar en el mismo paraje. Cuando se cree en peligro 6 se le acerca alguna persona, levanta las plumas del vértice, deja oir unos sonidos monosilabos de poca fuerza, como para indi- car su sobresalto; pero luégo lanza un grito fuerte y emprende el vuelo. Por lo regular tiene el pescuezo tan encogido, que la cabeza parece nacer del tronco del cuerpo, pero lo extiende con rapidez para alcanzar la presa con el pico. A menudo me- nea lateralmente la cola. Corre mas que las garzas a lo largo de las ramas y entre las ramificaciones, y no se asocia en ban- dadas como ellas, ni se une con ellas. No es arisca y perma- 360 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (118) nece a veces muy cerca de las casas de campo, cuando éstas no estan léjos del agua. Desde Abril hasta Julio he encontrado nidos en las ramificaciones horizontales de los arboles 6 ar- bustos en la orilla de las aguas. Los tres 6 cuatro huevos que pone, tienen el mismo color azul-claro con viso verdoso como en los huevos de las garzas. Miden 0,036 + 0,028 6 07,039 + 0",030. La especie es bien conocida, y como no puede confundirse con otra me parece innecesaria su descripcion. Las medidas son: o Longitud total, 07,488; braza, 0",695; cola, 0",070. Q == 0,458; — 0,683; — 0,068. Se encuentra esta especie tambien en los Estados-Unidos, en las islas de Bahama y en todas las Antillas mayores. GENERO Ardetta Gray. Ardetta exilis—MWartinete (chico). Ardea exilis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 645.—Wils., A. O. vin, 18414, 37.— Wagl., 8. A. 1827, Nr. 43.—Aud., Biogr. 111, 1835, 77; v, 1839, 606; Birds, v1, 1843, 100.—Bryant, List, 1866.—Sund., Nr. 77. Ardeola exilis, Bon., Obs., 1825, 191; Syn. 1828, 308; List, 1838; Consp. 48835, 134.—Gosse, Birds, 1847, 343. Ardetta exilis, Gray, Genera, 1842, 11, 556.—Cab., Journ. Iv, 1856, 345.— Gundl., p. 343. _Es la especie mas chica de esta familia y poco conocida por el vulgo, pues vive casi siempre entre losjuncos y la yerba 6 entre las canas en las orillas de las lagunas y de los rios. Muy raras veces se posa en las ramas bajas 6 en las cafias inclina- das. La he visto las mas veces, despues que se levanté de en- tre la yerba, bajar otra vez al mismo punto, y desde alli debe haber corrido mas léjos, pues ya no se levantaba mas del lu- gar donde habia descendido. Su alimento es el mismo de la especie precedente. Herida se defiende contra su enemigo, encogiendo el pescuezo y erizando las plumas. Descansando tiene tambien el cuello encogido y el pico dirigido hacia arriba, asi que parece que sale el pico del lomo. Su voz es tambien aspera, pero débil por lo pequena que es. (119) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 361 Encontré en 7 de Mayo en las orillas del rio Arecibo un nido sobre la ramificacion de un arbusto, que tenia tres huevos del color azul-claro propio de la familia. Los diametros eran 0",032 + 07,0245. Las medidas de los pajaros adultos son: o Longitud total, 07,364; braza, 0",456; cola, 0",040. Q — 07,353; — 0,432. Como patria se conocen las islas de Puerto-Rico, Cuba y Jamaica, ademas una parte del Continente norte-americano. M. Bryant no la indica de las islas Bahamas ni de Santo Do- mingo, pero es de creer que no faltara alli. GENERO Botaurus Steph. Botaurus lentiginosus. Ardea stellaris, var. Botaurus freti-hudsonis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 635. — lentiginosa, Montagu, Orn. Dict. Supp. 1813.—Aud., Birds. v1, 1843, 94. — minor, Wils., A. O. vitt, 1844, 35.—Bon., Obs. 1825, 186.—Aud., Biogr. 1v, 1838, 296. — mokoho, Vieill., N.D. xvi, 440.—Wagl., S. A. 1827, 29. Botaurus lentiginosus, Stph., x1, 1819, 596.—Baird, Rep. 1858, 674.— Gundl., p. 313. — minor, Bon., List, 1838; Consp. 11, 1855,136.—Gosse, Birds, 1847, 346.—Cab., Journ. Iv, 1856, 346. Observé en Noviembre esta especie en la laguna grande de Guanica. Vive entre los juncos y yerbas de las lagunas, y aunque es bastante comun en Cuba, alli nunca la he visto en un lugar libre de vegetacion, ni posada sobre un arbol 6 ar- busto. Recuerdo haberla encontrado posada sobre una cafia de azlcar inclinada sobre el agua. Siendo en Cuba ave de paso, debe serlo tambien en Puerto-Rico. Muy raras veces se ve un individuo posado, sino que levanta el vuelo, y como deja aproximarse mucho el cazador, es facil matarla. Al levan- tarse emite unos sonidos roncos, de poca fuerza. Su vuelo es lento, y solamente al empezar el ave da aletazos mas acelera— dos, y no vuela muy léjos, bajando 4 esconderse entre una ve- getacion mas alta, si alli existe. Herido se defiende, y he visto 362 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (120) un individuo al aproximarse un perro tomar la defensiva, ba- jando el cuerpo por delante, abriendo un poco las alas y do- blando el cuello, de modo que el lomo con las alas parecian un disco, de cuyo centro se elevaba el pico como punta. © Longitud total, 0°,630; braza, 0",975; cola, 07,093. De su patria, que es el Continente norte-americano, llega a Puerto-Rico, Cuba y Jamaica. Probablemente se la encontrara tambien en las islas de Bahama y Santo Domingo, hoy aun poco conocidas. Aunque en tamano y por otros motivos se parezca 4 las ya- boas, 6 sean las dos especies siguientes, difiere 4 primera vista por sus ojos menores y amarillos y el pico mas delgado. El adulto nunca tiene un mono como las yaboas. GENERO Nyctiardea Swains. Nyctiardea Gardeni.—Vadoa. Ardea nevia, Bodd., Pl. en]. 939, 1784 (el joven). — Gardeni, Gmel., S. N. 1, 1788, 645. — nycticorax, Wils., A. O. vit, 1813, 101.—Bon., Obs., 1825, 193.— Aud., Biogr. 11, 41835, 275; v, 1839, 600; Birds, v1, 1843, 82.— Sund., 79. — (Botaurus) discors, Nutt., Man. i, 1834, 54. Nycticorax americanus, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 344. --- vulgaris, D’Orb., in Sagra, edic. esp. Aves, p. 148. — Gardenit Jard., Bon, Consp. u, 1855, 144.—Cab., Journ. 1v, 1856, 346. Nyctiardea Gardeni, Baird, Rep. 1858, 678.—Gund/., p. 313. Esta especie no es rara; al contrario, se encuentran a veces muchos individuos en un mismo paraje, principalmente en el tiempo de la cria. Es mas bien especie nocturna, pues durante los creptsculos es cuando mas busca su comida, que consiste en especies chicas de reptiles, peces, crustaceos, en molus- cos, insectos y sus larvas. De dia suele estar posada en los ar- boles frondosos, y descansar parada en un solo pié. El vuelo es 4 veces bastante largo, con aletazos firmes y regulares. Ks arisca y muy vigilante; cuando emprende el vuelo se oyen unos aletazos ruidosos; pero luégo continta volando sin ruido; (121) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 363 sus movimientos no tienen gracia, pues anda con el cuello encogido; herida se defiende a picotazos y con las ufias. La carne es muy buena. La voz es un graznido fuerte y ronco parecido a la silaba cua. Cuando llega el tiempo de anidar suelen reunirse las pare- jas en ciertos lugares y formar el nido de ramitas encima de una bifurcacion de una rama, 6 encima de las ramificaciones horizontales a diferente altura del suelo 6 del agua. Si no se destruyen los nidos suelen volver en otra estacion al mismo lugar y usar los nidos antiguos, anadiendo algunas rami- tas. Los tres 6 cuatro huevos que pone son de color azul- verdoso claro, propio de los huevos de las especies de esta familia, y miden 0,052 + 0",038, 6 0",058 + 07,038, 6 0",051 + 0",037, 6 0,054 + 07,040, 6 0°,055 + 07,036. Los adultos difieren totalmente de los de la especie siguiente por su colorido, pues tienen el vértice y el lomo negros con viso verde-metalico, por las plumas blancas acanaladas que forman un mono, y la falta de plumas largas en el dorso. Pero los jévenes en su primera edad tienen el plumaje parecido. El caracter para distinguir ambas especies con seguridad con- siste en la extension de la parte desnuda de la tibia, en esta especie de 0",032, y de 0",058 en la siguiente. En el tercer afio el plumaje es completo. 2 Longitud total, 0",600; braza, 1",150; cola, 0”,123. Se encuentra la especie en el Continente norte-americano, en las islas de Cuba, Jamaica y Puerto-Rico; pero no la veo indicada de las Bahamas y Santo Domingo, aunque debe en- contrarse alli tambien. GENERO Nyctherodius Reich. Nyctherodius violaceus.—Vadoa. Ardea violacea, Linn., S. N. 1, 1766, 238.—Gmel, S. N. 1, 1788, 634.— Lath., I. O. 1, 1790, 690.—Wils., A. O. vit, 1814, 26.—Bon., Obs. 1825, Nr. 196.—Aud., Biogr. rv, 1838, 290; Birds, v1, 1843, 89.— Sund., 80. — jamaicensis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 625. — cayenrensis, Gmel., S. N. 1, 1788, 626. 364 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (122) Ardea sex-setacea, Vieill., N. D. xiv, 436. — callocephala, Wagl., Syst. 1827, 34. Nycticorax violaceus, Bon. Nyctiardea violacea, Swains., 11, 1831, 354. Nyctherodius violaceus, Reich., Icones, 1853, p. xvi.—Bon., Consp. 11, 142. —Cab., Journ. tv, 1856, 346.—Baird, Rep. 1858, 679.— Gundl., p. 3413. En sus costumbres, en el vuelo, en el modo de anidar, etc., no difiere de la especie anterior, por cuya circunstancia no repito lo dicho. Los huevos median 0,050 + 0,038, y el ave adulta tenia las medidas: o Longitud total, 0",595; braza, 0",970; cola, 0°,100. El plumaje del adulto es enteramente diferente del de la especie precedente respecto al color, y tambien en la forma de las plumas, pues las que forman el mono no son acanaladas y las del lomo son largas y cuelgan sobre la parte posterior del cuerpo. La diferencia del jéven se ha indicado ya en la especie precedente. Sobre la patria, véase lo dicho en la especie anterior, salvo que ha sido observada tambien en las islas de Bahama por M. Bryant. 24,° Faminia. —Tantalidee. GENERO Eudocimus Wag!. Eudocimus albus.—Coco. Tantalus albus, Linn., S. N. 1, 1766, 242.—Gmel., S. N. 1, 1788, 651.—Lath., I. O. 11, 1790.— Wils., A. O. vit, 1814, 43. — coco, Jacquin, Beitr., 1784.—Gmel., 8. N. 1, 1788, 652. Ibis alba, Viedll., N. D. xvi, 1817, 23.—Bon., Obs. 1825, Nr. 179; List, 1838.—Aud., Biogr. 11, 1835, 178; v, 1839, 593; Birds, v1, 1843, 54; Baird, Rep. 1858, 684. Eudocimus albus, Wagl., 8. Av. 1827, 5; Isis, 1832, 1232.—Bon., Consp. 11, 1855, 156.—Cab., Journ. 1v, 1856, 348.—Gundl., 313. Hay poca seguridad para comprender esta especie entre las puerto-riquenas. Yo, en mi primer viaje 4 esta Isla, supe de (128) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 365 un coco blanco, y durante el segundo viaje me hablaron otras personas, asegurandome que existian cocos blancos en la parte Nordeste de la Isla, y que solian alli criarlos en los pa- tios. Otras personas que merecen el mismo crédito lo niegan. Espero que los Sres. Blanco y Stahl, que visitan 4 veces tales parajes, aclararan las dudas, y acaso los encuentren en los cayos 6 islas pequefias de la costa oriental de Puerto-Rico. Doy 4 continuacion algunos apuntes de los mios sobre Cuba que pueden servir, si la especie existe verdaderamente en Puerto-Rico. Esta especie vive en parajes donde hay lagunas con orillas fangosas, en pantanos y ciénagas tanto de aguas saladas como de aguas dulces. No coge su alimento, que son animalitos chicos y ciertas semillas 6 frutas & modo de las garzas, sino sondeando el fango con su pico, que en la punta tiene el tacto tan fino, que puede el ave saber si un objeto sirve 6 no para el alimento, aunque esté dentro del fango, y por lo tanto no lo vea. Se dejan criar facilmente, amansandose pronto y enténces se alimentan de las diferentes materias cocidas y crudas, matan y comen muchas cucarachas y otras sabandijas. Su carne es abundante y para quitarle cierto gusto 4 marisco, la desuellan los cazadores. Por la tarde se reunen los cocos en ciertos para- jes para dormir, que suelen ser los mismos de las garzas y por la mafiana se separan otra vez por familias y vuelven al come- dero. La voz con que se llaman y que dejan oir 4 menudo es un coco algo ronco. Vuelan pronto y a veces a mucha altura como para reconocer mejor el terreno y luégo descienden de repente, hacen un segundo reconocimiento y se lanzan desde luégo al suelo 6 se posan primero en un arbol. Cuando vuelan en bandadas lo efecttian en lineas casi trasversas pero con cier- to drden; aletean rapidamente, y por intervalos suprimen los aletazos, continuando sin movimiento miéntras dura el impul- so. Si se matan 6 hieren algunos individuos, los otros despues de varias vueltas, vuelven al mismo lugar si el cazador perma- nece sin movimiento 6 escondido. He encontrado nidos desde Abril hasta Setiembre, pero siempre en parajes distantes de los habitados. El nido (4 veces muchos en un solo arbol) se compone de ramitas y tallos puestos sobre las ramificaciones horizontales de los arboles, 6 sifaltan arboles, sobre las tunas 6 arbustos. Los tres huevos que ponen varian de color y tamafio: los poseo de un 366 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (124) color ceniciento-blanco con manchas grandes y chicas oliva- ceo-pardas, ferruginosas y morenas, unas bien limitadas, otras desvanecidas en sus bordes: otros blanco-verdosos, con man- chas mal limitadas y confluentes olivaceas y olivaceo-pardas: otros palido-ocraceos con manchas muy claras ceniciento-mo- radas. Las medidas son: 07,055 + 07,038 6 07,056 + 0,037, 6 0,55 + 0",35, 6 0°.57 + 0",041. El plumaje del joven difiere de el del adulto. Las partes superiores del cuerpo y de las alas olivaceo-pardas, la cabeza y el pescuezo rayados por plumas mas cenicientas; rabadilla, base de las timoneras, base interna de las remeras y partes inferiores desde el cuello hacia atras, blancas. El plumaje del adulto es enteramente blanco con las puntas de las remeras mayores negras con un viso azuloso 6 verde. Iris de color azuloso 6 de perla. Su patria es, ademas del Continente norte-americano, Cuba y Jamaica. GENERO Faicinellus Bechst. Falcinellus Ordii.— Coco. Tantalus mexicanus?, Gmel., 8. N. 1, 1788, 652.—Ord, J. A. N. Se. 1847, 53. Ibis falcinellus, Bon., Obs. 1825, 199; Syn. 1828, 312; A. O. tv, 1831, 23.— Aud., Biogr. 1v, 1833, 608; Birds, v1, 50 (non Linn.). Ibis Ordii, Bon., List, 1838.— Baird, Rep. 1858, 685. Falcinellus Ordii, Bon., Consp. 11, 1855, 159.— Gundl., p. 313. Enumero esta especie entre las aves puerto-riquenas, porque la encontré dibujada en el album del Dr. Bello en Mayagiiez. He observado la especie en la isla de Cuba (Cardenas y Ciénaga de Zapata). No he notado diferencia en el modo de buscar su alimento y en el modo de volar con la especie precedente; su tamano es menor. He anotado las medidas. o” Longitud total, 0",518; braza, 07,903; cola, 07,110. Q — 0",462; — 07,712; — 0,105. No se puede equivocar esta especie con el jéven de la ante- rior, porque ademas de tener el lomo y las alas de un color verde-oscuro con refiejos de tornasol purpureos, etc., le falta enteramente el color blanco. Anida en Cuba y tiene ademas por patria el Continente norte- americano. (125) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 367 25." Fammu.— Scolopacide. GENERO Numenius Linn. Numenius hudsonius. — Parece que Chor/o debe ser el nombre vulgar de las especies de este género, aunque el vulgo lo dé tambien a otras. Scolopax borealis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 654 (non Forster, 1772, véase la es - pecie siguiente ).— Wils., A. O. vir, 1813, 22. Numenius borealis, Ord, ed. Wils. vir, 1825, (non Lath.; véase la especie siguiente ). hudsonius, Lath., I. O. 1, 1790, 712.— Bon., Obs., 1825, Nr. 201. — Swains., F. B., 11, 1831, 377.— Aud., Biogr. 111, 1835, 283; v, 1839, 589; Birds, v1, 42, 1843.—Baird, Rep. 1858, 744. Una sola vez encontré esta especie en la orilla del rio en Punta—arenas al Sur de Mayagiiez. Nada he podido observar sobre sus costumbres. Es la primera vez que se cita de las Antillas. 2 Longitud total, 0".460; braza, 07,825; cola, 0”,095. Numenius borealis. — Chor/o. Scolopax borealis, Forster, Phil. Tr. yxi1, 1772, 444. Numenius borealis, Lath., I. O. 1, 1790, 712.—Bon., Syn. 1828, 314; List, 1838.— Swains., F. B. 1, 1831, 378.— Aud., Biogr. 111, 1835, 69; v, 1839, 590; Birds, v1, 1843, 45.— Gundl., p. 313 (sin nombre ). brevirostris, Licht., Verz. 1823, Nr. 774.—Baird, Rep. 1858, 744. Tampoco de esta especie se ha‘conseguido mas que un solo ejemplar. Este me fué regalado por mi amigo D. Tomas Blanco. Nada puedo decir sobre sus costumbres, etc., por no haberla observado. Hasta ahora no la veo en ninguna lista sobre las Antillas. —_- 368 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (126) GrENERO Limosa Briss. Limosa fedoa. — Su nombre vulgar sera tambien Chorlo. Scolopax fedoa, Linn., 8. N. 1, X. ed., 1758, 146; XII. ed., 1766, 244.—Gmel., S. N. 1, 1788, 663.— Wils., A. O. vir, 1843, 30. — marmorata, Lath., I. O. 1, 1790, 720. Limicula fedoa, Vieill., N. D. 111, 1816, 248. — marmorata, Viedll., N. D. 111, 1816, 248. Limosa fedoa, Ord, ed. Wils. vit, 1825. — Bon., Obs. 1825, Nr. 202; List, 1838.—Swains , F. B. ut, 1831, 395.—Aud., Biogr. 11, 1835, 287; v, 1839, 590; Birds, v, 1842, 331.—Cab., Journ. tv, 1856, 350.— Baird, Rep. 1858, 740. Kl unico ejemplar observado vivia en la ciénaga de agua salada al lado del Boqueron, que esta en la costa Sudoeste de la Isla. No he podido observarla viva, y tampoco he tenido ocasion en Cuba, donde existe, pero es rara. Q Longitud total, 0",495; braza, 0",'760; cola, 07,083. No la encuentro en las listas de Jamaica, Santo Domingo y las Bahamas, pero como existe en Puerto-Rico y Cuba, se en- contrara tambien en las otras. GENERO Gallinago Leach. Gallinago Wilsoni. — Becacina. Scolopax gallinago, Wils., A. O. vi, 1812, 18 (non Linn.). a Wilsonii, Temm., pl. col. v, 1824 (?)— Bon., Syn. 1828, Nr. 330.— Swains., F. B. 11, 1831, 401. — Nutt., Man. 11, 185. — Aud., Biogr. 111, 1835, 322; v, 1739, 583; Birds, v, 1843, 839.— Sund., 64. — Brehmii Kaup, Bon., Obs. 1825, Nr. 204. — delicata, Ord. ed. Wils. 1x, 1825, 218. — Drummondii?, Douglassii? et leucurus?, Swains., F. B. 11, 1831. Gallinago Wilsonii, Bon. , List, 1838. — Gosse, Birds, 1847, 353.— Cab., Journ, rv, 1856, 350.— Baird, Rep. 1858, 710. — Gundl., p. 343. (127) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 369 Esta especie llega de paso de los Estados—Unidos en Setiem- bre y permanece hasta la primavera. Vive donde hay fango con vegetacion baja, 6 en lugares sombrios; asi la he encon- trado en la orilla de manglares formados por la Avicennia ni- tida, Conocarpus erectus, etc., en las zanjas, en las orillas con yerba de las lagunas, en los canaverales no espesos, etc. Se levanta casi delante de los piés del cazador, pero una vez es— pantada, es muy arisca. Cuando se espanta, se eleva con un vuelo rapido, luégo sigue con alguna calma y se precipita casi de repente al suelo detras de un arbusto, de un espeso de yer- bas mas altas 6 de otros objetos que la ponga 4 cubierto; una vez en tierra, corre por el suelo y si es perseguida, se levanta de nuevo, vuela mas alto, da unas vueltas y se posa en un paraje mas distante. No me acuerdo haberlas visto en agua entera- mente salada. Al emprender el vuelo emiten su voz que consiste en dos sonidos no muy fuertes. En dias muy claros espera mas la aproximacion del enemigo que en los nublados y lluviosos, y como se la ve llegar al oscurecer a las orillas limpias de las lagunas, creo que es mas bien ave nocturna que diurna. Lleva casi siempre el pico inclinado hacia el suelo, donde si es fan- goso. lo introduce continuamente hasta donde puede, son- deando para encontrar lombrices, insectos y sus larvas, cara- colitos, crustaceos pequefios, etc. La carne es sumamente estimada. co Longitud total, 0",275; braza, 0",433; cola, 07,062. GiuNnERo Symphemia Rafinesque. Symphemia semipalmata. — Chor/o. Scolopax semipalmata, Gmel., S. N. 1, 1788, 659.—Wils., A. O. vin, 4813, 27. Totanus crassirostris, Vieill., N. D. v1, 1816, 406. — speculiferus, Cuvier, Regne animal, 1817, II. ed. 1, 534. — semipalmatus, Temm., Manuel.—Bon., Obs. 1823.—Swains., F. B. 11, 1834, 388.—Aud., Biogr. 111, 1835, 510; v, 1839, 585; Birds, V, 1842, 324. — (Catoptrophorus) semipalmatus, Bon., Syn. 1828, 328. — Nuitt., Man. 11, 1834, 144.— Grosse, Birds, 1847, 354. Symphemia semipalmata, Cad., Journ. 1v, 1856, 351.— Baird, Rep., 1858, 729.—March, 1864, p. 67. ANALES DE HIST. NAT.~VII. 24 70: ANALES DE HISTORIA NATURAL. (128) Solamente en las playas cenagosas vive esta especie. Casi siempre se la ve en familias 6 bandadas chicas; creo que anida en la Isla. Si el cazador anda lentamente, puede pastorear los individuos, reunirlos en un punto, y matar asi varios de un tiro. Tiene la particularidad de correr casi de lado cuando huye del cazador, como si quisiera no perder de vista a su per- seguidor. Cuando se levanta, vuela con rapidez y deja oir su voz que se parece a su nombre vulgar americano, willet; grita tambien 4 veces cuando esta posada. Ks facil de reconocer por la mancha blanca que forma la base del mismo color de las remeras primarias y de las secundarias mas proximas, pues en ninguna otra especie existe y es visible de léjos en el ala extendida. En éstay en las restantes especies de la familia, se observan dos plumajes, uno mas uniforme en el color en el lomo, y éste es el de invierno; y el otro mas va- riado, que es el de verano. He visto algunas veces individuos posados en las ramas horizontales algo gruesas, no muy ele- vadas del suelo. La carne tiene gusto 4 marisco. Ks notable esta especie por su tamano variable, que ha dado motivo para separar la variedad mayor con el nombre de specu- liferus. Yo tengo en mis apuntes sobre Cuba la longitud del ( un pié y una pulgada como minimum, y un pié tres pulgadas como maximum. Mi amigo el doctor Stahl en Bayamo posee igualmente ambas variedades muertas en sociedad. GENERO Gambetta Kaup. Gambetta melanoleuca. — Chorlo? Scolopax melanoleucus, Gmel., S. N. 1, 1788, 659. — vociferus, Wils., A. O. vit, 1813, 57. Totanus melanoleucus, Vieil/., N. D, vi, 1816, 398.—Licht., Verz, 1823, Nr. 750.— Aud., Biogr. 1v, 4838, 68. — Grosse, Birds, 1847, 352.— Sund., 68. — sasashew, Vieil/., N. D. vi, 1816, 412. — vociferus, Awd., Birds, v, 1842, 316. Gambetta melanoleuca, Bon., Compt. 1856. — Baird, Rep. 1858, 731.— Gundl., p. 313. Glottis melanoleuca, Cab., Journ. ty, 1856, 351. (129) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 271 Esta especie vive en las marismas y alrededor de las lagunas de agua dulce y en cualquier terreno fangoso. Parece ser de paso anual; viniendo del Continente norte-americano en Setiem- bre, pues desde enténces hasta Abril abunda. Vive en bandadas pequenas 6 en familias. Entra en el agua hasta el vientre y busca su comida en el fango. Suele estar con las otras especies de esta familia. Su voz, que se oye de léjos, consiste en pocos sonidos sencillos, y si el cazador sabe imitarlos, puede atraer la bandada. Si ha muerto algunos individuos y se queda escon- dido, suelen los otros volver al lugar donde estan los muertos 6 heridos. El vuelo es rapido, alto y sostenido. Cuando se posa no recoge al momento las alas, sino que las conserva un mo- mento abiertas y levantadas, como para guardar el equilibrio y para asegurarse de la firmeza del suelo. Parada, se balancea, subiendo 6 bajando el cuerpo sin doblar las patas. Se encuentra tambien en Cuba, Jamaica y las Bahamas. Tienen librea de verano y otra de invierno, pero raras veces esta el plumaje perfecto, sino que las plumas mas uniformes en el color y cenicientas del invierno, estan mezcladas con las variadas del verano. o& Longitud total, 0",340; braza, 0,608; cola, 0",008. Q — 07,370; — ,0°;655;, .— , 07,010. Gambetta flavipes. — Chorlo? Scolopax flavipes, Gmel., S. N. 1, 1788, 659.— Wils., A. O. vir, 1843, 55. Totanus flavipes, Véeil/., N. D. vi, 1816, 400.—Swains., F. A. 11, 1834, 390.— Aud., Biogr. 111, 1835, 573; v, 1859, 586; Birds, v, 1842, 313.— Gosse, Birds, 1847, 351.—Cab., Journ. tv, 1856, 352.—Swnd., 67. — fusco-capillus, Vieill., N. D. v1, 1816, 400. — natator, Vieill., N. D. vi, 1816, 409. Gambetta flavipes, Bon., Compt. 1856.—Baird, Rep. 1838, 732.—Gund1., Dp. ola. Esta especie es tan parecida en el colorido, en la forma, en su aspecto, etc., Ala precedente, que lo dicho de ella se puede aplicar 4 ésta. Difiere solamente por el tamano que es: o Longitud total, 0",268; braza, 0",510; cola, 0",065. Q a5 07,274; — 07,510; — 0,065. Se encuentra tambien en las mismas localidades que la an- terior. 372 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (130) GENERO Rhyacophilus Kaup. Rhyacophilus solitarius.— Putilia. Tringa solitaria, Wils., A. O. vit, 1813, 53. Totanus chloropygius, Viedll., N. D. vi, 1816, 401.—Bon., Obs. 1825, 210.— Swams., F.B. 11, 293.—Nutt., Man. 11, 1834, 1459.—Awd., Biogr. II, 1835, 576; v, 1839, 583.—Gosse, Birds, 1847, 350. Cab., Journ. Iv, 1856, 352. — _ glareola, Ord, ed. Wils. vit, 1825, 57 (non Linn.). — solitarius, Aud., Birds, v, 1842, 309.—Sund., 66. Rhyacophilus chloropygius, Bon., Compt. 1856. — solitarius, Baird, Rep. 1858, 733.—Gundl., p. 313. Desde la segunda mitad de Setiembre llega esta especie de paso del Continente septentrional y se la ve en todos los panta- nos de agua dulce , buscando en el fango insectos, lombrices y caracolitos. Con razon le did Wilson el nombre de solitario, pues no vive en bandadas 6 familias como las otras especies de putillas, sino aislada. A veces se posa encima de las ramas 6 raices libres. No es arisca, y si el peligro no es fuerte se levanta casi delante de la persona y se posa de nuevo a corta distan- cia; en otro caso se levanta mas, revolotea un poco, y si del reconocimiento aparece que no hay peligro, desciende de re- pente. No hay notable diferencia entre el plumaje de invierno y el de verano. Los cazadores hacen poco caso de ella por ser pequena y por no poder matar muchas de un solo tiro. En Abril desaparece. Vive tambien en Cuba y Jamaica. Sus medidas son: o Longitud total, 0",222; braza, 0,422; cola, 0™,060. GrENERO Tringoides Bon. Tringoides macularius.— Pwiilla. Tringa macularia, Linn., 8. N. 1, 1766, 249.—Gmel., S. N. 1, 1788, 672.— Wils., A. O. vit, 1843, 60. (181) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 373 Totanus macularius, Temm., Man. 11, 1820, 656.—Bon., Obs. 1826, 211.— Nuit., Man. 11, 1834, 162.—Aud., Bicgr. 1v, 1838, 81; Birds, v, 1842, 303. Actitis macularius, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 349.—Cab., Journ. Iv, 1856, 417 (macularia).—Sund., 65. Trigoides macularius, Gray, 1855.—Baird, Rep. 1858, 735.—Bryant, List, 1866.—Gundl., p. 313. Esta especie vive mas bien en las orillas del mar, de los rios y en zanjas que en lagunas; viene en Setiembre de paso y se queda hasta Abril. La he encontrado tambien en las orillas de los rios en lo interior de la Isla. Corre por encima de las pie- dras, de las raices 6 ramas que estan sobre el agua, 6 por la arena 6 tierra, meneando continuamente la cola y el cuerpo como balanceandose. El vuelo es ligero, pero no rapido, sos- teniendo las alas por intervalos sin aletazos, la punta mas baja que el brazo. La voz es suave, formada de dos sonidos varias veces repetidos. Rara vez vuela alto, sino casi rozando con la punta del ala el agua. Vive mas bien solitaria que en banda- das 6 en familias. Su patria es el Continente americano, pero se la ha encontrado tambien, aunque accidentalmente, en Eu- ropa. En cada ano llega tambien a Cuba, y siendo muy comun en Puerto—Rico y en Cuba, es de extranar que no se la indique de Santo Domingo y Jamaica. Tiene esta especie dos plumajes bien diferentes. El uno, sera el del adulto, tiene en las partes inferiores manchitas pardo- oscuras redondas, mayores en el pecho, y alli se ve en los la- dos un tinte oscuro; el otro plumaje carece de las manchitas. En todos casos se puede reconocer la especie por el color pardo- ceniciento con un poco de lustre en el lomo y en las alas, cada pluma con unas fajas oscuras trasversas. 2 Longitud total, 0",200; braza, 0,356; cola, 0",052. GENERO Micropalama Baird. Micropalama himantopus.—Puwfilla. ‘Tringa himantopus, Bon., Ann. 11, 1826, 457.—Swains., F. B. 11, 1831, 380.— Aud., Biogr. 1v, 1838, 332; Birds, v, 1842, 274. — (Hemipalama) himantopus, Bon., Syn. 1828, 316; Am. Orn. rv, 1832, 89.—WNutt., Man. 11, 1834, 138. 374 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (132) Tringa Douglassi, Swains., F. B. 11, 1031, 379. — (Hemipalama) Audubonii, Nwit., Man. 11, 1834, 140. Hemipalama himantopus, Bon., List, 1838.—Cab., Journ. 1v, 1856, 448. Micropalama himantopus, Baird, Rep. 1858, 726.—Gund1., p. 313. Ereunetes himantopus, Sund., 64. Esta especie llega en Setiembre de paso desde los Estados- Unidos y se la encuentra desde enténces en los parajes panta- nosos y en las orillas de las grandes lagunas. A veces entra en el agua hasta el vientre. Su voz, que deja oir buscando la comida, es un murmullo, pero tiene otros sonidos para lla- marse. La comida consiste como en las demas especies, en gu- sanos, insectos y otros animalitos. La carne es muy buena. El vuelo es ligero, pronto y sostenido. Creo que observaciones posteriores probaran que existe tambien en Santo Domingo y las Bahamas, pues ademas de Puerto-Rico vive en Cuba y Ja- maica. El plumaje es como en otras especies de esta familia, dife- rente en las dos estaciones, invierno y verano. Se puede reconocer la especie por sus patas y pico largos, y por el vientre con fajas trasversales oscuras. @ Longitud total, 07,232; braza, 0",420; cola, 0",053. GENERO Ereunetes Illig. Ereunetes pusillus.— Putilla. Tringa pusilla?, Zinn., S. N. 1, 1766, 252. Hreunetes petrificatus, J/liger, Prodromus, 1811, 262.—Baird, Rep. 1858, 724. Tringa semipalmata, Wils., A. O. vir, 1813, 134.—Swains., F. B. 11, 1834, 381.—Aud , Biogr. v, 1839, 111; Birds, v, 1042, 227. — (Hemipalama) semipalmata, Bon., Obs. 1825, 212. — (Heteropoda) semipalmata, Nwtt., Man. 11, 1834, 136. Heteropoda Mauri, Bon., Comp. List, 1838. Hemipalama simipalmata, et minor, Gundl., in Lembeye, Aves de Cuba, 4850. Ereunetes semipalmatus, Cab., Journ. tv, 1856, 419.—Bon., Compt. XLi1, 1856. — Mauri, Cab., Journ. 1v, 1856, 419. _ pusillus, Sund., 63.—Gundl., p. 313. (138) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 375 Como se ve de la sinonimia, se ha nombrado la especie de diferente modo, y la causa fué por un lado la semejanza de la coloracion en algunas especies, y por otro lado el diferente ta- mano que se observa. Asi se habia aplicado el nombre de Linné, Tringa pusilla, tambien al Actodromas minutilla (véase mas adelante), que difiere muy notablemente por la falta de la mem- brana entre los dedos, pero es igual en la coloracion. Y por el tamafno diferente se habia dado el nombre Jaurz Bon. a los mayores ejemplares, y minor Gundl. a los mas chicos. Esta especie es tambien de paso y llega con las demas con- e@éneres en Setiembre, anda como ellas en bandadas chicas y deja oir tambien una especie de murmullo. Se alimenta igual- mente de gusanos, lombrices, insectos, etc., y tiene buena carne. Aunque son chicos los individuos, vale la pena de ca- zarlos, pues 4 veces se pueden matar muchos de un solo tiro. Su vuelo es rapido y ligero. Espantada vuela haciendo varias evo- luciones, volviendo generalmente al mismo punto de donde salid. Suelen armar querella al mismo tiempo que aman la so- ciedad; no son ariscos, y despues de un tiro vuelven los que escaparon al mismo lugar donde yacen los compafieros. 2 Longitud total, 0",168; braza, 07,315; cola, 0,044. La distribucion geografica es la misma que la de las ante- riores. GuNnero Actodromas Kaup. Actodromas maculata.— Putilla. Tringa maculata, Vie7ll., N. D. xxxiv, 1819, 465. — pectoralis, Say, Long’s Exped. 1, 1823, 171.—Bon., A. O. iv, 1832, 43,.—Nutt., Man. 11, 1834, 444.—Aud., Biogr. 111, 1835, 601; v, 1839, 582; Birds, v, 1842, 259.—Sund., 62. — campestris, Licht., Verz. 1823, 74 (non Vieill.). Pelidna pectoralis, Cab., Journ. 1v, 1856, 421. Actodromas (Tringa) maculata, Baird, Rep. 1858, p. 720.—Gund1., p. 313. Especie de paso anual desde el Continente septentrional y visita igualmente desde Setiembre hasta fines de Abril las is- las de Cuba y Bahamas. No la veo indicada en los catalogos de Santo Domingo y Jamaica. La he encontrado 4 veces en los charcos que forman los aguaceros en los caminos reales 4 donde 376 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (134) no acuden las otras especies congéneres, y asi parece que es ménos social, aunque se la encuentra a veces en compania con las otras especies de esta familia. EH] alimento, la carne, el vuelo, son tambien como en las otras especies. Se la puede reconocer con facilidad genéricamente por la falta de membrana interdigital, y especificamente por el ta- mano, asf como por su rabadilla negra, pues el Actodromas Bonapartii la tiene blanca. Q Longitud total. 0",220; braza, 0,420; cola, 0,055. Actodromas minutilla. — Putilla. Tringa pusilla, Wils., A O. v, 1812, 37 (non Linn. Véase Ereunetes pusillus mas arriba).—Aud., Biogr. v1, 1838, 180; Birds, v, 1842, 280. — minutilla, Vieill., N. D. xxxiv, 1819, 466. — Wilsonii, Nutt., Man. 11, 1834, 121. Pelidna pusilla, Bon., List, 1838.— Grosse, Birds, 1847, 348.—Cab., Journ. 1v, 1856, 422. Tringa Temminckii Leissl., D’Orb., 1839, en Sagra, Aves, ed. hisp. 167. Actodromas (Tringa) Wilsonii, Baird, Rep. 1858, 721. -- minutilla, Gundl., p. 313. En la especie Hreunetes pusillus he puesto una nota sobre el nombre y en la precedente sobre la diferencia de Act. Bona- partit que aun no se ha observado en la isla de Puerto-Rico. Diré que en todo se parece esta especie a la precedente, salvo en el tamano, que es: o Longitud total, 0°,145; braza, 0,280; cola, 0",040. Es tambien de paso y tiene la misma distribucion geo- erafica. Genero Calidris Cuv. Calidris arenaria. — Putilla. Tringa arenaria, Linn., S. N. 1, 1766, 254.—Gmel., 8S. N. 1, 1788, 680.— Aud., Biogr. 111, 1835, 231; Birds, v, 1842, 287. Charadrius calidris, Zinn., S. N. 1, 1866, 255.—Gmel.,S. N. 1, 1788, 689.— Wils., A. O. vir, 1713, 68; (plumaje de invierno). — rubidus, Gmel, S. N. 1, 1788, 688.—JVils., A. O. vit, 1813, 129 (plumaje de verano). (135) Gundlach.—FAUNA PUERTO-RIQUENA. 371 Calidris arenaria, Jdliger, Prodromus, 1811, 249.—Swains., F. B. 11, 1831, 366.— Nutt., Man. 11, 1834, 4.—Gosse, Birds, 1847, 354.—Cab., Journ. Iv, 1856, 422.—Baird, Rep. 1858, 723. Tringa tridactyla, Pallas, Zoog. 11, 1814, 198. Calidris americana, Brehm, Vogel Deutschlands, 1831, 675. Esta especie se conoce no solamente en la América septen- trional, sino tambien en Europa (Alemania). Llega de paso a la isla de Puerto-Rico y 4 la de Cuba y Jamaica. En Cuba la he muerto en Setiembre. No he observado yo mismo la especie en Puerto-Rico, pero tengo delante de mi un <7 muerto y prepa- rado por mi amigo el doctor D. Agustin Stahl en Bayamon. Este ejemplar tiene el plumaje ceniciento en sus partes su- periores. De Cuba tengo tambien un ejemplar con el plumaje variado. No he tenido lugar de observar sus costumbres. o Longitud total, 0",190; braza, 0",370; cola, 0",058. Q — 0",204; — 0",389; — 0",060. {— Grnero Macrotarsus Lacép. Macrotarsus nigricollis.— Playante. Una persona me dijo que se llamaba yegiiila. Recurvirostra himantopus, Wi/s., A. O. vil, 1813, 48. Himantopus nigricollis, Vieill., N. D. x, 1817, 42.—Nutt., Man. 1834, 8.— Aud., Biogr. 1v, 1838, 247; Birds, v1, 1843, 31.—Gosse, Birds, 1847, 386.—Baird, Rep. 1858, 704.—Sund., 69. — mexicanus, Ord, ed. Wils. vil, 1824, 52.—Wagl., Isis, 1831, 520.—Bon., List, 1838. Macrotarsus nigricollis, Cab., Journ. 1v, 1856, 422.—Gund1., p. 313. Esta especie no es de paso, sino que permanece siempre en los mismos lugares, que son las marismas, tanto de agua sa- lada como de aguas mezcladas al lado de las embocaduras (le los rios. La he observado tambien en aguas enteramente dul- ces: en la isla de Puerto-Rico sélo la he encontrado en la ve- cindad de Puerto-Real, de Cabo-Rojo, en las marismas del Bo- queron, en las orillas del rio Arecibo; pero en la isla de Cuba la he observado suficientemente. 378 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (136) Extracto lo siguiente: se alimenta de animalitos, como gu- sanos, larvas, insectos, pequenos crustaceos y moluscos. Muchas veces esta metida hasta el vientre en el agua. Cuando cae herida en el agua, nada bien, pero en estado sano no la he visto nadando. Es muy ariscay avisa con un grito sencillo, pero varias veces repetido, 4 las companeras, si hay peligro. En una noche oscura, navegando yo en un bote enfrente de la costa, percibieron los playantes nuestra aproximacion y for- maron un alboroto que atin duraba cuando ya estabamos léjos. Como su carne es poco estimada, los cazadores no la persiguen con empeno. El vuelo es pronto, con aletazos regulares y du- radero. Durante él lleva el ave el cuello y las patas extendidas. Vive en familias pequenas. En el mes de Mayo encontré su nido en un lugar ya seco de una ciénaga, compuesto de yerbas secas y ramitas. Los cuatro huevos que habia eran palido- amarillentos con marcas 6 manchas irregulares y lineas more- nas mas 6 menos oscuras; miden 0",043 + 07,032. En el joven del primer plumaje, las partes que en el adulto son negras y lustrosas, son negro-parduzcas, las puntas de las plumas de la cabeza y del cuello pardo-cenicientas, asi como las margenes de las plumas del lomo y de las escapulares, precediéndolas un color negro mas intenso: lo mismo sucede en las tectrices me- dias, que en lo demas, asi como las tectrices menores y las remeras son como en el adulto negras con un viso verde-meta- lico. Las remeras secundarias en el borde del apice blancuz- cas, cobijas de la cola con punta bermejiza, pasando por este color un tinte negruzco; cola cenicienta, la punta y una parte de los lados de las timoneras bermejizo-blancas, precediendo un color negruzco; pico negro, la base del inferior rojizo pardo- clara; piés ceniciento-blancos, iris pardo. El adulto en ambos sexos tiene el vértice, la parte posterior del pescuezo, el lomo y las alas en el o” negro-intensos y en la 9 algo cenicientos. La frente, una mancha encima del ojo y otra debajo del mismo, la rabadilla y todas las partes inferiores de un blanco puro; cola ceniciento-blanca; pico negro; piés rosados; iris de color de vermellon vivo. o Longitud total, 0,370; braza, 0",666; cola, 0",068. © Algo mas chica. La especie vive en todas las Antillas mayores y en el Conti- nente septentrional. (137) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA, 379 26.4 Faminra.—CGharadriide. GrnERO Strepsilas I[llig. Strepsilas interpres. Tringa interpres, Linn., 8. N. 1, 1766, 248. — Gmel., S. N. 1, 1788, 671.— Wils., A. O. vit, 1813, 32 (adulto). — morinella, Zinn.,S. N. 1, 1766, 249. — Gmel., 8. N. 1, 1788, 671 (joven). Strepsilas interpres, J/liger, Prodromus, 1811, 263.—Swains., F. B. 11, 1831, 371. — Nutt., Man. 11, 1834, 30. — Aud., Biogr. 1v, 1838, 31; Birds, v, 1842, 231.—Gosse, Birds, 1847, 333.—Cab., Journ. tv, 1856, 423.—Baird, Rep. 1858, 701.—Sund., 73.—Gundl., p. 313. — collaris, Temm., Man. 11, 1835. Esta especie sera ave de paso y no sedentaria. He encontrado muchos en Setiembre, durante los meses del invierno y aun en Mayo la he muerto en Arecibo. Es una especie que se en- cuentra en Europa, en los Estados-Unidos norte-americanos, en las islas de Bahama, en Cuba, Jamaica y Puerto-Rico, pero no la veo indicada de Santo Domingo, donde no puede faltar, nien las Antillas menores. Los individuos observados corrian y buscaban su alimento encima de los arrecifes, revolviendo con el pico pequefias pie- dras, conchas, etc., para recoger los animalitos que estaban debajo; tambien recogen los caracolitos menudos que estan en los arrecifes. Cuando se levantaban por miedo, volaban a poca distancia, pero espantados se alejaban con un vuelo bastante rapido. Suelen estar muy juntos uno a otro. o Longitud total, 0,240; braza, 0",482; cola, 0", 065. Q — 0™,247; — 07,485; — 0", 068. GENERO Heematopus Linn. Hematopus palliatus. Hematopus ostralegus, Wils., A. O. vil, 1844, 45 (non Linn.). _ palliatus, Temm., Man. 11, 1820, 532.—Aud., Biogr. 111, 1835, 181; v, 1838, 580; Birds, v, 1842, 236. — Cab., Journ. 1v, 1856, 423.—Baird, Rep. 1858, 699.—Gund1., p. 313. 380 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (188) Mi amigo el senor Blanco maté esta especie cerca de la capi- tal. Yo la he observado en la isla de Cuba en varios meses, en nero, Mayo y Julio. No sé si anidara en estas islas 6 si emigra al Continente septentrional. Anda por encima de los arrecifes y se alimenta de los moluscos, rompiéndoles la concha con su fuerte pico: es muy arisca, volando emite a veces unos sil- bidos que se oyen de léjos y que repite tres 6 cuatro veces. El vuelo es rapido y prolongado. Se me extraviaron las medidas. Emigra tambien 6 vive en el Continente meridional de América. GENERO Squatarola Cuvier. Squatarola helvetica. Tringa helvetica, Linn., S. N. 1, 1766, 250 (en el plumaje de verano).— Gmel., S. N.1, 1788, 676. — squatarola, Linn.,S N. 1, 1766, 252 (en el plumaje de invierno).— Gmel., 8. N. 1, 1788, 682. Charadrius hypomelas, Pallas, Zoogr. 11, 1814, 138. fagl., 8. Av. Nr. 43. — pardela, Pallas, Zoogr. 11, 1814, 142. -- apricarius, Wils., A. O. vit, 1813, 41 (non Linn.). Squatarola helvetica, Cuv., Regne An. 1817. — Gosse, Birds, 1847, 333.— Cab., Journ. iv, 1856, 423.— Baird, Rep. 1858, p. 697. — cinerea, Cuv., Régne An. 1817. ~, Vanellus melanogaster, Bechst.—Temm., Man. 1, 547. — helveticus, Viedll., Enc. 1820. Charadrius helveticus, Licht., Verz. 1827, Nr. 728.—Aud., Biogr. rv, 1838, 280; Birds, v, 1839, 199. La causa de una sinonimia tan numerosa consiste en que la especie tiene por patria la Europa, el Continente norte-ameri- cano y las islas Bahamas, Cuba, Jamaica y Puerto-Rico (acaso tambien Santo Domingo), y en que el ave tiene segun la esta- cion del aio un plumaje muy diferente, siendo durante el verano en el vientre, etc., negra. Los ejemplares que yo he muerto en la isla de Cuba estaban en las marismas, pero sé que se halla tambien en las orillas de las lagunas de agua dulce. En Puerto-Rico ha sido muerto en los contornos de la bahia de la capital. La carne es buena. (139) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 381 Un ¢ adulto tenia de longitud, 0",393; braza, 0",600; cola, 07: 0°76: GrnERo Charadrius Linn. Charadrius virginicus. Charadrius pluvialis, Wils., A.O. vit, 1813, 71.—Swains., F. B. 1731, 623.— Nutt., Man. 11, 1834, 16.— Aud., Biogr. 111, 1835, 623 (non Linn.). _ pectoralis?, Wieil/., N. D. xxvu, 1819, 145. Charadrius virginicus Borkh. et Bechst., Licht., Verz. 1823, 729. — Gosse, Birds, 1847, 333. — Cab., Journ. tv, 1856, 423. —Baird, Rep. 1858, 690.—Gundl., p. 313. Charadrius marmoratus, Wag/., Syst. 1827, 42.—Aud., Biogr. v, 1839, 575; Birds, v, 1842, 203. Charadrius pluvialis Linn. americanus, Sund., 70. Esta especie sera de paso en los Estados-Unidos, asi como lo es en la isla de Cuba y Jamaica. No esta en el catalog de las aves de Santo Domingo, ni en el de las Bahamas. Se ha encon- trado tambien en la América meridional y en Europa. Visita las playas, las orillas pantanosas de lagunas y los terrenos inundados. Cuando siente un peligro corre con velocidad y se para por intervalos como para observar, balanceando el cuerpo. Cuando busca su alimento que consiste en insectos, gusanos, lombri- ces, etc., suele dar con velocidad golpes repetidos con un pié sobre el fango, por cuyo sacudimiento salen los animalitos asustados de sus cuevas. Al ser espantada vuela rapidamente, describe varias evoluciones en el aire, baja & veces casi hasta tocar el suelo y se eleva de nuevo siguiendo hasta encontrar un lugar seguro y propio para descender y buscar alimento. Su voz es suave y la carne muy buena. 2 Longitud total, 07,268; braza, 0,570; cola, 0",070. GEnERO Ochthodromus Reich. Ochthodromus Wilsonius. — Playero, playante. Charadrius Wilsonius, Ord, ed. Wils. 1x, 1825, 77.— Nutt. , Man. 11, 1834, 21. — Aud., Biogr. 111, 1835, 73; v, 1839, 577; Birds, v, A842, QW4. 382 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (140) Charadrius crassirostris?, Spix, Aves Brasilie, 11, 1825, 77. _ Wilsonii, Wagl., Syst. 1827, 26. Akigialtes Wilsonius, Bon., List, 1838. Ochthodromus Wilsonius, Reich., Syst. Av. 1853, p. xvint. — Cab., Journ. Iv, 1856, 424.— Baird, Rep. 1858, 693.— Gund1., p. 313. Solamente en las playas y las marismas he encontrado la especie. Su voz suave me indicéd muchas veces la presencia de algu- nos individuos, porque no viéndolos por delante, el color del lomo se confunde con el color de la arena. Corren ligeros y se paran a cada rato como para cerciorarse de si hay 6 no peligro 6 para ver si hay comida por alli. Cuando hay un peligro se le- vantan, pero no vuelan léjos; pero si el peligro sigue, enton- ces desaparecen. El vuelo es muy rapido, pero poco elevado. La comida consiste en animalitos como en todas las especies de esta familia. Es facil de reconocer por su pico, en propor- cion muy grande, y por las medidas, que son: o Longitud total, 0",205; braza, 0",400; cola, 0",050. Q — 0",210; — 0”,408; — 0,050. Anida en la Isla. Pone cuatro huevos en una concavidad del suelo sin material aleuno; son ocraceo-blancos, con puntos erandes y pequefios, morenos y blancos: miden 0",033 + 0",025. Vive en el Continente norte-americano y tambien en el Brasil y en las islas Bahamas, Cuba, Jamaica y Puerto-Rico. GrNERO Oxyechus Reich. Oxyechus vociferus.—Playero, playante. Charadrius vociferus, Linn., S. N. 1, 1766, 253.—Gmel., 8. N.1, 1788, 685.—Wils., A. O. vit, 1813, 73.—Wagl., 8. Av. 1827, 29.— Nutt., Man. 11, 1834, 22.—Aud., Biogr. 1m, 1835, 191; v, 1839, 577; Birds, v, 1842, 207.—Sund., 72. — torquatus, Linn., 8. N.1, 1766, 255.—Gmel., S. N. 1, 1788, 685. — _jamaicensis, Gmel., S. N. 1, 1788, 685. Agialtes vociferus, Bon., List, 1838.— Grosse, Birds, 1847, 330. Hiaticula vocifera, Gray, Genera, 1855, 11, 544. Oxyechus vociferus, Reich., Syst. Av. 1853.—Cab., Journ., 1v, 1856, 424. —Baird, Rep. 1858, 692.—Gundl., 313. (141) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 383 Es sedentaria esta especie y existe tambien en ambos Conti- nentes de la América y en las Antillas. Frecuenta no sola- mente las orillas de las lagunas, de los rios, etc., sino tam- bien las sabanas, los campos recien cultivados, los bateyes de las fincas aunque no tengan agua; busca su alimento no sola- mente de dia, sino tambien de noche, y cuando lo busca suele dar con un pié repetidos golpes en el fango 6 en la tierra, pues por este sacudimiento salen los animalitos de sus cuevas y son cogidos. Su vuelo es ligero, rapido y sostenido. Su posicion es por lo regular recta, sin doblar las patas y con el pescuezo encogido; corre con mucha velocidad y con elegancia, y se para de repente como para cerciorarse de si tiene seguridad: no es arisca, y solamente cuando le amenaza de cerca un pe- ligro emprende el vuelo. La voz, que se parece al nombre in- olés de la especie kildeer varias veces repetido, se oye de léjos. tanto cuando el ave vuela como cuando ve un peligro, siendo asi un centinela involuntario para los otros pajaros, que sin estos gritos acaso no hubieran notado el peligro. En el mismo momento de emprender el vuelo grita con mas fuerza, y cuando tiene huevos 6 polluelos alarma con sus gritos 4 todos sus compafieros, que en seguida se ponen a volar alrededor de! enemiga, echandose los padres en el suelo con las alas abier- tas como si estuviesen heridos, y corriendo en seguida en dis- tintas direcciones, todo para enganar al enemigo y para lle- varle a otro paraje distante de donde tiene la cria. Si el hombre quiere encontrar el nido, lo logra mejor quedandose un rato escondido y observando el ave, que cuando secree libre del pe- ligro vuelve al nido, que es una concavidad del suelo, v. gr., la hecha por la pisada de un animal grande. Los tres 6 cuatro huevos que pone, estan a veces sobre algunas yerbas, y tienen un color amarillo-ceniciento palido, con manchas y puntos cenicientos y morenos, mas grandes hacia el extremo grueso. Miden 07,037 + 0",027 y otros 0",040 + 0”,026. Se notara que los huevos estan puestos en el nido de modo que el extremo deleado corresponde al centro del nido, y el grueso hacia afuera. El polluelo recien nacido esta cubierto de un plumon que en la cola forma una borla; encima de la cabeza y del lomo tiene un color pardo-ceniciento salpicado de negro; una faja negra frontal pasa por la nuca y se ensancha en ella; hay un solo 384 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (142) collar negro, pero entero: por el ala cerrada y los flancos pasa una linea negra que acaba en la cola; en la frente tiene una faja trasversa blanca que se une debajo del ojo con el collar blanco. La punta del ala y las partes inferiores son blancas. éstas hacia atras bermejizas; pico negro, piés palido-encarna— dos, las coyunturas oscuras, iris muy oscuro, los parpados con un viso anaranjado. Se conoce el ave jéven que acaba de plumecer por las orillas de las plumas del lomo y de las alas ferruginosas, y por el apéndice plumoso de las timoneras. En lo demas es como el adulto. Longitud total, 0,242: braza, 0",477; cola, 0",090. GENERO Aogialeus Reich. Agialeus semipalmatus.—Playero. playante. Charadrius semipalmatus, Bon., Obs. 1825, 219; Syn. 1828; A. O. 1832.— Kaup, Isis, 1825, 1375.—Wagler, Syst. Av. 1827, Nr. 23.— Nutt., Man. 11, 1834, 24.—Swains., F.B. 11, 18341, 367.—Aud., Biogr. 1v, 1838, 256; v, 1839, 579; Birds, v, 1842, 248.— Sund., 71. Tringa hiaticula, Wils., A. O. vit, 1813, 65 (non Linn.). Charadrius hiaticula, Ord, ed. Wils. vit, 1824 (non Linn.). /Hgialtes semipalmata, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 333. Hiaticula semipalmata, Gray, Genera, m, 544. Aigialeus semipalmatus, Reich., Syst av. 1853, xviit.— Baird, Rep. 1858, 694.—Gundl., p. 314. AXgialitis semipalmatus, Cab., Journ. rv, 1856, 425. En el mes de Setiembre he visto muchos individuos en las marismas y en las orillas de las lagunas, mezclados con varias especies de putillas. En los meses del invierno mismo no los he visto mas, pero si despues, en Abril, Mayo y Junio. No he visto jamas nidos ni polluelos, y asi ignoro si anida en la Isla. Se encuentra la especie tambien en las Bahamas, en Ja- maica, Cuba y en los Estados-Unidos. En sus costumbres se parece al Ochthodromus, pero difiere en que visita tambien las aguas dulces. (148) Gundlach.—FAUNA PUERTO-RIQUENA. 385 El jéven se parece al adulto, pero la frente y el collar son del color del lomo, y no negros. co” Longitud total, 0",180; braza, 0",390; cola, 0",055. Aigialeus melodus.—Playero, playante. Charadrius hiaticula, var. Wels., A. O. v, 1812, 30. melodus, Ord , ed. Wils. 711 14824, 71.—Bon., A. O. rv, 1832, 74.—Nutt., Man. 1, 1834, 18.—Aud., Biogr. 11, 1835, 154; v, 1858, 578; Birds, v, 1842, 223. Okeni, Wagl., Syst. Av. 1827, 24. AXgialtes melodus, Bon., List, 1838. Hiaticula meloda, Gray, Genera, 1, 544, Agialitis melodus, Gosse, Birds, 1847, 330.—Cab., Journ. Iv, 1856, 424. Aigialeus melodus, Baird, Rep. 1858, 695.—Gundl., 344. Todos los individuos observados estaban en la playa y las marismas, y creo que esta especie no visita las lagunas. Ade- mas del Continente septentrional vive en las islas Bahamas, Puerto-Rico, Cuba y Jamaica. Probablemente se encontrara tambien en Santo Domingo, pero no esta comprendido en la lista de sus aves. Lo dicho sobre las costumbres del Ochthodro- mus Wilsonius se aplica tambien 4 esta especie. Longitud total, 0",177; braza, 0",273; cola, 07,052. 27." Fammsa.—Rallidse. GENERO Parra Linn. Parra jacana. Parra jacana, Linn., S. N. 1, 1766, 259.—Gmel., S. N. 1, 1788, 707.—Lath., I. O. 11, 1790, gen. 78, 5 p. 4.—Viéedll., Enc. 1820, p. 1053.—Cab., Journ. Iv, 1856, 425. Fulica spinosa, Linn., 8. N. 1, 1758 (el joven). Parra brasiliensis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 708. —Zath., I. O. n, 1790, y en 78, p. 3.—Vieill., Enc. 4820, p. 4054. — nigra, Gmel., S.N. 1, 4788, 708.—Lath., I. O. y en 78, sp. 2.— Vieill., Enc. 1820, p. 1034. — variabilis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 708 (el jéven).—Lath., I. O. y en 78, p. 5.—Vieill., Enc. m1, p. 1055. — chilensis, Viedll., N. D. xvi, 1847, 445; Encycl. 11, p. 1055. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 25 386 “ANALES DE HISTORIA NATURAL. (144) Mi amigo el Sr. Blanco recibid un ejemplar, en mal estado, de Trujillo. Parece que la especie es muy rara en la Isla. En Cuba abunda en todas las lagunas que tienen plantas acuaticas con hojas flotantes, v. gr., Vymphea, Nuphar, Pistia, etc., sobre las cuales camina buscando su alimento, que consiste en ani- malitos. Tambien va a las orillas donde hay fango. Es especie de la América meridional y no observada en la Florida, etc. En Cuba es muy abundante. No la veo indicada en los catalogos de Jamaica y de Santo Domingo. La carne no es estimada; por lo regular no son ariscas; pe- lean mucho entre si, sirviéndose como arma de la puta de la parte interna del pliegue del ala; por lo regular andan en familias de dos 4 seis individuos, pero los he visto tambien reunidos en gran numero. Se llaman con unas notas ménos fuertes que cuando estan espantadas 6 cuando han visto algun peligro, pues entdnces gritan con mas fuerza y vuelan a otro lugar poco distante; el vuelo es corto, recto y al parecer pe- sado; recien posadas conservan por un rato las alas extendidas hacia arriba, plegandolas luégo. Los dedos, y sobre todo las ufas del dedo posterior, son muy largas y ayudan alave a correr sobre las plantas flotantes, sin que éstas se sumerjan. He encontrado sus nidos desde el mes de Marzo hasta Setiem- bre. Estos consisten en algunas yerbas medio podridas pues- tas sobre las hojas flotantes, y los tres 6 cuatro huevos que ponen, no son perjudicados por la humedad. El color del huevo es amarillento con lineas en zic-zas mas 6 ménos finas, que se extienden en todas direcciones, predominando en ellas el color moreno muy oscuro y lustroso. Los diametros son 0",030 -++ 0",024, 6 0°,031 + 07,024. Parece que hacen varias puestas en el ano. La Q defiende el nido 6 su cria con mucho animo, y sino puede proteger los polluelos los atemoriza con fuertes gritos, y enténces éstos se sumergen poco a poco de- jando fuera del agua solamente el pico. La madre corre con las alas abiertas 6 se queda encima de las plantas, llamando sobre si misma la atencion del que los persigue, alejandose poco 4 poco cuando lo ha logrado. Pasado el peligro vuelve a reunirse con su cria. Las medidas son: o” Longitud total, 07,235; braza, 0™,422; cola, 0™,042. Q — 0™,260; — — 0",475; — 0™,052. (145) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 387 Se conoce el joven, ademas del colorido algo diferente de las partes superiores, por las partes inferiores blancas. GrnEro Aramus Vieill. Aramus giganteus.— Carvao. Rallus giganteus, Bon., Journ. 1825, 31. Aramus scolopaceus, Bon., A. O. 1m, 1828, 144; Consp. 11, 1855, 104 (el jo- ven); Syn. 309.—Nutt., Man. 1, 1834, 68.—Aud., Biogr. tv, 4838, 543; Birds, v, 1842, 181.—Gosse, Birds, 1847, 355. Notherodius (scolopaceus?) holostictus, Cab., Journ. Iv, 1856, 426. Aramus giganteus, Baird, Rep. 4858, 657.—Bryant, List, 1866.—Sund., 56.—Gundl., p. 344. Esta especie fué confundida antes con la especie del Conti- nente meridional (VV. scolopaceus Gmel.), que tiene manchas blancas solamente en la nuca y sobre el pescuezo, miéntras que en el giganteus se ven las manchas sobre las plumas chi- cas de todo el cuerpo. Esta especie vive en el Continente septentrional, y existe en abundancia en la isla de Cuba, en varios parajes de Puerto- Rico y Santo Domingo. Parece faltar en Jamaica. Se la encuentra principalmente en tierras bajas y pantano- sas, pero tambien en los campos proximos al monte, en terre- nos de pastos, etc. Su principal comida consiste en moluscos y ademas en lombrices de tierra, insectos, crustaceos, etc. Si encuentra las Hélices mayores (caracoles), les agujerea la cas- cara con un picotazo por un lado y saca el molusco. Des- truye tambien muchos siete-cueros, 6 sea el molusco 6 babosa sin concha, que es tan perjudicial al cultivo. Por todo esto, y por ofrecer utilidad su carne buena y abundante, es una de las especies mas tiles entre las aves. Camina con gra- cia, moviendo 4 cada paso la cola, y registra con su pico el piso en busca de alimento, En parajes solitarios no es arisca, pero si en los frecuentados por el hombre. Espantada 6 al reti- rarse 4 descansar vuela 4 los arboles, si los hay, en la orilla del bosque 6 de la laguna, y se posa encima de.la copa cu- bierta por bejuqueras. A veces se posa tambien en las ramas gruesas. Alli deja oir por intervalos su voz, que muchas veces 388 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (146) advierte al cazador su presencia. Pero tienen ademas un grito fuerte que parece en algo 4 sus nombres vulgares carrdo en Puerto-Rico, guareao en Cuba, y quese oye de léjos, y en el tiempo de las aguas se la oye principalmente durante la noche. Cuando uno grita, suelen otros responder. Cuando tienen pollue- los ylosamenaza algun peligro,emiten unos gritosfuertes para advertir 4 aquéllos que se escondan entre la yerba alta, des- pues de lo cual la madre se aleja a alguna distancia, repitiendo sus gritos miéntras no desaparece el peligro. Los individuos vi- ven en paz y casi asociados. Rara vez entran en el agua, pero obligados, v. gr., heridos en el ala, saben nadar. El vuelo es pesado, corto, al principio del cual lleva el ave las patas col- gando, que despues quedan tendidas hacia atras. He observado que anidan 4 fines de Diciembre y en Enero. El nido estaba formado de yerbas secas y era plano, unas veces puesto sobre juncos y yerba deprimida cerca del suelo, otras veces sobre unas ramas horizontales y sobre plantas parasitas, pero siem- pre & muy corta altura. Pone de tres 4 cinco huevos, palido- amarillentos, con manchas 6 lineas irregulares pardas, mas aproximadas en el extremo grueso. Miden 0",059 + 07,045 6 0",061 + 07,046. Los jovenes difieren por el plumaje mas palido y mas man- chado. Ss Longitud total, 0",690; braza, 1",150; cola, 0",150. g — 0",678; — 17,100; — 0,143. GENERO Rallus Linn. Rallus crepitans.— Polla del mangle. Rallus crepitans, Gmel., 8. N. 1, 1788, 743.-—Wils., A.O. vit, 1843, 412 (no la lamina).—Bon., Obs. 1825.—Aud., Biogr. 111, 1835, 331; v, 1839, 570; Birds, 1842, 165.—Cab., Journ. 1v, 1856, 427.— Baird, Rep. 1858, 747.—Gundl., p. 314 (sin nombre). He encontrado esta especie en las marismas del Boqueron y la han muerto tambien cerca de la capital. Hs posible que se encuentre en las lagunas con yerba y en los campos mas retirados del mar otra especie, el Radlus elegans (147) Gundlach.—FAUNA PUERTO-RIQUENA. 389 Aud. que es mayor (longitud total del 9” 0",440, de la 9 0409), y tiene los lados y la parte delantera del pescuezo y la mayor parte del pecho de un color anaranjado-pardo, en el Rallus cre- pitans son azuloso-cenicientos, la parte delantera del pescuezo con un tinte palido, amarillo-pardo. En lo demas no veo dife- rencia, salvo que los huevos son menores (en el elegans 0",049 + 07,034, y en el crepitans 0",042 + 0",030). Se puede observar que éste gusta de parajes con agua salada y el elegans con agua dulce. Su alimento consiste en insectos, crustaceos y caraco- les pequenos, y en semillas. Por tener su cuerpo compri- mido, puede correr sin dificultad entre las plantas sin que se observe en ellas movimiento, y de este modo se sustrae a la persecucion, siempre que el cazador no vaya provisto de perro. Casi siempre busca su salvacion corriendo, y solamente cuando el peligro es inminente 6 cuando el terreno ya no ofrece abrigo, levanta-el vuelo, que es pesado, corto, y con las patas col- gando, pero luégo bajaa tierra y sigue corriendo. Camina con pasos lentos, con el cuerpo casi horizontal, la cola levantada, la cual mueve 4 cada paso mirando 4 uno y otro lado en busca de su alimento. Su voz es muy fuerte y desagradable. La carne es estimada. He encontrado nidos en diferente tiempo, las mas veces du- rante los meses del verano; estan construidos con ramitas y otros materiales sobre una elevacion del suelo 6 monton de yerba, encima de los arbustos bajos, dentro del fango 6 el agua, a los que sube por una especie de puente. Muchas veces tiene el nido la entrada por un solo lado, porque la yerba 6 follaje cubre los otros. Pone hasta diez huevos, que son de un color blanco-ceniciento, unas veces con un viso azuloso, otras rojizo, con manchitas carmelitas y color de lila en su extremo egrueso, y miden 0",042 + 07,030. El pollueio recien nacido esta cubierto por un plumon negro. o Longitud total, 0",380; braza, 0",528; cola, 0",066. 2 _ 0",354; — 0,488; — 0,064. Se encuentra ademas en el Continente septentrional, en Cuba y en las islas de Bahama. Existe tambien en Jamaica segun Gosse. 390 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (148) GENERO Porzana Vieill. Porzana carolina.—Llagaretilla. Rallus carolinus, Linn., S. N. 1, 1766, 363.—Gmel., S. N. 1, 1788, 745.— Aud., Biogr. 111, 1835, 251; v, 1839, 572.— Bryant, List, 1866.— Sund., 57. Gallinula carolina, Lath., Ind. n, 1790, 741. Rallus stolidus, Viedl., N. D. xxvii1, 1819, 567. — melanops, Vieill., N. D. xxvitt, 1819, 553. — (Crex) carolinus, Bon., Obs. 1825, 230.—Nutt., Man. 11, 1834, 209. Ortygometra carolina (Leach), Gosse, Birds, 1847, 371. Porzana carolina, Cab., Journ. 1v, 1856, 428.—Baird, Rep. 1858, 749.— Gundl., p. 314. : Esta especie es de paso y llega en otofo de los Estados—Uni- dos, retirandose a4 fines de Abril, Llega tambien a Cuba y Ja- maica, y en todas partes es comun, viviendo entre la yerba de las lagunas, de las orillas de los rios, de las zanjas, y en los cahaverales inundados. Se alimenta principalmente de semillas, de plantas grami- neas, de insectos y moluscos, y su carne es muy buena. Se la ve salir de entre la yerba, caminando con mucha precaucion y gracia, y con la cola levantada, sobre el fango, sobre las plan- tas flotantes (Nymphea, Pistia, etc.). Nada bien. Cuando per- cibe un peligro se esconde entre layerba, y si éste se aproxima levanta el vuelo, que es corto, pesado y con las patas colgando. Su voz es suave, y los sonidos bajan semejantes a la escala mu- sical. A veces he sorprendido 4 muy poca distancia algunos individuos, y al dar una palmada el pajaro astuto se sumergid, dejando fuera del agua solamente el pico hasta los ojos y mi- randome fijamente, y entonces he podido cogerle por las patas, que colgaban en el agua, pasando yo los brazos debajo de las plantas que cubrian la superficie del agua y protegieron esta operacion. co Longitud total, 0",227; braza, 0",360; cola, 07,050. (149) Gundlach.— FAUNA. PUERTO-RIQUENA. 391 GENERO Crybastus Cab. Crybastus Gossei.— Zlagaretilila. Rallus minutus, var., Gmel., S. N. 1, 1788, 749. “if Ortygometra minuta (Leach), Gosse, Birds, 1847, 372. Laterirallus Gossei, Bon. Crybastus Gossii, Cab., Journ. 1v, 1856, 428 (en vez de Grosse). Encontré esta especie encima de la yerba flotante en el rio Arecibo, donde no era rara, aunque si dificil de cazar. Lo di- cho en la especie precedente sobre sus costumbres se aplica tambien para ésta, pues no he podido ver diferencia. o&” Longitud total, 0°,163; braza, 0",235; cola, 0",025. 2 — 0",157; — 0",230; — 07,023. GENERO Gallinula Briss. Gallinula galeata.—Llagareta, Gallareta. Crex galeata, Licht., Verz., 1828, 80. Gallinula chloropus, Bon., Syn. 1828, 336 (non Linn.).—Aud., Biogr. 111, 1835, 330; Birds, v, 1842, 132. — galeata, Bon., A. O.1V, 1832, 128; List, 1838.—Nut?., Man. 11, 1834, 221.—Gosse, Birds, 1847, 381.-—Cab., Journ. Iv, 1856, 428.— Baird, Rep. 1858, 752.— Bryant, List, 1866.—Sund., 58.— Gundl., p. 344. Es sedentaria esta especie y se encuentra ademas en las otras Antillas, las Bahamas y los Estados-Unidos. Es abundante en las orillas de los rios donde hay bastante vegetacion, en las lagunas y en los cafiaverales inundados. La encontré en gran abundancia en el rio Arecibo, donde la Fichornia azurea cubre el agua en muchos sitios. En los parajes donde el agua se agota, desaparece, hasta que ésta vuelve otra vez.. Come yerbas tiernas, semillas, insectos, gusanos, caraco- les, etc., y ofrece una carne buena, pero segun me parece, in- 392 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (150) ferior en calidad 4 la de los Rallus. Cuando no sospechan al- gun peligro, salen de la yerba 4 parajes limpios, caminando con gracia, la cola levantada y meneandola a cada paso, lo mismo que la cabeza. Vuela pocas veces, pues solamente cuando el peligro es inevitable, suele emprender su vuelo, que es a poca altura, con aletazos ligeros y rapidos, con el pescuezo y las patas extendidas. Cuando quiere trasladarse a otro lugar suele volar poco mas alto que el agua, con las patas colgando, casi rozando con ellas la superficie 6 el suelo. Sabe nadar y zambullirse. Se la puede criar y entdnces es mansa. He encon- trado los nidos desde Junio hasta Diciembre en la yerba alta 6 encima de un arbusto 4 poca altura del suelo; estaba formado en la yerba tendida con otra traida por el ave, y tenia una es- pecie de calzada por entre la yerba viva, que protege los lados y la parte superior. Pone hasta nueve huevos, de color par- duzco-blanco, con manchas carmelitas, mezcladas a veces con otras cenicientas. Miden 0",042 + 0,030. El polluelo recien nacido esta cubierto con un plumon (como pelo) negro, y en la garganta un poco blancuzco. Entre el pico y el ojo hay unas cerdas negras y lustrosas; la piel es ro- jiza, y sobre los ojos azulosa. La especie es muy parecida a4 la Gallinula chloropus de Ku- ropa, pero la placa frontal es mucho mayor, aunque del mismo color de vermellon. En el jéven la placa y el pico son olivaceos. o Longitud total, 07,380; braza, 0",586; cola, 0",078. Q — 07,365; — 07,572; —_ 0",072. GENERO Porphyrula Blyth. Porphyrula martinica.—Zlagarcia, Gallareta. Fulica martinica, Linn., 8. N. 1, 1766, 259. — martinicensis, Jacq., Beitr. 1784, 12.—Gmel., S. N. 1, 1788, 700 (el adulto). — flavirostris, Gmel., 8, N. 1, 1788, 699 (el jéven). Gallinula martinica, Zath., I. O. 1, 1790, 769.—Bon., Obs. 1825, 231.— Nutt., Man. 1, 224.—Aud., Biogr. 1v, 1838; 37; Birds, v, 1839, 28.—Bryant, List, 1866.—Sund., 59. Porphyrio tavoua, Vieill., N. D. xxv1i1, 1819, 30 (adulto). _ cyaneicollis, Vieill., N. D. xxvii, 1819, 28 (joven). (151) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 393 Porphyrio flavirostris, Vieil., Encycl. 1820, 11, p. 1049. Crex martinica, Licht., Verz. 1823, 79. Gallinula porphyrio, Wils., A. O. 1x, 1824, 69. Porphyrio martinica, Gosse, Birds, 1847, 377.—Cab., Journ. tv, 1856, 429. Jonornis martinicensis, Reich., Syst. Av. 1853, p. Xx1. Gallinula (Porphyrula) martinica, Baird, Rep. 1858, 753. Porphyrula martinica, Gundl., p. 314. Esta especie se encuentra en ambos Continentes americanos y en las Antillas, es sedentaria y muy comun en todos los ter- renos pantanosos, principalmente en los sembrados de arroz. En terrenos donde se agota en ciertos tiempos el agua, des- aparece por este motivo, pero aparece de nuevo con ella. Causa mucho dano 4 los arrozales, no solamente por lo que come, sino porque quiebra las canitas antes de haber brotado la espiga, para formarse un asiento 6 nido, y despues las quie- bra tambien por posarse encima de las espigas reunidas. Nada y se zambulle bien, mueve la cabeza continuamente y corre con velocidad entre la yerba y sobre las plantas flotantes; el vuelo es pesado y poco elevado, llevando los piés colgando. Cuando camina, lleva la cola levantada y la mueve a cada mo- mento en direccion vertical. Si hay arboles en la vecindad se posa en ellos y trepa por entre las ramitas y enredaderas, di- ferenciandose asi de la especie precedente, ala que no he visto posada en los arboles. Se puede criar esta especie y se domes- tica facilmente; su voz es fuerte y sonora, y la repite en com- petencia con los demas individuos. En el modo de anidar no se nota diferencia con la especie precedente. Los seis 4 doce hue- vos que pone, son rojizo-blancos, a veces parduzco-blancos con manchitas cenicientas y rojizo-pardas. Los diametros son 0",040 + 0",029 6 07,041 + 07,030. Los polluelos estan cubiertos con un plumon negro, rigido, como pelos. Por el color del pico difiere del polluelo de la es- pecie precedente, pues es negro, en la base acarminado, luégo como marginado de este color con un anillo blanco, y la punta es otra vez negra con la escamita del embrion blanca. 