ti A OA Md dd us A Mie Pcs b po ¿o . bea a A MS A Mene na READ bd Y AMAS bento j se mb oder Onmeda riada apa, a Perea pre IA aro again ida mis IR a eE eeapitatios wet Alegia e al bn! ñ 40 a ANDA r ta ede Heroe ie she irad +. . me 0 E p A edo ¡ dee ot ednlionorass He Yan AIR IES IN PERA pO Pr Ad pde MD nido E is se , Se copoiaia boe " e Feroe ta » dass md 4 a Pal quie lap sb bd, dc eo ue y $ iba e . ; + Dor me pp ryln sto A 18 po e " 1434 , . reido sy VA ad bale dl iio die ey Ap dy y € e 14944, e e Hice yy. Ns pesas ds depa | AAA A A PAÑO a ri A q *9 y IMA pie als de tnergidades he qe iaa dee dare : ' IATA A et ide pe Tp on Alo Pereda RA derbi de Le L O Oe dd ra: , : ici "bolsas ' A 020 inge d More MAN? sei Mina tarada atole La 14 + vo. ide , ed, se di ara tato y ed? yl Ya 1 pupa IIA ena Veoh o ed ln Pijesla atea Ae Viandas Lira e dina ¿ . +10 t sde aia bea Ward simo S AR Bali PA AA men A dc Joa s... my e 29.4 PA » * here rolas tele je pesca A «e... AvaGer pe nda! ms eb arden loo mieles y A sy “ (lr de 7 PERICO TEA dede eS dt Mo pro ela) rated a, y » A ad Lal Jerga A er . to Ls s Acedo $ NO a lnñs 104 1H rpiadrdl sr hana ind . . brded, ¡eche mn . Sei TAN a Do habia 4 ¿Cra . «pri 6 + SON eee bd Ñ hs ta e died ima ' IES ' ¡take nj Welch bs " : pep " . » Aya lr qe ¿00 . Ad era h sel > » Lea AN OA : ' ES M m TN vea alv ar 1... ¿ate Mia 94 «¡se Moda de 0 yde die ear e de eee , EE veta l, E A PSONEOS de ñ ia yoga a Yen y q) idas Peje * . 5 ao eo e ja lada bruaieie “ d [ranas ete p tp y ' " Aa io e , 4 Y k E add » ; lada > TAN EROS ¡Perra tas de mn " ete p '- bbs 140 alamo, AE cia di ie e roda Y iatava leva) -] . db ve dao laa e L 2 o A id Ñ p ' + ES yl 7 ess Pan bo " [AA EI e gi o Ra de modal rta hi ¡ah Da a y ' y eo a e PI - +3 de, me des 4 TE e. nic e4 a qna sure y A ol de sn ja Porta Mee Aldeas ele iba CN aaa 210 ei TAS 1d: 0 od Le EA ; doy PEA , per eS > heee dao lA 6 po pi 0% > v pas ' biie Á » 03 pps ba did S . O dh , ./ > A h , rt seetess dede aaa , me aio 4 / oc 4 4

1944" ==. Ñ Ww .. A Mayer Mio et! | : MA Ie ASA Lib A 7: pa IN 14%. Ve os 20 SAA o ¡bs . AD Je. 14 sq y PARAS o IA "000 Merz AR e A », Add a Ml > » 34 a AM 4 G / ; 1 1 ESE , A LE - Es $ O IN ARTO v 0 E A IBA ¿o ss 4 dl vs ELE DS A, q , de on A Mi 0 E cs J pool yr ios 01 EE EL ho . CN y: MA TAS | AfRt ANT Sud ORENSE Ie EM (miii HA CIA, 0 E A HA 53 q SD 7 did d qee Pa Y quid y Ad AS E ¡ ] y Aly EA ASS ¿Js yoo ruornrr y A > E HH AI Y, 9 Be IO a Y al a id SS EE ap so = en — 7 5 5 o ts ¿ b os o ro? O Purury rro DÑA de 5 | 70 A! v ” A A a t +. y $ Y bd | . y DA DT A a IN "yv Moa IN de ó RN An "> - wy., 2... Y Lo: Pirrrime o In Mets tt, m1 a, pur | Me hd v :s if vas , ” ni % vw Ms INS q TATI LiFe dns > yr al as. _ ey Vibra YA id SL LAd yr AA Y, 8) % , Hd tr AR dE, ay Ss AAA co Ne hoN Hi Ál A e E EN, OA A tQ: Y Ah e "m try hb a ) , DES ma A ) e Mm y Ñ q S 1d en ps ww Y] vy NS TS ZN EEN 1 US yv: 197 NP Y pr —w eS To a. o. "e ye Y 1 an Y8 > e, OS ira A 14 y Y LL E ud: Pe = E mr A DA A A IT AA rm Pon AAA AI INM - dl s . Ñ ) 70 = w s LS PA s hd » $] Mn Yo A pr TTRR A » 438 J . EIN pl LE Y o na, é za E 0 + a Us iy € : e » S Da pa 2 y > ¿A o” nr 3 Va iR*se dl E PR A ms E ¿ w ll MER AAA TN NS. Va NanA Me A A '¡ A mty e e e a O 7 a ES MIA J yv: Y >. YD 7] ds AS 'WAINNARA O MAJeN TT » NINAS A A A pub, dd qe 14 ¿4d YU ' v MAA el ra IA y c y 240ñ0»-2e. ds | y oy + e 0 tod % E Mes ear Yoo IDAS > CN ¿IA AAA, rea), A 7 Di PE LA A Y y Q WA » E e A EL | Sí r ' | is a S e! A > l Ú HAS AJJE qe 459990 WUI 009 Nr nd q ers “ia e AAN IA AAA E AMAIA aria. And El dario PU I Y Dio “. E . 6 be vb ISURUIARE E EN E 3 Bra MER LD Jg VP/Ws $ , p d 4 IS E A ne 4 / « EA B : Es] bi 4%, Ue AN Ad Andas 1244 o AL AUTOS Jl y Agentes Nal Ayo CO dd sa S 440 nar DU FEE EE A A LEN EA A DD ML DA : 19 ce. 3» S MAL nd | 4 “4 a] ARA SEN > y ISUTA Es "y po: a. A | SERES E a, va . y A A rá e plo 1% ¡7 , Sy 38 Ye A | Hu , A A A IU e 0d 4 OPA ei nad, i sosad gi O ARIAS sn > Par AMÓN lm E ] ", 4 A y $ mi NA 4 o “) O jprncos idas Lornse > MA DA UA IE UA nt eg 4 e ¿? HU 48 Te ALLA a TE fl PATTI . y ho. prat a 2 O ... >» a p Y A O. 2 J DAR ¡Í ma E de vá q HAD A st Y 7 Wo edi A a a. yq ; y sad $7 de DAA A Vrrts ns. 49 Cta y A AA n be»? | | PEE ELE RIE] o 2 y in onda | » >» He y Sun yb Alenoot N ps. - 4 9 w EN ww Ar ds, . 7 e. 7 a 2434), ) O AER PON LS "y E y WE > * TN XT y lu y" és +, AAA e YH »- yo ps hs AA RR IA IL, DADA LA Y Y JA Uy Y . vw pl; MA Md pe vu T S 7. va h, O ; y ha da a . / A 12] pd he Bl y dd Mya >% sl vb a del dle 4 pers So o y ] úe Oi Ae PF 5, A, ÍA AT Ese ges s AN o O AIN b ON IN, “ma LIS Pd A DS Yi hen a MO 9 ¿2d “81 p Y voy MOT PTA O HE 5h, KE 27 E ¿no - pa «e. Aria pr 2 218 MÁ «y Mil "y - O “, k WO. . y, E ..> il ELE EPT TIA TACA IS qee Mi fl Sl Verge, Je” E — . e. y a SS >) ye “y? ME! “ 1 | de e ¡1 44140. dd wl : A $ Add y? Pi y” a 4¿ ¿UN A Ma, ñ AAATT ali Aga . hr O See v* > y yl yl Li Mins alce" dy espro sRA Dv MN yr Cu, vo JN MPA A ho 2.» . A y Mies ¡ ly A NN p S dd ; E OT nv)? »% ] y ) l, ” ¿IÓ e? Pr Min STAN TIA PUTA SIP ¿A IAN K pa . La j E A ABE Ai ANALES ' e DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA E ————_————— COMISION REDACTORA PRESIOente. o. Do" CárLOS M. MORALES. Secretarío..:.... Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. Do“ VALENTIN BALBIN. MOCELeS aio ae Ingeniero ManueL B. BAHIA. Ingeniero CÁRLOS BUNGE. (La Comision redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p.m.) ¿on EA ENERO DE 1890. — ENTREGA 1. —TOMO XXIX Jy 1 12 199 AA % AICOGO IonaL mus! PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2 piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por mes, en la Ciudad............ Bm4s 0.S5 Un Semestre.. ...oocorocconcrrroncus » 5.53 NAO aldo dolio oo 7 » S.30 Por mes, fuera de la Ciudaad.. » 1.28 porentrega La suscricion se paga anticipada A BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 1-8 Y0 : e a DS CArLosA Vice-Presidente 1* Ingeniero A Ha: 29 Señor MIGUEL ORBE. Secretario........ Ingeniero MarciaL R. CANDIOTL MES REO cuca Señor ANGEL GALLARDO. Dr EpuaRDo L. HOLMBERG. a Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. da WIOCONES esla Ata Ingeniero PoNcIaNo LOPEZ SAUBIDET. Señor DEMETRIO SAGASTUME. Señor Dionisio C. MEZA. INDICE DE La PRESENTE ENTREGA I. — ENUMERACIÓN SISTEMÁTICA Y SINONÍMICA DE LOS FORMÍCIDOS AR GENTINOS, por el Dr. Cárlos Berg. ; II. — DOCTOR DOMINGO PARODI. TIT. — MOVIMIENTO SOCIAL. LISTA DE SOCIOS (Continuacion) LA PLATA Albarracin, Cárlos. Diaz, Ernesto. Ameghino, Florentino. | Dillon, Alberto. Antonini, Santiago. | Monteverde, Luis. Ss Moreno, Francisco P. | | Sal, Benjamin. Arroyo, Rufino. G PP. Seguí, Francisco. ; : E Sienra y Carranza, L. B ES Ea | Palacio, Osvaldo. Spegazzini, Cárlos. Eras Varios: Pando, Pedro J Spotti, César, Battilana, Máximo. Guastavino, Ramon. | pascalli. Justo. ¡ Berretta, Sebastian. Eco a ; m Beuf, Francisco. L | Perdomo, Eduardo. ; - Perdomo, Domingo. E RE ACIES ; l Pita. José. Tapia, Francisco. € Lagos, José A. A Tapia, Pastor. - UN Landois, Emilio. o a rachia Adolfo. FDA Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan José. | : a E - Cerdeña, Fernando. E V E Colombres, Justo V. NA Ñ e | Ramorino, Florentino Villamonte, Isaac. D. | Maqueda, Joaquin. Rébora, Juan. , Martinez, Roberto. | Renon, Domingo. WV pe Delgado, Agustin. Maso, Juan. | Rivera, Juan B. Diaz, Adriano. Meyer, Ernesto. Romeré, Julian. Weigel, Emilio C. HONORARIOS RUS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R, A.[Philippi.—Dr. Guillermo Rawson+ : p Y CORRESPONSALES Arteaga Rodolfo de.... Montevideo. | Netto, Ladisla0.......+ Rio Janeiro. Ave-Lallemant, German Mendoza. — | Paterno, Manuel....... Palermo(1t.). Brackebusch, Luis..... Cordoba. Reid, Walter F......... Lóndres. Carvalho, José Cárlos de Rio Janeiro. | Stróbel, Pellegrino..... Parma (Ital.). A li a A A A A od 3 ¡ z F ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANALES DE LA Y SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA COMISION' REDACTORA Presidente...... Der CÁrLOS M. MORALES. SORIA RD RA Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. Do" VALENTIN BALBIN. MOCALeS uo: s Ingeniero MANUEL B. BaAHIa. Ingeniero CÁRLOS BUNGE. TOMO XXIX Primer semestre de 41890 BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 14890 ERES IA ps ' ENUMERACIÓN SISTEMÁTICA Y SINÓNIMICA DE MOS FOR MBCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS POR EL Dr CARLOS BERG. Desde que permanezco en la República Argentina, diecisiete años hará en breve, junto con otra clase de estudios, abrigo. el propósito de reunir el material necesario para la enumeración de las especies de ciertos órdenes y familias de insectos, á fin de difundir más y más el conocimiento de la fauna argentina. Con preferencia dirigí mi atención á los Lepidópteros, Hemipte- ros, Ortópteros y Formicidos, sin descuidar ciertamente los demás grupos. Sobre Lepidópteros publiqué numerosos trabajos, pero siempre postergando la enumeración faunística, por faltarme la determi- nación de muchas especies ó el esclarecimiento de la sinonimia; trabajos que piden tiempo, material de comparación y bibliotecas especiales. | pe De los Hemipteros dí ya la enumeración con un suplemento, que aparecieron en los años 1879 y 1884 (*). Los Ortópteros, en su mayor parte ya clasificados, esperan una revisión, que pienso hacer durante el año corriente. La enumeración sistemática y sinonímica de los Formicidos ar- gentinos forman el asunto del presente trabajo, con inclusión de las especies uruguayas y chilenas. Esta adición me ha parecido de () Hemiptera Argentina. Ensayo de una monografía de los Hemípteros Heterópteros y Homópteros de la República Argentina.— Anales de la Sociedad Cientifica Argentina. Tomos V á IX, 1878-1880, y á parte, Buenos Aires, 1879. Addenda et Emendanda ad Hemiptera Argentina.—Anales de la Sociedad Científica Ar- gentina: Tomos XV á XVII, 1883-1881, y 4 parte, Buenos Aires, 1881. 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sumo interés científico y faunístico. Sobre las hormigas dela Repú- blica Oriental del Uruguay, nada se ha escrito, y los Formícidos de Chile, publicados por SrínoLa en la obra de Gay (?), en todo sólo siete especies, necesitan correcciones sistemáticas y sinonímicas y el aumento de muchas especies posteriormente observadas. En cuanto al interés faunístico, no se oculta la importancia que tiene el conocimiento de la fauna de los países limítrofes: la República Argentina mejor explorada dará á conocer especies de aquéllos, demostrando semejanzas faunísticas, á lo menos en regiones de homogeneidad topográfica y florística. Así, en Patagonia yen la parte oriental de la Cordillera de los Andes, se hallarán especies chilenas aún no observadas en la República Argentina, y especies uruguayas, en Entre-Ríos y Corrientes. Mi actual enumeración da para la República Argentina 58 espe- cies, para la Oriental del Uruguay 29 y para la de Chile 23. Las Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay tienen de común 25 especies, Argentina y Chile 9, Uruguay y Chile 5, y Argentina, Chi- le y Uruguay 4. En la República Argentina se encuentran 29 espe- cies hasta hoy nunca observadas ni en Chile ni en el Uruguay, pero , 19 en el Brasil ú otros países sudamericanos, de manera que quedan 10 especies típicas ó propias de la República Argentina. La Oriental del Uruguay ofrece 3 especies propias, y Chile 12. Á pesar del considerable número de especies que ofrece, mi trabajo no puede ser fiel expresión de la fauna mirmecológica «r- gentina. Muchas regiones de nuestro vasto territorio esperan aun la exploración “científica, como, por ejemplo, las provincias del Norte, el Chaco, Misiones, la parte occidental de la Pampa, Patago- nia, etc., y todas ellas prometen abundante caudal de material ya nuevo y típico, ya conocido y análogo á los productos de las faunas vecinas. Aún más: en las mismas regiones mejor estudiadas que- da todavía mucho que descubrir y observar; y para llegar al fin satisfactorio y apetecido, sólo necesitamos hombres de estudio, que aunen sus fuerzas y resultados. Con el objeto de facilitar la determinación de las e á aque- llos que desearen ocuparse del estudio de los Formicidos, he for- mado unalista bibliográfica, donde se verán todas las obras que contienen descripciones ó cuestiones sinonímicas de las especies enumeradas en el presente trabajo. Por el autor y el año indica- (2) Historia fisica y política de Chile. Zoología. Tomo VI, p. 232, Paris, 1851. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 7 dos juntos con la especie, fácilmente se dará con la obra respectiva. Finalmente manifiesto mi gratitud al eminente mirmecólogo Dr. Gustavo Mark, de Viena, quien me ha ayudado eficaz y amiga- blemente en la determinación de las especies, desde el año 1876. Puedo y debo asegurar que todas las coleccionadas por mí pasaron por sus manos, y algunas reiteradas veces en distintos ó los mis- mos ejemplares. El Dr. Mark describió también las especies nuevas por mi descubiertas, en sus «Súdamertkanische Formacaden». Fam. MYRMICIDAE. Gen. PSEUDOMYRMA GUER. (1838). Myrmex GUÉR. (1838). Tetraponera SmiTH (1852). Leptalea Spin. (1853). 1. Paseudomyrma lyneea (SpiN.) MaYr (1851-1870). (Chile). Esta especie la cito por las indicaciones del Dr. Mar (Neue For- miciden, p. 972), quien ha examinado ejemplares típicos chilenos. SpinoLA describió el obrero y la hembra. 2, Pseudomyrma mutica MAYR (1887). (Santa Catharina).-—Corrientes y Buenos Altres. De esta hormiga, de la cual se conocen obreros, hembras y ma- chos, solamente he observado unos pocos individuos solitarios, en las Provincias de Corrientes y Buenos Aires. Gen. CREMATOGASTER LuND (1831). Acrocoelia Mayr (1852). 3. Crematogaster quadriformis Roc. (1863). (Brasilien, Bahia). — Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es muy común, encontrándose principalmente en flores, frutos secos ó agujereados ú otros órganos vegetales así silvestres como cultivados. Tiene distribución geográfica muy vasta, habiendo sido observada desde Pernambuco hasta Buenos Aires. Se han descrito sólo los obreros. O a 4. Crematogaster victima SmITH (1858). Crematogaster Steinheili For. (1881). Crem. victima var. cisplatinalis MaYr (1887). (Brasilia, Santarem).—Buenos Aires y República Oriental del Uruguay. Los obreros que he observado de esta especie en las huertas de Buenos Aires y de Montevideo, pertenecen á la variedad Cremato- gaster cisplatinmalias MaYR. Se encuentran como los de la especie anterior, en muchas clases de plantas. Gen. SOLENOPSIS WesTw. (1841). Diplorhopírum Mark (1855). 5. Solenopsis geminata (FaBR.) Mayr (1804-1863). Atta geminata FABR. (1804), Myrmica paleata Luxp (1831). Solenopsis mandibularis Wesrw. (1841). Myrmica Gay? SprN. (1851). Myrmica virulens Smith (1858). Atía clypeata SmtrH (1858). Myrmica saevissima SMITH (1859). Solenopstis cephalotes SmiTH (1859). Crematogaster laboriosus Sm1TH (1861). Diplorhoptrum Drewseni MaYr (1861). Myrmica glaber SmirH (1862). Myrmica polita SimrH (1862). Formica geminata Roc. (1862). Solenopsis geminata, MaYr (1863). Atía coloradensis BuckL. (1866). Solenopsis ayloni Mac Cook (1879). (Amer. merid.). — Brasil. — Repúblicas Argentina, Uru- guay y Chile. Esta especie es muy común en ambas Américas y se encuentra BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 9 casi en todas partes, solitaria en vegetales ó en sociedad debajo de piedras, trozos de madera, óen nidos de tierra, que alcanzan hasta 40 centímetros de alto, cuando se hallan juntos á piedras, veredas ú otros objetos de sostén. Hállanse descritos lodos los estados. 6. Solenopsis parva Mayr (1868). (Mendoza). — Buenos Aires. Conozco sólo obreros de esta especie, que observé bajo la corteza de varias clases de árboles, en la Estancia Rincón, Departamento de la Magdalena. El Prof. SrroBEL, que la descubrió en el año 1865, tampoco encontró los individuos sexuales. Gen. MonomorIUM Mayr (1855). 7. Monomorium bidentatuma Mayr (1887). (Valdivia). De esta especie descubrí obreros y hembras, que sirvieron de ti- pos, debajo de un trozo de madera, en San Juan de Valdivia, á fines de Enero de 1879. Seguramente se encontrará también en Patagonia, á lo menos cerca de la Cordillera de los Andes. 8. Monomorium denticulatum MayYr (1887). (Valdivia). MaYe describió los obreros y la hembra de esta especie proce- dente de Valdivia. 9. Monomorium Pharaonis (Lin.) MaYr (1764-1862). Formica Pharaonis Lix. (1764). Formica antiguensis FABR. (1793). Myrmica molesta Say (1837). Myrmica domestica SHuck. (1838). Myrmica fragilis Smith (1858). Myrmica contigua SmTH (1858). 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Diplorhoptrum (Formica) fugaz Luc. (1858). Pheidole molesta Roc. (1859). Myrmica molesta Me1NERT (1860). Myrmica Pharaonis Roc. (1862). Monomorium Pharaonis MaYr (1862). (Aegyptus). — Repúblicas Argentina, Oriental del Uru- guay y de Chile. Esta especie que tiene distribución geográfica muy vasta, siendo casi cosmopolita, no falta tampoco en los tres países indicados. La he observado también á bordo de algunos vapores, en donde per- siguen las materias azucaradas. Gen. POGONOMYRMEX MAYR (1868). 10. Pogonomyrmex angustus MAyr (1870). (Chili). — Valdivia. Los obreros fueron descritos por Mayr en 1870, y el macho y la hembra en 1887. Esta especie no es rara en Valdivia, hallándose debajo de trozos de madera, en parajes bañados por el sol. He observado todos los estados á fines de Enero de 1879. 11. Pogonomyrmex bispinosus (SPIN.) MAYR (1851-1870). Atta bispinosa SPIN. (1851). Pogonomyrmex bispinosus Mar (1870). (Chile. — Tucapel, Santa Rosa.) Esta hormiga no la he observado aun. Mayr ha examinado ejem- plares procedentes de Chile y ha caracterizado nuevamente los obreros. SpíNoLA describió todos los estados. 12, Pogonomyrmex coarctatus Mayr (1868). (Rosario, Río Cuarto, Bahía Blanca). — Repúblicas Argen- tina y Oriental del Uruguay. Es de vasta distribución geográfica, encontrándose frecuente- BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 11 mente solitaria en el campo, en parajes elevados. Los orificios de entrada en el suelo son pequeños, y rara vez rodeados de granos U de arena. Solamente son conocidos los obreros y la hembra. 13. Pogonomyrmex cunicularius MAyr (1887). (Buenos Aires, Uruguay). —Repúblicas Argentina y Orien- tal del Uruguay. Es muy común en los departamentos de Mercedes y de Soriano de la República Oriental, encontrándose en los parajes elevados del campo. : Hace grandes nidos de forma de caracol en suelo arenisco, del cual extraen tierra y granos gruesos de arena, para obtener la forma característica. En otros casos el nido está construído por granos de arena aglomerados, ofreciendo siempre la forma de caracol. Á veces mide 50 centímetros de diámetro y puede sacarse entero, siendo el suelo compacto. Se halla á una profundidad de 70 á 90 centímetros, y su entrada está guarnecida de muchos y gruesos granos de arena ó feldespato. En la República Argentina he observado esta especie sólo en el Cerro de las Ánimas de Tandil, debajo de una piedra. Allí encontré también por primera vez los machos, que sirvieron al Dr. Mark para la descripción. No se conoce la hembra. El Pogonomyrmex cuniculartus lleva á su nido otras hormigas mutiladas ó muertas, rechazando siempre sus congéneres ofrecidos en las mismas condiciones. 14. Pogonomyrmex rastratus Mayr (1868). Pogonomyrmex carbonarius Mayr (1868). (Pampá del Sud, Mendoza).—República Argentina. Esta especie, de que se conocen los obreros y el macho, se en- cuentra en la Pampa argentina occidental y austral, hasta Bahía Blanca. Nada se sabe sobre sus costumbres. 49 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 15. Pogonomyrmex uruguayensis Mayr (1887). (Uruguay). Fué descubierto por mí en el Departamento de Soriano de la República Oriental, en el mes de Enero. Observé solamente los obreros debajo de una piedra y en el suelo. Gen. PHernoLE Westw. (18441). Oecophthora HeEr (1852). 16. Pheidole aberrans Mayr (1868). (Buenos Aires).—La Plata. Ha sido observada sólo en obreros y soldados en la Provincia de Buenos Aires, por los profesores STroBEL y SPEGAZZINI; este último la encontró en La Plata. 17. Pheidole Bergi MaYr (1887). (Buenos Aires). — Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. La he observado en varios puntos de la Provincia de Buenos Aires, .en Mendoza y en la vecina República Oriental. Abunda principal- mente en Adrogué, haciendo agujeros en el suelo, que comunican con canales ramificados. Se ha descrito solamente obreros y sol- dados. 18. Pheidole ehilensis MaAyr (1862). (Chili). Esta especie, de la cual el Dr. Mayr ha descrito todas las formas sexuales y asexuales, fué descubierta porla expedición de la fragata austriaca Novara (1857 á 1859). No se sabe con seguridad de qué párte de Chile procede. Yo no la he observado Ersmade mi perma- nencia en este país. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 13 19. Pheidole cordiceps MAYr (1868). (Buenos Aires). — Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. Tiene distribución bastante vasta en las dos repúblicas indicadas. Hace canales y cuevas angostas en el suelo, á las cuales la entrada es estrecha y rodeada de tierra suelta. De los individuos sexuales aún no existen descripciones. 20. Pheidole obtusopilosa MaYe (1887). (Uruguay). — Repúblicas Argentina y Oriental del Uru- guay. De esta especie observé sólo obreros y soldados en el Departa- mento de Soriano, los que sirvieron al Dr. Mark para la descripción. Se hallaban debajo de piedras. El Dr. SpEcAzzINI ha encontrado los individuos neutros también en La Plata. 21. Pheidole spininodis Mayr (1887). (Tandil). Los soldados y obreros, que sirvieron para establecer esta especie, los encontré debajo de una piedra, en el Cerro de las Ánimas en Tandil, á fines de Noviembre de 1883. Se caracteriza por la margen masticatoria de las mandíbulas entera ó bidentada, y por el segundo nudo peciolario muy ancho y en los dos lados saliente en cono ó espina. 22. Pheidole triconstricta For. (1886). Ph. triconstricta, var nitidula Em. (1888). (Buenos Aires).—La Plata. Esta especie descrita por ForEL, aún no la he observado. SPEGAZz- zINI recogió algunos ejemplares en La Plata, que Emery designa 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA con el nombre de Ph. nitidula, sin dar descripción de esta varie- dad. ForeL describió el soldado. Gen. CRYPTOCERUS LATR. (1804). 23. Cryptocerus atratus (Lix.) LaTr. (1767-1804). Formica atrata Lin. (1767). Formica quadridens De GER (1778). Cryptocerus atratus LaTr. (1804). Cryplocerus margínatws FaBr. (1804). Cryptocerus dubitatus SmrtH (1853). (Amer. merid.).—Brasil.—Repúblicas Argentina y Orien- tal del Uruguay. He tenido ocasión de observar esta especie en Corrientes, en Mi- siones, en el Gran Chaco y en la República Oriental, cerca del Río Negro, pero sólo en individuos solitarios. 24, Cryptocerus causticus (KoLL.) GUÉR. (1832-1838). Formica caustica KoLL. (1832). Cryplocerus causticus GUER. (1838). (Brasilien).—Corrientes y Misiones. Se halla, como la anterior, generalmente en troncos de árboles 6 en palos secos, rara vez en el suelo. 25. Cryptoceras elypeatus Fapr. (1804). (Amer. merid). — Brasil. — Corrientes. De esta especie de hormiga encontré una colonia á fines de Di- ciembre de 1876, en un patio de Corrientes, debajo de la corteza de un tronco de árbol, en parte reducido á leña, y procedente del inte- rior de la provincia. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 15 26. Cryptocerus quadratus MAyr (1868). (San Luis). Fué descubierta por SrroBEL en San Luis (Estancia Salvador), en el mes de Diciembre de 1865, y parece no haber sido observada después. Se ha descrito sólo los obreros. Gen. CaTAULACUS SmITH (1853). 97. Cataulacus convergems MAYR (1887). Cataulacus striatus MaYR (1887), non SurrH (1860). (Rio de Janeiro).—Corrientes. De esta especie recogí un solo obrero en la Provincia de Corrien- tes. Mark ha descrito obreros, machos y hembras, procedentes de Río Janeiro y de Santa Catalina del Brasil. Gen. ArTa Fabr. (1804). Oecodoma Larr. (1818). Acromyrmex Mar (1865). 98: Atta hystrix (Larr.) HaL. (1802-1837). Formica hystrix LArr. (1802). Formica coronata FABR. (1804). Oecodoma hystrix Lker. (1836). Atta hystrix Haz. (1837). Atía (Acromyrmex) hystrix MaYr (1865). Atta hystrix st. coronata For. (1884). (Amer. merid). — Brasil. —Repúblicas Argentina y Orien- tal del Uruguay. Este formícido espinoso y tuberculado, llamado entre nosotros hormiga colorada, abunda en todas partes, principalmente en el campo, donde construye sidos de mucho diámetro, pero general- 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente muy bajos, subterráneos y de mucha profundidad. Del nido parten caminos anchos y ramificados, en las cuales se observan los obreros que van en busca de restos de vegetales ó que vienen car- gados de ellos. Estos restos vegetales los cortan directamente, da- ñando de esta manera a las plantas. ¡ 29, Atta Lundii (GUÉr) MaYr (1830-1868). Myrmica Lundú Guér. (1830). Atta Lundi MaYr (1868). (Brésil). —Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. Esta hormiga negra abunda en todas partes, y es la más dañina de todas las especies fitófagas. Está considerada como una plaga para la selvicultura, y en particular para la horticultura. Por sus colonias numerosas en individuos, es capaz de desfollonar árboles pequeños ó arbustos en una sola noche, ocupándose los obreras mayores en cortar y echar los fragmentos de hojas al suelo, y los demás en llevarlos al nido. Hacen los nidos como la especie ante- rior, pero en su mayor parte subterráneos, á veces en los cimientos de los edificios próximos á las huertas ó quintas. En pleno campo cerca de las entradas principales á los nidos, se encuentran partí- culas de vegetales acumulados, que se han extraído como Inservi- bles, y en las cuales he observado las larvas del Lamelicornio Gym- netis igrina GoryY el Percn., á lo menos en la República Oriental. Existen descripciones de todos los estados. 30. Atta sexdens (Lin.) Far. (1767-1804). Formica sexdens Lix. (1767). Formica sexdentata Latr. (1804). Atta sexdens FABR. (1804). Atta coptophylla GuÉr. (1838). Oecodoma laevigata SmrrH (1858|. Oecodoma coptophylla SmiTH (1858). Oecodoma abdominalis SmrH (1858). Oecodoma sexdens Mar (1863). _Atta levigata Roc. (1863). Alta abdominalis Roc. (1863). (Amer. merid.).—Brasil.-—Santa Fe. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 47 De esta especie, que es muy común en el Brasil, coleccionó STroBEL algunos ejemplares en la Provincia de Santa Fe. Abundará probablemente en el Chaco y en Misiones. Del último territorio traje algunos obreros pequeños en el año 1877, que pertenecerán quizás á esta especie ó al Atta cephalotes (Lin.) Far. (1767-1804), cuestión que no puede resolverse sin los obreros grandes encon- trados juntos con los pequeños. 31. Atta striata Roc. (1863). Atía (Oecodoma) striata Roc. (1863). Aita striata Roc. (1863). | (Montevideo). — Repúblicas Argentina y Oriental del Uru- guay. Tiene también distribución vasta en la República Argentina. Ha sido observada desde Córdoba hasta el Río Negro en Patagonia, y por otra parte, en las Provincias del Oeste. En la República Orien- tal la he encontrado en varios departamentos. Los nidos que hacen son relativamente pequeños, en parte supraterráneos, construídos por partículas vegetales, principalmente de cortes de tallos. Rocer describió todos los estados. Unos individuos sexuales procedentes de la Sierra de Córdoba, tienen la cabeza un poco más angosta y mucho menos estriada, en parte rugosa, y las mánchas amarillentas seríceas de la parte basi- lar del abdomen muy prolongadas. Fam. DORYLIDAE. Gen. Eciron LarTr. (1804). $ Eciton LatTr. (1804). S' Labidus Jur. (1807). $ Ancylognathus Lunb (1831). $ Camptognatha GraY (1832). $ Nycteresia Roc. (1861). ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 2 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 32. Eciton Foreli Maya (1886). Eciton hamata SmirH (1858-1859), non FaBR. (1793). Eciton rapax SmtrH (1859). Eciton rapax Mark (1865). Eciton mexicana Norr. (1868). Eciton brunnea NortT. (1868). Eciton Foreli Mayr (1886). (Mexico, Panama, Neugranada, Cayenne, Brasilien, Uru- guay). Esta especie, que tiene distribución geográfica muy vasta, la anoto sólo por la indicación de Mar; pueda ser que la hubiera recogido en la República Oriental, sin distinguirla de otros con- géneres. Se han descrito solamente obreros y soldados. 33. Eciton nitems Mayr (1868). (Buenos Aires). -— Nueva Granada. — Repúblicas Argen- tina y Oriental del Uruguay. Es bastante común, encontrándose debajo de piedras, trozos de madera, piezas de latón, etc. Se han descrito los obreros. 34. Eciton Strobeli MAyYR. Labidus Strobeli MaYr (1868). (San Luis, Mendoza, Bahía Blanca). — Repúblicas Argen- tina y Oriental del Uruguay. Este Eciton, establecido por el macho, es sumamente común casi durante todo el verano, y atraído por la luz artificial. Es muy grande y pesado, aparece algunas noches en gran número, llenan- do las mesas alrededor de las lámparas ó volando en torno de los faroles de la calle, etc. Vulgarmente no se le mira como hor— "miga. Podría ser quizás el macho de la especie anterior, á pesar del gran tamaño y otras diferencias notables, pero que no deben BERG: FORMÍCIDOS ARGENT(NOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 19 extrañar en la familia de los Dorilidos, en que existe la heteroge- neidad más manifiesta. 35. Eciton suleatus MAYr. Labidus sulcatus Mar (1868). (Buenos Aires). — Repúblicas o y Oriental del Uruguay. Se halla con mayor frecuencia en la República Oriental que en la Argentina, pero es muy rara, en comparación con la especie precedente. También vuela á la luz artificial. 36, Eciton Spegazzinii Em. (1888). (La Plata). Esta especie, fundada en obreros, fué descubierta por el Dr. SPEGAZZINI en La Plata. Yo no la he observado, 1 CONOZCO SUS Pa- raderos especiales. Anotación. —Poseo el macho de una especie de Eciton, que recogí en Buenos Aires, y que según el Dr. Mayr es muy parecido al Labidus Ertchsom Wesrw., teniendo también una parte engrosada de la rama interna de la costa cubi- tal. Para no aumentar el número de especies fundadas en los machos, lo dejo sin denominación y descripción. Varias especies del género Eciton representan las temidas hor- migas migratorias en el Brasil y la América central. Entre nosotros nunca han sido observadas en gran número. 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Fam. PONERIDAE. Gen. AMBLYOPONE ErIcHs. (1842). Stigmatomma Roc. (1859). 37, AmbIlyopone chilensis. MAYrR (1887). (Valdivia in Chili). Esta especie ha sido descrita sólo por un individuo obrero, reco- gido por las Stas. KINDERMANN en Valdivia. Gen. ECTATOMMA SMITH (1898). Subg. Gnamptogenys (Rog.) MaYr (1863-1887). « Holcoponera Mayr (1887). « Acanthoponera Mak (1887). « Stictoponera MaYkr (1887). « Rhylidoponera Mayr (1887). « Ectatomma Mar (1887). 38. Ectatomma (Gnampt.) triangulare MAYr (1887). (Uruguay). La hembra que sirvió para establecer la especie, fué recogida por mí en el Departamento de Soriano. 39. Ectatomma (Ect.) edentatum Roc, (1863). (La Plata Staaten). — República Oriental del Uruguay. Fué observada en el mismo lugar que la anterior. Se encuentra solitaria en plantas bajas ó en el suelo. Se han descrito sólo los obreros. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 21 40. Ectatomma (Ect.) quadridens (FABR.) MAYA (1793-1887). Formica quadridens Fabr. (1793). Ponera quadridens Lzr. (1836). Ectatomma brunnea SmrH (1858). Ponera quadridens Roc. (1860). Ectatomma (Ect.) quadridens MaYk (1887). (Cajenna). — Brasil. — República Argentina. El Prof. SrroBkL recogió esta especie en la Provincia de San Luis, á fines de Diciembre de 1865. Desde entonces ro parece ha- ber sido observada en la República Argentina. Gen. LoBOPELTA MaYr (1862). 41, Lobopelta australis En. (1888). (La Plata). Esta, la primera especie sudamericana de este género, fué des- cubierta par el Dr. CarLos SPEGAZZINI en La Plata, Gen. DinoPONERA Roc. (1861). 42. Dinoponera grandis (GUÉR.) Roc. (1830-1861). Ponera grandis GUER. (1830). Ponera gigantea PertY (1834... Dinoponera grandis Roc. (1861). (Brésil, Province des Mines). — Corrientes y Misiones. Esta hormiga, la más grande de los formícidos sudamericanos, la observábamos con frecuencia en el mes de Enero de 1877, en los terrenos arenosos de Ituzaingo, y en algunas partes de Misiones. Corre con rapidez y se defiende bravamente. Su picadura produce dolor agudo y prolongado, y fuerte hinchazón. Guérix ha dado la descripción del obrero. 22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Gen. PoNERA Larr. (1804). -43. Ponera opaciceps MaYr (1887). (Santa Catharina). — La Plata. Mar la obtuvo de Santa Catalina del Brasil, describiendo los obreros y la hembra. Emery señala obreros, que le había enviado el Dr. SPE6AzzZIN1I de La Plata. Gen. PACHYCONDYLA SMITH (1898). 44. Pachycondyla striata SMITH (1898). (Rio). —Corrientes y Misiones. La observábamos generalmente en los troncos de árboles ó en palos secos, sin encontrar los nidos. Es relativamente rara, aunque de distribución vasta. Gen. HETEROPONERA MAYR (1887). 45. Heteroponera carinifrons MAYr (1887). (Valdivia in Chili). Se han descrito sólo los ebreros, procedentes de Valdivia. Fam. ODONTOMACHIDAE. Gen. ODONTOMACHUS LaTR. (1804). 46. Odontomachus cheliler (LaTr.) Lep. (1802-1836). Formica chelifer LaTr. (1802) Odontomachus chelifer Ler. (1836). (Brésil.)—Misiones. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 23 Fué encontrada en un par de individuos en Misiones. Esta hor- miga, dándose empuje por medio de sus mandíbulas largas, hace saltos hasta un metro de distancia. Fam. FORMICIDAE. Gen. MYRMELACHISTA RoG. (1863). Decamera Roc. (1863). 47. Wyrmelacthista gallicola Mayer (1887). (Uruguay). Se halla en las agallas del cinípido Eschatocerus Acaciae MAYr, que coleccioné en los departamentos de Soriano y de Mercedes, en algunos espinillos ó aromas (Acacia Cavenía Hook. et ArN., Acacia Aroma GiLL., etc.) y en el ñandubay (Prosopiw Algarobillo GRB.). Han sido descritos solamente los obreros. 48. Myrmelachista Mayri For. (1887). Decamera Bergi MaYk in litt. (1879.. Myrm. (Decamera) Mayri For. (1887). Myrm. Mayri var. monticola MaYr (1887). (Chili) —Valdivia. La observé debajo de piedras y trozos de madera, en la Estancia de San Juan. ForEL describió la hembra por un ejemplar conservado en el Museo de Berlin y Mavr los obreros de la variedad monticola, coleccionados por mi. Gen. DorYmyRMEX Mayr"(1808). 49. Dorymyrmex flavescens (FABR.) MAYR (1793-1868). Formica flavescens Far. (1793). Camponotus flavescens MaYr (1863). Dorymyrmex flavescens MaYr (1868). (Cajenna.).—Brasil.—República Argentina. 924 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ha sido observado en Carmen de Patagones y en Mendoza. Los individuos sexuales son atraídos por la luz artificial; los obreros se encuentran debajo de piedras. 50. Dorymyrmex planidens Mayr (1868). (San Luis, Mendoza). —Repúblicas Argentina y Chile). El Dr. SrroBEL descubrió esta especie en San Luis y en Mendoza por los años 1865 y 1866. Yo la observé en Mendoza y cerca de Santa Rosa de Chile. Se encontrará probablemente en toda la Cor- dillera de los Andes. Se han descrito sólo los obreros. 51. Dorymyrmex pyramicus (Roc.) Mayr (1863-1870). Prenolepis pyramica Roc. (1863). Formica insana BuckL. (1866). Dorymyrmex pyramicus Mayr (1870), Dorymyrmex insanus Mac Cook /1879). Dorymyrmezx insanus var. flavus Mac (.ooK (1879). (Brasilien, Bahía, Corrientes). — América. septentrional, México, Chile, Argentina y Uruguay. Por lo que se ve, esta especie tiene distribución geográfica muy vasta. En la República Argentina ha sido observada en Corrientes, en la Plata y en Buenos Aires, y en la Oriental la encontré en la Es- tancia Germania, Departamento de Soriano, y en Chile, cerca de Santa Rosa de los Andes. De esta República no había sido mencio- nada hasta ahora. Se ha descrito obreros. 32. Dorymyrmex tener MAYR (1868). (Uspallata). —Punta del Inca. Ha sido observada hasta ahora sólo en obreros y en las dos loca— lidades indicadas. En la Sierra de Uspallata la encontró STROBEL en el mes de Enero de 1866, y en Punta del Inca yo, el 1% de Enero de 1879. Seguramente no faltará en la parte chilena de la Cordi- llera de los Andes. Se halla entre raices de arbustos y debajo de piedras. ! | BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 25 Gen. IRIDOMYRMEX MaYR (1862). 53. Iridomyrmex humilis Mayr (1868-1870). Hypoclinea humilis MaYe (1868). Iridomyrmex humilis Mar (1870). (Buenos Aires). —Repúblicas Argentina y Oriental del Uru- guay. La he observado sólo en obreros solitarios, en el suelo ó en vege- tales, en los alrededores de Buenos Aires y de Montevideo. Más frecuente es en las inmediaciones de los arroyos del departamento oriental de Mercedes. Gen. PRENOLEPIS Mayr (1861). 54. Prenolepis fulva Mayr (1862-1865). (Rio Janeiro). —Chile, Washington. — Repúblicas Argen- tina y Oriental del Uruguay. Es muy común y se junta con facilidad por medio de carne ú otras materias azoadas puestas en el suelo. Abunda sobre todo en las orillas de los arroyos y ríos, y cerca de las despensas y cocinas de las habitaciones campestres. El Dr. Mayr indica (1870) la existencia de una especie de Preno- lepis en el Tauro, que no se distingue de la Prenolepas fulva. El macho aún no ha sido descrito. 59. Prenolepis gracilipes (SmiTH) MaYe (1858-1862). Formica gracilipes SmitH (1858). Prenolepis gracilipes Mar (1862). (Singapore).— China, Ara, Celebes, Chile. Esta especie asiática, la obtuvo el Dr. Marr de Chile, probable- mente de Valparaiso, por la expedición austriaca de la fragata Novara. 296 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 56. Prenolepis longicornis (Larr.) Roc. (1802-1863). Formica longicornis Larr. (1802). Formica gracilescens NyL. (1856). Tapimona gracilescens SmiTH (1858). Prenolepis gracilescens MaYr (1863). Prenolepis longicornis Roc. (1863). (Sénégal).—Madeira, Europa, Amér. sept., Chile. Esta hormiga ahora cosmopolita, ha sido observada últimamente en América, en los Estados Unidos (Departamento de Columbia) y en Chile. De ella se han descrito todos los estados. Gen. BRACHYMYRMEX Mayr (1868). 97. Brachymyrmex patagonicus Mayr (1868). (Rio Negro). —La Plata. El Sr. SrroBeL encontró un nido de esta especie cerca de Carmen de Patagones, en el mes de Febrero de 1867; el Sr. SpEGAzZINI la coleccionó en La Plata. Se han descrito los obreros y el macho. Gen. Lastus FaBR. (1804). 598. Lasias diehrous Roc. (1863). (Chil 1). No he observado esta especie, y la cito por las indicaciones de Rocer y de Forzt. El primero describió el obrero, el segundo (1886) la hembra. 59. Lasius nigriventris (SPIN.) Mayr (1851-1879). Formica nigriventris SpIN. (1851). Formica atriventis Smith (1858). Lastus nigriventris Mayr in litt. (1879). (Chile). — Valdivia y Patagonia. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 27 He encontrado esta especie debajo de piedras y tablas, cerca de Carmen de Patagones y en la Estancia San Juan, en Valdivia. Se han descrito todos los estados. 60. Lasius picinaus Roc. (1863). (ChilD). Después de la descripción de esta especie no parece haber sido mencionada. Tampoco yo la he observado durante mi permanencia en Chile. Roger describió un obrero. Gen. CAMPONOTUS MaYr (1861). 61. Camponotus atriceps (SmiTH) Roc. (1858-1862). Formica abdominalis FaBr. (1804); non Larr. (1802). Formica atriceps SmiTH (1858). Formica esuriens SmiTa (1858). Camponotus vulpinus MaYr (1862). Camponotus atriceps Roc. (1862). Camponotus taeniatus Ros. (1863). Camp. atriceps var. floridanus BuckL. (1866). Camponotus fulvaceus Norr. (1868). Camponotus Yankee For, (1879). Camp. atriceps st. ustulalus For. (1884). Camp. atriceps st. stercorarius For. (1884). Camp. atriceps st. Yankee For.(1884). (Amer. merid.). — América septentrional, central y meri- dional. — Corrientes, Misiones y Chaco. Abunda en troncos viejos ó debajo de trozos de madera ú otros objetos. 62. Camponotus bonariensis MAYr (1868). (Buenos Aires). —Repúblicas Argentina y Oriental del Uru- guay. Esta especie la he observado desde Córdoba hasta Tandil, y también en muchas partes de la vecina República Oriental. Se en- 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuentra debajo de diversos objetos, en troncos viejos de árboles, en leña carcomida, etc. Existe sólo una descripción de los obreros. 63. Camponotus chilensis (Sp1N.) Mayr (1851-1803). Formica chilensis SprN. (1851). Camponotus chilensis Mayk (1863). (Chile). —Cordillera de los Andes. Observé esta hormiga en las partes oriental y occidental de la Cor- dillera de los Andes, en el paso de Uspallata, de manera que puede considerarse como perteneciente á las faunas chilena y argentina. Se ha descrito el obrero y la hembra. 64. Camponotus erassus MAYR (1862). (Rio Janeiro). —Corrientes. De esta especie no he recogido sino pocos ejemplares en los alre- dedores de Corrientes. Se ha descrito:sólo el obrero. 65. Camponotus distinguendus (SpIN.) Mayer (1851-1863). Formica distinguenda Spin. (1851). Formica morosa SmTH (1858). Camponotus distinguendus MayR (1863 y 1886). Camponotus morosus MaYk (1863). Camp. rubripes Dru. st. morosus For. (1886). (Chile). —Cordillera de los Andes y Córdoba. Este Camponotus lo he observado en ambos lados de la Cordillera de los Andes, y también en la Sierra de Córdoba. Se encuentra en sociedad debajo de piedras ó solitaria en vegetales. Se han descrito todos los estados. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 29 66. Camponotus fasciatus MAYR (1870). (Neugranada).—Corrientes. Esta especie la recogí sólo en pocos ejemplares, que encontré so- litarios en troncos de árboles y en plantas bajas. Se han descrito sólo los obreros. 67. Camponotus herculaneus (Lin.) MAYR (1761-1861). lu Formica herculanea Lix. (1761). Formica rufa Lin. (1761). Formica gigas LeacH (1826). Formica intermedia Zerr. (1840). Formica atra Zerr. (1840). Camponotus herculaneus MaYr (1861). Var. Formica pennsylvanica De Greer (1778). Formica ferruginea Fabr. (1798). Formica semipunctata KirBY (1837). Formica novaeboracensis Fic (1855) Formica cariae Fica (1855). Camponotus pennsylvanicus Mar (1861). Camp. herculanews st. pennsylvanicus For. (1879). Camp. herculaneus var. pennsylvanicus MAYr (1886). Var. Formica ligniperda LaTrR. (1802). Formica rufa Woob (1821). Camponotus ligniperdus MaYr (1861). Camp. herculaneus st. ligniperdus For. (1874). Camp. herculaneus var. ligniperdus MaYr (1886). Var. Camp. ligniperdus var. pictus For. (1879). Camp. herculaneus var. pictus MaYr (1886). (Eur. y Amér. sept.). —Asia septentrional, América sep- tentrional y meridional. — Misiones y Salta. Se halla en el Territorio de Misiones y en Salta, siendo, al pare- cer, no muy común. En el primero fué observada cerca del Río Piray ; de la Provincia de Salta me la trajo el Ingeniero SCHNEIDEWIND. Se conocen todos los estados. 0 ANALES Dz LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 67. Camponotus mus Roc. (1863). Camp. senex SmITH (1858) st. mus For. (1887). (La Plata Staaten. Montevideo). — Brasil. — Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. Tiene distribución geográfica muy vasta en la República Argen- tina, encontrándose desde Jujuy hasta el Río Negro en Patagonia, y también en las Provincias de Cuyo. No falta en el Brasil meridio- nal y casi en ninguna parte de la vecina República Oriental. Se han descrito obreros y la hembra. 68. Camponotus ovaticeps (Spin.) Mayr (1851-1863). Formica ovaticeps SpPIN. (1851). Camponotus ovaticeps MaYr (1863). (Chile). — Repúblicas Argentina, de Chile y Oriental del Uruguay. Esta especie ha sido observada por mi en Valdivia, Talcahuano, Uspallata y el departamento oriental de Mercedes. Se halla debajo de piedras ó vagabundeando en vegetales. Sólo existe la descripción del obrero. 69. Camponotus pellitus Mayr (1862). ? Formica nana SmITH (1858), nec LaTr. (1802) nec JerD. (1854). Camponotus pellitus MAYk (1862). (Brasilien). — Corrientes y Chaco. De esta hormiga, de que han sido descritos solamente los obre- ros, encontramos algunos ejemplares debajo de trozos de leña, en el Chaco, en frente de Corrientes, y en las inmediaciones de ésta. BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 31 70. Camponotus punctulatus MAyr (1868). Camp. punctulatus st. minutior For. (1887). (Rio Cuarto, San Luis, Mendoza, Bahía Blanca, Cármen de Patagones). — Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. Abunda en todas partes, encontrándose las colonias debajo de piedras, trozos de madera ú otros objetos, en troncos de árboles carcomidos, etc., y los individuos solitarios en el suelo y varias clases de vegetales herbáceos, pero principalmente en el mío-mío (Baccharis coridifolia DC.) La observé también en una colmena abandonada de abejas. Mayr describió los obreros y la hembra. 71. Camponotus ruficeps (FaBr.) Roc. (1804-1862), Formica ruficeps FABR. (1804). Formica decora SmtTH (1858). Formica bimaculata SmrrH (1858). Formica albofasciata Smita (1862). Camponotus ruficeps Roe. (1862). Camponotus decorus Roc. (1853). (Amer. merid.). — Brasilia, Nueva Granada, Paraguay. — Misiones y Corrientes. Este Camponotus lo recogimos en pocos ejemplares, en Corrien- tes y Santa Ana, así como cerca de Itapúa del Paraguay. 72. Camponotus rufipes (VABR.) MaYr (1793-1862). Formica rufipes FABR. (1793). Formica Herrichi MaYr (1853). Camponotus rufipes MaYr (1862). (Brasilia). — Chaco, Corrientes y Misiones. Fué recogida en las mismas regiones que la especie precedente y el Camponotus pellitus MaYr, encontrándose debajo de trozos de 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA madera ó6 en troncos carcomidos de árboles. Es más abundante que el Camponotus ruficeps (FaBr.) Roc. 73. Camponotus sericeiventris (GuÉr.) MAYR (1830-1862). Formica sericeiwentris Guér. (1830). Formica cuneata PertY (1834). Camponoltus sericeiventris MaYr (1862). (Rio Janeiro). — México, Brasilia. — Chaco, Corrientes y Misiones. Fué observada en los mismos lugares recién mencionados, pero siempre solitaria y vagabunda en troncos de árboles, palos y vegetales secos. GuÉrIN dió la descripción de un individuo neutro. 74. Camponotus Spinolae Ros. (1863). (Chili). No conozco esta especie, y la menciono por la indicación de Rocer, quien describió el obrero grande, conservado en el Museo de París. 75. Camponotus tenuiscapus Roc. (1863). (La Plata Staaten. Montevideo). — Brasil meridional. — Buenos Aires y Corrientes. Esta hormiga la he recogido sólo en un par de individuos. RocEr ha descrito el obrero. ÍNDICE DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES. abdominalis (All)... ....... abdominalis (Camponolus) .. io a a de ICaMtLOponeTra eos NT A A ANDINA dos US CIA a do la AMMDINOPOne e olas Ancylognalhus ............ AE OCN OS ta AA e MA O ACES ai a ergo (DECUmMEero). obte Ben (Eleidole).... - 0 ej Dent 5. coso uno DTU o iaa SPP US rea ab POS. alli BTACHAYFDMyEMEX 0.00. 0 te al NAAA ADO A a brunnea (Ectatomma) ...... WATMponotus.. 3... eo aiiiiós Camplognatha...... tE EDEN AO A A COI ias es ANAL. SOC. CTENT. ARG. T. XXIX 16 Cal MACU a oia o scores 27 caus bic rayado alo a 12. | cephalotesilAtla): ea aio 20 cephalotes (Solenopsis).....-. TI LLE? ooo AS 15 chilensis (Amblyopone)..... 31 chilensis (Camponotus)...... 20 chilensis (Pheidolé)......... (7 CESPUMS soccer acia 10 clypeata (Solenopsis)....... 9 clypeatus (Cryptocerus)..... 29- AS 14 COLORADA S ya o taa e dal 2 LITIO e 0 AS RAE 26 CONC e 15 COPLA aa das 21 CUMICADS:: econ bona CORONA INN oltaiate alo eps 23 ras atico 12 Cremalogaster ooo SE po E 31 UNC aaa o 10 cnc O 27 926 DECANO ata a da 418 UECOAAace Ta a abejas 91 dentico s dic o 217 NINE + 47 Diplor OPM is 14 distinguendus as o. br 29 AMECA aos 22 Do o o ah 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DECS A o os 8 IDO MOS US o ra Ia ANIMO os 0 O 14 OMS Saa ao aos LAME doo OOOO Do: Oo o O 17 OSO ooo boo ICON y. ooo. A IOGOO 20 LUIS S Ue opa cl emo ales 20 NOIA osas odo con oo NUdico0Ms ooo OBS 19 Dobopelta...- 2 dde ESTICNE rdo oo OS 2 RICOS ER LUN osos soveo9coV odo ESTOS 0000.00 SE 29 cea ferrugiNed...o.ooooomoo mo... 29 MavescenS.c. cion... 23 mandibularis 0 floridanUs .....oooocoo.o.o.- 21 MUNGIA AN ¡dls o30000 900 EOO 18 MAY TL ¡Ps sa: CN mECICand uns IRAN ¡WII 0000500 OA: 10 UU RANA JUlDA ooo o 25 Molestar NN fUÍVACCUS ...oooommcmormm... 27 MANILA ONICOL RA gallicola co... ....oocoo.oos» 23 INOFOSUS a ON GAYi ao A ad o 8 OS ni geminata....oo.oooooooo..- 8 Mula do ao A QUYOAS oo oocacncro rr 29 Myrmelachisla.. asno a gigantea 0000000000000 91 Myrmex E gladeraono yate a e 8 GnamptogenyS ....oooooo... 20 PANA rail gracilescens ....oooooooo... 26 MES. ooo p bonos: eracilipeS....oooooomoooo... 25 Mn SS IS passe y ccoo ORO o. 21 AU. NR nNOVAChOracensiS........... VD sa e ES IRORO 18 Nycleresia e O Ep O herculaneus. o... ooo oia 29 GABRIEL: se 000000 IO RSDRO 31 Obtusopilos ae Heteroponera .......ooo... 22 Obonlomachus Hoc pon e 20 Decodoma. humilis....... o 23 Vecophlhora ISS Hypoclinea. ...ooooooomm.o... 25 OPACICOpS. ys traes 0 ONAlCepS. sI MID 600.0 00 0S SO: 24 Pachycondyla ROO INEM a e 29 paleala ...... A o Iridomyrmex.:.o.oosso dan... 25 PAL eno E 2 4 patagoniCUS.....o.ooommo.m.oo.» LS 005 00 TADO > 17 pelusa. ss e O BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS PenasylvantcUS.......o...... IN O a Pheidole. .... oo ARO PA A A asa DIREOS.. ooo tejo Pozonomyrmex ...........- EVA A MI bo les renole pis. ii a SEU OMyEMa ese punciolatus....... cs pyramicus...... ie EUA Ta LUsS o... 0... -. «0 quadridens (Cryptocerus).... quadridens (Ectatomma)..... QUA OLIOLmMiS de. o tenemos o PITA AENA TASHralUS door oo ENYldopoNerA....... e... RIOS iaa dicas es PAD A A LCD SA 00 PEDO 29 Sole OPI. de lo erat TEAM JAI Spin ie RUI E E StictOpUmEr ooo SUYA o striata ME oca striata (Pachycondyla)....... striatus (Cataulacus)........ STO Leto Sul DOS MACS alao boo 1 eDO O aoOO tensas s0 TO APO MARMA ed ales translate lalta lada tacess tricon ce iaroos otoiol turuguayensiS......oo.omoo.o.. UStUlA ATI eo Las Depas o 0. 2000 Hb dao DOS Tan kco o LISTA BIBLIOGRÁFICA. ANDRE, Ernesr, Species des Hyménoptéres composant le groupe des Formicides, avec lexposé de leurs maeurs et la des- eription de toutes les espéces d'Europe et des pays limitro- phes en Afrique et en Asie, etc. Gray (Haute-Saóne), 1881-1882. Berc, CarLos, Formicidae de la Expedición al Río Negro.— Informe oficial de la Comisión Cientifica agregada al Estado Ma- yor General de la Expedición al Río Negro, ete. Tomo I, Zoología, pág. 114. Buenos Aires, 1881. — Stettiner En- tomologische Zeitung. Jahrg. 42, p. 71. Stettin, 1881. BuckLey, S. B., Description of new Species of North American For- micidae. — Proceedings of the Entomological Society of Philadelphia. Vol. vi, p. 152. Philadelphia, 1866. Comstock, J. HeNrY, Report upon Cotton Insects, prepared under the direction of the Commisioner of Agricultur. Washing- ton, 1879. | DrurY, Drew., llustrations of Natural History, wherein are exhi- bited upwards of two hundred and forty figures of exotic Insects, etc. Vol. 1. London, 1770. Emery, CarLo, Alcune formiche della Repubblica Argentina raccolte dal Dott. €. Spegazzini. — Anali del Museo Civico di Sto- ria Naturale di Genova, Serie 22, Vol. yr, p. 690. Genova, 1888. Ericson, W. F., Beitrag Zur Insecten-Fauna von Vandiemensland, etc. — Archiv fur Naturgeschichte, gegrúndet von Wieg- mann, herausgegeben von Erichson. VII. Bd. 1, S. 83. Berlin, 1842. do BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 37 Fasricius, JoH. Curist., Entomologia systematica emendata et aucta. Hafniae, 1792-1794. Supplementum entomoligiae svystematicae. Hafniae, 1798. Systema Piezatorum. Brunsvigiae, 1804. Ficn, Asa, First Report on the noxious, beneficial and other Insects of the State of New York, etc. Albany, 1855. ForEL, Aucuste, Les Fourmis de la Suisse. Systématique, notices anatomiques et physiologiques, architecture, distribution géographique, nouvelles expériences et observations de maesurs. —Nouv. Mémoires de la Société Helvétique des Sciences Naturelles. Tome xxv1. Zurich, 1874. Études myrmécologiques en 1879. — Bulletin de la So- ciété Vaudoise des Sciences Naturelles. Tome xvi, p. 53. Lausanne, 1879. : Ameisen der Antille St. Thomas. — Mittheilungen des Múnchener Entomologischen Vereins. Jahrg. V, S. 1. Munchen, 1881. Études myrmécologiques en 1884. — Bulletin de la So- ciété Vaudoise des Sciences Naturelles. 2. Sér. Tome xx, p. 316. Lausanne, 1884. Espéces nouvelles de Fourmis américaines. — Comptes- rendus des séances de la Société Entomologique de Bel- eique. Série nr. N* 69. p. xxxvur. Annales de la Société Entomologique de Belgique. Tome xxx. Bruxelles, 1886. Études myrmécologiques en 1886. — Annales de la Société Entomologique de Belgique. Tome xxx, p. 131. Bruxelles, 1886 (1887). De cEEr, CHarLes, Mémoires pour servir a Histoire des Insectes. Tome vir. Stockholm, 1778. GraY, G. R., The Class Insects arranged by Baron Cuvier, wiib supplementary additions to each order by Edw. Griffith, and notices of new Genera and Species by Gray. — Ani- mal Kingdom. Tome xv. London, 1832. GUÉRIN MeNEvILLE, F. E., Voyage autour du monde sur la Corvette La Coquille, par Duperrey. Insectes par Guérin-Meneville. Paris, 1830. 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA GUÉRIN MENEVILLE, Iconographie du Régne animal de G. Cuvier. Insectes. Paris, 1829-1838. HaripaY, A. H., Descriptions of Hymenoptera collected by Captain P.P. King, in the Survey of the Straits of Magellan. — Transactions of the Linvean Society. Tome xv, p. 315. London, 1837. HrEr, OswaLD, Ueber dic Hausameise Madeiras (Oecophthora pu- silla). — An die Zúricherische lugend auf das Jahr 1852. Von der Naturforschenden Gesellschaft. 54. Stúck. Zú- rich, 1852. JERDON, T. C., A Catalogue of the Species of Ants found in Sou- thern India. — Annals and Magazine of Natural History 2. Ser. Vol. x111, p. 45. London, 1854, JURINE, Louis, Nouvelle méthode de classer les Hyménoptéeres et les Dipteres. Tome 1. Genéve, 1807. KirBY, WiLLram, Fauna boreali-americana, or the Zoologie of the Northern Parts of British America, etc., by John Richard- son. Part 1v, Insects, by Kirby, etc. Norvich, 1837. KoLLAr € Pon, Brasiliens vorzúglich lástige Insecten. Besonderer Abdruck aus Poh!'s Reise. Wien, 1832. LATREILLE, PIERRE ANDRÉ, Histoire naturelle des Fourmis, etc. Pa- ris, 18092. = Histoire naturelle générale et particuliére des Crusta- cées et des Insectes. Paris, 1802-1805. — Genera Crustaceorum et Insectorum. Parisiis et Argen= torat1, 1806-1809. — Nouveau Dictionnaire d'Histoire Naturelle de Deterville. Les Insectes par Latreille. Paris, 1816-1819.. Leacu, WiLL. Etrorp, Descriptions of Thirteen Species of Formica, and Three Species of Culex, found in the Environs of Nice. Zoological Journal. Vol. 11, p. 289. London, 1826. LEPELETIER DE SAINT FARGEAU, AMÉDEE, Histoire Naturelle des Insec- tes. Hyménopteres. Tome 1. Paris, 1836. LinxÉ, CaroLus, Fauna Suecica sistens animalia Sueciae regni, etc. Editio altera auctior. Stockholmiae, 1761. a BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 39 LrinxÉ, Museum Ludovicae Ulricae Reginae, etc. Hoalmiae, 1764. — Systema naturae. Editio xt. Tom. 1. Pars 11. Hol- miae, 1767. Lucas, Hier., Sur un Hyménoptére qui cause des dégáts dans un magasin de chocolat.— Annales de la Société Entomologi- que de France. 3. Sér. Tome vr. Bull. p. Lxxx. Paris, 1858. Luno, A. W., Lettre sur les habitudes de quelques fourmis du Brésil, adressée á M. Audouin. — Annales des Sciences Naturelles. Tome xx111, p. 113. Paris, 1831. Mac Cook, HeNrY €., Formicidae.—Comstock, Report upon Cotton Insects, elc. Washington, 1879. Mavr, Gustav, Einige neue Ameisen. — Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. 11. Bd., $. 143. Wien, 1852. Beitráge zur Kenntniss der Amiesen. — Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. 111. Bd., S. 101. Wien, 1853. — Beschreibung einiger neuen Ameisen.—Verhandlungen der k.k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. 111. Bd., S. 277. Wien, 1853. = Formicina austriaca. Beschreibung der bisher im oes- terreichischen Kaiserstaate aufgefundenen Ameisen nebst Hinzufúguog jener in Deutschland, in der Schweiz und in Italien vorkommenden Arten. — Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. v. Bd., S. 273. Wien, 1855. l — Die europáischen Formiciden nach der analytischen Me- thode bearbeitet. Wien, 1861. — Myrmecologische Studien. — Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. xt. Bd., $. 649. Wien, 1862. — Formicidarum Index synonymicus. — Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. xur. Bd., S. 385. Wien, 1863. — Formicidae der Reise der Oesterreichischen Fregatte Novara um die Erde in den Jahren 1857, 1858, 1859. Zoologischer Theil. 11. Bd. 1. Wien, 1865. — Diagnosen neuer und wenig gekannter Formiciden. — 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesell- schaft in Wien. xvi. Bd., S. 885. Wien, 1866. Mark, Formicidae novae americanae collectae a Prof. P. de Strobel. Annuario della Societá dei Naturalisti. Tom. 11, p. 161. Modena, 1868. — Formicidae novogranadenses. — Sitzungsberichte der k. Academie der Wissenschaften. Bd. Lxt, 4. S. 370. Wien. 1870. = Neue Formiciden.—Verhandlungen der k. k. zoologisch- botanischen Gesellschaft 1n Wien. xx. Bd., S. 939. Wien, 1870 (1871). — Formiciden gesammelt in Brasilien von Professor Trail. Verhandlungen der k. k. zoologisch-botaniscben Gesell- schaft in Wien. xxvir. Bd., S. 867. Wien, 1878. — Ueber Eciton-Labidus. — Wiener Entomologische Zei- tung. Jahrg. v, S. 33. Wien, 1886. — Notizen úber die Formiciden-Sammlung des British Museum in London.—Verhandlungen der k. k. zoologisch- botanischen Gesellschaft im Wien. xxxvr. Bd., S. 353. Wien, 1886. - — Die Formiciden der Vereinigten Staaten von Nordame- rica.— Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. xxxvr, Bd., S. 419. Wien, 1886 (1887). — Súdamericanische Formiciden.—Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien. xxxvu. Bd., S. 511. Wien, 1887. MerNert, Jon. Fr., Bidrag til de danske Myrers Naturhistorie. — K. Danske Videnskabernes Selskabs Skrifter. 5. Raekke. V. Bd., S. 275. Kjóbenhavn, 1860. Norton, Ep., Notes on the Mexican species of Ants sent by F. Su- michrast. — American Naturalist. Vol. 11, p. 57. 1868. — Description of Mexican Ants noticed in «American Na- turalist» April 1868. —Proceedings of the Essex Institute. Vol. 1v, p. 1. Salem, 1868, and Transactions of the Ame- rican Entomological Society. Vol. 11, p. . . . Philadelphia, 1868. NYLANDER, WiLLIam, Formica gracilens, espéce nouvelle. — Anna- o a +. a BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 41 les de la Société Entomologique de France. 3. Sér. Tome 1v. Bull. p. xxvir. Paris, 1856. NYLANDER, Synopsis des Formicides de France et d'Algérie. —Anna- les des Sciences Naturelles. 4. Sér. Tome v, p. 51. Paris, 1856. PertY, Maxix., Delectus animalium articulatorum, quae in itinera per Brasiliam annis 1817-1820 collegerunt Spix et Mar- tius. Monachi1, 1830-1834. RocEr, JuLrus, Beltráge zur Kenntniss der Ameisenfauna der Mittelmeerlánder. — Berliner Entomologische Zeitschrift. Jahrg. 111, S. 225. Rerlin, 1859. — Die Ponera-artigen Ameisen. — Berliner Entomologi- sche Zeitschrift. Sahrg, 1v und v, S. 278 u. 1. Berlin, 1860 und 1861. — Einige neue exotische Ameisen-Galtungen und Arten. Berliner Entomologische Zeitschrift. Jahrg. vi, S. 233. Berlin, 1862. = Synonymische Bemerkungen. — Berliner Entomologi- sche Zeitschrift. Jahrg. vi, S. 283. Berlin, 1862. = Die neu aufgefuhrten Gattungen und Arten meines Formiciden-Verzeichnisses nebst Erganzung einiger frú- her gegebenen Beschreibungen. — Berliner Entomolo- gische Zeitschrift. JSahrg. vir, S. 131. Berlin, 1863. — Verzeichniss der Formiciden-Gattungen und Arten. Ber- lin, 1863. Say, Tomas, Descriptions of new species of North American Hyme- noptera, and Observations on some already described. — Boston Journal of Natural History. Vol. 1, p. 210. Boston, 1836-1837. — Edición de Leconte : The complete Writings of Thomas Say, etc. Hymenoptera. Tom. 1, p. 672. New York, 1859. ScopoLr, J. A., Entomologica Carniolica. Vindobonae, 1763. SHuckarD, W. E., Description of a new species of Myrmica which has been found in houses, both in the Metropolis and Provinces. — Magazin of Natural History. 2. Ser. Vol. 11, p. 626. London, 1838. 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SwurrH, Freoertck, Descriptions of some Hymenopterous Insects cap- tured in Iodia, with notes of their Oeconomy by Ezra Downes, etc. — Annals and Magazine of Natural History. 2. Ser. Vol. 1x, p. +4. London, 1852. — Monograph of the genus Cryptocerus belonging to the Group Cryptoceridae, Family Myrmicidae. — Transactions of the Entomological Society of London. N. S. Vol. 1, p. 213. London, 1853. — Essay on the Genera and Species of British Formici- dae. — Transactions of the Entomological Society of Lon= don. N. $. Vol. 111, p. 95. London, 1854-1856. — Catalogue of Hymenopterous Insects in the Collection of the British Museum. Part vr. Formicidae. London, 1858. —= Catalogue of Hymenopterous Insects collected by Wal- lace at the Islands of Aru and Key. — Journal of the Pro- ceedings of the Linnean Society. Vol. 111, p. 132. London, 1859. — Descriptions of new Species of Hymenopterous Insects collected by Wallace at Celebes. — Journal of the Pro- ceedings of the Linnean Society. Supplement to Vol. 1v, p. 57. London, 1860. =- Catalogue of Hymenopterous Insects collected by Wallace in the Islands of Batchian, Kaisaa, Amboyna, Gilolo and at Dory in New Guinea. — Journal of the Proceedings of the Linnean Society. Supplement to Vol. 1v, p. 93 and Vol To DAT danilo 1860-1861. = Descriptions of new Species of Aculeate Hymenoptera, collected at Panama by Stretch, etc. —Transactions of the Entomological Society of London. 3. Ser. Vol. 1, p. 29. London, 1862. SPINOLA, Max., Formicitas de Chile. — Historia física y política de Chile, por Claudio Gay, Zoología. Tomo vr, p. 232. París, 1851. 0 Compte rendu des Hyménoptéres inédits provenants du voyage entomologique de M. Ghiliani dans le Para en 1846. — Memorie della Reale Accademia delle Scienze di Torino. 2. Ser. Tom. xnr, p. 19. Torino, 1853. MN BERG: FORMÍCIDOS ARGENTINOS, CHILENOS Y URUGUAYOS 43 SumicurasT, F., Notes on the habits of certain species of Mexican Hymenoptera presented to the American Entomological Society. N* 1. On the habits of the Mexican species of the genus Eciton Latr.— Transactions of the American Ento- mological Society. Vol. 11, p. 39. Philadelphia, 1868. Wesrwoob, J. O., Characters of new Genera and Species of Hyme- nopterous Insects.—Proceedings of the Zoological Society of London. Part 111, p. 51 and 68. London, 1835. = Observations on the Genus Typhlopone with descriptions of several exotic species of Ants. — Annals and Magazin of Natural History. Vol. vr, p. 81. London, 18441. Woob, WiLLiam, Illustrations of the Linnean Genera of Insects. Tome 11. London, 1821. ZETTERSTEDT, J. W., Insecta Lapponica descripta. Lipsiae, 1840. y Buenos Aires, Enero de 1890. DOCTOR DOMINGO PARODI Víctima de la enfermedad que desde 1884 interesó vivamente su salud, el doctor Domingo Parodi acaba de fallecer en Paris el 1* de Enero. Hé aquí los momentos más notables de su vida: Nació en Génova en 1823. En Montevideo, en 1833, empezó su carrera como aprendiz de farmacia. Alí adquirió el título de farmacéutico, en 1843. Como farmacéutico y médico, de 1855 á 1867, sirvió al Paraguay y á su Presidente el Mariscal Lopez. Concluida la guerra del Paraguay, y sin los recursos que su la- boriosidad le habían proporcionado, el señor Parodi regresó á Montevideo en 1869, en donde reromenzó sus trabajos como far— macéutico. ; En Buenos Aires, en 1875, revalidó su título de farmacéu- tico. En 1877 entró como gerente del negocio de drogas y farmacia de la notable casa de los señores Demarchi hermanos, en Montevi- deo. En 1879 formó parte de la razón social Demarchi, Parodi y C?, en Buenos Aires. En 1881 obtuvo el grado de doctor en Farmacia. En 1884, nombrado catedrático de Química Farmacéutica en la Facultad de Ciencias Médicas en Buenos Aires, tuvo que suspender sus lecciones, pues su salud se resintió notablemente. En Montevideo desempeñó el cargo de miembro del Consejo de Higiene y examinador de medicina y farmacia. - En Buenos Aires fué nombrado Presidente del Hospital Italiano, miembro del Consejo municipal, Presidente de la Cámara de Co- A DOCTOR DOMINGO PARODI AS mercio, Vice-Presidente de las Obras del Riachuelo, Presidente de la Cámara de Comercio Italiana, ete. Sus trabajos más notables son: La Flora del Paraguay (incompleta). — Notas sobre las plantas usuales del Paraguay. —Estudios sobre el Vinal, Yerba-mate y Al- garrobilla. — Gramática guaraní. — Las revistas médica y farma- céutica de Buenos Aires, contienen artículos notables. — La redac- cion del Journal d'acclimatation de Paris, le discernió la primer medalla de oro. — Existe inédito su trabajo sobre la historia del Paraguay. Nuestro distinguido consocio, el doctorDomingo Parodi, ha dejado obra que no morirá. Los hechos de su vida nos muestran al hom- bre abnegado y que no cesa en su preparacionpara luchar con ven= taja contra los inconvenientes del medio en que se desenvuelve. Su inteligencia anhelante de las supremas aspiraciones como las que sienten un espírita fuerte, le impulsó constantemente al estudio de las ciencias naturales, y si por ellas alcanzó la alta consideracion y estima de los que lo conocieron, por la energía de su carácter y laboriosidad pudo vencer las primeras. dificultades de la vida; insuperables, para los que no tienen conciencia de su alcance intelectual. Su espíritu recto y sereno, su conocimiento y penetracion en el orden de negociaciones que emprendió ó que estuvieron sometidos á su direccion, le hicieron inestimable para los que le solicitaban por la seguridad de sus procedimientos. Con estas cualidades el doctor Parodi alcanzó la brillante posi- cion que nadie ha podido contrastar hasta su último momento. ¡ Tan cierto es que la honorabilidad y el saber se sobreponen á to- das las acciones humanas | MOVIMIENTO SOCIAL Habiendo donado una persona la suma anual de 50 $ destinada á premiarel mejor trabajo que se presente cada año en un concur- so quese celebrará entre los estudiantes de la facultad de ingiene- ría, y existiendo dos cuotas ya entregadas, la Junta Directiva ha resuelto que la sociedad contribuya con igual cantidad, á fin de adquirir un premio para el concurso á que se invita á los alumnos de la facultad expresada. | Dicho concurso se sujetará á las siguientes bases: 1 Temalibre ; 22 Los trabajos se entregarán sin firma, debiendo adjuntarse en sobre cerrado que contenga el nombre y domicilio del autor, y ro- tulado con el lema del trabajo; 3 Los trabajos deberán ser entregados en la secretaría de la so- ciedad antes del 15 de Junio de 1890; 4% El premio será adjudicado por un jurado que en oportunidad designará la Junta Directiva, y entregado en la sesion pública que celebrará la sociedad el 28 de Julio, 18% aniversario de su instala- CION ; 5% Los trabajos que no fuesen premiados serán devueltos con los sobres respectivos á los interesados. La Junta Directiva ha resuelto cumplir una resolucion adoptada anteriormente, disponiendo que se coloque una placa en el sepul— cro del ex-presidente de la sociedad D. Pedro Pico. Se ha resuelto ER A MOVIMIENTO SOCIAL 47 practicarlo el 15 de Jumio del corriente año, 4” aniversario de su fallecimiento. Habiéndose presentado el Sr. J. Montagner, manifestando que ha inventado un wagon para pasar automáticamente de la trocha ancha á la angosta y vice-versa, y que desea que la sociedad dé su opinion al respecto, la Junta Directiva ha nombrado en comision álos ingenieros Luis A. Viglione, Otto Krause y Emilio Candiani para que practiquen la inspeccion y eleven el informe respectivo. La sociedad ha celebrado con el Sr. Finochietto un contrato por dos años, por el cual este se obliga á encuadernar 50 volúmenes por mes como mínimun á razon de 1,20 $ el tomo, debiendo la so- ciedad entregarle mensualmente 50 $ my, y liquidar el saldo por semestres. Han sido admitidos como sócios activos los señores, ingenieros Teodoro Alvarez y Horacio Pereyra. El ingeniero Gregorio Noceti ha donado dos acciones de las emi- tidas para la adquisicion de un terreno. El señor Leopoldo Gomez de Teran ha donado á la biblioteca de la Sociedad la obra que acaba de publicar titulada Lecciones de Cal- culo infimitesimal. Ha sido admitido en calidad de sócio activo el ingeniero Cons- tante Tzant. 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La Junta Directiva ha designado á los señores Eduardo Elguera y Enrique de Madrid para que dirijan la impresion del índice ge- neral de las materias aparecidas en los Anales hasta la fecha. El señor Cárlos Buschiazzo ha donado cinco acciones de las emi- tidas para la adquisicion de ua terreno, y el señor Enrique Domin- guez dos. añ robin — Buenos Aires: E al. Círculo Médico Ar- ! > o; Club Industrial; Departamento Nacional de Agricultura; Departamento 0 Nacional de Higiene; Instituto Geográfico Argentino; Sociedad Geográfica Argen tina; Sociedad Nacional de Farmacia; Sociedad Rural Argentina. — Córdoba: Aca= demia Nacional de Ciencias; Centro Industrial: Observatorio Nacional Argentino. E Brasil. — Rio Janeiro: Museu Nacional; Observato no Imperial. y - República de Chile. -- Santiago: Sociedad Médica. República Oriental del Uruguay. Montevideo: Asociacion Rural del Une guay; Ateneo del Uruguay. o República de Venezuela. — Caracas: Sociedad Médica, Cadrés, Jorge. - Caguoni, Alejandro Ñ. Cagnoni, José M. - Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Candiani, Emilio. Candioti, Marcial R. de Cano, Roberto. - Cardewod, Guillermo ple: Caride, Estéban S. e ltinuna, Enrique. Carreras José M. de las Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquín. Castellanos, Cárlos T.. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Rumon B. - Castro3 Vicente. - Castro Uballes, E. Diana, Cerri, César. Chanourdie, Enrique. ) Chapeaurouge, Carlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominses, Juan de. Coquet, Juan. Cordero, Francisco. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Cosson, César. + Courtois, Ú. Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. 11) Darquier, Juan A. Dawney, Cárlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. z Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dodero, Tomás. Dominguez, Enrique Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. Duclout, Jorge. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. E Echagúe, Cárlos. Fizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo V. _ Espinosa, Adrian. Esquivel, José Estrella, Guillermo. Etchever ry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, “Octavio A. E Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, C. Ferrari, Juan D. + Ferrari, Rómulo. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone,. José J. Frogone,. ENE AN Fuente, de aleman $ Gallardo. A Gallardo, Pue Garcia, Eusebio: Garcia, Francisco Y. a Garcia. de la Mata, Pp. Gastaldi, José EF. Gayangos, Julio E. de 3 Gentilini, Pascual. Ghieliazza, Sebastian. | + y Meza, Dior e Guerrico sé de Guevara, Irigoyen, | Isnardi, lu rbe, Krause, O Krause, E Languascc Lanús, Cárl Largu LecAplA Leon, Raf: Limendou Lopez 'Sdnbiter, P. Loudet, Osvaldo. Lucero, -Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones. Aeeaco, e Molina Salas, Cárlos. -Quadri, Juan B. - Rapelli, Luis. su Rocamora, a Mezquita, Salvador. Molina Civit, Juan. Molinari, José. -| Molino Torres, A. | Mon, Josué R. Moneta, José. | Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. Moreno, Mariano. «y Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M., Murzi, Eduardo. N Navarro Viola, Jorge. Nelson, Enrique. A Nocetti, Dumingo. Nocelti, Gregorio. Nougues, Luis E. Novaro, Bartolomé. O : - Ocampo, Manuel $. Ochoa, Juan M. | Ojeda, José T. Olivera, Cárlos €. Olmos, Miguel. Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Oyuela, Wenceslao. : Ly Padilla, Emilio H. de Palacio, Emilio. Parodi, Dowing ot - Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. a z Selstran Perez Mendoza, Alfe +| Tormú, Elia Petit de Murat Zor. Philip, Adrian, - Piana, Juan. ' Piaggio, Pedro. |-Pico, Octavio S. i Pico, Pedro. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. e e Quesrel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. - Quiroga, Atanasio. Quiroga, Marcial Y. % Ramirez, Demanda F, Ramorino, Juan. Ramos Mejia, Ildefso P, Rams, Estevan. Reto, Pedro. Riglos, Martiniano, Rodriguez, Fermin. Rigoli, Juan. - Tra e AR GE a A Dor CÁRLOS M. roba rs: 7 ea Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. (De VALENTIN BALBIN. es........) Ingeniero MANUEL B. BAHIA. OA O poda BUNGE. r DE PABLO. E. CONI la HnOS, ESPEGH 680 ¿A CALLE PERÚ — 680 MEROS 3 me) A S 1500 0 a MS: 2% Señor MIGUEL ITURBE. SECRETATTO ales a Ingeniero MarciaL R. CANDIOTI. TESOPERO ..... .... Señor ÁNGEL GALLARDO. Colombres, Justo Ve JUNTA DIRECTIVA Presidente........ Dv" CÁrLOS M. MORALES. AO Vice-Presidente Jo Ingeniero ALEJANDRO MOLINO RES Ms D* EDUARDO L. HOLMBERG. IAN Arquitecto JUAN A. BUSCHIAZZO. Ad Vocales.......... Ingeniero PONCIANO LOPEZ A AN O : Señor DEMETRIO SAGASTUME. ci Señor Dionisio C. MEzA. ros MR j INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA h 1. — EL DOCTOR GUILLERMO RAWSON. AO Eo de A IL. — EL PLATINO NATIVO DE LA TIERRA DEL FUEGO, por el Dr. SJ. J.. MH yle. 111, — INFORME SOBRE EL WAGON BÉLICO DEL SEÑOR MONTAGNER. IV. — MOVIMIENTO SOCIAL. V. — FISIOGRAFIA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO, E D. Juan Llerena (Continuacion). LISTA DE SOCIOS (Continuacion) SSA ' ce LA PLATA O a Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Albarracin, Cárlos. Ameghino, Florentino. Antonini, Santiago. | Monteverde, Luís. | s Moreno, Francisco P. ERA Sal, Benjamin. Arroyo, Rufino. G -P Seguí, Francisco. E ÍA | / Sienra y. Carranza, La lanelli, José P. dani S Cárl ; Palacio, Osvaldo. pegazzini, Cárlos. | Glade, Gárlos. | Pando. PedroJ. | SPolli, César. Battilana, Máximo. Guastavino, Ramon. | pascalli, Justo Berretta, Sebastian. era o Ed nd | Tm Beuf, Francisco. L E IDOO, y ROMA ndo. Perdomo, Domingo. da Frañel C Leche dosé 4 Pita, José. | Tapia, ar E a Emilio 0 permea Lucas. ol EIA Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan José. IA Cerdeña, Fernando. KR V E ps Mi Ramorino, Florentino | —Villamonte, Isaac. Maqueda, Joaquin. -Rebora, Juan. : | Martinez, Roberto: | Renon, "Domingo. | w pes Delgado, Agustin. Maso, Juan. | Rivera, Juan B. > NE Ñ Diaz, Adriano. Meyer, Ernesto. 1 Romere, Julian. Weigel, Emilio G. HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould. —Dr.R. A.[Philippi.—Dr. Guillermo Ramson+ CORRESPONSALES NT Arteaga Rodolfo de.... Montevideo. | Netto, Ladislao........ Rio Janeiro. Ave-Lallemant, German Mendoza. + | Paterno, Manuel. ...... Palermo(1t.). Brackebusch, Luis..... Cordoba. | Reid, Walter Foiooooo.. Lóndres. Carvalho, José Cárlos de Rio Janeiro. Stróbel, Pellegrino..... Parma (Ital.). Denzas Pa. o Ae «+.» Moncalieri (Italia) EL DOCTOR GUILLERMO RAWSON Acaba de perder la República Argentina uno de sus hijos más distinguidos; y como los duelos nacio- nalesafectan casi siempre más la cabeza que el cora- zon, no recordaremos las virtudes del ilustre ciudada- no, del honrado patricio, del médico filántropo; mas, penetrando en lo íntimo de su figura, rocemos, al pasar, su maravilloso cerebro, y encontraremos allí la fuente de una elocuencia que no ha tenido rival en nuestra tierra, por las formas extraordinarias con que suporevestir sus creaciones. Toda manifestacion de la inteligencia, toda pesqui- sa digna del entendimiento humano, todo fulgor que levantara la especie, fueron alimento y estímulo para este médico poeta, para este poeta clínico, para este parlamentario sin compromisos, estadígrafo cicero— niano, patriota sin segundas intenciones, pródigo de lo propio, inatacable en lo ajeno, intachable hasta en sus defectos. Los que vivimos y le hemos conocido, conservare- mos, mientras vivamos, el recuerdo de su elocuencia soberana, elocuencia que, para nosotros, no tiene tér- mino de comparacion, porquenos ha llegado su calor vivificante, porque hemos sentido pasar por nuestros espíritus y por nuestros corazones, la cadencia, la transicion y los matices del himno entonado por la si- bila santa que cuidaba el altar de su palabra ha- blada. 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No conocemos el gestode Demóstenes, ni el éco de su voz; háse enfriado el rayo ardiente con que Cice- ron fulminaba á Catilina, y los violentos arrebatos de O'Connell y de Mirabeau, sólo nos interesan porque defendieron la causa de la libertad, la eterna causa de la libertad humana, que tambien nosotros hemos de- fendido, defendemos y defenderemos, con la misma pertinacia con que el Judío Errante perseguía el co- razon de los siglos. Nuestros hijos nos escucharán con asombro y par- ticiparán de una parte de nuestro entusiasmo por el Doctor Rawson. : Seráquizá para nuestros nietos el prototipo de la pa- labra revestida de forma, música y color; pero si las generaciones sucesivas buscan la obra imperecedera de la palabra escrita, sólo encontrarán algunas pági- nas sueltas, serenas y frias, hojas secas de una rosa conservada sin perfume en los cartones de un herba- rio. El Doctor Rawson ha sido más grande que su glo- ria. ÉL PLATINO NATIVO DE LA TIERRA DEL FUEGO Las arenas auriferas de las costas argentinas, cuya explotacion durante los últimós años se ha practicado con cierto éxito, nota- - blemente por la «Sociedad Lavaderos del Sud» en el estableci- miento «El Páramo» situado cerca del Cabo de San Sebastian en la Tierra del Fuego, encierran en corta cantidad los metales del grupo del Platino. Durante la amalgamacion de las arenas concen- tradas para la extraccion del metal precioso, partículas de metal blanco y pesado se recogen, mezcladas con la arena negra y ferru- ginosa que acompaña los metales separados por el lavado. El señor Ingeniero del citado establecimiento, Don Julio Popper, me había obsequiado con una muestra del Platino nativo, de la Tierra del Fuego, cuyo peso, despues de haber separado los gra- nos de hierro magnético por el iman y por varios tratamientos por el ácido clorhídrico en caliente, era unos 17 gramos. Los granos metálicos son generalmente de forma achatada y de un diámetro de 0.1 milímetro á 0.3 milímetros, entre estos hay aun un poco de arena cuarzosa no atacable por el ácido. Deseando comparar el platino nativo de la República Argentina con el de otras procedencias, he practicado su análisis, valiéndome del procedimiento de M.M. Deville y H. Debray (Mitchell's, Manual of Practical Assayimg, edicion del año 1888, pág. 795). La proporcion de arena fué determinada fundiendo 2 gramos de la muestra con un peso conocido de plata pura, bórax y carbon, el boton metálico fué tratado por ácido fluorhídrico diluido y luego pesado. La diferencia entre su peso y el del metal empleado más la plata agre- gada representa la cantidad de arena en los 2 gramos. Todas las demás operaciones fueron practicadas, siguiendo es- trictamente las instrucciones dadas por los autores del método em- pleado. El cuadro siguiente representa los resultados de mi aná- 59 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lisis, seguidos por los datos correspondientes publicados por De- ville y Debray referentes al platino nativo de varias proceden- clas. (KYLE) (DEVILLE Y DEBRAY) A > Tierra del Fuego California Oregon España — Australia Rusia PLENO ro e. 79.150 “9.85 51.45 45.70 59.80 “7.50 IDO Soano poto e 3.000 24320 0.40 0.90 "220 IES Ol... uo sonas de 0.400 0.65 0.65 2.65 1.504.280 PEO Soo o oa 0 SOPAS O RAOAS 1.50 0.85 deso os Doraono sae 0.200 0.55 ESO 0) — COD oa IO 0.70 2.15 MO o LS E: le 6.965 4.95 4.30 6:80. 4.30 9.60 Osm-Iridi0..+....... 1.019 090 37.30) 112891 2000/12 Aena dns es 5 AO AO 3 007 139,199 150) 1.00 Osmio y pérdida..... 984 0.05 =- 0.05 1.00 2.30 100.000 100.00 100.25 100.00 100.00 100.00. Segun estos datos, el platino argentino se parece mucho al de la California, siendo este sin embargo algo más rico en Iridio y en el Osmiuro de dicho metal. Juan J. J. Kyle. Casa de Moneda, Buenos Aires, Febrero 1890. INFORME SOBRE EL WAGON BÉLICO DEL SR. MONTAGNER Señor Presidente de la Sociedad Crentifica Argentina, Dr. D. Cárlos M. Morales. Habiendo inventado un nuevo sistema de wagones para pasar automáticamente de trocha ancha á la angosta y vice-versa, con— servando la misma solidez de los wagones actuales, ruego á Vd. se digne nombrar una comision que tenga la bondad de venir á pre- senciar y ver funcionar el modelo que tengo en Constitucion, calle Pavon, número 450. Con toda estima soy de Vd. atento y S. $. Buenos Aires, Enero 6 de 1890. José Montagner. Cuyo 1001. Buenos Aires, Enero 7 de 1890. La Junta Directiva, en sesion de la fecha, resuelve nombrar en comision á los señores Ingenieros Luis A. Viglione, Otto Krause y Emilio Candiani para que presenten un informe sobre el sistema de wagones del señor Montagner. CARLOS M. MORALES, Presidente. Juan V. Botto, Secretario interino. Buenos Aires, Febrero 22 de 1890. Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. Los que suscriben, nombrados en comision para informar sobre el invento del señor Montagner, denominado « Wagon Bélico », tie- 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nen el honor de dar cumplimiento á su cometido en la forma que en seguida se espresa. El «Wagon Bélico» es un vehículo de ferro-carril, destinado á correr indistintamente en dos vías de diferentes trochas. El modelo “que hemos examinado es construido en la mitad de su verdadero tamaño, y sus proporciones corresponden á un wagon que debe correr en una vía de 1”676, y en otra de 1”00 de trocha. El wagon lleva consigo cuatro ejes montados sobre sus ruedas correspon- dientes, dos de estos ejes se adaptan á la vía de trocha angosta y los otros dos á la trocha ancha; respectivamente se ponen en con- tacto las ruedas de cada juego de ejes con los rieles de la vía en la quese desea hacer correr el wagon. Para entrar de una trocha á la otra el wagon tiene que pasar pré- viamente sobre una vía cuyos rieles forman una sinuosidad en el sentido vertical, y es en este momento que funciona un mecanismo que hace levantar ó bajar las ruedas correspondientes á la trocha ancha, segun que el wagon vaya de la trocha ancha á la angosta Ó vice-versa; de este modo en el primer caso, una vez entrado el wagonen la trocha angosta quedan levantadas las ruedas de la trocha ancha, quedando en contacto solo las ruedas de la trocha angosta ; en el segundo caso, cuando las ruedas de la trocha ancha están bajas, son las de la trocha angosta las que quedan suspendi- das y el wagon puede seguir por la vía ancha. | La invencion del señor Montagner, se reduce, pues, á emplear dos juegos de ejes en cada wagon yá un mecanismo que permite subir ó bajar las ruedas del juego de ejes, que corresponden á la trocha más ancha. Este es el vehículo á que el señor Montagner le ha dado el nombre de « Wagon Bélico », segun él, á causa de las ventajas que reportará, en casos de guerra, para el trasporte de tropas y pertrechos de guerra, de una vía á otra, sin necesidad de trasbordes, ventajas que las estiende naturalmente al trasporte de otras mercaderías y pasajeros cualesquiera. La comision que suscribe, como cuestion prévia, antes de abrir juicio sobre el invento se hizo la siguiente pregunta : ¿Existe real y verdadera importancia económica en proveer sinó á toda á una parte de los wagones de las empresas de ferro-carriles de una nacion, de los aparatos necesarios para que puedan correr indistintamente en varias vías de diferentes trochas ? Esta pregunta fué resuelta negativamente, mientras las disposi- ciones que se inventen con tal objeto no revistan una simplicidad INFORME SOBRE EL WAGON BÉLICO DEL SEÑOR MONTAGNER 55 tal que permita la fácil y rápida maniobra y evite el exceso de peso muerto en los wagones. Eñ efecto con los aparatos mecánicos mo- dernos de cargar y descargar colocados en los puntos de union de las líneas de diferente trocha, se ha reducido á un mínimum el costo de los trasbordes. Esto sentado, pasamos á dar nuestra opinion sobre el invento de que se trata. La parte esencial del invento como ha podido verse en la des- cripcion que hemos hecho más arriba, es el mecanismo que hace mover las ruedas de la trocha ancha. Este mecanismo, en el mo- delo de medio tamaño que hemos examinado, funciona bien, esto es, el autor consigue, que una vez que el wagon marche por la vía ondulada dé paso de una á otra vía; los tacos que sostienen las ca- jas de engrase de los ejes de la vía ancha, se apoyen ya sea arriba ó debajo de las cajas, con lo cual queda el wagon en disposicion de seguir viaje. Bajo el punto de vista teórico el mecanismo no deja nada que desear, pero ¿sucederá lo mismo en la práctica ? A esto no podemos contestar de una manera definitiva y sí solo podemos hacer algunas observaciones más ó menos fundadas que son: 12 Siendo el movimiento complejo, esto es, teniendo que subir ó bajar las ruedas al mismo tiempo que todo el mecanismo se mueve, apartando ó cerrando los tacos en el instante en que sea oportuno, en otras palabras, teniendo que funcionar matemática- mente un mecanismo que forma parte de un wagon cuyo movi- miento solo está limitado por la vía en que corre, es necesario que las condiciones en que funcione sean siempre idénticas á las que hemos presenciado en el modelo construido por el señor Montag- ner. Podría suceder muy bien que el polvo que existe en abun- dancia en nuestras vías, unido al aceite que deben tener las articu- laciones del mecanismo, formen una pasta dura que entorpeciera el movimiento, pudiendo producir, en este caso, descarrilamientos en la vía de paso. 22 Siendo la diferencia de la trocha ancha á la angosta de 07677 el mayor vuelo que tendrían los wagones al correr sobre la angos- ta, sería 0338, causa que unida á la carga excéntrica que puede tener el wagon y á las malas condiciones de la vía darían por resul- tado una alteracion séria en la estabilidad del wagon. Sin embargo delo dicho, tratándose de un invento hecho en el país y para estímulo de su inventor, creemos que la Sociedad Cien- 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tífica debe recomendar al señor Montagner, á la consideracion del Gobierno y de las empresas, para que estas le faciliten los medios de poder hacer un ensayo práctico. La manera de hacer este ensayo económicamente sería el de que el Ferro-Carril de la Provincia le facilitara un wagon y una de las empresas propietarias de trocha angosta le facilitara igualmente dos ejes montados, con los cuales no le quedaría al inventor sinó -mandar hacer el mecanismo de cambio de trocha. Saludamos al señor Presidente con nuestra consideracion más distinguida. Otto Krause. — Emilr0 Candranz. = Luis A. Viglione. MOVIMIENTO SOCIAL La comision encargada de organizar y catalogar la Biblioteca de la Sociedad ha terminado ya su cometido; la disposicion adopta- da en el catálogo por el sistema de tarjetas es la misma que usa la Biblioteca Nacional, y en breve saldrá impreso en un folleto. La J.D. tomó lainiciativa de promoverentre las diferentes socie- dades científicas de la Capital, un movimiento con el objeto de honrar debidamente la personalidad cientifica del Doctor Guiller- mo Rawson, miembro honorario de esta Sociedad. Al efecto resol- vió tomar las siguientes disposiciones: 1% Enviar una nota de pésame á la viuda del Doctor Rawson. 2% Colocar el busto del Doctor Rawson en el local de sesiones. 3 Depositar una corona sobre su tumba. 4 Enlutar los Anales del mes de Febrero. En la reunion de las diferentes asociaciones se resolvió nombrar por cada una dos delegados, que entenderán en el modo de concur- rir en corporacion ála llegada de sus restos. La «Sociedad Cientifica Argentina», ha designado porsu parte al Doctor Carlos M. Morales é Ingeniero Ponciano Lopez Saubidet. El ingeniero Ponciano Lopez Saubidet ha donado las diez accio- nes con que se suscribió para la ereccion del edificio social. - Durante el mes de Febrero se han recibido cinco publicaciones 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA proponiendo canje con los Anales, y que pertenecen á otras tantas asociaciones científicas europeas y americanas. — La Junta Directiva ha resuelto colocar el 14 de Abril próximo, aniversario del fallecimiento del Doctor Miguel Puiggari, una coro- na sobre su tumba. Han sido aceptados como socios activos los señores: Ingeniero Eugenio Vernaudon, señores Miguel B. Pons, Arriodante Gioachini, Luis C. Manterola, Joaquin Sirven, Daniel Fernandez, José M. Sa- gastume, Eduardo S. Rodriguez y Martin Duhart. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MIA ES O E ELO BO Por JUAN LLERENA (Continuacion) La marcha la abría un cuerpo de música, vocal é instrumental, en que figuraban los tipos rudimentarios de las flautas, trompetas y atambores, en uso hasta nuestros dias, tan rutinarios somos los hom- bres en todo. Los familiares del Pyromis y los funcionarios de su casa venían en seguida, precediendo la naos régia, rodeada de flabe- líferos, de porta-abanicos y de niños de la casta sacerdotal, encargados del cetro, de las armas y de las otras insignias del monarca, delante del cual, Thyphon, como primer príncipe de la sangre, y el hijo del Segundo Pontífice, quemaban incienso y mirra en zahumadores de oro. La reina Isis, la hechicera esposa de Osiris, cubierta como él de ricos y diáfanos tejidos (el byssus) cuyo secreto han poseido desde muy antiguo las fábricas del Nilo, ostentaba como él en torno de sus rubios cabellos ondulantes, y en los adornos multiplicados de su terso cueJlo, de sus redondeados brazos y de sus pequeños y desnudos piés, lo que en bellas perlas y corales del Mar Shari (Mar Rojo) y Mar Erithreo y las minas de turquesas y esmeraldas de la Troglodyta y del Sinai habíanse desde muchos siglos acumulado de más precioso en el tesoro de los Pyromis. La reina, acompañada de su hermana Nepthis, no menos ricamente y elegantemente vestida que ella, seguían á Osiris, cada una en su - elegante palanquin, cuya hamaca elástica de byssus y de oro, parecía suspendida de tallos del loto, rosas y azules, y sobre los cuales un gran dosel, tejido con los despojos tornasolados de las más brillantes aves de los trópicos, proyectaban una sombra tornasolada. Detrás de la reina y de su hermana se sucedían sobre dos largas líneas paralelas, los príncipes de la sangre (á cuya cabeza marchaba Thyphon, con el semblante hosco, á pesar de los esfuerzos que hacía para cubrir su envidia y mal humor) y las otras princesas de la san- ore; seguidas de los reyes, vasallos y de los dignatarios del sacerdocio y del ejército. Destacamentos de este, regularmente alineados en peloton bajo sus gefes y sus estandartes respectivos, terminaban el cortejo, que lalarga avenida de esfinges y de carneros sagrados, que conducían desde la ribera misma del rio á la principal entrada del templo, no podía contener toda entera. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Delante del edificio sagrado, cuyas profundidades de granito reso- naban con sonidos misteriosos y solemnes, la música guerrera se calló y la pompa régia se detuvo. Las puertas de bronce, colocadas entre los grandes pilones, dieron paso á una larga série de coros sacerdotales, que salían al encuentro del Pyromis, cuya ascension al poder régio iba á consagrarse. Eran los oficiantes de todos los gran- des templos del Imperio, de todos los cultos locales que el tiempo, las conquistas y la política de los legisladores, habían hierarquisado bajo la divinidad Thebana. Ellos traían al nuevo hijo ó Pyromis, que Ammon adoptaba en este dia, las bendiciones de sus dioses ; más aún, traían á sus dioses mismos en procesion desde sus remotos san- buarios. : Bar+s, esto es, naos ó barcas sagradas, sostenidas sobre los hom- bros de 18 á 24 sacerdotes, segun la importancia del personaje divino, representado sobre la popa y la proa de cada una de ellas, contenían pequeñas naos Ó tabernáculos, esmeradamente veladas con un denso tejido de plata y de oro. Allí, al abrigo de toda mirada profana, debía creerse se hallaban encerrados esos grandes dioses descendidos de la Atlántida sobre la tierra de Kemi en épocas sucesi- vas éignoradas, á saber: Phitah, análogo al Agny védico, esto es, el fuego; Ma ó Ph-Ra, análogo á El-ios, el sol ; Djom, análogo al Homa védico, el dios de la copa; Sevel, análogo al Siva védico ; y esas otras concepciones locales, mitad mónstruos, mitad mitos, que los Pyro= mis anteriores, educadores de la Etiopía, habían injertado sobre los fetiches groseros de los Kushitas, primeros habitantes del valle del Nilo, y que todos se reasumían en familias divinas, análogas á la gran Triada inicial de Thebas. A médida que cada barz desfilaba procesionalmente delante del Pyromis Osiris, los sacerdotes que los cargaban mezclaban á sus himnos las alabanzas del rey, atribuyéndole las virtudes de que su Dios particular era más especialmente el tipo, el inspirador ó el sím- bolo : los unos alababan su justicia y su magnanimidad ; los otros su ódio hácia el émbuste y su amor hácia el bien; estos exaltaban su sabiduría y su prudencia, domando sus pasiones; aquellos su fuerza y su valor, para domar á sus enemigos. A los tabernáculos de los dioses, sucedieron las estatuétas, ó mejor, las momias, que ya sabemos se encierran en féretros representando la estátua del difunto, de los Pyromis antepasados y predecesores de Osiris (que segun pudo contarlos Herodoto, representan una série que en un cálculo mínimo, se estienden á 12.000 años antes de Jesucristo): FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 61 estas estátuas momias, llevando en sí mismas su autenticidad, eran igualmente llevadas é interpretadas por sacerdotes. En seguida, en medio de otro grupo sacerdotal, el toro blanco, símbolo vivo de Amon-Ra (no el toro Apis, que después fué consagrado á representar al mismo Osiris, despues de su apoteósis), todo cubierto de flores y envuelto en una nube de incienso, se presentó sobre el umbral del templo, como para invitar al nuevo Aroeri á pasarlo. - Descendiendo entónces de su naos elevada, Osiris, á pié, se dirijió al través de los pórticos interiores y las altas columnatas de las salas hipósticas hácia el Santuario, donde sobre un altar de pórfido, tenía su sede la gran triada Thebana. Los coros sacerdotales, los Baris sagra- dos, las estátuas momias de los Pyromis, la familia real y los gefes de los Oeris, penetraron solos juntamente con el rey. Asu llegada, el que hacía las veces del Grran Sacerdote (el Pyromis lo era en cuanto su carácter de Pontifex maximus y gefe de la casta sacerdotal, pero ocupado del gobierno ó de la guerra, el Pyromis tenía un sub-pontí- fice que lo desempeñaba en aquellas funciones sacerdotales de que el Pyromis rey se hallaba exento), presidente de la panegiria, hizo ento- nar por los Pontífices que oficiaban á sus órdenes, el himno consa- grado á.la luz divina, que se manifiesta á los mortales. De pié en el altar, él recibió al Pyromis, que subió á colocarse á su lado y desem- peñó el sacrificio preparado, desparramó delante de la estátua de Ammon las libaciones consagradas; quemó el incienso prescrito, en medio de una lluvia de flores, y se prosternó pronunciando estas pala- bras, de una tan orgullosa simplicidad : « Acudo á mi padre Ammon, en pos de los dioses, que él admite en su presencia para siempre! » Durante este tiempo, estos mismos dioses y su séquito terrestre giraban solemnemente en torno del altar, y mezclaban á los homena- -Jes que depositaban al pasar á los piés del rey del cielo, los votos que formulaban en favor del nuevo rey de la tierra. Se puede juzgar del espíritu estraño de estas antiguas letanías por los fragmentos siguientes, que algunas de las más viejas incripciones murales de los más antiguos templos del Alto Egipto, nos han conservado: La Diosa Maut (La gran madre, compañera de Ammon) «.:. Vengo á tributar homenaje al soberano delos dioses, Ammon- 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ra, moderador (esto es, salvador) de la tierra de Kemi, á fin de que acuerde largos años á su hijo querido, el Pyromis, rey Osiris. El Dios Khons Hijo de Maut y de Ammon: la Triada tebana se forma de Ammon-Ra, Maut y Khons) «... ¡Venimos hácia tí, para servir á tu magestad, oh soberano señor, Ammon-Ra! Acuerda una vida estable y pura á tu hijo que te ama, al señor de la tierra Osiris». La Rema Isis «... Y yo la régia esposa, la poderosa señora del mundo, yo pre- sento tambien mi homenage á mi padre Ammon-Ra, rey de los dio- ses. Mi corazon se regocija con tus afectos; estremézcome de alegría bajo el peso de tus beneficios. Oh! tú, que has establecido el asiento de tu poder en la morada de tu hijo, el Señor del mundo, Osiris, concédele una vida estable y pura. Que sus años se cuenten por períodos de panegirias!... >» Despues de la reina, tocó presentar sus homenages á Nephtis, á la. cabeza de las princesas de la familia real. Lo hizo de una manera tan delicada, pero sí más entusiasta en lo que al rey concernía, que su bella consorte; y el rey y la reina acogieron con una amable sonrisa esté homenage que no había cómo equivocarse, partía de un corazon apasionado y entusiasta. Despues de ella, tocó su turno á Thyphon, el hermano del rey, el cual prestó su homenage respetuosamente, aunque con tan mal talen- - to como torpeza. A esta série de súplicas y de intercesiones, Ammon-Ra respondió por la boca del que hacía las veces de su gran sacerdote oficiante, especie de vice-pyromis, el cual dijo, dirijiéndose á Osiris: <«... Mi muy amado hijo, recibe de mí una vida pura, y largos dias que pasar sobre el trono de Kemi. Tú dominarás al mundo en el regocijo; Toth ha adscrito á tu nombre todas las atribuciones régias del Aroeri celeste. El Mediodia y el Norte, el Oriente y el Occidente te serán sometidos; todas las buenas puertas te serán abiertas. En- trégote las malas razas para que sean holladas por tus sandalias. Tu en di pi FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 63 persuacion, tu sola presencia con tu ejército, te hará triunfar, más que la fuerza de las armas, sobre todas las regiones de la tierra. El amor tanto, como el terror dé tu nombre, sejmprimirá profunda- mente en el corazon de los bárbaros que vais ásometer. Dóite, oh hijo mio, la hoz de las batallas para contener álas naciones invasoras y segar la cabeza de los perversos; toma el azote y el cetro para regir la tierra de Kemi. Entre mis órdenes, la reina de los palacios celes- tiales ha preparado para tí la diadema del sol. Que este casco per- manezca sobre tu frente, donde yo lo coloco, para siempra!... » A estas palabras, Osiris habiendo tomado sobre el altar, para reves- tirse, la corona emblema de la dominacion universal, el Gran Sacerdote estendió su baston pastoral (cayado) hácia los cuatro vientos del 1mun- do, y mientras los pontífices auxiliares ponían en libertad cuatro ánades vivas, que tenidas en reserva para este momento, representa- ban los génios de los cuatro puntos cardinales, él exclamó: «Anset, Hapi, Don-mutef y Kebah-snuf: Dirigíos hácia el Sud, el Norte, el Occidente y el Oriente, y haced saber á los dioses de esas regiones: Que el hijo de Ammon y Maut, Osiris, se ha coronado con el Pschent (tiara). «¡ Qué el rey Osiris se ha corenado con el Pschent!» Con la cabeza ceñida con esta tiara mística, Osiris procedió en el acto á segar con sus propias manos una gavilla de trigo, que había sido cultivado dentro del recinto del templo, colocándolo como pre- sente sobre el altar de Ammon. La riqueza en el valle del Nilo, era toda agrícola, y este era un propio símbolo para espresarlo. Dicha ofrenda, y la lectura hecha en alta voz por el gran Sacerdote, de las prescripciones herméticas relativas á los deberes de los reyes, termi- nó la ceremonia religiosa. Reconducido por el toro blanco y las imá- senes de los pyromis sus predecesores hasta los límites exteriores del templo, Osiris, en mediode una nube de incienso y de flores, reganó la naos régia que lo esperaha delante de los pilones;en seguida, pre- cedido y seguido de las aclamaciones, de los juramentos y de los votos universales, se dirigió lentamente hácia su palacio, á lo largo de las dos filas de esfinges, cuyas cabezas de granito, revestidas ese dia con los ornamentos y el tocado régio y divino que determinaban la espresion simbólica de cada uno-de ellos, agitadas por la brisa, parecían como animarse al soplo del humano entusiasmo, solevantán- dose para saludar al nuevo soberano á su pasaje. Detenido repetidas veces el rey, en su marcha de retorno, por las aclamaciones del pueblo y de sus grandes, cuando llegó á palacio, 64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ya lo habían precedido la reina Isis y su hermana Nepthis. Isis, cuya alma amante y benévola no cabía de regocijo en aquel dia de la con- sagracion de la gloria de un esposo adorado, se entretuvo cón las damas de la Corte, esperando al rey en el gran salon de recepciones del Palacio, adornado de magníficas columnas. Nepthis, que había sentido tal vez con más entusiasmo y ardor que la reina misma, los esplendores y glorias de este dia, sintiéndose un tanto fatigada ó fas- tidiada, se dirigió á los aposentos interiores para reposar esas siestas Egipcias, largas y ardientes. Ella y Typhon, su esposo, tenían sus aposentos en el mismo palacio, en un departamento inmediato, pero separado del de los reyes. Este dia, distraida Nepthis y absorbida en sus propios sentimientos y deseos más íntimos, se equivocó de cami- no, y en vez de dirijirse 4 sus propias habitaciones, se encaminó á las de la reina Isis, y habiendo llegado al aposento de esta, ricamente decorado como los suyos propios, se recostó sobre el lecho de la reina, quedando sumergida en una especie de letargo ó sopor delicioso. En el aposento, alumbrado por una luz muy ténue de lo alto, dominaba una grata oscuridad, una especie de crepúsculo indeciso, que ni era luz, ni éra oscuridad perfecta, exactamente como en los países cáli- dos, se disponen las habitaciones donde se sestea. Voluptuosamente tendida sobre el lecho de ]sis, aún no habían pa- sado muchos minutos de su estraño adormecimiento, cuando el rey Osiris entró buscando á la reina en su aposento, sin duda con la idea de reposar á su lado. Al ver aquellas bellas y esbeltas formas de mu- jer en la penumbra del lecho, creyó eran las de su esposa y fué á re- costarse ásu lado. Llevaba en sus manos, como lo practicaba siem- pre que visitaba á la reina en sus aposentos secretos, una corona de melilotus que acostumbraba colocar sobre la rubia cabellera de la reina, antes de acercársele. El colocó la corona sobre la frente de Nephtis adormecida, y como las libaciones del templo y del palacio habían perturbado un tanto los sentidos del rey, él prodigó sus cari- cias á aquella beldad dormida, creyéndola su esposa, y entrando en seguida esa laxitud deliciosa que acompaña la posesion de lo que más se ama, el rey se quedó dormido. En esto Nephtis volvió en sí: ¿ ha- bía tenido conciencia de lo que había pasado? Sus transportes, que habrían bastado para volver en sí al rey si este no saliese de un ban- quete, prueban que ella había participado de la misma exaltacion y delirio. Ella tomó la corona, la besó, la colocó de nuevo sobre la al- mohada y tomando algunas de sus flores que puso en su seno, se mar- chó á sus habitaciones, sin equivocarse por esta vez. ¿Cómo el perfu- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 65 me y el modo de ser característico de su esposa Isis no hicieron cono- cer al rey su error? Pero ya sabemos cómo su espíritu se hallaba per- turbado por el humo de las libaciones en esa mañana memorable. Y como el objeto era igualmente bello y amable, él no debió apercibirse de nada y si se apercibió era ya tarde. Entre tanto, lareina que se había detenido más de lo acostumbra- do en el gran salon de las recepciones, desembarazada al fin de impor- tunos, pudo dirigirse á sus habitaciones para reposar, donde tambien suponía refugiado al rey. En efecto, el rey estaba solo y dormía en el lecho nupcial de Isis. La corona de melilotus perfumaba las almo- hadas en el punto donde debía haber reposado la reina. Ella se acostó al lado de su esposo que dormía, colocándose la corona en la frente. Pero cierto desórden, y el calor aún no enfriado del lecho, le hicieron sospechar que alguien había debido ocupar su lugar antes. Ella ad- virtió además que á la corona de melilotus, que era el presente cuoti- diano del amor de su esposo, le faltaban algunas flores que no debían haberse caido, puesto que no estaban en el lecho. Todas estas refle- xiones acudieron de golpe en el ánimo de la reina. Pero tan amable, como prudente, ella se guardó bien de despertar á su esposo y de inter- rogarlo. La reina amaba á su esposo con un grado de ternura tal, que la leyenda supone lo amó desde el vientre mismo de su madre, y muy luego tendremos ocasion de ver los quilates de este amor tan profun- do, como verdadero y absoluto en ella. No le faltaban pues, celos; por el contrario, los celos la devoraban, y su espíritu no estuvo largo tiempo en duda sobre la persona. La reina tenía unos sentidos tan es- quisitamente delicados, que por el olor solo llegó 4 comprender quien era la persona que en su propio lecho, se había anticipado 4 los ha- lagos de su esposo idolatrado. Pero ella, que conocía toda la lealtad, bondad y rectitud de su esposo, comprendió que el hecho se había pasado sin conciencia, sin discernimiento claro y distinto de su parte. Este pensamiento consoló un tanto á la reina, y un suspiro désa- hogó su pecho de las agudas puas de celos que lo laceraban. Ella re- solvió en vonsecuencia callar y no decir nada á su esposo, esperando del tiempo revelaciones para la solucion práctica y real de aquel enig- ma. Que su esposo no había tenido parte, ni conciencia en aquella infidelidad que tanto la apenaba, ella no lo ponía en duda por el he- cho mismo. El melilotus con flores de un cerúleo encantador y de un suave perfume, era la flor favorita de Isis. Del cuerpo mismo de la reina y de su aurea cabellera se escapaba un perfume tan suave, Co- ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 9) 66 * ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mo penetrante que se confundía con el de esta flor, que despues llegó á ser su símbolo para sus adoradores. Mal podía pues Osiris obsequiar á una rival con una corona de melilotus que era casi como el símbolo del mútuo amor de esos dos seres tan esquisitamente heróicos y per- fectos, Osiris é Isis. Si su rival era la que ella suponía, en lo que no le cabía la menor duda, ella no amaba la flor del melilotus ; su flor favorita, por el contrario, era la Rosa del Nilo, de un encarnado subi- do y de un aroma penetrante. Además el rey, en su reposo, reflejaba la dulce quietud y magnanimidad de las almas sin reproche. Y si ese he- cho llegaba ádescubrirse por los interesados, cuántas desgracias no preveía Isis para el inconsciente Osiris, para ella misma y para toda su raza! Entretanto, ébria de amor y de remordimientos, la bella Nephtis hemos dicho, se había levantado del lecho de 1sis, dirigiéndose á sus habitaciones. Su adusto esposo aún no había entrado en ellas. Ella pudo, pues, ganar su lecho sin ser observada, dónde se quedó dormida con el más profundo sueño. Pero Typhon no tardó en penetrar tambien en sus habitaciones. El encontró á Nephtis dormida en todo el esplendor de su opulenta belleza. Devorado siempre por la inquie- tud, la envidia, los celos y todas las malas pasiones que desgarran las almas de los perversos, contempló á su esposa, la que durante toda la ceremonia apenas si lo había mirado á él, Typhon, mientras no había apartado los ojos del rey durante su coronacion; la contempló, de- cimos, con un amor mezcla impura de celos y de ódio, y observando que de el seno de la beldad dormida se escapaban el tronco de unas flores, quizo conocer qué flores eran. Sacólas despacio del seno hú- medo de su esposa, y entónces notó que eran flores de melílotus, la flor favorita de los amores de su hermano Osiris. En un rapto de fu- ror, su primer movimiento fué tomar de un brazo á su dormida, es- posa y despertándola de un sacudon, hacerla caer por tierra. Pero reflexionando que este no era el medio de conocer aquello de que de- seaba cerciorarse, se contuvo y guardando las flores que tanto irri- taban sus celos, comenzó 4 meditar un plan que mejor asegurase su “venganza y diese satisfaccion á sus rencorosos ódios. No que tuviese la menor idea de la verdad; pero él se proponía averiguarlo todo por la astucia, de un lado; y por otro arrancar lo que deseaba por el terror. Pero aquel era un mal local para esto. Se hallaba en el palacio de un hermano, quelo amaba; más, al cual lejos de pagar con afecto y confianza, lo miraba como un peligroso rival del cual le convenía des- hacerse á toda costa. Allí él no podía realizar con toda seguridad sus FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 67 planes. Resolvió en consecuencia disimular, averiguar lo que pu- diese y en seguida mudar de residencia. Entretanto, el rey no tenía otro pensamiento que acelerar los pre- parativos de su gran espedicion civilizadora y conquistadora. El te- nía un ejército disciplinado que lo hacía dueño de la tierra entera, entónces entregada á la barbárie y el aislamiento. En efecto, des- pues del hundimiento de la Atlántida, la tierra había quedado sin dueño; y el mundo sin modelo y sin maestro. Una recrusdecencia de barbarie se había notado en las naciones abandonadas á sí mismas, y presas de sus caudillos y tiranos, que las hacían retroceder á pasos rápidos en el camino del progreso y de la cultura. Solo el Egipto, por un efecto de su situacion escepcional, se conservaba civilizado y en progreso. El era dueño de las comunicaciones del Mediodía con el Norte, y del Oriente Asiático, con el Occidente europeo, y esto lo ha- cía dueño del comercio, de las riquezas y de las conexiones del mun- do entero. El era pues, el pueblo modelo de su época; y el mundo lo podía conquistar por su civilizacion, por sus instituciones, por sus riquezas, por sus ejércitos, por su influencia, y por los medios que dá el comercio y la superioridad intelectual y material. Muy pronto los preparativos quedaron terminados, y el rey pudo moverse entónces con un numeroso ejército y una poderosa escuadra; -ó mejor, dos escuadras, una en el Mar Rojo y otra en el Mediterrá- neo. Esta última no debía moverse hasta recibir órdenes. El se puso en marcha por tierra, siguiendo las costas de la Arabia, acompañado de su escuadra, que navegaba de conserva sobre las aguas del Mar Rojo, en la direccion del estrecho de Bab-el-Mandeb. Su plan era terminarla sumision de la Arabia, y embarcando su ejército en la ex- tremidad Oriental de esta, marchar por mar á la conquista de la In- dia. Su vuelta la debía dar por tierra, recorriendo lo que despues fué la Persia, la Media, la Asiria, la Mesopotamia, la Armenia, el Asia Menor y la Siria, la que conquistaría ya de vuelta á su patria, des- pues de fundar á su pas> numerosas colonias en los paises conquista- dos. Este plan que sería un imposible colosal, para un hombre co- mun, fué para el gran génio y el valor heróico de Osiris, un hecho en poco tiempo consumado. El conquistó la India, donde los descendien- tes de sus soldados aún predominan con el nombre de Malabares. El conquistó tambien de vuelta la Asiria, ¿la cual dió su nombre, Asiria, esto es, el país de Asiri ú Osiris, que ambas apelaciones son sinóni- mas. El fundó Babilonia en la Mesopotamia, y á Sardis en el Asia Menor. El fundó muchas otras ciudades en la Fenicia y la Siria, y 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA muy luego se halló de vuelta sobre la embocadura del Nilo, en Tanis. Entretanto, ¿qué era lo que había pasado durante su larga ausencia en Egipto? Typhon, haciendo el espionaje de su esposa, consiguió obtener algunos detalles sobre el hecho que hemos visto, había mo- tivado sus más crueles celos. Su esposa, la bella Nephtis, acosada por el feróz Typhon, no tuvo otro partido que refugiarse en las habita- ciones de su hermana la reina Isis, á quien hizo una confesion franca de todo. La reina, no solo la perdonó, sinó que habiendo salido em- barazada, tuvo como fruto de un momento de olvido y de irresistible amor, á Annubis, un niño más bello que el amor, al cual Isis crió á su lado, como hijo propio, á fin de no irritar los celos feroces y san- guinarios de Typhon. Pero todo fué en vano, pues este todo lo supo por medio del espionaje. Annubis creció al lado de Isis y fué el sím- bolo de la fidelidad y del valor leal. Typhon, entretanto, mientras duró la ausencia de Osiris, no había osado acometer ninguna empresa de las suyas; porque Isis, que había quedado de regenta del reino du- rante la ausencia de Osiris, dirigida por Thot y otros hábiles minis- tros, administraba el reino con una tal vigilancia, firmeza, liberali- dad y acierto, que no dió lugar á la menor conspiracion, ni re- beldía. No sucedió lo mismo cuando llegó á saberse la vuelta de Osiris. En el acto Typhon le salió al encuentro para engañarlo mejor y envol- verlo en sus redes. Su objeto era armar una emboscada á Osiris, á fin de arrebatarle la vida y el cetro, y gobernar él en su lugar. El se presentó en Tanis, acompañado de una diputacion de 72 cómplices, con el pretesto de dar la bienvenida al gran conquistador, adelantán- dose á la reina (pues las mujeres son siempre lentas en moverse; aún allí cuando más interesado se halla su corazon y sus negocios). La presencia de la reina podría haber instruido á Osiris y hecho impo- sible la maquinacion de Typhon. Pero este, que por un sistema bien organizado de espionaje, tuvo tal vez ocasion de saber antes que la reina Isis, la llegada de Osiris, se adelantó y salió al encuentro de este antes que la reina. El halló en consecuencia á Osiris desprevenido é ignorante del mal que se tramaba; pues ya sabemos que el rey, sin conciencia de ello, había poseido á la bella Nephtis, la esposa de Ty- phon, ofendiendo mortalmente á su marido, cosa que ignoraba el grande y heróico soberano. Typhon se hallaba además secundado en su complot, por Aso, reina de Etiopía y enemiga de Osiris, que ha- bía impuesto su yugo al país que ella gobernaba. , FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 69 Por lo que es á Typhon, él había hecho tomar furtivamente la me- dida de la talla de Osiris, haciendo fabricar uno de esos bellos co- fres egipcios de momia, con figura humana, que servía de féretro á los Pyromis y constituia su estátua autenticada, segun conocemos por el testimonio de Heródoto. El cofre se hallaba bellamente escul- pido y ornamentado con geroglíficos de colores y adornos de oro y de azul, de una gran riqueza y esplendor. lira en una palabra, un pre- sente digno de un Pyromis. En la noche misma de la llegada de Osi- ris, y antes que este hubiera podido ver á la reina Isis, Typhon dió un banquete de bienvenida á Osiris, al cual concurrieron 72 de sus conjurados. Erala costumbre inmemorial entre los Egipcios, el pre- sentar un ferétro ó la figura de un muerto á los convidados, á fin de recordarles la brevedad de la vida é incitarlos al placer. Typhon hizo presentar en el festin el magnífico féretro ó cofre de momia de que hemos hablado, paseándolo entre los presentes. Todos los convidados miraron con admiracion aquel precioso ob- jeto; y Typhon que gozaba de su sorpresa, les dijo en tono de broma y por via de chacota, que lo regalaría á aquel de sus convidados que acostándose dentro de él, lo encontrase bien ajustado á su talla. En- tónces cada uno de los convidados (que estaban en el complot) co- —menzaron á ensayarse por turnos dentro del cofre, sin que á ninguno le viniese bien. Osiris, arrastrado, como sucede en estos casos por el ejemplo, y sin comprender pudiese haber algun peligro para él, entró tambien en el cofre, y se estendió dentro. En el acto los conjurados acuden y cierran el cofre y mientras los unos clavan la tapa, otros vier- ten plomo fundido sobre sus junturas á fin de cerrarle herméticamen- te é impedir todo acceso del aire que pudiese haber prolongado la existencia de la víctima encerrada y sofocada en su interior. Des- pues de esto el malvado Typhon hizo arrojar en las corrientes del Nilo el féretro que contenía los despojos de su hermano tan vilmente atrapado. El cofre flotó de este modo sobre el brazo Tanítico del Nilo» el cual insensiblemente lo condujo hasta el mar. «Esta es la razon, dice Plutarco, por quélos egipcios no pueden oir pronunciar el nom- bre de este brazo ó boca del rio, el Tanítico, sin estremecerse de horror. Este atentado tuvo lugar el 17 del mes de Athyr, del año 6000 antes de Jesucristo. En este momento del año el sol recorre el signo del Scorpro, y en él se cumple el 28" año del reinado de Osi- ris». «Los Panes y los Satyros, dice Plutarco, que habitan cerca de Chemnis, fueron los primeros instruidos de este espantoso aconteci- miento, desparramando la noticia. Hé aquí por qué los sustos repen- 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA inos que se apoderan de una multitud, hansido denominados terro- res pánicos ». Lo que sigue hasta el final del capítulo, es todo to- mado literalmente de Plutarco. «En el mismo instante de saber la noticia del fatal suceso, Isis cortó en el lugar en que se encontraba en marcha para salir al en- cuentro del rey su esposo, los bucles de su bella caballera, tomando un traje de duelo. Esto sucedió en el paraje en que hoy se halla la ciudad de Coptos, nombre que segun algunos escritores significa pri- vacion, naciendo del verbo Coptem, privar. Ella corría de todos la- dos entregada á la más acerba desesperacion; informándose de cuan- tos veía, del paradero' del cofre en cuya busca deseaba salir; por fin, encontró unos niños á quienes hizo la misma pregunta. Ellos lo ha- bían visto por casualidad, y le dijeron por cual embocadura del rio los partidarios de Typhon lo habían espulsado al mar. «De ahí viene la opinion en que están los egipciós, de que los ni- ños tienen la facultad de adivinar; sacando presagios de las palabras que les oyen pronunciar al acaso, en los templos. Isis tenía á su lado en estós momentos ¿4 Annubis, aquel hijo de los amores incons- cientes de Osiris, con su hermana Nephtis, á quien la reina no solo había perdonado, sinó que se encargó de criar el niño, y ya grande, lo tenía por su custodio y compañero de viaje, dando al jóven el nombre de Annubis, segun lo acabamos de espresar. Se cree le ha sido encomendada, por su vigilancia y fidelidad, la guardia de los dioses, como los perros son hechos para guardar á los hombres. Pronto supo la reina que el cofre, llevado por las olas del mar, había sido arrojado sobre las riberas de la ciudad de Byblos, en las costas de la Fenicia. «En efecto, el cofre había arribado á aquellas playas, siendo de- positado por la resaca sobre un matorral. Este, en poco tiempo, con aquel precioso fardo, alcanzó en corto tiempo á tal grado de des- arrollo, adquiriendo una prodigiosa magnitud y belleza, que su ta- llo envolvió el cofre y lo cubrió completamente; de manera que no era posible percibirlo por ningun lado. El rey del país, admirado de la magnitud inusitada de aquel arbusto, habiendo hecho cortar la parte del tallo que ocultaba el cofre en su seno, formó con él una co- lumna destinada á sostener el techó de su palacio. Isis, que fué ad- vertida de ello por una revelacion celeste, se encaminó á Biblos, donde habiendo llegado, se sentó cerca de una fuente, con los ojos bajos y derramando abundantes lágrimas, sin dirigir la palabra á nadie. Enesto, habiendo aparecido las esclavas de la reina del país, ss ac de FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 7 Isis las saludó y habló con bondad, arreglando sus cabellos y comu- nicándoles el olor delicioso que se exhalaba de su cuerpo y cabe- llera. «La reina, asombrada del peinado de sus esclavas y del grato y suave olor que esparcían, concibió el más vivo deseo de ver ú la ex- tranjera. Hízola en consecuencia venir á su presencia; y habiéndose hecho la amiga de la reina, esta le dió 4 amamantar uno de sus hi- jos. Se dice que el rey de Biblos se llamaba Maleandro y su reina Astarpe 6 Artaste. Otros llaman 'á esta reina Saosis y algunos otros Nemanun, que por su significado corresponde al nombre griego Athe- nais. Tris, para alimentar el niño, en vez de ponerle en la boca el pezon de su pecho, le introducía uno de sus dedos. Durante la noche, la diosa lo pasaba por el fuego á fin de consumir lo que había en él de mortal; mientras ella, tomando la forma de una golondrina, iba á posarse y llorar sobre la columna que encerraba los despojos de su adorado Osiris. Una noche, habiéndola espiado la reina y viendo á su hijo entre las llamas, prorumpió en grandes alaridos, privándolo con esto de la inmortalidad. Entónces la diosa se dió á conocer, y pidió la columna que sostenía el techo del gran salon del palacio. La columna le fué concedida, y habiendo estraido el cofre con facili- dad, lo envolvió en un velo, desparramó sobre él perfumes, devol- viendo la viga al rey y su reina. Este madero se halla aún en Bi- blos, en el templo de Isis, donde el pueblo lo reverencia. «La diosa se arrojó sobre el cofre, profiriendo ayes y lamentos tan desgarradores, qué “el más jóven de los hijos del rey murió en el acto, de espanto. Isis, acompañada del mayor de ellos, se embarcó con el cofre, y se hizo á la vela para el Egipto. Como al salir la au- rora, soplase del rio Phedrus un viento impetuoso, la diosa irritada lo desecó por completo. Desde que se vió sola en un lugar apartado del buque, abrió el cofre y colocando su rostro sobre el del cadáver de Osiris, lo besó y lo regó con sus lágrimas. El hijo del rey, habién- dose acercado dulcemente por detrás, para observarla por curiosidad, y apercibiéndose Isis de ello, se volvió para atrás, lanzando una mi- rada tan terrible, que el jóven no pudo sostenerla y murió de terror. Otros refieren de otra manera su muerte, y dicen que al retroceder ante las miradas de la reina, él se cayó en el mar y se ahogó. Los egipcios lo honran á causa de la diosa, y en sus comidas lo cantan con el nombre de Maneros. Segun otros, él se llamaba Palestinus ó Pelusius, y la diosa edificó una ciudad que llamó de su nombre Pe- na ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lusium. Se asegura que el Maneros cantado por los egipcios, es el inventor de la música. Otros pretenden que Maneros nó es un nom- bre de persona, sinó una especie de fórmula proferida en los festines y en las fiestas, y por la cual se espresaba el deseo de que estas di- versiones fuesen felices; porque tal es la significacion de la palabra Maneros que en tales ocasiones es á menudo repetida. «Isis tuvo que ponerse en camino para ir á Butis, donde se criaba su hijo Horos. Para esto, ella tuvo que depositar el cofre en un pa- raje apartado del tráfico de los hombres, á fin de que se ignorase el lugar de su ocultamiento. Pero Typhon, cazando una noche al claro de la luna, halló el cofre, y habiendo reconocido el cuerpo de Osiris, lo cortó en catorce pedazos, que dispersó de un lado y otro. Habién- dolo sabido Isis, montó sobre una barca hecha de corteza de papy- rus y recorrió los ciénagos vecinos para buscar dichos trozos. De ahí viene que los que navegan en barcos de papyrus, no son atacados por los cocodrilos. A medida que Iris hallaba una parte del cuerpo de su amado Osiris, le alzaba una sepultura en el lugar mismo, y es por esto que se ven en el Egipto muchos sepulcros de Osiris. Otros dicen que hizo hacer muchas representaciones de su esposo Osiris, dando una á cada ciudad á fin de hacer creer que era el cuerpo en- tero de su esposo. Ella quería hacerlo más generalmente honrado y que si Typhon, llegando 4 sobreponerse á Horos en la próxima lu- cha, trataba de descubrir dónde se hallaba el sepulcro de Osiris, el eran número de los que le mostrarían, lo harían desesperar de en- contrar el verdadero. Solo las partes naturales no pudo encontrarlas Isis, porque Typhon las había arrojado desde el principio en el Nilo, donde fueron devoradas por el lepídoto, el pagre y el oxirincho; así, estos peces los miran con horror los egipcios. La diosa, para reem- plazar esta pérdida, hizo hacer una representacion; y consagró el Phallus, cuya fiesta celebraron despues los egipcios. «Osiris se apareció, volviendo de la otra vida, á su hijo Horos, á quien instruyó en el arte de los combates. Despues de estopreguntole qué accion miraba como la más meritoria y gloriosa por consiguien- te: «Es, le respondió Horos, vengarlos agravios sufridos por un padre ó poruna madre». Osiris lepreguntó además ¿qué animal creía él mas útil para la guerra? Habiéndole respondido Horos que era el ca- ballo, Osiris admirado le preguntó por quéno había designado el leon, mas bien que el caballo. «Es, replicó Horos, porque el leon es solo un modelo para aquellos que necesitan defenderse; mientras que con elca- ballo se persigue al enemigo y se le mata ». Osiris, encantado de es- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 13 tas respuestas, comprendió que su hijo estaba bastante preparado pa- ra el combate. «Se dice que una multitud de egipcios se pasaron al partido de Ho- ros, una vez que este llegó á entrar en accion. Entre estos pasados se llego á contar hasta la concubina de Typhon, llamada Thueris. Una serpiente que la perseguía fué muerta por las gentes del séquito de Horos, y es en memoria de esta accion que los egipcios aún hoy llevan á susasambleas una cuerda que cortan en muchos trozos. El combate entre los partidarios de Horos y Typhon duró muchos dias, saliendo al fin vencedor Horos. Isis habiendo encontrado á Typhon encadena- do, por bondad ó por una política inusitada en esa edad, en vez de matar á su enemigo, le quitó las cadenas y le devolvió la libertad. Horos, en la indignacion que concibié por ello, alzó la mano sobre su madre y le arrebató las insignias de la dignidad régia que llevaba en la cabeza. Thotle dió en compesancion un casco que representaba una cabeza de toro. Typhon entabló un proceso 4Horos sobre su legitimi- dad, mas con el socorro de Thot, Horos se hizo reconocer por los dio- ses y venció á Tiphon en otros dos combates. Isis, con quien Osiris había tenido comercio despues de su muerte (cuando Isis lo resucitó á fuerza de amor en su cofre, al volver de Biblos), hubo un hijo que nació antes del término y que resultó cojo. Se le dió por nombre Har- pocrates, palabra que espresa ese defecto. Se le representa en forma de un niño cojo, sentado sobre una flor de loto, haciendo en la boca con el dedo la señal de silencio». III CABO GUARDAFUÍ, LA AROMÁTICA REGION DE LOS ANTIGUOS. — SU AC- TUALIDAD BAJO LAS TRIBUS SOMALIES. — ISLA DE SOCOTORA É IS- LA DE AB-DEL-KOOURY. — ESTABLECIMIENTO FRANCES DE OBOCK. Alacercarnosálas costas africana y asiática que se aproximan la una á la otra en la extremidad del Golfo de Aden, la llanura maríti- ma, plana como una pampa y apenas risada por la brisa, adquiere un azul turquí delicioso, que el brillante sol de Arabia atornasola. Los steamer se cruzan sin cesar por nuestro horizonte. Las altas y sólidas costas africanas avanzándose en magnífico maciso hasta el Cabo Gruar- 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dafuí, plana y poco accidentada en toda su extension, como el borde de una elevada é inmensa antiplanicie, al formar en el cabo mismo como el perfil de la peña de un coloso de granito, se eriza en su parte superior, recortándose en agujas y picachos desgarrados. ¿Son los fe- tiches de esa negra tierra de supersticion, que se acercan á los es- plendentes Océanos del Oriente, para confrontar las feas caras de sus monstruosos ídolos gesticulantes, con los bellos dioses místicos que adoran los poéticos Hindus ó los chinos filosóficos ? No ha faltado, ni falta quien sostenga que esas supersticiones han hecho la grandeza y la gloria de las antiguas razas. No! La grande- za fué antes y primero que la supersticion, la cual no forma sino el orin de una decadencia posterior. La supersticion vino en pos dela gloria, como la tela de araña viene en pos de la brillante festividad, y meramente como un signo dedegeneracion y decadencia; esto es, de la cesacion de esa gloria. La supersticion es el moho, es gusano de un cuerpo que termina su era de vida y entra en su era de descomposi- cion. No fueron supersticiosas Grecia y Roma en tiempo de su gloria, sinó en tiempo de su decadencia, esto es, de la tiranía. Mas alto aún, hemos visto á Osiris, el primer grande hombre de laleyenda que se es- tiende entrelas tinieblas prehistóricas y la historia; adorador de un solo dios y deuna religion pura, fué superior ¿la supersticion que vino á implantarse, fundándose sobre su nombre legendario, su superstructu- ra impostora. Porque la supersticion tiene esto de estrañvu, que ella viene á esplotar ¿las víctimas, en provecho de los verdugos. ¿No hemos visto á los sectarios y sucesores de Typhon, el despotismo y la tiranía, fundar el cristianismo Osiriaco, consu cruz ansata, para escusar, sa- tisfacer y dar lugar á la tiranía feroz que mató á Osiris? ¿No hemos visto á los crucificadores del Cristo, álos fariceos y escribas del cato- licismo, esplotar la sangre del que ellos han vendido y crucificado ? Es la verdad la que hace la grandeza de los pueblos y de los hombres, no la supersticion. Esta, como un parásito funesto, se implanta en la gloria del pasado para corromperla y esplotarla en su provecho. La supersticion hizo de Osiris, no un grande hombre, que era en realidad, sinó un dios, que no era. Esto era como alzar un pretesto plausible para no reconocer al dios verdadero, al dios creador, al dios de la evolucion y de la ciencia, que adoraba Osiris. Esto es, le arre- bataban una gloria real, para rodearlo de una gloria ficticia y ab- surda, que no hacía sinó ponerlo en ridículo. Y ¿cuántos como este, que los hombres despojaron de su gloria verdadera de hombre, para convertirlo en un dios falso, ridículo y funesto? Supersticiones crea- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 715 das tal vez por el sombrío absolutismo y la tiravía para consolidar su usurpacion. Más aún, para contener el desarrollo de una civilizacion naciente; para degradarla, corromperla y abismarla junto con las estúpidas razas que se dejan invadir y corromper por la supersti- cion, y en la cual esta se apoya como en una fortaleza. Porque la supersticion mata y degrada en el cuerpo y en el alma á los que la ad- miten. Ved la India. Si recorreis sus anales, nada más valiente que esa brillante y poética raza. Pero ellos han aceptado las supersticio- nes interesadas que han fraguado para embrutecerlos y degradarlos, su sacerdocio Brahamánico, que se ha empeñado en hacer de ellos, no una raza inteligente, laboriosa y digna, sinó un rebaño de carneros ociosos é inútiles; y desue entónces, se han convertido en la cosa, el hecho, la majada de cuantos han querido conquistarlos y explotarlos, Persas | Arabes, Portugueses, Holandeses, Ingleses. ¿Comprenderá alguna vez el hombre que por dignidad, por interés propio, no puede, no debe reconocer otro yugo que el de su propia razon, su propia conveniencia, que es la lógica irresistible de la razon y dé la justicia; y el de la ley que la equidad establece para bien? Dios no ha distinguido al hombre por unas garras más fuertes que las del tigre, ni por una fuerza mayor que la del toro ó del elefante. El no lo ha distinguindo sinó... por la razon. Es pues esta facultad la que el hombre debe cultivar de preferencia á toda otra; y es ella su único distintivo y título sobre los otros seres. “De seguro que el dios que ha dotado al hombre, el dios de la evolu- cion, distinguiéndolo de los otros seres por su razon, nunca podrá jamás imponerle que abandone su razon segura y fiel, para seguir los dictados de una fé fundada en la supersticion. No. La fé, si hay que recurrir á ella, debe colocarse en la razon misma, en la verdad y la justicia que de ella se deriva; y no en las supercherías interesadas de los impostores. Dios á quien la Biblia llama Dios de las ciencias, no teme la luz de la razon y de la verdad que él mismo ha colocado en el hombre. Son los ídolos funestos de invencion humana los que le temen. «La gran punta que el Africa proyecta al nordeste, en frente de la Arabia, es seguramente uno de los paises más espantosos y deso- lados del mundo: el único campo que allí ha sido cultivado, es el campo de los muertos, y esto hace que esta gran Necropoli oculte tesoros etnográficos, y toda una página de la historia del pasado. » Tales son los términos en que se espresa M. Revoil, en un trabajo so- bre el Cabo Guardafuí y regiones adyacentes, publicado en 1883 por 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la sociedad geográfica de Paris. Pero nosotros decimos, no puede ha- ber campo de muerte, que no haya sido préviamente campo de vida. No pueden haber muchos muertos, sinó donde han existido muchos habitantes, ó es un país fértil, ó un país que ha estado animado de un erande y poderoso comercio é industria. Pongámonos en este último caso, porque este país comprende lo que los antiguos han denominado Aromática regio,” y es evidente que este nombre no ha podido darse á un muladar. ¿Es un país fértil, abandonado al cabo de los siglos por su feracidad? ¿Es como la vieja Tiro, un país comerciante y manufactu- rero á quien los años y las visicitudes de la política han arruinado ? Esto es lo que vamos á averiguar. Esta region podemos considerarla como dividida en tres partes, á saber,lapunta más avanzada al Norteó cabo Guardafui; el paísdelos So- malis que se estiende principalmente al Sudeste, y Obok que se ha he- cho célebre por la ocupacion francesa. Lo que vamos á decir de las do“ primeras partes, lo tomaremos del Valle del Darror y Viaje al país de los Somalves, publicacion hecha por el autor y con la fecha que hemos indicado. Así, se vé, en nuestro itinerario, vamos citando segun se ofrece, los autores y escritores más antiguos, lo mismo que los más modernos. Solo que nuestros conceptos, lo mismo que nues- - tras citas, no llevan el sello de la vulgaridad, sinó que son por el con- trario de grannovedad, ó presentados bajo un nuevo aspecto. Son co- mo diamantes desenterrados, sea de las antiguas ruinas, sea del fár= rago contemporáneo de escritores adocenados, todos concordes en de- cir la misma cosa y espresar lo mismo, como enseñada por el mismo éco, la rutina del señor todo el mundo. Es en esta última parte don- de es más difícil el hallazgo de pequeñas joyas y dé pequeñas gemas que puedan hacerse valer. En 1877 y 1878, el escritor francés citado se había visto por dos veces en el caso de visitar el litoral de la Medjurtine, mas entónces obedecía á móviles puramente mercantiles. Sin embargo, la segunda residencia que hizo en diversos puntos de esa costa le permitió reco- ger ciertonúmero de observaciones y documentos en los cuales las so- ciedades geográficas encontraron cierto grado de interés. Animado por estos testimonios, M. Revoil, solicitó en 1880 y obtuvo del Minis- terio de Instruccion Pública de Francia, una mision cientítica á las regiones que había ya visitado y en las tribus inmediatas. Esta tercer esploracion ha sido, segun él,más interesante que las otras, habiendo conseguido reunir, mediante una mejor posesion del idioma, detalles interesantes sobrelos usos, costumbres y orígenes de estas tribus FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 71 africanas de la punta del Nordeste de Africa, que participan de un ca- rácter mixto, á la vez africano y asiático, esto es, ebiope y arábigo, lo que acusa á la vez una gran proximidad geográfica y una gran aproximacion etnográfica é histórica. Tambien las observaciones de M. Revoil versan sobre la fauna y flora del país, habiendo al mismo tiempo logrado fijar con precision, la posicion geográfica de los luga- res comprendidos en su itinerario. En general, esta region, segun el viajero indicado, puede dividirse en tres grandes zonas: el litoral, donde se hallan las ciudades, llamado Bender, las altas montañas que lo costean, y el interior que esuna gran meseta sobre la cual los nómades viven con sus rebaños. El li- toral se compone generalmente de una lonja de arena á veces inter- rumpida por los escarpamientos á pique, con una vegetacion formada de plantas marinas, tamariscos, acacias y otros, arbustos espinosos. Las montañas son generalmente calcáreas y su estratificacion la ob- servada en todo el contorno del mar Rojo. Algunos parajes presentan vestigios de erosiones y de solevanta- mientos volcánicos, como las gargantas Togueni y el valle de Medloo, semejante por sus limonitas y basaltos á un inmenso cráter. El in- terior presenta una série de grandes estepas, donde á veces un solo arbusto no se alza de la tierra; todo se halla cubierto de una capa si- licosa de color negruzco que oculta sus guijos, y por su aspecto se po- dría comparar al llano del Crau en Francia. Se hallan entrecortados por praderas ó cañadas inmensas, cubiertas de pastizales: en ellas pastan numerosos hatos de ganados, carneros, cabras, asnos, caba- llos y camellos, que constituyen la principal, ó por mejor decir, la única riqueza de los zomalís del interior. En ninguna tribu, M. Re- voil ha encontrado el menor vestigio de cultura, lo que atribuye á la pereza encarnada en los indígenas, tambien á la naturaleza del suelo que carece de tierra vegetal; suelo pedregoso que la sequedad trans- forma en un verdadero desierto. Bajo el aspecto hidrográfico, el país comprende dos vertientes: la vertiente del Golfo de Aden y la del Océano Indico; vertientes que se pueden distribuir en otras tantas cuencas, cuantos torrentes ó peque- ños rios descienden de las montañas de cintura de la meseta ó de la cadena costera. Pero de todas estas corrientes de agua una sola mere- ce alguna atencion. Este es el rio Darror, que saliendo de los Montes Hodaftemo, corre en la direccion del sudeste y se arroja en el Océa- no Indico, despues de haber recorrido un gran valle, que sería un - completo desierto, si nose presentasen aquí y allí magníficos pasti- 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sales Óó como todos los rios de estas regiones, el Darror no es, durante la estacion de la sequedad, sinó un delgado hilo de agua, que se pier- de entre las arenas y los guijos ; mientras en la estacion de las llu- vias corre de borde á borde, arrastrando en su curso, foribundo, todo cuanto encuentra á su paso. En cuanto al clima medio, él es templado; sin embargo, el termó- metro seeleva á veces hasta los ¿4? sobre la ribera del mar; hasta los 457, los 49? y aún los 55? al sol, sobrela meseta del interior en Karkar. Y, por el contrario, en las montañas, á los 1650 metros de elevacion, sele vé á veces descender hasta 115. Es á estos estremos considerables de temperatura que nuestro viajero atribuye los casos frecuentes de tísis y romadizo que él ha encontrado en los nómades, que no tienen portodo vestido sinó un paño de lana Ó un pedazo de piel de cabra ú oveja sobado. Las otras enfermedades comunes entre los zomalis son las oftalmías, el vitteligo, las afecciones cutáneas; tambien hay casos de escrófulas. Mediante su contacto con los árabes, los zomalis han adquirido ciertas nociones farmacéuticas. De su ciencia han aprendido á emplear como purgante la tisana de Jallelo ; la corteza del Megad para secar las llagas; la mirra y la falsa mirra contra los males de los intestinos; el incienso en infusion en agua contra los males de la vejiga. Para el resto, el tópico universal es la sangría ó el cauterio con el hierro enrojecido hasta el color blanco. Hay pocos naturales cuyo cuerpo no se halle cubierto de un verdadero tatuaje de quemaduras ó escarificaciones; y aún acometidos de un cólico se hacen quemaduras en cruz en las plantas de los piés y en la palma dela mano para sanar. En 1880, Mr. Revoil visitó á Meraya en el vaporcito « Emilio Eloi- sa». Este es un puerto del Golfo de Aden en la vecindad inmediata del Cabo Guardafuí. De ahí en un butre, bote de vela, pasó á Buah, de donde sedirigió á visitar el valle Tohen en compañía de Osman Maha- mud, el jóven sultan de Medjurtine. Enlas inmediaciones de Tohen se hallan las ruinas de Olok, situadas sobre el flanco de una montaña, á la ribera del mar. La arena las ha cubierto dejando solo entreveer sus fundamentos tallados en la roca sobre un plan regular. Los frag- mentos de alfarería y amolana que allí se encuentran son de un carác- ter romano; y los habitantes de la pequeña aldea de Olok han descu- bierto en sus contornos monedas de plata con el águila de Roma. Los zomalis, sin embargo, no han practicado escavaciones por temor del Chertan ó génio protector de las ruinas y de los tesoros que ellas esconden. NA FISIOLOGÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 79 La segunda gran etapa de nuestro viajero debía conducirlo á Ber- guel, pequeño puerto que Nour Osman ha elegido para su residencia habitual. La casa de este gefe, sin embargo, en nada se distingue de la de los otros zomalis, salvo en algunos pequeños accesorios, indi- cando más inteligencia ó más recursos.Es como todos los gourguis, ó gourbis como dicen los árabes del Tell, una especie de colmena re- donda formada por una quincha de juncos, reforzada con aros de madera y con tientos de cuero que sé apoya sobre varejones cruzados y una flecha central. Por toda decoracion en el interior, las armas del árabe, la silla y el freno de su caballo; por todo mueble numerosas calabazas para la leche y la grasa; sacos de cuero como ropa interior; quillapiés de cuero de cabra, mantas para cama y platos de madera como vajilla. Tal era el simple mobiliario del tutor del Sultan de Medjourtine; y sin embargo Nour Osman había tenido en su posesion toda la ropa blanca, toda la vajilla y todos los bellos servicios de mesa de muchos erandes paquetes de diversas naciones que habían naufragado sobre los temibles escollos del cabo Guardafuí. Los vestigios de los antiguos habitantes de la Medjourtine abun- dan en las inmediaciones de Berguel. Obsérvanse sobre las riberas de un torrente, un campamento ó paradero circundado por peñascos ó trozos de roca. Inmensos túmulos en forma los unos de coronas, los otros de pirámides truncadas, cubren el suelo, y sobre la ribera del mar, al lado de una laguna sombreada por esos bellos árboles llama- dos Damascos, se encuentran montones de conchas, detritus de cocina, huesos de pescado y de tortuga, al lado de silex afectando las formas más diversas, cuchillos, masas, puntas de hierro, mezclados con alfarería grosera, hiérro, bronce, y en fin cascos de bomba. Pero en estos despojos de todas las edades, Mr. Revoil no encontró un docu- mento decisivo 4 primera vista. Fué solo despues de reflexionar, y mediante un estudio atento, que él llegó á convencerse que se encon- traba en Berguel, sobre el sitio de un antiguo campamento de esas poblaciones Ictiófagas (Etiopes Ictiófagos, diferentes de los Etio- pes Macrobios) de que hablan Herodoto, Artemidoro y Strabon. Los silex, los detritus, las osamentas de pescado, los terraplenes de pie- dras databan probablemente de la edad de los Ictiófagos; mientras los cascos de bomba debían provenir, sin duda, de las conquistas de la costa oriental hecha por los turcos y postugueses. Lo que hay de cierto es que á falta de Ictiófagos, el país de los zomalis contiene siempre trogloditas. Es en las gargantas del To- SO ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA eooueni que Mr. Revoil encontró, viviendo bajo cobertizos cerrados por quinchas de rama, familias de desgraciados beduinos, de cabellos muy largos, con los ojos hundidos por la enfermedad, con las facciones alargadas porla fiebre y el hambre. Toda su persona indica una mi- seria degradante que los acerca al bruto; como rebaños solo poseen una Ó dos cabras. Como utensilios de menaje no se vé en sus guari- das sinó dos ó tres marmitas de tierra en las cuales hacen su coccion de raices de Karabouta, sirviéndolés de cama una mala estera. Cose- . chan un poco de goma y un poco de incienso que venden á los zoma- lis; pero su principal recurso es la caza. Para matar esta se sirven de flechas zopadas en un veneno muy activo, obteniendo de una coccion concentrada de las raices trituradas del Oubaro, planta de la familia de los digitales, mezclado con el zamo de un cactus. Más dificultades encontró para visitar el valle del Darror. Los urientales desconfían siempre mucho de los europeos; desconfianza que Mahamud=-Nour espresaba en estos términos característicos: « Y además, tútodo lo observas, todo lo notas en las regiones que atra- viesas y acabarás por traer más tarde soldados de la Medjourtine ». El acaba, sin embargo, por conceder cinco hómbres de escolta y un caballo ensillado á Mr. Revoil, permitiéndole dar un paseo por el valle del Darror, pero sin atravesar este rio. El hizo su escursion bajo un sol de plomo, con bastante incomodidad, atravesando un suelo pedregoso y sin ningun atractivo. La vegetacion del valle del Darror es en efecto muy miserable, componiéndose solo de acacias, de árboles y de arbustos espinosos. Tal vez por la estacion, no se presentaban ni yerbas, ni plantas. Las tropillas de camellos que allí pastan devoran en efecto hasta donde pueden alcanzar, todas las yerbas, malezas y brotes de árboles y plantas que pueden haber á mano, no respetando sinó la planta del (ralfous, el cucumis figuer de los naturalistas. A largos intérvalos se presentan algunos gourguis de un aspecto tan miserable como el de sus habitantes. Un último galope llevó la pe- queña carabana á las riberas del Darror, teniendo al frente la cadena de montañas del Karkar, cuya silueta se destacaba sobre un cielo sin nubes, con sus picos de flancos abruptos y sus cimas de for- mas elegantes y esbeltas. Esta region sirve de morada á la tribu de los Esa Mahmoud, temi- bles depredadores que desde hace algunos años se han hecho el terror el país. «No tengais la menor pena por no pasar á la otra banda, le dijo el gefe de su escolta 4 Mr. Revoil, pues seríais indefectiblemente ase- sinado, sinó para robaros, cuando menos por castigar en tí un cris- nO FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 81 tiano quese atreve á hollar su suelo desolado por la seca; y te matarían como á un impuro que atrae las maldiciones del Pro- feta». Mas esto no impidió que en otra ocasion Mr. Revoil visitase el valle del Faralelé, á los piés de estos mismos montes Karkar. Estas montañas separan la cuenca del rio Darror dela del rio Nogal; y aún habría visitado este último, sino se hubiera opuesto el Guerad ó gefe de los Ouarsanguelis. A su vuelta él pudo visitar las ruinas de Hafdar, situadas en un valle absolutamente estéril, en medio del cual se levan- ta, semejante á una aldea, una vasta necrópolis sembrada de despo- jos de tumbas de toda especie, encerradas en general dentro de muros en piedra seca (especie de pirca). Dos grupos de construcciones lla- maron su atencion: 1% las ruinas cuadrilongas de una mesquita en pié, y 2 un Dart: ó fuerte, presentando el aspecto de un laberinto singular, cuyos muros en piedra seca, sin revoque y ennegrecidos por el tiempo, tienen un espesor de 60 centímetros y se elevan 1"50 sobre el suelo. A ser posible una escavacion en este campo de los muertos, no hay duda se habría podido obtener una ámplia cosecha de testimo- nios viejos que hace indispensable el modo como la supersticion ha logrado falsificar desde antiguo los anales humanos. Pero esto no fué posible, y lo más que obtuvo Mr. Revoil fué recoger algunos silex. Habiendo vuelto de por fuerzaá Lesgoré, el principal puerto de los Ouarsanguelis, Mr. Revoil hubiera deseado hacer una nueva escursion á la Medjourtine: pero no pudo obtener permiso. Mientras esperaba en Lesgoré el pasaje de un boutre para volverá Aden, presenció la muerte de una doncella por la picadura de un trigonocé/alo. Había ido con su cántaro á traer agua de una fuente, cuando fué picada por este reptil y álas dos horas ya era cadáver esta criatura poco antes llena de salud y de una belleza notable. La muerta, envuelta en una mortaja blanca, fué conducida al cementerio en un palanquin llevado por seis hombres que se renovaban, y escoltada de un numeroso acompañamiento. Delante y detrás de este marchaba un cortejo de mujeres, dispuestas á cada lado del palanquin, teniendo en las manos un daberad,"en el cual quemaban incienso y diversas gomas odorífe- ras. Ni cantos, ni demostracion ruidosa; solo el sordo ruido de los pasos y esa triste melópea musulmana La allah, illah Allah, mur- murada á media voz por los asistentes. El cortejo ofrecía un aspecto imponente y presentaba cierta semejanza con las antiguas ceremonias fúnebres de griegos y romanos. ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Con buen viento bastan 48 horas para pasar de Lesgoré á Aden; pero Mr. Revoil tuvo que hacer una visita forzada, primero á Hais y Karim. Durante su permanencia en Hais, habiendo observado una gran aglomeracion de túmulos que se encontraban tanto en las inme- diaciones de la aldea de Hais, como en contorno de la Caleta de Sa- louina. A propósito de estos túmulos, un habitante de Hais le declaró que habiendo explorado aquéllas ruinas había obtenido antigiedades de cobre, de bronce, alfarería quebrada, perlas en cornelina y restos de huesos calcinados. Al saber esto Mr. Revoil se puso á escavar tam- bien y encontró en abundancia esmaltes rotos de color verde, vasijas esmaltadas, vasijas rojas barnizadas de Samos. Estas son nuevas pruebas de la existencia en este litoral y en el interior del país de los zomalis, de antiguas civilizaciones desaparecidas. Pero solo faltaban datos para fijar la época de esta civilizacion. Al tiempo de partir supo Mr. Revoil que á dos dias de marcha en la montaña, se hallaba una antigua inscripcion grabada sobre una roca, que él no pudo ya reconocer. Segun Mr. Revoil, los silex que él ha enzontrado en el país de los zomalis, todos los cuales son de la forma más grosera y más primiti— va, calculando que la edad de la piedra en este país remonta á una - época anterior al siglo XVII antes de Jesucristo. Las figuraciones más antiguas de los monumentos egipcios que se refieran á las pobla- ciones de la punta nord-oriental de Africa, son las pinturas egipcias del sepulcro dé Beikmara y las del templo de Deir-el-Bahar, los cuales nos representan á los habitantes de Poum ó Pount, es decir, del Zomal actual, en posesion ya de los metales, esto es, como salidos de la edad de la piedra. Pues el gefe zomali que viene como suplicante delante del emi- sario de Pharaon, presenta en la pierna derecha una especie de arma- dura, que Mariette compara al dangabor de sus habitantes; y de su cintura pende un puñal, cuyo modelo se ha conservado hasta hoy en algunas tribus zomalis. Entre los támulos de Hais y de Salonine, los hay de dos clases: los más numerosos han sido construidos por los trogloditas y los ictiófagos ; los otros, los de Hais, son de una data muy posterior, pueslas lozas esmaltadas verde y azul en ellos encon- trados, pertenecen á la época de los Ptolomeos, siendo idénticos con los esmaltés griegos del Louvre dela misma época ; los vidriados rojos son romanos. : - Pasando de las ruinas á las construcciones, los objetos recojidos cerca de Olok, restos de ánforas, de alfarerías y de muelas de moler a FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 83 , . de lava, son romanas é indican indudablemente el sitio del puesto avanzado romano del mismo nombre, establecido en esta bahía de refugio, de aguas siempre quietas, que el Periplo de la Mar Eritreo designa con estas palabras: Statio borce obnoxia. No hay inscrip- cion que confirme esta identificacion; pero lo mismo pasa con la identificacion que se ha hecho del templo de Khor Addaham, con uno de esos pequeños santuarios griegos establecidos, segun el testi- monio de Strabon, entre Zeyla y Mas-Haffnoun, con el Votu Ceras de los antiguos. ¿Pero qué más inscripcion y comprobacion que los objetos y vasijas contemporáneas de esas épocas históricas? Como quiera, es indudable que griegos y romanos han tomado posesion de esa Aromática Regio de los antiguos y no repugna en ningun punto admitir los hechos indicados, á saber: que el elemento griego intro- ducido en el Zomal, en la época de los Ptolomeos, ha sido en él bas- tante poderoso para elevar á veces el tipo zomali hasta cerca del nivel de los que ocupan el rango más elevado en la escala humana. Se puede añadir que esta raza ha debido modificarse muy anteriormente al con- tacto de los egipcios antiguos, que si no han impuesto al Zomal una sujecion temporaria, han frecuentado largamente por lo menos su lito. ral. Por las inscripciones, este país ha estado indudablemente sometido al yugo egipcio hasta la conquista de los persas, á quienes los zoma- lis, esto es, los etiopes ictiófagos, se sometieron, menos los etiopes macrobios, ó de la Abisinia, segun Herodoto. Una prueba física de la deuda de los zomalis á la civilizacion del antiguo Egipto, la hallamos en el hacha de que ellos se sirven hasta hoy, que es una simple cuña de metal fijada verticalmente á un mango de madera, y que es idén- tica ála que presentan los soldados de la reina Hortasen ; y su carcax cilíndrico, de dimension menor en el medio que en las estremidades, se asemeja en estremo al que en los monumentos presentan los infan- tes egipcios dela época de la XVII dinastía, correspondiente al XVIII 6 XIX siglo antes de Jesucristo. En Oriente todo dura una eter- nidad ! | Mucho falta para que la ocupacion Arabe haya borrado todos estos vestigios del pasado de la nacion Poum ó Pount, aunque los zomalis se hagan un punto de honor de no hablar sinó con un profundo despre- cio del tiempo en que se contaban entre el número de las tribus (rallas. Esta ocupacion fué la obra del feroz y fanático Jabarti-Ben-Ismail, que una tempestad arrojó, en el año 15 de la Hegia sobre el Ras-él- Féreck, al tiempo de encaminarse sobre el Golfo Pérsico. Jabarti con- virtió á los unos, esterminó á los otros y ásu muerte el Islam había 84 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tomado posesion del pais de los zomalies. Sin embargo, el elemento Ara- be se ha asimilado poco 4las poblaciones. Algunas palabras árabes se han deslizado en el idioma zomali y todo el arnesado del ca- ballo zomali es árabe. A pesar de esto, los zomalis se han con- servado en su fisonomía general, mucho más egipcios, griegos y romanos que árabes. En vez de trajes de piel, se visten aún con el sayal de Suez, Sagum Arsinoeticum, que entre otros objetos de cambalache los comerciantes griegos han introducido en el lito- ral. Ellos han añadido al arco y la flecha, sus armas primitivas, la lanza larga y corta, el escudo y el sable. El órden de combate sobre dos filas es entre ellos una táctica nacional, de tal modo, que hoy un combate entre dos tribus, nos da la vera efigie de un combate de aho- ra 3000 años. Las mujeres que son progresistas (en sus adornos), han adoptado las joyas de plata, los brazaletes de oro, los zarcillos, pren— dedores y grandes collares de las damas árabes. Pero ellas se rebosan en su Degou, especie de Peplum, que anudan en su espalda; ellas aprisionan sus cabellos en una cofia de tela, y cuando siguen en pro- cesion un entierro ó una nupcia con sus pebetes de perfumes levanta- dos en el aire, se admira el magnífico arcaismo de sus actitudes. La poligamia existe entre los zomalis, mas este lujo solo los ricos pueden proporcionarselo: pero conservan á sus mujeres separadas. Las mujeres se compran abonándose su precio á los padres. Su dote con- siste en un gourgui, utensilivs de menaje, esteras y algun ganado. Las nupcias tienen lugar sin grandes ceremonias. La novia, vestida de su mejor traje, es paseada en torno de la aldea, con acompaña- miento de algunos tiros. A la caida de la noche, el cortejo se traslada á la casa de la jóven desposada, que los recibe vestida con sus mejores abavíos y rehechas las trenzas de su cabellera, símbolo de su virgini- dad y la frente ceñida por una trenza de cuero, terminada por una rosa que se llama jarré. En torno de ella, teniendo cada uno en mano el darrabad, en que se quema el mourcoud, goma resinosa que se obtiene de un árbol parecido alsicomoro en su follaje, y que quemada exhala un olor parecido al cuero de Rusia, se colocan sus parientes y amigos. Los esposos se conservan sentados el uno cerca del otro; des- pues de esto el Padri invoca 4 Mahoma y balbucea algunas oracio= nes. En seguida comienza el festin nupcial, que consta de carnero para los ricos y de galleta y dátiles para los pobres. Los habitantes hacen un gran ruido toda la noche bailando sobre cueros y divirtiéndose; mientras que á intérvalos, una mucharad (cantora) ejecuta una tiroliana estridente. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 83 La costumbre no obliga á las mujeres zomalis á mantenerse vela- das en público, como á las árabes. Algunas, sin embargo, al acercarse un extranjero se creen obligadas á taparse el rostro con las manos, pero no dejan de mirar por la abertura de los dedos. Las mujeres de los Mirdganes Ó beduinos, se tapan las narices al acercarse un estran- jero. El marido puede repudiar á su mujer; mas esta no tiene otro recurso que hacerse repudiar por.su marido. Respetan mucho á los ancianos y ¿los insensatos ; pero á los apestados y aún á los heridos los tratan con dureza. No existe ningun control aduanero; y solo los compradores banianos y árabes pagan un impuesto, que varía segun el capricho de los perceptores, sin dejar el menor vestigio escrito. Las esportaciones del zomal consisten en gomas, incienso, mirra, nácar, perlas, plumas de avestruz; en indigo, en carei, en manteca ó grasa derretida y en ganado en pié, tal como bueyes, carneros, cabras y ca- ballos. Los artículos de importacion se componen de arroz de Bombay, dátiles, lienzos americanos, perlas, ámbar y un poco de quincallería. Las caravanas que vienen de Karkar, esto es, del corazon de la Med- jourtine ó del pais de los Oursanguelis, se dirigen al puerto de Bén- der Gósem y sobre Lesgoré, dos puntos á los que convergen tambien los convoyes de los Dolhobantes, especialmente con cargamentos de pluma de avestruz. Generalmente el árabe y el hindu no salen al en- cuentro de los vendedores zomales. Prefieren valerse de agentes que cambalachan en los puertos ó en el interior artículos de consumo por los productos del pais. Estos hacen sus negocios en Aden, Makallah, Djeddah y Bombay. Pero hénos aquí en presencia de la isla de Socotora, isla célebre en los fastos navales de las naciones marítimas, primer objeto de su curiosidad al penetrar en los mares de Oriente, y primera presa de su codicia. La isla de Socotora se halla ála entrada del golfo de Aden y no del estrecho de Bab-él-Mandeb, como pretenden algunos malos geógrafos; tiene unos 125 kilómetros (25 leguas españolas y 31 */, leguas francesas) de largo y unos 50 kilómetros (10 leguas españo- las) de ancho cuando los Ingleses la tenían ocupada á principios de este siglo como posicion marítima estratégica y como punto de reca- lada para los vapores que recorren el mar Indico; en esa época de movimiento y comercio, ella contaba unos 10,000 habitantes en su mayor parte hindus, mahometanos y algunos árabes. Pero habiéndola abandonado los ingleses por Aden, á mediados de este siglo, su pobla- cion ha quedado reducida hoy á menos dle 3.000 almas. Esta isla se halla situada ha 130 kilómetros al Este del cabo africano de Guarda- 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fui y á 370 kilómetros de la costa sud de Arabia. Su posicion geo- gráfica es entre los 11*50* y los 12? */, de latitud Norte y su clima en consecuencia de esta baja latitud y del carácter plano de la isla, es ardientísimo. Su capital es Tumarida, con un buen puerto sobre la costa nordeste. El suelo de la isla es muy fértil y produce dátiles, arroz, indigo y otras drogas, entre ellas el aloes, que es el más afa- mado. Hoy su principal industria consiste en las crianzas de ganados establecidas alli por los Ingleses, para proveer á Aden y á otras de sus posesiones en esas regiones. En sus costas abundan el coral y las per- las. Los vapores que navegaban entre Suez y la India, ó entre el Cabo de Buena Esperanza y Bombay recalaban allí para hacer carbon. Pero hoy es Aden la que surte de este combustible. Los antiguos lla- maban á Socotora Dioscorides Insula. Muy poco despues de pasar la isla de Socotora, llamada Socotra por los ingleses, se presenta la isla africana solitaria y desierta de Ab- del Koouri, montaña, roca inmensa, roca árida á la cual el Africa in- mediata, ha arrojado encima un puñado de las ardientes arenas de sus desiertos, para esterilizarla é inmovilizarla como ella. Fué al entrar la tarde que arribamos á esas posiciones y esá la luz cadente del medio- día que pudimos contemplar la inmensa roca africana, dividida en dos por una quebrada medanosa, que constituye la isla de Abd-el-Koou- ri. Roca bistrada volcánica al parecer; pero alguna vegetacion la cu- bre, tamariscos probablemente, cuyo sombrío matiz resalta sobre el blanco amarillento de las arenas Líbicas. El mar de esta region, de záfiro turquí se ha convertido en una esmeralda de un verde atercio- pelado y sombrío. Cuántos recuerdos traen á mi mente esa isla de Socotora, ese peñasco de Abd-el-Koouri ! Y ese cabo Guardafui, que cuenta en los siglos tantas naves víctimas de sus temibles escollos, desde la simple nave chata de remos de Osiris, hasta el gran vapor moderno, cuyos despojos hemos visto recogidos por los zomalíes de la costa. ¿Cuántas veces no las habrán tocado las flotas de Osiris y de Sesostris, de Salomon y de Hiram, de los Faraones y de los Tolo- meos poéticos de la antigiiedad; de los prosáicos Mahometanos, Portu- gues, Holandeses é Ingleses de nuestros dias, en sus períodos de de- predacion y de lucha ? De uno, de quien habla Herudoto en una antigiedad relativa, sé yo fué el primero en doblar ese cabo formidable, y es justamente el Feni- cio Hannon, el primer mortal que haya comprobado documentalmente (con el periplo ó inscripcion de un templo) haber dado vuelta al conti- nente Africano, que es mucho más que la vuelta al mundo en nuestra FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 817 época, pues la brújula aún no era conocida, ni servía á los navégan- tes como un guia infalible. Hannon empleó tres años para circunna- vegar el Africa, y solo pudo sostenerse haciendo sementeras cada año sobre sus costas y manteniéndose en sus naves con el producto de sus cosechas. Herodoto niega este hecho, fundándose en que Hanon ase- guraba que al doblar la estremidad meridional de la gran península ó triangulo africano, como entónces lo llamaban, había visto el sol á su derecha. Herodoto se resiste á-la mera posibilidad de un tal fenó- meno, pues en el hemisferio setentrional se tiene siempre el sol al mediodia y no al norte. Es que él no contaba con otro hemisferio. Y justamente el hecho observado por Hannon y negado por Herodoto como absurdo, y como prueba de la falsedad del viaje en torno del Africa, de Hanmnon, á sabér el sol al septentrion y no al mediodia, prueban la verdad del viaje de circunnavegacion y el error de Hero- doto. Cuán ilusos y cortos de vista son los hombres, aún los más sa- bios y veraces, como Herodoto! Y cuánto no debe reirse la providencia, de los absurdos y disparates adoptados sin raciocinio, por los hom- bres defé ciega. Probablemente ese es el sainete del empíreo. Pues bien, la razon que servía á Herodoto para negar en una época de ignorancia, hoy sirve para afirmar, en nuestra época de luz, la realidad del viaje de circunnavegacion africana realizado por Hannon, 7 á 8 siglos an- tes de J. C. Hoy es una evidencia demostrada, lo que entónces el Pe- riplo no pueda sinó esponer como un hecho estraño y sin esplicacion posible. Es pues Hannon el primero de los navegantes occidentales que ha doblado con felicidad el peligroso cabo africano de Guarda- fuí. La isla de Abdel, baja hácia el sudeste, se eleva más hácia el no- roeste. Paréceme un inmenso trozo de cuarzo ametístico, engastado - en la esmeralda líquida del mar de Arabia. Pero al aproximarse á las costas africanas el mar pierde el brillante matiz de su verde, y se 0s- curece cada vez más. Diríase que las sombras del continente Negro tiñen las ondas con su matiz fúnebre. Pero muy pronto el derrotero de nuestra línea de navegacion cambia del Oeste directo que ha trata- do hasta aquí y se dirige al noroeste, hácia Aden, situado sobre las costas de la Arabia, á la entrada del Mar Rojo. Las altas costas afri- canas dominadas por las crestas del Karkar, con sus promontorios elevados y salientes, comienzan á alejarse de nosotros. Muy luego el rápido steamer, junto con las sombras del crepúsculo, ha dejado atrás su silueta negra, desapareciendo primero el pié, despues el medio, por último la cima de esas protuberancias, de esos macizos de ama- 88 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tista que se confunden en la lontananza con las brumas del remoto horizonte. Pero antes de anclar en el puerto de Aden, detengámonos un rato en el establecimiento francés de Obock, situado en la bahía ó ensena- da de Tadjura, sobre esa Aromática regio que acabamos de describir, y la cual penetra tan adentro en ese continente ó macizo africano, tan sólida. Una emboscadura de torrente, de cerca de dos kilómetros de ancho, divide el establecimiento francés en dos grupos de habitacio- nes. Sobre la ribera izquierda un recinto fortificado de 50 metros cua- drados, contiene las ruinas de una torre : es la más antigua construc- cion de Obock, Ella ha dado sucesivamentes asilo á los primeros esta- blecimientos de la colonia, y hoy sirve de presidio. A su lado se ha erigido una bella construccion, destinada á proveer de carbon y de víveres á los vapores que allí acuden. Sobre la ribera derecha, á la estremidad de una meseta que domina el mar, de una elevacion de 10 á 15 metros, sé hallan diseminados los galpones que sirven de cuarte- les militares. A 500 metros de allí, una aglomeracion de cabañas ha sido construida porlos árabes, compónese en su mayor parte de tien- das provistas de telas inglesas, de durra, de arroz, etc. Los compra- dores son los trabajadores arabes, danakiles ó zomalies empleados en los trabajos del puerto. Tal vez más tarde se establecerán allí transacciones con los nómades del interior, puesto que es de Tadjura que parten las caravanas para el Choa. Actualmente (1887) estos nó- mades no se acercan al establecimiento francés, sinó en el período (de Diciembre á Marzo) en que las lluvias de borrasca hacen brotar en ese Atacama africano, alguna efímera vegetacion. Las aldeas indígenas más inmediatas son las de Tadjura, al sud, la de Raheita, al norte. La primera, dista unos 45 kilómetros; el cami- mino que á ella conduce es muy accidentado; un agente de caravana aseguraba que en las montañas del Choa, no había un sendero más difícil derecorrer. Para llegar á Raheita se necesitan dos dias de mar- cha sobre la meseta calcárea. Los dardares ó sultanes qué gobiernan estas dos aldeas, dependen de un príncipe más podéroso, Mohammed Amphallé, dardar de Aoussa. Los nómades del país son conocidos con el nombre de Adeles ó Danakiles. Ellos mismos, sin embargo, se de- signan con el nombre de Afara, palabra que significa vagabundo ó li- bre. Su organizacion en grandes grupos ó tribus es muy imperfecta. En su lengua, niaún tienen término equivalente al de tribu. La falta de pastos y la escasez de agua, los obliga á desparramarse sobre vastas estensiones de territorio. El alimento habitual de las cabras, su única FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 89 riqueza, son las hojas minúsculas de las mimoseas, que no pueden ra- monear sinó trepando sobre las principales ramas. Entre tanto la es- tremidad de las ramas de estos arbustos se hallan erizadas de es- pinas. Cada cinco ó seis dias, los pastores hacen recorrer á sus majadas distancias á veces considerables con objeto de abrevarlas en puquios escavados en el lecho más bajo de un torrente. Como cada familia dankali posee de 100 á 200 y aún 300 cabras, la reunion de muchas familias daría por consecuencia inevitable el agotamiento rápido de las fuentes. Estas condiciones, como se vé, se oponen al mantenimien- to delas relaciones indispensables para la organizacion de una tribu. - No acontece lo mismo en ciertas regiones del interior, sobre las már- genes del rio Aounach, de una feracidad relativa, segun los viajeros. Este aislamiento, en medio de soledades, es, para el establecimiento deObock, una garantía de seguridad. Es por eso que el Gobiernc fran- cés lo ha escogido, sobre todo, como un lugar de deportacion. El período de las cortas lluvias de borrascas tiene tan corta dura- cion ; la vecindad del Ecuador hace la temperatura media del año tan uniformemente ardiente, que no sin cierta sorpresa se observa este país cubierto de arbustos. Diversas especies de acacia mimosa, cuyas ramas se estienden en forma de parasol, vegetan en número bastante considerable sobre las mesetas. Muchas de estas especies producen la soma dicha arábiga. En los lechos de las quebradas 6 Wuadz, algu- nos jujuberos (Z1zyphus spina christ1) alcanzan la altura de los gran- des árboles. Raros balsamodendron achaparrados, cubiertos de espi- nas, crecen al lado de unas euforbiáceas espinosas, cuyas flores son de un rojo lívido. La Asclepras gigantea del Soudan se presenta en los barrancos más profundos. El zumo de esta planta esde un blanco de. leche, yes abundante y venenoso, segun hemos visto. Sus fibras tex- tiles y muy resistentes son utilizadas por los danakiles, que dan á esta asclepiadea el nombre de galatho. Su flora es pobre en especies, con eran trabajo se podrá recojer una centena. Las gazelas y los damanes (Hyraow abysinicus) son numerosos en las inmediaciones de Obock; los últimos de estos animales viven en sociedad en las grietas de las calcáreas coraligenas. Unantílope de la talla de un corzuelo pequeño (Cephalophus hemprichi) tiene, como el gato doméstico, la singular habitud de disimular, cubriendo de arena los despojos que podrían revelar su presencia, esto es, sus dormide- ros. Esto en el Cephalophus es una medida prudente, para despistar al lince, al leopardo, al chacal y á las hienas que lo persiguen. Los 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA asnos silvestres viven en pequeñas bandas de tres ú cuatro. Con la ca- beza baja, las orejas gachas, se les vé de planton, inmóviles la mayor parte del dia, en los parajes más elevados, perfectamente ocultos en— trelas ramas de las mimoseas. ¿Qué hace allí ? Cuida de su libertad y desu subsistencia, atisbando los movimientos de sus enemigos. Se diría un necio, es solo un taimado. Parecen Zonzos, pero no dejan acercarse á tiro ni al hombre, ni á bicho viviente. La rada de Obock ofrece condiciones muy favorables para las in- vestigaciones de la zoología marítima. En las más grandes mareas, las de las sizigias, la gran playa que corresponde al desemboque de la quebrada de Obock, queda á descubierto por un espacio de 300 á 400 metros. Fórmase de una arena lodosa, proveniente de los aluvio- nes de la quebrada, lo que solo tiene lugar á largos intérvalos. Esto ha hecho disminuir mucho la estension primitiva de la rada. Muchos seres marinos han debido perecer á consecuencia de estos aluviones, ó mejor, de estas invasiones repentinas de arena y lodo. Sin embargo, las actinias, Discosoma, de dimensiones gigantescas, cuyos discos sue- len alcanzar hasta 35 centímetros de diámetro, ostentan sobre la are- na sus séries radiantes de cortos tentáculos. Tampoco son raras las si- ponclas, las talassemes, las spatangas y las clypeastres. Los arrecifes madrepóricos que rodean el puerto de Obock, constituyen sus rompe- olas naturales. El mas importante, situado más adentro, llamado Sur- cuf, solo llega á descubrir una parte de su superficie en las mareas muy bajas. Pues bien, en estos peñascos abundan más que en otras partes, diversos géneros de políperos arborecéntes, como ser las ma- dreporas, los pocilloporos y seriatoporos. Por el contrario, en los fa— rellones del cabo Obock, abundan los políperos más macizos. La ra- .zon de esto es tal vez que los políperos arborecentes necesitan de una agua más pura y más agitada. Al cabo de una marejada algo fuerte, manojos enteros y vívos de melliporos son trasportados hasta la costa por el reflujo. Las fongias no se ven sinó en el estado de esqueleto. Es probable que este género de zoófitos solo vegeten á cierta profundidad, pues jamás se les vé fijos entre los pólipos que emergen en marea ba- ja. Los arrecifes del puerto de Obock, son muy parecidos á los o0b- servados en la isla de Kamarane en el mar Rojo. Su modo de creci- miento no parece diferir del de los arrecifes barreras y marginales del ccéano Pacífico. En los bancos ó arrecifes del cabo Obock, abundan en estremo los animales marinos. El no se halla separado del continente sinó por una laguna poco profunda, que en marea baja no pasa de la rodilla. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 91 Allí son además numerosas las fuentes calientes que se derraman en el mar. Su temperatura es tan elevada que no permite estacionarse allí, y sin embargo los moluscos cipreas, los cangrejos y los peces viven allí y se refocilan. Entre los peces largas murenas de piel jaspeada de oscuro y verde, presentan la maycr semejar=za con las serpientes; sus mordeduras son muy temidas. A menudo estas murenas se ocultan bajo peñascos de políperos, no dejando percibir sinó su cabeza, la cual se mueve lentamente á derecha é izquierda. Las grandes algas turbinarias que flotan encabritadas en la superficie de la laguna, au- mentan las dificultades de la marcha para] los esploradores de ribera, que tiene que hacerse entónces al acaso, ya sobre pedruzcos reshbala- dizos y cubiertos de asperezas, ya en medio de infractuosidades en que los piés son cazados. Cuando en fin, se llega sobre la cima del arreci- fe emergido, las grandes placas viscosas formadas por los alcionarios (Palyihoa mamillosa), pueden ocasiónar caidas muy peligrosas por las picaduras de las Diadema, revestidas de largas agujas rugosas, ú de la Acrocladia erizadas de enormes clavos triangulares. Heeckel, hablando de sus esploraciones, en los bancos de polí- peros de Tor, en el golfo de Suez, nos hace conocer los obstáculos que se presentaban á su curiosidad de naturalista. « Saltamos resuelta- mente, dice, por sobre cubierta, envueltos en un maravilloso fulgor verde y azul. Entónces podemos observar de cerca la riqueza del colo- rido peculiar de los bancos de políperos... pero sus dientes puntiagu- dos no nos permiten el poner el pié encima. Ensayamos el detener- nos sobre un espacio arenoso, pero un erizo nos clavó en el talon sus puas, cuyas frágiles puntas se quebraron en la llaga como otros tan- tos vidrios. Tratamos de despegar una soberbia actinia de un verde esmeralda que nos pareció fijada sobre las válvulas de una volumino- sa concha de mar. Felizmente percibimos con tiempo que aquel cuer- po verdoso no es una actinia, sinó el animal mismo de la concha. Si nuestra mano hubiese penetrado dentro, habría sido apretada con fuerza por los dos filos de la concha al cerrarse. Nosotros ensayamos el arrancar una rama de un pocilloporo violeta, pero una pequeña gi- bia (Trapezta), nos pinchó dolorosamente... en fin, para evitar el con- tacto de una banda de medusas urticantes, Ó los dientes de los tibu- rones, tuvimos que remontar á la superficie ». La habitud que se adquiere en este género de esploraciones, permi- te felizmenre escapar al género de percances que se acaba de descri- bir, haciéndose posible entónces el admirar el espectáculo atractivo, en el caboObock, de un arrecife formado casi enteramente de anima- 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA les, cuyo aspecto es tan siugular, que llegó á clasificárseles antigua- mente entre las plantas, y aún entre las piedras. Los montíporos ro- sas, los poritos verdosos, asociados á las algas calcáreas rojizas ó blancas, invaden las esférulas formadas por las Favias, las Gonias- treas, las Coelorias. Las crestas delicadas de los Lophoseris se agru- pan cerca de las eminéncias finamente esculpidas de los Hydnophoros. La diversidad de colores presentada por estos animales es muy grande, y no se revela sin embargo, sinó ante una observacion atenta. El tinte general de la parte viva del arrecife es verduso. El verde es- meralda no decora sinó el fondo de los cúlices de ciértos políperos, y el rojo escarlata solo parece pertenecer á las rosáceas branquiales de los numerosos anélidos que allí se hallan alojados. Las esponjas, los alciones, los moluscos, los peces mismos, tienen á menudo una colora- cion que se confunde con la que reviste el conjunto del arrecife; así su captura exije una vista ejercitada. La capa de una Phyllidia, si- mula de un modo sorprendente una aglomeracion de cálices de go- niastrea. Esta analogía de colores se halla en parte esplicada por la ley darwiniana de la adaptacion, y en particular por la ley de «selec- cion homocroma ». < Mientras menos el color de un animal se dis- tingue de su medio, más probabilidades tiene de escapar á su enemi- go, más fácil le es acercarse á su presa sin ser visto, más en fin, se halla protegido en su lucha por la existencia ». IV UNA NOCHE DE CIELO ARABIGO. — GOLFO Y PUERTO DE ADEN.— LA ARABIA Y SUS COSTAS. ¡Cuán poética, aún sobre las olas, es esa hora vespertina en que la luz huye y las tinieblas invaden con su manto de sueños y de mis- terios ! El poniente marca aún el punto de retirada del astro del dia, tinéndose con los más vivos matices de púrpura que brillan espléndi- dos sobre el jacinto, un escudo homérico de acero bruñido, de que fantásticos vapores agrupados en contorno forman á manera de escul= pidos relieves. Poco á poco la noche tiende sus sombras y el cielo tro- pical se muestra constelado de sus orbes esplendentes. Como siempre la.magnificencia de la grandiosa constelacion de Orion, llena el me- jor y más visible hueco del firmamento. A la izquierda, en el oriente, AAA FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 93 la via láctea desarrolla su corriente plateada de soles apiñados, que los astros de gran magnitud de nuestra corona estelar realzan y ani- man con fulgores centellantes. Tal, en las calles espléndidas de New- York, las luces eléctricas más esplendentes titilan, ofuscando las luces más apagadas del gas. Hácia el norte, muy bajas en el horizonte, des- cuellan las dos Osas y la Estrella Polar, esa poética guía delos na- vegantes antiguos, hoy sostituida con otra guía más segura y mane- jahle, la brújula. Todas las bellas constelaciones del cielo boreal, se despliegan á un lado, y las más “esplendentes aún del cielo austral, al otro; si hien ya confusas y bajas en el horizonte meridional. Es la canopea completa de los dos hemisferios, que luego perderemos de vista en su carácter doble, al avanzar al norte, alejándonos del ecua- dor. El cielo boreal es bello, como todo pedazo de cielo, pero por con- fesion de todos, es más sombrío y menos brillante que nuestro es- pléndido cielo austral, aún así 12% aparte al norte del ecuador. Este cielo arábigo es puro, vasto y esplendente, como nuestro cielo argen- tino, en una noche serena de la Pampa. Alotro dia temprano, traspuesto el mar Indico de azul, el mar Ará- bigo de turqueza, nos rodea por todo, con su horizonte móvil y sus olas de un verde sombrío, sin presentarnos tierra por ningun punto. El color del mar, sin embargo, se aclara un tanto y sus olas reflejan un color menos sombrío al aproximarnos á las costas de Arabia. Me- jor, en todo el trayecto entre los cabos africanos avanzados y Aden, el mar Arábigo asume un bello tinte de azul claro, á veces opaco, á veces translúcido como un záfiro fluido. Esto me hace observar que este mar no es muy profundo, y que su fondo lo constituyen profun- dosmantos de esa arena que hoy constituye los desiertos Arábigos y africanos, ocupados de seguro, en el remoto pasado por las olas de ese mismo mar. ! Y á propósito de Arabia y de sus desiertos, es curioso lo que Heró- dotorefiere con relacion á la fábula de las serpientes aladas, las cua- les segun él, son destruidas al llegar al Egipto, por los Ibis sagrados de ese país. Como testimonio de verdad de estos hechos, él cita los ca- dáveres de estos reptiles voladores que se presentan en la montaña Arábiga del Nilo, en el paso que de Myos Ormos, conduce á Koptos en e: Alto Egipto. El buen Heródoto debió tomar por serpientes ala- das, algunas Pterodáctiles fósiles, que se presentan en el camino del mar Rojo. Esto nos lo esplicatodo, el origen de la fábula, y la causa del error del padre de la historia. Por fin, henos aquí á las inmediaciones del estrecho de Aden (por- 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA a que Aden forma un estrecho que dá acceso ála parte más estrecha del golfo de su nombre; así por lo menos lo he reconocido con mis ojos, cireunstancia que ignoraba antes; tan bien escritas se hallan nues- tras geografias y tan bien confeccionados nuestros mapas). La costa arábiga se diseña á la derecha, vasta y dorada, dominada en la direc- cion del nordeste por una empinada cresta de elevadas montañas que corren de norte á sud, formando como quien dice, á manera de espi- nazo de la península arábiga. El mar, abandonando sus matices de zá- firo, ha adquirido ese delicioso verde gris, que se convierte en un ver= de de turqueza brillante, allí donde el silicato oceánico conserva su transparencia. Por último, despuntando esas costas bajas de arena dorada, dos promontorios, ó mejor dos islas, ó más propiamente una série de islas volcánicas se alzan formando el estrecho de Aden, que es á manera del vestíbulo ó antesala que dá acceso al golfo que prece- de al estrecho de Bab-el-Mandeb, ó entrada del mar Rojo. Esto no dice la geografía ni los mapas, pero lo digo yo que los he presencia= do, estudiado y recorrido. Como quiera, esas rocas, esos promontorios volcánicos á que he- mos aludido, quese aproximan para formar el pintoresco estrecho de Aden, son de un carácter volcánico tan reciente como evidente por su forma y aún por su color. Y en realidad no he visto en todas mis eseursiones, montañas más caracterizadas y de un orígen volcánico más evidente y reciente. Son como enormes trozos de escorias recien esca- padas de una hornalla de titanes. “arecen surgidas ayer de las olas del mar incandescente de abajo del mar fluido; y yo creo que es el surgimiento de esas séries de altas montañas y picachos volcáni- eos, lo que ha dado orígen á la emersion delos desiertos vecinos sobre el nivel de las olas del mar que rodea la gran península arábiga, la tercer gran península del globo, siendo las otras dos el Indostan y Sud-América. Tambien creemos que es el surgimiento de las monta- ñas del Sinai y del Tacazze (Ataka), de un orígen eruptivo evidente- mente más antiguo, lo que ha dado orígen al surgimiento del estrecho que liga el Asia con el Africa, vínculo roto hoy por la audaz empre- sa del perseverante genio de Lesseps. El carácter reciente de las montañas que forman el estrecho de Aden y la série de islotes eruptivos que costean las riberas arábigas, es tan marcado, tan palpable podría decirse, por el filo y la edenta- cion aguda de las crestas, que 4 mis ojos esas islas montañosas son más recientes que las mismas islas Sandwich, que se consideran de ayer, por su aspecto y su naturaleza. Esas montañas indudablemente Me A y a SS id a AA A AS FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 95 son contemporáneas con la última gran revolucion de nuestro planeta y por consiguiente han debido acompañar y tal vez ocasionar la emer- sion de la última distribucion física y geográfica del viejo continente. En consecuencia, su surgimiento, su erupcion ha debido terminar la edad cuaternaria, viniendo á presidir el período moderno. Ese sistema de montañas volcánicas del litoral arábigo tienen probablemente entre 50 y 40.000 años de data, debiendo haber surgido y hecho desaparecer otra un poco á la manera del surgimiento y abismamiento reciente de las montañas é islas del estrecho de Zonda y de las costas de Java; de- biendo en consecuencia contarse entre los surgimientos más modernos de nuestro planeta, segun lo veremos más adelante, cuando hagamos al reconocimiento detallado de la isla volcánica ó península de Aden. Se nos ha ocurrido que esas montañas pueden ser el verdadero mo- delo primitivo de la arquitectura dicha gótica, erizada de agujas y de espiras, ni más ni menos que, una montaña traquítica ó basáltica. Esa arquitectura no ha sido inventada por los godos, lo ha sido por los árabes, que han suministrado los modelos á los cruzados y á los pueblos del mediodia de Europa, habiéndolo tomado ellos de las montañas volcánicas de sus costas; como los egipcios, han copiado la pirámide de Osiris para adelante, tomando por modelo las islas gra- níticas piramidales que recorrió Osiris cuando hizo su conquista de la Etiopia, Macrobia é Ictiófaga. En efecto, esas montañas de Aden, de una erupcion tan reciente, son á manera de vastas estructuras turriteladas y cubiertas materialmente de esa profusion de sp1res y agujetas que caracterizan la arquitectura gótica más ornamental. Erupcion ideal voicánica del gusto bárbaro, de arquitectura medieval, comprimido por las capas del gusto bizantino degenerado; yla cual surge violenta, solevantando este y los anteriores estilos clásicos ; de cuyo fusículo moral incandente ha salido el gusto moderno, la civili- zacion presente, con todo lo que ella tiene de bueno y contradictorio, de bajo y elevado, de estupidez y de inteligencia, de ruin y de subli- me. Es'como una fusion del ángel y del demonio, que allí donde la naturaleza del ángel prevalece, resplandece la belleza, la aspiracion á lo perfecto y ¿lo sublime; y allí donde la vil naturaleza bárbara ó selvática prevalece, hace su ostentacion la rutina ininteligente de lo ridículo, de lo deforme y de lo malo. Las montañas volcánicas americanas, no son tan nuevas ni con mucho como estos promontorios é islas eruptivas y volcánicas de la Arabia. El Morro, los Mogotes, de Córdoba, los promontorios de Atacama, los volcanes extintos de las costas occidentales de Norte 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA América, son todas mucho más antiguas y el tiempo ha gastado sus filos y crestas y suavizado sus asperezas y nivelado sus ángulos y agujetas de traquita y lava, de pórfido y basalto. Lo mismo en Nue- va Zelandia y Australia, donde no se presenta al ojo una sola promi- nencia volcánica de un carácter tan reciente como las arábigas. Y sin embargo, esta observacion no la ha hecho ningun viajero antes que nosotros; y para mí ha sido una sorpresa inmensa, viniendo á confir= mar viejas conjeturas geológicas y cronológicas que yo miraba con desconfianza antes de esta.confirmacion. Pasaremos ahora á estudiar la estructura local del suelo donde se encuentra Aden. Esta ciudad se estiende encajonada dentro de cres- tas volcánicas sobre la isla Ó península de que hemos hablado y que pertenece al último y más reciente solevantamiento que ha formado la costa nordeste del Mar Rojo. Levántase con sus blancas casas despar- ramadas en medio de un antiguo cráter pertereciente á un volcan estratificado, que presenta la-forma de una herradura de caballo. Las erupciones han tenido lugar en épocas diversas, y el interior del crá- ter sé ha formado de montículos y de precipicios debidos á la presen- cia de grietas radiales, en las cuales la lava ha sido: impulsada del canal de erupcion. El conose compone de materias voicánicas mixtas, formadas del modo siguiente: 42 Erupciones repetidas de fragmentos groseros, arenas, Cenizas, lapalla, que determinan el acrecentamiento de la altura del cono ; 92 Derrames de lava que se reunen en los puntos más bajos de las orillas del cráter y queforman corrientes que se cruzan y se cubren en ciertos puntos ; | 3 Formacion de grietas radiales, en las cuales la lava es aro aa del canal de erupcion. Se encuentran en Aden sobre las riberas ó pico de los caminos, fragmentos de una lava de un verde subido, formando una veta en medio de una lava repiza ; en ciertos lugares estas grietas se han abierto de nuevo y han dado pasoá nuevas lavas grises; - 4 Erupciones laterales de lavas y formacion de conos volcánicos. Las lavas son basálticas, esponjosas y porosas en la superficie, mien- tras que en el interior son compactas y duras y pueden ser tomadas por verdaderos basaltos. Su color es bistrado, gris rojizo ó verde Oscuro ; pasan á menudo al estado de escorias ferruginosas, y son muy ligeras. Las deyecciones móviles son compuestas de cenizas volcánicas, are- nas, laprlli, bombas volcánicas, arenas pumicíticas y piedrapomez. : (Continuará). de Lista de Las 4 Sociedades é Eastitucioned con que estamos en relacion por medio del cange con los. «Anales» Í lr: Répibilica MES — Buenos Atres: Centro deseral: Círculo Médico Ar- y gentino; Club Industrial; Departamento Nacional de Agricultura; Departamento Naciona) de Higiene; Instituto Geográfico Argentino; Sociedad Geográfica Argen- “tina; Sociedad Nacional de Farmacia; Sociedad Rural. Argentina. — Córdoba: Aca ce demia Nacional de Ciencias; Centro Industrial; Observatorio Nacional Argentino. Brasil.— Rio Janeiro: Museu Nacional; Observatorio Imperial. ¡República de Chile. — Santiago: Sociedad Médica. EN República Oriental del Uruguay. Montevideo: Asociacion Rural del Uru- guay; Ateneo del Uruguay. ¡República de Venezuela. — Caracas: Sociedad Médica, 'A Estados Unidos.— Boston (Mass.): Boston Society of Natural History.—Cam- bridge (Mass.) : Museum of Comparative Zoology.—Cincinnati (Ohio): Mechanic's Institute. — Davenport (Yowa): Davenport Academy of Natural Sciences. — Fi- -ladelfa: Engineer's Club of Philadelphia; Academy. of Natural Sciences of Phila- - delphia. — Nueva York : American Society of Civil Engineers; Poughkeepsie So— ciety of Natural Science ; Master Car-Bilders Association. — Nueva Haven: Con= -—necticut Academy of Arts and Sciences. —Pittsburg : Engineer's Society of Western Pensylvania. — San Luis (Mass.): Academy of Science. — Salem (Mass.): Ame- -Tican Association for the advancement of Science; Essex - -Institute.— Washington: Smithsonian Institution. República de Méji ico.— Méjico: Asociacion Médica «Pedro Escobedo»; Insti- Di o BUEO: Homeopático Mexicano; Ministerio de Fomento. de la República Mejicana. - — Tacubaya : Observatorio Astronómico Nacional. | - Alemania.— Berlin: Gesellschaft fir Erdkunde; Ge $ - Freunde — Bona: Naturbistorischer Verein fir die R graphischen Gesellschaft in Bremen; Naturwissenschaftlicher Verein. — Brun— - swick: Verein fr Naturwissenschaften. — Dresde : Naturwissenschaftliche Gesell- schaft «Isis». — Gotingen: K. Gesellschaft der Wissenschaften an der Georg-Au— llschaft Naturforschender ande. — Bremen : Geo- - gust-Universitat. — Halle: Kaiserlichen Leopoldino-Carolinischen Deutschen - Academie der Naturforscher. — Komigsberg: Physicalisch-ókonomische Societás. —Leipxick: Naturforschende Gesellschaft, Ns — Austria.— Brúnn: Naturforschender Verein. UE K. K. Zoologisch-Bota- nische Gesellschaft. _Bélgica.— Bruselas: Académie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux- Arts de Belgique; Société Entomologique; Société Malacologiqgue. España. — Barcelona: Ateneo Barcelonés, A Sociedad Geográfica de Madrid; Sociedad de Historia Natural. Francia.— Amiens: Société Linnéenne du Nord de la Branco, — Angers: Société détudes scientifiques d'Angers. — Beziers: Société des Sciences Naturelles. — Burdeos: Société de Géographie Commerciale. — Cherburgo: Société des Sciences ÓN OS — Leon: Société d'études scientifiques. 3 Paris: Société de Géographie de Paris HHolamda. — Amsterdam: Académie Royale des bteivos. — Leide: Neder- -—landsche Entomologische Vereeniging. - Inglaterra. — Lóndres: Geological Society; Institution of Civil Engineers; Mineralogical Society of Great Britain and Ireland. “Italia. — Génova: Museo Civico di Storia Naturale; Societá di Letture e Con— - versazioni Scientifiche. — Módena: R. Accademia di Scienze, Lettere ed Arti. — Nápoles: Reale instituto d'incoraggiamento alle Scienze Naturali, Economiche e - Technologiche. — Palermo: Collegio degli Ingegneri ed Architetti. Pisa: Societa Toscana di Scienze Naturali- — Roma: R Accademia dei Lincei; Comissione spe— - ciale d'igiene del Municipio di Roma; R. Comitaio Geologico d'Italia; Societá Geografica Italiana. — Turin: R. Accademia delle Scienze; Osservatorio della R. Universita di Torino.— Verona: Accademia d'Agricoltura, Arti e Commercio. h Rusia. — Helsing fors: Societas pro Fauna et Flora Fennica. — Moscow: Société AN Impériale des Naturalistes. — Petersburgo: Société Impériale de Géographie; So - eiété Physico- Chimique; Physicalisches Central Observatorium. — Riga Natur forscher—Verein.' Suiza. Berna: Société Helvétique de Sciences Naturelles na? 'Abeta, a Agote, Guarlos. Aguirre, Eduardo. - Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. ii dao, Cárlos A. Alegre, «Eeonidas Ss: pp í Almada Luis E. Alrich, Francisco. - Alsina, ugusto. -Altgelt, Carlos A. Alvarez, Teodoro. -Amespil, Lorenzo. _Amoretti, Félix. Anasagasii, Federico. - Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. ; Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de - Aubone, Cárlos. —Avenatti, Bruno. _Ayerza, Rómulo. ye o BD. - Babugñía, Antonio. - Badell, Federico Y. - Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Balbin, Valentin. tapia. Santiago E. Barberan, Abelardo. , Federico, letrechoa: José. - Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Belen. Eduardo. Belgrano, Joaquin M.. p Merc Félix. - Benavidez, Félix. Benoit, Pedro. Benitez, Cárlos F. - Berg, Cárlos. -Bergallo, Arsenio. e Reign de Astrada, E. - Besio, Silvio. Ll Binden, Guillermo. y -— Biraben, Federico. Blanco, Ramon €... - Blomberg, Pedro. -Blot, Pablo. Brian, e Booth, Luis A. Bugni Félix. Buis: Victor F. Bunge, .Cárlos . - Burgos, Juan M. Buschiazzo, Cárlos. - Buschiazzo, Francisco. - Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. C 'Cadres, Jorge. - Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Candiani, Emilio. - Candioti, Marcial R. de Cano, Roberto. Cardewod, Guillermo 5h - Caride, Estéban S. Ca moha. Enrique. Carreras José M. de las - Caryalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza , Roque. - Cascallar, Joaquin. “Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro Vicenta Coni, Pedro. Darquier, Juan A. - Diaz, Adolfo M. Duncan, Cárlos D. Escobar, Justo V. Lea Únabóa, E. -| Cerri, César. | Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, “Cárlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. PA :Claypole, Alejandro G. - Clérici, Eduardo E. Cominges, Juan de. Guev: _Coquet, Juan. Gueliel ] Cordero, Francisco. Ginth ui Coronell, J.M. dute Courtois, U. , Cremona, Andrés V. Diana, Pablo. “Garcia. de la Mata, £. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coghland, Juan. Coronel, "Policarpo. Gutierre: Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. EN Cosson; César. + Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. Diaz, Abel. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. hs eo Dodero, Tomás. colás. Dominguez, Enrique Mor. J. Doncel, Juan A. Jua Dubourcg, Herman. Duclout, Jorge. Duffy, Ricardo. E Echagie, Cárlos. Eizaguirre, Ienacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. F Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, C. Ferrari, Juan D. 4 Ferrari, Rómulo. Ferrer, y orge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José J. Frogone, José V. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro, G pana! Alberto de. Galigniana S. Cárlos. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, José E. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. a A A SAS AN Molina Civit, Juan. | Molina Salas, Cárlos. | Molinari, José. - Molino Torres, A. | Mon, Josué BON Morales, Cárlos Maria. "Mors, Adolfo. “Moyano, Cárlos M. la. Murzi, Eduardo. paa Rafael. . Nougues, Luis E. Ocampo, Manuel S. Parodi, Dowing of -Pawlowsky, Aaron. Perez Mendoza, Alf y Petit de Murat Zor. Piana, Juan. Pico, Octavio $. - Puiggari, Pio. -Rapelli, Luis. | Reto, Pedro. | Rigoli, Rocamora, Jaime. | Rojas, Estéban C. .| Rojas, Félix. za, Dionisio C. Mezg uita, Salvador. Moneta, José. Montes, Juan Y Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Moreno, Mariano. N Navarro Viola, Jorge. Nelson, Enrique. Nocetti, Domingo. - Nocetti, Gregorio. Novaro, Bartolomé. O Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos C Olmos, Miguel. Oribe, Franciseo. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. - Otamendi, Alberto. -Oyuela, Wenceslao. | le Padilla, Emilio H. de Palacio, Emilio. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Philip, Adrian. Piaggio, Pedro. "| Pico, Pedro. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. peo Miguel. 5 v o. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Quiroga, Marcial Y. Ramirez, Fernando F. Ramorino, Juan. | Vi Ramos Mejia, Ildefso P.| Rams, Estevan. Riglos, Martiniano. aL o Fermin. Juan. Rodriguez, Andrés E. Rigoli, Leopoldo. Rodriguez, Luis €. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. a e NA dl o : WS PErCLaTrTio ..: Vocales. . EaceoNE mu PUNTOS Y PRECIOS DI LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1402 (2 E eN Por mes, en la Ciudad........... ¿80 Un semestre. pe O A PUE QUIAN 1 a - IMPRENTA DE PABLO a CONI É ay | 680 — CALLE PERÚ. 1890 JUNTA DIREC ea DE . Dor CáRLO: M. MORALES. as -Vice-Presidente E Ingeniero ALEJANDRO MOLINO TORRES. | SO 2" Señor MIG EL ITURBE. Secretario. ll CS OEA Me e. Señor ANGEL GALLARDO. : D* Epuaro L. HOLMBERG. Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Vocales........../ Ingeniero Ponciano LOPEZ SAUBIDET. + : Señor DEMETRIO SAGASTUME. Señor DIONISIO C. MEZA. IL. — LAS UNIDADES, por D. Mamuel - 11. — MOVIMIENTO SOCIAL. S TJ. — FISIOGRAFIA Y METEOROLOGÍA D. Juan Llerena ¿Continacion- LISTA DE SOCIOS. (Continuacion) LA PLATA Albarracin, Cárlos. Diaz, Ernesto. h | Monteverde, Duis 0 Ss Ameghino, Florentino. | Dillon, Alberto. — | Moreno, Francisco P. : Antonini, Santiago. dls Sal, Benjamin. Arroyo, Rufino. G Pp Seguí, Francisco. e isa DAI Sienra y Carranza, L. anclas ro oeato. | O : 2 otti, César. Battilana, Máximo. Guastavino, Ramon. En Pedro J. Na Berretta, Sebastian. a E E Perdomo, Eduardo. : Beuf, Francisco. L reraomo, Domingo. PL € Lagos, José A. | Pita, José. di REE Landois, Emilio. -Preiswerty, Lucas. trae dolía. Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan José. Ios Cerdeña, Fernando. A 113 V O Colombres, Justo V. NE | Ramorino, Florentino Villamonte, Isaac. D ébora, Juan Martinez Josquia non, Domingo. WV Delgado, Agustin. Maso, Juan. E vera, Juan B y SACA Diaz, Adriano. Meyer, Ernesto. Mero Julian. Weigel, Emilio C. HONORARIOS Dr. German taa —Dr. Benjamin A. Gon, —pr. R.A. ¡Philippi. —Dr. Guillermo Rawson CORRESPONSALES | Arteaga Rodolfo de.... Montevida a ] Netto, Ladislao........ Rio Janeiro. Ave-Lallemant, German Mendoza. | Paterno, Manuel....... Palermo(1f.). Brackebusch, Luis..... Cordoba. | Reid, W alter F......... Lóndres. Carvalho, José Cárlos de Rio anemia stróva, Pellegrino. . ... Parma (Ital.). Denza, F....... 4% +». Moncalieri (Italia) LAS UNIDADES POR MANUEL BENJAMIN BAHÍA ORÍGEN Y OBJETO DE ESTE TRABAJO Ha poco dí en la Sociedad Cientifica Argentina una conferencia. sobre las Unidades. Este asunto, de interés creciente para los inge- nieros y para los que estudian ciencias físico-matemáticas, llamó la atención de los estudiantes de los tres primeros años de ingenie- ría de nuestra Facultad y de algunos colegas mios, profesores de matemáticas en el Colegio Nacional, y unos y otros me pidieron la publicación de mi modesto trabajo. Como mi mayor deseo es que se enseñe en los colegios secundarios y escuelas técnicas de mi país la teoría de las unidades y sus aplicaciones, con sumo placer escribo este opúsculo, desarrollando las cuestiones según mis pro- pias ideas. He creido muy conveniente ilustrar la teoría con ejemplos fáciles y que se presentan con frecuencia. La geometría, la mecánica y la física nos presentan un conside- rable número de cantidades de especie diferente que es necesario medir y representar según ciertas nociones y preceptos tendentes á evitar confusiones y errores en que incurren con frecuencia los que principian á hacer aplicación de las fórmulas. Sin gran esfuerzo nos vieneá la mente el recuerdo de cantidades de bien diferente especie como por ejemplo, la longitud, la masa, el tiempo, E tem- peratura, la resistencia eléctrica, etc. Medir una cantidad es compararla con otra cantidad de la misma especie, cuyo grandor se puede fijar arbitrariamente, la que recibe el nombre de unidad. Hay tantas unidades distintas como cantida- ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 7 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA des distintas se pueden presentar y dichas unidades podrían ser independientes; pero veremos que conviene, al contrario, que se establezca ciertas relaciones entre las diversas unidades. La expresión de una cantidad cualquiera puede ser considerada como un producto, desde que dicha cantidad se obtendrá necesa- riamente tomando la unidad de medida un cierto número de veces. Así si A es una cantidad cualquiera, « la cantidad de la misma especie tomada como unidad, a el número abstracto que indica cuántas veces se ha de tomar á « para reproducir á A, tendremos : == 0%. (1) El número abstracto a es llamado el valor numérico de la canti- dad A. Como de la (1) se obtiene (12) A a == % vemos que el valor numérico puede ser definido como la relación de la cantidad dada á la cantidad unitaria. La relación (1) nos dice que el valor numérico de una cantidad, varia en razón directa del grandor de la cantidad misma y en razón inversa del grandor de la unidad. Por otra parte si elegimos para medir á A una cantidad a, de diferente grandor que la cantidad « tendremos : A= 44 9. (2) y de las (1) y (2) deducimos UA == 07 A (3) ó bien E ] 1 e ca que nos dice que los valores numéricos de una misma cantidad me- dida con dos unidades diferentes están en razón inversa del grandor- de dichas unidades. | | ; : Sean A y A, dos cantidades de la misma especie cuyos valores numéricos son a y a, respectivamente, cuando son medidas con la: unidad «; tendremos : | | A =0. A = 44 AE IS A LAS UNIDADES 99 de donde se deduce IN Aa, ie cuya espresión nos dice que la relación que existe entre dos cantida- des de la misma especie es igual ú la relación que existe entre sus res- pectivos valores numéricos. Por consiguiente, la comparación directa de dos cantidades de la misma especie puede ser, y lo es en efecto, sustituida por la comparación de sus respectivos valores numéricos. Decíamos que conviene que las unidades no sean independientes, y vamos á verlo con un ejemplo sencillísimo. Veamos cual sería la espresión del valor numérico del área de un rectángulo si se midiera la base y la altura con una unidad de longitud L y se to- mara como unidad de superficie el área s de un cuadrado cuyo la- do tuviera una longitud A diferente de L. Sabemos que la relación de las superficies de dos rectángulos es igual al producto de la relación de sus bases por la relación de sus alturas. De modo que si designamos con $ y S” las superficies de dos rectángulos, con B y B' sus bases, con H y H' sus alturas ten- dremos : Sab Se H S/ BE B' H*' Comparemos la superficie S del primer rectángulo con la:super- ficie s del cuadrado que sirve como unidad de superficie y tendre- mos en virtud de la relación anterior: SjuelBa 01 A que se puede escribir así : Sab HH m OP 10? LON ó bien Designando con s el valor numérico del área del rectángulo, con - bel valor numérico de la base y con h el valor numérico de la al- tura y notando que entonces se tiene : 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA resultará: que nos dice que el valor numérico del área deun rectángulo es igual al producto del valor numérico de la base por el valor numérico de la altura y por el cuadrado de la relación de la unidad de longitud á la longilud del lado del cuadrado que súrve como unidad de superficie. Pero ordinariamente se toma 4 = L y entónces ES y el valor numérico del área del rectángulo será Si==10. 0 E id es decir, igual al producto del valor numérico de la base por el valor numérico de la altura. Casi todas las cantidades que se considera en física se pueden espresar en función de tres unidades que reciben el nombre de unidades fundamentales. Las unidades que son espresadas en fun- ción de las unidades fundamentales son llamadas unidades deriva- das. Cada unidad derivada está ligada con las unidades fundamen- tales por una relación simple que permite reconocer á primera vis- ta la potencia á la cual han sido elevadas para formar la unidad derivada. El esponente de esta potencia se denomina la dimensión de la unidad derivada relativamente á la respectiva unidad funda- mental. Así si ues una unidad derivada y varía como la potencia enésima de la unidad fundamental x=, se dice que u es de n dimen- siones relativamente á la unidad fundamental «. La ecuación que espresa las dimensiones de una unidad derivada es llamada la ecuación de dimensiones de esta unidad. Los electricistas han tomado como unidades fundamentales: una longitud definida, una masa definida, un intérvalo de tiempo definido. Rigurosamente este número de unidades fundamentales podría LAS UNIDADES 101 reducirse á dos, haciendo intervenir la ley de la gravitación univer- sal. Fijadas las unidades de longitud y de masa se hubiera tomado por unidad de fuerza aquella fuerza con que se atraerían dos ma- sas iguales á la unidad situadas á la unidad de distancia, des— pues dela unidad de fuerza se habría deducido la unidad de tiempo. 3 Los mecánicos han adoptado definitivamente en el Congreso Internacional de Mecánica Aplicada que tuvo lugar en Setiembre de 1889 en Paris, como unidades fundamentales una longitud definida, una fuerza definida, un intérvalo de tiempo definido. Este mismo Congreso ha declarado que en adelante «la palabra fuerza solo será empleada como sinónima de esfuerzo, sobre la significación del cual todo el mundo está de acuerdo. Se ha pros- cripto especialmente la espresión transmisión de fuerza que se refiere en realidad á la transmisión de un trabajo, y la de fuerza de una máquina que no es más que la actividad de la producción del trabajo por este motor, ó en otros términos, el cociente de un trabajo por un tiempo». El Congreso cree «que, para los mecá- nicos, el esfuerzo es una noción primordial más inmediata y más clara que la de masa». Veamos ahora cuáles son las condiciones á que deben satisfa- cerlascantidades que hayan de constituir á las unidades fundamen- tales. Las cantidades que se elija deben prestarse á una rigurosa com- paración con las cantidades de su misma especie. La compara- ción ha de ser fácil y directa y posible en cualquiera época y en cualquier lugar de la tierra. Los patrones deberán por lo tanto ser permanentes, es decir, que su grandor no sea susceptible de alterarse con el tiempo, ni de cambiar cuando se le transporte de un punto á otro. Por otra parte hay que tratar de elegir unidades fundamentales en el concepto de que la definición de las diversas unidades sea lácil y sus dimensiones simples. Gauss reconoció que las cantidades que reunen las mejores condiciones para constituir á las unidades fundamentales son pre- cisamento las que han adoptado los electricistas, es decir: 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA una longitud definida, una masa definida, un antérvalo de tiempo definido. Gauss que creó el primer sistema absoluto adoptó como unida= des fundamentales el milímetro, la masa del miligramo y el se- gundo, cuyo sistema se conoce y se designa hoy con el nombre de sistema de Gauss. La palabra absoluto nc significa que las unidades sean más per- fectas en tal sistema, sino que se emplea en oposición á la palabra arbitrario, que caracterizaría áun sistema de unidades indepen— dientes unas de otras. Las ciencias matemáticas ó físicas dan á conocer relaciones que ligan á las diversas cantidades entre ellas y lo más racional es establecer un sistema en el cual las diversas unidades vengan á estar espresadas en función de un corto nú- mero de unidades, formando así un sistema coordinado de me- didas, que simplifique los cálculos evitando el empleo de coefi- cientes inútiles. Vimos ya cuánta verdad hay en esto, por medio del ejemplo relativo al valor numérico del área de un rectángulo. Veamos ahora de justificar la elección hecha por Gauss. La masa es una cantidad que se presta admirablemente para servir como unidad fundamental. En efecto, si se elige como uni- dad de masa la masa de un lingote de oro, de platino ó de cual- quiera otra sustancia que no sea afectada por los agentes atmos- féricos, se obtendrá una cantidad tipo que reune excelentes con— diciones. La masa de un cuerpo es un elemento independiente de la situación de éste en la tierra, constante mientras el cuerpo no sufra alteraciones por agentes extraños. Con balanzas de pri- mera calidad se puede obtener copias fidelísimas del patrón de masa, hechas de sustancias igualmente inalterables. Un lingote de platino nos proporciona con su masa un elemento invariable y otro elemento, su peso, variable con la situación del cuerpo en la tierra. Suspendido el lingote de un dinamómetro de resorte acu- saría una fuerza de grandor diferente de un punto á otro. Si se quisiera tomar como unidad fundamental la fuerza, no se podría representar por el peso del lingote, que sin embargo representa- ría bien á la unidad de masa. Sin embargo, en la práctica cor- riente, será todavía por muchos años la unidad de fuerza quien sustituirá á la unidad de masa. Ya hemos hecho conocer la re- ciente resolución del Congreso Internacional de Mecánica Apli- NC LAS UNIDADES 103 cada. Si el dinamómetro de resorte diera indicaciones seguras hasta los límites que exigen los experimentos de precisión, se podría adoptar la fuerza como unidad fundamental tan bien como la masa, por cuanto el dinamómetro de resorte daría una medida directa y suficientemente exacta de la fuerza; pero como las in- dicaciones del instrumento son demasiado groseras cuando se trata de experimentos de precisión, se debe preferir para estos ca- sos la masa á la fuerza, aunque la noción de masa sea menos clara que la noción de esfuerzo. Para terminar con estas observaciones, diremos que si por me- dio de una buena balanza se estableciera en un lugar dado igual- dad de peso entre el lingote tipo y otro cuerpo inalterable, la igualdad subsistiría en cualquier otro punto, puesto que la va- -riación de peso se ejerce igualmente sobre todos los cuerpos; habríamos tomado una igual masa sugeta á la misma variación de peso que el patron. La longitud es también una cantidad que se puede medir y co- piar con suma exactitud, debiendo fijar la temperatura á la cual el patron tiene la longitud exacta. Más adelante veremos de qué sustancia y cómo se construye los patrones de longitud. Por último, el tiempo es otra cantidad que se puede medir con gran precisión. IT Ecuaciones de dimensiones de las unidades geométricas, mecánicas y térmicas. — Espresión general de una unidad derivada. — Homo- geneirdad de las fórmulas de la mecámca y de la fisica. Vamos á deducir primeramente las ecuaciones de dimensiones de las unidades derivadas en el sistema cuyas unidades fundamen- tales son : y una longitud defimda, una masa defimda, un mtérvalo de trempo definido. Representaremos el grandor de estas unidades respectivamente con 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El grandor de una unidad derivada lo representaremos con letras mayúsculas ordinarias ó letras griegas ; los valores numéricos de las cantidades los representaremos con letras minúsculas itálicas. Esta convención no regirá con las fórmulas tomadas de la mecánica ó de la física. Ecuaciones de dimensiones de las unidades geométricas. I. Superficie (S). Sea un rectángulo cuyos lados son a L y b L. La superficie de este rectángulo es a LAME == ab. L? Sia=1 y b=1, la superficie del rectángulo, entonces un cua- drado de lado 1 L, será L?. Esta superficie es precisamente la unidad de superficie que representaremos simbólicamente con $, y tendremos como ecuación de dimensiones de la unidad de superficie == 12, La unidad de superficie es de la dimensión dos con respecto á la unidad de longitud. 2. Volúmen (V,). Consideremos un paralelipipedo rectángulo cu- ya base tenga por lados las longitudes a L, yb L, y cuya altura tenga la longitud c L. El volúmen del paralelipípedo será aL< 3,14159 r L y la del radio ¡ALE luego la circunferencia corresponde á 2 >< 3,1159 » > L* — 6,2832 radiantes. 4. Curvatura de una curva. — Curvatura media de una superficie en un punto dado. — La curvatura de una curva está definida por la inversa del radio, es decir que tendremos: A Sir==1,la relación que resulta es la unidad de curvatura de una curva, es decir, la que corresponde á un radio igual á la uni- 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dad de longitud, unidad que representaremos simbólicamente con v. Luego la ecuación de dimensiones será y=L-". La unidad de curvatura es de la dimensión menos uno con res- pecto á la unidad de longitud. La curvatura media de una superficie en un punto dado es tam- bien de la dimensión menos uno con respecto á la unidad de lóngi- tud, puesto que dicha curvatura media se obtiene haciendo la me- dia aritmética de las curvaturas de dos secciones normales perpen- diculares entre ellas. | 5. Angulo sólido (e) ó abertura de una superficie cónica de forma cualquiera está medido por la relación del área interceptada por el cono sobre una esfera cuyo centro está en el vértice del cono al cua- drado del radio de la esfera. El ángulo sólido está representado por un número abstracto; es absolutamente independiente de las unidades fundamentales. Ecuaciones de dimensiones de las unidades mecánicas 4. Velocidad (V). Se dice que un móvil está animado de un movimiento uniforme, cuando los espacios recorridos son propor- cionales á los tiempos empleados en recorrerlos. Se llama veloci- dad la relación de un espacio recorrido al tiempo pe en recorrerlo. Una velocidad es la espresión o A Oo OT Sia=1 y b=1, esta relación reducida entonces á ó simplemente lle representa á la unidad de velocidad es decir la velocidad de un móvil que en la unidad de tiempo recorra una longitud igual á la unidad de longitud; unidad que representaremos simbólicamente con V; luego e e dt LAS UNIDADES 107 L E e n= LTS En el símbolo Y van inseparablemente unidas las ideas de espa- cio y de tiempo. Muy frecuentemente se dice: una velocidad de tantos metros, de tantos kilómetros y se comete un error, pues la verdad es que será: tantas veces la unidad de velocidad, que es por si misma una cantidad de distinta especie que una longi— tud. La ecuación de dimensiones Wa=TT-" nos hace ver que la unidad de velocidad es de la dimensión , uno con respecto á la unidad de longitud y de la dimensión menos uno con respecto á la unidad de tiempo. 2. Velocidad angular ó velocidad de rotación (w). Imaginemos un sistema girando con movimiento uniforme al rededor de un eje. Cada punto del sistema describirá una circunferencia cuyo plano es normal al eje de rotación y cuyo centro está sobre dicho EJE Se llama velocidad angular 6 velocidad de rotación del sistema la relación de la velocidad de un punto cualquier ásu distancia al eje, es decir, la relación Si suponemos a=1 y b=1, la relacion anterior se reducirá á 1 o ó simplemente á P> que es la unidad de velocidad angular, que representaremos simbólicamente con w; es la velocidad an- gular que corresponde á un sistema cuyos puntos [situados á la unidad de distancia del eje están animados de una velocidad igual á la unidad de velocidad. Tenemos la ecuación (Mi== - = V Es: que por la sustitución de V da o ="T-7! como ecuación de dimensiones. La unidad de velocidad angular 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA es de la dimension menos uno con respecto á la unidad de tiempo. 3. Aceleración (y). Cuando los espacios recorridos en tiempos iguales no son iguales, el movimiento es variado, y si el movi- miento varía es porque actúa sobre el móvil una fuerza. Sien un instante dado se suprime esta fuerza, el móvil, en virtud de la inercia, seguirá moviéndose en línea recta con un movimiento uniforme cuya velocidad será la que tenía en el instante en que se suprimió la fuerza. En el movimiento variado se deberá fijar la época en que se considera la velocidad. Una fuerza constante da lugar á un movimiento uniformemente variado, en el cual la velocidad varía proporcionalmente al tiempo. El movimiento uniformemente variado puede ser uniformemente acelerado ó uniformemente retardado según que la velocidad aumente ó disminuya. Se llama aceleración en el movimiento uniformemente variado la relación constante de la variación de la velocidad en un intérvalo de tiempo cualquiera, á este intérvalo. Si a, V es la velocidad en una época t, T; a, V es la velocidad en una época siguiente f,T, la relación es la aceleración. Si a¿—a, =1 y to —t,=1 la relación precedente que se reduce IAE ME v 3 e á 1; ó simplemente q la unidad de aceleración que repre- == sentaremos simbólicamente con y. La unidad de aceleración es la aceleración de un móvil cuya velocidad varía en una unidad de velocidad en cada unidad de tiempo. La cantidad y representa inseparablemente unidas las ideas de velocidad y de tiempo; con- cepto que se espresa mal con bastante frecuencia. Es erróneo de- cir: una aceleración de tantos metros ó de tantas unidades de longitud, pues debe decirse una aceleración de tantas unidades de aceleración. Para no insistir sobre observaciones análogas di- remos: una cantidad cualquiera es siempre un múltiplo de otra cantidad de su misma especie que se ha elegido como uni- dad. La ecuación AN =1 LAS UNIDADES 109 nos dá por la sustitución de Y como ecuación de dimensiones de la unidad de aceleración. Ve- mos que la unidad de aceleración es de la dimensión uno con res- pecto á la unidad de longitud y de la dimensión menos dos con respecto á la unidad de tiempo. 4. Aceleración angular ó aceleración de rotación. Si un móvil gira al rededor de un eje con movimiento uniformemente va- riado, la aceleración angular ó aceleración de rotacion del sis- tema es la relación constante de la variación de la velocidad an- gulareen un intérvalo de tiempo cualquiera, á dicho intérvalo. Si la velocidad angular en una época t, T es a, o, y si en una época siguiente l, T es dz, la aceleración en cuestión es d0— (040 __ 4d — Qy e to T—t TT t—t T Si aa—a,=1 y t¿—t=1 la relación precedente reducida á 1 = es la unidad de aceleración angular que representaremos simbólicamente y,. La unidad de aceleración angular es la ace- leración angular de un sistema que gira con movimiento unifor- memente variado, variando su velocidad angular en una unidad de velocidad angular en la unidad de tiempo. La ecuación a 2 17 nos dá por la sustitución de w: 1 2 que es la ecuación de dimensiones de la unidad de aceleración angular. Vemos que la unidad de aceleración angular es de la dimensión menos dos con respecto á la unidad de tiempo. 5. Fuerza. Una fuerza está representada analíticamente por el producto de una masa por una aceleración. Es que una masa so- licitada por una fuerza constante toma un movimiento unifor- memente variado cuya aceleración tiene un grandor proporcional al grandor de la fuerza é inversamente proporcional al grandor 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de la masa misma. Una fuerza estará representada analíticamente por | aM =a bM y Si a=1 y b=1 este producto se reduce á 1 My ó simple- mente My, que será la unidad de fuerza que representaremos simbólicamente con F. La unidad de fuerza es aquella fuerza que imprime á una unidad de masa una aceleración igual á la unidad de aceleración. La ecuación UE M y nos da, cuando sustituimos á y por su valor, la ecuación se di- mensiones, que será == Vemos que la unidad de fuerza es de la dimensión uno con res- pecto á las unidades de masa y de longitud y de la dimensión me- nos dos con respecto á la unidad de tiempo. La fuerza centrífuga tiene por espresión aM (0V) _ abr MV* A A ES 2 Cuando a=1,b=1 yc=1 se tendría en a la unidad de fuerza centrífuga; pero es evidente que sustituyendo á V por su valor, esta unidad debe resultar la espresión F, desde que-la fuerza centrífuga es una fuerza obrando de cierta manera. 7. Peso especifico. Densidad. — Sean q y o unidades de peso y < y” unidades de volumen que pertenezcan á sistemas de medi- das diferentes. Se da un cuerpo cuyo peso espresado con la uni- dad ¿es ag y su volumen espresado con la unidad e es ve. Se lama peso especifico absoluto del cuerpo, dada la relación de su peso á su volumen, es decir. E DE ve Sia=1 y v=1, la relación precedente, reducida á 1 EG sim- > (4) r . (7 plemente + será la unidad de peso específico absoluto que re- S LAS UNIDADES 1141 presentaremos simbólicamente con II,. La unidad de peso especí- fico absoluto es el peso especifico absoluto de un cuerpo que bajo la unidad de volumen tiene un peso igual á la unidad de peso. E Midamos el peso y el volumen del mismo cuerpo con las uni- dades q' y <' respectivamente y tendremos: , a? VE , ao vt Dividiendo estas ecuaciones tenemos E CNE mE: : - Como $ y 7 $0n los valores numéricos de los pésos especí- !, ficos espresados por las unidades =5 = podemos escribir Ó bien que nos dice que los valores numéricos del peso especifico ab- soluto de un cuerpo están en razón directa del grandor de las unidades de volumen y en razón inversa del grandor de las uni- dades de peso. Si la unidad de peso fuera la misma ó 9'=p entonces tendríamos: es decir, que dichos valores numéricos serían proporcionales al grandor de las unidades de volumen. Si la unidad de volumen fuera la misma Ó «e=<”, entonces tendríamos: n p' >) 20% (a que nos dice que los mencionados valores numéricos están en razón inversa del grandor de las unidades de peso. 119 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Vemos que el valor numérico del peso especifico absoluto de un mismo cuerpo cambiará en general con las unidades de peso y de volumen que se adopte. Además, hay otra causa para que exista esa diferencia y es que el peso de un cuerpo (y por consiguiente el numerador de la relación que determina al peso especifico ab- soluto) varía con la latitud y con la altitud del lugar de observa- ción. Un cuerpo dado pesaría en el Polo y al nivel del mar cerca de 0,005 más que lo que pesaría en el Ecuador y al nivel del mar. | Como n es el valor numérico del peso especifico absoluto del cuerpo considerado tendremos: 4) -S —m H;- S m Consideremos ahora un cuerpo particular con cuyo peso espe- cífico absoluto vamos á comparar el peso específico absoluto de todos los demás cuerpos. Bajo el mismo volumen ve el cuerpo tipo tendrá un peso pe y por consiguiente podemos escribir la espresión: PRE a = a Ob m Dividiendo la primera ecuación por la segunda tendremus por resultado un número abstracto que espresará cuantas veces el peso específico absoluto del cuerpo tipo está contenido en el peso especifico absoluto del cuerpo cualquiera considerado. En efecto se tiene: año po nm relación que llamaremos 3 y que es el peso especifico relativo del cuerpo dado y tendremos: A, pe de donde ap=pp9.0 y como Pp Q => (1) Ni 3 TL, resultará: O A 35 e LAS UNIDADES 113 Pero como la fórmula precedente se reduce á 4 = 0.1. 0. q. El cuerpo tipo es para los sólidos y los líquidos el agua pura á 4 centígrados. Elijamos como sistema de pesas y medidas el sis- tema métrico decimal. Entonces si elegiinos como unidad de peso el gramo y como unidad de volumen el centímetro cúbico, el va- lor numérico n, del peso específico absoluto del cuerpo tipo es 1 y la fórmula se reduce á a9=0.3.9 () El peso especifico absoluto del agua pura á 4” centígrados es- presado en gramos por centímetro cúbico será la representación material de la unidad de peso específico absoluto II,. Tambien un decímetro cúbico de.-agua pura á 4? pesa prácti- camente un kilógramo y si se adopta como unidades de volumen y de peso respectivamente el decímetro cúbico y el kilógramo, n, será tambien igual á 1 y la fórmula última nos dará el peso del cuerpo en kilógramos, siendo v el valor numérico del volúmen es- presado en decímetros cúbicos. Pero si se eligiera como unidad de volumen el metro cúbico y como unidad de peso el gramo, enton- ces el peso específico del tipo espresado en gramos por metro cú- bico tendría por valor numérico 1.000.000 y tendríamos que aplicar la fórmula dp=UN,09 donde n, =1.000.000, v el valor numérico del volumen en metros cúbicos y q el gramo. El peso específico de los gases y de los va- pores se refiere al aire á cero grados centígrados y bajo la presión de 760 milímetros de mercurio. Entonces espresando el volumen en decímetros cúbicos y el peso en gramos, n, =1.293. El peso específico relativo de un cuerpo cualquiera tomado siem- pre en las mismas condiciones, permaneciendo constante el cuerpo (*) Si eligieramos el antiguo sistema y en este la pulgada cúbica y la onza, el peso es- onza pecífico absoluto del agua pura á 4” centígrados sería un múltiplo de pulgadacúbica que sería la unidad de peso específico absoluto. ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX y 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tipo, tendrá siempre el mismo valor. Ninguna convención sobre las unidades de peso y de volumen puede influir sobre el valor del peso específico relativo, ni tampoco la situación del observa- dor sobre la tierra. Los ingenieros calculan ordinariamente el peso de un cuerpo sirviéndose de las tablas de pesos específicos absolutos que traen los manuales técnicos. La fórmula que hay que emplear es la ap =0w «ll. y habrá que espresar el volumen en la unidad á que se refiera la tabla y se tendrá el peso en la unidad que ésta esprese. La ecuación de dimensiones del peso específico absoluto se de- duce de la espresión : — 00 m J-S sustituyendo por e la espresión de la unidad de fuerza MLT -*, en vez de e, L3 y de z, por 1 se tendrá : DE ML 77? es decir que la unidad de peso específico absoluto es de la dimen- sión uno con respecto á la unidad' de masa y de la dimensión me- nos dos con respecto á las unidades de longitud y de tiempo. En cuanto al peso especifico relativo, siendo un número abs- tracto, es absolutamente independiente de las unidades funda- mentales. Sea My. la masa de un cuerpo cualquiera cuyo volumen es ve; se llama densidad absoluta la relación Mp My DE VE Sim=i1 y v=1 esta relación, reducida entonces á E represen- > E ta la unidad de densidad absoluta que indicaremos con A. Es como vemos la densidad absoluta de aquel cuerpo que en la uni- dad de voluinen contiene una masa igual á la unidad de masa. Si se mide la masa con una unidad ;.' y el volumen con una uni= dad e”, se tendrá: MIL = Mp! US == 0 0Ent RANIA SARA Ve AAA A PEER EIA e LAS UNIDADES 115 dividiendo la primera por la segunda se tiene : DS Os * y haciendo | m — =7 v UA A que son los valores numéricos de la densidad absoluta medida con dos sistemas de unidades, tendremos : LU ni=n'! - S ó bien IIA po DE fórmula que dice que los valores numéricos de la densidad abso- luta de un cuerpo están en razón directa del grandor de las uni- dades de volumen y en razón inversa del grandor de las unidades de masa. Sila unidad de masa fuera la misma ó =u” entonces tendríamos: es decir, que dichos valores numéricos están en “razón directa del grandor de las unidades de volumen. Si la unidad de volumen fuera la misma ó «=<” entonces tendríamos: que dice que los mencionados valores numéricos están en razón inversa del grandor de las unidades de masa. Siendo la densidad absoluta la relación de una masa á un vo- lumen, y siendo la masa un elemento independiente de la posi- ción que ocupe el operador en la tierra, el valor numérico de la densidad absoluta solo variará con las unidades adoptadas. Refiramos la densidad de los cuerpos á la del cuerpo tipo, á cuyo peso específico hemos referido el peso especifico de los cuer- pos. 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sea qu la masa del volumen ve del cuerpo tipo y k el valor numérico de la densidad absoluta de este cuerpo. Tendremos: A VE siendo A la unidad de densidad absoluta. a | Como ás =m, tendremos My TN VE Dividiendo esta ecuación por la tendremos: El número abstracto 3, se denomina la densidad relativa del cuerpo cualquiera considerado. La masa de un cuerpo se obtiene dividiendo su peso por la aceleración de la gravedad; entonces para espresar á 3, en función de los pesos del cuerpo cualquiera y del cuerpo tipo bajo el mismo volumen ve á que se refieren, bastará sustituir directamente los pesos, porque la aceleración de la gravedad es un divisor común á los dos términos de la rela ción 3,. Procediendo así tendremos : 1 A A al an ? y como pS es decir, el peso específico relativo, vemos que el número que representa al peso específico relativo y á la densidad relativa es el mismo ó sea LAS UNIDADES 117 Teníamos que la densidad absoluta de un cuerpo era A=* ES Reemplazando y por M y e por L* y llamando D al resultado tendremos la ecuación de dimensiones: D= - =— ML 7? Vemos que la unidad de densidad absoluta es de la dimensión uno con respecto á la unidad de masa y de la dimensión menos tres con respecto á la unidad de longitud. En cuanto á la densidad relativa, como es un número abstracto, es independiente de las unidades fundamentales. Hemos creido conveniente estendernos sobre peso especifico y densidad por la importancia que estos elementos tienen en la prác- tica 8. Presión ó1mtensidad de presión. — Para darnos cuenta de lo que es la presión por umdad de superficie consideremos un vaso abier- to de fondo plano horizontal, que contenga un líquido en equilibrio. La presión sobre el fondo está representada por el peso de una co- lumna del líquido que tenga por base dicho fondo y por altura la distancia de éste á la superficie libre. La presión así producida es uniforme. SisS es el área del fondo del vaso aF la presión total, la relación es lo que se llama presión por unidad de superficie. Sia=1 y s=1 la relación precedente "reducida á E? que re- presentaremos con el símbolo F, representará la unidad de presión. La unidad de presión es la presión que ejerce la unidad de fuerza uniformemente repartida sobre la unidad de superficie. La ecua- ción F - E -1 Fs =G FS nos da por la sustitución de F y de S: E. == EMT 7 * 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Vemos que la unidad de presión es de la dimensión menos uno con respecto á la unidad de longitud, de la dimensión uno con respecto á la unidad de masa y de la dimensión menos dos con respecto á la unidad de tiempo. 9. Trabajo. — Cuando una fuerza actúa en su dirección y sobre una cierta longitud, dicha fuerza produce un trabajo igual al pro- ducto de la intensidad de la fuerza por el camino recorrido. Por esta definición tendremos que un trabajo es la expresión: aF? LAS UNIDADES 119 es decir, que la unidad de potencia es de la dimensión uno con respecto á la unidad de masa, de la dimensión dos con respecto ála unidad de longitud y de la dimensión menos tres con res- pecto á la unidad de tiempo. 11. Momento de una fuerza. Par. Impulsión de una fuerza. Cantidad de movimiento. — El momento de una fuerza respecto á un eje es el producto de la proyección de esta fuerza sobre un plano perpendicular al eje por la distancia del eje á esta proyec- ción. El momento de una fuerza es por lo tanto el producto de una fuerza por una longitud y es homogéneo con un trabajo. Dos fuerzas paralelas é iguales y de sentidos contrarios aplica— das á un cuerpo sólido forman un par. Por ejemplo, un sólido su- mergido en un líquido elegido de manera que el volumen de lí- quido desalojado pese exactamente lo que pesa el cuerpo sólido, si es colocado en la masa líquida de modo que el centro de gra vedad del sólido y el centro de empuje no estén en una misma vertical, el sólido, solicitado por dos fuerzas paralelas, iguales y de opuestos sentidos, que son su peso y el empuje del líquido, se _moverá bajo la acción del par formado por dichas fuerzas hasta que los centros mencionados queden sobre una misma vertical. Una aguja de brújula común, desviada del meridiano magné- tico vuelve á él en virtud de un par de fuerzas. Se llama momento de un par de fuerzas, el producto de una de las fuerzas por la distancia que hay entre ellas. En el ejemplo del cuerpo sumergido el momento tiene un valor máximo cuando los dos centros están en un mismo plano horizontal; en el caso de la brújula el momento es máximo cuando la aguja es colocada normalmente al meridiano magnético. El momento de un par es homogéneo con un trabajo. Si la unidad de masa es solicitada por la unidad de fuerza, to- mará un movimiento variado cuya aceleración será igual á la uni- dad de aceleración, es decir, que o Por otra parte se liene: ! ES! y entonces 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA LED M T de donde FT = MV. El producto de una fuerza por un tiempo se llama impulsión de la fuerza. El producto de una masa por una velocidad se llama cantidad de movimiento. En el caso que nos hemos puesto el pro= ducto FT es la unidad de impulsión y el producto MV la uni- dad de cantidad de movimiento. Si reemplazamos F y V re- sulta : ME MLT 7 * 12. Momento de imercra de un sistema material que gira alrededor de un eje. — Cuando un sistema material está animado de un mo- vimiento de rotación alrededor de un eje, se llama momento de wmercia del sistema la suma de los productos de la masa de cada uno de sus puntos por el cuadrado de la respectiva distancia al eje de rotación. Al sistema material dado sustiluyamos una capa ci- líndrica de revolución infinitamente delgada, cuya masa sea igual á la masa total del sistema y cuyo radio sea tal que el momento de inercia de dicha capa sea igual al momento de inercia del sistema material dado. Una capa cilíndrica de revolución infinitamente delgada es una superficie cilíndrica “de revolución sobre la cual se ha distribuido en capa infinitamente delgada una masa dada. El radio de la capa cilíndrica en cuestión se llama radio de ga- ración. | Vemos que un momento. de inercia es una espresión de la forma M [6LJ = ab* MI? Sia=1y b=1, la espresión precedente representará con ML? launidad de momento de inercia. 13. Potencia viva ó energía cinética. — Cuando una masa está animada de una cierta velocidad se llama potencia viva de esta ma- sa la mitad del producto de la masa por el cuadrado de su veloci— dad. La potencia viva de una masa aM, animada de la velocidad vYV es da ue == : av* MV* Nni|— “REM LAS- UNIDADES 121 Sia=1 y v=1,la espresión que precede reducida entonces á l , o : 3 MV? representará la unidad de potencia viva. La unidad de poten- cia viva, es la potencia viva de una masa igual á la unidad de masa animada de una velocidad igual á la unidad de velocidad. Reemplazando á Y sale: que nos dice que la potencia viva es homogénea con un trabajo. Pasaremos ahora á deducir algunas ecuaciones de dimensiones delas unidades derivadas en el sistema cuyas unidades funda— mentales son : : Una longitud definida, Una fuerza definida, Un intérvalo de tiempo definido. Indiquemos con L F T respectivamente el grandor de la unidad de longiíud, de la unidad de fuerza y de la unidad de tiempo. Las unidades de superficie, de volúmen, de ángulo, de velocidad, de velocidad angular ó velocidad de rotación, de aceleración, son de las mismas dimensiones que las unidades derivadas de mismo nombre en el sistema cuyas unidades fundamentales son LMT. En el sistema de que ahora nos ocupamos, la masa es una unidad deri- vada que vamos á definir. En general la masa es la relación de una fuerza á una aceleración y entonces la relación ave a A o es una masa. . k . , . F a Sia=1 y b=1, esta relación nos dá en S la unidad de masa, es decir, que la unidad de masa es la masa que bajo la ac- ción de una fuerza igual á la unidad de fuerza toma un movimien- to variado cuya aceleración es igual á la unidad de aceleración. Como y = LT-* la unidad de masa será representándola con M” Ms 10m le 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La unidad de masa es de la dimensión uno con respecto á la uni- dad de fuerza, de la dimensión menos uno con respecto á la uni- dad de longitud y de la dimensión dos con respecto á la unidad de tiempo. El peso específico absoluto de un cuerpo es la relación de su pe- soá su volúmen, luego, tendremos : ae ar YA y 0V, Sia =1yb=1 la relación precedente reducida á a nos dá la unidad de peso específico absoluto. La definición es siempre la misma. Representando simbólicamente con = la unidad de peso específico absoluto, tendremos: F F E Jal — == += FL ne Mi. E Vemos que la unidad de peso específico absoluto es de la dimen- sión uno con respecto á la unidad de fuerza y de la dimensión me- nos tres con respecto á la unidad de longitud. La densidad absoluta de un cuerpo es la relación de su masa á su volúmen, luego tendremos : aM am AAA Sia =1 y b=1, tendremos en > unidad de densidad ab- 1 soluta cuya definición es siempre la misma. Sustituyendo los valo- res de las unidades derivadas M y V, en función de las unidades fundamentales tendremos, indicando con Dla unidad de densidad : ESPE mr La unidad de densidad absoluta es de la dimensión uno con res- pecto á la unidad de fuerza, dela dimensión menos cuatro con res- pecto á la unidad de longitud y de la dimensión dos con respecto á la unidad de tiempo. En cuanto á la unidad de trabajo, se vé inmediatamente que, siendo la unidad de fuerza una de las unidades fundamentales y la espresión de un trabajo el producto de una fuerza por una longi- tud, dicha unidad ha de ser de la dimensión uno con respecto á la unidad de fuerza y con respecto á la unidad de longitud. (Continuard). MOVIMIENTO SOCIAL Durante el mes de Marzo la Junta Directiva ha celebrado cuatro - sesiones adoptándose en ellas, varias resoluciones de importancia. Han sido aceptados como socios activos los Señores : Dr. Federi- co G. Haft, Cárlos V. Burmeister, Desiderio Torino, Rodolfo Langlas, Cárlos Martinez, Félix Linch Arribálzaba, Francisco Bosque y Re- yes, Vicente Posadas, Ireneo Anasagasti y Augusto Spika. Para la Biblioteca se han recibido quince obras nuevas sers de las cuales han sido donadas por el socio Angel Gallardo. Debido á la iniciativa del Señor Ingeniero Marcial R. de Candioti se ha procedido al arreglo de los documentos del Archivo de la So- ciedad, nombrándose una comisión para tal objeto, compuesta de dicho señor Candioti y del sócio señor Alberto Otamendi ; la Comi- sión lleva ya muy adelantado este trabajo. Habiendo depositado el Ingeniero Rodolfo de Arteaga una corona sobre la tumba del Dr. Parodi, en nombre de la Sociedad, se ha pa- sado á dicho señor una nota de agradecimiento por su importante servicio. En cuanto á la placa de bronce que se colocará sobre la tumba del Dr. Puiggari, el 14 de Abril, primer aniversario de su falleci— miento, la Comision nombrada al efecto y compuesta de los Señores Gallardo y Molino Torres, la ha adquirido, y se ha puesto de acuer do con los deudos para efectuar debidamente el homenaje. 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El precio de los Anales atrasados de un año, se ha fijado en un peso moneda nacional y en dos los de mayor antigúedad. El Dr. Federico Haft ha enviado á la Sociedad dos nuevos traba- jos para los Anales : uno sobre « Ecuaciones Diferenciales », y otro sobre « Claudius Ptolomeus, sus trabajos en la astronomía ». A indicacion del Gerente de la Sociedad se han inutilizado algu- ños recibos correspondientes á socios que han fallecido, cesado ó han enviado sus renuncias ó que se hallan ausentes de la Capital. La Junta Directiva, áindicacion del señor Presidente, ha resuelto pasar notas á los directores de establecimientos industriales, pi- diendo muestras de los productos que en ellos se elaboran para procederá la formación una esposición permanente de los mismos en la Sociedad. El Señor Ingeniero Félix Rojas ha donado las diez acciones con que se suscribió para la erección del edificio social. En la Asamblea del 13 de Marzo, á la cual asistieron cuarenta y cinco socios y diez oyentes, seprocedió, de acuerdo con la órden del dia, á la eleccion de Secretario, resultando electo el señor Ingeniero Marcial R. de Candioti. En seguida el señor Presidente invitó al In- geniero Manuel B. Bahia, á hacer uso de la palabra, quien con la fa- cilidad y competencia de que ha dado repetidas pruebas, disertó sobre « La Teoría de las Unidades » ; sentó primeramente la impor- tancia de conocer y difundir esta cuestión imprescindible para los que se dedican al estudio de las ciencias Físico-Matemáticas, espuso luego las unidades fundamentales, de las que dedujo las unidades deriwvadas, haciendo despues algunas aplicaciones para determinar la homogeneidad de fórmulas analíticas. El señor Bahia fué muy aplaudido y la Junta Directiva resolvió publicar su conferencia en los Anales. AAA AAA O da A FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS NCATR ES DELPAE LOBO Por JUAN LLKERENA (Continuacion) Los vapores volcánicos producen fenómenos metamórficos; así es como se encuentran incrustaciones de azufre tapisando las grietas, y formaciones de sulfato de cal, provenientes de la accion de los vapores sulfurosos, sobre la cal de las lavas basálticas. Se encuentran en Aden muestras de este gypsonum bien cristalizadas. La accion de las aguas produce tambien ciertas descomposiciones; así es cómo se es- plica la formacion de cuarzo cristalizado, de cuarzo calcedónico, de epidote y de obsidiana. Las arenas pumicíticas son explotadas por el Gobierno inglés comu puzolanas; son enviadas á Bombay para' la fa- bricacion de argamasas hidráulicas y cementos. Esta puzolana (tierra Romana entre nosotros) contiene en media 18.7 de sulfato de cal. La residencia de Aden es bien poco agradable, segun los europeos allí establecidos; pues se halla edificada dentro del recinto estrecho y confinado del cráter de un volcan extinto, lo que es decir que viven perpétuamente (en esa latitud y rodeados además de desiertos ardien- tes de arena) en el horno en que Sidrac, Massac y Abdenego fueron quemados por un minuto. Son pues, unos verdaderos mártires, no de la ciencia, sinó de la política estratégica de la Inglaterra, que ha tomado y quiere conservar á perpetuidad esa puerta para su tráfico con la India y sus magníficas posesiones de Australasia. Los bordes del cráter que confinan el aire y las vistas de estas desdichadas víc— timas á perpetuidad, son irregulares y dentelados; sin que la menor vegetacion venga á interrumpir la tristeza de este paisage quemado por el sol y por los fuegos geológicos de Pluton. El agua es tan es- casa como la verdura; y ha sido preciso escavar la roca á mano de hombre, practicando inmensascisternas, que lluvias diluvianas alimen- tan, pero de un modo bastante irregular. Un paseo por las calles estrechas y oscuras de Aden, es sin em- bargo lleno de interés para un etnógrafo. Aquí se halla el cuartel de los Banianos, que en una edad de ciencia, de luz y de emancipacion del espíritu humano de las pesadas cadenas de las falsas supersticiones, creen todavía en la metampsicosis; Banianos muy caritativos con los animales y muy crueles con los hombres, á los cuales empalan cuando mandan, al menor capricho. Así, ellos han construido una casa de refugio á todo animal enfermo ó maltratado. Pero no tienen ningun 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA hospital para sus semejantes, á quienes apestan con las exhalaciones de sus cadáveres insepultos. Esto nos hace acordar de los hindus, que tienen hospitales para las pulgas, las chinches, etc., y que á sus compatriotas los hacen pisar vivos por las ruedas del carro de sus ídolos; y á las mujeres las hacen quemar vivas. Los inquisidores de España eran tambien muy caritativos con los haraganes, mendigos y salteadores; pero quemaban á las gentes industriosas, estudiosas y trabajadoras. Así, en España en esa época la única profesion admiti- da era la mendicidad. Así es la importancia que hoy tienen Italia, España y todas las naciones Católicas, formadas de pordioseros orgu- llosos y de revolucionarios despiadados. Aquí los sacerdotes Banianos cuidan con una paciencia tocante, ovejas sarnosas, perros galosos, etc. Llegan hasta escavar agujeros en la tierra que llenan de granos para servir de alimento á los insectos y á las aves; para los hombres, duro trabajo, hambre y abandono. En Aden tienen tambien su asilo los Parsis, adoradores del fuego, cuyos cuerpos despues de su muerte, deben ser religiosamente conduci- dos sobre las lúgubres mesas de la Alta Torre del Silencio, vasto anfi- teatro revestido de baldosas, expuestas á los ardores del sol y que convergen hácia el mismo hoyo. En este agujero serán más tarde murados juntos, todos los cadáveres desecados, cuando cada mesa haya recibido su depósito. A estos Banianos y á estos Parsis que se avienen bien con la tolerancia inglesa y que deben haber sufrido enormemente cuando los mahometanos, portugueses y otros católicos intolerantes gobernaban las Indias; á estos benévolos vivientes, deci- mos, se les encuentra un poco por todo, sobre las costas orientales de Africa que han servido de réfugio á estos corderos humanos, Ca- paces de hacerse daño á sí mismos, pero no á los otros; y los cuales han sido siempre víctimas entre las garras afiladas de las otras sectas de feroces lobos, tambien hombres, por desgracia. Pero lo que más interesa en Aden y lo que es especial, son las caravanas de montañe- ses Yemelis, que vienen conduciendo á Aden, los cafés y los aromas de Moka y del Yemen. Son esos cambistas judíos, banqueros y co- merciantes de plumas de avestruz; son esos negociantes, verdaderos hijos de la Arabia, muy ricos, y muy hospitalarios; es en fin, el cuar- tel de Mala y el Puerto del mismo nombre, donde vienen á anclar los boutres, 6 pequeñas balandras y botes de toda la costa, introduciendo las mercaderías y abastos de que el comercio de Aden consta. Desde la rada, la poblacion de Aden se presenta desparramada á los piés del promontorio volcánico de laisla ó península de la izquier- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 197 , da, entrando; se halla pues, sobre una falda perteneciente á un erupo de islotes volcánicos, y no sobre el continente arábigo, segun se halla representado en los mapas y relaciones. En realidad, Aden es más una posicion militar y estratégica, que un establecimiento mercantil. Su poblacion principal se compone de cañones de los sis- temas modernos, de casernas, de algunas casas, y de un blanco templo anglicano, símbolo de la paz, en medio de los aparatos de la guerra. En el puerto, que noes otra ccsa que el estrecho entre dos islas eruptivas volcánicas, se vén amacándose al vaiven de la onda, unos tres acorazados de guerra, inglés, ruso y turco; con otros vapores del comercio. Fuera de las razas que hemos mencionado, hay una baja po- blacion nativa de un carácter africano, Ó mejor, berberisco pro- nunciado. Su señalamiento fisiognomónico es etiope, no árabe ni semí- tico. Su pelo es lanoso, pero su color no presenta el negro del ébano; es de un negro rojizo, que es el carácter, ó mejor, el matiz del etio- pe antiguo. El etiope moderno tiene más del negro sud-africano y no tiene nada de las razas Noachides rojizas ó blancas. Es una pobla- cion exactamente análoga á la que forma las masas de las islas de Cabo Verde y con la misma costumbre de solicitar limosnas de menudas mo- nedas, que le son tiradas al agua y que recoje al paso ó zambullén- dose, como el perro de agua, á quien se tira su pelota en el mar para que la saque. Como su símil, todo cuanto recojen á su paso por la onda, selo echan á la boca. Porque estos berberes (no hallo otro nombre más adecuado que aplicarles) andan desnudos y no tienen otro bolsillo ó faltriquera que la boca. En ella acomodan sin limpiar ni examinar mucho, las monedas de toda especie y procedencia que les tiran; el cobre mugriento del mercachifle, la plata gastada del larrikin y la blanca moneda de la dama ó del galan, que la arrojan con desprecio á esos anfibios de agua salada; los cuales estacionados en innumerables botes arapientos, en torno del vapor, piden, hablan, chillan y se zambullen en coro. En la antigúedad, todas estas costas, tanto asiáticas como africa= nas, se han hallado ocupadas por una raza Hamita, parienta consan- guinea de los fenicios y egipcios antiguos. Ella debía provenir de los establecimientos y colonias formados en esas costas por Osiris y sus antecesores y sucesores, hasta el advenimiento de la dinastía mi- litar de los Faraones, que Menes fundó el primero, arrebatando el trono á los Pyromis ó Emperadores Sacerdotales, como es fácil conje- turarlo de los datos suministrados por los monumentos, por los antiguos 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA documentos, y por Herodoto. Estos Faraones militares advenedizos, le- jos de ensanchar, estrecharon más bien el círculo de las ocupaciones y conquista de la raza Hamita, esto es, Etiope, Egipcia, Fenicia. La invasion Ariana, Asiria, Semítica los expulsó, Ó mejor los subyugó en parte, pues no se expulsan las razas vivaces de su antiguo suelo. Si esos ideneses rojizos de los costas (distintos de los árabes) de los mares arábigos y africanos orientales, son los descendientes legíti- mos de los hamitas osiriacos ó de los etiopes ictiófagos (no de los etiopes del Asia de Herodoto, porque esos tienen el pelo lácio y son negros, mientras estos son motosos y rojizos); en este caso, decimos, esa raza cuyas canillas delgadas y costillas salientes, nos hacen acor- dar del Alalo de Darwin y de Haeckel, son los restos degenerados ó mestizados de la raza más antigua del mundo actual; de la raza Atlanto-Hamita que habitó la Abisinia, mucho antes que la raza Semito-Etiope que hoy la puebla. La canoa es el distintivo de los pueblos salvajes de las costas, tan- to en el viejo como en el nuevo continente. Las canoas de estos natu— rales, de una raza que cuerta por lo menos 8000 años de existencia conocida y que se ha encontrado siempre en contacto con pueblos ci- vilizados, sin el menor provecho por lo visto, pues se consérvan hoy tan rústicos y primitivos como en su orígen. Sus canoas, en efecto, son de un solotronco y muy pequeñitas; solo caben dentro duos perso= nas delgadas como son todos los nativos, no sabemos si por el sabroso alimento de monedas usadas de cobre y plata que guardan constan temente dentro de la boca, su único bolsillo; ó si porque su alimenta- cion noes muy abundante. En efecto, los arenales arábigos y africa- nos no dan papas, ni nabos. Ellos deben de sustentarse de pescado y solo de pescado, como los Ictiófagos, sus antepasados. En sus. canoas y en sus personas ellos se semejan á los salvajes de la Ocea- nía, como una gota de agua á otra. Mas aquellos tienen sus bosques; y estos ¿de dónde sacan los troncos de sus canoas? La Arabia, sobre las costas arenosas de sus golfos, si bien cuenta una perfumada ve- jetacion arbustescente de aloes y mirra, estín desprovistas de árboles grandes, como el Sahara ; y del lado del Africa, ya lo hemos visto, no florecen sinó tumbas y arbustos achaparrados de tamarisco y acacia. En una palabra, en ese suelo antiguo, Ó mejor, reciente lecho del Océano, realzado en sus costas por cuchillas, promontorios é islas ele- vadas, de orígen volcánico, las maderas y los bosques no se conocen ni por tradicion. ¿Hay en estos desiertos algun Bar-bel-Ama dentro de cuyo lecho desecado se encuentren troncos abandonados y fósiles, en IAE FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 199 los cuales el hacha del salvaje de ribera, pueda labrarse una canoa? Lo dudo. Y sin embargo, esas canoas, delicadamente esculpidas, me han hecho acordar involuntariamente de la bella caja de momia en que el traidor Tiphon, hace la friolera de cerca de 8000 años, encerró al heróico Osiris, arrojándolo vivo en el mar. Nocreo que esas canoas sean de manufactura inglesa; hechas de un solo tronco, de maderas muy durables, ellas son trasmitidas de padres á hijos. Entre ellas de- ben haberlas antiquísimas, contemporáneas del feroz conquistador árabe Jabarti-Ben-Ismael ó de Gama y Camoens, si es que Vasco da Gama y Camoens han aportado jamás á estas riberas de fuego. Ver- dad es que esas maderas pueden venir de la India ó de las islas del Mar Indico, poseyentes de los más magníficos bosques de la tierra. Pero esos paises no están al alcance de sus canoas, y es el comercio probablemente el que se encarga de proveerles de maderas. Pero pue- den provenir tambien de los valles del Rio Nogal y del Rio Haines, sobre las costas Orientales de Africa, no distantes, y los cuales abun- dan en maderas preciosas. Es verdaderamente imponente el aspecto de las sombrías islas mon- tañosas y volcánicas que se agolpan sobre el Estrecho de Aden, pro- yectándose en ondas erizadas y negras, á ambos costados de la en- trada. Hácia la parte interior á la derecha, una enorme roca negra de “forma estraña, destacada del grupo, se sumerje en las ondas, seme- jante á un negro hipopótamo, bañándose en las aguas de un rio afri- cano. Ese peñasco aislado, ese islote, ese escollo resalta en su negru- ra de azabache, formando contraste con el verde gris claro de las aguas, y con las costas inmediatas de blanquisca arena. ¿Cuántas flotas no habrá visto pasar ese islote desde que rodó por primera vez de la cima de la montaña basáltica, clavándose en medio de la onda, como un lunar postizo, tal vez hace unos 45.000 años? Me refiero á esas bellas flotas antiguas de corvo pico y de pintoresco velamen, en que se han realizado las más grandes empresas marítimas, desde la con- quista de la India por Osiris Baco, hasta el rapto del vellosino de oro por los Argonautas, y el descubrimiento de la América por Colon. Nuestras grandes naves modernas, no han hecho todavía cosas tan grandes. Esas negras islas han estado sin duda habitadas entonces, como hoy (ahora 4 á 6000 años) pues se encuentran vestigios de es- tanques escavados en la roca viva, de una remotísima data; tambien ha habido enesas fechas, tan avanzadas en la penumbra prehistórica, más adelante, á la estremidad Noroeste del Mar Rojo, un antiguo Canal de Suez, desde mucho antes de Sesostris, como es lógico dedu- ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cirlo de los descubrimientos más recientes de los Egipció:ogos, Ramsés II, Meiamoun, Psametico, Dario y los Ptolomeos no hicieron sinó repasarlo, componerlo ó rectificarlo en épocas sucesivas y re- motas. Pero el canal á que nos referimos no era un canal marítimo, como el actual; era simplemente un poderoso canal de agua dulce, sacado desde el Nilo con el doble objeto de la navegacion y dei culti- vo. La boca de este canal arrancaba de las inmediaciones de la capi- tal, Memphis, y venía á derramarse en Arsionoé, en la estremidad del Golfo de Suez, atravesando el desierto intermedio. A lo largo de ese gran canal, en esos remotos siglos, se estendían grandes -ciudades, entre ellas Pibhom y Ramsés, que los israelitas es- clavos en 1600 antes de Jesu Cristo, fueron forzados á edificar para sus amos los hijos de Ham, los Egipcios. Ellos que eran los hijos pri- vilegiados de Sem. Cuánta humillacion ¿no es verdad ? Y sin embargo, en el desierto, un siglo más tarde, echaban de menos el buen pu- chero y las ricas sandías que comían durante su esclavitud en el Egipto. Asíson los humbres, y los que quieren gobernarlos bien, es preciso los conozcan bien. En el Egipto ellos echaban de menos la libertad, á pesar dela olla; y en el desierto echaban de menos la olla, á pesar de la libertad. Hay pues que dar á los pueblos la libertad y la olla. Sien la antigúedad no se. contentaban con menos ¿puede hacerse un calvarioá los modernos porque piden lo mismo ? Hay que gobernar + bien y con equidad para que haya áun tiempo libertad y olla. Mas esto no se puede obtener sin el cultivo de la razon, de la ciencia, que marcan los límites del derecho y el uso moderado de él, y que al mis- mo tiempo proporcionan los elementos de la industria y de la rique- za. Desgraciadamente, á pesar del transcurso de los siglos, de Ja civi- lizacion, el ser humano conserva aún los resabios del hombre primiti- vo, y las imposiciones de la supersticion y de la impostura, que alejan al hombre del cultivo de la razon y de la industria, ha contribuido á ese retardo lamentable que aun se echa de ver en la evolucion del bien político y social de la humanidad. En las aguas del Mar Rojo, Sesostris mantenía una escuadra de 300 naves en observacion, 35 si- glos antes. Es inmenso el tráfico de los vapores que entran y salen por el Estrecho de Aden, y por consiguiente, por el canal y por el Mar Rojo. Hemos permanecido en anclas delante de Aden 6 horas largas, y casi podemos asegurar que hemos visto pasar un gran vapor por hora, fuera del menudo craft, como dicen los ingleses. Lo que á mi más me sorprende, es esta fácil y frecuente cruzada general del Mar Rojo, por los grandes y pesados vapores de hierro modernos. Herodoto AA e e FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 131 me había dado de él la idea de un gran charco salado peligroso y so- mero, de tal modo que la flota del Sesostris de Herodoto, que es el Ramsés el Grande, de Tácito, y el Ramsés o de Champo- llion, no pudo Aa el Mar Rojo parairá la oia de la In- dia, porque la mayor parte de sus buques encallaron en los bancos de arena de su fondo, y la escuadra y el ejército se vieron en consecuen- cia, forzados á volverse para atrás. Esto fué lo que los sacerdotes de On ú Heliópolis, aseguraron á Herodoto. Ahora bien, si el Mar Rojo no daba paso para las pequeñas naves de los antiguos, menos podría darlo, me lo figuraba yo, para los grandes vapores modernos de 3 á 5.000 toneladas. Y sin embargo, estos lo cruzan actualmente con toda facilidad, sin que hayan sucedido muchos contrastes hasta hoy; con solo la escepcion de algunos vapores del comercio, mal dirigidos por sus vilotos, y cuyos cascos encallados sirven como de ponton de seña- les para marcar los bajíos. ¿Háse pues ahondado el Mar Rojo y sole- vantádose sus costas, de Ramsés el Grande, 5.600 años antes de Jesu Cristo, á esta parte? Se dirá quelos antiguos navegaban siempre s0- bre las costas, donde se aglomeran las arenas. Pero tratándose de la conquista de la India, la Flota de Ramsés no podía trazar su derrote- ro sobre las costas, tanto más, cuanto tenía para guiarse numerosas islas, promontorios piramidales, que marcan de distancia en distancia el canal central de la navegacion del Mar Rojo; más vasto, profundo y vivo, y no un mero charco decreciente, como el Mar Muerto. Para la salida, podían pass perfectamente por los Promontorios de Bab- el-Mandeb, visibles á largas distancias, y en seguida, Eos las altas crestas volcánicas del grupo de Aden. Solo despues de haber visto con mis propios ojos las costas de la Arabia, me he podido formar una idea de esta península, más confor- me con la verdad de las cosas, enlos hechos geográficos reales de nues- tro planeta. El mundo clásico ha fijado el tipo de ciertos paises, de ma- nera á darles 4 priors, un carácter marcado y especia), de que es difí- cil desprenderse, hasta no estudiar la realidad de lo que pasa. Griegos, Romanos y aún muchos de los modernos, no han visto la Arabia sinó como un apéndice de la Siria, ó mejor, al traves de los desiertos Si- rianos que la invaden y permean por ese lado: para ellos la Arabia no era sinó la Arabia Petrea, su conocida, esto es, un desierto estéril. Jamás han estudiado la Arabia propia, viniendo del Oriente; y de ahí el error del carácter apendado á la idea típica de este pais, de ser un desierto árido y desolado. Pues bien, sépase, la península Ará- biga está lejos de ser un desierto; ella es un pais de montañas más 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA elevadas que las de Inglaterra, España ó Francia: ella es un pais cerril y quebrado por colosales sistemas orográficos. Ella, por ejem- plo, sehalla atravesada por una alta cadena de montañas, verdaderas cordilleras, erguidas, pintorescas á la distancia y que por su confor- macion estezior, me han parecido muy semejantes á la Sierra de Cór= doba en su proyeccion, direceion y naturaleza de sus moles. Paralelas á esa alta cadena central, que forma á manera del espinazo de la bella y romántica península Arábiga, estendiéndose entre el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, se proyectan cordones ó cuchillas de tierras más ba- jas, probablemente de una naturaleza medanosa, qué han podido constituir tal vez las riberas de los antiguos mares eocenos Ó cretáceos. Al pié de esas cadenas laterales ó secundarias, que suponemos me- danosas, aunque su aspecto esterior no lo demuestre á la distancia, solo por no contradecir á los que por fuerza quieren hacer de la Ara- bia propia un desierto, se estiende una zona verdaderamente medanosa, que desciende hasta la ribera del mar y que es lo que sin duda se ha llamado los arenales de la Arabia. Esos arenales no son tan desnudos ni tan áridos como los del Sahara; se parecen más bien á los arenales 6 médanos que cubren la parte Oriental de la Provincia de San Juan, formando como ellos lomas ó cadenas medanosas, y entreveradas de matorrales y matas de arbustos olorosos y medicinales, como el aloes, la mirra, el incienso. Esa zona medanosa, cubierta de arbustos y de vegetacion, me ha hecho acordar á los desiertos Peruanos de Piura y de Tumbes, en el norte del Perú. Mas la vegetacion de los arenales arábigos en nada se parece á los frondosos zopales y mimoseas de es- tos. Es en realidad una vegetacion menos exhuberante, pero más llena de perfumes, de aromas penetrantes y peculiares y de un ozono más vigorizante. Así, no hay cosa más perfumada, suave y sana que el aire de la Arabia. Por esos desiertos medanosos, que el arbusto del bálsamo y de la mirra aromatizan, y que de vez en cuando, las lluvias del cielo cubren de una rica y florida vegetacion herbácea, en ciertas estaciones, vagan el avestruz asiático, más grande y más bello que el africano; el leon del desierto, de que David saca las comparaciones de sus sublimes poesías, habiendo en sujuventud luchado á brazo partido con uno de ellos; el asno silvestre, de que habla Xenophonte, el gran estratégico Ateniense, en su campaña de los 10.000, y que es segun él, el más “arisco é indómito de los animales ; y por último, la esbelta gacela, la gracia del desierto, de que hablan Job y Antar. Un bello árabe, con el pelo más negro que la noche y el cutis más blanco que la luna FISIOGRAFÍA Y' METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 133 llena, se me acercó ofreciéndome una cantidad de bellísimas plumas, durante nuestra permanencia en Aden: yo le compré algunas grises muy elegantes, y hablé un rato con él en inglés. De los datos que de él obtuve hablaré más adelante. Traia tambien huevos del avestruz de Arabia, que son bellísimos y de un tamaño enorme, proporcionados á este magnífico animal. Son de un bello color crema, jaspeado y brillante; no son elípticos como los huevos del avestruz argentino y africano, sinó redondos y casi del tamaño de una sandía regular. Pero hace horas que estamos hablando de la Arabia á nuestros lecto- res, sin haberle dado una idea general de este país; vamos ahora á re- parar esta omision. Como lo hemos dicho, y como lo demostraremos aún más adelante, toda la parte oriental de la Arabia, la comprendi- da entre el Golfo de Aden, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, es magní- - fica de montañas, de valles, de vegetacion y de flores, con algunos llanos medanosos, cubiertos de arbustos aromáticos. Solo la parte oc- cidental de ella, esa region que confina con la Siria, en la zona donde peregrinó 40 años el pueblo escogido, antes de llegar á su tierra de promision; solo esa parte, decimos, es un verdadero desierto de arenales ardientes, que se estienden blanuos y desolados bajo un cielo sin nubes, ensanchándose en anchas pampas de arena, cuyos infinitos hori- zontes solo presentan soledad, silencio y desolacion. Estos áridos de- siertos, se hallan rodeados y aún interceptados á veces, por montañas desoladas (como los cerros del Pié de Palo ó la Rinconada, de San Juan) las cuales corren en cadenas contínuas y en diferentes direccio- nes desde los confines de la Palestina, donde se ostentan áridas y desoladas, hasta las riberas del Océano Indico, donde se visten de una florida y perfumada vegetacion. En el Occidente, en la zona desierta, en los confines de la Siria, las cimas de estas montañas culminan en aislados y escarpados picos, pero sus flancos de pedernal no producen la humedad necesaria para fecundar el suelo; no concentran nubes que protejan el suelo contra la accicn desoladora de un sol tropical, y por consiguiente, las benéficas lluvias jamás descienden á fecundar el suelo. En vez de las refrescantes brisas que otros paises de clima ardiente disfrutan, en el Oeste de Arabia, vientos cálidos y pulveru- lentos como el Zonda de San Juan, estienden por todo su hálito noci- vo, tan fatal para la vida animal, como para la vida vegetal. La in- fluencia fatal de estos vientos asoladores del Oeste, suele estenderse tambien basta los fértiles valles, floridas montañas y verdeantes ri- beras de la Arabia Oriental, del Yemen, del Hadramut, del Ejhaz y del Oman, marchitando la vejetacion y abatiendo los espíritus vitales- 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pero allí, en la feliz region Oriental de la Península Arábiga, su accion funesta pasa, restableciendo su benéfica accion las frescas y húmedas brisas de los mares del levante y del mediodia. Las estepas de Rusia y los desiertos de Tartaria se hallan vestidos por la mano de la: natu- raleza de una frondosa vegetacion herbácea y de floridos pastizales; pero en los desiertos del Oeste de Arabia, la vegetacion se encuentra casi extinta. Los llanos arenosos se cubren cuando más de escasos y achaparrados matorrales; mientras el tamarisco y la acacia, introdu= > ciendo sus raices en las hendiduras de lás rocas, extraen un precario alimento de los rocíos nocturnos. Pero en esos desiertos mismos del occidente, los valles ó quebradas verdeantes llamados por los árabes wadys, vienen á alegrar con su risueña presencia la triste monotonía del desierto, ocupando ei lugar de los oasis en los inmensos arenales del Sahara. Estos wadys se. presentan aquí y allí entre las colinas, y á no ser por ellos y por los pozos y aguadas suministradas por las lluvias periódicas, la mayor parte de la Arabia Occidental permanecería eternamente desolada y sin habitantes. En un país como este, en que se pasan años enteros sin el refrigerio de la menor lluvia, la posesion de una fuente es á menudo la más valiosa propiedad de una tribu. Hay, sin embargo, grandes estensiones en que el lujo del agua, como muy bien podría llamársele, es desconocido, y en que el desierto se estiende por mu- chas jornadas sin ofrecer al viajero el espectáculo apetecido de un solo pozo de agua. Este país estraordinario, la Arabia Occidental, del que en la Bi- blia encontramos tan gráficas pinturas, se halla habitado por un pue- blo no menos extraordinario, dividido, lo mismo que el país, en dos grandes secciones ó clases, enteramente diversas por sus costumbres y hábitos, los habitantes de la parte oriental, que son tambien habi- tantes de ciudades y valles fértiles, cultivables y cultivados, los cua- les viven de la agricultura y del comercio; y los habitantes de la par- -te occidental, esto es, del desierto, que siguen hábitos de vida pasto- ril nómade, y depredatoria á veces, y los cuales consideran á los primeros como una raza inferior y degenerada. Desde la más remota antigúedad, esta distincion característica se ha conservado inviolable y como que se funda en la naturaleza del suelo, se conserva hoy tan fuertemente marcada, como en los tiempos de Abraham y de Isaac. Por su aspecto personal los árabes nómades ó beduinos, esto es, los habitantes de la Arabia Occidental y desierta, son de una estatura mediana, flacos y atléticos. Sus piernas, aunque delgadas, sonbien he- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 435 chas, sus brazos son tambien delgados con músculos parecidos á re- sortes de acero. La deformidad se halla contenida en esta raza nó- made porla circunstancia de que no hay niño débil que pueda resistir las penurias de una vida de beduino. Su complexion varía de trigue- ño español, hasta un chocolate subido y sus variedades, se atribuyen por el puebloá sangre. El blanco cútis, el negro pelo y los grandes y vivos ojos, son atributos de las razas cultas de la Arabia Oriental. Los nómades tienen el pelo negro, cuidando de raparlo, aunque á veces lo dejan pender en mechones desgreñados hasta el pecho; pero sus ojos son variados, de un verde oscuro ó castaño oscuro á veces, tal vez de- bidoá su mezcla con las otras razas con quistadoras de occidente; pero estos ojos, cualquiera que sea su matiz, son pequeños, redondos, inquié- tos, vivos, penetrantes, indicando una gran agudeza de ingenio, con un temperamento ardiente y un carácter apasionado. El hábito de frun- cir la vista para evitar la reverberacion del sol, hace nacer en el án- gulo de los ojos arrugas prematuras, ó loque se llama pata de gallo. Otra particularidad, es su modo de abrir repentinamente la vista cuan- do están exitados. Esto, combinado con la fijeza de su mirada, forma una espresion ya de una viva altivez, ya de una estrema severidad. El aspecto de los Cheicks ó gefes, es lleno de dignidad y de una gra- vedad al parecer meditativa; generalmente hay poca diferencia en la espresion de los ojos entre los individuos de la misma tribu, todos con las mismas aspiraciones que engendran las mismas pasiones. La espresion és el gran diversificador del semblante entre los pue— blos civilizados ; pero en el desierto presenta pocas variedades. Las cejas fruncidas y arqueadas, son señal de meditacion. La frente es elevada, ancha y en retirada para atrás. Las sienes son profundas, los pómulos salientes, lo que, combinado con las hundidas mejillas, dá á algunos individuos una apariencia calaveral. La nariz es pronunciada, generalmente aquilina, sus orejas pequeñas y bien formadas, la boca irregular, y los dientes, como es comun en las razas orientales, blan- eos, cortos, anchos é iguales. Cuando el árabe conserva su boca cer- rada, nada descubre en él al salvaje, Solo cuando descubre sus blan- cos dientes, semejantes á los del chacal, se muestra lo que los euro- peos llaman naturaleza salvaje. Porque para el europeo, todo es sal- vaje menos ellos, y al calificar salvaje á un pueblo, ellos parecen in- vestir el derecho de conquista. Pero en realidad, el árabe no es salvaje, es el pueblo más antiguamente civilizado del mundo, solo que se dife- rencia del europeo en que su civilizacion es patriarcal y no democrá- tica. Pero, ¿acaso la democracia patriarcal es menos digna que la 136 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA democracia nacida de la conquista ó dela prostitucion de pueblos, que viven bajo un régimen contrario á la naturaleza ? La democracia patriarcal es más noble, indudablemente, que la de- mocracia europea, nacida del cenobitismo (sic). Cuando el eristia- nismo se estableció legalmente con Constantino, su primer acto fué descoronar á Roma y robarle su supremacia que había conquistado con su sangre y su heroismo de siglos, para llevarla 4 Constantino- pla, pueblo Griego, sin antecedente y que jamás debió figurarse po- día tocarle la corona del mundo, conquistada por la sangre y los sacri- ficios de Roma. Es el catolicismo (no el cristianismo) el que consu- mó esa iniquidad, y ese suicidio del Imperio Romano. Es verdad que esto le abría las puertas del cielo, cerrándole las puertas de esta vida, y de este mundo, especie de suicidio devoto y católico. Ahora bien, el catolicismo ortodoxo, es el cenvbitismo. Como Jésucristo murió porque entraba en sus planes morir, Ó porque convino á su gloria, esterminando con su muerte á sus compatriotas los Judíos; los cató- licos apostólicos, se creen por este hecho condenados al cenobitismo eterno, al suicidio del egoismo. Pueblos hubo, ciudades, despues de la adopcion del catolicismo, que en 70.000 almas (como sucedió en una ciudad de Egipto, Oxyrincó creo, y en otras muchas) solo ha- bía 20 matrimonios. Todos los demás eran frailes y monjas. Pero co- mo el cenobitismo es contrario á la naturaleza, y es la naturalezá al fin la que triunfa, las ciudades católicas se componen de una masa espúrea, resultado del contacto de sexos que se¡han condenado ellos mismos al celibatu. Esa masa sin nombre, es la que en la Europa ca- tólica se llama democracia. Los protestantes han desechado el ceno= bitismo, es verdad, pero lo han desechado como rebeldes (tal lo pre- tende la Santa Sede) tan ilegítima, como la prole ilegítima de los conventos. Tales la democracia ó los súbditos de los reyes europeos. Entre tanto la democracia árabe es la democracia de la tienda del de- sierto, llena de tradiciones y de una moral sublime, noble y legítima, con una ascendencia que se pierde en la inmensidad de los siglos. Y á esto llaman los europeos salvajismo, y ellos se llaman civili- zacion. En cierto modo tienen razon los europeos, ellos cultivan las cien- cias y las industrias, mientras llega el dia en que el fanatismo cris- tiano condensándose, lo prohiba. Los árabes tambien las cultivaron . en tiempo de Mahoma y de sus primeros sucesores; mas como el fana- tismo se reagrava con los siglos, como ha sucedido en la India, en la Arabia y entrelos católicos, hoy no quieren cultivar ni la industria, FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 137 ni las ciencias, por creerlas anti-religiosas, y de ahí su retrograda- cion á la barbarie, hasta desaparecer. Porque el fanatismo, la intole- rancia son la muerte física y moral, como se vé que está sucediendo álos turcos, los árabes, los católicos y los indostanes. Como quiera, los árabes se diferencian de los indios salvajes de América. La ferocidad de estos se muestra en los ojos, mientras la boca conserva una es- presion suave. Esto quiere decir que la ferocidad les viene del alma, y que el cuerpo, la boca, la resiste. Algunas tribus se trenzan el bigote, segun la práctica imitada ael Profeta; otras se lo afeitan ó se lo de- * Jan crecer naturalmente sobre los labios, á la usanza persa. Tienen generalmente poca patilla, pero sí mucho bigote y pera, lo contrario de los ingleses que tienen enormes patillas y poco bigote y poca pera. El temperamento de los beduinos es nervioso ó bilioso, rara vez san- guíneo, jamás flemático. No pocas veces se ven sujetos á ataques de melancolía, que les hace odiar el metal de voz humana, buscando la soledad, comolos antiguos Profetas hebreos. Del hecho de vivir constantemente al aire libre, los árabes nómades adquieren una agudeza notable de sentidos. La facultad de su vista y de su oido se perfecciona con el constante ejercicio, y cuando ellos recorren el desierto con su penetrante mirada, alcanzan á distinguir los objetos hasta una distancia increible. Su sentido del olfato sobre todo, es de una estrema finura. El verdadero beduino, cuando se en- cuentra en la corrompida atmósfera de las ciudades, se coloca pelotas de algodon en las narices ó un pañuelo perfumado, para no percibir los malos olores de su ambiente. Cuando la necesidad los obliga á vi- sitar las ciudades, ellos desdeñan la morada en las habitaciones cer- radas, prefiriendo pasar la noche en los jardines 6 plazas públicas, más bien que respirar el aire confinado de un aposento. Una de sus cualidades más notables, es su facultad de poder distinguir las pi- sadas de los hombres y delos animales sobre la arena, ni más ni me- nós que el rastreador indio, sobre el suelo ó los pajonales de las pra- deras y-pampas. Delasola inspeccion de un rastro, un árabe puede deducir si el individuo pertenece á su tribu 64 cual de las inmediatas, pudiendo de este modo distinguir si es un amigo ó un enemigo. Por la firmeza ó levedad del rastro, conoce tambien si el animal ú hombre que lo ha marcado llevaba carga ó no, si pasó el mismo dia ó dias an— tes. Con solo inspeccionar la estension ó regularidad de los pasos, él puede calcular si iba ligero ó despacio, fresco ó cansado y la posibi- lidad de alcanzarloó no. Cada árabe distingue las pisadas de sus ca- mellos, de los de sus vecinos; sabe si el animal pastaba ó iba cargado 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ó montado por una ó más personas, y aún puede percibir en la arena ciertas señales que le indican las cualidades del animal ó de su ginete. Esta sagacidad, que permite al árabe del desierto leer sobre las arenas como en un libro, le es muy útil para descubrir la direccion de su enemigo ó para encontrar los animales estraviados ó robados. Hay ejemplos de camellos seguidos por el rastro hasta la tienda misma de su raptor, distante cinco ó seis jornadas de marcha, y hasta el pastor beduino puede distinguir en el arenal los pasos de su camello, entre mil otros. Así las instables arenas pueden revelar muchos secretos al oju ejercitado del árabe. De los árabes empleados como pilotos en el Mar Rojo, los Ingleses citan numerosos casos de una estrema agudeza de sentidos. Aunque sin reloj, ellos conocen el tiempo preciso en que un navío que viene de la India pasa por sus dereseras. En la mañana y en la noche ellos se aproximan á la ribera, colocan el oido sobre la playa durante tres ó cuatro minutos y aunque el buque esté á 120 millas de distancia, ellos escuchan perfectamente la señal convenida (un tiro de arma de fuego) ó sienten el clapoteo de la ola dislocada por la nave que pasa á esa distancia, sobre lo cual ellos se lanzan en su bote de piloto. Las maneras de los beduinos son libres y sencillas; y aunque estraños á los defectos y vicios vulgares de los pueblos civilizados, sus maneras suelen ir acompañadas de cierta ceremoniosidad. Cuando dos amigos se encuentran, ó se abrazan, ó se tienden palma á palma la mano de- recha y sus frentes se tocan 6 se balancean sobre sus hombros ha- ciéndose las preguntas de uso. El volver la espalda á una persona, aún para comer, es una falta de decoro; tomándolo por un insulto. Cuando un amigo se aproxima 4 un campamento, los que lo descubren lo gri- tan por su nombre y salen á su encuentro al galope blandiendo sus lanzas ó haciendo disparos de regocijo. El patriotismo de los árabes nómades es intenso. Como los montañeses, sea este Escoces, Suizo ó Argentino, aman sus montañas nativas; así el árabe errante ama sus estériles arenales y los prefiere á los más feraces valles del resto de su tierra. Todo su afecto se halla concentrado en ese solitario desier- to, pues en él solo puede encontrar esa libertad de independencia sin límites que él prefiere á todo. Su misma soledad y desolacion consti- tuye un atractivo á sus ojos, asociándolo con la libertad romanesca de su condicion. Despreciando las industrias pacíficas y mecánicas, que cree peculiares de las mujeres, de las gentes afeminadas, él solo ama la caza, la guerra y los trabajos y ejercicios varoniles, en que e tiene que ejercitarse toda su sagacidad, su valor Ó sus fuerzas. El : FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 139 desprecia en consecuencia á los pueblos sedentarios que considera esclavos adheridos al suelo, como la ostra adherida á su concha. El se complace y regocija en su tienda, que él puede trasladar y plantar donde mejor le parece y le conviene. Esa tienda él la envía como la nodriza de todas las nobles facultades, considerando el desierto como la única residencia digna del hombre libre y valiente. Ufano de su na- cimiento y libertad, él divide el mundo en dos grandes secciones: 1* los árabes; 2* los Asemi,esto es, los que no son árabes. El hace alarde de los cuatro preciosos dones que Allah ha concedido á su raza, turbantes, en lugar de diademas, tiendas en lugar de murallas, es- padas en lugar de trincheras y poesía en lugar de leyes. Esto es, él tiene sus leyes y costumbres establecidas en bellos versos, como los Tuidetanos de España, 6000 años antes de J. C. El profundo patriotismo local del árabe se halla perfectamente espresado en el célebre canto de Maysunah, la bella esposa del Cali- fa Muawijah. La pompa y esplendor de una corte imperial, de que era -la reina, no fué suficiente para reconciliarla ni con el hijo del harem, ni para hacerle olvidar los caros atractivos de su suelo nativo. Sus horas solitarias consumíanse en una melancólica nostalgía, y su ma- yor deleite consistía en cantar los sencillos placeres de la vida del desierto. He aquí una estrofa que traducimos: Prefiero á esos ropages de púrpura y de oro, Mi viejo oscuro manto de sargao de algodon, Y á aquestos altos muros y artesonados techos, Mi tienda del desierto que agita el vendabal! Prefiero álos cantares y músicas serviles, A las ricas monturas y cárrozas de honor, El trémulo relincho del camello ó la oveja, Y el ladrido distante del perro del pastor. La tradicion refiere que al oir este canto, el Califa Muawigah la envió cargada de presentes á su tienda nativa del desierto. Tal vez allí echó de menos las magnificencias de Damasco. Tan lleno se halla de contradicciones el corazon humano, y el corazon femenino en particular. Entre los buenos rasgos del carácter de los Beduinos se puede citar su dulzura y generosidad. Su carácter es generalmente una mezcla de astucia y sencillez; ávidos de finos chistes, lo que no quita nada ú su aire solemne y digno. Es fácil manejarlos con la sonrisa y las bue- nas palabras; es facil aplacarlos despues de estallada su cólera, pero 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en lo que respecta á injurias, son vindicativos hasta la insensatez. Aunque temerarios, cuando se hallan impulsados por la cólera, su valor se halla templado por la prudencia. Sus guerras son una suce- sion de escaramuzas, en que 500 hombres se retiran luego de perder 12 de su número. En esta guerra de montoneras, la primer carga asegura la victoria, y los vencidos huyen hasta cubrirse con las tinie- blas de la noche. En seguida la vergúenza ó la cólera los inducen álas - represalias, que suele acabar generalmente con la fuga del primer vencedor. La codicia ó la venganza es lo único que hace al árabe des- nudar su espada, pero se necesitan poderosos alicientes de honor y de fanatismo para hacerlo persistir. La costumbre del peligro en sus es- caramuzas y en sus contiendas sanguinarias, la continua incertidum- bre de su existencia, el desierto, la caza, su dura existencia, lo acos- tumbran á mirar la muerte frente á frente, como hombre y un móvil poderoso basta para hacer de él un héroe. La agreste existencia del beduino habitante de las negras tiendas como los llaman en Oriente, se halla suavizada por sus relaciones con: los moradores de casas hechas de arcilla (ciudades) que visitan á me- nudo y quienes suelen confiarles sus hijos á fin de endurecerlos con la disciplina del desierto. Esta laudable costumbre es generalmente se- guida por los Gerifes ó descendientes del Profeta, que residen en la Meca, y aún uno delos últimos Kedives del Egipto puso uno de sus hijos á cargo dela tribu Anhija de las inmediaciones de Akhba para que reciba una educacion de Beduino y se haga hombre. La suave in- fluencia del bello sexo tiende tambien áendulzar el carácter del árabe nómade y á inspirarle con sentimientos caballerescos. En las peripe- cias de la vida pastoril, tribus estrañas unas á otras suelen juntarse temporariamente en ciertos valles donde los pastos brotan tambien temporariamente, separándose en seguida por generaciones. Bajo tales circunstancias un jóven puede enamorarse de una donce- lla á la que tal vez por las leyes de su tribu no puede enlazarse; y entónces.los amantes recurren á la fuga. Los fugitivos tienen que desafiar todos los peligros, pues la venganza, que es el sangriento ído- lo del beduino en todo tiempo, se convierte entónces en la estrella guía de su existencia. Pero el amante árabe desafía todas los conse- cuencias y juega su vida por la posesion de la que ama. Este es el celo de la verdadera nobleza y libertad. Las mujeres, es verdad, son miradas como seres inferiores por sus dueños; y sobre ellas recaen todo el trabajo y menudos oficios de la tienda. La mujer es un ser amante por excelencia y al amor todo “lo FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 444 sacrifica, hasta su dignidad y su dominacion. Mas en las épocas bo- rrascosas y en la hora del peligro, por un impulso natural se eleva á un nivel igual ó superior al hombre en lo físico como en lo moral. Si hemos de creer á la historia, en los primeros dias del Islam, la Arabia contó muchas heroinas; y en este último siglo, Ghalujah, la mujer de un gefe Wahabi, salió al encuentro del egipcio Mahomet Alí en mu- chos sangrientos combates. Despues de perdida una batalla, una tri- bu en retirada, no pocas veces ha sido reconducida de nuevo al com- bate y ála victoria por las amonestaciones de sus mujeres. Por eso los poetas árabes no solo alaban la belleza, sinó tambien la fé, la pu- reza y el amor de sus mujeres. Esto que parece opuesto al espíritu del Mahometismo, que admite la poligamia, es sin embargo muy ad- misible y muy esplicable. Desde luego el Mahometismo es una buena religion que admite el culto puro de Dios sin ningun estigma de ido- latría. Y un verdadero culto con un Dios verdadero, sin fábulas y pa- trañas, imposturas, ni inverosimilitudes, forma los caracteres de un culto verdadero y eterno. Además, la mujer no es el orgullo satánico personificado. Ella: prefiere el harem á la prostitucion de los cultos gentílicos, porque el harem asegura su honor, su pureza, su castidad : sus hijos, sus afectos son legítimos. Mientras que en los cultos gen- tílicos la prostitucion á que son reducidas por su pobreza y destitu- cion la mayoría de las mujeres, las condena á los amores y álos hijos ilegítimos, cuando no á morir en el hospital ó en el cinismo de la calle pública, tan opuesto al pudor natural de la mujer. Solo dos cosas re- chazantes tiene el mahometismo y es la intolerancia y el fanatismo, que han conducido á la ignorancia, el retroceso y la ruina á nacionés dignas de figurar en primera línea en el mundo. Desde los más antiguos períodos de la historia arábiga, la hallamos practicando la caballería errante que es la forma más primitiva pero más exaltada de la caballería. El Califa El Mutarén oyó en la asam- bléa de sus cortesanos, que una mujer de la familia Sayyid había sido hecha prisionera por un bárbaro de Ammoria. Este hombre, abusando de su posicion, la maltrató en una ocasion, y .en su dolor, ella excla- mó: «Ven en mi auxilio, oh Mutarén!» Al oir esto el bárbaro añadió la burla á los maltratos: « Espera, le dijo, áque venga con su pata coja». El príncipe caballeresco se levantó entónces, y alzando la copa de vino que tenía en la mano, despues de sellarla, juró el cumplir con sus deberes de caballero y al dia siguiente partió para Ammoria con 70.000 hombres montados en caballos cojos. Habiendo tomado la ciudad, entró en ella exclamando: « Aqui estoy á tu llamado!» El 1492 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA derribó la cabeza del villano maltratador de mujeres, libertó á la dama cautiva con sus propias manos, ordenó á su copero le trajese su copa sellada y bebió su contenido exclamando. ¡Qué bueno es el vino tomado despues de cumplido un noble juramento! No se habría conducido mejor un caballero de la Mesa Redonda. Es la existencia de este noble espíritu lo que hace la sociedad de los Beduinos tan deliciosa para el viajero, el cual despues de gozarla, la- menta el tenérselas que haber despues con la detestable sociedad de los Persas y Arabes de poblado, cuyos groseros y cobardes espíritus forman un contraste estraño con el elevado y caballeresco espíritu de los verdaderos hijos del Desierto. Mientras las tribus indígenas de América, apenas si han podido demostrar la llama y la alpaca, desde tiempo inmemorial hallamos al pastor árabe en posesion absoluta del caballo y del camello, un fiel amigo, el primer animal de silla del mundo, con exclusion de toda otra raza, el primero, y un laborioso esclavo el segundo. Aunque las elevadas estepas del Asia Central sean probablemente la patria ori- ginaria del caballo, solo entre los árabes este generoso animal alcanza su grado más perfecto de desarrollo, utilidad y ligereza. Es que para el árabe el caballo es el compañero, el amigo querido, no el esclavo miserable. Esto implica un modo de crianza y enseñanza especial y el caballo, en consecuencia, en contacto con el hombre en cuerpo y espí- ritu, le es consecuente y lees fiel. Así el caballo para el árabe es no solo un objeto de necesidad, sinó de afeccion. Hónralo conservando su genealogía pura de toda mezcla que no sea de seleccion. Los ma- chos los venden en altos precios, desprendiéndose rara vez de las hembras. El nacimiento de un potrillo de raza es celebrado entre las tribus como un objeto de congratulacion y regocijo. Recíbenlo en un brazo al nacer, lavando y desentumeciendo sus débiles miembros y acariciándolo como lo harían con un niño. Cuando el caballo no es empleado en la guerra ni en los viajes, él vaga entre las tiendas en los campamentos, poniendo el mayor cuidado en no ofender á los niños tendidos y jugando en el suelo. No conocen otro andar que el portan- te Ó paso y la carrera. Sus dueños hacen poco uso de la rienda ó de la espuela, á no ser en los grandes apuros para salvar la vida del enemi- go ó en una travesía; y entónces basta un movimiento de la mano ó del pié con el estribo para que él se lance á todo escape, más veloz y tan infatigable como el viento: cuando el ginete llega d caerse por el sueño ó por un accidente, él le espera hasta que vuelve á montar. El noble corcel del desierto, languidece y se postra llevado á las FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 143 ciudades: vésele allí con la cabeza gacha, la viva imágen del abati- miento y de la somnolencia. Lo mismo le sucede á su dueño. En las ciudades ya no veis en él ese nómade impetuoso, el rey del desierto; es solo un vagabundo insignificante y apático; y sino fuese por la animacion espresiva de la mirada, se daría preferencia al servil fe- llah, sobre el abatido hijo del desierto. Pero una vez que el beduino lega 4 montar en. su caballo, montura y ginete, como animados por la misma chispa eléctrica, alzan su cabeza, se animan y estirando sus nervudos miembros, parecen recobrar toda su superioridad y belleza. Lentamente al principio y cumpliendo con los preceptos dela policía local, él abandona las pulverulentas calles; pero una vez llegado al punto donde el desierto principia y donde las fétidas ciudades acaban rumbeando la direccion de su dulce y misteriosa morada en la sole- dad, como si recien entónces se sintiesen en su elemento propio, ca= ballo y ginete se animan con una nueva vida, y forman un solo cuer- po como el antiguo centauro de la fábula; y entónces, por primera vez, se presenta el verdadero beduino y el verdadero caballo árabe. Como una saeta lanzada por una fuerte «y diestra mano, el pasajero arranca en la direccion del de la tienda de su amo, donde uno y otro tienen su querencia, sus ligeros piés apenas dejan su impresion sobre la arena; el burnous blanco del ginete se agita al viento; con mano firme él guia al noble animal y en pocos minutos ambos se pierden de vista en los horizontes sin límites del desierto. Aunque los árabes se enorgullecen con justicia de su caballo, es un error suponer que él abunda en la Arabia Occidental. Lo que abunda en la Arabia Occidental desde muchos siglos antes de la época de Mahoma, es el camello, si bien el caballo se halla montado y es cono- cido desde mucho antes de la época de Abraham; esto es, de más de 3000 años antes de J. C. ¿Lo trajo Osiris de sus escursiones y con- quistas en el Asia Central, 6000 años antes de J. C.? Esto es lo más probable para el Egipto; aunque esas incursiones mismas prueban antiguas relaciones en esa direccion; y ellas no pudieron hacerse sin el caballo abundante y disciplinado para las grandes marchas. El he- cho, pues, citado por algunos Egipciólogos de que el caballo árabe re- cien se estendió al Egipto el siglo 1617 antes de J. C. es completa- mente inexacto y falso. El camello y el dromedario han sido en ver— dad los más empleados por los árabes en sus incursiones depredato- rias en los remotos períodos antes de Mahoma: mas es porque este es un animal de mayor resistencia para la guerra y no porque el caballo fuese escaso ó desconocido. Hoy mismo este animal no abunda 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en la Arabia Occidental, pues no hay allí pastos suficientes. para su crianza en grande escala, El solo abunda en la Arabia Oriental, re- sion fértil y abundante en pastos y es de esos feraces valles y pasti- zales de donde el beduino que habita los estériles desiertos, se surte. En los arenales de Arabia, el camello es como un don divino y pre- cioso. Esta fuerte y paciente bestia de carga, no solo suple al árabe vagabundo con la mayor parte de lo que él precisa para satisfacer sus simples necesidades, como ser lana, leche, ropa, pieles, cuerdas, car- ne, etc., sinó que sirve tambien para asegurarle su independencia inmemorial, colocando el desierto entre su enemigo y él. Así, el be- duino se ha considerado siempre como indomable; y mientras en otras regiones del mundo la fatal posesion de un animal, como la ce- bellina, la nutria de mar, etc., ha atraido la esclavitud y el esterminio sobre tribus y naciones enteras, el dromedario parece ser en Arabia el instrumento de una durable libertad. Con solo excepciones tempora- rias ó locales, la nacion árabe ha podido escapar el yugo de las más poderosas monarquías; las armas de Nono, de Sesostris, de Cyro, de Pompeyo y Trajano jamás pudieron realizar la conquista de la Ara- bia, y mientras la falsa gloria de los azotes de la humanidad que tan á menudo han impuesto el yugo de la esclavitud sobre el Oriente han pasado como sombras funestas, un siglo tras otro ha visto confor- marse la noble independencia del árabe. El espíritu servil de esta enérgica raza, los hace dignos de la libertad de que disfrutan bajo la proteccion de sus áridos desiertos. Muchos siglos antes de Mahoma, el cual, reuniéandolos en un solo cuerpo de nacion, los hizo una de las erandes razas ó nacionalidades conquistadoras de la Tierra; su intre— pidez ha sido repetidas veces sentida por sus vecinos. «Las pacientes y activas virtudes del soldado, dice Gibbon, son sin cesar é insen- siblemente alimentadas en los hábitos y disciplina de la vida pas- .toril. El cuidado de las ovejas y camellos es confiado á las mujeres de la tribu; pero la marcial juventud, bajo la bandera del Emir, se en- cuentra siempre á caballo en el campo, practicando el ejercicio del arco, de la javalina y de la cimitarra. La larga memoria de su in- dependencia es la más firme garantía de su perpetuidad; y las gene- raciones sucesivas se sienten estimuladas á probar su descendencia y á sostener su inestimable herencia. Al avezarse á la batalla tienen por delante la esperanza dela victoria y por detrás la seguridad de la retirada. ¡ | (Continuard). de E Ame tiblica Mesoniina. — Buenos Atres: Centro misa. Círculo M édico Ar- 9 “gentino; Club Industrial; Departamento Nacional de Agricultura; Departamento Nacional de Higiene; Instituto Geográfico Argentino; Sociedad Geográfica Argen- tina; Sociedad Nacional de Farmacia; Sociedad Rural Argentina. — Córdoba: Aca= demia Nacional de Ciencias; Centro Industrial; Observatorio Nacional Argentino. Brasil. — Rio Janeiro: Museu Nacional; ObservatoBk Imperial. e República de Chile. — Santiago: Sociedad Médica. AN : ¡República Oriental del Uruguay. Montevideo: Asociacion Rural del Uru- - guay; Ateneo del Uruguay. República de Venezuela. — Caracas: Sociedad Médica. : Estados Unidos.