Library of the Museum OF COMPARATIVE ZOÓLOGY, AT HARVARD COLLEGE, CAMBRIDGE, MASS, Es de J Le. > e A Tour dan 0ViaBamno - The gift of /% E | la de “Orta Nar | No. 5 4BS. a | Hay 28 15%iblon € mes gl 8/85 LNMor ¡GIISÍ ANALES HISTORIA NATURAL. NS A DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. TOMO! DEGCEMOTERCLIO.: MADRID: DON L. BOLÍVAR, TESORERO: CALLE DE ALCALÁ, 41, TERCERO. ¿ e o e j G e . 7 N y Artículo 27 del Reglamento. Las opiniones emitidas en las E pub Ane E i das en los ANALES son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. IMP. DE FORTANET, LIBERTAD, 29. MEMORIAS DE HISTORIA NATURAL. MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMOREFINOS, POR DON IGNACIO BOL VAtte (Sesion del 2 de Enero de 1884.) E Dados los escasos materiales que en las colecciones espa- ñolas existen relativos á insectos exóticos (1), pudiera parecer pretension superior á mis fuerzas y á mis medios, la de escri- (D) Es por demás lamentable que en el Gabinete de Historia natural de Madrid no estén mejor representados los productos naturales de nuestras posesiones de Ultra- mar y aún pudiera añadirse los de la misma Península; vergonzoso es que los Museos extranjeros y hasta los particulares posean colecciones importantísimas de aquellos países, y que fuera de España se escriban y publiquen obras de inusitado lujo sobre la fauna de las islas Filipinas, de las Canarias y hasta de las Baleares, cuando nues- tro primer Museo apénas posee una docena de ejemplares de semejantes proceden- cias. Débese esto al escaso apoyo que las ciencias encuentran aún entre nosotros en la opinion y en los Gobiernos, efecto del estado general de la pública cultura. En los Museos extranjeros existen colectores encargados exclusivamente de allegar mate- riales para el aumento de las colecciones y á más de esto, los oficiales de marina y los cónsules se apresuran de consuno á remitir objetos de los países que visitan ó en los que residen. Así lo patentizan los catálogos de dichos establecimientos en los que se expresan siempre los nombres y calidad de los colectores. 6 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) bir una monografía sobre insectos representados en Europa por dos solas especies. Y ciertamente que no hubiera inten- tado semejante trabajo sin contar de antemano con la bene- volencia y ofrecimientos de los encargados de diversos esta- blecimientos y de otros naturalistas que me favorecieron en- viándome la parte de sus colecciones relativa á la tribu cuyo estudio me proponia llevará cabo. Así, el Museo de Lisboa puso á mi disposicion todos sus ortópteros de las posesiones portuguesas de África, recogidos por los viajeros Serpa Pinto, Anchieta, Capello, é Ivens (1). El de Estocolmo hizo llegar á mis manos los tipos mismos de Stál, á pesar de ser únicos mu- chos de ellos, y de modo análogo los de Bruselas y Varsovia me enviaron sus respectivas colecciones, quedando por estos servicios reconocido por demás á los directores y conservado- res de dichos Museos Sres. Barboza du Bocage, Aurivillius, de Borre y Tackzanouski. Al Sr. Brunner de Wattenwyl, de - Viena, poseedor de una de las más ricas series de este órden, soy deudor de igual gratitud por un valioso envío consistente en especies en su mayoría nuevas; así como al profesor Gers- taecker de Greifswald, que me ha facilitado algunas de las recogidas por el Dr. Kársten en el África Central: y, finalmen- te, á los Sres. de Bormans, de Bruselas, y Seudder, de Boston, el último de los cuales no ha temido exponer su interesante coleccion á los riesgos de tan largo viaje, tratándose de obje- tos de suyo delicados. Pero no era esto bastante para llevar á feliz término un es- tudio general sobre insectos procedentes de todos los países del globo, y descritos en muy diversas y por demás costosas publicaciones; la pobreza y escasez de nuestra biblioteca del Gabinete son notorias, y lo es tambien la carencia Casi abso- luta de libros serios y especiales de Historia natural en las restantes bibliotecas públicas de Madrid; de modo que si no fuera por las particulares de varios señores Profesores, hu- biera sido de todo punto imposible realizar trabajo alguno, sobre el ramo de la entomología en nuestro país. No es mi ánimo dirigir inculpaciones á nadie: sin duda, y concretán- (1) Los ortópteros no pertenecientes á esta tribu han sido ya objeto de una memo- ria que publiqué en el Jornal de Sciencias math. phys. é nat.de Lisboa, núm. xxx, 1851, y su continuacion seguirá muy en breve. (3) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. e dome al Museo de Madrid, la subvencion que recibe del Go- bierno es mezquina é insuficiente para su sostenimiento (1); tanto más, cuanto que ha de repartirse entre dos estableci- mientos distintos, el Jardin Botánico y el Gabinete de His- toria Natural, y harto hace quien acude con aquella á las necesidades apremiantes é ineludibles de ambos centros y áun, por arte milagroso, atiende con el resto á la adquisicion de instrumentos, colecciones y libros, aunque desde luégo se comprende cuán lento ha de ser en condiciones semejantes el desarrollo de sus colecciones y de su biblioteca, y cuán amor- tiguada vida ha de llevar esta institucion que para llenar su cometido debiera ser toda actividad y movimiento. Apénas si existia en el Gabinete hace unos cuantos años alguna que otra obra de entomología posterior á las de Serville y Bur- meister, es decir, al año 1839; y si bien desde entónces se han adquirido algunas más, no eran bastantes, sin embargo, para poder acometer el estudio de un grupo como el de que se trata y la misma pequeñez é insignificancia del asunto sirve para hacer resaltar mejor la insuficiencia de los medios. Forzoso me hubiera sido renunciar á mi proyectado trabajo v devolver sin estudiar las colecciones recibidas, confesando con rubor, por más que no fuera mia la culpa, que aún no es- tamos en España en disposicion de equipararnos en estas dis- quisiciones con los entomólogos extranjeros, si persona que se interesa vivamente por el desarrollo de las ciencias natura- les, como por cuanto se refiere á la cultura general del país y cuyo nombre está sin duda en la mente de todos, no hubiera obtenido del entónces Director general de Instruccion pública, Tllmo. Sr. D. Juan F. Riaño, la concesion de un crédito sufi- ciente á llenar en gran parte los vacios de la Biblioteca del Ga- binete de Historia Natural de Madrid (2). Debia esta pública y (1) Véase, á propósito de los medios de que disponen los Museos extranjeros y de la proteccion que reciben de los respectivos Gobiernos, un curioso libro que acerca de ellos ha publicado recientemente el profesor D. Salvador Calderon «Organizacion y arreglo de los Museos de Historia natural; Madrid, 1894.» (2) -Cuéntanse entre las obras adquiridas á beneficio de la referida concesion diver- sas revistas y publicaciones periódicas que abarcan todos los ramos de las ciencias naturales, entre otras las siguientes: 4unnales (Nouv.) du Museum Q'histoire naturelle de Paris; Annals of the Lyceum of Natural History 0f New York; Annals and Magazine of Natural History; Boston Journal of Natural History; Transactions 0f the Linnean So- ciety of London; y diversos viajes, entre ellos el del Beagle cuya entomología no se ha 8 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) espóntanea muestra de agradecimiento á los que, interrum- piendo el acostumbrado abandono en que los estudios histó- rico-naturales vienen estando en España por parte de los Go- biernos, han contribuido en la medida de sus fuerzas, al enriquecimiento de uno de nuestros principales estableci- mientos científicos. IT. Cárlos Stál, profesor que fué del Museo de Estocolmo, y uno de los más fecundos naturalistas modernos, ha sido el primero en agrupar los elementos que hoy constituyen la tribu de los pirgomorfinos (pyrgomorphide), que él designaba con el nom- bre de phymatide, cambiado por Brunner de Wattenwyl, en el que he adoptado para evitar, sin duda, la confusion que pudiera resultar con otra familia de idéntico nombre pertene- ciente á los hemípteros. e No es un carácter único el que determina y da fundamento y valor al grupo propuesto por Stál; que de serlo no hubiera pasado desapercibido á tantos naturalistas que han hecho de los ortópteros el objeto preferente de su estudio, como no ha dejado de notarse la falta de arolio en los pequeñísimos tarsos de los Zettiz, ni la existencia del tubérculo prosternal de mu- chos acrídidos, y, sin embargo, este último carácter no puede servir para determinar por sí solo la formacion de un grupo natural como han pretendido algunos. Pero áun cuando sean varios los caractéres que pueden asignarse al grupo en cues- tion, no por esto deja de haber uno dominante, siempre deci- sivo y que fuera de la tribu no vuelve ni por excepcion á en- contrarse, el cual consiste en la colocacion particular que tienen las sienes en estos insectos. Son las sienes /tempora) dos regiones de la cabeza situadas á uno y otro lado del tubérculo ó fastigio del vértice, y que tan pronto le rodean hasta llegar á reunirse por delante de él como, por el contrario, se reducen y anulan ó confunden con , las regiones próximas; pero no es sólo el desarrollo más 6 publicado, y por último un reducido número de obras especiales y de coste insignifi- cante de esta última ciencia. (5) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. ménos grande de estas regiones el carácter de que tan acer- tado uso supo hacer Stál, sino su posicion relativamente al plano del fastigio y el modo por demás variable con que estas regiones se limitan y manifiestan. De esta serie de formas y posiciones diversas que pueden afectar las sienes, correspon- den á los pirgomorfinos, aquellas que dan por resultado que el fastigio del vértice quede rodeado por estas, que al mismo tiempo son horizontales se encuentran en el mismo plano que el fastigio; de modo que son perfectamente visibles cuan- do se examina la cabeza por encima; reuniéndose ambas en la parte anterior del fastigio, de cuya union resulta una pe- queña sutura longitudinal, ó permaneciendo sin unirse á muy corta distancia, en cuyo caso queda entre ambas una estrecha hendidura, que se continúa sin interrupcion las más de las veces con el surco de la quilla media de la frente, y otras (Maura, Taphronota,) se interrumpe el surco momentánea- mente por soldadura en un corto trayecto próximo al vértice, de los bordes altos y comprimidos de la misma quilla media de la frente. Sobre ser horizontales y rodear al vértice hasta por delante, tienen las sienes otro carácter tambien notable en estos insectos, cual es el de no hallarse confundidas con el fastigio, sino más bien separadas, ya por un surco, ya me- diante una quilla, y á veces tambien por ofrecer en conjunto una superficie más alta 6 más baja que la del vértice. Un grupo hay, sin embargo, en el que esta disposicion tan caracteristica no se manifiesta, cuando ménos de un modo claro y evidente, como en los demás; en este grupo el vértice es declive, cosa poco frecuente en los pirgomorfinos, y las sienes están soldadas con el vértice y mal limitadas. Todas estas par- ticularidades de que es asiento el antiguo género Ommexecha, hicieron á Stál colocarle fuera de la tribu, olvidando las afi- nidades que existen entre las Ommexecha y los Chrotogonus, afi- nidades presentidas ya por Blanchard, el cual reunia ambos géneros en uno solo y nunca hubiera sospechado, cuando publicó la monografía del género Ommexecha, que con el tiempo una parte de las especies que describia, llegarian á figurar á la cabeza de la familia de los acrídidos, y el resto de aquel género, que él suponia compacto y uniforme, vendria á quedar incluido en una de las últimas tribus. Pero el mismo Stál. colocando el género Ommexecha, ya reducido y purgado 10 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) por Serville de las especies que forman hoy el C4rotogonus, en su tribu de los edipodinos, comienza por establecer una sepa- racion entre aquel género y los restantes edipodinos, con lo que demostró ser el de que se trata, excepcional dentro de esta tribu, como de cualquiera otra en que se colocara, pues si sus analogías son grandes con el género Eremobía no lo son mé- nos con el Chrotogonus, y áun creo que son mayores con este último, pues la misma forma de la cabeza, la de las antenas y la de la placa esternal responden mejor al tipo de los pirgo- morfinos, al que creo deben llevarse como lo he hecho, si- guiendo, por otra parte, las indicaciones del Sr. Brunner que profesa esta misma opinion. Hechas las precedentes salvedades resta determinar la tribu de los pirgomorfinos, cuyos caracteres más importantes son las siguientes: Acrídidos con la cabeza generalmente cónica, la frente casi siempre oblicua, rara vez perpendicular, y con la quilla me- dia, estrecha y surcada hasta su contacto con el vértice; este más 6 ménos saliente entre los ojos, horizontal d declive, ro- deado por las sienes, que son horizontales y se hallan reuni- das por delante, ó separadas por una hendidura estrecha, que se continúa con el surco de la quilla media de la frente, cons- tituyendo por sí solas 6 en gran parte al ménos el fastigio, y que, al mismo tiempo, están limitadas interiormente, en su contacto con el vértice, por un surco ó por una quilla elevada; con estemmas; antenas, filiformes, Ú triquetras y ensiformes á partir del tercer artejo; con el primero más grande que el se- gundo y ambos cilíndricos 4 globulares especialmente este último: pronoto con ó sin quillas dorsales, rara vez prolon- gado por detrás hasta la base de los fémures posteriores; pros- ternon hundido y en otro plano que la placa esternal, esta casi siempre provista de un reborde anterior formado por un surco impreso próximo al borde; patas posteriores largas y propias para saltar, con los fémures delgados y á veces tríque- tros por el extraordinario desarrollo de la cara infero-externa; la cara anterior no ofrece, excepto en algun que otro género (Pamphagodes), las estrías Ú surcos regulares que la hacen pa- recer pinnada en muchas de las otras tribus; dichas estrías son irregulares y en general, poco perceptibles; tibias poste- riores ordinariamente cilíndricas; tarsos con arolio. (7) Bolíivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. u BIBLIOGRAFÍA ?. 1758. LinwÉ, C., Systema Nature, ed. x. Holmiw, t. 1. Gryllus (Locusta) morbillosus, p. 431.— Phymatews morbillosus. - (Locusta) miliaris, p. 432.—Aularches mi- liaris. - variegatus.—Zonocerus variegatus. 1764. LiwxÉ, C., Museum Ludovice Ulrice Regine, Holmie. Gryllus (Locusta) caer, p. 148.—0chrophlebia cafra. 1767. LinNE, C., Mantissa plantarum. Holmiee. Gryllus squarrosus, p. 533. —Peristegus squarrosus. 1773. Dz Grrr, Mémoires pour servir á Histoire naturelle des insectes. Stockholm. 1787. SroLL, C., Representation des Spectres, des Mantes, etc. Amsterdam. Gryllus (Locusta) pennicornis, pl. x1 b., f. 39.—Ochro- phlebia pennicornás. - thelephorus, pl. xvi b., f. 59.— Zaphronota ihelephora. 1793. FabriciIus, J. C., Entomologia systematica. Hafnie, t.1. Truzalis crenulatus, p. 26.—A tractomorpha crenulata. Gryllus pictus, p. 53.—Pecilocerus pictus. - leprosus, p. 51.—Phymateus leprosus. -= ferrugineus, p.56.—Taphronota ferruginea. 1789.—THUNBERG, C. P., Novee insectorum species, 5, Upsalize. Gryllus spumans, p. 104.—Peltasia spumans. (1) He adoptado el órden cronológico porque, sobre ser pocas las obras que se citan, aparece á primera vista cómo han ido allegándose los materiales que hoy constituyen la tribu de los pirgomor,finos, á cuyo fin indico las especies que se deben á cada autor con su sinonimia correspondiente. 1805. 1813. 1815. 1824. 1825. 1829. 1829. 1829. 1831. 1836. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) . LATREILLE, P. A., Histoire naturelle des Crustacés et des Insectes. Paris, Ins. x11. Truzxalis grylloides, p. 148.—Pyrgomorpha grylloides. PALISOT DE BEAUVOIS, Insectes rec. en Afrique eten Amé- rique. Paris. No he conseguido examinar esta obra. SAviGN Y, Description de 1 Égypte.—Orthoptéres. 'THUNBERG , C. P., Hemipterorum maxillosorum g. ill. Mém. de l'Acad. de St. Petersb., 5, p. 211-301. Truzalis marginellus, p. 265.—Mestra marginella. Gryllus elegans, y. 226.—Zonocerus elegans. THUNBERG, C. P., Grylli mon. illustr. Mém. Acad. de St. Petersb., 9, p. 390-430. Gryllus serrulatus, p. 414.—Spathalium serrulatum. CHARPENTIER, T. de, Horee entomologice. Vratislavize. KLu6, Fr., Symbole physice. Berlin. Decticus hieroglyphicus, t. xxv, f. 1-2.—Pecilocerus hieroglyphicus. y - bufonius, 1. C., f. 3-5.— Pecilocerus bufontus. - vittatus, 1. c., f. 6-7.—Pecilocerus vittatus. GUÉRIN MENÉvILLE, F. E., Iconographie du Régne ani- mal. Paris. HERRICH-SCHEFFER, en Panzer, Fauna insectorum Germa- nise cont. fasc. 157. Regensburg. AUDINET SeErviLLE, M., Revue méthodique des Insectes de Vordre des Orthoptéres, en los Ann. des Scien- ces nat., t. 22. Ommexecha virens, p. 95.—Ommexecha virens. BLANCHARD, Em., Monographie du genre Ommexecha, Ann. de la Soc. Ent. de France, t. 5, p. 603-624. Ommexecha Servillei, p. 613, pl. 22, f. 2-3. —Ommexe- cha Servilles. - Audouini, p. 611, pl. 21, f. 5-6.—Spatha- lium Audouini. - macropterum, p. 610, pl. 21, f. 3-4.— Spa- thalium macropterum. - cyanopterum , p. 608, pl. 21, f. 12.—Spa- thalium cyanopterum. > angustatum, p. 624, solum nom.—Ckroto- gonus angustatus. (9) 1837 1838. 1839. 1839. 1840. 1840. 1841. 1841. Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 13 Ommezxecha Savignyi, p. 624, ibd.—Chrotogonus Sa- vignyt. > pallidum, p. 623, pl. 22, f. 10.—Chrotogo- nus pallidus. - trachypterum, p. 618, pl. 22, f. 6.—Chro- togonus trachypterus. - gracile, p. 619, pl. 22, f. 7.—Chrotogonus gracilis. - homalodemum, p. 615, pl. 22, f. 4.—Chro- togonus homalodemus. - liaspis, p. 620, pl. 22, f. 8. —Chrotogonus 11aspis. - lugubre, p. 616, pl. 22, f. 5.—Chrotogonus lugubris. - oxypterum, p. 622, pl. 22, f. 9. —Chrotogo- nus oxypterus. DrurY, Illustrations of exotic entomology. New. ed. by J. O. Westwood. London, t. 1, p. 119. 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Phymateus baccatus, p. 33.—Phymateus baccatus. 1876. BoLivar, Ign., Sinopsis de los Ortópteros de España y Portugal. Madrid. 1876. STáL, C., Observations orthopterologiques, 2. Bihang Till K. Svenska Vet. Akad. Handl. Band. 4, n” 5. Stockholm. (13) 1876. 1877. 1877. 1878. 1878. 1880. 1881. 1881. Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 17 Pyrgomorpha granosa, p. 35.—Pyrgomorpha granosa. Protomachus depressus, p. 54.—Protomachus depressus. MARQUET, M., Notes pour servir a l'Histoire nat. des Ins. Orthopt. du Languedoc, en el Bull. de la Soc. d'Hist. Nat. de Toulouse, 1876-77. Krauss, H., Orthopteren vom Senegal, en Sitzb. der K. Akad. der Wissensch. Bd. LXxv1. Chrotogonus senegalensis, p. 30, t. 1, f. 11.—Chrotogo- nus senegyalensis. Pyrgomorpha cognata, p. 30.— Pyrgomorpha cognata. Tambien en la sesion del 21 de Junio del mismo año de la Kaiserliche Ak. der Wissenschaften in Wien., p. 144-145. StráL, C., Orthoptera nova ex Insulis Philippinis descrip- sit, en Ofv. af. Kongl. Vetensk. Ak. Fórh. n* 10. Stockholm. Mestra hoplosterna , p. 52.—Mestra hoplosterna. - anoplosterna, p. 52.— - anoplosterna. Systella Westiwoodi, p. 52.—Systella Westioodi. BoLIvar, len., Orthoptéres rec. en Portugal eten Afri- que, par M. C. Van Volxem, Ann. de la Soc. Ent. de Belgique. BoLIvar, Ign., Analecta orthopterologica en los Anales de la Soc. Esp. de Hist. Nat., t. VII. Pamphagodes Rifensis, p. 430, lám. vu.—Pamphago- des Rifensis. BorMass, A. de, Liste des Orthopteres recoltés dans PAfri- que australe, par M. de Sélys Janson, en los Anna- les de la Soc. Ent. de Belgique, t. xxv. BorMaAxNs, A. de, Spedizione italiana nell Africa equato- riale, Ortotteri, en An. del Mus. civ. di St. Nat. di Genova. BoLivar, Ign., Études sur les insectes d'Angola qui se trouvent au Museum national de Lisbonne, en el Jornal de Sc. math. phys. e nat., n? xxx. Lisboa. Pyrgomorpha breviceps, p. 3.—Pyrgomorpha breviceps. Ochrophlebia subeylindrica, p. 3.—Ochrophlebia sub- cylindrica. Phymateus iris, p. 4.—Phymateus iris. Petasia Anchiete, y. 4.—Petasia Anchiete. ANALES DE H'ST. NAT. —XI 1. 2 18 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) Camoénsia insignis, p. 5.—Camoénsia insignas. 1882. BRUNNER VON WATTENWYL, C., Prodromus der Europaeis- chen Orthopteren. Leipsig. Pyrgomorpha serbica, p. 22.—Pyrgomorpha serbica. 1883. BorMANs, A. de, Spedizione italiana nell Africa equato- riale, Ortotteri, en Ann. del Mus. civ. di Storia nat. di Genova, vol. XVII. 1883. Paxcic, J., Orthoptera in Serbia hucdum detecta. Belgrad. 1883. FixorT, A., Les Orthopteres de la France. Paris. DISTRIBUCION GEOGRÁFICA. Comprende ia tribu de los pirgomorfinos un total de 121 es- pecies que se reparten entre 37 géneros, y éstos se distribu- yen en los continentes como se indica en el siguiente cuadro, en el que se han marcado con un asterisco los géneros que se encuentran representados en más de uno. Europa.— * Pyrgomorpha Serv. África.—Caconda Bol., *Chrotogonus Serv., *Atractomorpha Sauss., *Pyrgomorpha Serv., Ochrophlebia Stal, Parasphena Bol., Rubellia Stál, * Pecilocerus Serv., Zonocerus Stal, Pe- ristegus Bol., Phymateus Th., Taphronota Stál, Maura Stál, Petasia Serv., Parapetasia Bol., Camoénsia Bol., Charilaus Stal, Pamphagodes Bol. Asia.—*Chrotogonus Serv., *Systella Westw., * Pyrgomorpha Serv., *Pecilocerus Serv. Oceanía.—*Chrotogonus Serv., *Systella Westw., Fyrtone Stal, Stenozyphus Blanch., Desmoptera Bol., * Atractomorpha Sauss., Mestra Stál, Orthacris Bol., Monistria Stal, Aular- ches Stal, Aspidophyma Bol. América bor.—*Pyrgomorpha Serv., Ichthidion Sauss., Xyro- notus Sauss., Sphenarium Charp., Prosphena Bol. América del Sur. —Ommexecha Blanch., Spathalium Bol., De- raspis Bol., Phymaptera Bol., Protomachus Stal., * Pyrgo- morpha Serv., Aspidophyma Bol. 41b) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 19 De lo expuesto resulta que sólo los seis géneros siguientes son comunes á dos d más regiones: Chrotogonus Serv., África, Asia y Oceanía. Systella Westw., Asia y Oceania. Atractomorpha Sanss., África y Oceanía. Pyrgomorpha Serv., falta sólo en Oceanía. Pecilocerus Serv., África y Asia. Aspidophyma Bol., Asia y América. La única especie que se encuentra á la vez en Europa, Asia y África, es la Pyrgomorphe yrylloides Latr., pero es sólo en la parte de estos continentes que corresponde á lo que se llama region mediterránea. Con respecto á las faunas d provincias geográficas admiti- «las ordinariamente, los insectos de esta tribu guardan las si- guientes relaciones: Aparecen al Sur de la llamada region paleártica y en su contacto con la mediterránea con alguna especie del género Pyrgomorpha, que es el único que la representa tambien en todo el Norte de la region mediterránea; pero ya en las costas africanas se encuentran, si bien representados por una sola especie, tres géneros más, Pamphagodes Bol., Chrotogonus Serv. y Pecilocerus Serv. En Asia faltan por completo en la region paleártica, segun permiten juzgar los datos que hoy se po- seen y hacen su aparicion por bajo de los 30” de latitud; en la Turquía asiática, en Persia y Arabia hay, sin embargo, alguna especie del mismo género Pyrgomorpha; faltan tambien en la region ártica de la América del Norte hasta los 30? de latitud. De manera que al Norte los límites de la tribu pueden mar- carse por una línea ondulada que, comenzando en Europa há- cia los 45” de latitud, llegan en la India y en la China casi hasta los 20”, para elevarse apénas algo más en la América del Norte. Al Sur los límites de la zona ocupada por los insec- tos de esta tribu están determinados por los mismos continen- tes en África y Australia, á cuya extremidad Sur alcanzan, pero no en América, donde apénas llegan (que se sepa) al Sur de la República Argentina; son, por consiguiente, las provin- cias etiópica, índica, polinésica y neotrópica, las que más abundan en pirgomorfinos, y de estas regiones la primera lleva notable ventaja á las demás. La distribucion geográfica de las subtribus es la siguiente: 2] ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) Sup-TRIBU 1. Ommexeche.—Al Sur de la region neotrópica. Hasta ahora propios todos del Perú, del Brasil y de la Re- pública Argentina. Géneros Ommexecha y Spathalium. SuB-TRIBU II. Chrotogone.—Corresponden por su masa á la re- gion 6 provincia etiópica, pero se extienden al Norte hasta la mediterránea; al Occidente aparecen al Sur del Desierto de Sahara, desde el Senegal hasta Damara; al Oriente al- canzan la region indica y hasta la polinésica, donde están representados por un Chrotogonus. Géneros Caconda y Chro- togonus. SUB-TRIBU II. Systelle.—Son de la region índica y de la poli- nésica, y más bien pudiera decirse que son propios de la Malesia, de Nueva Guinea y de Australia; sólo una especie las representa hoy en el Sur del Asia. Los géneros son Sys- tella, Eyrtone, Stenoryphus y Desmoptera. SuB-TRIBU IV. Atractomorphe.—Representados al Sur de la re- cion neotrópica por los géneros Deraspis?, Phymaptera y Protomachus; en Asia y Oceanía por los géneros Mestra y Atractomorpha; y en África por dos especies de este último género. Sup-TrIBU V. Pyrgomorphe.— Africanos en su mayoría, salvo algunas especies del género Pyrgomorpha que habitan en Europa, Asia y hasta en América; de esta última region se conocen tan sólo dos especies, una al Norte y otra al Sur del Ecuador; en la India sólo existe una especie y en Ocea- nía faltan por completo. Géneros Pyrgomorpha , Ochrophle— bia y Parasphena. Sun-TrIBU VI. Sphenariz.— Al Norte de la region neotrópica, son insectos propios de Méjico; por una aberracion singu- lar hay una especie de Ceylan, Orthacris filiformis; tam- bien hay otra de habitat desconocido, Sphenacris crassicor- nis. Los géneros mejicanos son: Zchthidion, Xyronotus, Sphenarium y Prosphena. SuB-TriBU VII. Pocilocere. — Se extienden desde el Egipto hasta Tasmania; los límites más amplios de esta zona obli- cua los determina al Norte el Pecilocerus pictus de Tran— quebar, y al Sur la Rubellia nigrosignata de Madagascar. Géneros Rubellia, Monistria y Pecilocerus. Sub-TrIBU VINIL. Phymatee.— De la region etiópica, al Sur del Sahara. Géneros Zonocerus, Peristegus y Phymateus. 417) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 21 SUB-TRIBU IX. Petasie.— Como la anterior, con la sola excep- cion del Aularches miliaris, que es de Java. Géneros Aular- ches, Taphronota, Mawra, Petasia, Parapetasia y Camoensia. Sub-rriBU X. Pamphagode.—De África; Pphagodes, otro al Sur, Charilaus. uno al Norte, Pam- SUB-TRIBU XI. Aspidophyme.—Una especie de la India, otra de América. Género Aspidophyma. DISTRIBUCION EN SUB-TRIBUS Y GÉNEROS. pá — ru == Vertice latissimo, concaviusculo, declivi; oculis globosis, prominulis, substylatis; ocellis inter oculos positis; pronoti mar- gine postica plus minusve denticulata. N =Ñ ES Antennis filiformibus, articulo tertio se- cundo angustiori; lobis mesosternalibus intus angulatis; pronoto minime cari- MU 9) Q Antennis ensiformibus, articulo tertio se- cundo plus minusve latiori; lobis mesos- ternalibus intus rotundatis; pronoto ca- rina seepe alta, cristata..ioio..... E Ha Vertice minus lato, plerumque angustissi- mo, horizontali vel subascendenti; ocu- lis oblongis, modice convexis, minime stylatis; ocellis ante oculos positis; pro- noti margine postica denticullis nullis, rarissime sublobato. 5 (8) Prosterni margine antica tota valde refle- A SA 6 (7) Antennis apicem versus sensim ampliatis; costa frontali inter antennas sulco des- nt A, EA Sota 7 (6) Antennis apice leevissime depressis; costa frontal sulcat qt ta a a 8 (5) Margine prosterni nec dilatata nec tota re- flexa. 9 (72) Tibiis posticis superne plus minusve de- pressis et versus apicem subampliatis, carinis lateralibus nunc acutis, nunc ob- tusis vel rotundatis, tunc spina apicali externa distincta. Sub-tribus OMMEXECHA. 1. Ommexecha Serv. 2. Spathalium Bol. Sub-tribus CHROTOGONE. 3. Caconda Bol. 4. Chrotogonus Serv. 22 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) 10 (69) Femorum posticorum pagina externa stri- gis irregularibus, seepe subindistinctis; prosterno strumoso vel tuberculato, sed tuberculo apice integro, rarissime leevi- ter sinuato; occipite absque carinis. 11 (28) Antennis ab oculis remotis, ante ocellos sitis; tibiis posticis superne spina apicali externa instructis. 12 (19) Capite utrimque leevi; elytris apice si- nuatis; tuberculo prosternali gracili, a AA A A 13 (16) Pronoto compresso, acute tectiformi, vel dorso plano, angusto. 14 (15) Pronoto plano vel levissime concavo, an- gusto, lobis lateralibus perpendiculari- ter insertis; elytris latissimis ante api- COM BIUatiS, msn. doo daa 15 (14) Pronoto acute tectiformi, carinis laterali- DUSEOUIEe ely... e 16 (13) Pronoto supra cylindraceo, minus com- presso; elytris angustis, elongatis. 17 (18) Elytris medio distincte coaretatis; pronoto tuberculis conicis utrinque preedito, alis APICO BODA. có. 2 EE e 18 (17) Elytris paralellis; pronoto mutico; alis APIS TO LULA sao ea o 19 (12) Capite pone oculos tuberculis minutis se- riem longitudinalem formantibus; ely- tris apice acutis, raro rotundatis sed non sinuatis; prosterno strumoso, vel dente parvo, vel tuberculo antice conca- o A A 20 (27) Carinis tibiarum posticaraum compressis; prosterni tuberculo deplanato, obliquo, antice concavo, ex ejus pagina antica formato; antennis subensiformibus, ar- ticulis plurimis transversis vel parum elongatis, articulo tertio secundo latiori. 21 (26) Alis posticis nullis vel rudimentariis; area infero-externa femorum posticorum areze externe latitudinem subequanti; anten- nis ab oculis longe distantibus. 22 (23) Corpore depresso; pronoto postice trunca- Sub-tribus SYsTELLE. . Systella Westw. . Gyrtone Stál. . Stenoxyphus Blanch. . Desmoptera Bol. Sub-trib. ATRACTOMORPHE. (19) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 23 to; alis elytrisque nullis; antennis valde SOTA e ale de O 23 (22) Corpore subcompresso; pronoto postice rotundato vel angulato, elytris lingula- tis vel rite explicatis; antennis minime vel leeviter serratis. 24 (25) Pronoti lobulo postico maximo, scutifor- metas inca e 25 (24) Pronoti lobulo postico antico breviori; elytris rite explicatis, tuberculis raris SPATSIS: A US 26 (21) Alis posticis explicatis; area infero-exter- na fem. post. angusta; antennis ab ocu- lis multo minus distantibus.......... 27 (20) Carinis tibiarum posticaram rotundatis; prosterno mutico vel dente parvo, co- nico instructo; antennis subeylindricis vel leevissime et fere indistincte subde- pressis, articulo tertio secundo angus- tiori vel ejus latitudinem «equanti; articu- lis plurimis valde elongatis............ 28 (11) Antennis prope oculos et infra ocellum insertis; tibiis posticis superne spina apicali externa raro nulla. 29 (58) Pronoti lobulo postico leevi vel tuberculis conicis cireumdato, abdominis dorso ca- llis destituto. 30 (53) Lamina sternali antice marginata. 31 (36) Spina apicali externa tibiarum postica- rum nulla yel «egre distinguenda; cari- nis lateralibus pronoti plus minusve conspicuis, interruptis, seepe medio obli- teratis vel tuberculis indicatis......... 32 (33) Pronoti lobis deflexis, angulo postico obli- que truncato; antennis brevibus, depres- SiS SUbensitonnibus a atar 33 (32) Angulo postico loborum lateralium pro- noti recto vel rotundato; antennis elon- gatis, filiformibus, basitantum depressis. 34 (35) Pronoto postice rotundato vel angulato; alisrtelexplcas a ts aaa tilo 35 (34) Pronoto postice sinuato, elytris minutissi- mis; lateralibus; ..). css esse 9. Protomachus Stál. 10. Deraspis Bol. Ll 1. Phymaptera Bol. 12. Atractomorpha Sauss. 13. Mestra Stál. Sub-tribu PyrRGOMORPHE. 14. Pyrgomorpha Serv. 15. Ochrophlebia Stál. 16. Parasphena Bol. 21 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) 36 (31) Spina apicali externa tibiarum posticarum valde perspicua; carinis lateralibus pro- noti nullis. 37 (48) Sulco postico pronoti longe pone medium sito, lobulo postico brevissimo; elytris nullis vel rudimentariis, elongatis; alis DUI o ota so a 38 (41) Lobis mesosternalibus spatio angustiore sejunctis; pronoto eylindrico. 39 (40) Cercis $ conspicuis, lamina infra-anali normali; valvis feminarum brevissimis; lobis mesosternalibus spatio lineari an- gustissimo sejuncilS wars dia ae 40 (39) Cercis F obtectis; lamina infra-anali mag- na, cucullata; valvis feminarum valde exertis; spatio interlobulari mesosterni lobis mesosternalibus parum angustiori. 41 (38) Lobis mesosternalibus spatio «que lato vel his latiore sejunetis; pronoto antice angustato. 42 (43) Antennis brevibus, incrassatiS.......... 43 (42) Antennis elongatis, filiformibus vel tri- quetris, base dilatatis. 44 (45) Pronoto acute tectiformi; antennis trique- tris, base dilatatis; elytris alisque nullis; cercis marium forma insolita......... 45 (44) Pronoto obtuse tectiformi; antennis fili- formibus; cercis marium forma consue- ta, simplicibus. 46 (47) Elytris apice ampliatis; pronoto postice part RInuato «acido oa A 47 (46) Elytris basi dilatatis; pronoto postice val- PENE ARA A 48 (37) Sulco postico pronoti vix pone medium sito; elytris alisque rite explicatis vel abbreviatis sed tune elytris rolatis, tun- datis vel lanceolatiS... se .oooosncr.acnes 49 (52) Lobulo postico pronoti antico breviori, ru- dimentis elytrorum rotundatis vel lan- ceolatis. 50 (51) Fastigio angusto, latitudine sua longiori; corpore fusiformi, rudimentis elytrorum Iaacolatis. cd ornsa OS Sub-tribu SPHENARLE. 17. Orthacris Bol. 18. lehthidion Sauss. 19. Sphenacris Bol. 20. Xyronotus Sauss. 21. Sphenarium Chp. 22. Prosphena Bol. Sub-tribus Pa: CILOCERE. 23. Rubellia Stál. £ 51 (50) Fastigio lato, brevi; corpore subcylindri- co, antice posticeque parum angustato; rudimentis elytrorum rotundatis...... 52 (49) Lobulo postico pronoti antico fere sub- z«equali; elytris alisque perfecte expli- CA li 53 (30) Lamina sternali antice non marginata (sulco transverso nullo)...........o..o.. 54 (55) Pronoto leevyi, subeylindrico............. E” 56 (57) Antennis femorum posticorum longitudi- ne sequalibus vel brevioribus; valvis fe- minarum sinuatis; pronoto tuberculis ro- tundatis vel compressiS......o:..o..... 57 (56) Antennis femoribus posticis longioribus; valvis feminarum conicis, rectis; prono- to tuberculis spiniformibus, acutis pree- A iólo dono bona 58 (29) Pronoti lobulo postico plus minusve ele- vato, rugis magnis obsito, seepe medio grosse punetato; segmentorum abdomi- nis dorso callo elevatol ¡UMSS 59 (62) Valvulis oviscapti sinuatis; callis abdo- minalibus parvis. 60 (61) Fastigio prominenti; costa frontali maxi- me compressa, inter antennas sulco des- Hut... min al lia 61 (60) Fastigio declivi, costa frontali inter anten- Nas Sulcata. sue salero ua lo aaa 62 (59) Valvulis oviscapti integris, rectis; callis abdominalibus magnis; elytris alisque seepe abbreviatis. 63 (64) Costa frontali inter antennas compressa, sulco destituta; pronoto postice obtuse AngulatO. ds no. A A A 64 (63) Costa frontali inter antennas sulcata; pronoto postice truncato vel rotun- dato. 65 (66) Elytris coriaceis; alis membranaceis..... 66 (65) Elytris corneis vel nullis. 7 (68) Absque elytris; pronoto subleevi; femori- bus posticis basi subito ampliatis et oblique truncatis....... A end (21) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 294. Monistria Stal. 25. Pocilocerus Serv. Sub-tribus PHYMATEZ. 26. Zonocerus Stál. 27. Phymateus Th. 28. Peristegus Bol. Sub-tribus Perasix. 29. Taphronota Stál. 30. Aularches Stál. 31. Maura Stál. 32. Petasia Serv. 33. Parapetasia Bol. 26 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) 68 (67) Elytris conchatis, corneis; pronoto rugoso; femoribus posticis forma consueta..... 34. Camoénsia Bol. 69 (10) Femorum posticorum pagina externa stri- gis regularibus penniformibus; proster- ni tuberculo cuneiformi apice angulatim excisso; occipite carinis duabus para- A A EPI DO ..«.. Sub-tribus PaMPHAGODE. 70 (71) Capite antice obliquo, medio transversim concavo; oculis genarum parte infra- oculari brevioribus..... IES io 35. Charilaus Stál. 71 (70) Capite perpendiculari, recto; oculis gena- rum parte infra-oculari longioribus..... 36. Pamphagodes Bol. 12 (9) Tibiis posticis cylindricis, spinis validis, conicis; spina apicali externa nulla; prosterno tuberculo gracili........... Sub-tribus ÁsPIDOPHYME. 37. Aspidophyma Bol. SUB-TRIBU OMMEXECH. E. Los insectos que constituyen este grupo son todos america- nos; viven reunidos y se mueven siempre todos ellos en igual sentido y direccion como si estuvieran dominados por una misma voluntad. La cabeza es vertical y los ojos son casi esféricos y ligera- mente pediculados; el vértice es ancho, casi en todos excava- do entre los ojos, que parecen por esto más altos que él, in- clinado por delante, hendido en el medio y continuado in- sensiblemente con la quilla media de la frente, que á su vez >s alta y comprimida entre las antenas y bruscamente de- primida ántes del estemma medio; no es fácil determinar los límites de las sienes, si bien parece que estas regiones limitan á uno y otro lado el fastigio, encontrándose los estem- mas muy próximos al borde lateral del mismo; las antenas son medianamente largas, se insertan entre los ojos y tienen el primer artejo más largo que ancho; el segundo, pequeño, tan largo como ancho, casi globular, y el resto ó filiforme ú de- primido en la base. El protorax es grande, todo cubierto de asperezas, granos ú tubérculos que casi siempre rodean el borde posterior 4 más bien un reborde que se extiende por encima de aquél; el pros- ternon tiene el borde doblado y en el medio se levanta, cons- (23) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 27 tituyendo una pequeña punta; la placa esternal es grande, trasversa, provista de reborde estrecho en la parte anterior; la forma de sus lóbulos es variable, pero siempre el espacio interlobular anterior es muy ancho; los élitros varian consi- derablemente; son normales y más largos que el abdómen en unos, y redondeados 6 agudos en el ápice; son en otros más cortos y encorvados en las puntas, de modo que éstas resultan dirigidas hácia afuera; las alas siguen en sus variaciones á los élitros, pudiendo tambien ser muy pequeñas áun cuando aquéllos estén bien desarrollados, y en general son colorea= das; las patas son fuertes y los fémures posteriores escabrosos, y á veces tienen lóbulos á lo largo de las quillas, y en especial de la superior, que puede ser alta y comprimida y tambien dentada 6 aserrada; las tibias son cilíndricas y las espinas bas- tante largas y cónicas; los tarsos son cortos, y el último artejo del tercer par es más corto que el primero, si bien esto sufre una sola excepcion entre las especies que me son conocidas, excepcion que se observa en la O. Brunner? mihi, en la que dicho último artejo es más largo que el primero. El abdómen es más ancho en la base, y las piezas anales son de forma ordinaria; las valvas de la hembra son sinuadas y las inferiores tienen un diente en el lado externo. 1.” GÉNERO Ommexecha Serv. (Fig. 1.). Antennis linearibus, articulo tertio secundo angustiori. Ver- tice concaviusculo. Oculis globosis, substylatis. Pronoto gra- nulato-scabro, absque carinis, margine postica leevi vel tu- berculis minutis instructa. Prosterno margine antica dente brevi. Pectore lato, transverso, antice anguste marginato; lo- bis mesosternalibus intus angulatis, spatio his latiore sejunc- tis. Callo mesonoti corpore concolore. Elytris angustis, abdo- mine longioribus, vel brevioribus et apice subcurvato; area mediastina parum dilatata. Femoribus posticis scabris, carinis minime compressis. Tibiis posticis extus spina apicali nulla. Ommexecha Serville, part. 28 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (21) DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Elytris apicem abdominis longe superantibus. 2. Geniculis posticis bimucronatis, elytris acutis. 1. Brunneri mihi. 2. 2. Greniculis muticis, elytris rotundatis...... 2. Germari Burm. 1. 1. Elytris apicem abdominis non attingentibus. 3. Viridis, elytris brevioribus; femoribus posti- Cl PxusS label Td Os .... 3. virens Serv. 3. 3. Fusca, elytris longioribus; femoribus posti- a o CAE AA 4. Servillei Blanch. 1. Ommexecha Brunneri Bol., sp. nov. Fusco-ferruginea, nigro-variegata. Capite scabro; fronte ante ocellum carina media nulla. Antennis angustissimis, apice leevissime incrassatis. Pronoto granoso-tuberculoso , ca- rina media subindistincta, postice obtuse angulato. Elytris abdomine multo longioribus, angustis, apice acuminatis, fla- vo-adspersis. Alis disco citrino, apice infumatis. Femoribus posticis scabris, fasciis tribus vel quatuor transversis, intus macula rufa basali: geniculis supra bimucronatis. Tibiis pos- ticis fuscis, spinis apice nigris. Tarsorum posticorum articulo tertio primo longiore. Abdominis dorso nigro. y” Q. Long. corporis cr 20"; Q 29== -= antennarum 9 9.5 - pronoti 45 6 - elytrorum 24 26 - — femorum posticorum 11 14 HabITaT. Perú. (Coleccion del Sr. Brunner; núm. 10, 347). Muy distinta de todas por las espinas de los fémures poste- riores y por la longitud y forma de los élitros. 2. Ommexecha Germari Burm. (Fis. 1.) Fusco-ferruginea. Capite granoso. Antennis filiformibus. Pronoto tuberculoso-scabro, antice incisura parva granulo laterali instructa, postice dentato-granuloso; carina media nulla; lobis lateralibus macula nigra, angulo postico spina producta. Elytris abdomine longioribus, apice rotundatis, ve- (25) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 29 nis plurimis fuscis. Alis elytrorum fere longitudinis, obscure fuscis, apice dilutioribus. Pedibus griseo-pilosis; femoribus posticis granulatis, basi intus macula nigra. y” Q. Long. corporis FT 02355 - antennarum ? 10 - pronoti 4 9,0 - elytrorum 17 9 - fem. post. 85 10 Ommexecha Germari, Burmeister, 1835, Zandb. 11, p. 655. HABITAT. Brasil. (Col. del Sr. Brunner; núm. 1269 y 9); San Leopoldo. (museo de Estocolmo). 3. Ommexecha virens Serv. Viridis. Capite rugoso spinosoque, fronte tuberculata. Pro- noto tuberculis rotundatis, postice rotundato, spinoso; lobis lateralibus angulis spina armatis, postica validiore. Elytris abbreviatis, abdomen medium vix superantibus. Alis brevissi- mis. Pedibus pubescentibus, nigro indistincte maculatis; fe- moribus posticis intus macula basali nigra. Long. corporis Q 28"””., Ommezxecha virens, Serville, Revue méth., p. 95; Orth., p. 701; Blanchard, 240%. P. 612, pl. 22, (e. L,.., Y); Burmerster, Hand. 11, p. 655. S HABITAT. Buenos-Aires. No he logrado ver esta especie, por lo que ignoro si la si- guiente es 4 no mera variedad de ella; de las descripciones de los autores citados no se desprenden claramente las dife- rencias que las separan. 4. Ommexecha Servillei Blanch. Fusco-ferruginea. Capite rugoso, ante ocellum carina media irregulari. Antennis filiformibus, apicem versus subincrassa- tis. Pronoto rugoso-tuberculoso, antice tuberculis duobus ins- tructo, postice dentato, carina media nulla; lobis lateralibus 30 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) macula nigra et subtus altera flava, rotundata. Elytris apicem abdominis non attingentibus, angustatis, apice extrorsum curvatis. Alis brevissimis. Femorum posticorum carina supe- riori dentata, area externa scabra. Tarsorum posticorum ar- ticulo tertio primo longitudine subequali / Q. Long. corporis e OS a - antennarum 95 10 - pronoti 4.5 6 - elytrorum 30 eun - fem. post. 9 11 Ommexecha Servillei, Blanchard, 1836, Mor. p. 613, pl. 22, fig.2 $, 3 0; Serville, Hist. n. des Orth., p. 101. - Servillii, Burmeister, Handb. 11, p. 656. HamiraT. Brasil. (Col. del Sr. Brunner; núm. 5368 / P). Cor- rientes (Blanchard). Segun Blanchard esta especie vive en sitios áridos, salta rara vez, llega al estado perfecto en el mes de Marzo y se ali- menta principalmente de las plantas jóvenes del tabaco. 2.” GÉN. Spathalium Bol. gen., nov. (Fig. 2.) Antennis depressis, apicem versus angustatis, articulo tertio secundo latiori. Vertice fere plano. Oculis minus globosis, vix stylatis. Pronoto tuberculato, lobulo postico latissimo, subde- planato, utrimque carinato, margine postica dentata vel tu- berculis depressis instructa; lobulo antico carina media plus minusve elevata, seepe compressa, cristata. Prosterno margine antica dente brevi. Pectore latissimo, transverso, antice an- guste marginato, lobis mesosternalibus intus anguste rotun- datis, spatio his majore sejunctis. Callo mesonoti sanguineo. Elytris abdomine longioribus vel paulo brevioribus, prope basim latiusculis; area mediastina dilatata; alis elytrorum lon- gitudinis vel brevioribus. Femoribus posticis carinis seepe lo- bulatis, superiori plerumque compressa, bisinuata, atque den- tata. Tibiis posticis extus spina apicali nulla. Ommezxecha part. Serville, Blanchard, Burmeister. (27) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 31 DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Elytris abdomine longioribus. 2. Pronoto postice tuberculis depressis, folia- ceis; crista antica alta. 3. Alis infumatis; pronoti tuberculo medio furcato. 4. Alis elytrorum longitudine........... 4. 4. Alis elytris multo brevioribus...... 3. 3. Alis hyalinis; tuberculo medio marginis posticee pronoti quadrat0............ 2. 2. Pronoto postice spinoso; crista antica pa- rum eleyata, vel fere nulla. 5. Alis ceeruleis, disco interno nigro... 5.5. Alis ceeruleis, hyalinis........... 1. 1. Elytris abdomine brevioribus............ 1. Spathalium Sommeri Burm. 1. Sommer? Burm. 2. Stáli mihi. 3. Audowini Blanch. 4. serrulatum Thunb. 5. macropterum Blanch. 6. cyanopterum Blanch. Fuscum, nigro-variegatum. Pronoto antice crista altissima, irregulariter dentata. Pronoto lobulo postico latissimo, tu- berculis marginalibus depressis, medio magno apice bifido. Elytris abdomine longioribus, griseo fuscis; venis plurimis fuscis, fascia media longitudinali griseo-areolata, ante medium evanescente. Alis elytrorum longitudinis, obscure fuscis, apice dilutioribus. Femoribus posticis carina superiori alta, com- pressa, bisinuata, irregulariter serrata. Tarscrum posticorum articulo tertio primo sub*quali. O. Long. corporis OQ 30-= 5 antennarum ? - pronoti 9 - elytrorum 1 - fem. post. 17 Ommezxecha Sommeri, Burmeister, 1839, ZZando. 11, p. 654. HasITaT. Brasil. (Col. del Sr. Brunner, tipo de Burmeister, número 7717). El tubérculo medio del borde posterior del pronoto es bífido, 32 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) carácter comun á esta especie y la siguiente. La quilla media del pronoto, en el lóbulo anterior, es muy alta y constituye una cresta comprimida, muy elevada, dentada desigualmente y rugosa á los lados. 2, Spathalium Stáli Bol.. sp. nov. (Fig. 2). Fusco-viride, villosum. Antennis depressis, villosissimis. Pronoto antice crista alta, compressa, irregulariter denticula- ta; lobulo postico magno, latissimo, deplanato, utrinque cari- nato, dentato, granoso; margine postica tuberculis magnis, depressis, medio validiori, bifido. Elytris abdomine longiori- bus, apicem versus attenuatis, subacuminatis, rufo-fuscis; area discoidali viridula. Alis dimidise elytrorum longitudinis, valde reticulatis, disco interno fusco-nigro. Pedibus villosi- ssimis: femorum posticorum carinis lobulatis, superiori com- pressa, bisinuata, irregulariter dentata. Tibiis posticis viridi- fuscis, apice subceerulescentibus; spinis apice nigris. Tarso- rum posticorum articulo tertio primo breviori. Q. Long. corporis Q 32"" - antennaram 1] - pronoti 9,5 - elytrorum 23 - fem. post. 16 HabrraT. San Leopoldo. (Museo de Estocolmo.) La quilla media del pronoto en la mitad anterior es tambien alta y comprimida, rugosa á los lados, y el borde posterior del pronoto está provisto igualmente de un lóbulo deprimido y bifido y de otros dos laterales; los fémures posteriores tienen lóbulos sinuados y foliáceos á lo largo de la quilla inferior externa. Las alas son mucho más cortas que los élitros. Es una de las especies más grandes y notables del género, y ofrece muchos puntos de contacto con la anterior y con la siguiente. 3. Spathalium Audouini Blanch. Viride. Antennis depressis. Pronoto antice crista alta; lobulo (29) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 33 postico tuberculis conicis, marginis postice tuberculo medio quadrato. Elytris abdomine parum longioribus. Alis abbre- viatis, hyalinis. Femoribus posticis villosis; carina superiori bisinuata. y Q. Long. corporis y 21"; O 29" Ommexecha Audovini, Blanchard, 1836, Mon. p. 611, pl. 21, f. 59”, 60; Serville, Hist. »., p.' 700: - - Burmeister, Zandb. 1, p. 655. HABITAT. Maldonado. Se encuentra en el mes de Noviembre, en las orillas de los pantanos, en gran número. No he podido examinar esta espe- cie que, sin embargo, coloco con seguridad en este grupo. 4. Spathalium serrulatum Thunb. Fusco—rufescens. Capite granulato. Antennis depressis, ni- eris. Vertice minime excavato. Pronoto antice carina com- pressa, acuta, parum elevata, in 9 minus expressa, dentibus duobus indicata; lobulo postico obtuse angulato, multidenta- to, dentibus duobus mediis ceteris vix validioribus. Elytris abdomen superantibus, fuscis, fossulis pallidioribus subin- distinctis, area anali versus apicem flavo interrupta. Alis ely- trorum fere longitudinis, ceeruleis, cellulis basalibus nigris vel tantum nigro limbatis, apice venis fuscis. Femoribus pos- ticis fusco bifasciatis, carina superiori minime compressa, ser- rata, in 7 leevissime bisinuata. Abdomine dorso nigro. y O. Long. corporis 20"; 0 30*= - antennarum 11 13 - pronoti 45 Ñ - elytrorum 16 24 =- fem. post. 10 14,5 Gryllus serrulatus, Thunberg, 1824, Mém. Ac. Pét. 9, p. 414. Ommexecha Klugii, Burmeister, Handb. 1, p. 655. - serrulata, Stál, Recens. Orth. 1, p. 136. HABITAT. Brasil. Bahía (Col. del Sr. Brunner; núm. 7712 Q), tipo de Burmeister. Perú (Boucard) Mus. de Estocolmo c/. ANALES DE H:ST. NAT.—YXIII. 3 34 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) El ejemplar del Perú difiere tan sólo por la coloracion de las alas, por ser negro todo el disco interno, si bien se destacan en azul claro las nerviaciones; si la coloracion negra faese ménos abundante y faltase en el centro de cada areola, que- darian éstas circuidas de una márgen negra, que es lo que sucede en el ejemplar típico de Burmeister; como la diferen- cia es, á mi ver, de más 6 ménos fuerza en la coloracion, no me atrevo á considerar como de especie diversa los dos únicos ejemplares que he visto: pero si la coloracion fuera constante, y si las diferencias que creo sexuales persistieran en indivi- duos de sexo diverso, no tendria duda alguna en calificarlos con nombre distinto. 5. Spathalium macropterum Blanc). Fuscum, elongatum. Capite supra lineis duabus fusciori- bus. Pronoto rugoso, depresso, lobulo postico utrinque cari- nato, marginibus dentatis, macula laterali pallidiori. Elytris abdomine multo longioribus, fuscis, apice subacuminatis, in- distincte maculatis. Alis magmnis, hyalinis, disco interno dilute ceeruleo. Femoribus posticis intus nigris, macula basali ro- sea. y. Long. corporis 35”". Ommexecha macropterum, Blanchard, 1836, Mon. v. 610, pl. 21, fig. 3 et 4; Serville, Hist. n. des Orth., p. 699. - macroptera, Burmeister, HZandb. 11, p. 655. HABITAT. Rio Sara, provincia de Chiquitos. No he visto esta especie; segun Blanchard se encuentra en el mes de Setiembre. 6. Spathalium cyanopterum Blanch. Fuscum. Capite crasso, fere leevi. Antennis depressis. Pro- noto lato, denticulato, suberanulato, postice angulato; antice subproducto; medio carinato. Elytris abdomine brevioribus. Alis basi ceeruleo-nigris, apice hyalinis. Femoribus posticis compressis, subleevibus. Abdomine supra fusco. Y. Long. corporis 38", 481) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 35 Ommexecha cyanopterum, Blanchard, 1836, Mon. p. 608, pl. 21, fis. 1 et 2; Serville, Hist. n. des Orth., p. 699. > cyanoptera, Burmeister, Handd. 11, p. 659. HABITAT. Chiquitos, Brasil. No he visto esta especie que, segun Blanchard, se encuen— tra sobre los árboles en los linderos de los bosques. SUB-TRIBU CHROTOGONE. Insectos pequeños y de color terroso-amarillento, propios de África, Asia y Oceanía, y que faltan por completo en Europa y en América. El cuerpo es ancho, deprimido; la cabeza pequeña; el vér- tice prolongado, horizontal, apénas más saliente que los ojos y rodeado por las sienes, que son horizontales y llegan á jun- tarse en la parte anterior; la quilla media de la frente es alta y muy comprimida entre las antenas y rápidamente deprimida ántes y despues del estemma medio; el surco estrechísimo que la recorre, se halla á veces interrumpido entre las antenas; éstas son cortas, filiformes, más 6 ménos deprimidas y en- erosadas en el ápice; se insertan entre los ojos 6 apénas un poco por delante, y siempre muy cerca de ellos; los ojos son casi semi-esféricos, pero no pediculados. El protorax es trasverso, más estrecho por delante, anguloso ó redondeado por detrás, y con frecuencia está provisto de pliegues á lo largo del borde posterior, que hacen parecer dicho borde como festonado; la superficie es rugosa, desigual, y el lóbulo anterior tiene á cada lado tres tubérculos deprimi- dos más ó ménos perceptibles, de los que dos están colocados entre el borde anterior y el primer surco, y el tercero entre el primero y el segundo surco. El prosternon ofrece en este grupo una disposicion particular y muy caracteristica; todo su borde anterior, de uno á otro extremo, está doblado sobre el resto, constituyendo una lámina que sigue la curva de la boca y for- ma como una especie de caja, en la que está recibida aquella; esta lámina pasa por delante de las caderas del primer par; la placa esternal es trasversa con reborde anterior estrecho limi- tado por un surco; los lóbulos mesosternales son un poco más 36 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (82) pequeños que el espacio interlobular en los machos, y mucho más en las hembras; el espacio interlobular está cerrado por detrás, por unirse mediante un pequeño surco los ángulos internos de los lóbulos mesosternales con el surco trasverso posterior 6 metasternal. Los élitros son variables en cuanto á su desarrollo; pueden ser más largos 6 más cortos que el abdó- men, y tambien rudimentarios y áun nulos; por lo general están provistos de tuberculitos redondeados y salientes, dis- puestos á lo largo de las principales venas. Las alas siguen el desarrollo de los élitros, y en los macrópteros cuando están cerradas sobresalen un poco del ápice del élitro. Las patas son siempre algo rugosas Ú granosas, los fémures anteriores tie- nen quillas longitudinales y las tibias un surco en la cara ex- terna; los dos primeros artejos de los tarsos son mucho más cortos que el último; los fémures posteriores son anchos, con las quillas escabrosas, las tibias posteriores carecen de espina apical externa y están quilladas entre las espinas, pero las quillas no son cortantes; los espolones de estas tibias suelen ser muy largos, y el último artejo de los tarsos lo es tanto como los otros dos reunidos. El abdómen es mucho más ancho en la base, y sus piezas son normales; las valvas son sinuadas y las superiores denti- culadas en el borde externo; las inferiores tiene un diente seguido de una escotadura. 3. GÉN. Caconda Bol.., n. g. Corpore fusiforme, brevi, lato, rugoso. Antennis apice dis- tincte clavatis, depressis; fastigio horizontali; frontis carina sulcata, sulco interantennas nullo. Pronoti lobo postico utrin- que carinato; lobo antico utrinque tuberculis tribus depressis, lobis lateralibus angulo postico acuto; sulco mesosternali rec- to, transverso. Elytris alisque nullis; metanoto, abdominisque dorso rugis compressis longitudinalibus. Femoribus anticis carinatis, carina superiori subcompressa. Tibiis externe sul- catis. Femoribus posticis latiusculis, carinis subdilatatis; pa- gine externe strigis scabris. Tibiis posticis carinis compres- siusculis, spina apicali externa nulla. Valvulis superioribus oviscapti sinuatis, indistincte denticulatis. (33) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 37 1. Caconda fusca Bol., sp. nov. Fusco-ferruginea, nigro variegata. Fronte terrosa. Antennis articulo primo pallido excepto fuscis, apice nigris. Pronoto rug'oso, carina media distincta, margine postica dentato; me- tanoto abdominisque dorso, tuberculis compressis lineas quin- que formantibus. Femoribus posticis fascia obliqua pallida, subtus maculis seriatis nigris. Abdomine subtus nigro va- riegato Y. Long. corporis Qia3as, = antennarum 7,5 = pronoti 5,0 - fem. post. 8,5 HABITAT. Caconda, Angola (Anchieta!).—Museo de Lisboa. 4. GÉN. Chrotogonus Serv. Corpore depresso, fusiformi, medio lato. Vertice subhori- zontali, leevissime declivi, parum exerto; carina frontali inter antennas compressa, sulcata. Antennis filiformibus, apice leevissime incrassatis. Pronoto carina medio interrupta, sepe tota subindistincta; lobulo antico utrinque tuberculis tribus depressis, lobis lateralibus angulo postico acuto vel subrotun- dato. Sulco mesosternali arcuato vel obtuse angulato. Elytris abdominis longitudine vel longioribus, plerumque abbrevia- tis, raro squamiformibus vel nullis; venis longitudinalibus callis elevatis. Alis perfecte explicatis, hyalinis vel coloratis, vel abbreviatis, vel nullis. Femoribus carinatis; posticis latis, scabris, carinis subdilatatis. Tibiarum posticarum carinis su- brotundatis; spina apicali externa nulla; calcaribus magnis. Valvulis superioribus oviscapti sinuatis, apice acuto, seepe maxime recurvo, lateribus basi denticulatis. Chrogonus Serville. Ommezxecha Blanchard, Burmeister. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1, Elytris squamiformibus, discretis, pronoto bre- vioribus yel nullis. 2. Corpore fusco-vinaceo; elytris nullis........ 1. Bormansi mihi. 38 ANALES DE HISTORIA NATURAL. . 2, 2. Corpore rufescentitestaceo; elytris squa- miformibus. 3. Pronoti lobulo postico punctato; mesosterni spatio interlobulari antice utrinque angu- lato; elytris marginem posticam metanoti non attingentibus..................... 2. micropterus mihi. 3. 3. Pronoti lobulo postico granoso-tubercu- loso; mesosterni spatio interlobulari an- tice utrinque rotundato; elytris margi- (39) nem posticam metanoti superantibus... 3. hemipterus Schaum.- 1. 1. Elytris intus contiguis, dimidium abdo minis tegentibus vel perfecte explicatis, 4. Elytris alisque abdomine longioribus vel ejus longitudinis; alis in quieto elytris superantibus. 5. Elytris alisque abdominis longe superan- tibus. 6. Elytris angustis; area mediastina prope basim vix dilatata. 7. Verticis fastigio desuper oculorum api- cem vix superanti................. 4. angustatum Blanch. 7. 7. Verticis fastigio desuper producto. 5. fumosus mibhi. 6. 6. Elytris latiusculis; area mediastina(í 6. Scudderi mihi. prope basim dilatata............. ) 7. Savigny Blanch. 5. 5. Elytris alisque abdominis longitudinis. 8. pallidus Blanch. 4, 4. Elytris apicem abdominis superantibus vel brevioribus; alis elytris semper brevioribus. 7. Elytris apicem abdominis superantibus vel subattingentibus, alis parum bre- vioribus. S. Elytrorum tuberculis scabris in series plurimas digestiS................ 9. trachypterus Blanch. 8. 8. Elytrorum tuberculis serie unica. 9. Elytris abdomine longioribus....... 10. gracilis Blanch. 9. 9. Elytris abdomine brevioribus ... 11. ¿ncertus mihi. 7. 7. Elytris abdomine brevioribus, raro longioribus; alis in Q multo brevio- ribus. 10. Pronoti lobulo postico fere leevi; elytris apicem abdomine parum SUPOñAnGIDUS. e... u..meodos»» 10. 10. Pronoti lobulo postico tubercu- $13. liaspis Blanch. (12. homalodema Blanch. (35) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 39 loso-rugoso; elytris abdomine brevioribus. 11. Pronoti lobis lateralibus postice prope angulum posticum latera- lem, lobulo parvo rotundato; elytris ad partem angustatam femorum posticorum extensis.* 14. lugubris Blanch, 11. 11. Pronoti lobis lateralibus pos- ticerectis, angulo posticorec- to vel subacuto; elytris ad di- midium femorum extensis. 12. Pronoti lobis lateralibus angulo postico acuto, genis apiceque frontis rugoso-tuberculatis; ca- rina frontali ante ocellum si- A A A 15. Saussure mihi. gulo postico recto; Ha apiceque frontis tantum tu-116. senegalensis Krauss. berculis parvis, rotundatis; (17. oxypterus Blanch. carina frontali ante ocellum | IIÍOTa. as Da 1. Chrotogonus Bormansi Bol., sp. n. Fusco-vinaceo, tuberculis rugulisque flavis consperso; sub- tus leevi, castaneo. Fronte parum obliqua, medio, fascia trans- versa pallida. Oculis parum prominulis. Antennis brevibus, angustissime flavo annulatis. Fastigio brevi. Pronoto lobo an- tico medio carinato; lobo postico rugoso-granoso, utrinque ca- rinato, inter carinas postice plicis quatuor; lobis lateralibus angulo postico acuto, subtus flavis elytrisnullis. Femoribus posticis compressis, carina superiori dimidio apicali minus alta, inferiori flavo fuscoque variegata, intus sanguineis. Ti- biis posticis apice purpureis, spinis flavis apice nigris. Tarsis brevibus. Abdomine granoso-rugoso, lateribus flavo. Valvulis oviscapti impresso-punctatis, superioribus externeserrulatis Q. Long. corporis 0 - antennarum 5 - pronoti 4 - fem. post. 8 40 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (35) Hasrrar. Kolla de Giagane, reino de Schoah, África. (Co- leccion del Sr. Bormans. Expedicion de Antinori.) La cabeza es muy corta y la frente casi vertical, lo que le distingue desde luégo de todos los demás; tambien es muy característica la coloracion vinosa oscura sobre la que se des- tacan las arrugas y tuberculitos de que está cubierto todo el cuerpo, y que son amarillos. El pecho y toda la parte infe- rior del cuerpo es de color pardo con viso morado, en vez de ser amarillo con puntos pardos, como sucede en todos los demás. 2. Chrotogonus micropterus Bol., sp. nov. Pallide testaceus, vel testaceo-rufescens, subtus punctis ni- eris. Fronte obliqua, subsinuata, carina media versus apicem obsoleta, inter antennas compressa. Fastigio dimidio ocu - lorum «equanti, supra concaviusculo. Oculis rotundatis, glo- bosis. Antennis fusco annulatis. Pronoti, lobo antico tuber- culato, antice eranulis duobus nigris; lobo postico brevi, leevi, impresso-punctato, carinula media conspicua; lobis late- ralibus punctatis, macula parva fusca media, angulo postico fere recto infra subrefiexo. Elytris marginem posticam meta- noti non attingentibus. Mesosterni spatio interlobulari antice utrinque subangulato. Femoribus posticis supra maculis dua- bus., carinis inferioribus fuscis. Valvulis superioribus ovis- capti angustis, supra scabris Y. Long. corporis Q 20". - antennarum 6,5 - pronoti 4 - — elytrorum 1,5 - fem. post. 8,5 HapIiTaT. Humbe, Angola (Anchieta!).—Col. del Museo de Lisboa. Parecido al Chr. hemipterus Schaum, pero bien distinto, porque el fastigio es ménos saliente, los ojos son más gruesos y redondeados, el lóbulo posterior del pronoto es liso, y por los élitros que son mucho más pequeños. (37) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 41 3. Chrotogonus hemipterus Schaum. Griseo-fuscus, subtus pallidus, nigro-punctatus. Capite a la- tere viso antice parum obliquo, leevissime sinuato utrinque fascia obscuriore; carina media ante ocellum continuata, inter antennas compressa. Fastigio dimidio oculorum longiori. Oculis parvis, parum prominentibus. Antennis brevibus, fusco maculatis. Pronoto granoso, lobo antico tuberculato, lobo postico scabro, utrimque carina abbreviata, margine postica tuberculis pliciformibus; lobis lateralibus granosis, angulo postico subacuto. Elytris lateralibus, inter se distan- tibus, segmenti primi abdominalis dimidium attingentibus, tuberculatis. Mesosterni spatio interlobulari antice utrinque fere rotundato. Femoribus posticis supra maculis duabus, carinis inferioribus punctis fuscis. Valvulis angustis, supra scabris Q. Long. corporis 0.30%: - antennarum 5 = pronoti + - — elytrorum 2,9 - fem. post. 9 Chrotogonus hemipterus Schaum, 1853, Monatb. Berl. Acad., p. 778; in Peters, Reis. Mossamb., Ins., p. 143, 1.7 A.,f. 12; Gerstaecker, Dechen's Reise, Bd. 11, Zw. Abth., p. 47; Stal, Bidrag. Afric., Orth. Fauna, p. 31; Bolívar, Znsectes d Angola, p. 2. HABITAT. Damara (Stál). Humbe, Mossamedes, Cabinda (Anchieta!),—Museo de Lisboa. 4. Chrotogonus angustatus Blanch. Corpore elongato, antennis apice distincte incrassatis. Ocu- lis globosis. Fastigio antice rotundato, leevissime producto. Fronte fere verticali. Pronoto postice obtuse angulato. Elytris abdomine longioribus, angustissimis, apicem versus attenua- tis, subacuminatis, serie tuberculorum; area mediastina prope basim minime dilatata. Alis elytra superantibus, hyalinis. Femoribus posticis elongatis. Tibiarum posticarum calcaneis longiusculis Q. 42 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) Long. corporis, sec. icon. Q 16"" ** Savigny, Ezxped. d Egypte. Prth., pl. 6., f. 1. Ommexecha angustatum Blanchard, 1836, Mon., p. 624, tantum nomen. HABITAT. Egipto. Savigny figura este insecto en las láminas de la Expedi- tion d'Egypte, cuyo texto y parte explicativa no llegaron á publicarse. Audouin tampoco describió la especie en la expli- cacion de dichas láminas, y finalmente Blanchard en la Mo- nografía del género cita la figura y la da el nombre de O. angustatum, pero sin describirla; la exactitud con que están ejecutadas las demás figuras de la láínina autoriza á suponer que tambien sería exacta la que representa esta especie, y atendiendo á los caractéres que ofrece me ha sido fácil carac- terizarla determinando el lugar que la corresponde en el género. 5. Chrotogonus fumosus Bol., sp. nov. Griseo-cinereus, subtus fusco-punctatus. Capite punctato, verticé concavo, angusto; fastigio ante oculos prominulo. Frontis carinis lateralibus basi punctis duobus nigris. Pro- noto granoso , antice et postice granulis nigris: lobulo pos- tico subrotundato plicis parum distinctis, utrimque carina abbreviata: lobis lateralibus postice granosis, supra Coxas anticas lobatis, angulis posticis subacutis. Elytris abdomine longioribus, angustissimis, area mediastina parallela, basi non dilatata, punctis callosis subindistinctis, venis nigro ads- persis. Alis elytris superantibus, obscure fuscis. Femoribus posticis supra, maculis duabus fuscis, carinis inferioribus fusco-punctatis. Valvulis superioribus oviscapti dimidio api- cali gracilibus, valde curvatis, basi tuberculis atque denti- culis instructis Q. Long. corporis 920" - pronoti 4 Ely tE 17 ==. fem. Post... 19 HABITAT. Monomotapa. (Col. del Sr. Brunner; núm. 11.875). (39) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 43 6. Chrotogonus Scudderi Bol., sp. nov. Fusco-—ferrugineo. Subtus fusco punctato. Parce rugoso. Fronte leevi, eburnea; carinis punctis nigris: genis apice tu- berculatis. Vertice concaviusculo medio carinato. Fastigio parum prominulo, angulato. Pronoto lobo antico fusco, tuber- culato, postico leevi, flavo, tricarinato; margine postica obtu- se angulata, rufa, tuberculis pliciformibus nigris; lobis late- ralibus punctis raris nigris; margine inferiori flava, subsi- nuata, angulo postico acuto apice immo rotundato. Elytris abdominis quinta parte longioribus, latiusculis, nigro ads- persis, callis elevatis in series 3 vel 4 dispositis; area me- diastina prope basim latiore, fere lobulata. Alis elytris supe— rantibus, hyalinis. Pedibus anterioribus fusco annulatis. Femoribus posticis latis, carinis nigro maculatis. Valvulis superioribus oviscapti basi scabris, externé denticulatis Q. Long. corporis Q 22" - pronoti 4,5 - elytrorum 17 - fem. post. 10 HABITAT. Nilo. (Col. del Sr. Scudder.) 7. Chrotogonus Savigny Blanch. sp. nov. A. Chr. Scudderi sec. icon. Savignyanum differt: Pronoti lobulo postico tuberculato, concolori: elytris abddomine multo longioribus: tarsorum posticoruam articulo tertio duobus pri- mis conjunctis longiori Q. Long. Corp.'sec. icon. Q 15 HabBITaT. Egipto. "0 Bavieny Exp. d' Egypte. Orth. pl. 6, T.:*/,,”/¿0: Ommezxecha Savigny, Blanchard, Mon. p. 624. Nomen tantum. A juzgar por la figura es afine al anterior, del que pudiera ser una simple variedad. 8. Chrotogonus pallidus Blanch. Pallide-flavus, subtus nigro punctatus. Capite brevi ad basim 11 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) nigro quadrilineato. Antennis flavis ad apicem nigris. Pro- noto brevi, denticulato, lobis lateralibus macula fusca, mar- ginibus pallescentibus. Elytris abdominis longitudine, dense nigro-punctatis. Alis hyalinis, elytris paullo longioribus. Fe- moribus posticis supra, maculis duabus fuscis, subtus carinis nigro-punctatis y. Long. corporis 13"” Ommexecha pallidum, Blanchard, 1836, Mon., p. 623, pl. 22, 1109. - pallida, Burmeister, Mando. 1, p. 656. HABITAT. Bombay. No he visto esta especie por lo que me limito á reproducir los caractéres que le asigna Blanchard. 9. Chrotogonus trachypterus Blanch. Fuscus, subtus nigro-punctatus. Capite brevi, rugoso: an- tennis fulvis, maculis nigris distinctis. Pronoto rugosissimo, postice septem dentato. Elytris fuscis, rugosissimis, abdomine paulo brevioribus. Alis elytrorum fere longitudine, hyalinis. Pedibus scabris, fusco maculatis. Femoribus posticis supra maculis duabus fuscis O. Long. corporis 17""; 18"", Ommexecha trachypterum, Blanchard, 1836, Mo2., p. 618, pl. 22, f. 69. - trachyptera, Burmeister, Zandd, 1, p. 656. HABITAT. Bombay. Igual observacion que para la especie anterior y para todas las de Blanchard, cuyos tipos no he logrado ver. 10. Chrotogonus gracilis Blanch. Sordide fuscus, subtus nigro-punctatus. Capite acuminato, vertice leevi. Antennis flavis, maculis fuscis transversis. Pro- (41) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 45 noto brevi, antice rugoso, postice tuberculis plurimis, minu- tis; margine postica tuberculis pliciformibus; lobis late- ralibus margine externa pallida. Elytris abdomine multo longioribus, tuberculis minutis serie unica. Alis elytrorum longitudinis y”, vel brevioribus OQ. Pedibus striatis, fusco ma- culatis. Femoribus posticis supra maculis duabus fuscis y” O. LonsHeerporis as O 23; Ommexecha gracile Blanchard, 1836, Mon., p. 619, pl. 22,f. 7 Q. - gracilis Burmeister, Handb. 1, p. 656. HABITAT. Nueva Holanda. 11. Chrotogonus incertus Bol., sp. nov. Rufo-fuscus, subtus pallidus, fusco-punctatus. Capite brevi, fronte tuberculato; vertice concavo. Pronoto rugoso-tubercu- lato, postice obtuse angulato, tuberculis pliciformibus dis- cretis: lobis lateralibus granosis, angulo postico acuto, mar- gine externa flava. Elytris abdominis fere longitudinis, tuber- culis minutis serie unica, venis rufescentibus. Alis O elytro- rum quinta parte brevioribus leevissime fuscis. Femoribus posticis granulatis, villosis, maculis fuscis subindistinctis. Abdominis dorso fuscescenti 9. Long. corporis 20"" = antenn. 6 - pronoti 4,5 - €elytrorum 12 - fem. post. 10 HABITAT. Silhet, China. (Col. del Sr. Brunner; números 6.359 y 9.775). 12. Chrotogonus homalodema Blanch. Griseo-flavescens, subtus pallido-fusco punctato. Capite acu- minato, paullo rugoso. Pronoto latissimo, antice scaberrimo, postice fere leevi, obtuse angulato, integro. Elytris abdomine sublongioribus, tuberculis plurimis sparsis. Alis elytrorum tertiam-partem «equantibus. Pedibus levibus, anterioribus 46 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) maculis fuscis, posterioribus inmaculatis. Abdominis dorso fusco Q. Long. corporis Q 22"”, Ommezxecha homalodemum, Blanchard, 1836, Mo2., p. 615, pl. 22, f. 4Q. - homalodema, Burmeister, Zandb. 11, p. 656. HABITAT. Senaar. 13. Chrotogonus liaspis Blanch. Obscure-flavus subtus pallidus, fusco-punctatus. Capite acu- minato leevi, antennis apice fuscis. Pronoto leevi, antice tan- tum rugulis raris et granulis tribus nigris. Lobis lateralibus macula nigra, margine externa flava. Elytris abdomine parum brevioribus, tuberculis serie unica. Alis elytrorum dimidio longitudinis, hyalinis. Pedibus fusco-maculatis. Femoribus posticis latis, externe maculatis Q. Long. corporis 21””. Ommexecha liaspis, Blanchard, 1836, Mon., p.620, pl. 22,f.8 9; Burmeister, Zandb. 11, p. 657, HABITAT. Bombay. 14. Chrotogonus lugubris Blanch. Obscure-fuscus, subtus pallidus, nigro-punctatus. Antennis fusco-ferrugineis, apice nigris. Capite rugoso, maculis fuscis. Fastigio obtuse angulato, concaviusculo, parum exerto. Pro- noto granoso-tuberculoso, lobo postico utrimque carinato, margine postica angulata, tuberculis pliciformibus sepe ni- gris; lobis lateralibus granulis nigris; margine externa plus minusve dilutiore, postice subreflexo, angulo postico fere recto, postice lobulo parvo rotundato in Q plus quan in y conspicuo. Elytris fusco adspersis, venis longitudinalibus plu- rimis tuberculatis, ante partem angustam femorum extensis. Alis brevissimis, rudimentariis. Pedibus granosis, nigro-ma- culatis, et griseo-pilosis. Femoribus posticis latis, supra 3 Bolivar:— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 47 maculis duabus fuscis, carinis parum dilatatis, inferioribus nigro punctatis «” Q. Long. corporís. y 14", 9 20 - antenn. 9,9 6,5 - pronot. 3,5 4,5 - elytror. oa dal - fem. post. or A Ommezxecha lugubre, Blanchard, 1836, Mon., p. 616, pl. 22, fig. 5 Q. *.Savigny, Exp. d' Egypt., Orth., pl. 6, f. 3. Ommexecha lugubris, Burmeister, Handb. 11, p. 656. Chrotogonus lugubris, Serville, Hist. des Orth., p. 703; Guerin Men. Voyage en Abyss. p. 339; Bormans, Spediz. italiana. Ortott. Anm. Mus. civ. Génora, 1883, p. 705. HasrraT. Alto Egipto, Cairo, (Museo de Madrid y en todas las colecciones); Kolla di Giagagne (Bormans). 15. Chrotogonus Saussurei Bol. sp. nov. Ferrugineo-fuscus, subtus pallidus, rufo punctatus. Capite acuminato, tuberculato; fronte fascia obliqua pallida. Fasti- gio subacuto, concavo. Antennis apice fuscis. Pronoto rugoso, lobulo postico tantum granulis raris, utrimque carinula bre- vi; margine postica obtuse angulata, tuberculis pliciformi- bus nigris; lobis lateralibus granulis nigris, margine externa pallida, angulo postico acuto. Elytris lanceolatis, usque ad medium femorum posticorum extensis, fusco adspersis, parce tuberculatis. Alis brevissimis, fuscis. Pedibus fusco variis, griseo pilosis. Femoribus posticis parce granulatis, carina superiori compressa; supra, maculis tribus nigris, media ex- terne oblique continuata, carinis inferioribus nigro punc- tatis y 9. Long. COBPOLIS.. ¿0114 0.2972 - antenn. 6 el - pronot. 3,0 5 - elytror. 3,0 S =. epa: postucrs 750 0:10 48 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) Chrotogonus lugubris, Saussure in litt. HABITAT. India Oriental. (Col. del Sr. Brunner y en la mia.) La especie es muy afine á la anterior, pero fácil de dis- tinguir. 16. Chrotogonus Senegalensis Krauss. Griseo-fusco-rufescens; infra pallidus, nigro punctatus. Ca- pite acuminato: fastigio angulato; vertice angusto, concavo frontis basi fascia obliqua pallida, apice subtuberculata. Pro- noto tuberculato, granoso, lobo postico tricarinato, margine postica obtuse angulata, tuberculis pliciformibus nigris ins- tructa, lobis lateralibus angulo postico acuto; margine externa pallida. Elytris lanceolatis, medium abdominis non attin- gentibus Y vel vix «equantibus, nigro adspersis, tuberculis serie unica. Alis brevissimis. Femoribus posticis griseo pilo- sis, leevissime granulatis, carinis externis inferioribus supe- rioribusque nigro punctatis y Q. Long. corporis ¿y 14”"; Q 18" - antenn. ? 4,5 - pronoti 3 ? - elytror. 5) 7,5 =:femi post: 7 9 Chrotogonus Senegalensis, Krauss, 1877, Orth. v. Senegal, p. 30, t. 1, f. 1 Y; Kaiserl. Ak. der Wissensch., in Wien, 1877, p. 144. HABITAT. Senegal (Krauss.) Abomey. (Col. del Sr. Brunner; núm. 6.665 7 y 9). Aun cuando los ejemplares que he visto no coinciden exac- tamente con la descripcion citada, me parece pueden referirse sin embargo á ella: los élitros son algo más cortos y el lóbulo posterior del pronoto tiene tres quillas bien manifiestas. 17. Chrotogonus oxypterus Blanch. Fusco-flavescens; subtus pallidus, fusco punctatus. Capite (45) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 49 rufo. Antennis flavis, transverse nigro-lineatis; oculis valde prominentibus. Pronoto scabro, antice granulis nigris, postice tuberculis pliciformibus leevissimis: lobis lateralibus, medio macula fusca, margine externa flava. Elytris medii abdominis longitudinis, maculis saturatioribus. Alis vix conspicuis. Fe- moribus posticis supra maculis duabus fuscis. Abdominis dor- so lineis nigris subindistinctis y” 9. oks: corporis. q 13": Q 19%. Ommexecha oxypterum, Blanchard, 1836, XMo7., p. 622, pl. 22. ENE - oxyptera, Burmeister, Handb. 11, p. 657. HABITAT. Costa de Malabar. La figura de Blanchard, 1. c., no conviene con la descripcion, puesto que en aquella los élitros cubren todo el abdómen. Además de las especies descritas y que tal vez se reduzcan algo cuando sean todas ellas bien conocidas, hay que agregar otra, Ommexecha latum, Blanch., Mon., p. 624, no descrita, pero sí representada en Savigny, Exp. d'Egypt., Orth., pl. 6, f. 2; esta especie, que tiene el cuerpo granoso y las alas mucho más cortas que los élitros pudiera ser alguna de las anterio- res; su tamaño no es conocido, pues la figura debe hallarse muy aumentada: de todos modos el nombre que Blanchard ha dado á ésta, como á las demás especies dibujadas en la re- ferida lámina de la Expedicion á Egipto, no es válido por no ir acompañado de descripcion. En mi coleccion existen, además, dos ejemplares y” y 9 de una especie muy afine al Chr. lugubris Blanch., pero distinta, porque en ellos los élitros son en el $ más largos y en la Q más cortos que en el y la 9 del C. lugubris; el lóbulo pos- terior del pronoto es casi liso, el anterior tiene granillos ne- gros y los laterales tienen el ángulo posterior recto y la már- gen inferior un poco redoblada por debajo de dicho ángulo, que no está seguido como en el €. lugubris de un pequeño lóbulo saliente. Las proporciones de los élitros, que como queda dicho, son más largos en el macho que en la hembra, disposicion contraria á lo que sucede en estas últimas espe- cies, (Chr. lugubris, senegalensis, etc.) es notable. ANALES DE HIST. NAT. —XIII. 4 50 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) Long. corporis 12% LO; — antennarum 5,9 6 — pronoti 3 4,5 — elytrorum. 8,5 9,5 — fem. post. 7 8,5 HABITAT. Yemen, (Bormans). SUB-TRIBU SYSTELL.E. Constituyen este grupo varios insectos de formas extrañas, muy distintas de las correspondientes á los fimatinos y que habitan en las Islas Filipinas, Molucas y Nueva Guinea. El cuerpo es comprimido en todos ellos. La cabeza es có- nica, plana por encima, con el vértice horizontal 6 un poco ascendente, avanzado por delante de los ojos y rodeado por las sienes, que se reunen en la parte anterior; la quilla fron- tal es comprimida entre las antenas, pero en seguida desapa- rece, mucho ántes de llegar al estemma central. La frente es sinuada, vista de lado: los ojos son oblongos, poco salientes; los estemmas laterales están situados por delante de los ojos, y entre ellos el estemma medio. Las antenas se insertan de- lante de los estemmas laterales, su primer artejo es mayor que el segundo, pero es corto y casi siempre trasverso, el se- gundo tambien es trasverso 6 tan largo como ancho, los res- tantes, á partir del tercero son tríquetros, deprimidos por encima, cortantes y más 4 ménos escalonados en el borde externo, disminuyendo de anchura hácia el ápice, que es agudo. El protórax es siempre comprimido y á veces está do- minado por la quilla media, que entonces es muy alta y cor- tante, en otros casos la quilla media casi desaparece y las laterales se extienden paralelamente, desde el borde anterior al posterior, limitando una porcion dorsal, estrecha y larga, plana ú algo cóncava: tambien pueden faltar todas las qui- llas, siendo en este caso el pronoto cilindráceo; los lóbulos laterales son trapezoidales y más anchos por detrás. El pros- ternon tiene el borde anterior grueso y en el medio una es- pina cónica y puntiaguda; la placa external es más larga que ancha y tiene un reborde anterior separado del resto por un 447) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 51 estrecho surco. Los élitros son grandes y del mismo modo que las alas llevan escotaduras (Systella) 6 sinuosidades, que terminan en un pequeño lóbulo (Desmoptera). Las patas anteriores son cortas y los fémures llevan quillas ó líneas sa- lientes longitudinales; los fémures posteriores son anchos y la quilla superior forma en la base un lóbulo redondeado, las estrías de su cara externa son regulares, pero salientes en la mitad inferior del área externa é irregulares en el resto, las tibias posteriores son de igual grueso en toda su extension y apénas más anchas en el extremo y sus quillas están redon- deadas, las espinas son fuertes, pero cortas, y la apical ex- terna es apénas más pequeña que las demás; los tarsos todos tienen el último artejo más largo que los dos basilares reuni- dos. El abdómen es comprimido, aquillado por encima y las valvas del oviscapto son prolongadas y sinuadas; la placa inferior del macho es grande, comprimida y saliente. 5. GEN. Systella. Westw. (Fig. 3.) Corpore compresso. Capite conico, fronte sinuata, carinis in- fra ocellum nullis; fastigio exerto, supra plano. Antennis ante ocellos insertis, triquetris, basi latiusculis, supra de- pressis, externe dentatis, dimidio apicali subcylindricis. Pronoto compresso, dorso planiusculo vel vix concavo, lati- tudine sua multo longiori, carinis lateralibus parallelis, pos- tice angulato vel anguste rotundato; lobis lateralibus perpen- diculariter insertis, trapezoidalibus, postice latissimis, mar- gine inferiori obliqua, angulo postico subacuto. Prosterno tu- berculo acuto, conico, raro parvo. Lamina sternali longiori quam latiori, antice marginata, spatio interlobulari angusto; lobis mesosternalibus intus rotundatis. Elytris latis, abdo- mine longioribus: area mediastina ante apicem sinuata; apice rotundatis vel sinuatis. Alis externe excissis, area anali parva, angusta. Femoribus posticis compressis, apicem versus parum angustatis, carina superiori basi lobulo compresso, rotundato; strigis penniformibus irregularibus, granulatis. Tibiis posticis apice vix latioribus, carinis rotundatis; spinis validis, brevibus; apicali externa ceeteris minus valida. Abdo- mine compresso: valvulis feminarum elongatis, sinuatis; la- 52 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) mina infraanali (y magna, compressa, apice acuta; cercis conicis. Systella Westwood, Arcana nat., 1841. Trigonopteryz Charpentier, 1841-1845. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Elytris minus latis; prosterni tuberculo parvo, obtuso; pronoto postice latiore, obtuse angula- to; alis nigro-punctatis. Sub. gen. Trigonopte- ryx Charp. 2. Elytris latitudine sua plus duplo longioribus. 1. punctata Charp. 2, 2. Elytris latitudine sua plus triplo longioribus. 2. Hopei Westw. 1. 1. Elytris latissimis (latitudine sua non vel vix duplo longioribus); prosterni tuberculo alto, acuto; pronoto postice distincte angustiori,; alis immaculatis. Sub. gen. Systella Westw. 3. Sinu anteapicali tertiam partem longitudinis elytrorum (vel tertiam et dimidiam) ocu- pante. 4. Area mediastina elytrorum macula ocelli- fofime Magna. uiccñidand e........ 3. Raflesii Westw. 4, 4. Area mediastina elytrorum macula oce- Dora nl sida o .... 4 platyptera Haan. 3.3. Sinu anteapicali quintam vel sextam par- tem longitudinis elytrorum ocupante.... 5. Westwodii Stál. 1. Systella punctata Charp. Elytris duplo et dimidio longioribus quam latioribus, gri- seis, fuscomaculatis; sinu ante apicali y” fere nullo; apice acute producto, pone apicem sinuatis et postice late rotunda- tis. Alis flavidis, atro-punctatis q”. Long. corporisexicon. Charp. y 30”” — antennarum 12 — elytr. 26 Lat. maxima elytr. 10 Acridium (Trigonopteryz) punctatum, de HaanVezhand, p. 151. (49) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 53 Trigonopteryzx punctata, Charpentier, 1841-45; Orth. descript. ebdep. PILOO. HABITAT. Paulo Sari (Java), Banjermassing, Padang, loca- lidades indicadas por de Haan. 2. Systella Hopei Westw. Corpore ochraceo, fusco-variegato. Capite fusco, pone ocu- los linea obliqua rufescenti. Pronoti disco nigrescente, cari- nula media subperspicua, postice sublatiore, obtuse angu- lato. Prosterno dente brevi, obtuso. Elytris triplo et dimidio longioribus quam latioribus, ante apicem in y” minus quam ni Q sinuatis; apice parum productis, pone apicem subsinua- tis, postice late rotundatis; fusco-rufescentibus luteo albido- que variegatis. Alis aurantiaceis, atro-punctatis. Tibiis pos- ticis rufescentibus, spinis apice nigris. Valvulis scabris y Q. Long. corporis FRIO — antennarum 15 — pronoti TE — €elytr. 36 47 Lat. maxima elytr. 10 14 Long. fem. post. 15 Systella Hopei, Westwood, 1841; Arcana ent. p. 12. Pl. 1v, f. HabITaT. China, Borneo. (Col. del Sr. Brunner; núme- 10 10.062-0 9). 3. Systella Raflesi Westw. Luteo-viridis; antennis in y” elongatis, basi parum dilata- tis, O brevioribus, basi latioribus, dentatis. Pronoto postice subangustiori. Elytris latissimis, sinu humerali tertiam par— tem longitudinis ocupanti; area mediastina subito depressa, medio ocello magno fusco. Alis levissime rufescentibus. Ti- biis anterioribus fusco-annulatis, < Q. Long. corp. ex icon. Westw. Q 43"" — antennarum 9 — elytr. 3) Lat. maxima elytr. 22 54 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) Sytella Rafiesi, Westwood, 1841; Arcana ent. , p. 12. Pl. 1v. HABITAT. Sumatra? Filipinas. 4. Systella platyptera de Haan. Luteo-viridis. Antennis elongatis, articulis 3.” et 5.” ex- terne subdilatatis, depressis, ceeteris subcylindricis. Pronoti disco subconcayvo, postice leviter angustiori. Tuberculo pros- ternali acuto. Elytris latissimis, latitudine sua vix duplo lon- gioribus, area mediastina ante partem tertiam apicalem subito depressa, truncata, sinu apicali arcuato; apice subproductis, postice latissime rotundatis, viridibus punctis apicalibus ni- ericantibus raris, medio fascia oblicua fusca. Alis fere hyali- nis. Spinis tibiarum apice nigris y. Long. corporis o” 320 — antennarum 9,5 — pronoti 7,5 — elytr. 31 Lat. maxima elytr. 16 Long. fem. post. 15 Acridium (Trigonopteryz) platypterum, de Haan Verhandel. p..191. PL cx (ge. 6.) HabBITaT. Malaca. (Col. del Sr. Brunner;núm. 4.384 y”). Obs. Seguramente de Haan ha padecido una equivocacion al señalar como patria de esta especie el Cabo de Buena £s- peranza. 5. Systella Westwoodi Stál. (Fig. 3.) Rufescens vel luteo-viridis. Antennis in 2 plus quam in y dilatatis, externe dentatis, in Q integris. Pronoto postice sub- angustato, disco concaviusculo. Prosterni tuberculo gracili, acuto. Elytris viridibus vel obscure flavescentibus, plus mi- nusve fusco, albidoque variegatis; venis punetis fuscis; vena mediastina ante apicem subito depressa, truncata: sinu api- cali sextam vel quintam partem longitudinis elytrorum ocu- (51) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 55 panti: margine apicali in Y oblique truncata, in y” rotunda- ta: angulo postico latissime rotundato, Alis flavescentibus, impunctatis. Femoribus posticis vitta externa fusca, seepe obsoleta. Spinis tibiarum apice fuscis, y” 3. Long. corporis o” 32” QUE — antennarum 10 10 — pronoti 8 pl — elytr. 24 31 Lat. maxima elytr. 12 15 Long. fem. post. 14 18 Systella Westivoods, Stál, 1877; Orth. n. ezinsulis Philipp.. p. 52. HABITAT. Filipinas (Museo de Estocolmo, y Y. tipo de Stál.) 6. GEN. Gyrtone Stal (Fig. 4.) Corpore maxime compresso. Capite conico; vertice depresso, ante oculos exerto; fastigio lato, rotundato. Fronte obliqua, sinuata, ocellis lateralibus ante oculos positis medio inter eos; antennis ante ocellum insertis, triquetris, latis, externe den- tatis; articulis duobus primis tranversis. Pronoto acutissime tectiformi, maxime compresso, carinis lateralibus nullis. Ely- tris...? Prosterni tuberculo alto, gracili, conico, acuto. Lamina externali latitudine sua longiori, antice angulata, marginata: spatio interlobulari angustissimo; lobis mesosternalibus in- tus rotundatis. Pedibus brevibus, femoribus anticis carinu- latis, posticis compressis, versus apicem vix angustatis, ca- rina superiori basi lobulo compresso, rotundato. Tibiis apice vix ampliatis, carinis rotundatis, spinis brevibus, apicali externa ceeteris minus valida. Abdomine supra dentato. Gyrtone Stál. 1. Gyrtone compressa Stál. (Fig. 4.) Ferrugineo-fusca. Fronte granosa. Pronoto antice punc- tato, postice subgranoso; acute producto, margine externa valde obliqua, angulo postico laterali acuto. Elytris...? Pedi- bus anterioribus granosis 9 (nympha). ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52) al [ar] Long. corporis Q 30%” — pronoti 9,5 — fem. post. 15,5 Gyrtone compressa, Stal, 1875. Observ. orthopt. 1. p.25 (nympha). HABITAT. Malaca, Museo de Estocolmo. tipo de Stál. El adulto debe tener los élitros y las alas bien desarrolladas. 7. GEN. Stenoxyphus Blanch. Corpore compresso. Capite brevi. Fronte obliqua. Antennis depressis, angustis. Pronoto tuberculato, tuberculo laterali validiore conico; carinis parum expressis, media recta, late- ralibus, introrsum curvatis. Prosterni tuberculo brevi, recto. Elytris corpore longioribus, angustis, ante apicem distinete coarctatis, apice rotundato, medio producto. Alis perfecte explicatis, apice subacuminatis. Femoribus posticis elongatis; articulo ultimo tarsorum posticorum ceeteris multo longiori. Stenoryphus Blanchard. 1. Stenoxyphus variegatus Blanch. Fusco-virescens. Capite granulato, annulo flavido. Pronoto tuberculato, carinis duabus curvatis. Elytris pallide virescen- tibus, fusco-maculatis. Alis roseis, subhyalinis, apice infus- catis y Q. Extens. alar. y 55”, Q 78"" Stenoryphus variegatus, Blanchard, 1853; Voy. au Póle Sud, p. 370. t. 1v. Zool. Xiphicera variegata, 1d., ibd. Pl. 3. fig. 7.* HABITAT. Nueva Guinea. No conociendo el insecto, me he limitado á trascribir la descripcion harto incompleta de Blanchard. Sin embargo, por (83) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 57 ciertos caractéres que le asigna se comprende fácilmente que el género es distinto del siguiente, y que no debe incluirse en él la Pyrgomorpha Nove-Guiner de Haan, que debe constituir otro género en union de la siguiente especie. 8. GEN. Desmoptera Bol.; gen. nov. (Fig. 5.) Corpore compresso. Capite brevi, conico; fronte, carina me- dia inter antennas compressa, sulcata, apicem versus obli- terata. Fastigio prominulo, horizontali, antice rotundato; ocellis lateralibus ante oculos positis; antennis ante ocellos insertis, elongatis, subfiliformibus, depressis. Pronoto dorso cylindraceo, carina media nulla, lateralibus subindistinctis; postice obtuse angulato, lateribus leevibus. Prosterni tuberculo alto, conico, gracili. Lamina sternali latitudine sua longiori, antice marginata; spatio interlobulari lobis mesosternalibus latitudinem «equanti, his intus anguste rotundatis. Elytris an- gustis, ante apicem minime coarctatis, area mediastina prope basim fere lobulata; apice subangustatis antice rotundatis, postice lobulo subacuto. Alis perfecte explicatis, antice rotun- datis, area discoidali apice lobulo triangulari acute exerto. Pedibus elongatis; femoribus anterioribus carinatis; posticis elongatis; carina superiori base lobulo compresso, rotundato, subreflexo. Tibiis posticis apice vix ampliatis; carinis rotun- datis, spinis validis, brevibus; spina apicali externa minus valida, articulo tertio tarsorum posticorum ceeteris longiori, valvulis angustis; compressis, sinuatis. Acridium (Pyrgomorpha) Haan. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Alis basi rubescentibus.............».... 1. Nove-Guinee de Haan. 1.1. Alis leevissime infumatis, apice fusces= COnTPUS 20229 das a ... 2. judicata mihi. 1. Desmoptera Nove-Guinez Haan. Capite ochraceo, fasciis superioribus et laterali unica oliva- ceis. Antennis olivaceis, luteo-variegatis. Pronoto granulato, 58 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (54) angulis nigro-vittatis, lateribus planis, ochraceis. Elytris fus- cescentibus, obscurioribus in maribus, punctis sparsis, nebu- lisque obscurioribus; vitta nigra secundum marginem posti- cam, semsim angustiore in feminis, Alis basi rubescentibus, inde fuscis in y”, totis rubescentibus Y. Pedibus posticis ochra- ceis, infra obscuris, y” 9. Long. corporis ex icon. Haan Q 41" — antennarum 12 — pronoti 5 — elytr. 40 — fem. post. 20 Acridium (Pyrgomorpha) Nove-Guinee, de Haan. Verhand. p. 150. Pl. xxmr. fig. 5.* HABITAT. Nueva Guinea, Borneo. Os. La inscripcion de la lámina y la indicacion del texto están equivocadas con las del A cridium (Pyrgomorpha) hema- topterum., 2. Desmoptera judicata Bol., sp. nov. Fig. 5.) Fusco-rufescens, Antennis flavescentibus, nigro-annulatis, Capite testaceo, antice fusco-variegato. Pronoto ruguloso, cari- nis lateralibus antice rugoso-flexuosis, lobis lateralibus nigro- granulatis, angulo postico truncato. Elytris cinerascentibus, fusco-nebulosis, venis nodulis raris distantibus nigris. Alis micantibus, dilute fuscis, apice obscurioribus. Pedibus rufes- centibus, fusco-variegatis, valvulis oviscapti punctatis, pilo- sis. Abdomine punctis impressis, o”. Long. corporis o” 39ue — antennarum 12 — pronoti 7,5 — elytr. 35 — fem. post. 17 HaBriTaT. Molucas. (Col. del Sr. Brunner; núm. 5.041). (55) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 59 SUB-TRIBU ATRACTOMORPHE. Comprende este grupo bastantes especies, representadas en América por solo tres, que constituyen cada una un género distinto ¡ Protomachus Stal, Phymaptera y Deraspis Bol.); en Asia y África lo está por el 4 tractomorpha Sauss., y en las islas Filipinas, Java, India y China por el género estra Stál. En Europa faltan. El cuerpo es proloneado y siempre algo más grueso en el medio. La cabeza es cónica y la frente oblicua; el vértice es saliente por delante y está completamente rodeado por las sienes, que constituyen una sutura longitudinal; la quilla media frontal es comprimida entre las antenas y apénas sa- liente en el resto de su extension, borrándose del todo ántes de llegar al epistoma, está además recorrida por un surco hasta el ápice del fastigio, con una sola excepcion que se ob- serva en el género Deraspis Bol., en el que la quilla es com- primida y sin surco en un largo espacio, por delante de la insercion de las antenas: los estemmas laterales están colo- cados delante de los ojos y el central entre ellos: las antenas son en general triquetras y deprimidas por encima á partir del tercer artejo, y se adelgazan hácia la punta, pero esta forma en el género Mestra Stál se modifica algo, de modo que parecen cilindráceas y filiformes; se insertan constante- mente por delante de los estemmas laterales, es decir, fuera de la línea que une los dos estemmas: los ojos son oblon- gos y poco salientes y las mejillas llevan siempre una serie de tuberculitos dispuestos en línea oblicua que, partiendo del ojo, á cada lado de la cabeza, va á terminar en el ángulo lateral y anterior del pronoto; en general esta línea de tu= bérculos es única y regular, pero en el género Mestra Staál, los tuberculitos están reemplazados por callos algun tanto desiguales. El pronoto es cilindráceo y sin quillas, ó6 por el contrario, tiene el dorso comprimido y las quillas perceptibles, pero sólo en el género Deraspis están estas quillas bien manifies- tas; por delante es truncado y por detrás obtusamente re- dondeado: los lóbulos laterales son trapezoidales y algo más anchos posteriormente, su borde inferior es oblicuo y granu- 60 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56) loso 6 está engrosado y posteriormente es agudo ó recto, muy rara vez redondeado en el mismo ápice. El prosternon, d está engrosado ó provisto de un diente, y con más frecuencia de un tubérculo, formado por el borde anterior y dirigido obli- cuamente hácia atrás, y en el que puede apoyarse la boca. La placa external es más larga que ancha, con reborde anterior separado del resto por un surco y con el espacio interlobular anterior tanto 6 más ancho que los lóbulos mesosternales; estos angulosos por dentro 6 redondeados. Los élitros pueden fal- tar totalmente; cuando existen son mucho más largos que anchos, y muy venosos. Las alas pueden ser rudimentarias áun cuando los élitros sean grandes, pero en general están bien desarrolladas. Las patas son delgadas y los fémures an- teriores más gruesos en el ápice; los posteriores son fuerte- mente tríquetros en algunos, y en este caso tienen el área in- fero-externa casi tan ancha como la media externa (géneros americanos) ú normales; las quillas no son comprimidas ni altas, y sólo la superior forma en la base un pequeño lóbulo comprimido; las estrías penniformes son irregulares y domi- nan las oblicuas inferiores; á veces son imperceptibles; las tibias posteriores son de igual grueso ú un poco ensanchadas en el ápice, y sus quillas son redondeadas 6 comprimidas; la espina apical externa siempre existe y es muy perceptible. Los apéndices anales son normales y las valvas de la Q si- nuadas. 9. GEN. Protomachus Stál. (Fig. 7.) Corpore depresso, elongato. Capite conico, longissimo. Fron- te horizontali, carina media apicem versus obliterata, sulcata. Fastigio oculorum longitudine fere duplo et dimidium lon- giore. Antennis longe ab oculos insertis, fere in apice fastigii, triquetris; articulo tertio latissimo, quarto minus lato, externe emarginato, ceeteris subeylindricis, parum distinctis: serie uni- ca tuberculorum pone oculos. Pronoto depresso, antice trun- cato, tricarinato, carinis punctatis, parum elevatis; lobis late- ralibus, postice vix emarginatis, margine externa granulata. Prosterni tuberculo transverso, obliquo, brevi, apice subtrun- cato; spatio interlobulari lobis mesosternalibus latiore O; his (57) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 61 lobis intus rotundatis. Elytris alisque nullis. Pedibus gracili- bus. Femoribus posticis area externa obliqua, infero-externa lata: geniculis supra bimucronatis, tibiarum posticarum cari- nis subrotundatis. Valvulis oviscapti sinuatis. 1. Protomachus depressus Stál. (Fig. 7.) Viridis vel griseo-fuscus; impresso-punctatus; antennis ar- ticulis quinque basalibus levibus, ceeteris confertissime cri- - bratis. Abdomine supra carinis plurimis discretis, segmento- rum margine postica fusco-punctatis, subtus flavescens lon- citudinaliter fusco-lineato. Pedibus fusco-variegatis. Long. corporis ag” Q 48 — antennarum 9 9,5 — pronoti 4,5 yl — fem. post. 13 17,5 Protomachus depressus, Stál, 1876. Obs. orth. 2. p. 54. HaBITaT. Alto Amazonas. (Col. del Museo de Estocolmo, tipo de Stál: en la del Sr. Brunner: tambien en la mia.) 10. GEN. Deraspis Bol. gen. nov. (Fig. 6.) Capite conico, longissimo. Fronte obliqua, sulcata, inter antennas compressa sulco destituta. Fastigio oculorum longi- tudine fere duplo longiori. Antennis ab oculis longe distanti- bus, triquetris, basi parum dilatatis; pone oculos linea obli- qua granulis minutis. Pronoto dorso tricarinato, sulco postico ante medium sito, postice producto, fere usque ad medium ab- dominis extenso; lobis lateralibus, postice profunde emargi- natis, angulo postico retrorsum acute producto. Elytris acu- minatis, apicem femorum non attingentibus. Prosterni mar- cine antica incrassata, tuberculo lato, parum elevato : spatio interlobulari lobis mesosternalibus latiore, his lobis anguste rotundatis. Pedibus gracilibus. Femoribus posticis area exter- na obliqua, area inferiori-externa lata: geniculis posticis bis- pinosis. Carinis tibiarum posticarum parum compressis, sub- rotundatis, supra spina apicali externa. Valvulis oviscapti 62 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58) angustis, superioribus sinuatis, inferioribus dente externo. 1. Deraspis Volxemi Bol. sp. nov. (Fig. 6.) Verisim. decolorato. Omnino viridis? sicco flavescens, bre- viter albo piloso. Capite supra carinato. Pronoto lobo postico confertim punctato, rugis longitudinalibus instructo, mar- gine laterali incrassato. Elytris abdominis longitudine. Spi- nis tibiarum posticarum apice nigris. Lamina supra anali 9 acute producta Q. Long. corporis Q 30" — antennarum 9 — pronoti 12 — elytr. 15 — fem. post. 14 HABITAT. Probablemente de América. (Museo de Bruselas; recogido por el malogrado naturalista C. Van Volzxem.) 11. Ge. Phymaptera Bol. gen. nov. Corpore subcompresso. Capite conico, longissimo. Fronte obliqua, carina media sulcata. Fastigio oculorum longitudine fere duplo longiori. Antennis ab oculis longe distantibus, tri- quetris, supra depressis, basi latiusculis; pone oculos serie unica tuberculorum. Pronoto dorso tricarinato, carinis latera- libus interruptis: sulco postico pone medium sito; margine postica obtusissime angulata: lobis lateralibus subtus crenu- latis. Prosterni tuberculo transverso, oblique producto, apice truncato: spatio interlobulari, lobis mesosternalibus latiore Q, his lobis intus rotundatis, Elytris femoribus posticis superan- tibus, apice externe rotundatis acuminatis. Alis rudimentariis. Pedibus gracilibus. Femoribus posticis area externa obliqua, area infero-externa latiuscula: geniculis bimucronatis. Ti- biarum post. carinis rotundatis, apice supra spina apicali externa. Valvulis oviscapti Y sinuatis. 1. Phymaptera jucunda Bol. sp. nov. Olivaceo-virescens. Fronte sinuata, rugulosa: antennis sub- ensiformibus. Fastigio ascendenti. Pronoto leevissime rugoso, (59) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 63 fere leevi. Prosterni tuberculo lato apice truncato, levissime emarginato: elytris punctis callosis raris nigris. Femoribus posticis apicem elytrorum non attingentibus: alis rudimen- tariis. Femorum posticoraum Carina inferiori-externaminute serrata. Spinis tibiarum posticarum apice nigris Q. Long. corporis quals — antennarum dl — pronoti 7,5 — elytr. 22 — fem. post. 13,5 HABITAT. Porto Cabello. (Col. del Sr. Brunner; núm. 1 268.) 12. GEN. Atractomorpha Sauss. (Fig. 8.) Corpore fusiformi, elongato. Capite conico. Fronte obliqua, carina media sulcata. Fastigio ante oculos prominulo, oculo- rum longitudinis s+equanti vel paulo longiori. Occello medio supra lineam transversam apice antico oculorum tangenti vel paulo ante eam posito; ocellis lateralibus ante oculos. Anten- nis ante ocellos laterales insertis, triquetris, angustis, brevi- bus; pone oculos linea unica granulorum, obliqua. Pronoto antice truncato, postice obtuse angulato, dorso planiusculo, carinis lateralibus plus minusve perspicuis, rectis vel in lobo antico flexuosis; sulco postico pone medium sito; lobis late- ralibus postice latioribus, marginatis, pone medium spatio pellucido, margine inferiore granulata, angulo postico acuto. Prosterni tuberculo obliquo, apice plus minusve rotundato, vel truncato, vel subemarginato, antice concavo. Lamina ex- ternali antice marginata, spatio interlobulari lobis mesos- ternalibus sequanti vel paulo latiori. Elytris abdomine longio- ribus, apice acuminatis; alis perfecte explicatis, apice acuto. Pedibus gracilibus; femoribus mediis carinulatis, posticis area externa parum obliqua, area infero-externa multo mi- nus lata quam area externa; geniculis apice non vel vix mu- cronalis. Tibiis posticis versus apicem distincte ampliatis ca- rinis compressis, spinis parvis, base compressis, spina apicali externa perfecta. Valvulis oviscapti sinuatis. Truzalis Fab., Pyrgomorpha Blanch. p. A tractomorpha. Saus. 64 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (60) DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Antennis ab ocellis spatio latitudinem antenna- rum sequanti vel minore sejunctis. 2. Antennis apicem frontis non vel yix attingen- tibus Q. 3. Fastigii latera oculorum longitudinis; elytris 4 z 1. crenulata F. apicem femorum posticorum quarta parte superantibus, breviter acuminatis......... e die 3. 3. Fastigii latera oculis longiora; elytris api- cem femorum posticoram tertia parte superantibus, longe acuminatis....... . 3. crenaticeps Blanch. 2. 2. Antennis apicem frontis plus minusve supe- rantibus €) y. 4. Fastigio triangulari, apice sensim angustato, utrinque sinuato; pronoto antice excisso; elytris apice breviter acuminatis........ 4. Gersteckeri mihi. 4. 4, Fastigio oblongo, apice rotundato; pronoto antice rotundato; elytris longissime acu- minatis. 5. Dorso pronoti postice sensim ampliato, ca- rinis fere inconspicuis, lobulo postico gra- nulis instructo; sulcis transyersis subin- on O A ME ... 5. Auwrivillia mihi. 5. 5. Dorso pronoti sensim parallelo, carinis perspicuis, sulcis transversis impressis, a 3. similis mihi. mm, lobulo postico impresso-punctato...... 1. 1. Antemnis ab ocellis spatio latitudine antenna- rum multo majore sejunctis. 6. Abdomine granoso; capite pronoto breviori. 7. Bedeli mihi. 6. 6. Abdomine levi; capite pronoti longitu- dinis vel longiori.......... A 8. psittacina Hag. 1. Atractomorpha crenulata F. Virescens vel fusco-cinerascens; antennis apicem frontis non attingentibus O, ab ocellis spatio latitudine antennarum multo angustiori sejunctis. Fronte granulosa. Fastigii latera oculorum longitudinem sequanti. Pronoto punctato, granula- to, antice subtruncato, postice obtuse angulato et angulo immo emarginato; carinulis subindistinctis, seepe granulorum (61) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 65 serie patefactis; lobis lateralibus postice latioribus, distincte sinuatis; margine externa crenulata, leevissime curvata; an- gulo postico acute rotundato, retrorsum non nihil producto. Prosterni tuberculo truncato-rotundato. Elytris apicem femo- rum posticorum quarta parte superantibus, breviter acumi- natis. Alis latitudine sua duplo longioribus, basi rosea. Ab- domine leviusculo. Long. corporis o 16m 20 -= antennarum 5,5 5,5 - pronoti 3,0 6 - elytrorum 15 20 - fem. post. 8 dl Truzxalis crenulatus, Fabricius, 1793, Ent. Syst. 11, p. 26; Pa- lisot de Beauv., pl. 3, f. 1; Thunberg, Mém. Ac. Pét. 5, p. 265 (1815); Burmeister, ZZandb. 11, p. 609. - brevicornis, Thunberg, Mem. Ac. Pet. 5, p. 264 (1815); Act. Soc. Ups. 9, p. 84 (1827), excl. syn. - crenatus, Thunberg, Act. Soc. Ufs. 9, p. 86 (1827). - scaber, Thunberg, Jém. Ac. Pet. 5, p. 266 (1815); Act. Soc. Ups. 9, p. 81 (1827). Altractomorpha crenulata, Saussure, Orth. du Mus. de Genéve, Ann. Soc. Ent. de France, 1881, p. 475; Stál, Rec. 1, p. 12. HaBITaT. Java, Ceilan. (En todas las colecciones.) 2. Atractomorpha consobrina Sauss. Ab A. crenulata differt corpore graciliori; prosterni tuber- culo apice emarginato, subbidentato. Altractomorpha consobrina, Saussure, 1861, 1. l., p. 475. HABITAT. Java, Ceilan. No he podido examinar suficiente número de ejemplares en buen estado para decidir acerca de la validez de esta especie, que sólo se diferencia de la anterior por los caractéres expre- sados. 3. Atractomorpha crenaticeps Blanch. Viridis. Antennis apicem frontis non attingentibus, ab ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 3) 66 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (62) ocellis antennarum latitudinis spatio sub*e*quali sejunctis, base intus ceeruleis. Fastigio a latere viso oculorum longitu- dinis parum longiori. Capite granulato. Pronoto antice rotun- dato, postice obtusissime angulato; dorso planiusculo, carina media perspicua, lateralibus granulis indicatis; lobis latera- libus postice parum latioribus, emarginatis; margine externa recta, crenulata, angulo postico acuto. Prosterni tuberculo longiori quam latiori, apice angustato, subtruncato. Elytris femorum apicem longe superantibus, acuminatis. Alis basi interna rosea. Femorum posticorum subindistincte granu- latis, fere levibus; tibiis capite cum pronoto brevioribus. Ab- domine leevi Q. Long. corporis 30"”. - antennarum 6,5 - pronoti 6,5 - elytrorum 27 - fem.post. 13 - tib. post. 11 Pyrgomorpha crenaticeps, Blanchard, 1853, Voy. au Póle Sud, DP. 368, Zool., t. 1v. p. 268. Truzalis crenaticeps, Blanchard, 1.1., pl.3,f.4et5Z 09. HaBITAaT. Nueva Guinea, Australia boreal. (Col. del Mus. de Estocolmo) Andaman, (Col. del Sr. Scudder.) 4. Atractomorpha Gersteckeri Bol., sp. nov. Viridis vel grisea. Antennis apicem frontis in Y longe su— perantibus, ab ocellis antennarum latitudini spatio sub«wquali sejunctis. Capite acuto, fastigio oculorum longitudine lon- giori, triangulari, sensim acuminato, ante apicem utrinque sinuato. Pronoto antice emarginato, postice obtuse angulato, angulo immo subtruncato; carinulis subindistinctis, latera- libus, granulatis; lobis lateralibus postice latioribus, emar- ginatis, margine externa recta, crenulata, granulis raris sparsis. Elytris apicem femorum quarta parte superantibus, apice breviter acuminatis; alis basi interna rosea. Femoribus posticis minime granulatis. Tibiis capite cum pronoto lon- gioribus y Y. £63) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 67 Long. corporis a 32 - antennarum 7,5 8 - pronoti 4,5 10 - elytrorum 18 21 - fem. post. A Ls - tib. post. 95:14 Pyrgomorpha crenulata, Gerstaecker, Gliederthiere del Decken's Reise, t. 111, 2." parte, p. 34; Beitrag. zur Ins. fauna von Zanzib., Archiv. f. Nat. xxxv, pág. 216 (1869). HaBriTaT. Gabon (mi coleccion, regalo del Sr. Gerstaecker) Fernando Póv0, Zanzibar (Col. del Museo de Madrid) Calcuta (Col. del Sr. Scudder). 5. Atractomorpha Aurivillii Bol., sp. nov. (Fig. 8.) Leete viridis, flavo-granulata; antennis apicem frontis supe- rantibus; ab ocellis latitudine antennarum spatio sublatiore sejunctis; intus basi ceruleis. Fastigio, oculorum longitudine majori, supra depresso, apice vix angustato, rotundato. Pro— noto antice rotundato, postice distincte ampliato, angulato, angulo immo truncato, carinis fere nullis, lobulo postico gra- noso; lobis lateralibus postice altioribus, emarginatis, mar— gine externa recta, crenulata; angulo postico acuto; prosterno quadrato, apice subtruncato. Elytris femora postica tertia par- te superantibus, falciformibus, margine postica recta, antica curvata, apice acutissimo. Alis quarta parte brevioribus, base intus roseis. Femoribus posticis granulatis. Tibiis capite cum pronoto subbrevioribus 9. Long. corporis 30", - antennarum 7,5 - pronoti 7,5 - elytrorum 30 - fem. post. 14 - tib. post. 12,5 2 Truzalis (Pyrgomorpha) acutipennis, Guerin, con. du Regne animal, p. 340. HaBITaT. Cafrería (Museo de Estocolmo), isla Formosa (Co- leccion del Sr. Scudder). 68 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (64) 6. Atractomorpha similis Bol., sp. nov. Viridis, corpore levi. Antennis frontis apicem superantibus,. ab ocellis latitudine antennarum spatio sub-latiori sejunctis. Fastigio oculis longiori, oblongo, antice vix angustato, ro- tundato. Pronoto antice truncato, postice angulato, angulo immo subemarginato, dorso subparalello, carinis tribus cons- picuis, sulcis transversis valde manifestis; lobulo postico punctato; lobis lateralibus postice parum latioribus, emargi- natis, margine externa recta, crenulata, angulo postico acuto. Prosterno tuberculo angusto apice rotundato. Elytris femora postica quarta parte superantibus, apicem versus angustatis, apice longissimo, acuto; alis quinta parte brevioribus, basi intus roseis. Femoribus posticis leevibus f 9. Long. corporis o a -= antennarum 5,9 A - pronoti 3,5 6,5 - elytrorum 16 30 - fem. post. O E - tib. post. 7 12,5 2 Acridium (Pyrgomorpha) crenulatum de Haan, Ver»., p. 149. ¡IO HanriraT. Molucas, Amboina, India neerlandesa, (Museo de Bruselas, Suyckerbvyk), Andaman (Col. del Sr. Scudder). 7. Atractomorpha psittacina de Haan. Viridis vel rufescens. Antennis ab oculis longe distantibus: fastigio oculorum longitudine duplo longiori, transverse con- vexo, antice parum angustato, rotundato. Pronoto capite sub- breviori, fere levi, antice rotundato-truncato, postice obtusis— sime angulato; dorso sensim parallelo, carinis conspicuis; lobis lateralibus postice parum latioribus, emarginatis, mar- cine inferiori leviter flexuosa, crenulata, angulo postico acu- to. Prosterni tuberculo alto, angusto, apice subtruncato; spatio medio mesosternali postice valde angustato. Elytris longissi- mis, apice acute productis, alis basi interna rosea. Geniculis posticis supra bimucronatis. Ablomine levinsculo, lamina supra-anali triangulari, apice acute producta q” Q. (65) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 69 Long. corporis F 242; 0 33m de 36" - antenarum 7,5 - pronoti 4,5 A E - elytrorum 21 31 - fem. post. 13,5 -14 Acridium (Truzxalis) psittacinum Hag, Haan Verh., p. 146, plibcuana, tio. L." HABITAT. Java, Banjermassing, Tondano, (de Haan), Filipi- nas. (Col. del Sr. Brunner). Camarines del Sur, Tabaco, Albay, (mi coleccion enviadas por D. Carlos Mazarredo.) 8. Atractomorpha Bedeli Bol., sp. n. Viridis. Antennis ab oculis longe distantibus. Fastigio 0cu- lis longiori, supra depresso, antice levissime angustato, ro- tundato. Pronoto capite longiori, granulis raris, antice sub- emarginato, postice fere rotundato, medio minute et subindis- tincte emarginato; dorso paralello, carinulis perspicuis; lobulo postico ruguloso; lobis lateralibus postice parum latioribus, emarginatis, margine postica recta, crenulata, angulo postico acuto; prosterni tuberculo quadrato, apice truncato. Elytris longissimis, acuminatis. Alis basi interna rosea. Femoribus posticis carina infero-externa flava, geniculis muticis. Abdo- mine granoso, ruguloso /. Long. corporis 36" - antennarum ? - pronoti 7,5 - elytrorum 30 — “'fem.'post. 16 - tib. post. 14 HABITAT. Yokohama, Japon. Debo esta especie al distinguido entomólogo francés M. Be- del, á quien me complazco en dedicárla. 70 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (66y 13. GÉN. Mestra Stal. (Fig. 9.) Corpore crassiori, medio ampliato, subfusiformi. Capite co— nico. Fronte obliqua. Antennis ante ocellos et juxta eos inser- tis, subeylindricis, supra levissime depressis, articulis plu- rimis elongatis. Fastigio horizontali, oculis parum longiori; pone oculos tuberculis irregularibus seriem obliquam forman- tibus. Pronoto supra cylindrico antice angustiori, truncato-ro- tundato, postice obtuse angulato vel fere rotundato, carinis nullis vel inconspicuis, sulco postico pone medium sito, dorso ruguloso, vel tantum punctato-impresso; lobis lateralibus pos- tice latiusculis, non emarginatis, margine inferiore vix sinua- ta, plus minusve callosa, angulo postico recto. Prosterno an- tice dente parvo vel mutico. Lamina sternali latitudine sua longiori, antice marginata, spatio interlobulari antico lobulis mesosternalis intus angulato-rotundatis latiori vel «equanti. Elytris abdominis longitudinis 9 vel parum longioribus gy, raro brevioribus O, latiusculis, apice rotundatis, rarissime sub- acuminatis. Alis angustis et abbreviatis vel magnis et cycloi- deis. Femoribus gracilibus, intermediis obscure carinatis; pos- ticis abdomine longioribus; carinis integris, minime dilatatis, superiori basi lobulo parvo, compresso; area externa rugulis obliquis, elevatis; area inferiori externa angusta; geniculis muticis. Tibiis posticis apice vix ampliatis, carinis subcom- pressis, rotundatis, spinis validis; spina apicali externa arma- tis. Valvulis sinuatis, externe serratis, inferioribus dente laterali. Mestra Stál, Orth. ex Ins. Philipp. Atractomorpha, Stál, p. Recens. 1. Pyrgomorpha, de Haan. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Alis posticis magnis, cycloideis. 2. Prosterno dente brevi.......... PE er ER ... 1. hoplosterna Stál. 2. 2. Prosterno inermi...... A A ... 2. anoplosterna Stál. 1. 1. Alis posticis angustis, seepe abbreviatis. (67) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 7 3. Elytris apice rotundatis, antice fascia san- ZUNE tras dodge e oOS ee ceoom.... 3. hematoptera Haan. 3. 3. Elytris apice subacuminatis, concoloribus. 4. marginella Th. 1. Mestra hoplosterna Stál. (Fig. 9.) Olivaceo-viridis. Fastigio capitis parallelo, vel antrorsum vix angustato c”; pone oculos serie tuberculorum lata pallida; pronoto dense punctato; lobo postico rugulis parallelis longi- tudinalibus, lobis lateralibus angulo postico recto, margine externa lata, flava, tuberculata. Elytris latiusculis, apicem abdominis attingentibus O vel superantibus Y, basi macula nigra, apice rotundatis, viridibus. Alis cycloideis, totis dilute cinnabarinis, apice fuscis. Geniculis posticis nigris, tibiis ceruleis, basi rufis, spinis flavis, apice nigris y 0. Long. corporis AO yl - antennarum 10 13 - pronoti 5,0 9,5 - elytrorum 17 24 - fem. post. 13 19 Mestra hoplosterna, Stál, 1877, Orth. ex Ins. Philipp., p. 52. HABITAT. Filipinas, (Semper) Bitai-Bitai. (Museo de Esto- colmo; tipos de Stál. 2. Mestra anoplosterna Stál. Olivaceo-viridis. Fastigio capitis triangulari, antrorsum an- gustato, latitudine sua parum longiori. Tuberculis postoculari- bus rotundatis, flavis. Pronoto dense punctato, lobulo postico rugulis longitudinalibus; lobis lateralibus, angulo postico recto, margine externa late flava, tuberculata, subflexuosa. Elytris apicem abdominis attingentibus, latis, area medias- tina latissima, basi macula nigra, apice rotundatis. Alis mag- nis, cycloideis, roseis, apice fere hyalinis, venis fuscis. Femo- ribus posticis subtus rufis, geniculis pallidis. Tibiis posticis ceeruleis, spinis flavis, apice nigris Q. Long. corporis II - antennarum 13 2 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (68) Long. pronoti 0 - elytrorum 22 —-- fem. post. : 17 Mestra anoplosterna, Stál, 1877, 1. 1., p. 52. HanitTaT. Filipinas, (Semper) (Museo de Estocolmo), tipos de Stal. 3. Mestra hematoptera de Haan. Olivaceo-viridis. Capite ceeruleo, flavo variegato, antennis nigris, longissimis. Fastigio triangulari, antrorsum angusta— to. Pronoto dense punctato, lobulo postico rugulis longitudi- nalibus; lobis lateralibus angulo postico recto, margine infe- riori leeviter sinuosa, late flava, subtuberculata. Prosterno an— tice incrassato, mutico. Elytris viridibus, antice sanguineis, basi macula nigra. Alis angustis, dilute cinnabarinis. Pedibus flavo-lineatis, geniculis posticis rufis. Tibiis viridi-ceruleis, spinis validis, flavis, apice nigris, internis subcurvatis Q. Long. corporis 387” - — antenn. plus 18 - pronoti 9 - elytrorum 25 - fem.post. 21 Acridium (Pyrgomorpha) hematoptera, de Haan. Verhand., pá- gina 149, pl. xxi, fig. 4. HABITAT. Java. (Museo de Bruselas.) Véase la observacion hecha al tratar de la Desmoptera Nove Guiner. 4. Mestra marginella Thunb. Leete olivaceo-viridis. Fastigio capitis antrersum angusta— tum. Antennis corpore concoloribus vel fusciores, Q subdepres- sis. Pronoto leviter punctato, lobo postico rugulis longitudi- nalibus nullis; lobis lateralibus angulo postico recto, margi- (69) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 3 ne externa pone medium leviter rotundata, incrassata, palli- da, tuberculis fere nullis. Prosterno strumoso, medio angu- lato. Elytris apicem femorum posticorum non superantibus, in 2 abdomine brevioribus, basi macula nigra, apice rotun- dato-acuminatis; limbo interno sepe rufo. Alis dilute cinna- barinis, apice hyalinis. Femoribus concoloribus. Tibiis posti- cis glaucis, basi viridibus; spinis flavis, apice nigris. Long. corporis AS - antennarum 11 9 - pronoti 9,9 6,5 = elytrorum 15 14 - fem. post. 12 13 Truzalis marginellus, Thunberg, 1815, Mém. Ac. Petr., 5, pá—- gina 265; Act. Soc. Ups. 9, p. 86 (1827). Acridium (Pyrgomorpha) chloropum, Haan, Verh., p. 149, pl. 23, figura 3. Atractomorpha marginella, Stál, Recens. 1, p. 13. HaBITaT. Java. (Col. del Sr. Brunner y en la mia), India oriental (Museo de Estocolmo). Los ejemplares del Museo de Estocolmo difieren algo por el pronoto, que es más liso, y los élitros sin faja rojiza á lo largo del área anal; á pesar de esto no me parecen de especie di— versa. (Se continuará.) A oy pi ' Ay A EN TL Qe De: ad an 9 a : cl 15 UTE oe . . A Ta hs - 0 ¡e > y ] 3 j ye O A E EDESA a de de We A ] A ¿cs 5 ts l y si UI Vo ARE aa Mb e IN ari Y q FM E OA e o » y 4 ¡e “bool SFM ANO nr mii? «Ai A tl xo | Mr LE Y Í ' i J ' ¡ ist 8 ñ Fit de ri ' nm ER Ciro lied de dio: Mirad 77 eN MÍ Ala tinénil pL apa SN drid ia , y ' MI dde ima lod Í HT e h a» AN A 1] he Ú i he ” ¡sa 1.00 m7 s VITA pl El 11H ye í , MN. Ayala Vp Al da La PLA IIED ODA eE BIO Mir a E dogo li cóMia 1 ag MAR A ue a Fer a es ri din rines A? Y ó * 9% Ya ¿> te de e Ye RA E » y y AA" A AAA rd df ARA o tra O RO q se ii iaa añ ci UN ni she 0 EN e y ERA v:4/P49 Y +: 1% 11% TN ml 112 de Med cg aa a ¿cr « LISTE COMPLEMENTATRE DES ESPECES DU colo LV Al PAR M. LEON BERTENATDED (Sesion del 6 de Junio de 1883.) Depuis la révision du genre Zimarcha que j'ai publiée dans les Annales de la Société Entomologique de France en 1873, quelques espéeces ont été décrites dans d'autres recueils; d'au- tres, nouvelles pour la science, m'ont été communiquées par divers entomologistes et surtout par M. le Prof. Perez Arcas, dont la riche collection me permet d'augmenter notablement le nombre des espéces de ce genre. Je profite de ces commu- nications pour donner un suplément sous forme d'une liste des especes de Zimarcha comprises dans la Faune européenne et méditerranéenne, en y ajoutant quelques rectifications sy- nonymiques. Les femelles de ces insectes présentent, dans la conforma- tion des tarses, quelques particularités assez intéressantes. Dans la majeure partie des especes, les trois premiers articles sont dénudés au milieu, ce qui forme un sillon plus ou moins large qu'il est utile d'étudier notamment aux deux tarses pos- térieurs. Tres rarement ce sillon atteint Pextrémité du troisit- me article, il s'arréte aux ?*/, ou aux ?/,. Il existe pas chez les 7. melittensis, balearica, scabripennis et maroccana dont les tarses sont entiers; la balearica v'a qu'un petit trait a la base du premier article. Il existe sur le premier article et sur la base du seconde chez les 7. Paulinoi, parri- collis, Seidlitzi, niceensis; sur les deux premiers et la base du 715 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) troisieme chez les 7. ¿nsparsa, marginicollis; chez la 7. tene— bricosa il vwy a qu'un fin sillon au premier article. Chez tou- tes les autres especes les trois articles sont sillonnés, le troi- siéme plus ou moins completement; mais chez les 7. Endora et punica le premier article seul présente un fin sillon non dé- nudé, tandis que chez la corallipes les trois articles sont fine- ment sillonnés; je n'ai pas vu l'nsignis Q. Dans le dernier groupe qui comprend les Zimarcha a corse- let non marginé latéralement, les trois articles sont sillonnés chez les premiéres especes appartenant á la péninsule ibéri- que, tandis qw'ils sont entiers chez les 7. corinthia , globosa, metallica et Hummel?. On voit V'apres cela que le sillon de ces tarses postérieurs ne peut servir á distinguer des espéeces voisines que dans un tres petit nombre de cas. I. Mésosternum saillant, bifide, á poiuntes plus ou moins di- vergentes. A. Corselet non rebordé latéralement. 1.—Timarcha melittensis Weise, Vatury. Ins. Dent. v1, 318. Long,.12"", Brevis, conveza, nigro-subriolacea, opaca, antennarum basi, scutello pedibusque violaccis, his nitidis; capile sparsim punclu—- lato; prothorace transverso, dense subtilissime punctulato, aluta- ceo, lateribus rotundatis haud perspicue marginatis, basi abruple rectis; elytris globosis, tenuiter parum dense punctatis, intersti- tiis inequaliter subcontezis. Malte. Je ne connais pas cette espece qui paraít fort curieuse, jOi- egnant un prosternam bifide á un corselet indistinctement marginé sur les cótés. B. Corselet rebordé latéralement par une ligne enfoncée, plus ou moins distincte, longeant les bords latéraux. 2.—T. Paulinoi Kraatz, Deut. Ent. Zeit., 1879, 383. Long. 104á 11"”. Ovata,modice convexa, atrocerulescens, subopaca, subtus cum pedibus magis cerulea, nitida; capite prothoraceque viz punctula- (3) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE «TIMARCHA.» TT tis, illo antice late impresso, hoc valde transverso, antice viz emarginato, postice utrinque abrupte constricto, exciso, angults extus acutis, lateribus arcuatis, crassis, supra marginatis; ely- tris parce sat tenuiter punclatis; subtus levis, mesosterno valde bifido. Ovalaire, médiocrementconvexe, d'un noir faiblement bleuá- tre, presque mat, un peu soyeux au dessus, dessous d'un bleu foncé brillant ainsi que les pattes. Tete á peine ponctuée, ayant en avant une large impression peu profonde et au som- met une strie longitudinale fine. Antennes atteignant le mi- lieu du corps, assez fortes, presque cylindriques. Corselet trés transversal, une fois aussi large que long, trés largement et faiblement sinué au bord antérieur, arrondi sur les cótés qui rentrent fortement a la base en formant une échancrure; angles postérieurs aigus en dehors, base nettement marginée; bords latéraux épais, marginés en dessus, ponctuation trés fine, presque nulle. Ecusson lisse. Elytres faiblement arron- dies aux épaules, mais peu sur les cótés, a ponctuation assez fine, peu serrée, plus marquée chez les $. Dessous lisse; mé- sosternum fortement bifide, les branches contigúes á la base. Portugal. Extremement voisine de la 7. coarcticollis, ven differe que par Péchancrure basilaire des bords latéraux du corselet qui est un peu plus brusque et par la strie marginale placée plus en dessus, ce qui donne au bord lui-méme Paspect d'un petit bourrelet; l'écusson paraít plus petit. Chez la 9 les tarses pos- térieurs présentent sur le premier article un simple sillon á peine dénudé, qui se prolonge, mais d'une maniére peu sen— sible sur les second et troisieme articles, comme chez la co47c- ticollis. Chez la parvicollis, ce sillon est bien plus marqué sur le premier article, et se perd au milieu du second; chez 1'/2s- parsa et la marginicollis ce sillon existe sur les deux premiers articles et se perd sur le troisieme. 3.—Timarcha coarcticollis Fairmaire, 42. Soc. Ent. Pr, 1873, p. 147. Long. 9.4:11"”: Ovata, valide convexa, nigra subopaca, sericea aut violaceo— micans, capite interdum enco, subtus nitidior, pedibus chalybeo- cyaneis aut violaceo-cupreis, mitidis; prothorace parvo, vix pers- 78 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) picue punctulato, lateribus valde arcuatis; scutello interdum striato; elytris globosis, tenviter laxe punctatis. Murcie, Andalousie, Osuna (Rico!) 4.—Timarcha Heydeni Weise, Vaturg. Ins. Deut. v1, 321. Long. 10 a 13””. Ovata, convexa, nigra, subtus cum pedibus cerulescens, capite plus minusve fortiter parum dense punctato, antennis sat validis, dasi plerumque ceruleis aut violaceis, articulis 5 ultimis haud crassioribus; prothorace nitidulo, lateribus fortiter (interdum fere angulatim) rotundato, linea marginali basi deficiente, disco mi- 28 convexo, subtiliter punctato, punctis majoribus sparsim im- presso; elytris subopacis, parce subtiliter punctatis; mesosterno porrecto, bifido; % tarsis articulis 3 primis subtus linea media glabra. Sierra de Lanjaron, Alpujarras; trouvée par Mr. von Heyden etenvoyée comme 7. parvicollis. Facile á distinguer de cette derniére espece par le corselet brillant, plus fortement arrondi sur les cótés, proportionnelle- ment plus fortement ponctué; et de linsparsz qui lui ressem- ble Vavantage, par la ligne marginale latérale efflacée avant les angles postérieurs. Chez les deux exemplaires que j'ai sous les yeux la ponctuation du corselet est simple, médiocrement dense et forte. (Weise). Je ne connais pas cette espéce. 5.—T. Seidlitzi Kraatz, Deut. Ent. Zeit., 1879, 383. Long.8 X á 10””. Odlongo-ovata, converiuscula, nigerrima, nitida, pedibus atro- ceruleis, mitidissimis; capite prothoraceque subtiliter punctula— tis, illo triimpresso, hoc basi constricto, elytris fere globosis, sat Jortiter parum dense punctatis, abdomine medio levi, mesosterno difido. Ressemble extrémement á la 7. parvicollis dont elle différe par la taille plus petite et la coloration plus brillante, bien que dans cette derniére espéece on rencontre parfois des indi- vidus assez brillants; la téte est bien plus ponctuée et son bord antérieur est relevé dans toute la largeur, le corselet est fine- ment mais visiblement ponctué et les points des élytres sont plus gros. (5) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE «TIMARCHA.» 79 Andalousie, Sierra Nevada (Seidlitz!, Kraatz!); Granada (Sainz!); Córdoba (4Amor!, Mora!). Chez la O le dernier segment abdominal présente, de cha- que cóté, un sillon un peu arqué, mais plus oblique et moins profond que chez Pespece suivante. Dans les deux especes les tarses postérieurs ont le premier article dénudé au milieu et le seconde un peu á la base; mais le troisieme article n'est nullement sinué au bord apical tandis que chez la parvicollis il est faiblement mais visiblement sinué. 6.—Timarcha parvicollis Rosenhauer, Die Thiere And., p. 329. —Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 149. Breviter ovata, valde convexa, migra, nitida, pedipus atro-cya- neis, capite parce punctato, antice transversim impresso et utrin- que foveolato, summo obsolete sulcatulo; prothorace transverso, lateribus valde rotundatis, ante basin tantum alrupte rectis, vix perspicue, tenuiter punctatis; 2 major. minus conveza, magis opaca, prothorace obsolete cyanescente, elytris magis ovatis, paulo magis tenuiter punctatis. Andalucía, Yunquera, Sierra Nevada, Málaga /Aragoncillo!, Paz!); Almería (Paz!); Sevilla (4 fa!) 7.—T. insparsa Rosenhauer, Die Thiere Añnd., p. 318.—Fair- maire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 149. Odlongo-ovata, parum convexa, nigra, mediocriter nitida, sub—" tus nitidior, pedibus cerulescentibus; capite sat fortiter parum dense punciato, antice oblique impresso aut bifoveolato, summo sulcato, antennis satvalidis; prothorace transverso, lateribus fere angulatim rotundato, lateribus basi sinuatis, tenuiter punctato punctis majoribus laxe sparsuto; elytris ovatis, subinequalibus punctis mediocribus parum dense sparsis, partim rugis tenuibus conjunctis; pectore 7uJoso. Sierra Nevada; S, de Lanjaron (Perez A7cas!); Granada /Saínz!) Tres variable de taille de 6 á 13"”. 8.—T. marginicollis Rosenhauer, Die Thiere And., p. 317. —Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 150. Oblonga, antice attenvata, convexa, nigra, parum nilida, o0so- lete cerulescens, aut prothorace obsolete violaceo-micante, pedibus et antennarum basi nigro-cupreis, nitidis; capite sat tenwiter 80 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) punctato, antice utrinque oblique impresso, summo sulcato, an tennis elongatis, apice haud sensimincrassatis; prothorace parto, lateribus angulatim rotundatis, basi sat fortiter sinualis, teni- ter punctato, punctis majoribus ad latera sparsuto; elytris ovatis, mediocriter et laxe punclatis. Il faut rapporter a cette espece comme variété remarquabie de coloration la 7. splendida Perez, qui en effet, au premier abord semble constituer une espece bien distincte. Mais cette coloration si brillante, presque dorée, passe au bronzé obscur avee de faibles réflets violacés; et déja quelques individus de la vraie marginicollis offrent sur le corselet une teinte un peu violacée. Andalousie; Prados de Bacares (Perez A7cas!); la var. San Juan de Alcaraz (Paz!); Valencia (Boscd!) 9.—Timarcha balearica Gory, /con. du regae an., p. 300, t. 49, f. 8.—Fairmaire, 4272. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 152. Breviter ovata, crassa, modice convexa, cerulea, submetallica, aut virescens, rarius violacea aut fere nigra, parum nitida, sub- tus nitidior, cyaneo—iolacea ; capite tenuiter punctato, antennis longioribus, articulis quatuor ultimis nigris, opacis; prothorace lateribus valde rotundatis, ante basim breviter rectis, angulis anticis productis, haud punclato; elytris tenwissime reticulatis; metasterno leri. Passe du bleu au violet et au noir; la Q va pas de sillon sous les tarses postérieurs. : Na pas été trouvée encore en déhors des ¡les Baléares mal- gré diverses indications de localités diflérentes. Mallorca (Paz., Moragues!): Menorca (Perez Arcas!) 10.—T. Kiesenwetteri Kraatz, Deut. Ent. Zeit., 1879, 382. Long. 12 a 15*-. Ovata, 2 magis globosa, valde convexa, nigro-subriolacea, ca> pite crebre fortiter subrugulose punctato; prothorace disco crebre subliliter, versus latera (in Q) minus subtiliter punctato, nilida- lo; ely tris opacis, parce subtiliter punctatis; abdomine latera ver- sus minus subtiliter punctato, prosterno porrecto, bifido. A peu pres de la taille de la 7. sericea, Vun bleu noir foncé, le thorax un peu plus rétréci en arriére, les élytres en avant, celles-ci mates, á ponctuation fine, écartée, la téte au con- (7) Fairmaire.—LISTE DES ESPECES DE « TIMARCHA.» 81 traire á ponctuation assez grosse, serrée, un peu rugueuse avec une ligne médiane profonde. Les antennes ne sont pas touta fait aussi gréles; le thorax est un peu plus étroit, rétréci en arriére de telle sorte que le bord latéral n'est pas légére- ment sinué avant la base (Vangle postérieur étant presque droit), mais coupé obliquement, ce qui rend Pangle postérieur obtus et presque indistinct vu en dessus. La ponctuation est fine chez le Y, et médiocrement serrée, un peu plus forte chez la Q notamment vers les cótés. Pattes á réflets un peu violets, tarses des OQ ayant en dessous une ligne médiane large, lisse. Mesosternum fortement bifide comme presque toutes les espé- ces d'Andalousie. La 7. marginicollis est plus petite, plus étroite, pas mate, le thorax est violet avec des points plus gros parsemés, le se- conde et troisieme articles des tarses Q ont á peine trace d'un sillon médian lisse. Du reste il "y a aucune grande espéce analogue d'Andalousie avec un prosternum ainsi conformé.— (Kraatz!) Jaén (sp. in0.). 11.—Timarcha sericea Fairmaire, Am2mm. Soc. Ent. Pr., p. 153. Long. 13 a 16"”. Ovata, 2 magis globosa, valde convexa, nigra, sericea, subnitida aut subopaca, sublus cum pedibus nitidior, capite sat tenuiter laze punctato, antice leviter impresso, antenmis sat validis, elon- gatis; prothorace brevi, tenvissime sparsim puncitulato, lateribus valde rotundatis, ante basim vizx sinuatis; elytris breviter ovatis, punctis majoribus parce sparsuto, vix brevibus rugis impressis, intervallis tenuissime laxe punctulatis; subtus tenuiter punciata. Murcia (Guirao!); Alicante (Paz!); Cartagena (Paz!); Lorca (Cánovas!); Águilas (Ehlers!); Málaga ( Vuillefroy!); Granada (Saínz!); Alcudia de Mallorca (Paz!) Chez quelques individus le corselet présente quelques gros points parsemés dans la ponctuation générale (7. Ehlersi Weise). 12.—T. nevadensis. Long. 12””., ; T. sericeee y valde similis, sed prothorace lateridus obsolete ANALES DE HIST. NAT. —XII. 6 82 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) marginatis el basi mullo modo sinvatis, seutello apice transversim striato, elytris paulo inequalibus, prosterno polito, mesosterno lateemarginalto, viz bifido tarsisque posterioribus profunde bilobo sat distincio. Sierra Nevada. Je vai quw'une seule Q de cette espéece qui ressemble beau - coup au y de la sericea, mais qui en differe notablement par le mésosternum á peine bifide, les branches écartées et tres peu saillantes et par les tarses postérieurs dont les trois premiers articles sont largement dénudés avec le troisieme profondé- ment échancré; le troisieme article des antérieurs est aussi fortement échancré. La coloration est celle des individus noirs de la sericez, la ponctuation est la méme, seulement lPimpres- sion de la téte est plus forte; les cótés du corselet avec les an- eles postérieurs sont conformés de méme. 13.—Timarcha Piochardi Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 525.—7. Bruleríi Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 154. Long. 9á 11"”. Breviter ovata, convexa, nigra, nitida, obsoletissime cyanescens, pedibus nitidioribus, capite parum dense punctato, utrinque striato, antenmis elongatis, dimidio corpore valde longioribus; prothorace transverso, antice viz sensim angustiore, lateribus ar- cuatis, basi haud sinuatis, dense tenviter punctato; elytris pro- thorace basi latioribus, humeris prominulis, sat grosse parum dense punctatis, interstitits interdum subtilissime punctulatis. Barcelone: Mojente (Piochard de la Brúlerie!) 14.—T. fallax Perez, Zas. nuev. Esp., p. 20.—Fairmaire, 4n- nales Soc. Ent. Fr., 1873, p. 155. Long. 10.4 12-”, Breviter ovata, valde convexa, fusco-enea aut fusco-metallica, nitida, subtus cum pedibus nigra, metallescens, valde nitida, ca- pite sat dense punctato, medio sulcato, antice oblique foveolato, antennis sat validis, sat brevibus; prothorace lateribus sat valde rotundatis, postice obsolete sinuatis, tenuiter punctato, punctis majoribus laxe sparsuto; elytris ovatis, punctatis, punclis gros- sis profunde impressis, mediocriter densis, intervallis tenviter laze punctulatis; corpore subtus punctato. 49) Fairmaire.—LISTE DES ESPECES DE «TIMARCHA.» 83 Requena (Perez Arcas!); Valencia (Perez Arcas!); Albaida (Boscd!) C'est á tort qu'on indique la coloration de cette espéce com- me métallique; cette teinte ne survient qu'apres le séjour de lPinsecte dans Palcool. Les tarses postérieurs de la Q sont largement dénudés. 15.—Timarcha hispanica H. Schiller, Faun. Ins. Eu?., page 156.—Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 156.— T. rugipennis Perez, Ins. nuev. Esp., p. 56. Long. 10 a 14"”, Subylobosa, conveza, nigra, parum nitida, subtus cum pedibus mtidior, interdum cyanescens; capite grosse rugoso punciato; pro- thorace brevi, lateribus valde rotundatis, postice vizx sensim rec—- tis, grosseinequaliter punctato; elytris subglobosis, punctis gros- sis impressis, rugis profundis vermiculatis, intervallis elevatis, planatis. sat tenuiter parum dense punctatis; sublus grosse valde punctata. Madrid (Perez Arcas! ); Escorial (Perez A7cas!); Aranjuez (Perez Arcas!); Montes de Toledo (Mora!); Corral de Almaguer (Paz!); Villatobas (Paz !); Guadarrama; Andalousie; Córdoba (Amor!, Mora!) Je ne puis reconnaítre l'espece a la quelle Mr. Weise donne le nom de hispanica , et qui se distinguerait de celle-ci par le corselet rétréci vers la base en ligne droite, et fortement con- vexe. La 7. hispanica Perez est une espece bien différente, ap- partenant á un autre groupe. 