3 Longitud total, 0,350; braza, 0,576; cola, 0",080. 304 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (152) GENERO Fulica Linn. Fulica americana. — Gallinazo. Fulica americana, Gmel.,S. N.1, 1788, 704.—Bon., Obs. 1826, 234.—Aud., Biogr. 111, 294, 14835; v, 1839, 568; Birds, v1, 1742, 138.—Gosse, Birds, 1847, 384.—Cab., Journ. tv, 1856, 429.— Baird, Rep. 1858, 751.—Sund., 60.—Gundl., p. 344. — Wilsonii, Steph., in Shaw’s Zool. xir, 1824, 236. — atra, Wils., A. O. 1x, 1825, 64 (non Linn.). Aunque sé que esta especie anida tambien en las Antillas, debo creer que muchos individuos emigran en la primavera hacia el Continente americano por ser mayor el numero de in- dividuos en el invierno que en el verano; vive en parajes con mucha agua, principalmente donde ésta no tiene mucha cor- riente. Asi no la he visto en los rios del interior. Suele reunirse en bandadas , cuyos individuos estan tan juntos el uno al otro que forman como una mancha; nada bien, con movimientos continuos de la cabeza hacia adelante, y se zambulle; cuando camina lo hace con gracia y cui- dado, y lleva la cola levantada. Cuando emprende el vuelo corre primero un poco sobre el suelo 6 sobre la superficie del agua para coger aire y aligerarse asi. El vuelo es de poca du- racion, pero pronto y con aletazos continuos. La voz es sencilla y suena como su nombre inglés coot. Se le puede criar con las demas aves domésticas. Se alimenta de yerbas tiernas, semi- llas y animalitos pequenos. No causa dano al hombre, y al contrario, le ofrece una carne que es buena aunque no exqui- sita. Se le suele desollar para quitarla cierto gusto poco agra- dable. A veces sale del agua para tomar el sol, y advirtiendo el menor peligro se lanza al agua y nada al centro de la laguna 6 se esconde entre la yerba. Rara vez vuela sin motivo, y es- tando entre la yerba no se levanta sino cuando siente muy cerca el peligro. He observado muchos nidos en Noviembre, y tambien entén- ces que un macho tenia toda la placa frontal hinchada, blanca, y no como los demas, con la parte que entra mas sobre la (158) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 395 frente de color castaiio. Supongo que esto resultara solamente en los individuos que crian. Los nidos se parecen 4 los descri- tos en la Gallinula galeata. Pone de nueve 4 doce huevos ama- rillentos, con manchitas rojo-violadas y violado-morenas, y miden 07,043 -+- 0,035 6 0",043 + 07,031, 6 0",048 + 0,034, 6 0,046 + 07,033. Los piés son plomizos con los escudetes gran- des, olivaceos. La parte desnuda de la tibia pasa del amarillo al rojo. El iris es rojo, mas fuerte en el tiempo de la cria. o” Longitud total, 0",410; braza, 0,665; cola, 07,048. Q _— 0",365; — 07,640; — 0,046. ORDEN SETIMO.—NATATORES. 28.° Famim1a.—Colymbide. GENERO Podiceps Lath. Podiceps dominicus.—Saramagulion 6 zaramagulion, tigua. Colymbus dominicus, Linn., 8. N. 1, 1766, 223.—Gmel., S. N. 3, 1788, 593. Cab., Journ. tv, 1856, 430. Podiceps dominicus, Lath., I. O. 11, 1790.—Gosse, Birds, 1847, 440.—Gundi., p. 344. Esta especie es ménos conocida en la isla de Puerto-Rico que la siguiente, y parece que vive solamente en algunos pa- rajes, pues tan sdlo la he encontrado en la laguna de Gua- nica: no existe en el Continente septentrional, pero si en el meridional, en Jamaica, Santo Domingo y Cuba. Como las demas especies de la familia, queda siempre en el agua, se zambulle por mucho tiempo buscando debajo del agua su co- mida, que consiste en insectos y caracolitos. Muchas veces juegan 6 pelean entre si los individuos, ele- vando el cuerpo y pasando como corriendo sobre la superficie delagua y dejando oir su voz, que es mas bien un trino algo fuerte. Otras veces estan por mucho tiempo inmdviles sobre el 396 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (154) agua, probablemente descansando. Cuando ven un peligro se zambullen y aparecen a mayor distancia, y si aun existe el peligro se zambullen de nuevo; pero cuando es grande la causa del espanto se zambullen dejando 6 sacando luégo sola- mente el pico hasta las ventanas de la nariz fuera del agua para respirar. He observado el nido en Cuba casi en todas las épocas del ano, pero con mas frecuencia en principios del tiempo de las aguas. Para formar éste colocan yerbas muertas 6 arrancadas unas sobre otras en la superficie del agua, cons- truyendo asi una isla flotante; pero rara vez es ésta suelta, porque se entrelazan algunas plantas vivas entre las muertas, que sujetan el nido en su lugar como una ancla a una embar- cacion. Cuando el nido tiene ya un espesor tal que su fondo concavo queda sobre el agua, entdnces pone de seis 4 nueve huevos, y cada vez que la madre deja el nido (sin ser espantada) los cubre primero con yerbas podridas, las cuales ensucian y manchan los huevos, que al principio eran blancos con un viso verdoso, 6 mejor dicho, verdosos con una capa delgada blanca y calcarea con superficie aspera: miden 0,036 + 0”,025. El polluelo, tan pronto como nace, es capaz de zambullirse y nadar. Su cuerpo esta cubierto por un plumon negruzco, que parece pelo. En la cabeza se cuentan nueve lineas blancas; la intermedia de éstas pasa sobre la frente y termina en una mancha de la forma de una V, de color de canela. Desde la cabeza corre por ambos lados 4 lo largo del pescuezo una linea blanca que termina en el borde anterior del ala, y otro par de lineas blancas corre desde la nuca hastala rabadilla, formando cada linea una curva sobre el lomo. Se conoce en el momento la diferencia entre esta especie y la siguiente por el pico, que en ésta es delgado, y por el ojo amarillo, miéntras que en la siguiente es pardo y el pico mas grueso. No existe cola en ésta y la siguiente, sino unas plumas en forma de pelos. Las medidas son: ; S Longitud total desde la punta del pico hasta la punta de las plumas que representan la cola, 0",250; braza, 0",420; plu- mas de la cola, 0",035. (155) Gundlach. —FAUNA PUERTO-RIQUENA. 397 GENERO Podilymbus Less. Podilymbus podiceps.— Saramagulion 6 zaramagullon, sa- ramago. Colymbus podiceps, Linn., S. N. 1, 1766, 223.—Gmel., S. N. 1, 1788, 594.— Sund., 86. ludovicianus, Gmel., S. N. 1, 1788, 592. Podiceps carolinensis, Lath., I. O. 11, 4790, 785.— Bon., Syn. 1828, 367.— Swains., F. B. n, 1831, 412.—Nuét., Man. u, 1834, 259.—Aud., Biogr. ut, 1835, 359; v, 1839, 624; Birds, vn, 1844, 324. Podilymbus carolinensis, Less., Gosse, Birds, 1847, 438. Sylbeocyclus carolinensis, Bon., Comp. 1838, 64.—Cab., Journ. 1v, 1856, 434. Podilymbus lineatus, Keermann, Proc. Ac. N. Sc. Phil. vu, 1854, 4179. -— podiceps, Baird, Rep. 1858, 898.—Gund1., p. 314. Esta especie vive en las islas de Puerto-Rico, Jamaica y Cuba, y ademas en los Hstados-Unidos. En todas partes abunda en las aguas dulces, hondas y provistas de vegetacion, sean lagunas 6 rios. Lo dicho sobre las costumbres en la especie precedente se aplica tambien a ésta, salvo que la voz es mas fuerte y pare- cida en algo al ladrido de un perro, y que las medidas tanto de los huevos como del ave son mayores. Los huevos miden 0,046 + 07,030. El polluelo tiene la frente y una ceja angosta blancas, hacia afuera marginadas de negro; ademas hay sobre cada ojo una estria blanca de cuatro milimetros de largo, que converge ha- cia la frente con la del otro lado. Encima de la cabeza hay una mancha de color de castafa; una estria, al principio blanca y en el centro de color de castafia, corre de un ojo al otro sobre la nuca. Desde la nuca corren tres rayas negras hasta el lomo, y en la garganta hay varias manchitas negras: lomo ceniciento con rayitas blancas. Se conoce el adulto por su garganta negra. Las medidas son: 2 Longitud total, 0",315; braza, 0,530. 398 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (156) 29." Famma.—Anatidee. Ginero Phoenicopterus Linn. Pheenicopterus ruber.— Flamenco. Phcenicopterus ruber, Linn., S. N.1, 1766, 230 (partim).— Gmei., S. N. i 1788, 612.—Wils., A. O. vin, 1814, 45.—Bon., Obs. 1825, 236; A. O. m1, 1828, 104; List, 1838; Consp. 1, 1855, 445. —Nutt., Man. 1, 1834, 70.—Aud., Biogr. v, 1839, 255; Birds, vi, 1843, 169.—Gosse, Birds, 1847, 390.—Cab., Journ, tv, 1856, 432.—Baird, Rep. 1858, 687.—Gundl., p. 344. La especie es sedentaria en la isla de Cuba, en Jamaica y Puerto-Rico; acaso tambien en las otras Antillas y las Baha- mas. Vive tambien en los Estados-Unidos, pero parece que alli es tan raro, que el célebre ornitélogo Audubon no la pudo ob- servar, y asi ha dado una descripcion errénea. Los flamencos viven en las marismas donde no hay vegeta- cion que les impida caminar. Los he visto en el Boqueron y me han asegurado que abundan mas en la costa oriental. Se alimentan de los animalitos que buscan en el fango, son- deando 4 la manera de los patos, solamente que el pico sondea i la inversa, es decir, la parte superior hacia abajo y la infe- rior hacia arriba. Comiendo mueve las patas como si estuviese caminando, lo que tendra acaso por motivo espantar los anima- litos que estan en el fango. Hay diferentes opiniones sobre el gusto de la carne. En tiempo de los romanos se consideraban las lenguas del flamenco como el bocado mas delicado: son muy gruesas, y tienen una masa de manteca, por lo que mu- chas personas las usan para untar la herramienta, pues pre- tenden que asi se evita la oxidacion. Esta especie es muy arisca, y como vive en lugares desprovistos de vegetacion alta y en sociedades de muchos individuos, siempre hay al- guno con la cabeza levantada que por casualidad y sin estar de centinela vea el peligro, dando aviso con su voz a los de- mas: esta es la causa de la dificultad de matarla 6 tirarla con la escopeta. Para emprender el vuelo corre primero algu- 1157) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 399 nos pasos, batiendo las alas hasta que eleva algun tanto el cuerpo. Vuela por lo regular cerca de la superficie del agua, llevando las patas y el pescuezo extendidos con movimientos cortos de las alas, pero repetidos aceleradamente y formando todos los individuos una linea trasversal 4 la direccion del vuelo. Camina lentamente y entra a veces hasta el vientre en el agua. Al sentirse herida entra mas aun, y sabe nadar. Su voz es un graznido simple, de un solo sonido, y éste se oye tanto de noche como de dia: duerme 6 descansa sobre una sola pata y con el cuello encogido y la cabeza metida debajo del ala opuesta al pié que esta levantado. No puede posarse en los arboles 6 puntos elevados, ni se acuesta, y por este motivo forma su nido de fango en los mismos pantanos, dentro del agua, y de forma conica, elevada; la cuspide truncada y algo céncava, sin material blando. Sobre este nido elevado monta el ave con las patas a los lados del cono. Los huevos son blan- cos con un viso azul debajo de una capa aspera y blanca, y miden 0",094 + 0™,055. El polluelo recien nacido esta cubierto por un plumon ne- gruzco, y las patas son aun cortas, muy gruesas y blandas. El joven en su primer plumaje es gris, lavado de rosado, con el lomo variado de pardo. Las medidas son: o” Longitud total, 0",'768; braza, 1™,512. Q 0",648; — 17,296. GENERO Chen Boie. Chen hyperboreus. Anser hyperboreus, Padlas, Spicil. Zool. v1, 1767, 80, 25.—Bon., Syn. 1828, 376.—Swains., F. B. 11, 1834, 467.—Nutt., Man. 1834, 11, 344.— Aud., Biogr. Iv, 1838, 562; Birds, v1, 1843, 212.—Cassin, Proc. v1, 4856, 11.—Baird, Rep. 1858, 760. Anas hyperborea, Gmel., 8. N. 1, 1788, 504.— Wils., A. O. vin, 1814, 76. Chen hyperboreus, Gosse, Birds, 1847, 408.—Cab., Journ. vy, 1857, 226.— Gundl., p. 344. Solamente por noticias dadas por algunas personas, sé que se ha muerto esta especie en la isla de Puerto-Rico, y no se 400 ANALES DE HiSTORIA NATURAL. (158) puede equivocar con otra, pues las noticias se referian 4 un ganso blanco silvestre. Observaciones posteriores comprobaran la llegada accidental de la especie 4 esta Isla; en la de Cuba hay durante los meses del invierno un considerable numero de in- dividuos que llegan en Octubre y quedan hasta los primeros dias de Abril. Ha sido observada tambien en Jamaica y 4 veces en Kuropa. Recien llegada suele ser ménos arisca que despues. Mas bien que en agua vive en las orillas, y en los pantanos donde se seca el agua y brotan plantas; éstas forman su principal alimento, y las corta lateralmente con el pico; ademas come semillas y frutas. Su carne es muy buena. Su voz parecida 4 la de los gan- sos domésticos. Su vuelo consiste en aletazos tan rapidamente repetidos, que parecen mas bien un temblor de las alas que verdaderos aletazos. Camina bien, y herida en el ala corre con bastante rapidez, pero al fin, cansada, se acuesta con el cuello tendido y se deja coger. Se la puede criar y enténces es muy mansa. o” Longitud total, 0,710; braza, 1,460; cola, 0™,155. Q — 0".685; — 1 ,400; — 0,140. GrNnERo Dendrocygna Swains. Dendrocygna arborea.— Yaguaza, chiriria. Anas arborea, Linn., 8. N. X. ed. 1858; XII. ed, 1766, 1, 207.—Gmel., S. N. 1, 1788, 540.--Lath., I. O. 1790.—Sund., 81. Dendrocygna arborea, Gosse, Birds, 1847, 395.—Cab., Journ. v, 1859, 227.— Gund., p. 314. Esta especie se encuentra en muchas localidades de la Isla en los terrenos pantanosos y en las lagunas grandes. De dia esta regularmente descansando 6durmiendo, y pocas veces volando, si no es espantada, pero al oscurecer sale de su paradero y Vi- sita los lugares donde encuentra comida, como los palmares, los campos con arroz, etc., retirandose de alli al amanecer. Las especies de este @énero difieren de las otras de esta familia por vivir lo mismo en los arboles que en el suelo, posandose asi encima de los racimos de las palmas con frutas maduras, que (159) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. 401 forman su comida predilecta, aunque todas comen tambien pequenas semillas, frutas y yerbas. Durante el vuelo dejan oir a cada rato su voz, que es un silbido parecido & su nombre vul- gar chiriria, y ademas emiten unos sonidos de poca fuerza y monotonos para Hamarse de cerca. Su vuelo es alto, pero no tan rapido como el de los demas patos, de los cuales difiere este género por sus patas mas elevadas y su plumaje flojo, de colo- res oscuros. La carne es excelente y muy buscada por los ea- zadores, que suelen matarlas al oscurecer cuando vienen a los palmares, atraidas tambien por el silbido imitado por el caza- dor. Cuando se matan de dia algunos individuos y queda des- pues quieto el cazador en el mismo sitio, vuelven los demas despues de un corto vuelo al mismo lugar y se posan como,cu- riosos al lado de los muertos 6 heridos, y reciben otra descarga. Heridos corren con mucha velocidad, y escapan cuando el ca- zador no tiene perro. En los parajes donde abundan son dani- nos por comer mucha semilla de las palmas, arroz y otros gra- nos Utiles para el labrador. Andan con pasos lentos, unas ve- ces con el cuello bien extendido y mirando & todos lados para ver si no hay peligro, otras veces con el cuello encogido. Se les puede criar facilmente en los patios, y Aun libres en el campo, pero con lasalas, 6 mejor, con solo un ala privada de la articu- lacion, que contiene las diez remeras mayores. Si en el se- gundo caso encuentran un terreno conveniente, crian tam— bien, pero es menester cortar luégo a los polluelos la articu- lacion, para que no puedan volar y huir. Anidan encima de las plantas parasitas grandes (bromeliaceas), sobre las ramifica- ciones espesas y horizontales de los arboles, en los troncos huecos de los mismos y encima de las yerbas espesas de las lagunas. Cuando la madre percibe un peligro, asusta a los polluelos con aletazos sobre el agua, y habiéndose escondido éstos, nada 6 corre aquélla como si estuviera herida 6 im- posibilitada de volar 4 fin de Hamar la atencion del enemigo y de llevarle, si éste la persigue, 4 un paraje distante de la cria. EK] nido esta formado de hojas secas y ramitas. Pone de doce a catorce huevos 6 mas, blancos como la leche, que miden ()",055 + 0", 040 6 0",057 4- 0",042. La especie habita tambien en las islas Bahamas, Cuba, Ja- maica, pero no se encuentra en los Estados—Unidos. do Longitud total, 0",533; braza. 0,992; cola, 0",083. ANALES DE HIST. NAT.—VII. 26 402 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (160) GENERO Dafila Leach. Dafila acuta.— Pato silvestre. Anas acuta, Linn., S. N. 1, 1766, 202.—Gmel., 8. N. 1, 1788, 258.—Wils., A. O. vin, 1814, 2.—Bon., Obs. 1826, 258.—Aud., Biogr. i, 214, 1853; v, 1839, 615; Birds, vi, 1843, 266. Dafila caudacuta Stph., xu, 1824, 127.—Eyton, Mon. An. 1838, 443. Anas caudacuta (Ray), Swains., F. B. 1, 1831, 441. Phasianurus acutus, Wagl., Isis, 1832, 4235. Anas (Boschas) acuta, Nwét., Man. 11, 1834, 386. Dafila acuta, Bon., List, 1838.—Gosse, Birds, 1847, 408.—Cab., Journ. v, 1857, 227.—Baird, Rep. 1858, 776.—Gund1., p. 3414. Esta especie viene de paso del Continente septentrional. No la he observado yo mismo, pero un amigo la habia muerto en una laguna de Arecibo, y ademas de darme una descripcion eveneral, me la ensend en la obra de Audubon. No me queda, pues, duda. @ wongitud total’ /07 7620. 2. eae -> cola, 07,100. Q — 0",518; braza, 0 ,845; — 0",100. En las islas de Cuba y Jamaica es tambien ave de paso, y comun en las aguas con poca vegetacion. Nada y se zambulle bien, y tiene buena carne. Cuando camina, levanta la cola; su vuelo es rapido, sostenido y sin ruido. El alimento consiste en animalitos muy chicos, en semillas y frutas. Hs tambien espe- cie comun en Kuropa. GENERO Mareca Steph. Mareca americana.— Pato. Anas americana, Gmel., S. N. 1, 1788, 526.—Lath., I. O. 1790, 11, 864.— Wils., A. O. vin, 1814, 86.—Bon., Obs. 1826, 259.—Aud., Biogr. IV, 1838, 337; Birds, vi, 1843, 259.—Sund., 83. Mareca americana, Steph., xii, 1, 14824, 135.—Swains., F. B. un, 1831, 445.— Bon., List, 1838.— Eyton, Mon. An. 1838, 446.—Gosse, Birds, 1847, 408.—Cab., Journ. v, 1857, 227.— Baird, Rep. 1858, 783.— Gund., p. 344. Anas (Boschas) americana, Nutt., Man. 11, 1834, 389. (161) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 403 Especie de paso, que parece rara en Puerto-Rico, miéntras es de paso anual y comun en Cuba y Jamaica. Yo no la he observado, pero he visto un ejemplar en la coleccion de Hjal- marson que cita el profesor Sundevall. En Cuba he observado la especie en las lagunas y principalmente en los parajes de los rios anchos que no tienen mucha vegetacion. Su voz es suave y consta de pocos sonidos. Su vuelo, cuando la espantan, em- pieza en direccion casi perpendicular y sigue luégo horizon- tal y mas veloz. Las medidas son: Oo Longitud total, 0",456; braza, 0",'792. / Q = 07,404, — o7712, /& GENERO Poecilonetta Eyton. + das Pecilonetta bahamensis.—Pato de la orilla, pato criollo. Anas bahamensis, Linn., 8. N. 1, 1766, 199.—G'mel., S. N. 1, 1788, 516. — urophasianus, Vigors, Z. J. 1v, 1829, 357. Phasianurus Vigorsii, Wagler, Isis, 1832, 1235. Peecilonetta bahamensis, Hyton, Mon. An. 1838, pl. 112.—Gosse, Birds, 1847, 408.—Gundl., p. 314. Dafila urophasianus, Lyton, Mon. An. 1838. Esta especie parece ser propia de las Antillas, y no de todas, pues no la he encontrado en Cuba, y no esta indicada en la lista de Santo Domingo, ni mencionada como habitante del Continente norte-americano, pero si de Chile. La he observado en las lagunas de agua salobre en el Boqueron (Sur-Oeste de la Isla), y mi amigo Blanco ha muerto muchos cerca de la capi- tal, donde la llaman Pato de da orilla, por encontrarse siem— pre en la orilla de las lagunas, miéntras llaman Pato del me- dio 4 las especies del género Fuliz. No he podido estudiar sus costumbres. El pico es negro; al lado de la ventana de la nariz hay una mancha grande acarminada. Piés ceniciento-pardos con viso morado. Ojos pardos. 2 Longitud total, 0",460; braza, 0",'725; cola, 07,100. 404 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (162) GENERO Spatula Boie. Spatula clypeata. — Pato inglés. Anas clypeata, Linn., 8S. N. 1, 1766, 200.—Gmel., S. N. 1, 1788, 548.— Lath., I. O. 11, 1790, 856.— Wils., A. O. vit, 1814.—Bon., Obs. 1825, 255.—Swains., F. B. 11, 1831, 439.—Aud., Biogr. 1v, 1838, 241; Birds, vi, 1843, 293.—Sund., 84. — mexicana, G'mel., 8S. N. 1, 1788, 519. — rubens, G'mel.,S. N. 1, 1788, 519 (individuo europeo). Spatula clypeata, Boic, Isis, 1822, 564.—Baird, Rep. 1858, 781.—March, 1864.—Gundl., p. 344. Rhynchaspis clypeata (Leach), Steph., x11, 1824, 115.—Bon., List, 4838.— Eyton, Mon. An. 1838, 134.—Grosse, Birds, 1847, 408.— Cab., Journ. v, 1837, 228. Anas (Spathulea) clypeata, Nutt., Man. 11, 4834, 373. Hsta especie es de paso y viene en otono, retirandose en Abril. No es rara. Su alimento es como el de los demas patos, es decir, semillas y animalitos. La carne es buena, pero en la primavera toma un gusto a marisco como en otras especies tambien, y es ménos la causa los alimentos, cuanto la época del celo. Busca su comida sondando el fango, moviendo late- ralmente la cabeza. El pico es notable por su anchura en la punta y por las laminillas de sus bordes muy elevadas. En lo demas parece a los otros patos en sus costumbres. Las medi- das son: o” Longitud total, 0",509; braza, 0™,810; cola, 07,080. Ksta especie es tambien comun en Europa. GENERO Querquedula Steph. Querquedula discors.—Pato de la Florida. Anas discors, Linn., S. N. 1, 1766, 205.—Gmel., S. N. 1, 4788, 535.— Wils., A. O. vii1,1814, 74.—Bon., Obs. 1825, 262.—Aud., Biogr. 1v, 1838, 114; Birds, v1, 1843, 287. Querquedula discors, Steph., xtt, 1824, 149.—Baird, Rep. 1858, 779.— Gundl., p. 344. (163) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 405 Anas ( Boschas) discors, Swains., F. B. 1, 1831, 444.—Nutt., Man. ny, 1834, 397. Cyanopterus discors, Hyton, Mon. An. 1838.—Bon., List, 1858.—Grosse, Birds, 1847, 401.—Cab., Journ. v, 1857, 228. Pterocyanea discors, Bon., Compt. Lx1n, 1856. Esta es la especie que Hega a la Isla en Setiembre desde los Estados-Unidos en innumerables bandadas; ademas se en- cuentra en las otras Antillas mayores y las islas de Bahama, y probablemente se la encontraraé tambien en las Antillas meno- res. Su vuelo es muy rapido y ligero y produce cierto ruido cuando vuelan muchos patos en bandada. Antes de bajar al agua reconoce primero el lugar aver si no hay peligro 6 si hay comida en él. La voz parece a las silabas gud-qud varias veces repetidas, y bajando en fuerza. La bandada nada re- unida y muchas veces sale fuera del agua, cubriendo la orilla; pero al mas leve indicio de un peligro entra en el agua y nada hacia el centro de la laguna. La carne es muy sabrosa. Jamas he observado, ni tampoco en Cuba, un macho con su plumaje de boda en otono, sino cuando ya quieren emigrar. Las medidas son: oy Longitud total, 0",408; braza, 0,623; cola, 0",065. 2 — 0,385; — 0",615; — 0,060. GENERO Fulix Sundevall. | Fulix affinis.—Pato del medio. Fuligula marila, Aud., Biogr. 11, 1835, 226; v, 1839, 614; Birds, v1, 1843, 346 (non Linn.). — aaffinis, Kyton, Mon. An. 1838, 157.—Gosse, Birds, 1847, 408. — mariloides, Vigors, Zool. Blossom, 1839, 31.—Cab., Journ. v, 1857, 230. Marila affinis, Bon., Compt. xiii, 1856. Fulix affinis, Baird, Rep. 1858, 791.—Gundl., p. 344. He visto una bandada innumerable en las lagunas de Gua- nica, del Boqueron, y mis amigos Blanco y doctor Stahl la han muerto en los alrededores de la capital. Es, pues, especie co- 406 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (164) mun, pero no indigena, sino de paso durante los meses del invierno, y en este tiempo se la encuentra tambien en las islas de Bahama, de Cuba y Jamaica. Suele estar en las lagunas grandes y muy juntos los indivi- duos de una bandada; asi que vista de léjos ésta parece una mancha en el medio del agua(y de esta circunstancia pro- viene su nombre vulgar). Nada y se zambulle bien, y muchas veces, cuando no hay gran profundidad, sumerge solamente la parte delantera del cuerpo, y coloca la posterior en direc— cion vertical. El alimento consiste, como el de los otros patos, en semillas, gusanos, lombrices, insectos, crustaceos y molus- cos. Lacarne durante el otono es buena; hacia la primavera se nota en ella un gusto 4 marisco. Su vuelo es al principio pesado, pero luégo rapido. Herida en el ala, raras veces se la coge aunque vaya un perro en su persecucion, pues nada pronto y se zambulle por mucho tiempo, apareciendo en una direc- cion muy diferente 4 la que llevé cuando se zambulld, y asi en- eaiia al enemigo. Si puede llegar donde hay vegetacion 6 raices de un arbol en el agua, se esconde, dejando solamente el pico fuera para poder respirar. Difiere de la especie siguiente ademas del color del lomo del macho adulto, por la mancha blanca del ala, que es cenicienta en la especie siguiente. Las medidas tomadas son: o” Longitud total, 0",445; braza, 0",740; cola, 0”,064. fe) — 07,430; — 0,720. — 0",064. Fulix collaris.— Pato del medio. Anas collaris, Donovan, British birds, v1, 1809 (de Inglaterra). — fuligula, Wils., A. O. vin, 1814, 66 (non Linn.). — (Fuligula) rufitorques, Bon., Journ. m1, 1824, 384. — rufitorques, Ord, ed. Wils. vit, 1825, 61. Fuligula rufitorques, Bon., Syn. 1828, 393; List, 1838.—Swains., F. B. 1, 4831, 454.—Nutt., Man. 11, 1834, 439.—Aud., Biogr. 1u, 1835, 259; Birds, vi, 1843, 320.—Eyton, Mon. An. 1838, 158.—Gosse, Birds, 1847, 408. — collaris, Bon., List birds Europ. 1842.—Cab., Journ. v, 1857, 230. Marila collaris, Bon., Compt. XLII, 1856. Fulix collaris, Baird, Rep. 1855, 792.— Gund. p. 314. Jonozco esta especie como habitante de paso desde el Conti- (163) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 407 nente septentrional por mi amigo el Sr. Blanco, quien la matdé en los alrededores de la capital. Ademas de las islas de Ba- hama, de Cuba y Jamaica se la ha observado tambien acci- dentalmente en Europa (Inglaterra). En las costumbres no difiere de la especie precedente. o Longitud total, 0",422; braza, 07,708; cola, 0",064. Q = 0".410; — 0",695; — 0",063. GENERO Erismatura Bon. Erismatura rubida.—Puato chorizo. Anas rubida, Wéals., A. O. vil, 1844, 128, 130. — (Fuligula) rubida, Bon., Obs. 1825, 268. — jamaicensis Lath., Ord, ed. Wils. vit, 1825, 138. Fuligula (Oxyura) rubida, Bon., Syn. 1828, 390. — rubida, Swains., F. B. u, 4831, 455.—Aud., Biogr. 1v, 1838, 326; Birds, v1, 1843, 324. — (Gymnura) rubida, Nutt, Man. n, 1834, 426. Erismatura rubida, Bon., List, 1838.—Eyton, Mon. An. 1838, 174.—Cab., Journ. v, 1857, 230.— Baird, Rep. 1858, 811.—Gundl., p. 314. Encontré en la laguna de Guanica (8S. O. de la Isla) muchos individuos de esta especie que estaba empollando en Noviem- bre. Vive sedentaria entre los juncos, eneas y otras plantas, y sale nadando a los parajes desprovistos de plantas en las lagu- nas. Si percibe un peligro se zambulle casi sin movimiento visible, 6 huye nadando hacia donde hay vegetacion. Sola- mente si se aproxima el peligro mucho y no puede nadar por estar espesas las plantas, se levanta volando, siendo su vuelo pronto y sostenido. Si quiere elevarse desde el agua sin vegetacion, empieza con una corrida corta sobre la superficie de la misma. Nada con el cuerpo bastante sumergido y con la cola levantada. Su alimento no difiere del de los otros patos. Este género difiere mucho de los otros en la proporcion del tamano del craneo con el grueso del pescuezo, lo que nota prin- cipalmente el naturalista desollando el ave, pues la piel del pescuezo pasa sin la menor dificultad la cabeza, cuando en los otros patos no pasa y es menester abrirla. Esta y la especie 408 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (166) siguiente se parecen, pero no pueden confundirse por tener ésta una mancha blanca entre el pico y el ojo, la cual falta en la siguiente. Se encuentra tambien en Cuba, las Bahamas y en el Conti- nente septentrional. o” Longitud total, 0",380; braza, 0",560; cola, 07,080. Erismatura dominica.— Pato chorizo. Anas dominica, Linn., 8. N. 1, 4766, 201.—Gmel., S. N. 1, 1788. —Lath., I. 0. 4790, gen 97, sp. 402. — spinosa, Gmel., S. N. 1, 1788, 522.—Lath., I. O. 1790, gen. 97, sp. 103. Erismatura dominica, Eyton, Mon. An. 11, 1838. — spinosa, Gosse, Birds, 1847, 404. Esta especie es propia de las Antillas, y segun parece no se la ha observado en los Estados-Unidos. Hxiste en Cuba y tam- bien en Santo Domingo. En sus costumbres no difiere de la especie precedente, y asi se la puede aplicar lo dicho de ella. En el corto tiempo de ocho dias no la he podido observar en la laguna de Guanica, pero la he visto y reconocido en la coleccion de mi amigo Hjalmar- son y en la del doctor Stahl en Bayamon. Los apéndices espi- nosos de las timoneras existen solamente en los jévenes, resto del plumaje del embrion. Las medidas son: J Longitud total, 0",370; braza, 0",522; cola, 0",065. iS) — 0",331; — 07,508; — 07,060. 30.° Fama. — Laridéee. GENERO Chroicocephalus Eyton. Chroicocephalus atricilla.—Gaviota boba (en el plumaje de ve- ano); gaviota forastera (en el de invierno). Larus atricilla, Linn., S. N. 1, 1766, 225.—Gmel., S. N. 1, 1788, 600.— Bon., Syn. 1828, 294.—Nutt., Man. 11, 1834, 291.—Aud., Birds, vir, 1844, 136.—Sund., 87. (167) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 409 Larus ridibundus, Wéls., A. O. 1x, 1824, 89(non Linn.). Xema atricilla Bon., Gosse, Birds, 1847, 437. Chroicocephalus atricilla, Cab., Journ. v, 1857, 235.—Baird, Rep. 1858, p. 850.—Coues, 1862, 309.—Gund1., p. 344. Esta especie vive en la costa de los Estados—Unidos, en las islas Bahamas y en las Antillas. En todas estas localidades anida. Durante el tiempo de la puesta se ven solamente algu- nos ejemplares; pero despues de la cria se presentan muchos volando en las bahias alrededor de los buques, recogiendo los desperdicios de comida tirados de las embarcaciones. Tambien se los ve en los bancos de arena y en los bajos del mar donde abundan las sardinas, pues los peces pequefios forman su principal alimento. Vuela con aletazos pausados; su voz parece una risotada; la carne noes estimada por su sabor 4 marisco. Suele volar cerca de los alcatraces cuando éstos pescan, y tan pronto como el alcatraz saca la cabeza delagua, se le posa encima y le arranca los pececitos que le quedaron fuera a los lados del pico cer- rado antes que haya tenido tiempo para tragarlos, 6 recoge los que han caido al agua contusos por la presion del pico del alcatraz. No se precipita, como las especies siguientes, de ca- beza al agua para coger su presa, sino que baja oblicuamente. Muchas veces, despues de haber tragado un pez, es atacado y perseguido por la tijerilla 6 rabihorcado, el cual observa la pesca desde una gran altura. La gaviota, viéndose apurada, vomita el pez para aligerarse, y en el mismo momento recoge su perseguidor lo vomitado, y lo come volando. Esta especie de gaviota se deja criar facilmente en los pa- tios, y entonces es muy mansa. Alli se alimenta de pedacitos de carne cruda 6 cocida, de tripas de pollo picadas y demas desperdicios de la cocina, de insectos, como cucarachas, gri- llos, orugas, etc. A veces traga tambien ratoncitos y pajari- tos. Si se le tiran pedacitos de carne los coge diestramente antes de caer al suelo. Vive en paz con las aves domésticas; pero cuando se enfada con algun individuo, lo persigue con el pico abierto y gritando. He observado los nidos en la isla de Cuba; estaban hechos con un poco de paja puesta en una concavidad del suelo, en un cayo de arena y con poca vegetacion. Kn Mayo 6 Junio pone 410 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (168) dos 6 tres huevos palido-olivaceos con manchas cenicientas mas 6 ménos pronunciadas, y otras morenas. Miden 0",056 + 0",036 6 0",051 + 0",038. En la primavera cambia el color del plumaje de la cabeza con una parte del pescuezo, poniéndose moreno. Se distingue facilmente de las otras gaviotas que viven en la Isla por su cola no ahorquillada ni cuneiforme, y por las patas mas altas. Sus dimensiones son: o& Longitud total, 0",432: braza, 0".980. GENERO Thalasseus Boie. Thalasseus regius.—Gaviota, chirre. Sterna cayennensis, Gmel., 8. N. 1, 1788, 604. — cayana, Bon., Syn., 1828.—Nutt., Man. n, 1834, 268.—Aud., Biogr. 111, 1835, 505; v, 1839, 639; Birds, vi, 1844, 76 (non Lath.). — regia, Gambel, Proc. Acad. N. Sc. Phil. rv, 1848, 128.—Baird, Rep. 1854, 859. Thalasseus regius, Gambel, Journ. Acad. N. Sc. Phil. 1, 2.* série, 1839, 228.— Coues, 1862, 538.—G'undl., p. 344. a cayanus, Bon., List? (segun el doctor Cabanis).— Gosse, Birds, 1847, 431. _ cayennensis, Cub., Journ. v, 1857, 234. Esta especie es muy comun en todas las costas de la Isla, como lo es tambien en una parte del Continente septentrional, en las islas de Bahama y en las Antillas. Cuando vuela lleva la cabeza inclinada hacia abajo para bus- car comida; si ve algun objeto, cerniéndose antes, 4 veces un momento, para reconocerlo mejor, se precipita de cabeza so- bre él, y si lo ha cogido, lo come volando; pero si es un pez y no tiene la cabeza hacia el pico, lo deja caer y lo coge en el aire de la manera conveniente. Su vuelo es ligero con aletazos regulares; la voz es un chirrido y de aqui su nombre vulgar. La carne no es buena por su gusto 4 marisco. Acostumbra po- sarse sobre las estacas, palos 6 maderas que nadan en el mar; tambien sobre los bancos de arena para descansar, y se ve en- tonces que todos los individuos estan posados con la cabeza hacia el viento. A veces se reune con otras especies para pes- (169) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. 411 car sardinas y otros pececitos. Anida en Mayo, poniendo un poco de paja en una concavidad del suelo. Los huevos son pali- do-amarillentos, con manchas irregulares de varios tamanos, pardas y de color de lila, y miden 0",063 + 0",044. Muchos pares anidan en un mismo lugar, pero no ponen en el mismo nido. Segun la estacion del afio se ve diferente color en la cabeza, asi es en verano todo el vértice negro verdoso: en el invierno solamente una faja arqueada negra en la nuca. El pico es de color de coral. o Longitud total, 0",515; braza, 1”,138; cola, 07,170. g = 07,4733. —) A 2s — 02 182: Thalasseus acuflavidus. —Gaviola. Sterna Boysii, Nutt., Man. 11, 1834, 276 (non Lath.). — cantiaca, Aud., Biogr. 111, 1835; 531; Birds, vil, 1844, 87 (non Gmel.). — acuflavida, Cabot, Proc. Bost. Soc. N. H. 1837, 1, 257.—Baird, Rep. 1858, 860. Thalasseus cantiacus Boie, Cab., Journ. v, 1857, 234 (non Gmel.). — acuflavidus, Gundl., p. 344. sta especie es comun en las costas, y se encuentra tambien en las islas Bahamas, Cuba, y en el Continente septentrional. No he encontrado sus nidos y huevos. Las costumbres son las mismas de la especie anterior. Difiere porel tamaho menor y el pico negro con la punta amarilla. El color del plumaje de la cabeza varia, como en la precedente, segun la estacion. o&% Longitud total, 0",410; braza, 0",897; cola, 0",130. GENERO Sterna Linn. Sterna paradisea.—Gaviola. Sterna paradisea, Brunnich, Orn. Bor. 1764, 46.— Baird, Rep. 1858, 863.— Coues, 1862, 551.—Gund1., p. 344. — Dougalli, Montagu, Orn. Dict. of British birds, suppl. 1813.—Nutt., Man. 11, 1834, 278.—Aud., Biogr. 111, 1835, 296; Birds, vi, 1844, 442. Hydrocuropis Dougalli, Bote, Isis, 1844, 179. 412 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (170) Conozco esta especie como de la isla de Puerto-Rico por ha- berme regalado mi amigo Blanco un ejemplar casi adulto, muerto cerca de la capital. Sera especie rara: en Cuba lo es mucho, acaso solo visita la Isla accidentalmente. Se encuentra ademas en la Florida y en las costas atlanticas de Europa. No habiéndola observado viva, nada puedo decir sobre sus costumbres, ni tampoco dar sus medidas. El caracter principal para reconocer la especie consiste en que tiene un borde bien marcado blanco en la barba interna de las remeras primarias, extendiéndose en la primera y se- gunda remera por la punta hasta la barba externa. Sterna Antillarum.—Gaviota. Sterna minuta, W7/s., A. O. vir, 1813, 80 (non Linn.).—Bon., Syn. 1828, 288.— Aud., Biogr. 1v, 1838, 175; Birds, vit, 1844, 119. Sternula superciliaris, Vieid/., N. D. xxxu1, 1819, 176.—Cab., Journ. v, 1857, 232: Sterna argentea, Nuét., Man. 11, 1834, 280 (non Princ. Max.).—Gosse, Birds, N847, 437. Sternula Antillarum, Less., Descr. 1847, 256 (adulto). — melanorhyncha, Less., Descr. 1847 (joven). Sterna frenata, Gamb., iv, 1848, 128.—Baird, Rep. 1858, 864. — Antillarum, Cowes, 1862, 552.—Gundl., p. 344. Esta especie vive en algunos parajes de la costa de Puerto- Rico. Asi fué observada por el Sr. Blanco en la playa cercana ala capital, y por el doctor Stahl en la boca del rio Toa. Yo mismo no la he visto en esta Isla, pero si en muchos parajes de la costa 6 en los cayos de Cuba. Se la encuentra tambien en Jamaica, Santo Domingo y el Continente septentrional. El vuelo es muy ligero y con gracia; la voz es aguda, fina, no aspera. La carne no es buena por su sabor a marisco. Se precipita para coger los pececitos ti otros animalitos acuaticos perpendicularmente de cabeza, y los come luégo durante el vuelo. Suele vivir en sociedad, y asi he observado muchos ni- dos en un mismo lugar. Pone tres 6 cuatro huevos en Junio en una concavidad del mismo suelo sin formar un nido. Los hue- vos son blanco-azulosos 6 blanco-bermejizos con manchas de color de lila apagadas vy algunas bien pronunciadas morenas a7) Gundlach.—FraUNA PUERTO—RIQUENA. 8 y plomizas, mas abundantes hacia el extremo grueso; miden 07,034 + 0",024 6 07,031 + 0™, 025. El adulto tiene el vértice negro y la frente blanca, el ménos adulto tiene solamente rayitas negras sobre el vértice gris; el joven ademas manchitas oscuras hacia la punta de las cobijas chicas del ala. Es la especie mas pequena de las gaviotas, pues el macho mide: ' o Longitud total, 0",234; braza, 0".483 La es algo mas chica; 0,218. GENERO Hydrochelidon Boie. Hidrochelidon fissipes.— Gaviota. Sterna fissipes, Linn., S. N. 1, 1766, 228.—Gmel., S. N. 1, 1788, 610. — nevia, Linn., 8. N.1, 1766, 228 (el jéven).—Gmel., 8. N.1, 1788, 609.° — plurmbea, Wils., A. O. vil, 1813, 83 (el joven). — nigra, Bon., Sin. 1828, Nr. 289 (non Linn.).—Swains., F. B. 11, 1834, 415.—Nutt., Man. 11, 1834, 282—Aud., Biogr. 111, 1835, 535; v, 1839, 642; Birds, vir, 1844, 116. Hydrochelidon fissipes, Gray, Gen. 111, 1849, 660.—Cowes, 1862, 554.— Gundl., p. 314. —_ nigrum Boie, Gosse, Birds, 1847, 437. — nigra Boie, Cab., Journ. v, 1857, 232. _ plumbea, Baird, Rep. 1858, 864. Mi amigo el Sr. Blanco maté un ejemplar que he podido re- conocer. Parece ser especie rara. Lo mismo sucede en la isla de Cuba, donde una sola vez he visto y muerto un ejemplar adulto, pero varias veces jévenes. El primero estaba en la misma playa, los jévenes volaron en Setiembre sobre lagunas distantes del mar. Su vuelo es ligero, pero no pronto. Se puede reconocer facilmente el adulto por su plumaje negro con las alas mas claras, el joven por las partes superiores plomizo- claras, la frente y las partes inferiores blancas. 7 Longitud total, 0",242; cola, 0",088. 414 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (172) GrNERO Haliplana Wager. Haliplana fuliginosa.—Gaviota. Sterna fuliginosa, Gmel., S. N. 1, 1788, 605.—Lath., I. O. 1790.—Wils., A. O. vin, p. 145.—Bon., Syn. 1828, 290.—Nutt., Man. 11, 1834, 284.—Aud., Biogr. 111, 1835, 263; v, 1839, 641; Birds, vir, 1844, 90.—Baird, Rep. 1858, 861.—Sund., 88. Haliplana fuliginosa, Wagl., Isis, 1832, 1224.—Cab., Journ. v, 1857, 233.— Gundl., p. 314. Hydrochelidon fuliginosum, Bon., List, 4838.—Gosse, Birds, 1847, 433. Sterna serrata, Forster, Descript. Anim. 1844, 276 (el adulto). — guttata, Forster, Descript. Anim. 1844, 244 (el jéven). He visto muchos individuos en la costa septentrional vo- lando, cuando viajaba en el vapor, y como la especie es nota- ble por su plumaje negro por encima y blanco por debajo, no queda duda sobre la especie, que ademas he visto disecada por el Sr. Blanco. En Cuba he podido observarla bien en el cayo Mono grande, que esta cerca de Cardenas. No se lanza para coger su presa perpendicularmente y de cabeza, sino en direccion oblicua. Su voz no es tampoco un chirrido, ni fuerte. A veces se ven centenares de individuos reunidos solos 6 con otras especies lanzarse y levantarse, formando asi en conjunto el aspecto de la paja movida por un remolino, probablemente por estar en aquel lugar un banco de sardinas U otros pececitos, que for- man-su principal alimento. Su carne tiene gusto 4 marisco y no es buena. En Junio visité el cayo nombrado. Habia alli varias especies de aves marinas, pero el numero mayor se componia de ésta y la siguiente especie. Pone de uno @ tres huevos en una concavidad del suelo sin hacer ver- dadero nido; son blanco-azulados 6 blanco-lila con manchas, rayas y puntos de un color de lila ferruginoso 6 moreno, mas 6 ménos pronunciado, encontrandose mas manchas hacia el extremo grueso. Su tamano es 0",050 + 0",035. Hl polluelo recien nacido esta cubierto con un plumon ne- eruzco, cuyas puntas amarillento-blancas le dan un color va— riado. El jéven en el primer plumaje es negruzco, como ahu- (178) Gundlach.— FAUNA PUERTO-RIQUENA. ANS mado, y las cobijas mayores del ala, las escapulares y las co- bijas de la cola tienen una mancha mas 6 ménos blanca de- lante de la punta, sin mencionar los demas caractéres distin- tivos. El plumaje del adulto no se encuentra en otra especie. La longitud total de una © era 0",418 (al fin de la segunda timonera 0",402); braza, 0",890; cola hasta el fin de la segunda 0™,135. GENERO Anous Leach. Anous stolidus.—Gaviota. Sterna stolida, Zinn., 8. N. 1, 1766, 227.—Gmel., S. N. 1, 1788.—Lath., I. O. 1790, 93, 6.— Bon., Syn. 1825, 291.— Nutt., Man. 1, 1834, 285.—Aud., Biogr. n, 1835, 546; v, 1839, 642; Birds, vit, 1844, 423. Anous niger, Steph., Gen. Zool., 4826, x11, 140. — stolidus, Leach, 1826.— Gray, Genera, 1849, 111, 661.— Bon., List, 1838.—Cab., Journ. v, 1857, 234.—Baird, Rep. 1858, 865.—Coues, 1862, 557.—Gund1., p. 314. He visto la especie volando en la costa septentrional de Puerto-Rico y en las colecciones de los amigos Hjalmarson y Blanco. Doy las notas siguientes de mis apuntes sobre Cuba donde la especie es muy comun en ciertos cayos, pero falta en otros parajes. En sus costumbres se parece mucho 4 la especie ante- rior, y lo dicho alli se aplica tambien 4 ésta. He observado los nidos hechos con algunas ramitas 6 plantas encima de arbus- tos 6 plantas y 4 veces en el mismo suelo, pero cada especie anida separadamente de la otra, aunque los nidos de cada una estén muy cerca unos de otros. Los dos y 4 veces tres huevos que pone, son ceniciento-blancos con un viso pardo y con mu- chisimos puntos 6 manchitas color de lila y ferruginosas mas 6 ménos pronunciadas, y & veces formando una corona alre~ dedor del extremo grueso. Miden 07,050 + 0,035 6 0",051 + 0™,036. Se conoce la especie al momento por su cola cuneifor- me, cuando las otras gaviotas la tienen ahorquillada; ademas por el plumaje ahumado-negro con la frente blancuzca. No se deja criar, y todos los individuos que cogi, morian de 416 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (174) hambre, pues no querian comer. Cuando tienen cria llegan volando cerca de los hombres que visitan el cayo; tambien se posan sobre las embarcaciones cuando amenaza mal tiempo, y se las puede muchas veces coger. Todo esto les did sus nom- bres que todos significaban bobo. Asi stultus en latin, en in- glés y francés noddy, en Cuba gaviota boba. Se la encuentra en las costas del Continente septentrional y en todas las Antillas. Longitud total, 0,390; braza, 0",'770; cola, 0",132. 31." Fammiu.—Pelecanide. GENERO Pelecanus Linn. Pelecanus fuscus.— A /catraz. Pelacanus fuscus, Linn., 8. N. 1, X. ed. 1758 et XII. ed. 1766, 215.—Gmel., S. N. 1, 1788, 570.—Vieill., Gal., p. 276.—Bon., Syn. 1825, 352,.—Nuit., Man. 11, 1834, 476.—Aud., Biogr. 111, 1835, 376; v, 1839, 242: Birds, vi1, 1844, 32.—Gosse, Birds, 1847, 409.— Cab., Journ. v, 1857, 236.—Baird, Rep. 1858, 870.—Sund., 90.— Gundl., p. 344. — carolinensis, Gmel., S. N.1, 1788, 571 (el joven). Leptopelicanus fuscus, Reich., Syst. Av. 1850. Onocrotalus fuscus, Bon., Consp. 11, 1855, 163. Esta especie vive en las costas de los Estados meridionales de la Union norte-americana, y en las de las islas de Bahama y de las Antillas. En todas las localidades donde hay bajos y con fondo de arena, y de consiguiente donde viven sardinas y otros pececitos, es comun. No es perseguida por los cazadores, pues su carne es mala. Su vuelo parece pesado y con la cabeza metida entre los hom- bros, con aletazos pausados, las mas veces a poca altura, aunque en otras ocasiones, cuando quiere trasladarse 4 otro paraje distante, se remontan algunos individuos bastante, describen circulos en el aire, llevando por intervalos las alas extendidas sin aletazos, como para reconocer los lugares donde hay sardinas; algunas veces los individuos de una familia vue- ae (175) Gundlach. — FAUNA PUERTO-RIQUENA. ALT lan uno tras otro. Cuando pescan vuelan 4 poca altura mirando hacia el agua, y si ven una presa cerca de la superficie se lan- zan de cabeza sobre ella en una direccion algo oblicua; asi es que al llegar al agua ha cambiado la direccion, quedando el ave con la cabeza dirigida hacia el punto de donde vino aquélla. Kl] cuerpo mismo no se sumerge enteramente por im- pedirlo el aire de que esta Heno el tejido celular que tiene en- tre la piel y la carne. Un momento despues de haberse tirado al agua, saca la cabeza con el pico en direccion perpendicular ala superficie del liquido, para que éste salga por entre las mandibulas y deje la presa sin el agua en su saco gular, que es grandisimo, luégo levanta mas y mas el pico hasta ponerlo en linea con el pescuezo, y traga la presa. Hn la especie Chr'oico- cephalus atricilla he descrito como éste toma parte en la pes— queria. El alcatraz repite estos lances hasta que su apetito queda satisfecho. Entonces queda flotando sobre el mar y se posa 6 se acuesta encima de la arena de la playa, encima de los arrecifes 6 en las ramas de los Arboles cercanos. En todo caso recoge luégo el pescuezo, unas veces con el pico muy apre- tado contra él, otras veces registrando y ordenando su plumaje con la punta. Es notable que tiene muchos piojuelos (Ricinus), y que en su saco gular abriga otros parasitos, y en las visceras muchas lombrices. Toman el sol con frecuencia con las alas extendidas. No tienen voz, y solamente se percibe un grunido cuando estan irritados. Caminan con dificultad y con las alas un poco entreabiertas como para guardar el equilibrio. Heridos se defienden 4 picotazos. He visto varias veces algunos alca- traces volando 4 mucha altura y léjos del mar, probablemente para trasladarse de una costa 4 la opuesta en la Isla. He observado nidos desde Junio hasta Setiembre. En unas ocasiones estaban en el suelo, en otras sobre grandes matas de tuna (Opuniza), y en otras en las ramas del mangle; se ha- llaban construidos con ramitas y plantas, en el centro las mas blandas. Suelen estar muchos nidos en un lugar, 4 veces casi unidos. Los dos 6 tres huevos que ponen son blancos, sin lustre y mas bien con la cascara aspera; miden 0",076 + 0”,048. Se observan segun la edad diferencias notables en el colo- rido del plumaje. El mas adulto tiene el pescuezo enteramente amarillento-blanco; el ménos adulto lo tiene morado-castano. En ambos casos son negros el pecho y vientre; en el jéven son ANALES DE HIST. NAT.—VII. 27 418 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (176) éstos blancos. No menciono las otras diferencias, pues son fa- ciles de reconocer. o Longitud total, 17,190; braza, 2",120; cola, 07,160. GENERO Dysporus Illig. Dysporus fiber. — Pajaro bobo (del mar). Pelecanus fiber, Linn., S. N. 1, 1766, 218.— Gmel., S. N. 1, 1788, 579. _ sula, Lian., 8. N. 1, 1766, 2148.—Gmel., S. N. 1, 1788, 578. Sula fusca, Vieil/., Gal. des Ois., 1825.—Bon., Sin. 1828, 360.— Nutt., Man. W, 1834, 500.— Aud., Biogr. 111, 1835, 63; Birds, vir, 1844, 57.—Gosse, Birds, 1847, 417.— Cab., Journ. v, 1857, 238. — fiber, Baird, Rep. 1858, 872. Dysporus fiber, Gundl., p. 344. He visto muchisimos volando cuando viajaba en el vapor, en el islote Desechéo y entre Mayaguéz y Aguadilla; en otras partes eran muy escasos. Su vuelo es muy rapido; casi siem- pre muy cerca de la superficie del mar. Si ven un pez se lanzan sobre él, y si esta mas hondo siguen persiguiéndolo zambu- lléndose. A medio dia los he visto descansando posados sobre los arrecifes, sobre las ramas, U otro punto elevado. A ve- ces se les ha visto muy distantes de tierra (hasta 50 leguas). Cuando amenaza una tempestad suelen posarse en los buques, y ajenos al peligro, se dejan coger con la mano, lo que les ha dado el nombre vulgar en diferentes idiomas de pajaro bobo en espanol; booby gannet, en inglés; fow, en francés. Pero la fama de bobo sera mayor que la verdad, pues en el cayo Mono Grande de la isla de Cuba, donde anida, he tenido que quedar- me escondido, miéntras el bote con mis companeros se alejaba, pues no llegaron al cayo durante la permanencia del bote. Kran, pues, muy ariscos. La carne es mala por su sabor a ma- risco. La voz es ronca. El nido, compuesto de algunas yerbas secas, contenia un solo huevo blanco-mate de 0",060 + 0,043 6 0",058 ++ 07,042. Kl polluelo est&é cubierto por un plumon blanco y tiene el pico y los piés plomizo-azules. Hn el jdven, el vientre es ce- niciento; en el adulto, blanco-puro: en el jdven, el pico, las (177) Gundlach.—FAUNA PUERTO-RIQUENA. 419 partes desnudas de la cabeza y las patas tienen un color plo- mizo; y en el adulto, un color pajizo 6 amarillo-—palido. Las dimensiones, son: Longitud total, 0",787; braza, 1",397; cola, 0",216. GrENeRo Phaéton Linn. Phaéton flavirostris.—Gaviola, chirre de altura, rabijunco. Phaéton ethereus, Bon., Syn. 1828, Nr. 361; Consp. 1855, 183 (non Linn.).— Nuit., Man. 11, 1834, 503. Aud., Biogr. 11, 442; Birds, vi, 1844, 64.— Gosse, Birds, 1847, 430.— Cab., Journ. v, 1857, 239. — flavirostris, Brandt, Bull. Sc. Acad. Imp., St. Petersb. 1, 1837, 349.— Baird, Rep. 1858, 885.—Gundl., p. 314. — candidus, Gray, Genera, 1847, 111, 663. Lepturus candidus Briss., Bon., Compt. xu, 1856, 767. El nombre vulgar que tinicamente debia aplicarse a esta es- pecie, es el de rabijunco por tener las dos timoneras interme-- dias larguisimas, angostas, parecidas a unos juncos. Hl nombre gaviota no es bueno, porque las gaviotas son especies de una familia distinta, aunque en forma y colores parecidos; el nom- bre chirre se da tambien a una gaviota, y asi no conviene. Pero respecto al nombre radbijunco, existe en Puerto-Rico un error, pues muy pocas personas lo usan para esta especie y lo dan a la siguiente. (Véase lo que yo digo allt.) He encontrado esta especie en varios lugares de la Isla, pero siempre donde hay paredones aitos en la orilla del mar. Nu se encontrara en la costa occidental, pero si en la septentrional, la cercana a los pueblos Isabela y Quebradillas, en la punta Salinas, en los paredones del Morro, de la capital. ete. Por la manana, todos los individuos van al mar en busca de su ali- mento, despues vuelven a la costa y revolotean, jugando ¢ peleando, dejando oir un silbido. A veces, vuelan tambien contra los paredones y entran en las hendiduras, donde tienen sus nidos. Jamas los he visto posados fuera de esas hendidu- ras. Su vuelo es ligero y parece al de las gaviotas, con aletazos regulares. Habiendo caido un individuo con el ala quebrada en el mar, los otros volaron a su alrededor y bajaron 4 veces 420 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (178) por un momento al agua. En otras ocasiones no los he visto nadando. Las dos plumas larguisimas de la cola se mudan en la época del celo y asi se ven rara vez ejemplares con las dos plumas perfectas. Estas varian en su longitud, la mds larga tenia 0",530. La carne no es buena. Tan pronto como los hijue- los saben volar bien, es decir, en Julio, desaparecen todos y no se ven mas individuos hasta Febrero. Ignoro.dénde pueden estar durante su ausencia de esta Isla. Cuando Hegué de Huropa, en Diciembre, vi un individuo a grandisima distancia de la tierra, al Este de las Antillas. En 5 de Abril registré los paredones de (Juebradillas y se encontré un huevo fresco, y en 18 de Abril un polluelo, nacido de pocos dias. Casi nunca se encuentran dos huevos. Estos tienen un fondo blancuzco. pero éste es casi invisible por un sinntiimero de borrones de todos tamanos, pardos, & veces mas inclinados 4 moreno, y otras a carmelita, mas 6 ménos apagados. I] tamafo varia; los hay de 0",051 + 0°,034, de 0",053 + 0",038, de 0",054 + 0",041 y de 0",055 + 0,036. La forma es la tipica, como en los huevos de la gallina. Kl polluelo esta cubierto por un plumon larguito blanco, tehido de gris sobre la cabeza y el lomo. El primer plumaje es blanco con manchitas 6 fajas imperfectas negruzcas en sus partes superiores. La cola no tiene atin las plumas largas. La hembra echada sobre el huevo 6 polluelo se defiende con el pico y se deja coger facilmente, aunque esté en la hendidura sin tener huevo 6 cria, llegando la persona de repente delante la hendidura, pues no puede correr bien por lo cortas que son las patas, ni volar hasta que las alas puedan batir aire franco. Pero para Negar a ella, cuesta trabajo y hay peligro de caer, porque la piedra no es siempre firme 6 no hay huecos para agarrarse 6 poner el pié. Me habian traido individuos vivos, cogidos en el nido: les di libertad 4 algunos, pero no volaron, aunque tirados al aire: crela que se habian estropeado al cogerlos, pero mi amigo Blanco me contd que lo mismo le habia sucedido en la azotea de una casa de la capital; pero que el ave volé, cuando la solté orillas del mar. Sera interesante repetir la prueba, a ver si esto es constante. Se encuentra en algunos puntos de la costa de los Estados-Unidos, en el golfo mejicano y en las islas de Bahama y las Antillas. Las medidas tomadas desde la punta (179) Gundlach:— FAUNA PUERKTO-RIQUENA. 42] del pico hasta la extremidad de la quinta pluma de la cola (siendo la sexta 6 intermedia de tamano variable, no sirve para medida), son: o Longitud total, 0",446; braza, 07,950; cola, 0",140. 2) _ 07,440) — 0719383.) —==/':0", 130. GENERO Tachypetes Vieill. Tachypetes aquilus.—17verilla, rabihorcado y tambien, aunque impropiamente, *abijunco. Pelecanus aquilus, Linn., S. N. 1, X. ed. 1758; XIE. ed. 1766, 216.— Gmel., S. N. 1, 1788, 872.—Lath., I. 0. 1799, gen. 99, gp. 40. Fregata aquilus Cuv. 1817, Gosse, Birds, 1847, 422. Tachypetes aquilus, Vieill., Gal. 1825.— Bon , Syn. 1828, 358; Consp. 11, 1857, 166.—Cab., Journ. v, 1857, 239.— Baird, Rep. 1858, 873.—Gundl., p. 315. Esta especie se encuentra en todas las playas, tambien muy léjos en el mary 4 veces pasa volando a grande altura sobre lo interior de la Isla, acaso para mudarse de una costa 4 la opues- ta. Se encuentra tambien en los Estados meridionales de la Union norte-americana, en las islas de Bahama y las Antillas. Revolotea majestuosamente, describiendo grandes circulos para atisbar la ocasion de satisfacer su apetito, lo que efecttia alguna vez por caceria propia, como con los peces voladores: es mucho mas frecuente que recoja los peces muertos 1 otros alimentos flotantes en la superficie del agua y tambien per- siguiendo 4 las gaviotas, sobre las cuales se lanza de cabeza con vuelo muy rapido, y éstas, para huir mas aligeradas. vo- mitan la comida, la cual es recogida al momento por el rabi- horcado, a veces, antes de llegar al agua. Nunca se posa en el agua ni se zambulle cuando se tira de cabeza a recoger comida en el mar, sino que cambia de direccion un momento antes de tocar el agua, y forma asi una curva, cuya tangente es la superficie del mar 6 de la laguna, y al pasar, agarra con la punta del pico la presa. Tampoco se posa en el suelo, pues sus alas demasiado largas le impedirian remontarse. Herido 6 apu- rado vomita tambien su presa, Su carne es dura vy con sabor a 422 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (180) marisco; no se suele comer. Su voz es un simple graznido. El vuelo empieza con unos aletazos y luégo sigue con las alas extendidas sin movimiento, y cuando ya se disminuye el im- pulso recibido, da uno 6 dos aletazos mas y recupera su fuerza. En Mayo construyen un nido con algunas ramitas sobre los arboles, y casi Siempre varias parejas en el mismo lugar. Los dos 6 tres huevos que pone son largos y blancos, sin lustre. Miden 0",067 + 07,050. Los polluelos estan cubiertos por un plumon blanco amarillento. Se reconocen, aun volando muy alto, los sexos y la edad; pues el & es enteramente negro, la 2 con una mancha blanca en el pecho, y los jévenes tienen blancuzca la cabeza con el pescuezo. Las medidas son: Longitud total, 1",041; braza, 2",272; cola, 07,457. He notado que casi todas las personas confunden esta espe- cie con el nombre de la antecedente, pues el nombre *abzjunco pertenece a la especie blanca con plumas como juncos en el rabo 6 cola, miéntras esta especie posee el nombre de rabihor- cado por tener su rabo 6 cola ahorquillada. En mi favor tengo el Diccionario de la Academia, los marinos, los autores sobre Historia Natural, etc. Kl nombre ferzlla proviene de que la cola abierta en el ave volando parece a unas tijeras. ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA AUCTORE LGaNesA Op BO. TV ACe.. (Sesion del 4 de Setiembre de 1878.) Aphlebia virgulata Bo/.— Tabula iv, fig. 1, | a-e. Aphlebia virgulata, Bolivar, Aun. dela Soc. ent. de Belgique, 1878, p. 67. Nitida, flava, longitudinaliter nigro-bivittata et maculata. Capite nigro, epistomate, vertice, vittisque duabus frontalibus flavis; antennis corpore longioribus, fuscis, basi rufa: pronoto anticé rotundato vel subtruncato, posticé recte truncato, mar- ginibus pellucidis, disco flavo, lateribus nigro-vittato, ad me- dium maculis nigris, virgulatis picto; elytris lobiformibus, intus obliqué truncatis, longé inter se distantibus, in ¢* mar- einem posticam metanoti non attingentibus, in Q brevioribus: abdomine supra flavo, maculis nigro-fuscis pltis minusve ob- tecto, infra nigro, flavo-maculato: lamina supra-anali (7 trian- gvulari, 2 subtruncata; segmento ultimo ventrali o% magno, convexo, subacuminato; 9 longitudine sua partim latiore; cer- cis annulatis. Hab. Pedro do Cerro (Lusitania). (Van Volxem! in Mus. Bruxell. ) Bacillus hispanicus 40/.—Tab. tv, fig. 2, 2a. Bacillus gallicus (partim), Bolivar, Sindpsis de los ortépt. de Esp. y Port., pags. 68-70, lam. 2, fig. 4 Q. co Supra fuscus, longitudinaliter nigro-trivittatus, infra flavo-albidus; capite supra livido; lateribus, linedque media fus- 424 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) cis; vertice & fronte suleco arcuato profundoque distincto; antennis capite dupld longioribus, 15-16 articulatis; articulo primo ceeteris longiori, depresso, subexplanato, secundo reli- quis paulld latiori, flavo: pronoto capite breviori; meso- et me- tathorace equeé longis, levissimis, minimé granulatis; pedibus anticis femoribus triquetris, metathorace plus dupld longio- ribus; tibiis sulcatis, femoribus paulld longioribus, brevis— simé pilosis, tarsorum articulo primo capiti pronotoque simtl sumptis longitudine feré wequali; femoribus intermediis et posticis bisulcatis, subtts prope apicem bidentatis: abdomi- nis segmento ultimo posticé ampliato, semicircularitér inciso et feré bidentato, cercis arcuatis, apicé subspathulatis. © Flava vel viridi-flava; capite flavo, supra planiusculo; an- tennis capite fere brevioribus, 10-11 articulatis; articulis duo- bus primis colore viridi-flavo distinctis; primo magno, lato, depresso, albo-villoso, reliquis subcylindricis, fusco-pilosis: pronoto capite breviori, meso- et metathorace equeé longis, minutissime granulatis, carinatis; pedibus anticis femoribus metathorace vix duplo longioribus, modicé incrassatis, tarso- rum articulo primo capite pronotoque breviori; femoribus pos- ticis brevibus, inermibus, triquetris: abdomine levi, segmen- tis tribus ultimis supra valdé carinatis. octavo duobus posticis longiori, ultimo medio producto, acuto; cercis brevissimis. co” Long. corporis, 0".042; antenn., 0",005: pron., 0°,0015; meson., 0",008; metan., 0°,0085; femor. ant., 0",0185; interm., 0",012; post., 0",015. 2 Long. corp., 0",058; antenn., 0",0038; pron., 0",0025; me- son., 07,009; met., 0,009; femor. ant., 0",0165; interm., 0",010; postic., 07,013. Hab., Logroio!, Madrid! , Escorial!, Alcarria!. Obs. Appendicibus analibus diversissimis facilé a B, Rosst et gallico dignoscendus. Gomphocerus (Omocestus) minutissimus Bol. Gomphocerus (Stenobothrus) Uhagonii, Bolivar, Sindp. de los ortépt. de Esp. y Port., pag. 118; (partim) fig. excl. Rufo-testaceus, pilosus: antennis &% apice levissimé depres- sis, pronoto longioribus, 9 subbrevioribus; articulis duobus (3) Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 425 primis colore flavo-albido distinctissimis; pronoto carinis late- ralibus angulatis, anticé et posticé divergentibus, vittam atram secantibus; elytris cp? abdomine non longioribus. 9 mult? brevioribus: campo mediastino subparallelo, basi non lobato: vena mediastina crassiuscula, usqué ad apicem ducta; campo anali prope medium lato; venis ulnaris basi divergentibus, externa fusca, interna pallida: alis elytris brevioribus: tibiis longe pilosis; femoribus posticis indistincte transversim nigro- bifasciatis, infra, intisque flavo-viridis: tibiarum spinis apicé nigris. o Long. corp., 0",009; antenn., 0",005; pron., 0",0018; fem. post., 0",007. ® Long: corp:, 07,011; antenn:, 0*,0035;' pron: ) 07,0022; fem. post. 0",0065. Hab., Cascante (Perez Arcas!); H'scoriat! Gomphocerus (Chorthippus) declivus Bris. Obs. Gryllus elegans Rambur, Faun. ent. de And., t. 1, pag. 87, 14 (non Charpentier) =Gomphocerus declivus Bris. Specimina dua que sub nomine GryJlli elegantis in coll. Ram- buriana vidi, ad @. deciivum Bris. referenda. Tabula synoptica specierum generis Gomphoceri Thunb. 1. Antennis fortiter depressis, lanceolatis, distincté 18-20 articulatis, absque ocellis ? — Subgen. Phlocerus Fisch. W.—1. G. Me- netriesii Fisch. W. 4.4. Antennis filiformibus vel subdepressis, rard apice clavatis; ocellis conspicuis. tw Antennis clavatis vel in Q prope apicem depressis, — Subgen. Gomphocerus Thunb. 3. Pronoti carinis lateralibus geniculatis: elytris alisqne perfecté ex- plicatis. 426 r— oO or 6. tw ww ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) Venis ulnariis ante medium elytrorum junctis vel in Q maximé approximatis, subcognatis; pronoto plis minisve gibboso.— 2. G. sibiricus L. Venis ulnariis basi divergentibus; pronoto non gibboso. ~ margine externa elytrorum flexuosi; ared mediastina prope basim ampliat4, feré in lobulum producta: 9 elytris abdominis longitudine vel brevioribus, seepé inmaculatis: clavd antenna- rum nigra, apicé albo.—3. @. rufus L. of elytroram margine extern4 regularitér arcuata; area mediastina subparallelé; elytris 9 abdomine longioribus, maculatis: clava antennarum nigro-fusca. Frontis costé media excavata; elytris angustis, subparallelis; an- tennis (7 capite pronotoque multd longioribus, clava lata, de- pressi; Q pronoto vix longioribus, apice paulld latioribus.— 4, G. antennatus Fieb. Costa frontali punctaté, plani vel convexd; elytris ovalibus; antennis ({ capite pronotoque paullo longioribus, clava angusta, subdepressi, Q pronoto subbrevioribus ; apicem versus incrassa- tis. — 5. G. maculatus Thunb. Pronoti carinis lateralibus sub-rectis; elytris alisque abdo- mine brevioribus, pleriimque brevissimis.—6. G. brevipennis Bris. Antennis filiformibus, apicem versus attenuatis, raro in ¢” sub- dilatatis. Vena ulnaria unici, vel duabus prope basim junctis vel parallelis et approximatis usqué ad medium, deindé subitd divergentibus.— Subgen. Stenobothrus Fisch. Fr. Elytris brevissimis, feré abortivis, vend ulnaria unica: antennis o” apicem versus levitér ampliatis.—7. G'. crassipes Ocsk. Elytris perfecté explicatis, venis ulnariis duabus: antennis filifor- mibus. Venis ulnariis ante medium junctis. Ared mediastina prope basim ampliat’, brevi, raro ad medium elytrorum extensa. Venis ulnariis pone basim junctis; alis elytrisque apice infuma- tis: staturd majore (c7 0,023; 9 0,028). —8. G. melanopterus Borck. Venis ulnariis ante medium elytrorum junctis, alis elytrisque versus apicem non infumatis ; staturé minore (q7 0,044; Q 0™,020).—9. G. apricarius L. AreA mediastind subparalleld, ultra medium elytrorum extensa. Ven4 radiali media evidentér sinuosa; elytris ¢* abdomine longio- ribus, Q ejus longitudinis.— 10. G. lineatus Panz. —! 18. ~~ Ag) Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 427 Vena radiali media sub-sinuosa; elytris (7 abdominis longitudinis; © hoc brevioribus.— 11. G. nigro-maculatus H. Sch. Venis ulnariis parallelis, usqué ad medium approximatis, deindé subitd divergentibus.-- 12. G. miniatus Charp. Venis ulnariis basi divergentibus. Area mediastina parallela vel paulatim attenuata, plerimque ultra medium elytrorum extens’; pronoti carinis lateralibus flexuosis vel angulatis.—Subgen. Omocestus Bol. Elytris ovalibus, latissimis, abdomine subbrevioribus, campo anali et discoidali prope medium eque latis; ared mediastina scapu- lari latiori; antennis longis, versus apicem subdepressis; pronoti carinis lateralibus flexuosis, antice aproximatis.— 13. G. Uha- gonit Bol. Elytris ad medium subdilatatis, vel abortivis; campo anali discoi- dali angustiori, rard zqué lato (G. minutissimus #ol.), sed tinc pronoti carinis lateralibus angulatis; areé mediastin’ scapulari angustiori. Elytris longis, pleriimque in ¢/ abdomine longioribus; campo anali discoidali angustiori. Pronoti carinis lateralibus anticé subparallelis, vel subdivergen- tibus, postice valdé divergentibus, subcurvatis; elytris ¢” ab- domine paullo longioribus, Q brevioribus.—14. G. stigmaticus Ramb. Pronoti carinis lateralibus angulatis, vel sinuatis; pone marginem anticam aproximatis; elytris abdomine eque longis vel longio- ribus. Pronoti carinis lateralibus flexuosis, posticé pliis quam anticeé di- vergentibus. Elytris ovalibus, campo anali late, ared mediastina ultra medium elytrorum ducté.— 15. @. viridulus L. Elytris angustis; campo anali parum ampliato; area mediastina usque ad medium elytrorum ducté. — 16. G. rufipes Zett. Pronoti carinis lateralibus valdé flexuosis vel angulatis, antice posticéque subeequé divergentibus. Area interradiali anticd et scapulari prope medium elytrorum feré equé latis. o& venis radialibus sinuosis, 9 ared mediastina et scapulari equé latis. —17. G. Bolivarii Brunn. of Venis radialibus regularitér curvatis, 9 are mediastind angus- tissima. — 18. G. hemorrhoidalis Charp. Area interradiali anticé prope medium elytrorum scapulari angus- tiori; sepé angustissim4, venis duabus radialibus externis valdé aproximatis. 