— Boston (Mass.): Boston Society of Natural History.—Cam- : bridge (Mass.) : Museum of Comparative Zoology.—Cincinnat: (Ohio): Mechanic's Institute. — Davenport (Yowa): Davenport Academy of Natural Sciences. — Fi- -ladelfia: Engineer's Club of Philadelphia; Academy of Natural Sciences of Phila- -—delphia. — Nueva York : American Society of Civil Engineers; Poughkeepsie So- ne biely of Natural Science; Master Car-Bilders Association. — Nueva Haven: Con- - -—necticut Academy of Arts and Sciences. —Pittsburg : Engineers Society of Western Pensylvania. — San Luis (Mass.): Academy of Science. — Salem (Mass.): Ame rican Association for the advancement of Science; Essex - As tinte. or - Smithsonian Institution. [República de Méjico.— Méjico: Asociacion Médica. Bedro Escobedo»; Insti- : tuto Homeopático Mexicano; Ministerio de Fomento de la República Mejicana. -— Tacubaya : Observatorio Astronómico Nacional. o Alemania.— Berlin: Gesellschaft fir Erdkunde; Gesellschaft Naturforschender -Freunde — Bona: Naturhistorischer Verein fúr die “Rheinlande. — Bremen : Geo- - graphischen Gesellschaft in Bremen; Naturwissenschaftlicher Verein. — Brun - swick: Verein fir Naturwissenschaften. — Dresde : Naturwissenschaftliche Gesell- -——sehaft «Isis». — Gotingen: K. Gesellschaft der Wissenschaften an der Georg-Au— E gust. Universitát. — Halle: Kaiserlichen Leopoldino-Carolinischen Deutschen —Academie der Naturforscher. — Konigsberg: Physicalisths pelonomische e - —Leipzick: Naturforschende Gesellschaft. Austria.— Brúnn: Naturforschender Verein. — Viena: K KK. Zoologisch-Bota- _nische Gesellschaft. - Bélgica.— Bruselas: Académie de des Sciences, ea elites et des Beaux- Arts de Belgique; Société Entomologique; Société Malacologigue. España. — Barcelona: Ateneo Barcelonés. — Madrid: Sociedad Geográfica de ainia: Sociedad de Historia Natural. ' - Francia.— Amiens: Société Linnéenne du Nord de la. ua — Angers: Société _d'études scientifiques d'Angers. — Beziers: Société des Sciences Naturelles. — Burdeos: Société de Géographie Commerciale. — Cherbwrgo: Société des Sciences a Mas — Leon: Société d'études scientifiques.— Pants e de Géographie de Paris Holanda. — Amsterdam: Académie Royale des Solences. — Leide: Neder- landsche Entomologische Vereeniging. de - Inglaterra. — Lóndres: Geological Society; Institution. of Civil caer e Society of Great Britain and Ireland. Italia. — Génova: Museo Civico di Storia Naturale; Societa di Letture e Con- “versazioni Scientifiche. — Módena: R. Accademia di Scie aze, Lettere ed Arti. — Nápoles: Reale instituto d'incoraggiamento alle Scienze -Naturali, Economiche e Technologiche. — Palermo: Collegio degli Ingegneri ed A chitetti. — Pisa: Societa Toscana di Scienze Naturali- — Roma: R Accademia dei Lineei; Comissione spe- le d'igiene del Municipio di Roma; R. Comitaio Geologico 'Pltalia; Societá eografica Italiana. — Turin: R. Accademia delle Scienze; "Osservatorio della R. Jniversitá di Torino.— Verona: Accademia d'Agricoltura, Árti e Commercio. - Rusia.— Helsingfors: Societas pro Fauna et Flora Fennica. — Moscow: Société Impériale. des Naturalistes. — Petersburgo: Société Impériale de Géosraphie; So ciété Physico-Chimique; Physicalisches Central Obs — Riga : Natur orscher—Verein. Suiza. Berna: Société Helvétique de Sciences Naturelles - Castilla, Eras, Castro, 'Rumon B. Castro, Vicente. Castro Uballes, E. Mea Enrique. Aguirre, Eduardo. Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas S.. de Almada Luis E. Alrich, Francisco. l Alsina, Augusto. -Altgelt, Cárlos A. - Alvarez, Teodoro. -Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasli, Federico. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Ayerza, Rómulo. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chaves, Juan Adrian. "Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coshland, Juan. Cominges, Juan de. Cordero, Francisco. Coronell, J. M. | Coronel, Policarpo. - Correas, Alberto. Costas, Rodolfo. Cossou, César. $ - Babuglia, Antonio. He ns Vegas, Rafael. - Badell, Federico Y. NA Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Balbin, Valentin. Barabino, Santiago E. Barberan, 'Abelardo. Barra, Cárlosde la. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. hastolrechea: José. Bastianini, Egidio. -Battilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Félix. Benavidez, Félix. Benoit, Pedro. Benitez, Cárlos r. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dodero, Tomás. Dominguez, Enrique Doncel, Juan A. Dubourcq, Herman. Duclout, Jorge. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. E 38) Bergallo, Arsenio. i OS de Astrada, E, Búlen Guillermo. pa Biraben, Federico. Blanco, Ramon C. Dr Pedro. Echagúe, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. - Elguera, Eduardo. í Brian, Santiago. Bosque y COLIN E. Booth, Luis A. «Escobar, Justo V. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Buis, eba F. Bunge, , Cárlos. Burgos, Juan M. - Burmeister, Carlos V. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. Ferrari, Juan D. + | Ferrari, Rómulo. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. -Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frognne, José V. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Galigniana S. Cárlos. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Garcia de la Mata, P. Cadrés, Jorge. Cagnoni, Alejandro N. -—Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del -Candiani, Emilio. Candioti, Marcial R. de Cano, Roberto. Cardewod. Guillermo + Lynch, Enrique. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto - Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. . Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. ñ Maschwitz, darlos. Massini, Cárlos. Mattos, “Manuel E. de. Mc Fidel. Medina y 'Santario, 1 Mendoza, Juan A. Meza, Dionisio C. Mezquita, Salvador. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molinari, José. | Molino Torres, A. | Mon, Josué Ro Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos María. Moreno, Mariano. y MVors, Adolfo. | Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Navarro Viola, Jorge. Nelson, Enrique. + Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis FE. $ Novaro, Bartolomé. Ocampo, Manuel S. Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos C. Olmos, “Miguel. Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Oyuela, Wenceslao. Padilla, Emilio H. de | Palacio, Emilio. Parodi, Dowing of Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. | Te Perez Mendoza, Alf" | T Petit de Murat Zor. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio $. | Pico, Pedro. + Pirovano, pa Pirovano, Juan: Pons, Miguel B. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. 0 Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Quiroga, Marcial V. Ramirez, Fernando F. Ramorino, Juan. De Ramos Mejia, Ildefso P, Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Reto, Pedro, Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Rodriguez, Fermin. Rigoli, Juan. Rodriguez, Eduardo S. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban C. | oo, y A a So ORALES. e a "Secretario .. L R. DE CANDIOTI. Vocales........) Ingeniero ManukL B. Bahia. Po (Ingeniero CÁrLOS BUNGE. Por mes, en la Ciudad............ _ Un Semestre... ....ooocorcomoccomon»o. aan o odas conorodad0bÓN Por mes, fuera de la Ciudad. BUENOS AIR] - IMPRENTA DE PABLO E. CONI É nos, ESPECIAL PARA SO 680 — CALLE PERÚ — - 680. Ao 1500 a ¿ÁRLOS M. es RAE os Vie Presione 1: a ro o MOLINO Tones. Ta. Secretario. NES ORCRO Pa q. DA ML nbo ¡E HOLMBERG. Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Vocales..........¡ Ingeniero Ponciano LOPEZ SAUBIDET. Señor DEMETRIO SAGASTUME. «Señor Dionisio C. MEZA. EN INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA I. —PRIMER ANIVERSARIO a La MUERTE DEL DOCTOR PUIGGARI, por M. KR. Candioti. 1TY.—EL GAS DE AGUA Y EL GAS DE AGUA PURIFICADO, por el Doctor 00 Pedro N. Arata. Mo ' TI. —SOBRE LA CONSTRUCCION DE UNA SUPERFICIE DEL TERCER du DEN DE GRAPMANN Y UNA AFINIDAD RECÍPROCA DEL TERCER GRADO EN EL ESPACIO por el Doctor Federico Haft. ly. —LA ESCUELA DE APLIC porel Amgeniero Luis A. Viglione. V. — MOVIMIENTO SOCIAL. VI. — FISIOGRAFIA Y METEOROLOGIA DE LOS MARES DEL GLOBO, por D. Juan Llerena Continuacion). El Monteverde, Luis. Romerc, Julian. Moreno, Francisco P. Albarracin, Cárlos. Diaz, Ernesto. Ameghino, Florentino. Dillon, Alberto. EN Antonini, Santiago. Sal, Benjamin. Arroyo, Rufino. Gianelli, José P. Palacio, Osvaldo. Seguí, Francisco. Glade, Cárlos. Pando, Pedro J. Sienra y Carranza,L. Battilana, Máximo. Guastavino, Ramon. | Pascalli, Justo. Spegazzini, Cárlos. Berretta, Sebastian. ON Perdomo, Eduardo. Spotti, César. Beuf, Francisco. Lagos, José A. | Perdomo, Domingo. Landois, Emilio. - | Pita, José. Tapia, Francisco. Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan Ne Preiswerty, Lucas. Tapia, Pastor. Cerdeña, Fernando. 15d ' y Trachia, Adolfo. Colombres, Justo V. Maqueda, Joaquí ] Ramorino, Florentino Martinez, Robert . | Rébora, Juan. Villamonte, Isaac. Delgado, Agustin. Maso, Juan. ¿UN Renon, Domingo. . Diaz, Adriano. Meyer, Ernesto. Rivera, Juan B. Weigel, Emilio C. HONO RARIOS Dr. Gerclon Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould. —Dr.R, A.¡Philippi.—Dr. Guillermo Rawson? AN CORRESPONSALES Arteaga Rodolfo de.... mo Netto, Ladisla0........ Rio Janeiro, Ave-Lallemant, German Mendoza. | Paterno, Manuel....... Palermo(It.). Brackebusch, Luis..... Cordoba. Reid, Walter F......... Lóndres. Carvalho, José Cárlos de Rio 1 , Stróbel, a . Parma (Ital.). Denza, F........ ur..... Moncalieri (Italia) AI ION PARA INGENIEROS EN NÁPOLES, PRIMER ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL DOCTOR PUIGGARI Cumpliendo con lo resuelto por la Junta Directiva, se ha tribu— tado el 14 del corriente mes un debido homenaje, un acto de es- tricta justicia á la memoria de uno de esos hombres, de esos pro- totipos que tienen en el mundo la rara habilidad de reunir las con= diciones de un modelo. Y es verdad: en el hogar, en la sociedad, en la cátedra, en las ciencias, el nombre del Dr. Puiggari dejó sentada la fama del hom- bre austero y virtuoso, del ciudadano honrado, del maestro de la sábia palabra, del batallador infatigable en el combate heróico del saber | Testigo de estas palabras es esa multitud de jóvenes que des- cuellan hoy en la magistratura, en las ciencias y hasta en el foro, y que bebieron la sávia benéfica de la instruccion en el tronco mis- mo del árbol de su palabra sábia ; testigos de estas palabras son los que hasta ayer acudían á las bancas de la Universidad, para es- cuchar su palabra querida y respetada, que infundía en sus espí- ritus ese don inefable de la aspiracion por el saber; testigos de esas palabras son, finalmente, todos los que congregados por un solo sentimiento de gratitud y admiracion, han ido á tributar á la memoria del ilustre ciudadano, ese homenaje justo y espontáneo que nace de los corazones agradecidos, y que esel timbre más bri- lante de la gloria de un hombre grande.” La Sociedad Científica Argentina tuvo el honor de contar al Dr. Puiggari en el número de sus iniciadores ; desde la fundacion de esta importante corporacion científica se le vió firme en el puesto que él mismo se impuso, siempre eonstante, siempre laborioso, siempre luchando por la realizacion de sus fines nobles y elevados, ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA batallando siempre aún en los momentos más críticos, para hacer de esta institucion uno de los primeros centros científicos con que hoy cuenta la República. Si en estas breves líneas está impreso el éco del sentimiento co- mun de todos nuestros consocios, se puede afirmar que si la So- ciedad Cientifica Argentina ha vivido y prosperado para llegar al alto rango en que el país la ha colocado, debé gran parte de esta obra á nuestro distinguido ex-Presidente. Es por esto que tambien formamos parte en aquella distinguida agrupacion para depositar sobre la tumba del Dr. Puiggari un tri- buto modesto sí, pero tambien de alta significacion, pues revela el sentimiento que aún palpita en los corazones agradecidos de todos sus CONSOCIOS. A las 4 p.m. del dia citado ante una numerosa concurrencia compuesta de los deudos y amigos del extinto, y de varias cor- poraciones de la Capital, el Dr. Morales, Presidente de la Socie- dad Cientifica Argentina, abría el acto depositando sobre la tum- ba del Dr. Puiggari una placa de bronce y pronuciando estas bien sentidas palabras : Señores : Un año ha que cayó en la lucha de la vida el Dr. Miguel Puig- gari, y un sentimiento de profunda pena embargó los corazones de los que conocieron y trataron al hombre cuyo recuerdo nos congrega hoy ante su tumba. Es quela muerte que siempre nos impone con su misterio nos sobrecoje aún más cuando hiere al que, hasta ese momen- to, ha estado en nuestras filas luchando con la serenidad del bueno. Es que, á pesar nuestro, se subleva el ánimo ante la idea de la eterna separacion de la maleria y queda grabado en nuestro espiritu con caractéres indelebles el recuerdo de las per- sonas más queridas. - Por eso venimos hoy á tributar un homenaje de estricta justicia al hombre cuya noble figúra se destacó con rasgos vigorosos en el medio en que su robusta inteligencia elaboró los frutos de su in- cesante labor. Por eso evocamos en estos momentos la figura del Dr. Puiggari, del que fué nuestro sábio maestro, del que fué buen amigo, del que supo honrar su patria en esta que es la de sus hijos y á la que siempre amó como á la suya propia. PRIMER ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL DOCTOR PUIGGARI 147 Es que el Dr. Puiggari era idealista en su culto por la cien- cia, en esta época de materialismo avasallador, y por eso dejó bien señalada la huella luminosa de su paso por la tierra. La Sociedad Científica Argentina tenía de tiempo atrás una deu- da de gratitud hácia él como Presidente ó como simple socio, en su tribuna ó en sus Anales trabajó siempre con igual empeño, con el ahinco y el entusiasmo de los primeros dias por su adelanto y en- grandecimiento. Ella conserva sus memorias, sus trabajos en los concursos, sus conferencias leidas en las asambleas que marcan el valioso con- tingente que siempre les prestó. Por eso deja unido hoy su nombre en el bronce, menos durade- ro que el recuerdo que conservará de su memoria. Señores: En nombre de la Sociedad Cientifica Argentina, que tengo el honor de presidir, deposito esta ofrenda en la tumba del Dr. Miguel Puiggari. He dicho. Al Dr. Morales siguieron los Sres. Calviño y Buyo, presidentes respectivamente de la Asociacion Española de Socorros Mútuos y de la Confederacion de Sociedades Españolas, ellos tuvieron frases oportunas para hacer conocer á las claras el por qué de ese duelo que enlutaba á propios y á estraños, y que había hecho verter lá- grímas: la prueba más patente de los méritos del Dr. Puiggari; ellos hicieron conocer al patriota español por su orígen, y al ar- gentino abnegado por los vínculos indisolubles que le ligaron á su patria adoptiva. : Cerró aquel acto por demás interesante el Sr. Monner Sanz le- - yendo un sentido discurso, verdadera joya necrológica que senti- mos no poseer en el momento que estas líneas escribimos. | Alguien dijo allí, que el Dr. Puigari consagrado casi esclusiva- mente á los ler del padre y del esposo, ú alo en la mayor parte de su tiempo en la difusion é investigaciones de los conoci- mientos científicos había muerto pobre, pero nó, si la memoria del Dr. Puiggari será duradera y si su nombre no se borrará del cora- zon de los que tuvimos la dicha de conocerle, es porque al morir dejó esta gran fortuna : una familia viriuosa y un nombre uustre para sus hajos. Buenos Aires, Abril de 1890. 40 MARCIAL R. DE CANDIOTI. EL GAS DE AGUA Y EL GAS DE AGUA PURIFICADO Buenos Aires, Marzo 4 de 1890. Señor Intendente Municipal. En virtud del decreto de esa intendencia, accediendo á mi pedi- do de constituir una comision que estudiara el gas de agua del se- ñor Reissig en la nueva forma en que lo presenta á la municipa- lidad, depurado del óxido de carbono que normalmente contiene, nos reunimos los señores doctor Morales, ingeniero inspector del gas, don Tomás Quirck y el que suscribe, para desempeñar nuestro cometido. Inconvenientes originados por la enfermedad de una persona de la familia del señor Morales, impidieron á este de asistir álas ex- periencias y visita de la usina de gas que verificamos en La Plata; de manera que solo quedamos para estudiar la cuestion el señor Quirck y el que suscribe. Naturalmente, el señor Quirck se ocupó de la parte referente á la luminosidad del gas y su distribucion en la cañería de cuyo estudio da cuenta en la nota que acompaño á esteinforme. Quedando á mi cargo las cuestiones restantes, me permito rea- sumir lo que dije en mis anteriores informes, enlazándolos con da- tos nuevos y los análisis y observaciones sobre el gas que he podi- do practicar en La Plata y en mi laboratorio con las muestras que espresamente recogí y que con el mayor cuidado fueron traidas á Buenos Aires. Existiendo una diferencia esencial entre el gas de agua y el puri- ficado del señor Reissig, conviene suprimir el nombre primitivo EL GAS DE AGUA Y EL GAS DE AGUA PURIFICADO 149 para evitar confusiones, designándolo en este informe por gas nue- vo á falta de otro nombre que podría serle asignado. Hemos practicado numerosos análisis sobre las muestras de gas, que hemos tenido para el exámen, adoptandolos métodos de Winc- kler y Hempel para conseguir resultados más seguros. La composicion de ambos gases deducida de una medida de 6 análisis para el hidrógeno y otros tantos para los diversos compo- nentes, ha sido calculada del modo siguiente : Gas de agua (Gas nuevo Molde carbono... o. dnsct aloja e 000.. » 0.» » 38,33 3, 5 md do carbónico... aaa ie aaa o o o 1,80 1,4 Hidrógeno......... A. o coo 52,91 83, 2 Azóe, vapores de agua y DenziNa.....o.oooooooommo.... 7,06 JUL 8) 100,00 100,00 Ninguno de los dos gases contiene oxígeno y de esto nos hemos asegurado, repitiendo las experiencias, de modo que en el gas no ha existido aire mezclado proveniente de las bombas del purificador ó de la cañería de distribuciones. Igualmente hemos determinado con el mayor cuidado la densidad del gas nuevo á la temperatura de +22” resultando 0,2919 con relacion al aire y de 4,2121 con relacion al hidrógeno tomado como unidad. La densidad del gas de agua es casi doble: 0,4316con relacion al aire. Si comparamos ahora los dos gases, el de agua y el gas nuevo, notamos desde luego una diferencia considerable, debida á la desa- paricion casi completa del óxido de carbono y al aumento consi- guiente del hidrógeno hasta el punto de hacer considerar al gas nuevo como hidrógeno impuro. Esta purificación importa una pérdida del 33.5 %/, del volúmen del gas, cifra que calculada en peso vendría á darnos 67.4 /, del peso del gas. Estos cálculos responden al gas de agua que nosotros hemos-ána- lizado, pero si los referimos á otros gases de agua que pueden pre- sentarse en la industria, la pérdida en volúmen podría ser de más de 40 y en peso llegar hasta ser mayor de 90 9/,. La operacion de la purificacion nos ha sido esplicada en todos sus detalles, pidiéndosenos reserva, hasta que el sindicato se haya munido de la patente que garanta sus derechos. 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sin violar la reserva que nos hemos propuesto podremos afirmar que: aunque no hay novedad ninguna bajo el punto de vista cien- tífico, pues el método se funda sobre hechos conocidos, hay sin embargo una novedad relativa, de acuerdo con la ley de patentes, que considera como invenciones la nueva aplicacion de medios co- nocidos para la obtencion de un resultado. El gas de agua una vez preparado se hace pasar, merced á una bomba que lo extrae de un gasómetro, por un purificador que con- tiene la solucion absorbente del óxido de carbono, que habíamos sospechado y sobre la que informábamos al señor intendente á fo- Ja 9 vuelta. En el aparato de ensayo que hemos visto funcionar, la columna absorbente la forma un paralelipípedo metálico de dos metros de alto por 25 6 30 centimetros de lado. El gas de aguadebe pasar con eran lentitud, á tal punto que para llenar un gasómetro de 25 li- tros de gas purificado, fué menester emplear un tiempo de 15 minutos próximamente. | La solucion absorbente disuelve casi todo el óxido de carbono que contiene el gas de agua y nos deja el gas nuevo conla composi- cion que hemos indicado más arriba. La solucion, cuando se la ca- lienta en un aparato especial, desprende todo el óxido de carbono absorbido y puede despues de enfriada usarse nuevamente como reactivo absorbente para la purificacion de nuevas porciones de gas. | El óxido de carbono desprendido en esta reaccion puede nueva- mente ser empleado para preparar nuevas cantidades de hidróge- no aprovechando la reacción conocida, descubierta por Naumann, en la que calentando á 600% una mezcla de óxido de carbono y vapor de agua, se forman hidrógeno y anhidrido carbónico. Como el calor y el enfriamiento correlativo son resultados que se producen de una manera económica en una fábrica de gas de agua, el costo de estas operaciones, es de suponerse, que sea muy limitado y la ventaja resultante, mayor de la que podría calcular- se para otra industria que debiera hacer expresamente los gastos de estas manipulaciones. Por esta rápida descripcion del proceder se comprende que la cuestion de la purificacion del gas de agua en los laboratorios, es cuestion resuelta. Industrialmente, afirma el señor Reissig que tambien lo está, aunque ocurren muchas objeciones referentes al tiempo necesario EL GAS DE AGUA Y EL GAS DE AGUA PURIFICADO 151 para absorber, calentar y volver á enfriar la solucion, sobre el li- mitado poder disolvente del reactivo, la gran superficie que debe darse porconsiguiente al aparato de absorcion é inconvenientes que acarrean el manejo de grandes masas de líquido fuera del contacto del aire, el que traería como consecuencia la alteración de una parte del reactivo usado en la purificación de que nos ocu- - pamos. | Pero el señor Reissig asegura que todo esto se halla previsto y calculado. Nosotros, á fuerde honrados expositores, debemos limi- tarnos á referir lo que hemos visto y podido comprobar, sin agre- gar entusiastas elogios ni críticas deprimentes que solo podían ser fundadas en experiencias en las que se pudiese medir tiempo, cantidad, apreciando el rendimiento económico del sistema. Cosas todas que no nos ha sido posible hacer, dada la imperfeccion de las instalaciones de una usina de ensayo como es la de La Plata. Si nos lanzáramosáestablecer comparaciones entreel gas de agua y el gas nuevo, tendríamos mucho que decir bajo el punto de vista químico, industrial y de sus aplicaciones. Teniendo el gas nuevo una densidad igual á la mitad próxima- mente de la del gas de agua, se difundirá con mayor rapidez y su distribucion quedará sujeta á escapes de mayor consideracion, á tal punto que será necesario una cañería especial y sumamente cuidada en sus junturas, pues de olra manera estando compuesto el gas nuevo de hidrógeno en su mayor parte, este se difundirá con más facilidad que el óxido de carbono y en razon inversa de la raiz cuadrada de su propia densidad, que como es sabido es la me- nor de todos los gases, resultando que á medida que el gas pierde hidrógeno en el trayecto de la cañería, aumenta la proporcion re- lativa del óxido de carbono hasta llegar á experimentar una espe- cie de concentracion en el gas y tal vez llegará límites perenasos pa- ra la higiene como veremos más adelante. En cuanto á supoder calorífico, así como el gas de agua, es la mitad del gas de hulla, el gas nuevo será aún menor si compara- mos en igualdad de volúmen los tres gases; no así si tomamos co- mo medio de comparacion un mismo peso de gas. Esto es debido ála densidad del hidrógeno á que hemos hecho referencia. En cuanto á su aprovechamiento como fuente de calor, eseviden- te que el gas nuevo llevará grandes ventajas sobre todos los gases conocidos, pues su mezcla con oxígeno Ó con aire será capaz de pro- 159 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ducir temperaturas elevadísimas, capaces de fundir el platino, lo que no se consigue sinó en condiciones muy especiales con el gas ordinario. Las propiedades caloríficas lo harán muy ventajoso en la fusion de metales, soldadura de tas chapas metálicas, en los motores de gas, etc., etc. En lo que se refiere 4 la luminosidad, es nula, pues es sabido que el hidrógeno arde sin llama, pero la extraordinaria elevacion de temperatura sirve para poner incandescentes los peines de mag- nesia de Fahnebjelm con resultados que el señor intendente ha- llará consignados en la relacion del inspector del gas. En cuanto á la duracion de estos peines es de 80 horas y de 250 horas; segun una carta del inventor que he tenido á la vista, los últimos dan una intensidad luminosa de 20 bujías en las primeras horas, sube á 31 bujías y desciende paulatinamente nuevamente á 20 bujías despues de las 250 horas mencionadas. Pero de esta duración que representa un gasto de renovacion en los peines, no debe preocuparse el consumidor, pues este recibe el peine de la empresa y esta carga con el gasto de renovacion de todos ellos en el momento oportuno. Pero pasemos á ocuparnos de la parte higiénica, para nosotros de la mayor importancia y sobre la que hemos hecho ya varias observaciones que reproducimos y que deseamos que el seño! Intendente tenga presentes en la resolucion de este asunto. En la industria se confunden ordinariamente con el nombre de gas de agua productos muy diversos: contienen óxido de carbono en proporcion elevada, y de ahí el peligro que entraña el uso industrial de todos ellos. En nuestros informes anleriores figuran los datos referentes á los peligros del gas de agua, señalados por eminen- cias higiénicas de los países europeos, peligros que han determi- nado decretos y ordenanzas relativas al gas de agua, como la del gobierno suizo, de fecha 13 de Julio de 1888 y del gobierno de Pru- sia de fecha 25 de Mayo de 1889. Se ha dicho que en los Estados Unidos el gas de agua encuentra acogida favorable y que allí se habla con entusiasmo de él y es defendido por todos los médicos é higienistas notables. Creemos de utilidad presentar los datos siguientes tomados de un artí- culo de Lunge en el Zertschrift f. angewandte Chemte, 1888, p. 664. Refiere que en Boston se han hecho estudios sérios sobre los pe- EL GAS DE AGUA Y EL GAS DE AGUA PURIFICADO 153 ligros del gas de agua para el alumbrado de las habitaciones por los profesores Abbott y por Sedgwick y Nichols. Estos últimos hicieron estudios comparados del gas de agua y del gas de hulla con los resultados siguientes: 1” Usando gas de hulla y haciéndole difundir de intento en una pieza, apenas se consigue una atmósfera que contenga un 3%/, de gas. Dejando un pico abierto, la cifra máxima de gas que se mezcla al aire es de 1 %/,, debido á la ventilacion natural de las habitaciones, porosidad del material de construccion, hendiduras de las paredes, etc., etc.; 22 Es muy difícil que por medio de los picos ordinarios del alumbrado se mezcle al aire de las habitaciones una cantidad tal de gas de hulla que produzca efectos tóxicos, mientras que en identidad de condiciones el gas de agua no solo produce efectos tóxicos, sinó hasta mortales. Estos efectos son debidos al óxido de carbono que contiene el gas de agua; 3% El peligro de un gas está en relacion con la cantidad de óxido de carbono que contiene y este obra sobre el organismo hu- mano segun condiciones especiales de edad, constitucion, etc. Para el hombre la dósis tóxica es la de 3 por mil. Con el uso del gas de agua se llega fácilmente á esta cifra, mientras que con el gas de hulla dificilmente se alcanza ; ko La comision cree como M. Gruber y otros que el óxido de carbono no es un veneno que se acumula en la sangre, es decir, que no se equivalen: la absorcion de pequeñas cantidades de óxido de carbono durante mucho tiempo con la absorcion de la misma cantidad en un corto instante. De estas experiencias se comprende claramente que el gas de agua es mucho más peligroso que el gas de hulla, dado el caso de escapes en las cañerías de las habitaciones y que en identidad de condiciones la ventilacion natural es suficiente para eliminar el gas de hulla esparcido en la atmósfera, mientras que la misma ventilacion no basta para disminuir la dósis tóxica de óxido de carbono que introduce el gas de agua en el ambiente respira- ble. Los resultados de los dos profesores de Boston fueron comple- tados por el informe del Dr. Abbott, miembro del consejo de hi- giene de Massachusetts. Refiere numerosos casos mortales que se han observado en va- rias ciudades de los Estados Unidos. 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Para ampliar estos datos se pidieron informes escritos á 216 pueblos de más de 12.000 habitantes. Solo 108 de ellos contesta- ron. De los datos recogides se deducía que en 20 */, años se ha= bían producido 189 casos de muerte, 40 durante los 20 */, años por gas de hulla y 45 en solo 7 */, años desde la introduccion del gas de agua: 103 casos venían sin indicaciones especiales. Estos últimos se referían especialmente á la ciudad de Nueva York con datos exactos hasta 1883 y de los que resulta que hasta esa fecha habían muerto 21 individuos por gas de hulla y 44 por gas de agua, estos últimos en el espacio de 4 ”*/, años. En las tres ciudades de Baltimore, Nueva York y Brooklin, en conjunto más de 2 millones de habitantes, se presentaron en los últimos 13 años antes de la introduccion del gas de agua solo 16 casos mortales (1,2 por año) mientras que en los últimos 7 */, años se han producido 16 casos anuales. En Boston en donde solo se usa gas de hulla, en 20 años se han registrado 4 casos, mientras que en Baltimore, ciudad tambien de 400,000 habitantes se han contado 19, de los que 17 correspon- den al período 1883-85 desde la introduccion del gas de agua. Como consecuencia de estos experimentos rige en el estado de Massachusetts una ordenanza que prohibe el uso de todo gas que contenga más de 10 %/, de óxido de carbono y es opinion del Dr. Abbott que esta cifra es aún elevada y debiera ser reducida á 7 ú 8%. Dice Lunge que estas relaciones oficiales de Abbott, Sedgwick y Nichols podrían creerse parciales, pero que nadie puede dudar de la buena fé y honorabilidad de estos señores. Lunge agrega que recientemente (en Marzo del año en que escribe) protestaron 158 médicos y profesores de las universidades de los Estados Unidos en contra del gas de agua y de cualquier otro gas con más de 10%, de óxido de carbono. Esta protesta tiene por fundamento los re- sultados anteriormente mencionados y otros más, de los que cita- remos los siguientes : De 1880 á 87 murieron en Nueva York 9 personas por gas de hulla y 177 por gas de agua; en los meses de Enero y Febrero del 88, murieron 7 personas más envenenadas por el gas de agua. En Baltimore de 83-87 hubieron 45 casos, en San Francisco en 87 solo 11 casos, y en Chicago de Octubre del 86 á fines del 87 tambien 11 casos y todas estas muertes son debidas al gas de agua. En el solo mes de Enero de 1888 hubieron en Nueva York tantos casos mor- EL GAS DE AGUA Y EL GAS DE AGUA PURIFICADO 155 tales por gas de agua, como se han producido en 55 años en Bos- ton en donde solo se usa gas de hulla. Además, en el año 1887 en la fábrica de gas de agua de Mankaot murieron dos directores Je la misma. ] : Hace notar Lunge que en todos los accidentes que menciona en su larga relacion, en ningun caso se trató. de gas de agua sin olor, sinó de un gas dotado de olor fuerte agregado artificialmente por los medios aconsejados. Las observaciones que anteceden se refieren como se compren- de al gas de agua sin purificar, tal como lo propuso el señor Reis- sig en su primera comunicacion á la Municipalidad. Desde que el solicitante ha demostrado en las experiencias dé que hemos dado cuenta, que puede p:eparar un nuevo yas que no tiene ya los caractéres del de agua, puesto que la proporcion de óxido de carbono queda reducida á un minúnum, que lo acerca al del gas de hulla ordinario, por las mismas razones aducidas en el curso de este escrito creemos que debe ser admitido para el con- sumo. : Se trata, sin embargo, de un material cuya purificacion de- pende de las condiciones industriales en que se prepare y que solo podemos vislumbrar, pues los ensayos que hemos presenciado no son sinó en pequeña escala y aunque suficientes para explicar el método, son incompletos para juzgarlo bajo el punto de vista industrial. Por eso creo que el nuevo gas debe llenar las condiciones si- guientes, que deberían establecerse por contrato, dado el caso que la Municipalidad acepte la propuesta del señor Reissig, y por or- denanza especial si este nuevo gas se implantara como industria en la capital federal : 1% El gas nuevo no podrá contener una proporcion de óxido de carbono mayor de 8 %/,, verificada en la cañería de distribucion en diversos puntos de la ciudad y en los picos del consumo; 22 El poder luminoso de los picos y mecheros que se usen para el alumbrado, no podrá bajar de 20 bujías fotométricas norma- les; 3” El gas nuevo deberá ser dotado de un olor penetrante por medio de sustancias especiales á propuesta del interesado; ko El gas de agua sin purificar, solo podrá ser usado en las fá— bricas y establecimientos industriales cumpliendo los siguientes requisitos: 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA a) La cañería de la fábrica deberá tener un aparato que permita verificar su cierre hermético: sin que sea posible un escape des- pues de cerrada la comunicacion con el caño de distribucion. (Controlador de gas Muchatt de Schmit y Morff de Rothen- bach); b) Todos los aparatos de calefaccion deben ser cuidadosamente verificados de tiempo en tiempo por los inspectores del gas; c) Es obligatorio establecer una ventilacion artificial activa en los talleres y puntos de la fábrica en que se queme el gas de agua; d) El gas de agua será dotado por medios artificiales de un olor penetrante. ] A mi juicio estas son las condiciones que deben exigirse de los proponentes bajo el punto de vista higiénico y en Saa de la salud pública. En cuanto al contrato mismo, aunque no es asunto de mi com- petencia su parte económica, no pueden desconocerse las venta- jas que resaltan á primera vista por la baratura de precio, y si el señor Reissig puede proporcionar gas nuevo con un mínimun de 8 %/,de óxido de carbono, creo que podría alumbrarse con él el antiguo municipio de Flores incorporado al de la Capital, despues de verificado el contrato con la compañía de Barracas. Pero estas son indicaciones que necesitan de un estudio eco—- nómico detenido y no seré, como lo reconozco, el más compe- tente, mi la persona indicada para llevarlo á cabo. Dejando así cumplida la comision que me fué confiada, me és grato reiterar al señor Intendente las seguridades de mi mayor consideracion. Pero N. ARATA. SOBRE LA CONSTRUCCION DE UNA NUPERFICIE DEL TERCER ORDEN DE GRAPMAN UNA AFINIDAD RECÍPROCA DEL TERCER GRADO EN EL ESPACIO En el Journal fúr reme und augewandse Matematik de Crelle, tomo 49, Grapmann desarrolla su teoría de la multiplicación «es- tereométrica », y enumera entre otras construcciones de la superf cie del tercer ore la siguiente : «Sean dados tres puntos arbitrarios en el espacio, pero no en lí- nea recta, y tres planos igualmente arbitrarios pero que no pasen porla misma recta: Si un punto variable se mueve en el espacio de modo que las líneas que lo unaná los tres puntos dados, encuentren á aquellos tres planos en tres puntos situados en un plano que pase siempre por un punto fijo, dicho punto variable producirá una superficie del tercer órden. » Grapmann omite de observar que esta superficie no sea una superficie general sinó que posea un punto de nodo allí donde los tres planos dados se encuentran. Designemos los tres puntos dados con f,, fa, fz; con 1, mo, m3, los tres planos; con a el punto fijo y con N el punto en que se encu- entran aquellos tres planos (fig. 1). A un cierto punto w en el espacio corresponde un cierto pla- no £, que será el que pasa por los tres puntos en que se cortan las tres líneas que unená w y f,, fo, fz, con los tres planos da- dos 7,, re, 735 con esto quedará fijada su construccion (1). lente : á un cierto plano £ corresponde un solo pun- to w cuya construccion estará determinada de este modo: el pla- (1) Debe observarse que solamente á los puntos como x que forman una super- ficie del tercer órden, corresponden planos como el ¿ que pasan por el mis- mo punto a. 158 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1 no £ encontrará á los tres planos fijos 1,,r,, 73, en tres rectas; uniremos estas rectas correspondientemente con los tres puntos dados f,, f., f, y determinaremos así tres planos que se intercep- tarán en el punto x correspondiente al plano £ (1). Como es sabido hay tambien una construccion general de la su- perficie del órden basada en tres radiaciones proyectivas. Nuestra construccion no difiere esencialmente de esta; los centros de las tres radiaciones son los tres puntos f,, f., fy; la superficie pasa por estos tres puntos y evidentemente pasa tambien por las tres rectas P,, P,, P,, en que se encuentran los tres planos dados z;, Te, 73. La superficie del tercer órden posee 27 líneas rectas. Suponga- mos colocado en el punto N tangencialmente á la superficie un co- no, y entónces la interseccion que él producirá será una curva gausa del sexto órden que aquí degenera en seis rectas que pasan por el punto N, cada una doblemente contada y entre las cuales están las tres P,, P:, Po. Más adelante veremos cómo las otras tres se hallan por cons- trucción. Todos los planos que pasan por dos de aquellas seis rectas deben pasar necesariamente por una tercera, pues en suma se tiene: . 6.5 == == 110) 2 . á las cuales agregando el duplo de seis que pasan por el punto N dan las 27 lineas en cuestion. Cuando el plano £ describe una radiacion de centro, a el punto o pruduce la superficie del tercer órden F,; simplemente: d un punto a corresponde una superficie F.. Si a describe una recta, á los puntos singulares de ella corres- ponderán superficies F,, las cuales contendrán todas, á las seis lí- neas que pasan por N y de que hemos hablado antes. Tres de estas hemos dicho que son P,, P», Py; las otras tres las designaremos con B,, B,, B;. Ahora bien, á una recta B, (que pasa por N), corresponde un punto a que pasa por una recta A. Las superficies correspon- dientes á estos puntos « pasan por B, y tambien por B.,, Ba. "Así aparece determinada con un punto a tambien una recta A que se halla del modo siguiente: Al punto a corresponde una F,; esta (1) Debe observarse otra vez, que los puntos x no producirán una superficie del tercer órden si los planos ¿ no pasan por el mismo punto fijo a. Esta es la misma construccion especial de Grapmann. A IR art SUPERFIJCIE DEL TERCER ÓRDEN DE GRAPMANN 159 tiene un cono tangencial en N, á quien corresponde un cierto punto en E; este punto unido con N determina la recta busca- da A. El punto nodal N está situado en todas las líneas A porque al punto N, como punto a, corresponde un cono del tercer órden que pasa por las tres B,, B,, Bj. A fin de que hallemos las tres líneas (fuera de P,, Po, Pz;) que pasen por N, uniremos a con N. Esta recta encuentra al plano E en un punto á quien corresponde una seccion cónica ; esta á su vez encuentra á la curva plana del tercer órden Cz (que aquel plano E produce con F,) en sess puntos, tres de estos son los puntos p, p» Pp» en que las tres rectas P,, Pz, P, encuentran el plano E, los otros tres restantes unidos con NV producirán las tres líneas deseadas. Quiero demostrar ahora, abreviadamente cómo se hallarán las tres rectas en cada plano z: Unamos a con f., f, por un plano; este encuentra á z, en la ter- cera línea, segun la manera de significacion de Grapmana: (a f. f) on locamente se obtendrán las líneas en los otros planes T por (af, fa) me y (a fo f1) 3. Las 27 rectas se derivan tambien de un diseño muy semejante al de Cremona. Un plano arbitrario « encuentra á la C, (en E) en tres puntos r,, Y», 13. El mismo plano encuentra á las tres P, P, P, en tres puntos Y, q”, 43" no situados en línea recta (fig. 2). Estos son los seis puntos del diseño. A cada uno de ellos le corresponde una recta en F.. Entre estos seis puntos pasan 12 rectas distintas y á ellas tam- bien le corresponderán rectas; igualmente á las tres secciones có- nicas por los tres puntos q,”, q2',4.*, y á dos de los puntos » cor- responderán rectas, de modo que en suma tenemos 21 rectas; las seis restantes corresponden á las tres secciones cónicas doblemente contadas por los tres puntos 7,, 7», 3 y dos puntos q'; á saber: la línea de interseccion Y de los planos < y E posee tres puntos comunes con la seceion cónica y forma por consiguiente parte de ella; la restante es una recta que une un punto q” con un punto r, porque uno de los puntos » debe ser un punto doble de la seccion cónica. Estas tres pares de rectas forman así seis líneas de comu- nicacion de los puntos q ' con la r ya antes contadas. El plano E encuentra á la F¿ en una curva C;; esta es fija y para los puntos f y p. Para ella está fijada la conocida construccion de Grapmann (fig. 3). 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA . Los tres puntos f forman el triángulo; los tres puntos p el trila- do. Esta curva C¿ es independiente de la eleccion del punto a. Consideremos ahora la afinidad que nuestra construccion pro- duce. Sabemos que á un punto a corresponde una F,, busquemos lo que corresponderá á una recta. Supongamos que el plano £ des- cribe un haz al rededor del eje A; los £ encontraran á cada uno de los tres = en un haz de rayos cuyos centros están en los tres puntos Si, S2, Sy en que el eje A corta á los tres . Cada haz de rayos es perspectívico con el haz de planos ¿; por consiguiente los tres ha- zes son proyectivos entre si. Estos se dejan proyectar así, desde los tres f, con tres hazes proyectivos de planos cuyos ejes son f; S;, fe Sa, f3 S3- El resultado de este es una curva gausa Ry del tercer órden que posee los tres ejes fs como bisecantes. Esta Rz pasa por N, porque un plano que pasa por N encuentra á los tres z en tres rectas que pasan tambien por este punto y los tres planos correspondientes se encontrarán en N.' Así hemos hallado que una curva gausa del tercer órden cor- responde á una recta, resultado que pudimos anunciar desde ya, pues la correspondencia es del tercer órden: una Fz correspondien- do 4 un punto a. Dos superficies F, se encuentran segun una curva gausa Ry; en este caso esta degenera en una Ry siendo fija y una R3; es decir: para un punto a queda determinada una F, para otro punto a, otra F, y por lo tanto á la recta aa, corresponderá la interseccion de las dos F;. Pero sabemos tambien que á una recta corresponde una R,, por consiguiente el resto R¿ debe ser fijo. Y otra vez puede conocerse que R;¿ debe pasar por N, es decir las dos F., deben teneren Nun punto comun doble, pues la curva de interseccion posee en N un punto cuadruple. Los dos conos tangenciales en N se cortarán en cuatro generatrices, tres de las cuales P,, P,, P, son fijas y la cuarta es variable y es tan- gente en N, por consiguiente la R; pasará por N. La R, está situada en todas las superficies F¿ que corresponden á los puntos de una recta, por lo tanto está situada en el cono segun las tres rectas P,, Pz, Pz. Este cono es del segundo órden y encuentra al plano Een una curva C2. La curva (2 encuen- traá la C¿(en E) en seis puntos, tres de los cuales son p, Pp» P3 y por los otros tres para Ra. A O O eS É NS A A h MEE Á A ox pl | Y p 7 2 1 . e IN É s a eg y a Z pe ll ; ; P . 1 qe ñ $ ES ; a = ei? y ' ss j ¿ 3 e p . ; ! : z y os Íy ñ «Y Ñ , 3 > P ' sa ¿ 14 £ 5 p » E : 3 e y DES O , ES E ) A > P y % a. K É U R ( e ] E y Pr ñ R : , ml ú . 7 El : . 4 , , ' ¡ í ; hs, EAS - A: ; z F Ñ 5 A ¿ + * y ' , - í a A 4 : >> 7 e Sl A j A : SI p s 1 pps pl . AGA y ; k ETA e la a SAS A A TR OR TI A AS. SUPERFICIE DEL TERCER ÓRDEN DE GRAPMANN 161 Supongamos ahora que el punto a tenga algunas posiciones es- peciales. 1* Supongamos á a en E. La F,se reduce á un plano E y un cono del segundo órden K, con su vértice en N. Para todas las posiciones de ¿, E queda fijo y solamente varía el cono K.; todos estos K. se encuentran en tres generatrices fijas P,, P,, P, y una variable G'. A cada punto a en E corresponderá siempre un cono K, y á la recta que pasa por a y a, corresponderá la G '. La recta G' encuentra á E en un punto y que á su vez corresponde á G/. Así tenemos una conocida afinidad cuadrática en el plano E que ha sido estudiada más profundamente por Reye. Los tres puntos principales son: los tres p,, p ,p3; las tres rectas principales son : las que unen los punteos f,, f., f, entre sí. Cuando y describe una seccion cónica por los tres p,, p», pa, +" describirá una seccion có- nica que es inscripta á las tres rectas principales. 2” Supongamos que a esté situado en uno de los tres puntos fi» fo, fz- Entónces el punto x estará siempre en el plano é, á quien él corresponde y entónces tenemos un especial «Sistema de cero » descubierto por Móbius. Si £ pasa por la recta f,, f., w% estará tambien situado en £, y á la vez debe estar en el plano que une ¿=, con E cuyo plano lo de- signaremos con 7. Este plano y encuentra al ¿ en una recta T,; por consiguiente á un planc £ que pasa por f, /. corresponde una recta T, ó mejor dicho los puntos singulares de la recta Ta. Ahora bien si £ describe un haz de planos al rededor de la creta f, fe como eje, Tz describirá un haz de rayos proyectivo con el an- - terior y cuyo centro es el punto (/, /-) z3. Este es el conocido pun- to q, que se encuentra en la aplicacion de la construccion grap- maniana de la curva €, (fig. 3). Análogamente habría para el haz del eje 0 un haz proyectivo en el plano z,, con centro q», etc. 3 Si a comide con N la superficie se convierte en un cono del tercer órden. | Observemos finalmente que en el caso que los tres puntos f,, fz, f; coineidieran con los tres puntos pj, P», P3, este cono se reducirá á los tres planos =., 7», 73. La investigacion más profunda sobre esta afinidad y especial- mente su estension al espacio á cuatro dimensiones y demás la reservaremos para otros artículos. ; Dr. Feberico HAFT. ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 11 LA REAL ESCUELA DE APLICACION PARA LOS INGENIEROS, EN NÁPOLES Ya el Sr. Dr. Bernardino Speluzzi en desempeño de comision oficial traida de Buenos Aires hizo conocer, con gran acopio de da- tos que revelan aplicacion al trabajo, varias universidades de Ita- lia; y entre ellas se ocupó extensamente de la napolitana, y prin- cipalmente de su Real Escuela de Aplicacion para Ingenieros. La labor del sabio profesor no ha visto la luz pública segun era y es de esperarse así sea, tratándose de ilustrar el criterio poco ex- tendido respecto de este mecanismo universitario. Aquella Facul- tad de matemáticas en cuya poder se encuentran las relaciones mencionadas, debía, en nuestro entender, insertarlas en órganos de publicidad adecuados, cual ser los Anales de la Socredad Cien- tifica Argentina. | Nosotros fuimos atraidos á esta Escuela de ingenieros por la lec- tura de una parte de las citadas comunicaciones, y visitándola he- mos tenido ocasion de apreciar la exactitud y valor de sus datos, que ponen de manifiesto el recomendable grado de adelanto de di- cho instituto respecto de su plan de estudios, su cuerpo docente é importancia de algunos gabinetes en que se producen lecciones de aplicacion de materias en Curso. : Nuestro fin al ocuparnos de la escuela napolitana no es otro que llenar un deber subalterno, contribuyendo modestamente al acopio citado con ciertos apuntes recogidos en los Gabinetes que al presente están mejor surtidos, y llamar la atencion sobre ¡m- portantes adelantos de reciente data. Los empeñosos en conocer esta escuela, pueden completar los datos recurriendo á la redaccion del Dr. Speluzzi, en la que ade- más de una buena crónica sobre la Universidad y su division en LA REAL ESCUELA DE APLICACION 163 Facultades, apreciarán cada una de estas por su plan de estudios y la dotacion de sus gabinetes y laboratorios. La Regia Scuola di applicazione per gl ingegnert in Napoll funda- da en 1810, año en que se abolió la Scuola specrale per ygUmgeg- neri di Acque e Strade tiene su local en el Quartiere Porto sobre la calle del Salvador, en el que fué convento de Donnaromita; edifi- cio que despues se trasformó para adaptarlo á las necesidades de aquella. Segun las ultimaciones verificadas, han resultado en los tres pi- sos de que consta, locales espaciosos con buena luz y ventilacion para instalar el material de los Gabinetes y Laboratorios, las au- las, biblioteca y locales de administracion; sin que falten patios regulares y ámplios flanqueados por pórticos y cómodos terrados. Las salas de dibujo son las que tienen “sobre los patios y terrados una buena colocacion. ] La trasformacion de la vetusta construccion se emprendió sien- do director de la escuela el profesor D. Ambrosio Mendía, persona muy bien recordada por sus méritos cientificos. A la fecha, no solo porque han crecido las necesidades de la es- cuela sinó tambien por responder al plan de saneamiento de Nápo- les, se la ha proyectado un edificio completo y adecuado que ocu- pará una manzana aislada por calles anchas, y tanto la nueva fá- brica como las que se erigirán á las demás Facultades de la Uni- versidad, formarán una agrupacion especial que embellecerá no- tablemente el barrio que debe recibirlas. Una innovacion digna de señalarse é imitarse en estas construc= ciones, consiste en que contendrán habitaciones para los profesores y familias, á fin de que aquellos puedan prestar, sobre todo en las de aplicacion como ingeniería y medicina, su pronta concurrencia á las cátedras é inmediata y asídua dedicacion á sus experimentos. El reglamento y plan de estudios hecho conocer por el Dr. Spe- luzzi, en su relacion, es el que entró en vigor en el año ue 1882- 1883 bajo la administracion Mendía. La composicion y distribucion actual del plan se llevó á cabo bajo la direccion del eximiio geómetra D. Aquiles Sannia; y como aquel, ha experimentado modificaciones respecto del número de materias y horario. Inserto enseguida el que rije : 164 ANALFS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PRIMER ANO Núm. de horas semanales Aplicaciones de geometría descritipva y dibujo......... Y) Mecanica con e a 5 Geología aplicada á las CONStrucciones................ 3 Estética gráfica, con dibujO.... ..... osea pe UE tl DO O o 00.0 00 o OOO Oe 3 Ejercicios ideimecinica TA 3 Geodesia y EJerciciOS.... 0... Noa ie y Odo io 6 Dibujo de arquitectura..... ARO LO LI PAE A ls Ejercicios de química.... co... .... o A 6 SEGUNDO AÑO Hidraulica teórica y prác co ola ra doo cio dle - Mecánica aplicada á las máquinas....... ds A ar Dibujo de mecánica aplicado á las máquinas........... 6? MENO MENA. oo. 00 O O Eo 42), Ejercicios de mecánica aplicados á las construcciones y laca A as E 2 Mecánica aplicada á las CONStruCCiONes.............o... 42), Geometría práctica y celerimensura............ ae 421, ¡Aplicaciones de física Ecce tarea lote ellas 2 Arquitectura técnica y dibujo....... O o AS 12 TERCER AÑO Construcciones metálicaS............. OS das lo ECC 0000 4”), AU aio de totali 4%, Ferro—carriles, carreteras, con dibujo......... ¿ETA 9 Construcciones hidráulicaS............o...o.... AO Sao A Dibujo de construcciones hidráulicas y metálicas....... 9 Matera jurídica... . 2.3. 05 doo co 00900 a0ssaoono 3 Hidráulica fluvial y aplicacioneS.........o.... SO 3 Dibajo de arquitectura. aa o asno oe LEN dio Si bien el curso de Agraria es completo en aquella Escuela Agro- 14 nómica, en Santa Catalina no estaría demás, á nuestro ver, incor- porar la enseñanza de la materia para Ingeniero Civil, pues hoy que en aquel país toma vuelo la agricultura, encontrarían los que á dicha profesion se dedican, continuados motivos de tratar sus problemas. : Y sería importantísimo la formacion de gabinetes con modelos, de las máquinas propias de esa industria, y una completa colec- LA REAL ESCUELA DE APLICACION 165 cion de ricas maderas y de las producciones de cereales, legumbres y frutas de las provincias argentinas. En Italia es muy de uso que el ingeniero y el agrimensor inter- vengan en proyectos del resorte de la agronomía. El desempeño de las cátedras de esta Escuela de Ingenieros, co- mo el de las demás, está encomendado á hábiles profesores, que las han obtenido por concurso, segun es de estilo, y es de señalar- se el decidido empeño que prestan al desempeño de su cometido, ya en el curso teórico, como cuando entran en el período de las aplicaciones. Además de estos experimentos, los alumnos del tercer año, que se han distinguido en sus estudios, tienen opcion á participar de un viaje anual de instruccion que se practica por las principales obras del país, y bajo la direccion de una comision de profesores. Así en el verificado bajo la direccion delos profesores Travaglini, de arquitectura; Isé, de resistencia de materiales é hidráulica aplicada ; Milone, de máquinas; y Ferrara, de carreteras y vías fér- reas; se visitaron las obras especiales de ingeniería y arquitectura existentes en el itinerario siguiente: Nápoles, Boloña, Ferrara, Pá- dua, Venecia, Milan, Florencia, Roma y Nápoles. Duró quince dias el viaje. Se comprenderá que estos viajes son perfectamente convenientes para fortificar los conocimientos que los alumnos adquieren en las aulas y clases experimentales y facilitarles su última tarea de for- macion del proyecto para graduarse; fuera de la buena suma de erudicion histórica que adquieren recorriendo esta region rica en monumentos de varias civilizaciones. Llega la comitiva á Boloña y comienza la tarea el profesor de arquitectura haciendo observar las obras medioevales que contiene la ciudad, visitan su Forumó Plaza Victor Manuel, y la iglesia de San Petronio, en la que señala las edades de los estilos externo é in- terno y signos peculiares de cada uno; en Venecia muestra los ricos ejemplares del primer periodo del renacimiento que floreció del 1450 al 1500 indicando las diferencias entre las escuelas Ve- neciana y Florentina, é infunde en su auditorio la admiracion que dicta á los ojos expertos el exámen de los Palacios, Plazas é Igle- sias y demás producciones de singular mérito artístico que enno- blecen la ciudad original que las posee; en Milan admiran en el 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Duomo las nobles y delicadas manifestaciones del estilo gótico re- ligioso, la magestuosa galería Víctor Manuel, de reciente fundacion y de gusto lombardesco, y el Hospital Mayor construccion del si- glo xv; y por último pasan á Roma donde á la vista de aquellas ve- tusteces del arte que suspenden el observador, el maestro mueve la atencion de sus alumnos ante susmagnos detalles y los familia- riza con ellos cuando les recuerda que allá en el aula los estudia- ron detenidamente en exelentes reproducciones. Los demás profesores tienen asímismo suárdua y gustosa tarea, ya inspeccionen los famosos trabajos de bonificación mecánica en las campañas de Ferrara y Marozzo, los trabajos de defensa contra los desbordes del Pó, el acueducto de Venecia recientemente cons- truido y ejemplar de mérito por las variadas aplicaciones de la hi= dráulica que presenta ; tambien las exposiciones industriales y ar- tísticas de Venecia y Milan, y en esta principalmente la seccion de los Molinos, en que se muestran variados sistemas; Ó se vean pre- cisados á explicar el modo de instalar y funcionar diversos apara- tos y organismos mecánicos, muchos de los cuales tambien apren= dieron á conocer en los gabinetes de la escuela. | - Bien surtidos están en general estos gabinetes y haremos men-= cion de algunos. El de Hidráulica teórica y práctica, instalado recientemente, contiene aparatos hidrométricos de varios sistemas para experien- cias en rios y canales, y entre aquellos el molinete Harlacher per- feccionado. Este molinete es un marcador eléctrico y fué construi- do por la casa Ottde Kemplen, siendo su costo de700 francos. directamente la velocidad media sobre una vertical, calculando el número total de vueltas hechas por el molinete en una caida verli- cal de este desde la superficie al fondo del agua. El hilo que suspende el molinete es atravesado por la corriente y hace funcion de conductor, traduciéndose los resultados de la ex- periencia en un contador que se mantiene fuera del agua. A la vista tienen tambien los alumnos modelos de filtros,entre los que se observan los de uso doméstico á doble circulacion, descen- dente y ascendente, con estratos de arena gruesa y carbon; el de ladrillo, el á base esponjosa, los llamados Plongeur de Fonvielle, y la Cisterna filtrante de Venecia. El algibe del Banco Hipotecario de La Plata es de este sistema veneciano. En los muros del Gabinete se exiben diseños de los diferentes sis- LA REAL ESCUELA DE APLICACION 167 temas de fundaciones bajo del agua, proyectos de abastecimiento de aguaá varias ciudades y entre ellos el notable que la conduce desde el Serino á Nápoles, modelos de diques flotantes, ejemplares de instalaciones de cañerías y otros que con la Hidráulica tienen relacion. Para las experiencias se ha provisto el Gabinete de cañerías es- peciales que tienen conexion con la de la ciudad. En este Gabinete de hidráulica es digno de mencionarse un Ser- batojo ó tanque con aparejo porta lus proyectado é instalado por el profesor de la materia S. Mason. Juzgando de interés para nuestra escuela una símil adquisicion, puescon dicho aparato pueden estudiarse «los curiosos fenómenos de la vena fluidasegun las diferentes luces que la originen, he crei- do conveniente procurarme algunos datos para darles una idea. Consiste en un recipiente de forma á paralelipípedo recto á base cuadrada de 0 metro 70 de lado con + metros de altura, eleva- doá 1 metro del piso y en comunicacion con la cañería de la ciudad. Los diversos niveles del agua en el interior son graduados por un tubo de vidrio dispuesto al exterior del tanque. Este tiene lateralmente dos dobles fondos, y su alimentacion y descarga se hacen mediante orificios situados al mismo nivel de los dobles fondos. El aparato porta-luz consiste en una armadura de bronce cele a- da sobre las paredes anterior del tanque. Dicha armadura está provista de una puerta corrediza entre dos guías, la cual, manio- brada por una palanca adecuada, sirve para abrir ó cerrar la luz del flujo, y en el orificio se colocan las luces que desean ensayarse. En una esperiencia del aparato, á que asistí, se aplicaron luces de forma cuadrada, rectangular, circular y cruciforme, dejando caer el agua del tanque desde dos metros de altura, y se pudieron apreciar las formas curiosas de las secciones de las venas á dife- rentes distancias del orificio. El chorro líquido se recoge en un recipiente al que se hace se- guir la variacion de tiro de aquel, y en el que puede apreciarse el gasto del tanque en todo momento. | El aparato completo ha costado en Nápoles 1200 francos y será descrito con los resultados de las esperienciasen el Curso de Hi- dráulica que está imprimiendo el citado profesor Mason. El citado curso es de recomendarse como obra didáctica y de 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA aplicacion, pues por medio de un plan metódico se encuentran tratados los principios generales de la hidráulica, estendidos á los casos prácticos más usuales, sirviendo de buena ayuda al etecto el acopio de tablas numéricas que acompañan el texto que además tiene numerosas ilustraciones. Otra obra digna de consultarse por los aficionados á la hidráuli- ca es el Curso sobre construcciones hidráulicas del profesor Ing. Gae- tano Bruno. Están divididas las lecciones en los cinco títulos si- guientes : 1. Obras para el régimen de los rios y torrentes. 11. Canales, conductos y obras relativas. 111. Materiales, fundaciones, útiles y máquinas. Iv. Construcciones marítimas. v. Puentes de fábrica. Visité tambien el Gabinete de resistencias de materiales bajo la direccion del profesor Isé y ayuda del Ing. Ciollaro. Hasta el presente los ensayos más numerosos han sido sobre la- drillos de varias fábricas, diversas clases de tufo que es la piedra ó material generalmente usado en Nápoles, y piedras de algunas canteras. Los ladrillos á húmedo y á seco han dado resultados que se dis- tancian mucho uno de otro en cada uno de los estados, y esto es debido á la calidad de la arcilla y á la coccion. Así, por ejemplo, en el primer estado el coeficiente de rotura á la compresion ha sido para el producto de los siguientes hornos : Ruffolo hermanos, en Iserma, 363 kg.; Monte Redondo (Roma) 153 ; Sparanise (Caserta) de Collapetm 250; Porta San Panerazio (Roma) 97, kg.; variando el peso específico de 1352 á 1800 kg. por metro cúbico y en el segundo estado, Ó á seco, se tiene Hornos Ga- lignana en Salermo 53 kg. con 50%, arcilla, 89 kg. con 30 %/,, 62 kg. con 10 9/,, de azostima en Salermo de 109, 121 y 121 kg. y de soc. an. de Benevento 165, 217 y 225 kg. por cm”. El tufo es de dos clases, amarillo y negro; el primero es más abundante y se emplea en la ciudad y otros puntos, y el negro lo hemos visto usado en las construcciones de Capua y Caserta. Estas piedras al desnudo, con sus juntas tomadas ácal y arena, presen- tan mejor vista que cuando se emplea el tufo amarillo. Las experiencias en seco á la compresion, y por cm” han dado LA REAL ESCUELA DE APLICACION 169 para las canteras de tufo amarillo en Posilipo desde 26 á 48 kg. siendo de 1300 kg. por m' el peso específico y para el tufo negro 63 kg. con 1142 kg. de peso específico. La piedra calcárea de Nola 253 kg. por em*, la de Siracusa 241 y la de Canvisa 37, con pesos específicos respectivos de 2735, 1940 y 1631. Los ladrillos huecos cargando sobre la cara más ancha han dado desde 50 á 78 kg. por em' y las baldozas 362 kg. Se experimentó tambien la fundicion de la usina en Castella- mare, empresa italiana de construcciones melálicas y se tuvo por mm* La seccion de rotura fué elíptica. o DIMENSIONES ALTURA COZFICIENTE —=nan_ _— RG A E mw» ———— OA2>4+>+— dado por el dado por el antes de la despues de la 3 : antes despues manómetro manómetro esperiencia esperiencia , A mercurio á Seco Para cuerpos prismáticos Pa | 12 | 61,2 | 49,50 | 30,12 Otras esperiencias en media Para cuerpo cilíndrico 38,2 40,8 71,5 68 62,30 66 Otras esperiencias en media | =- | = | = | | | Para los experimentos se adoptaron la prensa hidráulica tipo A. Clair y la prensa con brazo de palanca; y como pudieran quererse adquirir para nuestra Facultad, pues la de Curioni es cara, 1n- serto una sumaria descripcion de ellas, que mefacilitó el Ingeniero ayudante señor Ciollaro. La de Clair tiene un recipiente que se letra de agua, Ó como se hace en esta escuela, con aceite mineral para evitar la oxidacion producida por el agua. En aquel pasan dos bombas una chica y otra grande movidas al exterior por dos brazos de palanca. El líquido que se va comprimiendo poco á poco, despues de haber recorrido un tubo de diámetro pequeñísimo colocado horizon- talmente, por medio de cuatro ramificaciones se distribuye uni- formemente en cuatro cilindros verticales por la parte inferior de 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ellos. En los cilindros salen dosémbolos en cuya cara superior se apoya un tronco de pirámide, y sobre el cual se coloca el mate- rial á experimentarse. Arriba del material se pone un plato de fierro aseguzadoá cua- tro columnitas y es contra dicho plato que se rompe el material cuando se le comprime. Es claro que el líquido en presion, penetrando en los cilindros, levanta los émbolos respectivos y el tronco de pirámide y por lo tanto el material de experiencia se comprime entre el dicho tronco y el plato superior fijo, hasta obtener su completa rotura. Del tubo horizontal de rama ya citado nace otro, el cual tiene un manómetro á columna mercurial que señala la presion segun las experiencias. Tal columna de mercurio está dividida en centímetros y segun varios cálculos practicados en la Escuela de Nápoles se ha lle- gado al resultado que cada centímetro de mercurio representa la presion de 772 kilógramos que resiente el material ensayado. Da la presion total obtenida por la experiencia hay que rebajar 147.30 kilógramos representados por el peso de cuatro émbolos y del tronco de pirámide, que se pierde en levantarlo. El director señor Isé, con el fin de controlar el manómetro á mercurio, añadió otro á seco con cuadrante puesto sobre el tubo de rama horizontal principal, que da la presion en atmósferas. Segun cálculos hechos ha resultado que para tener la presion total es necesario multiplicar el número de las atmósferas marcadas en el manómetro por el número 184,60. Ordinariamente los resultados de los dos manómetros difieren en poco; pero es conveniente atenerse á las indicaciones del ma- nómetro á cuadrante el cual ha sido muy controlado en el Gabi- nete. La otra máquina ha sido construida en Nápoles en el estableci- miento Guppy. Se compone de una armazon en fierro en cuya parte superior y en su centro se encuentra el apoyo de un largo brazo de palanca. Esta en una extremidad tiene un plato de fierro y en la otra una série de trozos de fundicion de peso determinado. En correspon- dencia del plato de la primera extremidad, se encuentra otro que se puede bajar ó subir por medio de una rosca y sobre el que se pone el material de experiencia, de modo que este queda entre dos platos. LA REAL ESCUELA DE APLICACION 174 Por cálculos hechos para obtener la presion total se multiplica la carga puesta por 24,55 y el producto la representa en kiló- gramos. Cada plato de fundicion pesa 40 rótolos napolitanos ó sean 0,891 kilógramos de modo que la presion que uno ejercita es de 874,96 kilógramos. Otro gabinete que presenta modelos al vero que debieran adqui= rirse para aquella Facultad y que se obtendrían en Roma por es- casa suma, es el de Arquitectura y Dibujo. Cuenta entre otros un capitel del Templo de Júpiter Stator en Roma, Cornisa del Templo de Júpiter, Cornisa del Templo de Antonino y Faustina, Cornisa del Templo de Júpiter Tonante, Friso del Foro Trajano, £apitel de la Iglesia San Gregorio, Capitel del Pórtico del Panteon y Capitel del Palacio Gravina. Además en los muros de las salas se encuen- tran suspendidos buena cantidad de dibujos y fotografías de mo- numentos y proyectos de edificios segun varios estilos en uso y para que los alumnos puedan consultarlos. Son tambien notables los Gabinetes de Física Técnica á cargo del distinguido profesor Guido Grassi, que ha escrito y estampado su curso de Física aplicada, bien provista de útiles aplicaciones y el que es precedido por otro sobre Termodinámica que se extiende entre los límites de las trasformaciones de gases y vapores. El Gabinete de Construcciones dividido en cimeo secciones, Ci- viles, hidráulicas, metálicas, de vías férreas y aplicaciones de la Geometría descriptiva, lo mismo que los de Química, Máquinas y Mineralogia y Geología poseen un rico material. En tiempo daré apuntes sobre su o iotida principal. Completa el menaje de la Escuela napolitana una Biblioteca pro- vista de obras escogidas, con más de dos mil volúmenes y la co- leecion de todos los proyectos confeccionados por los alum- nos. E Cerrando la presente con un voto de felicitacion al director se- ñor Aquiles Sannia por la buena marcha dela Escuela de aplica- cion para los Ingenieros en Nápoles, solo me resta recomendarla á los cólegas de Buenos Aires á fin de que no dejen de visitarla, si pueden. Ing. Luis A. VIGLIONE. MOVIMIENTO SOCIAL La Junta Directiva ha resuelto efectuar una visita al Merca- do de frutos del Sud, la quese efectuará en los primeros dias del mes entrante. Se ha resuelto comisionar al socio Sr. Roque Casal Carranza para que establezca el cangeentre los anales de la sociedad y las publi- caciones de otras de igual carácter de Europa. El ingeniero Eugenio Vernaudon dará la cuarta conferencia de la série de las que tendrán lugar quincenalmente. El Doctor Valentin Balbin ha donado á la biblioteca de la Socie- dad la traduccion que ha hecho de la obra Trazado de curvas da- das en coordenadas cartesianas, por (+. Woolsey Johnson, y la de Algunos sistemas de barras articuladas de profesor J. Neuberg. Ya está casi terminado el catálogo de los documentos del archi- vo, cuya formacion fué encomendada á los señores Candioti y Ota- mendi. Ha sido admitido en calidad de socio activo el señor Justo Viñas y Urquiza. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARBS: DEL GLOBO Por JUAN LLERENA (Continuacion) «Sus caballos y camellos, que en 8ó 10 dias pueden realizar una marcha de 500 millas por áridos desiertos sin aguas ni pastos, des- aparecen como por encanto delante del conquistador; las misteriosas aguas del desierto eluden sus investigaciones; y sus tropas victoriosas son consumidas por la sed, el hambre y la fatiga en la persecucion de un enemigo invisible qne desprecia sus esfuerzos y reposa seguro en el corazon de los ardientes arenales. «Los esclavos de un gobierno despótico pueden hacer un vano alar- de de su independencia nacional; pero el árabe se halla tan libre de un yugo doméstico, como de un yugo extranjero. En cada tribu, la supersticion, la gratitud ó el respeto tradicional ha exaltado una fa- milia particular sobre las cabezas de sus iguales. Las dignidades de sheik ó de emir invariablemente recaen sobre esta raza selecta; pero el órden de sucesion es laxo y precario, dándose la preferencia al más digno ó anciano de la noble raza. Estos son preferidos para la simple aunque importante funcion de arreglar las disputas con sus consejos y de guiar su valor con su ejemplo. Si un emir abusa de su poder, es prontamente castigado por la desercion de sus súbditos. Su espíritu independiente desdeña una baja sumision á la voluntad de un amo; su existencia no reconoce barreras; el desierto se halla abierto, ha- llándose las tribus y las familias solo unidas por un pacto voluntario y recíproco. Acostumbrados á una vida de peligros y de privaciones, el pecho del árabe vagabundo se halla fortificado con la austera vir- tud de valor, paciencia y sobriedad, el amor de la libertad lo induce á ejercitarse en el hábito, del dominio de si mismo, y el temor de la deshonra lo guardan contra el temor del dolor, del peligro ó de la muerte. La estimacion de sí mismo que la independencia inspira, se muestra enla dignidad de sus maneras exteriores; su discurso es len- to de concision y peso; rara vez rie; su único ademan, el de pasarse á veces la mano por la barba, el símbolo venerable de su virilidad.» Sulo que el beduino nose recomienda por el respeto de la propiedad ajena, sobre todo del estranjero. El seescusa diciendo que en la dis- tribucion de la tierra, los climas ricos y feraces fueron asignados á las otras ramas de la familia humana; y que la posteridad del proscri- to Ismael, se halla autorizada á recobrar por la fuerza ó el fraude la 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA parte de herencia de que ha sido injustamente privada. Igualmente adicto al robo que al comercio, cuando no abruma de impuestos á las caravanas de tránsito por .el territorio de su tribu, las saquea, y armado contra la humanidad entera, hace del viajero inofensivo la víctima de su rapacidad. Peroá veces, por una noble reaccion de la racionalidad humana, este mismo árabe, el terror del desierto, agasa- ja al estranjero que se atreve á confiar en su palabra y que penetra en su tienda. Acógelo con respeto y benevolencia y lo hace participar de su riqueza ó de su miseria; y despues del descanso indispensable, lo despide con bendiciones y á veces con presentes. Hoy aquí, mañana allí, la morada del beduino es tan ancha como el desierto, y tan móvil como los médanos de arena que el viento forma y deshace. Su modo de acampar difiere segun las circunstancias. Cuando las tiendas son pocas, las plantan en círculo; cuando muchas por hileras. El Sherk ó gefe ocupa siempre el puesto donde el peligro es mayor y tambien la entrada por donde el estrangero puede llegar, siendo su deber rechazar el primero y honrar á este último. Enfrente de su tienda el gefe clava su lanza y allíata su caballo ó su camello; su montura le sirve de lecho. Cuando vagan en busca de agua ó pastos se mueven lentamente por partidas sobre el llano arenoso. La caballe- ría armada marcha adelante; los rebaños siguen con sus crías; y de- trás, los animales de carga conduciendo las mujeres, los niños, las tiendas, las provisiones y utensilios de las familias. Entre estas tri- bus pastoriles, la posesion de un pozo, de un pequeño terreno pastoso y algunos datileros producen contínuos altercados que se deciden por las armas, el más fuerte quedando dueño de los objetos disputados. A más de estas causas de hostilidad, el carácter celoso y fogosode los árabes ha sido siempre la fuente de las más implacables enemistades entre ellos. Son en estremo sensibles álas injurias y las resienten con ¡implacable encono, de que es untestimonio la Bíblia y el Coran, don- de las ofensas á Dios y al Profeta, se pagan con la sangre y el escar- miento hasta la quinta generacion, como dicen ellos. Los árabes creen que Dios los ha hecho á su imágen, aunque en realidad son ellos quienes hacen á Dios en la suya. Los crímenes y los atentados de los hombres son hijos de sus errores y basta:que el culpable pague para dejar satisfecho á Dios y la justicia. Solo áun árabe se le pue- de ocurrir que se debe esterminar hasta la quinta generacion para sa- tisfacer una ofensa. Eso espresa el carácter del pueblo. Entre los árabes como entre los pueblos á medio civilizar, la san- gre tiene su precio; pero entre ellos es libre obtar entre este precio y ASA FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 1475 la venganza. El precio por la vida de un hombre comun es entre ellos de 800 duros ó su equivalente en ganados. Una vez arreglado el precio dela sangre, lo que no siempre es fácil por el carácter vengativo é implacable de los árabes, y por su insaciable avaricia; á más de que su naturaleza los impulsa de preferencia á la venganza. Como quiera, una vez arreglado el asunto, una camella es conducida delante de la tienda del adversario, matándola allí á fin de esprar la sangre con la sangre. Las partes reconciliadas, comen de la carne del animal muer- to; y al partir el homicida lleva un pañuelo blanco en su lanza como señal de hallarse libre de lasangre. El árabe entretiene sus largas horas del desierto con diversos pasatiempos, tales como el juego de ajedrez, delas damas, las adivinanzas, las historias y cuentos á que son muy aficionados. Estas diversiones son comunes á ambos sexos. Pero hay otras que son peculiares al sexo viril, tales son la sortija, ólos torneos, que ellos llaman lanzar el gerid, y consiste en un simu- lacro de combate con lanzas sin punta, como el juego que los españo - les llaman cañas, al final de una funcion de toros. El objeto del juego en que los jugadores muestran la más asombrosa destreza, es por una parte perseguir, por otra huir ó parar los golpes del adversario. En estos simulacros de combate, nada hay más pintoresco que ver los grupos de estos hijos del desierto entreverarse en un combate fingido con las lanzas caladas y los sables desenvainados, terminando todo en evoluciones, vueltas y cabriolas las más entretenidas. Tambien tie- nen sus danzas de guerra de un carácter salvaje. Tienen además can- tos en coro, en que mujeres y hombres aunan sus voces. Llámaseles nesamer, y se forman de versos improvisados, ocasion que los amantes no desperdician para dirigirse en términos embozados ó claros al ob- jeto de su amor, segun que este es lícito ó ilícito. Sus imágenes no suelen ser semi-poéticas, á veces: «¡Oh Ghalia! si mi padre fuese un asno macho, yo lo vendería para comprar á Ghalia.>» Durante sus largas marchas, los beduinos cantan ó silvan lo mis- mo que nuestros arrieros, para entretener el camino y animar sus ca- balgaduras, pues los animales se regocijan con estos cantos cadencio- sos y marchan con más gusto y menos fatiga. Estos cantos son monó- tonos, pero llevan impreso el sello de una profunda melancolía, que se armoniza con la triste aridez del desierto. Son como los trajes de nuestros arrieros y gauchos del interior. En estos cantos hablan de bellos ojos, de dulces aguas y de frescas sombras, espresiones que ha- cen contraste con la aridez y soledad de los arenales. Oir estos can- tos, escuchar cuentos por el estilo de los de la Mal y una Noche, 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en su tienda, al lado de su querida, en medio del desierto, es la supre- ma felicidad del árabe, que olvida ante esas armonías y esas imáge- n>s los peligros y las penurias del presente. Despues de la hospitalidad y de la destreza en el manejo de las armas, lo que más estiman los árabes es la poesía y la elocuencia; nobles facultades en que estas hor- das depredadoras que viven en medio de la solitaria grandeza de la naturaleza, sobresalen aún sobre las naciones más civilizadas. Ellos tienen en mucho los buenos pensamientos y conceptos; pero dicen de las verdades y sentencias que son como perlas ó diamantes suéltos dichas en prosa; mientras que en verso forman como magníficos colla- res y diademas. En la antigiedad, entre ellos, el gran poeta era mirado á la par del gran guerrero; y se hacían torneos y certámenes en que las facultades de los puetas de genio pudiesen brillar á competencia. Mas resulta— ba que para un pueblo tan apasionado y susceptible como el árabe, ellos se personificaban en sus grandes poetas, y las contiendas poéti- cas de estos se transformaban fácilmente en luchas civiles. En conse- cuencia, estos certámenes fueron abolidos por el Coran; pero los be- duinos han quedado á pesar de esto, en estremo apasionados por la poesía y la música. Así, en una ocasion en que Burckard leyó delante de ellos el célebre romance de Antar, la asamblea de beduinos que lo escuchaba quedó sumergida como en un éxtasis de placer; mostrándo- se al mismo tiempo tan disgustados con su mala pronunciación, que le arrebataron el libro de las manos. A las ventajas del genio poético y de una viva fantasía, los beduinos añaden la posesion de un rico y armonioso lenguaje capaz de espresar con perfeccion aún los más finos y remontados conceptos del espíritu y de la naturaleza. Su abundancia puede juzgarse del hecho de poseer más de ochenta pala= bras para espresar miel; doscientas, para indicar la serpiente; qui- nientas, para espresar el leon, y loque es característico de una raza belicosa, mil, para espresar la espada. El idioma árabe es en estremo - armonioso, enérgico, sublime é igualmente propio para espresar los delicados conceptos del amor, las puas de la sátira y los más encum- brados preceptos de la religion, la ciencia, la oratoria y la política. El sentimiento del patriotismo es fuerte y universal entre los be- duinos, á pesar de no tener otra morada que los inconsistentes arena- les del desierto y su miserable tienda. Se reconocen una nacion de hermanos, ligados por la misma sangre, y sin embargo viven en cons- tante guerra unos con otros; son en estremo celosos de su honor, al mismo tiempo que salteadores de profesion. Feroces y sanguinarios FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 177 por temperamento, se muestran no obstante muy sensibles á las vir- tudes de la piedad y de la gratitud; codiciosos y nada fieles en sus transacciones pecuniarias son sin embargo fieles á su palabra y cari- tivos con el menesteroso. Su carácter religioso se halla marcado por los mismos estremos al parecer irreconciliables. Su fanatismo se aso- cia con una floja observancia de los preceptos y ceremonias del Is- lam. «El Islamno ha sido hecho para nosotros, suelen decir; él nos manda ablusiones, y no tenemos aguas; el perdon de las injurias á nosotros condenados por nuestra insanable miseria á vivir del salteo y de la rapiña sobre los otros pueblos. Nos prescribe dar limosnas á nosotros que de todo carecemos, y que necesitamos nos la hagan á nosotros. Nos prescribe ayunar en el ramadam, y toda nuestra exis- tencia es un constante ayuno. Y si el mundo todo es la ancha morada de Allah, que necesidad tenemos de ir á la Meca para implorarlo?» y COSTA ARÁBIGA. — ESTRECHO DE BAB-EL-MANDEB. — ENTRADA DEL MAR ROJO ; SUDESCRIPCION. — REMINISCENCIAS En Aden nuestro steamer cargó una cantidad de fardos de especias, como canela, mirra, clavos de olor, aromas, ete. ¿Provienen estas de las inmediatas costas africanas, de la Aromática Regio de Ptolomeo, ó delas próximas costas de Arabia? ¿Cultivan los árabes esas especia: (la canela, el clavo, la nuez moscada, etc.), ó las produce naturalmen- te su suelo ? Hoy no solo las Molucas producen especias; ellas han sido aclimatadas en otrus países. Pero la Arabia desde tiempo inme- morial, ha comerciado con ellas. Desde la época de Abraham y de Jacob, á estar al tenor literal del Génesis, época que aún siguiendo la mezquina cronología mal interpretada de la Biblia, no remonta á menos del año 2200 antes de Jesu Cristo; aún en esa época, decimos, los árabes comerciaban en aromas y llevaban sus caravanas cargadas de perfumes al Egipto, donde las empleaban en embalsamar á los muertos. Ahora bien, hay mómias egipcias, esto es, cadáveres embal- samados de Piromis egipcios hasta más de 11.200 años antes de Jesu Cristo, segun Heródoto, lo que indica que el comercio de aromas de- bía remontar hasta esa edad, puesto que sin aromas no se embalsa- ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA man cadáveres (en la antigúeded), y que el Egipto no las produce es- pontáneamente. Se ha creido que desde las edades más remotas, las naves arábigas de las costas de la Arabia se estiende en su estremidad oriental hasta los 11” del Ecuador, y puede perfectamente producir la canela y el clavo, como produce la mirra, el estoraque, el benjuí y el bálsamo. Los árabes, fieles ásu poética existencia pasada, sin de- jar por eso de ser la raza más progresista de Oriente (los árabes de España cultivaron las ciencias, las artes, la literatura, la industria, etc.), sigue comerciando en aromas y perfumes, no ya por caravanas peregrinas al través de los desiertos, pues los grandes imperios asiá- ticos interráneos que necesitaban de estos medios de tráfico y de esta clase de comunicaciones, ya han desaparecido. Ese comercio lo hacen hoy por los vapóres modernos que tocan sus costas. La Arabia Oriental no es, pues, ese espantoso desierto que nos pin- taban viageros superficiales y una vaga tradicion. La Arabia solo tiene desiertos inhospitalarios, como hemos visto, del lado de la Siria, en la direccion del Egipto y de la península del Monte Sinaí. Desiertos perfumados que el árabe errante anima con su presencia; desiertos llenos de tesoros, pues Mr. Burton que los ha recorrido ha descu-=- bierto en ellos no solo ricos minerales de oro, plata, cobre, plomo, trabajados desde la más remota antigúedad, sinó que esos mismos te- soros inexplotados se estienden inmensamente en el interior. Por lo demás, las costas de Arabia, que el arbusto de la mirra y del aloes per- fuman, abundan en bellos puertos y zonas feraces, donde se alzan las célebres ciudades de Muscate, Moka, Hodeida, Meca y Medina un po- co más adentro. Entre sus altas montañas se estienden feraces valles regados por cristalinas corrientes y llanuras y páramos pastosos, don- de pastan el caballo árabe, el camello, el asno, el ganado vacuno y la oveja. Es un país de tiendas y desiertos en Occidente; pero tambien de huertas y jardines en el Oriente; de tribus pastoriles y vagabundas, pero tambien de ciudades espléndidas; un país de contrastes, de opo- siciones, de extremos en todo, en la naturaleza, en el hombre, en el es- píritu: en la naturaleza, porque el desierto contrasta con el valle cul- tivado y la montaña con la llanura, la humedad de los mares con la sequedad de los arenales, las aromas de la tierra con las fetideces del abismo; en el hombre, porque el pastor se codea con el agricultor, el salteador con el hospitalario y honrado, el sábio con el salvaje; en el espírita, porque al lado del culto de los astros, se halla el de la ma- teria, al lado de Jehová, Allah, y al lado de Moisés, Mahoma, al lado de la poesía de amor de Antar, la poesía de desdichas de Job, y al la- ass is a E SI e dd e FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 179 do del cantar de los cantares, el Koran. En una palabra, Arabia, la patria de la vida y de la muerte, de la paz, de la guerra, del amor y del ódio, dela barbarie y de la poesia, de la ignorancia crasa y de la sublime creencia, del fanatismo y de la tolerancia, de Dios y de Satán. Aden, á primera vista, parece la más avanzada de una série de is— las volcánicas (puede muy bien no ser sinó una península, como lo marcan los mapas; pero á mí me ha parecido isla). Estas islas se «l- zan negras, altivas y pintoresetas sobre las doradus costas arábigas, formadas de cristal y de oro. Toda la série secompone de 4 á 5 islas - ó crestas volcánicas, completamente erizadas y sombrías, estendién- dose de Oriente á Occidente y siendo la de Aden la más avanzada hácia el este. Hay, pues, dos estrechos opuestos que pasar para salir ó entrar al Mar Rojo (tal vez pueden evitar una los que no necesitan tocar en Aden para hacer carbon); la puerta de Bab-el-Mandeb que aún no hemos pasado, yla de Aden que domina el inmenso golfo es- tendido entre las costas africanas y arábigas, y del cual el Mar Rojo es solo un brazo, brazo que en edades anteriores no muy remotas, ha debido constituir un estrecho como el de los Dardanelos ó el de Ma- gallanes, entre los archipiélagos africanos y asiáticos, poniendo en contacto el Océano occidental con el Mediterráneo, con el Océano de oriente el Mar Indico. Conforme el gran steamer sealeja de Aden, las islas del grupo volcánico se alzan como una série de negros promon- torios de formas sepulcrales, ó en forma de crestas erizadas de puas y agujas volcánicas como una sierra. Algunas de estas negras rocas Ú islotes destacados asumen los contornos y formas más fantásticos que es posible imaginar, á la distancia. Una es un castillo gótico perfecto y esla más avanzada al pasar ei estrecho formado por Aden y por ella; otra situada más atrás, presenta la forma de un Monitor ame- ricano con su torrecilla giratoria. Por lo demás, son magníficas las aguas del Mar de Aden, pobladas de grandes y pequeños peces, de cetáceos y de arenqués, de tiburones y de sardinas, de delfines y pecesillos voladores; en sus aguas nadan ó de sus aguas vuelan bandadas de ánades tan bellas, como sus ondas de nácar fluido. En el estrecho, el mar es de un verde gris claro de- licioso, pero opaco, sin la traspareucia cristalina de las aguas de las srandes masas oceánicas del globo. Esta es propiamente una verdade- ra roca fluida, con arcillas desleidas que la hacen opaca; mientras los océanos son una masa de cristal trasparente y fluido. Pasado el es- trecho y á medida que el fondo desciende, el verde gris claro asume 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un tinte más subido y más bello, pero sin hacerse translúcido. La su- perficie del mar ligeramente rizada, refleja tintes atornasolados algo rojizos, seméjante á un bello raso ó pequin tornasol tendido para ves- tir una princesa; es un raso bello animado, moviente, espléndido. Si lo hubiesen conocido los autores de los Cuentos de Aden y de Las mil y una noches, de seguro habrían vestido sus princesas, no solo con trajes de sol y de luna, sinó con rasos al Mar de Aden, todavía más poético y más bello. ¿Os diré que es un verdegay atornasolado deli- cioso con matices cambiantes de ágata y de nácar ? No me entende- reis, pero la impresion es deliciosa. Si yo fuese fabricante de motrés, habría imitado ese matiz espléndido, cambiante, de una inefable be- lleza. Pero yo soy poeta y los poetas somos visionarios incurables, lo que vemos es nuestra propia belleza que hacemos irradiar por todo. ¿Esas divinidades que yo adoré en mi infancia? ¡Ah! La belleza esta- ba en mí, en la poesía innata de mi alma! ¡Ellas! Prosa y prosa platte ! ¿Esas bellezas del mundo físico ? Son bellezas de mi alma de poeta que irradío por todo. El mundo:es una inmensa ruina sepul- cral, en que el genio del mal ha abismado todo lo bueno y lo bello de- jando solo lo ruin y despreciable como él. ¿Dios, ese gran Dios res- plandeciente de justicia, de santidad, de equidad ? ¡Ah! Ese gran Dios estaba en mí. Fuera de mí, Satán! Satán maligno, bajo, calumniador, enemigo vil y despreciable. ¡Oh! ¡el poeta! ¡Viva la poesía eternamen- te! ¡Ella solo tiene vida y bien! Fuera de mí el prosaísmo inmundo, ruin, bajo, insolente, pretencioso y viviente del mérito ajeno, del mé- rito prestado. Los grandes poetas debieran ser los grandes gefes de la tierra. ¿Qué son hoy Victor Hugo, Mitre y tantos otros... ? La prosa reina, con nombres y poetastros falsos. Yo creo en la ciencia, porque ella ha hecho milagros reales. Pero la poesía y la ciencia son insepa- rables. No hay nada grande ni bello que no nazca y no converja ú ellas. Pero demos un poco de lastre á nuestro aeróstata, que se ha re- montado demasiado. El vapor marcha y nosotros marchamos con el vapor en la direccion de Bab-el-Mandeb. Cardúmenes innumerables de pecesillos, moviéndose con rapidez bajo las aguas, vienen á pedir á los grandes vapores oceánicos sus sabrosos desperdicios. Son miem- bros útiles del mundo orgánico viviente, que vienen á libertar al océa- no de sus impurezas. Por su parte, nuestro steamer, cargado en Aden con perfumes de la Arabia, ha quedado más embalsamado y libre de impurezas que una vieja momia de dama de la Corte de los grandes Faraones conquistadores que vivían y morían bajo una inundacion e NR FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 181 de perfumes. El clavo de olor, el cinamomo y la mirra perfuman nues- tro ambiente y le comunican como un suave bálsamo, en contraste con el olor nauseabundo de renfermé que es la atmósfera habitual de á bordo. Pero ya estamos engolfados en el bello Mar de Aden, y aunque el color cambiante del agua marima ha asumido ya tintes más som- bríos, que conservan no obstante como un tornasol de rojo impercep- tible. Ya navegamos teniendo á la vista á la derecha las bellas cos- tas de Arabia, que por los mapas y las relaciones de viaje yo me ha- bía figurado falsamente mucho más bajas y áridas de lo que son en realidad. La Arabia, en su parte oriental, no es una llanura sedienta; - es un país tan montañoso como Chile ó la Suiza; ¿la vista, al frente, tengo más de tres cadenas de altísimas cumbres que se destacan en eradería, como las montañas occidentales de Norte-América, sobre las costas californianas; y esas montañas son tam pintorescas como elevadas, sobre todo las centrales, las más altas, que se destacan en altivas ondas de lázuli, formando una gran cadena ó cordillera central en la direccion de sudeste á noroeste. Las cuchillas ó lomas de que os hablé al principio y que corren en segundo término paralelas á la ca- dena central, se han convertido ahora en altas cuchillas y crestas gra- niticas que realzan el paisaje en un término más aproximado. Por úl- timo, ahora se destaca una gran cadena costera, fraccionada en altos erupos ó eslabones basálticos ó porfirídicos, euyo punto de arranque ó terminacion se halla en las islas, ómejor grupos montañosos de las islas de Aden. El desierto, que los mapas y los escritores estienden á toda la peninsula Arábiga, no existe absolutamente en toda su parte oriental hasta enfrentar el Sina1. Toda esa region de la gran penínsu- la Arábiga, es montañosa y sinó fértil y vestida por lo menos de una, rica y florida vegetacion aromática de mirra y aloes; y estoy seguro que sobre los llanos y médanos arenosos de las zonas intermedias, á una y otra parte del lado del Mar Rojo, y del costado del golfo Pér- sico, se hallan tapizados de bellos pastizales, y en los valles y faldas de la vegetacion aromática del café de Moka, del giroflero, del cane- lero, del aloes, del arbusto de la mirra, del estoraque, del benjuí, del incienso. El desierto, pues, lo repetimos, por la sorpresa que ello nos causa, en la parte occidental de la península, en los confines de la Siria, de Madran, de Suez. Solo es desierta esa region occidental donde vagó 40 años el pueblo de Israe!, alimentado por el maná del cielo, esto es, de los arbustos resinosos del desierto ; guiado por Moi- sés, su gran caudillo. Esa region desierta, comprendía tambien 1482 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los desiertos de Madrem, de Sin, de Hor, de Petra, de Moab y los desiertos inmediatos al Sinai, al istmu de Suez y al Mediterráneo, como el desierto de Tin, á los que hay que agregar los desiertos de la ' Siria y del Mar Muerto, que pertenecen á esa misma zona. ¿Os ha- bíais formado esta idea de la verdadera Arabia física? No, por cierto. Estabais engañados como yo. Enadelante no voy á confiar más en los mapas hechos de memoria, en los gabinetes de los geógrafos, ni en las relaciones de los viageros regalones, soñiolientos, que escriben sus impresiones de viajesin ver ni estudiar nada y sin darse bien cuen- ta de lo que tienen á la vista, y que se fijan más en los semblantes de los compañeros de á bordo, que en los aspectos cambiantes del paisaje y de la naturaleza. La Arabia, pues, volvemos á repetirlo por la centésima vez, porque esto equivale á un descubrimiento por nuestra parte, ó mejor, á una perfecta valorizacion de los hechos; la Arabia Oriental es un bello país montañoso, elevado y espléndido, en la más bella zona climaté- rica del globo, entre los 11? y los 82? de latitud norte. País de valles, de bosques, flores, de aguas cristalinas, de jardines de cinamomo, de girofleas, de azahares, de jazmines y de aloes. País lleno de magnífi- cas y antiguas ciudades y aldeas, habitadas por una bella raza civili- zada y agrícola, viva, ájil, inteligente, con el pelo más negro que la noche, el cútis más blanco quela plata, y los ojos más grandes y be- llos, sobre todo en las mugeres, que la gacela del desierto y el guana- co de nuestras montañas; país que solo es desierto al veste, que el beduino tostado y semi-bárbaro, pero cabal!lerezco, recorre. El pre- tendido desierto se halla pues, confinado al oeste y 4 una estrecha banda ó zona arenosa sobre la ribera setentrional del Mar Rojo y del Gelfo Pérsico; y aún esta zona arenosa, que se estiende entre las montañas y el mar al estremo de los grandes Golfos Arábigo y Pér- sico, se halla cubierta con los materiales olorosos que dan á la Ara- bia sus perfumes y bálsamos; donde ruge el valiente leon, donde vaga la tímida gacela; donde gambetea el magnífico avestruz asiático, del tamaño de un elefante ; donde rebuzna el burro, la admiracion de Xe- nophonte, por su habilidad en evitar las acechanzas del hombre (esto es, del diablo segun los católicos), y donde para su tienda el pastor de Arabra, como dice la Biblia. Lo que no quita que estos bellos y va- lientes pastores, como sus corceles hijos del viento, dejen de tener ciudades magníficas, cuyos habitantes son tan civilizados ó más civi- lizados que los de Inglaterra. Solo que, como á nosotros los católicos, les hace falta su libertad intelectual, que el fanatismo mahometano g E l- A ES Ñ FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 183 de los últamos dias le quita, como el fanatismo ultra-católico nos qui- taá nosctros la libertad de enltivar las ciencias, la industria; y la libertad, riqueza, poder y grandeza que de ellas nacen, condenán- donos á ser los salvajes de la civilizacion moderna, esto es, dá de- saparecer. Confieso que los árabes, en cuanto á raza y costumbres, segun lo hemos referido, tomado de la conferencia que tuve conese pastor árabe, á quien compré las plumas, segun lo recordará el lector, y su bello país cerril y no playo como el Sahara; confieso y digo que arabes y Arabia, me han cautivado de paso. País, raza de vida pura» de inteligencia elevada, de miembros de acero, más veloces sobre la arena en sus rápidos corceles que el vapor sobre el mar, óla locomo- torasobre los rieles de acero. País y raza de libertad, de bien, de pla- cer, de poesía, de amor, de actividad, de reposo, de pastores, de agri- cultores, de poetas, de artistas... y de bellas odaliscas, lo presumo.. Mi árabe, el árabe á quien compré las plumas, era de una belleza va- ronil completa. Sus hermanas ó sus primas debían ofrecer la belleza femenil completa, porque allí donde existe el verdadero hombre, debe necesariamente existir la verdadera mujer. De otra manera sería fal- so el mito de Adan y Eva. Si la Arabia es altamente montañosa, como se percibe desde la cu- bierta de mi gran sieamer, ella debe tener necesariamente valles, fuentes, arroyos y rios cristalinos refrigerantes, jardines, entre huer- tos, entre sementeras y entre bellos potreros alfalfados, alfa ó alfalfa es una espresion árabe, donde se solaza el fogoso estalion árabe, pa- drillo de una raza de caballos, más rígidos que el viento, y en donde seengorda al buey, el carnero cebado para los mercados de las ciuda- des. Nada falta, pues, en esa tierra privilegiada; su cielo es tan bello, tan puro, tan perfumado como su suelo; y es justamente allí donde ha nacido la más bella y sublime de todas las ciencias, la astronomía. Allí no hay nubes que se interpongan entre el hombre, el cielo y los astros. Tierra, hombre, cielo y astros comunican sin cesar y co- nocen sus secretos aparentes más intimos: perque solo la ciencia más sublime del europeo, penetra más allá de las apariencias. Para esos seres simples como la fuente, el árbol, el animal, la apa- riencia es el tod , la realidad nada. De ahí la superioridad del euro- peo filosófico, sobre el asiático materialista y sobreel africano supers- ticioso. Si la mirra de Arabia es tan agradable á los dioses de todos los pueblos, gentiles, cristianos y mahometanos, es sin duda porque la Arabia es un país Santo é ideal; ideal segun los más íntimos sue- 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ños del alma. Porque el sensualista solo'quiere prados y bosques flori- dos; el supersticioso calaveras, cocodrilos, hombres descuart za- dos por dioses: solo el árabe que vive en los desiertos comprende el verdadero espiritualismo de alma y de Dios. El árabe si llega á civili- zarse yáser menos fanático de lo que hoy es, será el hombre de ciencia por excelencia, porque solo la ciencia comprende y se eleva hasta el verdadero Dios. Todo el Golfo de Aden se halla dominado por las altas cumbres de las montañas ó sistemas longitudinales de la Arabia, cuya cadena cen- tral es casi tan importante como el Aconquija ó como la Sierra Gran- de de Córdoba, y no lo comparo con los Andes, solo porque no tiene al- tas combres nevadas como el Bonete de Catamarca, el Mercedario y Aconcagua de San Juan y el Tupungato de Mendoza. Pero si los sis- temasarábigos no tiene cimas cuyos altos picachos penetren alto den- tro de la zona de laz eternas nieves, en esa ardiente zona, no earece de elevaciones de 8á 10.000 piés segun he podido juzgar desde á bordo del steamer inglés. Estas montañas vienen sobre las costas contiguas del Mar Rojo tan elevadas, imponentes y ricamente recortadas como en la parte oriental. La cadena costeradominada por eslabones, gru- pos ó mansos distanciados, hemos dicho, cuyo punto de arranque es el archipiélago volcánico de Aden, se encorva avanzando hácia el sud con el mismo carácter, prolongando sus eslabones Ó macizos erup- tivos hasta el estrecho ó puerto de Bab-el-Mandeb: hay grupos de esta cadena volcánica reciente; esto es, de última formacion, de una . gran importancia y elevacion, como el que promedia entre el paso de Aden y el estrecho de Bab-el-Mandeb. Bello nombre arabesco ¿no es verdad? El significa Puerta de las lágrimas, ó de los suspiros. ¡Qué acontecimiento misterioso de la remota historia de la más remo- ta antigúedad egipcia ha podido dar ese nombre, ála puerta de acceso al más bello de los mares de la tierra, porque el Mar Rojo, el mar bí- blico por excelencia, el mar que salvóal eran pueblo escogido y que abismó á Faraon; es el más bello, vivo y resplandeciente de los ma- res actuales. ¿Qué significa ese nombre de tristeza y de afliccion dado áun piélago de esmeralda y záfiro, de oro y lázuli! ¿Acaso llegó hasta allí Isis, la tierna y casta esposa desolada, haciendo resonar los écos de las negras montañas volcánicas y las acerbas olas con sus zollosos y despedazantes lamentos? Fué por ventura Vénus állorar allíá un perdido Endimion? Como quiera que sea del nombre, el paraje es tan triste y desolado como su designacion. Las costas del Africa, por su parte, recien se hacen visibles, despues de la desaparicion de lus eri- E FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 185 zados promontorios de la Aromática Regio, comenzando á mostrarse de nuevo, decimos, ála estremidad del gran Golfo de Aden, mediante la proyeccion de un ramal de lomas volcánicas bajas que se encorvan tambien y se acerean para formar el estrecho de Bab-el Mandeb, ter- minando en una loma volcánica, sobre la cual se alza un faro de luz intermitente que señala de noche á las embarcaciones la entrada ó puerta de acceso del Mar Rojo. Hasta hoy estaría probado ser la par- te más peligrosa de la navegacion de este Mar ó Golfo arábigo; ha- biendo perecido algunos grandes vapores, mal conducidos sin duda por sus pilotos, á uno y otro lado de su canal de entrada. El canal ó la corriente profunda de las aguas del golfo se hallan en el medio, es— tableciendo su corriente hácia el centro de la gran entrada ó brazo del Mar Rojo. Hacerse á uno ú otro lado de esta línea es perderse en los bancos, donde, segun Heródoto, encalló la gran flota de Sesos- tris. La parte arábiga ó asiática es sin duda la más pintoresca en la en- trada del Mar Rojo, ó Golfo Arábigo. Compónese de un grupo de mon- tículos volcánicos de un color bistrado sombrío, terminados en picos con ángulos agudos de alguna elevacion, y formando su cabo con uza roca á flor de agua con dos estremos agudos y gruesa en el medio como un bote torpedo. El mar bate con furor en las ensenadas y que- bradas intrincadas en medio de estos picachos negros con su base 0r- ladas por las arenas del desierto de un blanco dorado. Inmensas ban- dadas de ánades y otras aves acuáticas, alzaron el vuelo de en medio de los estrechos y ensenadas interpuestas entre ese grupo de elevados peñascos negros, á nuestra proximidad, dirijiendo su vuelo hácia las costas de la Arabia, lo que probaría que ellas abundan en lagos ó corrientes de agua salada ó dulce. Esas inmensas bandadas de aves acuáticas nos trajeron involuntariamente á la memoria nuestros erandes rios argentinos, comoel Paraná, en cuyas verdes y boscosas islas son tan abundantes las aves acuáticas, inclusos los zancudos fla- mencos y los corpulentos chajas. ¡Pero cuánta diferencia de aquel mundo distante de vida, de bosques, de flores, de océanos de agua dulce y de camalotes floridos, en que suelen embarcarse tigres de ojos centelleantes; y este mundo de aridez, de negros picos volcáni- cos y de espesas aguas de sal, de un color sombrío. aquel es un mun- do nuevo que comienza lleno de vida; este es un viejo mundo deseca- do, imponente y solemne como la vejez. El Cabo Africano, donde se alza el faro, es una loma negruzca de superficie igual y sin protuberancias ni desgarramientos, lo que pro- 186 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA baría su mayor edad. Estas costas africanas, hemos dicho, for- tambien una curva convergente como las arábigas; formando el he- miciclo que constituyen el aper de los dos golfos ligados por sus es- tremos, el de Aden y el Mar Rojo. Pero las costas africanas están muy lejos de ser tan levantadas y pintorescas como las arábigas, en- treveradas de mantos esquistosos y graníticos. Las costas africanas se hallan dominadas por alturas bajas, uni- formes, interrumpidas áveces por montículos de forma piramidal, lo que hace conocer su carácter geológico. Solo á la distancia, en una lontananza muy remota, se distingue una alta cadena que desciende de los remotos confines (el sudeste, perdiéndose en las nieblas de la distancia. En algunas de las cadenas que se desprenden de la region Zómali ó del sistema de los Montes Karkai, ó en una proyeccion di- vergente del manso Etiope ó Abisinia que viene aproximándose y Cor- riendo paralelamente á la cadena arábiga del valle del Nilo, hácia la - cual se encamina. De donde quiera que sean las proveniencias de estas montañas, y los mapas nada dicen á su respecto, lo cierto del caso es que ellas vienen á mostrarse sobre las riberas océanicas del Golfo de Aden, continuándose probablemente hasta el Mar Rojo, de lo que mañana podremos cerciorarnos. La forma piramidal predomina en estas alturas africanas; y son ellas sin duda las que han servido de modelo para los monumentos piramidales del Egipto, de una data tan antigua. Todas las pirámides son anteriores á los Hicios, y sin su so- lidez, no habrían resistido á los destrozos de estos conquistadores nó- mades. Esas cadenas graníticas forman alturas moderadas, redondea- das y sólidas como las cabezas de los adoradores de los cocodrilos y de los ibis de Nilo. Jamás han debido formar esa danza loca de mon- - tañas, como las han constituido las audaces y desgarradas alturas de los sistemas costeros volcánicos de Arabia que hemos descrito. Á ca- da pueblo su carácter hasta en su naturaleza. Porque la naturaleza hizo ágiles á los árabes y cachazudos á los egipcios, y ¿cada pueblo de estos lo ha rodeado de una naturaleza análoga á su carácter. Montañas separadas, bien asentadas y de una moderada elevacion á los egipcios; crestas culminantes, amenazantes, movimentadas, altivas y bellas, á los árabes, poetas y cabalgantes famosos. Henos pues aquí, surcando las aguas del Mar Rojo, de ese mar cé- lebre desde la más remota antigúedad, entornoal cual tantos acon- tecimientos importantes de la historia de la humanidad han llegado á pasarse. El Mar Rójo es una gran espansion marítima que los grandes y rígidos vapores de las líneas inglesas tardan seis ó siete dias en re- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 187 correr. Pero en su conjunto y conexion con los otros mares del globo, él solo constituye una prolongada caleta ó brazo del Golfo de Aden, en la direccion del Sudeste al Noroeste, con una estension en largo de 600 leguas; sin tener más de 50 en su mayor ancho y el cual termina en el Noroeste con los desiertos colindantes con el Istmo de Suez ; formando dos cuernos ó golfos divergentes, igualmente profundos y bien caracterizados, el Golfo de Suez y el Golfo de Akabah, entre los cuales se interpone la península montañosa del Sinai. La forma estre- cha y prolongada de ese mar, solo comun en las regiones árticas, dondelos mares bravíos de las zonas frigidas forman prolongadas eden- taciones en las costas, auxiliados por los vientos y los hielos y las im- petuosas corrientes: es una disposicion verdaderamente estraña, inu- sitada en los mares del Mediodía y que solo tienen su análogo en la eranisla continental de Australia, en el Golfo de Spencer, que como sabemos se interna centenares de millas en el interior de las tierras, indicando un vínculo misterioso entre su estructura y el sistema de lagos interiores salados, quese prolongan en banda en la direccion del Golfo de Carpentaria, otro entalle profundo en la isla continental, viniendo de una direccion opuesta. Es fácil concluir que esos dos gol- fos que se avanzan en rumbos encontrados, viniendo de direcciones opuestas han debido nnirse en las edades anteriores, separándose so- lo á causa de la reciente emersion del interior de Australia, del seno de las olas. Tales lo que aconteceen el Mar Rojo, el cual se internaba en las tier- ras del Istmo de Suez ahora 3500 años, en la época del Exodo, hasta la extremidad delos Lagos Amargos; y 15, 000 años antes con el Mediter- raneo, formando un estrecho ó brazo de mar como el de Magallanes, que separaba materialmente el Asia del Africa. Esto acontecía en una edad de la historia geológica del globo, en que los grandes continen- tes actuales, el Africa, el Asia y la Europa, formaban solo meros archi- piélagos ó grupos desparramados de islas; y en que los grandes con- tinentes viejos, hoy abismados y desaparecidos, se hallaban en otras direcciones, en el Norte, en el Oeste y en el mediodía de nuestro pla- neta. Pero no son esas solas las viejas conexiones deductivas del Mar Rojo. Por de contado, la Arabia, en la épocaá que nos referimos, era solo una isla cuadrangular, fértil y montuosa, distinguiéndose por la abundancia de sus aguas, que demuestra la profundidad de sus wadys ó quebradas y que no podrían tener otro orígen en sus actuales con- diciones meteorológicas. El Mar Rojo 6 más bien el estrecho formado 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por este mar, por su bifurcacion más oriental, la de Akabah, que ro- dea la península del Sinai en la direccion del nordeste, este mar se ha encontrado ligado en un período geológico no muy distante, con la cuenca del Mar Muerto y por consiguiente con el viejo sistema de los mares Asiáticos interiores, de que el Mar Caspio, el Mar de Aral y otros, forman los últimos restos ó despojos desparramados. En otros térmi- nos, antes del hundimiento de lascinco ciudades malditas, de que ha- bla el Génesis, el Mar Rojo recibía las aguas del rio Jordan, muy acre- centado entónces con otros tributarios y más considerable de lo que es hoy. Aún se conserva á la estremidad sudeste del Lago Asfaltotes, en la ribera de la ensenada El Ghor y en la ancha quebrada que de allí arranca, el Wady-el-Arabah y otras que en esa direccion se abren en las alturas que rodean el Mar Muerto, y por las cuales las aguas del Jordan en las edades geológicas han debido escaparse, yendo á precipitarse en el Mar Rojo por el Golfo de Akabah. El fenómeno bí- blico á que hemos aludido, es un fenómeno análogo al que tuvo lugar en Grecia cuando el suceso del diluvio local de Deucalion. El valle de Arcadia se hallaba sepultado por las aguas del rio Tempe, formando un vasto lago sin salida. Las aguas luchaban en vano por romper las barreras graníticas que las contenían, separándolas del Mar Jónico, cuando un feliz terremoto, al decir de Heródoto, el autor del génesis de los griegos, vino y con solo un sacudimiento, rompió esa invencible barrera de rocas, desagotando los valles de la Arcadia y dando una sa- lida regular á las aguas del Tempe. La hoya del Jordan ha debido encontrarse sumergida en su mayor parte bajo las aguas durante el período glacial; aguas que solo debían encontrar una escasa salida por sobre las lomas de El Ghor en el punto en que el Wady-el-Ara- bah tiene su arranque, virtiéndose por este conducto en el mar forma- do por el Golfo de Akabah, mucho más estendido que hoy. Induda- blemente sobre lis márgenes de esa hoya, que las aguas del Jordan lo cupletaban, han debido existir más de cinco ciudades Hititas ó Schetas, como pronunciaban los egipcios de la edad de los Ramsés. Mas vino el terremoto ¿que hacé alusion el génesis y deprimiendo el va- lle, hizo descender su nivel más abajo del Mediterráneo, y el Jordan, libre de los aluviones del período glacial, pudo confinar su desagúe á la cuenca actual del Mar Muerto, quien con solo la evaporacion bajo el clima árido de la Siria, rodeado de desiertos arenosos y ardientes, ha podido conservar su equilibrio y fijar su estabilidad. Las enormes cantidades de sal que se presentan en la euenca del Mar Muerto, hace ver en efecto que esa cuenca se ha encontrado en A A a A ds E pa ad FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 189 los tiempos geológicos, en comunicacion con el mar ; mar que no pue- de ser otro que el Mar Rojo, puesto que aún se presenta en seco el brazo de mar que ligaba en las edades geológicas una cuenca con otra. Esta no es otra que la inmensa quebrada ó Wady-el-Arabah, del cual podemos dar la siguiente descripcion, apoyada en los datos del ingeniero inglés, viajero Palmer. El Wady-el-Arabah comienza en la cabecera del Golfo de Akabah, en el cual penetra, formando un in- menso rio Ó canal seco, de una inmensa anchura y profundidad, con un suelo arenoso y pedregoso y tambien salado en partes. Su ancho, en su desembocadura en el Golfo, es de 12 millas inglesas, estendién- dose hasta el Mar Muerto, en el cual penetra por la banda de el Ghor. Pero él no conserva ese mismo ancho en todo su trayecto, se an- gosta á medida que sube hácia el Mar Muerto, pero no angosta mu- cho, pues su ancho en medio de la distancia es de 8 millas, siendo muy poco menos al entrar en el Mar Muerto por el Ghor. La natura- leza de sus bordes ó barrancos, lo mismo que su suelo arenoso, guijoso y saluginoso, indican bien ser el lecho abandonado de un brazo de mar que era una prolongacion del Golfo de Akabah. Pero no falta quien sostenga que toda esa sal viene de las lluvias. ¿Y quien dió á la tierra esa sal que el agua de las nubes disuelve? Es claro que el mar, pues toda la tierra, como lo demuestran los hechos eeológicos, se ha formado de los depósitos de las aguas marinas y donde no, la sal no existe. Se vé pues que toda sal viene del mar y la razon de este hecho debe buscarse en las causas mismas que die- ron orígen á las aguas del mar, Cuando el agua se precipitó sobre el mar de los Silicatos, despues de la consolidacion de estos, trajo con- sigo todos las sustancias de la atmósfera primitiva geogenética solu- bles en el agua, como ser, el cloro, el azufre, el ácido carbónico, el iodo, etc. Todas estas sustancias, disueltas en el agua, hicieron los primeros mares ácidos. Al precipitarse en lluvia sobre la tierra aún caliente, estas aguas ácidas y ebullentes, disolvieron naturalmente las bases de las primitivas rocas, la potasa, la soda, la cal, la mag- nesia, etc. y de mares ácidos que eran en su orígen, se convirtieron en mares salados. Hé ahí la verdadera causa de la salobridad del mar y delos depósitos de sal en sus lechos abandonados. Si esto es así, es evidente que la évaporacion debe contribuir á au- mentar insensiblemente la salobridad del mar, porque el equilibrio entre lo que el mar dá y lo que el mar recibe ya está establecido hace siglos; y el aumento de la salobridad, aceptable para ciertos mares en circunstancias especiales, pero que es inadmisible para la 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA > totalidad de los mares, puede tener lugar segun una ley muy lenta. ¿Pero hay una ley para la salobridad del mar? ¿cuál es esta ley? A pesar de luque hemos dicho con relacion á los resultados de la eva- poracion, la ley general de la salobridad del mar es la misma; y es igual en el Mediterráneo, donde como es sabido entran grandes can- tidades de agua dulce y en el mar Rojo, donde no llueve ni entra agua de ninguna especi2. El hecho es que las corrientes dinámicas que ponen en circulacion general todas las aguas marinas, y que son engendradas por las diversas densidades del agua, segun su grado de salazon, hacen que entre dos mares ó dos brazos de mar contiguos se establezca una circulacion eomo la que tiene lugar en la sangre de los animales vivos, d saber, una sub-corriente de agua fresca y me- nos salada que entra y una supra corriente de agua caliente y más salada que sale, restableciendo el equilibrio de la densidad y de la temperatura. Así, es á Jas sales del mar y á las diversas densida- des que engendran que debemos esas sub-corrientes que de un lado llevan las aguas del Mediterráneo al Atlántico y las aguas del Mar Rojo al Océano Indico; y es evidente, desde que ninguno de estos “mares es notablemente más salado que el otro, que tanta sal como la sub-corriente trae, otro tanto la corriente superior le saca. Esto de- muestra el poderoso impulso que la activa circulacion del Océano de- riva de las diversas densidades de sus aguas, por sus diversos grados de salazon, que impulsa las aguas más pesadas, á ocupar el lugar de las más leves y vice-versa. Que esto sucede en realidad tanto en el Mediterráneo, como en el Mar Rojo, es una cosa demostrada por la teoría tanto como por los hechos y las observaciones más fidedignas. Respecto al monto medio de ¿asalazon de] mar es una ley aún poco estuliada y conocida. Segun los datos que tengo en mi poder (ad- viértase que voy en viage y que estoy lejos de mis libros) esta sala- zon es de 4/,, esto es, 4 partes de sal en 100 partes de agua (0.39); siendo la gravedad específica media del agua del mar en 16*C de temperatura, de 1.0279, El agua más pesada del mundo no se ha encontrado tampoco ni en el Mar Muerto, ni en el Mar Rojo, como muchos autores han llegado á suponerlo. El agua más pesada se ha encontrado en el Cabo de Hornos, para el hemisferio Sud, y en el mar Okostk, para el hemisferio Norte. Este mar se halla en una region sin rios y en la cual la evaporacion sin duda, se halla en exceso sobre la precipitacion. Esta consideracion nos trae al Mar Muerto, mar aislado, la com- posicion de cuyas aguas y sus habitantes, difieren de las regiones y e dt di AAA FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 191 cireunvecinas, formando un centro evolucional aparte, á causa de su separacion de las condiciones de la evolucion general. En él las aguas no solo son más pesadas, sinó que su composicion difiere de la de lus otros mares, que es la misma para todos, aún para aquellos más ais- lados, como el Mar Rojo, el cual, como sabemos, se halla en una re- cion sin rios y sin Jluvias. Por una ley física que tiene que cuzn- plirse, las aguas de este mar son las más pesadas, despues de las in- dicadas; y lo son en efecto más que las de ningun otro brazo de mar del Océano. Sin embargo, este hecho ha comenzado á ser muy mo- dificado mediante-la circulacion incesante establecida por el canal ma- rítimo de Suez, entre las aguas relativamente frias del Mediterráneo y las aguas que podríamos llamar candentes del mar Rojo: esta modifi- cacion tiene que ser lenta sin embargo, y la ley general prevalece aún. Segun esta, la fuerza dinámica de las aguas del mar Rojo prove- niente del aumento de gravedad específica adquirida por sus aguas despues de penetrar por elestrecho de Bab-el-Mandeb, es suficiente para mantener una corriente de salida y otra de entrada, al trávés de estos estrechos. Segun los trabajos experimentales de los Sres. Ritchie y Giraud, establecen que el agua más salada del Mar Rojo, es justa- mente donde la teoría lo señala, porque una buena teoría es lógica, y las leyes de la naturaleza, son ante todo lógicas; en el Golfo de Suez y en el de Akabah, desde esos estremos, las aguas son cada vez me- nos saladas hasta la boca de Bab-el-Mandeb y de Aden y aún más allá, hasta el meridiano de Socotora; despues de esto la salobridad vuelve á aumentar hasta liegar á Bombay. Pero afortunadaments la evaporación ayuda á conservar fresca la superficie de estos mares in- tertropicales, dela misma manera que ayuda á refrescar otras super- ficies húmedas. Así, cuando las aguas del Mar Rojo se hacen tan sa- ladas, que ya no pueden producir vapor bastante para llevarse el ex- cesivo calor de los rayos solares, por su mayor gravedad ellas se deslizan, haciendo lugar á las aguas entrantes menos densas y más refrigerantes. Si no fuese por la espulsion que su mayor gravedad de sal imprime á estas aguas recalentadas, el clima de estas regiones, lo mismo que el calor de un agua, sería más ardiente y abrazador que los arenales del Sahara. Aún tales cual hoy son, las aguas de este mar, son más cálidas que el aire del desierto. En el invierno y la primavera, sin embargo, ellas son bastantes frescas, comparativa- mente, en la madrugada; pero más tarde se ponen insoportablemente cálidas con el ardor del sol. Pero en el estío, las aguas del Mar Rojo adquieren la temperatura de la sangre, llegan á los 95? Fahr. (34" C.) 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Toda la mañana del 29 de Marzo una fresca brisa ha soplado (la brisa de la marea probablemente); así el aire ha estado nebuloso y fresco; pero pasada las 12 p. 1. la brisa calmó y el cielo se despejó de nubes, pero permaneció velado por una niebla seca; esa niebla seca de que hemos hablado al costear los desiertos africanos. Esa misma niebla se cierne sobre este mar rodeado de desiertos: pero todo el mar Rojo sigue presentando ese aspecto vivo, animado de los mares con gran circulacion. Este aspecto tan animado, las aves vo- leteando en el aire, y los grandes peces retosando á grandes brincos en la superficie del agua, debe venirle sobre todo de la apertura del canal ld. Suez, que ha elevado el Mar Rojo de la categoría de los ma- res estagnantes, al de los mares en contacto con las grandes corrien- tes del globo, con la cirenlacion general de los grandes mares. Sin ese canal, tan benéfico para el Mediterráneo, como para el Mar Rojo, este último podía muy bien haber quedado reducido á la categoría de los mares confinados, como el Mar Muerto, que al fin acaban por se- carse cuando no les entran rios, como sucede al Mar Rojo. Para esto bastaba un ligero solevantamiento en la série volcánica de Bab-el- Mandeb. Pero ya estamos lejos de ese peligro y el mar ha recibido una nueva vida con el canal. ¿Y sin embargo, cuánto despropósito, con motivo Se la abertura de este? Los continentes iban á ser barri- dos por las aguas oceánicas, etc. Nada de eso ha sucedido y el mun- do sigue con un canal, con un adorno más que abrevia las distancias de sus grandes tráficos. Lo mismo sucede con el proyectado mar in- terior de Africa. Se pretende que el agua de los océanos mermará; que es necesario que el Africa sea un desierto para que la Suiza sea habitable, etc. Pero todos estos son despropósitos que en nada se fundan. Con la abertura del canal de Suez se han llenado los lagos amargos con enormes masas de agua tomadas del Mar Rojo; y sin embargo, el nivel de este mar que no recibe rios de ninguna espe- cie, no ha mermado. El Mediterráneo, por el contrario, recibe los rios más caudalosos del mundo, el Nilo, el Danubio, el Pó, el Ródano, etc., y cualquier cantidad de agua que se estraiga para llenar los Schotts argelianos, será al punto reemplazada por el agua de las in— numerables corrientes que se derraman ahora en el Mediterráneo y - que si no rebalsan, es porque estendidas superficialmente se evapo- ran, mientras que concentradas aumentarán sin detrimento el cau- dal de la nueva cuenca marítima proyectada, habrá menos salida de desperdicio para el Atlántico por algun tiempo y esto será todo. (Continuard). DONE SRA E tl ES ek GA Y > las Sociedadea é Instituciones con que estamos en relacion por medio del cange con los « Anales p e di República Argentina. — Buenos Aires: Centro Industrial; Círculo Médico Ar- gentino; Club Industrial; Departamento Nacional de Agricultura; Departamento - Nacional de Higiene; Instituto Geográfico Argentino; Sociedad Geográfica Argen— tina; Sociedad Nacional de Farmacia; Sociedad Rural Argentina. — Córdoba: Aca- demia Nacional de Ciencias; Centro Industrial; Observatorio Nacional Argentino. |¡Brasil.— Rio Janeiro: Museu Nacional; Observatorio Imperial. República de Chile. -- Santiago: Sociedad Médica. República Oriental del Uruguay. Montevideo: Asociacion Rural del Uru- guay; Ateneo del Uruguay. Ñ República de Venezuela. — Caracas: Sociedad Médica, Estados Unidos.— Boston (Mass.): Boston Society of Natural History.— Cam- bridge (Mass.) : Museum of Comparative Zoology.—Cincinnati (Ohio): Mechanic's Institute. — Davenport (Yowa): Davenport Academy of Natural Sciences. — Fi- ladelfia: Engineer's Club of Philadelphia; Academy of Natural Sciences of Phila— delphia. — Nueva York : American Society of Civil Engineers: Poughkeepsie So= ciety of Natural Science ; Master Car—Bilders Association. — Nueva Haven: Con- . -necticut Academy of Arts and Sciences. —Pittsburg: Engineer's Society of Western Pensylvania. — San Luis (Mass.): Academy of Science. — Salem (Mass.): Ame- rican Association for the advancement of Science; Essex -Institute.— Washington* Smithsonian Institution. República de Méjico.— Méjico: Asociación Médica «Pedro Escobedo»; Insti- tuto Homeopático Mexicano; Ministerio de Fomento de la República Mejicana. — Tacubaya : Observatorio Astronómico Nacional. Alemania.— Berlin: Gesellschaft fir Erdkunde; Gesellschaft Naturforschender Freunde — Bona: Naturhistorischer Verein fúr die Rheinlande. — Bremen : Geo- _graphischen Gesellschaft in Bremen; Naturwissenschaftlicher Verein. — Brun— swick: Verein fúr Naturwissenschaften. — Dresde : Naturwissenschaftliche Gesell- 'schaft «Isis». — Gotingen: K. Gesellschaft der Wissenschaften an der Georg-Au- -gust-Universitát. — Halle: Kaiserlichen Leopoldino-Carolinischen Deutschen _Academie der Naturforscher. — Komigsberg: Physicalisch-ókonomische Societás. — Leipzick: Naturforschende Gesellschaft. Austria.— Brúunn: Naturforschender Verein. — Viena: K.K. Zoologisch-Bota- nische Gesellschaft. Bélgica.— Bruselas: Académie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux- Arts de Belgique; Société Entomologique; Société Malacologique. España. — Barcelona: Ateneo Barcelonés. — Madrid: Sociedad Geográfica de Madrid; Sociedad de Historia Natural. Francia.— Amiens: Société Linnéenne du Nord de la France.— Angers: Société dWétudes scientifiques d'Angers. — Beziers: Société des Sciences Naturelles. — - Burdeos: Société de Géographie Commerciale. — Cherbuwrgo: Société des Sciences - Naturelles.— Leon: Société d'études scientifiques.— Paris: Société de Géographie de Paris. - Holanda. — Amsierdam: Académie Royale des Sciences. — Leide: Neder— landsche Entomologische Vereeniging. Inglaterra. — Lóndres: Geological Society; Institution of Civil Engineers; Mineralogical Society of Great Britain and Ireland. Italia. — Génova: Museo Civico di Storia Naturale; Societá di Letture e Con— versazioni Scientifiche. — Módena: R. Accademia di Scienze, Lettere ed Arti. — Nápoles: Reale instituto d'incoraggiamento alle Scienze Naturali, Economiche e Technolosiche. — Palermo: Collegio degli Ingegneri ed Architetti. — Pisa: Societá Toscana di Scienze Naturali. — Roma: R Accademia dei Lincei; Comissione spe— ciale 'igiene del Municipio di Roma; R. Comitaio Geologico d'Italia; Societá Geografica Italiana. — Turin: R. Accademia delle Scienze; Osservatorio della R. Universita di Torino.— Verona: Accademia d'Agricoltura, Arti e Commercio. Rusia.— Helsingfors: Societas pro Fauna et Flora Fennica. — Moscow: Société Impériale des Naturalistes. — Petersburgo: Société Impériale de Géographie; So . ciété Physico-Chimique; Physicalisches Central Observatorium. — Riga; Natur forscher—Verein. Suiza. Berna: Société Helvétique de Sciences Naturelles Aberg, Enrique. - Agote, Gárlos. Aguirre, Eduardo. Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. Aldao, Cárlos A. í Alegre, Leonidas S. Almada Luis E, -Alrich, Francisco. Alsina, Augusto: ; Altgelt, Cárlos' A: Alvarez, Teodoro. - Amespil, Lorenzo. - Amoretti, Félix. Anasagasli, Federico. -Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. - Arigós, Máximo. —Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de “Aubone, Cárlos. - Avenatti, Bruno. Ayerza, Rómulo. Babuglia, Antonio. 'Badell, Federico Y. - Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Balbin, Valentin.. Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. - Barra, Cárlos de la. - Barzi. Federico. - Basterrechea, José. - Bastianini, Egidio. — Battilana: Pedro, < - Becker, Eduardo. Mao Ina Mm. _Benavidez, Félix. - Benavidez, Félix. Me cudiL Pedro. - Benitez, Cárlos F.- . Berg, Cárlos. aaa, Arsenio. _Beron de Astrada, E. -Besio, Silvio. q -Binden, Guillermo. | - Biraben, Federico. Blanco, Ramon C. - Blomberg, Pedro. - Blot, Pablo. - Brian, Santiago Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. - Buegni Félix. - - Buis, Victor EF. - Bunge, Cárlos Burgos, Juan. —Burmeister, Carlos v. Buschiazzo, Cárlos. a Buschiazzo, Francisco. —Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. es -Cadrés, a Cagnoni, Alejandro N. - Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M., - Campo, Cristobal del - Candiani, Emilio. per Candioti, Marcial R. de Cano, Roberto. le Cardewod. Guillermo cl —Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las -Garvalho, Antonio J. - Casal Carranza, Alberto - Casal Carranza, Roque. 'y “Castilla, bo. | Castro, Ramon B. + Castro, Vicente. Castro. Uballes, E Cerri, César. lEnaaibadio Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto, Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coquet, Juan. Cordero, Francisco. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José Ss. Costas, Rodolfo. Cossou, César. | Courtois, U. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. -—Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. -Dellepiani, Luis J. Diana, Pablo. | Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dodero, Tomás. Doiadnen Enrique Doncel, Juan A. Dubourcqg, Herman. Duclout, Jorge. Duhart, Martin. - Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. | Echagie, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo V.. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro ' Ezquer, “Octavio A. Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. | Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, C. Ferrari, Juan D. 4 Ferrari, Rómulo. Ferrer, Jorge F. «Fierro, Eduardo. Fleming, da Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frogoue, José V. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Galigniana S. Cárlos. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Eusebio. Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo, Garcia, Francisco J. Garcia de la Mata, P. SA Mora. Fidel. . del Medina y Sarítur : Mendoza, Juan A Meza, Dionisio. LEE | Mezquita, Salvador 'Molína Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molinari, José. ALoN Molino Torres, A. Mon, Josué R. Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. Morepo, Mariano. ll Mors, Adolfo. ¿ Moyano, Cárlos M, Murzi, Eduardo. Navarro Viola, Jorge. Nelson, Enrique. Nocetti, Domingo. Nocelti, Gregorio. Nougues, Luis F. Novaro, Bartolomé. Ocampo, Manuel (SN Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos C. Olmos, Miguel. Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Oyuela, Wencesla0. Padilla, Emilio H. de Palacio, Emilio. l Parodi, Dowingof > Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. ; Perez Mendoza, Alf + + Petit de Murat Zor. Philip, Adrian. - Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio $. Pico, ¡BEOrO Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Pons, Miguel B. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. e Quadri, Juan B.. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Larguía, Lavalle, Lavalle, Lopes Saul et, I Loudet, Os aldo. Lucero, A Ramirez, Fernando F. Lugones, A Ramorino, Juan. Lugones Y. Ramos Mejia, Ildefso P.| Luro, Ruífi Rams, Estevan. Lynch, Enriq Rapelli, Luis. Lynch, Just Reto, Pedro. Lynch Arrib Riglos, Martiniano. Machado, An: Rigoli, Leopoldo. Mallol, Manterola, Mañé, 1 Marini, AS INE Mariño, José. Maschwitz, Carlos. Massini, Cárlos. Mattos, Manuel F. de. Quiroga, Atanasio. Quiroga, Marcial V.. A Rodriguez, Fermin. Rigoli, Juan. Rodriguez, Eduardo $. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban C. DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANALES y COMISION REDACTORA Presidente...... Dv“ CÁRLOS M. MORALES. NECPOLANTO o Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. D“ VALENTIN BALBÍIN. Vocales..... ...3 Ingeniero MANUEL B. BAHIA. Ingeniero CÁRLOS BUNGE. (La Comision redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p.m.) MAYO DE 1890. — ENTREGA V. — TOMO XXIX * PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por mes, en la Ciudad............ Bona il » Un semestre.. ...oocccoccommmoonooo DD PARA a dalallotida aaajclel al letela io /olaleioja » 10 » Por mes, fuera de la Ciudad » 1.50 porentrega Y Lo 50 “ON AL museyo BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 1.8 390 de. DN Vice-Presidente 18 aa Td. ñ E o ¡E HN Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. ¡SN Vocales te loco Le 3 Ingeniero Ponciano LOPEZ SAUBIDET- j Señor DEMETRIO SAGASTUME. Señor Dionisio C. MEZA. IED INDICE DE zo PRESENTE ENTREGA 1 — EXEQUIAS FUNEBRES DEL LECTOR RAWSON, on Marcial. R. de Candioti. : y l. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, - por Marcial KR. Candioti. Mel E A III. —FISIOGRAFIA Y METEOROLOGIA DE LOS MARES DEL GLOBO, por Y D. Juan Llerena (Continuacion). a) . Ñ Y LISTA DE SOCIOS (Continuacion) LA PLATA Albarracin, Cárlos. - y, Diaz, rel > Monteverde, Luis. ¡ Romere, Julian. Ameghino, Florentino. Dillon, Alberto. Moreno, Francisco P. Ue Antonini, de E als y y | Sal, Benjamin. Arroyo, mia). Gianelli, José P. | Palacio, Osvaldo. Seguí, Francisco. | Glade, Cárlos. y ES Pando, Pedro Je Sienrá y Carranza, La Battilana, Máximo. Guastavino, Ramon... Pascalli, Justo. Spegazzini, Cárlos. Berretta, Sebastian. Perdomo, Eduardo. | Spotti, César. Beuf, Francisco. Lagos, José AS A Perdomo, Domingo. Landois, Emilio. Pita, José. Tapia, Francisco. Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan José. Preiswerty, Lucas. Tapia, Pastor. Cerdeña, Fernando. ] Trachia, Adolfo. Colombres, Justo Y. Maqueda, Joaquin. -Ramorino, Florentino % Martinez, Roberto. Rébora, Juan. Villamonte, 1s3dciN E Delgado, Agustin. Maso, Juan. Renon, Domingo. o 50 Diaz, Adriano. Meyer, er 8 Rivera, Juan B. Weigel, Emilio G. HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr, Benjamin. Gould. —Dr.R, A.Philippi.—Dr. Guillermo Roman CORRESPONSALES - Arteaga Rodolfo de.... Montevideo. | Netto, Ladisla0........ Rio Janeiro. Ave-Lallemant, German Mendoza. | Paterno, Manuel....... Palermo(It. de Brackebusch, Luis..... Cordoba. — |Reid, Walter F......... Lóndres. Carvalho, José Cárlos de Rio Janeiro. | Stróbel, Pellegrino..... Parma (Ital.). Denza, F...........