16.—T. vermiculata Fairmaire, Vaturaliste, 1880, 332. Loúe: 1014 13": Bbreviter ovata, convera, elytris fere globosis, nigra, parum nitida, subtus nitidior, pedibus nigro-violaceis; capite fortiter punctato, antice biimpresso, antennis crassiusculis, articulis 3-6 subequalibus, 2." sat brevi; prothorace brevi, lateribus rotunda— tis, basi sinuatis, longitudine duplo latiore, parum dense inequa- liter punctato; scutello fere levi; elytris subglobosis, valde ver— miculato-plicatis, grosse punctatis, punctis confluentibus, inter- vallis convexis, laze tenuiter punctatis; subtus lateribus grosse Jortiter punctata, mesosterno valde bifido; Y tarsis posterioribus articulis 3 primis subtus late sulcatis. 84 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) En ovale tres court, convexe, d'un noir foncé médiocrement brillant, un peu plus brillante et faiblement bleuátre en des- sous, pattes (un bleu—noir d'acier. Téte á ponctuation plus ou moins serrée et médiocrement forte, ayant au sommet un fin sillon longitudinal et en avant deux impressions obliques. Antennes atteignant le milieu du corps, un peu plus cour— tes O; les articles 3-6 égaux, les derniers un peu plus épais. Corselet au moins deux fois aussi large que long, arrondi sur les cótés qui ne se redressent que tout á fait á la base, les an- gles postérieurs plus ou moins droits; tous les cótés nettement marginés, ponctuation peu serrée, inégale, plus forte sur les cótés. Écusson lisse. Élytres tres arrondies aux épaules et sur les cótés; percées de gros points assez serrés, reliés souvent par des rides confluentes avec les intervalles assez relevés, ir- réguliers, marqués de quelques points trés petits et rares. Ab- domen assez fortement ponctué á la base et sur les cótés, le dernier segment un peu ponctué; Y plus grosse, plus glo- buleuse, dessous plus fortement ponctuée; tarses postérieurs ayant les trois premiers articles largement creusés en dessous. Monchique (M. Paulino d'Oliveira!); Badajoz (M. Uhagon!). Voisine de l'»ispanica, méme forme et méme coloration, en différe par lesantennes plus greles, á articles plus allongés, la ponctuation plus fine et moins serrée sur la téte et le corselet, les élytres un peu moins courtes et moins arrondies en arriére, ayant les gros points un peu moins forts. Plus voisine de Vero- sa, dontelle difféere par les antennes bien plus gréles, le corse- let moins fortement ponctué, á cótés legérement sinués avant la base et le bord réfléchi des élytres non sillonné á la base. 17. Timarcha leevisterna Fairmaire, Vaturaliste, 1880, 332. Long. 10"”. T. vermiculate simillima colore, statura et sculptura. capite inequali, magis fortiter punctato, impressionibus anticis majo— ribus, antennis paulo brevioribus, articulis 3-6 brevioribus et crassioribus, prothorace similiter punctato, medio baseos longitu- dinaliter impresso (an accid.?), elytris paulo densius punctatis et magis plicatulis; subtus punctata, abdominis basi et lateribus strigosulis, prosterno angusto, haud sulcato, mesosterno bifurcato. Differe de la vermiculata par les antennes qui, au lieu d'étre minces á la base avec les articles allongés, sont plus courtes (11) Fairmaire.—LISTE DES ESPEÉCES DE «TIMARCHA.» 85 avec les articles, presque d'égale grosseur jusqu'a l'extrémité, par le dessous du corps qui est assez fortement ponctuée, ru— gueux sur les cótés etá la base de Pabdomen,-.avec le pros- ternum tres étroit entre les hanches et nullement sillonné. Cuenca, un seul y. 18.—Timarcha sobrina. Long.10 4.120, Breviter ovata, convexa, nigra, nitida, subtus cum pedibus cerulescens; capite fortiter parum dense punctato, antice biim- presso, antennis crassiusculis; prothorace sat lato, lateribus ro- tundatis, basi breviter sinuatis, parum dense punctato, punctis majoribus raris sparsuto; scutello apice transversim striato; ely- tris breviter ovatis, punctis grossis haud reticulatis impressis, aintervallis paulo convexiusculis et punctis minutis sparsutis; subtus fortiter parum dense punctata, mesosterno valde furcato; Q paulo major, prothorace paulo angustiore, elytris magis amplis, minus fortiter punctatis, sed magis reticulatis. Ressemble un peu a la vermiculata, mais á élytres moins globuleuses, á corselet moins fortement arrondi sur les cótés, a antennes plus courtes, plus épaisses; les élytres sont plus rebordées aux épaules, le corselet est plus ponctué. Cuenca (Castro!). Chez la 9 les trois premiers articles des tarses postérieurs sont largement et profondément dénudés au milieu; les bran- ches de la bifurcation mésosternale sont écartées a la base et chez la Q elles sont sensiblement plus courtes. 19.—T. erosa Fairmaire, Anm. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 157. Long. 10"”. Brevissime ovata , subglobosa, nigra, mtida, pedibus cyanes- centibus; capite grosse punctato, sub-rugoso, antice leviter im- presso, plaga minuta ad antenmas levigata, summo striato, an tenmis corpore medio had longioribus, apicem versus leviter cras- sioribus, articulo septimo octavo sensim longiore; prothorace bre- vi, lateribus valde arcuatis et marginatis, basi breviter abrupte simuatis, inequaliter punctato, ad latera densius ; elytris gloda- tis, grosse punctatis, rugis vermiculatis valde impressis, inter- vallis punctatis; subtus punctata. Portalegre (Piochard de la Brulerie!), un seul individu d. 86 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (19) 20.—Timarcha calceata Perez Arcas, /ns. nuev. de Esp., page 18.—Fairmaire, 4n2. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 158. Ovata, sat conveza, nigra, nitida, subtus cerulescens, pedibus sanguineis, genubus tarsisque exceptis; capite grosse punctato summo sulcato, antice biimpresso; prothorace lateribus rotunda— tis, postice sinvuatis, dense punctato, punctis majoribus sparso; scutello postice striato; elytris punctis grossis rugis sat profun- dis conjunctis, intervallis plus minuste converis, parce puncla— tis; pectore et abdominis basi grosse punctatis. Ávila (Perez Arcas!); Sierra de Gredos (Perez Arcas!); del Barco (Perez Arcas!); de Béjar (Perez Arcas!); Peña de Fran- cia (nordouest de Espagne) (Perez Arcas! ); Villarejo del Va- lle (Martinez!); Navaredonda (Martinez!); Ponferrada (Quiro- ya!); Portugal (Paulino Oliveira!) 21.—T. tenuicornis Fairmaire, Vaturaliste, 1880, 332. Long. 14"”. Ovata, convexa, nigra, modice nitida, pedibus nitidioribus, le- viter cerulescentibus; capite sat fortiter parum dense punctato, antice biimpresso, antennis gracilioribus, medio corporis paulo longioribus; prothorace brevi, longitudine plus duplo latiore, la- teribus arcuatis, basi vix sensim sinuatis, parum dense inequa- liter punctato; scutello transversím striato; elytris magnis, sub— ovatis, punctis sat grossis parum dense impressis, passim rugis tenuibus sparsis, intervallis irregulariter ac leviter convexis; sub- tus tenviter punctata. Ovale, légérement élargie en arriére, convexe, dun noir médiocrement brillant, pattes plus brillantes, a reflets un peu bleuátres ou violacés. Tete assez fortement et peu densément ponctuée, un peu plus ponctuée dans la partie antérieure o se trouvent deux impressions peu profondes; pas de sillon au sommet. Antennes plus minces que dans les autres espéces, dépassant un peu le milieu du corps, á articles allongés, le quatriéme aussi long que le troisieme. Corselet court, plus de deux fois aussi large que long, arrondi sur les cótés qui sont indistinctement sinués toutá faitá la base, largement mais faiblement échancré au bord antérieur, finement mais nette— ment marginé tout autour, ponctuation médiocrement serrée, assez fine, mélangée de points un peu plus gros. Écusson ayant une forte strie transversale. Élytres ovalaires, obtusé- (13) Fairmaire.—LISTE DES ESPECES DE « TIMARCHA.» 87 ment arrondies á Pextrémité, percées de points médiocrement eros, peu serrés, reliés en partie, surtout latéralement, par des rides fines, peu nombreuses, intervalles un peu convexes par places, sans ponctuation distincte. Dessous du corps lége- rement ponctué, un peu plus á la base et a l'extrémité de lP'ab- domen:; mésosternum bifurqué; tarses postérieurs ayant en dessous un large sillon lisse Q. Valence (Espagne). Je Wai qw'un seul individu Y, remarquabile par ses anten- nes minces, á articles allongés, et par ses élytres ovalaires; la forme et la sculpture rappellent assez celles de la 7. Sardea 9. Le mésosternum a les branches tres divariquées, peu sail- lantes. 22.—Timarcha transversicollis. Long. 9"”. T. tingitane símillima , sed capite prothoraceque minus dense magis grosse punctatis, hoc latiore, lateribus valde, fere angula- tim rotundatis, dorso magis convexo, lateribus paulo mayis mar ginatis, basi haud distincte sinuatis, angulis paulo decumbenti- bus, scutello apice transversim striato, ely tris mayis yrosse punc- tatis, intervallis vix magis rugulosis, mesosterno magis bifido, abdomine basi minus dense sed fortius punctato, tibiisque inter- mediis apice minus dilatatis distinguenda. Cordoue, un seul individu . Cette espéce est remarquable par son corselet court et large, fortement arrondi sur les cótés qui ne sont pas distinctement sinués avant les angles postérieurs; ceux-ci sont déclives. La ponctuation de la téte et du corselet est moins serrée, mais plus forte que chez la /i2myitana. 23.—T. tingitana Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 159. Long. 10””. Sub=globosa., nigra, parum nitida, capite antice biimpresso, antenmis validis; prothorace antice angustato, lateribus rotun- dato, tenviter sat dense punctato; scutello leva; elytris sat grosse punctatis, plicatis, mesosterno bifido, S” tarsis omnibus valde dilatatis. Tanger. Dans cette espece le mésosternum des Q est bien plus forte- ment bifide que celui des «7. 8 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) 24.—Timarcha lugens Rosenhauer, Die Thiere Andal., p. 319.—Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 159. e Breviter ovata, valde conveza, nigra, mediocriter nitida, ca- pite lazxe punctato, antice bi- aut tri-foveolato, antennis elongatis, apice crassioribus ; prothorace lateribus valde rotundatis, ante vasim valde sinuatis, sat tenuiter punctato, punctis paulo majo- vidus laxe sparsuto; elytris sub-globosis, sat grosse punctatis, te= nuiter reticulatis; mesosterno emarginalto, bituberoso, haud bifi- do, tarsis valde dilatatis. O Major, minus convexa, oblongo-ovata elytris inequalidus, sepe plicatis et bicostulatis. Andalousie (Paz!); Sierra Nevada; Sierra de Lanjaron (Pe- rez Arcas!); Granada (Sainz!) TI. Mésosternum non bifide. A. Corselet rebordé latéralement. 25.—T. maroccana Weise, Vatury. Ins. Deut. 14, p. 325. Long. 12 á 15"». Breviter ovata, atrosericea, antennis sat validis, capite subti- lissime evidenter punctato, prothorace transverso, lateribus mi- nus fortiter fere angulatim rotundato, convexo, crebre subtilissi- meque punciato, elytris liberis subglobosis, parce subtiliter punc- tatis, mesosterno transverso, leviter emarginato; Q tarsis articu— lis tribus primis valide dilatatis. Casablanca (Maroc). Différe de la 7. scabripennis par les élytres plus arrondies et unies et par les pattes non métalliques. Les tarses postérieurs des € ne sont pas sillonnés en dessous. 26.—T. scabripennis Fairm., 42. Soc. Ent. Fr., 1873, 161. Long. 12 4 15-”. Oblonga aut sub-ovalis, crassa, nigra, satnitida, capite, pro- thoraceque sub-opacis, leviter violaceo tinctis, pedibus cupreo-vio- laceis; prothorace angusto, dorso leviter inequali, tenuiter punc- tulato, punctis majoribus sparsis; scutello levi; elytris profunde rugatis, rugis grosse lazxe punctatis, intervallis convexis; mesos- terno lato, vix sinuato. Cette espéece décrite en 1868 dans le catalogue du Genera de Coléopteres d' Europe, a été redécrite sous le méme nom par (15) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE «TIMARCHA.» 89 M. de Marseul, 4 bez/le, 1869, 388; mais elle ne doit pas repren- dre le nom de scabra Ol., comme l'indique le catalogue Ha- rold-Gemminger. Il suffit de regarder attentivement les figu- res d'Olivier pour se convaincre que la scabra Ol. =7ugosa L., tandis que la 7. 7ugosa Ol., se rapporte á notre scabripennis (v. pl. n, fig. 16 et pl. v, fig. 65). Andalousie; Tarifa (Tarnier!); Tanger, Oran. Dans cette espéce les tarses postérieurs des Q ne sont pas sillonnés. 27.—Timarcha rugosa L. Tenebrio rugosus Linné, Syst. nat. 1, p. 6717. —Chrysomela scabra, Olivier, Ent. v, p. 507, t. 2, f. 16.—Timarcha generosa, Erichson, Wagn. Reise, 11, p. 189, t. 8.—7. rugosa, Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 161. Long.124 19=, Sub-globosa, nigra, enea, plus minusve metallica et nitida, subtus cum pedibus nigro-cyanescens, interdum violaceo-micans; capite punctato, antice impresso, antennis crassiusculis; protho- race brevi, lateribus valde arcuatis, basi leviter rectis, angulis posticis obtusis, tenuiter dense punctulato, punctis majoribus sparsuto ; elytris globosís, grosse punclatis, rugis nuMErosis ver- mieulatis; subtus tenuiter punctulata, mesosterno rugoso, late subsinuato. O abdominis segmento primo basi impresso et plicatulo. Nord de PAfrique; Algérie (Zethierry!, Grué!, Gougelet!); Sidi-Ferruch (2%. Oberthiir!); Bou-Sáada (RR. Oderthiúr!); Anda- lousie; Tarifa (Tarnier!) 28.—T. ventricosa Weise, Vaturg. Ims. Dent. v1, 327. Long. 14 a 20"”. Subglobosa, nigra, interdum obscure aurichalcea, nitida, pedi- bus plerumque viridi- vel violaceo-micans; capite sat crebre punc- tato, antenmis parum validis, brevissimis; prothorace parvo, late- ribus modice rotundato, minus convezo, crebre subtilissimeque punctato; elytris globosis, fortius sat y vel minus profunde Q punclatis, interstitiis convexis y vel subrugosis O, mesosterno transverso, subtruncato; y tarsis anterioribus tribus primis val—- de, posticis sat fortiter dilatatis; O tarsis articulo tertio profunde emarginato. 90 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) Casablanca (Maroc). Le corselet a sa plus grande largeur avant le milieu, les cótés sont rapidement arrondis en avant, rétrécis peu á peu en ligne droite vers la base, sans la légére sinuosité avant les angles postérieurs de la 7. 7uJosa, les élytres sont á peine de moitié aussi fortement ponctuées que chez la 7ugosa, les inter- valles des points sont seulement convexes chez la Q, mais chez le y” ils forment de gros plis. Cette espéce me parait bien difficile á séparer de la 747054; les 9 ne présentent pas de différences appréciables, car on re- trouve au corselet la légére sinuosité qui précede les angles postérieurs. Seulement les élytres des y” sont moins rugueu- ses et le troisieme article des tarses antérieurs est un peu plus large, moins échancré. 29.—Timarcha turbida Erichson, Wagn. Reise, 1, p. 189.— Fairmaire, 422. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 163. Long. 124 18"», Odlongo-ovata, nigra, satnitida, corpore subtus cum pedibus cyanescente aut violaceo; capite dense tenviter punctato, impresso, antennis sat brevibus; prothorace brevi, lateribus valde arcuatis, basi vizr rectis, dense tenuiter punctato, punctis minoribus cre- derrime impresso ; elytris inequalibus, plus minusve plicatis, y presertim, mediocriter punctatis, rugis vermiculatis, inter— vallis tenvissime dense punctatis, mesosterno obsolete sinuato. Algérie; Constantine /Zethierry!); Tunisie. C'est á tort que j'ai rapporté á la var. £. de cette espéce la T. punctella Marseul, A beille, 1869, p. 387; cette derniére est synonyme de 7. levigata L. 30.—T. leevigata L. Tenecbrio levigatus, Linné, Systema nature, 1, 2, 679. —Ti- marcha punctata, Leach, Dejean, Catal. col.. p. 423.—T. levi- gata, Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 164.—T. punctella, Mar- seul, A be11le, 1869, 387. Long. 12 a 20"=, Oblongo-ovata, nigra, nitida; capite sat tenviter junctalto, for- titer impresso, antenmis sat brevibus; prothorace sat angusto, la- teribus leviter arcuatis, basi rectis, angulis zosticis obtusis, sat evidentibus, tenuissime laze punctato; elytris lateribus compres- (17) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE «TIMARCHA.» 91 sis, sat grosse laxe punctatis, subtus fere levis, mesosterno trian- gulariter sinuato, pedibus punctatis, mandibulis rugoso-punciatis. Algérie (Reitter!); Bou-Sáada (R. Oberthiir!) Chez la Q les tarses postérieurs sont lareement dénudés, et le troisiéme article est profondément échancré. 31.—Timarcha pimelioides H.-Scheffer, Faun. Insect. Germ., p. 156.—Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., p. 164. Timarcha amethystipes, Chevrolat, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 206. hómg-+13 ac 7er, Ovata, valde conveza, nigra, nitida; capite antice transversim impresso et utrinque foveolato, antennis sat validis, corpore di- midio longioribus: prothorace lateribus sat fortiter antice arcua- tis, basím versus rectis, angulis zosticis rectis, tenuissime dense punctato; scutello levi; elytris globosis, levissime inequalibus, sparsim punctatis, punctis reticulis tenuibus conjunciis; mesos- terno lato, obtuse sinuato, pedibus cyanescentibus. Midi de la France (Kiesenwetter!); Sicile. Les seconde et troisieme articles des tarses postérieurs sont largement dénudés, et le dernier est á peine sinué. 32.—T. brachydera Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 165. Long. 11 a 14". Ovata, valde conveza, ¿rofunde atra, nitida, O minus nitida; capite late sat profunde impresso, antennis breviusculis, articulo septimo paulo majore; prothorace amplo, brevi, lateribus valde ampliatorrotundatis, angulis posticis valde obtusis, tenviter punc- tulato; ely tris brevissime ovatis, sat fortiter parum dense puncia- tis, intervallis planatis; subtus fere levis, mesosterno sinuato. Algérie. ; Chez la Q le troisiéme article des tarses est court et profon- dément échancré. 33.—T. crassaticollis Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 166. Long. 11 a 12», Precedenti valde afinis, magis convexa; prothorace lateribus _Mmagis declivi et crassiore, antice angustiore; cajite antice utrin— 92 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) que oblique impresso, antennis crassioribus; elytris magis globo- sis, punclis sensim majoribus impressis, vugis parum impressis reticulatis, mesosterno arcuatim sinuato, metasterno medio eleva- to, fere levi et utringace impresso, pedibus antennarumque basi enco-violaceis. O Major, elytris inequalibus, magis fortiter punctatis. Algérie. Chez cette espece, les tarses postérieurs de la 2 sont moins largement dénudés et le dernier article est légérement sinué. 34.—Timarcha Henoni Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 167. Long. 10””., Precedenti simillima, minor; capite transvtersim impresso, an- tenmis longioribus, articulo secundo sensim breviore; prothorace magis quadrato, antice latiore, lateribus magis declivi, angulis anticis magnis, vizx perspicue punclulato ; elytris magis globosis, paulo majoribus, impressis, intervallis tenvissime punctulatis; subtus fere levis, mesosterno sat valde sinuato el impresso. Algérie. Un seul y. 35.—T. niceeensis Villa, Cat. duplet., 49.—Fairmaire, Am- nales de la Soc. Ent. Fr., 1873, p. 168.—7..italica, H. Scheef- fer, Faun. Ins. Germ., p. 21. Long. 10 á 14””, Ovata aut oblongo-ovata, convexa, nigra, parum nitida, inter- dum cyanescens, subtus paulo nitidior, magis cyanescens, pedibus cyaneis; capite antice punctato, triangulariter impresso, anten- mis validis; prothorace lateribus antice valde arcuatis, vix basi rectis, sat dense inequaliter punctato; scutello viz punctulato; elytris postice convexis, sal tenuiter punctatis, intervallis tenwis- sime punctulatis; mesosterno sinuato, medio sulcato. Midi de la France, Toulon, Nice, Basses Alpes; Turin, Tos— cane (Bellier de la Chavignerie!); Corse? Espéce assez variable non seulement de taille et de colora- tion, mais aussi de forme. On trouve á Nice des individus bien plus fortement ponctués que le type, á cocselet presque plus rétréci en avant qwá la base, les bords latéraux étant légere- ment sinués et seulement avant les angles postérieurs; le re-. (19) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉECES DE «TIMARCHA.>» 93 bord des épaules est aussi plus fortement saillant. Est-ce une variété ou un hybride? 36.—Timarcha tenebricosa F. Chrysomela tenebricosa, Fabricius, Syst. Eleut. 1, 423.—Pan- zer, Faun. Germ., XLIV, 1.—Rossi, Fauna etrusca, 1, 74, 186.— Nliger, Mag. der Ent. 1, 410.—Marsham, Ent. brit., 1, 169.— Chr. umnicolor, Herbst, Arch. 161, 56, pl. 44, fig. 12.—C?r. te- nebrioides, Gmelin, Zinné, Syst. nat., 1, 11, 1687, 160. — Chr. grossa, Múller, Zool. dan. Pr., 81, 875.—Gmelin, Linne, Syst. nat., 1, 1v, 1687, p. 169.— Geoffr., /ms. 1, 265, 19.— Ti- marcha tenebricosa, Herrich-Scheffer, Zcom., pl. 126, f. 1.— Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 169. Long. 10 a 16”". Breviter ovata, convexa, nigra, subopaca, aut migro-cyanescens, migroirescens, indigacea, aut sub-riolaceo, viz nitida, subtus cum pedibus magis cyanescens et nitidior; capite sat fortiter punec- tato, antice utrinque oblique impresso, summo breviter sulcato, antenmis sat validis, fere moniliformibus; prothorace brevi, late- ribus valde rotundatis, ante basim tantum rectis, sat tenwiter punctulato, lateribus densius; scutello leva; elytris amplis, tenut- ter punctatis, tenwissime reticulatis; mesosterno punctato, bilobo, abdomine medio tenwissime, lateribus magis fortiter punctato. Toute Europe, plus rare vers le midi. Var. B. D'un bronzé presque cuivreux. Francfort. Var. C. Taille assez petite (12 4 14””), d'un noir plus mate; ponctuation paraissant plus serrée; corselet plus cordiforme. Pyrénées, Lozére, Alpes méridionales (7. angusticollis Géné, in litt.). Var. D. Taille moyenne (15””); couleur plus noire, un peu plus brillante; ponctuation plus forte; élytres paraissant un peu plus convexes (7. intermedia H.-Sch., Fauna Eur., fig. 25, peut-étre 7. angulicollis Motsch., Bullet. Mosc., 1849, 151: nous y rapportons aussi 7. subcyanea et iberica Motsch., An- nales Soc. Ent. Fr., p. 132). Espagne, Caucase. 94 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) Var. E. Taille assez grande, corps plus convexe, coloration plus noire, avec les élytres un peu mates; ponctuation des élytres plus grosse (7. semipolita Chevr., Cat. Gren., 1863, p- 120). Cette espéce varie beaucoup de taille, de coloration et de sculpture; mais les cótés du corselet sont toujours plus ou moins sinués a la base; l'abdomen est toujours tres ponctué en dessous. M. Weise reunit a cette espece les quatre suivantes; la pre- miére sans aucun doute, les trois autres avec un? 37.—Timarcha validicornis Fairmaire, 4252. Soc. Ent. Fr., p. 172. Long. 119". T. tenebricose apinis, breviter ovata, convexa, alro-cyanea, nitida, capite modice punctato, antice triangulariter impresso; antennis corpore medio longioribus, validis, apicem versus cras- sioribus; prothorace lateribus rotundatis, ante basim sinuatis, dense tenviter punctato; scutello levi; elytris dense parum grosse punctatis, intervallis tenuissime reticulatis; sublus levis, pros- terno rugoso, mesosterno sinuato fere bituberculato. Portugal. Ressemble beaucoup á l'espéece précédente, mais d'une tein- te dun bleu un peu verdátre et brillante; le corselet est moins cordiforme, les élytres sont plus courtes, le prosternum est plus étroit, nullement sillonné, et labdomen v'est pas distinc- tement ponctué méme á la base. Un seul <. 38.—T. gravis Rosenhauer, Die Thiere And., p. 316.—Fair— maire, Ann. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 170. Long. 14 a 18””. Oblongo-ovata, crassa, postice abrupta, obscure enea, aut eneo- nigra, parum nitida, subtus leviter violacea, pedibus viz viola- ceis; capite tenviter punctato, antice triangulariter impresso, pro- ¿horace lato, lateribus antice rotundatis, basi paulo rectis, sat te- auiter dense punctato, interstitiis densius punctulatis; scutello viz punctulato; elytris valde convezis, sat fortiter punctatis, intersti- tits tenuissime punctulatis, mesosterno lato, fere truncato, medio sulcato. (21) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE « TIMARCHA.» 95 Sierra Nevada. Forme diflérente, le 7 ressemble a une Q de 7. turbida, le prosternum est profondément sillonné, le mésosternum forte— ment échancré, Pabdomen est imponctué; la ponctuation du corselet est extremement fine et serrée, mélangée des points plus gros, celle des élytres est plus écartée avec les intervalles faiblement ridulés et a ponctuation extrémement fine et peu serrée. 39.—Timarcha Camoensii Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Pr., pe 171: Long. 14 a 18”". Precedenti simillima, 7 paulo brevior, magis convexa, O ely- tris magis amplis, magis punctatis, tenuiter rugulosis, y capite impressionidus plurimis, profundis, antennarum articulis paulo brevioribus; prothorace densius ac fortius punctulato, lateribus postice minus rotundatis; paulo magis punctatis; pedibus punec- tatis. Portugal. Bien différente par le troisieme article des tarses postérieurs profondément échancré chez la Q. 40.—T. chalcosoma Fairmaire, Gen. Col., 11, Cat., p. 261.— Id., Ann. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 170, 523. Tons: 14": Ovata, conveza, dorso planiuscula, plumbeo-enca, supra sat mitida, subtus cum pedibus eneo metallica, valde nitida; capite dense tenuiter puncitulato, late sat profunde ¿impresso, antennis validis, medio corpore valde brevioribus; prothorace lato, trams— werso, lateribus antice valde rotundatis, basi sinuatis, angulis posticis fere rectis, densissime tenuiter punctato, undique tenw- ter marginato; scutello parvo, triangulari; elytris amplis, brevis- sime ovatis, basi truncatis, laxe punctatis, intervallis subiilissi- me densereticulatis, margine reflezo, extus transversim plicatulo; subtus tenviter punctulato, pectore fortius, mesosterno sinualto, medio impresso, femoribus politis, dense punctulatis. Tunis? Cette patrie me parait douteux linsecte de la collec- tion de M. Chevrolat est indiquée des íiles Baléares. Remarquable par sa coloration d'un bronzé brillant un peu doré avec les pattes d'un bleu violet; les cótés du corselet ne 96 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) sont pas sinués a la base, et les angles sont presque obtus, sa ponctuation est fine, extrémement serrée, tandis que celle des élytres est tres écartée. Le troisieme article des tarses posté- rieurs est assez fortement échancré. 41.—Timarcha strangulata Fairmaire, 422. Soc. Ent. Pr, 1861, p. 594. Long. 7 á 10-". Ovata, modice convexa, nigra, modice nitida, subtus nitidior, pedibus nigro-violaceis, capite parum dense punctato, summo bre- vior striato; prothorace lateribus antice valde rotundatis, postice valde sinuatis, angulis posticis acutis, tenuiter parum dense punclato, punctis majoribus sparso, scutello levi; elytris punctis mediocribus, rugis tenuissime conjunclis , intervallis tenvissime sparsim punctatis, mesosterno viz sinualto. H. Pyrénées. 42.—T. montana Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 174. Long. 9”, Precedenti simillima, sed minor, capite magis fortiter punc- tato, sulco medio valde impresso, antennis brevioribus; protho- race latiore, lateribus minus rotundatis, punctis equalibus sat densis; elytris magis ovatis, punclis sat grossis impressis, sed rugis fere mullis, intervallis tenvissime punctulatis. Macedoine. 43.—T. venosula Weise, Vatuwg. Ins. Deut., vt, 325. Long. 10 á 14””. Ovata, nigra, subnitida, antenmis basi pedibusque violaceis, capite antice crebre rugoso-punctato, postice minus crebre fortiter punctato; antennis parum validis, prothorace medio convezo, la- teribus valde rotundatis, ante basin viz sinuatis, angulis posticis obtusis, sat dense fortiter inequaliterque punctato, parce punctis grossis, profundis impresso, sepissime plagis numerosis parvis subelevatis instructo; elytris sat remote fortius punclatis, rugis hiud Y vel sat profundis vermiculatis, interstitiis parce punctu- latis. Mesosterno tranverso, leviter emarginato; y tarsis anticis articulis 3 primis valde, posterioribus minus fortiter dilatatis, Q tarsis articulis 3 primis subtus linea media lata glabra. Var. Antennis pedibusque nigris. (23) Fairmaire.—LISTE DES ESPECES DE «TIMARCHA.» 97 Carniole; Trieste. Cette espéce (que je ne connais pas) ressemble á la Sardea, mais le corps est beaucoup plus mat, le corselet est plus large, plus fortement rétréci en arriére, á sculpture remarquable et les élytres sont plus convexes et plus arrondies. 44.—Timarcha Sardea Villa, Suppl. Co. Eur. dupl., 1835, p. 50.—7. Prunner?, H.-Schefter, Faun. Ins. Eur., p. 156. —Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 175.— 7. suble- vis, Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 174. Ovata, convexa, nigra, nitida, sublus leviter violacea, pedibus violaceo-cyaneis, capite sat dense punctato, antice ¡mpresso; pro- thorace lateribus valde rotundatis, basi vizx sensim rectis, tenvuis- sime punctulato, punctis majoribus lazxe sparsuto : scutello Levi, postice transversim sulcato: elytris sat grosse profunde puncta- tis, lateribus rugis reliculatis, intervallis laxe tenuissime punc— tulatis, subconvexris ; subtus tenuiter punctata, pectoris lateribus grosse punctatis, mesosterno sinuato, aut emarginato. Sardaigne, Corse. Il faut réunir la 7. sublevis á la 7. Prunneri, dont elle ne constitue qu'une légére variété. Cette derniére doit á son tour étre rapportée comme synonyme á la 7. sardea Villa, Suppl. Col. Ewr. dupl., 1835, 50. 45.—T. sicelidis Reiche, 42%. Soc. Ent. Fr., 1860, 736.— Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 176. Lone. 10.4,12*”, Oblongo-ovata, valde convexa, atra, nitida, subtus obsolete cya- nescens: capite mediocriter punctato, utringue leviter summo sul- cato, antenmis sat elongatis; prothorace lateribus sat fortiter as- enatis, basi vizx rectis, sat tenmiter punctato, punctis majoribus sparsutis, scutello fere leva, apice impresso; elylris punciis sat grossis impressis, rugis tenuissimis confunctis, intervallis postice et lateribus obsolete elevatis: mesosterno rugoso, leviter sinuato. Sicile. 46.—T. globata Fairmaire, 42. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 177. Long. T1"”. Fere globosa, nigra, subeyanescens, sublus cum pedibus nigro- ANALES DE HIST. NAT. — XII. Y 98 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) virescens; capite sat tenuiter punctato. summo obsolete sulcato. antice bifoveolato: prothorace brevi, lateribus sat rotundatis, ante dasin sat abrupte rectis, angulis posticis fere acutis, tenuiter pa- vum dense punctato, lateribus punctis majoribus sparsis. scutello Jere medio transversim striato; elytris globosís, punctis grossis, mediocriter densis. rugis tenvibus conjunctis, intervallis inequa- liter convexiusculis. Bannat. Mr. Weise réunit cette espece a la 7. +ugulosa; mais je ne suis pas de son avis. 47 —Timarcha Olivieri Fairmaire, Gen. Col. 1v, Cat.. p. 261: 4n. Soc. Ent. Fr., 1813, p. 177. Chrysomela coriaria, Olivier, Ent. 91, 509, pl. 5, f. 67 (non F.) Ovata, valde convexa. nigra, nitida ; elytrorum margine, cor- pore subtus pedibusque paulo violaceis ; capite fortiter sat dense punctato, medio arcuatim impresso : prothorace lateribus valde rotundatis, basi tantum sat fortiter sinuatis, sat fortiter dense punctato, punctis majoribus sparsis; elytris sat grosse parum dense punctatis, rugatis. interstitiis sat convexis:; mesosterno le- viter sinuato. Turquie. 48.—T. oblongula Fairmaire, Vaturaliste, 1880, 332. Long. 13"". Oblongo-ovata, convexa, nigra, nitida, pedibus cyaneo-violaceis, mitidissimis: capite prothoraceque dense punctato-7ugosis, anten— mis brevibus; prothorace brevi, lato, lateribus valde rotundatis. dasi leviter sinuatis: seutello parce tenuiter punctato:; elytris punctis sat grossis parum densis et rugis vermiculatis impressis, intervallis converiusculis, tenviter punctatis; subtus dense forti- ter punctata; mesosterno sinualo. Ovalaire-oblongue, tres convexe, un peu élargie en arriére, d'un noir assez brillant, faiblement bleuátre sur la téte et le corselet, pattes dun bleu violacé tres brillant. Téte densé- ment ef fortement ponctuée, rugueuse, ayant en avant deux faibles impressions, Vespace qui les sépare un peu convexe, etau sommet un sillon á peine marqué. Antennes v'atteignant pas le milieu du corps, assez robustes, cylindriques. Corselet un peu plus de deux fois aussi large que long, fortement arron- (25) FPairmaire.—LISTE DES ESPECES DE «TIMARCHA.» 99 di en avant sur les cótés qui se redressent un peu a la base, ce qui fait paraitre les angles postérieurs un peu pointus quoiqw'obtus; surface inégale, densément et rugueusement ponctuée, la ponctuation inégale; tout le pourtour nettement marginé sauf le milieu du bord postérieur, bord antérieur lar- gement sinué. Écusson ayant quelques points épars. Élytres ovalaires, un peu élargies en arriére, obtuses á Pextrémité, á points médiocrement gros et médiocrement serrés, reliés par de fines rides, les intervalles un peu convexes, á ponctuation fine, peu serrée. Dessous densément et fortement ponctué, ru- gueux sur les cótés de la poitrine et a la base de lPabdomen: mésosternum sinué, prosternum large, a peine distinctement sillonné. Pattes tres ponctuées, tarses postérieurs largement concaves et lisses. O. Espagne. Je n'ai vu qu'une O de cette espece bien distincte par sa for- me oblongue et sa ponctuation plus serrée en dessous qu'en dessus. Elle se rapproche de la 7. O/¿vier?. 49.—Timarcha pratensis H.-Sch., Paun. Ins. Eur., 22.— Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 178. Lone: 104 1106": Ovata, valde convexa, nigra, nitida, pedibus leviter cyanescen- tibus aut virescentibus; capite sat dense punctato, utrinque levi- ter oblique impresso: antennis validis; prothorace brevi, lateribus valde rotundatis, ante basin rectis, angulis posticis acutis, sat dense mediocriter punctato; elytris rugosis, punctis grossis im- pressis, imtervallis parum convezis, mediocriter punclatis; me- sosterno leviter sinuato, sirialto. Autriche, Istrie, Nord-est de l'Ttalie, Turquie. 50.—T. parnassia Fairmaire, Gen. Col. Eur. tv, Cat., p. 261. —Amnn. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 179. Lonas": Breviter ovata, nigra, parum nitida, subtus nitidior, pedibus chalybeis; capite vix impresso, sat dense punctato; prothorace lato, antice viz angustato, angulis posticis obtusis, sat fortiter sat dense punctato, punctis majoribus sparsis, linea media sub—- levi parum distincta; seutello fere levi; elytris subglobosís, sat grosse punctato, tenmiter ruyatis, interstitiis vizx convextis, tenvis- 100 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 426) sime ac sparsim punctatis: subtus sat fortiter punctata; mesos terno sinualto. Grece. C'est á tort que le Catalogue Gemminger-Harold indique ce nom comme synonyme de 7. scutellaris Waltl, et lui donne pour patrie Espagne au lieu de la Grece. IM est probable que Pindication du Catalogue Dejean mentionnant une 7. parnas- sia Ramb. ¿2 lítt., Espagne, a causé cette méprise. 51.—Timarcha catalaunensis. Long.8% a 10””. Forme voisine de Vinterstitialis, mais plus étroite, á ponc- tuation plus forte sur la téte et le corselet, les élytres au con= traire á grosse ponctuation plus forte, moins serrée, la ponc- tuation fine bien moins serrée, avec les intervalles un peu iné- caux; les articles des antennes sont plus oblongs, le septieme est sensiblement plus grand et plus gros que le huitieme; le mésosternum est assez fortement échancré, presque bituber- culé; chez la Q, aux tarses postérieurs les deux premiers arti- cles sont dénudés et concaves au milieu, mais le troisieme est á peine dénudé a la base tandis qw'il Pest largement chez l'¿2- terstitialis O. Différe de la 7. sínuvatocollis par la coloration plus brillante, les élytres plus oblongues et plus fortement, mais moins den- sément, ponctuées. Deux individus 70, des environs de Barcelone, communi- qués par M. Perez Arcas: Villafranca del Panadés (Sanchez Comendador!) 52.—T. globulata Fairmaire. 427. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 526. Long. 9 á 10". Brevissime ovata, dorso planiuscula, nigra, sat nitida ; capite sat fortiter punctato, antice fere arcuatim impresso, summo lon— gitudinaliter impresso; antennis sat validis, apicem versus cras- sioribus, articulo septimo precedenti paulo majore; prothorace transverso, sat dense punctato, punctis inequalibus, spatio medio angusto breviore, lateribus valde rotundatis. basin versus haud sinuatis, lateribus et apice leviter marginato, postice utrinque oblique impresso ; seutello brevi, apice transversim profunde Sul- cato; ely tris fere rotundatis, yrosse punctatis, intervallis subine- (27) Fairmaire. —LISTE DES ESPECES DE «TIMARCHA.» 101 gualibus, punctis sparsim rugulis conjunctis, margine reflezo dasí canaliculato, postice extus crenulato; subtus grosse punctata; me- sosterno medio valde sulcato, fere bilobo. Armenie. 53.—Timarcha elliptica Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 180. Long. 102". Ovato-elliptica, conveza, nigra, nitida; pedibus nigro-cyanes- centibus; capite punctato, antice densius, el late impresso, summo sulcato; prothorace lato, lateribus rotundato, antice angustiore, sat dense inequaliter punctato; elytris ovatis, a medio postice at- tenvatis, grosse punctatis, rugis tenuibus impressis, intervallis tenwissime punctatis; subtus punctata; mesosterno apice medio striato. lles Baléares. d4.—T. interstitialis Fairmaire, 427. Soc. Ent. Fr., 1861. p. 594.—A nn. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 181. Long. 104 13"”. Breviter ovata, convexa, nigra, nitida, pedibus cyanescentidus; capile sat dense punctato, antice utrinque impresso, summo foveo- lato autstriato; prothorace antice posticeque fere equaliter angus- tato, lateribus leviter arcuatis, y ante basin leviter sinuatis, parum dense punctato, interstitiis tenviter punctulatis; scutello postice impresso; elytris subglobosis, leviter rugulosis, rugis sat Jortiter punctatis, intervallis sal dense tenuiter punctulatis. France méridionale, Pyrénées or.; Albarracin (Zapalter!) 55.—T. dubitabilis Fairmaire, 427. Soc. Ent. Fr., 1873, 183. Long. 12 x"", Brevissime ovata, crassa, mediocriter conVEZA, RIYTA, prrUM nitida; capite tenviter punctato, antice utringue leviter impresso, summo medio siriato; antennis corpore medio brevioribus; protho- race transverso lateribus rotundatis, tenwiter marginatis, sat dense tenuiter punctato; scutello brevi, apice transversim striato, elytris subglobosis, supra planiusculis, sat dense inequaliter punctatis ; subtus tenuiter punctata: mesosterno sinuato, angulis utringue prominulis. Italie. 102 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) 56.—Timarcha coriaria F. Chrysomela coriaria, Fabricius, Syst. El., 1. 424, 6.—Chryso- mela yettingensis, Paykull, Faun. suec., 1, 51.—Chr. violaceo- nigra, Degeer, Ias., 298.—Chr. tenebricosa, Herbst, A7rch., 51, 1, tab. 23, fig. 7; Geoflroy, Zas. par., 1, 265, 19.— Timarcha co- riaria, Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, 184. Long. 9 á 13"". Ovata, crassa, sal convera, nigro cerulescens aut subviolacea, nitida, jedibus sepius cupreis; capite parce punctato, antice utrinque impresso, summo breviter striato; antenmis sat validis, apicem versus leviter crassioribus; prothorace brevi, lato, sat dense punctato: elytris subglobosis, humeris subangulatis, grosse sat dense punctatis, interdum tenuiter parum dense punctatis; subtus grosse punctata; mesosterno sub—bilobo. Toute P'Europe. Var. nigra, tenius punclata, opaca (T. gallica Fairmaire, An- nales de la Soc. Ent. Fr., 1873, p. 182). Je crois que Mr. Weise a raison en disant qu'il ne connait pas la 7. gallica, mais qu'il a sous les yeux des variétés noires de la 7. coriaria, propres au sud-est de la France et au nord de IlTtalie. 57.—T. monticola Dufour, Zones ent. Pyr., 53..—Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 185. Long. 9á 11". Ovata, conveza, nigra, satnitida, interdum cerulescens, subtus cum pedibus cyanescens, nitidior; capite parum dense punctato, antice utrinque oblique impresso, fronte sepius striata; protho- race antice plus minusve angustato, parum dense sat tenuiter punctato; elytris globosis, basi prothorace latioribus, vermiculato- rugosis, rugis grosse punclatis, interstitiis converiusculis, teni ter sparsim punctatis. Pyrénées; San Sebastian de G. /Paz!); Oñate (PF. Mieg!); Cascante (Perez Arcas!); Grávalos (Perez Arcas!); Torme (Pe- reda!); Albarracin (Zapater!) Cette espéce est assez variable: mais c'est á tort que je lui ai réuni, comme variétés, les 7. cyanescens et recticollis des Pyrénées, qui appartiennent á la 7. coriaria. 58.—T. globipennis Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 186. (29) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE «TIMARCHA.» 103 LOHENO DL: Brevissime ovata, valde convexa, migra, nitida, sublus leviter violacea, pedibus nigro-violaceis, nitidis; capite sat tenviter laxe punctato, antice densius, utrinque oblique impresso, summo inter- dum sulcato; antennis corpore dimidio haud brevioribus, apicem versus leviter crassioribus; prothorace brevi, lateribus fererectis, antice tantum arcuatis, tenviter dense paulo inequaliter punc- tato: scutello levi; elytris globosís, punctis yrossis modice densis et tenuiter rugulosis, intervallis levibus $, tenwissime punctula- tis et ad latera rugosis O: sublus punctata; mesosterno sat leviter sinuato. Espagne. 59.—Timarcha geniculata Germ. Chrysomela geniculata, Germar, Ins. sp. 200., 582, n.” 810.— Timarcha geniculata, H.-Schefter, Paun. Ins. Eur., 156, 246. Lone. 91”. Breviter ovata, conveza, nigra, sat nitida, femoribus medio sepe rubris: capite modice punctato, antice impresso; antennis sat validis; prothorace transverso, lateribus antice tantum arcuatis, sat dense punctato, intervallis inequalibus, punctis majoribus sparsutis; scutello levi; elytris prothorace latioribus, punctis yrossis impressis, intervallis plus minusve convexis, parce tenui- ter punctatis; subtus valde punctata; mesosterno truncato. Nord-ouest de "Espagne, nord du Portugal; Santander (Paz!) 60.—T. Perezii.—7. hispanica, Perez Arcas, 4n. Soc. Esp. ALTRE ID ALZS: Long. 8 a 10”". Brevissime ovata, valde convexa, nigra, nitida; pedibus ceru- leis, mitidioribus: capite sat fortiter parum dense punctato, medio tenviter striato, antice utrinque leviter impresso; antenmis api- cem versus leviter crassioribus; prothorace brevi, lateribus y an- tice leviter arcuatis, postice fere rectis, Q medio arcuatis, basi brevissime sinuatis, parum dense sat fortiter punctato, angulis anticis sat productis obtusis: seutello apice punctato aut trans- versim impresso ; elytris globosis, punctis grossis, sat densis, ci— catricose confiuentibus, intervallis converiusculis, parce sat te- amiter punctatis; subtus fortiter punctata; prosterno angusto, medio sulcatulo; mesosterno convexiusculo, haud sinuato: O tarsis posterioribus medio late denudatis, sulcatis. 104 ANALES DE- HISTORIA NATURAL. (30) La Granja (Perez Arcas!); Sierra de Gredos (Perez Arcas!); Espinosa de Henares (Perez Arcas!); Alhama de Aragon (Pe- rez Arcas!); Medinaceli (La Brúlerie!): Albarracin (Zapater!); Zaragoza (Perez Arcas!) Cette espece ressemble extrémement aux variétés á pattes concolores de la 7. genmiculata; le y” en differe par la téte net- tement sillonnée au milieu, á impressions non obliques, le corselet plus fortement ponctué, plus largement sinué au bord antérieur, par les élytres plus grossement ponctuées, á rides moins nombreuses, par le mésosternum plus carré, Pabdomen plus ponctué; la O differe, outre la tete, par le corselet plus fortement arrondi sur les cótés. par les élytres plus arrondies en arriére, a ponctuation plus grosse, plus profonde, a rides moins nombreuses, plus profondes, moins réticulées, par le dessous du corps moins ponctué et le mésosternum presque entier. 61.—Timarcha maritima Perris, 421. Soc. Ent. Fr., 1855. (Bull. LXx1x.) Long.8á ll". Breviter ovata, conveza, nigra, parum nitida, pedibus nitidis, atro-ceruleis aut subriolaceis; capite sat fortiter punctato, antice triangulariter, parum profunde impresso; antennis corpore medio longioribus, vtalidis: prothorace brevi, lateribus rotundatis, basi leviter sinuatis, fortiter et dense punctato, interdum rugosulo; scutello levi; elytris globosis, rugosis, retienlatis, punctis grossis ampressis, apice magis rugosis; subtus fortiter punctata, lateri- bus densius; mesosterno fere truncato. Toute la cóte ouest de la France; San Sebastian de G. (Paz!) 62.—T. rugulosa H.-Schwefler, Faun. Ins. Eur., 22.—Fair- maire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 189. Long.9a 10”. Breviter ovata, modice convexa, atro-cerulea, nitida, interdum violaceo autviridi tincta; capite inequali, tenuiter laxe punctato, utrinque leviter oblique striato; antennis validis; prothorace la- teribus rotundatis, basi tantum plus minusre sinuatis, tenuiter punctato, punctis grossis sparsuto; scutello parrvo, levi; elytris brevibus, postice valde declivibus, grosse punctatis, rugis reticu- latis, intervallis tenviter laxe punctatis, ad marginem externum empressis; mesosterno truncato. (31) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉECES DE «TIMARCHA.» 105 Volhynie, Gallicie. La 7. Zommnicki Mill. v'est qu'une faible variété un peu plus bleu, commeje Pai déja dit 1. c. 527. Quant á la réunion de la ylobata a cette espece J'avoue ne pouvoir Paccepter. 63.—Timarcha semilevis. Lomsul0p". Ovata, conveza, migra, nitida. antennarum basi pedibusque mgro-cerulezs: capite tenuiter laxe punctato, medio triangulari- ter impresso, antennarum articulo septimo sequenti paulo cras- siore: prothorace lateribus arcuatis, basi vix sensim sinuatis. sat tenvuiter parum dense punctato, angulis anticis productis; scutello levi; elylris dorso subdepressis, punctis grossis sat dense impres- sis, Tugis sat profundis conjunctis, intervallis sat irregulariter converiusculis, sparsim tenviter punctatis; subtus sat fortiter punctata: mesosterno basi lato, apice obtuse sinuato; tarsis latis, articulo tertio integro 7. La Granja, un seul individu pris et communiqué par M. Pe- rez Arcas. Cette espece ressemble beaucoup, pour le facies général, á la 7. chloropus, mais le corselet présente, le lonse des bords latéraux, un sillon tres fin , mais distinct et la forme des ély- tres est un peu plus courte. La téte está peine ponctuée, com- me chez la 7. ylobipenmis, et présente au milieu une impres- sion triangulaire remontant un peu au sommet et ne formant pas de fossette vers les antennes. Le corselet est assez large, largement échancré au bord antérieur avec les angles sail- lants; la ponctuation est fine, égale, peu serrée, et le bord an- térieur est faiblement marginé. Cette espéce rappelle un peu les petits individus de la 7. 71Josa. La faible margination des cótés du corselet m'engage á clas- ser cet insecte avant le groupe des ZTimarcha africaines qui présentent le méme caractére, 64.—T. Endora Buq., Rev. Cuvier, 1840, 243.—Lucas, Hap!l. Alg., 533, pl. 45, f. 6.—Fairmaire, Annales de la. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 190. Long..9.4 11””. Ovata, valde convexa, nigra, subvirescens: capite elylrisque ni- tidis; prothorace subopaco, femoribus tibiisque rubris, genubuws 106 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) exceptis; capite levi; antennis elongatis: prothorace lateribus vis rotundato, antice haud angustato, lateribus leviter arcuatis, te- nuissime sat dense punctulato, elytris globosis, punctis grossis laxe impressis, reticulatis, intervallis convexiusculis, vitta sut- turali levi; prosterno mesosternoque latis, hoc truncato. Algérie. Chez cette espece et la suivante les tarses postérieurs des Q ont le premier article finement sillonné, mais non dénudé., 65.—Timarcha punica Lucas, Zzpl. Alg., 532, pl. 45, f. 5. —Fairmaire, 4nm. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 191. Lone: 11'4:13"”, Ovata, valde convexa, nigra, subsericea, subozaca, femoribus, tibiisque sanguineis, genubus nigris; antennis elongatis; protho- race lateribus rotundatis, basi tantum rectis, tenvissime punctu—- lato; elytris tenuiter punctatis, tenuiter reticulatis; subtus vir mitidior, tenuissime punctulata; mesosterno truncalto. Algérie, Sicile. 66.—T. corallipes Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1873, 191. Long. 11 a 13". Ovata, conveza, crassa, nigra, sat nitida, aheno-micans, pedi- bus obscure sanguineis, genubus tarsisque violaceo-ahenis; capite dense punctato; prothorace transverso, lateribus valde rotundatis, basi viz sinuatis, tenuiter dense punctato; elytris fere globosis, sat fortiter parum dense punctatis, punctis reticulato conjunctis, intervallis convexiusculis; subtus levis, nitidior; prosterno y lato; mesosterno truncato. Algérie. Chez la O les trois premiers articles des tarses postérieurs sont finement sillonnés. 67.—T. insignis Guérin, 4212. Soc. Ent. Fr., 1859 (Bulletin cxc1).—Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 192. Long. 15*”. Cette belle espéece se distingue de toutes celles du méme genre, et n'est pas difficile á décrire, car aucune d'elles r'offre la coloration rouge des cótés de son corselet, de ses pattes, qui "ont de noir que les genoux, l'extrémité des jambes, des tarses et de son abdomen, dont les quatre derniers segments sont rouges, bordés de noir en arriére. La téte est ponctuée. (33) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉECES DE « TIMARCHA.» 107 avec une forte fossette en avant. Le corselet est tres finement ponctué, et les élytres offrent des points encore plus petits, dirigés en tous sens et formant, vue a la loupe, une sorte de reticulation vague (Guérin ). Constantine. B. Corselet non distinctement rebordé sur les cótés. a. Bords latéraux présentant á la base la trace obsolete d'un sillon tres fin plus ou moins prolongé en avant. 68.—Timarcha asturiensis Kraatz, Deut. Ent. Zeit., 1879, p. 384. Pare. 105 Breviter ovata, convexa, nigra, nitida, subtus vix cerulescens, pedibus nigro-violaceis, interdum medio plus minusve rufescenti- bus: capile parum dense modice punctato, convexiusculo, summo medio obsolete striato, antice haud sensim impresso; antennis pa- rum validis; prothorace elytris angustiore, lateribus rotundatis, basi haud sinuatis, antice paulo angustiore, sat dense sat tenuiter punctato, interdum latera versus punctis majoribus sparsuto, bast haud marginato; elytris globoso-ovatis, ad humeros obtuse angu— latis, parum dense grosse punctatis, paulo reticulatis, intervallis subrugosulis, subtiliter parce punctulatis; subtus parum et mo- dice punctata; prosterno angusto, medio vix sensim sulcatulo; me- sosterno subquadrato, fere truncato; O tarsis posticis articulis duobus primis, tertio basi late sulcatis et denudatis. Portugal, Sierra-Estrella, communiqué par M. d'Oliveira. Ressemble un peu á la 7. trapezicollis, mais plus courte, plus convexe, plus noire, plus arrondie en arriére avec le cor- selet moins rétréci en devant et plus arrondi sur les cótés et les élytres un peu rugueuses, á ponctuation plus forte et bien moins serrée, La 7. convexifrons Fairmaire, Vaturaliste, 1880, 332, me semble étre le Y de cette espéce; elle ne differe que par la taille bien plus petite, les élytres plus courtes, le dessous plus ponctué, le mésosternam un peu plus bituberculé, les anten— nes plus robustes et les fémurs ne sont pas rougeátres au milieu. b. Bords latéraux du corselet ne présentant aucune trace de sillon marginal. 108 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (31) 69.—Timarcha chloropus Germ. Chrysomela chloropus, Germar, Zas. sp. n0T., 585, n* 811.— Timarcha galleciana, Chevrolat, Revue Zoolog., 1840, 17.—T74- marcha chloropus, Fairmaire, Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 193. Long.9á 11"-. Ovata, modice convexa, nigra, modice nitida. antennarum basi pedibusque nigro-violaceis aut nigro-ceruleis; capite punctato, antice bifoveolato, summo sulcato; prothorace lateribus antice ro- tundatis, sat tenuiter dense punclato ; elytris dorso subdepressis, punctis grossis profunde sat dense impressis, rugis sat profundis conjunctis, intervallis irregulariter elevatis, sparsim tenwiter punctatis; sublus y grosse punclata: mesosterno basi lato, apice triangulariter sinualto. Var. £. Brevior, elytrorum intervallis fere planatis. Nord du Portugal, Coimbra (P. V'Oliveira!); Extremoz (Ba- ron de Paiva !), Galice. 70.—T. Gougeleti Fairmaire, 421. Soc. Ent. Fr., 1859 (Bul- letin CCxv1); loc. cif., 1873, p. 194. Long. 10 á 13"". Ovata, crassa, convezra, nigra, submetallica, nitida, femoribus sepius medio late vufis, tibiis et antennarum basi nigro-ceruleis; capite truncato, triangulariter impresso, summo sulcato; protho- race lateribus rotundato, antice angustiore, tenuiter sat dense punctato; elytris postice atlenuatis, punctis grossis parum dense Jortiter impressis, obsolete coriaceis; mesosterno lato, triangula- riter sinuato. Asturies, Galice; Betánzos /Perez A7cas!); El Ferrol (Lopez Seoane! ); Santiago de G. (M. Velado!): Oporto (Baron de Paiva!) 71.—T. spheeroptera Fairmaire. 421. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 192. Lonsidi», Brevissime ovata, crassa, conveza, nigra, parum nitida, pedi- bus obscure violaceis, nitidis; capite tenviter punctato-ruguloso, antice impresso; prothorace brevi, lateribus antice rotundatis haud perspicue marginatis, densissime sat tenuiter punclato-7u- guloso; elytris globosis, rugis sat profundis, punclatis, vermicu- latis, intervallis parum convezis, retieunlatis: sublus dense sat AA (35) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE «TIMARCHA.» 109 tenuiter rugoso junctata; mesosterno emarginalo: tarsis y parum dilatatis. Espagne. 72.—Timarcha trapezicollis Fairmaire, A2m. Soc. Ent. Fr. 1813, p. 196. Lkons.S4 11": Ovato-elliptica, valde convexa, nigra, nitida, o subopaca, pedi- bus nigro-violaceis; capite punctato, swummo striato, antice utrin- que leviter impresso, antenmis corpore medio longioribus, articu— lis quinque ultimis crassioribus, opacis; prothorace elytris an gustiore, antice angustato, lateribus fererectis, dense mediocriter punctato; scutello vix punctulato; elytris basi prothorace latiori- bus, humeris plus minusve angulatis, sat fortiter parum dense punctatis, rugis brevibus sparsutis, intervallis tenuiter laze punctulatis, Q rugis magis numerosis, evidentioribus; subtus punctata; mesosterno fere truncato, angulis prominulis. Nord du Portugal; Coimbra (P. d'Oliveira!); Vigo (V. de Bonvouloir!) Ressemble baucoup, sauf la coloration á la lusitanica 111., mais n'en est pas une variété noire comme le suppose mon- sieur Weise; le corselet a les cótés moins droits, plus arrondis vers la base, la ponctuation est plus grosse et moins serrée; il en est de méme pour les élytres. Quant aux tarses posté— rieurs des Q ils sont conformés de méme dans les deux es- peces. 73.—T. janthinipes Fairmaire, Vaturaliste, 1880, 333. Long. 9 X"”., Ovata, convexa, fusco-enea, nitida, subtus obscurior, pedibus nitide violaceis; antennis atro-ceruleis, sat nitidis, apice nigro- fuscis; capite dense sat tenuiter punctato, leviter impresso ; pro- thorace immarginato, antice attenuato, dense sat tenuiter punc- tato; seutello tenmissime punctulato; elytris brevibus, mediocriter punctatis, punctis parum densis, intervallis tenuissime punctatis et leviter inequalibus, sparsim tenvuiter striolatis; sublus sat dense punctata, abdomine basi fere rugoso. Ovalaire, assez convexe, d'un brun bronzé brillant, plus fon- cé en dessous avec les pattes d'un beau violet. Téte presque plane, ayant au sommet un court sillon longitudinal et en 110 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) avant une faible impression arquée avec un petit espace lisse un peu convexe au dessus de la naissance de chaque antenne. Antennes atteignant le milieu du corps, assez robustes, pres- que cylindriques, un noir bleu brillant, avec les cinq der- niers articles d'un brun noir mat. Corselet deux fois aussi lar- ge que long, rétréci en avant, les cótés légérement arqués en avant, angles postérieurs droits, un peu pointus, ponctuation assez fine et assez serrée, mélangée de points extrémement fins. Éeusson court, un peu ponctué. Élytres ovalaires, obtu- sément arrondies á lextrémité, á épaules un peu angulées, á ponctuation médiocrement grosse et médiocrement serrée, les intervalles á ponctuation trés fine avec quelques rides fines, la surface un peu inégale. Dessous assez fortement ponctué, cótés et base de Pabdomen plus fortement; mésosternum tronqué. Portugal, un seul Y (M. Paulino d'Oliveira!) Cette Timarcha présente la coloration de la /usitanica avec la forme de la 7. Gougeleti; elle difféere de la premiere par la forme un peu moins courte, moins renfiée aux élytres, la ponctuation moirrs serrée, inégale sur Je corselet, Pécusson un peu ponctué, le mésosternum plus échancré avec les an- eles plus arrondis; et de la seconde par la teinte plus bronzée, les pattes unicolores, la téte et le corselet plus ponctués, ce dernier plus court, et la ponctuation des élytres moins grosse, plus serrée, avec les intervalles plus ponctués. 74.—Timarcha lusitanica Illig. Chrysomela lusitanica, WMiger, Mag. Ent., 1, 411, 40.—Chy- somela scortea, Germar, /as. sp. n00., 585, n” 812. — Timarcha occidentalis, H.-Schefter. Faun. Ins. Eur., 24.—T. lusita- nica, Fairmaire, 4Anm. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 195. Long. 9 4.12"", Ovata, convexa, enea, y sat mitida, O subopaca, obscurior; ca pite punctatissimo, antice triangulariter impresso; prothorace antice attenuato, lateribus obliguis, subtiliter dense punctulato; elytris ovalibus, punctis parvis majoribusque mirtis dense 1m- pressis, subrugulosis; subtus rugoso-punclata, viz nitidior. o” minor, convexior; elytris minus amplis, densius punctatis, viz rugulosis. Portugal /Paz!); Coimbra /P. d'Oliveira!): Oporto (B. de Paiva!) (37) Fairmaire.—LISTE DES ESPÉCES DE « TIMARCHA.>» 111 75.—Timarcha corinthia Fairmaire, 42m. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 197. Lona. Els : Ovata, valde conveza, enco- metallica, nitida, pedibus cupreo-- violaceis; antennis fusconigris, basi fuscometallicis, subviola— ceis: capite sat dense punctato, late impresso, antennis sat brevi—- bus: prothorace lateribus basi obsolete sinuato, sat dense puncia- to, punctis majoribus rugis impresso; elytris fere globosis, yrosse ac valde punctatis, punctis rugis conjunctis, intervallis leviter convezis, tenuiter punctulatis; mesosterno valde lato, truncato. Dalmatie. T paraít que c'est par erreur qu'on a mis ce nom en syno- nymie de 7. givba Hag., et que cette derniéere dénomination revient, pour le moment, á Pespéce suivante. 76.—T. globosa Redtenbacher, Fawn. Austr., 1* éd., 544.— Fairmaire. Ann. Soc. Ent. Fr., 1873, p. 198. Long. 8 a 9=”. Breviter ovata, convexa, enea, aut nigro-enea, mtida, pedibus antenmisque sepe piceis aut piceo-eneis; capite punctato, medio sat grosse, antice bifoveolato; prothorace brevi. lateribus postice rectis. sat tenwiter sat dense punctato, punctis majoribus mixto; elytris sat grosse parum dense ¿unctatis, intervallis tenvuiter punc- tatis: mesosterno medio sulcatulo. Autriche. Carniole. 77.—T. metallica F. Chrysomela metallica, Fabricius, Syst. El., 430.— Timarcha metallica, Redtenbacher, Faun. Austr., 1* éd., 543.— Fairmai- re, Ann. Soc. Ent. Pr., 1813, p. 198. Long. 1 a 10": Sat breviter ovata, valde conveza, profunde enea, interdum cuprescens, nitida; capite dense punctato, vix impresso; protho- race lateribus fere parallelis, antice tantum arcuatis, punciis mediocribus sparsuto, intervallis tenwiter punctulatis, angulis posticis fere acutis, rectis; seutello fere levi; elytris mediocriter parum dense punciatis, intervallis tenuissime ac obsolete puncta- tis; subtus sat fortiter et dense punctata ; mesosterno truncato. Vosges, Jura, Allemagne, Autriche. 78.—T. Hummeli Falderman, an. Transc., 11, 392.—Fair- 112 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) maire, Ann. Soc. Ent. Pr., 1873, p. 199.—7. armentaca?, Falderman, Vouv. Mem. Moscov.. v, 352, t. 12, f. 8. Long: Sal ] Ovata, valde convexa, postice dilatata, cujreo-enea, nitida, sub- tus fusco-enea, sub-opaca, pedibus fusco-eneis, nitidissimis, an— tenmis fusco-piceis, basi eneo tinctis; capite punctato, summo me- dio impresso, antice utrinque foveola minuta; prothorace lateri- bus parum arcuatis, angulis anticis valde productis, tenviter sat dense punctato; elytris post medium dilatatis, sat tenuiter sat dense punctatis, lateribus inequalibus: sublus pectore punctato, abdomine levi; mesosterno lato. truncato, o” minor, mayis punctata. Caucase. ARACHNIDES OBSERVÉS A MIRANDA-DE-EBRO AU MOIS D'AOUT 1883 PAR 29 e SNA A: NOTE SUR LES MOLLUSQUES ET LISTE DES COLÉOPTERES RECUEILLIS DANS LA MÉME LOCALITÉ PAR M. E. SIMON PAR J. R. BOURGUIGNAT et S. DE UHAGON. (Sesion del 5 de Marzo de 1884.) —— Au mois d'aoút 1883 j'ai passé deux jours á Miranda-de-Ebro et j'en ai profité pour explorer au point de vue entomologique la plaine de l'Ebre, et sur sa rive droite les premiéres gorges de la chaine calcaire des Obarenes qui forme un peu plus loin les célebres défilés de Pancorbo. Malgré la saison défavorable, la grande sécheresse et le peu de temps que j'ai pu consacrer á ces recherches, leur résultat me paraít assez intéressant pour étre consigné dans les ANNA- LES D'HISTOIRE NATURELLE DE MADRID. Dans cette partie de Espagne, l'Ebre paraít former jusqu'a un certain point une limite naturelle entre la faune pyrénéen- ne et la faune franchement castillane. Sur les 47 especes d' 4rachnides que nous y avons observés, quatre nous paraissent nouvelles, nous en donnons plus loin les descriptions sous les noms de Philodromus buzxi, Hahmia rupicola, Micaria triguttata, et Trachelas validus. Une v'était connue que des montagnes de la Corse, Dysdera ¿gnava E. $. Deux espeéces r'avaient été trouvées que dans les parties les plus méridionales de Espagne ou en Algérie: Zodarium ala- cre et Larinia lineata. ANALES DE HIST. NAT. — XIII. Ss 114 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Trois espéces n'avait été trouvées que dans les Pyrénées orientales en France ou en Catalogne dans la région mariti— me: Gonatium ensipotens, Tegenaria nervosa, Nemesia sufusa. Sept especes répandues dans le midi de Europe et particu- lierement dans la région des Pyrénées n'avaient vas encore été observées en Espagne: £ycosa personata, Pardosa Wagler?, Ozyptila rauda, Cyclosa laure, Laseola inornata, Styloctetor imuncans et Dictyna bicolor. Toutes les autres espéces sont presque également répan- dues dans toutes les régions méditerranéennes. 1* Fam. Attidee. 1.—Attus pubescens Fabr., 1775.—E. Simon, 47. F?., t. 111, p. 107. Sur les rochers. 2.—Calliethera scenica Cl., 1757.—E. $S., 1. c., p. 64. Sur les murailles et les rochers. 3.—Icius notabilis C. Koch, 1848.—E. S., l. c., p. 57. Sous les pierres. 2" Fam. Lycosidee. 4.—Lycosa personata L. Koch, 1870.—E. S., l. c.. p. 288. Dans les herbes mouillées au bord de l'Ebre. Espéce découverte en Tyrol, retrouvée depuis dans une grande partie de l"Europe. 5.—L. albofasciata Brullé, 1832. Lycosa numida H. Lucas, 1842.—L£. sagittata C. Koch, 1848. —L. occellaris et punctiventris Doleschall, 1852.—Z. albocincta Blackwall, 1870. Dans les prairies. Commun á toutes les régions méditerranéennes. 6.—Pardosa proxima C. Koch, 1848.—E. S., 1. C., p. 330. Lycosa annulata, Thorell, 1872. (6) E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 115 Répandu dans toute l'Europe temperée et surtout méri- dionale. 7.—P. morosa L. Koch, 1868.—E. $., 1. c., p. 339. Au bord de l'Ebre sur le sable. Répandu dans le midi de Europe. 8.—P. Wagleri Hahn, 1822.—E. $., l. c., p. 354. Sur le bord des torrents. Répandu dans les régions montagneuses de Europe méri- dionale. Les individus de Pancorbo sont en général de petite taille. 3* Fam. Thomisidee. 9.—Oxyptila rauda E. Simon, A7. F7., t. 11, p. 226.—Forster et Bertkau, Beitr. z. Kennt. Spina. f. d. Rheinprov., p. 229.— O. obsoleta Kulcszynski, Aran. nov. in Mont. Tatr., etc., P. 38,Pl. UL 24. Cette rare espece a été découverte en France dans les Basses- Alpes, retrouvée depuis en Galicie, etá Bonn en Allemagne; elle existe probablement aussi en Sibérie, le Dr. Bertkau pense que O. septentrionalivm L. Koch (K. Sv. vet. Akad. Hanal., t, xt, n*5,p. 96, pl. 111, f. 11) en estt'synonyme. 10.—Xysticus sabulosus Hahn, 1831.—E. S., 1. c., t. 11, p. 189. Sous les pierres et au pied des plantes dans la plaine. Répandu dans une grande partie de l'Europe. 11.—Philodromus buxi, sp. nov. O Long. 5". Fuscus, pilis albis longis et plumosis vestitus. Cephalothorazx paulo lóngior quam latior; parte cephalica dilutiore, lineis fuscis binis longitudinaliter ornata; parte thoracica in medio dilutiore, limeis fuscis mumerosis et approximatis divaricatis, marginem versus sensim dilatatis notata. Oculi mediti postici inter se paulo magis quam a lateralibus separati. Oculi medii antici lateralibus minores (spatium inter oculos medios anticos et laterales anti— cos diametro oculi medii haud latius). Area oculorum mediorum postice paulo latior quam longior. Abdomen irregulariter testa—- 116 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) ceo variegatum, oblongum, antice attenuatum et anguste emargi— natum. Pedes parum longi, sat robusti, obscure fulvi, parce fusco punctati et subanmulati. Tibia quarta cephalothorace brevior. Q Plaga vulve longior quam tatior. nigra, valde rugosa et pli- cata, fovea media longitudinal postice attenuata et tenue mar- ginata notata. Céphalothorax un peu plus large que long, brunátre; partie céphalique un peu éclaircie, marqués de deux fines lignes bru- nes longitudinales rapprochées, dépassant en avant les yeux médians supérieurs, et en arriére de deux lignes plus courtes convergeant fortement; partie thoracique éclaircie dans le mi- lieu et marquée de fines lignes brunes rayonnantes, rappro- chées, élargies et anastomosées extérieurement; pubescence blanche longue. Bandeau éclairci mais varié de brunátre. Yeux médians supérieurs un peu plus petits et plus séparés que les latéraux. Yeux antérieurs en ligne sensiblement cour- bée, les médians environ de méme grosseur que les supé- rieurs, beaucoup plus petits que les latéraux, leur intervalle environ deux fois et demi plus large que leur diamétre, celui des latéraux égal á ce diamétre. Yeux médians supérieurs un peu plus écartés l'un de Pautre que des antérieurs; les laté- raux antérieurs beaucoup plus rapprochés de ceux-ci. Abdo- men ovale, assez fortement élargi vers le tiers postérieur, ob- tusement tronqué et étroitement é¿chancré au bord antérieur, en dessus brunátre, irréguliéerement taché de testacé obscur, a pubescence blanche longue, plumeuse. Pattes peu longues, assez robustes, fauve obscur marquées de gros points bruns, de plus les articulations et les patellas rembrunies; épines fauves transparentes, disposées comme chez P. emarginatus; tibia de la quatriéme paire un peu plus court que le cépha- lothorax. Epigyne en plaque noire, plus longue que large, tres fortement rugueuse et plissée, marquée d'une fossette longitudinale graduellement atténuée et rebordée en arriére, n'atteignant pas son bord postérieur. Une seule femelle trouvée sur un buisson de Buis dans la montagne. Voisin de P. emarginatus Schrank, en différe principale- ment par les yeux antérieurs plus resserrés, lintervalle des médians aux latéraux étant á peine égal au diamétre des mé- dians, et par la forme de la plaque génitale. (5) E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 117 4* Fam. Epeiridee. 12. —Cyclosa Laure E. S., 1867 (sub Singa).—A7. Pr.,t.1, p. 44. Établit sa toile pres de terre sur les plantes des collines sé- ches; la toile est toujours pourvue au milieu, de la retraite en forme de tube conique allongé avec Pouverture dirigée en bas. Nous avons découvert cette espece dans le Midi de la Fran- ce, nous P'avons retrouvée depuis en Algérie á la Pointe-Pes- cade, pres Alger etá Misserghin, pres Oran. 13.—Epeira adianta Walck., 1802.—E. S., A7. F5., t.1, p. 11. Tres commun sur les haies et les buissons. Individus de petite taille et vivement colorés. 14.—Larinia lineata Lucas, 1842 (sub £peira).—E. S., A7. P.. tipo LU7. Un seul individu ayant tendu sa toile sur un chardon. Espece tres répandue en Algérie et au Maroc, existe aussi en Corse, trouvée pour la premiére fois en Espagne. 15.—Tetragnatha extensa L., 1758. Var. pinicola L. Koch, Beilr. 2. Kennut. d. Arach-fauna Gali- ziens, 1870. Dans les montagnes sur les Buis. assez loin de P'eau. Cette petite variété de 7. extensa est commune dans les Py- rénées; elle est aussi tres répandue en Espagne (Escorial, La Granja, Ronda, etc.). 5* Fam. Uloboridee. 16.—Hyptiotes paradoxus C. Koch, 1834 (sub 1/7/7a5).—E. $., AAA p. Fa: Dans la montagne sur les buissons. 6* Fam. Theridionidee. 17.—Theridion denticulatum Walck., 1802.—E. $S., 1. c., t. v, p. 19% 118 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Sur les murailles á Miranda. Commun dans toute l'Europe. 18.—Euryopis acuminata Lucas, 1842.—E. $., 1. c., t. v, p.127. Commun. Découvert en Algérie, retrouvé depuis dans presque toutes les régions méditerranéennes. 19.—Crustulina guttata Wider, 1834,—E. S.,1.c., t. v, p. 156. Sous les pierres. Commun dans toute l'Europe. 20.—Asagena phalerata Panz.,1801.—E.S., 1.c., t. v, p. 173. Sous les pierres. Répandu dans toute l'Europe. 21.—Lascola inornata Cambr., 1861 (sub 7heridion).—Amn. Mag. 0f Nat. Hist., 3 sér., t. vi, p. 433.—E. Simon, Ar Pr. vip 146. Sur les Bruyéres et les Buis. Répandu en Angleterre, en France et en Allemagne. 22.—Linyphia lineata L., 1758 (sub 47anea).—E. S., Ar. Pr., t. v, p. 223.—L£. bucculenta, Sund. et auctores. Dans les herbes. 23.—L. furtiva Cambr., 1871.—E. $., 1. c., p. 246. Dans les herbes. Cette espéce remplace £. clathrata Sund., dans beaucoup de localités du Midi de Europe. 24.—Leptyphantes tenebricola Wider, 1834 (sub Zinyphia). Pour la synonymie cf. E. S., 1. c., p. 317. 25.—Bathyphantes gracilis Bl., 1841 (sub Z2myphia).—E. Si- mon, 1. c., p. 345. Linyphia gracilis Bl., 1841-1864.—L. circumspecta Bl., 1854- 1864, Dans les herbes au bord de l'eau. Répandu en Angleterre, en Italie, en Suisse, en France; (1 E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 119 nous Pavons recu également de plusieurs points de 1'Es- pagne. 26.—Microneta rurestris C. Koch, 1836 (sub Micryphantes). Pour la synhonymie cf. E. S., l.C., 6. v, p. 436, Répandu dans toute Europe et le Nord de PAfrique. 27.—Erigone vagans Aud. ¿2 Sav., 1827. Pour la synonymie cf. E. S., 1. c., t. v, p. 530. Sur le bord des ruisseaux. Répandu dans toutes les régions méditerranéennes. 28.—Styloctetor inuncans E. S., 47. F?., t. v., p. 735, 1884. Sous les pierres dans la montagne. Se trouve aussi dans le Midi de la France, en Corse et en Allemagne. 29.—Gonatium ensipotens E. $S., 1882, 47. F7., t. v, p. 558. Erigone ensipotens E. S., Bull. Soc. Zool. Fr., 1881, p. 234. Sur les buissons. Cette espece n'était connue jusquw'ici que des Pyrénées orientales et de Catalogne, á Calella. 8" Fam. Pholcidae. 30.—Pholcus opilionoides Schrank, 1783. Pour la synonymie ef. E. S., 1. c., t. 1, p. 259: Sous les pierres et quelquefois sur les buissons de buis. Répandu dans une grande partie de Europe et en Asie jus- qu'en Chine. 9 Fam. Agelenidee. 31.—Tegenaria nervosa E. S., 1870.—A74n. 100., etC., 1% Mém., p. 5. Liége, 1873. Établit sa toile dans les creux des rochers. T. nervosa a été découvert en France, dans les Pyrénées Orientales. 120 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) 32.—Hahnia rupicola, sp. nov. y - Long. 9"”. Cephalothoraz ovatus, fronte lata, fulvo olivaceus, linea mar ginali exili atque macula media transversa magna fusco olivaceis supra notatus. Oculi postici equi, sat minimi, lineam parum pro- curvam dispositi. Oculi antici subcontingentes, medii multo mino- res. Clypeus paululum declivis, area oculorum haud angustior. Abdomen breve, ovatum., supra fuscum, testaceo punctatum, el late transverse testaceo maculatum. Mamille albo testaceer, laterales articulo secundo primo paulo breviori el valde acuminato. Pedes fulvo olivacei, postici longi. Pedes maxillares ($) robusti, femore crasso, spinis nigris longis Y vel 9 infra instructo, tibia patella parum breviori, infra apophysa longa, valde attenuata, ad api- cem acuta el valde uncata armata; tarso maximo, disciformi; bul- bo simplice. Céphalothorax fauve olivátre obscur, avec une fine ligne marginale noirátre et sur la partie céphalique, en arriére, une grande tache transverse prolongée en avant par de fines lignes paralleles, ovale, á front large et obtus. Yeux supé- rieurs égaux, assez petits, en ligne tres légéerement arquée en arriére; les médians beaucoup plus séparés que les latéraux, leur intervalle au moins de moitié plus large que leur diamée- tre. Yeux antérieurs en ligne droite, tres resserrés, subconni- vents, les médians plus petits. Bandeau aussi large que lPaire oculaire, légéerement incliné en avant. Chéliceres faibles, tres atténuées, obliquement inclinées en arriére. Abdomen ovale, court, convexe, en dessus noirátre, légerement ponctué de tes- tacé et orné de grandes taches testacées, disposées par paires et formant quatre ou cinq larges bandes transverses, inter- rompues sur la ligne médiane. Filiéres testacées, occupant une tres large ligne transverse, les deux latérales égales par leur premier article, second article court á lPinterne, un peu plus court que le premier article et tres acuminé a lexterne. Pattes testacé olivátre clair, les postérieures longues. Patte-máchoire courte et robuste, fauve olivátre clair avec le tarse rembruni: fémur court un peu attenué aux extrémités, sans apophyse, pourvu en dessous de 7 a 9 longs crins noirs, spiniformes, tronqués;: patella courte, assez convexe; tibia environ de méme longueur, pourvu au bord externe en dessous d'une apophyse plus longue que le corps de lVarticle, dirigée en bas, oblique- r (a E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVÉS Á MIRANDA-DE-EBRO. 121 ment en avant, tres atténuée, aigué et terminée en crochet assez long: tarse tres volumineux, disciforme, presque aussi long que les trois articles précédents; bulbe simple, entouré dun stylus adherant. Dans la montagne; au pied des rochers, dans les endroits les plus secs. Cette petite espéece est voisine de 1. muscicola E. S. (47. P7., t. 11, p. 144); elle sen rapproche surtout par la structure de Papophyse tibiale terminée en crochet; elle s'en distingue par la ligne marginale du céphalothorax, le bandeau aussi large que Paire oculaire, le fémur de la patte-máchoire pourvu en dessous de grandes épines. 10* Fam. Dictynidee. 33.—Dictyna bicolor E. S., 1873.—A4?. F7., 1, p. 184.—D. scala- 115 Canestr. Dans la plaine, au pied des plantes. Répandu dans le Midi de la France, en Italie et en Algérie. 11* Fam. Urocteidee. 34.—Uroctea Durandi Walck., 1809 (sub C/otho0). Pour la synonymie Cf. E. $S., 47. Pr., t. 11, p. 4. Commun sous les pierres et dans les fissures de rochers. 12 Fam. Zodariidee. 35.—Zodarium alacre E. Simon. Enyo alacris E. $S., Rev. el Mag. Zool., 1870, p. 144. Nous avons découvert cette espece en 1865 dans la Sierra- Morena, nous Pavons recue depuis d'Aranjuez. Elle habite la plaine de l'Ebre, aux environs de Miranda, c'est jusqw'ici sa station la plus septentrionale. 122 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) 13* Fam. Drassidee. 36.—Micaria romana L. Koch, 1866.—E. S., 47. F7., t. v1, p. 15. Dans la plaine, sous les pierres. Espéce répandue dans toutes les régions méditerranéennes occidentales. 37.—M. triguttata, sp. nov. o”. Long. 2,5"". Cephalothoraz ovatus, niger, subtile coriaceus, pube squamau- lata sordide lutea antice paulo micante vestitus , postice lineis al- dis binis obliquis ornatus. Oculi antici equi. Abdomen nigrum, supra obscure pubescens el tri-albo guttatum: gutta 1* pone margi- nem anticum sita, minuta, transversa, gutta 2 pone medium sita, minuta el rotunda, gutta 3* pone mamillas, reliquis paulo majore: infra lete micans, utrinque pone medium macula alba arcuata, postice vitta transversa lata decoratum. Sternum nigrum, nitidum, simplice pubescens. Chele nigre, haud squamulate, tenue coria— cer et parce rugose. Pedes parum longi, obscure fusci, albido linenti, femoribus nigris, patellis, tibiis, metatarsis tarsisque primo et secundo lurido testaceis; tibiis metatarsisque primo et secundo muticis, longe et parce setulosis. 7 Pedes maxillares fusci tarso testaceo, tibia patella paulo longiore, cylindrica, su- pra ad apicem apophysa unica brevi conico-acuta instructa; tarso minimo el angusto. Céphalothorax assez convexe, ovale allongé, a front large, noir, tres finement chagriné; pubescence squameuse, blanc jaunátre, mélée, surtout en avant, de squames irisées, en ar— riére un espace triangulaire glabre limité par deux bandes blanches obliques formées de squames. Yeux antérieurs for- mant une ligne trés fortement courbée en demi-cercle, égaux, presque équidistants. Yeux supérieurs formant une ligne for- tement courbée, les médians un peu plus petits et un peu plus séparés. Abdomen ovale allongé, tres noir, garni en dessus de pubescence á reflets métalliques sombres et orné de trois ta- ches blanches sur la ligne médiane, la premiére pres le bord antérieur, petite et transverse, la seconde un peu avant le mi- lieu, ronde, ésalement petite, la troisieme au dessus des filiére am E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 123 couvrant le tubercule anal, un peu plus grande; parties laté- rales marquées de chaque cóté vers le milieu d'une tache obli- que courbe; ventre garni de pubescence irisée, tres brillante et orné dans la seconde moitié d'une bande transverse blanc mat. Plastron noir tres lisse, á poils blanes, simples, espacés. Chélicéres noires, sans squames, finement chagrinées et par- semées de petits tubercules. Pattes peu longues: fémurs noirs; patellas, tibias, métatarses et tarses des deux premiéres paires jaune testacé, ces mémes articles brun foncé presque noir aux deux paires postérieures; des poils blanes dessinant des lignes longitudinales sur les principaux articles; fémurs premier et second pourvus au cóté interne, dans la seconde moitié, de deux épines dont la seconde plus longue, et en dessus, dans la premiére moitié, d'une seule épine; tibias et métatarses premier et second inermes, garnis de tres longs crins fins. Patte-máchoire brun foncé avec le tarse et le bulbe jaune testacé; fémur comprimé et un peu courbe; tibia un peu plus long que la patella, cylindrique, pourvu a Pextrémité d'une seule apophyse, placée en dessus et dirigée en avant, coni- que aigué, simple, plus courte que le diamétre de Particle; tarse ovale étroit, plus court et á peine plus large que les deux articles précédents, terminé en pointe plus courte que le bulbe; bulbe tres simple, discoide, pourvu á lPextrémité Vune petite apophyse cylindrique, obtuse. Sous les pierres, sur les premiéres pentes; je n'ai trouvé que le mále. 38.—Clubiona terrestris Westr., 1851.—E. S., 47. Pr., t. 1v, page 17. Sur les buissons. Répandu dans toute Europe. 39.—Micariosoma festivum C. Koch, 1835 (sub Macaria).— ES, 7. Fr; dt: iv, p..279» Sous les pierres et les détritus. Répandu dans toute Europe. 40.—Trachelas validus, n. sp. o”. Long. 4,7"". Cephalothoraz niger, latus, valde convezus, punciato rugosus. 124 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Oculi postici equi, fere equidistantes, lineam sal valde recurvam Jormantes. Sternum nigrum, valaudissime punciato rugosum. Che- lenigre, robuste, ad basin conveze, intus paululum complanate, rugose, subclathrate. Abdomen breve ovatum, nigricans, imfra paulo dilutius, supra viz distincle bi-late testaceo maculatum. Pedes antici robusti fusco-rufescentes, postici graciliores, favo- testacei ; tibiis melatarsisque primo el secundo spinarum minutis- simarum serie unica infra instructis. y Pedes maxillares robusti, patella viz longiori quam latiori, parallela: tibia patella vizx bre- viori, ad basin multo angustiori, apicem versus sensim incrassa- ta, extus ad apicem apophysa sat brevi el gracili armata; tarso angusto, ovato-elongato; bulbo simplice. Céephalothorax noir, court et large, tres convexe, entierement et assez fortement (surtout en arriére) ponctué rugueux, pres- que giabre. Yeux supérieurs égaux, en ligne fortement cour- bée, le bord postérieur des médians au niveau du bord anté- rieur des latéraux, equidistants ou les médians á peine plus resserrés, leurs intervalles environ doubles de leur diametre. Yeux antérieurs plus gros que les supérieurs, presque égaux (les médians á peine plus gros) en ligne sensiblement arquée en arriére, presque équidistants, leurs intervalles un peu plus larges que leur rayon. Plastron noir, tres fortement ponctué— rugueux, avec un espace médian lisse, étroit. Chéliceres tres fortes, convexes á la base, un peu déprimées au cóté interne, noires, tres fortement rugueuses-cloisonnées. Pattes des deux premiéres paires brun rouge clair avec la base des fémurs, les patellas et les tarses éclaircis, beaucoup plus robustes que les postérieures, pattes postérieures jaune clair testacé; tibia et métatarse premier et métatarse second pourvus en dessous au cóté interne, jusqw'a la base, d'une ligne assez serrée de peti- tes épines noires, tibia second offrant, dans la seconde moi- tié seulement quelques épines semblables. Patte-máchoire courte et robuste: patella á peine plus longue que large, pres- que carrée; tibia un peu plus court, beaucoup plus étroit a la base, graduellement élargi á Vextrémité, pourvu d'une apo— physe supéro-externe, beaucoup plus courte que le diamétre de Particle, assez divergente, peu épaisse, droite, terminée en petite pointe aigué un peu courbée en avant; tarse long, assez étroit, ovale, tres allongé; bulbe simple, ovale allongé atténué dans le haut. Abdomen ovale, court, noirátre, un peu éclairci as), E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 195 en dessous, marqué en dessus de deux grandes taches testacé obscur á peine indiquées, garni de poils fauves courts. Deux máles adultes et quelques femelles jeunes trouvés dans la montagne, sur les buis. Espece remarquable par sa grande taille, elle difféere surtout de 7. Rayi E. S. par son céphalothorax et son plastron forte- ment ponctués rugueux, et par Parmature des tibias et des métatarses antérieurs. 14” Fam. Dysderidee. 41.—Segestria senoculata L., 1758 (sub 474140). Dans la montagne, sous les grosses pierres, dans les fissures des rochers et sous les écorces. Répandu dans toute Europe. 42 —Harpactes Hombergi Scop!., 1763 [sub 4Aranea). Sous les écorces et dans les fissures des rochers. Espece de Europe temperée. 43.—Dysdera crocata C. Koch, 1839. Dysdera rubicunda Blackw., 1864 (non C. Koch). Sons les pierres. Répandu dans toute Europe, le Nord de P'Afrique et les ¡les océaniques. 44 —D. ignava E. S., 42m. Soc. Ent. PFr., 1882, p. 222. Une femelle trouvée sous une pierre. Cette espece n'était connue que de Corse ou elle est com- mune dans les montagnes. 15 Fam. Avicularidee. 45.—Nemesia suffusa Cambr. ¿n Moggeridge, Haro. Ants. a. lr. door. Spid., suppl.. 1874, p. 295.— NV. dubiía Cambr., l. c., page 280. Sur les hords de l'Ebre, elle établit sa demeure sur les talus sablonneux presque verticaux: le terrier est tres profond, assez 126 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) étroit, pourvu vers le tiers supérieur un long branchement qui le coupe á angle aigu, sans opercule intérieur; l'opercule supérieur est mince, mais rigide et presque arrondi. Cette espéce a été découverte en France dans ]'Hérault et les Pyrénées-Orientales; nous P'avons retrouvée depuis a Va- lence, en Espagne: sa présence á Miranda est des plus cu- rieuses. 16" Fam. Phalangiidee. 46.—Phalangium opilio L., 1761. Pour la synonymie cf. E. S., 47. Fr., t. vn, p. 195. Tres commun dans la plaine. Note. Comme complément au présent travail nous don- nons ci-apres la liste des quelques mollusques et celle des coléoptéres que nous avons recueillis dans les monts Obare- nes. La liste des mollusques, avec la synonymie succincte des especes, a été dressée par le savant malacologiste R. Bour- guiegnat, qui nous a donné VPautorisation de la publier. Les coléopteres ont été étudiés par M. S. de Uhagon. MOLLUSQUES. Helicidaze. 1.—Helix rotundata Miiller, Verm. Hist., 11, 1774, p. 29. 2,—Bulimus obscurus Draparnaud, 7401. Mol!., 1801, p. 65, et Hist. Moll., 1805, p. 74, pl. 1v, f. 23 (Heliz obscura Miller, Verm. Hist., 11, 1774, p. 103.) 3.—Chondrus quadridens Cuvier, Regne Animal, 11, 1817, p. 408 (Helix quadridens, Múller, 1. c., p. 107.) 4.—Pupa Brauni Rossmássler, /conogr., x1, 1842, p. 10, f. 726. 5.—Pupa bigorriensis Charpentier, in Ch. Desmoulins, Desc. Moll. nowv., in Act. Soc. Linn. Bordeaux, va, 1835, p. 161. as, E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 127 6.—Pupilla umbilicata Beck, /nd. mol/., 1837, p. 84 (Pupa um- dilicata Draparnaud, 7abl. Moll., 1801, p.58, et Hist. Mol!l., 1805, p. 62, pl. 111, f. 39-40.) Clausilidee. 7.—Clausilia Saint-Simoni Bourguignat, Hist. Claus. viv. el Joss. de France, second article, p. 3, 1877 (in 42m. sc. Val., Paris, 1877). Ce v'est pas le type de cette espéce, mais une variété minor se rapprochant de la C/ausilia Andreana de Fagot (Cat. Moll. des Pyr. de la Haute-Garonne, p. 11, 1877). Zuidze. 8.—Zua lubrica Leach, Brit. Moll., p. 114, 1831 (ex Paris).— Heliz lubrica Miller, Verm. Haist., 11, 1774, p. 104. «Toutes les espéces que je viens d'examiner, ajoute Mon- »sieur R. Bourguignat, sont des formes bien connues. Ainsi »les Heliz rotundata, Bulimus obscurus et Zua lubrica se trou- »vent dans toute Europe: les Chondrus quadridens et Pupilla »umbilicata sont abondants dans toutes les régions nord-mé— »diterranéennes depuis le Portugal jusqu'en Grece, oú ces for- »mes se modifient: enfin les Pupa Brauni, Bigorrensis et Clau- 35 lia Saint-Simont sont des especes pyrénéennes. » En somme la localité se trouve, au point de vue malacolo- »gique, sous l'influence de la faune des Pyrénées et du Sud »de la France.» COLEOPTERES. Carabus Guadarrámaus Laf. Harpalus (Ophonus) meridionalis Dej. - - puncticollis Payk. - anaius Duít. 128 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) Amara acuminata Payk. Calathus cisteloides Mlig. Trechus minutus F. Helophorus rugosus Ol. - Fracticostis Fairm. Lathrobium multipunctatum Gray. Stenus guttula Mil. - — cordatus Grav. Bryaris Lefebvreí Aubé. Rhyssemus verrucosus Muls. Ptimus irroratus Kiesw. Asida reticulata Sol. Olocrates abbreviatus Sol. Heliopathes luctuosus Lepel. Anthicus 4-guttatus Rossi. Cerocoma Sehreberi F. Mylabris A-punctata L. - varians Gyll. Strophosomus ebenista Seidl. - sp? Tres voisin du $. evenista Seidl. et offrant les mémes caractéres sexuels aux pattes postérieures. La villo- sité des élytres est cependant plus courte et les poils beaucoup moins nombreux. Les deux exemplaires envoyés par M. Si- mon, ayant sejourné dans Valcohol, ne sont pas suffissament frais pour me permettre de décider s'il s'agit d'une variété ou une espéece nouvelle. Brachyderes ¿ubescens Boh. Sitones lineatus L. = discoídeus Gyll. Thylacites heliophilus Chev. Deux exemplaires. Chez P'un, le prothorax présente, le long du milieu, une ligne fine en- foncée, comme dans le 7. tonsus Chev.; chez Pautre Pon voit seulement une légére dépression vers la base. J'ai observé des variations semblables sur des exemplaires de la collec- tion de M. Perez Arcas, venant de Valladolid et envoyés par MM. Chevrolat et Bellier. Styphlus (Orthochetes) rubricatus Fairm. 5 - setiger Beck. Hypera philantha Ol. Cleonus sulcirostris L. 11 E. Simon.—ARACHNIDES OBSERVES Á MIRANDA-DE-EBRO. 129) Pychius polylineatus Germ. - argentatus Chev. Cionus thapsus E. - blattarie E. Celiodes fuliginosus Marsh. Ceutorhynchus denticulatus Schrk. Timarcha monticola Duf. - Leseleuci Mars. Je considere comme appartenant a cette espéce quatre exemplaires qui offrent tous ou presque tous les caracteres, dV'ailleurs si variables, de la 7. monticola Duf., avec un mésosternum tronqué et plus ou moins plissé longitudinalement. J'en possede trois autres d'Alsasua (Na- varre) et un de Grábalos (Logroño), donné par M. Perez Arcas. Ohrysomela hemoptera L. - carnifez F. Adimonia liltoralis E. ANALES DE HIST. NAT.—XIIl. > J CATÁLOGO DE LAS PLANTAS QUE ESPONTÁNEAMENTE CRECEN EN EL VALLE DE VERTIZARANA, OBSERVADAS POR DON JOSÉ MARÍA DE LACOIZQUETA. (Sesion del 7 de Noviembre de 1883.) PARTE "PRIMERA: INTRODUCCION. Entre las más gratas y apacibles distracciones á que es da- ble acudir á un sacerdote, para encontrar aleunos momentos de solaz, como alivio y compensacion de la fatigosa y deli- cada mision que le está encomendada, ninguna puede llenar tan cumplida y satisfactoriamente el indicado objeto como el estudio y contemplacion de las prodigiosas maravillas de la Naturaleza. En la armónica y majestuosa obra de la Creacion, lo mismo entre los séres de superior categoría, que entre los más humildes, es donde principalmente se admira la inco- mensurable Providencia de su divino Autor, y la infinita sa- biduría de un Dios omnipotente. ZInvisibilia enim ipsius a crea- tura mundi, per ea que facta sunt intelecta conspiciuntur (1). Profundamente convencido de esta verdad, que ha pasado á ser axiomática, no sólo entre los sabios, sino áun entre las personas ménos favorecidas por los bienes que proporciona la ciencia, y animado por el natural deseo de fortalecer más y más mi espiritu en tan sublimes creencias y en la caridad que las mismas inspiran, es la causa, porque al presentárse— me tan propicia ocasion, así que fuí destinado á ejercer mi sagrado ministerio en este delicioso valle, me resolví á dedi- (1) Epistola Pauli ad Rom., cap. 1, ver. 20. 132 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) car al estudio é investigacion de los objetos naturales, que tan elocuentemente aclaman aquella verdad fundamental, todos los ratos de ocio, todo el tiempo de que me permitieran disponer las múltiples y caritativas obligaciones inherentes € la cura pastoral, que me está encomendada. Las plantas, esos séres inactivos, que tan sólo ejercen una vida orgánica y sin sentimiento, que ofrecen un cúmulo tan variado y prodigioso de bellas formas, que se encuentran ar- mónicamente distribuidos por todas partes y que constituyen el principal adorno del globo que habitamos, son las que más especialmente excitaron mi curiosidad y llamaron mi aten- cion, por lo que la botánica, ciencia que de su investigacion se ocupa, es la que con preferencia ha sido objeto de mis es- tudios recreativos, á la vez que de ascéticas y encantadoras meditaciones. Muy léjos estaba de mi humilde propósito, en un principio, la idea de que mis trabajos pudieran servir más adelante de alguna utilidad para la ciencia, dando á conocer una buena parte de las especies que constituyen el cuadro fitostático de esta comarca, y jamás me hubiera decidido á publicar el fru- to de mis insignificantes observaciones sin el poderoso estí- mulo y eficaz apoyo de varias sociedades científicas, que me han honrado, admitiéndome en su seno, y sobre todo sin la decidida cooperacion de los sabios consejos y cariñosas exci- taciones de personas tan complacientes y benévolas conmigo, como distinguidas por su elevada reputacion científica, las * cuales me han dirigido en mi marcha por el buen sendero, hasta llegar al punto de resolverme á que vea la luz pública este catálogo. Se encuentran en este caso, y la gratitud me obliga á hacer una especial mencion de los señores Dr. D. Na- talio Cayuela, dignisimo catedrático de Historia Natural del Instituto de Pamplona; D. Juan Ruiz Casaviella, distinguido farmacéutico de Caparroso, y D. Ramon Masferrer, estudioso médico del Cuerpo de Sanidad militar, que me han favoreci- do, contestando con cortés amabilidad á todas las consultas y dudas que les he dirigido, resolviéndolas satisfactoriamente con su tan reputada pericia, como excelente criterio: la So- ciedad Lineana de Madrid, de la cual he obtenido la determi- nacion de algunas especies dudosas; Mr. Crepin, director del Jardin Botánico de Bruselas, que me ha favorecido desvane- As té Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 133 ciendo mis dudas respecto de las especies más críticas del gé- nero Rosa, que le remití en consulta, y, finalmente, el doctor D. Federico Trémols, catedrático de la facultad de Farmacia «le Barcelona, que me honra con su cariñosa y leal amistad, sostenida por una continua correspondencia, dispensándome la más franca y sincera acogida en todas mis consultas y pro- porcionándome, además, el favor del distinguido briólogo Mr. A. Geheeb, farmacéutico de Geissa, para el estudio y de- terminacion de varios musgos, y de M. Ambrosie Viaud, Grand Marais, clarísimo profesor de la Escuela de Medicina de Nan- tes, para las consultas de las algas y líquenes, sobre cuyos grupos ha hecho un especial estudio. Á todos ellos, que tan generosa como desinteresalamente me han prestado tan se- ñalados servicios, les ruego acepten, á medida de su gusto, los fervientes votos de gratitud y reconocimiento que les en— vío desde el fondo de mi corazon. Al publicar, pues, este humilde trabajo, vengo impulsado por los consejos y la benévola mediacion de mis amigos, y áun cuando, como toda obra humana, no estará exenta de defectos, distando mucho de darla con la presuntuosa preten- sion que constituya la flora de la comarca, con todo, viene á ser una adicion complementaria al Catálogo metódico de las plantas observadas como espontáneas en Navarra, que acaba de publicar mi querido amigo y distinguido botánico, ya citado, D. Juan Ruiz Casaviella, cuyo trabajo versa principalmente sobre las especies observadas en la region meridional de esta provincia, como así lo advierte el mismo autor en el preám- bulo de su obra. La comarca que yo he explorado se halla hácia el Norte, y por lo tanto, no ha, podido ser reconocida con tanto esmero como las demás por el citado botánico, con cuyo motivo me anima la grata esperanza de que esta publi- cacion no resultará del todo estéril, y que podrá, quizás, con- tribuir á ilustrar, si bien que en un reducido círculo, el cua—- dro de las plantas que crecen en la provincia de Navarra, sir- viendo, además, en su tiempo, para suministrar un modesto contingente de datos que sirvan para la formacion de la flora Ibérica, la cual reclama todavía el concurso de muchos botá- nicos que se dediquen á exploraciones parciales, minuciosas y detenidas en muchas de las comarcas del país que apénas han sido visitadas, 6 cuya vegetacion se desconozca por completo. 134 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) Descripcion geográfica de la comarca. Vertizarana es pequeño valle, situado próximamente entre 43" 'T y 43" 13' lat. N., y 2 1” 50” y 2 3 de long. O. del me- ridiano de Madrid. Su territorio, que ocupa el centro de la cuenca del Vidasoa, tiene en proyeccion horizontal unos 12 km. de long. de N. áS., y poco más de 2 km. de anchura. En medio de esta zona hay una pequeña llanura que le corta trasversalmente en dos secciones, que constituyen la parte montañosa de su jurisdiccion. En la seccion septentrional es- tán los montes de Icharqui y Mayurqueta, sobre Narvarte, del primero de los cuales se descubren hasta veinte pueblos, cosa sorprendente, atendida la escabrosidad de esta comarca, y sin duda se debe á esta circunstancia el que sea visitado por los viajeros, especialmente extranjeros, que gustan de las agradables emociones que ofrece un paisaje altamente agreste y pintoresco. Están tambien en la misma seccion, sobre Ver- tiz, el Auyólaz y Ascolegui, desde donde se ven Biarritz y Bayona, y por el Mediodía el Negusoro, como un macizo con- trafuerte, que la naturaleza puso para sostener erguida la cúspide del Garmendia, una de las alturas de la cordillera de Velate. En la indicada planicie hay tres pequeños pueblos, Legasa, Narvarte y Oyesegui con el Señorío de Vertiz, que en conjunto tienen una poblacion de 780 habitantes. La circuns- tancia, empero, de hallarse el plano como sembrado de blan- cos caseríos, próximos unos á otros, é intercalados entre estos lugares, hace que el valle aparezca como si fuera una pobla- cion constituida por solo una calle principal, que hoy dia es la carretera general, que en direccion de Pamplona á Irún, pasa por medio de dicha llanura. Como está regado por el Vi- dasoa, que con gracia serpentea entre estos pueblos, alimen- tando en su curso largas hileras de chopos plantados en sus bordes, mirando desde el alto de Enaburu, por las mañanas, 6 desde la ermita de Santa Leocadia, por las tardes, ofrece una preciosa vista, que sorprende y deleita extraordinaria-, mente á los curiosos que suben á dichas colinas y en especial á los que desde la corte vienen en busca de moderada y agra- dable temperatura durante el estío, los cuales no dejan de vi- sitar el santuario. (5) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 135 Confina este valle al N., con la villa de Echalar y montes de Vidasoa; por el O. y S.con el M. N. valle y Universidad de Baztan, sirviéndole de límite natural en la parte meridional hasta Mugaire el riachuelo de Ceberia, y en la septentrional las alturas de Patarro y Aracan y la regata de Domico. Pró- ximo á este último punto se encuentra, en la de Vertiz, la re- gata llamada del Infierno: Znfernu Erseca, que por su esca—- brosidad y sombría oscuridad debió herir la imaginacion de los que vivieron en esta comarca durante los siglos de la Edad Media, y de esto dimanaría, tal vez, el que sea tan celebrada en las leyendas antiguas. Por el O., toca su jurisdiccion con la de los pueblos de Gaztélu y Donamaria y villa de Santisté- ban, sirviendo de límite las cimas de Garmendia é Iru-Elor- rieta y los collados Escases y Baztan-Aguirre, con los prime- ros, la regata de Losedér, el Vidasoa y Santa Leocadia, con la última. Las producciones de este distrito, son : trigo, malz, alubias, que son muy estimadas, castañas, manzanas, y sobre todo pastos, cuyo carácter, así como el aspecto general de su vegetacion y la corta elevacion de su llanura, con respecto al nivel del mar, justifican el acierto con que la Sociedad Linea- na de Madrid, al distribuir la Península en diferentes zonas, con respecto á las columniferas, ha extendido la Cantábrica, á pesar de que el cabo de Higuer parecía ser su límite natural por el O., hasta la frontera de la vecina nacion en los Aldui- des y la divisoria del Arga en Velate, comprendiendo así en la misma region las cuencas del Urumea y del Vidasoa. Clima. La altura media de su llanura sobre el nivel del mar es, próximamente, de 160 á 180 m., y los vértices de Garmendia, Ascolegui y Busuzar, que son los más elevados, tienen: el pri- mero, unos 1.000, y los otros dos, unos 900; no pasando el Ichargui y Mayurqueta de 800 y el Negusoro de 750 unidades de la misma medida. De aquí que con frecuencia aparezcan coronados de nieve, durante el invierno, y que alguna que otra mañana, que sucede á una noche procelosa, baje este meteoro á ocupar la llanura, para disiparse, empero, á las po- cas horas. Rarísima vez se sostiene la nevada durante un dia 136 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) entero, particularmente en la falda meridional del Ichargui y Ascolegui, donde se le ve desaparecer como por encanto, y en tan extremado caso se puede asegurar que el frio es intenso y ceneral en toda la costa Cantábrica. No habiendo habido, en- tre los habitantes de este país, quien se haya dedicado á las observaciones meteorológicas, que exigen tiempo, paciencia y especiales conocimientos, nada puedo decir de la tempera— tura media, de la cantidad de lluvia que cae é higrometría de este valle. Para formar, sin embargo, alguna idea, aunque muy vaga de sus circunstancias climatéricas, estudio que tanto interesa á la Geografía botánica, me limitaré á consig- nar que, un poco elevado sobre el nivel del mar y defendido del viento N., por las alturas indicadas, ha de ser forzosa— mente templado; así es que el termómetro oscila entre 2 y 3 cent. bajo 0 durante las mañanas de escarcha, que no son numerosas, ascendiendo de 8 á 10 sobre 0, si sale el sol desde las diez de las mismas en los dias más rigurosos del invierno. La temperatura máxima en los dias calurosos del estío, es ordinariamente de 28 á 30 del cent., subiendo á 32 6 33 en al- gun dia en que reina el viento S., cuya temperatura incómo- da, dura, generalmente, algunas horas, sucediéndole algun nublado que nos devuelve al estado ordinario. Próximo al crolfo de Gascuña, donde tanto impera el NO., es con frecuen- cia regado por las lluvias que dicho viento nos trae, y el es- peso arbolado de nuestros bosques contribuye poderosamente á la conservacion de la humedad de la atmósfera y del suelo. Pasando á beneficio de la noche á la forma de niebla el agua del Vidasoa, que el sol evaporó durante el dia, nos encontra- mos con frecuencia sepultados bajo una densa capa de la mis- ma durante las mañanas del otoño y primavera, siendo proba- blemente esta la causa de que no sazone bien el fruto de la vid, que por otra parte crece espontánea en el país escalando setos y arbustos, sobre los que ostenta sus racimos. Es, pues, el valle templado y húmedo, y por consiguiente muy propio para la vegetacion en general y especialmente la de las crip- tógamas, entre cuyos individuos, muchos de corta duracion, se nota un rápido incremento, y por eso este grupo está re— presentado por multitud de especies correspondientes á sus diferentes órdenes y familias, y por lo mismo tambien, su flora se parece mucho á la de las Provincias Vascongadas y (m Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 137 áun á la francesa de los Bajos Pirineos, excepcion hecha de las especies marítimas que se encuentran en las costas del indicado golfo, y que no pueden vivir en el interior del con— tinente. Bosquejo geológico. No es la Geología una ciencia puramente teórica y estéril: sus aplicaciones prácticas son interesantes y llegan hasta el campo del labrador, y de los principios que establece pende el conocimiento de la estacion que elige para vivir la crecida diversidad de especies vegetales, que pueblan el globo terrá- queo. Ávidas las más de determinados principios 6 compues- tos minerales, buscan con preferencia los terrenos donde estos se encuentran, que son los más acomodados para su completa evolucion. La digital purpúrea, por ejemplo, tan robusta y lozana en el arenisco de Narvarte, no tiene un solo individuo que le represente en el arcilloso-calizo de Legasa, siendo asi que el clima es el mismo en ambas localidades. Con el Quer- cus Tozza y el Polystichum Filiz-mas ocurre una cosa pare- cida, y de aquí la necesidad de describir las formaciones de este valle y la conveniencia de indicar, siquiera muy ligera- mente, la composicion de algunas de sus tierras en correla- cion con las especies que en ellas vegetan. La cordillera que cierra por el N. la planicie de esta ju- risdiccion pertenece indudablemente á la formacion triásica; alternan en ellas las margas irisadas con la arenisca abigar- rada, y los conglomerados cuarzos con los esquistos micá- ceos. El Vidasoa, que despues de correr por medio de esta lla— nura, toma una nueva direccion perpendicular á la primera, formando un ángulo recto al llegar á la villa de Santistéban, cruza de S. á N. la indicada montaña por la Gorz de Ar- rizurraga. Se ven en esta garganta desde la parte de Sumbilla estratificaciones de las indicadas rocas paralelas unas á otras y guardando el mismo órden de sobreposicion en ambos la- dos de la abertura. Esquistos micdceos.—Dan unas losas muy bellas, de superfi- cie muy fina é igual, bastante cargadas de mica, de color rojo, aunque en algunos puntos pierden esta coloracion haciéndo- se amarillas 6 blancas á medida que disminuye el cimento ar— 138 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) cilloso ferrugíneo, que une sus granos de cuarzo. Colocadas en cuadros 4 rombos, hacen muy buen efecto en las plazas y pór- ticos de las casas; por cuya razon se pensó hace algunos años explotar los diferentes criaderos de la misma, trasportando la baldosa á la isla de Cuba, donde desde lueg'o mereció la pre- ferencia sobre la que allí se importa de los Estados-Unidos; pero los crecidos gastos que pide el trasporte de material tan pesado á los puertos inmediatos, obligó á abandonar la espe- culacion intentada. Piedra de construccion.—S8e encuentran en la misma forma- cion varias canteras, que se explotan para el levantamiento de edificios; sus cantos son fáciles de trabajar y dan á las obras un hermoso aspecto y solidez admirable. Con razon observa M. Figuier (1) como una notabilidad que la famosa catedral de Strasburgo está edificada con arenisca de la misma clase, ex- traida de los Vosgos. Sirven tambien para la mampostería; sus esquistos, casi siempre de superficie plana, se asientan bien unos sobre otros y constituyen muros de mucha resis- tencia. Fósiles. —No se encuentran, al ménos bien determinados, en el reducido límite que esta formacion ocupa en este valle, á noser que lo sean unas manchas á manera de gotas de agua, que se encuentran debajo del caserío de Otalzu; mas no opina así mi amigo y distinguido paleontólogo D. Lúcas Mallada, cuya inteligencia é incansable actividad hemos tenido la oca- sion de conocer durante los dos últimos veranos, en los que ha visitado estas montañas, y yo, que no soy más que un sim- ple aficionado á observaciones de esta clase, tengo mucho pla- cer en subordinar mi parecer á su respetable autoridad y bien merecida reputacion: dígnese mi amigo recibir este público testimonio de mi respeto y consideracion. Las mismas pudingas y areniscas aparecen en el puerto de Velate, con unos ochocientos metros de desnivel, que en corto trayecto media entre la divisoria meridional del Vidasoa y su cauce actual en Arrizurraga, cuya garganta fué sin duda pro- ducida por una de esas grandes roturas, que dislocaron las formaciones de esta parte de los Pirineos y á las que son de- (D) Za terre avant le deluge, pág. 141. ARAAÁAÁ AE>SEA A () Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 139 bidas las enormes fallas, que en esta provincia y en las colin- dantes se observan. Esta formacion triásica se apoya sobre una estratificacion de caliza gris, azulada-oscura, que aparece en los parajes Iza- lalde y Artola enclavados en el término de Vertiz, y contiene la Rhynchonella Orbigayana Vern. y otra roca hojosa que tiene Retejoras, por lo que deben pertenecer al período devónico. Continuando las observaciones hácia el N. se encuentran las pizarras, que siguen hasta Echalar, como que del punto llamado Astovi se extrajo hace unos veinte años la techumbre de la torre de la parroquial de Elvetea, que acredita el uso de dicha pizarra. La planicie del valle está cubierta por el aluvion, que en al- gunos puntos depositó el Vidasoa, y en otros por las arenas y margas, que las aguas trajeron de las montañas inmediatas. El estudio detallado de los sedimentos sepultados por la capa laborable de esta heredad, no se puede hacer sino examinan— do las rocas, que el mismo rio corriendo en zig-zag desnudó en su curso por la llanura, y como quiera que se observan las mismas margas irisadas en su trayecto, como se las ve en los cimientos de la ermita de Vertiz, en el subsuelo del pueblo de Oyeregni, base del nuevo puente de Narvarte y en la escarpa- dura del arruinado ventorrillo de Monacorri, parece lógico de- ducir que la indicada planicie está formada por la denudacion causada por el Vidasoa en el espesor del triásico. Los terrenos que existen á la izquierda del Vidasoa y al pié de Mocorro, pertenecen al jurásico á juzgar por los Ammoni—- tes y Belemnites que contienen, y la naturaleza de las calizas tan compactas, de grano muy fino y en algunos puntos car- gadas de crinóides d lises de piedra que los constituyen. Es de advertir tambien, que á dos kilómetros cortos del límite de nuestro valle se encuentran en Ascape (Baztán) sobrepuesto al trias, un terreno en el que margas azules alternan con ca- lizas más 4 ménos compactas, caracterizadas por el Ammonites margaritatus y la Terebratula digona que en el mismo he en- contrado: que á la division de ambos valles hay restos de he- lecho fósil; como que allí se recogió un ejemplar, que existe en el instituto de Pamplona; y se halla tambien la piedra lito- gráfica, cuyo uso ha demostrado ya que si no es superior, es á lo menos de tan buena calidad como la que se trae de Italia 140 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) y Alemania, causando lástima que por respetar aprovecha- mientos comunes de escasa importancia, no estén en explota- cion estas canteras con perjuicio de los intereses de la lito- grafía española, hoy tributaria del extranjero. Consideraciones estratigráficas me indujeron á creer que este sedimento se ex- tenderia por Vertizarana, pero la observacion no justifica mi conjetura, y á no ser que esté sepultado bajo la montaña me- ridional de nuestro valle, la garganta de Ascape habría sido una pequeña ensenada del mar jurásico; y en verdad, la mul- titud de Ammoniles y otros fósiles y sobre todo, algun tronco ya fosilificado, que allí hay, no desmienten esta hipótesis. Encima de la formacion indicada se encuentra otro sedimento de caliza de grano más grueso, alternando con margas y are- nas, que contienen á su vez geodas trituradas. Esta caliza, tan rica en Orbitolinas, z00fitos y Nerineas, sirve de base á la ermita de Santa Leocadia, y su estratificacion se extiende lo ménos por el Oriente hasta el molino de Ciga por debajo de Zozaya, y por el Poniente hasta cerca de Elgorriaga, donde parece es- tar limitada por una pequeña mancha de ofita. En el paraje denominado Iracorri, término de Oyeregui, existe un peñas- cal que contiene Anxcyloceras característicos del aptico, uno de los miembros del piso Neocomico. Todos estos estratos han sido dislocados en varios sitios por emanaciones Ce ofitas y diabasas como se observan debajo de Idiso al S. de Legasa, en el sitio llamado de Arechavaleta y en la regata de Cebería cerca del caserío de Ubecheta:; si bien es fácil que los cantos, que se encuentran en este último pun- to, sean arrastrados por el riachuelo indicado desde la bajada de Velate, donde él nace, y en cuyo lugar precisamente existe una de las principales manchas de este mineral llamado en vascuence burdiñarri, que quiere decir, piedra de hierro, alu- diendo á su notable densidad y que es tan usado en el país para cocer la leche despues de enrojecerle al fuego. Se ven tambien en el paraje llamado Ubaqueta (Legasa) cantos de una caliza porosa lo mismo que en Cebería en el punto llamado 7'7osc4, denominacion vascongada, que se apli- ca á la toba caliza. Del catálago, donde irán notadas con cuidado la estacion de cada especie y el paraje donde se han recogido, resultará sin necesidad de notar aquí las que viven en cada uno de los ter- (1 Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 141 renos descritos, la relacion de las especies con la naturaleza del suelo donde crecen. Tierra laborable. Segun se desprende de lo expuesto en el bosquejo anterior este valle está formado por la denudacion del terreno triásico, cuyo espesor es poco más 6 ménos de unos mil quinientos me- tros, y de ello se deduce que la capa cultivada á la derecha del Vidasoa ha de estar compuesta de margas y arenas mez- cladas con yeso, muy abundante en esta formacion, que la con- tinua accion de las aguas arrastró desde la montaña inmedia- ta hasta la planicie donde las ha depositado. Por lo mismo se la ve colorada por el óxido de hierro, como la de la misma la- dera de donde procede, y es muy propia para el cultivo de las leguminosas tan ávidas del sulfato de cal, que en forma de agujas (7afdes) aparece rellenando las celdillas de las mis- mas. Con razon dice M. Godron (1) que las condiciones exterio- res de la existencia a las que están subordinados los vegetales es- tán relacionadas ú dos ordenes de hechos principales, las influen- cias atmosféricas y las del suelo en que implantan sus raices. Por lo mismo esta capa, que contiene arena y es el resultado de la trituracion de los esquistos propios de su terreno, es muy ven- tajosa para la produccion de las raíces útiles como la remola- cha, el nabo, etc., que hacen un consumo peculiar de la pota- sa contenida en dicha arenisca. Se nota en algunos sitios, ex- puestos á las emanaciones animales, que las paredes hechas con la arenisca abigarrada se deshacen, quedando las piedras convertidas en polvo y produciendo por su descomposicion una eflorescencia blanca, que debe ser el nitrato de potasa, puesto que deflagra cuando se le echa sobre ascuas. Se com- prende que los principios indispensables para que tenga lu- gar la nitrificacion introduciéndose en los poros de la piedra, determinen la formacion del ácido nítrico, que en contacto con la potasa necesaria para la constitucion de dicha sal verifica la expresada reaccion química, deduciéndose de este hecho (1) Geéographie botanique, pág. 11. 142 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) que la roca en cuestion contiene una buena parte del álcali, que sirve de base al nitro. Hay, sin embargo, al borde del Vidasoa algunas tierras muy areniscas llenas de pequeños cantos rodados dejados de inten- to por los agricultores para defenderlas de la accion fuerte del sol durante el verano y que indican que su orígen es debido á la accion del rio que las depositó. Por lo mismo, el vascon= gado, improvisando concepciones geológicas llamó con preci- sion filosófica al paraje en que se encuentran Ugalpeta de Ugaldia, rio y pia síncope de Azpi0, que significa debajo, in- dicando así que aquella tierra estuvo sepultada bajo las aguas que la depositaron. En toda la extension que ocupa la cordillera de esta seccion, y en particular en la base de la misma, hay multitud de fuen- tes que dan aguas muy puras y ligeras, y no faltan algunos sitios donde se filtran por la arena en mayor 4 menor exten- sion, apareciendo regado el campo par la naturaleza. M. L'abbé Boulay (1), al hablar de la arenisca abigarrada de los Vosgos, dice, que sucede allí una cosa parecida. Los bancos cortados por las hendiduras verticales dejan caer el agua pluvial sobre los lechos de arcilla intercalados de arena por donde se escur- ren al fondo del valie. Tan cierto es que las mismas causas producen resultados idénticos, y de aquí es que el desarrollo y multiplicacion de los musgos estén muy favorecidos en este paraje. no há mucho tiempo fangoso y hoy convertido en pra- dos, que procuran el bienestar de algunas familias, merced á los consejos de D. José Manuel Aguirre, mi antecesor en esta parroquia, persona de capacidad notoria y que tanta parte tomó en la desecacion de aquellos pantanos. Por el contrario, la que se cultiva á la izquierda del Vidasoa está compuesta de arcilla y cal con alguna mezcla de arena procedentes del terreno jurásico que constituye la ladera de Mocorro, primer escalon del Negusoro; así es que se dan en ella muy bien el trigo y el maíz alimentados de la sílice y cal colaborados por las lluvias y la accion de diferentes abonos. El color, que tanto le distingue del que ofrece la tierra del lado opuesto, es generalmente pardo, encontrándose algunos pun- (1) Flore cryptogamique, pás. 86. (3) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 143 tos en que es completamente negro y parece ser un humus de orígen vegetal resultante tal vez de la descomposicion ó pu- trefaccion de algun bosque de los tiempos prehistóricos. Las fuentes de esta ladera no son tan numerosas como las de la vertiente opuesta, pero en cambio son superiores para el rie- go de los prados, mientras que las de los torrentes causan per- juicios en la planicie, consecuencia sin duda de que las llu- vias no penetran tanto en el suelo de naturaleza arcillosa, y corriendo las aguas con viveza por las pendientes, arrastran cuanto en su curso encuentran. El espesor de dicha capa varía segun las localidades, por causas cuya determinacion no entra en mi plan describir. Diré, no obstante, que nuestros abuelos profundizaban muy poco la capa laborable á pesar de ser una arenisca ligera y que con los instrumentos que conocían, por cierto muy defec- tuosos, no podían hacer otra cosa: se ha mejorado hoy mucho la clase de labores con las máquinas y aperos que nos ofrece la mecánica moderna, y es de esperar que dentro de poco sea de uso general el arado de vertedera, que está dando resulta- dos notables, en especial para el cultivo de plantas de raíz profunda. Aspecto general de la vegetacion. El aspecto que á primer golpe de vista ofrece la vegetacion de este pequeño valle, poco 6 nada varía del de sus vecinos enclavados en la misma cuenca y que tienen un suelo com- puesto de los mismos sedimentos y de idénticos principios minerales. En la falda meridional del Icharqui y Mayurqueta, dominan casi exclusivamente el Prunus spinosa, el Ulex Eu- ropeus, el Sarothamnus vulgaris y el Quercus Tozza, que cor- tado á flor de tierra para el consumo de nuestros hogares, echa fuertes y espesos retoños, que en vascuence se llaman Zartia. Se puede decir que el roble comun no vegeta, sino plantado en algunos cercados con destino á los hornos de cal y cons- truccion de setos en la vega, y el castaño solo ocupa los bor- des de las regatas y algunas ondulaciones más ó ménos fres— cas y fértiles de dicha ladera. Al márgen de los numerosos arroyos que hay en esta formacion, viven diferentes helechos 144 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) como el Polystichum Filiz-mas y Oreopteris, el Blechnum spi- cant, Aspidium aculeatum y otros en sociedad con los Rubus y multitud de musgos y líquenes. En la parte superior de esta montaña, pero debajo de las rocas denudadas de la cima, co- ronadas por el Betula jubescens, varios Sorbus, el Vaccinium Myrtillus y el Arbutus Unedo existe una faja de brezos, cuya exuberante inflorescencia llama la atencion del observador. Diferentes especies de este género viven juntas, espesas como un césped, cubriendo completamente el suelo, que como re- sultado de la trituracion de los peñascos vecinos, es seco y estéril. Sin embargo, elevan sobre esta espesura sus remates flori- feros, el Asphodelus albus, diferentes gramíneas, el 4/lum ochroleucum, el Erythronium dens-canis, y algunas compuestas, que gustan vegetar en el mismo terreno. Diversidad de líque- nes variados en sus formas y colores, adheridos á las arenis- cas de la cúspide, alimentados del aire del mar, que los bate con furia, determinan el aspecto general que presentan aque- llas escarpaduras. El cuadro que ofrece el horizonte al N. de la misma cordi- llera, cambia por completo. Mirando de la cima del Icharquí se observan los bosques frondosos y dilatados de Vertiz y Vi- dasoa, en los que corpulentos robles, elevados como el chopo, alternan con el haya y el castaño. Entre este arbolado existen diferentes Pyrus, los Prunus avium y Lusitanica y el manzano silvestre ocupando con preferencia sus regatas ; el avellano, el 4/nus glutinosa y varios sauces. En estas espesas selvas crecieron en siglos pasados los árboles, cuyos troncos conver- tidos en buques por la mano industriosa del hombre, sirvieron para trasportar despues las mercancías de la Metrópoli, á las playas del Nuevo Mundo. Varias fábricas de hierro, donde se forjaba este precioso metal por el procedimiento de fraguas á la catalana, se alimentaban tambien con los carbones elabo- rados en los indicados montes. En la parte meridional del valle, á la izquierda del rio, varía tambien el semblante que nos presenta el campo. El terreno, que es arcilloso, calizo, denudado y escabroso en algunos pun- tos, está cubierto por el Crategus ozyacantha (espino blanco), que alterna con el avellano, la vid silvestre y el Clematis Vi- talba; mientras que en su mayor extension es craso y de mu- (15) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 145 cho fondo, dando vida á robustos castaños que pueblan la ma- yor parte de su ladera, como que en este terreno se cosechan las castañas, que tanta importancia tienen, ya como sano ali- mento del hombre, ya tambien como elemento preciso par: cebar el ganado. La falda oriental del Negusoro y Buruzar es un bosque donde el roble comun sustituye al Zozza, y viven en sociedad con el mismo, el haya, el castaño silvestre y los sauces. Ocupan algunas colinas secas y pedregosas de la mis- ma falda el boj, el Dahpne laureola y el Ulex europens, que floreciendo en invierno, nos recuerdan los risueños dias de la primavera. Hay que notar aquí otra diferencia que distingue esta seccion del territorio de la montaña septentrional del mismo valle, y es que el 4cer Mompessulanum, el tilo, el Rham- nus catharticus y el olmo sustituyen en las breñas de Liorz é Mlerri á la vegetacion que se nota como propia de las crestas de Icharquí y Mayurqueta. Notables son tambien las especies que tranquilas florecen en la roca de Illerri, inaccesible á los animales herviboros. El Lilium Pyrenaicum, el Bupleurum fal- catum, el Orobus luteus y varias otras, que no es posible enu- merar, no temen en aquel castillo á los dientes de los rumian- tes, cuyos animales los buscan con avidez, siendo digno de mencionar aquí, que tanto en dicho punto como en la elevada escarpadura de Buruzar, que están ya en contacto con la divi- soria del Arga, se encuentran algunas especies como el Oño- brychis sativa, Bupleurum angulosum, propias de la zona pire- náica. Se ve tambien en la misma ladera alguno que otro pino en compañía del tejo, cuya madera es tan estimada, y del ene- bro, que aunque raquítico, ostenta sus bayas sobre el Ulez nanus, que cubre el suelo en los collados de Isarrin y Escases. La tierra, como algo arcillosa, conserva la humedad, y de aquí que haya algunas praderas donde pasta el vacuno durante los meses calurosos del verano y al pié de la montaña se encuen- tran tambien aleunos prados, que regados con las aguas de Cebería, dan excelentes cosechas de heno. Diferentes especies de los géneros Cirsium y Carduus, la Centaurea Calcitrapa y el Galactites tomentosa, crecen con frecuencia en los parajes pe- dregosos de esta zona, y el yezgo, que gusta de los terrenos de mucha profundidad, se extiende en espesas capas por las on- dulaciones de esta montaña, á donde el agua ¡acumaló los materiales tomados de las rocas denudadas. Pero lo que deter- ANALES DE HIST. NAT. —XII 10 146 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) mina el carácter especial, que ofrece el campo de esta cuenca, es el Pteris aquilina (helecho hembra), que cubriendo sus la- deras hasta la altura de setecientos metros, conserva su verdor durante los meses secos del estío, preservando con sus pinadas frondes del rigor de la estacion á la Zuphrasia officinalis y multitud de gramíneas, que viven amparadas de su sombra. Floracion, fructificacion y frondescencia. Como consecuencia precisa de la naturaleza, de la tierra y condiciones climatéricas que llevo indicadas en los párrafos anteriores, la vegetacion es aquí lozana y exuberante, osten- tando una prodigiosa frondosidad, tanto que en Mendaur cre- ce cerca de una vara el 47nica montana. Por lo mismo, es tambien casi continuo el verdor de este suelo, pues si bien se marchitan y toman un color blancuzco las gramíneas de nuestros prados durante los meses de Diciembre y Enero, en cambio desafían el rigor de la estacion fria el boj, el Ulezx eu- ropeus, el Heleborus y el Arbutus Unedo, que aun en medio del invierno ostentan sus preciosas corolas. En esta misma época está en el periodo de su desarrollo la Brassica Napus (nabo), que con destino á la ganadería, se cultiva en gran escala, y la humilde república de los musgos, ora disgregando la dura roca, para formar con sus elementos la tierra vegetal, ora al- fombrando los bordes del arroyo ó de la fuente, que la vivifi- ca con sus cristalinas aguas, viene á revelarnos que la natu- raleza no descansa aún en los periodos del año, en que al pa- recer declina su fuerza, para ostentarla con mayor ímpetu en la estacion primaveral. Es verdad que el roble, el haya y el castaño de nuestros bosques, al asomar la época del frio, se despojan de sus hojas, que les dan esplendor y vida: pero cuelgan con gracia de sus ramos la Usnea longissima y mul- titud de otros liquenes, como las Parmelia y Physcia, que * parecen estar empeñadas en ocupar á porfía el puesto, que en mejores dias perteneció al espeso y verdoso follaje de dichas cupuliferas. Tambien cubre á las rocas una flora caracterizada por infinidad de individuos y especies pertenecientes á la co- horte criptogámica, que fructifican durante esta misma es- tacion. (qm Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 147 Pasado Enero, y así que alumbra el sol de Febrero, el la- brador escarda y abona los linos, alfalfas y otros forrajes, y el campo se cubre de una alfombra de verdura. El ganadero rie- ga sus prados con las templadas y vivificantes aguas de nues- tras fuentes, y fomentando éstas el desarrollo de toda suerte de plantas que en su curso encuentran, matizan de verde es- meralda el suelo, que ya va perdiendo la aridez de los meses anteriores, y á fin del mes y áun antes, el Bellis perennis viene á darle nuevas gracias, salpicándole con sus semiflósculos de nieve bordados de púrpura. La Capsella bursa-pastoris, los Arabis Thaliana y alpina abren sus cálices, y las prímulas y el Daphne lawreola adornan con sus dorados ramilletes las la- deras de los caminos y bosques. Florecen á fin del mes el me- locotonero, el avellano, diferentes sauces, las verónicas, la Ficaria ranunculoides y la Hepatica triloba, embelleciendo más y más este pintoresco paisaje. Llega el mes de Marzo, y mientras dura éste el labrador lim- pia y fecunda con la azoada alchirra (1) sus trigales, y en el interin el 4juga reptans salpica nuestros prados; la Stellaria media, vulgo sazelarra, cunde por los campos abonados; y di- ferentes verónicas con la Valerianella olitoria (dulceta) cubren los huecos de las vegas sembradas de nabos. La Saxifraga hir- suta, el Symphatum tuberosum (consuelda) y el Mercurialis perennís aumentan el lujo que la naturaleza desplegó el mes anterior en los ribazos y laderas; y la Draba verna, asi que los Muscari, vienen á florecer sobre las rocas. La GFenciana verna con sus azules corolas, el Erylhronúum dens-canis con sus ho- jas jaspeadas y las Scillas, forman un admirable contraste con la esterilidad que aún se nota en los brezales elevados; y final- mente, los narcisos, abriendo sus espatas, ostentan sus dora- das campanillas mientras florecen el Prunus spinosa, los La- amum, los Populus, las coníferas y varias otras, que no es po- sible enumerar. Cuenta Abril en algunos años en que el NO. nos trae muchas lluvias, con alguna florescencia propia de Marzo; pero exclusivamente le pertenecen el Falium cruciatum, Sisym- (1) Nombre de orígen vascongado con que se designa vulgarmente el escremento del carnero, 148 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) brium Alliaria, Alchemilla arvensis, los Symphytum officinale y bulbosum, Cerastium vulgatum, aleunos Ranunculus y las Veronica Beccabunga y Chamedrys. Brotan el roble, el haya y algunos sauces de nuestros bosques; reciben estos mayor es- plendor con las flores de los Pyrus, Eronymus y del Crategus ozyacantha (espino blanco); y el Tussilago Farfara, el Asyidium aculeatum y el Lathrea clandestina llevan la alegría hasta los sitios mustios y sombrios. El ciruelo, las habas y arbejas ani- man nuestros huertos: la Potentilla splendens, la Cardamine granulosa y el Rumezr Acelosa esmaltan nuestros prados: algu- nos Carez, el Ranunculus hederaceus y el Pinguicula vulgaris, florecen en los parajes inundados: la F/ecoma hederacea, la Si- lene inflata y la Fragaria vesca (fresa!, que crecen en los ri- bazos y bordes de los campos, extienden sus pétalos: y el ce- rezo indica al labrador adónde debe acudir en busca de refri- gerio para templar el ardor de los primeros calores. Entra el mes de Mayo; en la naturaleza todo es vida y mo- vimiento: la atmósfera misma sufre bruscas alteraciones y por lo mismo se llamó á este mes pardo; empieza la época de las grandes labores y para que todo esté en armonía cambia de tono la campana, ese mágico instrumento, cuyos efectos tanto concuerdan con los afectos de nuestro corazon. La igle- sia, al invitarnos á orar y trabajar, instituye desde principios de este mes el alegre repique que tanto anima nuestra espe- ranza y excita nuestra actividad, al pausado y monótono ta- ñido, con que en los meses anteriores nos recordaba el tras- curso pacífico del tiempo. Siembra el agricultor los maices y habichuelas; limpia los trigales, arrancando las diferentes es- pecies de avenas que elevan sus fastuosas espigas sobre la na- ciente cabeza de la reina de las gramíneas, y al fin del mes empieza el primer corte de sus prados. Los Serapia, los Crepis y el LZychnis Flos-cuculi, dan profuso esplendor á nuestros prados: el Pedicularis sylvatica, la Vero- mica officinalis, la Lysimachia vulgaris y cien otras especies, dan alegría á nuestros bosques; y los rosales, el Zonicera Pe- riclymenum y el Sambucus nigra, exhalando fragancia, esca- lan los suelos naturales. Los Sorbus Aria y aucuparia y las Be- tula, que viven en lo más elevado de las crestas, exponen á la rápida corriente de los vientos sus amentos y niveos corim- bos; y para que á todas partes llegue la vida, la Zanichellia (19) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 149 palustris, las Lemna, los Syargantumn , los Potamogeton y los Juncus pueblan nuestros rios, regatas y lagunas. Abre el cas—- taño sus yemas y se viste de profuso follaje y el Quercus Tozzw, en contraste con la naturaleza, es el único árbol que ostenta aún desnudas sus robustas y tortuosas ramas. Durante este periodo, en el que parece que la naturaleza pretende hacer alarde de su pompa y suntuosa grandeza, se viste el campo de un segundo manto compuesto de las frondes de los hele— chos. Suben sus raquis sobre el suelo espesos y en forma de báculo, y extendiendo en seguida sus segmentos, cubren la superficie entera del suelo de esta jurisdiccion. Durante el mes de Junio es cuando se presenta en su mayor apogeo la frondosidad de este valle, pues el Quercus Tozza, que es el último árbol que echa sus pimpollos, está ya guar— necido de sus tomentosas y cenicientas hojas. No es fácil enu- merar todas las especies, que cruzándose unas con otras, ta- pizan la superficie del suelo. Sin embargo, diré, que la Sazi- Fraga Aizoon, la Genista Hisjanica, la Melica ciliata, el Iberis Bernardiana y diferentes Sedum decoran con su inflorescen— cia nuestras rocas y tapias; que la Cineraria campestris , el Arnica montana y Doronicum Clusii, dan esplendor á las altu— ras en que crecen; que el Adenostyles albifrons, los Hyperi- cum androsemum, formosum y tetrapterum matizan los bordes de los riachuelos, así como el Cirsium palustre, el Pinguicula vul- garis y la Veronica Beccabunga, los parajes inundados; que el Ligustrum vulgare, el Hypericum hirsutum, la Campanula ra- punculoides y la vid, florecen en las cercas y zarzales; que el Doronicum pardalianches, el Gerantium sylvaticum y varios Tri- Jolíium, están en el período de su fecundacion, y finalmente, que el Zampsana communis, el Stachis sylvatica, el Chelidonium majus y el Lamiuin maculatum, que gustan vivir en sociedad con el hombre, desinfectan el aire de los escombros inmedia— tos ¿ nuestras habitaciones, obsequiándonos así, en recom- pensa de los despojos de nuestras viviendas, de que aquellas se alimentan. Continúa el ganadero segando sus prados, cuyo suelo es un apretado fieltro de los tallos y ramos de diferentes Trifolium sobre el que descuellan muchas gramíneas de los géneros Pestuca, Loliwm y Daclylis, mezclados con el Antho- zanthum odoratum, y de aquí procede el que secados estos al sol, que está en su cenit, esparcen un suavísimo aroma, que 150 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) llama la atencion hasta de los transeuntes de la carretera ge- neral. Depositado este heno en los pajares constituye el fondo de reserva, con que se alimenta el ganado durante el rigor del invierno venidero. A principios de Julio siega el labrador sus mieses; mas como siembra en seguida en el mismo terreno las habichuelas y el maiz con destino á forraje, si se exceptúan los cuadros de rastrojo elegidos para el cultivo del nabo, conserva la comar- ca esplendente el mismo verdor, la misma lozanía, que el mes anterior. A multitud de especies propias de la primavera, que acabaron el curso de la vida en el período anterior, suceden infinidad de compuestas y labiadas que perfuman el ambiente con su exquisito aroma. Las Calamintha, los Thymus, los Li- lium Pyrenaicum y Martagon, los Dianthus y muchas otras compiten en belleza y perfumes con las Mentha, el Eupato- rium cannabinum, los Rubus, el Allium victoriale y las Agri- monta. Florecen tambien en esta época las alubias, los maíces y las cucurbitáceas sembradas entre sus líneas, y fructifican los ciruelos y perales. Un fenómeno notable ocurre tambien que no es posible pasar en silencio. Las crestas de la montaña ostentan un lujo que el artista no puede idear, ni cabe en la imaginacion del poeta. Á mediados del mes se visten de re- pente de un manto de púrpura, tejido con las corolas de dife- rentes ricas (brezos), que pueblan dichas cúspides y parecen ser candentes masas depositadas al borde de un volcan. Los Cirsium eriophorum y lanceolatum, la Centaurea Calcitraza y los Erigeron, ostentan sus cabezuelas en los sitios pedregosos : la Typha angustifolia, las Angelica, los Scirpus y Cyperus, flore— cen en los pantanos y regatas, y las Ery/hrea, las malvas y Daucus, salpican nuestras praderas y collados. Mientras trascurre Agosto, florecen el 4/isma Plantago, los Lythrum Salicaria y gracile, el Bidens trizartita, el Elodes pa- lustris, la Cicendia pusilla, el Lycopus Europeus y muchas otras que no es posible citar, las que gustan de los parajes fecundados por el agua y purifican el ambiente siempre insa- no de las estaciones palustres. De aquí que las intermitentes, tan perniciosas en otros paises, no sean aquí conocidas, sino en algunos individuos que las han adquirido en la ribera de esta provincia y que las han importado al volver á su casa. Las Mentha aquatica y Pulezium, exhalando fragancia, las Pu- (1) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 151 licaria y los musgos, tan frecuentes en los sitios paludosos, influyen tambien en la salubridad de este país. Gracias demos al Criador, que cual cariñoso padre cuidó así de la conservacion de nuestra salud. Los Hierácium boreale y stivum y el Solidago Virga-aurer, que ocupan los ribazos y lu- gares estériles; el Zactuca muralis y el Bupleurum falcatum, que vegetan en los peñascales elevados: el Spiranthes au— tumnalis y el Epipactis latifolia, tan frecuentes en los bosques y lugares arenosos ; y los Amaranthus y los Chenozodium, que inundan los maizales, nos indican la decadencia de las fane- rógamas, que dejan lugar á generaciones de otro órden, como los hongos que figuran en gran escala en la vegetacion del próximo mes de Setiembre. Á principios de este último escarda el labrador los nabos que sembró en el rastrojo; quita las hojas y crestas de los maí- ces para que así tengan más luz y calor las plantas como el nabo, las alubias, etc., que entre sus cañas crecen; pues por el cultivo alternado se obliga á la tierra á la produccion de varias cosechas á la vez; siega tambien segunda vez sus pra- dos y continúa cortando el helecho, cuya recoleccion empezó á fines del mes anterior en los sitios secos y estériles. Aunque ha disminuido el número de especies que embellecen el cam- po con sus flores, ostentan, sin embargo, su florescencia. La Datwra Tatuta, los Chenopodium album y ambrostoides, el Leer- sia oryzoides y diferentes Daucus, cuyas niveas umbelas con- trastan con la esterilidad de los prados secos. Como el suelo está aún caliente salen á las primeras aguas donde quiera los hongos y en número tal, que parece que flo- rece la misma tierra. Las Rusulas y diversidad del género Bo- letus cubren la superficie de nuestros bosques: las 47mila- ria y los Polyporus elevan sus sombreros sobre los troncos muertos; las Cortinaria y Clavaria entre las hojas caidas; las Pratella y Amanita en nuestros prados; el Zactarius ciba- rius y Craterellus cornucopiodes en los sitios sombríos y húme- dos. Los aficionados á manjares preparados con hongos corren en esta época por el campo con el ojo muy atento en busca del Boletus edulis, el Cantharellus cibarius, la Pratella praten- sis, y sobre todo, el Amanita cesarea (gorringo), tan estimado y buscado por los romanos. En esta estacion se comen los abri- dores y melocotones, los azucarados higos y el moscatel, que 152 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) por desgracia no es tan agradable como el de la cuenca de »amplona, y se fabrica tambien la sidra, bebida espirituosa muy agradable, que se prepara con el zumo de la manzana. En Octubre parece que la naturaleza quiere ya descansar de sus fatigas, y reduce sus esfuerzos á regalarnos algunos pre= ciosos dones que nos preparó durante el estío. Todas las ope- raciones del labrador se limitan á recoger las manzanas de mesa y peras de invierno, las alubias, el maíz y las castañas; y es el periodo en que está completamente llena la vivienda del casero. El ganado cerduno pasta en los montes, alimentándose con la castaña. la bellota del roble y la fruta dulce del haya; mien- tras que el vacuno, que ha vuelto al pesebre doméstico cum- plidamente satisfecho de la fresca hierba de las praderas, lla- madas en vascuence 077 ¿-soros, suministra abundante leche, que sirve de alimento al hombre, ó se convierte en sabroso queso. Todavía en esta época se pueden observar en el campo algunas plantas en flor, como el Crocus multifidus, el Senecio vulgaris, la Erica ciliata, el Picris Mieracioides y la Euphorbia peploides, restos de la florescencia del mes anterior; y los lí- quenes, cuya vida estuvo suspensa durante el estío, alimenta- dos de la humedad de la estacion, vuelven á tomar un notable incremento. Algun labrador, que aún conserva su aficion al cultivo del lino, siembra la semilla de esa planta á mediados del mes, y todos, á medida que van desapareciendo los nabos que vegetaron á la vez que el maíz en el mismo terreno, siem- bran el trigo durante el siguiente mes de Noviembre. ADVERTENCIAS. No son muy numerosas las especies que contiene este catá- log'o, pero una parte considerable de ellas pertenece al difícil erupo de las esiptógamas, cuya importancia es tan conocida de los botánicos. La organizacion y funciones que las mismas ejercen, no se puede estudiar sin el auxilio de un buen microscopio, cuyo uso es imposible sin previas preparaciones y procedimientos más ó ménos delicados, y pide mucho tiempo y paciencia, por cier- to muy recompensada por las maravillas que el sorprendente a (3, Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 153 ocular hace sensibles á nuestra vista, é hicieron exclamar al célebre Linneo: Vatuwra marime miranda in mintimis. La aprecia- cion, pues, de las diferencias anatómicas y fisiológicas en que se funda su clasificacion, supone delicadas y minuciosas ob- servaciones continuadas por mucho tiempo, tal vez por largos años, y un entusiasmo por la ciencia sostenido por el amor hácia el Creador, que inspiran tan portentosas maravillas. Es de notar tambien que es muy reducido el recinto de este valle, donde he hecho mis exploraciones, y áun se puede de- cir que me he limitado á su planicie, pues no han pasado de dos 6 tres por año los dias en que he subido á las alturas in- mediatas. Las obligaciones de mi parroquia, para mi siempre preferentes, no me han permitido excursiones más frecuentes y más largas. Buscando inocente recreo durante las horas de paseo, reco— giendo plantas alrededor de mi feligresía, apénas se hallará en su contorno alguna especie que no esté representada en mi herbario: pero en cambio habrá aún muchas en los bosques y crestas, que se han escapado á mis observaciones, ya porque no florecen en la estacion en que he hecho mis visitas á dichos puntos, ya tambien porque viven en algunas escarpaduras, por donde no me es permitido trepar, por el peso ya notable de mis años. He utilizado tambien algunos viajes, que he em- prendido al M. N. valle y universidad de Baztan, para recoger allí algunas especies que no he encontrado en este de Verti- zarana; pero áun en este caso no me ha sido posible separar— me de la carretera general, siendo, por lo tanto, escasas en número las recolectadas allí, como aparecerá por el catálogo donde van anotadas como propias de aquella localidad. La sinonimia y método que he adoptado para la colocacion de las familias, géneros y especies en mi catálogo, los he ajus- tado en lo posible á los de la metódica obra francesa de Gro0- dron et Grenier, titulada F/ore de France, por ser la que siguió tambien el Sr. Ruiz Casaviella en el suyo: así se podrá hacer con facilidad un cuadro fitostático de las plantas que viven en esta provincia, reuniéndolas en él, ya con respecto á sus afini- dades naturales, ya con respecto á su duracion, estacion, re- gion, etc., etc. Y como el Sr. Masferrer se ha ofrecido á este trabajo en un apéndice que se propone escribir sobre la flora navarra, he procurado notar con cuidado la localidad y época 154 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) en que florecen las especies recolectadas. Y para que se pue- dan hacer en el mismo consideraciones generales de nuestra flora; para que aparezcan en él las relaciones de la vegeta- cion con el clima, terrenos, prácticas y costumbres agrícolas y domésticas, es porque me he extendido en el preámbulo tal vez demasiado molestando á los lectores con mis pesadas des- cripciones, y he indicado en el catálogo los usos ya cientí- ficos, ya puramente empíricos que las plantas tienen en el país, como tambien las aplicaciones y reputacion que gozan fuera de él. Recientemente se ha incoado por los Sres. Hoffmann é Ilme, clarísimos profesores de la Universidad alemana de Geissen, el estudio metódico de los movimientos fenológicos de las plan- tas, y si bien es cierto que en este opúsculo no están precisa- das con la exactitud con que aquellos señores piden las obser- raciones de cada país, con todo, no dejan de tener interés las noticias que en este preámbulo he dado, referentes, tanto al clima, terrenos, etc., como á la frondescencia y condiciones agrícolas. ABREVIATURAS. N.v. indica el nombre vascongado de la planta. N.c. el nombre castellano. R. que es rara en el país. Rr. que es rarísima en el mismo. C, que es comun. Cc. que es muy comun. P.c. que es poco comun. (25) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 155 PLANTAS VASCULARES EXOGENAS 0 DAGOTLLE DONES. TALAMÍFLORAS. Ranunculáceas. 