428 to roe 2Onpat 28. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Tibiis posticis obscuré rubris; long. corp. g* 0,013, OQ 0,"020- 0.7022 (ex Yersin).— 19. G. Raymondi Yers. (mihi ignot. ) Tibiis posticis flavescentibus, long. corp. ¢/ 0,011, Q 0,m044- 0,"015.—20. G. petreus Bris. K'ytris brevibus, o7 apicem abdominis subattingentibus, 9 multéd brevioribus; campo anali discoidali pau!!é angustiori. — 21. G7. minutissimus Bol. Are& mediastina brevi, 97 rard usqué ad medinm ely trorum extensa; subitd attenuata, et prope basim pliis mintisve ampliata et lo- bata; prono‘i carinis lateralibus angulatis, flexuosis vel rectis. — Subgen. Chorthippus Fieb. Pronoti carinis lateralibus distinctissimé angulatis vel valdé flexuo- sis et aproximatis, plertimque vittam atram secantibus: corpore seepissimé flavo-rufescenti vel fusco- griseo, Pronoti carinis lateralibus angulatis; are mediastina o” brevissima, spe absque vend accesoria. Elytris (7 abdominis longitudine, Q multd brevioribus; geniculis nigris. — 22. G. pullus Philippi. Elytris ¢7 Q abdomine longioribus, rard in Q subbrevioribus. Margine postica pronoti sub-rotundata; lobulo antico postico paullod longiore; capite oculisque magnis; ared mediastina vena acceso- rid instruct4; elytris G7 abdomine paullo longioribus, Q abdo- minis longitudine vel subbrevioribus. — 23. G. vagans Fieb. Margine postica pronoti angulata; lobulo antico postici longitudinis vel breviori; ara mediastina sepe absque vena accesoria; ely- tris c et Q abdomine longioribus.—24. G. biguttulus L. Pronoti carinis lateralibus valdé flexuosis, aproximatis; area me- diastina mints brevi. Femoribus posticis nigro-triannulatis, annulo postico apicem ver- sus; tibiis sanguineis, prope basim flavo-annulatis, pronoto in vivo ceruleo, in sicco griseo, area axillari occlusa —25. G@. bino- tatus Charp. Femoribus tibiisque posticis flavescentibus, indistincté nigro-nota- tis; pronoto flavescenti vel rufescenti; area axillari raré occlusa area scapulari plertimque opaca, flava. — 26. G. apicalis H. S. Pronoti carinis lateralibus sinnosis, ante medium levitér aproxi- matis et postice divergentibus vel rectis: corpore virescenti vel flavescenti, raro rufescenti. Pronoti carinis lateralibus levitér flexuosis, ante medium sub- aproximatis, posticé divergentibus. Vertice pariim producto, Q obtuso; carinis lateralibus pronoti sub- aproximatis anticé posticéqne paullé divergentibus, elytris ra- rissimé explicatis, sep? co abdominis longitudinis vel paullé (7) Bolivar.— ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 129 longioribus, 9 subbrevioribus vel abortivis; alis abbreviatis.— 27. G. pratorum Fieb. 28. 28. Vertice producto, acuto vel subacuto; carinis lateralibus pronoti posticé subdivergentibus, anticé parallelis; elytris alisque expli- catis, genua postica attingentibus, rard in Q abdominis longitu- dinis.— 28. G. dorsatus Zett. 27. 27. Pronoti carinis lateralibus rectis, parallelis vel posticé subdiver- gentibus. 29. Pronoto posticé plus minusve rotundato vel subangulato; carinis lateralibus rectis et parallelis, vel levissimé curvatis. 30. Alarum disco hyalino. 31. Venis radiali interna’ mediaique divergentibus usqué ad medium elytrorum, deindé parallelis; interna bifurcd. — 29. G. elegans Charp. 31.31. Venis radiali internd mediaque usque ad apicem subdivergentibus interna medio integra.— 30. G@. declivus Bris. 30. 30. Alarum disco roseo.— 31. G@. hispanicus Ramb. 29. 29. Pronoto posticé angulato; carinis lateralibus rectis, subdivergen- tibus; antennis longissimis. — 32. G. jucundus Fisch. Fr. Pamphagodes Bol. Capite crasso, magno, obtuse conico;ad imam frontem partum amplhato; costa frontali versts apicem capitis angustissima, infra sub-parallela et prope suturam epistomatis subitO am- plata, plana, integra, vertice multO angustiore; hoc sub-— horizontali, fastigio producto, apice sulcato; oculis genarum parte infraoculari longioribus; frontis carinis lateralibus in- tegris; antennis filiformibus, sub-depressis, articulo primo partim crassiori; fronte infra ocellum medium utrinque sulco brevi, arcuato, instructa: labro magno, convexo, sulcato; apice emarginato; palpis brevissimis, filiformibus, articulo ultimo penultimo longiore; labio profundeé diviso, mandibu- lis validissimis, externé carinatis: pronoto capiti longitudine subeequali, antice posticeque subtruncato, supra cylindrico, ‘arinis duabus elevatis, approximatis, sulco postico intersectis, inter carinas subconcaviusculo; lateribus deflexis, supra inser- tionem elytrorum obtusé rotundato-angulato—productis, et carina vel ruga longa, crassiusculé, subsinuata instructis, infra obtusissimé subangulatis; elytris abbreviatis, squamifor- 430 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) mibus, longé inter se distantibus; mesonoto obtecto: prosterni tuberculo transverso, exserto, apice emarginato, mesosterno proximo; lamina meso-metasternali anticé angustata, lobis mesosterni intus rotundatis, spatio hisce angustiore sejunctis; pedibus anterioribus brevissimis, gracilibus, tibiis femoribus brevioribus, infra spinosis; femoribus posticis abdomine partim longioribus: carinis nec serratis nec lobatis; tibiis posticis femoribus brevioribus, teretibus postice bifariam spinosis, spinis internis externisque subeequalibus: tarsorum postico- rum articulo primo tertio longiore, secundo brevissimo: un- euiculis infra emarginatis, arolio magno. Genus Pamphagodes Gonie@ Stal aftine? Pamphagodes Riffensis 2o/.—Tab. v. fig. 1, la-e. © Flavo-rufescens, fusco-nigroque-notata: capite supra lon- e@itudinaliter tricarinato, carind media utrinque, lateralibus externé tenuissimeé nigro-marginatis; vertice obtusé angulato, striga obliqua sub-arcuata postoculari flava, nigro-marginata; costa frontali, punctis nigris ornata, utrinque nigro-maculata: carinis lateralibus extts plaga nigra longitudinali: pronoto supra subcylindrico, sulco postico longe ultra medium sito, carinis mediis posticé mints inter se distantibus, exttis nigro- marginatis, lateralibus antice conspicuis, infra plaga magna nigra, antice tuberculis minutis flavis: lobis deflexis, prope marginem lateralem nigro-variegatis, supra rug crassiuscula flava anticé sinuata, biinterrupta; margine postica supra in- sertionem elytrorum obtuse angulata: elytris marginem pos- ticam abdominis segmenti primi subattingentibus, extts nigris, intts flavis; metanoto abdomineque tricarinatis, carinis lateralibus crassiusculis, flavis, extis nigris: corpore subttis. pedibusque quatuor anterioribus, nec non femoribus posticis flavis, his externé fusco-nigro-bivittatis, ints fuscis; fascia arcuatad supra genua, tibiarumque spinarum apice nigris: val- vulis inferioribus analibus infra bispinosis, apice nigris. Long. corp., 0",023; pronoti, 0",0055; femorum post. 0.0115. Hab. Mauritania, prope Melilia. ( Coll. mea.) (9) Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 431 Pamphagus (Acinipe) deceptorius #o/.—Tab. 1v, fig. 5. Flavescens, rufescens, vel griseus, albo-nigroque marmora- tus; capite rugoso, carinis frontalibus acutiusculis, nigro-ma- culatis, mediis inferné divergentibus, pone ocellum approxi- matis et valdé depressis; vertice rectangulari, declivi, anticé fisso, medio et lateribus carinato, cariné media mints elevata; antennis capite pronotoque longioribus, 16-17 articulatis; ar- ticulis primis transversis, depressis, apicalibus longioribus, sub-cylindricis; pronoto compresso, antice producto, postice angulatim excisso, carina media acuta, sulco postico inter- secta, partum curvata, plerimque feré recta; marginibus pro- noti nigro-marmoratis, antica subsinuata, postica supra in- sertionem elytrorum in angulum obtusum producta; elytris griseis, rufo- vel nigro-venosis, abdominis segmentum pri- mum non superantibus, apiceé dilatatis, subtruncato-rotunda- tis: prosterni tuberculo levi, elevato, margini antice cognato: femoribus anticis in ~& subincrassatis; posticis externé trans- verse nigro-bifasciatis, carinis externis internis subparallelis, nec dilatatis, nec serratis; tibiis posticis albido-pilosis, intts nigro-ceruleis, spinis externis flavis, apice nigris, internis nigro-ceruleis, macula flava exttis pone basim: abdomine compresso, supra subcarinato, rufo-nigroque variegato. Long. corp. <7 07,023 — 07,028; 9 0*,035 — 0,039; pron. 0",0945 — 0",007; fem. post., 0",010 — 0".014. Hab. Burgos, a D. Sanz de Diego captus: magnitudine, forma elytrorum, carina media pronoti, etc., a P. Madilleo Bol. facile distinctus. Pamphagus (Acinipe) Mabillei Bol.—Tab. v. fig. 6. Acocera hesperica, Bolivar, Sindp., pag. 82 (non Ramb.). Flavo-albidus vel rufescens, rufo-nigroque marmoratus; rugoso-reticulato: capite rugoso, punctato; carinis frontali- bus acutiusculis, mediis inferné divergentibus, pone ocellum approximatis et depressis: vertice antice angusto, fisso, con- 432 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) caviusculo, ¢7 levi, Q rugoso-punctato, carinis lateralibus elevatis, media versus apicem obliterata; antennis 16-17 arti- culatis, .7 capite pronotoque longioribus, ° brevioribus; sub- triquetris, articulis basalibus transversis, subdepressis, api- calibus longioribus, subcylindricis: pronoto compresso, an- tice producto, postice truncato, carind media elevata, arcuata in ~ compressi, sulco postico intersecta, pronoti lateribus versus marginem anticam et posticam longitudinaliteér et irre- culariter nigro- vel rufo-fasciatis, margine postica supra in- sertionem elytrorum in angulum obtusum producta; elytris eriseis, rufo-venosis, Q usqué, o”% ultra marginem posticam abdominis seementi primi extensis, pone medium amplhatis, deindé ovali-angustatis, apice in (7 plus quam in 9 rotunda- tis; prosterni tuberculo levi, elevato, subcompresso, infra non suleato, declivi, margini anticee cognato; femoribus anti- cis & incrassatis; posticis indistincté ferrugineo-maculatis, carinis externis inermibus, nec foliaceis nec dilatatis, inter- nis subparallelis; inttis extisque pinnato-carinulatis, carinu- lis arerve externee basi subreticulatis: linea arcuata geniculo- rum nigra, tibiis posticis intus ferrugineo-ceeruleis, spinis apice nigris; abdomine subcompreso, supra carinato, seg- mentorum margine postica rufa, nigro-maculata. Long. corp. o 0",040; 2 07,055 — 0",060; pron., 0",007 — 0™,011; fem. post., 0",014 — 0",020. Hab. Valencia, a D. Bosca captus. Domino Profesori Madille qui collectionem Ramburianam benevolentissimé mihi communicavit, dicatus. Eunapius cucullatus Bol. Acoccra monticola? Ramb., Bolivar, Sindp., pag. 82, lam. 11, fig. 4, 4a. Flavo-rufescens, capite granoso, carinis frontalibus acu- tiusculis, mediis infra ocellum subemarginatis, lateralibus usqueé ad apicem frontis; vertice subdeclivi, antice fisso, su- pra granoso, carina media posticé tantim conspicua, latera— libus subelevatis, ante ocellum utrinque angulatis, postice convergentibus; antennis subdepressis: pronoto tectiformi. antice obtuse producto, postice mesonotum basimque meta- (11) Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 433 noti tegente, supra insertionem elytrorum levissimé sub- angulato; carinad media sulco postico subinterrupta, supra suleo subtili longitudinali instructa; rugis minutis, subele- vatis, feré tuberculatis, confertissime obsito; elytris oblongis, medid ampliatis, fuscis, intus pallidis; metanoto abdominis— que segmento primo rugis flavis subreticulatis; prosterni tu- berculo anticé fisso, apice sulcato et utrinque unitubercu- lato: femoribus posticis depressis, pronoto paulld longioribus, carinis partim vel minimeé dilatatis, superiore fere indistincte serrulata, pagina externa carinulis reticulatis et punctatis, carina inferiori internd submutica; tibiis posticis intus con- coloribus vel fuscioribus, spinis apice nigris: abdomine sub- compresso, supra carinato, segmentis primis subproductis. Long. corp. po et 2, 0",030 — 0",040; pron., 07.009 — 0™,010; fem. post., 0",012 — 0”,013. Hab. Aranjuez? (Lopez Seoane!). Tabula synoptica generum specierumque Pamphagidorum Europe. 1. Prosterni tuberculo exserto, Jeevi, integro, rarissimé granulis vel tuberculis minutis predito, margini antice plis minisve cog- nato; lamina meso-metasternali latitudine sua multd longiore; pronoto pliis miniisve compresso, seepe tectiforme, levi, vel tu- berculato-rugoso, vel reticulato, rard granoso, supra insertio- nem elytrorum obtusé angulato; metanoto non obtecto, mar- gine posticd mesonoti pleriimque conspicua: elytris angustis, pone medium dilatatis, margine inferiore recta: femoribus pos- ticis angustis; antennis filiformibus vel ensiformibus. — Gen. Pamphagus Thunb. 1.4. Prosterni tuberculo distincto, bifido vel quadrifido, margini an- tice cognato, vel nullo, tunc prosterni disco prope marginem pliis minisve reflexam et productam subconvexo: lamina meso- metasternali latiore quam longiore, rard latitudine sua paulld longiore; pronoto tectiforme, crista compressa destituto; supra elytrorum insertionem obtusissimé angulato vel convexo; rar0 levi, sepé granoso; basi metanoti pleriimque obtecta; mesonoto seepe inconspicuo: elytris latis, ad medium ampliatis, margine inferiori arcuata, vel brevissimis, vel nullis; femoribus posticis latis; carinis compresis, undulatis vel dentatis vel serratis; an- tennis subdepressis, minimé ensiformibus. ANALES DE HIST. NATe—VII. 28 134 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) 2. Prosterni tuberculo distincto, bifido vel quadrifido, margini antice cognato; elytris latissimis, fuscis, intis pleriimque pallidis; lobi mesosternales intus parim angustatis.— Gen. Eunapius Stal. . 2. Prosterno absque tuberculo, disco subconvexo et versus marginem bo anticam medio reflexam et pliis miniisve productam subascenden - te; elytris sepé nullis, vel brevissimis, rar) marginem posticam abdominis segmenti primi attingentibus, tinc marginibus arcua- tis et corpore concoloribus.— Gen. Nocarodes Fisch. W. GEN. Pamphagus Thunb. Costa frontali infra ocellum coarctata, depressé; antennis filiformibus, subtriquetris, rard ensiformibus: pronoto tecti- formi, carina media sulco postico intersectaé, rard integra (P. elephas \..), compressa et subcristata, vel leeviter elevata. posticé subemarginato-truncato (in P. elephanti L. et marmo- rato Burm. posticé obtuse angulato, mesonotum supra te- gente), supra insertionem elytrorum obtuse et distincté an- gulato: metanoto apiceque mesonoti non obtectis; elytris angustis, pone medium ampliatis, margine inferiori recta: prosterni tuberculo exserto, distincto, leevi vel tuberculis mi- nutis predito, margini antice reflexe, medid elevate a me- sosterno distanti, plis mintsve cognato; lamina meso-metas- ternali latitudine sua multd longiore: lobis mesosternalibus inttts raroO subangustatis: femoribus posticis gracilioribus, carinis minimeé dilatatis. integris vel minutissime et feré in- distincté subserratis. 1. Costa frontali infra ocellum subitd depressi, emarginata; oculis crassiusculis, subglobosis, parte genarum infra-oculari aque longis Q, vel longioribus <7; antennis ensiformibus, subtrique- tris; pronoto posticé truncato vel subemarginato; carina vel crista media sulco postico intersecta; metanoto apiceque me- sonoti non obtectis; elytris oblongis, conccloribus ; margine antica prosterni perpendicularitér reflexa, medid altiore; tu- berculo crasso, granulis vel tuberculis minutis armato ei sub- cognato; lamina meso-metasternali latitudine sua multd lon- giore; lobis mesosternalibus intis rotundatis, spatio his angus- tiore sejunctis; femoribus posticis crassiusculis, angustatis, vel feré tripld longioribus.— Subgen. Orchamus Stail.— P. Rau- lint Luc, Yersin. — P. syriacus Bris. sp. distincta? (13) ea bo _— _ ah He 6. 6. 6. Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 435 Costa frontali infra ocellum plis mintisve emarginata; oculis non globosis, genarum parte infra-oculari equé longis (, vel bre- vioribus Q; antennis filiformibus, rard subensiformibus; pronoto posticé pleriimque truncato vel subemarginato (in P. elephante L. et marmorato Burm. in angulum obtusum subproducto); carina vel crista media rard integra; elytris angustis, unicoloribus vel intis pallidis; femoribus posticis pronoto sesqui- vel plis dupld longioribus. Pronoto posticé truncato vel subemarginato, metanotum apicem- que mesonoti non tegente, tectiforme, crista compressa spe destituto, vel abdomine supra fortitér lobato-cristato. Elytris angustis, unicoloribus, margine interna subrecta; lobis me- sosternalibus spatio his angustiore sejunctis, tuberculo prosternali levi; pronoti carina supra sulco subtili longitudinali destituta. Pronoto crista alta compressa, sulco postico profundé emarginata; abdomine lobato-cristato; femoribus posticis depressis brevibus; antennis subensiformibus; vertice subhorizontali; corpore gra- noso. — Subgen. Prionosthenus Bol. — P. galericulatus Stal. Tab. v, fig. 4. Pronoto tectiformi, crista alta, compressa destituto; carina me- dia sulco postico levitér subexcissi; abdomine nec lobato nec serrato; femoribus posticis angustis, parim depressis, longius- culis; antennis filiformibus; vertice declivi; corpore non gra- noso.—Subgen. Acinipe Ramb. Pronoto tuberculato-rugoso ; antennis capite pronotoque multd longioribus; femoribus posticis intis reticulatis; tuberculo pros- ternali crasso, convexo, levi; elytris prope basim intis subdila- tatis; carina media occipitali feré inconspicua: abdominis seg- mento primo rugoso, ejus incisuris dorsalibus flavis, obliqué nigrofasciatis.—P. hespericus Ramb. Tab. Iv, fig. 4. Pronoto levi vel reticulato-rugoso; antennis capite pronotoque brevioribus vel pariim longioribus; femoribus posticis intiis pinnatis; tuberculo prosternali compresso, apice planiusculo et subdeclivi; elytris prope basim, intiis, vix vel minimé dilatatis: carina media occipitali valdé conspicua: abdominis segmento primo reticulato-rugoso: segmentorum dorsalium incisuris fus. cis vel testaceis, nigro-maculatis. Elytris apice ampliatis, posticé rotundato-truncatis; pronoto sub- tuberculoso, abdominis incisuris fuscis; corpore albo, nigro-ra- foque vario.—P. deceptorius Bol. Tab. 1v, fig. 5. Elytris ante apicem ampliatis, posticé angustatis; pronoto levi vel reticulato-rugoso; abdominis incisuris testaceis, nigro-macu- latis; corpore rufo vel albido, fusco-nigroque marmorato. 136 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) Elytris oblongis, ante apicem distincté ampliatis, minutissimé reticulatis ; tuberculo prosternali integro; prosterni margine antica subemarginata ; pronoti carina media parim elevata, ~t minimé compressa, lateribus subconvexis; frontis carinis late- ralibus nigro-maculatis; corpore albido, rufo-nigroque marmo- rato.—P. Mabiillei Bol. Tab. v, fig. 6. 7.7. Elytris subparallelis, angustissimis, ante apicem subampliatis, grossé reticulatis; tuberculo prosternali apicé sulcato; prosterni margine antica unidentata; pronoti carina media elevata, sub- compresa, lateribus declivibus, planiusculis; frontis carinis late- ralibus concoloribus ; corpore rufu, fusco maculato. — P. simi- llimus Yersin.—P. reticulatus Fisch. distinctus ? 3. 3. Elytris latiusculis, fuscis, intis pallidis, margine interna arcuata; lobis mesosternalibus inttis subangustatis, spatio his latiore se- junctis ; tuberculo prosternali granulis vel tuberculis parvis mu- nito; pronoti carina supra sulco subtili longitudinali instructa.— Subgen. Eumigus Bol.— P. monticola Ramb. Tab. 1v, fig. 6. 2. 2. Pronoto posticé obtuse angulato et producto: metanoto non obtecto, mesonoti apice lateribus conspicuo; crista media compressa, elevata et arcuata, sulco postico vix vel minimé intersecta; ely- tris fuscis, intis pallidis, margine interna arcuata; prosterni tuberculo magne, margini anticz cognato, subcompresso: abdo- mine carinato: antennis sub-filiformibus.— Subgen, Pampha- gus Thunb. 8. Pronoto valdé compresso, crista elevata posticé subinterrupta, angulo postico ad marginem posticam mesonoti extenso (,/), vel mints producto (Q), lateribus tuberculato-rugoso; carina occipitali conspicua: corpore rufo-fusco, subtis fiavescente; abdomis incisuris pallidis, nigro-maculatis. —P. marmoratus Burm. 8. 8. Pronoto minis compresso, crista mints elevata, posticé minimé interrupta; angulo postico, ultra mesonotum producto, lateribus sub-levibus; carina occipitali subinconspicua; corpore flavo, in vivo viridi abdominis incisuris fuscioribus. — P. elephas L. Tab, v, fig. 5.—= numidicus Luc. Gren. Eunapius Stal. Costa frontali integra vel infra ocellum levissime emargi- nata; antennis filiformibus, crassiusculis; pronoto sepeé tecti- formi, postice in angulum obtusum producto, mesonotum basimque metanoti tevente, supra insertionem elytrorum non (15) Bolivar.—ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 437 vel levissimé producto; carinad media rard sulco-postico in- tersecta; elytris latis, plerimque latissimis, medid ampliatis, sepé fuscis et intus pallidis, marginibus arcuatis; prosterni tuberculo exserto, bifido vel quadrifido, mesosterno proximo, margini cognato; lamina meso-metasternali transversa vel la- titudine sua partim longiore, lobis mesosternalibus intus an- gustatis, spatio his latiore sejunctis: femoribus posticis seepis- simé depressis, breviusculis, carina superiori plus mintsve serrata. 1. Pronoto tectiformi vel compressissimo et cristato, crista media sulco postico vix vel minimé interrupta, angulo postico laterali non re- flexo; femoribus posticis plis minisve compressis, externé pla- niusculis, carina superiori pliis minisve subdilatata, carina in- feriori interna dentibus validis destituta. w Elytris fuscis, inttis flavescentibus, femorum posticorum carina superiori minuté serrata; metanoto, abdominisque segmento primo tenuissimé reticulato-rugosis; pronoti margine postica supra insertionem elytrorum haid Yel Javissime producta. 3. Pronoto carina integra, sulco subtili longitudinali destitutd, feré ad marginem posticam metanoti producto; prosterni tuberculo transverso, magno, cuneiformi, apice emarginato; pronoto lateribus feré levi, punctato-subrugoso ; elytris ovalibus, latis- simis intiis area flava strigd fusca notata. — HE. Bolivarii Stal. ab. V;, fig. 7), "Isa. D. 3. 3. Pronoto carina sulco subtili longitudinali instructa, sulco postico subincisa; posticé basim metanoti tantiim tegente ; prosterni tuberbulo partim transverso et bifido, vel longitudinali et sub- quadrifido; pronoto lateribus vermiculato-rugoso, vel tuber- culis parvis et plurimis obsito. Elytris ovalibus, medio latissimis, area interna flava striga fusca = notata; pronoto vermiculato-rugoso ; costa frontali minimé in- terrupta; prosterni tuberculo bifido; frontis carinis lateralibus anticé evavescentibus, occipitali levitér conspicua, — EZ. rugu- losus Stal. Tab. v, fig. 9. 4. 4. Elytris elongatis, oblongis, area interna flava: pronoto subtuber- culato-granoso; costa frontali sub-emarginata: prosterni tuber- culo apice sulcato, anticé emarginato, posticé biproducto; frontis carinis lateralibus integris. — E. cucullatus Bol. 2, 2. Elytris rufis; femorum posticorum carina superiori valdé serrata; metanoto, abdominisque segmento primo granoso tuberculatis; pronoti margine postica supra insertionem elytrorum rotundato- producta, ad medium utrinque sinuata et denticulis majusculis 438 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) subcurvatis armata: prosterni tuberculo-angusto, apice bifido; pronoto granulis acutiusculis obsito: femoribus posticis latis, brevibus, carina inferiori ultra medium maximé compressa et dilatata. —E. granosus Stal. Tab. v, fig. 8. 8 a.—P. terrulentus Fisch. Fr. sec. Sta!. ad hanc speciem maximé affinis. 1. 1. Pronoto nec tectiformi nec compresso, carina media parim ele- vata, sulco postico valdé interrupta, angulo postico laterali re- flexo et incrassato: femoribus posticis incrassatis, externé sub- convexis, carina inferiori interna denticulis validis armata; ely- tris latissimis, ovalibus, fuscis; striga interiori flava; tuberculo prosternali longitudinalitér sulcato, utrinque bifido; carina occi- pitali subobsoleta, costa frontali integra, lata, vix sulcata; pro- noti angulo postico metanoti basim tantim tegente.— E. Brun- nerit Stal. Tab. v, fig. 10. 10 a-c.=? E. sitifensis Bris. GEN. Nocarodes Fisch. W. Costa frontali integra vel infra ocellum leevissimé emargi- nata; antennis filiformibus, brevibus: pronoto tectiformi, pos- tice plus minusve truncato, carina media integra vel sulco postico subinterrupta, sulcis transversis plerimque nullis, seepe carinulis lateralibus anticé conspicuis; margine postica supra insertionem elytrorum arcuata, rard obtusissime pro- ducta; elytris nullis, vel brevissimis vel basi angustissima, postice rotundatis, corpore concoloribus; prosterno absque tuberculo, disco versus marginem anticam convexo, subas- cendenti, margine medio refiexa, integra vel subexcissa, me- sosterno plertimque proxima; lamina meso-metasternali feré transversa vel latitudine sua partim longiore; lobis mesoster- nalibus intus distincte angustatis, spatio his latiore sejunctis, margine postica oblicua; femoribus posticis latis, depressis, carinis compresso-dilatatis, undulatis, rarissime minute ser- ratis. 1. Elytris metanoti marginem posticam superantibus, basi angustis, posticé latis, corpore concoloribus; pronoto supra insertionem elytrorum obtusé angulato. ty Pronoto posticé subtruncato, metanotum apicemque mesonoti non tegente, prosterni margine antica mesosterno remota, medio re- flexa, lobulata; femorum posticorum pagine extern carinulis reticulatis et punctatis.— N. Brunnerit Bol. Tab. v, fig. 14. (17) Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 439 tw . 2. Pronoto posticé obtusé angulato, metanoti apice tanttim conspicuo; pagine externe femorum posticorum carinulis pinnatis, vel reti- culatis et subindistinctis. 3. Abdominis dorso compresso, segmentis primis posticé longé pro- ductis; pronoto rugoso-tuberculato, tuberculis elevatis, acutius- culis, prosterni margine antica reflexa et unidentata.— N. nigro- punctatus Luc. 3. 3. Abdominis dorso subcarinato, segmentis postice acuté dentatis; prosterni margine antica, mesosterno proxima, reflexa, medi’ subelevata.— N. canonicus Fisch. Fr. Tab. v, fig. 3. 1. 1. Elytris nullis; pronoto posticé lateribus rotundato; supra insertio- nem elytrorum vix vel minimeé obtusé angulato, = Pronoti carina sulco longitudinali destituta, pronoto acute tecti- formi. 5. Pronoti carinulis lateralibus elevatis, media parim convexa, sub- pellucida, levi; infra carinam lateralem ruga oblicua, flava; fe- morum posticorum carinis integris, partim explicatis. — NV. Vol- xemi Bol. 5.5. Pronoti carinulis lateralibus subinconspicuis, media convexa, ru- gosa; femorum posticorum carinis undulatis, nigro-maculatis,— N. longicornis Bol. 4. 4. Pronoti carina sulco subtili longitudinali instructa; proncto obtuse tectiformi. 6. Pronoti carina anticé tantum sulcata; prosterni margine anticé re- flexa, et acute unideutata.—P. Straubei Fisch. Tab. v, fig. 2. 6.6. Pronoti carina sulcata; prosterni margine antica reflexa, in lobu- lum rotundatum vel subtruncatum desinente. — P. cyanipes Fisch. W. Barbitistes Sanzii Bol. Barbitistes sp.? Q, Bolivar, Sindps. de los Ortép., pag. 302, lam. v, fig. 12. —Anales de la Soc. Esp. de H.N., t. vu, pag. 92 et t. vi, lam. Iv, fig. 42. Supra viridis vel rufo-fuscus, subttis dilutior, linea flava laterali ab oculis usqué ad basim cercorum ducta, in 9 abdo- mine seepe obsoleta; verticis tuberculo compresso, subacuto, supra sulcato; antennis corpore plis duplo longioribus, albo annulatis; pronoto medid subconstricto, antice posticeque subelevato et truncato, linea flava media subtili. lateralibus 440 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) inferné nigro-marginatis: elytris qo” pronoti feré longitudinis, Q dimidid brevioribus; flavis, extis pone marginem lineola fusco-nigra ornatis; femorum carinis inferioribus nigris; ab- domine viridi-rufo, fusco-maculato, incisuris segmentorum flavo-notatis. of Lamina infra-anali magna, profunde incisa, fortitér ca- rinata; carina in lobulo subscabro, rotundato, postice sub- sinuato elevati; margine granosa, fusca, brevitéer pilosa: cercis gracilibus, curvatis, apice leviter flexuosis, infra la- minam decussatis. Q Lamina supra-anali brevi, triangulari, medid levissime carinata; cercis brevibus, subcurvatis; oviscapto abdomine paulld breviori, supra lkeviter curvato, infra recto, subsi- nuato, apicem versus acute dentato, basi flavo, apice viridi; lamina infra-anali carinata, semicirculari, postice subpro- ducta. Variat occipite, dorso pronoti abdominisque, nec non vitta externa femorum posticorum ferrugineo-fuscis ; abdominis linea media angustissimé flavo-picta. o& Long. corp., 0",019; pronoti, 0",0035. Q = 0",022; — 0",0045 — 0",005; oviscapti, 0.7010 — 0",011. B. Fischert Yers. affinis;.tamen tuberculo verticis acuto et sulcato, colore, cceterisque notis distinctus. Hab. Albarracin (Zapater!) specimen mutilatum tantiim vidi; Castroceniza (Burgos) (Sanz!) & D:no M. Sanz de Diego benevole ad describendum communicatus. Paradrymadusa Krausii Bol.— Tab. tv, fig. 7, 7 @. © Fusco-cinerea, nigro-fuscoque maculata; antennis cor- pore cum oviscapto longioribus; pronoto brevissimo, anticé pone marginem utrinque impresso, posticé subtruncato, dorso obscuriore, prope elytra flavo; elytris pronoto brevioribus, posticé subrotundato-ampliatis, externe angustissimeé cinereo- pictis, venis fuscis; femoribus quatuor anterioribus pronoti longitudine vel sublongioribus, infra spinis destitutis, tibiis anticis externé spinis tribus, inttts quinque vel sex instructis:; femoribus posticis abdomine multd longioribus, interne nigro- (19) Bolivar.—ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 441 vittatis: plantulis tarsorum posticorum articulo primo brevio- ribus; abdominis segmentis dorsalibus ad basim subcineras— centibus, apicé rufo-fuscis; infra flavescentibus: lamina supra- anali transversa, postice subexcissa, processo brevi, trigono; infra-anali magna, medio longitudinalitér profundeque sul- cata, lateribus sinuatis, posticé attenuata et angulatim ex- cissa: oviscapto corpore longiore, levissimé surstm curvato, apice acuto. Long. corp., 07,015; pron., 0",0045; ovisc., 0",017. A P.-spinibrachid Fisch Fr. (Bol.), statura minore, plantulis tarsorum posticorum articulo primo brevioribus, oviscapto surstim curvato differt. Hab. Albarracin. D. B. Zapater legit. Pycnogaster inermis Ram). Bradyporus inermis, Rambur, Faune ent. de VAnd., t. u, pag. 57, pl. 4, fig. 1,2, 9 et Q. A P. jugicolé Graells carinis lateralibus pronoti albidis. callosis, fere impunctatis, anticé subparallelis, postice levi- ter curvatis, prope sulcum posticum incisis, sulcis parim profundis; pedibus posticis femoribus versus apicem exttis intlisque spinosis, tibiis femoribus vix longioribus, supra exlerné teretibus, muticis vel tantim duobus vel tribus spinis minulissimis, carina interna superiori 3-4 spinis brevibus ins- tructis; abdominis dorso utrinque linea alba longitudinali or- nato; cercis % subcylindricis, apice rotundatis, intts oblique subtruncatis, dente nigro curvato prope apicem armatis; la- mina supra—anali fere truncata, processo... (in specimine mihi examinato deformato); lamina infra-anali 9 posticé lateribus incrassata; oviscapto longissimo subrecto differt. Long. corp. % et Q, 0",033 — 0",035; pron. carinis laterali- bus, 0",011 — 0™,012; tibiarum post., 0",0155 — 0",0165; ovis- capti, 07,033. ; Specimina depicta in tabula 4, fig. 1 et 2 operis citati, a D. Mabille benevolentissimé communicata. 12 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) Ephippiger (Ephippiger) Saussurianus Sol. Tab. Iv. fig. 8. Corpus flavum vel rufum, thorace lateribus nigro maculato; abdomine concolore vel transversim nigro-fasciato. Capite magno; verticis tuberculo compresso, subacuto, su- pra profunde sulcato, sulco anticé angusto; antennis corpore dupld longioribus; pronoto transversim bisulcato, sulco antico margini subparallelo, postico recto; carina media conspicua, lateralibus nullis vel rotundatis et vix perspicuis; margini- bus lateralibus pronoti sinuatis, postice leviter subascenden- tibus, angulo antico fere recto, postico rotundato; elytris dis- tinctissime reticulatis, margine externa subexplanataé, non areolata; femoribus posticis pronoto triplo longioribus, carina interna spinosa, externa inermi: processo lamine supra-ana- lis o cognato, rotundato et foliaceo, marginibus non incras- sato, longitudinaliter canaliculato, cercis conicis, inths mu- cronatis longiore; in 9 trigono, cercorum longitudinis; ovis— capto tibiis posticis multd longiore, fere recto, gracili, apice subscabro, infra prope laminam analem compresso. Long. corp. o7 et ©. 0".025: pronoti. 0".005 — 0".0055; ovis— capti, 0",025. Hab. Burgos. A Dino M. Sanz de Diego captus. Ephippiger (Ephippiger) dilutus 5o/. Tab. Iv, fig. 9.9 @. Corpus flavum, sulco antico pronoti nigro; abdomine con- colore, basi segmentorum fascia nigra postice undulata. Capite magno; verticis tuberculo subglobuliformi, apice rotundato, sulco subtili longitudinali instructo; antennis cor- pore multd longioribus; pronoto transversim bisulcato; sulco antico margini convergente, postico recto, lobulo postico pro- noti subvarioloso, carina media perspicua, lateralibus nullis: margine postica angulatim excissa: lateralibus sinuatis, pos— tice leviter subascendentibus, angulo antico recto, postico rotundato: elytris flavis, distinctissime reticulatis. margine 21 Bolivar.—ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 443 nn? externa subexplanata, confuse areolata; femoribus posticis pronoto triplo longioribus, carina interna spinosa, .externa mutica, processo lamine supra-analis cognato, triangulari, marginibus incrassato, medid sulcato, cercis obliqué trunca- tis ints mucronatis breviore; in 9 trigono, cercorum gracilio- rum fere longitudinis; oviscapto tibiis posticis multd longiore, leviter curvato, subrugoso, infra prope laminam analem com- presso. Long. corp. o et 9, 0",030 — 0",032; pronoti, 0",006; ovis- capti, 0",031. Hab. Villalba, Matritum circa. A Dino Ruiz Madrid com- municatus. Ephippiger (Steropleurus) Ramburii Jol. Tab. Iv, fig. 10, 10 a. Ephippiger monticola? (Hamb.), Serville, Hist. Nat. des Orth., pag. 476. o Corpus supra ochraceum, infra flavum: capite levi, ver- tice tuberculo parvo, supra fossulato: antennis corpore lon- gioribus; pronoto anticeé subemarginato, sulco antico subtili. postico recto, partim profundo, carina media posticé subcons- picua, lateralibus acutissimis, granosis, margine inferiore subrecta, angulo antico recto, postico obtuso, lobis deflexis leevissimis, dorso versus apicem rugoso, ad basim subfossu- lato: elytris reticulatis, disco areolisque obscure fuscis, venis flavescentibus, costa externa valdé incrassataé, marginem plus mintisve obtegente, confuse foveolata: femoribus anterioribus pronoti longitudinis, posterioribus dupld longioribus, infra versus apicem bifariam spinosis, tibiis anticis superne iner- mibus: lamina supra-anali postice longé producta, in lobu- los triangulares divisé; processo infra lobulos feré obtecto. triangulari; cercis conicis, processo pauld longioribus, apice ints curvatis, prope medium valde mucronatis; lamina infra- anali magna, subtransversa, posticé rotundata, medid excisa. Long. corp., 0",028; pronoti, 0",008; fem. post., 0",017. Hab. A D. Garcia Eguia prope Bilbao captus et mihi bene- vole communicatus. Eph. Seoanei Bol. primo intuito simillimus, tamen forma insolita appendicum analium distinctissimus : deniqué ca- 444 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) pite mints robusto, verticis tuberculo leviter prominulo; pronoto breviori, minus profunde sulcato, marginibus latera- libus rectis, non sinuatis, differt. Eph. monticola Ramb. ad hance speciem forte referendus; specimen Q mutilatum ex collectione Ramburiana summa benevolentia 2 Domino Mabille communicatum tanttm vidi, quod oviscapto brevi, partim curvato ad Hph. Seoanei Bol., forma pronotiad Bph. Ramburii Bol. accedit. Ephippiger (Steropleurus) Martorellii o/. Mabe twee fie l2s -- Siccus: viridi-flavus, abdomine rufo, immaculato; capite magno; verticis tuberculo superiore compresso, prominulo, supra sulcato; antennis....; pronoto magno, anticé truncato, posticé subemarginato, sulcis transversis profundé impressis, antico nigro, rufo-marginato, postico recto, concolore, lobulo postico pronoti subfossulato, carina media subconspicua, la- teralibus exsertis, acutis, lobulis defiexis, excavatis, angulo antico recto, margine inferiore antice recta, supra foramen sinuata, postice rotundata, ascendente: elytris distincté areo- latis, areolis magnis, nigris, venis flavescentibus; margine sub-explanata, areolata: femoribus posterioribus pronoto plis duplo longioribus; processo lamine supra-analis triangulare, longitudine sua angustiore; cercis conicis, brevioribus, lamina infra-anali magna, excissa, stylis teretibus, longiusculis. Long. corp., 0",031; pron., 0",010; tibiar. post., 0",025. Hab. A Domino M. Martorell et Pea prope Barcinonem cap- tus et ad describendum benevolé communicatus. Ephippiger (Steropleurus) castellanus Bol. Tabs iv, Hew: 2. Supra ochraceus, subttis dilutior, carinis lateralibus sulcisque duobus pronoti obscurioribus: capite levi, verticis tuberculo compresso, prominulo, subacuto, supra sulcato: antennis corpore multd longioribus; pronoto nitido, fereé qua- drato, marginibus incrassatis, lateralibus anticé rectis, supra (23) Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 445 foramen subsinuatis, posticé subangulatis; sulco postico antico profundiore, lobulo postico antico multd breviore, transverso, fossulato; carinis lateralibus acutissimis ad marginem latera- lem ductis, media in lobulo postico conspicua; elytris nigris, venis raris, crassiusculis, flavis, margine explicata: femoribus posterioribus intis spinosis, extis muticis: oviscapto feré recto, gracili, tibiis posticis longiore; processo laminee supra— analis triangulare; cercis conicis, brevibus. Long. corp., 07,018; pron., 0",006; tibiarum ant., 0",011; pos- ticarum, 07,021; oviscapt., 0",025. Hab. Burgos, a Domino Maximino Sanz de Diego captus. Ephippiger (Steropleurus) pseudolus Bo/. Siccus. Corpus flavum; capite levi; verticis tuberculo supe- riori compressissimo, inferiore nullo; antennis annulis pluri- mis obscurioribus ornatis; pronoto antice subemarginato, pos- ticé subtruncato, marginibus incrassatis, sulco antico obscu- riore, curvato, postico poné medium sito; carinis lateralibus, exsertis, subrugosis, media posticé conspicua, marginibus lateralibus horizontalibus, sinuosis, medio feré lobatis; elytris flavis, reticulatis, costa externa brevissima, margine subex- plicata et reticulata: femoribus anterioribus pronoto sesqui-, posticis tripld longioribus, his intus spinosis, extus muticis;: processo lamin supra-analis o sublibero, latitudine sua bre- viore, posticé acuto; cercis conicis, crassiusculis, processo lon- gioribus; oviscapto tibiarum posticarum longitudinis, basi curvato, deindé fere recto, gracili, levi, apice infuscato; pro- cesso lamine supra-analis Q triangulari, ad medium depresso. Long. corp., 0",026 — 0",029; pronoti, 0",0065— 0,007; tibiar. ant370"012- postic:, 0",023/0Vvise.; 070235: Hab. A D:no Prof:re Martinez et Saez prope Huelva, cum FE. hispanico (Koll.) Fieber captus. Ephippiger (Steropleurus) flavo-vittatus Bol. Q@. Siccus: viridis, flavo-maculatus; capite levi: verticis tuberculo superiore partim compresso, supra sulcato, inferiore 446 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) feré nullo; antennis viridibus (in vivo annulatis?), corpore mult longioribus, pronoto antice truncato, postice obtuse emarginato; marginibus, antica excepta, incrassatis, sulco antico ferrugineo, curvato, postico recto, profundo, pone me- dium sito; carinis lateralibus exsertis, subrugosis, media pos- ticé conspicua; margine inferiore anticé horizontali, supra fo- ramen sinuaté, ascendente, posticé subrotundata; dorsi apice flavo, basi viridi, subfossulato; elytris flavis, reticulatis, costa externa partum distincta, brevi; margine explicaté et subareo- lata, rufa; femoribus anterioribus pronoto sesqui-, posticis tripld longioribus, inttts spinosis, exttis inermibus ; segmen-— torum ventralium rudimentis transversim elevatis; abdominis dorso viridi-rufo, utrinque longitudinaliter flavo-vittato, mar- cine postica segmentorum viridi; abdomine infra viridi, lineis duabus longitudinalibus, segmentorumque rudimentis albidis; oviscapto tibiis posticis longiore, basi inflato, sensim atte- nuato, viridi, levi, apice rufo, granoso; processo lamine supra- analis triangulari; cercis conicis, brevibus. Lone. corp., 0",027; pron. 0",0065; tibiar. ant., 0".0124; pos- ticarum, (0",024; oviscapt., 0,028. Habitat..? Ex coll. Ramburii a D:no Prof:re P. Mabille com- municatus. Ephippigeris Serv. nova tabula analytica. 1. Processo lamin supra-analis (/ basi coarctato, postice ampliato, cochleariforme; oviscapto brevi, falcato, forma fere ut in Platy- cleidibus, pronoto anticé constricto, posticé latissimo. — Subgen. Uromenus Bol.—1. EL. Durieui Bol.—2. E. rugosicollis Serv.— 3. E. latipennis Fisch. Fr.—4. E. laticollis Luc. 4.4. Processo laminz supra-analis < rard basi coarctato, tiinc non cochleariformi; oviscapto longiore, recto vel pariim curvato. 2. Corpore opaco; segmentis abdominalibus margine posticd non incrassatis, segmento postico ventrali 2 plano, levissimé sub- convexo. 3. Vertice tuberculato ; tuberculo exserto, plis mintisve compresso; lamina supra-anali rard in lobulos triangulares producta, ttine processo triangulari, posticé acuto. (25) Ad. 4. 3. Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 147 Carinis lateralibus pronoti rotundatis vel nullis; processo lamin supra-analis rard trigono; cercis plertimque subcylindricis, apice obliqné truncatis.— Subgen. Ephippiger Serv. Femoribus posticis pronoto duplé vel feré tripld longioribus. Pronoto posticé non ampliato, partim elevato vel subdepresso. Processo Jaminz supra-anali cognato; disco areolisque elytrorum seepe rufis, rar nigris. Pronoti marginibus lateralibus rectis, anticé horizontalibus, posticé obliqué ascendentibus; angulo postico laterali nullo vel incons- picuo; processo lamin supra-analis <7 rotundato, foliaceo; ovis- capto tibiis posticis breviore vel vix longiore. Processo lamine supra-analis ¢/ Jatitudine sua longiore, cerco- rum longitudinis ; oviscapto tibiis posticis longiore.— 5. H. lon- gicauda Bol. Processo Jamin supra-analis cercis longiore, vel multtim brevio- re; oviscapto tibiarum posticarum longitudinis vel breviore. Processo lamin supra-analis = . riparia Pall. . pallipes Duf. . vicina Luc. . annulipes Luc. Sror. Fly: Dermaptera. Fam. |. Forficulidee. Labidura Leach. Forficesila Serv. gigantea Fabr. var. marginella Costa. — Fischeri Motsch, lividipes Duf. meridionalis Serv. Forcinella Dohrn. Forficula Fisch. Fr. ec. p. Brachylabis Dohrn. Anisolabis Fieb. . mauritanica Luc. Mauritania. . maritima Bon. Eur. mer. . meesta Géné. Medit. maritima Ramb. hispanica H. S. . taurica Motsch. Tauria. Eur. Afr. As. Turcia. Eur. mer, Algeria. Kur. mer. Labia Leach. Copiscelis Fieb. . minor L, Kur Forficula Z. . biguttata Latr. Kur. bipunctata Fabr. var. bipunctata Kitt. Asia centr. 2. Orsinii Géné. Italia. 3. smyrnensis Serv. Ture. As. min. 4. ruficollis F’. Hisp. Afr. bor. beetica Ramb. 5. Lucasi Dohrn. Syria, Augypt. 6. auricularia LZ. Eur. var. infumata Charp. 7. lurida Fisch. Fr. Turcia. 8. bicolor Fisch. W. Tauria. 9. decipiens (éné. Eur. mer. brevis Ramb. var. Hellmanni Kitt. Kirgis. 10. albipennis Meg. Enr. pedestris Bon. Freyi Dohrn. 454 2 ~e ANALES DE HISTORIA NATURAL. Fedtschenkoi Sauss. ‘Tartaria. arachidis Yers. Gallia mer.? 13. pubescens Géné. Sardinia, Hisp. 14. Yersini Bris. Eur. mer. 15. serrata Serv. Chartum, Chelidura Lair. . analis Ramb. Andalusia. . ?setulosa ied. Lusitania. worwo => Owe = 7. livida Fabr. 10. . sinuata Lafr. . marginata Schr. . cincticollis Lue. . maculata Schr. . punctata Charp. . tartara Sauss. . brevipennis Fisch. Fr. Istr. Serb. Gallia mer. var. Dufourii Serv. paupercula (réné. (32) 4, acanthopygia Géné. Eur: 5. Bolivarii Dubr. Escurial. 6. aptera Charp. Eur. dilatata Lafr. pyrenaica (Géné. var. alpina (éné. — simplex Lafr. 7. ?thoracica Fisch.W. Finlandia. ro Forfic. inc. sedis. . Tomis Kol. . anthracina Aol. Sect. Il. Orthoptera, sens. str. Fam. II. Blattidee. Ectobia West. . lapponica L. Kur. . Heckelii Bol. Hispania. . ericetorum Wesm. Eur. arenicola /’. /'r. concolor Hagenb. . albicincta Brunn. Eur. mer. . Pniceensis Bris. Nizza. . vittiventris Cost. Kur. mer. Eur. Algeria. var. brevipennis Brunn. Kur. mer. Aphlebia Brunn. Kur. mer. Algeria. Hur. c. et mer. Kur. c. et mer. Tartaria. . carpetana Bol. Hispania. . virgulata Bol. Lusitania. . trivittata Serv. Sardinia. subaptera Hamb. Andalus. 4. germanica L. . bivittata Serv. . cordofana Brunn. Cordof. Chart. . supellectilium Serv. . decipiens Germ. . tartara Sauss. Loboptera brunn. Polyzosteria Fisch. Fr. Eur. mer. limbata Charp. Tartaria. Blatta L. Phyllodromia Serv. Eur. Cosmop. JEgypt.? Chartum. Periplaneta Burm. Subgen. Stylopyga Fisch. W. . orientalis Z. Eur. Asia. Subgen. Periplaneta, s. sir. . tartara Sauss. Tartaria. , americana L. Cosmopol. . Australasia Fabr. Cosmopol. Oxyhaloa Brunn. . minor Brunn. Chartum. (33) i) . surinamensis LZ. . Madere F. Panchlora Burm. Cosmopol Perispheria Burm. Bolivar.—ANALECTA Cosmopol. ORTHOPTEROLOGICA. 155 Polyphaga Bruilé. Heterogamia Burm, 1. egyptiaca L. Medit. trichoptera F. W. . algerica Brunn. Algeria. 4. unicolor Burm. figypt. . africana L, Kigypt. Syria. 2. stylifera Burm. Toscana, Afr. ursina Burm. 4. syriaca Sauss. Algypt. Syria. Holocompsa Burm. conspersa Brunn. 1. fulva Burm. Aigypt. | 5. livida Brunn. Cyprus. Fam. III. Mantidee. Heteronychotarsus Lefeb. Gonypeta Sauss. 1. xgyptiacus Lefeb. fEgypt. | 4. femorata Sauss. Arabia. 2. Audouini Lefeb. Cairo, Suez. simulacrum Serv. 3. Cerisyi Lefeb. Luxor. | 2. tenuidentata Sauss. Tartaria. 4. Genei Lefeb. Liban. AXgypt. 5. Burmeisteri Sauss. Arabia. Mantis L. Zetterstedtii Burm. 1. religiosa L. Eur. 6. denticollis Luc. Algeria. radiata Motsch. 7. Zetterstedtii Lefeb. Suez. | 2. sacra Thunb. Tartaria. 8. arabica Sauss. Arabia. pia Serv. 9. Luxori Lefeb. Luxor. 10. Bovei Lefeb. Suez. Ameles Burm. 41. hebraica Lefeb. figypt. | 1. alata Sauss. Tartaria. 12. Savignyi Lefeb. figypt. | 2. Wagnerii Witt. Kirgisia. 13. brevipennis Sauss. figypt. | 3. Spallanzania Rossi. Eur. mer. 14, Anubis Lefeb. Aigypt. nana Charp. 45. Khamsini Lefebd. Suez. brevis Ramb. 16. Hralili Lefeb. figypt. | * — soror Serv. 17. nilotica Sauss. figypt. | 4. decolor Charp. Medit. 18. Kheychi Lefeb. figypt. | 5. Assoi Bol. Hisp. centr. 19. barbara Bris. Algeria. | 6. Picteti Sauss. Andalusia. 20. sabulosa Sauss. Suez. nana amb. 24. Lefebvrii Burm. figypt. | 7. ? pusilla Hversm. Tartaria. 22. dentata Sauss. figypt. Bovei Burm. Yersinia Sauss. 23. Petiti Lefeb. igypt. | 1. brevipennis Vers, Gallia. mer. . Tiphon Lefeb. Eremiaphila Lefeb. Ehrenbergii Burm. Aigypt. Syria. Hierodula Burm. . bioculata Burm. Hisp. mer. Afr. bimaculata Burm. 156 no me Ww th . brachyptera Pall. . Moseri Sauss. . betica Ramb. . gallicus Charp. . tibialis F%eb. _ annulata %cb. . tartaricum ZL. ANALES DE HISTORIA NATURAL. Miomantis Sauss. . pellucida Sauss. fiigy pt. Iris Sauss. . oratoria L. Kur, mer. fenestrata Brullé. bella Germ. Bolivaria Stal. commutata Fieb. Fischeria Sauss. Mantis auct. Pallasi Fieb. syriaca Sauss. caucasica Sauss. Rossia, Asia. Tartaria. Eur. mer. Caucasus. . Stollii Sauss. . pennicornis Pall. (34) Oxythespis Sauss. . Turcomanie Sauss. Turcom. Blepharis Serv. . mendica £’. Afr. sept. Empusa Illig. Nossia, Aigypt. ? pauperata Charp. (H. ent.) Ross. Ture. orientalis Burm. pauperata Fisch. W. brachyptera Fisch. W. . egena Charp. Eur. mer. Afr. bor. pauperata I/lig. europea Fieb. Idolomorpha Burm. . longifrons Sauss. Barbar. Tunis. Fam. IV. Phasmidee. Bacillus Lair. tossil Mabr. granulatus Brulleé. Eur. As. uur. mer, 3. h De Fam. V. Acrididee. Dericorys Serv. Cyphophorus Fisch. W. . albidula Serv. Mgypte maculata Misch. W. . acutispina Sal. Aigypt. Acridium Serv. Subgen. Acridium Serv. Asia min. Asia min. Tartaria. (eS) = . albidiferum Walk. . peregrinum OJ. lobipes Luc. Algeria. . gracilis Burm. Arabia. hispanicus Bol, Hispania. Rossius Ramb. . egyptium L. (1764.) Eur. Afr. cristatum Asso (1784.) lineola Thunb. migratorium Scop. tartaricum Fisch. Fr. Passectator Misch. W. Turcia, Arabia. Subgen. Schistocerca Sial. Afr. bor. Hisp. flaviventre Burm. rufescens Thunb. (35) bo w S OF me 4. Charpentierii Sta/. Tunis, Nubia. | 5. cerulescens Std. Massaua. 6. dorsata Fisch. W. Georgia, Fischerii Feb. 7. plorans Charp. Medit. 8. similis Brunn. Aigypt. Syria. 9. testacea Walk. Arabia, 10. discoidalis Walk. ZEgy pt. 11. scriptipennis Walk. Arabia. 12. turbida Walk. Zigypt. 4. . Serapis Serv. . italicus L. . morbosa Serv. . syriaca Brunn. Caloptenus Burm. Subgen. Sphodromerus Sidi. fiigypt. Arabia, Subgen. Galoptenus pr. dict Eur. Afr. bor. var. siculus Burm. — marginellus Serv. — cerasinus Serv. — barbarus Cost. — hispanicus Koll. . Pictericus Serv. Gades, Algeria. . calcaratus S7él. Massaua. . ?marmoratus Fisch. W. Ros. mer. . 2? Tarsius Fisch. W. Caucasus, Paracaloptenus Bruni. Calliptenus p. Stal. Platyphyma Brunn., (olim.) . typus Brunn. Eur, mer. Brussa. caloptenoides Brunn. Brunnerii Stal. Euprepocnemis Feb. Egypt. Arabia. Syria. . littoralis Ramb. Hisp. Lusitania. . mutator Walk. Aigypt. Arabia. . eincticollis Walk. Sinai. Pezotettix Burm. Podisma Uatr. Subgen. Pezotettix sens. str. alpina Koll. Eur. c. et bor. 9 a oO me WwW ~~ 2. pedestris L. . frigida Boh. . primnoa Fisch. W. . Riffensis Bol. . Raulinii Lue. . ? syriacus Bris. . galericulatus S¢d/. . hespericus Ramb. . deceptorius Bol. 6. Mabillei Bol. . mauritanicus Bol. . simillimus Yers. . monticola Ramb. Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 457 Europa. apterum de Geer. (Acrydium.) . mendax Fisch. Fr. Carniolia, . salamandra Fisch. Fr. Carniolia. . Schmidtii Fed. Alpes. . pyrenea Fisch. Fr. Pyren. Subgen. Melanoplus Stal. Eur. c. et bor. rufipes Fisch. W. borealis Fieb. (Caloptenus.) Sibir. Platyphyma Fisch. Fr. . Giorne Rossi. Kur. mer. . platycerca Stal, Syria. . rugulosa Séd. Asia min. Tropidopola Sidl. Opomala Fisch. Fr. p. . cylindrica Marsh. Sicil. Balear. fasciculata Charp. sicula Serv. Pamphagodes Bol. Mauritania. Pamphagus Thunb. Porihetis Serv. Subgen. Orchamus Sid. Candia, Syria. Syria. Subgen. Prionosthenus Bol. ZEgypt. Subgen. Acinipe Ramb. Andulusia. Hisp. centr. Hispania. hespericus Bol. (Sinops.) Maur. Sicil. ? reticulatus Fisch, Messina. Subgen. Eumigus Bol. Andalusia, 158 10. MM. ont nm oer we NP => Hoo Gor bo) . Bolivarii Stal. . Tugulosus Std. . quadridentatus Bris. . microptera Bris. ANALES DE HISTORIA NATURAL. Subgen. Pamphagus sens. str. marmoratus Burn. elephas Z. numidicus Poir. Eunapius Sidi. . granosus Std. Afr. bor. . terrulentus Serv. Hispania. . Brunnerii Stal. Algeria. ?sitifensis Bris. Algeria. Nocarodes Fisch. W. . Brunnerii Bol. Hispania. . Durieui Bol. Maur. . nigro-punctatus Luc. Algeria. . canonicus Fisch, Fr. Eur. mer. . Volxemii Bol. Algeria. . longicornis Bol. Algeria. . Straubei Pied. Turcia. . cyanipes Fisch. W. Armenia. rubripes Fisch. W. Turc. Rum. ? serricollis Fisch, W. Pamphagine ine. sedis. decipiens Bris. . variegatus Misch. W. Caucasus. . femoralis Fisch. W. Caucasus. . brevicornis Cost. Italia. mer. . affinis Fieb. Hispania, . tibialis Fieb. Lusitania, Bryodema [eb. . baicalensis /’. W. Karabagh. Cuculligera Fisch. Fr. Prionotropis Fieb. . hystrix Germ. Eur. mer. . appula Cost. Apulia, Sicilia, » Perezii Bol. Hispania. Sicilia. Algeria. Hisp. mer. Hisp. mer. Algeria. Algeria. (36) 4. flexuosa Serv. Hispania. 5. maculinervis Stal, | Asia. min. me wo > oe Eremobia Serv. Thrinchus Fisch. Fr. . cisti Fabr. Hispania, Aigypt. . pulchripennis Serv. figypt. . Clavellii Lue. Boghar. . Jaminii Luc. Biskra. . muricata Pall. Ross. mer. muricata OQ Fisch. W. turrita (7 Fisch. W. 6. limbata Charp. Turcia. 7. obtusa Pied. (Glyphanus.) Rum. 8. gibbera Stal. Syria. 9. accesoria Fisch. W. Georg. 10. carinata Fabr. Sinai. 41. continuata Serv. Afr. = ro Core WO => . tuberculata Fabr. . barbarensis Fisch. W. Afr. bor. . insubricus Scop. . patruelis Sturm. . concinnus Serv. . campanulata Fisch.W. Georg. . biloba Std. Daghestan. . cinerascens Stal. Persia. . subsulcata Stal. Persia, Thrinchus Fisch. W. . Schrankii Fisch. W. Ross. mer. Cdipoda Lair. Clyphippus Stal (olim.) Kur. or. Thunbergi Stal. . granulosa Walk. Belukistan. Egnatius Stal . apicalis ied. Sarepta. Acrotylus Feb. (idipoda Fisch. Fr. (ex. part.) Eur. mer. Eur. mer. Sibir. Aigypt. . longipes Charp. Sic. Ture. Alg. . octofasciatus Serv. figypt. (37) to ot Ee . cerulans Z. . ?callosus Fieb. . Kittaryi Fied. . 2? Clausii Avté. . cerulescens L. Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 159 Sphinctonotus Feb. (Edipoda ex. part. auct. . azurescens Ramb, Hisp. Algeria. ? arenarius Luc. . cyanopterus Charp. Eur.c. et mer. Ctyphippus Feb. Cidipoda Serv. p. fasciatus Sieb. cyanopterus Ramb. ? fusco-cinctus Lue. var. miniatus Pall. germanicus Lair. . gratiosus Serv. Kur. mer. mauritanicus Luc, . variabilis Pail. Eur. mer. subceruleipennis Charp. Pallasi Fed. thodoptilus Charp. affinis J. W. Wagnerii Eversm. Ross. mer. . algerianus Lue. Algeria, . siculus Feb. Sicilia. . Charpentieri ied. Grecia, venustus Feb. Pyrgodera Fisch. W. Pachytylus Fisch. Fr. p. . armata Fisch. W. Eur. or. Asia. Pachytylus Feb. Subgen. Pachytylus sens. str. . migratorius L. Tartaria, Eur. or. . cinerascens Fabr. maebyure migratorius Ramb. Subgen. Gédaleus Feb. . nigro-fasciatus De Geer. Eur. flavus Fabr. (Gryllus). Eur. c. et mer. Hispania. Rossia mer, Rossia mer. Eur. Africa. coro com> WH WO is) . suleata Thunb. . thalassina Fabr. . strepens Latr. . tergestina Charp. Ross. mer. Istr. . angustifemur Ghil. . grossum L. . typus Misch. Fr. . mMaroccanus Thunb. . flavicosta isch. Fr. Psophus /‘%eb. . stridulus Z. Kur. Cosmorhyssa Sidi. Syria, Afr. Epacromia Fisch. Fr. Aiolopus Fieb. Eur. c. et mer. ?pulverulenta Fisch. W. gracilis Charp. Kur, mer, Italia. Stetheophyma Fisch. Fr. Europa. rubripes De Geer. Parapleurus isch. Fr. Eur. centr. parapleurus Hag. (Gryllus). Stauronotus Fisch. Fr. Dociostaurus Fieb. Medit. cruciatus Charp. ? crucigerus Ramb. . Hauensteini Brunn. (in litt.) Syr. . Genei Ocsk. Eur. mer. . histrio Misch. Fr. Tauria, Sibir. . labiatus Brullé. Grecia. . annulipes Turk. Austria. . brevicollis Eversm. Hungaria. . turcomanus (7. W.) Br. Turcom. Arcyptera Serv. Stetheophyma et Stauronotus Fisch. Fr. par. . tibialis Brullé. Grecia. Eur. mer, cruciatus Ph. (Gryllus.) Stollii Fied. 460 3. — to 7 . brevipennis Krauss. . dispar Hey. ANALES DE HISTORIA NATURAL. fusca Pallas. Eur. c. et mer. variegata Sulz. cothurnata Serv. Istr. Chrysochraon Fisch. Fr. Eur. centr. . brachypterus Ocsk, Eur.c. et mer. Gomphocerus Thunb. Stenobothrus Fisch. Fr. Chorthippus Fieb. Subgen. Phiocerus Fisch. W. . Menetriesi Fisch. W. Caucasus. Subgen. Gomphocerus Thunb. 2. ‘rofus/E: Eur. centr. et mer. 3. ? deserticola Eversm. Ural. 4. maculatus Thunb. Eur. c. et bor. biguttatus Fisch. Fr. 5. antennatus /ieb. Hung. Ross. 6. brevipennis Bris. M. Pyren. 7. sibiricus L. Eur. centr. 2) 9: 10. . nigro-geniculatus Avauss. Istr. . melanopterus Borck. 5. Uhagonii Bol. . Bolivarii Brunn. caucasicus ied. Subgen. Stenobothrus /’. /'r. Eur. morio Charp. (Gryllus.) scalaris Misch. W. (Cidipoda). apricarius L. lineatus Panz. Eur. c. et bor. Eur. - nigro-maculatus H. S, Eur. var. istrianus Krauss. . erassipes Ocsk. Hung. Cauc. . miniatus Charp. Eur. Subgen. Omocestus Bol. Hisp. centr. . stigmaticus Ramb. Eur. Ramburi /%eb. . hemorrhoidalis Charp. Eur, ? minuta Brullé. (idipoda.) var. velatus Charp. Hisp. centr. ? Kollari Feb. 19, 20. 4. LO ~t . Tufipes Zett. . viridulus Z. . pullus Phil. . vagans Pied. . biguttulus LZ. . apicalis 7. S. . binotatus Charp. (38) Raymondii Yers. Hyeres. petreus Bris. Eur. mer. minutissimus Pol. Hisp. Subgen. Chorthippus. Feb. Eur. ventrale Bris. (Acridium). Zetterstedtii Fieb. cruentata Brullé. (&dip.) Eur. Oo nigro-terminatum De Geer. (Acridium.) © rufo-marginatum De (eer. (Acridium.) Transsilv. Eur. c. et mer. subsinuatus /. Fr. Eur. variabilis Feb. var. lutescens /ieb. virescens Feb. purpurascens Jeb. prasinus Feb. — nigrinus Jeb. murinus Feb. cognatus Jeb, Hispania. hyalinus Yers. Hisp. Lusit. . albomarginatus De Geer. Eur. dorsatus isch. Fr. . parallelus Zeit. Eur. pratorum /%eb. ? dimidiatus Brullé.{ Podisma.) ? tenuis Brullé. (Podisma.) longicornis Latr. var. parallelus Zett. montanus Charp. — elegans Fisch. Fr.{olim.) . elegans Charp. Enr. . declivus Bris. Medit. ?albolineata Luc. ((idipoda.) . hispanicus Ramb. Eur. mer. . jucundus Fisch. Fr. Hispania. (39) Species incerte sedis. 35. abruptipennis Borck. Suecia. 36. geniculatus. /’. W. Rossia. mer. 37. carbonarius Hversm. Ross. mer 38. luteicornis 7.W. — Ross. mer. 39. discoidalis Eversm. Ural. 40. ? moderatus Eversm. Ural. 41. Lucasi Bris. Algeria. 42. amenus Sris. Algeria. 43. simplex Eversm. Ural. 44. letus Walk. Cairo. 45. tricarinatus Sleph. Anglia. 46. albicornis Hversm. Volga. 47. ?letus Brullé. Candia. rw ro . 2? fractus Wied. . 2?venustus Walk. . tricolor Thunb. . sylvestre Thunb. . tryxalicera Fisch. Fr. . lineata Thunb. . turrita L. Oxycoryphus /isch, Ir. Calephorus Fieb. Gryllus Ramb. . compressicornis Latr. Gallia mer. Hispania, Augypt. dubius Ramb. elegans /’ieb. Paracinema /sch. i'r. bisignatum Charp. virescens Luc. (Aidipoda.) Ochrilidia Sd. Opomala Fisch. Fr. ex p. Platypterna Fieb. longicornis Feb. tibialis Pied. Acrida Sidi. Trucalis auct. nasuta /ischer. Fr. Syria. Cairo. Eur. mer. Alg. Algeria. Sicilia. Mauritania. Eur. mer. Afr. bor. 3. nasuta L. Hisp. Afr. bor. miniata Klug. procera Klug. unguiculata amb. Pyrgomorpha Serv. 1. rosea Charp. Eur. mer. 2. granosa Stal. Syria. Chrotogonus Serv. Ommexecha Brullé, Blanch. p. 1. lugubris Blanch. Egypt. 2. homalodema Blanch. Sennaar. Peecilocerus Serv. 1. roseipennis Serv. igy pt. 2. bufonius Klug. Aigypt. 3. Vulcanus Serv. Cairo. 4. punctiventris Serv. Aigypt. 5. hieroglyphicus Klug. Agypt. Tettix Charp. 1. brachyptera Luc. Algeria. . bipunctata L. Bolivar.— ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 461 uncinata Luc. (non Serv.) Eur. Afr, Linnei Fed. Schrankii (ied. var. conspersa /ieb. circumscripta ied. -—— carinalis Mieb. — punctulata Pied. bipunctata Fieb. deltigera eb. hilaris Yieb. punctatosignata ied. hieroglyphica Fieb. marmorata eb. discolor Fieb. — equestris /ieb. — dorsalis Fieb. — ziczac Fieb. — limbata Fieb. — vittata Fieb. 462 to ot Re wD . subulata L. . vulgaris Latr. . tartarus Sauss. . silvestris “abr. . tartarus Sauss. . lateralis Costa. ANALES DE HISTORIA NATURAL. . cristata Lieb. binotata Gm. ephippium Thunb. contigua /ieb. obscura Zett. Eur. var, nigra Fieb. fusca Fieb. bimaculata Gm. notata ieb. marginata /ieb. livida Feb. pallescens Feb. nebulosa eb. humeralis (ieb. stragulum Feb. crucigera /’icb. vittata Heb. dorsalis Fieb. lineata Jeb. Fam. VI. Gryllotaipa Lair. Eur. As. Afr. . unispina Sauss. Tartaria. Tridactylus Ol. Aya iilig. . variegatus Latr. Eur. mer. . Savignyi Guér. fiigypt. fasciatus Guér. Tartar. Ural. variegatus Kitt. Nemobius Serv. Eur. . lineolatus Prullé. Gall. mer. Hisp. hirticollis Duf. Tartar. Cauc. Italia. mer. . Heydenii “isch. /’r, Kur. c. et mer. . meridionalis Ramb. . nodulosa Feb. . elevata Mieb. 0. ophthalmica ed. Ital. Gieec. Ross. MA. 42. 2? acuminata Pris. (Edipoda tricincta Walk. (40) Eur. mer. 4 5. depressa Pris. Hur. mer. As. min. 6. Charpentierii /7eb. Te 8 9 i Rum. Ital. Dalmat. Lusit. Dohrnii Feb. Grecia. var. dorsalis (eb. sordida /ieb. Turki Krauss. Austria. Gall. mer. Acrididi mihi incerti generis. Arab. Arab. Arab. terminalis Walk. obscurata Walk. rubescens Walk. Arab. ' variegata Walk. Aigypt. latifasciata Wk. M. Rubr. tincta Walk. M. Rubr. Gryllide. ro mw CG tO o . megacephalus Serv. . campestris L. . desertus Pall. . Brunnerii Selys. . domesticus Z. Brachytrypes Serv. Sicil. Afr. Liogryllus Sauss. Gryllus Fisch. Fr. p. Eur. Medit. . bimaculatus De Geer. Medit. capensis abr. . morio abr. Massaua. Gryllus L. Medit. Asia. var. desertus Pall. tristis Serv. melas Charp. Maur. Medit. Cosm. . hispanicus Ramb. Hisp. mer. Afr. . frontalis Hieb. Eur, c. et mer. As. (41) 6. gossypii Cost. Italia. mer. 7. tartarus Sauss. Tartar. Cauc. 8. burdigalensis Latr. Medit. var. Cerisyi Serv. — cinereus Cost. — arvensis Ramb. 9, cyprius Sauss. Cyprus. 40. algerius Sauss. AA. A2 SD Co RFR Ww rt . obesus ieb. Bolivar.—ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. Species dubie. wegyptiacus De Haan. A gypt. . tomentosus Eversm. _Kirgisia. Gryllodes Sauss. - apricus Sauss. fEigypt. . hebrwus Sauss. Palestina. . niloticus Sauss Egypt. . lateralis Fieb. M. Casp. . pipiens Duf. Hispania. . terrestris Sauss. Tartaria. Platyblemmus Serv. . lusitanicus Serv. Hisp. Afr. maculatus Feb. var, Ramburi Serv. . umbraculatus L. Mauritania. . caliendrum Fisch. Fr. Hisp. mer. Kollari “ied. . barbarus Sauss. Mauritania. Gryllomorpha /ie/). . dalmatina Ocsk. Eur. mer. aptera 77. S. longicauda Ramb. fasciata Fieb. Alg. As. min. (a3) i) oO nwo=> - acervorum Panz. . pellucens Scop. . africanus Sauss. 463 Myrmecophila Lair. Spherium Charp. Eur. c. et mer. mauritanica Lue. hirticauda Fisch. W. bifasciata Yisch. W. . ochracea Fisch. Fr. Sicilia. Mogisoplistus Sauss. Mogoplistes Serv. . Squamiger Fisch. Fr. Eur. mer. talitrus Costa. . brunneus Serv. marginatus Costa. Arachnocephalus Costa. Physoblemma Brunn. . Yersini Sauss. Eur. mer. . vestitus Costa. Ital. mer. . dalmatinus Sauss. Dalmatia. angustatus Prunn. Cicanthus Serv. Eur. c. et mer. aqueus Fabr. Trigonidium Serv. . cicindeloides Serv. Eur. mer. Anaxiphus Sauss, . 2averni Costa. Ital. mer. Heterotrypus Sauss. Chartum. Fam. VII. Locustidee. Orphania isch. Fr. . denticauda Charp. Eur. c. et mer. Peecilimon Fisch. Fr. Epirus, Parnassus. 2. affinis ied. . ornatus Schmidt. . Sancti-Pauli 2r. . hamatus Brunn. Smyr. Rhodus. Serbia, Mehadia. Istr. Dalm. Fieberi Ulrich. Ephess. Smyr. 464 6. ie 8. 9. 10. AA. 42. 43. Nh. 15. 16. Wie 18. NOE two bo f=) . serricauda Fabr. ANALES DE HISTORIA NATURAL. concinnus /eb. Amas. unispinosus Brunn. flavescens H. S. Rossia, Turcia. bosphoricus Brunn. Bosphorus. propinquus /eb. Parn. Athen. amisus Brunn. Smyrn. Brunneri /'riv. Mehad. Serbia. elegans /ieb. Istria, Maced. ampliatus Brunn. Istria. Fussii /zeb. Serb. Mehad. intermedius /ieb. Ross. mer. thoracicus /ieb. Serb. Mehad. levissimus Fisch. Yr. Messina. Jonicus Koll. Eur. mer. superba /. Wr. . nobilis Pied. Athen. . Schmidtii Fieb. Mehad. oS laticauda Priv. Barbitistes Charp. sanguinolentus Moisch. assimilis /ied. constrictus Brunn. Bukowina. . Yersini Brunn. Istr. Dalm. Fischerii Yersin. Hyeres. . Sanzii Bol. Hispania. . Frivaldskyi Brunn. Mehad. . Oczkayi Charp. Fiume. . higro-vittatus Brunn. Maced. . pulchripennis Cost.Calabr. Ligur. Isophya Brunn. . Straubei Brunn. Ture. Smyrna. . Pavelii Brunn. Const. Brussa. . modesta Fieb. Mehad. . costata Brunn. Austria. . taurica Zversm. Tauria. . camptoxypha /ieb, Eur. centr. . Kraussii Brunn. Suabia. . brevipennis Brunn. Tanssilvania. . speciosa Jeb. 10. Mehad. Schneideri Prunn. Baku. Smyrn. Eur. centr. AA. 42. A3. Nk. N5. vo Co . aspericauda Ramb. . spinulicauda Ramb. (42) amplipennis Brunn. Bos. Bruss. rectipennis Brunn. Brussa. acuminata Brunn. Amasia. Savignyi Prunn. Berytus. major Brunn. Taur. Cyprus. Odontura Ramb. Hisp. mer. Andalus. Charpentieri (ied. ? glabricauda Charp. . stenoxypha Feb. Sic. Mesin. pyrenea Fisch. Fr. . algerica Brunn. Algeria. . Borrei Pol. Algeria. Leptophyes /icb. Odontura Fisch, Fr. p. . laticauda Friv. Eur. mer. ruficosta /rey-Gesn. . punctatissima Bose. Eur. autumnalis Charp. virescens Steph. (Ephippigera.) 3. albovittata Koll. . Eur.c. et bor. punctatissima /7eb. 4. Boscii Fieb. Eur. 5, discoidalis /ieb. Mehad. 6. vittata Mots. Karkoff. Acrometopa /icb. Phaneroptera Burm. Serv. . macropoda Burm. Eur. mer. oro wo wo— = 4. . Servillea Brullé. . syriaca Brunn. Berytus, Smyrna. . falcata Scop. . nana Charp. . minima Brunn. Morea, Const. Phaneroptera Serv. Eur. . quadripunctata Brunn. Eur. mer. Lusit. Hisp. figyptus. Diogena Prunn. fausta Burm. figypt. (43) 1. varium /abr. 1. fuscum Fabr. Eur. med. et bor. 2. dorsale Latr. Eur. med. et bor. 3. ethiopicum Thunb. — Hisp. Afr. 4. concolor Burm. Medit. 5. hastatum Charp. Hungar. Serbia. 6. stramineum Klug. /Egyptus. Locusta /abr. 1. viridissima L, Eur. 2. Savignyi Luc. Algeria. 3. caudata Charp. Eur. mer. 4. cantans (uessly. Eur. gaverniensis Serv. 5. thoracica F. W. Ross. mer. nnrrw wh = . liliifolia “abr. . bilineolata Serv. . brevipenne Yersin. . scutata Charp. . mandibularis Charp. Bolivar. —ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. Tylopsis ied. Eur. mer. var. margineguttata Serv. Syria. Meconema abr. Eur. med. et bor. Gall. Ital. meridionale Cost. Cyrtaspis Fisch. Fr. Eur. mer. variopicta Cost. Conocephalus Thunb. Eur. mer. Xyphidium Serv. Saga Charp. . serrata abr. Ross. Hung. . longicaudata Avauss. Taur. . ornata Burm. Egypt. Beryt. . ephippigera Fisch. W. Caucas. . monstrosa Krauss. Palest. . vittata Yisch. W. Ross. mer. Epir. . Natolie Serv. Ture. synophrys Charp. . syriaca Luc. Syrie. ANALES DE HIST. NAT.— VII. N. to — . fallax Misch. Fr. 465 Thamnotrizon /isch. F. Chabrieri Charp. Eur, mer. Schmidtii F%eb. magnificus Costa. . sorrezensis Marquet. Gall. mer. . noctivagus Arauss. Istria. fallax Yersin. Eur. mer. austriacus Ziirk. viennensis Brunn. 5. pustulipes Motsch. Tauria. 6. dalmaticus Arauss. Dalmatia. ?femoratus Fieb. 7. littoralis Fieb. Dalmat. Gree. 8. signatus Brunn. Tauria. 9. ? caucasicus Fisch. Caucasus. 10 AA. 42. 3. Nh. 25. 26. A. 2. . similis Brunn. . difformis Brunn. 7. striolatus /ieb. . cinereus L. . punctifrons Burm. Syr. Aigypt. Ehrenbergii Feb. Frivaldskyi Herm. ‘Transsilv. transsilvanicus /. Yr. Transs. Mikoi Herm. apterus (abr. Eur. mer. ? Ramburi Serv. (Pterol.) lugubris /ieb. Transsilvania. Mehadia. Carniolia, Croat. Ital. appendiculatus Brunn. . gracilis Brunn. Hung.Serb.Carn. Eur. mer. et bor. clypeatus Panz. . specularis 7. W. Eur.mer. et b. . tartarus Sauss. Tartaria. . ? Ledereri Fied. Beryt. . ?radiatus Misch. W. Sibiria. . ? dorsalis Fieb. Ture. Erberi Brunn. Epirus. smyrnensis Brunn. Ephessus. Rhacocleis fied. annulatus (ied. Sicilia. modesta Fisch. Fr. Ital. Sicil. discrepans /ieb. aD Oo > ww to ro . sordida Herm. . spinibrachia Fisch. Fr. . Kraussii Bol. . abbreviata Brunn. . glabra Herbst. . corsicus Serv. . pupulus Bol. . Fieberi Priv. . andalusicus Bol. . modestus Pied. ANALES DE HISTORIA NATURAL. . Raymondi Yers. Dalmatia. dorsata Brunn. . Brissouti Yers. Sicilia. . germanica H.S.. Carinthia. . spoliata Ramb. Andal. . Buchichii Brunn. Dalmat. Pterolepis Ramb. . Brunnerii Arauss. Tyrol. . ?alpina Yers. Alpes. . pedestris Charp. fur. med. Paradrymadusa Herm. Caucasus. Hisp. Hispania. Drymadusa Stein. . spectabilis Stein. Grec. As. min. Gampsocleis. /ieb. Dalmat. Eur. Thyreonotus Serv. Hisp. Cors. Ctenodecticus #ol. Hisp. centr. Psorodonctus #runn. Pancicii Brunn. Platycleis ied. Huelva. Eur, or. vittatus /. Fr. (non Charp.) 