-... Moncalieri (Italia) EXEQUIAS FUNEBRES DEL D" RAWSON El 27 del mes pasado tuvo lugar el homenaje que todo un pue- blo agradecido debía tributar á la memoria de uno de sus más ¡lus- tres hijos. Los restos del Doctor Guillermo Rawson reposan, en la que fué su cuna, cerca delos despojos mortales de esa falange de patricios que han dado nombre y engrandecimiento á nuestra patria. La Sociedad Cientifica Argentina contó al Doctor Rawson entre el distinguido grupo de sus Presidentes, y como una distincion á sus relevantes méritos le acordó el honroso títulode miembro hono- rario. La Sociedad no podía permanecer indiferente al espontáneo mo- vimiento que se operó en todo el pueblo argentino para recibir dignamente sus restos, y fué la primera de las corporaciones cien- tíficas quese adhirió al gran pensamiento, tomando todas aquellas disposiciones tendentes á llenar debidamente su cometido. La Junta Directiva pasó á la Comision central, la siguiente comu- nNICacion: Buenos Aires, Abril 22 de 1890, Al señor Presidente de la Comision Central del homenaje 4 la memo- ría del Doctor (+. Rawson, (Greneral Don Bartolomé Mitre. Tengo el honor decomunicar á usted que la Junta Directiva de la Sociedad Científica Argentina, en su sesion extraordinaria del 21 del corriente, ha resuelto adherirse debidamente al justo homenaje que se tributará á la memoria del ilustre patricio á la llegada de sus restos. á esta Capital. Habiendo sido el Doctor Rawson Presidente y Miembro Honorario ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de esta corporacion, ha resuelto efectuar esta adhesion en la mejor forma posible, adoptando las disposiciones siguientes : Concurrir la Sociedad en corporacion para acompañar sus res- tos desde el punto de desembarque hasta el Cementerio del Norte. Los miembros de la Sociedad llevarán un distintivo espe- cial. La Junta Directiva condaaRa una corona de bronce que será de- positada en la tumba del Doctor Rawson. Hará uso de la palabra en nombre de la Sociedad, el Doctor Eduardo L. Holmberg. Nombrará un delegado pa que acompañe el féretro durante el trayecto. Con este motivo me es grato saludar á usted con mi considera- cion más distinguida. CarLos M. MORALES. Marcial R. Candiots, Secretario. Desde por la mañana del dia 27 una concurrencia tan selecta como numerosa llenaba el muelle de pasajeros, ávida de acercarse al féretro que conducía los preciosos restos y de acompañarle en un cortejo tan fúnebre como patriota, haciendo pública esa mani- festacion de condolencia que había afectado á todos los argenti- nos. : La crónica de la ceremonia desde su desembarco hasta el acto de depositar el féretro en el Cementerio del Norte ya es de todos cono- cida; la Sociedad Cientifica Argentina llenó su mision; su Junta Directiva condujo durante el trayecto una corona de bronce que depositó como una ofrenda de su gratitud y cariño en la tumba del gran estadista, haciendo despues manifestacion verbal de sus sentimientos por intermedio de su orador en aquel acto. Los discursos de los señores Zavalía, Mitre, Gonzalez Catan y Larrain han sido ya publicados, y ellos espresaban elocuentemente el duelo nacional que causara la pérdida del gran ciudadano y el por qué del homenaje que con tanta justicia tributaba el pueblo á su memoria. Solamente reproducimos aquí el discurso pronunciado en el ce- menterio por el Doctor Eduardo L. Holmberg, que habló en nom- bre de la Sociedad Cientifica Argentina. EXEQUIAS FÚNEBRES DEL DOCTOR RAWSON 195 Señores : No es el momento oportuno de realizar fórmulas de cortesía por el honor que la Sociedad Cientifica Argentina ha concedidoá su representante en esta gran solemnidad, porque su único objeto ha sido expresar, porsegunda vez, que ella quiere asociar su nom- bro colectivo á un acto de puro patriotismo, porque tambien es pa- triotismo celebrar con la apoteosis la exaltacion de sus grandes ciudadanos á la gloria. Ella piensa que no es banal este tributo surgido del más delica- do sentimiento, y con tanto mayor motivo, cuanto que el Doctor Rawson, modelo de virtudes cívicas, lo fué tambien de aplicacion incesante á la nobilísima tarea de escudriñar, en el seno de las cosas, los íntimos secretos encerrados allí por la mano invisible de las Madres Eternas. Dos grandes cualidades de alto brillo caracterizan el talento del Doctor Rawson: su elocuencia y su actividad empeñosa en elevar la Higiene al rango que debe ocupar por su consorcio con la Esta- dística y la Medicina. Dotado de condiciones armónicas de organismo y de funcion, elevó su palabra soberana en los parlamentos, en los congresos y en los certámenes científicos y en la cátedra, y ya sea como políti- co, como médico, como estadígrafo ó como filósofo, ella fué escu- chada siempre con curiosidad, con encanto y con asombro. Nada resistía al poder de aquella voz insinuante y dominatriz, que ora se deslizaba melíflua y blanda como la de una vertiente entre los musgos y suaves declives de una montaña; ora se enri- quecía con chasquidos de espumas en las crestas de la mar salada; ora descendía, ronca y profunda á los negros abismos en que, se- pultado vivo el carbonero, pica la roca que ha de entregarle el dia- mante de la industria; ora se levanta con magestad tendiendo álas decondor en el azul delaire, ó en las cavidades del Infinito estre- llado, persiguiendo un rayo de luz perdido eu lo insondado; ora tronaba y rujía con el estrépito de un pueblo viril que defiende sus derechos con la espada de la justicia y con la pólvora sagrada que se quema por la libertad. Pero todo esto no es todavía esa elocuencia, porque las combi- naciones de sus formas y la variedad de sus matices, entretejidos con la sutileza de un arabesco, levantaban, deprimían, exaltaban y llevaban el ánimo de una impresion á la otra, obligando á veces 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA al pensamiento del auditorio á descuidar la importancia ó la gran- deza de los temas, ó la magnitud de las intenciones. Sería menester apartarse de toda imágen de realidad y penetrar en los dominios de la epopeya miltoniana, para encontrar su sí- mil: era una elocuencia satánica con espíritu de angel bueno. Lo incompleto de ciertos estudios, la vaguedad embrionaria de muchas pesquisas que el mundo investigador iniciaba con el teson: propio de nuestro siglo, deslizaron alguna vez el error en sus alo- cuciones; pero lo presantaba con tanta dignidad, lo revestía con tal decencia, lo entregaba con tal aristocracia, en el sentido único y respetable de alta educacion, que sus discípulos hubiéramos de— seado, más de una vez, que fuese así la verdad comprobada. Pero el microscopio velaba por el brillo de nuestro siglo, y era menester que entregara á la ciencia un grupo de organismos mis- teriosos, deducidos por el espíritu sublime de Hipócrates. Millares de volúmenes han pasado á los archivos. desde el dia en que se pronunció por la intuicion el nombre de « Microbio ». En sus maravillosas peregrinaciones por las altas esferas de la alegoría, halló el genio de los griegos una verdad científica que no- sotros dejaremos demostrada, como un tesoro inestimable, á nues- tros descendientes, y consagraron en sus creaciones mitológicas aquel gérmen fecundisimo y profético, dando por padre de Higia, diosa dela salud, á Esculapio, dios de la medicina. El descubrimiento reciente de aquellos organismos transforma por completo la medicina secular, ysies verdad que se pretende que la medicina del porvenir sea la higiene, ello no prueba sinó la importancia del descubrimiento y sus consecuencias ; pero no la sustitucion, porque Higia y Esenlapio son dioses, y los dioses son inmortales ! Era imposible que un filántropo como el Doctor Rawson no de= dicara el conjunto de sus aptitudes á resolver y estudiar, siquiera fuese con aplicaciones á su patria una cuestion de elevada utilidad científica y social, como era la higiene; porque es una de las pre- rogalivas, concedidas al genio por la Naturaleza, la vision de los grandes problemas en los cuales se esconde un espíritu utilitario, no encarnado en los egoismos imfecundos ni en las etapas ínfimas de la actividad humana, sinó en los resplandores vivificantes del progreso, ese torrente indefinido, emanado de la permutacion de: los hechos. Y era tambien una deuda, y tal vez una promesa. naa A AA EXEQUIAS FÚNEBRES DEL DOCTOR RAWSON 197 Fué padrino de tésis del Doctor Rawson: Claudio Mamerto Cuenca. Poeta, filósofo, médico y filántropo como él, el Doctor Cuenca le dirijió estas palabras en una breve alocucion de la ceremonia uni- versitaria: «La medicina, Dr. Rawson, tiene una página en blan- co; ávosostoca llenarla. » Tenía entónces, y tiene aún la medici- na muchas páginas en blanco; pero en la Nacional, en la Historia de nuestros esfuerzos por elevarnos hasta desempeñar la obra de un pueblo ilustrado, el nombre del Dr. Rawson irradiará sobre más de una, simbolizando la personalidad de un luchador incansable, que puso al servicio de una noble idea, su talento, su saber, su elo- cuencia, su actividad, su honradez y su prestigio. Solo es fecundo lo que es útil. | En la misteriosa evolucion delos seres, no es dado á todas las 1m- teligencias penetrar los secretos naturales de la compensación ;. pero, cuando la piedad ha desenvuelto la idea de providencia, cuando el fatalismo ha venerado las desiciones del destino, cuan- do el estadígrafo ha establecido la ley dela produccion y del consu- mo, ha sido porque la sabiduría humana penetraba en el santua- rio dela Verdad, y consignaba en símbolos multiformes, y en dis- tintos lenguages, el concepto de una potencia universal, resultante emanada de las fuerzas aisladas y complejas, en su tendencia al equilibrio. Grandes impaciencias agitan el corazon de los pueblos jóvenes y viriles, y en el andar tumultuoso de sus ensayos se asemejan al pedregullo de nuestros rios andinos de aguas límpidas y profun= das y en loscuales los fragmentos de todos colores se dislocan en- _tremezclándose; pero formando siempre el fondo sólido que da paso y apoyo al licor trasparente y fundamental de la vida. Si el roce los desgasta, se transforman en arena; si los elige un artista, los modela y los pule, y ejecuta con ellos un mosáico expresivo. Así somos nosotros con nuestras luchas. Movidos, como el pedregullo, por un impulso superior del genio nacional, los grandes artistas nos modelan y nos pulen, los unos con su elocuencia, los otros con su energía ó con su valor, los de- más con su actividad ó con sus luces, y todos, siempre todos, con su abnegación y patriotismo. Invoco las imágenesaladas que flotan invisibles entre los laureles que cubren este sarcófago, y los testigos manes de nuestros gran— des patriotas, para que nos fortifiquen en el andar tumultuoso de 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nuestros ensayos, dejando el recuerdo, en el alma de los conciuda- danos, menos deleble que el bronce maldecido de los Césares. Si la Paz no tiende su mano, tibia de gratitudes, sobre esta tum-- ba, ¿dónde reposa el corazon que latiera con más amor pora sus se- mejantes ? Pero todos sentimos ruido de vuelo, de álas eléreas que conducen á la gloria. He dicho. Los restos del ilustre patricio descansan ya en la patria. Su me- - moria será eterna en el recuerdo de los argentinos. ¡Ojalá que to- dos le tomaramos de ejemplo y le imitaramos en sus grandes vir- tudes. - Buenos Aires, Mayo de 1890. M.R.C: REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA POR MARCIAL R. CANDIOTI INTRODUCCION En Marzo del corriente año, hacía ver en una de las sesiones de la Junta Directiva las conveniencias que había en organizar los do- cumentos que pertenecen á la Sociedad, y que se encontraban en lo que habíamos llamado hasta entónces Archivo de la misma, en el mayor desórden, acumulándose más y más cada dia, con el desen- volvimiento creciente de la asociacion en estos últimos años. La organizacion y catálogo de su espléndida biblioteca que em- pezábamos con algunos de mis colegas á mediados del año anterior ha dado los mejores resultados, haciendo conocer acá y en el es- trangero la riqueza de obras, que en todos los ramos y en todoslos idiomas han ido paulatinamente llenando sus estantes hasta cons- tituir una de las primeras bibliotecas de la República. Terminada esta tarea, nos faltaba organizar debidamente los nu- merosos manuscritos que se conservan en su archivo, muchos de los cuales, de la mayor importancia, permanecen inéditos ó son po- co conocidos. Accediendo á mi indicación, la Junta Directiva en su sesion del 10 de Marzo me comisionó, para que en compañía del Sr. Alberto Otamendi procediéramos á recopilar aquella multitud de espedien- tes, notas, informes, etc., existentes en el local desde 1872. Hoy hemos ya terminado esta tarea y en el nuevo archivo de la So- ciedad pueden consultarse los documentos de cualquiera fecha en los volúmenes elegantemente encuadernados y bien catalógados. Muchas han sido las corporaciones cientificas que respondiendo 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA más ó menos á las necesidades de la época, se han venido fundan- do en nuestro país de veinte años atrás. El resultado de la mayor parte de ellas es del dominio público. Los estudios científicos eran lamentablemente descuidados. Ape- Das si una que otra voz se alzaba de entre la multitud ambiciosa deotras aspiraciones y dejaba oir su éco, reclamando la necesidad de encaminar á una parte de nuestra juventud por el camino aún desconocido de las investigaciones científicas. En medio del completo abandono que el país hacía de estas cues- tiones, fué que en 1872 nació como tantas otras la Sociedad Crenti- fica Argentina. Un grupo de jóvenes estudiantes de nuestra Universidad, anima- dos de los deseos más elevados y de las aspiraciones más nobles, hacía un llamado á todos los hombres que de buena voluntad quisieran coadyuvar á la realizacion de sus legítimos propósitos. Al Sr. Estanislao S. Zeballos, entónces estudiante de la Facultad de Ingeniería, le cupo el honor de lanzar la primera idea en tal sen- tido y secundado eficazmente por sus colegas, Dillon, Rojas, Piro= vano y Suarez echaban los cimientos de esta institucion que por su antiguedad, por su historia, por los miembros que la compo- nen y porel nombre que ha conquistado ya, aquí y en el estran- gero, es uno de los primeros centros científicos del país. En un discurso pronunciado por el inolvidable Sr. Pico, en Julio de 1877, relebrando el 5% aniversario de la fundacion, decía muy bien que la Sociedad jóven aún, no podía ostentar un valioso re- nombre entre las Sociedades de igual género, pero con esperanzas fundadas en las fuerzas de sus consocios, pronosticaba para ella dias más felices, en que luciendo méritos conquistados á fuerza de abnegación y de trabajo, se había de colocar en el honroso puesto en que hoy la vemos figurar. Si en la vida del hombre, decía el Sr. Pico, la ancianidad es la decrepitud, sucede lo contrario en estas Sociedades: su vejezes su vigor intelectual. El Instituto Nacional de Francia, la Real Sociedad de Lóndres, las dos más antiguas sociedades científicas y que cuentan con más de dos siglos de existencia, figuran hoy como las primeras institu- ciones del mundo; pero estas grandes sociedades marcharon en su infancia como la nuestra con pasos débiles é inciertos en el cami- no inesplorado de la ciencia. La Sociedad Cientifica Argentina cuenta ya con 18 años de cons- REVISTA DEL ARCHIVO 201 tante labor, secundando eficazmente desde su fundacion el movi- miento del progreso intelectual de la República. Las visitas y escursiones á los establecimientos industriales fueron de su iniciativa, iniciativa de beneficios para todos aquellos que cul- tivando la industria naciente en nuestro suelo eran alentados efi- cazmente para seguir en el camino de la mejora y de la perfeccion. La Socredad Cientifica Argentina, con sus propios esfuerzos, des- truyendo obstáculos tan insuperables como la indiferencia públi- ca, celebró concursos y exposiciones que llamaban á los nobles torneos á nuestros jóvenes y á nuestros industriales á disputar con los méritos de la supremacia el premio que debía estimularles en la senda del adelanto y del progreso; en nadie se habrá bor— rado aún el recuerdo de las exposiciones de 1875 y 1876. La Sociedad Cientifica Argentina fué el asesor de los Poderes pú- blicos en todos aquellos casos que requirieron sus servicios, infor- mando y decidiendo sobre todos los puntos difíciles que le fueron consultados. Sus confereucias en su tribuna óen su Revista han coadyuvado incesantemente á la propaganda benéfica de sus propósitos; Sus Anales nos han mantenido en relacion constante con los principa- les centros científicos del mundo, que trascriben-ó traducen sus ar- tículos, que llevan al otro continente las descripciones de la rique- za de nuestro suelo. k Ella ha pasado por épocas, difíciles unas veces, prósperas otras, y hoy, poseyendo un terreno propio para erigir su edificio, contando en su seno más de 300 socios, y dueña de una selecta y numerosa biblioteca, ha despertado vivamente el interés público y tiene que seguir forzosamente por la senda progresistaá que la encaminaron sus directores. En la presidencia de la Sociedad Cientifica Argentina han figura- do personas verdaderamente notables: ¡jurisconsultos, ingenieros, naturalistas, médicos, ete., cuyos nombres bastarán para infundir el respeto y conquistar la cooperacion eficaz de la opinion y de los po- deres públicos. Consignamos aquí la lista de los Presidentes que desde su fun- dacion, han dignamente ocupado la tribuna de la Sociedad Cienti- fica Argentina : (1) (1) En algunos años figura más de un nombre de las personas que no con- cluyeron su período. 209 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ingeniero Emilio Roselti........ (provisorio) 1872 == Luis A. Huergo....... 1872 á 1873 Doctor Juan J. J. Kyle.......... 1873 á 1874 Ingeniero Francisco Lavalle...... 1874 á 1875 Agrimensor Pedro Pico.......... 1875 á 1876+ 5 Pedro Pico AR, 1876 á 1877+ Ingeniero Guillermo White....... 1877 á 1878 == Luis A. Hueso 1878 á 1879 Doctor Guillermo Rawson........ 1879 á 1880 + — Valentin Balbin........... 1879 á 1880 = Carlos: Berg 1880 á 1881 Ingeniero Luis A. Huergo........ 1881 á 1882 Doctor Domingo Parodi.......... 1882 á 1883 + — "Carlos Ber 1882 á 1883 Ingeniero Santiago Briad......... 1883 á 1884. — Francisco Lavalle......... 1883 á 1884 — Guillermo White.......... 1883 á 1884 SI alentia Bl 1884 á 1885 — Guillermo White.......... 1884 á 1885 — Luis A. Viglione.......... 1885 á 1886 Doctor Estanislao S. Zeballos. .... 1886 á 1887 Ingeniero Guillermo White....... 1886 á 1887 Doctor Valentin Balbin........... 1887 á 1888. — Valentin Balbin........... 1888 á 1889 — Cárlos M. Morales......... 1889 á 1890 Los libros del Archivo han sido arreglados por tomos y por año, enumerando los espedientes por órden de antigúedad ; cada volú- men lleva en las primeras hojas su correspondiente índice con el número de fojas que contiene. Al dar á luz este pequeño trabajo que hemos titulado Revista, no nos lleva otro interés que el de publicar el índice, haciendo co- nocer los documentos más importantes que en él figuran. Forman tambien parte del archivo de la Sociedad, los libros de actas de las asambleas y los copiadores de notas y comunicaciones en general que hayan salido del seno de la Sociedad, y que dare- mos á conocer cuando su importancia lo requiera. Para terminar, debo hacer público mi agradecimiento al Sr. Al- berto Otamendi, quien con una contracción y empeño dignos de to- do encomio ha colaborado eficazmente en la tarea que nos enco- mendó la Junta Directiva. REVISTA DEL ARCHIVO 203 SL Año 1872 (Libro 1 del Archivo) Pocos son los documentos que se conservan en los primeros años del Archivo de la Sociedad, y esta deficiencia debe atribuirse por una parte á los escasos medios de que se disponía en su insta- lacion, y por otra á la indiferencia pública en medio de la cual na- ció; no sucede así en los años subsiguientes, en que los concursos y exposiciones anuales despertaron vivamente el interés público. He aquí los documentos del primer año. No 4. Antecedentes. (Fojas 1 4 2). — Es una copia legalizada de un artículo que figura como introduccion en el primer libro de ac- tas de la Asamblea y que fué publicado en el primer tomo de los Anales de la Sociedad. Una comision de estudiantes de la Facultad de Ingeniería con- puesta de los señores : Justo Dillon por el cuarto año, Félix Rojas por el tercero, Juan Pirovano por el segundo, Estanislao S. Zeba- llos por el primero y José Suarez por el curso preparatorio, celebra- ron varias reuniones preliminares cuyo resultado inmediato fué aprobar la idea lanzada primeramente por el señor Zeballos, de fundar una asociacion científica y redactar un proyecto de bases que debieran ser discutidas en una reunion celebrada en la Uni- versidad el 30 de Junio de 1872. A ella se invitaron á todos los Ingenieros, Agrimensores, Químicos y á todas las personas que se dedicaban á las ciencias exactas. El texto de la invitacion era esta : Buenos Aires, Junio de 1872. Señor Don... Distinguido señor : Habiéndose reunido los estudiantes de ciencias exactas con el objeto de fundar una Asociacion Científica, comisionaron á los in- frascriptos para redactar las bases de la Asociacion, é invitará una reunion á fin de discutirlas. 9204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los fines de la Asociacion se reducen á llenar la falta de una corporacion científica que fomente especialmente el estudio de las ciencias matemáticas, físicas y naturales, con sus aplicaciones á las artes, á la industria y á las necesidades de la vida social. Para la realizacion de estos fines se cuenta con el concurso de los señores ingenieros nacionales y estrangeros, estudiantes del ramo, en la esfera de sus conocimientos, y demás personas cientí- ficas. 0 Por esta razon invitamos á Vd. á la reunion que, con el mencio- nado fin, tendrá lugar el dia 30 del actual (Domingo) á las doce del dia en la Universidad. Saludamos á Vd. con toda consideracion. Justo Dillon. — Félix Rojas. — Juan Prro- vano. — Estanislao S. Zeballos. — José Suarez. — Exito RoserrI, Presidente pro- visorio. — Justo Dillon, Secretario provi- SOrLO. N” 2. Proyecto de Estatutos de la Academia Cientifica de Buenos Arres. (Foja 3). — En el primer tomo de los Anales se publicó este documento, haciendo referencia al original, que, algo deteriorado, es el que existe en el Archivo. Pero su texto tal cual se conserva es el siguiente: ACADEMIA CIENTIFICA DE BUENOS AIRES Estatutos fundamentales. — Objeto de la asociacion Bajo la denominacion de Academia Cientifica de Buenos Arres (corregido y borrado: Argentina) se crea esta asociacion con los fi- nes siguientes : 12 Llenar la falta de una corporacion que fomente especialmente el estudio de las ciencias Matemáticas, Físicas y Naturales, con sus aplicaciones á las artes, á la industria y á las necesidades de la vida social ; 2" Servir por aquel medio á la República Argentina, ya directa- mente, ya indirectamente por intermedio de los (+obiernos Nacio- nales y Provinciales. 3" Procurar empeñosamente el adelanto de las mencionadas AUD Aja INGA AAA ANACO IDAS RIÓ REVISTA DEL ARCHIVO 205 ciencias, procurando asi honor y gloria científica para el país; 4% (Borrado). Discutir y estudiar los progresos, desarrollos y aplicaciones de cada rama en aquellas ciencias que se relacionen con las artes y manufacturas ; 59 Estudiar con preferencia (borrado : protejer y discutir las pro- ducciones) los inventos ó mejoras científicas de reconocida utilidad para el país; (borrado: realizadas en el territorio de la República, o en el extrangero, cuando fuesen útiles ú esta). De acuerdo con estas bases que serán inalterables se sanciona este reglamento que solo puede reformarse cada (corregido : pasa- dos) cinco años. Estas bases fueron leidas por su autor el señor Zeballos en una reunion preparatoria, quien declaró que las había presentado con el único propósito de que los invitados á la reunion pudieran for- marse una idea exacta del objeto de la Sociedad que se trataba de organizar. Bajo la presidencia del señor Ingeniero Emilio Rosetti se celebra- ron cuatro reuniones extraordinarias. Sus actas han sido publicadas en el primer tomo de los Anales ; la primera junta provisoria, quedaba formada así: Emilio Rosetti, Presidente; Guillermo White, Vice-Presidente; Justo Dillon, Se cretario. En aquellas cuatro reuniones fueron discutidas las ba- ses presentadas por el señor Zeballos. El nombre de Academia Cientifica de Buenos Atres fué sustituido por el de Estímulo Cientifico en la reunion del 30 de Junio, y este á su vez por el de Sociedad Cientifica Argentina en la del 14 de Julio; * en la última reunion preparatoria que tuvo lugar el 28 de Julio de 1872 en los salones del Colegio Nacional, con asistencia de veinte y cuatro personas, quedó solemnemente instalada, nombrándose allí mismo la primera Junta Directiva para el ejercicio del año social 1872-1873. Hé aquí los nombres de los que la compusieron : Presidente: Ingeniero D. Luis A. Huergo. Vice-Presidente: D. Augusto Ringuelet. Secretario 12: Ingeniero D. Cárlos Stegman. Secretario 2%: D. Justo Dillon. Tesorero: D. Angel Silva. Vocal: Ingeniero D. Guillermo White. — — D. Francisco Lavalle. — D. Juan Ramorino. — D.JuanJ. Révy. 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA -N* 3. Prímer Reglamento de la Sociedad Cientifica. Argentina (Foja 4). — El original de este primer reglamento que fué sancio- nado el 21 de Julio, no se conserva, pero su discusion consta en el acta del primer año social ; todas sus resoluciones podían ser mo- dificadas á los seis meses, de acuerdo con el Título VI, artículo 21. Folleto de ocho páginas. Imprenta del Mercurio, Calle Potosí, nú- mero 291. Buenos Aires, 1872. N* 4. Modelo primitiwo del Sello Mayor de la Sociedad. (Foja 5), — Es un fragmento rectangular de cartulina de 8 <10 centime- tros, en cuyo centro se halla prolijamente dibujado á lápiz y en el mismo tamaño el Sello Mayor que hasta hoy usa la Sociedad. N* 5. Modelos de diplomas. (Fojas 6 y 7). — Bos diplomas, el uno en cartulina blanca, con una alegoría de « las ciencias» y á cuyo alrededor se lée en grandes letras: La Sociedad Cientifica Argen tina, fundada el 28 de Febrero de 1872, con el objeto de promover el adelanto de las ciencias Fisico-Matemáticas y Naturales ha nom- brado al señor D... como socio... Buenos Avres... de 187... El segundo modelo es el definitivo que usa la sociedad hasta ahora. Las únicas actas que se conservan de este año, son las corres- pondientes á las sesiones preparatorias ya ciladas y que no las 1n- sertamos aquí, pues se encuentran, como hemos dicho antes, en el primer tomo de los Anales. No existe tampoco ningun libro copiador de la correspondencia del primer año. El número de los sócios activos fué de cuarenta y ocho. SI Año 1873 (Libro I del Archivo) Los documentos de este año, son los siguientes : N* 4. Los intereses argentinos en el puerto de Buenos Ares. Me- moria presentada á la Sociedad Científica Argentina, por Luis A. Huergo. (Fojas 9 á 85). — Este trabajo fué publicado en un folleto REVISTA DEL ARCHIVO 207 de 150 páginas, conteniendo dos planos. Buenos Aires. Imprenta Rural. Calle Belgrano 101, año 1873. La Memoria del señor Huergo, fué leida en la Asamblea de la Sociedad el 5 de Febrero y discutida en las sesiones extraordina- rias del 7 de Febrero y del 1* de Abril. N* 2. Carta del señor Luis Jorge Fontana al Secretario de la So- ciedad. (Foja 86). N“3. Balance de la Tesoreria de la Sociedad ú4 31 de Julio de 1873. (Foja 87).—Es el primer balance presentado por el Tesorero, señor Silva, y segun el cual, la Sociedad cuenta con 22.500 pesos moneda corriente, más 12.500 pesos á cobrar, lo que forma un total de 35.000 pesos moneda corriente, siendo el débito de pesos 8.500. N* 4. Juan J. J. Kyle. Memoría presentada á la Sociedad Cren- tifica Argentina. Análisis de las aguas del subsuelo de Buenos A1- res. Análisis de un mineral de fierro de Catamarca. (Foja 88). — Estas dos Memorias fueron leidas por su autor, y puestas en dis- cusion en la Asamblea del 10 de Noviembre, resolviendo la Junta Directiva publicarlas en una edicion de 300 ejemplares. La edicion se hizo en un folleto de 11 pájinas. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni. Potosí 50 y 52, año 1873. El señor Kyle hace el análisis de un agua de pozo de Buenos Aires, refiriéndose á una capa de agua, cuya existencia habían anunciado once años antes los señores Sourdeaux y C? al practicar un pozo artesiano en Barracas; hace ver tambien las ventajas ó inconvenientes que puede presentar esta agua en las aplicaciones industriales. En la sesion del 6 de Abril de 1874, fué presentada una mocion por el señor Carenou, en el sentido de pasar al Gobierno de la Provincia, acompañando el trabajo del señor Kyle, é invitándole á hacer nuevas perforaciones para estudiar las aguas subterráneas ; en sesion del 3 de Julio, aprobada esta mocion, se comisionó á los señores Kyle, Carenou y Lacroze, para que entendiesen en el asunto. Las investigaciones del señor Kyle fueron las que dieron oríjen á las perforaciones empezadas en 1874, en la Provincia de Buenos Aires y de que daremos cuenta en oportunidad. La segunda memoria del señor Kyle, trae un análisis detallado 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de un mineral de hierro titanifero de buena calidad, existente en la Provincia de Catamarca, al Este de la Capital y á corta distancia del Ferro-carril de Córdoba á Tucuman. En el libro de actas de la Asamblea figuran seis, correspondien= tes á otras tantas sesiones de este año, y que se encuentran publi- cadas en el primer tomo de los Anales. No existe en este año, ningun acta de las reuniones de la Junta Directiva, ni tampoco copia de las comunicaciones salidas de la Sociedad. El número de socios activos en 1873, alcanzó á setenta. Durante este año se sancionó un agregado al Reglamento, sobre el réjimen de «las discusiones » en las Asambleas. A moción del señor Sienra y Carranza fué nombrado el primer miembro corresponsal de la Sociedad. Este honor le cupo al señor Ingeniero D. Leon Downey y Alzua, con residencia en Madrid. S 111 Año 15874 (Libro I del Archivo) N* 4. Nota del señor Estanislao S. Zeballos, comunicando su re- nuncia del puesto de Secretario 4”. (Foja 90). N* 2. Estanislao S. Zeballos. Los Cisnes argentinos en Bélgica. Memoria presentada ú la Sociedad Cientifica Argentina. AS du á 106). — Esta memoria fué presentada el 14 de Marzo de 1874 y leida en la Asamblea del 6 de Abril del mismo año. El anist hace una completa descripcion de la variedad de cisnes de la Repúbli- ca, en especial de los de cabeza negra, estudiando sus usos, mé- todo de vida, alimentos, etc. Su crianza ofrece facilidades, incubando sus huevos con gallinas, siendo así como se ha conseguido propagar la raza en Bélgica y en otros países. A propósito de la exportacion de los cisnes á Bélgica, el señor Zeballos narra el siguiente hecho: «En 1865 fueron recogidos algunos huevos de una isla del Rio Paraná. « Echados á una gallina se obtuvo un resultado feliz. REVISTA DEL ARCHIVO 209 « Los eisnes así obtenidos, fueron atendidos con solicitud en sus primeros dias, lográndose así su desarrollo. «Se les alimentaba con arroz y con maiz pisado. «Sin embargo, mostrábanse más entusiastas por ciertos vegetales leguminosos y por la lechuga y el repollo. « En el plato destinado á contener el agua para los cisnes, había un depósito de arena que ellos revolvían con sus picos. Se observó al cabo de algun tiempo que tenían en el buche un depósito regu- lar de la misma materia. «Esta cría era así lograda á siete leguas de Buenos Aires, en la estancia de San Juan del señor D. Leonardo Pereyra, por el encar- gado del parque, señor D. Cárlos Vereecke. «En 1866 los pequeñuelos habían adquirido su desarrollo y cons- titulan una mansa y elegante bandada. «Entónces fueron perfectamente acomodados y partieron para Europa con el señor D. Constan Vereecke, hermano del señor D. Cárlos. « Los cisnes argentinos iban destinados á formar parte de las co- lecciones del Museo Zoológico de Amberes. «Sin novedad de ningun género atravesaron el océano y llegaron á Burdeos. « Alojado en un hotel el señor Vereecke fué víctima de un desas- troso sueño. « Parece que en su incubo creía ver las aves confiadas á su celo, en poder de unos ladrones. «A impulso de la profunda impresion causada por este sueño, el señor Vereecke saltó de su cama, y desde el quinto piso del hotel se arrojó á la calle. « Esto ocurría entre las doce y la una de la madrugada. «A la sazon se dibujaba en un balcon de enfrente el elegante cuerpo de una dama, en traje de dormir. «Juntamente con ella aparecía un individuo que resultó ser su sirviente. Aquella dama que había visto caer al señor Vereecke, envió al sirviente en su auxilio. « Recojida la víctima, se procedió á suministrarle los auxilios cor- respondientes. El conductor de los cisnes se hallaba en una situa- cion más que crítica. Puede bosquejarse diciendo que estaba solo en una ciudad para él desconocida, con un brazo roto y con la cabeza despedazada. « Felizmente se halló en uno de sus bolsillos una carta para Mr. ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 14 2910 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Frousac, encargado y representante en Burdeos de la Sociedad Zoológica de Amberes, quien recibía y remitía los animales llega- dos para ella. «Esta carta fué importantísima para el desgraciado introductor. Ella reveló la mision que llevaba el señor Vereecke. «El amor á las ciencias en cuyo servicio se había golpeado, era su amparo en Burdeos, pues, como era natural, el señor Frousac, Jomó participacion en el asunto y el señor Vereecke fué recomen- dado y esmeradamente atendido en el hospital. «Los cisnes llegaron tambien perfectamente á Amberes y allí fue- ron hospedados en un lujoso departamento. « Un aparato de calefaceion daba á su morada la temperatura me- dia de Buenos Aires. « En el centro de la habitacion había agua é isletas die aEaS arregladas y distribuidas, de modo que los huéspedes estuviesen como en el país natal. «Al siguiente año los cisnes argentinos ponían huevos y procrea- ban con el mejor éxito. « La cría fué muy solicitada. «Compráronla dos interesados: una parte para el Jardin Zooló- gico, de Amsterdam, y otra para el Jardin Kew, de Lóndres. «Estos establecimientos obtuvieron crías y sucesivamente en aquellas regiones ha ido propagándose la raza de cisnes argenti- nos de pescuezo negro. «El señor D. Cárlos Vereecke, fué nombrado miembro honorario de la Sociedad Zoológica de Amberes, y tanto él como su herma- no, recibieron regalos de otra naturaleza. » N* 3. Estanislao S. Zeballos. Memoria presentada á4 la Sociedad Cientifica sobre el cólera mórbus en la Boca del Riachuelo. 4874. (Fojas 107 á 119). —Este trabajo fué leido por su autor en la Asamblea del 6 de Abril; en él se hace un estudio detallado sobre la propagacion del cólera en el distrito de la Boca del Riachuelo, con motivo de la epidemia del año 71, para llegar luego á las causas estimulantes de la enfermedad en aquel "paraje. Segun el señor Zeballos, «estas causas que otros con más tiempo y mayo- res conocimientos preparatorios, pueden establecer con mas éxito, son : «1% La constitucion geológica del lerreno ; «2* Las materias orgánicas residentes en el rio Riachuelo; REVISTA DEL ARCHIVO 911 «3% La variacion extraordinaria y frecuente del nivel de sus aguas ; « h Materias putrescibles existentes en lugares adyacentes; «B2 Mal sistema de letrinas en la poblacion ; «6% Impureza de las aguas del rio; «7% Humedad de los terrenos. » Que estas sean las causas del estrago que han hecho las epide- mias en este paraje, no puede haber duda en afirinarlo. El que es hoy un distinguido orador y jurisconsulto, estudiaba con detencion aquellas cuestiones tan importantes como que afec- taban á los intereses generales. No 4. Balance del estado de la Sociedad á 6 de Abril de 1874, por el tesorero D. Santiago Brian. (Fojas 120 y 121). N* 5. Un informe sobre las obras del Riachuelo (anónimo). (Fojas 122 4 124). N* 6. El Ingeniero Cárlos Barbier, miembro corresponsal de la Sociedad Cientifica Argentina, en Paris, y el Dr. Guillermo Rawson, amembro honorario de la misma. (Fojas 123 á 130). — El distingui- do ingeniero francés, D. Carlos Barbier, fué propuesto como socio corresponsal á mocion del socio señor Julio Lacroze, en la Asam- blea del 14 de Agosto de 1874. En el informe presentado por el proponente, hacía constar que el señor Barbier había venido á nuestro suelo enviado por el Gobierno francés, para estudiar sus producciones y sus industrias, así como el desarrollo que estas pudieran adquirir, y que últimamente el Gobierno Argentino que- riendo utilizar sus conocimientos en Agronomía, le había confiado el estudio de varios proyectos de la mayor importancia sobre este punto. El Dr. Rawson fué tambien propuesto á mocion del señor Lacroze para miembro honorario de la Sociedad, haciendo resaltar con jus- ticia los méritos que este gran estadista podía exhibir para optar á aquel honroso puesto. La Asamblea de la Sociedad Científica Argentina del 14 de Agos- to de 1874, estudiando la mocion del señor Lacroze, nombró una comision compuesta de los señores, J. Ramorino, Estanislao $. Zeballos y Julio Lacroze para que presentaran en la próxima Asam- blea un informe sobre la admisibilidad ó imadmisibilidad de los 212 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA señores Barbier y Rawson, respectivamente como sócio correspon- sal y honorario. La Asamblea del 3 de Setiembre, de acuerdo con el Reglamento vigente y oido el informe de la comision, proclamó al Ingeniero Cárlos Barbier socio corresponsal en Paris y al Dr. Guillermo Raw- son miembro honorario. Hé aquí la nota con que contestó el señor Barbier á la Sociedad, al comunicarle su nombramiento. Buenos Aires, Noviembre 16 de 1874. Al señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina, Ingeniero D. Francisco Lavalle. Señor Presidente : He recibido su atenta carta del 4 de Setiembre próximo pasado, por la cual Vd. me informa que en su sesion del 3 la Sociedad Cien- tífica Argentina me ha honrado por unanimidad con el título de socio corresponsal. Antes de contestarla había creido conveniente esperar la remi- sion del diploma que me anuncia, la cual habrá quedado sin duda aplazada por los sucesos que han sobrevenido, Todavía estando en vísperas de verificar mi partida, vengo á ro— garle señor Presidente se sirva trasmitirles á mis eminentes cóle- gas mis sentimientos de gratitud por el honor que se dignaron tributarme y que me conmueve en alto grado. Siento que las circunstancias no me hayan permitido correspon- derlo aquí mismo, llevando mi modesta cooperacion á vuestros trabajos, pero quedo asociado á ellos; he de seguir con el más simpático interés y me consideraré dichoso si encuentro las opor- tunidades de hacerlos apreciar y de dirijiros algunas comunicacio- nes de cordial recuerdo. Sírvase Vd., señor Presidente, recibir y ofrecer á mis honorables cólegas el homenage de mi más distinguida consideracion. CHARLES BARBIER. No 7. Nota de los Directores de los Anales Cientificos Argentinos. (Foja 131). — La aceptacion favorable que conquistaba dia á dia la A o REVISTA DEL ARCHIVO 9213 Sociedad indujo-á los Directores de los Anales Cientificos Argenti- nos á prestarle su concurso ofreciéndole las columnas de un ór- gano de que hasta entónces carecía nuestra corporacion. Hé aqui la atenta nota pasada por aquellos con este motivo : Buenos Aires, Agosto 14 de 1874. Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina, D. Luis A. Huergo. Los que suscriben propietarios y editores de la publicacion Ana- les Cientificos Argentinos, cuyo liraje es de mil ejemplares y cuya circulacion en Buenos Aires sube á 634 números tienen el honor de ofrecer sus columnas á la muy importante Sociedad que Vd. preside, sea para la publicacion de sus actas, sea para la inserción de sus memorias, estractos, etc. Al dar estos pasos anímanos solamente el deseo de vincular más y más lodos los esfuerzos que se operan en este país para desper- tar con vigor el cultivo de las ciencias, de las que debemos esperar gloria y grandeza. Deseando que esa Sociedad acoja nuestros fraternales sentimien- tos tenemos el honor de suscribirnos atentos y S. S. Estamislao S. Zeballos — José Marta Ramos Mejias. — Francisco Ramos Mejias Este ofrecimiento fué aceptado en sesion del 14 de Agosto. N" 8. Estado de los fondos de la Sociedad ú 14 de Agosto de 1874, presentado por su Tesorero D. Santiago Brian. (Foja 132). — Este balance arroja desde la instalacion de la Sociedad una entrada de $ m/¿ 130.811 y en salidas $ m/, 91.556, existiendo en caja $ mf N" 9. Nota del señor Luis C. Maglom aceptando el puesto de Se- cretario 2%. (Foja 133). N* 10. Nota del señor Estanislao S. Zeballos aceptando el puesto de Secretario 4*. (Foja 134). 214 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA N* 44. Presentacion de varios socios por el señor Cárlos Robert- son. (Foja 135). — Los señores Franck Turner y Arturo Seelstrang propuestos por el señor Robertson fueron aceptados como socios activos. N* 42. Nota del señor Juan J. J. Kyle aeeptando el puesto de Vice-Presidente de la Sociedad. (Foja 136). N* 13. Varios socios proponen reformar el reglamento. (Fojas 137 y 138). — A mocion del señor Ingeniero Francisco Lavalle se nombró una comision compuesta de los señores : Huergo, Lavalle Firmat, Lacroze y Rojas para que presentasen un proyecto de regla- mento, introduciendo algunas modificaciones en el primero que fué sancionado en 1872. El reglamento quedó discutido y aprobado en la Asamblea del 20 de Enero de 1875. N* 44. Donacion de varias obras para la Biblioteca, por el señor Julio Lacroze. (Foja 139). N* 45. Nota del señor Juan M. Burgos sobre su conferencia del 19 de Noviembre. (Foja 140). N* 16. Contrato celebrado por la Sociedad con el señor E. Dumes- nil, para la construccion de un mapa de la Provincia de Buenos A res. (Fojas 141 á 144). — Habiéndose propuesto la Sociedad Cien- tífica Argentina construir ua nuevo mapa de la Provincia de Buenos Aires, comisionó á los señores socios Julio Lacroze y E. Carenou para que entendieran en este asunto, autorizándolos á contratar la ejecucion de esta obra. ! A veinte y nueve de Diciembre de 1874, los señores Carenou y Lacroze firmaron el siguiente contrato con el señor E. Dumesnil: « Entre los abajo firmados: D. Eduardo Carenou, D. Julio La- croze y D. Ignacio Firmat, Ingenieros civiles y miembros de la Co- mision encargado por la «Sociedad Científica Argentina » de reali- zar la construccion de un nuevo mapa de la Provincia de Buenos Aires, por una parte ; y D. Estéban Dumesnil, Ingeniero Civil, por la otra, se ha convenido en lo siguiente : 12 El nuevo mapa de la Provincia de Buenos Aires será ejecutado con el mayor esmero y á la brevedad posible por el señor Dumes- nil, en una escala de cinco milímetros por kilómetro, 6 sea de 1 por 200,000; dicho mapa reproducirá todos los datos consignados REVISTA DEL ARCHIVO 915 en las cartas actualmente conocidas, y á más todos aquellos que puedan procurarse relativos á los accidentes físicos, como son los rios, arroyos, cañadas, lagunas, serranías, médanos, etc., etc., indicará tambien la division de los partidos, la situacion de las ciudades y los pueblos, las carreteras, los puentes, los ferro-carri- les construidos, en construccion ó simplemente provectados; 2 La especificación de todos los datos que menciona el artículo an- terior llevará de una manera precisa la indicación de sus correspon- dientes cuotas de nivel en relacion con un solo plan general, el cual servirá como punto de referencia para todas las nivelaciones que harán conocer el relieve ó configuracion de todo el territorio de la Provincia; 3 En un lugar conveniente del nuevo mapa se representará tambien en una escala de ciento veinte y cinco, diez milésimos, ó sea de 1 por 80,000 el plano de la ciudad de Buenos Aires y sus al-- rededores en una extension de cincuenta (50) kilómetros de N. O. á S. E., por treinta (30) kilómetros de N. E4S. O; 4 La ejecucion de este nuevo mapa y su ampliacion se hará bajo la inmediata superintendencia de la Comision especial actual ó de aquella que la reemplazara ; su fallo en mayoría será acatado por el señor Dumesnil, sin que este pueda apelar ante ninguna autoridad. Se tomará como modelo de la ejecucion el especimen remitido á la Comision por el señor Dumesuil el cual queda agre- gado al presente contrato; 5% Este mapa á más de las eserituras necesarias para la inteli- jencia de todos los datos que en él se hubieren consignado, con- tendrá tambien una leyenda esplicatoria sobre su construccion y estadística administrativa de la Provincia que será redactada por la comision especial; esta se encarga tambien de suministrar al señor Dumesnil todos los datos nuevos ó especiales que deben con- signarse en el mencionado mapa, correspondiendo á dicho señor verificar su exactitud y ponerlos en armonía: 6” Este trabajo es remunerado con la cantidad de treinta mil (30.000 $ m/¿) pesos moneda corriente pagaderos por cuartas pat- tes; debiendo la primera ser abonada al señor Dumesnil al firmar el presente contrato y las otras tres á medida del adelanto del tra— bajo á juicio de la Comision; la última parte quedando en ma- nos de la Comision hasta la recepcion definitiva del nuevo mapa; 7 A discrecion ya sea de la Comision, ya sea del señor Dum es- 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nil, la ejecucion del nuevo mapa podrá ser suspendida una vez hecha la cuarta parte; 8” La mesa de dibujar y demás objetos entregados por la Comi- sion al señor Dumesnil serán devueltos por este á la conclusion del trabajo; 9 Al cumplimiento de lo que queda estipulado se obligan am- bas partes, y á este efecto se hacen dos de un mismo tenor en Bue- nos Aires á veinte y nueve del mes de Diciembre de mil ochocientos selenta y cuatro. E. Carenou. — Julio Lacroze. — Ignacio Firmat. — E. Dumesnal. Acompaña al espediente un especimen del futuro mapa en el que se han dibujado los modelos de indicaciones, y que está formado por los cuatro señores ya mencionados. Este contrato segun creemos ha permanecido inédito en el Ar- chivo de la Sociedad. La obra desgraciadamente no se llevó á cabo; en la sesion del 5 de Julio de 1875, la Asamblea determinó sus- pender los trabajos que se encontraban ya bastante adelantados, á consecuencia de tropezar con graves inconvenientes sobre la ad- quisicion de los datos necesarios para su ejecucion. N* 47. Diversas mociones presentadas dá las Asambleas en 1874. (Fojas 145 á 150). — Entre las mociones principales elevadas á las Asambleas en 1874 figura primeramente una del señor Eduardo Carenou, para pasará los socios ingenieros, al Departamento Topo- gráfico y á las Empresas de ferro-carriles una comunicacion, pi- diéndoles todos los datos que tuvieren sobre nivelaciones y plani- metrías en la República á fin de que con todos estos datos la Sociedad construya un plano en relieve de la República Argentina. Esta mocion fué presentada y discutida en la Asamblea del 6 de Abril, y aceptada por la mayoría de los socios, se resolvió nombrar una comision compuesta de los señores Guillermo White, Julio La- croze y Eduardo Carenou para que recibieran aquellos datos é in- formaran sobre su utilidad. A este espediente acompaña un informe bien interesante del Dr. German Burmeister. Por mocion del mismo señor Carenou y en la misma fecha se pasó una nola al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, adjuntando un REVISTA DEL ARCHIVO 917 ejemplar del trabajo del señor Juan J. J. Kyle sobre la composicion de un agua de pozo de Buenos Aires, éinvilándole á hacer nue- vas perforaciones y estudios sobre este punto, por ser una cues- tion de la mayor importancia, si ellos daban resultados favora— bles. Aquella nota la haremos conocer en seguida; ella fué acom- pañada de un informe de los señores socios Carenou, Kyle y La-- eroze, con el costo de las máquinas y útiles de la perforacion que en gran parte existen en el Ferro-carril del Oeste. Por indicacion del señor Canerou, se envió aquel trabajo del se- ñor Kyle, al distinguido naturalista Dr. German Burmeister, quien pasó á la Sociedad un informe bien favorable en el que apoyaba la idea de hacer estudios sérios sobre las aguas subterráneas de Buenos Aires. (Continuard). MOVIMIENTO SOCIAL La Junta Directiva ha cumplido en todo el programa organizado para la recepcion de los restos del Dr. Rawson. Se publica en otra seccion una crónica al respecto. El socio D. Benito J. Mallol ha donado las dos acciones con que se suscribió para la ereccion del edificio social. La Junta Directiva ha autorizado al señor Roque Casal Carranza, Secretario de la Legacion Argentina en Lisboa, para que ponga en relaciones á esta Sociedad con las de igual género de aquel país, estableciendo cange de publicaciones, correspondencia, etc. La Junta Directiva ha resuelto hacer un tiraje aparte de 300 ejemplares de la obra que publica el señor Candioti en los Anales, titulada: Revista del Archivo de la Sociedad Cientifica Argentina debiendo destinarse cien para el autor. La « Seccion La Plata » de la Sociedad Cientifica Argentina comu- nica haberse instalado con fecha 22 de Abril próximo pasado en la calle 6 entre 46 y 47, habiendo pasado al mismo tiempo una nota al Gobierno de la Provincia ofreciendo sus servicios. El Dr. Federico Haft ha sido autorizado para dictar un curso li- bre sobre: Cálculo de Probabilidades y Método «de los Cuadrados Minimos. Han sido admitidos como sócios activos los señores: Dr. Julio Fernandez Villanueva, Miguel M. Puiggari, Julio Koslowsky, Ho- norio Pueyrredon, Emilio Schikendantz, Angel Roman Cartavio, Joaquin J. Vedoya y Roque F. Benavidez. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MATE DS DEL SSELOBO Por JUAN: LLERENA (Continuacion) El nivel mediterráneo no bajará, no digo de una pulgada, pero ni de una línea; porque ese mar hoy, eon el canal de Suez, está en con=- tacto y en intercambio de cirenlacion con los dos grandes oceancs del globo, el Occidental ó Atlántico por el estrecho de Gibraltar, y con el gran Oceano Oriental por el canal de Suez, El agua que se estraiga será pues repuesta: 4% por los grandes rios del viejo continente que desaguan en el Mediterráneo; 2 del Atlán- tico por el estrecho de Gibraltar; 3% del mar Indico por el canal de Suez. El nivel de Jos mares quedará pues el mismo, sin la diferencia de una línea. Pero el mar proyectado de los Schotts no hará desapa- recer sinó la parte O:xcidental del Sahara, confinante con el Atlas. El resto quedará desierto y sus uires cálidos quedarán circulando para los que los necesitan ó pretenden necesitarlos. No habrá nada de perdido, y si por el contrario mucho de ganado, aumentando en una vasta área la superficie habitable del globo. En su promedio, el Mar Rojo es bastante profundo para asumir el azul índigo del oceano, que viene ásustituirse al sombrío azul verdoso presentado hasta aquí por la superficie. Esto dá una idea del relieve de la hoya ó cuenea que las aguas de este Mar cubren. lla es aníú- loga á la cuenca del Mar Muerto, profunda en su centro y elevada en sus contornos. Bastará una série de solevantamientos en sus estre- midades Sudeste y Noroeste, para que esta cuenca quede aislada y - llegue 4 disecarse con los años. Pero ella no tiene un Jordan que alimente un Lago Central, y acabará por desaparecer, dejando profun- dos depósitos de sal de roca en su fondo, como ha desaparecido el Mar de los Schotts argelianos, todavía subsistente en parte en tiempos de Heródoto; ó ha sucedido con los Lagos Amargos, parteintegrante del Mar Rojo, ó mejor, del Golfo de Suez, tal vez hasta la época del Exodo. Estos separados por un solevantamiento del suelo intermedio, se han ido poco á poco disecando por la evaporacion del sol y del de- sierto, hasta quedar convertidos en un llano ó cuenca del sal maciza, que ha habido que profundizar cortándola á cincel para dar paso al canal. En una época que no recuerdo en este momento, por no tener á mano mis libros, hubo un rey de Egipto que concibió el proyecto de cerrar las embocaduras del Nilo en el Mediterráneo, hechando las 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA aguas de este rio en el Mar Rojo. Un tal acontecimiento, no solo habría cambiado la faz geográfica del mundo, sinó tambien su faz política. El Egipto habría cesado de estar en contacto con el mundo civilizado establecido en torno del Mediterráneo y se habría conver- tido en una potencia enteramente Oriental, como la India ó la China; y el delta formado por el limo del Nilo, habría venido á establecerse llenando paulatinamente el Golfo de Suez, convertido de un desierto, en un paraiso de verdura y fecundidad. Las aguas del Mar Rojo acrecentadas, menos salobres y ardientes, habrían tenido mayor eva- poracion, más nubes y por consiguiente un aumento de lluvias y ro- cios, que habrían hecho tal vez desaparecer el desierto en sus contor- nos, cubriéndolos de vegetacion y flores; todo esto hubiera podido tener lugar, y la historia del inundo civilizado antiguo, truncada de la influencia Egipcia, habría podido tal vez sufrir un eclipse ante- rior al advenimiento de la barbarie. Pero ese rey no pudo llevar á cabo su pensamiento y el Egipto y su historia siguió ligada á la série evolutiva de la civilizacion Occidental y Mediterránea. vi EL MAR ROJO EN SU PROMEDIO Y EN SU ESTREMIDAD. — PENÍNSULA DEL MONTE SINATI. — RECUERDOS QUE EVOCAN SUS ALTURAS Son muy escasas las algas que hemos visto sobrenadar en la super- ficie del Mar Rojo. Y sin embargo, en su antigúedad más remota este Mar era conocido con el nombre de Mar de Sharz, esto es, Mar de las Algas, por los antiguos Egipcios. ¿En qué se fundaba pues, esta apelacion que le daban los primitivos moradores de sus riberas? Ha- bían más algas entónces, que en la actualidad? ¿O acaso se concen- tran las algas sobre los bancos de las riberas, en vez de obstruir la línea central de profundidad, que es la línea de navegacion para las erandes embarcaciones? Todo esto puede muy bien ser; las algas aman más las riberas, que el alta mar, con escepcion del Sargasso. Si las algas son realmente escasas, á ello debe contribuir sin duda la sequedad de la atmósfera circunstante, porque generalmente en los brazos de mar que penetran profundamente en el interior de las FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9221 tierras, como es el caso aquí, las algas son abundantes, como sucede en las ensenadas y caletas profundas del Estrecho de Magallanes, donde abundan las ulgas, los fucus, los varecs y esas esqui-itas vege- taciones marinas, el cachohuyo y el luche que son la delicia de los gourmets chilenos. Pero allí el suelo es fértil y vestido de una rica vegetacion, y el aire húmedo y las algas y fucos marinos, no solo se alimentan con los acres jugos de la mar, sinó con las humedades, gases y fluidos atmosféricos. La vida animal, sin embargo, es abun- dantísima en el Mar Rojo; y por todo él se ven moviéndose con aji- lidad, cardúmenes de peces grandes y pequeños. A bordo es un placer ver á los habitantes del oceano, salidos de las sombrías profun- didades del abismo, sentirse tan lijeros y veloces al llegar á la ra- diante superficie iluminada por un sol tropical, dar enormes saltos repetidos de regocijo fuera del agua, persiguiendo por diversion á los vapores que pasan, hasta que rendidos de fatiga de seguir en su rápida marcha al mónstruo jigantesco de hierro y fuego infatigable, se quedan atrás y desaparecen á la vista, volviendo á sus guaridas sin duda á referir á sus asombrados compañeros, en su idioma de pes- cado, las maravillas que acaban de ver; un mar liviano donde se puede triscar hasta saltar en el vacío (para un pez el aire es el vacío, como lo es para el hombre el espacio superior á nuestra atmósfera); donde brilla un sol esplendente y donde vagan mónstruos colosales batiendo las aguas y produciendo un ruido atronador. Pero no solo hay peces, tambien la atmósfera se halla cruzada por innunmerables aves, anades, gaviotas y otras. Hasta he visto pararse sobre la arboladura de nuestros steamer, pequeñas avecillas con el matiz jaspeado de la perdiz. Si estas no son de esas codornices de que se mantenía el pueblo Hebreo, cuando peregrinaba en los desiertos inmediatos, son por lo menos eorandes gorriones de una especie particular. El color azul del prome- dio, enla zona central del Mar Rojo, se aclara más adelante y se convierte en un bellísimo azul sajon ó azul záfiro trasparente. Esto indica una disminusion de profundidad sin duda, pero es bellísimo bajo el esplendor de un sol intertropical, en medio de esos mares lánguidos, de esos mares pampas, que en las regiones tropicales suce- den de un lado á los mares equinocciales ebullentes; y del otro, á los mares ondulados, agitados perpétuamente por los trade-winds atur— didores, los cuales como hemos dicho en otra parte, suceden á los mares erizados, á los mares montañas de las zonas frias, azotadas por las violentas corrientes polares. El Mar Rojo, bajo el trópico de 922 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cáncer en que nos encontramos por el momento, forma una perfecta llanura de zafir líauido, nivelada é igual como un espejo de bruñido azógue, que una leve brisa enurespa lijeramente. Una cosa que debe disminuir un tanto la evaporacion disminuyendo la fuerza de la radia- cion solar, es la niebla seca pendiente á perpetuidad creo, como una tienda de gaza, sobre la esmeralda del Mar; porque el Mar Rojo de un verdadero azulado ó de un azul subido en su centro, es sin duda de un bello esmeralda en sus riberas someras, donde la onda de un trasparente azul se rebulle muellemente sobre un lecho de arena do- rada, produciendo el verde esméralda más espléndido. El canal cen- tral, por donde solo pueden pasar los grandes vapores, no tiene más de 10 á 12 millas de ancho; y fuera de esa banda central azulada como el Gulf Stream, se estienden los bancos, esos médanos sub-marinos que imprimen á las aguas el color indicado. Son numerosos los vestigios de naves perdidas en esos bancos que hemos visto; tal vez llegende6á 8. Probablemente se hallaban manejados por pilotos poco espertos : perderse donde tantos se salvan con solo conservarse en el buen camino, es una bien triste imprevi- sion. Es en la parte S. E. donde se hallan estos vestigios de pérdidas. ¿Esla parte N. O. de este mar más profunda y menos peligrosa? Sería estraño este hecho; si bien la influencia actual del canal puede ya ser tan pronunciada, que produzca este resultado inesperado. Navegamos por mares tan suaves, como un fino raso plegado en ondas. Lejos de rechazar bramando y espumante el surco del síea- mer, se pliega suavemente á su paso como la elegante matrona plie- ga puleramente sus ropages de seda, al paso de un rough. La onda pulida se dobla suavemente como si fuera de miel ó de azul, sin tro- nar, sin rabiar, sin deshacerse en espuma, y apenas susurrando esa suave queja de las personas finas rosadas por el paso de un brutal. Pero he ahí un fenómeno curioso, un banco de ostras viajando en sociedad, impulsadas por la onda azul. Diríase que fatigadas de su eterna inmovilidad chinesca, Hindu ó Mahometana, han querido su— bir 4 un mundo más suave, más lijero, menos pesado, más luminoso; y hélas ahí respirando el aire y la luz del mundo superior. Jste milagro, no lo podrían hacer las ostras sociales humana, ¿no es verdad ? ¡dichosas ostras! Hemos navegado tres dias consecutivos por el Mar Rojo, y fuera de las islas é islotes piramidales y sepulerales de que he- mos dado cuenta, hasta ahora navegamos por el centro del mar tan distante de una y otra ribera, que no alcanzamos á ver ni las costas por la distancia, ni las montañas por las nieblas secas del cielo del ED AINA AAAN O FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 223 desierto. Pero en vez de costas y montañas cada hora vemos pasar un gran vapor que navega hácia el Oriente! Cuántas esperanzas, cuántos proyectos, cuántas existencias preciosas para sus familias no van el ellos, á pasar por los desancantos de las luchas fatales de la vida, 0 á triunfar al soplo de una fortuna propicia! Dos dias más, y ya podre- mos contemplar las altas moles graníticas de la península del Sinai, de cuya cima salió la ley moral fulminada sobre la humanidad, el Decálogo. La única ley grande, verdadera y digna que los hembres hayan conocido. Pero guardémonos para entónces. Como ya hemos pasado de los 24? latitud N. (Suez se halla á los 302 en la direccion del Nor-Oeste), las estrellas de nuestro bello hemis— ferio austral las hemos perdido de vista, ó por lo menos, esa esplén- dida agrupacion de constelacionés y de grandes astros de primera magnitud que se aglomeran en torno de la Cruz del Sud, de las Nubes Magalláricas y de la bifurcacion de la vía lactea Austral, tan brillan- te. No nos quedan otros compatriotas en la esfera, que la espléndida. constelacion de Orion y las magníficas estrellas que se agrupan en torno suyo. En compensacion, las dos osas y la estrella polar brillan en el he- misferio boreal con una luz menos magnífica, pero siempre interesan- te. Basta mirar al cielo para poder, por la altura de la modesta, pero espléndida estrella polar, juzgar de la latitud en ese hemisferio. Nues- tro polo antártico no tiene-esta ventaja; el vacío de los grandes as— tros reina en él, y solo por la altura de la constelacion de la Cruz, que le está inmediata, se puede aproximadamente juzgar de las latitu- des australes á la simple vista. Entre tanto, las noches son esplén- didas sobre el Mar Rojo. Así que la luz anteada del crepúsculo bri- lla sobre el cielo occidental, y que por el enfriamiento del aire pro- veniente del mero hecho de la ausencia del sol, cumienza á preci- pitarsé vapor acuoso, el velo opaco de la niebla seca y terrosa comienza á disiparse, precipitada por el rocío, y la luz de los cielos á despejarse de sus lívidos velos. Es una belleza que se digna apartar el velo que oculta su espléndido semblante. Las estrellas comienzan su danza de regocijo con sus vivas cintilaciones y las constelaciones sediseñan en el firmamento. El cielo despejado y sereno, es de una poesía, de un reposo lleno de magestad y de esplendor. En esta region de los grandes recuerdos de la historia, esa poesía, esa belleza, ese esplendor tienen un encanto y una significacion indecibles. El cielo, la naturaleza hablan aquí al alma; y en esto no hay exageración, ni hipocresía. Unidiota se sentiría conmovido ante esa calma, ante esa 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARCENTINA belleza, ante esos recuerdos inmortales, ante esos objetos tan bellos en su severidad. La cuestion de cronología parece insignificante, pero cn realidad ella es la llave de la verdad en la verdadera historia de la humanidad y de la civilizacion; la llave de la exactitud, de la dignidad, de la li- bertad del espírita humano para la investigacion de la verdad. Y sin la verdad, ni hay verdadera inteligencia, ni verdadera civilizacion. La Biblia no tiene en realidad una cronología determinada, ni podía tenerla. La Biblia, en lo que respecta á los orígenes humanos, que en nada atañen el dogma religioso, no solo no tiene en realidad una cronología, sinó que no puede tenerla. La Biblia dice la verdad, pero es en el sentido del espíritu que dá la vida y no de la letra que mata, como decía Jesu Cristo, quees el verdadero comprendedor y di- fundidor del Decálogo. Tomad el texto bíblico en sentido literal, será un conjunto de disparates y errores garrafales; tomadlo en su sen- tido espiritual y verdadero, y lo hallareis lleno de sabiduría y verdad. La Biblia, dice; por ejemplo: « la Palestina es una tierra que mana leche y miel >. Tomad ese concepto en su sentido literal y será un dis- parate enorme; tomadlo en su sentido figurado, simbólico; en su sen- tido espiritual que es el verdadero, y resultará un hecho geográfico é histórico verídico é interesante. Lo que el escritor sagrado ha querido decir con esas palabras, es que en los ricos pastos y montañas de la antigúedad habír muchos ganados que producían leche y muchas abe- jas que producían miel; pero no que las peñas manasen miel, ni que los rios llevasen leche, como algunos imbéciles lo pretenden, tomando con los dientes el texto bíblico. Tales gentes son solo propias para po- ner en ridículo el espíritu humano, y para hacer dudar á las genera- ciones venideras del buen sentido de nuestra época. El Génesis de la Biblia ha sido sujetado á cálculos falsos de cos- mogénesis y de cronología, que no se conforman con su sentido espi- ritual, que es el verdadero. Adan noes un hombre, es una época de la homanidad, es una raza si se quiere, es la raza de Atlan ó Adan que habitó la Atlántida, cuna de la civilizacion humana y cuya exis- tencia sube en los siglos por lo menos hasta dos edades geológicas anteriores. Los hijos de Adan tienen todos nombres de pueblos; son pues, pueblos, no son hombres, como clarameute lo dá á entender la Biblia. Lo mismo sucede con Noé y con sus hijos. Todos ellos tie- nen nombres de pueblos, de países; nombres de regiones, son, pues, pueblos, países, regiones, noson individuos. Los dias de la creacion bíblica, no deben entenderse como dias de 24 horas, son FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9225 edades geológicas, que son en número de siete, descansando Dios en la sétima, porque tiene el hombre que lo desempeñe para establecer en la naturaleza el órden y la armonía que ella misma no puede darse. Cuando habla, pues, la Biblia de hechos anteriores á los anales escri- tos de la humanidad, cuando habla de individuos que vivieron 1000 años, se refiere generalmente á pueblos, á naciones, á razas y sus año pueden en muchos casos traducirse por siglos. Además, en materia de historia, de cronología, de ciencias, la Biblia no es un libro sagrado ; es un libro respetable, pero humano, porque es la obra de hombres, no de Dios, á no ser que queramos hacer dioses á esos hombres, lo que sería idolatría, y la idolatría á sabiendas es un crímen segun los verdaderos preceptos bíblicos. En esas materias, la Biblia no es pre- ceptiva, es solo consejil y deductiva. No hay más preceptivo, esto es, de fé verdadera en la Biblia que el Decálogo; todo lo demás ni es de fé, ni es prezeptivo. Los que quieren colocar la Biblia en otro terreno, quieren hacer de la Biblia un ídolo, un fetiche, y de la razon del es- piritu hamano, no la antorcha de la verdad y de la luz; como es la vo- luntad de Dios, sinó un instrumento de confusion, de tinieblas y de error. Que el autor de la Biblia, Moisés, no ha querido hacer de ella un ídolo, está patente per ei horror, por la abominacion que manifies- ta contra la idolatría, que considera como el mayor delito contra la divinidad de Dios y contra la razon y la libertad humana, que Moisés respetó hasta el grado de establecer la República y prohibir la mo- narquía ; para que no le idalatrara el pueblo, Moisés hizo ocultar su cadáver en las montañas. Los que quieren hacer de la Biblia un fetiche, han fundado sobre su texto literal, sobre la letra que mata, una cronología ficticia y ridí- cula eu la que se presentan entre ellos mismos hasta 300 opiniones diferentes é irreconciliables unas con otras, dando los unos á la crea- cion 300.000 años y otros rebajándola, como el Padre Petan, hasta menos de 6000 años. Con esto, lo único que se conseguirá despues da falsear y contradecir las verdades más evidentes y palmarias, es poner la Biblia en ridículo y en contradicción con los hechos evidentes del mun- do físico que están á la vista y que solo tienen una aplicacion, á saber: que el mundo tiene muchos millones de años de existencia. Son, pues, enemigos, no amigos de la religion esos hombres que quieren poner- la en oposicion contra todas las verdades y evidencias del mundo físi- co, invocando para ello la fé falsa y errónea de los pueblos bárbaros y salvajes en su infancia. Solo debe ponerse la fé en la razon, la justi- cia, la verdad, y no en el disparate y el absurdo. Dios no tiene ni ha ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 16 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tenido manos, porque no es un hombre carnal; él no ha podido ma- terialmente fabricar al hombre con sus manos, como un alfarero fa- brica una olla. Las manos de Dios son la evolucion, y el barro de que formó al hombre y á todos los seres, es el protoplasma de la ciencia. Estos no son articulos de fé, son artículos de investigacion que la ciencia modifica, perfecciona y acerca más á la verdad real todos los dias. Tomada en el espíritu que dá la vida, la Biblia es una verdad y un libro eterno y divino; tomado en la letra que mata, la Biblia es un e.ror que los descubrimientos del siglo han desmentido. Se vé, pues, que los que seempeñan en sostener la letra que mata, lo primero que matan es la Biblia misma, haciendo de ella en vez de un libro de luz y de verdad eterna, un libro de error y de supersticion, enemigo de la razon, de la verdad y de la ciencia. ¿Cuáles son, pues, los verdade- ros amigos dela religion ? A pesar del desmentido y de la evidencia de los hechos, los falsea- dores de la verdad histórica, que despues de quemar bibliotecas y fal- sificar documentos y monumentos, se encuentran. sin embargo, con la evidencia demostrada por los monumentos exhumados, que las dinastías de Maneton son reales y sucesivas; y que cuando hay dinastías contem- poráneas Maneton lasseñala, sinenumerarlas; en presencia de estos he= chos, confirmatorios de tantosotros testimonios históricos y monnmenta- les, se han refugiado en el cálculo de las probabilidades de que esimpo sible que un pueblo ó una raza pueda existir consecutivamente en un mismo país, durante 6000 años. Entre tanto, tenemos á la vista la China con monumentos, documentos auténticos é históricos de más de 6000 años de data; y á la India con una raza de una existencia consta- tada poco menos, y esos pueblos, esas razas tan antiguas, no están muertas, están, por el contrario, vivas y casi pudiera decirse en el vi- gor de su virilidad. Entre tanto, la raza egipcia ya no existe, prueba de su antigúiedad mucho mayor que las naciones citadas. Por lo demás, este no es punto para discutirlo en las dimensiones de una escursion marítima. Tenemos trabajos especiales sobre esto, que publicaremos algun dia, con los documentos maravillosos dados á luz por las exhu- maciones más recientes. ¿No es maravilloso, en efecto, haber desen- terrado las tablillas y cilindros con inscripciones cuneiformes, enter- rados en el templo del Sol, de Sipara, la ciudad donde segun las tra- diciones conservadas por Beroso, el rey antediluviano Xisuthro en- terró los documentos y la historia de las edades antediluvianas? ¿Y el haberse recientemente desenbierto en Sakara las pirámides sepulera- les de las primeras dinastías, confirmatorias de la realidad de las di- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 997 nastías sucesivas de Manethon? Más, ¿el haberse descubierto las mo— mias de los perdidosreyes de la XVIII y XIX dinastía faraónica ? Solo una cosa falta, el descubrimiento del sepulcro de Osiris y dealguna luz monumental acerca de la época de su gobierno y de sus conquistas y delos hechos de su historia conservados solo vagamente por la tradi— cion y la fábula. Esto ayudaría mucho á descubrir los orígenes verda- deros de las antiguas razas y Civilizaciones. Entre los pueblos, como entre los individuos, los hay destinados á una corta ó áuna larga existencia segun las circunstancias. Generalmente, lo que cambia son las formas de gobierno y las dominaciones, no las razas. La Persia, por ejemplo, no figura en la historia como monarquía, sinó dos siglos. Entre tanto, como nacionalidad, como raza, tiene hoy ' 4000 años cuando menos, puesto que desde el tiempo de Abrahan, 2200 años antes de Jesu-Cristo, ya había un rey de Elam y elamistas por consiguiente. Y lo mismo de las demás razas y nacionalidades. La Italia y sus razas han sufrido un eclipse de 16 siglos con la deco- ronacion de Roma practicada por Constantino, que despojó á Roma del Imperio que ella había conquistado con su sangre, para entroni- zar el catolicismo, enemigo del nombre y del poder romano. Pero hoy resucita. No es, pues, en mil años que se debe calcular la duracion de la raza italiana. Eso duró su hegemonia, pero la raza aún subsiste y ha recibido una nueva vida con la unidad y la independencia, de que esperamos hará un juicioso uso. ¿Entra la letra muerta, esto es, la verdadera idolatría de la Biblia, en el sistema de religion y legislacion de Moisés? Indudablemente no, por su ódio tan profundo á la idolatría, que al morir, hizo esconder su cadáver para que el pueblo no idolatrara en él. Esto hace ver la altura de la inteligencia y del carácter de Moisés, que no quiso ni hacerse Dios, ni rey; lo que le hubiera sido fácil, visto el caráuter del pueblo hebreo, propenso á la idolatría de sus gefes y objetos ofre- cidos á su culto, hasta el grado que posteriormente lo vemos adorar el Ephod, adorno sacerdotal, como Dios, y consultarlo como oráculo. Esto es, sin duda, el resultado de la ignorancia y de la supersticion y ceguedad que ella engendra. Es esta adoracion ciega de la letra muer- tala que ha perdido al pueblo Judío, haciéndolo tomar el texto bíbli- co, por la palabra infalible de la divinidad, cuando es solo en su espí— ritu que la voluntad divina puede revelarse. La letra muerta es la obra del hombre, del secretario humano que hace la escritura mate- rial; no es la obra de Dios, porque Dios no tiene manos, y si algo ha escrito, la verdadera Biblia de Dios se halla en las capas geológicas y 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en los fósiles, que en geroglíficos descifrables para los ojos de la ra- zon, nos revela la verdadera historia del mundo y su evolucion cósmi- ca y orgánica. Esa es la verdadera Biblia de Dios, porque nadie otro que la naturaleza, esa hija de Dios que no sabe mentir, ha podido es- cribirla con sus propios despojos, esto es, escribirla con el testimonio mismo evidente de la verdad que se refiere. Es el espiritu de la Bi- blia y de su ley loque Moisés ha prescrito á su pueblo y no su letra muerta. Este es el verdadero sentido en que la Biblia es tomada por sus mejores intérpretes, Samuel, David, Salomon, los grandes Profe- tas, Jesu-Cristo y San Pablo; áeste último pertenece sobre todo la reprobacion de la letra que mata y el pensamiento del espíritu que dá la vida. Es el espíritu eterno é inmortal, lo que puede dar duracion eterna á la Biblia, pues la letra que mata la reduciría á la ciencia de la edad de Moisés (4 quien Dios llama sábio con toda la ciencia del Egipto, que era la ciencia de su edad); ciencia que ha quedado muy atrás en nuestra época, que ha demostrado palmariamente, á la vista, con los hechos, el error de la idea geocéntrica y de la idea antropocéntrica. Esos errores demostrados, tienen que aceptarlos como verdad los que se atienen literalmente á la letra que mata, cuando su error y absur- do es una cosa que sulta á la vista hoy, en que cualquiera puede dar la vuelta al mundo y convencerse de vasu deque nuestra tierra es un planeta que vaga en el espacio, girando en torno del sol, y de que el hombre es solo el último término de una cadena descendente de seres orgánicos, cuya descendencia y evolucion está á la vista en la série progresiva de fósiles de las capas geológicas. Porque, lo repetimos, Dios no es un ser material, no tiene manos materiales, él no ha podi- do con sus propias manos materiales (que no tiene, porque es espíritu puro) fabricar las plantas, los animales, el hombre; los ha fabricado con la evolucion, que es su mano, de la manera progresiva que nos en- seña la ciencia geológica, con los fósiles de las capas terrestres suce- sivas á la vista. La idolatría de la letra muerta de la Biblia no es pues, la última palabra de la ortodoxia. La letra muerta pondría la Biblia del lado del error, contra la evidencia, contra las verdades fí- sicas más evidentes, lo que es un absurdo. La Biblia no es un trata- do científico y por consiguiente no puede constituirsela en ciencia, ni menos en única cjencia, como los mahometanos han hecho con el Koran, que es hoy, como consecuencia, una cosa caduca y muerta. La Biblia es historia, la historia de su tiempo, con los errores de su tiem- po. Lo único revelado, lo único preceptivo que ella tiene es el Decálo- ¡TIRANA FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 929 go, que es un código purísimo de religion y de moral, que sobrevivirá á todas las revoluciones del tiempo y del espíritu humano. Fuera del Decálogo, todo lo demás es humano, y como humano sujeto á error y á rectificacion. La Biblia no es un estorbo, un atajo al desarrollo sa- ludable del espíritu humano, es, por el contrario, el primer paso de su progreso en la buena direccion y un estímulo para seguir adelante en el cultivo de las ciencias y de la civilizacion, y no un obstáculo insu- perable para su marcha. El que pretenda poner á la Biblia del lado del error, contra la verdad, contra la luz, contra la evidencia, estable- ciendo como ortodoxia el sentido literal de su letra muerta, en lo que no es preceptivo sinó humano é histórico, es el enemigo de la Biblia, no su amigo, pues la pone del lado de las tinieblas, contra la luz, del lado del error, contra la verdad. Este ciertamente no ha sido el espi- ritu de su fundador Moisés, pues esa esidolatría de la materia, del error, de la letra que mata, cuando sabemos que Moisés abominaba la idolatría. Es como poner, en una palabra, la Biblia en un combate contra la verdad, lo que es contra naturaleza, esponiendo á perecer un libro que no debe perecer. Sin la idolatría de la letra que mata no veríamos al pueblo Judío en la triste situacion que se encuentra hace siglos. La idolatría del texto bíblico, en la parte que no es dogma, es- pone á ese noble pueblo á la suerte de esas viejas razas destinadas á desaparecer al través de los siglos, junto con sus creencias absurdas é imposibles, en contradiccion con la verdad y con los hechos, prolon- gando su existencia á fuerza de algunos fanatismos individuales. La Biblia, como su pueblo, merecen una suerte mejor; merecen ser eter- nos porla adaptacion y la verdad, lo que solo conseguirá desechando la letra que mata y adoptando solo el espíritu que dá la vida, de con- formidad con la volantad de su gran legislador y con la palabra de sus grandes Profetas. El tiempo ha seguido fresco con un fuerte viento del Noroeste, esos vientos que Heródoto llama vientos Hetesios y que atajando la salida de las aguas del Nilo, segun él, las aumenta, las derrama por las tier- ra utilizándolas para su irrigacion é impidiendo su rápida y estéril deperdicion en el mar. El mar, sin embargo, al aproximarnos á las costas de la península de Sinai, ha perdido el esplendor de su bello azul océanico traslucido, asumiendo los matices de un verde sombrío. Este fresco es sin duda benéfico y nentralizante de los fuertes calores del Mar Rojo; pero la poesía áspera y movimentada de los vientos, poesía varonil y luctante, no es como la suave poesía de los dias de calor y calma: pero tambien esta agitacion saludable, es la salud de 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la vida; y se armoniza alternándose con la calma, porque la vida es lucha, es vicisitud, es trabajo, es vida y es muerte: esa muerte que es la prolongacion de la vida en la eternidad. Bajo este aspecto, el Mar Rojo no es ya una cosa vieja y. corrompida; no es ya ese foco pestilencial en que se infestan las devotas caravanas que pasan á ha- cer su visita preceptiva ála Meca. Es un mar rejuvenecido por el soplo vivificante de Occidente; un mar nuevo, lleno de vida y de por- venir; ese viento saludable arrastra lejos los gérmenes pestilenciales, y solo deja salud, vigor, pureza, trabajo, inteligencia en pos de sí. Esa region sigue llena de vida aérea y marina, de vida celeste y ter- restre; de estrellas y revelaciones en el cielo; de vida, de perfumes, de misterio en la tierra. Moisés resucita en nuestro espíritu jóven y con toda la ciencia de los modernos; el pueblo de Israel resplandece de nuevo con su aureola de pueblo gefe, de pueblo modelo, de pueblo redentor; de pueblo que pisando la serpiente de los odios, de la ignorancia, de los combates groseros del pasado, establece la era de la inteligencia, de la armonía, de la paz, de la ciencia y de la industria. Pueblo que trae el reinado del espíritu inmortal, implantándolo en el lugar donde se alzaba la materia corrompida. | ¿Estas son visiones? Sí, sin duda; esta es la tierra de las visiones y de los videntes. Isaias vió pasar al eterno en forma de soplo vivifi- cante, entre las alturas; Juan vió allí la Nueva Jerusalen celeste de que habla en su Apocalipsis. ¡ Desgraciado del que, en el país de las visiones, no tiene visiones de bienandanza, aunque sea de bienandanza personal! Eso probaría que su espíritu no se eleva más allá de donde alcanzan los vapores más corrompidos de la materia vulgar. Bajo este bello cielo, al soplo de este aire vital, ante esos monumentos y re- cuerdos eternos de la naturaleza, de la tradicion, de la religion, del * arte, el espíritu más adormecido se despierta y piensa: cogato, ergosum)! como decia el filósofo. En un islote redondo, de granito, situado en la apex ó extremidad aguda de la península del Sinai, se alza un faro destinado á señalar á los navegantes la situacion de la península, que el monte histórico, el monte inmortal, llena en su vasta espansion. Nl verdadero faro está sin duda en la imaginacion, en la mente del que lo contempla; porque ¿quién no ha leido la Biblia y quién no ha admirado y amado á su legislador y 4 su pueblo? Hoy se puede decir esto en que ese antiguo pueblo se halla disperso y perseguido: de otro modo se toma- ría por una adulacion. El viento continúa soplando con fuerza y el mar encrespado, herizado, mugiente, se estrella con furor contra la FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO AL proa del Siam. El silvido de los vientos y el estruendo de las olas, constituyen un conjunto imponente. El fluido marino tiene esa mira- da torva, sombría, de un mar borrascoso que ha perdido su trasparen- cia y esa mirada azulada, plácida, celeste, de un mar en calma. Plá- cido, magestuoso Ó airado, el Mar Rojo me ha en-cantado, aunque sea solo por sus antiguos y grandiosos recuerdos : las esculturas de Snefru, de 5000 años de data; las escuadras de Sesostris, de 3500 años; y el Sinai y el Decálogo de una fecha muy poco posterior. Esos son los grandes hechos de la edad antigua, cuya influencia se perpetúa en la moderna: porque la civilizacion de Snefru y de Se- sostris, es la base de nuestra actual civilizacion; y la ley del Sinai es nuestra ley. El Mediterráneo es más grande, más brillante, más poderoso, más opulento y más rico, pero no tan poético, tan bello y lleno con tan viejos é interesantes recuerdos. El Mediterráneo es como un mar jóven, en el cual se ha elaborado la historia y la civilizacion moderna. El Mar Rojo es el mar viejo de la infancia de la civilizacion humana, y como su cuna. A medida que avanzamos en el Golfo de Suez, las altas montañas de la costa africana se alzan en altas ondas azuladas del carácter más pintoresco, formando grandes crestas y grandes picos erizados de un carácter volcánico. Más abajo y paralelamente á ellas, se prolonga un cordon de lomas bajas, redondeadas y al parecer graníticas. Al frente, en Suez, las altas montañas de Ataka se alzan culminantes; mientras que en la Arabia, las costas terminales de la península del Sinal, se presentan coronadas por las altas crestas graníticas de la montaña memorable. El sol, al ponerse detrás de esta alta cadena en ondas piramidales, diseña sus crestas sobre sus celajes de púrpura, y esa banda anteada, de que habla Volney, como característica de los paisajes levantinos, se estiende detrás de las cadenas y de vapores, dándoles esplendor y relieve. El mar, más reposado, estiende sus llanuras agitadas y movientes ú los piés de esas masas y de esos es- plendores celestes inmóviles, pareciendo como un sombrío tapiz de fluido plomo. Por la noche, el cielo aquietado, despejado, depurado, resplandece en las más bellas constelaciones boreales, cobijando mares y monta- ñas bajo su manto constelado. Durante la noche, el mar que se tragó la hueste de Faraon, lanzaba rugidos estraños, como esos rugidos salvajes de las selvas primitivas: rugidos de fiera. Era la fiera que dormitaba, cazaba ó vagaba enfurecida. 9232 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En la mañana del 3, muy temprano, yo estaba de pié. Despues de ' tomar un baño helado de mar, salí á cubierta. El alba brillaba en el horizonte Oriental con todo su esplendor; el mar encrespado, espu- mante y mugiente, se plegaba y desplegada en gruesas olas brama- doras; pero el gran sieamer marchaba con bastante serenidad, cor- tando las olas de frente, que rabiosas y espumantes, se proyectaban sobre cubierta en gruesos chubascos de blanca espuma salada. A mi izquierda alzábase sobre la llanura marítima agitada, la série africa- na de montañas volcánicas ó porfirídicas, dispuestas en ondas erizadas y negruzcas, terminaban hácia la estremidad del Golfo en el N. O. en una inmensa meseta ó macizo de ulturas calcáreas ó eredosas, culminando sobre las playas y riberas del mar como un inmenso bluff ó altísimo barranco gredoso, de muchas millas de estension. A mi derecha, la cadena del Sinai, que culmina hácia el S. E. en altas cuchillas y picos graníticos de una gran elevacion, se estiende como un muro ó cresta de regular altura. Por encima de sus picos y crestas más elevadas, se estiende la banda anteada, traslúcida, esplén- dida del crepúsculo matinal. El ante, un ante suave y brillante es el carácter más saliente de los crepúsculos en esta region híbrida del mundo, entre Africa y Asia, entre Egipto y Arabia, tierra disputada y contendiente, y campo de batalla en las huestes asiáticas y africa- nas. Muy luego la luz anteada del crepúsculo, comenzó á intensificarse sobre la cresta erizada de la montaña sagrada, convirtiéndose de ante, en naranjado, y de naranjado en oro fluido, al asomar el disco esplendente del sol sobre las cumbres regocijadas y embellecidas con su luz, estendiéndose tenuemente su traslúcido baño de esplen- dente luz sobre mares y montañas, sobre alturas y sobre abismos. En el Noroeste, en nuestro derrotero, se alzaba el cordon sombrío de la sierra del Ataka, dorada por los primeros rayos dei sol matinal. Sobre el agitado plano marítimo de un verde gris sombrío, una águila negra como la noche, de un tamaño prodigioso, se cierne sobre las olas agitadas, banñándose en sus espumas. Esta ave era de buen agúero para los antiguos, ella anuncia triunfo y gloria; me conten— taré con que á nuestra modesta nave correo, con tripulantes y pasa- jeros aún más modestos, nos anuncie un feliz éxito en nuestro viaje. El viento es fuerte, mas el cielo permanece despejado y el sol alum- bra espléndido, trepado sobre su trono granítico de montañas Orien- tales, de donde derrama luz, vida y calor sobre la naturaleza. Ambas cadenas de montañas, la africana al Oeste, terminada por un macizo calizo de un color terroso claro, cuyas capas superpuestas FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 233 se distinguen de á bordo, y la asiática al Este que forma un cordon granítico de moderada elevacion, terminan al llegar á Suez en lomajes bajos que descienden gradualmente hasta terminar su punta en sus estremos. En el centro, en medio de estas dos puntas terminales, se redondea la estremidad del Goifo en que se halla Suez, á cuyo fondo se destaca la onda granítica de las alturas del Ataka. Damos estos detalles con amore, porque ese mar, ese cielo, esas montañas, ese suelo despiertan en nosotrosn un interés profundo; el interés de la antigúe- dad de la historia, de las tradiciones ó recuerdos más remotos ó gran- diosos de la antigúedad. Antes dela sierra de Ataka se presenta un cordon de montañas bajas que corre de Oeste á Este, viniendo á termi- nar en la ribera del mar, en un inmenso promontorio, farellon ó ladera de rocas calcáreas arcillosas y arenáceas entreveradas, de un color bistroso amarillento. El color del mar se aclara, y de un gris verdoso oscuro, pasa á un eris verdoso claro, al aproximarnos á Suez, á la antigua Arsinoe, uno de los puntos tal vez más antiguamente poblados de nuestro globo y que debe existir desde antes de la época de Osiris-Dionisios; esto es, una pobl«cion que cuenta más de 8000 años de data y cuyo suelo ha sido hollado por la planta de todos los grandes conquistadores del mundo. A la estremidad del macizo cretáceo arcilloso en que termina la cade- na costera africana, formando una especie de bluff ó barranco colosal, sulcado en sus faldas terrosas de cavidades y quebradas; sobre la playa de la punta medanosa en que este termina, al aproximarse al al apex del Golfo de Suez, se halla un blanco faro, columna blanca de dia, y punto luminoso en la noche, señalando sin duda al navegante bancos peligrosos. Todo el apex circular del Golfo se halla rodeadó de riberas arenosas, médanos formados por los vientos y en medio de cuyas doradas arenas, se alzan las negras rocas volcánicas que for- man el esqueleto del suelo. VI GOLFO, PUERTO Y CIUDAD DE SUEZ. — UNA ESCURSION AL SINAÍ Y A LOS DESIERTOS INMEDIATOS. Antes de entrar en más detalles del Grolfo de Suez y de su fisono- mía, diremos algo sobre las riquezas coquilarias, ya que hemos ha- blado en Obock de sus riquezas biológicas. En el Mar Rojo existen 934 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA actualmente varias pesquerías de perlas. En efecto, la pesca de la concha de nácar ó madre perla, tiene lugar en todo el Mar Rojo, des- de su estremidad setentrional hasta el Golfo de Aden. ero las me- jores pesquerías se encuentran en las inmediaciones de Suakin, de Massowah y de las islas de Farsan. La flota pescadora se compone de unos 300 barcos ú lanchones, pertenecientes en su mayor parte á los beduinos (Bedawiwns) de Zobeida, tribu que habita la costa entre Jeddah y Yambo. Como 50 pertenecen á Jeddah y los otros á di- versas localidades. Son grandes botes abiertos desde 8 hasta 20 to- neladas de carga, con una vela latina. Su tripulacion varía desde 8 hasta 12 hombres. Se conocen dos estaciones de pesca, una de cuatro y otra de ocho meses. Así estos lanchones permanecen casi todo el año en el mar, excepto unas pocas semanas de reposo. Su tripula- cion formada en su mayor parte de esclavos negros, recibe dos ter- cios de la pesca, descontándose de esto el valor de los alimentos su- ministrados, el otro tercio es para los dueños de la lancha. Experi- mentan raros accidentes, y los buzos gozan de robusta salud y de eran vigor físico. Son todos hombres de 10440 años. Los bancos de pesca se hallan en las inmediaciones de los arrecifes de coral, cer- ca delos cuales se hacen anclar las lanchas. Para trabajar los buzos emplean pequeñas canoas, importadas de Malabar. Se necesita que el mar esté tranquilo, pues las aguas turbias no permiten ver las con- chas. En estos últimos 10 años, esto es, de 1877 á 1887 la pesca ha descendido de 10 á 20 %/,; mas como los precios han subido y se vende bien todo, bueno y malo, esto hace que el negocio haya marchado bien. La produccion anual varía de 120,000 á 170,000 duros. Du- rante los cuatro primeros meses del corriente año, solo han pescado por valor de 25,000 duros, contra 50,000 duros obtenidos otros años. Una parte de esta pesca se vende en Jeddah, y el resto en Suakin y Mas- sowah. Perlas suelen pescarse anualmente por valor de 4000 á 5000 duros; pero las más valiosas se venden secretamente. La concha de perlas se vende en lotes de 50 libras. Antes estos negocios se hacían en el Cairo; hoy se hacen en Trieste. El nácar de Jeddah es me- nos estimado por su tinte amarillo, que el de Massowah ó Sua- kin. Volviendo al Golfo de Suez, los inmensos promontorios ó bluffs de los macizos de rocas cretáceas, calcáreas, arcillosas y arenosas que rodean el Golfo en su estremidad occidental, forman un caracterís- tico árido, pero grandioso de él. Compréndese al mirar esa disposi- cion topográfica, cual es el orígen de las arenas y depósitos aluyio- id Ah in te RP FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9235 nales y terciarios, que cubren los desiertos de la Arabia y del na- ciente del Nilo. Esos macizos que forman en sus cimas vastas mesetas áridas y pedregosas, se presentan surcadas en sus faldas y gradientes por innumerables quebradas, cavidades y barrancos hijos de la ero- sion de abundantes aguas corrientes y de lluvias, bajo un cielo hoy sin nubes. Este fenómeno solo puede esplicarse subiendo en las eda- des geológicas. Esos macizos han sido indudablemente islas regadas y con una abundante vesetacion terciaria; más con la emersion de los continentes africano y asiático, y la retirada consiguiente de los mares en la edad que sucedió inmediatamente al período glacial, esos macizos encallados en los áridos desiertos, anteriormente lechos de mares eocenos y miocenos, perdieron su fecundidad y quedaron redu- cidos 4 mesetas, laderas y promontorios de una proverbial aridez. Las arenas de los antiguos mares que rodeaban esas islas, han salido sin duda de sus arenáceas crodadas y denudadas por las aguas de arriba y de abajo; y el resultado de esas inmensas denudaciones ha sido los inmensos arenales, lechos de mar primero, y en seguida médanos - acumulados por los vientos en los parajes bajos, quebradas y cavi- dades de su direccion habitual. Las cadenas arábigas del Sinai se estienden á lo largo de las ribe- ras del nord-este del Golfo, en cuya estremidad en esa direccion se halla el naciente del sol, como en la estremidad de la direccion opuesta de las cadenas africanas se halla el poniente; á lo largo de esas ca- denas, decimos, y ásus piés, hasta la lengua del agua, se estiende una banda de blanca arena, resaltante entre el azul indeciso de las cadenas graníticas y el sombrío azul verdoso del mar. Es como un muro de lázuli levantado sobre cimientos de blaneo cuarzo. Esa ban- da arenosa parece estrecha enla lontananza marina; pero es de bas- tante consideracion á juzgar por el mapa que da Palmer de la penín- sula del Sinai; esa bauda marca la estension de la retirada de las aguas del Mar Rojo, el cual debe haber lamido el pié de las alturas marítimas del Sinai á fines del período glacial y principio de la edad “moderna, de 20.000 años á esta parte, midiéndola por la ley de Lyell de un pié de despojos por cada seis mil años; la retirada es grande y ella puede provenir no tanto de la evaporacion inmensa de este mar, situado en estrecha lonja entre desiertos áridos, como del solevanta- miento lento pero continuado de las riberas contiguas. Del lado afri- cano del Golfo, la retirada es insignificante, debido á que esa parte del litoral del Mar Rojo, más que en vía de elevacion, se encuentra en vía de hundimiento. Por lo demás, el Situs 6 Golfo de Suez no se 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA halla recto en la línea eje de la direccion general del Mar Rojo, sinó que forma un recodo á la derecha, recustándose del lado arábigo del litoral. El mar sigue no obstante, de un azul sombrío muy poco ver- doso, pero sus aguas de fino raso de seda atornasolado, presentan cier- tos visos óiridescencias rojizas: ¿es este tornasol rojizo lo que le ha hecho dar el nombre de Mar Rojo? Porque sus riberas son doradas, blanquizcas, bistrosas, pero no rojas. Pero antes de despedirnos del Mar Rojo y del Sinai, quiero entrar en una digresion histórica, Dos religiones han surgido en el Asia en la época del despertar del espíritu humano, entre los siglos xx! y xv antes de J. C.; dos re- ligiones igualmente puras, sublimes y verdaderas. La una ha bri- llado en la antigúedad con una luz espléndida y vertiginosa, eclip- sando y reapareciendo de nuevo con el restablecimiento del trono persa por los Sasanidas. Este es el Mazdaismo, la más antigua, la religion de Zoroastro, que reconoce un solo Dios creador, fuente de todo bien; y la religion de Moisés, surgida en el Sinai, viva aún hoy, pero que ha gozado un soplo de pequeño brillo y esplendor político en la antigúedad, con siglos de dispersion y persecusion cruenta. Dos religiones bellas y buenas y aliadas; habiendo la una, por mano de Cyzro, libertado al pueblo de Israel de su esclavitud ; permitiendo á su lival un largo período de influencia y brillo renovado. La religion del Mazdaismo tiene á la fecha más de 40 siglos y aún se conserva un tanto adulterada y trunca entre los Parsis que no adoptaron el ma- hometismo. La religion de Moisés que cuenta hoy 24 siglos, se con- serva aún en algunos millones de judíos desparramados sobre el haz de la tierra. La religion más antigua es la que más ha brillado y la que más adeptos ha tenido (medos y persas). Ella ha tenido un hijo robusto, el mahometismo. La religion he- bráica ha tenido tambien su hijo espúreo, el cristianismo; espúreo de- cimos, porque el judaismo lo reniega y porque cria un dios hombre al lado de un Dios único y celoso de su unidad, tanto como de su eternidad. Esto, se vé, desnaturaliza su dogma fundamental. Pero, ¿cuál delos dos tiene más vida? El judaismo, sin duda, tanto porque es más jó- ven, cuanto porque, aliado con la libertad y con la equidad, su im- perio es seguro y eterno en esas condiciones. El mazdaismo, por el contrario, aliado desde un principio con el despotismo, se ha confi- nado á la estrecha esfera de accion de este y subido y bajado con él. Su autor y legislador Zoroastro, tuvo sin duda miras muy elevadas, él quería confiar puramente á la naturaleza humana, el bien de la naturaleza humana. El eligió al déspota para la realizacion de su FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 23 bien, porque confiaba en la elevación y equidad dela naturaleza hu- mana. Esta confianza es justa, cuando ella se refiere simplemente á la naturaleza humana. Pero un déspota no es un hombre. Si el ha recibido el absolutis- mo como herencia, como sucedió á Felipe II de España, él se cree superior á la naturaleza y los derechos del hombre, y despotiza á este en su físico y en su moral, en su cuerpo y en su alma. Si es un dictador que surge de la aclamacion de la multitud, se convierte en un tirano desapiadado, que todo lo sacrifica á su ídolo. De este hecho ha resultado que el hebraismo y sus derivados, forman hoy la religion de los pueblos viriles. El mazdaismo, por el contrario, es _la religion de los pueblos surgentes ó niños, y de los pueblos deca- dentes ó caducos ; pueblos que necesitan proteccion, sea para la deb:- lidad de la infancia, ó paraladebilidad de los años. Un tercer gran promontorio, estremidad de una tercera cadena, la del Ataka, se representa aún antes de penetrar en la rada de Suez. Presenta la misma naturaleza gredosa, calcárea, arenácea, manteada de los anteriores. Son tres grandes cadenas, paralelas sin duda, que tienen su punto de arranque sobre las riberas del Mar Rojo. Sobre sus playas, en sus falderíos y quebradas bistrosas, se proyectan al- gunas sombras negras; es la vegetacion achaparrada del tamarisco, el árbol de los arenales. Su presencia suele marcar las aguadas tan raras en esos desiertos de aluvion, como diría un inglés. Desde la ra- da, en el costado arábigo, se ven los jagueles ó pozos llamados de Moi- sés, rodeados de la vegetacion sombría del tamarisco. El punto del paso sin embargo, no lo creo ese: el paso del Mar Rojo, que dió es- cape al pueblo y sumergió á Faraon y su ejército debe encontrarse en un punto hoy abandonado por las aguas, entre los lagos Amar- gos y la rada. Porque los lagos y la rada no formaban en esa época sinó un solo mar.. Una vez pasado el mar, el pueblo debió correrse por su ribera; y desde los pozos llamados de Moisés, teniendo á la vista el mar, salvaguardia de su libertad, él pudo entonar el cántico de gracias y de triunfo que se halla en el Exodo. Al contemplar el vasto promontorio ó macizo manteado que culmina con pendientes muy empinadas sobre la Bahía, de un bistrado rojizo, jaspeado de blanco, se comprende que esas alturas tan culminantes sobre las ri- beras de ese mar, en su punto de acceso, en Arsinoe, que los árabes han bautizado de Soneys, hayan podido comunicarle el nombre de su color. El promontorio de Ataka, que se estiende al poniente de la ciudad de Suez, culminando en una vasta estension sobre su ribera 238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA marina, ha podido reflejar los tonos rojizos de sus penumbras sobre el mar que besa sus plantas, y que á veces lo amenazan bramantes y espumantes, azotándose con furor sobre sus c:mientos rocosos; lé ahí tal vez la causa del nombre de rojo, dado 4 este mar que los anti- guos esipcios y etiopes llamaban el mar de las Algas. Entre tanto, nosotros en la línea de navegacion promedia, no hemos encontrado algas, ni aguas rojas. ¿Será sobre las playas arenosas, en los bancos de las riberas donde se encuentran las algas y las aguas rojas? En la estremidad del Golfo de Suez no se encuentra tampoco nada de eso, á pesar de abundar las arenas. Por lo demás, solo la ribera afri- cana es de un negro rojizo; la ribera asiática es amarillenta, lívida, plateada, blanquizcá ó dorada. Entre las dos riberas, se estiende el puerto y la ciudad de Suez. Nosotros decenderemos á la ciudad, que describiremos en pocas palabras, y de allí tomándola por base de operaciones, escursionare- mos al Sinai y á los desiertos circunvecinos, inclusos los que rodean el canal de Suez. Suez presenta el aspecto de todas las ciudades Orien- tales, altos y agudos minaretes, como obeliscos; y casas blancas con persianas. Esta ciudad del Bajo Egipto, ocupa la costa sud del Golfo de su nombre y su rada es poco profunda, escepto el canal por donde eruzan los grandes vapores y que irradía desde el canal intermarítimo. Hállase á 133 kilómetros al E. del Cairo, en los 29%258'37” latitud Norte. Un canal de las aguas dulces del Nilo llega hoy hasta Suez, - pero se emplean todas en la ciudad, no habiendo por consiguiente irrigacion ni cultivos en sus inmediaciones, escepto algunos árboles. Mucho más se podría hacer, pero la pereza y haraganería Oriental es proverbial, y los últimos cultivos del valle de Egipto se encuentran á 190 kilómetros de distancia. Por lo demás, la ciudad recibe todas sus provisiones del ferro-carril que la liga con el Cairo. Su poblacion se acerca á 20.000 habitantes y cuando se principió el canal en 1856 no tenía 12.000. Cuenta canteras de construccion para el cabotaje, entre esta ciudad y Djeddah sobre las costas de Arabia. La compañía inglesa de navegacion entre Australia y la India, tiene tambien allí magní- ficos establecimientos, lo mismo que la administracion del canal y del ferro-carril. Es el entrepuerto del comercio del Cairo con Arabia, Siria, Mesopotamia y Persia. Este comercio se hace por caravanas que transportan más de 100.000 cargas de camello (doble de la carga de mula). La ciudad mal construida antes y de aspecto miserable, mejora todos los dias con los nuevos edificios de los establecimientos estrangeros. Ella recibe anualmente más de 5.000.000 de duros en FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 239 mercaderías de tránsito; y 30.000 viageros entre ingleses, comercian- tes estrangeros y peregrinos de la Meca. Su suelo es árido, arenoso, pedregoso, estéril y quebrantado por médanos y lomas pedregosas. No tiene otra vegetacion que ralos tamariscos y matorrales de brezos y otras malezas del desierto. La ciudad de Suez comunica por ferro- carril con el Cairo y Alejandría. Su puerto, queforma la estremidad Nor-Oeste del Mar Rojo, era conocido en la antigúedad con el nombre de Rada y Golfo de Heroópolis. La bahía al pié de las alturas del Ataka, es grande, reposada, es- paciosa; y sus aguas de un verde turquésa delicado, son espléndidas. Antes de entrar enla bahía, las aguas del Mar Rojo son de un celeste záfiro bellísimo. Bellas gaviotas blancas y grises animan lo parages marítimos; revolotean en torno á las embarcaciones, se amacan sobre el lomo de las olas ó cazan pecesillos de los muchos cardúmenes de ellos que acuden ála bahía, ó se disputan los despojos tirados de á bordo. En Suez no se tiene el aspecto un tanto salvage de hombres desnudos navegando en canoas manejadas por una pala, como de Ceilan y Aden; y como sucedía hace un siglo en la Oceanía. Porquelos Kanakas de la Oceanía, que tienen sangre Americana ensus venas, se han transformado, civilizado y adaptado al progreso moderno, dejando muy atrás esas viejas sociedades asiáticas, que sé arrastran misera— bles y desnudos, á los piés de sus viles supersticiones y tiranos, que las tienen sumergidas en una infancia y en una miseria eterna, per- dida toda conciencia de derecho, de deber y de dignidad é inteligencia humana. El Asia como los compañeros de Ulises, ha sido transformada en creacion bruta, sin alma por Circe, que son sus supersticiones y sus viejos idolos seculares. En Suez, todo es decente y culto. Las em- barcaciones menudas son vistosas y aseadas; sus tripulantes se presen- tan decentemente vestidos, y las lanchas á vapor son cómodas, aseadas y bien dirigidas. No podría ser de otro modo; esta es la puerta de la civilizacion Occidental á la entrada del magnífico canal marítimo, que ha hecho desa parecer el Istmo desierto de Suez, debido á la ciencia y al poder del hombre moderno; y que ha venido á poner en contacto dos mundos opuestos; el Oriente, dormido como la Bella del Bosque, y el Occidente despierto, viril y laborioso. Del Oriente sofocado y corrompi- do entre los brazos del despotismo físico y moral más embrutecedor, y elOccidente animado por el soplo vivificante de la libertad y de la ciencia. Y ya que hemos bajado á Suez, no nos reembarcaremos en el vapor “sinó despues de hacer una escursion al Sinai y á los desiertos inme- diatos, esto es, darles una ojeada á vuelo de pájaro, pues de otro 92.40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARCENTINA modo sería cosa de nunca acabar. La idea general que se tiene del. Sinai es la de ser una montaña aislada, en medio de un desierto de arena. La misma version vulgar de la Biblia ha contribuido á darnos esta idea engañosa, representándonos al Sinai como una montaña aislada en medio de un llano. El Sinai mientras tanto, es un vasto macizo de montañas situado entre dos brazos de mar, en forma de península : ese grupo de montañas, por su aspecto, se parece á la sierra del Jigante en San Luis, á la sierra del Pié de Palo en San Juan. Aún en aquellos puntos en que más se apróxima al aspecto de una montaña aislada en medio de un desierto, la arena es la escep- cion vel suelo forma una zona quebrada y pedregosa, y no una llanura pedregosa. La península triangulor del Sinaj se estiende se- gun lo hemos ya dado á entender, entre el Golfo de Suez y el Golfo de Akabah, con el escarpamiento de la meseta del Tih que se proyecta en forma de cuña desde su hase setentrional. Los costados de este triángulo miden el uno 190 y el otro 130 millas respectivamente; siendo el largo de su base de unas 140 millas, lo que dá una área de 11.600 millas cuadradas para toda la península. Una ancha banda de arenácea atravieza la península inmediata- mente al Sud de la frontera del Tij (77h) estendiéndose casi de mar á mar, puesto que abarca desde Wady Wutas hasta Jebel Mokatel. Las montañas de este distrito son generelmente bajas y aisladas con anchas mesetas en su cima; pero las formas fantásticas y espléndido colorido de las rocas, compensan bien su falta de elevacion; y algunos de los picos de asperon, como Umm Rijlain, forman uno de los rasgos más característicos de la península. Vastas llanuras onduladas y estrechos valles, concostados escarpados, forman uno de los rasgos más. conspícuos de esta zona de país. El más ancho de estos llanos es el llamado Debbet-el-Ramleh, que costea las faldas de la cadena del Tij y ocupa un octavo de todo el área de arenácea. Esta formacion es rica en recursos minerales, conteniendo muchas vetas de hierro, cobre y turquesa. La ausencia de todo elemento para su fundicion y tras- porte, los priva en la actualidad de todo valor comercial. Pero los antiguos Egipcios, desde las edades más rémotas, parecen haber esplotado estos minerales en grande escala. Las inmediaciones de Serabit-el-Khadim y de Magharah abunda en minas y en geroglíficos esculpidos sobre la piedra, que recuerdan los nombres y títulos de los reyes bajo enyos auspicios se beneficiaron; lo mismo que otros restos arqueológicos del mayor interés y antigiedad, (Continuará). ista de las Socie lades é Instituciones con que estamos en estes * relacion por medio del cango con los «Amales». 37 Loy “República Argentina. — Buenos Aires: Centro udutatrial: Círculo Médico Ar- —gentino; Club Industrial; Departamento Nacional de Agricultura; Departamento eN E Naciona] de Higiene; Instituto Geográfico Argentino; Sociedad Geográfica Argen tina; Sociedad Nacional de Farmacia; Sociedad Rural Argentina. — Córdoba: Aca= A demia Nacional de Ciencias; Centro Industrial; Observatorio Nacional Argentino.. _Brasil.— Río Janevro: Museu Nacional; Ao Imperial. ' República de Chile. -- Santiago: Sociedad Médica. - República Oriental del Uruguay. Montevideo: Asociacion Rural del Uru- o guay; “Ateneo del Uruguay. República de Venezuela. — Caracas: Sociedad Médica, | Estados Unidos.— Boston (Mass.): Boston Society of Natural History.—Cam- bridge (Mass.) : Museum of Comparative Zoology.—Cincinnati (Ohio): Mechanic's Institute. — Davenport (Yowa): Davenport Academy of Natural Sciences. — Fi- ml -ladelfia: Engineer's Club of Philadelphia; Academy of Natural Sciences of Phila- - delphia. — Nueva York : American Society of Civil Engineers; Poushkeepsie So- ciety of Natural Science ; Master Car—Bilders Association. — Nueva Haven: Con -necticut Academy of Arts and Sciences. —Pittsbwrg : Engineer's Society of Western Pensylvania. — San Luis (Mass.): Academy of Science. — Salem (Mass.): Ame- rican Association for the advancement of Science; ¡Essex -Institute. — Washington: Smithsonian Institution. República de Méjico.— Méjico: Asociacion Médica «Pedro Escobedo»; Insti- tuto. Homeopático Mexicano; Ministerio dé Fomento de la República Mejicana. ms — Tacubaya : Observatorio Astronómico Nacional. - Alemania. — Berlin: Gesellschaft fiw Erdkunde; Gesellschaft Naturforschender Freunde — Bona: Naturhistorischer Verein fur die 'Rheinlande. — Bremen : Geo— graphischen Gesellschaft in Bremen; Naturwissenschaftlicher Verein, — Brun- -swick: Verein fúr Naturwissenschaften. — Dresde : Naturwissenschaftliche Gesell schaft «Isis». — Gotingen: K. Gesellschaft der Wissenschaften an der Georg-Au- gust-Universitát. — Halle: Kaiserlichen Leopoldino-Carolinischen Deutschen Academie der Naturforscher. — Konagsberg: Physicalisch-ókonomische Societát. — Leipzick: Naturforschende Gesellschaft. Austria.— Brinn: Naturforschender Verein. — Viena: K. K. Voologischu Bota -mische Gesellschaft. Bélgica.— Bruselas: Académie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux- Arts de Belgique, Société Entomologique; Société Malacologique. España. — Barcelona: Ateneo Barcelonés. Madrid: Sociedad Geográfica de Madrid; Sociedad de Historia Natural. Francia.— Amiens: Société Linnéenne du Nord de la France. — Angers: Ad - d'études scientifiques d'Ancers. — Beziers: Société des Sciences Naturelles. Burdeos: Société de Géographie Commerciale. — Cherburgo: Société des elendes _Naturelles.— Leon: Société d'études scientifiques.— Paris: Société de Géographie de Paris. Holanda. — Amsterdam: Académie Royale des Sciences. — Leide: Neder— landsche Entomologische Vereeniging. Inglaterra. — Lóndres: Geological Society; Institution of Civil Engineers; Mineralogical Society of Great Britain and Ireland. Italia. — Génova: Museo Civico di Storia Naturale; Societa di Letture e Con= versazioni Scientifiche. — Módena: R. Accademia di Scienze, Lettere ed Arti. — Nápoles: Reale instituto d'incoraggiamento alle Scienze Naturali, Economiche e Technologiche. — Palermo: Collegio degli Ingegneri ed Architetti. — Pisa; Societá Toscana di Scienze Naturali. — Roma: R Accademia dei Lincei; Comissione spe— ciale igiene del Municipio di Roma; R. Comitaio Geologico dy Italia; Societá. - Geografica Italiana. — Turin: R. Accademia delle Scienze; Osservatorio della R. —Universita di Torino.— Verona: Accademia d'Agricoltura, Arti e Commercio. - Rusia.— Helsing fors: Societas pro Fauna et Flora Fennica. — Moscow: Société _Impériale des Naturalistes. — Petersburgo: Société Impériale de Géographie; So- ciété Physico-Chimique; Physicalisches Cent o — Riga: Natur. -forscher—Verein. Suiza. Berna: e Helvétique de Sciences Natilrallós btt, Enrique: Agote, Uiárlos. Aguirre, Eduardo. Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. Aldao, Cárlos A. 0 | Alegre, EeonidasS, |: “Almada Luis E. -Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Alvarez, Teodoro. Amespil, Lorenzo. -Amoretti, Félix. - Anasagasti, Federico. Anasagasti, Ireneo.' _Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. Arjas, Bonifacio. Arigós, Máximo. —Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de -Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Ayerza, Rómulo. Castilla; desd! eS - Castro, "Ramon B. | Castro, Vicente. | Castelhun, Ernesto. ¿epa César. FLIA anourdie, Enrique. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro E Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. “Cobos, Norberto. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Cordero, Francisco. Coronell, J. M. : Coronel, Policarpo. | Correas, Alberto. | Corti, José S. - Costas, Rodolfo. Courtois, Ú. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, "Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, «Alejandro. | Dillon Justo R. | Domibguez, Enrique Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. '- Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. —Babuglia, Antonio. -Badell, Federico V. Bacciarini, Euranio. hia, Manuel B. Balbin, Valentin. Barabino, Santiado E. - Barberan, Abelardo. Barra, Carlos de la. Barzi. Federico. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro, Becker, Eduardo. co daa M.. o Arsenio. Beron de Astrada, E. ] De A 'Biraben, Federico. Blanco, Ramon €. _Blomberg, Pedro. _Blot, Pablo. SA Brian, Santiago osque y Reyes, E.. ooth, Luis A. y Bugni Félix. —Buis, Victor F. unge, Cárlos. Burgos, Juan M. -Burmeister, Carlos Y Buschiazzo, Cárlos. -Buschiazzo, Francisco. - Buschiazzo, Juan A... Bustamante, José L. | Echagie, Cárlos. —Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. | Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo Y. | Espinosa, Adrian. Esquivel, Jos e. Y ] Ñ mao yola A. E Fernandez, llanura ey | Fernandez, Daniel. "Fernandez, ¿ Fernandez, Pastor. Fernandez Blanco, C. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. "Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. - Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frogone, José Y. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. és Madres Jorge. —Cagnoni, Alejandro N. Cagnoní, José M. Ca gnoni, Juan 'M. Campo, Cristobal del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, Marcial R. de Cano, Roberto. -Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las -—Cartavio, Angel. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto - Casal Carranza, Roque. -Cascallar, Joaquin. - Castellanos, Cárlos T. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L, Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de 2d —Chapeaurouge, Carlos. | Honorato. | ar Fernandez, "Ladislao M. | Larguía, ( Ñ Lavalle, E Le AA Lugones lab S Luro, Rufi McionA DS : erat Salvado -Moores, Guillermo. -.Mors, Adolfo. Olmos, Miguel. - . Orzabal, Arturo. | Philip, Adrian. ; Pirovano, Juan. á Ramirez, Fernando F. . ana and | Repetto, José. - Rigoli, Leopoldo. ' Rodriguez, Eduardo S.|- Rocamora, Jaime. A Estéban €. . Rojas, Félix. . | Romero, Armando. So Carlos L. Maupas, Ernesto. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárl Molinari. José. Molino Torres, A. Mon, Josué R. . Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Morales, Cárlos Maria Moyano, Cárlos M, Murzi, Eduardo. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio: Nougues, Luis F. Novaro, Bartolomé. Ocampo, Manuel S.: Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos G, Oribe, Francisco. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. $ Otamendi, Alberto. -Oyuela, Wenceslao. 1 Padilla, Emilio H. de | Palacio, Emilio. Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat du Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio $. Pirovano, isaci. Posadas, Vicente Pons, Miguel B. Puyrredon, Horacio... Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz.| Puiggari, Pio. YE Puiggeari, Mienelo. M. Quadri, Juan B.. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. |. Quiroga, Atanasio. | Quiroga, Marcial V. Kkamallo, Carlos. Rapelli, Luis. Riglos, Martiniano. | Y Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin. pa Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis €. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. | Rosetti, Emilio. LA Mp : EN Ñ t 7 44 A s e y o / ; ca ) A Y y ny ) ; NA ul yl 4 Ñ - ' : aa Ñ DE LA MA K——— COMISION REDACTORA O Presidente 300. Der CárLOSs M. MORALES. INE CreLa rio... Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. o ADS VALENTIN BAMBI: - IV Cales....: ...3 Ingeniero MANUEL B. BAHIA. O - Ingeniero CÁRLOS BUNGE. V ; ñ - (La Comision redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p.m.) JUNIO DE 1890. — ENTREGA vi. E” XIX - PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION oc » LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 7 piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS o “mes, en la Ciudad O Oe $ ma Ao A IO Un SOmestro.. iscocoovosoracas conos» a SE - UN AÑñO......... Beer ye escote OBS » 10». dad mes, fuera de la Ciudad. 1.50 por area A La suscricion se pagan niaeado: SN 6 *%) > ÓN ps BUENOS AIRES : d L Mu2 se IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — pa 1890 Presidente........ D* CA Viíce-Presidente 1" Inge Id" Pd Seño soer ITURBE. de. SECretarid....... E - Ingeniero MarcIiaL R. CANDO | MEOSOorero en . Señor ANGEL GALLARDO. DOS EDUARDO L. HOLMBERG. Vocalest beds. Ingeniero PONcIANo LOPEZ ed Señor DEMETRIO SAGASTUME. (22% Señor DroNIsIo C. MEZA. INDICE DE a ENTREGA I.— REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, por Marcial R. Candioti. va me dl II. — LAS UNIDADES, por Manuel B. Bahía. TIT. — FISIOGRAFIA Y METEOROLOGIA DE LOS MARES DEL GLOBO, por D. Juan Llerena (Continuacion). > LISTA DE SOCIOS (Continuacion) - (PLATA 5 ] Monteverde, Luis. Romero, Julian, if Albarracin, Cárlos. Diaz, Ernesto. o. || Moreno, Francisco P.| Ameghino, Florentino, Dillon, Alberto. Antonini, Santiago. Sal, Benjamin. Arroyo, Rufino. | Gianelli, José | Palacio, Osvaldo. Seguí, Francisco. A ' Glade, Cárlos | Pando, "Pedro J. | Sienra y Carranza, L. Battilana, Máximo. Guastavino, Ramon. | Pascalli, Justo. Spegazzini, Cárlos. Berretta, Sebastian. da Perdomo, Eduardo. | Spotti, César. SA Beuf, Francisco. Lagos, José A Perdomo, Domingo. Landois, Emi | Pita, José. Tapia, Francisco, Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan José. Preiswerty, Lucas. Tapia, Pastor. Cerdeña, Fernando. > A Trachia, Adolfo. Colombres, Justo V. Maqueda, J oaquin. Ramorino, Florentino ' Martinez, Roberto. Rébora, Juan. Villamonte, Isaac. Delgado, Agustin. Maso, Juan. Renon, Domingo. O Diaz, Adriano. Meyer, Ernesto. Rivera, Juan B. Weigel, Emilio G. HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. o Gould.—Dr.R, A. [Philippi. —Dr. Guillermo Ramon (eje) RRESPONSALES - Arteaga Rodolfo de.... Montevideo. | Netto, Ladisla0........ Rio Janeiro. Ave-Lallemant, German Mendoza. | Paterno, Manuel....... Palermo(It. pe Brackebusch, Luis..... Cordoba. | Reid, Walter F......... Lóndres. Carvalho, José Cárlos de Rio Janeiro. | Stróbel, Pellegrino..... Parma (Ital. Mo A Denza, F............-.. Moncalieri (Italia) ad o TR TS ONE ADS A a. STA . REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI (Continuacion) N* 48. Espediente de las perforaciones practicadas en la Provin- cia de Buenos Atres. (Fojas 151 á 211). — El orígen de este impor- tante estudio que emprendió la Sociedad secundada por el Go- bierno de la Provincia en 1874, fué la mocion que más arriba consignamos, debida al señor Carenou. Los estudios se prosiguieron con regularidad hasta mediados de 1876, y se constató la existencia de aguas surgentes en algunos puntos de la Provincia; las desaveniencias ocurridas posterior— mente entre la Sociedad y el contratista señor Robertson, y la muerte de este señor, acaecida algun tiempo despues, dejaron sin terminar este importante estudio que nuevamente debiera ini- ciarse hoy que contamos con más recursos materiales y con ma- yor abundancia de conocimientos. : En Julio de 1874 fué pasada al Gobierno de la Provincia la nota á que se refería en su mocion el señor Carenou. De esta nota no existe copia en el archivo de la Sociedad y solo fué publicada en el número 1385 del diario La Prensa del mismo año. He aquí la nota á que nos referimos: Buenos Aires, Julio de 1874. Alseñor Ministro de Gobierno, Dr. Don Amancio Alcorta. Exmo señor : En la Asamblea de la Socredad Crentifica Argentina que ha tenido lugar el presente mes, á mocion de uno de sus miembros señor Ingeniero Don Eduardo Carenou, se ha adoptado la siguiente re- sa «El Presidente y Secretario dela Sociedad reunidos á una comi- sion compuesta de los señores Kyle, Carenou y Lacroze, se dirijirá al Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, remitién- ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 16 949 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dole el trabajo del señor Don Juan J. J. Kyle como tambien todos los otros que se creyese útil agregarle, para poner más en claro las conveniencias que habría en hacer efectuar varias perforaciones en distintos puntos de la campaña de la Provincia con el fin de comprobar la existencia de una napa ó corriente subterránea cu- yas aguas han sido analizadas por el señor Don Juan J. J. Kyle. Cumpliendo pues con este honroso cometido, adjuntamos á la presente unos ejemplares del trabajo del señor Kyle, y al mismo tiempo nos permitimos proponer al ilustrado Gobierno de que V. $. forma parte, ciertas observaciones que, á juicio de la mencionada Sociedad, pueden ser de la mayor importancia para el estado ac- tual y futuro de nuestra campaña. Antes de todo hacemos notar á V. S. que la idea que sirve de base á esta comunicacion no púede ser considerada como nueva entre nosotros; en efecto el señor Sourdeaux, en un folleto que pu- blicó en 1862 con el título de Apuntes sobre la industria arte- siana, se espresaba asi: « Hasta ahora para proveerse de agua los estancieros han re- curridoá la creacion de multiplicados jagúeles ; pero por desgra- cia, si la seca se mantiene rigurosa, bien pronto estos jagúeles no abastecen al diario, pues el nivel de las aguas va disminu- yendo hasta tener el estanciero que esperar algunos dias para obtener otra pequeña cantidad de agua que dos ó tres dias de tra— bajo agotan de nuevo. En una palabra, los jagúeles casi en todas partes han sido reconocidos como insuficientes en tiempo de seca, por el poco rendimiento de las inflltraciones superiores. « Pues bien, son estos mismos jagúeles que vamos á hacer inago- tables atravesando con la sonda la capa impermeable que forma el fondo, hasta alcanzar las segundas filtraciones, es decir la primera corriente subterránea. « Trabajo sencillo, muy poco costoso y que remedia completa- mente el mal señalado. Analizamos pues una idea destinada á salvar anualmente el país deenormes pérdidas. « Hemos indicado en nuestro exámen teórico que segun que las aguas alcanzadas por la sonda, esperimentasen una presion hi- drostática más ó menos fuerte, estas aguas subirían en el agujero con más ó menos fuerza dando lugar á un pozo artesiano surgente ó simplemente ascendente. * | : «Un pozo ascendente es una corriente subterránea permanente, cuyo nivel de equilibrio no varía. Si pues la primera napa ascen- REVISTA DEL ARCHIVO 9243 dente se halla á 20 630 varas debajo del suelo, alcanzando esta corriente con la sonda y calando las paredes de este agujero con un tubo de fierro, si el nivel ascendente de la napa es por ejem— plo de 2 varas debajo del piso del terreno, y si como es de costum- bre el jagúel tiene una hondura total de 7 á 8 varas, es evidente que el tubo habiendo sido colocado á media vara solamente arriba del fondo del jagúel, la corriente subterránea se derramará en este jagúel... y subirá hasta alcanzar su nivel de equilibrio, eso es, manteniendo siempre 5 0 6 varas de agua en el jagúel.... «Se vé, pues, que con gastos relativamente insignificantes, el es- lanciero con unos jagueles podrá proveer no tan solo á la bebida de los animales, sinó que tambien tendrá facilidad para regar un pequeño potrero en el que sus haciendas más finas hallarán un precioso recurso contra la falta de pasto. Con un jagúel de 2 me- tros de ancho, 15 de largo y 5 de hondura, se tendrá un acopio de 350 pipas de agua, que suplirís con abundancia á más de 3000 cabezas de ganado vacuno. » El medio aconsejado por el señor Sourdeaux, tan comprensible por la claridad con que está descrito, como sencillo por su apli- cación, hace muy sensible que no haya sido puesto en práctica, evitando así en gran parte los desastres que puede decirse esperl- menta nuestra campaña, debido á la falta de agua. Entre las varias causas que han demorado la construccion de los citados pozos, la que proviene de la confusion que ha existido entre el significado de aguas surjentes ó simplemente ascendentes, debe sin duda considerarse, como la principal; en 1862, época en que se llevaban á cabo los trabajos de perforaciones, todos se preo- cupaban del descubrimiento de las primeras, sin detenerse á con- siderar, como la importancia del asunto lo exijía, los beneficios in- calculables que se podrían obtener con las segundas. -Siá esto se agrega la carencia de estudios sobre la naturaleza de las aguas provenientes de la primera napa ó corriente subterránea, del conocimiento de su calidad y de los usos á que podría ser des- tinada, nuestra larga inacción de 12 años para resolver un proble- ma de esta magnitud se esplica; pero hoy que el estudio que ha tenido ocasion de hacer el señor Kyle sobre las aguas ascendentes de un pozo situado en el bajo de la Recoleta en la Cervecería del señor Bieckert, ha venido á revelar la excelente calidad de esas aguas, venimos á llamar la atencion de V. S. de un modo muy es- pecial, sobre la conveniencia que habría en hacer una serie de per- 944 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA foraciones en toda la campaña de la Provincia, cuyos resultados serían de gran importancia para el porvenir de nuestros intereses rurales. Confiados en que el superior Gobierno se penetrará de la tras- cendencia del asunto que sometemos á su consideracion, nos per- mitimos indicarle el presupuesto del costo, los aparatos necesa- rios para practicar las perforaciones, y teniendo tambien en vista la seca actualmente sentida en nuestra campaña, creemos que con- vendría ordenar la ejecucion simultánea de varios pozos en puntos distintos, con el fin de comprobar antes del próximo verano de una manera definitiva la existencia de la napa de agua á que aludi- mos. Para este objeto será necesario disponer de varios parias de perforaciones, los cuales (sin hablar de los incompletos que se pueden hallar en los talleres del F. €. 0.), podrían ser ejecutados por el tipo del últimamente construido en los talleres de la «Fun- dicion Francesa» por cuenta del señor Don Cárlos Barbier, y cuyo” costo no debe pasar de 4500 á 5000 pesos m/c. En el caso de que fuese solamente un aparato, este tendría que ser trasportado sucesivamente en los diferentes puntos donde se fuesen á ejecutar estas perforaciones, en este caso creemos que podría utilizarse con ventaja uno de los aparatos empleados en este país con este mismo objeto y cuyo presupuesto de costo, ha sido remitido al señor Kyle y que damos en seguida: Precio de un perforador mecánico pudiendo perforar has- ta 60 varas de profundidad, montado sobre un carro de cuatro ruedas y elásticos con su correspondiente me- canismo para hacerlo mover ábrazo de hombre, pesos ¡O Crd: o E iaa: el 00 a 10 0 2 39.000 63 varas tubos huecos de 2 oleadas á pesos m/c. 45 la VAR pEs OS CN o a 0 A oo 2.925 Por la perforacion de los tubos prontos para recibir los * útiles de perforar á pesos m/c. 15 la vara, pesos m/c.. 975 k piezas de perforar á pesos m/ec. 500...... ai IS 2.000 2 MALOS a ono CIO E aia E e 1.000 Portun molmete para 2 call o RO 00 Esperando haber cumplido con el cometido que nos había en=- REVISTA DEL ARCHIVO : 945 cargado la «Sociedad Científica Argentina» nos es grato saludar al señor Ministro con toda consideracion. Dios guarde á V. S. Francisco Lavalle, Vice-Presidente. — F. Rojas, Secretario. —J. Kyle. — E. Carenou. —J. Lacroze. En el mismo espediente figuran algunos otros documentos rela- tivos al mismo asunto, provocados por el vivo interés que despertó en el público este importante estudio. El señor Alfredo Llox, persona de reconocida competencia en la materia, se ofreció por medio de una atenta nota para coadyuvar con los medios á su alcance á la realizacion de aquellos fines, po- niendo á disposición de la Sociedad todos les datos que helo po- dido reunir. El señor Luis Maglioni pasó una nota á la Sociedad elevando á la consideracion de la J. D. el siguiente po para ser pre- sentado al Gobierno. «1% A qué precio por metro lineal se harían unas perforaciones pudiendo llegar hasta 80 metros de profundidad, siendo com- prendidos en ese precio unos tubos de fierr> galvanizado de 8 á 10 centímetros de diámetro interior que en ellas se establecerían; á más dicho precio por metro lineal será dado ya sea por el caso de una perforacion á partir del fondo de los jagúeles existen- tes; E «2% Serán obligaciones de él ó de los contratistas: a) Llevar un diario del modo y marcha de las perforaciones; «b) Constatar el nivel de las aguas ordinarias y despues de he- cha la perforacion averiguar á qué altura se levantarán las aguas ascendentes; « c) Tomar con todo esmero muestras de las varias capas de tier- ra, ó de las varias napas de agua encontradas; «3 Todos estos trabajos podrán ser ejecutados bajo la superin- tendencia de una persona competente que designará el Superior Gobierno. » La nota pasada al Gobierno de la Provincia, tuvo un resultado favorable para la Sociedad, la que quedó encargada de contratar é inspeccionar las obras que las perforaciones demandasen. La comision nombrada por la Sociedad Científica Argentina para 9246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA entender en todo lo relativo al asunto «perforaciones» estaba compuesta de los señores: Juan J. Kyle, Eduardo Carenou, Pedro Pico, Valentin Balbin y Luis A. Huergo. Ella tomó en considera- cion las siguientes propuestas presentadas para la ejecucion de las obras : 1* La del señor Antonio Balloe, con fecha 11 de Marzo de 1875, cuya tarifa era: Hasta la profundidad de: 40 metros á pesos 300 cada metro lineal 41460 » » 400» » 61480» » 500 » » En estos precios estaban comprendidos los tubos de fierro gal- vanizado y su colocacion; 22 La del ingeniero Cárlos J. Robertson, con fecha 12 de Abril, cuya tarifa es esta: Por 10 metros: 1000 pesos m/c. O 3300 » » ADO 5250 » » IE o 7000 » » AO o 9000. » » AGD NS A 11000 » » DIO LE DL RA 13000 » » ASIA II 15000 » » Como el señor Robertson no hiciera en esta comunicacion refe- rencia alguna á los tubos de fierro galvanizado que debieran em- plearse en las perforaciones, la Sociedad pidió una aclaracion so- bre este punto á la cual contestó el señor Robertson manifestando que en ellas no estaba incluido el precio de dichos tubos y que este importaba la cantidad de 8 pesos m/c. por cada yarda sim- ple, teniendo un diámetro interior de 8 á 10 centímetros. El aparato de perforaciones, por otra parte, importaba la suma de 12000 pesos m/c. Se encuentra en seguida de estos documentos una nota pasada por la Sociedad denominada «Hidrófero» ofreciendo todo su con- curso para llevar adelante los trabajos emprendidos por la So- ciedad. La Sociedad Científica Argentina se dirijió luego al Gobierno TAR HUNDA US DA AA A REVISTA DEL ARCHIVO 247 pidiendo autorizacion para contratar con el ingeniero Cárlos Ro- bertson la ejecucion de doce perforaciones en el territorio de la Provincia de Buenos Aires, de acuerdo con un contrato que debía celebrarse con dicho señor. Segun decreto del P. E. del 19 de Junio de 1875, se facultó á la Sociedad para que procediera á contratar las mencionadas per- foraciones, en virtud de lo cual esta dirijió al Gobierno la si- guiente comunicación á la cual sigue la resolucion del P. E. Buenos Aires, Julio 13 de 1875, Exmo. Señor Ministro de Gobierno, señor Don Aristóbulo del Valle. La Sociedad Científica Argentina autorizada por V. $. para contratar con el señor ingeniero Don Cárlos J. Robertson la ejecu- cion de doce perforaciones segun el decreto de 19 de Junio próximo pasado, recaido en el espediente seguido con ese objeto, yá fin de constatar la profundidad á que se encuentra una capa de arena fluida con aguas ascendentes ha formulado el contrato que tiene el honor de acompañar á la presente, para que siendo del agrado del Gobierno se sirva Vd. recabar la autorizacion correspondiente indicada en el artículo 7” del referido contrato. Con este motivo la Sociedad tiene el honor de saludar al señor Ministro con la debida consideracion. JUAN J. KYLE. Luis C. Maglions, Secretario. He aquí el contrato celebrado por la Sociedad con el AMES Cárlos Robertson. CONTRATO Entre los abajo firmados, la Sociedad Científica Argentina por una parte, suficientemente autorizada por el Exmo. Gobierno de la Prysincia y el señor Don Cárlos Robertson por la otra, á fin de llevar á cabo la ejecucion de doce perforaciones en doce puntos de la campaña han convenido en lo siguiente : Art. 1%.—El señor Robertson hará una perforacion en cada 948 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA uno de los siguientes partidos: San Vicente, Ranchos, Chascomús, Dolores, Las Flores, Merlo, Villa de Luján, Mercedes, Chivilcoy, Navarro, Pilar y Cármen de Areco. | Art. 22. — Las perforaciones anteriores no deberán exceder la profundidad de sesenta metros pudiendo sin embargo darles ma- yor profundidad el señor Robertson por su sola cuenta. Art. 3%. —En el caso de resultar interés científico en la conti- nuacion de una perforacion, ella se hará prévia consulta á la So- ciedad y al Gobierno y su valor será convenido segun convenio co- mo tambien los términos de su abono. Art. 4%. —Será de obligacion del señor Robertson colocar en cada perforacion tubos de hierro galvanizados, remachados y soldados de á lo ménos (7'/2) siete y medio centímetros de diámetro inte- rior (3 pulgadas inglesas), y de arreglar sistemada y proporcio- nalmente por duplicado las diferentes.capas de tierra, y con ano- tacion de los cursos de agua que se encuentren, de los que de- berá conservarse muestras suficientes para su análisis, y de la temperatura del fondo de cada perforacion, relacionadas tambien con la boca de las perforaciones de los ferro-carriles por medio de nivelaciones especiales, siempre que estas perforaciones no disten más de dos kilómetros de un ferro-carril. Art. 5%. —Siendo el objeto principal de estas perforaciones, el de constatar la profundidad á que se encuentra una capa de arena fluida que contiene aguas dulces ascendentes hasta el nivel de las aguas de pozo comunes, la perforacion se tendrá por terminada una vez alcanzada una capa de arena. Art. 6. —En el caso de hallarse en una perforacion una capa de piedra resistente, dicha perforacion será suspendida y el señor Robertson será indemnizado del trabajo hecho con arreglo á los pre- cios que determina el artículo siguiente. Art. 79. —El señor Robertson será pagado por sus trabajos de perforacion cinco dias despues de terminada cada una de ellas se- gun la tarifa siguiente: De 0 á 10 metros de profundidad, pesos m/c. 1000 »0»20 » » » » 33500 »0»30 » » » » 5600 »0»140 » » » » 8000 »0»50 » » » » 10000 »0»60 .» >» LE » 12000 REVISTA DEL ARCHIVO 949 Las cuentas presentadas por el señor Robertson serán dirijidas al Gobierno para su abono. Art. 8”. —Antes de hacer el pago correspondiente de cada per- foracion deberá constatarse su profundidad por un delegado espe- cial que será nombrado y subvencionado por el Gobierno. El en- viado especial se trasladará al punto de la perforacion antes de (3) tres dias transcurridos despues del aviso correspondiente dado á la Sociedad por el señor Robertson. Art. 9. —El contratista dará principio á las perforaciones antes del término de cinco dias despues de aprobado este contrato por el Exmo. Gobierno y quedarán terminadas antes de un año con- tado desde la misma fecha. Art. 10.— El señor Robertson no porá suspender la ejecucion de las perforaciones (de este contrato) por pretesto alguno, sola- mente que el Gobierno faltase en dar cumplimiento á lo estipulado en el artículo 7”, y en caso de hacerlo se concluirán á su costa, por un nuevo empresario nombrado al efecto por el Gobierno. En fé de lo cual firmamos tres de un tenor en Buenos Aires, Julio 13 de 1875 Juan J. Kvyue, Presidente. — Luis C. Ma- glions, Secretario. — Cárlos J. Robertson. Julio, 21 de 1875. Visto lo espuesto en la presente solicitud apruébase el contrato que se acompaña para practicar las perforaciones á que él se re- fiere, y en los puntos que indica. Comuníquese esta resolucion y la del 19 de Junio próximo pasado al Ministerio de Hacienda con cópia autorizada del referido contrato y hágase saber esta resolu- cion á la Sociedad recurrente. C. CASARES. A. del Valle. Suficientemente autorizada la Sociedad por el Superior Gobier- no, el señor Robertson dió principio á practicar las perforaciones consignadas en el anterior contrato. La primera que se efectuó fué la de San Vicente, comenzada se- 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA gun lo manifestó por nota el contratista el 26 de Julio de 1875, á los cuatro dias de firmado el contrato, y practicada en terrenos del señor Solanit. A principios de Octubre comunicaba el señor Ro— bertson á la Sociedad que esta perforacicn estaba terminada, ha- biendo llegado á encontrar una capa de arena fluida amarillenta que contenía agua surjente; la perforacion se había efectuado sin necesidad de emplear caños hasta los 52 metros de profundidad, en cuyo punto se encontraba aquella capa, habiéndose seguido por medio de tubos de fierro de 8 centímetros de diámetro interior 4.50 metros más. El señor Robertson despues de hacer resaltar los sérios inconve- nientes y dificultades con que había tropezado á causa, entre otras, de la rotura de los caños, terminaba su comunicacion así: «Señores, por lo demás, creo que es deber de la Sociedad urgir al Gobierno que se siga con esta perforacion hasta encontrar el agua buscada; mientras tanto gracias al amorá la ciencia y ca- rácter de empresas que distingue al señor Solanit, propietario del terreno, seguiré con esta perforacion hasta recibir la contestacion que espero de la Sociedad y del Gobierno, la cual no puedo ni por un momento dudar que ha de ser en favor de los intereses científicos que todos tenemos en vista, y los cuales son mayor- mente empeñados en continuar los trabajos de esta perforacion que por su posicion geográfica y geológica es de una importancia magna. » Con fecha 27 de Setiembre del mismo año de 1875 comunicaba el contratista á la Sociedad, que la capa de arena, encontrada en la perforacion de San Vicente era la misma que indicaba en su análisis del agua de un pozo de Barracas el señor Kyle. La perforacion de San Vicente costó 16000 pesos m/c, segun cuen- ta pasada por el contratista, por cuyo motivo la Sociedad se diri- J1ó al Gobierno en la siguiente nota cuya cópia existe en el primer libro copiador á foja 32: Buenos Aires, Octubre 4 de 1875. Señor Ministro de Gobrerno de la Provincia. Tengo el honor de elevar al conocimiento de V. S. la cuenta que ha presentado á esta Sociedad el ingeniero encargado de las per- REVISTA DEL ARCHIVO 951 foraciones contratadas á nombre del Gobierno de la Provincia. Ha sido terminada con feliz éxito la perforacion que se practicó en el partido de San Vicente segun-lo avisa á la Sociedad el con- tratista de los trabajos. Al comunicarlo á V. S. me permito recomendarle el siguiente artículo del contrato á fin de que se sirva proveer de acuerdo con el: | «Art. 8%. —Antes de hacer el pago correspondiente de cada per— foracion deberá constatarse la profundidad por un delegado espe- cial que será nombrado por el Gobierno. El enviado especial se trasladará al punto de la perforacion antes de (3) tres dias trans- * curridos despues del aviso correspondiente dado á la Sociedad por el señor Robertson. » Aprovecho esta ocasion para saludar al señor Ministro con mi mayor consideracion y aprecio. PeEpro Pico, Presidente. Estanislao S. Zeballos, Secretario. Como uno de los defectos principales en la operacion consis- tieseen la deficiencia del diámetro de los caños que habían sido rotos varias veces, el Gobierno pasó el espediente á informe del Departamento de Ingenieros, quien opinó que debían emplearse tubos de mayor diámetro, opinion que se comunicó al contratista con fecha 29 de Octubre. En el mismo informe el Departamento de Ingenieros manifestó que era muy probable que la arena fluida hallada en San Vicente hubiese subido por la presion sobre ella ejercida hasta los 47.54 metros, debiendo encontrarse la capa á mayor profundidad. La segunda perforacion que se practicó fué la del partido de Las Flores, en Octubre de 1875, en la cual se había alcanzado hasta los 60 metros de profundidad sin obtener la capa buscada de arena fluida. Con este motivo se pasó al Gobierno la siguiente nota: 959 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Buenos Aires, Noviembre 5 de 1875. Señor Ministro de (robierno de la Provincia, Dr. Don Aristóbulo del Valle. Pongo en conocimiento de V. S. que ha sido practicada una nue- va perforacion en el Partido de Las Flores, habiendo alcanzado se- gun lo comunica el ingeniero contratista á esta Sociedad, á 60 me- tros de profundidad sin encontrar la napa de agua que se busca. El ingeniero de las obras propone continuarla á mayor profun- didad mediante remuneracion extraordinaria del respectivo con- trato; pero esta Comision ha creido prudente no resolver nada sin tener exacto conocimiento de las razones en que se funde la con- veniencia de continuar la mencionada perforacion; y lo ha resuelto asi tambien por informes que ha recibido de que las investigacio- nes continuan bajo los auspicios de un vecino en cuyo terreno se practican. : Aprovecho esta ocasion para saludar á V. S. con mi más distin- guida consideracion. Pepnro Pico, Presidente. Estanislao S. Zeballos, Secretario. Posteriormente el señor Robertson comunicaba á la Sociedad que había proseguido esta perforacion hasta los 72 metros de pro- fundidad donde tuvo la desgracia de perder la bomba con que ope- raba. : | Esta perforacion, por desgracia, no dió ningun resultado satisfac- torio. La mala calidad y poco espesor de los caños empleados dió luego orígen á un incidente entre la Sociedad y el contratista, que vino á entorpecer por primera vez la marcha de las perforaciones; como decía muy bien el señor Balbin en una de las sesiones en que la Junta Directiva discutía este asunto, ambas partes eran culpa- bles en la cuestion: la Sociedad porque no especificó clara y de- tenidamente la calidad de los caños y su espesor; el contratista porque había cometido errores en el presupuesto, calculando mal el precio de la yarda de caño conveniente. REVISTA DEL ARCHIVO 253 La tercera perforacion fué practicada en el Partido de Ranchos, en la cual se llegó hasta 16 metros de profundidad; segun ins— truye el correspondiente informe del señor Robertson se encontró entre los 14 y 15 metros una capa de arena blanca conteniendo agua que ascendió hasta 0,30 metros más arriba que las aguas su- perficiales; pero esta napa no era la que se buscaba como ascen- dente pues bajó al llegar á los 16 metros. Al continuar la perfora- cion se encontró con una gruesa capa de arcilla colorada y tosca dura, lo que decidió á abandonarla. El siguiente documento, cuya cópia existe en el primer libro co- plador de la Sociedad á foja 90, instruye de la actitud de esta para con el contratista. Buenos Aires, Enero Y de 1876. Señor Ministro de Gobierno, Dr. Don Aristóbulo del Valle. Tengo el honor de elevar á V. S. la adjunta cuenta pasada á la Sociedad Científica Argentina por el señor ingeniero civil Don Cár- los J. Robertson correspondiente á una perforacion concluida en el partido de Ranchos, á fin de que Vd. se sirva disponer que di- cha perforacion sea constatada con arreglo al artículo 8 del con- trato relativo. La Junta Directiva de esta Sociedad me encarga participar á V.S. que á consecuencia de varias comunicaciones entre esta Sociedad y el señor Robertson respecto á la calidad de los caños que debe emplear en sus perforaciones, se le dirijió últimamente la nota que trascribo, para que el comisionado especial la tenga presente en el exámen que debe hacer de la perforacion concluida : « Buenos Aires, Diciembre 10 de 1875. — «Señor Don Cárlos J. Robertson. —« La Comision Directiva de esta Sociedad ha celebrado una sesion especial con el objeto de ocuparse de las cañerías em- pleadas en las perforaciones que Vd. lleva á cabo en la Provincia. Despues de una detenida y madura deliberacion ha resuelto la Comi- sion, y me encarga comunicarle á Vd. lo siguiente: Que Vd. debe emplear en los trabajos que efectúa, caños de hierro galvanizado de dos milimetros de espesor por lo ménos; y de un diámetro in— terior en la parte inferior de la perforacion de tres pulgadas ingle- sas, como lo estatuye el contrato. Dejando así contestada su úl- 954 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tima comunicacion de fecha 1* del corriente y resuelto el incidente sobre la clase de caños de que se debía hacer uso, me es grato sa- ludar á Vd. atentamente. — Pero Pico, Presidente. — Estanislao S. Zeballos, Secretario.» Con este motivo me es grato saludar al señor Ministro con la de- bida consideracion. Pero Pico, Presidente. Estanislao S. Zeballos, Secretario. El ingeniero Don Miguel Tedin, al tener noticias de que se efec- _tuaban perforaciones en la Provincia de Buenos Aires, creyó poder encontrar en la isla de Martin García la misma napa de agua que se perseguía en tierra firme; al efecto determinó un corte geoló- gico de la isla, cuyo plano remitió á esta Sociedad y se encuentra agregado á este espediente, habiendo llegado á 36 metros de pro- fundidad. Con fecha 24 de Setiembre el señor Presidente dirijió una nota al señor Tedin, sobre la utilidad de este trabajo, la cual cons- ta en el acta de la Asamblea del 1% de Octubre, pero no hemos encontrado cópia de este documento, mi conocemos su conte— nido. La cuarta perforacion fué practicada en el partido de Merlo, y de su terminacion y resultado daba cuenta el señor Robertson á la So- ciedad con fecha 15 de Febrero de 1876; en la nota que con este objeto pasó á esta corporacion, manifestaba que la capa de arena fluida había sido hallada á una profundidad de 38 metros, orde- nando su prosecución hasta los 40 metros. El precia en que esti- pulaba este trabajo era de 8000 pesos m/e La perforacion hecha en el partido de bastones fué terminada el 17 de Febrero de. 1876, y en ella se encontró la capa de arena fluida á los 53 metros de o: siguiéndose la operacion hasta los 55 metros. La perforacion en el partido de noe: fué terminada el 22 de Marzo habiéndose constatado la presencia dela capa de arena fluida á 42 metros de profundidad. ede | Posteriormente se verificaron 'operaciones análogas en Castelli y otros puntos; los resultados eran en general satisfactorios, : REVISTA DEL ARCHIVO 955 pero á juzgar por las actas y notas cambiadas en aquella época entre la Sociedad, el Gobierno y el contratista, este no cumplió como debiera, las bases estipuladas en el contrato de Diciembre de 1874, loque produjo un incidente enojoso entre él y la cor- poracion, cuyo resultado fué el abandono de este interesante trabajo. Una de las perforaciones más importantes por la buena calidad del agua que de ella se estrajo fué la de Castelli. El señor Juan J. Kyle comunicaba á la Sociedad con fecha 30 de Junio que había analizado el agua de aquella perforacion, la que tenía todo los ca- ractéres de lo que conocemos por agua mineral. He aquí los resul- tados obtenidos por el señor Kyle. Densidad á 15” centig. 1.0504. Sustancias predominantes: cloruro de sódio, cloruros y sulfatos de calcio y de magnesia; la proporcion del bicarbonato cálcico es insignificante. 1 litro de agua contiene: Oxido denso di. tatoo: NE 28.940 » cl o 1.036 » MAR eso cotos 00] A 3.351 ArnuandossulÚTICO. 07... O 5.981 MO A .. 35.070 Bromo...... 5lt no se ha determinado. El señor Kyle prometió hacer nuevos análisis, que no había efec- tuado por ser mínimala cantidad de agua que había obtenido como muestra; segun él efectuando otras investigaciones era posible ha- ber dado con un agua medicinal. La Sociedad en vista del no exacto cumplimiento que daba el contratista á sus compromisos, le citó para una sesion especial que se celebraría el 24 de Febrero, á objeto de pedir esplicaciones sobre la marcha y estado de las perforaciones; el señor Robertson no con- -—currió á la sesion. La Sociedad pasó despues al Gobierno la siguiente comunica- CiOn : 956 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Buenos Aires, Marzo 13 de 1876. Señor Ministro de Gobierno, Dr. Don Aristóbulo del Valle. Tengo el honor de participar á V. S. que el señor ingeniero Don Cárlos J. Robertson, encargado de hacer perforaciones en la cam- paña por cuenta del Gobierno y bajo la direccion de la Sociedad que presido, ha dado aviso de haber concluido una perforacion en el partido de Chascomús y otra en Merlo. El mismo señor Ro- bertson ha ocurrido al Gobierno segun tengo entendido, para el pago de las perforaciones efectuadas, las cuales deben ser consta- tadas por un ingeniero nombrado por V. S. para el efecto del abono. La Junta Directiva de esta Sociedad me encarga hacer presente á V. S. debe cumplir con las prescripciones contenidas en la nota que se le pasó por esta Sociedad con fecha 10 de Diciembre del año próximo pasado y la cual se transcribió á Vd. con fecha 7 de Enero último. Esas prescripciones son tendentes á que las perforaciones efec- tuadas den el resultado que de ellas se debe esperar, empleando caños que no se destruyan como sucedía con los primeramente empleados. | En consecuencia de lo anteriormente dicho puede Y. S. ordenar que el Ingeniero Inspector sea munido de los documentos citados para el mejor desempeño de su comision... Con este motivo me es grato saludar al señor Ministro con toda mi consideracion y estima. | Pero Pico, Presidente. Estanislao S. Zeballos, Secretario. - Posteriormente los trabajos fueron abandonados por el contra- tista quien se ausentó de la Provincia sin haberse puesto de acuer- do con la Sociedad. (Continuard.) MOVIMIENTO SOCIAL La Sociedad efectuó el + del mes pasado una visita al Mercado Central de Frutos (Barracas al Sud); este edificio se construye bajo la direccion del consocio Arquitecto D. Fernando Moog. Es indu- dablemente el primer edificio en su género en la República ; opor- tunamente se publicar e en los Anales los detalles de su construc- cion. El señor Ingeniero Luis A. Viglione ha sido encargado para re- dactar el informe sobre aquel establecimiento. La Sociedad prepara otras visitas á diferentes establecimientos industriales, las que se anunciarán oportunamente. Se han recibido en cange con los Anales las siguientes publica- ciones : Revista económica de la Cámara de Comercio de España en Lón- dres. | La Nueva Enseñanza, de San Salvador. Boletín trimestral del Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica. Observaciones magnéticas y meteorológicas del Real Colegio de Be- len, en Habana. La Union Ibero-Americana, de Madrid. Anales de Ingenieria, Bogotá. Anales del Museo Nacional de Costa Rica. La América Cientifica, de Nueva York. La Gaceta Española, de Lóndres. Boletín de la Sociedad Guanajuatense de Ingenveros, Guanajuato. Anales del Museo Nacional de Méjico. La Medicina Cientifica de Méjico. ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 17 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Han sido aceptados como socios activos durante el mes de Mayo los señores : Julio Labarthe, Oscar A. Mandino, Ernesto Maupas, José Scarpa, Cárlos Ramallo, Santiago A. Ferrari, Héctor Bergada, Julio Canale, Juan Cárlos Lanús, Miguel A. Taboada, Horacio Tre- glia, José Giardelli, Ernesto Castelhum, Bonifacio N. Arias, Manuel Pereira, José Repetto, Rafael P. Rubin, Mauricio Durrieu, Alejan- dro Llosa y Gaston Lecurieux. El 4 del corriente mes termina el plazo ds para la presenta= cion de memorias al Concurso de 1890. La cuota mensual de suscricion á los Anales se ha fijado en 1 $ m/a y proporcionalmente las trimestral y anual. Los señores Marcial R. Candioti y Alberto Otamendi han entre- gado + volúmenes del archivo de la Sociedad encuadernados en pergamino, correspondientes á los años 1876 á 1883. de SAP E AUDI A Y ARAS e AE dic a LAS UNIDADES POR MANUEL BENJAMIN BAHÍA (Continuacion ) Ecuaciones de dimensiones de las unidades térmicas Generalidades. — El volumen de un cuerpo disminuye en ge- neral cuando se le comprime ó cuando se le enfría, y aumenta cuando se disminuye la presión que sobre él se ejerce ó cuando se le calienta. Cuando un cuerpo está sometido sobre toda su su- perficie 4 una presión uniforme p, se puede considerar á su volu— men v como una función de dos variables independientes, su tem- peratura £ y la presión p. Sea F (p, v,t)=0 (1) la relación que liga á p, v y t. Cuando dos de estas cantidades son dadas, la tercera está determinada por la relación (1), es decir, que el estado del cuerpo está enteramente fijado. Si se considera á p, v, t, como coordenadas corrientes la ecuación (1) representará una superficie de la cual cada punto a caracteri- zará una manera de ser posible del cuerpo. Cada transformación su- frida por el cuerpo será acompañada de un desplazamiento de este punto figurativo sobre la superficie representada por la ecuación (1). Supongamos que, manteniendo constante la temperatura, se ha- ce variar la presión. Variará el volumen, y el punto figurativo a deseribirá sobre la superficie una línea plana cuyo plano será pa— ralelo al plano v o p. Si manteniendo constante la presión se comunica Ó se sustrae calor al cuerpo, se hará variar al volúmen y á la temperatura y el punto figurativo a describirá sobre la superficie una línea plana cuyo plano será paralelo al plano v o (. Finalmente, si mante— niendo constante el volumen se comunica óÓ se sustrae calor al cuerpo, variarán la presión y la temperatura, y el punto figurativo a describirá una línea plana cuyo plano será paralelo al plano t o p. Los sólidos y los líquidos son muy poco compresibles, á tal punto que se puede admitir que las variaciones de la presión at- mosférica no influyen sobre su volumen. Á temperatura constante los sólidos y los líquidos poseen un volumen propio que se puede considerar como independiente de las variaciones de la presión at- mosférica. Los sólidos tienen además la forma que la naturaleza ó el arte les haya dado; los líquidos no tienen forma determinada 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA porque toman siempre la forma de los recipientes que los contie- nen, y cuando están en vasos abiertos quedan limitados superior- mente por una superficie plana normal á la vertical. Los gases son eminentemente compresibles. Las variaciones de la presión atmosférica influyen notablemente sobre su volúmen. Permaneciendo constante la temperatura, una masa dada de gas tiene el volúmen del recipiente cerrado que lo contiene si este es rígido y si no es rígido cambiará de volumen según las variacio- nes de la presión atmosférica. Una masa de gas encerrada en un globo de vidrio y separada de la atmósfera por un obturador de mercurio, á una misma temperatura tendrá volúmenes diferentes, según sea la presión atmosférica. Los sólidos son menos dilatables que los líquidos y estos menos que los gases, bajo la acción del calor. La constancia del volúmen de un sólido ó de un líquido indica que su temperatura permanece constante; pero hay que notar que la variación de volúmen de los líquidos observada directamente en los recipientes que los contienen no es la verdadera variación ex- perimentada por el líquido y esto se debe á que los recipientes se dilatan. Tratándose de los gases, el error que se cometería tomando la di- latación observada por la verdadera es mucho menor, por la gran dilatabilidad de esos cuerpos. Cuando un gases calentado ó enfriado bajo presión constante siempre aumenta ó disminuye de volumen. Los cuerpos en estado sólido ó en estado líquido presentan al- gunas excepciones á ese fenómeno general para los gases. El agua en estado sólido cerca de su punto de fusión se contrae al calentarse ; el mismo cuerpo en estado líquido se contrae desde la temperatura de cero hasta la de unos cuatro grados centígrados. La aleación fusible en estado sólido, disminuye de volúmen cuan— do se calienta desde 43%7 hasta 687. i - Cuando se ha estudiado la dilatación de los sólidos y de los lí- quidos bajo la presión atmosférica, se ha podido hacer abstracción dela presión y considerar al volúmen de esos cuerpos como fun- ción de la temperatura únicamente, de manera que se tiene: a a 1% a | de donde - | ¿ a E pq POE AE ds AS LAS UNIDADES 261 serie que es siempre bastante convergente como para que se de- tenga el desarrollo en los primeros términos. Se emplea lo más á menudo, para representar el volumen de los cuerpos ó las diver- sas temperaturas, fórmulas empíricas de la torma v=0W (1 +at+ de +ce4...); así tenemos para expresión del volumen del agua entre cero y treinta grados: v, = 0, [1 — 0,000060306 ¿ + 0,0000079279 (? — 0000000042604 €] en la cual ¿ expresa la temperatura en grados normales, es decir, que el punto 100 corresponde al vapor de agua hirviendo bajo la presión de 760 milímetros de mercurio, á la latitud de 45" y al ni- vel del mar. Esta fórmula da para la temperatura del máximo de densidad : : 3,92776 ; ha servido para calcular el cuadro N* 1 que damos al fin. Para el mercurio tenemos la fórmula : v, =0, [1 + (181792 £ + 0,1750? + 0,0351 2) 10 9] donde las temperaturas están espresadas en la escala del termó- metro de aire. y Se llama coeficiente de dilatación medio entre dos temperaturas ty t' la relación : (0). —> Y 0 (1 == U) -Kes dado por la experiencia y es función de ty £'. Si se asigna á tun valor a. y se hace tender á £” hacia el valor límite K= t, el cociente — UREA ” tiende hácia un valor finito y determinado, que es la derivada de la función v» tomada con respecto á t. El coe- ficiente/K tiende hácia un valor límite designado con el nombre de coeficiente de dilatación verdadero d la temperatura t. Sea, por ejemplo, un cuerpo cuyo volúmen está exactamente re- presentado por la fórmula detres términos v= VW) (1 + at + be). El coeficiente de dilatación medio entre cero y t, será 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA x — o + at + dé) — 0 vyl es decir K=a + bt. El coeficiente de dilatación verdadero ó cero será a, yá t grados será ) a + 2 bt Para ciertos cuerpos, se puede escribir más simplemente, para expresar el volúmen v=0, (1 + at) y entonces K es constante é igual á a; a es el coeficiente de dilata- ción cúbica de la sustancia considerada. Imaginemos un cubo de una sustancia sólida que se dilate igualmente en todos sentidos y busquemos qué relación hay entre la dilatación total y la dilatación de sus aristas y de sus caras. El cubo á cero grados tiene un volúmen v, y á un grado un volumen 0) (1 + a) Siendo v.a el aumento total de voJúmen; una arista tiene á cero la longitud /, y de cero á un grado aumenta esta longitud una cantidad x1., de modo que la longitud á un grado es l (1 + a) Es evidente que se debe verificar le (1 +0) = 0 (1 + a); desarrollando se tiene (13 30 + a) =0, (1 + a) ó simplemente E A A E Despreciando las potencias de « que son sumamente pequeñas, queda 1A+43x2=1 +4 LAS UNIDADES 263 es decir 0 4 D= 50 3 O, sw se llama el coeficiente de dilatación lineal y se vé que es un ter- cio del coeficiente de dilatación cúbica. De la misma manera la superficie s. á cero, será : So (1 + y) áun grado, y tendremos : A+ =s (1 +y); desarrollando se tiene If (1 +20 + 02) = so (1H y) y por consiguiente 1+22+0=1+y Despreciando á a?, se tiene ; I+2e=1+y Ó sea y = 20 Como Pa resulta 9 FS y es el coeficiente de dilatación superficial, que es como vemos igual á dos tercios del coeficiente de dilatación cúbica. Los coeficientes de dilatación lineal han sido especialmente de- terminados por métodos que han llegado á un grado de precisión admirable. Laplace y Lavoisier en sus célebres determinaciones ejecutadas en 1782, medían el alargamiento de reglas hechas de las sustan- cias á estudiar, por un método que consistía en amplificar el alar- gamiento en una relación conocida y medir con instrumento ordi- nario la amplificación producida. 964 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Borda, encargado de la medición de la meridiana francesa, tuvo que resolver el problema de la determinación de la dilatación lineal de las reglas que empleaba ; usó un método propuesto por de Luc y tal que las reglas indicaban ellas mismas la temperatura á que seencontraban y la corrección que se debía hacer á sus indicacio- nes. Ese método es conocido con el nombre de método diferencial. En otro método imaginado por Ramsden para determinar la dila- tación de las reglas que se empleaba en la medida de la meridiana inglesa, se colocaba tres cajas largas dispuestas paralelamente ; en las estremas, reglas metálicas que se mantenía á cero; en la del medio, la regla que se estudiaba que era calentada á temperatu- ras diferentes. Las reglas llevaban en sus extremidades columnas de metal. En una regla extrema las columnas llevaban cada una un retículo y un espejito para alumbrarlo. La regla del medio llevaba en cada una de sus columnas un tubo metálico provisto de un len- te que recibía la luz que partía de la cruz de hilos de la extremidad respectiva de la primera regla, formando una mitad de anteojo astronómico. La otra regla extrema llevaba en cada columna la otra mitad de anteojo astronómico, provisto de retículo. Superpues- tas á cero las imágenes de los dos retículos colocados en el anteojo y en la extremidad correspondiente de las reglas extremas, al ele varse la temperatura de la regla central se rompía la superposi- ción de las imágenes y previos ciertos arreglos, se medía la canti- dad que debía desalojarse la mitad de anteojo central para obtener nuevamente la superposición de las imágenes, con lo que se tenía la dilatación producida en la regla central estudiada, entre los piés de las columnas que sostenían á las mitades de anteojo. Las medidas de la meridiana inglesa fueron hechas bajo la dirección del general Roy. Su relación fué publicada en las Transactions phrlosophaques del año 1757. El método propuesto por el barón de Wrede y empleado en la Ofi- cina Internacional de Pesas y Medidas, es en el fondo una variante del método de Ramsden ; pero ofrece todas las garantías de exacti- tud deseables y puede ser propuesto.como ejemplo de la aplicación á las medidas físicas de los procederes precisos de instalación y de construcción que solo usaban los astrónomos. Como el método de Ramsden, consiste esencial mente en compa- rar las longitudes de dos reglas horizontales una de las cuales es mantenida á una temperatura fija, la otra es llevada sucesivamen- te á diversas temperaturas ; pero esta comparación se efectúa lle- LAS UNIDADES 265 vando sucesivamente las extremidades de estas reglas bajo los ob- jetivos inmóviles de microscopios verticales provistos de micróme- tros. La longitud de una regla puede espresarse con la fórmula Vol + at+Pl) análoga á la que representa el volúmen. Cuando solo se tiene á disposición pequeñas muestras de cuer- pos, se estudia la dilatación lineal por el método de Fizeau, que es un método óptico. El principio del método de medida imaginado por Fizeau en 1864, consiste en hacer servir para la determinación exacta de muy pequeñas variaciones de longitad las modificaciones que ellas imprimen á franjas de interferencia producidas entre dos superficies planas y paralelas. Hemos dicho que, siendo los sólidos y los líquidos cuerpos muy poco compresibles se puede hacer abstracción de las variaciones de la presión atmosférica cuando se trata de espresar el volúmen de dichos cuerpos ; pero cuando se trata de los gases, las variacio-= ciones de la presión exterior producen efectos que hay que tener en cuenta tanto como los que producen las variaciones de temperatura. La compresibilidad de un gas cuya temperatura es mantenida in- variable está regida por la ley de Mariotte. Esta ley dice : A una misma temperatura, los volúmenes ocupados por una masa determinada de gas estan en razón inversa de las presiones que ella soporta. De manera que si v y vu”, son los volúmenes que á una misma temperatura y bajo las presiones p y p”, tiene una misma masa de gas, se tiene O PE o ó bien sE E) =0 108 Si D y D', son las densidades de la masa de gas considerada, á una misma temperatura, cuando ocupa los volúmenes vyv' á cau- sa de las presiones p y p” tendremos sucesivamente : pia DEA Y DAR pe y DE Sp 266 (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vemos pues que á una misma temperatura la densidad de un gas es proporcional ú la presión que soporta. La ley de Mariotte no es cumplida de una manera rigurosa por gas alguno, pero para los gases llamados permanentes y para pre- siones próximas á la presión atmosférica, se aproxima mucho á ser verdadera. Gay—Lussac, resumiendo los resultados de'sus experiencias so- bre la dilatación de los gases y los de las experiencias de Davy, quien había hallado que la dilatación del aire comprimido ó rari- ficado permanecía constante entre los mismos límites de temperatu- ra, enunció las siguientes leyes, conocidas por leyes de Gay-Lussac : 4* Todos los gases se dilatan igualmente ; 2% Su dilatación es independiente de la presión ; 8” La dilatación común de todos los gases es de 0.375 entre 0? y 1007. Las esperiencias de Gay-Laussac estaban sujetas áerrores y fue- ron recomenzadas por varios físicos, entre ellos Regnault. Los re sultados de las experiencias de este célebre experimentador son los siguientes : 1 El coeficiente de dilatación del aire entre 0? y 100? esde0.00367 Ó sea > en vez del valor 0,00375 6 5% que corresponde á lo que halló Gay-Lussac; 2 Noes completamente exacto que los coeficientes de dilatación de todos los gases sean iguales. Regnaultencontró los siguientes números para coeficientes de dilatación de diferentes gases entre 05 y 100% bajo la presión de la atmósfera : HIdrozenO. a << -0.003661 ISI o 0.003670 Oxido de carbono. A o 0.003669 AnMidrTdo carbono 0.003710 Protóxido de ¿z0e: A. 0.003719 Hanon A 0.003877 Acido sulfuros. 0.003903 Como se ve el coeficiente crece del primer gas al último, pero pa- ra los tres primeros, que son de los llamados permanentes, la va- riación es casi nula. Siempre que se trate de un gas de los llamados permanentes podremos tomar el mismo coeficiente de dilatación LAS UNIDADES 2967 0.00367 Ó = Regnault demostró aun que el coeficiente de dilata- ción cambia con la presión que actúe durante la experiencia ; pero cuando se trata de los gases llamados permanentes esta variación es tan pequeña que no hay que tenerla en cuenta en los cálculos. Por el contrario es notable para los gases fácilmente liquidables. Ahora bien, sea v, el volúmen de una masa de gas á 0? y bajo la presión po; á la misma temperatura y bajo la presión p, tomaría esa masa un volúmen en v, tal que se tenga, según la ley de Ma- riotte, Vo Po = Y Pr El volúmen que á 0* y bajo p, es v,, seráá £ y bajo la misma presión p; 0" =0/ (1 +a () siendo a el coeficiente de dilatación de los gases. De aquí / — Y ete I+aot y entónces E 0 Ps 04e0 lf+at Supongamos p.= 760; la fórmula que precede nos daría en Op E el volúmen que tendría a 0? y bajo la presión de 760 milímetros de mercurio, una masa de gas queá t y bajo la presión p, tiene el volúmen o”. Si D, es la densidad del gas 40 yá 760 y D' la densidad del gasá ¿yá p,, tratándose de la misma masa de gas tenemos 0D DE y si en esta ecuación reemplazamos el valor de v, dado por la fór- mula precedente se obtiene ASE y Suar > IN E E 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estas fórmulas tienen gran aplicación y es importante recor- darlas. Para los gases llamados permanentes puede tomarse como ver— dadera la fórmula vo. = 1 A 4 ó loque es lo mismo la que se puede escribir bajo una forma más simple. En efecto, co mo a = 55 se tiene E Y = 573 (273 + () y designando la temperatura absoluta 273 + ¿con T yal cociente Vo Po 273 constante con R tendremos: vp = RT S1 se quiere tener en cuenta las diferencias que existen entre los gases perfectos y los gas reales se puede adoptar la fórmula de Clausius A — A ó bien la siguiente, propuesta por Sarrau para el anhidrido car- bónico |» al o donde a f K y e designan constantes que dependen de la especie de gas considerado. Teníamos la fórmula po l+at donde « es el coeficiente de dilatación ú presión constante. Suponga- mos que la masa de gas libremente dilatada es comprimida hasta == PoVo LAS UNIDADES 269 readquirir el volúmen inicial o, pero á la temperatura t; entónces la presión tomará un valor tal que satisfaga á la condición (D) E óÓ bien IAN lat Pe de donde De aquí se deduce que es el aumento de presión de una masa de gas cuya presión inicial es 1 y cuyo volúmen permanece constante, cuando la tem- peratura se eleva 1? ; es el coeficiente de dilatación ú volumen cons- tante. La relación precedente debiera ser igual á que representa al coeficiente de dilatación á presión constante, pe- ro como lo ha demostrado Regnault esa igualdad no existe riguro- samente. Si por medio de una pipeta curva se introduce en el tubo de un barómetro una gota de agua, esta se eleva en el tubo á causa de su menor densidad, pero tan pronto como llega á la cámara baro- métrica se la ve desaparecer al mismo tiempo que el nivel del mer- curio se deprime bruscamente, exactamente como si en lugar de agua se hubiera introducido una burbuja de aire en el vacío baro- métrico. El agua líquida colocada en un espacio vacío se transfor- ma instantáneamente en un cuerpo análogo á los gases, que posee como ellos una tensión, representada en la indicada esperiencia por la cantidad en que ha bajado el mercurio en el tubo en el momen- to en que llegó el aguaá la cámara barométrica. Sin embargo exis- te una gran diferencia entre lo vapores y los gases. Si se introduce sucesivamente varias burbujas de gas en la cá- mara de un barómetro, el nivel del mercurio baja cada vez y la ten- 9270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sión del gas puede crecer indefinidamente. Si se introduce sucesi- vamente varias gotas de agua, las primeras gotas se vaporizan al llegar á la cámara barométrica y la tensión del vapor aumenta pri- meramente; pero pronto las gotas conservan el estado líquido y y el nivel del mercurio se hace invariable. La tensión del vapor no puede pasar un cierto Vai y desde que este límite es alcanzado, la vaporización cesa de producirse; hay una tensión másma que el vapor no puede pasar á una tempera— tura dada. Esta tensión máxima es independiente del volumen y aumenta con la temperatura. Es tambien diferente de uno á otro lí- quidoá la.misma temperatura. El vapor en contacto consu lí- quido generador se llama vapor saturado. Los físicos han establecido fórmulas empíricas que permiten cal- cular la tensión máxima de los vapores saturados en función de la temperatura. Para el agua, Biot y Regnault han adoptado la fun- ción | log F=a + bat+ef, donde E es una altura de mercurio avaluada en milímetros. El tér- mino c f* es muy pequeño relativamente á b a; se ledesprecia al- gunas veces. Para la mayor parte de los líquidos b es negativo y a menor que la unidad. Se emplea tambien la fórmula de Duperrey F,, = 0%, en la cual F,, expresa la presión en kilógramos por centímetro cua- drado y 0 la temperatura en centenas de grados centígrados. Los vapores no saturados tienen las mismas propiedades que los gases; si f'es su tensión se tiene fu mer 0 = constante. Veamos ahora qué relación existe entre los coeficientes de dila- tación y de compresibilidad de un cuerpo cualquiera. Sea la ecuación F(p,v,t)=0 que liga áp vt. Diferenciando se tiene AAA Ai LAS UNIDADES 9271 dE d E d E EN "+ Supongamos que permanezca constante la presión; dp será igual á cero y queda d E d E o + —— 0 di = 0- Ahora bien el coeficiente verdadero de dilatación ú presión cons- tante á la temperatura í es du de dE resultará Supongamos que se caliente al cuerpo ó volúmen constante, en- tónces dv =o0 y se tiene d d E Ty Y + q AU. El coeficiente verdadero de dilatación d volúmen constante es por definición 224 dp B =p dí y como por la ecuación anterior d E dp aa a ae dp tendremos 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA d E 1 dt BE AOS: p dE di Si suponemos en fin que se comprima el cuerpo á temperatura constante, entonces dt = 0 y queda d E d E PR El coeficiente verdadero de compresibilidad, es, por definición l du A o dp y por la ecuación anterior se tiene y enfin óÓ bien (Contmuard)... FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MATES AD EL ASEO BO Por JUAN LLERENA (Continuacion) Si de la quebrada de Wadi Quench, se pasa á la pequeña quebrada de Wadi Magharah, que es una ramificacion suya, allíla arenácea y el granito se aparecen el uno al lado del otro. Allí y muy arriba en los precipicios de asperon del Norte, se presenta la notable roca en for- ma de síele Egipcia, que es uno de los más antiguos monumentos que se conozca del antiguo Imperio Egipcio; del que comienza con Menés, el cabeza de las dinastías Manetónicas, y termina con Timaos aca- bando á mano de los Hicsos, del más.remoto alto viejo Imperio Egipcio fundado por los Piromys de Horódoto y cuyo monarca conspicuo es Osiris. El nuevo Imperio comienza de la 8* dinastía para adelante. Tan alto como la 4* de las dinastías de Manethon; la misma que construyó las grandes pirámides de Gizeh en Egipto, más de 50 siglos antes de J. C., se descubrieron minas de cobre en este desierto, que se hicieron trabajar por una colonia de operarios; mucho antes de esta época se había trabajado en esta Península minera, minas de oro y de cobre. Aún antes del tiempo de Snefron, que encabeza la 4* dinastía de Manethon, la península del Sinai se hallaba ocupada por tribus asiáticas, probablemente razas semíticas, por cuya razon vemos á menudo á los faraones representados en las tablillas geroglíficas es- culpidas en las rocas 4 que hemos hecho alusion, como triunfantes sobre los enemigos de Egipto. Casi todas las inscripciones de estas minas, pertenecen á la antigua monarquía. Solo se ha descubierto ura posterior, perteneciente al período en que el rey Tuthmosis III y su hermana, reinaron juntos. Despues de este parage, solo se encuentran antiguos monumentos Egipcios en Sarbut-el-Chadem. Estos monumentos son verdadera- mente asombrosos, presentándose como tales aún para aquellos que se hallan más preparados para estudiarlos. Las más antiguas represen- taciones pertenecen tambien aquí todas, á la antigua Monarquía, pero solo hasta sus últimas dinastías, cuya autenticidad había sido puesta en duda por los adulteradores de la historia en provecho de una cro- nología falsa; tales son las dinastías 12%, 133,142, 151 y si falta la 16* es solo debido á que su rey último, Timaos, fué muerto por los con- quistadores Hicsos. Esos mutiladores han querido hacer pasar el Egipto de la dinastía 12*, dinastía conquistadora y con reyes más ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXIX 18 974 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA grandes que Ramsés [1 Meiamoum, á los Hicsos, loque es un absurdo. Han sido precisas las dinastías sucesivas 13*, 14? y 15* para hacer degenerar el Egipto en la molicie, y colocarlo bajo el yugo de sus conquistadores bárbaros. Los monumentos prueban aquí este hecho lógico de la historia. En este período, bajo Amenemha III, háse esculpido en la roca una pequeña gruta, escavando tambien una ante- cámara. En el esterior hánse erigido elevados steles, en diferentes dis- tancias y sin el menor arreglo preconcebido, estableciéndolas los reyes de las dinastías sucesivas, sin ninguna preocupacion del con- junto, que se esplica por la distancia de los tiempos y la indiferencia de monarcas pertenecientes á dinastías sucesivas distintas. Si fuesen la obra de un solo monarca y de un solo pensamiento, habrían sido dispuestas con regularidad y en vista de un conjunto, de un efecto, como los otros monumentos autónomos. El más remoto de estos steles se halla á distancia de */, de hora, en el punto más elevado de la meseta y pertenece á la dinastía 15*. Al advenimiento de la Nueva Monarquía, Tuthmosis III ensanchó el edificio hácia el Oeste y añadió un pequeño pilon, con un patio este- rior. Los reyes posteriores añadieron una larga série de cámaras adicionales, unas en frente de otras, eu la misma direccion; única- mente, segun parece, con el objeto de proteger las steles memoriales erigidas sobre ellas, de la intemperie, con especial de los fuertes vientos cargados de arena, que hasta la fecha, casi han destruido del todo las más antiguas steles, que se encontraban hasta esa época sin proteccion. La última stele que se presenta exhibe los escudos del último rey de la 19* dinastía (la de los Ramsés). Parece que desde esa época (que coincide con la época del exodo) el mineral ha sido abandonado por los Egipcios. La divinidad á quien se tributaba un culto especial, desde el advenimiento de la Nueva Monarquía, era Hator, con el epíteto que se encuentra tambien en el mineral más antiguo de Wadi Magharah, Nuestra Señora de Mafkat, es decir Nues- tra Señora del pais del cobre; pues Mafka en geroglíficos, lo mismo que todavía en el idioma cóptico significa cobre. Por consiguiente este fué tambien un mineral de cobre. Esto se halla confirmado por un aspecto peculiar, que, parece estraño, pasó inapercibido para todos los viageros anteriores al sábio aleman Lepsins. Al Este y Oeste del templo se ven unas grandes pilas ó pircas de escorias, que vor su color negro forman un fuerte contraste con todo cuanto los rodea. Estas elevaciones artificiales, la mayor de las cuales presenta 256 pasos de largo, con 60 4 120 de ancho, se hallan situadas sobre una lengua de FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9275 tierra que forma una meseta que se proyecta dentro del valle; há- llanse cubiertas con una sólida costra ó reboque de escoria de 14 45 piés de espesor, presentán lose cubiertas hasta su base con frag- mentos separados de escoria, hasta la profundidad de 12415 piés. Estos depósitos de escoria se hallan lejos de las boca-minas. En efecto para la fundicion de los metales se habrá escogido un sitio despejado donde el viento podía fácilmente llevarse los vapores nocivos. Ahora, preguntamos nosotros, ¿con qué combustible se hicieron esas fundiciones ? Es claro que no fué con hulla ó carbon de piedra, combustible desconocido de los antiguos. Estas grandes fundiciones han tenido, pues, que hacerse con leña y por el sistema dispendiosí- simo de los antiguos. Esa leña no pudo venir de las riberas del Nilo, ni de otro punto de las costas, pues estos minerales se hallan lejos del mar, al través de un país quebrado. Este combustible se ha tomado, pues, de los bosques primitivos de la península del Sinaí. Aquí te- nemos pruebas, entónces, entre muchas, no solo de la fecundidad an- tigua de estos modernos desiertos, sinó de las causas reales que los han reducido á su condicion actual. La devastacion delos bosques no replantados, y cuyo corte no ha sido reglamentado por un Gobierno previsor é inteligente. Esos desiertos han sido antes la mansion de la frescura, de la vegetacion, de las aguas corrientes. La mano del hom- bre los hadevastado con un objeto cualquiera. La tierra, falta de bos- ques, cesó de atraer las lluvias de las nubes y el rocío del aire se disecó y esterilizó, produciendo el desnudo, el árido desierto actual, que en= tristece el alma y mata al pobre viajero con la sed y el hambre. El paga laimprevision, la ignorancia y la culpa de las antiguas generaciones. Otras pruebas, á más delas marcadas, se encuentran en esos actuales desiertos, de su antigua fecundidad ; estas son ruinas de minerales y de ciudades jigantescas (en Madian y Bashan) y los innumerables cauces y quebradas que atestiguan haber en otros tiempos arrastrado caudalosas aguas y que hoy son la imágen viva de la aridez y la este- rilidad. Un inmenso paraiso convertido en un inmenso desierto, por la devastacion deJos bosques ! Volviendo á la descripcion del Sinai actual, al sud de la zona de arenácea que acabamos de recorrer, se alza una masa triangular de montañas, cuyos picos más elevados alcanzan una elevacion de 8000 á 9000 piés (de 2600 á 3000 metros), corriendo sus dos costados casi paralelos con los de la península misma, hasta que vienen á juntarse en un apex comun en el cabo Ras Mahomed, que es la punta oriental de la península que separa los dos brazos 6 Grolfos del Mar Rojo, el de 976 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Suez y el de Akabah. Una lonja de desierto llano confina este triángu- lo á su costado este y oeste; en el costado oriental esta lonja arenosa desaparece aquí y allí, cuando las montañas escarpadas acercíndose al mar, forman sobre él empinadas laderas; en el costado occidental esta loma se ensancha gradualmente al estenderse al sud, alcanzando su mayor ancho en Tor. Allí se presenta un plano ondulado de granel (arena gruesa, especie de ripio); es llamado antonomáticamente lo mismo que un llano más grande en el interior, El aah, la pampa. La monotonía de superficie solo se halla interrumpida por un cordon de lomas, médanos bajos que costean la ribera, y por dos pequeños montículos cónicos en su centro, los cuales por su conformación pe- culiar los árabes han denominado Gerain Utud (los cuernos nacien- tes de cabrito). La formacion cretácea costea la ribera, formando una larga y estre- cha lonja, que se estiende al sud desde Suez á Tor, y confinado al nor- deste por el escarpamiento del Tij, y al este y sudeste por los distri- tos de la arenácea y del granito. Aquí y allí las playas de la ribera se hallan interrumpidas por escarpadas laderas de calcárea. Esta region esla más desolada de todas. Las montañas que en ninguna parte se alzan á más de 2600 piés, son incoloras y casi informes, alzándose suavemente al principio de las playas del mar, y en seguida más em- pinada y abruptamente hasta sus crestas más elevadas. Aún allí suelen encontrarse á veces estrechas quebradas ó pintorescos valles, un fres- co arroyuelo corriendo sobre su lecho de guijos, y sus blancos y ofus= cantes muros festoneados por las guirnaldas perfumadas de las matas de la alcaparra. Las montañas de este distrito cretáceo se hallan con-= finadas á su porcion meridional. Del Wady Gharandel hácia el norte, el país forma un desierto plano y nivelado, con una gradiente pronun- ciada hácia el mar. Uno de los rasgos más carasterísticos de esta region es la infinita ramificacion de pequeños valles que se encuentran en algunas de sus planicies y páramos. Esta formacion seexhibe sobre todo en la mese- ta situada al oeste dé Sarbut-el-Temel, donde se presenta ála vista una perfecta red de pequeños wadyes cretáceos; circunstancia que los árabes, en su lenguaje espresivo, llaman Sheberkeh, la red. El ára- r be es el pueblo más preparado para dar á cada cosa su nombre más adecuado. En cada localidad, cada roca, montaña, barranco ó valle tiene su nombre apropiado y espresivo de su naturaleza. Para ellos una coleccion de nembres es un tratado completo de topografía. Así por todo, ellos han sustituido con su nomenclatura los nombres bíbli- y EA FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 51 cos. Pero muchos de sus nombres dan la llave para recobrar las anti- guas designaciones, mediante que todos sus nombres tienen susignifi- cacion y está adecuado ála cosa. Solo para esta clase de nombres tie- nen memoria los árabes. En Wady Feiran, un delicioso valle del Sinai, es fácil descubrir, por ejemplo, el nombre bíblico de Paran. Ferain en Bedawin quiere decir raton, y el hechicero valle ha recibido este nom- bre, Wady Feiran, Valle de los ratones, porque sus rocas se hallan perforadas por los cenobitas de la época cristiana, de manera á simu- lar cuevas de ratones, esto es, de jerboas, que es el raton de estas lo- calidades. En lugar de Monte Horeb, este ha recibido el nombre de Jebel Aribeh, Mamándolo así de la planta aromática el arzbeh, en que abunda. El Monte Horeb se halla en las inmediaciones del Monte de Moisés, Jebel Musa, que se supone haber sido el teatro para la pro- mulgacion de la ley. En el Sinai, como por todo, los más interesantes paisajes de mon- tañas se encuentran en las cadenas primitivas cristalinas (el granito, el gneis, etc.), que justamente ocupan la parte central de la penínsu- la. Las formas graníticas son más imponentes que las del gneis, del pórfido ó la micaschista; en estas últimas, sinembargo, esa espléndida y bella coloracion de la dolerita, que jaspean las masas de gneis y de micaschista, dan al paisaje los aspectos más romanescos y gratos que es posible imaginar. Las montañas graníticasse presentan en un haci- namiento y caos tal, que á penas si podría caracterizárselas. Los geó- erafos del Sinai las han dividido en tres grupos; el del oeste que tie- ne al monte Serbal por su cresta culminante; el grupo central ó del Sinai, uno de cuyos picos, que culmina en los horizontes de la estre- midad setentrional del Mar Rojo, el Jebel Katharina, es el más elevado de la península, y el grupo del sudeste, que culmina en el magnífico pico del Umm Shomer. Más afuera de estos hay numerosos otros picos y grupos, que apenas si son menos grandes é imponentes. En el oeste, la enorme masa roja del Jebel Benat, con sus graciosos contornos, lla- ma la atencion tanto como el Monte Serbal; y el Jebel Umm Alawai, que se enseñórea sobre el magnífico llano que se estiende á los piés de su falda nordeste, á estar menos escondido, hace tiempo por cierto, que ya habría reclamado el honor de ser la montaña de la cual el De- cálogo fué promulgado, El rasgo más conspícuo de la region granítica, es la prolongada ca- dena al Norte del Wady Nasb Oriental, la alta sierra del sud, que te- niendo á Jebel-el-Thebt por su punto más setentrional y elevado, llega casi hasta el cabo Ras Muhammed, y el gran muro granítico 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que circuye la masa central de rocas plutónicas en medio de las cua- les culmina el Monte Sinai. Las largas y tortuosas quebradas que in- terceptan los grupos ó falanges de montañas, se llaman en árabe Wa- dys. Por cierto que en nada se parecen álos lindos valles que intercep- tan las sierras de Córdoba ó San Luis. Más bien se parecen á enormes rios secos con lechos arenosos y disecados, abiertos por una exuberan- cia de aguas, y hoy reducidos á la más espantosa aridez, como las quebradas del Jigante, ó del Pié de Palo, en San Juan. Indudable- mente son el lecho de antiguos torrentes, porque hoy pocas veces llue= ve y su formacion debe remontar á la época en que la península del Sinai tenía vegetacion y vida. Como hoy no existe vegetacion en los flancos de las montañas que contengan y absorban las ralas, pero tor- renciales lluvias de esta region, estas quebradas ó rios secos carecen por completo de aguas corrientes, y cuando la lluvia llega á precipi- tarse sobre las alas de una espantosa y deshecha borrasca, los torrentes se precipitan en cascada le las cumbres, corren por las quebradas y se agolpan en aluvion en los grandes wadys que llenan con sus turbios y con los despojos de rocas desgajadas de las montañas; el ripio y la pedrason rodada que llenan estos valles, prueban la realidad de este- hecho, el cual raras veces es general, siendo solo parcial del grupo que se ha atraido la borrasca. Por lo demás, las lluvias ordinarias, aunque escasas, son suficien- tes para abastecer las pocas fuentes y arroyos que hoy forman la provision de agua permanente de estas montañas. Tan rápida es la evaporacion, que poco despues de los torrentes de agua precipitados de las nubes, la superficie del suelo se presenta tan seca y sedienta como antes; pero una gran proporcion de ella debe haber sido absor- bida y retenida en el gravel ó arena gruesa que llena el lecho de los wadys; además, los grandes aluviones que á veces suelen precipi- tarse hasta el mar, deben dejar sin sumirse mucha humedad. Aunque el aspecto general del país es desolado y desierto, no debe creerse se halle por completo privado de toda feracidad. No hay, ciertamente, rios considerables; pero suele 4 veces encontrarse algun arroyuelo que desciende murmurante entre verdes márgenes; especie de des- pojo del naufragio en que un desmonte imprudente y en grande es- cala, sumergió esta en otro tiempo rica y feraz region. Donde con más frecuencia se encuentran estos preciosos arroyuelos, es en las románticas quebradas del distrito del granito. En los wadys de Nasb y Gharandel, se presentan corrientes perennes, aunque no contínuas, y grandes estensiones de vegetacion. En esa parte del Wady Feiran, FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 979 donde el valle se contrae en su ancho, concentrando la hamedad, se presenta el oasis más considerable de la península; y detrás del pe- queño puerto marítimo de Tor, otro parage en que una depresion del gran llano aluvional de El Gaah parece concentrar la humedad, existe un vasto y magnífico bosque de palmeros dátiles. * Además de esto, los parages más feraces producen espinos, acacias, tamariscos, sida y otros árboles; mientras que la mayor parte de los valles contienen alguna vegetacion, como sucede con los valles y que- bradas del Pié de Palo en San Juan, aunque en ese grupo sud-ame- ricano no faltan árboles mimoseas. ln las altiplanicies Ó mesetas crecen la mirra, el tomillo 7 otras yerbas fragantes; y en los llanos abunda la retama (que los árabes llaman relem que es el jumpero 6 enebro de la escritura) una malva llamada sekkeran por los árabes; la yerba aberthiran y multitud de otras de que los camellos se ali- mentan. Aún las faldas de las colinas más desnudas y pedregosas, rara vezse encuentran destituidas por completo de vegetacion, y la rosa de Jericó, una planta extraordinariamente bibulosa, que tiene la facultad de revivir cuando se la coloca en agua despues de perma- necer abandonada en un gabinete durante años, puede verse en los parages más estériles. El herbaje de los valles es de un verde gris pálido, y en la estacion de verano, tan requemado á veces, que se reduce á polvo al más ligero contacto; pero la primer lluvia de pri- mavera vuelve estas plantas á la vida; y como la vara de Aaron los tallos marchitos y secos, vuelven á brotar de nuevo hojas y flores. Toda esta vegetacion, sin embargo, no modifica en lo menor el as- pecto general desolado y desierto del vaís. La vegetacion, como dice Darwin, en su lucha por la existencia, tiene que adaptarse á las exi- gencias y al aspecto del país, confundiéndose entre las áridas arenas, ripios y rocas: 4 Moisés y los hijos de Israel, más de 3000 años hace, debe haberles ofrecido el mismo aspecto que hoy. Muchos de los wadys menos frecuentados, con especial los que descienden de las grandes montañas graníticas, se hallan regados por dulces corrientes y naturalmente ostentan una frondosa vegetacion. Los antiguos cenobitas y frailes que vinieron á perturbar con sus su- persticiones estas montañas consagradas por el decálogo del Dios único, Gel dios de la razon, de la luz y de las ciencias, dejaron por lo menos el beueficio de plantar jardines y bosques de olivos, mu- chos de los cuales aún se conservan hasta hoy. Estos jardines, mien- tras fueron cultivados con esmero, obraron como otras tantas espon- jas ó represas, atesorando el precioso líquido y aprovechando las aguas 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de los torrentes, y mediante el represamiento de estas aguas le fué no solo posible atender á sus necesidades, sinó regar con abundancia sus huertos, jardines y cultivos, conviertiendo un azote en un bene- ficio y un don. Esto nos conduce á otra consideracion no menos im- portante. ¿Era el país más fértil en la época del Exodo que hoy? In- dudablemente si, pues su desmonte no debía ser tan completo. Con- quistado este país por los egipcios desde una remota antigúedad, fué cultivado por ellos é indudablemente hasta el tiempo de Moisés, debían conservar allí represas y plantíos. Los pastos debían tam- bien ser, junto con las aguas, más abundantes. Como el pueblo tenía numerosos rebaños, pudo pastorearlos allí y vivir y vestirse de sus productos. El cultivo del suelo suministraría el trigo y los vegetales indispensables; tanto más, cuanto que los mismos matorrales en que abundaba el país producían entónces, como hoy, esa exudacion aro- mática y sustanciosa llamada manda, que constituyó parte del ali- mento del pueblo y que aún hoy mismo se produce en la vegetacion más escasa que se hu conservado hasta nuestros dias. Así esplicados los hechos, se hacen creibles y admisibles á la filosofía, siendo mu- cho más probable que Dios obre sus milagros sin violar sus propias leyes. Se pueden además citar muchos pasages de la Biblia que prue- ban que llovió con frecuencia durante la peregrinacion del pueblo por el desierto. Se conservan aún muchos bosques de acacias y otros árboles en la venínsula; y estos, como los jardines, forman una especie de barri- cada contra la fuerza de los torrentes. Ahora bien, cuando uno de ellos ha sido destruido y que una borrasca se desata, toda la vegeta- cion que defendía ó era protegida por el bosque, es luego arrastrada y la esterilidad y la desolacion marca el. curso de las aguas de alu= vion, que aprovechadas en represa, serían un manantial de abun- dancia y riqueza. Ahora bien, segun la Biblia, existía una gran po— blacion, en las inmediaciones del Sinai en la época del Exodo; y los vestigios que aún se conservan de ellas, indican que esos poblado- res, como los monjes posteriores, se esforzaron en hacer valer todos los recursos que el país presenta. Se conservan, además, abundantes ves- tigios de grandes colonias de mineros egipcios, cuyos hornos de fundir y montones de escoria se ven aún en muchas partes de la pennsula. Ya hemos dicho que estos mineros han debido destruir muchas millas de bosques, empleándolos como combustible para sus opera- ciones de fundicion. Aún más, los mismos hijos de Israel no han po- dido residir y pasar por allí sin consumir tambien vastas cantidades FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 981 de combustible. Y si los bosques naturales de estas montañas desa- parecieron así unos trás otros; si la poblacion quedó reducida á algu- nas tribus pastoras de voraces cabras, que devoran toda vegetacion hasta la raíz; si las represas, los cultivos y la replantacion de los bosques quedaron descuidados, entónces lus rocíos y lluvias que cada vez se hicieron más escasos por la falta de árboles que lo atrayesen, los aguaceros, al caer en forma torrencial, no se detuvieron para fer- tilizar la tierra, sinó que ahondaron los lechos de los torrentes de las montañas y arrastráronlo todo á su paso, hasta precipitarse en los vecinos mares; secos y ardientes estíos sucesivos completaron luego la obra de la desolacion, y la península del Sinai, siglos antes país fértil y abundante en aguas y bosques, quedó insanablemente reducida á lo que es hoy un desierto. La actual esterilidad del país hace las visisitudes del clima mucho más severas en el Sinai que en otras partes de la Arabia. Del estre- mo del calor, se pasa al estremo del frío, presentándose en la tem- peratura enormes diferencias de 50” Farh. entre la temperatura del dia y de la noche; no existiendo ni combustible para contrarestar el unó, ni sombra para neutralizar el otro. La desnudez misma de las rocas imparte á la escena una grandiosidad y belleza que le es pecu- liar. Porque como no existe vegetacion para suavizar los asperos li- neamientos de las montañas, ó que oculten la naturaleza de su for- macion, cada roca se presenta con sus contornos distintivos y su co- lor propio con tanta claridad, como en el trazado de un mapa geoló- gico jigantesco. En algunos wadys las faldas de las montañas se presentan señaladas con innumerables vetas de los matices más bri- llantes, produciendo efectos de color y diseños fantásticos que sería imposible describir. Estos efectos se hallan realzados por la especial claridad de la atmósfera y el esplendor ofuscante del sol arábigo; una parte de la montaña se vé brillar con un matiz aureo ó rojizo, mientras el resto se presenta sumerjido en una densa sombra. A veces un remoto pico parece confundirse con el fluido azul del firma- mento; mientras otros se presentan con toda la magnificencia de sus ocres purpúreos 6 violetas; y con lo que podría juzgarse un mero es- queleto de paisage, se obtienen tan pasmosos efectos, como si las des- nudas rocas se hallasen vestidas de bosques y viñedos ó coronadas con las nieves esplendentes de nuestros Andes. La naturaleza, en una palabra, ha querido demostrar aquí, que ella, con su paleta má- sica, puede convertir el más árido y desolado conjunto geológico, en un caleidoscopio mágico de una esquisita belleza. 982 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA: ARGENTINA VII ISTMO DE SUEZ. — SU ASPECTO, SUS DESIERTOS. — PASAJE DEL CANAL DE SUEZ Acabamos de dar una idea de la montaña, ó mejor de la region, en que ahora 35 siglos se promulgó la ley inmortal del Decálago. Más adelante añadiremos otros detalles más precisos á los rasgos genera- les de nuestro cuadro, pasando inmediatamente á las descripciones que comporta la continuacion de nuestro viaje. El Istmo de Suez, hoy cortado por el canal marítimo de Lesseps, es una angosta lonja arenosa de tierra, ó mejor, medanosa en partes y en partes pedrego- sa y quebrada, que ha ligado desde antiguo, probablemente desde los comienzos de la edad geológica moderna, los dos continentes asiático y africano, estendiéndose de un lado, entre el mar Rojo y el Mediter- ráneo del otro (entre los Golfos de Suez ú Heroopolis y de Pelusium), con un ancho de 177 kilómetros (cerca de 20 leguas francesas de 4 ki- lómetros). Así sus dos puntos estremos son Pelusa (hoy puerto Said), y Suez, la antigua Arsinoe. En su relieve esterior este istmo forma una depresion longitudinal, resultado de la interseccion de dos planos in- clinados descendiendo por un declive insensible, el uno del Egipto, el otro de las primeras lomas ó colinas asiáticas, lo que caracteriza per- fectamente la cuenca del antiguo canal, estrecho ó brazo de mar, que pasando por sobre los médanos de El Gruisi, ponía en contacto las aguas del Mediterráneo con las aguas del Mar Rojo, en la época indi- cada arriba. Suelo arenoso y pedregoso, conesos guijos rodados quelas olas arrastran en su lecho marino, suelo hoy muy accidentado por los médanos acumulados por los vientos, los matorrales y las piedras y terrenos de transporte de los aluviones del desierto, y en el cual á más del canal, se presentan númerosos lagos salados, como los lagos Amargos, el lago Tisusah, el lago Mensaleh, etc. Antes de pasar al canal, referiremos al lector algunos detalles de una escursion emprendida al través de los desiertos inmediatos al ca- nal, para dar una descripcion del país, terminando con una descrip- cion del delicioso valle Feiran, en el Sinai. La escursion la hicimos el 4 de Abril, en camellos, Un ardiente kansion ó viento sud del desierto soplaba ese dia, el cual arrastraba nubes de arena y de menudos gui- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 283 jos con que azotaba nuestros rostros, que tuvimos que cubrir con un pañuelo y unos anteojos para la proteccion dela vista; causando gran dolor á nuestros guías árabes, que marchaban con las piernas desnudas para seguir la moda de su país, sin quejarse ni chistar. Jamás ha- biíamos visto una tal clase de granizo. El zonda en el interior de nues- tro país, arroja nubes de polvo y arena gruesa, pero no con tanta vio- lencia ni persistencia. Paramos un poco antes de ponerse el sol, colo- cando nuestra tienda en un hueco entre dos médanos que presenta— ban algunos arbustos espinosos, y unas matas de árido pasto que ser- vía para la comida de los camellos. La tormenta de tierra y arena duró toda la primera parte de la noche, y al despertarnos estuvimos por creernos fósiles, teníamos una gruesa capa de arena encima. La segunda parte de la noche llovió á cántaros. Pero el dia siguiente amaneció espléndido y como el aguacero había destrozado los grandes enemigos del viájero en estos climas, el calor, la sequedad y el polvo, en la mañana nos pusimos en marcha con tiempo delicioso y respiran- do el puro y delicioso ambiente de los desiertos arábigos, despues de un aguacero, aromado de mirra, benjuí y áloe. El viento cálido y pul- verulento llamado kanston, se había convertido en una brisa fresca, deliciosa y perfumada. La Providencia pues nos protejía en nuestra eseursion arriesgada en el desierto, y la tarde de polvo se olvidó con la grata frescura matinal humedecida por la lluvia. Antes de continuar nuestra marcha dí un paseo por las inmediacio- nes del campo. Las montañas de Arabiase alzaban azuladas al nacien- te, y las de Africa, en el occidente. El suelo del desierto, mitad gra- nel, mitad arena, fresco y suave crujía hundiéndose bajo los pies sin levantar polvo como nieve recien caida; por un lado presenta méda- nos ó lomas arenosas bajas; pero atrás llanuras interminables siem- pre conel mismo matiz leonado ó bayo terroso. Todo nuestro camino se halla sembrado de esqueletos de camellos y de huesos blancos como la nieve. A veces se suele encontrar la calavera de un esqueleto á medio enterrar entre la arena, reliquia tal vez de algun pobre peregri- no muerto de fatiga ó de peste. La melancolía del desierto se acentua- ba con estos hallazgos de la muerte. Pero no todo es muerte en esas soledades. Tambien alcanzamos á ver un sapo (sería curioso saber lo que allí hacía), un lagarto grís, algunas codornices y algunos cuer- vos, cuya presencia daba cierta vida á esos arenales, que solo nos pre- sentaban algunos arbustos espinosos, algunas flores silvestres y una planta muy fragante parecida á nuestra manzanilla silvestre, que los árabes llaman behharran. Por largo tiempo se nos presentó en el hori- 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA zonte un árbol en perspectiva con la aparente dignidad de una palmera más ul acercarnos vimos consistía en un arbusto espinoso cu- bierto de trapos allí colgados por Jos peregrinos de la Meca, y los cuales agitados por el viento, nos habían simulado palmas. Cerca de él había un camello á medio devorar por los buitres. La presencia de estos señores no era pues en vano. Costeamos prime- ro un largo y pintoresco cordon de colinas situado al norte de Gebel- Ataka, y el cual, de un grís rosado por la mañana, anunció despues de ponerse el sol un subido matiz ferruginoso: termiva á las inme- diaciones de Suez. Peroaquísenos vieneuna reminiscencia bíblica: losisraelitas al llegar á Etham en el confin del desierto, viniendo de la tierra de Gessen; marcharon á Phiairoth en la direccion del sud duranie un diu entero. Phiairoth es un paso Óó puerta al través de la montaña del Ataka, Portezuelo, como lo llamamos en el interior. Un estrecho ó quebrada entre dos macizos de montañas, con el mar al frente y Fa- raon (Mernephta, el hijo de Sesostris) con su ejército enemigo detrás. Mas por un milagro, ellos llegaron en la baja marea y las aguas, al retirarse, habían dejado un paso ó lengua de tierra entre los lagos Amargos, que era en es época la estremidad del golfo Heroopolita, y la actual ensenada de Suez. El pueblo huyendo desesperado del ene- migo que lo pisaba por detrás, aprovechó aquella feliz ocasion y pasó en columna entre dos olas, como quien dice entre dos mares, que al pisar aquel médano bajo de arena que le servía de puente, el pueblo debió considerar como dos muros de aguas abiertas, milagrosas é inmóviles para darles paso. Faraon que no veía en esto el menor mi- lagro sinó el paso abierto siempre por las olas en baja marea entre dos mares en retirada, la emprendió tambien por ese mismo estrecho ó istmo. Pero cuando Faraon y su ejército en columna se hallaban todos englobados en el paso entre dos mares, ó mejor dos olas, he ahí que un viento récio se levanta y los dos mares separados por la baja marea al juntarse, abismaron á Faraon y su ejército. De ahí es nombre de Ataka dado á esa montaña, que significa lubramiento milagroso. Y lo era en efecto. Sin hacer milagro, Dios libertó al pueblo de Israel, lo milagroso es la libertad de este, no el hecho. Los verdaderos milagros Dios los hace sin violar las leyes de la naturaleza, libertando á los justos y confundiendo á los opresores. Al salir de las montañas, en los llanos que recorríamos, se tiene el fenómeno del miraje: le parece á uno tener el Mar Rojo al frente; y hasta se ven las naves que lo surcan refractadas en las nubes. Respec- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9285 toá nuestras cabalgaduras hemos dicho, consistían en camellos, los de Arabia no son tan fuertes como la cría egipcia, digo camellos y de- biera decir dromedarios, son estos últimos los que se monta , los ca- mellos propios solo sirven para carga. El dromedario es al camello, lo que el caballo inglés de carrera, al pesadote caballo de tiro frison. Solo el camello de la Bactriana tiene dos juorobas, que se han atri- buido falsamente al dromedario. Los árabes que nos acompañaban eran de raza zoalía, de la Tora ó tribu del Sinai. Las tribus del Tora forman una bella raza, bien formada, dispuestos, alegres y compla- cientes con los viajeros. Su vestido es el kefia Ó turbante enrollado en borno dela cabeza, una túnica ó camison blanco atado á la cintura y una capa de lienzo asargado azul, con ojales de cuero de pescado, le ahí su traje. Generalmente yo me marchaba á pié dos ó tres horas antes de ponerse en movimiento la caravana, descansando de véz en cuando bajo la sombra de una roca ó de un arbusto, basta que la ca- rabana me alcanzaba, y entónces montaba mi dromedario. Antes de la parada de la tarde, volvía á dar otra caminata á pié estudiando el suelo, las yerbas, los animales que encontraba al paso. Los camellos marchan generalmente á razon de tres millas por hora. Pero los ca- mellos cargados con las camas y las provisiones son muy caprichosos en su marcha, ccupándose en ramonear por todo el camino y aún se- parándose de este por poco que una buena mata de pasto tiente su golocina de camello, aún esponiéndose á una reprension de su conduc- tor. Estos desiertos abundan en plantas espinosas y aromáticas. Al caer la tarde, se escoje un sitio parejo para hacer el alto noctur- no al pie de una roca ó de una colina para abrigo y seguridad. Los ca- mellos se arrodillan para cargarlos y descargarlos y para permitirá los pasajeros subir ó bajar. En media hora las tiendas estaban para- das, los fuegos encendidos y las estrellas brillaban sobre nuestras ca- bezas. En estas regiones el crepúsculo dura poco. Mientras dura la luz, los camellos ramonean á discrecion. Pero entrada la noche son atados en torno del campamento, ruminaudo su racion de torta de avena ó dátiles. Los beduinos, terminada su cena de pan y dátiles y sus alegres charlas, se envuelven cuan largos son en sus abbas y se duermen. Un arriero riojano ó catamarqueño, tiene muchos puntos de semejanza con estos árabes. Esta vida de beduinos, parecida a la vi- da de nuestros arrieros de cordillera, es la más primitiva, patriarcal y agradable que es posiblo imaginar. Al llegar álos puntos bíblicos, yo leía el pasaje correspondiente del exodo y me extasiaba en la contem- placion del paisaje. Cualquier nube, nos parecía la columna de humo 286 ' ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARSENTINA que guiabalos israelitas, por la noche, los fuegos de las caravanas ó pastores vivaqueando en el desierto, nos parecían la columna de fuego. La vista del golfo de Suez desde la ribera asiática es magnífica, Gebel-Ataka y Gebel-Deradje, las dos cadenas de que hemos dado cuenta sobre la ribera africana del golfo de Suez, cada una corriendo 4 formar un largo promontorio, se estiende á lo largo del litoral afri- cano, y casi opuesto al portezuelo de la cadena, se avanza el Ras Musa, 6 promontorio de Moisés (ras en árabe y ros en celta ó gaélico, tienen el mismo siguificado). A cada paso que avanzamos vemos la comprobacion de la teoría de Mr. Donnelly, de que los habitantes del mundo dezaparecido de la Atlántida, son el centro creacional de todas las razas cultas actuales. De allí hemos visto ponerse soberbiamente el sol detrás de las crestas del Ataka, y la media luna brillaba esplén- didamente cn el cielo purísimo de la arabia, cuando acampamos en las inmediaciones de Ain Mura ó las fuentes de Moisés. Allí se alzan mu- chas palmeras desparramadas en contorno, las cuales han formado una espesura híspida por falta de poda. Los sapos, los grillos y los asnos rebusnantes entre las tropillas, nos dieron un ruidoso concierto toda la noche, á cuya armonía salvaje pudimos dormirnos pacíficamente. Al dia siguiente, durante tres horas, marchamos en un desierto al- ternativamente arenoso y pedregoso, con el mar Rojo, de un profun- do azul á la derecha y la cadena de Gebel Tih ála izquierda. El país que se estiende más al nordeste es el Tij, esto es, el desierto de los is- raelitas errantes. De las tres á las cuatro de la tarde penetramos en las áridas é infinitas llanuras del desierto arábigo, que tiene por nom- bre El Ata y queno es otro que el desierto de Etham de la escritura, el cualá juzgar por la relacion de Moisés en el exodo se estendía álo largo del golfo, que comprendía en esa época los lagos Amargos. Al cabo de siete y media horas de marcha, nos detuvimos en la noche en el Wady Seder, sobre un lecho de arena tan mullido como la al= fombra de Persia ó de Bruselas que tapiza un salon de baile. Ya sabe- mos que Wady en arabe significa valle, aplicándose igualmente á una escabrosa quebrada de montaña, 6 á una mera cañada ó depresion en el llano horizontal del desierto, como en el presente caso. El Gua- di de los españoles es una corrupcion del Wady árabe. Los terrenos que en nuestro país llamamos guadalosos son no solo arenosos ó me- danosos, sinó tambien quebrados de cañadas bajas, tambien arenosas y á ls, como los Wadys árabes. Sederes una corrupcion de Shur ó Sdur, el antigivo nombre del desierto que separa el Egipto de la Pa- lestina. Fué á este desierto ú á su parte setentrional, donde huyó FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 285 Hugar, la madre de Ismael, el antepasado delos beduinos, segun la Biblia. Pero esta es una mala version. Ismael es solo padre de una tríbu bedawin ó beduina, pues ytras tribus bedui.as existían ya antes de este patriarca que vivió en el siglo xxtH1 antes de J. C. como se ve por las inscripciones de Wady Maghara, que tiene unos 5000 años antes de J. C. de data. Entre esas inscripciones se ve al rey Snefron de la 4? dinastía, imponiendo la sumision á los árabes asiáticos que ocupaban el Sinai. Cuán vívidamente las escenas pastoriles de la Bi- blia se pintan en este desierto. Elterreno en estas inmediaciones se halla cubierto con lechos de la más fina creta, recocida por el sol en erandes panes de un blanco purísimo, toda esta cañada se encuentra inundada en la época de los grandes aguaceros. Al dia siguiente, partiendo á las sicte y media de la mañana, llega- mos á las dos y media de la tarde á la fuente de Howara, de aguas amargas de la cual bebieron los camellos hasta locupletarse. Esta agua no se halla tan impregnada de sales minerales, que sea intoma- ble. Solo es nauseabunda para un paladar humano. Aguasigualmen- te nauseabundas he probado en las aguadas de Atacama y otros pun- tos de Sud-América. Estas aguas pasan probablemente por algun ban- co de fósiles Ó de pizarras petrolíferas ó natronosas. La de Howara brota sobre una loma elevada, rodeada de médanos. Dos bellas pal- mas del Fenix datrlifera crecen á sus inmediaciones. El cielo destila- ba calor, como la bóveda de un horno, alacercarnos, y un tinte pálido y pulverulento se estendía sobre el paisaje. En este punto fué donde los israelitas, muriéndose de sed junto á esta agua amarga, murmuraron contra Dios. Porque no cabe la menor duda de que este pozo es el Mara de la Escritura, que Moisés endulzó, mezclando sin duda con el agua cantidades del mana ó munn que seexuda del Tarfa ó de la fruta del homr que allí abunda, pues así lo hacen los árabes hasta hoy para endulzar estas aguas nauseaburdas. Tarfa es la planta impor- tada entre nosotros con el nombre de Tamarisco. Estas plantas del homr y del tarfa de que se puede obtener este maná ó resina endul- zante, abundan en el Wady Gharandel, dos horas más adelante de Beer Howra, donde hicimos nuestra parada de la noche. El primero da unas pequeñas bayas rojas, cuyo zumo, desleido en agua, produce un delicioso sorbete alimenticio, el munn tiene un sabor aromático parecido al de la trementina, se puede guardar en panes, que se de- rriten cuando se quiere mojar el pan en él. Entre Beer Howra y Wady Gharandel el país se hace más montañoso y asume un caracter más pintoresco. Hicimos nues- 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tra parada entre matorrales de Tarfa bajo una de las colinas de Wady Gharandel, este paraje es probablemente el Elim de la Es- critura. Al dia siguiente al partir, vimos un pastor que arriaba en estas melancólicas y desoladas llanuras, un rebaño de cabras, era el primer ser humano que encontrábamos despues de salir de Suez. Nuestro camino seguía el Wady Ussait, al'poniente del cual cruzaron Moisés y los Beni-1srael, despues de ahogado Faraon en el Bahr Souf, nos decía nuestro guía Bahr Souf ó Yam Souf como lo llama Moisés, és el mar de las algas el golfo de Suez, donde no hemos encontrado algas. Se ve que los nombres varían poco en oriente con los siglos. Muy luego en la mañana tubimos á lo vista el Gebel Serbal, magnífi- ca montaña de granito, al noroeste del monte Sinai. A la una y cuar- to, media hora despues de dar de beberá nuestros camellos en los po- zos de Wady Sal, llegamos á la encrucijada del camino que se dirije al monte Sinai y á Sarboutel Kadem. Tomamos el primero, que es el más interesante, por haber sido el camino de los israelitas despues del exodo. Torciendo al oeste en este punto, penetramos en Wady Taibi, de cuyo punto la brisade mar impregnada de un perfume y de una frescura peculiar, nos anunció que descendíamos á la ribera del mar. El paisaje de este valle es notable. Durante la estacion lluviosa un torrente se precipita de él de 10 á 11 piés de profundidad, su fon- do se halla tapizado de lodo blanco, de tal manera endurecido, que no recibe la impresion de las pisadas de los animales, esto es un depósi- toenvía de petrificarse. De estas inmediaciones se extrae una sal de roca de un purísimo blanco y digna de figurar en una mesa régia. Despues de pasar un pequeño bosque de Tarfa y de datileros sil- vestres que costea una montaña al parecer volcánica por su color ne- gro, despues de desfilar por una estrecha quebrada, donde escuchamos un mirlo cantar alegremente en medio de la soledad, teniendo otra montaña negra á la izquierda, doblamos la punta que forma con el valle, y el espléndido Mar Rojo se presentó á nuestra vista, con velas y un vapor quelosurcaban á la distancia, y las montañas azuladas del Africa á la otra parte, espectáculo magnífico pero luego que pe- netramos más á dentro dé la llanura sobre la pendiente de la ribera, la vista se hizo aún más magnífica, diseñándose á nuestra vista toda la costa africana, desde Gebel Ataka hasta Gebel Gharib, vasto anfiteatro de montañas de lázuli con sus piés bañándose en la turquesa fiuida de las aguas del mar Rojo, mientras la perspectiva marina se perdía de vista en el espacio interpuesto entre los promontorios asiático y líbico. (Contimuard). ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO VIGÉSIMO NOVENO Páginas Enumeracion sistemática y sinonímica de los Formícidos argentinos, por el Mr. Cárlos Borg ..... onto voDoO Do ooo A > ooo Pop oooO O OS On 5 Dans o Parodi (mecrologlal oasis os 01 A la elalelolo a alajala siete 44 Moyimientors o Cll inet talla aa Aida ala o o AN aro bares A UDRO 46 EldoctorsGuillermo Rawson (necrología) 2... laa lala a aleta olas 49 El platino nativo de la Tierra del Fuego, por Juan J. Y. IKylO........oooooooooo.. 51 Informe sobre el wagon bélico del senor Montagner.......o.oo.oo..o.. Odo dopo Tono ano 53 MOIMNCaO ¿Oro o A... oooO OS 57 Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por D. Juan Llerena (conti- DUOCVW) o coco Voorsa boo rro AS > co 50 ORO BOBO Oe 59 La Unidades, por Manuel B. Babhla.............oooonocrcccorococrccccacann co 91 ano oral. Sscne coser oo >> ooo IDO AC ASAS 123 Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por D. Juan Llerena (conti- DNOADO) o sus oso sebo Do ano o o o coo oa e 125 Primer aniversario de la muerte del doctor Puiggari ...........o.o... O OS o 15 El gas de agua y el gas de agua purificado, por Pedro NM. Arata................ 148 Sobre la construccion de una superficie del tercer órden de Grapmann y una afinidad | - recíproca del tercer grado en el espacio, por el Br. Federico Haft........... 157 La escuela de Aplicacion para ingenieros, en Nápoles, por el ingeniero Luis A, Viglione..... a ala e e e NN toa araye ia icc lado 162 Mo eo sor e dina de da ae MO :0 0. 0.0000 AS 172 Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por D. Juan Llerena (conti- nUuacion)...... O A St EN >000o ads A ooo ooo conónoovosoo 18 Exequiasiiunebres del doctor RaWsoL..v.i0. o... a ala asno 193 Revista del Archivo de la Sociedad Científica Argentina, por Marelal KR. Candiott. 199 Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por W. Juan Llerena (conti—- TALCIO) est A > do AS 218 Revista del Archivo de la Sociedad Científica Argentina, por Marcial R, Candiotl. 241 Movimiento social ............. o aca + ie ele o Las Unidades, por Manuel B. Bahia (CONtINUACION).....o.o.oooooo.o... as 259 Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por D. Juan Llerena (conti- PURO ade sa noS a ooo ono aaa Sai A D009 0090000000 dobBoo 213 a - , £ r la y - - 0 z ñ ES A A E RN A IA A TR AA O IN E de A A Y .. ep ale a a . 2 EN y 1 e . 7 ; e o : p CAIRO > A .. 0 JE o . y dr AR A OSO CAS E ; A AS ERES NS cd e AO h A » E A O E E e A 5 po ist a de las Sociedades e Instituciones. con 2 que estamos en _ relacion pue medio del cange con los «Anales» y pública Argentina. anos Átres: cet Círculo Médico Ar- -—gentino; Club Industrial; Departamento Nacional de Agricultura; Departamento Nacional de Higiene; Instituto Geográfico Argentino; Sociedad Geográfica Argen- tina; Sociedad Nacional de Farmacia; Sociedad Rural Argentina. — Córdoba: Aca- E demia Nacional de Ciencias; Centro Industrial; Observatorio Nacional Argentino. A Brasil.— Rio Janeiro: Museu Nacional; Observatorio Imperial. República de Chile. -- Santiago: Sociedad Médica. República Oriental del Uruguay. Montevideo: Asociacion Rural del Uru- - guay; Ateneo del Uruguay. República de Venezuela. — Caracas: Sociedad Médica, Estados Unidos.— Boston (Mass.): Boston Society of Natural History.—Cam- bridge (Mass.) : Museum of Comparative Zoology.—Cincinnati (Ohio): Mechanic's Institute. — Davenport (Yowa): Davenport Academy of Natural Sciences. — Fi- - ladelfia: Engineer's Club of Philadelphia; Academy of Natural Sciences of Phila— delphia. — Nueva York : American Society of Civil Engineers: Poughkeepsie So- -ciety of Natural Science ; Master Car-Bilders Association. — Nueva Haven: Con- - necticut Academy of Arts and Sciences. —Prttsburg : Engineer's Society of Western - Pensylvania. — San Luis (Mass.): Academy of Science. — Salem (Mass.): Ame- rican Association for the advancement of Science; Essex - Institute. — Washington: Smithsonian Institution. : República de Méjico.— Méjico: Asociacion Médica «Pedro Escobedo»; Insti tuto Homeopático Mexicano; Ministerio de Fomento de la República Mejicana. f - — Tacubaya : Observatorio Astronómico Nacional. Alemania.— Berlin: Gesellschaft fiir Erdkunde; Gesellschaft Naturforschender - Freunde — Bona: Naturbistorischer Verein fúr die “Rheinlande. — Bremen : Geo— - graphischen Gesellschaft in Bremen; Naturwissenschaftlicher Verein. — Brun— swick: Verein fúr Naturwissenschaften. — Dresde : Naturwissenschaftliche Gesell— schaft «Isis». — Gotingen: K. Gesellschaft der Wissenschaften an der Georg-Au— - gust-Universitát. — Halle: Kaiserlichen Leopoldino- —Carolinischen Deutschen Academie der Naturforscher. — Konigsberg: Physicalisch-ókonomische Societát. : — Leipxick: Naturforschende Gesellschaft. y po Austria.— Briinn: Naturforschender Verein. — Viena: K. K. Zoologisch—- —Bota- mische Gesellschaft. -— 'Bélgica.— Bruselas: Académie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux- Arts de Belgique; Société Entomologique; Société. Malacologique. -, España. — Barcelona: Ateneo Barcelonés. — Madrid: Sociedad Geográfica de - Madrid; Sociedad de Historia Natural. Francia.— Amiens: Société Linnéenne du Nord de la France.— Angers: Société - Wétudes scientifiques d'Angers. — Bezters: Société des Sciences Naturelles, — Burdeos: Société de Géographie Commerciale. — Cherburgo: Société des Sciences RS eS: — Leon: Société d'études scientifiques.— Parts: Société de Géographie de: e Paris ñ E Holanda. — Amsterdam: Académie Royale des. Sciences. — Leide': Neder— -—landsche Entomologische Vereeniging. =. Imglaterra. — Lóndres: Geological Society; tán of Civil Engineers; -Mineralogical Society of Great Britain and Ireland. * Italia. — Génova: Museo Civico di Storia Naturale; Societá di Letture e Con= -—versazioni Scientifiche. — Módena: R. Accademia di Scienze, Lettere ed Arti. — Nápoles: Reale instituto d'incoraggiamento alle Scienze Naturali, Economiche e - Technologiche. — Palermo: Collegio degli Ingegneri ed Architetti. — Pisa: Societá Toscana di Scienze Naturali. — Roma: R Accademia dei Lincei; Comissione spe— -—ciale d'igiene del Municipio di Roma: R. Comitaio Geologico “d'Italia; Societa ¡Geografica Italiana. — Turin: R. Accademia delle Scienze; Osservatorio della R. Universitáa di Torino.— Verona: Accademia d'Agricoltura, Arti e Commercio. _Impériale des Naturalistes. — Petersburgo: Société Impériale de Géographie; So... ciété Physico-Chimique; a Central Observatorium. — Riga: Natur forscher—Verein. : Suiza. — Berna: Société Helvétique de Sciences Naturelles Rusia.— Helsingfors: Societas pro Fauna et Flora Fennica. — Moscow: Société Agote, Uárlos. Aguirre, Eduardo. ado, Emilio €. - Albert, Francisco. dE A Aldao, Cárlos A. 1 Alegre, Leonidas 50 Almada Luis E... -Alrich, Francisco, Alsina, Augusto. Alvarez, Teodoro. - Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. nasagasti, Federico. ' nasagasti, Ireneo. drieux, Julio. rata, Pedro N. jo, Gregorio L. , Bonifacio. gós, Máximo. rnaldi, Juan B. teaga, Alberto de bone, Cárlos. —Avenatti, Bruno. erza, Rómulo. Babuglia,. Antonio. adell, Federico Y. ma, Manoel: B. Balbin, Valentin. ratio, Santiago E. y an, Abelardo. aaa, Egidio. Battilana Pedro. Becker, Eduardo. e Joaquin M. : Benavidez, Félix. e videz, Roque F. Benoit, Pedro. 8, di gadá, Héctor. o Arsenio. ron de Astrada, E. Dira, Federico. . Blanco, Ramon C. - Blomberg, Pedro. Pablo. ] , Santiago )sque y Reyes, F. TO sA : 1 Buis, Victor F. Bunge, Cárlos. "808, Suan M. Buschiazzo, -Cárlos. + Buschiazzo, Francisco. hiazzo, Juan A. tamante, José L. agnoni, 0 M. Ñ Campo, Cristobal del alos Juli lio. Cano, Roberto. Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel. Carvalho, Antonio J. Cascallar, Joaquin. Castellanos, perios T. Aberg, Enrique. An - Elordi, E Escobar, Justo V.. Burmeister, Carlos Wii Dedo Marcial R. ide Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. ea dardo! | Castilla, Eduardo. qe Castro, Ramon B. | Castro, Vicente. a Castelhun, Ernesto. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. , Chapeaurouge, Cárlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos. Norberto. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Cordero, Francisco. Coronell, J. M. Coronel, "Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, U. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. - Dellepiani, Luis J. | Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. | Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Doncel, Juan A. -Dubourcq, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. : Duncan, Cárlos D, -Echagile, Cárlos. Fizaguirre, Ignacio. “Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Martin. Espinosa, Adrian. Esquivel, José ' Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, “Octavio A. Fernandez, Villanueva Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. "Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. | Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. ' Frogone, José l. Frogone, José V. Fuente, Juan de la. Funes, "Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Meza, Dionisio C.. Mezquita, Salvador. Maupas, Ernesto. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos.. Molinari, José. E: Molino Torres, A. Mon, Josué R. Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. PA E Morales, Cárlos Maria.| Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Nocetti, Domingo. Nocelti, Gregorio. Nougues, Luis F. | Novaro, 'Bartoloras. JE Ocampo, Manuel S. Ochoa, Juan'M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos (0 Olmos, Miguel. Oribe, Francisco. | 'Orzabal, Arturo. | Otamendi, Eduardo. - Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Oyuela, Wenceslao. Padilla, Emilio H. de Palacio, Emilio. Pawlowsky,. PA Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. -Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S. i Pirovano, Ignacio... ¿ul Pirovano, Juan. Posadas, "Vicente Pons , Miguel AN | Trifog Puyrredon, HON - Tressen: ds Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. -Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. p Quiroga, Atanasio... Quiroga, Marcial V.. % ES Tzaut, Constante Ramallo, Carlos. Ramirez, Fernando F. Ramos Mejia, Idefso P Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Repetto, José. E Riglos, Martiniano, Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin; | Rodriguez, Eduardo S. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Andrés E | Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban C. | Rojas, Félix. Romero, Armando. Machad Angel. ue de Mariño, José Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cá los. Mattos, Man el F. de. Maza, Fidel Ens Romero, Cárlos L. Medina y Santurio, B. Rosetti, Sed ARAU Y A e a EAS A O E O ANALES DE LA q SOCIEDAD CIENTÍFICA > ARGENTINA A COMISION REDACTORA E Presidentes. 0.» Der CÁrLOS M. MoRaLEs. á SECROLO TITO a Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTL. | Do“ VALENTIN BALBIN. Vocales. 5. Ingeniero MANUEL B. BAHIA. Ingeniero CÁRLOS BUNGE. : (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p.m.) j | SIN JULIO DE 1890. — ENTREGA I. — TOMO XxJUL 12 1926 Ar ONAL musevX> USUNIAA (85777 Ly 17 x le j PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION | LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2 piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por mes, en la Ciudad............ Br4A L >» Un semestre... ...oocor ooo cpooomponsoo DD 5» AAA o A IO » 10 »> Por mes, fuera de la Ciudad.. » 1,50 porentrega La suscricion se paga anticipada x-K-—_Fm—_aeBevvvvoíÓÉ£$£Ó$É¿€ÉEAA > — BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 080 14890 Prestdente.0.o. .'. . DISE Vice-Presidente 1* In ger Ol Secretario. MOSOTREñO ey los. Vocales... - por Marcial E. Candioti. e VII. — MOVIMIENTO SOCIAL. — o LOS sócios Se ruega á los señores sócios Pa á la sec ría de la Sociedad su ausenc , cobro de la cuota. IE E CCAINALES —AOCIEDAD CIONTÍFICA ARGENTINA ANALES DE LA y SOLEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA > AE ——__—- COMISION REDACTORA Presidente...... Dor CárLOS M. MORALES. Secretarto...... Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. | Dor VALENTIN BALBIN. Ingeniero MANUEL B. BAHIA. Vocales ius e / Ingeniero CÁrLOS BUNGE. TOMO XXX Segundo semestre de 1890 BUENOS. AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 14890. y a Y E 1 A L mo JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES (CAPITAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA) Con fecha 26 de Junio de 1888, el Dr. Crespo, á la sazon Inten- dente, presentó al Concejo Deliberante un proyecto de Ordenanza, separando el Jardin Zoológico del Parque 3 de Febrero, y haciendo de él una institucion propia, á fin de darle nueva vida, otra vida distinta de la precaria que hasta entonces había llevado. Al mismo tiempo se creaba, por dicho proyecto, el puesto de Di- rector. Sobrevino el receso, y, como por tal causa se retardara la san- cion del Concejo, y, por lo tanto, la ejecucion de un proyecto que debía dotar á la Capital de la República de un centro de instrue- cion á la vez que desolaz (y que hoy ha llegado á ser el más con- currido) el entonces Intendente interino nombró al actual Director en comision, con fecha 20 de Setiembre del mismo año. La primer tarea del Director consistió en darse cuenta de la atmósfera local, para decirlo todo en pocas palabras, y, una vez conseguido su objeto, solicitó de la Intendencia una autonomía tanto más necesaria cuanto que pensaba poseer el grado suficiente de responsabilidad para elevar el Jardin Zoológico á la altura en que tales establecimientos deben colocarse. Pero no lo consiguió, siendo esto tanto más lamentable cuanto que el 30 de Octubre el Concejo Deliberante sancionaba la Ordenanza proyectada, fijando los límites de la jurisdiccion del Jardin Zoológico, y preparando así los eleraentos de su progreso. : Habría sido necesario confesarse muy pusilánime para darse por vencido en presencia de causa tan trivial, como la que se oponía á un deseo enérgicamente incubado por largo tiempo, y sostenido con vehemencia. En todo cáso, y esto no es glorioso, habría bastado rehuir toda responsabilidad salvaguardándose con órdenes documen- tadas. - No se puede ser responsable no siendo independiente. 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Al nombrar al actual Director, la Intendencia invitó á dos seño- res Concejales y áun Inspector Municipal para que, en union con aquel, levantaran el inventario del Jardin Zoológico, lo cual se ejecutó al comenzar Octubre, comprobando la lista de animales presentada por el Administrador del Parque, lista que, en la mis- ma forma de sucesion, sigue aquí: SES. on sao. e 8 Avestruz africano..... a 1 US S 0o 6 y delipals acia 6 MatoMontes.. Ci. 3 Chaja. AAA 6 CS a: 3 Pavo-reales............ 7 DS Se 2 AID daa e ae. 3 Oso hormiguero........ l Faisan plateado........ k LORO e Eo Ed: 10 yde col 14 COMP E h Loros rosados Butte... e... / GUAacamayOS......ooo.. 2 EIA A l Ganzo de Egipto....... va Chunas- 0... o 2 Patos delChaco. 2... 200 Mirasol plomo......... l Patos silvestres........ 100 Gabiotas...... cd 10 sn neo e 5 NT os IE 2 » blanco pezcuezo ne- CAUCA o SA : 7 A la q , 9 VENAS O 2 Ganzos comunes...... 45 DOMCUAIO 1 Gallinas Cochinchinas.. 7 IMD 16 » Bramaputra.... 8 EME AA bbs 'l LOU as bo ess 5 EOS e do 5 » Polonesas...... 19 TAS AS 2 y Mnolesaso oo. 000% 7 Moo iS e 3 » Piel negra..... 1 Carpinchos..... NS é 9 » Catalanas... 21 6 MS ROS A | Palomas viageras...... “12 CA o oo > 4 Monos y. 6 CO o 59 Ser prentes E 3 Liebre....... E l En presencia de esta lista, es posible darse cuenta de que el público no hallara un verdadero atractivo enel Jardin Zoo- lógico. De todos modos, la nueva direccion, al iniciar su tarea,:la distri- JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES ál buyó así, tanto en el libro de entradas, cuanto en el archivo de hojas sueltas, mientras no daba comienzo á su determinacion cien- tífica, lo que se hizo en breve : Monos (6) BAUL a a Mercopilecos:... 0... Carniceros Maguares...... cn Gatos Monteses........ MORELOS A a Osos pardoS........... TOS lA as SON Desdentados -Oso hormiguero........ Roedores Conejos de orejas pen- Rapaces COMAS. te Buitre real ó cuervo real. Aguiluchos (2sp.)...... VAraBncHos. a dela LErhuzomes.... 0... Loros Arás 0 Guacamayo Canin- dé. *e%r0e0 000005000000... .0.. 0.0. MAMIFEROS. e e Liebre Patagónica ó Mar- l a O bt 2 Car pcoOs o. caros 3 Rumiantes Gamos (de Europa)..... 8 Cira. 3 Cabra comun.......... 6 Zebús de la India...... 10 Dromedario............ 2 Guaneo A 3 A Artiodáctilos l Pecari de collar (javalí). Perisodáctilos Tap AVES Cacatoes'rosados....... 4 / Palomas 7 Palomas viajeras....... o (Palomas comunesque anidaban libres én las construcciones 'del J. ¿L.—en “gran número 2 —fuera del inventario). 59 Dol=w=-o-—w* => 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Corredoras Gallmáceas -Avestruz de Africa...... 1 » de América ó Ñan- Pavos reales.......... 7 de OS ¿A 6 Moitú, ó pavos del mon- (O o 3 Zancudas Faisanes plateados..... ho Cigiieña Tuyuyú...... A 1 » decollarócomu- Garza aplomada..... o Ol MOS cores IA Chajá ORO 6 Gallinas tochinchinas... 7 » Brahma putra.. 8 Palmápedas | » — Houdan........ e) Cisne negro de Australia. 5 » Polonesas...... 19 Cisne de cuello negro.... 9 » Piel negra...... A Ganzo de Egipto....... s 2 » Catalanas...... 6 Ganzo comun... AS y Inglesas (1 gallo Patos del Chaco........ 200 y 6 gallinas, puros; en Patos silvestres (4 sp.).. 100 depósito y por error en Gaviotas (2 sp.)........ 10 el inventario y que se A devolvieron en formaá Reptales Americanas eran, todas ellas, miembros de la Fauna Argentina. -, Las instalaciones ocupadas por los animales eran malas en su >: mayor parte, y revestían, casi todas, un carácter provisorio. Por lo tanto, se hacía indispensable ejecutarlas en debida forma. JARDIN ZOOLÓGIGO' DE BUENOS AIRES y ¿Era posible, sin embargo, realizar obra alguna de importancia en el local del Jardin Zoológico, despues de haber tomado en cuenta un conjunto de circunstancias relativo á lo bajo del terreno, á su mala calidad, á la pésima distribucion de los árboles, que habría sido necesario inutilizar para que á lo menos esta porcion del Par- que respondiera á las exigencias de la jardinería moderna, del arte, de la ciencia casi de los parques? Entónces fué que la nueva Direccion solicitó de la Intendencia el cambio de local, coincidiendo ésto con -la ordenanza que seña- laba dicho cambio, en armonía con el proyecto primitivo de 1874 que designaba, para Jardin Zoológico, el terreno ocupado en parte por el Tiro á la paloma. Las dificultades que surgieron en ese momento entre el Inten- dente interino y el Director del Jardin Zoológico originaron un statu-quo tanto más favorable cuanto que así pudo evitarse el gasto inútil de miles de nacionales, pues no otra cosa habría sido, por ejemplo, la construccion en piedra de la casa de los osos, que el Intendente interino quería que se ejecutara en el local mismo, y el Director del Jardin Zoológico no podía hacerse responsable de semejante órden. Todo anduvo de mal en peor, y el Director estaba ya á punto de renunciar á su puesto, cuando recibió una carta del Sr. See- ber, fechada en Paris, la cual le permitió reconocer que el Jardin Zoológico sería pronto una bella realidad ; y desistió. El Sr. Seeber remitía, al mismo tiempo, una lista de precios de venta de animales de la renombrada casa comercial de Hagenbeck, de Hamburgo, invitando al Director á elegir lo que le pareciera conveniente. Así se hizo. En Mayo del corriente año, el Sr. Seeber se hizo cargo de 1 In- tendencia, visitó el Jardin Zoológico y aprobó el traslado al nuevo local. Entretanto, se habían ejecutado algunos trabajos de pequeña im- portancia y cuyo costo inmediato no se gravaría sinó con la mano de obra al hacer el traslado. Tales eran: 4 Grandes pajareras, construidas en parte con de de gastos menores. 1 Departamento de fierro, alambre tejido, techo de madera y 7ine, para monitos, adosado á una cabecera de la casa de fieras. 10 ANALES/DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1 Departamento para loros, igual al anterior, en la otra cabecera. 3 Jaulas de fierro para mamiferos pequeños. 12 Acuarios pequeños, de los que solo 4+se montaron. 2 Corrales de alambre tejido. Sin contar pequeñas modificaciones de poca importancia en los departamentos existentes. ] Desde el momento en que el actual Intendente Seeberse hizo car- go de su puesto, la fisonomía de la institucion se transformó, por- que reconoció al Director del Jardin Zoológico en su verdadero ca- rácter oficial y particular, concediéndole con la autonomía que le daba la responsabilidad, los elementos necesarios para el progreso del jardin. Numerosos obreros se pusieron en la tarea, se constru- yeron nuevos corrales ó divisiones en los existentes y aposentos apropiados para los animales que se esperaban. En Julio del corriente año, llegaron, traidos por un miembro: de la familia Hagenbeck, acompañado de cuatro guarda-fieras contra- tados por la Intendencia. Al mismo tiempo, venían desarmadas las erandes jaulas de madera y fierro, para instalar los felinos mayores. Los «animales eran los siguientes: 1 Toro (zebú) afticano. Os 3 Toros (zebú) dela edad 2: Casales de leones africanos. 1 Casal zebú de la India, lili- Il Casal Tigres de Bengala. putienses. 1.» Pantera. 1 Casal camello. l Pantera negra. 1. » Muflon de melena. 3 Leopardos. 1 Nilgau. o) » de Ceilan. 1 Antilope vaca (macho). 1 Casal gatitos de Siam (Nuevo l Casal elefantes de la India. a , Aves. l Perrito japonés. Il Casal osos blancos. l Casal Buitre monge. /l » » de California 6 do » de calva blanca. Baribal. 1» ¿Aguila marina. l Casal icneumon ó rata del 1 > :Emeu. Faraon. l >» Garza negra. líGasal Cangurú de Bennett (con cria). 1 Caballo ruso gigante. 1 Yacaré del Misisipi. I:Buey gigante. 2Serpientes piton. Reptiles. + ,: E a 4 ) e de a: % JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES 11 Estos animales, agregándose á los del inventario, á los que se habían adquirido por compra autorizada de la Intendencia inte- rina, y álos que se habían recibido por donaciones, aumentaban considerablemente la coleccion, tanto más cuanto que en ella figu- raban, si nó todas, á lo menos una parle de las piezas zoológicas de mayor valor. El Sr. Gustavo Hagenbeck traía una nueva lista, y el Intendente dió órden á la Direccion de elegir de nuevo. Hecha esta elec- cion, el Sr. Hagenbeck se comprometió á remitir una parte en Oc- tubre (corriente año) y otra en Febrero de 1890. En Octubre llegaron los siguientes animales: Mamiferos. 3 Casales Babuinos (3 especies). 3 » Macacos (3 especies). Pantera negra (hembra). Casal Hiena rayada. » Oso labiado. Oso malayo (hembra). Casal Tejon. Martas (1 macho y 2 hembras) (N. L). Casal Puerco espin. » Wombat. » Cangurú Walaby. > » gigante. » » rojo. 1 » Oposum (N. L.). A» Zebra de Burchell (N. L.). 1 Burrito de Ceilan (hernbra). 1 Casal Ciervo Axis (con cria de regalo) (N. L.). A » Wapitió Ciervo del Canadá. AS Gacela: 1.» Antilope:baisa. >» » sableúoryx (N.:L.). 4 »' ¡Antílope.vaca (hembra). Ñ3) l Vacas Zebú. Casal Yack. 19 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1 Dromedario (hembra). 1 Hipopótamo (hembra) (N. L.). Aves. 1 Aguila saltimbanqua. | >] d 1 Buho. 6 Casales de Loros (6 especies) regalo. l Casal Pájaro flauta. 4.» (Palomas) Gura coronada. 1.» Paloma dela puñalada, regalo. 1.» Faisan venerado. 1 » orejudo. 'l » » AA >» » Lady Amherst. ll. » Grullade corona. Meios » del Paraiso. lA.» Marabú. 1 » Gallineta de agua (Porfirio). 1» Ibis sagrado. A» Casuario. Al.» Pelícano. A» Pato mandarin. OS » carolino. A» Ganso dela India. SS » del Canadá. 1 > Cisne blanco. Reptiles 1 Serpiente Piton. Todos estos animales, como asímismo las nuevas adquisiciones, y por compra, canje ó regalo, han' requerido y requieren nuevas ins- talaciones. En vista de esto, se ha hecho necesario precipitar los trabajos en el nuevo local (que luego será objeto de una breve re- seña). AD r JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES 13 A LOCAL ANTIGUO Ó PROVISORIO. Cada departamento lleva un número pintado en blanco sobre fondo azul oscuro en una tablilla. Otras tablillas, de mayor dimen- sion, contienen : el nombre vulgar del animal, el científico y E ota En estos dias, con motivo de la colocacion de lámparas eléctricas en el Parque, la casa de los señores Rufino Varela (hijo) y (*, or- denó levantar un plano del mismo. Una parte de este, ejecutado por el señor Durlot, ha sido puesta generosamente á disposicion del Director del Jardin Zoológico, por el ingeniero de aquella casa, señor Gerboz. De este modo no ha sido necesario terminar el ya co- menzado, y se ha podido, sobre la base de la delineacion, construir uno apropiado á las necesidades del público. Siguiendo, pues, la línea roja marcada en él como itinerario, se puede señalar cada departamento, indicándose con 4 los antiguos hasta Octubre de 1888, y que la actual Direccion recibió; con € los que fueron construidos hasta fines de Abril de 1889, y con S los que lo han sido desde Mayo hasta ahora. A. A. Zorros. —Construccion circular de barras cilíndricas de hierro y alambre tejido y techo cónico semejante. En el centro una imitacion de roca de conglomerado de conchilla. 2. A. Gallinero. —Casilla lle material con techo de paja y algo de madera: ocho tabiques radiantes que corresponden á otras tan- tas divisiones de barras de hierro y alambre tejido; en cada una un arbolito. Destinado primitivamente para falsanes, estos fueron llevados á otra parte que ofrecía mayor seguia: Abora está ocu- pado por gallinas. 3. A. Tapiro. —Casilla pintoresca de material, con cade de teja francesa; al frente un recinto de reja de hierro y oleaobe tejido. En el centro una pileta pequeña. 4. A. Alpacas. — Gran corral de postes y alambre tendido. En el centro una construccion pintoresca de material con techo de pis Zarra. 5. A. Lechuzones. — Jaula ó cenador de rejilla de madera. 6. A. Guanacos. — Gran corral como el número4. En el centro una construccion rústica con techo de paja. 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 7. S. Babumo Esfinje. — Construccion de madera y grueso tejido de alambre, cubierto en parte por fino y áun por tabla; techo de zinc y cielo-raso de madera. En el interior una casilla para habita- cion del Babuino. 8. €. Peces y Tortugas. — Cuatro pequeños acuarios de armazon de hierro, con cuatro caras de vidrio, fondo de pizarra y cemento, sobre pedestales de material. 9. €. Loros. —Construecion semicircular de barras de hierro y alambre tejido, techo de madera cubierto de zinc. 10. A. S. Fieras. —La antigua casa de fieras, con ucho depar- tamentos de material al frente, reja de hierro y ocho antecámaras semejantes, quizá para casas deinvierno, no apropiadas. Ahora es la casa de los Osos. En tres departamentos se han construido piletas recientemente, y en dos hay baño de lluvia. 11. S. Cangurús. — Cercado de alambre tejido sobre postes de madera, dividido en el medio porigual tejido. Una casilla doble de madera y techo de zinc, al fondo. 12. A. Patos mandarines, Carolino y Ganso “de Egipto. — Cercado de madera; en el centro y al fondo una casilla pintoresca de mate- rial, con una pileta al frente, la pileta que Sarmiento hizo construir para las Carpas. 13. A. Lago de las Palmipedas y Zancudas. — Hay en él piezas de mucho mérito. Cerco de alambre tejido, muy bajo, sostenido en barritas de hierro. 14. A. Buitre real. — Jaulon de barrotes de hierro en los costa- dos, enel fondo y en el techo; coronado todo por una pirámide baja de madera y zinc. 15. A. Cóndor hembra. — Jaulon igual al anterior; techo de paja. 16. S. A. Cangurús gigantes. — Departamento doble igual'al 11, pero mucho mayor, en el recinto del cercado del lago (13), con una casilla de madera al fondo. 17. S. Fieras. —Gran galpon de madera de 51 varas de largo por 10 de ancho, y techo de zinc. Ventanas superiores y laterales con vidrios. Construido para instalar los felinos mayores llegados en Julio. En él se encuentran las grandes jaulas de los mismos, y de'algunas otras especies. 18. A. Camellos. — Corral de alambre tejido, sobre postes de madera: En el centro una casilla algo pintoresca de material con te- cho de paja. 19. A. S. Casuarios. JARDIN ZOOLÓGICA:.DE BUENOS AIRES 15 20. A. S. Emeus. — En un pequeño corral de alambre tejido, so- bre postes de madera, y que antes ocupaban los Gamos, se han practicado tres divisiones lo mismo que en la casilla rústica de ma- dera con techo de paja. En los dos que llevan el número 19, están los dos Casuarios separados; en el 20 el casal de Emeus. 21. C. S. Muflones. 22. €. S. Gamos. —El gran corral en que fueron colocados los Gamos, sedividióen dos partes, construyéndole una casilla de ma- dera con tabique medio, para dar alojamiento separado á los Mu- flones (21) yá los Gamos (22). 23. A. S._ Caballo ruso gigante. 24. S. Buey gigante. -25. A. Dromedarto. El gran corral de alambre tendido y postes de madera ocupado antes por el. Dromedario, ha sido dividido en tres porciones quedando para éste la casa rústica (A) con techo de paja (25). Para el caballo gigante (23) y para el buey (24) se ha construido una casa de madera con techo de zine, levantándose el cerco con tirantillos de pino tea, y separando estos dos departa- mentos con tablas. 26, 27, 32, 33,34, 35, 36. C. S. Zebús. Este corral grande de alambre tejido sobre postes de pino tea, y que al principio ocupó un ciervo, fué dividido en Julio para alojar los dos Zebús (del in- ventario) y los recientemente comprados. en- Hamburgo. Se cons- truyó enel centro una casade madera con techo de zine, y tabiques correspondientes á los departamentos; pero enel 35 se hizo una casilla de material con techo de madera, para los Zebús liliputien- ses. Tienen tambien un pasadizo. 28,29, 30,31. S. Corral grande con cuatro divisiones y un pasa- dizo de tejido de alambre, sobre tirantillos de pino tea. El dep. 29 (Wapiti) es más alto que los otros. 28 (Yack), 30 (Antilope balsa hembra), 31 Antílope baisa macho. En el centro hay una casa de madera con pasadizo, techo de zinc.y tabiques divisorios. 37. A. Gallinero. Ovalo oblongo, de madera y techo de zinc, ro- deado de departamentos de alambre tejido sobre barras y barrillas de:hierro. En él hay algunos mamíferos y aves. Tiene 24 divisiones. 33. €. Estúrnidos. Pajarera grande. de madera sobre pedestal de.material, alambre fino tejido, compartimento superior de madera y techo de zinc. 39. C. Monitos. Departamento igual al 9, en la otra cabecera de la antigua casa defieras. 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA £0. S. Cajas de hierro ó madera con vidrios y alambres. En una de ellas está la Serpiente de cascabel. 41. S. Gallinero. Instalacion rápidamente construida de alam- bre tejido sobre tirantillos de pino tea. Tiene 8 divisiones, casi to- das con una casilla de madera. Se colocaron aquí las crias de la estacion (gallinas, patos, etc). 42. €. Palomas, perdaces, etc. Construida esta pajarera para zor- zales, mirlos etc., no se terminó en forma para instalar en ella los animales que ahora la ocupan sacándolos de los departamentos +7 y 58, necesarios para especies de más valor. Con otra forma que el dep. 38 obedece á la misma construccion. 42 1/2. €. S. Armazon igual á 42. La pajarera que se sio mas tae será igual á 42, mas habiendo sido absolutamente nece- sario instalar la Direccion en alguna parte, pues era imposible continuar habitando una antecámara de jaguares, se cubrió la ar= mazon conservada con tablas y zinc, y se pintó. 43,45, 46, 47,48, 49. A. Habitacion grutesca de material y ce-.' mento á la rústica. Los departamentos 45 y +6 que autes ocupaban - los Osos pardos, ahora son habitados por Puerco espines (45) y Vis- cachas (46). El 48 por los Tejones, +9 Wombal, el 43 (Carpinchos) y el 47 (Tapiro y Pecarís) unidos á dicha casa rústica, como que en ella están las habitaciones de estos animales, son de reja de hierro y alambre tejido. En el centro de cada uno hay una pileta. 44. A. Cabras del Tibet. Pequeño corral de alambre tejido sobre. postes de madera. En el centro una casilla de madera. 30.8. Antilopevaca (casal). Corral de 5 metros de alto, 1 metro al pié, de tabla doble, y + metros de alambre tejido sobre tirantes de pino tea. En el centro una casillade madera con piso y techo de lo mismo y una claraboya con vidrio. 51. S. Coatis. 52. S. Grupo de jaulas con Lechuzas, (ravilanes, etc. Es- tarán allí durante algun tiempo, y NEGO pasarán á sus respectivos departamentos. 53. S. Elefantes. Gran galpon de madera con techo de zinc, y ventanas y claraboyas con vidrios. Junto á él se encuentran depó- sitos de provisiones y dormitorios de peones. 34. A. Buttres de calva blanca. JSaulon de hierro con techo le paja. . A. Oso hormiguero. Torrecilla pintoresca á modo de almena, 0 pedestal rústico de piedra, y una pileta peJuona al pié. Cerco de madera. JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES 17 56. A. Condor. Jaulon de reja de hierro, cubierta de alambre teji- do, techo de zinc. 57. €. Pajarera de los Convrostros, etc. Exactamente igual á 38. La única diferenciaes queen el 38 el tejido del vestíbulo se apoya en madera y en ésta en barrillas de hierro. 58. A. (Graclmero. —Igual á 37. En las 24 divisiones que lo for- man están las 7 especies de Faisanes que posee el Jardin, las Gu- ras, los Marabús, las Grullas de corona y las del Paraiso, los Ibis, Porfirios, Arámides, varios Patos, Palomas, Gallinas, un casal de Pavos reales, etc. 59. S. Pájaro Flauta. — Pajarera de hierro, alambre tejido y techo de madera y zinc. En construccion. (Pasó al nuevo local). 60. S. Aves. — Departamento complejo, constituido en gran parte por la estantería de madera, para colocar allí, durante el dia, la rica coleccion de pájaros y miembros de otros órdenes, tales co- mo Palomas de la puñalada, muchos Loros que no están en el de- partamento 9, pero síen jaulas, algunos Rapaces, etc., elc. Mu- chas de las piezas que aquí llaman la atencion, pasan desapercibi- das en las pajareras 38 y 57. Regresando ahora el visitante, deja á su izquierda el departa- mento de los Loros (9), luego, á su derecha los acuarios (8) y la casa del Babuino (7), á su izquierda el lago (13), despues el corral de los Gruanacos (6) y en esa avenida sombreada encuentra : 61. A. Cóndor. — Jaulon igualá 14 y 15 con techo de paja. Dejando siempre á su izquierda el corral de los Guanacos, contor- nea el cantero, y llegaá: 62. A. Burros. — Pequeño corral de alambre tejido sobre postes de madera. Además de estas construcciones que corresponden estrictamente al Jardin Zoológico, se puede citar la casilla habitacion (nueva) del primer guarda-fieras y uno de sus ayudantes, hecha de madera y techo de zine, junto al lago (13) y cuatro letrinas en forma de gari- tas, una de las cuales está en el local nuevo. Pero en el recinto del Jardin Zoológico, tal cual lo designa la or- denanza de Octubre 30 de 1888, existen otras construcciones que aquel no utiliza. tw ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA , NUEVO LOCAL, O DEFINITIVO. Como se ha dicho antes, el señor Intendente Seeber aprobó el cambio de local y, una vez que el Ministerio del Interior le dió po- sesion del terreno propio del Parque, pero parcialmente ocupado por el «Tiro á la Paloma», autorizó al Director del Jardin Zoológico á dar comienzo á los trabajos de la nueva instalacion. Entre tanto, había nombrado una Comision asesora, compuesta del Doctor Cárlos Berg, de los señores Enrique Lynch Arribálzaga y Florentino Ameghino y del citado Director. Este presentó el plano para el nuevo Jardin Zoológico y la Comision lo elevó á la Inten- dencia recomendando su aprobacion. Pero habiéndose aprobado porla misma Intendencia la construc- cion de un gran Restaurant, etc., que ocupará todo el frente que dá al Colegio Militar, con 60 metros de fondo, fué necesario modi- ficar esa parte del plano. Entre tanto, los trabajos han comenzado y van muy adelante, en la porcion comprendida entre la avenida Sarmiento, calles Las He- ras y Acevedo, y vía del F. €. al Rosario. Las grandes avenidas y casi todas las pequeñas están trazadas y en parte terminadas en cuanto se refiere al abovedamiento prévio. Algunos canteros están concluidos y el movimiento de tierra pa- ra los accidentes terminado, tanto que ya se deja desarrollar la ve- getacion en ellos. Con excepcion de un pequeño lago, todos los demás están traza- dos y en gran parte ahondados ; en pequeña porcion tienen la pro- fundidad definitiva. En el mayor de ellos se eleva una isla que será terminada cuan- do desaparezca (lo que sucederá muy pronto) la casa de Tiro. En esta isla está ahora el criadero de verduras para los anima- les y quese ha colocado allí por ser un punto inaccesible á los ca- ballos y vacas que continuamente invaden el terreno. Numerosos canteros muestran en ella sus contornos, estando su superficie completamente cubierta de zanahorias, coles, escarolas, lechugas y remolachas, de tal modo que, antes de dos meses, po- drá darse comienzo al consumo, abandonándose el actual criadero, situado entre la vía del F. €. del Norte y el Rio, y en el cual se La A A A Ni JARDIN ZOOLÓGIGO DE BUENOS AIRES 19 suspendido ya el trasplante, conservándose lo que ahora vejeta en él hasta que produzca el nuevo. En esla isla se ha practicado un pozo de unos 5 metros de pro- fundidad, y que proporciona agua suficiente para el riego. La remocion de tierra hecha, se cuenta ya por miles de metros cúbicos y, si se considera el estado actual del terreno y la trans- formacion de sus relieves naturales, sería desconocido para el que lo viese despues de algunos meses de ausencia. Cerca dela via del F. €. al Rosario se ha construido una gran casa de madera con techo de zinc y ventanas con vidrios para ins— talar alli la herrería y la carpintería; pero, por ahora, seha utilizado para dar alojamiento 4 muchos animales que llegaron en Octubre, tales como el Hipopótamo, las Zebras y algunosotros, y á una can- tidad considerable de mamiferos pequeños. El terreno comprendido entre esta construccion y la Avenida Sarmiento, servirá más tarde, y en parte, para criadero de verdu- ras. Actualmente se remueve, y una vez levantado y abonado, reci- birá la semilla. La porcion del Jardin Zoológico que se ejecuta actualmente tiene por base artística un óvalo de 280 melros en su eje mayor, limita- do por una avenida de 10 metros. La cabecera situada cerca de la estacion del F. €. al Rosario que- da junto al borde del mayor de los lagos, en el cual está la Isla. Desde este punto, siguiendo en direccion á la calle Acevedo, se ha construido una casilla de material y techo de zine para depósito, y junto á ella se ha dado comienzo á los trabajos de construccion de lo que será el departamento delos faisanes. Cerca de la otra ca- becera está trazada la planta de la casa de fieras, círculo de 50 me- tros de diámetro. Desde su centro, en direccion á los portones, hay un óvalo menor de 135 metros en su eje mayor, en el cual se piensa instalar el departamento de los Paquidermos, habiéndose hecho ya la excavacion de tres piletas, de 15 metros por 5, para los Elefan- tes de la India, para el Hipopótamo y para el Rinoceronte. Allí exis- te tambien un depósito de ladrillo, que servirá para revestir las mismas. : Finalmente, y este es el hecho de más importancia, porque ga— rante la conservacion de los trabajos y evita su destruccion por los animales que continuamente andan allí sueltos, y que muchos lle- van de noche y recogená la madrugada,—el Intendente ha dispues- to que las 20 hectáreas (algo menos ahora) que constituyen el nuevo 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Jardin Zoológico estén cercadas. Existen depositados en el terreno 350 metros de reja, con tres portones, y hay en la Aduana 850 más. El resto estará pronto en viaje. Un Jardin Zoológico no cercado es un medio á la puerta de la escuela. Lo que porahora resalta á la vista, es que los trabajos se llevan adelante con tanta actividad cuanto es posible, y, lo que más im— porta, es que la ejecucion del trazado permite ya, y en cualquier momento, levantar, en su debido sítio, cualquiera de las cons- trucciones proyectadas. No pasarán muchos dias sin que los visitantes puedan disponer de la Guía minimaque les proporcionará alguna informacion sobre los animales, en tanto quese dá término á la Guía Ilustrada. El plano de itinerario para ver todo lo que sea visible caminan- do lo menos, está terminado ya. En él se supone que el visitante ha llegado al Jardin Zoológico por la estacion Palermo del F. €. del Norte. Más de 350 especies forman ahora la rica coleccion, loque dista mucho de las 53 del Inventario de Octubre de 1888, y, si se tiene en vista que se espera un buen número para Febrero, compradas ya, sin contar las que se han encargado de diversos puntos del país, y las que han sido ofrecidas por cange, ó regalo, traidas de Europa, no es aventurado afirmar que Buenos Ayres, dentro depoco tendrá un Jardin Zoológico como es debido, y si es permitido enor- gullecerse de lo que se tiene, un Jardin lbian que será uno BEE los primeros del mundo. Buenos Aires, Diciembre 28 de 1889. Eduardo L. Holmberg. AS a = WU A A a o e 2 ¡ 4 Al j | IIA A Estac, Palermo Coleccion del Jardín Zoológico LOCAL PROVISORIO —— Zorros. , Gallinero, Tapiro. Alpacas. Carneros. Lcechuzas. | GUANACOS, Carneros nalgudos. Ss sapo Aventruces. Burro de Ceilan. 7, Babulnos. 8, Acuarios. 9, Loros. 0, Osos blancos. Pardos. Lablados. Americanos, Pumas, Inguares. 11, Hnimaturos de Bennett. 12. Patos diversos. 13, Logo: Cisnes (3 especies). Pelícanos, Patos, Gaviotas. Zuncudas, etc, 14, Bultre real. 16. Condor (hembra). 16, Venndo (macho y hembra). 164.Gncela (macho). 17, Floras: Hienas, Gnto montés. Leopardos. Panteras. Tigre rent. Leon de melena, Pantera negra. Jaguares, etc, 18, Camellos, 19, Casunrios. 20. Emeus. 21. Mufonos. Sl SÍSTO 29, uey gigante. 24, Caballo 1d. ruso, Dromedarlos. 26, Zeobú de la India, 27. Zova id. 2B. Ynck 6 Buey gruñon. 229. Wapltis. 30, Antilope sable, 21. Antilope balsa. 82, Zobú africano. 389, Zobú de la Indin. Y, Buey de San Juan, Cubra. 06, Zebú lliputienae. 96. Zobú de la India. 87. Aves rapaces, Galliniccas. Palomas. Liebres patagónicas. Conejos, e la Plata stá JARDIN Z00LÓCICO DE BUENOS AIRES (provisorio). SB JouIea OLNAINAVS VAINIAV pu” 2 a Cuartel de Artillecia su1auItd souB17 Id ES O Casi todas las ES TAS por E OS dOS SEXOS. ERE RA CT GARRUAJES 5 METOS ÉLuz elect ica NUEVO LOCAL souvivId - S AOS ecies están representadas Coleccion del Jardin Zoológico LOCAL PROVISORIO 38. ENALSrA Estúrnidos, eto.) 89, Palomas, Perdices, eto. (antes Monos, y estos en el lo: cal A 40, Reptiles (ahora local nuevo). 41. Zancudas, Gallináceas, eto. 42. Pajarera (Turdidos). 43, Cuarpinchos. 44, Cabras del Tibet, 45, Puerco espin. 46, Vizcachas. 47. Tapiro. Pecnrí de collar, Pecarí labiado. 48, Tejon. 4y, Wombat. 50. Antilope vaca. EN Varios, 53, Elofantos. 54, Buitres de calva blanca, 55. Osos hormigueros 56, Condor. 57. Pajureva (Conirostros). 58, Gallinero: Gallinas. Waisaneos. Palomas. Grullas. Murabús, Ibis, Sarids, Chuña. Gallaretas, Porfirios, ote. 59. Palomas diversas. 60, Desdentados (local nuevo). 61, Condor, 62, Burros. NUEVO LOCAL Monos. Martas. Hurones, Zorros comunes, Zorros albino, Agutls, Chanebitos de Indias. Nutrias. Ratones, Peludos, Mulitas, Cangurús. Comadrejas diversas. Zebras. xib. Hipopótamo. Reptiles. Y ln rica coleccion de Aves de jaula del núm. 59, etc,, eto, Cagua Sl Jmeriac de Diles e nes 19 A AO ESSE 2 EE A ES A A A ji q a AA LAS UNIDADES POR MANUEL BENJAMIN BAHÍA (Continuacion) es decir ap y, relación importante que liga á los coeficientes de dilatación con el coeficiente de compresibilidad. De manera que cuando se conoce el coeficiente de dilatación á presión constante y el coeficiente de com- presibilidad, la última relación da el coeficiente de dilatación á vo- lumen constante. Este último elemento no ha sido estudiado expe— rimentaimente sinó para los gases, y los resultados de este estudio directo concuerdan con los que se podía prever según el conocimien- to de la ley de su compresibilidad. El coeficiente p. es muy mal co- nocido para los sólidos y los líquidos y el coeficiente a de dilatación ó presión constante es el único determinado. La noción de cantidad de calor se adquiere por la observación de los efectos que produce el calor sobre los cuerpos. Se elije como unidad de calor la cantidad de calor necesaria para elevar un gra- dola temperatura de la unidad de masa de agua, á partir de una temperatura que se fija. Ordinariamente la temperatura inicial fija- da es el cero grado centigrado ; también se ha propuesto la tempe- ratura de cuatro grados centígrados. Se ha propuesto aún como unidad de calor la centésima parte del calor necesario para llevar la unidad de masa de agua de cero á cien grados centígrados. Tam- bién se ha propuesto como unidad de calor la cantidad de calor equivalente á la unidad de trabajo, fundándose en que el calor y el trabajo mecánico son susceptibles de transformarse el uno en el otro. Segun Regnault la cantidad de calor necesaria para llevar de ce- ro dt grados centígrados una masa dada de agua es proporcional á t + 0.0000 2* + 0.000000 3; vemos que dicha cantidad no es proporcional á la temperatura £, y se comprende que para elevar esa masa de una temperatura £' á una temperatura de ¿” grados se necesitará una cantidad de calor que variará, para un mismo intérvalo de temperatura, con el valor absoluto de los límites t” y £” Entre cero y unos sesenta grados centígrados se puede omitirlos dos últimos términos de la prece- 99 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dente suma y entre tales límites la cantidad de calor necesaria para producir un mismo aumento de temperatura, será siempre la mis- ma, sea cual fuere la temperatura inicial. En ese caso, para elevar det 4 t'” una masa de agua igual á la unidad de masa se necesita= rá un número de unidades de calor tl —t y si la masa fuera m se necesitaría m(t' —1t). Cuerpos de distinta naturaleza, que tienen la misma masa y es- tán á la misma temperatura poseen cantidades de calor bien dife- rentes como lo prueba el experimento de Tyndall, de las esferas de hierro, cobre, estaño, plomo y bismuto, de misma masa, calentadas á unos 200 grados y luego colocadas simultáneamente sobre una lámina de cera amarilla de unos 12 milímetros de espesor. La esfe- ra de hierro funde rápidamente á la cera y pasa primero al través de la lámina; después viene la esfera de cobre, luego la de estaño ; las esferas de plomo y de bismuto no solo no llegan á atravesar á la lámina sino que apenas se hunden en ella. Se llama capacidad calo- rifica media de un cuerpo entre dos temperaturas dadas t yt” la cantidad de calor necesaria para llevar al cuerpo de la temperatura tá la temperatura de t' grados, dividida por la diferencia de tem- peraturas t' —t. Si Q es la cantidad de calor que absorbe el cuer- po de masa M para calentarse de ¿ á £”, la capacidad calorífica me- dia entre estas temperaturas es por definición EA La capacidad calorífica media de la unidad de masa se denomina calor especifico medio entre los límites £ y £' será heicidos LA ME) Q es una función contínua de las temperaturas £ y t” que se anula cuando t' = 1 y que por consiguiente se podrá siempre desarrollar en serie. muy convergente según las potencias de ¿” — £, en tanto que este intérvalo no sea demasiado considerable, de modo que se tiene O=M[a(' 94610 =P —Y+...] LAS UNIDADES 23 donde a, b, ce... son cantidades muy pequeñas y rápidamente dle— crecientes. a La capacidad calorífica media y el calor específico medio son funciones de £ y de £”. Supongamos que el límite inferior (es cero y suprimamos el acen- toát”, entónces tendremos para espiesión de Q Q=M [at +0 + cl +...] y si tomamos la unidad de masa del cuerpo tendremos (A) q=M4+bE+FCcbBR El calor específico medio entre o y £, será Dulong y Petit fueron los primeros en establecer que el calor es- pecifico medio crece cuando la temperatura más alta se eleva; y la experiencia lo confirma. Si eligiendo dos ejes ortogonales tomamos como abscisas las temperaturas ¿ y como ordenadas las cantidades de calor q que da la ecuación (A), tendremos una curva que parte del orígen O y que presenta su convexidad hácia el eje de las abs- cisas. Sobre la curva tomemos dos puntos M yM' á los cuales corres- ponden temperaturas £ y ¿” y cantidades de calor q y q” para ca- lentar el cuerpo desde cero hasta dichas temperaturas. Imagine- mos la secante que pasa porM y M' y porel punto de menores coordenadas M imaginemos una paralela al eje de abscisas, la cual va_á cortar á la ordenada del otro punto en un panto N. El triángu- lo MM 'N es rectángulo en N y su hipotenusa es MM /. Se tiene en el triángulo MM 'N NM” = MN tang. M'MN; indicando el ángulo M'MN con e y observando que NM' =q' —q y MN = t' — £ resulta : q" =q=|t" —] tang y de donde 04 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA . el segundo miembro es el calor específico medio entre £ y £'. Ve- mos que está representado por la tangente del ángulo que forman la secante MM' y el eje de las abscisas. El calor específico medio variará no sólo con la magnitud del intérvalo, si que también con los valores absolutos de t y det”. ' Si se supone que el punto M' se aproxima indefinidamente á M, la secante MM ' se convierte en tangente en el punto M yel co- ciente Maid E == 0 converje hácia el límite que se llama calor especifico verdadero dá t grados. Expresa el calor que absorbe la unidad de masa del cuerpo para pasar de ¿ grados á(t + 1) grados, si se supone, como se puede suponer, que para esta variación de temperatura, la curva se confunde con su tangen- te. Los coeficientes a, b, c de la ecuación q = OIM lle nd: deben ser calculados de manera de que la fórmula se aproxime en lo posible á los resultados de la experiencia. Si se toma tres términos solamente, hay que hacer por lo menos tres determina- ciones calorimétricas entre cero y las temperaturas ¿,t' y 1”. La fórmula solo será aplicable entre cero y £”. El calor específico ver- dadero es la derivada de q respecto á (, de manera que se tiene aplicable también entre cero y £”. Como una primera aproximación se puede tomar el primer tér- mino de la suma at + bé + ct que se reduce entónces á al y el calor específico verdadero á (4) > A E 4 LAS UNIDADES 25 constante; pero esto entre ciertos límites y en ciertos Casos. El calor específico no solo varía con la temperatura si que tam- bién con la densidad y elestado fisico. La influencia de la varia- ción de densidad es notable en algunos sólidos como el cobre, por ejemplo. El carbonato de calcio es un ejemplo de la influencia del estado físico : el calor especifico del carbonato de calcio varía se- gún que esté en espato, creta ó mármol. Cuando los cuerpos cam- bian de estado cambian también el calor especifico ; el calor espe- cífico del agua al estado sólido es menos de la mitad del calor espe- cífico al estado líquido, y al estado de vapor es casi el mismo que presenta el estado sólido. Consideremos constante el calor específico entre dos temperatu- ras t y t'. Sea m la masa del cuerpo dado. Una masa igual á m de agua exigiría para calentarse de (á £” grados m (t' — £) unidades de calor. Si el cuerpo dado, bajo la unidad de masa, exije para calentarse un grado c veces más calor que la unidad de masa de agua para calentarse un grado, cuando tiene la masa Mm y haya de calentarse detát' exigirá de c veces más calor quela misma masa de agua para calentarse de tá £'. Luego la cantidad de calor que exije el cuerpo dado para calentarse de tá” grados, será Q = cm (t' — 1) unidades de calor, siendo e el valor numérico del calor específico del cuerpo dado. Este valor numérico es precisamente igual á la relación entre el aumento de calor en el cuerpo y el aumento de calor en el agua bajo la misma masa y para el mismo aumento de temperatura. Veamos qué masa de agua se elevaría de (á41' con la cantidad de calor que eleva de ¿át' al cuerpo dado. La cantidad de calor exigida por la masa w de agua es w (t' — £) y la cantidad de calor exigida por el cuerpo dado es mc (t” — 1) y debiendo ser igua- les, tendremos : 0 (1! —t) =me (t' — L) es decir 0); este producto mc es la masa en agua del cuerpo dado. 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sean dos cuerpos de naturaleza, masa y calor especifico dife- rente, que estando á cero grados han recibido una misma cantidad de calor, con lo que su temperatura se habrá elevado de cantida- des que supondremos diferentes. Llamando m m' c e” £ 1” las ma- sas, los valores numéricos de los calores específicos y las tempera- turas adquiridas, tendremos : met =m'c't' de donde t me gb siendo" y vw las masas en agua respectivas. Si la elevación de temperatura es la misma, lo que se puede ob- tener eligiendo convenientemente las masas, resullaría CANO. 7) el m y sise hubiera tomado masas iguales, la misma cantidad de calor aplicada á ambos cuerpos diferentes hubiera dado aumentos de temperatura ligados con los valores numéricos de los calores espe- cificos por la relación r E € e Se ha determinado el calor específico de los gases á presión cons- tante y á volúmen constante y se ha encontrado que no son igua- les. La relación del calor específico á presión constante está con el calor específico á volumen constante en la relación 1.41 para el aire y el hidrógeno y 1.29 para el anhidrido carbónico. Daremos las dimensiones de la conductibilidad y de la velocidad de enfriamiento y por esto recordaremos algunas nociones al res- pecto. Cuando un cuerpo caliente es colocado en presencia de un cuer- po frío, aun en el vacío, sucede que después de un cierto tiempo el equilibrio de temperatura se establece. Todo pasa como si simple- mente una cierta cantidad de calor hubiera sido transmitida, trans” portada del cuerpo caliente al cuerpo frío. Este transporte, inde- pendiente de la materia, se efectúa por radración. LAS UNIDADES 2d Cuando se calienta una parte limitada de un cuerpo fluido se establecen, en general, corrientes que transportan á la masa en- lera las partes calientes y producen el calentamiento por con- vección. Cuando es calentado un sólido en un punto, no hay transporte de las partes calientes y sin embargo el calor se propaga poco á poco por intermedio de las moléculas; esta manera de transmi- sión se denomina conductibiladad, y de ella nos vamos á ocupar. Fourier admite como un hecho que uva molécula se calienta cuando ha absorbido una radiación y quese hace entónces capaz de irradiar á su alrededor, á través de los espacios intermolecu- lares, como lo hacen las masas materiales en presencia en el vacío ó en los gases. Constituyó así lo que se ha llamado la teoría de la conductibilidad y que no es más que el estudio de la propagación de las temperaturas, deducida de la hipótesis de la radiación par- lticalar. La mayor parte de los resultados á los cuales ha llegado han sido verificados, lo que representa como una demostración a posteriori de las hipótesis que había admitido y que vamos á ex- poner : I. Sean m y y. dos moléculas mn. uy próximas. Sea £, la temperatura de la molécula m y 6, lade la molécula y. y sea t, > 0,. La molé- cula m envía á la y. durante la unidad de tiempo una cantidad de calor q que decrece rápidamente cuando su distancia aumenta y que se anula tan pronto como esta distancia alcanza un cierto lí- mite muy corto. Esta cantidad de calor es por consiguiente una función f (») de la distancia de má y. TI. Se admite también que q es proporcional á la diferencia de temperatura t, —6, de las dos moléculas m y p.. La distancia á la cual llegan las radiaciones moleculares es muy pequeña, la diferen- cia de temperatura f, — 0, muy debil y la cantidad q se anula con t, — 0,. Se puede así representar á q por q=(i, 0) f(r) III. Admite también Fourier que la cantidad q solo depende del exceso y no varía con la temperatura 0, de la molécula y, lo que no se puede justificar por razón alguna plausible. En realidad, la cantidad de calor emitida por un cuerpo es proporcional al exceso de su temperatura sobre la del recinto, pero es variable con la temperatura absoluta de este. Sin embargo esa hipótesis basta pa- 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ra conducirá resultados conformes con los hechos hasta hoy ob- servados. Estudiemos la conductibilidad en una lámina homogénea sólida cuyas caras AB y CD son indefinidas, paralelas y separadas por una distancia finitae; la cara AB está mantenida á una lemperatura V, yla cara CD á una temperatura Va, constantes una y otra. | En un plano MN conducido en la lámina paralelamente á las caras AB y CD la temperatura tiene en todos sus puntos el mismo valor Ven cualquier instante. Es evidente que esta temperatura V esen un momento dado función de la distancia w de MN á AB; se tiene pues V =g (1) Consideremos una molécula m muy cerca de MN, entre este pla- no y el de la cara AB, cuya molécula está á una temperatura £, y otra molécula p. á la temperatura 0] muy cerca de MN, pero entre MN y UD, de manera que la distancia my. sea á lo másigual á r. La molécula m envía en la unidad de tiempo á la molécula p. una can- tidad de calor Ms (e, — 0) f (r) De la misma manera, todas las moléculas situadas entre AB y MN enviarán calor á las que están colocadas entre MN y CD, con tal que estén situadas á distancias menores que el límite de la radia- ción sensible y la suma total de calor que pasará durante la uni- dad de tiempo á través de la unidad de superficie de MN se podrá representar por Q =2 (1, —0,) F(r). Sea %-—- a la distancia de máAB, y + la distancia de p. á AB. La temperatura de Mm será == (ue —a) =0 (0) —a9' (0) + ...; la temperatura de y. será 0 =29(0 + a) =9 (0) + 29! (2) + ... A causa de la pequeñez de a y de « se puede despreciar los tér- minos de estos desarrollos que siguen al segundo y escribir sim- plemente LAS UNIDADES 929 lt, =9 (0) — a q! (a) E | -6 E + Q Sn 3 ó bien Luego ABCEgO + dl. Y. bt, ue 0; == (a =+ 0.) loc E) por consiguiente ALS doc LV == 2 (a +2) f(r) y notando que Y (a + «) f (r) solo depende de la naturaleza de la lámina considerada, tendremos : (1) a La lámina acabará por alcanzar á un estado de equilibrio. En ese momento, el calor que atravesará durante la unidad de tiempo un plano cualquiera paralelo á AB, deberá ser independiente de la distancia á que él se halla de AB; pues siimagináramos dividida la lámina en otras más delgadas, si una de ellas recibiera de la que le precede más calor del que ella cede á la que le sigue, nece- sariamente se calentaría, ó bien, si cediera más de lo que recibe se enfriaría, luego Q debe ser constante y para que eso suceda se debe tener 5 d Y p == == lí doc integrando se tiene (2) V=mx +m Cuando x= o, Y = Y, y entonces «be 30. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA = Y, y por consiguiente (20) V=mx +V,. Haciendo w =e resulta Vi==me Vi de donde Wer — Va rs m == y sustituyendo en la (2) se tiene ó bien (3) VEN E que dice que las temperaturas decreceo en progresión aritmética a == : : LLUOe cuya razón es ——— cuando las distancias á la cara AB crecen e > en progresión aritmética cuya razón es 1. De la ecuación (3) de- d Y duzcamos la derivada in Yue es UNA le daa e Reemplazando este valor en la (1) se tiene ME A , (4) == que es la cantidad de calor que en la unidad de tiempo pasa á lra- vés de la unidad de superficie de un plano cualquiera paralelo á AB. Si V, — V, es igual un grado y e igual á la unidad de longi- tud se tiene | 0=E kes lo que se llama el coeficiente de conductibilidad ; es la cantidad LAS UNIDADES 31 de calor que entra d que sale de la lámina durante la unidad de tiempo, á través de la unidad de superficie, cuando su espesor es agualá la unidad de longitud y cuando la diferencia de las tempera- turas extremas es 1gual d un grado. A través del área S y en el tiempo z pasará una cantidad de ca- lor Q, que se obtiene por medio de la (4) y que es v, En Vo (5) Q=X483 d La ecuación (3) representa una recta. Veamos una construcción gráfica, que el lector tendrá que imaginar, para determinar la tem- peratura en un punto cualquiera del espesor de la lámina. Imagi- nemos una perpendicular GH común á AB y CD. Sobre AB tomemos á partir de G una longitud GP que represente en cierta escala la temperatura V,; á partir de H y en el mismo sentido que GP tome- mos una longitud HR que represente en la misma escala la tempe- ratura V,; en fin unamos P y R con una recta. Para tener la tempe- ratura en un punto O cualquiera del espesor de la lámina, condu- ciremos por O una paralela á AB y en el segmento IJ de esa para- lela interceptado por las rectas GH y PR tendremos la temperatura en U. Para demostrarlo imaginemos por el punto J de PR una perpendicular JJ" á AB y otra RR” conducida desde Rá AB. Ten- dremos (6) =0 0 — Vi == JP y en los triángulos rectángulos semejantes J'PJ y R'PR, te- nemos JP: RP: JJ" RR o RPG y ETA como R'P = V, — Va, 1 RR == resulta V, — Va 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y reemplazando en la (6) se tiene E 8) = V, ES a 05) que es la temperatura de la lámina á la distancia w% dada por la (3). Pasemos á la velocidad de enfriamiento. Consideremos un cuerpo cuyos puntos están todos á la misma temperatura y supongámosle encerrado en un recinto cuya tem- peratura es más baja. Su superficie libre irradia calor y se puede admitir que si el exceso de su temperatura sobre la del recinto es suficientemente pequeño, la cantidad de calor que pasa en la unidad de tiempo á través de la unidad de superficie es proporcio- nal á este exceso. Sea S la superficie total; el cuerpo perderá du- rante el tiempo dz una cantidad ¿Q, dO = ES (dz ; E es un coeficiente característico de la naturaleza del cuerpo so= metido al enfriamiento y del estado de la superficie, como también de la naturaleza, de la densidad, del estado de reposo ó de movi- miento, etc., del medio ambiente. Sean P la masa del cuerpo, € su calor específico; la pérdida de calor dQ producirá un descenso de temperatura — di tal que 140) = 00 Luego PC de = ES tdz de donde dt ES ; de VAPE : dt AL el cociente — ¿Ja 30 llama la velocidad de enfriamiento, cantidad que es proporcional al exceso de temperatura. La fórmula (a) ex- presa lo que se llama la ley de Newton. Se tiene di == — ES dz E, “ADN Integrando se tiene | p > ¿ q me LAS UNIDADES 33 log,t + constante = — +7 3 Para z = 0,sea l = fl, y enlónces lora 1 BO ES E a y en fin ES _ ES e= 13€ La fórmula (a) es solo aproximada. La velocidad de enfriamiento en el vacío está dada por la fórmula d — =ma" (at — 1) dz donde mes una constante que depende del cuerpo, a un número constante 1,0077, 'T la temperatura del recinto. Cuando el cuerpose enfría en un gas la fórmula es dt — =M y) 41-233 dz / donde n es un coeficiente que depende á la vez de la naturaleza del cuerpo y de la del gas y y un coeficiente que depende del gas sola- mente : es 0,45 para el aire; p representa la presión. Dimensiones. — Las unidades fundamentales serán siempre en este trabajo LM T. Cantidad de calor. — El calor es una fuerza viva, sus dimensio- nes son las mismas que las de un trabajo y se tiene simbólicamente MEMES: la unidad de calor es de la dimensión uno con respecto á la unidad ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 3 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de masa ; de la dimensión dos con respecto á la unidad de longitud y de la dimensión menos dos con respecto á la unidad de tiempo. Temperatura. — Sea W la cantidad de calor que contiene un cuepo. Esta cantidad es proporcional á su masa, al valor numérico de su calor específico y á su temperatura contadaá partir de un cero absoluto tal que W = 0. Se tendrá así W = cm de donde Como solo nos interesa saber cuáles son las dimensiones, pon- dremos directamente en vez de W ML*T-* en vez dem, M y no haremos caso de c que es un número. Tendre- mos asi ML*T-* M = MT > que nos dice que la temperatura es de la dimensión dos con respec- to á la unidad de longitud y menos dos con respecto á la unidad de tiempo. Coeficiente de dilatación. — Segun las espresiones obtenidas para los coeficientes de dilatación, vemos que sus dimensiones son la que da la expresión ls es decir, dos con respecto á la unidad de tiempo y menos dos con respecto á la unidad de longitud. Coeficiente de conductibilidad. — - Teníamos la ecuación NEO | DE 1 z de donde se deduce OPE Y ml ES LAS UNIDADES 39 El factor y, es el cociente de una cantidad de calor por una A temperatura, luego tendremos sus dimensiones en MESE". ==> = úl EsT7* ! E e En el otro factor 3=> £es tna longitud, S una superficie y ¿ un “Dd tiempo, luego sus dimensiones están espresadas en A A 0 Por consiguiente las dimensiones de k serán las expresadas en MLT> Velocidad de enfriamiento. — La velocidad de enfriamiento es la relación de una temperatura á un tiempo; sus dimensiones están espresadas en ás = L*T=+ Espresión general de una unidad derivada Una unidad derivada en el sistema cuyas unidades fundamenta- les son L M T puede representarse simbólicamente por UESMEL ET? donde « f y pueden ser positivos, nulos ó negativos. La expresión de una cantidad cualquiera será a [M*LET], si se cambia el grandor de las unidades fundamentales la misma cantidad estará. expresada por a [M,“LFT,7] y por consiguiente a [MéLéT] = a, [M,“L,FT,7] 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y los valores numéricos estarán en la relación a, L T Supongamos que se quiere saber cuál será en metros por segundo la velocidad que corresponde á 50 kilómetros por hora. Haremos. [04 A y == 1 Seta 90. E, = kilómetro 1 hora Leto ie segundo; se tiene .. Pkilómetro mora TE 050 metro segundo. = 530 < 1000 < 36007* Por consiguiente la velocidad propuesta equivale á metro 13,89 ==— segundo Homogenerdad de las fórmulas de la mecánica y de la fisica. Sea la fórmula y EH vo =P So $i== NN! — que da el espacio recorrido por un móvil animado de un movi- miento uniformemente acelerado. El primer miembro solo contie- ne una longitud, pero el segundo contiene aceleración, velocidad, tiempo, longitud. El primer miembro es el producto de un número abstracto por la unidad de longitud y como el segundo miembro debe ser igualmente el producto del mismo número abstracto por la misma unidad de longitud, una vez reemplazadas las unidades LAS UNIDADES 37 derivadas en función de las fundamentales, los sumandos tienen que ser longitudes y la heterogeneidad tiene queser necesariamente aparente. En'efecto, haciendo abstracción de valores numéricos, que no hacen al caso, la suma anterior da por la sustitución de las uni- dades derivadas LT=+T* + LIT + L ó bien IL == lbs lb es decir, longitudes ; luego todos los términos son homogéneos en— tre sí y con el primer miembro. Si equivocadamente hubiéramos escrito / 3 Vol” + y E HE S0 tal == el errorse vería al hacer la sustitución precedente. En efecto, resul- taria AS y solo habría el último término homogéneo con el primer miembro. Sea la fórmula de las oscilaciones del péndulo simple ¡ — e Y donde ¿es un tiempo, z un número abstracto, ¿una longitud y y una aceleración. Efectuadas las operaciones indicadas en el segun- do miembro, el resultado debe ser un tiempo. Haciendo abstracción de valores numéricos al sustituir las unidades tenemos L yr é al E Ms === T IEANRS E como tenía que ser. Los jóvenes que estudian elementos de fisica incurren algunas veces en el error de escribir ñ Er VE Y y pueden comprobar la fórmula sustituyendo unidades y se tiene 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA re zh l Did resultado evidentemente absurdo, pues el primer miembro es un tiempo y el segundo una velocidad angular. Puede estar bien escrita la fórmula pero no estar seguro sobre si yes una aceleración ó una fuerza, es decir si es la aceleración de la gravedad ó sies la intensidad de la gravedad. Despejando y se tiene manifiestamente y es una aceleración. En la geometría, por ejemplo, un alumno puede recordar que O : 4 FR? y 3 FR* son fórmulas que representan la una el área de una superficie esférica y la otra el volumen de la esfera y no hará con- fusión de una con otra si observa que 4R*es de dos dimensiones respecto á ta unidad de longitud y por lo tanto una superficie. S TU SISTEMA l. G. S Umidades geométricas, mecánicas, térmicas. magnéticas y eléctricas -C.6.S. — Unidades prácticas diversas. — Aplicaciones Hasta ahora nos hemos ocupado de las unidades bajo un punto de vista puramente teórico, dando las relaciones que ligan á las unidades derivadas con tres unidades fundamentales : Una longitud definida; Una masa definida; Un intérvalo de tiempo definido. El Congreso de los Electricistas, reunido en Paris en 1881, eligió como grandor de estas unidades fundamentales : El centímetro; La masa del gramo; A e 3 ñ pe (o) o) LAS UNIDADES El segundo de tiempo medio. El sistema fundado sobre estas unidades se llama Sistema Centi- melro-Gramo-Segundo 6 abreviadamente sistema €. E. S. El segundo dettiempo medio es una unidad universalmente ad- mitida. Como depende á la vez de la duración exacta de una revo- Jución de la tierra al rededor de su eje y del tiempo empleado por a tierra en recorrer su órbita al rededor del sol entre dos pasajes sucesivos por el equinoccio de primavera, ó en otros términos como depende á la “vez del valor del dia sideral y de la longitud del año trópico, nuestra unidad de tiempo no reposa sobre bases inmuta- bles. Habría ventaja en sustituirla por una unidad exenta de todo cambio, tal como la duración de la vibración de una luzsimple fá- cil de reproducir, por ejemlo, la duración de la vibración de la raya del sodio. El centímetro es la centésima parte del patrón que existe en Paris que no es la diez millonésima parte del cuarto del meridiano ter- restre como se había deseado. Ese patrón es el Metro de los Archi vos. Es una barra de platino cuya longitud está definida por la dis- tancia, á cero grados centígrados, de los medios de las dos caras normales á su eje, que la terminan. El Metro Internacional es una copia hecha con un prodigioso esmero. El pasaje del Metro de los Archivos al Metro Internacional presentó dificultades particulares. El Metro de los Archivos es un patrón de puntas cuya longitud está de- finida corao se acaba de decir. El Metro Internacional, como todos los nuevos prototipos, debía ser un patrón de. rayas, es decir, constiluido por una regla más larga que el metro, y cuya longitud está definida por la distancia, á cero, de dos rayas finas trazadas sobre una de sus caras. La Comisión internacional del metro reu- nida en Paris en 1872 había decidido tomar como punto de parti- da, para la ejecución del Metro Internacional, el Metro de los Archi- vos en el estado en que se encontraba ; se trataba, pues, de conser- var identícamente la misma longitud, dándole, sin embargo, una representación material de naturaleza diferente. Primeramente se construyó un patrón provisorio y se trazó aproximativamente la longitud del Metro de los Archivos, despues se sometió esa copia á una larga série de comparaciones con este último. De esas com- paraciones resultó que la distancia de las rayas limitativas de la regla provisoria ó 'Patrón internacional provisorio, era más larga, á cero, que la longitud del Metro de los Archivos en seis mailésimos demailimetro próximamente. La regla provisoria está indicada con A0 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el símbolo I, en los cuadernos de. la Oficina Internacional de Pe- sas y Medidas. Es de una aleación de platino é iridio, con 10 9/,de iridio. Su sección es de la forma dicha en X, ó mejor dicho la que resultaría dividiendo verticalmente en dos una «e y uniendo por un trazo horizontal las dos mitades. En el perfil efectivo la cara supe- rior de la unión horizontal queda enel plano de las fibras neutras y sobre esa cara están trazadas las rayas limitativas. Una de las ventajas de esta sección es que la longitud de la regla, es decir, la distancia de las rayas, es independiente de la manera de sopor- tarla. El milésimo de milímetro se denomina micrón y se representa por y. Cuando se concluyó la comparación del patrón provisorio l, con el Metro de los Archivos, se resolvió que la longitud (Ta. — 6 y.) re- presentaría la unidad de longitud para todos los trabajos de la Ofi- cina Internacional y vino á ser el metro provisorio al cual se refi- rió todos los resultados. Despues se construyó una série de nueva3 reglasdel mismo metal y de misma forma que debe suministrar pri- meramente el nuevo Prototipo internacional y sus (estagos, despues los Prototipos nacionales para ser distribuidos entre los Estados contratantes. Estas reglas han sido trazadas según el Patrón pro- visorio L, y teniendo en cuenta el exceso de longitud de este. El éxi- lo de las operaciones ha sido tal que entre estos nuevos metros, todos extremadamente poco diferentes, se encuentran varios que re- producen la longitud del Metro de los Archivos, en los límites de exactitud de las observaciones las más precisas que se pueda ha= cer, satisfaciendo plenamente á lo exigible. Entre estos se ha elegi- do, una vez terminados los cálculos de compensación de las com- paraciones que han sido hechas entre todas estas reglas, el nuevo Prototipo, que vendrá á ser, despues de haber sido sancionado por la Conferencia de Delegados de los gobiernos, el patrón fundamen- tal del sistema métrico. Se podría elegir como unidad de longitud la longitud de onda en el vacío, de la luzá la cual se habría tomado la unidad de tiempo, peroel sistema métrico es el generalmente adoptado por los hom- bres de ciencia de toda el mundo. La unidad de masa, ó gramo-masa no esla milésima parte de la masa de un decímetro cúbico de agua pura al máximo de densidad sino que es la milésima parte del patrón de platino depositado en los Archivos de Paris. LAS UNIDADES 41 Hecha esta pequeña historia sobre lo que se refiere álas unida- des fundamentales pasaremos á ocuparnos de las unidades C. G. $. Como las definiciones y expresiones simbólicas establecidas hasta este punto no se refierená grandores determinados de las unida- des fundamentales de longitud de masa y de tiempo, bastará reemplazar L por un centímetro, M por un gramo-masa y T por un segundo. Adoptando para el centímetro la abreviación cm., para el segundo s, y para el gramo-masa gm. obtendremos los símbolos representativos de las unidades derivadas definidas antes. Nos de- tendremos solamente sobre las unidades mecánicas C. G. S. más importantes. Aceleración. — Teníamos para la unidad de aceleración 1 ES en el sistema C. G. $S., será 0) y => la definición ya está dada para el caso general. Veamos el valor de la aceleración de la gravedad. Si P es el peso de un cuerpo en el vacío, Y su volumen, a el peso especifico del aire, R el peso aparente del cuerpo en el aire, se tiene R=P-— Va y sia' esel peso especifico del cuerpo supuesto homogéneo, se tiene R = Va” — Va = Va' | => A R=P|1—¿] OL Sea y la aceleración que tomaría el cuerpo cayendo en el vacío y j la que toma cayendo en el aire. Como las aceleraciones son pro- porcionales á las fuerzas se liene ó bien es decir que 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fórmula que explica por qué un cuerpo cae tanto más lentamente cuanto menos denso es. La aceleración en el vacío es dada por la fórmula y = 980,6056 — 2,5028 cos 2, — 0,000003 / en unidades €. 6. S. En esta fórmula >. es la latitud del lugar y h la altitud en centímetros. Esuna fórmula aproximativa. Las cons- tantes que entran en ella han sido deducidas de numerosas expe- riencias pendulares hechas en diversos lugares, estando la longi- tud / del péndulo que bate al segundo ligado con g por la fórmula 0 == md Dividiendo la ecuación precedente por x*, se tiene la longitud en centímetros del péndulo que bate al segundo l = 99,3562 — 0,2536 cos 2 — 0,0000003 h- La diferencia entre los valores de y y de l máximos en el poe y mínimos en el Ecuador, al nivel del mar es próximamente de ; = del valor medio, que resulta de los valores correspondientes á dife- rentes latitudes á la altitud cero. Fuerza (d). — Teniamos - FE =MLT? ó bien | F= My. La unidad €. G. S. de fuerza es la fuerza que imprime á la masa de un gramo una aceleración igual á la unidad €. 6. S. de acelera- ción. Esta unidad de fuerza se llama dina y se representa con d, de manera que | dia meras: 3 La kilodina Kd, vale mil dinas; la megadina Md, vale un millon de dinas; la milidina md vale un milésimo de dina y la microdina pd un millonésimo de dina. La fuerza de un gramo equivaleá 981 di- de gramo, es decir, próxi- 1 nas, le manera que una dina vale 5 981 mamente un milígramo. LAS UNIDADES y 43 1 milígramo vale 0,981 dina. l gramo vale 0,981 kilodina. l kilógramo 0,981 megadina. Presión. — La unidad €. G. S. de presión es una dina por cen- tímetro cuadrado, pues teníamos A MT E y por consiguiente la unidad €. G. $. será cm cavas em" = d (Cms La unidad empleada es la baría b que es una megadina por cen- tímetro cuadrado, es decir, casi un kilógramo por centímetro cua- drado, es decir Md ==" emP La kilobaría Kb, vale mil barías; la megabaría Mb, vale un millón debarías; la milibaría mb, vale un milésimo y la microbaría y.b, vale un millonésimo de baría. En la práctica se emplea el kilógramo por centímetro cuadrado que es sensiblemente igualá una baría. La atmósfera, presión ejer- cida por una columna de mercurio de 76 centímetros de altura, equivalente á la presión atmosférica media (1,033 kilógramos por centímetro cuadrado). Trabajo. — Teníamos como expresión simbólica de la unidad de trabajo MES TE = ML TD y por lo tanto la unidad £. G. S. será em. cm.s *. cm =d. cm que es el trabajo de una dina en un centímetro. Se denomina ery y se representa con e. El kiloerg Ke, vale mil ergs; el meger Me, va- leun millón de ergs; el milierg me, vale un milésimo de erg y el microerg ye, vale un millonésimo de erg. Para elevar un gramo á un centímetro hay que gastar y ergs Ó adoptando para el valor numérico de la aceleración de la gravedad el número 981, tendremos: 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Il gramo-centímetro, vale 981 ergs. Il kilográmetro vale 981 >< 100000 ergs ú 9,81 megers. Potencia. — Teníamos como expresión de la unidad de potencia MED: en el sistema €. (7. S. corresponde á omic ses == e50s es decir, un erg por segundo. En la práctica se emplea el caballo vapor 6 75 kilográmetros por segundo ó sea 75 < 100.000 < 981 ergs por segundo ; el poncelet ó sea 100 kilográmetros por segundo ó seá 100 >= 100.000 >< 981 ergs. En Inglaterra la unidad industrial de potencia es el horse- power. Il horse-power vale 75,9 kilográmetros por segundo. Unidades de calor. Equivalente mecánico del calor. — La uni- dad práctica de calor es la caloría que es la cantidad de calor nece- sario para elevar | grado cenlígrado la temperatura de 1 kilógramo de agua pura. Esta unidad se llama también caloria (kilógramo grado) para distinguirla de la pequeña caloriía ó caloria (gramo grado). La relación de la unidad de calor caloriía (kilógramo-grado) á la unidad industrial de trabajo, el kilográmetro, se llama equiva- lente mecánico del calor. Las experiencias hechas por Joule y mu- chos físicos, indican como el valor más probable del equivalente me- cánico del calor : Il caloría (kilógramo grado) 1 kilográmetro = 1425 Se ha propuesto como unidad de calor la cantidad de calor equi- Valente ála unidad de trabajo á la cual se le daría el nombre de termia. Entre el trabajo en kilográmetros y la cantidad equivalente de calor existe la relación T= 495 0. Adoptando la termía se tendría T-=0 As Y A a AS . LAS UNIDADES 45 Nos ocuparemos ahora de las unidades magnéticas y eléctricas. Diremos algo sobre las unidades magnéticas y luego nos ocupare- mos de las unidades eléctricas, lo necesario para comprender lo que son las unidades eléctricas prácticas. Unidades magnéticas. — La piedra imán ó ¿imán natural es un cuerpo que tiene la propiedad de atraer al hierro. La piedra imán tiene por composición Fe* 0%. Los 2manes artificiales son pedazos de acero de forma variable á los cuales se les ha comunicado la pro- piedad de atraer al hierro frotándolos con una piedra imán ó por otros medios. Todos los cuerpos de la naturaleza son más ó menos sensibles ála acción de los imanes. Se les ha dividido en dos grupos: los cuerpos aio, ferro- magnéticos, paramagnélicos ó positivos que son atraidos por los imanes como son el hierro, el niquel, el cobalto, el eromo, el cerio, el manganeso, cuerpos diamagnéticos ó negativos que son repelidos por los imanes como son el cobre, el antimonio, el fósforo. El dia- magnetismo es un caso particular del magnetismo. Cuando se sumerje una barra imanada en limadura de hierro los granos se adhieren especialmente en los extremos de la barra y unos á otros de manera de formar especie de borlas. Las acciones magnéticas parecen pues concentradas en las extremidades de los imanes. Estas regiones opuestas del imán se llaman polos. La ac- ción de los imanes se ejerce á traves de todos los cuerpos, decrece rápidamente cuando la distancia crece y varía con la temperatura. Una elevación de temperatura disminuye la 1manación de úna barra; un descenso de temperatura la aumenta. La disminución se hace permanente si la temperatura es demasiado elevada. Un imán al rojo cereza pierde su imanación ; el hierro á la misma temperatura ya no es magnético. Para el niquel, este límite, al cual el metal cesa de ser magnético es de unos 359 grados centígrados. El manganeso no es magnético sino á partirde — 20 grados centígrados. Las barras ¡manadas pierden su imanación en un tiempo más ó menos corto si no se toma disposiciones especiales para conservarlas. Si sobre una barra imanada se coloca un cartón ó una lámina de vidrio y luego se espolvorea con limaduras de hierro, los granos de limadura se disponen según líneas que presentan cierta regulari- dad de manera de formar una imagen á la cual Gilbert dió el nom- bre de espectro ó fantasma magnético. Estas líneas regulares son las lineas de fuerza ó lineas de inducción. 