1.—Clematis vitalba Z.—N.v. Ayenzuriya. Escalando setos y zarzas. Julio, Agosto. Cc. Se usan sus sarmientos en el país para hacer algunas ligaduras y cons- truir colmenas; los numerosos carpelos coronados de sus estilos plumosos y persistentes de esta planta, hacen buen efecto sobre las matas y arbus- tos; las fibras de su tejido leñoso están rayadas de una hélice doble é inversa, y sus vasos, que son punteados, contienen tyloses, cuando llegan á envejecer. 2.—Thalictrum Aquilefolium Z. En los sitios pedregosos, Narvarte. Mayo, Junio. R. 3.—Thalictrum pubescens DC? En la peña de Illerri, Legasa. Junio. Rr. 4.—Anemone nemorosa Z. En las rocas de Miate. Marzo, Abril. P.c, 5.—Anemone Hepatica £. En las laderas de los bosques, Vertiz. Febrero, Marzo. 6. 6.—Adonis autumnalis Z. En los campos. Junio. Rr. 7.—Ranunculus hederaceus Z. En los charcos y aguas estancadas, Vertiz. Marzo. Cc. 8.—Ranunculus aquatilis £. En el rio Vidasoa. Junio. Cc. 156 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) 9.—Ranunculus fluitans Lam. En el mismo rio: vive en sociedad con la especie anterior, pero se dis- tingue de la misma en que aquella tiene las hojas superiores orbiculares ó reniformes divididas en tres ó cinco lóbulos, miéntras que las de la última son todas filiformes, reunidas en pincel sobre un peciolo. Ju- nio. Cc. pl 10.—Ranunculus Fammula Z. ¿n los prados húmedos, tejería de Narvarte. R. 11.—Ranunculus reptans L. En las lagunas, Ambullo celayeta. Julio. P.c. 12.—Ranunculus Lingua £. En los parajes inundados, Vertiz. Mayo. €. 13.—Ranunculus acris L. En las praderas, Narvarte. Mayo, Setiembre. Ce. 14.—Ranunculus palustris 5. En la regata de Ascape. Mayo. Rr. 15.—Ranunculus sylvaticus 71417. En los bosques, Narvarte. Mayo, Setiembre. Ce. 16.—Ranunculus repens Z. En los prados húmedos, Narvarte. Junio. Cc. 17.—Ranunculus bulbosus Z. En las praderas naturales. Abril, Mayo. Cc. 18.—Ranunculus Philonotis Refz. En los sitios húmedos, Narvarte. Mayo. Cc. 19.—Ranunculus parviflorus Z. En las paredes de la posesion de Lacoizqueta. Junio. P.c. 20.—Ranunculus ophioglossifolius DC. En las regatas y sitios húmedos, Vertiz. Junio. Rr. 21.—Ranunculus arvensis Z. En los campos cultivados, Gorsiti. Junio. P.c. (2) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 157 Los ranúnculos pueblan por desgracia nuestros pradcs; como son acres irritan los órganos de la digestion y aun pueden causar enyenenamientos y por lo mismo, aunque abundan en los campos incultos, no los comen los rumiantes; y si bien son ménos activos despues de secos, no por eso deben dejar de ser destruidos en los henares. 22.—Ficaria ranunculoides Mench.—N.v. Corradu-belarra. Alusion á su mala calidad como forraje, pues es muy acre y no lo co- men los ganados. Así como se dice en castellano, para indicar el escaso valor de una cosa, no vale un comino, así se dice en vascuence corradu bat ezdu baliyo, no vale un cornado, antigua moneda Navarra que valia medio maravedí. En los campos cultivados y márgenes de los caminos. Febrero, Marzo. Cc. 23.—Heleborus viridis Z.—N.v. Lupi-belarra. Se emplea en veterinaria como revulsivo para promover llagas artifi- ciales á los rumiantes. En los parajes pedregosos. Enero, Marzo. Cc. 24.—Nigella Damascena Z. En los ribazos, en la parte posterior de la ermita de Vertiz; probable- mente naturalizada, pues no la he visto en otro paraje. Agosto. Rr. 25.—Nigella arvensis L. En los campos cultivados. Julio. Rr. 26.—Aquilegia vulgaris £. En los campos cultivados: sus numerosas variedades son estimadas por los jardineros. En las laderas y ribazos. Mayo, Junio. O. Papaveráceas. 27.—Papaver Rheas L. En los campos cultivados, Narvarte. Junio. P.c. 28.—Meconopsis Camprica Ur. En los sitios sombríos de los bosques, Vertiz. Junio. C. He encontrado esta planta en flor por Octubre, en la regata de Univi- guel á 800 metros de altura sobre el nivel del mar. C. 29.—Roemeria hybrida DC. En los campos cultivados, Velate. Junio. Rr. 158 ANALES DE HISTORIA NATURAL. : (28) 30.—Chelidonium majus L£. | En los escombros, cerca de las habitaciones. Su zumo es acre y cáusti- co, y los empíricos lo usan para hacer caer las berrugas. Junio. Cc. Fumariáceas. 31.—Fumaria capreolata L£. En los campos cultivados, Narvarte. Mayo. P.c. Crucíferas. 32.—Raphanus sativus £. Subespontánea en las paredes de la heredad de Farola. Junio. Rr, 33.—Raphanus Raphanistrum £. En los campos, Farola. Agosto. P.c. 34.—Sinapis arvensis £. En los campos cultivados. Junio. P.c. Conviene destruirla porque irrita la boca delos animales que la comen. 35.—Brassica asperifolia L4%. En los prados de Lacoizqueta, único sitio en que la he visto en Setiem- bre. Rr. 36.—Sinapis levigata L. En el bosque de Vidasoa. Marzo. KR. 37.—Brassica nigra Koch? En las heredades. Mayo. P.c. 38.—Hesperis matronalis £. Entre matas y zarzas al borde de Vidasoa. Junio. €. 39.—Sisymbrium officinale Scop. En los sitios incultos, Narvarte. Mayo. Ce. 40.—Sisymbrium acutangulum DC. En la regata de Univiguel. Junio. C. (29, —Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 41.—Sisymbrium Alliaria Scop. En los parajes incultos, Narvarte. Mayo. Ce. 42.—Nasturtium officinale B707.—N.C. Berro. En los arroyos. Cc. Se comen en ensalada sus hojas y tallos tiernos. 43.—Arabis Alpina £. En las peñas calcáreas, Lesvasa. Marzo, Abril. Ce. 44.—Arabis ciliata Koch, var. hirsuta. En las rocas calcáreas, Aripuru, Vertiz. Mayo. P.c. 45.—Arabis sagittata DC. En las rocas calcáreas de Lior. Mayo. C. 46.—Arabis muralis Be710/?2 En la peña de Lior. Mayo. C. 159 Consultada esta planta con mi amigo Ruiz Casaviella, me contestó que era la misma que con el número 48 puso én su catálogo. 47.—Arabis Thaliana Z. En las paredes y sitios arenosos. Febrero, Marzo. C. 48.—Arabis auriculata La? En los muros. Abril, Octubre. C. A esta planta le convienen todos los caractéres de la especie, ménos los de las hojas caulinares, que no son auriculadas. 49.—Cardamine latifolia Vahl. En las orillas del Vidasoa. Abril, Mayo. Cc. 50.— Cardamine granulosa DC. ln los prados húmedos y selvas. Abril. Cc, 51.—Cardamine impatiens Z. En los bosques sombríos, Liorz. Mayo. Rr. 52.—Cardamine hirsuta £. En los parajes húmedos y regatas, Narvarte, Febrero. O. 160 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (80) 53.—Draba verna Z. En los peñascos y sitios estériles, Fuente de Legasa. Marzo, Abril. P.c. 54.—Camelina sativa /17. Un solo ejemplar bajo el puente de Vertiz. Junio. Rr. 55.—Biscutella levigata £. En Mlerri y Bumzar. Junio. Rr. 56.—Iberis Bernardiana EFodr. el Gren. Un solo ejemplar en la peña de Isarriñ. Junio. Rr. 57.—Iberis amara L£. En la roca de Bumzar. Mayo. Rr. 58.—Thlapsi Bursa-pastoris £. En las heredades. Febrero, Setiembre. Cc. 59.—Lepidium sativum Z. En las heredades de Oteiza es posible que esté naturalizada, pues no la he visto en otro punto. Rr. 60.—Senebiera pinnatifida DC. En las cunetas de la carretera. Marzo, Setiembre. Ce. 61.—Rapistrum rugosum 4/2. En los campos y sitios pedregosos. Mayo, Junio. C. Cistáceas. 62.—Cistus alyssoides Z. En los sitios pedregosos de la region subalpina, Burcaunz. €. 63.—Helianthemum guttatum 1417. En el terreno triásico de Narvarte. Junio, Julio. Cc. 64.—Helianthemun vulgare Gertr. En la peña de Tlerri, Legasa. Junio. R. (31) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 161 Violarieas. 65.—Viola hirta Z. En la peña calcárea de la Fuente de Legasa. Abril. P.c. Consultada esta planta con los Sres. Tremols y Masferrer, pusieron la nota siguiente: « Parece una forma monstruosa con flor pelorica, de cuya anomalía habia observado DC. ejemplares en esta misma especie. P.c. 66.—Viola sylvatica Pr. En los bosques y selvas. Marzo, Abril. C. 67.—Viola stricta Hornem. En los zarzales. Mayo. P.c. 68.—Viola canina L. En los parajes arenosos. Abril. P.c. 69.—Viole stagnina Xul. En Mayurqueta é Icharquí. Mayo, Junio. Ce. 70.—Viola hispida Lap. En los rastrojos, Narvarte. Julio. €. Resedáceas. 71.—Reseda luteola Z. En los sitios áridos y bordes de los caminos, Julio. Cc. Se podria cultivar por la materia colorante amarilla que contiene, pues vive espontánea y lozana en el país. Droseráceas. 72.—Drosera rotundifolia £. En los sitios húmedos de la formacion triásica de Narvarte. Cc. He procurado cultivarlo en macetas, pero apénas se deseca el Sphay- num, sobre el que vive, se marchita, por lo que creo que debe de ser pa- rásita sobre el mismo. 73.—Parnasia palustris L. En los sitios húmedos, Artola, Mate. Octubre. Ce. ANALES DE HIST. NAT. — XII. 11 162 ANALES DE HISTORIA NATURAL. Polygáleas. 74.—Polygala rosea Desf. En los parajes estériles. Junio. P.c. 75.—Polygala vulgaris £. En los prados. Mayo, Junio. Cc. 76.—Polygala calcarea Sc/. Entre brezos en Narvarte. Junio. Cc. 77.—Polygala rupestris Pou». En la arenisca, Abracu. Abril. Rr. Sileneas. 78.—Cucubalus bacciferus Z. En los matorrales. Agosto. Cc. 79.—Silene inflata 57. En las paredes y cercas. Junio. Ce. s0.—Silene gallica £. En los parajes pedregosos y arenosos, Narvarte. Julio. Cc. 81.—Silene bipartita Desf.? Rocas, Narvarte. Julio. R. 82.—Silene nutans L. En los lugares áridos y muros, Puente de Narvarte. Junio, Julio. Cc. 83.—Silene crassicaulis VA. el Costa. En las selvas. Junio. P.c. 84.—Silene diurna Vod. ¿ntre matas y zarzas, Narvarte. Mayo, Junio. Cc. 85. —Lychnis Flos-cuculi Z. En los prados, Lamendepinta. Junio. Ce. (32) (83, Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 86.—Agrostemma Githago £. Entre el trigo, Narvarte. Junio. Rr. 87.—Saponaria officinalis Z. En los bordes de los caminos y sitios incultos. Julio. Cc. Se emplea para layar las ropas de lana. 88.—Gypsophila Vaccaria Si0th. Un solo ejemplar debajo del puente de Vertiz. Junio. Rr. 89.—Gypsophila repens Z. En las hendiduras de la Peña de Buruzar. Agosto. €. 90.—Dianthus prolifer £. En los parajes áridos é incultos, Narvarte. Julio. P.c. 163 91.—Dianthus monspessulanus £L.—N.v. Chulufriña; nombre castellano, Clavel. En las rocas calcáreas de Illersi, Santa Leocadia, etc. O. 92.—Dianthus Armeria £. En los parajes arenosos, Narvarte. Julio. P.c. Alsíneas. 93.—Sagina procumbens L£. En las paredes, Narvarte. Junio. Cc. 94.—Sagina apetala L. En las tapias, Narvarte. Junio. Cc. 95.—Alsine tenuifolia Crantz, var. viscida G. et G. En los muros, Santisteban. Junio. Rr. 96.—Mehringia trinervia C/447. En los sitios húmedos, Vertiz. Mayo. P.c. 97.—Arenaria montana Z. En los terrenos arenosos, Gorritz. Mayo. Cc. 98.—Arenaria ciliata Z. En la roca de Illersi. Junio. Rr. 164 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34) 99.—Arenaria serpyllifolia L. En las paredes y muros, Narvarte. Mayo, Junio. Cc. 100.—Stellaria media Vill. —N.v. Sapelarra. En los campos abonados, Narvarte. Marzo. Cc. 101.—Stellaria holostea Z. Entre matas, Narvarte. Mayo. €. 102.—Stellaria glauca With. Al borde de los riachuelos, Lamendeguieta. Julio, R. 103.—Stellaria graminea L. En los prados, Lamendeguieta. Junio. Cc. 104.—Stellaria uliginosa Murr. En los lugares inundados, Oteiza. Mayo. Cc. 105.—Cerastium glomeratum 77ill, En los prados, Vertiz. Abril. P.c. 106.—Cerastium glutinosum P?. En los campos incultos. Abril. Cc. 107.—Cerastium viscosum Z. En los campos cultivados, Narvarte. Junio. Rr. 108.—Cerastium vulgatum L. En los prados, Lamendeguieta. Junio. Ce. 109.—Cerastium glandulosum X. En los prados, Lamendeguieta. Junio. Ce. 110.—Spergula arvensis £. En los campos cultivados, Otalzu. Agosto. Rr. 111.—Spergularia campestris Fenzl. En los parajes arenosos ,Urquidi. Mayo. Rr. «5) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. Lineas. 112.—Linum gallicum Z.—N.v. Lia. En los sitios arenosos, cerca del Molino de Narvarte. Julio. Cc. 113.—Linum viscosum Z. En las heredades. Julio. Rr. 114.—Linum catharticum Z. En los prados y parajes incultos. Julio. Cc. 115.—Linum narbonense Z. En los campos cultivados. Abril, Setiembre. P.c. 116.—Radiola linoides Gm. En los sitios arenosos, entre brezos, Ichargui. Julio. R. Tiliaceas. 117.—Tilia sylvestris Desf.—N.v. Esquiya; N.c. Tilo. En las breñas escarpadas de Liorz. Junio. P.c. 165 Sus flores se usan en infusion teiforme, y con su madera, que es muy ligera, se hacen chanclos. P.c. Malváceas. 118.—Malva moschata LZ.—N.v y c. Malva. Td. var. En los prados, Narvarte. Julio. Cc. 119.—Malva intermedia God. el GF ren. En los mismos puntos. Cc. 120.—Malva Tournefortiana £. En los prados. Julio. P.c. 12].—Malva sylvestris £. En los escombros, cerca de las habitaciones. Julio. €. Se usa como emoliente. 166 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) 122.—Malva rotundifolia Z. En los caminos. Julio. C. Geraniáceas. 123.—Geranium sylvaticum Z. En la peña de Illerri, único sitio. Junio. Rr. 124.—Geranium nodosum Z. En los prados. Junio. R. 125.—Geranium Pheum Z. En los parajes sombríos, Amaya. Junio. Cc. 126.—Geranium columbinum LZ. En los lugares arenosos, Amaya. Junio. P.c. 127.—Geranium dissectum Z. En los campos incultos. Julio. P.c. 128.—Geranium pyrenaicum Z. En la vega de Narvarte. Julio. Rr. 129. —Geranium molle Z. En los bordes de los caminos. Junio. Cc. 130.—Geranium Robertianum Z.—N.v. Manda persechilla. Entre zarzas y setos, todo el verano, Narvarte. Cc. 131.—Erodium moschatum Z'Herit. En los campos arenosos, Puente de Vertiz. Rr. 132.—Erodium cicutarium Z'Hérit. En los bordes de los caminos, Puente de Narvarte. Marzo. P.c. 133.—Erodium Menescavi Borb. En Lancibi y Bumzar. Julio. C. Hipericineas. 134. —Hypericum perforatum Z. En las paredes. Julio. Ce. (37 Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 167 Se usa en el país su aceite, como sucedáneo del árnica, para las contu- siones, y se puede hacer con sus flores una ratafia. 135.—Hypericum tetrapterum P». En las cunetas de la carretera y sitios húmedos. Junio. Ce. 136.—Hypericum humifusum Z. En el terreno triásico de Narvarte. Mayo, Junio. Cc. 137.—Hypericum pulchrum Z. En las regatas. Julio. Ce. 138.—Hypericum hirsutum Z. Entre matas y zarzas, Zoco-Zar. Junio. Ce. 139.—Hypericum montanum Z. Un solo ejemplar en Larracaiz. Julio. Rr. 140.—Hypericum Richerii Vil2. En Mendaru y Escases. Julio. R. 141.—Hypericum hircinum Z. En las regatas y parajes sombríos. Junio. Cc. 142.—Hypericum Androsemum Z. En los sitios húmedos, Narvarte. Julio. P.c. 143.—Elodes palustris Spach. En las lagunas desecadas, Miate. Agosto. €. Acerineas. 144.—Acer opulifolium V¿ll.—N.v. Yarra. En las breñas de Liorz. Mayo. Cc. 145.—Acer Monspessulanum Z. En las crestas escarpadas, Mocorso. Abril. €. 146.—Acer campestre Z.—N.v. Astigarra; N.c. Moscon, A7ce. En los bosques, Lambas. Abril. Cc. Sus hojas son muy buenas para alimentar el ganado; pero escaso es su valor con respecto á su madera, tan buscada hoy por sus numerosos 168 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) nudos y su tejido jaspeado. Se van generalizando lujosos muebles fabri- cados con esta madera, que comunmente llaman de erable, nombre francés de esta planta con inteligencia explotada por los ebanistas. Las autoridades á quienes compete y los encargados del cuidado de las flores- tas deben impedir y vigilar para que no se corten las plantas de esta es- pecie con destino á chanclos y otros utensilios que, si bien son necesarios, pueden ser de aliso, ramos de nogal, etc. Ampelideas. 147.—Vitis vinifera L.—N.v. Masamalda; N.c. Parrucha. Escalando setos y arbustos de la montaña. Junio. Ce. Sus hojas son un alimento agradable para los rumiantes, y se hacen con sus troncos bastones de mucha resistencia, pues su tejido es muy fibroso y sus vasos anillados; con sus racimos verdes se puede hacer un agraz refrigerante y astringente. Oxalídeas. 148.—Oxalis acetosella Z. En los sitios sombríos, Laumbas. Abril. Cc. 149.—Oxalis corniculata Z. En las paredes y heredades. Julio, Agosto. Ce. Sus hojas contienen ácido oxálico y son refrigerantes. CALICIFLORAS. Celastrineas. 150.—Evonymus Europeos L.—N.v. Arbol madaricatuba. En las orillas del Vidasoa. Abril. Cc. Sus frutos, que son purgantes é irritantes, hacen un buen efecto sobre las matas por su número y color. Ilicineas. 151.—Ilex aquifolium Z.—N.v. Gorostiya; N.c. Acebo. En los bosques, Narvarte. Abril. C. (9 Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 169 Sus bayas son purgantes; con su corteza se hace la liga para cazar pá- jaros, y su madera, tenaz y susceptible de un buen pulimento, es muy propia para mangos de muchos utensilios; se trilla en el país con las ba- setas de este arbusto llamado en vascuence charuas. Ramneas. 152.—Rhamnus catarthica Z.—N.c. Espino cerval. En los peñascales calizos de IMluri. Junio. C. 153.—Rhamnus Frangula Z.—N.v. Ollacarana; N.c. Chopera. En los bosques, Vertiz. Cc. Con sus ramos se arman lazos para cazar pájaros. 154.—Rhamnus pumila Z. En las hendiduras de la Peña de Buruzar. Junio. R. Papilionáceas. 155.—Ulex Europeus Sm.—N.v. Otia ; N.c. Auvlaga. En los parajes incultos. Enero. Ce. Sus renuevos son un alimento muy nutritivo para las caballerías y áun para el ganado vacuno; sirve para combustible y es el que se emplea para cocer la cal. 156.—Ulex nanus Sm. | En las alturas, Isarriñ. Junio, Julio. C. * 157.—Sarothammus vulgaris Vimm.—N.v. Isasa; N.c. Iniesta. En el terreno arenisco de Narvarte. Abril, Mayo. Cc. Sus ramos sirven para escobas y tambien se usa como combustible. La oveja come con gusto sus flores, frutos y renuevos, y es para la misma un precioso pasto en los dias malos del invierno; sin embargo, los pastores deben tener mucho cuidado y diligencia en no dejarles comer en gran can- tidad, porque de otro modo exponen su ganado á una enfermedad. 158.—Genista sagittalis £. En las colinas secas de las alturas. Junio. Rr. 159. —Genista tinctorea L.—N.c. Imiesta de tintes. En los prados húmedos. Junio. €. 170 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) 160. —Genista hispanica Z. En las rocas calcáreas de Illersi. Junio. €. 161.—Ononis procurrens Waltr. En los prados arenosos, Laumbas. Junio. C. 162.—Anthyllis Vulneraria Z. En los prados arenosos, Molino de Legasa. Abril. Cc. 163.—Medicago lupulina Z. En las paredes, Oyesegui. Junio, C. 164.—Medicago maculata JVill. En los prados. Mayo, Junio. Cc. 165.—Trigonella Fenum-grecum Z. En los prados, Tipulaz. Junio. R. 166.—Melilotus sulcatus Desf. Un solo ejemplar debajo del Puente Vertiz. Rr. 167.—Melilotus officinalis Lam. En los campos, Arrizurraga. Julio. Rr. 168.—Trifolium angustifolium Z. En los lugares áridos, Ascape, Ubecheta. Julio. P.c. 169.—Trifolium pratense Z. En los prados. Junio. Ce. 170.—Trifolium ochroleucum Z. En los parajes secos, Legasa. Junio. Cc. 171.—Trifolium Panormitanum Pres?. En los prados, posesion de Lacoizqueta. Junio. Cc. 172.—Trifolium arvense Z. Entre zarzas, en los sitios arenosos. Julio. Cc. 173.—Trifolium striatum Z. En los prados, Gorriti. Junio. P.c. 174.—Trifolium glomeratum Z. En los prados y campos, Gorriti. Junio. P.c. (11) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 171 175.—Trifolium repens Z. En los prados arenosos, Laumbas. Mayo. O. 176.—Trifolium agrarium Z. En los campos y paredes. Julio. Cc. 177.—Trifolium procumbens L£. En los prados arenosos. Cc. Los trifolios son en general plantas excelentes como forraje y el repens y el pratense forman el suelo de nuestros prados. 178.—Dorycnium suffruticosum Vill. En los peñascales, Goldabum. Julio. P.c. 179.—Lotus hispidus Desf. En los campos arenosos, Gorriti. Junio. Cc. 180.—Lotus corniculatus Z. En los prados, Oyeregui. Junio. Cc. 181.—Lotus uliginosus SchA. Entre brezos, Narvarte. Julio. Cc. 182.—Astragalus depressus £L. En los sitios incultos, Goldabum. Junio. Rr. 183.—Psolarea plumosa RKchb. En los campos incultos, Goldabum. Julio. P.c. 184.—Vicia angustifolia Ro!/. En los parajes arenosos, Gorriti. Mayo. Ce. 185.—Vicia sepium Z.—N.v. Vera; N.c. Vera. En los prados y setos. Cc. 186.—Cracca major Frankin. - En el borde del Vidasoa. Julio. Cc. 187.—Cracca villosa God. el Gr. Tlersi. Julio. P.c. 188.—Cracca calcarata God. el Gr. En los prados, Vertiz. Junio. R. 172 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 189.—Cracca minor, var. eriocarpon Riv. En los campos y prados, Junio. Cc. Las veras constituyen muy buenos prados. 190.—Lathyrus aphaca Z. En los setos y campos cultivados. Junio. Cc. 191.—Lathyrus Nissolia £. En los prados, Vertiz. Junio. P.c. 192.—Lathyrus hirsutus Z. En los campos, Lamendeguieta. Julio, R. 193.—Lathyrus latifolius £. En los mimbrales. Julio. Cc. 194.—Lathyrus vernus JVinmer. En los bosques, Aspilus, Legasa. Abril. C. 195.—Lathyrus montanus (0d. el Gr. En la Peña de Illersi. Julio. P.c. 196.—Lathyrus macrorhizus Vinmer. En los sitios incultos. Abril. Cc. 197.—Lathyrus pratensis £L. En los prados y zarzales. Junio. Cc. 198.—Coronilla minima Z. En la ladera de Isarsiñ, Legasa. Abril. €. 199.—Coronilla scorpioides Koch. En las huertas y campos cultivados. Junio. P.c. 200.—Ornithopus ebracteatus Brof. En Gorriti. Mayo. Rr. 201.—Ornithopus perpusillus Z. En los sitios arenosos, Gorriti. Junio. €. 202.—Onobrychis sativa Lam. En la peña de Bumzar. Agosto. Rr. (42) (433 Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 173 Amigdáleas. 203.—Prunus Brigantiaca Vill. En los bosques; su fruto es poco menor que el de la ciruela. Mayo. P.c. 204.—Prunus fruticans Weihe. En los setos naturales, Legasa. Abril. Ce. 205.—Prunus spinosa Z.—N.v. Elorri-belza ; Nc. Endrino. En los setos y bosques. Abril. Ce. Su madera, que es dura y susceptible de buen pulimento, es estimada de los torneros, y con la misma se hacen husos para hilar el lino; sirve tambien este arbusto para setos, pero sus renuevos invaden las heredades. 206.—Prunus avium Z.—N.v. Guereciya ; Nc. Cereza. En los montes y selvas. Cc. Su madera es apreciada de los ebanistas, pero tiene el inconveniente de ser muy sensible á la humedad. 207.—Prunus Lusitanica Z. En el bosque de Vidasoa. Junio. Rr. Rosáceas. 208.—Spirea filipendula Z. En los lugares húmedos, Goldabum. Julio, Rr. 209.—Spirea Ulmaria Z. En los bordes de las cunetas. Agosto. Cc. 210.—Geum urbanum Z. En los setos y zarzas, Narvarte. Julio. Cc. 211.—Geum pyrenaicum Willd.? En las selvas de la montaña Baztan-Aguirre. Agosto. R. 212.—Potentilla fragariastrum Zhr%. En los parajes incultos. Febrero, Marzo. C. 213.—Potentilla splendens Ramond. En las praderas del terreno calizo. Mayo, Ce. 174 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) 2]14.—Potentilla Tormentilla Vest!. En las hendiduras de las rocas en las alturas. Julio. Cc. 215.—Potentilla mixta Volte. Entre helechos en el terreno triásico de Narvarte. Agosto. Cc. 216.—Potentilla reptans L. En los caminos, escombros, etc. Junio. C. 217.—Fragaria vesca Z.—N.v. Marubiza; N.c. Fresa. En los ribazos y selvas. Junio. Cc. Su fruto es muy estimado y recogido en el bosque. Se vende en las pla- zas; sirve tambien para aromatizar licores y hacer jaleas. 218.—Rubus Ceesius Z.—N.v. Larva. En los bosques y sitios pedregosos. Junio. Cc. 219.—Rubus corylifolius DC. En Univigel. Agosto. GC. 220.—Rubus numerosus Haine. En los bosques y selvas, Vertiz. Junio. Ce. 221.—Rubus Sprengelii Veih. En la regata de Univigel. Agosto. R. 222.—Rubus discolor Wei). En los bosques, Vertiz. Julio. Cc. 223.—Rubus minutiflorus Zge. Las hojas de las zarzas, aunque amargas, sirven de alimento á los her- bívoros; las cabras las buscan con aficion, y de las mismas se alimenta durante el invierno el corzo de nuestros bosques. Su corteza es muy fibro- sa, y tejiendo con ella la paja se hacian en el país unos cestos de muy buen aspecto llamados sasguiñas, palabra compuesta de otras dos vascon- gadas, sasiya y eguiña, y quiere decir hecho con zarzas. 224.—Rosa arvensis Zuds. En las selvas. Junio. Cc. 225.—Rosa sempervirens Z., var. microphylla, En los matorrales. Junio. Cc. (5 Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 17 226.—Rosa sempervirens, var. prostrata. En los sitios incultos. Junio. Cc. 227.—Rosa alpina Z. En la Peña de Illersi Legasa, á 850 metros. Junio. Rr. 228.—Rosa canina Z£., var. dumalis. En los zarzales. Junio. Cc. 229.—Rosa canina L., var. Consultada esta planta con M. Esepin, dice que se aproxima á la glo- bularia. 230.—Rosa canina £., var. dumetorum. En los zarzales. Junio. Cc. 231.—Rosa canina £., var. tomentella. En los setos. Junio. €. 232.—Ros3a Tomentella Lam. En los sitios incultos. Junio. €. 233.—Rosa micrantha Sm., var. En los parajes incultos. Junio. €. 234.—Rosa rubiginosa £., var. hirta. En los peñascales. Junio. Cc. 235.—Rosa sepium 711!!. En las cercas, Narvarte. Junio. €. 236.—Rosa sepium Zuill., var. En el terreno calizo de Legasa. Esta forma es muy notable por la pe- queñez de sus hojas y sus tallos tan delgados postrados y alargados en zig-zag. Pe. 237.—Rosa cantabrica Gdgr. En los parajes incultos. Junio. C. 238.—Rosa Navarsensis Gdgr. En los sitios pedregosos. Junio. R. Los reducidos límites de esta óbra no me permiten discutir si estas dos 176 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) últimas son especies distintas ó variedades de las secciones Galicana y Ozanemia; pero como son en todo caso muy interesantes, y el objeto es dar á conocer la flora de esta comarca tal cual es, me he permitido poner- las como especies distintas como las ha publicado el eminente monógrafo M. Gandoger. 239.—Agrimonia Eupatoria Z. En las orillas de los caminos. Agosto. Cc. 240.—Agrimonia odorata Miller. En San Miguel de Santistéban. Agosto. Rr. Los empíricos del país usan estas plantas como diuréticas, así como la P. Tormentilla; ignoro con qué resultado, y temo que padezcan algun er- ror, puesto que las plantas de esta familia son en general astringentes, 241.—Poterium muricatum Spach. En los prados secos de Santa Leocadia da nutritivo y saludable forraje, pero produce poco. Junio. Ce. 242.—Alchemilla vulgaris L., var. subsericea.—N.c. Piéde Leon. En las laderas de Lancibi y Otolo. Mayo. P.c. 243.—Alchemilla arvensis Scop. En los campos cultivados, Narvarte. Abril, Cc. Pomáceas. 244.—Mespilus germanica L.—N.v. Mizpira; N.c. Nispero. En los collados y bosques de la montaña, Narvarte. Mayo. P.c. Con los renuevos de esta planta se hacen unos bastones llamados en vascuence maquillas, notables por la dureza y tenacidad de su madera. Su uso es comun en esta montaña, aunque no tanto como en la Baja Navar- ra, cuyos habitantes son tan diestros en el manejo de la maquilla, y debe de ser muy antiguo, puesto que se sirvieron de las mismas en sus apostó- licos viajes los eminentes vascongados San Ignacio de Loyola y San Fran- cisco Javier, cuyos bastones se conservan como recuerdo de sus gloriosas peregrinaciones en el palacio del Excmo. Sr. Duque de Granada en Az- coitia. 245.—Mespilus oxyacantha Scop.—N.v. Elorsi-2011y0; N.C. Es- pino blanco. (17) Lacoizqueta.— PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 171 En los peñascales calizos de Legasa. Abril. Cc. Es excelente combustible, y se hacen con él setos naturales. 246.—Pyrus communis Z.—N.v. Madariga; N.c. Piruétano. En los bosques de Vertiz y Vidasoa. Abril. C. Su madera es susceptible de un buen pulimento, y es muy propia para hacer utensilios delicados. 247.—Pyrus acerba DC.—N.v. Basatia. En los montes de Vertiz y Vidasoa. Cc. Su madera resiste bien los fuertes rozamientos, y por lo mismo se ha- cian con la misma los ejes de los carros que se usaban en este país; sus retoños y plantas jóvenes sirven de patron, y sobre ellas se ingertan las diferentes variedades que se cultivan con destino á las mesas y á la fabri- cacion de la sidra. 248.—Sorbus Aucuparia L.—N.c. Serval de cazadores. En los parajes escarpados, Miate. Mayo. €. Los pájaros son muy aficionados á comer su fruto. 249.—Sorbus Aria Crantz.—N.v. Osta-zuriya; N.c. Mostajo. En los bosques de este valle. Mayo. Cc. 250.—Sorbus torminalis Crantz.—N.v. Maspilla. En los bosques. Mayo. P.c. Los frutos de estos árboles pueden dar por la fermentacion un licor al- cohólico usado en el Norte. Onagrarieas. 251.—Epilobium virgatum Fr1es. En las regatas, Narvarte. Julio. Cc. 252.—Epilobium tetragonum Z. En las cunetas y sitios húmedos. Agosto. Cc. 253.—Epilobium montanum L. En las selvas húmedas, Vertiz. Julio. C. 254.—Epilobium lanceolatum Sebast. En las paredes y bordes de los caminos, Zocozar. Julio, P.c. ANALES DE HIST. NAT. — XII. 12 173 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 255.—Epilobium parvifiorum Schrb. Cerca de las habitaciones, Narvarte. Agosto. Cc. 256.—Epilobium hirsutum Z. Al márgen de los arroyos. Julio. P.c. 257.—Circea lutetiana £. En los parajes sombríos, Zocozar. Julio. Cc. Litrarieas. 258.—Lythrum salicaria £. En los prados húmedos, Narvarte. Junio. Cc. 259.—Lythrum gracile DC. En las cunetas y arroyos, Arrizurraga. Agosto. R. 260.—Peplis Portula £. En los sitios inundados, Vertiz. Junio. P.c. Portulacáceas. 261.—Portulaca oleracea £. En los huertos y jardines, Vertiz. Setiembre. C. 262.—Montia rivularis Gm!. En los arroyos de agua viva, Miate. Setiembre. P.c. Paroniquíieas. 263.—Polycarpon tetraphyllum Z. En las paredes y sitios arenosos, Legasa. Junio. P.c. 264.—Illecebrum verticillatum Z. En los terrenos arenosos húmedos, Lacoizqueta. Junio. €. 265.—Scleranthus annuus Z. En los parajes arenosos, Narvarte. Julio. R. (48) (49) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 179 Crasuláceas. 266.—Sedum Telephium Z. En los peñascales areniscos, Arrizurraga. Agosto. C. 267.—Sedum Fabaria Koc/. En la Peña de Jllersí. Junio. Rr. Aunque son muy parecidas estas dos especies, se distinguen en que la primera vive en sitios bajos y arenosos, y la segunda en que es mucho más precoz en los parajes muy elevados y calizos. 268.—Sedum Cepea £. En las tapias. Agosto. Cc. 269.—Sedum hirsutum 4/72. En las peñas de Miate. Julio. Rr. 270.—Sedum cruciatum Desf.—N.v. Choribazca. En las tapias y muros, Narvarte. Junio. Cc. 271.—Sedum album L.—N.c. Siempreviva menor. En los muros, Narvarte. Junio. Cc. 272.—Sedum dasyphyllum Z. Sobre la tierra, Narvarte. Junio. Cc. 273.—Sedum altissimum Po17. Sobre las paredes, Vertiz. Junio. Cc. Las plantas de este género contienen un zumo. 274.—Sempervivum tectorum Z.—N.c. Siempreviva mayor. Sobre muros y tejados. Agosto. Rr. Se emplea su zumo en las enfermedades del oido. 275.—Umbilicus pendulinus DC.—N.c. Sombrerillo. En los muros. Junio. Ce. 180 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) Saxifrágeas. 276.—Saxifraga hirsuta L. En los parajes sombríos, Narvarte. Abril. Cc. 277.—Saxifraga Aizoon Jq. En la Peña de Illersí Legasa. Junio. C. 278.—Chrysosplenium oppositifolium A En los parajes húmedos, Vertiz. Marzo, Cc. Umbeliferas. 279.—Daucus Carota L. En los prados. Agosto, Setiembre. Cc. 280.—Daucus maximus Desf. En los campos áridos. Mayo, Junio. P.c. 281.—Torilis Anthriscus Gm/. Entre zarzas y setos, Lambas. Agosto. Cc. 282.—Torilis helvetica Gml. En los campos áridos, Narvarte. Agosto. C. 283.—Laserpitium latifolium L. En los bosques montuosos, Linsusqueta. Julio. Rr, 284.—Angelica sylvestris Z. En los prados húmedos y regatas. Julio. Cc. 285.—Angelica ebulifolia Zap.? En la cima de Aracán. Julio. R. El número de los radios de sus umbelas y sus hojas puntiagudas indi- can que es la planta descrita por Lapeyrouse. 286.—Angelica pyrenea Spreng. En las regatas. Julio. P.c. Su tallo, aunque crece bastante, es afilado. «1 Lacoizquetá.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 181 287.—Heracleum Sphondylium Z. En los prados, Narvarte. Junio. P.c. Si se levanta la corteza de su tallo sale un zumo que por evaporacion deja azúcar cristalizado. 288.—Seseli gracile 1 ¿2/. En los lugares calcáreos, Beortegus. Noviembre. Cc. 289.—Seseli montanum Z. En las rocas calcáreas de Buruzar. Setiembre. Pc. 290.—Feniculum vulgare Gertn.—N.c. Hinojo. En los parajes incultos, Narvarte. Julio. Cc. Como es aromática se usa para condimentar. 291.—Bupleurum angulosum L. En la peña de Buruzar. Julio. Cc. Véase la nota que ponen God. et Gr. al folio 718 tomo 1 de la Flore de France. 292.—Bupleurum gramineum Vill.? En la roca calcárea de Aizpuru, Vertiz. Julio. R. -293.—Bupleurum falcatum L. En la peña de Illersí. Setiembre. R. 294.—Pimpinella magna Z. En los zarzales húmedos, Tipulaz. Junio. €. 295.—Pimpinella saxifraga £. En los prados secos, Legasa. Julio. C. 296.—Bunium verticillatum God. et Gr. En los prados húmedos, Narvarte. Julio. GC. 297.—Bunium bulbocastanum L£. En los sitios incultos, Vertiz. Junio. P.c. 298.—Helosciadium nodiflorum Koch. En las regatas y cunetas, Narvarte. Agosto. Cc. 182 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52 299. —Conopodium denudatum Koch. En los prados y bosques, Neguioso. Junio. P.c. 300.—Cherophyllum hirsutum Z. En los bordes de los arroyos, Vertiz. Junio. P.c. 301.—Cherophyllum temulum Z.? En los setos y zarzales. Junio. P.c. 302.—Conium maculatum Z.—N.c. Cicuta. En las rocas calcáreas de Illersí. Julio. Cc. Es una de las más venenosas de esta familia. 303.—Astrantia major Z. En la regata de Univiguel. Julio. P.c. 304.—Eryngium Bourgati Fouvan. En la fuente de Isarsiñ, R. 305.—Sanicula Europea Z. En los bosques sombríos, Monacorsi. Mayo. C. Araliáceas. 306.—Hedera Helix Z.—N.v. Unzaostua; N.c. Fedra. Trepando árboles y rocas, Narvarte. Octubre. Cc. Sus hojas se emplean para reblandecer los callos de los piés, y aunque amargas, las comen las vacas y el carnero. Córneas. 307.—Cornus mascula Z. En los setos y bosques. Abril. Cc. 308.—Cornus sanguinea Z. En los setos y ribazos. Mayo. Cc. Esta especie florece con frecuencia por segunda vez en Octubre. Su madera, como es dura, sirve para mangos de diferentes utensilios, y sus ramos se utilizan para ligar los aros de los toneles. (53) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 183 Lorantáceas. 309.—Viscum album Z.—N.v. Miura; N.c. Muerdago. Sobre los manzanos y chopos, Narvarte. Marzo. Cc. Los rumiantes comen sus hojas y los pájaros su fruta. Se le observa tambien sobre el toza y el espino blanco. Caprifoliáceas. 310.—Sambucus Ebulus Z.—N.v. 42yura; N.c. Fezgo. En los terrenos frondosos. Julio. C. 311.—Sambucus nigra L.—N.v. Lingusa; N.C. SQuco. En las orillas del Vidasoa y matorrales. Mayo. C. Son muy conocidos sus usos medicinales. Los chicos, quitando la mé- dula de sus ramos, hacen con los mismos cerbatanas para divertirse. 312.—Viburnum Opulus £. Entre matas, á la orilla del Vidasoa. Junio. Los pájaros tienen mucha aficion á sus frutos; su variedad, llamada bola de nieve, se cultiva en los jardines. 313.—Lonicera Periclymenum Z.—N.v. Esquer-ayena. Su nombre vulgar quiere decir sarmiento, que sube de derecha á izquier- da, y hace alusion á la forma de la hélice en que corre sobre los tallos de los arbustos vecinos. Entre zarzas y matas. Cc. Se usan sus ramos, quitado su meollo, para cañas de pipas para fumar. Sus flores, que adornan las matas, dan una fragancia fuerte. Rubiáceas. 314.—Rubia peregrina Z. Entre matas, Narvarte. Julio. €. 315.—Rubia lucida Z. En los ribazos. Vertiz. R. 184 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 316.—Galium cruciatum Scop. En los setos y prados. Abril. Cc. 317.—Galium vernum Scop. Entre brezos, Miate, Isarsiñ. Mayo. P.c. 318.—Galium verum L. En las colinas secas, Beortegui. Julio. P.c. 319.—Galium erectum /XZuds.? En los prados secos y colinas, Beortegui. Junio. R. 320.—Galium saxatile £. En las rocas y paredes, Puente de Vertiz. Junio. P.c. 321.—Galium palustre Z. Al borde de los arroyos, Barasabal. Junio. €. 322.—Galium parisiense Z. En las tapias y borde de la carretera, Narvarte. Julio. Rr. 323.—Galium Aparine Z. En los setos y zarzas, Vertiz. Julio. C. 324.—Galium papillosum Zap. Entre brezos, Isarsiñ. Julio. C. (54) Muchas especies de este género gozan la propiedad de cuajar la leche y algunas dan abundante forraje. 325.—Asperula odorata £. En los bosques, Vertiz. Mayo. P.c. 326.—Asperula cynanchica £. En las hendiduras de la peña de Buruzar. Julio. Cc. 327.—Asperula arvensis £. En los campos cultivados, Puente de Vertiz. Mayo. Rr. 328.—Sherardia arvensis Z. En las colinas secas y borde de los caminos, alto de Neguioso. Ju- nio. Cc. (55) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 185 Valerianeas. 329.—Centranthus ruber DC. En las murallas de Astarte. Mayo. R. 330.—Centranthus calcitrapa Dufr. En los parajes pedregosos, Santistéban. Junio. R. 331.—Valeriana officinalis Z. En los lugares húmedos, Vertiz. Julio. P.c. 332.—Valeriana officinalis L., var. angustifolia. En los sitios húmedos, Oteiza. Julio. R. 333.—Valeriana Pyrenaica £. En los lugares sombríos, Ceberia. Junio. P.c. 334.—Valeriana globulariefolia Ram. En el bosque de Vidasoa. Mayo. C. 335.—Valeriana montana. Z. En la regata de Univiguel. Julio. Cc. 336.—Valerianella olitoria Po/1.—N.c. Yerba de los canónigos; N.v. Soldadu-belara. Su nombre vulgar quiere decir yerba de soldados, aludiendo á su uso en ensalada que introdujeron en el país las tropas francesas. En los campos cultivados. Febrero, Marzo. Cc. 337.—Valerianella microcarpa Lots. En los campos cultivados, Gorriti. Mayo. R. 338.—Valerianella Morisonii DC. En los campos cultivados, Vertiz. Julio. Dipsáceas. 339.—Dipsacus sylvestris 1317. En los sitios pedregosos y acequias. Julio. Cc. 186 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56) 340.—Cephalaria alpina Schr. En las alturas. Rr. 341.—Knautia longifolia Koch. En los prados, Tipulaz. Junio, C. 342.—Scabiosa Columbaria Z. En los prados secos y colinas. Junio, Setiembre. Cc. La observacion que hacen sobre esta especie Godr. et Gr. parece ser exacta. 343.—Scabiosa succisa £L. En los terrenos arenosos, Vertiz. Agosto. Cc. Sinantéreas. 344.—Eupatorium cannabinum Z. En los bosques y arroyos. Julio, Agosto. Cc. 345.—Adenostyles albifrons Rc/b.2 En la regata de Univiguel. Junio. P.c. El número de las flores de cada calátide me ha hecho dudar de la de- terminacion de esta interesante especie, y el enrioso podrá estudiarla en la Sociedad Linneana de Madrid, á cuyo centro mandé el año anterior un ejemplar. 346.—Tussilago Farfara Z. En los lugares arcillosos húmedos, Laumbas. Abril. Cc. Algunos fuman sus hojas. 347.—Solidago latifolia Zam. En los ribazos y sitios húmedos, Elgorriaga. Octubre. C. 348.—Solidago latifolia Zam., var. En los ribazos, Narvarte. 349.—Solidago vulgaris Zam. En las paredes y ribazos, Elgorriaga. Octubre. C. 350.—Solidago alpestris Wi. En las selvas, Vertiz. Setiembre. Cc. (57 Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 185 331.—Erigeron canadensis Z. Originaria de América, se va extendiendo por esta comarca, Santisté- ban, Oteiza, Vertiz, etc., etc. R. 392.—Erigeron acris Z. En los sitios estériles, Beortegui. Julio, Agosto. C. 393.—Erigeron alpinus. En las rocas calizas, debajo de la iglesia de Berrueta. Junio. C. . 354.—Bellis perennis Z. En los prados. Febrero, Marzo. Ce. 395.—Doronicum Pardalianches JV¿1/d. En las selyas de los terrenos arenosos, vertiente Norte del Icharquí. Junio. P.c. 356.—Aronicum Clusii Xoch. Al borde del arroyo Bago-Char. Junio. P.c. 397.—Arnica montana Z. En los ribazos de las altas montañas, Mendaur, Aracan, Escases. P.c. 358.—Senecio vulgaris Z.—N.c. Ferba cana; N.v. Zorne-belarra. Su nombre vulgar quiere decir yerba que echa pus, alusion al zumo le- choso que despide. En los campos cultivados bien abonados; todo el año. Cc. 399.—Senecio sylvaticus L. En los parajes incultos, Gorriti. Julio. Rr. 360.—Senecio adonidifolius Los. En las rocas de lllersí, Aizpuru, etc. Julio. Cc. 361.—Senecio aquaticus Huds. En los prados húmedos. Agosto. Cc. 362.—Senecio Jacobea L. En las selvas y parajes secos, Vertiz. Junio. C. 363.—Senecio erucefolius Z. Al borde de la carretera, Oyeregui, Sumbilla. Agosto. Cc. 188 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58) 364.—Cineraria spatulefolia DC. Entre brezos, Bago-char. Junio. P.c. 365.—Leucanthemum vulgare Lam. En los bosques y prados, Narvarte. Junio. Cc. 366.—Pyrethrum Achillew DC. En las rocas calcáreas de Liorz é llersí, Julio. Cc. 367.—Chamomilla nobilis God. En las praderas. Agosto. Cc. Es muy usada como estomacal, y se recoge muy aromática en las alturas. 368.—Anthemis arvensis L. En los campos arenosos, Gorriti. Mayo. R. 369.—Anthemis Cotula Z. En los sitios pedregosos, Puente de Legasa. Mayo. Cc. 370.—Anthemis montana Z. Terrenos secos del triásico de Narvarte. Julio. P.c. 371.—Achillea millefolium Z.—N.c. Mil en rama. En los prados y bordes de los caminos. Junio. Cc. Es amarga y aromática, y por esta razon sirve de condimento del heno. 372.—Bidens tripartita £. En los fosos y cunetas, Vertiz. Setiembre. R. 373.—Asteriscus spinosus Godr. el G7en. En las escarpaduras de la montaña, Buruzar. Agosto. R. 374.—Inula Conyza DC. En los parajes áridos de la montaña. Agosto. Ce. 375.—Pulicaria dysenterica Gertn. En los parajes inundados. Agosto. Cc. 376.—Pulicaria vulgaris Gen. En los sitios húmedos, Vertiz. Agosto. P.c. 377.—Jasonia tuberosa DC. En las rocas, Illersí. Agosto. Rr. (59) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 378.—Helichrysum decumbens DC. En las rocas calcáreas, Ciga, Baztan. Junio. Rr. 379.—Helichrysum Stechas DC. En las laderas secas, Saldias. Julio. R. 380.—Filago spathulata Pres/. En las rocas calcáreas, Beortegui. Julio. C. 381.—Filago arvensis L. En las tierras arenosas, Vertiz. Agosto. €. 382.—Lofia subulata Cass. En el terreno triásico de Narvarte. Junio. Cc. 383.—Calendula arvensis Z. En los campos cultivados. Abril. Rr. 384.—Galactites tomentosa Mench/. En las margas calizas, Ceberia. Julio. P.c. 389.—Cirsium lanceolatum Scop.—N.v. Asto-carduba. 189 En los bordes de los caminos y lugares incultos, Santa Leocadia. Julio. 386.—Cirsium eriophorum Scop. En los terrenos calcáreos, Charuta, Burcaunz. Julio. R. 387.—Cirsium palustre Scop. En los sitios regados, Legasa. Junio. Cc. 388.—Cirsium bulbosum DC. Al borde de la regata de Bago-char. Julio. R. 389. —Cirsium setosum Fic). el Mayer. En las heredades secas, Santa Leocadia. Julio. C. 390.—Cirsium arvense Scop.—N.v. Carduba. En los campos cultivados. Junio. Cc. Vivaz y de raíz fuerte, hace mucho daño en las heredades. El ganado cerdío lo come con gusto despues de triturado. 391.—Carduus nigrescens Vill. En la peña de Illersí. Junio. C. 190 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 392 —Carduus carlinsefolius Lam. En las rocas de Liorz é Tllersí. Junio. €. 393.—Carduncellus mitissimus DC. En las rocas calcáreas. Julio. Rr. 394.—Centaurea amara Z. En los lugares secos. Octubre. Ce. 395.—Centaurea Jacea Z.—N.v. Manda belarra. En los prados, Narvarte. Mayo, Junio. Ce. 396.—Centaurea Calcitrapa £. En los parajes estériles. Julio. R. (60) Las centáureas dan un forraje duro, por lo que es menester aprovechar- las ántes que lleguen al complemento de su vida. 397.—Serratula tinctorea Z. En las alturas, Buruzar, Aracan. Agosto. R. 398.—Serratula heterophylla DC. Entre brezos, Mayurqueta. Junio, Rr. 399.—Carlina vulgaris Z. Entre matas, Beortegui. Setiembre. P.c. 400.—Carlina vulgaris Z., var. monocephala DC. En los parajes estériles. Setiembre. Cc. 401.—Carlina acanthifolia 477.2? En Velate. Julio. R. 402.—Lappa minor DC.—N.c. Bardana. En los bordes de los caminos. Julio. Cc. 403.—Xeranthemum inapertum JIVil?. En los sitios pedregosos. Julio. R. 404.—Rhagadiolus edulis Gertñ. En Velate. Junio. Rr. 405.—Lampsana communis £. Cerca de las habitaciones, Narvarte. Junio. Cc. (61) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 406.—Hypocheris pinnatifida Cy/. En los prados, Narvarte. Junio. 407.—Thrincia hispida Rot2. En los terrenos arenosos. Junio. Ce. 408.—Leontodon pyrenaicus G0v47. En las alturas de Mendaur y Macan. Julio. Cc. 409.—Leontodon hastile Z. En los prados, Amaya. Junio. P.c. 410.—Leontodon hispidum Z. En las rocas calcáreas, Fuente de Legasa. Junio. Cc. 411.—Picris hieracioides £. En los ribazos, Narvarte. Setiembre. Ce. 412.—Picris pyrenaica Z. En los parajes sombríos, Laumbas. Junio. P.c. 413.—Helminthia echioides Get. En los campos incultos, Mugarie. Julio. C. 4]14.—Scorzonera humilis £. En los prados secos, Choriburu. Abril. C. 415.—Scorzonera hispanica L. En los prados crasos, Jarola. Junio. C. Es el tipo de la que se cultiva por su raíz. 416.—Tragopogon porrifolius L. En los prados, Vertiz. Junio. R. 417.—Tragopogon dubius V¿1/.? En los prados, Vertiz. Junio. €. 418.—Taraxacum officinale Vig., var. lividum. Por todas partes. Marzo. Cc. 419.—Taraxacum officinale Vig., var. maculatum Jord. En los huertos. Marzo. R. Se comen en ensalada estas plantas que en el país llaman chicoria. 191 192 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 420.—Lactuca Scariola Z.. En la peña de Linsusqueta. Setiembre. Rr. 421.—Lactuca virosa L. En el prado de Iñalea, único sitio. Setiembre. Rr. 422.—Lactuca muralis Fr. En la peña de Illersí. Agosto. P.c. 423.—Lactuca sonchoides Zap.—N.v. Lichuba. En las rocas de Mendaur. Julio. Rr. (62) Muchas especies de este género, como la virosa, contienen un zumo le- choso, que es ligeramente narcótico. 424.—Sonchus oleraceus L£. En los campos cultivados, Vertiz. Junio. P.c. 425.—Sonchus asper Vill. En las heredades cultivadas. Junio. C. 426.—Sonchus arvensis.—N.v. Cardu-beracha. En las vegas. Julio. Cc. Se emplean en el país para la manutencion del ganado cerdío, 427.—Crepis taraxacifolia 7vill. En los prados, Legasa. Junio. €. 428.—Crepis setosa Hall. En las paredes y campos, Oyeregui. Agosto. Rr. 429.—Crepis bellidifolia Lois. En los prados, Legasa. Mayo. F.c. 430.—Crepis virens Vill. En los bordes de los prados, Narvarte. Junio. Cc. 431.—Crepis lampsanoides Frol. En los ribazos sombríos, Laumbas. Julio. Cc. 432.—Hieracium glanduliferum Hopp. En los ribazos y lugares estériles, Miate. Abril. Ce. (63) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 193 433.—Hieracium piliferum Hopp.. En la cima de Mayurgueta. Julio. Ce. 434.—Hieracium sericeum Zap. En la escarpadura de Buruzar. Agosto. R. 435.—Hieracium boreale F7ies. En los ribazos, Laumbas. Setiembre. P.c. 436.—Hieracium sabaudum L£. En los sitios estériles, Laumbas. Setiembre. Rr. 437.—Hieracium vulgatum 7F7ries. En los parajes secos, Vertiz. Agosto. C. 438.—Hieracium pallidum Riv.? En los lugares escarpados, sobre la fuente de Legasa. Setiembre. Cc. Esta planta es igual á la que con esta denominacion me regaló M. Gan- doger, y cuya descripcion no he visto. 439.—Andryala integrifolia £. En el terreno pizarroso de Vidasoa. Julio. Ce. Campanuláceas. 440.—Jasione montana Z. En los terrenos arenosos, Vidasoa. Junio. Cc. 441.—Jasione perennis Lam. En Mendaur, Julio. P.c. 442.—Phyteuma spicatum, var. cerulewm Godr. et Gr. En Univiguel é Illersí. Junio. Cc. 443.—Campanula glomerata Z. En los ribazos del terreno calcáreo, Legasa. Julio. Cc. 444, —Campanula Erinus Z. En los muros, Puente de Legasa, Junio. P.c. 445.—Campanula rapunculoides Z. Entre matas y zarzas, Zocozar. Julio. O. ANALES DE HIST. NAT. —XII. 13 194 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (64) 446.—Campanula Scheuchzeri V4/2.2 Entre brezos, en la fuente de Isarsiñ. Agosto. C. 447. —Campanula patula L. En los bosques y selvas. Julio. Cc. 448.—Wahlenbergia hederacea Rch0. En los parajes frescos y húmedos, Vertiz. Julio. Cc. Vaccineas. 449.—Vaccinium Myrtillus Z. En los sitios húmedos y frescos de la montaña, Miate. Mayo. Ce. Ericáceas. 450.—Arbutus Unedo £. En las escarpaduras, roca de Zurruzta. Diciembre. €. 451.—Calluna vulgaris Salish. En los parajes áridos, Narvarte. Julio. Ce. 452.—Erica multifiora Z. E n los terrenos arenosos. Agosto. Cc. 453.—Erica vagans L. En los sitios secos, Gorriti. Junio. Ce. 454.—Erica ciliaris £. En los bosques, Vertiz. Octubre. P.c. 455.—Erica cinerea 2., var. de flores blancas. En la montaña, Narvarte. Julio. Cc. 456.—Erica arborea £., var. de flor blanca. En los montes de Vidasoa. Junio. Rr. 457.—Dabecia polifolia Don. En el Masico, todo el año. Cc. 5) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 19 COROLIFLORAS. Lentibularieas. 458.—Pinguicula vulgaris £. En los sitios regados de las cumbres, Isarsiñ. Junio. Cc. Los pastores usan de ella para curar las grietas de la ubre del ganado. Primuláceas. 459.—Primula grandiflora Lam. En las selvas, Gorriti. Mayo. P.c. 460.—Primula officinalis Ja4. En la roca de Illersí. Marzo. R. 461.—Primula variabilis Gouvpil.—N.c. Primavera. En los ribazos. Febrero. Cc. 462.—Primula elatior Jag. En la regata de Univiguel. Marzo. R. 463.—Soldanella montana IV4/1d. En Mendaur. Abril, Mayo. Véase á Godr. et Gren. 464.—Lysimachia vulgaris L. En las cunetas, Jarola, Baztan. Mayo. R. 465.—Lysimachia nemorum Z. En los bordes de las heredades, Narvarte. Mayo. Cc. 466.—Anagallis arvensis £., var. cerulea L. En los lugares cultivados. Junio. Ce. 467.—Anagallis tenella £. En los bosques húmedos. Junio. Ce. 468.—Samolus Valerandi £Z. En los parajes inundados. Agosto. P.c. 196 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (66) Oleáceas. 469.—Fraxinus excelsior Z.—N.c. Presno; N.v. Lizarra. En los bosques, Vertiz. Abril. G. Se recogen y se secan las hojas de este árbol en el mes de Setiembre para que sirvan de pasto al ganado lanar durante los malos tiempos del invierno; su madera, dura y tenaz, es propia para radios de ruedas y varas de coches. 470.—Ligustrum vulgare £. En la orilla del Vidasoa y bosques. Junio. Cc. Este arbusto, que sufre bien la talla, sirve para setos naturales; con sus ramos, que son flexibles, se hacen cestas. Apocináceas. 471.—Vinca minor £. En los setos, Legasa. Marzo. P.c. Es amarga. La Vinca major no existe en Vertizarana, pero habita la cuenca del Vidasoa, pues la he encontrado en las paredes de la huerta de mi antiguo amigo D. Salustiano Olazábal en Irun. Asclepiádeas. 472.—Vincetoxicum ofticinale Mench.—N.c. Vencelorigo. En los parajes pedregosos é incultos, Narvarte. Agosto. Ce. Su nombre indica las propiedades que se le atribuyeron en otro tiempo. Gencianáceas. 473.—Erythrea pulchella 17077. En los terrenos húmedos, Narvarte. Agosto. C. 474.—Erythrea Centaurium Pers.—N.c. Centaurea menor. En los prados húmedos, Narvarte. Julio. Cc. «67 Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 475.—Erythrea latifolia Smith. En los campos cultivados. Agosto. P.c. Estas plantas son amargas y tónicas. 476.—Cicendia pusilla (7¿s. En la Foz de Arrizurraga. Agosto. R. 477.—Chlora perfoliata £. En los sitios húmedos, Santa Leocadia. Junio. P.c. 478.—Gentiana Pneumonanthe Z. Bajo el helecho en las praderas. Setiembre, Cc. 479.—Gentiana verna Z. En la ladera de Isarsiñ. Abril. P.c. Convolvuláceas. 480.—Convolvulus sepium Z. En las matas y Zarzas. Julio, Agosto. Cc. 481.—Convolvulus arvensis Z.—N.c. Corregiela. En los campos cultivados. Julio. Ce. 482.—Cuscuta Epithymum L. En los prados, sobre el Trifolium pratense. Junio. Rr. 483.—Cuscuta Trifolii Rabingt. 197 Formando círculos en los brezos, causando su muerte, Gorriti, Narvar- te. Agosto. Cc. Borragíneas. 484.—Symphytum officinale Z.—N.c. Consuelda; N.v. Dolda- delarra. En la regata de Ascape. Mayo. R. 485.—Symphytum tuberosum Z. En los ribazos. Marzo, Abril. Cc. 198 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (687 486.—Symphytum bulbosum Schimp. En la cima del Neguioso. Abril. Rr. 487.—Lithospermum fruticosum L. En Auzcube, Vidasoa. Julio. Cc. 488.—Lithospermum prostratum Lo%s. Entre brezos, Otolo. Mayo, Junio. P.c. 489.—Lithospermum purpureo-ceruleum Z. En la peña de Liorz. Mayo. Rr. 490.—Lithospermum officinale Z.—N.c. Mijo de sol. En los sitios pedregosos. Junio. Ce. 491.—Lithospermum arvense Z. En los campos cultivados, Gorriti. Junio. P.c. 492.—Lithospermum incrassatum (Fuss, ¿n los parajes incultos, Vertiz. Junio. Rr. 493.—Echium vulgare £. En los lugares estériles, Narvarte. Junio. Ce. 494.—Pulmonaria angustifolia £.? En los prados y ribazos, Narvarte. Mayo. P.e. 495.—Myosotis palustris TVi/her. En los parajes fangosos, Vertiz. Mayo. Cc. 496.—Myosotis versicolor Pe7s. Entre brezos de las colinas arenosas, Otolo. Junio. P.c. 497.—Myosotis intermedia LinA. En los lugares incultos. Junio. Ce. 498.—Myosotis sylvatica Hof. En los parajes húmedos de las selvas, Vertiz. Junio. Ce. 499.—Cynoglossum pictum 414.—N.c. Lengua de perro. En los bordes de los caminos. Mayo, Junio. Cc. (69) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 19 300.—Cynoglossum Dioscoridis Vill. En los sitios pedregosos, Molino de Narvarte. Agosto. O. Las hojas de la cinoglosa entran en la composicion de las píldoras co- nocidas con este nombre, y tan usadas en terapéutica. Solanáceas. 501.—Solanum nigrum L.—N.c. Ferba mora. En los campos, caminos y escombros. Setiembre. Cc. 502.—Solanum Dulcamara Z.—N.c. Dulcamara. En las márgenes de las heredades y arroyos. Agosto. Cc. Se usan sus tallos en infusion como depurativos. 503.—Datura Tatula L.—N.c. Yerba de topos. En los terrenos arenosos, Narvarte. Setiembre. Cc. 504. —Hyoscyamus niger Z. En los escombros, cerca de las habitaciones. Junio. C. Verbásceas. 505.—Verbascum Thapsus Z.—N.v. Apobelarra; N.c. Fordolobo. En las selvas derribadas, Vertiz. Julio. Cc. 506.—Verbascum Lychnitis £. En los sitios áridos, Ascape. Julio. C. 507. —Verbascum sinuatum Z. Al borde de la carretera, Narvarte. Julio, P.c. 508.—Verbascum Blattaria £L. En los bordes de los caminos. Agosto. Cc. 509.—Verbascum pyrenaicum Gdyr.—Decades plantarum, fas- ciculus LT. En las murallas, puente de Narvarte. Junio. P.c. Los gordolobos son narcóticos y muy notables por la facilidad con que se mezclan, produciendo numerosas variedades. 230 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (70) Escrofulariáceas. 510.—Scrophularia alpestris Fay. En las selvas elevadas de Vertiz y Univiguel. Agosto. R. 511.—Scrophularia nodosa Z. En los lugares húmedos de la montaña. Julio. C. 512.—Scrophularia aquatica Z. En las cunetas y arroyos, todo el año. Cc. 513.—Scrophularia canina Z. En los parajes arenosos y pedregosos. Junio. Cc. Son fétidas y nauseabundas las especies de este género. 514.—Antirrhinum Orontium Z. En la ladera arenosa de Gorriti. Junio. P.c. 515.—Antirrhinum majus Z. Aunque exótica, se ha naturalizado en el país, pues florece sobre los muros, Vertiz, Jaureguía de Irurita, etc. R. 516.—Paulownia imperialis Fieb. Tambien exótica, pero naturalizada en el monte de Vertiz, donde crece lozana y robusta. Mayo. 517.—Linaria Elatine Desf. Al borde de los caminos. Julio. Cc. 518.—Linaria vulgaris Mench. En las pizarras de Vidasoa. Octubre. R. 519.—Linaria minor Desf. Al márgen de los caminos y sitios estériles. Mayo. Cc. 520.—Veronica spicata £. En las tapias, Narvarte. Mayo. P.c. 521.—Veronica Teucrium Z. En las rocas calcáreas de Liorz. Junio. Rr. 71) Lacoizqueta. —PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 522.—Veronica Chamedrys LZ. En los prados secos y entre matas. Abril. Cc. 923.—Veronica pilosa Bent». En los campos cultivados. Mayo. Cc. 524.—Veronica urticeefolia £. En los parajes húmedos, Laurendeguieta. Junio. P.c. 525.—Veronica Becabunga L. En las regatas y aguas estancadas. Mayo, Junio. Cc. Algunos comen sus retoños. 526.—Veronica montana Z. En los ribazos, Sorguin, Eliza. Mayo. C. 527.—Veronica officinalis Z. En los bosques y selvas de los montes. Junio. Cc. Se emplea en infusion teiforme. 528.—Veronica serpyllifolia Z. En las praderas húmedas. Mayo, Octubre. Cc. 3529. —Veronica persica P017. En los campos cultivados. Febrero, Marzo. Cc. 530.—Veronica agrestis £. En los lugares cultivados. Febrero, Marzo. Rr. 531.—Veronica hederefolia L. En los campos cultivados. Febrero, Marzo. Cc. 532.—Sibthorpia europea £. 201 En los ribazos sombrios del triásico de Narvarte. Junio, Setiembre. Cc. 533.—Erinus alpinus Z. En las hendiduras del calcáreo jurásico, Zocozar. Junio. Cc. 534.—Digitalis purpurea Z.—N.c. Dedalera. En el triásico de Narvarte. Junio. Cc. Sus elegantes espigas adornan nuestro monte; habita en el mismo te- rreno una variedad de flor blanca. 202 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) 535.—Euphrasia officinalis Z. En las praderas bajo el helecho. Julio, Agosto. Cc. 5336.—Odontites rubra Pers. En los sitios arcillosos. Julio. Rr. 3537.—Euphragia viscosa Benth. En los prados. Junio. C. 538.—Rhinanthus minor 4/72. , var. angustifolius God. et Gr. —N.v. Curcubilla. En los prados secos y estériles. Junio. Ce. Estas dos últimas especies dan muy mal heno, y se debe procurar su destruccion. Como su existencia pende de la esterilidad del terreno, con- viene abonar el suelo en que se implantan. 539.—Pedicularis palustris L. En los prados húmedos, Jarola, Baztán. Junio. C. 540.—Pedicularis sylvatica L. En las praderas de los montes. Junio. Cc. 541.—Melampyrum cristatum Z. En el bosque de Vidasoa. Julio. P.c. Orobánqueas. 542.—Orobanche Rapum 74:11. Sobre las raíces del Sarothamnus scoparius del terreno triásico de Nar- varte, Vertiz. Junio, Julio. Ce. 543.—Orobanche Galii Vauch. En los prados y muros probablemente parásita, sobre el Achillea mille- folium, Narvarte. Junio. P.c. 544.—Clandestina rectiflora Lam. En los ribazos y parajes sombríos. Marzo, Mayo. Cc. (3) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 203 Labiadas. 345.—Mentha rotundifolia Z.—N.v. Astomenda; N.c. Yerba— buena de burro. En las márgenes de los caminos. Julio, Agosto. Cc. 246.—Mentha sylvestris £. En los bordes de las regatas. Julio. Rr. 547.—Mentha aquatica L£. En los arroyos y balsas. Agosto. Ce. 548.—Mentha arvensis £Z. En los terrenos arenosos, Vertiz. Agosto. C. 549.—Mentha Pulegium Z.—N.c. Poleo. En los parajes inundados. Julio, Agosto. Cc. 350.—Lycopus europeus Z. En las cunetas y sitios húmedos, Vertiz. Setiembre. Cc. 591.—Origanum vulgare L.—N.c. Orégano. En las tapias y sitios pedregosos. Julio. Ce. 552.—Origanum virens Lin4. En las rocas calcáreas, Vertiz. Agosto. R. Los oréganos son aromáticos y estomacales y se usan como condimento. 553.—Thymus vulgaris Z.—N.c. Tomillo. En los terrenos secos, lllersí. Agosto. Rr. 554.—Thymus Serpyllum Z.—N.c. Serzol. Entre brezos y helechos. Junio, Julio. Ce. Se usa tambien como condimento y entra en la composicion de algunos cosméticos. 557.—Calamintha officinalis Mench. En los terrenos pedregosos y sombríos. Julio. Cc. 556.—Calamintha alpina Lam. En la peña de Illersí. Junio. P.c. 201 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) 557.—Calamintha Clinopodium Bent/. En los terrenos incultos y zarzales. Julio. Cc. 558.—Glechoma hederacea Z. En los bordes de los prados y setos. Abril. Cc. Es estomacal, y los empíricos del país emplean su infusion contra el dolor de estómago. 559.—Lamium amplexicaule Z. En las orillas de los caminos. Abril. P.c. Se le ye con frecuencia con flores abortadas. 560.—Lamium purpureum Z. En los setos y campos cultivados. Abril. €. 561.—Lamium maculatum Z. En los setos y cerca de las habitaciones. Abril. Ce. 562.—Lamium Galeobdolon Crantz. ¿ntre las zarzas en los sombríos, Sorguiñ, Eliza, Zocozar. Junio. R. 563.—Galeopsis angustifolia '/17/. En los terrenos arenosos, Vertiz. Julio. Cc. 564.—Galeopsis Tetrahit Z. En los setos y márgenes de las heredades, Vertiz. Agosto. €. 565.—Stachys alpina £. En las laderas incultas, Narvarte. Julio. P.c. 566.—Stachys sylvatica L. En los escombros y parajes sombríos. Junio. C. 567.—Stachys arvensis Z. En las heredades arenosas, Narvarte. Abril, Octubre. C. 568.—Stachys recta £. En los peñascales de Liorz é Illersí. Junio. R. 569.—Betonica hirsuta £. En los ribazos y zarzales, Tipuláz. Agosto. Cc. (15) Lacoizqueta.— PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 570.—Ballota fetida Zam. Al borde de los caminos, Alzuberca, Agosto. R. 571.—Scutellaria hasteefolia Z. En los bosques húmedos, Vertiz. Julio. C. 572.—Brunella vulgaris Menc?/. En los prados, Narvarte. Junio. Ce. 573.—Brunella pinnatifida Pers. En los sitios arenosos, Tipuláz. Mayo. Cc. 574.—Brunella alba Pal!. En las rocas calcáreas, Beortegui. Agosto. €. 575.—Brunella grandifiora Mench,. En los montes arenosos, Urquidi. Junio. C. 576.—Brunella pyrenaica Vob. En los mismos montes. Junio. R, 577.—Ajuga reptans £. En los prados. Marzo. €. 578.—Teucrium Seorodonia £. Entre matas y zarzas, Narvarte. Julio. Cc. 579.—Teucrium Chamedrys Z. En las rocas calcáreas, Astondo. Julio. R. 580.—Teucrium Webbianum Boíiss. el Reut. En las escarpaduras de Buruzar. Agosto. C. 581.—Teucrium pyrenaicum L. En las rocas calcáreas, Beortegui. Julio. Ce. Acantáceas. 582.—Acanthus mollis Z. Naturalizada en los ribazos, Vertiz. Junio. P.c. 205 206 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (76) Verbenáceas. 583.—Verbena officinalis £. En las orillas de los caminos. Julio. Cc. Plantagineas. 581.—Plantago major £. En los bordes de los caminos. Julio. Cc. 585.—Plantago intermedia Z. En las praderas. Agosto. C. 586.—Plantago Cornuti Gouan. En los parajes arenosos, Oyesegui. R. 587.—Plantago serpentina Vil?. En las rocas calcáreas, Velate. Octubre. R. 588.—Plantago lanceolata £., var. lanuginosa Koch. En los prados. Abril. Cc. 589.—Plantago argentea Chaiz. En los sitios pedregosos, Gorriti. Setiembre. C. Globularieas. 590.—Globularia nudicaulis Z. En la fuente de Isarsiñ. Mayo. R. MONOCLAMÍDEAS. Fitolacáceas. 5991.—Phytolacca decandra Z.—N.v. Uta de Corinto. Esta especie, originaria de la América del Norte, se ha propagado en la cuenca del Vidasoa, y en especial en los parajes pedregosos y arenosos del borde del rio. Agosto. (11) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 207 Amarantáceas. 592.—Amaranthus Blitum Z. En los maizales. Agosto, Setiembre. Cc. 593.—Amaranthus retroflexus Z. En las heredades cultivadas. Setiembre. Cc. Salsoláceas. 594.—Chenopodium ambrosioides Z.—N.c. Te de Méjico. En los parajes pedregosos, cerca del horno de cal, Narvarte. P.c. 595.—Chenopodium polyspermum Z.—N.v. Sabi-belza. En los campos cultivados. Agosto. Cc. 596.—Chenopodium album Z.—N.v. Sabi-2uriya. En las vegas. Setiembre. Ce. o Estas dos especies constituyen buen alimento para el ganado cerdío. Poligóneas. 597.—Rumex pulcher Z. En las orillas de los caminos, Vertiz. Junio. €. 598.—Rumex Friesii God. el Gren.—N.v. Lapaiza. En los prados húmedos, Laurendeguieta. Agosto. Cc. 599.—Rumex conglomeratus Mur. En los bosques sombrios y regatas, Vertiz. Julio. G. 600.—Rumex nemorosus Schrd. En las selvas sombrías, Vertiz. Julio. C. 601.—Rumex sanguineus Z.—N.v. Romanza. Al borde de las regatas. Julio. C. 602.—Rumex acetosa L.—N.v. Belar-gasi; N.c. Acedera. En los prados. Abril. Cc. 208 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (78) 603.—Rumex acetosella Z. En las cimas de Icharqui y Mayurqueta. Mayo. Cc. Las hojas de la acedera contienen ácido oxálico, y se usan como condi- mento, 604.—Polygonum Persicaria Z. En las heredades y sitios húmedos. Agosto. Ce. 605.—Polygonum dubium Stein. En las cunetas y parajes húmedos. Setiembre. P.c. 606.—Polygonum Hydropiper Z.—N.c. Pimienta de agua. En las regatas y sitios sombríos, Ayensoso. Julio. P.c. 607.—Polygonum aviculare L.—N.c. Sanguinaria. En los parajes incultos. Julio. €. 608.—Polygonum Convolvulus £Z. En los terrenos arenosos, Puente de Vertiz. Julio. R. Dafínoideas. 609.—Daphne Laureola Z. En los bosques, Amaya. Febrero. Ce. 610.—Daphne Cneorum Z. Entre brezos. Abril. Rr. 611.—Passerina..... En la cima de Garmendia. Mayo. Rr. Euforbiáceas. 612.—Euphorbia helioscopia Z. En los lugares cultivados. Marzo. Cc. 613.—Euphorbia platyphylla £. Al márgen de la carretera. Junio. Cc. 614.—Euphorbia dulcis £. En los ribazos sombríos, Laumbas. Abril. C. (o) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. 209 615.—Euphorbia verrucosa Lam. En la pradera de Isarsiñ. Mayo. P.c. 616.—Euphorbia exigua Z. En los sitios pedregoso-calcáreos, Beortegui. Junio. R. 617.—Euphorbia Peplus Z. En las cunetas de la carretera. Setiembre. Cc. 618.—Euphorbia peploides Fovan. En las heredades. Marzo. O. 619.—Euphorbia amigdaloides Z. En los bosques. Abril. Cc. Los euforbios contienen un zumo lechoso que puede ser empleado como vexicante, y algunos se purgan en el país con las semillas de Euphorbia Lathyris, que la he visto cultivada con este objeto, y, segun informes, vive espontánea en los lugares húmedos de esta comarca. Yo no la he encontrado. 620.—Mercurialis perennis £. En los sombríos, Vertiz. Abril. Cc. 621.—Mercurialis annua Z. En las heredades de Ibarburu. Abril. Rr. 622.—Buxus sempervirens Z.—N.v. Ezpela; N.c. Bo). En las laderas calcáreas, Legasa. Febrero. Cc. Su madera, muy dura y compacta, es usada por los torneros y grabado- res, y con la misma se hacian en otro tiempo en el país muy bonitas cu- charas, y sobre todo husos para hilar el lino. Móreas. 623.—Ficus carica L.—N.v. Picoa; N.c. Higuera. Naturalizada en esta comarca: borde de los caminos. Setiembre. €. Ulmáceas. 624.—Ulmus campestris Smith.—N.v. Zuarra; N.c. Olmo. En las escarpaduras de la montaña. Marzo. Cc. Su madera es muy estimada para ruedas de coches y carros. ANALES DE HIST. NAT. — XII. 14 210 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (80) 625.—Ulmus campestris, var. suberosa Koch. Tambien en los bosques. C. Urticáceas. 626.—Urtica urens Z. En los huertos y escombros, Legasa. Octubre. Cc. 627. —Urtica dioica L£. En las selvas y zarzales, Narvarte. Julio. Cc. Bien conocido es el escozor que causa el humor que estas plantas des- piden cuando se rompen los pelos de que están armadas. 628.—Parietaria diffusa M. X.—N.c. Parietaria. Entre los muros. Mayo. Cc. Yuglandeas. 629.—Juglans regia L.—N.v. GEuilehaurra; N.c. Nogal. Aunque originaria de la Persia, vive espontánea en las escarpaduras. C. Su madera es muy estimada de los ebanistas; su corteza sirve para teñir de negro la lana, y la infusion de sus hojas para lociones estimulantes; son muy conocidos sus frutos. Cupuliferas. 630.—Fagus sylvatica Z.—N.v. Bagua; N.c. Haya. En los bosques de la montaña. Abril. Cc. Su fruto se llama Fabuco; su madera es excelente, por su resistencia, para las obras que continuamente están debajo del agua, pues al contacto de ésta se le forma una capita de carbon que, como antiséptico, le con- serva. 631.—Castanea vulgaris Zam.—N.v. Gazrtaña; N.c. Castaño. En la montaña meridional del valle; florece por Junio y fructifica por Octubre. Cc. Las variedades de esta especie son las que producen las castañas; sus renuevyos sirven para aros de barricas; con sus ramos se hacen tablitas llamadas duelas, para hacer toneles, y con su tabla se hacen elegantes en- tarimados. (81) Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA. — 211 632.—Quercus pubescens W?illd. En la escarpada breña de Liorz. Abril. R. :633.—Quercus pedunculata Z)r4. En los bosques florece por Abril y fructifica por Octubre. Cc. 634.—(Quercus Tozza Bosc.—N.v. Ametzt. En el terreno arenisco de Narvarte florece por Junio y fructifica por Se- tiembre. Cc. 635.—Quercus Ilex Z. En la jurisdiccion de Narvarte y Oteiza. Abril. Fructifica por Agosto. Rr. Los árboles de este género son notables por su madera, que constituye las columnas, puentes y solibos de nuestras casas, tan notables por su «solidez. 636.—Coryllus avellana Z.—N.v. Urra; N.c. Avellano. En las regatas y parajes sombríos de nuestros bosques florece por Fe- brero y fruetifica por Agosto. Cc. Hay variedad de fruto globuloso y de fruto oval un poco comprimido. Como esta especie crece espontánea y abundante en la comarca, es de ciacion del feldespato triclínico, como la de la augita, tuvo lugar en diversas épocas del proceso formativo, y que, por consiguiente, hay individuos de ambos minerales que cor- responden á distintas generaciones. El feldespato triclínico de los cristales porfíricos corresponde en su totalidad á la especie labradorita, como se prueba por los valores máxi- mos de extincion en secciones de la zona perpendicular 400 Poo, y por ser atacable, áun en lámina delgada, por el áci- do clorhídrico. Los microlitos feldespáticos de la pasta, des- arrollados en el sentido de la braqui-diagonal, ofrecen tambien, en algunos casos, ángulos de extincion que corresponden á la labradorita; pero, en otros, se observan cristalillos que quedan inalterados despues del ataque por los ácidos, y se extinguen paralelamente á su longitud, lo cual indica que pueden refe- rirse á la oligoclasa. En suma, el feldespato triclínico de la segunda generacion ofrece un carácter más ácido que el de la primera. Todas las circunstancias enumeradas concuerdan con las que determinan la estructura porfírica, y, en consecuencia, estas rocas plagioclasico-augíticas, dada su edad pre-terciaria, pueden clasificarse como porfiritas augiticas, adoptando la nue- va clasificacion de Rosenbusch. Cohen designa como porfiri- tas augíticas únicamente á aquellas que conservan un resto de base vítrea ó micro-felsítica, clasificando á las que son com- pletamente holocristalinas como diabasitas plagioclásicas. Respecto á las rocas del segundo grupo, d plagioclasico- hornabléndicas, ofrecen tambien un carácter holocristalino, pero carecen de pasta y diferenciaciones porfíricas. Unas veces están compuestas de cristales alargados de plagioclasa y laminitas irregulares de hornablenda; otras, de cristales prismáticos de hornablenda desarrollados en sentido de la zona vertical, y de cristales y placas irregulares de feldespato; y por último, no faltan casos en que ningun elemento ha llegado á un desarrollo morfológico perfecto, y se presentan, tanto la plagioclasa como la hornablenda, en granos de contornos irregulares. En este último caso, la hornablenda tiene ten- dencia á formar densas agrupaciones, y el feldespato, en forma de venas y ramificaciones, rellena los espacios que aquella deja libres. Estas venas feldespáticas se revelan á la luz pola— rizada como constituidas por granos irregulares de plagioclasa diversamente orientados. En el primer caso parece haber pre-- (19) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 277 cedido la diferenciacion del feldespato á la de la hornablenda, y en los otros, sucede lo contrario. En todos los tipos de estas rocas, ya estén constituidas por cristales, ya por granos irregulares, no hay ningun carácter que haga suponer la existencia de varias generaciones de un mismo mineral; porel contrario, todo induce á creer que cada elemento se diferenció en una sola fase del periodo ge- nésico, que es el carácter admitido para la estructura granu- da. Preséntase en sus dos variedades: granitico-eranuda, en las rocas compuestas de cristales perfectos de hornablenda, pues ésto indica que cristalizó ántes que el feldespato; y dia- básico-granuda, en las que se hallan formadas por cristales prismáticos de plagioclasa, y láminas y plaquitas irregulares de hornablenda, que es el caso ménos comun. En vista de ésto, las rocas del segundo grupo, tambien de edad pre-terciaria, forman parte de las dioritas, y á causa de la pequeñez microscópica de sus elementos las designaremos como microdioritas y dioritas afantticas. DESCRIPCIÓN ESPECIAL. Hasta ahora sólo he dado á conocer, en términos generales, la composicion mineralógica y estructura de las rocas que son objeto de este trabajo, para que sirvieran de fundamento á la clasificacion; pero en este capítulo me propongo dar más amplios detalles sobre las mismas, describiendo sus elementos mineralógicos, las relaciones genésicas y de asociacion que existen entre ellos, los procesos metamórficos á que están so— metidos, y los demás fenómenos cuyo conocimiento es nece- sario para formar cabal idea de su naturaleza íntima. Para conseguir este objeto, me ocuparé únicamente de al- gunas de las rocas que he preparado y estudiado, de las más típicas ú de las que ofrecen particularidades dignas de especial mencion, no limitándome exclusivamente á aquellas que se conservan en estado fresco, pues el estudio de las que han sufrido un principio de alteracion es muy instructivo bajo el punto de vista del conocimiento del proceso evolutivo, y de 18 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) los productos deutógenos que sucesivamente se originan en su trascurso. Conozco el yacimiento de la mayor parte de las rocas des- critas, pero ignoro, desgraciadamente, el de algunas, y por cierto de las más interesantes, habiendo sido infructuosa la mucha diligencia que he desplegado para hallarlo; resultado. negativo que no extrañará á quien conozca este pais tan cu— bierto por todas partes de vegetacion arbórea. Portfiritas augiticas. 1.—Porfirita cuyo yacimiento se desconoce. Esta roca ha sido encontrada en pequeños trozos en los montones de piedra machacada acopiados para la conservacion de la carretera de Villalba. A pesar de ignorar su yacimiento no puedo prescindir de su descripcion, atendiendo á que es el tipo mejor caracterizado de porfirita augítica, á que sus ele- mentos se presentan ménos alterados que en ninguna otra roca de su clase, y á la necesidad de dar á conocer particulari- dades que ofrecen las diferenciaciones porfíricas, muy dignas de especial mencion. El color de esta roca es negro con un ligero matiz verdoso, el más oscuro de todas las porfiritas que he estudiado; presenta fractura concóidea y posee gran tenacidad. Se hallan en su masa inclusiones de trozos de un granito de dos micas, lo que prueba que arma en una roca de esta especie. A la simple vista se distinguen en su masa agrupaciones porfíricas de cristales anacarados, blancos y otros oscuros. La densidad á 10? C. es de 2,865. Examinada la roca al microscopio en lámina trasparente, aparece constituida por una pasta bastante oscura, compuesta, en su mayor parte, por microlitos feldespáticos, de la cual se destacan grandes cristales tabulares y prismáticos de plagio- clasa, granos y cristales de augita, grupos de estos dos mi- nerales, y, por último cristales y granulaciones de ilmenita y magnetita. Las agrupaciones de individuos de plagioclasa y augita presentan en algunos casos formas radiadas, observán- dose que en el centro comun, donde se reunen, se adelgazan (21) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 279 los individuos en forma de cuña, como si se hubieran opuesto mutuo obstáculo á la libre cristalizacion, por ser su diferen— ciacion simultánea; al exterior, en cambio, donde pudieron desarrollarse con libertad, los contornos cristalográficos son bastante perfectos. Estas agrupaciones porfíricas, tan nume- rosas en esta roca que apenas se ve alguno que otro cristal aislado de plagioclasa y de augita, constituyen su carácter especial, que no se repite en ninguna otra porfírita de las que Conozco. El feldespato ofrece en la mayor parte de sus cristales por- fíricos las maclas múltiples de la plagioclasa, pero no faltan tampoco algunos, que, por lo ménos en apariencia, son senci- llos. Las laminillas hemitropas se observan, á veces, sólo en una mitad del cristal polisintético, siendo simple la otra mi- tad; y otras veces no se continúan por toda la longitud del cristal, sino que adelgazándose paulatinamente, concluyen por desaparecer. La macla habitual es la de la albita, pero no faltan casos en que ésta se combina con la del periclino. Hay muchos cristales porfíricos que constan solamente de dos in- dividuos gemelos, y podrian referirse sin gran atencion á la ortosa, maclada segun la ley de Carlsbad; pero la medida de los ángulos de extincion y el ser atacables por el ácido clor- hídrico, resuelven satisfactoriamente la duda. Cuando el fel- despato no está alterado presenta una bellísima estructura zonal, y se puede observar fácilmente que las zonas de cre- cimiento se continúan sin interrupcion á través de las lamini- llas hemitropas en los cristales polisintéticos, lo cual es un hecho bastante comun en las plagioclasas y prueba la consti- tucion de estos cristales por agregacion primaria de sus mo- léculas segun la ley de esta macla. En los cristales simples, y en los constituidos por dos individuos, se observan tambien las zonas de crecimiento, haciéndose más patentes á la luz polarizada porque no presentan igual ángulo de extincion, lo que hace sospechar que hay diferencias en la composicion química de las diversas zonas; y parece corroborar esta idea la circunstancia de que los ácidos las atacan con diferente intensidad, haciéndose por este medio más perceptible esta particular estructura. Entre los cristales porfíricos de feldes- pato no hay ninguno que pueda referirse á la ortosa, pues todos, sin excepcion se descomponen profundamente por la 280 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) accion del ácido clorhídrico, transformándose en una sustan- cia más 6 ménos turbia, pero completamente isotropa. Some- tidos al exámen óptico, y tomando en consideracion única- mente los ángulos de extincion que presentan dos láminas hemitropas consecutivas, cuando son simétricos respecto á la traza del plano de macla, lo cual prueba que la seccion per- tenece á la zona perpendicular á o Po , se obtienen valores máximos que se aproximan á 31* cada uno, y ésto indica que el feldespato puede considerarse como labradorita. Este mine- ral se transforma en un agregado de escamitas trasparentes é incoloras que ofrecen un mosáico de vivos colores á la luz po- larizada, en las tintas verdes y rojas. Unas veces se orientan las laminillas paralelamente á los planos de crucero, extin- guiéndose todas casi simultáneamente, y otras se encuentran irregularmente distribuidas, ofreciendo una polarizacion de agregado. En las escamitas mayores se notan algunas hendi- duras rectas, que corresponden, sin duda, á un crucero fácil, y paralelamente á ellas se efectúa la extincion; no presentan dicroismo, pero se nota una débil absorcion cuando las líneas de crucero son paralelas al plano de vibracion de la luz pola- rizada. Resiste esta sustancia la accion prolongada de los áci- dos, de manera que la parte alterada del feldespato es la que permanece intacta, miéntras que se descompone profunda- mente la que no ha experimentado ningun principio de metamorfósis. Difícil es hacer una determinacion rigurosa del mineral en cuestion, pero el conjunto de los caractéres apuntados y su facies permiten incluirle en el grupo de las micas, pudiendo referirse á la margarita 6 paragonita (1) más bien que á la moscovita, atendiendo á la composicion química del feldespato de que procede. La alteracion de éste comienza regularmente por el centro del cristal, y desde allí se propaga hácia la periferia; en algunos individuos la evolucion ha lle- gado al último extremo, y no se conserva ya ningun resto de materia feldespática, por más que queden intactos los con- tornos del primitivo cristal; y en otros, existe todavía como un estrecho marco de feldespato no transformado alrededor (1) Una metamorfósis de la plagioclasa en margarita ó paragonita, análoga á la descrita, cita A. Leppla en una porfirita diabásica de Remisiusberg.—Neues Jahrbuch JFitr Mineralogie, etc., 1882. II. Band. S. 101. (23) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 281 del agregado micáceo. Muchas veces tambien la alteracion empieza por una de las extremidades del cristal, miéntras que la otra permanece inalterada. Esta metamorfósis del feldespato se revela en todos sus de- talles á la luz polarizada, pues con la natural no se advierte más que un ligero enturbiamiento, y ésto solamente en el caso de que las escamitas micáceas sean muy pequeñas, por que cuando son grandes, consérvase la masa completamente hialina, aunque surcada por pequeñas estrias en diversas direcciones. El feldespato porfírico de la roca, en la parte no alterada, es de una pureza ideal y muy pobre en inclusiones, puesto que encierra únicamente algunos cristalitos y gránulos negros opacos. En las hendiduras producidas por fracturas irregula- res se ve una sustancia verdosa, policróica, que es de natura- leza anfibólica y no puede considerarse como producto evolu- tivo del feldespato, sino como una infiltracion de materias procedentes de la pasta y originadas por acciones secunda- rias. En prueba de ello, siempre se puede observar que las grietas donde tales sustancias existen, tienen directa comu- nicacion con el exterior. La augita se presenta con contornos más 6 ménos regulares cuando forma parte de los grupos de que anteriormente he tratado, pero si se encuentra independiente del feldespato, su cristalizacion es perfecta. En este último caso se distinguen, en las secciones alargadas de la zona vertical, las líneas corres- pondientes á las formas wo . wo, y P; y en las trasversa— les, las dos primeras y oP. Las líneas del crucero prismático son muy irregulares y discontinuas. En alguna seccion de la zona vertical he observado además una serie de líneas finas, paralelas y muy próximas, que parece corresponder á una es- foliacion en direccion de las caras de uno de los pinacoides verticales, pero éste no es un hecho general, puesto que no lo he observado más que en un solo cristal. Se presentan los in- dividuos porfíricos de augita con un matiz muy ligeramente rojizo, 6 casi incoloros cuando las secciones son muy del- gadas, y con el aspecto áspero y agrietado que es caracte- rístico. Sus colores de polarizacion son muy brillantes en las tintas verde amarillenta y púrpura; no he visto ningun indi- cio de policroismo, ni siquiera en las secciones de la zona 0 P. 282 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) coPo , en las cuales el plano de polarizacion puede coincidir con el eje de elasticidad media, que es el que regularmente origina mayor absorción en las augitas policróicas. Los ángu- los de extincion en la zona vertical, caracterizada por el para- lelismo de las líneas del erucero prismático, presentan un máximo de 38” con relacion á la direccion de dichas líneas. No he advertido en esta roca ninguna macla de augita. Esta es pobre en inclusiones, y sólo contiene las que tambien encie- rra el feldespato. La augita sufre una evolucion especial en esta porfirita. En algunas secciones se ve su transformacion en un mineral de color verde de hierba, constituido por fibras paralelas entre sí y á las líneas de crucero de la augita; pero este paralelismo sólo se observa en las partes recien alteradas, y que están en inmediato contacto con la augita, porque en el resto del pro- ducto evolutivo parece que las fibras han experimentado una profunda dislocacion, y el mineral aparece constituido por un tejido muy irregular de fibras que se entrecruzan en todas di- recciones. La evolucion de la augita se verifica, á veces, si- guiendo líneas paralelas á su eje vertical cristalográfico, y existen algunas secciones de la zona «o PY 0. oP, en que la mitad del cristal está constituida por augita inalterada, y la otra, sin modificacion del contorno cristalográfico propio de ese mineral, por el de color verde que origina su evolucion. Pero, por lo regular, la alteracion se efectúa de una manera irregular, y en sentido endógeno ó exógeno, segun los casos. En los puntos en que las fibras del mineral verdoso son más largas y paralelas se pueden medir, aunque con dificultad, los ángulos de extincion, que no pasan, en su máximun, de 18”. Es policróico, pasando de la tinta verde amarillenta al color verdoso oscuro; los ácidos no le atacan. Todos estos caractéres inducen á considerar este mineral como anfibólico. La meta-. morfósis de la augita origina una abundante formacion de granos y cristales de magnetita, que se encuentran formando densos grupos en el centro del mineral anfibólico; otras veces parece que aquellos han sido arrollados hácia el exterior y forman una cenefa alrededor del mineral verde, marcando sus contornos de un modo muy delicado y preciso. Algunos crista- les de augita se conservan completamente intactos, en otros puede sorprenderse la evolucion en un estado incipiente, y no (25) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 283 faltan ejemplos en que no se conserva ya el más ligero vesti- gio de la materia piroxénica. Segun lo expuesto, parece que esta evolucion tiene grande analogía con la uralitizacion. No es fácil decidir categóricamente si corresponde la priori- dad de diferenciacion á la labradorita ó á la augita, porque se observa muchas veces que cristales del primer mineral con contornos perfectamente regulares se encuentran como inclu- siones dentro de la augita; pero, en cambio, no faltan ejem- plos en que algunos individuos de este último mineral se ha- llan dentro de un cristal de feldespato, y allí han experimen- tado la transformacion en anfibol. Estos hechos, unidos á la existencia de las agrupaciones feldespatico-augíticas, en las que parece que los individuos han cristalizado á la par puesto que en los puntos de contacto se han opuesto mutuo obstácu- 10 al libre desarrollo morfológico, parecen indicar la existen- cia de un largo período de diferenciación simultánea, y la de centros comunes de atraccion molecular para ambos mine- rales. Además de los dos elementos enumerados, existen como diferenciaciones porfíricas la magnetita é ilmenita en cristales y granos. Estos minerales, evidentemente primarios y de an- tigua formacion, se pueden distinguir de los originados por acciones secundarias, por la circunstancia de que se encuen- tran diseminados por la masa de la roca, mientras que los productos similares deutógenos forman densas agrupaciones, y siempre están en íntima relacion con el mineral anfibólico. Las inclusiones negras, opacas quese encuentran en el feldes- pato y en la augita, examinadas con aumentos fuertes, apa- recen constituidas por pequeños cristales que, en su mayor parte, referimos á la ilmenita. Tienen contornos perfecta- mente hexagonales los que se ven de frente, y rectangulares alargados, casi lineales, cuando están de canto; van general- mente acompañados de un producto de descomposicion blan- quecino, granugiento, con muy marcado relieve, y que ejerce una accion más 4 ménos pronunciada sobre la luz polarizada. Esta sustancia tiene mucha semejanza con la que se deriva de la ilmenita, y á quien dió Gúmbel el nombre de /eucozeno, que se ha sustituido en estos últimos tiempos por el de ¿tanomorfita. No estaban conformes los petrógrafos acerca de su verdadera naturaleza: Zirkel supuso que podía ser un carbonato de pro- 281 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) tóxido de hierro; Sandberger, un titanato indeterminado; Co- hen, ácido titánico puro; Rosenbusch ha creido que podría referirse algunas veces al mineral anatasa; y por fin, Fouqué y Michel Lévy la consideran como titanita 6 esfena. La cuestion parece haberse resuelto recientemente en definitiva. M. A. Ca- threin (1) ha conseguido aislar y analizar la sustancia en cuestion disponiendo de material apropiado, procedente de las pizarras de Wildschónau en el Tirol septentrional. Ha obser- vado que lo mismo el hierro titanífero que su producto, el leucoxeno, están cuajados de microlitos pequeñísimos de ruti- lo, y sustrayendo los elementos de este mineral de los que re- vela el análisis químico de aquella sustancia, obtiene para ésta la siguiente composicion centesimal: Si. 0* = 33,26 Ti. 0" = 41,12 Ca. O = 25,62 100,00 Pero como esta composicion coincide con la de la titanita, hay que admitir forzosamente la identidad del leucoxeno 6 titanomorfita con aquel mineral, lo que confirma plenamente la opinion de Fouqué y Michel Lévy. La pasta de la roca que describo está compuesta de un agre- gado de microlitos feldespáticos, y granos irregulares de au— cita, añadiéndose á estos elementos todos los productos se- cundarios, que en un estado de gran subdivision rellenan todos los espacios. Los microlitos de feldespato son los que más abundan en la pasta, rara vez son cristales simples, sino constituidos, la mayor parte, por maclas sencillas. Suponiendo que la máxima dimension coincida con la direccion de la bra- qui-diagonal, que es lo más comun en las formas microlíticas de los feldespatos, las secciones alargadas de los pequeños cris- tales corresponderán á la zona OP. wo Po , y los ángulos de extincion en esa zona pueden dar alguna luz sobre la especie (1D) A. Cathrein— Uber Titaneisen, Leucozen und Titanomorphit-Zeitschrift fiw Krys- tallographie. VI. S. 244. (27) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 285 a que pertenecen. Entre los medidos, hay algunos que ofrecen máximos siempre superiores á 20” y menores de 30”, lo que indica que esos cristales pertenecen á la labradorita; pero hay otros microlitos, que como hemos ya consignado anterior- mente tratando de las porfiritas augíticas, en general, hay que referir á la oligoclasa, puesto que en las preparaciones tratadas por un ácido permanecen intactos, y se extinguen casi paralelamente á su longitud. Ni en los microlitos de la- bradorita, ni en los de oligoclasa, se observa la transformacion en margarita ó paragonita. Los granos augíticos de la pasta, formados con posterioridad al feldespato, ofrecen casi iguales caractéres que los cristales porfíricos de la misma sustancia, excepto en lo que se refiere á sus contornos; pero el color de aquellos es más rojizo y las tintas de polarizacion no tan vivas. Adviértese en ellos la mis- ma evolucion anfibólica, que puede observarse en sus albores, pues algunos granos se ven bordeados de una estrechisima franja de anfibol, fuertemente policróico, de color más pardo que el procedente de los cristales porfíricos de augita, y una estructura ménos fibrosa. Penetra esta sustancia y rellena los espacios que dejan entre sí los microlitos feldespáticos, y 4veces se infiltra por las fracturas de los grandes cristales feldespáti- cos, formando dentro de ellos venas y ramificaciones verdosas, como ya he consignado ántes. La evolucion de la augita de la pasta produce tambien una abundante formacion de magne- tita. No existe el más minimo vestigio de sustancia vítrea 6 microfelsítica, apareciendo la roca con una estructura com- pletamente holocristalina. La roca descrita es el tipo más perfecto de porfirita augitica que se encuentra en los contornos de San Ildefonso, y la que se presenta ménos alterada, puesto que hay muchos cristales y granos de augita entre las diferenciaciones porfíricas com- pletamente intactos y sin haber experimentado todavía el más ligero vestigio de metamorfósis. En la augita alterada, la evo- lucion no ha pasado de la primera fase de uralitizacion, sin haber llegado á la trasmutacion del anfibol en clorita. Los granos augíticos de la pasta están más alterados que los por- fíricos, y todos enturbiados y coloreados de pardo rojizo por la secrecion de productos férricos, cuyo fenómeno precede ge- neralmente á la anfibolizacion. 286 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) 2.—Porfirita augitica de la Mata de San Ildefonso, en las inme- diaciones del puente de Segovia. Los caractéres macroscópicos de esta roca son semejantes á los de la anteriormente descrita. Su color es oscuro con un matiz verde-azulado; y la densidad, á 10” C=2,83. Las super- ficies que han estado en inmediato contacto con la atmósfera se presentan blanquecinas y con manchas de hidróxido de hierro. A la simple vista se distinguen en su masa algunos eránulos dorados de pirita. Los elementos de primera consolidacion son: la labradorita, atacable en lámina delgada por el ácido clorhídrico; la augi- ta; y el hierro titanífero y magnético. Los dos primeros mine- rales tienen contornos regulares. Algunos de los cristales porfíricos de feldespato son muy grandes, en la medida microscópica, y contiene infiltraciones de la pasta siguiendo las hendiduras de crucero, cuando és- tas se comunican con el exterior por conductos transversales, como sucede en muchos casos. En esta roca no experimenta la trasformacion micácea, siendo el producto de su alteracion un agregado de gránulos blancos, opacos, de aspecto kao- línico. La augita porfírica es muy abundante y se presenta en cris- tales aislados 6 en densos grupos que ocupan grandes espacios. La mayor parte de las secciones corresponden á la zona verti- cal, pero se observan tambien muchas trasversales octógonas, que muestran en su contorno las líneas correspondientes á oo P, aw PoyoPo. En algunas de éstas se perciben, además de las líneas correspondientes al crucero prismático, que es el más perfecto, otras más irregulares, pero sensiblemente para- lelas á uno de los pinacoides verticales, quizás, al ortopina- coide, por más que no sea posible resolver ésto con certidum- bre, por ser poco diferente de 90” el ángulo de las caras del prisma en la augita. El crucero prismático se acusa por líneas más 4 ménos irregulares, discontinuas y de grueso variable; muchas veces, sólo existen en direccion paralela á una sola de las caras del prisma, lo cual puede inducir al error de referir secciones que realmente son transversales á otras que pudieran corresponder á la zona vertical. Las maclas de augita son fre- cuentes con plano de macla y de composicion que coincide con (29, Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 287 cBo, eje perpendicular, y rotacion hemitropa. Los dos indivi- duos gemelos deben extinguirse simultáneamente en secciones de la zona 0 P «Po próximas á 0 P, en que los ejes de clastici- dad de ambos coinciden; pero no siendo éste el caso general para las secciones transversales que presentan maclas, dedúce- se que el plano sector está más ó ménos inclinado con respec- to á la ortodiagonal. Existen ejemplos de que el plano de ma- cla, que es al mismo tiempo de composicion, está inclinado con respecto á las caras de la preparacion con las cuales for ma un ángulo muy pequeño, y entónces, los individuos geme- los se terminan en cuña, sobreponiéndose las partes adelsa- zadas de ambos. Claro es que en este caso, la parte de seccion correspondiente á la superposicion de los individuos gemelos no se extingue nunca al hacer girar la preparacion entre los nicoles cruzados. En una sola seccion transversal, que no corresponde á la zona 0P.o 20, puesto que la extincion no se verifica paralela mente á la traza del ortopinacoide, he observado un curioso fenómeno, que, examinado sin gran detenimiento. induciria al error de suponer una constitucion polisintética en esta augita, como la que ha sido descrita por Rosenbusch (1), y por Fouqué y Michel Lévy (2). Paralelamente á uno de los pina- coides verticales, que está muy desarrollado en la seccion, se ve en el centro de ésta una faja, terminada por líneas rectas y paralelas, que se compone de una multitud de franjas vis- tosa y variadamente coloreadas, cuando se hace el exámen con luz polarizada. Tanto las franjas, como el resto del cristal, se extinguen á 23” de la direccion de su longitud, quees para- lela, como se ha dicho, á las trazas de uno de los pinacoides verticales. La consideracion que aleja la idea de una constitu— cion polisentética es que, observando estas franjas con un aumento suficiente, no presenta cada una de ellas uniforme coloración, alternando las tintas de las láminas de órden par con las que corresponden á las de órden impar como sucederia en aquel caso, sino que cada franja es un espectro completo, siendo las extremas las que presentan mayor viveza de colores, y decreciendo ésta conforme se aproximan al centro, en cuyo (1) H. Rosenbusch. Mikroskopische Physiographie der massigen Gesteine. S. 329. (2) Fouqué et Michel Lévy. Mineralogie micrographique. Pas. 358. 288 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) sitio hay una faja de color uniforme. El fenómeno tiene alguna analogía con el de los anillos coloreados de Newton ó el que producen las láminas birefringentes talladas en cuña á la luz polarizada. Las partes de los espectros que resaltan más son las correspondientes al índigo y violeta, pues aparecen como unas rayas oscuras que simulan laminillas extinguidas; pero se adquiere enseguida el convencimiento de la falsedad de esa apariencia, poniendo los nicoles paralelos, en cuya posicion subsisten todavía las rayas oscuras, aunque cambiando de sitio en el espectro, lo que no sucederia con láminas hemítro- pas, porque con los nicoles paralelos no puede haber extin- cion. Examinadas las dos caras de la preparacion á la luz re— flejada, no se nota fenómeno ninguno que indique una varia- cion gradual del espesor de la augita en la parte donde se observan las franjas; pero si se emplea luz natural oblicua, se advierte que el espacio que ocupaban aquellas se divide en dos zonas longitudinales de igual anchura y desigualmente iluminadas: la del lado del espejo es más oscura que el resto dei cristal, y más clara la otra. Esto indica, con toda eviden- Fig. 3,2 M AN Ñ IN Ñ M Ie, NR Corte del cristal de augita con la cavidad, normalmente á las caras de la preparacion Porfirita augitica del Puente de Segovia. (31) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE $S. ILDEFONSO. 289 cia, la existencia de una cavidad, terminada por caras planas, y vacía Ó llena de una sustancia de índice de refraccion infe- rior al de la augita. De la disposicion en que están colocados los espectros de los diferentes órdenes, á la luz polarizada, y de los distintos planos en que están situadas las líneas de in- terseccion de las zonas desigualmente iluminadas, que exigen diferentes enfocaciones en la observacion con luz natural oblicua, se desprende la existencia de una cavidad prismática, cuya seccion recta debe ser la representada en la fig. 3.* Ca- vidades de igual especie ha observado F. J. Wiik (1) en un mineral piroxénico, la malacolita de Wampula, donde existen en gran abundancia; las más pequeñas contienen una burbuja, y por consiguiente, deben estar reilenas de un liquido. Su- puesta la existencia de una cavidad de esa naturaleza, todos los fenómenos observados se explican naturalmente: el espesor de materia augítica, que los rayos luminosos atraviesan, varía de un punto á otro gradualmente, por eso la formacion de los franjas de interferencia á la luz polarizada; y con sólo exami- nar la figura 3.*”, puede demostrarse que en el centro de las franjas ha de existir una de coloracion uniforme, puesto que en el espacio comprendido entre las proyecciones de la arista superior é inferior de la cavidad, el espesor de la materia augítica es constante. Es preciso seguir en la misma figura la marcha de los rayos que atraviesan la seccion de augita para explicarse fácilmente la causa de'que, con luz natural oblicua, existan dos fajas con diferente intensidad alumbradas: en efec- to, el haz que corresponde á la faja dirigida hácia el espejo del microscopio es desviado de su primitiva direccion al atravesar la cavidad, y entra en el objetivo con una inclinacion próxima á la normal; pero el que pasa por la otra mitad, opuesta al espejo, sufre una inflexion en direccion contraria, y sale de la lámina con una inclinacion sobre la normal superior á la semi-abertura angular del objetivo, de modo que esos rayos no llegan al ojo del observador. Entran en el objetivo con incli- naciones intermedias entre las de los haces considerados, los rayos que atraviesan la parte maciza del cristal augítico, y de (1) F.J. Wiik. On fórhaallandet mellan der optiska egenskapernaoch den hemiska sam- mansúttningen hos pyrozenoch amphibol-arterna.—Zeitschrift fiw Krystallographie u. Mineralogie v. P. Groth, v11. 1882. 79-80. ANALES DE HIST. NAT. — XITI. 19 290 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) ahí que su iluminacion tiene tambien una intensidad media. Hay que tener en cuenta que la inversion de las imágenes al microscopio cambia la posicion relativa de las dos zonas. Si se emplea un objetivo de grande ángulo de abertura, los anterio- res fenómenos se debilitan en extremo ú desaparecen por com- pleto, lo que corrobora la exactitud de la explicacion que hemos dado de ellos. Los grandes cristales de augita sufren la comun evolucion transformándose en anfibol y despues en clorita; pero en esta roca acompaña además con mucha frecuencia á estos produc— tos secundarios el espato calizo en grandes fragmentos irre- cgulares, perfectamente reconoscible por las líneas de su cru- cero romboédrico, su color gris perla, las tintas irisadas de interferencia, cuando la seccion es suficientemente delgada, y por la efervescencia que produce, áun tratado por un ácido débil. En otros casos, la augita se transforma en un agregado de gránulos de color amarillo, policroismo bastante pronun- ciado en las mismas tintas, y colores vivos y límpidos de po- larizacion, conjunto de caractéres que dan á este mineral una facies epidótica. Este agregado produce finalmente grandes placas de clorita, de polarizacion más pronunciada que la usual en esta sustancia, pues entre los nicoles cruzados se destacan sobre un fondo azul oscuro numerosas manchas y venillas luminosas de color azulado claro. En ambas trans- formaciones la produccion de la clorita va acompañada de la de magnetita en grupos de cristales y granos irregulares. Los óxidos metálicos libres forman cristales y granulaciones negras, opacas, con los bordes borrosos, y están transformados con mucha frecuencia en una sustancia granugienta, de color eris sucio y escasa transparencia, por cuya razon podrían aque- llos referirse, en su mayor parte, al hierro titanífero, viniendo á confirmar esta determinacion la circunstancia de que los ácidos no tienen accion sobre ellos, conservándose casi intactos en las placas que han sido sometidas á su prolongado contacto. La pasta se compone de cristalitos prismáticos alargados de feldespato triclínico, maclados la mayor parte, y que unos pertenecen á la labradorita y otros á la oligoclasa; de cristali- tos redondeados y granos irregulares de augita; y de fibras de anfibol verde y manchas cloríticas de orígen secundario, procedentes de la evolucion de la augita. (33, Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 291 Surcan la masa de la roca, en algunos puntos, hendiduras irregulares llenas de espato calizo y del mineral de aspecto epidótico procedente de la augita. 3.—Porfirita augitica de Collado Ventoso. Forma un filon, en el contacto del gmeis y del granito, de una potencia de 2 decímetros, y con la direccion de ES E.- ONO. El color de la roca es negro con un tinte verdoso: su densidad á 10? C. 2,695. Esta porfirita se encuentra bastante alterada. Los cristales porfíricos de feldespato triclínico están profundamente corroi- dos y penetrados por las sustancias deutógenas de la pasta, que se insinúan por sus hendiduras de crucero. Sufren la mis- ma evolucion micácea que hemos descrito en la porfirita nú- mero 1, contienen tambien inclusiones de hierro titanifero, y pueden referirse á la especie labradorita. No hay ningun individuo porfírico de augita que no haya sido alterado por acciones secundarias. Cuando más, se con- servan pequeños núcleos de esa sustancia rodeados por los productos deutógenos, siendo el más inmediato de ellos la uralita, muy bien caracterizada en esta roca por su color ver- de pálido, policroismo débil, y estructura determinada por la reunion de finísimas fibras paralelas. Sus ángulos de extincion, con relacion á la direccion de éstas, alcanzan pequeños valo- res. Muchas veces se conserva exactamente la forma de los cristales de augita despues de su completa transformacion en uralita, que á su vez se convierte en una sustancia elorítica de color más amarillento, bastante transparente, muy escaso policroismo y débil accion sobre la luz polarizada; conserva todavía, en la mayor parte de los casos, algunas fibrillas de anfibol incrustadas en su masa que polarizan con vivos colo- res destacándose muy bellamente sobre el fondo azul oscuro de la clorita. A la metamorfósis de la augita precede su pérdi- da de transparencia y la secrecion de sustancias férricas que le comunican un color pardo rojizo; pero con toda probabilidad, siempre precede la uralitizacion á la cloritizacion, pues áun en los casos en que parece que la augita se convierte directa—- mente en clorita, sin tránsito intermedio, siempre se observa 292 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (31) en su masa, á la luz polarizada y con los nicoles cruzados, tal cual fibrilla de anfibol que denota su origen. La pasta se compone principalmente de pequeños microlitos feldespáticos, en su mayor parte no maclados. Algunos se ex- tinguen en la direccion de su máxima longitud ó de la bra- quidiagonal, lo que indica que pertenecen á la oligoclasa. Además del elemento feldespático, entran á formar parte de aquella abundantísimas fibrillas de anfibol, procedentes de la desagregación de los hacecillos de uralita, y pequeñas manchas de clorita. Se observan tambien algunas pajitas de anfibol, de color más pardo que la uralita y dotadas de inten- so policroismo. Todos estos productos derivanse de la augita que primordialmente contenia la pasta, y tambien de la por- fírica. Es notable en esta roca y en todas las porfíricas bastante al- teradas el estado de extremada subdivision y dispersion de los productos secundarios que impregnan la masa de la roca y penetran por todas las hendiduras de los cristales porfí- ricos. 4.—Porfirita augitica del Puente del Picadero. Preséntase en granito constituyendo un filon de 2 metros de potencia que se bifurca; la direccion aproximada es E.-0. La roca contiene en su masa trozos del granito en que arma, cuyo feldespato es de color rojo de ladrillo, y la mica se halla casi totalmente convertida en clorita. El color general es gris verdoso*oscuro, y la densidad á 10? C. igual 42,78. La fractura y tenacidad son iguales á las de las otras rocas de su especie. Examinada al microscopio, aparece en un estado bastante avanzado de alteracion. El feldespato porfírico escasea, y la augita está profundamente alterada. En los granos de este últi- mo mineral en que la metamorfósis se inicia, esta se manifiesta por un agrietamiento general de la masa, con secrecion de productos férricos que se infiltran porlas hendiduras, pérdida de transparencia, y conversion en un agregado de gránulos erises, de escasa accion sobre la luz polarizada. En un período más avanzado de la evolucion se transforma en grandes placas de clorita, dentro de las cuales se conservan todavía núcleos (35) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 293 de la sustancia primaria, y que van acompañadas de fibras de anfibol agrupadas á veces en forma de pluma, de un produc- to agrisado bastante turbio y de gránulos y grupos de cristales bastante perfectos de magnetita. No faltan casos en que la augita se bordea de una franja de sustancia pardo-verdosa, muy policróica, que puede referirse á la hornablenda. En algunos ejemplares de esta roca la augita, como sustancia primaria, ha desaparecido completamente. En la porfirita que describo se advierte la presencia de la hornablenda en cristales porfíricos, cuyas secciones transversales ofrecen figuras rom- boidales y líneas de crucero cuyo ángulo obtuso difiere poco de 124”; y como estas formas son peculiares de la hornablen- da, hay que admitir que su origen es primario. Los óxidos metálicos libres se hallan completamente altera- dos y convertidos en una sustancia gris, casi opaca, por lo que pueden referirse en su totalidad, 0 en la mayor parte á la ilmenita. La pasta está casi exclusivamente constituida por microlitos de plagioclasa muy turbia, de modo que apénas es percepti- ble en ellos la estructura polisintética; algunos pertenecen a la oligoclasa. Rellenan los espacios libres innumerables fibri- llas y pajitas de anfibol y clorita. 5.—Porfirita augitica del nacimiento de la cacera de Navalcaz. Forma un filon de »% metro de espesor, cuya direccion es E.-0. La roca lleva en inclusiones trozos del granito en que arma, y algunos granos aislados de cuarzo procedentes de él. A la simple vista se distinguen cristales macroporfíricos de plagioclasa, alguno de los cuales mide, porexcepcion, 10” de longitud y 6"" de grueso, mostrando un crucero básico muy perfecto, y en sus caras una finísima estriacion, visible con la lente, que corresponde á una constitucion polisintética. Hay otros cristalitos más pequeños, aciculares, de brillo anacarado, que pertenecen á la misma sustancia, y cristales y granos de un mineral de color oscuro que muestran un crucero fácil. El color general de la roca es gris muy oscuro, casi negro, y su densidad á 10” C.=2,84. Al microscopio aparece como una porfirita bastante descom- 294 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) puesta. Los cristales porfíricos son de un feldespato triclínico, labradorita, por sus extinciones; algunos ocupan todo el campo del microscopio con un objetivo de Xx pulgada inglesa. Casi todos se hallan en vias de alteracion, y la metamorfósis, indi- cada por un enturbiamiento de la masa, empieza por lo regular en el centro y se propaga paulatina y uniformemente hácia el exterior. En algun caso hay un núcleo central alargado de sustancia feldespática intacta, y el resto del cristal, excepto un estrechísimo marco periférico, está enturbiado por los pro- ductos deutógenos. De augita, apénas si se conserva algun resto inalterado, como testimonio de que todos los trozos de anfibol fibroso y las materias cloríticas, que forman una gran parte de la masa de la roca, proceden de su evolucion. La ilmenita tiene escasa participacion en la constitucion de esta roca, y siempre van acompañados sus pequeños gránulos de materia gris. Se encuentran placas de cuarzo, bien caracterizado, y con todas las propiedades de este mineral en el granito, incluidas en el seno de la roca. Le considero como producto de intrusion desprendido de la roca matriz y envuelto por la masa flúida de la porfirita al inyectarse á través de sus fisuras. Un apretado tejido de microlitos feldespáticos, algunos de oligoclasa, y de pajitas y fibras de anfibol verdoso y clorita, constituye la pasta. 6.—Porfirita augítica del camino de la Cruz de la Gallega. Densidad á 10? C.=2,86. No existen diferenciaciones macro- porfíricas, pero se ve alguno que otro grano de cuarzo incoloro y brillo vítreo que deben considerarse procedentes de la roca matriz, que es granito. La pasta es completamente irresoluble á la simple vista, y el color general de la roca, gris muy oscuro, casi negro. Examinada al microscopio se advierte que es muy escasa en cristales porfíricos, predominando de un modo notable la pasta, y en ella los cristalitos aciculares de plagioclasa sobre los granos de augita. Hay grandes placas anfibólicas y cloríticas que proceden de la augita porfírica; la de la pasta se encuen- (37, Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE $S. ILDEFONSO. 295 tra en buen estado de conservacion, pero con contornos irre- gulares, muy rara vez cristalográficos, presentando entonces secciones octógonas. En la augita en vías de alteracion se producen granulaciones de magnetita, rodeadas de areolas rojas. Hay algunas laminitas romboidales con el crucero ca- racterístico de la hornablenda. El hierro titanífero, con el producto secundario gris, se encuentra en inclusiones dentro del feldespato, y tambien libre. La porfirita de que me ocupo es de las más inalteradas. 7.—Porfirita auyitica del Real Parque. En granito; color gris verdoso, bastante claro. Densidad á 10* C.=2,755. Se ven al microscopio grandes cristales de plagioclasa, unos en estado fresco, otros completamente enturbiados por una sustancia egranugienta, de aspecto kaolínico. El feldespato de la pasta está en forma de microlitos y granos; estos últimos pueden referirse á la oligoclasa. La augita está casi totalmente transformada en sustancia clorítica, atacable por los ácidos, de color verdoso y muy débil dicroismo; algunas veces se con- serva la forma del primitivo cristal de augita despues de su completa metamorfósis. La particularidad de esta roca consiste en la manera de agruparse los granos y cristales de hierro titanifero, formando baquetillas y agujas alargadas y finas con bordes denticulados. Hay muy poca materia gris derivada de la ilmenita. 8.—Porfirita augitica del arroyo del Accidente. Forma un filon de 4 decímetros de potencia en el gneis, y su color general es gris verdoso oscuro. A la simple vista solo se perciben cristalitos anacarados de plagioclasa. Al microscopio, aparece constituida la roca por una pasta micro-cristalina de pequeñísimos elementos, la más criptómera entre todas las de porfirita que he examinado. Usando el ob- jetivo de % de pulgada se resuelve en una confusa mezcla de 296 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) acículas y granos feldespáticos, cuyo grueso apénas excede de una milésima de milímetro, manchitas de clorita, fibras de anfibol, escamitas de la sustancia que se deriva del feldespato porfírico, y granulaciones agrisadas, poco translúcidas, que deben proceder del hierro titanifero. Sobre esta finísima pasta se destacan grandes cristales de plagioclasa que pueden re- ferirse á la labradorita, y otros más 6 ménos regulares de au- gita, convertidos casi totalmente en sustancia clorítica, de un color verdoso muy pálido á la luz natural, y que en la polari- zada, con los nicoles cruzados, sólo deja pasar una débil luz azulada. Atraviesan á la clorita innumerables fibrillas que son anfibol, atendiendo á sus caractéres Ópticos. La evolucion del feldespato porfírico está bastante avanzada, quedando pocos cristales completamente intactos. La sustancia derivada es de color amarillo pálido á la luz natural, y ofrece indicios de un crucero perfecto. Con el polarizador se descubre un policroismo muy pronunciado: cuando la seccion principal del nicol es perpendicular á las líneas de crucero, el color es amarillo muy pálido, y cuando es paralelo, pardo amarillento. Con los nicoles cruzados presenta vivísimas tintas de inter— ferencia, verdes, amarillas y rojas, y se extingue paralela- mente á las líneas de crucero. Todos estos caractéres inducen á considerar esta sustancia como un mineral perteneciente al grupo de las micas. Las escamitas micáceas son alargadas en la direccion de las líneas de crucero, y se encuentran algunas veces colocadas con regularidad dentro del cristal de feldes- pato, ya paralela, ya perpendicularmente á su máxima dimen- sion; pero otras, constituyen una agrupacion desordenada. Tiene este mineral deutógeno aleuna analogía con el produ- cido por la evolucion de la labradorita en la porfirita núm. ], pero difiere de él por el color y por su policroismo muy pro- nunciado. 9.—Porfirita augitica de las inmediaciones de Quita-Pesares. Aparece constituida esta roca por una pasta de grandes ele- mentos, dominando entre ellos los cristales prismáticos de pla- gioclasa, que van acompañados de algunos granos de augita alterada. Destácanse sobre ella cristales porfíricos de labrado- (39), Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 297 rita, augita muy alterada, y magnetita é ilmenita, esta últi- ma, sobre todo en inclusion dentro del feldespato y con for— mas cristalográficas irreprochables. Los cristales porfíricos de feldespato se presentan con la transformacion micácea, ya descrita anteriormente. Los de la pasta, cuyo tamaño es bastante considerable, ofrecen la nota- ble particularidad de hallarse encorvados y con fracturas tras- versales originadas por haber estado sometidos á fuerzas de flexion superiores al límite de resistencia de los cristales. A veces, los segmentos producidos por estas fracturas están se- parados unos de otros, y no faltan casos en que las fuerzas que han producido estos fenómenos han actuado en el sentido de la longitud de los cristales, habiéndolos hendido en esa direc- cion, y separado los trozos resultantes, de modo que forman Cristales de plagioclasa doblados y fracturados. (Porfirita de Quita-Pesares.)— Luz polarizada. —Nicoles + < 200. un ángulo cuyo vértice se encuentra en el punto hasta donde ha llegado la ruptura. Todos estos casos se hallan representa- dos en la figura 4.* Con toda evidencia, la produccion de tan curiosos fenómenos sólo puede explicarse de la manera si- guiente: una vez formados y consolidados los elementos por— 208 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) fíricos, se diferenciaron los cristales feldespáticos de la pasta, y cuando éstos conservaban todavía un cierto grado de plasti- cidad, y el resto de la pasta estaba todavía en estado flúido, se originaron fuertes corrientes que hicieron experimentar choques y distorsiones á los pequeños cristales feldespáticos contra los porfíricos, dotados de menor velocidad relativa, originándose las inflexiones y fracturas longitudinales y tras- versales que en ellos se observan. Encuéntrase accidentalmente en esta roca la hornablenda primaria, en secciones romboidales de color pardo que ofre- cen los ángulos de las caras del prisma, peculiares de este mineral. La estructura porfírica no se halla tan bien acentuada en esta porfirita como en otras anteriormente descritas, por lo que puede considerarse como un tránsito á la diabasa. 10. — Porfirita augitica de las inmediaciones de la Pata de la Vaca. Densidad á 10* C = 2,80; color general, gris verdoso. Al microscopio aparece esta roca, en la que escasea la pasta, constituida, en su mayor parte, por un agregado de cristales de feldespato triclínico, cuyo elemento predomina sobre los demás; granos irregulares de augita, bordeados casi siempre por sustancia anfibólica; gránulos y masas opacas, negras, acompañadas de sustancia gris, que pueden referirse á la il- menita; y laminitas romboidales, con los ángulos ligeramente truncados por los planos de los pinacoides verticales, de color pardo amarillento, y dicroismo muy pronunciado, que son de hornablenda primaria. Rellenan los espacios limitados por estos elementos innumerables pajitas de anfibol deutógeno, plaquitas de clorita, y productos férricos secundarios. Los ángulos de extincion que presenta el feldespato indican que pertenece á la labradorita, sin que se compruebe la exis- tencia de la oligoclasa. La extincion en algunas láminas he- mitropas y cristales sencillos no se verifica simultáneamente en toda su extension, ofreciéndose el fenómeno de la extincion ondulosa No hay metamorfósis micácea del feldespato, sino un enturbiamiento kaolínico. (41). Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 299 La augita es de formacion posterior á la plagioclasa, y sus contornos son irregulares. Generalmente, su grado de altera- cion está bastante avanzado, iniciándose por la secrecion de materias férricas y prosiguiendo con la anfibolizacion y clori- tizacion. Obsérvanse maclas en algunos granos, en las que el plano de composicion está poco inclinado con respecto á las caras de la preparacion, presentándose por consiguiente en el centro de las secciones un espacio limitado por líneas rectas, paralelas, que no se extingue en ninguna posicion. He visto tambien alguna macla en secciones verticales de la hornablenda primaria, muy próximas al plano de simetría, pues se extinguen simétricamente los individuos gemelos á 15” del plano de macla, Atendiendo á su estructura, á que el feldespato se presenta en grandes individuos, y la augita sin contornos cristalográ- ficos, rellenando los huecos, y á la escasez de pasta en que el primer mineral se halle en formas microlíticas y con carácter más ácido, puede considerarse esta roca como una porfirita en tránsito á la diabasa, ó como un miembro intermedio entre ambas clases de rocas. Portfiritas augiíticas muy alteradas. Todas las partes de las rocas anteriormente descritas que han estado mucho tiempo en inmediato contacto con los agen- tes atmosféricos, adquieren un color mucho más claro, sufren una disminucion sensible de peso específico y ofrecen todos los caractéres de una profunda alteracion. El más distintivo es el grado de extremada subdivision y dispersion á que han llegado los elementos de la pasta, que no es ya más que una desordenada y confusa aglomeracion de pequeñísimos gránu- los de sustancia kaolínica, fibrillas y escamitas de anfibol y clorita, y productos férricos hidratados. Algunas de estas rocas son notables por los muchos cristales de augita que contienen de contornos cristalógraficos irreprochables, y convertidos to- talmente en clorita, que conserva todavía algunas fibras de anfibol dentro de sí. En general, no existen ya los cristales porfíricos de feldespato, ni los de igual sustancia de la pasta, puesto que han sido alterados y desagregados por completo. 300 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) Las secciones cristalinas pseudo-mórficas de clorita, de escasa accion sobre la luz polarizada, resisten, algunas veces, sin descomponerse la accion prolongada del ácido clorhídrico ca- liente; pero tratadas por el sulfúrico se alteran por completo dejando un residuo bastante transparente de sílice gelatinosa, que traba las fibras de anfibol que la clorita encerraba, y que no sufren la menor accion. La naturaleza coloide de la sílice que produce el ataque por ese ácido se comprueba perfecta—- mente introduciendo la preparacion en una disolucion de rojo de anilina pues, al cabo de algun tiempo, los restos de la clo— rita se coloran de rojo, cuya tinta conservan áuu despues de varios lavados con alcohol. Microdioritas. 1.—Microdiorita del puerto de la Fuenfria. El color general de la roca es gris oscuro con un ligero matiz verdoso, y su grano tan sumamente pequeño que á la simple vista no se distinguen sino con mucho trabajo unos finísimos cristalitos aciculares, que en apariencia son de fel- despato. Forma un filon de escasa potencia en el gneis, y su densidad á 10” C. es 2,765. Examinada en seccion transparente al microscopio, aparece esta roca constituida por un agregado holocristalino de feldes- pato triclínico, referible por sus extinciones á la labradorita, y de hornablenda, El primer elemento se presenta perfecta— mento cristalizado en prismas alargados, algunas veces con estructura zonal; y el segundo, en aglomeraciones de lamini- tas alargadas, rellena los espacios que quedan entre los pris- mas feldespáticos, y con frecuencia se insinúa por sus hendi- duras de crucero y penetra dentro de las fracturas producidas por acciones mecánicas. El hierro titanifero, muy bien caracterizado, se encuentra, por lo comun, en inclusiones dentro del feldespato. Este mine- ral se halla en buen estado de conservacion, pero los grandes cristales empiezan á enturbiarse en su parte central por una materia kaolínica. Atendiendo á la perfeccion de sus contornos cristalográficos, y á sus relaciones de asociacion, este elemento (13) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 301 es anterior á la hornablenda, que no presenta sino indicios de alteración, revelada por un cambio de estructura, que de compacta, se convierte en eminentemente fibrosa. La estructura de esta micro-diorita es por lo tanto, diabási- co-granuda, que es la ménos comun en esta clase de rocas. 2.—Microdiorita del Prado de Castellanos (Revenya). En gneis; densidad á 10” C. = 2,805, A la simple vista se distinguen cristalitos prismáticos, ne- gros, de 1”” de longitud máxima, con un crucero muy mar- cado, y las caras de exfoliacion brillantes. El color general de la roca es gris, bastante oscuro por el predominio del mineral negro. Con el microscopio se revela perfectamente la composicion y estructura de esta microdiorita. Entran á formar parte de ella, como elementos esenciales, un feldespato triclínico, hornablenda compacta de color pardo amarillento, y hierro titanifero, las más de las veces en inclusion dentro de la hornablenda. Accidentalmente se presenta tambien augita, en agrupaciones granulares, y experimentando su habitual transmutacion en clorita. El feldespato es muy abundante, pero se halla fuertemente enturbiado por sustancias deutógenas, tanto, que su estructura polisintética se oculta en la mayoría de los casos. Cuando no sucede ésto, los ángulos simétricos de extincion de dos lami- nillas hemitropas inducen á considerarlo como labradorita. Preséntase á veces cristalizado en prismas anchos y cortos, pero lo comun es que carezca de contorno cristalográfico. La hornablenda ha cristalizado en largos prismas de modo que sus secciones presentan una figura retangular alargada, cuando pertenecen á la zona vertical, y romboidal, con los án- gulos agudos truncados por las caras de o Po, cuando son transversales. Son bastantes comunes las maclas seguno Po, que pueden estudiarse perfectamente en algunas secciones verticales con los nicoles cruzados, en cuya disposicion, los in- dividuos acoplados se extinguen simétricamente á 15” del plano de macla, cuando la seccion está próxima áo Po. Tambien se revelan las maclas empleando solo el polarizador, en virtud 302 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) del diferente color con que se tiñen los individuos gemelos. El policroismo de la hornablenda es muy marcado, presentán- dose mayor contraste de colores en las secciones verticales, que pasan de un amarillo claro, á pardo verdoso oscuro. En las trasversales, los cambios de color no son tan acentuados, ofreciéndose el máximun de absorcion cuando la seccion prin- cipal del polarizador es paralela á la bisectriz del ángulo agu- do que forman las líneas del crucero prismático. Estos fenóme- nos se explican naturalmente recordando que esta última clase de secciones contienen los ejes de elasticidad máxima, a, y media g; y las primeras los « Ó £ y y, y ya se sabe que la ley de absorcion en la hornablenda es: El eje de elasticidad mínima + no coincide en las secciones verticales con las líneas de crucero, sino que forma con ellas un ángulo de 15”, próximamente, por cuya razon, el máximun de absorcion no tiene lugar cuando esas líneas son paralelas al plano de vibracion de la luz polarizada incidente. Empieza su alteracion la hornablenda adquiriendo una es- tructura fibrosa, decolorándose Ó cambiando el color pardo amarillento por otro verdoso pálido, y disminuyendo el poli- croismo. La última fase de la evolucion es la formacion de una sustancia clorítica verdosa, de escasa accion sobre la luz polarizada. La estructura general de la roca puede considerarse como egranítico-granuda, en atencion á que el elemento ferro-mag- nesiano es más antiguo que el feldespático. 3.—Microdiorita del prado de Castellanos, en el camino de San Antolin. ( Revenga.) Forma un filon en gneis de % metro de potencia; la densi- dad á 10? C. 2,91. El color de la roca es gris oscuro, con un matiz verdoso, su grano muy tino, distinguiéndose á la simple vista granos blancos de feldespato, y otros hojosos, brillantes, muy oscuros que deben corresponder á la hornablenda. Aparece al microscopio esta roca con una estructura emi— jc o * SS mn. e SÓ (45) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 303 nentemente granulítica, sin que ninguno de sus elementos haya cristalizado libremente, puesto que los contornos son irregulares. Se compone de hornablenda, plagioclasa, y hierro titanifero y magmnetita. La hornablenda predomina notablemente sobre los demás componentes de la roca, y forma densos grupos de escamitas compactas, de color pardo amarillento y policroismo muy pro- nunciado. No falta tampoco un anfibol muy fibroso, de color verde amarillento, con interposiciones entre sus fibras de sus- tancias negras y opacas en forma de escamas y baquetillas que se alinean paralelamente á ellas. Su íntima conexion con la hornablenda primaria, compacta, hace suponer que este mineral procede secundariamente de ella, siendo la primera fase de su evolucion, á la manera como la bastita se origina de la broncita ó enstatita, cuya opinion, iniciada por Rosen- busch (1), encuentra una confirmacion satisfactoria en las microdioritas de esta region. El angulo de extincion en el an- fibol fibroso, con respecto á la direccion de las fibras, alcanza valores considerables, llegando en algunas secciones á 25”. No se halla en la roca ningun vestigio de augita que pueda inducir á la creencia de que el anfibol fibroso procede de su uralitizacion, y la regla de asociacion establecida por algunos petrógrafos (2) de que siempre se presentan juntos la horna- blenda fibrosa y la augita, como sucede en las epidioritas de Gimobel, sufre una excepcion en esta roca. El último término de la evolucion de la hornablenda es una sustancia clorítica, de estructura fibrosa, color verde pálido, muy débil dicroismo y escasa accion sobre la luz polarizada. Se descompone bajo la accion del ácido clorhídrico hirviendo. La plagioclasa es mucho ménos abundante que la horna- blenda, y se presenta rellenando los espacios libres entre los densos grupos de escamas de esta sustancia. A la luz polari- zada las venas y ramificaciones feldespáticas se resuelven en una multitud de granos de diferente orientacion óptica, y con contornos irregulares. Midiendo los ángulos simétricos de ex- tincion de esta sustancia, se adquiere el convencimiento de que existen en esta roca dos especies de feldespato triclínico, (1) Mikroskopische Physiographie der massigen Gesteine, pág. 261. (2) 10d, pág. 211. 301 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) la oligoclasa, que predomina, y algunas granos mayores de labradorita. Una multitud de pequeñísimas y tenues hojitas de hornablenda se hallan incluidas en los granos feldespáti- cos, colocándose á veces con regularidad y paralelamente á los planos de crucero. El hierro titanifero y la magnetita forman grupos de crista- les y granos, preferentemente en la proximidad de las grandes masas de hornablenda. En los trozos frescos de la roca, estos granos opacos tienen contornos precisos porque no van acom- pados de ningun producto deutógeno; pero en los que han experimentado un principio de alteracion, disminuyen los granos metálicos, y en su lugar se observan otros de color eris amarillento, más 6 ménos traslucientes, de áspera super- ficie y muy marcado relieve. Brillan á veces entre los nicoles cruzados con vivas tintas irisadas, verdes, rosadas y amarillas, que recuerdan los colores de polarización del espato calizo en láminas muy tenues. No me ha sido posible averiguar con certeza la naturaleza de esta sustancia, porque, aunque algu- nas veces se presenta cristalizada ofreciendo secciones hexa- gonales muy alargadas, parecidas á las habituales en la tita- nita, sus colores de polarizacion son mucho más brillantes que los de ese mineral, y resiste sin descomponerse la accion del ácido clorhídrico. 4.—Epidiorita de Riofrío. En gneis; densidad á 10* C. 2,95. A la simple vista se perciben en la masa de la roca granos cristalinos de un mineral de color negro parduzco, con indi- cios de un crucero fácil; los mayores miden 2"" de longitud. Este mismo mineral predomina en la masa micro-cristalina de la roca, pero en granos más pequeños ú en aglomeraciones granulares, y se ve otro además formando venas y ramifica— ciones de color blanco, brillo anacarado y sin formas cristalo- eráficas. Al microscopio la estructura de la roca es muy semejante á la de la diorita ántes descrita, así como su composición mine- ralógica, diferenciándose ésta únicamente por la presencia de grandes placas de un mineral incoloro 6 muy débilmente ver- (417) Breñosa.—PORFIRITAS Y MICRODIORITAS DE S. ILDEFONSO. 305 «loso, sin policroismo, con un crucero perfecto en aleunas sec- ciones, brillantes tintas de interferencia entre los nicoles cru- zados, y ángulos de extincion con respecto á las líneas de cru- cero, que se aproximan á 40”, caractéres todos que concuer- dan con los de la augita. Hay trozos de esta sustancia que se conservan frescos, pero la mayor parte están bordeados por una cenefa de hornablenda compacta, pardo-verdosa, origi- nada por acciones secundarias y de contornos mal definidos. A veces la metamorfósis está limitada por las hendiduras de crucero, y entónces se ven fajas longitudinales de hornablen- da terminadas por líneas rectas paralelas, é incluidas dentro de la augita, que se extinguen mucho antes que las partes de este último mineral. La hornablenda deutógena es compacta en algunos casos y en otros fibrosa, de color verde pálido y con todos los caractéres de la uralita. La evolucion de la au- gita se inicia por la secrecion de sustancias Opacas que se de- positan en las hendiduras de crucero y de fractura. Tambien en esta roca las placas de hornablenda primaria se transforman en anfibol fibroso de una manera muy mar- cada y que no deja lugar á duda. La plagioclasa, sin contornos cristalográficos, presenta los mismos caractéres que en la microdiorita anteriormente des- crita. Siendo la augita un elemento esencial de la roca, aunque la hornablenda predomina, está justificada su inclusion en el grupo de las epidioritas de Giúmbel, adoptado tambien por Rosenbusch en su clásica obra sobre las rocas eruptivas. 5.—Microdiorita cuarcifera de La Losa. Filon de 3 decímetros de potencia en el gneis. Densidad á 100123, 77. El color general de la roca es gris, distinguiéndose en ella á la simple vista granos de pirita rodeados de areolas de hi- dróxido de hierro, que se destacan sobre un fondo irresoluble. La estructura de la roca al microscopio es eminentemente granulítica, no presentándose ningun elemento con contor- nos regulares. Forman parte de la roca: la plagioclasa, pro- fundamente alterada en algunos puntos y transformada en ANALES DE HIST. NAT.