3. sepium Yersin. . brachypterus L. Eur. med. et bor. . brevipennisCharp.Eur.med. et bor. sinuatus /. W. dilutus Eversm. wOowo=> Serbia. | (44) 6. bicolor Ph. Eur. med. var. Sieboldi Fisch. Fr. 7. alpinus Aoll. Eur. med. ? Saussurianus Prey Gesn. 8. strictus Zeller. Eur. med. assimilis (eb. 9. decoratus ied. Hispania. 40. tessellatus Charp. Eur. mer. 11. Fedtschenkoi Sauss. Tartaria. 12. Tamerlanus Sauss. Tartaria. 13. montanus Koll. Alemania. Eversmanni Atte. 14. intermedius Serv. Eur. Asia. Krynickii Fisch. W. 15. affinis Feb. Eur. mer. Bosce Bol. 16. griseus Yabr. Eur. A7. Trockii Kit. Tartaria. A8. striatus Avit. Tartar. Ross. 19. marmoratus Pied. Illyria. 20. vittatus Eversm. Tartar. Ross. Species dubie. 24. tibialis Fisch. W. Sibiria. 22. nigrosignatus Costa. Calabria. 23. Stchukini Fisch. W. Sibiria. 24. Sedakovii Fisch. W. Sibiria. 25. macrocephalus 7, W. Kirgisia. . assimilis Fieb. Tiflis. . syriacus Fieb. Syria. . albifrons Yabr. Eur. mer. monspeliensis Rb. Serv. 4. verrucivorus L. Eur. Onconotus Fisch. W. 4. Servillei Fisch. W. Ross. mer. 2. Laxmanni Pall. Sibiria. 3. Eversmanni /isch. W. Ross. mer. 4. Motschoulskii Fisch. W. Caucas. 5. coriaceus Fisch. W. Caucas. 6. Boschniakii Fisch. W. Ross. mer. 7. 2? marginatus abr. Ross. mer. Decticus Serv. (45) ww Bm CO oO oO wo = — Amphiestris Fie). Barbitistes Ramb. . betica Ramb. Andalusia. Callimenus Fisch. VW. . oniscus Charp. Ross. mer. Ture. dasypus Serv. (Bradyp.) macrogaster Lef. var. longicollis Fieb. — brachynotus Fieb. . dilatatus Stal. As. min. . restrictus isch. W. Ross. mer. Dinarchus Sid/. Callimenus F. Fr. p. . dasypus Iilig. Hungaria. armadillo Thunb. Deracantha isch. W. . onos Pail. Ross. mer. cincta Fisch. W. . camelus Fisch. W. Dauria. . antilope Fisch. W. Sibiria. . aranea Fisch. W. Dauria. Eugaster Serv. Anepisceptus Fieb. Hetrodes Serv. . horridus Burm. Syria, Arabia. . Guyoni Serv. Algeria. Pycnogaster (jraells. Bradyporus Ramb. - inermis Ramb. Andalusia. . jugicola Graells. Hisp. med. . cucullatus Charp. Lusit. Alg. . Graellsii Bol. Hisp. med. Ephippiger Serv. Barbitistes Charp. Subgen. Uromenus ol. - Durieui Pol, Barcino. . rugosicollis Serv. Gall. mer, 3. 4. 5. longicauda Bol. Hisp. ec. 6. areolarius ol. Hisp. ec. 7. carinatus Fol. Aranjuez. 8. Saussurianus Bol. Burgos. 9. dilutus Bol. Hisp. c. ’ 10. nigro-marginatus Luc, Algeria. 11. hispanicus Pied, Andal. 12. Paulinoi Bol. Andalusia. 13. limbatus F. Fr. Dalm. Lusit.? discoidalis Fieb. selenophorus Feb, 14. sphacophilus Arauss. Istria. 15. vitium Serv. Eur. centr. perforatus Burm. Rossii Fieb. Fibigii ied. Fabricii Yieb. 16. perforatus Rossi. Italia. 17. Zapaterii Bol. Hispan. or. 18. compressicollis Fisch. Fr. Alg. 19. provincialis Yers. Hyeres. 20. Cunii Bol. Barcino. 21. bitterrensis Marg. Gall. mer. 22. Zelleri Fisch. Fr. Italia. 23. terrestris Yers. Provenza. 24. Idomenei Luc. Candia. 25. ustulatus Ramb. Andalusia. 26. Burmeisteri /ieb. As. min. Afr. cucullatus Burm. Subgen. Steropleurus Bol. 27. Stalii Bol. Escurial. 28. Perezii Bol. Osca. 29. selliger Charp. Hisp. mer. scabricollis Ramb. andalusius Ramb. 30. costaticollis Luc. Algeria. 34. elegans Fisch. Fr. Ital. mer. 32. Seoanei Bol. Ferro. 33. Ramburii Bol. Bilbao. Bolivar.—ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 467 latipennis Fisch. Fr. Algeria. laticollis Zue. Algeria. Subgen. Ephippiger Serv. ? monticola Ramb. ANALES DE HISTORIA NATURAL. 34. brevicollis Fisch. Fr. Algeria. 35. maculatus Yers. Sicilia. 36. Martorellii Bol. Barcino. 37. castellanus Bol. Burgos. 38. Brunnerii Bol. Hisp. c. 39. pseudolus Bol. Andalusia. . flavovittatus Bol. Patr. ign. Subgen. Platystolus Bol. 44. surcularius Bol. Matritum. 42. Martinezii Bol. Hisp. c. Subgen. Lamprogaster Bol. 43. Bolivarii S'eoane. Ferrol. 44, Miegii Bol. Escurial. Species incerte sedis. 45. crucigerus Mieb. Sicil. 46. dorsalis ied. Sicil. 47. pachygaster Luc. Algeria. 48. siculus Koll. Sicil. 49. verticalis /ieb. Sicil. 50. taurus Eversm. Kirgis. (46) 54. vacca Misch. W. Sibiria. 52. ? spinosus 7. W. Sibiria. 53. ? verrucosus 7’. W. Dauria. Troglophilus Arauss. Rhaphidophora Fisch. Fr. Phalangopsis Fieb. . cavicola Koll. Carniola. latebrarum H. S. . neglectus Arauss. cavicola Fisch. Fr. . palpata Sulz. Eur. mer. araneiformis Germ. . geniculata Cost. Cors. 5. Linderii Duf. Pyren. or. Locust. incerti generis. Pterolepis neglecta Cost. Calabria. Decticus phyllopteroides /. W. Daur. Lezina concolor Walk. figypt. (47) Bolivar.—ANALECTA ORTHOPTEROLOGICA. 469 Explicatio tabularum. TAB. sl V. 1. Aphlebiavirgulata Bol.; 7 elytrum sinistrum, ampliatum. la. = Q _ = a: — o segmentum postremum ven- trale, ampliatum. Le: — Q = iv ts 1d. _ co apex abdominis supra. le. — 2 = = 2. Bacillus hispanicus Bol.; ~~ abdominis segmentum postre- mum, cercique ampliati. 2a. — ? abdominis apex ampliatus. 3. Nocarodes Volxemii Bol.; pronotum. 4. Pamphagus (Acinipe) hespericus Ramd.; pronotum et ely- trum sinistrum. 5. — — deceptorius Bol. Q 6. — (Eumigus) monticola Ramb.; pronotum et elytrum sinistrum. 7. Paradrymadusa Kraussii Bol.; 9 corpus. "a. = @ lamina infra-analis, am- pliata. 8. Ephippiger (Ephippiger) Saussurianus Bol.; 57 lamina su- pra-analis, cercique ampliati. 9, = — dilutus Bol.; pronotum. 94. — a co” lamina supra- analis, cercique am- pliati. 10. — (Steropleurus) Ramburii Bol.; o pronotum. 10a. — — — o laminasupra- analis cerci- que ampliati. £y; — — castellanus Bol.; Q pronotum ampliatum. 470 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) 12. Ephippiger (Steropleurus) Martorellii Bol.; ~ pronotum ampliatum. io — (Lamprogaster) Bolivarii Seoane; o pronotum. Tap: Vi 1. Pamphagodes Riffensis Bo/.: Q partun ampliata. 1a. — Q facies partum ampliata. 1d. — 2 lamina meso-metasterna- lis, tuberculumque pros- ternale ampliata. le. — Q caput, pronotumque partum ampliata. 2. Nocarodes Straubei Fied.; 2 pronotum. 3 _ canonicus Fisch. Fr.; 2 lamina meso-metaster- nalis partiim amplita. 4. Pamphagus (Prionosthenus) galericulatus S7/d/.; 9 caput, pronotum, abdominisque basis. Di: — (Pamphagus) elephas Z.; 9 pronotum ely- trumque sinistrum. 6. — (Acinipe) Mabillei Bol.; 9 lamina meso-metas- ternalis, partiim ampliata. 7. Eunapius Bolivarii S¢él; ~ corpus. 7a. — oO pronoti dorsum. We: — Q pes posticus. 8. Eunapius granosus S/d/; o% pronotum, elytrumque sinis— trum. 8a. — oy pes posticus. 9, Eunapius rugulosus $?é/;Q pronotum elitrumque sinis- trum. 10. _— Brunnerii S/@l;Q = — — o= 10a. aes — © pes posticus. 106. — = Q lamina meso-metasternalis. ampliata. 10¢. os — Q pronoti dorsum. 11. Nocarodes Brunnerii Bol.;2 pes posticus. SOBRE LAS EMIGRACIONES DE LOS PULGONES LAS METAMORFOSIS DEL PULGON DEL LENTISCO (Aploneura Lentisci) POR DON JULIO LICHSTENSTEIN. (Sesion del 4 de Diciembre de 1878.) Al mismo tiempo que doy parte a Paris, Londres y otras ca- pitales, del descubrimiento de la evolucion biolégica completa de un insecto que tanto ha preocupado a los entomdlogos ya desde los tiempos de Réaumur, de Geer, etc., he pensado par- ticipar la misma noticia 4 mis colegas espanoles. Sabido es que un grupo de pulgones perteneciente a la fa- milia de los penfigidos de Hartig forma gruesas agallas sobre varios arboles, como son los olmos, chopos, y particularmente en la Pistacia Terebinthus y Pistacia Lentiscus, de los cuales no sé de fijo el nombre castellano (1). Se conoce bastante bien la primera y segunda forma de aquellos insectos, la una que da origen a la agalla, y despues de llenarla con su descendencia, toma alas y se va... Nadie hasta el dia de hoy ha podido decir a dénde, a pesar de todos los es- fuerzos hechos para descubrir su paradero; desde el dia que de- jan la agalla hasta su aparicion en la primavera, estos hemip- teros han escapado a las mas minuciosas pesquisas é indaga- ciones. ‘1) Cornicabra y lentisco respectivamente. (Nota de la C. de P.) 472 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Un sabio entomdlogo aleman, el senor Freitrew von Glei- chen, consumid ocho anos en observaciones diarias sobre el pulgon de las agallas del olmo (Zetraneura ulmi), sin poder lograr un resultado (Versuch einer gesch. des Blatilaise.—Nirn- berg , 1870). Habiéndome preparado mis estudios sobre la Phylloera a considerar bajo un punto de vista enteramente nuevo las va- rias formas que toma un pulgon desde su salida del huevo hasta la aparicion de los insectos sexuados, busco en todas las ocasiones que se presentan la aplicacion de mi teoria, tal como esta expuesta en la Nota sobre la generacion de los pulgones que ha visto la luz en estos ANALES. Asi es que recojo todos los pulgones alados que encuentro, los pongo en tubos de vidrio, y procuro comprobar si su descen- dencia es 6 no la fase sexuada. En los penfigidos, aphidios con seis artejos en las antenas que son cortas, y alas con nerviaciones sencillas 6 4 lo mas con una sola bifurcacion (Schizoneura), en los penfigidos digo, por regla general, los individuos se reconocen al momento; son de dos tamafios (los machos mas pequenos), y generalmente carecen de pico. Pues bien; al arrancar en el mes de Mayo préximo pasado una mata de grama (Bromus sterilis), adverti con sorpresa la presencia de unos pulgoncitos con alas planas y horizontales como la Phylloxera, y no en techo 6 inclinadas a los lados como los afidios en general. Los seis artejos de las antenas y las nerviaciones sencillas indicaban que eran penfigidos, y el modo de llevar las alas caracteristico de las especies del gé- nero Aploneura Passerini. En este género no hay mas que una especie, la Aploneura Lentisci, del mismo autor, la cual forma en el verano las aga- llas de las hojas del lentisco. Al dar 4 conocer el nuevo insecto en la Sociedad entomoldé- cvica de Francia bajo el nombre Aploneura radicum, hice mis reservas sobre el valor de mi descubrimiento, y diré la causa. El pulgon alado que sale de las agallas del lentisco me daba pulgoncitos, todos de igual tamano, con pico bien desar- rollado. El pulgon alado de las raices me daba, por el contrario, pul- goncitos de dos tamanos, hembra y macho, y sin pico. (3) Lichstenstein. — EMIGRACIONES DE LOS PULGONES. 473 Pues para miy para todos los que me han hecho el honor de leer mi historia de los pulgones, el insecto de la agalla es mi segunda fase (e/ emigrante), y el insecto de la raiz es mi cuarta fase (los pupiferos ). Faltaba descubrir el anillo que uniese la existencia aérea de la Aploneura lentisci con la subterranea de la Aploneura radicum. Por mis indicaciones, un jéven farmacéutico de esta ciudad, (Mompeller), Mr. Courchet, hizo la experiencia siguiente: Despues de lavar con agua hirviendo un poco de tierra ve- getal, sembro en un tubo de cristal unos pocos granos de ce- bada (Hordeum vulgare). Cierto asi que no habiaen la tierra sér aleuno animado, puso cuando la cebada empezé a brotar, una Aploneura de las aga- llas en el tubo. Esta deposité inmediatamente sus pulgoncitos, los cuales pasaron a la raiz de la graminea y principiaron a chupar. Crecieron con rapidez, y hoy dia estan en la fase de deposi- tar nuevos individuos jévenes que forman la fase curiosa que he llamado gemmantia, la cual, como en la de la filoxera, se reproduciran sin cesar durante seis, ocho, diez 6 quizas infini- tas generaciones. En la primavera habra produccion de individuos alados pu- piferos que volveran al lentisco para depositar sus pupas se- xuadas y cerrar el ciclo bioldgico que enténces sera como sigue: Mayo, huevo fecundado que da nacimiento a la primera fase: 1. Fundadora.—Pulgon grueso que forma la agalla, primera forma de larva aptera que da por gemmacion, despues de cuatro mudas, los 2. Migrantia, segunda forma de larva, que se cria en la agalla y adquiere alas despues de sus cuatro mudas. Deja entonces el lentisco y se vada las gramineas (Bromus y Hordeum), depositando alli por gemmacion los 3. Gemmantia, tercera forma de larva que queda aptera y vive chupando en las raices, reproduciéndose, despues de cuatro mudas, por gemmacion y sin cambio de forma durante muchas generaciones, hasta que entre ellas se desarrollen en el mes de Abril los 474 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) 4. Pupifera, cuarta forma de larva, que adquiere alas despues de sus cuatro mudas, sale de tierra y vuelve al lentisco, en cuyo tronco deposita sus pupas sexuadas. Estas dan pronto origen a los pequenos machos y hembras sin pico, que se copulan, y la hembra deposita su tinico huevo, por el cual principia el ciclo. Ahora el camino esta trazado, y solo falta descubrir en qué plantas viven los demas pulgones de las agallas. El curioso ejemplo que acabo de citar de la emigracion de un arbol a las aices de una graminea, hace sospechar que los penfigidos en e@eneral cambian de habitacion segun las fases de su vida. Uno, sin embargo, forma excepcion a esta regla, el Pemphi- gus Spirothece , en las agallas del peciolo de las hojas del chopo, que experimenta todas sus trasformaciones en la misma planta. Tambien se sabe que la filoxera de la vid queda en el mismo vegetal, en las agallas de la hoja (de la vid americana?) en verano, en la raiz en invierno. La Phylloxera Quercus (una de las tres especies de los robles y encinas), pasa el verano en el Quercus pubescens y el invierno en el Quercus coccifera. Agradeceré cualquiera informacion que puedan darme mis colegas de Espana sobre los penfigidos 6 pulgones de las aga- llas, pues tengo ya muchos datos, y una indicacion aislada podria quizas servirme de mucho y ayudarme a completar la historia de alguna de sus especies. LA CELULA VEGETAL: CONTRADICCION QUE ENVUELVE SU CONCEPTO EN LA BOTANICA CONTEMPORANEA, POR DON AUGUSTO GONZALEZ DE LINARES. (Sesion del 4 de Abril de 1878.) Aunque falta mucho todavia para que el criterio genético, como Carus lo llama, penetre y se infunda totalmente por las entranas mismas de la Filosofia é Historia naturales, y se cultiven estas ciencias bajo su influjo bienhechor y decisivo (que debe iluminar 4a la vez asi las tentativas de sistematizacion tedrica, como los ensayos de investigaciones empiricas aisla- das), bien puede asegurarse, sin embargo, que desde princi- pios del siglo especialmente, impera este sentido sobre todos los demas puntos de vista limitados y parciales, contradicto- rios a veces, que hasta entonces fueron la tinica guia de pen- sadores y naturalistas en sus indagaciones respectivas. Una rapida ojeada al valor y legitimidad de los diversos grupos aceptados hoy en las clasificaciones botanicas y zool6- gicas, basta para convencerse desde luégo de que todos los establecidos, atendiendo sdélo 4 los caractéres que ofrecen los organismos, Hegada su edad adulta, por numerosos que pa- rezcan aquéllos y aun refiriéndose 4 todas las esferas de la vida y a la variedad consiguiente de sus 6rganos, son @ pesar de todo grupos meramente provisionales, sin ningun valor definitivo, donde el artificio que presidiéd al establecerlos, salta a los ojos y proclama todavia con mas fuerza la efimera existencia que alcanzan, reemplazados como son, a poco de na- 476 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) cer, por otros no ménos transitorios, arrebatados como van todos ellos de wlero ad tumulum, pudiera decirse. Los ejem- plos son tantos, que es dificil elegir los mas graficos, los que retratan mas de bulto este caracter fugacisimo de las clasifi- caciones hechas sin el auxilio de los datos embrioldgicos. Val- gan por todos en el caso presente los que ofrecen, en la Bota- nica, las clasificaciones antiguas de las plantas taldfitas, donde los Hiquenes representaban hasta hace poco un grupo inde- pendiente, sustantivo de vegetales, yen la Zoologia, las divi- siones y agrupamientos en que aparecian distribuidos los gu- sanos, los entozoos sobre todo. En cambio, las afinidades naturales son manifiestas y vivas en la mayoria de los grupos establecidos al amparo del estudio genético en animales y plantas: el conocimiento de la ley, que preside al nacimiento y desarrollo de estos seres en cada caso, permite al naturalista contemplar en su enlace verdadero asi las diversas fases de cada organismo y su trascendencia res- pectiva, como las afinidades que mantiene con los otros, oscu- recidas casi siempre en el curso ulterior del desarrollo, bajo el influjo variable de la multitud de circunstancias climaticas (usando esta palabra en el mas amplio sentido que puede y debe recibir) en que se desenvuelve cada sér natural. De aqui la firmeza y consistencia que tienen, en lo esencial, las clasifi- caciones genéticas: no estan sustraidas absolutamente a cam- bios y rectificaciones ulteriores, que fuera absurdo pedir este imposible; pero queda ileso a través de esta depuracion y sucesiva mejora el ntcleo sano y legitimo que guardan cer- rado en una cascara de pormenores secundarios, deficientes é instables, que se afirman hoy y son negados manana, eran ayer interpretados de un modo y alcanzan luégo un muy otro sentido, que se tejen y destejen sin cesar; pareciéndose en esto la ciencia 4 la tela de Penélope, pero diferenciandose en absoluto de ella, aunque estimen otra cosa espiritus ligeros, por la inmutable subsistencia de sus nudos fundamentales, de sus primeros principios. De este valor real, definitivo, de las clasificaciones influidas por el criterio genético, deponen hoy firmemente la Zoologia y la Botanica, ésta sobre todo, aun con ser tan reciente la crea- cion de algunos de los grupos instituidos a la luz del criterio embrioldgico. En el rapido movimiento con que se suceden (3) Linares.— LA CELULA VEGETAL. 471 ahora los progresos en estas Ciencias, & que consagran su vida entera indagadores cuyo nimero crece pasmosamente cada dia, fuera completamente irracional medir el tiempo por los anos trascurridos; hay que estimarlo atendiendo al fondo de trabajos y estudios de que estan llenos aquéllos, y entonces un ano de ahora vale por lustros y décadas, si no por siglos a veces, de las épocas anteriores. De suerte que pueden repu- tarse antiguas, envejecidas casi, las afirmaciones hechas por Hofmeister sobre el enlace sistematico de las criptégamas vasculares entre si y con las fanerdgamas en vista del estudio embriologico de unas y otras; y si, @ pesar de haber sido for- muladas en 1852, subsiste hoy todavia el valor que se les re- conocié por enténces, y conservan en la opinion general la trascendencia que alcanzaron en un principio, hay pleno de- recho para traerlas como ejemplo de la consistencia peculiar alas clasificaciones genéticas. En cuyo apoyo, y todavia sin extremar las cosas, pudiera citarse la favorable acogida que dan ahora mismo los botanicos a la clasificacion que propone el ilustre profesor Julio Sachs de las taldfitas, distribuyéndo- las segun los tipos genéticos que en ellas se distinguen, sin dar al proceso nutritivo la preeminencia otorgada hasta el presente. Por ésta se separaba, ante todo, a las algas de los hongos, desconociendo la coordinacion y paralelismo que unas y otros guardan en su reproduccion y desarrollo; y exa- gerando, en cambio, la trascendencia de su diverso modo de asimilar las sustancias exteriores, y de mostrarse los fendme- nos correlativos en la coloracion y formas, en la complexion histol6gica y ulteriores rasgos secundarios, se convertia sin motivo un mero accidente, como lo es el parasitismo donde quiera, en un elemento prepotente, superior 4 la ley entera de la reproduccion y evolucion normales, tipicas, como suele decirse. Pero mayor aun que este influjo en la correccion y mejora de las clasificaciones, es el que ha ejercido el estudio genético de animales y plantas en el conocimiento de las leyes genera- les por que se rige la vida de estos organismos. Cuanto se sabia de ellas, sobre ser poco, carecia de funda- mento real: inducciones analdgicas més 6 ménos autorizadas eran a lo sumo los principios reconocidos, los cuales reci- bieron de los datos embriolégicos, rectamente interpretados, 478 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) confirmacion, en lo esencial, algunos, depuracion de errores que les estaban adheridos, todos; cayendo de su_ primitivo rango los que eran fruto sélo de una generalizacion precipi- tada 6 de una comparacion mecanica, sin base racional. Lo que se llama hoy, con mas 6 ménos propiedad, que no es ésta la ocasion de discutirlo, Botanica y Zoologia generales, se debe, casi porentero, al estudio genético; y aun puede asegu- rarse que los vacios profundisimos de que estas ramas biold- @icas se sienten, corresponden, en absoluto, 4 las cuestiones cuyo estudio, 6 no es todavia genético, 6 de serlo, abraza sdlo momentos secundarios de este proceso, no su ley total y uni- taria. Toda la Histologia vegetal es al presente testimonio claro de la verdad de este aserto: hasta hace poco, la distincion de los tejidos celular, vascular y fibroso, fundada en la triple division de los llamados érganos elementales de las plantas, en células, fibras y vasos, podia tener algun valor empirico, que racional jamas pudo alcanzarlo; hoy, la unidad comun del meristema primitivo, del que brotan luégo las tres especies de tejidos nombrados, es lo que primero se reconoce y bajo lo cual se explican sdlo las ulteriores diferencias histoldgicas, irreductibles hasta entdnces, verdaderos atomos abstractos, pues tambien el atomismo trasciende de la Quimica a las cien- cias del animal y de la planta. Y si quedan todavia gravisimos problemas sin resolver en la Histologia vegetal, por ejemplo, las leyes de la division celular que presiden en cada caso a la formacion de los érganos y, ante todo, a la del vegetal entero, no ha de buscarse la solucion fuera del terreno embrioldgico: sdlo en él cabe indagarla, y no de un modo fragmentario, yendo a buscar procesos genéticos subalternos, la forma- cion, v. g., de los érganos parciales; sino en vista del proceso total de que son aquéllos repeticiones mas 6 ménos desviadas, atendiendo, en suma, 4 la evolucion genética del gérmen, de la célula ovular, de que brota toda la planta. Pero este capitalisimo problema de la diversidad primordial de los tejidos, es ya secundario, en cierto modo; le antecede en razon y tiempo el relativo 4 las diferencias de las células mismas. El criterio con que se intenta hoy resolverlo, no es ya el puramente abstracto de anteriores épocas. ~A qué botanico puede ocurrirle en nuestros dias hacer de la forma adulta de (5) Linares.— LA CELULA VEGETAL. 479 las células la base fundamental para clasificar estos elementos en sus categorias primordiales? Aunque expresamente no lo declaren, reconocen tacitamente cuantos se ocupan de cues- tiones de tal indole, que el proceso genético es quien deter- mina en la diversidad de sus tipos y modos las diferencias capitales que ofrecen luégo los elementos celulares. Para referir éstos los unos 4a los otros, se atiende en cada caso primero al origen respectivo, a la ley de su nacimiento, y luégio, al curso ulterior que ofrece su desarrollo. Lo cual puede no hacerse 4 sabiendas, como si dijéramos, del motivo que asi lo exige; pero se hace en realidad, y basta para el caso. Cuanto mas, que tratandose de complexiones celulares, como son los 6rganos, ya se declara expresamente que el unico criterio para fijar la equivalencia 6 diversidad morfolé- gwica entre diversos érganos de una 6 muchas plantas, es el que se alcanza atendiendo al modo de nacer unos y otros. Asi se dice, por ejemplo, que los esporangios de los helechos son érganos coordenados en valor y representacion morfoldgica a los tricomas 6 pelos. No se exige, por tanto, que se reciba un principio nuevo en la Botanica, extrano 4 los que son inherentes hoy al estado de esta ciencia, al pretender que se declare expresamente lo que se admite a la callada respecto de las diferencias de las células, y aun se dice terminantemente, cuando se trata de los complexos celulares; a saber, que la base primordial, sobre que descansan la distincion y semejanza de las células vege- tales, es la diversidad 6 el parecido.de su origen, de su modo de nacer, de su tipo genético. En él tiene su expresion mas pura la virtualidad interna que ha de actualizar ulteriormente la célula; en él se escribe la mision fisioldgica a que viene primitivamente consagrada, y que realiza luégo de un modo mas 6 ménos completo, segun las condiciones del medio am- biente de su vida, llegando 4 veces hasta detenerse a la mitad y aun al principio, en ocasiones, de su desarrollo, como si que- dase truncado su destino primordial bajo el peso de los influ- jos climaticos adversos, inmediatos 6 hereditarios. A la luz de este criterio aparece sefialada con toda claridad una distincion fundamental entre las diversas células ve- getales. Nacen éstas. con efecto, de dos modos completamente di- 480 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) versos, segun resulta de la riquisima variedad de observacio- nes genéticas que hoy conocemos. _ Examinando los tipos principales & que obedece la g@énesis celular, y prescindiendo de la importancia relativa que los ilustres botanicos consagrados a este estudio dan & sus diver- sos fendmenos, es lo cierto que la mayor oposicion, el anta- gonismo mas trascendente, parece serel que presentan, de un lado, la division celular propiamente dicha 6 duplicativa, y de otro, todos los demas tipos admitidos (rejuvenecimiento, con- jugacion, formacion libre, cuadriparticion, etc.) (1). En la primera, que es lamas general, pues por ella se en- gendran los tejidos verdaderos de todas las plantas que los tienen, no hay contraccion ni redondeamiento del protoplasma; el nucleo se divide, y por entre los dos inmediatos, que lo reemplazan, surge el tabique divisorio, quedando segmentada, duplicada, como si dijéramos, la célula. In todos los demas tipos genéticos hay siempre contraccion 6 redondeamiento del cuerpo protoplasmico, bien antes de formarse, bien miéntras se forma la nueva pared. Aunque este caracter. positivo en el tltimo caso, y negativo enel primero, hace presumir que no se ha legado todavia a concebir y expresar claramente el fendmeno que en realidad se produce en la division duplicativa, y que suplimos hoy esta falta apelando A la negacion de lo que ocurre en los demas tipos genéticos, no por eso tiene ménos importancia, si se atiende, sobre todo, &la oposicion tan radical que hay entre las células producidas en uno y otro caso. Kn efecto, nacen por duplicacion de una célula preexistente las células vegetalivas, como ya se dice; brotan, al contrario, segun los demas tipos genéticos, las células veproductoras 6 primordiales, asi llamadas por oposicion 4 las anteriores. La funcion de las primeras es, como su nombre declara, promover un mayor desarrollo en la planta, un crecimiento mas vario, una diferenciacion mas amplia. La mision de las segundas, es mucho mas trascendente: representan en su total integridad 4 los vegetales, ya transitoria ya definitivamente, (1) V. el Zratado de Botanica (Lehrbuch der Botanik), de K. Prantl, p. 12.—Leip- sique, 1876. (7) Linares. — LA CELULA VEGETAL. 481 quizas siempre, como luégo veremos. Sirven para repro- ducirlos, esto es, constituyen nuevos individuos, nuevas plantas. De modo, que se refieren entre si las células vegetativas a las reproductoras, como las partes al todo. Una célula repro- ductora es un individuo vegetal, integro, completo; una célula vegetativa jamas es otra cosa que una parte, entre otras, de un individuo vegetal. La célula primordial lleva encerrada en su seno la virtualidad entera de su planta respectiva, y la des- pliega luégo, ya inmediatamente por sf misma, subsistiendo como tal célula, esto es, indivisa, ya mediatamente, a saber, creando 4 expensas de su protoplasma formaciones diferencia- das, secundarias, las células vegetativas, que vienen a ser en- tonces los érganos especiales 4 quienes encomienda y entre los cuales distribuye el desempeno de las diversas funciones que antes ejercia ella sola, de una vez, sin distincion alguna. En los vegetales que llegan a tener células vegetativas, la eran mayoria de éstas nace de otras iguales preexistentes; sélo dos proceden de la duplicacion de la célula reproductora. Inversamente, las células primordiales sélo brotan en las plan- tas superiores de ciertas células vegetativas que se especializan entre toda la muchedumbre de las de esta categoria, para pro- ducir las de aquélla. La célula vegetativa no reproduce jamas al vegetal por si misma: necesita engendrar antes una célula reproductora. En resolucion, toda planta esta representada por una célula reproductora, jamas por una vegetativa. La célula reproduc- tora puede luégio seguir representando al vegetal por toda su vida, sin perder su apariencia exterior de pura célula, como ocurre en los vegetales amados unicelulares por esto; 6 puede, por el contrario, diferenciar su protoplasma en cuerpos secun- darios, las células vegetativas, acabando al parecer su condi-— cion de verdadera célula, convirtiéndose enténces en vegetal pluricelular, como impropiamente se dice. Ahora bien; si del examen de los diversos tipos de génesis celular resulta, que se opone diametralmente la division pro- piamente dicha, 6 duplicacion, 4 todos los demas; si por otra parte, de las consideraciones expuestas sobre la trascendencia capital de los fendmenos genéticos, se sigue, que las seme- janzas y diferencias de las células, como de todos los érganos ANALES DE HIST. NAT.— VII. 31 482 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) en general, se determinan y expresan, sobre todo, en los feno- menos primordiales de su nacimiento, forzoso es reconocer a las células reproductoras una condicion absolutamente diversa de la de las células vegetativas; y pues éstas se ofrecen sdlo como partes interiores de aquéllas, asignarles la verdadera ca- tegoria que de hecho y de razon les corresponde, no paralela y coordenada a la de las células primordiales, las verdaderas células, sino subordinada y accesoria tan sdlo. En todo rigor no merecen el nombre de células, ya que son meras partes celulares; y si por su figura, parecida sdlo 4 la de las células primordiales, y sus funciones, que corresponden a una parte, no mas, de las de éstas, se quiere todavia conservar_ les este nombre, 4 lo ménos, llameselas céduldas secundarias. A falta de nombre ménos barbaro, cuya eleccion no es tan facil como parece, si han de retratar fielmente los conceptos apun- tados, sirvan por ahora los de protocélulas y deuterocélulas para suplir este vacio; entendiéndose, que si célula es palabra que ha de seguir expresando el estado definitivo de ciertos ve- eetales y el inicial de otros, no hay otras células que las pri- mordiales 6 protocélulas; y que las secundarias 6 deuterocélu- las, son puramente formaciones parciales, intracelulares, su- bordinadas 4 las células verdaderas, cuyo protoplasma, en vez de subsistir indiviso, se divide al contrario, diferenciandose mas y mas, sin que por ello desaparezca la unidad del mismo, como no desaparece la del individuo vegetal cuyo cuerpo esta por é] representado en uno y otro caso. Estas afirmaciones capitales 4 que nos llevan los hechos, in- terpretados & la luz del criterio genético, conforman en abso- luto con los postulados implicitamente contenidos en los principios sancionados hoy de la teoria celular; quizas vienen i satisfacer exigencias desatendidas hasta ahora en esta doc~ trina; acaso resuelven verdaderas contradicciones latentes en ella. En efecto, desde que Schleiden llegé por induccion 4 esta- blecer como un hecho general la composicion celular de las plantas, convienen todos los botanicos en reputarlas formadas de una sola 6 de muchas células, segun que ofrezcan una or- evanizacion sencilla 6 compleja, y si ocurre lo segundo, segun que empiecen su vida 6 lleven ya muy adelantado su respec- tivo desarrollo. El asentimiento universal que alcanzaron las (9) Linares. — LA CELULA VEGETAL. 483 inducciones de aquel sabio, al ofrecerlas como el fruto legi- timo de observaciones empiricas muy repetidas, contrasta se- naladamente con la desatencion, si no desprecio ignorante y presumido, con que fueron recibidas iguales afirmaciones, no ménos trascendentes, sin duda, cuando las formularon Oken y Carus mucho antes, si bien como resultado de ideas y procedimientos esencialmente sintéticos, repulsivos, por esto solo, 4 la generalidad de los naturalistas entdnces como ahora. Pero declarando todos hoy, que muchas plantas estan siem- pre constituidas por una célula unica, y que las restantes lo estan sélo en los primeros momentos de su vida, ahaden a la vez, que en los ulteriores se componen de muchas, 6 adoptando el. tecnicismo consagrado, que hay plantas wnicelulares por toda su vida, y que lo son las demas cuando principian 4 vivir, haciéndose luégo pluricelulares. Ahora bien, se reconoce tambien universalmente que toda la muchedumbre de células, contenidas en una planta plurice- lular, proceden de la célula tinica, por que comenzé aqueélla: se estima que las células nuevas proceden de la célula primi- tiva, refiriéndose 4 ésta como formaciones engendradas por ella, producto sdlo de su interior evolucion. Si el transito de la fase unicelular 4 la de muchas células se realizara unién- dose 4 la célula primera (al évulo, que podria decirse, generali- zando esta palabra) otras de su misma especie, constituyendo unidas un agrupamiento, una yuxtaposicion celular, analoga al proceso mecanico con que se forman los minerales, nada mas justo que llamar pluricelulares 4 las plantas, cuando se ofrecen en este estado. Pero si ocurre absolutamente lo contrario; si la riquisima variedad de células, que presentan los vegetales superiores en sus formas adultas, procede puramente de la distincion interior que va sufriendo la célula inicial, cuyas sucesivas divisiones trasforman poco & poco su masa, homogénea en un principio, en un sistema organico de partes elementales mas 6 ménos semejantes; si la multiplicidad de éstas se engendra en la unidad misma de la primitiva célula; si la verdadera relacion que guarda ésta con aquéllas es la de un todo con sus partes interiores, las cuales por mucho que se multipliquen y distin- gan, jamas pueden quebrantar la unidad de que proceden: en 484 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) resolucion, si toda la variedad de células ulteriores es engen- drada por diferenciacion interna de la célula inicial, llamar pluricelulares 4 las plantas, es contradecir abiertamente la idea que por todos se tiene del proceso verdaderamente organico, endégeno, pudiera decirse, con que esta multiplicacion se efecttia y viven en general los vegetales. La célula primitiva, tan es una, cuando su protoplasma y cubierta son indivisos, como despues de haberse dividido y resuelto en multitud de partes mas 6 ménos heterogéneas. La planta es, por lo tanto, unicelular siempre; ninguna otra célula viene de fuera & yuxtaponerse con la primitiva: la su- puesta pluralidad de células exigiria este proceso mecanico de fusion, de soldadura reciproca entre células primitivamente separadas; lo que hay en realidad es, que una célula unica va dividiéndose, segmentandose en partes, que por la semejanza, no identidad, de su funcion y de su forma con las del todo que las engendra, la célula inicial, han recibido tambien su mismo nombre, confundiéndose en él dos objetos absolutamente di- versos, que léjos de ser equivalentes, se refieren por el contra- rio el uno al otro como el todo y la parte, lo dominante y lo subordinado. Hay, pues, necesidad de distinguir adecuadamente am- bas especies de células, si ha de salvarse la contradiccion en que se cae al afirmar que hay plantas pluricelulares , y recono- cer 4 la vez, que la variedad de sus células procede sdlo de la distincion que se efecttia poco a poco en la unidad de la tinica célula primitiva con que aparece el vegetal en la escena del mundo. En suma, 6 se declara que son los vegetales verdaderos or- ewanismos, esto es, unicelulares por toda su vida, 6 ha de pro- barse lo absurdo, & saber: que se forman los superiores merced & una composicion, 4 una fusion de células primitivamente separadas. ; De otro modo no se Ienan las exigencias primordiales de la teoria celular, abstracta, contradictoria, erroénea, mecanica, miéntras no se depuren sus principios de estos residuos del atomismo biolégico. El cual no es hoy todavia ménos prepo- tente que el dinamico, 4 pesar del claro testimonio con que depone en contra de él la realidad viva del proceso celular, donde ya no caben las abstracciones y entidades que pueblan (lL) Linares. — LA CELULA VEGETAL. 185 la fantasia de los fisicos y quimicos, mas propensos & satisfa— cerse con representaciones sensibles y, en apariencia, claras, de los fenédmenos naturales, que dispuestos 4 profundizar en la delicada complexion de sus primeras causas. No se intenta siquiera en esta nota dar solucion satisfactoria al problema tratado en ella: se aspira solo 4 lamar sobre él la atencion de los naturalistas reflexivos, y dun indicar el camino que parece va mas derecho al término propuesto. on pele pre ir! sty baheT abies stom ane earn iia NTI r bili yt whois saleiaitae sia Ul = bi “a Mra ea ant Aen tye y ver Ta nk iu rin mike a re So eeerere eter re tig v1? Me Seal said y (3 3t\Ady phat fas uid ‘i had, Ae ie | eA Lbs a th DM Ds AES Anthea Uh one Aaa heatiaaal ? ap r er | ; hh? & paths fi oni sharers Hot Miah Oyu eed ole Lge ihc alia PE ie Sy ig) “i cr) Bid) Gti Li Ob Aiea dod, | ey | Aide, eM dito, Sabbah Nil ata gab de Dog) Th A One, ie a BALD: ARRAS Ye 1 pigdl ia} ere 4 Ps at oh Purr wteeb ita 1. ite \ ld oe polis SALE ans i Mate aarol ue Ye Pilate fas api PAE Hatt 4p DNdethg % A tater : if bit PAIK gk ay (Us eath, iret ante why al) SO BRE LA EXISTENCIA DEL TERRENO WEALDICO EN LA CUENCA DEL BESAYA (PROVINCIA DE SANTANDER), POR DON AUGUSTO GONZALEZ DE LINARES. (Sesion del 4 de Diciembre de 1878.) El interés con que la SoCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NaTU- RAL acogid mis primeras indicaciones sobre la existencia del Wealdico y de Purbeck en la cuenca del Saja (provincia de San- tander); el que luégo desperté la discusion promovida en su seno acerca de la verdadera naturaleza de estos depdésitos, ca- lificados hasta entdnces de tridsicos; el que siguieron inspi- rando ulteriormente los nuevos datos que he recogido y for- mulado con la ayuda, primero del Sr. Calderon y luégo del Sr. Mac-Pherson —me obliga a participar desde luégo a esta respetable asociacion, que he podido descubrir recientemente en la cuenca del Besaya los mismos yacimientos fosiliferos reconocidos ya en la del Saja. Podria dispensarme, casi, de advertir que figuran tambien como triasicos en el mapa geolégico de la provincia, debido al Sr. Maestre. La fisonomia que les imprimen sus materiales, areniscas y pizarras arcillosas, hizo que , observadas éstas sin todo el dete— nimiento necesario, se las tomara, como las que anteceden y si- guen de N. a S. al Escudo de Cabuérniga, por capas ya del Trias en general, ya de su miembro superior. Quizas hubiera debido ya suscitar alguna duda sobre este 488 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) caracter la discordancia de su estratificacion y la que ofrecen las verdaderas areniscas y pizarras tridsicas, que asi en la cuenca del Saja como en la del Besaya descansan inmediata- mente sobre la caliza carbonifera. Tambien hubiera podido contribuir a fortalecer esta duda el hecho de aparecer en una y otra cuenca infrapuestos dichos materiales, no a los inferio- res, sino a los medios de la Creta. Y, positivamente, habria sido forzoso renunciar a suponer- los triasicos, si se hubiese reparado que en la cuenca del Saja, doblado el Escudo de Cabuérniga, reposan en estratificacion concordante sobre las calizas jurasicas de este valle. Desgraciadamente no se tuvieron en cuenta semejantes cir- cunstancias, cuya observacion pide siempre, no ligeras excur- siones, sino detenidos estudios. Por fortuna los fésiles hallados deponen claramente sobre la edad de estos terrenos, cuya facies pseudo-triasica les ha va- lido hasta ahora una antigiiedad superior a su fecha geolo- gica. Los de la cuenca del Besaya se dejan estudiar facilmente en la seccion dadaa sus capas por la linea del ferro-carril de Alar a Santander. En la estacion misma de Torrelavega, que dista inedia legua proximamente de este pueblo, aparecen las are- niscas y pizarras arcillosas coloreadas de muy diverso modo, llenas a veces de Oxidos de hierro, y cuajadas de restos de Unio y Paludina. La tnica diferencia que parece haber entre estas rocas y fosiles y sus correspondientes en la cuenca del Saja es, que las pizarras fosiliferas son en general mas claras, y las formas de las conchas se parecen mas a las del Unio Wal- densis Mant. Las capas, aunque perturbadas a cada paso por inflexiones y fracturas, se inclinan, al parecer, hacia el NE., y sus rela- ciones con la Creta, que les antecede hacia la costa, y el Trias, sobre que se apoyan hacia el N., vienen 4 ser las mismas que las que ofrecen en la cuenca del Saja. Algo mas distan aqui de la falda septentrional de la cordillera triasica por que sigue re- presentado el Escudo de Cabuérniga en la cuenca del Besaya; procede de que ésta se deprime y achata al reemplazarla gra- dualmente las calizas carboniferas de Dobra y Puente-Viesgo, que ya desde las Caldas empiezan a elevarse surgiendo por bajo de los materiales del verdadero Trias. (3) Linares.— TERRENO WEALDICO DEL BESAYA. 489 Kspero que ulteriores estudios mas detenidos que el que motiva esta nota, me han de permitir reconocer tambien en la cuenca del Besaya una extension al terreno jurasico mucho mayor todavia de la que en la actualidad se le concede. La razon, que autoriza a sospecharlo, es, la igual estructura que parecen tener una y otra cuenca, una vez descubierta la formacion wealdica en la del Besaya. ‘ "6 MO oh § ig GER Rhee eae pat Po HBT E Fda! 1 is AS ve WC, ee F 7 of wee | ’ ¢ . es ‘Ss . : b> fb . Pee 4 +4 ye? OO bhedgtt) slate ; a. poi % “aye aad « Ng Fr » j [q" L's) eee ‘ ‘ re i 4 a | Pe: 3 fn SK ey i S| \j ¥ fs . yf get 7 5 i : ; Pie Fh i ie A ere * i i e. os G ats | igh {i > 7 ‘ ay ey. i YT adeyie lt? a ‘ \ ‘ b | aan Pitts ’ " 7 Fr ee ieity, bi] fs ead ~ : < S q . ‘ \ : ‘ 4 : ‘ ; ‘ ; one en ‘ / | S; SRUHER | ya Tes ; tot foo he } : es Ta ir of aay 7 ‘ . « FENOMENOS DINAMICOS QUE HAN CONTRIBUIDO AL RELIEVE DE LA SERRANIA DE RONDA, POR DON dois MA-C-P HERS OWN. (Sesion del 6 de Noviembre de 1878.) Las montanas que constituyen ese extremo meridional de la Peninsula, vulgarmente conocido con el nombre de Serrania de Ronda, han sido siempre objeto para mi de profundo interés, tanto por la salvaje majestad de sus multiples paisajes, cuanto por las causas que han contribuido 4 formar tan aspero con- junto de sierras, valles y mesetas. Siempre he considerado estas montanas como uno de aque- llos parajes que, tanto por la aparente unidad de su estruc- tura, como por la manera clara y precisa como se hallan de ma- nifiesto las grandes dislocaciones de esta parte de la corteza terrestre en sus vertiginosas laderas, podrian prestarse mejor para de su estudio deducir las causas a que deben su relieve las montafias. De todos son conocidas las vivas controversias a que ha dado lugar la manera de explicar la estructura de esas grandes cor- dilleras que tan vital papel desempefian en la economia del globo terrestre. Durante la primera mitad del presente siglo, y como natu- ral reaccion contra las exageraciones de la escuela werneriana, creia verse en las montafias, como Humboldt lo expresaba, la reaccion de la masa ignea interna contra la pelicula solida que por su enfriamiento secular la comprimia. 492 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Por luengo tiempo domino en absoluto esta explicacion de la escuela plutoniana, y aunque cuestionada a veces por nota- bles pensadores, era entdnces tan abrumadora la evidencia en que se fundaba, que escasa mella venian 4 hacer los aislados ataques de hombres como Constant Prevost y otros, contra la universal creencia en tan sencilla explicacion. Sin embargo, ya al finalizar la primera mitad del presente siglo, se fué viendo que no satisfacia esa teoria de una manera tan completa como sus adeptos pretendian, para explicar los numerosos hechos que por todas partes falanjes de explorado- res iban revelando. Grandes dudas fueron suscitandose acerca de si esa teoria daba exacta interpretacion de los hechos, y en el momento ac- tual, enfrente de la antigua escuela plutoniana, se levanta pujante la que, sin abandonar el fundamento de aquélla, pre- tende, sin embargo, explicar los hechos de una manera mas general que aquélla por la que hasta el presente habian sido interpretados. Como consecuencia de las investigaciones Hevadas a cabo en estos Ultimos tiempos, se va viendo que todas esas grandes cordilleras, actual adorno de nuestro planeta, son el resultado de phegues y fracturas de colosal magnitud, cual si los mate- riales que forman la costra exterior del globo tuvieran la ten- dencia de acomodarse en el menor espacio posible, y que en vez de formar estas regiones un sistema simétricamente colo- cado & ambos lados del eje cristalino como la antigua teoria necesariamente exigia, se observa, por el contrario, una mar- cada falta de simetria en su constitucion. Ademas se ve que los fendmenos eruptivos y volcanicos, en vez de ser la causa inmediata de tan colosales trastornos, son meramente las consecuencias de estas grandes manifestacio- nes de la contraccion secular de nuestro globo. Acumulado ya el vasto arsenal de datos que las investiga- ciones de numerosa pléyade de gedlogos han ido acumulando en toda la extension del planeta, aparecié la notable obra de Mallet sobre la actividad volcanica, que vino a dar forma a la nueva teoria que ya puede decirse vagaba en la mente de nu- merosos gedlogos, pero que necesitaba una inteligencia que, abarcando el fendmeno en su conjunto, prestara una formula clara y terminante a la nueva concepcion. (3) Mac-Pherson.— FENOMENOS DE LA SERRANIA DE RONDA. 198 Para este pensador las montafas del planeta son la necesa- ria consecuencia de la contraccion secular de nuestro globo, la que se manifiesta en su superficie como fuerzas que obran en la direccion de la tangente y que producen un estruja- miento de las partes mas fragiles de la misma entre aquéllas que son mas resistentes, y formula la causa generatriz de las montanas como la resultante vertical de dos fuerzas tangen- ciales, una de las cuales esta representada por la contraccion secular de la masa planetaria y la otra por su propia rigidez. Presta ademas Mallet la importancia que merece como causa perturbadora de muchos de estos fendmenos, a la accion ejer- cida por la energia trasformada al acomodarse la masa exterior del planeta sobre un nticleo cada vez de menores dimensiones. Las montanas, pues, para los sostenedores de esta concep- cion, son simplemente las arrugas, resquebrajamientos y frac- turas de la costra exterior del planeta al acomodarse a la masa interior que se contrae, y los fendmenos eruptivos y volcanicos son dependientes de este estrujamiento tangencial que nunca da por resultado una estructura en modo alguno simétrica. Planteada la cuestion en estos términos, creo que puede ver- ter alguna luz sobre este asunto el examinar esa zona de la Pe- ninsula que por lo accidentado de sus desniveles y por la ma- nera Clara y precisa como se hallan grabados en sus quebra- das los fendémenos fundamentales de su estructura, permitan ver cual de estas maneras de concebir el fenédmeno, explica mejor los hechos que en dichas montafias se observan, y da una idea mas precisa acerca de la génesis de esos grandes quebrantamientos que surcan la superficie de nuestro planeta, sometiendo al crisol de los hechos estas dos concepciones fun- damentales. Ninguna region de la Peninsula ofrece sintetizada en si en menor espacio una série de fendmenos de tan alto interés, y conserva de una manera mas indeleble los grandes jalones de su estructura, como la zona montafiosa de las provincias limi- trofes de Cadiz, Malaga y Sevilla, vulgarmente conocida con el nombre de Serrania de Ronda. Sobre esta region de Andalucia vamos a parar brevemente nuestra atencion, y ver de qué manera quedan mas satisfacto- riamente explicados los grandes rasgos de su estructura {n- tima; si considerandolos como el resultado de una fuerza que 494 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) ha obrado segun la vertical, 6 si las explican mejor fuerzas que hayan obrado en la direccion de la tangente. Fijandose el observador en la ancha faja montafiosa que desde orillas del Guadalhorce en la provincia de Malaga se ex- tiende formando un arco de circulo hasta las playas oceanicas en la provincia de Cadiz, y cuya concavidad mira al mar Me- diterraneo, no podr& ménos de llamarle la atencion la diferen- cia de estructura orografica que separa a la parte de montafas que se levanta 4 la derecha del Guadiaro, de la que desde su margen izquierda desciende con vertiginosa rapidez al mar Me- diterraneo. Cuando se estudian estas dos regiones, se ve que la una esta constituida por una série de protuberancias aisladas, res- tos de grandes pliegues en los estratos de la época secundaria, enlazados entre si por una no interrumpida série de no ménos violentos pliegues en los depdsitos terciarios, miéntras que en las montanas de la margen izquierda, por el contrario, no sdlo los depdésitos paleozdicos y cristalinos representan el papel mas importante, sino que en vez de las protuberancias que, cual islas, sobresalen por entre los dislocados depositos terciarios, forma el terreno una no interrumpida cresta en que se leen los menores detalles de su tectdnica estructura. Sin embargo, el estudio de esta comarca hace ver que esta di- ferencia es meramente el resultado de la mayor intensidad de los trastornos efectuados en este sitio, como la profundidad de los terrenos que salen & luz indican, y 4 la circunstancia de ha- ber escapado en gran. parte 4 la destructora accion del mar ter- ciario que considerablemente ha obliterado los rasgos distinti- vos de la porcion de cordillera situada 4 la margen derecha del Guadiaro. Como en esta region de la Serrania es donde con mayor cla- ridad pueden estudiarse los detalles de su estructura, sdlo en ella vamos a fijar nuestra atencion y a recorrer, aunque sdlo sea 4 grandes rasgos, los principales detalles de su consti- tucion. Considerada esta region en su Conjunto, aparece que uno de los elementos principales que entran como primer factoren su relieve es una colosal masa de serpentina que entre Manilba y Tolox no mide ménos de 44 kilémetros, y de cuya bifurcacion resulta la famosa playa de Malaga. (5) Mac-Pherson.—FENOMENOS DE LA SERRANIA DE RONDA. 495 Al observar esta gran masa central no puede ménos de la- mar la atencion la diferencia que entre su borde Norte y Sur existe, pues toda ella parece como si hubiera basculado hacia el Sur. Efectivamente, miéntras el reborde meridional constituido por terrenos paleozdicos y cristalinos, se eleva sdlo 4 muy pe- quena altura y 4 poco desaparece bajo el nivel del mar Medi- terraneo, los que constituyen el reborde Norte no solo forman una inmensa mole, gigantesco promontorio que se avanza so- bre la limitrofe provincia de Cadiz, sino que se mantiene siem— pre a considerable altura sobre e] nivel del mar y aun sobre la misma masa central de serpentina. Esta zona montanosa se divide 4 grandes rasgos en tres regiones naturales. Constituye la primera la doble cresta paralela que desde Ca- sares y Gaucin se extiende hasta orillas del Guadalhorce y que, formando en su parte central una verdadera gibosidad, en- cierra entre sus agrestes penas los dos valles longitudinales del Genal y del Turon que en sentido opuesto y paralelo y casi como prolongacion el uno del otro se deslizan por entre esta doble sucesion de asperas alturas. La mas septentrional de estas crestas puede considerarse como el contrafuerte avanzado de la Serrania; miéntras la otra, que sin interrupcion se extiende desde Casares 4 Carratraca, y que lleva en si el punto culminante de toda la comarca, forma como el verdadero espinazo de la cordillera. La segunda region esta constituida por la série de asperos estribos, que cual las espinas de gigantesco pez se avanzan desde la mas meridional de estas crestas sobre el mar Mediter- raneo, miéntras la tercer region queda comprendida en el ancho y casi semicircular valle vulgarmente conocido con el nombre de Hoya de Malaga y toda la série de montanas que lo cierran por su parte Sur. Hstas tres regiones en que se divide la Serrania no son me- ramente divisiones fundadas en la diversidad de sus formas orograficas, sino que representan en si tres distintos momen- tos de los fendmenos geoldgicos que han impreso su sello a esta parte del pais. La primera de estas regiones coincide con una série de piie- gues en los estratos paleozdicos y secundarios que preceden a 496 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) ese profundo fragmento de la corteza terrestre, mostrando las rocas peridéticas por debajo del granito, y,que constituye por si la segunda region. La tercera es el resultado de una amortiguacion del fendé- meno en la direccion que le vemos seguir entre Manilva y Tolox, y despues de una gran quiebra en el terreno al Sur; la salida de rocas peridoticas vuelve otra vez 4 repetirse mas me- ridionalmente en analoga forma 4 como sucede en dicha colo- sal masa al Sur de la cresta culminante, de cuya bifurcacion ya he dicho resulta la Hoya de Malaga. Si se fija el observador en la estructura de la doble sucesion de sierras que entre si encierran los valles del Genal y del Turon, vera que 4un en medio de su aparente confusion ésta es relativamente sencilla. Vera, que en esta doble sucesion de alturas, las que consti- tuyen el contrafuerte avanzado, despues de formar sus estratos una série de grandes plegues, se encuentran por una colosal fractura que se traza en el fondo de los valles del Genal y del Turon, desgajados de los terrenos que componen la cresta cul- minante, haciendo casi invariablemente que la parte superior del ultimo pliegue del contrafuerte avanzado perteneciente a terrenos secundarios y terciarios, venga 4 chocar en anormal contacto contra la parte mas inferior del segmento, aun mas profundo de la corteza terrestre que comprende esa cresta cul- minante de la Serrania. La estructura de esta parte de la Cordillera es atin, si cabe, mas interesante que la que la precede, pues constituida casi exclusivamente por terrenos paleozdicos, forma en gran nu- mero de sitios, como por ejemplo, en las grandiosas protube- rancias de las Sierras de la Nieve y de Tolox, un pliegue colo- sal, que empotrado entre los terrenos secundarios del segmento inmediato y la masa de serpentina que se levanta al Sur, viene todo él 4 tumbarse sobre ésta, repitiendo atin de una manera mas exagerada el hecho de venir la parte superior del phegue en anormal contacto con la parte mas profunda de los terrenos que se levantan al Sur, cual si todo el sistema hubiera tenido la tendencia 4 experimentar no solo un acomodamiento en el menor espacio posible, sino que tambien hubiera sufrido una caida de todo él hacia el Sur. Cuando 4 su vez se inspecciona la estructura de la masa de (3) Mac-Pherson.—FENOMENOS DE LA SERRANIA DE RONDA. 49% serpentina y terrenos que la limitan por su borde Sur, el estu- dio se hace instructivo en alto grado, pues miéntras el reborde septentrional de esta mole inmensa esta adosado 4 lo mas re- ciente de la formacion paleozdica de esta parte del pais, en su borde Sur, se la ve salir por debajo de las rocas graniticas, especialmente en toda la region que media entre Monda é Istan. Ademas, sucede, que miéntras el adosamiento por el Norte se efecttia a alturas que varian entre 1.200 y 1.400 metros, por el Sur escasamente pasa de 100 4 200 sobre el mar, en el mayor numero de casos, formando por consiguiente esta mole de ser- pentina un inmenso plano inclinado, que desde la cresta cul- minante desciende al mar Mediterraneo. No es, sin embargo, esta caida tan regular como puede apa- recer de la calificacion usada, sino que si se considera a la serpentina en su conjunto, se vera que aunque cortada por los diversos arroyos que vienen de la cresta culminante, su arista mas elevada se halla a cierta distancia de este sitio, y se la puede trazar por las airosas protuberancias de los Reales de Genalguacil y Sierras Palmitera y del Real, série de altas cum- bres que estan alineadas proximamente con la direccion g@ene- ral de la cresta culminante de la Sierra. Fijese ahora el observador en la parte del reborde meridional de la masa serpentinica, libre de depdsitos posteriores que lo enmascaren, y hallara que su estructura es precisamente la repeticion inversa del fendmeno que acaba de estudiar: vera ademas, que en Sierra Blanca, por ejemplo, en vez de ponerse en contacto en los labios de la falla que pasa cerca de Istan. las rocas supra-graniticas con las infra-eraniticas, como era de suponer, generalizando la regla de lo que sucede en la parte de la Serrania al Norte de este sitio, se verifica todo lo contra- rio, viniendo las micacitas que cubren el gnéis 4 chocar con- tra las calizas superiores de Sierra Blanca. De modo, que de la misma manera como hasta aqui hemos visto venir 4 empotrarse en anormal contacto cada vez, frag- mentos mas profundos de la corteza terrestre. en este caso su- cede todo lo contrario, cual si la subida, segun la vertical. hubiera experimentado en la masa de serpentina el paroxismo de su accion dinamica, y desde ese punto, la subida, segun esta direccion, hubiera ido eradualmente descendiendo hasta ANALES DE Hi8ST. NAT.—VII. 32 198 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) desaparecer el terreno debajo de las aguas del mar Mediter- raneo, Al dejar de mostrarse 4 luz las rocas serpentinicas en las cercanias de Tolox se produce un trastorno en la manifestacion del fenémeno sumamente notable y que no deja de tener cierta importancia, pues gracias 4 él se nos permite ver una repeti- cion aunque mas en pequeno de la idéntica estructura que acabamos de describir. Al desaparecer la serpentina en Tolox, se produce una @ran quiebra al Sur, de direccion distinta 4 la que siguen los tras- tornos entre este pueblo y Manilva, que es precisamente de NH as7 ©: Esta quiebra se halla alineada de O. N. O. a B.S. E., y a ella se ajusta la costa entre Marbella y Torre Ladrones. Simultaneamente con este trastorno, vuelve a salir otra eran masa de serpentina al S. KE. del yacimiento principal, mién- tras que como prolongacion de esa gran mole sigue hasta el mismo Guadalhorce una série de afloramientos de esta roca por toda la vertiente meridional de la cresta culminante de la Serrania. ALS. E. de Tolox vuelve a reproducirse la idéntica estruc— tura, cayendo las pizarras y dolomias de las Sierras de Monda y Coin contra la masa de serpentina de la Sierra de la Alpujata, miéntras que ésta desaparece en sus vertientes meridionales por debajo de las rocas @neisicas y graniticas de las Chapas de Marbella. A poco vuelve otra vez el terreno a quebrarse en andaloga forma en la Sierra de Mijas vy a repetirse otra bifurcacion, aunque cada vez en menor escala, del mismo fenomeno, vol- viendo la serpentina otra vez a estar en contacto en su borde Norte con terrenos mas recientes que aquellos por donde des- aparece en su borde Sur. Por lo tanto, lo que puede decirse esencia de esta Serrania, es una série de plegues en los estratos y grandes fracturas que han permitido una notable oscilacion de los diferentes seementos en la vertical, y al mismo tiempo, una marcada tendencia a caer todos ellos hacia el Sur. En el adjunto corte (Lamina vi) que representa la seccion vertical del total de la Serrania desde el valle del Guadalete a Marbella, se ve que no se limita esta estructura 4 la region (9) Mac-Pherson,—FENOMENOS DE LA SERRANIA DE RONDA. — 499 que acabamos de resenar, sino que en todo este conjunto de elevadas cumbres domina una estructura analoga. Efectivamente, véase en toda ella la misma série de violentos pliegues, y separados de trecho en trecho por idénticas colo- sales fracturas. A poco de abandonar el observador los depositos terciarios del valle del Guadalete, distingue que afloran los terrenos se- cundarios, constituyendo una série de pliegues escalonados cada vez en fragmentos mas profundos de la corteza terrestre, y con evidentes sefiales de hatlarse fracturados unas veces en sus ejes anticlinales y otras en sus sinclinales, llegando en la hermosa masa del Pinar a lo que parece representar el paro- xismo de su resultante vertical, cuya masa de caliza lidsica, despues de caer visiblemente hacia el Sur, viene a chocar contra las calizas jurasicas de la Sierra del Endrinal y alturas proximas a Grazalema, como si despues de haber llegado el movimiento vertical 4 su maximo por una série de ascensiones faciles de seguir desde el valle del Guadalete 4 la masa del Pinar, hubiera ésta experimentado una depresion correspon- diente. Depresion bien manifiesta en el corte por el gran espesor y relleno de los depdsitos numuliticos y terciarios entre Ronda y Grazalema. A poco vuelve otra vez 4 iniciarse la ascencion vertical en el terreno; levantase la mole de la sierra de la Gialda y repitién- dose un fendmeno analogo al que se observa entre la masa del Pinar y la sierra de la Espuela, vuelve otra vez a quebrarse el terreno en la gran falla de los valles del Genal y del Turon, y saliendo cada vez fragmentos mas profundos de la corteza terrestre, forma este segundo fragmento el colosal pliegue de las sierras de la Nieve y de Tolox, que cae igualmente hacia el Sur y viene a empotrarse sobre la masa meridional de ser- pentina. Téngase en cuenta que esta mole tiene sin variar los grani- tos al Sur, miéntras que por su borde Norte choca contra ter- renos mas recientes, y se vera con toda claridad que es éste simplemente otro fragmento semejante 4 los anteriores, aun- que mas profundo, y sera obvio que ha experimentado un mo- vimiento de bascula todo el segmento, de igual manera como los anteriores. vy que tanta razon habria para considerarlo esen- 500 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) cialmente distinto como, por ejemplo, 4 la masa de-caliza lia- sica de la sierra del Pinar. Despues de llegar a este nuevo paroxismo, vemos repe- tirse exactamente la estructura observada al Sur de la masa del Pinar, y deprimido todo el terreno, no sdélo en la vertical, sino en la profundidad de las formaciones que salen 4 luz, desaparece la Serrania por debajo del nivel del mar Mediter- raneo. La reparticion y calidad de los depositos terciarios que ocu- pan todo el extremo Sur de la Peninsula, evidencian que los depositos sincrénicos de esta época se encuentran divididos en dos zonas, cuyos sedimentos varian en extremo, pues miéntras en la parte meridional dominan calizas compactas y gruesos bancos de arenisca, en la septentricnal dominan en absoluto grandes espesores de creta blanca y arcilla. Kstas des zonas de tan distinta sedimentacion se hallan se- paradas por una faja de sedimentos intermedios que aproxima- damente sigue una direccion de E. 40° N., 6 sea paralela a la que siguen los grandes accidentes de la Serrania de Ronda, cual sia la sazon hubiera ¢sta ya formado una gibosidad in~ fluyente en la sedimentacion de aquellos mares. Los depositos terciarios se encuentran comprimidos en una série de violentisimos pliegues, y lo mas notable del caso es que miéntras los sedimentos numuliticos han penetrado hasta los parajes mas recOnditos de la Serrania, los terciarios medios parecen haberse detenido alrededor de esa gran mole, y pene- trando sdlo por el Norte, formaron un gran golfo en la actual ineseta de Ronda, en donde sus estratos se encuentran levan— tuados & mas de 1.000 metros sobre el mar, cual si miéntras los sedimentos de ese periodo se depositaban hubieran tenido lu- ear considerables oscilaciones del terreno. Iguales y Aun mayores discordancias existen entre los de- positos secundarios y los numuliticos, y aun quedan de mani- fiesto trastornos de mayor intensidad anteriores 4 esa época. Pero atin mas léjos pueden trazarse estas oscilaciones y es- trujamientos de la corteza terrestre. El periodo triasico se inicia por gruesos bancos de conglo- merados y areniscas, depdsitos todos de mares de poco fondo, cual si al comenzar esta época hubieran ya los terrenos de la comarca formado masas continentales. de donde procedian los al) Mac-Pherson.—FENOMENOS DE LA SERRANIA DE RONDA. 501 cantos que hoy vemos formando los conglomerados de la base de esa formacion. A éstos suceden margias y calizas, depdsitos ya de mares mas pelas@icos, y que a juzgar por su enorme espesor, necesi- tan un hundimiento del terreno de millares de metros para permitir la inmensa acumulacicn de sedimentos de la época secundaria que hoy observamos. Si de los trastornos efectuados en la sucesion del tiempo pasa el observador 4 fijarse en la masa de serpentina, podra ésta & primera vista tomarse como tipo de lo que constituye una masa eruptiva; su forma es elipsoidal, en su contacto se ven los estratos en un estado de trastorno extraordinario, las calizas metamorfoseadas en dolomias sacarinas y las pizarras descompuestas, indicando todo este notable cortejo de fendme- nos un caso evidente de lo que se llama masa eruptiva en fu- sion tgned. Sin embargo, estudiemos lo que puede llamarse la estruc- tura intima de la masa serpentinica, y obtendremos que el re- sultado de esta investigacion esta léjos de responder afirmati- vamente a esta suposicion. Esta mole colosal, como en otro trabajo he tenido ocasion de indicar, es simplemente el resultado de la hidratacion de una masa peridoética que evidentemente existia a cierta profundi- dad de la corteza terrestre, y que por una série de simples reac- ciones que excluyen, no sdlo toda posibilidad de fusion ignea, sino tambien de un gran exceso de temperatura, ha ido gra- dualmente trasformandose en la serpentina que hoy observa- mos, efectuandose quizas de una manera, cuya lentitud nos pasmaria, esa série de trasformaciones en los estratus adyacen- tes que caracterizan aesa parte de la Serrania de Ronda y que, tomados en su conjunto, no son mas que un simple accidente de fendmenos mas generales, que en susuma han dado por re- sultado tan agreste region. Por consiguiente, considérese la Serrania de Ronda como se quiera, bien con relacion 4 su estructura intima, 6 bien con relacion al tiempo en que sus varios fendmenos se manifesta- ron 6 4 la @énesis de sus rocas fundamentales, siempre se lle- gara & soluciones perfectamente negativas para explicar el le- vantamiento por la primera de las mencionadas concepciones. Por todos lados que se mire a la Serrania de Ronda, bajo nin- 502 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) gun concepto presenta esa sencillez ni esa simetria de estruc- tura que seria el distintivo de una cordillera que para su ele- vacion hubiera simplemente obedecido a esa fuerza, que en direccion radial se ha pretendido ver por todas partes. Por consiguiente, en el caso presente me parece que pueden explicarse mejor los fendmenos considerandolos como conse- cuencia de una fuerza que, aunque con numerosas oscilacio- nes, haya obrado en la direccion de la tangente, y cuyos efec- tos, prolongandose quizas por un periodo que se pierde en la noche del pasado, han dado por resultado ese dédalo de sierras y quebradas que hoy dia forman esa parte del pats. Suéss, en su magistral trabajo sobre el origen de los Alpes, senala el importante papel que desempefian en la estructura del globo aquellas zonas de extraordinaria rigidez y de escasos trastornos, tales como la gran planicie de Siberia, la de Rusia central y otras varias, juntamente con el crecimiento que estas zonas rigidas experimentan como resultado de las partes mé- nos resistentes que vienen a adosarseles en sus bordes, masas que parecen influir de una manera directa en la estructura de las montanas que accidentan nuestro planeta. Por lo tanto, considerando el arco de circulo que la Serrania de Ronda describe, y cuya concavidad mira al mar Mediterra-- neo, en union de los varios fendmenos que acabamos de estu- (iar, me inclino a ver en todo ello el resultado de la contrac- cion secular del globo, ejercida en una parte relativamento fra- e@il de la corteza terrestre comprimida entre dos mas resis- tentes. Al considerar el conjunto de sierras andaluzas y africanas; al contemplar por un lado la ya rigida mole de la meseta cen- tral espanola y por el otro la extensa Hamada del Desierto, y al tomar en cuenta las numerosas oscilaciones que el Sur de la Peninsula ha experimentado, tan pronto descendiendo bajo e] nivel de los mares como levantandose sobre él, miéntras que la meseta central quedaba relativamente libre de estas oscila- ciones, me parece que existe una intima relacion entre estos fenédmenos que, aunque solo considerada como hipotesis, juzgo, sin embargo, suficiente para explicar los grandes rasgos de su actual estructura. A laluz de esta nueva concepcion, la Serrania de Ronda y el total de montanas andaluzas parecen el resultado de una fuerza (3) Mac-Pherson.