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Para conservar los fantasmas magnéticos hay varios medios. De Haldat aplicaba sobre el fantasma una hoja de papel untada de engrudo sobre la cual se adhiere la limadura ; Meyer forma el fan- tasma sobre una lámina de vidrio cubierta de lacre que se calienta despues por debajo; Silvanus Thomson engoma préviamente una lámina de vidrio ó una hoja de papel, una vez seca forma el es- pectro y por fin humedece la lámina ú hoja con vapor de agua ó agua pulverizada; la limadura queda adherida cuando se seca la superficie. En fin, se puede emplear papel de ferrocianuro de pota- sio sobre el cual se forma el espectro en la oscuridad y luego se ex- pone al sol durante el tiempo necesario. Despues del lavado, el fan- tasma se destaca muy bien en blanco sobre fondo azul. Una aguja suspendida por su centro de gravedad con un caballete, sobre una punta ócolocada sobre un corcho que flota en el agua, cuando se la deja en libertad para moverse se orienta de manera que un mismo polo se dirije hácia el norte. Se llama polos de mismo nombre todos los que, así abandonados á sí mismos se dirigen há-- cia el mismo lado, y polos de nombres contrarios los que se dirigen en sentidos contrarios. Cuando se aproxima estos polos unos á otros, se observa entre ellos atracciones 6 repulsiones y se comprueba experimentalmente, que: Los polos de mismo nombre se repelen ; los polos de nombres contra- | rios se atraen. Para distinguir los polos uno de otro se les llama, por conven- ción, polo norte al que se.dirige hácia el norte de la tierra y polo sud al que se dirige hácia el sud. Las atracciones y las repulsiones ejercidas entre los imanes se denominan fuerzas magnéticas. Si se considera dos barras ¡maná-- das se ejerce entre ellas cuatro acciones y el efecto total es la resul-- tante de estas cuatro acciones: dos atracciones entre los polos de nombres contrarios, dos repulsiones entre los polos de mismo nom- bre. Si imaginamos que se alargan indefinidamente las dos barras, disminuyendo al mismo tiempo sus dimensiones transversales, las regiones que como una primera aproximacion llamamos polos se harán de másen más pequeñas, se localizarán y tenderán hacia dos: puntos geométricos, donde estarán conceniradas todas las acciones magnéticas. Los polos de un imán son los puntos de aplicación de las resul. tantes de las acciones magnéticas ejercidas por la barra toda ente- LAS UNIDADES 47 ra á una distancia suficiente como para que las fuerzas ejercidas puedan ser consideradas como paralelas. Haciendo actuar entre ellas los polos de dos imanes muy largos á distancias bastantes pequeñas y en posiciones tales que se pueda despreciar las acciones de los otros dos polos, Coulomb estableció experimentalmente, con el auxilio desu balanza, la ley siguiente: Las acciones atractivas ó repulsivas entre dos polos magnéticos es- tán en razón inversa del cuadrado de su distancia. Cuando á un polo A se le presenta un polo de mismo nombre A”: se ejerce una fuerza repulsiva; si cuando al polo A se le presenta otro polo A” de mismo nombre se ejerce una fuerza repulsiva dife. rente de la que se ejercía con el polo A”, se dice que los polos A” y A” tienen masas magnéticas diferentes. Se toma como medida de estas masas magnéticas ó intensidad se polo las fuerzas mismas que ellas ejercen. Llamando m y m” las masas magnéticas ó intensidades de los polos en presencia, d su distancia, f la fuerza que se ejerce entre . ellos, la ley de Coulomb completa se escribe entónces k.es una constante que depende del medro en el cual se ejercen las acciones magnéticas. Se simplifica la fórmula considerando á k como una constante, y dándole el valor 1. Es la hspótesisqu e sirve ' de base al sistema de unidad €. G. $. MO En este sistema la fórmula de Coulomb. se.hace p mmn' O Intensidad de polo (m). Haciendo m' = m se tiene a ! me Ds a de donde 1D=0U 0 Si des la unidad de distancia y fla unidad de fuerza, llamando m la unidad de intensidad de polo, se tiene: m=LyMLT?= ML 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Creemos que ya no es necesario establecer las relaciones y hacer las consideraciones que hicimos al ocuparnos de las unidades geo- métricas y mecánicas y que podemos escribir directamente las unidades derivadas. Sus dimensiones son un medio con respecto ála unidad de masa, tres medros con relación á la unidad de longitud y menos uno con respecto ála unidad de tiempo. La unidad C. G. S. referida es la intensidad de polo que repele á un polo semejante situado á un centímetro de distancia con una fuerza igual á una dina. Momento magnético (SK). —El momento magnético de una barra es el producto de la intensidad de uno de sus polos por su distan- cia l Í = mi Por lo tanto, tendremos : NU = MT Nos dispensaremos desde ahora de dar la enunciación de las di- mensiones porque el lector está ya bastante familiarizado con lo dicho en el $ II. La unidad €. 6. S. de momento magnético es el momento de una barra cuya intensidad de polo es de una unidad €. (G.S. y la dis- tancia 1 centímetro. Intensidad de imanación (SJ). — La intensidad de imanación de una barra imanada es la relación de su momento magnético á su volúmen, es decir que tendremos : es decir En una barra larga se puede escribir, llamando S la sección y l la longitud 3= 0 =%m= 35, es decir, la intensidad de polo es igual á su intensidad de imana- ción multiplicada por la sección de la barra. (Continuard). DETERMINACIÓN DE LA LATITUD DE UN LUGAR Y DEL AZIMUT DE UNA LÍNEA SIN USAR MAS INSTRUMENTO QUE UN CÍRCULO AZIMUTAL Muchos son los métodos iúdicados por los autores para la de- terminacion de la iatitud de un lugar; pero en todos los que yo conozco ó hay necesidad de medir alturas, para lo cual hay que hacer intervenir en los cálculos las indiceciones del barómetro, á fin de poder tener en cuenta la influencia de la refraccion, ó hay necesidad de emplear un cronómetro para medir los ángulos ho- rarios, ó los dos instrumentos citados son necesarios á la vez, ade- más del que va á permitir medir los ángulos directamente. Como el barómetro y el cronómetro son instrumentos muy deli- cados para ser transportados de un lado para otro, creo que no dejará de ser útil conocer el siguiente método que he ideado para hacer la determinacion simultánea de la latitud de un lugar y del azimut de una línea dada, método de que se podrá hacer uso con ventaja en todos los puntos de la superficie terrestre cuya latitud no sea muy baja, y cuando la poca importancia de la operacionno permita el transporte de instrumentos muy delicados, ni un esta- cionamiento suficientemente largo para hacer el estudio de la mar- cha de un cronómetro. El método á que me refiero consiste en medir la diferencia de azimuts de dos estrellas por lo ménos, en el instante de su mayor elongación, siendo esta diferencia de azimuts el único dato que ha- brá que tomar sobre el terreno, para calcularel azimut de cada una de las dos estrellas en el instante considerado y la latitud del lugar. Para deducir las fórmulas finales consideraré separadamente los dos casos siguientes : | I. Las dos estrellas en el instante de su mayor elongacion que yo considero, están á un mismo lado del meridiano; ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 4 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA II. Una estrella se halla á un lado del meridiano y la otra al otro lado. CASO I Sea PZ (fig. 1) una parte del meridiano del lugar de observacion, S la posicion de una de las estrellas de declinacion: 3 = 90” — PS, en la época de su mayor elongacion, PS una porcion del círculo horario y ZS una porcion del circulo vertical que pasa por ella. Si llamo A, al ángulo que el vertical de la estrella forma con el vertical que pasa porel polo, tendré PZS = A,. Del mismo modo si S' es la posicion de la segunda estrella en el instante de su mayor elongacion, tendré, siendo 3 su declina— cion BS 905 y RUSIA Es indudable tambien que la latitud e del lugar estará ligada con Zp = 90" — y. : Ahora bien, el triángulo esférico ZPS es rectángulo en S, y el 7PS” loesenS'; luego, las fórmulas de la trigonometría esférica aplicadas á estos triángulos me darán cos 2” sen A”, = l ñ COS q du Cos 3 sen A, ==— (2). COS q Restando la (2) de la (1) tendré | cos 3! — cos 3 sen A (3); COS q sumando la (2) con la (1) 07 cos 5” + cos COS q sen Á”, + sen A, = (4); y dividendo la (3) por la (4) sen A Sen A Os 0 COS sen A”, + Sen A, cOs 2” + cos 071 07 Si las sumas y diferencias de senos y de cosenos de esta última ecuacion la transformo en productos, tendré ans ES PS A SS el IS ANI DETERMINACIÓN DE LA LATITUD ol l/ A Y , + A z 3 1 + ES SETE. y Pp 2p E Pp -P DIA E sen 9 COS 9 sen 9 sen ) / , A Ss / == S SE 57 (9) P LS P Sie P dr 0 2 COS 9 en 2) COS 9 COS 2) ! A silo us ES SS OS ELO e EA = — lo el sado to 2 ds (5) Lo EA» a 2 o) (6) Ahora siendo conocidas las declinaciones de las dos estrellas, será conocido el segundo miembro de (5), de modo que podré calcular A A ¿Ap uno de los valores Ss cuando conozca el otro. 9 En el caso de que me estoy ocupando el ángulo SZS' es el valor de A”, —A,, y este ángulo es precisamente igual á la diferencia de los azimuts instrumentales correspondientes á las dos estre- llas; entónces, de (5) sacaré AS A A,—A, c 8 do a a O ; : A y con esta fórmula calcularé el valor de — Despues de esto es evidente que tendré A O O E A p= un + 3 (7) E AAA Pp ) d S) Con cada uno de estos dos valores podré calcular la latitud por COS 3 coso” C0OsSP==——— y 0809 = ——— (8). sen A, senA', Antes de considerar el segundo caso voy á investigar cuales son Alp + A» 2 las circunstancias favorables para la determinacion de por la fórmula (6) y para la de ¿ por las (8). Para simplificar las fórmulas pondré 52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A +A A',—A NE P ly E 18) 2; ns 2 entónces la (6) podrá escribirse lg Y =—18 A ctg poa eg. Un error cualquiera que yo cometa sobre A me dará un error =/ : : a 9 o sobre 2, pero es indudable que no influirá sobre ni sobre a / > 0) Ne) . r YA o y => entónces en la fórmula anterior las dos cotangentes serán cantidades constantes para cada observacion. mientras que A y YX serán variables dependientes entre sí. Diferenciando tendré +3. .31—3 E clg 5 clg dY 9 2 JA 3 =— 0 cos” Y cos” Á COS” Ny 5! + o a / ES o A — ct cto - dA he cosA co 2 29 Esta fórmula me dice que un error cualquiera dÁ que yo co- meta al apreciar la diferencia de azimuts de las dos estrellas, dará sobre * un error igual al anterior multiplicado por un ne Y Si > >/ > factor — == ctg —- ctg — y este factor tendrá un valor tanto menor cuanto mayor sea la diferencia 5” —3. Entónces, la circunstancia más favorable para la determinacion de 2 es aquella en que 23” —3= Maximum (9). A o cos 9 Encontrado el valor de A, las fórmulas (8) medán: cos y = . Send Diferenciando esta ecuacion en la que A, y y son variables, y 3 es constante, tendré cos 3cos A, — sen y de = — - e sen A, da, DETERMINACIÓN DE LA LATITUD 53 fórmula que muestra que un error cualquiera cometido sobre el valor de A,, tiene tanta menor influencia sobre el valor deducido para q cuanto más léjos del meridiano se encuentre la estrella en el instante de su mayor elongacion, esto es, que para un lugar dado, se obtendrá un valor menos erróneo de g , cuanto más cerca del ecuador esté la estrella observada. CASO 11 Sean, como antes, P y Z (fig. 2) el polo celeste y el zenit del lugar de observacion, S y S” las posiciones de las dos estrellas en el instante de su mayor elongacion . Si35 y A, son la declinacion de una de las estrellas y el ángulo que su vertical forma con el que pasa por el polo, 3” y A”, los elementos análogos de la otra estrella, tendré evidentemente PS = 902 —3; PS! =90% —3'; SIP=A,; S'ZP=A?,, así como PZ= 90% —, siendo e la latitud del lugar de observacion. La consideracion de los triángulos SZP y S'ZP, rectángulos en S y S', me llevará otra vez á la formula A! A to Pp Pp E) A —_ + =- 48 g == (5). do 5 2 5 2 5) 10) al En este caso el ángulo SZS' es siempre igual á la diferencia de los azimuts instrumentales de las dos estrellas, como en el caso anterior, pero aquí, segun se deduce de la figura, dicho ángulo es SZS"=A', + Aj; 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA entónces, en la fórmula (5) el único elemento desconocido que DA A, . queda es tg o » y este estará dado en funcion de los cono- cidos por AL RA a —Á3 Eo 2 / EAS : A', —A E Resuelta esta ecuación conoceré el valor de == y calcularé A', y A, por (7), y la latitud por las (8) del caso I. Voy ahora á investigar cuáles son las circunstancias favorables o A”, —A para la determinacion de == por la fórmula (10). Atribuyendo á 2 y A los mismos significados que en el caso ante- rior, la (10) podrá escribirse > a/ > =/ ES 3 a IO O En esta fórmula, lo mismo que en la que deduje de (6) en el caso L 2 yA son las únicas cantidades variables dependientes entre si. Diferenciando tendré dA da COSTA cos” Y ST MO 2 a / ES a / ES coscA 33 3 —3 NS == Lo to dE COSAS O SENO Esta fórmula hace ver que un error cualquiera d£ que yo cometa al apreciar la diferencia de azimuts de las dos estrellas, dará sobre Á un error igual al producto de sí mismo por un factor A S" HO, — 8 IEA AS menor, cuanto menor sea la diferencia 3 — 3. Luego, la circunstancia más favorable para la determinacion de A es aquella en que » y este factor tendrá una valor tanto SS OI (11) DETERMINACIÓN DE LA LATITUD 50 Ejemplo : En San Juan he observado tres estrellas en el instante de su mayor elongacion la noche del 4” de Mayo de este año, y he obtenido las lecturas instrumental>s siguientes, sobre el limbo azimutal de un teodolito que aprecia 10” de arco : Al Este del meridiano : Estrella ; Declinacion Lectura instrumental 6 Triángulo austral... — 63% 5'25” 2309 '55" 2 Triángulo austral... — 68%49'29” 23719'12"5 Al Oeste del Meridiano : a del Navio (Canopo).. —5238'25" ASAS Señal fija : lectura instrumental : 7911/30”. Para el cálculo de los azimuts yo puedo hacer las tres combina- ciones siguientes de las observaciones tomadas dos á dos : 12 ¿del Triángulo austral, con f de la misma constelación á un mismo lado del meridiano (caso 1) ; 22 a del Triángulo austral al Este con Canopo al Oeste (caso II), y 3 B del Triángulo austral al Este con Canopo al Oeste del meri- diano (caso IT). La primera combinacion la desecho por no ser satisfecha la con- dicion (9), y hago los cálculos de las otras dos por medio de las fórmulas (10), (7) y (8). Con esto encuentro para A, los valores, 22 combinacion, para a T. A. 25%4'38"2 » » PArLanopo!. ur. A 4523'"36"8 3% combinacion, para f T. A. 32%4'23"3 » » Parar anopO. 0... E 4523'39"1 y tomando la media aritmética para Canop0........ 4523'37"9 Con estos datos obtengo para azimut astronómico de la señal fija por a Triángulo austral. 3*2'50"7 por f Triángulo austral. 3%2'45”3 % media : A= 39'48"5 POCO po. oleo 3-2'49"6 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Calculando despues la latitud por (8) resulta : pora Triángulo austral. —-31%32'0"5 por f Triángulo austral. —31932'4"2% media : .= — 31939'2%3 Dor Camo0s se 0 ae > — 1 - Si en vez de desechar la primera combinacion, la hubiera tenido tambien en cuenta, hubieran resultado dos valores de A, para cada una de las estrellas, y tomando la media de ellos el cálculo me hubiera dado el resultado final siguiente : A=32'56"8; a =-— 31321918 San Juan, Mayo de 1890. JosÉ S. CorTTr. Ingeniero civil, M. S. I. C. HOSPITAL DE LA BOLSA Publicamos en este número el plano del Hospital de la Bolsa, confeccionado por los Sres. arquitecto Juan A. Buschiazzo y De. Telémaco Susini y aprobado por la Comisión respectiva. Va enseguida la : LEYENDA EXPLICATIVA PABELLON Á 1, Gran vestíbulo; 2, Corredor central, con escaleras en los extre- mos; 3, Mesa de entradas; 4, Estadística; 5, Archivo; 6,7 y 8, Administrador; 9, Portero; 10, Teléfono interior y exterior; 11. Le- trinas; 12, Ante-comedor con bajada al sub-suelo; 13, Comedor; 14, Toilet. Piso superior Por la escalera de la izquierda se sube á la gran sala para reunion general de médicos y á la Biblioteca, accesorios de W.-£., etc. Por la de la derecha se sube á los departamentos del Administra- dor y Practicantes, locales accesorios, etc. Sub-suelo Contendrá la cocina, ante cocina, pequeña despensa, bodega, ha- bitaciones del servicio, baño, W.-£., etc. PABELLON B (un solo paso) 1, Entrada para las ambulancias ; 2 y 3, Cuartos para depositar los enfermos hasta que sean diagnosticados; 4, Depósito de ropa; 5, Baños y letrina. 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estos pabellones están ligados por medio de la galería 6 con el edificio de la Administracion. PABELLONES (Y D (con sub-suelo) 1, Entrada y sala de espera; 2, Sala de consultaciones; 3, Gab1- nete de Toilet é instrumentos; 4, Comunicacion con la sala de enfermos; 5, Corredor de servicio con escalera para el sub-suelo ; 6, Enfermero; 7, Baño; 8, W.-C.; 9, Ropa á desinfectar; 10, Sala - para ocho camas. Superficie para cada cama, 10”?; Volúmen, 50”. Sub-suelo Contendrá habitaciones para el servicio, los caloríferos, ventila- dores, depósito, etc. E. — PABELLONES DE CIRUJÍA 1, Entrada con escalera para el sub-suelo y piso superior; 2, As- censor para enfermos; 3, Botiquin ; 4, Cocinita; 5, Cuartos de re- paracion ; 6, Sala de consultas; 6, Baños; 7, Lavatorios y ascensor para la ropa sucia; 8, W.-C.; 9, Salas de enfermos para 12 camas. Superficie por cama, 10260; Volumen, 60%. Esta reparticion se repite exactamente en el piso superior. En el sub-suelo se dispondrán los caloríferos, ventiladores, depósito de combustible, ropería, vendas y habitaciones del servicio. El pabellon central contiene en : 1 y 2, Cuartos de operados; 3 , y 4, Instrumentario, vendages; 5, Director; 6, Sub-director ; */ 7, Pequeña sala de operaciones; 8 y 9, Practicantes; 10, Comedor central; 11, Escalera y ascensor para operados del piso superior; 12, Gran sala de operaciones. Piso superior ¿Se dispordrá arriba el salon de clase, biblioteca y empleados, etc. Sub-suelo Tendrá 4 calorifero, habitaciones de servicio, etc. HOSPITAL DE LA BOLSA 59 PABELLON FEF. Su distribucion general es análoga á los anteriores con la dife- rencia de tener las salas de enfermos una baranda al final donde pueden colocarse camas de convalescientes para que los enfermos se distraigan con la vista de los jardines. En el pabellon central se ha dispuesto la sala de consultas y otra más pequeña para operaciones. (+. — FARMACIA CENTRAL 1, Entrada; 2, Farmacia; 3, Laboratorio; 4, Cuarto para lavar botellas, etc; 5, Cuarto de distribucion; 6, Despacho del farmacéu- tico; 7, W.-C : Piso superior Contendrá las habitaciones del farmacéutico y ayudante, baño, W.-C., etc. Sub-suelo Se dispondrán las habitaciones del servicio, depósito de botellas, medicamentos, etc. H. — COCINA GENERAL Il, Entradas; 2, Cocina á vapor; 3, Fregadero con bajada al sub- suelo; 4, Letrinas; 5, 6, 7, 8, 9, habitaciones del director de la co- cina y empleados. Inmediato á las entradas se hace la distribucion de la comida por medio de ascensores. Sub-suelo Contendrá la despensa, bodega, depósito de combustible, depó- sito de hielo, depósito para conservar las carnes y verduras, habita- ciones de peones, baños, etc. Íl. — ROPERÍA CENTRAL 1, Entrada; 2, Ropería; 3, Composturas; 4, Gabinete del di- rector; 5, Distribucion ; 6, Escalera y ascensor; 7, W.-C. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Paso superior Habitaciones del personal de empleados. Sub-suelo Contendrá la colchonería, cuarto de planchar, depósitos varios. J. — PABELLON DE GINECOLOGIA Su distribucion general es análoga á la de los pabellones de Clínica Médica. K. — PABELLON DE SIFILÍTICOS, PIEL 1, Entradas; 2, Escaleras para el piso superior y sub-suelo; 3, W.-€.; 4, Cocinita; 5, Sala de 12 camas; 6, Sala para mujeres, de 8 camas; 7, Cuarto de trabajo; 8, Pasage. Pabellon central 1, Entrada; 2, Director; 3, Botiquin; 4, Sub-director; 5, 6 y 7, Enfermos distinguidos ; 8, Espera; 9, Sala de consultas; 10, Toi- let de los médicos ; 11, Escalera; 12, Corredor central. Piso superior Su distribucion es análoga á la anterior. Sub-suelo Contendrá debajo de las salas de enfermos e: comedor de enfer- mos, caloríferos, depósitos, etc. Debajo del pabellon central los baños de inmersion continua, baños medicinales y habitaciones de servicio. L. — COMEDOR GENERAL DE MÉDICOS Y PRACTICANTES 1, Barandas ; 2, Comedor; 3, Ante-comedor; 4, Toilet; 5, W.-C.; 6, Galería. Sub-suelo Contendrá : 1 calorifero, Cocina, Despensa, Bodega, y habita- ciones de servicio. HOSPITAL DE LA BOLSA 61 M. — MATERNIDAD 4, Entradas; 2, Vestíbulo; 3, Corredor central; 4, Escalera con ascensor para enfermas ; 5, Operadas; 6, Cuarto de trabajo; 7, Co- medor; 8, Parteras ; 9, Baños; 10, W.-C.; 11, Cocinitas; 12, Salas para 8 camas de las que esperan el parto. Pabellon central 1, Corredor; 2, Vestíbulo y ascensor; 2, Escalera; 3, Gran Sala de operaciones; 4, Operadas; 5, Director; 6, Practicante; 7, Par- teras; 8, Toilet y desinfeccion; 9, Baños; 10, W.-C.; 11, Instru- mentos, vendas, elc. Piso superior Su distribucion es igual á la del piso bajo. Sub-suelo Se dispondrán los ventiladores, caloríferos, habitaciones de servicio, depósitos, etc., como en los demás pabellones. N. — ENFERMEDADES NERVIOSAS 1, Direccion; 2, Enfermos tranquilos; 3 y +, Enfermos agitados. Piso superior Igual distribucion. Sub-suelo Baños medicinales, duchas, piscina, habitaciones del personal de servicio, calorífero, depósitos, etc. : O. — DEPÓSITO DE AGUA Se construirá un pozo semi-surgente, con depósito de agua, mo- tor, caldera, etc. P. — PABELLON DE NIÑOS 1, Director; 2, Sub-director; 3, Botiquin; 4, Practicante; 5, Ope- raciones ; 6, Instrumentos; 7, Consultorio; 8, Escalera; 9, Salas de 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 10 camas; 10, Salas de 6 camas; 11, Comunicacion; 12, Enfer- mero; 13, Baranda para sacar las camas de los convalescientes ; 14, W.=C. y baños. Arslamiento Tiene un pabellon separado que contiene : 1, Entrada y desinfec- cion; 2, Galería; 3 y +, Cuartos de enfermos; 4, Enfermero; 5, W.-C.; 6, baños; 7, Operaciones. Piso superior Tiene una distribucion igual á la del piso bajo. Sub-suelo Contiene reparticiones de servicio como los demás pabellones. (). — LAVADERO, DESINFECCION 1, Recibo de la ropa á desinfectar; 2, Estufa; 3, Ropa desinfec- tada; 4, Lavadero á vapor; 5, Composturas; 6, Cuarto de plancha ; 7, Escalera; 8, W.-C.; 9, Caballerizas para 24 caballos; 10, Cocheras y ambulancias; 11, Arreos; 12, 12, 12, 12, Administracion y emplea- dos; 13, Depósito; 14, Entradas; 15, Gran patio con bañadero de caballos. Piso superior Contendrá el secadero á vapor y de aire libre, talleres para la fa- bricacion de colchones, talleres de composturas, carpintería, depó- sito y distribucion del forrage. R. — DEPARTAMENTO ANATÓMICO 1, Entrada; 2 y 3, Director; 4, Capilla; 5, Depósito; 6, Instru- mentos ; 7, Sala de autopsias; 8, Sub-director; 9, W.-C.; 10, 11 y 12, Laboratorio; 13, Clase ; 14, Galerías de comunicacion; 15, Es- calera. Piso superior Contendrá el Museo, las salas de trabajos microscópicos, labora- torio químico, etc., cuartos de operados, cuartos de instrumen- tos.ete: HOSPITAL DE LA BOLSA 63 Sub-suelo Contendrá las reparticiones de servicio, caloriferos, ventiladores, depósitos, ropería, comedor de convalescientes, ete., como los de- más pabellones. T. — PABELLON DE AISLAMIENTO 1, Entrada; 2, Corredor que separa las 4 piezas de enfermos, los que tienen al mismo, un vidrio fijo para inspección ; 3, Baño cer- rado por una simple mámpara para dejar libre la circulacion del aire; +, Enfermero separado por un corredor abierto; 5, Desinfec- cion y W.-C. Este pabellon no tiene altos ni sub-suelo y en caso que se consi- dere insuficiente sería preferible construir otro más á agrandarlo. Sub-suelo Tendrá los lucales para depósito y conservacion de cadáveres, depósito de atahudes y cuartos para laboratorios de los médicos, cuarto de embalsamamiento, etc. S. — ENFERMEDADES DE LA VISTA 1, Entrada; 2, Vestíbulo con lavatorios; 3, Enfermero; 4, Coci- nita; 5, Escalera para el sub-suelo; 6, Baños; 7, W.-€.; 8, Pequeña cámara oscura; 9, Sala de 12 camas. Pabellon central 1, Entrada, 2, Corredor central; 3, Sala de espera; 4, Consulto- rio; 5, Toilet; 6, W.-C.; 7, Escaleras para el piso superior y sub- suelo; 8. Director; 9, Sub-director; 10, Anotaciones; 11, Escritorio; %, Cámara oscura. Piso superior -Su distribucion es análoga con la sola diferencia de tener en la parte central la sala de operaciones con ascensor para camas, cuar— tos de instrumentos, gran cámara oscura 64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA U. — PABELLON DE AISLAMIENTO PARA LAS ENFERMAS DE FIEBRE PUERPERAL 1, Entrada única y desinfeccion; 2, Enfermera; 3, Cuarto de reparacion; 4, Comunicacion; 5, Salas de 4 camas; 6, Baños y wW.-C. CAPACIDAD DEL HOSPITAL Enfermos de la garganta y OO qa lo a oo ia O de Liruala ar A aa 20 200 de Mica rd AA 200 Pabellon de Ginecología....... A dde 50 — de Sifiliticos. a A 50 — de Mater o ON — de Enfermedades Nervi0saS.............. IR 40 — deiWinos O A DA RAE 70 -— de Aislamiento de infecciosos.......... OCA 8 — desEntermos de TA 50 == de Fiebre puerperio O O 8 Tofaile oo A 792 DEPARTAMENTO HIDROTERÁPICO 1, Electroterapia; 2, Ropería;'3, Enfermero; 4, Baño de em- pleado; 5, Médico de servicio; 6, Frigidarium; 7, Lavarium; 8, Baño de vapor; 9, sudatorium; 10, Tepidarium; 11, Piscina y duchas; 12, W.-C. La superficie total del terreno es de 97,000”*, luego corresponde . A 97,000 á cada cama una superficie igual á oa 77 122% 47, mayor que la que se exige actualmente (100** por cama). e la Sociedad Cientifica Argentina ca ET CALLE MATHEU a y E S CALLE AL PUENTE ALSINA pet ES Í, “y r7ja ¡81 E qe Pao. Qe ES VO E IN A A ” ) gaTTY PROYECTO 701 PARA EL - a” Ed S 5 HOSPITAL Pla LA BOLSA h Nai | A REFERENCIAS EA > 3 A Administracion. B Entradas C - Enfermedades de la garganta, D Enfermedades de los ofdos E Cirujía FEF Clínica médica G— Farmacia contral H Codina general I Roparía J Ginecología K Sífilis y piel L Comedor genoral de practicantes M Maternidad há N - Enfermedades norviosas e O Depónto de agua P Niños Q Lavadero, desinfeooion, ato. | S Enfermedades de la vista. | R - Departamento mortuorio y espilla T Aislamiento. U Aislamiento de puérparss. AMIA TH Aonmansr PS HOMENAJE Á LA MEMORIA DE D. PEDRO PICO El 15 del mes pasado, la Sociedad tributó un acto de verdadera justicia, á la memoria de su distinguido ex-Presidente, D. Pedro Pico, depositando una placa de bronce sobre su sepulcro. Las per- sonas que como Pico, supieron conquistarse el cariño de sus com- pañeros, exhibiendo como prendas, la virtud, la honradez y la atencion contínua al desenvolvimiento intelectual en nuestro país, tienen el derecho de que se tribute á su memoria tan justo home- naje.. La Sociedad Científica Argentina que tanto le debió desde su fundacion, tenía que cumplir este sagrado deber, como un acto de gratitud eterna. : A pesar del mal tiempo, concurrió á la Recoleta un buen nú- mero de socios, y verificado el acto, el ingeniero Viglione, habló en estos bien sentidos términos: SEÑOR PRESIDENTE : SEÑORES : El señor D. Pedro Pico, el venerable D. Pedro, de tan buenos recuerdos en esta Buenos Aires, por sus bellas prendas morales y su elevado carácter, siempre fué muy querido y admirado por los que en sus últimos años constituíamos el cuadro de miembros activo de la «Sociedad Científica Argentina»; y más particular- mente por aquellos que formábamos su guardia jóven. Place observar que esta, reforzada con la que acaba de incorpo- rarse á la vida de la Científica, aparece con mayoría en esta cerc- monia, cuyo alto fin es rendir honores y perpetuar lla memoria de quien fué, más que activísimo y lucido miembro activo de nues- tra Sociedad, muy digno y celebrado cultor de la vigorosa intelec- tualidad argentina. ANAL. SOC. CIENT. ARG T. XXX 5 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Actos son estos que levantan y prestigian á la Institucion que los realiza, que estienden su accion benéfica y libertadora de las incli- naciones concupiscentes que dominan y tienden á avasallarnos en los tiempos presentes, y que entrañan cumplimiento de deberes de justicia y patriotismo, desde que contribuyen á salvar del camino del olvido á distinguidas personalidades de la aplicacion argen- tina como ser: Rawson, Puiggari y Pedro Pico. La Junta Directiva del actual período administrativo de la « So= ciedad Científica Argentina» se destaca de entre las que la han precedido, por la empeñosa dedicación en tributar honores á aque- llos de sus sócios muertos que supieron con sus luces y dedicacion servirla afanosamente, reflejando accion benéfica y distinguida sobre la ciencia y los intereses del país en que fuera consultada ó actuara expontáneamente. Persista la accion de la Junta en despertar y mantener el culto y respeto de sus muertos ilustres, vengan á estas fiestas todos sus miembros maduros, desde hace tiempo ausentes de la vida activa de la Sociedad; y principalmente nunca falte la juventud para que se Inspire en los recordados ejemplos cuyos timbres son : abnegada y constante laboriosidad, limpieza de corazon y de honra, vali- mento intelectual y valor cívico, que es necesario no duerma |! Así, visitando y recurdando nuestras tumbas, á semejanza del culto antiguo, en sostener el fuego que ardía en el griego-romano altar, formaremos y sostendremos nuestro ser moral, y fuertes nos sentiremos para soportar esta vida dura. Entónces, contentos nues- tros muertos de que no los olvidemos, nos atraerán el tutelage de los favores divinos! Para establecer constancia del importante rol que desempeñó el señor Pico en los primeros años de la «Sociedad Científica », fuera en calidad de Presidente de la misma ó como simple miembro, teneis dos medios elocuentes : Un vivo testimonio de los que fueron sus compañeros en la labor, y las nutridas páginas de nuestros Anales reputados. ¿Recordais? Allá iba el noble viejo con su inseparable Secreta- rio, el fundador de la Sociedad, organizando exposiciones, enca- bezando las comitivas que dirijía á las visitas de los establecimien= tos irdustriales, inquiriendo motivos de aplicacion de las fuerzas de la Sociedad, requiriendo consultas y trabajo para la misma, de los Gobiernos y particulares: y publicando él mismo esas conferen- > a als apa Y AA AO E pos HOMENAJE A LA MEMORIA DE D. PEDRO PICO 67 cias con desembarazo y hasta con elegancia, ya esos mismos pro= ductos de la actividad que la Sociedad estimulaba, ya los frutos de sus especulaciones científicas bien revestidas de originalidad. Fué ese dia inolvidable para la historia de la Sociedad, cuando colocamos la piedra fundamental en su edificio, hoy en vísperas de erijirse, que perfilamos la figura de este distinguido hombre de sentido. El señor Pico había sido el que primero preocupara á la Socie- dad, con la imperiosa necesidad de dotarla con un local propio, y si bien malogró su idea, debido á la impracticabilidad del plan, ella no obstante siguió preocupando á los sócios. Precisamente en el año de su muerte se colocaba la piedra fun- damental y fué entónces que creímos oportuno recordar sus rele- vantes méritos para la Sociedad. Es, decíamos, durante su Presidencia, que la Sociedad comenzó á organizarse administrativamente, ordenándose la Secretaría y la contabilidad y reglamentando la Biblioteca; se promueven y rea- lizan concursos sobre interesantes problemas de viabilidad terres- tre y fluvial, agricultura, construcciones é higiene, se inician para la Provincia los trabajos de perforacion en el lecho del Plata, en Martian García y otros puntos, y los que tienen por objeto buscar un punto fijo al que deban relacionarse tas nivelaciones practica— das en aquella; se celebra una exposicion científico-imdustrial, se promueve y ayuda á costear el importante viage de Moreno á la Patagonia Setentrional, y las excursiones geológicas á las cerca- nías del Lujan, se forma el Museo que se cierra más tarde, y apa- recen los Anales saludados cariñosa y entusiastamente por la prensa de Buenos Aires y Salta, y por todos los empeñosos en el adelanto del espíritu científico argentino. : Esta exhibicion de ciertos rasgos de la labor de las administra— ciones á cuyo frente estuvo, enseña lo bien que comprendió el al- sance de las bases que fundan la Sociedad. La alejó de la iner- cia, es decir del oscurantismo, y del fantaseo cientifico, que es la rémora de las inteligencias; conduciéndola con mano segura y ex- perta y ánimo selecto hácia el estudio y análisis de tantas cues- tiónes en que se encontraba vilalmente interesado el progreso in- dustrial y científico de la República. Acusan asímismo nuestros Anales algunos temas delicados que el señor Pico supo abordar con lucidez. Respecto del «Observatorio Nacional », aprecia los trabajos de 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA su sábio Director, entrando en reflexiones apropiadas, y en la justa exposicion de las medidas necesarias á tomar, para prevenir y absolver diferencias que pusiera de manifiesto. El señor Pico que había sido Ayudante del Almirante Mouchez, Director del Observatorio de Paris, venido á estas regiones con motivo de trabajos geodésicos, y estuvo á cargo de una Estacion astronómica en la torre de la Merced; y que contaba además tanta práctica en operaciones de ese género, era persona de condicion para estimar y dar consejo sobre los trabajos del Observatorio Nacional. Su estudio del fenómeno físico de la polaridad magnética debe leerse y meditarse, particularmente por los Ingenieros Geógrafos y por los curiosos aplicados en la Geografía, la Física, la Historia y la Agrimensura. Su última prenda de labor como miembro de la Sociedad, es su valiosa intervencion en el importante asunto de la Orientacion de la Nueva Carta Catastral de la Provincia de Buenos Aires, y sobre el cual pidió consulta el Departamento de Ingenteros. Tan delicada tarea fué encomendada á los señores Pico, Rosetti y - Girondo, quienes produjeron un informe decisivo para la Socie dad y el Departamento de Ingenieros. Desapareció así la orientacion invertida del mapa de la Provin- cia y al fin se exhibirá con el Norte por cabeza. SEÑORES : Os he esbozado la personalidad científica argentina que se llamó el Agrimensor Pedro Pico, representándoos la dedicacion y culto que prestó al adelanto de nuestra Sociedad. Para integrar los contornos de figura tan simpática y modesta, acudid á los artículos biográficos de Mitre y Zeballos, publicados con motivo de los funerales de aquel virtuoso ciudadano. Encontrareis entre muchos ejemplos curiosos de imitabie acti- vidad, aquel en que aparece como Ingeniero Militar entre los de- fensores de la Nueva Troya y utiliza los momentos de descanso bélico, trabajando como Maestro de Dibujo y de Música, para sub- venir á las necesidades de su familia. Señores: La «Sociedad Científica Argentina », agradecida á los distinguidos servicios de su inolvidable Presidente, D. Pedro Pico, HOMENAJE A LA MEMORIA DE D. PEDRO PICO 69 y ufana de su memoria, deposita esta corona sobre su tumba. Ella debe ser símbolo de union y de trabajo constante entre sus miembros, á fin de encaminarla á rango espectable en el mundo cientifico. ¡ Ella debe ser siempre visitada por los jóvenes, para que templen su amor por servirla y sientan la aspiracion de ccupar su más alto puesto |! Entónces, desde la tribuna que honró Pico, podrán decir asi, con tanto fervor y sencillez de la Sociedad y de la Patria: « Dichoso me considero en haber alcanzado á presidir en el seno de la patria, un acto tan interesante como el presente: aquí, de donde en épocas ariagas de lamentables recuerdos, eran pros- criptos el génio, la inteligencia y verdadero patriotismo. Cuantos ilustres argentinos expatriados en esas épocas, no habrían deseado alcanzar á presenciar en la patria, lo que en ella presenciamos nosotros »hora. Peroesos ilustres varones bajaron á la tumba sin alcanzar tan grande dicha, llevando siempre encendido en sus pechos el amor á la patria, el amor á la ciencia, hasta los últi- mos latidos de sus corazones. » Junio 15 de 1890. REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI /Continuacion) El señor Kyle que había ocupado la presidencia de la Sociedad en 1874, cuando se inició el espediente de estas perforaciones, pi- dió en la Asamblea del 17 de Agosto de 1876 que la Comision nom- brada para entender en este asunto, presentara un informe deta- llado de los trabajos efectuados y de los resultados que de ellos pudieran sacarse. Un largo debate, que consta en el acta de aque- lla Asamblea, puso en evidencia que la obra no se había ejecutado con arreglo al primitivo contrato, y que era necesario dar á cono- cer al público, las ventajas que pudieran obtenerse de las perfo- raciones practicadas. E La Sociedad, para salvar su responsabilidad y su nombre, había ya elevado al Gobierno la siguiente nota aconsejando la suspension de los trabajos: Buenos Aires, Mayo 19 de 1875. Señor Ministro de Gobierno, Dr. D. Aristóbulo del Valle. Por encargo de la Junta Directiva de la Sociedad que presido, tengo el honor de dirijirme á Vd. participándole que, á juicio de la misma Junta, las perforaciones que-actualmente se ejecutan en el territorio de la provincia, no llenan los fines y el objeto que la Sociedad esperaba de ellas, atento el modo informal en que las ejecuta el ingeniero contratista D. Cárlos Robertson; y que por lo tanto el Gobierno procedería acertadamente ordenando suspender dichas perforaciones, para continuarlas oportunamente bajo la direccion de un contratista más formal que el que hoy las ejecuta. Los antecedentes que la Junta Directiva ha tenido presentes para aconsejar al Gobierno esta medida, son los siguientes : En la primera perforacion, hecha en San Vicente, notaron los ingenieros nombrados por el Gobierno para inspeccionarla, que los tubos colocados por el señor Robertson, no eran los que se colocan en esta clase de obras, y por requerimiento de Y. S. se ordenó al señor Robertson presentase á esta Sociedad la muestra de los caños usados. REVISTA DEL ARCHIVO 71 Segun esas muestras, los ¿tubos eran de chapas de fierro galva nizado remachados con clavos y soldados imperfectamente. La chapa es de un milímetro de espesor. Estas condiciones de los tubos hicieron conocerá la Junta Direc- tiva que el señor Robertson faltaba esencialmente al contrato: y despues de varias conferenc:as con este señor, y de una detenida consideracion, la Junta ordenó á Robertson colocase en adelante tubos con arreglo al contrato, debiendo estos tener dos milímetros de espesor cuando menos. Recibida la intimacion contestó el señor Robertson, en términos no acostumbrados, que tales tubos no existían en el país. Sin embargo de estos antecedentes, el señor Robertson ha seguido las perforaciones de Rancuos, Las Flores, Chascomús y Merlo, colocando los mismos tubos que en la primera. Con fecha 7 de Enero del corriente, se dirijió á V. S. una nota transeribiendo la dirijida al señor Robertson á fin de que el encar- gado del Gobierno para inspeccionar la perforacion de Ranchos, viese s1 este señor había cumplido con las prescripciones que se le hicieron. En 18 de Febrero de este mismo año, se pasó nota al señor Ro- bertson para que compareciese al local de la Sociedad, á fin de dar esplicaciones sobre la perforacion de Merlo y de los demás que hacía sin prévio aviso, y este señor no compareció como era de esperarse. Con fecha 13 de Marzo se mandó nota á Y. S. con motivo de las perforaciones de Chascomús y Merlo, recordándole la mandada anteriormente y aconsejando á V. S. la hiciese conocer del ingeniero que se nombrase para inspeccionarla y ver si el ingeniero Robert- son cumplia con las prescripciones que se le habían hecho. Ultimamente el señor Robertson se ha ausentado segun noticias obtenidas, marchando en la espedicion al desierto, sin prévio aviso á la Sociedad, dejando en las perforaciones un encargado para seguirlas. Además de estos antecedentes, señor Ministro, el señor Robertson procede muy informalmente y contra lo estipulado en el contrato, en la remision de las muestras de las capas de tierra que las perfo- raciones atraviesan, como tambien de lasaguas obtenidas por ellas. La circunstancia de romperse siempre los caños que se colocan en las perforaciones, destruye evidentemente toda la fé que pudiera darse á las muestras remitidas bajo tales condiciones. | 9 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Todas estas infracciones del contrato celebrado, y lodas las infor- malidades del proceder del señor Robertson, son, señor Ministro, los antecedentes que la Junta Directiva de la Sociedad, ha consul- tado para aconsejar al Gobierno la suspension de las perforaciones en cuestion, y sobre lo cual el Gobierno resolverá lo que crea con veniente. Dejando así cumplido el encargo recibido, tengo el honor de saludar al señor Ministro con mi mayor consideracion. PEDRO Pico, Presidente. Estanislao S. Zeballos, Secretario. Sería de desear que estudios como estos de tan alta importancia, volvieran á reanudarse hoy, que, como hemos dicho anteriormente, se cuenta con elementos tan poderosos de progreso en la práctica del ingeniero. En los libros de actas de este año se encuentra : una de la Junta Directiva correspondiente á la sesion del 14 de Setiembre y 4 de las Asambieas que tuvieron lugar en 6 de Abril, 3 de Julio, 14 de Agosto y 3 de Setiembre. No se conserva en los libros copiadores ninguna comunicacion del mismo año. S IV Año de 1875 (Libro 1 del Archivo) Los documentos pertenecientes al 4% año de existencia de la Sociedad alcanzan á sesenta y tres el número de expedientes que los comprenden, darán una idea del adelanto y desarrollo que al- canzó la corporacion en esta época; en 1875 se celebró el primer Concurso y Exposicion, cuyos resultados favorables trajeron consigo muchos beneficios para la institucion, quedando abierto el camino para los Concursos y Exposiciones de los años siguientes. Daremos á continuacion el índice de los documentos de este ano : REVISTA DEL ARCHIVO 713 N' 4. Reglamento de la « Sociedad Cientifica Argentina» sancro- nado el 20 de Enero de 1875. (Foja 213). — El Reglamento sancio= nado en 4875 fué una reforma del primitivo que regia desde la fundacion en 1872; el proyecto de reformas fué presentado por una Comision compuesta de los señores sócios : Lavalle, Huergo, Firmat, Lacroze y Rojas, y su sancion corresponde al 20 de Enero.-—Folleto de 21 páginas en 12”. Buenos Aires. Imprenta especial para obras, de Pablo E. Coni, Calle Potosi, 60. 1875. N* 2. Memoria sobre la Piedra Movediza del Tandil presentada dá la «Sociedad Cientifica Argentina », por J. Ramorino. (Fojas 214 á 225). — La memoria del sñor Ramorino, que se conserva en un manuscrito de veintiuna páginas, constituye un estudio científico completo sobre la piedra movediza. La composicion del cerro es toda de granito rojizo; estudia la caprichosa forma que presenta la piedra, citando á propósito las siguientes palabras del distinguido escriter argentino D. Santiago Estrada : «La piedra movediza presenta por cada uno de sus cuatro « lados una figura diferente : el frente del norte se asemeja por su « configuracion á los grandes pianos Erard, el del sud es un pen- « tásgono irregular, los del este y oeste tienen la forma de un cono « mal dibujado (1). Sobre el orígen de la piedra, el señor Ramorino, hace un estudio detallado, afirmando que esta como otras piedras movedizas, pue- den ser atribuidas á diferentes causas naturales, como tambien á la mano del hombre. Los Celtas, los Egipcios, los Mejicanos, y algunos otros pueblos, en la antiguedad, simbolizaban sus hechos nacionales, aprove- chando de las grandes peñas en su propio sitio, para labrar ó esculpir en ellas : figuras, monumentos, etc. ; así lo comprueban algunas piedras, análogas á la que poseemos en el país, estudia- das en Méjico, Egipto, etc. En la posibilidad de que la Piedra Movediza del Tandil pueda haber sido trabajada por las manos del hombre, dice, al terminar su artículo, el señor Ramorino : « La piedra del Tandil podría, aunque orijinariamente efecto de « la descomposición natural del granito, haber sido trabajada po! « mano de hombre, no de raza céltica, sinó de las antiguas razas (1 S. EsTrADa. Las Sierras del Tandil. Revista Argentina, t. v. 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « americanas y acaso de los Peruanos mismos. Este trabajo habría « consistido en reducir á forma piramidal la piedra ya puesta en « su estraordinario equilibrio, destruyendo la forma esferoidal que « es propia de la descomposición del granito. « Propendo á esta creencia en razon de esta forma misma de la pie- « dra, por la longitud relativa de los ejes de ella, por su semejan- « za de posicion con otras piedras movedizas que he citado de « Norte-América, puestas todas sobre la cumbre de cerros, por la « falta de gruesos peñascos en la meseta que la sostiene, y por « último por la posicioz misma del cerro que forma la punta más « occidental de la Sierra del Tandil. «¿Podía hacerse la objeción de que no se conocen monumentos « peruanos en la Pampa? Pero esta es una razon admisible, y 10 « podría acaso ser este el único ó el primer monumento cono- « cido?» La memoria á que nos referimos fué leida por su autor en la Asamblea pública de la Sociedad Científica en Setiembre de 18724, pero el manuscrito fué presentado en 1875. N* 3. Jemoria sobre la organizacion de la Biblioteca de la Socie- dad Cientifica Argentina, por Joanes Poinat. (Fojas 226 á 230). — El señor Poinat proponía una organizacion nueva y de muy fácil manejo para el catálogo de las obras de la Biblioteca; existen algunos catálogos manuscritos de diferentes fechas, pero el más completo fué publicado por primera vez en 1876, resolviendo la Junta Directiva editar anualmente un folleto, con todas las refor- mas correspondientes á las obras entradas cada año. El catálogo á que hacemos referencia estaba divido por materias así: Arquitectura, Anales, Agricultura, Astronomía, Construcciones, Ciencias Exactas, Ciencias Sociales, Diccionarios, Documentos Ofi- ciales, Ferro-Carriles, Física, Geografia, Hidráulica, Hidrografia, Higiene, Historia Natural, Mecánica, Obras Públicas, Puentes y Calzadas, Química, Revistas, Topografia y Geodesia, Telegrafía» Viajes Científicos y Narraciones históricas, Varios. Este catálogo dispuesto tambien por autores y por órden alfabé- tico dá el número de obras encuadernadas existentes en el local de la Sociedad, el que alcanzaba á 308, con 531 volúmenes (1). (1) Folleto de 24 páginas. Imprenta de Pablo E. Coni. Buenos Aires, 1876. REVISTA DEL ARCHIVO 75 El catálogo últimamente publicado arroja un número al rededor de canco mal volúmenes. N* 4. Renuncia del socio D. Emilio Mitre y Vedra. (Foja 231). N* 5. Solicitud para el puesto de Gerente. (Fojas 233-234). N' 6. Renuncia del Presidente, ingeniero D. Franewco Lavalle. (Foja 232). N? 7. Informe de la Comision nombrada para averiguar el nivel de aguas bajas del Rio de la Plata. (Fojas 235-236).— Este informe tuvo por orígen una moción del sócio ingeniero D. Luis A. Huergo, en la Asamblea del 3 de Setiembre de 1874, proponiendo invitar á todos los ingenieros de Buenos Aires para asistir á la próxima se- sion, con el fin de uniformar las opiniones y fijar un límite de nivel á las aguas bajas del Rio de la Plata. La Comision nombrada con este objeto y compuesta de los señores : Juan Medici, Francisco Lavalle, Luis A. Huergo, G. Coppet, Ignacio Firmal y Augusto Rin- guelet, elevaron á la consideración de la Asamblea un informe de- tallado, con fecha 14 de Marzo de 1876. Segun el dictámen de la Comision el nivel ordinario de aguas bajas del Rio de la Plata puede fijarse en 19 metros debajo del centro de la estrella del peristilo de la Catedral : Dice el informe : « Las conveniencias de adoptar un solo plano de comparacion al cual deben referirse todas las obras construidas y que en adelante se construyan, son tan convenientes, que la Comi- sion escusa demostrar, limitándose á indicar los medios para obte- ner un resultado práctico, aconsejando en consecuencia á la Socie- dad, se dirija á los Exmos. Gobiernos de la Nacion y de la Provincia, solicitando se sirvan : «1% Comunicar oficialmente el nivel de aguas bajas del Rio de la Plata en diez y nueve metros(19") debajo del nivel del centro de la estrella del peristilo de la Catedral ; «2 Ordenar á todas las empresas de ferro-carriles, puertos, canales de navegacion, obras de salubrificacion, etc., la adopcion del nivel ordinario de aguas bajas del Rio de la Plata, para plano de comparacion de todas sus nivelaciones; E «3 Obtener de dichas empresas que fijen en cada estacion “y otros edificios, cotas de referencias, que puedan servir de punto de partida para los estudios de ferro-carriles, caminos carreteros, ca- 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nales de navegación y de riego, puertos, etc., haciendo obligatorio para toda empresa futura la adopcion del plano de comparacion, y. el establecimiento de cotas de referencia. « 4* Ordenar sean colocadas escalas de mareas métricas, y de metal marcando el cero de la escala, el nivel ordinario de aguas bajas en cada estremo de los muelles de Aduana y Pasajeros, y en puntos visibles del Riachuelo, Martin Garcia y Rio de Lujan ; « 5 Establecer en el puerto de la Capital un sistema de señales que indique la altura de las aguas en cualquier momento. « Dejando así cumplido nuestro cometido, tenemos el honor de. saludar al señor Presidente. (Firmado) : Juan Medica, Franersco Lavalle, Luis A. Huergo, (7. Coppet, Ignacio Firmat, Augusto Rin- guelet. » : Este informe fué aprobado por la Asamblea de la fecha. N? 8. Concurso sobre vías de comunicacion y medios de transporte. Proposicion del señor Julio Lacroze. (Fojas 237 á 240). — En la Asamblea del 15 de Abril de 1875, presentó el señor Lacroze un programa de concurso para el año de 1876, sobre Vias de comuni cacion y medios da transportes ; las memorias deberian ser recibidas hasta el 15 de Junio de 1876, asignando un primer premio de 10.000 $ m/c y una medalla de oro á la mejor, y un segundo pre- mio de 5000 $ y medalla de plata á la que siguiera en mérito. Este concurso no se llevó á cabo. N* 9. Renuncia del señor Lacroze de Director del Mapa de la Pro- vmera de Buenos Ares. (Foja 241). N* 40. Los niveles de los ferro-carriles. Proposicion del ingeniero D. Cárlos J. Robertson. (Foja 242). No 41. Fundacion del Museo de la Sociedad Cientifica Argentina, por E. S. Zeballos, F. P. Moreno y Luws Maglions. (Foja 243). — La fundacion del Museo de la Sociedad se debe al Dr. Estanislao S. Zeballos, quien presentó á la Asamblea: del 19 de Mayo de 1875 la correspondiente mocion apoyada por los sócios D. Francisco P. Moreno y D. Luis Maglioni. El proyecto del Dr. Zeballos, que se con- serva original en el archivo, dice así : «1% La Sociedad Científica Argentina procederá á la formacion del Museo de que habla el artículo 32 del Reglamento, con la REVISTA DEL ARCHIVO qe! cooperacion de los señores sócios en la esfera de lo que pue- dan ; «2% El Museo será dirijido por un sócio que llevará el título de Director, y que será inamovible, esceptundo el caso que su remocion fuese requerida á la Asamblea por veinte sócios ; «3 La Comision Directiva y el Director sancionarán el Regla- mento del Museo ; « 4% El Director será nombrado en Asamblea. « Buenos Aires, Mayo 1” de 1875. — (Firmado) : Estanislao S. Zeballos, Francisco P. Moreno, Eus €. Maglion:. » No se conserva en los /2bros del Archivo más documentos sobre este asunto. En la misma Asamblea del 1% de Mayo quedó sancionado el pro- yecto anterior, nombrándose Director al señor Francisco P. Mo- reno. El Museo de la Sociedad, bajo de la. direccion sucesiva de Moreno, Berg y Reid, dió los mejores resultados, habiéndose llegado á formar una valiosa coleccion de objetos interesantes que aún se conservan sin órden alguno, en el local de la So- ciedad. Posteriormente se abandonó esta seccion importante de la Socie- dad, pero es de esperar que bajo la administracion actual, que ha marcado uno de los más brillantes períodos de esta institucion, quede reorganizado su Museo. N* 12. Relaciones de la Sociedad Crentifica Argentina con la de Ingemeros Telegráficos de Lóndres. (Foja 244). — Los vínculos que ligan á la Sociedad con la de Ingenieros Telegráficos de Lóndres, tuvieron por orgíen la siguiente nota pasada por el señor Bur- ton : «Buenos Aires, Mayo 41 de 1875. — Al señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina, profesor J. J. Kyle. — Deseando estrechar más y más las íntimas relaciones que deben existir entre las Sociedades formadas, con el fin de fomentar el desarrollo de las ciencias, al infrascripto Secretario local de la Sociedad de Inge- nieros Telegráficos, le cabe el honor de presentar á la Sociedad, que Vd. tan dignamente preside, una copia de las actas de la Sociedad que representa, desde su formacion hasta fines del año pasado, al 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mismo tiempo suscribiéndose de Vd. atento y S. S. — Cáúrlos Bur- ton, socio del instituto de Ingenieros Civiles, etc. » Esta nota fué tomada en consideracion en la sesion del 12 de Mayo de aquel año, y la Junta resolvió contestarla dando las gra- cias á dicho Instituto y ofreciéndola en reciprocidad los mismos servicios. De la nota-contestacion no se conserva copia en el Archivo. : La Sociedad de Ingenieros Telegráficos envió (segun consta en el acta de la sesion citada) : 6 tomos del Diario de la Sociedad ; k me- morias y discursos inaugurales. N* 43. Estado de los fondos sociales en Junio de 1875. (Foja 245). | SW Concurso, — Exposicion de 13575 N* 14. Concurso de 1875. Programa. Premos de Estímulo. (Fojas 246-249). — El primer concurso-exposicion de la Sociedad Cien- tífica Argentina fué celebrado en este año, y sus resultados aunque no se trató de certámen grandioso, fueron bien favorables para la institucion y para el gremio de los industriales, que tuvieron desde entonces un motivo poderoso para hacer conocer sus producciones, estimulándose en el camino de la perfeccion. Las bases de este concurso constan en las actas de aquel tiempo, dicen así : «La Sociedad Científica Argentina deseando contribuir por todos los medios á su alcance para fomentar el adelanto de la Ciencia en sus aplicaciones á las Industrias del país, ha acordado discernir premios honoríficos sobre los temas que á continuacion se espre- san, en la forma y bajo las condiciones que se estipulen más ade- lante : | > Al que presente la más importante aplicacion de la Química á las industrias establecidas en el país. REVISTA DEL ARCHIVO 79 11 Al que presente la más importante aplicacion de la Mecánica á las industrias establecidas en el país. TI Al mejor sistema que tenga por objeto la mayor utilizacion de las materias primas que produce el pais. 1V Al mejor proyecto referente á un punto cualquiera de las Bases de esta Sociedad, cuya aplicacion sea susceptible de dar los mayores resultados benéficos. Al mejor material de construccion fabricado en el país. vI Al mejor sistema de fabricacion empleado para producir mate- riales de construccion. vII Al autor del trabajo científico ó didáctico de más mérito, escrito en el país, desde la fundacion de esta Sociedad, sobre cualquier ramo de las Ciencias Físicos-Naturales ó sobre sus aplicaciones á las Industrias. : VIII Al autor del trabajo científico ó didáctico de más mérito, escrito en el pais, desde la fundacion de esta Sociedad, sobre cualquier ramo de las Ciencias Exactas ó sobre sus aplicaciones á las indus- trias. Los premios que se acordarán sobre los temas que acaban de enunciarse consistirán : en una Medalla de oro de un peso no me- nor de 50 gramos, grabada y cincelada expresamente para el objeto. (Continuará) MOVIMIENTO SOCIAL La Sociedad efectuó el 5 del mes pasado la visita anunciada á la Fábrica de Vidrios del señor Leon Rigolleau. Asistieron más de sesenta socios, entre los que recordamos á los señores : Cárlos M. Morales, Marcial R. de Candioti, Atanacio Quiroga, Félix Amoretti, José TI. FrugoniE. Berlingieri, €. Bunge, J. M. Soto, A. Gallardo, Juan J. J. Kyle, R. Robin, J. Lagos, M. Castelhum, Molina Civit, H. Pereyra, A. Romero, Angel Silva, D. Meza, J. Rospide, €. Wau- ters, E. Palacios, T. Chueca, Velazco Lugones, Jorge Haynard, Ar- turo Vinent, E. Schóder, F. Barzi, €. Larguía, A. Ochoa, F. Ro- mero, D. Torino, M. Pereyra, A. Arrechávala, A. Inurrigarro, B. Villegas, J. Giardell1, J. V. Frugon1, L. Basarte, B. Mallo], A. Ota- mendi, F. A. Haft, Miguel Rodriguez y otros. La visita duró próximamente tres horas, habiendo salido muy satisfechos los concurrentes de los progresos que hace dia á dia: esta nueva industria en la Capital. Quedó encargado de redactar el correspondiente informe el Dr. Atanacio Quiroga. Los señores Candiot1 y Otamendi han entregado el archivo, en- cuadernado en siete volúmenes (1872-1889). El 15 del mes pasado se colocó una placa de bronce sobre el sepulcro de D. Pedro Pico. Vá en otra seccion una crónica al respecto. Han sido admitidos como socios activos los señores: Juan A. Senil!losa, Juan B. Otamendi, Arturo O. Señorans, Alfredo Romero, Teófilo E. Mendez, Alberto Palacios, Felipe Recalde, Emilio Ma- tienzo, Esteban Dufaur, Giocondo Albertolli, Pedro Aguirre, Ró- mulo Barte. - Lista de las publicaciones que se reciben en cange A : con los cAnales» Las Revistas señaladas con una (S) se reciben por suscricion República Argentina. — Capital : Anales del Círculo Médico Argentino; Anales de la Sociedad Rural Argentina; Boletin del Departamento Nacional de Agricultura; Boletin del Centro Naval; Boletin del Instituto Geográfico Argentino. Revista de la Sociedad Nacional de ce Boletin de la Union Industrial Ar— —gentina; Revista de la Sociedad Geográfica Argentina; Revista Argentina de Cien- - cias Médicas; Revista Jurídica; Revista del Club Naval y Militar; Boletin de Es— tadística Municipal; Anales del Museo Nacional; El Ingeniero Civil; El Sud - - Americano; Boletin Mensual de Correos y Telégrafos; Revista de la Union Militar; El Progreso Médico Farmacéutico; Revista de Matemáticas elementales; Boletin Mensual del Ministerio de Relaciones Exteriores; Revista Científico Militar. — Provincia de Buenos Altres: Anales del Instituto Agronómico-Veterinario de Santa Catalína; Revista Médica de « La Plata »; Revista de los Tribunales de « La Plata ». — Córdoba : Actas y Boletin de la Md Nacional de Ciencias; Anales de la Oficina Meteorológica Argentina; Resultados. del Observatorio As= tronómico Nacional. — Tucuman : Boletin de la Oficina Quimica. — Corrientes : Boletin de Educacion. — San Juan : Revista del Consejo de Higiene. — ue marca : El Maestro. — La Rioja : Revista de la Biblioteca. 1 Alemania. — Berlin: Verhandlungsen Botanischen Vereins der Provinz Brandenburg; Verhandlungen der Gesellschaft fir Erdkunde. — - Bona : Verhand- lungen der Naturhistorischen Vereins der Prussischen Rheinlande und Westfalens un] des Reghezirks Osnabrick. — Bremen: Abhandlungen Herausgegeben vom Naturwissens-Chaftlichen Vereine; Deutstche Geographische Blátter. — Halle : -——Leopoldina. — Gotíingen : Nachvichten von der K. Gesellschaft der Wis- - semschaften and George August-Universitát. -- Braunschweig : Jahresbericht des Verein fir Naturwissenschaft. — Kónagsberg : Shchristen der Physikalisch-Okono- mischen Gesellschaft. — Dresde : Shitzangsberichte und abhandlungen der Natur- wissenschaftlichen Gesellschaft «Isis». — Leipzig : Berichte ber die Verhand- lungen der Koniglisch Sáchsischen; Shitzungsberichte der Naturforschende Gesellschaft; Zoologischer Anseiger: Hamburgo : Mitteilungen aus dem Natúr— - historichen Museums. — Zagreb: Viestnik krvatskoga—Arkeologic a — Hannover : Zeitschrifi-Architekten-und des nicoS Vereins. Austria. — Viena : Verhandlungen der Kaiserlich ; ooo Zoologiseh— Botanischen Gesellschaft; Annalen der K. K.; Naturhistorisehen Hof. A Brúnn : o der Naturforschende Veremes o ES Bélgica. — Bruselas : Bulletin de 1 Ml Royale des Seibo, de et des Beaux-Arts; Annales de la Société Entomologique; a de la Soci Malacologique. ' i Brasil. — Ouro Preto: Annaes da Escola de Minas; Rio Janeiro : Archivos do Museu Nacional; Bulletin Astronomique et Météorologique de l'Observatoire ; Anales y Boletin da Academia Imperial de Medicina ; Revista trimensal do Insti- cd tuto Histórico é Geográphico Brazileiro; Revista do Observatorio. Aaa República de Chile. -—— Saxtiagol Revista Médica; Boletin de Medicina; de Verhandlungen des Deustchen rn Vereines ; Anuario de la Us +1 Ed de la Marina de Chile. Ed Cuba. — Habana : Revista Cubana; oboe: Magnéticas y Meteorológi= A: Cas del Real Colegio de Belen. eE República de Colombia. -—- EIctRn Anales de la Instruccion Pública; Pa Anales de Ingeniería. | ; República de Costa Rica. — San José : La Gaceta ; El Maestro ; Boletin. del O Meteorológico Nacional. España. — Madrid : Boletin de la Sociedad Geográfica; Anales de la Socie=- dad de Historia Natural; Anales de la Construccion y de la Industria; (S) Re= vista de Obras Públicas ; Boletin de la Real Academia de Ciencias ; Union Ibero- e Americana; (S) Anales de la Construccion y de la Industria. ; Estados Unidos. — New Haven : The American Journal of Sciences ; Transac= tions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences. — Salem (Mass.): Bulletin of the Essex -Institute ; Proceedings of the American Association of the advance ment of Sciences. — Cambridge : Bulletin of the Museum of Comparative Zoo: LD Washington : United State Geological Survey; ; Annual Report of the Board of Regents of the Smithsonian Institution. — Philadelphia : Proceedings the Academy of Natural Sciences; Proceedings of the Engineers. Club ; The Jour - nal of Comparative Medecine and. Veterinary archives. — Boston : Proceeding of the Society of Natural History. — Davenport (Yowa) : Proceeding of the Academy Ñ -of Natural Sciences. — Pougkeepsie : Transactions of the Wassar Brothers Ins tute. — New- York : Report of the Proceeding of the Master-Car Bilders Associa- tion; Proceeding of the American Society of Civil Engineers ; Journal of the As sociation of Engineering Society; Bulletin of the Torrey Botanical Club; Journal dde of the Microscopical Society; La America Cientifica. —Cincinnaly ( (Ohio): Scien= 0% tific Proceedings of the Mecanics Instituts. — San Luis (Mass.) Transactions of the Academy of Sciences. — Pensylvamia : Transactions of the Engineers Society. of Ñ Western ; Second Geological Survey. — San Francisco (California) : Bulletin of l the Proceedings of the Academy of Sciences. — Granville (Ohio) : Bulletin of th the Scientific Laboratoire. — Chapel-Hill : Journal of the Elisha Mitchell biie Society. — Michigan : The Drug eIeY E Bulletin. poli Minacia, — Paris : (S| Aaa Scientifique et indusello. AITES des Mi- “nes; Annales des Ponts el Chaussées; Annales Télégraphiques; Archives des Mis- Das Scientifigues; Nouvelles Anales de la Construccion; Nouvelles Annales de —Mathématiques ; (S) Annales de Chimie et de Physique; (S) Bulletin de la Société de Géographie; (S) Bulletin de la Société Chimique; Comptes rendus de l'Acadé- Al mie des Sciences; Feuilles des Jeunes Naturalistes; - (S) La Nature; Le Praticien ; 1S) Revue des Deux-Mondes; (S) Revue Générale de A pieciure: (S) Revue “Scientifique ; Revue e ephique Internationale ; (S) Le Technologiste ; (S) L'As- - tronomie; (S) Machines Armengaud ; Archives des Missions scientifiques et ltté— -Yaires, Revue illustrée du Rio de la Plata. — Lion: Bulletin de la Société Lin— LUN tiéonte, — Cheroburg : Bulletin de la Société des Sciences Naturelles. — Bor- deauz : Bulletin de la Société de Géographie Commerciale. — Beziers : Bulletin de la Société des Sciences Naturelles. — Angers : Bulletin de la Société détudes scientifiques. — Towlouse : Bulletin de la Société Académique Hispano= Portugaise; Revue Micologique. - Guatemala : Secretaría de Fomento. SR | Holanda. — Amsterdam : Verslagen en Mededeenlinge ; Verhandlingen; Jaar- -bok; Koninklejke; Académie royale des Sciences. — Leide: Tijdschrist voor. é Entomologie; al door de Nederlandsche Entomologische o Inglaterra. — Lóndres : (S) The Builder; (S! The bacon. La Gazeta Espa- -—ñola; The Journal of Sciences; (S) Journal of the Chemical Society; The Mineralo- - gical. Magazine and Journal of the Mineralogical Society; Minutes of Proceeding a OÍ: thelnstitutions of Civil Engineers; The Quaterly Journal of the Geological So- o clety.; The. South American'Journal; The Popular[Sciences ] A Dublin: Pro- UN oe of the Civil Engineers of Ireland. Italia. — Génova : Annali del Museo Civico di Sion Naturale; Giornale della - Societá di Letture é Conversazioni Scientifiche. — Pisa: Atti della Societá Tos- cana di Scienze Naturalli.—Palermo: Atti del Collego degli Insegneri e degli Archi- -tetti; Gazetta Chimica Italiana.— Roma: (S) Giornale del Genio Civile; Atti della R Accademia dei Lincei; Bollettino della Societá Geográfica Italiana ; Bollettin- della Commissione ciao d'igiene del Municipio; Bollettin del Cana Geolo= gico d'Italia; Rivista d'Artiglieria e Genio. — Torino : Atti della Reale Accade- mia delle Scienze; Bollettino del Osservatorio della R. Universita: Cosmos ; L'Ingegneria, le Arti é le Industrie. — Nápoles : Atti del Reale instituto ea Taggiamento alle Scienze Naturali. — Módena : Atti della Reale Accademia di Scienve; Lettere ed Arti. — Firenze: Archivio per l'Antropologia. — Parma : —Bollettin di Paletnologia Ttaliana. — Pavia : Bollettino Scientifico. — Verona : - Memorie della Accademia d'Agricoltura, Arti é Commercio. —Milan : (S) Il Poli- - technico. — Portici: Anuario della Reale Scuola Superiore d'Agricoltura. — - Moncagleri: Bollettino Mensuale dell” Observatorio central del Reale Collegio C. - Alberto. — Siena: Bollettino del Naturalisto Collectore; Rivista Italiana di - Scienze Naturali. di | | Manila : .: Observatorio Meteorológico. “geo. band. La Medicina Científica NN q, Observatorio Astronómico Nacional. - Guanajuatense de Ingenicras. Ea iy e $40 Porú. — Lima : Anales e Construecio AUN MAIS ES Gazeta Científica. $ ; EN e 2 me Portugal. — obras J dl Ade Ciencias Mathematicas do - servagoes Meteorológicas feitas no Observatorio Meteoroló oda 0 rd es astronómicas. do a Astronómico da Univer: ON maticas Naturales ; LOUIS. E Rusia. — San Petersburgo : ACI Hc orti le - Físico- Química; Anales de la Socied. ( A Société ad ple de la. Nouvell A Fauna eb A lora pS e iO - Bulleún de la Société des Sciences s Expé a | Ñ o Ñ , : Susa. ao Berna : e de la $ -Stockolmo : - Académie Royale des $ E AS E + Répública de San Salvador di ORO) 7 j SN eepuglioa al bla una i a Mel del Uruguay; Boletin de Ense an Xx 3d Montevideo. .. Mendoza. - Cordoba. Rio Janeiro. Diaz, EP 4 Dillon, Alberto. E Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. jagos, José A, | Landois, Emilio. y | Lanusse, Juan José. - Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. A il xi | Stróbel, Pellegrino..... .»- Moncalieri (Italia). Netto, Ladisla0............. Rio Janeiro. Paterno, Manuel............ Palermo(lt.). Reid, Walter F......o.....<.. Lóndres. Parma (Ital.). LA PLATA Monteverde, Lui: Moreno, Francisco [ Romerc, Julian. Sal, Benjamin. | Segui, Francisco. Pando, Pedro J. Sienra y Carranza, L. Pascalli, Justo. | Spegazzini, Cárlos. Perdomo, Eduardo. Spotti, César. Perdomo, Do Pita, José. y Preiswerly, Lucas. Palacio, Osvaldo. - Tapia, Francisco. - Tapia, Pastor. - | Trachia, Adolfo. Ramorino, Florentino. : Rébora, Juan. Renon, Domingo. Rivera, Juan B.- -Villamonte, Isaac, Weigel, Emilio C. ¿Ag CAPITAL EN a Mata, Manuel B. -Balbin, Valentin. -Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra , Cárlos de la. : Barzi, Federico. . | Basterrechea, José. - Bastianini, Egidio. | Battilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. -Benavidez, Félix. -Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Berg, Cárlos. — Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. “Blanco, Ramon €. - Blomberg, Pedro. - Blot, Pablo. Brian, Santiago. Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. -Bueni Félix. -Buis, Victor F. Bunge, Cárlos. - Burgos, J uan M. - Burmeister, Carlos Y. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Carlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. - Claypole, Alejandro G. | Clérici, Eduardo E. Cadrés, Jorge. Cobos, Francisco. Cagnoni, Alejandro N. Cobos, Vorberto. Cagnoni, José M. | Coghlan, Juan. Cagnoni, Juan M. Coni, Pedro. Campo, Cristobal del | Coming ses, Juan de. Canale, Julio. de enero: Francisco. Candiani, Emilio. lam 11 ronell, J. M. Candioti, MarcialR. d ronel, Policarpo. Cano, Roberto. . rreas, Alberto. Caride, Estéban $ Corti, Mosé S. Carmona, Enrique. - Costas, Rodolfo. Carreras José M. delas| Cart Angel. -Courtois, UV. atavio A e romaiA Carvalho, Antonio Lo ona, Andrés V. - Cremona, Victor. - Cuadros, “Carlos. 5. - Cuenca, “Felipe. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisc Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Casal Ca ¿Roque o Cascallar, Joaquin Castellanos, pan an Dear Juan A. | Dawney, Carlos. KE Dellepiani, Juan. | Destpians Luis J. | Diana, Pablo. Diaz, "Abel. : aa Adolfo M. Castex, das a Castilla, Eduardo. Castro, Ramon BIS Castro, Vicente. dle Castelhun, Ernesto. | Cerri, César. al Dillon; Mandos Dillon Justo KR. Dominguez, Enrique Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. - Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin, Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Echagúe, Cárlos. - Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo V. - Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Fernandez, Villanueva - Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, C. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frogone, José V. - Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L.. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. - Gayangos, Julio E, de -Gentilini, Pascual. - Ghigliazza, Sebastian. Giardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José 1. Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guglielmi, Cayetano. Giúnther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Haft, Federico G. A. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafael. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huidobro, Luis. Iniesta, Pedro de an T. M. José > A Nocdt. Domingo. -Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. als Novaro, Bartolomé. E E a Guillerm .. Isnardi, Vicente. Iturbe, Miguel. Iturbe, Atanasio. | Iturbe, Octavio. ¿ El de to: Manuel $. ' O A ne a Bolivera Cárlos C. asidakis, Juan. |. S Jauregui, Nicolás. “Olmos, Miguel. | Oribe, Francisco. a Enrique | Orzabal. Arturo y > ; | Otamendi, Eduardo. |. Schr | Otamendi, Rómulo. a Se, Otamendi, Alberto. | Sel Otamendi, Juan B. Oyuela, Wenceslao. Koslowsky, Julio. Krause, Otto. Krause, Eduardo. Krause, Domingo. Kyle, Juan J.J. E MS Padilla, Emilio H. de Palacios, Alberto. Palacio, Emilio. Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. ¿ Petit de Murat Czar. | Philip, Adrian. -Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S. Labarthe, Julio. Lafferriere, Arturo. Lagos, José M. Langdon, Juan A. Languasco, Domingo. | Lanús, Juan. C. E Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Pirovano, Í Í Lecureux, Gaston. ve no, Ignacio. Leon, Rafael. Do Pirovano, Juan. | Posadas, Vicen Limendoux, Emilio. sadas Vicente - | Pons, Miguel B. Lizarralde, Ramon. | ; Lopez Saubidet, Pp. Puyrredon, O Cal Pozzo, Segundo. Loudet, Osvaldo. $ ? Llosa. Alejandro. | Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Lucero, Apolinario, Lugones, Arturo. Puiggari, Miguel. Lugones Velazco, Sdor, a iBaS Luro, Rufino. Lynch, Enrique. o O Lynch A F, Quintana, Mariona: Quiroga, Atanasio. Quiroga, Marcial v. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito Mandino, Oscar. Manterola, Luis C. Mañé, Cárlos. Marini ¿ASA Mariño, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. - Massini, Cárlos.. NA Mattos, Manuel F. de. Maza, Fidel. Rodriguez, Eduardo $. Medina y Santurio, B,| Rocamora, Jaime. | Mendez, Teófilo F. Rodriguez, Andrés E. Mendoza, Juan A.. Rodriguez, Luis C. Meza, Dionisio C. | Rodriguez, Martin. “Mezquita, Salvador. | Rodriguez, Miguel. Maupas, Ernesto. -| Rojas, Estéban C. Molina Civit, Juan. | Rojas, Félix. Molina Salas, Cárlos. | Romero, Armando. Molinari, José. | Romero, Alfredo. Molino Torres, A. Romero, Cárlos L. Mon, Josué R. | Rosetti, Emilio. Moneta, José. eN ¿Rospide, Juan. Montes, Juan A. Ruiz de los Llanos Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Kamallo, Carlos. ñ Ramirez, Fernando F. | Ramos Mejia, Ildefso P. |. Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Repelto, José. Riglos, Martiniano, Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermín. Villegas, Be Vineut, Artu Vineut, Pedro. R. Cambrana ji? Saccone, Enrique. Zamudio, E Sagastume, Demetrin.. Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Salas, Estanislao. | MOCOS a AGOSTO DE 1890. — ENTREGA II. — TOMO ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍN ICA ARGENTINA. e EC O'MEÉSTON: REDAGHIORA IPrestdente.. ec. Der CÁrLOS M. MORALES. SECrTebario ss. Ingeniero MARCIAL R. DE CANDIOTI. De VALENTIN BALBIN. Ingeniero MANUEL B. BaAHIa. Ingeniero CÁRLOS BUNGE. TN INS n s pi 1 (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p. PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION - LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por mes, en la Ciudad............ BoA 1 » Un semestre.. ..ooooorcooscconmooso 205 Wa e lala sale isla lolo a Vara ella dial e/a » 10». Por mes, fuera de la Ciudad.. » 1.50 porentrega La suscricion se paga anticipada éáX --DHAA— 2 22 BUENOS AIRES IMPRENTA DE pABEO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 1890 JUNTA DIRECTIVA MES TO/BOTte:.... 2: Do” CÁrLOS M. MORALES. | | Vice-Presidente 1% Ingeniero ALEJANDRO MOLINO TORRES. ld. 22 Señor MIGUEL ITURBE. SECTeROria. e. do EA Ingeniero MarciaL R. CANDIOTI. MESonero ...... 8. Señor ANGEL GALLARDO. Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. ¡An EDUARDO L. HOLMBERG. Vocales. 2... Ea Y | Ingeniero Ponciano LOPEZ SAUBIDET. Señor DEMETRIO SAGASTUME. Señor Dionisio C. MEZA. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA _ L — LAS UNIDADES, por Manuel BB. Bahía. 1. DN — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, “por Marcial E. Candioti. TII. — SOBRE LA REDUCCION DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES EN EL PROBLEMA DE LAS PERTURBACIONES PLANETARIAS, por Gt. A. Haft. IV. — MISCELANEA. V. — MOVIMIENTO SOCIAL. A LOS SÓCIOS Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta- ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, etc., y cualquier irregularidad en el AS de los Anales Ó cobro de la cuota. y Ni ER es A US LAS UNIDADES POR MANUEL BENJAMIN BAHIA - (Continuacion) La unidad C. G. S. de intensidad de imanación es la de una barra de un centímetro cúbico y cuyo momento magnético es de una uni- dad €. G. S. Campo magnético. — Se llama campo magnético el espacio que rodea á un imán y en el cual se ejercen las acciones magnéticas. Los fantasmas magnéticos ponen en evidencia la existencia del campo magnético ; las líneas trazadas por las limaduras de hierro no son otra cosa que una representación grosera de la intensidad y de la dirección de la fuerza magnética en cada punto. El campo magnético estaría enteramente determinado si se cono- cieraen cada punto la dirección, al sentido y el grandor de la fuerza magnélica. Imaginemos un polo norte aislado, libre de moverse en el cam- po magnético ; deseribiría una trayectoria que es la línea de induc- ción que pasa por el punto de partida de dicho polo. La dirección de la fuerza magnética es dada en cada punto por la tangen- e á la trayectoria que describiría un polo norte colocado en este punto; el sentido el del movimiento del polo; el grandor de la fuer- za magnética ó ¿ntensidad del campo se mide por la fuerza ejercida por el campo sobre este polo. Se traduce esta dirección convencional de las líneas de inducción diciendo que salen del polo norte y entran en el polo sud. Una pequeña aguja ¡manada suspendida horizontalmente sobre un fantasma se dispone tangencialmente á una línea de inducción. Un campo magnético puede ser producido por un hilo metálico recorrido por una corriente eléctrica. Si se atraviesa un cartón dis- puesto horizontalmente con un conductor que le sea perpendicular, limadura de hierro esparcida sobre el cartón al rededor del aguje- ro, se dispone en circunsferencias concéntricas cuando pase una corriente eléctrica suficientemente intensa. Cuando las líneas de inducción de un campo son paralelas y equi- distantes, el campo se llama un2forme. El campo magnético ter- restre, en un espacio pequeño, puede ser considerado como rigu- ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rosamente uniforme. Lo mismo sucede en el campo producido por un imán colocado á gran distancia, cuando solo se considera un pequeño volumen de este campo. Intensidad de campo magnético (H). — La fuerza ejercida por un campo magnético sobre un polo de intensidad m es proporcional á la intensidad del polo m y á la intensidad del campo. La intensi- dad del campo H es por lo tanto la relación de la fuerza f ejercida por el campo sobre un polo m á la intensidad de este polo. Luego tendremos y por consiguiente H= MT" La unidad €. G. S. de intensidad de campo magnético es la de un campo que ejerce una fuerza de 1 dina sobre un polo de una unidad €. G. S. deintensidad colocada en el campo. Flujo de fuerza magnética ó número de lineas de fuerza (Pb). — Consideremos un campo magnético uniforme y un plano perpen— dicular á la dirección de las líneas de fuerza de este campo. S1 to- mamos en dicho plano una supercie S, ella será atravesada por un cierto número de lineas de fuerza 6 flujo de fuerza magnética propor- cional á la superficie S y á la intensidad del campo H. El flujo de fuerza magnética tiene por expresión HS y por lo tanto Dd = MLT> La unidad €. G. S. de flujo de fuerza es el flujo que atraviesa á una superficie de un centímetro cuadrado cuando la intensidad del campo es una unidad €. 6. S. | Cuando el campo no es uniforme, el flujo elemental dd es igual á Hds. Para una superficie cualquiera su espresión general es fHds donde H puede variar de un punto á otro. - Unidades eléctricas. Generalidades. — Si se pone en presencia de un cuerpo electrizado A, aislado en el espacio, sucesivamente dos Ly LAS UNIDADES 83 cuerpos B y Cde pequeña dimensión cargados con electricidad de mismo nombre, serán repelidos y si la fuerza repulsiva medida por cualquier medio es igual para una misma distancia, se dice que los dos cuerpos B y € tienen una carga igual de electricidad ó que poseen cantidades de electricidad iguales. Si estos dos cuerpos son reunidos en uno solo, la fuerza con la cual repelen á Aes doble. Si un cuarto cuerpo D electrizado produce sobre A el mismo efecto que los cuerpos B y € reunidos, se dirá que él contiene una cantidad deelectricidad doble de la que se encuentra sobre cada uno de los cuerpos B y €. Contendrá una cantidad triple, cuádruple, etc., si la fuerza desarrollada es triple, cuadruple, etc., etc. Se tiene así la definición de la cantidad ó de la masa de electricidad que contiene un cuerpo, y un medio de medirla cuando la unidad ha sido fijada. Según la ley de Coulomb, dos masas m y m' de electricidad de mismo nombre, situadas á una distancia d se repelen con una m' , M : E fuerza proporcional á as Designando con f esta fuerza, se tiene mm” ¡=i e siendo 4 un coeficiente constante que depende del medio en el cual se ejercen las acciones. Cuando un cuerpo conductor es electrizado, toda la electricidad se va á la superficie exterior donde es mantenida por el aire ó por la materia aisladora de que esté rodeado. No se reparte uniforme- mente sobre la superficie sino cuando el conductor es esférico ; so- bre los cuerpos de forma irregular la carga es mayor en los pun- tos donde la curvatura es mayor. Cuando una cantidad de electricidad Q está uniformemente dis- tribuida sobre una superficie, se llama densidad. eléctrica de la carga la relación unliO - Cuando la carga no está uniformemente repartida, la densidad en cada punto es el límite hácia el cual tiende la relación En AS 84 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuando la porción A S de superficie tomada al rededor del punto tiende hácia cero. La electricidad extendida sobre la superficie de un conductores empujada hácia afuera con una fuerza proporcional al cuadrado de la densidad. Esta presión electrostática ó tensión eléctrica es con- trabalanceada por la resistencia del aire ó del cuerpo aislador que rodea al conductor. Cuando los conductores están en el aire, esta fuerza tiene por efecto disminuir la presión exterior sobre la su. perficie del cuerpo. Una burbuja de jabón aislada aumentará de volumen por la electrización y tomará su volumen primitivo cuan- do vuelva al estado neutro. Van Marum ha comprobado que un elobo lleno de hidrógeno se hace más liviano y que su fuerza as— cencional aumenta cuando se electriza. Se llama campo eléctrico el espacio en el cual se manifiestan fuer- zas eléctricas debidas á la existencia de cuerpos electrizados. La condición de un campo eléctrico está definida en cada uno de sus puntos por la magnitud y dirección de la resultante de las fuerzas atractivas ó repulsivas que cada uno de los puntos del conductor ó conductores electrizados que lo originan ejercerían sobre un punto dotado de una cantidad de electricidad igual á la unidad, sin que la presencia de esta unidad de cantidad afecte á la distribu- ción de la electricidad en los conductores. La resultante de las fuerzas atractivas Ó repulsivas que actúan en cada punto del campo, varía en general de uno á otro, tanto en magnitud como en dirección. Entonces si imaginamos en el campo un punto que contenga la unidad positiva de electricidad y que sea libre de moverse bajo la acción del campo, seguirá una trayectoria en general curvilínea. Estas trayectorias son tangentes á la direc- ción de la resultante en cada punto que se considere. Se llaman /¿- neas de fuerza ó lineas de inducción. Un campo eléctrico es uniforme cuando las líneas de fuerza son paralelas y equidistantes. El potencial eléctrico es una calidad especial de la electricidad que corresponde á la presión hidrostática de los líquidos y á la temperatura de los cuerpos. Si dos conductores A y B cargados y aislados son puestos en co- municación por medio de un hilo metálico fino aislado y no se pro- duce entre ellos ningún movimiento de electricidad se dicen que están al mismo potencial. Si, por el contrario, hay un pasaje de electricidad de uno de los cuerpos al otro se dirá que estaban á po- LAS UNIDADES 85 tenciales diferentes y á potencial más alto aquel de donde ha par- tido la electricidad. En este caso, al cabo de un tiempo más ó me- nos corto cesa el pasaje de electricidad porel hilo y los cuerpos quedan al mismo potencial. El potencial es esencialmente distinto de la densidad eléctrica en la superficie de los conductores y de la presión ó tensión que ejer- ce la electricidad contra los cuerpos aisladores. Así, aunque la den- sidad eléctrica sea desigual en los difereutes puntos de un elipsoi— de, s: se le pone en comunicación con una bola metálica por me- dio de un largo hilo conductor, la bola toma siempre una misma carga, cualquiera que sea el punto tocado del elipsoide. Si se con- sidera dos esferas de la cual una tenga un radio doble del radio de la otra y una carga eléctrica cuádruple, la densidad eléctrica es la misma en la superficie delas dos esferas y sin embargo, cuando se las reuna por un hilo conductor, una parte de la electricidad de la esfera grande pasa á la más pequeña, ellas no tienen el mismo po- tencial : dos esferas electrizadas, para tener potenciales iguales de- ben poseer cargas proporcionales á'sus radios y no á los cuadra- dos de sus radios. Consideremos un conductor que posee una carga Q. Su potencial . es uniforme é igual á V. Si doblamos el potencial, doblaremos su carga y por consiguiente doblaremos la densidad eléctrica en cada punto. Hay pues una relación constante entre el potencial y la car- ga de un conductor. Esta relación constante se llama la capacidad eléctrica ó simplemente la capacidad del conductor Se puede definir la capacidad como la carga que se debe comu- nicar al conductor para que adquiera un potencial igual á la unidad. Cuando un cuerpo está cargado á un cierto potencial posee una cierta cantidad de energía potencial. Cuando su energía potencial disminuye, la restituye bajo la forma de descarga total ó parcial, y produce ciertos efectos particulares puestos en evidencia por un gran número de experiencias impropiamente colocadas'en el estudio de la electrostática. Estos efectos son calorificos, mecánicos, fisioló— gicos, etc. Si por un artaficio cualquiera, mantenemos el potencial constante y producimos una descarga contínua y constante, com- probamos fenómenos contínuos y constantes, en el conductor y el 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA espacio que lo rodea; este conductor y el espacio que lo rodea po- seen propiedades que no poseían antes: se dice entonces que este conductor es atravesado por una corriente elécirica. Se asimila por convención, esta corriente eléctrica á un verdadero escurrimiento ó flujo de electricidad que atraviese al conductor, pe- ro este escurrimiento no se puede producir sinó á expensas de una cierta cantidad de energía que lo entretiene y que puede ser toma- da, según el artificio empleado para mantener el potencial constante, al trabajo mecánico, al calor, á la afinidad química, etc. Se crea así energía eléctrica por transformación de otra forma de la energía. El aparato que es el sitio de esta transformación constituye un gene- rador eléctrico ó fuente eléctrica. El más simple de los generadores de energía eléctrica es la pila hadro-eléctrica, fundado sobre la transformación de la energía quí- mica en energía eléctrica. Cuando se sumerje dos metales en un líquido que los ataca de- sigualmente y se liga á estos dos metales por un conductor metá- lico, este conductor viene á ser el sitio de fenómenos particulares que se manifiestan al exterior por efectos caloríficos, luminosos, me- cánicos, fisiológicos, magnéticos, elc. Esá este fenómeno que solo nos es conocido por sus manifestaciones á lo que se llama corrien- te eléctrica, y que se asimila, por convención, á un lujo Ó escurri- miento que va en el conductor exterior del cuerpo menos atacado Ó polo positivo (+) al cuerpo el más atacado ó polo negatmwo (—). Esta corriente eléctrica se manifiesta en tanto que el cuerpo el más atacado subsiste y que el líquido atacado no se ha consu- mido. El primer generador eléctrico de esta naturaleza es la pila de Volta (1800) formada por una lámina de cobre y una lámina de zinc sumergidas en el agua acidulada con ácido sulfúrico. | La causa en virtud de la cual se establece una corriente en el conductor y que tiende á mantener una diferencia de potencial cons- tante entre las dos extremidades de este conductor se llama fuerza, electro-motriz. Esta fuerza electro-motriz es pues la causa de la cor- riente, como la fuerza, en mecánica, es la causa del movimiento ; esta causa tiene por efecto producir una diferencia de potencial en las extremidades del conductor y un lujo de electricidad ó corriente eléctrica que atraviesa á este conductor. Por convención, se supone que la corriente circule en un con- ductor del punto en que el polencial es más elevado al punto en NA A ANS E ti A AA E E AE E a ii e ti A A A A MS e e it dd a LAS UNIDADES : 87 que es más bajo. No hay corriente en un conductor cuyas extremi- dades estén al mismo potencial. Las acciones diversas producidas por esta corriente dependen de su grandor, de su ¿mtensidad, y esta dependeá su vez de la tuerza electro-motriz de la fuente y del obstáculo ó resistencia que el con— ductor oponga al paso dela corriente. El camino recorrido por la corriente constituye al corcuito eléctrico. Los tres elementos que caracterizan y definen á una corriente que atraviesa á un circuito eléctrico son pues, la fuerza electro-motriz, la resistencia del circul- to y la intensidad de la corriente. Estos tres elementos están ligados entre ellos por una ley impor— tante descubierta por Ohm en 1827, apoyándose sobre considera- ciones puramente matemáticas, ley descubierta experimentalmente algunos años despues por Pouillet. La ley de Ohmes la siguiente : La intensidad Ide una corriente que atraviesa dun crrcurto eléctrico es proporcional ú la fuerza electro-motriz E que la produce, é inver- samente proporcional «4 la resistencia eléctrica R del circuito que atraviesa : La resistencia es y puede entonces ser definida como la relación de la diferencia de potencial en las extremidades de un conductorá la intensidad de la corriente que lo atraviesa y esta definición es á menudo utilizada para medir ¿indirectamente una resistencia. Para un conductor homogéneo, de una naturaleza dada y de una sección uniforme, la experiencia y el razonamiento demuestran que la resistencia es proporcional á la longitud inversamente pro- porcional á la sección y proporcional á un cierto factor que es la resistencia especifica del conductor. La resistencia específica es una propiedad inherente á la materia que compone al conductor : ella depende de la composición química del cuerpo, de su estado fisico, de su temperatura, de la presión á la cual esté sometido, etc. Llamando / la longitud del conductor de sección uniforme s; e su resistencia específica, se tiene su resisten— cia R con la fórmula 88 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA l R = p- es La conductibilidad especifica ces la inversa de la resistencia es- pecítica, es decir que tendremos : C==-= P y por lo tanto he ge C y en fin l R==2: Dos conductores son eléctricamente equivalentes, cuando tienen la misma resistencia total, de manera que entre dos conductores equivalentes se tendrá ó bien La resistencia total R del circuito de la pila hidro-eléctrica, comprende á la resistencia del conductor exterior que une sus po- los, que se llama resistencia exterior y que indicaremos aun con R y comprende además á la resistencia que presenta el líquido y las láminas polares. Esta última resistencia se llama resistencia iínte- rior. De manera que la fórmula que da la intensidad es pa e R+>0" La resistencia interior de una pila disminuye cuando aumenta la superficie sumergida de las placas polares y disminuye la distan- cia que las separa. Es que el prisma líquido comprendido entre las láminas tiene una resistencia representada por d CS LAS UNIDADES 89 siendo dla distancia que separa á las láminas, s el área sumergida y cla conductibilidad específica, y la resistencia que opone el lí- quido entra en una gran parte en el valor de ». La resistencia interior de una pila es un elemento que se mide directamente y que viene consignado en los manuales de electri- cidad. Los elementos de pila pueden ser asociados de tres maneras: 1% en tensión ; 22 en cantidad ; 3% en asociación mixta. Asociación en tensión significa unir el polo + de cada elemento con el polo — del que sigue. Asociación en cantidad significa unir entre ellos todos los polos + con un solo conductor, despues todos los polos — con otro con— ductor y cerrar el circuito entre estos dos conductores. En la asociación mixta se combina los dos modos descritos : se asocia por grupos cierto número de elementos en tensión y con las pilas parciales así formadas se procede como si se tuviera que asociar en cantidad un cierto número de elementos. Sean n elementos asociados en tensión, cuya fuerza electro-motriz es E y la resistencia interior », cerrando el circuito con un con ductor de resistencia R. La intensidad es dada por la fórmula n E FR +- Nr pues cada elemento obra por sí mismo á través de la resistencia exterior y de las resistencias de los n elementos. Si la resistencia exterior fuera nula la intensidad de la corriente de la pila sería es decir, la misma que daría un solo elemento. En la práctica, R no es jamás nula, pero puede ser muy pequeña respecto á la resis- tencia nr de la pila y entonces la intensidad aumentará muy lenta- mente cuando aumente el númer. de elementos asociados y puede ser considerada la intensidad como constante para números de ele- mentos muy diferentes. Si, por el contrario, la resistensia exterior R es muy grande la intensidad aumenta rápidamente con el número de elementos, y si la resistencia interior de la pila nr es desprecia= 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ble ante R, la intensidad es proporcional al numero de elementos. En la asociacion en cantidad los n elementos vienen á formar un solo elemento que tendrá una superficie n veces mayor (1) que un solo elemento y por lo tanto una resistencia interior n veces menor siendo la fuerza electro-motriz la E de un solo elemento. La inten- sidad será dada entonces con la fórmula Veamos qué eriterio debe guiarnos en la opción de uno por otro entre los dos modos de asociación. Se tiene po ME AA NE TRE MARN SIR > r será 1>I'" y debe preferirse la asociación en tensión. Si R=r"r será l=1" y es indiferente el modo de asociación. Si R< rserá 1 1 resulta Le LES 2 — rr y análogamente " E == A 7 0 7 Por otra parte, tenemos : E == R 1 ar /| 1 PA y como AA 7 7 se tendrá ipemiemcasosBios ooo ul IEA met Gr + o A Análogamente EE Paran derivaciones tendriamos 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA i! = E Ry E LLE Jer UA 1 l 0 ” R r: [+++ o |er Si todas las derivaciones tienen la misma resistencia 7” llaman- do 1 la intensidad común de las corrientes TADA Ep Es fácil vez que si la corriente principal aumenta con el número de derivaciones, la corriente derivada disminuye, por el contrario, cuando n tiende hácia infinito. Los resultados á los cuales hemos llegado pueden ser deducidos también de las leyes generales enunciadas por Kirchhoff, que son : 1* Lasuma algebráica de las corrientes que atraviesan d varios conductores concurrentes d un punto común es igual d cero, conside- rando como positivas las corrientes que se aproximan al punto co- mún y como negativas las que se alejan. 22 En un sistema de conductores que constituyen un circuito cerrado la suma de los productos de la resistencia de cada conductor por la: wntensidad de la corriente que lo atraviesa es igual á la suma alge- bráica de las fuerzas electro=motrices que actúan en el corcurto cer- rado, considerando cómo positivas las fuerzas electro-motrices que tienden á aumentar la intensidad de la corriente, y como negativas las que tienden á disminuir esta intensidad. Aplicándose las leyes de Kirchhoff á un sistema cerrado, en el cual las resistencias y las fuerzas electro-motrices permanecen cons- tantes, las intensidades permanecen constantes y constituyen un régimen permanente. Cuando las corrientes son variables 6 perródicas la ley de Ohm y las leyes de Kirchhoff no cesan de ser aplicables. Solamente que hay que-hacer intervenir las fuerzas electro-motrices que actúan en el circuito en un instante dado así como las intensidades en el mis- mo instante. Veamos algunos datos relativos á la variación de la resistencia en los cuerpos. LAS UNIDADES 97 Pouillet reconoció que la conductibilidad específica de los meta- les varía con sugrado de pureza. Bastan pequeñas cantidades de impurezas para modificar la conductibilidad en proporciones con— siderables. Así, según Pouillet, si se representa por 51,5 la conduc- tibilidad específica de la plata que contiene 3,7 /, de impureza, la conductibilidad caeá 47,5 para 10 /, de impurezas y á 38,8 para 25 %/.. Mathiessen y Holzmann han hecho numerosas experiencias sobre cobres de diversas procedencias. Han encontrado según la impureza particular, conductibilidades que variaban de 14,2 á 92,6. Estando representada por 100 la conductibilidad del cobre, trazas de arsénico la hacen bajará 58, y 139/, de fósforo á 67,7. El cobre que contiene 1 %/, de hierro solo tiene una conductibili- dad igual á 27; con 0,48 %/, de lnerro la conductibilidad no es más que 34,6. Lázaro Weiller ha mostrado que 2 %/, de oro bastan para redu- cir la conductibilidad de la plata de 100 á 60. Una pequeña cantidad de óxido de cobre mezclada al cobre bas- ta para disminuir de más de 20 9/, la conductibilidad. Se explica fácilmente por estos ejemplos las divergencias presen- tadas por los resultados de las medidas de conductibilidades espe- cíficas hechas por diferentes experimentadores, sobre todo si han operadoen épocas en que los metales eran obtenidos difícilmente en estado de pureza perfecta. Ha sido desembarazando al cobre de las menores trazas de impu- rezas y en particular del óxido de cobre, que se forma tan fácil- mente durante la fusión, cómo Lázaro Weiller ha podido darle, de una manera industrial, una conductibilidad igual á la de la plata. | El estado físico tiene igualmente una influencia notable sobre la conductibilidad de los cuerpos metálicos. Así los metales reco- cidos tienen una conductibilidad especifica mayor que los metales martllados. Según Mathiessen, la conductibilidad de la plata re- cocida es superior en 8 %,ála de la plata martillada ; el cobre gana 2 %/, por el recocido. En general los metales conducen mejor al estado sólido que al estado líquido. El bismuto, al contrario, conduce mejor al estado líquido ; cuan- do está solidificado, su estructura cristalina disminuye considera- blemente su conductibilidad. La conductibilidad específica de los metales disminuye cuando ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX ñ 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la temperatura aumenta. Pouillet lo había ya comprobado. Bec- querel ha hecho numerosas experiencias á este respecto. Ha encon- trado que para variaciones de temperatura poco considerables, el aumento de la resistencia de un cuerpo metálico es proporcional al aumento de temperatura. Si designamos por R, la resistencia de un conductor metálico á la temperatura de cero grados centigrado, por Ry la resistencia á la temperatura de 0 grados centígrados, tendremos E == lle (se CON fórmula en la cual K es el coeficiente constante de variación de la resistencia para una elevación de temperatura de 4 grado centí- grado. Para el cobre K es 0,00388. La investigación de la resistencia especifica de los cuerpos no metálicos no ha podido hasta hoy ser hecha de una manera sa- tisfactoria, á causa de la dificultad de darles formas geométricas determinadas. Se les ha podido solo clasificar según su grado de conductibilidad. Las estructuras tienen en ellos una gran influencia; así el dia- mante es aislador y el grafito conduce bien. El calor, que aumenta la resistencia de los metales, disminuye la de los cuerpos no metálicos. Así, la resistencia específica del vidrio disminuye rapid cuando su temperatura se acerca al rojo. La resistencia del filamento de carbón de una lámpara de incan- descencia llevada á su brillo normal es cerca de la mitad de su re- sistencia á la temperatura ordinaria. La resistencia específica de la guttapercha disminuye muy rápi- damente cuando la temperatura aumenta. Es reducida próximamen- te á la mitad de su valor para una elevación de temperatura de 5 grados centígrados. El selenio goza de una propiedad notable; su resistencia especí- fica, muy grande cuando está en la oscuridad, disminuye conside- rablemente cuando es iluminado. En general, los líquidos tienen una resistencia específica mucho mayor que la de los metales; el aceite y el alcohol en particular pueden ser considerados como prácticamente aisladores, es decir, que su resistencia específica sería infinita. Para las disoluciones salinas que tienen un punto de saturación LAS UNIDADES . TE 19 como el sulfato de cobre, la resistencia especifica disminuye con la concentración. Para las sales delicuescentes, la resistencia especifica disminuye primeramente con la concentración, despues alcanza un mínimo, á partir del cual aumenta cuando se añade sal. Se puede hacer dos soluciones, la una muy concentrada, la otra muy diluida, que pre- senten la misma resistencia especifica. El sulfato de zinc tiene su mínimo de resistencia especifica cuan- dola disolución está medio saturada, es decir, cuando se añade su volumen de aguaá una disolución Sarai. La adición, en una disolución salina de otra sal, disminuye la resistencia específica. | La elevación de temperatura para los líquidos como para los cuerpos sólidos no metálicos, disminuye la resistencia específica. Una elevación de temperatura de 20 grados á 30 grados centí- grados basta á menudo para reducirá la mitad la resistencia es- pecífica de una disolución salina. Según las experiencias de Becquerel, á la temperatura y á la presión ordinarias, los gases son aisladores, es decir, tienen una resistencia especifica extremadamente grande. A la temperatura llamada del rojo, comienzan á hacerse conductores y su resis tencia específica disminuye á medida que la temperatura aumen- ta. Pero esta resistencia permanece siempre muy grande. Asíel aire al rojo, á la presión ordinaria, tiene una resistencia específica 30.000 veces mayor que la del agua que contiene == de sulfato de cobre. Los diversos gases al rojo tienen la misma resistencia específica. Las diferencias se pronuncian en seguida, cuando la tempera- tura aumenta, para desaparecer de nuevo al rojo blanco. La resistencia disminuye con la presión ; sin embargo en el va—- cio, la corriente no pasa á una temperatura inferior al rojo. La cantidad de electricidad que pasa por una sección cualquiera de un circuito eléctrico está dada por la fórmula Q =18 (*), (*) De una manera general la fórmula que representa á la ley de Faraday debe ser escrito así: Q = Klí, donde K es un coeficiente conveniente. La misma ob- servación vale para las fórmulas de Ohm y de Joule. Se hace estos coeficientes ¡guales á l. p 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que dice que la cantidad de electricidad es proporcional á la in- tensidad de la corriente y al tiempo. Se conoce esta relación con el nombre de Ley de Faraday. La fórmula que da la acción de una corriente circular sobre un polo colocado en su centro está dada por la ley de Laplace, y es km 11 f= qe % en la cual frepresenta la fuerza. á la cual está sometido el polo; m la intensidad del polo magnético; Ila intensidad de la corriente ; rel radio del círculo formado por la corriente; l la longitud de la corriente circular; k una constante que depende del medio en el cual se ejercen las acciones magnéticas. Sistema electro-magnético €. G. S. — Las cantidades eléctricas y magnéticas están ligadas en ellas por sus definiciones, y si una de ellas es dada, todas las demás se deducen de ella. Se puede imaginar un gran número de sistemas de medidas ab- solutas. Los únicos que se hayan adoptado son el sistema electros- tático cuyo punto de partida es la definición de la cantidad de elec- tricidad por la ley de Coulomb y el sistema electro-magnético basado sobre la ley de Laplace y es del que vamos á ocuparnos. En el sistema electro-magnético . 6. S. se supone k =1 en la fórmula de Laplace. Intensidad de corriente (1). — La fórmula de Laplace nos da pe > se tiene META Ls LT y la ecuación de dimensiones será ] = MÉLT- Una corriente tiene una intensidad igual 4 1 unidad electro-mag- nética C. G. S. de mtensidad cuando, enrollada bajo forma de un arco de círculo de | centímetro de radio y un centímetro de longi- tud, ejerce una fuerza de 1 dina sobre un polo de 1 unidad €. G. $. LAS UNIDADES 101 de intensidad colocado en su centro. Esta unidad no ha recibido nombre especial. Cantidad de electricidad (Q). — Se tiene 0=It; tiene como ecuación de dimensiones Q = M'L*T=— T MLS. La unidad electro-magnética C. G. S. de cantidad es la cantidad que atraviesa á un circuito en un segundo cuando la intensidad de la corriente es de 1 unidad electro-magnética €. G. S. de inten— sidad. | Densidad de corriente. — La densidad de la corriente que atra- viesa á un conductor es la relación de la intensidad de la corriente IT que lo atraviesa á la sección. , 4 I Densidad de corriente = E La ecuación de dimensiones es a A A : LS Densidad de corriente = M=*L=T-*L7? = M?L->+T* La unidad C. G. S. de densidad de corriente es la densidad de una corriente de una unidad €. G. S. de intensidad (10 ampéres) atravesando un conductor de 1 centímetro cuadrado de sección. En práctica se expresa las densidades de corriente en amperes por milímetro cuadrado para los conductores y en amperes por decime- iro cuadrado para las operaciones electro-químicas. Fuerza electro-motriz (E). Diferencia de potencral (e). —Una canti- dad Q de electricidad actuando bajo una diferencia de potencial da- da puede producir una cantidad de trabajo W proporcional por una parte á esta cantidad de electricidad y por otra parte á la diferen- cia de potencial con la cual actúa. Por analogía con los fenómenos hidráulicos, la diferencia de potencial es 4 menudo llamada dsfe- rencia de nivel eléctrico ó presión eléctrica. Una fuente de electrici- dad ó generador eléctrico que tiene una fuerza electro-motriz E y 109 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que da una cantidad de electricidad Q EN una cantidad de energía eléctrica W dada por la relación W=0E Esta relación establecida por Joule, es designada á menudo con el nombre de Ley de Joule. La fuerza electro-motriz, considerada desde el punto de vista de la energía eléctrica, es pues, la relación 7) de un trabajo á: una - cantidad de electricidad. Se tiene WI 0 ML? y la ecuación de dimensiones será de a E = M*+L*T-+*. La unidad electro-magnética €. G. S. de fuerza electro-motriz es la que hace producir un trabajo de una unidad €. G.S. (l erg) á unidad electro-magnética €. G. S.de cantidad. Esta unidad no ha recibido nombre especial. Las diferencias de potencial se miden con las mismas unidades que las fuerzas electro-motrices, pero importa notar que una diferen- cia depotencial noes una fuerza electro-motriz. Se ha necesitado una fuerza electro-motriz para crear una diferencia de potencial, pero esta diferencia de potencial puede existir despues que la causa que la ha hecho nacer ha desaparecido. Un condensador cargado ofrece un ejemplo típico. Distinguiremos siempre simbólicamente una fuerza electro-motriz E de una diferencia de potencial e. Resistencia (R). — La ley de Ohm permite definir á la resisten- cia R de un conductor como la relación de la diferencia de poten- cial entre sus extremidabes á la intensidad de la corriente que lo atraviesa. Se tiene así ME MT y la ecuación de dimensiones será : ¡MESSI LAS UNIDADES 103 La resistencia en el sistema electro-magnético es homogénea con una velocidad, pero deahí no resulta que se pueda concluir que la resistencia es una velocidad, como se dice algunas veces. La unidad electro-magnética €. G. S de resistencia es la de un con- ductor en el cual pasa una corriente de 1 unidad €. G. S. deinten- sidad cuando existe una diferencia de potencial igual á una unidad €. G. S. entre sus extremidades. Capacidad (€). — La capacidad es la relación de una cantidad de electricidad Q á una fuerza electro-motriz E. Se tiene así O MEL: E ML*T> La unidad electromagnética C. (7. S. de capacidad esla capacidad de un condensador que encierra una cantidad de electricidad igual ál unidad €. G. $. bajo una diferencia de potencial igual á 1 uni- dad €. G. S. de fuerza electro-motriz. Energía eléctrica (W). — La energía eléctrica es el producto de una cantidad de electricidad por una diferencia de potencial. Se tiene W = QE = M'LM*L*T> y la ecuación de dimensiones será WM DA La energía eléctrica es homogénea con un trabajo. La unidad electro-magnética €. G. S. de energia eléctrica es el erg. — El erg es la energía producida por | unidad €. 6. S. de canti- dad bajo una presión eléctrica ó diferencia de potencial de 1 uni dad €. G. $. Aplicando las leyes de Ohm y de Faraday se tiene 2 W =0E = El ¿=RPi=% - Potencia eléctrica (P). — La potencia eléctrica es la relación de una cantidad de energía eléctrica al tiempo empleado en produ- 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cirla ó gastarla. La potencia eléctrica es de las mismas dimensio- nes que una potencia mecánica ; yen efecto se tiene y TT TT Per La unidad €. G. S. de potencia eléctrica es el erg por segundo. Aplicando las fórmulas que preceden se tiene ; A le P=El = RI = R Estas fórmulas dan á P en erg-segundo si E, I y R están expre- sados en unidades electro-magnéticas €. 6. $. Sistema electro-magnético C. (7. S. de umdades prácticas. — Las unidades electro-magnéticas €. (7. S. que acabamos de definir son unas veces demasiado grandes, otras veces demasiado pequeñas para las necesidades de la práctica. Se ha elegido arbitrariamente, ciertos múltiplos ó submúltiplos decimales de las unidades €. 6. $. para constituir las unidades prácticas correspondientes, y para evi- tar toda confusión el Congreso Internacional de los electricistas de 1881 ha dado á cada una de estas unidades prácticas un nombre par- ticular que recuerde el de uno de los sabios que han ilustrado la cien- cia eléctrica. Vamos á establecer las relaciones que ligan á estas uni dades prácticas con las unidades electro-magnéticas €. (1. S. cor respondientes. Las letras empleadas hasta ahora para representar estas últimas serán empleadas aquí. La unidad práctica de resistencia es el ohm legalque representare- mos Con vw. Se tiene estas relaciones: 10 MOB E 10% El ohm legal es la resistencia de una columna de mercurio de 106 centímetros de longitud y de un milímetro cuadrado de sec— ción ála temperatura de cero centígrado y es al que se refieren los cálculos que haremos (*). (*) La unidad Siemens U. S. es la resistencia de una columna de mercurio de 1 mm? de sección y de 100 centímetros de longitud á la temperatura del hielo fundente. El ohm | A ! LAS UNIDADES 105 El megohm (Mo) vale un millón de ohms; el microhm (yw) UN Mi- llonésimo. Luego tendremos ! IMo 10% =40R” y R=107*Mo Ipo =10%=10PR y R=107% La unidad práctica de fuerza electro-motriz es el volt que indi- caremos con v. Se tiene las relaciones siguientes lv=10%E y E= 107% El volt es próximamente la fuerza electro-motriz de un elemento de Daniell. El macrovolt (py) vale un millonésimo de volt, es decir, ne 107 =10E y. ES Wav La unidad práctica de intensidad es el ampere que representare- mos con a. Es la intensidad de la corriente producida por una d:- ferencia de potencial de 1 volten la extremidades de una resisten- cia de 1 ohm. Se tendrá es decir que un ampere es un décimo de la unidad electro-magné- tica C. G.S. de intensidad. Despues tenemos : IT = 10% El mbhampere (mx) vale un milésimo de ampere ; el microampere (px) vale un millonésimo de ampere. Luego tendremos ina == 107: [== 10'ma (ne == 107 = 10518 = (Oz B.A es una cierta resistencia patrón resultante de determinaciones hechas por la Asocia= ción Británica en 1861, y que después ha sido reconocida demasiado pequena de unos 1,1 9, Las fórmulas de transformación son : 1 ohm legal = 1.0112 ohm B. A. 1 ohm legal = 1.06 unidad Siemens U.S. l ohm B.A. = 0.9889 ohm legal J unidad Siemens = 0.9431 ohm legal 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La unidad práctica de cantidad es el coulomb que representare- mos con y. Es la cantidad que atraviesa á un conductor durante un segundo cuando la intensidad de la corriente es un ampere. Luego tendremos ly =12.1s =10L.s= 1070; el coulomb es por consiguiente un décimo de la unidad electro- magnética €. G. S. de cantidad. Despues se tiene OQ. = 10y En la industria, donde la unidad ordinaria de tiempo es la hora, la unidad de cantidad es el ampere-hora, que representaremos con al. Es la cantidad de electricidad que atraviesa á un conductor en l hora 63600 segundos cuando la intensidad de la corriente es un ampere. Se tiene lah= 12<3600s = 360045 = 3600y un ampere-hora vale pues 3600 coulomb. También se tiene 1 lv= 55, 2h. — 3600 La unidad práctica de capacidad es el farad que representare- mos con q. Esla capacidad de un condensador que contiene un con- -lomb al potencial 1 volt. Se tiene ly 100 lo==— = 10; A el farad es por consiguiente la mil millonésima parte de la unidad electro-magnética €. G. S. de capacidad. Despues El microfarad (yo) vale la millonésima parte de un farad. Se tiene Wo: M0 AMO UA 10 Bs La unidad práctica de energía eléctrica es el volí-coulomb ó. joule que represetamos con j. Es el trabajo producido por 1 cou- lomb bajo una fuerza electro-motriz de 1 volt. Se tiene entonces > A ; p .—. e a e LAS UNIDADES 107 == 1107%0.10%E == 100 —“MOleras Ó sea 11068 (m) Nos interesa encontrar las relaciones del joule con las unidades mecánicas de trabajo y la unidad práctica de calor. Teníamos 1 Kgm = 981000008 luego PCE: ' : le= erosovo As Suslituyendo en la ecuación (m) se tiene 13 = E A Kom 98100000 es decir 10000000 1 á o ; Kgm = 5, y también obtendremos de aquí I”Kgm = 9.81] Ahora bien 1 Kgm es caloria kilógramo grado, es decir, 425 lKam = 135 cal. y entonces | E 133 calo= 981] de donde re A a OS = 105 o y luego l cal = 4169 Una caloria gramo grado sería la milésima parte es decir Il cal. gramo-grado = 4.2j 1 =0,24 cal. gramo-grado 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La unidad práctica de potencia eléctrica es el volt-ampere ó watt que indicaremos con W. Se sabe que la potencia es la relación del trabajo al tiempo. La unidad práctica de potencia eléctrica será Al 107 1W=3L= = 407 P Is ls La unidad práctica de potencia eléctrica es igual á 10.000.000 de veces la unidad electro-magnética €. 6. S. de potencia eléctrica. Se tiene también j P=04W Busquemos algunas relaciones importantes. Un caballo-vapor vale 75 kilográmetros por segundo, y como l Kgm = 9.81] tendremos : -. Kem l cab. vap = 715 = — 75 < 9.81 z = 15 >< 9.81 W es decir 1 cab.-vap.= 736W Procediendo del mismo modo veríamos que Il horse-power = “T46W Un poncelet será dela misma manera l poncelet = 981 W El kilo watt (Kw) vale 1100 watts, es decir que se tiene l Kw =1000W = 10"P y PRETO K W =10"*Kw Teníamos l cab.-vap. =736W reemplazando el w expresado en Kw, se tiene l cab-vap.=736 < 107Kw = 0.736 Kw y luego l ca b-vap 1 KW = 0.736 =1.36 cab.-vap. LAS UNIDADES 109 Del mismo modo tendríamos Kw = 1,34 horse-power Como la energía eléctrica es el producto de la potencia eléctrica por el tiempo, se ha llegado á crear recientemente, para las nece- sidades de la industria, una unidad de energía llamada watt-hora (w-h) y sa múltiplo el kilowatthora (Kwh). Se tiene l w-h = W.3600s = 3600Ws y como y La) 1. J66 BE NÓ E 1 luego Il w-h = 3600 Del mismo modo 1 Kw-h = 1000 w-h = 3600000) Veamos ahora cómo se expresa la resistencia especifica y la con- ductibilidad. Teníamos de donde La resistencia específica es pues el producto de una resistencia por una superficie dividida por una longitud. Se tiene ENS a y por consiguiente PEL AR es decir, el producto de una resistencia por una longitud. Las re- sistencias específicas deben expresarse en el sistema práctico. en macrohms—centimetros, en ohms-centimetro ó en megohms—centi- metro. En el lenguaje corriente, se define á menudo la resistencia 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA específica de un cuerpo dado como la resistencia de un centímetro cúbico de este cuerpo entre dos caras opuestas. Se considera la re- sistencia específica como la resistencia de un conductor de 1 centí- metro cuadrado de sección y de 1 centímetro de longitud y se ex- presa en microhms, ohms ó megohms. Esta definición inexacta destruye la homogeneidad de las fór- mulas. | La conductibilidad de un cuerpo es por definición la inversa de su resistencia. Sir W. Thomson propuso en 1883 expresar las conducti- bilidades en mhos, siendo el mho la inversa del ohm que sirve de unidad de medida de las resistencias. Esta proposición no ha sido todavía generalmente adoptada. Las dimensiones de la conducti- bilidad son las que expresa la fórmula d= LT La conductibilidad especifica es, por definición, la inversa de la resistencia especilica y tiene por dimensiones las que expresa la fórmula Cc = Pam Raramente se hace uso de ella en las aplicaciones. Olivier Heaviside ha propuesto recientemente llamar conducten- cia ála inversa de la resistencia de un conductor-cantidad físico me- didoen mhos, y reservar el nombre de conductibilidad para la con- ductibilidad específica. Hospitalier con mucha razón observa que habiéndose ya tomado la palabra conductibilidad en un sentido di- ferente, sería preferible, para evitar toda confusión, adoptarlas pa- labras conductencia y conductencia especifica, inversamente parale- las á las palabras resistencia y resistencia especifica. En el lenguaje corriente, se designa bajo el nombre de conduc-- tibilidad de un conductor la relación de la resistencia á la de un conductor de cobre de las mismas dimensiones, reducidas las dos resistencias á la temperatura del hielo fundente. El patrón ordina- riamente elegido es el cobre puro de: Mathriessen, cuya resistencia es pecífica es á cero grados centígrado de 1,621 microhms-centímetro legal. La conductibilidad se expresa entonces en tanto por ciento del co- LAS UNIDADES 111 bre puro. Convendría, dice Hospitalier, para evitar toda confusión, llamar conductibiladad relativa á la relación así definida. Hoy se puede obtener cobres que tienen hasta 102 y 103 %, de conductibilidad. Hay interés en abandonar las cifras relativas á las conductibilidades relativas para no considerar más que las resis- tencias especificas, solos valores que intervienen en los cálculos. Unidades fotométricas. — La unidad generalmente adoptada en Francia es la cantidad de luz suministrada por una lámpara Car- cel que consume 42 gramos de aceite de colza por hora. Las dimen-. siones de la lámpara reglamentaria son las siguientes : Mámero externo eli o 23.5 milímetros Diámetro interior del pico (corriente de aire in— (CON) se oe Jae NS AS > 7 » Diámetro de la corriente de aire exterior........ 45 » IA OE A A O ES 290 > Distancia del codo á la base del vidrio......... 61 » Diámetro exterior al nivel del codo............ 47 dei Diámetro exterior del vidrio en la parte superior IAEA OA Ce: LI 34 » MEDEJOr MIGHO UL NO as do dao Scioe 2 » Se emplea aceite de colza purificado y una mecha mediana !la- mada mecha de los faros, cuya trenza está compuesta de 75 hebras: el decímetro de longitud pesa 3,6 gramos. Las mechas deben ser conservadas en una caja á doble fondo que contenga cal viva. Esto en cuanto á la lámpara. El consumo de la lámpara carcel debeestar comprendido entre 38 y +6gramos de aceite por hora; fuera de esos límites un ensayo es nulo. Dentro de esos límites se admite que la cantidad de ¡uz es proporcional al consumo de aceite. En cuanto á la manera de emplearla para una medida no es del caso ocuparse en este trabajo. En Inglaterra la unidad de luz es la bugía de spermaceti de á 6 por libra inglesa (433 gramos), que quema 120 granos (7,776 gra- mos) de materia grasa por hora. Cuando el consumo real de la bugía difiere de esta cifra, y con la condición que esté comprendido entre 144 y 126 granos por hora, se admite que el valor iluminante es proporcional al consumo. En Alemania, la unidad fotométrica es una bugía de parafina de a 6 por libra (500 gramos) que tiene un diámetro uniforme de 20 Po milímetros. El punto de fusion de la parafina empleada es de 55 le ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA grados centígrados. El valor iluminante de la bugía se arregla se- gún la altura de la llama, la unidad corresponde á una llama de 50 milímetros de altura. El empleo de las lámparas y de las bugías, como patrones de luz, presenta varias causas de incertidumbres, que provienen especial- mente de las diferencias que existen en las propiedades físicas de las mechas y en la composición de los cuerpos grasos combustibles. Se ha tratado de obviar estos inconvenientes reemplazando las lám- paras y las bugías por aparatos de un manejo más cómodo. Las más simples son las de G:roud, en Francia, y de Methven, en Ingla- terra. Ambas están basadas sobre el empleo del gas de alumbrado como combustible luminoso. Vernon Harcourt ha propuesto emplear como patrón luminoso una llama producida por la combustión del vapor de pentano. El pentano, ó hidruro de amilo (C? H*), se obtiene por la rectificación de las partes las más volátiles del petróleo de Norte-América pré- viamente lavadas con ácido sulfúrico y con sosa cáustica. Hierve á 50 grados próximamente. La unidad fotométrica propuesta por Hefner von Alteneck está constituida por la llama libre de una mecha saturada de acetato de amilo (0? H* 0*C? H). La mecha está formada de filamentos de algodón que llenan com- pletamente un tubo de melchor que tiene 8 milímetros de diámetro interior y 25 milímetros de longitud. La altura de la llama, medida del vértice del tubo á la punta es de 40 milímetros; se arregla ele- vando ó bajando la mecha. Las experiencias hechas con la lámpara Vernon Harcourt han dado resultados muy concordantes: 97%, de los ensayos han di- ferido de menos de 1 ?/, del valor medio, mientras que con las bu- gías la proporción de los buenos resultados solo había sido de 34 9/0. Las indicaciones suministradas por la lámpara de Hefner von Al- teneck son mucho más concordantes que las de las bugías. Todos los patrones fotométricos de que hemos hablado están representados por llamas, cuya temperatura y por lo tanto la inten- sidad luminosa depende dela composición del combustible y de las condiciones en las cuales se hace la combustión. No es, pues, po- sible admitir que una llama permanezca constantemente idéntica á sí misma. En el Congreso internacional de 1881, Violle propuso como fuen- LAS UNIDADES 113 te de luz el platino llevado á su temperatura de fusión. El punto de fusión es para cada cuerpo una constante perfectamente determi- nada. Un metal líquido en vía de solidificarse constituye por con- siguiente un cuerpo á temperatura fija. Si además, este metal es inalterable como el platino, emitirá siempre la misma cantidad de luz bajo una superficie dada. Como la calidad de la luz depende de la temperatura, el platino, siendo el más refractario de los metales usuales, será el que en su punto de fusión dará la laz la más blanca. La proposición de Violle fué adoptada y la conferencia tomó la resolución siguiente : La unidad de cada luz sumple es la cantidad de luz de misma es- pecie emitida en dirección normal por un centímetro cuadrado de su- perficie de platino fundido áú la temperatura de solidificación. La umdad práctica de luz blanca es la cantidad de luz emitida normal- mente por la misma fuente. | El platino empleado debe ser perfectamente puro; se le funde por medio del soplete oxihidrico. Llevado el platinoá una temperatura superior á la de su punto de fusión es conducido debajo de un diafragma que tiene una ahber- tura de superficie determinada. Este diafragma es de dobles pare- des y enfriado por una corriente de agua, está ennegrecido sobre todas sus caras para impedir las reflexiones. Los rayos emitidos por la abertura del diafragma atraviesan á un prisma de reflexión total que los dirije sobre la pantalla fotomé- trica. Se ha determinado por una experiencia prévia el coeficiente de absorción del prisma. A medida que el platino se enfría, la cantidad de luz emitida dis- minuye rápidamente, después queda estacionaria durante el perío- do de solidificación. Es en este momento cuando debe ser hecha la medida. Esta determinación no presenta dificultad alguna; la soli- dificación total es acompañada de un relámpago que merca el fin del período constante é indica claramente el instante en que debe ser hecha la lectura. Esta unidad de luz vo es de un empleo cómo- do enlas medidas industriales; pero puede servir para referir los diversos quemadores empleados como unidades fotométricas. Violle ha determinado la relación de la únidad de platino y de las diferentes fuentes luminosas empleadas como patrones en la in- dustria. Los resultados de estas determinaciones están resumidos en el cuadro siguiente : ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 8 414 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A Bugías S Lámparas MI O a E Estrella ñ Alteneck Unidades Violle....| 1 OSA LO 16.4 18.5 18.9 Carcel ic pioto 0.481 ] 7.15 7.89 SAS) 9.08 Bujías dela Estrella.| 0.062 | 0.130 | 1 1.02 Io Jay Bujías Alemanas...| 0.061 OA OST Al als 1.15 Bujías Inglesas.... 0.054 | 0.112 | 0.870 | 0.886 | 1' 102 Hefner Lámparas von 0.053 | 0.114 | 0.853 | 0.869 | 0.98 1 Alteneck | Aplicaciones. — En esta parte completaremos oportunamente las nociones fundamentales que hemos expuesto, á fin de hacer con éxito aplicaciones variadas. Ocupémonos primeramente de las acciones caloríficas de la cor riente. Cuando una corriente atraviesa á un conductor que no es sitio de fuerza electro-motriz alguna, una parte de la energía eléctrica re— presentada por el pasage de esta corriente es transformada en calor. Joule y Lenz han estudiado por medio del calorímetro, las leyes de este fenómeno y han reconocido que la cantidad de calor despren- dida es proporcional : 12 A la resistencia R del conductor; 22 Al cuadrado de la intensidad Í de la corriente; 3" Al tiempo de pasage 1 de la corriente. Si las resistencias son expresadas en ohms (w), las intensidades en ampéres (a) y los tiempos en segundos (s), la energía eléctrica W tiene por valor W=RE:. y si se expresa en calorías-gramo-grado será W =0,24 RE: cal.gramo-grado puesto que teníamos Ij= 0,24 cal. gramo-grado. (Continuará) REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI /Continuacion) Las personas que deseen tomar parte en estos concursos, debe- rán depositar en la Secretaría de la Sociedad (Perú N' 92, altos) an-- tes del 19 de Julio 1875, un ejemplar manuscrito ó impreso de su trabajo 6 la descripcion del aparato, acompañando al mismo tiem- po las muestras, modelos ó planos que fueran necesarios para la ilustracion del sistema. Las comisiones nombradas ad hoc estudiarán los trabajos y ob- jetos presentados antes de aquella fecha, para hacer la clasifica- cion, que servirá á la Junta Directiva para la proclamación de los premios, los que se distribuirán en la Asamblea del 28 de Julio, aniversario de la fundacion de la Sociedad. Los objetos que los señores concurrentes y expositores quisieran donar á la Sociedad, servirán de base para un Museo Tecnológico en el que figurarán con el nombre del donante. Como veremos más adelante de los ocho temas del concurso solo fueron llenados los números Il, IL, IV y Y. N?* 45. Tema IT del concurso de 1875. Objetos presentados. In- forme del Jurt. (Fojas 250 á 251). —El Juri nombrado para exami- nar los objetos presentados sobre el 2? tema del concurso (Aplica- ciones de la mecánica á las industrias establecidas en el país), estaba formado por los señores L. B. Trant, M. Mañé é Ignacio Fir- mat. Del informe que con este motivo elevaron á la consideracion de la Asamblea, se deduce que los objetos presentados fueron tres: 1% una máquina á vapor rotativa; 2 un puente de madera; 3 un reloj eléctrico y otro de varias esferas. A juicio de la Comision ninguno de los objetos anteriores era acreedor al premio establecido por la Sociedad; pero creía que atendiendo á lo naciente de la industria en nuestro país, debiera estimularse á sus cultivadores, esperando en adelante poder exa- minar producciones de más mérito. En este concepto aconsejaba calificarlos por órden meritorio así: 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1 La máquina á vapor rotativa; 2 Lo3 relojes; 3 El puente de madera. El primero es acreedor á un premio de estímulo. N* 46. Tema III del concurso de 1875. Informe del Jurt. (Fojas 252-254). — He aquí el documento que se conserva sobre este pun- to en el Archivo y que hasta ahora permanecía inédito: «A los señores miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Cientifica Argentma . «Los abajo firmados miembros del Juri de estudio y exámen de las memorias que se refieren al tema tercero del programa for- mulado por la Sociedad Cientifica Argentina, y que fueron presen- tadas con el objeto de optar á uno de los premios de estímulo, te- nemos el honor de poner en conocimiento de la Junta Directiva lo siguiente : «Dos han sido las memorias presentadasá nuestro exámen, una cuyo autor es el señor D. Miguel Puiggari y la otra con el lema USD «La primera de estas memorias versa sobre la necesidad de es- tablecer fábricas de ácido sulfúrico en nuestro país, como base principal de las industrias. Bajo este punto de vista la memoria no puede ser más interesante, tanto por la verdad de las teorías que desarrolla, como porel fin que se propone al demostrar que el establecimiento de dichas fábricas, traería la facilidad de crear en la República, industrias que sean la fuente de nuestra riqueza futura. ! «Sin embargo esta memoria no llena una de las condiciones del programa aludido que dice: «Los aparatos ó sistemas presentados deberán haber recibido por el concurrente y por primera vez en el país, una aplicacion tal que compruebe de una manera evidente lo que él asevera. » « Por esta razon es que cumpliendo con lo establecido, creemos que á este trabajo no puede acordársele el premio, pero sí cree- mos que la Sociedad está en el deber de hacer, por todos los me- dios á su alcance, difundir estas ideas, para lo cual debe publicar y hacer circular esta memoria. Además, hacer los empeños necesa- rios para que los poderes públicos presten su atencion á este asun- REVISTA DEL ARCHIVO 117 to y que por medio de leyes sábias y estimulantes faciliten la im- troduecion en la República Argentina de las industrias químicas, y especialmente la base ó llave de todas ellas: La fabricacion del ácudo sulfúrico. «La segunda de estas memorias tiene por base la aplicacion de nuestras maderas duras al pavimento de las calles. Verdade- ramente que la solucion de este problema en las condiciones ase- veradas por el autor de la memoria en cuestion, sería no solo un adelanto notable de las construcciones, sinó que nuestro país re- portaría una gran ventaja en la aplicacion utilísima de una de las materias primas que en más abundancia poseemos. Esta me- moria es indudable que se encuentra en condiciones análogas de la anterior, y por consiguiente además de su publicacion, debe la Sociedad tratar de que se hagan ensayos en grande escala, y si estos dan por resultado que los firmes enmaderados con este sis- tema, presentan la ventaja que su autor les atribuye, el país ten- drá que agradecerle el haberle mostrado un camino nuevo de in- dustria, y la ciencia el haber resuelto un problema hasta ahora tan debatido. Buenos Aires, Julio 23 de 1875. Luis Silveyra. — Juan J. J. Kyle. — Estanislao Franco. —- Juan Dillon. Este informe fué elevado á la consideracion de la Asam- blea del 2 de Setiembre, la cual resolvió favorablemente en la parte dei mismo, y archivar la segunda memoria, que resultó ser (se- gun consta en las actas) del señor Julio Lacroze. La memoria del Dr. Puiggari fué publicada en los Anales y más tarde en un folleto. N* 417. Tema V del concurso de 1875. Informe del Jurt. (Fojas 255 y 256). —Sobre los tres objetos presentados para optar al pre- mio propuesto en este tema, el Juri nombrado al efecto se espresó en los siguientes términos: «Al señor Presidente de la Sociedad Crentifica Argentina. «La Comision nombrada por la Junta Directiva para examinar y Clasificar los objetos presentados al concurso abierto por la So- 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ciedad Científica, tiene el honor de dirijirse al señor Presidente para comunicarle el resultado de sus trabajos. «Los materiales presentados al concurso son tres: «1% Mármoles artificiales por el señor Vicente Cattan1; «2% Ladrillos hechos de tosca, arena y cemento, fabricados en Buenos Aires por el señor de Ville-Massot; «3% Ladrillos cocidos, con el lema «Economía». «La Comision ha examinado detenidamente estos objetos y ha visitado la fábrica de los señores Caltani y C?, como igualmente el laboratorio del señor de Ville-Massot para tener conocimiento exacto, tanto respecto á las materias de que se componen los ob- jetos presentados por esos señores, como respecto de la fabricacion de ellos. : «Una vez en poder de todos los datos necesarios para poder formarse juicio, la Comision resolvió, despues de una delibera- cion detenida, que el premio ofrecido por la Sociedad Cientifica al expositor del mejor material de construccion, corresponda á los se- ñores Vicente Cattani y C* por los mármoles artificiales que ellos habían presentado al concurso. «Dios guarde al señor Presidente muchos años. «Ernesto Bunge. — Walter F. Reid. — Federico Newman.» Los objetos antes mencionados quedaron en el Museo de la So- ciedad. N* 18. Caminos vecinales, etc. Memoria presentada al concurso de 1875.— Esta memoria corresponde al tema IV del concurso y es un manuscrito de trece páginas con el lema E. y U. D. Se ignora el nombre del autor y no existe tampoco informe alguno al res- pecto, ni las actas de aquella época hacen referencia alguna á la resolucion que sobre ella dictara la Asamblea. El autor hace un estudio sobre la conveniencia de la facilidad en los medios de trasportes, especialmente en la Provincia de Buenos Aires, trascribiendo un proyecto presentado en Agosto de 1874 á las Honorables Cámaras de la Provincia sobre: Caminos vecinales, Ferro-carriles y Telégrafos en la Provincia de Buenos Aires. Esta memoria es la única presentada sobre el tema IV del con curso (original). E ly rr ¿E ri a id. 7 ca Dis REVISTA DEL ARCHIVO 119 N* 19. Utilización de las matertas primas. Memoria presentada al concurso de la Socredad Cientifica Argentina en 1875. (Fajas 271 á 282). — Es la memoria de que hemos hablado en el N*16; ma- nuscrito de diez páginas (original). N* 20. El ácido sulfúrico. Memorra presentada al concurso de 1875 por el señor Mguel Purggarí. (Fojas 283 á 301). — Manus- crito de treinta páginas (original). N* 21. Concurso. Escposicion de 1875. Objetos presentados y nó- mina de los expositores. (Fojas 302 á 309). — La lista de los obje- tos presentados en la primera Exposicion de la Sociedad Cientifica Argentina, dará una idea del interés que ella despertó en el pú- blico. La Exposicion se verificó en los salones del Colegio Nacional el 28 de Julio de 1875. La nómina de los expositores fué publi- cada en los diarios de aquel año y en un folleto especial; tal cual se conserva en el Archivo es la siguiente: Oficina Nacional de Patentes de Invencion Una letrina de Furmes. Una letrina portátil. Una limpia-navajas de Ulivarri. Un coche Iimpia-vías de Urrivarry. Un patin. Un poncho maleta. Una chimenea para lámparas de kerosene. Una máquina «La Bonaerense ». Un macheteador de cueros. Un motor Vattuone. Un cambio de seguridad. Una lámpara generatriz. Dos bolsas mosáico. Un cambio de seguridad. Un porta-carros. Un abre-tapa. Un paquete boletos control. Una maquina Pizarro, para jagúeles. Un tarro con carne conservada. Un caño inodorifero. 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Una máquina desterronadora. Un ferro-carril «Tomas ». Una persiana mecánica. Señor Julio Lacroze Una tranquera automática, sistema « Lacroze » Señor Luis Gardella Una máquina á vapor construida por él Señor Conrado Torres Un reloj con trece esferas. Un reloj eléctrico. Señores Beumarié Hnos. Un modelo puente de madera. Señor Manuel Podestá Un poncho tejido por los indios patagones. Una petrificacion. Un cráneo de delfin. Una cáscara de mulita. Dos bustos representando á Bismark y Moltke. Dos hamacas del Paraguay. Señor Lurws A. Huergo Un modelo de muelle. Un modelo de draga. Un modelo de chata. Un ladrillo. Una cajita con arena del país. Un modelo de rail. Un plano de la draga Emilio Castro. REVISTA DEL ARCHIVO Señor P. Freund Dos planos Harbourg of Buenos Aires. Un cuadro al óleo. Señor Carlos Robertson Un cuero de ciervo. Un frasco con muestra de arena. Una caja con semilla de palma. Dos cuadros. Señor Esteves Sagui Una muestra de Forbium-tenax.. Señor E. de Ville-Massot Muestras de hormigon y ladrillos hechos sin fuego. Señor Newman Un plano topográfico de Buenos Aires. Un plano del lecho del Rio de la Plata. Un modelo de cloacas. Inwversidad Coleccion de maderas de la Provincia de Corrientes. Un alambique completo. MXuestras de acetamilina. Anilina. Tolindina. Antrasina. Benzol. Naftalina. Antraquina. Tinsiol €. Benzaldema. Nitronilina. 199 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Xilol. Nitro-benzo!l. Binitronaftalina. Timol. Tolual. Nitrobenzina. Naflalina. Alizarina. Pirelania de brea. _Resmicona de brea. Benzela cristalix. Eter de petróleo. Coleccion de alcaloides. Coleccion de cuerpos simples. Coleccion de esencias. Una coleccion de colores derivados de anilina. Muestras de mármoles. Señor H. M. Thiepold Un piano construido en el país. Señor Romatrone Ocho bustos de yeso. Señor Frand Telégrafo del Estado. Un aparato sistema Hughes. Un aparato sistema Morse. Un aparato sistema Breget. Un aparato acústico. Una campanilla eléctrica. Señor Buston, inspector general de Telégrafos Nacion ales Un aparato sistema Duploe. Doctor Juan Ramorimo Tres cajas con fósiles. REVISTA DEL ARCHIVO 193 Señores Pini y Arrigoria, directores de la fábrica de vidrios Un surtido general de objetos trabajados en dicha fábrica. Señor Ballerini Diez cuadros hechos á lápiz. Señor F. Ameghino Siete cajas con fósiles. Señor C. Aldao Un surtido completo de mosáicos hechos en su fábrica. Señor (+. Mackern Un pedómetro. Un mapa de Francia. Un omnómetro. Facultad de Medicina Un aparato completo de audicion Un cerebro artificial y varias secciones. Una cabeza. Un corazon. Señor Aguilar Una caja instrumentos de cirujía. Un cálculo vesical. Señor Exequiel Elta Una madrépora. | Un trozo de mosáico del palacio de Neron. Señor Luis C. Maglione Una piedra con agua en su interior. 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Un fac-simile de la firma de Pio 1X. Un cuadro sobre estudio del binomio de Newton. Doctor Halton Un microscopio. Veintiun cuadros. Doctor Drysdale Un microscopio binocular. Señores Escalada y compañia Guantes y pieles preparadas en su fábrica. Señor Larguia Un aro de indio ranquel. Señor Adolfo Buttner Tres láminas. Un aparato para trazar paralelas. Señor Julto Goulin Un aparato para trazar arcos de cualquier valor. Señor E. A. Carreras Un modelo de su máquina «La Bonaerense». Señores Fussoni y Maveroff Muestras de tubos de plomo del país. Doctor J. Ledesma Un microscopio. Un corazon con dos venas. REVISTA DEL ARCHIVO 125 Un cuadro meteorológico. Un tintero madera de Tucuman. Una caja recetas químicas. señor Costa Argibel Un modelo de puentes. Señor Lagos Un tintero hecho con madera del país. Una columna hecha con madera del país. Señor Calatront Muestras surtidas de licores de su fábrica. Señor M. S. Bagley Muestras de galletitas y hesperidina de su fábrica. Colegio Nacional Laboratorio de química. Una coleccion completa de pinturas y los materiales empleados en su fabricacion. Una coleccion completa de azúcar y frutas refinadas. Una coleccion completa de la destilacion de los esquistes. Una coleccion completa de los alcaloides del Opio. Una coleccion completa de las sales de la mina de Sturful. Algunos minerales de la República. Señor J. J. J. Kyle Aplicaciones del amianto. Dos muestras de cáñamo de Gisal y de Ageve. Ferro-carril del Oeste Una mesa de centro trabajada en sus talleres. 