—Xill. 20 306 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) un agregado de escamitas de un mineral micáceo, contiene gránulos de hierro titanifero incluidos en su masa, é interpo- siciones de hornablenda en pequeñas escamas y prismas fibro- sos; hornablenda, que rodea á los demás elementos y se infil- tra en su masa, de color pardo verdoso, muy policróica, y en evolucion al anfibol fibroso; cuarzo, en placas límpidas, irre- gulares y con muchas inclusiones de burbuja fija; hierro tita- nifero, con su producto gris de descomposicion, que afecta en algun raro caso formas prismáticas que parten de un centro comun, constituyendo agrupaciones estelares; magnetita y pirita, bordeadas de hidróxido de hierro. No he comprobabo la.existencia de la mica magnésica que forma parte esencial de las dioritas cuarciferas de otras re- giones. Explicacion de la lámina VI. Fig. 1.* Seccion de la porfirita augítica núm. 1, que mues- tra un grupo de individuos de plagioclasa y augita, cuya di- ferenciacion debió ser sincrónica, habiéndose opuesto mutuo obstáculo al libre desarrollo cristalográfico en el centro del grupo, donde los cristales se adelgazan en forma de cuña. Ni- coles +. Fig. 2.* Seccion de la porfirita augítica núm. 1, con un gran cristal de feldespato triclínico, transformado, en su ma- yor parte, en un agregado de escamas de un mineral micáceo (margarita 6 paragonita?). Nicoles +. ENSAYO SOBRE LA SINOPSIS DE LAS DIATOMEAS DE ASTURIAS, POR DON ALFREDO TRUANGW*+LUARD. (Sesion del 2 de Enero de 1884.) PARTE PRIMERA. Al tener la honra de presentar á esta distinguida Sociedad un breve y modesto trabajo sobre las diatomeas de Asturias, reclamo la indulgencia de los señores socios; mi objeto es que sirva de estímulo para que se cultive en España un estudio tan interesante para la ciencia, al mismo tiempo que lo será por su variedad y atractivo para el que se dedique á él, sobre todo si le cabe la suerte de encontrar alguna variedad nueva, lo que no será difícil, siendo España por sus condiciones cli- matológicas uno de los paises más favorables para la produc- cion de estas algas microscópicas. Se conocen ya unas 600 especies y variedades de agua dulce bien determinadas, y muchas más de agua salada y fósiles, hallándose, sin embargo, á menudo especies no conocidas en la ciencia. Las diatomeas son todas microscópicas y pertenecen al reino vegetal. En un principio fueron consideradas como pertenecientes al reino animal, y Ehrenberg en 1842 las colocó en la clase de los infusorios, á causa del curioso movimiento de traslacion que tienen algunas de ellas. Más tarde, cuando se perfeccio- naron los medios para su estudio y se aplicó á éste el espectrós- copo y la luz polarizada, comparando además su gran analo- gía con ciertas algas filamentosas, como, por ejemplo, las 308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Zygnema, Hyalotheca, Spirogyra, etc., etc., su endocromo, su respiracion y su modo de reproduccion, se vió que todas estas circunstancias las colocan indudablemente en el grupo de las algas, donde forman una familia aparte bien determinada. De todos los organismos de que son objeto los estudios mi- crográficos, sin duda alguna el de las diatomeas será para el observador el más interesante, procurándole una verdadera admiracion sus numerosas, variadas y elegantes formas, como tambien la estructura delicadísima de sus valvas silíceas, que por su finura y perfeccion en el dibujo sirven para medir la potencia de los objetivos de los microscopios, debiéndose á estas interesantes algas la perfeccion de los instrumentos mo- dernos. Toda persona que posea un microscopio con un poder amplificante de 250 á 300 diámetros, puede dedicarse á este estudio tan interesante, pues los materiales no le faltarán, siendo estas algas tan abundantes en la naturaleza, que se puede asegurar que en todas partes donde haya un poco de agua se encontrarán más 0 ménos diatomeas. Mi objeto no es hacer la historia de las diatomeas, trazada ya por varios y excelentes naturalistas ingleses, alemanes, italianos y franceses (1). Únicamente me propongo dar á co- nocer las especies que encontré en esta provincia, el modo de recogerlas, las estaciones y sitios más favorables para encon— trarlas, y, por fin, el modo de lavarlas y hacer preparaciones que estén en condiciones para observarlas en sus detalles más delicados; para esto me concretaré á una breve descripcion, dejando á otro más competente que haga un estudio más pro- fundo sobre esta materia, nueva en este país, pues tengo el convencimiento, confirmado por las exploraciones que voy haciendo, que en España abundan estos séres microscópicos, y que no sería difícil, como dejo dicho, que se encontrasen bastantes especies nuevas. Tambien deben existir yacimientos de diatomeas fósiles, y tengo ya en mi coleccion algunas de éstas, procedentes de Moron, cerca de Sevilla, y otras de las cercanías de Segovia; (1) Citaré las obras siguientes escritas en francés: Dr. Pelletan /Ze Microscope, Pa- ris, 1876; Dr. Van Heurck /Ze Microscope, Bruxelles, 1878); J. Brun /Diatomees des Al- pes et du Jura, Gendve, 1880); Dr. Van Heurck /Synopsis des Diatomées de Belgique, Anvers, 1880-1881). (3) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 309 las últimas me las proporcionó el Sr. D. Francisco Quiroga, sin poder indicarme su procedencia exacta. Todos estos descubrimientos serian de gran utilidad para la ciencia, y para mi sería una verdadera satisfaccion si este mo- desto trabajo sirviese de estímulo para que otras personas se dedicasen á este estudio. Antes de pasar más adelante debo consignar aquí que gran parte de los procedimientos que voy á indicar los debo á mi distinguido amigo Mr. J. Kinker, de Amsterdam, sabio y emi- nente micrógrafo, dedicado especialmente al estudio de las diatomeas, y que todos ellos, ensayados por mi, han dado ex- celentes resultados. Tambien quedo muy agradecido á mis numerosos amigos que contribuyeron á hacerme más fácil este trabajo, propor- cionándome sedimentos diatomáceos de las localidades leja- nas que mis ocupaciones me impedian visitar. Comenzaremos este estudio indicando los términos con que se designan las diferentes partes de que se componen las dia- tomeas. M. J. Brun (Ginebra), en su obra Diatomées des Alpes et du Jura, las designa del modo siguiente : Arqueada. Se dice cuando tiene la forma de arco; en este caso la gran curva externa y convexa se llama dorsal, y la curva interna 6 cóncava se llama ventral (ejemplo la Eyithemia, Cymbella, etc.). Bacilaria. Se llama asi cuando tiene más largo que an- cho (en forma de baston). Costillas. Se llaman así unas líneas largas en forma de cinta 4 prominencias que salen sobre la superficie de las val- vas; pueden ser lisas 6 compuestas de tubérculos. Cimbiforme. Forma ligeramente arqueada en la cual el 310 L ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) dorso y el vientre son ambos convexos pero desigualmente (ejemplo Cymbella). Endocromo. Se da el nombre de endocromo á la sustancia que se encuentra en el interior de las valvas silíceas (frústu- los); tiene un color amarillento verdoso, más 6 ménos oscuro, traslúcido, con aspecto aceitoso y dorado, refracta fuertemente la luz y corresponde á la clorofila de las otras algas verdes. El endocromo toma en contacto del alcohol y de los ácidos un hermoso color verde esmeralda. Es de consistencia espesa, y su reparticion en el frústulo es desigual, ya se halle en forma de placas ó de granulaciones; así es que M. P. Petit se sirvió de este excelente carácter para la clasificacion de los géneros por medio del endocromo (Bulletin de la Société Botanique de France, janvier 1877, t. xxn1, pl. 4). En varias especies de diatomeas tiene el endocromo unos gránulos animados de un movimiento lento browniano, pero en la generalidad el endocromo es completamente inmóvil. Estrias. Se llaman así las líneas que son visibles sobre la superficie externa de las valvas silíceas, y éstas sólo se dis- tinguirán bien cuando el coleodermo y el endocromo hayan sido destruidos. En los jóvenes frústulos las estrías son siem- pre ménos aparentes que en los frústulos que han llegado á su completo desarrollo, habiendo ya, al llegar á este estado, adquirido toda su solidez. Todas las estrías vistas con un aumento suficiente y em- pleando objetivos de inmersion con gran ángulo de abertura, pueden, con la ayuda de la luz oblicua 6 con luz monocroma- tizada, resolverse en una serie de ondulaciones ó de granula- ciones más 6 ménos abultadas, siendo el aspecto de éstas es- féricas Y angulosas, segun la luz ó el poder del objetivo. Frústulo y valva. Es el nombre dado á la cubierta silí- cea (caparazon) en su conjunto. El frústulo está siempre hueco interiormente y se compone de dos partes semejantes á las cuales se da el nombre de val- vas. Los bordes de las valvas se adaptan y encajan exacta— mente el uno dentro del otro, como la parte inferior y la tapa de una caja de carton. E A (5) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 311 Prente y perfil. Se llama frente de la valva ó frente val- var el lado que no se separa Ú que no se abre. Los frentes valvares corresponden, pues, á las superficies superiores é inferiores de una caja de carton chata. El perfil de las valvas, llamado tambien lado conectivo 6 lado frontal, es el costado lateral por donde las valvas se hallan unidas y que deja ver el encaje más ú ménos separado. Moniliforme. Se da este nombre cuando tiene el aspecto de un collar de perlas. Nudo, nódulo y área. En muchos géneros de diato- meas, como son la Vavicula, Pleurosigma, Cocconeis, etc., etc., se observa en las superficies de las valvas una prominencia central lisa y redondeada que se llama r2udo 6 nódulo. Algunas veces éste se halla algo hundido y otras se observa tambien en las dos extremidades de las valvas. La sílice abunda en estos sitios y produce en ellos un re- fuerzo, siendo en él más resistente que en el resto de la valva. La parte lisa que rodea el nódulo, la cual no tiene dibujo, ni tampoco estrias, ni gránulos, se llama drea; ésta forma una especie de aureola transparente alrededor del nódulo y se pro- longa generalmente en forma de zona lineal lisa hasta las dos extremidades de la superficie silícea 6 frente valvar. Sus di- mensiones pueden variar mucho. Quilla ó alas. Expansiones 6 exuberancias aladas 6 en láminas que salen sobre el borde de las valvas. Rae, raquis ó línea media. Se llama así una línea abultada que se extiende á lo largo de la superficie valvar y se interrumpe en el nódulo. Thalle y coleodermo. El thalle es una sustancia blan- da, traslúcida, gelatinosa y poco silícea, que sirve de cubierta 6 envoltura á todas las diatomeas jóvenes. Las valvas se forman á sus expensas, y tambien por su in- termedio toman éstas del agua su sílice; su papel recuerda el de los cotiledones. Una vez que las valvas silíceas han adquirido toda su soli- 312 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) dez, el thalle se disgrega, se dilata, volviéndose membra- noso; dejando las valvas libres y flotantes en el agua ambien- te, entónces se convierte éste en una simple y ligera cubierta en forma de película, la que protege áun en este estado el frústulo silíceo: á esta película se le da el nombre de coleo- dermo. Zona ó conectivo. En contacto con las dos valvas se halla una banda silícea, delicada, siempre lisa y transpa- rente, que se llama zona conectiva 6 conectivo. Se compone de dos anillos de silice que resbalan el uno dentro del otro, for— mados por los bordes de las valvas que se prolongan en una misma lámina. En el sitio que ocupa esta zona es donde se efectúa el des- doblamiento del frústulo por fisiparidad. Esta zona es variable en su anchura, ya sea cuando se ha- llen las dos valvas en estado perfecto, apretadas la una con- tra la otra, ó más ó6 ménos separadas (dislocadas) en el acto de la reproduccion por desdoblamiento. La zona es ménos silícea que las valvas y se encucal siempre sin estrías ni canales; se separa con mucha facilidad cuando se calientan las valvas, hasta el rojo, y se encuen- tran frecuentemente mezcladas con las valvas en las prepa- raciones. 11: Abundan tanto las diatomeas en la naturaleza, que, como dejamos dicho, se encuentran casi con certeza en todas partes donde se halle un poco de agua, ya sea estancada 6 corriente, transparente, turbia, templada ú helada; en todas se pueden desarrollar los gérmenes microscópicos que se hallan en sus- pension en el aire y son llevados por los vientos de una re- gion á otra; por esta razon se explica cómo se encuentran las mismas especies (sobre todo las de agua dulce), en diferentes países muy lejanos unos de otros. Sin embargo, hay especies que requieren condiciones especiales para su desarrollo, unas agua salada, otras agua calcárea 6 silíicea, otras están exclu- sivamente en aguas claras y corrientes, y algunas por fin vi- (1) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 313 ven parásitas sobre las plantas acuáticas, ya sean éstas de agua dulce ó salada. Entre las diatomeas que viven en los mares abundan más las especies parásitas, que están sujetas por un tallo sobre otras plantas, sin duda por razon del gran movimiento que tienen estas aguas, así es que en ellas sólo en los sitios abrigados de los temporales y en el fango de los puertos se encuentran algunas especies libres; ya indicare— mos más adelante un medio sencillo para obtener las diato- meas marinas de las grandes profundidades, las que sin este medio ingenioso sería muy difícil ó casi imposible encontrar de otro modo. Algunas especies son tan tenues y diminutas que Ehren- berg calculó que en una pulgada cúbica podia haber 41 mi- llones de cubiertas de diatomeas; Mr. Brun, en un cálculo reciente, encontró que por término medio puede haber 8.000 en un milímetro cúbico, y dice haber encontrado que un mi- límetro cúbico podia contener 27 millones de la Vavicula pe- lliculosa y 40 millones de la Achmanthidium delicatulum, que son las dos especies más pequeñas que se conocen. Las diatomeas respiran como todas las algas y se alimen- tan absorbiendo el gas ácido carbónico que todas las aguas expuestas al aire contienen en disolucion; así es que no ha- biendo gas ácido carbónico no hay diatomeas. Fijan el carbono de este gas y despiden oxígeno en forma de pequeñas burbujas; el carbono sirve á la formacion y el desarrollo de todas las partes blandas del vegetal llamado thalle; además de respirar toman tambien del agua una parte de las sustancias minerales que se encuentran en disolucion en la misma, y sobre todo fijan 6 absorben gran cantidad de silice, la que viene á formar sus cubiertas vidriosas, duras y transparentes, al mismo tiempo que precipita el carbonato de cal en forma de cristales que caen al fondo. Estas plantas, infinitamente pequeñas, producen, pues, en las aguas un movimiento constante de moléculas minerales y de gases que contribuyen en gran parte á su purificacion y conservacion. La mayor parte de las diatomeas, sobre todo las que afec- tan la forma de lanzadera, están dotadas de un curioso movi- miento de traslación cuya causa no es aún conocida. Este movimiento se efectúa en línea recta en el sentido lon- 314 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) citudinal de las valvas, y es alternativo, esto es, de adelanto y de retroceso. Es un espectáculo curioso el observar con el microscopio una gota de agua conteniendo diatomeas del género Vavi- cula, que son las que poseen con mayor intensidad este cu- rioso movimiento. Se les verá primero marchar en línea recta con un movi- miento más 4 ménos rápido, que parece más bien un resba- lamiento; irán en este sentido miéntras no hallen á su paso un estorbo cualquiera; si le hallan, al tropezar con él cam- biarán inmediatamente de direccion, efectuando su retirada en sentido inverso, y cuando estén á poca distancia del obs- táculo darán próximamente un cuarto de vuelta sobre su eje, emprendiendo de nuevo su marcha hácia delante, salvando de este modo el obstáculo que las detuvo. Las diatomeas tambien tienen sus parásitos, los que se ob- servan sobre sus valvas á manera de filamentos amarillentos, rectos y colocados perpendicularmente á las mismas; estos filamentos se inclinan al tropezar con un obstáculo, y vuel- ven á tomar su posicion primitiva despues de pasar; las espe- cies en donde se encuentran más comunmente los parásitos son de los géneros Vitzschia, Synedra y Cymbella. Estos pará- sitos no deben contener sílice, pues son completamente des- truidos por los ácidos. Las diatomeas se reproducen por esporos, por desdobla- miento y por conjugacion (1). rí. Las diatomeas de agua dulce, como dejamos dicho, se ha- llan en todas partes: en las orillas de los rios, en los fosos, estanques, etc. Con más facilidad se encontrarán en las aguas poco profundas y en sitios bañados por el sol. Tambien exis- ten en el musgo húmedo y sobre las plantas acuáticas; se re— conocerá su presencia por manchas de un color sepia amari- llento, que les es propio; tambien se hallarán en capas flo- (1) Véase la excelente descripcion de M. Julien Deby: «Ce que c'est qu'une Diato- mée.» /Bulletin de la Société belge de Micrographie, 1877.) (9) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 315 tantes en la superficie del agua en forma de espuma, ó pega- das sobre las piedras cubiertas por el agua. Las estaciones más propias para su recoleccion son las de primavera y otoño; en ellas se hallarán en colonias de una misma especie, lo que es muy conveniente cuando se quiere formar colecciones. En las otras épocas del año las especies se hallan más mezcladas, encontrándose en un mismo sitio va- rias especies reunidas. Para recogerlas bastará rascar estas capas amarillentas y colocarlas en un frasco con un poquito del agua donde viven, anotando sobre la etiqueta del frasco el nombre del sitio 6 lu- gar donde se recogieron y la fecha. Muchas veces sucede que, engañados por las apariencias, se recogen sedimentos que al ser examinados en casa no contienen diatomeas, ó muy pocas; para evitarnos este incon— veniente será bueno llevar consigo un microscopio explo- rador (1), instrumento construido expresamente para este objeto, que tiene un aumento de 100 diámetros, poder ampli- ficante suficiente para apreciar la presencia, en los sedimen— tos, de las distintas especies de diatomeas. Desde que usamos este instrumento nunca nos sucedió el traer sedimentos inú—- tiles ni repetidos; así es que lo recomendamos á toda persona que se quiera dedicar á este estudio. Este pequeño microscopio es tan cómodo, y ocupa tan poco sitio, que se puede llevar en el bolsillo del chaleco. Supongamos ahora que queramos hacer una expedicion para recoger diatomeas de agua dulce (de las especies mari- nas trataremos más adelante); para esto nos bastará llevar al- gunos frascos chicos ú tubos de vidrio cerrados por uno de sus extremos. con su tapon de corcho. Los tapones de vidrio tienen el inconveniente de que se abren fácilmente con el mo- vimiento de la marcha y se vierte el agua de los-frascos. Estos frascos llevarán una etiqueta en blanco, que servirá para anotar en ella el sitio y fecha de la recoleccion. Además llevaremos una cuchara de hierro y un pincel fino, sin olvi- dar el microscopio explorador. Ahora bien; supongamos que nuestro paseo nos llevó á ori- (1) Los vende Edmund Weeler, 48 Tollington Road, Holloway, Londres, N., y Ernest Hinton, 12 Vorley Road, Upper Holloway, Londres, N.—Su precio, 25 pesetas. 316 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) llas de una charca ó estanque: lo primero que debemos hacer es recorrer sus bordes y ver si en los sitios donde el agua está clara y poco profunda, en el fondo ó sobre las piedras y fan— go, vemos algunas manchas amarillentas, las que, como deja- mos dicho, indican la presencia de diatomeas; si las hay, se recogerán con todo cuidado á fin de que estén exentas lo más posible de materias extrañas, lo que nos facilitará mucho las operaciones sucesivas. Para recoger estos sedimentos nos será de gran utilidad la cuchara, atada al extremo del baston; con ella rascaremos ligeramente la superficie del fango y piedras, colocando el producto de nuestra pesca en un frasco con un poquito de agua, pero ántes nos habremos asegurado por me- dio del microscopio explorador si los sedimentos que recogi- mos contienen diatomeas. Bueno será coger sedimentos en varios sitios alrededor de la charca, pues puede suceder que se encuentre alguna variedad localizada en un punto determi- nado. Cuando estemos seguros de que el contenido de nuestro frasco abunda en diatomeas, se anotará sobre su etiqueta el nombre de la charca ó estanque y el de la localidad, así como la fecha de la recoleccion. Pudiera suceder que encontrásemos sobre rocas 6 sobre ma- deras flotantes algunos criaderos diatomáceos tan abundantes que formasen una costra espesa de cerca de un milímetro. Este hallazgo no se debe despreciar, pues podemos recoger un tubo de diatomeas completamente limpias de toda impureza, lo que es una verdadera fortuna para el diatomófilo. Para re- coger estas diatomeas se procederá del modo siguiente: pri- mero, se echará agua en uno de los tubos 6 frascos, poco más ó ménos hasta las tres cuartas partes, y luégo se pasará el pincel suavemente sobre las diatomeas, y se lavará el pincel en el agua contenida en el frasco, repitiendo esta operacion tantas veces como juzguemos necesario para que el agua quede bien cargada de diatomeas, lo que se conocerá por el color amarillo más ó ménos intenso que tomará. Generalmente se encuentran estos criaderos sobre piedras 6 maderas flotantes, y para efectuar esta recoleccion se deberán sacar suavemente fuera del agua , por la razon de que con el pincel no se puede recoger diatomeas debajo del agua y sólo en sitios húmedos. Van Heurck, en su obra Le Microscope, da la traduccion (11) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 317 del inglés de un bonito é interesante artículo que tiene por objeto el servir de guía al novicio diatomófilo en busca de diatomeas; lo recomendamos especialmente á nuestros lec- tores. Si en el trascurso de nuestra expedicion encontrásemos, ya sea en los rios 6 en charcas, alguna planta acuática, no de- bemos pasar adelante sin recoger algunas de ellas, para la- varlas en casa en agua ligeramente acidulada con ácido clo- rhídrico, la que desprenderá las diatomeas; luégo, dejando reposar, se depositarán éstas en el fondo, y decantando el líquido se podrán recoger. En los rios buscaremos las diatomeas en los remansos y so- bre las piedras en los sitios de ménos corriente; tambien en el musgo que abunda en sus orillas y sobre las raices sumer- gidas. En las fuentes ó manantiales naturales que salen, por ejem- plo, de una roca, se hallará ésta cubierta de vegetacion por los sitios que recorre el agua; estas vegetaciones contendrán abundantes diatomeas, que se recolectarán fácilmente laván- dolas en agua. exprimiéndolas suavemente y recogiendo el agua de lavado, si es que no se quiere llevar á casa la vege- tacion misma. En las turberas encontraremos tambien abundancia de dia- tomeas, que se recogerán rascando con la cuchara la superfi- cie de éstas. Finalmente, podemos hallar diatomeas en las cuevas Ó gru- tas, donde siempre suele haber filtraciones que facilitarán la reproduccion de estas algas microscópicas. Todo lo que dejamos dicho se refiere á las diatomeas de agua dulce; vamos á tratar ahora de la recoleccion de las diatomeas que viven en las aguas del mar. Los sedimentos marinos son poco abundantes en diato- meas, pero en cambio la variedad de formas es mayor, te- niendo más atractivos su estudio. Como dejamos dicho, abun- dan más en estas aguas las que viven parásitas sobre otras algas, y por esta razon nos será fácil encontrarlas recogiendo algas y lavándolas en agua acidulada, como ya lo hemos in- dicado. Tambien se hallarán sobre los moluscos, bivalvos y otros, por ejemplo sobre las conchas de ostras, para lo cual se lavarán éstas en agua destilada, frotándolas con un pincel 318 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) en todos sus pliegues, grietas, etc., pues en tales sitios es donde se resguardan estas plantas microscópicas. Hay tambien otro medio de proporcionarse las diatomeas de las grandes profundidades, que consiste en explorar el es- tómago y los intestinos de algunos equinodermos, de los cua- les los más productivos son los del género Holothuria, siendo el exámen de estas partes de sus diferentes especies las que dan mejor resultado; la 4. Cucumaria no los da tan buenos. Una vez que tengamos algunos de estos equinodermos, que nos será fácil proporcionarnos, buscándolos en la marea baja entre las peñas Ú encargándolas á los pescadores, se abrirán á lo largo con unas tijeras y se les sacará el estómago y el intestino, se vaciarán, recogiendo la arena y el fango que contienen para tratarlos por los medios que vamos á indicar, los cuales pueden aplicarse á todos los sedimentos diatomá- ceos. Empleando este ingenioso sistema de exploracion, ha- llaremos magníficas formas de diatomeas que sería imposible - encontrar de otro modo. Tambien podremos encontrar diatomeas marinas en los si- tios abrigados y en el fango de los puertos y marismas; se encontrarán igualmente sobre cualquier objeto que haya per- manecido largo tiempo en el mar, ó bien rascando el casco de los buques á su llegada de un viaje largo; este último medio tiene el inconveniente de proporcionar especies que no son propias de la localidad, pero puede dar formas interesantes que no son de despreciar. y. Tenemos dos medios de tratar los sedimentos diatomáceos, ya sean éstos de agua dulce d salada: 1.2 Supongamos que tenemos cierta cantidad de sedimen- tos de diatomeas colocados en un frasco con agua; se dejará reposar el sedimento en el fondo del frasco y se cubrirá éste con un paño negro, dejándolo asi tres 6 cuatro dias. Durante este tiempo las diatomeas subirán á la superficie del sedi— mento, donde vendrán á formar una capa que será fácil dis- tinguir por su color característico; luésgo se imprimirá al frasco un movimiento de rotacion, que tendrá por efecto ha— (13) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 319 cer subir las diatomeas en el líquido, se deja reposar un poco hasta que las partículas más gruesas hayan caido al fondo, y se decanta en otro frasco el líquido que contiene las diato- meas en suspension, dejando éste reposar algunas horas para que todas se reunan en el fondo del frasco. Á fin de obtener las diatomeas aún más limpias, repetire- mos la operacion las veces que la juzguemos necesaria. Se puede por este medio reunir diatomeas de diferentes es- pecies y tamaños, observando el tiempo que empleen en de- positarse. 2. Se colocarán los sedimentos en un platillo chato de manera que estén cubiertos de dos á tres milimetros de agua; se expone el platillo á una luz difusa viva durante unos dias, y cuando se note que las diatomeas han subido á la superficie del sedimento, se sacará el agua con mucho cuidado, y con un pincel fino se recogerán las diatomeas, Úú si la capa fuese bastante gruesa se rascará la superficie con la hoja de un cor- taplumas; tambien se puede colocar sobre el sedimento un pedazo de muselina muy fina, que esté cubierta por el agua uno ó dos milímetros. Las diatomeas pasarán por la trama y formarán sobre ella una ligera capa, la que será fácil recoger como dejamos dicho y mejor todavía con un vidrio fino de re- loj de bolsillo. Todas las diatomeas que resulten de estas operaciones, lo mismo que las que hayamos recogido en el campo en estado puro, es decir, exentas de toda sustancia orgánica, serán fá- ciles de conservar indefinidamente para luégo hacer prepara- ciones; para esto bastará colocarlas en una disolucion de agua destilada y alcohol en partes iguales; este medio de con- servacion de las diatomeas se llama de sedimentos en crudo, pues en este estado los frústulos conservan sus formas y no pierden su endocromo, condiciones esenciales para ciertas observaciones. El agua destilada que se emplea con el alcohol para la con- servacion del material crudo deberá ser muy pura; se prueba poniendo una gota sobre una lámina de vidrio, y evaporán- dola sobre la lámpara de alcohol no debe dejar residuo. 320 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) VE TRATAMIENTO POR LOS ÁCIDOS. Siempre se deberán lavar los sedimentos diatomáceos, án- tes de efectuar las operaciones que vamos á indicar, en agua lizeramente acidulada con ácido clorhídrico; además se re- quiere lavarlas despues varias veces para quitarlas toda parte ácida. Cada vez que se renueve el agua de lavado se agitará bien el frasco y se dejará reposar durante tres horas á lo ménos, para que tengan tiempo las especies más pequeñas de re- unirse en el fondo. Este lavado tiene por objeto eliminar el carbonato de cal que pudiesen tener los sedimentos, el que se transformaria en sulfato de cal insoluble por el tratamiento del ácido sulfú— rico, del que sería imposible separar las diatomeas. Este procedimiento tiene tambien por objeto desprender las diatomeas de las plantas sobre que viven, y de las cuales se separan colando el líquido al través de una muselina fina, por la cual pasarán las diatomeas. El segundo tratamiento consiste en hacer hervir las diato- meas bien lavadas en ácido nítrico puro hasta que no pro- duzca vapores rutilantes; esta operacion se deberá practicar en una cápsula de porcelana debajo de la campana de una chimenea que tire bien ó al aire libre, para evitar la respira- cion de los vapores del ácido, que son perjudiciales á los ór- ganos respiratorios. El ácido nítrico destruye completamente las materias orgá- nicas, y en parte las materias vegetales y animales que se encuentran en los sedimentos. Sucede frecuentemente que este tratamiento enérgico no basta para destruir completamente ciertas materias, y entón— ces hay que recurrir al ácido sulfúrico y al clorato de potasa. El residuo del tratamiento anterior, bien lavado y exento de ácido nítrico, se coloca en una cápsula de porcelana y se deja reposar para poder quitar por decantacion lo mejor que se (15) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 321 pueda el agua excedente. Se cubre luégo de ácido sulfúrico y se calienta sobre la lámpara de alcohol hasta que los vapores ácidos se produzcan. Si el sedimento contiene materias orgánicas tomará un co- lor oscuro y negruzco, si éstas estuviesen en gran proporcion; despues de hervir algunos minutos se echará con precaucion en el líquido en pequeñas cantidades clorato de potasa en polvo, teniendo cuidado al echarle de separarse, pues pudiera muy bien suceder que algunas gotas de ácido fuesen proyec— tadas fuera de la cápsula y quemasen la ropa ó las manos del operador. Se seguirá echando clorato de potasa hasta que el líquido de negro que estaba pase al amarillo claro, revolviendo el líquido cada vez que se le añade clorato. Los vapores que se desprenden con esta operacion son muy peligrosos, así es que es conveniente hacerla al aire libre ó bajo la campana de una chimenea de mucho tiro. Las especies delicadas, sobre todo algunas marinas, no re- sisten á este tratamiento tan enérgico; así es que bastará ata- carlas por el ácido nítrico en frio, dejándolas en él algunos dias para despues de los correspondientes lavados someterlas á la accion de una ligera disolucion de amoniaco cáustico, la- vándolas bien luégo en varias aguas. Todos los lavados de sedimentos diatomaceos deberán ser efectuados con agua destilada, y á falta de ésta con agua de lluvia. Despues del tratamiento por los ácidos tendremos por resul- tado final (si la operación fué bien hecha) arena silícea, dia- tomeas y sulfato de potasa; este último, siendo soluble en el agua, se marchará con los lavados de las operaciones sucesi- vas. En cuanto á la arena silícea se podrá eliminar gran parte de ella del modo siguiente: Se colocará el sedimento tratado ya por los ácidos en un recipiente de vidrio que tenga de alto 0”,12 y dos de diámetro; se llenará éste de agua destilada hasta la altura de 0”,07. Esta altura se marca por la parte exterior del vidrio, ya sea pe- gando un papel ó por cualquier otro medio; se agita el líquido con las diatomeas y se deja reposar un minuto, tiempo sufi- ciente para que se deposite en el fondo la parte de arena más pesada; luégo se decanta el líquido en otro recipiente igual y marcado á la misma altura, se completa con agua destilada ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 2] 322 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) hasta la marca y se agita de nuevo, dejando reposar dos d tres minutos; con este tiempo tendremos ya en el depósito algunas diatomeas de las especies mayores; se decanta el líquido en otro recipiente, repitiendo la operacion cada cinco, diez, quince y hasta veinte minutos, segun las formas más 6 ménos chicas que queramos obtener. Por este medio se pueden separar las diatomeas casi por completo de la arena y conseguir depósi- tos diatomáceos completamente puros, que se conservan en tubos con agua destilada y alcohol en partes iguales, como tenemos dicho para los sedimentos diatomáceos en crudo. La persona que quiera formar su coleccion en tubos, tendrá éstos numerados y con su etiqueta de procedencia. El tratamiento de los sedimentos por el ácido sulfúrico y el clorato de potasa es tan enérgico, que muchas veces ataca la sílice de las valvas. El método que mejor resultado nos ha dado para la conser- vacion intacta de las valvas es el siguiente: En vez de poner el clorato de potasa cuando esté hirviendo el ácido sulfúrico, se echan en su lugar algunas gotas de ácido nítrico puro, volviendo á hervir unos minutos si el lí- quido no se puso claro; se añaden otras dos ú tres gotas, vol- . viendo á hervir. y así sucesivamente hasta que el contenido de la cápsula se vuelva amarillo claro, que es la señal de es- tar la operacion concluida; hay que tener mucho cuidado al verter el ácido nítrico de hacerlo gota á gota, pues si se echase mayor cantidad sería proyectado fuera de la cápsula, pudiendo quemar al operador. Los lavados siguientes se efectuarán como queda indicado. Todas estas operaciones tienen por objeto el limpiar las valvas silíceas de las diatomeas, destruyendo su endocromo, y ponerlas en estado de poder hacer con ellas preparaciones microscópicas que nos permitan ver sus más finos detalles. Mi: M. J. Tempere indica el siguiente método para el tratamien- to de las tierras fósiles que contienen diatomeas. Las tierras fósiles, sobre todo las de formacion antigua, son en algunas ocasiones muy compactas y se disgregan difícil- (17) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 323 mente: algunas están completamente sueltas y friables, otras tienen el aspecto de la creta , y por fin las hay que tienen la dureza y consistencia de la pizarra. Todas se deberán tratar por los ácidos, pero ántes habrá que reducirlas á un estado pastoso, y esto sin romper ni deteriorar las diatomeas que contienen. Para las tierras friables bastará ponerlas á remojar duran- te algunas horas en una fuerte disolucion fria de carbonato de sosa. Las que ofrecen alguna resistencia se romperán en peque- ños fragmentos, los que se harán hervir durante algunos mi- nutos en la misma disolucion. Para las tierras duras se empleará la potasa cáustica; pero como la parte mineral de las diatomeas se compone de sílice, sólo habrá que recurrir á ella en último recurso, pues es sa- bido que la potasa cáustica tiene la propiedad de disolver la sílice, así es que se usará con mucha precaucion. Por lo general las tierras fósiles más duras se disgregarán facilmente con este tratamiento. Despues de muchos lavados sucesivos para eliminar por completo la potasa ó la sosa, se tratará el residuo por el ácido nítrico, y luégo por el sulfúrico y el clorato de potasa. Si áun despues de este tratamiento enérgico nos quedasen muchas materias orgánicas, se repetirá segunda vez el trata- miento con el ácido sulfúrico y clorato de potasa. VI MANERA DE HACER LAS PREPARACIONES MICROSCÓPICAS DE DIATOMEAS. Los aficionados al estudio de las diatomeas que quieran for- mar una coleccion de estas algas, en preparaciones hechas en buenas condiciones para que se conserven indefinidamente, podrán proceder de las diferentes maneras que vamos á in- dicar. De todos los medios empleados hasta hoy para hacer prepa- raciones de diatomeas, el más sencillo y el que emplea gene- ralmente el botánico que sólo quiere hacer un estudio de la 324 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) flora diatomácea de una region, consiste en cocer, ú mejor dicho, incinerar las diatomeas conservadas en alcohol sin ha- ber sido tratadas por los ácidos, sobre la laminilla de vidrio llamada cubre-objeto. Se coloca éste sobre una chapita de hierro muy delgada de unos dos centimetros en cuadro; esta chapa se colocará en un soporte de alambre sobre la lámpara de alcohol; luégo con una varilla de vidrio ó con un pincel fino se deposita en el centro del cubre-objeto una gota de alcohol conteniendo dia- tomeas, se enciende la lámpara, y dando muy poca mecha se evapora despacio el alcohol; una vez que el sedimento diato- máceo esté seco sobre el cubre-objeto, se sube la mecha dando toda la llama que pueda dar la lámpara y se prolonga el fuego durante cinco á diez minutos, tiempo que se considera sufi- ciente para destruir el endocromo de las diatomeas y reducir á cenizas las materias orgánicas que pudieran acompañarlas. Las cubiertas silíceas de las diatomeas habrán resistido per- fectamente á esta operacion y se hallarán intactas, habiéndose sólo destruido el endocromo que contenian. Para terminar la preparacion se pondrá una gota de bálsa- mo del Canadá sobre las diatomeas y se calienta suavemente á fin de que salga todo el aire que contuviesen las valvas; al efecto se coloca el cubre-objeto sobre una chapa metálica de unos dos á tres milímetros de espesor calentada sobre la lám- para de alcohol. Por otra parte, se calienta la lámina de vidrio llamada porta-objeto, y con ella se coge el cubre-objeto; para efectuar esta operacion bastará acercar el cubre-objeto caliente á la gota de bálsamo del Canadá que cubre las diatomeas hasta tocarla, y ésta se pegará al porta-objeto llevando consigo el cubre-objeto con las diatomeas que quedaron cogidas entre los dos vidrios. Se procurará al hacer esta operacion coger el cubre-objeto precisamente en el sitio donde deba quedar, es decir, en el centro del porta-objeto, pues si hubiese que moverlo 6 trasla- darlo de un sitio á otro sería fácil romper las diatomeas, so- bre todo si no hubiese un exceso de bálsamo entre los dos vidrios. Como pudiera suceder, y es lo más probable cuando se em- plea el bálsamo del Canadá, que nos quedasen burbujas de aire entre los dos vidrios, se quitarán colocando á su vez la Cia a (19) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 325' preparacion sobre la chapa metálica sometiéndola á un calor suave, y se facilitará la extraccion del aire apoyando muy ligeramente en el borde del cubre-objeto (nunca en el centro) con una aguja enmangada á un palito. Cuando todo el aire haya sido extraido, se deja enfriar la preparacion, y una vez fria se limpia el excedente de bálsamo con un poquito de alcohol y luégo con bencina. Para terminar la preparacion se le pondrá alrededor del cubre-objeto un filetito con un barniz de goma laca ó con el barniz llamado florentino, que es rojo. Si en lugar de hacer la preparacion con bálsamo la quisié- ramos hacer sin él, lo que se llama preparaciones en seco, y convienen algunas veces para poder apreciar mejor las finas estrías de algunas especies delicadas, entonces nos bastará hacer una célula sobre el porta-objeto con barniz de goma laca 6 con barniz japonés y dejarla secar; estando seca se coge el cubre-objeto con las diatomeas quemadas y se coloca sobre la célula de manera que las diatomeas queden entre los dos vidrios; luégo se pasa un alambre ó una varilla de vidrio ca- liente todo alrededor del cubre-objeto, á fin de que éste quede pegado á la célula; á pesar de esto será bueno hacer otro file- te, á fin de que el cierre de la célula sea lo más completo po- sible. Todos estos filetes y células se hacen muy fácilmente por medio de un tornito construido al efecto, el que se halla en todas las casas constructoras de microscopios. Últimamente el Dr. H. Van Heurck, director del Jardin Bo- tánico de Amberes, eminente micrógrafo, descubrió dos pro- ductos nuevos para hacer preparaciones de diatomeas, que son: la resina producida por el Ziguidambar orientalis Mill., del Asia Menor, y la producida por el Ziguidambar Styraci- fina L., de la América del Norte. Estas dos resinas tienen un índice de refraccion mayor que el del bálsamo del Canadá, y por consiguiente de mejor resultado para las preparaciones. El Styraz (estoraque) tiene un color amarillento oscuro que no perjudica á las preparaciones; el Ziguidambar lo tiene ama- rillo claro, y sería preferible, pero no se halla este producto en el mercado europeo. Para prepararlo se toma el estoraque bruto del comercio, el que se halla en todas las farmacias; se reduce á polvo y se ex- 326 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) pone al aire á fin de secarlo lo mejor posible. Se disuelve en cloroformo óú en bencina rectificada; de estas dos disoluciones prefiero la última. Para efectuar la disolucion en bencina se procederá del modo siguiente: se coloca en un matraz el estoraque desecado al aire y se echa sobre él la bencina de manera que ocupe ésta el doble del volúmen que ocupa el estoraque. Se calienta un poco al baño de María, y cuando se ve que toda la parte resi- nosa del estoraque se ha disuelto, y que sólo queda en el fondo del matraz las impurezas y las partes leñosas, se filtra sobre un poco de algodon en rama que se coloca al efecto en el fondo de un embudo, repitiendo este filtrado tantas veces como se juzgue necesario, para que salga la disolucion per- fectamente clarificada. Es conveniente hacer esta disolucion con un exceso de ben- cina, pues con las operaciones del filtrado se va espesando; y si, finalmente, quedase demasiado líquida, se dejará espesar al aire hasta que tome la consistencia de un jarabe espeso. A pesar de estas repetidas filtraciones, no quedará la diso- lucion bastante pura para poder hacer con ella preparaciones, y lo mejor será dejarla reposar algunos dias, al cabo de los cuales se habrá depositado en el fondo del frasco una materia pulverulenta; se decantará con todo cuidado la parte clara, que estará entónces en excelentes condiciones para hacer pre- paraciones. En su lugar indicaremos la manera de emplear este producto. Cuando se tienen diatomeas preparadas, como dejamos di- cho, es decir, tratadas por medio de los ácidos, en un estado de pureza perfecto, y conservadas en alcohol, se harán prepa- raciones con ellas colocando simplemente una gota de alcohol con diatomeas sobre un cubre-objeto, y sometiendo éste á un calor suave sobre la lámpara, quedarán las diatomeas, una vez evaporado el alcohol, bastante fijadas al cubre-objeto, pura que sin inconveniente se pueda concluir la preparacion sin temor de que se muevan, concluyendo la preparacion como dejamos dicho; pero si se quiere emplear el estoraque en lugar del bálsamo del Canadá, se procederá como sigue. Se coloca una gota de estoraque sobre las diatomeas secas puestas sobre el cubre-objeto, y se deja así hasta el dia siguiente, cubriendo la preparacion con objeto de preservarla del polvo. Al otro dia, 21 Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 327 en el momento de terminar la preparacion, se calentará el porta-objeto y con él se cogerá el cubre-objeto cubierto de es- toraque, como lo dejamos dicho para el bálsamo del Canada; el estoraque tiene la ventaja sobre éste de que nunca queda- rán burbujas de aire entre los dos vidrios; cuando la prepara- cion tenga bastante consistencia se limpia el excedente de es- toraque con un poco de alcohol y luégo con bencina, conclu- yendo con el filete de barniz de goma laca. Si se quisiera terminar la preparacion inmediatamente, se procederá del modo que sigue. Se coloca sobre las diatomeas una gota de bencina y luégo otra de estoraque; se pondrá el cubre-objeto sobre la chapa metálica y se calentará ésta so- bre la lámpara á un calor muy suave (templado solamente) durante una ó dos horas; luégo se dejará enfriar y seconcluirá la preparacion como dejamos dicho. Recomendamos mucho que se cubran siempre las prepara- ciones que no estén terminadas con una campana de vidrio, á fin de resguardarlas del polvo, que es el mayor enemigo que tiene el micrógrafo. Bueno será asegurarse, ántes de pasar el cubre-objeto á su sitio definitivo, de que el estoraque haya penetrado bien en las valvas y en los frústulos enteros, si los hay en la preparacion, y que no se noten en ellos burbujas de aire; si las hubiese, entónces se prolongará el calentado hasta que desaparezcan por completo. Despues de colocado el cubre-objeto en su sitio, sobre el porta-objeto, y puesto éste sobre la chapa metálica templada, se apoyará ligeramente sobre el cubre-objeto con una aguja, con el fin de hacer salir el excedente de estoraque, haciendo esta operacion con muchísimo cuidado para no romper las diatomeas: las más de las veces bastará sólo el peso del cubre- objeto para obtener este resultado. Si despues de la preparacion fria, y limpio el exceso de es- toraque, se notase que la preparacion quedase muy gruesa, bastará para adelgazarla calentarla suavemente, y solo el peso del cubre-objeto hará salir otra cantidad de estoraque que se limpiará despues de estar la preparacion fria. 328 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) VIII. PREPARACIONES SISTEMÁTICAS. Las preparaciones sistemáticas son las más difíciles de ha- cer, pero tambien son las más útiles para el estudio de las diatomeas, y á su formacion deberá dedicarse con especiali- dad el diatomófilo. Estas preparaciones consisten en colocar en una sola pre- paracion un cierto número de diatomeas de una misma ó de especies distintas, colocadas sistemáticamente en una ó más líneas 6 formando grupos. Mr. J. D. Móller, de Holstein (Alemania), preparador de fama, fué el primero que hizo esta clase de preparaciones, y ha alcanzado tal grado de perfeccion que hasta ahora nadie en el mundo ha podido imitarlo; así es que sus 7ypen—Platte y sus Proben—Platte son muy conocidos de los micrógrafos y gozan de una fama universal. Por desgracia este preparador tiene sus procedimientos secretos; un momento se creyó que los publicaria, pues habia abierto una suscricion al efecto; pero, bien sea que el número de suscriciones no fuese sufi- ciente, Ó que se arrepintiese de su propósito, lo cierto es que no se llegó á efectuar lo que tantos aficionados á los estudios diatomáceos aguardaban con ansia. Este eminente preparador hace lo que quiere de las diato— meas; para él es un simple juego el hacer preparaciones de 100, 600 y hasta 1.600 diatomeas, todas distintas y colocadas admirablemente para hacer ver con facilidad sus menores de- talles, y al mismo tiempo con una limpieza y elegancia en la colocacion que hace que sus preparaciones sean unas verda- deras joyas. Si bien hasta hoy nadie llegó al grado de perfeccion del Sr. Móller, sin embargo, el procedimiento que vamos á indi— car dará resultados que no son de desdeñar, pues hemos hecho preparaciones de 100 diatomeas con suma facilidad, y sobre todo, empleado para preparaciones de un corto número de diatomeas, el procedimiento es perfecto. Para hacer estas preparaciones hay que emplear el mismo (23) Truan y Luard.—pDIATOMEAS DE ASTURIAS. 329 microscopio con un objetivo que aumente de 40 á 60 diámetros; pero como es sabido, el microscopio compuesto da una imágen virtual invertida, así es que es muy difícil, si no imposible, el hacer preparaciones con él, si no se le adapta un ocular pro- visto de un prisma enderezador. El sistema que empleo es un objetivo n.” 3 de Hartnack, con el ocular provisto de prisma, del mismo autor; con este sistema se puede escoger y separar con suma facilidad todas las diatomeas por chicas que sean. Para coger las diatomeas se emplean los pelos de vaca su- jetos en un palito afilado en su punta. Los pelos se cogerán sobre el cogote del animal; en este sitio se encontrarán dos clases de pelos, unos más gruesos y tiesos y otros más finos y flexibles; se hará una buena provision de las dos clases. Se escogerán los que tengan la punta bien afilada y que no haya sido rota ni cortada, se sujetarán al palito con cualquier sustancia, bien sea barniz, cola ó6 colodion normal; para esto bastará untar la punta del palo con cualquiera de estas sus— tancias y arrimar el pelo á la parte untada, dejándole sobre- salir unos 5 a 7 milímetros. Se montarán de esta manera una media docena de estos pe- los de diferentes gruesos, pero siempre procurando que sus puntas sean perfectas, siendo esta una de las principales cua- lidades que ha de tener el pelo para el buen éxito de la ope- racion. Luégo que tengamos pelos montados, procederemos del modo siguiente para hacer las preparaciones sistemáticas. Sobre un porta-objeto se coloca una gota de agua 6 alcohol conteniendo diatomeas preparadas por medio de los ácidos y perfectamente limpias; se coloca este porta-objeto sobre la platina del microscopio, y con el pelo se van separando las diatomeas que se quieren preparar empujándolas fuera de la gota de líquido que contienen éstas. Inmediatamente que se separan las diatomeas del líquido conservador, se quedarán secas; en este estado es cuando se podrán coger con el pelo, y colocándolas sobre otro soporte provisional donde habremos colocado una gota de agua desti- lada; es menester que el agua destilada esté en condiciones de pureza tal, que colocada una gota sobre un vidrio, y eva- porada sobre la llama de una lámpara de alcohol, no deje re- siduo alguno sobre el vidrio. 330 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) Una vez que hayamos trasportado todas ¡as diatomeas que queramos preparar dentro de la gota de agua destilada, se coloca ésta bajo del microscopio, y se procederá al lavado de- finitivo de las diatomeas, triturándolas en el agua destilada con el pelo, hasta que estén completamente libres de toda impureza, y se van empujando siempre con la ayuda del pelo fuera de la gota de agua, donde se secarán espontáneamente. Luégo se cogen una á una para colocarlas sobre un cubre- objeto para de éste pasarlas á la preparacion definitiva, que se hará sobre un cubre-objeto preparado al efecto. LAS PREPARACION DEL CUBRE-OBJETO. Muchos medios hay de preparar las laminillas de vidrio cubre-objeto para hacer las preparaciones sistemáticas; pero despues de haber ensayado diferentes procedimientos hemos encontrado que uno solo hasta ahora es el que da buenos re- sultados, y este es el que vamos á indicar: consiste en una disolucion acética de gelatina, que se prepara del modo si- guiente: Galatina:de Nello MA 6 gramos. ¡AGUA destilada lo at a la 50 — Ácido acético cristalizable............... 50 — Aleoholide Ii E 8 — En un frasco de unos 200 gramos de cabida se echa la gela- tina juntamente con el agua destilada, dejándola remojarse hasta que no absorba más agua; luégo se pone el frasco en agua Caliente, agitando su contenido hasta la disolucion completa de la gelatina, y se añade el ácido acético y luégo el alcohol, agitando de nuevo; despues se vuelve á poner el frasco en el agua caliente á fin de que se ponga más líquida la disolucion, y se filtra sobre un filtro de papel blanco, vol- viendo á colocar en el filtro el primer liquido filtrado. La ge- latina preparada por este medio se conserva en un frasco bien tapado. (25) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 381 Para preparar los cubre-objetos con esta disolucion, bastará mojar en ella una aguja bien limpia y pasarla horizontal- mente sobre el cubre-objeto, perfectamente limpio y exento de polvo; luégso se abandonará éste á un secado espontáneo, cubriéndolo con una campana á fin de evitar que se deposite polvo sobre él ántes que estuviese seco. Bueno será no preparar más cubre-objetos que los que se van á emplear inmediatamente, y se tendrán siempre res- guardados del polvo miéntras no se usen. Esta preparacion del cubre-objeto no tiene otro fin más que el poder por este medio fijar las diatomeas en su sitio, sin que éstas se muevan cuando se les echa encima el líquido conservador. Para fijar las diatomeas se procederá como sigue: ya hemos dicho ántes cómo se lavaban las diatomeas y se colocaban pro- visionalmente sobre un cubre-objeto, para de éste traspasarlas á la preparacion definitiva; al efecto, se coloca sobre una lá- mina de vidrio el cubre-objeto preparado con la gelatina y á su lado el otro cubre-objeto conteniendo las diatomeas lavadas. Se coge una diatomea con el pelo y se coloca sobre el cubre- objeto preparado con la gelatina, se arregla en el sitio donde ha de quedar, y cuando esté bien se coge la preparacion y se proyecta sobre ella el aliento, sin soplar fuerte; con esto la gelatina se reblandecerá lo suficiente para que la diatomea quede fija; inmediatamente se cogerá otra diatomea que se colocará á su vez al lado de la primera colocada, y cuando esté en su sitio, y en la posicion que el operador la quiera dar, se fijará con el aliento como la primera, y así sucesiva- mente fijando siempre por medio del aliento la diatomea que se coloca ántes de poner otra. Para colocarlas:bien en línea se grabará con un diamante 6 una piedra de cuarzo una línea sobre el porta-objeto, y sobre esta línea se colocará el cubre-objeto gelatinado; así será fácil seguir el alineamiento, colocando las diatomeas sobre la línea que se percibe debajo del cubre-objeto. Tambien será útil el hacer con carmin un circulito sobre el cubre-objeto gelati- nado; en este circulito se colocan las diatomeas, y una vez la preparacion terminada y observada con un objetivo potente, sirve para encontrar fácilmente el sitio que ocupan las diato- meas; este circulito se llama buscador. 332 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) Una vez que estén colocadas todas las diatomeas sobre el cubre-objeto y fijas, se podrá terminar la preparacion por los medios que dejamos indicados. Sólo nos resta indicar, para terminar este ligero trabajo, el modo de hacer las preparaciones de diatomeas con la nafta lina monobromizada. Este producto tiene un índice de refraccion de 1,65, mién- tras que el estoraque 1,63 y el bálsamo del Canadá 1,54; ha- ciendo la comparacion vemos que la naftalina monobromizada tiene un índice de refraccion mayor que el de las otras dos sustancias resinosas, y por consiguiente más propia para ha- cer preparaciones, las que dejarán ver con una claridad ad- mirable los más finos detalles en las diatomeas; tanto es así, que el Sr. Móller adoptó este producto para sus magníficas preparaciones sistemáticas. Es lástima que las manipulaciones para el empleo de esta sustancia sean algo complicadas, y por esta razon es sólo em- pleada por un corto número de micrógrafos. La naftalina monobromizada se halla de venta en casa del Sr. Móller, en Holstein, bajo el nombre de Monobrom Naphta- lin, que es el nombre que le daremos en lo sucesivo. Para poder emplear el monobrom hay que hacer unas célu- las especiales con una disolucion espesa de goma laca del comercio en alcohol. Las células se harán sobre el porta-objeto, con el tornito de filetear, y se construirán bastante gruesas, y algo mayores que el cubre-objeto, de manera que puesto éste en su sitio sobresalga la célula de goma laca unos dos milímetros en toda su circunferencia. Estas células se dejarán secar bien (uno ó dos dias bastarán); luégo se limarán de plano sobre una piedra de aceite, á fin de obtener en toda su circunfe- rencia una superficie perfectamente plana donde se pueda adaptar sin alabeo el cubre-objeto. Para hacer la preparacion, supongamos que tenemos ya un cubre-objeto con diatomeas arregladas y fijadas por medio de la gelatina; sobre este cubre-objeto y cubriendo las diatomeas se depositará una gota de monobrom y se dejará en este es— tado hasta el dia siguiente, cubriendo el cubre-objeto para resguardarlo del polvo. Por otra parte, se depositará en el centro de la célula de (27) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 333 eoma laca una ó dos gotas de monobrom; esto bastará ha- cerlo unos cinco minutos ántes de cerrar la célula. Despues se colocará el cubre-objeto sobre la célula de manera que no nos quede ninguna burbuja de aire entre los dos vidrios, se apoyará ligeramente sobre el cubre-objeto á fin de que se ad- hiera á los bordes de la célula, y colocando sobre él un papel secante se pasará el dedo suavemente para quitar el exceso de monobrom; luégo se quita el papel y se ve si el cubre- objeto se ha quedado adherido á la célula; para esto se em- pujará suavemente con una aguja, y si no se mueve bastará limpiar bien el exceso de monobrom con un trapo fino ligera- mente húmedo; si al tocarlo con la aguja se moviese, entón- ces se pasa todo alrededor del borde un alambre caliente, volviendo á colocar el papel secante y pasando el dedo sobre la preparacion apoyando suavemente: con esto quedará fijado el cubre-objeto. Despues de haber limpiado bien el exceso de monobrom se hará sobre el borde del cubre-objeto un filete con goma laca, y despues de éste seco, otro con barniz, ya sea japonés 6 flo- rentino, quedando con esto concluida la preparacion. Para el empleo de la naftalina monobromizada algunos pre- paradores prefieren preparar el cubre-objeto para recibir las diatomeas con una disolucion floja de goma laca blanca en alcohol absoluto; esta disolucion se emplea como la de la ge- latina, con solo la diferencia de que para fijar las diatomeas en su sitio se calentará el cubre-objeto sobre la chapa metá- lica, y una vez concluida la colocacion se calentará de nuevo á una temperatura elevada, á fin de fundir la goma laca, pues sin este cuidado ésta sería atacada par el monobrom y no se conservaria la preparacion. Para terminar, daré la composicion de otro líquido fijador que es el que adopté definitivamente desde hace algun tiempo para mis preparaciones al monobrom, pues segun los resulta- dos que observo es el que me parece mejor para el objeto. Este líquido, compuesto de albúmina de huevo, no es ata- cado por el monobrom y produce unas preparaciones muy lim- pias y transparentes que se conservan bien. Se prepara de la manera siguiente: Se añade á la clara de un huevo (exenta de toda partícula de yema) su peso de agua destilada y 5 gramos de amoniaco 331 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) cáustico puro; se bate la mezcla con una escobilla de brezo ó simplemente con un tenedor hasta que el todo se haya redu- cido á espuma. Se deja reposar doce horas y se filtra el líquido claro por un filtro de papel blanco. Convendrá filtrar dos ú tres veces á fin de obtener una disolucion exenta de toda impureza. Esta disolución se conservará, gracias al amoniaco, un par de meses, pero pasado este tiempo es preferible hacer otra nueva. Los cubre-objetos destinados á recibir las diatomeas se pre- pararán con esta disolucion de la misma manera que dejamos indicado para la disolucion de gelatina, y se fijan igualmente las diatomeas proyectando sobre ellas el aliento. Una vez ter- minada la colocacion se quitan las impurezas y granitos de polvo que se depositarán sobre la preparacion miéntras se hace, empleando al efecto una aguja muy fina que tenga por mango un palito; juégo se coloca el cubre-objeto sobre la placa metálica y se calienta bastante, á fin de coagular la albúmina, quedando con esta operacion perfectamente fija— das las diatomeas, concluyendo la preparacion como dejamos dicho. (29) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 335 APUNTES PARA LA SINOPSIS DE LAS DIATOMEAS DE ASTURIAS. Tribu I.—Rafideas. FAMILIA I.—Cimbeleas. Amphora ovalis Kutz. Lám. VII, rie. 1.* Navicula Amphora Ehr. Prustulia capulata Kutz. Cymbella ovalis Breb. Amphora incurva Greg. Muy variable en su tamaño. L. (1) 40 a 100 u (2). F. v. (3) en forma de media luna, teniendo su línea central ó conectiva doble curva, y en el centro de ésta el nudo marginal. Frústulo conectivo ovalado, extremos truncados, estrias eranuladas bien determinadas. Aguas estancadas, no muy abundante; se halla sobre las plantas acuáticas, Charca de la Holla (Deva), Fuente-Santa, fosos de la antigua fortificacion , Charca de Llano, etc. Amphora aífinis Kutz. LAm. VII, Fig. 2.* Amphora abbreviata Bleish. - libyca Ehr. (1) L. Largo. (2) A.significa micron (milésimas de milímetro). (3) EF. v. Frente valvario. 336 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) Más pequeña que la ovalis, de la cual es una variedad. L. 25 á 50 u. Estrias más finas. Ménos comun que la anterior, con la cual la encontré mez- clada, en particular en los fosos de esta poblacion, donde llega el agua del mar. Amphora pediculus Kutz. LÁm. VII, FIG. 4.* Cymbella pediculus Kutz. Amphora minutissima W. Smith. Muy chica. L. variable 6 4 25 . F. v. bastante ovalado, y en algunos ejemplares casi esférico; estrías delicadísimas. Se encuentra en bastante abundancia en las aguas salitro- sas, fosos de la antigua fortificacion, Huelgas del Piles y Aboño. Amphora gracilis Ehr. (? Forma parra). LAm. VIl, FIG. 3.* L. 50470. Forma ménos ovalada. extremidades redondea- das, estrías formadas de perlas muy finas. Aguas saladas, sobre conchas de ostras. Cymbella gastroides kutz. Lám. VII, FIG. 5." Cocconema lanceolatum Ehr. Cymbella maxima Neg. L. 80 á 150 4. F. v. cimbiforme, línea dorsal ligeramente arqueada, y la ventral casi recta. Estrías compuestas de per— las, dejando un espacio ó zona libre á lo largo del rafe, siendo mayor ésta alrededor del nódulo central. Esta diatomea vive sujeta por un pedúnculo sobre el musgo y otras plantas acuáticas, y tambien se halla en el estado libre. Aguas corrientes; abunda en todos los rios de esta provin- cia y en las grandes lagunas de la misma. (31) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 337 Cymbella (Cocconema) lanceolata Ehr. LÁm. VII, ria. 6.* Un poco más chica que la anterior, siendo su forma más lan- ceolada; línea ventral cimbiforme, estrías formadas de perlas. En los mismos parajes que la anterior, con quien se halla mezclada. Cymbella (Cocconema) maculata Kutz. LAm. VII, riG. 9.* L. 15435 u. F. v. cimbiforme, muy variable, línea dorsal muy curva, línea ventral recta, más ó ménos arqueada en el centro. Muy comun en todas las aguas alrededor de Gijon; la hallé tambien en Fuente-Santa y en Corao, Cangas de Onís. Cymbella (Cocconema) cymbiformis Ehr. Lim. VII, FIGURAS 7.* y 8.* Prustulia cymbiformis Kutz. Cymbella maxima Wart. - helvetica Kutz. - gastroides Kutz. (estado libre). Cymbophora fulva Breb. Cocconema variabile Cramer ? - Cistula Ralfs. Muy variable. L. 504100 u. F. v. cimbiforme, elegante y poco arqueado; estrías finamente granuladas, pedúnculo sencillo. Muy comun; la encontré en todos los sitios de las anterio- res y sobre las hojas de la Vymphea alba, en el estanque de mi jardin. Cymbella (Encyonema) prostrata Berk. y LÁm. VII, rie. 12. Encyonema paradocum Ehr. et Kutz. - maximum Wartm. Gleonema paradocum Ehr. Sehizonema prostratum Grev. ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 22 338 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) Robusta. L. 40460 z. F. v. cimbiforme; estrías muy pro- nunciadas formadas de gruesas perlas que no llegan al rafe. Se hallan metidas en una vaina tubular transparente tan an- cha como el largo del frústulo. Abundante. Corao, Fuente-Santa, Rio Nalon, Rio Labra. Cymbella (Encyonema) cespitosa Kutz. LAm. VIT, rFi6. 10. Encyonema prostratum Berk. Más pequeña. L.154á 35 u. F. v. cimbiforme; línea dorsal muy bombeada y la ventral igualmente, aunque ménos; es- trías ligeramente granuladas; extremos obtusos, rectos (6 lige- ramente encorvados; vaina tubular dividida en varias ramas. Más comun que la anterior; se halla en los mismos sitios; la hallé en tal abundancia en la parte inferior de las hojas flo- tantes de la Vymphea alba, que la cubria completamente de una fuerte capa amarillenta (estanque de mi jardin). Cymbella anglica Lagerst. Lim. VII, rió. 11. L. 30 4 50 . F. v. cimbiforme: línea dorsal ligeramente ar— queada y la ventral recta casi en toda su longitud; el rafe divide la valva en dos partes desiguales, dejando más espa- cio en la superior 6 dorsal; estrías formadas de perlas muy finas. En los mismos parajes que las anteriores; no muy abun- dante. FAMILIA II.—Naviculeas. Mastogloia Braunii Grun. Lám. VIII, FIG. 34. L. 50 4 80 “. Muy variable. F. v. lanceolado, valva con célu- las marginales, estrías muy finas compuestas de perlas ; estas estrías están interrumpidas en todo lo largo de la valva, for- mando una zona sin estrías á cada lado del rafe, que se unen (33) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 339 en el centro. Extremidades obtusas. Se encuentran valvas que no tienen células marginales, fig. 4.* Rafe bastante pronun- ciado en ambas formas. Hasta ahora no hallé más que esta interesante variedad en Asturias, y muy escasa (pequeños riachuelos), pero tuve oca- sion de estudiarla en todas sus formas, en unos sedimentos de la Albufera de Valencia que tuvo la amabilidad de propor- cionarme el catedrático Sr. D. Eduardo Boscá, del Jardin Bo- tánico de Valencia. Stauroneis phonicenteron Ehr. LAm.. VIT, rFi6. 14. Grande. L. 504165 u. es el tipo de este género /Stauroneis). F. y. lanceolado, ancho en el centro, se va estrechando hasta sus extremos en una curva graciosa. Sus extremidades son redondas y obtusas. Estrías finas punteadas y convergentes; “ausencia de nódulo central que se halla reemplazado por una área en forma de cruz, sí4u70s. El rafe en muchas ocasiones se halla dividido en dos líneas que se separan desigualmente en- “tre el centro y los polos. Bastante abundante en la Charca de la Holla (Deva), y en Fuente-Santa, aguas estancadas y ferruginosas, turberas, etc. Stauroneis acuta W. Smith. Lám. VEL: FIG. 13, Grande. L. 504 160 x. F. v. lanceolado, extremidades obtu- “sas; sus costados forman en el centro un angulo obtuso; área cruciforme abierta en abanico, hasta los bordes de la valva; estrías finas punteadas y convergentes. Charca de la Holla, turbera ferruginosa de la Herrería en Fuente-Santa, Fuénte del Zampoñil, Corao, San Martin de Huerces. Ménos abundante que la anterior con la cual se halla mezclada. | _Stauroneis gracilis Smith. LAmM, VIE: sie. 15: L. 50 4 80 1: F. v. lanceolado, extremidades redondas, área cruciforme más cerrada cerca del centro, y en algunos casos 310 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34) no llegan hasta tocar los bordes de la valva; estrías finas punteadas y convergentes. En los mismos sitios que las anteriores, pero poco abun- dante. Stauroneis anceps Ihr. LÁm. VII, Fig. 18. L. 40480 zu. F. v. lanceolado ó elíptico-lanceolado, extre- mos capitiformes, área cruciforme recta hasta los bordes de la - valva, estrías finas punteadas y convergentes. Aguas estancadas del Pozo de Llano, Charca de la Holla. Se halla mezclada con la forma elíptica. Stauroneis anceps, var. amphicephala Kutz. LÁm. VII, ria. 17. L. 40480 z. F. v. con sus costados más % ménos rectilíneos, extremos capitiformes formando garganta, área cruciforme recta, estrías finas, punteadas. En las mismas localidades que las anteriores; no muy abun- dante. Stauroneis spicula Dickie. LÁm. VII, ri6G. 16. L. 90 4 100 u. F. v. lanceolado, área cruciforme recta y es- trecha, estrias muy finas perpendiculares al rafe. Agua salada. La encontré en bastante abundancia sobre conchas de ostras procedentes de Avilés. Navicula (Stauroneis) aspera Ehr. LAm. VII, FIG. 37. Muy variable en tamaño. L. 60 á 200 y. F. v. lanceolado- elíptico, estrías radiantes compuestas de gruesas perlas ova- ladas, dejando en el centro una área cruciforme que no llega hasta los bordes de la valva; rafe recto ligeramente sigmoideo en las grandes especies. Aguas saladas. En las holoturias y sobre conchas de molus- cos bivalvos. (35) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 341 Navicula nobilis Kutz. LAm. VII, r16. 19. Pinmularia nobilis Ehr. Muy grande. L. 200 á 300 z. F. v. bacilar, ligeramente abul- tado en el centro y en sus extremos. Costillas radiantes desde el centro dejando una área en toda su longitud; núcleo ó6 nudo central abultado y redondo. Rafe encorvado en sus extremos, concluyendo con un pequeño núcleo ó nudo. Aguas estancadas, bastante comun en los llanos. Charca de la Holla, Fuente-Santa. Hice una recoleccion completamente pura y muy abundante en la fuente de la Salud en Trubia. Generalmente esta especie se halla mezclada con la Vavi- cula major Kutz. Navicula major Kutz. Lám. VII, FIG. 20. Pinnularia major Rab. Más chica. L. 130 á 180 z. Difiere de la anterior por sus po- los que no están dilatados y son un poco cónicos; costillas ra- diantes al centro. En los mismos sitios que la anterior. Navicula viridis Kutz. LÁm. VII, ria. 21. Pinnularia viridis Rab. Bacillaria viridis Nitsch. Vavicula viridula Ehr. Grande. L. 50 á 120 4. F. y. elíptico-bacilar, yendo en dis- minucion del centro á sus polos; éstos son redondos, nudo central grande y los terminales oblicuos. Costillas radiantes en el centro solamente. Área ancha á todo lo largo de la valva. Aguas vivas y estancadas, rio Labra, Prada, Peña de Fran- cia, Trubia, etc.; bastante comun. 342: ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) Navicula viridis Kutz., var. communata Grun. LAm. VII, FIG. 23. L. 50 470 u, F. v. eliptico-bacilar, núcleo central bastante prominente; rafe recto, terminando en los polos por dos nu- dos; costillas ligeramente radiantes al centro. Abundante en los sitios mencionados, para la NV. viridis, con quien se halla mezclada. Navicula (Pinnularia) gibba Ehr., var. /abellaria. Lim. VII, ric. 25, y Lám. VIII, Fi6. 10. Navicula gibba Kutz. L. 604 90 u. F. v. bacilar, abultado en el centro y en sus polos; éstos son redondos. Nudo central redondo, rodeado de una área circular; sus costillas radiantes y fuertes no llegan al rafe, sobre todo en el centro. Rafe más 6 ménos ondulado. Turberas ferruginosas de Buyeres de Nava, Charca de la Holla, Quinta de los Herederos del Sr. Valle, Isla. Poco abun- dante. Navicula cuspidata Kutz. LÁm. VII, rie. 26. Navicula fulva Ehr. - vulpina Rab. L. 60 4 140 u. F. v. lanceolado, dividido por el centro por el rafe recto. Ancha, en el centro va estrechándose hácia los po- los, concluyendo en éstos en punta roma; las estrías perpen— diculares al rafe y paralelas entre sí, dejan un pequeño es- pacio libre á todo lo largo de éste; estas estrías son delicadí- simas, necesitando la luz oblicua para verlas bien, 124 15 en 10 4. Aguas estancadas, lagunas y turberas de los llanos y en los altos. Hice una recoleccion abundante de esta especie, reuni- da con la Vavicula ambigua, en la posesion de los herederos del Sr. Valle, en Roces. (37) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 343 Navicula serians Breb., var. minor Grun. LAm. VII, F10..27. Navicula punctulata et lineolata Ehr. Frustulia serians Breb. Navicula lineolata Ebr. L. 25490 4. F. v. lanceolado, extremidades obtusas; finas estrías transversales y otras longitudinales, onduladas, más aparentes; área en el centro rectangular, de la cual dos de sus angulos miran á los polos. Aguas estancadas. Charca de la Holla (Deva). Bastante rara. Navicula ambigua Elhr. Lám. VII, riG. 28. L. 50 a 90 £. F. v. elíptico-lanceolado, contornos angulosos, estrechándose en sus polos formando cuello; extremos capiti- formes. Estrías paralelas entre sí, finas y punteadas, 164 19 en 10 x. Rafe recto. Aguas estancadas, bastante abundante en los desagiies de los terrenos de los humedales (cercanías de Gijon). Navicula eliptica Kutz. LÁm. VII, FIG. 29. Navicula ovalis W. Smith. Muy variable. L. 25 á 65 x. F. v. ovalado, más 6 ménos re- dondo; estrías moniliformes convergentes, no llegando al rafe y formando en el centro una área dilatada redonda. Líneas longitudinales fuertemente acentuadas, acercándose éstas á la línea media d rafe. Abundantes en todas las aguas; se encuentran hasta en las grandes alturas. Lago de Enol, Covadonga. Navicula iridis Ebhr., var. 4mphigomplhus Ehr. LAm. VII, FIG. 30. L. 50 á 120 y. F. v. con costados rectilíneos, terminando en 344 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) cono en los polos, algunas veces en punta. Estrías transver— sales y longitudinales finas. Aguas vivas, manantiales y fuentes de Buyeres de Nava, rio de Peña de Francia (Deva), rio de Ceares. No muy abundante. Navicula vulgaris Heib. LÁm. VIl, rie. 31. Schizonema vulgare Thw. Colletonema vulgare W. Smith. L. 40 4 85 £, F. v. elíptico-lanceolado, extremidades pro- minentes, redondas. Estrías paralelas y un poco radiantes, más aparentes en el centro. Abundantes en todas las aguas de las cercanías de Gijon. Navicula producta W. Smith. Lám. VII, FIG. 35. Navicula affinis Ehr. - — amphirhynchus Ehr. L. 35 4 95 a. F. v. muy variable, elíptico, extremos anchos y prominentes, estrías transversales y longitudinales. Bastante abundantes en las aguas estancadas; Corao, Fuen- te del Zamponil, Pozo de Llano, rio de Tremañes. Navicula bicapitata Lagerst. Lám. VII, FIG. 24. Navicula (Pinmularia) dicephala Ehr. L. 204 60 z. F. v. alargado, costados rectilíneos, raras veces elíptico, extremos ú polos recogidos formando garganta, ter— minando por una cabeza redonda, que en algunos ejempla- res es alargada. Estrías radiantes y granulares, nudo central grande. Poco frecuente; Charca de la Holla (Deva). (39) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 345 Navicula gracilis Ehr., var. LAm. VII, FIG. 33. Schizonema neglectum Fhwaites. Navicula neglecta Kutz. L. 40 470 ». F. v. lanceolado, extremos obtusos, estrías ra- diantes. Poco frecuente; rio Piles, Huelgas del Piles y Molino Albar- gonzalez. Navicula radiosa Kutz., var. acuta W. Smith. LAM. VII, FIG. 32. Pinmularia acuta W. Smith. - radiosa Rab. Navicula avenacea Breb. - angusta Grún. L. 35 á 120 1. F. v. lanceolado, terminando en punta en sus polos; estrías finamente punteadas y radiantes hácia el centro. Abundantes en todas las aguas de Asturias. Navicula amphirhynchus Ehr. Lám. VIIL, FIG. 5. L. 504 100 ¿. F. v. largo y ménos elíptico que en la Vav?- cula afinis; tiene sus costados rectilíneos, terminando en sus polos en una cabeza alargada no formando cuello. Estrías transversales y longitudinales. Aguas estancadas; Corao, Isla (Cabueñas), Llano; no muy abundante. Navicula firma Grun. et Kutz. Lám. VIII, ria. 6. L. 40 4 100 z. F. v. muy alargado, extremos redondos, nudo central grande. Estrías longitudinales y transversales muy finas y poco aparentes. Aguas vivas, manantiales de la falda del monte en Fuente- Santa, Corao, Manantial de Peña de Francia, Deva. 346 ANALES DE HISTORIA NATURAL. : (40) Navicula bicapitata Lagerst. Lám. VIIL, 16. 7. Pinmularia dicephala Ehr. L. 304560 z. F. y. con los costados rectilineos, terminando en los polos con una cabeza más 4 ménos alargada; estrías radiantes granuladas, nudo central grande formando una es- pecie de cruz. Rafe muy aparente. Charca de la Holla; no muy abundante. Navicula peregrina Ihr. LÁm. VII, riG. 34. L. 50485 u. F. v. lanceolado, ancho en el centro y estre- chándose en los polos, concluyendo en punta ancha y roma; estrías radiantes fuertes, dejando una área en el centro en forma de cruz. Corao y Huelgas del Piles; poco abundante. Navicula bacillaris Greg., var. /hermalis Grun. Lám. VIII, riG. 11. L. 60 á 90 z. F. v. de forma cilíndrica (bacilar), costados rectos, terminando en curva redonda. Estrías finas perpendi— culares al eje y paralelas entre sí, cruz de un solo costado. Rafe recto. Charca de la Holla; poco abundante. Navicula oblonga Kkutz. LÁm. VIII, FIG. 9. Pinmularia oblonga Rab. - polyptera Ehr. Navicula viridula Ehr. - macilenta Ehr. L.80 4100 zx. F. y. alargado, lanceolado, terminando en sus polos en punta roma y ancha; costillas del centro radiantes, ligeramente punteadas. Abundante en la Charca de la Holla (Deva). (41) Truan y Luard. —DIATOMEAS DE ASTURIAS. 347 Navicula mesolepta W. Smith. LAÁm. VIII, rFiG. 8.* Vavicula nodosa Ehr. Pinnularia mesolepta Ehr. Variable. L. 30 4 65 +. F. v. con costados ondulados, extre- mos capitiformes, á veces alargados, estrías radiantes, varia- bles en su longitud. Aguas estancadas; San Martin de Huerces; poco abundante. Navicula Brebissonii Kutz. LAm. VIII, rie. 13. Pinmularia stauronerformis W. Smith. L. 25 4 60 1. F. y. elíptico, costillas radiantes al centro, cor- tas é interrumpidas, formando en el centro una área en cruz; rafe recto, nudo central fuerte. Aguas estancadas; se encuentran en los fosos á lo largo de las carreteras despues de las primeras lluvias de la primavera; abundante. Navicula amphisbeena Bory. LAm. VIII, ria. 18. L. 554100 x. F. v. elíptico, estrechándose en los polos. Estrias finas radiantes al centro. Aguas salitrosas. Huelgas del Piles y antiguos fosos de la fortificacion de esta villa. Bastante abundante. Navicula subsalina Donkin. (Forma major.) LAm. VIII, riG. 19. Nav. amphisbena Bory, var. -L.40460 z. F. y. elíptico; algunas veces sus costados son aplastados, estrechándose en los polos, formando cabeza. Rafe recto dividiendo la valva en dos partes iguales, inter— 348 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) rumpido en el centro. Estrías finas radiantes dejando un área grande central que se prolonga estrechándose á lo largo del rafe. Aguas saladas, huelgas cubiertas por el mar á marea alta. Antiguos fosos de la fortificacion (Gijon), Huelgas del Piles y Aboño. Bastante abundante. Návicula (Pinnularia) cardinalis Ehr. et Rab. LÁm. VII, Fic. 22. Stauwroneis cardinalis Kutz. Stauroptera cardinalis Ehr. Grande. L. 100 á 200 u. F. v. lineal, costados rectos, ligera- mente dilatados en el centro, extremidades redondas, costillas fuertes, ligeramente radiantes, interrumpidas en el centro, dejando una área en forma de cruz. Aguas estancadas. Lagunas. Charcas de la Holla. Encontré pocos ejemplares y de pequeño tamaño. Navicula granulata Breb. LÁm. VIII, FIG. 20. L. 50485 z. F. v. ancho, costados aplastados, estrechán- dose en los polos, formando en éstos un pezon abultado. Es- trías moniliformes de gruesas perlas, ligeramente radiantes, dejando una área ovalada en el centro, rafe recto y aparente. Aguas saladas. Intestinos de holoturias y sobre ostras de esta costa. Poco abundante. Navicula marina Ralfs. LÁm. VII, ria. 21. Navicula punctulata W. Smith. Más chica que la anterior. L. 50 á 70 4. F. v. de forma elíp- tica; el pezon de sus polos es ménos pronunciado. Estrías mo- niliformes, ligeramente radiantes, área más chica que en la especie anterior, rafe recto. Aguas saladas. En los mismos sitios que la anterior y sobre (43) Truan y Luard.— DIATOMEAS DE ASTURIAS. 349 ostras procedentes del nuevo criadero de D. Bernardo Llanos, en Villaviciosa. Navicula crabro Ehr., var. pandura Breb. LAm. VII, FIG. 28. Grande. L. 80 a 120 u. F. v. en forma de ocho alargado. Costillas gruesas, cubiertas de perlas, área central cuadrilon- ga, rafe compuesto de dos nervios unidos, y tiene de cada lado en toda su longitud una línea de perlas. Aguas saladas. Intestinos de holoturias. Poco abundante. Navicula crabro Ebr., var. multicostata Grun. LAm. VIII, FIG. 29. L. 50470 u. F. v. más pequeño que en la var. pandura, ter- minando en sus polos más en punta; costillas llenas, atrave- sadas, formando ondulaciones, las que producen la ilusion de ver dos líneas longitudinales; rafe fuerte, dividido en dos por una línea longitudinal; área central cuadrilonga. Aguas saladas. Intestinos de holoturias y sobre conchas de ostras. Más abundante que la anterior. Navicula didyma Ehr. Lám. VII, FIGURAS 31 y 32. L. 50 a 70 y. F. v. de forma ménos elegante que en las dos anteriores, más ancha en el centro; polos más redondos, es- trías punteadas más finas, rafe recto dividido en dos, área central cuadrilonga. Aguas saladas. Sobre ostras. Bastante abundante. Navicula splendida Greg, var. Lim. VIII, Fig. 30. L. 80 á 100 y.. F. v. más ancho y más corto que en la varie- dad pandura de la V. crabro; tiene la forma de un ocho bien formado. Estrías moniliformes, gruesas, ligeramente radian- 350 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) tes, las que no llegan al rafe, dejando una zona 8 lo largo de éste; área central cuadrilonga. Aguas saladas. Holoturias. Rara. Navicula lyra Ehr. /7ípica). Lám. VIII, riG. 23. Grande. L. 80 á 120 y. F. v. ovalado, alargado en sus polos, que son ligeramente tapitados. Rafe recto; ausencia de nó- dulo central; estrías finas formadas de perlas ligeramente ra- diantes é€ interrumpidas en todo el largo de la valva, dejando una zona lisa de cada lado que se unen en el centro, afectando la forma de dos liras unidas por su base; á esta particularidad sin duda debe su nombre. Aguas saladas. Sobre ostras procedentes de Avilés. No muy abundante. Navicula lyra Ehr., var. elíplica. LAM. VIII, FIG. 24. Más chica que la anterior. L. 60490 y. F. v. elíptico. Es- trías, etc., iguales á la anterior, con la cual se halla unida. Navicula pretexta Ihr. LAm. VIII, riG. 27. Grande. L. 80 á 120 .. F. v. ovalado; rafe recto, un poco do- blado al llegar al polo, interrumpido y más grueso en el cen- tro, Estrías radiantes al centro, punteadas, formando una faja de 8 y. todo alrededor del borde de la valva; el espacio cir- cunscrito en esta faja está punteado, siendo los puntos más compactos á lo largo del rafe. Aguas saladas. Sobre ostras procedentes de Avilés y holo- turias. Navicula limosa Kutz. LAm. VIlI, ri. 17. Muy variable. L. 50 4 140 y. F. v. lineal, centro siempre —— (45) Truan y Luard.— DIATOMEAS DE. ASTURIAS. 351 abultado, extremidades redondas d cónicas. Estrías transver- sales finas. Aguas estancadas. Pozo de Llano, San Martin de Huerces, Charca de la Holla. Bastante abundante. Navicula Smithii Breb. LÁm. VIII, FIGURAS 25 y 26. Muy variable de forma. L. 60 4 100 y.. F. v. ovalado, á veces aplastados sus costados: extremidades redondas ó ligeramente cónicas. Estrías radiantes formadas de costillas cubiertas de perlas, rafe dividido en dos partes por una línea central, área en el centro cuadrilonga en el sentido de sus polos. Magnífica diatomea. Aguas saladas. Holoturias y sobre ostras. Poco abundante, y sobre todo la forma que representa la fig. 26. Navicula viridula Kutz., var. avenacea Breb. Lám. VII, rie. 12. L. 50460 y. F. v. alargado, ligeramente abultado en el cen- tro. Estrías finas rectas, presentando en sus bordes una doble línea muy aparente; nódulo central grande; rafe recto. Aguas estancadas: fosos de los alrededores de Gijon. Navicula angusta Grun. Lám. VIT, FIG. 14. L. 50480 y. F. v. largo y angosto, estrechándose un poco en los polos. Estrías finas y radiantes al centro; nódulo cen- tral aparente. Aguas estancadas; bastante comun. Navicula palpebralis Breb. LÁm. VII, rie. 22. L. 50 á 70 p.. F. v. elíptico-lanceolado, extremidades ligera- mente capitiformes, rafe recto, estrías radiantes, punteadas -y solamente en el borde de la valva, formando una faja todo alrededor y dejando una área grande, lisa en el centro. Aguas saladas. Holoturia. Rara. 352 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 16) Schizonema amplius Grun. LÁm. VII, FIG. 36. L. 50 a 70 y. F. v. lanceolado, extremidades ligeramente ob- tusas, estrías transversales muy finas y otras finísimas longi- tudinales. Esta diatomea forma parte del grupo Ramosissima Grun. Agua salada. Se encuentra metida en una vaina en forma de tubo, agrupadas en gran número, teniendo el aspecto de una cuerda; otras veces de una en una ó de dos en dos unidas por sus polos. Sobre los cascos de los buques y muros de los muelles. Vanheurkia rhomboides Breb. LAm. VII, ri6G. 1.* L.504 95 u. F. v. lanceolado, más 6 ménos ancho; extremos obtusos. Estrías paralelas finísimas, 30 á 38 en 10 y, línea media gruesa, separada en el centro por un pequeño espacio más estrecho formando nudo. Aguas vivas. Fuente de la Herreria en Fuente-Santa, Fuente de la Salud, Trubia. Poco abundante. Vanheurkia crassinervia Breb. LÁm. VIII, FIG. 2.* Navicula rhomboides Ehr., var. Prustalia sazonica Rab. - torfacea A. Braun. L. 454 80 y. F. v. lanceolado ú elíptico-lanceolado. Estrías muy finas y paralelas, necesitando para poder resolverlas la luz oblicua y objetivos de inmersion. Línea media ú rafe grueso, no dejando espacio ó muy poco en el centro. Aguas vivas y claras. En Trubia, Fuente de la Salud , hallé esta diatomea en bastante abundancia. Los frústulos estaban colocados en una especie de gelatina transparente, coleoder- mo, en sentido de su longitud, tocándose unos á otros por sus polos, formando rosario. (47) Truan y Luard.— DIATOMEAS DE ASTURIAS. 353 Scoliopleura latestriata Breb. et Grun. LAm. VIII, rie. 15. Amphiprora latestriata Breb. Vavicula conveza W. Smith. L. 90 á 150 u. F. v. largo y estrecho, costados rectos, extre- mos cónicos. Linea media en forma de $ alargada, nudo cen- tral ovalado, estrías moniliformes, dos líneas longitudinales una de cada lado del rafe. Valva seca de color azul. Aguas saladas. Holoturias y sobre conchas de ostras. Poco abundante. Scoliopleura tumida Breb. LÁm. VIII, ria. 16. Navicula tumida Breb. - Jenneri W. Smith. L. 120 á 200 y.. F. v. lanceolado, ancho en el centro y algo contorneado. Rafe en forma de S alargada, estrías finas pun- teadas; éstas no llegan al rafe, dejando un espacio libre á lo largo de éste que se ensancha en el centro formando una área en lugar de nódulo. Aguas saladas. Holoturias. Poco abundante. Amphipleura pellucida Ehr. LÁm. VIII, rie. 33. L. 85 á 120 y, F. v. lineal, lanceolado y estrecho, linea media 6 rafe abultado y fuerte, desdoblándose en sus extremos para formar un nudo terminal alargado. Estrías transversales finisimas que necesitan un buen obje- tivo de inmersión y luz oblicua para ser resueltas; es uno de los test más difíciles que se conocen y ocupa el núm. 20, es decir, el último del test de Moller. Hasta el presente no encontré esta diatomea más que en Fuente-Santa, en el manantial de la fuente llamada de la Her- rería. Bastante abundante. ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 23 351 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) Amphipleura Lindheimeri Grun., var. 77423 Van Heurck. Lám. VIII, FIGURAS 34 y 35. Amphiplewra trubiana A. Truan, 1883. Grande. 160 á 220 ». F. v. lanceolado, estrecho y á veces anguloso en el centro; extremidades redondas y obtusas, línea media recta, desdoblándose en sus extremos, formando un fuerte nódulo largo y robusto. En el centro, el rafe se desvía un poco de la línea recta formando una ondulacion que pu- diera ser un rudimento de núcleo ó nódulo. Las estrías finísi- mas, transversales y oblicuas que tiene esta diatomea, hacen que sea muy á propósito para test (1). Es la primera vez que se encuentra en Europa, pues la Am. Lindheimeri es originaria del Brasil y de Texas. El Dr. Van Heurck cree que la var. Zruanm es la forma espo- rangial de la 4%. pellucida. La encontré en bastante abundancia en las filtraciones que resultan del manantial de agua ferruginosa que alimenta la fuente llamada de la Salud en Trubia. A pesar de haber buscado dicha diatomea en otras localida- des de esta provincia, no he vuelto á encontrarla. Pleurosigma angulatum W. Smith. [Forma major.) Lim: TX, Fig. d.* Grande. L. 150 4 260 y. F. v. lanceolado, sigmoideo. Rafe dividiendo la valva por el medio y siguiendo su forma sig- moidea; estrías transversales y oblicuas muy finas; nódulo central oblongo. Esta diatomea, por su fina estructura, sirve de Zest-objet, y ocupa el núm. 11 en el Zest de Móller. Con un buen objetivo de inmersion, y con la ayuda de la luz oblicua, y muchas veces sin ésta, la combinacion de sus finas estrías aparece en forma de perlas. Aguas saladas. Dársena de Gijon y en general en todos los fosos y canales donde llega el agua del mar. Bastante abun- dante. (1) El Sr. Móller me pidió una abundante recoleccion de esta diatomea para hacer con ella test-objet. (49) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 355 Pleurosigma intermedium W. Smith. LÁm. IX, FIG. 2.* Grande. L. 150 á 230 4. F. v. lanceolado, más estrecho que el de la angulatum y ménos sigmoideo. Estrías transversales y oblicuas muy finas. Aguas saladas. En los mismos sitios que la anterior, con la que se halla mezclada. Ménos abundante. Pleurosigma quadratum W. Smith. Lám. IX, FIG. 3.* Grande. L. 140 a 200 u. F. v. lanceolado, sigmoideo, más an- cho que en la ?P. angulatum; sus costados forman en el centro un ángulo obtuso curvilíneo, bien pronunciado; rafe sigmoi- deo, nódulo central oblongo. Estrías transversales y oblicuas muy finas. Aguas saladas. En los mismos sitios que la anterior. Abun- dante. Pleurosigma rigidum W. Smith. LAm. IX, FIG. 4.* Grande. L. 150 á 260 u, F. v. lanceolado, recto, extremidades gruesas y obtusas. Rafe recto, nódulo central oblongo y pe- queño, estrías transversales y oblicuas finas. Aguas saladas. En los mismos sitios que la anterior y holo- turias. Poco abundante. Pleurosigma balticum W. Smith. a Lim. IX, rFiG. 5. Grande. L. 180 á 350 u. F. v. rectilíneo, estrecho, ligeramente sigmoideo en sus polos; extremos obtusos, rafe recto, á veces ligeramente ondulado y con un poco de vuelta al llegar á los polos. Estrías longitudinales y transversales, nódulo oblongo. Esta diatomea, fácil de resolver, ocupa el núm. 8 del test de Móúller. Aguas saladas. Abunda en el fango del puerto de Gijon. 356 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) Pleurosigma decorum W. Smith. LAm.- FX, EiG. 67 Grande. L. 180 á 250 4, F. v. lanceolado, notablemente sig- moideo. Estrías transversales y oblicuas, nódulo central oblon- go, línea media ó rafe sigmoideo. Aguas saladas. Holoturias. Poco abundante. Tambien la hallé sobre conchas de ostras procedentes de Avilés. Pleurosigma attenuatum Kutz. LÁm. IX, FIG. 7.* Navicula attenuata Kutz. EFyrosigma attenuatum Rab. Sigmatella attenuata Breb. Grande. L. 140 4250 y. F. v. lanceolado, sigmoideo, extremos gruesos, redondos, ligeramente truncados. Estrías longitudi— nales y transversales bien aparentes. Nudo central oblongo, rafe ligeramente sigmoideo. Aguas dulces, calcáreas, abunda en todos los rios de As- turias. Pleurosigma scalprum Grun. LÁm. IX, FIG. 8.* L. 100 y 150 u. F. v. lanceolado, ancho y sigmoideo, sobre todo al llegar á los polos; éstos son gruesos y obtusos. Estrías longitudinales y transversales, nudo central oblongo, rafe sigmoideo. Aguas salitrosas. Huelgas del Piles y fosos donde llega el agua de mar. Pleurosigma hippocampus Ehr. LAM. IX FIG O, Grande. L. 150 á 180 y. F. v. lanceolado, sigmoideo; estrías longitudinales y transversales finas; nudo central oblongo. En los mismos sitios que en la anterior; abundante. (51) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 357 Pleurosigma curvulum Grun. (Forma longior.) TAM, TX, Frias 10, VNavicula curvula Ehr.? L. 80 á 120 y.. F. v. lanceolado, ligeramente sigmoideo; es- trias longitudinales y transversales, nódulo central oblongo, rafe sigmoideo. En los mismos sitios que las anteriores. Bastante abun- dante. Pleurosigma obtusatum Sull. LÁm. IX, TiG+ 1L Endosigma eximium Breb. Schizonema eximium Thwaites. Gloionema sigmoideum Ehr. L. 50 a 80 y. F. v. recto y corto, un poco sigmoideo al llegar á sus extremos, siendo éstos redondos y obtusos; estrías lon- gitudinales y transversales, finas; nódulo central oblongo, rafe recto en su mayor parte, siguiendo la inclinacion de la valva en sus extremos. En los mismos sitios que las anteriores; no muy abundante. Pleurosigma fasciola Ehr., var. sulcata Grun. LAm. IX, FIG. 12. L. 80 á 100 y. F. v. lanceolado, sigmoideo, ancho en el cen- tro y rematando por una parte muy estrecha; extremos redon- dos; estrías transversales y longitudinales, éstas últimas más aparentes que las primeras; nódulo central oblongo, rafe sig- moideo. Núm. 15, test Moller. En los mismos sitios que las anteriores; poco abundante. Pleurosigma Parkeri Harrison. LAm. IX, FIG. 13. L. 804 100. y. F. v. lanceolado, sigmoideo; tiene la misma forma que la P. scalprum, de la cual se distingue por su tama- 358 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52y ño más pequeño y por unas estrías curviliíneas que tiene de cada lado del nódulo central; estrías longitudinales y trans- versales, nódulo central oblongo, rafe sigmoideo. En los mismos sitios que las anteriores; poco abundante, Pleurosigma scalproides Rabenh. AM IX FIG. Ta: L.504580 y. F. v. lanceolado, sigmoideo, pequeño y recto hasta sus extremos, que se inclinan ligeramente en sentido inverso el uno del otro; estrías longitudinales y transversales finas; nódulo central oblongo, extremidades obtusas. En los mismos sitios que las anteriores; bastante abun- dante. Pleurosigma nodiferum Grun. Lám. IX, rie. 15. Navicula scalpellum Kutz. L. 80 á 120 .. F. v. recto, con un poco de vuelta al llegar á sus extremos; extremidades obtusas, rafe ligeramente sigmoi- deo, estrías longitudinales y transversales, nódulo central oblongo. En los mismos sitios que las anteriores; bastante abun- dante. Pleurosigma Kutzingii Grun. LÁm. 1X, FIG. 16. Pleurosigma gracilentum Rabenh. L. 80 á 140 y. F. v. lanceolado, ligeramente sigmoideo; for- ma elegante; estrias finas, longitudinales y transversales; nó- dulo central oblongo, rafe sigmoideo. En los mismos sitios que las anteriores; bastante abun- dante. (53) Truan y Luard.— DIATOMEAS DE ASTURIAS. 359 Amphiprora (Amphitropis) decussata Grun. LÁM. X, FIG. “L.; L. 50 á 100 y. F. v. no dividido por el rafe, frente de sutura generalmente contraido, formando unas alas que al estado vivo del frústulo se retuercen y toman varias posiciones. Es- trías transversales y oblicuas. Aguas saladas. Sobre ostras y en las holoturias. Huelgas del Piles; bastante abundante. Amphiprora lepidoptera Grey. TAM XA RIGA L. 100 á 150 u.. F. v. más esbelto, alas más estrechas, nudo marginal, estrías transversales finas. Aguas saladas y salitrosas. Huelgas del Piles y Abaño, an- tigua dársena de este puerto; abundante. Amphiprora (Amphitropis) alata Ehr. LÁM. XoNEIGI Se L. 50 4 100 y. F. v. alado, estrías radiantes al centro, frente de sutura ancho, con estrías longitudinales y otras transver- sales muy finas. Aguas saladas. En los mismos parajes que las anteriores; abundante. Amphiprora (Plagiotropis) elegans W. Smith. LÁM. X, FIG. 4.” Grande. L. 120 á 180 y. F. v. muy poco alado, nudo margi- nal, estrías transversales y longitudinales muy finas. Aguas saladas. Sobre ostras y holoturias; poco abundante. FaAmIiLIA III. — Gonfonemeas. Gomphonema clavatum Ehr. JOAMEREX FIG. de L. 15445 u. F. v. lanceolado-cuneiforme, ancho en el cen- 360 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (51) tro, estrechándose más en el polo inferior; estrías finas, lige- ramente radiantes al centro, rafe recto, pedúnculo corto. Agua dulce, riachuelos, turberas y lagunas; vive parásita (sujeta por un tallo) sobre las plantas acuáticas y piedras su- mergidas. Pozo de Llano, Charca de la Holla, etc., etc.; abun- dante. Gomphonema constrictum LElhr. LÁm. X, FIG. 6.* Gomphonema truncatum Ehr. - pohlieforme Ralfs. - paradozum Ebr. L. variable, 25 á 65 £. F. v. ovalado, cónico, terminando en su polo superior por una cabeza más ó ménos ancha y redon- da, algunas veces aplastada, formada por un estrechamiento de la valva más 6 ménos pronunciado; estrías finas transver- sales, pedúnculo variable. En los mismos sitios que la anterior; abundante. Gomphonema acuminatum Elhr. o Lim. X, FIG. 7. GFomphonema coronatum Kutz. - minutum Ralfs. - trigonocephalum Ehr. L. variable, 20 á 70 <, F. v. cuneiforme, base estrecha, cen- tro ventrudo, que tiene encima una cabeza trilobulada; cueilo más ú ménos estrecho, estrias paralelas, á veces un poco con- vergentes, las que llegan á tocar el rafe; pedúnculo variable. En los mismos sitios que las anteriores; abundante. Gomphonema acuminatum Elhr., var. /aticeps. LAM. X, FIG. 8.” L. 30 á 50 4, F. v. de la misma forma que en la anterior, pero más robusto y recogido. En los mismos sitios, pero poco comun. (55) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 361 Gomphonema ventricosum Grun., var. 07204. LAmM. X, FIG. 9.* L. 30 á 60 z. F. v. parecido al del EF. clavatum, pero más an- cho en el centro; estrías ligeramente convergentes, no llegan- do á tocar el rafe, dejando una área en el centro, que se pro- longa todo á lo largo del rafe; nudo central redondo, un po- quito ovalado; pedúnculo variable, más bien corto que largo. En los mismos sitios que las anteriores; bastante abundante. Gomphonema intricatum Kutz. LAm. X, File. 10. L.30á 50 £, F. v. lanceolado, estrecho, más ancho en el centro; extremidades redondas, estrías finas algo convergen- tes; pedúnculo largo y geminado. Abundante sobre todas las plantas acuáticas de las aguas estancadas de estas cercanías. Rhoicosphenia curvata Kutz. LAM. X, FIG. 11. Gomphonema curvatum Kutz. - minutissima Ehr. L. 254560 z. F. v. más 6 ménos encorvado, extremo superior truncado, estrías finas transversales; pedúnculo sencillo 6 di- vidido, variable en su tamaño. Aguas estancadas y lagunas. Fuente-Santa , Corao, Trema- ñes, etc.; poco abundante. FAMILIA IV.—Acnanteas. Achnanthes longipes C. Ag. LÁm. X, FIGURAS 12, 13 y 14. L. 50 á 100 u. F. v. elíptico, estrechándose en el centro; su valva inferior se distingue de la superior por el rafe, que no 362 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56). tiene ésta, y por una área en cruz que va del centro al borde de la valva; estrías radiantes al centro, entre las cuales se ha- llan otras moniliformes. Agua salada. Se encuentran generalmente los frústulos uni- dos por sus frentes valvares (fig. 14), en número más 0 ménos grande, formando filamentos que se reconocen por su color de sepia. Dársena de este puerto y en la parte sumergida del casco de los buques; abundante. Achnanthes brevipes (. Ag. Lám. X, FIGURAS 16, 17 y 18. L. 50 á 100 x. F. v. parecido al de la 4. longipes, distin- guiéndose por sus estrías moniliformes sencillas. Agua salada. En los mismos parajes que la anterior, pero ménos abundante. Achnanthes coarctata Breb. (Achnanthidium Breb.), Grun. Lim. X, Fic. 15. L. 30450 x. F. v. ondulado, extremos obtusos, valva infe- rior con una área en el centro en forma de cruz; rafe ondu- lado, estrías transversales moniliformes. Agua salada. Marismas del Piles y sitios de las anteriores; poco abundante. Achnanthes minutissima Kutz. LÁm. X, rie. 19. L. 10430 x. F. v. lanceolado, extremos á veces atenuados ó capitados, estrías poco aparentes, frente conectivo con doble curvatura, pedúnculo corto, llevando generalmente de dos á tres frústulos. Aguas corrientes ó estancadas; vive sobre las piedras y las plantas acuáticas sumergidas; abundante en estas cercanías. (57) Truan y Luard.—DIATOMEAS DE ASTURIAS. 303 FamiLIa V.— Cocconeideas. Orthoneis splendida (Gres), Grun. (GCocconeis Grevil!e). LAM. , FIG=.20% L. 50 á 100 z. F. v. elíptico, dividido por rafe ondulado há- cia sus extremos; células marginales punteadas, estrías for- madas de partes en forma de gruesas perlas unidas las unas á las otras; estas estrías nc llegan á tocar el rafe y dejan en el centro una área más ú ménos circular. Agua salada. Holoturias y sobre conchas marinas; poco abundante. Orthoneis fimbriata (Brightwell) Grun. (Cocconeis Brightwell). LÁM. X, FIG. 21. L. 40 4 60 u, F. y. elíptico, rafe recto, no llegando al borde de la valva. Faja marginal ondulada por la parte interior del borde (estas ondulaciones varían en número); las estrías pun- teadas del márgen son más aparentes que las del centro, que están compuestas de partes en forma de perlas más separadas entre si. Agua salada. Sobre conchas y en las holoturias; bastante escasa. Campyloneis argus Grun. LÁmM. X, FIGURAS 22 y 23. L. 50 á 60 u. F. v. elíptico, más 6 ménos redondo; valva su- perior (fig. 22) con células marginales y como gruesas perlas, 6 más bien células radiantes al centro, dejando una área lan- ceolada en lugar de rafe. La valva inferior (fig. 23) está dividida en su medio por un rafe recto, interrumpido en el centro; á cada lado de éste parten como unos nervios abultados con un nódulo central que termina en medio círculo cerca del borde de la valva, for- 364 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58) mando unas células. Estrías punteadas radiantes al centro, dejando un espacio libre todo á lo largo del rafe. Agua salada y en los mismos sitios que la anterior; bastante abundante. Cocconeis placentula Ihr. LÁm. X, FIG. 24. L. 20 a 60 1. F. v. elíptico, ancho, estrías longitudinales on- duladas y otras transversales muy finas. Agua dulce y estancada; vive adherida por su frente valva- rio á las plantas acuáticas. Abundante en estas cercanías. Cocconeis pediculus Ilir. LÁm. X, FIG. 25. L. 154 35 £, F. v. ancho y elíptico, rafe recto, estrías trans- versales finas y las longitudinales onduladas; vista de costado presenta una forma plano-convexa. Aguas estancadas; vive parásita sobre las plantas acuáticas. Abundante en estas cercanías. SUCESION ESTRATIGRÁFICA DE LOS TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA, POR D. JOSÉ MACPHIHERSON. (CONTINUACION) (1). (Sesion del 7 de Mayo de 1884.) PETROGRAFÍA. Descripcion petrográfica de las rocas arcáicas de la cordillera Carpetana. Expuesta ya la sucesion estratigráfica de los varios tramos en que se divide la formacion arcaica en nuestro país, paso á ocuparme de los detalles que en su estructura íntima ofrecen los principales materiales pétreos que la constituyen. Para este objeto sigo el mismo órden que en la primera parte de este trabajo he seguido, dando la preferencia á las rocas de la cordillera Carpetana, por ser este el punto de toda Es- paña en donde se presenta esta formacion, sobre todo en su parte inferior, con mayor desarrollo, haciéndolo despues de las que la constituyen en otras regiones de la Península, Como ya he indicado, en cuatro tramos, ú mejor dicho en tres, si se considera al granito gneísico de la base y al gneis glandular como un solo miembro, se separa el arcaico en la meseta central española. (1) Véase la página 311 del tomo x11 de estos ANALES. 365 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) Los materiales constitutivos de la parte inferior de la for- macion son de una monotonía verdaderamente extraordinaria, pues donde quiera que se observe el gneis que la caracteriza. siempre se distinguirá por la identidad de su facies. Por el contrario, las rocas constitutivas de la parte media son de una variedad verdaderamenre extraordinaria, forman- do un notabilísimo contraste con las rocas inferiores; y puede decirse que si el interés petrográfico de un complejo de rocas depende de la variedad de asociaciones mineralógicas que en ella se encuentre, en este tramo se concentra el total de la po- tente serie arcaica de la cordillera Carpetana. Describo, por consiguiente, primero las rocas propias de la parte inferior de la formacion, rocas limitadas al gneis graní- tico de San Ildefonso y algunos otros afloramientos tal vez correspondientes á la parte más profunda de la formacion y el gneis glandular que por sí solo forma la mayor parte de la vecina cordillera. Paso despues.á ocuparme del horizonte medio, 6 sea aquel á que da su carácter el gneis micáceo, ocupándome de las va- riadas rocas que lo constituyen, entre las cuales describo los siguientes grupos: gneis micáceo, comun y granatífero; gne:s de sillimanita ; gneis de fibrolita; gneis de andalusita y gneis turmaliniífero. El interesante grupo de pizarras piroxénicas y anfibólicas con aquellas en que el granate viene asociado á estos mine- rales, así como una serie de rocas en que la mica llega á hacerse predominante, constituyendo á veces verdaderas mi- cacitas. Como asociadas á este grupo me ocuparé tambien de las ca- lizas y cipolinos, de las que existen algunas variedades muy notables y que á veces forman lechos de considerable po- tencia. La parte superior del arcáico de la cordillera Carpetana es ménos variada que la infrayacente, y está constituida por un gran espesor de micacitas; sin embargo, entre éstas pueden distinguirse además de la comun las siguientes variedades: Micacita gnelísica, micacita con fibrolita, micacita con es- taurótida y micacita granatifera. Como constituyendo parte tambien de todo este conjunto de rocas, me ocuparé de los fenómenos eruptivos y de contacto, (41) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 36 po] con especialidad de los diques de microgranito y de los filon- cillos ricos en turmalina que á ellos vienen asociados, así como de algunos de los fenómenos que se observan en los contactos anormales del gneis y del granito en toda la co- marca. Expuesta, pues, la serie de rocas que van á ser objeto de este estudio, paso á hacer su descripcion petrográfica, dando comienzo por la parte más profunda de la formacion. HORIZONTE DEL GNÉIS FUADAMENMAL. Granito gneísico de la cordillera Carpetana. La roca que he dicho aflora al pié de la Peñalara, en el sitio llamado el Pimpollar, y que forma la base que sustenta á toda la serie arcáica de esa parte del país, es notable en alto grado. Este granito gneísico, cuyos caractéres exteriores ya he des- crito, pierde en cierta manera cuando se le examina en sec- cion transparente con ayuda del microscopio el carácter gneí- sico que posee cuando se le considera en grandes masas, pues aparece su estructura ser más bien granítica que gnelsica, pues la única diferencia que lo distingue consiste en que la mica tiende á formar agrupaciones que guardan una cierta regularidad en vez de hallarse repartida por igual como se observa en el verdadero granito. El feldespato de esta roca puede en su casi totalidad consi- derarse como ortosa, pues en ningun ejemplar he visto indi- cios siquiera que puedan corresponder á la estructura poli- sintética propia de los feldespatos del sexto sistema. Su contorno es con frecuencia irregular y áun á veces des- garrado cual si se hallase corroido por el cuarzo que lo en- vuelve. Usualmente se encuentra en un estado de descomposicion bastante avanzado, y entónces está lleno de impurezas. El feldespato de estas rocas parece por su estructura deberse considerar como de dos épocas distintas. El más antiguo se halla turbio en extremo y corroido y con 363 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ; (42) frecuencia empastado por el de formacion posterior, siendo de notar que éste se encuentra siempre en mucho mejor estado de conservacion. La descomposicion de este mineral se verifica comunmente de la manera usual por los planos de crucero, pero otras veces con irregularidad suma, mostrando trazas de estructura peg- matoidea ú granofírica. Observado en la luz polarizada muestra que su extincion es simultánea en toda la extension del cristal, siendo sus tintas de interferencia de mucha brillantez. El cuarzo de este granito gneísico posee una estructura emi- nentemente granítica sin traza aleuna de esos bellísimos mo- sáicos (estructura granulítica de Michel Lévy) que caracteri- zan á gran número de gneises. Sin embargo, se hallan las pla- cas de cuarzo profundamente quebrantadas, y á primera vista podria confundirse su apariencia con esa especial estructura; pero la luz polarizada hace ver que ese fenómeno es efecto de una accion meramente mecánica, debido á una como tritura- cion del cuarzo verificada ¿2 situ; pues aunque algunos de los trozos constituyentes de las primitivas placas han cambiado de orientacion, la mayor parte conservan la primitiva, siendo la extincion entre los nicoles cruzados simultánea en todos los trozos adyacentes. Como corroboracion de esto se nota además que las hileras de inclusiones no se ciñen meramente á un solo trozo, sino que atraviesan un cierto número de ellos. El microscopio da razon tambien del tinte amarillo que el cuarzo tiene cuando se le observa macroscópicamente, pues se ve que sus grietas se hallan como tapizadas por una capa de materia ocrácea, materia que naturalmente presta el men- cionado tinte. Se nota tambien que el cuarzo de esta roca con frecuencia empasta filamentos de materia turbia que recuerdan en un todo al feldespato de primera formacion ya descrito, pero en un estado de descomposicion completa. Las inclusiones líquidas del cuarzo de esta roca son abun- dantes, la mayor parte con burbuja fija: pero otras poseen un rápido movimiento oscilatorio, siendo de notar que gran nú- mero de estas cavidades presentan las formas diexádricas del CUArZzO. Se observan además en este mineral algunas inclusiones de (43) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 369 color amarillo claro, y que se distinguen por lo irregular de sus contornos, pero cuya naturaleza ignoro. La mica es de dos clases: una parda y otra blanca. La parda se halla con frecuencia en estado de descomposicion bastante avanzado, y en sus bordes muy carcomidos como regla gene- ral se notan franjas de magnetita ó tal vez de hierro titanado, mineral que se encuentra tambien diseminado por la roca, aunque en trozos muy pequeños y de forma irregular. La mica blanca se encuentra en mucho mejor estado de con- servacion que la parda, y á veces constituye trozos de tamaño considerable, pero salvo algunos casos excepcionales desem- peña un papel en la roca completamente subordinado. Aunque con escasez relativa se descubren en esta roca alou- nos trozos de un mineral incoloro de contorno irregular, de accion no muy enérgica en la luz polarizada, y que por su fa- cies parece corresponder á la apatita. Además de estos grandes trozos se distinguen algunos pe- queños cristales de apatita alargados en el sentido del eje cristalográfico, semejantes á los que habitualmente se obser- van en el granito. Por último, y empastadas en el cuarzo, se distinguen algunas pequeñísimas agujas de color amarillo claro en extremo alar- gadas en una direccion, y que parecen corresponder al rutilo. Ya próximo á la cumbre del Cerro de los Abantos, en el Es- corial, y en su vertiente meridional, aflora una roca que por su situacion estratigráfica ocupa una posicion bastante pro- funda en la serie arcaica; y aunque es muy probable que su especial estructura sea en cierta manera un efecto de acciones posteriores, creo, sin embargo, deber describirla en este sitio, pues de todas maneras ocupa una posicion bastante profunda en la parte inferior del gneis glandular de la cordillera. Es esta roca de estructura muy compacta, de color algo vio- lado, y la mica forma bandas groseramente paralelas. En lámina transparente en el microscopio se muestra su fel- despato completamente destrozado y con indicios de estruc- tura pigmatóidea Ú granofírica muy marcada. Su extincion cuando en buen estado de conservacion es si- multánea en todo el elemento cristalino, siendo, por consi- guiente, todo el que se encuentra en este caso referible á la ortosa. ANALES DE HIST. NAT. —XIlM. 21 370 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) La mica se agrupa en bandas anchas pero muy irregulares, y corresponde á dos clases distintas, una de ellas de color ver- de claro y de estructura algo filamentosa, y la otra blanca. Esta última se distingue por empastar con frecuencia trozos de feldespato de contorno irregular y turbios en extremo, he- cho que lleva á considerarla como de formacion secundaria; y es esto tanto más verosímil cuanto que la variedad verde se halla con frecuencia empastada tambien por la blanca, cuyo mineral desempeña aquí tambien el papel que Michel Lévy le hace jugar en ciertas rocas de los Cevennes. El cuarzo, muy abundante en la roca, afecta la estructura de placas granitóideas; sin embargo, en algunos sitios afecta tambien la granulítica, siendo de notar que este mineral se distingue por la notable cantidad de inclusiones que encierra, pues en algunos sitios son éstas en tal cantidad, que llegan á producir una verdadera opacidad que sólo con grandes au- mentos se resuelve; y es digno de tenerse en cuenta que casi siempre poseen estas cavidades burbujas con un rápido movi- miento oscilatorio. Como elemento puramente accidental se descubren algunos pequeños cristalillos de apatita. Procedente del puerto de Navafría tambien he visto una roca semejante y cuya estructura concuerda en un todo con la que acabo de describir. Gneis glandular ó fundamental de la cordillera Carpetana. Como ya en la parte estratigráfica he indicado, esta roca se distingue por su constancia de caractéres, y sólo la mayor ú menor exageracion de la estructura glandular llevada á su más alto límite en la base y con tendencia á desaparecer en la parte superior, es la única distincion que en ese colosal tramo puede establecerse. Pues bien sean los ejemplares que se estudien procedentes de los confines de las provincias de Madrid y Guadalajara, ó de las laderas de Peñalara, ó6 del valle del Lozoya, ú de los montes del Escorial, 6 de la Sierra de Gredos, siempre se observará la misma monotonía de estruc- tura ; lo que demuestra que no súlo es esta constancia de ca- (45) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 371 ractéres propia de lo que puede llamarse el desarrollo vertical de la formacion, sino tambien del horizontal. Para el estudio micrográfico sus secciones pueden dividirse en dos clases: unas que muestran lo que puede considerarse como la pasta fundamental de la roca, y las otras que mues- tran la estructura de aquellos trozos glandulares que prestan su carácter á esta roca. Las secciones de lo que constituye la base fundamental de este gneis, muestran en pequeño la misma estructura glandu- lar que da en grande su carácter á la roca, estando constituida por bandas irregulares ricas en mica, y que se amoldan sobre los demás elementos que forman la pasta, pasta que á su vez lo hace sobre las grandes masas glandulares de la roca. La estructura de estas bandas de mica, y sobre todo en los ejemplares procedentes de la parte inferior de la formacion, es muy especial, pues la mica parda se halla en parte descom- puesta y dentro de los productos resultantes se desarrolla en grande abundancia mica blanca que presta á la roca una fa- cies muy especial. Preséntase la mica como envuelta en una masa de color verde sucio, de accion muy confusa en la luz polarizada, y que parece corresponder á uno de esos productos cloríticos tan variados como tan mal definidos que en diversas rocas se observan. Este producto se deriva directamente de la mica parda 6 magnesiana, pues se observan numerosos trozos de este mine- ral que ofrecen todos los tránsitos imaginables á la sustancia verde, y parecen servir como de producto intermediario para la generacion de la mica blanca. Esta aparece casi siempre en forma de pequeños cristales, pero algunas veces adquieren un gran desarrollo sus frag- mentos y cristales. A juzgar por su aspecto solamente, las micas oscuras de este gneis se separan en dos clases distintas, una de ellas de color castaño rojizo, de dicroismo bastante enérgico, pero que per- manece siempre en ese mismo tono para todas las posiciones del polarizador, y la otra que pasa desde un amarillo pálido á un bronceado casi negro. Sin embargo, separada por el método de Thoulet, resulta primero que en el microscopio polarizante todas las hojue- 372 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46): las son de un solo eje, y que tratadas por el ácido sulfúrico concentrado se descomponen por completo, y en la solucion además de bastante hierro se halla una cantidad considerable de magnesia, pudiendo, por consiguiente, considerarse am- bas variedades oscuras como biotita, miéntras que la blanca, que resiste la accion de los ácidos, puede serlo como mus- covita. La biotita, cuando está algo descompuesta, se halla llena de trozos negros de magnetita, y á veces de bellas agujas de rutilo. El feldespato del gneis fundamental es en su gran mayoría referible á la ortosa, siendo su contorno usualmente irregu- lar; sus dimensiones son considerables y con frecuencia en estado bastante avanzado de descomposicion, no siendo raro observar indicios de estructura pegmatoidea, lo que áun con- tribuye á darle una apariencia más desgarrada en sus con- tornos. Entre los nicoles cruzados se extingue en totalidad, siendo sus tintas de interferencia de gran viveza. Aunque como excepcion, pero con alguna mayor frecuencia que en el granito gneísico, se descubren algunos cristales de plagioclasa, que como regla general se encuentra siempre en mucho mejor estado de conservacion que la ortosa. Este feldespato está formado por la asociacion de gran nú- mero de individuos unidos por la cara de la brachipinacoide so P o, segun la llamada ley de la albita, y cuya extincion es con frecuencia casi simultánea entre los nicoles cruzados; y dados los pequeños ángulos en que ésta se produce como má- ximo, debe de considerarse como oligoclasa. En otros cristales se observa estructura reticulada, efecto de una doble asociacion que se ha verificado, no sólo por la cara co Poo , sino tambien por la base O P, obedientes en este caso á la ley de la periclina. El cuarzo es muy abundante y forma grandes placas de es- tructura granitóidea, aunque algunas veces muestra tránsitos á la estructura granudo-cristalina que Michel Lévy designa con el nombre de granulítica. Las inclusiones en el cuarzo son muy numerosas; pero como regla general, y á diferencia de lo que se observa en el gneis eranítico que ya he descrito, en el cual se distinguen éstas 447) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 373 porel rápido movimiento de sus burbujas, en las de este gneis las movibles son excepcionales, permaneciendo la mayor par- te perfectamente fijas. La apatita, á semejanza de lo que se observa en el gneis granítico, se presenta tanto en grandes trozos irregulares como en pequeñitos cristales diseminados por todos los ele- mentos de la roca, aunque de preferencia en el cuarzo. Los óxidos metálicos son muy escasos en estas rocas, pero es de notar que siempre se presentan en cristalillos muy bien definidos. Las grandes glándulas de feldespato y cuarzo que ya he di- cho vienen como empastadas en el gneis fundamental de la cordillera, se separan en dos clases. Unas formadas exclusivamente por feldespato ortosa consti- tuidas por dos cristales acoplados por la clinopinacoide, segun la ley de Carlsbad, y con los cruceros básico y clinopinacoi- dales muy bien determinados. Estudiadas secciones de estos cristales en el microscopio muestran una estructura completamente homogénea, aunque con frecuencia empastan gránulos de cuarzo y hojuelas de mica, hallándose además atravesados por venillas de cuarzo. Tallados estos cristales normalmente á la zona O P «wo Poo ) muestran, á pesar de lo alterados que se hallan, cuando se les observa en luz convergente en el microscopio polarizante, la imágen de los ejes ópticos que forman un ángulo considerable y situado en un plano normal al de simetría, no siendo, por consiguiente, este feldespato ortosa deformado. Las otras glándulas están constituidas por un agregado de cuarzo y feldespato, y se asemejan en cierta manera á lo que constituye la base fundamental de esta roca, sólo que la mica ha desaparecido por completo. Tal es la especial estructura de estas grandes glándulas de cuarzo y feldespato que dan su carácter á este gneis, cuya constancia de caractéres es notable, pues sólo cambia por la gradual transformacion de estas masas lenticulares de cuarzo y feldespato en delgadas fajas de estas sustancias que como último término conduce al gneis de estructura pizarreña que domina en la parte superior de la formacion arcaica de la cor- dillera Carpetana, siendo el gneis glandular el cimiento ó fun- damento de todos los terrenos estratificados de la Península. qn ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) HORIZONTE DEL GNEIS NICÁCEO DE LA CORDILLERA CARPETANA. Gneis micáceo comun. Considerando á grandes rasgos la estructura íntima de las rocas dominantes en este tramo de la serie arcáica, cuatro di- ferencias de importancia las separan del que consideramos como la roca fundamental de la cordillera Carpeto-Vetónica. El feldespato ortosa disminuye, no sólo en su tamaño, sino tambien en la cantidad en que entra en su constitucion. Por el contrario, la plagioclasa, rara por demás en los estratos del tramo inferior, no sólo se hace mucho más frecuente, sino que en algunos estratos llega á ser predominante. La mica blanca, tan frecuente como se ha visto en la parte más profunda de la serie arcáica, llega casi á desaparecer, y se nota además que, así como la mica oscura en esos estratos tiene la tendencia á descomponerse en productos cloríticos, en los de esta parte de la formacion su descomposición es más bien en productos ferriferos que cloríticos. Otra distincion, y tambien de importancia, depende de la estructura del cuarzo, que así como en la parte inferior de la formacion tiende á constituir grandes placas granitóideas, en ésta es mucho más frecuente la granulítica. Por último, el apatito constante acompañante del gneis glandular de la comarca se hace en el micáceo sumamente escaso, hasta el punto de llegar á desaparecer por completo en muchos ejemplares. Tales son las diferencias más esenciales que en union del predominio de la serie de minerales que son el distintivo de este tramo de la serie arcáica, distinguen á los estratos de esta parte de la formacion de los que le son infrayacentes, diferencias en mi juicio, de importancia, pues parecen cor— responder á algo más que á una mera diferencia petrográfica, pues todo parece indicar que hácia ese remoto período de la edad del mundo ha correspondido una diminucion del ele- mento ácido de las rocas que en aquella pasada edad se for (49) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 15 maron, hecho que, como más adelante se verá, parece ser comun á todas las partes de la tierra. La estructura del gneis micáceo, macroscópicamente con- siderado, es, como ya he indicado, en alto grado pizarreña, y cuando se observan sus secciones en el microscopio pierden por completo el carácter distintivo del gneis glandular con aquellas zonas ricas en mica, que se amoldan sobre los de- más grandes elementos de la roca, sino que, por el contrario, se encuentra este mineral repartido de una manera mucho más por igual. El tamaño de los cristales de ortosa en estas rocas son, como regla general, mucho menor que el que usualmente forma la base de las rocas del tramo inferior, pero se encuen- tran, por el contrario, en mucho mejor estado de conserva- cion. Su extincion entre los nicoles cruzados es homogénea, aunque excepcionalmente se observa la macla de Carlsbad, y sus tintas de interferencia son de gran viveza. Su transparen- cia es grande cuando está en buen estado de conservacion, siendo en ese caso sus impurezas de constitucion muy es- casas. La plagioclasa se presenta siempre en abundancia y cons- tituye una parte muy importante de la roca. Su contorno es irregular y con frecuencia recortado, for- mando asociaciones muy numerosas, acopladas la mayor par- te, segun la ley de la albita por la cara de la brachipinacoi- de, pero otras lo están tambien por la base, obedientes en este caso á la llamada ley de la periclina, existiendo con fre- cuencia ambas maclas en un mismo cristal, apareciendo en- tónces entre los nicoles cruzados una serie de lamelas que se cruzan bajo ángulos vecinos del recto. Tambien he visto, especialmente en un gneis procedente de Toledo, cerca del Puente de Alcántara, algunas asociaciones muy Curiosas, en las cuales se ven dos sistemas previamente unidos, segun la ley de la albita, acopladas por segunda vez por la brachipinacoide, constituyendo la llamada macla de Carlsbad. Como regla general la plagioclasa de estas rocas está for- mada por la asociacion de numerosos individuos, que á veces sólo se manifiestan por finisimas estrías, pero otras veces au- 376 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) menta su espesor, y he visto cristales que median 0””,2 en el sentido normal al plano de macla en que sólo se observaban cuatro individuos. Su tamaño casi siempre es pequeño, pero en algunos ejem- plares adquiere un gran desarrollo, y á veces miden hasta más de 1”” en su longitud máxima. Aún se encuentra la plagioclasa de estas rocas en mejor estado de conservacion que la ortosa y por lo general sus cristales están limpios y diáfanos, libres de impurezas, y dada la irregularidad de contornos que habitualmente tienen, en muchos casos, si no fuera por la ayuda de la luz polarizada, fácilmente podrian confundirse con el cuarzo. Sus tintas de interferencia son de gran intensidad entre los nicoles cruzados y las lamelas constituyentes de los cristales se extinguen con frecuencia simultáneamente y siempre bajo ángulos pequeños, serie de caractéres que conducen á consi- derar este feldespato como oliglocasa. La mica es abundante en todas estas rocas, casi siempre de color castaño rojizo, de dicroismo muy pronunciado y de con- torno irregular é igualmente referible como en el gneis fun- damental á la biotita. Además, y á veces con notable frecuencia, se observan em- pastadas en el cuarzo pequeñitas tablas exagonales de la mis- ma mica y cuyos contornos son de gran perfeccion. Este mineral se descompone con bastante frecuencia, y co- mo ya he indicado, su manera habitual de descomponerse, es en productos ferríferos, unas veces se limita á cargarse en los bordes de productos negros y opacos de óxidos de hierro, pero lo que más comunmente sucede es que aparecen como envuel- tas por una aureola de óxido de hierro rojo, el cual se des- parrama por la roca y la imprime la coloracion roja que tan frecuente es en toda esta parte de la serie arcáica. En algunos ejemplares procedentes de la Machota grande, en el Escorial, he observado una manera de descomponerse la mica sumamente notable. Se observan desparramados por la roca trozos de un mine- ral envuelto en una capa ocrácea y atravesado por venillas de la misma sustancia que á veces guardan un cierto paralelis- mo; miéntras otras, porel contrario, afectan formas vermi- culares y constituyen una malla que á primera vista por com- (51) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 377 pleto se asemeja á la que resulta en la descomposicion del peridoto. Cuando se observa, sin embargo, con mayor atencion, se ve que existen trozos de mica que están en íntima union, y que de ella parecen derivarse esas curiosas mallas, siendo en cierta manera el esqueleto que la biotita ha dejado al descom- ponerse. Con frecuencia se ven trozos de mica que gradualmente pa- san á esa especie de malla de óxidos ferríferos, y cuando ésta se aclara, entre los intersticios resulta un mineral que por to- dos sus caractéres corresponde al cuarzo; cuarzo de una lim- pieza y transparencia verdaderamente extraordinarias. Las micas de este gneis son muy ricas en hierro, y aun- que una parte es de suponer reemplace á la magnesia como protóxido, dada la pequeña cantidad de alúmina que la análi- sis revela, se hace lógico suponer que la mayor parte sustitu- ye á este cuerpo como sesquióxido, y en ese caso podria ex— plicarse esa especial descomposicion como el resultado de la transformacion directa del hierro en óxidos férricos y la des- aparicion de la magnesia y óxidos alcalinos, permaneciendo la sílice en estado de libertad. La estructura del cuarzo de estas rocas es muy irregular, pues unas veces afecta la forma de placas granitóideas de gran tamaño y otras la granulítica, llevada á su más alto gra- do, siendo de notar que casi siempre en el mismo ejemplar se observan ambas estructuras. En inclusiones es tambien muy variable, unas veces está lleno de pequeñas cavidades, en general con burbuja fija, y otras, por el contrario, es de una limpieza extraordinaria, y en ese caso es cuando empasta las pequeñas láminas exago- nales de mica de que ya he hablado. La apatita ya he dicho que es muy escasa y de pequeño ta- maño, de formas prismáticas con apuntamientos piramidales y siempre empastada por el cuarzo. Como producto raro en extremo unas veces y encontrándose otras con relativa abundancia, pero siempre con irregularidad suma, se descubren algunos trozos y cristales de granate al- mandina, pero de cuya estructura me reservo hablar para cuando me ocupe del gneis de sillimanita, en el que se presen- ta ya como un elemento esencial en la constitucion de la roca. 378 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52) Se observan además algunos cristalillos de color amarillo limon, de forma prismática, con apuntamientos piramidales y que poseen un anillo de refraccion en extremo pronunciado, y que es probable que sean de zircon. Gneis de sillimanita. Intercalado entre los estratos del gneis micáceo, y sobre todo en la cresta más elevada de la cordillera, en Peñalara y en el valle del Lozoya se encuentran con frecuencia lechos que con facilidad podrian tomarse por verdaderas micacitas, y que un exámen algun tanto detenido demuestran ser de un emeis de sillimanita sumamente interesante. En estas rocas el feldespato se hace muy escaso, hasta el punto de desaparecer por completo en algunos ejemplares, y mientras unas yeces su estructura es eminentemente pizarre- ña, otras se hace por el contrario relativamente maciza. Su exámen á simple vista revela que está constituido por abundante mica de color tumbaga, y numerosos cristales de color blanco rojizo de forma con frecuencia bacilar y el todo cementado por abundante cuarzo. Examinadas secciones de estas rocas en el microscopio, re- sulta que su estructura es completamente cristalina y forma- da por un compacto tejido de los siguientes minerales, los cuales se hallan orientados paralelamente á los planos de es- tratificacion. Estos son, mica oscura en todos los ejemplares; mica blanca abundante en algunos, mientras que en otros desaparece por completo. Notable cantidad de sillimanita en agujas de gran tamaño, trozos y cristales de granate, muy poco feldespato y este sólo como rareza referible á la ortosa, sino por el contrario á la oligoclasa y como cemento de todos estos minerales abundan- te Cuarzo. La sillimanita se presenta en forma de prismas alargados en el sentido del eje cristalográfico, con frecuencia de es- tructura bacilar y acanalada. Con frecuencia las diversas agujas se reunen, y soldándose (53) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 379 por las Caras del prisma forman individuos bastante gruesos, que muestran trazas del crucero prismático, miéntras que otras veces afectan formas groseramente radiadas. Constantemente se hallan fracturadas en sentido normal al eje cristalográfico, siendo de notar que no es esta direccion perfectamente regular cual correspondería á la fractura que se verifica, siguiendo, por ejemplo, un crucero; sino que, por el contrario, es este siempre irregular y desgarrado. Las terminaciones de este mineral están tambien siempre fracturadas; sin embargo, en algunos cristales he podido re- conocer apuntamientos bastante obtusos y que parecen corres- ponder á algun domo. Este mineral es incoloro y diáfano, aunque algunas veces muestra un ligero tinte amarillo. Su dicroismo es nulo, y tratado por los ácidos despues de separado de la roca por el método de Thoulet, resisten su ac- cion por completo. Entre los nicoles cruzados brillan con mucha intensidad con colores rojos y verdes, y su extincion se verifica paralela- mente á las aristas prismáticas. Las inclusiones de este mineral son bien escasas y se limi- tan meramente á algunos pequeños fragmentos de magnetita, además de algunos trozos cuneiformes de mica, que aparecen como aprisionados por los diferentes prismas aciculares que por su union constituyen un cristal, y es de notar tambien que con frecuencia los prismas de esta sustancia atraviesan la mica en toda su longitud, y á veces aparecen como retorcidos y desviados de su primitiva direccion.. La mica comun es parda, su color oscila desde el castaño al rojo de cobre, y su dicroismo es bastante intenso. Sus láminas en el microscopio polarizante muestran dos ejes, aunque muy próximo el uno al otro, y el ácido sulfúrico la descompone, aunque con dificultad. Sus contornos son siempre irregulares, y se encuentra con frecuencia en un estado bastante avanzado de descomposicion, produciéndose diversos productos cloríticos. Otras veces está literalmente llena de productos opacos de hierro titanado 6 magnético; y aunque no con gran frecuen- cia, la he visto en algunos ejemplares empastando innumera- bles pequeñitas agujas de rutilo, que están con frecuencia 380 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (54) acopladas por las caras de la pirámide Poo, formando las usua- les maclas geniculadas del rutilo. La mica blanca por el contrario, se halla en muy buen es- tado de conservacion y libre de impurezas. Su reparticion es muy desigual, pues miéntras en algunos ejemplares casi no se descubren indicios de esta sustancia, en otros por el contrario, forma una parte muy importante. El granate se presenta tambien en estas rocas con mucha irregularidad, tanto en la cantidad absoluta que entra en la constitucion de la roca como en el tamaño de sus individuos. Unas veces tienen más de un centímetro de diámetro, mién- tras otras por el contrario descienden á dimensiones tan peque- ñas que apénas son perceptibles sin ayuda del lente. Su contorno es siempre irregular y rara vez pueden recono- cerse las aristas regulares del cristal; constantemente se halla profundamente quebrantado hasta el punto de estar sus grie- tas rellenas de una sustancia verde muy dicróica, y que es probable sea algun producto anfibólico. Su color en láminas delgadas es un rosa muy pálido y se observa que con frecuencia está como corroido por el magma que lo envuelve. Los grandes cristales aprisionan grandes gránulos de cuar- zo de viva accion en la luz polarizada, y es de notar que lo mismo el cuarzo que el granate que lo empasta, están llenos de pequeñitas agujas de rutilo en extremo delgadas pero de longitud considerable. El granate de estas rocas cuando se le examina entre los ni- coles cruzados, muestra en algunos sitios una birefringencia muy marcada. El contorno de los trozos pequeños, es áun si cabe, más irregular que los grandes, y todos ellos empastan notable cantidad de magnetita, siempre de dimensiones pe- queñas, pero de formas cristalinas muy bien determinadas, dis- tinguiéndose muchos en el rombo-dodecaedro y otros que pa- recen corresponder al cubo y el octaedro. El feldespato es muy escaso en los ejemplares de este gneis que he tenido ocasion de estudiar. La ortosa es rara y presen- ta los mismos caractéres del gneis micáceo comun, que ya he tenido ocasion de describir; no así la plagioclasa, que si bien no es muy abundante, en todos los ejemplares se descubre siempre en mayor ú en menor cantidad. (55) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 381 Este feldespato tiene tambien idénticos caractéres que la oligoclasa ya descrita; forma cristales de contorno irregular constituidos por la asociacion de numerosas lamelas segun la ley de la albita, y que se extinguen casi simultáneamente en aquellos cristales cortados paralelamente á la base y siempre bajo ángulos pequeños. Se hallan en buen estado de conservacion siendo limpios y transparentes, y sus tintas de interferencia son bastante pro- nunciadas, predominando los tonos amarillo y azul. El cuarzo es de dos clases, uno granudo cristalino que for- ma lo que puede considerarse como el cemento que empasta todos los elementos de la roca, y el otro en masas lenticulares alargadas en el sentido de los planos de estratificacion, y el cual está constituido por placas granitóideas. Gneis de fibrolita. Otro tipo de roca que debo mencionar es el gneis con fibro- lita, pues si bien el mineral que lo caracteriza es meramente un producto accidental, se presenta con tanta frecuencia en esta parte del arcáico, que no creo de más el dar un ligero re- súmen de los caractéres de esta roca, por más que por sus ca— ractéres, tanto macroscópicos como microscópicos, no creo pueda separarse del gneis micáceo comun de toda la cordille- ra; siendo la única diferencia que lo distingue, la presencia de la fibrolita. Este mineral se manifiesta en algunos ejemplares desde sólo algunas pequeñas hebras hasta llegar á formar una parte im- portante de la roca, hecho que llega á su máximo cuando este mineral forma por sí las masas lenticulares, que todo el que haya atravesado alguna extension de los terrenos arcáicos de la vecina cordillera no habrá dejado de observar. La fibrolita se presenta en el gneis en forma de haces de finisima seda diseminada por la roca, aunque de preferencia en aquellos sitios más ricos en mica, con cuyo mineral parece estar en union bastante íntima. Generalmente toma la forma de haces paralelos á la estrati- ficacion de la roca, pero otras aparecen retorcidas de una ma- nera en extremo caprichosa. 