—rENOMENOS DE LA SERRANIA DE RONDA. 503 tangencial que desde remotos tiempos y con su foco al Sur, aunque con numerosas oscilaciones, ha ido arrollando contra la masa rigida de la meseta central espanola esa parte ménos resistente de la corteza terrestre que hoy dia forma el reborde meridional de la Peninsula. : bru Th ya! Peg ophe Sat d ia Se) pt ts ee on } ee POI HRS o: ¥ Wil " . iy 4 a —= ros 4d ' i 7 Af \ Bid af " 7 Poul peti : M Ips lates ve aks har Anales de la Soc. espaiola de Hist. nat. te Orthoptera Anales de la Soe. espanola de Hist. nat. ; Lomo VI Lar. V. — Bolivar del. : — Martinez sc. ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Sierr: Sierra del Pinar a Sierra de Ja Espuela = Mioceno y Phoceno ES = Numilitico HUA = Cretaceo 3 = Jurasico rare} = Yesoso | es = Dolomias | = Micacilas GS = Granito ; i CORTE DE LA SERRANIA DE RONDA, €ESCALA = 100 000. Sierra de la Nieve Sierra de Ja \Gialda Sierra del Real { a - = Liasi¢o ES = triasico | Serpe fina HB — ofitas — ( > ' | — hth =-— —or* SS | rw reba, San mICOLAS, 77 8. * Lite’ ‘ ys : seek ema one, Re ee ae a ester ttn m8 ’ On 1s vaty Oe 2 AQGCTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Sesion del 2 de Enero de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Se did lectura de la ultima acta, que fué aprobada. —E] sefior Pereda da las gracias 4 los socios que han des- empefiado los cargos en el ano que acaba de terminar, 4 cuya cooperacion debe el haber podido seguir la marcha trazada por sus antecesores, é invita al senor D. Juan Vilanova para que le reemplace en la presidencia, complaciéndose en reconocer la acertada eleccion hecha por la Sociedad en la sesion anterior. El Presidente, senor Vilanova, manifiesta que, siguiendo la costumbre en muchas corporaciones establecida, acaso se hu- biera decidido 4 pronunciar un discurso acerca de los diferen- tes medios puestos en juego por la Socrepap para llenar su fin, que no es otro que el cultivo y adelantamiento de la Historia Natural, en cuyo caso no hubiera olvidado el llamar la aten- cion sobre los muchos merecimientos de las personas que tan desinteresadamente se han prestado 4 publicar sus trabajos, asi como de los socios todos, y principalmente de los que han hecho posible con su eficaz ayuda la impresion de los ANALES DE LA SocrEpaD; pero sabiendo por experiencia que ésta prefiere demostrar con hechos practicos lo que la ha sido posible hacer por el bien de la ciencia, el sefior Presidente dice que se limita a consignar con el mayor gusto que estan sobre la mesa algué nos ejemplares del cuaderno 3.° del tomo vi de los ANALES, de- bido esto en no poca parte 4 la buena gestion econdmica de ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII. 1 2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA esta SocreDAD, que ha tenido el buen acuerdo de confiarla a la dignisima persona, que con tanto acierto eligid para Tesorero desde su fundacion, y que bien merece un especialisimo voto de gracias. Concluye rogando 4 la Sociedad crea en los senti- mientos de gratitud que le animan por haberle dispensado la honra, inmerecida por su parte, de elegirle para la presiden- cia, y pide 4 los sefores socios presentes un voto de gracias para la mesa anterior, que la Sociedad acuerda por unanimi-— dad, y especialmente para los sefiores que dejan de pertenecer ’ la Junta directiva y Comision de publicacion. —El sefior Secretario lee una comunicacion del Secretario general de la Sociedad de Ciencias Histéricas y Naturales de Sémur, que remite los Boletines publicados por la misma, ex- cepto los dos primeros volimenes ya agotados, pero que se han de reimprimir, 4 cambio de los ANALES enviados por esta So- ciedad. —FEl senor Secretario da cuenta de haberse recibido las pu- blicaciones siguientes: A cambio ; Bulletin de la Societé des Sciences historiques et naturelles de Sémur (Céle-d@ Or). — ANOS II-xXI. Annales de la Société Entomologique de Belgique. —Tomo xx. —Fasciculos 1.° y 2.° Société Entomologique de Belgique.—Compte-rendu de lAs- semblée mensuelle du 13 Octobre 1877. Bulletino della Societa Entomologica Italiana. —Ano 1x. — Trimestre 3.° Como donativos; Semanario Farmacéutico.—Nimeros 11, 12 y 13 (v1 afio); re- mitido por su director D. Vicente M. de Argenta. Note sur les insectes dipteres parasites des batraciens, por D. V. Collin de Plancy.— Sur les diptéres parasites de la Rana esculenta Z., por D. Eduardo Taton; regalo del autor. La SocrrpAD acuerda dar las gracias a los donantes. —El senior Secretario da cuenta de dos comunicaciones, en las que se propone la admision de tres socios. —El senor Bolivar (D. Ignacio) lee las notas siguientes: 1.2 «El Sr. Perez Arcas, 4 quien soy deudor de una numerosa coleccion de hemipteros que me cedié generosamente tan luégo como supo mi deseo de ocuparme en el estudio de este orden DE HISTORIA NATURAL. de insectos, publicéd en la Memoria de la Comision del Mapa geoldgico, correspondiente al ano 1852, varios nombres de he- mipteros, descubiertos por él en los alrededores de Madrid, y entre ellos un género nuevo, al que did el nombre de Campso- notus. Este género, representado en la coleccion a que an- tes me referia por dos ejemplares, ha permanecido inédito hasta 1872, en cuyo ano el Sr. Stal, de Estocolmo, lo recibié de la Argelia y lo did a conocer con el nombre de Putonia, de modo que el Campsonotus tuberculatus Perez, corresponde 4a la Putonia torrida Stal, si bien debe pasar a la sinonimia, por no haber ido acompanado de una descripcion; y del mismo modo el Henestaris Sanchez Perez, especie tampoco descrita por el naturalista espanol, no es otro que el Geocoris boops que L. Du- four publicé en 1857, si bien lo colocé en una tribu y género que no le correspondian, pues es un verdadero henestarino y. pertenece hoy al género Engistus Fieb. » 2... «El Gryllodes pipiens Duf., insecto caracteristico de la fauna espanola, y en extremo raro en las colecciones, indi- cado hasta ahora tinicamente de Cataluna y de Valencia, ha sido encontrado en la parte alta del Escorial, 4 principios de Octubre, por nuestro consocio el Sr. D. Ricardo Garcia Car- diel. » 3." «El Sr. Oberthur (D. Renato), acaba de hacer una impor- tante donacion al Museo de Historia Natural de Madrid, por lo que ha merecido de la Junta de profesores de dicho Estableci- miento una atenta y expresiva comunicacion de gracias; consiste la donacion en dos magnificos ejemplares de la Am- blychila cylindriformis Say, cicindélido procedente del Arcan- sas, y al que se asignaba un alto precio en los catalogos. » 4° «M. J. Lichtenstein, que tanto se ha distinguido en el es- tudio de la Phyllozera, me participa que este ano terminara la historia del Cantharis vesicatoria L., manifestandome al mismo tiempo una opinion con respecto a los primeros estados de los Mylabris, que le ha sugerido la lectura de los recientes estudios del naturalista norte-americano Riley sobre los co- leédpteros vesicantes que viven en los canutos de los huevos de los acrididos, por cuyos estudios se sabe que los insectos de los géneros Hpicauta, Macrobasis, Henous y otros, re- presentantes en América de nuestros meldidos, pasan sus primeros estados en los canutos de las langosias, costumbres 4 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA que, por otra parte, difieren poco de lo que se sabe acerca de las hipermetamorfosis de los Meloes y Sttaris, que viven en un principio 4 expensas de los huevos de varios himendpte- ros. El Sr. Lichtenstein se pregunta si los Mylabris y algunos otros géneros préximos podran vivir en los canutos de nues- tros Stauronotus, Caloptenus, etc.; duda que sdélo la obser- vacion puede resolver, y que me limito a exponer para que sirva de base 4 futuras investigaciones: por mi parte sdlo puedo decir que creo fundada esta opinion, especialmente des— pues del descubrimiento del naturalista americano, por mas que hasta ahora no he tenido ocasion de observar en estos ca- nutos sino larvas de dipteros y de himenopteros. » 5." «Hace uno 6 dos meses inserté una nota sobre las embias en las Petites nouvelles entomologiques, periddico que se publica -en Paris, y en ella me limitaba a dar a conocer el hecho que comunico a esta Sociedad nuestro ya difunto colega D. Vicente Viar, y que he tenido ocasion de confirmar repetidas veces. El dato a que me refiero es la existencia en estos alrededores de una especie de #mbia, cuya larva se encuentra con alguna fre- cuencia debajo de las piedras en galerias 6 tubos de seda que ella misma se forma. En ésto me fundaba para decir que debia modificarse la opinion de que estos insectos son propios de los paises intertropicales 6 de paises muy calidos, opinion que emite Claus en su Zoologia, y que sostiene en parte el Sr. Gi- rard en su importante libro, en publicacion actualmente, titu- lado Zraité élementaired’ Entomologie, al suponer que la #mbia Solievt de Marsella ha sido tal vez importada. M. Girard con- testé 4 la nota referida, creyendo sin duda que en ella se de- primia la importancia y excelencia de su obra, explicando la presencia de estos insectos en Espana, como en Sicilia, Ita- lia, etc., por las continuas relaciones que en otras épocas sos- tuvieron estos paises con Oriente, y tambien por la prolongada permanencia en nuestro suelo de los arabes, en su origen de andloga procedencia. Esta explicacion me parecié enteramente gratuita, dadas las costumbres de las embias, que viven cons= tantemente en el campo, debajo de las piedras, y que dificil- mente pueden ser trasportadas de unos paises a otros, con los materiales de que hace uso el hombre, hecho por lo demas fre- cuente en otros insectos. Despues de publicadas ambas notas, he recibido un folleto que ha tenido la bondad de remitirme su DE HISTORIA NATURAL, dD autor, el distinguido neuropterédlogo inglés, Sr. Mac Lachlan y que bajo el titulo de On the Nymph-State of the Embia ha publicado en el Linnean Society’s Journal, vol. xut, y en el que se encuentra un parrafo acerca de la distribucion geografica de estos insectos, del que se deduce que, ademas de las espe- cies fésiles del ambar amarillo, se conocen otras muchas que abrazan una area de dispersion considerable, encontrandose en la region del Mediterraneo, Norte de Persia, India, Norte y Este de Africa, islas Mauricio y Madagascar, y finalmente, en Amé- rica y hasta en Australia; y por Ultimo, M. Girard me mani- fiesta en carta que he recibido hace pocos dias, que no sostiene su opinion, y que este hecho sdlo prueba las dificultades que ofrece el estudio de la distribucion geografica de los insectos. » — El senor Perez Arcas, invitado por el sefior Presidente, a fin de que ampliase la nota que acerca de las especies de he- mipteros descubiertas por él acababa de leer el sefior Bolivar, dice que al principio de sus estudios sobre los insectos re- cogia los de todos los ordenes. Deseoso de saber sobre su cla- sificacion todo lo que permitian los escasisimos medios de que entonces se podia disponer, que no tienen comparacion con los que al presente se han acumulado en esta capital, y teniendo ademas predileccion por los hemipteros, habia determinado algunos de éstos, y entre ellos el Henestaris Sanchezii Per., el Campsonotus tuberculatus Per., y la TYarisa flavescens Am. Serv., que se encontraban sobre unos piés de Artemisia que habia en el lado izquierdo del camino, que es bajada 4 la Prade- ra del Canal de Manzanares. El Campsonotus tuberculatus Per.., que por no corresponder a ningun género de los que en 1853 se conocian, le habia designado como nuevo en las Memorias de la Comision del Mapa geolégico de Espana con un nombre - que alude a la notable conformacion de su pronoto, no le ha vuelto a hallar, ni tampoco se habia encontrado la Tarisa fla- vescens Am. Serv., despues que desaparecieron las artemisias, en las que se encontré primero, hasta que hace tres anos se re- cogieron dos ejemplares en el Monte del Pardo y sobre las mismas plantas. Sin que por esto pueda asegurar que sean estos insectos raros, pues sabido es que en muchos casos el no encontrarlos depende de que se ignoran las circunstancias en que se presentan con abundancia, de lo que hay notable ejem- plo en lo sucedido con la Zetracha euphratica Dej., que el pri- 6 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA mer naturalista espanol que la encontré en 1844, el senor Gui- rao, creia rara antes de que se descubriese que tan brillante cicindélido permanece oculto en sus escondrijos gran parte del dia, y sale de ellos durante el crepusculo, del mismo modo que otras especies exdticas del género, por lo que no es hoy dificil el encontrarla en la época conveniente con abundancia en las cercanias de Cartagena. Termind el senor Perez Arcas diciendo que no estaba conforme con la apreciacion del senor Bolivar en lo relativo a que debia el nombre de Campsonotus tuberculatus Per., figurar en la sinonimia, pues no le habia acompanado una descripcion, y solo era una denominacion con la que figuraba en sus colecciones; a lo que el senor Boli- var contestd que no por eso dejaba de ser interesante el dar a conocer el primer nombre que 4 tan notable insecto did en la publicacion citada el que por primera vez lo encontro. —El senor Chicote, como individuo de la Comision nom- brada en la sesion de Diciembre anterior para la revision de cuentas, lee el siguiente dictamen : «La Comision nombrada en la ultima Junta para dar in- forme acerca de las cuentas correspondientes al ano que acaba de terminar, presentadas por el digno Tesorero senor D. Sera- fin de Uhagon, declara haber quedado satisfecha de la exacti- tud y claridad que en ellas se observa. El estado de la SoctepAD, segun resulta de dichas cuentas, es muy halagiieno; ascendieron los ingresos durante el curso del referido ano 4 29.201 rs. con 20 cénts., y los gastos 4 19.255 con 34, resultando un saldo sobrante en 1.° de Diciembre de 9.945 rs. con 86 cénts., 4 los que habran de agregarse 404 reales por gastos de tiradas aparte, pendientes de cobro. Los créditos de la Socrepap por cuotas adeudadas ascienden en los anos que lleva de existencia 4 8.700 rs., que, en su ma- yor parte, es de esperar seran satisfechos. En este dato encuentra la Comision otro nuevo motivo de re- conocimiento al sefior Uhagon, pues gracias a sus activas ges- tiones desde el ano Ultimo, estos créditos han disminuido en 2.040 rs., & pesar de tener que agregar a ellos los de un ano mas. En suma, la Comision cree que el estado de la SocrEDAD nunca ha sido tan desahogado, y que ésta no puede encomen- dar 4 persona mas apta é inteligente el cargo de Tesorero, por DE HISTORIA NATURAL. 7 lo que se felicita de su reeleccion, creyéndose ademas en el deber de pedir a la Sociedad un voto de gracias para el mismo. Madrid 30 de Diciembre de 1877. — Angel Guirao. — Ignacio Bolivar. — César Chicote. » La SocigDAD aprueba el preinserto dictamen en todas sus partes, y da por unanimidad un especialisimo voto de gracias al senor Tesorero, segun lo propuesto por el senor Presidente y por los senores que componen la Comision de revision de cuentas. —KEl senor Perez Arcas, como individuo de la Comision de publicacion, did cuenta de la composicion del cuaderno 3.° del tomo vide los ANALES, que le forman 15 pliegos de impresion y dos laminas, cuidadosamente grabadas por D. Domingo Martinez, uno de los artistas espanoles que gozan de mas me- recida fama, y que se ha prestado con suma complacencia 4 ejecutar estos trabajos, evitando asi 4 la SocrEpAD los inconve- nientes de hacerlos en el extranjero, si bien quedan por ven- cer algunas dificultades respecto 4 las laminas que han de estar iluminadas. De suerte que en este punto, lo mismo que en el relativo 4 la impresion, la Socrepap ha cumplido lo que respecto a la publicacion de los ANALES se propuso. Sesion del 6 de Febrero de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Se did lectura de la Ultima acta, que fué aprobada. —Asiste el Sr. Richard, Ingeniero director del pozo artesiano de Vitoria, presentado por D. Juan Vilanova. —El] senor Secretario lee las comunicaciones recibidas, que son: De D. Ramon de Rementeria, dandose de baja en la So- ciedad; De D. Justo Jimenez de Pedro, rectificando sus titulos en la lista de socios; Del Secretario general de la Academia Real de Ciencias de Lisboa, acusando recibo del cuaderno 3.° del tomo vi de los ANALES, 8 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Y del Presidente de la Comision general espanola de la Ex- posicion universal de Paris de 1878, reiterando la comunica- cion de 30 de Noviembre ultimo, por la que se pidieron a esta Sociedad datos acerca de la historia, vicisitudes, presupuesto y numero de socios de la misma, asi como la coleccion de los ANALES. —El sefior Presidente manifestéd que, dada la urgencia con que era necesario resolver el asunto 4 que hace referencia la comunicacion de que se habia dado cuenta ultimamente, dis- puso la inmediata remision de los datos pedidos, pero que aun no era posible hacerlo de la coleccion de los ANALES, en razon 4 no estar terminada su encuadernacion. La SociepaD aprobé lo resuelto sobre este asunto por el senor Presidente. —El mismo senor presentd a los sefores socios el diploma del premio que habia obtenido la Soctgpap en la Exposicion universal de Filadelfia de 1876, por la coleccion completa de los ANALES. — Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas, que son: A cambio; Verhandlungen der Physical. - Medicin. Gessellschaft in Wiirzburg.— Neue Folge.—Tomos 1x, X y XI. Proceedings of the Zoological Society of London.— Ano 1877, Partes I y I. Société Entomologique de Belgique.—Compte-rendu de ?As- semblée mensuelle du \* Décembre 1877. Como donativos; Semanario Farmacéutico. —Nuimeros 14-18 (v1 ano); remi- tidos por su director D. Vicente M. de Argenta. Expositores de Espana recompensados en la Lxposicion uni- versal de Filadelfia de 1876; remitido por el sefor Ministro de Fomento. De la viruela y su profildzis, por el Dr. Anet; remitido por la Academia Médico-farmacéutica de Barcelona. Anqles del Ministerio de Fomento de la Republica mejicana.— Tomo 11; remitido por el sefor Ministro de Fomento de dicha Republica. Zur Bedeutung der Cuticularborsten auf den Haftlappen der Geckotiden, por el Dr. M. Braun; regalo del autor. La Sociedad acordé dar las gracias 4 los donantes. DE HISTORIA NATURAL. Je) —Fueron admitidos como socios: Salazar de Perez (Dofia Paz), de Madrid, propuesta por Don Joaquin Maria de Castellarnau ; Marti y de Lleopart (D. Francisco de), de Barcelona, pro- puesto por D. Joaquin Maria de Castellarnau; Y Mac Lenan (D. José), de Portugalete (Vizcaya), pro- puesto por D. Serafin de Uhagon, a nombre de D. Teo- doro Seebold. —Se hicieron tres nuevas propuestas. —] senor Colmeiro propuso 4 la Socrepap el cambio de sus publicaciones por las interesantes que se imprimen por cuenta de la Sociedad botanica de Copenhague, y asi quedé acordado respecto 4 los tomos de los ANaLts atin disponibles para este fin. — Kl senor Perez Arcas ley6é la nota siguiente: «La grande dificultad de poseer los enormes, tremendos y voracisimos peces que pertenecen a la familia de los escuali- dos, puesto que pocas veces pueden ser cogidos, y casi nunca los pescadores los traen enteros a las costas, es la causa en opinion de un célebre naturalista moderno, de la dificultad de indicar con exactitud los caractéres de cada una de estas espe- cies, por no ser posible la mayor parte de las veces el compa- rarlas, y de aqui el que los grandes escualidos de casi todos los mares hayan sido referidos al reguzn de los franceses, pesce cane de los italianos, shark de los ingleses 6 Syualus carcharias L. Por esto es muy conveniente estudiar detenidamente cual- quiera de ellos, cuando la casualidad lo proporciona, y comprobar sus caractéres con lo que de él! dicen los diversos autores. Una de estas casualidades ha hecho que se pueda estudiar en estos dias un escudlido que mide cerca de cinco metros de longitud, cuyo peso aseguran sus duefios era de unas doscien— ‘tas arrobas antes de sacarle los é6rganos contenidos en el ab- démen, entre los que Hamaba la atencion el higado, de veinti- cinco arrobas de peso, que les produjo veinte de aceite; fué cogido este enorme pez en las costas de Valencia, entre las Columbretes y Castellon, llegando 4 Madrid fresco todayia, merced & la baja temperatura de estos Ultimos dias, 10 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Medio aterrados, y no habia para ménos, los dos pescadores, padre é hijo, en cuyas redes tendidas con objeto distinto, tro- pezo el ménstruo marino, le desconocieron; pero pudiéndole traer a la playa de Castellon, manifestaron algunos antiguos pescadores que era un jagueton, nombre vulgar con que al parecer designan en este punto algunos peces menores que abundan en éstas costas, y que convendria averiguar si eran en efecto de la misma especie. Tanto en Castellon como en Valencia, acudian a admirarle los pescadores, siendo descono- cido para casi todos, lo cual indica que es raro, por lo ménos de tales dimensiones. Al revisar los diferentes autores de Ictiologia para saber a qué especie podia referirse, tropezamos en primer lugar con una figura excelente para su tiempo, y una descripcion bas- tante exacta en el Rondelet, De piscibus marinis, pag. 390, con el nombre de Lamia, que dice dan al pez en Italia, Espana y la Provenza, y en Bayona Fraz. En la figura expresada aparecen los caractéres externos tan notables que hacen distinguir esta especie de casi todas las de la familia, cuales son el tener las aberturas branquiales muy grandes y todas colocadas delante de las aletas pectorales, la segunda dorsal y la anal muy pe- quenas y casi opuestas, el ldbulo inferior de la cola poco menor que el superior, la region caudal aquillada lateral- mente, por manera, que atendiendo sdlo a estos caractéres no puede confundirse con las especies que habitan las costas de la Peninsula mas que con el Selache maxima L., la Lamna cor- nubica Penn., y la Oxyrhina Spallanzani Raf.; pero se distin- gue muy bien de estas tres especies por sus enormes dientes que tienen la forma de un triangulo isésceles con los bordes aserrados, 6 con pequenos festones. En la figura se nota la forma de los dientes, pero si desconfiamos de que este caracter haya sido indicado por el dibujante con poca exactitud , pode- mos recurrir 4 la descripcion de Rondelet, que dice de ellos: ...dentibus acutissimis, durissimis, trianguli forma, utringueé serratis. Por manera, que no cabe duda alguna respecto al pez que describe ; pues en el Sedache mazima L., son muy pe- quenos y casi cénicos, y en las otras dos especies son lisos en sus bordes. Sabemos pues, que el pez en cuestion es el designado por Rondelet con el nombre de Lamia. DE HISTORIA NATURAL. 11 Este nombre de Zama lo tomé Rondelet de Aristoteles, gpero acerté con el pez designado bajo esta denominacion por el na- turalista griego? Fuertes razones hay para dudarlo por lo menos. Dos veces se halla citado este nombre en las obras que nos han quedado de Aristételes; en una de ellas, donde es mas ex- plicito (1), dice que es un pez cartilaginoso, y lo cita entre otros peces de la familia de las rayas, no incluyéndolo entre los escualidos (genus mustelorum). Plinio todavia aclara mas el asunto, pues dice: Planorum piscium alterum est genus, quod pro spina cartilaginem habet, ut raje, pastinace, squatine, torpedo: quos bovis, lamiw, aguile, rane nominibus Grecr appelant. Quo in numero sunt squali quoque quamvis non plani. Asies que Aldrovando y Harduino hacen ya notar que se habia equivocado en esto Rondelet, y Belon que publicé su obra (De aguatilibus libri 11) un afio antes, coloca en efecto la lama entre las rayas. Resulta, pues, que Rondelet no eligiéd bien el nombre griego de A&zuix, amia, para el pez en cuestion, por mas que descri- biera y figurara con su exactitud acostumbrada el animal marino que tuvo ocasion de examinar. Los autores posteriores & Rondelet y anteriores a Linneo no tuvieron ocasion de examinar el ménstruo marino al parecer, asi es que se limitan 4 citar 6 copiar 4 este autor sin anadir nada de su propia observacion. Gesner, en su Zhierbuch (publicado por vez primera en 1563), edicion de 1606, en el folio 81, habla de un animal a que llama Canis carcharias, y en el mismo folio vuelto, pinta un animal fabuloso: en el folio 82, Lamia Rondeleti; dibujo copiado al parecer de Rondelet, y en el mismo folio vuelto, un diente que es indudablemente del /amza de Rondelet. Aldrovando en su obra De piscibus libri v, Bononie, 1638, hace notar la equivocacion de Rondelet, y le llama Carcharias seu Canis cetaceus, y hace notar que carcharias debe ser sind- nimo de scyllium, y en la descripcion se refiere a Rondelet casi en todo. (1) De Historia animaliun, lib. v, cap. v,... cartilaginea vero preter ea que ennu- meravimus , sunt bos, Jamia, aquila, torpedo, rana, omneque genus mustelorum. 12 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Jonston en su Historia naturalis de piscibus et cetis libri v, Amstelodamt, 1657, pag. 13, De cane Aristotelis seu carcharia, se refiere en gran parte 4 Rondelet. Charleton, en su Onomasticon zoicon, Londini, 1678, en la pagina 127, dice que el Canis carcharias magnitudine galeos omnes excedit, y copia algunas noticias mas tomadas de Ron- delet. Willughby, en la Historia piscium, Oxonie, 1686, en el li- bro m1, pag. 47, se refiere 4 Rondelet, y da la descripcion de los dientes, que son tan caracteristicos, con toda exactitud; la figura de la lamina B, 9, 1, es bastante buena y parece copiada de Rondelet; le ama en inglés the while shark, lo cual debia haber desvanecido todas las dudas que han manifestado los naturalistas ingleses en estos Ultimos tiempos, principalmente Yarrell y Richardson. Ray, en su Synopsis wethodica pisciun, Londini , 1713, pagi- na 18, tambien le llama the white shark, y no hace otra cosa mas que citar 4 Rondelet en todo lo principal. En 1738 se publico por iniciativa de Linneo la Jchthyologia de suintimo amigo Artedi, y en la pagina 70 del Genera piscowm encontramos el Squalus nim. 14, cuya descripcion esta toma- da en parte de Rondelet, y en lo que discrepa de éste, noes aplicable al Lemargus borealis Scor., y dice que es el Canis — carcharias, Lamia et Tiburo de otros autores, y el white shark de los ingleses, y envia a la Synonymia, pag. 98, donde pres— cindiendo de las citas de Aristételes, Opiano, Ateneo, Eliano y Plinio, entre los antiguos, de Margraff, Nieremberg, etc., entre los modernos, en los que es dificil reconocer el pez en cuestion, pues apénas dicen otra cosa mas que su nombre, cita 4 Rondelet en primer término, y despues & Gesner, Aldrovando, Jonston, Charleton, Willughby, Ray, que todos hemos visto no hacen sino copiar 4 Rondelet, que es el tnico que dice ha- berlo observado. Llegamos con esto a las publicaciones de Linneo, y en la edicion X de su Systema Nature, encontramos por vez prime- ra designadas las especies por los nombres binarios 6 con la nomenclatura llamada dinneana del nombre de su autor, y en su género Squalus, hace varias secciones, caracterizada una de ellas del modo siguiente: Dorso mutico (es decir, sin espi- nas), dentibus acutis, cwm pinna ani, y en esta seccion con el DE HISTORIA NATURAL. 13 numero 12, en la pag. 235, una especie que denomina Squalus carcharias, caracterizindola de este modo: dorso plano, denti- bus serratis. La caracteristica es seguramente insuficiente, por lo cual tenemos que acudir a la sinonimia como en otras ocasiones. Seis sindnimos pone Linneo en esta especie, a saber: Artedz, Genera, 70; Synonyma, 98; Rondelet, Pisc., 390; Gesner, Pisc., 173; Willughby, Ichth., 47; y Ray, Pisc., 18, Canis carcharias seu Lamia. Al describir Linneo esta especie se refirid, como en otras muchas, a Artedi; y hasta le copid en la caracteristica, pues éste dice para distinguir la especie en su Genera piscium, pag. 70, Squalus dorso plano, dentibus plurimis ad latera ser- ratis; frase que apénas difiere de la de Linneo anteriormente citada. Y tanto por esta frase, como por la descripcion lata de Artedi, podemos conocer que este ictidlogo, designaba en este lugar el pez llamado Lamia por Rondelet, segun hemos visto ante- riormente. Esta misma cita de Rondelet repite Linneo, y los demas sindnimos, como hemos dicho antes, no hacen sino repetir lo que habia dicho el que tnicamente vid el pez en cuestion, y no queda duda alguna que el jagueton cogido en Castellon, es el Lamia de Rondelet, y éste el Squalus carcharias L. en su edicion X del Systema Nature, siendo tan clara y sencilla la cuestion que no merecia la pena que nos detuviéramos en ella, 4 no ser por la gran confusion que encontramos en los autores posteriores. Dio origen 4 esta confusion el mismo Linneo, que en la edi- cion XII de la misma obra, anade dos sindnimos que no se re- fieren 4 esta especie, sino a otra muy diversa del Océano arctico, el Lemargus borealis Scor., y una descripcion lata que se refiere al mismo pez, del que dice que carece de aleta anal, siendo asi que le coloca en la seccion de las especies que la tienen. Por haber consultado muchos autores tan sdlo esta Ultima edicion del Systema Nature no han podido saber qué espe- cie se designaba, han dicho que no se la podia reconocer, que la descripcion se referia 4 varias 4 la vez, y trataron por lo tanto de desechar tal denominacion, imponiendo otro nombre espe- 14 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA cifico 4 este pez, contra lo prescrito por las leyes de la gloso- logia, que mandan atenerse al mas antiguo, empezando por los de Linneo, ilustre autor de la nomenclatura binaria, que tantas ventajas proporciona a la ciencia. Los autores posteriores & Linneo, algunos de ellos me- ros compiladores, como Bloch, Gmelin, Lacépede, etc., aumentan esta confusion, anadiendo nuevos sinédnimos con muy poca critica; y sube de punto en Risso, que en su Ichthyologie de Nice (1810), llama Squalus carcharias a una es- pecie muy diferente, completamente desconocida de Linneo. Ha contribuido en gran parte a esta confusion Cuvier, que por su merecida autoridad en la ciencia, ha arrastrado 4 mu- chos otros en sus falsas apreciaciones con respecto a esta espe- cie. En efecto, al hablar del Sg. carcharias L., pone este naturalista la siguiente nota en su Régne animal: «N. B. Cette jigure de Belon (p. 60) est la seule bonne. La plupart des autres sont fausses... Rondelet, 390, copié Aldrov. 383, est le nez, (es decir, la Lamna cornubica Gm.), aussi bien que A ldrov. 388, ou seulement Vanale est arrachée, et que les machoires. id. 382.» Y vuelve a repetirlo mismo al tratar de la Zamna cornu- bica Gm. No se comprende en efecto, como puede afirmar Cuvier, que la figura de Belon sea la tnica buena que se conozca; ademas del hocico mas prolongado tiene un defecto capital, cual es, el que las aberturas branquiales son muy cortas, al paso que en la de Rondelet son muy grandes, y este solo caracter separa ya esta especie de casi todas las demas. Pero causa mayor admi- racion el ver a Cuvier afirmar que la Lamia de Rondelet sea la Lamna cornubica Gm., cuando esta especie tiene los dientes lisos en sus bordes, y con una punta a cada lado de la base, y ya hemos visto con cuanta exactitud han sido descritos por Rondelet. gY qué dice Belon de su Canis carcharias represen- tado en la pagina 60? «.... denlium, quorum anteriores magis rotundi, posteriores vero lati, atque in cuspidem efformati sunt. Validi tamen omnes, qualés in Lamia describemus.» Y en la des- cripcion de los dientes de la Lamia (pag. 98) dice: ad radicem latis (dentibus) in acutum ac pyramidem dessinentibus, atque ad latera crenatis. Todo lo cual es tan distinto de los dientes en triangulo isdésceles, caracteristicos del Squalus carcharias L., que nos parece que no es posible admitir la cita de Belon entre DE HISTORIA NATURAL. 15 los sindnimos de esta especie, sino que se debe referir al Squalus carcharias Risso. Agassiz en las Recherches sur les poissons fossiles, habia lla- mado 4 aquella especie con toda exactitud Carcharias verus; pero antes Smith, notando las diferencias que existen entre esta especie y las demas del género Carcharias, separado por Cuvier, le did la denominacion de Carcharodon, admitido por todos los naturalistas que han tenido conocimiento de la especie. Se halla ésta representada bastante bien en la Fauna italica de Bonaparte, y aunque la sinonimia es poco exacta, la des- cripcion esta bien hecha por un ejemplar que pescado en el Adriatico, fué llevado 4 Roma y comprado por orden de Su Santidad Gregorio XVI para la Universidad, el cual tenia unos diez y ocho piés de largo y cerca de 4.000 libras de peso. Sus notables caractéres distintivos, luégo que han sido bien conocidos, impiden que se le confunda con ninguna otra es- pecie, y su sinonimia puede establecerse del modo siguiente: Carcharodon carcharias L. Lamia, Rondelet, De piscibus marinis, p. 390 (1554). Lamia Rondeletii, Gesner, Thierbuch, fol. 82. Carcharias seu Canis cetaceus, Aldrovando, De piscibus, p. 383. Canis Aristotelis, Jonston, Historie naturalis de piscibus et Getis ibs vsp. 13: Canis carcharias, Charleton, Onomasticon zoicon, p. 127. The white shark, Willughby, Historia piscium, lib. 1, p. 47, tab. B, 9, 1. — — Ray, Synopsis methodica piscium, p. 18. Squalus, 14, Ardedi, Genera piscium, p. 70. -- — Synonyma piscium, p. 98. — carcharias, Linneo, Syst. Nature, ed. x, p. 235 (non ed. x11). — — Gmelin, Linn. Syst. Nature, p. 1498, (plur. syn. exclusis.) Squale requin, Lacépéde, Hist. nat. des poissons, 1, p. 165 et 169 (figura et plur. syn. exclusis). 16 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Carcharias verus, Agassiz, Rech. sur les poiss. fos., m1, p. 91, Dla Hie: 33: Carcharodon Smithi, Bonaparte, Selachorum tab. analytica, p. 9 (ex Dumeril). —- capensis, Smith, Ill. of. Z.S. Afr. Pisc. pl. 4 (ex Giinther). _— lamia, Bonaparte, Fauna italica, (non Carcharias lamia). _ Rondeletii, Midler und Henle, Die Plagiostomen, p. 13. — — Duméril, Hist. nat. des poissons, I, p. 411. _ — Barbosa et Brito, Peixes plagiosto- mos, p. 13. — lamia, Cisternas, Catal. de los peces comesti- bles, p. 24. — Rondeletii, Brito Capello, Catal. dos peixes de Portugal, en Jornal das Scien- cias, U, p. 140. —— — Giinther, Catal. of the fishes, vin. Dp. 392. Sabiendo ya sunombre técnico, se presenta en seguida otra cuestion , aqué nombre vulgar le corresponde? Algunos pescadores de la costa de Valencia dijeron que era un jagueton, pero afiadiendo que no se veian tan grandes, que generalmente eran mucho mas pequenos, y éstos comunes. éNo tomarian una especie por otra? ¢ No darian este nombre tan solo por la semejanza? A los naturalistas que habitan las costas orientales de la Peninsula, toca solventar esta duda: en los catalogos publicados por los distinguidos profesores Cisternas y Barceld, no se hace mencion de este nombre vulgar, que encontramos sin embargo en el Catalogo de los peces del mar de Andalucia, de Cabrera, Perez y Henseler, pero lo dan como una variedad del Squalus tiburo L., y el sehor Machado se limita 4 indicar que ignora qué es el jagueton (laneton, errore lypographico?); por manera, que es posible que tambien se pueda resolver esta cuestion en nuestras costas meridionales. El sefior Cisternas en el catalogo antes mencionado cita esta especie, y dice que en castellano, segun el Diccionario de la DE HISTORIA NATURAL. 17 Academia se llama amia 6 lamia, y en valenciano y catalan taburé y liburd. Amia siempre ha significado un pez muy di- verso, y lamia, si se aplica a esta especie, pues el Diccionario solo dice «pez, TIBURON,» parece tomado de Rondelet, que este dice es su nombre en espanol, pero que es mala guia como extranjero, para nombres vulgares espanoles de peces, habién- dose equivocado en diferentes ocasiones. Tiburon, aunque palabra genérica que comprende todos los eorandes escualidos, muy voraces, parece aplicarse mas par- ticularmente a esta especie, tanto por su tamano, como por lo que dice el Diccionario que «es voracisimo de carne humana, » pues algunos autores le llaman por esto anthropophagus. Una sospecha, y como tal inicamente nos atrevemos & so- meterla al ilustrado criterio de las personas entendidas que en nuestras costas pueden confirmarla 6 desecharla, gno seria este pez el citado por el marqués de Villena en su Arle ciso- ria, pag. 123, con el nombre de sobrrayo? Procede esta sospe- cha de que lo cita entre los comestibles, y lo reune con el pez mular, que esun cachalote; pues, como veremos, puede Hegar este pez a tener mas de cuarenta piés de longitud. Kn contra de esta opinion esta el que el Sr. Cisternas dice que en valenciano y catalan se lama solraig al Odontaspis fe- ror Risso; pero el Sr. Barcelé lo aplica al Squalus carcha- rias L. p.? Es decir, que duda el Sr. Barceld si es el pez 4 quien Linneo did tal nombre; y tiene muchisima razon en dudar, pues la noticia que yo le comuniqué de que se hallaba en Menorca por los ejemplares remitidos a la Universidad de Madrid por nuestro colega el Sr. Cardona, debe referirse al Squalus car- charias Risso, non L., que, como el Squalus glaucus L., 6 sea la tintorera, pertenece al subgénero Prionodon. Ahora bien: el pez que el Sr. Barcelé ha observado en Mallorca, y 4 quien se da el nombre de salproig en mallorquin, ges acaso del gé- nero Carcharodon, 6 corresponde a los Carcharias del subgé- nero Prionodon? No dudamos que profesor tan celoso, tan en- tendido, y que con su laboriosidad ha contribuido tanto a4 dar a conocer la fauna balear, se tomara la molestia de aclarar estas dudas, y contribuiraé 4 que se deslinde conveniente- mente esta cuestion filolégica. En cuanto a la patria de este enorme pez, sdlo diremos que, como casi todos los grandes escualidos, se halla en todos los ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII. 2 18 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA mares por los potentes 6rganos de locomocion que tiene, y ' por no ser dificil en cuanto a su alimentacion. Se le ha citado primeramente del Mediterraneo, pero tambien se halla en el Océano atlantico, en los mares del Cabo de Buena Esperanza, en las costas de Australia, en las de los Estados—Unidos, en el mar de las Antillas, Aun cuando no se halla mencionado en el excelente trabajo que sobre los peces de Cuba acaba de pu- blicar en los ANALES nuestro sabio colega el profesor Poey. De las costas de Espana lo cita, aunque de un modo indirec- to, Rondelet; los Sres. Barbosa y Brito Capello, de las costas de Portugal; de las de Valencia el Sr. Cisternas, quedando com- probada su noticia con el hecho que ha dado margen a la presente nota. Pocos naturalistas han logrado verlo fresco, y entre ellos me- recen especial mencion Rondelet y Bonaparte; pero se halla al- guna discordancia entre uno y otro: de las que hay una notable con respecto a la calidad de la carne. Dice Bonaparte: La sua carne tuttochée biancastra spira cattivo odore, ed ¢ sgradevole al palato; y Rondelet, por el contrario: carne est candida, non multum dura neque ferini saporis, obid multorum galeorum carni preferendd. Y habiendo legado en ocasion de poder comprobar cual de estos dos observadores tenia razon, pues estaban qui- tando la piel al jagueton para disecarlo, pedimos un trozo desu carne, en el que no pudimos encontrar el mal olor de que ha- bla Bonaparte, y sospechando que quiza en todo tendria razon Rondelet, la hicimos preparar y que la gustasen diferentes personas, encontrandola todas sin excepcion exquisita, por mas que algunas, al saber que era carne de tiburon, se con— tentaron con haberla probado. 4Como se puede explicar la equivocacion de Bonaparte? Es posible que no la probara, sino que copiara lo que dice Risso del Squalus carcharias , que hemos ya dicho que es especie di- versa, por mas que Bonaparte crea ser la misma: La chair est blanche, mais dune odeur et dune saveur desagréable; aussi la regarde-t—on comme un aliment fort grossier. Ya antes habia dicho Lacépede : La chair du requin est dure, coriace, de mau- vais gout et difficile a digerer. Pero esto que en general es cierto, de los grandes escualidos, no tiene aplicacion con respecto al mayor de todos ellos; y de- cimos el mayor, porque si bien es raro en los Museos este pez DE HISTORIA NATURAL. 19 entero, sus mandibulas y dientes se encuentran con frecuencia, y calculando por alguno de éstos el tamano total del animal, se llega a la conclusion de que deben algunos alcanzar hasta mas de diez metros de longitud, y unido a esto que su boca es enor- me, no se extranara el que se cuente que se ha encontrado en su estOmago un hombre entero con su armadura, ni la disertacion de Rondelet sobre «que la ballena 6 cetaceo que menciona la Biblia tuvo 4 Jonas en su vientre durante tres dias, debia ser uno de estos peces. » Manifesto el senor Presidente lo satisfactorio que era ver cémo el sefior Perez Arcas no dejaba perder ocasion aleuna de poder contribuir al conocimiento de las producciones natu- rales de nuestro suelo, y respecto a las condiciones de la carne de los tiburones, dijo que recordaba haber comido con des- agrado por lo dura la de un pez, tan grande, que casi no po- dian con él cuatro marineros, denominado pesce cane, pescado en los mares de Italia, y que se habia traido a Siracusa en 1852. Dijo el senor Perez Arcas que era muy posible que no fuera del Squalus carcharias L., sino de alguna otra especie analoga, la carne vendida en Siracusa, y a que hacia referen- cia el sehor Vilanova, pues los italianos llaman pesce cane a casi todos los escualidos de gran tamano, segun manifestaba en la nota que acababa de leer, cuya carne generalmente no tiene las mejores condiciones para que sirva al hombre de alimento. Propuso el senor Botella, en vista de lo raro que es el obser- var un ejemplar del tamano que alcanzé el de que se trata, que acompanase un dibujo a la interesante nota del senor Pe- rez Arcas. Este senor indicd que estaba perfectamente representada la especie en la Jconografia della Fauna italica del Principe Bonaparte; siendo de lamentar el que un periddico ilustrado de esta capital, tan apreciable y apreciado por el publico, hubiese admitido entre sus dibujos una figura lamentable, tanto bajo el aspecto artistico como bajo el cientifico, en tér- minos que no puede dar la menor idea exacta acerca del pez en cuestion. Hizo presente el sehor Guirao que en una ocasion la carne de un pez enorme, y tanto que se llevé en dos carros, pescado en las costas proximas a Mazarron, se habia vendido en el mer- cado de Murcia; pero la aprension que se apoderé de algunas 20 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA gentes y que llegé 4 conocimiento de la autoridad, fué causa de que ésta prohibiese despues el venderla, sin embargo de que el senor Guirao y otros muchos encontraron que la carne no tenia mal olor, era blanca y no dura. Indicé tambien que llamado por el senor Gobernador con objeto de que, como ca- tedratico del Instituto, verificase la determinacion del animal de que procedia la carne, aunque no vid sino fragmentos, y no de los mas caracteristicos, conocid desde luégo que eran de un pez de la familia de los escudlidos, a que pertenecen otros que, en general, se estiman en poco para alimento, como las lijas, tintoreras, cazones, etc., y sospeché que pudiera ser el Squalus carcharias L. — Tl senor Chicote lee la nota siguiente: «Habiendo HMegado a mi noticia que el] distinguido entom6- logo M. Abeille de Perrin trataba de ocuparse en el estudio de los crisidos de Europa, le remiti en consulta los himenopteros de esta familia que existen en mi coleccion, que hoy forma parte de las del Museo de Historia Natural de Madrid, por ce- sion gratuita que hice el ano anterior. Las especies recogidas en los alrededores de Madrid, segun el senor Abeille, son las siguientes: Parnopes carnea Rossi, Madrid. Holopyga ovata Dahlb., id. — fervida Fab., id. Chrysis uniformis Dahlb., Navacerrada. — nov. sp., Madrid. — ignita Lin., id. _ Chevriert Abeill., id. — analis Spin., Navacerrada. — hybrida Leb., Madrid. De estas especies solo dos se habian citado de Espana, una el Parnopes carnea Rossi en la lista presentada a esta misma Sociedad por el Sr. Martinez y Saez en uno de los anos ante- riores, y esta misma y la CArysis tgnita L. en la Zoologia de D. Laureano Perez Arcas; las restantes son nuevas para nues— tra fauna, y por esto he creido conveniente hacer esta comu- nicacion. Mi amigo el Sr. Gogorza, que se ha dedicado con mas asi- duidad é interés 4 la recoleccion de los himendépteros, y que DE HISTORIA NATURAL. 21 tambien ha remitido al Sr. Abeille los crisidos que poseia, po- dra sin duda adicionar esta nota con algunas especies que no figuran en ella. » —E] senor Martinez y Saez leyé las notas siguientes : «Kn el ano pasado han sido regaladas al Museo de Ciencias naturales de Madrid, por D. Antonio de la Camara, espafiol re- sidente en Australia, algunas fotografias de indigenas de Po- linesia, que son sumamente interesantes, como todas las que representan las razas aborigenes, y mas las que actualmente, y por diferentes causas, tienden a desaparecer. Deseoso yo de dar a conocer en lo que pueda, los elementos de estudio que se van acumulando en el Museo, no ménos que el generoso des— prendimiento, ya en otras ocasiones demostrado, del Sr. Ca- mara, que tanto desea poder contribuir 4 la cultura patria, me permito distraer a la Sociepap dando una ligera noticia acerca de estos retratos, cuyo numero se ha aumentado por la donacion de algunos, hecha por D. Miguel Colmeiro, que tan- tas pruebas viene dando de su acertadisima direccion del Esta- blecimiento, no ménos que de la buena distribucion de su ex{f- euo presupuesto ordinario, sin la que nunca se hubieran rea— lizado algunas mejoras en el Gabinete de Historia Natural, 4 pesar de los buenos propésitos que siempre ha tenido, y hoy ve en parte realizados, su dignisimo director D. Liicas de Tornos, nuestro apreciable consocio. Trece fotografias representan varios individuos indigenas de Nueva Zelanda, y entre ellas llama la atencion uno de la raza maori, ya civilizado, pero que para retratarse se ha ves— tido con el traje que usaban las tribus antes de la colonizacion europea, y esta hecho exclusivamente de la planta denomi- nada Phormium tenac. Hay tambien dos retratos de indigenas de Australia semici- vilizados. De indigenas de laislade Tasmania existen cinco fotografias. Cuatro contienen los retratos de los Ultimos individuos, varo- nes y hembras, de la raza tasmanica, que era distinta de la que habita el continente de Australia, y se da cuenta de sus nombres y fecha de su fallecimiento. Otra representa a un in- dividuo, llamado Truganini 6 Lallah Rook, que fallecié en 8 de Mayo de 1876 a la edad de 76 afios. Segun los datos que tiene el Sr. Camara, se puede asegurar que dicho individuo es el ul- 22 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA timo que ha existido de su raza; y como quiera que se propone publicarlos, bueno seria que lo hiciese en castellano y en nuestros ANALES. Una fotografia es de jovenes indigenas de la isla de Tonga (Archipiélago de los Amigos), que estan vestidas de gala con la tela denominada tapa. Otra es de un antropdfago de las islas Fidji. De naturales de estas islas existen los retratos de una joven vestida segun el uso del pais, y de un individuo llamado Ca- kobau 6 Cakombau, rey de las islas, que en su juventud fué el terror de su patria por sus barbaros y atrevidos hechos, que le distinguieron entre otros jefes canibales, y esta pensionado por Inglaterra, desde que cedié su reino a esta nacion. Tam-— bien acerca de este individuo y sobre la historia de las islas Fidji posee el Sr. Camara varios datos, que no puede ménos de ser muy interesante el que los dé a conocer. » —«No siempre hay ocasion de observar en Madrid los peces raros en nuestras costas, pero no por esto se puede asegurar que nunca viene a nuestro mercado alguno cuya adquisicion pueda ser interesante. En este caso se encuentra un ejemplar del Histiophorus belone Rafin., de 2",35 de longitud total y de unas 125 libras de peso, que, procedente de Cartagena fué ad- quirido en el otoio Ultimo por el Museo de Madrid, en cuyas colecciones hoy existe. Kn la obra de Cuvier y Valenciennes (Hist. nat. des pots- SONS, Vill), Se dice con referencia a Rafinesque, que este pez. que llega 4 alcanzar cuatro 6 cinco piés de longitud, es raro en los mares de Sicilia, y sélo se presenta en el otono. Gtin- ther, en 1860 (Cat. of the Fishes, 11), se limita solo a poner su descripcion, sin dar cuenta de poseerlo el Museo bri- tanico. Me parece, por consiguiente, que es interesante consignar el hecho de haber sido pescado en nuestras costas un magni- fico ejemplar de una especie rara en general, notable en su familia (Xiphiide), y la tnica de su género que existe en el Mediterraneo, pues las restantes son todas de los mares tropi- cales.» é —«Por fin tengo el gusto de decir que entre varios coleép- teros recogidos en Menorca por el celoso explorador de aque- lla isla, nuestro consocio el Sr. Cardona, he visto cuatro ejem- DE HISTORIA NATURAL. 23 plares del Ophonus khabylianus Reiche, idénticos en un todo a losde Argel, nica region que se asigna como patria a esta especie. » —E] senor Guirao dijo que, sin embargo de que se proponia hacer una nota detallada si se confirmaban las noticias que tenia, daba conocimiento del hecho de haberse descubierto por algunos mineros en Carayaca (Murcia) la fosforita en abun- dancia, y esta era circunstancia interesante, pues por lo demas no es este el Unico punto de la provincia en que este mineral se presenta, porque tambien existe en Jumilla la variedad Ia- mada esparraguina. Habiéndole escrito los descubridores de la mina con el fin de que los auxiliase en la formacion de una Sociedad para hacer la explotacion, el senor Guirao les pidid que le remitiesen en una carta un poco de polvo del mineral, que en efecto es fosforita, si bien fo tiene la fosforescencia de las que generalmente hay ocasion de ver. En vista de esto, el senor Guirao animo a los descubridores diciendo que la explo- tacion de este mineral, si es abundante. es de tanto 6 mas in- terés que el de los metales, y tratandose de la provincia de Murcia, que tiene tantos terrenos, sobre todo los de regadio. empobrecidos por el cultivo, la aplicacion como abono de la fosforita no podia ménos de ser de suma utilidad. Tambien el senor Presidente asegurd que el citado descu- brimiento es de interés, sobre todo por la aplicacion que puede tener a la agricultura, sin que para esto sea importante el no ser muy fosforescente el mineral, y rog6 al senor Guirao am- pliase la noticia referente a este importante asunto, tan luégo como tuviese todos los detalles necesarios. Sesion del 6 de Marzo de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Leida el acta de la Ultima sesion, fué aprobada. —Asiste el sefor Zapater, de Albarracin. —Leyo el senor Secretario las comunicaciones recibidas de los senores’ D. Antonio Augusto de Carvalho Monteiro y don Francisco Maria de Marti de Lleopart, dando gracias por su 24 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA admision y nota de los titulos que han de acompanar a sus nombres en la lista de Socios. —Se pusieron sobre la mesa las siguientes publicaciones recibidas: ; A cambio; Bullettino della Societa Hntomologica italiana.— Ano 9.°. trimestre 4.° Société Entomologique de Belgique.—Compte-rendu de lV As- semblée mensuelle du 2 Février 1878. Botanisk Tidsskrift udgivet af den Botaniske Forening 1 Kjo- benhavn ved Dr. Phil. Peder Heiberg.— Aiios, 1866; 1867, cua- dernos 1 y 2, 3y 4; 1869, cuadernos 1, 2, 3 y 4; 1870, cuadernos 1 y 2; 1871, cuadernos 3 y 4; 1872, cuadernos 1, 2, 3y 4. Journal de Botanique publié par la Société de Botanique de Copenhague.—Anios, 1872, cuadernos 1 y 2,3 y 4; 1873, cua- dernos 1, 2 y 3 (ultimo); 1874, cuadernos 1, 2, 3 y 4; tercera série (1875-1877), tomo 1, cuadernos 1, 2, 3 y 4; tomo 11, cua- derno 1.° Boletin de la Sociedad geogrifica de Madrid.—Tomo 11, ni- mero 4, Octubre 1877, y num. 5, Mayo 1877. Como donativo; Semanario Farmacéutico.—Atio vi, numeros 19, 20, 21 y 22: remitidos por su director D. Vicente Martin de Argenta. Boletin del Ateneo de Madrid.—Ano 1, nimeros 5, 6, 7, 8 y 9; regalados por el mismo Ateneo. Reptiles y anfibios de Galicia, por D. Victor Lopez Seoane; regalo del autor. La SociepaD acordo dar las gracias a los donantes. —Son admitidos como Socios los senores: Cuesta y Armino (D. Honorio), de Madrid, propuesto por D. José Maria Solano y Eulate; Ruiz Casaviella (D. Juan), de Caparroso (Navarra), propuesto por D. Serafin de Uhagon, 4 nombre de don Ramon Masferrer y Arquimbau; Gorriz y Munoz (D. Ricardo José), propuesto por D. Francisco Martinez y Saez. —Se presentaron cuatro nuevas propuestas. DE HISTORIA NATURAL. 25 —Hl senor Secretario lee la nota siguiente del senor Bosca: «En una visita hecha en Mayo ultimo a las pescaderias de Lisboa pude adquirir, entre otros objetos, un ejemplar and- malo de la Ranella gigantea ; molusco que abunda al pare- cer en la costa inmediata, pues me aseguraron que por si solo forma con frecuencia dos 6 mas puestos de marisco vivo, bas- tante apetecido por los gastrénomos. Se aparta dicha especie algun tanto del tipo genérico, en que las varices constituidas por la boca de la concha, y como resultado del crecimiento periddico del animal, en vez de for- mar una costilla continua 4 lo largo de cada lado del cono 2 A *p rieler total, se anteponen las de cada vuelta de modo que apénas se tocan la anterior con la respectiva de la vuelta de atras; pero aun recordando tal circunstancia, resulta en el individuo que nos ocupa una rareza digna de mencion. Consiste ésta en que el borde de la abertura ha experimen- tado un avance en su origen, el que como consecuencia del desarrollo de la espira, ha ido separandose mas y mas de su sitio normal hasta colocarse en la Wltima parte a una distancia de quince milimetros de la variz correspondiente, 6 sea la penultima. Esta anomalia la aproxima, al ménos en los caractéres que ala concha alcanzan, al género Zrifon que los autores ponen inmediatamente despues en la série correspondiente. Las adjuntas figuras representan de un modo aproximado y en un tercio de su longitud, la 1.* y 2.* un ejemplar ordinario como tipo de referencia, y las 3.* y 4." laconcha aludida, vistas 26 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA ambas convenientemente para poder apreciar las diferencias. De desear fuera que se reunieran en coleccion publica estos casos de diferencias extremas en las formas espectficas de los seres, para formar conceptos definitivos sobre la Historia na- tural, propiamente dicha.» —Se ley6 por el senor Secretario la siguiente nota remitida por el senor Rodriguez Ferrer: Caverna de Aizquir7i. «Esta caverna se encuentra situada como a4 legua y media de Onate vy otra media de Aranzazu. Respecto al primer punto, se halla al Sur. y su boca se dirige hacia el Norte de esta region. Mas su entrada no esta en lo bajo de este promontorio de roca llamado Aizguirr?, sino casi en su cima, y por lo tanto, muy elevada con relacion a la base del mismo. Dos rios, el Araozy el Ardnzazu, le rinden tributo 4 su pié, y uno de ellos lo atraviesa, motivo por el que se repite en el pais cierta descripcion que de esta montana se hizo en Roma por un vecino de Araoz, en la que se advierte tanto ingenio como verdad (1). Bajo estas ro- cas y las del monte Madina pasa, en efecto, el Aranzazu, y se presenta a los tres cuartos de legua frente a la ermita de San Elias. A estas profundidades corresponde la fragosidad de estas alturas, sus repetidas cimas, sus prolongados escarpes, sus multiplicados barrancos, ofreciendo un paraje el mas a proposito para las fieras que un dia la habitaran en tanta mul- titud, como lo vamos a ver. Pero antes de penetrar en ella, no pasaremos por alto cierta particularidad que desde su entrada advertimos. Tal es una faja céncava y prolongada con toda rectitud a manera de una media cana que por muchos metros aparece labrada en las rocas que hacen frente a esta caverna; efecto que no habiéndolo producido el hombre, ha debido ser formado por una corriente de agua, apareciendo al descu- bierto hoy lo que un dia fué, tal vez, un canal y como acci- (1) En Araoz, como pueblo pequeno y casi incomunicado, son muy frecuentes los matrimonios con parientes. Uno de éstos fué 4 Roma por un Breve, y habiéndosele preguntado por la poblacion y sus casas notables, respondié: «Mi pueblo tendra entre penascales y hayas, como 1.50) vecinos, y lo notable es un puente en que pastan mas de 3,000 cabezas,» aludiendo 4 la perforacion practicada por el rio. DE HISTORIA NATURAL, 27 dente enténces de otra caverna, fendmeno que se reproduce como vimos en otros parajes de esta prolongacion roquera. No es nada ancha la entrada por donde hoy a esta cueva se penetra, pero era mucho mas angosta antes de regularizarla para ponerle su actual puerta. Enténces, al entrar, habia altos y bajos que con dificultad permitian el transito, y su dueno actual, al quererla hacer mas asequible, mand6 socavar unos puntos y rellenar otros, y haciendo esta operacion fué cuando se did con los primeros craneos que llegaron 4 Madrid y que calificd como de Ursus spel@us el Sr. Vilanova, segun lo con- signa en su interesante obra titulada Origen, naturaleza y an- tigtiedad del hombre. Pasemos ahora & hablar de su capacidad. Traspasado el umbral y encendidas las luces, lo primero que hicimos fué reconocer el ambito y disposicion interior de toda esta caverna. Su pavimento, trastornado por el tesoro que ciertos operarios quisieron encontrar en él, mejor que hue- sos (1), impedia el recorrerla, y la humedad de las filtraciones sobre la arcilla hacia tambien que los piés se quedaran pega- dos; todo lo cual impedia una verdadera medida. Mas.aun asi, pudimos tomar las siguientes. Luégo que en la caverna se entra, su ancho es de 5 me- tros. A los cuatro de la boca, en donde esta cueva se bifurca en dos galerias casi curvas y paralelas, su extension trasver- sales ya de 7 metros. Nosotros seguimos la mas larga, que es lade la derecha, y tal ancho contintia, aumentando en algunos parajes, hasta tocar en su limite, cuyo largo, no siendo posi- ble medirlo por los obstaculos que oponen sus machones, los penascos desprendidos, etc., sdlo pudimos apreciarlo midiendo el espacio que andabaimos por el reloj, el cual nos did seis mi- nutos, sin detenernos, desde el final 4 la puerta. Veamos ahora cual es su caracter geoldgico. Kl terreno en que esta caverna esta situada, pertenece al tercer orden de los de la segunda época geologica: al cretaceo. Sabido es que éste es el que domina en estas tres provincias, (1) El dueno de esta caverna nos contd, que luégo que fueron encontrados los cra- neos del mamifero de que ya dejo hablado, en virtud de lo que en Madrid le dijeron mando hacer unas excavaciones, no bajo las capas de estalagmitas, sino en el simple suelo; mas los criados le confesaron despues que no habian hecho sino un hoyo pro- fundo, buscando e? tesorode los gentiles que en tales parajes suele encontrarse, 28 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA con pequenas excepciones, no teniendo ninguna la jurisdic— cion en que esta cavidad se encuentra, segun los trabajos de Verneuill, Colomb y Triger. Las masas calizas y la arcilla es Jo que predomina, encontrandose sobre sus capas otra de un terreno de acarreo, compuesta de fragmentos de roca de la lo- calidad y de los huesos de que paso a ocuparme. A mas de 12 metros de la entrada, en la galeria de la dere- cha, observamos en el flanco izquierdo una gruesa capa de es- talagmita, 4 la que parecia coronar una media columna 6 esta- tua, y sobre esta capa dirigimos el empuje de la barra y el pico de los canteros que nos acompanaban. Trabajo costé fraccio- narla; pero se fué haciendo por partes y se levanté una capa de mas de 16 centimetros de grueso. Pues, incrustados en ella, y por bajo de ella aparecia una brecha de huesos entre porcion de cantos rodados y de arcilla, 6 sea la formacion diluvial que dejamos indicada. No aparecié ningun craneo completo del Ursus ; pero si pedazos, una quijada entera, porcion de colmi— llos, htiimeros, fémures, vértebras y todo lo perteneciente a sus correspondientes esqueletos, que debieron ser muchos y que- dar como hacinados. No encontramos, sin embargo, con estos huesos ningunos otros de otra especie , excepcion hecha de al- gunos pertenecientes a otros animales mas inferiores que po- dian haber sido presas para su alimento; ni mucho ménos, nada de piedras toscas 6 sin pulimentar; nada de ceramica, ni nada que pudiera atribuirse al hombre y 4 sus necesidades, 6 a las obras de su industria, ni a su presencia en el momento en que estos seres, ya extinguidos, quedaron aqui sepultados. Sdlo una cosa abisma: su antigiiedad. Esta costra que los en- volvia tenia mas de 16 centimetros de grueso. Pues bien: si M. Vivac, refiriéndose a la célebre cueva de Kent, cerca de Tor- quai, condado de Devon, llegé a calcular que la primera capa de estalagmita que alli encontré, de 2 centimetros , no podia haberse formado en ménos de cuarenta siglos antes de nuestra Era (1); indudable es que esta de Azzguir7i no calculandola mas que por los diez y seis que ofrece, debe datar, por ecua- cion ldgica, de trescientos veinte siglos antes. Nosotros nada calculamos niafirmamos. Comparamos sdlo, y deducimos por (1) Vilanova, Origen, naturaleza y antigiedad del hombre. DE HISTORIA NATURAL. 29 analogia del caleulo de M. Vivac. Pero a los que les parezca exageracion, les agregaremos: en primer lugar, que en poder del Sr. D. Marcos Mendia, en Onate, quedo una fraccion de esta capa de estalagmita de mas de 26 centimetros de grueso, con articulaciones de huesos incrustados en la misma; que en nuestra finca «El Retiro,» quedé otra de 18, y que a Madrid hemos conducido la mas facil de trasportar, que tiene los 16; sin olvidar que el Sr. Vilanova dice en su citada obra, que trajo de la famosa gruta de la Nauwletie, en Bélgica, un pedazo de pizarra que, puesto por el ayudante M. Dupont cinco anos antes en un punto en que la béveda goteaba bastante, no lego, sin embargo, a formarse en su superficie una caliza del grueso de un pliego de papel comun. Queda, pues, probado con este ligero reconocimiento de la caverna de Aizquirri, y por los fosiles que en ella se encuen- tran, que pertenece a la edad paleolitica, cuando ya se habian presentado los grandes mamiferos, siendo uno de los primeros el Oso de las cavernas, del que son estos despojos, sin que el hombre hubiera aparecido todavia segun la moderna Ciencia: y que clasificadas las cavernas por los gedlogos en tres gru- pos como son: 1.° Guaridas de animales carniceros; 2.° Caver- nas que han servido de habitacion, y 3.° Lugares de sepultura, ofreciendo cada una de éstas su caracter propio; bien pode- mos referir al primer grupo la de Aizquirri, ya por los mu- chos huesos que contiene del Ursus y de otros que fueron sus victimas, ya por no encontrarse restos del hombre ni de su industria, siendo semejante a la parte inferior de la afa- mada caverna de Goyet, en Bélgica, visitada un dia por el Sr. Vilanova. Sus restos paleontolégicos, la fragosidad del ter- reno y lo abrupto del pais en que esta caverna se encuentra, segun lo hemos indicado ya antes de penetrar por ella, todo esta confirmando (& nuestro pobre entender), que la caverna de Aizquirri es, en nuestra Espana, una de las estaciones mas antiguas para la ciencia arqueolégica, hoy prehistorica, en virtud de las razones aducidas. » —Se ley6é la nota siguiente del sefior Bosca: «Siguiendo la competente autoridad de los herpetdlogos, Bo- naparte, y Duméril y Bibron, admiti en el Catalogo general de los reptiles y anfibios de la Peninsula y Baleares, publicado el ano ultimo, la Rana temporaria como recolectada en el Gua- 30) ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA darrama y Santander por los amigos y consocios senores Boli- var y Gogorza respectivamente, mas en una visita hecha con posterioridad al museo de la Escuela politécnica de Lisboa, y gracias 4 oportunas observaciones de los distinguidos natura listas sefiores Barbosa y Lataste, he podido rectificar mis apre- ciaciones sobre los ejemplares antes aludidos que vienen 4 producir una novedad en nuestra fauna. Desechada por los autores contemporaneos la especie Rana temporaria de Linneo, cuyos caractéres sobresalientes resultan ser propios de otra Ul otras especies, precisamente tambien europeas , este nombre especifico ha pasado a ser el distintivo de un grupo muy natural; hecho repetido con frecuencia desde que el estudio se esfuerza en senalar la filiacion de las especies como la idea mas cientifica 4 que se puede aspirar en la parte descriptiva. En efecto; la mancha negra que ocupa constante- mente las sienes 6 region temporal, y el sér de habitos terres tres, puede decirse que servian en la practica como caractéres exclusivos para distinguirla de la otra especie, que, como de Kuropa se describe en los autores arriba indicados, que sin duda seguiran siendo por mucho tiempo aun de gran valor en la especialidad. Vista de nuevo y con el debido detenimiento la supuesta Rana temporaria procedente de Espana, resulta ser la R. agi- lis Thomas, sefialada por el senor Lataste en su fauna herpe- tologica de la Gironde como de la region meridional. Si existe ademas en la Peninsula la Rana fusca Résel, primitivamente tomada como la temporaria de Linneo, 6 si se laha confundido por los naturalistas que de nuestros anfibios se han ocupado, no puede asegurarse, pues por ahora esta léjos el dia de poder senalar lo que no hay en el pais, siquiera se trate de seres tan elevados en la escala animal y tan reducidos en nimero, mas no seria cosa dificil el revisar cuantos ejemplares existan en las eoleeciones asi publicas como privadas, con el dicho nom- bre de Rana temporaria L., lo cual quiza contribuyera a disi- par cuanto antes las dudas que sobre el asunto aparecen, vis- tos aleunos de los datos 4 la fecha publicados.» —Manifesté el seior Bolivar que un naturalista extranjero, el senor Lichtenstein, le habia remitido un trabajo, escrito en castellano, denominado Nuevas consideraciones sobre la evolu- cion bioldgica de los pulgones, con el fin de que diese comuni~ DE HISTORIA NATURAL. 