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dos máquinas. Herramientas. Una fotografía del primer tren que circuló en América. Un modelo de la draga Emailto Castro. Señor Mackingtosch Coleccion de maderas del país. Señor Jounger Un cálculo de guanaco. Un cálculo de avestruz. Comandante J. (zuerrico Un fósil de Santa Cruz. Señor Calatron: Muestras de licores de su fabricacion. La apertura de la Exposicion tuvo lugar el 28 de Julio; abrió el acto el Presidente de la Sociedad señor Juan J. J. Kyle, pronun- ciando el siguiente discurso, que trascribimos aquí, pues no se conserva el original; lo hemos encontrado publicado en el diario La Prensa de aquel año (1): «Señoras y señores: En nombre de la Sociedad Cientifica Argen- tina, tengo el mayor placer de daros la bienvenida á la Asamblea que esta noche celebramos y en manifestaros vuestra satisfaccion al ver reunidos en estos salones cuya presencia aquí es la mejor prueba de su simpatía hácia los objetos de nuestra asocia- clon. «La Sociedad Científica solemniza hoy su tercer cumpleaños, de conformidad con lo que establece el artículo 4% de su Regla- mento. Nos reunimos esta noche, aniversario de la fundacion de la Sociedad, no con el objeto de ocuparnos de discusiones forma- les sobre cuestiones científicas, mi para estudiar ó criticar profe- (1, Es á este discurso, que hace referencia la Junta Redactora en el primer ar— tículo publicado en los Anales. REVISTA DEL ARCHIVO 197 sionalmente los proyectos ó planos de obras en construccion ó á construirse, sinó para pasar unas horas en conversacion familiar con nuestros amigos y amigas teniendo por tema la coleccion de objetos científicos y artísticos que se han podido reunir para instruccion y diversion de nosotros y de nuestros distinguidos huéspedes. «Sería imperdonable sí abusara de vuestra paciencia por más de unos breves momentos mientras recuerdo la historia de la So- ciedad que tengo el honor de presidir por la última vez, avtes de volver á ocupar en sus Asambleas el puesto de un simple só- cio. «La Sociedad Científica tuvo su origen en una conversacion en- tre dos jóvenes estudiantes de ciencias exactas en nuestra Univer- sidad: D. Justo Dillon y D. Estanislao S. Zeballos; una conversa- cion que versaba sobre la conveniencia de formar una asociacion científica que fomentase especialmente el estudio de las ciencias matemáticas, físicas y naturales. «Convinieron en invitar cada uno á los demás estudiantes á lin de proponerles la idea y discutir los medios de realizarla. Ha- biendo sido invitados los estudiantes de todos los cursos de cien- cias exactas, que concurrieron en gran número, las primeras reu- niones tuvieron lugar en la casa que ocupa la Comision de las Aguas Corrientes, en un cuarto que habitaba otro estudiante (D. Ceferino Baltar). Estas primeras reuniones dieron por resultado el nombramiento de una Comision compuesta de los señores: D. Justo Dillon, D. Estanislao S. Zeballos, D. Félix Rojas, D. Juan Pirovano y D. Juan Suarez, encargada de redactar las bases de la Asociacion é invitar á una reunion á fin de discutirlas, la que tuvo lugar el Domingo 30 de Junio de 1872 en la Universidad, sien- do el miembro informante el señor Zeballos. «En dicha reunion despues de aprobar las bases de la Sociedad, se nombró una comision provisoria compuesta de D. Emilio Ro- setti, Presidente, D. Guillermo White, Vice-Presidente, y D. Justo Dillon, Secretario. «Formulado el Reglamento de la Sociedad, fué aprobado el 14 de Julio de 1872, instalándose en este Colegio Nacional definitiva- mente con el nombre de Sociedad Cientifica Argentina, el 28 de Julio del mismo año, siendo su primer Presidente D. Luis A. Huergo. : «Instalada así la Sociedad por aquellos jóvenes estudiosos y en- 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA —tusiastas, muy pronto vió agruparse en su contorno muchos aman- tes de la ciencia, quienes sentían la falta de un centro intelectual en donde fuera posible satisfacer esa necesidad de asociacion que todo hombre esperimenta y al mismo tiempo robustecer sus fuer- zas Intelectuales, ejercitándose en el campo de la discusion, cam- biando ideas y haciendo brillar las armas inofensivas del ingenio y saber. «Así es que al terminar el tercer año de su vida la Sociedad cuenta entre sus miembros más de cien personas casi todas de profesiones científicas, asociadas con el fin digno y noble de «fo- mentar el estudio de las ciencias matemáticas, físicas y naturales, con sus aplicaciones á las artes, á la industria y á las necesida- des de la vida social ». «La Sociedad con la modestia y perseverancia que debe carac- terizar todos los actos de una corporacion constituida como la nues- tra, sigue adelante en el camino trazado por sus fundadores, ha- biendo logrado captarse la simpatía de todos los que observan su conducta y preveen el alcance que pueden tener sus esfuerzos para conseguir sus fines. «Siguiendo el ejemplo de las sociedades análogas establecidas en otros países, ha propuesto temas versando sobre los objetos indicados en sus bases, sacándolos á concurso público y ha ofre- cido premios de estimulo para alentar á aquellas personas que dedican el fruto de sus estudios y de su ingenio al mejoramiento de nuestras industrias Óó que contribuyen en algo al aumento de las riquezas naturales ó intelectuales de la Nacion. Muchos de los objetos expuestos en estos salones han sido presentados á conse- cuencia de haberse anunciado este concurso cientifico, y otros los debemos á la generosidad de socios y amigos que tan bondadosa- mente han respondido á la invitacion que hizo la Sociedad al efecto. «Como ya he dicho, la Sociedad Cientifica Argentina nació en este Colegio, era muy propio pues que aquí, en el mismo local, tuviera lugar, la primera solemnizacion desu aniversario y qui- siera aprovechar esta oportunidad para dar las gracias en nombre de la Sociedad al señor Rector por haber cedido el uso de estos salones en esta ocasion. «Tengo fé en la Sociedad y abrigo la confianza, que vendrá un dia en que su Presidente podrá convidar á los socios y á sus ami- gos, á la Asamblea del 28 de Julio en un museo y salon de la misma Sociedad. aa a SUE AA A At AAA ES AS AA dr AE A REVISTA DEL ARCHIVO 1929 «Sociedades que hoy dia son los más célebres circulos cientifi- cos del mundo haa nacido de circunstancias muchos más desfavo- rables que las que rodean á la nuestra. «La Sociedad Real de Lóndres fué fundada en aquellos años de trastornos políticos que precedieron la restauracion de los Estuar- dos, por unos cuantos aficionados á las ciencias naturales y mate- máticas, que cansados de las discusiones políticas en los clubs, se reunían para tratar de la circulacion de la sangre, de la natura- leza de los cometas, de la caida de los cuerpos ó de la hipótesis copernicana. Sus sesivnes fueron interrumpidas por la célebre peste de Lóndres y despues por el gran incendio de la ciudad, pero al volver esta á su estado normal, la Sociedad volvió á reunirse, dió principio á la publicacion de su Revista y Registro de sus tra- bajos que hoy ha alcanzado á su 164 tomo. Desde entónces la So- ciedad Real de Lóndres ha publicado á su costa las obras de New- ton, ha costeado varias expediciones científicas, inició el célebre viaje del capitan Cook para observar el tránsito de Vénus, y di- rectamente ó indirectamente ha contribuido al fomento de la in- vestigacion científica en todas partes del mundo. «Imitemos el ejemplo de la Sociedad Real, escluyamos de nues- tras discusiones toda cuestion política, reunamos en el seno de nuestra Sociedad á todos los amantes de la ciencia, tengamos fé en nuestra causa, seamos superiores á toda dificultad, y la Socre- dad Cientifica Argentina conquistará laureles para sí misma, y conferirá beneficios sólidos y permanentes al país cuyo nombre lleva. He dicho.» El socio señor Ramorino invitó en aquella sesion al Dr. Gui- llermo Rawson á que contribuyera á dar al acto el relieve que con tanta espontaneidad producía el cincel de su palabra. No conoce- mos el discurso del Dr. Rawson, pero áestar á una crónica que apareció como anexo en la memoria anual del Presidente en aquel año, el gran patricio demostró en una brillante improvisación que el mérito es inseparable compañero de la modestia; un aplauso prolongado y entusiasta fué el éco que tuvieron las elevadas ideas y los generosos sentimientos del eminente orador. Hicieron tambien uso de la palabra en aquel acto importante el ingeniero D. Ignacio Firmat y Cabrera, y el señor Ramorino que: ofreció á la Sociedad una obra que le dedicara su discípulo el Dr. Eduardo L. Holmberg. ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA N* 23. Concurso-Exwposicion de 1875. Distribucion de premios. Discurso del señor D. Pedro Pico. (Fojas 310 á 322). — La distribu- cion de los premios del Concurso-Exposicion de 1875 tuvo lu- gar en pública Asamblea de la Sociedad el 15 de Noviem- bre. He aquí la nómina de los premiados: Medalla de oro Don Luis Gardella. » Vicente Cattani. Mencion Honorífica Don Conrado Torres. » Miguel Puiggar:. » Julio Lacroze. » Juan Aldao. » Julio Goulou. » José Guimenez. » M.S. Bagley y €?. Señores Pini y Arrigoria. Don M. T. Escalada y €?. » H. M. Tiepold. » Cárlos Sansom. » Augusto Ballerini. » Emilio Ramayone. » Florentino Ameghino. Leida que fué el acta de la sesion anterior, el Presidente, que lo era ya el señor Pico, pronunció un discurso alusivo al acto que consignamos aquí, pues no conocemos reproduccion alguna del original: «Señores socios: Segun resulta del acta que acaba de leer el se- ñor secretario, el objeto de la presente Asamblea, es el de la distri- bucion de las medallas y diplomas acordados en el concurso y exposicion del 28 de Julio último. A fin de llenar el objeto debi- damente, se han tomado con anticipacion las medidas necesarias para que las personas premiadas compareciesen á esta Asamblea y me es satisfactorio ver que asiha sucedido. «Los diplomas que van á entregarse están firmados por el señor D. Juan J. J. Kyle, digno presidente que fué de esta Sociedad en REVISTA DEL ARCHIVO 131 la época en que ellos fueron discernidos ; llevan asimismo la fir- ma del señor secretario actual D. Estanislao S. Zeballos, que lo era tambien de la Sociedad en la fecha citada. Cábeme, pues, solo el honor de hacer personalmente la entrega de las merecidas dis- tinciones acordadas, en lo cual siento una verdadera satisfaccion, desde el lugar en que tan bondadosamente me han colocado los miembros de esta Sociedad. «Este acto, señores, sencillo en su apariencia, lleva sin embargo el sello de una gran importancia moral, por ser él el cumpli- miento de los fines que se propuso esta Sociedad con su instala- cion, á saber: «Fomentar el estudio de las ciencias matemáticas, físicas y naturales con sus aplicacionesá las artes, la industria y á las necesidades de la vida social». No puede una sociedad propo- nerse fines más benéficos, ni puede haber un acto más solemne que aquel por el cual se estimula el amor al estudio y la perseve- rancia en el trabajo. «Las medallas y diplomas que van á ser entregados no son en sí de un mismo valor intrínseco; pero su valor moral, su 1mpor- tante significado es el mismo. Las personas que los han obtenido pueden mostrarlos en sus estudios, en sus gabinetes ó en sus ta- lleres con igual orgullo, puesto que ellos representan “igualmente una distincion acordada por una sociedad científica á la inteligen- cia y al ingenio. «El acto público del concurso y exposicion del 28 de Julio últi- mo, está fresco aún en la memoria de los socios y en la de las per- sunas que lo presenciaron ; frescas las agradables sensaciones que en él se esperimentaron; y presentes en la imaginacion, los nu- merosos objetos de arte que adornaban los salones de la Exposi- cion. «Ese acto público hizo conocer á la Sociedad Cientifica Argentina más allá de la esfera de los sócios que la componen y con él la Sociedad se ha granjeado la estimación pública, y hecho nacer es- peranzas muy fundadas sobre los servicios que ella puede prestar al país en adelante. «Al presente mismo la Sociedad, á pesar de sus escasos recursos, proteje, como lo hace de igual modo el Gobierno de la Provincia, una espedicion científica de que teneis conocimiento señores so- cios, y que dará resultados de gran interés para enriquecer nues- tros conocimientos acerca de las producciones naturales de nues- tros territorios: me refiero á la expedicion de nuestro cólega el 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA señor D. Francisco P. Moreno al través de los terrenos patagónl- cos, desde el Atlántico hasta la Cordillera de los Andes y hasta las costas del magestuoso Océano Pacífico. «Teneis tambien conocimiento ya, de las perforaciones que por órden del Gobierno de la Provincia y bajo la direccion de la So- ciedad se hacen en el suelo de nuestra campaña; perforaciones que harán conocer un tanto la configuracion geológica de nuestro territorio. «Todos estos trabajos son consecuencia directa de la formacion de esta Sociedad; y no debemos desesperar que con el andar del tiempo, ella ha de llegar á ser lo que son hoy tantas otras socie- dades del mismo género, que honran á los países de su existen- cia é ilustran al.mundo científico con sus conocimientos. «La nuestra, naciente aún, reune en la colectividad de sus socios un gran fondo de conocimientos que le aseguran un buen éxito para llegar al lugar que otras han alcanzado. «Animado con estas esperanzas y persuadido de que la Sociedad ha de repetir estos actos en lo sucesivo con provecho de los inte- reses positivos del país, voy á proceder á la solemne distribucion de las distinciones acordadas, llamando á las personas que las han merecido: «Señor D. Luis Gardella. Señor: La Sociedad Cientifica Argentina os ha dicernido una medalla de oro y un diploma honorífico que tengo el gusto de poner en vuestras manos como una merecida recompensa por la construccion de una máquina á vapor hecha en todos sus detalles por vos mismo. Esa máquina llamó muy preferentemente la atencion del público en la Exposicion de la So- ciedad del 28 de Julio, y tanto esta Sociedad como el público es- peran que en adelante tendrán nuevos motivos de admirar otros trabajos nacidos de vuestra constancia y de vuestros conocimien- tos en la mecánica. «Señor D. F. Morrer: Tengo la honra de poner en vuestras manos este diploma honorífico que la Sociedad Científica Argentina os ha discernido por vuestros conocimientos mecánicos aplicados á la construcción de un reloj de trece esferas y otro eléctrico. Esta mues- tra de distincion espero que os servirá de estímulo para continuar vuestros trabajos en construcciones tan útiles como las que ha- beis presentado en la Exposicion del 28 de Julio último. «Señor D. Miguel Purggari. Señor: Es con verdadera emocion que os entrego este diploma. Vuestra memoria sobre la importan- REVISTA DEL ARCHIVO 133 cia de la fabricacion del ácido sulfúrico, como medio de utilizar las materias primas que produce el país, ha llamado merecida- mente la atencion de los hombres científicos. La Comision encar- gada de estudiar vuestra memoria aconsejó encarecidamente á la Suciedad Científica Argentina le hiciera imprimir y repartir entre los amantes de las ciencias; y la Comision Directiva acordó fuera impresa y profusamente distribuida entre las personas que repre- sentan las principales autoridades del país, á fin de que cono- ciendo los beneficios prácticos que de vuestra memoria puedan resultar, tiendan, en la esfera de sus atribuciones, á fomentar una tan importante industria como es la que habeis tratado con acierto é: inteligencia. Me es grato consignar aquí, que se ha cumplido con esa resolucion de la Comision Directiva. Aceptad señor este d1- ploma y con él mi más espresivas consideraciones. «Señor D. Julto Lacroze: Al poner en vuestras manos el diploma hon»rífico que os ha discernido la Sociedad Científica Argentina porla memoria que presentasteis en el Concurso último, sobre la utilizacion de las maderas duras del país aplicadas al adoquinado de las calles, siento la gran satisfaccion y el deber de reconoceros desde el lugar que ocupo, como uno de los más entusiastas obre- ros del progreso del país, y como uno de los que en la fundacion y marcha de esta Sociedad habeis contribuido siempre con eficaz empeño. Vuestro nombre es muy bien conocido del público y de esta Sociedad para necesitar del efecto de mi humilde palabra en reconoceros como una persona de grandes conocimientos profe- sionales y de incansable estudio en sus aplicaciones prácticas. Vuestra memoria abre un vasto campo á las industrias, una vez que la aplicacion de los principios que habeis tratado en vuestra memoria tengan la aplicacion necesaria y se vean los benéficos re- sultados de la misma. He dicho antes que vuestro nombre como incansable obrero del progreso es bien conocido, y por lo tanto lo repetiré entregándoos señor D. Julio Lacroze este diploma en nombre de la Sociedad Científica Argentina. «Señor D. Vicente Cattani. Señor: La Sociedad Científica Argen- tina os ha discernido una medalla de oro y un diploma honorí- fico por la fabricacion en el país de mármoles artificiales. Esta produccion de vuestra fábrica es ya bien conocida del público, quien la ha aceptado calurosamente en sus diversas aplicaciones para el ornamento y comodidades de sus edificios. La perfeccion 134 ¿NALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de vuestras producciones es completa, y el país mira con satisfac- cion estas nuevas industrias que tienden á proporcionarle obras bien acabadas, y á fomentar otras que no dudo tendrán iguales acogidas y que en su conjunto llenarán sus necesidades sociales, dando al mismo tiempo ensanche á las industrias fabriles. «Aceptad, señor, esta bien merecida recompensa que pongo en vuestras manos. «Señor D. Juan Aldao: La Sociedad Científica Argentina os ha dis- cernido un diploma por la fabricacion de vuestros mosáicos calcá- reos, cuyas muestras pueden verse aquí mismo, patentizan lo bien discernido de él. Siendo esta industria del mismo género que aca- bo de premiar, os dirijo las mismas palabras que al señor Gat= tani, y siento la misma agradable sensacion al entregaros el pre- sente diploma. «Señor D. Julio Goulu: El perfecto aparato que habeis inventado para el fácil y exacto trazado de curvas circulares de grandes rá- dios, llamó la atencion de la Sociedad en la Exposicion del 28 de Julio; y la misma Sociedad os ha discernido este diploma en aten- cion á lo bien construido y á la gran utilidad de vuestro aparato. La aplicacion de él en la construccion de cartas esféricas, en tra- zados de ferro-carriles y en diseños arquitectónicos es de indispu- table utilidad, y aún cuando los principios en los cuales vuestro aparato se basa fueran bien conocidos, el que habeis presentado es el que reune mayores condiciones de exactitud de los que yo individualmente tengo conocimiento. «Os entrego, pues, el bien merecido premio á que os habeis hecho acreedor. «Señor D. José Gruimenez : Vuestros tejidos de seda fabricados en el país, y con sedas producidas en él, son artículos que han mere- cido una justísima apreciación de la Sociedad Científica Argentina, y por ellos os ha discernido un diploma honorífico. El mérito de vuestros tejidos no está solamente en su valor intrínseco, lo está tambien en que sus materiales son producidos aquí, y enel gran beneficio que reporta al país en la cría de esos pequeños insectos, cuya finísima tela es el adorno más vistoso de las señoras, el más pomposo de los emperadores y el más suntuoso dé los templos. Bien conocida es la importancia de la fabricacion de la seda en los países que la confeccionan; y esa reconocida importancia augura para estos países un buen porvenir económico protegiendo, como debe protejer, la industria á que os habeis dedicado. REVISTA DEL ARCHIVO 135 «Aceptad, señor, este diploma. «Señor M. S. Bagley: La Sociedad Científica Argentina Os ha dis- cernido un diploma por vuestra nueva industria de la fabricacion en el país de las galletitas finas, que tanto consume y aprecia Bue- nos Aires. : «Esta industria rivalizando, como lo hace ya, con la importacion de un artículo de tanto consumo, reportará al país grandes bene- ficios económicos, y tanto en este sentido como en el de la perfec— cion de vuestra fábrica, el diploma que os entrego tiene un doble significado de mucha importancia. «Señores Pini y Arrigoria: Vuestros productos de vidrio fabrica- dos en el país, son verdaderamente dignos del merecido diploma que la Sociedad Científica Argentina os ha acordado; y es con tanta satisfaccion que os lo entrego como uno de tantos admiradores de los objetos que habeis traido á la Exposicion de productos del país del 28 de Julio último. ; «Señores M. T. Escalada y C*: La Sociedad Científica Argentina acordó un diploma honorífico á la preparacion de pieles para guan- tes, fabricados en el país. Las que expusisteis en los salones del Concurso y los guantes fabricados con ellas, fueron objetos que se examinaron con muchísimo interés. A juicio de muchos de los concurrentes vuestros productos hubieran merecido mayor dis- tinción si con ellos hubieseis concurrido con arreglo á las bases del programa del Concurso y con la oportunidad debida. «Me es entretanto muy satisfactorio entregaros este diploma de merecida distincion, y tengo la convicción de que en concursos venideros, vuestros productos serán premiados como lo merecen ser. «Señor D. H. M. Trepold: La Sociedad Científica Argentina ha ad- mirado el piano de vuestra construccion, fabricado con maderas del país, y en él ha visto la solidez de sus materiales y sentido lo armonioso y limpio de sus sonidos. Esta nueva fábrica como otras muchas tiende á dar inmediata aplicacion á nuestros productos naturales, y en nombre de la Sociedad que represento os en— trego complacido este premio de estímulo que no dudo aprecia- reis en mucho. (Continuará. ) SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES EN EL PROBLEMA DE LAS PERTURBACIONES PLANETARIAS Vamos á desarrollar primeramente de un modo abreviado las ecuaciones diferenciales mencionadas. Sea M la masa del sol, m la de un planeta a, f, y los ángulos que el radio vector r forma con los ejes X, Y, Z. Supongamos el origen en el punto fijo O, y sean £',1',í* las co- ordenadas del sol y £, 1, £ las del planeta, tendremos para la fuerza Mm atractiva segun la ley de Newton 2 y para sus componentes se- gun los ejes Mm Mm 0 Mm 0 0) - SOS O? a q qe ) pe Y por otra parte podremos poner para una fuerza el producto de la masa por la aceleración, y tendremos suprimiendo el factor M, para el sol ae" m E ' EP E=5), den" N h e = AG") AECI O A a y para el planeta, suprimiendo el factor m SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES Al dre M e dE M. A a e Y : dE Mide a O le Y siendo necesario poner el signo menos porque las coordenadas de m disminuyen. Debiendo referir el movimiento del planeta al sol, es preciso transportar los ejes paralelamente á sí mismos hasta que el origen se coloque en el centro del sol, tendremos pues ¿75 =8 0.0". Y, ¿== El = E, por doble derivación tendremos : de der de dé VES ERA NE TT e Es de des de de di?” é introduciendo hos valores de las ecuaciones precedentes tendre— mos: ATA SA M mL, m A y? DE M+m MADE q dez M+>m ai dt? r 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Si designamos con K? el efecto atractivo del sol y expresamos á m en unidades de M, podremos poner : M+m=K (14m, y sustituyendo en las últimas ecuaciones tendremos : dé di de 1 a (1) dez ae m) = % | PE) == Estas ecuaciones definen el movimiento no perturbado de un pla- neta alrededor del sol. Precisando más adelante una constante de la integración de estas ecuaciones debemos resolverlas. Multiplicando la primera de las (1) por y y la segunda por %, y restando el primer producto del segundo tenemos : dy doc A ó lo que es lo mismo d a dy do Mo de Ga? de a Y == y da a integrando = (, > siendo w dy — y de el diferencial doble del sector producido en el : O tiempo di el que es igual á »* > tendremos : , de q Al ADE (y esta constante conocida tiene el valor (== Y 1 + M. V p, SOBBE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 139 en la que p es el parámetro de la sección cónica que forma la órbita del planeta. : La constante (raussiana K se determina del siguiente modo : Designando con S el área descrita por el radio vector en un tiem- po cualquiera, tenemos : é integrando : para otro tiempo £* se tendrá igualmente : 2 Ey 1 E e, y restando . N 215 Os) = E que es la segunda ley de Kepler. Para la órbita completa tendremos : S' — S = abr área de la elipse 1! —t= T tiempo de la revolución completa y teniendo en cuenta que b=ay1—ée, p=y a (1—e), se tendrá 2 Wes =Ky 1 my ay MEET, ó 3 2 ar TY 1 Em para la tierra pondremos: | | q 1 A 334.710 ) 1 Xx , ¡ == ) Según Le vane M= 330,000 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA T = 3052563835 luego K = 0,01720209895 calculado por primera vez por Gauss. Sin embargo, K no es abso- lutamente invariable. Ahora se trata de determinar lo que debe reemplazar al cero del segundo miembro de las ecuaciones (1), si hay un tercer cuerpo que perturba la atracción de los dos anteriores. Sean 2%,, Y,, 3,las coordenadas heliocéntricas del tercer eno su distancia al punto perturbado será dada por el =(0— 0 + (Y — Y + (3 — 2); (2 % E la fuerza atractiva es — y debe ser descompuesta según los tres Pl ejes; y como la línea que une los dos cuerpos, perturbante y per turbado forma con los ejes ángulos cuyos cosenos son : Pl Pl er las tres proyecciones de la fuerza serán: a 0 — 80 , = O Kim, ==>» Kim; JA Kim, =—- P1 Pi eS Pero el tercer cuerpo tiene también influencia sobre el sol y la 72 / a : fuerza será —— siendo r, su distancial al sol. 1 La línea que lo une al mismo tiene por cosenos de dirección y Yi 21 , o e e) Pa r 7 y las componentes de la fuerza según los ejes serán : yo 94 < 1 y E 31 Em =. Km, 7 Km, E, 7, y, 7 1 1 1 de estas cantidades debemos disminuir las anteriores proyecciones y tendremos: y SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 141 doc 00 y 01 — X 00, —= e EM NE == ME == = = 0 de ias e a 1 E 3 CY RE (14m) 2 = Km, arriaa a) di ca 1 de STE ( + m) A al ES | di NITO A o 7 Estas ecuaciones permiten estenderse á un número cualquiera de cuerpos, por ejemplo, para un cuarto, tendríamos que agregar, y análogamente en las restantes ecuaciones; para un quinto cuerpo sería Km, O = a) clica 23 3 así paran cuerpos podríamos poner : diz PO al a (e iS (1 +m) 5 An Km ( 3 2) EY y qe IN NL TE + K (1 + m) 2 = Km, (Le = Le, ú= 1 3 4 Zi — Z Zi 1 m) VE = Y Mé. == = = 10 ( + qa O Ll 9? A En realidad este no es el sistema completo. También el cuerpo perturbado perturba al perturbante y tendríamos otras seis ecua— ciones, pero como es sabido el problema de los tres cuerpos no es soluble en esta forma, y no tiene una gran importancia para la astronomía práctica, pues se trata principalmente de pequeñas ma- sas. Consideremos las perturbaciones como pequeñas, asi es que se puede aceptar el movumiento no perturbado como una aprowima- ción y podríamos sustituir con bastante exactitud las coordenadas 149 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA no perturbadas á las perturbadas *), todavía no lo haremos, pero queremos hacerlo notar desde ahora. Además debemos suponer que las distancias e, nO son muy pe- queñas, porque aunque m, también lo sea, la fuerza perturbante mM a E 3 que es =>» puede ser mayor que la primera aproximación. Luego Pr la distancia no debe ser extraordinariamente pequeña. En los pla- netas este caso no puede presentarse, porque giran en órbitas casi concéntricas. Otra cosa es con los cometas: estos cruzan algunas veces las órbitas de los planetas. Sin embargo siendo la fuerza atractiva del planeta más grande, de Júpiter, aún pequeña con re- lación á la del sol, un cuerpo que entre en su esfera atractiva, y mucho más en la de los otros planetas, deberá describir una hipér- bole y continuará después de salir de esa esfera. Habría una excep- ción cuando tuviese lugar una contusión, pero en este caso nuestras ecuaciones no valen, porque hemos supuesto puntos y en estos, la probabilidad de una contusión es infinitamente pequeña... Esas contusiones podemos verlas todas las noches en las estrellas fugaces; sin embargo por lo general no se produce una contusión propia porque en su trayecto ya en nuestra atmósfera se queman perfectamente y solamente en casos raros caerán al suelo como meteoros. Hemos supuesto pequeñas masas y no demasiado pequeñas dis- tancias. Sin estas limitaciones nuestras fórmulas serían más gene- rales, indudablemente, pero después de algunos pasos deberíamos detenernos. Por eso desde ya introducimos dicha suposición. Podemos considerar los segundos miembros de las ecuaciones di- ferenciales como conocidos con bastante aproximación y designé- mosla abreviadamente con (0, (1, E). Hasta ahora los ejes coordenados estaban sometidos á la sola condición de que el origen estuviese en el centro del sol, siendo las direcciones arbitrarias. Ahora, hagamos girar el sistema hasta *) Si tenemos T=b Eb correspondiendo x, al movimiento no perturbado, ¿ será del orden de la masa perturbante m,, y ¿m, será del segun lo orden de aquella, y no hallándose más que estos productos los despreciaremos más adelante. SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 143 que el plano de las x y se identifique con el del movimiento no per- turbado, entonces 3 no será otra cosa que la cantidad de que el cuerpo perturbado se ha elevado de su plano primordial, y la ter- cera ecuación será precisamente una ecuación de perturbación, mientras las dos primeras definirán el movimiento en el plano z y. Tenemos pues tres ecuaciones diferenciales del segundo orden que contendrán seis constantes como elementos del movimiento. Siendo penosos é incómodos los varios métodos usados hasta ahora para resolverlos, daremos uno más cómodo y agradable. Introduzcamos nuevas coordenadas ligadas con las antiguas por las siguientes relaciones : 2, =(1 + y) 2, Zo = WS) Es siendo y una cantidad que hay que determinar. Observaremos so- lamente que no debe y no puede ser una constante sinó que varía con el tiempo, valiendo para un mismo tiempo el valor de y en las tres ecuaciones. Hago además 2 2 an? Fa = Uy == Yo”, y recordando que: Pes= ió SS y = a tendremos: r= MENA; res la verdadera distancia del cuerpo al sol; proyertándola en el plano de las w y, y designándola con [»], tendremos : - A (2) luego == (ESA De la (2) deducimos : 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y por consiguiente desarrollando en serie: luego nuestras ecuaciones serán : dix df + K (1 +m) == 00 ez, dy de loa y qe XK a E dez 1 + K* id +1) p= (0) +ez designando con e la expresión : MS DA DN ) Ke (+ m) | A+ e)! z es del órden de la perturbación, 2* del cuadrado de esta y podemos despreciarla habiendo hecho con cantidades del segundo órden por tanto sabremos que todos los miembros con 2* podrán ser calculados con bastante aproximación; eliminando pues los términos sv, Y, eZ tendremos: df: > í CR) (0), 12 qe PER) (0, (5) dez 3 + K (1 +m) Pa ==): Nos limitaremos á resolver las dos primeras. Tenemos otras dos ecuaciones diferenciales con las nuevas coordenadas. d*x, de dy, de + K (1 +m) 0 A A ES Planela = S -S A py AS 'S ER A E ya E A, ¿Na se pi 2 or cli RA A SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 145 que designan el movimiento no perturbado suficientemente cono- cido. Tenemos así dos sistemas de ecuaciones diferenciales, cada uno con dos ecuaciones y tenemos ahora que unir dichos sistemas de tal manera que se tenga las relaciones : Lo = (1 + y) x eto., debiendo elegir z de cierto modo para 2,Y,Z,; con otras palabras, debe existir una relación entre t y £. Hallada esta, lo serán y y £ y después las coordenadas x, Y, Z,, y con y las coordenadas perturba- das, quedando con esto resuelto el problema. La relación entre t y í se establecerá en seguida. El movimiento angular visto desde el sol y proyectado en el pla- no de la órbita no perturdada, le llamaremos [v], mientras el mo- vimiento angular en las coordenadas zx, Y, Z, lo indicaremos con 0.. De las relaciones t.= (1 + y) 2, Yo = (1 | Y) Y. se deduce inmediatamente (Fig. 2) [v] idénticamente = o, luego d[v] _ do, AA y d|v] _ do, MEE ó bien d [v] _ do, de EA OO E Multiplicando la primera de las (3) por y, la segunda por x y res- tando tendremos; e—y0="Y — y como antes (véase pág. 138) ANAL, SOC. CTIENT. ARG. T. XXX 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 7 (1) —y M) = aa E) e ir): Integrando Il w% (Y) — y (X) es conocido con bastante exactitud y quedando reducido el problema á una cuadratura puede resolverse del punto de vista matemático. Pero no bastará para el cálculo propio de las coordenadas per- turbadas y vamos á buscar la relación entre £ y £, y despues +. La última ecuación puede escribirse así: E =0 [14 (200 as] €, es la misma constante de ántes (véase pág. 138) esto es : (y (0) d C=K/1Emypo (4) De la misma manera obtendría en las coordenadas 2, Y. Zo dy, dec, Do a (5) Ó y 10 5 re de 0 Ahora bien antes hallamos (véase pág. 143). r.=(1 + y) [r] luego 49) [ry ER ( . LEY ¿del 2140) y a O e dí oa Ci SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 147 dividiendo tenemos : == AP luego en fin ¿aro [io LOGO a y esta ecuación diferencial del primer orden representa la relación entre £ y £. | Ahora determinaremos á y. Teníamos %.= (1 + Y) wD diferenciando dos veces con respecto á £ tenemos: db) dix a E UA HE == o Uy a A y E / AO AO siendo E A dt y se tiene da, dy y 1 de de A EA E (6) y siguiendo: dao, dy de _ dy ll Mn ae oz ae ma d / da l dl, 1 dec dy dr A Ja ME AA MS AO e doc de dry [ de, d yz VAR AAA NA 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA EA A TENA e EN | da dejar IWS A A A: 1. ARO / de dex UFF SN MARLEY de 2 U dog 7d da | dc (7) dE APIO de ALA yy de De la primera de las (3) deducimos : do P 0 ) qe = OK Um) (8) y siendo == Yo el y Yo [r] E 1 + Y tendremos: las Deo qe OE (Em) +) Además tenemos análogamente á (8): dex, 9 ZP? == == 2 1 — , de K*(1 + m) > como fácilmente puede probarse y por consiguiente : doc e dix, ae VO y ma (9). Ahora multipliquemos ambos miembros de la (7) por (1 + y) y tendremos en vista de la (9): — LES MEA =0 0407 aia). SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES VIFERENCIALES 149 1 dis aL, 1 doc aer A Siendo necesario eliminar al tomemos la (6) y deducimos: == e ña j Und | "de j de, dy) y recordando que A tendremos: da e dc, do, dy A asi que la (10) se cambiará en la siguiente: E Y ds ( + e e a Lo dé dE (1 E EN (1 + y) == (1 + ME Ly de IA A dy ) WIN as TE AS Ó y dy Po, dí, 1 - AN (ae) + rn Far ea de e) > OO IO: al MEE A di, 1 doc, PEF E ne y haciendo dy do, Y ZE Do de 3Ñ Y di y 4 =» / dl, dí | dls 1 ENFOCAN AMOLES MEL 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (XX) o l E IS a A me e a di, 1 doc, Mc a tendremos una ecuación diferencial de la forma siguiente: de + A0=A, (12) que en seguida resolveremos *. Consideremos primero la forma reducida dy y por variación de la constante integral satisfaremos á la (12). Separando las variables en la (13) tenemos: é integrando lq = (, —fA dí, C, como constante de la integración puede también ser un loga= ritmo, pues: Ca = Ve y tenemos ao == PA ola de ó bien —SA, dé de C Y Consideremos ahora á c como variable y diferenciemos : * A, y A. son funciones de ¿ conocidos con la misma a que (X), (Y) é 1. SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 151 cn a E jA, de: E e o 4 EE SA, E bo ó bien d+ qa =. AS a y recordando que = + (4 = Ao, tendremos: é integrando | A, d A y así c qúeda determinada por una cuadratura. El integral general será : a=¿ (e. + fa a A | Sustituiremos ahora los valores de q, A,, A, y veremos que los integrales de los exponentes desaparecen. A a é SA di =1(1 + 1), luego —=SAL de —t1 FLY) A á E de E La constante C, se puede determinar del siguiente modo: Cuando no existe perturbación alguna se tiene: A =0) porque y además debe ser 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por consiguiente A,, debe ser igual á cero al mismo tiempo que q y esto es posible únicamente cuando CC. =0 luego dl; A ) o a y análogamente a ILO)A dy doc, Y a = 1) E) B, de Multiplicando la primera de estas por y, y la segunda por x, y restando tenemos : 1) 4d 7 ) (+ L) B, de y teniendo en vista las (4) y (5) el primer miembro se cambia en yl, =yKyY 1 +mvV po Designemos con a, el semi-eje mayor no perturbado pues es una constante y pongamos : o + I,) B, Ao des C, e E Ao de, y tendremos Lo L' Yo I, á aa Pay ET así hemos reducido la y á cuadraturas, siendo I, dada por una cua-, dratura simple. Vamos ahora á dar á los integrales I.' é [,” una forma más cómoda; al efecto, multipliquemos el valor de A, (véase pág. 150) por (1 + 1,) y haciendo SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 153 l _—_—— —UU = 0, (1 + 15 Q: tendremos : ADA ORAR dix, dí, do, doc, A E e[erod oz) Siendo a ¡ A obtendremos diferenciando E E AS LA y el ultimo paréntesis será | do IES 2. dl 0 O EA Dr =p atlas == [mo + y sustituyéndolo se tiene: E dí, da, 1 a ll d doc, — | 04 + el Por integración tenemos: 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA p > UN 1 dí, do, A a — OT e análogamente E fa +1)B,d=—f| (0) 20 EN |u—04 a Sustituiremos estas expresiones en las ecuaciones (14), y desig- nando por abreviatura: : l dl, do Y [ -f e AA de ED de A, Ab> C, 1 dl, doc, a pes DA Y €, tendremos: d do, L Ca doc, a E EL ad de Yo Mo. E OA * NS Y dí SA e A dí Multiplicando la primera por y, y la segunda por x=, y restando se tiene dy, DN Ds A ¡A + (5 de a AN dy, dec, + 0(0 de y: e) y considerando que SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES 155 SM EA se tiene: | y = Do L Elo I; o e ecuación que determina 1 + y estando IL, I, é I; determinadas por cuadraturas. | Después de haber calcuiado 1 + y podremos hallar ¿ cuadratura, á saber por otra = (141) (04 luego r=fa+ L) (1 + y! di En fin para hallar la coordenada %, tomaremos las ecuaciones (3) y multiplicando la primera por 2 y la tercera por x y restando, tendremos: diz y Eo o ó bien d dz doc ale ==) — o (0) é integrando y az a = le o (2) =—¿(X) de, igualmente se obtendría E fly (1) (Md Multiplicando la primera por y y la última por x= y restando tenemos z (a > — 7) =»St O y siendo (véase pág. ). ¿(0)] de—= f [y (2) —3(1)] de 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dy di a Y q 40 0+1) tendremos: lr r0—:M14— 100 4. y siendo e (NS y haciendo O) 00) AO ds fp M0) 1 A y tendremos Zo EN Lo L, Yo I; Ns ON Y Resumiendo el resultado de nuestras operaciones podemos decir que: Se habían dado tres ecuaciones diferenciales del segundo orden, á saber: 2 Em) Pm» Em) Lo = (0) dez ar + K* (1 + mm) [rp > =(2)> y las hemos reducido á seis del primer orden que es en efecto el número justo. Son las siguientes : CARO dh os de Co y edo Tort di A Ao C, (1 + y) Sy Ao C, Q Ain Y) 00 a (o dy, dl UA 0 Jo 1 Y dí de” SOBRE LA REDUCCIÓN DE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES ' 157 di, 1 (0% de, dl, ERA A ar TA, 1 Ma DA o A, ELA ANO di; Lo (Lo So Ao = a A)» a. aOAES y) ME 2 == 0D + son lineales bajo las condiciones enunciadas al principio, á saber, pequeña masa, y no demasiado pequeñas distancias. Bajo esta limitación la solución de las ecuaciones originales es completa hasta cantidades del segundo orden, porque hemos despreciado las expresiones. x, ey, ez (véase pág. 144). Las seis constantes de las seis integraciones reemplazarán á los seis « elementos de la órbita ». Las integraciones se hacen mejor por cuadraturas mecánicas, asunto que trataremos más tarde. D*” FeDnerICO HAFT. MISCELANEA Nuevas investigaciones sobre la constitución del protoplasma. — Puede decirse que Dujardin hizo los primeros estudios (1837) sobre esta sustancia fundamental á la cual dió el nombre de sarcoda ; la denominación actual es debida á Mohl (1846). A causa de estas primeras investigaciones se creía que el protoplasma era un albu- minato simple, pero, estudiando con más detención, se reconoció paulatinamente la complejidad de su naturaleza hasta que Reincke, en 1881, demostró que él está formado por más de cuarenta sus— tancias distintas. A pesar de esta complicación química, se creía aun que la estructura era homogenea, pero, posteriormente y de— bido á muchísimos estudios, llegó á notarse en él una estructura fibrosa. Fayod ha adelantado más en este sentido, según observa— ciones publicadas en Marzo del presente año. Resulta de ellas que el protoplasma está formado por una espe- cie de hilos arrollados, hialinos, gelatinosos, muy coloides y no susceptibles de teñirse á los que da el nombre de espirofibrilas. Estas á su vez se hallan generalmente torcidas y agrupadas de tal modo que constituyen las paredes de unos tubos que llevan el nombre de esprropartes. Los lúmenes de las espirofibrilas y espiro- partes contienen, en estado norimal, el plasma granuloso y por medio de ellos se efectúan las corrientes circulatorias. Fayod de- muestra que estos elementos pasan de unas células á otras al tra- vés de los poros de las membranas y considera á estos conjuntos de células unidas por espirofibrilas y espiropartes como las verda- deras unidades morfológicas y fisiológicas. Para poder ver al mi- croscopio los lúmenes de los pequeños tubos Fayod los llena de mercurio á 2 6 3 atmósferas de presión. A estar á estos resultados deben desaparecer las diversas deno- minaciones que se habían dado al protoplasma según sus diferen- cias de densidad y de estructura. Cómo ponen los huevos los cocodrilos. — El Sr. Voeltzkow apro- vecha su estadía en Lamú (Africa Oriental) para hacer curiosas observaciones sobre los cocodrilos. Solo ha publicado por ahora las MISCELÁNEA 159 referentes á la puesta de los huevos y piensa seguir estudiando el desarrollo embrionario. De estas observaciones resulta que los cocodrilos no tienen nido propiamente dicho, se limitan á alisar una porción del terreno, barriéndola con su vientre; en seguida cavan en ella unos agu- jeros oblicuos de 60 centímetros de profundidad, en cada uno de los cuales ponen de 20 á 35 huevos, que luego tapan cuidadosa- mente. El cocodrilo permanece cuidando su cría todo el tiempo que dura la incubación. La puesta total es de 86 á 90 huevos y tiene lugar una sola vez en el año, de Enero á Febrero. Los huevos tie- nen 18 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho, siendo su cáscara dura y granulosa. Los indígenas los recogen para venderlos á los viageros, pero no los usan como alimento. — (Extractado del Zoologischer Anzerger). Transplantación de órganos y tejidos vegetales. — Es sabido que, tanto en los vegetales como en los animales, es posible transportar porciones de tejidos de un punto á otro de un mismo individuo ó á individuos diferentes sin que cese la vitalidad de sus células, las que siguen viviendo en su nueva posición, siempre que se efectúe el transplante en buenas condiciones. Esta propiedad se utiliza en cirujía y en jardinería. Ahora bien, Voghting ha observado en los vegetales que el trans- porte se efectúa mucho más facilmente en el sentido longitudinal y el circular que en otras direcciones. Siguiendo las direcciones favorables ha conseguido transplantar pedazos de tallo á las raices y hojas á los tallos, dado caso que existiese mucha homología entre estos órganos. Por el contrario, cuando se altera la dirección de las partes transplantadas se producen fenómenos patológicos tales como hinchazones, rodetes, etc. Los hechos observados demuestran que existe una cierta polaridad de los órganos y tejidos; polaridad que se estiende á las células, puesto que, en las transplantaciones parciales, la unión se efectúa fícilmente cuando las células, en su segunda posición, tienen la misma dirección relativa que poseían primitivamente, es decir, cuando los polos celulares están orienta- dos del mismo modo. Pel conjunto de las investigaciones efectuadas hasta ahora parece deducirse la siguiente ley : los polos celulares del mismo nombre se repelen mientras que los de nombre contrario se atraen.—(Extrac- tado de la Botan:sche Zertung). MOVIMIENTO SOCIAL Se han aceptado últimamente como socios activos á los señores : Daniel Isnardi, Waldino Correa, Leopoldo del Campo, Eugenio Re— naud, Emilio Romero, Pedro P. Picot, Luis C. Romero, Alejandro Quiroga, Ricardo Guido Lavalle, Bismarck Lagos. El ingeniero D. Santiago Brian ha donado diez acciones de las emitidas para la erección del edificio social. Se ha resuelto reorganizar los restos del antiguo Museo de la Sociedad, nombrándose en comisión al señor Gallardo y al Secre- tario para que procedan á este trabajo. El jurado del concurso compuesto de los ingenieros : Valentin Balbin, Manuel B. Bahía y Juan F. Sarhy, presentaron el informe correspondiente aconsejando no acordar premio á ninguna de las dos memorias presentadas. El 15 del mes pasado tuvo lugar de acuerdo con el Reglamento la Asamblea en que el Presidente leyó su memoria anual. La Junta Directiva ha resuelto publicar este documento en un fo- lleto especial y repartirlo á los socios, juntamente con la presente entrega. En esta misma sesión, la Asamblea prestó aprobación unánime á la resolución de la Junta Directiva, nombrando Miembro Honorario al Dr. Carlos Berg. | El ingeniero Candioti ha donado á la Biblioteca de la Sociedad trescientos volúmenes sobre diversas materias. É LISTA DE LOS SOCIOS HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr. R. A.Philippi.—Dr. Guillermo Rawson+ CORRESPONSALES AAA / de Arteaga Rodolfo de...... ... Montevideo. | Netto, Ladisla0......... .... Rio Janeiro. -Ave-Lallemant, German..... Mendoza. Paterno, Manuel........ .... Palermo(1t.). -—Brackebusch, Luis...... A Cordobas Reid, Walter Pl..o....... . «« Lóndres. Carvalho, José Cárlos de..... Rio Janeiro. | Stróbel, Pellegrino..... ..... Parma (Ital.). a Denza, F..... A AAN Moncalieri (Italia) - ) LA PLATA Ibarracin, Cárlos. meghino, Florentino. tonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Alvarez, Teodoro. - Battilana, Máximo. - Berretta, Sebastian. - Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. - Cerdeña, Fernando. - Colombres, Justo Y. - Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. eE - Aberg, Enrique. - Agote, Gárlos. Aguirre, Eduardo. relo, Emilio C. Alsina, Augusto. - Amespil, Lorenzo. moretti, Félix. aujo, Gregorio L. : echavala, Francisco Jas, Bonifacio. igós, Máximo. naldi, Juan B. teaga, ¡Alberto de lubone, Cárlos. enatti, Bruno. ila, Delfin. yerza, Rómulo, - Babuglia, Antonio. adell, Federico Y. 4 larini, Euranio. Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. - Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. - Ramorino, Florentino Rébora, Juan. Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Balbin, Valentin. Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basterrechea, José. .Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Félix. Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Berg, Cárlos. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. -_Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon GC. Blomberg, Pedro. - Blot, Pablo. Brian, Santiago. Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Bugni Félix. Buis, Victor F. Bunge, Cárlos. Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos Y. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Basarte, Rómulo E. Cadrés, Jorge. h Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. | Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Rumon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. de Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Romerc, Julian. Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio G. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Cordero, Francisco. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, U. Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos S. Cuenca, Felipe. Correas, Waldino. Campo, Leopoldo del. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Estevan F. Echagúe, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo Y. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. +: Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Fernandez, Villanueva Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frogone, José Y. - Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian. Giardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José 1 Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guglielmi, Cayetano. Ginther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Guido Lavalle, R. Haft, Federico G. A. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafael. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huidobro, Luis. Iniesta, Pedro de Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. isnardi, Vicente. Iturbe, Miguel. Iturbe, Atanasio. Iturbe, Octavio. Isnardi, Daniel. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jauregui, Nicolás. ' % LISTA DE SOCIO : ; .> Al S Jasidakis, Juan, Jaureguiberry Enrique Krause, Otto. Krause, Eduardo. "Krause, Domingo. Kyle, Juan J. J. Labarthe, Julio. Lafferriere, Arturo. Lagos, José M. Eangdon, Juan A. ' Languasco, Domingo. “Lanús, Juan. C. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P. Loudet, Osvaldo. Llosa, Alejandro. Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones Velazco, Sdor, Luro, Rufino. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga, F. Lagos, Bismarck. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito Mandino, Oscar. Manterola, Luis (. Mañé, Cárlos.. Marini, A. Mariño, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Carlos. Massini, Cárlos. Mattos, Manuel F. de. Maza, Fidel. Medina y Santurio, B, Mendez, Teófilo F. Mendoza, Juan A. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Maupas, Ernesto. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molinari, José. Molino Torres, A. Mon, Josué KR. Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Mendez, Teófilo F. Matienzo, Emilio. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. Novaro, Bartolomé. Ocampo, Manuel $. Ochoa, Juan M. Ojeda, José Y. Olivera, Cárlos €. | Olmos, Miguel. Oribe, Franciseo. | v Juli | Otamendi, Eduardo. Koslowsky, Julio. — | Otamendi, Rómulo. | Otamendi, Juan B. | Oyuela, Wenceslao. “Palacios, Alberto. - Pereyra, Horacio. x ON J Orzabal, Arturo. Otamendi, Alberto. - Otamendi, Juan B. 0'Donell, Alberto (. Padilla, Emilio H. de Palacio, Emilio. Pawlowsky, Aaron. | Pelizza, José. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio 5. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente. Pons, Miguel B. Puyrredon, Honorio. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. M. Palacios, Alberto. Pico, Pedro P. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Quiroga, Marcial V. Quiroga, Alejandro. Ramallo, Carlos. Ramirez, FernandoF. Ramos Mejia, Ildefso P. Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Repetto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo S. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban G. Rojas, Félix. Romero, Armando. Romero, Alfredo. Romero, Cárlos L. Rosetti, Emilio. Rospide, Juan. Ruiz de los Llanos R. Romero, Alfredo. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Romero Emilio. Romero, Luis C. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri». Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Sal: 5, Estanislao. S (Continuacion) y: -| Salas, Julio S. Salva) Ja M. | Sanchez, Enxilio —Sarhy, Juan F. Kgs a y UY Sanchez, Matias Sanglas, Rodolfo. Señorans, Arturo 0, - Saralegui, Luis. Sarhy, José. V. Searpa, José. Schickendantz, Emili: Schmitt, Hans. | Schróder, Enrique. 14 Schwartz, Felipe. "Schwartz, Mauricio. Selstrang, Arturo. Senillosa, Juan A. Serna, Gerónimo dela Seurot, Alfredo. Schaw, Arturo E. «Schaw, Cárlos E. Silva, Angel. Selva, Domingo Í. Silveira, Luis. NN Simonazzi, Guillermo. Sirven, Joaquin. Sota, Alberto de la. Soto, José María. Spika, Augusto. Stavelius, Federico. Stegman, Cárlos. Súnico, Víctor. Señurans, Arturo O. Taboada, Miguel A. Tamburini, Francisco Taurel, Luis. Tedin, Virgilio. Tessi, Sebastian T. Thedy, Héctor. - Thompson, Valentin. Torino, Desiderio. Tornú, Elias. Treglia, Horacio. Trifoglio, Ricardo. Tressens, José A. Tzaut, Constante. Unanue, Ignacio. Urraco, Leodoro 6. Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del. Varela Rufino (hijo) Vedoya, Joaquin J. Vernaudon, Eugenio. Victorica y Soneira, J.. Victorica y Urquiza E. Videla, Baldomero. Viglione, Luis A. Viglione, Marcelino. Viñas, Urquiza Justo. Villanueva, Guillermo. Villegas, Belisario. Vineut, Arturo. Vineut, Pedro. Wauters, Cárlos. Wauters, Enrique. Wheeler, Guillermo. White, Guillermo. Williams, Orlando E. Zambrano, Pedro. Zamudio, Dugenio, Zavalia, Salustiano. — Zeballos, Estanislao $. Zunino, Enrique. y a A A o E COMISION REDACTORA Presidente...... Do*r CÁRLOS: NM, MORALES. SEERCLOFIOS as a Señor ANGEL GALLARDO. Do“ VALENTIN BALBIN. Vocales... ....s Ingeniero ManueL B. BaHIa. Ingeniero CÁRLOS BUNGE. (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p. m.) a SETIEMBRE DE 1890. — ENTREGA III. — TOMO XXX PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION. LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS. Por mes, en la Ciudad............ Bom >» WA Semestre... mossos sosa ejeje sao » 5 6» PORO. cadalso data ooo scialsiaaja alo » 10 » Por mes, fuera de la Ciudaad.. » 1,50 porentrega La suscricion se paga anticipada -K<-—_a—eoÉvuÓoU$É$£—ÉÁ—2>A A BUENOS AIRES 5 LIPRENTA DE PABLO E. CONIL É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — caLLE PERÚ — 680 1890 a ANA : 0% AR Y me. Ñ pa % ed DIREGTIVA a eN Presidente........ D" ds M. MORALES. Viíce-Presidente 1” Ingeniero [EDUARDO AGUIRRE. LA 2” Ingeniero Juan F. SARHY. Secretario........ Señor ANGEL GALLARDO. - ANESOTeñO tl... hs . SALVADOR VELAZCO LUGONES. Ingeniero MarciaL R. CANDIOTI. l Ingeniero ALEJANDRO MOLINO TORRES. Vocgles. Ao 0. 20 «Señor MIGUEL ITURBE. ll ES Nor BENI" MaLboL. Señor UA] WAUTERS. INDICE DE 1.0% A ENTREGA I. — LAS de Puta por nl B. A ¿y UE — FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO, (Con- da ion) por BD. Juan Llerena. nm OBSERVACIONES HELIOMÉTRICAS, por el Dr. Pedro N. Arata. IV. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, ¡Contínucion, por Marcial KR. Candioti. V. — NECROLOGÍA. VI. — MOVIMIENTO SOCIAL. . A LOS SÓCIOS Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta— ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, etc., y y cualquier irregularidad en dE reparto. de los Analesó cobro de la cuota. E LAS UNIDADES POR MANUEL BENJAMIN BAHÍA (Continuacion) En un circuito conductor que no es sitio de fuerza electro-motriz alguna, la energía eléctrica suministrada entre dos puntos de un circuito es integramente transformada en energía térmica. Se ha llamado energia térmica á la energía transformada en calor en un conductor, en virtud de la ley de Joule y potencia térmica á la re- lación de esta cantidad de calor al tiempo empleado en producirlo. Teniendo en cuenta relaciones ya dadas, tendremos W = El í.] = 0.24 El £. cal. gramo-grado. ias E? W=5, !.] =0.24 5 €. cal. gramo-grado R R Estas relaciones son conocidas con el nombre de ley de Joule, en honor del físico que las formuló primero. Cuando una corriente atraviesaá un conductor y lo calienta, la lemperatura se eleva hasta que la cantidad de calor disipada por radiación y convección en un tiempo dado sea igual á la cantidad de calor suministrada por la corriente durante el mismo tiempo. La temperatura puede venir á ser bastante elevada como para que el conductor se vuelva rojo, se vuelva luminoso y funda ó arda según su naturaleza. Se demuestra la influencia de la na- turaleza de los metales sobre su calentamiento por medio de una experiencia conocida con el nombre de cadena de Children. Esta ca- dena está compuesta de anillos de misma sección transversal y for- mados alternativamente de cobre y de platino. Enviando á esta ca- dena una corriente gradualmente creciente, se vé al platino alcan- zar el blanco deslumbrante cuando el cobre apenas enrojece. La elevación de temperatura que experimenta un conductor atravesa- do por una corriente dada, depende además de las facilidades de en- friamiento que él encuentre, y de la naturaleza del medio que lo rodée. La cuestión puedeser tratada porel cálculo cuando se con- sidera conductores de diferentes secciones colocadas en las mismas condiciones de enfriamiento. Un reóstato es un aparato que tiene por objeto intercalar en un circuito atravesado por una corriente de intensidad 1, una resisten- ANAL, SOC. CIENT. ARG, T. XXX JUL x 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cia R y disipar por radiación y convección una potencia térmica correspondiente RI? sin calentar peligrosamente. Hay que calcular pues la sección de cada una de sus partes según la intensidad má- xima de la corriente que deba atravesarla. Consideremos primera- mente un reóstato de sección circular. Sean d y lel diámetro y la longitud del hilo en centímetros ; s su sección en centímetros cuadrados; e su resistencia especifica en ohms-centímetro ; R su resistencia en olms; S su superficie de enfriamiento en cm*. Se tiene evidentemente Td E h.- , co E ohms; S = z dl cm” 4 de y llamando P la potencia eléctrica gastada en el reóstato atravesado por la corriente máxima se tiene 9 pl ! Si las condiciones eu las cuales está colocado el hilo permiten disipar por radiación K watts por cm”, se tendrá finalmente, escri- biendo la igualdad 4 Pa r o = KS ó bien as Lal ; OE de donde La superficie dada á los reóstatos ordinarios varía entre 0,15 y 0,20 em? por watt á disipar. Cuanto más pequeño se hace á k, tan- to más costoso es el reóstalo, pero menos se calienta. Hay interés en multiplicar el número de hilos de un reóstato y en montarlos en derivación, en lugar de aumentar la sección. Láminas chatas son. siempre, á sección igual, preferibles á hilos cilíndricos, por ser la superficie de enfriamiento más grande. Experiencias hechas por Bernstein hace muy poco tiempo han establecido que el número de watts por cm” necesario para mante- ner un hilo á una temperatura dada es independiente del diáme- tro cuando el hilo está colocado en un vacío bien hecho. MS DA e dan LAS UNIDADES 163 Cuando el vacío es imperfecto, y con más razon en el aireá la presión ordinaria, la convección juega un papel importantísimo y los hilos los más finos se enfrían mucho más que los gruesos en superficie igual y á watts iguales. Estas conclusiones son favorables á las lámparas de incandescencia de hilo grueso y á los reóstatos de hilos finos. Veamos qué relación existe entre el diámetro de un hilo con- ductor yla intensidad de la corriente que lo funde. Supondremos al hilo en un aire en calma á temperatura constante y “us solo se en- fría por su superficie. Sean R la resistencia del conductor ; T la intensidad de la corriente ; d su diámetro ; l su longitud ; 9 la temperatura de fusión ; ¿la temperatura ambiente ; ola resistencia específica; Kun coeficiente de enfriamiento. La energía eléctrica suministrada por la.corriente es á cada ims- tante igual al calor irradiado por el hilo; luego : RE = K(0 — 1) =dl y como l l kl Ry==.9é == qe Es P me E 1 tendremos : A le o 3 E =XK(0—i)zd de donde om /K(0--0yd. Haciendo RO (ON UNE 2 y o p sale cd I= a y de. (1) De aquí seobtiene : 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La relación (1) vale solamente para el caso en que el hilo es bastante largo como para que el enfriamiento producido por las uniones sea despreciable. Preece ha determinado los valores de la constante a relativos á diferentes metales, para hilos cuya longitud pase de 15 centímetros. Cl (UL si dl estáen cm si e está en mm Cobresal Eu ta cs 2530,0 80,0 ALO o. Es CIN 1873,0 59,2 PLOT 1277,0 40,4 Melchorton.. o. to. ooo E 1292.0 40,8 Platinoide (melchort con 1á 2%, UNESCO o EA 1173,0 Al A A Moo cn 776,4 24,1 Estaño. IIS: Be LIO dE NA 405,5 12,8 Plomo: 2 e 340,6 10,8 Aleación (2 plomo y 1 estaño;...... 325,5 10,3 Estas cifras se refieren á hilos colocados en un aire en calma y cuya temperatura media es de unos 15 grados centígrados. La sección de los corta-circurtos ordinarios no puede ser obteni- da por el cálculo. Grassot ha ejecutado experiencias que demues- tran que en el aire, á la temperatura ordinaria, no hay relación simple entre el diámetro del hilo y la intensidad de la corriente que produce la fusión, sinó cuando la longitud del hilo pasa de 8 á 10 centímetros. Para menor longitud, el enfriamiento producido por las uniones juega un papel importante, tanto más importante cuanto más corto es el hilo. Los corta-circuito tienen generalmente menos de 8 á 10 centímetros, y según las experiencias que acaba- mos de mencionar no será posible determinar por el cálculo la sección que habrá que dar para una aleación determinada puesta en un corta-circuito de forma dada. Pasa lo mismo con los cebos de hilo de platino ó de platino iridiado cuya longitud es muy corta y para la cual el enfriamiento debido á las uniones juega un papel importante. Hagamos unas aplicaciones de las cifras dadas por Preece. 1? ¿Qué intensidad tendrá la corriente que funda á un hilo de es- taño de 150 milímetros de largo y de 4 milímetros de diámetro ? Tendremos l amperes = 12,8 /64 = 102,4 amperes. LAS UNIDADES 165 22 ¿Qué diámetro deberá tener un hilo de estaño de 160. milí- metros de largo para que sea fundido por una corriente de 102.4 amperes ? Se tiene d y PET 4 mm == == . 19,8 El cuadro siguiente tomado á simple vista de las curvas obteni- das por Grassot nos dan en ampeéres la intensidad que funde hi- los de plomo tendidos horizontalmente en el aire en las mismas pinzas. Longitud en em Diámetro 0 KK A a —.— EA en mm 1 p) 3 4. 5 6 7 8 0.50 1.15 6 1) 4.00 | 291 4.1301 4.06 |. 4.00 0.55 9.25 7.25 6 5.45 5) 4.85 4.80 4.75 0.70 13.25 | 10.66 IO 8005 | GUN MOS 1-23) Ia 0.80 — 12:66 | 11.00 OO 9.00 SO ESO SO 0.85 = 14.5 12.00 | 10.66 | 10.00 | 9.50 | 9.30 | 9.25 0.90 — I00 13.20 1 11.55 | 108055 ML0225 10-005 “1000 1.00 == = 16.00..|.13:50 | 12219111050 1111.19 11:00 Aunque este cuadro se ha tomado aproximadamente, puede ser- vir para aplicarlo. Ya que hemos empezado las aplicaciones tal vez por donde debi- mos concluir demos aquí un interesante cálculo relativo á la deter- minación de la sección de los conductores de los pararayos, que publicó el año pasado 1? Electricien. Sea Q la cantidad de electricidad en coulombs representada por una descarga que pasa en un tiempo í segundos á través del con- ductor de un pararayos de resistencia R en ohms. La ley de Joule muestra que la cantidad de calor W desarrollada en este conductor será 5 E. Va; “R W =RYÍ tjoules = RI E joules = > R joules = 0,24 e cal. gramo-grado como AS 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA siendo p la resistencia específica del conductor en ohm-centímetro, l su longitud en cm, y s su su sección en cm”, tendremos - 0,2430" 1 W = pe cal. gramo-grado Si 0 es la elevación de temperatura producida en el conductor cuya masa en gramo-masa es M, c el calorespecífico del metal para la cantidad de calor W ó sea tendremos: == 04811) siendo D la densidad de la sustancia que forma el conductor. De la ecuación precedente se deduce Esta fórmula daría para cada metal, el valor de s en cmY, si se conociera á4 Q y á £. Desgraciadamente estos valores no son cono= cidos; pero admitiendo con Arago, que el fierro de 1,44 cm* tiene una sección suficiente, se puede elegir á este metal como base y deducir así la sección mínima de los otros metales. Se encuentra así los valores siguientes : Seccion en cm? Diámetro en cm. COD. Mo. Y MET 0.96 Pl A cai 1528 1.28 FLO A A 1.44 1:35 ZO ANIME OA VE 1.48 Latón. aca da BASI 1.90 1.56 Plomo lO ADE 4.61 9.42 Estas cifras son útiles, pues el platino es algunas veces emplea- do para las puntas, el zinc en hojas sirve como cubierta de techos y las cañerías de agua de tubos de plomo sirven también de con- ductores á las descargas eléctricas de la atmósfera. Enlas reglas re- dactadas porel mayor Magendie, de acuerdo con las conclusiones del Report of the Lightning Rod Conference y publicadas por el Gobierno LAS UNIDADES 167 inglés para su observancia en todas las fábricas yedificios que con- tenganexplosivosdice que el conductordebe ser de cobre y no pesar menos de 6 onzas por pié (0,600 kg. por m.: unos 9 mm. de diáme- tro si fuera cilíndrico). Su conductibilidad deberá ser igual cuando menos al 90 %/, de la del cobre puro y su forma la de una varilla, cinta ó cabo, pero en este último caso los alambres que lo formen deberán tener cuando menos 0,109 pulgadas (2,5 mm.) de diáme- tro. También se puede emplear el hierro pero el peso por pié será cuando menos 2 */, libras (3,400 kg. por metro: cabilla de 23,5 mm. de diámetro). Veamos ahora algo sobre la electrólisis para dar algunos ejem— plos muy útiles. Faraday ha dado el nombre de electrólisis al conjunto de los fe- nómenos en los cuales se produce la descomposición de los cuer— pos compuestos por un gasto de energía eléctrica. Los cuerpos des- compuestos se llaman electrólitos. El aparato en el cual se produce la descomposición es una cuva electrolitica ó voltámetro, La corriente es conducida al voltámetro por electrodos, formados por láminas conductoras que se sumergen en el electrólito. La corriente entra por el anodo (polo +) y sale por el catodo (polo —). Los productos de la descomposición son 10ns. Los que van al anodo son antóns. AS Aa A A vs en alto; 29» vendo AmodoA. 20. BOS 00. ALU: AY —Á 006s Camino Los que van al catodo son catións. CAMI Es o o A xr abajo; ¿0 yendo E ME AN: XaTá — 60% Camino Se llama algunas veces á los anións, cuerpos electro-negativos, porque son atraidos al polo positivo, é inversamente, pero estas denominaciones basadas sobre las antiguas teorías de dos fluidos se prestan á confusión. Por lo demás, los cuerpos no son absolu— tamente anións ó catións, solo lo son relativamente y forman una série en la cual cada uno de ellos es anión con relación á los que le siguen y catión con relación á los que le preceden. El hidrógeno y los metales aparecen en el catodo. Las leyes cantitativas de la acción electro-química son las si- guientes: 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La cantidad de acción quimica es la misma en todos los puntos de un corcutto. | La masa de un cuerpo separada en una acción electro-química es proporcional ú la cantidad de electricidad que ha atravezado al cvr- cunto. | Las masas de los cuerpos depositados por una cantidad deelectrici= dad dada son proporcionales á sus equivalentes electro-químicos se llama equivalente electro-químico de un zon, la relación de la masa de este ion separado á la cantidad de electricidad que ha produ- cido su libertad. Representando por z el equivalente electro-químico, M la masa separada por una cantidad Q de electricidad se tiene por definición En el sistema G.(G.S. el equivalente electro-químico se espresa en gramos-masa por unidad G.G.S. de cantidad. En el sistema G.(.S. práctico, el equivalente electro-químico se espresa en gramos-masa ó en milígramos-masa por coulomb. Cuando se conoce el equivalente electro-químico del hidrógeno. se obtiene el de todos los otros cuerpos multiplicando este valor de z por el equivalente químico de cada uno de los cuerpos consi-= derados. La masa M de un cuerpo separada en una acción electro-química por una corriente I que pasa durante un tiempo í es entonces Mis 2 Wi Esta relación es utilizada para la medida de las corrientes por los métodos voltamétricos. Damos una tabla de EQUIVALENTES ELECTRO—QUÍMICOS En mg-masa En g-masa por coulomb por ampere hora Platabes pe 1,11815 4,0250 Cobre sane a E 0,32959 TAO LMC ea o 0 33920 1.2133 AUV e to NN ad 0,09326 0,3357 Hidro Seno 0,01036 0,0374 Oxicenor e CARIES 0,08290 0,2983 LAS UNIDADES 169 Como aplicación calculemos la intensidad de la corriente que en 15 minutos ó 600 segundos deposita 4,2 mg. de cobre. Se tiene. 4,2 = 0,32959 I 900 I=0,0140= 14 m a. Calculemos el diámetro de un conductor de bronee silicioso que equivale á un conductor de hierro de 4 milímetros de diámetro. Al efecto disponemos de los cuadros que siguen : 4 Seccion Resistencia en ohms ; Diámetro pa Mi Peso en kilogramos en milímetros por kilómetro en milímetros ó cuadrados ¿ á0C por kilómetro HILOS TELEFÓNICOS 1.00 0.7854 64 6.940 1.05 0.8655 58 7.655 1.10 0.9503 57 8.455 1.15 1.0383 48 9.167 1.20 1.1310 44 10.036 1.25 1.2252 40 10.850 1.30 1.3273 38 11.748 1.35 1.4294 35 12.638 1.40 1.5394 32 13.617 HILOS TELEGRAFICOS 1.25 1.2252 1113107 10.85 1.50 1.7671 9.68 15.66 2.00 3.1416 5.43 27.96 2.25 4.4741 3.81 39.78 2.50 4.9087 300 44.01 2.75 5.9380 2.81 52.77 3.00 7.0685 2.41. 62.91 3.50 9.6211 10 85.61 4.00 12.5664 1.36 Me 4.50 15. 9043 1.13 141.51 5.00 19.6349 0.87 174.70 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Resistencia Designacion de los hilos A a e o Il Conductibilidad por milímetro [kilométrica á 0 € cuadrado kilogramos ohms Cobre puro. oi E 28 20.57 100 Bronce silicioso telegráfico..... 45 21.42 9 Bronce silicioso telefónico...... 76 64.00 34 Bronce fosforoso telefónico..... 72 78.00 -26 Fierro galvanizado de Suecia... 36 135.20 16 Acero galvanizado Bessemer... 40 156.00 13 Acero Siemens-MartiN ........ 42 166.80 12 Designando con Ri la resistencia en ohms de 1 Km de hilo de hierro de 1 milímetro de diámetro, con s, su sección en mm*, con Ry y s, los datos análogos para el hilo de hierro de 4 milímetros y 1 Km de longitud tenemos R, pese Si its a / A YO y como según el segundo cuadro R, =135,20 o resultará Busquemos esta resistencia en el cuadro primero ; hallamos como más próxima 9,68 w á la que corresponde 1,50 milímetros. Hagamos algunas aplicaciones de las fórmulas OD CR + OTE Tn A I 1. ¿Cuál será la intensidad de la corriente que se obtendrá con 40 elementos Daniell (E = 1 volt” = 0,8 ohms) asociados en ten- sión, sI R = 1000 ohms? 40 A E e (0) LAS UNIDADES 171 2. ¿Cuál será el número de elementos Daniell (E = 1 volt» = 0,8 ohims) que asociados en tensión dará una corriente de 0,03875 amperes, si R= 1000 ohms? RI “SA » — 1000 >< 0,03875 É q 24 A F=08 5003878. > 3. ¿Cuál será la intensidad de la corriente que darían los 40 ele- mentos asociados en cantidad, siendo los datos los del primer pro- blema ? 40 v 220000 + 0,80 = (,00099 z. Este resultado se podía prever pues la asociación en cantidad solo debe ser empleada cuando R < r, según lo que se dedujo de la fórmula RES y _— nE(n—i1)(R —r) —(R+nm)(nR=+ rr) pero hemos efectuado ese cálculo para que el lector se forme una idea más clara. k. ¿Cuál será la intensidad de la corriente obtenida con los 40 elementos Daniell (E= 1 volt, r = 0,8 ohms) asociados en canti- dad cuando la resistencia. R = 0,5 ohms? 0 ES E LS ><0,5-E0,8 0 5. ¿Cuál será la intensidad máxima que se obtendrá con los cua- renta elementos Daniell en asociación mixta, siendo la resistencia R = 0,5 ohm ? La fórmula 1 = TON rR , nos dá. 179 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA TABLAS Tabla de cerrección para la reducción del barómetro d cero HA ALTURAS DEL BARÓMETRO EN MILÍMETROS Temperatura del PS barómetro 00 1 O BOI 3o e ao 0 OA 100 SO Deo o 0.0.1 Motor 007 Colo 0.0 7 030% ORO OOO MAA 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 ed 0.2 0.2 0.2 0.2 0.2 (0), 2 0.3 0.3 0.3 IO 0.3 0.3 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 0.4 A 0,5 0.5 0.5 0.5 0.5 0.9 0.5 0.5 0.5 ia 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6 0.6.| 0.6 a 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 (0-7 0.7 0.7 0.8 E ASS 0.8 0.8 0.8 0.8 0.8 0.9 0.9 0.9 0.9 ado 0.9 0.9 0.9 0.9 1.0 1.0 1.0 1.0 1.0 A 1.0 1.0 1.0 1.1 AS 1.1 1.1 1 JE MO Jl Jl TE 139 1 1,2 19 ¿2 8 Mitos 19 1.8 1 1.3 eS 1 1.4 1.4 1,4 MIA 4 1.4 1.4 1.4 Jl 4 1.5 1.5 1.5 1.5 o oas 1.5 AS 1,5 1.5 1.6 1.6 1.6 1.6 1.6 A a 1.6 1.6 1.6 1.7 Lo 7 o 7 1.7 4.7 1.8 Wi 1.7 1.7 1.7 1.8 1.8 1.8 1.8 1.9 1.9 MO 1.8 178 1.8 1.9 1.8) 1.9 2.0 2.0 2.0 mal 1.9 1.9 20) 2.0 2.0 All oral! All PAL (Ss 220) All 0 21 9). 11 O) 2.2 2.2 NO MA 2d Jl 5, Dd 037 2.3 NS 2) y 9.4 Os ES a 2.3 9.4 9) al 9.4 2.5 LD 92.5 AOS 24 2.4 9.4 2.5 DO O) 2.6 2.6 2.6 O NO 2.5 2.6 2.6 2.6 a) el 27 2.8 LS e 2.6 2.6 Dl 207 DEl 2.8 2.8 DD 2.9 As ata 2-7 DN 2.8 2.8 2.9 2.9 2.9 3.0 3.0 polo 2.8 2.9 2.9 2.9 3.0 3.0 3.1 3.1 3.1 Rod 2.9 0 3.0 ll ll ll 3.2 3.2 3.3 NS IS 3.0 Al 3 3.2 Do 3.3 3.3 3.4 3.4 ISA Do 3.2 3.3 3.3 3.3 3.4 3.4 3.5 3.5 OO DoS) de) 3.4 3.4 3. De 3.6 3.6 3.6 O 3.4 3.4 3.5 NO 3.6 3.6 Do ll de Y 3.8 O O 3.5 3.6 3.6 3.7 3.1 3.8 3.8 3.9 US IES 3.6 o Deol 3.8 3.8 3.9 3.9 4.0 4.0 LAS UNIDADES ' 173 OBSERVACIONES BAROMÉTRICAS Ejemplo de correcciones (Barómetro Fortín. — Diámetro del tubo 13,50 mm.) Temperatura del barómetro...... t= 12gradosC. Lectura en el ápice del menisco. A = 762,50 mm A = “762,50 mm Lectura en la base del menisco... — B= 761,80 mm Flecha del menisco............-. f= 0 (im Prareccion:de capllaridad>. duo o +Ac= 0,08 mm red Uca Cero arado (olx apaaclo ao ooo o > A H, = 762,58 mm Corrección de temperatura............ IA ooo —Aí= 1,50 mm AA A A A IA H., = 761,08 mm Buenos Aires... de... de 18... á las... Firmado... Cálculo del peso del hidrógeno en el voltámetro de Bertín (para medir la intensidad de una corriente eléctrica) P=V. K (H — f) miligramos Siendo Y el volúmen del gas hidrógeno húmedo en em*; K un coeficiente dado en seguida; H la presión atmosférica actual en milímetros de mercurio ; f la ten= sión del vapor de agua acidulada al 3 de ácido sulfúrico, á la temperatura 0 á que se halla el gas; se toma la tensión del vapor de agua pura á (9 — 1,5) grados C. para valor de f. Valores de K Par 20 O es OL o K = 0,0001092 E PUES A A K = 0,0001088 O ri ajo cejofe hs e A K = 0,0001085 yO E o K = 0,0001081 > DA A A o o K = 0,0001077 OS e ne ls cnenaels se.» NANA K = 0,0001073 » 28 A A NN o 0 o e K = 0,0001070 y Eat tial iaa > > A K = 0,0001066 A e RA o e K = 0,0001063 O a A e K = 0,0001060 » 30 A A o 0. K = 0,0001056 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tabla de las depresiones que la columna barométrica experimenta d causa de la capilaridad (Tabla de doble entrada de Deleros) Radio ALTURA DE LA FLECHA DEL MENISCO EN MILÍMETROS interior del tubo barométrico en milímetros 1.65 1.36 1.14 0.96 0.82 0.70 0.60 0.52 0.46 0.40 0.35 0.27 0.24 0.19 0.15 0.14 OoNL 0.09 0.08 0.06 ¡ 0.07 | 0.08 1 00 “1 FH0000Sv 0 Cod) A NRO) 1 (O Ut O) (op) vw 0 O) e sa 19) ps 0) $ Ol O) —i (do) O 0 Y) WHR UL OO) 00 CO A DO W DIARIA yÓ =-lHOH0090Q9 O ww pus w [a SISSI iolo WN 0 12 Ha 0d) O) =) Y > 00-10: 0 00 OL OU NY HA HH 0 tw 00 O —100OSoOp0mn0 Ll OO 00 ¡E 2000000000000 0000000 o00000 rr? —=PIHw0oNw (Jb) ASS SSA SA AS O SS 2.4 2.6 US 3.0 d. 2 3.4 3.6 3.9 4.0 4.4 4.6 5.0 5.4 5.6 6.0 6.4 6.6 10 SESZISISIS IES HA Ot O) cis cos IA AS LAS UNIDADES 175 Densidades en gramos-masa por centímetro cúbico 4 02 C. ¡Wurtz et Rankine) METALES MO IA a O ie 2Lá Malleco ida Nickel fundido ........... Latón fundido....... 7184 Boj de Francia..... 0,91 á Boj de Holanda.......-... PA MAI 0,66 á AISLADORES Vidrio PE PZA llos a Marmol a iaa Cuarzo A ads A A Marál PA Silice. Ao AI ls Caoutchouc de Hooper..... Guttapercha ....... 0,97 á Cacuiciouc a e noe Cera. A Ac MercuriO Me O Bromo (A Se PRA Sulfuro de carbono ....... Agua dear aa. as Aga (A ds Acelte devas Napa st Alco OA PURe da O OR Hielo (AA Nieve nora pad. 3,5 9,5 2,64 2.8 3,7 2,65 2,3 2,07 1.97 1,8 7 1,65 1.02 1,18 0.98 0,93 1,15 1.05 0,96 0,87 13,596 9.99 1.263 . 1,026 1,000 0,915 0,848 0,791 0,878 0,716 62 91 3,0 1,66 0,92 0.10 "OPe4S ap our99p us ouIt99p ap eand ense pop sooyjoadse sosad so] a2p SOWYLIBGO] SOT BP [8 L épunSas tu) “02 BISTU SPUAILXO 9S PIABI, 1IS9O (I88T :£9 “U y TY SDPIPIM li $WSIT DP JOQUOIOULIJUT PAMIYO DW) 9P SOLDQDA,L) TOUISTIO BIAOUIJA 81 UH (1) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA 16 v632000" TI 9861000" [ ¿1900001 vL66000*0 e6Lv6000*0 PTI6000*0 8688666 0 66880000 LO068000*0 L6T6666"0 16260000 L6TG000"T 061000" 1 cPE0000" T 1166666 0 Tév6666"0 9806666 0 c888666 0 0638666 "0 vo68666 "0 69166660 8986000"0 2012000" 1 16610001 ELP0000*T 2986000"0 06£6000*0 6206000" 0 £L88000'0 7E88000"0 1468000*0 20266660 LT96000*0 8005000*0 OPTIO00"T 9070000" I 60866660 19666660 6066660 9886660 Lé88666-0 09686660 9836666 0 19960000 GI6TOOO"1 19010001 OFE0000* 1 LEL6666*0 £T£6666'0 0106666*0 EC88666*0 eV88666"0 18686660 GLT6666"0 81260000 SOUVUD v¿81000" 1 ¿860000 1 9130000" 1 90166660 9L36666 "0 8868666 0 cv88666 0 61386660 £006666*0 0T66666*0 TZL6000*0 Ud SONISHA vELTO00"T 9060000" 1 el 20000" 15966660 Tr66666 0 1968666 0 6688666 '0 3988666 0 13066660 61666660 97860000 Sr91000"T 0680000" 1 TISTO000” I 60966660 LOG6666 "0 8v68666"0 v288666 "0 38988666 "0 6506666 “0 0686666 "0 ¿8860000 LESTOOO"T 9EL0000" T 0600000" 1 69566660 SL16666"0 06686660 Té88666 "0 0888666" 0 61066660 6516666" 0 0v66000*0 TZPTO00"T 6890000" T 1600000" T L,196666*0 vyT6666"0 61686660 6788666 "0 £688666*0 80166660 91766660 00000000 (1) yo0ug unbas “opvab op owmoap ua oumogp op vund onbv 79p uaunJoA o = DMA 51.6) 5 19 Ratio 09) EN SO[euIou SsOpe.J0) A ———————AAAA A _—_—_—J—————————————— _— —_ _ — —— ——————J————— a a _——FF—————a———JJ———_ —— _—— —_——_—— LAS UNIDADES 105167 Avaluación de las temperaturas elevadas por el color del platino, en grados centígrados (xEIEEáIÁA>>> A o O Rojo naciente...... 520 Naranjado oscuro .. 1100 Rojo sombrío ...... 700 Naranjado claro.... 1200 Cereza naciente..... 800 Blanco. A 1300 CENT 900 Blanco soudant..... 1400 Cereza claro........ 1000 * — deslumbrante. 1500 Coeficientes de dilatación lineal de algunos sólidos para 1% entre 0% y 100% C. Cuerpos Coeficientes Cuerpos ¿ Coeficientes 0.0000 0.0000 ATA 11500 Hielo de —274— 1. 51813 — templado..... 12250 Granito. AAA 08625 O ee 22239 GYPso- 14010 era ea 19097 Mármol blanco..... 10720 Madera de pino..... 03520 — N€gro...... 04260 Malo 05502 OrO...... : AS: 15136 POCA 18492 Platino... AS 08842 Carbón de madera de Plomo... AA 28484 DAS MAA 10000 Spath fluor........ 20700 Cobre amarillo (lat.). 18782 — en tubos vidrio... 08969 — OI 17182 — en varillas llenas. 09220 AO A 21730 — en reglas 08613 ET baca 11821 Plancha (St-Gobain). 08909 = EMO. sacos 14401 — +. 08167 EnOndición 2.0... 11100 ZAC. 29680 Coeficiente de dilatación cúbica del mercurio 1 A ha (o) Sd = == 0.0 Absoluto entre 02 y 100% = 5550 — 0.000180180 oia E :s Aparente en el vidrio = 680 — 0,0001544. ANAL, SOC. CIENT, ARG. T. XXX 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA TERMOMETRÍA Escalas termométricas Fahrenheit y Centigrado Fahrenheit Centigrado Fahrenheit Centigrado Fahrenheit A Centígrado (0) (0) o) (o) (o) (0) A 0500 33 0.56 70 21.11 e! OA 34 LA e 21.67 a 0789 35 1.67 72 29.22 A TS 36 2.22 73 99.78 0 PR 37 2.78 74 23.33 Ji e 11099 38 3.33 75 23.89 ,) 6er SO e 76 94.44 3 GA 40 4.44 1 25.00 4 — 15.56 41 5.00 78 25.56 5 15.00 42 5.56 79 26.11 6 E AAA 43 6.11 80 26.67 7 <= 1989 44 6.67 81 97.22 8 SS 45 7.29 82 97.78 9 OS 46 IS 83 28.33 10 O 47 8.33 84 28.89 11 67 48 8.89 85 29.44 12 ATA 49 9.44 86 30.00 13 — 10.56 50 10.00 Ñ 30.56 14 0-00) 51 10.56 S8Hs Al 15 O A 52 Aa 89 31.67 16 OSO 53 11.67 90 32.22 17 ES 54 12.22 91 32.78 18 AS 55 12.78 92 33.33 18 DA 56 13.33 93 33.89 20 667 57 13.89 94 34.44 21 = 6 58 14.44 95 35.00 22 506 59 15.00 96 35.56 23 05:00 60 15.56 97 36.11 24 AA 61 16.11 98 36.67 25 SO) 62 16.67 99 37.22 26 2483 63 17.22 100 37.78 27 OS 64 AS 101 38.33 28 ADO 65 18.33 102 38.89 29 OY 66 18.89 103 39.44 30 A 7 19.44 104 40.00 31 OS 68 20.00 105 40.56 32 0.00 69 20.56 106 40 JUL id AAA LAS UNIDADES Puntos de fusión y de ebullición de los cuerpos usuales (Los puntos de ebullición están establecidos á la presión 760) SUSTANCIAS FUSIÓN EBULLICIÓN ACIDO e » 18 — GUEÁRICO copocooroc door 709 > = BNÍWVIAOSO ss e suonaagcoa = 7D. — 10 ACTO AO AO SEA 1300 á 1400 » Alcohol absoluto........... LE == 20) 718.3 Aleaciones (Aleaciones fusi- bles) 250060100900 400000005 » h » AUS atea ata e RE 600 » IAN AS . 440 » Pl bare aiat con 1000 » AS CA a LE 210 > 'Azotato de plata... o... cool 198 > Baralt l IN lí 80.8 Mo bel Sa 30 » AO Nal 265 » DrOO A — 1.5 63 DPI O e 900 » CA O AAN 320 860 Cloruro de sodio (solución AU » 108 Cera. amamos. oda deca olaa 16.2 > == NAMCO 68.7 l » CON ÓN 10.50 » AA A = 205 MO — MOMIA a 0 100 Esencia de trementina ...... — 10 156.8 Mier uliaicO. o bosujabe sos — 32 1) 00) A AO 1500 á 1600 » Fundición de hierro......... 1050 á 1200 » Ace de MO. 20m a cocoa — 20 381.5 = Oír A ES DS » de palma... e 29 » Lodo ¿at en Ca Aaa 107 176 IMERCULO e iia io — 39.5 390 OLMO a 1250 > OLOR OOIDUOS A e 1180 » Daralimasc o dE AS 310 Betroleos. Aca a as » 106 OSLOLO alo A II 44.2 290 Platino it la 2000 » Pl o e 1 os 330 » Potasa cáustica (solución sa- WU IO MaS, 1 EEN » 17 SEEM Cae a RA 7) 665 LAMA E AS A 114.5 400 a O 49 > SAI A 61 » 179 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Calor especifico y conduciibilidad calorífica Conductibilidad Calor específico calorífica 0.0559 1.0960 0.0933 - :20:8190 Estaño 0.0559 0.1446 Hierro 0.1120 0.1665 0.0860 0.15 Mercurio 0.0333 0.0148 Nickel 0.1091 0.0811 0.0316 — 0.0323 — 0.0310 0.0719 0.0935 0.3056 Aleación d'Arcet 0.060 ES — de Lipowitz += — de Wood — — Parafina E 0.000141 - Guttapercha =- == Caoutchouc 0.000089 0.0000870 0.000487 0.00026 (o) 20 [17.39 20.5 |17.93 A ES: O O 2 MEG 5 22.5 20.26 3 5.691 8 8.02 [113 ([11.06/18 |15.36/23 |20.89128 [28.10 3.5 |5.89| 8.5 |8.29| 13.5 |11.53/18.5 |15.84/23.5 [21.53| 28.5 [28.93 4 6.10 | 9 8.5714 [11.919 [16.34/24 [22.18/29 |29.78 4.5 16.311 9.5 |8.86||14.5 [12.30 19.5 |16.86| 24.5 [22.86|| 29.5 [30.65 LAS UNIDADES 181 Tabla de las tensiones del vapor de agua acidulada con dcido sulfúrico puro d 662 Baumé, en proporción de 20 “|, de dcido en peso Esta tabla ha sido calculada multiplicando por 0,88 las presio- nes del vapor de agua pura medidas por Regnault, que damos en la página precedente. 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Resistencia específica de las soluciones de ácido sulfúrico Resistencia oc os eos en ohms-cm. (o) 1.003 0.5 16.1 16.01 1.018 232 15.2 5.41 1.053 US Mo Y 1.884 1.080 1250) 12ES 1.368 1.147 2078 13.6 0.969 1.190 26.4 13.0 0.871 12) 29.6 183 0.830 12225 30.9 13.6 0.862 1-28) 34.3 ISA 0.874 1277 SS > 0.930 1.348 45.4 1759 03973 1.393 50.5 14.5 1.086 1.493 60.6 13.8 1.549 1.638 150 7) 14.3 2.786 1.726 81.2 108 4.337 1.827 95 14.3 5.320 Resistencia especifica del decido azótico (Densidad = 1,36). — (Temperatura en grados C.), — Ohms-centímetro Es 1.94 DA LR o e) ora A e ae 1.838.141 Miera Ol 208.0 O LS IS Resistencia específica de las soluciones de sulfato de cobre 4 10% C. (Ewing y Mac—Gregor.) Resistencia ' Resistencia Densidad específica Densidad especifica en ohms-cm. en ohms-cm. 1.1386 Aa 1.1679 1.1823 1.2051 (saturada) e “LAS UNIDADES 183 Resistencia específica de lus soluciones de sulfato de zinc d 109 C. En ohms-centimetro. (Ewing y Mac-Gregor; : Resistencia A Resistencia Densidad Densidad específica específica pu] (0.0) De, Ko) e .2709 .2891 : -2895 2981 .3288 .3930 .4053 4174 . 4220 (saturada) O) . (mínimun) WN NN lA ¡2 HO0oO-—l0Oa o RRA tp Y) UU (Yo) A SA a Cantidad EE Volúmenes Peso Ñ » 2 por 100 Resistencia de un delagua mezclada 7 en gramos : A z Densidad NES: en peso especifica | acumulador á 1 volúmen de ácido a E Y 4 de ácido en ohms-cm, Planté de ácido por litro normal en volts w 390 395 320 296 270 233 236 223 210 200 190 00 RS) RN 0 au 2.105 2.085 2.065 2.050 2.035 2.022 2.010 2.000 1 » ROO) -10 ONO 0 40 19 e 09 1 1 e eS (9 co 00 00 HS 4200 0 E O) (00 -1-_D 000 — RRPRHRrrtrRrpra RP 00) Rhprrrr? Pr Pb Se SO y) Lo ¡Ole Or Y » 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Resistencia de los metales y aleaciones usuales d la temperalura de 0% C. en unidades legales Resistencia de100¡metros| Aumento de de 1 milímetro | Resistencia diámetro| Por grado (o m) hácia 202 C. Ohms 1.899 | 0.00377 2.062 » 2.017 | 0.00388 2.063 > 2.598 | 0.00363 2.645 > 3.679 | 0.0039 7.105 | 0.00365 11.435 | 0.00247 12.270 | 0.00630 15.730 S 16.680 | 0.00365 24.780 | 0.00387 44.830 | 0.00389 .100 | 12.8000 | 165.600 | 0.00354 oa Resistencia ii de 1 metro Naturaleza de los conductores Microhms Pesa neo ; centímetro Umeramo de (2) (021) Ohms. platatrecocida. dera o 1.492 0.1517 A SO 1.620 0.1650 Colora Recon. ..ocooseevoseso 1.984 0.1415 == nomlaco ..o coo oo be ooo do 6 0.1443 DIO ECO 2.041 0.4007 Md a EA 2.977 | 0.4076 ANUAL ECO 2.889 0.0743 LICEO IO 5.580 | 0.3995 Platino recocido 8.981 1.9250 ENERO MECO. 9.636 0.7518 NickelAre cocido 12.356 1.0520 ESTARLO COMPLE 13.103 | 0.9564 MO COM) Amo rsocsbr icono 19.465 2.2170 Antimonio comprimido.......... 39.210 | 2.3700 Bismuto comprimido ........... 130 Merci q 94.340 | 12.8260 | 1 MC ación 2 EI 24.187 2.9070 Y AU IA A 10.776 1.6380 A A E A ML. Maillechonto. atea. - OMAN? 20% 20.120 | 0,00072 30.780 | 0.00031 13.720 | 0.00065 27.540 | 0.00133 26.43 | 0.00044 Resistencia de los ldpices de carbón cilíndricos, por metro corriente Diámetro en milímetros Resistencia en ohms Diámetro en milímetros Resistencia en ohms 0.781 0.500 0.348 0.222 0.154 0.125 ARANA LAS UNIFADES 185 Resistencia de los hilos de cobre puro recocido en ohms legales 4 02 C. Diámetro en milímetros| milímetros SRSIS DN S E 0 O co 00 who 3 1.4 .9 Sección en cuadrados Peso en gramos por metro .0699 -2196 6291 .1184 TATÓ 5164 .4251 «4136 .6619 9900 : 4580 066 .813 700 128 895 20.201 2.648 5.234 .960 .826 .832 07 -263 688 253 50.957 54.802 58.786 62.910 Longitud en metros por kilógramo; 14306.0 3976.05 1589.6 894.13 512.24 397.39 291.96 223.53 176.62 143.06 118.23 99.348 84.651 12.990 63.582 55.883 49.502 44.155 39.629 30. 165 32.440 29.558 27.044 24.837 22.890 21.163 19.624 18.248 IO 15.896 Resistencia en ohms por kilómetro 2034.2 508.23 226.02 127.14 81.367 56.504 41.514 31.784 25.113 20.342 16.811 14.126 12.036 10.378 9.0407 -9460 .0386 2783 5.6348 .0854 6126 4.2028 3.8453 3.5315 3.2047 3.0091 2.7904 2.5946 2.4188 2.2550 Longitud en kilómetros por ohms 0.00049 0.00197 0. 00442 0.00787 0.01229 0.01770 0.02409 0.03146 0.03982 0.04916 0.05551 0.07079 0.08308 -0.09635 0.11061 0.12585 0.14207 0.15928 0.17747 0.19664 0.21680 0.23794 0.26006 0.28316 0.30725 0.33232 0.35838 0.38542 0.41344 0.44346 Resistencia en ohms por kilógramo 29100 1817 399.28 113. 46. 0.0411 0.0359 186 Diámetro en milímetros Ql AS DUDA RU UI UU SMOC PSA MS HO) 0) BCO ooo. 1090 (29 (2. (en (29 ep Cp xx [oo Vo 090 - OU 0 lO QU ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sección en milimetros cuadrados 7.5417 8.0425 8.5330 9.0792 9.6211 10.1788 10.7521 11.3412 11.9459 12.5664 13.2025 13.8544 14.5220 15.2053 15.9043 16.6190 17.3494 | 18.0956 18.8574 19.6350 20.4282 MEL IS 22.0618 22. 9022 23.1583 24.6301 25.5176 26 .4208 21.3397 28.2743 29.2247 30.1907 31.1725 32. 1699 33.1831 Peso en gramos por metro 67.174 711.578 16-123 80.805 85.628 90.591 95.694 100.94 106.32 219-210 Longitud en metros por kilógramo 14.887 15 07d ISS 12.375 11.678 11.039 451 907 .406 .941 910 .110 131 .390 065 ol 476 .209 958 Za .500 24o)ll 093 9 US, 062 .403 233 .110 914 .S45 Ela -605 .493 .386 E AN) DD H>H Ro Baja —p>guot.oOtOot Ol E E Resistencia en ohms por kilómetro .1167 .9865 .8679 1591 . 6605 .5696 . 4859 . 4087 39/14 A: .2101 1532 . 1001 0507 .0045 0.96133 0.92085 0.88289 0.84722 0.81367 0.78207 0.75055 0.72416 0.69759 A E NS 0.67245 | 0.64865 0.62609 0 .60489 0-58436 0.56505 0.54607 0.52918 0.51251 0. 49662 0.48146 Longitud en kilómetros por ohm 0.47243 0.50340 0.53535 0.56829 0.60221 0.63712 0.67300 0. 70987 0.74713 0.78656 0.82638 0.86719 0.90897 0.95174 0.99549 .0402 -0859 2 .1803 2290 2181 .3324 .3809 4335 .4871 .9417 0912 6537 VE 1697 8299 8897 9512 2.0136 2.0770 Pa Pr» pre Pe SR A A O E O) Resistencia en Ohm por kilógramo 0.0315 0.0278 0.0244 0.0216 0.0193 0.0172 0.0154 0.0139 0.0125 0.0114 0.0103 0.00933 0.00851 0.00776 0.00710 0.00650 0.00596 0.00548 0.00505 0.00465 0.00430 0.00397 0.00369 0.00343 0.00308 0.00296 0.00276 0.00257 0.00240 0.00224 0.00210 0.00197 0.00184 0.00175 0.00163 Diámetro en milímetros —l UL cn es en ep 31 ADO PHO0O 0.10 DAD WHO 0o0m-1 09 O] 65) 6 7 8 9 0 1 2 3 4 > 5 6 Y 8 9 0 hh a. 8. 8. 8. 8. 8. 8. 8. 8. SS 8. 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9. O. Sección en milímetros cuadrados 34.2120 35.265 36.3168 3/.3930 38. 4845 39.5928 40.7150 41.8539 43.0085 44.1786 45.3646 46.5663 47.1836 49.0167 30.2655 51.5300 52.8102 54.1061 59.4177 56. 7450 58.9881. 59.4468 60.8212 62.2114 63.6173 65 .0388 66.4761 67.9291 69.3978 70.8822 12.3823 13.8981 75. 4291 76.9769 18.5398 LAS Peso en gramos por metro UNIDADES Longitud en metros por kilógramo 3.284 3.187 3.087 3.005 2.920 2.838 2.160 2.685 2.613 2.545 477 ¿418 .351 22d 235 181 . 128 Or .028 -980 .934 .890 .S47 - -806 - 166 1728 » 690 Vo N RO) (19) .654 .619 085 092 .521 .490 . 160 ¿431 Rh PR erRrPR PHP Pr Por yy Resistencia en ohms por kilómetro 9. 46697 0.45314 0. 43992 0.42726 0.41514 0.40352 0.39239 0.38172 0.57138 0.36163 0.35218 0.34309 0.33435 0.32594 0.31784 0.31004 0.30952 0.29528 0-28829 0.28155 0.27504 0.26875 0.26268 0.25681 0.25113 0.24564 0.24033 0.23519 | 0..23021 0.22539 0.22072 0.21620 0.21180 0.20755 0.20342 Longitud en kilómetro por ohms QA Mw Y VNVNVUV NV NO DDD 00 0D ALA na 4.9160 187 Resistencia en olms por -kilógramo 0.00153 0.00144 0.00136 0.00128 0.00121 0.00115 0.00108 0.00103 0.000969 0.000914 0.000873 0.000827 0.000785 0.000747 9.000711 0.000676 0.000645 0.000614 0.000585 0.000558 0.000531 0.000508 0.000487 0.000465 0.000443 0.000426 0.000406 0.000397 0.000375 0.000357 0.000341 0.000329 0.000316 0.000304 0.000291 188 (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Peso y resistencia de los hilos de cobre, 4 152 C. Densidad = 8.9. — La resistencia de un hilo del comercio de un metro de longitud y de 1 mm? de sección ha sido tomada como = 0.0166 ohm. Diametro Longitud Peso pol metro Resistencia Longitud in ios en metros Os por metro en metros por kilógramo E en ohms por ohm 0.09 1786 0.056 2 513 0.382 0.10 14286 0.070 2.116 0.476 0.18 4386 0.228 0.653 1.562 0.20 3911 0.280 0.529 1.888 0.30 1587 0.630 0.241 4.155 0.35 1168 0.856 0.172 5.182 0.36 1104 0.905 0.163 6.122 0.37 1068 0.936 0.154 6.467 0.38 992 1.008 0.146 6.821 0.39 941.6 1.062 0.139 7.185 0.4 892.8 a20 0.132 7.561 0.42 811.7 1.232 0.120 8.333 0.45 100 2 1.414 0.104 9.566 0.5 512.4 1.141 0.0846 11.82 0.55 413.4 2.112 0.0699 14.29 0.6 361.1 2.120 0.0588 17.01 0.65 338.8 2.951 0.0501 19.96 0.7 291.5 3.430 0.0432 23.15 0.8 229.2 4.480 0.0331 30.23 0.9 176.4 5.670 0.0261 38.21 1.0 142,9 7.000 0.212 47.14 1 118.6 8.458 0.0175 57.16 152 99.20 10.07 0.0147 68.03 1.3 84.53 11.810 0.0125 79.82 4: 12.18 13.70 0.0108 92.57 1.5 63.49 15.73 0.00941 106.29 1.6 55.80 17.90 0.00827 120.90 7 49.43 20.20 0.00733 136.34 1.8 44.09 22.64 0.00653 153.02 1.9 39.51 25.23 0.00586 170.53 LAS UNIDADES 189 Peso y resistencia de los hilos de cobre 4 15% C. (Continuacion) Detro poca Peso por metro Resistencia Longitud E O MS clas. DNS 2.0 Ol 27.96 0.00529 188.9 Al e) 30.83 0.00480 208.3 UN, 23.51 33.83 0.00437 228.6 2.3 26.93 36.98 0.00400 949.9 2.4 24.80 40.26 0.00368 272.1 2.5 22.86 43.62 0.00339 295.2 2.6 29.65 47.25 0.00318 319.3 27 19.60 0.95 0.00290 344.4 2.8 1 22 54.80 0.00270 310.4 le) 16.99 58.78 0.00252 397.3 3.0 15.817 62.9 0.00235 495.2 Sl 14.86 CU 0.00220 454.0 DoZ 13.95 TD 0.00207 483.7 3.3 1810 76.12 0.00194 514.5 4 12.36 80.80 0.00183 546.1 3.0 11.66 85.63 0.00173 DUDO 3.6 11.02 90.59 0.00163 612.3 do Y 10.43 95.69 0.00155 646.6 3.8 9.89 100.9 0.00147 682.1 3.9 9.39 106.3 0.00139 718.8 4.0 8.93 JODAS 0.00132 Tobal 4d 8.50 AS 0.00126 794.0 4.2 8.10 1 0.00120 833.1 4.3 7.83 130.2 0.00114 813.4 4.4 IS 135.3 9.00109 914.3 4.5 7.055 JUAS 0.00105 956.4 4.6 6.75 148.1 0.00100 999.7 4.1 6.47 154. 0.000958 1044.0 4.8 6.20 GIL 0.000919 1088.0 4.9 5.95 167.8 0.000882 1134.0 5.0 5.114 174.8 0.000847 1181 SB 4.723 211.4 0.000699 1429 6.0 3.970 251.6 0.000588 1700 6.5 3.381 305.3 0.009591 1996 7.0 2.784 342.5 0.009:32 2315 7.5 2.540 393.2 0.000375 2657 8.0 UA 447.4 0.000331 ¡ 3024 8.5 1.980 504.8 0.000292 3413 9.0 1.763 566.2 0.000261 3827 9.5 1.583 630.3 0.000234 4264 10.0 1.429 699.0 0.000212 4724 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Conductores de cobre. Resistencia para 1” de longitud y 1 mm? de sección — 0.0166 o (1) a INTENSIDAD QUE PUEDE PASAR ________ o ——— a a E Resisiaacia "1 ampere por mm? |2 amperes por mm? [3 amperes por mm2 3 o a A A > z E z ES E A , 2 eléctrica 2 eléctrica Z eléctrica e 4 por metro 5 por metro a por metro ' 0.5 | 0.20 | 0.0845 0.2 | 0.017 0.4 | 0.033 0.6 | 0.05 , il OOO TORA 0.8 LS 2,4 1.5 1.77. [-0.00939 1.8 300) 3.3 2 3.14 | 0.00528 dl 6.3 9.4 2,5 4.91 | 0.00338 4.9 ES 14.7 3 7.07 | 0.00235 dial 14.1 oe 3.5 OIM MORON 9.6 18).2 28.9 4 12.57 | 0.00132 12.6 25.1 Il 4.5 | 15.90 | 0.00104 15.9 31.8 47.1 a) 19.64 | 0.000845 | 19.6 12) 58.9 o 23 O OLQ0O IIA LES 41.5 US 6 28.27 | 0.000587 | 28.3 56.5 84.8 6.5 | 33.18 | 0.000500 | 33.2 665.4 99.5 Y 38.49 | 0.000431 | 38.5 USO 115.5 7.5 | 44.18 | 0.000376 | 44.2 88.4 182.5 S 50.27 | 0.000330 | 50.3 100.5 150.8 8.5 | 56.75 | 0.000293 | 56.7 MES 170.2 9 63.62 | 0.000261 | 63.6 MET 190.8 9.5 | 70.88 | 0.000234 | 70.9 141.8 212.6 10 78.54 | 0.000211 | 78.5 157.1 235.6 Según Fontaine, un hilo desnudo que tiene una sección de un ma- limetro cuadrado deja pasar fácilmente diez amperes sim calenta- miento anormal, mientras que un cable de setenta milimetros cua- drados de sección arslado con caoutehouc soporta apenas dos ampe— res por milimetro cuadrado. En una instalación realizada con hilos aislados es conveniente dejar pasar al máximo, por milimelro cua- drado de sección, cuatro amperes en un conductor que tenga de uno á tres milimetros cuadrados ; tres y medi amperes en un con- ductor de tres 4 quince milimetros cuadrados; tres amperes en un LAS UNIDADES 191 conductor de quince 4 cancuenta milimetros cuadrados ; dos amperes en un conductor de cincuenta dá cien milimetros cuadrados. Arriba de esta sección aconseja emplear dos cables en vez de uno; el peso total será menos y la colocación se ejecutará más económicamente. Con cables desnudos se puede, sin inconveniente, aumentar las cifras precedentes de vernnticinco á cincuenta por siento. Según Jamieson el grueso práctico de los hilos de derivación ó secundarios en las instalaciones á bordo de buques debe ser como sigue : Intensidad máxima en amperes Diámetro correspondiente del hilo de cobre en mm. ME A O a 0.3 CN A AAA > o a 04 JLo A A N. - o ES Mo cae E yalocatortalaa as e le 20 MS edo IAS OS a RE MO OE Do Para un solo aparato movible, que toma de uno ú dos amperes se emplea cordones dobles no rígidos, de torsade de cobre, aislados con caoutchouc y cubiertos con una trenza de seda ó algodon que los une en un solo conductor. La sección es de uno Ó de uno y me- dio milimetros cuadrados ; el conductor puede soportar de uno á dos amperes. Pérdida de presión eléctrica ó pérdida de carga. — Generalmente los constructores se dan a priora, la pérdida de carga consentida en la canalización y reparten esta pérdida en las diversas partes de la red : cables principales, cables intermediarios, hilos de deriva- ción. Según Fontaine una pérdida de diez por ciento es lo normal. Se puede repartir asi: seis por ciento en los cables principales ; dos por ciento en los conductores intermediarios y dos por ciento en los hilos de derivación. Cuando se emplea lámparas de cien volts, la dinamo debe suministrar en sus tornillos ciento drez volts. 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Diámetros que deben darse á los conductores de cobre aislados colocados bajo molduras de madera Intensidad máxima en amperes Diámetro minimum en milímetros Pérdida de carga envolts por kilómetro 165 100 e 68.1 62.1 58.1 54.8 51.8- 49.9 48.1 46.1 44.7 43.7 42.3 41.3 40.3 39.3 Intensidad máxima en amperes 85 90 95 100 110 120 130 140 150 175 200 225 250 215 300 390 400 Pérdida Diámetro minimun peleas en milímetros E ES por kilómetro 7.24 38.6 (02 31.9 7.80 o 8.08 36.5 8.61 39.3 9.09 34.6 9.58 pe 1011 IS 10.5 32.0 JUL 7 30.5 12.8 Jal SES 28.0 14.9 26.8 15.8 26.2 16.8 25.3 18.6 24.1 20.3 Dl - (Continuard). cs ai a A a a TS AM A A iS A A FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL LOBO Por JUAN LLERENA (Continuacion) Era la ora más reposada del dia, el sol resplandecía descendiendo hácia su palacio en el occidente; la marea subía con su quieto y meditabundo murmullo, empujándose las olas unas tras otras, como animándose á la subida. Fué en este ancho y perfectamente nive- lado llano, que el pueblo de Israel acampó, despues de partir de Elim. Qué magnífico espectáculo no debió ofrecerseá los ojos de ese pueblo escogido y probado, en esa remota edad histórica! Las rocas hoy tan silenciosas que rodean ese mar, debieron entónces resonar con los ecos imponentes del cántico de Moisés: « Dominus regnabtt in ceter- numet ultra. Ingresus est ensm eques Pharao cum curribus et equi- inbus ejus in mare; et reduxit super eos Dominus aquas maris; filis autem Israel ambulaverunt per siccum in medio ejus». Dios reinará para siempre! Carros y cabalgantes del opresor, han caido en el abis- mo. Pero el pueblo ha pasado á pié enjuto sobre el abismo y se ha sal- vado! «Cantemos al Señor, respondía el coro de las mujeres encabeza- das por Mairam, la profetiza, hermana de Aaron; porque él ha hecho estallar su gloria y su magnificencia : caballo y cabalgante cayeron al abismo!» El llano se estrecha y pierde en su estremidad sud, en que la monta- ña termina en un promontorio destacado, el cual penetra en el mar ocultando una profunda ensenada. Algo bello parece anunciarse, pero la realidad sobrepuja hasta los ideales de la fantasía. Un vasto lago, de un profundoazul, se presenta, dormido á nuestros pies, rodeado de montañas diversamente teñidas por el sol vespertino, de las formas más fantásticas y como gastadas y derrumbadas por los años, con las crestas de lázuli del Gabel Serbal culminando en la distancia. Que- damos detenidos en nuestra marcha, contemplando esta escena de una magnificencia inolvidable. Un solo sonido no perturbaba el solemne si- lencio, y las aguas inmóviles apenas si cedían en lijeros risos al soplo de la brisa de la tarde. Veinte pasos más, y el lago desapareció de nues- tra vista detrás de un promontorio, presentándose el golfo en toda su magnificencia. Las rocas, así que avanzamos, se clavaron en el mar atajándonos el paso. Nosotros vadeamos el agua salada en nuestros dromedarios contorneándolas, en alta marea el pasaje nos habría es- puesto á la suerte de Faraon y de su ejército. Así que llegamos al ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pequeño plano que se estiende á la otra parte de ellas, el sol se puso detrás de las montañas del Africa, cubriéndonos una quieta y poética noche arábiga, es decir, noche sin nubes, cielo diáfano, estrellas res- plandecientes, suave brisa y el hálito del desierto que la mirra perfu- ma. El « Mar de Edom» retuvo por un momento el tinte rosa que solo asume en esta hora; á este sucedió un grís apagado, y formado nues- tro campamento, la luna y las estrellas suplieron la ausencia del sol, resplandeciendo en el éter sobre nuestras cabezas con sus luces dia- mantinas. Un estrecho y circuitoso sendero nos condujo al dia siguiente al gran llano triangular del Murgaa, formado por la interseccion de dos cordones de montañas, la más meridional de las cuales completamen- te negra, termina en Gebel Zizezzat, frente al Gebel Zeait, de la costa opuesta de Africa; el llano se halla cubierto de matorrales, presen- tando solo un pozo de mala agua. Habiendo pasado por un portezuelo, un cordon bajo de alturas calcáreas desmoronadas por los años, pene- tramos en un valle estrechado entre dos cadenas. En él crecía con abundancia el lussof, bella planta verde, con grandes vainas jugosas, que en la estacion conveniente producen unos porotos del tamaño del dedo y excelente alimento. Tambien se da otro fruto de carácter diverso, pero igualmente útil medicinalmente, el colocinto, ó como lo llaman los árabes humvul. Este fruto del tamaño y el color de una naranja, llamada manzana de oro, que tiene la propiedad de presentar un bello aspecto aún despues de seca y hecha polvo en el interior ¿no habrá dado lugar á la fábula de las manzanas de Sodoma? Crece del tamaño de un pequeño melon y su calabaza es empleada para contener agua, manteca, etc. Con este mismo objeto se emplea en Egipto la cáscara del huevo de avestruz. En esta zona se da tambien un vejetal edible llamado hemmar, planta de cogollos, con hojas jugosas, la cual masca- da ofrece el amargo de la acedera. La otra, llamada sekarran es una planta ornamental, con preciosas flores de púrpura y blanco, sobre un tallo grueso y frondoso. Por su aspecto general se parece al loto de los monumentos egipcios. En esta negra cadena se abre una quebrada extraordinaria, llama- da Wady Shellal, esto es, valle de la catarata. El valle no forma un vasto salto de piedra, pero ofrece un espéctaculo grandioso. No se es- cuchaba otro ruido que el zumbido del viento (sugh, dicen los árabes) entre las rocas y el canto solitario de un ave. Trepando la quebrada se presentan áambos costados del camino, enormes rocas de todas for= mas precipitadas de las alturas circunvecinas, algunas de ellas escri- es p: A ] ¿ FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 195 tas con caracteres misteriosos y desconocidos. Segun el profesor Beer y Lepsius estas inscripciones pertenecen á una antigua raza árabe, los nabatheos. Mientras más se avanza en la quebrada, más numero- sas son estas inscripciones, hasta el grado de formar un valle, den- tro de otro valle mayor, el cual estrechándose poco á poco, conduce á una roca perpendicular que corta el paso. Es una cosa parecida á la quebrada de los Papagayos, en los cerros inmediatos ¿ Mendoza, solo esta ofrece verdura y vegetacion, mientras la otra solo ofrece inscrip- ciones estrañas. Es imposible describir el estraño aspecto de esta rin- conada. Sin embargo, trepando por las rocas se puede llegar á un valle supérior, mucho más ancho y espacioso que el de abajo. El terreno en partes se presentaba tan liso como una calle enarenada de jardin. En la estacion delas lluvias, los torrentes descienden de la parte su- perior y precipitándose desde lo alto de las rocas del salto, forman una magnífica cascada, que le ha dado su nombre á la quebrada. Nosotros seguimos subiendo hasta llegar... 4 qué diremos? pozo, no sería exac- to, más bien diremos jagúel ó puqutos como los llaman en las pro- vincias del interior. El jagúel ó puquio estaba lleno de arena, pero cabando con las manos, sacamos una deliciosa agua, fresca y dulce. Todos bebimos hasta hartarnos y lejos de cargarnos el estómago como sucede en estos casos, nos llenó de contento, satisfaccion y apetito. No existe tal vez una agua más deliciosa, á no ser la del Nilo, que to- dos ponderan y que yo no he probado, por no haber visitado el Egipto, ni en este viaje ni antes (nuestra escursion ha sido en terreno arábi- go). Pero es el caso que todos estábamos muy sedientos, siendo el dia caluroso y la marcha fatigante. Nadie puede apreciarlo que vale un trago de agua, si no se ha visto acosado de la sed en un desierto. Todas las montañas de Wady Woodra, presentan un aspecto más ó menos volcánico. Muchos de ellos. son enormes cúmulos de escorias arrojadas de establecimientos de fundicion en grande escala; y en esas regiones donde en remotos siglos ha debibo resonar el estruendo de la industria humana, hoy reina el silencio sepulcral de la desolacion. En sus inmediaciones se halla Wady Megara, asiento mineral de los pri- mitivos Faraones, donde se encuentran las inscripciones y esculturas geroglíficas de que hemos hatlado en otra parte. En frente, ¿la dere- cha, se halla tambien un cementerio beduino. Más adelante, al ensan- charse el valle, se tiene la magnífica vista del distante Gabel Serbal, alzándose aislado, como el monarca de las montañas del Sinai. Es una de las montañas que se disputan el haber sido teatro de la promul- gacion del decálogo. En seguida entramos en el Wady Mokateb, un 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA espacioso valle, corfinado al este por un pintoresco cordon de negras montañas y famoso por sus inscripciones, probablemente nabateas como las anteriores. De Wady Mokateb pasamos á Wady Feiran, pro- bablemente el antiguo Paran. Sinembargo, el desierto á que da su nombre,lo mismo que el de Shur y de Etham, ocupan vastas esten— siones de territorio. Era pasado mediodia cuando penetramos en Wady Feiran. Horas enteras habíamos estirado el pescuezo para percibir los palmeros y jardines que hacen de Wady Feiran el más delicioso oasis de la penín- sula del Sinai. Pero nada habíamos alcanzado á ver sinó á los mator- rales espinosos y plantas peculiares del desierto arábigo, de vez en caando, un árbol del elluf. No obstante prometernos reiteradamente los guias nackel (jardines de palmeros), comenzaba á dudar de llegar jamás á ellos, como acontece en estas largas jornadas de desierto, don- de no hay de positivo sinó la fatiga. Pero he aquí que inesperadamen- te, al volver un ángulo del valle, nos encontramos de repente en el mismo paraiso terrenal, magníficos palmeros de dátil, hamacándose á la brisa. Las palmeras de dátil cultivadas, son mucho más bellas y bien desarrolladas que las palmeras de dátiles silvestres, árboles de tarfa y de sads (Rhamnus Nabeca); chozas de jardineros entre los ár- boles y los perros toreando. Nada más poético en los campos, despues de una larga jornada de desierto, que este ladrido de los perros, que anuncian la morada del hombre, el agua, el sustento para hombres y bestias, y la hospitalidad por consiguiente. Una transicion semejante le pasa á uno del Averno al Eliseo. Extasiado, entusiasmado, encantado, me apeé de mi drome- dario, salté una tapia de huerta, me precipité sobre un pozo que había dentro de la huerta; y atando mi jarro de lata (que los Arabes llaman zumzummia) á la faja que me servía de cintura, saqué agua de un pozo escavado bajo un palmero, y bebiendo copiosamente del agua delicioso de este valle divino (él conduce á la montaña de la Ley, de la República, siendo Moisés el más antiguo republicano de la huma- nidad; pues no solo se abstuvo de hacerse rey, que pudo impunemen- te practicarlo; sinó que condenó el poder régio como indigno de un pueblo honrado y respetable, maldiciendo á los israelistas desde el dia que llegaren á elejir un rey ó tirano. Los iraelistas son el pue- blo que más caro han comprado su rey Ó amo, pues su ruina data de ahí). Remontando á mi dromedario á los 10 minutos, despues de dar vuelta otro ángulo del valle, nos hallamos de nuevo en el desierto, con los picos del Gebel Serbal suleados por los torrentes, directamente en FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 197 frente de nosotros. El cambio nos sujirió un millar de comparaciones. Parecía un sueño. Ahora llegamos á las ruinas, entreveradas de bosques de tarfa, que coronaban una elevada roca en medio del valle. Estas ruinas pertenecen á la antigua ciudad de Feiran, el asiento de un obispado en los primeros tiempos del cristianismo. La Phara del geógrafo Pto- lomieo, en cuya época daba su nombre al promontorio Sinaita y á sus habitantes los Pharanitas. Esta ciudad debe ser antiquísima, pues en el Génesis la vemos citada con el nombre de El Paran, como el paraje adonde Chodorlaomor y sus reyes asociados arrojaron, á los Horitas del Monte Seir; época que remonta por lo menos á 2200 años antes de J. C. á estar á la cronología vulgar. Sus ruinas no presentan nada de magnífico. A ambos costados del valle y fuera de él se ven casas abandonadas; algunas trepadas á una grande elevacion, y antiguas sepulturas cortadas en las rocas. Esta ciudad era tal vez la capital de los Arabes Amalecitas, en la época del Exodo; y fué contra ellos que dió sus primeros combates el pueblo de Israel, Creía terminados ya los jardines de Wadi Feiran, y me había equivocado; pues al marchar en torno de las rocas que las ruinas decoran, vimos á más de las espesuras de tarfa, algunos palmeros de dátil y una corriente de agua que eruzaba el camino; se puede, pues, decir que re- cién entrabamos á ellos. El gran rio que en otro tiempo bañaba el valle, ha desaparecido devorado por el árido suelo, dejando en su lugar un delicioso arroyuelo que corre por el centro pedregoso de la quebrada, inundando el mismo camino, lecho de los torrentes estiva= les, con sus sonoros y plateados hilos de agua. Bebí repetidas veces con la mano de estas claras y dulces linfas, deslizándose sobre guijos de colores, como los arroyuelos que corren por las quebradas de nues- tras montañas argentinas; los camellos se detenían á cada paso á beber y á ramonear sobre los árboles de tarfa. La corriente se hizo al fin tan copiosa, que hubimos de montar para no mojarnos. Durante dos hóras y media, cada vuelta del valle nos revelaba nuevas magnificencias; el valle sería bellísimo aún sin un solo árbol y con mayor razon adornado como se halla por una espléndida vege- tacion oriental. En la primera vuelta, despues de pasar la ciudad arruinada, la más soberbia perspectiva de Gebel Serbal se abrió á nuestros ojos; cala risco y pináculo de sus cinco picos, resaltaba en relieve contra un cielo sin nubes y del más delicioso y traslucido azul. La pálida diana en su media luna plena, navegaba sobre el éter puro por encima de nuestras cabezas, dejando penétrar la vista en las 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA diáfanas profundidades del espacio. El Gebel Serbal se destacaba en un gris azulado; pero las desgarradas rocas del valle que formaban el primer término del cuadro eran negras y ostentaban una esplén- dida belleza en sus alternativas de brillantes luces y de anchas y profundas sombras. Arrobado contemplaba este panorama encanta- dor desde la sombra de un tarfa, tratando de traduciren un bosquejo imperfecto, aquel conjunto de sublimes bellezas. El profesor Lepsius, an aleman de viva imaginacion coma Humboldt y con la lengua tan bien colgada como este naturalista, traza una pintura animada de esta escena arrobadora, que queremos dar al lado de la nuestra, que es solo la espresion, calamo currente, de nuestras impresiones locales : « El Serbal, dice, se alza aquí de un golpe á muchos millares de piés de elevacion. Sus es] léndidos picos penetraban en el firmamento como flámulas de fuego, al resplandor del sol poniente, produciendo una poderosa impresion sobre mi espíritu. Es imposible describir la sublimidad y magestad de estas negras masas montañosas, alzándose como lo hacen, no en una forma agreste é irregular; sinó en una escala grandiosa éimponente, de cuyas faldas yola contemplo en pié, sin que ninguna cadena ó promontorio interpuesto me separe de ella; tan abroptamente la montaña en masa se alza por delante en este punto». Nosotros hemos hecho llegar á los Israelitas hasta Selim. De este punto, segun el mismo profesor Lepsius, por el Wady Shellal el pueblo llegó hasta la entrada del Wady Sittere, que el exodo llama Daphka; y de allí á la entrada del Wady Feiran, probablemente el Alus del Deuteronomio: de allí el pueblo pasó á El Hessue, á una milla de distancia, donde hoy se halla el convento del Sinaí. El Hessue es, segun Lepsius, el Raphidim de la Biblia, de donde el pueblo mudó su campamento á las alturas del actual convento ó Montaña de Hererat, estableciéndose en la puerta de hierro del jardin de Wady Feiran, perteneciente á los Amalecitas, contra los cuales el pueblo se batió, desalojándolo despues de su victoria, mientras Moisés, Aaron y Hur oraban por el triunfo de Israel desde la cima de una colina. Esta colina no es otra, segun Lepsius, que la montaña donde hoy se alza el convento, de la cual los Israelistas se precipitaron sobre el valle de los Amalesitas. De estos datos y otros indicados por el profesor Lepsius, résulta que hallándose el Monte de Dios y Raphidim en con- tigitidad, Gebel Serbal es el Monte de Dios y por consiguiente el verdadero Sinaí de la Ley. Por lo que es á nosotros, siguiendo los meandros del valle, alterna- A A Re FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 199 tivamente bañados del sol, y sumergidos en la sombra de altas rocas y de frondosos datileros, que la brisa hacía susurrar, regalándonos por un momento á nuestro paso, con una deliciosa frescura, escuchá- bamos de cuando en cuando el gorgeo de las avecillas, el ladrido de los perros y las alegres voces de los niños del desierto, que general- mente no se dejaban ver, aunque á veces al pasar, llegabamos á aper- cibirlos, junto con sus tostadas madres y hermanas (solo son blancos los árabes de la Arabia Oriental) bajo el denso follaje que sombrea sus chozas y tiendas. Al pasar cambiábamos cordiales salamate y bissalams con algunos de los naturales que encontrábamos en el camino, especialmente con un anciano patriarca del desierto, de vene- rables barbas blancas. Nuestros guías que eran de la tribu, recibían á menudo sus felicitaciones; todo lo que hacían en una voz que nos parecía muy baja y cordial, como entre hermanos. El casado 6 matiz del verde de los diversos follages en estos jardi- nes, es de una esquisita belleza y armonía ; una gradacion regular del pálido y transparente follage de la tarfa, al verde más sombrío del datilero fénix, que culmina sobre él; y el follage de un verde aún. más sombrío del árbol sidr 6 nebbeck, tan oscuro como el verde del naranjo 6 del limon. Los beduinos nos hacían á menudo presentes de su fruta con.carozos, y nosotros las comíamos mientras cabalgábamos. Nos parecieron deliciosas. La cosecha del nebbek se hace generalmen- te en los primeros quince dias de Abril. La mayor partede esta fruta la vende en Suez; el resto lo guardan secándola al sol; la aprensan y la reducená harina, como los santiagueños ála algarroba. Con esta ha- rina amasada con leche ó agua, forman pequeños panes ó patayes, como diríaun cordobés. Los propietarios de estos magníficos jardines son los árahes Zoalia, los cuales confian su cultivo á los árabes Tebenna, de la tribu Gebali (los cuales reciben tres de cada diez dátiles, por su tra! - jo, yenla época adecuada se presentan en el valle para presidir á as cosechas ; con lo que tienen allí lugar con este motivo, las m.s ale- gres francachelas; nimás ni menos que en las alojas de la cosecha de la algarroba en Catamarca. Estos Gebalis son los descendientes de una colonia cristiana, transportada por Justiniano de la ribera del Mar Negro, para servir de criados 4 su establecimiento monástico del Mon” te Sinaí. De cristianos se han hecho musulmanes y beduinos, aunque los verdaderos árabes no mezclan su sangre con ellos. Como sus hijas son las más lindas muchachas de la península, se cuentan muchos ca- sos de amantes desesperados en estos desiertos, á donde el hombre faé transportado por sussupersticiones, sus ódios y sus miserias. 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pero ya es tiempo que nos detengamos y volvamos á nuestro vapor. La visita al convento es una cosa tan vulgar y tan sabida de todos, que no vale la pena nos detengamos en ella. La dejamos para el comun de los mártires. Nosotros nos ocupamos solo de lo que es menos vul— gar y sabido. De otro modo sería cuento de nunca acabar; y nos bas- ta hacer á nuestros lectores una viva pintura de los países que vamos recorriendo, al dar la vuelta á la patria al través del hemisferio. Con una noche de calma, de estrellas y de hemisferio oriental, dimos nuestra vuelta á Suez, y el 5, con un dia auspicioso, nos reembarca- mos en nuestro vapor, el cual ese mismo dia, inmediatamente á nues- tra llegada, surgió de su ancladero para comenzar el paso del canal; y con la vista, despidiéndonos al partir de las azuladas crestas del Si- nal, en que tan variadas impresiones acabábamos de recibir, tras él principiaba á alzarse el radioso sol levantino, destacándose en un fon-= do del más puro ante y celeste, con algunos celages rosa, del más bello y brillante matiz aéreo que es posible imaginar. Al Oeste las rojizas cumbres del Ataka sacudían las sombras de sus crestas aún húmedas con el fresco rocío de una mañanade Abril: el desierto se estendía si- lencioso, y él quieto mar callaba como el desierto en su solemne ora- cion matinal, elevada hácia el eterno creador y director de los mun- dos. El Siam comenzó su paso. Sin criticar la obra de Lesseps, que hará un eterno honor á su nombre, diremos que la entrada ó mejor la salida del gran canal al Mar Rojo, esla de una obra iniciada, no ter- minada. La dignidad del mundo y de la civilizacion occidental exigen trabajos de terminacion sérios y dignos de esta gran obra: el canal indudablemente es demasiado estrecho, demasiado simplemente ter- minado: en él noserevela ni el poder ni el gusto artístico de la Eu- ropa actual; algo falta por hacer y ese algo se hará sin duda, en las nuevas circunstancias que para la esplotacion de esta grande obra se han producido. Las arenas y despojos de los terraplenes á ambas ori- llas del canal, son de un color anteado ó mejor amarillo. El suelo que ha sido necesario escavar, se presenta por capas y es en toda su estension, hasta llegar á los lagos Amargos del mismo color, natu- raleza y disposicion, manteada como todo terreno que se ha formado por los depósitos y bajo la presion de las aguas marinas. En el mismo fondo de la bahía y probablemente del Golfo de Suez y de la parte setentrional del Mar Rojo. El mar evidentemente ha ocupado hasta hace poco todos esos terrenos, inclusos los Lagos Amargos; y el Mar Rojo, como lo hemos indicado, hasido en una edad no muy remota, un estrecho entre archipiélagos, un brazo de mar por el cual el Ocea- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 201 no Iudico y el Mar Arábigo comunicaban con el Mediterráneo, que no ha sido otra cosa enesa misma edad, que la continuacion del vasto es- trecho que separaba los vastos archipiélagos á que se reducían los continentes actuales; mientras existieron á flor de agua los continen- tes antiguos, hoy abismados. A la entrada del canal, en el Mar Rojo, el desierto se estiende por sus dos costados, excepto los terrenos ocupados por la ciudad y puerto de Suez y las (rares ó puntos de ladeo establecidos de distancia en dis- tancia, cada cinco kilómetros, creo. Por los postes miliarios veo que el canal tiene 160 kilómetros de estension esto es, unas 40 leguas de 4 kilómetros, leguas francesas. Todo está como comenzado y 4 medio acabar en el canal, pues la catástrofe (la ruina ignominiosa del impe— rio napoleónico) lo sorprendió recien salido de las manos de su hace- dor Lesseps, y sin la terminacion y embellecimientos que sin dul . en- traron en la mente de sus autores, y queno pudieron ejecutar. Así las Grares son sencillas é inferiores en costo y gusto á las e.“aciones más rústicas de nuestros ferro-carriles. La terminaciou dei canal es tan poco sólida, tan poco seria, que se ven los costados desmoronarse conforme los bate el agua y enturbia esta. El agua del canal entra vi- siblemente del Mar Rojo, como se ve por el verde turquesa claro de sus aguas, el mismo de la Bahia, pero esto no es sinó hasta los La- sos Amargos: puede haber una corriente inferior de aguas del Medi- terráneo que son más frias y que considero más elevadas. El agua es tan transparente, que se ven nadar los peces en el fondo. El color y la transparencia de las aguas me hizo acordar al Snakriver de los Esta- dos Unidos. La obra del canal marítimo no es grande, sin duda, mas por el honor de la poderosa y opulenta Europa y del muudo occidental, ella debe ser ensanchada y embellecida dignamente, destinando á es- to una parte de sus entradas por lo menos, si es que los gobiernos in- teresados no se ponen de acuerdo para los gastos. La grande obra, el eran trabajo, la-empresa magna, la abertura del canal está realizada; solo falta, como hemns dicho, acabarla, perfeccionarla y embellecerla de una manera digna de nuestra época. La apertura del canal inicia una grande era en nuestro globo y es necesario darle el esplendor, la erandiosidad, la belleza de que ella es acreedora. Todo el desierto que rodea el canal, hasta una vasta estension, es de la naturaleza del suelo escavado para este y ha sido por consiguiente lecho de mar. Tiene el suelo el mismo aspecto que las salinas de nuestro interior y que la zona de las lagunas de Cuyo, sin el na- tron que á trechos emblanquece estos últimos. La sal marina que em- 9202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA papa esos terrenos y que se encontró formando gruesos bancos en el fondo desecado de los Lagos Amargos, no es una sal eflorescente, como la sal de nuestras estepas del interior, como el natron ó salitre (sulfa- to de soda). En las sales de mar esta entra en muy corta proporcion. Así la sal que impregna el suelo, blanquea pero no mucho y en el mis- mo suelo manteado de depósitos marinos amarillentos, desnivelado en puntos como lo es hoy mismo el suelo del mar; mas por todo igual y formando como el fundo de una antigua hoya desecada. Esta hoya, sin embargo, no carece del todo de vegetacion, vegetacion escasa, si se quiere, saluginosa como la vegetacion del zampa, jume y pasto salado de nuestras estepas interiores, pero mucho más escasa, presentándose solo á trechos muy rala, formando matitas redondas de un color som- brío y predominando en todo el desierto con sus lívidos tintes. Un canal de agua dulce corre paralelamente, en el costado sud del gran ca- nal marítimo. El dá agua, y algunos jardines y vegetacion á los habi- tantes de Suez; y sus derrames forman ciénagos cubiertos de una abundante vegatacion herbácea paludreste, á veces, á lasinmediacio- nes del canal marítimo. Pequeños puentes levadizos de barcas, comu- nican de cuando en cuando uno y otro costado del canal y sirven sin duda para dar paso á los habitantes del desierto, á los ganados y á las caravanas. Porlo demás, los trajes de los habitantes de Suez y del canal, poco ó nada tienen de oriental; lo que nos regocijó. Extába- mos cansados de las desnudeces orientales. Es una túnica antigna de algodon, con una sobre vesta de lana con capucha el trage de los egip- cios actuales. Un verdadero trage de fraile, lo que acusa el orígen oriental de esta institucion. Pero es más elegante y tolerable, como que es más moderno y mundano que el traje de nuestros frailes, que conserva toda la antigua rijidez de fellahs hermitaños de la Thebaida. Los europeos visten un traje ordinario, incómodo por su material y su estrechez en la estacion calurosa. Al llegar á la primer estacion ó detencion, todavía percibimos al sudeste, la cresta azulada de las combres del Sinaí alzándose sobre masas blanquizcas de médanos arenosos, mientras al noroeste en mu- cha mayor proximidad, realza el alto cordon de las cumbres rojizas del Ataka, que degenera al norte en un cordon de lomas amarillentas, probablemente medanosas. La antigua hoya del estrecho del Mar Ro- jo se estiende entre estas dos líneas, y su cuenca bistrosa clara se es- tienae á ambos costados del canal, ocupando una estension de 547 y tal vez 9 leguas de suelo saluginoso, estéril y manteado, confinado de un lado por el cordon ondulado de los médanos del desierto Arábigo FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 203 del Sinai, que se alzan en blanco crema sobre el fondo vistoso de la cuenca ; y del otro por las alturas perpendiculares del Ataka y el cor- don de lomas medanosas que lo continúan al noroeste. Es de este últi- mo lado donde se halla el canal de agua dulce, muy inmediato hasta aquí al canal marítimo; él conduce las aguas del Nilo á Suez y de paso forma algunos potreros y vierte alguna verdura en torno á las habita- ciones ralas que se alzan sobre sus márgenes. Ese canal podría ir acompañado de una doble fila de árboles que utilicen sus humedades y protejan con su sombra las aguas lerdas y poco corrientes del Nilo, contra la excesiva evaporación del sol oriental. Esta doble fila de ár- boles de sombra y madera, da el aspecto más pintoresco y animado á nuestros grandes canales de Cuyo, algunos de los cuales recorren una estension mayor de la de] canal Egipcio de agua dulce. Pero aquí el canal marcha desnudo y lento, sobre un suelo árido, bajo un sol abra- zador. ¿Nocrecen los árboles á sus márgenes? En Suez crecen, que es un suelo aún más salado. No debe ser pues esta la causa. ¿Será la molicie oriental? Preguntamos, no lo aseguramos. No se puede ni debe juzgar sin oir ni averiguar. Toda esa zona ha sido ocupada indu- dablemente por el mar en una época muy reciente y tal vez los Lagos Amargos formaban parte del Mar Rojo en la época de Moisés, y el puerto de Arsinoe ó Suez se levantaría entúnces sobre las faldas, en las lomas del Ataka. : El canal tiene sus espansiones en que se presenta desparramado é irregular, como ser antes de llegar 4 los Lagos Amargos, en donde se nota no solo una expansion del caudal marítimo de las aguas del ca- nal, sinó derrames de agua del canal dulce, el cual no forma una línea recta, siguiendo al parecer una línea irregular como un rio ó arroyo natural en partes; y allí se desparrama en ciénagos que se cubren de espadaña, juncos y pastizales, favoreciendo otras vegetaciones del de- sierto. Como recien entra la primavera en este hemisferio, los árboles de la Gare Guerimn, que está antes de entrar á la espancion indicada, se presentan cubiertos de la tierna verdura y las flores primavera- les. Los bajos del desierto, en la cuenca del antiguo estrecho que he- mos mencionado, se hallan cubiertos de guijos y rodados de rocas des- prendidas y arrastradas por las aguas Je las alturas inmediatas ó le- janas ; todo esto prueba la presencia de las olas en esos parages; y su presencia reciente, pues el viento del desierto aún no las ha tapa- do con sus arenas. Por lo demás, esa hoya de la antigua ocupacion de las aguas se presenta tan marcada por la forma, direccion y color del 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA suelo, que es el mismo que hoy constituye el fondo de la ensenada de Suez, que es imposible negarse á la evidencia que en una época muy reciente, el mar ha ocupado esa cuenca. En esas espansiones el canal nos da una idea de lo que era el estrecho ú brazo de mar que separaba los archipiélagos Asiáticos de los archipiélagos africanos. Es el mis- mo color de las aguas; solo le falta tal vez la grandiosidad de las dimen- siones, de las masas de agua y las poderosas olas cuyo impulso se im- partía de un océano ¡4 otro. El tamarisco es indudablemente el árbol del desierto, no se ve otro en él, y su follage perenne y sombrío, y sus dimensiones achaparradas seavienen bien con los arenales y con el kam- sin. Es tal vez una degeneracion de un pino local, de la edad cuaterna- ria, convertido por la adaptacion al medio, en tamarisco. Piedras suel- tas y tamariscos remedan tan bien á la distancia los rebaños de ovejas y de vacas, que es fácil tomarlos por tales; solo que su inmovilidad descubre luego su naturaleza. Mientras estuvimos estacionados en una (Gare del canal, hemos podido apreciar los burros del país y los camellos ó mejor dro- medarios de una joroba. Es un espectáculo verdaderamente oriental. Para cada burro se necesitan dos (no burros) el ginete y el fellah guia, con su gorro encarnado y su túnica de aldodon azul. No son ne- gros, son más bien rojos, pero con algo de bistrado tomado del clima y del continente. Es la sangre Atlanti, que aún noseha desteñido como en el europeo, el noachide asiático. El camello es un animal estraño quese aviene bien con el aspecto de los arenales y hace recordar la le- yenda patriarcal bíblica. El burro de patas curtas, con un inglés de pa- tas largas encima, esun contrasentido y unanacronismo sobre todo hoy que llevan guapamente sus sombreros en forma de cascos á la prusia- na, lo que les da un aspecto marcial que desmiente al pacífico animal de abajo. Los jueces de Israel, que se paseaban orgullosos en sus bur- ros en tiempo de Gedeon y de Sanson, eran semitas morenos, de nariz aquilina y que conocen el arte todo oriental de encojer las piernas: así ellos podían identificarse con sus burros y no parecer tan ridículos. Pero á loseuropeos y americanos actuales, que no sabemos encojer na- da, es la montura más ridícula que puede imaginarse. ¡Qué bella es la espansion del agua de los Lagos Amargos | Es una bella turquesa, reflejando los esplendores del firmamento, engastada en el oro de los desiertos arábigos. Esos lagos haninsumido una in- mensa cantidad de lasaguas del Mar Rojo y han cambiado el clima de los desiertos que atraviesan; y sin embargo las aguas del Mar Rojo no han bajado una línea por eso; y no por eso los vientos cálidos, el FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 205 Simoun de Arabia, ha dejado de derretir las nieves del Líbano y este es un mar de 9411 leguas de largo, porl 492 y 3de ancho, lo que da una superficie tan bella como inmensa de agua salada en medio de de- siertos. Y esos lagos eran un erial de arena y sal ahora quince años. Se ve pues que el mar de los Schotts, si llega á realizarse, hará un bien á todo el mundo; pues sobrarán desiertos que envien vientos cá- lidos y secos á la Suiza para derretir sus nieves. En efecto, el desierto es inmenso y en su mayor parte más elevado que el nivel del mar; y este lo que hará será mejorar las condiciones físicas del globo, del viejo continente, sobre todo de Europa, llevando su civilizacion y su dominio al interior del Africa, con sus mares. Por lo demás este mar de Lesseps es inmenso é indeciblemente bello; y él solo es una obra que hace honor á su autor y ála naturaleza. En torno de los lagos Amargos, se perciben algunas espesuras de tamariscos, mucho me- nos verdes que las olas de esmeralda donde se reflejan. Desde una eminencia del vapor, puedo contemplar al desierto adyacente; yes tan cierto su orígen marítimo y su emersion reciente, que aún se per- ciben los vestigios de las olas y los bancos donde estas se revo.vían. Son eminencias suaves, alisadas, blancas y crestadas arriba, contras- tando con el fondo amarillento y bistrado del desierto. Nada más es- pléndido que la tersa superficie de ese lago, donde ese desierto se re- fleja. De noche, en medio de las claras noches de la Siria y del Nilo, el desierto, el cielo constelado y el terso lago, ó mejor mar, más liso y esplendente que un espejo, donde ese cielo se refleja, constituyen una trinidad de grandeza, de meditacion y de gloria melancólica que extasian. Una choza y un corazon á la orilla de ese lago, bajo ese cie- lo, en medio de ese desierto, he ahí cual sería mi voto, si fuera jóven, y no viejo como ahora soy! Hasta comenzar los lagos Amargos, el canal trae la direccion del oeste; más al arranque de estos, encontrando el promontorio volcá- nico de una cadena de lomas medanosas destacadas de la sierra de] Ataka, el antiguo cauce Ó cuenca del extinguido canal oceánico, gira al Norte y obliga al canal átomar esta direceion. Como la parte más recientemente ocupada por las aguas marítimas de la antigua cuenca del gran estrecho geológico, es -la que se estiende hasta el £n de los lagos Amargos, toda ella se presenta árida, desnuda y saluginosa. Mas, pasada la estremidad setentrional de los lagos Amargos, como el suelo se ha encontrado libre de la £al y de la presion de las aguas marinas por mayor número de siglos, se presenta todo cubierto de la vegetacion achaparrada del tamarisco y de otros arbustos de los terre- 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nos saluginosos, presentando el aspecto de esos terrenos aplanados por las aguas y cubiertos de médanos, salpicados con la vegetacion pálida ó sombría del brezo, del jume y de la zampa, que caracterizan la hoya Cuyana. Más adelante el desierto no solo se presenta más pobla- do de vegetacion y de brezos, sinó que es más elevado, más arenoso, más quebrado. Son terrenos solevantados desde muy antiguo del fon- do del mar; mientras los de la zona anterior parecen realmente lo que son, un lecho de brazo ó estrecho de mar, recientemente abandonado. Ya podemos ver por qué llega al borde mismo del canal, la arena dora- da del desierto, sus pajonales y sus matorrales de tamarisco, que ha- ce el rol del alpataco de los médanos, entre nosotros. Qué suaves, qué mullidas son esas arenas en su color y consistencia! Ellas forman un lecho delicioso, fresco en las noches del estío y abrigado en invierno. Así como la arena en el fondo del agua queda surcada y encrespada con los surcos de las olas ; así la arena, en el fondo del océano aereo, como lo llama Humboldt, se encrespa, se corusca y se sulca con sus olas imvalpables para nosotros, peces del fondo del mar aereo; como las aves son los peces de la superficie. El mar, ya hemos visto, tiene tambien sus aves. No ha faltado un ignorante ó un necio que haya hablado del aire pestífero del desierto. Ese es un enorme despropósito. No hay tal aire pestífero. No hay aire más puro y oxigenado que el del desierto. Tie- ne más oxígeno y ozono que ningun otro aire: es el aire más puro, vital y hasta perfumado, con su perfume propio de oxígeno y 0zono pu- ro que exista en nuestro mar atmosférico. Es el aire de las regiones pobladas, los valles, las riberas de los rios el que es pestífero, con las exhalaciones de sus cementerios y de sus water slosset. Los desiertos - han sido dispuestos por la naturaleza, como el océano, para renovar y purificar el aire desoxigenado de las grandes poblaciones ; es de allí de donde viene la salud y el aire puro, y tambien el polvo, la arena y los soplos abrazadores; pero este es un mal pasagero compensado con un inmenso y prolongado bien, la purificacion y sanificacion de la at= mósfera. Pero ya hemos dejado atrás, de un lado, las crestas azuladas del Sinaí, que han desaparecido detrás del horizonte al entrar en los lagos Amargos; y del otro, la sierra africana del Ataka proyecta al sudeste su cresta prolongada, semejante á una esfinje colosal, tendida sobre las riberas místicas del mar Rojo, de ese mar lleno de antigúedad y de problemas. Saliendo de los lagos Amargos, el canal corta las albu—- ras el Guisr ó el umbral, porque ha sido el umbral que atajaba el mar Rojo, el cual besaba sus faldas orientales. Este cordon de lomas FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9207 de arenácea blanda y creta, es en realidad lo que constituye el istino y desde muy temprano en el período eoceno, el Asia envió ese eslabon, esa cadena de su suelo amarillo, para vincularse la rojiza Africa ; la que, poseyendo una civilizacion más antigua y una poblacion exhube- rante y culta en las riberas del Nilo, aprovechó ese puente para inva- dir y colonizar el Asia con sus huestes, desde el viejo Alto Imperio, fundado por Osiris 6000 años antes de J. C., hasta Sesostris y los Pto- lomeos. Verdad es que él tambien dió paso á los Hyesos, al furibundo Cambises y al cruel Oco, pero solo el Egipto con sus ideas, cultura é instituciones permanentes, ha podido colonizar el Asia; mientras el Asia atrasada, despotizada y semi-bárbara siempre, solo ha podido establec-r yugos pasajeros y funestos. El umbral de el Guisr se for- ma de arenas eocenas aventadas sobre marga cretácea, demostrando desdetemprano haber emergido en el período mioceno. Terminado el paso del umbral de Gruisr, el canal hace un recodo y vuelve á tomar su direccion del Noroeste, entrando en una zona me- danosa, matizada de matorrales de tamarisco y brezos, en la cual sus aguas se derraman, fluyendo por entre los médanos y formando un la- berinto de canales, charcos, penínsulas é islas medanosas, que dan el mayor interésáese paisaje contrastante, deáridas arenas y verdes aguas esplendentes. Este laberinto de médanos y canales conduce al lago Timsah, magnífico lago circular entre médanos, á cuyo costado izquierdo se alza la ciudad de Ismaelia. Allí el canal vuelve á dar un rodeo y cortando otro cordon de Guisr (el verdadero y más largo) se dirije de nuevo al norte. El atraviesa un país medanoso cubierto de matorrales de tamariscos y otros brezos propios de los arenales; pero no tupidos, sinó ralos, predominando el color ante-pálido de las are- nas del desierto, que ondean sobre el suelo, formando montículos y cadenas (le lomas medanosas. Sin embargo, es fácil percibir que esos médanos formados por los vientos, ocupan la hoya del antiguo estre- cho marítimo que separaba los archipiélagos que componían el Asia y Africa, hasta principios del período plioceno; pues esas arenas son terciarias, depositadas por el mar eoceno y mioceno. Ellas han for- mado los lechos del mar terciario inferior y medio, quedando libres recien en el período del terciario superior. Esas arenas son el produec- to de la erosion y denudacion de las aguas en las edades anteriores, en las montañas solevantadas de arenácea, y que constituían las islas y sistemas que eran la base de los archipiélagos de esa edad en esas re- glones, como se ve hoy mismo por las faldas y los espacio, escavados por las aguas, en esos tiempos; estando en evidencia que las arenas de 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los desiertos arábigos y líbicos, provienen de las arenáceas de edades anteriores que constituyen sus sistemas de montañas, todos ellos res- tos de los antiguos macizos y mesetas, denudadas por los mares que cubrían esos desiertos en las edades indicadas. Las arenas de esos vastos desiertos son solo lechos abandonados de los antiguos mares y aún impregnados de sus sales; cuya disposicion superficial los vientos han podido modificar, produciendo con las arenas ya secas y flojas la disposicion cambiante de lomas y montículos medanosos que hoy se notan. Tales son los hechos comprobados por la mera inspeccion de las localidades y de la disposicion de los mantos, en la época de la esca- vasion del canal. Del lado arábigo, la antigua hoya se halla confinada por una cadena de alturas graniticas, cuyos picachos asoman en lontananza sobre los médanos que los bordan. Su espansion se halla pues en el lado opues- to, del lado del Egipto, estendiéndose hasta el apex del delta. Las es- tremidades, por consiguiente, de las cadenas líbica y arábiga que se liga con los cerros del Ataka, Ó mejor, que son su arranque ó termi- nacion. El tiempo sigue fresco y favorable al paso de estos desiertos. El verde de las aguas del canal, presenta un matiz de sépia que no tienen las aguas del mar Rojo; son pues las aguas del Mediterráneo que pe- netran hasta los lagos Amargos ; y como el nivel de los mares líquidos tiene necesariamente que equilibrarse, como se equilibra el de los ma- res.atmosféricos, resulta que un perfecto sistema de circulacion boreal formado de dos corrientes, uza inferior y otra superior, debe hallarse establecido entre los mares de este hemisferio, que carecía de ella antes de la abertura del canal, existiendo solo entre los mares aus- trales. La empresa de Lesseps ha sido pues tan grande por sus consecuencias mercantiles, cojo por sus consecuencias físicas. Pero esa gran empre sa ha resultado en definitiva una empresa inglesa y solo favorable al comercio y á la política de la Gran Bretaña. Porque sobre los mares y en el estrecho las otras naciones son como si no existieran. De los 100 vapores que hemos visto á la entrada, en el canal y á la salida de este, 95 son ingleses, l ruso, 1 holandés, 1 turso y 2 franceses. Cuan- do las naciones llegan á cierto poder é influencia, todas las fuerzas, todas las corrientes secundarias vienen al fin directa ó indirectamente á confluir al gran rio, al grande estuario que todo lo absorbe por su posicion ó por su atraccion omnipotente. ] (Continuard). OBSERVACIONES HELIOMÉTRICAS DURANTE LOS AÑOS 1888 Y 1889 POR PEDRO N. ARATA Es conocido el papel que desempeña el sol en el sistema del mundo y la influencia que ejercen sus rayos sobre los fenómenos terrestres y atmosféricos como agentes de composicion y descom- posicion de los elementos que forman los minerales y los organis- mos vegetales y animales que pueblan la tierra. Alumbrando las maravillas del mundo orgánico, el sol propor- ciona el calor necesario para su conservacion y reproduccion, y al- macena en los vegetales el carbono que más tarde mueve las locomotoras que surcan la tierra y los mares proporcionando como- didad y bienestar al hombre. En los países en que el sol luce sin estorbos, regulariza el clima determinando los fenómenos atmos- féricos mas complejos, reviste la tierra de plantas que constituyen la riqueza de las zonas templadas y tropicales, y determina por la abundancia de las cosechas el aumento de los seres que viven en ellas y es la causa de muchos otros fenómenos que nos hacen con- siderar al sol como regulador de la economía del mundo. De esta enumeración de hechos se comprende la importancia de las observaciones del número de horas del sol, que real y efectiva- mente aprovecha una zona sin estorbos de nubes, lluvias y otras causas que ocasionan su ocultacion. Las observaciones heliográfi- cas tienen especial interés para la agricultura y pueden reputarse más provechosas que las termométricas é higrométricas, pues de cierta manera nos dan una medida de la actividad de la clorofila de los vegetales que, como es sabido, encierra todo el secreto del crecimiento, almacenamiento del carbono, en el fenómeno de la respiracion de las plantas. No menor importancia tiene para la higiene la determinacion de ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA las horas en que el sol alumbra con sus rayos la tierra, desde que es conocido el hecho enunciado por la escuela de Pasteur, que de- muestra la accion más atenuante que ejerce la luz del sol sobre la virulencia de los bacterios patógenos. Estos pierden por la exposicion á la luz del'sol sus propiedades virulentas, se transforman en bacterios, de accion atenuada ó va- cunas, y luego mueren. No de otra manera se esplica la accion desinfectante del aire sobre las ropas ú objetos infectados por agen- tes de enfermedad segregados por el hombre ó animales domés- ticos. . Bien entendido que la luz es un factor del fenómeno que obra conjuntamente con el aire y la humedad, determinando oxidacio- nes en condiciones no definidas aún por la ciencia, pero que no dejan por eso de ser un hecho bien comprobado y conocido desde la más remota antiguedad y que nos esplica la razon de la operacion de la aereacion tomo medio de purificacion y desinfeccion de lo que se considera contaminado, segun las ideas vulgares de otra época. Igual fenómeno pasa en el suelo y en una escala mayor cuando una materia infectada se echa sobre él y sufre la accion de los ra- yos solares. La accion desinfectante de la tierra es multiplicada por esta influencia de la luz. La influencia del sol sobre la vegetacion está fuera de discusion. Es conocido el hecho, sorprendente á primera vista, que en algunas localidades del Norte de Europa á latitudes inferiores á 60% y con temperaturas medias anuales inferiores á 5 se obtienen cosechas de trigo, centeno y cebada en un número de dias, contados desde la siembra, menor de los que ocurren en latitudes mucho más bajas y con temperaturas medias más elevadas. Y la razon del fenómeno está en que el número de horas de sol es mayor que en el de las regiones templadas á que hemos hecho referencia. . De todos estos hechos enumerados se deduce la importancia que tienen las observaciones lucimétricas practicadas con el heliógrafo de Campbell. Puede considerarse como un instrumento nuevo, pues segun noticias que tengo, desde muy poco tiempo ha pasado de Inglaterra al continente europeo, y entre nosotros fué puesto en observacion desde hacen tres años en Córdoba, por el distin- guido Director de nuestra Oficina Meteorológica Argentina el Dr. G- Davis, desde dos por nosotros en Buenos Aires y, segun me infor- man, desde algunos meses en La Plata, por el Sr. Beuf. OBSERVACIONES HELIOMÉTRICAS 211 Estas vbservaciones han sido emprendidas por mí en el local de la Oficina Química y llevadas á cabo con la ayuda del ordenanza Pablo Flores, que con una dedicacion y escrupulosidad rarísima en personas de su condicion y que seha encargado de seguirlas con un empeño muy superior á todo elogio. El instrumento me fué generosamente proporcionado por el D G-.1 Davis, quien no me permitió cubriese los gastos originados por la compra del aparato y de los papeles heliográficos, como deseaba. Así, pues, deben con- siderarse estas observaciones como propiedad de ta Oficina Meteo- rológica Argentina, bajo cuyos auspicios han sido emprendidas y para cuya publicacion he sido debidámente autorizado por su Di- rector. El heliógrafo inglés ó de Campbell, es llamado tambien Sunshine y es de construccion de la conocida casa de Negretti y Zambra. Está formada por una esfera maciza de vidrio fija á un eje, el que se dirije paralelamente al eje de rotacion de la tierra y se dispone en el meridiano del paraje de observacion con una inclinacion cor- respondiente á la latitud del mismo. Es evidente que variando las horas de cada dia, variara la posicion del punto de concentracion de los rayos solares que hieren una parte de la superficie de la es- fera mencionada con relacion á la superficie de un papel compacto dispuesto paralelamente á la superficie de la esfera misma y en po- sicion adecuada á las diversas estaciones. El calor concentrado de los rayos solares determina la combustion del papel y deja un ras- tro indeleble, ya continuo ó interrumpido, segun el estado de nebu- losidad del cielo. | Tambien se comprende que este rastro será más ó menos ancho, segun la intensidad de la luz solar que lo ha originado y en rela- cion con la mayor ó menor transparencia del aire y altura del sol sobre el horizonte del parage de observacion. Renovando diariamente las tiras de papel sobre el que están tra- zadas las horas de tiempo con relacion al meridiano del lugar, se consigue dia por dia, bajo la forma de una línea curva, el surco de combustion producido por el sol de la localidad. De esta ma- nera se puede medir el número exacto de horas de sol de una loca- lidad, y aún si se quisiera aproximadamente su intensidad. Este es el instrumento usado por nosotros y lo tenemos colocado sobre la azotea de la Oficina Química (Moreno 330), 4 una altura de 30 metros sobre el nivel del rio y en paraje que recibe los rayos del sol desde que aparece sobre el horizonte del rio hasta que se 919 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pone en las llanuras inmensas de nuestra Pampa, sin que estorbo ninguno limite el campo de su accion. Las observaciones empezaron el 21 de Setiembre de 1887 y en los cuadros que publicamos se anotan hasta el 20 de Setiembre de 1889, de manera que comprenden 366 dias (año bisiesto), de Pri- mavera á Primavera. Observamos que por error del cuadro de las observaciones de 1888-89 se ha puesto Enero 88.en vez de 1889. La lámina reproduce fielmente dia por dia los trazados hechos por el sol mismo y nos exime de dar un cuadro de cifras, que, á nuestro juicio, tienen menos valor que la representación gráfica que publicamos. El sol en Buenos Aires brilla sobre el horizonte el número de ho- ras marcadas en el cuadro siguiente : Enero sun aos Ue 43501 Febrero... 0... 0.0% ls ia ias eo 382.9 Marzo A A Oo OUT 16.5 A oo o OS AO PO) MEJO o oi dales Ne 3 ll A AA AA 291.4 JUL AE NS TEO. Ade 308.0 ABOSÍO 11020 Coni ARE, Ele la A ANACO A h 332.4 Setiembre tapo o ope: ojo 392.6 OctubDT e. aeoticlono a sEat opa 318.0 Noviembre. o does anar io ONES AA Diciembre lO O IAE 442.6 LOTA ie 4377.41 Segun nuestras observaciones consignadas en el cuadro y medi- das cuidadosamente resulta que hemos tenido las horas de sol si- guientes : : ad no dl ll Al ETE DEIS: mn Di poa AA | ] ¡0d Ú Ú osos EA ps AAA ERES A cal ch o — andadas cnrrrecaro armas. e... ÓN A A E Fa no h , A.M. VI VIT VIIT IX AT XII TI Jr. IV | Ve P. M. E ===== A eS AS ES OBSERVACIONES HELIOMÉTRICAS 213 Año 18S7-SS Mañana Tarde Setiembre.... 48" 351 45 40/ 94415" Octubre 132.10 112.20 244.30 Noviembre .. 137.30 137230) 215.00 Diciembre... 136.30 124.10 260.40 MELO: os : 148.10 168.50 317.00 Febrero ..... 126.40 103.55 230.35 WMETZO <<. 122.15 107.30 229.45 113.15 113.40 226.55 114.10 91.20 205.30 50.05 34.40 84.45 > 79.45 69.00 148.45 Agosto 79.40 70.10 149.50 Setiembre ... 59.35 31.30 97.05 1348.20 1216.15 2564.35 153S-S9D Dias Mañana Tarde Total Setiembre.... 1887 10 14* 00” 8" 05” 22* 051 Octubre... 0.> 2! 102.05 92,45 194.50 Noviembre .. >» 30 1000240) 111.35 23399 Diciembre... » 31 129.00 103.05 232.55 ¡AA 1888 31 113.50 100,30 214.20 Febrero .....