382 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56) Su accion sobre la luz polarizada es bastante enérgica, y se extingue paralelamente á la longitud de las fibras. Su presencia es muy variable en todas estas rocas, y todo parece indicar que es un producto secundario que se deriva de una descomposicion de ciertos elementos de la roca, pues en la preparacion de un mismo ejemplar se nota, que mién- tras unas veces la fibrolita suplanta casi por entero á todos sus elementos, en otras casi no pueden descubrirse trazas de la misma. Por consiguiente, á pesar del gran desarrollo que en algu- nos sitios esta sustancia adquiere, no pasa, en mi juicio, de ser un mero accidente efecto de una modificacion que los elementos del gneis experimentan, pues la fibrolita no limita su presencia al gneis micáceo comun, sino que áun en los lechos del gneis granítico y en las micacitas se la encuentra desempeñando un papel más 6 ménos importante. Gneis con andalusita. Procedente de las cercanías del pueblo de Miraflores de la Sierra, he visto un gneis sumamente curioso. Constituyen á esta roca feldespato ortosa bastante turbio y descompuesto, cuarzo en regular cantidad, mica oscura muy abundante, y entre la mica, y remedando en cierta manera como se generan los cristales de chiastolita en las pizarras, aparecen grandes y gruesos cristales de andalusita llenos de partículas de mica, la cual tiene una cierta tendencia á ali- nearse en determinadas direcciones como la sustancia carbo- nosa en el interior de esos cristales. En los cristales tallados paralelamente al eje cristalográfico, está alineacion se verifica segun esta direccion, pero en aque- llos tallados más 6 ménos normalmente de ésta aparecen sim- plemente agrupados de una manera irregular, pero hácia su parte central siempre. La accion de este mineral en la luz polarizada es muy enér- gica, sus tintas de interferencia son violadas y amarillas, la extincion en aquellos cristales tallados paralelamente al eje cristalográfico se verifica en esta direccion y en aquellos que lo han sido normalmente, segun las diagonales del paraleló- (57) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 383 eramo como corresponde á cristales formados por las caras del prisma. Su dicroismo es perfectamente nulo y en este carácter se asemeja más á la chiastolita comun que á la andalusita de que siempre es patrimonio un bello tricroismo. Además de las pequeñas partículas micáceas que este mi- neral encierra, se descubren algunos pequeños cristalillos y fragmentos de magnetita. El feldespato, como ya he indicado, es turbio en extremo; sin embargo, algunos cristales en mejor estado de conservacion muestran caractéres que corresponden á los de la ortosa. La mica es semejante á la que constituye la mayoría de estas rocas y corresponde á la biotita, distinguiéndose sola- mente por la coloracion, que miéntras unas veces es de color castaño rojizo, otras es de un amarillo claro que al hacer girar el polarizador pasa á casi negro. Con frecuencia se observa tambien que este mineral se des- compone en un producto de color verde sucio lleno de peque- ñitos cristales de magnetita. El cuarzo de esta roca es escaso relativamente, siendo de notar que su estructura es casi siempre granulítica. Gneis turmalinifero de los montes del Escorial. Aunque la presencia de la turmalina en toda la cordillera se halla íntimamente ligada á los fenómenos eruptivos y di- námicos de la misma y es casi siempre un producto secunda- rio generado en las rocas que forman el contacto de las gran- des fracturas que surcan esta parte de la Península, existe, sin embargo, asociado al complejo de rocas á que ya me he referido del Puerto de Malagon, un gneis muy notable y en cuya masa la turmalina se encuentra repartida tan por igual y tan independiente de toda dislocación d fractura y de una facies tan especial, que me parece que en este caso debe de considerarse más que como un elemento accidental, como constituyente de la roca. Está este gneis constituido por una pasta de grano finísimo separada en lechos sumamente delgados por vetas de cuarzo 384 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (539) blanco y feldespato, y á primera vista podria fácilmente con- fundirse con algunas areniscas. En grandes masas es pizarreño y forma grandes lajas de fractura astillosa y de color algo violado. En el microscopio muestran sus secciones estar constituidas por un agregado granudo-cristalino de cuarzo y feldespato; éste, en su mayor parte referible á la ortosa, abundante mica y entre ella fragmentos y cristales de turmalina, miéntras que como elementos accidentales se destacan numerosos cris- tales de rutilo además de algunos que por todos sus caracté- res parecen referibles al zircon. El feldespato es relativamente escaso, de pequeñas dimen- siones y en general de estructura homogénea en la luz pola- rizada y de gran intensidad en sus tintas de interferencia, hallándose como regla general en muy buen estado de con- servacion. Su contorno es irregular y constituye con frecuen- cia gránulos semejantes á los del cuarzo. La plagioclasa es escasa y se presenta en trozos aún de me- nores dimensiones, constituidos por la asociacion de numero- sos individuos, de extincion con frecuencia simultánea y siempre bajo ángulos pequeños, caractéres que corresponden á la oligoclasa como en la generalidad de las rocas de esta formacion. La mica es magnesiana, de color oscuro ó sea castaño-rojizo, forma siempre trozos irregulares de gran dicroismo y siempre en buen estado de conservacion. La turmalina se presenta siempre en forma de cristales y fragmentos casi siempre pequeños, sobre todo los primeros, su color es un amarillo castaño claro oscilando su tinta al hacer girar el polarizador desde este tono á un tinte rojizo. Este mineral es de una limpieza extraordinaria, sobre todo los pequeños cristales, pues en los grandes fragmentos se descubren algunas veces trozos de magnetita. Sus formas cristalinas son muy sencillas, estando los cris- tales que he visto formados por el prisma exagonal w R y ter- minados por el romboedro fundamental R, estando sus aristas en un estado de conservacion admirable. Separados cristales de este mineral por el método de Thoulet, muestran en el microscopio una perfección de formas verdaderamente admi- rables. (59) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 385 En todos los cristales que he tenido ocasion de estudiar sólo he podido ver una de sus terminaciones, así que no me ha sido posible determinar si son ó no de constitucion hemi- moórfica. Su densidad es grande, pues flotan en el licor de Thoulet cuando su densidad es 3,14 y descienden cuando esta es pró- ximamente de 3,10. El rutilo es muy abundante y forma cristales prismáticos terminados por apuntamientos piramidales de color de vino subido, siendo de notar que rara vez forman maclas como se observa siempre en este mineral, sino que por el contrario, constituye individuos por completo independientes. Sus dimensiones son variables, unas veces son cristalillos apénas discernibles con aumentos de 60 diámetros y otras forman fragmentos cristalinos y cristales de 0””,2 en su longi- tud máxima. El zircon se halla diseminado por la roca en forma de cris- talitos pequeños y en abundancia relativa; son transparentes é incoloros, á lo más poseen un ligero tinte amarillo y su re- fringencia es grande, pues forman en su alrededor un anillo oscuro muy pronunciado. Estos cristales están constituidos por el prisma de base cua- drada terminados por pirámides. En aquellos cristales que han sido aislados de la masa pé- trea, se observa que su extincion se verifica paralelamente á las aristas prismáticas. Su densidad es grande, pues en la solucion de borotungs- tato de cadmio descienden rápidamente al fondo; serie de ca- ractéres que corresponden todos á los propios del zircon. El cuarzo, como ya he indicado, es de estructura granudo- cristalina y tan caracterizada está, que en muchos sitios se asemeja en gran manera al que constituye la base de gran número de micacitas. Gneis granitóideo de la cordillera Carpeto-Vetónica. Intercalados entre los estratos del gneis micáceo aparecen frecuentemente lechos de un gneis granitóideo de apariencia muy bella, y que por su aspecto exterior recuerdan en cierta ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 25 386 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (60) manera á las granuiitas de la Sajonia; semejanza que se man- tiene igualmente áun en los detalles de su estructura íntima, sobre todo en las variedades granatiferas. Estas rocas son de grano muy fino y están constituidas por un agregado de cristalillos de feldespato, generalmente blanco, y Cuarzo, unas veces blanco agrisado y otras amarillo, con abundante mica blanca y parda, y diseminados por la roca, aunque con irregularidad suma, pequeños cristalillos de gra- nate. Su estructura es gneísica, guardando sus elementos, no sólo un marcado paralelismo entre sí, sino tambien con los lechos entre que vienen intercalados. Estudiadas secciones de estas rocas en el microscopio, re— velan una estructura que se asemeja bastante á la propia de algunos microgranitos, y si no fuera por sus formas exterio- res, podrian fácilmente confundirse con esas rocas eminente- mente eruptivas. El feldespato es de pequeño tamaño, de contorno indefinido y áun desgarrado, con frecuencia turbio, pero otras veces lim- pio y bien conservado, y entónces muestra accion muy enér- gica en la luz polarizada. Su mayor parte es referible á la ortosa, pero siempre se 0b- serva una cantidad más 6 ménos considerable, que, á seme- janza de las demás rocas de la comarca, es referible á la oli- goclasa. La mica es de dos clases, una blanca y otra parda, siendo esta última la más abundante. Su tamaño es siempre pequeño, y sus contornos son desgarrados, siendo sólo como excepcion que se observan láminas exagonales. En un gmneis granitóideo del sitio llamado Cuelgamuros, en los montes del Escorial, he visto una mica que al descompo- nerse tiene la propiedad de llenarse por completo de agujas de rutilo. Estas agujas tienen de dos á tres centésimas de mi- limetro de longitud, y asociándose por la cara de la pirámide, forman maclas geniculadas que dan á este mineral un aspecto muy especial. El cuarzo de estas rocas es de estructura granudo-cristalina, y en algunos ejemplares es rico en inclusiones. Estas, unas veces son de gran tamaño,:con burbuja fija; pero otras, de dimensiones más pequeñas, tienen burbujas con rá- (61) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 387 pido movimiento oscilatorio, siendo de notar que algunas son moldes negativos de la forma cristalina del cuarzo. Como ya he indicado, el granate es muy irregular en su manera de manifestarse, pues mientras unas veces constituye un elemento verdaderamente esencial, en otras rocas falta en absoluto, 6 se presenta de una manera esporádica, si se me permite la frase, como se observa, por ejemplo, en algunos ejemplares de la Machota en el Escorial. Otras veces, como he tenido ocasion de ver en las cercanías de Toledo, en la márgen derecha del Tajo, subiendo á la ermita de Nuestra Señora del Valle, la roca se presenta constituida por una asociacion muy intima de cuarzo y feldespato blanco, especie de pegmatita, y en la cual se aglomeran grandes tro- zos de granate, de estructura unas veces granular y otras cris- talina, y casi siempre de contorno irregular, que á veces mi- den más de cinco centímetros en su longitud máxima. Otras veces se presenta diseminado por la roca, en peque- ñitos gránulos irregulares, 6 mostrando, por el contrario, su usual forma cristalina en rombo-dodecaedro, muy bien deter- minada. Como elemento accidental, en estas rocas se descubre, á más de alguna magnetita, bastante apatita, y en algunos ejem- plares cristalillos prismáticos terminados por pirámides de color amarillo limon claro, y que por su facies parecen cor- responder al zircon. Pizarras piroxeno-anfibólicas y granatiferas de la cordillera Carpeto-Vetónica. El conjunto delas pizarras piroxeno-anfibólicas de la meseta central se separan á primera vista en dos agrupaciones; en una de estas el granate desempeña un papel de importancia, mientras que en la otra este mineral desaparece. Este último grupo de rocas es precisamente el que mayor desarrollo alcanza en este tramo de la formacion arcáica, mientras que el granatíifero puede en cierta manera conside- rarse como un mero accidente. A su vez, las pizarras piroxeno-anfibólicas constituyen una serie de rocas, en la cual se encuentran, formando en cada 388 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (62) uno de sus dos extremos pizarras simplemente piroxénicas en el uno y anfibólicas en el otro, y enlazando estos dos extremos entre sí un conjunto de rocas que muestra una sucesion per- fecta que permite pasar del uno al otro extremo por todo gé- nero de gradaciones. | Como constituyendo un grupo en cierta manera aparte, existen en el Puerto de Malagon, en el Escorial, algunas rocas constituidas por una diopsida verde de facies algo distinta á la de las rocas que podemos llamar dominantes en esa parte de la serie arcáica, que se halla asociada á una mica magne- siana, mineral que algunas veces llega á predominar hasta el punto de dominar en absoluto, y entónces la roca pasa á constituir una verdadera micacita. Pizarras piroxeno-anfibólicas. Lo que puede decirse que caracteriza á las rocas piroxeno- anfibólicas de la cordillera Carpetana es el predominio del ele- mento ferro-magnesiano, hasta el punto que, muchas de ellas están constituidas, con especialidad las anfibólicas, por un apretado tejido de cristales y fragmentos de anfibol, casi sin apariencia alguna de cemento que los trabe. Estas rocas, como de lo dicho se deduce, forman una serie de pizarras piroxénicas que por anfibolizacion del piroxeno pa- san á constituir verdaderas anfibolitas, hecho que puede ob- servarse tanto microscópicamente como macroscópicamente, pues en todos los sitios en donde he visto estas rocas, siempre he visto el mismo tránsito gradual de unos estratos á otros, y áun en un mismo estrato y en union verdaderamente intima, aparece el verde claro del piroxeno como desliéndose y fun- diéndose en la masa oscura del anfibol. Las piroxénicas están constituidas las más veces por gran- des placas de piroxeno, aunque otras afecta una estructura eranudo-cristalina sumamente especial, y entónces posee una facies muy semejante á ciertas picritas y dunitas. El piroxeno se halla trabado las más veces por cemento cuarzoso, aunque algunas de las cercanías de Buitrago y del puerto de Somosierra las cementa la caliza. En las cuarzosas se desarrollan con mucha frecuencia cris- (63) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 389 tales de feldespato plagioclasa, y como elemento de gran im- portancia en todas estas rocas se encuentra la titanita, mine- ral que algunas veces llega á constituir una parte muy esen- cial de la roca. Como elementos meramente accidentales se encuentran ade- más de hierro titanado, cristalillos de rutilo y algunos trozos de apatito. El piroxeno, bien se presente en placas ó en forma granudo- cristalina, es siempre de color muy claro, con frecuencia casi incoloro, distinguiéndose á lo sumo una suave tinta verde mar; su dicroismo es nulo y se halla atravesado por los trazos de un crucero en extremo predominante. Su contorno es casi siempre irregular en la roca y aparentemente está como des- garrado y corroido por el cemento que lo traba. Sin embargo, en los montes del Escorial se encuentran en estas rocas algunas geodas en que el piroxeno afecta la forma cristalina en donde pueden estudiarse sus propiedades. Usualmente los cristales muestran la combinacion « P so Po y Poo, pero algunas veces aparecen tambien 0 Po y OP, siendo esta cara entónces predominante. Paralelamente á esta cara, existe un crucero muy fácil, mientras que el crucero prismático está tambien muy bien determinado. Su color es verde aceituna claro, y talladas placas segun Po paralelas al plano de simetría, muestran que la bisectriz aguda forma un ángulo de 39” con la arista wo Po wo Po. Cor- tado un cristal por un plano que forme un ángulo próxima- mente de 23” con el crucero básico y otro de 51” con el plano ortopinacoidal se obtienen las imágenes de interferencia que muestran los dos ejes ópticos, los que forman un ángulo bas- tante considerable. | Esta serie de caractéres y la mínima cantidad de alumina que la análisis revela, llevan á considerar este piroxeno como sahlita. En seccion trasparente son sus tintas de interferencia entre los nicoles cruzados, vivas por demás, dominando los tonos azules, amarillos, rojos y verdes; verificándose sus extinciones con los trazos del crucero prismático, como era de suponer bajo ángulos que llegan hasta 40”. Las inclusiones que este mineral aprisiona se limitan á mas 390 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (64) de la titanita, de que ya he hecho mencion, á numerosas par- tículas de hierro titanado y rutilo. Además, en algunos ejemplares, y con especialidad en los de las cercanías de Buitrago, se descubren algunas cavidades en el piroxeno que poseen burbujas gaseosas de considerable tamaño. La manera como la anfibolizacion de este mineral se verifi- ca es altamente curiosa é instructiva, y pone de manifiesto una vez mas, y en este caso con rocas eminentemente estrati- formes esa propiedad que parece inherente al piroxeno de tras- formarse en anfibol. La anfibolizacion se verifica comunmente por los bordes del piroxeno y penetra hácia el interior, otras veces aparece el piroxeno como moteado por manchas de anfibol irregu- larmente repartidas por toda la extension de la placa cris- talina. Es de notar que el anfibol que resulta aparece en toda su extension perfectamente formado, y el contacto entre el piro- xeno aún no transformado y el mineral resultante se halla muy bien delimitado. Otra propiedad que con frecuencia se observa es el parale- lismo que conserva una de las caras del crucero prismático del anfibol con el del piroxeno, y he visto con frecuencia, que, cuando uno de los trazos del anfibol parece cortar obli- cuamente el crucero del piroxeno, resultan entre ambos, án- gulos de 124? 6 sus complementarios. El anfibol es casi siempre de color verde botella, de dicrois- mo bastante pronunciado, y encierra las idénticas inclusiones que el piroxeno, De lo que precede se sigue que la presencia del anfibol tie- ne que ser en extremo irregular, desde iniciarse solamente, hasta llegar á constituir rocas eminentemente anfibólicas, existiendo ejemplares constituidos solamente por este mine- ral con solo alguna titanita y hierro titanado como elemen- tos accidentales. El contorno del anfibol es usualmente irregular, pero algu- nas veces, á diferencia del piroxeno, se distinguen las formas exagonales debidas á la combinacion del prisma con la clino- pinacoide. En algunos casos raros he visto los cristales de este mineral (65) Macpherson. —TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 391 con sus extremos terminados por las caras correspondientes a Po. El contenido de feldespato en estas rocas, como ya he indi- cado, es muy irregular, pues miéntras unas veces forma una parte muy importante de las mismas, otras, por el contrario, es raro en extremo, y en algunas por completo desaparece. Generalmente se presenta en anchas placas macladas, se- gun la ley de la albita, existiendo á veces más de cuarenta in- dividuos asociados. Otras veces se observa la asociacion simul- tánea no sólo por la cara de la brachipinacoide, segun la ley de la albita, sino tambien por la base conforme á la de la pe- riclina; y en un ejemplar de las cercanías de Buitrago he visto un cristal asociado segun la ley de Carlsbad, constituido por dos sistemas previamente unido el uno segun la de la albita, y el otro en que además de esta macla existia la de la peri- clina. Entre los nicoles cruzados brillan con gran viveza, siendo los sistemas de lamelas en general unas anchas y otras de eran finura; su extincion se verifica siempre bajo ángulos considerables, lo que, unido á sus formas y demás caractéres, conduce á considerarlo como labrador. Como regla general el feldespato de toda esta serie de rocas piroxeno-anfibólicas se encuentra en muy buen estado de con- servacion, siendo las impurezas que encierra relativamente escasas, y algunas veces es de una transparencia y limpieza verdaderamente extraordinaria. El otro elemento de importancia que ya he dicho se encuen- tra en estas rocas es la titanita ó el sílico-titanato de cal. Este mineral se encuentra en cantidades en algunos ejem- plares verdaderamente extraordinarias, unas veces, y las más se presenta en forma de fragmentos cristalinos de contornos perfectamente irregulares, y algunas veces áun caprichosos; pero otros muestran su forma regular de una manera muy perfecta, afectando formas lanceoladas sumamente agudas. Su tamaño varía mucho, pues miéntras unas veces miden más de un milímetro de longitud, otras, por el contrario, des- cienden á dimensiones sumamente pequeñas, y no está la per- feccion de su forma cristalina en relacion alguna con su ta- maño, sino que á veces en los más pequeños fragmentos no puede reconocerse traza alguna de contorno regular, miéntras 392 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (66) que se encuentran cristales de considerable tamaño que con- servan sus formas regulares de una manera admirable. La coloracion de este mineral es tambien bastante irregu- lar, pues miéntras en la mayoría de los casos posee un tinte muy suave amarillo de miel, otras veces se hace esta tinta mucho más intensa, y algunos fragmentos llegan á tener un color rojo jacinto muy pronunciado; y cuando la intensidad de la tinta aumenta, entónces el dicroismo se hace mucho más perceptible. En la luz polarizada brilla con las tintas apagadas propias de este mineral, y su extincion es homogénea, no habiendo observado nunca trazas de estructura polisintética. Su superficie es algo rugosa, y con frecuencia se la encuen- tra atravesada por grietas irregulares y rellenas de una sus- tancia de color verde sucio, probablemente de algun producto clorítico 6 anfibólico. Pero el hecho más curioso que este mineral ofrece es la fre- cuencia, porno decir constancia, con que empasta unas veces, sirviéndole de núcleo en su parte central, y otras más 6 ménos irregularmente, trozos y cristales de rutilo y hierro titanado. Unas veces aparece un gran trozo de rutilo envuelto por una delgada franja de titanita; otras queda solamente ura peque- ña partícula de éste, bien solo 4 acompañado de un trozo ma- yor ó menor de hierro titanado, miéntras otras veces es este mineral el único que se encuentra: serie de fenómenos que conducen á ver en la titanita un producto secundario derivado del rutilo y del hierro titanado; pero lo importante del caso es que el piroxeno empasta á la titanita de la idéntica manera ya descrita, y si se la considera como un producto secunda- rio, hay tambien que considerarlo como efectuado en un pe- ríodo ó6 anterior ú coetáneo con la generacion del piroxeno, hecho que no deja en mi juicio de tener importancia, pues de- muestra cuán complejo es todo el proceso que á la generacion de los materiales pétreos se refiere. El cuarzo de estas rocas, que ya he dicho sirve de cemento, es muy escaso, llegando en algunos ejemplares casi á des- aparecer. Su estructura es siempre granulítica y rellena los intersti- cios que quedan entre las grandes placas de piroxeno ó entre los cristales de anfibol. (67) Macpherson. —TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 393 La caliza sólo se encuentra en algunos raros ejemplares y desempeña el mismo papel del cuarzo, rellenando los huecos entre los diversos elementos constituyentes de la roca. Pizarras piroxenico-micáceas. En el Puerto de Malagon existe, formando parte del com- plejo de rocas de que ya en más de una ocasion he hecho men- cion, una serie de pizarras piroxénicas en que la mica desem- peña un papel de importancia. Son estas rocas de carácter muy semejante al de las ya des- critas, aunque. muestra el piroxeno mayor tendencia á presen- tar sus aristas regulares, y sólo como rareza las he visto pasar á pizarras anfibólicas, como con tanta frecuencia sucede en las ya descritas. Por el contrario, la mica, que en algunos ejemplares se pre- senta sólo como un mineral accesorio, en otros se hace predo- minante hasta el punto de encontrarse algunos lechos en que este mineral entra sólo como elemento constituyente. El feldespato es relativamente escaso, y no en todos los ejem- plares se descubre. : Siempre lo he visto en forma de grandes cristales constitui- dos por la asociacion de numerosas lamelas de regular an- chura y de un gran ángulo de extincion que lleva á conside- rarlo tambien como labrador. La titanita es algo más escasa que en la variedad no micá- cea, y el rutilo parece haber desaparecido en las rocas de este tipo. La mica es magnesiana, de color oscuro y de gran dicroismo. Asociada á estas rocas he visto un ejemplar que contenia como elemento accidental gran cantidad de espinela ferrífera del carácter de la hercinita y cristalizada en octaedros de color verde esmeralda muy subido y de singular belleza. Armando tambien entre estas rocas piroxénicas he visto le- chos pizarreños constituidos por numerosos cristalillos de acti- nota de color verde suave empastados en un magma Cuarzoso. Estos cristales se hallan longitudinalmente estriados, de muy débil dicroismo y cuya extincion entre los nicoles cru— zados se verifica bajo ángulos que no pasan de 22”, 391 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (68) Las aristas cristalinas de estos cristales se hallan muy bien conservadas, observándose la usual combinacion del prisma sv P con la clinopinacoide "Po. Además de este mineral se encuentra en la roca una nota- ble cantidad de mica en fragmentos generalmente pequeños y de no muy intenso dicroismo. Procedente de los Canalizos de Riaza, en la vertiente septen- trional de la cordillera Carpetana, en la provincia de Segovia, he visto una pizarra anfibólica que se diferencia bastante de las ya descritas por el color de su anfibol. Esta roca está constituida por numerosos fragmentos irre- gulares, algunos de gran tamaño, de un anfibol color castaño longitudinalmente estriado, y que á primera vista podria fá- cilmente confundirse con algunas micas. Sin embargo, sus propiedades ópticas están en completa contradiccion con esta suposicion, pues la extincion no se ve- rifica paralelamente á los trazos del crucero, sino, por el con- trario, bajo ángulos que miden hasta más de 20 grados. Este anfibol es limpio en extremo, pues sólo empasta algu- nas pequeñas partículas de magnetita y unos trozos hialinos de contorno redondeado, que tal vez puedan referirse á la ti- tanita. Este mineral se halla empastado en un magma de cuarzo eranudo-cristalino, en el que se descubre un número bastante considerable de cristales de feldespato de contorno irregular, de estructura polisintética muy numerosa, y de extincion fre- cuentemente simultánea entre los nicoles cruzados, y siempre bajo pequeños ángulos, serie de caractéres que lleva á consi- derarlo como oligoclasa. Pizarras granatiferas. Las rocas de este tipo no son muy frecuentes en la cordillera Carpetana, pues como regla general arman en lechos aisla- dos y de no muy gran espesor entre la serie de rocas piroxeno- anfibólicas que acabo de describir, y forma en cierta manera esta escasez un contraste con ciertos parajes de Galicia en donde las rocas granatíiferas desempeñan un papel de impor- tancia. (69) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 395 Sin embargo, á pesar de esta escasez se encuentran en la cordillera Carpetana algunos ejemplares de rocas granatíferas muy interesantes. Divídense las que he tenido ocasion de es- tudiar en dos grupos, uno en el cual el anfibol es predomi- nante, y otro en que el piroxeno es el elemento ferro-magne- siano que desempeña el papel más importante de la roca. Las piroxénicas se separan á su vez en dos subgrupos, uno feldespático y otro en que este mineral desaparece, y el piro- xeno constituye el elemento predominante. En los montes del Escorial existen estos dos tipos de roca muy bien caracterizados. . Asociada á las pizarras piroxénicas del Puerto de Malagon existe una roca de gran belleza constituida por una pasta de estructura algo granuda, de un verde de prado muy intenso y veteada de rojo. Secciones transparentes de esta roca muestran en el micros- copio que está exclusivamente constituida por piroxeno y gra- nate asociados de una manera harto curiosa. El piroxeno forma un apretado conjunto de gránulos de di- verso tamaño y de contorno Casi siempre irregular, y cuya estructura recuerda á la de algunas lherzolitas y picritas. Como rompiendo y atravesando esta masa de fragmentos de piroxeno se observan vetas y ramificaciones de granate cuya peculiar manera de ser prestan á la roca un carácter muy especial. Sin embargo, en un ejemplar del Escorial existente en el Museo de Historia Natural he visto en una geoda en esta roca el granate cristalizado en la forma del rombo-dodecaedro y tapizado por una costra amarillenta de vesubiana, mineral que suele encontrarse asociado en estas rocas al granate. El granate de un color rojo bastante subido, macroscópica— mente considerado, muestra aún en seccion muy delgada un color de salmon muy pronunciado, y es de notar que sin ser muy numerosas las inclusiones de este mineral, muestra, sin embargo, una opacidad bastante marcada, siendo tambien de notar que ni por rareza siquiera muestra éste la tendencia tan comun en el granate de afectar la forma cristalina. Este granate á la luz polarizada no da la menor señal de doble refracción, y las inclusiones que engloba se reducen á tal cual pequeña partícula de piroxeno, algunos trocillos de magnetita y pequeñas cavidades probablemente gaseosas. 396 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (510) El piroxeno es de color verde muy vivo, y para piroxeno, no- tablemente subido, mostrando un crucero muy pronunciado y sin traza alguna de dicroismo. Entre los nicoles cruzados brilla este mineral con gran vi- veza, afectando la interferencia tonos de color azul y fuego, y verificándose la extincion casi siempre cuando la seccion prin- cipal del polarizador forma un ángulo de consideracion con los trazos del crucero. El análisis cualitativo de este mineral revela sólo trazas de alúmina, lo que, unido á sus demás caractéres, lleva á consi- derarlo como una variedad de los piroxenos no aluminíferos. Sus inclusiones son escasas; redúcense á trozos de magne- tita y á productos de la descomposicion del mismo piroxeno, probablemente alguna variedad de clorita que con frecuencia enturbia la natural limpieza de este mineral. De las cercanías de Riaza he tenido ocasion de estudiar tam- bien una roca muy análoga á ésta, aunque macroscópicamente considerada de estructura algo más compacta que la que acabo de describir. Tanto el granate como el piroxeno de esta roca se hallan en fragmentos áun más menudos que en la anterior; y tanto el color del piroxeno como el del granate son de bastante menor intensidad, pues el tinte de este último mineral, aunque de un rosa bastante subido, no posee el intenso color de salmon que caracteriza á la roca del Escorial. El color del piroxeno tampoco es tan pronunciado, siendo un verde mar bastante suave, presentándose tambien este mineral constantemente en forma de fragmentos irregulares muy pequeños, sin traza alguna de contorno cristalino, mos- trando igualmente un crucero bastante pronunciado. Como inclusiones, se distingue este mineral por empastar eran cantidad de pequeños gránulos de gran refringencia, y que tal vez sean de la misma cocolita; pero es de notar que la orientacion es completamente distinta, pues en la extin- cion de la cocolita brillan estos pequeños gránulos con gran viveza. Además de estas dos sustancias se hallan en esta roca algu- nas pequeñas placas de cuarzo con frecuencia llenas de inclu- siones con grandes burbujas, pero constantemente fijas. Procedente de las cercanías de Valdemaqueda he visto una (10) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 397 roca que es quizás el ejemplar más bello de este tipo que he visto en toda la cordillera. Esta roca de grandes elementos y de estructura cristalina revela en seccion transparente estar constituida por los si- guientes elementos: piroxeno, anfibol, granate, feldespato la- brador y oligoclasa, cuarzo, hercinita, magnetita y diversos óxidos ferriferos como productos de descomposicion. El piroxeno se presenta en grandes placas de contorno irre- gular, pero con un crucero predominante de un color verde mar y de ningun dicroismo. En la luz polarizada produce efectos de interferencia de gran brillantez, y se extingue formando ángulos muy considera- bles, los trazos del crucero con la seccion principal del pola- rizador. Este mineral en algunos sitios se halla literalmente cuajado de inclusiones, hecho que es de notar, se observa en todos los elementos que constituyen esta roca. Estas inclusiones son de dos clases: unas son simplemente cavidades con burbuja ga- seosa, siempre fijas, y otras que se hallan parcialmente relle- nas, en vez de la sustancia gaseosa, por una materia oscura y Opaca, y que recuerda por su apariencia á ciertos betunes 6 hidrocarburos condensados. El piroxeno de esta roca presenta frecuentes señales de ura- litizacion, aunque es de notar que en los grandes trozos de anfibol existente en la roca no se perciben esos tránsitos tan marcados, que ya he descrito en el grupo de rocas piroxeno- anfibólicas. El anfibol es de un verde botella muy intenso y su dicrois- mo es notable, pues en la luz polarizada cambia á un verde de hoja de roble perceptible sólo en los bordes, pues en sitios de no una extrema tenuidad hay una absorcion casi completa. Los trazos del crucero prismático están muy caracterizados, y sus inclusiones se reducen á pequeñitos trozos de magnetita y tal cual pequeño fragmento de granate. Este mineral está constantemente en forma de fragmentos irregulares, y posee la misma tinta color de salmon que la roca del Puerto de Malagon. Es de notar que en este mineral se hallan las mismas inclu- siones que en el piroxeno, á más de otros productos ferriferos debidos probablemente á un comienzo de descomposicion. 308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) El feldespato de esta roca, que constituye un elemento de eran importancia, parece referirse á dos clases. Una, y la más abundante, forma grandes placas constitui- das por la asociacion de numerosos individuos unidos segun la ley de la albita, y que extinguen formando grandes ángu- los á ambos lados del plano de macla. Este mineral es de una limpieza extraordinaria y se halla en un estado de conservacion perfecta, siendo sus únicas in- clusiones á más de trozos de granate y piroxeno, algunas ca- vidades con burbuja fija. Además de estos grandes cristales de feldespato referible al labrador se encuentran algunos más pe- queños formados tambien por la asociacion de numerosos in- dividuos, pero que se extinguen con frecuencia suma simultá- neamente entre los nicoles cruzados y bajo ángulos en extremo pequeños, carácterque lleva á considerarlos como de oligoclasa. Entre los grandes cristales se observan tambien algunos que en la luz polarizada forman un bello reticulado, en los cuales existe no sólo la asociacion que obedece á la ley de la albita, sino tambien á la de la periclina. El cuarzo de esta roca es notable en alto grado, pues apa- rentemente constituye trozos irregulares de una apariencia clástica sumamente notable, pues sus bordes se hallan tan recortados y tan separados de los demás elementos de la roca, que en estratos francamente sedimentarios no se titubearia en considerarlo como clástico. Se halla este mineral atravesado por numerosas hiladas de inclusiones, unas con burbuja fija y otras movibles, pero que invariablemente terminan con la sustancia que las empasta. Como elementos accidentales sólo me queda que mencionar la magnetita, que forma sólo pequeños fragmentos y es rela- tivamente escasa, y la hercinita. La sustancia que refiero á este mineral se presenta repar- tida con bastante irregularidad por la roca en forma de frag- mentos irregulares de un color verde muy oscuro, sin dicrois- mo alguno, y que entre los nicoles cruzados permanece en completa oscuridad. De las cercanias de Buitrago, é intercalada entre las pizar— ras piroxeno-anfibólicas del Monte del Infantado, he visto un lecho formado por granate de color rojo, anfibol y algun piro- xeno, y todo ello cementado por abundante cuarzo. (13) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 399 En el microscopio el granate aparece formado por pequeños gránulos de contorno irregular y formando á veces un apiñado conjunto, miéntras otras, por el contrario, aparece esparcido por la roca con bastante irregularidad. El color de este mineral es un rosa muy suave, y se distin- gue por hallarse lleno de inclusiones; éstas son de dos clases: unas que brillan sobremanera en la luz polarizada, y otras constituidas por cavidades con grandes burbujas fijas. El piroxeno forma trozos y fragmentos en general pequeños y presenta la misma tendencia del granate de afectar una es- tructura granudo-cristalina sumamente especial. Su color es ligeramente verdoso, casi incoloro, y en aquellos trozos de mayor tamaño en que mejor pueden estudiarse sus propie- dades, presenta los caractéres propios de este mineral, dis- tinguiéndose solamente por las impurezas que lo enturbian. El anfibol forma grandes trozos, de contorno las más veces irregulares, aunque algunas veces presenta la usual combi- nacion del prisma con la pinacoide. Su color es verde botella y su dicroisino regularmente intenso. Este mineral, evidentemente posterior, pues con frecuencia empasta trozos de granate y áun de cuarzo, presenta nume- rosas inclusiones de un mineral transparente de terminacio- nes agudas y que parecen corresponder á la titanita; además se descubren algunas pequeñas partículas opacas probable- mente de hierro titanado. Kl cuarzo que empasta á todos estos elementos es de estruc- tura granudo-cristalina por lo comun; pero otras veces forma grandes placas granitóideas de gran tamaño y limpieza, y que se distinguen por hallarse llenas de inclusiones á veces de eran tamaño, pero cuyas burbujas se hallan siempre en estado de perfecta fijeza. Para dar por terminado el grupo de pizarras granatiferas sólo me queda por describir las formadas casi exclusivamente por granate y anfibol procedentes de las cercanías de Pedraza de la Sierra, rocas harto curiosas por presentar una marcada semejanza con algunas que ya he tenido ocasion de describir procedentes del Puerto de Hueneja, en Sierra Nevada. Estas rocas en el microscopio se muestran constituidas por un agregado de grandes trozos irregulares de anfibol verde, de dicroismo bastante intenso y que empastan numerosos frag- 400 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (15) mentos de granate de contorno irregular y de un rojo bastan- te intenso áun en seccion muy delgada. El anfibol muestra con frecuencia en su seno espacios com- pletamente hialinos, longitudinalmente estriados y paralela- mente al crucero del mineral envolvente. Este mineral entre los nicoles cruzados se extingue bajo angulos que llegan hasta 40”, miéntras que el anfibol que lo envuelve rara vez pasa de 20”, siendo, por consiguiente, esta sustancia un piroxeno de cuya uralitizacion es lógico suponer se deriva el anfibol componente de estas rocas. El granate, como ya he dicho, es de un bello color rojo y relativamente al mismo mineral de otras partes de la cordi- llera, es relativamente escaso en inclusiones, reduciéndose éstas á algunas cavidades con burbuja fija. El anfibol empasta á su vez numerosas partículas opacas de magmnetita, y rellenando los huecos entre los grandes tro- zos de este mineral se observan algunas placas de cuarzo que se distinguen por el tamaño de sus inclusiones, cuyas burbu- jas se hallan constantemente fijas. De las cercanías de Riaza he visto tambien una pizarra gra- natíifera constituida por anfibol de color verde botella sin tra- za alguna de piroxeno, granate en trozos irregulares y de co- lor rosa muy pálido, bastante magnetita, y el todo empastado por abundante cuarzo lleno de inclusiones. Calizas y cipolinos. Las calizas de la cordillera Carpetana, como en la primera parte de este trabajo he indicado, forman bancos algunas ve- ces de considerable potencia, rocas que con frecuencia vienen asociadas á las rocas verdes de esta parte de la meseta central. En algunos ejemplares la caliza se encuentra perfectamente pura, y sólo se descubren algunas pequeñas partículas de mag- netita por entre la trama del carbonato cálcico. En otros la mica se asocia en grandes cantidades, y entón- ces la roca forma bellísimos cipolinos. Con frecuencia tambien acompaña el piroxeno á las calizas de la zona Carpetana, y á veces desempeña un papel de ver- dadera importancia. (15) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 401 La mica es siempre de colores claros y varia desde el blanco al amarillento algun tanto bronceado. Examinadas placas paralelas al crucero básico muestran tener los ejes ópticos tan próximos el uno al otro, que no se titubearia en tomarlas como cristales de un solo eje. Tratada por el ácido sulfúrico se descompone por completo, quedando la sílice en las caracteristicas escamas de las micas magnesianas, miéntras que en la solucion se descubre bas- tante alúmina, escaso hierro y abundante magnesia. Esta serie de caractéres, á pesar de la aproximacion exce- siva de los ejes ópticos, conducen á considerar á este mineral como flogopita. En el microscopio aparece casi incolora, pero al hacer girar el polarizador muestra un marcado dicroismo, pasando á un color anteado muy perceptible cuando los trazos del crucero coinciden con la seccion principal del polarizador. Como regla general esta mica se halla muy bien conservada y está limpia y diáfana, y puede decirse que las únicas inclu- siones que encierra se reducen á tal pequeña partícula de magnetita, ó tal vez de pirita; pues al tratar estas calizas por el ácido clorhídrico diluido, se desprende con frecuencia un marcado olor de hidrógeno sulfurado. El piroxeno es casi siempre de pequeñas dimensiones y con- torno redondeado, incoloro y de accion muy enérgica en la luz polarizada, de dicroismo nulo, y por su facies parecen re- feribles á una diopsida. Frecuentemente este mineral se halla profundamente des- compuesto y transformado en un producto ocráceo Ú serpen- tinoso, llegando á veces esta descomposicion á ser tan profun- da, que el piroxeno por completo desaparece y los productos resultantes por completo impregnan la caliza. Otras veces el talco se asocia á estas rocas, y como sucede en un ejemplar del Puerto de Malagon, en los montes del Es- corial, que he tenido ocasion de estudiar, constituye una roca de una curiosa estructura que no deja de tener alguna seme- janza con el doelo de Galicia. Esta se halla constituida por una intima union de un mine- ral talcoso y caliza, la cual se halla como envuelta y segmen- tada por éste y llena de impurezas, con especialidad en el bor- de de contacto. ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 26 402 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) Este mineral es de color blanco amarillento en la luz natu- ral, y en la polarizada muestra estar constituido por hebras y filamentos de orientacion irregular que brillan en extremo entre los nicoles cruzados. Horizonte superior ó de las micacitas de la cordillera Carpetana. Conciuida la descripcion de las rocas constitutivas de la parte media de la formacion arcáica, réstame sólo por descri- bir las que constituyen su parte superior. Como no habrá podido ménos de verse, las rocas del tramo medio se distinguen por lo vario de su aspecto, composicion y estructura, y que forma marcado contraste con la monoto- nía que preside en el tramo inferior, Al pasar á la parte superior veremos producirse un fenó- meno inverso; y así como el horizonte inferior se funde en el supra-yacente, haciéndose su facies cada vez más mudable, en ésta se verá, por el contrario, que conforme se va ascen- diendo en la vertical van haciéndose sus caractéres más y más constantes, hasta llegar á los grandes espesores de micacitas y pizarras micáceas del extremo NE. de la cordillera Carpetana. Se ve, pues, que considerada la serie arcáica en su conjun- to, aparece constituida por dos tramos de igual monotonía en sus extremos, unidos entre si por un tercero que tiene por re- gla distintiva el mudar de facies y de carácter á cada instante, y que se funde entre los que encaja por cada uno de sus ex- tremos de una manera gradual, cual si las condiciones que lo produjeron hubieran comenzado y concluido de la misma ma- nera sin salto y gradual. Por consiguiente, en las rocas de este grupo poco podré ex- tenderme, pues no es muy abundante el material que sus es- tratos ofrecen á la investigacion del petrógrafo, y casi puede decirse que las variaciones que presenta son más bien como un remanente de la actividad anterior que debido á la propia actividad de ese periodo de la edad del mundo en que talcitas, pizarras micáceas y filitas constituyen todo el material petro- gráfico del arcáico de ésta y de otras partes de España. (77) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 403 Micacitas de la cordillera Carpetana. La estructura de las micacitas de la cordillera Carpetana en sus primeros tramos puede decirse que es la misma que la del gneis micáceo ya descrito, sólo que el feldespato se hace más escaso hasta el punto de llegar por completo á desaparecer. Como consecuencia de este proceso de eliminacion pueden distinguirse dos términos en estas rocas, que son: aquel en que el feldespato, aunque escaso, forma todavía un elemento de importancia, y que distingo con el nombre de micacita eneisica, miéntras que en el otro este mineral se hace tan es- caso, que llega á ser una verdadera rareza ó falta en absoluto, y entónces constituyen las verdaderas micacitas. Distincion estratigráfica entre estas dos variedades no exis- te, pues vienen en union tan íntima que sólo el poder del mi- eroscopio puede en ciertos casos separarlas, estableciendo la existencia ú no existencia del feldespato, pudiendo como regla general sólo decirse que hacia el límite de los tramos medio y superior es la verdadera micacita una rareza, y que confor- me se va ascendiendo en la vertical va haciéndose más y más predominante, hasta el punto de dominar en absoluto en los estratos superiores. Otro hecho de importancia que distingue á las micacitas del tramo superior del gneis infrayacente es la presencia de la mica blanca. Este mineral, como se ha visto, es raro por de- más en el eneis micáceo de la cordillera, pero en los estratos de la parte superior comienza como simple acompañante de la mica oscura Ó magnesiana, y aumentando gradualmente en cantidad llega á hacerse predominante hasta el punto de dominar en gran parte de los estratos superiores. Láminas delgadas de estas rocas muestran en el microsco- pio una no interrumpida serie que comienza en la roca que no puede separarse del gneis perfectamente típico hasta la mica- cita mejor caracterizada. El feldespato ortosa es con relacion á la plagioclasa relati- vamente escaso. Su contorno es siempre desgarrado y aparece como corroido y envuelto por una costra de impurezas, hasta el punto que algunas veces sólo está representado por un 401 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (78) pequeñisimo fragmento envuelto en productos opacos de su propia descomposicion, y que aparece como desliéndose en el cuarzo que lo envuelve. La plagioclasa se halla en mucho mejor estado, conservando sus contornos y su diafanidad á veces perfecta. Su estructura es siempre polisintética, constituyéndolos la agrupacion de numerosos inviduos por la cara Po, segun la ley de la al- bita, siendo sus extinciones siempre bajo ángulos pequeños y muchas veces simultáneamente en todos los individuos, cual corresponde á los feldespatos intermedios de sodio y cal- cio ú oligoclasa. La mica, como ya he indicado, es de dos clases: la magne- siana 6 biotita, y la blanca. La biotita es idéntica á la dominante en el tramo inferior; sus contornos son siempre desgarrados y su dicroismo intenso. Muestra con frecuencia señales de descomposicion que ge- neralmente se inicia por cargarse de pequeños gránulos ne- eros y opacos de óxidos ferríferos. Estos se desarrollan irregu- larmente por las láminas de mica, y con frecuencia aparecen envueltos por una zona oscura y traslúcida que á veces llega por completo á enturbiar las mencionadas láminas. Otras veces se llenan de agujas de rutilo que se maclan por la cara de la pirámide Po y forman dentro de las láminas de mica figuras cuadriculares sumamente bellas y de gran regu- laridad; y es de notar que conforme estos cristales se desarro- llan, la mica se descolora. La variedad blanca se presenta en trozos de grandes dimen- siones, los que con frecuencia envuelven todos los demás ele- mentos de la roca. Además de estas grandes placas se descu— bren diseminadas por el cuarzo láminas incoloras y de con- torno exagonal, entre las cuales he observado algunas que se unen entre sí por las caras prismáticas. Los caractéres de esta mica son los siguientes: Láminas paralelas al crucero básico muestran en el micros- copio polarizante en luz convergente dos ejes ópticos muy se- parados. Separado este mineral de los demás elementos de la roca por el licor de Thoulet, se ve que resisten por completo la ac- cion del ácido sulfúrico. Láminas de esta mica previamente desecadas á cerca de 100” (19) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 405 dan cuando se les calienta en un tubo cerrado un desprendi- miento de agua bastante considerable. Su densidad es relativamente pequeña, pues oscila entre 2.7 y 2.8, y su color es blanco de plata, y en las caras de crucero muestra reflejos nacarinos muy pronunciados. Dada toda esta serie de caractéres, parece esta mica ser una muscovita, pero que se halla en un estado de hidratacion más 4 ménos avanzado y referible tal vez por lo ménos en parte á la margarodita. Todas las micas de esta parte de la formacion arcáica tienen la tendencia á descomponerse en productos ferríferos más bien que cloríticos, y á veces es esta descomposicion tan profunda, sobre todo en la mica oscura, y tan abundantes los productos ferriferos resultantes, que por completo impregnan la roca y le prestan una coloración en extremo pronunciada que se re- vela en el microscopio por estar todas sus grietas tapizadas unas veces por hematites parda y otras por hematites roja. La fibrolita, tan abundante en las rocas del tramo medio, se presenta tambien en éste con los mismos caractéres, aunque mucho más escasa, pero llega hasta encontrarse en los estra- tos de las micacitas superiores. Como elemento accidental se observan algunos trozos irre- gulares de granate pero repartidos no sólo con irregularidad, sino con parsimonia suma; además y desparramados por el cuarzo se descubren numerosos cristalillos de rutilo unas ve- ces simples y otras maclados; tambien se descubren algunos cristales de color amarillo limon de formas prismáticas y ter- minados por pirámides no muy agudas, y que, á juzgar por su considerable refringencia que produce un anillo de refie- xion total muy perceptible, parecen ser de zircon. El cuarzo que traba todos estos elementos es en general de estructura granulítica; sin embargo, en algunas de las mica- citas inferiores se observan algunas placas granitóideas con sus habituales caractéres. Las inclusiones de este mineral en las micacitas son muy numerosas, aunque la mayor parte de los ejemplares poseen cavidades con burbujas fijas; sin embargo, se descubren mu- chas cuyas burbujas poseen movimientos oscilatorios más 6 ménos rápidos. Tales son los principales caractéres de las micacitas que al- 406 y ANALES DE HISTORIA NATURAL. (80) ternan y se funden por su base con los estratos del eneis mi- cáceo de la comarca. Conforme se asciende en la vertical, el cuarzo disminuye unas veces, y entónces la mica se hace predominante y se for- man pizarras lucientes y blandas en extremo, miéntras otras veces la mica se hace escasa; y el cuarzo, por el contrario, aumenta, y entónces se generan pizarras cuarzosas de grano más 6 ménos fino en capitas paralelas y separadas entre sí por tenues hojuelas tanto de mica blanca como oscura. El elemento que acompaña con mucha frecuencia á las mi- cacitas superiores de la cordillera Carpetana es el granate, mineral que algunas veces se hace en extremo abundante, en general de pequeñas dimensiones. Su forma cristalina es siem- pre el rombo-dodecaedro y su color el rojo jacinto muy subido, y forma un marcado contraste con el granate de las pizarras piroxénicas del tramo inferior, nunca en forma regular y con su color característico. En seccion transparente es en general de color rosado claro y muestra siempre trazas de descomposicion bastante profun- da, hallándose siempre más 6 ménos transformado en diver— sos Óxidos de hierro. Unas veces es diáfano en extremo, pero otras aprisiona nu- merosos cuerpos extraños consistentes unas veces en peque- ños trozos opacos probablemente de magnetita, y otros trans- parentes y muy activos en la luz polarizada, al parecer de cuarzo. Con mucha frecuencia se observa en las micacitas superio- res de la cordillera Carpetana la presencia de pequeñitos cris- tales de turmalina. Estos son de color de yerba seca oscura, muy dicróicos y generalmente en forma de prismas exagonales con un rom- boedro muy rebajado en uno de sus extremos, y por el otro, cuando no tronchado, terminado por el mismo romboedro, pero inverso. Tambien he visto algunos de estos cristales for- mados por prismas de nueve lados wo P2 y E combinados. El cuarzo tiene la tendencia á intercalarse entre las láminas de mica en forma lenticular, de lo que resulta la poca cohe- sion que estas micacitas tienen, hasta el punto que muchos ejemplares pueden deshacerse con los dedos. Como ya he indicado, la mica en su mayoría es blanca; pero (81) Macpherson.— TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 407 la oscura constituye á veces una parte importante de estas ro- cas, y casi siempre en un estado bastante avanzado de des- composicion. En algunas de estas micacitas desempeña la magnetita un papel de importancia, las más veces en formas irregulares, pero en otras se descubren las formas del cubo y el octaedro. Otro mineral que se presenta tambien en las pizarras de esta parte de la formación arcáica es la estaurotida, que si bien unas veces sólo se halla como elemento accidental en la micacita, otras, por el contrario, adquiere un gran desarrollo, y es de notar que todos los ejemplares que he visto poseen los mismos caractéres. Uno de los más bellos que he visto es procedente del Cardo- so, y en la actualidad existe en el Museo de Historia Natural. En este ejemplar forma la estaurotida cristales de más de cuatro centímetros de largo por uno en su seccion transversa, empastados en una micacita con muy poco cuarzo y algunos granates. La estaurotida es de un rojo jacinto muy bello y de gran transparencia relativa; invariablemente forma cristales sim- ples, no habiendo visto ni uno solo referible á las usuales ma- clas de este mineral, y se presentan en cristales alargados constituidos por o. P, Po, OPyPo. A Cortados estos cristales paralelamente 40P y á wWPoo, de- jan ver en ambos las imágenes de interferencia de sus ejes ópticos cuando se les examina en el microscopio polarizante en luz convergente, mostrando solamente una deferencia an- gular muy pequeña entre las dos imágenes de los ejes ópti- cos, siendo las que menor distancia angular acusan las parale- las á la base y la mayor la seccion braquipinacoidal, que como corresponde á este mineral, es normal á la bisectriz obtusa, siendo el ángulo de la bisectriz aguda de 89 grados. En seccion transparente son de una diafanidad extraordina- ria, á pesar de las inclusiones que encierran; su dicroismo es intenso y varía desde el rojo jacinto subido para las vibracio- nes paralelas al eje vertical á un amarillo limon, en el que apénas se percibe diferencia alguna para las vibraciones pa- ralelas á los ejes horizontales. Entre los nicoles cruzados brilla este mineral con viveza extraordinaria con tonos verdes y rojos de fuego. 408 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (82) Las inclusiones son de tres clases: unas, y las de mayor ta- maño, consisten en fragmentos negros y opacos de contorno exagonal y de débil accion sobre el iman, y que probablemen- te son de ilmenita. Otras consisten en agujas muy delgadas y alargadas en una direccion, de color rojo y de escasa trans- parencia, y que tal vez sean un óxido de titano, miéntras que las otras se presentan en forma de pequeños microlitos trans- parentes, pero de cuyo color es difícil poder juzgar, hallán- dose como se hallan envueltos por la estaurotida. Cuando ésta posee la coloracion rojo-jacinto parecen estos cristales de la misma tinta; pero cuando la luz vibra parale- lamente á los ejes horizontales, en cuyo caso la coloracion es amarilla, entónces se percibe un ligero tinte pardo-verdoso. En aquellos individuos orientados paralelamente á los ejes de elasticidad de la estaurotida, la extincion es simultánea. Sus formas cristalinas son prismáticas, y se observa que sus terminaciones muy rebajadas no se producen en ambos ex- tremos, sino que parecen hemimórficos, estando uno de sus extremos terminados por lo que parece un romboedro y el otro por la base: serie de caractéres que lleva á considerarlos como de turmalina. En las secciones paralelas á la base se observa que los frag- mentos de ilmenita tienen una marcada tendencia á orientar- se concéntricamente al eje cristalográfico, adosándose sobre las caras del crucero, tanto prismático como pinacoidal, en forma de tablas exagonales muy delgadas, situándose su lon- gitud máxima paralelamente á los planos de los cruceros. Además de estas inclusiones se encuentran aprisionados en este mineral algunos pequeños fragmentos de cuarzo, en los que se perciben numerosas inclusiones con burbuja movible. Granito normal y microgranitos de la cordillera Carpetana, y algunos efectos de contacto entre estas rocas y las arcáicas. Antes de dar por terminada la descripcion de aquellos tipos de rocas que mejor caracterizan al arcáico de la cordillera Carpeto-Vetónica, réstame dar á conocer algunos de los mi- crogranitos que atraviesan sus estratos, así como dar una idea (83) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 409 general de la estructura del granito normal de la meseta cen- tral española. Además me ocuparé de algunos de los efectos de contacto que entre estos materiales y las rocas arcáicas se han pro- ducido. Estos efectos de contacto se pueden separar en cierta ma- nera en dos grupos distintos. Unos son dependientes de los diques de microgranitos, tan comunes en toda esta zona montañosa, miéntras que los otros se relacionan con las grandes masas graníticas del país. La accion de los diques de microgranito se reducen princi- palmente á la generacion de turmalinas, tanto en las salban— das de las rocas en que arman, como en las numerosas grietas que dependientes de éstos por todas partes surcan el terreno. Los efectos en relacion con el granito que en cierta manera puede decirse que empasta en ciertos sitios á las rocas arcái- cas de esta parte del país, son de otro género. Como ya he indicado, la estructura de la cordillera Carpe- tana es de una sencillez verdaderamente notable, y puede sin- tetizarse en las siguientes palabras. Granito á todas luces eruptivo y posterior al arcáico, y el terreno atravesado por una serie de fallas longitudinales y pa- ralelas entre sí, habiendo los segmentos entre ellas compren- didos experimentado una inclinacion constante hácia una di- reccion determinada, produciéndose con sólo raras excepcio- nes un buzamiento general de todos los estratos de la cordi- llera hácia el SE. Como consecuencia de esta estructura, resulta que en los varios segmentos en que el arcáico queda dividido, aflora por su borde NO., ó bien el granito ó los tramos más profundos de esa formacion, miéntras que por el borde Sudeste viene la parte superior de cada segmento á estar en contacto con lo más profundo del inmediato; y si, como sucede con bastante frecuencia, por la base de ambos aparece el granito, aparece entonces el arcáico por un lado reposando francamente sobre él, miéntras que por el otro aparece como si penetrara hácia su interior. En sitio alguno se presenta este caso de una manera más clara y terminante como en los montes del Escorial, y á éstos tomo como tipo, tanto por la sencillez con que el fenómeno se 410 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (84) manifiesta, como por la facilidad que hay para hacer su estu- dio y comprobarlo. Como ya en la parte estratigráfica de este trabajo he indi- cado, los montes del Escorial los constituye una masa arcáica que, reposando sobre el granito por su borde NO., viene toda ella con buzamiento al Sur y Sudeste como á empotrarse hácia el interior de la extensa zona granítica que por la base de di- chos montes se extiende. Aparece, pues, esta masa por ambos bordes en contacto con el granito, y miéntras que por el borde Norte de la misma puede considerarse su contacto con el granito como normal, en el borde Sur, por el contrario, presenta una anormalidad extremada. Con efecto, si se sigue el contacto Norte se verá que siempre el gneis aparece reposando francamente sobre el granito, por más que éste venga en contacto con partes más 6 ménos pro- fundas de la serie arcáica, Por el contrario, el contacto Sur es anómalo en extremo, y sólo por corto trecho se presenta de la idéntica manera. Los cuatro cortes (Lám. x1) tomados en la base de estos mon- tes podrán dar una idea de la manera verdaderamente anor- mal en que el contacto entre ambas formaciones se verifica. Cortado el terreno por donde el granito se adosa al gneis en la cumbre de la Machota Alta, se verá que ambas rocas se po- nen en contacto, describiendo los estratos del gneis un aba- nico notable en alto grado; pero á corta distancia de este sitio se verá que el contacto entre ambas formaciones se verifica de muy distinta manera. Si se sienen los desmontes de la vía férrea camino de Villal- ba, aparece el granito atravesado por numerosos diques de pórfidos y granofiros. Si desde la vía se avanza normalmente á los montes del Es- corial, por ejemplo desde la primera casa del guarda-aguja, se verá que las masas de pórfidos se acentúan más y más hasta hacerse esta roca la exclusiva; y como á medio kilómetro de la vía puede verse el contacto, por ejemplo, en el arroyo que vierte en el Cebadillas, en donde se ve al gneis con rápido buzamiento al Sur penetrar aparentemente por debajo de los pórfidos, en cuyo sitio se hacen éstos estratiformes. Aun más al NE. de este sitio, y precisamente en el cauce de (85) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 411 uno de los arroyos que bajan del Cerro de los Abantos, podrá verse tambien un contacto en alto grado anormal. En este sitio se ve al gneis buzar por debajo del granito, y éste en algunos sitios reposando á caballo sobre el gneis, y es de notar que el contacto entre ambas rocas se halla perfecta- mente delimitado y sin transicion alguna. Por último, y como para evidenciar aún más lo anómalo del contacto entre estas dos formaciones, á muy corta distancia de este sitio reemplazan al granito comun de la cordillera erandes masas de granofiros y granitos rojos, y por una serie de rocas que, como el exámen microscópico revela, son de una estructura eminentemente cláastica, viene otra vez el gneis como a empotrarse por debajo de esos materiales, á semejanza de lo que se observa en el Arroyo Cebadillas. El granito en que encajan estas grandes masas de terreno arcáico es bien conocido, por ser igual al que forma las gran- des masas de la cordillera, y cuyos caractéres son muy cons- tantes en una gran parte de la meseta central. Es de grano relativamente grueso y formado por feldespato blanco, cuarzo gris y mica oscura, y cuando su fractura es fresca posee un tinte azulado muy pronunciado. Caracterizan á esta roca los numerosos gabarros que en su masa se encuentran, asi como la frecuencia con que se indivi- dualizan grandes cristales de feldespato asociados por la cara de la clinopinacóide, segun la ley de Carlsbad, que la pres- tan con frecuencia una estructura porfiróidea muy notable. En seccion transparente resulta su estructura cristalina, su feldespato referible á dos clases: la más abundante á la ortosa en grandes cristales y bastante bien conservada, y la otra á una plagioclasa que por sus caractéres ópticos parece ser re- ferible á la oligoclasa, siempre en cristales de menor tamaño que la ortosa, aunque en cantidad considerable, lo que explica lo fácilmente que se descompone esta roca por los agentes at- mosféricos, como cualquiera que se haya fijado en los monu- mentos de la capital no habrá dejado de percibir. La mica en grandes trozos es magnesiana en su casi totali- dad, pues sólo se descubren algunos trozos blancos referibles á la muscovita. Este mineral con frecuencia se descompone y se transforma en mica verde, miéntras otras veces se carga de óxidos ferríferos que le quitan su transparencia. 412 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (86) El cuarzo es muy abundante, y en grandes placas granitói- deas empasta todos los elementos de la roca; y es de notar que á pesar de hallarse literalmente lleno de inclusiones con bur- bujas gaseosas en muchos sitios, sólo como rara excepcion poseen éstas el menor movimiento. Cuando se estudian ambos contactos de la roca gneísica con el granito, se observan algunos hechos que no dejan de tener importancia, pues por su carácter negativo excluyen el poder referir el desarrollo de algunos de los materiales de esta for— macion á una accion metamórfica producida por las grandes masas eruptivas de la cordillera; pues los efectos que pueden referirse al contacto se reducen meramente á una accion de infiltracion silícea que presta al gneis una estructura grano- fírica muy pronunciada en el contacto Norte, miéntras que en el borde meridional se observa, por el contrario, una accion más bien básica que ácida, y que produce una profunda alte- vacion en las diversas rocas gneísicas, hasta el punto que en muchos sitios sería fácil confundirlas con algunas rocas ser- pentinosas. Si nos fijamos en Jos estratos gneísicos del contacto meri- dional, se verá que desde 100 6 200 metros se notan ya indi- cios de alteracion en la roca, siendo la mica el primer elemen- to que se altera, convirtiéndose la mica oscura de estas rocas en mica verde. En los estratos ya próximos al contacto se observa que la mica se ha deshecho por completo, quedando solamente tal cual pequeño fragmento, pero en completo estado de descom- posicion. El feldespato se altera tambien por completo, con- virtiéndose en un producto de color verde sucio que, en union con los productos de descomposicion de la mica, forman una pasta de hebras y filamentos que desparramándose por la roca rompe y disgrega el cuarzo, y por último pasa á constituir un agregado de accion confusa en la luz polarizada, y empas- tando trozos más ó ménos grandes de cuarzo y feldespato des- compuesto, siendo de notar que el granate permanece sin su- frir la menor alteracion. Su color es verde oscuro, su tacto unctuoso, siendo en muy gran parte atacable por los ácidos, y perdiendo, por último, toda traza de estratificacion. Estos son los dos efectos principales que las grandes masas (87) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 413 graniticas parecen ejercer sobre las rocas arcáicas con que vienen en contacto. Otras veces, y con especialidad en los si- tios en que el granito se adosa directamente al gneis, la ac- cion metamórfica es perfectamente nula, miéntras otras veces, como puede observarse en las cercanias del pueblo de Lozo- yuela, tanto el gneis como el granito se cargan en el contacto de innumerables cristales de turmalinas; pero es este fenóme- no tan comun en los diques de microgranitos de la cordillera, que antes de seguir más adelante creo debo dar una idea de la manera como esta roca se presenta. Esta roca forma siempre diques, á veces de considerable magnitud, como son algunos de los que cortan los estratos en la Peñalara, pero otras veces son sus dimensiones relativa- mente pequeñas, observándose algunas de ménos de medio metro de espesor miéntras su desarrollo lineal es considerable. Su grano es siempre fino y los colores blanquecinos son los predominantes; sin embargo, las tintas rosadas no son raras, y cerca de la cumbre de la Peñalara las he visto de un bello color rojo. Estas rocas son siempre de dos micas: la blanca predomi- nante y la oscura subordinada, faltando por completo en al- gunos yacimientos. El feldespato es blanco y el cuarzo bas- tante abundante. El microscopio revela que la mayor parte del feldespato es referible á la ortosa, aunque la plagioclasa se encuentra con alguna frecuencia. Pero el elemento que presta carácter á es- tas rocas es la turmalina. Este mineral, como ya he indicado, se desarrolla de prefe— rencia en las salbandas de los diques de esta roca, no sólo en el microgranito, sino tambien algunas veces en el gneis en que encaja, y siempre tiene una marcada semejanza aunque en yacimientos bastante distantes el uno del otro, distinguién- dose por la frecuencia con que se desarrolla la turmalina de color azul. En un microgranito de las cercanías del Escorial son éstas de singular belleza. Está constituida esta roca por un agrega- do muy menudo de cuarzo y feldespato, en el cual se desar— rollan numerosos cristalillos de turmalina, y otros aún más pequeños de granate. La turmalina, macroscópicamente considerada, es negra y 414 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (88) opaca, pero en seccion transparente es de un azul d índigo de singular belleza. Esta variedad de indicolita tiene un dicrois- mo muy pronunciado; para el rayo ordinario es de un azul casi negro, y para el extraordinario de un violeta rosado sua— ve en extremo. En general se presenta en forma de prismas exagonales, pero sus terminaciones están generalmente rotas: sin embar- go, algunas veces conserva:sus extremidades en buen estado, estando terminadas por un romboedro rebajado. Frecuentemente encierra grandes cavidades alargadas en el sentido del eje cristalográfico y con grandes burbujas pero constantemente fijas. El granate que acompaña á este mineral es siempre muy pequeño y cubierto con frecuencia por una capa ocrácea. Su color es un rosa muy pálido y se distingue por lo limpio que se halla de inclusiones. Sus formas habituales son el rombo- dodecaedro. El feldespato es en su mayor parte ortosa, siem- pre en estado bastante avanzado de descomposicion. La plagioclasa se presenta en cristales pequeñitos formados por la union de numerosos individuos, segun la ley de la albi- ta, y extinguiéndose siempre bajo pequeños ángulos. La mica es blanca y se presenta en grandes trozos de absor- cion marcada y con frecuencia retorcida, aprisionando entre los planos del crucero básico una sustancia negra y opaca que parece ser magnetita. En un microgranito de las praderas de Peñalara he visto unas turmalinas que tienen una particularidad muy notable. Estas turmalinas son de un verde aceituna para el rayo ordi- nario y de un color anteado para el extraordinario; y con suma frecuencia se observa en ellas que alrededor de un punto negro y opaco se desarrolla una aureola de forma esférica de un bello color azul. He visto algunas de estas turmalinas que encerraban seis y siete de estas pequeñas esferas, cada una con su pequeño nú- cleo opaco, del que parecia derivarse la coloracion de la tur— malina en su derredor. Debo tambien mencionar una interesante roca que he reco- gido muy cerca ya de la cumbre de Peñalara. Esta roca macroscópicamente puede considerarse como un microgranito turmalinifero, pero en el cual existe una nota- (8) Macpherson.—TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 415 ble cantidad de un mineral pinitóideo, unas veces en agrupa- ciones de tamaño considerable y otras en cristales aislados. Este mineral es de color bronceado muy oscuro; se halla en forma de prismas exagonales terminados por la hase, parale- lamente á la cual existe una separacion fácil que á primera vista podria tomarse por un crucero, pero visto con mayor de- tenimiento resulta que la division es irregular y tiene lugar con mayor facilidad por unos sitios que por otros. Examinados estos cristales en seccion transparente resulta que el mineral pinitóideo se limita á la parte exterior, y que en el interior conservan todos ellos un núcleo más ú ménos importante de cordierita, que á primera vista se distingue por la intensidad con que brilla en la luz polarizada con tintas verdes y encarnadas. Las secciones paralelas á las caras prismáticas se extinguen entre los nicoles cruzados paralelamente á las aristas, y las paralelas á la base en la biseccion del ángulo prismático. En las secciones paralelas á la base que he investigado se descubren trazas de los ejes; pero á consecuencia del avanzado estado de alteracion en que se hallan no he podido conseguir ninguna preparacion que sea satisfactoria. Aun en láminas bastante delgadas se percibe el tricroismo con el dicroscopo, variando sus tintas desde un violeta azulado muy claro á tintas ligeramente verdosas. En una de las preparaciones paralelas á la base he podido observar una macla cuya extincion se verificaba bajo un án- gulo de 30” á ambos lados del plano de macla, cual correspon- de á la macla usual de la cordierita por una de las caras del prisma oo P. La transformacion de este mineral en la sustancia pinitói- dea se verifica de una manera muy especial. En toda su peri- feria aparece el cristal envuelto por una zona constituida por una masa de color amarillo de aceite llena de hebras y fila- mentos de distinta orientacion, de accion confusa en la luz polarizada, y en el seno de la cual se desarrollan numerosos fragmentos de mica tanto blanca como oscura. De este envoltorio se desprenden hácia el centro vetas aun de ménos accion en la luz polarizada que recuerdan en un todo á las que son propias de la serpentinizacion del peridoto, pero que atraviesan la cordierita, á diferencia de aquellas, con 416 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (90) alguna mayor regularidad, pareciendo como si siguieran de preferencia el crucero prismático, y estrechándose la malla cada vez más y más, llega este mineral por completo á des- aparecer. Comparada esta sustancia pinitóidea con la iberita de Mon- talban, en los montes de Toledo, resulta que se diferencia bastante, pues en la iberita no existe ni el menor remanente de cordierita, siendo además el agregado que la constituye de una accion mucho más viva en la luz polarizada, abundando en su masa la mica blanca de una manera extraordinaria. Los demás elementos del microgranito de Peñalara que acompañan á este mineral son feldespato ortosa en regular estado de conservacion, cuarzo en abundancia y en grandes placas granitóideas, mica tanto blanca como oscura y gran cantidad de turmalinas en extremo curiosas. Este mineral se presenta de preferencia en agrupaciones de numerosos individuos como formando nidos en distintos sitios de la roca. El tamaño de este mineral es relativamente considerable, y su color habitual es un castaño verdoso; su dicroismo es muy intenso, y sus formas cristalinas son, ú prismas exagonales 6 prismas de nueve lados. La particularidad que distingue á las turmalinas de esta roca es el estar envueltas por otra turmalina de un azul celes- te de singular belleza. Unas veces esta sustancia se percibe solamente como un fes- ton que rodea la totalidad del prisma, miéntras otras veces sólo algunas de sus caras están cubiertas, y otras veces su- cede que todo el cristal es de la variedad oscura, y sólo su terminacion está constituida por la turmalina celeste, termi- nando con un romboedro muy bien determinado. Existen tambien cristales totalmente constituidos por esa variedad, y con frecuencia se ve que de un grupo de cristales de lo que puede llamarse la turmalina comun, se desprenden á semejanza de geodas pequeñitos cristales de la variedad ce- leste, que parecen como converger hácia el centro de la masa cuarzosa que los envuelve. Se distingue tambien esta variedad de turmalinas por su escaso dicroismo, pues en las dos posiciones del polarizador oscila desde un celeste con un ligero tono de azul de Prusia, (91) Macpherson. —TERRENOS ARCÁICOS DE ESPAÑA. 417 á un celeste claro, siendo su limpieza verdaderamente extra- ordinaria, pues apénas revela el microscopio la más pequeña impureza aprisionada en su masa y que enturbie su bellísima coloración. En el contacto del gneis con el granito y con los microgra- nitos tambien se desarrollan cristales de turmalina en las sal- bandas de la roca gneísica, aunque no en tanta abundancia como en los microgranitos. En el contacto anormal! entre el granito y el eneis en Lozo- yuela existe una zona como de unos cinco centímetros, en donde se desarrollan numerosos cristales de turmalina, apa- reciendo tanto el granito como el gneis profundamente des- compuesto hasta cierta distancia del contacto, la mica conver- tida en clorita, el feldespato turbio en extremo y descompues- to, y la zona intermedia convertida en una masa de color blan- quecino y de accion muy confusa en la luz polarizada, rica en filamentos de una sustancia clorítica, así como en pequeñitos fragmentos angulares de cuarzo y feldespato. Las vetas de turmalina que ya he dicho que atraviesan los estratos de la cordillera Carpetana , á semejanza de los filones de cuarzo en otros terrenos y de éste, son de color negro mate, y á la simple vista no se percibe elemento alguno, miéntras otras veces empastan trozos de las rocas en que arman y ad- quieren una apariencia brechiforme sumamente notable. Examinadas secciones de estas masas en el microscopio re- sultan en general constituidas por un agregado de cristales y agujas de turmalina que tienen la tendencia á soldarse entre si y á formar espacios de regular tamaño en que todos los cris- tales tienen una orientacion análoga, miéntras en inmediato contacto aparece otro con una orientacion casi en ángulo recto al primero y así sucesivamente. Su color generalmente es un castaño verdoso, pero con fre- cuencia suma se observa que en algunos sitios se coloran del azul tan frecuente en las turmalinas de la comarca. El cemento que las traba es cuarzoso, y se observan algunas placas cuar- zosas entre el apretado tejido de la turmalina, muy ricas en inclusiones, y en cuya masa se desarrollan numerosos crista- lillos de turmalina. En otros ejemplares se perciben fragmentos de cuarzo de forma perfectamente clástica y cementados por un cemento ANALES DE HIST. NAT. — XII]. 21 418 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (92) formado de pequeñísimos trozos y agujas de turmalina, te- niendo la roca una apariencia brechiforme en extremo pro- nunciada. Como fácilmente se desprende, de la manera como la tur- malina se presenta en todos estos sitios, parece este mineral ser un producto secundario cuya generacion se halla en la in- mediata dependencia de los granitos y microgranitos de esta zona montañosa, y como consecutiva á desprendimientos de productos bóricos por las grietas y roturas que rellenaron los eranitos y microgranitos en aquel remoto período de la edad del mundo. Escrito lo que antecede, he visto algunas rocas que tiene en su poder el Sr. Quiroga, y he vuelto á visitar el yacimiento de rocas verdes del Puerto de Malagon, en los montes del Esco- rial, y existe un tipo de rocas en que el piroxeno viene asocia- do al feldespato ortosa, de bastante interés; pues aunque al- gunas de estas rocas parecen ser sencillamente tránsitos que se establecen entre las pizarras piroxénicas y los gneis adya- centes, otras, por el contrario, parecen formar lechos inde- pendientes que perdiendo con frecuencia la estructura pizar- rosa, parecen rocas análogas á los granitos gneísicos que en lechos estratiformes arman entre los estratos del tramo medio del arcáico de la cordillera, acentuándose entonces aún más la semejanza que estas rocas tienen con las granulitas de Sa- jonia. Estas rocas forman un agregado granitóideo de feldespato ortosa en grandes cristales, poco cuarzo y trozos las más veces de contorno irregular de piroxeno sahlita, semejante en un todo al que constituye las pizarras ya descritas, notándose además cristales y trozos de granate y titanita. MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORPFINOS, POR DON ITIENACOEO BOmEWAiE (Sesion del 2 de Enero de 1884.) (CONTINUACION.) (1) SUB-TRIBU PYRGOMORPHE. Uno de los caractéres que contribuyen á aislar mejor este grupo reside en la falta completa de espina apical externa en las tibias posteriores; pero este carácter sufre algunas excep- ciones, tanto en los géneros Parasphena y Ochrophlebia, en los que dicha espina existe, si bien es pequeña y se percibe con dificultad, como en el mismo género Pyrgomorpha, del que se ha descrito una especie P. serbica Brunn., en la que dicha es- pina está normalmente desarrollada; otro carácter, que unido al anterior determina este grupo, es el modo de insercion de las antenas, cuyo artejo basilar se halla debajo del estemma lateral, carácter que sólo sufre excepcion en una especie del género Pyrgomorpha, en la que está inmediatamente delante como en el género Mestra Stál del grupo anterior; pero la falta de espina apical externa de que se ha hablado ántes bastará para distinguir dicho género Pyryomorpha. El género Atractomorpha, tipo de la tribu anterior, y el Pyryomorpha, (D) Véase la página 5. 420 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (1) que lo es á su vez de ésta, han estado confundidos durante mucho tiempo, por lo que importa afianzar más y más sus di- ferencias; á este fin llamaré la atencion sobre la línea de tu- bérculos que hay en las especies de aquel género detrás de los ojos y que se continúa con el borde inferior del pronoto, que es crenulado, línea que falta en el género Py7yomorpha Serv., 6 que cuando ménos está imperfectamente marcada, y tam- bien recomendaré fijarse en que en este último género falta completamente un carácter cuya significacion desconozco y que nadie habia observado hasta ahora, pero que sin embargo es constante en las especies del género A ltractomorpha; con siste éste en un espacio pequeño y subpelucido que hay junto al borde posterior de los lóbulos laterales del pronoto; este carácter, sin embargo, no es comun á todo el grupo, sino ex- clusivo del género citado. Los insectos que forman esta sub-tribu son de pequeño ta- maño y africanos en su mayoría; pertenecen á ella, sin em- bargo, las dos únicas especies representantes en Europa de la tribu entera; se conocen tambien algunas especies de Asia y otras de América; en Oceanía faltan. El cuerpo es algun tanto fusiforme; la cabeza es cónica y corta; la frente más 6 ménos oblicua; el vértice saliente por delante de los ojos y completamente rodeado por las sienes que forman delante una corta sutura longitudinal; la quilla media de la frente es comprimida entre las antenas y surcada en toda su longitud hasta cerca del epistoma; el surco medio sufre un angostamiento por encima y otro por debajo del es- temma central; éste se halla situado próximamente sobre una línea transversa que uniera el extremo inferior de los ojos; los laterales están en el ápice de éstos; las antenas se insertan inmediatamente debajo de los estemmas laterales; rara vez quedan fuera de una línea que pasara del uno al otro estem- ma (cuando esto ocurre falta la espina apical externa de las tibias posteriores), son cortas, trígonas y un poco ensancha- das en la base (3.* artejo), ú casi filiformes. Los ojos son oblon- gos, poco salientes, y detrás de ellos existe rara vez una línea oblicua de tubérculos, que en general falta 6 es muy irregu- lar, y que con frecuencia está representada por una faja ama- rillenta. El pronoto es cilindráceo y sus quillas siempre manifiestas, (2) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 421 aunque apénas salientes, hallándose interrumpidas por los surcos transversos, de los que el último está colocado en la mitad posterior; las quillas laterales están encorvadas hácia adentro en el lóbulo anterior, y en el posterior son rectas y no se continúan con las del anterior, sino que se dirigen oblí- cuamente hácia adelante sobre los lóbulos laterales. Anterior- mente el pronoto es más estrecho y truncado /d ligeramente escotado en el medio, y por detrás es anguloso, redondeado ú escotado; los lóbulos laterales son más anchos por detrás, y tienen el borde inferior en general sinuado ántes del medio; el ángulo posterior redondeado ó truncado oblicuamente, rara vez recto, y el borde posterior recto ó sinuado; á lo largo del borde inferior hay siempre una faja de color más claro, á ve- ces con pequeños tubérculos. El prosternon es inerme ó con el borde anterior grueso y apuntado en el medio. La placa esternal es más larga que ancha, y está provista de reborde; el espacio interlobular es de ordinario tan ancho como los ló— bulos, rara vez más estrecho en los y”, y los lóbulos son casi angulosos 6 redondeados por dentro. Los élitros llegan cuando más hasta la mitad de las tibias posteriores, estando éstas ex- tendidas; en otros son rudimentarios y áun nulos; las alas si- guen á los élitros en su desarrollo y generaimente son tras- parentes con el disco interno rosado, á veces están coloreadas con más intensidad y muy diversamente (Ochrophlebia Stál). Las patas son delgadas y los fémures anteriores algo engro- sados hácia el ápice; los intermedios siempre tienen quillas longitudinales; los posteriores tienen las quillas bajas, no comprimidas, la superior poco 6 nada lobulada en la base; el área externa con estrías irregulares salientes y el área infero- externa variable, pero siempre notablemente más estrecha que la externa; las tibias posteriores son algo más anchas en el ápice, con las quillas un poco delgadas, pero no cortantes, y las espinas comprimidas; la apical externa es muy peque- ña ó6 nula; sólo por excepcion está dicha espina bien desar- rollada. El abdómen es algo comprimido, y sus valvas sinuadas y con diente externo las inferiores. 422 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (13) 14, GEN. Pyrgomorpha Serv. Capite conico. Fronte parum obliqua, sinuata. Antennis bre- vibus, anguste ensiformibus, supra depressis, infra ocellum insertis, rarissime vix ante ocellos sitis. Pronoto antice trun- cato vel leviter emarginato, postice truncato vel rotundato vel emarginato, carinis lateralibus dislocatis, antice introrsum curvatis, lobis lateralibus angulo postico rarissime recto, ple- rumque oblique truncato; dorso fasciis discoloribus destituto. Elytris perfecte explicatis vel rudimentariis. Alis hyalinis vel tantum basi roseis. Femoribus posticis carina superiori basi lobo nullo. Carinis tibiarum posticarum obtusis; spina apicali plerumque nulla. Truzxalis, Charp. —Truzalis (Pyrgomorpha), Serv. — Pyrgo- morpha, auct. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Elytris abbreviatis, medium abdominis non attingentibus. 2. Spina apicali externa minutissima vel nulla. 3. Antennis ante ocellos insertis; angulo pos- tico laterali pronoti recto...... e....... 1. 8qualina Sauss., Sp. N. 3. 3. Antemnis inter ocellos insertis; angulo postico laterali pronoti plus minusye truncato vel rotundato. 4, Spina apicali externa tib. post. nulla; ca- rinis pronoti vix interruptis; elytris me- dium abdominis extensis....:........ 2. tricarinata mibi. 4. 4, Spina apicali minutissima, segre distin- guenda; carinis pronoti valde inter- ruptis, irregularibus; elytris segmen- to primo abdominali non superan- O RA E A 3. granosa Stál. 2. 2. Spina apicali externa valida; elytris abdo- minis segmento tertio yix attingentibus. 4. serbica Brunn. (14) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 433 1. 1. Elytris perfecte explicatis vel dimidium ab- dominis superantibus. 5. Capite supra pronotique dorso granosis; carinis pronoti gramulis indicatis. 6. Prosterno medio angulato. Elytris Q abdomine brevioribus. Pronoto posti- ce obtuse angulato........... SE 5. dispar mihi. 6. 6. Prosterno medio subrotundato. Ely- tris O abdominis fere longitudinis. Pronoto postice rotundato........ 6. granulata Stál. 5. 5. Pronoti dorso granulis nullis, carinis manifestis minime granulatis. 7. Pronoto postice obtuse angulato. Ely- tris apicem femorum posticorum HOD ABMOBeDtIDUS....oooesssneen 7. brachyptera mihi. 7. 7. Pronoto postice rotundato. Elytris geniculis posticis superantibus. 8. Lobulo postico pronoti carinis latera- libus nullis; oculis rotundatis; an- tennis subfiliformibus............ 8. cognata Krauss. 8. 8. Lobulo postico pronoti utrinque ca- rinato; oculis oblongis; antennis distincte ensiformibus......... 9. grylloides Latr. 10. breviceps Bol. 1. Pyrgomorpha squalina Sauss., Sp. N. Pallide rufescens, angusta. Fronte obliqua, bisinuata. Fas- tigio prominulo, carina media perducta. Antennis a base en- siformibus, angustis, vix ante ocellos insertis. Capite pone oculos linea tuberculorum serie unica. Pronoto subcylindrico, carinis lateralibus fere parallelis; lobis lateralibus rugulosis, postice vix sinuatis, angulo postico recto, margine inferiori anguste incrassata, flava. Elytris lanceolatis, angustis, me- dium abdominis vix attingentibus. Prosterno medio angula- to. Femoribus posticis gracilibus; spina apicali externa tibia- rum posticarum nulla Y. Long. corporis Q 25" - antenn. 6 - pronoti 4,5 - elytrorum 7,5 —s¿ fem. post. 11 424 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (15) Pyrgomorpha squalina, Saussure in litt. HasITAaT. India. (Col. del Sr. Brunner, núm. 12.749.) 2. Pyrgomorpha tricarinata Bol., sp. nov. Verisimiliter decolorata. Fronte obliqua, sinuata. Fastigio lato, antice rotundato, carina percurrenti. Antennis elongatis, ensiformibus. inter ocellos insertis. Pronoto ruguloso, vaide tricarinato, carinis subparallelis a sulcos transversis interrup- tis, margine postica rotundato-truncata; lobis lateralibus pos- tice sinuatis, subtus flexuosis, angulo postico oblique trun- cato; carinula obliqua margine externo subparallela instruc- tis. Prosterno antice strumoso. Elytris acute lanceolatis, di- midium abdominis extensis, area mediastina valde dilatata. Femoribus posticis elongatis. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla Q. Long. corporis [3d de — antennarum 9.5 — pronoti 6,5 — elytr. 9 — fem. post. 15 HaBiTaT. Brasil (recogidos por C. Van Volxem. Museo de Bruselas). Será esta especie el Pekilocerus Vignaudi, Guér.? (Voyage en Abyssinie por Lefebvre, etc., p. 338); para admitir esto sería necesario suponer equivocada la localidad de los ejemplares del Museo de Bruselas. 3. Pyrgomorpha granosa Stál. Flava, rufo-variegata. Fronte sinuata; carinula occipitali postice evanescenti. Antennis inter ocellos insertis, brevibus, prope basim depressis. Pronoto granoso, postice exciso, cari- nis lateralibus maxime interruptis, subgranulatis, antice in- trorsum curvatis; lobis lateralibus postice subsinuatis, sub- tus flexuosis, vitta flava, angulo postico truncato-rotundato. Elytris angustis, margine postica segmenti primi abdominali (16) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 425 vix superantibus vel non attingentibus. Tibiis posticis spina apicali externa parva, egre distinguenda vel nulla y Y. Long. corporis PU — antennarum 6 6 — pronoti 3 45 — elytrorum 3 4 — fem. post. 8,5 10,5 Pyrgomorpha granosa, Stál, 1876, Observ. orth., 2, p. 35. HABITAT. Siria, Beiruth (mi coleccion, tipo de Stal). 4. Pyrgomorpha serbica Brunn. Obesa, olivacea vel pistacina. Fastigio obtuso, latiori quam longiori. Antennis inter ocellos insertis. Pronoto postice ro- tundato-truncato; carinis valde manifestis, lateralibus antice introrsum curvatis; lobis deflexis antice vix rugulosis, postice punctis impressis rugosis, medio macula fusca seepe obsoleta; margine inferiori fere recta, pallida, posteriori sinuata, an- eulo postico anguste rotundato. Elytris lobiformibus, inter se distantibus, lanceolatis, medio latissimis, abdominis segmen- to tertio vix attingentibus. Alis brevissimis, late sanguineis. Tibiis posticis cyaneo-nigrescentibus, supra spina apicali ex- terna y ?. Long. corporis o” 18-21""; Q 29-31" — antennarum A 7,2 ; — pronoti 4.6 7,2 — elytr. 3,0 7 — fem. post. 10 13 Pyrgomorpha serbica, Pancic ¿n (itt., Brunner, 1882, Prodro- Mus, p. 186, fig. 44.—Pancic, 0rth. Serb., p. 19. HABITAT. Serbia (mi coleccion, regalo del Sr. Brunner). 5. Pyrgomorpha dispar Bol., sp. n. Viridi vel rufescens. Fronte sinuata. Antennis subeylindri— cis, basi parum depressis, inter ocellos insertis. Carinula oc- 426 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (17) cipitali percurrenti. Capite pone oculos tuberculorum serie dupla. Pronoto rugoso-granoso, postice obtuse angulato ; ca- rinula media lobuli postici fere nulla; lateralibus antice pa- rum expressis, granulatis; lobis deflexis postice sinuatis, margine inferiori flexuosa, granulis majoribus albicantibus instructa. Prosterno dente parvo. Elytris abdominis longitu- dine «equantibus y vel brevioribus Q. Alis dilute cinnabari- nis, antice venis fuscis. Femoribus granosis. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla. Abdominis dorso trans- versim fusco-fasciato y Q. Long. corporis Y AO 33 - antennarum 8 - pronoti 5 7,5 - elytrorum 15 15 - fem. post. ? 15,5 HABITAT. Méjico. (Col. del Sr. Brunner, núm. 1923, y 9.) 6. Pyrgomorpha granulata Stál. Viridi vel rufescens. Fronte vix sinuata. Antennis parum depressis, inter ocellos insertis. Carinula occipitali postice eva- nescenti. Pone oculos serie dupla irregulari tuberculorum. Pronoto granulis sparsis, postice rotundato, carina media fere inconspicua, carinis lateralibus flexuosis a tuberculis indica- tis; lobis deflexis postice sinuatis, margine inferiori tubercu- lis fascia, flava formantibus, angulo postico oblique truncato, subtus dente parvo instructo. Prosterno incrassato, mutico. Elytris 9 apicem abdominis non vel vix attingentibus, viridi- bus. Alis elytris multo brevioribus, dilute cinnabarinis, an- tice apiceque hyalinis. Femoribus posticis subtus fascia flavo- albida. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla. Ab- dominis dorso transversim fusco-fasciato Y. Long. corporis ¡2 - antennarum 7,5 - pronoti 6 - — elytrorum 16 - fem. post. 12 Pyrgomorpha granulata, Stál, 1875, Observ. orth., 1, p. 26.— (78) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 427 Bidrag.t. sódra Afrikas Orth. f., p. 32.—Krauss., Orth. von Senegal, p. 31.—Bolívar, Orth. d'Angola, p. 3. HaBrTaT. Dagana, Damara (de Vylder, tipos de Stál, Mu- seo de Estocolmo); Humbe, Duque de Braganca (Col. del Mu- seo de Lisboa), Senegal. 7. Pyrgomorpha brachyptera Bol., sp. n. Viridi. Fronte levissime sinuata. Antennis brevibus, cylin- dricis, parum depressis , inter ocellos insertis. Carina occipi- tali fere nulla. Capite pone oculos rugis discretis instructis. Pronoto rugosiusculo, postice obtuse angulato; carinis dis- tinctis; lobo postico antico dimidio breviori; lobis deflexis, postice vix sinuatis, margine inferiori flexuosa nec incrassata nec granulata, rugulosa, pallida, angulo postico oblique trun- cato, subtus lobo parvo triangulari. Prosterno antice incras- sato, mutico. Elytris apicem abdominis non attingentibus. Alis dilute roseis, antice virescentibus. Femoribus posticis linea flava. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla . Long. corporis 2 - antennarum 4,5 - pronoti 4 - elytrorum 9 - fem. post. 8,5 HabrTaT. Alepo. (Col. del Sr. Brunner, núm. 11.567); Tiflis (mi coleccion). 8. Pyrgomorpha cognata Krauss. Gracilis, virescens vel griseo-rufescens. Oculis valde globo- sis, approximatis. Antennis brevibus, filiformibus, inter ocellos insertis. Capite supra leevi; carinula media antice tantum cons- picua; fronte leevissime sinuata; tuberculis postocularibus raris. Pronoto postice rotundato, carinis lateralibus parum distinctis, postice nullis; lobis deflexis fere leevibus, postice subsinuatis, margine inferiori obliqua, flexuosa, angulo pos- tico oblique truncato, subtus angulatim producto. Elytris an- gustis geniculis posticis longe superantibus Q SF. Alis elytro- 428 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (19) rum fere longitudinis, vel sublongioribus, disco interno ro- seo. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla. Abdo- minis dorso fasciis fuscis transversis y 0. Long. corporis A QR - antennarum 5-5,5 6 - pronoti 4 5 - €elytrorum 15 20 - fem. post. E 10 Pyrgomorpha cognata, Krauss, 1877, Orth. v. Senegal, p. 30.— Kaiserl. Al. der Wissensch. in Wien, 1877, p. 145. HaBITaT. Dagana. (Col. Brunner, tipo de Krauss, n.* 7.198; col. Steindachner, 1869); Cabo Verde (Museo de Bruselas ); Bakel (Senegal). Podrá ser una variedad local de la siguiente; el cuerpo es más delgado y liso y el vértice es más saliente, estrecho y pa- ralelo que en la P. grylloídes; además el ángulo posterior del lóbulo lateral del pronoto lleva por debajo un lobulito trian- gular mucho más saliente que en aquella especie. 9. Pyrgomorpha grylloides Latr. Viridis vel grisea et fusco-conspersa. Capite pone oculos plerumque fascia albida per marginem lateralem pronoti con- tinuata. Fronte suaviter bisínuata. Oculis oblongis, oblique positis, parum exertis. Fastigio longiori quam latiori, antice rotundato. Occipite carinato. Antennis capite superantibus, basi depressis. Pronoto lobo postico antico breviori, puncta- to, ruguloso, utrinque carinato; lobis defiexis postice sinua- tis, margine inferiori flexuosa, angulo postico oblique trun- cato, subtus dente parvo instructo, postice rotundato. Elytris apice femorum superantibus. Alis hyalinis basi roseis. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla. Abdominis seg- mentorum supra basi fusca y 9. Long. corporis gy 15-18""; Q 22-26" - antenn. 6,5 6-7 ='"pron: 3,5 5,96 = elytror: 13-14 20-22 == Hemos post 90 13-14 * (80) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 499 Truxalis grylloides, Latreille, 1804, Hist. n. des Crust. et des Insectes, x11, p. 148; Gen. Crust. et Ims. 11, p. 104.—Char- pentier, Hore ent., p. 130.-——Burmeister, Handób., 11, p. 608. Truzalis rosea, Charpentier, Hore ent., p. 128, tab. 111, f. 8.— Burmeister, Zandb., 11, p. 608.—Rambur, Faune de 'And., 17 Pa 10. Truzalis linearis, Charpentier, ore ent., p. 129, tab. 111, f. 2. —Burmeister, MZandób., 11, p. 609. Truzalis (Pyrgomorpha) rosea, Serville, Hist.n. des Orth., p. 584. Pyrgomorpha rosea, Fischer, Orth. eu7., p. 304, tab. xv, f. 5.— Bolívar, Sinops. Ortop. Esp., p. 77-300, lám. 11, f. 2-3.— Orth. 7. par V. Volzem, p. 2.—Marquet, Orth. du Langue- doc, p. 7. Pyrgomorpha grylloides, Fieber, Syn., p. 8.—Brunner, Prodro- mus, p. 185.—Finot, Les Orth. de la France, p. 77. Pyrgomorpha discrepans, Fieber, Syn., p. 8. Truzalisrhodoptila, Herrich Scheffer, Fortsetz.; Panz., Fauna, fasc. 157, tab. 16. *,* Savigny, Descr. d' Egypt. Orth., tab. vi, f. 5. HABITAT. Toda la península Ibérica, Mediodía de Francia, Italia, Grecia, Argelia (mi coleccion), y, segun Brunner, tam- bien en el Asia menor y en África hasta Massaua. Varía notablemente por la coloracion, que en unos ejem- plares es de un verde claro uniforme y en otros es gris con manchas de un pardo casi negro, destacándose en estos últi- mos con toda claridad una faja lateral blanquecina que co- - mienza detrás de cada ojo y sigue á lo largo del borde inferior del pronoto hasta perderse en los lados del pecho: parece con- tinuacion de ella en ciertos ejemplares otra faja del mismo color que se extiende por la cara externa de los fémures. Los machos son notablemente más delgados que las hembras. 10. Pyrgomorpha breviceps Bol. Ochraceo-fusca, granulosa. Verticis fastigio brevi. Antenna- rum base fusca. Pronoto unicolore fusco, rugoso--granuloso, carina media valde perspicua, margine postica obtuse angu- lata. Elytris dilute fusco-maculatis, geniculis posticis valde 430 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (81) superantibus. Alis cinnabarinis, antice apiceque fuscis, ve- nis transversis plurimis fuscis. Femoribus posticis intus sub- tusque nec non tibiis spinarumque apice flavo excepto, ni- gris, Q. Long. corporis Q 23"" — pronoti 5 — elytr. 21 — fem. post. 11,5 Pyrgomorpha breviceps, Bolivar, 1881, Orth. d'Angola, p. 3. HABITAT. Angola (Anchieta); Duque de Braganca (Bayao) Museo de Lisboa. Como no tengo delante esta especie ni más apuntes de ella que la anterior descripcion, no he podido incluirla en el cua- dro ni áun siquiera asegurar si, dada la nueva distribucion de los géneros, corresponderá á éste ú al Ochrophlebia. 15. GEN. Ochrophlebia Stal. Capite conico; fronte plus minusve obliqua, leviter sinuata; carina media ante ocellum continuata, sulcata. Antennis in- ter ocellos insertis; cylindricis, base vix latioribus, raro su- pra subdepressis. Fastigio horizontali ante oculos parum pro- minulo. Oculis oblongis. Genis pone oculos granulis serie obliqua formantibus, raro nulla. Pronoto cylindraceo, antror- sum angustato, postice rotundato vel obtuse angulato, cari- nis medio oblitteratis, sulco postico pone medium sito; lobis deflexis postice vix sinuatis, margine inferiori flexuosa, an- sulo postico rotundato vel subangulato; dorso fasciis discolo=- ribus ornato. Prosterno antice incrassato, medio subangulato. Lamina sternali quadrata vel longiori quam latiori, antice marginata, lobis mesosternalibus spatio his sequali vel latiore sejunctis. Elytris abdominis longitudinis vel longioribus, api- ce acute rotundatis; alis coloratis. Pedibus gracilibus, femori- bus anticis versus apicem latioribus, intermediis carinulatis; posticis gracilibus, carinis parum elevatis, superiori basi lobo compresso, exiguo, fere nullo. Tibiis posticis apice vix latio- (82) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 431 ribus, carinis subcompressis, rotundatis; spina apicali exter- na parva, sepe egre distinguenda, subindistincta. Valvulis superioribus oviscapti flexuosis, marginibus obscure crenu- latis, inferioribus dente externo. Pekilocerus pars Serville. Ochrophlebia, Stál. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Fronte valde obliqua; genis granulis seriatis. Pro- noto supra transverse rotundato, carinis paran distincetis. 2. Pronoti margine postica rotundato-truncata. 3. Alis violaceo-fasciatis. Pronoti carinis granu- JAS Qe + le E ade 1. violacea Stál. 3. 3. Alis dilute eoccineis. Pronoti carinis parum distinetis, non granulatis....... sido 2: radiata Stal: 2. 2. Pronoti margine postica obtuse angulata, me- dio subemarginata, alis fuscis, disco roseo. 3. subeylindrica Bol. 1. 1. Fronte multo minus obliqua; genis linea tuber- culorum destitutis. Pronoto obtuse tectifor- mi, lobo postico utrinque carinato. 4. Pronoti dorso fascia media regulari nigra. 5. Tibis posticis ceeruleis; antennis nigris...... 4. ligneola Serv. 5. 5. Tibis rufescentibus; antennis rufis fusco- VAIO RAMIS.. 2 De a mare a E RSE 5. Serpe mihi. 4. 4. Pronoti dorso fusco, tuberculis vel rugis fla- vescentibus. 6. Pronoti disco granulis flavis elevatis...... . 6. pennicornis Stál. 6. 6. Pronoti disco absque granulis flavis ele- Vatiic dad. a der A Te 7. caffra L. 1. Ochrophlebia violacea Stál. Flavo-rufescens. Capite brevi, carinulis granulatis; fronte valde obliqua. Antennis cylindricis, apice suaviter angus- tatis, rufo-fuscis. Genis serie obliqua a granulis formata. Pronoto conico, punctato, postice rotundato, carinis fasciis fuscis percurrentibus, granulis flavis occupantibus; lobis de- flexis margine, maculaque postica superiori pallidis, margine 432 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (83) postica sinuata, inferiori levissime inflexa, angulo postico ro- tundato. Elytris abdominis longitudinis, griseo-fuscis, venis spuris. Alis hyalinis, venis transversis violaceo-fasciatis. Fe- moribus posticis fascia pallida externa longitudinali. Spina apicali externa tibiarum posticarum nulla. Abdominis dorso fusco, parum granoso. Valvulis oviscapti supra scaberrimis Y. Long. corporis Q 27% - antennarum 6,5 - pronoti 5 - elytrorum 18 - fem. post. 11 Ochrophlebia violacea, Stál, 1876, Bidrayg. t.sódra Afrikas Orth. f., p. 32.—Bolívar, Orth. d' Angola, p. 3. HABITAT. Ovambo (de Vylder, tipo de Stál, Museo de Esto- colmo); Humbe (Anchieta); Duque de Braganca (Bayao) Museo de Lisboa. 2. Ochrophlebia radiata sStal. Nigra, flavo-vittata. Capite longiusculo, fronte leviter bisi- nuata; fastigio longiori quam latiori; vitta laterali verticis, vittis duabus retrorsum convergentibus frontis, tuberculis- que seriatis genarum flavis. Pronoto conico, ruguloso-punc- tato, postice subtruncato, dorso bivittato; lobis deflexis posti- ce minimesinuatis, margine inferiori flava, fere recta, angulo postico recto. Elytris abdomine longioribus, fuscis, venis prin- cipalibus pallidis, area scapulari rufa. Alis dilute coccineis, apice fuscis. Pleuris femoribusque vittis longitudinalibus fla- vis. Spina apicali externa tibiarum posticarum parva <. Long. corporis a — antennarum 10 — pronoti 4,5 — elytrorum 17 — fem. post. 10,5 Ochrophledia radiata, Stál, 1873, Recens., 1, p. 14. HanrraT. Cafrería (J. Wahlb., tipo de Stál, Museo de Esto— colmo). (S4) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 433 3. Ochrophlebia subcylindrica Bol. Pallide ochracea. Verticis fastigio producto, fronte valde obliqua, utrinque fascia obliqua nigra ab oculis oriunda us- que coxas posticas extensa. Pronoto subeylindrico, fere leevi, minutissime granulato-punctato, postice rotundato-angulato, medio subemarginato. Elytris femoribus posticis paullo supe- rantibus, fusco-maculatis. Alis fuscis, disco interno roseo. Fe- moribus anticis nigro-maculatis, posticis subtus nigris. Tibiis infuscatis, supra apicem versus flavescentibus, spinis apice nigris Q. Long. corporis Q 22" - pronoti 5 - elytrorum 16 Pei post Ochrophlebia subeylindrica, Bolivar, 1881, Ort?. d' Angola, Jour- nal de sc. mathem., etC., p. 3. HaBITaT. Duque de Braganca (Bayao, Museo de Lisboa). 4. Ochrophlebia ligneola Serv. Pallide flavescens, nigro-limbata atque croceo-variegata. Capite brevi; fronte obliqua levissime sinuata, medio macula nigra, utrinque puncto croceo terminata. Antennis cylindri- cis, nigris, articulo primo subtus croceo. Fascia lata postocu— lari alteraque occipitali media nigris usque marginem pos- ticam pronoti ductis, postocularibus postice dichotomis. Pro- noto antice obtusissime tectiformi, postice planiusculo et carinato, punctato, margine postica obtuse angulata, angulo ipso emarginato:; lobis deflexis postice sinuatis, margine in- feriori pone angulum anticum sinu brevi, postice rotundata. Elytris abdomine longioribus, latiusculis, fuscis; venis longi- tudinalibus flavis. Alis dilute coccineis. Pedibus nigro et flavo vittatis. Tibiis posticis fusco-ceeruleis; spinis flavis apice ni- gris; spina apicali externa «eegre distinguenda y”. Long. corporis y 24. - antennarum 8 = pronoti 5) - elytrorum 20 = ¡wi! Tena; post, 12 ANALES DE HIST. NAT. — XII. 28 431 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (85) Perkilocerus ligneolus, Serville, 1839, 0712., p. 602. Ochrophlebia ligneola, Stál, Recens., 1, p. 15. HanriTaT. Cafrería (tipo de Stál, Museo de Estocolmo). 5. Ochrophlebia Serpe Bol., sp. n. Rufa, nigro-vittata. Capite brevi; fronte obliqua levissime sinuata. Antennis fusco-variegatis. Fastigio lato, antice ro— tundato. Fascia lata postoculari alteraque occipitali media nigris usque marginem posticam pronoti ductis, postoculari- bus postice valde ampliatis rugis rufis includentibus. Prono- to antice obtusissime tectiformi, postice planiusculo, grosse punctato et utrinque carinato, margine postica obtuse angu— lata, angulo immo exciso; lobis deflexis postice et pone an— gulum anticum sinuatis, angulo postico rotundato. Elytris abdomine longioribus, fusco-nigris, venis longitudinalibus rufis. Alis dilute cinnabarinis. Femoribus posticis nigro-va- riegatis. Tibiis rufis, subtus spinarumque apice nigris, spina apicali externa «egre distinguenda y 9. Long. corporis o 22-032 - — antennarum 9 9 - pronoti 4,5 7,5 - elytrorum 20 25 - fem. post. 12 15 HABITAT. Angola (Serpa Pinto, Museo de Lisboa). 6. Ochrophlebia pennicornis Stoll. Flavescens, violaceo-fusco-variegata. Capite brevi, ruguloso. Fronte parum obliqua, levissime sinuata, fusco-violaceo-varia. Antennis cylindricis, fuscis, articulis apice sepe angustissime flavescentibus. Fascia fusca postoculari ruga flava includen- da. Occipite obscuriori. Pronoto postice angulato-rotundato, dorso planiusculo, fusco-violaceo, callis fiavis, lobo postico punctato; carinis lateralibus antice tantum conspicuis, obli- que positis; lobis deflexis postice et pone angulum anticum sinuatis, angulo postico rotundato. Elytris fuscis, venis lon— gitudinalibus flavis, maculis nebulosis interruptis. Alis dilute (86) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 435 coccineis. Pedibus vitellino nigroque variegatis; tibiarum posticarum spinis flavis, apice nigris; spina apicali externa fere nulla y 9. Long. corporis or 220; 0 3h - antennarum 8 10 - pronoti 4 8 - elytrorum 18 Za) - fem. post. 11 Gryllus (Locusta) pennicornis, Stoll, 1787, Représ. pl. x1b., f. 39. Pecilocera pennicornis, Burmeister, Handb. 1, p. 624. Ochrophlebia costata, Krauss in Col. Brunn. HaBrTaT. Zululandia. (Col. de los Sres. Brunner y Scudder). 7. Ochrophlebia catfra Linn. Flavescens, fusco-variegata. Capite brevi, fronte parum obliqua, valde sinuata, flava, macula medio angulata fusca. Antennis...? Genis vitta lata obliqua glauco-fusca ruga flava includenda. Occipite obscuriori. Pronoto postice obtuse angu- lato, angulo ipso obtuse rotundato, dorso planiusculo, fusco, tuberculis flavis nullis, carinis lateralibus antice tantum conspicuis, oblique positis; lobo postico punctato, carinis ro- tundatis; lobis deflexis postice et pone angulum anticum si- nuatis, angulo postico rotundato. Elytris abdomine longiori- bus, fuscis, venis longitudinalibus flavescentibus. Alis dilute coccineis, apice venis fuscis. Femoribus fusco-variegatis. Ti- biis posticis tarsisque pallescentibus 7. Long. corporis y 26”" - pronoti 9,0 - elytrorum 20 = fem. post "12 Gryllus (Locusta) cafer, L., 1164, M. L. U., p. 148. Gryllus ornatus, Thunbera, Mém. Ac. Pét., 5, p. 228 (1815); Mém. Ac. Pét., 9, p. 405 (1824). Ochrophlebia ca fra, Stál, Recens., 1, p. 15. HabrraT. Cafrería (tipo de Stál, Museo de Estocolmo). 436 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (87) La Pecilocera ornata, Burmeister, Handb., 11, p. 624, corres- ponde seguramente á alguna de las especies de este género.. 16. GEN. Parasphena Bol., gen. nov. (Fig. 10.) Corpore fusiforme. Capite conico, fronte valde obliqua, ca- rina media ante ocellum continuata, sulcata. Antennis inter ocellos insertis, cylindraceis, filiformibus, basi leevissime de- pressis. Fastigio horizontali ante oculos paruam prominulo, vix longiore quam latiore. Oculis oblongis. Genis tuberculis serie obliqua irregulari plus minusve distincta. Pronoto cc- nico, postice angulatim exciso, sulco postico longe pone medium sito; lobo postico lobo antico dimidio breviori; cari- nis tantum prope marginem anticam conspicuis; lobis defle- xis tuberculatis, postice et pone angulum anticum fere indis- tincte sinuatis; angulo postico anguste rotundato. Prosterno antice incrassato. Lamina sternali longiori quam latiori an- tice marginata ; lobis mesosternalibus spatio his «equali vel latiore sejunctis. Elytris brevissimis, linearibus, marginem posticam metanoti non attingentibus. Femoribus anticis me- dio sensim incrassatis; posticis abddomine non vel vix longio- ribus, carinis minime elevatis, superiori lobo basali nullo. Tibiis posticis apice parum latioribus, carinis subcompressis,. rotundatis; spina apicali externa distincta. Valvulis sinuatis,. inferioribus dente externo obtuso. Sphenarium pars, Gerstecker. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Spina apicali externa tibiarum posticarum «egre distinguenda. Fronte minus obliqua, distincte si- nuata. Fastigio rufo..... E ES AAA 1. pulchripes Gerst.. 1. 1. Spina apicali externa tibiarum posticarum facile distinguenda. Fronte valde obliqua fere indis- tincte sinuata. Fastigio capite concolore, flayo. 2. picta mihi. 1. Parasphena pulchripes Gerst. Viridis. Fronte parum obliqua, distincte sinuata. Antennis (88) Bolívar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 437 depressis. Fastigio brevi, cinnabarino. Occipite ruguloso. Pro- noto ruguloso, medio subconstricto, lateribus fascia flava. Ely- tris marginem posticam metanoti non attinsentibus. Pedibus anticis tibiisque posticis cinnabarinis, genubus tarsisque ni- gris. Abdominis segmentoram margine postica flava. Spina apicali externa tibiarum posticarum «eegre distinguenda. Long. corporis 23" Sphenarium pulchripes, Gersteecker, 1869, Beitr. 2. Ins. faun. v. Zanzibar, Arch. f. Naturg., p. 217.—Decken's Reisen. 3 h., Zi. AUth., p. 38, t. 11, fig. 7.—Bormans, Spediz. italiana, Ann. Mus. civ. de Genova, 1881, p. 216. HaBITaT. Kilimandscharo (recogido por el Dr. Kersten). Let Marefiá, Schoa (Antinori, col. del Sr. Bormans). Argu- Agher, Let Marefiá (Bormans). Es dudoso que el ejemplar del Sr. Bormans, que está deco- lorado por el alcohol, corresponda á esta especie; á la siguien- te tampoco pertenece, segun las diferencias de forma expre- sadas en el cuadro y en la descripcion que antecede, que se han tomado de dicho ejemplar. 2. Parasphena picta Bol., sp. n. (Fig. 10, 10 a). Flavo rufescens, lateribus nigro-variegata. Fronte valde obliqua, levissime sinuata. Antennis cylindricis, fuscis. Fas- tigio longiore quam latiore corpore concolore. Occipite leevi. Pronoto impresso-punctato, rugis vitellinis utrinque consper- so; lateribus fascia lata nigra externe flavo-limbata ab oculos oriunda. Elytris brevissimis, marginem posticam metanoti non attingentibus. Pedibus anticis rufo-testaceis, unicolori- bus. Femoribus posticis extus nigris, vitta longitudinali flava. Tibiis rufescentibus, spinis apice nigris; spina apicali externa facile dienoscenda. Abdominis dorso rufo, utrinque vitta irre- gulari flava, supra subtusque strigiis obliquis nigris termi- nata y 9. Lona; corporisan!. 07 207 0,29% - anftennarim 8.5 a - pronoti 4 5 - fem. post. 10 11 pa ) 438 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (89) HaBITaT. Massaua (núm. 9114 de la col. del Sr. Brunner y en la mia). SUB-TRIBU SPHENARLE. El cuerpo es más ó ménos fusiforme ó filiforme y subcilín- drico; la cabeza es cónica, corta y la frente oblicua y algo si- nuada, con la quilla media surcada en toda su longitud y comprimida entre las antenas; éstas son variables, pero en general filiformes, subcilíndricas y algo deprimidas en la base, 6 sea á partir del tercer artejo, pues los dos basilares tienen la forma ordinaria; se insertan sobre una línea que uniera los dos estemmas anteriores, es decir, entre éstos y á veces entre los mismos ojos. El fastigio es saliente y horizontal y se halla rodeado completamente por las sienes. Las mejillas pueden llevar una línea de tubérculos siempre irregulares y que en otros faltan. El pronoto es cilindráceo 6 más estrecho por delante, y en este caso tiene tendencia á hacerse tectifor- me; nunca es saliente por detrás, sino truncado ó escotado, faltando las quillas laterales y á veces tambien la del medio cuando es cilindráceo; el surco posterior está situado muy por detrás de la mitad del pronoto, de lo que resulta el lóbulo pos- terior mucho más pequeño que el anterior; los lóbulos latera- les se continúan insensiblemente con el dorso por la carencia de quillas; su borde inferior es más 6 ménos sinuoso y el án- gulo posterior casi recto. El prosternon es inerme y tiene el borde anterior engrosado; la placa external varía notable- mente en los diversos géneros, pero siempre tiene reborde en la parte anterior; las proporciones de los lóbulos son varia- bles. Los élitros faltan 6 son rudimentarios y laterales, distan- tes el uno del otro por su borde interno, y las alas faltan tam- bien 6 son imperceptibles por su escaso desarrollo. Los fému- res anteriores suelen ser más gruesos en los machos que en las hembras, y los posteriores tienen las quillas poco salien— tes, y la superior con un lóbulo imperceptible en la base; las estrías penniformes de la cara externa son oblicuas y salien- tes; las tibias posteriores se ensanchan gradualmente hácia el ápice, y sus quillas, apénas comprimidas, son obtusas; la es- pina apical externa del borde superior nunca falta y se dis- tingue con facilidad. (90) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 439 El abdómen es cónico ó cilindráceo y sus apéndices varia- bles, en especial la placa infraanal del macho, que en el gé- nero Zchthidion es grande y en forma de saco. 17. GeN. Orthacris Bol., gen. n. (Fig. 11.) Corpore filiforme. Capite conico, fronte obliqua minime si- nuata. Antennis cylindricis, filiformibus, inter ocellos inser- tis; articulis plurimis longioribus quam latioribus. Fastigio angusto, modice exerto; genis pone oculos serie tuberculorum. Pronoto fere cylindrico, absque carinis, sulco postico longe pone medium sito, lobo postico brevissimo, quinta parte pro- noti «equanti, lobis defiexis margine inferiori callosa, postice rectis, angulo ipso anguste rotundato. Prosterno dente brevi. Lamina sternali latitudine sua longiore, antice marginata; lo- bis mesosternalibus spatio his angustiore sejunctis (in ¿y lo- bulis fere tangentibus). Elytris alisque nullis. Pedibus brevi- bus, subeylindricis, femoribus posticis abdomine brevioribus, carinis vix elevatis, lobo basali superiori fere nullo. Tibiis posticis apice subampliatis, carinis parum compressis, spina apicali externa conspicua. Valvulis sinuatis, brevissimis. 1. Orthacris filiformis Bol., sp. n. (Fig. 11 y, 11 a-b-c.) Viridis, punctato-impresso, utrinque fascia flava ab oculos oriunda per marginem inferiorem pronoti ducta, supra nigro- limbata. Pronoto postice levissime emarginato, lobis deflexis tuberculis raris, minutis, flavis. Femoribus posticis in y” ab- dominis fere longitudinis, in Q multo brevioribus. Pedibus griseo-pilosis q” Y. Lamina infra-anali y postice compressa; cercis dimidio apicali filiformibus, introrsum subcurvatis. Long. corporis y 18""; Q 247n - antennarum 8 - pronoti 3 30 => Tem. post. 7,9 9 HaBITaT. Ceilan. (Col. del Sr. Brunner, núm. 5.687.) 440 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (91) 18. GEN. Ichthidion Sauss. (Fig. 13.) Corpore filiformi. Capite conico; fronte valde obliqua, levis- sime sinuata. Antennis cylindricis, filiformibus, inter ocellos insertis; articulis plurimis elongatis. Fastigio angusto modice exerto. Genis serie obliqua tuberculorum nulla vel subindis- tincta et concolori. Pronoto subeylindrico, antice posticeque truncato vel postice levissime et fere indistincte emarginato, absque carinis; sulco postico longe pone medium sito; lobo postico brevissimo; lobis deflexis postice integris, subtus flexuosis, angulo ipso oblique subtruncato-rotundato. Pros- terno antice tuberculo obliquo, apice angulato. Lamina ster- nali latitudine sua longiori, antice marginata, lobis mesos- ternalibus spatio his angustiore sejunctis. Elytris alisque nullis. Pedibus brevibus, femoribus subincrassatis; posticis abdomine brevioribus, carina superiori base lobo exiguo, fere nullo. Tibiis posticis apice parum latioribus, carinis obtusis; spina apicali externa facile distinguenda. Valvulis oviscapti sinuatis, inferioribus dente externo. Lamina supra-anali forma insolita, basi latissima, inflata, utrinque profunde si- nuata. Cercis obtectis. Lamina infra-anali (7 magna, cucu- llata, postice obtuse carinata. Ichthidion, Saussure. 1. Ichthidion mexicanum Saussure. (Fig. 13, 13 a.) Viridis, capite glaucescenti, occiputio carina media nulla. Antennis elongatis, fuscis, articulis apice dilutioribus. Pro- noto granulis vix elevatis, flavis, raris; margine externa fascia flava intus nigro-limbata. Pedibus griseo-pilosis. Tibiis posti- cis apice rufis, spinis flavis, apice nigris. Segmentorum abdo- minis margine postica fusco-maculata. Long. corporis e: -= antennarum 8,5 9 = pronoti 3,2 4.5 = Hem. Pos 95 “La (2) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 441 Ichthidion mexicanum, Saussure, 1859, Orth. n. amer., Rev. el Mag. de Zoo!., 2* sér., t. x1, p. 390. HABITAT. Méjico. (Col. del Sr. Brunner, núm. 7108 y Museo de Estocolmo.) 19. GEN. Sphenacris Bol., gen. nov. Corpore subfusiformi. Capite conico, fronte sinuata, carina media sulcata, granulata. Antennis brevissimis, incrassatis, vix ante ocellos insertis. Fastigio modice prominulo. Pronoto conico, antrorsam parum angustato, postice sinuato, absque carinis, sulco postico longe pone medium-sito, lobo postico brevissimo, quinta parte longitudinis pronoti breviori; lobis deflexis postice altioribus et sinuatis, margine inferiori obli- qua, angulo postico oblique truncato-rotundato. Prosterno antice strumoso. Lamina sternali latitudine sua longiori, an- tice marginata; lobis mesosternalibus in Q spatio his latiore sejunctis. Elytris alisque nullis. Pedibus brevibus, angustis. Femoribus anticis subcostatis; posticis abdomine brevioribus, carina superiori basi lobo exiguo. Tibiis posticis apice parum latioribus, carinis obtusis; spina apicali externa facile distin- guenda. Valvulis oviscapti sinuatis, inferioribus dente exter- no obtuso. 1. Sphenacris crassicornis Bol., sp. n. Flavescens, toto granoso. Antennis apicem frontis vix su— perantibus, incrassatis, subfusiformibus. Fastigio a latere viso oculorum longitudinis. Pronoto brevi, dorso rufescenti. Tibiis posticis pallidis. Verisimiliter decolorato 9. Long. corporis 029 - antennarum 5,5 - pronoti 4,5 - fem. post. 1 HABITAT.....? (Col. del Sr. Brunner, núm. 7.943.) 442 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (93) 20. GEN. Xyronotus Sauss. in litt. (Fig. 12.) Corpore compresso, tectiformi. Capite conico, vertice pla- niusculo, horizontali, ante oculos prominulo. Fronte pa- rum obliqua, sinuata; carina media inter antennas com- pressa, late sulcata, ante ocellum coarctata et versus api- cem latiori, sepe granulis indicata; ocellis lateralibus ante oculos positis. Antennis vix ante ocellos insertis, articulis 3-6 latis, depressis, ceeteris subcylindricis. Pronoto acute tectiformi, postice parum producto, subtruncato, lobo postico, antico dimidio breviori. Prosterno dente conico, valido. Lamina sternali latitudine sua parum longiori, an- tice marginata, spatio interlobulari latiusculo, lobis mesos- ternalibus intus rotundatis. Pedibus gracilibus, femoribus anterioribus carinulatis; posticis elongatis, dimidio apicali subfiliformibus, angustatis, carina superiori basi lobo com- presso-rotundato; strigis penniformibus carinatis, granu- latis, irregularibus. Tibiis posticis apice vix ampliatis, carinis rotundatis, spinis validis, brevibus, spina apicali externa ceeteris minus valida. Abdomine tectiformi, cercis o” forma insolita, majusculis, ramosis: placa infra-anali apice producta : valvulis oviscapti 9 filiformibus, non si- nuatis. Xyronotus, Sauss. in litt. 1. Xyronotus Aztecus Sauss., sp. nov. (Fig. 12, 12 a-b-c.) Fusco-rufescens, granoso. Capite a latere viso antice si- nuato, breviter conico; carina media frontis granulata. Pro- noto granoso, lobo postico brevi, lobis lateralibus antice rotundatis, angulo postico recto. Elytris alisque nullis. Fe- moribus posticis carinis scabris, y”. Cercis magnis, conicis, flexuosis, postice prope basim spina apice incrassata, intus dente longo, gracili, conico; lamina infra-anali apice utrin- que subdentata, medio lobo triangulari erecto, 9. Lamina supra-anali elongata, oblonga, valvulis linearibus, supra pla- natis, integris, y €. (94) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 443 Long. corporis AAN ZO - antennarum 050 8 - pronoti 3,0 5,5 - fem. post. 11 14 Xyronotus Aztecus, Saussure in litt. HaBITaT. Méjico. (Col. del Sr. Scudder, y en la mia por re- galo del Sr, Saussure, de Ginebra.) 21. GEN. Sphenarium Charp. (Fig. 14 y 15.) Corpore valde fusiformi, medio latissimo; capite conico, bre- vi; fronte obliqua, carina media sulcata. Antennis longiuscu- lis, filiformibus, levissime depressis, inter oculos insertis. Fas- tigio modice exerto, in y” subparallelo; genis linea obliqua tu- berculorum nulla vel parum distincta. Pronoto plus minusve tectiforme, Carina media percurrenti vel medio oblitterata; postice latiore, exciso, sulco postico longe pone medium sito; lobulo postico brevi, quarta parte longitudinis pronoti occu- panti; lobis deflexis postice subsinuatis, margine inferiori obliqua, fere integra vel flexuosa; angulo postico recto. Pros- terno antice incrassato. Lamina sternali transversa vel qua- drata, antice seepe angustata et marginata, spatio interlobu- lare antico, in $ paullo, in $ multo latiori quam lobis mesos- ternalibus. Elytris lingulatis, lateralibus, inter se valde dis- tantibus, abdominis segmento secundo non attingentibus. Femoribus anticis in y incrassatis, fusiformibus, in Y graci- libus; posticis abdomine longioribus, carina superiori basi indistincte lobata. Tibiis apice sublatioribus, carinis obtusis; spina apicali externa facile conspicua. Abdomine parum com- presso, supra subcarinato. Valvulis superioribus oviscapti, subintegris, latiusculis, inferioribus sinuatis; lamina supra- anali y” lanceolata, infra-anali convexa, supra carinata; cer- cis brevissimis. Sphenarium, Charp. 444 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (95) DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Elytris parallelis, versus apicem non vel levis- sime et fere indistincte ampliatis. Pronoto ey- lindraceo, leviter tectiforme, carina media pa- rum expressa. 2. Corpore leevyi. Pronoto punctato; geniculis posticia Tusto-CAstanela Don. roccano oe .. 1. histrio Gerst. 2. 2. Corpore suavissime rugoso. Pronoto rugo- siusculo; geniculis posticis concoloribus. 2. mexicanum Sauss. I. 1. Elytris versus apicem sensim ampliatis. Pro- noto tectiforme, carina media percurrenti. 3. Mesonoto nigro y vel concolore et fere toto conspicuo Q. Antennis supra nigris..... 3. Borrei mibi. 3. 3. Mesonoto purpureo (7 vel medio nigro et subobtecto Y. Antennis viridibus ro O A e... 4. purpurascens Charp. 1. Sphenarium histrio Gerst., sp. n. (Fig. 14, 14 a.) Viridi-flavescens, dorso purpureo-castaneo, longitudinaliter flavo-trivittato; antennis supra vitta postoculari usque mar- ginem posticam pronoti ducta nec non geniculis posticis nigro-castaneis. Fronte obliqua, fastigio elongato; pronoto leevi, punctato, medio subconstricto, carina media obsoletius- cula, margine laterali late flava, mesonoto 2 obtecto. Elytris angustissimis, elongatis, versus apicem vix ampliatis; spinis tibiarum posticarum apice Y vel totis y” nigris y 9. Long. corporis RIA ZO - antennarum 12 10 - pronoti 6,5 6.5 - fem. post. 155 155 Sphenarium histrio, Gerst., 1873, Acridiodea nonn. nova insiga. descr.—Entom. Zeitung, Stettin, p. 196. HABITAT. Méjico. (Col. del Sr. Brunner, núm. 1.922 y 4.043.) 2. Sphenarium mexicanum Sauss. Viridis, fronte valde obliqua; fastigio longius exerto, pone (96) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 445 oculos tuberculis flavis. Pronoto minime constricto, minute reticulato-punctato, carina media parum expressa, percurren- ti; marginibus granulis raris flavescentibus sparsis; y” mar- cine laterali vitta flava intus linea fusco-purpurea introrsum curvata. Mesonoto in Q toto et y dimidio obtecto, sanguineo, flavo-maculato. Elytris angustissimis, elongatis, roseis gy” vel viridibus Y. Abdomine y utrinque vitta rosea; geniculis pos- ticis concoloribus; spinis tibiarum posticarum apice nigris. Valvulis oviscapti latis, apice nigris. Var. Dorso purpureo, vitta media flava. Long. corporis Y 20-25"; Q 26-277" - antennarum 11,5 10 - pronoti 6 6,5 - fem. post. 13,5 15 Sphenarium mexicanum, Saussure, 1859, Orth. a. amer., Rev. et Mag. de Zool., 2* ser., t. XI, p. 390. 2 Sphenarium ictericum Gerst., Acrid. nonn. nova insign. descr. —Ent. Zeit. Stettim, 1873, p. 196. HABITAT. Méjico. (Sumichrast. Sallé, Botteri, col. del señor Scudder y Musec de Estocolmo). La variedad de que se habla es de Tehuantepec (col. del Sr. Scudder). 3. Sphenarium Borrei Bol., sp. n. Viridi-flavescens, Q dorso fusciore. Fronte valde obliqua; fastigio lato; antennis brevibus; capite utrinque pone oculos tuberculis flavis linea obliqua positis supra subtusque ni- ero-marginata. Pronoto minime constricto, postice levissime sinuato, rugoso; carina media percurrenti, margine laterali angustissime flavo. Mesonoto y” nigro, leevi, minus quam in Y conspicuo. Elytris nigris vel fusco-viridis, versus apicem sen- sim ampliatis. Geniculis posticis fuscis vel femora postica omnia fusco-nigra. Valvulis Y elongatis, sinuatis Y Q. Long. corporis A a -= antennarum 85 8 = pronoti 5 6 - fem. post. 12 13 HABITAT. Guanajuato. (Museo de Bélgica y” 9.) " 446 ANALES DE HISTORIA: NATURAL. (97) 4. Sphenarium purpurascens Charp. (Fig. 15). Flavescens, supra plus minusve purpureo; vitta longitudi- nali media, macula quadrata segmenti primo abdominali, femorumque carinis flavis. Fronte parum obliqua, fastigio parvo; tuberculis postocularibus subindistinctis. Pronoto tec- tiforme, rugoso, medio subconstricto, postice distincte exciso; carina media percurrenti; margine laterali late flava. Elytris postice ampliatis. Mesonoto Y subobtecto, flavo, macula me- dia nigra divisa, q” purpureo, leevi, medio linea flava. Tibiis posticis purpureis, spinis flavis apice nigris. Valvulis latius- culis, superioribus vix sinuatis ” Q. Long. corporis o” 20-22*=; Q 23== - antennarum 8 1,0 - pronoti 5 3) - fem. post. 11 11 Sphenarium purpurascens, Charpentier, 1841-45, Ort). descr. et dep., pl., 31, f. 1-8. HABITAT. Méjico. (Col. Brunner, tipo de Charpentier, nú- meros 9.739 y 7.676), y mi coleccion, regalo del Sr, Gersteecker.) A veces el color purpúreo del dorso queda reducido á dos fajas paralelas á lo largo de la línea media. 22. GEN. Prosphena Bol., gen. nov. Corpore fusiforme, capite conico. Fronte obliqua, carina me- dia sulcata. Antennis longiusculis, filiformibus, levissime de- pressis. Fastigio longiusculo; genis tuberculis irregularibus. Pronoto obtusissime tectiforme, carina media fere oblitterata; postice latiore, rotundato exciso; sulco postico pone medium sito: lobis defiexis postice sinuatis. Prosterno antice incrassa- to. Lamina sternali, transversa Q vel quadrata SF, antice mar- ginata, lobis mesosternalibus spatio his multo latiori sejunc- tis; lobis intus angulum rectum formantibus. Elytris latius- culis, lateralibus, dimidio apicali angustatis. Femoribus anti- cis c” incrassatis, posticis abdomine parum longioribus y vel (98) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 447 brevioribus Q. Tibiis apice levissime latioribus, carinis ob- tusis, spina apicali externa...? Valvulis superioribus oviscapti compressis, elongatis, inferioribus dente externo. 1. Prosphena Scudderi Bol., sp. n. Flava; verisimiliter decolorata; rugulosa. Fronte valde obli- qua. Fastigio latitudine sua longiori, y subparallelo € versus apicem augustato. Occipite carinato. Pronoto rugoso-puncta- to, postice utrinque supra elytris lobo rotundato producto; lobis deflexis subtus fere rectis, angulo postico recto. Elytris margine postica segmenti primi abdominali attingentibus Q vel paullo superantibus, marginibus fuscis Y, basi intus sub- lobatis. Geniculis posticis linea fusca laterali. Segmento ul- timo abdominali supra exciso y”. Lamina supra-anali trigo- na y” Y. Long. corporis di 20 32 - antennarum 10 8? = pronoti 6 6 - fem. post. 13 12,5 HABITAT. Guatemala. (Col. del Sr. Scudder.) SUB-TRIBU PECILOCERA. Habitan las especies de este grupo, que son por lo comun de bastante tamaño, en el África oriental, en la costa de Coro- mandel y tambien en Australia. El cuerpo es grueso, siempre más ancho en el medio y poco esbelto. La cabeza más 6 ménos cónica, la frente en general es poco oblicua y sinuada (en el género Rubellia es más obli- cua y el vértice más saliente que en las demás); en todos el vértice es horizontal y está rodeado anteriormente por las sie- nes, que se reunen constituyendo una sutura y extendiéndose el surco medio de la frente hasta cerca del epistoma. Las an- tenas están situadas entre los estemmas; son medianamente largas, delgadas, no ensanchadas en la base, y la mayoría de sus artejos son más largos que anchos; los ojos son mediana- mente convexos, oblongos y casi circulares, y las mejillas 418 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (9) carecen constantemente de la línea oblicua de tubérculos tan frecuente en los otros grupos. El pronoto es cónico, más 6 ménos estrechado por delante. liso Ó rugoso, pero sin grandes tubérculos; faltan completa- mente las quillas ó sólo la media es perceptible, pero siempre obtusa y apénas saliente: en cambio los surcos trasversos son siempre bien distintos y el posterior está situado casi en el medio Ú poco despues, de manera que el lóbulo posterior del pronoto Ú es tan grande como el anterior (especies aladas), Ú es poco más pequeño (especies apteras): por detrás puede ser truncado ó redondeado, 6 por el contrario, en ángulo obtuso: los lóbulos laterales que se continúan insensiblemente con el dorso son trapezoidales y más largos que altos, con el borde posterior y el inferior poco ó nada sinuosos; posteriormente son rectos pero con el vértice redondeado. El prosternon es comprimido de delante á atrás en su borde en forma de diente trianeular 6 con tubérculo dentiforme obtuso ó convexo. La placa esternal es más larga que ancha ó casi cuadrada, con reborde en la parte anterior y con el espacio interlobular an-— terior tanto 6 más ancho que los lóbulos mesosternales; éstos en ángulo recto y á veces un poco redondeados por dentro. Los élitros y las alas Ó son normales y más largos que el abdómen, en cuyo caso tienen el área marginal dilatada en la base y escotada ántes del medio, 6 por el contrario son rudimentarios y laterales, pero en este caso siempre son anchos y no lineales ó muy estrechos, como en el grupo anterior. Las patas son de mediana longitud y los fémures de las anteriores son gruesos; los fémures últimos son con corta diferencia tan largos como el abdómen, con las quillas romas, nada comprimidas, y el área infero-externa estrecha; sólo las estrías oblicuas inferio- res del área externa son bien distintas y se presentan eleva- das á modo de costillas salientes. Las tibias posteriores apénas ensanchadas en el extremo tienen las quillas indicadas, pero obtusas y redondeadas; la espina apical externa siempre existe y en general es tan robusta como las anteriores. Los tarsos posteriores son alargados. El abdómen es algo cónico y un poco comprimido; sus pie- Zas terminales son normales y las valvas superiores sinuadas. (100) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 449 23. GEN. Rubellia Stáil. (Fig. 16.) Corpore fusiformi, antice posticeque valde angustato. Ca- pite conico; fronte valde obliqua. Antennis filiformibus, inter ocellos insertis; articulis plurimis elongatis. Fastigio angus- to, parallelo, longiori quam latiori. Oculis globosis, rotunda- tis. Pronoto conico, postice rotundato-truncato, carina media fere indistincta, sulco postico pone medium sito; lobo pos- tico antico paullo breviori. Prosterno antice tuberculo obtuso. Elytris pronoto brevioribus, latis, lanceolatis, apice acutis, multivenosis, inter se parum distantibus, subtangentibus. Femoribus anticis Y medio incrassatis; posticis ante apicem sensim angustatis, minime carinatis. Tibiis posticis apicem versus vix latioribus, spinis longiusculis; spina apicali ex- terna facile distinguenda y 9. Rubellia, Stál, Observ. orth., 1, 1875. 1. Rubellia nigrosignata Stál. (Fig. 16.) Flavo-ferruginea, nigro-conspersa. Capite callis rugulisque parum elevatis. Antennis nigro-annulatis. Pone oculos vitta lata nigra per pronotum continuata usque apicem abdominis ducta. Pronoto antice ruguloso-calloso, postice punctis im- pressis; lobis deflexis subtus sinuatis, mesonoto et metanoto lateribus punctatis, maculis duabus quadratis flavis. Elytris lanceolatis, extus valde rotundatis, apice acutis, rufis, basi macula parva nigra. Femoribus posticis nigro-punctatis, tibiis apice subtus nigris, breviter pilosis f Y. Long Fcorporis "NEO - antenn. ultra 9 - pronoti 6,5 - — elytrorum 6,5 - fem. post. 13 Rubellia nigrosignata, Stál, 1875, Observ. orth., 1, p. 25. HabiTaT. Madagascar. (Col. del Museo de Estocolmo, tipos de Stál, y col. del Sr. Brunner, núm. 1.250.) ANALES DE HIST. NAT. — XIII. 29 450 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (101 24. GEN. Monistria Stál. (Fig. 17.) Corpore subfusiformi. Capite brevi, fronte parum obliqua. Antennis filiformibus, crassiusculis, inter ocellos insertis, ar- ticulis plurimis elongatis. Fastigio lato, plus minusve trian- eulari, oculorum longitudinis. Oculis modice convexis, parum oblongis, subrotundatis. Pronoto cylindrico, antrorsum vix vel parum angustato, postice subtruncato, carina media pa- rum expressa vel nulla, absque carinis lateralibus; sulco pos- tico pone medium sito; lobo postico antico distincte breviori; lobis deflexis retrorsum vix altioribus, postice integris, angulo postico fere recto, angulo ipso rotundato. Prosterni margine antica dente triangulari, basi lato. Lamina sternali subqua- drata vel longiore quam latiore, antice marginata, lobis me- sosternalibus spatio his angustiore vel latiore sejunctis. Ely- tris pronoto brevioribus, inter se distantibus, parum longiori- bus quam latioribus, postice subrotundatis; venis elevatis, areolis magnis. Femoribus anticis incrassatis, non carinulatis, posticis abdominis longitudine vel brevioribus, tertia parte apicali gracilibus, carinis minime compressis, superne lobo basali expresso. Tibiis posticis versus apicem vix latioribus, carinis obtusis, spina apicali externa instructis. Valvulis ovis- capti sinuatis, inferioribus dente externo. Monistria, Stál. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Fronte distincte sinuata. Colore ferrugineo, callis HAVIS- CONSPRIBA. - "3 - fem. post. 3) HABITAT. Benguela. (Col. Brunner, núm. 7.691 0.) 4. Phymateus egrotus Gerst. Viridis; fastigio concolori; carina occipitali conspicua. An- tennis articulis duobus primis exceptis nigris. Pronoto postice rotundato-subtruncato, margine incrassata, dentata; disco utrinque tuberculis parvis trigonis plus minusve compressis; duobus primis conicis, duobus sequentibus compressis, apice exciso, vel indistincte tridentatis Q; lobo postico concavius- culo, carina media distincta, medio utrinque tuberculis mi- nutis; lobis lateralibus tuberculis parvis, raris. Elytris latis, abdomine longioribus, viridibus, apice lato, oblique trunca- to, anguste fusco-marginato. Alis latitudine sua longioribus, quarta parte apicali viridibus, apice ipso fusco-marginato; an- tice anguste ceeruleis, denique sanguineis, nigro-tessellatis. Pedibus viridibus; spinis tibiarum apice nigris. Abdominis segmentorum basi fusco-cerulea Y Q. Long. corporis SIA - antennarum 20 23 - pronoti 12 15 - elytrorum 56 61 - fem. post. 20 31 Pecilocera eyrota, Gerstaecker, 1869, Beitrag. zur. Ins. fauna von Zanzibar, Arch. f. Naturg., Xxxv, p. 216.—Decken's Reise, Bd. 11, 20. ADdth., p. 35. 2 Gryllus cinctus, F., Ent. syst., t. 11, p. 50.—Coquebert, 71lus- tratio icon. insect., p. 6, tab. 1, fig. 4. Phymateus viridipes, Stal, 1873, Orth. n. descrips. Ofo. v. AR. Forh., 30:4, p. 51.—Bolivar, Orth. d'Angola, p. 4. Phymateus egrotus, Bormans, Sped. ital., Ann. Mus. civ. di Genova, V. XVI. HaBIiTaT. Cafrería. (Wahlberg y Y, tipos de Stál, col. del ANALES DE HIST. NAT.—X'II, 30 486 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (117) Museo de Estocolmo); Abisinia (Raffray, Museo de Madrid); Mahal-Uons (Bormans); Somali (Gerstaecker). 5. Phymateus Stolli Sauss. Viridis; fastigio fusco-ceeruleo; carina occipitali conspicua. Antennis fusco-nigris, raro articulo primo dilutiori. Pronoto rotundato-truncato, margine incrassata, spinosa; disco utrin- que tuberculis conicis subacutis, rufis, duobus primis conicis, acutis, duobus sequentibus compressis, obscure tridentatis; lobo postico carinato, utrinque tuberculis parvis; lobis latera- libus tuberculatis. Elytris latis, apice oblique truncatis, fusco- marginatis, dilute ceeruleis, venis rufis, transversis flavo-fas- ciatis. Alis latitudine sua longioribus, rufis, versus apicem in virescente vergentibus, ceruleo-nigro-tessellatis, apice ipso fusco-marginatis. Geniculis posticis tarsisque nigro-violaceis; spinis tibiarum apice nigris. Abdomine fusco-ceeruleo, seg- mentorum margine postica flava Q. Long. corporis Q73 = antennarum 23 - pronoti 15 - elytrorum 62 - fem. post. 30 Gryllus ¿Locusta) squarrosus, Stoll, (non Linn.), Sauf., pl. vu b., fig. 25. Pecilocera squarrosa, Burmeister, ZHandb., 1, p. 622 (syn. excl). Phymateuws squarrosus, Stál, Recens., 1, p. 17 (non Linnée). Phymateus Stolli, Sauss., 1861, Orth. n. du Mus. de Genéve, Ann. Soc. ent. de France, 1v sér., t. 1, p. 478. HaBiTaT. África austral. (Col. del Museo de Estocolmo.) 6. Phymateus Hildebrandti Brunn., sp. nov. Pallide flavescens. Fastigio, ore, geniculis tarsisque viola= ceis. Antennis nigris; carina occipitali conspicux, ceerulea. Pronoto postice rotundato-truncato, margine incrassata, rufa, utrinque unidentata, disco lateribus tuberculis compressis, irregularibus, parum elevatis, rufis, duobus primis minutis, (118) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 167 duobus sequentibus compressis, apice indistincte tridentatis; lobo postico medio levissime rugoso, inermi; lobis lateralibus absque tuberculis. Elytris Y abdomine longioribus, apice rotundato-truncatis, ceeruleis, venis longitudinalibus concolo- ribus, transversalibus late sulphureo-marginatis. Alis latitu- dine sua longioribus, croceis, dimidio antico ceeruleo-macula- tis, maculis ceeruleis versus apicem cognatis. Abdominis seg- mentorum basi nigro-cerulea g. Long. corporis or ele - antennarum 22 = pronoti 10 - elytrorum 43 - fem. post. 2 2 Gryllus (Locusta) verrucosus, Stoll, pl. 1 b., fig. 6. Phymateus morbillosus, var. Gerstaecker, Beztrag. 2u1r Ins. fau- nav. Zanzibar; Arch. f. Naturg. 1864.—Decken's Reise, Bd. 11, 270. Abth., p. 35. Phymateus Hildebrandt, Brunner in litt. HaBITaT. Sur del país de los Somalíes (mi coleccion, regalo del Sr. Brunner, y en la del Museo de Bruselas). 7. Phymateus morbillosus L. Sanguineus; fastigio concolore. Antennis articulis duobus primis exceptis nigris; carina occipitali parum conspicua. Pronoto postice truncato, subexciso, margine incrassata, fere inermi, disco tuberculis obtusis rotundatis, parum elevatis, duobus primis minutis, duobus sequentibus in Y bidentatis, in € obtuse conicis; lobo postico carina media expressa, utrin- que tuberculis minutis; lobis lateralibus absque tuberculis. Elytris abdominis longitudinis Y vel longioribus Y, obscure ceeruleis, venis longitudinalibus rufis, transversalibus flavo- marginatis; apice rotundato-truncatis. Alis latitudine sua lon- gioribus, antice usque apicem fusco-violaceis, venis transver- sis flavo-limbatis, postice sanguineis, nigro-tessellatis; mar- gine postica plus minusve flavescenti; geniculis tarsisque ceeruleo-violaceis; spinis apice nigris. Abdominis segmento- rum basi fusco-cerulea. 468 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (119) Variat. Corpore viridis, tuberculis pronoti corallinis; alis maxima parte sanguineis. Long. corporis yr 47; Q 710-76=- - antennarum 18 - pronoti 10 15-16 - elytrorum 50 58-62 - fem. post. 25 32-35 Gryllus (Locusta) morbillosus, Linn., 1758, S. V., ed. x, l, p. 431; M. £L. U., p. 141 (1764). Gryllus morbillosus, Fabricius, Ent. syst., 11, p. 50.—Roesel, Insekten belustigung, 11, tab. xvi, fig. 6. Locusta (Phymatea) morbillosa, Donovan, Vat. Hist. of China, new ed. (1842), p. 25, pl. 13. Phymateus morbillosus, var. a. et 7. Thunberg, Mém. Ac. Pét., DD 207: Acrydium morbillosum, Oliv., Encycl. méth., t. v1, p. 218. Gryllus (Locusta) morbillosus, Stoll, Saut., pl. n b., fig. 3 y 4, y 0. Larva Dictyophorus papillosus, Thunberg, Mém. Ac. Pét., 5, p. 258 (1815). Pecilocera papillosa, Burm., Handb., 1, p. 622 (1838). Pecilocera morbillosa, Burmeister, Zandb., 11, p. 622. Phymateus morbillosus, Serville, Orth., p. 625.—Reiche et Fair- maire, Voyage en Abyss., p. 428.—Stál, Rec., 1, p. 18.— Bormans, 421. Mus. civ. di Genova, 1883, p. 706. HaBITaT. Cabo de Buena Esperanza (todas las colecciones); Ambo Karra (Bormans). S. Phymateus iris Bol. Viridi-olivaceus. Antennarum articulo primo excepto fas- tigioque nigris. Pronoto tuberculis conicis elevatis, margi- nalibus sanguineis. Elytris obscure viridibus, venis transver- sis flavescentibus. Alis antice ceeruleis, viridi-maculatis, pos- tice basi nigris, violaceo-fasciatis, deinde rufis in aurantiaco vergentibus, nigro-tessellatis. Geniculis, tibiarum apice, tar sisque violaceis; spinis tibiarum apice rufis. Abdomine flavo, segmentorum base ceerulea. (120) Bolívar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 469 Long. corporis o” 46-48"; O 65-73" - antennarum 16 22 - pronoti 9-10 14 - elytrorum 45 38-60 - fem. post. 22 29-30 Phymateus iris, Bolivar, 1881, Orth. 4d” Angola, p. 4. HabITaT. Huilla (Lobo d'Avila); Ambriz (Monteiro), Museo de Lisboa. 9. Phymateus saxosus Coq. Obscure ceruleus; capite aurantiaco-maculato. Pronoto pos- tice rotundato, disco tuberculato, tuberculis apice rufis, lobis lateralibus parce tuberculatis, maculis flavis. Elytris abdomi- ne longioribus, apice rotundato-truncatis, ceeruleis, venis transversis flavo-marginatis. Alis longitudine sua longiori- bus, corallinis, dimidio antico nigro-maculatis. Femoribus posticis carinis flavescentibus; tibiis ceeruleis, spinis fuscis apice nigris. Abdominis dorso obscure ceeruleo; segmento- rum apice flavo. Long. corporis 54”" Phymateus sazosus, Coquerel, 1881, Ort». de Bourbon et de Ma- dagascar, Ann. Soc. Ent. de France, 1v sér., 1, p. 500, PL 105 Her. 1. HABITAT. Bali, en la costa de Madagascar. 28. GEnN. Peristegus Bol., gen. nov. (Fig. 20.) Corpore leviter compresso. Fronte obliqua, carina media sulcata versus apicem evanescenti, carinis lateralibus subpa- rallelis; vertice ante oculos non producto; fastigio parum pro- minulo, lato, trigono, subascendenti; oculis valde convexis. Antennis filiformibus, longissimis, articulis elongatis, inter oculos insertis. Pronoto dorso depresso vel concaviusculo, an- 470 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (121) tice emarginato, postice latiori, fere truncato, utrinque spino- so; carina media nulla vel postice tantum conspicua sed obso- letiuscula; lobo antico quadri vel sex spinoso; spinis conicis, seepe bi vel trifurcatis, lobo postico spina valida laterali an- tice posticeque spinis parvis circundata; lobis defiexis posti- ce sinuatis. Prosterno tuberculo conico, lato, brevissimo. La- mina sternali antice sulco arcuato nullo, lobis mesosternali- bus spatio his parum vel vix latiori sejunctis. Elytris abdomi- ne longioribus versus apicem subampliatis, late rotundatis. Alis perfecte explicatis, nigro-tessellatis. Pedibus gracilibus. Femoribus posticis apicem abdominis non superantibus, basi parum dilatatis, carinis minime compressis, lobo basali nullo; tibiis posticis apice vix latioribus, obtuse carinatis, spina apicali externa armatis, tarsis gracilibus, articulo tertio duabus primis simul sumptis fere longiori. Valvulis superiori- bus oviscapti supra sinuatis, inferioribus forma insigne, an- gustis, linearibus, apice rotundatis, compressis. 1. Peristegus squarrosus Linn. (Fig. 20.) Olivaceo-viridis, griseo-piloso; antennis basi excepta nigris; oculis rufis. Pronoto antice angulatim exciso, spinis duabus minutis, raro nullis; lobo postico punctato, antice declivi, margine postica incrassata, utrinque dente conico; spinis seepe dentatis plerumque nigris. Elytris corpore concoloribus, inter venas punctis nigris seriatis. Alis sanguineis, nigro-tes- sellatis. Abdominis segmentorum margine postica sangui- nea y 9. Long. corporis Aa o QUe - antennarum 22 28 - pronoti 10 125 - elytrorum 33 53 - fem. post. 175 27 Gryllus squarrosus, Linn., 1771, Mant., p. 533. — Fabric., Ent., 11, P. 52. Locusta (Rutidoderes) squarrosa. Drury, 711., 1, p. 119, pl. 49, 1d Phymateus squarrosus, Saussure, Orth. a. du Mus. de Genéve, Ann. Soc. ent. de France, p. 477. (122) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 471 Phymateus acutus, Walcker, Cat. of Derm., p. 541. Phymateus pardalinus, Walcker, id., p. 542. HABITAT. Sierra Leona. (Col. Brunner, núm. 5.716); Gabon (mi coleccion, regalo del Sr. Gerstecker, y col. Scudder): Fer- nando Póo (Museo de Madrid). SUB-TRIBU PETASIE. Son tambien africanos, excepto una sola especie que es de Java, y todos ellos notables por la forma del protorax que ofrece siempre dos tubérculos aproximados junto al borde anterior y el lóbulo posterior giboso 6 cubierto de grandes arrugas y tubérculos 6 cuando ménos punteado. El cuerpo es grande, pesado y algo más grueso en el medio. La cabeza es vertical y la frente poco oblicua y casi siempre escotada, la quilla media y el surco que la recorre no se con- tinúan por delante del estemma medio, y á veces falta tam- bien el surco entre las antenas (Zaphronota y Maura). El vér- tice sobresale poco ú nada del nivel anterior de los ojos (exa- minada la cabeza por encima), y está limitado anteriormente por las sienes que son horizontales 6 un poco ascendentes y que constituyen un fastigio triangular y con frecuencia ancho y redondeado por delante; las antenas son filiformes, gruese- cillas y siempre más cortas que los fémures posteriores; se in- sertan entre los ojos y muy rara vez por delante de éstos; los ojos son oblong'os, medianamente convexos y ménos altos que el vértice; éste es convexo. El pronoto ofrece una porcion dorsal y dos laterales que no están bien definidas ni separadas por quillas; la porcion dor- sal es rugosa ú callosa, rara vez lisa; el borde posterior es re- dondeado ó escotado, más ó ménos grueso y calloso; casi siem- pre todo el lóbulo posterior es giboso ó está cubierto de grue- sas arrugas, entre las que existen puntos hundidos; junto al borde anterior siempre existen dos tubérculos á veces confun- didos en uno; el espacio comprendido entre estos tubérculos y el lóbulo posterior 6 es liso 6 está cubierto de tubérculos variables en cuanto al número y la posicion; los lóbulos late- rales son lisos Ó rugosos, sinuados inferiormente cerca del 472 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (123) ángulo anterior y más ligeramente en el borde posterior; el ángulo posterior es recto y un poco redondeado. El prosternon ofrece cuando más un tubérculo pequeño for- mado por el borde anterior; la placa esternal, rara vez trans- versa, tiene en la parte anterior un reborde separado por un surco, característico de todos los insectos de la tribu, excepto de los del grupo anterior, y las proporciones del espacio inter- lobular son muy variables. Los élitros y las alas están bien desarrollados en unos, y poco en otros; en un géneroson escuamiformes y córneos y en otro faltan. Las patas son gruesas y las tibias anteriores pla- nas por encima casi siempre; los fémures posteriores variables por su forma ofrecen en la base una faceta vertical ú oblicua producida por la truncadura de la quilla superior; éstas son obtusas; las tibias posteriores son más anchas en el ápice y tienen sus quillas bien perceptibles, casi agudas en algunos, y la espina apical externa, que nunca falta, es robusta. El abdómen lleva por encima un callo más 6 ménos grande sobre cada uno de los segmentos, en el medio de la porcion dorsal; las piezas anales son de forma normal en el género Taphronota y en el Aularches, sinuadas las superiores y con diente lateral las inferiores, peru en todos los demás generas ofrecen una forma particular, son cortas, rectas y cónicas; las piezas anales de los machos son de forma ordinaria. 29. GEN. Taphronota Stál. Corpore leviter compresso. Capite conico, vertice depresso, fastigio angusto, longiori quam latiori, subparallelo; fronte obliqua, parum sinuata, carina media ante ocellum nulla, in- ter antennas compressa, sulco destituta, versus apicem fasti- giisulcata. Antennis articulis plurimis elongatis, inter ocellos insertis. Pronoto antice tuberculis duobus parvis; postice in- crassato, grosse punctato. Prosterni tuberculo conico, parvo vel antice plano, apice rotundato. Lamina sternali latitudine sua longiori, antice marginata, lobis mesosternalibus spatio his parum latiori sejunctis. Elytris abdomine longioribus, apice angulato-rotundatis, multivenosis. Pedibus gracilibus; femoribus posticis dimidio apicali gracilibus, carina inferiori (124) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 473 egranulata; tibiis apicem versus subampliatis, carinis expres- sis, spina apicali externa instructa. Abdomine compresso, segmentis supra callo parvo. Valvulis oviscapti elongatis, compressis, superioribus sinuatis, apice sursum curvatis, in- ferioribus subtus dente externo. Pecilocerus, Stál, Schaum. Acridium, Fairmaire. GFryllus, Stoll. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Femoribus posticis subtus maculis nigris des- titutis; elytris griseo-viridibus, venis fuscis; prosterni tuberculo obliquo, antice plano, ti A A o 1. Stali mihi. 1. 1. Femoribus posticis subtus maculis nigris seriatis; elytris obscure viridibus, venis di- lutioribus; prosterni tuberculo conico, acu- minato. 2. Pronoto medio tuberculato, minime coarctato, lobo postico depresso, toto impresso-punc- AA AS E 2. calliparea Schaum. postico eleyato, convexo, calloso-pune- tato. 8. Tibús posticis ferruginelS. sema eines a . 3. ferruginea Fabr. 3. 3. Tibiis posticis violaceo-ceeruleis......... 4. thelephora Stoll. 1. Taphronota Stáli Bol., sp. nov. Viridis; ore, fastigio, verticis, coxis, geniculis, tibiis tarsis- que sanguineis. Antennis articulis duobus basalibus rufis ex- ceptis, nigris. Frontis apice confertim punctata; genis pune- tatis, flavescentibus. Fastigio parum longiori quam latiori, antice rotundato, subascendenti; carina media occipitali per- currenti, utrinque supra oculos granulo instructo. Pronoto subeylindrico, medio minime coarctato, lobo antico tubercu- lis numerosioribus, lobo postico ruguloso, margine postica subcallosa, obscuriori, lobis lateralibus tuberculoso-rugosis; tuberculo prosternali obliquo, antice plano, apice rotundato; 474 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (125) pleuris rugosis. Elytris abdomine longioribus, griseo-viridi- bus, venis fuscis. Alis cinnabarinis; antice a base infumatis, apice ipso griseo-virescentibus. Femoribus posticis subtus maculis nigris destitutis. Abdomine viridi-flavo, segmento- rum base fusco-violaceis Q. Long. corporis Q 37 - antennarum 1] - pronoti 8 - €elytrorum 32 - fem. post. 15,5 HABITAT. Transwalia. (Museo de Estocolmo.) 2. Taphronota thelephora Stoll. Nigra, flavo-variegata; antennis fascia ante-apicali rufa; macula frontali, plaga magna discoidali nec non pronoti lateribus maxima parte, macula pleurali, abdominisque seg- mentorum margine postica flavis. Frontis apice impunctato. Pronoto medio constricto, leevi; lobo antico tuberculis duobus majoribus, lobo postico elevato, convexo, rugoso-punctato; lo- bis lateralibus fere leevibus, postice tantum punctatis. Elytris olivaceo-viridibus. Alis cinnabarinis, dimidio apicali fuscis. Femoribus posticis viridibus, flavo-pinnatis, subtus intusque sanguineis; carina inferiori maculis nigris seriatis; geniculis tibiisque posticis violaceo-ceeruleis Y. Long. corporis Q 36" - antennarum 14 - pronoti 7 - elytrorum 21 - fem. post. 14,5 Gryllus (Locusta) thelephorus, Stoll, 1787, Répres., pl. xv1 b., f. 59. Acridium (Decticus) apicicorne, Fairmaire, Voy. au Gabon, Arch. ent., t. 11, p. 259, pl. 9, fig. 2 (1858). Phymateus pulchripes, Walcker, Catalogue, etc., p. 541. HABITAT. Camarones. (Staudinger, Museo de Estocolmo). (126) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 475 3. Taphronota ferruginea Fabr. Viridis, capite lateribus, fastigioque fusco-castaneis; anten- nis fuscis, annulis duobus ferrugineis; frontis apice vix punc- tata. Pronoto medio constricto, subleevi; lobo antico tuberculis duobus majoribus fusco-nigris, lobo postico grosse impresso- punctato, margine postica incrassata, convexa, rugoso-punc- tata, nigra; lobis lateralibus fere leevibus postice tantum punc- tatis. Elytris 2 abdominis fere longitudinis, obscure viridibus, venis dilutioribus. Alis cinnabarinis, apice fusco. Femoribus posticis extus flavo-pinnatis, subtus intusque nec non genicu- lis tibiisque posticis sanguineis; carina inferiori femorum ma- culis seriatis nigris. Segmentorum abdominis margine postica flavo-olivacea Q. Long. corporis O3le - antennarum 13 - pronoti 7 - €elytrorum 14 - fem. post. 23 Gryllus ferrugineus, Fabr., 1793, Ent. syst., 11, p. 56. 2 Pecilocera cincta, Burmeister, Handb., 1, p. 623 (syn. excl). HABITAT. Gabon (mi coleccion, regalo del Sr. Gerstaecker; tambien en la coleccion del Sr. Scudder). 4. Taphronota calliparea Schaum. Olivaceo-viridis, ore, capite lateribus, antennis annulo ante apicali rufo excepto, coxis, geniculis posticis, tarsisque nigro- violaceis; alis sordide croceis, extus et apice virescentibus; ti- biis flavis, spinis apice nigris; fastigio subhorizontali, longiori quam latiori, apice truncato, sulcato, carina occipitali fere inconspicua, utrinque supra oculos granulo minuto nullo. Pronoto medio minime coarctato, postice depresso, impresso- punctato, carina media conspicua, margine postica non in- crassata, obscure dentata ; lobo antico tuberculis duobus cee- teris vix majoribus; lobis lateralibus medio spatio leevi, deni- que foveolato y”. 76 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (127) Long. corporis daa” - antennarum 15 - pronoti 6,5 - elytrorum 22 - fem. post. 13 Pecilocerus callipareus, Schaum, 1853, Monats. Berl. Acad., p. 18. — Reise nach Moss., Ins., p. 13, t. 7. A., f. 12.— Gerstaecker, Beitr. z. Ins. F. von Zanzibar, Arch. f. Nat., p. 216 (1869). — Decken's Reise, Bd. 11, Zi. AdIh., p. 36. Pecilocerus porosus, Stál, 1855, Ofv. V. Akad. Fúirh., p. 352. Taphronota porosa, Stá), Rec., 1, p. 19.—Orth.n. descrips., p. 51. HABITAT. Gabon (mi coleccion, enviado por el Sr. Gers- taecker), Mombas. 30. GEN. Aularches Stál. (Fig. 23.) Corpore leviter compresso. Capite a supero viso brevi; ver- tice lato, convexo, ante oculos vix prominulo; fastigio brevis- simo, lato, trigono; fronte parum obliqua, sinuata, carina me- dia ante ocellum nulla, inter antennas sulcata. Antennis lon- giusculis, articulis plurimis elongatis, inter oculos insertis. Pronoto antice tuberculis duobus maximis, vesiculosis, inter sulcos tuberculis conicis, suleo postico in medio sito, lobo pos- tico convexo, eroso, punctato-impresso, postice rotundato. Prosterni margine antica medio leviter reflexa. Lamina ster- nali latitudine sua longiori, lobis mesosternalibus spatio his latiori sejunctis, his lobis intus rotundatis. Elytris perfecte explicatis, apice subangulato-rotundatis, maculis callosis. Fe- moribus posticis dimidio apicali gracilibus; tibiis carinis sub- acutis, spina apicali externa armatis. Abdomine subcompres- so, segmentis supra callo parvo; oviscapti valvulis superiori- bus sinuatis apice sursum curvatis, inferioribus subtus dente externo. Gryllus (Locusta), Linnée, pars. Acrydium, De Geer, pars. Phymateus, Thunberg, Serville, p. (128) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 477 Pecilocera, Burmeister, p. Aularches, Stál. 1. Aularches miliaris Linn. (Fig. 23.) Fusco-olivaceo, capite ante oculos fascia latissima , trans- versa, flava, usque marginem posticam pronoti ducta. Pronoto medio tuberculis conicis subacutis, lobo postico medio cari- nato, margine obtuse dentata. Elytris abdomine longioribus, latis, multireticulatis, griseo-fuscis, maculis callosis flavis sparsis. Alis infumatis, apice dilutioribus, venis basalibus fuscis, apicalibus flavescentibus; macula pleurali flava. Pec- tore nec non segmentorum abdominis margine postica ru- fis $ Q. Variat. Pronoto disco nigro, tuberculis duobus anteriori- bus margineque angusta postica flavo-aurantiaceis. Elytris fusco-olivaceis, maculis flavis numerosis; femoribus posticis extus rufo-pinnatis. Variat. Pronoto omnino flavo-aurantiaco, tuberculis rufis; pedibus flavo-variegatis. Variat. YElytris ferrugineis callis flavis raris. Long. corporis d' 45"; Q 50-60" - antennarum 20 24 - pronoti 10 14-17 - elytrorum 45 42-52 - fem. post. 19 19-26 Gryllus (Locusta) mitiaris, Linnée, 1758, Syst. Vat., ed. x, 1, p: 482; M. L.U., p. 142: Fabr., Ent. syst., 11, p. 50. punctatus, Fabr., Ent. syst., 11, p. 51. scabiosus, Fabr., Ent. syst., 1, p. 51.—Stoll, Répr., pl. vir b., fig. 24 y Q. | conspersus, Stoll, ibid., pl. xxu b., f. 85. Acrydium verrucosum, De Geer, Mém. 3, p. 486, 1, pl. 40, f. 6. - punctatum, Olivier, Enc., vi, p: 219, pl. 120, f. 3. Phymateus miliaris, Thunberg, Mem. Ac. Pét., 5, p. 258. Pecilocera punctata, Burmeister, Handb., 11, p. 624. Phygmateus scabiosus, Serville, Orth., p. 626. Locusta (Phymatea) punctata, Donovan, Vat. Hist. of India 478 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (129) new., ed. 1842, p. 21, pl. x11, f. 2.—Drury, Exzot. ent., 1, 1837, p. 89, pl. xLr, fig. 4. Aularches miliaris, Stál, Orth. n. descr., p. 51; Recens., 1, p. 18. — Bormans, Liste des orth. 7. dans ("Afrique austr., p. 4. HABITAT. Java, Himalaya, Cochinchina, Ceilan. (Serville y de Bormans lo indican tambien del cabo de Buena Espe- ranza.) 31. GEN. Maura stál. (Fis. 27.) Corpore leviter compresso. Capite a supero viso brevi, pla- niusculo, fastigio horizontali vel vix ascendenti, basi lato, triangulari, sulcato: fronte parum obliqua, sinuata, carina media ante ocellum sulco levi sustituta, inter antennas com- pressa, sulco destituta. Antennis filiformibus, crassiusculis, articulis vix longioribus quam latioribus compossitis, inter ocellos insertis. Pronoto rugoso, medio carinato, antice tu- berculis majoribus approximatis; postice obtuse angulato; lobis lateralibus subtus valde sinuatis, postice subintegris; prosterno antice incrassato, subangulato. Lamina sternali la- titudine sua longiori, antice marginata, lobis mesosternalibus spatio his latiori sejunctis, his lobis parvis, intus rotundatis. Elytris perfecte explicatis, vel rudimentariis, multi-venosis. Femoribus posticis ante apicem sensim angustatis. Tibiis pos- ticis carinis compressis, subacutis, spina apicali externa ins- tructis. Valvis oviscapti rectis, brevibus. Petasia, Stál, Gerstaecker. Maura, Stál, 1873, Ofo. Vet. AR. Forh., 30: 4, p. 45. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Capite antice flavo-punctato; abdomine lateribus di MS AAA e AA 1. Hecate Gerst. 1. 1. Capite antice transversim rutfo-fasciato; abdo- mine lateribus anguste miniaceo. 2. Apicem frontis punctato-impresso; alis basi fuscis. (130) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 179 3. Antennis fascia ante-apicali rufa, margine pos- tica pronoti recte angulata......c.o..o lo... + 2. apicalis mihi. 3. 3. Antennis fasciis duabus rufis; margine postica pronoti obtuse angulata......... en.o.o.. 3. rugulosa mihi. 2. 2. Frontis apice impunctato; alis basi macula rufa. 4. rubroornata Stál. 5. Satanas Gerst. 1. Maura Hecate Gerst. Supra sordide brunnea, subtus nigro-nitida; fronte, clypeo genisque punctis flavis; pronoto ruguloso, postice obtuse an- gulato. Elytris brunneis. Alis fuscis, cyaneo-micantibus. Ab- dominis dorso utrinque late miniaceo. Long. corporis 29”" Petasia Hecate, Gerstaecker, 1869, Beitr. 2. Ins. Fauna von Zan- zibar p., ibd. im Deckem's Reisen in ost. Afr. Dritt. Band., 1873, Pp. 37, t. 1157 Ho HABITAT. Endara. 2. Maura apicalis Bol., sp. n. Supra brunnea, subtus nigra, nitida. Antennis annullo sub- apicali rufo. Pronoto subtiliter ruguloso, postice fere recte an- gulato. Elytris latis, fuscis. Alis infumatis. Pectore macula flava. Abdominis segmentorum dorso postice utrinque flavo- ruíis Q. Long. corporis Q39"" - pronoti 9,5 - elytrorum 29 - fem. post. 14 Lat. max. elytr. 9 HaBITaT. Massaua. (Col. del Sr. Brunner, núm. 9.118 9.) Afine á la anterior, con la que conviene en tener el protó- rax pardo negro y sin brillo; pero en esta especie faltan las manchas amarillas de la cabeza y del protórax, y éste es de otra forma. 480 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (131) 3. Maura rugulosa Bol., sp. n. Nigra, omnino nitida; frontis apice punctata; fascia lata transversa punctoque medio, annullis duobus antennarum, punctis duobus lateralibus occipitalibus, macula pleurali ro- tundata, fascia transversa pectoris, nec non segmentorum abdominis margine postica sanguineis. Pronoto fortiter rugu- loso, postice obtusissime angulato. Elytris abdomine longio- ribus, fuscis. Alis infumatis Y. Long. corporis 39" - pronoti 8 - €elytrorum 23 - fem.post. 12 q. Lat. max. elytr. 1 . Varietas brevipennis (fig. 27), S Y. Pronoto maculis duabus dorsalibus, atque duabus lateralibus sanguineis. Elytris di- midio abdominis parum superantibus; alis abbreviatis: femo- rum posticorum pagina externa transverse rufo-bifasciatis. Long. corporis y 20"; 0-32 - pronoti 9,0 8,5 - elytrorum 6 12 - fem.post. 9,5 12 HABITAT. Angola (Serpa Pinto, coleccion del Museo de Lis- boa y en la mia). 4. Maura rubro-ornata Stál. Nigra, omnino nitida. Frontis apice leevi, fascia transversa lata, punctoque medio; antennis annullis duabus nec non oc- cipite in utroque latere cinnabarinis. Pronoto valde ruguloso, rugulis elevatis, postice obtuse angulato, antice utrinque ma- cula cinnabarina. Elytris obscure fuscis, perfecte explicatis. Alis infumatis, basi macula sanguinea. Puncto mesopleura- rum , pectoris fascia postica transversa, macula basali altera- que subapicali interdum deficiente femorum posticorum, seg- mentorum abdominis margine postica, lateribus, subtusque cinnabarinis. Tibiis posticis medio annulo rufo ?. o (132) Bolíivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 481 Long. corporis 034” - pronoti 8 - elytrorum 26 = "Tem: post. - 12 Lat. max. elytr. 8 Petasia rubro-ornata, Stál, 1855, Of. Vet. Ak. Forh, y. 352. Maura rubro-ornata, Stal, Orth. n. descripsit, 1873, p. 51.— RRecens., 1, p. 19- 2 Petasia pyrrhomela, Walcker, Cat. Mus. Brit., p. 545. HABITAT. Cafrería (tipo de Stal, Museo de Estocolmo). 5. Maura Satanas Gerst. Magnitudo et habitus Mau”. rubro-ornate Stál. Atra, subni- tida, antennarum annulis duobus, tibiarum posticarum uni- co abdominisque fasciis sex, in dorso medio interruptis, cin- nabarinis, alarum basi anguste rosea, femorum posticorum macula externa flava. Prothorax conoideus, disco anteriore fortius sextuberculato, lobo postico longitudinaliter rugoso, carinato. Elytra carbonaria, opaca; alee fuscee, dilutius guttu- latee, colore roseo aream marginalem haud excedente. (Gerst.) Long. corporis Q 43"" Petasia Satanas, Gerstaecker, 1873, 4Acridiodea nonn. nova insign. descr., p. 188. HanrraT. África austral. (No conozco esta especie.) 32. GEN. Petasia Serv. (Figuras 24, 25 y 26.) Corpore crasso, leviter compresso; capite a supero viso bre- vi, lato, vertice convexo, elevato; fastigio transverso vel sequi- latero, supra concaviusculo; frontis parum obliqua, valde si- nuata, Carina media ante ocellum obsoleta, inter antennas compressa, sulcata. Antennis brevibus, crassis, submonilifor- mibus, articulo ultimo elongato, inter oculos insertis. Pronoto dorso rugoso-tuberculoso, antice gibboso, postice rotundato, ANALES DE HIST. NAT. — XII. 31 432 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (133) incrassato, rugis crassis radiantibus, interstitiis punctatis; lo- bis lateralibus subtus valde sinuatis. Prosterno antice reflexo, tuberculo laminato, triangulari. Lamina sternali latitudine sua longiori, antice marginata; lobis mesosternalibus spatio latiori sejunctis, his lobis intus rotundatis. Elytris alisque ab- domine brevioribus. Tibiis posticis versus apicem ampliatis, carinis compressis, subacutis, spina apicali externa instructa. Valvis oviscapti brevibus, rectis, subacuminatis. Gryllus, Thunberg. Dictyophorus, Thunberg. Petasia, Serville, Stál, Bol. Pecilocera, Burmeister, p. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Abdomine longitudinaliter fusco-fasciato... 1. grisea Reiche et Fairm. 1.1. Abdomine transversim fasciato, statura majore. 2. Fastigio sequilatero; pronoti lobo postico Allo SO-TOVeULA(O. aba qee PRA 2. Anchiete Bol. 2.2. Fastigio transverso; pronoto postice ru- gis crassis subradiantibus........... 3. Spumans Thunb. 1. Petasia grisea Reiche et Fairm. (Fig. 25.) Griseo-fusco-virescens. Fastigio subtransverso, apice rotun- dato, antice nigro; antennis, ore, pedibus anticis extus, pos- ticis intus subtusque, nec non fasciis latis longitudinalibus abdominis nigro-piceis. Pronofi carina media lateralibusque postice explicatis. Elytris 7 apicem abdominis non attingen- tibus, fuscis, venis transversis plurimis rufescentibus, griseo- variegatis. Alis abbreviatis, rufis, dimidio apicali nigris. Ab- domine supra quinque fasciato, impresso-punctato ¿/. Long. corporis y 39”” - pronoti 11,5 - elytrorum 19 - fem. post. 15 Lat. med. elytr. 7 (194) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 483 Petasia grisca, Reiche et Fairmaire, 1847, Voyage en A byssi- nie par Perret et Falinier, t. 11, p. 428, Zool., pl. 28, figu- asi ad. Aunque con duda, refiero á esta especie una hembra de la coleccion del Sr. Scudder, indicada equivocadamente sin duda de la India; en este ejemplar los élitros no llegan á la mitad del abdómen y están redondeados en el ápice; los fémures pos- teriores son cortos y la quilla inferior arqueada; el apéndice medio y terminal de la placa infraanal llega hasta cerca del ápice de las valvas inferiores; el abdómen está cubierto de gruesos puntos negros hundidos, sin que se distingan, tal vez por el mal estado de conservacion , vestigios de fajas longitu- dinales. HABITAT. Abisinia. (Museo de Madrid, recogido por el via- jero francés M. RafTray.) 2. Petasia Anchiete Bol. (Fig. 26.) Fusco-olivacea, antennis, fastigio antice, pedibus anticis extus, posticis intus subtusque, tibiarum posticarum apice nec non tarsis nigris. Verticis fastigio ascendenti, «equilatero, occipite sulco levi. Pronoto lobo postico calloso , foveolato. Elytris abdominis longitudinis, fusco-ferrugineis, rufo-varie- gatis, antice striga fusca. Alis sanguineis, apice et postice late nigro-limbatis. Abdomine fusco, segmentorum margine postica flavescentibus. Long. corporis 45” - pronoti 12 - — elytrorum 31 - fem. post. 19 Petasia Anchiete, Bolívar, 1881, Ort2. d'Angola, p. 4. ? Petasia laticincta, Walcker, Cat., p. 544. HaprtaT. Cabinda (Anchieta); Duque de Braganca (Bayao), Museo de Lisboa; África occidental, Boucard, Museo de Esto- colmo; Dainbi, Hada Galla (Antinori), coleccion del Sr. Bor- mans. 481 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (135) 3. Petasia spumans Thunb. (Fig. 24.) Fusca, vel ferruginea vel fusco-virescens. Fastigio trans- verso, brevi, seepe fusco; antennis nigris. Pronoto lobo postico rugis crassis subradiantibus, interstitiis grosse punctatis. Ely- tris abdominis longitudinis vel multo brevioribus, apice ob- tusissime angulatis, griseo-fuscis, venis concoloribus vel rufescentibus; alis cinnabarinis apice et postice late nigro- limbatis. Abdomine fusco, segmentorum margine postica sanguinea. Variat. Pronoto, disco fusciori excepto, pedibusque coralli- nis, femorum apice nec non tibiis basi apiceque nigris. Long. corporis Q 55-70" - — antennarum 16 - pronoti 13-16 - elytrorum 21-31 - fem. post. 23-26 Gryllus spumans, Thunberg, 1789, V. ins. sp., 5, p. 104, f. 112. Gryllus (Locusta) nympha, Stoll, Réprés., pl. vi b., fig. 20. Dictyophorus spumans, Thunberg, Mém. Act. Pét., 5, p. 258 (1815); Hem. maz. cap., p. 5 (1822). Petasia cruentata, Serv., Orth., p. 630, pl. 14, fig. 5 (1839), ibid., An. Sc. nat., 22, p. 279, 1 (1831). Pecilocera spumans, Burm., Handb., 11, p. 621, 1 (1839). Petasia olivacea, Serv., An. Se. nat., 22, p. 279, 2 (1831).—Bur- meister, Zandb., 1, p. 622 (1839). Petasia spumans, Stál, Recens , 1, p. 20 (1873).—Bidrayg. t. sódra Afrikas Orth. f., p. 34. HaritaT. Cabo de Buena Esperanza (todas las colecciones). 33. GEN. Parapetasia Bol., gen. n. (Fig. 28.) ? Fastigio supra plano, marginibus nec incrassatis nec refle- xis; fronte a latere visa sinuata. Antennarum articulo ultimo longissimo. Pronoto disco leevi, antice gibboso, postice infiato. Prosterno medio elevato, mutico; alis elytrisque nullis vel sub- inconspicuis. Femoribus anticis obtuse carinatis, posticis pro- pe basim subito ampliatis, base supra truncatis, are externe (136) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 4385 carina inferiori acutiuscula. Tibiis anterioribus utrinque ver- sus apicem spinis quatuor armatis, duabus primis a ceteris distantibus; tibiis posticis supra spina apicali externa instruc- ta; segmentorum abdominis dorso callo medio subcarinato. Valvulis oviscapti brevibus, rectis 9. La forma de los fémures posteriores es excepcional; la arista superior es cortante, y junto á la base se dobla bruscamente hácia afuera, formando en este punto el fémur una faceta ver- tical cuando la extremidad se coloca paralelamente al cuerpo; el área externa se ensancha de pronto cerca de la base y se hace oblicua á consecuencia del desarrollo que toma la arista que la limita por debajo y de la anchura del área infero-ex- terna; tambien es notable la longitud del último artejo de las antenas que supera á los cuatro precedentes unidos; es curio- sa al mismo tiempo en este género la forma del pronoto, pues de los caractéres que ofrece en los demás géneros del grupo sólo queda en éste la gibosidad anterior, que es sin embargo de forma particular; el disco es liso y el lóbulo posterior es convexo y abovedado; debajo existe un espacio liso y brillante limitado por un reborde saliente. 1. Parapetasia femorata Bol., sp. n. (Fig. 28, 28 a-b-c.) Grisea; antennis rubiginosis, nigro-annulatis; labro, coxis intus, tibiarum apice, femoribus posticis subtus vittaque in- terna longitudinali, abdominisque fasciis transversis ventra- libus nigris. Pronoto leevi, tuberculis parvis, rarissimis, mar- gine antica medio sinuata, utrinque prope angulum anticum rotundatum dente parvo, angulis posticis subreflexis, denta- tis; lobo postico inflato, antice medio carinato, postice exciso, marginibus incrassatis, subtus nigris. Elytris minutissimis subpronoto obtectis, metanoto spatio leevi nitido nigro ubique marginato. a Long. corporis Q 55 - — antennarum articulo ultimo 5,5 - pronoti 13 - fem. post. 22 HaniTaT. Gabon. (Col. del Sr. Brunner, núm. 6.687 Q.) 486 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (137) 34. GEN. Camoensia Bol., (Fig. 29.) Capitis fastigio parvo, transverso, declivi, marginibus sub- incrassatis; fronte a latere visa sinuata. Antennis brevibus, articulis subtransversis compositis, ultimo elongato. Pronoto antice posticeque exciso, marginibus incrassatis, dorso tuber- culis atque rugis deplanatis instructo. Prosterno antice vix elevato, fere mutico. Elytris squamiformibus, lateralibus, cor- neis, conchatis. Femoribus anterioribus incrassatis , posterio- ribus prope basim vix ampliatis; tibiis utrinque sex spinosis; tibiis posticis femoribus brevioribus, carinis superioribus nec ampliatis nec reflexis, supra spina apicali externa instructa. Tarsis posticis dimidio tibiarum longioribus. Segmentorum abdominis supra tuberculo calloso, postice subbicuspidato O. Camoensia, Bolivar. 1. Camoensia insignis Bol. (Fig. 29.) Flavo-fusca, sanguineo et nigro-picta; antennis fascia trans- versa interoculari, labro, mandibulis palpisque nigris; occi- pite lineis tribus longitudinalibus, media nigra, lateralibus sanguineis. Pronoto nigro et sanguineo variegato. Elytris marginem posticam metanoti vix superantibus, convexis, in- distincte foveolatis, nigris, plaga basali flava. Femoribus ti- biisque subtus nigris. Tibiarum posticarum spinis raris, par- vis, apice nigro. Abdomine supra ruguloso, callo nigro medio sanguineo. Long. corporis Q 59" - antennarum 13 - pronoti 16 - elytrorum 9 - fem. post. 19 - tib. post. 16 Camoensia insignis, Bolivar, 1881, Ltud. sur les orth. d'Angola, Jornal des sc. m. ph. et nat., n” xxx, Lisboa, p. 5. HaBriTaT. Humbe (Anchieta); Quango (Capello et Ivens); Angola (Welwitsch) col. del Museo de Lisboa y en la mia. (138) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 487 SUB-TRIBU PAMPHAGODAE. Se caracteriza este grupo formado hasta ahora por dos solas especies, ambas africanas, en primer lugar por su aspecto, muy diverso del de los demás pirgomorfinos, y en el que in- fiuye de un modo notable la cabeza por su forma y volúmen; esta region del cuerpo es muy grande, casi desproporcionada; la frente es poco oblicua, entera 6 sinuada; la quilla media, que es muy angosta en el vértice, se ensancha rápidamente hácia el epistoma, á partir del estemma central; es plana ó poco convexa en esta mitad inferior y está recorrida desde di- cho estemma hasta el vértice por un surco muy estrecho que se extiende hasta separar una de otra las sienes en su parte anterior; el labro es muy grande y escotadlo en el ápice. El protórax, truncado por delante, ofrece dos quillas medias muy aproximadas, y además á uno y otro lado una costilla 6 gruesa arruga longitudinal que por su posicion corresponde á la quilla lateral; posteriormente el pronoto es truncado, ó por el contrario, apuntado; los órganos del vuelo en el único macho conocido son tan largos como el abdómen, pero en las hembras son rudimentarios y laterales. El prosternon lleva en el medio un fuerte tubérculo, deprimido de delante á atrás, ensanchado en el ápice y bifido; la placa esternal es más es- trecha por delante y marginada. Las patas anteriores son cor- tas y las posteriores fuertes; los fémures tienen el área externa completa y regularmente pinnada, y las tibias están provistas de espina apical en ambas quillas superiores. Las valvas del oviscapto son normales, escotadas y con dien- te externo. La coloracion tambien es caracteristica, y recuerda algo la del género Stauronotus, pues sobre un fondo amarillo más ó ménos rojizo, ofrece rasgos y manchas de un pardo oscuro. 35. GEN. Charilaus Stál. (Fig. 30.) Capite magno, a latere viso acute acuminato, fastigio de- presso, horizontali; fronte plus minusve sinuata , costa sulca- ta, angusta, apicem versus ampliata, oculis genarum parte 488 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (139) infra-oculari brevioribus. Antennis inter oculos insertis, tri- quetris, basi supra depressis. Occipite bicarinato. Pronoto an- tice posticeque truncato, 7 postice acute producto, carinis duabus elevatis approximatis; carinis lateralibus expressis, flexuosis. sulco postico pone medium sito; lobis lateralibus angulo postico recto. Prosterni tuberculo cuneiformi, trans- verso, apice exciso; lamina sternali antice marginata. Ely- tris 7 abdomine fere longioribus. Alis perfecte explicatis, Q elytris lateralibus, brevibus, alis nullis. Pedibus gracilibus, femoribus posticis angustis, extus regulariter pinnatis, tibiis longitudinis femorum, carinis rotundatis, supra spina api- cali externa valida armatis. Abdomine subcompresso, valvis Q brevissimis, externe sinuatis. Charilaus, Stál, 1875. 1. Charilaus carinatus Stál. (Fig. 30, 30 a.) ”. Griseo-testaceus, fusco-variegatus. Capite supra vittis tribus eriseis, carinula flava extus nigro-marginata termina- tis; fronte distincte sinuata granulis minutissimis confertis. Pronoto postice acute producto. Elytris griseis, fusco-macula- tis, vena radiali flava. Alis perfecte explicatis, basi roseis, fus- co-maculatis? Abdominis dorso utrinque fusco-lineato. O. Griseo-virescens. Capite supra et pone oculos carinula flava extus nigro-marginata, fronte subindistincte sinuata. Pronoto distincte granoso, postice subtruncato. Elytris latera- libus, basi femorum non attingentibus. Alis nullis. Abdomi- nis dorso utrinque fusco-lineato. Valvis brevibus, superiori- bus profunde sinuatis, inferioribus vix excisis. Long. corporis y 23""; 0.36"" - antennarum 10 12 - pronoti 6 7,5 - elytrorum 16 4 - fem. post. 12 13,5 Charilaus carinatus, Stáal, 1875, Obs. orth. Bihang till k. vet. Akad. Hand. 3, nm. 14, p. 26.—Bidrag. t. sódra Afrikas orth. f., p. 34. (140) Bolivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 489 HABITAT. Transwalia 7, Damara OQ (de Vylder, tipos de Stál, Museo de Estocolmo). He visto dos ejemplares y” O del Museo de Estocolmo etique- tados por la mano de Stál. Sin embargo, me queda alguna duda de que sean sólo diferencias sexuales las que aparecen entre ambos, duda que no puede resolverse sin examinar ma- yor número de individuos; el ejemplar y” está desgraciada—- mente en muy mal estado. 36. GEN. Pamphagodes Bol., (Fig. 31.) Capite crasso, magno, a latere viso recte angulato. Fronte parum obliqua, non sinuata, carina angusta levissime sulca— ta, prope apicem subito ampliata. Oculis genarum parte infra- oculari longioribus. Antennis inter oculos insertis, filiformi- bus, vix depressis. Occipite tricarinato, fastigio brevi, subde- clivi. Pronoto Y antice truncato, postice late subexciso, medio bicarinato, carinis lateralibus antice inflexis; lobis lateralibus angulo postico obtuso. Prosterni tuberculo lato, transverso, apice profunde emarginato; lamina sternali antice marginata. Elytris brevibus, lateralibus. Pedibus brevibus, femoribus in- crassatis : femoribus posticis latis, externe regulariter pinna— tis, tibiis femoribus brevioribus, carinis rotundatis, supra spi- na apicali externa valida. Abdominis dorso tricarinato, valvis superioris sinuatis, inferioribus dente externo. Pamphagodes, Bolivar, 1878. 1. Pamphagodes Riffensis Bol. (Fig. 31.) Testaceo-rufescens, fusco-nigroque notatus, carina media occipitali utrinque, lateralibus externe tenuissime nigro-mar- ginatis; striga postoculari lava, nigro-circundata; fronte punc- tis impressis nigris. Pronoto plaga nigro-nitida laterali, gra- nulis duobus flavis inclusis; disco ruguloso; femoribus posti- cis leevibus, area externa castanea, striga media flava, geni- culis linea arcuata nigra; abdominis carinis longitudinalibus nigro-limbatis Q. 490 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (141) Long. corporis Sa - antennarum 2? - pronoti 5,0 - elytrorum Sd - fem. post. 11,5 Pamphagodes Rifensis, Bolivar, 1878, Analecta orth., p. 431-9, AN. SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. VII. HABITAT. Melilla. (Figari, mi coleccion.) SUB-TRIBU ASPIDOPHYME. Forman este grupo dos solas especies de pequeño tamaño; la cabeza es corta, triangular si se examina por arriba; la fren- te es casi vertical y la quilla media surcada desde el ápice del fastigio hasta cerca del epistoma ; el fastigio es poco saliente, plano por eucima, casi tan ancho como largo, redondeado por delante; las antenas insertas entre los ojos, hácia el medio de éstos, son cortas y poco ú nada ensiformes, de 15 á 16 artejos, no siempre bien distintos unos de otros, el primero y el terce- ro son casi iguales y el segundo es más pequeño; los ojos son oblongos y las mejillas carecen de la línea lateral de tubércu- los. El pronoto es más estrecho por delante y truncado Ú an- chamente escotado por detrás; sus quillas son todas percepti- bles, las laterales divergen de delante á atrás: los surcos tras- versos son más ú% ménos visibles y el posterior está situado detrás del medio y cerca del borde posterior, de modo que el lóbulo posterior equivale al tercio de la totalidad; los lóbulos laterales son verticales y casi cuadrados, sin escotaduras no- tables en sus bordes, el inferior es sinuado; el meso y el me- tanoto son escotados ú truncados por detras. Prosternon ar- mado de un tubérculo delgado y cónico; la placa esternal es casi tan ancha como larga Q, con reborde en la parte ante— rior; el espacio interlobular anterior es igual 6 mayor que los lóbulos mesosternales y éstos son angulosos ó redondeados por dentro. Élitros rudimentarios ó6 nulos; fémures normales; los posteriores anchos en la base con las estrías penniformes no del todo regulares y ásperas; lóbulos geniculares redondea- (142) Bolíivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 191 dos, no salientes; tibias cilíndricas; espinas robustas, cónicas, la apical externa falta. Abdómen comprimido ligeramente; placa supra-anal triangular, cercos pequeños, valvas norma- les, las superiores estrechas, comprimidas, dentadas en los bordes, las inferiores sinuadas ántes del ápice. Dos especies, una de América y otra de Ceilan. 37. GEN. Aspidophyma Bol. (Fig. 32.) Capite supra fere trigono; fastigio depresso, horizontali, lati- tudine sua parum longiori, fronte minime sinuata, carina me- día sulcata; antennis filiformibus vel subensiformibus, inter oculos insertis. Pronoto antice truncato, postice truncato vel late sinuato, dorso tricarinato, carinis lateralibus retrorsum divergentibus, sulco postico pone medium sito; prosterno tu- berculo conico, gracili; lamina sternali antice marginata. Ely- tris brevissimis vel nullis. Femoribus posticis basi latis, stri- gis penniformibus fere irregularibus, asperis; tibiis cylindri- cis, spinis conicis, validis; valvis superioribus sinuatis, mar- ginibus dentatis, inferioribus ante apicem sinuatis. DISTRIBUCION DE LAS ESPECIES. 1. Antennis subensiformibus;, elytris brevissimis.... 1. indica mihi. 1. 1. Antennis cylindricis; elytris nullis............ 2. americana mihi. 1. Aspidophyma indica Bol., sp. n. Ochraceo-fusca, rueuloso-punctata, subtus pedibusque gri- seo-pilosa. Antennis capite brevioribus, subensiformibus, de- pressis. Pronoto postice subtruncato, sulcis transversis parum expressis. Elytris lobiformibus, lateralibus, rotundatis, im- presso-punctatis, margine postica segmenti primi abdominali attingentibus. Pedibus punctis nigris raris sparsis; femoribus posticis carinis granulatis, spinis apice nigro-rufescentibus; valvis oviscapti brevissimis Q. 192 ANALES DE HISTORIA NATURAL. Long. corporis 014 - antennarum 4 - pronoti 4 - elytrorum 2 - fem. post. 9,5 HanrraT. Ceilan. (Col. del Sr. Brunner, núm. 5.689.) 2. Aspidophyma americana Bol.. sp. n. (Fig. 32, 32 a.) (143) Ochraceo-flavescens vel fuscescens, rugulosa, subtus griseo- pilosa. Antennis cylindricis, capite longioribus, angustis; fron- te rugosa. Pronoto postice obtuse exciso, sulcis transversis valde perspicuis. Elytris nullis; carinis femoram posticorum fere levibus, punctatis, tibiaraum posticarum apice nigris. Valvis oviscapti compressis Y. Long. corporis Q 23m" - antennaruam 4.5 - pronoti 5 - fem. post. 12 HabiTaT. Ecuador. (E. de Ville, Museo de Bélgica.) (2144) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. CATÁLOGO DE LAS ESPECIES. SUB-TRIBU OMMEMXECHE. Grey. 1. Ommexecha Serv. ES MIME BOL: so laa san ABC ad ERNEST 2 > ad Brasil... ito er a ANA TS A Buenos AlMesi as iS ervrller Blanehs ii. a Url A LN Gex. 2. Spathalium Bol. A o PA DI dan dad AS AAA O San Leopoldo......... ds Audoumm Blanch...... ¿es case Maldonado; J243 aa AER TUNIOUOD. 2 te Bras Pers D. Macroplerum Blanch...... come. m8 o A 6. cyanopterum Blanch............:.. e" UBIQUICOS....- SUB-TRIBU CHEROTOGONE. Gex. 3. Gaconda Bol. MN A A AO ds Gex. 4. Ghrotogonus Serv. 15 BOPA. dato o 0008 Schoah...... a id IS IMCTOPTENA Ds ¿00 «<<. dd: 67-01 Y: AA 3. hemipterus SCHAUM........ <<... África occidental. ..... 4. angustatus Blanch,................ STDLOS= 0 al de 5. fumosus Bol........... O co Monomotapa.......... A A e A E la Savigny DIME co coooooo.<..8 RgIpto»...... e 8. pallidus Blanch......... AO O Bombay...... E: (9) =] 43 0) 191 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (145) Págs 9. trachypterus Blanch:. siames camas is APA . 44 10. gracilis Blanch. Dada. pr ee Nueva Holanda....... 44 11. ¿ncertus Bol... soc... A Silheb, Dhina-54-. 50 45 12. homalodema Blanch............... SOnAgr. y pisas E 45 13. Maspis DIME. ds roja ar DOM a Se ea de 46 14. lugubris Blanch.......... O ELIPLO: cuelan a . 46 15:«Samsaure BOL.» saved bno aaa India oriental......... 47 16. Senegalensis Krauss...... AS Senegal. ao ci 48 17. owypierua Blench cidcid Malabar. ¿drid 48 SUB-TRIBU SYSTELLI. GEN. 5. Systella Westw. AU AAA A PA 52 2. Hopei Westw....... O A China, Borneo........ 53 A a PI Sumatra? Filipinas.... 53 4.: platyptera RADO... .... VEQHICAS. 3% de . 58 SUB-TRIBU ATRACTOMORPI E. Gex. 9. Protomachus 5tál. 1. depressus Stál........ A A Alto Amazonas....... 61 Gex. 10. Deraspis Bol. e Volcan Bold O ao América... aaa 62 (146) Bolivar.— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. Gex. 11. Phymaptera Bol. O IO O O ¡Borto Cabello aa Gex. 12. Atractomorpha Sauss. Jverenaliceós Blanch MC OO 4. Gersteckeri Bol Ia e 5. Aurivillti Bol......... de O 6. similis Bol.. 7 .o noo noo coo.ooo.n.....so Ss psutacina Hidan. osa Id 8. Bedeli Bol.. Java Cela NENE COMEN SS Nueva Guinea. GexN. 13. Mestra Stál. 1. hoplosterna Stál...... A FXUPIaS «stare acójors sisi Avanoplosterna Stál.cooo.oosas SA IE E 3. hematoptera Haan...... bone vet O - As margiella Thunb.... 0.104 ¿EA A, SUB-TRIBU PYRGOMORPH/E. NoE Gex. 14. Pyrgomorpha Serv. . Squalina Sauss........ la de . tricarmata Bol...... A A O AS ERICO lo 5. dispar Bol ..ooooop9.oosuosros$ osos. rS$2.. 6. granulata Stál......... a ele .4 orachiyptera Bol. . y civsnhlnoro oc. de . > uN a ¿¡DRICATIDER ACI: diran ap Kilimandscharo....... an Ao e GA AIDA AA MassavA. ias idh ada ide SUB-TRIBU SPHENA RIE. GeEwN. 17. Orthacris Bol. OA BOL La coa e PO E 1 11 AA ts > GeEx. 18. Ichthidion Sauss. NMECICONWIN SAUS ae MENCO e A Grey. 19. Sphenacris Bol. , OPARSIDMa Bolio is A E Y IS Y GEN. 20. Xyronotus Sauss. : ¡ASRUÚE SUBO. «ad MÉJICO. va dj ia EEN Grey. 21. Sphenarium Charp. iMisirio Gare vecinos ce ÉTICOS e e AP O AAN VIÉJICO: 02 ¿Borrei Bol. ..:ma A PP : Guanajuato. Fea ME . purpurascens OhATD....ooooomocor.. A O A Gex. 22. Prosphena Bol. . SOUdderi Hollbero» bes vespa GUAcemala. dde SUB-TRIBU PaACILOTER.E. GeEx. 23. Rubellia Stál. ¿¿nagrosignata aL EA Madagascar... -.-2.08 436 437 439 440 441 442 444 444 445 446 447 449 (148) Bolíivar.—MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. -_Gey. 24. Monistria Stál. ICAO SA Australlas ae 2. pustulosa Stal.=... ¿50 CITA USAMOS Gex. 25. Poecilocerus Serv. Topichus BabDl zo... «is ECARQUEDAL .. 260 000 2. heroglyphicus KÍUY. ...obodio..on.. Dongola GalrO socios 39 Mettatus Kg... DI ara dl pe dobufomus KIVE. o apkdia ss ATO]an TÍA ea lr DSUUICANUS SETV E IS E RS a e PO SUB-TRIBU PHXMATE A. Gex. 26. Zonocerus Stál. IAÍMICEpa CSrab. «..... cia da Herrero... Jl ses Ielegans ThuUnb... «esa África austral......... ICI ido sj e naa de ARICA. R Gex. 27. Phymateus Thunb. ir E AM AA e Calreria. ac... . Md Ds Dacia Sta ica: a 3d África occidental. ..... 31 Brunner Bol. dd dobra Srta Benguela..s ARMEQTOCUS CTE LIA dea ae de otero o A BUSTO SAUS ad a la África austral......... 6. Hildebrandt? BTUDO..<. c0socioso País de los Somalíes... TENTOFDIOSUS Tica ia stato calaja 2 a 00 Cabo de B.-Esperanza. 3118 Bol... co 2: 107 aaa O DERIO aaa ercaje da erolte dada ela MAdarascar e Grey. 28. Peristegus Bol. LE QUIFTORA Id a e pil se bi Sierra Leona.......... SUB-TRIBU PETASILE. Gex. 29. Tapbronota Stál. Sd E IA Transwallaio si de 2. thelephora. Stoll... Mime Camerones... tell sales ANALES DE HIST. NAT. —XII. 32 497 Págs. 450" 451 458 459 460 463 463 464 465 466 466 467 468 469 470 473 474 498 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 3. ferruginea Fabr..... e ei A A 4. Ca NMparea SOHAnI co cae ces O Gex. 30. Aularches Stal. IA A A IA O Gex. 31. Maura 5Stál. AVE CARTE OTE: ao e cds Endara. iii diiN 2 TA sl A, 0 O MASBAUA.: 200.70 3 uguiosa Bol idas aja y ada ¿ojo Angola. .<.scocuisa “. var. brevipennis Bol. 4. rubro-ornata Stál...ooiooormmmon... a AA 5, Datanas GOrsl..;.. calado A VA. África austral......... Gex. 32. Petasia Serv. 1. grisea Reiche et Fairm...........: Abisinia. .:.......... e e e E Cabinda:. ui Psoe d.. COMIDA TODD e o end Cabo de B.-Esperaaza. Gex. 33. Parapetasia Bol. 1. .femorata Bol... ¿oiorrandoos rro CAboñiiscirodan Gex. 34. Camoénsia Bol. 1, insignia Bol....caooooosgenrossss: Angola... en. ias SUB-TRIBU PAMPHAGOD.E. Gex. 35. Charilaus Stál. ICAIC Sil pin Ia. dass dd Gex. 36. Pamphagodes Bol. 1. Hiyjensis Bol. seca ma de raras A SUB-TRIBU ASPIDOPHYM.E. GEx. 37. Aspidophyma Bol. 1: mdica Bol.+... DU IOaE lisis 4 E ENE AAA . americana Bol........ Era SPA Ecuador. + Laia 486 488 489 491 492 (150) Bolivar:— MONOGRAFÍA DE LOS PIRGOMORFINOS. 499 Explicacion de las láminas I, 11, 111 y IV. 0 NN 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 13 20. . Ommexecha GFermarz Burm. . Spathalium Stáli Bol. . Systella Westioodi Stál S;—3 a, élitro y ala de la Q; 3 b, prosternon y placa esternal. . Gyrione compressa Stal (ninfa); —4 a, corte ideal del protórax al nivel del surco trasverso posterior. . Desmoptera judicata Bol., élitro y ala de la %; esta úl- tima se ha representado redondeada en el punto en que el área discoidal se une á la anal, porque por hallarse estropeado el ejemplar no era posible saber si en este punto reproducia el ala la forma del éli- tro, como es probable. . Deraspis Volzemi Bol. Q. . Protomachus depressus Stal Q9 por encima y por debajo; los dibujos intermedios representan los cortes al través é ideales de las partes que se indican. . Atractomorpha Aurivillii Bol. 9. . Mestra hoplosterna Stál 9; 9 a, élitro y ala. . Parasphena picta Bol. 2; 10 a, cabeza y tórax vistos de lado. . Orthacris filiformis Bol. 7”; 11 a, extremidad del abdó- men del 7”; 11 b, la misma vista de lado; 11 c, placa esternal. Xyronotus Aztecus Sauss. 9; 12 a, 7; 12 b, apéndices anales del Y vistos por encima; 12 c, los mismos vistos de lado. Ichthidion mexicanum Sauss. ”; 13 a, placa esternal. Sphenarium histrio Gerst. Q; 14 a, placa esternal. Sphenarium purpurascens Charp. Rubellia nigrosignata Stál 9. Monistria conspersa Stál 9;17 a, la misma por encima. Pecilocerus pictus F. Q. Zonocerus elegans Thunb. 9; 19 a, el mismo de lado. Peristegus squarrosus L. protórax de la 2 visto de lad o- 500 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (151) Fiz. 21. Phymateus leprosus L. protórax de la O visto de lado. 22 - baccatus Stal Q protórax visto de lado; 2 a, élitro de la misma. 23. Aularches miliaris L. cabeza y protórax de la Q vistos de lado. 24. Petasia spumans Th. Q. 20. - grisea Reiche et Fairm. o”. 26. - Anchiete Bol. O protórax y cabeza por encima. 27. Maura rugulosa Bol., var. brevipenmis o”. 28. Parapetasia femorata Bol. 0; 28a, fémur de la misma; 28 b, cabeza y protórax de lado; 28 c, placa esternal. 29. Camoénsia insignis Bol. O. 30. Charilaus carinatus Stál /, cabeza y pronoto de lado: 30 a, cabeza por encima. 31. Pamphagodes Rifensis Bol. Q. 32. Aspidophyma americana Bol. 9; 32 a, cabeza y protó- rax por encima. ACTAS DE LA SO AFRIMAD "PSPAIN CREAN DE HESTORIA NATURKAJD. Sesion del 2 de Enero de 1884. PRESIDENCIA DE DON SERAFIN DE UHAGON. Leida el acta de la sesion anterior fué aprobada, Expresó el Excmo. Sr. D. Manuel Fernandez de Castro, que al dejar el cargo que por la benevolencia de la Sociedad ha desempeñado en el año anterior, debia hacer constar que la falta de salud y sus muchas ocupaciones le han impedido el asistir á algunas sesiones, y que no estando presentes los so- cios nombrados para presidir las que se verificarán en el cor- riente año, continuaria la presente por no interrumpir el des- pacho de los asuntos que se deben en ella tratar. —Dió cuenta el señor Secretario de las comunicaciones si- guientes: Del Secretario general de la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, manifestando su agradecimiento por el paquete de impresos que la Sociedad le ha remitido, por encargo de la Holandesa de Ciencias de Harlem; Del Secretario general de la Real Academia de Ciencias de Lisboa, acusando recibo del cuaderno 2.” del tomo xn de los ANALES; Del Secretario de la Sociedad de Historia Natural y Medicina de Giessen y de los redactores del Boletin clínico de la Quinta del Rey, de la Habana, solicitando el cambio con los ANALES, que quedó autorizada la Comision de publicacion, para acep- tar ú nó, segun lo crea más conveniente; ACTAS DE LA SOC. ESP.— XIII. 1 2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Y del Sr. D. Bernardo Zapater, que da noticia de haber re- cibido la tirada aparte, de su escrito últimamente publicado por la Sociedad. —Presentáronse las publicaciones siguientes: Á cambio; Journal of the Royal Microscopical Sociely.—Serie 11, tomo 111, parte 6.* : The American Naturalist. — Tomo xvi, números 10 y 12. Verhandlungen der physitalischmedicinischen Gesellschaft zu Wiiraburg.—Neue Folye.—Tomo xv. Zoologischer Anzeiger.—Año vi, números 155 y 156. Bulletin de la Sociéte Géologique de France. —Troisieme série. Tomo xt1, núm. 1. Annual Report of the Curator of the Museum uf comparative Zúology at Harvard College for 1882-83.— Memoirs.—Vol. 1x, núm. 2.—Bulletin.—Tomo x1, números 3.” y 4.” Anales de la Sociedad Cientifica argentina. — Tomo xvI, en- trega 5.* y 6.* La Naturaleza, periódico cientifico de la Sociedad mejicana de Historia Natural.—Tomo vr, ent. 18-20. Crónica cientifica de Barcelona.—Año vI, núm. 144. Como donativo; Semanario Farmacéutico.— Año x11, números 10-13; remi- tidos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Acta de la sesion indugural de la Real Academia de Ciencias naturales y Artes de Barcelona, en el curso de 1883 4 84; dona- tivo de la expresada Corporacion. Exámen comparativo de los manantiales de Legalés y de Ullas- tres, por D. José Salarich: dos ejemplares regalados por el autor. Es del Cano, y no de Elcano el protorodeador del mundo , por D. Nicolás Soraluce; regalo del autor. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —El señor Calderon (D. Salvador), en nombre de la Comi- sion designada para el exámen de las cuentas del año ante- rior, leyó lo siguiente: «La Comision nombrada en la sesion del 7 de Noviembre de 1883, para examinar las cuentas presentadas por el Teso- rero de la Sociedad Sr. D. Ignacio Bolivar, referentes al año que empezó en 1.” de Diciembre de 1882 y concluyó en 30 de DE HISTORIA NATURAL, 3 Noviembre de 1883, tiene el honor de proponer su aprobacion, por haberlas hallado de completo acuerdo con los justifican—- tes que les acompañan. Las referidas cuentas arrojan las siguientes cifras: Ingre- sos, 20.798 rs. Gastos, 18.692,59, con un saldo existente en 1.” de Diciembre de 1883 de 2.105 rs. 41 cént., que demues- tra claramente el estado próspero de nuestra situacion eco- nómica. Resultan, además, por cuotas atrasadas, pendientes de co- bro, 23.760 rs., una parte de las cuales es de suponer se ha- gan efectivas ulteriormente por las gestiones del señor Teso- rero. Así en el último año se han realizado 2.820 rs. de cuotas que se hallaban en igual situacion al terminar el año de 1882. La Comision, por lo tanto, se cree en el deber de pedir « la Sociedad un cumplido voto de gracias para el digno señor Tesorero, que con tanto celo y acierto ha desempeñado su penoso y difícil cargo en el pasado ejercicio. Madrid, 2 de Enero de 1884.—Serafin de Uhagon.—Salva- dor Calderon.—Odon Buen y del Cos. » La Sociedad ha aprobado por unanimidad y en todas sus partes el antecedente dictámen. —Dió cuenta el señor Perez Arcas de un estudio del señor D. Alfredo Truan, que es la Sinopsis de las diatomiceas de As- turias, que se acordó remitir á la Comision de publicacion. —Dijo el señor Fernandez de Castro, que por no interrumpir dejó de invitar al señor Vicepresidente, cuando se presentó en la sesion para que ocupase la presidencia, pero que tenía el gusto de hacerlo, puesto que ya terminó el Sr. Perez Arcas su comunicacion. Haciéndose intérprete de los deseos del señor Presidente, que no pudo asistir á la reunion por estar fuera de esta capl- tal, y al sentarse en la presidencia pidió el señor Vicepresi- dente un voto de gracias para el señor Presidente, y demás señores que han compuesto la Junta Directiva y Comision de publicacion en el año anterior, que la Sociedad acordó por unanimidad. —El Sr. Bolivar presentó á la Sociedad el manuscrito de una Memoria que titula Monografía de los Pirgomorfinos, y dió acerca de ella las siguientes noticias : Se designa con el nombre de Pirgomorfinos una tribu de la 4 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA familia de los Acrididos, órden de los Ortópteros ; los insectos que la forman son exóticos en su mayoría, pues sólo dos espe- cies habitan en Europa. Se eleva el número de las descritas en esta Memoria á ciento veintidos, de las que treinta y cuatro se describen por primera vez y se distribuyen entre treinta y siete géneros (doce nuevos). Acompañan á la monografía cua- tro láminas en negro, en las que se encuentran representados casi todos los géneros de la tribu. El Sr. Bolívar, con este mo- tivo, dice que una de aquellas láminas, admirable por su exac- titud y correccion, ha sido dibujada del natural por nuestro consocio D. Eduardo Reyes y Prosper, á quien está muy reco- nocido por el auxilio que generosamente le ha prestado. —Leyó el señor Uhagon (D. Serafin) el escrito siguiente: «Sea porque el Sr. Schauffus no apuntase el nombre de las grutas donde halló sus Bathyscia arcana y adneza, con las cuales formó sus géneros Questus y Questiculus, 6 porque per- diera las notas que en su dia pudo tomar, es lo cierto que existía hasta aquí algun misterio sobre extremo tan inte- resante. El Questus arcanus E€chauf., dice su autor que lo encontró en tres distintas erutas de los montes cantábricos. (Steltin. Entom. Zeitung, 1861; p. 425.) El Questiculus adnezus Schauf. en una gruta de unos quin- ce pasos de extension, debajo de una pradera, cerca de Panes, en el Norte de España. (Loc., cit., p. 428.) Los Sres. Bedel y Simon, en su Ziste des articulés caverni- coles, p. 60, reproducen esta cita en cuanto al Q. adnezus, di- ciendo: gruta de Panes (provincia de Burgos), entre Potes y Bilbao. Ahora bien, el pueblo de Panes se halla situado en la pro- vincia de Oviedo (límite de la de Santander), sobre la carre- tera de Potes á Unquera ó Tina Mayor. En las cercanías de Panes hay varias grutas (cueva del Jario, cueva del Prado Simon), siendo, entre ellas, la más importante la cueva del Sell 6 de la Cabañuca, donde el Sr. Martinez y Saez y el autor de esta noticia, encontramos en Julio de 1883 la Bathyscia triangulum Sharp y la B. Perezii Sharp. De este hecho deduzco que es una de las visitadas por los Sres. Sharp y Crotch, si bien por error, sin duda, designa el primero aquellas grutas con los nombres de Cuanes y Cuasande (AxaLEs, Soc. Esp. DE HISTORIA NATURAL. 5 HisrT. NAT., 1, 1873, p. 268-269), en vez de Panes y Abándames, pueblo este último situado á alguna distancia del otro lado de la carretera, y cuyas cercanías, por falta de tiempo, no pudimos explorar. Pero no resulta ni de las investigaciones de los señores Sharp y Crotch, ni de las nuestras, que las especies del señor Schauffus se encuentren en aquella localidad, á no ser que el Q. adnezus viviese en la cueva del Prado Simon, que tampoco vimos, por la repugnancia que el dueño del terreno en que está enclavada mostró en enseñárnosla, y cuyo título especial y el hallarse junto á Panes, parecerian dar lugar á esta supo- sicion. Sería, no obstante, de extrañar, que no estando el ha- bitat de dichas especies limitado á una sola gruta, como más adelante se demuestra, hayan dejado de encontrarse en otras próximas á aquella. Nuestro consocio y mi buen amigo el Sr. D. Ignacio Bolí- var, más afortunado que sus antecesores, ha venido á resol- ver este pequeño problema. Sus excursiones en la provincia de Santander, durante el último verano, han dado por resul- tado el que encontrase: el Q. adnezus Schauf. en las cuevas de Oreña y Cóbreces, y el Q. arcanus Schauf. en las mismas grutas y la de Santillana 6 de Altamira, de la que tanto se ha hablado en tiempos recientes, por las pinturas curiosas que en ella se observan. Otro hallazeo se debe tambien á las investigaciones del Sr. Bolivar, cual es el del Zeptinus testaceus Mill., encontrado por nuestro consocio en la cueva de Oreña, especie que no creo haya sido, hasta ahora, citada como de nuestra pe- ninsula. » El Sr. Bolivar dió las siguientes noticias acerca de las espe- cies citadas por el Sr. Uhagon y de las cuevas en donde han sido halladas: «El Q. arcanus es la especie que se encuentra más abun- dante y en mayor número de cuevas; así, en la de Altamira, Oreña y Cóbreces, en todas se encuentra á corta distancia de la entrada, en sitio en que aún se distingue algun tanto la claridad del exterior: en la primera de las cuevas citadas fueron hallados todos los ejemplares debajo de dos ó tres pie- dras muy próximas unas á otras, sin que, á pesar de haber re- vuelto otras muchas y de haber registrado con interés, tanto 6 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA el Sr. Quiroga como el que habla, se hallase ningun otro ejem- plar; la cueva de Oreña que se cita se encuentra al nivel de la carretera de Cóbreces á Santillana, y junto á la cuneta de la misma; debajo existe otra cueva, en la que nada pudo encon— trarse, como no sea una Vycteribia muy abundante sobre los murciélagos que viven en esta cueva, y que al parecer no existen en las otras; la cueva de Cóbreces es de propiedad particular y se halla cerrada, pero ya en el vestíbulo que pre- cede á la parte reservada es donde hallamos el Q. adaezus Schauf. en sitio cercano á la entrada; en la porcion reservada, que es inmensa y profundísima, y á la que no puede llegarse sino mediante las escaleras y puentes de madera que ha he- cho construir el dueño de la heredad en la que la cueva se encuentra, existe con abundancia el Q. arcanus Schauf., pero no ya la otra especie. Además de las anteriores visitamos tambien, aunque sin re- sultado, la cueva de San Estéban, á un kilómetro de la de Alta- mira, término de Reocin, en la que se halló tan sólo un crus— táceo áun no estudiado, y la del Tasugo (tejon), en el mismo término, Barrio de San Estéban » Sesion del 6 de Febrero de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior fué aprobada. —Al hacerse cargo de la Presidencia, manifestó el señor Sainz Gutierrez el deseo de que constase en el acta su mucha eratitud hácia la Sociedad, por la deferencia que le había te- nido al elegirle para tan honroso puesto en el presente año. —Dióse cuenta por el señor Secretario de las comunicacio- nes siguientes: Del IImo. Sr. Director general de Administracion y Fomento del Ministerio de Ultramar, remitiendo dos ejemplares de la obra del Sr. Vidal, sobre la Flora forestal de Filipinas ; Del Archivero de la Sociedad Botánica de Copenhague y del de la Geológica de Francia, acusando recibo del a 1.* y 2.” del tomo xn de los ANALES; DE HISTORIA NATURAL. 71 Y de los señores Gorriz y Pomata, que se ven en la necesi- dad de renunciar el honor de ser socios. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: Á cambio; The American Naturalist.—Tomo xvnr, núm. 1.” Zoologischer Anzeiger.—Tomo vi, números 157 y 158. Bulletin de la Société Géologique de France.—Serie 3.”, t. XI, núm. 2." Annales de la Société Entomologique de Belgique, tomo xxvH. Bulletin de la Société Academique Franco-hispano-portugaise de Towlouwse.—Tomo tv, números 2.” y 3.” Atti della Societa Toscana di Science naturali.—Processi ver- bali, Adunanza del 11 novembre 1883. Memorias de la Comision del Mapa Geológico de España.—Des- cripcion fisica, geológica y agricola de la provincia de Valencia, por los Sres. D. Daniel de Cortazar y D. Manuel Pato. Anales de la Sociedad cientifica argentina. — Tomo xvH, en- trega 1.*—Sistema de pesas y medidas de la República argentina. Buenos Aires, 1881. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid.—Tomo xv, nú- mero 4." y 5.” Crónica científica de Barcelona.—Año 1v, números 145-147. Como donativo; Semanario Farmacéutico.—Año x1, números 14-18; regala- dos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Sinopsis de familias y géneros de plantas leñosas de Pilipinas, por D. Sebastian Vidal y Soler; dos ejemplares remitidos por el Ilmo. Sr. Director general de Administracion y Fomento del Ministerio de Ultramar. Data obtained. from solar physics and earthquake commotions applied to elucidate locust multiplication and migration, por D. A. H. Swinton; regalo del autor. Note sur 'Horia senegalensis Castelnam, por D. A. Preud- homme de Borre; regalo del autor. La fewille qui se transforme en insecte, por D. A. Preudhomme de Borre; regalo del autor. Organizacion y arreglo de los Museos de Historia Natwral, por D. Salvador Calderon; regalo del autor. Apuntes para la Flora de la provincia de Sevilla. Criptóga- mas, por D. Romualdo Gonzalez Fragoso; regalo del autor. 8 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Exposicion industrial universal y centenario algodonero de 1884 aG85en Nueva Orleans. Aviso general; regalo de los oficiales de la expresada Exposicion. Katalog ver verkáiufiiche Lehamiltel fir den naturgeschichli- chen Unterricht von Dr. L. W. SchauJfuss; Dresden, 1882; re- galo del editor. Dr. L.W. Schaufuss. Museum Ludwig Salvator. Oberblasemitz. Dresden, aúm. 179. Supplement zum Lehrmittel.—Catalog nu- mero 176; regalo del editor. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —Se hizo una propuesta de socio. —El señor Secretario dio cuenta en extracto de un estudio del Sr. D. Rafael Breñosa, relativo al Exámen microscópico de una wollastonita artificial; y se acordó pasara á la Comision de publicacion, así como el manifestar al autor lo interesante que sería añadir á tan importante trabajo el resultado de in- vestigaciones análogas, que, segun noticias dadas por el se- ñor Quiroga, está haciendo actualmente el Sr. Breñosa , sobre otra wollastonita de distinta procedencia. —El señor Colmeiro dijo que tenía el gusto de manifestar á la Sociedad el hallazgo en Uclés (Cuenca) de la Sternbergia colchiciflora Waldst. et Kit., por el R. P. señor Pantel, segun comunicacion del mismo, acompañada de ejemplares, y por noticia suministrada por el R. P. señor Lacassin. Esta planta fué cogida en dicha localidad en Octubre del año próximo pasado. La Sterndergia colchiciflora Waldst. et Kit., hallada en Uclés (Cuenca) no es la única especie de la familia de las amari- lídeas reconocida en España, supuesto que Boissier y Leres- che encontraron hace pocos años en Andalucía, arriba de An- tequera, en la Sierra de la Nieve, la Sternbergia etnensis Guss. Además, es sabido que mucho ántes se conocía la Sternbergia lutea Ker., 6 sea el Oporanthus luteus Herb., que se designa como de Valencia, Andalucía, Portugal é Islas Baleares. —El señor Anton y Ferrandiz presentó á la Sociedad los mo- delos á que se refiere el señor Verneau en su interesante tra- bajo, referente á las Pintaderas de los Canarios, inserto en los ANALES de esta Sociedad, cuyos objetos han sido donados al Gabinete de Historia Natural del Museo de Ciencias Naturales de esta capital, así como otros varios que con beneplácito del DE HISTORIA NATURAL. 9 jefe del mismo, se propone el señor Anton dar á conocer á la Sociedad, y esta acordó á propuesta de los señores Anton, Col- meiro y Vilanova, que constase en las Actas la satisfaccion con que la misma ve los sacrificios que el señor Verneau se impone en beneficio de la coleccion antropológica que existe en el expresado establecimiento. —Presentó el señor Vilanova una preparacion procedente del Museo de Bruselas, cuyo director, el señor Dupont, se la regaló con destino al Gabinete de Historia Natural de esta corte. Hizo notar el interés de tales preparaciones, que se ha- cen reduciendo á láminas delgadas, de hasta tres decímetros y mayores, los mármoles ricos en políperos é infusorios, sobre todo del devonio de Bélgica, las cuales se pegan por medio del bálsamo de Canadá entre dos cristales ordinarios, y sujetas verticalmente en un marco, pueden examinarse por medio de una lente fija ante la preparacion, en un soporte que tiene dos movimientos, uno horizontal y otro vertical. —El señor Calderon y Arana (D. Salvador) leyó lo siguiente: Las antiguas pinturas rojas de España. «En el número 167 del Boletin de la Institucion libre de En- señanza ha aparecido un pequeño artículo que redacté sobre el asunto que motiva esta nota, y que, enriquecido con varios datos que he adquirido despues, creo podria quizá interesar á la SOCIEDAD, como estímulo para nuevas investigaciones. Nota- ba en él que siendo una cuestion que empieza á tener cierta importancia local, la del descubrimiento en nuestra Península de figuras y caractéres teñidos de rojo con almagre, que se ha pretendido referir á una época prehistórica, serviria de punto de partida para toda crítica fundada una recopilacion de las noticias, siquiera sean vagas, que existen sobre el particular. El primer descubrimiento de este género que merece re- cordarse, es el realizado en el pasado siglo al pié de la Sierra de Quintana, á una legua de Fuencaliente, cuyo término lin- da con el de la Mancha por el N., y por el S. con los de Andu- jar y Montoro. El cura párraco de Montoro, D. Fernando Lo- pez de Cárdenas, comisionado, como hombre erudito y activo, por el conde de Floridablanca para recoger minerales y obje- 10 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tos con destino al Gabinete de Historia Natural de Madrid, re- conoció en el año 1783, en el paraje llamado Piedra escrita, junto al arroyo de Las Piedras y orilla del rio de los Batanes, diferentes excavaciones, impropiamente calificadas de cue- vas, con inscripciones abiertas en matriz viva de pedernal, segun sus palabras. Hallábanse coloreadas las figuras en cuestion, que pasaban de 8S0—y entre ellas símbolos, geroglíficos y diseños—con tin- ta encarnada bituminosa. Los sitios en que se encontraron fueron dos al pié de la mencionada Sierra. El primero está más allá del arroyo de los Batanes, mirando á Oriente. Allí, en una superficie de la roca calificada de pedernal, cortada á pico, existen las dos tituladas cuevas, de forma piramidal, contí- guas, de poco más de vara y media de altura. Delante de ellas hay una especie de atrio, defendido con los peñascos cortados en el mismo lugar, y que forman una valla. A los lados y en la superficie interna de las cavidades, que tienen seis caras, se ven porciones afinadas artificialmente, y, en estas últimas, los simbolos, caractéres y geroglíficos expresados. El otro sitio—á la orilla del rio de los Batanes, junto á una cascada que allí se forma—dicese dista del ahora mencionado un cuarto de legua. Presenta, así como el anterior, geroglífi- cos y figuras en dos caras de la misma roca, siempre con la tinta indicada, algo alterados éstos por hallarse al descubierto y merced al humo del fuego, que sin duda debió hacerse de- lante de la misma piedra. El material, que es en ambos luga- res de naturaleza silícea, se muestra alisado y labrado en este segundo en forma de frontispicio de más de seis varas de alto y otras tantas de ancho, con otras dos excavaciones contiguas fraguadas á pico hasta una vara de profundidad por una y media de altura. Encuéntranse representados el sol, la media luna, un corazon, un árbol, dos formas humanas y una cabe- za con corona, que se ven reproducidos en las figuras 70 hasta la 78 de la obra del Sr. Góngora sobre las Antigiedades prehis- tóricas de Andalucia, tales como las copió ante testigos D. An- tonio López de Cárdenas, hermano del mencionado cura de Montoro. Hizose lo posible por sacar entera una de estas piedras es- critas, para remitirla á Madrid, con cuyo objeto la había pe- dido el conde de Floridablanca; pero sólo se logró arrancar DE HISTORIA NATURAL, 11 un trozo de media vara con cuatro de sus caractéres, y sobre ellos la figura de un sistro (instrumento músico de los anti eruos), grabados en una de las piedras más blandas. Más tarde, el mismo Sr. Cárdenas, tuvo noticia de la existencia de otra piedra en que se veía una imágen pequeña de color rojo con ciertas figuras que parece no llegó á examinar (1). Nuestro distinguido consocio, mi amigo el Sr. Boscá, me ha enviado copia de hasta 31 sienos de los teñidos de color rojo de almagre de dicha Piedra escrita, recogidos en el término de Fuencaliente por el teniente cura de dicho pueblo, quien en— tresacó los más completos entre varias piedras que en diverso estado de conservacion existen en él. Parecen la transicion de una escritura geroglífica, de la que aun da testimonio la re- presentacion repetida del sol, á la fonética, y, en concepto de persona competente, son letras y combinaciones de letras de carácter céltico generalmente, y ogánico en algunas. Añade Góngora nuevo contingente á la cuestion de las anti- guas pinturas, mencionando y figurando algunas; pero sus noticias son tan escasas y tan temeroso el autor de sentar afir— maciones inseguras, que es poco el partido que de sus indica— ciones puede sacarse para esclarecer el problema. Sabemos, no obstante, por él, que existen obras análogas en las Cuevas escritas de la sierra que corre desde Zuheros al Laderon, en las de Carchena y en la casería de Minerva consistentes en círculos, líneas y signos, así como en las reproducidas en las páginas 131 y 132 de su obra, del Cerro del Sol en Granada. Dícese que en Galicia no son raros los restos análogos, se- eun noticias recogidas por algunos curiosos del país. El inge- niero, nuestro distinguido consocio D. Gabriel Puig, ha reco- nocido el dolmen del Cerro de Codesás, en la provincia de Oren- se, y traido de él un trozo con parte de una figura grabada y teñida de almagre, en el que se ve bien como la piedra, inten cionalmente rebajada, fué teñida despues para fijar y hacer resaltar el signo, que con otros y varias figuras é imperfectas representaciones de animales, se hallaban en dicho dolmen. (1) Segun indica el ántes citado escritor, el Sr. Fernandez Guerra posee tres co- pias autógrafas de la Voticia que desde Montoro y á 21 de Setiembre de 1783, dedicó D. Fernando Lopez de Cárdenas al conde de Floridablanca, primer Secretario y Mi- nistro del Consejo de Estado de S. M., etc., con una carta de este proceso. 12 ACTAS: DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA La conservacion de la pintura es muy buena; verdad es que el objeto yació sepultado hasta el año 1873, en que fué descu- bierto por la narración de un pastor que dió noticia al cura de la casa enterrada, como medio de procurarse piedras de cons- truccion ya labradas. Parece que existen figuras y signos más iluminados de rojo, y otros de negro, entre los mencionados por el Sr. D. Ramon Barros Silvelo ensus Antigiedades de Ga- licia, en la que se hallan reproducidos los curiosos signos de la Piedra dos Letreros, del término del pueblo de Carnés, junto al camino carretero que cruza el monte que lo domina por el SO.; los de la feligresía de Santiago de la Cuesta, cerca de la Limia (en los que la colocacion de los puntos es análoga y el autor cree ver signos astronómicos) y, en fin, la Piedra da Serpenta, de más de tres metros de alta, en el distrito munici- pal de Puente-ceso, lugar de Foudomil. Reuniendo los hechos que acabo de apuntar con algun otro dado á conocer, de un modo más 6 ménos vago, se deduce la existencia en nuestro suelo de una antigua civilizacion que dejó como huellas de su paso, en varias localidades, inscrip- ciones y figuras grabadas y teñidas de almagre. Pudieran ser obra de pueblos diversos, aunque sería esto una coincidencia que deberia explicarse, y aunque los letreros de Fuencaliente, monte Orquera, Zuheros y Velez-Blanco ofrecen algunos sig- nos comunes y ciertas figuras, recuerdan por extremo otras de Galicia. Lo que, en todo caso, me parece aventurado es atri- buir tales obras á razas prehistóricas, sin otros datos que los que hasta el dia se poseen, y, áun me atrevo á afirmar, que todas las apariencias llevan á la contraria suposicion. Es de notar que no se conocen hasta ahora restos propia- mente prehistóricos, análogos á los que aquí me ocupan; y por lo que respecta á las pinturas de la cueva de Altamira, en cuya primera sala existen pinturas rojas y algunos signos más adentro, ni la valentía, sobriedad de líneas y perfeccion de sus dibujos, ni las especies figuradas, son favorables en concepto de varias personas inteligentes que las han examinado, á la hipótesis de un orígen anterior á las civilizaciones orientales. Del bisonte, que parece estar entre dichos dibujos, no puede sacarse una prueba definitiva, aun cuando se hubiera encon- trado entre los restos de la caverna (lo cual no está compro- bado); porque sólo el reconocimiento claro é indubitable de DE HISTORIA NATURAL. 13 figuras y huesos de una especie positivamente extinguida en Europa antes de los tiempos históricos, podría resolver en aquel sentido la cuestion de la antigiiedad de tales dibujos. Otro tanto cabe decir de los signos y figuras rojas de la Cueva de los Letreros en Velez-Rúbio, descubierta por Góngora, aun- que estos son mucho más sencillos y primitivos que los de Al- tamira, pero en los que tampoco existe prueba de ser contem- poráneos de los restos que yacieran en el suelo. En tanto que lo contrario no se demuestre, yo creo más fun- dado atribuir las pinturas y signos rojos de nuestra Península á un pueblo oriental, pues sabido es que la policromia procede de ellos, y áun se cuenta que era caracteristica del interior de sus templos; cuya aficion, trasportada á Grecia, se descubre en tantas estatuas de su época clásica. En lo que atañe á los descubrimientos de la Sierra Quinta- na, esta asercion parece evidente, áun prescindiendo del ca- rácter de su escritura, tanto por lo que se refiere á la repre- sentacion del sol y la luna (que eran adorados por los fenicios) y al instrumento músico mencionado, como por lo tocante al pulido de las paredes de los atrios y excavaciones, que debió hacerse en una roca tan dura con instrumentos de hierro. En efecto, todo lleva á suponer que los fenicios—que pasaron por España sin establecerse, preocupados sólo de explotar sus ri- quezas, y señaladamente las mineras—ó los cartagineses sus descendientes, —que parece hicieron asiento en Cástulo, no le- jos de Fuencaliente—construyeron habitaciones provisionales para atender al laboreo de la galena argentífera que hay en aquellos contornos, grabando la imágen de sus divinidades en la inmediacion, para darles culto y ofrecerles sacrificios. De cualquiera manera que sea, importa aquilatar estos he- chos antes de llevar al dominio de la prehistoria datos imper- fectos aún y sujetos á critica. Esto me recuerda haber oido hablar á nuestro consocio, mi discípulo y amigo el Sr. Ripo- che, de análogos descubrimientos en las islas Canarias, de pinturas teñidas de rojo, si no estoy trascordado. Allí, por una generalización tan errónea como la que se comete aquí fre— cuentemente en otro sentido, se atribuian á los guanches to- dos los restos anteriores á la conquista; pero examinando el doctor Verneau todos los Letreros del Archipiélago, ha po- dido poner en claro que ni en Tenerife ni en la Gomera (las 14 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA islas ocupadas solamente por los guanches) existe inscripcion alguna; en Palma se han hallado adornos grabados en peñas- cos confundidos ántes con signos; y en las islas de Hierro y Gran Canaria, adornos á veces, y otras inscripciones, ya de escrituras geroglíficas, ya de alfabéticas. Estas diferencias, con otros caractéres anatómicos y cerámicos, han sido expli- cadas suficientemente por dicho antropólogo, como efecto de la pluralidad de razas que poblaban el Archipiélago antes de la conquista; y por lo que hace á las inscripciones y figuras orabadas en las rocas, comparables á algunas de las encon- tradas en la Península, son obra de pueblos sirio-árabes y por tanto orientales. Sin que yo niegue en absoluto la posibilidad de que algu- nas de las figuras á que alude esta nota puedan ser prehistó- ricas —aunque sí el que existan hasta hoy datos suficientes para afirmarlo—creo que debe procederse con circunspeccion en la materia, y que es preciso revisar y comparar entre sí to- das las inscripciones y pinturas teñidas de rojo halladas en España, para inducir con certeza, en primer término, si son ú no producto de una misma civilizacion, y averiguar, en este caso, á cuál de ellas deben referirse. » Dijo el señor Vilanova que refiriéndose el señor Calderon á las noticias suministradas por el señor cura de Montoro y otros señores, y no habiendo visitado tampoco la Cueva de Altami- ra, le parecia conveniente aconsejarle que suspendiese las conclusiones á que llegaba en su escrito. El señor Colmeiro consideró útil el que el Sr. Calderon con- sulte á las personas peritas en descifrar los caractéres de que se trata, con el fin de averiguarsi corresponden ó noá las épo- cas prehistóricas. Expresó el señor Quiroga que no parecian corresponder á estas sino á otras mucho más modernas, las pinturas de la Cueva de Altamira, porque estaban relativamente muy bien trazadas como pudo observar al visitar en el verano pasado la Cueva de Altamira, de cuya opinion era tambien el Sr. Boli- var que le acompañó y tiene conocimientos en dibujo para ser juez competente en el asunto. —El señor Quiroga leyó lo siguiente: «Del estudio que acabo de hacer de unos treinta ejemplares del Perú clasificados como platas antimoniales que existen en DE HISTORIA NATURAL. 15 las colecciones del Museo de Historia Natural de Madrid, do- nados por el Sr. Goyeneche, resulta que son bournaonitas (2Pb8. Cu, S. Sb, Sz) que no contienen un solo átomo de plata. Creo necesaria hacer pública esta rectificacion, porque el Profesor Dr. Oscar Fraas, de Stuttgart, llevó al extranjero uno de estos ejemplares, entre otros, el año pasado, á cambio de unos me- teoritos que dejó en el Museo. Estos ejemplares de Bournonita pueden agruparse en dos secciones: 4) Rúdelerz, de los alemanes, mineral en rueda, la variedad más frecuente en casi todas las localidades y 0) el Cañutillo, que denominan en Bolivia, segun el profesor Sr. Do- meyko (Min., 3.* edic., Santiago, 1879, pág. 234) á una varie- dad allí frecuente. los minerales de una y otra seccion están constituidos por grupos de maclas, que mientras en los de la primera son las ruedas de cristales maclados únicas, 6 á lo más constan de una úd dos superpuestas, en los de la segunda este número aumenta mucho, soldándose unas á otras sin perder su paralelismo hasta llegar á constituir de este modo largos prismas cilindróideos, acanalados, á los cuales está bas- tante bien aplicado el nombre de cañutillo con que los cono- cen los mineros de Bolivia; con bastante frecuencia van cu- biertos de numerosas y pequeñas agujas agrupadas amarillas, de un óxido de antimonio. En alguno de los ejemplares de ca- ñutillo se ve con toda claridad la macla en cruz formada de cuatro individuos que tienen por plano de macla una cara de oP (110) y constituyen el verdadero rádelerz, nunca sen- cillo, sino por el contrario, asociadas muchas maclas, tanto ho- rizontal como verticalmente, constituyendo las masas de caq- ñutillo; tambien se ve en la zona del prisma, bien desarrolla- do wPxu (100), que con oP (001) y Poo (011) contribuyen á la forma general de estos cristales. Algunos cuautillos son senci- llamente maclas de cristales muy desarrollados segun el eje c. Los ejemplares del otro grupo que puede referirse más pro- piamente al rúdelerz, presentan su superficie brillante 6 cuan do más ligeramente irisada y mayor riqueza de formas, 6 al ménos se las puede reconocer y estudiar mejor. Se encuentran en estas masas de bournonita algunos cristales relativamente sencillos, formados por una macla de dos individuos, tal como está representada vista por oP (001) en la fig. 1.* de la pág. 314 en Elemente der Mineralogie de Naumaun-Zirkel y segun su 16 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA proyeccion paralela lateral en la fig. 10, Taf. xxxvn, 4 tas dev Krystall-formen des Mineralreiches, von Dr. A. Schrauf, 1v Lief. Wien 1873, con la diferencia de que el cristal del Perú está muy desarrollado segun el eje c, y en la zona del prisma no presenta más qué los dos pinacoides, mientras que los dibujados en las figuras antedichas son tabulares y ofre- cen además bien marcadas las caras del prisma «P (110) lo cual produce una forma octogonal, en tanto que el cristal del Perú es de habitus rómbico, casi cuadrático. Hay cristales que ofrecen muy desarrollado Px (011), y tambien bastante, aun- que no tanto como éste, Poo (101) y el braquiprisma xP2 (210) y al estado de facetas otra porcion de formas, especialmente en la zona del prisma y los pinacoides; se parecen mucho á la fig. 7 de la misma lámina del A t/as de Schrauf antes cita- do, con la sola diferencia de que en esta figura de un cristal de bournonita procedente de Liskaerd, copiada de la mono- grafía de esta especie mineral hecha por Zirkel, está redu- cido «P2á una pequeña faceta. Cristales de pirita de hierro y de tetraedrita acompañan á las bournonitas del Perú; una de las cuales procede de Piqui- sa, Otra de Chocaya y las demás no tienen localidad más de- terminada dentro de aquella region.» —El señor Vilanova (D. Juan) expuso lo siguiente: Congresos científicos de 1883. «Defiriendo gustoso y con agradecimiento á la galante in- vitacion del Sr. Presidente, voy á relatar en breves frases, con- tando siempre con vuestra benévola indulgencia, los princi- pales resultados de mi viaje último á Suiza, Francia, Bélgica y Holanda con motivo de los Congresos celebrados en Zurich, Rouen y Charleville, y de la exposicion de Amsterdam, que tuve el gusto de ver. Dos de carácter civil y uno militar, fueron los Congresos que se celebraron en aquel emporio científico suizo llamado Zurich, á saber: el de la Sociedad helvética de Ciencias na- turales que se congregaba por la 66.* vez desde su funda- cion, para tratar y discutir asuntos importantes de su espe- cial incumbencia, y el de las comisiones de nomenclatura y DE HISTORIA NATURAL. 17 de la carta geológica de Europa, que segun acuerdo tomado en Bolonia, se congregaban con el fin de reseñar los trabajos hechos y convenir en la direccion que en lo sucesivo habia de derse á los mismos. De ambas asambleas, voy á manifestaros aquello que sobre relacionarse más directamente con mis pe- culiares aficiones, esté en armonía con la especial indole de nuestra Sociedad, dejando á los militares que lo deseen el averiguar lo que discutieron respecto al arte de la guerra, los oficiales del ejército suizo, quienes siguiendo el precepto sa- biamente establecido en sus ordenanzas, se reunian este año en Zurich con tan plausible propósito. Entre los muchos é interesantes asuntos que ocuparon la sesion inaugural de la Sociedad helvética congregada en Zu- rich, merecen lugar preferente el relativo á Isquia, desarro- llado por el distinguido geólogo vienés Sr. Suess, y la Memo- ria comunicada por el célebre estratierafo de Zurich Sr. Heim. El primero, discurriendo acerca del último desastre ocurrido en Casamiciola y Forio, lo atribuye no á la accion destructora de un terremoto, sino más bien al repentino hundimiento del suelo; hundimiento que debió haberse previsto dadas las con- diciones de la localidad, donde no sólo cuando de reciente la visitó Suess, sino en 1853, época en que tuvo el que suscribe la fortuna de recorrer toda la isla, subiendo hasta la cima del Epomeo, veíanse aparecer por todas partes emanaciones gaseosas, originando lo que los italianos llaman /umarollas: manantiales cuya alta temperatura acusaba ó la ya inmediata proximidad del fuego central, 6 la existencia de enormes fo- cos de actividad química que iban minando el terreno, como lo justificaba plenamente el sonido hueco que se producía con la marcha del observador, segun se advierte tambien en los azufrales de Pozuolo, Vulcano y otros. Pero no es esto lo peor, señores, sino la profecía que anunció Suess á la Asam- blea, reducida á que dentro de un tiempo harto difícil de fijar, pero que quizás no sea muy largo, toda aquella parte del suelo de Isquia se convertirá en un volcan semejante al Vesubio 0 Estrómboli, lamentándose sobremanera de que no obstante el inminente peligro que realmente existe, se trate de recons- truir lo derribado en el último y desastroso suceso, y proba- blemente de levantar edificios nuevos donde perecerán de seguro, los que, atraidos por la engañadora belleza de aquel ACTAS DE LA SOC. ESP.— XII. Z 18 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA verdadero Eden, olviden lo ocurrido y sean víctimas de otra catástrofe tal vez mayor y más lamentable por pura ceguedad. El profesor Heim, que nos hizo ver el año pasado en el can- ton de Glaris, antes del Congreso de Linthal, la notable in- version de los materiales que representan los terrenos triásico, jurásico, cretáceo y terciario nummulítico, proponiíase el ve- rano último enseñarnos otros hechos análogos y no menos ex- traordinarios, en una correría por el canton de Lucerna que se aguó; y como complemento de la explicacion que de todos es- tos hechos dió en Linthal de palabra, y por escrito en un libro titulado Mecanismo de los A lpes, expuso en la Asamblea de Zu— rich, además del itinerario que habíamos de seguir, todo su pensamiento acerca del modo como se verificaron en tiempos remotos tan sorprendentes acontecimientos, y de las causas productoras, que en su sentir no son otras, sino las grandes depresiones que ocasionó el sucesivo y secular enfriamiento del globo. No cabe duda alguna, señores, que esta es una de las causas más poderosas y eficaces de los accidentes oro-estratigráficos que ofrece la superficie del planeta, como el mismo insigne Elie de Beaumont lo declara paladinamente en su famosa obra sobre los levantamientos de las montañas, siquiera no se le haga en este particular la justicia que se merece; pero en mi humilde concepto no puede ni debe reducirse á esta especie de pasividad, lo que gráficamente y con harta precision se llama hoy endodinámica terrestre, fundándome para ello, en- tre otras razones, en que hasta debiera considerarse, y cierta— mente sería hasta impropia la frase, si todo quedara reducido á que comprimida la masa interna del globo por efecto del enfriamiento y de la presion consiguiente de las grietas por aquél producidas, se limitara á aparecer al exterior, originan- do lo que se llama el eje de las cordilleras. Algo y aun algos entiendo habrá que conceder al estado particular de la piros— fera, á las incalculables reacciones mecánicas y químicas que en su seno se verifican, y muy especialmente á la eficacísima intervencion del agua, para explicar todos estos hechos geo- grafico-seológicos. En la seccion de ciencias físicas, el profesor Faurel de Lausana, resumió en breves y precisas frases las investigacio- nes por él hechas, con el fin de precisar los límites de las va- DN a a sc AO DE HISTORIA NATURAL. 19 riaciones de temperatura en el fondo del lago de Ginebra, las cuales, en los años no extremados, se dejan sentir hasta 60 y 100 m. las estivales, y la variacion diurna hasta 10 y 15 m. Desde el crudo invierno de 79 á 80, parece que la temperatura de las profundas aguas de aquel gran lago ha subido de 0,5". El Sr. Sarasin, de Ginebra, mandó á la seccion una Memo- ria sobre los índices de refraccion del espato fluor. El profesor Clausius, de Bona, dió conocimiento de la teo- ría por él inventada, sobre las máquinas dinamo-eléctricas. El profesor Weber, de Zurich, expuso sus investigaciones acerca de la conductibilidad calorífica de los líquidos y gases, de los cuales deduce: 1.”, que la conductibilidad aumenta cuanto más sencilla se hace la estructura molecular; y 2.”, que permanece la misma, cuando el número de átomos de la mo- lécula no varía. El Sr. Dufour, de Lausana, ofrece los resultados obtenidos en el laboratorio de aquella Academia sobre electricidad at- mosférica. El profesor Meyer, enseñó diversos aparatos para la deter minacion de las densidades de los gases sometidos á muy al- tas temperaturas. Por fin, el Dr. Trech, presentó una lámpara alimentada con éter de petróleo. En la seccion de Zoología, el profesor Fol, de Ginebra, hizo una comunicacion acerca del origen de la individualidad en los animales superiores ; la importancia de tan curiosas inves: tigaciones estriba principalmente en que tienden, nada me- nos que á explicar de un modo satisfactorio, el procedimiento que la naturaleza emplea en la formacion de las monstruosi- dades orgánicas. El Dr. Stoll, de Zurich, leyó una reseña de la fauna de Guatemala, como resultado del viaje que hizo por América : las especies zoológicas de aquel territorio reconocen, en sen- tir de aquel naturalista, tres orígenes diferentes, pues las unas proceden del Sur de América, habiendo emigrado por los ba- jos bosques; las otras son del continente septentrional, cuya invasion hubo de verificarse por las altas mesetas de los An— des, y las formas orgánicas de las grandes Antillas, introdu- cidas por dispersion, ó bien por la antigua existencia de un istmo que desapareció. 20 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA El Dr. Imhof, de Zurich, discurrió y adujo datos muy cu— riosos, acerca de la fauna pelágica de los lagos suizos. En la seccion de Botánica el Dr. Schreeter, leyó una inte- resante comunicacion sobre la flora nival de Suiza del insigne Osvaldo Heer, ausente el dia en que se inauguraron las tareas del Congreso, y el propio profesor, presente en otra sesion, ha- bló sobre la flora fósil de Groenlandia, ambos estudios intere— santísimos como todos los suyos, y los últimos del infatigable naturalista á quien tanto debe la ciencia del reino vegetal, pues falleció en Lausana el 27 de Setiembre, á una edad avanzada. El nieto del gran Decandolle, siguiendo la gloriosa senda recorrida en el campo botánico por el abuelo y el padre, con- firmó con experimentos muy delicados, hechos á presencia de los asistentes á la seccion, el resultado de sus investigaciones fisiológicas acerca de la funcion que desempeña el protoplas-- ma vegetal en la produccion de ciertas particularidades que ofrecen los vasos y las células. El mismo C. Decandolle expu- so los estudios por él realizados para determinar hasta qué punto la estructura anatómica de las hojas pudiera explicar el controvertido origen del Cytisus Adami. En la seccion de Medicina, el Dr. Klebs, de Zurich, discur-- rió extensamente sobre las trasformaciones de la especie hu- mana, como resultado de varias y poderosas causas, pero en especial producidas por afecciones patológicas, asunto intere- santisimo y que trató de mano maestra el famoso Director del Instituto patológico de aquella Escuela, relacionándolo con la influencia que ejercen los micro-organismos en el desarrollo de determinadas dolencias llamadas zimóticas. El profesor Keelliker, de Wurzburgo, habló sobre la forma- cion de las hojas germinativas en el embrion. El profesor His, de Leipzig, discurrió acerca del desarrollo del timo, órgano formado de un tejido especial que aquel ilus- tre médico llama parablástico. El Dr. Monakow, de Saint-Pirninsberg, disertó sobre los nervios ópticos, y de sus relaciones con las capas corticales del cerebro. El profesor Eberth leyó una comunicacion relativa á la- pleuresía infecciosa del conejo, que atribuye á un microfito- (eschizomiceto) diferente del que ocasiona la neumonía fibri- nosa del hombre. DE HISTORIA NATURAL, 21 Por último, el profesor Luchsinger, presentó observaciones muy curiosas sobre el mecanismo de la rumia en los mamí- feros. Con esto, y las comunicaciones de Suess y Heim que ante— ceden hechas en la seccion de Geología, puede formarse idea, siquiera imperfecta, por la torpeza del relator, de la impor- tancia que alcanzó la reunion en Zurich de la Sociedad hel- vética de Ciencias naturales, siempre atenta á llenar cumpli- damente los altos deberes para con la patria y la ciencia contraidos. En el año actual se celebrará el Congreso suizo en Lucerna, abrigando el firme propósito y la grata esperanza de concurrir á la capital de aquel agreste y encantador lago de los cuatro cantones, seguro de sacar provecho intelectual en las discusiones de la Asamblea y goces inexplicables, tanto de los sentidos como del alma, en las excursiones geológicas que Dios mediante haremos por aquellas montañas: ¿me dejareis ir solo como hasta aqui? Fundados motivos tengo para creer que no, de lo que me regocijo ya anticipadamente. En cuanto á las resoluciones tomadas por la Asamblea geo- lógica, consignadas se hallan en el abreviado libro de actas que acabo de recibir del presidente Sr. Capellini, y del que tengo la satisfaccion de ofrecer un ejemplar á la Sociedad. En resúmen, puede decirse que lo más importante se refie- re á la comunicacion de nomenclatura y á la leyenda de la carta geológica de Europa, aprobando: 1.”, que el gault debe agregarse al cretáceo inferior si no es posible admitir en este terreno tres divisiones; ?.”, que se borre de la explicacion de la carta el nombre de flisch por lo ocasionado á error de su em- pleo; 3.”, que el horizonte retiense se agregue al lías; 4.”, que se adopte lo propuesto por el comité suizo en lo tocante á los grupos que deben admitirse en las rocas eruptivas y gama de colores que los representen; 5.”, que se agrupen bajo la de- nominacion de sistema 6 terreno arcáico, los tres primeros nú- meros de la escala geológica y así sucesivamente respecto á las divisiones generalmente admitidas. El Congreso recibió con aplauso el proyecto del Sr. Neu- mayr, de Viena, de publicar un Nomenclátor paleontológico, acordando se apoyara con un brillante informe del Secretario Sr. Fontannes, el pensamiento, que de seguro se aprobará en la sesion de Berlin, | 22 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Propúsose tambien la publicacion de una Revista interna— cional de Geología, y que se llevara á cabo el Diccionario de voces geografico-geológicas redactado por mí, del cual llevaba dos copias, que entregué á los Sres. Cárlos Mayer, de Zurich, y Mister Hughes, de Cambridge, para poner la sinonimia en aleman é inglés. Por último, no habiendo podido obtener del Gobierno su aquiescencia respecto á contribuir á los gastos de la carta geo- lógica de Europa, por causas que no quiero nombrar, el Con- egreso acordó servirse de la vía diplomática para obligarnos á hacer lo que han hecho ya las restantes naciones de Europa, incluso el mismo Portugal. Para no fatigar sobrado vuestra atencion, dejo el relato de los Congresos de Rouen y Charleville para otra sesion.» Sesion del 5 de Marzo de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Dió cuenta el señor Secretario de las comunicaciones si- guientes: Del Secretario de la Sociedad científica argentina, remitien- do un ejemplar de la obra relativa al Sistema de pesas y medi- das de la República Argentina ; Del Secretario de la Sociedad urálica de amantes de las cien- cias naturales y de los Bibliotecarios de la Universidad Real de Noruega en Christianía, y de la fundacion de ?. 7eyler van der Hulst de Harlem, acusando recibo de los cuadernos 2.” y 3.” del tomo x11 de los ANALES; Del Sr. D. G. C. W. Bohnensieg, que remite un ejemplar para la Biblioteca de la Sociedad, de los tomos vi y vu de su Repertorium annuum Literature Botanice periodice; Y de los señores D. Albino Giraldes, dando gracias por su admision como socio, y D. Ricardo Heredia, que dice no puede continuar siéndolo. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: Á cambio; The American Naturalist.—Tomo xvi, núm. 2. DE HISTORIA NATURAL. 23 Journal of the Royal Microscopical Sociely.—Serie 11, tomo 1v, parte 1.* Entomologisk Tidskrift.—Año 1v, cuadernos 1-4. Zoologischer Anzeiger.—Tomo vir, números 159 y 160. Bulletin of the Museum of Comparative Zoúlogy. — Año XI, números 5-9. Bulletin de la Société Entomologique de Belgique.—Serie 3.*, núm. 41. Bulletin de la Société Géologique de France.—Serie 3.”, t. XI, números 2 y 3; xtr, núm. 3. Bulletin de la Sociéte Zoologique de France.—Año vin, nú- meros 5 y 6. Bulletin de la Société des Sciences historiques el naturelles de Sémur.—AñOs XvIn y xix (1881-82). Statuts el Reglements de la Société A cademique Franco-hispano- ¿ortugaise de Toulouse.—Bulletin, tomo 1v, núm. 4. Revista da Sociedade de Instruccao do Porto.—Año m1, núm. 8. Censo general de la provincia de Buenos Aires, demográfico, agricola, industrial, comercial, etc., verificado el 9 de Octubre de 1881. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid.—Tomo xv, n.* 6. Crónica cientifica de Barcelona.—Año vn, números 148 y 149. Como donativo; Semanario Farmacéutico.— Año x11, números 19 y 20; remi- tidos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Repertoriwm anauum Literature Botanice periodice, por don G. C. W. Bohnensieg.—Tomos vi y vir; donativo del autor. Recherches sur le développement des podwrelles, por D. M. Vic- tor Lemoine; regalo del autor. Note sur les glomérides de la Belgiqne, por D. A. Preudhomme de Borre; regalo del autor. Sur la Cicindela maritima Dejean et la variéte maritima de la Cicindela hybrida, por los Sres. D. J.-L. Weyers y D. A. Preud- homme de Borre; regalo de los autores. Science el Natwre.—Año 1, núm. 10; regalo del editor. Commission internationale powr Uunification de la nomencla—- ture géologique.—Cireulaire.—Bologne, le 25 février 1884; regalo de la expresada Comision. M. Sanz, San Bernardo, 94, 1.”, Madrid.— Coléopteres d'Es- pague, catalogue n* 11; regalo del autor. A ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —Quedó admitido como socio el señor Lauffer (D. Jorge), de Madrid, | propuesto por D. Serafin de Uhagon. —El señor Secretario anunció la remision de las láminas 1 y 1 y la continuacion del texto de la Sinopsis de las Diato- maceas de Asturias por el Sr. D. Alfredo Truan, que se acordó remitir á la Comision de publicacion. —Dió cuenta en extracto el señor Uhagon (D. Serafin) de un estudio intitulado A7achnides obserrés 4 Miranda de Ebro au mois d'aott 1883, par E. Simon, note sur les mollusques el liste des coléopteres recueillis dans laméme localité, par M. E. Si- mon, J. R. Bovwrguignal et S. de Uhagon, que se acordó pasara á la Comision de publicacion. —El señor Calderon y Arana (D. Salvador) leyó lo siguiente: Trabajos del Dr. Meyer sobre las islas Filipinas. Una de las noticias adquiridas á mi paso por Alemania, visi- tando los museos de Historia natural que más me interesaron, es la referente al riquísimo material reunido en Dresde en punto á producciones naturales de las islas Filipinas. Este material, cuya recoleccion y estudio bastaria por sí solo para crear á su autor una merecida reputacion científica, es obra del celo y especial interés por la naturaleza oceánica del doc- tor D. Adolfo Bernardo Meyer, director del Museo imperial zoológico, antropológico y etnográfico de dicha ciudad, con cuya amistad me honro, persona en quien se reunen dotes tan extraordinarias de entusiasmo, talento é iniciativa, como re— vela la constitucion y arreglo originalísimo del valioso esta- blecimiento que dirige, del cual me he ocupado en mi ligero trabajo sobre esta clase de instituciones científicas. No dudando del especial interés que inspiran á esta Socie— «lad cuantas noticias se refieran á la literatura científica de nuestro país, y deseoso tambien de conocer los trabajos que hubiera producido el estudio de las colecciones en cuestion, hube de suplicar al Dr. Meyer me enviase una nota bibliográ- " DE HISTORIA NATURAL. 25 fica detallada sobre el particular, con la cual acaba de favo- recerme, y es la que presento á continuacion. Muchas de estas publicaciones son poco conocidas entre nosotros, y varias no constan en las obras bibliográficas más completas de esta ciencia, de suyo difíciles de consultar para la generalidad; así que como trabajo de conjunto, realizado por el mismo au- tor, podrá á mi juicio ser útil á cuantos se interesan por la Historia natural de nuestras colonias y de la region filipina en particular. Comprende esta enumeracion dos partes, relativa la primera á las publicaciones del doctor Meyer sobre las islas Filipinas, y la otra concerniente á las de diversos naturalistas realizadas en vista de los materiales por él recogidos, que dan entre unas y otras un total de 53 trabajos, de los cuales 25 se refieren á zoología, 18 á antropología y etnografía, 3 á lingriística, 24 botánica, 4 á mineralogía y geología y 1 á meteorología. La lista es la siguiente: A. Publicaciones del Dr. A. B. Meyer. 1872. Earthquakes on the Philippine Islands. (Nature, t. y, p. 422 y t. vi, p. 180.) 1872. The population of the Philippine Islands. (Id., t. vi, p. 162.) 1872. Typhoon at Cebu. (Id., t. vi, p. 180.) 1873. Ueber die Negritos der Philippinen. (Nat. Tijdschr. voor Ned. Ind. XXXIH, p. 32, con una lámina.) 1873. Ueber die Einwohnerzahl der Philippinischen Inseln. (Tijdschr. voor taal-, land- en volkenkunde, en el Ned. Ind.,t. xx, p. 434.) 1873. Ein Beitrag zu der Kenntniss der Sprachen auf Mindanao, Sology und Siau, der Papuas der Astrolabebay auf Neu Guinea, der Ne- gritos der Philippinen und einige Bemerkungen úber Herrn Rie- del's Uebersetzungen ins Tagalische und Visayasche. (Id., p. 441.) 1873, Ueber den Fundort der von mir úberbrachten Skelete und Schádel von Negritos, sowie úber die Verbreitung der Negritos auf den Philippinen. (Zeitschr. fúr Ethnologie, t. y, p. 90.) 1874. The Habitat of Pelargopsis gigantea. (Ann. and Mag. Nat. Hist. 4. ser. xt, p. 401 y 475.) 1874. Note on the Habitat of Psetalia globulosa and Labaria hemispherica Gray. (Id., p. 66.) 1874. Ueber die Negritosprache. (Zeitschr. fiir Ethnologie, t. vi, p. 255.) 2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA 1874. Finige Bemerkungen úber den Werth, welcher im Allgemeinen den Angaben in Betreff der Herkunft menschlicher Schádel aus dem Ostindischen Archipel beizumessen ist. (Mitth. der Anthropologis- chen Ges. zu Wien., t. 1v, p. 234.) 1874. Die Einwohnerzahl der Philippinischen Inseln in 1871. (Petermann's Mittheilungen, p. 17.) 1874. Die Negritos der Philippinen. (1d., p. 19.) 1875. On Hyalonema cebuense Higgin. (Ann. and Mag. Nat. Hist. 4. ser., t. XVI, p. 76.) 1875. Earthquake on the Philippine Islands. (Nature, t. xt, p. 194.) 1875. Sawfish inhabiting fresh water. (Id. xnx, p. 167.) 1875. Ueber die Beziehungen zwischen Negritos und Papuas. (Zeitschr. fir Ethnologie, t. vu, p. 47.) 5. Ueber Coryllis. (Gefiederte Welt, t. 1v, p, 229.) 7. Ueber einige neue und wenig bekannte Philippinische Hexactinelli- den (en colaboracion con W. Marshall). (Mitth. a. d. kgl. zoolog. Museum zu Dresden, t. 1, p. 261, con dos grabados. Las nuevas especies: Hyalocaulus simplex, Myliusia Zittelii, Aulodictyon costi- ferum y A. intermedium. 1877. Ueber die Loriculus-Arten der Philippinischen Inseln. (Rowley's Ornithological Miscellany, t. 1, p. 231.) 1877. Ueber die Pittas der Philippinischen Inseln. (Id., p. 327.) 1878. Ueber die Negritos oder Aétas der Philippinen; con dos grabados. Dresden. 1878. Ueber den Tabaksbau auf den Philippinen. Batavia. 1878. Farthquakes on the Philippines in the year 1876 according to the publication of the Ateneo Municipal. (Nature, t. xvr, April.) 1880. Ueber die in europáischen Muscen vorhandenen Negrito-Skelete von den Philippinen. (Berichte d. Naturforsch. Gres. zu Leipzig, p. 32.) 1881. Ueber Kiúnstlich deformirte Schádel von Borneo und Mindanao im Anthropologischen Museum zu Dresden. Con una lámina. Leipzig, 4.0, 35 págs. 1881. Die Negrito Sprache und Herrn Mund Lauff's Forschungen auf den Philippinen. (Das Ausland; vol. Lv, 35-8.) 3 Publicaciones de otros naturalistas sobre las colecciones zoológicas y antropológicas filipinas recogidas 7.07 el Dr. A. B. Meyer. 1872. W. Peters (Berlin): Ueber eine neue von Herrn Dr. A. B. Meyer auf Luzon entdeckte Art von Eidechsen (Lygosoma — Hinulia— leucos- á pilos). (Monatsber. der k. preuss. Akad. d. Wiss., p. 684.) E 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1873. 1873. DE HISTORIA NATURAL. 27 2. W. Peters: Ueber eine neue Gattung der Flederthiere: Tylonycteris: T. Meyeri von Luzon. (Monatsber. der k. preuss. Akad. d. Wiss., p. 705.) A, Gúnther (London): Notice of some species of fishes from the Phi- lippine Is. (Ann. Mag. Nat. Hist. 4. ser. x, p. 397. Las especies nuevas: Platycephalus fasciatus, Otolithus leuciscus, Atherina lineata y Salarias holomelas.) 2, A. Giinther: On Psammoperca and Cnidon. (Td., p. 426.) (Ps, waigien- sis de Manila.) . Lord Walden (London): On two new species of birds from the Phi- lippine Islands. (Id., p. 252.) (Hyloterpe philippinensis y Orthoto- mus castanetceps). P. L. Selater (London): On a new Parrakeet of the genus Loriculus, from the Philippine Islands. (The bis, 3. ser. 11, p. 323, con un grabado.) J. E. Gray (London): Notice of a new netted sponge (Meyerella) from the Philippines. (Ann. Mag. Nat. Hist., 4. ser., t: x, p. 76.) J. E. Gray: On a new genus of Hexaradiate and other sponges dis- covered in the Phil. Is. by Dr. A. B. Meyer. (Id., p. 134.) (Meyerina claviformis, Crateromorpha Meyeri y Rossella philippinensis.) H. J. Carter (London): Description of two new sponges from the Phil. Is. (Id., p. 110.) [ Meyerina claviformis y Crateromorpha Me- yeri.) 2. R. Virchow (Berlin): Ueber Negrito-und Igorroten-Scháidel und Ske- lete von den Philippinen. (Zeitschr. fir Ethnologie, t. 1v, p. 204). 2, R. Virchow: Ueber Negrito-Schádel und Skelete von Dr. Meyer- (Corr. Blatt. d. deutschen Ges. f. Anthropologie, p. 58.) 3. A. Giinther (London): Notes on Some Reptiles and Batrachians ob- tained by Dr. A. B. Meyer in Celebes and The Philippine Islands. (Proc. Zool. Soc., p. 165; con dos láminas.) Las nuevas especies de Filipinas: Oligodon notospilus, Zaocys luzoniensis, Polypedates simi- lis, Platymantis Meyeri.) . E. von Martens (Berlin): Beschreibung einer neuen Cochlostyla von Luzon (C. fuliginata). (Malakozool. Blátter, i. xxt, p. 46.) . Lord Walden (London): Notice of a Memoir on the Birds of the Phi- lippine archipelago. (Proc. Zool. Soc., p. 519.) . 3. E. Gray (London): On two new free sponges from Singapore (rec- tius Cebu). Ann. Mag. Nat. Nat. Hist., 4. ser. xt, p. 234.) (Psetalia globulosa y Labaria hemispheerica.) H. J. Carter (London): Description of Labaria hemispherica Gray, a new species of hexactinellid sponge. (Id., p. 275.) R. Virchow (Berlin): Negrito-und Igorroten-Schádel und Skelete. (En el Jagor's Reisen in den Philippinen, p. 374. Con grabados.) 28 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA 1873. Dr. Pincus (Berlin): Ueber die Haare der Negritos. (Zeitschr. fitr Eth- nologie, t. y, p. 155.) 1874. H. Steinthal (Berlin): Ueber die Vólker und Sprachen des grossen Oceans. (Zeitschr. f. Ethnologie, t, v1, p. 83.) 1874. Lord Walden (London): Description of two new species of birds. (Ann. Mag. Nat. Hist., ser. 4.2, t, xu1, p. 123.) (Pelargopsis gigantea de Sulu.) 1874. J. E. Gray (London): The Habitat of Labaria hemispherica. (1d., p. 188.) 1875. H. J. Carter (London): On the genus Rossella. (Id., xv, p. 113.) (R. philippinensis Gray, con una lámina.) 1875. Lord Walden (London): A List of the birds known to inhabit the Philippine Islands. (Trans. Zoolog. Soc., t. 1x, p. 125; con 12 láms.). 1877. J. 5. Bowerbank (England): Description of five new species of spon- ges discovered by A. B. Meyer on the Philippine Islands and New Guinea. (Proc. Zool. Soc., p. 456.) (Lsodictya aspera y Hyalonema anomalum de las Filipinas.) 1877. A. Frenzel (Freiberg): Mineralogisches aus dem Ostindischen Archi- pel. (Mineralogische Mittheiluangen; cuaderno 3.0, p. 297.) 1878. E. J. Miers (London;: On species of Crustacea living within the Ve- nus's Flower basket / Euplectella) and in Meyerina claviformis. (Journ. Linn. Soc. Zool., t. xu1, p. 510.) Sesion del 2 de Abril de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Dió cuenta el señor Secretario de las comunicaciones si- guientes: De los secretarios del Instituto Smithsoniano, de la Acade- mia Real de Ciencias de Lisboa y de la Sociedad de Instruc- cion de Porto, acusando recibo del cuaderno 3.” del tomo xI1 de los ANALES; Del Secretario general de la Sociedad de Geografía de To- louse, dando detalles de los preparativos para la Exposicion internacional que se ha de verificar en aquella capital; Del Presidente de la Sociedad académica franco-hispano- postuguesa, remitiendo un folleto del doctor Bourru acerca de la distribucion geográfica de las epidemias pestilenciales; Del Presidente de la Comision internacional para la unifica- DE HISTORIA NATURAL. 29 cion de la nomenclatura geológica, informando que se abrirá la sesion del tercer congreso geológico internacional hácia el tin del mes de Setiembre; Del Secretario general de la Real Academia de Ciencias exac- tas, físicas y naturales, diciendo que se puede recoger un pa- quete de libros que procedente de la Universidad de Christia— nía, y con destino á esta Sociedad, se ha recibido en la Secre- taría de la citada corporacion ; Y del Presidente de la Asociacion para la enseñanza de la mujer, remitiendo una circular-convocatoria relativa á la ins- talacion y sostenimiento de la escuela que se está edificando en el barrio del Perchel de Málaga. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: Á cambio; Universitas Regia Fredericiana.—Btudes sur les mourements de Patmosphere par Guldberg el Mohn, 1* partie, 1876; 2* partie, 1880.—Carcinologiske bidrag til Norges Fauna af G. 0. Sars. 1 Monographi over de ved Norges kister forekommende mysider. Tredie hefte, 1879.— Classification der Fliáchen nach der trans- Jormationsgqruppe ihrer geodátischen curven von Sophus Lie, 1879.—Vezrtlivet ¿1 Norge med serligt hensyn til Plantegeogra— phien af Dr. F.C. Sehúbeler, 1879.—Enumeratio insectorum nor- vegicorum, fase. v, auctore 11. -Siebke, 1880.—Krystallographisk- chemiske undersogelser af Th. Hiortdahl, 1881.— Die silurischen Pltagen 21d 3 im kristianiagebiet und auf Eker von W. C. Brog- yer, 1882.—Fortegnelse over den Tilvezxt, som det Kgl. Frederiks Universitets Bibliothek har erholdti Aarene 1880-81, 1883. Bulletin de la Société Ouralienne 'amatewrs des sciences natu- relles.—Tomo vir, entrega 3.* , Royal Microscopical Society. —List 0f felloms, 1884. Proceedings of the Zoological Society of London. Inder. 1871- 1880.—Año 1882, part. 1-4; 1883, part. 1.* y 2.*, A List of the Jellows, 1882, 1883. Siteungsberichte der physikal-medicin. Gesellschaft zu Wiirz- bur7.—Año 1883. Zoologischer Anzeiger.—Año viu, números 161-164. Bulletin de la Société (réeologique de France.—3.* serie, t. xn, número 4. Bulletin de la Sociéte Impériale des Naturalistes de Moscow.— Año 1881, núm. 2; 1882, núm. 2; 1883, números 1 y 2. 30 ACTAS DE LA :'SOCIEDAD ESPAÑOLA Bulletin de la Société des Sciences historiques el naturelles de Semaur (Cóte-d'Or).—Año xvi. Anmales de la Société Entomologique de Belgique.—Tomo xxv. Revue de Botanique de la Société francaise de Botanique.—Nú- meros 8-21. Anales de la Sociedad Cientifica argentina. — Tomo xvir, en- trega 2.” Boletin de la Sociedad Geográfica.—Tomo xvt, números 1 y 2. Crómca cientifica de Barcelona — Año via, números 150-152. Como donativo: Semanario Farmacéutico.—Año x11, números 22-27: remiti- dos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Prospetto della Fauna del mare Adriatico, por D. Miguel Stossich; regalo del autor. Géographie des épidémies de fievre jaune, moyens de sen garan- tiv.—Distribution géographique des grandes épidémies pestilen- tielles, leurs dangers actuels, moyens de sen garantir, por el doc- tor D. H. Bourru; regalo del autor. Statuts de "Institut privé du Midi siégeant a Toulouse; vremi- tido por el mismo. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —Se hicieron dos propuestas de socios. —El señor Laguna presentó ejemplares de la Myrica (rale L. y del Leocarpus vermicosus Lk. La primera es planta bastante conocida, que se extiende, como es sabido, por el Norte de Europa, América y Asia, pero que escasea en el Sur de Euro- pa, faltando por completo en Italia; en España sólo se habia indicado hasta ahora en algunos puntos de Galicia, especial- mente hácia la parte de Santiago y orillas del rio Tambre; en una excursion verificada hace poco tiempo por los alumnos de la Escuela de Ingenieros de Montes, bajo la direccion de nuestro consocio D. Pedro de Ávila, profesor de dicha Escuela, halló éste la Myrica con alguna abundancia en un extenso trampal, donde se unen los Pinares de San Leonardo y de On- toria del Pinar, pertenecientes á las provincias de Soria y de Burgos, localidad completamente nueva para el Mir!o 6 Avra- Yan de Brabante, segun vulgarmente suele llamarse á esta planta. El Zeocarpus recogido por el Sr. Laguna en el robledal de la Herrería del Escorial es un hongo nuevo, por su género y por DE HISTORIA NATURAL. 31 su especie, para la Flora criptogámica española, y pertene- ciente al grupo interesantísimo de los Micetozoos, llamado así por Bary y otros célebres micetólogos por hallarse en el límite, cada dia ménos marcado, que separa los animales de los vege- tales; de ese grupo que cuenta ya en Europa con unas doscien- tas especies, no llegan á una docena las halladas hasta ahora en España. —$Se leyó una comunicacion del Ilmo. Sr. D. Luis Álvarez Alvistur, en la cual ruega que se examinen para su determi- nacion dos trozos de una roca procedentes de la provincia de Córdoba, y de la propiedad de D. Alejandro Pontes. Por invi- tacion del señor Presidente aceptó el señor Vilanova el encargo de examinar los ejemplares que se exhibieron, y prometió re- mitir su informe á la Secretaría para que se pudiera poner en conocimiento del Sr. Álvarez Alvistur. —El señor Vilanova anunció la muerte del insigne sabio Sella, Presidente de la Academia di Nuovi Lincei, invitando á los socios presentes para que contribuyeran á los gastos de construccion de una corona fúnebre de bronce que se le dedi- ca en su patria. La Sociedad oyó con sentimiento la noticia de tan sensible pérdida. Habló tambien el citado señor de los nuevos y considerables recursos que el principe imperial de Alemania, el gobierno de Italia, el municipio de Nápoles y la Real Academia de Cien- cias de Berlin han ofrecido al Sr. Dohrn, Director de la muy conocida Estacion zoológica que fundó y dirige, y cuyo en- sanche se hace preciso en razon de ser ya pequeños los labo- ratorios de la misma, por el muy considerable número de na- turalistas y estudiantes de casi todos los paises que á ellos acuden. —El señor Bolivar manifestó que en una excursion reciente- mente verificada por los cerros que rodean al Escorial habia tenido ocasion de recoger diversos insectos notables que es- taba muy léjos de tener por comunes, y que lo son sin duda alguna, si bien por no llevar medios convenientes para su re- coleccion sólo habia polido conservar tres 6 cuatro ejemplares, proponiéndose volver al mismo sitio á la mayor brevedad á fin de procurarse un mayor número, suficiente á esclarecer las dudas que se le ocurren acerca de su clasificacion. Correspon- den estos insectos al grupo de los Zisanuros y al de los Calem- 32 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA bolos, y son dos de ellos, cuando ménos, especies nuevas para la ciencia. Los géneros Camzodea y Japyz, á que pertenecen, contienen cada uno dos especies que hasta ahora no se habian citado de España. Representan estos insectos las formas de transicion entre los miriápodos y los verdaderos insectos; su cuerpo es prolongado y estrecho, perfectamente segmentado, y tanto los anillos torácicos como los abdominales, llevan apéndices articulados, si bien los correspondientes á los ani- llos torácicos son mucho mayores, y los únicos que tienen la forma de verdaderas patas; no han llegado los anillos torácicos á confundirse para constituir un verdadero torax, pero sin em- bargo, por su mayor volúmen se han diferenciado ya de los restantes; es decir, que por su forma estos insectos recuerdan dos larvas de muchos insectos de metamorfosis complicadas 6 completas, y de aquí que el nombre del primero de los géneros citados se haya tomado para designar estas larvas, y que se diga que ciertos insectos presentan al nacer la forma campo- dea, de igual manera que se dice de los crustáceos que ofrecen la forma cipris 6 la forma nauplius en determinados momen—- tos de su desarrollo. El abdómen en el género Campodea se termina por dos filamentos multiarticulados y muy movibles, y en el Japyz por unas pinzas semejantes á las de los dermáp- teros, y de igual modo córneas y resistentes. Uno y otro viven debajo de las piedras, entre los detritus acumulados debajo de ellas. Con posterioridad he vuelto á hallar el Campodea en los alrededores de Madrid, proponiéndome estudiar ambas es- pecies y participar á la Sociedad el resultado que obtenga. Tambien existe con notable abundancia en las mismas loca- lidades y en toda España, casi podria asegurarse, otro insecto que sería interesante conocer bajo todas sus formas: me refiero á la Embia, que vive debajo de las piedras y dentro de gale- rías 6 tubos de seda que ella misma fabrica. Todos los que ha- yan cazado insectos en los puntos indicados recordarán ha- berla visto; es un neuróptero sin alas, de color castaño Oscuro, y que se parece enteramente á un estafilinido, en especial á un Lithocaris; tiene los tarsos anteriores ensanchados y el cuer- po terminado por dos pequeños apéndices. Le conviene por completo la descripcion de la Embia Solier Ramb., especie encontrada en Marsella, y que se supone importada por los buques de las regiones cálidas en que habitan las demás es- DE HISTORIA NATURAL. 33 pecies del género: pero lo curioso es que Rambur describió su especie por individuos ápteros que consideró imperfectamente desarrollados, y esta es la opinion de todos los naturalistas que sobre esto han escrito; pero el hallar con tanta frecuencia la Embia referida en los alrededores de Madrid, y el no haberla encontrado nunca alada, me ha sugerido la idea de si esta es- pecie, á diferencia de lo que ocurre con las demás especies del género y áun de la familia (Zmbidos), no adquirirá alas, y de si serán, por tanto, adultos los individuos de gran tamaño que suelen encontrarse, y del mismo modo los que han servido al Sr. Lucas de asunto para las notas acerca de este insecto que aparecen en las últimas actas de la Sociedad Entomológica de Francia. De todos modos es cuestion interesante y que desea—- ria ver resuelta, áun cuando no lo fuese en el sentido que dejo indicado. Sesion del 7 de Mayo de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior fué aprobada. —El señor Secretario dió cuenta de las comunicaciones si- guientes: Del Director de la Exploracion geológica de los Estados- Unidos, expresando que se remiten las últimas publicaciones de la misma; Del Vicepresidente de la Sociedad imperial de Naturalistas de Moscou y de los secretarios de la Zoológica de Londres, de la Holandesa de Ciencias de Harlem y de la de Ciencias histó- ricas y naturales de Semur, dando cuenta del envío de algu- nos tomos pedidos para completar en lo posible las publica- ciones de las mismas en la biblioteca de nuestra Sociedad; Del conservador de la biblioteca del Museo Teyler, que en- via los cuadernos 2-4 del tomo 1v y 1.” del v de los Archivos del mismo; Y de la Direccion de la Sociedad de Historia natural de Steiermark de Graz, que al mismo tiempo que remite tres fo- lletos solicita el cambio con los AnazEs de la Sociedad, que acordó autorizar á su Comision de publicacion para resolver sobre este asunto lo más conveniente. ACTAS DE LA SOC. ESP.— XIII. 3 31 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: Á cambio; Proceedings of the Americin Association for the Advancement of Science.—Tomo XxIx, partes 1.* y 2.* Journal of the Royal Microscopical Society. —Serie 2.*, t. 1v, parte 2.” Proceedings of the Zooloyical Society of London.—Año 1875, partes 1-3; 1883, parte 4.” Botanisk Tidskriftudgivet af den Botaniske Forening i Kjoben- haon.—3.* serie, tomo 11, cuad. 2-4; 111, cuad. 1-4; x11, cuader- nos 1-4; x1u1, cuad. 1-4; x1v, cuad. 1."— Meddelelser fra den Botamiske Porening i Kjobenhavn, números 1-4. Zoologischer Anzeiger.—Año vir, núm. 165. Archives du Musée Teyler.—Tomo tv, cuad. 2-4; v, cuad. 1.* Bulletin de la Société Impériale des Naturalistes de Moscou.— Año 1883, núm. 3. Bulletin de la Société Géologique de France. —Serie 3.*, €. IX, número 7. Bulletin de la Société academique franco-hispano-portugaise de Toulouse.—Tomo v, núm. 1.” Revista da Sociedade de Instruccao do Porto.—Año 11, núm. 9. Crónica cientifica de Barcelona.— Año va, núm. 153. Como donativo; Semanario Farmacéutico. —Año xt1, números 27-30; regala- dos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Considérations sur le genre. Mésange (Parus), por D. Edm. de Sélys-Longchamps; regalo del autor. Observations sur les orthopteres d' Europe et du Bassin de la Mediterranée, por D. Ignacio Bolívar; regalo del autor. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —(Quedaron admitidos como socios los señores Caparros (D. Alfonso), de Madrid, y Cazurro (D. Manuel), de Madrid, propuestos por D. Ignacio Bolívar. —S$Se hicieron cuatro propuestas de socios. —El señor Secretario dijo que habia dado conocimiento al Sr. Álvarez Alvistur del informe relativo á los objetos presen tados en la sesion de Abril del corriente año, procedentes de la provincia de Córdoba y de la propiedad del Sr. Pontes, emi- DE HISTORIA NATURAL. 35 tido por el Sr. D. Juan Vilanova, que por ningun medio ha encontrado en los mismos el menor vestigio orgánico, y en cuyo concepto no son fósiles, sino sólo una forma caprichosa que tomó la arenisca 0 cuarcita probablemente del terreno si- lúrico de algun punto de la Sierra Morena. La Sociedad acordó dar las gracias al Sr. Vilanova por haber desempeñado tan pronto la comision que aceptó con su amabilidad acostum- brada. —Se dió cuenta por el Sr. D. José Macpherson de su Descrip- cion petrográfica de las rocas arcdicas de la cordillera Carjetana, y por el señor Secretario de la Kzcursion entomológica d varias localidades de la provincia de Gerona, por D. Miguel Cuní, que se acordó pasaran á la Comision de publicacion. El señor Presidente, haciéndose intérprete de los sentim:en- tos de los asistentes á la sesion, y al poner en su conocimiento la sensible pérdida del distinguido ingeniero de Minas D. José Vilanova, propuso, y la Sociedad acordó, que se inserte en las Actas una Nota biográfica en la forma que se han escrito las de otros apreciables consocios. Sesion del 4 de Junio de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. Asiste á la sesion el Sr. Vayreda y Vila (D. Estanislao), de Besalú. —El señor Secretario dió cuenta de las comunicaciones si- guientes: Del Archivero de la Sociedad Botánica de Copenhague, que da cuenta de haber sido remitidos los tomos x (cuadernos 2-4), XI, XI, XHI, xIv (cuaderno 1.”) del Botanisk Tidskrift, y los números 1-4 del Meddelelser, que publica la misma, así como del recibo del cuaderno 3.* del tomo xu1 y 1.” del xr de los ANALES; Del Secretario de la Sociedad Holandesa de Ciencias y Fun- dacion de P. Teyier van der Hulst, de Harlem, acusando recibo del cuaderno 1.” del tomo xt de los ANALES; Y del Bibliotecario de la Sociedad de Historia Natural de 36 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Glasgow, que pide los tomos 1-1v de los ANALES, y se acordó remitir los tomos 1-1v, cuya edicion no está agotada. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: A cambio; The American Naturalist.—Tomo xv, núm. 6. Zoologischer Anzeiger.—Año vir, números 166-168. Bulletin de la Société Zoologique de France.—Año 1884, par- LEAR Bulletino della Societa Entomologica Italiana. —Año xv, tri- mestre 4.” Anales de la Sociedad Cientifica argentina.— Tomo xvHn, en- tregas 3.* y 4.* Boletín de la Comision del Mapa geológico de España.—Tomo x. Revista da Sociedade de Instruccao do Porto.— Año 1, núme- ros 6-12; 11, números 1, 6,7, 9 y 10; 111, números 1 y 2. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid.—Tomo xvI, nú- meros 3.” y 4.” Crónica cientifica de Barcelona.—Año vit, números 154 y 155. Como donativo; Semanario Farmacéutico.— Año x11, números 31-35; remi- tidos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Anuario de la Real Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales, 1884; regalo de la expresada corporacion. Fauna ornitológica de la provincia de Gerona, por D. Estanis- lao Vayreda y Vila; regalo del autor. Plantas llamadas insectivoras, por D. Estanislao Vayreda y Vila; regalo del autor. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —(uedaron admitidos como socios los señores Frias y Marti (D. Juan), de Lorca, Lizarán Paterna (D. Fernando). de Lorca, Palomera y Chuecos (D. Meliton), de Lorca, propuestos por D. Odon de Buen y del Cos; y Rodriguez Aguado (D. Enrique), de Madrid, propuesto por D. Francisco Martinez y Saez. Se hicieron dos nuevas propuestas. —YEl señor Vayreda y Vila presentó un ejemplar de su Fauna ornitológica de la provincia de Gerona, ú sea breve descripcion DE HISTORIA NATURAL. 31 de las aves sedentarias en la misma y las de paso accidental 6 periódico, sus costumbres y alimentacion bajo el punto de vista de utilidad d perjuicio para el hombre y la agricultura en general. Consta esta obra de una Vota preliminar expo- niendo los límites y condiciones de la provincia, su riqueza ornitológica y los motivos que han inducido al autor á em- prender este trabajo. Siguen generalidades sobre anatomía in- terna y externa de las aves, que están tratadas con demasiada brevedad, suponiendo que este estudio iria acompañado de una lámina explicativa que no pudo obtenerse. — Instintos principales de las aves, emigracion, distribucion y habitacio- nes.—Número de aves observadas en la provincia: Rapaces ds secas oe sed ata ¿11548 PAjatosi. cia A SES Io MPA A 148 Trepadoras........- SS 26 Gallináceaa. a o Els (e 23 LAncudas. deals 70 Palmipedas ota SE aaa 71 TOTAD Site po ia ao a dolo fois 386 Zonas y regiones ornitológicas de la provincia.— Alturas principales conocidas. —Utilidad de las aves. —Método fácil para disecar las aves.—Clasificacion adoptada.—Obras consul- tadas.—Clasificacion con el nombre científico y algunos vul- gares castellanos y catalanes. —Descripcion de las especies, sus habitaciones respectivas y otras observaciones.