31 sacion de él a la Sociedad, pero como el autor no es socio, preciso era que se le autorizase para leerle, tanto para dar de é] conocimiento , cuanto para determinar acerca de su inser- cion en los ANALES. Dijo tambien que el senor Lichtenstein es bien conocido por sus interesantes estudios sobre la biologia de la Phylloxera y otros insectos. Despues de algunas reflexiones hechas por el sefor Guirao, encaminadas a probar el interés que tiene todo lo relativo al estudio de insectos tan destructores y que acaso no tardaran en infestar nuestros villedos, pues existen ya en Perpifan, la SocispaD, 4 propuesta del senor Presidente, resolviéd que se leyese por el senor Bolivar el citado trabajo, lo que se verifico. y que pasase a la Comision de publicacion por si podia inser- tarse en los ANALES. Invité el senor Presidente a los socios presentes, que se han ocupado de entomologia, a fin de que dijesen todo lo que pudiera ampliar 6 confirmar las consideraciones del senor Lichtenstein. Segun el sefior Perez Arcas, poco se podia decir en este punto que no fueran hipotesis mas 6 ménos aventu- radas. Confirmo el sefior Sainz este punto de vista respecto a la teoria que se establece en el escrito para explicar la parte- nogénesis. Dijo el senor Bolivar, que el punto esencial de la misma, consistia en admitir la posibilidad de que no tengan sexo los individuos en los que se efectua la partenogénesis v que para la mayoria de naturalistas son hembras. Hablo el sefior Colmeiro acerca de lo sensible que es ver que tantos esfuerzos como se han hecho en toda Europa para alcan- zar los medios de destruir la Phyllowera, sdlo hayan servido para llegar 4 la conviccion de que no se conoce uno eficaz de conseguirlo, sin que desaparezca la planta, segun se despren- de de las relaciones de las academias, consejos y comisiones. y aun de las noticias dadas en los periddicos. Sobre este punto el sefor Guirao expuso, que era facil y sa- tisfactoria la explicacion que se daba de la importacion en nuestro continente de este insecto americano, que ha venido sin duda con tantos productos como trae a Europa el activo comercio de las naciones que la pueblan. En medio de lo eon- tradictorio que es casi todo lo que se refiere 4 los medios de destruccion de la Phylloxera, hay en concepto del senor Guirao un hecho que es de interés, el relativo 4 que no hace 32 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA en América los terribles estragos que se vienen experimentando en Europa, y ademas se ha observado que las vides americanas resisten mejor que las europeas los ataques del insecto, y aun las hay que viven y fructifican 4 pesar de ellos. De suerte, que siendo facil, aunque exige tiempo, obtener de semilla y en nuestro suelo, las vides americanas, se podrian conservar en ellas nuestros ricos vinedos, en los que es probable que con el tiempo haga el insecto mayores estragos que en los extran- jeros. Noto el senor Colmeiro que hacia ya tiempo que los ameri- canos habian enviado a4 Europa catalogos de venta de las vides americanas, cuya importacion estaba con justicia prohibida, pero que obtenidas de semilla no habia inconveniente en cul- tivarlas en nuestros terrenos, é hizo ver que éste mas que un medio de evitar los estragos del insecto era una manera de irse previniendo para remediarlos, si bien acaso el mal no seria en Espana tan grande 6 por lo ménos tan extenso como en otros paises. dadas las diferentes condiciones y situaciones variadas en que viven las vides entre nosotros. Hizo ver el sehor Guirao que en todo caso seria conveniente someter las semillas 4 medidas de precaucion con el fin de evitar que por cualquier accidente viniese con ellas el mal que se trata de evitar. Kl senor Presidente dijo que todas cuantas noticias se re- fleren 4 la Phyllozera son de importancia, tanto las que tien- den a evitar sus estragos, cuanto las que solo se refieren a connaturalizarnos con ellos. —A excitacion del senor Presidente indicé el senor Guirao que atin no habia recibido los datos suficientes sobre la /osfo- rita de Caravaca, pero que esperaba tenerlos, acuyo fin habia hablado al senor Chico de Guzman de Cehejin acerca de la impor- tancia del descubrimiento, y esperaba su eficaz ayuda para hacer en breve sobre el asunto la resena correspondiente. —E] sefior Bolivar leyé la cuarta y Ultima parte de sus O7- topteros de Espana y Portugal. —E] senor Uhagon (D. Serafin) lee lo siguiente: «La Ilustracion Espanola y Americana ha publicado en sus nuimeros 9, 10 y 11 del corriente ano un articulo sobre #7 in- secto Phyllozera vastatriz, firmado por D. A. Richard, inge- niero civil, en el que su autor, al tratar de los diversos me- DE HISTORIA NATURAL. 33 dios empleados para evitar los danos que el insecto produce, propone, como sistema propio, el uso del serrin del pino maritimo, incorporandole tanta esencia de trementina y esen— cia pirdégena como pueda contener. Cribada la mezcla, destina el polvo mas ténue 4 ser proyectado sobre las hojas de la vid. y el mas grueso a ser colocado por capas en la tierra sobre las raices. ara hacer patentes las ventajas de su método, dice el senor Richard: «Es bien conocida la repulsion instintiva de los insectos por la esencia de trementina, como por los demas aceites esenciales, minerales y vegetales. A cualquier 6rden que per- tenezcan, quedan heridos de muerte si durante algun tiempo se encuentran expuestos 4 las emanaciones de estas esen- Classis: La repulsion de los insectos por tales emanaciones es tan notoria, que hemos reconocido que en los paises donde se emplean con preferencia rodrigones 6 tutores para las cepas de madera de pino, sobre todo si esta recientemente cortada, la phylloxera y otras especies igualmente minusculas 10 apa-— ReGen: 3... No es cosa nueva que el pino maritimo es el arbol mas resinoso de todos los coniferos de nuestro continente. Kl pino maritimo es (en las Landas) largamente explotado, y gomo se les asierra..:.. erandes montones de serrin quedan abandonados en las selvas. Precisamente este serrin esta fuer- temente impregnado de resina y de esencia..... y bien lo de- muestra el hecho de que la thermita de las Landas y otras variedades de hormigas no establecen jamas su domicilio a las inmediaciones de tales montones. Es igualmente de notar que diversas especies de insectos que habitualmente se alojan bajo el serrin y otros fragmentos lenosos, evitan cuidadosa— mente estos parajes en los que nunca depositan sus larvas. Hemos puesto diversas veces insectos dentro de cajitas en— cerrando serrin de pino. y todos ellos han muerto en brevisi- mo tiempo.» De los parrafos que anteceden parece resultar que el senor Richard atribuye gran importancia 4 las propiedades resinosas del pino maritimo, considerando estas propiedades como ca- paces de alejar 4 los insectos que pretendieran servirse de él, como con otros arboles sucede, para alimento, abrigo 6 cuna. Pierden, sin embargo, esta importancia los argumentos del ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII. 2 ot ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA autor al consultar la importantisima obra que Mr. Edouard Perris empezd 4 publicar en 1852 en los Annales de la Société entomologique de France con el titulo de Histoire des insectes du pin maritime. Este sabio naturalista, por residir casi cons- tantemente en Mont-de-Marsan, en el centro puede decirse de la region que el pino maritimo ocupa, ha podido estudiar de- tenidamente los insectos que sobre él viven, y se expresa en estos términos: : «La lista de los insectos cuya vida esta ligada a la del pino maritimo es bastante larga, pues pocos arboles alimentan tantos insectos como el pino. No hay en él parte alguna, fruto, hojas, ramas, corteza, madera que no sirva de cuna 6 de ali- mento & una 6 varias especies. No hay época en su vida en que no sea en algun punto atacado por un enemigo, y aun despues de estar convertido en polvo, cuando sus restos se hallan reducidos al estado de estiércol 6 mantillo, determina- dos insectos le confian la esperanza de su posteridad.» Las especies que viven en el pino maritimo llegan, segun Mr. Perris, 4 la respetable cifra de 117, siendo de notar que entre ellas se encuentra el Aphis pint L., pariente proximo de la Phyllozera. Por lo que hace 4 nuestras propias observaciones, sabemos todos que en los pinares del centro de la Peninsula se encuen- tran en abundancia insectos de varios érdenes que hemos te- nido ocasion de recoger en apoyo de cuanto expone el senor Perris: Sin quitar, por lo tanto, nada al mérito del trabajo del senor Richard, & que me refiero, he creido oportuno hacer las consi- deraciones que anteceden, para que nuestros agricultores acojan, por lo ménos con reserva, el método propuesto de em- plear el serrin del pino maritimo para evitar los dafos que causa la Phyllozera.» —A invitacion del semor Presidente hizo el senor Quiroga algunas consideraciones geoldgicas sobre un viaje verificado por el mismo sehor y algunos otros naturalistas por las pro- vincias de Ciudad-Real y de Cordoba, prometiendo presentar a la Sociedad un escrito sobre el asunto, tan luégo como se hubiesen acabado los estudios necesarios de los materiales recogidos. —E]I sefior Perez Arcas lee la nota siguiente: DE HISTORIA NATURAL. 33 «Tengo el honor de presentar a la Socrepap un fosil recogido en la arenisca carbonifera de Miéres (Asttirias), por el senor D. Sabino de Quintana: comprendiendo este senor el interés que podria tener para la ciencia el objeto en cuestion , impidid que lo destrozasen los trabajadores, como intentaban hacer, y examinado por personas poco inteligentes en la materia, cre— yeron reconocer en él una especie nocturna de ave de rapina, pues decian, que tanto el pico como los ojos de un mochuelo aparecian claramente indicados en la piedra. La ilustracion del Sr. Quintana comprendid desde luégo cuanto podia haber de fantastico en estas apreciaciones, lo trajo a Madrid, y habién- domelo manifestado, le indiqué desde luégo que inicamente con los ojos dela imaginacion era posible ver el mochuelo en la notable impresion de la arenisca, que yo no conocia lo que era, pero que siendo lo probable fuese de un vegetal, seria conve— niente la examinase nuestro colega el Sr. Areitio, que ha dado muestras recientes en los ANALES DE HISTORIA NATURAL de sus estudios en la paleofitologia. Remitido en efecto el fésil al Sr. Areitio , ha manifestado este senor que era una impresion peciolar del gigantesco helecho Caulopteris Phillipsii Lind. et Hutt., del periodo carbonffero, y cree que sea el primer ejemplar espanol, pues no ha encon- trado ninguno entre las muchas plantas fésiles que ha exami- nado para la publicacion arriba indicada. Siendo como es el fésil de algun interés para el estudio de la geologia espanola, seria muy conveniente que su actual posee- dor el Sr. Quintana lo conservase con todo esmero para que lo pudiese consultar cualquiera que tuviese necesidad de ello, 6 mejor todavia, que lo depositara en una de las colecciones pu- blicas de Madrid, donde al par que se conservara se podria es— tudiar siempre que fuera conveniente.» Sesion del 3 de Abril de 1878. PRESIDENCIA DE D. LAUREANO PEREZ ARCAS. Leida el acta de la anterior, fué aprobada. —Asiste el senor Zapater, de Albarracin. —E] senior Secretario lee una comunicacion da los senores 36 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Directores de la Fondation de P. Teyler van der Hulst, de Har- lem, en la que anuncian el envio de los volimenes publicados de los Archivos del Museo Teyler, y proponen el cambio de estas publicaciones con los ANALES. La Socrepap, 4 propuesta del senor Presidente, acordé que se verificase el envio de los ANaLES tan solo desde el tomo u en adelante, en razon de no haber ya ejemplares disponibles del primer voltimen. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas si- guientes : A cambio; Annales de la Société entomologique de Belgique—Tomo xx.— cuaderno 3.° Société entomologique de Belgiaue. — Compte-rendu de lV’ As- semblée mensuelle du 2 Mars 1878. Archives du Musée Teyler.—Tomo f, 1, m1 y 1" cuaderno del iv. Como donativo: Semanario Farmacéutico. — Ano vi.—Nutmeros 23, 24, 25 vy 26; remitidos por su director D. Vicente Martin de Argenta. Revista de los progresos de las ciencias. —Tomo xx.—Niu- mero 5; remitido por la Academia de Ciencias exactas, fisicas Vv naturales. Discursos pronunciados en lainauguracion de las sesiones de la Real Academia de Medicina en el aio 1878. Discursos pronunciados enla Real Academia de Medicina para la recepcion publica del académico numerario D. Manuel Prieto; remitidos por la Real Academia de Medicina. Boletin del Ateneo cientifico y literario de Madrid.— Ao 1.— Numero 10; remitido por el expresado Ateneo. Linleitung zu der Monographie der Phaneropteriden por el se- hor Brunner von Wattenwyl; regalo del autor. Proces-verbaux des seances de la Société malacologique de Bel- gique.—Tomo vi; regalado por Ja citada Sociedad. La Socrrpap acuerda que se den las gracias 4 los donantes. —Son admitidos como socios los senores: Jouve (D. A.), de Amelie-les—Bains (Bajos Pirineos), pro- puesto por D. Serafin de Uhagon; Bethencourt y Alfonso (D. Juan), de Santa Cruz de Te- nerife, propuesto por D. Serafin de Uhagon, 4 nombre de D. Ramon Masferrer vy Arquimbau: DE HISTORIA NATURAL. 37 Garcia y Eguia (D. Eduardo), de Madrid, propuesto por D. Ricardo Garcia Cardiel: Iglesia (D. Santiago de la), de Ferrol, propuesto por don Laureano Perez Arcas. en nombre de D. Victor Lopez Seoane. —Se hizo una nueva propuesta. —Presenté el senor Gonzalez Linares un trabajo sobre el Concepto de la célula vegetal y lacontradiccion que envuelve en la Bolanica contemporanea, y otro sobre La forma general de los vegetales superiores , extendiéndose en consideraciones ge- nerales acerca de los asuntos tratados en dicho escrito, que fué leido en extracto, y que se acordé pasase 4 la Comision de publicacion. —FEl sefior Secretario da cuenta en extracto de un tra- bajo del senor Serrano, titulado Plantas insectivoras en Es- pana; paso a la Comision de publicacion. —E] mismo senor lee una nota escrita por el senor Bosca, que es la siguiente: « Gracias 4 las indicaciones del Sr. Lataste, autor de la fauna herpetolégica de la Gironda, y 4 la seguridad con que afirma en dicho trabajo que el Bufo viridis es bien distinto del Bufo calamita, puedo rectificar sobre la localidad de la primera de las especies que habia consignado como de la provincia de Valencia en la lista de los « Reptiles y Anfibios,» publicada por el Ateneo propagador de las Ciencias naturales, en su Memoria de 1873, error que procedia de haber seguido el criterio de la obra de Duméril y Bibron, en la que, apoyandose en las apre- ciaciones de Duges, presentan al Bufo calamita como simple variedad del Bufo viridis; y si hace pocas sesiones apelaba a la autoridad de aquellos distinguidos naturalistas para afirmar la idea, por lo contrario, de la fusion en una, de otras dos espe- cies de batracios, era enténces, como ahora, con el buen deseo de fijar lo mas exactamente posible los datos referentes 4 nues- tra herpetologia, y a la vista de tipos bien determinados, sea, por otra parte. cualquiera el valor que se les conceda 4 las for- mas especificas 6 de variedad. Segun la Hrpétologie générale, la principal diferencia entre dichas especies es el presentar el Bufo calamita una raya ama- ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII, 4 38 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA rilla a lo largo del dorso, la que falta por completo en el Bufo viridis, quedando sistematicamente bien separadas las dos su- puestas variedades, lo que, asi entendido, tuve ocasion de practicar en los ejemplares Hegados 4 mis manos con ambos distintivos; mas puedo afirmar hoy, que todos ellos correspon- den a los que los autores designan como especie bien diferente con la caracteristica del Bufo calamita ; y afiadiré de paso que los que carecian de raya dorsal, procedian de la zona mari- tima (Burjasot, Jativa), miéntras que los que la presentaban eran del Escorial 6 de Ciudad-Real, puntos ambos de una re- gular elevacion sobre el mar. La equivocacion fué tanto mas facil cuanto que, al ocuparse la clasica obra de reptiles de los individuos de raya amarilla, cita en primer término los adquiridos en Espana, Francia me- ridional, etc.; y bien pudiera dudarse de si la reduccion de es- pecies habia sido establecida con referencia sdlo al Bufo cala- mita con 6 sin raya; pero la vaguedad de los caractéres en general, y el escaso mérito asignado al sistema glandular cu- taneo, muy desarrollado en el calamita , cuanto insignificante en el viridis, aparta la idea de que pudiera haber pasado des- apercibida para tan ilustrados herpetdlogos el verdadero tipo de esta Ultima especie. Aun cuando estos y otros distinguidos naturalistas citan el Bufo viridis como de Espafa, no obstante, seria de desear una nueva confirmacion, por si al determinarlo se prescindidé de la contemporanea tendencia a la separacion de especies, fundada, tanto en las formas, dibujos, coloracion, etc., como en las costumbres, canto y distribucion geografica, y mas si, como pudiera haber ocurrido, se consultéd sdlo a dicha obra magistral para el estudio. Es de lamentar en nuestro pais, que la falta notoria de los medios adecuados para estudios de esta indole, haga consumir una cantidad desproporcional de tiempo en la clasificacion de las especies, el cual pudiera ahorrarse visitando los Museos, al par que se empleara en observaciones mas 6 ménos origi- nales que nos emanciparan del principio de autoridad, que, como es sabido, debe ocupar un lugar secundario, cuando de las ciencias naturales se trata, si es que se quiere un adelanto positivo, dejando de ser meros copiadores, y aleuna vez de equivocaciones perpetuadas de un modo inconveniente. » DE HISTORIA NATURAL. 39 Sesion del 4.° de Mayo de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Asiste el senor D. Carlos Enrique Martin. doctor en me- dicina, residente en Passy-Paris. El senor Secretario lee las comunicaciones recibidas, que son: Del Secretario dela Smithsonian Instilution de Washington, acusando recibo del cuaderno tercero del tomo vi de los ANALES: De D. Ricardo José Gorriz, dando gracias por su admision y noticia de los titulos que desea acompanen su nombre en la Lista de socios; De D. Augusto Jouve, agradeciendo su nombramiento de socio y participando el cambio de su domicilio; Y de D. Marcelo Usera, rogando 4 la Sociedad que se sirva acordar sea separado de la Lista de socios. —Se ponen sobre la mesa las publicaciones recibidas. que son las siguientes: A cambio: Bullettino della Societa entomologica italiana.—Ano x.—Tri- mestre 1.° Boletin de la Sociedad geogri fica de Madrid.—Tomo 111.—Ni- meros 5.° y 6.” Fj Como donativo: Semanario Farmacéutico.— Afio vi.—Nims. 27-29: remitidos por su director D. Vicente Martin de Argenta. Coniferas y amentaceas espaiolas, por D). Maximo Laguna: regalo del autor. Reptiles y anfibios de Galicia, por D. Victor Lopez Seoane: dos ejemplares, regalados por el autor. Boletin del Ateneo de Madrid.—Anio 11.—Niim. 11: remitido por el expresado Ateneo. Catalogo de la Exposicion general de Bellas Artes de \878. La Sociedad acuerda que se den las gracias 4 los donantes. —Fué admitido como socio: Salarich y Jimenez (D. José), de Vich, propuesto por D. Se- 40 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA rafin de Uhagon, por encargo de D. Ramon Masferrer y Ar- quimbau. —Se hizo una nueva propuesta. —E] sefior Secretario lee una carta del Sr. D. Maximo Laguna, participando el envio de un trabajo, de que es autor, titulado Cien helechos de Filipinas , dispuestos con arreglo a la ultima edicion (1874) de la Synopsis Filicum de Hooker y Baker, cuya introduccion fué leida, acordando la Sociedad que pasase el manuscrito ala Comision de publicacion. —Leyé el mismo senor una carta del Sr. D. Juan Ruiz Casaviella, en la que se anuncia la remision de un manuscrito redactado por el citado socio, y denominado Ligeras observa- ciones sobre la epifitia observada en Navarra el aio 1877 y vul- garmente llamada la Royada, de cuyo trabajo se did cuenta en extracto, resolviendo la Sociedad que fuese remitido a la Comision de publicacion. —HEl Sr. Mac-Pherson (D. José) lee un trabajo Sobre la exis- tencia de la Fauna primordial en la provincia de Sevilla, y se acordé por la Sociedad la remision del mismo 4 la Comision de publicacion. — Manifestd el sefior Presidente que la Sociedad debia com- placerse de que el Sr. Mac-Pherson hubiese logrado hallar en Espana un fésil tan notable, como que es el primer repre- sentante encontrado en Kuropa del terreno cambrico, lo que encierra una gran novedad, pues faltaba esta confirmacion de la existencia en el continente europeo de terrenos, que sin el hallazgo de fosiles, sdlo por sospecha se pueden determinar; por lo que propuso un voto de gracias para el Sr. Mac-Pher- son, el que se acordé por unanimidad. —Leyo el Sr. Perez Arcas la introduccion de un trabajo del sehor D. Jerdnimo Macho Velado, cuyo titulo es Moluscos de agua dulce de Galicia, y \a Sociedad acordé el envio del ma- nuscrito 4 la Comision de publicacion. —KHl sefior Gundlach remite la nota siguiente: «En mi Catdlogo de los mamiferos cubanos, inserto en el tomo 1 de los ANALES, se ha impreso en la pag. 44, lin. 6, Zo- bostoma ferrugineum Gundl., y debe ser Lobostoma cinnamo- meum Gundl. En el Catalogo de los reptiles cubanos, inserto en el tomo 1v de los mismos ANALES, hay una errata en la esta- DE HISTORIA NATURAL. 41 cion del Peltaphryne empusa Cope, pig. 366, pues dice que yo le he encontrado en las sabanas de la Habana, y debe decir de la Handbana.» —A invitacion de los Sres. Vilanova y Perez Arcas, habl6 el senor Martin, acerca de sus recientes viajes por Portugal, emprendidos con la esperanza de encontrar una fauna ento- moldgica que tuviese relaciones con la que ofrecen las cerca nias de Tanger; pero el resultado de las excursiones hechas por los Sres. Martin y Leveillé habia demostrado que los co- ledpteros del Sur de Portugal y Sierra de Monchique son ana- logos alos que se presentan en el Mediodia de Espana, sin que tan celosos exploradores hayan podido encontrar uno solo de los que caracterizan las faunas de Tenerife, Madera 6 Marrue- cos, si bien es cierto que sea por lo seco del terreno recorrido, acaso mas que en otros afios en el actual, habian sido muy esca- sos en numero los ejemplares recogidos aun de las especies mas comunes. Anadié tambien que por falta de tiempo no habian podido ir a la Sierra de Calderon, en la que es probable que se presenten los mismos insectos que en Monchique. En cam- bio de esta escasez de coledpteros habian tenido ocasion de recoger hemipteros muy notables, cuyo estudio era de espe- rar que proporcionase algo de nuevo 6 interesante para la ciencia. Tambien presenté el Sr. Martin algunos trozos de madera en que se criaban larvas de Sympiezocera, que colocadas en serrin secono suelen desarrollarse, nitampoco enel humedecido, pues realmente estos medios distan mucho de tener condiciones analogas 6 iguales alas naturales que ellas necesitan. Despues de haberse encontrado por el Sr. Marmotan en la selva de Fon- tainebleau hace diez afios un ejemplar muerto de un longicdér- nio de Argel, la Sympitezocera Laurasi Luc., se hicieron in- vestigaciones ultimamente para volverlo a hallar por el senor Leveillé, entomdlogo tan habil para encontrar coledpteros que viven en los troncos de los arboles, por medio de un des- cortezador de acero muy grande y fuerte, con el que se pueden desprender grandes y pequefios trozos de los troncos atacados por los insectos. La escasez de la Sympiezocera depende no sdlo de que tarda de dos a cuatro afios en desarrollarse, sino de que los dos tercios de las larvas mueren en lo interior de la madera, como es probable que suceda a todas las lignivoras. 12 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Preciso es para tener en abundancia los insectos perfectos verificar su cria artificialmente, 4 cuyo fin se parten pedazos del mismo arbol en que se encuentren, haciendo en ellos con una barrena agujeros en el sentido del eje del tronco, siempre algo mas grandes que el cuerpo de las larvas, y que se tapan, despues de colocadas éstas en aquéllos, con pedazos de la misma madera, y asi con freeuencia se trasforman bien, sobre todo si se han elegido las mas crecidas. Habiendo dicho el Sr. Martin que debia vivir en Espana la Symprezocera y otros insectos de los enebros, si éstos existieran en abundancia en la Peninsula, manifestd el senor Colmeiro que se encontraban con frecuencia en Aragon, y el senor Perez Arcas, con referencia al senor Mora, dijo que tambien eran abundantes en los Montes de Toledo. —Como individuo de la Comision de publicacion, el senor Perez Arcas presentd a la Sociedad algunos ejemplares del cuaderno 1.° del tomo vit de los ANALES DE LA SoclEDaD, que se compone de once pliegos de impresion de Memorias, dos y cuartilla de Actas y tres laminas, una grabada en acero, otra en piedra y una litografiada, cuyo cuaderno, algun tanto abultado, ha sido todo hecho en la parte material por artistas espafoles, y comprende variados é interesantes trabajos que seguramente se han de leer con interés. —dA propuesta del senor Perez Arcas, y en virtud de los de- seos manifestados al mismo por el Sr. Gestro, director del Museo civico de Génova, se acord6é admitir el cambio de las pu- blicaciones ‘de este Establecimiento por los ANALES, y en vista de las observaciones de los Sres. Perez Arcas y Guirao, qued6 encargada la Junta Directiva de completar en lo que fuere posible, el envio que de la publicacion de la Sociedad habia de hacerse al citado Museo. Sesion de 5 de Junio de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Leida el acta de la sesion anterior fué aprobada. —Asiste el senor Don Serafin Gallardo, catedratico de Clinica médica de la Universidad de la Habana. DE HISTORIA NATURAL. 43 —Se da cuenta por el senor Secretario de las comunicacio- nes siguientes: Del Director de Administracion y Fomento del Ministerio de Ultramar, remitiendo para la Sociedad las publicaciones en- viadas a la misma, por conducto de la Comision de Ultramar en la Exposicion de Filadelfia, por la Institucion Smithsoniana y la Comision del Mapa geolégico de los Estados Unidos; Del Secretario de la Academia Real de Ciencias de Lisboa, anunciando el envio de algunas publicaciones de la misma; Y de los Directores de la Fundacion de P. Zeyler van der Hulst de Harlem, acusando recibo del cuaderno 1.° del tomo vir de los ANALES. —Péonense sobre la mesa las publicaciones recibidas, si- guientes: A cambio; United States Geological Survey of the Territories.—Catalogue of the publications, por D. F. V. Hayden. United States Geological Survey. Birds of the Northwest, por el senor Elliot Coues. ; United States Geological Survey.—Monograph of the Geometrid moths or Phalenid@, por D. A. 8S. Packard. United States Geological Survey.—Contributions to the Fossil Flora of the Western Territories.—Part.1.—The cretaceous Flora, por D. Leon Lesquereux. Preliminary Report of the United States Geological Survey of Montana and portions of adjacent Territories, por D. F. V. Hay- den.— Washington, 1872. Annual Report of the United States Geological and Geographi- cal Survey of the Territories, embracing Colorado, for the year 1873, por D. F. V. Hayden.—Washington, 1874. Annual Report of the United States Geological and Geogra- phical Survey of the Territories, embracing Colorado and paris of adjacent Territories, for the year 1874, por F. V. Hayden.— Washington, 1876. Annual Report of the Department of Mines, New South Wa- les, for the year, 1875.—Sidney, 1876. Annual Report of the Board of Regents of the Smithsonian Institution for the year, 1875.—Washington, 1876. Bulletin de la Société Impériale des naturalistes de Moscou.— Tomo tu, 1877.—Nums. 2 y 3. 44 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Sociélé Entomologique de Belgique.—Compte-rendu de l’Assem- blée mensuelie du 6 Avril 1878. Sessao publica da Academia Real das Sciencias de Lisboa em 12 de Dezembro de 1875. Sessao publica da Academia Real das Sciencias de Lisboa em 15 de Maio de 1877. Memorias da Academia Real das Sciencias de Lisboa, classe de Sciencias mathematicas, physicas e naturaes.— Nova Serie.— Tomo v.—Parte 1. Jornal de Sciencias mathematicas, physicas e naturaes da Academia Real das Sciencias de Lisboa.—Tomo v. Historia dos estabelecimentos scientificos, litterarios ¢ artisti- cos de Portugal, por D. José Silvestre Ribeiro. —Tomos I-vi. Chimica agricola, por D. Juan Ignacio Ferreira Lapa. Boletin de la Sociedad geografica de Madrid.—Tomo 1v.— Numero 1.° Como donativos ; Semanario Farmacéutico.—Ntmeros 31-35 (v1 ano); remitidos por su director D. Vicente M. de Argenta. Boletin del Ateneo de Madrid. —Nuim. 12 (11 ano); remitido por la expresada Corporacion. El cultivo alterno.—Memoria premiada por el Circulo Litera- vio de Vich en el certamen del dia 8 de Julio de 1876.—Regalada por D. José Salarich. Memoria médico-topogrifica de las aguas oe Segalés de Tona, por D. José Salarich; regalada por el autor. La Sociepap acordé dar las gracias 4 los donantes. —Aceptando en lo que valen las interesantes publicaciones de la Comision del Mapa geolégico de los Estados-Unidos, la Socts- pap acordé dar las mas expresivas gracias al dignisimo Presi- dente de la misma, el senor D. F. V. Hayden, y la remision inme- diata de la coleccion de los ANAuEs, todo lo mas completa posible. —(Qued6 admitido como socio el senor Ripoche (D. Diego), de Las Palmas (Canarias), propuesto por D. Francisco Quiroga. ~-Se hizo una nueva propuesta. —Fué leido un trabajo escrito por el senor D. Carlos Castel, titulado: Una conifera del Trias, que se acordd pasase 4 la Comision de Publicacion. DE HISTORIA NATURAL. 45 —l senor Botella lee el proyecto de unos nuevos signos convencionales para los mapas geolégicos, y ruega al senor Presidente que, en el caso de asistir al Congreso geolégico in- ternacional que se ha de verificar en Setiembre préximo veni- dero, someta al examen del mismo el citado proyecto, pues no es dudosa la conveniencia de uniformar los signos que marcan en los mapas geologicos la extension y situacion de los terre- nos, lo que simplificaria extraordinariamente la necesaria com- paracion, que con frecuencia tiene que hacerse, de los que se vienen publicando en los diferentes paises. Habiendo expresado el senor Presidente que no podia mé- nos de verse con gusto los esfuerzos que el senor Botella habia hecho para simplificar un estudio de tanto interés, la SocreDaD, apreciando todas las razones expuestas, acordd, a propuesta del senor Presidente, el nombramiento de una Comi- sion, compuesta de los seiores Botella, Mac-Pherson y Linares, y a ruego de este senor socio, tambien del senor Presidente, que despues de examinar el proyecto, diese un informe acerca de la forma en que se podria someter el asunto a la discusion del Congreso geolégico internacional. —Se da cuenta de una carta, suscrita por. el senor Gorriz (D. Ricardo José), y es la siguiente: «En el primer cuaderno del tomo vide los Anales de la Socie- dad veo con satisfaccion el interés y celo demostrados en la se- sion del 6 de Marzo ultimo, no sdélo por su muy digno Presidente Sr. Vilanova, sino por los demas senores que en ella tomaron parte. Basta observar que la vina constituye hoy uno de los prin- cipales elementos de riqueza del suelo espanol, para que ante la calamidad de la Phyllozera todos pongan en juego los ele- mentos de que puede disponerse. Desgraciadamente es dema- siado poco lo que hoy por hoy puede hacerse en este sentido, porque su misma pequenez impide el oponer una vigorosa re- sistencia a su préxima invasion; por lo tanto, se hace necesaria la cooperacion, en especial, de las inteligencias privilegiadas a fin de acumular elementos que al ménos sirvan para retrasar su marcha 6 precaver sus efectos, y no podia ser que la Socie- dad espanola de Historia Natural permaneciera sorda é este llamamiento, contando en su seno con individuos tan respeta- bles é ilustrados como los senores Vilanova, Colmeiro, Bolivar. 46 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Perez Arcas, etc. Convertida la Francia en campo de operacio- nes de la Phylloxera, hemos tenido ocasion de ver practicar multitud de medios que tedricamente explanados se conside- raban como excelentes para salvar las vides de tan terrible crisis, y sin embargo, ejemplos de todo @énero nos demuestran que no existe otro realmente positivo que las cepas americanas, bien sea en estacas enraizadas 6 bien como porta-ingertos. Ahora bien, acusada la presencia de la Phyllozera reciente- mente a pocos kilometros de los Pirineos Orientales, y por otra parte 4 orillas del Duero en Portugal, hora es ya de que el Gobierno espanol otorgue a las comarcas vinicolas, como este campo de Carinena, medidas verdaderamente positivas, a fin de que los viticultores vayan previniéndose para recibir la visita de tan fatal huésped, evitando asi mayores estragos ya que no puedan remediarse éstos completamente. La prudencia aconseja que el mejor medio de curar los males es evitarlos; asi es, que en seguida que se cita la presencia de una epidemia, sea ésta el cdlera, el tifus, la viruela, etc., inme- diatamente se toman medidas higiénicas para evitar su desar- rollo hasta en comarcas las mas distantes de aquéllas en que se encuentra; pues bien, siendo tan respetables los intereses a que ataca la Phyllowera, por dejar en la miseria a multitud de familias, y no existiendo hasta la fecha ningun remedio eficaz para atajar el mal, porque su numero y extremada pequenez convierte en impotentes cuantos medios de destruccion se han ideado, aqué inconveniente hay en calificarla de epidemia, y como tal, aun léjos de ella (si se me permite la expresion) tomar las medidas higiénicas, ya que no para evitar su desar- rollo, al ménos para poner al viticultor al abrigo de sus tras- cendentales devastaciones? Es verdad que se han dictado disposiciones para que se vigi- len las nuevas plantaciones de vinedos, y se investigue la procedencia del sarmiento, prohibiendo a su vez la entrada de éste y de toda planta viva de origen extranjero; pero aunque esto es ya algo, ges acaso suficiente garantia para las comarcas vinicolas? seguramente que no, porque todos los dias se intro- ducen multitud de objetos que la pueden contener; mas toda- via; todos sabemos que tomando alas el insecto en una época de su existencia y no teniendo éste fuerza de direccion al ele- varse en el aire, colonias enteras, necesariamente, tienen que DE HISTORIA NATURAL. 47 ser trasportadas a largas distancias por las diferentes corrien- tes atmosféricas; sdlo asi es como puede explicarse haya inva- dido en tan corto tiempo tan vasta extension de terreno. Hace ya mas de un ano que ocupandome de esto en un breve articulo en el Restaurador Farmacéutico, amaba la atencion del Gobierno para que, por medio de una Comision nombrada al efecto, proporcionara los sarmientos libres de la Phyllozera, principalmente de la variedad llamada Herbemont, que tan fundadamente, por ser la mas resistente de cuantas se conocen hasta el dia, Mr. Vialla y Planchon, la titulan 7 Aspirant des cepages américains. Esto propuse como medida mas positiva, y hoy lo repito, porque si bien es dificil privar de esos gérmenes i los sarmientos, no es seguramente imposible, haciendo para ello aplicacion de los recursos que la ciencia quimica propor- ciona. De este modo podrian renovarse con prontitud, y sin causar estorsion al labrador, al ménos las viflas que anualmente se reponen, y en pocos anos se trasformarian nuestros vinedos, y quedarian en su mayor parte al abrigo de los ataques de la Phylloxera. Al mismo fin tiende, aunque exige la pérdida de un tiempo siempre precioso, lo que el Sr. Guirao se digno indicar; tal es el conseguir en nuestro suelo esas vides americanas por medio de semilla y conservar en ellas nuestros ricos vinedos, en los que, como muy bien dice, es probable que sus estragos sean mayores que en los extranjeros. Teniendo en cuenta, pues, que la operacion mas insignifi- cante de agricultura necesita la observacion de un ano y el conseguir en nuestro suelo la raiz de la cepa mencionada por la semilla, costaria mucho tiempo, teniendo la Phylloxera a nuestras puertas, no dudo un momento en proponer a la SocreDAD, como de utilidad publica, lo que sigue: Que se gestione cerca del Gobierno por el medio que la SocIEDAD crea mas oportuno, a fin de que se nombre una Co- mision que se encargue de proporcionar en su tiempo, por cada comarca vinicola, una cantidad determinada de sarmien- tos de la variedad titulada Herbemont, suficiente 4 cubrir las nuevas plantaciones del aio proximo; 6 en su defecto, se pro- porcione alas mismas la semilla con las debidas instrucciones para obtener de ellas el mejor resultado, 18 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA En segundo término, voy a ocuparme de una enfermedad que padecen las garnachas, 6 sea las vides que llaman en otras partes tanto aragonés, y que si bien se viene observando hace algunos afios con el titulo de uszllado, sin embargo, hasta la fecha, nadie da una explicacion satisfactoria, de modo, que el viticultor tan pronto como la ve aparecer se cruza de brazos, y una buena parte del vinedo arrastra una existencia demasiado languida. En la época actual que, por los perjuicios originados por la Phyllozera en el extranjero, nuestros productos adquie- ren mayor valor, considero de alguna importancia el exponer mis recientes observaciones ante el buen juicio de tan ilustrada SocrEDAD, esperando se dignara manifestar su parecer con el laudable fin de prestar este interesante servicio al viticultor aragoneés. A consecuencia de una circular dirigida por el Sr. Goberna~ dor a los Ayuntamientos para que éstos vigilen los vinedos; dando 4 su vez los caractéres que las cepas filoxeradas presen- tan en el segundo ano de su invasion, el sefior Alcalde de esta villa, D. Anselmo Tello, que no pierde ocasion para demostrar el interés y celo que le inspira cuanto pertenece al bien gene- ‘al de la poblacion, tomé en seguida medidas tan acertadas, que sus resultados han sido inmediatos. El dia 16 de Mayo re- cibid aviso de que cepas aisladas de algunas posesiones pre- sentaban la hoja bastante amarilla, y en los pocos racimos que contenian se empezaba 4 notar la misma tendencia, precisa- mente las senales exteriores de la invasion por la Phylloxera, en el segundo ano, de aqui su alarma y el haber recurrido a mis escasos conocimientos en Entomologia para saber a qué atenerse en un asunto de tan vital interés. Personado en algunas de las posesiones que contienen tales cepas, observé efectivamente la hoja amarilla y el racimo con tendencia 4 marchitarse, pero no encontrando exteriormente ni insecto aleuno, ni rastro de él, 4 pesar de una minuciosa observacion, descortezando el tallo, etc., se procedid a descu- brir la raiz sacando la cepa entera. El suelo, en el sitio de la cepa, 4 una profundidad de cinco decimetros, estaba bastante htiimedo y con el olor propio de las sustancias vegetales en descomposicion. La cabellera-de la raiz estaba toda completa— mente podrida y lo mismo las raices del grueso del dedo meni- que de la mano: despues, ya solo la cubierta exterior de la raiz DE HISTORIA NATURAL. 49 estaba en este estado y hasta dos 6 tres decimetros del cuello 6 nudo vital, habia, albergados debajo de ella, una gran cantidad de Zermes flavicolle ¥., de los que acompanio algunos ejemplares; los cuales observé habian practicado una porcion de galerias, perforando el lehoso y ocasionando indudable- mente la pérdida de gran parte de los jugos nutricios del vege- tal, y 4 su vez la muerte de la mitad del diametro del cuerpo central de la raiz. Pasemos por un momento 4 mencionar ciertos datos que son generales. Todas las cepas que hoy presentan exteriormente esos carac- téres, hace ya algunos afios que se presentd en ellas la enfer- medad que Haman wsil/ado; no viéndose hasta mas adelante esos caractéres en las que Hevan menor numero de afios, si bien todas producen escaso fruto. El terreno en que se encuen- tran colocadas las que hasta hoy he tenido lugar de observar. no es seguramente el mas 4 propdsito para la vid, porque es fuertemente arcilloso y tan compacto que las raices no se ex- tienden convenientemente. Sabida es la facilidad con que el agua penetra esta clase de terrenos y el mucho tiempo que retienen la humedad, y de aqui la putrefaccion de las raices y como consecuencia necesaria, la alteracion en las funciones del vegetal. Y por ultimo, en estos mismos terrenos el ¢zato no experimenta alteracion. De todo lo dicho, facilmente se deduce que la causa primitiva como origen de la enfermedad mencionada es la propiedad inherente al terreno fuertemente arcilloso, de conservar tanto tiempo la humedad ocasionando la podredumbre de las raices, descomposicion que una vez iniciada va progresando mas 6 ménos lentamente, segun la frecuencia con que las Iluvias se suceden; presentandose esos insectos en Ultimo término, esto es, cuando la podredumbre de las raices esta algo avanzada, a completar la obra iniciada por la humedad. Si la variedad que llaman éizto no experimenta la misma suerte, es debido 4 que se encuentra dotada de mayor vigor que la garnacha, y vence con mayor facilidad la resistencia que le ofrece el terreno, adquiriendo sus raices mayor desarrollo; es mas, la cubierta exterior de las raices, al contrario de lo que sucede en las garnachas, es en el ¢into mucho mas gruesa, compacta y unida. 50 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Por todo lo dicho, creo puede terminarse por aconsejar al viticultor, resueltamente, que no plante esta clase de vides en el terreno mencionado, y Aun me atreveré a proponer como un elemento de vida, que se emplee el carbon vegetal pulverizado al pié de aquellas cepas en las que la enfermedad se manifieste y antes de que ésta haga progresos. No debo terminar esta comunicacion sin manifestar la casi stibita desaparicion en este campo del Zortrix Pilleriana y Haltica ampelophaga que tantos perjuicios han ocasionado en anos anteriores.» Considerando la Socispap que el Gobierno de Espafia se ha anticipado a los laudables deseos del sefior Gorriz, disponiendo lo que ha creido conveniente sobre el asunto principal de la carta, se acordé la insercion de la misma en las Actas de la SoOcIEDAD, suponiendo que el senor Gorriz creeria que es de interés dar & conocer todo lo relativo 4 precaverse contra los erandes dafios que pueden sobrevenir para nuestros vinedos, asi como las noticias acerca de los que sufren actualmente por la presencia de varios insectos. —Sobre una excursion por los campos de Calatrava did el senor Quiroga algunos detalles interin concluye un trabajo re- lativo a lo mismo para los Anales de la Sociedad. —A invitacion del sefor Presidente y sobre el debatido asunto de la determinacion geolégica del escudo de Cabuér- nica, did cuenta el sefior Linares de algunas nuevas investi- e@aciones que habia hecho en union del sehlor Mac—Pherson. y que confirmaban las apreciaciones que sobre este punto ha comunicado anteriormente & la SOCIEDAD. Sesion del 3 de Julio de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Leida el acta de la anterior, fué aprobada. —Asiste el Sr. D. Felipe Neri Delgado, uno de los autores del Mapa geolégico de Portugal. —l] senor Secretario leyé las comunicaciones recibidas: De la Institucion Smithsoniana de Washington, partici- pando el fallecimiento del secretario y director de la misma DE HISTORIA NATURAL. 51 et profesor José Henry, asi como el nombramiento de su su- cesor, el profesor Spencer Fullerton Baird: De la Academia Real de Ciencias de Lisboa, acusando recibo del cuaderno 1.° del tomo vu de los ANALES, Y del director de la revista internacional La Raza Latina. llamando la atencion sobre las observaciones que se hacen en elarticulo titulado «Movimiento intelectual de la quincena» del ntim. 101 de dicha Revista. Despues de la lectura del ex- presado articulo, la Sociedad acordé que se mandasen men- sualmente los datos 4 que en el mismo se alude, para que el sefor director de tam apreciable Revista dispusiere lo que so- bre la insercion de los mismos creyese conveniente. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas. que son las siguientes: A cambio; Verhandlungen der Physikal-Medecin Gesellschaft in Wiir- burg.—Neue Folge.—Tomo x11r.—Cuadernos 1 y 2. Compte-rendu de LV Assemblée mensuelle du 1." Juin 1878 de la Société Entomologique de Belgique. Boletin de la Sociedad geografica de Madrid.—Tomo 11.—Nt- mero 6.—Tomo 1v.—Num. 2. Como donativo; Semanario Farmacéutico.—Aiio vi1.—Niumeros 36-39: remiti- dos por su director D. Vicente Martin de Argenta. Revista de los progresos de las ciencias exactas, fisicas y natu- rales.—Tomo xx.—Num. 6; regalado por la Real Academia de ciencias exactas, fisicas y naturales. Discursos leidos ante la Real Academia de ciencias exactas. fi- sicas y naturales en la recepcion del Hxcmo. Sr. D. Manuel Fer- nandez de Castro; remitidos por la expresada Real Academia. Otros cien coledpteros de Menorca, por D. Francisco Cardona y Orfila; regalo del autor. La Raza Latina.—Ano v.—Niim. 101; remitido por el sefor director de la misma. La Sociedad acordé dar las gracias 4 los donantes. —()ued6 admitido como socio el senor Landa (D. Nicasio), de Pamplona, propuesto por D. Alfonso de Areitio. —Se presenté una nueva propuesta. 52 ACTAS. DE LA SOCIEDAD ESPANOLA —Leyo el sefior Gogorza lo siguiente: . «En una de las pasadas sesiones nuestro consocio el senor Chicote presenté una lista de crisidos recogidos por él en los alrededores de Madrid, y clasificados por el eminente entomé- logo Sr. Abeille du Perrin. Habiendo reunido yo una pequena coleccion de estos intere- santes himendpteros recogidos tambien en su mayor parte en los alrededores de esta capital, y teniendo noticia de que dicho sefior Abeille du Perrin trataba de estudiar los crisidos euro- peos, le remiti los de mi coleccion que me devolvidé al poco tiempo bien determinados, resultando, segun dicho senor. dos especies nuevas del género Chrysis. La lista de estas especies en las cuales figuran algunas que todavia no han sido citadas en Espana, y en la que no apare- cen las especies nuevas, es la siguiente: Omalus productus Klug.— Escorial. Holopyga ovata Dhlb.— Escorial. — — var. gloriosa ¥.—Madrid. Stilbum calens ¥.— Madrid. Hedychrum lucidulum Dhlb.— Madrid. _— minutum Lep.— Madrid. — longicolle Perr.— Madrid Parnopes carnea Ross.— Madrid. Chrysis bidentata L..— Madrid. — angustifrons Perr.— Madrid. — WSaussurei Chevr.—Madrid. — cyanea ..—Santander. — cyanopyga Dhlb.— Madrid. — semicincta Lep.— Madrid. — analis Spin.— Madrid. — scutellaris ¥.—Kscorial. — inequalis Dhlb.—Kscorial. — ignita L.— Madrid. — austriaca ¥.— Escorial. — micans Ross.—Navacerrada. — gstrangilata Dilb.— Madrid. — hybrida Lep.— Madrid. — emarginatula Spin.— Escorial — rutilans Oliv.— Madrid.» DE HISTORIA NATURAL. 58 El senior Presidente manifesté al Sr. Gogorza lo interesante que seria el que las dos especies nuevas del género Chrysis que habia estudiado el Sr. Abeille du Perrin, se llegaran 4 descri- bir .y representar en alguna publicacion espafiola, y por acuerdo de la Sociedad quedé el Sr. Gogorza en el encargo de ofrecer al Sr. Abeille los ANatgs para la publicacion de la mo- nografia de los crisidos 6 de cualquier otro trabajo de tan reputado entomdlogo. —Preguntdé el sefior Perez Arcas si podrian insertarse en los ANALES aquellos trabajos que no son exclusivamente técnicos, sino de mayor 6 menor aplicacion, siempre que ofreciesen alguna originalidad, como uno relativo 4 la pesca del salmon en la Peninsula, cuyo autor, el Sr. D. Hilario Nava y Caveda, le habia autorizado para presentarlo. Consulté sobreeste punto el sefor Presidente 4 la Sociedad, y ésta acordé por unanimi- dad que se diese cabida en los ANALEs a los estudios de apli- cacion, y fué leido en extracto por el Sr. Perez Arcas el inte- resante trabajo a que se hace anteriormente referencia. —A invitacion del Sr. Perez Atcas dijo el sefior Presidente que se hacia 4 sus expensas un pozo artesiano en Alcala de Chisvert, cuya perforacion habia sufrido algun retraso en ra- zon de la dificultad que hay para la construccion de los tubos necesarios que habian tenido que venir del extranjero, pues 4 los diez metros ya eran necesarios, porque el agua reblande- cia el terreno y se dificultaban las operaciones; enténces pro- ducia el pozo quinientos 6 seiscientos cantaros al dia, que las gentes del pueblo habian aprovechado algun tiempo, evitan- dose de este modo el tener queir 4 buscar las aguas 4 dos ho- ras de camino. A los noventa metros, y despues de la desapa- ricion de la arcilla cuaternaria, se ha entrado en el terreno cretaceo, que es el de las esperanzas respecto al agua, pues en él ha aparecido en algunos de los mas conocidos. Se recogen los materiales del terreno compuesto de bancos de caliza, margas, arcillas, areniscas; la caliza es muy dura, y por esto no se perforan sino quince 6 diez centimetros al dia; algun manchon hematitico que se ha presentado manifiesta en aque- llas condiciones una nueva confirmacion de la teoria hidro- termal. Al presente el agua ha desaparecido, y es de suponer que tendra que continuar la perforacion hasta la profundidad de ciento cincuenta 6 doscientos metros. ACTAS DE LA 80C. ESP.—VII. 5 sy § ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Sesion del 7 de Agosto de 1878. PRESIDENCIA DE DON FEDERICO DE BOTELLA. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Se did cuenta por el senor Secretario de las comunica-— ciones que se habian recibido: Del Secretario de la Real Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales, participando el envio de nueve paquetes de libros, remitidos por el Ministerio de Estado, y procedentes de la Institucion Smithsoniana de Washington; De D. Francisco Antonio Ibafiez, indicando las nuevas sefias de su domicilio; De los sefiores Lichtenstein, Landerer y Serrano, acusando recibo de las tiradas aparte de sus trabajos, que les han sido remitidas como regalo por la SocIEDAD; Y del Bibliotecario de la Sociedad de Historia Natural de Glasgow, manifestando el deseo de un cambio regular y mu- tuo de publicaciones, que la SociepAD acord6 aceptar desde el tomo en publicacion 6 tambien para los tomos anteriores, a cuyo fin quedé el Secretario en el encargo de hacerlo asi pre- sente. —Ponense sobre la mesa las publicaciones siguientes : A cambio; Annual Report of the Smithsonian Institution.—Washing- ton, 1877. United States Geological Survey of the Territories.—First, second!, and third Annual Report for the years, 1867, 1868 and 1869, under the Department of the Intervor.—Washington, 1873: por D. F. V. Hayden. Preliminary Report of Wyoming, 1871, por D. F. V. Hayden. Sixth Annual Report of the Territories, 1873; por D. F. V. Hayden. Ninth Annual Report, 1875: por D. F. V. Hayden. Miscellaneous Publications. —Nim. 1. List of Hlevations. Fourth edition , 1877; por D. Enrique Gannett. — Num. 2. Meteo- rological Observations during the year, 1872, in Utah, Idaho, and Montana, 1873; por D. Enrique Gannett.—Num, 4. Synopsis DE HISTORIA NATURAL. Do of the Fiora of Colorado, 1874; por D. Tomas C. Porter y D. Juan M. Coulter.—Num. 5. Descriptive Catalogue of the Photographs of the United States Geological Survey of the Territories for the years 1869-1875; por D. W. H. Jackson.— Num. 7. £thnolo- graphy and Philology of the Hidatsa Indians, 1877; por don Washington Matthews.— Num. 8. A Monograph of North American Mustelid@, 1877; por D, Elliot Coues. Supplement to the fith Annual Report for 1871.— Report on Fossil Flora, por D. Leon Lesquereux. Catalogue of the publications.—Second edition, 1877; por don F. V. Hayden. Proceedings of the American Association for the Advancement of Science, twenty-fifth meeting, heldat Buffalo, N. Y.—August, 1875. Salem, 1876.— August, 1876. Salem, 1877. Memoirs of the American Association for the Advancement of Science. —Tomo 1. Salem, 1875. Proceedings of the Natural History Society of Glasgoiw.—Vo- lumen 111.—Part. 11. Bulletin of the United Siates Enlomological Commission.— Numeros 1 y 2. Annales de la Société Entomologique de Belgique.—Tomo xx}. Entrega’ I." Anales del Museo nacional de Méjico.— Tomo 1.— Entrega 1.” Boletin de la Sociedad geografica de Madrid.—Tomo 1v.— Numero 3. Como donativo; Semanario Farmacéutico.— Ano v1.— Nimeros 40-44: remi- tidos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Apuntes para la Historia agricola de Espana, por D. Estéban Boutelou; regalo del autor. Breve reseiia de los terrenos cuaternario y terciario de la pro- vincia de Sevilla, por D. Antonio Machado; regalo del autor. Trasformaciones cosmicas, por D. Antonio Botet y Carrera: regalo del autor. Descripcion de una nueva planta mejicana.—( Gaudichaudia Enrico-Martinezii), por D. Mariano Barcena; regalo del autor. Notice sur les espéces des tribus des panagéides, des loricerides. des licinides, des chleniides et des broscides, qui se rencontrent en Belgique, por D. A. Preudhomme de Borre; regalo del autor. La SociEpap acordé dar las gracias a los donantes. 56 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA —Es admitido como socio el senor D. Julio Lichtenstein, de la Gironde (Montpellier), pro- puesto por D. Ignacio Bolivar. —Se hizo una nueva propuesta. —Por encargo del senor Calderon y Arana, ee el senor Vi- cesecretario la nota siguiente: «Es un hecho conocido por los exploradores y de antiguo notado la oscuridad impenetrable de las cavernas, que la luz del dia disipa solo hasta muy corta distancia de la entrada y la artificial de las teas, lamparas, etc., sdlo se irradia 4 una pequena circunferencia en torno del foco. Se ha indicado, en efecto, que una cantidad de luz capaz de aclarar un salon, una tea que iluminaria una calle 6 una plaza, son insuficientes para esparcir igual claridad en un espacio infinitamente menor de una gruta natural. Este hecho, sin duda curioso, no ha mere- cido, que sepamos, ninguna explicacion formal, pues—si bien se ha dicho que puede relacionarse con la propiedad absor- bente de la luz que las paredes posean—esta indicacion no me- rece tomarse en cuenta; el observador, colocado con una luz de mediana intensidad en el centro de una de estas salas natu- rales ve como la claridad no Mega hasta los muros que la limi- tan. En nuestras exploraciones en cavernas de Espana habia- mos no sdlo notado el hecho que motiva esta nota, sino hallado que unas son mas dificilmente iluminables que otras, y que esta diferencia se relacionaba principalmente con el estado de renovacion del aire y el de humedad de las cavernas: esto es, en aquellas en que el aire esta mas confinado y en las que filtra mayor cantidad de agua la oscuridad es mas impenetra- ble. Recientemente, con ocasion de visitar algunas interesan- tes de Suiza, hemos comprobado nuestras observaciones y des- cubierto, a nuestro juicio, la verdadera causa dgl fendmeno. En esta Sociedad, aunque con otro muy diverso objeto, hemos tenido ocasion de citar el interesante experimento del gran fisico Tyndall, con que modernamente ha probado que los corpusculos que flotan en la atmosfera son los encargados de la trasmision de la luz, que marcha mediante ellos, de re- flexion en reflexion. Toma éste una caja de cristal cuya super- ficie interior barniza de glicerina, la cierra herméticamente y la deja en reposo; al cabo de cierto tiempo las particulas exis—- DE HISTORIA NATURAL. 57 tentes en aquel aire confinado se han fijado 4 las paredes y la caja parece negra porque la luz no pasa 4 su través. Ahora bien: en nuestra opinion las superficies permanentemente humedecidas de las grutas naturales desempefian el mismo papel, fijan de igual suerte los seres y pedazos microscépicos de rocas que flotan en el aire de aquellos espacios mas 6 ménos renovados, disminuyendo proporcionalmente en él la propie- dad de trasmitir la luz. Hemos podido comprobar experimentalmente este supuesto, en las cavernas que hemos visitado recientemente. Para ello, hemos levado polvo ténue de diferentes sustancias y le hemos desparramado en e] interior de aquéllas en torno del foco lumi- noso: en seguida hemos podido apreciar la propagacion normal de la onda luminosa y el cambio de color que afectaban las teas, como al aire libre, sosteniéndose esta vistosa trasforma— cion en tanto que las particulas se mantenian fluctuando en suficiente cantidad. El polvo natural es el que nos ha dado mejor resultado, sefialadamente en cuanto a la permanencia de la claridad. Sin duda que el experimento, sobre todo, reproducido en mejores condiciones, puede tener aplicacion para ciertas ex— ploraciones, pero su mayor interés, sin duda, estriba en com- probar trascendentales puntos de vista del eminente profesor inglés citado y en explicar un hecho cuya causa no se ha se- falado hasta aqui.» Dijo el sefior Argenta que es un hecho reconocido que la falta de cuerpos materiales en una atmosfera, impide demostrar la presencia de la luz, lo que se puede explicar muy bien del modo indicado por el sefior Calderon. Afiadié el sefior Presidente que habia tenido ocasion de visitar algunas cavernas 6 minas abandonadas, y tambien sospechado que la combustion de los cuerpos en tales sitios podria estar en relacion con la composicion del aire, pues mu- cha parte de las teas con que generalmente se iluminan al entrar en ellos se quema sin producir llama, sin duda, por falta de condiciones adecuadas de la atmdsfera en que arden. ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII. 6 58 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Sesion del 4 de Setiembre de 1878. PRESIDENCIA DE DON FEDERICO DE BOTELLA. Leida el acta de la anterior, fué aprobada. —FE] sefior Secretario lee una comunicacion del Administra- dor de la Gaceta Médico-veterinaria, periddico consagrado a la propagacion de la Medicina veterinaria, en la que se mani-— fiesta el deseo de establecer el cambio con los ANALES DE LA So- CIEDAD; y ésta acordé que se buscasen los antecedentes que pu- dieran ilustrar la mejor resolucion del asunto. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas. que son las siguientes : A cambio; Proceedings of the Natural History Society of Glasgow.— Tomo 1.—Parte 1.* y 2.°.—Tomo 11.—Parte 1.* y 2.°—Tomo 11.— Parte 1.* Société Hntomologique de Belgique.—Compte-rendu de ’ Assem- biée mensuelle du 6 Juillet 1878.—Compte-rendu de lA ssembleée mensuelle du 3 A ott 1878. Bullettino della Societa Entomologica italiana.—Ano x.—Tri- meShe 2. Boletin de la Sociedad geografica de Madrid.—Tomo tv.—Ni- mero 4.° Como donativo; Semanario Farmaceutico.—Atio v1.—Numeros 45-48: remiti- dos por su director D. Vicente Martin de Argenta. Die Orthopteren der Spanisch-Portugiesischen Halbinsel, por D. Victor Lopez Seoane; regalo del autor. Noticia sobre la composicion quimica del agua del manantial titulado Fuentes blancas 6 de la Salud (Burgos), por D. José Martinez Anibarro Rives; dos ejemplares, regalados por el autor. Bulletin de la Société d Histoire Naturelle de Reims.—Primer ano (1877); remitido por la expresada Sociedad. La Sociedad acordé dar las gracias 4 los donantes. — Fué admitido como socio: DE HISTORIA NATURAL. 59 Wolffenstein (D. Otto), de Valencia, propuesto por D. Rafael Brenosa. —Se hicieron dos nuevas propuestas. —Hl sefior Ruiz Madrid leyé la nota siguiente: «En la excursion verificada 4 mediados del mes de Julio en compaiiia de D. Maximino Sanz de Diego, he tenido ocasion de coger varias especies de ortépteros en el puerto de Navacer- rada y en los alrededores de la Granja. En las inmediaciones del puerto he encontrado el Gomphoce- rus maculatus Thunb., Stenobothrus biguttulus L. y binotatus Charp., no habiendo podido coger el Gomphocerus sibiricus \.., que tambien se encuentra en este sitio, sin duda a causa de haber pasado la época. Sobre las retamas se encontraba el Enhippiger Stélit Bol., la Odontura aspericauda Ramb., el Pla- tycleis griseus F. y una especie de Pezotettia, que me parece nueva; esta Ultima en gran abundancia. Por no haber encontrado en la Granja quien nos dijese donde estaba la laguna de los Pajaros, subimos a una de las monta- fas mas cercanas, no encontrando sino algunas especies co- munes, entre ellas el Caloptenus italicus L., Stenobothrus stig- maticus Ramb. y fjucundus Fisch., Ctyphippus cerulescens L. y Sphinctonotus azurescens Rab. En una de las praderas de la parte baja la recoleccion fué mas productiva; en las orillas de un arroyo me he podido proporcionar las siguientes especies: Forficula auricularia L., Mantis religiosa L., Stenobothrus stig- maticus Ramb., gucundus Fisch., y declivus Bris., Leptophyes punctatissima Bosc, Pterolepis spinibrachia Fisch., Locusta viri- dissima L., Caloptenus italicus L., Oxycoryphus compressicornis Latr., no perfecto, Stauronotus maroccanus Thunb., y Gener Osck., Ephippiger Stdlii Bol., Platycleis griseus Fab., y lesse- llatus Charp. y @eanthus pellucens Scop. De todas las especies citadas, las mas notables son el Gom- phocerus maculatus Thunb., que sdlo se habia encontrado en Logronio y el Leplophyes punctatissima Bosc, especie comun en Francia, pero que no se habia recogido hasta ahora en la Peninsula.» — El senor Bolivar ley6é lo siguiente: «Participo 4 la Sociedad el fallecimiento del profesor Carlos Stal, director del departamento entomolédgico del Museo de 6) ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Estocolmo, ocurrido en Frésundavik, 4 la edad de 45 ajfios: recientemente habia regalado 4 nuestra Sociedad sus numero- sas publicaciones, donativo de gran valor, al que se considerdé justo corresponder con el envio de todos los tomos de los ANA- LES; del numero y de la importancia de estas publicaciones puede formarse idea por la lista que de ellas se inserté en el tomo v1, paginas 35 y 36 de las actas. Cultivo diferentes ramos de la Entomologia, si bien dedicd preferente atencion al estudio de los ortépteros y de los hemip- teros. Kl Hnumeratio hemipterorum, su Hemiptera Fabriciana y el Recensio orthopterorum han sido los principales frutos de su incesante actividad, de su constancia y de su gran saber. Ks el primero una enumeracion metddica de todos los heterdp- teros del globo, obra inmensa y que realizé en muy corto es- pacio de tiempo; contiene la descripcion de innumerables es- pecies nuevas, y es notable sobre todo por el elevado criterio que campea en toda ella y que se hace notar mas si cabe en la formacion de las tribus y en la distribucion de los diferentes erupos, nuevos en su mayoria, que en ella propone. Con su He- miptera Fabriciana ha hecho un importante servicioa laciencia, puesto que, gracias 4 haber podido examinar los tipos existen- tes en el Museo de Copenhague, ha fijado la verdadera corres— pondencia de las especies descritas por Fabricio, que puede con razon llamarse el padre de esta parte de la Entomologia; otro tanto ha hecho en el Receusio orthopterorum para las es- pecies descritas por los antiguos naturalistas suecos, cuyos tipos se conservan cuidadosamente en el Museo de Estocolmo y en el de la Universidad de Upsal; entre éstos figuran los ejemplares mismos que Linneo examino al publicar la décima edicion de su Systema Nature, tipos que pertenecian a la rica coleccion que la reina Luisa Ulrica reunio en su castillo de re- creo de Drottningholm, y que Linneo describidé 4 peticion de esta reina en el tan conocido Museum Ludovice Ulrice, y que mas tarde fueron regalados a la Universidad de Upsal por Gus- tavo IV. Entre sus restantes trabajos merecen recordarse espe- cialmente la Monografia de los crisomélidos de América, la fauna hemipterolé6gica de Filipinas, la de Rio Janeiro, y final- mente, la de Africa, que publicé bajo el nombre de Hemiptera africana, pudiendo decirse verdaderamente que a sus trabajos. a su talento @eneralizador. 4 su admirable facilidad para per- DE HISTORIA NATURAL. 61 cibir y comprender las relaciones de las formas especificas, se debe en grandisima parte el grado de adelanto que ha al- canzado el estudio*de los hemipteros, superior al que han lle- gado otros érdenes mas cultivados.. Nacido Carlos Stal en la patria de Linneo, De Geer, Thun- berg y Schénherr, ha sabido conservar las tradiciones y el justo renombre de estos celebrados naturalistas. Pertenecia a la Academia de Ciencias de Estocolmo, a la So- ciedad de Ciencias de Upsal y 4 otras muchas sociedades cien- tificas, en cuyas publicaciones han aparecido sus multiples y variados trabajos. La Entomologia ha perdido uno de sus mas sabios y ardien- tes cultivadores, y sus amigos y corresponsales conservaran siempre memoria de su amabilidad sin limites, de su nunca dlesmentida consecuencia, al par que de su excelente amistad.» _ —EI mismo sefior remite las notas siguientes: «Hl Sr. D. Miguel Cuni y Martorell, de Barcelona, nuestro consocio, a cuyo celo é interés por la Entomologia espafiola se deben no pocos descubrimientos importantisimos, especial-— mente en los érdenes de los coleépteros, lepidépteros, ortép- teros y hemipteros, dirige hoy sus investigaciones al hasta ahora olvidado érden de los neurdépteros, y me envia la si- guiente lista de los que ha recogido en las cercanias de Bar- celona, entre los que se encuentran algunas especies en ex- tremo interesantes. Calotermes flavicollis Fab. Libellula brunnea Fonscol. — cerulescens Fab. —_ cancellata L. Diplaz striolata Charp. — meridionalis De Selys. Crocothemia erythrea Brulle. Urothemis advena De Selys. Gomphus simillimus De Selys. Ai schna cyanea Latr. — pratensis Mill. Calopteryx splendens Harris. var. zanthostoma Charp. Lestes viridis Vander L. ; — virens Charp. 62 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Pyrrhosoma tenellum De Vill. Ischnura Graellsit Ramb. — elegans Vander L. ; Agrion pulchellum Vander L. Macronemurus appendiculatus Latr. Creagris plumbeus Oliv. Ascalaphus meridionalis Charp. Nothocrysa italica Rossi. Chrisopa sp. Panorpa meridionalis Ramb. Sialis lutaria L. Limnophilus marmoratus Curtis. De estas especies no encontramos citadas de Espana la Tschnura elegans Van der Linder, ni el Agrion pulchellum Van der Linder; pero de todas las especies de la nota ante- rior, el Urothemis advena de Selys constituye sin duda alguna la captura mas interesante del Sr. Cunt: remitida esta especie para determinar por no poder referirla a ninguna de las espe- cies descritas, a nuestro consocio el conocido naturalista belga senor baron Ed. de Selys Longchamps, tan perito y conocedor en esta materia, ha resultado no solamente nueva, sino repre- sentante de un género que hasta ahora se creia propio de las regiones tropicales del antiguo mundo, si bien existia otra especie congénere, la Libellula nigra V. der L., ya conocida, aunque imperfectamente, y cuyas afinidades habian pasado desapercibidas hasta el punto de incluirsela en el género L7- beliula: son hoy dos, por consiguiente, las especies europeas del género Urothemis, y ambas habitan en las regiones mas meridionales de Europa. El Sr. Selys ha descrito la especie de Barcelona bajo el nombre ya referido de U7. advena, en los Annales de la Soc. ent. de Belgique, t. Xx1, pag. 64. Tambien es notable la Chrisopa citadaen la listaanterior, y que no puede referirse & ninguna de las especies conocidas, por lo que puede admitirse como especie nueva, si bien no puedo des- cribirla por el solo ejemplar que me ha remitido el senor Cuni. El ejemplo del Sr. Cuni me anima a dar a conocer varios neurdpteros con los que se ha aumentado tltimamente mi co- leccion; aleunos de ellos constituyen datos importantes para la fauna espanola. Son éstos: DE HISTORIA NATURAL. 63 Arquipteros. Psocus variegatus Fabr. Madrid, Mayo (Perez Arcas). Embia Solierti? Ramb. Madrid; la larva es comun debajo de las piedras. Termes lucifugus Rossi. Madrid, en la Casa de Campo, ( vo- lando en sitios htimedos y sombrios. Calotermes flavicoliis Fabr. En el Canal, durante el otoio. Cloéon dipterum L. Alhama de Aragon (Perez Arcas). Leptophlebia helvipes Stph. Un solo ejemplar oo encontrado por el Sr. Martinez y Saez en las orillas del Manzanares, cerca de Madrid, en Abril. Perla Hagenii Ed. Pictet. - El distinguido neuropterdlogo in- glés Sr. R. Mac Lachlan, a quien remiti ejemplares de esta especie, me dice que probablemente la P. Hagenii es solo una variedad de la P. bipunctata Pict.: mis ejem- plares proceden de la Granja. Chloroperla sp. Abundante en los arroyos de Navacerrada: en la actualidad es por demas dificil clasificar con seguridad las pequenas especies de este eénero, haciéndose sentir la necesidad de un estudio critico y de conjunto sobre estas especies. Nemoura variegata? Oliv. Tambien remiti ejemplares de esta especie al Sr. Mac Lachlan por no estar muy seguro de su determinacion, sin haber conseguido dilucidar la cuestion por igua- les razones que las indicadas para la especie anterior. Neuropteros. Macronemurus appendiculatus Latr. Madrid! Creagris plumbeus Oliv. Abundantisimo durante el verano en los alrededores de Madrid. Myrmecelurus trigrammus Pallas. Pradera del Canal. Palpares hispanus Hag. Huelva (Martinez y Saez! ). Hemerobius nervosus? Fabr. Navacerrada. Como los caractéres residen principalmente en los apéndices 64 ACTAS DE LA SOCLEDAD ESPANOLA anales de los o’, y el Unico ejemplar que poseo es Q, no es facil hacer desaparecer la interrogacion. Osmilus maculatus Fabr. Betera (Bosca). Panorpa meridionalis Ramb. Navacerrada, Junio. Sialis lutaria L. Escorial, Junio (Perez Arcas). Philopotamus variegatus Scop. Pict. Desgraciadamente todos los ejemplares son hembras, a pesar de ha- ber recogido mas de cuarenta; segun el se- for Mac Lachlan, & quien remiti esta es- pecie y las siguientes cuando la publica- cion de su importante obra sobre los tri- cépteros de Kuropa, difieren del tipo por tener las alas posteriores mas amarillas cer- ca del borde. Limnephila obsoleta? Rambur. Esta especie debe formar tal vez un nuevo género segun los espolones (0: 2:2). De la especie de Rambur sélo se conocia un ejemplar incompleto en la co- leccion del Sr. Selys; mi ejemplar tampoco esta completo, pero si lo suficiente para que el Sr. Mac Lachlan haya podido hacer un dibujo y la descripcion para compararla con el ejemplar tipo de Rambur. » Y por ultimo, presenta el senor Bolivar varios trabajos de los cuales versa uno sobre los hemipteros de la Peninsula, con el titulo de Hnumeracion de los hemipleros observados en Espana y Portugal, por D. Ignacio Bolivar y D. César Chicote, y que como sunombre indica, es una lista de las especies observadas por los autores con exclusion de las citadas en las obras refe- rentes al asunto y que se proponen exponer en otro trabajo; comprende esta primera lista unas 550 especies, y de ellas cerca de 400 son nuevas para la Peninsula: los autores ponen sus colecciones y cuantos datos posean a la disposicion de los naturalistas que quieran hacer la monografia de una 6 de varias de las familias que comprende este érden. Otro de los trabajos presentados con el nombre de Analecta orthoplerologica, comprende la descripcion de varias especies nuevas de ortépteros de Europa y tres cuadros sindpticos para DE HISTORIA NATURAL. 65 la clasificacion de las especies de los géneros Gomphocerus Pamphagus y Ephippiger. Las especies nuevas son: Bacillus hispanicus, Gomphocerus minulissimus , Pamphagodes Riffensis, Pamphagus decepto- vius, Mabillei, cucullatus, Barbitistes Sanzii, Paradrymadusa Krausii, Ephippiger Saussurianus , dilutus, Ramburti, Mar- torellii, castellanus, pseudolus y flavovittatus. El tercer trabajo es un Catalogo de los ortépteros de Huropa, que abarca no solamente las especies de la Europa geografica, sino las de parte de Asia y de Africa, es decir, de la fauna europeo-mediterranea tal como se entiende ordinariamente por los naturalistas. Sesion de 2 de Octubre de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Se did cuenta por el senor Secretario de las comunicacio- nes recibidas: Del sefior Presidente y Secretario de la Sociedad cientifica argentina, anunciando el envio del primer cuaderno del tomo vi de los Anales de la misma, y proponiendo un cambio de publicaciones, que fué aceptado, quedando tambien acor- dado que se estableciese en los términos que creyese conve- niente la Comision de Publicacion en vista de la existencia que hay de los tomos de los ANauEs de nuestra Sociedad; De D. Julio Lichtenstein, dando gracias por su admision y noticia de los titulos que deben acompafiar a su nombre en la lista de socios y De D. José Marfa Solano y Eulate, proponiendo a la Sociedad el cambio de publicaciones con la revista titulada Zhe Ameri- can Naturalist, de Filadelfia, y el Boletin de la Sociedad geolo- gica de Francia; se acordé aceptar estos cambios, y en el re- lativo 4 la expresada Sociedad quedo en el encargo la Comision de Publicacion de hacer todo lo posible para que fuese com- pleta la coleccion que se habia de remitir de los ANALES, en vista de que la Sociedad geoldgica de Francia habia ofrecido enviar todo lo publicado de la tercera série de su Boletin, 66 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas: A cambio; Bulletin de la Société Impeériale des naturalistes de Moscou.— Ano 1877.—Num. 4. Société Entomologique de Belgique.—Compte-rendu de V Assem- blée mensuelle dui Septembre 1878. The American Naturalist.—Vol. x11.— Num. 3. Jornal de Sciencias mathematicas, physicas e naturaes da Academia Real das Sciencias de Lisboa.—Nim. xx1. Marzo de 1877.—Niim. xxi. Diciembre de 1877. Boletin de la Sociedad geografica de Madrid.—Tomo tv.—Nu- mero 5. Periédico zooldgico. Organo de la Sociedad zoologica argen- tina.—Tomo 1.— Entrega 1.” Anales de la Sociedad cientifica argentina.— Tomo v1. — En- trega 1." Como donativo: Semanario Farmaceutico.— Ano v1. — Numeros 49-52; remi- tidos por su director D. Vicente Martin de Argenta. Contribucion al estudio de la Fauna entomoldgica de la Pata- gonia, por el Dr. D. Carlos Berg: regalo del autor. El género Streblota y las Notodontinas dela Republica argen- lina, por el Dr. D. Carlos Berg; regalo del autor. Revista bibliografica.— Ano 1.—N.* 8 y 9; regalo del editor. Annales de la Société Malacologique de Belgique.—Tomo 1x.— Cuaderno 2.°: regalo de la expresada Sociedad. La Sociedad acordo dar las gracias a los donantes. —Fueron admitidos como socios los senores: Gobert (D. Emilio), de Mont-de-Marsan (Landes), propuesto por D. Ignacio Bolivar: y Maffiotte La-Roche (D. Miguel), de Santa Cruz de Tenerife, propuesto por D. Serafin de Uhagon, por encargo de D. Ramon Masferrer y Arquimbau. —Habiéndose dado cuenta de los antecedentes que habia acerca de los cambios con publicaciones que, aunque muy apreciables, no son del caracter y condiciones de los ANALEs, se acordé que no era posible aceptar el propuesto por el senor Adininistrador de la Gaceta Médico-veterinaria, entre otras ra- DE HISTORIA NATURAL. 67 zones, porque siendo muy corta la tirada de los ANALES, se reservaban los pocos sobrantes para que esta SoCIEDAD pudiese estar en relaciones con otras de su indole 6 para el aumento de su Biblioteca, que debe estar formada de libros relativos 4 las ciencias naturales, sin que por esto se dejen de aceptar con agradecimiento las donaciones que se dignen hacer las socie- dades 6 personas interesadas en el progreso de todos los ramos del saber. —Dijo el senor Presidente que los socios podian examinar el segundo cuaderno del tomo vi de los ANALEs que estaba sobre la mesa, lo que probaba una vez mas que la SociEDAD cumplia con exactitud los compromisos contraidos al consti- tuirse, y entre ellos el principal y relativo 4 la aparicion regu- lar de sus publicaciones. Como individuo de la Comision de Publicacion manifesté el senor Perez Arcas que el cuaderno segundo del tomo vii de los ANALEs estaba constituido por diez pliegos de las Memorias, y uno y cuartilla de las Actas, por lo que resultaba bastante voluminoso: pero que como los trabajos en él insertos no re- querian ilustracion, era el primero que veia la luz publica sin laminas, lo que seria muy conveniente no volviera a suceder; a cuyas observaciones anadid el senor Mac-Pherson, como autor de uno de los articulos del cuaderno, que no habia dependido de su voluntad el que hubiera habido imposibilidad de repre- sentar el unico ejemplar del fosil espafiol denominado A rch@o- cyathus, por tantos titulos interesante, pues habiendo tenido que irse 4 Suecia el profesor Roemer, no le habia podido de- volver el fésil, ni hacer un dibujo de él, ni acaso lo remitiria hasta fines del corriente ano. —Invitado por el senor Presidente dijo el Sr. Perez Arcas que, como resultado de sus excursiones hechas en el verano, no podia manifestar por el momento otro dato interesante sino el de que daban en Navarra al Seps chalcides el nombre vulgar de gripia. —Leyo el senor Presidente la nota que sigue: Congreso geologico internacional. « Promovida por el celo de gedlogos tan distinguidos como James Hall, Sterry-Hunt, William B. Rogers, J. W. Dawson y otros, reunidse en Filadelfia en Agosto de 1876 una Comi- 68 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA sion cuyo objeto era excitar a los hombres competentes de Europa, para que con motivo de la Exposicion que debia cele- brarse en Paris durante el verano ultimo, se convocara un Congreso geolégico internacional 4 cuya discusion y alto cri- terio se sometiera la importantisima cuestion de uniformar el lenguaje cientifico y el colorido de las cartas geoldgicas. Acep- tado por Huxley, Torell y Baumhauer el feliz pensamiento, que casi el mismo dia en que se inicié en Filadelfia, expresaba yo en la sesion del 28 de Agosto de 1876 celebrada por la Sociedad geolégica de Francia en la ciudad de Autun, segun consta en las actas de aquella reunion extraordinaria, constituydése en Paris el Congreso geolédgico internacional, cuya Comision or- ganizadora la componian en calidad de Presidente, el senor Hebert, profesor de Geologia en la Sorbona; Vicepresidentes, los Sres. Tournoreu y el catedratico de Paleontologia del Museo de Paris, Gaudry; Tesorero, el Sr. Bioche; Secretario general, Jaznetan; y Secretarios, Delaire, Sauvage, Brochi y Velain; completando la mesa personas tan distinguidas como el profe- sor Chancourtois, Cotteau, Damour, Daubrée, Delesse, Des- lloiseaux, Desnoyers, Lapparent, Milne Edwards, Mortillet, Pellat, Pomel y el Marqués de Roys. Convenientemente prepa- rado todo, y prévia la invitacion de costumbre a los gedlogos de Europa y América, reunidse dicho Congreso el dia 29 de Agosto Ultimo, en una de las Salas de Conferencias del Troca- dero, abriendo sus sesiones en calidad de Presidente de honor, el Sr. Bardoux, Ministro de Instruccion publica, con un dis- curso alusivo al Congreso, como testimonio vivo del interés que en la vecina nacion despiertan estos asuntos cientificos, y de la consideracion que se dispensa a los hombres consa- erados a su cultivo. Hecha la designacion de la Mesa por aclamacion, resulté nombrado Presidente Mr. Hebert, y Vicepresidentes los prin- cipales representantes de todas las naciones de Europa, Amé- rica y Australia, cabiéndome la inmerecida honra de figurar entre ellos. Los Secretarios y Tesorero fueron los mismos indicados en la Comision organizadora. Asi constituido el Congreso, del que formaba tambien parte un Consejo, en el que ademas de los individuos de la Mesa definitiva y de la Comision organizadora, figuraban gedlogos no ménos distinguidos de todos los paises cultos, empezé el DE HISTORIA NATURAL. 69 mismo dia 29 la discusion de las cuestiones propuestas por Daubrée y Favre acerca de los experimentos hechos por los mismos para demostrar la formacion de los accidentes orogra- ficos: por Chancourtois sobre la representacion y ordenacion de fallas y filones; por Lapparent, relativa a los repliegues que ofrece la creta en el paso de Calais , relacionados con el ferro- carril submarino, y por otros sobre diversos asuntos. En las siguientes sesiones, hasta la del 4 de Setiembre, pusiéronse a discusion multitud de cuestiones importantes: siquiera y como acontece de ordinario, la mayor parte de ellas poco pertinentes al objeto principal del Congreso, cuyo ex- tracto seria sobrado prolijo para tener cabida en un acta de la Sociepap. Voy, pues, 4 decir tinicamente cual fué el resultado de dicho Congreso, al que me cupo la honra de comunicar mi deseo de que se redactara en varios idiomas un Diccionario de voces geolégicas y geograficas, que discutido y aprobado en otra ti otras reuniones sirviera de verdadero cddigo lingiiistico al que todo el que cultive la ciencia terrestre debera ajustarse en lo sucesivo. Aprobado el pensamiento, puso fin el Congreso geologico internacional, nombrando dos Comisiones, la una encargada de estudiar la cuestion de nomenclatura 6 lenguaje, y la otra, para proponer las bases a que ha de ajustarse el colorido y los signos representativos de las cartas geoldgicas. Designése tambien otra para que examinara la mejor manera de resolver el delicado asunto de la prioridad de las especies fosiles. Discutiéronse despues algunos puntos que se conside- raron de importancia suma, cual era, entre otros, la de organi- zar los delegados especiales en sus respectivos paises comi- siones auxiliares, y la fecha de la proxima reunion que por fin se acordé que fuera en 1881. En cuanto al punto donde debia celebrarse, no hubo la menor vacilacion, pues los Sres. Cape- llini y el ex-ministro Sella se apresuraron 4 reclamar aquel honor, pues por tal se tiene, para su patria, Italia, y teniendo el beneplacito no sdélo del Presidente 4 la sazon del Gobierno, sino tambien del Municipio de Bolonia, por aclamacion acom- pafada de inequivocas muestras de regocijo se acorddé que el proximo Congreso geolégico internacional se celebrara en dicha ciudad y en la mencionada fecha, comprometiéndose los delegados de todas las naciones 4 concurrir, debiendo justifi- earse la ausencia 4 propuesta del que suscribe.» 70 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Sesion del 6 de Noviembre de 1878. PRESIDENCIA DE DON JUAN VILANOVA. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. — Dioé cuenta el senor Secretario de las comunicaciones re- cibidas siguientes: Del Conservador de la Biblioteca de la Fondation de P. Teyler van der Hulst, de Harlem, acusando recibo del cuaderno se- gundo, tomo vir de los ANALES;: Del doctor D. Emilio Gobert, de Mont-de-Marsan, dando gracias por su admision como socio, noticia de sus titulos. ofreciendo su ayuda para la determinacion de los insectos dipteros, y rogando 4 sus consocios que le proporcionen ma- teriales para la redaccion de una Sindépsis de los dipteros de Espana, que se propone publicar, si es posible, en los ANALEs, tan luégo como tenga los datos necesarios, que espera funda- damente le han de proporcionar en gran parte los naturalistas espanoles, tanto por amor 4 la ciencia, como por el deseo de contribuir 4 la cultura patria; De D. Julio Augusto Henriques, rectificando sus titulos en la Lista de socios; De los Sres. Castel, Laguna, Macho y Ruiz Casaviella, dando eracias 4 la Sociedad por el regalo de las tiradas aparte de sus respectivos trabajos, insertos en el ultimo cuaderno de los ANALES: Y de D. Luis Alvarez Alvistur, participando la remision, con destino 4 la Biblioteca de la Sociedad, de un ejemplar de la obra Los frutos de la tierra y dos del folleto Colmenas de tres cuadrados, de cuyas publicaciones es autor. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas, que son las siguientes: A cambio; Jornal de Sciencias mathematicas, physicas enaturaes da Aca- demia Real das Sciencias de Lisboa. —Nim. xxi, Agosto, 1878. Proceedings of the Zoological Society of London for the year 1878.—Partes 1-4. Como donativo ; DE HISTORIA NATURAL. 71 Semanario Farmaceitico.—Aiio vu.—Nums. 1-5; regalados por su director D. Vicente Martin de Argenta. Anales del Ministerio de Fomento de la Republica mejicana.— Tomo 1m; regalado por el sefior Ministro de Fomento de dicha Republica. Annales de la Société Malacologique de Belgique.—Tomo xt. Los frutos de la tierra. por D. Luis Alvarez Alvistur: regalo del autor. Colmenas de tres cuadrados, por D. Luis Alvarez Alvistur: re- gvalo del autor (dos ejemplares). Principios de Geologia y Paleontologia por D. José J. Landerer; regalo del autor. Leccion inaugural de Paleontologia en el Gabinete de Historia Natural el 3 de Octubre de 1878, por D. Juan Vilanova; regalo del autor. La Sociedad acordo dar las gracias a los donantes. —Se leyé una carta suscrita por el sefor Gorriz (D. Ricardo José), de Carifiena, que por acuerdo de la Sociedad se inserta en las actas, y es la siguiente: « Dedicado desde algun tiempo al estudio de los vesicantes, y observando los muchos huecos que hay que llenar en la vida de estos tan interesantes insectos, me determiné a imitacion de Goedart, Frisch, De Geer, Newport y tantos otros natura- listas 4 dar principio 4 mis observaciones, 4 fin de ver si con- seguia contribuir con mi pequeno débolo para adicionar algun dato 4 los ya conocidos en la ciencia, y al efecto, me resolvi por el Melée majalis L., tnica especie comun en esta localidad. Tomé, pues, dos grandes vasos de cristal, en los que, despues de poner un decimetro de tierra y arena, coloqué una porcion de Melées de ambos sexos, teniendo cuidado de adicionar yer- becitas tiernas que diariamente renovaba, y las que comieron del segundo al tercer dia por estar mas tranquilas en su pri- sion; asi continuaron por espacio de ocho dias, al cabo de los cuales observé 4 una hembra cavar con afan la tierra, lo cual verificaba con las mandibulas y los palpos, recogiendo la tierra movida con el primer par de patas, arrastrandola al alcance del segundo par, y éste 4 su vez al del tercero, con el que la conducia fuera de su cuerpo; la posicion de las patas era en arco, por cuyo medio abrazaba la tierra bastante bien, logrando practicar en poco rato (ménos de una hora) por este movi- 72 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA miento continuo un hoyo de 15 milimetros de profundidad por 3 milimetros de ancho; colocé su grueso abdémen en el centro del hoyo y permanecié inmovil algunas horas, du- rante las cuales la observaba con frecuencia, y al dia siguiente (5 de Mayo), lo encontré Meno de huevecitos (unos 1.500), de color amarillo de cidra y de un milimetro de largo, cilindri- cos y con las extremidades redondeadas, impregnados todos de un liquido viscoso, y de tal modo colocados que una de las extremidades quedaba en direccion a la salida, y recubiertos de una capa sutil de arena. En las repetidas vueltas que daban todos los Melées alrede- dor del vaso observé que al ir A pasar por el sitio en que los huevos quedaban envueltos respetaban el depésito separando de él su pesado cuerpo. E] mismo dia sobre las once de su manana (5 de Mayo), ob- servé 4 la misma hembra colocar su abdémen proximo adonde se encontraban los huevos y empezar una nueva puesta; casi al mismo tiempo vi aproximarse 4 un pequeno macho que la asistié durante la operacion, retirando los huevecitos con un cuidado sumo, ayudandose del primer par de patas y colocan- dolos encima de los otros; es mas, su celo aumentaba al pare- cer, porque tan pronto como aparecian algunos trataba de ex- traerlos, facilitando 4 la hembra su expulsion; esto pudiera creerse casual cuando hubiera sucedido con un huevecito sdlo, pero sucedié lo mismo con 25 6 30; depositados los huevos por la hembra, ésta se marché a continuar su comida y el macho fué el que se encarg’é de cubrirlos con tierra. Conseguido ya mi objeto sobradamente, coloqué los Melées en el frasco de caza y los huevecitos en un pequeno frasco de tapon esmerilado, guardandolos en este estado y observando- los con frecuencia, hasta que el dia 5 de Junio, a primeras ho- ras, me encontré con que las larvitas habian salido la noche anterior y con gran ligereza invadian el frasco en todas direc- ciones. Era, pues, llegado el momento de dar principio 4 su educacion, y para esto procedi a recoger una porcion de celdas enteras de Anthophora pilipes Lep., ya cubiertas, es decir, con la miel y el huevo, colocando cada una de por si dentro de un tubo de vidrio, y haciendo penetrar, una larva las tapé con un corcho y guardé en sitio oscuro. Con sentimiento vi trascurrir tres dias sin que las larvas DE HISTORIA NATURAL. 73 comieran del huevo del apiario, ni de la parte por él acopiada, muriendo despues todas ellas, cupiéndome la misma suerte que 4 todos los naturalistas que han intentado criarlas, re- sultando vanos todos mis esfuerzos para conseguirlo; sin em- bargo, la larva obtenida difiere bastante de la descrita por M. E. Mulsant en su tratado de vesicantes. Hé aqui su descrip- cion aunque a grandes rasgos. Larva hexapoda, de dos milimetros de longitud; con la ca- beza redondeada, algo deprimida en la frente, tan ancha como el protérax; de color amarillo-rojizo, con las mandibulas ar- queadas, terminadas en punta, y cérneas, teniendo un color amarillo en la base, en el centro de color rojo, y rojo-oscuro en su extremidad. Palpos de dos artejos. Antenas de tres artejos y una cerda terminal. Protéraz bastante ancho y de color ama- rillo de limon. Meso y metatérax gradualmente mas estrechos que el protoraz y de color pardo-oscuro. A bddmen provisto de largos pelos, estrecho al principio, mas ancho hasta el sexto anillo, y de aqui a la extremidad notablemente estrecho, te- niendo los tres primeros de color amarillo de cidra; los si- guientes hasta el noveno de color pardo-oscuro, y el ultimo amarillo, terminado por cuatro cerdas, las dos exteriores mas cortas, estando provisto por debajo de un abultamiento carnoso que sirve para la progresion. Patas armadas de tres unas. Kn las sesiones de 6 de Febrero y 3 de Julio ultimos los se- hores socios Chicote y Gogorza dieron cuenta a la Sociepap de los crisidos por ellos recogidos, y como en sus respectivas listas no encuentro citados algunos que yo he recogido en Ca- rinena, y cuyas especies estan clasificadas por Mr. Lichtens— tein y Mr. Perez, profesor éste en la Facultad de ciencias de Bur- deos, creo muy del caso anotarlas por el interés que en si en- cierran estas pequefias adiciones: Omalus auratus Dahlb. Hedychrum fervidum Dahlb. Chrysis cerulipes Fab. ¥ Q. — Tin. (COL ter rapreePe ee eas ickete ire. scecsyate cocohesudyens aches cea exes ase se 1.560 » WSUS TUS sete ss ont hs Sat ie a ee AT da Pie ee YORE AK a llc i a 16.560» Ts JAMS TON Hehe eee ates oe Soe Lycee ABR EY A Te E 240 > SUSCRIGI ONES SF teays certo eater rep eipim.aye ed ogy hee cee tc ORE et 2.280 >» Wentaide cuadernosideloszANATES:.. 2970) une ee ae eee eee eee 660. > Recaudacionide Socios extranjeros:ssee. s. dee ee eee ee ee 985,31 PomLinadasimnarnted CuBr as cease eh eee ee eee eee ee ee 404 » Por id. 1G, PAC eVSI Ss fn «hc ee oe Reta aA i eciees hace tS 4. Oe Thee 1.997 » Weutatdespapelnd esimpriminrisoprantes. eos he ee) a cee eene ee 403,20 DO DAT spate 38 oy Pet gneac eeaa tee: 35.155,37 GATSUEO'S: REALES. Papel para imprimir, para cubiertes y para fajaS......... 0... .cccceeeesee 6.514 » BINPLESIONES WA ee eh eee ae a eis Ba tue ee Me Ae Ae, ELAN eo A 9.056,50 ATO ING Sy pee. ten sete Aen el ritavon eed) ood ak Oe esa tths Pee MTD 2.279 » Asignacion de losidependientes). 4.4. .4.)28. Ase dae dees ose 2.470 » Franqueo de los ANALES y Correspondencia..............scecceseeceeeeee 1.080,45 Gastosidetescritorio, message hehe ce oe ena et Oe 223,50 Gastosimenorests -/s 4.%'3455. 5. sects ee ane es ed ee 335,52 OMAL: at caters enone ae Ee 21.958,97 INSTESOSS cievtenciaeae ee wae een 35.155,37 GaStOSt sea vere iodtieah hee eee eer 21.958, 97 Saldo sobrante en 1.° de Diciembrede 1878. —_13.196,40 —Se did cuenta en extracto de un trabajo remitido por el Sr. Rodriguez (D. Juan Joaquin), titulado Hazcursion botanica al Puig de Torrella (Mallorca), que se acordo pasase 4 la Comi- sion de publicacion. — El senor Bolivar lee lo siguiente: «Gracias 4 la amabilidad del profesor P. Mabille, de Paris, he tenido ocasion de examinar los ejemplares mismos recogi- 92 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA dos por Rambur durante su larga permanencia en Andalucia, y de los que se sirvié para escribir la parte relativa a los ortép- teros de su Faune entomologiaue de l’ Andalousie; estos ejempla- res, segun he podido ver, son en su mayoria los mismos repre- sentados en las laminas de dicha obra, y me han sido enviados por su actual poseedor el profesor Mabille, a quien expuse la conveniencia de revisarlos para dilucidar algunos de los pun- tos dudosos que con respecto a varias de las especies descritas por Rambur existian. Del estudio que he hecho de tan precioso envio resultan confirmadas algunas de las suposiciones que, guiado por las frases especificas y por otras circunstancias, adelanté en la Sindpsis de los ortépteros de Espana y Portugal, y otras modificadas, segun indico @ continuacion. Forficula analis Ramb.=Chelidura analis Ramb. Aun cuando esta especie no figura entre las remitidas por el senior Mabille, la enumero, sin embargo, por saberse hoy, merced a los estudios del Sr. Durieu du Brony, que ha visto ejemplares recogidos por el Sr. Ghiliani en Sierre Nevada y determinados ademas por Rambur, que per- tenece al género Chelidura Latr. Véase Hssai sur le genre Chelidura por A. Dubrony, excelente trabajo mo- nografico publicado en los Ann. del Museo Civico di St. nat. di Genova, vol. xu, 20-22; Luglio, 1878. Bradyporus inermis Ramb.—= Pycnogaster inermis Ramb. Espe- cie bien distinta del P. jugicola Graells, y que no debe considerarse segun pretende Fisch. Fr. como sind~ nima de ésta; las principales diferencias estan en la forma de las quillas del pronoto, que son escotadas al nivel del surco posterior y no enteras como en el jug7- cola, y en las tibias posteriores cilindraceas por fuera superiormente, desprovistas de surco longitudinal por encima y Casi inermes 6 con ligeras espinas cerca del apice, caractéres todos contrarios & los que se obser- van en el P. jugicola Graells. Acinipe hesperica Ramb.=Pamphagus hespericus Ramb. La es~ pecie que en la Szndpsis lleva este nombre es diferente de la descrita por Rambur. Su tamafio es mucho me- nor, el pronoto no esta recorrido por las crestas ir- regulares y poco salientes que tan perceptibles son en DE HISTORIA NATURAL. 93 el ejemplar tipico de Rambur, que tengo a la vista y que es el mismo representado en la lam. 6, fig. 2. Pro- pongo para la especie que yo habia tenido hasta ahora como hesperica el nombre de P. Mabillez, en honor del distinguido lepidopterdlogo que ha hecho posible es- tas rectificaciones desprendiéndose con tanta genero- sidad, siquiera sea por breve tiempo, de estos tipos tan interesantes y de tanto valor por su origen y pro- cedencia. Acinipe monticola Ramb.—Funapius monticola Ramb. Especie tambien distinta de la que con igual nombre aparece en la Sindpsis. Sus principales caractéres distintivos figuran en el trabajo que presenté 4 esta Sociedad en sesiones anteriores. Gryllus migratorius Ramb.—Pachytylus cinerascens Fabr. Basta Gryllus leer la descripcion que de esta especie hace Rambur para convencerse de que no es al Pachytylus migra- torius sino al cinerascens al que hace referencia; asi lo comprendié Fischer, y asi lo dejé apuntado en la Sz- ndpsis. Dos ejemplares con la etiqueta escrita de mano de Rambur corroboran este aserto, pudiendo asegu- rarse, por tanto, que hasta ahora no se ha encontrado el Gryllus migratorius L. en Andalucia. cyanopterus Ramb.=Clyphippus cerulescens L. Espe- cie bien distinta del Gryllus cyanopterus de Char- pentier. Gryllus elegans Ramb.—Gomphocerus declivus Bris. El Gompho- cerus elegans Charp. debe borrarse del catalogo de las especies espafiolas, pues sélo por indicacion de Ram— bur le inclui en él. Juntamente con estas especies que son las mas notables de las recogidas por Rambur en Andalucia, me ha remitido el profesor Mabille otras tambien interesantes por mas de un concepto, son éstas: Ephippiger rugosicollis Ramb., Serville. Especie muy afine a la que he descrito con el nombre de #ph. Durieuz, no atreviéndome a asegurar sean idénticas por encontrar alounas diferencias entre el Unico ejemplar o de la 94 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA coleccion de Rambur, otro 9 que me remitid el doctor Gobert, y el que sirvié paraladescripcion del 2. Du- rieui, tambien c¥, y procedente de Calella. donde lo recogié el Sr. Cuni y Martorell. Tambien de Toulouse he recibido ejemplares enviados por Mr. Marquet que me parecen mas afines al #. rugosicollis que al Du- rieui, esperando mayor ntimero de ejemplares del Du- rieut para resolver esta cuestion. Lnhippiger monticola Ramb., Serville.— Para Fischer y para cuantos se han ocupado en este asunto ha sido un enigma esta especie tan imperfectamente descrita por Audinet Serville; desgraciadamente el tnico ejemplar que se conserva en la coleccion de Rambur se halla en un estado deplorable, sin cabeza y con parte del térax y abdomen roido por las larvas de los Anthrenus, por lo que no sé si referirla al Hph. Seoanei Bol. 6 4 otra especie atin no descrita, y de la que sélo poseo un ejemplar (7 cogido por D. Eduardo Garcia Eguia cerca de Bilbao, aumentando mi duda el ser ambas especies muy afines por la forma del pronoto, aunque bien dis- tintas por la de los apéndices del o7; desgraciadamente es 9 el ejemplar de Rambur yj el que me ha cedido ge- nerosamente el Sr. Eguia, a pesar de lo cual creo en- contrar mas afinidad entre éstos que no con el #. Seoa- nev, por lo que cambio el nombre de ¢ricuspidatus que provisionalmente habia dado 4 la especie del Sr. Eguia por el de Ramburii, aceptando aunque con duda como sinonimia de esta especie el nombre de #. monticola (Ramb.) Serv. Finalmente, he encontrado tambien dos ejemplares, JY Q, de otro Lphippiger que lleva el nombre de vi- tium, puesto por Rambur, y que es el Lph. bitterrensis Marquet, especie afine 4 mi #ph. Cunii, y otro (9), sin nombre, que no puedo referir 4 ninguna de las espe- cies que conozco, por lo que la describo con el nombre de Lph. flavovittatus. Y ya que de rectificaciones a mi Sindpsis hablo, no he de terminar sin dejar apuntadas las siguientes que el mejor co- nocimiento de nuestra fauna ha hecho necesarias. = iim te le i PAE all! DE HISTORIA NATURAL. 95 Chelidura Bolivarit Brony. — Esta especie debe anadirse al Catalogo; ha sido descrita por mi buen amigo el senor Conde de Brony en su Hssai sur le genre Chelidura Latr. en los Anales del Museo civico de Génova. Se en- cuentra en Navacerrada y en el Escorial, en las pen- dientes de las montanas, debajo de las piedras. Ectobia ericetorum Wesm.— Esta especie debe reemplazar a la Aphlebia trivittata Serv., que figura en la Sindpsis; como en ella digo, todos los ejemplares por mi obser- vados eran larvas 6 ninfas y crei correspondian 4a la Het. trivittata, opinion que apoyd tambien el senor Brunner, autor de la monografia de la familia en cuestion. Con posterioridad me remitid el Sr. Lopez Seoane algunos ejemplares adultos que referi a la Let. ericelorum, afirmando dicho senor que unos y otros proceden del mismo sitio, por lo que deben te- nerse todos por una misma especie. Ectobia virgulata Bol.—Entre los ortdépteros recogidos por el naturalista belga C. Van Volxem, y que pertenecen hoy al Museo de Bruselas, figura esta especie que he descrito en los Anales de la Sociedad entomoldgica de Bélgica. Procede de Pedro do Cerro, Portugal. Ephippiger Bolivarit Seoane , Ferrol.—Descrito en los Anales de la Sociedad entomoldgica de Bélgica, t. xxi, p. 71. Nemobius lineolatus (Gryllus) Brullé. Por inadvertencia dejé de incluir esta especie entre las espafiolas, siendo asi que figuraba en el cuadro sindptico para la deter- minacion de las especies espanolas del género Gry- llus que publiqué en 1873. Resultan con estas adiciones elevados a 180 los ortépteros de la Peninsula, y agregando los que describo en el trabajo que tengo presentado a esta Sociedad legan a 194. Es, pues, la fauna ortopteroldgica espanola la mas rica de todas las fau- nas locales de Europa. » —tH] senor Presidente dijo lo siguiente: « Deseando, sefiores, dar un adios que sea Util por lo ménos, al sillon presidencial, he creido de mi deber presentar a vues- tra consideracion estos ejemplares de una de las formaciones 96 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA mas curiosas que yo conozco, no sdlo en la Peninsula, sino fuera de ella, y discurrir por breves instantes acerca de las circunstancias mas notables que en dicha localidad concurren. La localidad es la finca llamada la Ninerola en la provincia de Valencia, término municipal de Monserrat, 4 pocas leguas de distancia al O. de la capital y de propiedad de mi familia; explé- tase alli desde tiempos remotos el alabastro yesoso como mate- rial y piedra de construccion, y tambien para la estatuaria, pu- diendo aducir como ejemplo notable la fachada del palacio del Marqués de Dos Aguas, en Valencia, cuyos adornos, debidos al célebre escultor Vergara, son del alabastro de Ninerola. Ha- llanse ésta y la Maria de la Trinidad enclavadas en el terreno terciario mioceno, dispuesto en colinas de escasa altura, sepa- radas por algunos valles de erosion, rellenos de materiales de la formacion diluvial que comunican 4 la tierra una notable fertilidad, especialmente para la vid, algarrobo y olivo. El valle mas notable por su anchura, Mamado la canada, cuyo rumbo es proximamente EK. O., separa las dos formaciones, marina la del S. y lacustre la del N., que en conjunto representan aquel terreno terciario. Ahora bien; de las dos laderas de la cafiada, la situada al Mediodia aparece constituida por calizas arenosas algo siliceas, con algun conglomerado, revelando en su estruc- tura un deposito ltoral, sospecha que confirma la extraordina- ria abundancia de la Ostvea crassissima y algunos pocos Bala- nus a ellas adheridos que alli se advierten; los bancos de este de- posito marino revelan en su disposicion normal, y sin la menor inclinacion, que no sufrieron con posterioridad 4 su sedimento alteraciones notables, ni la retraccion determinada por el en- friamiento, ni ménos atin por levantamientos producidos por la salida de materiales del interior. Sélo en la extremidad occi- dental, cerca ya de Monserrat, experimentaron los efectos de alguna emanacion hidrotermal que dié por resultado la forma- cion de escasos depdsitos de manganeso peroxidado, que apé- nas ocasionaron desdrden alguno en su constitucion geog- nostica. En la ladera N., perteneciente al terciario lacustre, las cosas pasaron de muy distinta manera, causando no poca extrafieza al diligente observador el notorio contraste que advierte cuando la compara con la que acaba de resenarse. Con efecto, vénse alli una série de colinas formadas de calizas y margas con Pla- ~ “Die DE HISTORIA NATURAL. 97 norbis, Paludinas y Limneas, que atestiguan su verdadera {n- dole, dispuestas en capas dirigidas de N. 4S. con ligera incli- nacion al E., yendo a perderse en la Hanura de Alcacer y Pica- sent, donde las cubre el poderoso manto diluvial de la vega valenciana. Pero no es esto lo queen realidad Hama la atencion del gedlogo, pues esto es caso harto comun, sino la profunda alteracion que en su naturaleza y aspecto se advierte en la co- lina en cuya falda tiene su asiento la casa de labor Hamada de Abajo. Efectivamente, ya no existen alli aquellos bancos regu- lares que 4 muy corta distancia representan el terreno, ha- biendo sido aquéllos reemplazados por masas informes de ala- bastro y de yeso en todos los estados imaginables, segun se dira despues, ofreciendo aquel pequefio rincon de la colina el verdadero aspecto del caos. gY cual fué la causa que produjo la singular metamorfoésis, en la que no sdlo la naturaleza de la roca, sino su estructura, sufrieron tan prolongadas alteracio- nes? Para responder satisfactoriamente 4 esta pregunta, basta echar una rapida ojeada a las canteras donde con frecuencia se ven bancos muy inclinados y hasta verticales, y lo que es mas curioso, los restos de los conductos por donde en tiempos no muy remotos aparecieron aquellas aguas termo-minerales, de indole sulfurosa, que en presencia del carbonato calcico des- alojaron el acido carbonico y lo convirtieron en sulfato hidra- tado de la propia base. Hubo, pues, alli notables movimientos del suelo que dislocaron las capas que hoy se ven muy incli- nadas, preparando sin duda con la natural formacion de grie- tas, la salida de aquellas aguas que participaban al propio tiempo del caracter geiseriano, ajuzgar por la abundancia con que alli existe la silice, unas veces en estado amorfo 6 de pe- dernal, otras cristalizada en jacintos de Compostela. Confir- man esta opinion la existencia frente 4 la casa de un exiguo manantial de naturaleza sulfurosa, cuyas aguas, si un dia se analizan, quizas revelen tambien la presencia de la silice. De todos modos, forma las delicias del mineralogista que por pri- mera vez visita aquella localidad, el hallazgo, no sélo de cuan- tas variedades de yeso puedan imaginarse, alabastro cristalino y de grano finisimo, yeso concrecionado, compacto, fibroso, de aspecto sedoso y brillante, blanco, negro, rojo, verdoso, etc., sino, y esto es lo mas notable, grandes masas de conglome- rado, en las que el cemento unas veces es de sulfato hidra- 98 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. tado de cal, empastando fragmentos irregulares de pedernal,: y otras es cuarzoso, uniendo pedazos de yeso en forma de bre- cha curiosisima, como puede verse en los ejemplares que te- neis sobre la mesa. Por ultimo, tampoco es raro encontrar bo- nitos jacintos de Compostela, sobre todo en los ejemplares de yeso rojo. Tal es, senores, lo que me proponia exponer a vues- tra superior consideracion acerca de la localidad de Ninerola, una de las mas instructivas que en confirmacion de las tras— formaciones terrestres pueden en realidad citarse en nuestro pais y tambien en el extranjero.» —A propuesta del sefhor Quiroga, hecha en nombre del senor Calderon y Arana, la SocrepaD acordé que se solicitase el cambio de la coleccion de los ANALES por los tomos correspon- dientes, 6 mas aser posible, de la publicacion Verhandlungen der K aiserlich-K onig liche geologischen Reichsanstalt, de Viena. —Con arregilo 4 los articulos 12 y 13 del Reglamento acerca de elecciones se procedié a la votacion, que did el resultado siguiente: Presidente: D. Federico de Botella y de Hornos. Vicepresidente: D. José Mac-Pherson. Tesorero: D. Serafin de Uhagon. Secretario: D. Francisco de P. Martinez y Saez. Vicesecretario: D. Francisco Quiroga y Rodriguez. Comision de publicacion. D. Miguel Colmeiro. D. Angel Guirao y Navarro. D. Laureano Perez Arcas. a LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 1873. Apeta y Bravo (D. José), Jefe de seccion en el ferro- carril de Cérdoba 4 Belmez.—Calle de Alamos, 10, Cor- doba. 1872. Apeterra (Ilmo. Sr. D. Manuel), Inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Minas, Profesor que ha sido de Construccion, Mecdnica aplicada y Mineralogia en la Escuela de Ingenieros de Minas.—C. de la Magda- lena, 19 duplicado, Madrid. 1875. AvaN DE Yarza y Torre (D. Ramon), Ingeniero de Mi- nas. — Bilbao. —(Mineralogia, Geologia y Paleonto- logia.) 1875. Aauas (D. Mariano), Licenciado en las facultades de Far- macia y Ciencias naturales, Socio numerario del Ateneo propagador de las Ciencias naturales, Catedrdtico de Historia natural en el Instituto. —Segovia. NOTAS.—1.* El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que in- dica el ano de su admision en la Sociedad; elde los socios fundadores de la abrevia- turaS. F, 2.2, Con el objeto de fomentar las relaciones cientificas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, despues de las seas de su habitacion, si el socio cultiva en la actualidad mas especialmente algun ramo de la Historia natural, 1875. 1875. 1873. 1876. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN AcurLera (D. Manuel Antonio), Doctor en Medicina,— C. de O'Reilly, 42, Habana, Aupana (D. Lucas), Inspector eeneral de segunda clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas.—C. de San Mateo, Meroe, Madiid: Aurau y Baratt (D. Antonio), Doctor en Derecho civil y canonico.—Corredera baja de San Pablo, 7, 2.0o—Ma- drid.—/(Coledpteros y lepiddpteros. ) ALLENDE Satazar Y Satazar (D. Angel), Licenciado en Derecho, y en Filosofia y Letras, Archivero-biblioteca- rio-anticuario, Alumno de las Facultades de Ciencias y Medicina.-—-C. de la Reina, 19, pral., Madrid. ALLENDE SALAZAR Y SaLazaR (D. Manuel) , Alumno de la Escuela central de Agricultura.—C. de la Reina, 19, principal, Madrid. AtmerA (D. Jaime), Presbitero, Licenciado en Teologia, Catedraitico de Geologia en el Seminario. conciliar.— Calle de Sellent, 3, 3.°, Barcelona. Atonso Martinez (D. Adriano), Licenciado en Medicina y Cirugia, ex-Ayudante premiado del Hospital de San Juan de Dios, Alumno del Doctorado.—C. de Serrano, hotel, Madrid.—(Antropologia.) Atvarez Anvistur (Ilmo. Sr. D. Luis), ex-Director de la Granja-Escuela de Vega, ex-Catedratico de la Es- cuela de Agricultura de Aranjuez, Individuo del extin- euido cuerpo del Catastro, Vice-secretario de seccion del Jurado de la Exposicion nacional vinicola, Secre- tario de Agricultura de la Sociedad HEconémica Ma- tritense , Secretario general de la Espanola de Agri- cultura y Meteorologia, de la Real Academia de Cien- cias y Letras, y de otras corporaciones cientificas y literarias.—Calle de Alcala, 48, 3.° derecha, Madrid. (Himenépteros.) | 1875. 1872: 1875. 1873. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 101 Atyarez Arpanuy (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias.— Calle de Leganitos, 1, 2.° izquierda, Madrid. Atvanez Monreguin (D. Saturio), Veterinario municipal. —Oviedo. Atvarez Perez (D. José), Cénsul de Espana en Mogador. —Mogador (Africa). AuyiNana y Ropriguez (D. José), Doctor en Filosofia y Letras, Licenciado en Ciencias naturales, Catedratico de Historia natural en el Instituto.—San Cristébal de la Laguna (Tenerife). Amapo Satazar (D. Enrique).—C. del Prado, 20, 2.° iz- quierda, Madrid. Anprés y Montatyo (D. Tomas), Doctor en Ciencias natu- rales.—C. de la Cava alta, 2, 2.°, Madrid. AnooiTia (D. Francisco).—C. del Arco de Santa Maria, 43, entresuelo, Madrid. ANTELO y Sancuez (D. José), Doctor en Medicina y Ci- rugia, Licenciado en Farmacia.—C. de Cerrajeria, 14, principal, Sevilla. Anton y Fernanpez (D. Manuel), Licenciado en Cien- cias.—C. de Preciados, 8, principal, Madrid. Arce y Jurapo (D. José), Ingeniero Agrénomo, Presidente de las conferencias de Historia natural en Ja Sociedad de Profesores de Ciencias.—C. de Recoletos, 13, 3.°, Madrid.—(Botanica.) Areitio y LarrinaGa (D. Alfonso Maria de), Doctor en Ciencias naturales, Ayudante por oposicion en el Museo de Ciencias naturales. —C. del Pez, 11, principal, Madrid. —(Mineralogia, Geologia y Paleontologia.) 1875. 1874. 1872; 1872, LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN ArEVALO Y Baca (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrdtico por oposicion de Historia natural en la Uni- versidad.—Valencia.—/(Geologia.) Arcumosa (D. José), Doctor en Medicina.—C. de Malo- ja, 1, Habana.—/(Botanica.) Ariza (D. Rafael), Doctor en Medicina.—C. del Clavel, 2, principal, Madrid. Arnus (D. Manuel), Director de los Batios de la Puda.— Calle de las Hileras, 4, 2.°, Madrid. Asens1o (D. Ildefonso), Doctor en Medicina.—C. de las Fuentes, 5, 3.°, Madrid.—(Malacologia.) AsurEro y VitLaEscusa (D. Vicente), Doctor en Medicina. —C. del Principe, 15, 2.° izquierda, Madrid. AtviENzA Y Sttvent (D. Meliton), Catedratico de Agricul- tura en el Instituto. —C. de la Madre de Dios, 34, bajo derecha, Malaga. Avia (D. Pedro), Ingeniero de Montes.—Escorial. AzckraTE (D. Casildo), Ingeniero agrénomo y Catedra- tico de Fisiografia en la Escuela de Agricultura.—Calle ~ de Serrano, 72, bajo, Madrid. BaNon Sancuez (D. Jacinto), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia en el partido de Sérbas.— Nijar (Almeria).—(Mineralogia.) Baranpica (D. Torcuato), Ingeniero de la fabrica de Bo- lueta.—Bilbao. Barazona (D. Salvador), Abogado.—Carpio (Cérdoba). Barsoza bu Bocas (D. José Vicente), Director del Museo de Historia natural.—Lisboa.—(Mam/feros, aves y reptiles.) —————E——————O ee 1878. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 103 Barce.o y Comsis (D. Francisco), Catedratico de Fisica en el Instituto.—Palma de Mallorca. Barrepo (D. Emilio).—Badajoz. BarriaL Posapa (D. Clemente), Propietario.—Montevi- deo.—(Mineralogia, Geologia y Paleontologia.) Benavente (D. Mariano), de la Academia de Medicina. C. de Atocha, 109, 2.°, Madrid. BenavipEs (D. José R.), de la Academia de Medicina.— —C. del Baio, 8, 2.°, Madrid. Benrto Lopez (D. Galo), Profesor auxiliar en el Instituto, Secretario de la Junta de Agricultura, Licenciado en Ciencias y Farmacia, Ingeniero agrénomo.—Pamplona. Bernat y Tasuenca (D. Juan), del Cuerpo de Sanidad militar.—C, Mayor, 108, pral., Madrid. BetTHENcOuRT y Atronso (D. Juan), Licenciado en Medi- cina y Cirugia.—Plaza de Ja Constitucion, 2, Santa Cruz de Tenerife (Canarias). Beutuin (D. Enrique).—Steindamm, 72, II, Saint Georg, Hamburg auf Elbe (Alemania). —(Coledpteros de Europa.) Bouivar y Urrutia (D. Ignacio), Catedratico de Entomo- logia en la Facultad de Ciencias de la Universidad.— C. de Atocha, 22, 24 y 26, 3.° izquierda, Madrid.—/Or- tépteros, hemipteros y neurdpteros.) Borivar y Urrutia (D. José Maria), Licenciado en Medi- cina.—C. del Carbon, 2, 2.°, Madrid. Bonvoutorr ( Vizconde de), de la Sociedad Entomoldégica de Francia. Rue de l'Université, 15, Paris. —(Coledp- teros. ) 1875. 1877. 1873. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Borsa (D. Pedro), Oficial en la Direccion general de Es- tadistica. — Madrid. Bornet (D. Félix), Doctor en Farmacia.— Puerta del Sol, 9, Madrid. Bosca (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias y en Medi- cina, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Ciudad-Real. — (Reptiles de Europa.) Bore.ta Y DE Hornos (D. Federico de), Inspector gene- ral del Cuerpo de Minas.—C. de San Andrés, 34, Ma- drid. Boutetou (D. Estéban), Ingeniero de Montes. — Plaza de Santa Ana, 17, principal, Madrid. Breum (D. Reinaldo), Doctor en Medicina y Cirugia.— C. de Goya, 5, Madrid. BreNosa (D. Rafael), Ingeniero de Montes de la Real Casa. —San Ildefonso (Segovia). Bruck {D. Emilio von), del Comercio. —Crefeld ({Prusia riniana ).—(Coledpteros. } Brunetti DE Lasata (Excma. Sra. D.* Cristina).—C. de Fuencarral , 111, Madrid. CAcerss (D. Francisco §. de), Licenciado en Ciencias na- turales, Ayudante del Gabinete de Historia natural de la Universidad. — C. de las Palmas, 75, Sevilla. CaprevatL y Drars (D. Juan), Doctor en Ciencias natura- les, Licenciado en Ciencias exactas, Catedratico de Historia natural y Director del Instituto de segunda ensenanza. — Tarrasa. Caprecua (D. Enrique).—C. del Ficar, 15, 2.° izquierda, Madrid, —_— 1872. 1876. 1872. 1874. LA SOCTEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 105 Catanorra (D. Benito), Licenciado en Farmacia, Re- gente de segunda clase de Historia natural, Catedratico por oposicion de Fisica y Quimica. —Soria. Catanorra (D. Enrique), Catedratico de la Facultad de Farmacia en la Universidad. — Santiago de Galicia. CatpERoN (D. José Angel), Ingeniero civil.— Corredera baja de San Pablo, 57, 2.° izquierda, Madrid. CatpERON y Arana (D. Salvador), Doctor en Ciencias naturales , Catedratico de Historia natural en el Instituto de las Palmas.— VII, Neubau-Neustifte, 8, 2.° sfk, Viena. CaLpERON y Ponte (D. Luis), Ingeniero de Montes.— Cabuérniga (Santander). Catiesa y Ayuso (D. Francisco de la), Farmacéutico.— Talavera de la Reina. CanLeyaA y Sancuez (D. Julian), Catedrdtico y Decano de la Facultad de Medicina.— Plaza de Matute, 9, 2.°, Madrid. Campo (D. Enrique), Ingeniero de Montes. — Escorial. Campoamor (D. Ramon), de la Academia Espaiiola.— Plaza de las Cortes, 8, 2.°, Madrid. Campos (D. Cristobal), Licenciado en Ciencias natura- Jes. —C. del Olivar, 39, principal izquierda, Madrid. Cano y Nieves (D. Francisco), Médico-cirujano. — Val- sequillo (Cérdoba). CAnovas (D. Francisco). Catedrdtico de Historia natural en el Instituto.— Lorca.—(Paleontologia y estudios pre- historicos.) ACTAS DE LA SOC. ESP,— VII. 9 106 1875. 1872. 1872. 1873. 1872. 1877. 1876. 1875. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN CaRAMANzANA (D, Felipe).—C. de Atocha, 109, Madrid. CarBo (D. Narciso), Presidente de la Sociedad econémica barcelonesa de Amigos del Pais, Vicepresidente de la Academia de Ciencias naturales de Barcelona, Catedra- tico de Terapéutica y Farmacologia en la Universidad.— C. de Jerusalen, 10, Barcelona. Carpona y Orrita (D. Francisco), Presbitero, Doctor en Teologia y en Derecho.— Mahon (Menorca). CarreERA (D. Emilio de la).—C. de San Nicolas, 15, prin- cipal, Madrid. CarvaJAL y Ruepa (D. Basilio), Licenciado en Ciencias y en Farmacia.—C. del Desengano, 1, Madrid. CarvatHo Monterro (Excmo. Sr. D. Antonio Augusto de), Bachiller en Derecho y en Ciencias naturales por la Uni- versidad de Coimbra, y Miembro de la Sociedad de Acli- matacion de Rio Janeiro.—72, Rua do Alecrim (Largo do Barao de Quintella) Lisboa. —(Lepiddpteros.) Casa Lorna (Excma. Sra. Marquesa de).— C. de Alcala, 23, Madrid. Casat y Lots (D. José), Licenciado en Medicina y Ciru- gia.— Pontevedra. Casas y Asap (D. Serafin), Doctor en Ciencias naturales, Licenciado en Medicina y Cirugia, y Catedratico de His- toria natural en el Instituto.— Huesca. Caste. (D. Carlos), Ingeniero de Montes.— Escorial. CasTELLARNAU Y LuieEopart (D. Joaquin Maria), Ingeniero de Montes.— Segovia. Castro (D. Antonio Senen de), Doctor en Farmacia, Ca- tedrdtico de Historia natural en el Instituto.— Cuenca. 1872. 1877. 1874. 1873. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 107 Castro y Duque (D. Jacinto), Conservador, Preparador y Recolector en Ja Escuela de Montes. — Escorial.— (Anatomia comparada y lepidopteros. ) Castro y Prra (D. Primo}, Licenciado en Ciencias natu- les, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Lugo. CayueLa (D. Natalio), Doctor en Ciencias naturales , Ca- tedratico de Historia natural.— Pamplona. Cervera (D. Rafael), de la Academia de Medicina.— C. de Jacometrezo, 66, 2.° derecha, Madrid. Cuare (D. Juan Bautista), Caballero de la Orden de Car- los III, Jefe de Administracion de segunda clase , Doc- tor en Ciencias y en Farmacia, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Cadiz. Cuicote (D. César), Socio del Ateneo propagador de las Ciencias naturales.—C. de San Bernardo, 41, principal, Madrid.— ( Hemipteros de la Peninsula.) Cin (D. Jerédnimo), Ingeniero de Montes. — Sala- manca. Ciemencin (D. Perfecto Maria), Ayudante Profesor de Quimica analitica y Metalurgia en la Escuela especial de Ingenieros de Minas.—C. de Lope de Vega, 21, 3.° izquierda, Madrid.— (Mineralogia, Geologia y Paleon- tologia. ) Copina y Lanetin (D. Ramon), Socio residente del Co- legio de Farmacéuticos de Barcelona, numerario de la Academia de Ciencias naturales y de Artes de la misma, de la Academia de Medicina y Cirugia, Doctor en Far- macia.—C. de San Pablo, 70, Barcelona. Coporniu (D. Ricardo), Ingeniero de Montes.—Cartage- na.—(Botanica.) 108 1877. 1875. 1875. 1873. 1873. 1878. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Cotmetro (Excmo. Sr. D. Miguel), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catolica, de las Academias de Medicina, y de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Botanica y Director del Jardin Botanico.—C. del Cla- vel, 2, 3.° derecha, Madrid.—/Botdnica.) Comerma (D. Andrés A.), Ingeniero de la Armada.— Ferrol, Corrat Y Lasrra (D. Rafael).—Licenciado en Farmacia.— Cudillero (Oviedo). CortAzar (D. Daniel), Ingeniero de Minas.—C. del Horno de la Mata, 16, principal, Madrid. Cortés (Excmo. Sr. D. Balbino).—C. de Campomanes, 6, 2.°, Madrid. Costa (Imo. Sr. D. Antonio Cipriano), Caballero de la Orden imperial y Real de San Estanislao de Rusia, Co- misario de Agricultura de la provincia de Barcelona, ‘Vicepresidente del Instituto agricola catalan de San Isi- dro, Académico correspondiente de la Real de Ciencias de Madrid, é individuo de otras varias, Director y Cate- dratico jubilado de la Facultad de Ciencias de la Univer- sidad de Barcelona.—C. de Claris, 7, principal, Barce- lona.—/(Botdnica.) Couper (D. Gerardo), Ingeniero de Montes.—Avila. Crespi (D. Antonio), Licenciado en Farmacia. —Sédller (Mallorca).—/(Botanica.) CuELLAR Y Rui (D. Manuel). —C. del Romero, 34, Cér- doba. Cuesta (D. Pablo), Arquitecto.—C. de Carretas, 9, Madrid. Cuesta y ArnmiXo (D. Honorio), Socio del Ateneo propaga- 1877. 1872. 1872. 1876. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 109 dor de las Ciencias naturales , alumno de las Facultades de Medicina y Ciencias.—Travesia del Conservatorio , 7 y 9, 2.°, Madrid.—/(Geologia.) Cuni y Martorety (D. Miguel).—C. de Codols, 18, Barce- lona.—/(Botdnica y Entomologia.) Desray (D. Luis), Artista-grabador de la Sociedad Ento- molégica de Francia.—Rue Mayet, 14, Paris.—(Ento- mologia.) Dewmas (D. Luis H.), Doctor en Medicina, Secretario de la Sociedad antropolégica.—Habana. Dreck (D. Jorge), de las Sociedades Entomoloégicas de Francia y de Berlin.—Merseburg (Prusia).—(Coledp- teros.) Dourn (D. Caérlos Augusto), Presidente de la Sociedad Entomolégica.—Stettin (Prusia).—(Coledpteros .) Domenecu (D. Francisco), Catedratico de Historia natural en el Instituto.—Albacete. Domineo (D. Francisco), Propietario y Comisario de Agri- cultura de la provincia de Barcelona.— Riera del Pino, 4, Barcelona. Ecea y Tortosa (D. Marcos), Doctor en Medicina y Ciru- gia, Subdelegado del partido de Velez-Rubio , condeco- rado con la cruz de epidemias y Socio Académico profe- sor del Liceo artistico literario de Granada, y de la de Amigos del Pais de Lorca.—Velez-Rubio (Almeria). Euxers (D. Guillermo), del Comercio.—Muralla del mar, 37, 2.°, Cartagena. EscaLanteE (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Cate- dratico de Historia natural y Secretario del Instiluto.— C. del Cubo, 8, 2.° derecha, Santander. 110 1875. 1875. 1875. 1875. 1875. 1877. 1874. 1872. 1874. 1874. 1872. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Escosuna (D. Luis de la), Ingeniero Jefe de Montes.— C. de San Miguel, 11, principal, Madrid. Esprso (D. Zoilo), Ingeniero agrénomo, Catedratico pro- pietario y Subdirector de la Escuela superior de Inge- nieros agrénomos.—C. de Fuencarral, 99, 2.°, Madrid. EspLtuGa y Sancuo (D. Faustino).—Barbastro. Estrapa (D. Francisco), Ingeniero agrénomo.— Madrid. Estrapa Caroyra (D. Domingo), Doctor en Medicina y Cirugia, ex-Profesor auxiliar de la Facultad en Santiago, Socio corresponsal de la Antropolégica Espanola, y de numero de la Econémica de Amigos del Pais de San- tiago , Médico de las Minas de Arce.— Santander. Fasré (Excmo. Sr. D. Antonio Maria), Consejero de Es- tado.—C. del Principe, 12, Madrid. Fautcon y Lorenzo (D. Antonio), Ingeniero de Montes del distrito forestal.— Castellon.— (Botdnica.) Fantoni (D. José), Propietario.— Carrera de San Jer6ni- mo, 34, principal, Madrid. FERNANDEZ (D. José Santos), Doctor en Medicina. —Calle del Prado, 3, Habana. FERNANDEZ DE Castro (D. Angel), Ingeniero de Montes, — Malaga. FERNANDEZ DE Castro (Excmo. Sr. D. Manuel), Inspector eeneral del Cuerpo de Ingenieros de Minas. —Infan- tas, 13, 2.°, Madrid.—(Mineralogia y Geologia.) FERNANDEZ Cuesta (D. Nemesio).—C. de Lope de Vega, 50 y 52, entresuelo derecha, Madrid. Fernandez Losapa (Excmo. Sr. D. Cesdreo), Caballero 1875. 1872. 1874. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. lll Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catdélica, Gran Cor- don de la de Metjidié, Comendador de numero de la de Carlos III, condecorado con la Cruz de primera clase de Beneficencia y por otras de distincion por méritos cientificos y de guerra, Socio de varias corporaciones cientificas nacionales y extranjeras, Inspector, Médico Mayor del Cuerpo de Sanidad militar, Doctor en Medi- cina.— Plaza del Progreso, 5, 2.°, Madrid. FERNANDEZ Motrna (D. Ramon), Farmacéutico. —Campa- nario (Badajoz). FERNANDEZ Y RopriagueEz (D. Mariano), Doctor en Ciencias y en Medicina, ex-Profesor auxiliar y ex-Secretario del Instituto del Noviciado.—C. de Lope de Vega, 61, Madrid. Ferranp (D. Julio), Jefe de seccion de Via y Obras en el ferro-carril de Cérdoba 4 Belmez.—C. del Arca de Agua, 20, Cordoba. Ferrari (D. Carlos), Doctor en Farmacia. — Plaza de San Ildefonso, 7, Madrid. Ferrer Y Vinakta (D. Enrique), Doctor en Medicina, Ca- tedratico de Clinica quirurgica en la Universidad.—C. de Ballesteros, 7, Valencia. Forranet (D. Ricardo).—C. de la Libertad, 29, Madrid. FRAILE y VALLES (D. Gumersindo).—Tendilla (Guada- lajara). Gatpo (Excmo. Sr. D. Manuel Maria José de), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catélica, Doctor en Ciencias, Catedrdtico de Historia natural en el Instituto del Noviciado.—C. de Hortaleza, 78, 2.°, Madrid. GALLEGO y Castro (D. Mariano), Ingeniero de Montes.— Plaza del Cordon, 3, principal, Madrid. 112 1875. 1872. 1872. 1872. 1877. 1878. 1872. 1875. 1875. 1876. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN GALLEGOS y Sarpina (D. Ventura), Licenciado en las Fa- cultades de Medicina y Ciencias (Seccion de Fisico-qui- micas), Catedrdtico de Quimica en el Colegio Nacional, y de Historia natural en el Departamento Agronémico, Socio corresponsal de la Academia de Medicina Espa- nlola.x—Mendoza (Republica Argentina.) Gatxois (D. J.), de la Sociedad Entomoldgica de Francia, Secretario del Asilo departamental de dementes.—Sainte- Gemmes-sur-Loire, prés Angers (Maine-et-Loire), Fran- cia. —(Coledpteros.) Garcia y Atvarez (D. Rafael), Gatedratico de Historia na- tural en el Instituto. —Granada. Garcia Y ArENAL (D. Fernando), Ingeniero de Caminos. Garcia CarpiEt (D. Ricardo).—Travesia de San Mateo, 4, Madrid.—(Coledpteros y dipteros de Europa.) Garcia y Heura (D. Eduardo).—Travesia de San Mateo, 4, 2.°, Madrid. Garcia Mepravitta (D. Salvador), Licenciado en Ciencias fisicas, Catedratico en el Instituto industrial. —C. de las Huertas, 79, 3.°, Madrid. Garcia Ocuoa (D. Miguel), Presbitero, Doctor en Derecho ci- vil y canénico.—Plaza de S. Miguel, 5, principal, Madrid. Git y Fiores (D. Manuel).—Loranca de Tajufia (Guada- lajara).—(Geologia y Botdnica.) Gimeno Brun (D. Ricardo), Licenciado en Ciencias.—C. de los Avellanos, 3, entresuelo derecha, Burgos. GINER DE LOs Rios (D. Francisco), Catedratico de Filosofia del Derecho en la Universidad. —C. de Quintana, 23, 3.°, Madrid. ee teed LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 113 1878. Goserr (Dr. D. Emilio), Miembro de las Sociedades ento- 1877. 1877. 1874. 1872. 1872. 1873. 1878. moldégicas de Francia, de Bélgica y de Italia, de la Lin- neana del Norte de Francia, de la Linneana de Lyon, de la de Historia natural de Toulouse, de la de Ramond de Bagneéres de Bigorre, dela de Borda en Dax (Landes), de la de Agricultura de las Landas y de la Comision de Phylloxera, del Consejo de Perfeccionamiento del Liceo de Mont-de-Marsan, Médico de los Hospitales.— Rue de la Préfecture, Mont-de-Marsan (Landes).— (Entomologia general.) Gocorza y GonzALEz (D. José).—C. de la Puebla, 11, Ma- drid.—(Himendépteros. ) Gomes Macuapo (D. Carlos Maria), Rector del Liceo Na- cional de Ponta Delgada.—Isla de San Miguel (Azores). Gomez y Garcia (D. Manuel), Ingeniero agrénomo.— C. del Arenal, 18, principal, Madrid. GonzaLEz Linares (D. Augusto), Catedratico de Historia natural en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago.—C. de Santa Isabel, 8, Madrid. GONZALEZ DE VELASCO (D. Eduardo), Comandante de Ar- tilleria. — Fabrica de Truibia (Oviedo). GonzaLEz VELASCO (D. Pedro), Doctor en Medicina. —Pa- seo de Atocha, Museo antropolégico, Madrid. GonzaLo y Goya (D. Angel), Doctor en Ciencias natura- les, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Salamanca. Gorria y Royan (D. Hermenegildo), Ingeniero indus- trial, Licenciado en Ciencias. — Carrera de San Jeroni- mo, 10, Madrid. Gorriz y MuNoz (D. Ricardo José), Licenciado en Farma- cia, Socio corresponsal del Instituto farmacéutico arago- 114 1877. 1872. 1875. 1874. 1877. 1875. 1876. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN nés, Miembro de la Sociedad entomoldgica de Francia. —Milagro (Navarra). GREENHILL (D. Tomds Arturo), Ingeniero civil, Asociado del Instituto de Ingenieros civiles de Léndres.—C. de Serrano, 8, principal, Madrid. Greus Y Martinez (D. Domingo), Doctor en Medicina.— Plaza de Santa Catalina, Valencia. Guarpia Y Manan (D. Vicente), Doctor en Medicina.— C. del Prado, 64, Habana. GUILLERNA Y DE LAS Heras (D. César de), Ingeniero de Montes.—San Juan de Puerto-Rico. Guirao y Navarro (D. Angel), Catedratico de Historia natural.—C. del Prado, 24, Madrid. GunpiacH (D. Juan), Doctor en Filosofia. — Ingenio Fermina, Bemba (Cuba). GUTIERREZ DE LA VeGA (Excmo. Sr. D. José), Ex-gober- nador de Madrid y de la Isla de Guba.—C. de Espoz y Mina, 3, Madrid. Hamonvitte (D. Juan Carlos Luis Tardif, Baron de), Miembro del Consejo general de Meurthe-et-Moselle, Maire de Manonville. — Chateau de Manonville, par Noviant-aux-prés (Meurthe-Moselle), Francia.—(Ornito- logia.) Henriques (D. Julio Augusto), Director del Jardin Botd- nico de Coimbra, Socio del Instituto de la misma ciudad, Individuo de la Sociedad econdédmica matritense.—Coim- bra (Portugal). Henrepia (D. Ricardo), Conde de Benahavis. — Paseo de la Fuente Castellana, Hotel num. 16, Madrid. 1876. 1878. 1873. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 115 HERNANDEZ MuNoz (D. Antonio), Ayudante de Obras Pu- blicas.—C. de Peligros, 6, Madrid. Herrero (D. Husebio).—C. de Preciados, 29, Madrid. Herreros (D. Francisco Manuel de los), Director del Ins- tituto.—Palma de Mallorca. Heypen (D. Lucas von), Capitan retirado, Individuo de las Sociedades entomoldégicas de Berlin, Francia, San Pe- tersburgo, Suiza, Italia, etc., Director de la Sociedad de Historia natural lamada Senckenberg de Frankfurt, Caballero dela Orden de la Cruz de Hierro.—(Frankfurt am Mein), 54, Schloss Strasse, Bockenheim. HuerGo y Campityo (D. Francisco).— C. de la Magdalena, 1, Madrid. Hysern (Excmo. Sr. D. Joaquin), Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III, condecorado con la Cruz de Be- neficencia de primera clase, Consejero Real, Inspector general de Instruccion publica, Catedratico jubilado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ma- drid.—C. del Prado, 20, bajo, Madrid. IpaNez (D. Francisco Antonio), del Comercio, Vocal de la Junta de Pesca del Departamento de Cadiz, Socio cor- responsal de la Sociedad Protectora de Animales y Plan- tas de la misma ciudad.— Muralla del Mar, 43, Carta- gena.—(Botdnica, Malacologia é Ictiologia.) Igtesta (D. Santiago de la), Doctor en Medicina.— Ferrol. IncuaurranpIETA (D. Rogelio), Ingeniero Jefe de Gami- nos, Canales y Puertos.—C. de la Princesa, 7, Madrid. —(Mineralogia y Geologia.) Inaunza (D. Roman), Ingeniero de Minas. — Plaza de Santa Ana, 5, principal, Madrid. H6 1873. 1874. 1873. 1873. 1872: 1872. 1878. 1873. 1874. 1872. 1878. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN INanna (D. Fermin), Licenciado en Ciencias. — C. del Amor de Dios, 4, principal, Madrid. Izqurerno (D. Joaquin), Ingeniero Jefe de segunda clase del Cuerpo de Minas, Jefe del distrito de Granada.— Granada. JARENO {D, Francisco), Profesor en la Escuela de Arqui- tectura —C. de Atocha, 94, principal, Madrid. JIMENEZ DE LA Espana (D. Marcos).—C. de Claudio Coello, 38, 2.°, Madrid.—(Mamiferos, aves, reptiles y batracios.) JIMENEZ DE Oca (D. Ruperto), Profesor de Fisica en el Instituto.— Cuenca. JIMENEZ DE PEDRO (D. Justo), Doctor en Medicina, Licen- ciado en Farmacia, Director de los banios de Uberuaga de Ubilla (Marquina).—C. de Atocha, 103, principal, Madrid. JimENO (D. Francisco). — C. de 8. Severino, 11, Matanzas (Cuba). Jouve (D. Augusto), Jefe de Escuadron de Caballeria, re= tirado.—Sigean (Aude), Francia. Kraarz (D. Jorge), Doctor en Filosofia, Presidente de la Sociedad Entomolégica de Berlin. — Linkstrasse, 28, Berlin. Lacasa {(D. Manuel), Ingeniero de Minas. — Vera (Al- meria).—(Geologia.) Lacuna (D. Maximo), Ingeniero de Montes. — Escorial.— (Botanica.) Lanna (D. Nicasio), Subinspector del Cuerpo de Sanidad militar.— Pamplona. . ee ee eee eee 1872. 1874. 1878. 1876. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 117 Lanperer (D. José J.) — Tortosa. — (Geologia y Paleon- tologia.) Larrintua y Azcona (D. Angel), Doctor en Derecho.— Vergara.— (Coledpteros.) LaviNa (D. Federico), Ingeniero de Montes.—C. de Villa- lar, 6, 2.°, izquierda, Madrid. LicusTenstEIN (D. Julio), Socio corresponsal de la Real Academia de Ciencias de Madrid, Comendador de la Real Orden de Isabel la Catélica.—La Lironde (Hérault), Francia. — (Entomologia general aplicada a la agricul- tura. Biologia de los homépteros, himendpteros, etc.) Lirran y Lopez (D. José), Catedratico de Historia natural en el Instituto.—Almeria. Lorez y Brenert (D. Guillermo), Ingeniero de Minas.— Cartagena. Lopez Lezcano (D. Francisco), Estudiante en la Facultad de Medicina.—C. de Carretas, 9, 3.°, Madrid. — (Coledp- teros.) Lopez pr Quintana (D. Diego), Ingeniero Jefe de Minas.— C. de la Independencia, 8, 3.°, Zaragoza.—(Mineralogia y Geologia.) Lopez Seoane (D. Victor), Abogado, de la Sociedad bota- nico-zoolégica de Viena, de las Entomoldgicas de Francia, Bélgica, Berlin y Stettin.— Coruna. Lopez bE Sitva (D. Estéban), Doctor en Medicina. — C. de Leganitos, 41, bajo, Madrid. Lorez Vinaur (D. Aurelio), Ingeniero agrénomo, Secre- tario de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio. —Santander. 118 1875. 1877. 1876. 1875. TS72: 1873. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Lozano (D. Isidoro).— C. de la Peninsular, 9, 4.° izquier- da, Madrid. Lozoya (Sr. Marqués de).