—Catálogo de las especies agrupadas, en tres cuadros: 1.”, indiscutible- mente útiles; 2.”, de utilidad dudosa ó equilibrada con sus perjuicios; 3.”, dañinas; esto con indicacion debajo de cada género de los beneficios d perjuicios que reportan á la agri- cultura y al hombre, y al lado de cada especie un signo con- vencional que indica su procedencia si no son sedentarias. El señor Presidente, interpretando los sentimientos de la Sociedad, dió las gracias al Sr. Vayreda y Vila por el donativo del citado estudio ornitológico, que supone tanta laboriosidad por parte de su autor, y no puede ménos de ser muy útil para el conocimiento de nuestra fauna. —Oida con sentimiento la noticia de la muerte del señor Masferrer y Arquimbau (D. Ramon), acaecida recientemente 38 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA en las islas Filipinas, la Sociedad , para que pudiesen constar en sus Ac/as los servicios que tan apreciable consocio hizo á la Botánica, encargó al señor Vayreda y Vila la redaccion de la nota biográfica correspondiente. —Presentó el señor Vilanova algunas Su/furarias proceden- tes de las aguas minerales de Carratraca, que recogió en las mismas el Sr. Salgado, y habiendo hablado con este motivo de la necesidad que hay de la presencia del aire para que se desarrolle la materia orgánica ú organizable en las aguas mi- nerales, y de los estudios publicados por el Dr. Moreno res- pecto á las de algunos de los establecimientos españoles más importantes, se acordó que el señor Vicesecretario hiciese las gestiones que creyera convenientes para obtener del autor una noticia referente á tan interesante asunto. —El señor Bolivar (D. Ignacio) presentó una punta de flecha de piedra, y dijo le habia sido remitida por el Sr. D. Juan J. Puiggari desde Apiahy, en el Brasil, habiendo sido encon= trada en el camino de dicho punto á Iporanga. El Sr. Puiggarí destina este precioso ejemplar á las colecciones del Museo de Historia Natural de Madrid. —El señor Calderon y Arana (D. Salvador) leyó lo siguiente: Rocas ante-terciarias de las islas atlánticas. «En dos ocasiones me he ocupado en esta SocIEDAD, aunque incidentalmente, de la importante cuestion de si existen ó no en las islas Canarias representantes de ese antiguo continente tantas veces buscado por diversos naturalistas como la clave de variados problemas geológicos y geografico-zoológicos y botánicos, de esa famosa Atlántida que ligara en otro tiempo el viejo con el nuevo mundo, uniendo las islas que se hallan desparramadas entre ellos. Ya expuse (1) la controversia á que semejante teoría dió lugar, así como la del continente de For- bes, en las cuales el eminente paleontólogo Heer, los inmorta- les Hartung, Lyell, Darwin y Boué han desplegado inmenso talento en inducciones biológicas y geológicas que, sin em- (1) Reseña de las rocas de la isla volcánica Gran Canaria. ANAL. DE LA Soc. EspPAÑ. DE HisT. NaT., t. y. DE HISTORIA NATURAL. 39 bargo, no han podido llegar á una conclusion perfectamente establecida y segura. Un solo punto parecia hasta entonces dilucidado sólidamente: el de que todas las islas del hemis- ferio N. del Atlántico eran de naturaleza volcánica, como lo habían probado varios geológos tratándose de las principales y Darwin (1) de las menores no coralianas. Pero suscitábase la duda de si los materiales constitutivos de dichas islas y archipiélagos eran exclusivamente volcáni- cos, y en tanto terciarios 4 más modernos, ó si habia de unos y otros en cada isla ó en islas diferentes, cuestion que con los medios de investigacion que entonces se poseian no podia re— solverse con certeza y á la que ha venido recientemente á dar luces el estudio micrográfico de las rocas, cuyos resultados posteriores á mi última indicacion sobre el particular resu- miré brevemente. En una comunicacion que dirigí á la Sociedad geológica de Lóndres, leida en Junio de 1879 (2), notaba que las rocas de las islas Canarias se podian reducirá dos grandes tipos: el uno más antiguo, caracterizado por el predominio de la horn- blenda y el otro más reciente por el del piroxeno augita. Des- conocia yo á la sazon que el profesor Cohen (3), examinando algunas de las llamadas hiperstenitas de La Palma, que están en ella cubiertas 6 atravesadas por erupciones más recientes, llegaba á la conclusion de que eran ante-terciarias y perte- necientes á las diabasas, á las diabasas peridóticas, á las dio— ritas, á las sienitas, etc.; pero no en realidad á ningun mate- rial hipersténico. Por aquel tiempo me ocupaba además en redactar mi resúmen sobre la litología de Tenerife y Gran Ca- naria que vió la luz pública bastante despues en estos Ana- les (4), y asi falto todavía del valioso apoyo prestado por el inteligente profesor de Estrasburgo al esclarecimiento de la cuestion, la planteaba tímidamente con el solo auxilio de mis propias investigaciones, diciendo que si bien insistía en que muchas de las llamadas diabasas pizarrosas y pizarras meta— moórficas por los observadores anteriores á los progresos de la (1) Geological observations on volcanic Islands, 1844. (2) Quart. Journ. of the Geol. Soc.. t. Xxxv, 1879. (3) Ueder diesogenannte Hyperstenite von Palma.—Neues Jahrb., 176, p. 143. (4) Nuevas observaciones sobre la litología de Tenerife y Gran Canaria, ÁNAL. DE LA Soc. Esp. DE HisT. NAT., t. 1x, 1880. 40 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA micrografía mineral, eran, sin duda, verdaderas fonolitas piza- rrosas, como sostuve precedentemente, podia señalar en Gran Canaria, aunque (de un modo circunscrito, la existencia de rocas indudablemente ante-terciarias. Describí con este mo- tivo una diorita cuarcifera con titanita, epidota, moscovita y flogopita; una diabasa del Lomo del Capon y una porfirita epidótica de Las Rehoyas, localidades todas de dicha isla, cu- yos resultados concuerdan en un todo, como se ve, con los al- canzados por el profesor Cohen relativamente á la isla de La Palma (1). El profesor Doelter de Graz, con ocasion del xv aniversario de aquella Universidad y con posterioridad á los trabajos cita- dos, ha descrito las rocas del Cabo Verde, dividiéndolas en eruptivas antiguas y modernas y ocupándose entre las prime- ras de la foyaita, la sienita, la diorita y la diabasa (2). Todos los precedentes datos vienen á confirmar la notable intuicion con que Hartung (3) afirmaba que las erupciones volcánicas que constituyen los archipiélagos oceánicos se han derramado sobre cimientos plutónicos y eruptivos antiguos que forman arrugas en el seno de dicho mar. Pero, limitándome á los datos petrográficos modernos que voy resumiendo, debo hacer mérito de uno que ofrece mayor novedad que los hasta aquí mencionados: me refiero á una memoria publicada en los 4nales de la Sociedad belga de Mi- crografía por M. Renard, relativa á la litología de los mate- riales recogidos durante la expedicion del Clallenger en el arrecife de San Pablo (4). Estos escarpados afloramientos ro- (1) Recientemente ha recibido el Museo de Historia Natural un regalo de nuestro consocio y mi querido discípulo el Sr. Ripoche, consistente en una coleccion bas- tante rica de rocas de Fuerteventura. Figuran en ella además de abundantes tipos volcánicos iguales á los que he descrito de Tenerife y Gran Canaria, un buen nú- mero de cuarcitas y granitos normales, micáceos, anfibólicos y granatíferos, cuya abundancia constituiria un dato preciosísimo si estas rocas hubieran sido recogidas por este mismo señor y no quedase la duda, justificada por numerosos casos análogos, de que procedan de la playa y hayan sido trasportadas allá como lastre por buques venidos del N. de Europa ó de otro sitio. En todo caso las sienitas y las zircosienitas han sido citadas de esta isla por Hartung. /Nouv. mém. de la Soc. helv., 1857) y por Meunier /Compt. rend., 1874). (2) Zur Kenntniss der vulc. Gestein. und Mineral. der Caprerd'schen Inseln. Graz, 1882. (3) Geologische Beschreibung der Inseln Madeira und Porto Santo, p. 175. (4) Descrip. lithologique des récifs de St. Paul.—Anal. de la Soc. belge de Microsc. Bruselas, 1882, DE HISTORIA NATURAL. 41 cosos aislados en medio del Océano, á mitad de camino apro- ximadamente entre el Africa y la América del Sur, llaman desde luégo la atencion como los representantes más verosí- miles y probables de los últimos restos de continentes sumer- gidos, si es que se admite esta teoría, y asi lo declara termi- nantemente Boué (1). Es manifiesta la trascendencia de escla- recer la naturaleza terciaria ó ante-terciaria de semejantes materiales, en la que se han ocupado felizmente el talento y la erudicion de M. Renard. La roca en cuestion se compone casi exclusivamente de pe- ridoto: es una peridotita notable por su pureza y por lo poco alterada que se encuentra. Las secciones delgadas la muestran en el microscopio formada por una masa fundamental consti- tuida principalmente por pequeños granos incoloros, irregu- lares de olivino y de enstatita, algo de actinolita y granos brillantes de hierro cromatado. La estructura es microporfí- rica y pasa casi siempre á la zonal. Difícil es en el estado de los conocimientos petrográficos y geológicos sobre las rocas peridóticas, sacar con solo estos datos ninguna conclusion positiva en punto á la edad y orí- gen de los arrecifes de San Pablo. Es indudable que existen peridotitas de dos procedencias, unas eruptivas y otras que forman parte de los terrenos cristalinos, quedando una duda que solo podrian resolver los datos estratigráficos que desgra- ciadamente faltan allí, donde la roca en cuestion es única y se halla aislada. Con todo, careciendo de otra fuente de in- ducciones, M. Renard da importancia al parecido de esta roca con su análoga de los terrenos cristalinos y nota la posibili- dad de que en torno del punto ocupado por ella en los arreci- fes existieran en otro tiempo otros materiales entre los que la peridotita estuviera intercalada y que, denudados estos, haya quedado aislada la segunda como más resistente á la alteracion mecánica, en virtud de su compacidad. De todo lo expuesto se deduce que si los sondeamientos practicados en el Atlántico no apoyan la suposicion de haber existido esa gran masa continental terciaria 6 Atlántida de Hunger y Heer, que ligara los dos mundos, ni la dilatada área (1) Ueber die Rolle der Veránder. des Unorganischen, etc.—Sitzung. der wien. Akad. der Wiss.; 1866, p. 12-14. 42 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA del terreno continuo de Forbes que uniera las Azores, Madera y Canarias entre sí y con el O. de Europa y el N. de Africa, la petrografía solo revela la prueba de afloramientos pequeños ante-terciarios dispersos por el dilatado mar en forma de islas, de las cuales unas no han sido cubiertas por ninguna erup- cion, como los arrecifes de San Pablo; otras presentan mate- riales antiguos en la base cubiertos por lavas posteriores, y este es el caso de Gran Canaria, Palma y Cabo Verde, y el resto sólo ofrece al exterior corrientes volcánicas estando total- mente cubierto el cimiento preexistente, como sucede en Te- nerife.» El señor Quiroga dijo que entre unas rocas de Canarias re- cogidas y enviadas por el malogrado señor Masferrer, habia reconocido una pizarra anfibólica, cuyo dato era una compro- bacion que podia añadirse á las reunidas por el Sr. Calderon para demostrar la existencia de rocas ante-terciarias en aque- llas islas. El señor Calderon contestó que la indicacion era muy esti- mable, pues aunque ya el baron de Buch habia mencionado la existencia de pizarras cristalinas en la isla de La Palma, y él mismo lo habia hecho de la Gran Canaria (1), Sainte Claire Deville en su Viaje geológico a las islas de Tenerife y Porto Santo, creia que de Buch pudo tomar como tales otras rocas más modernas, merced á la estructura laminar que adquieren ciertos productos volcánicos del archipiélago. El señor Vilanova indicó que variados datos vienen á corro- borar la idea de que las costas españolas se extendieron en pleno período cuaternario mucho más léjos de lo que lo hacen actualmente y que le parecia muy admisible la teoría de que las islas atlánticas fueran los últimos representantes de un antiguo continente. Citó á este propósito la existencia de de- pósitos diluviales venidos del Mediodia en la provincia de Cádiz, dados á conocer por el Sr. Macpherson en su reseña geológica de esta region, los cuales prueban la mayor exten- sion de la Península por aquella parte hasta tiempos relati- vamente modernos. El señor Macpherson confirma el hallazeo de cuarcitas (1) Reseña de las rocas de la isla volcánica Gran Canaria. ANAL. DE LA Soc. ESPAÑ. DE HisT. Nar., tomo 1v, 1876; pág. 9. DE HISTORIA NATURAL. 43 amontonadas en las playas andaluzas hasta una altura de 200 metros venidas á ellas en la época diluvial de tierras que exis- tieran en el Mediodía; pero añade que, esto nada prejuzga en punto á la extension que pudieran alcanzar estas tierras, la cual en su concepto no debió ser muy considerable, pues pro- fesa el principio de la constancia de los principales rasgos en las cuencas oceánicas, no ya sólo durante largos períodos geo- lógicos, sino desde los orígenes del mundo. El señor Calderon resumió las opiniones emitidas para ex- plicar el significado y edad geológica de las islas atlánticas, reduciéndolas á tres puntos de vista: el de los que ven en ellas restos de antiguos continentes; el de los que las consi- deran como obra de meras erupciones volcánicas aisladas, de orígen submarino las inferiores y aéreo las superiores (Sainte Claire Deville) y, en fin, el de los que creen que son produc- tos volcánicos acumulados en los puntos culminantes del re- lieve plutónico que existe desde remotos tiempos en el seno del mar y levantados luégo (Hartung), que es la opinion que venia á confirmar la nota que acababa de leer. Con respecto al primer punto de vista pudieran considerarse en él dos teo- rías diferentes y que convenia no confundir: la de la Atlán- tida de Hunger y Heer, segun la cual hubo una comunicacion entre Europa, Africa y América á través del mar hasta la época cuaternaria (por la cual las plantas y animales ameri- canos vinieron á Europa á constituir la flora y fauna mioce— nas) y la de Forbes, que se limitaba á suponer la existencia de una tierra firme, prolongacion y enlace en los tiempos miocenos de la Europa occidental y del N. de Africa. Por lo tocante á que las islas atlánticas fueran la representacion de semejantes tierras, notó que hasta ahora no ha podido ha- llarse ni en Canarias ni en La Madera vinguna señal de hun- dimiento, sino, al contrario, la de un movimiento de eleva- cion suave, constante y no interrumpido desde el período mio- ceno hasta el actual. —La Sociedad, cumpliendo el deber de consagrar á sus indi- viduos difuntos un recuerdo doloroso por su pérdida, acordó trasmitir á continuacion la nota biográfica que publicó el dia- rio de Valencia Zas Provincias en el núm. 6457. 44 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA D. José Vilanova y Piera. «Todavía bajo la dolorísima impresion de la inesperada pér- dida de tan buen amigo, vamos á consagrarle el último tri- buto, recordando en pocas palabras su honrada y modesta existencia, rica en merecimientos y ajena á mundanas vani- dades. En 13 de Julio de 1836 nació D. José Vilanova, hijo de una familia distinguida de Alcalá de Chivert, que estaba refu- giada en Valencia, por causa de la guerra civil. En aquel pueblo, primero, y despues en el colegio de San Pablo de esta ciudad, hizo sus primeros estudios, recibiendo el título de ba- chiller 'en filosofía. Ya habia comenzado la carrera de dere- cho, cuando su hermano D. Juan, al regresar de una mision en el extranjero, le inclinó á que siguiese la de ingeniero de minas, la cual cursó en Madrid con aprovechamiento, termi- nándola en 1861. En aquella época fué nombrado ingeniero segundo del cuer- po y destinado á Linares; en 1863 pasó á Huelva; en 1864 fué ascendido á ingeniero primero, y poco despues destinado á Córdoba, hasta 1868, en cuya época vino á Valencia. En 1873 llegó á ser ingeniero jefe, y con esta categoría ha servido en Málaga, Teruel, en Almería y en Valencia, en donde se ha- llaba desde 1875. En todas partes demostró la mayor laborio- sidad y celo en el ejercicio de su cargo. Aunque enemigo de exhibirse, no se limitaba al cumpli- miento de su deber oficial; amaba á su país, se interesaba por todos los adelantos, y tomaba parte con mucho gusto en los trabajos de las sociedades científicas. Perteneció á la de Ami- gos del País de Valencia, á la Valenciana de Agricultura, á la Academia de Bellas Artes de San Cárlóos, á la Sociedad de His- toria Natural de Madrid, á la Geológica de Francia, habiendo' asistido tambien á varios congresos científicos en el extran-' jero. Zas Provincias se honraba, como ya hemos dicho, con su colaboracion, que era muy asidua y celosa. Animado además por un ferviente espiritu religioso, era in- dividuo de la Asociacion de Católicos y de la Juventud Cató- lica de esta ciudad. En su trato particular se hacia querer de todos, porque no DE HISTORIA NATURAL. 45 tenia hiel; en el seno de la familia fué buen hijo, excelente hermano, esposo y padre ejemplar; ¡así le lloran los que le han perdido! Su muerte fué bien triste: su familia no habia advertido sín- toma alguno de la enfermedad que le ha llevado al sepulcro. El domingo último disfrutabar todos del campo en la hacien- da de Niñerola, que poseía en término de Picasent. Por la tarde estaba en la casa de campo de su hermano político, D. Loren- zo Puig, poco distante-de la suya. Quiso regresar á ésta, para reunirse con su familia, y marchó á pié, acompañado de un sirviente. A los pocos pasos se sintió enfermo, no pudo conti- nuar el camino, y dijo al sirviente que fuese á buscar una cabalgadura. El Sr. Puig acudió con un borriquillo, y encon- tró á su pariente tendido en el suelo, transido de frio y de an- gustia. Lleváronlo á su casa, dando tan dolorosa sorpresa á su digna esposa Doña Rosenda Dorda y sus tiernos hijos. Antes que llegase el médico que se llamó de Picasent, falleció en brazos de su familia el desgraciado Vilanova, al parecer, por la ruptura de alguna aneurisma. Esta es, en resúmen, la vida del digno patricio que hemos perdido: nosotros abrigamos la confianza de que goza en mundo mejor la recompensa de su fe cristiana y sus virtudes; pero no por eso dejaremos de darle lo único que podemos con- ceder ya á su buena amistad: una lágrima y una oracion.» —El señor Martinez y Saez leyó lo que sigue: «En 1856 publicó Rosenhauer en su conocida obra Die There Andalusiens, p. 304, su Dorcadion mus por ejemplares cazados en Mayo, en Algeciras, Ronda y Junquera, y á los tres que existen en su coleccion son iguales los que procedentes de la primera localidad y recogidos en Mayo por los Sres. Bolivar y Sanz tengo á la vista, pues habiendo enviado uno de estos al Sr. Oberthiir, actual poseedor de la coleccion del citado autor, me contesta, con su amabilidad acostumbrada, diciendo ser enteramente conforme con los tipos que sirvieron para la des- cripcion. Conviene ésta á todos ellos, y tienen con el D. fuli- ginator solo alguna afinidad en la forma, pero son más robus- tos, la cabeza y el protórax más anchos, las antenas más lar- gas y fuertes, y como dice muy bien el autor con ninguna de las especies conocidas para él pueden confundirse, porque su forma es semejante á la del D. suturale Chevr., que se encuen- 46 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tra en Requena y Valencia. La descripcion del D. soricinum Chevr., le conviene muy bien á uno de los ejemplares frotado y más pequeño que los restantes de Algeciras que yo he exa- minado. Tambien en 1856 apareció en la Revue Zoologique, p. 48, la descripcion del Dorcadion Amori?, que su autor, el Sr. Marseul, en 1868 insertó ¿2 extenso en L'Abeille, t. v, p. 217, manifes- tando que el tipo comunicado por el Sr. Amor se ha perdido y que la descripcion debió ser publicada con la figura en la Revue Zoologique, pero M. Guérin-Meneville se limitó á reproducir la diagnosis. Convienen los caractéres á un ejemplar de Bel- mez existente en mi coleccion regalado por el Sr. Amor y tie- ne analogía por la forma, como dice el autor, con el D. 7ufipes, si bien el color es algo semejante al del D. mus. He visto ejem- plares procedentes de Saceruela /Paz!), Ciudad-Real (Mora!) y Santa Cruz de Mudela (Zaguna!), y los mayores alcanzan tan solo la longitud de 14 mm. y la anchura de 5, las cuales con- vienen con las que le asigna el Sr. Marseul. En la Description d'especes de Dorcadion d'Espagne (Berl. Entomol. Zeitschrift, 1862, p. 346) el Sr. Chevrolat reproduce la frase y le asigna dimensiones (long'. 29, lat. 10 mm.), distintas de las que da el Sr. Marseul, diciendo que será probablemente una de las más erandes especies del género, segun un dibujo hecho por el autor, pero en mi opinion debemos atenernos más bien al tamaño asienado por el Sr. Marseul en vista del tipo que le sirvió para la descripcion, puesto que en el dibujo se habrá aumentado como se hace tan frecuentemente al representar los insectos. No sé en qué se funde para asignar colocacion al D. Amorii cerca del D. annulicorne, cuya grande y bella espe- cie no tiene la forma ordinaria y si más bien la de la Zamía textor, como observo en un ejemplar del D. Handschuchii Kiist que poseo procedente de San Javier, Mar Menor (L2lers!), y estas dos últimas especies se reunen por los Sres. Gemminger y Harold (Cat. Coleopt.,t. x, p. 3004.) Dice el Sr. Chevrolat que el D. 4morii procede de Sierra- Morena, y atribuyo á error la designacion de la Sierra Nevada dada por el Sr. Marseul en su descripcion, pues tengo tipo de Belmez, dado con dicho nombre por el Sr. Amor, y así lo hizo notar el Sr. Perez Arcas (AN. Soc. Esp. HisT. Nar., 1877, p. 45), al dar cuenta del hallazgo de esta especie en Ciudad-Real. DE HISTORIA NATURAL. 47 Creo que son completamente diferentes, sobre todo por la forma y las dimensiones, el D. mus y el D. Amoril, y tambien diversas las localidades en que habitan. Por consiguiente, el separarlos como especies distintas, y así se ha hecho por los Sres. Stein y Weise en su Catalogus coleopterorum Europe et Caucasi, es una correccion importante al Catalogus Coleopte- rorum de Gemminger y Harold, así como á 7'4deille, t. xx, P. CXXXVI, y además de los fundamentos que tengo para sos tenerla me ha parecido necesario dar á conocer estas obser- vaciones por lo que interesan á la buena memoria de un natu- ralista español activo é€ inteligente con el cual me unieron lazos de amistad y de compañerismo.» Sesion del 2 de Julio de 1884. PRESIDENCIA DE DON SERAFIN DE UHAGON. Leida el acta de la sesion anterior fué aprobada previa rectificacion del Sr. Vilanova á lo que habia indicado en la anterior respecto á su conformidad con la teoría de que las islas atlánticas son los últimos vestigios de un antiguo con- tinente, rectificacion que consistió en decir que en su opinion las islas Canarias, Madera, etc., representan centros volcáni- cos que corresponden á una línea de menor resistencia en la corteza terrestre. —Asisten á la sesion el Sr. Boscá (D. Eduardo), de Valencia, y el Sr. Vila y Nadal (D. Antonio), de Barcelona. —El señor Vice-secretarío dió cuenta de las comunicacio- nes siguientes: Del Conservador de la Biblioteca del Museo Teyler en Har- lem diciendo haber remitido la publicacion Archives du Musée Teyler.—2* série, vol. 1, fasc. 4 y rogando se le acuse la re- cepcion. Del Secretario perpetuo de la Sociedad Holandesa de Cien- cias en Harlem dando cuenta de haber enviado un ejemplar de las publicaciones siguientes: Vaturkundige Verhandelingen.—3""* série, t. 1v-3. Archives Neerlandaises.—Tomo xvy111-2, 3, 4, 5 y t. x1x-1. Programme pour l'année 1883,—Suplicando se le avise la re- cepcion. 48 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: A cambio: Transactions of the Royal Historical Society.—New serie, vol. 11, part. 1.” Jowrnal of the Royal Microscopical Society.—Serie 11, vol. 1v, part. 3.* Archives Neerlandaises des Sciences exactes et naturelles.— Tome xviir-2, 3, 4, 5, t. xix, 1 livr. Un cas de leontiasis ossea.—Par C. E, Damels. Archives du Musée Teyler.—Série 11, vol. 1, 4'”* part. Anales de la Sociedad Cientifica argentina. — Mayo 1884, en- trega v, t. XvIl. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid.—Tomo xvi, número 5.” —Quedaron admitidos como socios los señores: Abadie Cabronero (D. Emilio), de Lorca; Cabrera Cano (D. Joaquin), de Lorca, propuestos por D. Odon de Buen y del Cos. —Se hicieron dos nuevas propuestas. —El señor Vilanova presentó un ejemplar tallado de onyx notable por su belleza y regularidad, procedente del Hartz. —El señor Boscá, de Valencia, leyó la siguienfe nota: «Un hecho acaba de ocurrir en el Jardin Botánico de Valen- cia, en comprobacion de la teoría de lo que los autores llaman filomanía, en los vegetales. Se trata de la Buginvillea splendens Willd., del Perú, hermosa planta sarmentosa, que áun cuando se cultiva al aire libre en aquella localidad, dando flor en los sitios un tanto respaldados por el lado N., y con el objeto de cubrir el fondo del gran invernadero que posee dicho estable- cimiento se plantó en el suelo dentro de aquel, un ejemplar que por su gran desarrollo manifiesta la ventajosa posicion en que se halla, respecto á otro pie de la indicada planta que existe en el mismo Jardin. Convertido en estufa templada el aludido invernadero en el otoño último, para la mejor instala— cion de grandes plantas, la Buginvillea se encontró durante los meses de Diciembre, Enero y parte de Febrero con una temperatura que no bajó de 14” centigrados y con la humedad consiguiente al riego diario de las numerosas macetas y ma- cetones encerrados en el mismo recinto. DE HISTORIA NATURAL. 49 Llegada la época de la florescencia, en vano se esperó un dia y otro el bonito golpe de vista ya famoso entre los habituales concurrentes al establecimiento, de miles de flores rodeadas de las grandes brácteas moradas que la caracterizan durante mucho tiempo. Contadas fueron las flores que hubo, pero en cambio, existía una manifiesta frondosidad en aquella cortina verde, recordando el estado de la planta en la anterior prima- vera. Acompañado de mi distinguido amigo el catedrático de la Universidad de Valencia D. Eduardo Soler, y en una de las mu- chas excursiones hechas por las provincias de Valencia, él para ocuparse principalmente de las antigúedades monumentales y yo para continuar mis interrumpidas excursiones histórico- naturales por aquel país, en uno de los turnos que á mi elec- cion correspondió visitamos los pintorescos alrededores de la villa de Buñol, situada en el origen de un gran valle de erosion que del pie del macizo de las Cabrillas viene escalo- nándose para abrirse despues de algun rodeo, en la extensa vega de Valencia. Esta es sin duda la principal causa de la gran cantidad de manantiales que en aquellos sitios se obser— van dando carácter á su término, y tambien al pueblo, que al par que agrícola lo es tambien industrial, viéndose con fre- cuencia los motores hidráulicos tan olvidados en otras partes. Ya allí nos dirigimos desde luégo á la fuente y cascada de Bayva, que en determinados dias en que no se utiliza el agua para el riego de las huertas inmediatas, lleva un regular cau- dal que precipitándose desde una altura como de 25 á 30 me- tros ofrece un agradable aspecto poco comun. El desmonte que este salto de agua ocasiona, se ha formado por el despren- dimiento de grandes masas de la toba caliza estalactítica que rellena los cauces de todos aquellos contornos, y en unas pe- queñas grutas que existen en el alveo al lado izquierdo del arroyo, pudimos encontrar incrustado, un cráneo humano del que ha desaparecido la bóveda, quedando la base perfecta- mente fosilizada y bien conservada, Tratando de aislarle de la roca sufrió una rotura que puso de manifiesto una parte de los huesos de la cara con el seno maxilar. Por la delgadez general de las paredes de dicho cráneo así ACTAS DE LA SOC. ESP.— XIII. 4 50 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA como por la diferencia entre sus diámetros transversales ante- rior y posterior, es de presumir que perteneció á un individuo del sexo femenino. El hallazgo se regala al Museo de Ciencias Naturales de Madrid, del que tengo el honor de ser socio cor= responsal. » —El señor Calderon (D. Salvador) dijo: que ocupándose en la actualidad en cuestiones orogénicas relativas á la region cen- tral de la Península habia creido notar una cierta ley de dis- tribucion, sobre todo en los límites orientales de la meseta central hasta el Mediterráneo, sobre la que llamaba la aten- cion de la Sociedad. Exponiendo brevemente la geografía física de la region, notó que la Península ibérica se inclina en masa por una pen- diente gradual hácia el Océano, al que desembocan casi todos sus grandes rios. En cambio es brusca y rápida la cortadura del macizo central por su borde mediterráneo. En el primero dominan los terrenos antiguos con excepcion de los depósitos lacustres y diluviales, que constituyen un accidente en com- paracion de los grandes fenómenos, á que se referia; en cam- bio, en los bordes de la meseta hasta el mar, se sucede una serie de capas secundarias y terciarias dispuestas en bandas sucesivas, de tal suerte que las más antiguas y al mismo tiempo las que ocupan una posicion más elevada con respecto al nivel del mar, son las más cercanas al macizo central de España y las más modernas las más alejadas del mismo. Las bandas principales eran la triásica, que forma por todas par- tes en torno de la meseta una cresta continua; la jurásica, más desigual é inconstante en su distribucion; la cretácea y la pe- queña zona costera de depósitos terciarios marinos. Concluyó notando que por la parte de Levante estas bandas eran los la- dos de una serie de ángulos encajados unos en otros, estando el vértice del mas externo hácia el cabo de la Nao y que se- mejante disposicion correspondia á su juicio á una serie de fallas que corrian paralelas á los bordes de la meseta de Cas- tilla la Nueva desde éstos hasta el mar. El señor Vilanova dijo que no encontraba esa regularidad que suponía el señor Calderon en la distribución de los terre- nos alrededor de la meseta central, que sufrían por el contra— rio gran número de interrupciones y cambios de órden las zonas admitidas por dicho señor, considerando por tanto sus DE HISTORIA NATURAL. SL indicaciones como hipótesis prematura y falta de datos en que apoyarla. El señor Machado hizo notar que son de tal trascenden- Cia las observaciones del señor Calderon, que necesitarian una discusion, después que este señor hubiese dado una nota más detallada en que pudiesen estudiarlas los socios á quienes esta cuestion interese para ir allegando así unos y otros el mayor número posible de datos en pró y en contra. Despues de algunas rectificaciones y aclaraciones sobre este asunto de los señores Vilanova y Calderon, el señor Mac- pherson (D. José) se mostró conforme de un modo general con la distribucion de las formaciones geológicas alrededor de la meseta central española indicada por el segundo de los dos pri- meros señores, aduciendo algunos datos en su favor, pero ha- ciendo notar, que durante el período cretáceo ocurrió un mo- vimiento de descenso, en virtud del cual las aguas de los ma- res de aquel tiempo invadieron la parte central de la gran meseta, llegando hasta el interior de la Sierra de Guadarrama en el valle del Paular, y por la vertiente opuesta hasta la falda de la misma sierra, como se ve en la provincia de Segovia. El señor Botella hizo presente que no era del parecer del señor Calderon por no ver la regularidad que dicho señor su- pone en la constitucion geológica de nuestro suelo, y que en cuanto á la inclinacion del terreno terciario, muy manifiesta desde las Tetas de Viana á Madrid, habia servido para desecar los grandes lagos terciarios. —El señor Vila (D. Antonio), de Barcelona, puso en conoci- miento de la Sociedad que en aquella población trataban de reunirse las personas aficionadas á Historia Natural, con el fin de constituir una sucursal de nuestra Sociedad que enviase sus trabajos á la de Madrid para que apareciesen en los ANALES, aquellos que la Comision de publicacion juzgase dignos de ello. El señor Presidente en nombre de la sociedad, aceptó en principio la idea de los Naturalistas de Barcelona, rogando al señor Vila que hicieran saber á la de Madrid lo más pronto posible sus acuerdos con todo detalle, á fin de que esta haga has observaciones y tome los acuerdos que crea convenientes. 52 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Sesion del 6 de Agosto de 1884. » PRESIDENCIA DE DON SERAFIN DE UHAGON. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —El señor Vicesecretario dió cuenta de las comunicacio— nes siguientes: Del Administrador de la Revista semanal 27 Crédito público, proponiendo á la Sociedad la suscricion á dicho periódico. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: A cambio; A tti della Societá Toscana di Scienze Naturali.—Processi ver- bali, vol. 1v. Memorias de la Real Academia de Ciencias Naturales y Ar les de Barcelona (tercera época).—Tomo 1, núm. 8. Archives Neerlandaises des Sciences exactes et naturelles.— Tome xix, 2"* livr. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid.—Tomo xvI, nú— mero 6. Bulletin de la Société Geologique de France.—3"" série, t. x, feuilles 33-44, tome xt1, feuilles 22-25 y 26-32. Boletin clínico de la «Quinta del Rey».— Habana. Proceedings of the Davenport Academy of Natural Sciences.— Vol. 111, part. 3.* Proceedings of the American Association for the Advencement of Science.—Vol. xxxt, part. 1.* y 2.* Bulletin of de Essex Institute.—Volúmenes 1 á x inclusives y vol. xIv. Las publicaciones siguientes del United States Geological Survey: Second Anaual Report.—1880-81. Anmual Report of the Comptroller of the Currency. .—1883. Monographs, vol. n.—ZTertiary History of the Grana Cañon District with Atlas. By Clarence E. Dutton.— Washington, 1882. A Report of Progress of the Exploration in Wyoming and Idaho for the year 1878. By F. V. Hayden.—Two parts. Maps and Panoramas. Bulletin of the United States Geological Surrey.—Núm. 1. DE HISTORIA NATURAL. 53 Como donativos; Boletim da Associacao dos Jornalistas e Escriptores portugue- ses.—1.” serie, números 1 y 2. Revision des Diplaz palearctiques, par M. de Sélys-Long- champs; regalo del autor. Estacion sanitaria y Establecimiento balneario de Nuestra Se- ñora de los Remedios. Manchita (Badajoz). —Donativo del doctor Barragan, su director. Sociedade de Geografía. — Expedicao scientifica a Serra da Estrella em 1881.—Seccao de Botanica.—Relatorio do Sr. Dr. Ju- lio Augusto Henviques.—Lisboa, 1883. Sociedade Broteriana.—Boletin anual, 1, 1883. —Coimbra, 1884. Instruccoes praticas para culturas coloniales, por Julio A. Hen- riques, Profesor de Botanica e Director do Jardin Botanico da Universidade de Coimbra; donativos del Profesor Dr. Henri- ques. Pocket Guide to Salem, Mass., 1883, published by H. P. Ives. Plummer Hall.—Its libraries, its collections, its Historical Associations.—Salem, 1882. The North Shore of Massachusetts Bay.—An Illustrated Gui- de. By Benj. D. Hill and Wienfield S. Nevins. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —(Quedaron admitidos como socios Sr. Irastorza (D. José), de San Sebastian, propuesto por D, Ignacio Bolívar, y Mr. Georges Rouy, de Paris, propuesto por los Sres. Machado y Gonzalez Fragoso. —Se hicieron dos nuevas propuestas. —El señor Calderon (D. Salvador), leyó la siguiente nota: Areniscas y dunas de las islas Canarias. «Nuestro consocio D. Diego Ripoche, á su reciente paso por esta corte, me ha entregado en consulta unas rocas de Gran . Canaria, comunicándome ciertas observaciones que enrique- cidas con otras verdaderamente escrupulosas é interesantes del ingeniero jefe de camiros residente en aquella isla, don 54 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Juan de Leon y Fontells, forman el asunto de la nota con que voy á molestar un momento vuestra atencion. Algunos precedentes bastarán para hacer comprensibles las consideraciones á que se prestan los ejemplares y observacio— nes á que acabo de aludir. Recordaré ante todo que Lyell (1) ha sido el primero en in— dicar la existencia de capas sedimentarias en la isla Gran Ca- naria. Yo me he ocupado ya en esta Sociedad de la misma cuestion, resumiéndola en las siguientes palabras: «La otra categoría, la de los sedimentos, tiene una impor— tancia limitada, hallándose sus representantes reducidos á bancos casi horizontales, que se elevan en ciertos puntos cos- teros de la parte oriental. Cerca de Las Palmas, en el camino de Arucas, aparecen, no obstante, con algun espesor com- puestos, de abajo arriba, de un depósito de acarreo y una gruesa pudinga—curiosos ambos, en casi todos los puntos de la isla en que se presentan, por la heterogeneidad de los can- tos—siguen zonas de una arenisca sumamente fina, á la que se sobrepone otra más gruesa muy fosilífera, especie de falun del que he podido extraer ejemplares de Conus, Trochus, Pec—- ten, Cardium, Venus, Tapes, etc., y en el que Lyell recogió hasta sesenta especies miocenas, referidas por Woodward « cuarenta y siete géneros, de los que diez han desaparecido de antiguo del mar próximo. La playa de la ciudad está consti- tuida por un conglomerado reciente, que descompuesto por el continuado embate de las olas, deja en grandes extensiones eruesos cantos redondeados, basálticos en su mayoría, en los que la rompiente produce un estrépito singular» (2). El famoso baron de Buch (3) y M. Berthelot (4) han mencio- nado tambien el hallazgo de calizas terciarias inter-estratifi- cadas en rocas volcánicas de la misma isla. En fin, areniscas iguales á las citadas y calizas han sido examinadas por Lyell y Hartung en San Vicente, en la costa septentrional de la Madera, y por este último (5) en las Azores. (1) Eléments de geologie, Paris. 12) Reseña de las rocas de la isla volcánica Gran Canaria, pág. 13. ANAL. DE LA Soc. SPAN. DE HisT. NAT., t. 1v, 1876. (3) Descrip. phys. des iles Canaries, trad. francesa por M. C. Babilanguer, 1836. (4) Hist. nat. des iles Canaries, Géologie, 1836. (5) Die Azoren, 1860, DE HISTORIA NATURAL. 55 El mencionado Sr. Leon, que ha fijado especialmente su atencion en la serie de capas de la arenisca de que trato, dice haberlas encontrado con idénticos caractéres en todas las islas orientales de Canarias, esto es, en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, y que su espesor é importancia es muy supe- rior al que las hemos atribuido cuantos hasta ahora nos hemos ocupado de ellas. Forma, en efecto, la arenisca bancos de mucha extension en varias costas y áun se la halla 43 6 4 kilómetros del mar con una altitud desde 100 á 200 metros. En la isla de Gran Canaria existen, en su parte meridional, en el istmo que la une con la isleta en la Punta de Maspalomas, en Gando y en el Puerto de la Luz, formando las playas de su rada, así como las del Confital y en la de Fuerteventura en varios parajes de la costa oriental y de la septentrional de Lanzarote. No se limita al archipiélago canario la formacion que me ocupa, en concepto del Sr. Leon. En el viaje de exploracion que hizo en el año último á la costa occidental de África, como individuo de la comision hispano-marroquí, para fijar el em- plazamiento de la antigua fortaleza española de Mar Pequeña, la reconoció en Mogador, cuya ciudad se asienta sobre la misma arenisca; en las playas llamadas Blancas, al Sur del rio Assa- ka, y segun sus noticias, continúa por el rio del Ouro, visitado por el oficial de la Armada D. Pedro de la Puente. La identi- dad de todas las rocas de estas localidades, necesitaria, sin embargo, confirmarse en vista de los ejemplares, y por falta de tal exámen comparativo tengo por aventurada semejante suposicion, así como la de que todo el terreno ocupado por el Desierto de Sahara esté constituido por la misma formacion de arenisca en cuestion. La roca á que nos referimos es una arenisca 6 una toba, como la califica Lyell, en la que predominan menudos granos calizos de color gris amarillento; hay otros puntos oscuros 6 negros alternando con los anteriores y el todo está cementado por caliza incrustante. Contiene restos fracturados de diversos moluscos, sérpulas y celentéreos, recognoscibles á la simple vista é independientemente de otros de dimensiones micros- cópicas, que como los anteriores aparecen en un gran estado de trituracion. Cuando la roca no se halla alterada, propor- ciona en algunos sitios un material de construccion fácil de 56 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA trabajar, ligero y de muy buenas condiciones; pero se emplea, sobre todo. para hacer filtros para el agua, que en el país no se bebe nunca sin esta operacion previa. La formacion es un conjunto de bancos alternantes de di- ferente espesor y en los que el grano de la roca ofrece diverso erueso tambien; pero comulgan en los principales caractéres, y la variedad de grano fino y amarillo es siempre la predo- minante. Aunque bajo el punto de vista litológico estoy describiendo estas formaciones como una sola, bajo el geológico importa hacer notar que no todas las areniscas mencionadas son con= temporáneas. Las citadas por Lyell y Hartung se remontan evidentemente á la época miocena, como lo prueban los restos que contienen, y entre ellos la 4ncillaria grandiformis y el Thecidium mediterraneum, comunes á los faluns de la Turena y de Bretaña, y diversos géneros y especies que no viven ya hoy en los mares próximos; pero, como ya hice notar en mi ensayo sobre la Gran Canaria (1) el conglomerado grueso de la playa de Las Palmas y las capas de arenisca que sobre él se levantan en la misma, y cuya extension considerable nos dan á entender las observaciones del diligente ingeniero cita- do, corresponde á una formacion probablemente contemporá- nea. Uno de los ejemplares que me han sido remitidos contiene restos de conchas de las que actualmente ruedan por aquellas playas, entre ellas la Spirula Peronúi, cuya sustancia se halla en un estado de conservacion que revela lo moderno de la épo- ca en que fueron trabadas. Los restos que en una y otra are- nisca se reconocen indican que mientras la situada más al in- terior, que es la más antigua, se depositó á una profundidad que no bajaba de 30 metros, la costera y la que penetra mar adentro es de orígen mucho más somero; por lo demás, bajo el punto de vista de la composicion y estructura de ámbas, yo no veo más diferencia que la de que la moderna es generalmente de grano más fino que la más antigua, aunque en ésta hay tambien muchas variedades en dicho respecto. La descomposicion de estas rocas da lugar á la formacion de potentes bancos de fina arena, y á profundos depósitos en (D Op. cit; pág. 27 y 28. DE HISTORIA NATURAL. 51 las playas citadas y á expensas de ellos á las dunas sobre las que he de parar un momento la atencion. Empezaré por notar que he examinado estas arenas de Ca- narias, de las cuales se ha hablado tantas veces en el país, por los peligros que de ellas se han venido temiendo en diferentes épocas, así para la navegacion costera como para los cultivos de las islas, — y no me cabe duda de que son un producto dé la alteracion de las areniscas descritas, y por tanto de que su procedencia no está tan lejana como allí suele creerse. Exa- minadas al microscopio las arenas de Gran Canaria me han dado en cada 100 partes: Caliza riadas abia A 45 FeldespatO ss nor ads ale nl aa 20 ea 25 PITOXEDO e o OOOO CONE LS ADO L.. 60 A A EA E 10 Hematites, magnetita y otras substancias...... 5 Tora. «dosj Ha dape 100 La caliza es una serie de fragmentos pequeñisimos de co- rales, esponjas y caparazones de moluscos, cuya estructura orgánica es perfectamente recognoscible con pequeño aumen- to; algunos son restos de esas pisolitas que llegan á formar por si capitas de caliza interestratificadas entre las areniscas. Los restantes minerales reconocen evidentemente un orígen vol- cánico y proceden de la descomposicion de las rocas de la isla: entre ellos llama la atencion el predominio de un feldes- pato vítreo, sumamente brillante, que es un sanidino que se tomaría por cuarzo, merced á sus tintas intensas de polariza— cion. El piroxeno augita, el anfibol, la magnetita y algunos otros restos de sustancias volcánicas ofrecen el aspecto que he descrito al hablar de estas rocas de la localidad (1). De las observaciones de D. Juan Leon se desprende que siem- pre acompañan á las areniscas dunas debidas á ellas, hasta el punto de que donde quiera que se encuentran las segundas puede asegurarse la existencia de las primeras, aunque, como á veces ocurre, no aparezcan á la vista por estar cubiertas por (1) Vuevas observaciones sobre la litologia de Tenerife y Gran Canaria. (ANAL. DE LA Soc. Esp. DE HisT. NAT., t. 1x, 1830. ) 58 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA acarreos. En Gran Canaria se originan las dunas en la costa N. y corren hácia el S., salvando la divisoria de la isla y forman= do un verdadero rio de arena que desemboca por la costa $., inutilizando feraces terrenos, aunque felizmente no traspa- sa los límites de la zona invadida. «Del Confital, añade el Sr. Leon, sale otro rio de arena que los vientos arrastran hácia la isla en direccion NE.-SE., por ser las brisas al NE. las más constantes en estas latitudes. Las arenas corren á su impulso y sin detenerse en la extension de kilómetro y medio; pero á esta distancia forman una cadena de altas montañas. que abanzan hácia el S., precedidas de otros montículos de la misma arena, los cuales llegaban hasta las murallas de Las Palmas, ántes de haberse construido el barrio de los Arenales, situado al N. de dichas murallas. Las nuevas manzanas de casas han detenido el movimiento de las arenas, 6 más bien lo han desviado hácia el litoral, en cuyo punto la corriente del mar las arrastra hácia el S., como lo comprueba el hecho de aparecer actualmente éstas en toda la costa al mediodia de Las Palmas en una extension de más de 15 kilómetros, cuando antes de la edificacion del barrio mencionado (que data de hace 24 años) en dichas costas sólo se reconocian cantos rodados y arenas negras procedentes de los basaltos y ande- sitas arrastrados por los diferentes barrancos de esa zona y llevados hácia el S. por la corriente litoral.» «La punta de Maspalomas está cubierta por extensas dunas de la citada arena, y aunque la existencia de los bancos de arenisca era allí desconocida, yo mismo la comprobé al ve- rificar catas en el terreno para el estudio de los cimientos de la torre del faro que ha de construirse en dicho punto.» El celoso é inteligente ingeniero apunta algunas dudas que le sugiere la cuestion de la formacion de estas dunas y mani- fiesta interés especial por esclarecer qué conjunto de circuns- tancias favorece alli el gran desarrollo que el fenómeno alcan- za, cuestiones sobre las que haré algunas breves indicaciones. Como se sabe, la actividad mecánica de las aguas del mar y la de las corrientes dan lugar simultáneamente á fenómenos de destruccion, de deposicion y de trasporte. Las mareas, la direccion y rapidez de su flujo en una region como la Cana- ria, sembrada de escollos submarinos; el rumbo predominante de los vientos siempre encauzados por las altas y aproxima- DE HISTORIA NATURAL. 59 das moles de sus islas; la fuerza poderosa de las rompientes en toda la parte contigua al África; la estructura de sus bor- des costeros; las pendientes y la naturaleza petrográfica de sus rocas, son otros tantos factores que favorecen la accion demoledora del mar. Conviene notar que las rocas dominantes en el país, esto es, las volcánicas son, por efecto de su estructura compacta, más resistentes á la accion de las olas que las sedimentarias; así es que donde quiera que éstas tengan que luchar con los basaltos que envuelven las islas en todo su contorno y con las areniscas, las últimas han de ser descompuestas con mucha mayor rapidez que aquellos. Ahora bien, como por la tritura- cion de los elementos aportados al mar por las rocas de las is- las se producen arenas y no arcillas, todo este material tiende á irá las costas despues de pulverizado, pues es sabido que ni la marea ni las olas arrastran partes flojas capaces de per- manecer en suspension en el agua, sino que al contrario, las hacen penetrar mar adentro, al paso que las arenas y gravas constituyen las barras y bancos costeros ú originan las are- niscas y conglomerados siempre litorales. La configuracion de las playas en los puntos indicados como originarios de las dunas, es otra circunstancia que contribu- ye poderosamente al fenómeno. Naturalmente que allí donde los macizos se elevan casi verticalmente y á bastante altura sobre el nivel del mar, no han podido formarse las citadas du- nas, como tampoco han logrado depositarse las areniscas so- bre las rocas volcánicas de las islas; pero donde las condicio- nes topográficas son las contrarias, y las playas bajas se ex- tienden casi horizontalmente sumergiéndose en el mar, los bancos han alcanzado todo el indicado desarrollo. La formacion de las barras marinas es causada frecuente- mente por un sencillo mecanismo que los doctrinales de geo- logía explican, y que no hay que repetir aquí, del lento retro- ceso del Océano y de marismas laterales que van siempre en aumento. Pero en la zona canaria sobre que versan estas ob- servaciones, hay que tomar además en cuenta un fenómeno importante que viene á4complicar la serie de procesos dinámi- cos que tienen en ella asiento y que resumiré reproduciendo lo que sobre él he dicho en un reciente trabajo: «Estudiando nosotros la singular accidentacion del inte- 60 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA rior de la Grán Canaria, nos inclinábamos á ver en ella la obra de la denudacion marina reforzada y enmascarada luego por la erosion atmosférica, y notábamos que todo indicaba que la primera llegó hasta el interior de aquella isla, lo cual no se explicaba sino como consecuencia de haber estado to- talmente sumergida y levantada luego muy gradual y suave- mente, de modo que la accion de las olas fué actuando sobre cada uno de los sitios que en algun tiempo fueron costa. Nuestro punto de vista, entónces como ahora, era reconocer allí las huellas de un movimiento ascensional y continuo, supuesto que luego hemos hallado comprobado por algun geólogo en la isla de Porto Santo, y que no debe ser sino la expresión de una ley general, por lo menos en la vertiente africana de las islas atlánticas. Por lo que á Gran Canaria se refiere, además del referido levantamiento de las capas mioce- nas, hay tambien cerca de Las Palmas otros bancos arenáceos fosilíferos que se depositaron, á juzgar por su fauna, á una profundidad de 30 m. y que se asientan hoy en ciertos puntos á 7,50 m. de altura, los cuales corresponden á una formacion más moderba que los de que ántes se hizo mérito, probable- mente de edad cuaternaria (1).» Ahora bien, si los bancos de arenisca costeros están some- tidos á un lento movimiento de elevacion, esta circunstancia ha de favorecer singularmente los trabajos de erosion marina, ofreciéndola nuevas superficies que reemplacen á las des- gastadas (2). No es un hecho nuevo, sino por el contrario bien conocido en muchos paises, el de que los elementos de las barras se suelden en forma de conglomerados ó areniscas por la accion incrustante de las aguas calcáreas transformándose así en rocas sólidas; en otros permanecen en estado libre, en el cual (1) Edad geo!l. de las islas atlánticas y su relacion con los continextes. (Bol. de la Soc. Geogr. de Madrid, t. xv1, 1881.) (2) Debo advertir, para contestar á una objecion hecha al orígen apuntado de las Aunas, que las arenas no se forman en las capas ya emergidas en la costa misma, sino en las sumergidas á mayor ó menor distancia de ésta, desde donde son arrastradas por las corrientes á las playas y luego de estas por el viento hácia el interior; por eso es natural que la configuracion de la costa no haya variado sensiblemente en el pe- ríodo de 20 6 30 años en que la conocen muchas personas del país, por más que de ella salga diariamente la arena que los vientos trasportan al interior. DE HISTORIA NATURAL. Gi el viento separa la arena fina de las gravas y cantos lleván- dose á la costa la segunda. En Canarias los dos procesos se verifican á la vez, hecho curioso y del cual no he visto aún ninguna descripcion. En efecto, de las cimas de las islas descienden por diversos barrancos situados en su vertiente africana cantos de las rocas volcánicas que las constituyen. Llegados al mar éste los tras- porta hasta una zona de corrientes y resacas violentas, en la que acaba por reducirlos al estado fragmentario de que he hecho mérito, mezclándolos con restos de partes esqueléticas de moluscos, celentéreos y protozoarios que corren igual suer- te, hasta reducirse 4 una mezcla de granillos cuyo tamaño medio es igual para todos. Las partes que se van depositando en los sitios de menor movimiento acaban por fijarse, y, en virtud de la gran cantidad de carbonato de cal proporcionado por los citados caparazones, se van consolidando en forma de areniscas. En este estado permanecerían si el fondo del mar no estuviese por aquella parte sometido á los cambios de for— ma y nivel indicados; pero merced á éstos, los bancos se le- vantan oponiendo escollos que aumentan el oleaje al mismo tiempo que nuevas barras cambian las direcciones de las cor- rientes, todo lo cual da por resultado que el mar mismo vuelve á poner en libertad, por su accion mecánica, las arenas que antes habia trabado, arrastrándolas despues hacia la playa. En resúmen, las costas africanas de Canarias, son asiento desde la época miocena de un proceso lento, pero continuo, en virtud del cual las islas envian al mar fragmentos más ó ménos voluminosos de sus rocas y este á su vez se las devuel- ve en forma de polvo enriquecido con sus producciones cali- zas animales, encargándose el viento de trasportarlas despues de secas en forma de dunas á los puntos del interior (1).» 1) Los perjuicios originados por estas formaciones son de dos clases, pero ámbas tienen remedio conocido. De una parte las arenas invadirán seguramente el puerto nuevo que se halla en construccion en Las Palmas, sí, como en la ria de Bilbao, no se hacen trabajos especiales para impedir el acrecentamiento de la barra. En cuanto á los daños que las dunas ocasionan á la agricultura se evitarian fijando las arenas por medio de plantaciones de pino canario ú otras. En cambio estas arenas tan ricas en carbonato de cal, elemento que escasea en el país, y dotado de la porosidad que su estructura orgánica le presta,—proporcionarían un excelente mejoramiento para tantas tierras arcillosas como abundan por aquellas islas. 62 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA —El señor Vilanova dió cuenta del fallecimiento de la socia fundadora la Excma. Señora Condesa de Oñate, de quien creía debía darse en las actas alguna noticia necrológica. El señor Presidente dijo que la Sociedad habia oido con mucho sentimiento la triste nueva dada por el Sr. Vilanova y le encargó la redaccion de una breve noticia necrológica. —El señor Vilanova pidió al Sr. Calderon algun esclareci- miento, sobre el último párrafo especialmente, del trabajo de dicho señor, que lleva por título Edad geológica de las islas allanticas y su relacion con los continentes, publicado en el núm. 6. del tomo xvi del Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid, haciendo algunas observaciones sobre éste y algunos otros puntos del trabajo. El señor Calderon dijo que no entendia bien la relacion que pudiera existir entre las indicaciones del Sr. Vilanova y el artículo suyo limitado á exponer las diversas teorías que exis- ten para explicar el origen de las Islas del Atlántico. —El señor Quiroga presentó á la Sociedad el estudio de una roca titulado Zimburgita de Nuévalos (Zaragoza), que pasó á la Comision de publicacion y leyó la nota siguiente: «El profesor Sr. D. Francisco Giner me dió para analizar un hermoso celta de cobre puro hallado recientemente en Sahagun (Leon) á 0”,40 de la superficie del suelo. No tiene absoluta- mente nada de estaño y sus dimensiones son: long., 07,147; latitud en la boca 6 corte, 0*,045; en el cabo ó culata 0”,021 y su máximo espesor 0”,016. Está cubierto por dos patinas, la más externa, verde, de carbonato cúprico hidratado y la más interna y gruesa, roja, de óxido cuproso anhidro, cristalino, que son la mejor prueba de su gran antigúedad. Por su forma corresponde al tipo de los ce/tas planos que son los que la tie- nen más sencilla, inmediatamente derivados de los iustru- mentos neolíticos. Carece por tanto de prolongaciones en sus costados y su seccion trasversal 6 sea normal al plano en que ofrece más desarrollo, es rectangular con bordes muy vivos y rectos. Lleva impresiones de golpes antiguos y debe haber sido fundido á molde perdido pues no tiene rebaba alguna en nin- gun punto de su superficie ni señales de haberla tenido.» DE HISTORIA NATURAL, 63 Sesion del 3 de Setiembre de 1884. PRESIDENCIA DE DON FEDERICO DE BOTELLA. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Asiste el señor Ribera (D. Emilio), de Valencia. —El señor Vicesecretario dió cuenta de las comunicaciones siguientes: De una carta del señor Vicepresidente anunciando serle im- posible presidir la sesion, por salir aquel mismo dia de Madrid. De un B. L. M. del señor Secretario general de la Real Aca- demia de Ciencias exactas, físicas y naturales, con fecha 12 de Julio, suplicando al señor Secretario de esta Sociedad se sirva mandar recoger seis paquetes de libros procedentes de los Estados-Unidos, con destino á esta Sociedad, que se habian ya recogido y presentado en la sesion anterior. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: Á cambio; Bulletin 0f the Museum 0f Comparative Zovlogy, at Harvard College.—Vol. x1, n* 10. Journal 0f the Royal Microscopical Society.—Ser. 11, vol. 1v, part. 4. Bulletin de la Société Imperiale des Natuwralistes de Moscou.— Année 1883, n” 4. Bulletino della Societa Entomologica Italiana.— Anno sedice- simo, trimestri 1 e I1. Bulletin de la Société Féologique de France.—3"* serie, tome 11*, feuilles 40-48. Como donativo; La Ilustracion, revista semanal de literatura, ciencias y atr- tes.—Barcelona. Revista da Sociedade de Instruccao do Porto.—N.* 10, 11, 12, terceiro anno. Boletin clinico de la Quinta del Rey.— Habana, año 11, nú- mero 12. Revista de la Sociedad Española de Higiene. — Seccion de Ma- drid, año 11, núm. 16. —(Quedaron admitidos como socios los señores Marin (D. Ceferino), abogado, de Lorca, y 61 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Lopez del Plano (D. Eduardo), profesor en la Academia de Pinfura de Zaragoza, propuestos por D. Odon de Buen. Se hizo una propuesta de socio. —El señor Vilanova leyó la siguiente noticia necrológica: Doña Josefa Lacerda y Palafoz, condesa viuda de Oñate. «El dia 23 del próximo pasado mes de Julio falleció en su pa- lacio de Aranjuez, á la edad de 76 años, víctima de derrame seroso, la ilustre señora cuyo nombre encabeza este recuerdo necrológico, que por acuerdo de la Sociedad le dedica en la sesion de Agosto quien se considera como muy honrado en haber sido su profesor. Descendiente de una de las familias más distinguidas de Castilla, y emulando por sus relevantes cualidades personales á muchos de sus insignes antepasados, era Doña Josefa La- cerda y Palafox una de esas joyas de inestimable valor con que se esmaltaba la buena sociedad de Madrid, distinguién— dose muy especialmente como atributo propio del verdadero mérito que entrañaba por la singular y hoy ya muy rara vir- tud de la modestia que ha llevado hasta más allá del sepulcro, mandando en sus últimas disposiciones testamentarias que no se hiciera la menor ostentacion de aparato en el entierro, ni en las preces que por el eterno descanso de su alma queria se dirigieran al Altísimo. Dotada de peregrina belleza y de majestuosa presencia, cua- lidades que compartia con sus hermanas Doña Ramona y Doña Vicenta, á las que llamábase en Valencia, allá por los años veinte y tantos, las tres gracias de Parsent, por ser hijas del conde de este título: jamás aquella alma, más hermosa aún que su cuerpo, sufrió los desvanecimientos y debilidades tan comunes y naturales en el sexo, compelido á defenderse con los atractivos que da el arte de agradar, contra el dominio que el llamado fuerte pretende ejercer, sin atreverse á decir si tiene en ello y para ello razon, ni tampoco si el tal dominio es real 4 más bien ficticio, pues de ambos extremos se dan casos todos los dias, muy elocuentes y palpables. Modesta sin afectacion, viva de ingenio, de notoria ari DE HISTORIA NATURAL. 65 dad y de un órden perfecto en cuanto al régimen interior de su casa, era la condesa de Oñate de trato no sólo afable y ca- riñoso, sino por todo extremo simpático, como lo es siempre el de toda persona de talento, máxime si es señora, en la ver- dadera acepcion de la palabra, y de físico hermoso. Primorosa y delicada en las labores propias de su sexo, muy especial- mente en el bordado y en la manufactura de flores; entusiasta por las plantas, no sólo de adorno, sino tambien de estudio, y realizando muy á menudo viajes de recreo y de utilidad inte- lectual por dentro y fuera de la Península, reunía aquella se- ñora cuantas condiciones podian desearse para quilatar su verdadero mérito. Á este propósito habrá de permitirme la So- ciedad la refiera cómo y por qué me cupo la satisfaccion de ser profesor de dama tan principal. Á poco de inaugurar la ense- ñanza de Geología en el Museo de Ciencias naturales de esta corte, en el curso de 1854 á 1855, el marqués del Amparo, uno de los muchos y distinguidos próceres que honraban la cáte- dra, díjome un dia que aquella señóra deseaba verme, noticia que como no podia ménos me lisonjeó sobre manera, y más aún cuando presentado por aquél en su casa, supe que el ob- jeto de la entrevista era averiguar si á semejanza de lo que se hace'en el extranjero, podia asistir á la cátedra, no por senti- miento de vanidad, sino tan sólo para poderse dar cuenta de ló que veia en sus viajes periódicos á los Pirineos, cuya com- plicada estructura deseaba descifrar, Confieso, señores, que en los treinta años que llevo de profesorado ningun individuo del sexo que llamamos fuerte, ha mostrado tales anhelos ni tan plausible aspiracion de saber. Mas como quiera que por efecto de injustificadas preocupaciones no pude entónces ac- ceder á los nobles propósitos de la señora, preguntóme si ha- bria inconveniente en darle lecciones en su casa, á lo qúe contesté afirmativamente, y con efecto, á los pocos dias se inauguraba en una sala del piso segundo de la casa calle Mayor el curso de Geología, que continuó sin interrupcion durante tres años en dias alternos, desde las nueve hasta las ence de la mañana, con lo cual se demuestra que á la hora en que la mayor parte de las señoras de su clase y áun muchas de categoría inferior no empiezan aún á vívir, ya habia satis fecho aquella una de sus más vehementes aspiraciones, pues si bien el maestro sabía entónces y continúa sabiendo muy ACTAS DE LA SOC, ESP.—XIII, 5 65 ACTAS DE LA SOCIEDAD "ESPAÑOLA poco, claro está que este poco era algo, y áun mucho, para quien iniciábase á la sazon en las delicias de la ciencia. No tardó, sin embargo. la discípula en dar ostensibles pruebas de aprovechamiento y de que se le alcanzaba la importancia de semejantes estudios, para lo cual proveyó á la cátedra, por consejo mio, de todo cuanto podia ilustrar la materia, lle- gando el caso de querer completar la enseñanza teórica con alguna excursion geológica, como asi se hizo en los alrededo- res de Paris, cuya abundancia y conservacion de restos orgá- nicos la encantó de tal modo, que no pudo ménos de exclamar: «¡Ah, si yo tuviera 20 años ménos, no dejaria de acompañar ú usted en sus correrias geológicas!» Su curiosidad científica, que no es la propia del sexo, era tal, que 4 menudo me dirigia preguntas acerca de determinados puntos de la ciencia, que no siempre era fácil contestar. Raro era el dia en que al irá darle la leccion, dejaba de encontraria consultando algun libro d clasificando rocas y tambien fósiles. Siempre dispuesta á favorecer todo cuanto se encaminaba á la cultura del país, bastó la más leve insinuacion acerca de la naciente Sociedad española de Historia Natural, para mostrar vivos deseos de contribuir á su prosperidad, haciendo que la presentáramos en calidad de socia fundadora. Cumple, pues, aquella por con- ducto del último de sus individuos, un deber sagrado dedi- cando este recuerdo á Doña Josefa Lacerda y Palafox, condesa viuda de Oñate, para perpetua memoria, y como justo tributo de admiracion á su clara y perspicua inteligencia. Que Dios haya premiado tantas y tan excelentes dotes. Y ahora, para concluir, debo citar un rasgo de su generosidad para con los establecimientos públicos: ha legado al Museo Arqueológico Nacional la coleccion de vasos americanos que ocupaba una eran sala en el piso bajo de su casa-palacio, cuyo valor es harto difícil estimar, pero sí puede asegurarse que con tan preciado tesoro aquel centro es el primero del mundo por lo que respecta á cerámica peruana y mexicana. Al Museo de Bellas Artes tambien ha dejado un hermoso grupo en mármol de Carrara, que aumentará las riquezas escultorales que en- cierra. —El señor Buen y del Cos presentó unos fragmentos de ce- rámica, procedentes de Velez Rubio, y leyó la nota que sigue: «En mi última excursion cientifica, realizada bajo los aus- DE HISTORIA NATURAL. , 67 picios de nuestro ilustre consocio Excmo. Sr. D. Máximo Lagu- na, he recorrido, con fruto, extenso territorio de las provincias de Murcia y Almería. Aunque dedicada exclusivamente á la Botánica mi expedicion, no por eso he dejado de recolectar los ejemplares que, perteneciendo á otras ramas de la Historia Natural, he visto durante mi viaje sobre el terreno, ó me han sido donadas por los que eran sus poseedores. Múltiples detalles podia indicar sobre las plantas que recogí, pero ellos formarán parte de un trabajo especial que pienso hacer en breve; por eso en este momento suprimo daros cuenta de cuanto á la Botánica se refiere. La provincia murciana y su próxima la de Almería, son in- dudablemente magníficos puntos en que desarrollar las inte- ligentes dotes de aquellos, entre nuestros consocios, que se dediquen á la Paleontología y Antropología. Lorca, Vélez- Rubio, Sierra Almagrera, debieran ser minuciosamente estu- diadas, en la seguridad de que los frutos compensarian con exceso el trabajo empleado. ¡Lástima grande que atendiendo los Gobiernos á necesidades perentorias para su sostenimiento, no dediquen la preciosa actividad del dinero á las exploracio- nes científicas de nuestro rico suelo! Las numerosas especies fósiles recolectadas en los alrededo- res de Lorca, sobre todo al verificar los trabajos del renom- brado pantano de Puentes; la coleccion de peces fósiles estu- diada y conservada por nuestro consocio el Sr. Cánovas; los bancos miocenos plagados de moluscos y con abundantes crustáceos que se encuentran en Lorca y Águilas, justifican bastante una detenida expedicion paleontológica á estos pun- tos. En Sierra Almagrera, mejor que yo saben algunos que me oyen los preciosos restos encontrados que podrian embellecer nuestro Museo Nacional, y obran no obstante en poder de na- turalistas 6 de museos extranjeros. Mi queridísimo amigo el Sr. Laguna posee un magnifico molar fósil, hallado en las posesiones que tiene en Pulpí nuestro consocio el distinguido jurisconsulto lorquino D. Emilio Abadie, quien tuvo la ama- bilidad de regalármelo en compañía de algunos otros objetos. Más importante aún que bajo el punto de vista paleontoló- sico es la region mencionada por los innumerables restos prehistóricos que encierra y por las muestras que han dejado en el terreno las distintas civilizaciones que en los tiempos -68 ACTAS DE LA “SOCIEDAD ESPAÑOLA -históricos se han enseñoreado de tan fértil país. Ofrece en Es- paña un interés grandísimo cuanto á la Antropología se.re- fiere, porque esta ciencia ha de resolver problemas há tiempo perseguidos, poniendo de manifiesto cuáles han sido los pri- mitivos pobladores de la Península ibérica, y señalando con exactitud las razas Ó especies humanas de que proceden los variados caractéres que se observan en los habitantes de las provincias españolas. Hay sobre todo en nuestra patria varios pueblos cuyo estudio urge verificar: me refiero á los vascos, á los gitanos, á los que habitan las montañas extremeñas limí- trofes de Portugal y los dedicados al pastoreo en las montañas leonesas, porque en estos puntos, y sobre todo recogiendo res- tos de sepulturas antiguas, es donde con más pureza se con- servan los caractéres del pueblo originario. No se me esconde que algo se ha. hecho ya en el sentido que indico, y ejemplo son los trabajos que en distintas ocasiones han 'aparecido en las Memorias de la Sociedad antropológica francesa. La etno- logía de la Península ibérica, sin-embargo, está por hacer, y esto debe animar á los que se sientan con fuerzas para llevar á cabo tal estudio. Y en este sentido debo recomendar las co- lecciones que existen en poder de algunos aficionados lorqui- nos, los cráneos que posee en Coto-Fortuna (Mazarron) el señor D. Axel Boek, director de las minas de este punto, y una dete- nida excursion por la provincia de Murcia, en que tan fre- cuentes son las sepulturas antiguas. ' 7 úl En la posesion de D. Joaquin Plañol y Villanueva, en el tér- mino denominado la ZXZolla de Totana, segun dicho señor, hánse encontrado algunos sepulcros, y al verificar los trabajos mineros, con frecuencia se encuentran huesos y utensilios de las primeras épocas históricas. Tan abundantes como los históricos aparecen en la mencio- nada region los restos prehistóricos. Dígalo si no la magnífica coleccion de hachas de piedra que posee el Sr. Cánovas, la co- leccion de D. Eulogio Saavedra, de Lorca, la del Sr. Boek, los objetos numerosos que posee el Sr, Plañol, y algunos disemi- nados entre las gentes curiosas de Lorca y pueblos limitrofes; todos los que formarian, reunidos en nuestro Museo, una pre- ciosa y respetable coleccion. Las hachas de piedra, los cuchi- llos de pedernal, puntas de lanza de la misma sustancia, etc., se encuentran enterradas en el campo y son descubiertas fre- DE HISTORIA NATURAL. 69 cuentemente al verificar las faenas agricolas. Lo que en mi excursion he conseguido recolectar, está en poder del señor Quiroga, quien, como perito en la materia y autor de un mag- nifico estudio sobre las hachas españolas, ha de sacar de ello el mayor fruto posible. La estacion más notable, á mi modo de ver, de la comarca, para restos prehistóricos, es Vélez-Rubio. Bien lo justifican la renombrada Cueva de los Letreros y el Cerro de las Ánimas, la primera conocida por todos, el segundo digno de ser co- nocido. El Cerro de las Ánimas, muy próximo á Vélez-Rubio, lo visité detenidamente acompañado de nuestro consocio el ilus- trado médico D. Márcos Egea, quien me llamó la atencion sobre tal localidad. Es una pequeña prominencia de situacion tan especial, que en los tiempos prehistóricos, cuando en la lucha por la existencia, el hombre se valia de toscas armas manejadas por poderoso organismo contra los séres que le ro- deaban y de la emigracion contra los excesos atmosféricos, no podia encontrarse ninguna estacion en mejores condiciones. Rodeada de cumbres elevadas y dominando un valle extensi- simo, la vista poderosa del hombre prehistórico abarcaría una dilatada extension de terreno; de las vertientes próximas di- mana rico caudal de agua, y las rocas cercanas ofrecen mate- rial para la fabricacion de las indispensables armas de piedra. En aquel tiempo, extensos bosques poblaban los cerros, y, como hoy, ofreceria la calurosa llanura lorquina magnífica defensa contra los rigores del invierno, y la inmediata sierra de María un refugio contra los excesos del rutilante Apolo. En tan excelentes condiciones, el Cerro de las Ánimas no podía ménos de servir para estacion del hombre prehistórico, y en efecto, excavaciones practicadas, no por interés de la ciencia, sino por el deseo de encontrar algun filon metalífero, han dado por resultado el descubrimiento de hachas y martillos de pie- dra, cuchillos de pedernal, gran cantidad de barro, tan tosco, que bien puede considerarse como la primera expresion de la cerámica. Entre los objetos que yo recogí en tal sitio, nada me llamó tanto la atención como cuatro grandes placas de una fuerte pizarra granatifera, pulidas y muy desgastadas en la superficie, indicando claramente que sirvieron para tallar utensilios por el roce; y debian desgastar en grande, á favor ACTAS DE LA SOC. ESP.—XII. 6 70 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA de las numerosas y agudas puntas de los pequeños granates de que está llena la pizarra. Con estos antecedentes, ¿no es legítimo suponer que una excavacion en el Cerro de las Ánimas habria de producir exce- lentes resultados? Para que nada falte, en un cerro próximo al de las Ánimas se han encontrado, segun me dijo el señor Egea, esqueletos humanos cuya desmesurada talla llamaba la atencion, y que se desmoronaban con suma facilidad al pre- tender extraerlos de las sepulturas. Tiene además el Cerro de las Ánimas una gran importan cia, por otro asunto que no se escapará á vuestra preclara in- teligencia. Próximo á él, al pié de un elevado monte que lla- man el Maimon grande, se encuentra la Cueva de los letreros, cuyas pinturas rojas han dado lugar á discusiones animadas en el seno mismo de esta Sociedad. Soy lego en la materia, pero se me ocurre desde luégo: los restos cerámicos del Cerro de las Ánimas, que indican ya un señalado progreso, y los es- queletos del cerro próximo, ¿tendrán alguna relacion con las pinturas rojas de la Cueva de los letreros? No me atrevo á re- solver; pero lo que sí afirmo, que aquellas rojas pinturas pa— recen indicar un progreso relativamente superior al hombre de la edad de piedra. Por el sencillo é inconexo relato que acabo de hacer, com- préndese con facilidad cuán necesaria es á la ciencia la explo- ración de las provincias de Murcia y Almería, sobre todo en aquellos puntos que, como los indicados, ofrecen seguros re- sultados. Puesto que poco podemos esperar del apoyo oficial para emprender una obra de esa naturaleza, inclinad las ex- cursiones científicas hácia aquella region, y os cabrá la gloria de conseguir triunfos científicos, como hasta ahora, á pesar de limitaros á vuestro propio esfuerzo.» El señor Presidente, en nombre de la Sociedad , felicitó al Sr. de Buen, que, dedicado á la botánica, no descuidaba, sin embargo, en sus excursiones la recoleccion de objetos y obser- vaciones de los demás ramos de la Historia Natural y de la prehistoria, que era lo que teniamos que hacer en España to— dos los dedicados á ciencias naturales. —El señor Ribera, de Valencia, invitado por el Sr. Presidente y el Sr. Vilanova á dar cuenta de las observaciones que últi- mamente hubiese hecho en Valencia, dijo que no tenía nada DE HISTORIA NATURAL. “1 nuevo é interesante que comunicar, sino que habia recogido algunos yesos y una manganesa en una de sus más recientes expediciones. Sesion del 1.2 de Octubre de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —El señor Secretario dió cuenta de las comunicaciones si- guientes: Del presidente del Instituto Geográfico argentino, que re- mite un ejemplar de la obra conteniendo los resultados de la Expedicion á los mares australes de la América del Sur (1882-83); Del Sr. Collins, rectificando las señas de su domicilio; De los Sres. Frias y Martí, Palomera y Chuecos, Lizaran Pa- terna, Marin Martinez, Abadie Cabronero y Cabrera, dando gracias por su admision y expresando los titulos y señas que desean consten en la lista de socios; Y del Sr. Simon acusando la recepcion de la tirada aparte de su estudio últimamente publicado en los ANALES. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: A cambio: Botanisk Tidskrift.—Tomo x1v, ent. 1.* y 2.* Meddelelser fra den Botaniske Forening + Kjobenhaon.—Nú- mero 5. Zoologischer Anzciger.—Año vir, números 169-176. Atti della Societa Toscana di Scienze Naturali.—Memorie.— Tomo v, ent. 2.” —Processi verbali, 4 iuglio, 1880; 7 maggio, 2 iuglio, 2 novembre, 1882; 6 iuglio, 1884. Bulletin de la Société Géologique de France.—Año 1884, 3.* y 4.* partes. Anales de la Sociedad Cientifica argentina. — Tomo xvi, en- trega vI, XVIII, ent. 1. Revista da Sociedade de Instruccao do Porto.— Año m1, nú- meros 10-12. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid.—Yomo xn1, nú- meros 1.” y 2." 2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Crónica cientifica de Barcelona. — Año vn, números 156-163. Como donativo: Semanario Farmacéutico.— Año x11, números 37-51; remi- tidos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Expedición austral argentina.—Nociones preliminares.—Bue- nos-Aires, 1883. Annuaire statistique de la province de Buenos-Aires, publié par le Dr. Emile R. Gomi.—Deuxieme année, 1882; dos ejem- plares. ] Nueva expedición á las tierras y mares australes, bajo el mando del capitan Bove.—Conferencia de D. Juan M. Noguera en el Instituto Geográfico Argentino, el 2 de Julio de 1884; regalo del mismo Instituto. Artrópodos del viaje al Pacifico, verificado de 1862 d 1865, por una Comision de naturalistas enviada por el Gobierno español.— Insectos neurópteros y ortópteros, por D. Ignacio Bolivar; rega- lo del autor. Vote sur les julides de la Belgique.—Validité spécifique des Gyrinus colymbus Er., distincitus Á., caspius Ménet., libanus A., et Sufrianii Seriba.—Les méloides de l' Europe centrale d'apres Redtendacher et Gutfleisch, por D. A. Preudhomme de Borre; regalo del autor. Los Congresos Cientificos de Chalons, Berna, Paris, Lisboa y Argel. —Ensayo de Diccionario Geografico-geológico, por don Juan Vilanova y Piera; regalo del autor. Zahn et Jaensch Antiquariat. Katalog núm. 4.— Dresden, 1884; regalo del editor Fotograbado de Canalias y Bosch, Salvá, 52, Barcelona. Cir— cular enviada por el editor. La Sociedad acordó dar las gracias á los donantes. —(Juedó admitido como sucio el Excmo. señor Rivero (D. Roque Leon del), de Madrid, propuesto por D. Rafael Breñosa. —Se hicieron dos propuestas de socios. —El señor Secretario dió cuenta en extracto de los Estudios micro-mineralógicos. El dimorfismo del bisilicato de cal, por el Sr. D. Rafael Breñosa, presentados en la sesion de 6 de Febrero del corriente año y ampliados despues, así como lo hizo el se- DE HISTORIA NATURAL. 713 ñor D. Salvador Calderon y Arana de su Zasayo orogénico sobre la meseta central de España, acordándose que ambos artículos pasaran á la Comision de publicacion. —Al repartirse entre los socios presentes los ejemplares del cuaderno 2.” del tomo xn de los ANALES, que se compone de 12 pliegos de las Memorias, dos y cuartilla de las 4c/as, dos láminas cromolitografiadas y cuatro grabadas en piedra, la Comision de publicacion hizo notar, que las últimas habian sido dibujadas y grabadas gratuitamente por el Sr. D. Alfredo Truan y Luard, autor de la Sinopsis de las diatomeas de Astu- tias, á la cual ilustran, y la Sociedad acordó un unánime voto de gracias para tan dignísimo socio, que al desempeñar con mucho acierto y desinterés tan penoso trabajo, proporcionó á la corporacion una notabilísima economía en los gastos, y al mismo tiempo ha conseguido representar fielmente los obje- tos, que es una de las circunstancias de mayor mérito en las láminas que acompañan á las obras histórico-naturales. —Leyó el señor Secretario una nota del Sr. D. Estanislao Vayreda y Vila, que es la siguiente: «Conforme prometí en la sesion de la Sociedad á que tuve últimamente el honor de asistir, voy á comunicar algunos da- tos biográficos referentes á nuestro consocio el malogrado bo- tánico D. Ramon Masferrer y Arquimbau, arrebatado por fa- llecimiento del campo de la ciencia patria en la flor de su edad y cuando mejores frutos se disponía á producir. No es mi objeto escribir su biografía, pues no tengo los da- tos suficientes para hacerla, ni tampoco me reconozco capaz de ello, teniéndome que concretar á pagar el postrer tributo de admiracion al que fué buen amigo y varias veces compa- ñero de excursiones, y con el que dí, aunque cursando en di- ferente facultad, los primeros pasos en la senda de la ciencia botánica cultivada con entusiasmo, y cuyos adelantos fuimos comunicándonos hasta su prematura y sentida muerte. Era el Sr. Masferrer, de carácter afable y excelente trato, hábil explorador y observador experimentado. La ciencia es- pañola debe á sus estudios el conocimiento de varias comar- cas. Al propio tiempo sabía aprovechar su paso ó residencia en las ciudades, para registrar bibliotecas y archivos, re- uniendo datos históricos para la ciencia. Todos los consocios recordarán los importantes trabajos, que 74 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA debidos á su pluma, se publicaron en los AxaLes de esta res- petable Sociedad: Recuerdos botánicos de Vich. Tomo vi. Corta noticia de una excursion al Teide. Tomo vir. Recuerdos botánicos de Tenerife. Tomos IX, X y XI. Descrigcion de la flor y fruto del Lotus (Peliorhynchus), Ber- thelotii Masf. Tomo x, lám. vir. Recientemente habia publicado en la Crónica cientifica de Barcelona la Monografía de las Urticiceas. Tomo vt. Flora de los alrededores de Caldetas. Tomo vr. Anhelando estudiar y admirar la naturaleza en Filipinas, como lo efectuó hace poco en las Canarias, fué trasladado á aquel Archipiélago, pudiendo así con justicia y legitimidad, ascender con mayor prontitud en el escalafon de Sanidad mi- litar, no de seguro para holgar despues, cosa impropia de su laborioso carácter, sino más bien para poder dedicarse con más ahinco y provecho á sus estudios favoritos que eran las cien- cias naturales. Salió de Barcelona con entusiasmo á primeros de Julio pa- sado, cuando el cólera asolaba el Archipiélago filipino adonde iba destinado. A su llegada fué á parar á Joló, isla de pésimas condiciones de salubridad y á medio conquistar, donde per- maneció cuatro meses, y despues fue trasladado á Zamboanga (isla de Mindanao), desde cuyo punto me escribió una carta comunicándome las impresiones que le causaron aquellas re- giones tropicales, y de la cual me permitiré copiar algunos párrafos de interés general. Dice así: «Zamboanga (I. de Mindanao) 8 de Febrero de 1884.—Mi que- rido amigo: ¿Qué puedo decir á V. en una sencilla carta de estos paises tropicales? ¡Qué espectáculo más grandioso ofrece la naturaleza de estos países!... ¡qué vegetacion más hermosa y esplendente, y qué pájaros, qué insectos, qué peces, qué conchas!... Pero amigo, todo tiene su contra en este mundo; aquí, en donde parece que todo sonrie de continuo y tiene exuberancia de vida, hállase el hombre expuesto de continuo á graves dolencias y en un clima que le quita las fuerzas físi- cas y le abate las morales de un modo notabilísimo. La raza blanca no puede vivir bien en estas latitudes y las razas de color son pobres y raquíticas.» «Yo hasta ahora nada he podido hacer en el terreno de las DE HISTORIA NATURAL. 70 ciencias naturales y sólo me he ocupado en trabajos médicos, de los que despues de continuados, quizás algun dia pueda publicar aleo de provecho. He estado cuatro meses en la más insalubre de las islas de este Archipiélago y en la que no se puede uno apartar cuatro pasos de las murallas, si no quiere exponerse á que los moros le corten la cabeza. Es la isla de Joló de la que habrá V. oido hablar por la fama de piratas que sus habitantes sectarios de Mahoma tienen. Pienso con todo, así que pueda emprender trabajos botánicos y recoger tam- bien todo lo posible de objetos naturales. Veremos qué es lo que se puede hacer.» «A mí, por ahora, me sientan bien estos climas, que son muy diferentes del benigno de Canarias como V. sospecha.» Segun las últimas noticias recibidas por el Sr. Roig y Tor- res, director de la Crónica Cientifica, del farmacéutico militar D. L. Nieto, el dia 1.? de Abril habia llegado á Costabato para tomar posesion de su destino en el regimiento que se encon- traba de guarnicion en dicha villa, y el dia 4, á las ocho de la noche, momentos despues de despedirse de los Sres. Planter, director del hospital militar, y del Sr. Nieto, mandó aviso a dichos señores de que se sentia enfermo, y á pesar de cuantos cuidados le prodigaron aquellos buenos amigos, al dia siguien- te, á las ocho y media de la mañana, dejó de existir víctima del cólera esporádico, sin que pudieran prestarle sus consue- los su hoy atribulada familia.» —El señor Serrano Fatigati dió cuenta de sus últimas inves- tigaciones, diciendo: «He estudiado en el campo del microscopio algunas investi- gaciones y reacciones químicas, bajo la influencia de las fuer- zas denominadas moleculares. El primer cuerpo á que he acudido, es el yoduro de plomo. Formado entre cubre-objeto y porta-objeto aparece crista- lizado. En el aspecto de estos cristales influye la direccion de las corrientes. Los primeros corpúsculos que se forman parecen esféricos: en cuanto estos alcanzan ya un cierto tamaño, adquieren las condiciones de láminas exagonales. A veces se presenta unnúcleo exagonal y en su alrededor se deposita, instantes despues, otro cristal mayor: el núcleo 76 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA permanece inalterable en unas ocasiones, y en otrasse prolon- ga de un modo irregular en la masa de la sustancia que le envuelve, hasta llegar en ciertos casos á confundirse con ella: esto demuestra la no consolidación inmediata de los cristales. ¿Puede considerarse, en vista de esto la génesis de los cris- tales, como algo de semejante á la formacion de los poliedros líquidos de Plateau? Otros muchos datos hemos recogido en estos experimentos que consignamos en la memoria ya redactada para entregarla á la Sociedad.» —El señor Quiroga (D. Francisco) dió cuenta de la segunda parte de sus Voticias pelrográficas y presentó algunos crista- les notables de galena de Sierra Almagrera y magníficas ma- clas de cuarzo del Delfinado, que existen en el museo de Cien- cias Naturales de Madrid, á cuyo establecimiento, el señor don Federico de Botella, ha hecho donacion de interesantes fósiles y rocas de Ciudad-Real, Almería y Huelva, entre los cuales figuran magníficos ejemplares de Posidonomya Beckerii, pro- cedentes de la última provincia citada. Expresó el señor Gonzalez Fragoso (D. Romualdo) que creia un deber el hacer constar que en una coleccion de rocas, que como donativo ha ofrecido al mismo establecimiento, se halla un ejemplar de la misma especie, y que fué encontrado hace algunos años por el Ilmo. Sr. D. Antonio Machado en las cer- canías del Alozno y en dicha provincia. —Hizo donacion el señor Vilanova (D. Juan) de un ejemplar de sus interesantes obras, recientemente publicadas, Zos Co02- gresos científicos de Chalons, Berna, Paris, Lisboa y Argel. En- sayo de Diccionario geografico-geológico, extendiéndose en con- sideraciones referentes á su deseo, de que se ampliase por todas las personas competentes la última, á cuyo fin la habia mandado imprimir en una forma que facilita el hacer en el sitio conveniente, todas las adiciones que ocurran. Habló el mismo señor de un artículo inserto en el núme- ro 182 del Boletin de la Institucion libre de enseñanza relativo al orígen y desaparicion de los lagos terciarios de España, de que es autor el Sr. D. Salvador Calderon y Arana, que contes- tó á las observaciones que le habian sido hechas. —El señor Anton y Ferrandiz (D. Manuel) dijo, que en el Museo de Ciencias naturales existen unos cráneos que se pro- DE HISTORIA NATURAL. ida r pone dar á conocer, pertenecientes á la raza Cro-magnon y que han sido encontrados en Navares de Ayuso, en la provin- cia de Segovia. Sesion del 5 de Noviembre de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —Se dió cuenta por el señorSecretario de las comunicacio— nes siguientes: Del secretario de la Exploracion geológica de los Estados- Unidos de América, remitiendo un ejemplar del estudio del Sr. D. Alberto Williams, sobre los recursos minerales de los mismos; Del secretario de la Sociedad Geológica de Francia, dando conocimiento de haber sido expedidos los tomos 1-v de la 3.* serie del Boletin de la misma; Del secretario de la Sociedad Científica argentina, reclaman- do algunos cuadernos de los ANALES; Del editor de los Estudios de Ciencias microscópicas, que envia un prospecto del tercer volúmen de los mismos; De la Junta directiva de la Union ibero-americana, parti- cipando el nombramiento de socio de mérito y protector, á favor del Presidente de la Sociedad, que acordó aceptar tan honroso nombramiento; Y de la Agencia Internacional literaria establecida en Ma- drid, Jacometrezo, 60, ofreciendo sus servicios. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes: A cambio; Journal of the Royal Microscopical Society.—Ser. 11, vol. 1v, part. 5. Zoologischer Anzeiger.—Año vu, números 177-179. Anales de la Sociedad Cientifica argentina.— Tomo XVIII, en- trega 2.* Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid. —Tomo xvi, número 2.” Crónica cientifica de Barcelona.—Año vu, números 164 y 165. Como donativo; 78 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Semanario Farmacéutico.—Año x11, núm. 52; año XnI, nú- meros 1-5; remitidos por su Director D. Vicente Martin de Ar- genta. Tentamen Catalogi lysiopetalidarum, julidarum, archiulida- rum, polyzonidarum atque siphonophoridarum hucusque descrip- tarum, por D. A. Preudhomme de Borre; regalo del autor. Flora de Calella (Catalunya), por D. Miguel Cuní y Martorell; regalo del autor. La lucha por la existencia, por D. J. L. Lanessan; traduccion, por D. Romualdo Gonzalez Fragoso, precedida de un prólogo del Ilmo. Sr. D. Antonio Machado y Nuñez; regalo del tra- ductor. Reglas para obtener los vinos ordinarios de buenas condiciones. —Años 1-111; por D. José M. Martinez Aníbarro Rives; regalo del autor. Los pararayos, por D. M. Hoefler; dos ejemplares regalados por el autor. Discurso leido por el Excmo. Sr. D. Segismundo Moret y Pren- dergast, el día 4 de Noviembre de 1884, en el A teneo de Madrid; regalo de la corporacion. Structural and systematic Conchology, por D. Jorge W. Tryon; prospecto regalado por el editor. Studies in Microscopical Science, publicados por D. Arturo €. Cole; prospecto regalado por el editor. Gabinetes de Historia Natural, Mendizabal, 19, Barcelona; catálogo, núm. 3; regalo del editor. —(Quedaron admitidos como socios los señores Jimenez de Cisneros (D. Daniel), de Caravaca (Murcia), propuesto por D. Ignacio Bolivar; y Mederos y Manzanos (D. Pedro), de San Lorenzo (Gran Ca- naria), propuesto por D. Alfonso Caparrós. —+Se dió cuenta en extracto por el Sr. Calderon y Arana de un Catálogo de los peces recolectados en las Indias orientales por D. Adolfo Bernardo Meyer, que se acordó pasara á la Comision de publicacion, así como el artículo del Sr. D. Enrique Serra- no y Fatigati, acerca de la Influencia de las acciones moleculares sobre la cristalización y las reacciones químicas. DE HISTORIA NATURAL. 79 —Leyó el señor D. Federico de Botella y de Hornos, lo si- guiente: Nota sobre la alimentacion y desaparicion de las grandes lagunas peninsulares. En el número 182 de la excelente revista que publica la Zns- titucion libre de Enseñanza, uno de nuestros más distinguidos micrógrafos, ocupándose del orígen y desaparicion de los lagos terciarios de España, tras de algunas consideraciones sobre los caractéres de esta formacion, se expresa en los siguientes términos: «Los geólogos españoles, adoptando las ideas de los ilustres de Verneuil y Prado, explican la historia de estas poderosas formaciones como el resultado de la acumulacion, en el cen- tro de España, de aguas venidas por rios procedentes del N.; hipótesis que viene á coincidir con la del inolvidable Forbes, segun la cual Irlanda, estaba enlazada con nuestra Península en época todavía no muy lejana. Al final del periodo terciario sobrevinieron movimientos en todo nuestro suelo que, segun dichos naturalistas, determinaron el aislamiento de las costas septentrionales y una oscilacion de la meseta que dió por re- sultado el desagiie de las cuencas. »Semejantes hipótesis, á fuerza de repetirse por los geólo- gos españoles, han venido á constituir para ellos hechos per- fectamente establecidos, cuando en realidad presuponen dos series de factores que no están ni con mucho demostrados, 4 saber: la existencia de poderosas corrientes venidas del N., de las cuales no se ha encontrado hasta aquí vestigio alguno, como ya lo indicaba Prado, y la de movimientos post-tercia— rios, tanto en el N. (los cuales ha negado recientemente Bar- rois con sólidas razones), como en el centro de la Península. Es verdad que las cuencas ofrecen la doble pendiente de que acabamos de dar sumaria noticia; pero ¿implica semejante circunstancia que el terreno haya oscilado despues de la se- dimentacion de las rocas lacustres? Las experiencias de We- gman, C. Prevost, Hietz y Rosier han evidenciado el hecho de la sedimentacion normal de elementos pétreos en un terreno inclinado 40”; y sin salir de la Península los señores Cortázar 80 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA y Pato, suponen que el mioceno de Valencia se depositó con la inclinacion que presenta sobre el trias, adoptando los rum- bos de este último. »La teoria, innecesaria á nuestro juicio, del desagiie de las cuencas, sólo se funda en ciertos accidentes de denudacion que se reconocen en los bordes, los cuales se explican sufi- cientemente por la accion secular de las aguas durante la época cuaternaria y por el hecho de la pendiente general del terreno, que, sobre no estar demostrado ser obra de movi- miento del suelo, no bastaría tampoco para explicar total- mente el fenómeno. En cambio tropieza con dos dificultades insuperables: de una parte, la que siendo doble la inclinacion de las cuencas de las dos Castillas que se cree comunicaban entre si, no se sabe segun cuál de las pendientes se verificó, si hácia el Mediodía ó hácia el Atlántico; y de otra parte, la de que no da cuenta de la desecacion de los lagos aislados que existian en torno de los principales. »A nuestro juicio, no se necesita apelar á tal complejidad de agentes, en su mayor parte indemostrables, para explicar la historia de las formaciones terciarias lacustres de España, cuando los datos que la ciencia posee sobre la climatología de aquellas épocas, bastan para dar razon de tales fenómenos. Se sabe, en efecto, que en la Europa central y meridional domi- nó durante el principio de la época terciaria la flora tropical y subtropical, á que siguió la centro-americana del mioceno, siendo por último reemplazada ésta por la terciaria medite- rránea del plioceno. Las palmeras, los bambús, las magnolias, los árboles de la canela y del alcanfor, con las mimosas, las acacias y otras diversas plantas tropicales, poblaron nuestros bosques durante el inmenso período terciario, y es claro que no podian hacerlo sino en un clima que reuniese las condi- ciones que existen hoy en las regiones donde tal flora se con- serva, esto es, bajo un sol ardiente y sometida á una enorme cantidad de lluvia. ¿No basta la existencia de esta última para dar lugar á la formacion de lagos, y no indica el predominio de tantas cuencas grandes y pequeñas en la España terciaria la obra de un potente régimen pluvial? » Tales consideraciones se nos ocurrieron en presencia de los grandes lagos de Nicaragua y Managua en la América central, donde en una superficie relativamente pequeña se DE HISTORIA NATURAL. 8l tiene ocasion de examinar el cuadro que durante los tiempos terciarios ofrecia nuestra Península. De dichos lagos, el de Managua ofrece una longitud de 95 kilómetros por 56 de an- chura y el de Nicaragua 160 por 60 con una profundidad de 10 á 11 en los sitios más hondos, estando uno y otro alimentados exclusivamente por las aguas de lluvia que caen en la cuen- ca. Cuando éstas se acumulan en mayor cantidad, desagiian por el rio San Juan, produciendo en aquella parte efectos de denudacion que agrandan su cauce. Ahora bien, si supone- mos que la cuenca de estos lagos aumentara hasta adquirir las dimensiones que ofrece la de la España central, es evi- dente que se formarian lagos tan vastos como los terciarios de Castilla, y esto sin que variase en nada el conjunto de circuns- tancias que allí reinan, ni viniesen rios ni torrentes á verter sus aguas. »Prescindiendo de muchas circunstancias y pormenores que apoyan la analogía entre los lagos terciarios de España y los actuales de la América central, notaremos no más que nues- tra suposicion, sobre ser más sencilla, resuelve todas las du- das suscitadas por la hasta ahora admitida sobre el particu- lar. Porque, ¿cómo explicar que rios venidos del N. formasen depósitos sola y exclusivamente durante la época terciaria y no ántes ni despues de ella? Esta circunstancia es la que ha hecho apelar á los partidarios de semejante opinion á la in- tervencion de levantamientos y hundimientos de todo punto hipotéticos y sobre todo á la suposicion de un desagiie, que sobre no tener aplicacion á los lagos que no comunicaban con los principales, es innecesaria bajo nuestro punto de vista. En efecto, la geología histórica nos prueba que las condiciones meteorológicas que reinan hoy en los climas tropicales y sub- tropicales sólo existieron en nuestro suelo durante el período terciario; es natural que únicamente durante él se formaran los depósitos pluviales y que á medida que fuera cesando di- cho régimen, siendo la evaporacion mayor que el ingreso de aguas, se fueron desecando los lagos y con mayor rapidez de la que á primera vista pudiera parecer.» Tal es la doctrina que profesa mi amigo D. Salvador Cal- deron sobre el origen y desaparicion de los grandes lagos ter- ciarios y he juzgado necesario repetir sus palabras textual- mente para que no pueda quedar duda alguna sobre los aser- 82 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tos que adelanta y sobre las conclusiones á que llega; por lo demás, como la cuestion tiene interés bastante y que uno de los objetos principales que se propuso nuestra Sociedad al constituirse fué precisamente la indagacion de los fenóme- nos naturales que atañen particularmente á la Península, he de permitirme tambien citar textualmente lo que hace años (1877) publicaba en una serie de artículos en el Boletin de la Sociedad Geográfica, sobre las formas y condiciones por las cuales habia pasado sucesivamente nuestro suelo, ocupándo- me en el capítulo vir de los mares y lagos miocenos y como consecuencia de la cuestion que estamos tratando. Luégo de trazar á grandes rasgos en sus principales acci- dentes el aspecto orográfico de aquella época señalando la serie de cordilleras que servian de límite 6 cintura á los lagos que ocupaban en gran parte nuestro territorio, la clase de se- dimentos que se depositaban y las condiciones especiales que, segun las bellas investigaciones de los Oswald Herr, Gaston de Saporta, Gaudry y otros, dan como caracteristica de la época terciaria un clima húmedo, tropical con visos de templado, cuya indole era principalmente insular y donde debian pre- dominar grandes masas de agua y de verdura, decia yo en- tónces: Para explicar la existencia de esos grandes lagos los sabios de Verneuil y Collomb admitian una disposicion muy distinta de la que hoy afecta nuestra Península, pues dicen textual- mente: «Si se colocasen hoy unos lagos en la situacion que tenían »los que son objeto de nuestro estudio, desaguarían inmedia- »tamente hácia el S. y hácia al O., y áun cerrando todas las »barreras y nivelando el suelo, sólo tendrian una existencia »efímera y se desecarian por falta de alimentacion, sobrepu- »jando considerablemente la cantidad de agua evaporada á »la recibida. Para que estos lagos existieran era preciso que »contasen con medios de alimentacion proporcionados á su magnitud; debian recibir grandes rios que aportaran un vo- »lúmen de agua considerable; y como los Pirineos que exis- »tian ya en aquella época, oponian una barrera infranqueable »4 toda comunicacion entre España y lo restante de Europa y »por todos los otros lados estas comarcas se hallaban rodeadas »del mar, hay que admitir otra configuracion para la España; DE HISTORIA NATURAL. 83 »hipótesis que recuerda la Atlántida de Platon y la union pro- »bable señalada por Forbes de Irlanda con España.» «Admitimos desde luégo con los eminentes sabios cuyas in- vestigaciones han derramado tanta luz sobre la constitucion geológica de nuestro suelo, y ya lo sustentamos en otro lu- gar (1), que era muy distinta la disposicion de nuestro terri- torio, pero disentimos, sin embargo, de nuestros amigos, en la necesidad de esas grandes corrientes fluviales que imagina- ban; porque, de haber existido, como en nuestro planeta nunca se borran en absoluto los rastros de los acontecimientos carac- teristicos, algunas huellas habrian de notarse; y ya observa muy atinadamente D. Casiano de Prado que no se perciben en ninguna parte indicios de la marcha de esas corrientes ultra- peninsulares. » En realidad, para explicar la persistencia indudable de las grandes lagunas centrales, no hace falta recurrir d semejante hipótesis, pues basta con la discusion detenida de las condicio- mes geológicas y meteorológicas de nuestra Peninsula en la época terciaria, y su exámen comparado con el de las circunstancias actuales. En efecto, del resúmen de las observaciones meteo- rológicas efectuadas en la Península durante el último dece- nio de 1865 á 1874 que publica el Anuario del Observatorio de Madrid, y de los datos recogidos en el excelente libro del ingeniero de montes D. Andrés Llauradó, podemos dedu- cir los resultados siguientes con relacion á nuestras gran- des cuencas y á las cantidades y distribucion de las llu- vias que reciben anualmente. La cuenca del Ebro, que mide 83.530 km.*, recibe anualmente una capa de 523 mm. de agua de lluvia, correspondiente á cuarenta y siete dias, por término medio, siendo la temperatura media de 15”, la máxima de 44” y la mínima de 8”.—La cuenca del Duero, de 79.000 km.?, re- cibe anualmente una capa de 451 mm., correspondiente á no- venta y un dias, por término medio, siendo la temperatura media de 14”, la máxima de 39” y la mínima de 7”.—Y en fin, la cuenca del Tajo, que tiene 54.000 km.*, recibe anualmente 388 mm. de agua de lluvia, correspondientes á ochenta y seis (1) Apuntes paleogeograJicos.—España y sus antiguos mares. Madrid, Boletin. de la Sociedad de Geografía, 1971. Lo Atlántida.—Congreso internacional de Americanistas de Madrid, 28 Setiembre 18581. 84 . ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA dias de lluvia, siendo la temperatura media de 13”, la máxima de 37” y la mínima de 6".—Y como la evaporacion media del agua expuesta en un receptáculo á la accion de la intemperie asciende en Madrid á 4,30 mm., por término regular, en vein- ticuatro horas, 6 sea 1,50 m. en la totalidad del año, es evi- dente que en las circunstancias de la época presente y áun suponiendo totalmente cerradas las citadas cuencas y con- vertidas en otros tantos lagos interiores, estos no tardarian en desecarse por la sola accion de las influencias atmosféricas. Y es que hoy las circunstancias en que nos hallamos son las más desfavorables, pues la disposicion de las cordilleras, la influencia de los vientos reinantes y la falta casi total de ve- cetacion arbórea en nuestras regiones montañosas, se unen para oponerse á la frecuencia de las lluvias, reduciéndolas á un corto número de dias en el año y exponiendo la tierra sin defensa á los rayos abrasadores de un sol canicular.—Aun así, sin embargo, conviene recordar que no pasa año sin que á tiempos, bastante repetidos, turbiones espantosos envien á nuestros rios tal suplemento de caudal, que supera todos los cálculos, llevando á los mares, en medio de la desolacion y de las ruinas, volúmenes de agua de tanta consideracion, que á no tener salida, es poco menos que seguro que la evaporacion quedaria vencida á su vez por estas lluvias excepcionales, sin introducir alteracion alguna en los demás componentes que paralizan sus efectos.—No es éste, sin embargo, el terreno en que pretendemos fundar la posibilidad del predominio de las lluvias sobre la evaporacion, y por tanto la existencia de aque- llos lagos con caractéres propios de permanencia. Tratamos de edades pasadas, cuyas circunstancias especiales no son ya un misterio, gracias á los magnificos y sapientísimos trabajos de los sabios naturalistas, ya citados, que las han hecho objeto de sus investigaciones, y debemos pues colocarnos en igual- dad de condiciones, para encontrar lógicamente la solucion que buscamos. El profesor Oswald Herr, examinando las nu- merosas especies de vegetales y animales cuyos restos nos conservan las capas terciarias europeas, comparando las de las regiones más septentrionales, asi como las de las regiones centrales y meridionales, y procediendo por deducciones ri- gurosamente lógicas, ha llegado á probar que semejante mun- do orgánico no hubiese podido desarrollarse con una tempe- DE HISTORIA NATURAL. 85 ratura igual á la que reina actualmente, y que al efecto era preciso admitir un aumento sobre las condiciones actuales, de 9” para el periodo del mioceno inferior, de 7” para el mio- ceno superior, y por último de 3” para el plioceno. Las tempe- raturas medias en cada una de aquellas divisiones geológicas debieron ser por lo tanto y respectivamente de 23”, 21” y 17”, oscilando entre las máximas de 47”, 45” y 41”, y las minimas de 2”, 0? y 4”.—Pero el calor no es la única causa que influye en la formacion de los climas; la humedad, el relieve del te- rreno, la configuracion especial de los continentes, accidenta- dos por numerosas peninsulas, rodeados de multiplicados ar- chipiélagos, son otros tantos componentes, prescindiendo de otras muchas circunstancias locales que concurren con su correspondiente influencia. —Colocado nuestro territorio al extremo occidental de un inmenso océano, que con cortísimas interrupciones se extendia por Oriente hasta las regiones Ín- dicas; surcado de montañas cuyas altitudes alcanzaban ya entónces hasta algo más de 2.500 á 3.000 m.; cubierto en su casi totalidad por selvas impenetrables y ocupadas sus cuen- cas centrales por profundas lagunas, su situacion especial— avanzada del gran continente atlántico,—la altitud, forma y disposicion de sus multiplicadas crestas y todos sus demás accidentes orográficos, obraban de consuno para atraer y concentrar en no escasa cantidad la inmensa evaporacion pro- ducida por tan extensas masas de agua, manteniendo sobre sus cumbres perpetuo manto de nubes que el enfriamiento natural convertia en lluvias abundantes y constituyendo algo semejante á la zona constante de nubes y lluvias, que por efecto de los vientos alíseos se producen en las regiones tropi- cales, y que designan los marinos ingleses con el nombre de Cloud rings (anillo de nubes). Hallábanse reunidos, por lo tanto, en casi todos sus términos, los mismos elementos que detienen en la elevada cordillera del Himalaya las nubes pro- cedentes del Océano Índico y que hacen llegar la cantidad de agua derramada á 7,67 m., hácia la vertiente occidental de los Ghattes y 4 14,80 m. en Cherra Ponjee en los montes Garrows al S. del valle de Brahmaputra.—Y como en las regiones tro- picales la evaporacion máxima anual sólo asciende á 5 m., re- sulta con toda evidencia que, sin llegar á las cantidades cita- das de aguas derramadas, por más que no tengan nada de ACTAS DE LA SOC. ESP.—XIlI. Y 286 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA improbable, las lluvias frecuentes y torrenciales de nuestro clima terciario peninsular, debieron ser causa más que sufi- ciente para la alimentacion de numerosos y caudalosos rios, y para suplir con creces las pérdidas debidas á la evaporacion; hipótesis que cobra más fuerza todavía al interrogar las hue- llas que conserva nuestro territorio, pues por poco que nos fijemos en el régimen de nuestros rios, tenemos que recono- cer que áun los de más caudales son meros arroyos compara- dos con lo que fueron entónces; Tajo, Ebro, Guadiana, Duero y Guadalquivir, así como sus tributarios y los de menos re- nombre, trazan apénas pequeño surco en medio de sus anti- guos cauces, que á gran distancia elevan de ambos lados sus formidables cantiles 6 sus lechos de guijos y arenas super- puestos.—Los manantiales mismos de donde nacen, han dis- minuido extraordinariamente ó surgen á niveles inferiores; blancas cascadas de piedra reemplazaron las tumultuosas ca- taratas de otros siglos y en sus cercanías escalonadas á diver- sas alturas, verdaderas cavernas abren sus enormes fauces revestidas de gruesa capa de toba, señal indeleble de la pasa- da grandeza de aquellas, y pruebas irrebatibles de los pode- rosos torrentes que arrojaban por do quier.—(F. DE BOoTELLA.— Apuntes Paleogeográficos —España y sus antiguos mares, Bol. de la Soc. Geogr., t. 1; Madrid, 1877, páginas 121 y siguientes.) Tenemos, pues, que ya en 1877 quedaba clara y terminan- temente sentada mi opinion particular de que, para explicar la existencia y permanencia de los grandes lagos centrales, bas- taba con considerar las circunstancias esenciales de la época terciaria, cabiéndome la satisfaccion de que en esta parte, y casi en los mismos términos, nuestro consocio ha llegado ahora á las mismas conclusiones.—D. Casiano de Prado, segun re- sulta de las citas anteriores, combate tambien la intervencion de rios ultrapeninsulares; y como en la época en que escribió su magnífica descripcion de la provincia de Madrid, éramos muy pocos los que con más ó ménos fruto nos ocupábamos de geología, puedo decir que, á mi conocimiento, ninguno admi- tia las tales corrientes, y queda por tanto desvanecido el cargo que achaca á los geólogos españoles nuestro amigo, y que con- viene separar cuidadosamente por lo demás, de la hipótesis de las distintas formas que en los tiempos terciarios afectaba en conjunto la Península y de sus enlaces con otros territorios, DE HISTORIA NATURAL. 87 que creo por mi parte y que he sustentado en repetidas oca- siones, deduciendo estas formas y enlaces de pruebas geológi- cas, que pueden encontrarse más 6 ménos fundadas, lo que no atañe á la cuestion que estamos ahora dilucidando, y tambien de condiciones meteorológicas entónces existentes, las que sí vienen muy al caso. Descartada, pues, esta primera aseveracion, en que mi objeto ha sido establecer los hechos de modo que á cada cual se pu- diera atribuir lo que realmente le corresponde, réstame ocu- parme ahora de las causas que motivaron la desaparicion de aquellas grandesmasas de agua que mi amigo el Sr. Calderon atribuye á la evaporacion, por lo que notó en los lagos de Nica- ragua, y en que por mi parte he sostenido en diversas ocasio- nes que obraron como principal elemento, á la vez que los cam- bios meteorológicos que caracterizaron los tiempos posterio- res á la época miocena, los movimientos orogénicos, de los cuales ha quedado señalada muestra en nuestro territorio. Fácil es suponer, como dice el Sr. Calderon, que recibiendo anualmente las cuencas de los lagos de la América central unos 2 m. por las lluvias, y perdiendo 0,66 m. por la evapora- cion, se desecarian rápidamente si cesara el régimen lluvioso que allí reina; pero prescindiendo de que en extension, pro- fundidad y por sus circunstancias orográficas, estos lagos no pueden sostener comparacion alguna con las grandes masas de los lagos peninsulares, cuyas dimensiones probables he- mos relatado anteriormente y cuya profundidad no bajaba se- guramente de unos 900 m., el fenómeno no es tan sencillo como parece, y á una mayor evaporacion, que respondería á un cli- ma más cálido, habrian de responder inmediatamente lluvias torrenciales, como consecuencia de una mayor acumulacion de vapores en las cimas de las cordilleras que los rodeaban; á no imaginar, que desaparecidas repentinamente y cortadas estas á cercen por singular cataclismo, hubieran venido á sus- tituirlas inmensos y áridos arenales para dejar paso franco á ese inmenso cúmulo de vapores, que arrastrados por los vien- tos, hubieran ido á descargar entónces á largas distancias fuera de nuestro territorio. De modo, que la hipótesis del Sr. Calderon requiere, no sólo un aumento notable de temperatura en el clima de los tiem- pos posteriores á los climas terciarios, sino á cambios real- 88 "ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA mente portentosos en toda la orografía de la Península; su- puestos ambos, que están en abierta oposicion con los hechos que presenciamos, que marcan cambios relativamente insig- nificantes en la configuracion esencial de la Península, y con las observaciones de los sabios que citamos anteriormente, que fundados en los datos irrecusables de las faunas y de las floras, señalan, en vez de un aumento, un descenso constante en la temperatura de los climas subsiguientes. Y hé aquí cómo el jóven catedrático, huyendo de la intervencion de le- vantamientos y hundimientos, que llama de todo punto hipo- téticos, y que, sin embargo, entran de tal manera en el ré- cimen constante de nuestro planeta, que constituyen con el carácter de las especies fósiles, las únicas guías que nos mar- can los repetidos cambios ocurridos desde la creacion en la reparticion de los mares y continentes, nos lleva impensada- mente á trastornos, tanto más inexplicables, que despues de desaparecidos los lagos peninsulares, hubieran debido ser se— guidos por otros trastornos no ménos portentosos para reponer todas las cosas casi en su ser y anterior estado. Esperamos que alguna fuerza han de hacer estas considera- ciones al Sr. Calderon, de cuya buena fe no dudamos, y que sin duda no hubo de tenerlas en cuenta por el apresuramiento con que debió escribir su artículo del Boletin de Enseñanza; para concluir, manifestaremos ahora en breves palabras cuán fácil se hace por contra explicar el fenómeno que nos ocupa sin salir de las causas naturales. Variado un tanto el régimen de las aguas por los cambios meteorológicos sucesivos acaecidos en los tiempos que siguie- ron á la época miocena, no sufrieron, sin embargo, alteracio- nes notables las grandes lagunas centrales, áun teniendo en cuenta las pérdidas naturales por la evaporacion y por la de- crecencia de las lluvias; pero al alcanzar su relieve total, el Eje Ibérico, 6 seala gran divisoria interoceánica mediterránea que corta todo nuestro territorio desde Luna hasta Maranges (por la doble y simultánea influencia de los movimientos oro- génicos del Tenaro y del Eje volcánico mediterráneo), se rom- pió el equilibrio que mantenia aquellas masas de aguas, divi- diéndose y refluyendo hácia uno ú otro de los mares vecinos, ahondando grietas, aprovechando fallas, derribando obstácu- los y salvando barreras. Y este fenómeno, que por poco que se DE HISTORIA NATURAL. 39 medite basta á dar razon de todas las singularidades que nos ofrecen las capas terciarias, se halla impreso de tal manera en nuestro territorio y especialmente en la superficie que ocu- paban aquellos lagos, que resulta en todos sus detalles, al echar una mirada sobre el mapa hypsométrico en que he re- presentado la estructura orográfica de la Península y que tengo el gusto de poner á la vista de nuestros consocios, como asimismo otro mapa referente á los mares y lagos terciarios, extraidos ambos del trabajo anteriormente citado sobre las formas sucesivas, por las cuales ha pasado España, sirviendo uno y otro al esclarecimiento de la cuestion que nos ocupa. Entre las dos grandes moles del Orospeda y del Idubeda y como sirviéndole de enlace en cierto modo, aparece entre Vi- llarrobledo y La Roda, un especie de itsmo de unos 700 m. de altitud, á partir del cual y de ambos lados, curvas escalonadas marcan con sus peldaños sucesivos el camino que siguieron las aguas hasta entrar en los caños de salida y luego en sus océanos respectivos; cerros é islotes esparcidos por todo el ám- bito de las antiguas cuencas se alzan todavía como testigos de los anteriores niveles de estas lagunas; grandes depósitos de guijos y cantos amontonados en determinados sitios marcan los movimientos tumultuosos de las aguas, mereciendo muy particular mencion la línea de mioceno marino que se extiende desde el Bonillo hasta más allá de Chinchilla, el manchon que va de la Cañada á Garabella y los de Tosos y Fuendetodos que señalan el litoral marítimo de aquella época y sus invasiones, asi como la amplitud del movimiento ascensional del Eje Tbé- rico, pues hoy se hallan todos ellos á unos 700 m. de altitud sobre el nivel del mar. Basten estas ligeras indicaciones, pues no quiero abusar más tiempo de vuestra benevolencia; la deficiencia de nuestros mapas generales es tal, que por mucho tiempo todavía no será de extrañar que numerosas cuestiones aparezcan oscurecidas; pero en cuanto á la que nos ocupa, deseo quede sentado: 1.2 Quelos geólogos españoles, ni de antaño ni de ogaño, no han asentido, ni asienten, á la hipótesis de rios ultra-peninsu- lares, habiéndola combatido siempre cuando se ha presentado; 2. Queel que suscribe tiene publicado desde tiempo, y repetidas veces, que para la alimentacion de las lagunas ter- ciarias bastaba con remontarse por el pensamiento á las cir- 90 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA cunstancias climatológicas y orográficas de la Península en la época en que tuvieron lugar; 3. Que para que la evaporacion explicara la desaparicion de aquellos lagos sería preciso acudir á condiciones realmen- te extraordinarias, de las cuales no queda rastro alguno; y 4.” Por fin, que el desagiie de esos grandes lagos, así como el de todas las lagunas terciarias de menorimportancia, se ex- plica natural y lógicamente por el mismo movimiento orogé- nico que marcó la gran divisoria interoceánica mediterránea, y por tanto el derrotero que desde entónces siguen las aguas.» Los señores Botella y Vilanova hicieron algunas obser- vaciones referentes al escrito anterior, y el señor Calderon y Arana (D. Salvador) dijo que en otra sesion, y en vista del es- crito del Sr. Botella daría contestacion al mismo. —Leyó el señor Calderon y Arana (D. Salvador), lo siguiente: «Con grande empeño se persigue actualmente por los mi- neralogistas y petrógrafos los procedimientos destinados á revelar la naturaleza y propiedades de las pequeñas masas discernibles por los medios amplificantes, estando convenci= dos de que sólo en estas investigaciones ha de encontrarse la verdadera senda que descubra la estructura de las rocas, la composicion de los elementos aislados, y en el mayor grado de pureza posible, y la forma de los cristales, tanto más per- fecta, cuanto menores son sus dimensiones. Así es que, al poco de inventar Sorby el procedimiento para examinar al micros- copio las sustancias minerales reducidas á láminas delgadas, Rosenbusch introdujo la aplicacion de la luz polarizada, á la que debe la petrografía casi todos sus modernos progresos; otros naturalistas se han consagrado á descubrir medios de separar por sus distintas densidades ó por sus peculiares pro- piedades electro-magnéticas los diferentes elementos 6 á bus- car reacciones delicadísimas que los distingan unos de otros; y en fin, se persigue sin tregua la solucion del difícil proble- ma de la medida de los ángulos diedros de los cristales mi- Croscópicos. Un nuevo paso en esta senda acaba de iniciar M. K. de Kroustchoff, proponiéndose aplicar el análisis espectral á los estudios micromineralógicos (1). Semejante intento no pasa (1) Bull. de la Soc. mineralog. de France. Julio, 1884; tomo vI1. DE HISTORIA NATURAL. 91 todavía de ser una aspiracion vaga, y cuyas mayores dificul- tades prácticas distan de hallarse resueltas, pero es de tal importancia para determinar la naturaleza de aquellos micro- litos, muy análogos por sus caractéres ópticos y en quienes la escasez de sustancia hace difícil la aplicacion de los medios químicos, que no dudamos que prosiguiendo las investigacio- nes se dominarán todos los obstáculos que se presentan para semejante aplicacion. Válese el autor de estos trabajos de un aparato especial de su invencion, consistente en un cilindro de cristal cerrado por sus dos extremos y que puede llenarse de hidrógeno. Dos ani- llos de laton, provistos exteriormente de un paso de tornillo, están soldados á las extremidades del cilindro. En el superior se ajusta una pieza metálica provista de dos tubos con llave y de un agujero en su centro destinado á introducir por él uno de los eiectrodos, consistente en una varilla metálica engra- sada con punta de platino. La extremidad inferior se ajusta á un soporte que lleva soldada una columna de laton, á la cual se pueden adaptar, por medio de un tornillo, diferentes elec- trodos de metal 6 de carbon, segun convenga en cada caso. Los hilos conductores se fijan, uno al electrodo móvil, es de- cir, al superior, y el otro al del soporte. No seguiremos al autor en los detalles técnicos relativos al modo de fabricarse los electrodos de carbon, de hacerlos con- ductores de la electricidad y de purificarlos de elementos ex- traños hasta que la chispa salte en la atmósfera de hidrógeno sin producir rayas de otro cuerpo alguno. Sólo recordaremos, que segun la materia que se trate de examinar el procedi- miento operatorio es muy diverso, lo cual constituye todavía una imperfeccion de importancia en el aparato Kroustchoff. Por ejemplo: cuando se pretende reconocer zirconio con titano, hierro y aluminio, glucina, cromo, ó en fin,estaño y vanadio, el autor se tiene que servir de un aparato especial, para reco- g'er, 4 un sublimado que pueda examinarse en seco ó conden- saciones separadas sobre tubos de platino, siempre por la ac- cion del calor. Mucho le queda que hacer al autor hasta dejar establecido un procedimiento práctico y sencillo para aplicar el análisis espectral á la micromineralogía; con todo ha obtenido ya al- gunos resultados de manifiesta importancia. Por ejemplo: exis- 92 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tían en el cuarzo de un granito rojo agujas de 0,02 mm. de largas por 0,001 mm., de las cuales ha podido recoger, some- tiendo el ejemplar á una elevada temperatura y con ayuda de una corriente de cloro, un polvo sobre los mencionados tubos de platino, que luégo, en su aparato, ha dado un espectro en el que se reconocian las rayas pertenecientes al aluminio, á la glucina y al silicio. Por consiguiente, estos microlitos, que en el exámen por los procedimientos ordinarios, se hubieran atribuido con toda probabilidad al apatito, no son casi segura- mente otra cosa que berilos. Tal es el estado en que se encuentra una serie de investi- gaciones, que siquiera sean todavía incipientes, auguran erandes frutos para la micromineralogía, el dia en que se re— suelvan las dificultades que aún impiden obtener de ellas un procedimiento general y práctico.» —El señor Secretario leyó un escrito del Sr. D. Eduardo Boscá, que es el siguiente: La ovoviviparidad observada en el Gongylus Bedriagat. «En mi opúsculo titulado Zas viboras de España (1), llamaba la atencion sobre que el nombre vulgar v/bora se emplea en algunos pueblos de la provincia de Valencia para designar, no la verdadera vibora Vipera de los autores, la cual se llama allí escursd, sino otro reptil muy distinto, el Fongylus Bedria- gai Boscá, y añadia el comentario de «que fuera posible haber observado la ovoviviparidad, ó la preñez por lo ménos, bastante frecuente en la familia de los escincidos, tomando la etimolo- gia por análoga razon á lo que se ha dicho por los autores á propósito del nombre vulgar de nuestros reptiles venenosos.» Más tarde, en ocasion de describir como nueva la especie citada (2), insistia sobre la misma idea con motivo del susodi- cho nombre vulgar dado á nuestro Gongylus, por considerar «esta especie no bien estudiada aún en su Historia natural» y subsistir, por consiguiente, las mismas dudas. Referíame, no sólo á la falta de conocimiento de las costumbres del indicado (1) AxaL. DELA Soc. Esp. DE His. NAT. Tomo vi11, 1879, p. 85. (2) Loc. cit., tomo 1x, 1880, p. 502. DE HISTORIA NATURAL. 93 animal á quien no habia podido ver con el detenimiento ne- cesario, sino que tambien á la falta de noticias sobre la vida del Gongylus ocellatus Forsk., tipo al que debia encaminar mis referencias tratándose del estudio de una forma que le es tan próxima. Hoy puede afirmarse que el Gongylus de España se halla comprendido entre los reptiles ovoviviparos, observacion que no es ménos cierta para el Gongylus ocellatus, segun la publi- cacion que acaba de hacer el sabio naturalista aleman D. Juan de Fischer (1). Despues 'de infructuosos reconocimientos sobre varias hem- bras cazadas en distintas épocas, pude al fin adquirir y dedi- carme á los cuidados de aleunas de ellas vivas, desde el mes de Junio último, suponiendo que se hallaban ya fecundadas, á las que añadi para el porvenir algunos machos, instalándo- les juntos convenientemente en una caja de paredes de cris- tal; y con el objeto de que pudieran abrigarse segun tenía visto en estado natural, se cubrió el fondo de la caja con una capa de arena, con serrin de corcho, en la cual se hundian fa- cilmente empleando el hocico y algunos movimientos de cu- lebreo. Un pocillo de cristal con agua permanente, una baldo- silla destinada á recibir los pedacitos de carne cruda de vaca que formaba la base de su alimento, y un poco de musgo para que pudieran ocultarse á su sombra, completaban el menaje de la improvisada habitacion. Ariscos al pronto, no tardaron en familiarizarse, llegando á tomar el alimento directamente de la mano de los niños. Gus- taban mucho de presa viva, como lombrices, larvas y moscas sin alas, las cuales cogian desplegando un lujo de actitudes y movimientos desde la cabeza á la punta de la cola, que ni es- taban en relacion con la desigualdad de la lucha ni con la aparente rigidez de su cuerpo tan perfectamente cubierto de escamas empizarradas. En cuanto al detalle de sus costumbres, está bastante iden— tificado con lo que sobre el Fongylus ocellatus dice el señor de Fischer en su precioso libro. Beben el agua á lengiietazos, de- teniéndose con frecuencia y como saboreándola, y las prime- (1) Das Terrarium, seine Bepanzung una Bewólkzung. Frankfurt á M., 1884. 94 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ras señales de tener sed las manifestaron lamiendo el cristal. No sé si por un apetito especial 6 por rencores, se perseguian unos individuos á otros mordiéndose la cola, que en algunos casos llegaron á romper; lo que tal vez no sea extraño á la frecuencia con que se ofrece la cola reproducida en su estado de libertad. A mediados de Agosto ya llamaban la atencion algunas hembras por lo muy gruesas, y durante el mes de Setiembre dieron á luz tres de ellas, ocultándose entre el musgo, no sin erandes dificultades por el tamaño relativamente grande de los hijos, pues alcanzaban como un tercio del grosor normal del cuerpo de la madre y una mitad en la proporcion de la longitud de sus diferentes partes. Una dió á luz dos hijos en el espacio de veintisiete horas; otra en cuatro dias dió tres pe- queños. Estos salian doblados por el tercio posterior del cuer- po con la cola replegada y formando gancho hácia el plano interno y más 6 ménos envueltos por la membrana vitelina. Despues de permanecer inmóviles poralgunos segundos, prin- cipiaban los esfuerzos para enderezarse y deshacerse de la en— voltura; habiendo observado con sorpresa que durante estos primeros momentos de quietismo, la madre acometió varias veces y trató de devorar al recien nacido, lo que hubiera lle- vado á cabo sin duda á no ser éste tan voluminoso con rela- cion á su pequeña boca, pues medía el grueso de su cuerpo 3mm., llegando la longitud á 54 mm. aunque arrollado en paquete. Buscando antecedentes sobre semejante hecho, pa- rece que no es nuevo entre los reptiles vivíparos (1). Dos individuos jóvenes murieron á consecuencia de las mordeduras y persecucion de los adultos, necesitando separar los restantes para criarlos aparte. Carnivoros por excelencia, los reptiles en general, no ven en los hijos más que una presa tanto más fácil, cuanto más débiles son. Una hembra preñada presentaba un embrion en cada ovi- ducto, comprimiendo extraordinariamente sus entrañas, di- rigidos hácia delante y en fila uno detrás de otro, encontrán- dose como retorcidos con violencia sobre sí mismos, uno de derecha á izquierda y el otro al revés. (1) Lataste.—Assai une Paune herpetologique de la Gironde, p. 123. DE HISTORIA NATURAL. 95 El nombre vulgar víbora me hubiera inducido á más de un error en mis exploraciones, si desde el primer momento no hubiera tratado de cerciorarme de la significacion que se le daba en cada país. Así, miéntras que en las varias localida- des visitadas en ambas Castillas, en Extremadura y Andalucía sabia positivamente que querian referirse en sus conversa- ciones á la Vipera, en los antiguos reinos de Aragon y Valen- cia tenía que interpretar las indicaciones como hechas para el Gongylus; y tenia en ello tal seguridad, que en 1881, hallán- dome en Alicante, donde por relato de un marinero supe que en la isla Plana 4 Nueva Tabarca abundaban las víboras, me dirigí á ella por Santa Pola ávido de hacer buena coleccion de variedades en el color y dibujo, como en efecto la hice, prin- cipalmente por haber encontrado el extremo O. de la isleta, separado del resto por un bajo que permitía el paso de algu- na ola. Ni la escasa vegetacion herbácea, ni el suelo arenoso podian ofrecer un abrigo bastante seguro para aquellos inde- fensos animales á quienes sorprendia ateridos aún por el fres- co y humedad de la noche, debajo de los montones de algas. En cambio tuve una verdadera sorpresa al encontrar el Fo7- gy lus, con no ménos abundancia pero más dificultad, en las is- las eruptivas del Mar menor (Murcia), singularmente en las lla- madas Rondeña y Esparteña, donde en compañía de las sala- manquesas se compartian el dominio como vertebrados sobre los demás animales inferiores. Suponía haber encontrado en ellas, como en las islas Colubretes (Castellon), muchos escor- piones, á juzgar por los datos que me habian dado respecto á los animales que caracterizaban aquellas islas, pero en vez de los arácnidos que en aquella region denominan con el vulgar de arraclan, segun supe más tarde, pude provisionarme de muy buenos ejemplares del saurio que nos ocupa.» —Habiendo participado á la Sociedad el Sr. Vilanova la muerte repentina del socio D. Alfonso de Areitio y Larrinaga, acaecida hace un mes, y expresado los servicios que la cien- cia le debió, se acordó manifestar al amigo del finado señor Marqués del Socorro, que la Sociedad recibiria con agrado una breve noticia biográfica del Sr. Areitio, para poder ser inserta en las Actas. —El señor de Buen y del Cos creyó de interés comunicar el hallazgo en Gayangos, de la provincia de Burgos, de unos res- 96 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tos, al parecer prehistóricos, en cuyo punto debió haber habi- taciones que se han rellenado despues, teniendo que hacerse trabajos de investigacion que darán luz sobre la época á la cual corresponden dichos restos. Convinieron tambien en esto último los Sres. Anton, Machado, Sainz y Vilanova, que hicie- ron al Sr. de Buen algunas observaciones con el fin de que le pudieran servir en su ulterior y detenida exploracion de la lo- calidad expresada. Sesion del 3 de Diciembre de 1884. PRESIDENCIA DE DON PEDRO SAINZ GUTIERREZ. Leida el acta de la sesion anterior, fué aprobada. —El señor Secretario dió cuenta de las comunicaciones si- guientes: Del Director de la Exploracion geológica de los Estados- Unidos, del Secretario general de la Academia Real de Cien- cias de Lisboa y del Conservador de la Biblioteca de la Fun- dacion Teyler de Harlem, manifestando haber recibido el cua- derno 2.* del tomo xn de los ANALES; Del Excmo. Sr. D. Roque Leon del Rivero, dando gracias por su admision y noticia de los títulos que deben acompañar á su nombre en la lista de socios; Del Sr. D. Alfredo Truan y Luard, que da gracias por el envio de la tirada aparte de su estudio últimamente publicado en los ANALES; Y del Sr. D. Arturo Pegot, que en razon de no poderse ocupar de Ciencias naturales, presenta su dimision de miem- bro de la Sociedad. —Pusiéronse sobre la mesa las publicaciones siguientes : A cambio; Bulletin de la Société Imperiale des Naturalistes de Moscou.— Année 1884, n” 1. Bulletin de la Société GFéologique de France.—3.* série, tomo XII. Bulletin de la Société Zoologique de France. — Año 1884, parte 5.* Zoologischer Anzeiger.—Año vir, números 180 y 181. Anales de la Sociedad Cientifica Argentina.—Tomo XVIII, en- tregas 3.* y 4.* , DE HISTORIA NATURAL. 97 Crónica Cientifica de Barcelona.—Año vn, números 166 y 167. Como donativo; Semanario Farmacéutico.—Año xn, números 6-9; remitidos por su Director D. Vicente Martin de Argenta. La Sierra de Curá-Malal (Currumalan), por D. Eduardo Ladislao Holmberg'; regalo del autor. Du cuivre et du bronze en Espagne et de la période qui les a précedés, por D. Juan Vilanova: regalo del autor. Historia de la evolucion del sentido de los colores, por Hugo Magnus, traduccion de D. Romualdo Gonzalez Fragoso, con un prólogo del doctor D. Antonio Machado y Alvarez; regalo del traductor. Union Ibero-americana.—Estatutos y Reglamento; regalo de la Comision ejecutiva de la misma. —(Quedó admitido como socio el señor Serrano y Plá (D. Eduardo), de Valencia, propuesto por D. Eduardo Boscá. —El señor Vilanova dijo que se habian hallado en una cueva próxima á Alcoy, seis esqueletos humanos, vasijas de barro y algunos objetos de cobre, que en su mayor parte se destruyeron al hacer su descubrimiento. En excavaciones practicadas en el mismo punto á un metro de profundidad y en una capa de tierra con cenizas, se encontraron dos ú tres cráneos mal conservados, huesos rotos de mamiferos, hachas de diorita, una sierra y cuchillos de pedernal, todo lo cual hacia suponer que en aquel punto habian estado representa- das las épocas de la piedra pulimentada y del cobre. Por indi- cacion del Sr. Villaplana, ingeniero al frente de las obras del pozo artesiano de la localidad, el Sr. Vilanova visitará tan interesante localidad, en cuanto se lo permitan sus ocu- paciones. —El señor Serrano y Fatigati dijo que tenía que hacer algu- nas adiciones á su estudio relativo á las formas cristalinas, y últimamente presentado para su publicacion en los ANALES. —En nombre del señor Calderon y Arana (D. Salvador), leyó el señor vicesecretario lo siguiente: 98 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Contestación «la nota del Sr. Botella sobre la alimentacion y desaparicion de las grandes lagunas peninsulares. «Con el mayor y más vivo interés he escuchado las obser- vaciones que nuestro distinguido consocio é infatigable geó- logo, el Excmo. Sr. D. Federico de Botella y de Hornos se ha servido hacer al artículo que sobre el orígen y desaparicion de los lagos terciarios de España publiqué en el núm. 182 del Boletin de la Institucion Libre de Enseñanza. No es dudoso que este género de controversias, respondiendo, como sucede en este caso, á un sincero deseo de descubrir la verdad aqui- latando los hechos, sobre entrar de lleno en el programa de nuestra SociEDaD, tiene que contribuir poderosamente como medio de ampliar las investigaciones y de fijar y explanar los elementos de los problemas relativos á la constitucion de nuestro suelo. La referida nota me enseña, y me lamento de ello, que no he conocido oportunamente los trabajos de nuestro distin- ouido consocio sobre el particular, lo que me hubiera excu- sado el error de creer que era yo el primero en sentar como causa originaria de dichos lagos las condiciones meteoroló- gicas de la época terciaria, y en cambio, me hubiera propor- cionado mayor seguridad de mi propiedad literaria, si puedo expresarme así en lo tocante á la desaparicion de los mismos. He de declarar que admitido el régimen pluvial como causa formadora de los depósitos en cuestion, me parecia tan llana y evidente la consecuencia de que la desaparicion de aquella implicaba la de estos, como la relacion misma de causa á efecto. Y hé aquí por qué sabiendo yo que nadie habia tratado de explicar la desaparicion de las aguas terciarias como re- sultado de la desecacion, creia que unánimemente se admi- tian para su orígen las ideas de MM. de Verneuil y Collomb. El Sr. Botelia empieza por rehabilitar á los geólogos espa- ñoles del cargo que les dirigia, y reconozco que lo hace con razon en parte, relativamente á la mitad de la cuestion, es decir, por lo que se refiere á buscar en los rios la fuente de alimentacion de las cuencas, pero no en lo tocante á la DE HISTORIA NATURAL. 99 desaparicion de sus aguas, que ninguno explica por la eva- poracion. Bien es verdad que todavía en aquel respecto exagera el Sr. Botella algun tanto su afirmacion al consignar que los geólogos españoles ni de antaño ni de ogaño han asentido ni asienten á la hipótesis de rios ultrapeninsulares, habiéndola combatido siempre cuando se ha presentado (1). En último término la única protesta terminante y razonada contra la teoría de los rios como principal fuente de alimentacion de nuestros antiguos lagos, es la del Sr. Botella; y permitaseme consignar mi profunda satisfaccion de amor propio, viendo que sin conocer sus escritos sobre la materia, mi razona- miento haya coincidido exactamente con el suyo, aunque el primero estuviera despojado de tantos y tan buenos datos como ha sabido aducir nuestro consocio en apoyo de seme- jante tésis. Ojalá estuviésemos tan identificados en lo que se refiere á la segunda parte del problema, ó sea á la desaparicion de los grandes lagos peninsulares. En este respecto, nuestras opi- niones difieren esencialmente, como se deduce del contenido de la nota que motiva estas líneas; y como en ella se hallan dichas opiniones expuestas, entraré de lleno á hacerme cargo, sin nuevas explicaciones previas, de las objeciones que se ha servido hacer á mi punto de vista, que son tres principales: 1." La observacion más importante y fundamental al su- puesto de que la desaparicion de las aguas que contenian las cuencas peninsulares sea un mero producto de la desecacion, es que esta implica, en concepto del Sr. Botella, la desapari- cion brusca de las cordilleras que cercaban los lagos ; porque á existir éstas en aquella sazon, los vapores, acumulándose en sus cimas y resolviéndose en lluvias, hubieran hecho volver de nuevo el líquido á las cuencas. (1) El Sr. Cortazar dice tratando de este asunto: «Hay, por lo tanto, que admitir la existencia de un extenso continente que venia á desaguar en los lagos de que tra- tamos, por más que, como haya observado D. Casiano de Prado, en ninguna parte se ven los indicios de su marcha» (Descripc. fís. geol. y agron. de la prov. de Cuenca; Mem. de la Com. del Mapa geol., pág. 198). Este mismo eminentísimo naturalista, á pesar de su afirmacion que reproduce el Sr. Cortázar, pensaba que los lagos eran alimentados por las corrientes que «no podian ménos de formar rios bastante cauda- losos.» (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid; pág. 142.) 100 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Yo no veo la necesidad de semejante consecuencia y creo que ningun meteorologista la verá tampoco. ¿Sucedió 6 no á la época de las grandes lluvias una de régi- men más seco? Sabemos que así ocurrió en efecto, y es evi- dente que durante la segunda la atmósfera no podia estar saturada de humedad, porque sino los distintos cambios á las variadas horas del dia, hubieran producido lluvias con las cuales desaparecería dicho régimen seco. No estando, pues, á la sazón, saturado el aire, la zona atmosférica que se hallase en contacto con la superficie del lago, tendría que absorber vapor de agua, el cual se difundiría por las restantes zonas en virtud de la ley de equilibrio entre las de tensiones diferen- tes. Es decir, que á un régimen seco corresponde la evapora- cion sucesiva de las aguas puestas en las condiciones en que se encontraban en los lagos y la difusion del vapor por las demás regiones de la atmósfera, lo cual lleva como conse- cuencia fatal y necesaria la desecacion completa cuando el régimen lluvioso cesa en absoluto. Pero los vapores así formados, ¿debían forzosamente con- densarse en las montañas próximas y originar precipitaciones líquidas? No sabemos en qué se funde esta aseveración de que á todo foco de evaporacion con montañas cercanas ha de corresponder por necesidad la condensacion, cuando todo el mundo sabe que existen tantos picos y moles volcánicas si- tuadas en medio del mar, en los cuales se condensa una can- tidad muy escasa de vapores, y estos rara vez se cambian en lluvia. Díganlo el Pico de Tenerife, las islas de Cabo Verde, Las Bermudas y tantas otras. Y si se me dice á esto que el caso no es idéntico por no tratarse de masas líquidas cerradas por montañas, ofreceré como ejemplo los lagos de Suiza, en los cuales la evaporación es considerable durante el verano, sin que ella produzca lluvias dentro de la misma cuenca más que excepcionalmente. La razon de estos hechos es muy obvia para quien conoce el estado presente de la teoría de la formacion de la lluvia, pues el agua no se condensa más que cuando hay corrientes ascendentes 6 desequilibrios entre corrientes atmosféricas de temperaturas diversas que produzcan la condensacion, por lo cual en los trópicos no llueve ni se originan neblinas en las montañas, estando saturado ó casi saturado el aire de vapor, DE HISTORIA NATURAL, 101 más que en las determinadas épocas del año en que reinan ciertos vientos. Dentro de las cuencas cerradas es difícil se formen lluvias locales por no presentarse la condicion del rápido enfriamiento que es necesario para ellas; así es que los vapores se elevan por regla general á las altas regiones de la atmósfera, donde son arrastrados y transportados léjos por los vientos. Véase, pues, cómo la teoría de la desecacion no implica desapariciones repentinas y cortaduras á cercen por singula- res cataclismos de las cimas que rodeaban los lagos, sustitui- das por inmensos y áridos arenales, pues la meteorología cor- riente nos enseña que se evaporan y extinguen los depósitos líquidos de un modo lento, pero constante, á pesar de hallar- se cerrados por altas y poderosas montañas. 2.” El Sr. Botella objeta además á la teoría de la deseca- cion el que requiere un aumento notable de temperatura en el clima de los tiempos posteriores á la época en que se forma- ron los lagos, siendo así que ésta fué en descenso desde el mioceno, como lo han probado datos irrecusables de las faunas y de las floras recogidos é interpretados por grandes hombres de la ciencia. Esta consecuencia no es, á mijuicio, más fundada que la anterior. Precisamente cuando bajase la temperatura algun tanto de la elevacion que alcanzara en la época miocena, es cuando las condiciones para la desecacion debieron ser más favorables. Y esto por dos razones: primera, porque el aire es- taria entónces más seco y se hallaria dotado de mayor poder disolvente de vapor, y segunda, porque retardáandose la eva- poracion, la penetracion del agua en el aire se verifica de un modo más total, no hay condensacion rápida y se eleva éste lenta, pero continuamente, á las altas regiones de la atmós- fera. Pero hay más todavía: el famoso meteorologista Teisserenc de Bort ha estudiado en 1880 la influencia de la temperatura de los continentes en la distribucion de las presiones, toman- do por base de sus estudios nuestra Peninsula, y ha encon- trado que durante la estacion cálida, en la cual la temperatu- ra es más elevada en el interior que en las costas, tiene lugar una aspiracion general de los vientos hácia el centro, al paso que durante el invierno ocurre lo contrario. Es, pues, induda- ACTAS DE LA SOC. ESP.—XIII, 8 102 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ble que el segundo régimen aéreo favoreciera, en punto al arrastre y trasporte de vapores, la desecacion más que el an- terior, por todo lo cual, y sentando bien siempre que se trata de un fenómeno secular y no de ningun ¿nmenso cúmulo de va- pores, mi suposicion no implica ningun aumento de tempera- tura en los tiempos en que este acontecimiento se verificara. 3." No tiene dificultad en admitir el Sr. Botella que la ex- plicacion por mi propuesta sea aceptable para los lagos cen- tro-americanos; pero lo que no cree sostenible es compararlos con las grandes masas de los lagos peninsulares, cuya exten- sion y profundidad son tan inmensamente mayores en los se- gundos. Yo tomaba en cuenta, para establecer la comparacion, el conjunto de circunstancias meteorológicas que allí reinan tan análogas á las terciarias de la Europa meridional, y la topo- grafía que en ambos casos se caracteriza por amplias cuencas cerradas por elevadísimas montañas; prescindia, por lo tanto, de la cuestion puramente cuantitativa, que por lo tocante á la extension superficial ya se deja comprender es del todo in- diferente. Mas, por lo que á la profundidad se refiere, desearia en ver- dad conocer en qué funda el Sr. Botella la cifra de 900 m. que la asigna, pues no acierto á comprender de qué datos pueda deducirse. Aun concediendo á las masas de agua terciarias de España la citada profundidad, no por ella se puede negar la legiti- midad de la comparacion que establecia entre estos lagos y los actuales centro-americanos, pues la diferencia de masa entre unos y otros, que indica nuestro distinguido consocio, no entraña á la esencia del fenómeno. Sirva de comprobacion el Mar Rojo. Maury evalúa en 7 metros la capa líquida que se evapora cada año en la superficie de dicho mar, el cual, sin embargo de estar cercado por montañas en grande extension, no tiene un solo afluente perenne y la cantidad de agua que recibe por las lluvias y los nadis sólo representan un ingreso infinitesimal. Calculada la desproporcion entre éste y la pér- dida, se ha encontrado que sería suficiente para hacer bajar de un modo sensible el nivel de un mes á otro, y para que á las pocas generaciones los ribereños viesen vacía la enorme Cuenca. «Admitiendo, dice Reclus, que el conjunto de la ca- DE HISTORIA NATURAL. 103 vidad tenga una profundidad media de 400 metros, bastarian cuatro siglos para evaporar toda el agua que contiene, y mu- cho ántes de esta época lo que quedara de la ola salada, lle- gando al punto de saturacion, quedaria bordado de charcas cristalinas. Es, pues, preciso que las ondas del golfo de Aden, arrastradas por los dos pasos de Bab-el-Mandeb, vengan á re- parar las pérdidas anuales del Mar Rojo: un volúmen de 10 millones de metros cúbicos, por lo ménos, debe penetrar así en el estrecho; esta corriente es ignal á la de un rio como el Ganges (1).» Es de creer que si el ejemplo de los lagos centro-americanos no satisfacia al Sr. Botella por sus insuficientes proporciones, no tendrá la misma observacion que hacer al ahora mencio- nado. Demostrado, á mi juicio, que la teoría de la desecacion no implica ningun cataclismo, ni cambios en la orografía, ni aumento de la temperatura postmiocena ni post-terciaria, me parece incuestionable que es mucho más sencilla que la pro- puesta por nuestro consocio. Séame permitido á mi vez hacer algunas observaciones á esta última para dejar con ellas más precisados los extremos apuntados hasta aquí. Para el Sr. Botella las grandes lagunas centrales españolas continuaban próximamente inalterables hasta que, alcanzando su relieve actual el Eje Ibérico, rompió el equilibrio que mante- nia sus aguas, las cuales refluyeron entónces hácia uno ú otro de los mares vecinos. Así se explica á sujuicio los efectos de las denudaciones colosales; la presencia de depósitos de cantos y guijarros y la elevacion del terciario marino de cerca de Min- glanilla con todo el conjunto de circunstancias que en sus ma- pas hypsométricos y de los lagos y mares terciarios hemos te- nido el placer de examinar en la sesion pasada. Dudar de los hechos fuera ceguedad; pero la interpretacion de ellos es la que ha de permitírseme dilucidar por un mo- mento, por más que sea el primero en reconocer la escrupu- losidad con que están observados los reunidos por nuestro dis- tinguido consocio. ¿Cómo negar que á levante ha habido un movimiento de ascenso moderno que ha alzado las capas ter- (1) Nouvelle Geogí. unio. D'Asie antérieure, 1884; pág. 864. 104. ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ciarias marinas en Chinchilla y Alcaraz hasta más de 1.200 metros? Pero el que haya existido este levantamiento y el que desaparecieran los lagos terciarios, quiere decir que lo segun- do sea consecuencia de lo primero? Para afirmarlo y achacar á un momento de ruptura de equilibrio los efectos ántes men- cionados, habria que probar que el desagiie fué brusco y re- pentino y que las aguas existian entónces en las cuencas en suficiente masa. Examinaré sucesivamente estas proposicio- nes que, al parecer, da por supuestas el Sr. Botella, y que, sin embargo, estimo debieron esclarecerse ántes de llegar á se- mejantes conclusiones. Yo no sé que ninguno de los geólogos que han tratado hasta aquí de la cuestion del desagiíie haya encontrado señales de que éste se verificara de un modo súbito. Prado le cree debido: á un movimiento de entumescencia en la Peninsula probable- mente paulatino (1), y Cortazar dice asimismo que «la salida y disminucion de las aguas de estos lagos debieron ser paula- tinas, pues paulatino tambien sería el movimiento de entu- mescencia que elevaba el fondo, segun se comprueba al ob- servar que la horizontalidad de las capas no es perfecta, sino que tiene una pendiente general que se puede fijar en un 2 por 100, y en la misma direccion que la línea principal del desagiie de la cuenca, lo que desde luego demuestra que las aguas tenian una corriente marcada pero muy lenta (2).» Si el Sr. Botella funda su suposicion del carácter brusco del desagiie en las grietas y fallas denudadas, en los obstáculos y barreras rotos por las aguas, le diremos que, habiéndose re- petido estos fenómenos varias veces durante el período cua= ternario en nuestra Península, es de todo punto imposible fijar cuándo ocurrieron y que no existe base de criterio para poderlos atribuir al momento del supuesto desagiúe 6 á uno distinto. El terreno sobre que descansa el diluvium habia su- frido una profunda denudacion ántes de la sedimentacion de éste; más tarde sobrevinieron nuevas inundaciones que acci- dentaron el suelo terciario, dejando aisladas mesetas y picos y llevándose á la par el diluvium, cuyos restos quedan so- (0) Deseripzfis-y-geot. de la-prov. de- Madrid; pág. 1437 "== — (2) Descrip. Jís. geol. y agron. de la prov. de Cuenca. Mem. de la Com. del Mapa geol., 875; páginas 197 y 198. DE HISTORIA NATURAL. 105 bre aquellos accidentes donde el terreno se encuentra integro. Otros efectos de erosion en los bordes orientales de los la- eos debieron ser los resultados de las crecidas que estos ex- perimentaran en los años muy lluviosos, como he explicado ocurre en los lagos centro-americanos y tiene que suceder en todos los reservorios de aguas meteóricas. Allí donde se encon- traba la separacion de las aguas dulces y saladas están los depósitos de cantos y guijos amontonados en ciertos sitios de que habla el Sr. Botella, y en los que no creo pueda verse otra cosa que las formaciones costeras existentes en análogas con- diciones en tantísimos sitios del globo, que nada prueban en favor de un desagiúie repentino. Es un accidente geológico perfectamente estudiado y conocido que allí donde una cor- riente continental desemboca en el mar se forma un delta torrencial marino, como los ha llamado Desor (1), de lo cual es buen ejemplo el famoso del Var, que arroja en ocasiones gran- des cantos que la ola no es capaz de dispersar; estos deltas se caracterizan precisamente por el tamaño y confuso arreglo de sus materiales. Semejantes obras seculares, que no podian faltar en la desembocadura oriental de los antiguos lagos cas- tellanos, no deben reputarse cuaternarias por el solo hecho de su carácter aluvial, pues, aparte de que desde luégo se com- prende pudieran existir en las pasadas épocas, han sido ya descritas del plioceno entre otros por el mismo Elie de Beau- mont, tratando de los depósitos de la Bresse. Pero el punto verdaderamente grave de la historia que exa- mino, está en darse por supuesto sin prueba alguna el prin- cipio más capital de ella y es el de que existian aguas en las cuencas terciarias en cantidad para producir tales cataclismos en la época á que se refiere el movimiento á que se achaca el desagiie, de lo cual prescinde el Sr. Botella. Hé aquí cuanto nos dice sobre el particular: «Por fin los levantamientos del Tenaro y del Eje volcánico mediterráneo, obrando de consuno dan cabal remate á la estructura orográfica de toda la Penín- sula; entónces alcanza su relieve total el Eje Ibérico, acarrean- do el desagúe de todas las lagunas interiores, etc. (2).» (D) Neues Jahrbuch, 1880, t. 1, pág. 337. : (2) Discurso leido en la Real Academia de Ciencias, enla recepcion pública del Excmo. Sr. D. Federico de Botella y de Hornos. 106 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Y ocurre preguntar: ¿si á mediados de la época cuaternaria á que se refiere el citado acontecimiento, los lagos no estaban ya en avanzado período de desecacion, sobre todo á levante, cómo es que nadie habla de depósitos pliocenos lacustres en el centro ni á oriente de la Peninsula? Si hubiéramos de creer sin restriccion las aseveraciones de los geólogos que han des- crito las formaciones terciarias españolas, afirmaríamos que dichos depósitos faltan por completo en toda la region indicada. «Lo indudable, dice Prado, es que las capas de la division superior corresponden al terreno mioceno, segun los fósiles que en ellas se hallan á diferentes niveles y faltan en la divi- sion inferior» (1). El Sr. Cortazar sólo ha hallado representa— dos en los sedimentos terciarios de las cuencas del Tajo, Gua- diana, Júcar y Duero, los horizontes geognósticos superiores del período eoceno y los sistemas proioceno y mioceno (2). Tampoco hace referencia la noticia presentada en la Exposi- cion de Minería por la comision del Mapa geológico de Espa- ña de otras formaciones lacustres que las correspondientes á los períodos eoceno, oligoceno y mioceno, y en fin, lo que es más curioso, en el mismo mapa de los lagos y mares tercia- rios de España del Sr. Botella no hay ninguna indicacion de formaciones pliocenas lacustres al E. de Extremadura. No se crea por estos datos que las lagunas terciarias des- aparecieran completamente en el centro de la Península con el mioceno, pues si bien á levante no se ha visto indicio de sedimentos correspondientes al plioceno, es muy verosímil que exploraciones ulteriores más minuciosas que las hasta ahora practicadas, descubrieran restos de él aunque proba- blemente poco considerables, como lo han conseguido en la meseta central francesa en estos últimos años algunos geólo- gos. Por lo que se refiere á nuestra Península la presencia de estas formaciones, parece indudable, pues, como lo consigna el Sr. Botella, «desde el cabo Carvóeiro hasta Vianna do Cas- tello, pasando por Leiria y Coimbra, se extiende dilatada la- guna, y las cuencas del Tajo del Sadao y los alrededores de Badajoz se ven cubiertos durante este período (el plioceno) (D) Op. cit.; pág. 143. (2) Descripcion fís., etc., de la prov. de Cuenca; pág. 214 y Descripcion fís., etc., de la prov. de Valladolid; pág. 119. DE HISTORIA NATURAL, 107 por otras lagunas de aguas dulces, cuyos límites en muchos puntos llegan á las playas mismas de los actuales mares (1).» De todas maneras bastan los datos apuntados para demostrar el lento retroceso, que á consecuencia de la evaporacion y en parte tambien al gradual levantamiento que la meseta expe- rimentaba, sufrian las aguas hácia occidente y la escasa im- portancia que alcanzaban desde el fin del mioceno en el lado oriental de la Península. Considerado en su generalidad el conjunto de fenómenos acuosos que han tenido lugar en el suelo español desde el co- mienzo de la época terciaria hasta nuestros dias, sigo creyen- do que es sencillo y no veo la necesidad de complicarle del modo quo lo hace la teoría del Sr. Botella. Desde que entrado ya el periodo eoceno el Mediterráneo, que tocaba entónces al trópico al $., produjo en nuestras latitudes un clima de estaciones secas alternando con otras lluviosas y templadas, empezaron á llenarse las cuencas de los futuros lagos. El régimen reinante hasta más allá de los períodos ter- ciarios, dió por resultado que dichas acumulaciones fuesen creciendo hasta alcanzar su máxima extension y profundidad durante el mioceno, que se distinguió por su clima tan gene- ral y uniformemente húmedo (2). Pero, á medida que este avanza y va llegando el plioceno, las condiciones meteoroló- gicas cambian en el Mediodía de Europa, siendo reemplaza- da la flora sub-tropical y centro-americana, que entónces la poblaba, por la terciaria mediterránea, desprovista ya de las palmeras y alcanforeros y, en suma, tan análoga á la actual; los mares se van habitando al mismo tiempo por corales y con- chas encerrados profusamente en las capas subapeninas, cu- yas formas son de tal suerte afines á las actuales, que de 142 especies sólo 11 se reputan extinguidas. Es decir, que durante este larguísimo período, que ha dejado capas de más de 600 metros de espesor, cesa el régimen pluvial y tropical de los anteriores, reinando una temperatura templada, que es, como he dicho, la más favorable para la desecacion de las cuencas por evaporacion. A levante se estaría ya verificando el levan- (1) Apuntes paleogeográjicos; cap. vim. Bol. de la Soc. geogr. de Madrid; t, 113 pági- na 471. (2) De Saporta.—Ze monde des plantes. 108 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tamiento tantas veces aludido, que contribuiría á hacer des- viarse de un modo lento y gradual hácia poniente las aguas que todavía quedaban. Vienen durante el periodo diluvial nuevas y repetidas re- crudescencias de precipitaciones atmosféricas produciendo erosiones y trasportes de materiales y volviéndose á llenar en parte en ciertos momentos las antiguas cuencas, de cuyo ré- crimen son pobres restos las actuales lagunas, las cuales to- davía van en decadencia desde el periodo histórico, como lo prueba el hecho citado por el Sr. Fernandez Guerra, de haber navegado flotas romanas por las de Numancia. Los rios que hoy surcan la Península son igualmente los mismos en esen= cia y conservan su antiguo carácter torrencial, de las épocas anteriores, sólo que encauzados y enormemente empobreci- dos en su caudal. En suma, la hidrografía ibérica no ha va- riado desde los tiempos eocenos hasta nuestros dias más que en la mayor 4 menor cantidad de líquido que contenian sus cuencas, á medida que las precipitaciones atmosféricas supe- raban Ú no á la evaporacion. ¿Qué inmensos cúmulos de vapor, qué cortaduras á cercen, qué espantosos cataclismos implica esta sencilla historia, que no es otra cosa que la exposicion sin comentarios de los he- chos de pura observacion que ha revelado hasta ahora el es- tudio de nuestro suelo? Por el contrario, en ninguna de las vi- cisitudes ántes enumeradas (incluso los efectos de denudacion, que tanto han llamado la atencion de algunos geólogos), se descubre en realidad otra cosa que la accion lenta y secular de agentes que en nada esencial se diferencian de los que ac- tualmente obran á nuestra vista. La explicacion de la desaparicion de los lagos por deseca- cion, tiene además, sobre la del cataclismo propuesta por el Sr. Botella, la ventaja de ser general y aplicable á todas las orandes lagunas existentes durante la época miocena en otras comarcas de Europa y áun de América (díganlo las formacio- nes de Pah-Ute y Sioux en la Nevada). Sin esta solucion ge- neral sería preciso buscar un levantamiento ad hoc para cada una de dichas lagunas, lo cual no dejaría de ofrecer dificultad. Terminaremos esta nota reproduciendo las inmortales pala- bras de Constant Prévost, que resumen perfectamente el pen- samiento en cuestion y que nunca se repetirán bastante: DE HISTORIA NATURAL. - 109 «En el estudio de los terrenos formados recientemente me ha parecido siempre posible aplicar con éxito el análisis más ri- eguroso marchando por analogía de lo conocido á lo descono- cido, pasando del exámen de las causas que obran actualmente en la superficie de la tierra y del de los efectos ahora produ- cidos á la investigacion de los efectos y las causas que han sucedido en las pasadas edades. Ninguna detencion he sufrido en esta tentativa de ligar el pasado con el presente por ese llamado límite brusco entre la naturaleza antigua y la actual. Por do quiera, al contrario, he creido apercibir tránsitos y he podido convencerme de que no sería supérfluo buscar en el presente órden de cosas la explicacion de los fenómenos que han tenido lugar sobre la tierra en los tiempos ya trascurri- dos. Mi experiencia se reusa á admitir, que como dice Cuvier en su discurso sobre las Revoluciones del globo, el hilo de las operaciones se haya roto, que la marcha de la naturaleza haya cambiado y que ninguno de los agentes que hoy emplea le hubiera bastado para producir sus antiguas obras (1).» Dijo el señor Botella que por llegar tarde no habia podido hacerse cargo de todos los conceptos del escrito anterior, como lo hará cuando los conozca, pero se congratuló de haber ini- ciado la discusion que no podrá ménos de esclarecer los inte— resantes puntos á que se refiere. —Se leyó por el señor Gredilla una nota escrita por el señor D. José María Solano y Eulate, que es la siguiente: «Nació D. Alfonso de Areitio y Larrinaga en Bilbao, siendo su padre el Illmo. Sr. D. Toribio de Areitio, natural de Duran- g'o, cuyo partido representó varias veces como diputado en las Córtes del reino; arquitecto é inspector general del cuerpo de caminos en el que dejó gloriosos recuerdos por sus múltiples é importantes servicios, entre los cuales debe mencionarse la instalacion de la mayor parte de los faros que alumbran nues- tras costas. Su madre Doña Juana de Larrinaga, pertenecia á una de las más nobles familias de la capital de Vizcaya. Dotado D. Alfonso de Areitio de una excepcional aptitud para todo género de estudios, hizo brillantemente los que se requieren para ingreso de la escuela de ingenieros de cami- (1) Dissertation sur la formation des terrains de sédiment. Académie des Sciences, 2.2 edic., 1827; pág. 6. 110 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA nos. Conseguido éste y llevado de su aficion á las ciencias na- turales, cursó con notable lucimiento casi todas las asignatu- ras en la facultad de ciencias obteniendo por último el título de doctor en la seccion de las naturales con la calificacion de sobresaliente. Pero teniendo desde sus primeros años una pa- sion verdadera por la navegacion y poseyendo los conocimien- tos necesarios, adquirida en las escuelas de Náutica de Lequei- tio y de Bilbao, no pudo resistir á sus impulsos y se inscribió como piloto en la barca Paraguaya que hacía la carrera de la Habana; dando pruebas de gran valor ante los inminentes peligros de naufragar á que se vió expuesto y de una varonil constancia para sufrir las penalidades de todo género que se experimentan en barcos mercantes de vela de escasa tripula- cion. Una vez en la Isla de Cuba tuvo ocasion de contribuir á la defensa de la integridad de la patria, á la sazon combatida, prestando servicio militar en calidad de voluntario. Las lá- errimas de su tierna madre, ya viuda, y de su cariñosa her- mana le determinaron sin embargo á hacer el sacrificio de lo que él llamaba su vocacion, en aras del entrañable amor que á ambas profesaba. De regreso á Madrid dedicó su fecunda actividad á la Mine- ralogía, la Geología y la Paleontología, pudiendo mencionar entre otros trabajos: el Catálogo de especies fósiles vegetales espa- ñolas; las Descripciones de la Dusodila de Hellin, de una nueva variedad de Exantalosa y de un nuevo sulfato de cal y sosa de Ciempozuelos; los datos interesantes sobre oscilaciones del te- rreno en nuestras costas; el exámen sobre la fosforescencia de más de un centenar de rocas con el fin de averiguar la rela- cion entre este carácter y la composicion química de las mis- mas y el estudio sobre la Auricalcita de Udias. De sus nume- rosas excursiones geológicas, son producto los ejemplares que generosamente regalaba al gabinete de Historia Natural, y como prueba de sus conocimientos topográficos, bien puede citarse el plano del jardin Botánico de Madrid, que en breví- simo tiempo levantó, correspondiendo gustoso á la invitacion hecha por su digno Director para ilustrar la descripcion de este establecimiento. Corresponsal primero del Museo de Ciencias Naturales, in- gresó despues como ayudante del mismo en virtud de brillan- tes ejercicios de oposicion. De las excelentes cualidades de- DE HISTORIA NATURAL. 111 mostradas en el cumplimiento de sus deberes conservan gra- tisima memoria cuantos se honran con pertenecer á aquel Instituto. La SocIEDAD EsPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL, pre- mió su asiduidad y su celo nombrándole vice-secretario, cuyo cargo desempeñó durante dos años. Pero al mismo tiempo que cultivaba con tanto lucimiento las ciencias naturales, hallaba tiempo para publicar interesantes folletos con el humanitario fin de proponer procedimientos adecuados para el salvamento de los náufragos y daba satis- faccion á sus aficiones artisticas, reuniendo en su casa un verdadero Museo de objetos de gran mérito y en especial una curiosísima coleccion de armas antiguas y modernas de todos los países, seguramente de las más completas de España. Vínculos de familia arrancaron de la corte á D. Alfonso de Areitio hará ya cuatro años, fijando su residencia en Pamplo- na, donde bien pronto se hizo querer y estimar por sus rele- vantes prendas. Una terrible enfermedad del corazon cortó de improviso el hilo de su vida en el mes de Octubre de este año, cuando le sonreia un halagiieño porvenir al lado de su jóven y virtuosa esposa y de sus hijos, gozando de gran bienestar y apreciado de todos. Dios haya acogido en su seno el alma de nuestro inolvidable amigo.» —Habló el señor Gredilla y Gauna, de sus excursiones geo- lógicas por las cercanías de Alava. —Ofreció el señor Lázaro é Ibiza, presentar una nota rela- tiva á la aplicacion de la gelatina á las preparaciones micros- cópicas. —Leidos los artículos 12, 13, 16y21 del reglamento, presen- tó el señor Tesorero las cuentas del año actual y leyó lo si- guiente: 112 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Estado de los gastos é ingresos de la Sociedad Española de Historia Natural, desde 1.” de Diciembre de 1883 al 30 de Noviembre de 1884. INGRESOS. REALES. Saldo sobrante en 1.2 de Diciembre de 1882............. mee io 2.105,41 Cuotas pendientes de 1879 CODIAdas. .ooo.ooo oocnoconconancanccananonaro.o 60 » Idem id. de 1880..... OIR A GR e 60 » Idem id. de 1881...... FU A ae a eN EAS E 180 » Idem id. de, 188 aióntos 000.20 guess ds ls toda de 300 » Idem id. MA O 660 » Idem id. at AS No is ec Ae eS 13.140 » Idem pagadas por adelantado para 1885,....... ASA OA 120 » Suscriciones correspondientes á 1881........... Flo ns a jara aa Sra 2.220 » Cuadernos de los ANALES Vendido3......oooooorommocccanscocrasorcon».s : 3410 » Gastos de tirada aparte cobradoS......oooooooomocsncroocraricaroonacanano.os E 1.358 » Cobrados en Paris por saldo de cuentas del año anteriol........... .. ... 101,80 TOTAEA igroiabcda CARE a.» ROMO GASTOS. REALES. Papel 6 iMpresiones......ooovecocconecorcrconccocononcanccocrccocnocc como 11.375,08 Láminas. ..... A A 4.576 » Asignacion de los dependienteS......oooooooooccororcsranoncanono.. e 2.880 » Franqueo de los ANALES y correspondencia.......... A Ao cad 1.060,55 ES OA A A O A TO e S0 » Gastos menores y alumbrado.....o.ooooooomomm...... ITA 360 » POT EA AD AA 20.331,63 RESÚMEN. JO PPESOA ias a ea ds Es 20.615,21 (ASTON: ams. suas dee aces ea dela sae ada 20 331,63 Saldo sobrante en 1. de Diciembre de 1881. 313,58 Hizo al mismo tiempo presente que de una estadística que habia hecho de las cuotas pendientes de pago, resultaba que habia algunos socios que se hallaban en descubierto por mu- chas anualidades, y que si bien es cierto que no recibian los ANALES, no por eso creia conveniente que continuaran figu- rando indefinidamente en la lista de socios, pues hay además la circunstancia de que algunos de ellos, ni siquiera abona- DE HISTORIA NATURAL. 113 ron la cuota de entrada. Atendiendo á este resultado, y de acuerdo con la Junta Directiva, proponia se eliminasen de la lista veinte socios que se encuentran en las circunstancias re- feridas y que no deben considerarse como bajas actuales pues en realidad lo son ya desde hace largo tiempo. La Sociedad acordó que se llevase á efecto lo propuesto por el Sr. Tesorero. Para examinar las cuentas se nombró una Comision com- puesta de los señores Macpherson, Gredilla y Caparros. —El señor Secretario leyó lo siguiente: Estado del personal de la Sociedad en 1884. Socios que la formaban en 1. de Diciembre de 1883..... dias tale ilere 38 fallecimi Sl) — dados de baja en 1l88%.......ooo..o.oo... odo to e Dato do 46 302 Socios ingresados en 1. aaa daa o sl OD UDIO DOS OOOPRO ES ASAGO 18 Ñ De Madrid....... 130 Existentes en 1. de Diciembre de 1881...... a ADO PLOVIOCIA. a. 152 320 ( Del extranjero... 38, Si se considera que veinte de las personas que figuran entre los socios que han sido dados de baja por renuncia, hace mu- cho tiempo que no debian haber sido considerados como tales, porque son muchas las cuotas que adeudan y algunos no pa- garon ni siquiera la del año de su presentacion, puede decirse que han ingresado en este año más socios que los que han dejado de pertenecer á la Sociedad, y por consiguiente que sigue siendo constante el número de los que la forman. Doloroso es que por haber fallecido nos veamos privados de consocios tan apreciables como eran los señores Areitio, Bo- rrell, Masferrer, Sanchez Merino, Sepúlveda y Vilanova, asi como de la socia fundadora Excma. Sra. Condesa de Oñate. - Los artículos y noticias comunicadas á la Sociedad son in- teresantes y variadas y el tomo xn de los ANALES que apare- cen con la regularidad, que no es muy frecuente en las publi- caciones periódicas de su indole, será uno de los más volumi- nosos y mejor ilustrados de los que componen esta serie de vo- lúmenes, única de su género entre nosotros. Debido todo sal solo esfuerzo de los socios, pues no contamos con los auxilios que tienen dentro y fuera de España corporaciones análogas. 114 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Debo consignar que la real Academia de Medicina, sigue permitiendo el que celebre en su local las mensuales reunio- nes esta Sociedad. Estamos en relaciones de cambio con las corporaciones 6 publicaciones siguientes: Academia Real das Sciencias, Lisboa. American Association for the Advancement of Science, Salem. Asociacion euskara para la exploración y civilizacion del Africa Central, Vitoria. Bericht úber die wissenschaftlichen Leistungen im Gebiete der Entomologie von Dr. Ph. Berthau, Bonn. Comision del Mapa Geológico de España, Madrid. Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. Crónica cientifica, Barcelona. Deustche Entomologische Zeitschrift, Berlin. Entomologisk Tidskrift, Stockholm. Essez Institute, Salem. Fondation de P. Teyler van der Hulst, Harlem. Museo cívico di Storia naturale, Génova. Museum of Comparative Zovlogy at Harvard College, Cam- bridge Mass. Natural History Society, Glasgow. Physicalischmedicinischen Gesellschaft, Wiúrzburg. Real Academia de Medicina, Madrid. Revue et Magasín de Zoologie, Paris. Royal Microscopical Society, London. Smithsonian Institution, Washington. Sociedad Cientifica Argentina, Buenos Aires. Sociedad Geográfica, Madrid. Sociedad Mejicana de Historia Natural, Méjico. Sociedade de Instruceao, Porto. Societa di Scienze naturali ed economiche, Palermo. Societa entomologica italiana, Firenze. Societa toscana di Scienze naturale, Pisa. Société académique hispano-portugaise, Toulouse. Société de Botanique, Copenhague. Société des Sciences historiques et natwrelles, Semur. Société d' Histoire naturelle, Toulouse. Société entomologique delge, Bruxelles. Société entomologique de France, Paris. DE HISTORIA NATURAL. 115 Société francaise de Botanique. Société géologique de France, Paris. Sociéte hollandaise des Sciences, Harlem. Société imperiale des naturalistes, Moscou. Société linnéenne, Bordeaux. Société linnéenne de Normandie, Caen. Société linnéenne du Nord de la France, Amiens. Société malacologique belge, Bruxelles. Société ouralienne d'amatewrs des Sciences natwrelles, Ekathé- rinbourg. Société zoologique de France, Paris. United States Geological Survey of Territories, Washington. Unwersitas Regia Predericiana, Christiania. Verein fivr naturmissenschaftliche Unterhaltung, Hamburg. Wiener zoologische-botanische Gesellschaft, Wien. Zoological Society, London. Zoologischer Anzerger, Leipzig. Creo que puede asegurarse que nuestra Sociedad cumple los fines que presidieron á su formacion y los deberes que en bien de la ciencia se impuso. —Despues de suspendida la sesion por algun tiempo, se eligieron las personas, que desempeñarán los cargos en el año próximo venidero del modo siguiente: Presidente: D. Serafin de Uhagon. Vicepresidente: D. Antonio Machado. Tesorero: D. Ignacio Bolivar y Urrutia. Secretario: D. Francisco de P. Martinez y Saez. Vicesecretario: D. Francisco de Quiroga y Rodriguez. Comision de publicacion. D. Máximo Laguna. D. Laureano Perez Arcas. D. Juan Vilanova y Piera. HL ; - JIATITACA OTE BR A h Ñ p ; E OPA le rl ae EA RAR A A ARE A MA A EUR, ¿AA AS Lal «DSIIDIOATTU EA MA) of ¿0 A ciar 1 ds a NAS, > A de NS A TA SE, RI coin O: O ey! pardo de p EA is SA aia? - 4 nes A e y É , 5 > Cs sao ¡57 ode A $ Ñ e A á P be * AN 4 CHA Ñ o / A antro : A A AA a Ñ id . e SA «IF MSI ATAR o AMS Y UTA LY E Ñ 596 y p q ui 4 pi a YA" | - E y il : - p y A A $ , » AA po 5 y A Pe E "10H Ñ 1 E y a ¿E f h e A p pa 5 . A DI00 3 gero MIO AJA y HAU 2445 HOM O ” rn q 43 lo » A “se : Yu" LE 4 l ) [ 0l “uu ESaraá 4 unid DAA AA UNA B A TS CI ] * A y - * ) nia ds , i 2ul uo O e IED din oO AMIA AUTO MA ' bo FT e TA Ñ el h e ALDO + ] A o A ES 0 a ¡ 0 EA, 4 3 A i IBSTIVI? ¿rl TU e es 4 me p 1 pa 38 1 A í SR $ Ve» LU AU E hs A J y ” te á Á t E 4 0 a . y bie . 3 sa a A pr LT) $ E y ye ñ is . INS ú FTUUD y: PE e e > » Ñ , o ¿ - D- - Y bh » » y Cs AS a % AUR o” : a e . "E Í «Fi IDO L ] IP EDU iia e l vid a + dl y q - y e + A he la ' DS E » A LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 1884. ABADIE CABRONERO (D. Emilio), Abogado.—Lorca (Murcia). 1879. ABELA Y SAINZ DE ANDINO (D. Eduardo), Ingeniero agró- nomo.—C. de Felipe V, 2, principal izquierda, Madrid. 1883. AceBaL Y Cuero (D. Ricardo), Ingeniero de Montes.— Oviedo. 1875. ADAN DE YARZA Y TorRE (D. Ramon), Ingeniero de Minas. Bilbao.—/(Mineralogía, Geología y Paleontología.) 1879. AcuILERA (D. Cayetano), Doctor en Farmacia, Catedrático y Decano de la misma Facultad.—C. de O'Reilly, 42, Habana. 1872. AGuILERA (D. Manuel Antonio), Doctor en Medicina.— C. de O'Reilly, 42, Habana. NOTAS.—1.* El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que in- dica el año de su admision en la Sociedad; el de los socios fundadores de la abrevia- tura S. F. 22 Conel objeto de fomentar las relaciones científicas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, despues de las señas de su habitacion, si el socio cultiva en la actualidad más especialmente algun ramo de la Historia Natural. ACTAS DE LA SOC. ESP.— XIII. 9 1873. 1873. 1874. 1874. 1975. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN ALBIÑANA Y RopriGuEz (D. José), Doctor en Filosofía y Letras y en Ciencias naturales, Catedrático de Historia natural en el Instituto.—Lérida. ALrFau Y BaraLT (D. Antonio), Doctor en Derecho civil y canónico.—San Juan de Puerto Rico.— /Coleópteros y lepidópteros.) ALLENDE SALAZAR Y SALAZAR (D. Manuel), Catedrático de la Escuela central de Agricultura.—C. de la Reina, 19, principal, Madrid. ALMERA (D. Jaime), Presbítero, Licenciado en Teología, Catedrático de Geología en el Seminario conciliar.— C. de Sellent, 3, 3.”, Barcelona. ALoxso MarTINEZ (D. Adriano), Licenciado en Medicina, y Cirugía, ex-Ayudante premiado del Hospital de San Juan de Dios, Alumno del Doctorado.—C. del Conde de Aranda, 3, entresuelo, Madrid.—(Antropología.) Áuvarez ALvisTuR (Ilmo. Sr. D. Luis), Catedrático de Agricultura por concurso público, Delegado general en España del Circulo Promotore Partenopeo, individuo de la Real Academia de Ciencias y Letras, de la Etnográ- fica de Burdeos, etc., etc.—C. de Santa Bárbara, 1, prin- cipal, Madrid.—(Himenópteros.) AmMapo SaLazar (D. Enrique), Comandante de Ingenieros de la Plaza.—Granada. Amorós (D. Narciso).—C. del Horno de la Mata, 3, Madrid. AnNbrÉs y MONTALVO (D. Tomás), Doctor en Ciencias na- turales.—C. de la Cava alta, 2, 2.”, Madrid. ANTON Y FERRANDIZ (D. Manuel), Doctor en Ciencias, Pro- fesor auxiliar de la Universidad Central, Ayudante por oposicion del Museo de Ciencias naturales,—C. del Baño, 14, Madrid.—( Moluscos, Zoófitos y Antropología.) 1872. 1872. 1880. 1872. 1872. 1876. 1880. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 119 Asensio (D. lldefonso), Doctor en Medicina.—C. de la Montera, 29, 3.o izquierda, Madrid.—(Malacología.) ATIENZA Y SILVENT (D. Meliton), Catedrático de Agricul- tura en el Instituto.—G. de la Victoria, 13, 2.”, Málaga. AUTRAN (D. Isidro).—C. de Serrano, 50, principal, Ma- drid. ÁviLa (D. Pedro), Ingeniero de Montes.—Escorial. AzCARATE (D. Casildo), Ingeniero Agrónomo y Catedrático de Fisiografía en la Escuela de Agricultura.—C. de Se- rrano, 72, bajo, Madrid. Baranbica (D. Torcuato), Ingeniero de Ja fábrica de Bo- lueta.—Bilbao. BARazoNa (D. Salvador), Abogado.—Carpio (Córdoba). BArBOza pu BocaGE (D. José Vicente), Director del Museo de Historia natural.—Lisboa.—(Mamíiferos, aves y rep- tiles.) BarceLó y Combrs (D. Francisco), Catedrático de Física en el Instituto.—Palma de Mallorca. Barro (D. Emilio). —Badajoz. BarriaL Posana (D. Clemente), Propietario.—Hotel de la Concordia, Montevideo.—(Mineralogía, Geología y Pa- leontología.) BArroETA (D. Gregorio), Doctor en Medicina de la Facul- tad de Méjico, Catedrático de Zoología y Botánica en el Instituto científico de San Luis de Potosí, Miembro honorario de la Sociedad Geográfica de Quebec en el Canadá, de la Academia de Ciencias naturales de Da- venport Jowa, E.-U.—San Luis de Potosí (Méjico).— (Zoología y Botánica.) 1872. 1872. 1878. 1872. 1882. 1882. 1872. 1872. 1879. 1877, LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN BELLO Y EspPINOSA (D. Domingo), Doctor en Jurispruden- cia.—San Cristóbal de la Laguna (Tenerife). BENAVENTE (D. Mariano), de la Academia de Medicina.— C. de Atocha, 109, 2.9, Madrid. BENAviDES (D. José R.), de la Academia de Medicina.— C. de San Miguel, 17, principal, Madrid. BÉTHENCOURT Y ALFONSO (D. Juan), Licenciado en Medi= cina y Cirugía.—Plaza de la Constitucion, 2, Santa Gruz de Tenerife (Canarias). BoLivar Y UrrurIaA (D. Ignacio), Catedrático de Entomo- logía en la Facultad de Ciencias de la Universidad.— C. de las Hileras, 4, 3."izquierda, Madrid.—(Ortópteros, hemipteros y neurópteros.) BoLivar y Urrutia (D. José María), Licenciado en Medi- cina.—C. del Carbon, 2, 2.”, Madrid. BoLós (D. Ramon), Farmacéutico, Naturalista.—C. de San Rafael, Olot (Gerona).—( Botánica.) BonvouLorir (Vizconde de), de la Sociedad Entomológica de Francia.—Rue de Université, 15, Paris.—(Coleóp- teros.) Boscá (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias y en Medi- cina, Catedrático de Historia natural.—Jardin Botánico, Valencia.—(Reptiles de Europa.) BOTELLA Y DE Hornos (D. Federico de), Inspector general del Cuerpo de Minas.—C. de San Andrés, 34, Madrid. BoterT (D. Domingo), Farmacéutico Militar.—Zamboanga (Filipinas). BreÑosa (D. Rafael), Ingeniero de Montes de la Real Casa.—San Ildefonso (Sevovia). 1884. 1872, 1882. 1872. 1876. 18753. 1979. 1872. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 121 BRUNETTI DE LAsaLA (Excma. Sra. D.* Cristina).—C. de Fuencarral, 111, Madrid. Buen y peL Cos (D. Odon), Licenciado en Ciencias natu- rales. —Madrid.—(Botánica.) Buerao Y CameriLO (D. Francisco).—C€. de la Concordia, 4, principal, Madrid. CABRERA Cano (D. Joaquin).—Lorca (Murcia).—/Ornitolo- gía y Botánica.) CaADEvALL Y Drars (D. Juan), Doctor en Ciencias natura- les, Licenciado en Ciencias exactas, Director del Colegio modelo.—Tarrasa. CADRECHA (D. Enrique).—C. del Fúcar, 15, 2.*, izquierda, Madrid. CALDERON (D. José Angel), Ingeniero civil.—Corredera baja de San Pablo, 57, 2.” izquierda, Madrid. CALDERON Y ARANA (D. Laureano).—C. de Carranza, 17, 2.*, Madrid, CALDERON Y ARANA (D, Salvador), Doctor en Ciencias, Ca- tedrático de Historia natural de la Facultad de Ciencias de la Universidad.—Sevilla. CALDERON Y PonTE (D. Luis), Ingeniero de Montes.—Ca- buérniga (Santander). CaLteEJa Y Ayuso (D. Francisco de la), Farmacéutico.— Talavera de la Reina. CAMPION Y ARISTEGUIETA (D. Ricardo), Perito mercantil.— Plaza de Guipúzcoa, San Sebastian (Guipúzcoa).—/En- tomología. ) Cánovas (D. Francisco), Catedrático de Historia natural 122 1884. 1872. 1872. 1877. 1876. 1875. 1874. 1876. 1884. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN en el Instituto.—Lorca.—/(Paleontología y estudios pre— históricos.) CAPARROS Y FERNANDEZ (D. Alfonso).—Caravaca (Murcia) 6 C. de Silva, 16, Madrid. —(Entomología general.) Car5Bó (D. Narciso), Presidente de la Sociedad Económica barcelonesa de Amigos del País, Vicepresidente de la Academia de Ciencias naturales de Barcelona, Catedrá- tico de Terapéutica y Farmacología en la Universidad.— C. dela Union, 15, Barcelona. CARDONA Y OrriLA (D. Francisco), Presbítero, Doctor en Teología y en Derecho.—Mahon (Menorca). CarvaJaL Y Ruena (D. Basilio), Licenciado en Ciencias y en Farmacia.—C. de Moreno, 196, Hotel del Sur, Bue- nos-Aires. CARvVAaLHO MonTEIRO (Excmo. Sr. D. Antonio Augusto de), Bachiller en Derecho y en Ciencias naturales por la Universidad de Coimbra, y Miembro de la Sociedad de Aclimatacion de Rio-Janeiro. —72, Rua do Alecrim (Largo do Barao de Quintella) Lisboa.—(Lepidópteros.) Casal Y Lois (D. José), Licenciado en Medicina y Ciru- gia.—Pontevedra. Casas Y Apab (D. Serafin), Doctor en Ciencias naturales, Licenciado en Medicina y Cirugía, Catedrático de His- toria natural en el Instituto.—Huesca. CastEL (D. Cárlos), C. de Hortaleza, 44, 3.”, Madrid. CASTELLARNAU Y DE LLEOPART (D. Joaquin María de), In- geniero Jefe de Montes.—Segovia.—(Micrografía.) CasTELLÓ Y SaNcHEz (D. Vicente), Licenciado en Farma- cia.—C. de Pontejos, 6, Farmacia, Madrid. 1872. 1872. 1884. 1881. 1872, IST 1872. 1879. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 123 Castro Y Duque (D. Jacinto), Conservador, Preparador y Recolector jubilado de la Escuela de Montes.—Esco- rial. —(Anatomía comparada y lepidópteros.) CaYueELa (D. Natalio), Doctor en Ciencias naturales, Cate- drático de Historia natural.—Pamplona. Cazurro Y Rurz (D. Manuel).—C. de la Colegiata, 8, 1.” de- recha, Madrid.—(Coleópteros y ortópteros de Europa.) CENTENO (D. José), Ingeniero jefe de Minas.—C. de San Mateo, 22, 2.”, Madrid. CERVERA (D. Rafael), de la Academia de Medicina.—C. de Jacometrezo, 66, 2.” derecha, Madrid. CuHicoTE DEL RieGO0 (D. César).—C. de San Bernardo, 41, principal, Madrid.—/Hemípteros de Europa. ) Copina y Lanctiw (D. Ramon), Socio residente del Cole- gio de Farmacéuticos de Barcelona, numerario de la Academia de Ciencias naturales y de Artes de la misma, de la Academia de Medicina y Cirugía, Doctor en Far- macia.—C. de San Pablo, 70, Barcelona. CopornIu (D. Ricardo), Ingeniero de Montes.—Cartagena. CoLLiws (D. J. H.), Secretario honorario de la Sociedad Mineralógica de la Gran Bretaña.—64, Bickerton Road, Highgate New Socon (London). CoLmerro (Excmo. Sr. D. Miguel), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, de las Academias de Me- dicina, y de Ciencias exactas, físicas y naturales de Ma- drid, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedrático de Botánica y Director del Jardin Botánico.—C. del Cla- vel, 2, 3.” derecha, Madrid.—(Botánica.) CoLvée (D. Pablo), Doctor en Medicina.—Plaza de Mira- sol, 1, Valencia. 124 1877. 1877. 1873. 1875. 1883. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Comerma (D. Andrés A.), Ingeniero de la Armada.— Ferrol. CorraL Y Lastra (D. Rafael), Farmacéutico, Socio corres- ponsal del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Indivi- duo de la Academia Nacional de Agricultura, Industria y Comercio de Paris, de la Sociedad Linneana matri- tense y de la de Higiene.—Plazuela de la Media Luna, 4, principal, Santander. Cortázar (D. Daniel), Ingeniero de Minas.—C. de Jorge Juan, 19.—Madrid. Cortés (Excmo. Sr. D. Balbino).—C. de Campomanes; 9, 2.”, Madrid. Costa (lmo. Sr, D. Antonio Cipriano), Jefe superíor de Administracion Civil honorario, Comisario de Agricul- tura de la provincia de Barcelona, Doctor y Catedrático jubilado de la Facultad de Ciencias, Académico corres- ponsal de la Real de Ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid é individuo de otras corporaciones científicas, Caballero de la Orden Imperial y Real de San Estanislao de Rusia, etc.—C. de Claris, 7, principal, Barcelona.— (Botánica.) Couber (D. Gerardo), Ingeniero de Montes.—Avila. Crespi (D. Antonio), Licenciado en Farmacia.—C. de San Felipe, 4, Palma (Mallorca), Ó Madrid, Jardines, 18, 2.” derecha. Cuní y MARTORELL (D. Miguel), Individuo de la Real Aca- demia de Ciencias naturales y Artes. —C. de Codols, 18, Barcelona.—(Botánica y Entomología.) DesraY (D. Luis), Artista-grabador au Valhermay.— Auvers-sur-Oise (Seine-et-Oise).—(Entomología.) DeLás Y DE GayoLá (D. Francisco de Sales de).—C. de 1883. 1882. 1876. 1872. 1875. 1875. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 125 Hortaleza, 35, 2.”, Madrid, ó Condal, 20, Barcelona.— (Botánica.) DreEz ULZURRUN (D. Pablo), Farmacéutico.—C. Imperial, 1, principal, Madrid. DoHrN (D. Cárlos Augusto), Presidente de la Sociedad Entomológica.—Stettin (Prusia) .—/Coleópteros.) DORRONSORO (D. Bernabé), Ayudante de la Facultad de Farmacia en la Universidad.—C. de la Montera, 51, 3.2, Madrid. Ecza Y Tortosa (D. Márcos), Doctor en Medicina y Ciru- gía, Subdelegado del partido de Velez-Rubio, condeco- rado con la cruz de epidemias, Socio académico profesor del Liceo artístico y literario -de Granada, y de la de Amigos del País de Lorca.-—Velez-Rubio (Almería). EnLErs (D. Guillermo), del Comercio.— Muralla del mar, 27, 2.”, Cartagena. EscaLANTE (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Cate- drático de Historia natural y Secretario del Instituto.— C. del Gubo, 8, 2.” derecha, Santander. Espejo (D. Zoilo), Ingeniero Agrónomo, Catedrático pro- pietario y Subdirector de la Escuela superior de Inge- nieros agrónomos. —C. de Fuencarral, 97, principal, Madrid. ' EsPLuGa Y SancHo (D, Faustino), Licenciado en Ciencias naturales, Profesor en el Colegio de 2.* enseñanza.-- Torrelavega (Santander). EsTRADA CATOYRA (D. Domingo), Doctor en Medicina y Cirugía, ex-Profesor auxiliar de la Facultad en Santia- go, Socio corresponsal de la Antropológica Española, y de número de la Económica de Amigos del País de San- tiago, Médico de las Minas de Arce.—Santander. 126 1877. 1874. 1874. 1872. 1874. 1872. 1875. 1872. 1874. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Fañiz (Excmo. Sr. D. Antonio María), Consejero de Esta- do.—C. del Principe, 12, Madrid. FaLcon Y LorENzO (D. Antonio), Ingeniero de Montes del distrito forestal. — CG. del Hospitalillo, 9, principal, Murcia.—( Botánica.) FERNANDEZ DE CASTRO (D. Angel), Ingeniero de Montes.— Inspeccion de Montes, Manila (Filipinas). FERNANDEZ DE CasTrO (Excmo. Sr. D. Manuel), Inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Minas.—C. de las Infantas, 13, 3.”, Madrid.—(Mineralogía y Geología.) FERNANDEZ Cuesta (D. Nemesio).—C. de Lope de Vega, 50 y 52, entresuelo derecha, Madrid. FerNANDEz Losana (Excmo. Sr. D. Cesáreo), Caballero Gran Cruz de la Órden de Isabel la Católica, Gran cor- don de la de Metjidié, Comendador de número de la de Cárlos HI, condecorado con la Cruz de primera clase de Beneficencia y con otras de distincion por méritos cien- tíficos y de guerra, Socio de varias corporaciones cientí- ficas nacionales y extranjeras, Inspector, Médico Mayor del Cuerpo de Sanidad Militar, Doctor en Medicina.— Plaza del Progreso, 5, 2.”, Madrid. FERNANDEZ RobrIGUEZ (D. Mariano), Doctor en Ciencias y en Medicina, ex-Profesor auxiliar y ex-Secretario del Instituto del Noviciado.—C. de Pontejos, almacen de papel, Madrid. Ferran (D. Julio), Ingeniero Jefe de la 1.* seccion de Vía y Obras de los ferrocarriles andaluces.—C. de Infanzo- nes, Estacion de San Bernardo, Sevilla. Ferrart (D. Cárlos), Doctor en Farmacia.— Plaza de San Ildefonso, 7, Madrid. FerrER Y ViÑerRTA (D. Enrique), Doctor en Medicina, Ca- 1879. 1874. 1875. 1872. 1872. 1872. 1877. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 127 tedrático de Clínica quirúrgica en la Universidad.—C. de Ballesteros, 7, Valencia. FLores Y GonzaLeEz (D. Roberto). — Escuela Normal, Oviedo. ForTANeT (D. Ricardo).—C. de la Libertad, 29, Madrid. Frias Y Martí (D. Juan), Bachiller en ciencias y artes.— Plaza de San Vicente, 1, Lorca (Murcia). Gano (Excmo. Sr. D. Manuel María José de), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, Doctor en Ciencias, Catedrático de Historia natural en el Instituto del Noviciado.—C. de Hortaleza, 78, 2.*, Madrid. GALLEGO Y CasTrO (D. Mariano), Ingeniero de Montes.— Plaza del Cordon, 3, principal, Madrid. GALLEGOS Y SARDINA (D. Ventura), Licenciado en las Fa- cultades de Medicina y Ciencias (Seccion de Fisico-quí- micas), Catedrático de Química en el Colegio Nacional, y de Historia Natural en el Departamento Agronómico, Socio corresponsal de la Academia Médico-quirúrgica española y de las entomológicas de Bélgica y Stettin.— Mendoza (República Argentina). GaLLors (D. J.), de la Sociedad Entomológica de Francia, Secretario de la Sociedad de estudios científicos.—Rue de Inkermann, 2, Angers (Maine-et-Loire), Francia.— (Coleópteros.) García y ÁLvarez (D. Rafael), Catedrático de Historia natural en el Instituto.—Granada. García y ARENAL (D. Fernando), Ingeniero de Caminos.— Gijon. García CArDIEL (D. Ricardo). —Travesía de San Mateo, 4, Madrid.—(Coleópteros y Dipteros de Europa.) 128 1875. 1883. 1883. 1878. 1877. 1879. 1880. 1881. 1872. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN García Ochoa (D. Miguel), Presbítero, Doctor en Derecho civil y canónico, Canónigo de la Santa Iglesia Cate- dral.—Salamanca. Garcia RENDUELES (D. Rufo), Ingeniero de Caminos.— C, del Barquillo, 4 y 6, 3.”, Madrid. GiLa Y FipaLG0 (D. Félix).—Segovia. GIRALDES (D. Albino).—Museo Zoológico, Coimbra (Por- tugal). GoBErT (Dr. D. Emilio), Oficial de Academia, Comenda- dor de la Órden de Isabel la Católica, Miembro de las Sociedades Entomológicas de Francia, Bélgica é Italia, de la Zoológica-botánica de Viena y de otras corporacio- nes científicas. —Rue de la Préfecture, Mont-de-Marsan (Landes). —(Entomología general.) Gocorza Y GonzaLEz (D. José), Ayudante del Museo de Ciencias naturales.—C. de Claudio Coello, 38, 4.”, Ma- drid.—(Heminópteros.) Gomez Machabo (D. Cárlos María), Rector del Liceo Na- cional de Ponta Delgada.— Isla de San Miguel (Azores). Gomez Y García (D, Manuel), Ingeniero Agrónomo.—Calle del Arenal, 18, principal, Madrid. GoNzaLEz Arras (D. Anastasio), Licenciado en Medicina y Cirugía, Socio de varias corporaciones científicas.—Lillo (Toledo). GoxzaLEz Frapes (D. Luis), Licenciado en Ciencias, Cate- drático y Secretario del Instituto.—Oviedo. GonzaLEz Fragoso (D. Romualdo), Licenciado en Medici- na.—C. de Monleon, 4, 2.0 izquierda, Madrid.—(Musgos.) GonzaLez Linares (D. Augusto), Catedrático de Historia 1872. 1872. 1881. 1883. 1882, 1877. 1874, 1872. 1874. 1875. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 129 natural en la Facultad de Ciencias de la Universidad. — Valladolid. GONZALEZ DE VeLAscO (D, Eduardo), Comandante de Arti- llería.—Fábrica de Trubia (Oviedo). GONZALO Y GOYA (D. Angel), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático de Historia natural en el Instituto.—Plaza de la Verdura, 7, principal, Salamanca. GorDON (D. Antonio María), Catedrático de la Facultad de Medicina en la Universidad.—Habana. Grau Y Acuno (D. José María), Licenciado en Farmacia.— C. de Meson de Paredes, 10, principal, Madrid. GREDILLA Y GAUNA (D. Apolinar Federico), Ayudante por oposicion del Museo de Ciencias naturales.—C. de las Fuentes, 13, principal, Madrid. GREENMHILL (D. Tomás Arturo), Ingeniero civil, Asociado del Instituto de Ingenieros civiles de Lóndres.—C. de Serrano, 54, principal, Madrid. GUILLERNA Y DE LAS Heras (D. César de), Ingeniero de Montes.—San Juan de Puerto Rico. Guirao Y NAvarrRO (D. Angel), Catedrático de Historia natural.—C. del Prado, 24, Madrid. GunbLacH (D. Juan), Doctor en Filosofía.—Ingenio Fer- mina, Bemba (Cuba). HENRIQUES (D. Julio Augusto), Director del Jardin Botá- nico de Coimbra, Socio del Instituto de la misma ciu- dad, Individuo de la Sociedad Económica Matritense.— Coimbra (Portugal). HeErNANDEZz Muñoz (D. Antonio), Ayudante de Obras pú- blicas. —C. de Peligros, 6, Madrid. 130 1877. 1873. 1875. 1881. 1879. 1876. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Herrero (D. Eusebio).—C. de Alcalá, 49 cuadruplicado, bajo, Madrid. HERREROS (D. Francisco Manuel de los), Director del Ins- tituto.—Palma de Mallorca. HeypeN (D. Lúcas von), Capitan retirado, Individuo de las Sociedades Entomológicas de Alemania, Francia, San Petersburgo, Suiza, Italia, etc., Caballero de la Órden de la Cruz de Hierro y de San Juan.—(Frankfurt am Main), Schlosstrasse, 54, Bockenheim. HipaLco TaBLapa (Ilmo. Sr. D. José de), Jefe superior honorario de Administracion civil, Escritor agrícola, autor de varias obras agronómicas, etc., etc.-—Morata de Tajuña (Madrid). HontaÑon (D. Leopoldo), Licenciado en Farmacia.—Calle de Hernan-Cortés, 2, Santander. IpaÑez (D. Francisco Antonio), del Comercio, Vocal de la Junta de Pesca del Departamento de Cádiz, Socio cor- responsal de la Sociedad Protectora de Animales y Plan- tas de la misma ciudad.—Muralla del Mar, 43, Cartage- na.—( Botánica, Mulacología é Ictiología.) IcLesia (D. Santiago de la), Doctor en Medicina.—Ferrol. IxGuNzA (D. Ramon), Ingeniero de Minas. —Plaza de Santa Ana, 5, principal, Madrid. IÑarra y Ecneverría (D. Fermin), Profesor auxiliar, por oposicion, de la seccion de Ciencias fisico-químicas y naturales en el Instituto del Cardenal Cisneros.—C. del Barco, 6, 3.” izquierda, Madrid. Irastorza (D. José), Farmacéutico.—San Sebastian (Gui- púzcoa). JIMENEZ DE CISNEROS (D. Daniel), Catedrático de Historia natural del Colegio.—Caravaca (Murcia). 1872. 1879. 1881. 1873. 1882. 1880. 1879. > IPe 1872. 1872. 1884. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 131 JIMENEZ DE La EspAaDA (D. Márcos).—C. de Ayala, 15, Ma- drid.—(Mamíferos, aves, reptiles y batracios. ) JIMENEZ DE PEDRO (D. Justo), Doctor en Medicina, Licen- ciado en Farmacia, Director de los baños de Uberuaga de Ubilla (Marquina). —C. de la Magdalena, 1, 2.” iz- quierda, Madrid. JIMENEZ Y JIMENEZ (D. José), Farmacéutico.—Alboj (Al- mería). KorB (D. Maximiliano), Naturalista. — Dachauerstrasse, 28, Miúnchen.—( Entomología.) Kraarz (D. Jorge), Doctor en Filosofía, Presidente de la Sociedad Entomológica de Berlin. — Linkstrasse, 28, Berlin. LacassiN (R. P. D. Jorge), S. J.—Rue Rondelet, 13, Mont- pellier (Hérault). LACOIZQUETA (D. José María de), Presbítero. — Navarte (Navarra). —(Botánica. ) LArFFITE Y OVINETA (D. Vicente).—C. de Pontejos, 6, 3.", Madrid. Lacuna (D. Máximo), Ingeniero de Montes.—C. del Cla- vel, 2, 3.” centro, Madrid .—( Botánica. ) LaAnDERER (D. José J.).— Tortosa. —(Geología y Paleonto- logía.) LaArrINÚA Y Azcona (D. Angel), Doctor en Derecho.—Plaza de las Escuelas, 1, 2.”, San Sebastian (Guipúzcoa).— (Coleópteros.) LaurreERr (D. Jorge), Miembro de la Sociedad de Historia natural de Augsburgo, de la Entomológica de Munich y de la Zoológica de Regensburgo, etc., etc.—C. de Silva, 33, Madrid. 1878. 1879. 1872. 1884. 1876. 1879. 1884. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Lázaro É Ibiza (D. Blas), Licenciado en Farmacia.—Calle de la Esgrima, 7, 3.” izquierda, Madrid.—(Botánica.) LICHTENSTEIN (D. Julio), Socio corresponsal de la Real Academia de Ciencias de Madrid, Comendador de la Real Órden de Isabel la Católica.—La Lironde (Hérault), Francia.—(Entomología general aplicada á la agricul- tura, Biología de los homópteros, himenópteros, etc.) Lista (D. Ramon), Miembro de la Sociedad científica ar- centina, Naturalista explorador y Director del Anuario Hidrográfico de la Marina argentina.—C. de la Recon- quista, 93, Buenos-Aires. LrrranN Y Lopez (D. José).—Almería. Lizarán PATERNA (D. Fernando).—C. de la Bodega, 1, Lorca (Murcia). LLEó (D. Antonio María), Presbítero, Doctor en Sagrada Teología, Bachiller en la Facultad de Ciencias, Catedrá- tico de Física y Química en el Seminario central.—Va- lencia. LLerGET (D. Pedro), Catedrático de la Escuela de Farma- cia en la Universidad.—C. del Pez, 17, Madrid. LLucn Y Draz (D. José Maria), Vice-cónsul de España.— Toulouse (Francia).—((Geografía.) Lorez Dórica (D. José), Doctor en Ciencias y en Me- dicina, Catedrático supernumerario del Instituto. — Oviedo. Lopez DEL PLANO (D. Eduardo), Profesor de la Academia de Pintura.—C. de San Miguel, 31, Zaragoza. LoPEz DE SEOANE (D. Víctor), Abogado del Ilustre Colegio de la Coruña, de la Sociedad Imperial zoologico-botá- nica de Viena, de las zoológica y geológica de Francia, 1872. 1882. 1875. 1881. 1872. 1872. 1878. 1872. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 133 de las de naturalistas de Altemburgo y Francfort, de las entomológicas de Francia, Suiza, Bélgica, Berlin, Stet- tin, fundador de la de Alemania, y otras. —Coruña.— (Vertebrados.) LorEz pe SiLva (D. Estéban), Doctor.en Medicina, Licen- ciado en Ciencias naturales. —G. de Ferraz, 52, bajo, Madrid. Lorenzana (D. Augusto E.), Licenciado en Farmacia, Ca- ballero de la Órden de Cárlos 111.—Redondela (Ponte- vedra).—(Mineralogía.) Lozano (D. Isidoro).—C. de la Peninsular, 9, 4. izquier- da, Madrid. LumawskY (Excmo. Sr. Conde Alejandro de), Conde ro- mano, Baron de Tesalia, Chambelan consejero de la corte del imperio ruso, miembro de muchas sociedades científicas y literarias, etc., etc. — Viazna, provincia Smolenska (Rusia). Machapo (D. Antonio), Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedrático de Malacología y Actinología en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—C. del Almirante, 3, 1.” izquierda, Madrid. Macho DE VeLabo (D. Jerónimo), Doctor en Ciencias, Ga- tedrático de la Facultad de Farmacia en la Universidad, Comendador ordinario de la Órden de Isabel la Católi- ca.—Santiago de Galicia. Mac-LenNNaAN (D. José), Ingeniero. — Portugalete (Bilbao). MACPHERSON (D. Guillermo), Cónsul de Inglaterra. —Calle de la Exposicion, 2, Barrio de Monasterio, Madrid.— (Geología.) 1872. MacrHersoN (D. José).—C. de la Exposicion, 4, Barrio de Monasterio, Madrid.—(Mineralogía y Geología.) ACTAS DE LA S(C. ESP.—XIII. 10 131 1875. 1882. 1873. 1884. 1873. 1878. 1882. 1872. 1872, LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Marrer (D. Eugenio), Ingeniero de Minas.—C. de Mendi- zábal, 2, Madrid. MarsTERRA (D. Miguel), Catedrático de ampliacion de la Mineralogía de la Facultad de Ciencias, Director del Ga- binete de Historia natural.—C. del Olivar, 3, 2.” izquier- da, Madrid. MaLLaDa (D. Lúcas), Ingeniero de Minas.—C. de San Vicente, 40, Madrid. Marin MarTINEz (D. Ceferino), Abogado.—Lorca (Murcia). Marin Y Sancho (D. Francisco), Licenciado en Farma- cia.—C. del Viento, 3, Madrid. Marrií y DE LLEoPART (D. Francisco María de), Licenciado en Derecho civil y canónico.—C. de Santa Ana, 8, prin- cipal, Tarragona. MarrIN (D. Angel), Comandante graduado de Infantería, Caballero de la Real y distinguida Órden de Isabel la Católica, de la del Mérito militar y de Cárlos TII.—Man- zanillo (Cuba). MArTIN DEL Amo (D. Eduardo Jacobo), Licenciado en Far- macia, Director del Colegio del Baztan.— Elizondo (Na- varra). | MARTIN DE ARGENTA (D. Vicente), Doctor en ciencias y en Farmacia, Socio del Colegio de Farmacéuticos de Ma- drid, Catedrático de la Facultad de Ciencias. —C. de Hortaleza, 86, Madrid. MarTtINEZ (D. Luis Arcadio), Ingeniero agrónomo, Secre- tario de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio, Catedrático de Agricultura en el Instituto.—Huelva. MArTINEZ Y AnGEL (D. Antonio), Doctor en la Facultad de __ Medicina.—C. Mayor, 114 triplicado, 3.”, Madrid. 1874. 1873. 1876. 1879. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 135 MarTINEZ AÑIBARRO (D. José), Doctor en Ciencias, Miem- bro de las Sociedades Entomológicas de Francia y de Bélgica, correspondiente de la Española de Antropología y de las económicas de Leon y Gerona, Presidente de la Comision antropológica de la provincia de Burgos.— Lain Calvo, 20, Burgos ó Fomento, 34, Madrid.—(Mine- ralogía y Geología.) Marrixez MoLiva (Excmo. Sr. D, Rafael), Caballero Gran Cruz de la Órden de María Victoria, de la Academia de Medicina, Doctor en Ciencias, Catedrático jubilado de la Facultad de Medicina en la Universidad.—C. de Ato- cha, 133, principal, Madrid. MarTIxez Y Sazz (D. Francisco de Paula), Catedrático de Zoografía de los vertebrados en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—Plaza de los Ministerios, 5, 3.* iz- quierda, Madrid.—(Coleópteros de Ewropa.) MarTINegz VicIL (llmo. Sr. Fr. Ramon), Obispo de la dió- cesis, ex-Catedrático de Historia natural en la Univer- sidad de Manila. — Oviedo. MARTORELL. Y Cuní (D. Jerónimo), Comerciante. — Plaza de Medinaceli, 1 bis, 1.”, Barcelona.—/Agricultura.) MayorGa Y García Macho (D. Antonio), Socio de la Es— pañola de Agricultura y Meteorología.—C. Mayor, 43, principal, Madrid.—( Botánica.) MazarreDO (D. Cárlos), Ingeniero de Montes. — Bilbao. MeEbErOs Y Manzanos (D. Pedro).—San Lorenzo (Gran Ca- naria). MeRrcADO Y GONZALEZ (D. Matías), Licenciado en Medicina y Cirugía, Médico cirujano titular.—Nava del Rey (Va- lladolid).—(Entomología. ) Mir Y NAVARRO (D. Manuel), Catedrático de Historia na- tural en el Instituto.—Barcelona. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. 1882. 1881. 1873. 1872. 1875. 1872. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN MIRALLES DE ImPERIAL (D. Clemente).— Rambla de Estu- dios, 1, Barcelona. MIRANDA Y Ecuía (D. Genaro de), Ingeniero Jefe de Cami- nos, Canales y Puertos de la provincia.—Almería, Mojavos (D. Eduardo), Ingeniero de Caminos, Profesor de Mineralogía y Geología en la Escuela del Guerpo.— C. de Valverde, 30 y 32, 3.” izquierda, Madrid. Momró Y Vial (D. Vicente), Licenciado en Ciencias na- turales, Perito agrónomo, Individuo de la Sociedad de Agricultura Valenciana y de la de Amigos del País de Santa Cruz de Tenerife, Catedrático de Historia natural en el Instituto.—A lbacete.—( Ornitología.) MowxsaLuD (Excmo. Sr. Marqués de).—Almirante, 15, 1.", Madrid.—/Agricultura y ganadería.) MONTSERRAT Y ArcHs (D. Juan), Licenciado en Medicina, Secretario general de la Sociedad Botánica Barcelone- sa.—C. del Hospital, 47, Barcelona.—( Botánica.) MoraGues £ IBarra (D. Ignacio).—C. de San Francisco, 18, Palma ¡Mallorca).—(Coleópteros y moluscos.) MoRaAGUES Y DE Manzanos (D. Fernando), Presbítero.— C. de Armengol, 1, Palma (Mallorca) .—(Coleópteros. ) MORENO Y Espinosa (D. Luis). —C. de Claudio Coello, 38, principal, Madrid. Morrana (Sr. Conde de).—Las Fraguas (Reinosa). Muñoz peL CastiLLO (D. José), Doctor en Ciencias, Cate- drático de Física y Química en el Instituto.—Logroño. Muñoz CoBo y ARREDONDO (D. Luis), Licenciado en Cien- cias naturales y en Derecho, Director y Catedrático de Historia natural en el Instituto. —Jaen. 1872. 1873. 1872. 1872. 1872. 1870. 1881. 1875. 1884. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 137 Muñoz y Frau (D. José María), Catedrático y Director de la Escuela de Veterinaria. —C. de San Bernardo, 75, principal, Madrid. NrETO SERRANO (Excmo. Sr. D. Matías), Secretario perpe- tuo de la Academia de Medicina.—Ronda de Recoletos, 11, Madrid. OBerTHUR (D. Cárlos), de la Sociedad Entomológica de Francia.—Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia.—(Lepidópteros.) OBERTHUR (D. Renato), de la Sociedad Entomológica de Francia.—Faubourg de Paris, 20, Rennes (lle-et-Vilai- nel, Francia.—(Coleópteros.) OBRADOR (D. Pedro Antonio), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia del distrito.— Palma de Ma- lorca. OLavipE (Excmo. Sr. D. José), Caballero Gran Cruz de la Órden de Isabel la Católica, de la Academia de Me- dicina, Doctor en Medicina.—C. de Jacometrezo, 45, Madrid. OrueTa (D. Domingo), Presidente de la Sociedad ma- lagueña de Ciencias físicas y naturales. — Cortina del Muelle, 65, Málaga. Oskés Y EzteErrIPA (D. Blas), Licenciado en Derecho.— C. del Sauco, 16, 3.”, Madrid. Osorio Y ZavaLa (D. Amado), Doctor en Medicina y Ci- rugía.—C. del Sordo, 9, 3.”, Madrid. Paacios Y RobrIGUEZ (D. José de), Farmacéutico.—Plaza de Santa Ana, 11, Madrid. PALOMERA Y CHuecos (D. Meliton).—C. del Carril de Gra- cia, 3, Lorca (Murcia). 1881. 1877. 1882. 1875. 1881. 1873. 1873. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN PaLou Y FLores (D. Eduardo), Doctor y Catedrático de la Facultad de Derecho.—C. de la Manzana, 4, 2.”, Ma- drid. PanrEL (D. José), S. J.—Monasterio de Uclés, Tarancon ¡Cuenca).—(Coleópteros.) Parana (D. Alfonso), Ingeniero de Montes.—C. de San Fernando, 8, Jerez de la Frontera. PaúL Y ArOzaRENA (D. Manuel José de). —C. de Laguna, 31, Sevilla. PAULINO D'OLIVEIRA (Ilmo. Sr. D. Manuel), Profesor de la Facultad de Filosofía en la Universidad.—Coimbra (Por- tugal). PereDa y MArTINEZ (Ilmo. Sr. D. Sandalio de), Consejero de Instruccion pública, de las Academias de Ciencias exactas, físicas y naturales, y de Medicina de Madrid, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedrático de His- toria natural y Director del Instituto de San Isidro.— C. de la Ballesta, 1, principal, Madrid. Perez (D. José María), Doctor en Medicina.—Arnao, Avi- lés (Oviedo). Perez Arcas (D. Laureano), de la Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid, Catedrático de Zoología en la Facultad de Ciencias de la Universidad.— C. de las Huertas, 14, 3.”, Madrid.—(Peces y Coleópteros de Europa.) PerEz dE ArcE (D. Facundo), Licenciado en Ciencias na- turales, Catedrático de Historia natural en el Instituto.— Guadalajara. PEREZ DE ARRILUCEA (D. Andrés), Licenciado en Ciencias naturales, Catedrático de Agricultura en el Instituto.— Burgos. 1882. 1881, 1873. 1873. 1873, 1882. 1872. 1872. 1874. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 139 Perez-HipaLGO Y Perez-RincoN (D. Adolfo).— €. de Tole- do, 90, 4.”, Madrid. Perez Lara (D. José María).—Jerez de la Frontera (Cá- diz). —(Botánica.) Perez Maeso (D. José).—C. de Quintana, 8, 3.” derecha, Madrid.—( Botánica.) Perez OrtTEGO (D. Enrique), Doctor en Ciencias.—C. de Atocha, 36, Madrid. Perez San MiLLAN (D. Mauricio), Doctor en Farmacia, Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Burgos. Pory (D. Felipe), Socio fundador de la Entomológica de Francia, Licenciado en Derecho, Catedrático de Minera- logía y Zoología en la Universidad.—C. de San Nicolás, 96, Habana.—/Tetiología.) Pombo (D. Antonio), Socio fundador del Ateneo cientifico, literario y artístico de Vitoria, Licenciado en Farmacia, Doctor en Ciencias naturales, Catedrático de Historia natural en el Instituto.—C. del Arca, 1, 2.”, Vitoria. PrREUDHOMME DE BorrE (D. Alfredo), Individuo de varias Sociedades, Conservador-Secretario del Museo Real de Historia natural de Bruselas. —Rue de Dublin, 19, Ise- Mex, cerca de Bruselas. —(Entomología general, geoyra- fía entomológica, coleópteros y principalmente heleróme- ros é hidrocántaros.) Prieto Y Cautes (D. Francisco), Ingeniero primero de Caminos, Canales y Puertos, Profesor de la Escuela su- perior del mismo Guerpo.—C. de Relatores, 18, 2.”, Ma- drid.—(Geología y Malacología.) Puré Y Larraz (D. (zabriel), Ingeniero de Minas. —C. d Pavía, 2, 2,”, Madrid. 140. 1872. 1872. 1879. 1849. 1883. 1883. 1872. 1872. 1882. 1878. 1872. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Purccarí (D. Juan Ignacio), Licenciado en Medicina.— Apiahy, provincia de San Paolo, Brasil. QuiroGa Y RobriGuEz (D. Francisco), Doctor en Ciencias y en Farmacia, Ayudante por oposicion del Museo de Ciencias naturales.—C. de Goya, 19, 4.” izquierda, Ma- drid. Ramos y Muñoz (D. José), Ingeniero agrónomo.—C. de Pontejos, 6, 3.”, Madrid. Rerxoso (D. Fernando), Catedrático de Retórica y Litera- tura del Instituto.—C. de las Animas, 135, Habana. Reyes y Prosper (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias naturales.—C. de San Bernardo, 53, Madrid.—( Dibujo cientifico.) Reyes Y Prosper (D. Ventura), Licenciado en Ciencias naturales.—C. de San Bernardo, 53, Madrid. RiBERA (D. Emilio), Doctor en Ciencias naturales, Cate- drático de Historia natural en el Instituto. —C. de Gho- 0 ] frens, 1, 3.”, Valencia. RibeErA (Excmo. Sr. Marqués de la), Consejero de Estado, Miembro de la Sociedad Geológica alemana.—Calle de Puerta Cerrada, 5, Madrid.—(Mineralogia.) Rico Y JimeNO (D. Tomás), Catedrático de Historia natu- ral en el Instituto. —Coruña.—(Geología.) Rio (D. Joaquin), Licenciado en Ciencias naturales.— C. de Fabiola, 17, Sevilla. RirPocHE (D. Diego).—Casa del Sr. Dr. Verneau, Place Voltaire, 6, Paris. Riva Patacio (D. Vicente de la), General del ejército me- jicano.—Méjico. 1884. 1881. 1872. 1884. 1880. 1876. 1872. 1882. 1883. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 141 Rivero (Excmo. Sr. D. Roque Leon del), Inspector gene- ral de segunda clase del Guerpo de Ingenieros de Mon- tes, de los de la Real Casa, Socio fundador de la Geográ- fica de Madrid, de la Central de Horticultura y de Mérito de la Protectora de Animales y Plantas, Caballero Gran Cruz de Isabel la Católica, Comendador de la de Cristo de Portugal y Caballero de la de Cárlos I11.—Invierno, Conde de Aranda, 5, entresuelo; verano, San Ildefonso (Segovia). Roca y CarcHaN (D. Ignacio).—C. de San Antonio, 6, 2.”, Barcelona. Roca y Vecino (D. Santos), Licenciado en Ciencias natu— rales.— Puerta de Segovia, 1, principal, Madrid.—(Mi- neralogía.) RoDriGuEz AcuAaDo (D. Enrique), Doctor en Medicina, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias.—C. del Reloj, 1 y 3, principal, Madrid. RobricueEz Carracipo (D. José), Catedrático de la Facul- ' tad de Farmacia en la Universidad.—C. del Desengaño, 10 quintuplicado, 2.”, Madrid. RODRIGUEZ DE CEPEDA (Excmo. Sr. D. Antonio), Decano y Catedrático de la Facultad de Derecho en la Universi- dad.—Valencia. RobriGUEz Y Femenías (D. Juan J.).—C. de la Libertad, 48, Mahon (Menorca. —(Botánica.) RobrIGUuEz FerrER Y Batista (D. Miguel).—C, de la Cruz, 42, 3.” derecha, Madrid. RobriGuez MIRANDA JUNIOR (D. Manuel), Ingeniero de puentes, calzadas y minas, Miembro de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos civiles, Catedrático de Geología y Mineralogía aplicadas al laboreo de minas en el Insti- tuto industrial.-—C. de Cedofeita, 468, Porto (Portugal). 142 1880. 1880. 1880. 1881. 1881. 1880. 1883. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN RobricGuez MourELO (D. José).—C. del Cármen, 21, 3.*, Madrid. RobrIGUEZ Nuñez (D. Eduardo), Licenciado en Farmacia, Socio corresponsal de la Linneana matritense, Nume- rario del Gabinete científico.—C. del Castillo, 32 y 34, Santa Cruz (Tenerife). RobricGuEz Y Perez (D. Felipe), Socio del Gabinete cientí- fico (ciencias naturales), Gabinete instructivo y Sociedad Económica de Amigos del País (Tenerife). —C. de Car- retas, 22, 3,” centro, Madrid.—(Malacología.) RobriGuez PumariaGa (D. Ulpiano), Licenciado en Far- macia.—Avilés (Oviedo). Ror16 Y Sapatis (D. José), Licenciado en Medicina.—Calle de la Gorguera, 15, 3.”, Madrid. Romeo Y García (D. Pedro), Doctor en Medicina, Licen- ciado en Ciencias naturales, Catedrático supernumera- rio y Secretario del Instituto, Socio corresponsal de la Linneana matritense.—Huesca.—( Botánica.) Romero Y Auvaregz (D. Julian), Ingeniero de Montes.— C. del Horno de la Mata, 5, principal, Madrid. Rouy (D. Jorge).—Plaza de Breda, 8, Paris. —(Botánica.) Rusro (D. Federico), Doctor en Medicina.—C. de Alcalá, 57, Madrid. Ruiz De AncuLo (D. Bonifacio), Farmacéutico.—Vitoria. Ruiz CasavieLta (D. Juan), Licenciado en Farmacia.— Caparroso (Navarra). Ruiz Chamorro (D. Eusebio), Catedrático de Psicología del Instituto del Cardenal Cisneros.—C. del Pez, 40, 2.”, Madrid. 1874, 1873. 1872. 1878. 1872. 1872. 1879. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 143 Ruiz Mero (D. Ernesto), Ingeniero de Montes. — Habana. Ruiz DE SaLazar (D. Emilio), Director del periódico El Magisterio Español, Licenciado en Derecho, Doctor en Ciencias, Catedrático de la Facultad de Ciencias en la Universidad.—C. del Barco, 20, principal, Madrid. SAAVEDRA (Excmo. Sr. D. Eduardo), Ingeniero de Cami- nos, Individuo de las Academias de Ciencias y de la Historia.—C. de Valverde, 22, 2.”, Madrid. SAINZ GUTIERREZ (D. Pedro), Catedrático de Organografía y Fisiología vegetal en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—C. de la Salud, 11, 3.”, Madrid. SALARICH Y JIMENEZ (D. José), Médico del Hospital de Santa Cruz de la Ciudad de Vich, Socio corresponsal de la M. I. Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona, Corresponsal Laureado de la Económica barcelonesa de Amigos del País, honorario del Gírculo literario de Vich.—Plaza Mayor, 31, Vich. SANCHEZ COMENDADOR (D. Antonio), Catedrático y Decano de la Facultad de Farmacia en la Universidad.—Bar- celona. San MarTIN (D. Basilio), de la Academia de Medicina.— Plaza de Celenque, 3, Madrid. SANTISTÉBAN (D. Mariano), Catedrático de Física y Quií- mica en el Instituto de San Isidro.—Travesía de Fúcar, 14, Madrid. Saxz DE DreGO (D. Maximino), Naturalista-comerciante, . de objetos y libros de Historia: natural, de utensilios para la recoleccion, preparacion y conservacion de las colecciones, cambio y venta de las mismas en todos los ramos.—C. de San Bernardo, 94, principal, Madrid. 144 1873. 1881. 1876. 1874. 1879. 1834. 1869. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN SecaLL E Inba (D. José), Ingeniero de Montes. — Ronda del Corpus, 7, Salamanca. SepiLLOT (D. Mauricio), Abogado, Miembro fundador de la Sociedad Zoológica de Francia, de las Entomológicas de Francia, de Bélgica, etc,—Rue de POdéon, 20, Pa- ris.—/Coleópteros del antiguo mundo y exóticos, espe- cialmente hidrocántaros, erotilidos, trogositidos, cléridos y heterómeros.) SeeBozD (D. Teodoro), Ingeniero civil de la Sociedad de Ingenieros civiles de Paris, representante de la casa F. Krupp, Comendador de la Órden de Cárlos III, Ca- ballero de varias órdenes extranjeras.—C. de la Estula, 3, 3.*, Bilbao.—(Lepidópteros.) SéLys-LonccHamPs (Sr. Baron Edmundo de), Senador, Individuo de la Real Academia de Bélgica y de otras Academias y Sociedades.— Boulevard de la Sauvennit— re, 34, Lieja ( Bélgica!l. —(Neurópteros (principalmente odonatos) y lepidópteros de Europa.) SePúLvVEDA (D. José), Farmacéutico, Premiado con meda- lla de Honor de la Exposicion Farmacéutica, de oro de la Económica Matritense y premio especial de la Direc- cion de Beneficencia y Sanidad por sus artículos botáni- cos.—Brihuega. Serrano Y Pia (D. Eduardo), Ingenicro jefe de Montes del Distrito.—Valencia. Serrano Faricari (D. Enrique), Catedrático de Química del Instituto del Cardenal Cisneros.—C. de las Pozas, 17, Madrid. Simon (D. Eugenio).—Avenue du Bois de Boulogne, 56, Paris.—(Aracnidos.) Soano Y EuLaTE (D. José María), Marqués del Socorro, Catedrático de Geología en la Facultad de Ciencias.— C. de Jacometrezo, 41, Madrid.—(Mineralogia y Geo- logia.) 1880. 1874. 1872. 1873. 1872. 1879. 1872. 1883. 1872: 1872. 1874. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 145 SPANGBERG (D. Jacobo), Doctor en Filosofía, Profesor agregado de la Universidad de Upsal. —Vetenskaps Aka- demien, Stockholm (Suecia). STAHL (D. Agustin), Doctor en Medicina, Cirugía y Obs- tetricia.—Bayamon (Puerto-Rico). SuarEz (D. Sergio), Ingeniero, Inspector facultativo de Hacienda.—C. del Prado, 3, 2.”, Madrid.— (Botánica y Entomología. ) SUAREZ IncLÁN (D. Julian), Teniente Coronel, Capitan de Estado Mayor del Ejército, Profesor de Topografía y Geología en la Academia especial del Cuerpo.—Ronda de Recoletos, 15, Madrid.—( Geología.) TORREPANDO (Sr. Conde de), Ingeniero de Montes.—C. de Ferraz, 48, hotel, Madrid. Torres Y PerONA (D. Tomás), Catedrático de Química or- gánica en la Facultad de Farmacia, Socio corresponsal del Colegio de Farmacéuticos de Madrid.—Farmacia de San Gabriel, Manila. TremoLs Y BórrELL (D. Federico), Catedrático de Química inorgánica aplicada de la Facultad de Farmacia en la Universidad.—C. de Cortés, 214, 2.*”, Barcelona.—(Bo- tánica.) Truan (D. Alfredo), Director facultativo de la Fábrica de vidrios. —Gijon.—(Diatomaceas y fotomicrografia.) Usñacu y SoLer (D. Antonio), Propietario agricultor, Ad- ministrador del Banco. — Tarrasa. — (Zootecnia agri- cola.) Unacon (D. Federico de). —Marquina (Vizcaya). Unacon (D. Pedro Pascual de), Ingeniero de Minas.— C. de San Bartolomé, 7, 9 y 11, 3.”, Madrid. 146 1976. 1883. 1880. 1883. 1883. LISTA DE LOS SEÑORES QUE COMPONEN Unacon (D. Serafin de), Miembro de las Sociedades En- tomológicas de Francia y de Berlin.—C. de Piamonte, 2, 2.”, Madrid.—(Coleópteros de Europa.) VaLbés Y PaJarEs (D. Juan), Doctor en Medicina, Médico primero del Cuerpo de Sanidad militar.—C. Mayor, 64, Sangúesa (Navarra). Vayrena Y ViLa (D. Estanislao), Licenciado en Farma- cia.—Besalú, Sagaró (Gerona).—( Botánica.) VeLaz DE MEDRANO (D. Fernando), Ingeniero de Montes.— Soria. ' VICENTE (D. Nemesio), Ingeniero de la Armada.—Arsenal de Cartagena. VivaL Y SoLEr (D. Sebastian ), Ingeniero de Montes, Jefe de la comision de la Flora y Mapa forestal de Filipi- nas.—Manila, Via Y NapaL (D. Antonio).—C. de la Merced, 32, 3.", Barcelona. VILANOVA Y PieErRA (D. Juan), de las Academias de Medi- cina y de Ciencias exactas, físicas y naturales, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedrático de Paleontología en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—C. de San Vicente, 12, principal, Madrid.—( Geología y Pa- leontología.) ViLaró (D. Juan).—C. de la Reina. 40, Habana. Vizcaya Y CowDE (D. Atilano Alejandro).—C. de San Isi- dro, 31, 2.”, Madrid. Werens (D. José Leopoldo), Ingeniero civil, miembro de la Sociedad Entomológica y de la Real Malacológica de Bélgica.—35, Rue Joseph, 2.”, Bruxelles. —/(Entomología general, coleópteros de Europa, malacología.) LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 147 1972. Yañez (Excmo. Sr. D. Teodoro), Catedrático de la Facul- tad de Medicina de la Universidad.—C. de la Magdalena, 19, principal, Madrid. S. F. ZAPATER Y MARCONELL (D. Bernardo), Presbítero.—Alba- rracin.—(Lepidópteros.) 1872. ZaraGoza (D. Justo). —C. de Campomanes, 4, 2.”, izquier- da, Madrid. 1872. Zubía (D. Ildefonso), Doctor en Farmacia, Licenciado en Ciencias naturales, Comendador de la Real Órden de Isabel la Catófica, Caballero de Cárlos III y Catedrático del Instituto.—C. Mayor, 147, Logroño.—(Botánica.) Socios que han fallecido. 1873. ArErrio Y LarriNaGA (D. Alfonso), de Bilbao. 1872. BorrELL (D. Félix), de Madrid. 1872. MASFERRER Y ARQUIMBAU (D. Ramon), de Vich. s.F. Oñate (Excma. Sra. Condesa de), de Madrid. 1872. SancHez MeErINO (Excmo. Sr. D. Ramon), de Madrid. 1879. SEPÚLVEDA (D. Fernando), de Brihuega. 1872, ViLaNova Y PreRa (D. José), de Valencia. Socios que han renunciado á formar parte de la Sociedad. 1875. ALVAREZ ARDANUY (D. Eduardo), de Madrid. 1881. BezaNIiLLA (D. Triunfo), de Santander. 1879. CABRERA Y MarTINEZ (D. José), de Cuba. 1873. CALAHORRA (D. Benito), de Soria. 148 1877. 1872. 1872. 1883. 1878. 1877. 1876. 1878. 1878. 1872. 1877. 1883. 1875. 1876. 1873. 1872, 1874. 1881. 1873. 1870. 1880. 1874. 1882. 1873. 1874. 1877. 1872. 1375. 1876. 1875. 1872. 1874. 1875. 1876. 18972. LISTA DE LOS SRES. QUE COMPONEN LA SOC. DE HIST. NAT. CALAHORRA (D. Enrique), de Santiago. Castro (D. Antonio Senén de), de Cuenca. Dreck (D. Jorge), de Merseburg. FuenrE (D. José María de la), de Almodóvar del Campo. Gorriz y Muñoz (D. Ricardo José), de Milagro. GUTIERREZ DE La Veca (Excmo. Sr. D. José), de Madrid. HEreDIaA (D. Ricardo), de Madrid. JouUuvE (D. Augusto), de Sigean. LanDaA (D. Nicasio), de Pamplona. Lorez Lezcano (D. Francisco), de Madrid. Lozoya (Sr. Marqués de), de Segovia. MANs0 DE ZúÑicaA Y EnriLE (D. Víctor Cruz), de Madrid. MarTIN Sanchez (D. Enrique), de Castellon. MarTINEZ CAÑADA (D. Andrés), de Murcia. ManrtinNgz Y MarTINEz (D. Félix), de Mogente. MaArTORELL Y Peña (D. Manuel), de Barcelona. Paro Y MORENO (D. Eduardo), de Murcia. Peor (D. Arturo), de Toulouse. Perez MoreNO (D. Andrés), de Madrid. PiSerNA (D. Eugenio), de Oviedo. Pomata Y GisBERT (D. Eladio), de Madrid. SoTroMaAYOR (D. Manuel), de Madrid. SuBirá NicoLau (D. Jaime), de Santiago. TABOADA DE La RIVA (D, Marcial), de Madrid. TeLLez y Vincent (D. Juan), de Madrid. Torrosa Y Picon (D. Mariano), de Barcelona. Uhacon (D. Rodrigo), de Madrid. VaLERO Y CasTELL (D. Blas), de Valencia. VaLLEsOo Y Panpo (D. Luis), de Baeza. Vazquez Y Lopez Amor (D. Luis), de Madrid. VerGaRa (D. Mariano), de Madrid. VierTES (D. Vicente), de Barbastro. VINCENT (D. Pascual), de Madrid. WaGNer (D. Eugenio), de Madrid. ZAPATER Y Gomez Coros (D. Ildefonso), de Teruel. Madrid 31 de Diciembre de 1884, El Secretario, F. pe P. MARTINEZ Y SAEZ. ÍNDICE DE LO CONTENIDO EN EL TOMO XIII DE LOS ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. Págs. Bonívar.— Monografía de los pirgomorfinos. (Láminas 1, II, IM, y IV.) 5 Farmarre.—Liste complémentaire des especes du G. Timarcha..... 75 E. Simoy.— Arachnides observés á Miranda-de-Ebro au mois d'aoút 1883.— Note sur les mollusques et liste des coléoptéres re- cueillis dans la méme localité par M. E. Simon, par J. R. Bourgulenat €. do WU ala lo atea a alela a 113 Lacoizquera.—Catálogo de las plantas que espontáneamente crecen en el valle de Vertizarana. (Primera parte.).......o.oo.o.... 131 CaLDERON.—Rocas eruptivas de Almaden. (Lámina v.)............ . “22 BresSosa.—Las porfiritas y microdioritas de San Ildefonso y sus con- tomos. (Mi lalo seo ooo lol e elorapes e 259 Truay y LuarD.—Ensayo sobre la Sinopsis de las Diatomeas de As- turias. (Parte primera.) Láminas vI, VII, IX Y X.).......... 307 MacrPHersoN.—Sucesion estratigráfica de los terrenos arcáicos de Es- paña. (Continmación). (LAMA XL). o encnconeaso aso comos 365 BoLívar.—Monografía de los pirgomorfinos (Continuacion)......... 419 Actas de la Sociedad española de Historia natural............... E 1 Lista de los señores socios de la Española de Historia natural... . 117 Índice de lo contenido en el tomo xt de los ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENSTORTA NATURA D 010 oleo yo oo o lala eel Ia . 149 Índice alfabético de los géneros y especies descritos, ó acerca de cuya patria ó sinonimia se dan noticias interesantes.......... o AdVerbencia. jano eee nt A 169 ACTAS DE LA SOC. ESP.— XIII. 11 E a) 4 Ú Ú] y 1 ” ' - y Ñ 7 pu y 7 ] l : p nd ) l ] a * nj ' y ; . Ñ . 1 . U y. ' pe y 54 z h 1 ' = , : f ' NN, YA ¡(A La A) : ANA y ME p- . y y A Ñ 2d . . NM . E 7 y CO a e ñ Y ñ Ts Y nu ) > í A . ' A i ] 5 Ñ A DAN 4) H A Ur . i % 5% o >. ó Í Fr MN yl . ñ =D YA ti f AL k Na . ' ” ' » “AA r y Ñ ' j a A r di 1144 8 ñ ' ñ ; ' e para y a AA $ | a Mi ' é 1) $ JM Sn l pu » -. Ñ Í E 1 ' e 1 á ll . Ny => «ie e . » nj paa NE. $ . ima! E 5% ia 16 “A +1 TIGO MI v ' Ñ : . o S A > A 15 . y his yl / PA! ñ e e. pe il HA Dei. «AN b AULA K 4d Ñ = E 3 ' Í ' 0 y )] e ”. SN y W a $ La á 8 p j e A a , Ñ TAS po pa yo al E Ñ y A v $ a o A j y HE ÚÑ f ” 4 LN A JA A asa ed d Y CA Y “308 A. a? y - ve y Í ¡ "de y a pa ] 24 0 e me FAM Po / Ds, y MN ' STA Ñ EN po . 4 O y $ 18 id E * INEA” El 1 4 ) - > $ f pe AN + E AN 1 ¡TS 74 mu J TN a ms * P4 A y q ñ Y d , a d Ñ " y y Y y Y LE L A y A A ] 0 i Ñ mm o 7 de . j ¡ we FLA o AA - j + E: y ..Y ei $ , Ñ . DS V h y > » á . E Ñ j Ñ Ñ Ñ. > 11141 A ke co j p Ñ AA i Á ” y + 0 o y e ' y » 1 LAS TATU e 4 f / ] . ] " ar DS É ib . Ñ yA. A “ud ps Ú [r Ñ 6 i il IA $ 4 0124 pt) A a 1N " P 4 a Y » y ina ] >. e 7 . + 047 j a , y f de ¿o y y 4 ) % d Ñ NA PAID e ra a Ñ FU Á q £ » En “A y! Ma A ” ] vu p - LY A Ñ y ” Pr j . Ñ 0 => Ñ A > 0 yal / “Y SIT A DT LLE 1% IA NIE 1) 13 4 y ñ » Dd Á Á ÓN Ñ as n SA” A > DE b nl ¡ qe ' LE Pe ió A Y dos Ñ qe EY ? N A $ 1 EN y Y MAN : A a VAIO A AF RRA E ñ Ls ¿ eS ¡ Yi hi Ú Md Au á A S l mu AR ) ó . ó . ' d 8 á o - ' y Le f Í bh. Ñ ó a i NN] . o Ñ > » e y Y e e j 0 . . ” “Es " E . A A d E NP MO 1 IM AAA AA . h Ñ 4 E "k ] p Ñ Ñ 1. A 2 7, TUN í E e a Ñ A p ' ) OA ! ] + e s f AS “sy E o b ' Ys E 7 > sun Mil A, OT A LA Se 1 de D E "a e se” TN MESA a IDA q S eo 3 y NA PRESO, Y JAULAS E y 3 15 - cd 4 b Y A o — ) j E o 0 D ' pun Serra ci - Sl ' y% o j en / o : Mir ea + ma 11% ; A ss cc 102 09 q Ñ a h ' á Ñ ) ” j o o 20 h l y E AS a Xx Ú 5 HS", o ha e 4 , pl L > o j ó . o h y e ú y .- ñ ' d Ñ - A El e O A E a Ñ a Ñ - o ñ A 3 ñ E y DE ME . E ' Uh M d Ñ 8 y 5 d a 0 - a > Es PS Ñ e. Ñ ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES DESCRITOS, Ó ACERCA DE CUYA PATRIA Ó SINONIMIA SE DAN NOTICIAS INTERESANTES. Acanthus mollis, 205. acebo, 168. acedera, 207. Aceras hircina, 216. — pyramidalis, 216. — campestre, 167. — monspessulanum, 145, 167. — opulifolium, 167. Achillea millefolium, 188. Achnanthes * brevipes, 362. — * coarctata, 362. — *longipes, 361. — * minutissima, 362. Adenostyles albifrons, 149, 186. Adinomia littoralis, 129. — autumnalis, 155. Agrimonia Eupatoria, 176. — odorata, 176. Agrostemma Githago, 163. Agrostis alba, 221. — alpina, 221. — setacea, 227. — vulgaris, 221. NOTAS.—1.* Los nombres vulgares van escritos con letra cursiva; los de géneros ó especies ya conocidos, pero descritos en este tomo, van precedidos de un asterisco, y aguiña, 213. Aira caryophyllea, 222. Airopsis minuta, 224. Ajuga reptans, 147, 205. Alchemilla arvensis, 148, 176. — vulgaris, 176. Alisma Plantago, 150, 213. atiso, 212. Allium fallax, 214. — ochroleucum, 144,214. — roseum, 214. — spherocephalum, 214. — ursinum, 214. — victorialis, 150, 214. — vineale, 214. Alnus elliptica, 212. — glutinosa, 144, 212. Alopecurus agrestis, 221. Alsine tenuifolia, 163. Amanita cesarea, 151. Amara acuminata, 128. Amaranthus blitum, 207. — retroflexus, 207. de dos los que se dan á conocer como nuevos para la ciencia. 2.1 Los números que indican páginas de las Actas llevan despues este signo ”. 152 ÍNDICE ALFABÉTICO. ambullua, 214. ametza, 211. Ammonites margaritatus, 139. Amphipleura *Lindheimeri, 354 Amphiprora * alata, 359. — * decussata, 359. — * elegans, 359. — * lepidoptera, 359. — * affinis, 335. — * gracilis, 337. — * ovalis, 335. — * pediculus, 336. Anagallis arvensis, 195. — tenella, 195. Ancillaria glandiformis, 56. Andryala integrifolia, 193. Anemone hepatica, 155. — nemorosa, 155. Angelica ebulifolia, 180. — pyren:a, 180. — sylvestris, 180. Anthemis arvensis, 188. — Cotula, 188. — montana, 188. Anthicus quadriguttatus, 128. Anthoxanthum odoratum, 149. Anthyllis Vulneraria, 170. Antirrhinum majus, 200. — orontium, 200. anyura, 183. apobelarra, 199. Aquilegia vulgaris, 157. Arabis alpina, 147, 159. — auriculata, 159. — Ciliata, 159. — muralis, 159. — sagittata, 159. — Thaliana, 147, 159. arbol madaricatuba, 168. arbeja, 148. Arbutus Unedo, 144, 146, 194. Arenaria ciliata, 163. — serpyllifolia, 164. arenisca, 53. Arnica montana, 146, 149, 137. Aronicum Clusii, 187. Arrhenatherum elatius, 222. — thorici, 222. Arum italicum, 218. — maculatum, 218. Asagena phalerata, 118. Asida reticulata, 128. Asperula arvensis, 184. — Cynanchica, 184. — odorata, 184. Asphodelus albus, 144, 214. Aspidium aculeatum, 144, 148. Aspidophyma** americana, 491, 492. — ** indica, 491. Asteriscus spinosus, 188. astigarra, 167. asto-carduba, 189. astomenda , 203. Astragalus depressus, 171. Astrantia major, 182. Atractomorpha ** Aurivilli, 64, 67. — ** Bedeli, 64, 69. — *Gersteckeri, 64, 66. — *consobrina, 64, 65. — *crenaticeps, 64, 65. — *crenulata, 61 — *psittacina, 64, 68. — **similis, 64, 68. Attus pubescens, 114. atza, 212. augita, 269, 270. aulaga, 169. Aularches * miliaris, 476, 477. avellano, 144, 147, 211. avena, 222. Avena fatua, 222. — orientalis, 222. — pratensis, 222. — sulcata, 222, ÍNDICE ALFABÉTICO. 153 ayenzuriya, 155. bagua, 210. Ballota foetida, 205. bardana, 190. basalto, 257. basatia, 117. Bathyphantes gracilis, 118. Bathyscia adnexa, 4”, 6'. — arcana, 4”, 6. — Perezii 4”. — triangulum, 4. belar-gasi, 207. Bellis perennis, 147, 181. berro, 159. Betonica hirsuta, 204. Betula alba, 212. — pubescens, 144, 212. Bidens tripartita, 150, 183. Biscutella leevigata, 160. Brachyderes pubescens, 128. Brachypodium pinnatum, 225. — sylvaticum, 225. Brassica asperifolia, 158. — Napus, 146. — nigra, 158. Briza media, 223. Bromus maximus, 225. — matritensis, 225. — rubens, 225. Brunella alba, 205. — grandiflora, 205. — pinnatifida, 205. — pyrenaica, 205. — vulgaris, 205. brusco, 215. Bryaxis Lefebvrei, 128. Blechnum spicant, 144. boj, 145, 146, 209. Boletus edulis, 151. bournonita, 15”. Bugainvillea splendens, 48. Bulimus obscurus, 126. Bunium bulbocastanum, 181. Bunium verticillatum, 181. Bupleurum angulosum, 145, 181. — falcatum, 145, 151, 181. — gramineum, 181. Buxus sempervirens, 209. Caconda ** fusca, 37. Calamintha alpina, 203. — clinopodium, 204. — officinalis, 203. Calathus cisteloides, 128. Calendula arvensis, 189. Calliethera scenica, 114. calizas, 400. Calluna vulgaris, 194. Camelina sativa, 160. Camoénsia * insignis, 486. Campanula Erinus, 193. — glomerata, 193. — patula, 191£. — rapunculoides, 149, 193. — Scheuchzeri, 192. Campyloneis * argus, 363. Cantharellus cibarius, 151. cañutillo, 15. Capsella bursa-pastoris, 147. Carabus guadarramus, 127. Cardamine granulosa, 148, 159. — hirsuta, 159. — impatiens, 159. — latifolia, 159. carduba, 189. cardu-beracha, 192. Carduus carlineefolius, 190. — mitissimus, 190. — nigrescens, 189. Carex digitata, 220. — dioica, 220. — distans, 220. — divulsa, 220. — glauca, 220. — maxima, 220. — panicea, 220. -— preecox, 220. 151 ÍNDICE ALFABÉTICO. Carex pulicaris, 220. — rigida, 220. Carlina acanthifolia, 190. — vulgaris, 190. carrizo, 221. Castanea vulgaris, 210. castaño, 210. Centaurea amara, 190. — Calcitrapa, 145, 150, 190. — Jacea, 190. centaurea menor, 196. Centranthus Calcitrapa, 185. — ruber, 185. Cephalantera ensifolia, 216. Cephalaria alpina, 186. Cerastium glandulosum, 164. — glomeratum, 164. — glutinosum, 164. — viscosum, 164. — vulgatum, 148, 161. cereza, 113. Cerocoma Schreberi, 128. Ceutorhynchusdenticulatus, 129. Cherophyllum hirsutum, 182. — temulum, 182. Chamomilla nobilis, 188. Charilaus * carinatus, 487, 488. Chelidonium majus, 149, 158. Chenopodium album, 151, 207. — ambrosioides, 151, 207. — polyspermunm, 207. Chlora perfoliata, 197. Chondrus quadridens, 126. chopera, 169. choribazca, 179. * Chrotogonus angustatus, 38, 41. — ** Bormansi, 37, 39. — ** fumosus, 38, 42. — * gracilis, 38, 44. — * hemipterus, 838, 41. — * homalodema, 38, 45. ** Chrotogonus incertus, 38, 45. — * liaspis, 38, 46. — * lugubris, 39, 46. — ** micropterus, 38, 40. — * oxypterus, 39, 48. — * pallidus, 38, 43. — ** Saussurei, 39, 47. — * Savigny, 38, 43. — * Scudderi, 38, 43. — * Senegalensis, 39, 43. — * trachypterus, 38, 44. Chrysomela carnifex, 129. — hemoptera, 129. Chrysosplenium oppositifolium, 180. chulufriña, 163. Cicendia pusilla, 150, 197. cicuta, 182. Cineraria campestris, 149, — spatul:eefolia, 188. Cionus blattarise, 129. — thapsus, 129. cipolinos, 400. Circea lutetiana, 178. Cirsium arvense, 189. — bulbosum, 189. — eryophorum, 150, 189, — lanceolatum, 150, 189, 445. — palustre, 149, 189. — setosum, 189. ciruelo, 148. Cistus alyssoides, 160. Clandestina rectiflora, 202. Clausilia Saint-Simoni, 127. clartel, 163. Clematis Vitalba, 144, 155. Cleonus sulcirostris, 128. clorita, 269, 270. Clubiona terrestris, 123. Cocconeis * pediculus, 364. — * placentula, 364. Celiodes fuliginosus, 129. Conium maculatum, 182, ÍNDICE ALFABÉTICO. 155 Conopodium denudatum, 182. consuelda, 147, 197. Convolvulus arvensis, 197. — sepium, 197. Cornus mascula, 182. — sanguinea, 182. Coronilla minima, 172. — scorpioides, 172. corradu-belarra, 157. corregiela, 197. Coryllus avellana, 211. Cracca calcarata, 171. — major, 111. — minor, 172. — villosa, 171. Crategus oxyacantha, 144, 148. Craterellus cornucopiodes, 151. Crepis bellidifolia, 192. — lampsanoides, 192. — setosa, 192. — taraxacifolia, 192. — virens, 192. Crocus multifidus, 152. — nudiflorus, 215. Crustulina guttata, 118. cuarzo, 270. Cucubalus bacciferus, 182. Cuscuta epithymunm, 197. — trifolii, 197. curcubilla, 202. Cyclosa Laure, 114, 117. Cymbella * anglica, 338. — * cespitosa, 338. — * cymbiformis, 337. — * gastroides, 336. — * lanceolata, 337. — * maculata, 337. — * prostrata, 337. Cynara cardunculus, 394. Cynoglossum Dioscoridis, 199. — pictum, 198. Cynosurus cristatus, 224. Cyperus badius, 219. Cyperus longus, 219. — flavescens, 220. — fuscus, 219. Dabeecia polyfolia, 194. Dactylis hispanica, 224. Danthonia decumbens, 224. Daphne cneorum, 208. — laureola, 145, 147, 208. Daucus Carota, 180. — maximus, 180. Datura Tatula, 151, 199. dedalera, 201. Deraspis ** Volxemi, 62. Deschampsia flexuosa, 222. Desmoptera ** judicata, 57, 58. — * Nove Guine:ze, 7. diabasa, 236. diabasita, 249. Dianthus Armeria, 163. — monspessulanus, 163. — prolifer, 163. Dictyna bicolor, 114, 121. Digitalis purpurea, 201. Dipsacus sylvestris, 185. dolda-bellarra, 197. Dorcadion Amorii, 46'. — mus, 4>. Doronicum Clusii, 149. — pardalianches, 149, 187. Dorycnium suffruticosum, 171. Draba verna, 147, 160. Drosera rotundifolia, 161. dulceta, 147. Dysdera crocata, 125. — ignava, 113, 125. Echium vulgare, 198. Elodes palustris, 150, 167. elorri-belza, 113. elorri-zuriya, 116. Embia Solieri, 32. endrino, 113. enebro, 212. Epeira adianta, 117. 156 ÍNDICE ALFABÉTICO. epidota, 269. Epilobium hirsutum, 178. — lanceolatum, 177. — montanum, 177. — parviflorum, 178. — tetragonum, 177. — virgatum, 177. Epipactis latifolia, 151, 216. Eragrostis pilosa, 223. Erica arborea, 194. — Ciliaris, 19. — Ciliata, 152. — Cinerea, 194. — multiflora, 194. — vagans, 194. Erigeron acris, 187. — Canadensis, 187. — alpinus, 187. Erigone vagans, 119. Erinus alpinus, 201. Erodium cicutarium, 166. — Menescavi, 166. — moschatum, 166. erseca-belarra, 217. Eryngium Bourgati, 182, Erythrea Centaurium, 196. — latifolia, 197. — pulchella, 196. Erythronium dens-canis, 144, 147, 214. escursó, 92. espadaña, 218. espato calizo, 269. espino blanco, 148, 149, 176. espino cerval, 169. esquer-ayena, 183. esquiya, 165. Eupatorium cannabinum, 150, 186. Euphorbia amygdaloides, 209. — dulcis, 208. — exigua, 209. — helioscopia, 208. Euphorbia Lathyris, 209. — peploides, 152, 209. — Peplus, 209. — platyphylla, 208. — verrucosa, 209. Euphragia viscosa, 202. Euphrasia officinalis, 146, 202. Euryopis acuminata, 118. Evonymus europeus, 168. espela, 209. Fagus sylvatica, 210. Festuca duriuscula, 224. — pratensis, 224. — rubra, 224. — spadicea, 224. — sylvatica, 225. — violacea, 224. Ficaria ranunculoides, 147, 157. Ficus carica, 209. Filago arvensis, 189. — spathulata, 189. Feniculum vulgare, 181. Fragaria vesca, 148, 174. Fraxinus excelsior, 196. fresa, 148, 174. fresno, 196. Fumaria capreolata, 158. Galactites tomentosa, 14, 189. Galeopsis angustifolia, 204. — Tetrahit, 2041. Galium aparine, 184. — cCruciatum, 147, 184. — erectum, 184. — palustre, 184. — papillosum, 184. — parisiense, -184. — saxatile, 181. — vernum, 134. — verum, 184. gamon, 214. Gastridium lendigerum, 222. Gaudinia fragilis, 225. gaztaña, 210. ÍNDICE ALFABÉTICO. 157 Genista hispanica, 149, 170. — sagittalis, 169. — tinctorea, 169. Gentiana Pneumonanthe, 197. — verna, 147, 197. Geranium columbinunm, 166. — dissectum, 166. — molle, 166. — nodosum, 166. — Pheeum, 166. — pyrenaicum, 166. — Robertianum, 166. — sylvaticum, 149, 166. Geum pyrenaicum, 173. — urbanunm, 173. Gladiolus communis, 215. Glecoma heredacea, 148, 204. Globularia nudicaulis, 206. Glyceria fluitans, 223. gneis con andalusita, 382. gneis de fibrolita, 381. gneis de sillimanita, 378. gneis glandular, 370. gneis granitóideo, 385. gneis micáceo, 374. gneis turmalinífero, 383. Gomphonema*acuminatum,360 — *clavatum, 359. — * constrictum, 360. — * intricatum, 361. — * ventricosum, 361. Gonatium ensipotens, 114, 119. Gongilus Bedriagali, 92". — ocellatus, 93". gordolobo, 199. gorostiya, 168. gorrings, 151. grama de olor, 221. granito gneísico, 367. granito normal, 408. guereciya, 113. guiehauwrra, 210. Gypsophila repens, 163. Gypsophila vaccaria, 163. Gyrtone * compressa, Dn. haba, 148. Hahnia ** rupicola, 113, 120. Harpactes Hombergi, 125. Harpalus anxius, 127. haya, 210. Hedera Helix, 182. heléboro blanco, 213. helecho hembra, 146. Helianthemum guttatum, 160. — vulgare, 160. Helichrysum decumbens, 189. — Stochas, 189. - Heliopathes luctuosus, 128. Helix rotundata, 126. Helleborus viridis, 157. Helminthia echioides, 191. Helophorus fracticostis, 128. — rugosus, 123. Helosciadium nodiflorum, 181. Hepatica triloba, 147. Heracleum Sphondylum, 181. Hesperis matronalis, 158. Hieracium boreale, 151, 193. — glanduliferum, 192. — pallidum, 193. — piliferum, 193. — sabaudum, 193. — sericeum, 193. — stivum, 151. — vulgatum, 193. hierro titanífero, 270. higuera, 209. hinojo, 161. Holcus lanatus, 223. Hordeum murinum, 225. hornablenda, 269, 270. Hyoscyamus niger, 199. Hypera philantha, 128. Hypericum Androsemum, 149, 167. — formosum, 149. 158 ÍNDICE ALFABÉTICO. Hypericum hircinum, 167. — hirsutum, 167. humifusum, 167. montanum, 167. perforatum, 166. pulchrum, 167. Richerii, 167. — hirsutum, 149. — tetrapterum, 149, 167. Hypocheeris pinnatifida, 191. Hyptiotes paradoxus, 117. Iberis amara, 160. — bernardiana, 149, 160. Techthidion * mexicanum, 440. Icius notabilis, 114. Dex aquifolium, 168. Illecebrum verticillatum, 178. ilmenita, 269. imiesta, 169. iniesta de tintes, 169. Inula Conyza, 188. Iris foetidissima, 215. germanica, 215. graminea, 215. pseudacorus, 215. xyphioides, 215. ¿sasa, 169. Jasione montana, 193. — perennis, 193. Jasonia tuberosa, 188. Juglans regia, 210. Juncus bufonius, 219. — communis, 218. — conglomeratus, 218. — glaucus, 218. lampocarpus, 219. striatus, 219. supinus, 218. sylvaticus, 219. trifidus, 218. Juniperus communis, 212, Knautia longifolia, 186. Kceleria setosa, 223. Lactarius cibarius, 151. Lactuca muralis, 151, 192. — Scariola, 192. — sonchoides, 192, — virosa, 192. Lamium amplexicaule, 204. — Galeobdolon, 204. — maculatum 149, 204. — purpureum, 204. — commune, 149, 190. lapaiza, 207. Lappa minor, 190. Larinia lineata, 113, 117. larva, 14. Laserpitium latifolium, 180. Laseola inornata, 114, 118. Lathrea clandestina, 148. Lathrobium multipunctatum, 128. Lathyrus aphaca, 172. — hirsutus, 172. latifolius, 172. macrorhizus, 172. montanus, 172. Nissolia, 172. pratensis, 172. vernus, 172. Leersia oryzoides, 151, 220. Lemna minor, 218. lengua de perro, 198. lenteja de agua, 218. Leocarpus vermicosus, 30'. Leontodon hastile, 191. — hispidum, 191. — pyrenaicum, 191. Lepidium sativum, 160. Leptinus testaceus, 5. Leptyphantes tenebricola, 118. lerchuna, 212. Leucanthemum vulgare, 188. Ligustrum vulgare, 149, 196. lichuba, 192. Lilium Martagon, 150, 213. ÍNDICE ALFABÉTICO. Lilium pyrenaicum, 145, 150, 213. Linaria elatine, 200. — minor, 200. — vulgaris, 200. linsusa, 183. Linum catharticum, 165. — gallicum, 165. — narbonense, 165. — viscosum, 165. Linyphia furtiva, 118. — lineata, 118. liñnua. 165. Listera ovata, 216. Lithospermum arvense, 198. — fruticosum, 198, — incrassatum, 198. — officinale, 198. — prostratum, 198. — purpureo-ceruleum, 198. lizarra, 196. Lofia subulata, 180. Lolium perenne, 225. Lonicera Periclymenunm, 148, 183 Lotus corniculatus, 171. — hispidus, 171. — uliginosus, 171. lupi-belarra, 157. Luzula campestris, 219. — Forsteri, 219. — multiflora, 219. — sylvatica, 219. Lychnis Flos-cuculi, 148, 162. Lycopus europ*us, 150, 203. Lycosa albofasciata, 114. — personata, 114. Lysimachia nemorunm, 195. — vulgaris, 148, 195. Lythrum gracile, 150, 178. — Salicaria, 150, 178. madariga, 171. magnetita, 269, 270. malva, 165. Malva intermedia, 165. — moschata, 165. — rotundifolia, 166. — sylvestris, 165. — Tournefortiana, 165. manda-belarra, 190. manda-persechilla, 166. margarita, 270. marubiza, 114. masa-malda, 168. maspilla, 177. Mastogloia * Braunii, 338. Maura ** apicalis, 49. — * Hecate, 478. — * Satanas, 470, 481. — * rubro-ornata, 479, 480. — ** rugulosa, 479, 480. Meconopsis camprica, 157. Medicago lupulina, 170. — maculata, 170. melafido, 252. Melampyrum cristatum, 202, Melica ciliata, 149, 223. — uniflora, 223. Melilotus officinalis, 170. — sulcatus, 170. melocotonero, 147. Mentha aquatica, 150, 203. — arvensis, 203. — Pulegium, 150, 203. — rotundifolia, 203. — sylvestris, 203. Mercurialis annua, 209. — perennis, 147, 209. Merendera Bulbocodium, 213. Mespilus germanica, 176. — oxyacantha, 116. Mestra * anoplosterna, 70, 71. — * hematoptera, 71, 72. — *hoplosterna, 70, 11. — * marginella, 71, 72. Mibora verna, 221. micacitas, 402, 403. 9 160 ÍNDICE ALFABÉTICO. Micaria romana, 122. — ** triguttata, 113, 122. Micariosoma festivum, 123. microdioritas, 300. microgranitos, 408. Microneta rurestris, 119. mijo de sol, 198. mil en rama, 188. mimbre, 211. mirto de Brabante, 30". miura, 183. mizpira, 176. Mcehringia trinervia, 163. Molinia ceerulea, 224. Monistria * conspersa, 450. — * pustulosa, 450, 451. Montana arenaria, 163. Montia rivularis, 178. moscon, 167. mostajo, 117. muchicha, 221. muérdago, 182. Muscari comosum, 214. — racemosum, 214. Mylabris quadripunctata, 123. — varians, 123. Myosotis intermedia, 198. — palustris, 198. — sylvatica, 198. — versicolor, 198. nabo, 146. Narcissus Bulbocodium, 216. — Pseudo-Narcissus, 216. Nasturtium officinale, 159. Navicula * ambigua, 343. — *amphirhynchus, 343. — * amphisbena, 347. — * angusta, 351. — * aspera, 340. — * bacillaris, 346. — * bicapitata, 344, 346. — * Brebissonii, 347. — * cardinalis, 348. Navicula * crabro, 349. — * cuspidata, 342. — * didyma, 349. — * eliptica, 343. — * firma, 345. — * gibba, 342. — * gracilis, 345. — * granulata, 348. — *iridis, 343. — *limosa, 300. — *lyra, 350. — * major, 341. — * marina, 348. — * mesolepta, 317. — * nobilis, 341. — * oblonga, 346. — * palpebralis, 351. — * peregrina, 346. — * pretexta, 350. — * producta, 341. — * radiosa, 345. — * serians, 343. — * Smitbii, 351. — * splendida, 349. — * subsalina, 347. — * viridis, 341, 342. — * viridula, 351. — * vulgaris, 344. Nemesia suffusa, 114, 125. Neottia nidus-avis, 216. Nigella arvensis, 157. — Damascena, 157. nispero, 116. nogal, 210. nueza negra, 215. Ochrophlebia * caffra, 431, 435. — *ligneola, 431, 433. — * pennicornis, 431, 434. — *radiata, 431, 432. — ** Serpe, 431, 431. — *subcylindrica, 431, 436. — *violacea, 431. Odontites rubra, 202. ÍNDICE ALFABÉTICO. olivino, 233. ollacarana, 169. omo, 145, 209, ola, 222. Olocrates abbreviatus, 128. ** Ommexecha Brunneri, 28. * — Germari, 28. * — Servillei, 28, 29. * — virens, 28, 29. Onobrychis sativa, 145, 172. Ononis procurrens, 170. Ophonus meridionalis, 127. — puncticollis, 127. Ophrys apifera, 217. — arachnifera, 217. Orchis bifolia, 217. — conopsea, 217. incarnata, 217. latifolia, 217. laxiflora, 217. mascula, 217. — purpurea, 216. orégano, 203. Origanum virens, 203. — vulgare, 203. Ornithogalum pyrenaicum, 214. Ornithopus ebracteatus, 172. — perpusillus, 172. Orobanche galii, 202. — rapunm, 202. Orobus luteus, 145. Orthacris ** filiformis, 439. Orthoch«eetes rubricatus, 128. — setiger, 128. Orthoneis * fimbriata, 363. — * splendida, 363. ortofido, 236. osta2wriya, 117. otia, 169. Oxalis acetosella, 168. — corniculata, 168. Oxyptila rauda, 114, 115. Pamphagodes * riffensis, 489,490. 161 Panicum aristatum, 221. — Crus-galli, 221. — glabrum, 221. — sanguinale, 221. Papaver Rheas, 157. Parapetasia ** femorata, 481, 485. Parasphena ** picta, 436, 437. — * pulchripes, 436. Pardosa morosa, 115. — proxima, 114. — Wagleri, 114, 115. parietaria, 210. Parietaria diffusa, 210. Paris quadrifolia, 215. | Parnasia palustris, 161. parrucha, 168. Paulownia imperialis, 200. Pedicularis palustris, 202. — sylvatica, 148, 202. Peplis Portula, 178. Peristegus * squarrosus, 469, 70. Petasia * Anchietee, 482, 483. — * grisea, 482. — * spumans, 482, 484. Phalangium opilio, 126. Philodromus ** buxi, 113, 115. Phleum pratense, 221. Phragmites communis, 221. Pholcus opilionoides, 119. Phymateus * egrotus, 462, 4€5. * baccatus, 462, 463. ** Brunneri, 462, 464. ** Hildebrandti, 462, 466. — ** iris, 463, 468 * leprosus, 462, 463. * mobillosus, 462, 467. * saxosus, 463, 469. * Stolli, 462, 466. Phyteuma spicatum, 193. Phytolacca decandra, 206. Ppicoa, 209. 162 ÍNDICE ALFABÉTICO. Pieris hieracioides, 152, 191. | Poecilocerus * bufonius, 452, 454. — pyrenaica, 191. — * hieroglyphicus, 452, 453. pié de leon, 116. — * pictus, 452. pimienta de agua, 208. — * punctiventris, 452, 455. Pimpinella magna, 181. — * vittatus, 452, 454. — saxifraga, 181. — * vulcanus, 452, 455. Pinguicula vulgaris, 148, 149, | Polycarpon tetraphyllum, 178. 195. | Polygala calcarea, 162. pirita de hierro, 269, 270. — rosea, 162. piruétano, 117. — rupestris, 162. pizarras granatíferas, 387, 391. — vulgaris, 162. pizarras piroxeno-amfibólicas, | Polygonatum multiflorum, 215. 487, 388. | Polygonum aviculare, 208. pizarras piroxeno-micáceas, 393. — dubium, 208. plagioclasa, 269, 270. ' — Convolvulus, 208. Plantago argentea, 206. — Hydropiper, 208. — Cornuti, 206. — Persicaria, 208. — intermedia, 206. Polystichum Filix-mas, 137, 144. — lanceolata, 206. Populus tremula, 212, — major, 206. | pórfido, 236. — serpentina, 206. | porfirita augítica, 278. Pleurosigma * angulatum, 354. Posidonomya Beckerii, 16". — * attenuatum, 356. Portulaca oleracea, 178. — * balticum, 351. Potamogeton densus, 217. — * curvulum, 337. — plantagineus, 217. — * decorum, 356. — pusillus, 217. — * fasciola, 357. Potentilla fragariastrum, 173. — * hippocampus, 356. — mixta, 174. — * obtusatum, 357. — reptans, 174. — * Parkeri, 357. ¡| — splendens, 148, 173. — * intermediunm, 355. ' — Tormentilla, 14. — * Kutzingii, 358. | Poterium muricatum, 176. — * nodiferum, 359. Pratella pratensis, 151. — * quadratum, 3). primatera, 195. — * rigidum, 355. Primula elatior, 195. — *scalproides, 358. — grandifiora, 195. — * scalprum, 356. — officinalis, 195. Poa annua, 223. — variabilis, 195. — bulbosa, 223. Prosphena ** Scudderi, 447. — nemoralis, 223. Protomachus * depressus, 61. — pratensis, 223. Prunus avium, 144, 173. — serotina, 223. — brigantiaca, 113. — trivialis, 223. — fruticans, 173. ÍNDICE ALFABÉTICO. 163 Prunus lusitanica, 144, 173. — spinosa, 143, 147, 173. Psoralea plumosa, 171. Pteris aquilina, 146. Pulicaria dysenterica, 188. — vulgaris, 188. Pulmonaria angustifolia, 198. Pupa bigorriensis, 126. — Brauni, 126. Pupilla umbilicata, 127. Pyrethrum Achille, 188. Pyrgomorpha ** brachyptera, 423, 427. — *breyiceps, 423, 424, — *cognata, 423, 427. — ** dispar, 423, 425. — *granosa, 422, 424. — * granulata, 423, 426. — * grylloides, 423, 428. — *serbica, 422, 425. — ** squalina, 422, 423. — ** tricarinata, 422, 424, Pyrus acerba, 177. — communis, 177. Quercus lex, 211. — pedunculata, 211. — pubescens, 211. — Tozza, 137, 143, 149, 211. Radiola linoides, 165. Ranunculus acris, 156. — aquatilis, 155. — arvensis, 156. — bulbosus, 156. — Flammula, 156, — fluitans, 156. — hederaceus, 148, 155. — lingua, 156. — ophioglossifolius, 156. — palustris, 156. — parviflorus, 156. — philonotis, 156. — repens, 156. — reptans, 156. Ranunculus sylvaticus, 156. Raphanus raphanistrum, 158. — sativus, 158. Rapistrum rugosum, 160. Reseda luteola, 161. Rhagadiolus edulis, 190. Rhamnus cathartica, 145, 169, — frangula, 169. — pumila, 169. Rhinanthus minor, 202. Rhoicosphenia * curvata, 361. Rhynchonella Orbignyana, 139, Rhyssemus verrucosus, 123, roble, 145. Romeria hybrida, 157. romanza, 207. Rosa alpina, 175. — arvensis, 174. — Canina, 175. — Cantabrica, 115. — micrantba, 175. — navarsensis, 17. — rubiginosa, 175. — sempervirens, 174, 175. — sepium, 175. — tomentella, 175. Rubellia * nigrosignata, 449. Rubia lucida, 183. — peregrina, 183. Rubus c:esius, 174. — corylifolius, 174. — discolor, 174. — minutiflorus, 174. — numerosus, 174. — Sprengelii, 174. Rumex acetosa, 148, 207. — acetosella, 208. — conglomeratus, 207. — Friesii, 207. — nemorosus, 207. — pulcher, 207. — sanguineus, 207. Ruscus aculeatus, 215. 164 ÍNDICE ALFABÉTICO. sabi-belza, 207. sabi-zuriya, 207. Sagina apetala, 163. — procumbens, 163. Salix alba, 211. — amygdalina, 211. — aurita, 211. — Caprea, 211. — Cinerea, 211. — purpurea, 211. — talentiana, 213. Sambucus Ebulus, 183. — nigra, 148, 183 Samolus Valerandi, 195. sanguinaria, 208. Sanicula europea, 182. sapelarra, 147, 164. Saponaria officinalis, 163. sarasa, 211. Sarothamnus vulgaris, 143, 169. sauce, 211. sauco, 183. Saxifraga Aizoon, 149, 180. — hirsuta, 147, 180. Scabiosa columbaria, 186. — succisa, 186. Schizonema * amplius, 352. Schcenus nigrescens, 220. Scilla Lilio-hyacinthus, 213. — verna, 213. Scirpus Savii, 220. Scleranthus annuus, 178. Scleropoa rigida, 224. Scoliopleura * latestriata, 353. — * pellucida, 353. — * tumida, 353. Scorzonera hispanica, 199. — humilis, 191. Scrophularia alpestris, 200. — aquatica, 200. — Canina, 200. — nodosa, 200. Scutellaria hastefolia, 205. Sedum album, 179. — altissimum, 179. — Cepea, 179. — Cruciatum, 179. — dasyphyllum, 179. — fabaria, 179. -— hirsutum, 179. — telephium, 179. Segestria senoculata, 125. siempreviva mayor, 119. siempreviva menor, 119. sello de Salomon. 215. Sempervirum cruentum, 366. — tectorum, 179. Senebiera pinnatifida, 160. Senecio adonidifolius, 187. — aquaticus, 187. — Jacobwa, 187. — erucefolius, 187. — sylvaticus, 187. — vulgaris, 152, 187. Serapias lingua, 216. — longipetala, 216. serpol, 203. Serrafalcus arvensis, 225. — commutatus, 225. — mollis, 225. Serratula heterophylla, 190. — tinctorea, 190. serval de cazadores, 111. Seseli gracile, 181. — montanunm, 181. Setaria glauca, 221. Setaria viridis, 221. Sherardia arvensis, 185. Sibthorpia europea, 201. Silene bipartita, 162. — Crassicaulis, 162. — diurna, 162. — gallica, 162. — inflata, 148, 162. — nutans, 162. Simethis planifolia, 214. ÍNDICE ALFABÉTICO. Sinapis arvensis, 158. — levigata, 158. Sisymbrium acutangulum, 158. — Alliaria, 148, 159. — officinale, 158. Sitones discoideus, 128. — heliophilus, 128. — lineatus, 128. Solanum Dulcamara, 199. — nigrum, 199. soldadu-belara, 185. Soldanella montana, 191. Solidago alpestris, 186. — latifolia, 186. — Virga-aurea, 151. — vulgaris, 186. sombrerillo, 119. Sonchus arvensis, 192. — asper, 192. — oleraceus, 192. soramuguiya, 222. Sorbus Aria, 148, 177. — Aucuparia, 148, 177. — torminalis, 177. sorguiñ barachuriya, 214. Sparganium ramosum, 218. Spathalium * Audouini, 31, 32. * cvanopterum, 31, 31. * macropterum, 31, 34. * serrulatum, 31, 33. * Sommeri, 31. ** Stali, 31, 32. Spergula arvensis, 164. Spergularia campestris, 164. Sphenacris, ** crassicornis, 441. Sphenarium * histrio, 444. — * mexicanum, 444. — ** Borrei, 444, 445. — * purpurascens, 444, 445. Spirea Filipendula, 173. — ulmaria, 173. Spiranthes autumnalis, 151, 216. Spirula Peronii, 56”. — ACTAS DE LA SOC. ESP —XITI. 165 Stachys alpina, 204. — arvensis, 204. — recta, 204. — sylvatica, 149, 204. Stauroneis * acuta, 339. — * anceps, 340. — * gracilis, 339. — * phenicenteron, 339. — * spicula, 340. Stellaria glauca, 164. graminea, 164. holostea, 164. media, 147, 164. — uliginosa, 164. Stenoxvphus * variegatus, 56. Stenus cordatus, 128. — guttula, 128, Sternbergia «etnensis, S' — colchicifiora, S' — lutea, S' | Strophosomus ebenista, 128. | Styloctetor inuncans, 114, 119. sugue-gerecilla, 218. Symphytum bulbosum, 148, 198. — officinale, 148, 197. — tuberosum, 147, 197. Systella * Hopei, 52, 33. — * platyptera, 52, 54. — punctata, 52. — * Raffilesii, 52, 53. — * Westwodii, 52, 54. Tamus communis, 215. Taphronota * calliparea, 473, 475. * ferruginea, 413, 475. — ** Stáli, 473. * thelephora, 413, 474. Taraxacum officinale, 191. Taxus baccata, 213. té de Méjico, 207. Tegenaria nervosa, 114, 119. tejo, 213. temblon, 212. 166 ÍNDICE ALFABÉTICO. Terebratula digona, 139. Timarcha * Heydenii, 78. Tetragnatha extensa, 117. — * hispanica, 83. Teucrium Chamedrys, 205, — * Hummeli, 76. — pyrenaicum, 205. — * insparsa, 76, 79. — Webbianum, 205. — * interstitialis, 101. Thalictrum aquile*folium, 155 — *janthinipes, 109. — pubescens, 155. — * Kiesenwetteri, SO. Thecidium mediterraneum, 6. — * levigata, 90. Theridion denticulatum, 117. Thlaspi bursa-pastoris, 160, Thrincia hispida, 191. Thuja orientalis, 212. * levisterna, 84. — * Leseleuci, 129. — * lugens, 88. — Scorodonia, 205. — *insignis, 76. | — * lusitanica, 110. Thymus serpyllum, 203. — * marginicollis, 76, 79. — vulgaris, 203. — * maritima, 104. Tilia sylvestris, 165. — * maroccana, 75, 88. tilo, 145, 165. — * melittensis, 75, 70. Timarcha * asturiensis, 107. — * metallica, 76. 111. — * balearica, 75, 80. — * montana, 96. — * brachydera, 91. — * monticola, 102, 129. — * calceata, 86. — ** nevadensis, 8l. — * Camoensii, 9, — * niceensis, 75, 92. — ** catalaunensis, 100. — * oblongula, 98. — * chalcosoma, 9». — * Olivieri, 98. — * chloropus, 108. — * parnasia, 99. — * coarcticollis, 77. — * parvicollis, 75, 79. — * corallipes, 76, 106. — * Paulinoi, 75, 76. — * coriaria, 102. — ** Perezii, 103. — * corinthia, 76, 111. — * pimelioides, 91. — * crassaticollis, 91. — * Piochardi, 82. — * dubitalis, 101. — * pratensis, 99. — * elliptica, 101. — * punica, 76, 106. — * Endora, 76, 105. — * rugosa, 89. — * erosa, 85. — * rugulosa, 104. — * fallax, 82. — * sardea, 97. — * geniculata, 103. — * scabripennis, 75, 88. — * globata, 97. — * Seidlitzi, 75, 88. — * globipennis, 102. — ** semilevis, 105. — * globosa, 76, 111. — * sericea, 80. — * globulata, 100. — * sicelidis, 97. — * Gougeleti, 108. — ** sobrina, 8. 1 Eavis, 04 — * spheeroptera, 108. — * Henoni, 92. — * strangulata, 96. ÍNDICE ALFABÉTICO. 167 Timarcha * tenebricosa, 76, 93. — * tenuicornis, 86. — * tingitana, 87. — ** transversicollis, S7. — * trapezicollis, 109. turbida, 90. validicornis, 94. venosula, 96. ventricosa, 89. = vermiculata, 83. * titanomorfita, 270. tomillo, 203. Torylis Anthriscus, 180. — helvetica, 180. toba, 236. Trachelas ** validus, 113, 123. Tragopogon dubius, 191. — porrifolius, 191. Trechus minutus, 128. Trifolium agrarium, 171. — angustifolium, 170. — arvense, 170. — glomeratum, 170. — ochroleucum, 170. — panormitanum, 170. — pratense, 170. — procumbens, 171. — repens, 171. — striatum, 170. Trigonella Foenum-grecunm, 170. Trisetum condensatum, 222, — flavescens, 222. — neglectum, 222. Tussilago Farfara, 148, 186. Tychius argentatus, 129. — polylineatus, 129. Typha angustifolia, 150, 218. Ulex europeus, 143, 145, 146, 169. » H xx k >* ok Ulex nanus, 145, 169. Ulmus campestris, 209, 210. Umbilicus pendulinus, 179. unzaostua, 182. uralita, 269. Urostea Durandi, 121. urquiya, 212. uwrra, 211. Urtica dioica, 210. — urens, 210. Usnea longissima, 146. uva de Corinto, 206. Vaccinium Myrtillus, 144, 194. Valeriana globulariefolia, 185. — microcarpa, 185. — montana, 185. — officinalis, 185. — pyrenaica, 185. Valerianella Morisonii, 185. — olitoria, 147, 185. Vanheurkia * crassinervia, 352. — * rhomboides, 352. vencetozigo, 196. vera, 171. Veratrum album, 213. Verbascum blattaria, 199. — lychnitis, 199. — pyrenaicum, 199. — sinuatum, 199. — thapsus, 199. Verbena officinalis, 206. Veronica agrestis, 201. — Beccabunga, 148, 149, 201. — Chamedrys, 148, 201. — hederzfolia, 201. — montana, 201. — officinalis, 148, 201. — persica, 201. — pilosa, 201. — serpyllifolia, 201. — spicata, 200. — teucrium, 200. — urticefolia, 201. Viburnum Opulus, 183. Vicia angustifolia, 111. — sepium, 171. vid, 149. 168 ÍNDICE ALFABÉTICO. vid silvestre, 144. yarra, 167. Vinca minor, 196. yato, 218. Vincetoxicum officinale, 196. yedra, 182. Viola canina, 161. yerbabuena de burro, 202. — hirta, 161. yerba cana, 187. — hispida, 161. | yerba de los canónigos, 185. — stagnina, 161. yerba de topos, 199. — stricta, 161. | yerba mora, 199. — sylvatica, 161. yezgo, 145, 183. Viscum album, 183. Zannichellia palustris, 148, 217. Vitis vinifera, 168. Zodarium alacre, 113, 121. Vulpia bromoides, 224. | Zonocerus * atriceps, 458. — sciuroides, 224. | — * elegans, 458, 459. Wahlenbergia hederacea, 194. | — * variegatus, 458, 460. wollastonita, 8”. zorne belarra, 187. Xeranthemum inapertum, 190. | Zua lubrica, 127. Xyronotus ** aztecus, 442. | zuarra, 209. Xysticus sabulosus, 115. ' zumarica, 211. ADVERTENCIA. El tomo xi de los ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HisToORIA NATURAL se publicó dividido en tres cuadernos: el 1.” comprende las páginas 1-160 de las Memorias y 1-32 de las Actas, y apareció el Y de Mayo de 1884; el 2.” las páginas 161-352 de las primeras y 33-68 de las se- eundas, y vió la luz pública el 1. de Octubre de 1884; el 3.” y último las páginas 353-500 de las Memorias, y 69-169 de las Actas, publicándose el 31 de Diciembre de 1884. Acompañan á este tomo nueve láminas grabadas en piedra, dos cromolitografiadas y cuatro grabados inter- calados en el texto. A pa pp JN 10 ENT "1 e 9 A a Ma dl ml ¿ho o SS El e 7 Da vi $ AA ha EN Ñ y Y Ml PON $ > 18 MA mp1 ¡qu av m E Hb rus Mi ON e > 7 a] 5 SN h ad NA » Praiñ ib ' 2) NE ERÍ qa AÚN al East 108 DON 4 al MN 17 UE] Ye ES ld Se 7 la j EM ia ay 41 Y EXA el o o nl E PE EN ld rra 1 “ Al MN ú O * pz D NS ' E Mel q coli de E a” sl da ¿ y e oe 7 ES O q pS ' e oe y ae LO * AR py 115 par al io Ñ E MA A Mid infec it D Ñ a- ) 18 ' A AU pol - d pal A de A AM li EV 20 UVM sol 8 o O | “MÉS h d 0 a a , o 9 6 : y . a A ea E yu nd e e Bolivar, del. Kraus, lib. AE Se TomoXIll Lam. HH. Anales de la Soc.espanola de Hist. nat. Kraus, ht. Bolivar del. 1] 0 ' k - ta ¿e A 4 ¡ Ñ - A PA e Y : ' e z ' ' 4 1 ña . 1 j Y e A y ao ' . Ms j A - y $ Í CE 4 > , A b ya 5 ¿ Ep 1) Ld r * / an ; Ed z » 4 ' q pi " ps , + . UN V y 1] ' h h a ' . Í 4 + y - y 4 A ) p ! , - . i " . . » -Amales de la Soc. espanola deHist.nat. Tomo XUL Lám II E.Reyes del. Kraus, lit. q” al Anales de la Soc. española de Histnat. TomoXIIL. LámIV. ee Bolivar del. Kraus, lit. EOS ¿6 Ñ > Ay 7 . . Era da EA ás a 1 $ Le - z = - > , 7 TT] 7 y ARAMLES dela JOl espanola deHust 1ULLl. TomoXTU La? J : S.Calderon ad.nat Rocas eruptivas de AlfDaden. Anales dela Soc. española d'Histinat. Tomo XIII. Lam 17. R Brenosa ad.nat. emerción el (E Pano e bl a eslora y Ms EPS As rs: pues - AEz de 02D 3 s ' te ¿Bioloós : el A ¡Birerrotico L Lo mod: mu, ¿tale TA CTA AN Fig. 1. Amphora ovalis, Kutz. 2 — affinis, Kutz. 3. — gracilis, Ihr. (Forma parva?) 4 = pediculus, Kutz. 5. Cymbella gastroides, Kutz. 6. — (Cocconema) lanceolata, Ihr. 7y8. — (Cocconema) cymbiformis, Ihr. 9. = (Cocconema) maculata, Kutz. /Forma curta.) 10. — (Encyonema) ceespitosa, Kutz. 1, — anglica, lLagerst. 12. — (Encyonema) prostrata (Berk.) — Ralfs. 13. Stauroneis acuta, W. Smith. 14, — phoenicenteron, Ehr. 15. — gracilis, Smith. 16. — spicula, Dickie. 1, SS anceps, Ehr., var. amphicephala. 18, — anceps, Ehr. 19. Navicula nobilis, (Ehr.), Kutz., var. 20. — major, Kutz. 21. — viridis, Kutz. 22. — (Pinnularia) cardinalis, Ehr. et Rab. 23. == viridis, Kutz., var. communata, Grun. 24. — bicapitata, lLagerst. 25. — (Pinnularia) gibba, Ehr., var. tabellaria. 26. — cuspidata, Kutz. 2% = serians, Breb., var. minor, Grun. 28. — ambigua, Llor. 29. — elliptica, Kutz. 30. — iridis, Ebr., var. amphigomphus. 31. = vulgaris, Heib. 32: — radiosa, Kutz., var. acuta (Pinnularia acuta), W. Smith. 33. — gracilis, Llr. 34, -— peregrina, LEhr. 30. —= producta, W. Smith. 36. Schizonema amplius, Grun. 37. Navicula (Stauroneis) aspera, Ehr. Anales dela Soc. española de Mist nal Tomo XY Lam VI7 TD zz OS EZ "8711, S Cenlimos de milenetros x 390 20 p a 3 O Diatomeas de Asturias. 4 A ?, ? e A ISC A e nd 7 A A A q As Ey? E ' A pat PL ) o nl a ; la . A 4 o E IA A . AO y io. 1d Ñ a EN t LL k h r Ñ > + Ñ A e da A ) h 4 4 y : ' á / ¿AN h. ' j , Y í a IAE (3 e ? > e Me f Y ' e W > y ME : En Jae PRRE STA? LL A ] Ñ Á a di Ñ y A ¿ 1, o pd , ; e » ' es $ . ¿ ) E OS AAA TADO: / e. , A AS A , e Mo. Ñ 1] ' Ñ ! ¡y! A ria) Vs ñ Ty A METEBTA. VILLE Fig. 1. Vanheurkia rhomboides, Breb. 2. —- crassinervia, Breh. 3y 4. Mastogloia Braunii, Grun. 5. Navicula amphirhynchus, Ehr. 6. firma, Grun. et Kutz. E bicapitata, Lagerst. 8. - mesolepta, W. Smith. 9. oblonga, Kutz. 10. - (Pinnularia) gibba, Ehr. 1 —- bacillaris, Greg., var. thermalis, Grun. 1 viridula, Kutz., var. avenacea, Breb. 18: Brebissonii, Kutz. 14, . angusta, (run. 15. Scoliopleura latestriata, Breb. et Grun. 16. = tumida, Breb. 17. Navicula limosa, Kutz. 18. —- amphisbeena, Bory. 19. subsalina, Donkin. /Forma major.) 20. - granulata, Breb, 21. — marina, Ralís. 22 - palpebralis, Breb. 23 - lyra, Ehr. 24. — lyra, Ebr., var. elíptica. 25 y 26. - Smithii, Bre). 27. - preetexta, Ehr. 28. = crabro, Ebr., var. pandura, Breb. 29. = crabro, Ehr., var. multicostata, Grun. 30. — splendida, Greg., var. 31y32. — didyma, Ehr. 33. Amphipleura pellucida, Ehr. 34 y 35. — Lindheimeri, Grun., var. ZTruani, Van Heurcx (1883). W/A E al 3 S € ÉS 5 o] S . pt S q = pos pr uN E ES ; SS [eb] IS "y SY Mm y (qe) SS w S $ 8 S O : E es ) . et eS ho aa AN OST, AA A LO ¡Tel Dibegsdo y Anales de la re = A < A O A = = HH a A a a A a A a a A Ñ ol rd YA y « CERAS L ves ¡A Ñ p p - : y E , É PER E a a np AA A A . > Y y o 13 * : E ds id y y gu > , e Mn Sn a E 2 Ñ -- A : ” 2 MA E a. E > y e E .” . E we e pt, 5 - AN TN ¡ 2 -. 0% LA MIBRNA EX . Pleurosigma angulatum, W. Smith. — intermedium, W. Smith. — quadratum, W. Smitl. — rigidum, W. Smith. — balticum, W. Smith. decorum, W. Smith. — attenuatum, Kutz. scalprum, Grun. hippocampus, Ehr. - curvulum, Grun. > obtusatum, Sull. fasciola, Ehr., var. sulcata, Grun. — Parkeri, Harrisson. > scalproides, Rabenl. — nodiferum, Grun. 3 Kutzingii, Grun. Anales de la Soc española de Host nal Dibejadey Stgo A pS Diatomeas de lomo XD. Lam IX Conkimos de mulimebros X 390 Y) y 10 AA slurias. SE y 4 LA ol DA A E | E A, ROMA Alai 0" Elo gim eii higo r0ó Sas y Y Cc j o 2 AÑ P Je ri gata gal: dt a AN aL so AO yl *) de se A eb, ag £S 0 — => dl 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. A TRAE ITA SR PEN (Amphitropis) decussata, Grun. lepidoptera, Grez. (Amphitropis) alata, Elsr. (Plagiotropis) elegans, W. Smitl. Gomphonema clavatum, Ihr. constrictum, Ilr. acuminatum, Ehr. acuminatum, Ihr., var. laticeps. ventricosum, Grun., var. ornata. intricatum, Kutz. Rhoicosphenia curvata, Kutz. Achnanthes longipes, (. Ag., valva superior. valva inferior. frústulos enteros. coarctata, bre! brevipes, C. Ag., valva superior. — valva inferior. frústulos enteros. minutissima, Kutz. 20. Orthoneis splendida, Grez. 21. 22 fimbriata, Brightwell. 2. Campyloneis argus, Grun., valya superior. 23. — valva inferior. 24. Gocconeis placentula, Ehr, 25. pediculus, Ehr, a 330 q 1 lmilios X * TR dl í AN O Ed AR Diatomeas de Asturias Anales dela Soc española de Hol nal 4 Y $ dl Anales de la Soc.espanola de list. nat. Tomo XUL Lam.XL. 4 7. Granito. A o e IDE: 3.Pórfido estratiforme....---.--..-.---ftPorfido. Brecha gneisica. z Kraus, lit- ES E z A A RE z 5 Es Ap, ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO XIII.—CUADERNO 4. MADRID DON 1. BOLÍVAR, TESOREKOÓ ALCALÁ, 11, TERCERO pe 4- — 7 DE MAYO DE 1884 . A SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. Junta Directiva para el año de 1884. . Presidente ..... D. Pedro Sainz Gutierrez. Vicepresidente. . D. Serafin de Uhagon. Tesorero....... D. Ignacio Bolivar, SE Secretario...... D. Francisco de Paula Martinez y Saez. Vicesecretario... D. Francisco Quiroga y Rodriguez. Por acuerdo de la Sociedad, en la sesion de 4 de Abril de 1877, los autores de las Memorias que se inserten en los ANALES, tienen derecho á 50 ejemplares, impresos sin levantar el molde de la máquina, ni más correc- ciones que poner en vez de la sesion en que se leyó la Memoria, la in- dicacion del año y tomo de los ANALES en que se publica ésta. Los autores que deseen mayor número de ejemplares en la forma expre-- sada, pagarán con arreglo á la siguiente tarifa; 5 50 100 150 Gata 100 ejemplares. ejemplares. ejemplares. *CMPplares h páginas: CRT SIT Rvd. 350, TG 4080 21 8 A E AS AE » Y] 13; 4D 13 A ES A ETE y 13 26 39 26 Los autores que quieran tiradas aparte de sus memorias, dejando una sola paginacion y añadiendo sus títulos despues del nombre, pagarán con- forme á la tarifa siguiente: , 50 100 150 Cada 400 ejemplares. ejemplares. ejemplares. Y py pú A SA Rvn. 1750 20 2280 20. Ma A » 23 28 33 29M 1 pa SE há 54 hb En ambos casos serán iguales los siguientes gastos: 50 100 150 Cada 100 ejemplares. ejemplares. ejemplares. > td 4 Una lámina grabada en acero é ilumi- A ARMAS Te A . Rvn. 64 128 192 128 Una id. id. id., sin iluminar...... >» 20 40 60 40 Una id. 3d., en piedra... ¿meso sad 1» Ss 16 24 A6 Cubierta de color sin imprimir.... » 5 40 15 A0 Portada aparte. .ooooocccooccarorar rca narran Rvn. $8 Poner cierre en la portada para que sirva de cubierta......... » A. ADVERTENCIA. Si la lámina iluminada contuviese más figuras de lo ordinario, aumentará su precio proporcionalmente al mayor trabajo que se hubiese de emplear; y lo mismo si fuere de tamaño superior al de la caja de impresion (10*- por 18m), Las láminas cromolitografiadas, fotografiadas ó de índole distinta de las % eN e se indican, se pagarán al precio que resulte para la So- cieda Por las correcciones que mandaren hacer los autores en los moldes se abonarán 4 reales por cada hora de trabajo. ÍNDICE DE LO CONTENIDO EN El CUADERNO 1. DEL TOMO XIII. Pairmaire. — Liste olpbiitalo de espéces du G. T4- marcha....... RR e os al RRA ES E. Simon.—Arachnides observés á Miranda-de-Ebro au mois A o PRO, o RES ace Lacoizqueta.—Catálogo de las plantas que espontáneamente crecen en el valle de Vertizarana (Primera parte)......... Actas de la Sociedad Española de Historia Natural (Enero, Fe- brero, Marzo y Abril).............. A E e ÓN MADRID. — IMPRENTA DE FORTANET. Págs. Or -— or 143 131 CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los señores socios de provincias que han satisfecho sus cuotas desde 4,? de Diciembre de 1883 al 30 de Abril del corriente año. COTIZACION DE 1881. Secall, de Salamanca, COTIZACION DE 1882. Comerma, de Ferrol. Sanchez Comendador, de Barcelona. Secall, de Salamanca. COTIZACION DE 1883. Comerma, de Ferrol. Gorriz, de Milagro. Martin del Amo, de Elizondo. Rodriguez Femenías, de Mahon. Sanchez Comendador, de Barcelona. Secall, de Salamanca. COTIZACION DE 1884. Adan de Yarza, de Bilbao, Aguilera, D, C., de la Habana. Aguilera, D. M. A., de la Habana, Almera, de Barcelona. Atienza, de Málaga. Bolós, de Olot, Cadevall, de Tarrasa. Calleja, de Talavera. Campion, de San Sebastian. Codorniu, de Cartagena. Collins, de Rio Tinto. Comerma, de Ferrol. Corral, de Santander. + Costa, de Barcelona. Cuní, de Barcelona. Delás, de Barcelona. Egea, de Vélez Rubio. García Álvarez, de Granada. Gordon, de la Habana. Gila, de Segovia. y Lacoizqueta, de Narvarte. Lopez Seoane, de Coruña. Mazarredo, de Filipinas. Mercado, de Nava del Rey. Mompó, de Albacete, Pantel, de Uclés. Perez San Millan , de Burgos. Poey, de la Habana. Pombo, de Vitoria. Reinoso, de la Habana. Rodriguez Femenías, de Malion. Ruiz Casaviella, de Caparroso. Sanchez Comendador, de Barcelona. Tremols, de Barcelona. Truan, de Gijon. Vayreda, de Besalú. Weyers, de Águilas. COTIZACION DE 1885. Mercado, de Nava del Rey. El Tesorero, I. BoLívar. ADVERTENCIA IMPORTANTE. La correspondencia sobre asuntos científicos se dirigirá al Secretario de E la Sociedad, D. Francisco Martinez y Saez, Plaza de los Ministerios, 5, 3.”, t Madrid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los ANA- Les, titulos, pago de cotizaciones, etc., al Tesorero, D. Ignacio Bolívar Alcalá, 11, 3." La Tesorería está abierta todos los dias no festivos, de doce á dos de la tarde. Mois. /e Ey i ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA TOMO XI!lI.—CUADERNO 2.” a MADRID ge DON I. BOLÍVAR, TESOREKO ALCALÁ, 11, TERCERO 4,0 DE OCTUBRE DE 1884 CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los señores socios de provincias que han satisfecho sus cuotas desde 1.* de Mayo 4 al 30 de Setiembre del corriente año. : COTIZACION DE 1884. Lizarán, de Lorca. Abadie, de Lorca. Macho, de Santiago. Barandica, de Bilbao. Marin, de Lorca. Boscá, de Valencia. Martí, de Tarragona: Breñosa, de San Ildefonso. Miralles, de Barcelona. Cabrera, de Lorca. Palomero, de Lorca. Castellarnau, de San Ildefonso. Ribera, de Valencia. Cayuela, de Pamplona, Rodriguez (D. E.), de Canarias. Colvée, de Valencia, Torres Perona, de Manila; : Ferrer, de Lorca. Uhagon, de Marquina. e. Frias, de Lorca. Vila, de Valencia. Do Lleo, de Valencia. : Zapater, de Albarracin. El Tesorero, TI. BoLívar. ADVERTENCIA IMPORTANTE. La correspondencia sobre asuntos científicos se dirigirá al Secretario de - ó : la Sociedad, D. Francisco Martinez y Saez, Plaza de los Ministerios, 5, 3.*, A Madrid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los ANA- LES, titulos, pago de cotizaciones, etc., al Tesorero, D. Ignacio Bolívar, Alcalá, 11, 3.” La Tesorería está abierta todos los dias no RS de doce :A á dos de la tarde. hos 0 y > 3 - Lacoizqueta.—Catálogo de las plantas que espontáneamente crecen en el valle de Vertizarana (Continuacion)........... 161 Calderon.—Rocas eruptivas de Almaden (Lámina V)..+.... 227 Breñosa.—Las porfiritas y ei de San Ildefonso y . sus contornos (Lámina VI) (1)... J¿ooooooooocorraroror.... 209 Truan y Luard.—Ensayo sobre la sinopsis de las ate meas de Asturias (Parte primera) (Láminas vI1, VII, IX y X.) 307 SEN DICE | za s DE LO CONTENIDO EN EL CUADERNO 2.* DEL TOMO XIII. Actas de la Sociedad Española de Historia Natural (Mayo, Ju- nio, Julio, Agosto y Setiembre)...oooooorroooorrrrracor o.» 38 A A a A (1) Por equivocacion lleva la lámina correspondiente á este artículo el nú- A mero 17. MADRID. — IMPRENTA DE FORTANET. , Las publicaciones regaladas á esta Sociedad, ó adquiridas por la misma, se hallan en poder del Sr. D. Francisco Martinez y Saez; los se- fiores socios que quieran consultar alguna de ellas, pueden dirigirse al Ga- binete de Historia Natural, los lunes, miércoles y viernes no festivos, de diez á doce de la mañana. Los socios residentes en las provincias de Ultramar, á quienes convenga efectuar el pago de su cotizacion en la Habana, podrán verificarlo en casa del Sr. D. Felipe Poey, catedrático de Mineralogía y Zoología en aquella Universidad, calle de San Nicolás, núm. 96, debiendo entregar por razon del giro y demas gastos 4 ps. fs. en oro, ó su equivalente en papel, en vez de los 60 rs. que satisfarán si remiten letra sobre Madrid. E MM. les membres de la Société résidant á V'étranger, qui éprouveront des difficultés pour remettre 4 Madrid le montant de leur cotisation, peuvent le verser á Paris, chez Mr. L. Buquet, Trésorier de la Société entomologique de France, rue Saint-Placide, 52 (faubourg Saint-Germain), en lui re- mettant 16 francs; ou á Berlin, chez Mr. G, Kraatz, Président de la So- ciété entomologique, Linkstrasse, 28, en lui envoyant 4 XK Thalers. MM. Poey, á la Havane, Buquet, á Paris, et Kraatz, á Berlin, sont - aussi autorisés pour recevoir des souscriptions aux ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL aux mémes prix que ceux marqués pour la cotisation : les souscripteurs recevront chez eux franco par la poste, ainsi que les membres de la Société, les cahiers du journal aussitót qu'ils pa- raítront. Los señores socios que quieran se haga alguna enmienda ó adicion, en la designacion de su domicilio ó títulos, pueden remitir á la Secretaría la - nota correspondiente, para que se tenga presente al imprimir la lista de socios, y para la remision de las publicaciones de la Sociedad. El Sr. Tesorero se halla autorizado por la Sociedad para adquirir por el he Sy precio de su coste (60 rs.) ejemplares, en buen estado de conservacion, del tomo 1 de estos ANALES. 0 4) TESORERO PAÑOLA 8 , TERCERO 11 ALCAL 'ORIA NATU DE LA SOCIEDAD E 0 ys? ON 1. BOLÍ 5 D 0 8 e Tesorero....... Secretari0...... Vicesecretario... GOTIZACION DE 418709. Carbó, de Barcelona. COTIZACION DE 1880. Carbó, de Barcelona. COTIZACION DE 1881. Carbó, de Barcelona. Ubach, de Tarrasa. COTIZACION DE 1882. Carbo, de Barcelona. Ubach, de Tarrasa. COTIZACION DE 1883. Carbó, de Barcelona. Couder, de Ávila. Miranda y Eguía, de Almería. Ubach, de Tarrasa. COTIZACIÓN DE 1884. Albiñana, de Lérida. Amado Salazar, de Granada. Barceló, de Palma (Mallorca). Cánovas, de Lorca. Carbó, de Barcelona. Castro y Duque, del Escorial. Codina, de Barcelona. Couder, de Avila, - Eblers, de Cartagena. Junta Directiva para el año de » 1885, e Presidente..... D. Serafin de Ugo e Vicepresidente. . D. Antonio Machado. MS -D, ARUADIA: Bolívar y Urratia. al 31 de Diciembre del corriente año. Muñoz Cobo, de Jaen. - Lopez Seoane, de Coruñ a. cs Vereda de aa ¿S 00 A e: . Falcon, de Moa EE Ferrand, de Sevilla. a a Les Gonzalo. y Goya, de Salamanca. Escalante, de Santander. Espluga, de Torrelavega. Florez Gonzalez, de Oviedo Irastorza, de Sau Sebastian. Lopez del Plano, de Zarogora. Lopez Dóriga, de Oviedo. Martin del Amo, de. Elizondo de Martinez Añibarro, de Bur; 08, ES be Mederos, de San Lorenzo (Gran naria). : Miranda y guía, de Almer —Moragues é Ibarra, de a (q lorca). Perez Arce, de Guadalajar Perez Arrilucea, de Burgc Perez Lara, de Jerez. mr Rivero, de San Ildefonso Rico y A imeno, de Coruñi Secall, de Salamanca. Seebold, de Bilbao. Ubach, de Tarrasa. COTIZACION DE Bolós, de Gorra? : Codina, de cdimalé o Costa, de Barcelona. e Ferrand, de Sevilla. Paul, de Sevilla. -.meas de Asturias y Parte a, (Continuacion. se pet _ Macpherson, —Sucesion estratigráfica de los terrenos ar cos de España (Lámina x1). (Continuacion.)...Ho..... Bolivar. —Monografía de los Pirgomorfinos ( Continuacion, e RN — A Las publicaciones regaladas á esta Sociedad, ó adquiridas por la - misma, se hallan en poder del Sr. D. Francisco Martinez y Saez; los se- - fiores socios que quieran consultar alguna de ellas, pueden dirigirse al Ga- binete de Historia Natural, los lunes, miércoles y-viernes no festivos, de - diez á doce de la mañana. Los socios residentes en las provincias de Ultramar, á quienes convenga efectuar el pago de su cotizacion en la Habana, podrán verificarlo en casa del Sr. D. Felipe Poey , catedrático de Mineralogía y Zoología en aquella Universidad, calle de San Nicolás, núm. 96, debiendo entregar por razon: 1 del giro y demás gastos 4 ps. fs. en oro, ó su equivalente en papel, en vez de los 60 rs. que satisfarán si remiten letra sobre Madrid. MM. les membres de la Société résidant á Pétranger, qui éprouveront des difficultés pour remettre á Madrid le montant de leur cotisation, peuvent le verser á Paris, chez Mr. L. Buquet, Trésorier de la Société entomologique de France, rue Saint-Placide, 52 (faubourg Saint-Germain), en lui re- mettant 16 frances; ou á Berlin, chez Mr. G. Kraatz, Président de la So- ciété entomologique, Linkstrasse, 28, en lui envoyant 4% Thalers. MM. Poey, á la Havane, Buquet, á Paris, et Kraatz, á Berlin, sont aussi autorisés pour recevoir des souscriptions aux ANALES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL aux mémoes prix que ceux marqués pour la - cotisation : les souscripteurs recevront chez eux franco parla poste, ainsi que les membres de la Société, les cahiers du journal anssitót qu'ils pa- raítront. Los señores socios que quieran se haga alguna enmienda ó adición, en la designacion de su domicilio ó títulos, pueden remitir á la Secretaría la nota correspondiente, para que se tenga presente al imprimir la lista de socios, y para la remision de las publicaciones de la Sociedad. ADVERTENCIA IMPORTANTE. La correspondencia sobre asuntos cientificos se dirigirá al Secretario de a Sociedad, D. Francisco Martinez y Saez, Plaza de los Ministerios, 5, 3.”, Madrid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los An -LEs, títulos, pago de cotizaciones, etc., al Tesorero, D. Ignacio Bolívar, Alcalá, 11, 3." La Tesorería está bicis todos los dias no festivos, de ee 6 ; á dos de la tarde. CT 735