— Plaza de San Pablo, Segovia. Luiéo (D. Antonio Maria), Presbitero, Doctor en Sagrada Teologia, Bachiller en la Facultad de Ciencias, Cate- dratico de Fisica y Quimica en el Seminario Central.— Valencia. Lureteet (D. Pedro), Catedratico de la Facultad de Farma- cia en la Universidad. —C. de Fuencarral, 49, 3.°, Ma- drid.— (Botdnica.) Liorente y LAzaro (Ilmo. Sr. D. Ramon), Caballero Co- mendador de la Orden de Isabel la Catolica, de las Aca- demias de Medicina y de Ciencias, Doctor en Ciencias, Catedratico de la Escuela de Veterinaria. —C. de las Urosas, 5, principal, Madrid. Luucu y Diaz (D. José Maria), Vice-cénsul de Espana.— Toulouse (Francia).—/(Geografia.) Macuapo (D. Antonio), Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Historia natural en la Universidad.— Sevilla. Macuapo pE FartA y Maura (D. Augusto), Ingeniero civil.—C. de Lope de Vega, 46, bajo, Madrid.— (Geolo- gia y Mineralogia.) Macno bE Vetapo (D. Jerénimo), Doctor en Ciencias, Catedratico de la Facultad de Farmacia en la Universi- dad.— Santiago de Galicia. Mac-Lrennan (D. José), Ingeniero. — Portugalete (Bil- bao). Mac-Puerson (D. Guillermo), Consul de Inglaterra. — Salon del Prado, 12, Madrid.—/Geologia.) 1872. 1872. 1872. 1878. 1878. 1874. 1872. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 119 Mac-Puerson (D. José).—Salon del Prado, 12, Madrid.— (Mineralogia y Geologia.) Maprazo (D. Fernando de), Abogado del [lustre Colegio de Madrid, Juez togado de primera instancia, que ha sido, de Madrid, Abogado-consultor cesante del Minis- terio de Fomento.— C. de San Bernardino, 10, Madrid. Marrer (D. Eugenio), Ingeniero de Minas. — C, de Men- dizabal, 2, Madrid. Marriore La-Rocue (D. Miguel), Secretario del Gabinete cientifico de Santa Cruz de Tenerife, Oficial de la Secre- taria de la Diputacion provincial. — Plaza del Hospital del Rey, Santa Cruz de Tenerife (Canarias). Matuapa (D. Liicas), Ingeniero de Minas. — C. de Fo- mento, 21, Madrid. Marin y Sancuo (D. Francisco), Licenciado en Farma- cia. —C. del Viento, 3, Madrid. Marguez (D. Félix), Ingeniero industrial.— C. de Horta- leza, 89, Madrid. Marti y bE Lieopart ( D. Francisco Maria de), Licenciado en Derecho civil y canénico.—C. de Claris, 65, 3.°, Bar- celona. Martin (D. Antonio), Jefe de la oficina de la Construc- cion del ferro-carril de Belmez.—C. del Osario, 9, Cordoba. Martin vex Amo (D. Eduardo Jacobo), Licenciado en Farmacia. — Farmacia de Colmenares, Pamplona. ManrtTIN vE ArGEentA (D. Vicente), Doctor en Ciencias y en Farmacia, Socio del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias. — C. de Hortaleza, 86, Madrid. 120 1875. 1872. 1873. 1874. 1874. 1876. 1873. 1873. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Martin Sancuez (D. Enrique), Ingeniero agrénomo, Se- cretario de la Junta de Agricultura.—Castellon. Martinez (D. Luis Arcadio), Ingeniero agrénomo, Secre- tario de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio, Catedratico de Agricultura en el Instituto. —Huelva. Martinez (R. P. Fr. Ramon), Religioso dominico, Ca- tedratico de Historia natural en la Universidad de Ma- nila. —C. de la Pasion , Iglesia de los Dominicos, Madrid. Martinez Y ANGEL (D. Antonio), Alumno de las Faculta- des de Medicina y de Ciencias. —C, Mayor, 114 tripli- cado, 3.°, Madrid. Martinez ANisparro (D. José), Miembro de la Sociedad En- tomolégica de Francia, correspondiente de la Antropo- lédgica Espaniola y de las Reales Sociedades Hcondémicas de Leon y Gerona, Fundador de la Geogrdafica de Madrid, premiado por trabajos cientificos. —C. de Lain Calvo, 20, principal, Burgos. -—(Mineralogia y Geologia.) Martinez CaNapa (D. Andrés).—C. de Saurin, 4, Mur- cla. —(Aves, moluscos y minerales. ) Martinez Y Martinez (D. Félix), Licenciado en Medici- na, Socio de varias corporaciones cientificas nacionales y extranjeras.—C. de Zaragoza, 19, Valencia. Martinez Motina (Excmo. Sr. D. Rafael), Caballero Gran Cruz de la Orden de Maria Victoria, de la Academia de Medicina, Doctor en Ciencias, Catedratico de la Facultad de Medicina en la Universidad. —C. de Atocha, 133, principal, Madrid. MarTINEZ DE Prison (D. Venancio), Abogado y propieta- rio. —C. de Preciados, 6, 2.°, Madrid. —(Geologia y Pa- leontologia.) Martinez y Satz (D. Francisco de Paula), Catedratica de 1876. 1873. 1875. 1877. 1876. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 121 Zoografia de los vertebrados en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—C. de Vergara, 1, Madrid.—/(Co- ledpteros.) MarToretL y Cunt (D. Jerénimo), Banquero.—C. de Serra, 18, 2.°, Barcelona. — (Agricultura.) MarToRELLY PENa (D. Manuel).—Rambla de Sta. Monica, 33, principal, Barcelona.—(Entomologia y Viticultura.) Masarnau (Excmo. Sr. D. Vicente S. de), ex-Catedratico de Quimica en la Facultad de Ciencias, ex-Consejero real, Inspector general de Instruccion publica, indivi- duo de la Academia de Ciencias. — C. de Cedaceros, 11, 2.°, Madrid. MAsFERRER Y ArQuIMBAU (D. Ramon), Médico militar. — Hospital de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias) .— ( Botanica.) MayoreGa y Garcia Macuo (D, Antonio), Socio de la Es- panola de Agricultura y Meteorologia.—C. Mayor, 43, principal, Madrid. — (Botanica. ) Mazarrepo (D. Carlos), de la Sociedad Botdnica Barce- lonesa, Ingeniero de Montes.—Neue Wilhelmstrasse, 5, I, Berlin. MENENDEZ Y FERNANDEZ (D. Fernando), Socio del Ateneo propagador de las Ciencias naturales.— Travesia del Conservatorio, 7 y 9, principal, Madrid. Mir y Navarro (D. Manuel), Catedratico de Historia na- tural en el Instituto. — Barcelona. MIRALLEs DE ImpERiAt (D. Clemente).— Plaza de Ramiro, 3, Alicante. Mrranpa Y Eavia (D. Genaro de), Ingeniero de Caminos. Canales y Puertos.— Rivera, 3, Bilbao. ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII. 10 122 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1876. 1875. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Mosapos (D. Eduardo), Ingeniero de Caminos, Profesor de Mineralogia y Geologia en la Escuela del Cuerpo.— C. de Valverde, 30 y 32, 3.° izquierda, Madrid. Mompeo y Vipat (D. Vicente), Licenciado en Ciencias natu- rales, Perito agrénomo, Individuo de la Sociedad de Agricultura Valenciana y de la de Amigos del Pais de Santa Cruz de Tenerife, Catedratico de Historia natural en el Instituto. —Gerona.— (Ornitologia). Monistrou (Excmo. Sr. Marqués de), Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III, de la Academia de No- bles Artes de San Fernando.—C. de la Luna, 11, Madrid. MonsaLup (Excmo. Sr. Marqués de).— Almendralejo (Badajoz).—(Agricultura y Ganaderia.) MontseErrAT y Arcus (D. Juan), Licenciado en Medicina, Secretario general de la Sociedad Botdnica Barcelone- sa. — Plaza del Beato Oriol, 2, 2.°, Barcelona.—(Bo- tdnica.) Mora (D. Manuel), Ayudante de obras publicas.—Mar- mol de Banuelos, 9, Cordoba. —/( Coledpteros.) Moraaas Ucetay (D. Ricardo), Licenciado en Farmacia, Condecorado con la Cruz Roja del Mérito militar por ac- cion de guerra, Socio corresponsal del Colegio de Far- macéuticos de Madrid y del Médico-farmacéutico ube- tense, antiguo practico del Hospital militar de Madrid, y Farmacéutico titular. — Lillo (Toledo). Moreno y Espinosa (D. Luis).—C. de Claudio Coello, 36, bajo izquierda, Madrid. Moreno Nigro (Ilmo. Sr. D. José), ex-Director general de Instruccion ptiblica, de la Academia de la Historia, Ca- tedratico de la Universidad. —C. de San Marcos, 26 tri- plicado, 3.°, Madrid. 1872. 1874. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 123 Morrana (Sr. Conde de).—Las Fraguas (Reinosa). Miitter (D. Clemente), Ingeniero mecdnico. — Holzhof- gasse, 2, Dresden (Sajonia). MuNoz y Barrepa (D. Vicente), Alumno de Medicina. — C. de la Magdalena, 30, 2.°, Madrid. MuNoz pet Castitio (D. José) , Doctor en Ciencias , Cate- dratico de Fisica y Quimica en el Instituto.— Logrono. MuNoz Coso y Arreponno (D. Luis), Licenciado en Cien- cias naturales y en Derecho, Catedratico de Historia na- tural en el Instituto. —Jaen. MuNoz y Frau (D. José Maria), Catedratico y Director de la Escuela de Veterinaria.—C. de San Bernardo, 75, prin- cipal, Madrid. Murea (D. Gonzalo de).—C. de la Libertad , 29, segundo, Madrid. Nieto y Serrano (Excmo. Sr. D. Matias), Secretario per- pétuo de la Academia de Medicina.—C. de Jacome- trezo, 66, 3.°, Madrid. NuNez (D. José Maria).—(C. de Preciados, 1, principal, Madrid. OperTHUR (D. Carlos), de la Sociedad Entomoldgica de Francia.—Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia. —(Lepidopteros.) OserTHUR (D. Renato), de la Sociedad Entomoldégica de Francia.— Faubourg de Paris, 20, Rennes | L[le-et-Vilai- ne), Francia.—(Coledpteros.) Oprapor (D. Pedro Antonio), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia del distrito.— Palma de Ma- llorea. 124 1872. 1872. 1873. 18.72. 1875. 183. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN OuavibE (Excmo. Sr. D. José), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catélica, de la Academia de Medicina, Doctor en Medicina.—C. del Caballero de Gracia, 25, Madrid. OxtmepiLia Y Pure (D. Joaquin), Licenciado en Ciencias y en Medicina, Doctor en Farmacia, Catedratico de la Fa- cultad de Farmacia, Académico corresponsal de la de Medicina de Madrid, premiado en publico certémen por varias corporaciones Cientificas.—C. de la Victoria, 8, bajo, Madrid. Oxézaca (Excmo. Sr. D. Santiago), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catolica, Catedratico en la Fa- cultad de Farmacia de la Universidad.—C. de la Visita- cion, 10, 2.°, Madrid. ONatE (Excma. Sra. Condesa de).—C. Mayor, 4, Madrid, OrvoNez (D. Valeriano), Catedratico de Historia natural en el Instituto.—Badajoz. Ortiz y Lanpaurr (D. Antonio), Profesor veterinario en la Escuela central de Agricultura.—Bailén, 6, Caballeri- zas, Madrid.—(Zootecnia.) Orueta (D. Domingo), Presidente de la Sociedad mala- guena de Ciencias fisicas y naturales.—Cortina del Muelle, 65, Malaga. Osts y Ezrerripa (D. Blas), Licenciado en Derecho.— C. del Arco de Santa Maria, 37, Madrid. Patacios y RopricueEz (D. José de), Farmacéutico.—Plaza de Santa Ana, 11, Madrid. Patou y Fiores (D. Eduardo), Doctor en Derecho, Cate- dratico de la Facultad de Filosofia y Letras.—C. de la Manzana, 4, 2.°, Madrid. 1877. 1877. 1873. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 125 Parapa (D. Adolfo), Ingeniero de Montes.—C. de San Fernando, 8, Jerez de la Frontera. Parvo y Moreno (D. Eduardo), Ingeniero Jefe de segunda clase del Cuerpo de Ingenieros de Montes, Jefe del dis- trito forestal y Catedratico de Agricultura en el Insti- tuto.—Murcia. Pautino p’Oniverra (Imo. Sr. D. Manuel), Profesor en la Facultad de Filosofia de la Universidad.—Coimbra (Por- tugal). PeNa (D. Nicanor), Farmacéutico.—Argecilla (Guadalajara). Perepa Y Martinez (Ilmo. Sr. D. Sandalio de), Consejero de Instruccion publica, de las Academias de Ciencias exactas, fisicas y naturales, y de Medicina de Madrid, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Histo- ria natural y Director del Instituto de San Isidro.—C. de la Ballesta, 1, principal, Madrid. Perez Arcas (D. Laureano), de la Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid, Catedratico de Zoologia en la Facultad de Ciencias de la Universidad.— C. de las Huertas, 14, 3.°, Madrid.—/Peces y coledpteros de Europa.) Perez pe Arce (D. Facundo), Licenciado en Ciencias na- turales, Catedratico de Historia natural en el Insti- tuto.—Guadalajara. Perez pe Arritucea (D. Andrés), Licenciado en Ciencias naturales, Profesor de Historia natural en el Colegio del Rasillo.—Cameros (Logrono). Perez Hernanpez (D. Enrique), Abogado.— Cuesta de Santo Domingo, 3, Madrid. Perez Masso (D. José).—C. de San Bernardo, 69, Ma- drid.—/(Botanica.) 126 1873. 1873. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Perez Moreno (D. Andrés), Inspector general de segunda clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas.—C. de Lega- nitos, 2, Madrid. Perez Ornteco (D. Enrique), Doctor en Ciencias.— C. de Atocha, 36, Madrid. Perez San Mruan (D. Mauricio), Doctor en Farmacia, Ca- tedratico de Historia natural en el Instiltuto.— Burgos. Prcuarpo y Picwarpo (D. Gabriel), Licenciado en Medi- cina y Cirugia de la Universidad de Madrid, Alumno del Instituto Oftalmico de Madrid, Socio fundador y corres- ponsal de la Sociedad Anatémica Espanola, Socio de nu- mero de la Histol6gica de Madrid, Corresponsal de la Ginecolégica Espanola, de la Antropolégica Espanola, de la Academia de Medicina y Cirugia de Galicia y As- tlirias, Socio de ntimero de los Hospitalarios, Médico provisional del Cuerpo de Sanidad militar, Médico del Asilo de ninos de San Vicente de Paul, Colaborador del Anfiteatro Anatomico Espanol y de la Cronica Médico- Quirtirgica de la Habana.—C. de O'Reilly, 31, Habana. Prans (D. Fructuoso), Catedratico en la Facultad de Far- macia de la Universidad.—C. de las Cortes , 288, 3.° de- recha, Barcelona. Poery (D. Felipe), Socio fundador de la Entomolégica de Francia, Licenciado en Derecho, Catedratico de Minera- logia y Zoologia en la Universidad.—C. de San Nicolas, 96, Habana.—(Ictiologza.) Pomso (D. Antonio), Socio fundador del Ateneo cientifico, literario y artistico de Vitoria, Licenciado en Farmacia, Doctor en Ciencias naturales, Catedraitico de Historia natural en el Instituto.—Malaga. Portitta (Excmo. Sr. D. Luis Maria}, Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catélica, Doctor en Medi- cina.—C. de Leganitos, 7, Madrid. 1872. 1872. 1872. 1872. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 127 Precioso y Lopez (D. José), Doctor en Medicina.—C. del Duque de Alba, 8, 2.°, Madrid. PREUDHOME DE Borre (D. Alfredo), Individuo de varias Sociedades, Conservador-Secretario del Museo Real de Historia natural de Bruselas.—Boulevard au Regent, 21, Bruselas.— (Entomologia general, Geografia ento- mologica, Coledpteros y principalmente Heterdmeros é Hidrocdntaros.) Prieto y Cautes (D. Francisco), Ingeniero primero de Caminos, Canales y Puertos, Profesor de la Escuela superior del mismo Cuerpo.—C. de Claudio Coello, 15, 2.°, Madrid.—/Geologia y Malacologia.) Prieto y Prieto (Imo. Sr. D. Manuel), Caballero Co- mendador de numero de la Orden de Isabel la Catdélica, Jefe de Administracion de segunda clase, Catedratico de la Escuela de Veterinaria.—C. de Espoz y Mina, 1, 2.° derecha, Madrid.—(Zoologia, Anatomia y Fisiologia comparadas.) Pro.oneo (D, Pablo), Farmacéutico.—Malaga.—(Botdnica.) Pura y Larraz (D. Gabriel), Ingeniero de Minas.—C. de Pavia, 2, 2.°, Madrid. Puraeari (D. Juan), Licenciado en Medicina.—Rio Ja- neiro (Brasil). Purzxys (D. Julio), Secretario del Ministerio de Negocios extranjeros. —Chaussée Saint-Pierre, 70, Etterbeck (cerca de Bruselas), Bélgica.—/(Coledpteros.) Qurroca y Ropriauez (D. Francisco), Licenciado en Ciencias, Doctor en Farmacia.—C. de la Union, 8, 3.°, Madrid.—(Mineralogia y Geologia. ) Ramos (D. Siro), Ingeniero industrial, Director de la fa- brica La Segoviana.—Paseo del Obeliseo, 3, Madrid, 128 1877. 1872. 1876. 1872. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN RenbvueE es (D. Rufo), Ingeniero de Caminos.—C. de Ja- cometrezo, 45, Madrid. Ripera (D, Emilio), Doctor en Ciencias naturales, Cate- dratico de Historia natural en el Instituto.—C. de Cho- frens, 1, 3.°—Valencia. Ripera (Excmo. Sr. Marqués de la), Consejero de Estado, Miembro de la Sociedad Geolégica alemana. —C. de Serrano, 6, 2.°, Madrid.—/Mineralogia.) Rico y Jimeno (D. Tomas), Catedratico de Historia natu- ral en el Instituto.—Coruna (Geologia.) Rieocue (D. Diego).—Las Palmas (Canarias). Riva Pauacro (D. Vicente de la), General del ejército me- jicano.—Méjico. Roca y Vecino (D. Santos), Licenciado en Ciencias natu- rales.—C. de Segovia, 1, principal, Madrid.— (Minera- logia.) RopRIGUEZ DE CEPEpA (Excmo. Sr. D. Antonio), Decano y Catedratico de la Facultad de Derecho en la Universi- dad.—Valencia. Ropricgvez y Femenias (D. Juan J.)—C. de la Libertad, 48, Mahon (Menorca).—( Botanica.) RopriGuez Ferrer (Ilmo. Sr. D. Miguel), Caballero Co- mendador de la Orden de Isabel la Catélica, Gran Ofi- cial de la Corona de Italia, Correspondiente de la Aca- demia de Nobles Artes de San Fernando, Jefe superior de Administracion, Magistrado de Audiencia.—C. de las Infantas, 34, 3.° izquierda, Madrid. Rusro (D. Federico), Doctor en Medicina.—C. de Ponte- jos, 10, 2.°, Madrid. 1878. 1877. 1873. 1872. 1878. 1878. 1873. 1872. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 129 Ruiz Casavretta (D. Juan), Licenciado en Farmacia.— Caparroso (Navarra). Ruz Mapriv (D. Luis).—C. de Juan de Dios, 4, 2.° iz- quierda, Madrid. Ruiz Meto (D. Ernesto), Ingeniero de Montes.—Habana. Ruiz pE Sauazar (D. Emilio), Director del periddico El Magisterio Espanol, Licenciado en Derecho, Doctor en Ciencias, Catedratico dela Facultad de Ciencias en la Universidad.—C. del Horno de la Mata, 12, 2.°, Madrid. Saavepra (Excmo. Sr. D. Eduardo), Ingeniero de Caminos, Individuo de las Academias de Ciencias y de la Histo- ria.—C. de San Joaquin, 11, principal derecha, Madrid. Sanz GUTIERREZ (D. Pedro), Catedrdatico de Organografia y Fisiologia vegetal en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—C. de la Salud, 11, 3.°, Madrid. SaLaRicH Y JIMENEZ (D. José), Médico del Hospital de Vich, Socio corresponsal laureado de la Econémica bar- celonesa de amigos del Pais, Socio honorario del Circulo literario de Vich.—Plaza del Carbon, 3, Vich. SALAZAR DE PEREZ DE Castro (Sra. Dona Paz).—Calle de las Huertas, 61, Madrid. Sauinas y Satazar (D. Justo), Ingeniero de Montes, In- dividuo de la Comision de la Flora espanola.—C. de la Madera, 31, 3.°, Madrid.—/( Botanica.) SaNcHEZ Comenpapor (D. Antonio), Catedrdtico y Decano de la Facultad de Farmacia en la Universidad.—Bar- celona. SancuHeEz Merino (Excmo. Sr. D. Ramon), de la Academia de Medicina, Catedratico en la Facultad de Medicina de la Universidad.—C. de Espoz y Mina, 9, 2.°, Madrid. 1872. 1874. 1872. TS i3 1874. 1876. 1873. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN San Martin (D. Basilio), de la Academia de Medicina.— Plaza de Celenque, 3, Madrid. Santistépan (D. Mariano), Catedrdtico de Fisica y Qui- mica en el Instituto de San Isidro.—Travesia del Fucar, 14, Madrid. Sanz Bomsin (D. Manuel), Doctor en Medicina.—C. de la Espada, 9, principal, Madrid. Sanz DE Dirco (D. José), Profesor de Matematicas.—C. de San Bernardo, 15, principal, Madrid. Sauna (D. Santiago Angel), de la Academia de Ciencias naturales y Artes de Barcelona, de la Sociedad Ento- molégica de Francia, Socio honorario del Instituto agricola catalan de San Isidro y de la Sociedad Bota- nica Barcelonesa.—C. del Duque de la Victoria, 14, Bar- celona.—(Entomologia y Malacologia.) SavuvatiE (D. Francisco A.), Vicepresidente de la Acade- mia de Ciencias médicas, fisicas y naturales de la Ha- bana.—C. del Santuario, 31, Regla (Guba).—(Botanica.) Secat, & Inpa (D. José), Ingeniero de Montes.—C. del Mercado, 12, principal, Logrono. Sresoip (D. Teodoro), Ingeniero civil, de la Sociedad de Ingenieros civiles de Paris, representante de la casa F. Krupp, Comendador de la Orden de Gérlos IIT, Ca- ballero de varias 6rdenes extranjeras.—C. de la Estufa, 3, 3.°, Bilbao.—/(Lepidépteros. ) Secovia y Corrares (D. Alberto Maria), Doctor en Cien- cias naturales, Individuo del Circulo agricola salman- tino.—C. de Placentinos, 7, Salamanca. Stiys-Lonecuamps (Baron Edmundo de), Senador, Indi- viduo de la Real Academia de Bélgica y de otras acade- mias y sociedades.—Boulevard de la Sauvennitre, 34, 1872. ESS: "1873. 1873. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 131 Lieja (Bélgica).—(Newropteros (principalmente odona- tos) y lepidopteros de Europa.) Siivexa (D, Luis), Catedratico en la Facultad de Derecho de la Universidad.—C, de Fuencarral, 47, principal, Madrid. Socorro (Excmo. Sr. Marqués del), Arquitecto, Presi- dente de la Academia de Ciencias exactas, fisicas y na- turales.— C. de Jacometrezo, 41, Madrid. SoLano y Huiate (D. José Maria), Catedratico de Geo- logia en la Facultad de Ciencias.—C. de Jacometrezo, 41, Madrid.— (Mineralogia y Geologia.) Soromayor (D. Manuel).—C. del Ave-Maria, 12, Madrid. Sraty (D. A.), Doctor en Medicina, Cirugia y Obstetri- cia.— Bayamon (Puerto-Rico). Suarez (D. Sergio), Ingeniero, Inspector facultativo de Hacienda.—C. del Prado, 3, 2.°, Madrid.— (Botdnica y Entomologia. ) Suarez Incian (D. Julian), Teniente Coronel, Capitan de Estado Mayor del Ejército, Profesor de Topografia y Geologia en la Academia especial del Cuerpo.—C. del Principe, 13, Madrid.— (Geologia.) Surepa y Vittatonea (D. Juan), Abogado y Propieta- rio.— Palma de Mallorca, TaBoaba DE LA Riva (D. Marcial), Doctor en Medicina, Director de los banos de Trillo.—C. de las Infantas, 11, 3.° izquierda, Madrid. TELLEZ y ViCEN (D. Juan), Catedrdtico en la Escuela de Veterinaria.—C. del Humilladero, 2, 2.°, Madrid. Texipor (D. Juan), Catedratico en la Facultad de Farma-= cia de la Universidad.— Barcelona. — (Botdnica.) LST: 1877. 1872. 1872. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE CUMPONEN Toca (Excmo. Sr. Marqués de), de la Academia de Medi- cina, Catedrdtico jubilado de Ja Facultad de Medicina de Madrid.—C. de San Miguel, 23, principal, Madrid. Tornos (Ilmo. Sr. D. Lticas de), Director del Gabinete de Historia natural, Doctor en Ciencias y en Medicina, Cate- dratico de Malacologia y Actinologia en el Museo de Cien- cias naturales.—C. de los Reyes, 20, 2.° derecha, Madrid. . Torrepanno (Sr. Conde de), Ingeniero de Montes.—C. de Gravina, 20, 2.°, Madrid. Torres AGurLar (D. Salvador), Licenciado en Filosofia y Letras, Doctor en Derecho civil y canénico, Catedratico de redaccion de Instrumentos publicos y actuaciones judi- ciales en la Universidad.—C. de Lagasca, 22, 2.°, Madrid. Tortosa ¥ Picon {D. Mariano).—C. de Ponciano, 3, bajo, Madrid. TrREMOLS Y Borret (D. Federico), Catedrdtico de Qui- mica inorganica aplicada en la Facultad de Farmacia de la Universidad.—C. de San Honorato, Barcelona.— (Botanica.) Usacu y Souer (D. Antonio), Propietario agricultor.— Tarrasa.— (Zootecnia agricola.) Unacon (D. Federico de).—C. de Isabel la Catélica, 12, 2.°, Madrid. Unacon (D. Pedro Pascua! de), Ingeniero de Minas.— Linares. Unacon (D. Rodrigo de), Marqués de Santa Eulalia, Ban- quero.—C. de Jorge Juan, 7, principal, Madrid. Unacon (D. Serafin de), Banquero, miembro de las So- ciedades entomoldgicas de Francia y de Berlin.—C. de Jovellanos, 7, 3.°, Madrid. — (Coledpteros de Europa.) 1876. 1874. 1873. iis 1876. 1872. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 133 VatpEs y PasanEs (D. Juan), Doctor en Medicina.— C. de la Amnistia, 12, 3.°, derecha, Madrid.— (Aves de Espana.) Vatero y Castett {D. Blas), Doctor en Filosofia y Le- tras, Catedratico auxiliar de la Universidad.— Valencia. VatLe y OrnteGa (D. Tomas), Médico de la Armada.— C. de Hortaleza, 8, principal, Madrid. VatLEIo y Panpo (D. Luis), Licenciado en Ciencias fisi- cas y naturales, Doctor en Derecho civil y canénico.— Madrid. Vayrepa y Vina (D. Estanislao),. Licenciado en Farma- cia. — Besalui, Sagar6é (Gerona).— (Botdnica.) Vazquez Y Lopez-Amor (D. Antonio), Doctor en Derecho civil y canénico, Licenciado en Administracion.—C. de la Biblioteca, 2, Madrid. Vexasco (D. Juan), Coronel de Estado Mayor.—C. de Hortaleza, 50, 2.°, Madrid. VeLaz DE Meprano (D. Fernando), Ingeniero de Montes.— Soria. Veraara (D. Mariano), Doctor en Derecho.—C. de los Ca- nos, 5, Madrid. Vicente {D. Nemesio), Alumno de la Escuela especial de Ingenieros de la Armada.—Ferrol. VicuNa (D. Gumersindo), Ingeniero industrial , Gatedra- tico de Fisica matematica en la Facultad de Ciencias de la Universidad. —C. de Lagasca, 22, Madrid. Vipnau (D. Jerénimo), Propietario.— C. de Floridablanca, 3, principal, Madrid. — (Agricultura. ) 1874. 1872. 1873. 1876. 1878. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Vipat Y Rosetoé (D. Francisco), Doctor en Ciencias na- turales. —C. de la Canuda, 13, principal, Barcelona. Vipat y Sorer ( D. Sebastian), Ingeniero de Montes, Jefe de la Comision de la Flora y Mapa forestal de Filipinas.— Manila. Vierres (D. Vicente), Individuo de la Sociedad antropo- Idgica espanola y de la de Economia politica, Socio honorario de la Academia compostelana de Jurispruden- cia, Académico profesor de la Matritense de Jurispru- dencia y Legislacion, Comendador de la Orden Ameri- cana de Isabel la Catélica, Licenciado en Derecho civil y canouico, Juez de primera instancia de Barbastro. — Barbastro.— (Zoologia. ) Vitanova y Prera (D. José), Ingeniero de Minas.—C. del Gobernador Viejo, 7, Valencia. Vitanova y Prera (D. Juan), de las Academias de Medi- cina y de Ciencias exactas, fisicas y naturales, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Paleontologia en la Facultad de Ciencias de la Universidad. —C. de San Vicente, 12, principal, Madrid.—(Geologia y Paleon- tologia. ) Vincent (D. Pascual).—Corredera baja de San Pablo, 22, Madrid. Waaner (D. Eugenio), Secretario de la Legacion Imperial de Rusia.—C. de San Quintin, 6, principal, Madrid. Wo trreEnstEIN (Dr. D. Otto), Director dela Estacion agro- nomica.— Valencia. YaNez (Excmo. Sr. D. Teodoro), Catedratico de la Facul- tad de Medicina de la Universidad. —C. de la Magda- lena, 19, principal, Madrid. ZaPaTer Y Gomez Cornosss (D. Idefonso).—Teruel. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 185 ZAPATER Y Marconett (D. Bernardo), Presbitero.—Al- barracin. — (Lepidopteros .) Zaracoza (D. Justo),—C. de Gampomanes, 4, 2.° izquier- da, Madrid. ZAYAS Y JIMENEZ (D. Francisco), Doctor en Medicina, ex- Catedratico de Anatomia generalen la Universidad de la Habana.—C. de O'Reilly, 36, Habana. ZimMERMAN (D. Augusto). —C. de Serrano, 82, bajo iz- quierda, Madrid. Zusia (D. Ildefonso), Catedratico de Historia natural en el Instituto. — Logrotio. — ( Botanica.) Socios que han fallecido. Artas Etices (D. Antonio), de Madrid. Gomez (D. Angel Eugenio ), de Madrid. Oxrivan (Excmo. Sr. D. Alejandro), de Madrid. PeNueas y Fornesa (Excmo. Sr. D. Lino), de Madrid. Socios que han renunciado 4 formar parte de la 1872. 1875. 1874. 1872. 1874, 1873. 1872, 1874. Sociedad. Benessat (D. Francisco de Paula), de Sabadell. Busto y Caaicat (D. Manuel), de Madrid. Campo y Zorritta ( D. Hermenegildo), del Escorial. CompaNo y Bonet (D. Manuel), de Barcelona. Cortezo (D. Carlos), de Madrid. FERNANDEZ (D. Eugenio), de Madrid. Git Dorrecaray (Excmo. Sr. D. José), de Madrid. Heraso (D. Luis), de Madrid. 136 ~J wD w 79 . . ° es S220 eee Ov nw & — SOCIOS DE LA ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Larroca (D. Ramon), de Madrid. Orio y Gomez (D. Antonio), de Madrid. PaRRAVERDE ( D. Tomas), de Madrid. Pers (D. Alejandro), de Madrid. Rapa y Deteavo (D. Juan de Dios de la), de Madrid. Raeusa (D. Enrique ), de Palermo. Rementeria Y Ropriauez (D. Ramon), de Madrid. San CArxos (Excmo. Sr. Marqués de), de Madrid. Suarez Canton (Ilmo. Sr. D. Nicolas), de Cangas de Tineo. TreseRO (D. Cipriano), de Madrid. Usera (D. Marcelo), de Granada. Vazquez Reyes (D. Evaristo), de Madrid. Madrid 31 de Diciembre de 1878. Lil Secretario, F. pE P. MarTINEz y SAEz. INDICE DE LO CONTENIDO EN EL TOMO VII DE LOS ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. LANDERER. Ensayo de una descripcion del piso tenéncico........... ApAy DE YARzZA. Roca eruptiva de: Motricos.. s.52..560. 2-5 6-6 ewe CALDERON Y ARANA. Ofita de Trasmiera (Santander)..............++. CALDEKON Y ARANA. Contribuciones al estudio de la fosforita de Belmez. SERRANO Y FaticaTI. Plantas carnivoras en Espafia...............- Botivar. Sindpsis de los ortépteros de Espafia y Portugal (Cuarta parte. Conclusion i sce «iceland < cae took GAS ses aire ee LICHTENSTEIN. Nuevas consideraciones sobre la evolucion biolégica de losipuloneseirs. ..... terasals sacs oooh erase diers, ste ual ovo talettarassy o?a% GunpLAcH. Apuntes pare la fauna puerto-riquefia ( Pipes parte)... Maco VeLano. Moluscos de agua dulce de Galicia, con observaciones sobre las: especies y localudadestt 2s. 2. )a- sais acters « LAacguyg, Cien helechos de. Pilipinas. s 1.5 (i 'ee as. ste ccten ta ae ores Ruiz CasaviELLA. Ligeras observaciones sobre la epifitia observada en Navarra en 1877 y vulgarmente llamada La Royada.... CasreL. Una conifera del Trias............ Bee Meteor teeter Tole! ahs Seles « Mac-Puerson (D. J.). Sobre la existencia dela fauna primordial en la Previnciarde Sovilla si... cc ccle oeieee cos ees cos sda cidGicleaes Nava y CavepA. Consideraciones sobre la pesca del salmon en Espa- fia, y la legislacion especial que debe regir dicha pesca.... GunpLacu. Apuntes para la fauna puerto-riquefia (Segunda parte).. Botfvan. Analecta orthopterologica...........2+-+-000- HONE LicHTENSTEIN. Sobre las emigraciones de los pulgones y las meta- morfosis del pulgon del lentisco (Aploneura lentisci)....... GONZALEZ DE Linares. La célula vegetal: contradiccion que envuelve su concepto en la Botanica contemporanea...... OSE i yg ACTAS DE LA SOC, ESP.—Vli. il es wy 188 INDICE DE LO CONTENIDO EN ESTE TOMO. Pags. GoNnzZALEZ DE Linares. Sobre la existencia del terreno wealdico en la cuenca del Besaya (provincia de Santander)..... 5 So.250 sy KOU Mac-Puerson (D. J.). Fenédmenos dindmicos que han contribuido al relieve de la Serrania de Ronda.......... sid Gane Meine nean ee ee Actas de la Sociedad Espafiola de Historia natural..............+:- i Lista de los sefiores Socios de la Espafiola de Historia natural....... 99 Indice de lo contenido en el tomo vir de los ANALES DE LA SocIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. .......-.0-.005 s idinieree saver aio Indice alfabético de las especies y géneros descritos, 6 acerca de cnya patria 6 sinonimia se dan noticias interesantes............. 139 INGWERDNG Mo coco onoocKds cee gga be ss Sc Go san ie (OBIE: Ses i oiea AE ETO 161 INDICE ALFABETIGO DE LAS ESPECIES Y GENEROS DESCRITOS , 0 ACERCA DE CUYA PATRIA 6 SINONIMIA SE DAN NOTICIAS INTERESANTES. Pags Pages ADTetOS . See fe bes bss) seis oF 277 | egyptium (Acridium),...... 91 SPACINIPO.~ mi tisicicts citcsie fle 454, 92’ | sequalis (Mytilus)........... 42 INC OCETR. 5). 3 /s 5 se ldisiais'e] sid. olsiats 94 | Auschna..... sfofthecbepste « soa aGae PMEETG Bl 'o's oisin. so eiehstant Tucks hese 93 | esculifolia (Kaulfussia)..... 266 PUCTAGUEIN, 5, 192) 212 5: (el «) Silo. 5, 34 94 estiva (Motacilla).......... NAA ECTOSHIENMM ., <:5 < 615,<.6/<:01- 263, 264 | sxthereus (Phaéton)......... 147 PNGEOYNUS a\eis< 1-0. lcs eicis sie) « 94 | affine (Polypodium)........ 261 PAGE AOR ccs'airi- telelaid oes « ty A2 | yaffinis (Acteon) 22 4.sj.sr0n =< A2 PRET NLIS f6'0.cie aiehs\aig sis 4 t's sins sie 447 | affinis (Fulix).......... 152, 405 Actodromas....... A5(\, 375, 376 | affinis (Platycleis).......... 96 acuflavidus (Thalasseus).. 152, 444 Agassizi (Pholadomya)...... 42 aeutal(Dafila)......---.! - 452,402 | Ageleus.......... ROE fe N46 acuta (Nephrolepis)......... 2s Dial EE AT 0: 5:5 alet si -teoeeints . 150, 244 deta; Ce lyse). 3% saidesie.s + ste Mid. || Agilis (ans). .2 gaceae ses on 30! Adelaide (Dendrocta,).... 12: «AAG |) AQRRCEO. <0 oan0.00 0.0 0 «0x0 - 274 Adelaidx (Dendroica)... 149,185 | dguila........-cceee.-- 148, 158 Adelaide (Sylvicola)........ 445 | albicans (Oidium)....... Merce ars adiantoides (Lindsaya)...... 253 | albus (Eudocimus)....... 151, 364 CREBEUTADA «ys savers, 0\oisieo 0xeile's. 6 2b4 | aleairags..os.0.0. beeen Aes ALO advena (Urothemis)...... 64’,62’ | Alcedo........... .. 144, 145, 147 Aicidium..... aie aieronxe' oa) cope alcicorne (Platycerium)..... 264 fEgialeus......... . 151, 384, 385 | alcion (Alcedo)..... 444, 445, 147 NOTAS.—1.* Los nombres vulgares van escritos con letra cursiva; los de especies 0 géneros ya conocidos, pero descritos en este tomo, van precedidos {de un asterisco; y de dos, los que se dan 4 conocer como nuevos para la ciencia. 2.2 Los nimeros que indican paginas de las Actas llevan despues este signo ’. 140 INDICE ALFABETICO. Pags. aleyon (Ceryle)......... 150, 218 Alexandri (Psittacus)....... N44 aliformis (Trigonia),........ 13 alonensis (Helix)........... 240 Alsophilasscpienseius,2 abs bit ks 251 altiloquus (Vireo)........... N46 amabilis (Zenaida)....... 150, 346 AUS IVCHU Die cet she, sols ios ote 3 WANTIBLGM parses ie aie «io 4 Susysrores cake 90 americana (Anas)....... 445, 147 americana (Compsothlypis)... 146 americana (Fulica).. 147, 152, 394 americana (Mareca)...... 152, 402 americana (Parula)...... 149, 176 americana (Sylvicola),...... AAS americanus (Coccyzus) ... 150, 232 amygdaloides (Lithodomus). 42 ammonia (Requienia)....... 8 Ammonites. (+ 11.\224"s 6, 10-12, 14 ampelophaga (Haltica)...... 50! amphibia (Succinea),....... 248 analis.(Chrysis)-:.:.. /i4n6 20’, 52’ analis (Chelidura).......... 92’ analis (Forficula)........... 92! ADRS ast sae tok ee eet s 1445, 147 AMDT: BEE fagotto etetatamnto MN anatum (Falco)......... 148, 161 AG Y NUE S 0) <0! 237, 239, 243, 244 ATU TOP USES. 5% (5 5 fe feo t's, tetera 266 angulata (Cyprina)......... 13 angustifolium (Nephrodiuin). 258 angustifrons (Chrysis)....... 52! ani (Crotophaga).... 144, 145, 147, 150, 233 Anrodontas jis eh a: 238, 239, 244 ANOstostomia.’...(.: 5. s:ye ts eehets 99 ATIOUST 5 6. .asaancsn a cohaee N52, Al4 * antennatus (Gomphocerus). 426 Anthophoras.: she.) ccmmee 72! antillarum (Aquila)......... N44 antillarum (Myiarchus)... 147, 149, N94 Pags. antillarum (Sterna)...... 152, 412 antillarum (Tyrannus)....... 145 antiquata (Nucula)......... 13 PASTLTOP HIM, /oje1e ashes eyniceem et 262 PAMEEOStOMMUS'.:. 6.5 ose 449, 201 PADS «5 0's. 0,018 eetee snes wate 34’ aN] 0) 00 (2 Oy BP Cre CPO 90, 423,95’ * apicalis (Gomphocerus).... 428 aplifolium (Acrostichum).... 263 apiifolium (Trichomanes).... 252 Aploneura...... Sew ees ane, EAA appendiculatus ( Macronemu- 120) ae sickens raphe 62’, 63’ * apricarius (Gomphocerus),. 426 aptera (Chelidura).......... 89 * aptera (Gryllomorpha).... 68 aptiensis (Chemnitzia)....... i aquaticus (Cinclus)......... 237 aquatilis (Ranunculus) ..... 272 ACQUTA ase wraretereis to's sake teens NAA aquila: (Ostrea)...2. 05 alae 6 aquilus (Tachypetes).... 152, 424 AIT Bs «01.014 erase chelmy at dk eevee N44 aracanga (Ama) \rs..acctetreele N44 * Arachnocephalus...,..... 88 ATAMMUS) «5 55-016 sa evs tate 151, 387 arborea (Anas)......... N45, 447 arborea (Dendrocygna).. 4152, 400 ATCO. < 6 cri a faianeh dees. MA, 12,43 Archeocyathus.......... 284, 67’ Archiaci (Lithodomus)...... 12 Archiaciana (Trigonia)...... 42 ATGOPALIRE a ot yew whens wre sO M1 ATCYPlCTAs. 5.0.6. 5:ce Sues 94 Ardea. .....+..-445, 447, M50) B52 AM etEH s/n). 0s-ic ops etacene 151, 360 ardosacea (Mimocichla)..... 174 ardosiacea (Mimocichla)..... 448 ardosiaceus (Turdus)........ VA5 ardosiacus (Turdus)......... 146 arenaria (Calidris)....... 151, 376 * areolarius (Ephippiger). 97, 447 INDICE ALFABETICO. M1 Pags. aristatum (Aspidium)....... 287 GRICTOS: s'.'. 5 so a0 cena ae 274 GRUP a fees) as sre cielo eros 274, 275 THIDOUS. 6 ca dort o ns ee 139, 167 Apealaphus.. o.c4ssseaesees 62’ aspericauda (Odontura).... 98, 59’ asperifolii (Aicidium)....... 27h asperulum (Polypodium)..... 259 Aspidiums. 2% 2. sc= on 0 257, 258 ASPIONIUIS othe cf cos se 256, 257 Assor (Ameles)}an.<.st 35.0. 90 USUATCG/ 3 a. lets shers-oichats'c 0: ede 7, 44 ater. (Marturye sins os «tee tate Nha atricilla (Chroicocephalus) 152, 408, AAT abrieilia, (Giartis}e 7s sees: ct N47 atroviolaceus (Scolecophagus). 213 Auduboni (Polyborus)...... 162 AMG ODORIA 6. 01010) e cre-vieie 150, 354 PRETO Sas cies J swe geese v's = 2A aura (Cathartes)......... N44, 162 auratum (Onychium)....... 254 auratus (Omalus)* (0.5.00 ict i3! aureum (Acrostichum)...... 264 aureus (Charadrius)......... 145 auricapilla (Henicocichla).... 446 TICUA LS cwiss ss else oc 239, 244 auricularia (Forficula)..... 89, 59’ auricularia (Limnza),...... 248 aurocapillus (Seiurus)....... 4149 aurocapillus (Turdus)....... NAS aurulentus (Lampornis). 150, 223, 224 aurulentus (Trochilus)...... \47 austriaca (Chrysis)......... 52! autissiodorense (Pseudodiade- HHA )isfs 5 crete rorierere se eee A 2 avellana (Lithodomus)...... 412 AVICEMIIG. ore: rocitctets!elelet «(621s 369 aviculoides (Gervilia)....... 12 axillare ( Acrostichum)...... 264 azurea (Hichornia).......+- 391 Pags. azurescens (Sphinctonotus).. 89! Bacillus: s ose seeks 5 94, 423, 65’ beetica (Chalicodroma )...... 74! beetica ( Fischeria)......... 90 bahamensis (Pecilonota). 152, 403 BeMNSB ee re sale ceete c sictesete 4s 247 Dalanusns. ve oes sss eects <6 96! barbatulus (Phyllomanes)... 4169 barbatum (Polypodium)..... 264 * Barbitistes...... 97, 98, 439, 65’ baritus (Chalcophanes)...... 243 OECESING sect eeeha Lidedetars N51, 368 bellus (Mytilus)... .....0-.. 42 belone (Histiophorus)....... 22! bengalensis (Psittacus)..... Ahh Benguei.( Natica.)io.-/><)-e0- 7 berberidis ( Mcidium)... 273, 276 IBCEDGUIB Misr ericts te cote aie 273, 275 Beudanti (Ammonites)..... 6, 12 bicolor (Euethia),...... 149, 205 bicolor (Phonipara)........ 146 bicolor (Tachycineta)... 149, 199, 200 bidentata (Chrysis)......... 52! bien-te=v60 ......006 N48, 168, 469 biforme (Platycerium)...... 264 biguttulus (Gomphocerus). 93, 428 * biguttulus (Stenobothrus).. 59 * bimaculatus (Gryllus)... 77, 79 bimaculatus (Liogryllus).... 99 * binotatus (Gomphocerus).... 93, 428, 59! * biterrensis (Epvhippiger)... 449 Blacicus .): Als c/aGre. 149, 195, 196 Blainvillei (Mormops)...... 140 Blancoi ( Blacicus)...... 149, 195 blechnoides (Teenitis)....... 263 BleCHMUM welsrste eet n,-'s'<) a's erate 255 Blumeana (Davallia)........ 252 Bolivarii (Chelidura)....... 95! * Bolivarii (Ephippiger).. 451, 95’ * Bolivarii (Eunapius)...... 437 142 INDICE ALFABETICO. * Bolivarii (Gomphocerus).. 427 * Bolivarii (Pamphagus),... 95! boops (Geocoris)........... 3’ borealis (Buteo)......... N47, 159 borealis (Numenius).... 451, 367 BGtautuseace scm. 2s--s 151, 364 BOLloOpyetey <6 .<0- ees. 12 Bourguigneti ( Echinosobri- MB) oeeree deals ts AnoRnbnbo6 1) Wie Bourguigneti ( Pseudodiade- MA) ester eae AaB Weir A 12 Boussingaulti (Ostrea).... 6, 8, 14 UGYETO cc ce ces ete teeta s 348 Brachiylabis). asevisisve 212 2) 89 BrachyGtus, hers sess 148, 165 brachyotus (Strix) so). .0."./ N47 brachypterus (Chalcophanes). 150, 243 Brachytrupes.. 0c. ase o-'. ae 72 Bradyporus:....:¢a:se0e8 3. 92’ * brevicollis (Ephippiger)... 45 * brevipennis (Gomphocerus). 426 Brogniartii (Polypodium)... 2 brunnea (Libellula)........ 61’ * Brunnerii(Ephippiger).... 450 * Brunnerii (Hunapius)...... 438 * Brunnerii (Nocarodes)..... 438 UC COre sretereteneiei =.acetelsieye erste N44 15 (0 KOS ie Alor niet ahah 377, 38" bulbosa (Poa) sy. 60.05 ties. 274 * burdigalensis( Gryllus)... 78, 80 * Burmeisteri (Ephippiger).. 449 Bateo. sie acir oo. 448, 159, 160 cerulans (Sphinctonotus)... 94 cerulea (Ardea)......... 146, 147 cerulea (Florida)........ 150, 357 cerulescens (Ardea)........ N45 cerulescens (Ctyphippus).. 94, 59’ 93’ cerulescens (Dendroica). 147, 179 cerulescens (Libellula)...... 64 ceruleus (Parus)......-. oes AAS Pags cerulipes (Chrysis)........ G3! Calamita (Bufo)... .- =. - 37’, 38’ COMMNATG. J es0s owes so ees 150, 240 calens (Stilbum)............ 52! @alidris:. .. 22S sehest ees 151, 376 calidris (Parra): si. 32 :),. ei 145 calidris (Phyllomanes)... 148, 168 * caliendrus (Platyblemmus). 76 CHNZANSs «3055 .s tees cee mae 4A caloptenoides ( Paracalopte- BUS se. Soc 53 500 cee 92 Caloptenug.s.. 6 91, 92, 4’, 59’ Calopteryx i... 2.2 Fae Meike. Calotermes........ oeevtels3) GAG naan * campestris (Gryllus)..... 77, 78 campestris (Liogryllus)...... 99 Campsonotus............ 3! 56" canariensis (Pinus)......... 217 CONGTIONS oo ois lee © aus nit 149, 191 canario de manglar.....+.++- 182 cancellata (Libellula)........ 61! cancellata (Rostelia)........ 274 candidissima (Garzetta). . * canonicus (Nocarodes).... 439 Cantharig:.:e. 0. «a samieetiees 3! COPACHO.\-).\ tain erethe 149, 204, 202 caperata (Venus)........... 13 COPUON wc. sc Sve eeee 450, 214 COPULGNG, «ss o ah.tate alnatate wl aisha 191 carcharias (Squalus)... 9’, 10’, 13’, 157-20’ Carcharodon......... Ae oc 5! CARGUUMT seis sieves = aie eye oe 12 Carduelis.’: ssi = tas ours 146 caribea (Columba)...... N44, V47 caribeeus (Corax).......... 444 * carinatus (Ephippiger)... 447 carnea (Parnopes)..... ee: 20 om" 151, 390 149, 201 carolinensis (Columba)... 144, 147 carolina (Porzana)...... carolinensis (Antrostomus)... INDICE ALFABETICO. 143 Paes. carolinensis (Pandion)... 148, 158 carolinus (Psittacus)....... 144 carolinus ( Rallus)...... 146, 147 carpetana (Aphlebia)....... 90 COMPINIETO a! 106 5 00s ee - 150, 227 CORP BO in 6s de )aroresa eaten «onl 54,397 Carteroni (Area,)./< 2 ore’ MM Carteroni (Mactra)...... ep ateiab belt: CABSIA,. , cajcie aye << .c peeries oi) 492 Cassinii ( Brachyotus)... 148, 165 GBIBBIO PG Jie afeietas os (oretehet cok 010s 7, 10 castanea (Echinoconus)..... 12 ** castellanus (Ephippiger). 444, 445, 450, 65/ Cathartes’.:. «<1 Resist ic abisc . 4162 caudata (Alsophila)......... 251 caudata (Trigonia)......... qi caudatum (Adiantum)....... 234 caudifasciatus (Tyrannus)... 194 Ganllopteris:. nos. siyaheisins soa). 35! cayanensis (Bucco)......... N44 cayanensis (Hirundo)...... 144 cayanensis (Muscipula)...... 144 cazertanum (Pisidium)...... 246 Centanten... 0.02 20 tides dhe 272 Cegithaanas J55%, 228.7: <<) 7,29 @erthias.~...2).26% 144-146, 450, 216 Ceaylens (552 magatek es 150, 2418 chalcides (Seps)............ 67’ Chalcophanes....... 146, 150, 213 Chalicodroma...i05.< 06.65 0: 7A! Chama, 2-158 o-5. Rijs: Aid ia ebay 6 Chamespelia. sy oie s.'a:-.0' 150, 349 CRAMUONTO w6. 5 3i5;6 in o10) 518 449, 204, 205 CHILI D ge ,3) sata ley ocateeas oe s.¢ 150, 243 Charadrius..... 145, 447, 151, 384 Charrey (Melania).......... 244 Chelan a. 5 .s02 « F.yopocs,s 89, 92’, 95’ Chemyppii7ia 7.) oF gaein > afetesera.- v Choi. |; crepes septs else? 152, 399 Chevrieri (Chrysis)......... 20’ Chilonyeteris:. 4) 2120125). 142 140 Pags. CRURLUEG hej BAe 5 och hia.s (04.2 152, 400 CRBETC: * ciao creed clays N52, 440 chirre de altura.......... 152, 419 GilOrcon As, «iq, «6, ct aarp <« 150, 343 Chiorolampiss a,.jsj05 s40))0.2 0 150, 225 Chioroperlsi.03 3 sod 35 vesiers 63/ chloropterus (Conurus)...... 230 chloropus (Hydrogallina).... 445 Chlorospingus.......... 449, 490 Chordeiles..... 447, 149, 202, 203 CHOT Oia 'asarszanct wrote « 151, 367-371 * Chorthippuss.j 445, 147 compressa! (Natica)......... 7 * campressicollis ( Ephippi- Pel) eines ewe raters BS" 448 compressicornis (Oxycory- phus)....... SAID oto 935/59! Compsothlypis............-. 446 concinna (Lindsaya)..... aes 1258 ConOCarpUs.% << hisreri ese 369 contaminans (Alsophila)..... 254 Congxugs ss. «2007 143, 450, 229, 230 Coquandiana (Natica)....... MM Corax..n.cneceindene seme N44 Corbis sh wapiiitse classy cei ake 6 Corbulla: . 4 <<. sca. etter ae Sols 12 corensis (Patagicenas)... 147, 150, 344 cornea (Cyclas).. scncsnrns «% 246 corneus (Planorbis)........ 24 Cornueliana (Arca)......... MM Cornuelianus (Ammonites)... 12 coronata (Dendreeca)....... 146 coronata (Dendroica).... 149, 180 coronata (Muscicapa)....... N44 coronata (Sylvicola)........ N45 corrugata (Corbis).......... 6 COPUPO pretastetels alee els 148, 165 COLVES.».% shibe e ciels' N46, 150, 244 * costaticollis (Ephippiger).. 449 eostellata (Arca)..........% 43 YIMOPRKUD G OGin 0-0 6 GOO ODE 150, 228 Coturniculus).,.%\. .%).1112/ N49, 203 Cotyle:. ci 3 sin 148, 163 fedoa (Limoga)......... 151, 368 foldespato. <6 se siie viva e siete 23 Pags fervida (Holopyga)......... 20° fervidum (Hedychrum)..... 73! fiber (Disporus)....... din ote bone filiformis (Serpula)....... 6, 8, 14 ISG ORES. 2.5) whejalnttnta vacate 90 fissipes (Hydrochelidon). 152, 413 flagelliferum (Acrostichum).. 264 SLAUPETOG oiioie ns c0is-cila cia eiaieee 152, 398 flaveola (Certhiola)...... N44, 145 flavescens (Tarisa).:........ a! flavicolle (Termes).......... 49! flavicollis (Calotermes).... 61’, 63’ flavipes (Gambetta). 447, 4541, 374 flavirostris (Phaéton).... 152, 449 ** flavo-vittatus (Ephippiger). 445, 446, 450, 65’, 94’ floccigerum (Polypodium)... 260 PUGH ass io. o.4s.5 OS 150, 357 fluviatilis (Ancylus), 239, 243, 244 fontinalis: (Physa)ssoneenas- 243 Morficalas:.:1.aheineta de 89, 59’, 92’ LOSTOTIGA: - 247 * Jusitanicus(Platyblemmus). 75 lutaria (Salis) 2.0.0.) .0s)5 2 62’, 64’ Py codinmes sy asniss ances 265 ** Mabillei (Pamphagus). 431, 436, i 65’, 92’ Mac Leayi (Chilonycteris)... 140 Macrobasisicc cists ss 2. oe 3! Macronemurus........... 62', 63’ macrophylla (Gymnogramme). 262 macrophyllum (Asplenium),. 257 macroptera (Ostrea)........ \2 macropygus (Holectypus)... 12 Muacrotarsug: .. 5.1 -/tcl4/-3. 151, 377 Wacbratys& beh isisia 3. s(a'-e = ches 42 macularia (Actitis)......... N47 macularius (Tringoides).. 146, 151, 372 maculata (Actodromas).. 151, 375 * maculatus (Ephippiger).... 450 * maculatus (Gomphocerus).. 426, 59’ maculatus (Osmilus)........ 64! maculosa (Dendroica).... 149, 183 majalis (Melée)......:.... Th 72! major (Crotophaga)......... AAs major (Bsictacus).::.2+!.\.01- Nid malvacearum (Puccinia)..... 275 mammillaris (Ammonites)... 12 Memeiterassmectineeter |. ste 192 MANGO ssiofe lao creteter eta ee ha 192 mango (Trochilus).......... Nhd MENTS. Ae toe e Ae eo omer 90, 59’ Marchi (Phonipara)........- 206 Mareca.: tnecece sete A52, 402 MUON GG. = 0.a:cuevaecoeetere ahs fe nape 4A margaritaceus (Trochilus)... 144 margaritifer (Unio).. 236, 239, 240, 244 Margarops......... 446, 148, 172 Pags. MOANIQUIED: «0 alelsdvercisinyd 150, 244 marmoratus (Limnophilus)... 62’ * marmoratus (Pamphagus). 436 maroccanus (Gomphocerus).. 4 maroccanus (Stauronotus)... 89’ N51, 359 martinete chico.........- A541, 360 * Martinezii (Ephippiger)... 451 martinica (Gallinula).... 446, 147 martinica (Geotrygon)... 145, 150 martinica (Hydrogallina).... 4145 martinica (Porphyrula).. 152, 392 ** Martorellii (Ephippiger)... 444, MVOMUUTLOLE jo ,0cs en ease 450, 65! marullensis (Anatina)....... A\ marullensis (Arca)......... MN Matheroni (Ammonites)..... MN Matonia....c sl cee steee tee 251 MUGEN OCD ins ianaiaiee veer 150, 2418 Maugeeus (Chlorolampis). 150, 225 Maugei (Trochilus)......... N47 ** mauritanicus(Pamphagus) 454 maxima (Collumbelina)...... MM MALAMDIGUECL «i Ancere dele 150 media (Deschampsia)........ 272 MCMLOPCRO’ « o: a's'eivela soe sree 450, 249 Melanerpes ../. 00a crite ie 130, 227 Melanie « os creel patecvsierers 239, 244 melanoleuca (Gambetta). 154, 370 melanoleucus (Totanus)..... VAT * melanopterus (Gomphocerus) 426 * melas (Gryllus)....... 78, 79, 84 meleagris (Numida). 147, 150, 352 Melittarchusi;/sa... 22 ssteiee 149 melodus (Aigialeus)..... 451, 385 MGloe set <, 52 Micropalama..........- 154, 373 * Miegii (Ephippiger)...... 451 migratorius (Gryllus)....... 93/ miguelete....... sefatecs ae 150, 218 Mimocichila:...< aeeheer N48, 471 MEMS ses os oe N45, 146, 148, 173 * miniatus (Gomphocerus)... 427 minimus (Trochilus)........ N44 minor (Chordeiles).. ... 149, 202 minor (Coccyzus)... 144, 145, 150, 231 minor (Labia). once + sister 89 minuta (Limnea)........... 242 minutilla (Actodromas).. 154, 375, 376 ** minutissimus (Gomphoce- Th gee Tee 424, 428, 65’ minutum (Hedychrum)...... 52’ Mintotiliia.... ( ancpefanasiis 449, A177 moesta (Brachylabis)........ 89 SPMocoplistess osjasicrciglsleret-t ale 88 molle (Nephrodium)........ 258 IMPGIOBBUS 235, 4140441 -sy reese 140 montana (Geotrygon).... 146, 147, 150, 348 monticola (Acinipe)......... 93’ monticola (Ephippiger)...... 94! monticola (Hunapius)....... 93! * monticola (Pamphagus)... 436 Maermopsiack scca-'s «on tec 140 Morrisi (Janira)............ 7,44 Motoenlay.i% 222 2653. cand: N44 Moutoniana (Terebratula).... 12 MOZAMBIQUE «| «xy 215j% <0 <2 ojo eiore 213 SCOP Ors Seleucia desks tints 148, 166 miucaro de melon......+-+ N48, 165 MUCATO TEAL. « sow siovets wale) a N48, 165 miucaro de saband........ 148, 165 Pags. mucidus? (Unio)........ 246, 248 Mulleti (Perma)... 6. 5. « »js): 12 multicolor (Todus).......... 219 Munsteri (Pyenodus)....... MA MUNTUON .« 0)-:5,,+ A49, 204, 205, 274 IMR Sith, oceks cls sic,¢,0,0 <.010\4h48 144 Mus cica pagers ls icrqeia'}-910 99% . A44 Muscipula........+.-. earenale N44 IMIS 5 in} easyeysies Sy-boip cis 2h Oo, Aol musculus (Mus).......++.-+ 140 musica (Pipra)... 2.026000 + I44 mustelinus (Turdus).... 148, 170 Myiarchus...... N47, 149, 194, 195 Miylabris.:¢.5 02: 4s.a0h os aetug ee Myoconcha..... sate lotaleyayaie shea lye myosotis (Auricula)..... aieibeet Myrmecelurus......... eenihno: * Myrmecophila......s.++ aoe mystacea (Motacilla)........ N44 MGV EUNUISS oie rerejete sels ere ass 7, 12, 13’ nana (Phaneroptera).......- 99 Nasturtium. «s+. srepiote winnie nasuta (Acrida)........+0+. 93 natans (Potamogeton)....... 272 Natica........ sieieje, p18 A OMB. 29 natrix (Ononis).......-..0+ ean! DNattiltis’., <<< 6\<, 51 «246 aes “aneatit * Nemobius........ 71,73, 81, 95’ Nemoura....... ha Hajar s bd ere 63" neocomiensis (Cidaris)...... 12 neocomiensis (Nautilus)..... M1 neocomiensis (Opis).......- A2 neocomiensis (Phyllosobrinus) 12 Nephocetes...... Sse feepl: 149, 200 Nephrodium. . .....0+.+).. +. 258 Nephrolepis.......---.+++ pene) nervosus? (Hemerobius).,... 63’ Newtoni (Gymnoglaux),.... 167 Nidus (Asplenium)......... . 256 niger (Chalcophanes)........ 213 niger (Nephocetes)......... 149 nigra (Libellula). »s:.3.00 3 aphas 62’ 152 INDICE ALFABETICO. Pags. nigrescens (Polypodium).... 261 nigricollis (Macrotarsus).. 447, 151, 377 nigro-fasciatus (Pachytylus). 94 * nigro-maculatus (Gompho- COURS) emte fore me 5 taps 93, 427 * nigro-marginatus (Ephippi- PDT) eeactar el toict ie oteiee 4AT * nigro-punctatus (Nocarodes) 439 nitens (Polypodium)........ 260 nitida (Avicennia)......,... 369 nitidum (Pisidium).......... 436 DAO SA ESA A ADO ACIG 265 * Nocarodes.. 94, 95, 434, 438, 439, 452 Netherodinss:.:.\..e sls. «+s 147 Nothoerysan tate. coe 62’ noveboracensis (Seiurus). 144, 149, 175 Nuculavs 424252 s53s005. 7, 40,43 nudicollis (Aquila),......... N44 nudipes (Gymnoglaux)... 144, 145, 166 © Numienmng..:.00' 02222 o ees A541, 367 INGmANT Ea! 244s 6B hojet ores 447, 150, 352 * numidicus (Pamphagus)... 436 Nina orto se iat Soterate vino 386 NYU AN SHIN) 52.2.0 ces wees 144 Nyctherodium...:...... 151, 263 Nyctrardeaedt fee cn fOe: 151 nycticorax (Ardea)........'. M47 oblonga (Terebratula)....... 12 oblongus (Heteraster)...... 7, 44 oblongus (Lithodomus)...... 12 obscurus (Molossus)......... 140 obsoleta? (Limnephila)...... 64! occidentalis (Andubonia). 150, 354 Ochthodromus.. histo. 151, 384 Ocmisensist\ei. 146, 147, 154, 388 ** Ramburii (Ephippiger).... 443, £49, 68 BADR sss cuts cisaten Rete vere ae ee 29! Ranella.. . -crgaitnsnnstis wage sol Ranunculus :..|.44 58st a3 £84 272 HMO o SiSocggetaddsoenobdac AAA MLO AA Tt EERO OC COE e A‘ ratius! (Mus) .te:5% i2)2. setsreteee V4l BRanlint (Arca)... 2 civashoashe 12 Raulini (Pamphagus)....... 434 Raulini (Pseudodiadema).... 12 * Raymondi (Gomphocerus). 428 recurrens (Pholadomya)..... a refulgens (Chrysis)......... a3! regius (Thalasseus)...... 152, 410 regularis (Anodonta)........ 244 TEMA MOTA.,..s.00.000. 149, 188 reinita. 149, 150, 176, 177, 188, 216 REMOTE oe 0:0, <'n |eetheeeoels .- 149, 188 Renevieri (Echinosobrinus),. 12 religiosa (Mantis).......... 90 repandum (Aspidium)....... 258 Repellini (Orthopsis)........ 42 Requienia........ 6, 8, 9, 40, 15 * reticulatus (Pamphagus)... 436 retusa (Lindsaya).......... 253 | gebaphidora.. ...6.\jsiso'6 #2 99 Rhyacophilus........... A5A, 372 Rhynchonella....... 6, 12, 14, 29 ricordeanus ( Echinospata- PRIIS|) lores apes nto de Seeger 42 ** riffensis (Pamphagodes).. 430, 65! rigida (Lindsaya)........... 254 rigida (Scleropoa)..... calenetemat 156 INDICE ALFABETICO. Pags. riparia (Cotyle)......... 149, 199 riparia (Labidura).......... 89 Roberti (Echinosobrinus).... 42 rochatiana (Tylostoma)..... 7 TOUDS ¢.:. si0 iter Be tveyetast 150, 349 TORIC we S viocia cv adacenisten 150, 349 TOIL ‘ ADVERTENCIA. El tomo VII de los ANALES DE LA SocrEDAD ESPANOLA DE Historta NATURAL se publicé dividido en tres cuader- nos: el 1.°, que comprende las paginas 1-176 de las Je- morias y 1-36 de las. Actas, el 1.° de Mayo de 1878; el 2.°, las paginas 177-336 de las primeras y 37-56 de Jas segundas, el 2 de Octubre del mismo afio; y el 3.° y ultimo, las paginas 337-503 de las Memorias y 57-161 de las Actas, el 31 de Diciembre de 1878. Acompanian 4 este tomo seis laminas: tres grabadas en acero, dos en piedra y una cromo-litografiada. ACTAS DE LA SOC. ESP.—VII. 13 vxi Va rn Ber ih) 5 7 vs a "A i en at ‘ we’ 4 Pea Dia ie oe ANALES. DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO VII.—CUADERNO 1.° | MADRID DON S. DE UHAGON, TESORERO | ; \CALLE DEJ OVELLANOS, 7, TERCERO 4.° DE MAYO DE1878 _ -SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Junta Directiva para el afio de 4878. Presidente... .. D. Juan Vilanova y Piers: ‘calle de pu Vicente, Ly sna, principal. Vicepresidente.. D. Federico de Botella y de. Ae San Andrés, 3h. Les0r 070s. cs ce D. Serafin de Uhagon, Jovellanos, 7, 3.° Secretario...... D. Francisco de Paula Martinez y Saez, Vergara, 4 Vicesecretario... D. Francisco Quiroga y Bedeuee: Union, 8, 3.° Por acuerdo de la Socirpap, en la sesion de 4 de Abril de 4877, toe autores de las Memorias que se inserten en los ANALES, tienen derecho 4 50 ejemplares, impresos sin levantar el molde de la maquina, ni mas correc- ~° ciones que poner en vez.de la sesion en que se leyd la Memoria, la in-’ dicacion- del afio y tomo de los ANALES en que se publica ésta. Tienen ademas derecho los See autores 4 una tirada aparte, con arreglo 4 la. siguiente - TARIFA DE LAS TIRADAS APARTE DE LOS ‘ARTICULOS DE LOS ANALES. | * a AC Se Pe ae l= en opie B= pcoiad =k 2) £:) 8 lee pos. PES it Sete ol aera p Bet) Beg. 18 Bee Pace: Pee pee ceteris |e) @ | § jeeeiges| 19 S | S [Sees ae RSNA RS. | RSV ORSs | VOSS Papel é impresion de medio pliego (8 pa- |: Or ginas) afiadiendo los titulos del autor y dejando una sola paginacion ; plegado WY CUED? ie nls sgreisis 2 Suwa ion tie sai cee e 21.) 23. ]- 28 5 7 Cuarta parte de pliego (4 Pe con las ie ie ; “condiciones anteriores... .....+..e0-- 17 EBS) 220 Fs ce Una portada aparte.............:.. ‘8 rs. Poner cierre en la portada para que sirva 6n Ia Chbiertas. eo. weed Ese uae ee PS ese oe Oe & oc ee | cal ate 4) ADVERTENCIA. Si la nian iluminada contuviese mds figuras de lo ordinario, dumentard su precio, proporcionalmente al mayor trabajo que se hubiese de emplear; y lo mismo si fuere de tamafio superior al de la Eye de impresion (10""- por 18"™-). CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los seiiores ‘socios de provincias que han satisiecho sus cuotas desde el 4.° de Enero 4 30 de Abril de 1878. COTIZACION DE 1876." Cardona, de ‘Mahon. COTIZACION DE AS TST. Bassuatien de Bilbao. Barredo, de Badajoz. Benesat, de Sabadell. Calderon y Ponte, de Cabuérniga. Canovas, de Lorca. © : Cardona, de Mahon. Carvalho Monteiro, de Lisboa. Castro y Duque, del Escorial. Compandé, de Barcelona. Delmas, de la Habana. Izquierdo, de Granada. Mufioz del Castillo, de Malaga. ’ Parada, de Jerez de la Frontera. Plans, de Barcelona. Pombo, de Malaga. - Usera, de Granada. Vayreda, de Besalu. COTIZACION DE 1878. abe: de Ja Habana. Argumosa, de la Habana. Almera, de Barcelona, Atienza, de Malaga. Barandica, de Bilbao. Barceldé, de Palma de Mallorca. Barredo, de Badajoz. Calleja y Ayuso, de Talavera de la Reina. _ Cardona, de Mahon. Carvalho Monteiro, de: Sete Castel, del Escorial. Castro y Duque, del Escorial. Codornit’, de Cartagena. Comerma, de Ferrol. _ Costa, de Barcelona. Cuni, de Barcelona. Delmas, de la Habana. Ferrer y Vinarta, de Valencia. Gorriz, de Carifiena. Guardia, de la Habana. Gundlach, de la Habana. Ibafiez, de San Fernando, _ Izquierdo, de Granada. _ Jimeno, de la Habana. Laguna, del Escorial. Landerer, de ‘Portas, Lopez Seoane, de Ferrol. Mac Lenan, de Portugalete. Martinez Cafiada, de Murcia. Martorell y Cuni, de Barcelona. - Martorell y Pefia, de Barcelona. Masferrer, de Santa Cruz de Tene- rife, Miralles, de Alicante. Miranda, de Bilbao. Mufioz Cobo, de Jaen. Mufioz del Castillo, de Logrofio. Obrador, de Palma: de Mallorca. _ Parada, de Jerez de la Frontera. Pichardo, de la Habana, Poey, de la Habana. ~’ Pombo, de Malaga. Ruiz Casaviella, de Caparroso. Santos Fernandez, de la Habana. Sauvalle, de la Habana. Secall, de Logrofio. Seebold, de Bilbao. ‘Vayreda, de Besalu. Velaz de Medrano, de Soria. | Zapater (D. B.}, de " Albarracin. Zayas, de la Habana. El Tesorero, S. DE UHAGON. INDICE _ DE LO CONTENIDO EN EL CUADERNO 1,° DEL TOMO VII. - Landerer.— Ensayo de una descripcion del:-piso tenéncico. (Con 2 laminas.).. 0. 2...5.06 IC ea fh iid ts ee AS URE Adan de Yarza.—Roca eruptiva de Motrico............. a) . Calderon y Arana.—Ofita de Trasmiera ( Santander.).... 27 vera: Naat oa Contribuciones al estudio de la fos- _ forita de Belmez........ i, Aa Serrano y Fatigati.—Plantas insectivoras de Espafia... d: 53 Bolivar.—Ortépteros de Espafia y Portugal /Conclusion.) (Con A Vemiinh) 3 ob ee, Saeco nee Se gee ee ae se 6 eee Lichtenstein.— Nuevas consideraciones sobre la evolucion ~ biolégica de los pulgones............. Cap CNC 434 Gundlach.—Apuntes para la fauna puerto-riquefia. ( Primera Actas de la Sociedad are atole fe Historia Natural ( rae, Febrero, Marzo y Abril.).. at ste ve's sae Be ore wir kt | MADRID. ~IMPRENTA DE FORTANHET. ibe ANALES. DE LA SQCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL ia | : | Ud 4) i \v | | i i | i | - TOMO Vil.—CUADERNO 2." | | : | fs | 2). DON S- DE UHAGON, TESORERO CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO “MADRID ~ | 2 DE OCTUBRE DE 1878 _ CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los seiores: socios de provincias que han satistecho sus cuotas desde cl 1.° de Mayo 4-30 de Setiembre de 1878. a ey eeecaaho ahh iar © 4 < : > tee ee Y GOTIZACION DE 1876. Plans, de Barcelona. COTIZACION DE 1877. Adan de Yarza, de Bilbao. Avila, del Escorial. ° Bethencourt, de Santa Cruz de Te- nerife. Brefiosa, de San Ildefonso. Calahorra (D. B.), de Soria. — Calahorra’(D. E.), de Santiago de _ Galicia. Calderon y Ponte, de Cabuérniga. Castro (D. A. 8.), de Cuenca. Castro y Pita, de Lugo. Cayuela, de Pamplona. ~ Corral, de Cudillero. Crespi, de Soller. Egea, de Velez Rubio. Falcon, de Castellon. Garcia y Arenal, de Gijon. Guillerna, de Puerto- Rico. Lacasa, de Vera. Larrinua, de Vergara. Marti, de Barcelona. Martin del Amo, de Pamplona. . Martinez Afibarro, de Burgos. Martinez (D. L. A), de Huelva. Moragas, de Lillo. Ripoche, de Las Palmas. : Rodriguez de Cepeda, de Valeuine: Rodriguez y Femenias, de Mahon. Saura, de Barcelona. Uhagon (D. P. P.), de Linares. Valero, de Valencia. Iglesia, de Ferro]. — Zubia, de Logrofio.. El Tesorero, S. DE Uunaacon. La correspondencia sobre asuntos cientificos se dirigird al secretario de la Sociedad, D: Francisco Martinez y Saez, calle de Vergara, 4, Ma- drid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los ANA- LES, titulos, pago de cotizaciones, etc., a]. Tesorero, D. Serafin de Uha- gon, calle de Jovellanos, 7, 3.°, Madrid. Las publicaciones regaladas 4 esta Sociedad, 6 adquiridas por la misma, se hallan en poder del Sr. D. Francisco Martinez y Saez; los se- - flores socios que quieran consultar alguna de ellas, pueden ditipirae al Ga- binete de Historia Natural, los lines, miércoles y viernes no festivos, de dies 4 doce de la mafiana. Los socios residentes en las provincias de Ultramar, 4 quienes convenga efectuar el pago de su cotizacion en la Habana, podran verificarlo en casa del Sr. D. Felipe Poey, catedratico de Mineralogia y Zoologia en aquella Universidad, calle de San Nicolas, nim. 96, debiendo entregar por razon del.giro y demas gastos 4 ps. fs. en oro, 6 su equivalente en papel, en vez de los 60 rs. que satisfaran si remiten letra sobre Madrid. MM. les membres de la Société résidant 4 l’étranger, qui éprouveront des difficultés pour remettre 4 Madrid le montant de leur cotisation, peuvent le verser 4 Paris, chez Mr. L. Buquet, Trésorier. de la Société entomologique de France, rue Saint-Placide, 52 (faubourg Saint-Germain), en lui-re- mettant 16 francs; ou a Berlin, chez Mr. G. Kraatz, Président de la So- ciété entomologique, Linkstrasse, 28, en lui envoyant 444 Thalers. MM. Poey, 4 la Havane, Buquet, 4 Paris, et Kraatz, a Berlin, sont “aussi autorisés pour recevoir des souscriptions aux ANALES DE LA SOCIEDAD -EspANOLa DE HisTor1A NATURAL aux mémes prix que ceux marqués pour la cotisation : les souscripteurs recevront chez eux franco par la poste, ainsi que les membres de la Société, les cahiers du journal aussité6t qu’ils pa- raitront. > é Los sefiores socios que quieran se haga. alguna enmienda 6 adicion, en la designacion de su domicilio 6 titulos, pueden remitir 4 la Secretaria la uota correspondiente, para que se tenga presente al imprimir la lista de socios, y para ]a remision de las publicaciones de la Sociedad. {NDICE DE LO CONTENIDO EN EL CUADERNO 2.° DEL TOMO Vil. Gundlach. — Fauna puerto-riquefia. (Conclusion de la pri- mera parte.) .cc.ecsses Beas aut PTA CE Pa OS ahha ae 1 Macho Velado.— Moluscos de agua dulce de Galicia... 238 Laguna.— Cien helechos de Filipinas.......0...-..0..00. 249 Ruiz Casaviella. — Ligeras observaciones sobre la royada. 269 Castel. — Una conifera del Trias................ wP GS aia GREY Mac-pherson. — Sobre la existencia de la fauna primordial © en la provincia de Sevilla..... tenet ene ee ees Se EES -. 284 Nava y Caveda.—Consideraciones sobre la pesca del sal-— mon en Espafia........ Nab Se Ree ee Se ggaairae - 988 _ Actas de la Sociedad Hspafiola de Historia Natural ( das fe Junio, Julio y Agosto). ...... Sane west MSR ae wre 37 eee MADRID. —IMPRENTA DE FORTANET. ; FS yee ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO VII.—CUADERNO 3.° MADRID DONS. DE UHAGON, TESORERO . CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO 31 DE DICIEMBRE DE 1878 - CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los seliores socios de provincias que han satislecho sus cuotas desde 1.° de Octubre > ASL de Diciembre de 1878. : COTIZACION DE 1877. Barrial Posada, de Montevideo. Benito Lopez, de Pamplona. Ehlers, de Cartagena. Ordofiez, de Badajoz. Stalh, de Bayamon. » COTIZACION DE 1878. Barrial Posada, de Montevideo. Benessat, de Sabadell. Benito Lopez, de pmnipee: Bosea, de Ciudad-Real. Cadevall, de Tarrasa. ‘Cénovas, de Lorea. Carbé, de Barcelona. Casal, de Pontevedra. Casas, de Huesca. Codina, de Barcelona, Couder, de Avila. Ehlers, de Cartagena. Fernandez de Castro (D. A.), de Malaga. ~ Ferrand, de Cérdoba. Gonzalo. y Goya, de Salamanca. Gundlach, de la Habana. Henriques, de Coimbra. Lopez de Quintana, de Zaragoza. Machado, de Sevilla. Macho de Velado, de Santiago is: ' Galicia. - Martin Sanchez, de panieien: Nora. Mazarredo, de Bilbao. Mir, de Barcelona. Mompé6, de Gerona. Ordofiez, de Badajoz. Paulino de Oliveira, de Coimbra. Perez de Arce, de Guadalajara. Perez San Millan, de Burgos. Prolongo, de Malaga. Ribera, de Valencia. Salarich, de Vich, - ey Re - Sanchez Comendador, de Barcelona. Stalh, de Bayamon. Tremols, de Barcelona. Ubach, de Tarrasa.~ We lifenstein, de Valencia. COTIZACION DE 1879. Barrial Posada, de Montevideo. Calleja y Ayuso, de Talavera de Tae Reina. Carvalho Monteiro, de Lisboa. Codina, de Barcelona. -Codornit, de Cartagena. Ehlers, de Cartagena. Ferr and, -de Cérdoba. Gily Flores, de. Loranca de Tajona. Mir, de Barcelona. Momps, de Gerona. — Tremols, de Barcelona. COTIZACION DE 4 880. Barrial Posada, de Monier: La lista -publicada en el] segundo dbiteene del sireneate tomo encabezada, por error de imprenta, ¢ con’ el titulo de. « Cotizacion ae 1877, » se refiere 4 la de 1878. El Tesorero s _§. pg. Uwacon. La correspondencia sobre asuntos. cientificos se dirigira al Secretario de la Sociedad, D. Francisco Martinez y Saez, calle de Vergara, 1, Ma- drid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los ANA- LES, titulos, pago de cotizaciones, ete., al Tesorero, D. Serafin de Uha- gon, calle de Jovellanos, 7, 3.°, Madrid. Las publicaciones regaladas a esta Sociedad, 6 adquiridas por la misma, se hallan en poder del Sr. D. Francisco Martinez y Saez; los se- fiores socios que quieran consultar alguna de ellas, pueden Aion al Ga- binete de Historia Natural, los lines, miércoles y viernes no festivos, de diez 4 doce de la mafiana. ; Los socios residentes en las provincias de Ultramar, 4 quienes convenga efectuar el. pago de su cotizacion en la Habana, podran verificarlo en casa del Sr. D. Felipe Poey, catedratico de Mineralogia y Zoologia en aquella Universidad, calle de San Nicolas, nim. 96, debiendo entregar por razon’ _. del giro y demas gastos’4 ps. fs, en oro, 6 su equivalente en papel, en vez de los 60 rs. que satisfaran si remiten letra sobre Madrid, ‘MM. les membres de la Société résidant a l’étranger, qui éprouveront des difficultés pour remettre 4 Madrid le montant de leur cotisation, peuvent le verser & Paris , chez Mr. L. Buquet, Trésorier de la Société entomologique de France, rue Saint-Placide, 52 (faubourg Saint-Germain), en lui re- mettant 16 francs; ou a Berlin, chez Mr. G. Kraatz, Président de la So- ciété entomologique , Linkstrasse, 28, en lui envoyant 414 Thalers. MM. Poey, a la Havane, Buquet, a Paris, et Kraatz, 4 Berlin, sont aussi autorisés pour recevoir des souscriptions aux ANALES DE LA SOCIEDAD EspaNoLa DE Hisrorta NATURAL aux mémes prix que ceux marqués pour la cotisation: les souscripteurs recevront chez eux franco par la poste, ainsi que les membres de la Société , les os du journal aussitét qu’ils pa- raitront. Z Los sefiores socios que quieran se haga alguna enmienda 6 adicion, en la designacion de su domicilio 6 titulos , pueden remitir 4 la Serketalfa la ~ nota’ correspondiente, para que se tenga presente al imprimir la lista de socios, y para la remision de las publicaciones de la Sociedad. ae El Sr. Tesorero se halla autorizado por la Sociedad para adquirir por el precio de su coste (60 rs.) ejemplares, en buen’ estado de conservacion, del tomo I de toe ANALES, INDICE DE LO CONTENIDO EN EL CUADERNO 3.° DEL TOMO VII. mon en Espafia (Conclusion)... 05.0.0 .0. beeen ede wens ene Gundlach. — Apuntes para la Fauna puerto-riquefia. (Se- gunda parte.). 2.66... es = cap ei aeepiale we me Seine Bie eeeenae ‘i Bolivar. - Analecta orthopterologica. (Ldéminas IV y V).... Lichtenstein.—Sobre las emigraciones de los pulgones y las : metamorfésis del pulgon del lentisco (Aploneura lentisci)... Gonzalez de Linares.—La célula vegetal: contradiccion que envuelve su concepto en la Botanica contempordnea... | Gonzalez de Linares.— Sobre la existencia del terreno wealdico en la cuenca del Besaya (provincia de Santander)... Mac-Pherson.—Fenémenos dindmicos que han contribuido al relieve de la Serrania de Ronda (Ldmina VI).......... Actas de la Sociedad Espafiola de Historia Natural (Agosto, Setiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre.)........ se nore 8 Lista de los Sefiores Socios de la Espafiola de Historia Natural. Indice de lo contenido en-el tomo vi de los ANALES.........- indice alfabético de las especies y géneros descritos, 6 acerca de cuya patria 6 sinonimia se dan noticias interesantes..... Advertenciny ia fais oes vase ene o's 5s ‘pss Bla ieee aes Nava y Caveda.—Consideraciones sobre la pesca del sal- MADRID. —IMPRENTA DE FORTANET. = Or a . i ae, , r eee poo ie tee persue ee et tel gaan tat anna Seok ee = 5 ee mene ew Taste oceania tatoo ome °