- » 28 119.30 103.15 222.45 MSTZO op lo: 119.20 115.05 234.25 IO 30 92.40 14.55 167.35 MA na » 31 62.10 63.50 126.00 JUNIO ....... » 30 711.50 60.45 142.35 AS > 31 54.15 53.45 108.00 AgOst0...... > 31 99.10 85.25 184.35 Setiembre... » 20 82.30 79.20 161.55 365 1171.45 1052.20 2224.05 Debemos hacer notar que el número total de horas resulta infe- rior á la verdad comparado con el de las cifras teóricas. En efecto, 914 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en el primer cuadro se calcula el número de horas en que el sol aparece sobre el horizonte, mientras que los cuadros de observa- ciones señalan las horas en que el mismo sol ha quemado el papel. Ahora es fácil comprender que durante la primera media hora de la mañana y la última de la tarde, á pesar de lucir el sol sobre el horizonte y figurar en el cuadro, su intensidad luminosa no es su- ficiente para dejar un rastro visiblesobre el papel del heliógrafo. Esto lo hemos podido notar muchas veces. Tambien podemos señalar otro error del instrumento y es el que se verifica en los dias de sol, pero en los que numerosas nubes surcan el cielo. El sol aparece y desaparece con intermitencias tan frecuentes, que no permiten ser marcadas por el instrumento. Si sumamos estos errores podríamos agregar como correccion un diez por ciento más del sol anotado por el heliógrafo, sin temor de exagerar la verdad. Si nos guiamos por las cifras del cuadro de observaciones resulta que aprovechamos un sesenta por ciento del sol que debe alumbrar- nos; pero si introducimos la correccion que juzgamos equitativa, tendremos que en Buenos Aires se disfruta un sesenta y se1s por ciento de la parte de sol á que tenemos derecho por nuestra latitud geográfica y por las favorables condiciones de nuestra atmósfera. Igualmente de nuestras observaciones resulta que los meses de más sol entre nosotros son por órden decreciente: Noviembre, Di- ciembre, Octubre, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Setiembre, Agosto, Julio y Sunio. Para las estaciones en el mismo órden, la Primavera, el Verano, el Otoño y el Invierno. De la observacion de la cifra se deduce igualmente que nosotros tenemos más horas de sol útiles en las diversas estaciones durante las horas de la mañana que durante las horas de la tarde, así como que las estaciones que dan mayor número de horas de sol utiliza- bles son por órden decreciente, la Primavera, Verano, Otoño é 1n- vierno. Estos dos años de observaciones no nos permiten mayores de- ducciones, que podrán más tarde sacarse por la comparacion que se haga de los resultados de diferentes períodos entre sí. Periódicamente publicaremos en estos Anales las observaciones de los años subsiguientes. REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI (Continuacion) «Señor D. Cárlos Sansom: Os entrego, señor, este diploma acor- dado á las acuarelas que expusisteis en el Concurso último de esta Sociedad, y lo hago con satisfaccion especial como admirador siem- pre de las bellas artes, y en particular de los cuadrosá la acuarela que con tanta propiedad como belleza y espresion imitan á la na- turaleza hasta la fantasía en los crepúsculos de la tarde y arrebo- les de la aurora. «Señor D. Augusto Ballerim: Voy á entregaros este diploma ho- norífico por vuestros cuadros al lápiz presentados en la Exposicion de la Sociedad en el concurso último. «El lápiz señor, bien lo sabeis, es el más sencillo y más útil ins- trumento de las bellas artes; con él se trazan todas las obras del arte, ya sea en el género de la pintura, de la escultura ó del or- nato. Con el claro-oscuro del crayon se producen los más bellos y acabados efectos; y el arte de manejarlo con propiedad consti- tuye la base del dibujo en general. Por consiguiente como maes- tro en ese hábil manejo tengo el gusto de entregaros este di- ploma. «Señor D. Camilo Romayrone: Vuestros bustos en yeso fueron estimados en el concurso de la Sociedad como merecedores del diploma que voy á poner en vuestras manos; y lo que acabo de de- cir respecto al dibujo en lápiz, no es sinó el preliminar que cor- responde á lo que debe decirse respecto á darle forma completa en el yeso. E «Aceptad pues, señor, las palabras que acabo de decir, y este dí- ploma de estímulo que la Sociedad Científica Argentina os ha dis- cernido.. «Señor D. Florentino Ameghino : Cerraré este acto entregándoos, señor, este diploma por vuestra contraccion, anhelo en la investi- gacion de los secretos de la ciencia paleontológica; y recibidlo 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA como un estimulo poderoso para continuar con esas investiga- ciones. «Cerrado señores socios el acto que acabo de desempeñar cum- pliendo con nuestro reglamento, solo me resta agradeceros vues- tra concurrencia á él para su mayor solemnidad. «Agradeceré tambien á los señores que estraños á la Sociedad la han honrado con su presencia. «Ultimamente hago votos porque la Sociedad Científica Argentina siga adelante en los propósitos que se ha marcado, y sea lo que todos debemos desear: el núcleo de los conocimientos científicos del país, y que satisfaga en lo sucesivo sus fundadas esperan - Zas.» Esta pieza cuyo original firmado por el autor existe en el archi- vo es el último documento que se conserva de la primera Exposi- cion y concurso de la Sociedad; como hemos dicho antes, no ha sido publicada, y como la anunció el señor Pico, la segunda ex- posicion sobrepujó en mucho á aquella, constituyendo un mag- nífico torneo al que concurrieron en 1876 los principales indus- triales del país. S VI Libro I N* 23. Memoria Anual del Presidente D. Juan J. J. Kyle. (Fo- jas 323-332). N* 24. Comunicacion del Sr. Juan J. J. Kyle sobre la Asamblea del 17 de Agosto. (Foja 333). N* 25. Modelos de diplomas para el concurso de 1875. (Fojas 334- 390). N* 26. Renuncia del Sr. Julio Lacroze de Tesorero y de miembro actiwo de la Sociedad. (Fojas 336-339). N* 27. Estado general de los fondos sociales 4 14 de Julio de 1875. (Foja 340). — El balance anual presentado por el tesorero Sr. Félix Rojas, da una entrada de pesos moneda corriente 102.137,50, siendo la salida de pesos moneda corriente 66.781 y existiendo en caja pesos moneda corrriente 35.356,50. REVISTA DEL ARCHIVO 21 N* 28. Comunicacion del Sr. Julio Lacroze pidrendo devolucion de sus memorias presentadas al concurso de 1875. (Foja 341). N* 29. Nota del Sr. Adolfo Buttner aceptando el puesto de teso— rero para el año social de 1875-1876. (Eoja 342). N* 30. Comunicaciones de los señores S. Rurz y Francisco P. Moreno, aceptando los puestos de vocales de la Junta Directiva. (Fo- jas 343-344). N* 31. Comunicacion del Ingeniero Guillermo Whte aceptando el puesto de Vice-Presidente. (Foja 345.) N* 32. Comunicacion del Sr. Estamslao S. Zeballos aceptando el puesto desecretario. (Foja 346). -N” 33. Sobre una visita de la Sociedad á la fábrica de ladrillos de San Isidro. (Foja 347). N> 34. Comunicacion del Dr. A. F. Costa sobre estudios econó- micos en la Sociedad. (Fojas 348-349). N* 35. Expediente sobre la exploracion del Sr. Francisco P. Mo- reno á la Patagonta. (Fojas 350-361). — Se refiere al cuarto viaje científico que efectuó el Sr. Moreno á las regiones del sud, con la cooperacion de la Sociedad Cientifica Argentina. Comprende los siguientes documentos : Proposicion del Sr. Moreno á la Socie- dad, nota de la sociedad al Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, nota de la sociedad al Sr. F. P. Moreno, nota del Po- der Ejecutivo á la sociedad, contestacion del Sr. Moreno, comuni- cación del Sr. Zeballos sobre el explorador, telegramas del Dr. Mi- guel Goyena desde Valparaiso sobre el mismo, telegrama del Sr. Moreno, nota del Poder Ejecutivo sobre el regreso del Sr. Mo- reno. Hé aquí la proposicion del Sr. F. P. Moreno. Buenos Aires, Setiembre 14 de 1875. Sr. D. Pedro Pico, Presulente dela Sociedad Cientifica Argentina. Debiendo partir al fin del corrienteó á principios de Octubre con el objeto de continuar mis estudios sobre las costas patagónicas, 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tengo el honor de proponer á la Sociedad Cientifica Argentina el proyecto de internarme en esos territorios contando con su coope- ración. Ocupado desde hace algun tiempo en el estudio de la historia natural del país, he principiado sistemáticamente mis exploracio- nes por la parte sud de la República, habiendo hecho al efecto desde 1873 tres viajes científicos al Rio Negro y uno al Rio Santa Cruz, el que me proponía remontar hasta su nacimiento, lo que no se efec- tuó por falta de elementos necesarios pudiendo solo internarme al- gunas leguas al sud. Mi intencion ahora es, estando ya coleccionada la mayor parte de los productos naturales de los parajes visitados, continuar la ex- ploracion hácia las nacientes del Rio Negro, pero como este viaje demanda gastos que no me hallo en aptitud de Opa EL yo solo, propongo lo siguiente : Efectuar la travesía por la parte setentrional de Patagonia, des de Cármen de Patagones hasta la ciudad de Valdivia en la costa del Océano Pacífico, costeando el Rio Negro y el Limay y atravesando la cordillera cerca del volcan Tronador para examinar el gran lago. Nahuel-Huapi. Creo que un viaje de esta clase en el que pienso desde hace un año, sería bastante provechoso para las ciencias naturales desde que debo cruzar por un territorio nunca examinado por hombres de- dicados á ella, y que encierra, á juzgar por las relaciones de los in- dios, elementos suficientes para hacer la gloria científica de la So- ciedad bajo cuyos auspicios se emprenda. Con los datos y las relaciones personales que tengo con algunos indios que habitan en esas regiones, este viaje, dificil para otros, ofrece menos dificultades para mí, lo único que tendré que sufrir serán momentos desagradables que nunca dejan de presentarse cuando se viaja entre tribus salvajes, pero que siemprecon perse- verancia se vencen. Además, otros antes que yo, han intentado escursiones semejan- tes. El Sr. D. Guillermo €ox, chileno, trató por dos veces de atrave- sar desde Valdivia al Cármen, pero solo consiguió ilegar hasta el Rio Limay, y el Sr. Musters, capitan de la -marina inglesa, quien despues de haber cruzado la Patagonia en toda su longitud, quiso seguir los pasos de Cox obteniendo el mismo resultado. Estos via- jes dieron por fruto: por parte del primero, el importante libro que escribió á su regreso y que es el único que poseemos hasta el REVISTA DEL ARCHIVO 919 presente sobre la historia natural de aquellos parajes, y por parte del segundo la obra At home wrth the Patagonians, precioso libro para los etnógrafos y etnólogos. Las relaciones de estos viajes muestran lo queson en general aquellas innumerables mesetas que caracterizan el sistema oro- gráfico de Patagonia, sus grandes bosques de manzanas y arauca- Tias, ysus magnificos rios, algunos de los cuales son navegables en grande distancia, en el interior del país; pero exceptuando los estudios hechos por D' Orbigny en el Cármen, por los expediciona- rios del Beagle en las costas del Atlántico y Pacífico, por el Dr. Berg y porel que suscribe en algunos de esos puntos, y por el ci- tado Sr. Cox (en Diciembre 1867 á Marzo 1868), poco conocemos las riguezas tanto minerales como vegetales y animales que en- cierra aquel inmenso país. El motivo que me impulsa á proponer abora este viaje, es que, el Gobierno de la Provincia envía una expedicion por agua al re- conocimiento del Rio Negro y hallándose ocupado el Gobierno Na- cional en trasladar las fronteras á las costas de ese rio, creo que es llegado el momento de emprenderlo, antes que las tribus que pue- blan aquellas regiones se alarmen é impidan el paso á quien in- tente hacer esa travesía entónces verdaderamente peligrosa. Además esta expedicion, cuya realizacion sería provechosa para el buen nombre cientifico de la Sociedad, no demandaría grandes gastos á pesar de ser muchos sus tropiezos, gastos que ella po- dría ayudar á satisfacer. Si ella tuviera á bien disponer de sus fon- dos la suma de 25.000 pesos moneda corriente para este fin, me pondría inmediatamente en camino. Si esta suma pareciera ser elevada para la Sociedad, creo podría disminuirse en algo, si ella pidiera á su vez pedir al Gobierno de la Provincia, que contribuyera con una parte. Esta expedicion la emprenderé solo acompañado de algunos in- dios; las grandes expediciones no siempre dan buenos resultados, está probado que más vale la exploracion pacífica de un país, por un solo hombre que por muchos unidos. Cuando los indígenas ven hombres armados tratan siempre de impedirles el paso, como sucedió con Villarino en 1782 en el reconocimiento del Limay y Negro. Además noes lo mismo proveer de alimentos 4 20 6 30 hombres, que á uno á quien acompañan gentes prácticas en ese terreno. Sien esta clase de exploraciones las grandes colecciones fueran 9220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el principal objeto, necesitaríase seguramente la ayuda de varios, pero las primeras espediciones á un país desconocido deben ser hechas para adquirir datos sobre los productos naturales y sobre las costumbres de sus habitantes, coleccionando solo los objetos de gran interés que sea posible llevar consigo. - Estas expediciones verificadas así, sirven de preliminar á explo- raciones más estensas, y que dende grandes gastos que nunca deben hacerse sin estar cierto del buen éxito. Los parajes que me propongo visitar, á juzgar por las muestras que he visto en poder de los indios, son ricos en minerales, entre ellos el carbon, cobre, hierro y oro; de este último existe una muestra en el Museo público; de estos podrán recojerse muestras, como de su geología, fauna y flora que nos son casi desconocidas. Tambien la antropología de las naciones que debo encontrar en mi camino, puede darnos la base cierta de la historia natural antigua de la Re- pública, la que siempre debe principiar por el estudio de las razas primitivas que habitaron su suelo en otras épocas, muchas de las cuales solo están representadas hoy por algunos vestigios mate- riales y de los que la tradicion no nos ha hecho sospechar su exis- tencia. : Esto completaría los estudios que he hecho en el valle del Rio Negro, y me daría la solucion del curioso problema de la existen- cia de una raza primitiva dolicocéfala, la más antigua quizá que habitó el suelo argentino, sobre todo en su parte sud, la que hoy se halla ocupada por tribus braquicéfalas como lo son todas las ra- Zas americanas, á excepcion de losesquimales y tres ó cuatro ejem- plares, individuos aislados de otras tribus. | Esta raza primitiva que vivió en lejanas épocas en la provincia de Buenos Aires y Rio Negro, ha dejado rastros de su pasada existencia solo en algunos cráneos y objetos industriales sepulta- dos en las capas de nuestros aluviones modernos, y aún en las más elevadas del terreno cuaternario, habiendo sido probablemente exterminada en esos parajes por indios de raza araucana, que bajo el nombre de Puelches, Huelches Moluches y Pehuenches habitan ahora ese mismo Snalo. Tanto más digno de estudiar es este hecho, cuanto que conoce- mos que sin excepcion todas las razas primitivas y fósiles han per— tenecido á este tipo, el que aun se conserva en los últimos puntos habitados delas regiones árticas, y al sur del Trópico de Cáncer, re- presentado por los negros del Africa Occidental, los cafres, los ho- REVISTA DEL ARCHIVO 27M! tentotes y bochimanos, los árabes, los neocaledonianos y los aus- tralianos, etc. Aesto hay que agregar que el célebre Vuchoir, en su nota sobre los cinco cráneos que he tenido el honor de enviarle, dice que tienen más analogía con los esquimales que con los indios del Brasil, agregando por mi parte que el estudio que he hechode una sé- rie de cien cráneos completos y normales de esta raza, meda lo certeza de la presencia en épocas ante-históricas, de una raza australiana, intermediaria entre los australianos y los neo-caledo- nianos, en la Patagonia setentrional y en Buenos Aires, loque puede comprobarse tambien por el encuentro en el Perú y Repú- blica Argentina de algunos objetos fabricados solo por los habi- tantes de Taiti y Nueva Zelandia. Estudiando las corrientes ecuato- riales sobre todo la corriente de Humboldt y trabajos del capitan de navío Mr. Keshallet, y últimamente los hechos por la expedicion del Challenger, nace la idea del descubrimiento probablemente in- voluntario de la costa occidental de América por los polineses, los grandes navegantes del hemisferio sud, como los escandinavos lo fueron del norte. Quizá en mi viaje encuentre vestigios vivos de es- ta raza que puedan darnos una solucion satisfactoria. Comprendiendo que por mi parte debo hacer partícipe á la So- ciedad de mis resultados en caso que resuelva acceder á mi peti- cion, la que solo es motivada por mi interés científico, me obli-. go á escribir para ella la descripcion detallada de este viaje acom- pañada de los tres anteriores verificados á mis espensas, y dividir por mitad con ella los objetos obtenidos en la expedicion proyec- tada. Esperando que los miembros de la Sociedad Cientifica Argentna se penetren dela utilidad de una expedicion semejante, tengo el honor de saludar atentamente al Sr. Presidente poniéndome á sus órdenes para dar los datos que sean necesarios en este asunto. Saludo con toda consideracion al Sr. Presidente. F. P. Moreno. Buenos Aires, sesion del 14 de Setiembre de 1875. Acéptase este ofrecimiento y pase á la Asamblea para que ella autorice el gasto de veinticinco mal pesos moneda corriente. Infor- mará el Sr. Secretario. - PEDRO PICO. Presidente. Estanislao S. Zeballos Secretario. DUDA ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La Asamblea. del 15 de Setiembre aprobó el dictámen de la comi- sion; en el acta de esta sesion consta un interesante informe del Dr. Zeballos que ha sido publicado ya en el primer tomo de los Anales (página 242). En seguida se dirijió la Sociedad al Gobierno de la Provincia, haciéndole ver la importancia del viaje que pro- yectaba el Sr. Moreno, por los resultados científicos que él reporta- ría al país, y solicitando á la vez su valioso concurso para su rea- lizacion. El Gobierno contestó á la Sociedad en los siguientes térmi- nos: Buenos Aires, Setiembre 17 de 1875. Al Sr. Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. ÍA En respuesta á la nota de usted, fecha de ayer, relativa á la ex- ploracion que pretende llevar á efecto en la Patagonia, el miembro de esa sociedad Sr. D. Francisco P. Moreno, me-es agradable tras- cribirle lo resuelto por el Poder Ejecutivo en esta fecha : «Visto lo expuesto en la precedente nota en atencion á la im- portancia de la esploracion que se pretende llevará efecto en la Patagonia por el Sr. D. Francisco P. Moreno, el Poder Ejecutivo re- suelve contribuir con la suma de vemticinco mil pesos moneda corriente que serán imputados ála partida del presupuesto vigente para eventuales de Gobierno. Pase al Ministerio de Hacienda para la entrega de dicha cantidad á la Sociedad Cientifica Argentina y aví- sesele en respuesta con remision del oficio acordado para el esplo- rador, á finde que las autoridades de la Provincia á quienes les fuere presentado, le presten todos los auxilios y cooperacion que llegareá necesitar en su viaje. — CASARES. — 4. del Valle.» Dios guarde al Sr. Presidente. A. del Valle. En la siguiente comunicacion del Sr. Moreno contesta á la Socie— dad sobre la nota que esta le pasó haciéndole entrega de cincuenta mal pesos moneda corriente para emprender su viaje. Buenos Aires, Setiembre 22 de 1875. Al Sr. Presidente de la Socredad Cientifica Argentina D. Pedro Pico. He tenido el honor de recibir la comunicacion en queel Sr. Presi- REVISTA DEL ARCHIVO DS dente se sirve avisarme la favorable acojida que tuvo en el seno de la Sociedad mi pensamiento de viaje al sud de Buenos Aires. Agradezco sinceramente la favorable acojida que me han dis- pensado mis consocios y los pasos que han llevado á cabo para ob- tener la subvencion del Gobierno y la credencial que me ha sido en- tregada. Al acusar recibo de los cincuenta mil pesos que me suministra la Sociedad y el Gobierno, réstame solo renunciar de los honoríficos destinos de vocal de la Junta Directiva y de Director del Museo que la Sociedad se dignó conterirme. Siento hacer estas renuncias, pero consulto el interés de la So- ciedad, pues ignoro el tiempo que durará mi viaje. Saludo al Sr. Presidente y á losseñores sócios con mi más distin- guida consideracion. FF. P. Moreno. La primera relacion del viaje del Sr. Moreno fué una memoria que leyó en la Sociedad Cientifica Argentina en la Asamblea del 14 de Marzo de 1876, antes de publicar su obra. Esta memoria se publicó en los Anales, tomo 1*, página 182, y en ella narra el esplorador el itinerario de su viaje, detallando los estudios que ha efectuadoen todos los puntos que visitó. Al tener conocimiento del arribo del Sr. Moreno, el Gobierno pasó á la Sociedad la siguiente nola que se conserva en el Ar- chivo. Buenos Aires, Marzo 3 de 1876. Al Sr. Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. Al acusar á usted recibo de sunota fecha de ayer en que comu- nicaba la llegada del distinguido esploraaor D. Francisco P. Mo- reno, suplico al Sr. Presidente quiera saludarlo á nombre del Poder Ejecutivo de la Provincia. Aprovecho esta oportunidad para saludar á usted con mi espe- cial consideracion. A. del Valle. N?* 36. Una escursion orillando el Rio de Matanzas. Memoria presentada dá la Sociedad Cientifica Argentina por Walter F. Rerd, 924 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estanislao S. Zeballos y Francisco P. Moreno. (Fojas 362-370). Esta memoria fué leida en la Asamblea del 1% de Octubre y pu- blicada en los Anales (tomo 1”, página 89). Versa sobre una es- ploracion que efectuaron aquellos tres sócios al Rio Matanzag, es- tudiando la constitucion geológica del terreno; contiene una des- eripcion de los moluscos que antes habitaron el terreno cuaternario (Azara) y va acompañada de un plano que comprende una seccion del cuaternario cerca de San Justo y otra cerca de Barracas. N* 37. Expediente de la Comision nombrada por la Sociedad pa- ra inspeccionar la fábrica de cemento en Barracas. (Fojas 371-401). —La primera visita científica la efectuó la Sociedad á este estable- cimiento industrial que era dirijido por el sócio Sr. Walter F. Reid; se verificó el 8 de Agosto de 1875. El expediente contiene estos do-. cumentos : 1" Informe de la Comision compuesta de los señores Adolfo But- tner, Luis Silveyra y Pedro N. Arata. Lo acompañan dos notas de los mismos y cuatro planos del establecimiento y maquinarias; 2" Refutacion del Sr. Walter F. Reid á algunos puntos del in- forme de la Comision; 3” Contestación de la Comision á las observaciones del señor Reid. El interesante informe de los señores Buttner, Silveyra y Arata, creemos que está inédito y solo por su larga estension no lo repro- ducimos aquí; está dividido en cuatro partes; la primera trata del orígen y descubrimiento de la fabricacion del cemento Portland y otros cementos naturales; el de la fábrica de Barracas empezó á elaborarse para las obras de salubridad; en la segunda y tercera parte se ocupa la Comision de estudiar los materiales que entran en la fabricacion, y el modo de llevarlaá cabo y finalmente afirma que la resistencia del cemento fabricado en el país es mucho menor que la del cemento inglés, alcanzando á 2235 kilógramos por 00540 de seccion, en término medio. Tres meses despues de instalada la fábrica se habían hecho 100 toneladas de cemento y su precio no bajaba de 720 pesos moneda corriente por tonelada. En cuanto á la bondad de este cemento (concluye el informe), no podemos decir algo, pues sus resultados no han sido aún esperi- mentados por la práctica. El Sr. Walter F. Reid, con fecha 25 de Octubre de 1875, dirije al Presidente de la Sociedad una comunicacion, haciendo alnmes ob- servaciones sobre el informe de la Comi sion. REVISTA DEL ARCHIVO 995 El último documento es una refutacion á las observaciones del Sr. Reid, que lleva la fecha del 1* de Diciembre y está firmada por los tres miembros de la Comision. N* 38. Nota de la Sociedad Rural Argentina, sobre cuestion del local. (Foja 402). N* 39. Nota del Ingeniero Valentin Balbín aceptando el puesto de Vocal de la Junta Directiva. (Foja 403). N* 40. Nota del Sr. Walter F. Rewd aceptando el puesto de Di- rector del Museo. (Foja 404). N* 41. Solicitud. de los señores Boet y C* sobre concesión de trer- ra para la fabricación de azúcar de remolacha. (Fojas 405-408). — Los señores Boet y C*se dirijieron al Gobierno de la Provincia soli- citando cuatro leguas de terreno para plantear una fábrica de azú- car enel territorio de la Provincia de Buenos Aires. El Poder Ejecutivo pasó el expediente á informe de la Sociedad Cientifica Ar- getína, la que nombró una comision compuesta de los señores Luis A. Huergo y Walter F. Reid; el dictámen de esta comision se pu- blicó en el tomo I de los Anales, página 31 ; era favorable á los so- licitantes. N* 42. Nónima firmada por los socios que debian concurrir ú la escursion al Canal de San Fernando. (Foja 409). N* 43. Remision de un articulo para los Anales por el Sr. Juan Bialet Massé. (Foja 410). — Se refiere á un estudio sobre El clama de la República Argentina, que fué publicado en el lomo I de los Anales, páginas 76 y siguientes. N* 44. Dosnotas de los señores Rerdl y Bunge aceptando formar parte de una comision que estudie las dimensiones más convenventes de los ladrillos de construccion. (Fojas 411-413). — Mocion del Sr. Ernesto Bunge en la Asamblea del 1? de Octubre de 1875; no existe ningun informe al respecto. N* 45. Ensayos de Telegrafía óptica. Memorra presentada á la Sociedad Cientifica Argentina por Lorenzo B. Trant. (Fojas 414-419). ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 15 226 (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA — Esta memoria fué leida por su autoren la Asamblea del 2 de Noviembre y publicada en el tomo Ide los Anales, página 22; ocú- pado en formar un plano de las líneas telegráficas de la Repúbli- ca, hace ver la conveniencia que habría en ligar los diferentes fortines de las fronteras por el telégrafo, proponiendo como más conveniente el de las señales ópticas. El Sr. Trant acompaña un dibujo de dos helidgrafos construidos por él y que le han permiti- do cambiar fácilmente comunicaciones entre Buenos Aires y Quil- mes (1). N* 46. Escursion al Canal de San Fernando. Memoria presentada 4 la Sociedad Cientifica Argentina por los señores socios Valentm Balbín, Santiago Brian y Cárlos Salas. (Fojas 20-423). — Al Canal de San Fernando, que aun estaba en construccion, fué que la So- ciedad verificó su tercera escursion de la série iniciada en 1875. Es un manuscrito de seis páginas firmado por aquellos tres sócios. Posteriormente, en Febrero de 1876, el ingeniero Luis A. Huergo presentó tambien un informe sobre estas obras, que aún nu habian sido terminadas ; este informe corre publicado en el tomo Ide los Anales, página 126. N* 47. Una nota de la Comision Aualiar del Parque 3 de Fe- brero invitando a la Sociedad á la 1mauguracion. (Foja 424). Buenos Aires, Noviembre 8 de 1875. Al Sr. Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. Debiendo tener lugar el 11 del corriente la inauguracion del Par- que 3 de Febrero he recibido encargo de la Comision que presido para invitar á la Sociedad Cientifica Argentina á concurrir á esta fiesta popular. En el Parque habrá un local especial para esa Sociedad. Contando con que la Sociedad que usted preside contribuirá á solemnizar el acto de la inauguracion con su presencia, saludo al Sr. Presidente contoda consideracion. Dominco0 FAUSTINO SARMIENTO. Carlos Pellegrins. Secretario. (1) Aparatos debidos á M. Mance, Director de una compañía telegráfica de la India. REVISTA DEL ARCHIVO 2 N* 48. Nómina firmada por los socios que debiun concurrir d la visita d las obras de la plaza de Belgrano, para la toma de las aguas corrientes. (Foja 425). — Fué la cuarta escursion que efectuó en este año la Sociedad. N* 49. Correspondencia con el Sr. Julio Lacroze, sobre asuntos de tesoreria. (Fojas 426-427). No 50 y 51. Sobre una visita de la Sociedad dá las obras de la Nueva Carcel. (Fojas 428-429). — Contiene dos notas cambiadas con el Sr. Julio Cramer, Presidente de la comision de aquellas obras. Fué la quinta escursion en 1875. No 52. Sobre sócios ausentes. Mocion del Sr. Estanislao S. Zeba- llos. (Fojas 430- 431). N* 53. El Sr. Antomo Canolli, miembro corresponsal en su vraje por Europa y Asia; aceptado en la Asamblea del 6 de Diciembre de 1875. (Foja 432). No 54. Tres comunicaciones del Sr. Angel Costa remitiendo mues- iras de carbon mixto fabricado por él. (Fojas 433-436). N* 55. Apuntes sobre la accion del carbon en las aguas potables. Memoria presentada ú la Sociedad Cientifica Argentina por Miguel Puiggar:. (Fojas 37-442). — Manuscrito original de diez páginas; fué leida en Asamblea pública y publicada en el primer tomo de los Anales, página 17. N* 56. El Dr. German Burmenrster, membro honorario de la So- ciedad Cientifica Argentina. Hé aquí la nota de presentacion del eminente naturalista : Buenos Aires, 3 de Diciembre de 1875. Sr. Presidente de la Sociedad Crentifica Argentina, D. Pedro Paco. Los que suscriben colocándose en las condiciones exijidas por el Reglamento, tienen el honor de presentar á la Comision Directiva, para que sesirva resolver lo que crea conveniente al Sr. Dr. D. Ger- 9228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA man Burmesteir, para ocupar el puesto de sócio honorario de esta asociacion. Estanislao S. Zeballos. — Adolfo But- tner. — Walter F. Rewd. — Cárlos Berg. — Valentin Balbín. — Gui- llermo White. — Emilio Rosettr. — Victorimo Perez. — Eduardo Agusrr- re. —Juan M. Cagnont. Al acuerdo en la sesion del 9 de Diciembre de 1875. La Comi- sion Directiva resuelve aceptarlo por siele votos contra uno. Estanislao S. Zeballos. Secretario. A la nota pasada con este motivo por el Presidente, contestó el Dr. Burmeister, manifestando las más espresivas gracias por aque- lla distincion y poniéndose con sus elementos al servicio de la Aso- ciación. N* 57. Fundacion de los Anales. Proyecto del Sr. Estanislao S. Zeballos. (Fojas 445-450). —Al Dr. Zeballos se debe la fundacion de los Anales que publica la Sociedad y que han alcanzado cuan- do este índice escribimos á tremta tomos. El documento que se conserva sobre este asunto esla comunica- cion que se publica en seguida, y que se acompañaba de un pro- yecto de resolucion. Buenos Aires, Diciembre 4 de 1875. Sr. Presidente de la Sociedad Crentifica Argentina. Inspirándome en los intereses de esta Sociedad, vengo á someter á la consideracion de la Comision Directiva, de que es usted digno y laborioso Presidente, un proyecto de cuya importancia se pene- trarán fácilmente mis colegas. Es indudable el prestigio de que esta Sociedad se ha rodeado, por su conducta séria y por los hechos que han venido á darle un carácter especial y simpático á todos. El pensamiento que me ocupa tiene este doble objeto: utilizar REVISTA DEL ARCHIVO 2929 el prestigio de que goza la Sociedad para continuar sus trabajos en una esfera más ámplia de accion, y fomentar y desarrollar su pres- tigio. Esto se consigue, Sr. Presidente haciendo práctica la disposi- cion del Reglamento que nos autoriza á publicar los Anales de la Sociedad Cientifica Argentina cuando lo juzguemos conveniente. Tal conveniencia depende de varias causas que dividiré así: 12 Estado de la caja; 22 Valor de la publicacion; 3 Materiales con quese cuenta; - 4 Proteccion pública. Me ocuparé separadamente de estas cuestiones. Estado de caja. Los informes que el Sr. Tesorero ha tenido la bon- dad de dará la Comision Directiva nos permiten hacernos cargos del estado dela caja de la Sociedad; sin considerar los picos y calculan- do en términos redondos, se tiene lo siguiente: Entradas generales al mes $ 11.000 m/c Gastos » A » 5.000 » Dieron e $ 6.000 m/c Debo recordar que he exagerado intencionalmente el valor de las erogaciones. La Sociedad tiene además al año una série de gastos que por su carácter estraordimario é imprevisto, no es posible ni calcular su proporcion mensual; pero para atenderlos religiosamente se cuen- ta con el depósito existente en el Banco de la Provincia, que ascien- de á más de 40.000 pesos moneda corriente, debiendo agregarse á esta suma 24.000 pesos moneda corriente que adeuda él Gobierno de la Provincia por mensualidades atrasadas. Siendo seguro el cobro de esta cantidad puede agregarse al de- -pósito en el Banco, y no es aventurado entónces asegurar que el 1? de Enero próximo la Sociedad tendrá en el Banco 80.000 pesos moneda corriente como fondo de reserva. La situacion económica no puede ser pues más satisfactoria. Valor deca publicacion. Creo que debemos adoptar para nuestros Anales el modelo que ofrece la acreditada publicacion denominada Revue des deux-Mondes. 930 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA M: esperiencia en materia de imprenta me ha inclinado á ese formato, porque reune varias condiciones ventajosas. Primeramente, la elegancia y la formalidad, indispensable á una publicacion científica. En seguida la abundancia de material que condensa cada pá- gina, en razon de sus dimensiones y de la regular forma de la letra, llamada cuerpo nueve, que es de un tamaño mediano y muy adecuada para no fatigar la vista del lector. El volúmen me parece suficiente de cien páginas, por regla gene- ral, pues como se vé por un ejemplo práctico, es un tomo de regu- lar cuerpo el que ellas forman. Creo que, dando un volúmen mensual de cien páginas, se ha- brán llenado perfectamente las aspiraciones de todos. La razon que me induce á que el periódico debe ser mensual, es que una publicacion de esa naturaleza debe ser preparada con reposo y gran acierto, condiciones que sería dificil satisfacer ha- ciendo una edicion quincenal ó más frecuente, pues faltaría tiempo para el estudio, eleccion y correccion de los materiales. Un volúmen mensual será hecho con calma y perfectamente. Creyendo, señores sócios, que todos pensarían de este modo, me anticipé á pedir presupuestos á las imprentas. Primeramente lo tuve del regente de obras de La Prensa por estar bajo mis órdenes y necesitar un punto de partida, ó una opinion pericial que me sirviera de unidad de comparación. Este presupuesto es como sigue: Costo de la obra á razon de 500 IS de 104 PASAS AR PL Ata Ae $ m/¿ 4.500 Encuadernación y carátulas...... 1 ALICE El » 300 Ganancia sosa LIE CLAN E CE » 2.000 o . $mj 6.800 Ví al señor Coni en seguida, impresor que hace á muy módicos precios los trabajos de la Sociedad, y despues de hacer sus cálcu- los me dió este presupuesto: Impresiones, encuadernación y carátulas á razon de 104 páginas, a 500 ejemplares, $ 5.500 my- Este precio me fué dado en estas condiciones espresas : Buen papel para la obra, impresion esmerada, empleo del tipo nuevo cuerpo nueve, y satinadas las impresiones. Es decir, que aquel precio correspondía á una edicion de lujo. REVISTA DEL ARCHIVO . 931 - No obstante, hice presente al señor Coni que él debía contar con esta renta segura mes á mes, y que la Revista aumentaría de for- mato en bien de él, etc., etc. Entónces se decidió á hacer una rebaja, atendiendo al carácter permanente de la obra y la puntualidad con que hace sus pagos la Sociedad, conviniendo en lo siguiente: Pargarle 5.000 $ my¿ por cada edicion de 13 pliegos de ocho pá- ginas ó sean 104 páginas. En caso de que la revista tenga menor numero de páginas se descontará á razon de 400 $ m/¿ por pliego de ocho página, y si se diesen más del volúmen contratado, la Sociedad á su vez tendría que abonar 400 $ m/c por cada pliego de 8 páginas. Creo, señores de la Comision, que ninguna otra imprenta hará un trabajo esmerado y con buenos materiales por ese precio ó por menor cantidad. : Materiales con que se cuenta. — Poco hay que decir sobre esto. Baste saber que ya tenemos una série de interesentes memorias en los archivos. Así como una série de actas y documentos, cuya publicacion es ordenada por el Reglamento y que darían intere- sante material para muchos meses de la Revista. Además, el interés de los señores sócios nos producirá nuevas memorias, y debemos tambien esperarlas de las escursiones, de las esploraciones y de los concursos. Proteccion pública. — Si para editar los Anales solo se contara con los recursos de la Sociedad, apenas podríamos hacer frente al gasto que demandan. Pero debemos contar con la buena dpisiaa que reina en el público respecto de la Sociedad, prestigio que se traducirá prácti- mente en adhesiones al periódico, apenas lo editemos. Calcúlese solamente, y es muy poco: 200 suscritores al módico precio de 25 $ m/c resulta. $ 5.000 m/c Incobrables por varios motivos, cálculosexagerados. » 1.000» Quedará el producto de la suscricion..... ....... $ 4.000 m/c Suscricion del Gobierno Nacional que debe pedirso á 50 ejemplares á lo menos......... UA e Suma de l UScridiaL RN $ 5.250 m/c A deducir el reparto y cobranza... ...Jo0.c.oco: 00» $ 1.950 m/ec 932 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De modo que la Sociedad no tendrá gasto alguno. Permítanme, señores sócios, que cite á ustedes un hecho sobre la formalidad de mis cálculos. Yo he sido empresario de los Anales Cientificos Argentinos, que salían una vez al mes en volúmen de 36 páginas, anónimos y sin prestigios. Tenían 300 suscritóres, inclusive 50 ejemplares que tomaba el Gobierno Nacional, y esa publicacion dejaba ganancias á pesar de ser á 20 pesos y muy cara, pues tenía 36 páginas, mientras que la nuestra á 25 pesos sería barata. Si aceptais estas ideas me tomaría la libertad de aconsejaros el siguiente manifiesto : Al público. — La « Soriedad Científica Argentina» se dirije al público invitándolo á asociarse á sus esfuerzos tendentes á fomen- tar el desarrollo de las ciencias y de sus últiles aplicaciones. Los trabajos de la Sociedad son notorios, y no es, por consi- guiente, necesario hacer una reseña de ellos. Ha llegado el momento de que la Sociedad publique sus Anales, que formarán un volúmen de 56 páginas bien nutridas de mate- riales y en edicion esmerada; y que aparecerá el 1 de cada mes, á partir de Enero de 1876. La Sociedad desea que esa publicacion esté al alcance de todos los que tengan á bien asociarse á sus elevados propósitos, coope- rando á sostener la edicion de los Anales; y en esta virtud, se ha acordado fijar las siguientes condiciones: Suscricionmensual en Buenos Aires, pagadera al reci- biricada entrega......... MODA. 84.009 ELA pecado 2096 Fuera de Buenos Aires, pagadera adelantada........ ..»30 » Los volúmenes mensuales llevarán los dibujos y planos que los artículos exijan. La «Sociedad Científica Argentina », espera que el alas. no le negará su generoso concurso, notoria como es la formalidad y conveniencia de sus trabajos. Queda, pues, abierta la susericion pública en los siguientes puntos: | Buenos Aires, Diciembre de 1875. REVISTA DEL ARCHIVO 233 En virtud de la esposicion que precede, paso á formular, señores sócios, el - Proyecto de resolucion.—Art. 1% — En Enero de 1876 aparecerá el primer número de los Anales de la Sociedad Urentifica Argenti- na, que continuarán publicándose mensualmente en un volúmen de 56 páginas, en la forma señalada en la precedente esposicion. Cada tomo constará de sess entregas. | Art. 2%. —En estos Anales se publicarán los documentos de que habla el artículo 36 del Reglamento de la Sociedad y toda clase de trabajo que la Comision Redactora crea oportuno. Art. 3% —El reparto de los Anales se hará en la forma designada en el artículo 37 del mismo Reglamento; y se recibirá la suscricion pública en Buenos Arres en esta forma: Suscricion en la ciudad, pagadera al recibir la entrega. $ 25 m/c Suscricion fuera de esta ciudad (adelantada)......... » 30» Art. 4%. —La edicion quedará á cargo de una Comision especial de Redaccion, que decidirá de la publicacion de los asuntos que deban contener los Anales. Art. 5%. —Esta Comision secompondrá de cinco personas y du- rará un año en sus funciones, de Enero á Enero. La eleccion de 3 de sus miembros se hará en Asamblea por cédulas secretas y no podrán ser electos los miembros de la Comision Directiva. Art. 6%”. —El Presidente y el Secretario de la Sociedad en ejerci- cio serán miembros de esa Comision; y cuando cesen en sus pues- tos en la Comision Directiva, cesarán tambien en los que ocupaban en aquella, debiendo reemplazarlos sus sucesores. Art. 7%. —La Comision Redactora tiene el deber de vigilar que las publicaciones se hagan en estilo correcto y en idioma castellano. Art. 8% —Se autorizaá la Comision Redactora á invertir hasta la suma de 600 pesos mensuales en los planos y dibujos que ilustren las memorias que hayan de publicarse en los Anales. Art. 9%. — Los miembros de la Comision Redactora son responsa- bles de sus actos ante la Asamblea; y pueden ser acusados por escrito por cinco sócios. Art. 10. —El Gerente de la Soziedad es el Administrador econó- mico del periódico bajo la direccion de la Comision Redactora. Art. 11. —Se tomará un escribiente con 500 pesos mensuales para auxiliar de Secretaría y de la Administracion del periódico si fuese necesario á juicio de la Comision Redactora. 234 ANALES DE La SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Art. 12. — Las cuestiones que la Comision Redactora no pueda resolver por sí, serán llevadas á la Comision Directiva para que las decida. Art. 13. —Cincuenta ejemplares de los Anales quedarán en el archivo de la Sociedad para los nuevos sócios. Veinte ejemplares serán enviados al Gobierno de la Provincia. Art. 14. —El número de ejemplares que se imprimirán será de 500, pudiendo aumentarse ó disminuirse la edicion á juicio y por órden de la Junta Redactora. Art. 15.-—La misma podrá resolver el aumento ó disminucion del volúmen. Art. 16.—En los casos imprevistos en este acuerdo, resolverá la Junta Directiva. Espero, señores consócios, que os apresurareis á hacer práctico el pensamiento que os he comunicado y que llenareis los vacíos que mi esposicion y proyecto presenten. Buenos Aires, 4 de Diciembre de 1875. Nora. — Habiendo resuelto la Comision Directiva que era más conveniente por ahora no publicar mas que 56 páginas cada mes, en atencion á que no se debe esponer la Sociedad á encontrarse sin materiales para los Anales, el precio antes leido se reduce á lo si- guiente : - Edicion de 500 ejemplares á 56 páginas 2600 pesos moneda cor- riente. Este precio es susceptible aun de un pequeño aumento ó dismi- nucion. : Estanislao S. Zeballos. N* 58. Instalacion de la Comision Redactora. (Foja 451). — La Comision Redactora de los Anales quedó instalada el 17 de Diciem- bre de 1875, siendo compuesta de los señores Guillermo White, Pedro N. Arata, Juan J. J. Kyle, G. Villanueva y Estanislao S. Zeba- llos. Así lo dice una nota pasada en aquella fecha al Presidente de la Sociedad. : N* 59. Visita de la Sociedad al Ferro-Carril del Oeste. (Foja 452). — Fué la sexta escursion científica de la Sociedad en 1875. Existen dos notas cambiadas con el Presidente del Directorio, Sr. A. Cambacerés, sobre el modo de llevar á cabo una visita á los ta- lleres de aquel ferro-carril. La escursion tuvo lugar el dia 8 de REVISTA DEL ARCHIVO 235 Enero de 1876, siendo el ingeniero D. Pompeyo Monetta, el encar- gado del informe respectivo. Este informe fué presentado más tar- de por los ingenieros Monetta y Rosseti y se publicó en el tomo III de los Anales, página 122 y siguientes. N* 60. Comunicacion del Sr. A. Buttner, renunciando del pues— to de Tesorero. (Foja 453). N* 61. Apuntes sobre la composicion quimica de un salitre de la provincia de Santiago del Estero. Memoria presentada á la Sacte- dad por Pedro N. Arata. (Fojas 454-464.) — Manuscrito original de nueve páginas, publicado en el tomo 1 de los Anales, página 26. N* 62. Estado de los fondos sociales 4 34 de Dicrembre de 1875. (Foja 465). ( N* 63. Solicitudes de ingreso en 1875. (Fojas 466-484. Durante el año 1875 el movimiento social fué el siguiente : AS SA O O a 17 Sesiones de la Junta Directiva............... 39 Wisuas dy ¡ESCUESIONES ale ult seco pon ste 6 Gopras de comunicaciones... se 67 SOCIOS ACTIVOS ACEPÍALOS 20... 20 Número de sóÓcIOS ACtiVOS .......ooooommoosco. 103 8 VII Año 1S'76 (Libro II del Archivo) _Los espedientes de este año alcanzan á setenta y tres, coleccio— nados en el Libro II del Archivo, comprendiendo 858 fojas. N* 1. Balance del 2% semestre de 1875. (Foja 1). N* 2. Proyecto de sondaje y pozo artesiano artificial por V. Bo- vio. (Fojas 2-8). — El señor Bovio, entónces ingeniero ayudante en la construccion del Ferro-Carril á Tucuman, se dirije á la Sociedad 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA con fecha 1” de Enero, sometiendo á su consideracion aquel pro- yecto. El de sondaje es á explosion, por percusion de una materia esplosiva por medio de un aparato especial, cuya descripcion acompaña. El proyecto de pozo artesiano artificial está basado en el siguiente principio de hidráulica, que copiamos textualmente: «Supuesto que no puede haber pozo artesiano por no ser el punto, dominado de alturas, aprovecho de la fuerza mecánica producida por la caida de una capa de agua en un estrado inferior de des- prendimento (arena), Ó en una otra capa inferior caida de una altura que se puede fijar adelantado para hacer subir de la pri- mera capa, al nivel ó más alto del suelo, una cantidad de agua: 12 proporcional á la diferencia de altura entre el agua caida y el agua vertiente; 2% proporcional á la diferencia de desemboco de las mismas. Estas dos condiciones, pudiendo satisfacerlas con anti- cipación, como se verá luego, se podrá siempre obteneren tal caso un pozo artesano ». A la descripcion acompaña un plano, detallando los aparatos. N? 3. Nota de la Comision Redactora comunicando la aparicion del primer número de los Anales. 13 de Enero de 1876. (Foja 9). N* 4. Informe sobre el estado de los l1xbros de la Sociedad por los socios S. Brian y (7. White. (Fojas 10-13). N* 5 y 6. Renuncia del señor Angel Silva de miembro de la Junta Directiva. (Fojas 14-15). N* 7. Nota del Ministerio de Justicia, Culto é Instruccion Pública susecribiéndose ú treínta ejemplares de los Anales. (Foja 16). N”* 8. Vota de la Comision de Nivelacion. (Foja 17). N* 9. Visita d la fundicion nacional de Tipos. Informes. (Fojas 18-31). — Fué la primera escursion verificada por la Sociedad en este año. Despues de cambiadas algunas comunicaciones con el propietario de este importante establecimiento, señor Angel Es- trada, se efectuó la visita el 23 de Enero. El señor Zeballos, nom- brado por la Junta Directiva para informar sobre la materia, pre- sentó una interesante memoria, que fué publicada en los Anales y posteriormente en un folleto aparte. Su lectura no puede ser más a A REVISTA DEL ARCHIVO DST provechosa, y en ella se detalla minuciosamente todos los produc- tos de aquel establecimiento industrial. N* 40. Visita á la Fábrica de Vidrios de la Capital. Informes. (Foja 32-42). —Los señores Bordoni y C* y posteriormente los seño- res Pini y Arrigoria ofrecieron á la Sociedad sus establecimientos industriales para que examinara sus productos y sus medios de fa- bricacion. La escursion, que se efectuó el 13 de Febrero, fué muy concurrida, siendo el doctor Pulggari el encargado de informar sobre ella. El escrito de este señor se imprimió en los Anales. En el archivo se conserva el manuscrito original de diez y seis. páginas. N* 141. Datos sobre perforaciones practicadas en el lecho del Rio de la Plata. Memoria presentada ú la Sociedad Cientifica Argentina, por Miguel Purggar:. (Fojas 43-47).— Esta memoria, cuyo original se conserva en el archivo, es un manuscrito de ocho páginas, fue leida por su autor en la asamblea del 1* de Febrero de 1876 y pu- blicada en el tomo I de los Anales, página 37 y siguientes. El plano de perforacion á que se refiere en su artículo el Sr. Puiggarl, y que fué levantado por el ingeniero Rojas, no se conserva en este archivo. N* 12. Memorra sobre el puerto y dique de San Fernando, pre- sentada á la Sociedad Cientifica Argentina, por Luis A. Huergo. (Fojas 48-60.) — Manuscrito original de veintiuna páginas. Esta memoria fué leida por su autor en la asamblea del 1? de Febrero de 1876. El ingeniero tuvo la concesion para la construccion y explotacion del dique de San Fernando, en Setiembre de 1875. Aparte de la descripcion completa de las obras ejecutadas, hace una historia sobre el origen del Puerto de San Fernando, que se remon- ta á mediados de 1805, bajo la administracion del Virey Sobremon- te, siendo el ingeniero Giarmini el encargado de su construccion. Al fin analiza algunos proyectos sobre mejora de la comunicacion en- tre el Rio Lujan, el Paraná de las Palmas, y sobre los brazos cono- cidos por Abra Nueva y Abra Vieja. Este artículo fué publicado en el tomo l delos Anales, página 126 y siguientes. N* 13. Una nota de la Comsion Redactora de los Anales, espo- 238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA miendo el movimiento habido durante el 22 mes de ejercicio. (Fojas 61-62). N* 14. Notas geológicas sobre una escursion dá las cercanias de Lujan. Memoria presentada «4 la Sociedad Cientifica Argentina por Estanislao S. Zeballos y Walter F. Rewd. (Fojas 63-79). — Manus- crito original de catorce páginas y dos láminas. El origen de esta escursion fué una comunicacion de los señores Breton hermanos, en la que hacían á la Sociedad una denuncia de la existencia en las cercanías de Lujan de un depósito de fósiles; dichos señores afir- maban que allí podían encontrarse hasta diez y siete animales de especies diferentes y razas, entre los que se contaban : el Megathe- rium, el Leon, el Mastodon, el Mylodon, el Perro, el (Glyptodon, el Caballo y otros ya estraidos. La Sociedad nombró entóces á los señores sócios Zeballos y Reid para que efectuaran aquella escursion, dándoles las siguientes Instrucciones : 1? Visitar personalmente los depósitos y constatar la existencia de dichos fósiles; 2% Adelantar una cantidad de dinero para su estraccion, en caso de ser exactos los datos comunicados á la Sociedad ; 3 Redactar una memoria sobre la escursion. Los comisionados salieron de Buenos Aires el 18 de Maras y efec- tuaron su escursion, galantemente atendidos por el Dr. Erezcano, juez de Paz de la localidad. Lo único que se encontró de las denuncias hechas por los señores Breton, fué una vértebra de Mylodon. El resto de la memoria se refiere á una descripcion geológica del terreno. Este artículo se publicó en los Anales, tomo L, página 313 y si- guientes. N* 15. La Langosta. Memorra presentada á la Sociedad Cientifica Argentina por el Dr. Francisco Roca Sanz. (Fojas 80-89).— Manus- crito original de diez y nueve páginas. Esta memoria fué leida en la asamblea del 1* de Abril, y permanece inédita. El autor estudia y desarrolla los siguienies puntos : descripcion, vida y costumbres de la langosta (acrydium migratorrum). La langosta emigratoria es degenerada y no puede propagarse indefinidamente. Origen de la emigración. Reseña de los medios empleados para destruirla. No la publicamos por su mucha estension. (Continuará) NECROLOGÍA Doctor Julio Fernandez Villanueva. — Cumpliendo su noble ministerio, fué muerto por un casco de metralla en el combate que tuvo lugar en esta capital el 26 del mes próximo pasado, el doctor Fernandez Villanueva. La Sociedad Científica Argentina pierde en él uno de sus sócios distinguidos. Pero no sólo se pierde al hombre de ciencia : el doctor Fernandez Villanueva se había revelado en su cuadro Batalla de Matpó, como pintor distinguido y de verdadera inspiración y es bajo esta última faz, que constituía una verdadera esperanza para el arte nacional y que debía dar gloria á su patria. Saber, talento y sentimientos de verdadero filántropo, que no podía ocultar su excesiva modestia, tal era la personalidad del Dr. Fernandez Villanueva. Capitan Félio Benavídez. — Tambien fué muerto en el combate mencionado, nuestro consócio el capitan Benavidez. En él pierde el ejército nacional uno de sus oficiales más jóven y distinguido. MOVIMIENTO SOCIA L La Sociedad efectuó en el mes de Julio último una visita á la te— nería de los Sres Duhart hermanos y €*, establecida en Almagro. Asistieron uno cincuenta sócios, que quedaron sumamente compla- cidos del resultado de la visita, pues el establecimiento se halla perfectamente bien montado. El sócio, señor José Marcelino Lagos ha sido designado por la Junta Directiva para presentar el informe correspondiente. En las últimas sesiones de la Junta Directiva, ban sido admitidos en calidad de sócios activos los señores Benjamin (Garcia Aparicio, Agustin P. Carbone, Augusto 6. Domínico, Arturo F. Medina, Augustin Cejas y arquitecto Cárlos Ludevig. Esta entrega de los Anales así como las axteriores sale con doble número de páginas que de ordinario á causa de hallarse detenidos de tiempo atrás muchos materiales. El intendente municipal se ha dirijido á la Sociedad, pidiéndole un informe sobre las reformas, que á juicio de la misma, convenga introducir en el Reglamento de Construcciones vigente. La Junta Directiva ha designado á los ingenieros Eduardo Aguirre, Joaquin Belgrano y Cárlos Bunge para que presenten un informe que será discutido en asamblea general. El sócio corresponsal, señor German Avé-Lallemant, ha presen tado una estensa memoria á la Sociedad, acompañada de cinco láminas con planos, sobre los minerales del Paramillo de Uspa- llata. La Junta Directiva ha resuelto publicarla en un folleto y repar- tirla á los sócios. , 8 , Arteaga Rodolfo de... ON Ave-Lallemant, German Brackebusch, Luis.... -Dr..German Burmeister.—Dr.Benja , > UNA Da Ó "HONORARIOS | - Carvalho, José Cárlos de..... Rio Janeiro. Albarracin, Cárlos. Ameghino, Florentino. Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Alvarez, Teodoro. Battilana, Máximo. Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. Cerdeña, Fernando. Colombres, Justo V. i Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. Abers, Enrique. Agote, Carlos. Aguirre, Eduardo. Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. ' Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas $. Almada Luis E. . - Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. - Anasagasti, Federico. Anasagasti, Írenco. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. - Archavala, Francisco. Arjas, Bonifacio. -Arigós, Máximo. -—Arnaldi,Juan B. : Arteaga, Alberto de Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. - Ayerza, Rómulo. Aguirre, Pedro. - Babuglia, Antonio. Badell, Federico Y. - Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. -——Albertollí, Giocondo. min A. Gould.—Dr4R. A. Dr. Cárlos Berg... CORRESPONSALES LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. -Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. . Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. . Pando, Pedro J. - Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. Ramorino, Florentino Rébora, Juan. Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Balbin, Valentin. Barabinc; Santiago E, Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Baítilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon €. Blot, Pablo. * Brian, Santiago. | Bosque yJReyes, F. Booth, Luis A, Bueni Félix. | Bunge, Cárlos, Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos V. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, Jusé L. Basarte, Rómulo E. Cadrés, Jorge. Cagnoni, Alejandro N.. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M, de las Cartavio, Angel KR. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto! Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E, Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coghland, Juan. o OBISTA DE y LOS“ SOCIOS “ice: Philippi.—Dr. Guillermo Rawson? Montevideo. Netto, Ladisla0......... .... Rio Janeiro. E Mendoza. Paterno, Manuel............ Palermo(IL.). bue Gordoba: Reid, Walter Foroc....... ... HLóndres. Stróbel, Pellegrino.......... Parma (Ital.). Denza, F.......... ..... Moncalieri (Italia) Romera, Julian. Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L, Spegazzini, Carlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. | Weigel, Emilio C. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo, Correas, Alberto... Corti, José $. Costas, Rodolfo. Courtois, U. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos S. Cuenca, Felipe. Correas, Waldino. Campo, Leopoldo del. Darquier, Juan A. > | Dawney, Carlos. Castellanos, Cárlos T. | y, Carlos Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J.- Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto G. Doncel, Juan A. Dubourcq, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dúfaur, Estevan*F. Echagiie, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. -Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo Y. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, GC. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frogoue, José;V.. Fuente, Juan de la. Funes, “Lindoro. * Gainza, Alberto de. * Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian. GiardelMi, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José I. Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. -Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guglie]mi, Cayetano. Ginther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Haft, Federico G. A. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafael. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huidobro, Luis. Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. Isnardi, Vicente. lturbe, Miguel. Iturbe, Atanasio. Iturbe, Octavio. ¿ Isnardi, Daniel. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jasidakis, Juan. A LISTA DE SOCIOS (Continuacion) ea Jauregui, Nicolás. | Jaureguiberry Enrique Koslowsky, Julio. Krause, Otto. ' Krause, Eduardo. Krause, Domingo. Kyle, Juan J.J. Labarthe, Julio. Lafferriere, Arturo. Lagos, José M. | Langdon, Juan L. Languasco, Domingo. Lanús, Juan. CG, Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. ' Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P. Loudet, Osvaldo. Llosa, Alejandro. «Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo... Lugones Velazco, Sdor, Luro, Rufino. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga. F. Lagos, Bismarck. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito Mandino, Oscar. Manterola, Luis (. Mañé, Cárlos. Marini, A. Palacios, Alberto. Mariño, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cárlos. Mattos, Manuel F. de. Maza, Fidel. Medina y Santurio, B, Medina, Arturo J. Mendez, Teófilo F. «Mendoza, Juan A. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Maupas, Ernesto. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Carlos. Molinari, José. Molino Torres, A. Mon, Josué KR. Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Mendez, Teófilo F. Matienzo, Emilio, Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. . Nougues, Luis F. Novaro, wartolomé. Ocampo, Manuel $. Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos C. Olmos, Miguel. Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. |'Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo, Otamendi, Alberto.: Otamendi, Juan B. Oyuela, Wenceslao. Otamendi, Juan B. 0'Donell, Alberto C. Padilla, Emilio H. de : Palacios, Alberto. Palacio, Emilio, Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. - Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente Pons, Miguel B.. Puyrredon, Honorio. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. M. Pico, Pedro P. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A.. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Quiroga, Alejandro, Kkamallo, Carlos. Ramirez, Fernando F. Ramos Mejia, Ildefso P. Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Repetto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo S. Rocamora, Jaime. - Rodríguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Armando. Romero, Alfredo. Romero, Cárlos L. Rosetti, Emilio. - Rospide, Juan. Ruiz de los Llanos R. Romero, Alfredo. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Romero Emilio. Romero, Luis C. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri».. Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Salas, Estanislao. ' salas, Julio S. Salvá, J. M. eso A Sanchez, Emilio J. Sanchez, Matias. Sanglas, Rodolfo. -Señorans, Arturo 0. Schickendantz, Emilio. -Sehróder, Enrique. Selstrang, Arturo. Silva, Angel. | Sota, Alberto de la. Urraco, Leodoro G. | Zambrano, Pedro, Saralegui, Luis. Sarhy, José. V. Sarhy, Juan F. Scarpa, José. Schmitt, Hans. Schwartz, Felipe. Schwartz, Mauricio. Senillosa, Juan A. Meta Serna, Gerónimo dela Seurot, Alfredo. A Schaw, Arturo E. Schaw, Cárlos E. Selva, Domingo Í. Senillosa, Juan A. Silveira, Luis. NN Simonazzi, Guillermo. Sirven, Joaquin. Soto, José María. Spika, Augusto. > Stavelius, Federico. Stegman, Cárlos, ' «e Súnico, Víctor. Taboada, Miguel A. Tamburini, Francisco Taurel, Luis. Tedin, Virgilio. 8 Tessi, Sebastian T. Thedy, Héctor. Thompson, Valentir. Torino, Desiderio. Tornú, Elias. ¡900% Treglia, Horacio. Trifoglio, Ricardo. Tressens, José A. Tzaut, Constante. Unanue, Ignacio. Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del. Varela Rufino (hijo) Vedoya, Joaquin J. Vernaudon, Eugenio. Victorica y Soneira, J, Victorica y Urquiza E. | Videla, Baldomero. Viglione, Luis A. Vislione, Marcelino. ; Viñas, Urquiza Justo. | Villanueva, Guillermo. Villegas, Belisario. Vineut, Arturo. Vineut, Pedro. Wauters, Enrique. Wheeler, Guillermo. White, Guillermo... Williams, Orlando E. - Wauters, Cárlos. Zamudio, Eugenio. Zavalia, Salustiano. | Zeballos, Estanislao S.. Si ec Zunino, Enrique. a O. a mM e , F SA ARO PA Ma DA IAS Ñ y E ad E ee cd “ 3 y y Ñ de Ea e: Y AE y NE AN h EN ; > IN y dio : Ñ , y LN LA, Mai CINTIA ARGENTINA ——> E AA A]]/]áÁ ME COMISIÓN REDACTORA MS - Presidente a A Dr CárLOS M. MORALES. SLEr erarndo taa. Señor ANGEL (GALLARDO. pi Do“ VALENTIN BALBIN. POCOS aa o Ingeniero MANUEL B. BaHIa. | Ingeniero CÁRLOS BUNGE. (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p. m.! Ñ HAY Í LAS - OCTUBRE DE 1890. — ENTREGA 1V.— TOMO XXX. PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION y LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1402 (2 piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS: Por mes, en la Ciudad......... Les E DY y Un semestre.. »..ooooooooorcconcsosoo D 5 » PE Un año..... co doodona do coc cab ANDO ADOA » 10». e : Por mes, fuera de la Ciudad.. » 1.50 porentrega La suscricion se paga anticipada ? Mebjerso2 51 icconpiBHENOS:: AIRES - am PRENTA DE PABLO E -CONI É O ¡ESPECIAL PARA A O 20D 680 — CALLE PERÚ — 680 ¡48 1890 í , > JUNTA DIR ECTIVA Presidente........ D” CÁárLOSs M. MORALES. Vice-Presidente 1” Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. Ld. -£” Ingeniero Juan F. SARHY. Secretdrio........ Señor ANGEL (GALLARDO. | Fesorero 4.4.3.4. SALVADOR VELAZCO. LUGONES. | Ingeniero ALEJANDRO MOLINO TORRES. Ingeniero MArciaL R. CANDIOTI. 0 Vocales..... Ed Señor MIGUEL ÍTURBE. OS Señor BENITO MALLOL. Señor CÁRLOS WAUTERS. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA > 1, — LAS UNIDADES, por Mamuel B. Bahia (Conclusion). A Ill. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, ¡ ¡Continucion, por Marcial R. Candioti. A Ds - TI. — FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO (Con- a tinuacion), por D. Juan Llerena. : e IV. —LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL | 4 ESPACIO, por Jorge Duclout. Ñ V. — NUEVO PRINCIPIO CIENTÍFICO PARA COMPENSAR LA AGUJA MAG- 1 NÉTICA A BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO, por Eduardo ¿Ñ Berlimgieri. bh VI. — MOVIMIENTO SOCIAL. | vs Pi 4 A LOS sÓCIOs Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secre a ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, ete., y Cualquier irregularidad en el reparto de los Ano Ó cobro de la cuota. LAS UNIDADES POR MANUEL BENJAMIN BAHÍA (Conclusion) Intensidades de corriente (en amperes) necesarios para elevar la temperatura de los hilos de cobre suspendidos en un arre tranquilo/conductibilidad= 0,98) e Diámetro en milímetros po 102 z 12 18 4 18 24 6 45 63 8 64 90 " 10 85 | 120 12 108 | 150 14 132 | 184 16 156 | 220 18 180 | 256 20 20 A r299 22 IS ESO 24 1 HILOS PULIDOS 25 33 47 1913) A LOS 017 172 A E lo 241: 169 | 236 | 329 A US ASES 261 | 364 | 512 310 | 415 | 610 SON SO LS 413 | 583 | 819 465 | 662 | 828 524 | 46 | 1050 30 50 76 104 133 163 190 -230 - 267 308 34S HILOS ENNEGRECIDOS 102 20 20 21 46 64 75 | 105 105 o2 147 | 207 184 | 264 230 | 328 216 | 392 326 | 462 SI 32 430 | 605 486 | 685 150 2 290 3 461 5393 650 750 858 970 Carbones cilíndricos para lámparas de arco Diámetro del carbón Intensidad en milímetros de la corriente en amperes A A E RS RA E E CI o ae aca as PO 3a 5 Do A A ca AOS Vo AO o do NN NT O A o E o NOT roo TO AS o MA Ma do o NE 12á4 16 Mr a o o e 13á 20 ds e O lacio 154 2% A a aa 16á 25 O 29á 30 Me e O O 30á 45 1 e do 39 á 60 AS A a A 40 á 80 LD A A A A ae 50 á 120 cs loo > S0 á 180 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA « <« « « « 08128" 6 OESTE" T 06560" T O8PrvO LI 18969" 0 081068 06001 "T 0069P"L OSr6L "6 00656 "6 00LLT"T 00830" Pp O8SPPy "3 LVLyy "0 SrOp6 "0 6v698 0 OS6Sp"T 8€L60"0 == SOUIB.I5 US eJ10q-9.19dlue 10d DIVINO RSPIA Es « « « 96 886 T "2966 08 9836 0S "Svrvs Ov"99TS 00691 00"0Lé6 66 I8Sp 66696 06 S6ST 098406 Tv 68 09 ELVPI 00" 008 00" 68201 06 "88Tp 06" L9V6 OJA0m0) JETÍIMO) O colico ll 8oL96 "0 98880" 0 O9TLO"T 96966" 0 c6r06"0 26060 9661 "0 ¿91190 18906 0 OLPLO"6 OVL60"T 6Tr99"0 6066 "0 008TT"T TT6L9"0 O6v61 "0 6vr60"0 6L86G "0 66S£0P "0 0066696 P8E010*0 oue1s un queno» 10d 111 tard sSOLIBs909u SOWB ASI [TU U9 S(UUU[NOY) IP OLSUINN o»rumb-01309]9 2309] Amb] __———_— Á_->>=m—AAXAA AAA O AA L9"y GLI6L 69 961 Ls" 96 386 "L 6 601 cv 86 666 C6 "LG v9 "81 686 cy 66 8661 6-66 69 care 99 “LOL VASO O 16 6636 vO"66 T o2mu mb aus [tamb TO" PL SL"6L 69 961 Ls 96 96 SI v "906 6 v9 9"86 666 666 DOTUOJ% 0894 O O A io O OLA ARO O ODO a e ROO a QUO IA) o dibio ESE OLO | d oa O A es AS ODIN o mE) E vob aooadn a “++ **(ODTIJ9J) OJL9TH O Os oJe se] e Oo a cagao Sao *(ooTuRy]sa' QUEJSH A Osona la] 0% te +++ (O9TINYISUI) OTINDLIN OS Ud) ES eS ett + (o9rnidno) 91q0) NOS cerecrete e O A O AO AO O e o A y . . . INOPOS PATA OA A TACA A OCA 0D O 0) OOO 0158104 QUO SS OL PTE solano SO] 9P 2 UION (mo9souJ q 9 ha09soy “yb fin puo7) sommunnb-=0./9919 hi somanb soyua nammb y LAS UNIDADES 243 Máquinas Gramme lipo superior Números e Sa de caca en|de al Precio , de las de pueltas por en : o tasas Em de las mMÁQuinas IS anto amperes en volts kilógramos en irancos 1 UU oO 70 4.300 6.500 » > 375 110 » > » L > 187 210 » > 2 bis 725 470 70 3.330 5.400 » » 300 110 > » » > 150 210 > » 2 800 3590 70 2.320 4.200 » » 225 110 » » >» » Jae 210 » » 3 1.000 230 70 1.250 3.000 > > 150 110 > > » > 15 210 > » 4 bis 1.100 220 d0 1.100 2.400 S > 170 70 > » > » 110 110 » > >» » 0 210 >» » 4 1.200 150 53) 700 1.700 eS » 115 7 » > > » 19 110 > > -» » 40 210 2 » 1) 1.400 80 519) 445 900 944 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Máquinas Edison construidas en Paris por la sociedad Edison A AAA AAA - _ OOO Á OE 4=A< 490 1 200 100 13 1 200 15 » 1 045 1 600 200 26 1 000 150 > 1 520 2 900 300 40 900 225 > 2 670 3 900 400 92 800 300 > 3 310 5 300 500 66 700 400 » 4 370 7 200 Máquinas Brusch construidas en Londres por la Anglo-American Brusch Electric Light Corporation para las aplicaciones de la luz de arco Número Tipo A ce aca Velocidad Precio bujías fr. 4 ze 3 1 100 2 000 41 4 6 1 250 2 500 5 6 7 900 3 000 51 10 10 1 000 4 250 6 alo, 13 1 000 5 250 7 16 17 850 6 750 11 25 2 900 8 150 8 40 42 800 13 750 8l 60 5. 850 15 000 Dinamos Thomson-Houston, construidas en los Estados Unidos Diferencia Designación ; da Intensidad de potencial Peso total Precio : v a máxima ul de los tipos ue ue S en amperes los turni en kilóg. en francos $ en los tornillos > por minuto E OTES Número 1 250 ! 150 1 000 400 950 500 900 600 850 800 850 900 850 ) 1 000 850 1 200 850 1 500 820 2 500 G E G H I J K L M P LAS UNIDADES A 245 Dinamos Stanley (diferencia de potencial de 1000 á 1100 volts) Número Número Pozo Tipos de lámparas de 16 de vueltas por e bujías minuto IS INSI 600 1.650 2.250 2 2.300 1.650 3.400 3 3.400 1.175 6.000 FF opi Fuerzas electro-motrices de las pilas hidro-eléctricas. Elementos patrones, á 159 ID o Doa do Doo aa on e/ebo volts. NE Thomson. Solución saturada de sulfato de zinc....... E E : e Solución semi-saturada de sulfato de cobre........ y > COUNT ooo oo ones A oo o a a a SOON e Clare Sultatodezuco add a 1,435 Sulfato de mercurio past0S0 ... <<... co... ...... MERO e a NN ER A O o OS Lic amalgamado a A ol Solución de salame | 1 46 Bióxido de manganeso y CarbóL..... «20... ...... AMONIO ce cobovo convoc hee bpauanodas ACACIA ia Solución saturada de sulfato de CODTe............. ..oo e... ... AUN EAU oo vola do ao ab aa ala a ico sultunco E 12 agua IE ACI ORAZÓNICO dumante:.. A ZE IMA AmadO ais o Aa lolo acido rs ulfúrco 12 a Acido trazó tico densidad 1 LMC ad 12 bicromato de potasio - 25 ácido sulfúrico + 100 AS ES a CA PA A A ls 9,01 9/46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Acumuladores Philippart CORRIENTE NORMAL isación s Ex Capacidad in let PESOAGO Lal e de los tipos total A la carga Ala descarga | | amperes amperes kilógramos ámperes-hora francos 5 10 7 95 10 A 13 40 15 25 | 20 60 20 30 30 : 70 30 45 45 90 40 60 60 105 60 90 85 - 150 80 110 190 130 235 200 : 350 360 ) 470 S S 0 il 9 3 4 5 6 7 8 9 Acumuladores Gadot CORRIENTE NORMAL Tipos qeSY Peso total A OA IA | Ce pacidlal Precio de las placas total a A la carga |Ala descarga amperes amperes-hora Designación de los focos ASP ao Siemens (corrientes alternativas).... Siemens (corrientes alternativas).... Siemens (corrientes continuas)...... GAME: +... ......... O IO DOMO ......+. o. ..0.... ... +... ..... Thomson-Rice.... 6mm . Jablochkoff 4mm . LAS UNIDADES Reguladores y bujías. Diferencia Intensidad de potencial | Intensidad 1 RS as del 3: carcels foco amperes en volts Reguladores 250 70 24 40 45» JUL de 80 á 100 45 22 40 20 10 30 50) 6 150 0 1) 300 0 25 120 45 6 200 45 10 150 30 19 45 510) 7 20 45 4 0 65 4 100 65 8 250 65 16 35 43 3) 100 43 9 150 45 68 250 50 10 Bujias 45 42 8 90 | 45 | 13,5 247 Trabajo : : eléctrico Irabajo absorbido absorbido por el foco pOBnS la en kilogra- | "94WMa en Metros caballos | 168 2 112 | 49 3l4 99 1,12 50 3/4 30 3/4 60 1, 12 120 3 27 ] 45 1,19 5) 2 35 1 18 17 % 3/4 59 1, 14 104 2 29 1/2 39 3/4 31 1/2 50 3J4 33,6 H 60,75 1. 12 Lámpara Edison que debe funcionar d 100 volts Diferencia de potencial en volts 100 101 102 103 104 105 95 96 * Sl 98 99 Duración de la lámpara 35995 horas SL 2135 1645 -—- 1277 1000 785 601 AT 315 284 248 il Designación de las lámparas Tipos ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA [Intensidad luminosa en bujías 32 16 10 16 8 12 á 16 Poder iluminante en bujías 10 10 10 16 16 16 32 32 50 50 10 10 10 16 16 16 32 32 50 50 Lámparas Edison Diferencia de potencial en los tornillos en volts 90 á 115 Intensidad aproximativa en ampeéeres Lámparas Swan Diferencia de potencial en los tornillos en volts, 100 50 25 100 Intensidad aproximativa en amperes 0.40 0.80 3.60 0.64 0.98 2 ls 2.56 2.00 4.00 0.30 0.60 1.20 0.48 0.74 0.96 0.96 1192 1.50 3.00 ARGENTINA Resistenci en caliente en ohms. Resistencia en caliente en olms. 250 63 16 156 66 39 78 20 50 13 333 83 21 208 88 52 104 26 67 ¡y Número de lámparas por caballo suministrado ála máquina Número de lámparas por caballo suministrado ala máquina Tipos pS] VBOovYr>ooDoo 1D» Poder iluminante en bujías Poder iluminante en bujías LAS UNIDADES Lámparas Gérard Diferencia de potencial en los tornillos en volts Numero de volts Intensidad aproximativa en amperes O ROO) MY E NN SO) en caliente en olims Intensidad aproximativa en amperes DORADA HS OuonnIe RO HU N PANAS S So WOSVYNOoaum- oO OS se. e Ss Resistencia Energía eléctrica absorbida por lámpara en watts 36 44 83 Resistencia en caliente en ohms NS) 5 19) ] (40) SS S Ro o ES RoOOoR o A Sr 1D)I1> 0 wo IADDOWIO 9 pre io) Número de lámparas por caballo suministrado á la máquina Número de lámparas por caballo eléctrico RrRRr?wyNowo Or OD H wW0O0OOHRH Oo INS AS 00.09 A (de) O QU Oo os” w.00000000 19 Qi S ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lámparas Siemens hermanos (tipos corrientes) Números Volts Amperes a ll 45 2,3 16 bujías 9 45 2.7 0 3 45 30 a 4 45 3.3 30 — Lámparas Siemens y Halske (tipos nuevos) Intensidad Resistencia Números Volts APS luminosa en caliente en ohms a 25 0,77 5 bujías 32,1 1 50 0,55 e 91,0 2 100 0,39 10 — 256,0 2 65 0,54 10 — 120,0 4 120 0,50 l6 — 240,0 100 0.53 16 — 189,0 65 0,77 l6 — 84,4 1,06 1 O 0,75 23 — 160,0 0,77 25. — 130,0 17 Bi 55,5 1,12 35 pe 89,3 150 d0 — 66,6 Intensidad luminosa en función del trabajo gastado en las lámpa- ras de iancandescencra: L intensidad luminosa en bujías; O el trabajo gastado en la lámpara en watts. Se tiene, L=a2aQ>+0" donde a y f tienen los valores dados en el cuadro siguiente : 9 Qt pe LAS UNIDADES Lámpara SA A — 0.02778 0.0001164 —= A E ES — 0.02434 1196 — E E cal — 0.00793 676 — Mateo od — 0.0280 632 — IS A — 0.0358 284 — A A Ed Se —= 0:0190 322 — es a o AN — 0.0130 512 = UE NE Al ANA — 0.0153 523 = A A a — 0.0052 465 = (Miri A FRAN E = (DON 254 SS OR A io e = (00215 299 — Mo rs o — 0.0414 A7O — A A ae — 0.0236 449 — Vides NA NA A + 0.0050 342 A A A e + 0.0472 215 WED. LO MI A + 0.0297 930 SINE, 1 A A = 0.0156 252 A e MS + 0.03907 211 CISTiO, Len AiO, AN + 0.0796 196 EVO, A A —- 0.0274 4910 LION E a AA + 0.3173 198 frementeEredrichs oc dea ano — 0.005 2080 ARS A O, LO E IU E O ENS Datos sobre alumbrado Para lámparas de arco se admite que un foco de una intensidad de 800 bujías puede alumbrar una plaza pública de 1200 á 1500 m* de superficie, ó mercados y estaciones de 500 á 600 m*. Lámpa- ras de arco de 500 bugías pueden alumbrar talleres y fábricas de 150 m*. Para obtener una buena repartición de luz, es necesario que una lámpara de incandescencia de 16 bujías no alumbre más de: 8,00 m* cuando está á 2.00 de altura 7,00 » » 2,50 » 6,20 » 5 3,00 , 6,00 » » 3,90 » 5,80 » > 4.00 > 3,60 » » 4.50 S AU > > 5,50 » EDO » » 6,00 » 9252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Mascart ha dado el interesante cuadro siguiente sobre ilumina- ción : | DIMENSIONES NÚMERO DE BUJIAS Número : ÁS E ES de bujías por metro por metro Plano m2 |Volumen m3 MER » horizontal cúbico Sala de los Espejos del Palacio de Versalles ¡OA TORRE 720 9.360. 1.800 2.50 0.19 EOS a do > > 4.000 5.35 0.43 ¡ers ole los potes » » 8.000 JOL3U0) 0.85 Sala de Fiestas de Copiegne EXE UA o2O AA OOOR | ADAL DES Opera de Paris (noches de baile) LOYEB e 672 SO 6.000 83.93 0.8sl SU A 400 9.200 MAA ISO 1.21 ESC pat 330 8.000 4.720 8.90 0.59 Hotel de Ville (Baile de 1888. Paris) Sala de fiestaS......... 1.295 24.000 18.720 | 14.46 0.78 Comedor acia 300 2.460 4.320 14.40 o Salon de verdure...... 165 1,350 720 4.36 0.53 Grandes salones....... 496 4.067 71.560 15.24 1.86 Galería lateral......... 257 3.600 3.600 13.98 0.56 Salon reservado....... 195 1.350 720 4.36 0.53 Teatros (Sala, Paris) 390 5.600 2.470 Alegría 250 4.800 2.360 Comedia francesa 240 3.500 2.340 Palacio Real 90 1.000 1.900 Puerta San Martin 200 3.250 3.200 Renacimiento 96 1.400 1.970 E AENOR LAS UNIDADES 9253 Constantes de las lámparas más usadas Diferencia 0 E Número de AN SEO poIonES Marcas de bugías | Intensidad | potencial A TR Es po LS de la lámpara E AIES O de watts bugía tornillos pa B 8 0.81 48.9 39.6 4.95 A 10 0.42 100 49 4.2 : A 16: 0.74 92.3 68.3 4.27 Edison... . - ñ 16 0-71 100.4 71.3 4.46 A 16 0.66 106 70 4.37 A 32 1.37 108.9 149,2 4.66 A, 16 1.422 36 al 3.2 Ile 16 1.293 39 47.5 2.96 [AS 18 1.20 4] 52.5 9.9 A (bis) 18 1.32 42 55.5 0 | A 18 1.235 43 53 9.95 San ee 15 20 ¿52 46 61 3.05 EPA 20 1.29 48 62 3.10 | E 20 1.34 50 67.5 3.37 D 20 1.23 52 64 3.20 SE 20 1.21 54 65.5 3.27 F 20 1.19 56 67 3.35 ps 50 6 25 150 3.00 O e 10 1.2 33 39.6 4.00 | EA 25 2.5 33 82.5 3.30 Bernstein... — 16 1.2 50 60.0 3.75 BE 100 | 6.00 50 300.0 | 3.00 e 100 | 3.00 100 300.0 3.00 o 200 6.00 100 600.0 3.00 TA 5 0.77 95 19.3 4.00 Es ts 50 m5 | 3.40 gold 10 0.39 100 39.0 3.90 A 10 1.54 65 35.1 3.50 | 1Y 16 0.50 120 60 3.80 IV 16 0.53 100 53 3.30 o Iv 16 | 0.77 65 50 3.10 IV 16 1.0 50 53 3.30 | VI 25 0.75 120 90 3.60 vI 25 0.77 100 77 3.10 VAT 25 EM 65 86 3.40 | VILI 35 1.12 100 112 3.20 | Ni 50 1.50. 1 MEIOO 150 3.00 954 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pilas en telegrafía (Daniel, Callaud, Meidinger, Leclanché).— Con un aparato Morse de mediana resistencia, y sobre un hilo de 4 mm. de diámetro se emplea los siguientes números de elementos Callaud: 12 elementos para una distancia 104 25 kilómetros 16 » » UN 0) > A 25 > » 50 » 100 > A 40 » > 100 » 200 > E 0 » » 200 » 300 » 90 » » 400 » 500 > Distancia entre los postes. — Tensión de los hilos. — Presión del viento. — Intensidad de las corrientes telegráficas. — En los trozos rectilíneos y horizontales, con postes de altura uniforme, la distan- cia entre dos postes consecutivos es de 70á 90 metros y hasta 100 metros donde las condic:ines especiales de humedad aconsejan combatir lo más posiblemente las pérdidas. En las curvas las distancias deben arreglarse como sigue : Lineas de seis hilos Para un radio comprendido entre 100 y 250m... 20m de distancia > » 200 y A00 Mm 20 » » » 400 y 600 m... 30 m » » » 600 y S00m... 33m » » » S00 y 1000m... 40m » » » 1000 y 1500 m... 45m » » » 1500 y 2000 m... 53m » > 2000 arriba ...... 60m » Estas distancias se aumentan de 10 metros cada una si el número de hilos no llega á seis. Entre la flecha f del arco de catenaria según el cual se dispone el hilo entre dos aisladores á la distancia dl, la longitud l del arco, el peso p de un metro del hilo y la tensión T en el vértice de la curva, supuestos los aisladores sobre una misma horizontal, se tiene las relaciones siguientes : DA SE pú ¡=d + q . > E A A LAS UNIDADES MTI y en los puntos de apoyo la tensión T, es DM == ED Si estos dos puntos se encuentran á una diferencia de altura a (medida verticalmente) y se llama x é y las distancias horizontales de los puntos de suspensión á la vertical que pasa por el vértice de la curva se tiene ¡Sn pd? — 2Ta . ye ¿ed pd? + 2Ta poa 2pd A 2pd En este caso f significa la distancia vertical del vértice de la curva al plano horizontal que contiene al punto más bajo; para el otro punto, la distancia análoga será / + a; la f corresponde á la flecha de un arco de catenaria con la cuerda horizontal de longi- tud 20. Como se vé, la tensión T crece al disminuir la flecha por lo cual conviene que ésta no sea demasiado chica; por otra parte, para hacer menos fáciles los contactos eventuales entre las diversas líneas sostenidas por los postes, conviene limitar la flecha y en relación á ella la distancia d. Como regla se puede tener que la máxima tensión soportable por hilos de hierro corresponde á ; de su resistencia absoluta y sea así, en cifras redondas, de 260 kg para hilos del diámetro de 5 mm. 165 » » » 4 mm. 9h » » » 3 min. 65 » » » 2,5 mm. Pueden ser útiles las siguientes tablas de relaciones entre la dis- tancia d y la flecha f. 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA a) Para hilos de hierro de 4 4. 5 milimetros de diámetro FLECHA EN CENTIMETROS SIENDO LA DISTANCIA DE METROS Temperatula | 2 A __—__=== centesimal ES 100 165) 60" 50 40 =- 25 97 55 35 24 16 ¿ = 19 AA 68 47 36 24 bi > Temperatura centesimal + + + + + ( + LAS UNIDADES DM En casos excepcionales, como en la travesía de cursos de agua, valles, etc., la distancia puede aumentarse mucho más allá de los límites indicados y se tiene ejemplos de distancias que llegan á 500 metros, pero con hilos de acero. Las fuerzas que tienden á derribar á los postes y á las líneas tele- gráficas, son la tensión de los hilos y la presión del viento. La magnitud de esta última, que es la principal causa de avería, sobre una superficie plana de área s en metros cuadrados, se cal- cula con la fórmula donde P es la presión en kilógramos y v la velocidad del viento en metros por segundo. Si la superficie herida es cilíndrica, se tiene segun d'Aubuisson 110 = MSDS O* Admitiendo » = 16 resultaría P=3123s P'=291,76s" Con estas fórmulas y con las dimensiones de los postes y de los hilos se puede calcular el esfuerzo á que irán expuestos por parte del viento, y se podrá proporcionar la resistencia de los postes. Intensidad de los corrientes telegráficas. — La corriente de acción es la enviada por la estación que espide medida á la partida; varía entre 12 y 20 miliamperes. La corriente recibida y que actúa efecti- vamente sobre el receptor varía entre 0,70 y 0,20 de la corriente de acción. Velocidad del viento en metros por segundo, y presión ejercida en kilógramos por metro cuadrado . Velocidad Presión Viento fresco conveniente para los molinos........ 7 6 MEMO A o ooo 15 30 TOPE o cod NEO EA eE 24 78 CO EA OOO A e 45 275 ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX ml 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hilos telegráficos de hierro galvanizado Peso específico. 7,79. — Resistencia eléctrica del hilo de 4 mm. de diámetro á 0%c9 ohms Diámetro en milímetros OD HB 0 y IS) —) ES La resistencia de los hilos de acero es igual á 1,28 veces la de los alambres de hierro. por kilómetro. Peso en kilógramos por kilómetro Resistencia á la ruptura kilógramos 785 302 310 196 125 90 Bronce fosforoso. — Bronce silicioso (Lázaro Weiller). Naturaleza del hilo Bronce fosforoso0....... Bronce silicioso (a)... » » (b) eo.» Naturaleza del hilo Bronce silicioso (L, We+- lan (cdas cea oy eel Bronce silicioso (L, We+- MEP) Wessosaeo CASE Bronce cromado (Mou-- CC tala O Conductibilidad cobre puro = 100 30 914799 80 á 90 Hilos telefónicos Conductibilidad cobre puro = 100 Resistencia á la ruptura en kilógramos por mm2 Resistencia á la ruptura por mm? en kilógramos 80 á 85 110 á 115 LAS UNIDADES 959 dl Fórmula del Nontus. — Sea d la longitud de la más pequeña di— visión de una regla. Se toma una longitud de n divisiones d, que será nd Se divide esta longitud en n + 1 partes iguales; llamemos v á la longitud de cada una de estas partes. La longitud n . d medida con las nuevas divisiones v será expresada por (n +41) o y como ésta y n d representan una misma longitud tendremos : n.d=(Mm>+1)o de donde ed nd. E La diferencia entre la longitud de la más pequeña división de la regla y la longitud de una división del nonius ó sea la apreciación del nontus será Llamando « esta diferencia y N el número n + 1 de divisiones del nonius tendremos Si kes el número de orden de la raya de división del nonius que coincide con una raya de división de la regla, la cantidad que se debe agregar á la lectura hecha directamente, para tener el valor exacto será d AR kg Si la más pequeña división de la regla es 1 mm. y 10 es el número de divisiones del nonius, la apreciación será | 2 = ¿mm =0,1 mm y si hubiera sido la raya número 7 la que coincidió con una raya de la regla tendríamos 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Si d=1 mm y N= 20 Sd 0/9 amy N 090 0,5 a = mm = .. mm =0,01 mm. 30 100 ca Si en vez de una regla se tratara de un círculo, se aplicaría la fórmula de una manera análoga. Así, si la más pequeña división del círculo es medio grado ó sea 30 minutos y es 30 el número de divisiones del nonius tendremos ; > EN minutos = 1 minuto. AS Si d es un tercio de grado ó sea 20 minutos ó 1200 segundos, y N es igual á 60, resultará : a — segundos = 20 segundos. Si d =10 minutos = 600 segundos y N = 60 2 = 10 segundos. Si d = 20 minutos = 1200 segundos y N = 40 a = 30 segundos. En los nonius se inscribe números que abrevian la apreciación de la fracción de d. Veamos algunos ejemplos : nonius que apre- a mm, lleva inscritos 25 sobre la 5* raya; 50 sobre la 10*; 75 sobre la 15?, y 100 sobre la 20%. Si la coincidencia se verificara con la raya 8*, por ejemplo, la 5 95 fracción sería 5 >< -=— mm; si con la 15% sería 100 > — 100 ; 5 75 18 <= mm = mm. Si la coincidencia se verificara con la 100 100 LAS UNIDADES 261 S DOS E 7 AU Sol 17* raya es decir dos divisiones más de 15 diríamos 85 109 "M.,con- tando 5 por cada división. En el nonius que aprecia 10 segundos que hemos citado, tiene inscritos 0 en la primera raya; 5 en la 30%, y 10 en la 60*. Si la coincidencia se verifica en la 30* raya se tiene 30 < 10 segundos = 300 segundos = 5 minutos. El nonius está dividido en 60 partes por rayas de tres longitudes. Diez grupos de seis divisiones son obtenidos por las rayas más lar- gas, cada grupo de seis rayas está dividido en dos grupos de á tres por una raya de segunda magnitud y en fin las tres divisiones de cada grupo son hechas por dos rayas de tercera magnitud. Para mayor facilicidad la raya central del nonius, que es una de las que dán lugar á las diez grandes divisiones, es más larga que las otras y es sobre ella que está escrito 3. Supongamos que la coinciden- cia se verificara con la 7* raya larga; como las siete divisiones erandes contienen 42 de las más pequeñas, la fracción buscada sería | 12 <10 segundos = +20 segundos = 7 minutos. El número de una raya de 1* magnitud indica el número de mi- nutos. Si la coincidencia se verificara con la raya de 2* magnitud, que divide "en dos partes iguales al espacio comprendido, por ejemplo, entre la 7% y la 8* raya de primera magnitud, habría 45 pequeñas divisiones y la fracción sería : 5 < 10 segundos = 450 segundos = 7 minutos y 30 segundos. Entónces para hacer una apreciación se contará el número de rayas de 1* magnitud y ese número será el de minutos, después se con- tará 10 segundos por cada pequeña división hasta llegar á la raya de coincidencia. Cuando se va á usar un instrumento con nonius se debe conocer bien á éste para evitar confusiones ó pérdida de tiempo. - Esta nota sobre el nonius la he puesto accediendo al pedido de mis discípulos del Colegio Nacional, y está escrita como para que ellos puedan comprenderla sin esfuerzo. 2692 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA APLICACIONES Accediendo á un justo pedido de mis discípulos voy á extenderme más en aplicaciones de las unidades, escogiendo al efecto casos que interesan en la práctica. Máquinas Eléctricas Adoptaremos la siguiente notación : E fuerza electro-motriz inducida total ; e diferencia de potencial en los tornillos de la máquina ; 2, Intensidad total de la corriente inducida ; 2,, Intensidad de la corriente en los electro-imanes excitados en serie ; 1, Intensidad de la corriente en los electro-imanes excitados en derivación ; I la intensidad de la corriente en la parte exterior del circuito; r, la resistencia del circuito inducido, medida entre las dos es- cobas; ?,, la resistencia del circuito de los electro-imanes excitados en série; r, la resistencia del circuito de los electro-imanes en derivación; R la resistencia de la parte exterior del circuito. 1. Magneto 6 dinamo de excrtación independiente. Tendremos, E poa de donde E=RI >>, lI RI es la diferencia de potencial e; luego E=e + vr, l 3 y ¿ ps P LAS UNIDADES 263 Se midió en una máquina E=Tóv + 0,520. 3a=71, 6v Se ve que e = 150. da = 19V. En otra máquina se tiene e = 88y [=> a. Cuál será R? 2. Dinamos de exertación en serte. Se tiene 1 ll ezo: ESOS NS y a a de donde E = BI + (7, + ?mn) I ó bien E=e+ (7, + 7) 1 E=I[R +7, + ?,] Para cierta dinamo se tiene ra=0,2% 0 1, =0,600 R=1201=150 Cuál será E? E= 154[12 + 0,24 + 0,60] v = 192,6v 3. Dinamo shunt. La máquina es excitada por una derivación de la corriente inducida total. Se tiene observando que el circuito exterior y la derivación son derivaciones de la corriente principal y recordando las fórmulas (a) I=04 4" 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA E E (1 JE y”) (0) MOE EA encontraremos fácilmente la expresión de la fuerza electro-motriz de una dínamo shunt. La fórmula (6) da AP aplicando las (a) y (c) al vaso actual tenemos De ==" + Us DT Romi (d) E = Puta + aca. Ve Tenemos evidentemente e ===: 0 de donde RI R + % y Pa Sustituyendo en el segundo término de la (d) tendremos : (m) E = Tala + RI =€e + Trata La expresión (k) se puede escribir RI , RI 1 1 A ó bien sustituyendo en la (m) se tiene -_ LAS UNIDADES 265 == 0 5 Oh, E -— =] y como se puede escribir sustituyendo en el primer término de la precedente y sacando e 7, fuera de paréntesis se obtiene | A 1165 Er tt y como Mie ext oa I e y luego 21 I 168 por al Para una dínamo shunt se tiene a MZ a 2001 == e 120 Se pide á E y se tiene 1 3,6a 1 E = 120v. 0,250 | === —— =—— | = 144, 9v j 0,250 1200 1,250 z Para una dinamo shunt CEL Brown se tiene Ta = 000807 == 200 1 = 160% ye = Gay ¿Cuál será el valor de E? 1 ¡CO 0,0087 * 63 Y ll o E ba 0.008m | k. Dinamo excitada en serie y corta derivación. La corriente de la armadura se divide en dos derivaciones : la del shunt y la de los electro-imanes que es la misma que circula en la parte exterior. Las fórmulas (a) y (c) nos dán 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de =1 +2, (R =E 1) Ys (7) O TE a Feo) ) =+ Ps Entre las intensidades de las corrientes derivadas y las respec- tivas resistencias se tiene (s) a MS) de donde [| R == mn (0) e Luego =1 14] A Ss sustituyendo en el valor de E tenemos E = Tala + [R + 7))] 1 Reemplazando aquí á 2, resulta a R Yan A +, T[+[R +») 1 y poniendo Pa I [R 5 ol Pa Í A R —- Mn resulta Pe dl 4 É Ca a 2 == [R =- Pel I E =R AN == 1 Haciendo [R —- Peal I =1 se tiene p=E pz ol Supongamos para cierta máquina E' = 109v I = 2%a r, = 0,660, r, = 0,680 AS LAS UNIDADES Se lendrá A — = 4,250 y como ELA 2.1 tendremos: 109y $ == 0,680 = 150% y como dl resultará : Da == tez La fuerza electro-motriz será : 0,66 , 0,66 0,68 Te 4,25 E=102| q 1] r= TEA 267 5. Dinamo excitada en série y larga derivación. En este caso la corriente de la armadura pasa integramente por los electro-.manes como en la dinamo en série y el circuito exterior con el shunt for- man dos derivaciones. Tendremos como antes === 1 E R r, E =- La (a E Ma) =F R>+r, la Dr == 1 E RI dh = — Ys Va ui I Y 5 Ed=La (Pa == Tim) AA 268 “(ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Alumbrado eléctrico En el arco voltaico existe una fuerza contra-electro-motriz debida probablemente á las acciones termo-eléctricas que nacen entre las diversas porciones del arco llevadas á diferentes temperaturas y al trabajo que corresponde á la desagregación y al transporte de las partículas de carbono de uno á otro electrodo, La temperatura del arco es la más alta que se haya llegado á producir; se avalúa en 4500 grados la del arco mismo, en 3000 la del carbón positivo y en 2500 la del carbón negativo. Cuando se trata de una lámpara de incandescencia, entre la di= ferencia de potencial en los tornillos de conexión de la lámpara e, la resistencia e del filamento y la intensidad 2 de la corriente se tiene la relación de donde donde e' es la fuerza contra-electro-motriz del arco, p” la resisten- cia del arco. Se tiene : r se llama la resistencia reducida del arco. Hagamos algunas aplicaciones. 1. Se quiere instalar en serie 17 lámparas Bernstein de 90 bu- jías que necesitan 8,5% y 34v en una línea de 510 m. La resisten OS LAS UNIDADES 269 o y LA r 18 LA e cia del filamento de una lámpara será, según la fórmula r = Pl SAW 8,5 — > Llamando € la resistencia del conductor, e la diferencia de po- tencial en los tornillos de conexión de la máquina y observando que las lámparas presentan una resistencia de 17 < 4w tendremos según la fórmula, E = RI + nrl e=(. 8,52 + 17 < 4 < 8,904 Supongamos que se quiera una sección tal que los 8,54 se repar- tan á razón de 32 por mm”. La tabla de Gaisberg nos dá para la intensidad de 9,42 un diámetro de 2 mm., y una resistencia por me- tro de 0,00528w. La pérdida de carga por metro de conductor será de 0,045 volts y para 510 m. será de 22,95 volts óen números re- dondos 23 volts. j Las lámparas exigen 578 volts (*) lo que dá una pérdida de un 4 %/, La máquina debe ofrecer en sus tornillos una diferencia de poten- cial de e = [23 + 578]v = 601v . La potencia mecánica necesaria se calcula con la fórmula El PS 36h caballos-vapor siendo k el rendimiento eléctrico industrial de Ja dinamo que se quiera adoptar; E la diferencia de potencial e; I la intensidad de la corriente. [*) Potencia mecánica absorbida por un aparato eléctrico. Siendo I la inten- sidad de la corridnte en « que atraviesa el aparato, y E la diferencia de potencial en los tornillos en V, la potencia absorbida tiene por valor Elw = —=- Bin: s Esta fórmula sirve para calcular la potencia absorbida por un foco de luz eléc trica, un motor, una resistencia, etc. Espresando la potencia en caballos-motor se tiene El El 736 caballos-vapor; 746 g horse- -power. 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 2. Se quiere instalar en serie 10 lámparas de arco Brush de 45 volts y 6 amperes en una línea de 2000 m. La diferencia de potencial e será e=(.6. +10 <45v =C . 6a + 4£50v. Como el máximo de pérdida de carga no debe pasar de 10 %/., y la tabla de Gaisberg nos da según el número de la 5* columna una pérdida de carga de 34 volts en 2000 m. de conductor, y la 7* nos daría 66 volts, tomaremos la por mm*. En la 4* columna tenemos para la intensidad de 7,1x, que se aproxima á 64 y en la 1* colum- na un diámetro de 3 mm., en la tercera una resistencia por metro de 0.00235wv. Adoptando ese diámetro la pérdida de carga será 0,00233 >< 2000 >< 6v = 28,2v La pérdida de carga es como se vé la diferencia de potencial que habría que mantener en los tornillos de la fuente si se supri- miera las lámparas y debiera circular una corriente del número de amperes dado. Si quisieramos realmente una pérdida de carga de 10 %/,, haría- mos este cálculo 400 == 000% 45 == == 000 que representa una resistencia por metro de 7,50 e 2000 = 0,003750 y sabiendo que un hilo de 1 m. y 1 mm* tiene una resistencia de 0,0166w, llamando s la sección buscada tendremos s 0.01660 ssQUAL 1 = 0,00375 = 4, 44mm Buscando la sección de los hilos que figuran en la tabla, que se aproxima á esta, hallamos 4,91 y el diámetro correspondiente LAS UNIDADES 9271 2,5 mm. En el primer ejempio, con la intensidad establecimos el diámetro y dedujimos la pérdida de carga. Ahora hemos estable- cido la pérdida de carga y hemos deducido el diámetro. Adoptando la pérdida de 28,2v la diferencia e será e = 418,2v 3. Para concluir con estas aplicaciones sobre alumbrado eléc- trico, ocupemonos de una instalación de lámparas de incandes- cencia montadas en derivación. Tratemos primeramente la cuestión de una manera general y en seguida en un caso determinado. De los polos A y A” de una dinamo parten dos conductores AB y A'B” cuyos extremos están aislados. Sobre esta canalización van montados en derivación n ramales que á su vez llevan cada uno cierto número de lámparas en derivación. Cada ramal necesita una corriente cuya intensidad llamaremos y... Sean e, e. p3-.. e las resistencias del doble conductor (ida y vuelta) comprendidas entre el origen y los puntos de arranque 1, 2, 3...nde los n ramales. Observemos que cada doble trecho comprendido entre dos ramales consecutivos necesita una corriente cuya intensidad es la suma de las intensidades y.. exigidas por cada ramal de los restantes hasta el fin de la línea considerada. Llamando Ae la pérdida de carga entre el origen y el último ramal tendremos : de = q Mi Y UA) Al Y YU UA) E (3 — Pa) ( 0 ar Ye Ae bo 32 Ya) == Eo 1) Ya ó bien Ae = 2141 > eY2 + eY3 1-0. 5 paYas la expresión de esta pérdida de carga es análoga á la que da á la suma de los momentos de varias fuerzas paralelas con relación á un punto, y su valor puede ser determinado gráficamente. Al efecto tomemos sobre el eje de abscisas longitudes 2%, %: %jz . . %, pro- porcionales á las resistencias p, pe p3 - - - pn del doble conductor comprendidas entre el origen y cada ramal. Sobre el eje de orde- nadas llevemos longitudes proporcionales á las intensidades de las M2 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA corrientes suministradas á los ramales 1.2.3. ..n.Sea A el origen y AB el eje de abscisas contada de izquierda á derecha y Ab el eje de ordenadas contadas del origen hácia abajo. Sea b el punto extremo á que se llega cuanto se va sumando las intensidades sobre el eje de ordenadas. Por 5 tracemos una paralela al eje de abscisas AB dirigida en el sentido de este y construyamos el polígono funicular relativo al punto P tomado sobre esta paralela. La ordenada de uno cual- quiera de los vértices de este polígono dará, en la escala de la figura, la pérdida de carga total entre el origen y este punto. Si la figura está hecha en la escala de «mm. por 1 ampere y v mm. por 1 ohm y se quiere adoptar la escala dev mm. por 1 volt, la abs- cisa X del polo P será determinada por la condición xXx == V Calculemos ahora una pequeña instalación hecha con lámparas Edison de 100 v 0,55 « y 181,8 w. Nos serviremos de la tabla saca- da del Manual de Gaisberg. A 30 m. de la máquina hay la derivación 1 que lleva en su estremo una araña con + lámparas ; á 10 m. de la derivación 1 viene la 2 que lleva también una araña con 4 lámpa- ras; á 10 m. más adelante la 3 que lleva una araña con 4 lámparas vá 13m. de la 3 termina la línea principal con una araña de 6 lámparas. Los ramales tienen una longitud de 10 m. ida y vuelta. Las lámparas más distantes de la máquina son las de la araña de 6 lámparas, que dista 63 m. de la máquina. Vamos á determinar el diámetro de los conductores y la pérdida decarga entre la máquina y la lámpara más lejana de esta. Dispondremos el cálculo como Sigue : Número Resisten- Diámetro Longitud ej AN y ue Intensidad , Resistencia E cia total Pérdida de carga lámpa- ; del S del del ras que a trecho Do- trecho "ecl Eonel Des corriente metro O trecho doble alimenta doble doble doble Trecho 0 —1 18 18X0,55%=9,9% 3,5mm 0,00173%2 60m 0,1040 9,90,101v=1,030v Trecho 1—2 14 14x0,55%=7,T% 3,5mm 0,00173w%— 20m 0,035 7,7Xx0,03950=0,269 e qe se e y » O E A Al AA ES FO A LAS UNIDADES MS Trecho 2--3 10 10X0,99%:=5,9% “3mm 0,00235% 20m 0,047 5,5X0,047v=0,258v Trecho final 6 6X0,55:=3,3% 2,5mm 0,00338. 30m 0,101 3,3X<0,1010=0,3330 Pérdidas de carga hasta la lámpara más lejadd............o..... 1,890 Los ramales deben dejar pasar una corriente de + < 0, dde = 9,30 y deberán tener por consiguiente un diámetro de 2 mm. A los hilos que llevan á las lámparas se les dará un diámetro de 1 mm. La diferencia de potencial en los tornillos de la máquina deberá ser de 101,9v. Si admitimos para la dinamo un rendimiezto de 0,81, la fórmula El == 7361 cab. -vap. nos dará 101,9 < 9,9 cab.-vap. de 736 < 0,81. = 1, 1.Cab.-vap:. Cuando empecé á escribir para las Anales de la Sociedad Crenti- fica Argentina sobre el interesante asunto de las Unidades, no pensé dar á la cuestión en sí, y á las aplicaciones el desarrollo que han recibido. Los discípulos de la Facultad de Ciencias y del Colegio Nacional que son los verdaderos interesados, me pidieron que es- eribiera algunas notas que me indicaron y que les ofreciera mayor número de tablas y datos que las que consigné primeramente á la imprenta. Por esto es que figura un número tan considerable de tablas. Sólo me resta desear á los jóvenes lectores que les sea provechoso este trabajo. MANUEL B, BAHIA. ANAL, SOC. CIENT. ARG, T. XXX 18 REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI /“Continuacion) N* 16. Ensayos sobre esplotacion de minas. Memoria presentada a la Sociedad Cientifica Argentina por E. Mueseler. (Fojas 90-103). Manuscrito original de trece páginas, inédito. El autor desarro- lla más bien un ensayo geológico que un ensayo de esplotacion de minas. Presenta el objeto general é importancia de la geología so- bre todo en nuestro país por lo mismo que es desconocido en este carácter. En la última parte, clasifica detalladamente los sistemas y terrenos geológicos, como la principal base para la investigacion de los parajes donde debe buscarse un mineral. No 17. Carta del señor Carenou al Presidente. (Foja 104). —= Esta comunicación contesta á la dirijida por el Presidente, Sr. Pico, al ingeniero Carenou, acompañando los proyectos de sondaje y pozo artesiano artificial del Sr. Bovio, y de los cuales hemos dado cuenta en el n* 2. El documento dice así : « Buenos Aires, Febrero 23 de 1873, « Al Señor Don Pedro Pico, Presidente de la Sociedad Crentifica Argentina. « Señor de toda mi consideracion : Despues de haberme enterado en todo lo posible de las descripciones y de los dibujos adjuntos, creo que no podía ser tomada á su respecto una resolucion más acertada, que la de que Vd. ha tenido á bien informarme por su carta del 21 del corriente. « Por el primer proyecto, en efecto, se comprende casi suficien- temente el método propuesto, el cual trae luego á la memoria, por REVISTA DEL ARCHIVO 9275 una parte, la masa Norton (Abyssinmian Wells), y por la otra la muy curiosa Sonnette a poudre 4 canon, imaginada por Shaw, de Filadel- fia, y descrita por Debauve, Manuel de Uingémeur mécanique, pági- na 751 ; á tales títulos, dicho propuesto método participaría de las ventajas y de los inconvenientes de los mencionados aparatos. « En cuanto al segundo proyecto no he podido concebir ninguna de las esplicaciones dadas. « Sintiendo que el estado de mi salud me impida demasiado á menudo la asistencia á las reuniones de la calle Perú ; me suscribo de Vd. y de mis colegas atento y S. $. « Eduardo Carenou. » N” 48. Comunicacion del señor J. M. Leguizamon ofreciendo su concurso para los Anales. (Foja 105)... N* 49. Nota del señor Juan Ramorino poniéndose ú4 la órden de la Sociedad al emprender un viaje 4 Europa. (Foja 106). N* 20. E. S. Zeballos y Walter F. Reid sobre una escursion ú las costas argentinas cercanas 4 Martin Garcia. (Foja 107). Buenos Aires, 8 de Marzo de 1876, Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. Habiendo recorrido uno de nosotros durante un viaje rápido de esploracion, las costas argentinas cercanas á Martin Garcia, ha po- dido cerciorarse de la abundancia de objetos de Historia Natural, útiles para enriquecer museos, y valiosísimos para el estudio de las razas que han poblado la América prelustórica. Terrenos poco ó nada esplorados, especialmente en estos últimos tiempos, ofrecen grandes atractivos á los estudiosos que persiguen la solucion de problemas importantes, por los cuales tanto ha hecho ya la Sociedad Científica Argentina. Los que suscriben, dispuestos á aprovechar los próximos dias feriados, en una escursion de la que se pueden obtener algunos objetos para nuestro museo, que ya empieza á tomar importancia, á la vez que ansiosos de reunir datos para complementar estudios 976 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que hemos emprendido y que á su terminacion presentaremos á la Sociedad, ocurrimos á la Comision Directiva, solicitando su coope- ración moral para esta empresa. Necesitamos, que interponiendo ella su influencia ante la Capi- tanía del Puerto, consiga que se nos facilite uno de los pequeños vaporcitos del servicio del muelle, á fin de poder llegar á los puntos que nos proponemos visitar por dos ó tres dias. Siendo esto de interés general, creemos que la Comision nos ayudará, pues no nos encontramos en condiciones de sufragar el gasto que un vaporcito mercante exigiría. Omitimos otras razones que daremos verbalmente á la Comision y esperamos ser atendidos satisfactoriamente. Saludan á los s señores sócios y al señor estuenie Estanislao S. Zeballos. — Walter F. Rerd. N* 24. Dosnotas del Sr. Walter F. Rewd renunciando de los pues- los de Director anterio del Museo y de miembro de la Junta Direc- tiva, al ausentarse para Europa. (Fojas 108-109). N* 22. Remision de objetos pertenecientes á los andros Calcha- quies, por el Sr. Juan Martín Leguizamon. (Fojas 110-415). — El espediente consta de un telegrama y dos notas fechadas en Salta. El Sr. Leguizamon envía para el Museo de la Sociedad, algunos objetos pertenecientes á los indios Calchaquíes en épocas anterio- res á la conquista. Reproducimos aquí la nota aún cuado haya sido ya publi- cada : : « Salta, Marzo 19 de 1876. « Señor Don Pedro Pico, Presidente de la Sociedad Cientifica Ar- gentina. « Distinguido compatriota : La marcha á esa ciudad de los inge- nieros Sres. Christiernson y Allehurch me proporciona el placer de dirijirme á Vd. con el objeto de remitirle con destino al Museo de esa Sociedad algunos objetos pertenecientes á los indios Calcha- quíes, de una época anterior á la conquista. E ST o a A e E REVISTA DEL ARCHIVO TT « Los sitios y los sepulcros donde muchos de ellos han sido en- contrados, te autorizan para suponer, que quizá algunos de estos objetos han pertenecido á los indios peruanos, que acaudillados por el Inca X Yupanqui, estendieron los dominios de los hujos del sol hasta el Rio del Maulle, en Chile, por la parte del 'sud y por la del norte, ciento cuarenta leguas, siguiendo la costa desde Chin- cha hasta Chimo. « Es muy posible que el estudio y análisis científico de los obje- tos indicados, pueda guiarnos á la averiguacion de la verdad res- pecto á este punto de la primitiva historia americana, que presenta aún bastante oscuridad. « Los objetos que envío, son : « Un pito Ó pipa de barro cocido que los indios usaban como símbolo de paz y que supongo sea una obra de arte de los indios peruanos. « Una hacha de cobre, que por su construccion debe pertenecer á los mismos, en una época primitiva como puede verse en los di- bujos que trae la obra titulada Recuerdos de la monarquía peruana ó Bosquejo de la historia de los Incas, por Justo Sahnaranra, Inca. « Un topo ó gran alfiler de cobre, que debió ser galvanizado con oro, lo que prueba la antigúedad y generalidad de este procedi- miento químico que perfeccionó Sorel en la primera mitad del presente siglo. Esta circunstancia, unida á los grabados que con- tiene este topo, hacen presumir que él debió pertenecer en su orígen á una persona de distincion. « Una muyuna ó tortero de piedra. « Unas cuentas pequeñas de malaguitas que las indias usaban en collares y brazeletes. «Todos estos objetos han sido encontrados en antiguos sepul- eros, situados al pié de la cordillera de Yncahuasi y por donde el ya mencionado Inca Yupanquí pasó al frente de un gran ejército á la conquista de Chile. Los sepulcros de donde fueron estrai- dos estos objetos, se parecen mucho á las necrópolis perua- nas. « Remito además : « Un pedazo de un topo de plata. « Una pequeña piedra que tiene un ojo grabado y que servía á los indios de amuleto. « Una bola de piedra ó bola perdida. 2718 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « Un yuro ó botella de barro cocido. « Una amontta encontrada en Caracoles. « Una dendrita de cobre nativo hallada en Antofagasta. « Una chospa ó bolsa de lana de los indios yunqueños: « Y finalmente una masa de piedra de 60 centímetros de largo. « Sidel exámen ó análisis de estos objetos resultase algo de in- teresante, me permito suplicar á Vd. se sirva comunicárselo al Sr. Paul Broca, director de la Revista de Antropologia en Paris. « Deseando que estos objetos puedan servir para aumentar la coleccion del Museo de la Sociedad Científica Argentina, tengo sumo gusto en saludar nuevamente á Vd. y en repetirme de Vd. muy atento compatriota y servidor. «OQ. B.S. M. «Juan Martín Leguizamon. » No 23. Congreso Internacional de Americamstas. (Fojas 116- 121). — Se lee una nota del Sr. Vicente G. Quesada acompañando los programas para el Congreso internacional, que debía reunirse en Luxemburgo, del 10 al 13 de Setiembre de 1877. Los delegados para la República Argentina eran los Sres. Que- sada y Juan M. Gutierrez. N* 24. Una nota de la Capitania Central de Puertos poniendo un vapor d las órdenes de la Sociedad, para una escursion científica. (Foja 122). N' 25. Dos comunicaciones cambiadas entre las Comisiones Dvrec- tiva y Redactora sobre mejor organizacion en la publicacion de los Anales. (Fojas 123-124). No 26. Cuadro demostrativo del estado de los Anales, presentado por la Comision Redactora al tercer mes de la publicacion. (Fojas 125-126). N* 27. El Dr. D. Florentino Ameghino remite ú la Socredad una E ÍH y o 5 A e memoria sobre el hombre cuaternario argentino. (Foja 127). — No se conserva nada sobre este asunlo. N* 28. El hierro oligisto de San Luis. Memoria presentada á la Sociedad Científica Argentina, por Miguel Purggari. (Fojas 128- REVISTA DEL ARCHIVO 979 133). — Manuscrito original de siete páginas, publicado en el to- mo Ide los Anales, páginas 263 y siguientes. Hay tambien una nota del ministro del interior, Dr. Simon Iriondo, comunicando que de acuerdo con la indicacion de la Sociedad, se ha pasado dicha me- moria á estudio del departamento de Ingenieros. N' 29. Expediente sobre la adquisicion de un local comun para diferentes sociedades cientificas é industriales. (Fojas 134-143). — En Mayo de 1876, la Sociedad nombró en comision lo3 sócios D. José M. Lagos y D. José P. de Guerrico para que estudiaran el mejor modo de adquirir, para la institucion, un local adecuado á sus fines; despues de algun tiempo se adoptó el temperamento de invitará todas las sociedades científicas, literarias é industria- les de la Capital, para que concurrieran á dar forma práctica á la idea de conseguir un local comun para todas ellas. Con fecha 28 de Agosto, se pasó una circular á aquellas corpo- raciones, respondiendo favorablemente á la invitacion : la Sociedad Rural Argentina, la Asociacion Médica Bonaerense, la Academia Argentina de Ciencias, Letras y Artes de Buenos Aires, el Club Industrial, el Circulo Científico Literario y la Sociedad de Farmacia Nacional Argentina. Existen en el archivo las comunicaciones recibidas de estas ins- tituciones, como asímismo la designacion de delegados por cada - una de ellas. Esta idea no tuvo un resultado práctico; más tarde volviose á suscitar el mismo asunto y lo encontraremos en un documento posterior. N?* 30. Comunicacion del Sr. Gabriel d'Amata, sometiendo « juicio de la Sociedad su obra sobre «Disertaciones Económicas ». (Foja 144). N* 31. Comunicacion del Sr. Cárlos Olivera aceptando el puesto de vocal de la Junta Directiva. (Foja 145). N* 32. Comumcacion del Dr. Cárlos Berg aceptando el puesto de Director intermo del Museo de la Sociedad Cientifica Argentina. (Foja 146). N* 33. Dos notas del Club Industrial soltertando el concurso de la Sociedad para su primer Exposicion Industrial del 15 de Dicrembre de 1876 (Fojas 147-148). 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA N' 34. Observaciones meteorológicas en Bahía Blanca, por Felipe Carontt. (Fojas 149-151). — Publicadas en el tomo Il de los Ana- les, páginas 25 y siguientes. N* 35. Comunicaciones del ingeniero Juan Pirovano, sobre la 1dea de aumentar las colecciones del archivo de la Sociedad, (Foja 152). N* 36. Documentos sobre un banquete dado por la Sociedad al Dr. Francisco P. Moreno, ú su regreso de laexploracion 4 Patagoma. (Fojas 153-155). No? 37. Nota del Ministerio de Justicia, Culto é Instruccion Pú- blica, sobre subvencion á la Socredad. (Foja 156). N? 38. Renuncia del Dr. Franeisso P. Moreno de director del Museo de la Sociedad Cientifica Argentina. (Foja 157). N? 39. Visita d la fábrica de chocolate del Sr. Pedro Seminario. Informes. (Fojas 158-169). — Manuscrito original de veintiuna pá- ginas, fué la tercera visita en este año. El informe fué redactado por el Dr. Miguel Puiggari y está publicado en el tomo II de los Anales, página 151 y siguientes. N* 40. Nota de la Sociedad Rural Argentina aceptando recapro- cidad en el uso delas Bibliotecas de ambas instituciones (Foja 170). N* 41. Balance de la Caja de la Sociedad Cientifica ara al 15 de Julio de 1876. (Fojas 171-174). N* 42. Comunicacion del Sr. J. A. Villalonga, entregando, arre- glados los lvbros de contabilidad de la Sociedad Crentifica Argentina. (Foja 175). N* 43. El Sr. Pablo Neumayer reclamando como de su propiedad un plano sobre casas económicas presentado 4 la Sociedad Cientifica Argentina. (Foja 176). REVISTA DEL ARCHIVO 281 S VI Concurso y Exposicion de 1376 (Libro 11 del Archivo) N* 44. Concurso de 1876. Programas. (Fojas 177-181).— El con- curso de este año fué indudablemente el más importante que haya celebrado la Sociedad, comprendía en su programa ocho temas diversos á saber : | TI. Condiciones técnicas y económicas á que debe satisfacer la red de ferro-carriles de la República Argentina; Il. Determinar el mejor sistema para la construccion de las car- reteras generales; HIT. Sistema más ventajoso y económico para la irrigacion de los terrenos destinados á la agricultura; IV. Sistemas económicos de habitaciones para obreros en Buenos Álres; V. Cuál es el mejor sistema para utilizar las materias fecales y aguas servidas de las cloacas de Buenos Aires, sin perjuicio de la higiene; VI. Memoria sobre la explotacion de las minas en la República Argentina; VIT. Estudio geológico sobre la Provincia de Buenos Aires; VII. Memoria sobre las mejoras de la navegacion interior. No 45. Concurso e 1876. Memorias presentadas. (Fojas 182-557). — He aquí la nómina de las memorias, cuyos originales existen archivados : 1. Condiciones técnicas y económicas de los ferro-carriles de la República Argentina. Lema : Dedícase este trabajo á la Sociedad Científica Argentina. Manuscrito original de noventa y tres páginas. 2. Ensayo de un estudio de los terrenos de trasporte cuaternarios de la Provincia de Buenos Aires, presentado al concurso de la So- ciedad Científica Argentina. Manuscrito original de ciento veinte páginas. 982 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3. Estudio geológico sobre la Provincia de Buenos Aires. Lema. Estudioso. ; Manuscrito de ciento sesenta páginas. 4. Condiciones económicas y técnicas 4 que debe satisfacer la red de ferro-carriles de la República Argentina. Lema : Laudari á Lau- dato. Manuscrito de ochenta y cinco páginas. 5. Memoria critica sobre los proyectos de puerto para Buenos Agres. Comprende una esposicion y crítica sobre los siguientes puntos : Puerto del Tuyú, Rio Salado, de Buenos Aires (varios) y de San Pedro. Es un manuscrito de ochenta y cinco páginas y seis planos. N” 46. Concurso de 1876. Comunicaciones é mformes de los juris. (Fojas 558-567.) — Van aquí estos documentos. «Buenos Aires, Junio 23 de 1876. « Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina : «Los infrascritos nombrados por la Comision Directiva para dic- taminar sobre las memorias que se presentasen al concurso de este año, relativo á las condiciones técnicas y económicas á que deben satisfacer la red de ferro-carriles de la República han estudiado las dos que se sometieron á su exámen con toda la atencion que tan importante cuestion merece. «De las dos memorias presentadas, solo una está en las condi- ciones del concurso y es la que tiene por lema : Dedicase este tra= bajo 4 la Socredad Cientifica Argentina. «Este trabajo abraza, en efecto, todos los puntos importantes de la cuestion. « Las ideas emitidas por su autor en los capítalos 1% y 2% son buenas, y están espuestas con claridad ; estudia las condiciones de la red futura de ferro-carriles de la República, tomando por base la parte ya construida. Hace resaltar los inconvenientes que traería la ejecucion de la Ley Nacional de Noviembre de 1876, y concluye proponiendo el mejor camino á seguir, respecto á las diferentes trochas adoptadas hasta hoy en los ferro-carriles nacionales. Mues- > 7 | As a REVISTA DEL ARCHIVO 283 tra tambien bastante estudio sobre las condiciones del país y la esplotacion de sus líneas férreas. « El capítulo 5% que trata de las obras de fábricas, vía perma-= nente y empleo de los materiales del país para su construccion es tambien bastante interesante. «En los capítulos 4*, 6? y 9” hay tambien buenas ideas que puestas en práctica han de salvar muchos de los inconvenientes que hoy se notan en los ferro-carriles existentes y en la ejecucion de los que ha contratado la Nacion en estos últimos años. « Es sensible que en el resto de la obra su autor haya tratado de una manera demasiado general los diferentes puntos que abraza, sobre todo en la parte que se refiere á las concesiones y los auxi- lios ó subvenciones que los gobiernos acuerdan ó deben acordar para que pueda construirse la red de ferro-carriles propuesta. «Si bien á juicio de los infrascritos esta memoria no puede obte- ner el primer premio, merece al menos una mencion honorífica en atencion á las razones antes espuestas. «En cuanto á la otra memoria que tiene por lema : Laudari á Laudato, no llena en manera alguna el objeto á que su autor la destina, y no debe por lo tanto ser tomada en consideracion. « Dios guarde al Señor Presidente. «G. Villanueva. — Cárlos Stegman. — Augusto Ringuelel. » « Buenos Aires, Junio 28 de 1876. «Al Señor Presidente de la Sociedail Cientifica Argentina, D. Pedro Pico. « Los que suscriben, miembros del jurado encargado de dicta- minar respecto de las memorias presentadas sobre el tema V tienen el honor de informar á Vd. acerca de su cometido. «Dos son las memorias presentadas, una sin lema alguno y otra, con el de : Estudroso. « La primera seocupa de los terrenos cuaternarios, y queda por su solo título escluida del tema propuesto, que pide terminante- mante un estudio geológico de la Provincia de Buenos Aires. Sim 984 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA embargo, á pesar de no llenar las condiciones requeridas, la Co- mision se ha impuesto de ella. «El autor, despues de una introduccion en la que se desarrollan ideas generales sobre la geología, entra en el estudio de la forma- cion pampeana, exponiendo muchas hipótesis propias, que no están del todo conformes con los progresos de la ciencia actual, y en cuya discusion sería largo é inoficioso estendernos; luego trata de los organismos contenidos en dicha formacion. Esta es la parte más dificiente del trabajo; los recogidos y descritos por los naturalistas constituyen un catálogo de hechos que no parecen ser conocidos su- ficientemente por el autor de la memoria, ólos descuida guiado por sus ideas y presuntos descubrimientos. « Solo nos basta citar en confirmacion de lo anterior, que el au- tor da como un hecho, la existencia del hombre fósil en la pampa, cuestion aún no resuelta por ningun observador concienzudo. «La parte 3? y 4* trata de la cronología paleontológica y de la antiguedad de la formacion pampeana, en la que muestra el autor ideas completamente contrarias á las emitidas hasta hoy por geólo- gos eminentes ; ny trepidando la comision en calificar de dispara- tados los cálculos que contiene esta memoria sobre el tiempo que ha debido trascurrir para la formacion del terreno que contiene los erandes mamiferos extinguidos. « Aconsejamos pues á la Sociedad el archivo de la memoria titu- lada : Ensayos de un estudio de los terrenos de trasporte cuaternari0s de la Província de Buenos Atres. « La segunda memoria se títula : Estudio geológico sobre la Pro- vmcia de Buenos Atres, y su lema es : Estudroso. «Su autor ha tomado el tema propuesto por la Sociedad, y le ha tratado con método, recopilando como él lo dice en la introduc- cion, todos los datos proporcionados por los que se han ocupado de la geología de esta provincia. Se distingue esta memoria por la claridad de estilo, con que ha sido escrita, aunque es vulnerable bajo el punto de vista de la exactitud en varias de sus observacio— nes. Se nota indecision respecto de muchas cuestiones y la rapidez con que ha sido redactada le hace cometer confusiones que hubie- ran sido cortadas, si el trabajo se hubiese meditado, y la estension del asunto no hubiera hecho tratar superficialmente multitud de detalles interesantes. « La Comision, al juzgar esta memoria, no puede olvidar que el asunto no ha sido tratado con la amplitud y la profundidad que AAA REVISTA DEL ARCHIVO 9285 exige el tema propuesto, y en esto, la Comision se permite notar el peligro que existe en proponer temas designados de antemano que necesitan muchos y detenidos estudios por parte del que se atreva á abordarlos. « Serían de preferirse temas generales, ndo: al criterio del autor de los trabajos, escojer el que mejor le convenga. « Es de parecer la Comision, que la memoria que nos Ocupa, no llena las condiciones requeridas para adjudicarle la medalla de oro, premio designado para este tema. «Saludan al Señor Presidente con toda consideracion. « Pedro N. Arata. — Francisco P. Moreno. — Carlos Berg. » En la asamblea del 19 de Junio de 1876, se consideraron los dife- rentes informes presentados por los juris, y se acordaron menciones honoríficas á tres memorias, cuyos títulos son los siguientes : Mejor sistema de construccionde habitaciones para obreros, presen- tada con el lema de : « Educadme las clases obreras, y os resolveré la cuestion social ». Condiciones técnicas y económicas ú que debe satisfacer la red de ferro- carriles argentinos, con el lema de : « Dedicase este trabajo á la Sociedad Científica Argentina ». Estudio geológico sobre la Provincia de Buenos Atres, presentada con el lema de : « Estudioso » i Despues de otorgados los premios se abrieron los sobres, en que se encontraban, los nombres de los autores, resultando que lo era de la primera el Sr. D. Joaquin Maqueda, de la segunda, D. Igna— cio Firmat y de la tercera, D. Estanislao S. Zeballos (1). Es escusado decir que no se conocen los nombres de los autores de las demés memorias, de acuerdo con lo dispuesto en las bases del concurso. (Continuard.) 0) Primer libro de Actas de la Asamblea de la Sociedad Científica Argentina, página 99. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES "DEL Groso Por JUAN LLERENA (Continuacion) Pasadas las cumbres el El Guisr ó (G1st, esto es, su línea de divor- tia aquarum, ó mejor de divortía arenarum, los terrenos de la an- tigua cuenca del estrecho extinto, vuelven á bajar á su mínimo de nivel, pudiendo decirse que la superficie del canal que se halla natu- ralmente al nivel del mar, se halla á flor del suelo, es el caso que nos acercamos al lago Mensaleh, el antiguo lago Serbonis de Heródoto, el cual se halla al nivel del Mediterráneo y cubre las más bajas p orcio- nes de la estremidad setentrional del suelo egipcio. Los médanos se abren; los bajos intermedanales son más estensos y las aguas del Nilo derramándose porsus bocas occidentales, se difunden al oeste mez- clándose con las aguas del Mediterráneo y con las aguas del canal. La vegetacion del desierto se presenta más verde y más tupida álos al— rededores del lago Serbonis; no porque el ombre árabe de Mensaleh sea menos bonito, sinó porque es más antiguo y más espresivo y por que me representa las glorias de la antigúedad, tan superiores al prosaísmo moderno, cayos heroismos se ha refugiado en la inteligen- cia, que hoy produce las maravillas que antes producía el valor indi- vidual Ó el heroismo nacional. Verdad es que entónces el Oriente no se hallaba muerto ó dormido como hoy. El canal es naturalmente más ancho al acercarse al lago Mensaleh ; y como los trabajos comenzaron de ese lado, es muy posible que las grandes dimensiones del canal proyectadas cediesen á las necesidades de la empresa ó de los tiem- pos porque esta ha tenido que pasar más adelante. Entónces el total del plan actual de mejoras indispensables del canal podría reducirse á terminarlo con las dimensiones con que se inició. En esta época del año, la creciente del Nilo aún no ha descendido al Delta (principios de Abril), y por consiguiente no hay excedentes de agua que puedan derramarse en los bajos ó barmales del lago Mensa- leh. Esta es la cansa por qué muchos de estos barriales se hallan hoy en seco y presentan la más triste apariencia de suelo abandonado por las aguas que es posible imaginar, con su color lustroso del color de la piel del beduino; son su desnudez y esterilidad absoluta; pero la accion de las aguas estagnantes está patente, cuando no quedan aún restos de charcos disecados. Pero las que han ganado mucho y se ma- nifiestan satisfechas en el canal son las gaviotas, grandes y gordos LS ed ds il A e e e TE FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 987 animales blancos con alas negras ó grises, las cuales viven, medran y se regocijan con los despojos tirados al agua de los vapores que pa- san incesantemente por el canal. Tambien he visto ajgunas águilas marinas del color y del tamaño de nuestros caranchos. Pero este rey de las aves no come despojos arrojados de los vapores. El se alimenta de presa viva y palpitante. Trepado en la punta de un poste de telé- grafo ó de cualquier otra eminencia que domine la barranca y el canal, él observa el paso de algun pescado de su paladar régio; 6 á falta de esto, de una golondrina, de una paloma, de un zorzal, de una codor- niz del desierto, y acaso mismo en un apuro, de la más gorda y me- drada de las gabictas que juguetean sobre el canal. Así que descubre lo que desea, rápido como la zaeta del cazador hábil, se encumbra en los aires verticalmente, toma la perpendicular sobre su víctima, se precipita sobre ella como el rayo, la toma en su pico de acero y la lle- va palpitante á devorársela despaciven algun médano apartado del desierto, dónde tiene su guarida. El lago Mensalebh se halla pues reducido en esta estacion á solo las inmediaciones del puerto Said, donde forma un inmenso charco some- ro, abundante en pescado probablemente, porque veo barcas de pesca- dores; el cual esplotan dos clases de seres muy semejantes en el este- rior, aunque muy desemejantesen la especie, á saber, el fellah y el alcatraz ó cigieña del Nilo. Sus puntos de semejanza son que ambos son delgados, son pescadores, son pasablemente feos, con patas des- nudas y cuerpos vestidos y con todas las apariencias de la destitucion y la miseria. Las diferencias que por cierto no son en contra de la ci- gúeña, son que ei fellah tiene amo, el turco, yla cigúeña no lo tiene; que el fellah tiene una razon muy escasa y la cigileña un instinto muy abundante y seguro, que el fellah tiene una barca pobre, fea y vieja, con redes no más nuevas; mientras la cigúeña tiene un par de mag- nificas alas que valen un acorazado y un largo pico seguro de su he- cho, como no lo está la vieja red. Ademas, el vestido del fellah es po- bre, viejo, mugriento y ridículo y el de la cigúeña, lo forma un mag- nífico plumaje que envidiaría una duquesa... para su colchon. Por lo demás, nada más viejo, arruinado y pobre que las gares ó estaciones del canal: sus casas se están cayendo á pedazos y abando- nadas en su mayor parte, toda la vida de esta gran obra se halla concentrada en sus dus estremos, en Suez y en puerto Said, esteúlti- mo es pequeño para contener los buques de todas las naciones que lo llenan, de guerra unos, carboneros otros, de comercio los demás. Hay una magnífica fragata española de guerra; una pequeña corbeta fran- 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cesa; (los bellas corbetas de guerra inglesas, en fin, buques de todas las naciones, banderas y paises. Loque me ha asombrado es la falta de buques de vela pequeños ó grandes y de pequeños vapores; en el canal solo los grandes vapores de comercio lo surcan. ¿Es hóstil la tari- fa á las pequeñas embarcaciones y á los buques de vela? Siesto es así hay que confesar que tienen poca ¡prevision los empresarios del canal. Los buques de vela debieran ser remolcados barato por vapo- res remolcadores de su propiedad; y pequeños vapores y buques de vela debieran ser los favorecidos de su tarifa; porque es evidente esos son los más; y son los más siempre, los que más dejan; fuera de que esos gastan poco el canal ; mientras los grandes vapores lo hacen ma- terialmente pedazos consu mole, la cantidad de agua que dislocan, la fuerza con que la proyectan contra las barrancas del canal y el daño que ocacionan en este; por fuertes que sean las tarifas que les car— guen, siempre debe salirles barato. Pero la ruina de las estaciones ú gares, digo yo, ¿proviene de la guerra ó data de antes de la guerra? Si lo primero, el remedio vendrá luego con la paz; si lo segundo, el mal no tiene remedio; la decadencia viene del país mismo, de la desi- dia, de la inmovilidad oriental. Los europeos ¡ya habían establecido estancias en todo el desierto, como lo están haciendo en Australia que tiene desiertos aún más horrorosos que estos, y las estaciones ó gares serían otras tantas populosas y magníficas ciudades, llenas de movimiento y de vida. Segun esploraciones últimas, los uesiertos de Arabia, sobre todo en Madian y Moab, regiones que comunican con el canal, están llenos de minas de oro, plata, cobre, plomo, etc., que los romanos, y antes que ellos los hebreos del tiempo de Salomon, de- jaron á medio trabajar : pero ellos ni se cuidan de esos tesoros. Con- tentos con sus dátiles y con su kuskuso, solo ambicionan el dinero que pueden arrancar á las caravanas y á los viajeros, y que emplean en comprar el hatchich embriagador, que fuman en su nargileh. Ante esa apatía, actividad, comercio, industria todo se paraliza. Induda- blemente el Oriente está muy necesitado de la infusion de otra san- gre más libre, más inteligente y activa. En la cuestion de si la exis- tencia humana es para dormirse encienagado en todos los vicios, ó para ejercer sus propias facultades, lo que no escluye el placer, ellos parecen haberla resuelto por lo primero. Si Allah ama el bien y la fe- licidad humana, unidaá la dignidad y la satisfaccion que nace del cumplimiento del deber, no debe estar muy satisfecho con esta solu- cion. RN IS FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 289 IX NAVEGACION DEL MEDITERRANEO. — DESGRIPCION É HISTORIA DE ESTE MAR CÉLEBRE. — ISLAS DE MALTA Y GOZO. — GRANDIOSOS RECUER- DOS ANTIGUOS, Y TRISTES RECUERDOS MAS MODERNOS. En la tarde del dia 6 de Abril, puesto e: sol, salimos de-Port-Said, la antigua Pelusium, ciudad de inolvidable recuerdo en la historia antigua, con direccion á Malta. Puerto Said, es una ensenada pura- mente artificial, dispuesta ála desembocadura del canal de Suez, en el Mediterráneo, y tan estrecha en la parte donde se han establecido los muelles, que las naves se encuentran allí apeñuscadas, sin poder casi ni revolyerse. Lo mismo es la ciudad, estrechada entre el lago Mensalebh y el mar; sus casas son amontonadas, sus calles estrechas y carece de esos bellos squares y jardines que los ingleses han puesto á la moda. Ciudad y puerto han sido dispuestos en tan estrechas dimensiones, que sus fundadores ellos mismos no han sabido calcular toda su im- portancia y la rapidezde su desenvolvimiento, á pesar de que era una consecuencia lógica de la grandeza respectiva del comercio de Oriente y Occidente, que el canal facilita y abrevia. Todo es bueno para principiar, se dirá; indudablemente, tanto más cuanto el canal es susceptible de doblarse, como se dobla un ferro—carril, con las facili- dades que da un canal hecho ya, y Port-Said puede estenderse á su albedrío con solo terraplenar sobre el lago Mensaleh. Las aguas de Port-Said son de un verde-claro y sucio, algo parecido al del puerto de Montevideo, color que atribuyo á la mezcla de las aguas del Nilo en esa parte de la ribera mediterránea; pues las aguas del Mediterráneo son de un azul tan bello como el de la más brillante parte del Océano Indico, y por sí solas, con la arena amariila de Suez, solo pueden for- mar la más bella esmeralda. Pero el lodo del Nilo las ensucia y opa- liza. A más del dock con muelles de Port-Said, donde atracan los bu-. ques á cargar, descargar y alzar carbon, existe una ensenada artifi- cial bastante este2sa, formada por dos calzadas ó rompe olas que se avanzan formando cuadro, con una entrada estrecha, y terminados en faros, independientemente del gran faro del puerto, visible hasta una ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 19 290 ¡ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dad eran distancia. Estas calzadas se forman de grandes piedras cuadran- gulares, fabricadas con las arenas del desierto y echadas sueltas al mar sin otro órden ni disposicion arquitectural que la línea recta. Forman en realidad líneas intransitables de peñascos batidos incesan- temente por las olas. El Egipto de hoyes para el mundo mahometa- no, lo que los Estados Unidos para el mundo Occidental, es el país de la iniciativa del progreso. E Pero henos aquí ya en el Mediterráneo, en el gran mar histórico de nuestro mundo Occidental, en el mar delos Argonautas, de Ulises, de Eneas ; en el mar de Cleopatra y de Actium, en torno del cual se han agolpado y debatídose los grandes imperios de la antigúedad. ¡Qué bellas son sus olas! ¡Qué estensa su superficie! Creíamos que lo pasa- ríamos viendo á un lado las riberas de la Europa y al otro las de Afri- ca, pero no es así. Por lo que hemos visto en el golfo de Suez y en el mar Rojo, mientras más pequeño es un mar más grandes son sus olas. Como hemos cruzado el Mediterráneo con viento fresco, hemos visto encresparse sus grandes olas azules y á cada paso creilamos escuchar el quos ego... del airado Neptuno. Navegamos con nuestro estandarte argentino á la vista, desplegado en inmensa escala; el mar de la más brillante seda azul y el cielo blanco, por contraste ó por la naturaleza vaporosa del cielo europeo; forman el bicolor de un pabellon grande como el universo, bello como el pensamiento, brillante como el sol que resplandece en su centro; la noche es para las estrellas. Grande es la inteligencia, el valor, el heroismo que la apoya, no el número ni el temple de las armas. Justamente pasamos por el mar que presen-= ció la derrota del Asia, creida omnipotente hasta entónces, por su nú- mero, su táctica y sus armas, invencion de los grandes reyes Nino, Se- sostris y Ciro : sobre el mar que baña Salamina donde 3.000.000 de hombres creidos invencibles, fueron pisoteados y dispersos por un pu- ñado de valientes y resueltos republicanos. Así, la pequeña Europa, tiene subyugada á la inmensa Asia, yen la India 30.000 europeos tie= nen bajo el yugo 260.000.000 de hindus supersticiosos, que confian su porvenir ásus ídolos y no á su inteligencia, niá sus brazos. La superstición, se dirá, ha sido inventada para poner coto al poder y á la inteligencia del hombre; para impedir su bien y.su triunfo; para ha- cerlo esclavo, desgraciado y miserable, en vez de poderoso, afortunado. y feliz; para tenerlo siempre con el miedo del infierno y de la muerte: por delante, é impedirle que -piense, que trabaje, que sea honrado y que.cumpla bien con sus deberes, porquela supersticion rebaja al hombre, lejos de elevarlo, y lo hace vicioso, malo y corrompido, en vez FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 291 de justo, recto y bueno como lo hace la razon. De ahí la superioridad de la historia antigua, en que había menos supersticion que en la his- toria moderna, nacida de las tinieblas y de las preocupaciones bárba- ras de los salvajes vencedores de Roma. Las religiones absorbentes y superticiosas dan al hombre un momentáneo triunfo por la sorpresa; pero despues lo sumerjen en la corrupcion, la ignorancia y la inepti- tud, como ha suceuido con los mahometanos y con los católicos faná- ticos. De todas las naciones católicas, la Francia es la única civilizada y próspera, pero eso es porque hace siglo y medio que la Francia no es católica, sinó filosófica. La España, la Italia, la Irlanda mientras han sido católicas fanáticas, no han producido otra cosa que mendigos, salteadores de caminos y monarcas despóticos y feroces, como los re- yes de Siam ó de Cochinchina. Recien el liberalismo va haciendo un poco civilizadas esas naciones de algunos años á esta parte. Pero los ultramontanos no están contentos, sinó cuando ven un país hundido en la ignorancia, el atraso y la impotencia. Pero he ahíá Cipre que aparece en lontananza hácia el norte, mien- tras al sud, una banda rojiza, producto del reflejo de la luz sobre las nieblas secas del Nilo, indica las riberas del Delta egipcio. Qué nom- bres esos y qué recuerdos! La historia moderna sin poesía, grandeza, ni variedad, escepto en la época de la gran revolucion francesa, en que el heroismo y la gloria vuelven á mostrarse sobre el globo en alas del espíritu humano emancipado, hasta que el despotismo vuelve á sofocarlo. Porque la Francia es grande, mientras es republicana y li- bre. Fueron los ejércitos de la República los que dieron el mundo á Napoleon I. Los ejércitos del Imperio no sufrieron sinó derrotas en España, en Rusia y eu Waterloo. Solola República sabe triunfar. El despotismo pierde, corrompe, disuelve. La aureola de gloria y de poder que acompaña los Estados Unidos, viene de que son republica- nos; si fueran monárquicos comolo fué el Brasil, se hallarían sumerji- dos en la misma insignificante impotencia. Esta es la historia real y verdadera, no la que escriben los adulones de las córtes. He ahí las costas de Candia quese divisan hácia el norte, vacilantes sobre el horizonte movedizo de lasolas azules. ¡Qué es Candia! me di- reis. Es una ruina, un recuerdo de Creta, la antigua patria de Minos, de Icaro y de Idomeneo. Mas, ¿por qué ha dejado su viejo y famoso nombre? ¿Mas, por qué el Peloponeso ha dejado su antiguo y glorioso nombre, tomando el prosaico é insignificante de Morea? ¿Y por qué Eubea, en vez de su suave apélacion, ha tomado la ridícula dle Negroponto? Milagros del mal gusto, 6 mejor, de las religiones 292 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA absorbentes. La Edad Media, al pasar su mano bárbara sobre el mun- do, ha borrado los grandes y gloriosos recuerdos, dejándolos de ridi- culez, ignorancia y salvagismo. He ahí las costas de la Sirenaica, ya no es Sirene, es Trípoli! He ahí las costas de Cartago, ya no es Car- tago, es Tunez! ¿Trípoli, Tunez, ¿qué significan esos oscuros y bárba- ros nombres, sostituidos ¿los antiguos y gloriosos de Cirene y Carta- go? Son glorias del hombre, glorias de la tierra, que la mano impla- cable del tiempo se complace en borrar, en humillar, no sea cosa que su recuerdo vaya á despertar las glorias, la libertad dormida de las generaciones! Es la obra de los déspotas de Oriente, bárbaros cuya gloria, cuyo horizonte, cuyo porvenir sereduce á su despotismo, á su guardia de feroces y desalmados négros y á su cerrallo. ¿Es la huma- nidad que ha degenerado? No, es la supersticion, son las religiones absorbentes que han cumplido su obra, reduciendo la humanidad á un monton de estiercol. Al acercarnos á Malta, el mar sombrío recobra su traslucido azul ultramarino, y navegando entre el azul del mar y el blanco del cielo, me parece nallarme cobijado bajo el pabellon nacio- nal. Pero hénos aquí en Malta, despues de pasar frente al golfo de Kabes, sitio donde debe abrirse el canal, destinado á formar el nuevo mar delos Schotts Algerianos. Al aproximarnos, ó mejor, al navegar en dereseras de la Sicilia y de la Italia, las velas y los rápidos piróscafos aumentaron en el hori- zonte. Pero nosotros debíamos tocar en Malta, y no en Italia. Así nuestro steamer se encaminó derecho sóbre ese grupo. Este grupo se halla situado entre la Sicilia y el Africa, en los 35% 54" de latitud norte. Este grupo se compone de la isla principal de este nombre, Malta; y además otros tres islotes que son Gozo, Comino y Coma- notto. La superficie de la isla principal es solo de 255 kilómetros cuadrados, no pasando la superficie total de todo el grupo de 362 ki- - lómetros. Su poblacion pasa hoy de 200.000 almas, de los que 50,000 ocupan la Capital La Valette. La isla grande, como los islotes, no son otra cosa que vastos peñascos de sólida roca calcárea, coronamiento ó cima de una gruesa montaña sub-marina. Nada más erizado, áspero, estéril y pedregoso que el aspecto de esos peñascos, bañados por las aguas azules del Mediterráneo, que al tocarlos asumen un verde es— meralda. El puerto de La Valette es estrecho, pero nada más impo- nente que sus fortificaciones y edificios. Alzanse altos muros en pie- dra maciza, dispuestos en gradería unos sobre otros, alcanzando alturas y dimensiones colosales. Diríanse fortalezas dispuestas para escalar el cielo, como un monte Pelion amontonado sobre un monte FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 293 Osa artificial, de piedra canteada. En la apariencia la solidez de la mole de sus fortificacones es incontrastable. Pero yo dudo que todas esas viejas y sólidas masas de calcárea resistan á la poderosa artillería moderna, que la demolerán, no lo dudo, al cabo de algun tiempo, como si fueran de alcorza. Hoy no hay fuerte, sinó la justicia. En poco tiempo la dinamita y otros terribles esplosivos modernos, en una guerra, harán volar esas moles que parecen desafiar el cielo y la cólera de los hombres. La tierra que cubre el peñon de Malta, ha sido transportada desde Sicilia. Así, gracias al clima y al trabajo de sus habitantes la vegeta- cion es allí muy rica. El suelo produce algodon, naranjas, frutas es- quisitas, flores de una belleza notable. La agricultura se halla muy desenvuelta, obteniéndose una miel deliciosa. Su numerosa poblacion que emigra mucho para el Rio de la Plata, vive sin embargo misera- blemente. Como buenos católicos, su industria es insignificante. Ape- nas se fabrican algunos géneros, lonas y cigarros. Malta es reputada una de las plazas más fuertes de Europa, y su puerto el más vasto y seguro del Mediterráneo. Se halla bajo un gobernador inglés con 5.000 hombres de guarnicion. Saliendo de Malta, aún antes de enterar un dia de navegacion, hay que pasar porel estrecho situado entre el cabo Bon (alias Sorthes) obra adulteracion de nombre poco feliz, y las costas orientales de Si- cilia. Es en estos mares, entre Bizerta y el golfo de Kabes, donde han tenido lugar las más grandes batallas navales de la antigúedad, des- pues de Salamina. Allí se batieron con éxito diverso, durante dos siglos, las flotas de Roma y de Cartago. El esfuerzo colosal que necesitó Roma para sobreponerse á su rival, la grande y opulenta Re- pública de Cartago, fué sin duda una delas poderosas Causas debili- tantes, que sometieron la República Romana al yugo de sus empera- dores. Esa fué una guerra colosal de esterminio, en que no solo su- eumbieron generaciones enteras, sinó familias y razas. De otro modo, las orgullosas familias republicanas y patricias de Roma jamás ha- brían consentido en sufrir el yugo ignominioso del despotismo. No fueron los descendientes de Camilo, de Cincinato, de Cornelio, de los Gracos, de Scipion ó de Paulo Emilio, los quese arrastraron despues á los piés de Augusto. Fueron los hijos degenerados de los pueblos someti— dos por Roma, hechos romanos, por el acaso del nacimiento; falsos romanos con sangre asiática, africana, bárbara ó estrangera, los que pusieron sus lomos para que el sobrino de César, subiese al trono, pi- sando sobre ellos. Son los espantosos sacrificios de vidas y de porve- 994 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nir, hechos durante las tremendas y prolongadas guerras púnicas, lo que debilitaron las ideas y las virtudes de la República, y haciendo degenerar la sangre generosa de sus patricios, engendraron por cor- rupcion las luchas sociales de Mario y Scilla, las que arrojaron el ca- dáver pisoteado, desgarrado, sangriento de la República á los piés de César: fueron romanos ambiciosos, ligados á bárbaros ignorantes y desalmados (el ejército de César se componía en su mayor parte de bárbaros galos, germanos y bretones) los que esclavizaron á Roma, preparando el triunfo de la barbarie de la edad media. Roma habría fácilmente triunfado de una monarquía cartaginesa, como la monarquía Fenicia de Tyro. Mas para derribar la República Cartaginesa tuvo que sostener tresinmensas guerras que agotaron to- dos sus recursos ylo más generoso de su sangre. Hácia su centro las aguas del Mediterraneo, perdiendo la transpa- rencia de su bello azul ultramar, se presentan opacas y de un azul más sombrío, sin duda porque su profundidad es mayor. En la líaea que siguen los grandes steamers ingleses, esto es, á una distancia á lo largo de las costas de Africa, el Mediterráneo se presenta bastante so- litario. Solo el primer dia encontramos algunos vapores que se diri- jían á Egipto ó al canal de Suez. El resto de la navegacion, antes de llegar á Malta, lo hicimos por un mar perfectamente espléndido, for- mando consu bello azul y el cielo blanco, les dos paños de fina seda de nuestra bandera bi-color; pero tambien perfectamente solitario y en todo el dia 7, en que el mar, dejando el aspecto erizado del dia an- terior, asumió una apariencia plácida y risueña, en armonía con el cielo, solo hemos visto una vela del lado africano. En el Mediterráneo no se ven peces volantes, pero sí lindos pajarillos, que vuelan razando las olas. Una crecida bandada de ánades de mar, de un bello gris os- curo ócastaño, cruzaba del Africa en direccion á Europa, reposando sobre el móvil lomo de las olas. Una bella y grande garza, casi un Cis- ne, blanco como la nieve, ha revoloteado en torno de nuestro siea- mer y nos ha acompañado algunas horas. El sol de un esplendor afri- cano. Este es el mes primaveral de este hemisferio: por eso los españoles meridionales le llaman el florido Abril. Pero en Francia y en Inglaterra, el florido es Mayo, pues solo en ese mes la naturaleza despierta en las frias regiones del norte de Europa. Los Romanos precisaban doce aves en el cielo, para tener un presagio feliz: yo he visto dos veces doce y la garza; pero me basta mi bella garza ó cisne blanco, semejante áesos bellos animales que tiraban de la nave de nácar en que navegaba Venus: ella es solidaria, pero yo tambien soy FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 295 solitario; Dios es solitaric; el sol es solitario y todo lo grande, lo bueno y lo bello es solitario. ¡ Pero hé aquí quelaisla de Cerdeña y más adelante la Córcega, se diseña á nuestra derecha. Todavía espléndidos recuerdos Cartagineses y Romanos de un lado! Los napoleones, glorias y oprobios modernos; del otro la Italia y sus islas adyacentes, son indudablemente uno de los países más nuevos del viejo continente. España é Italia han sido en efecto en la antigúedad, la América del viejo mundo; España por sus metales preciosos y los ricos productos de su suelo; Italia por su po- blacion, su espíritu progresista y su espléndida evolucion política. No sucede lo mismo con el Africa, su antagonista, que está enfrente. Lo único que hay de nuevo en Africa, son sus desiértos, que eran mares miocenos, la continuacion del Mar Rojo comunicando con el Atlánti- co; pero la Berberia y sobre todo la Mauritania, en la region ocupada porel Atlas, han sido islas muy antiguas, lo mismo que la España, en la cual existía la nacion de los Turdetanos, con leyes y tradiciones escritas en verso de una data anterior de 6000 años antes de Jesucristo. Es Strabon el geógrafo, quien da este dato; y Humboldt cita este he- cho con timidez, sin atreverse á sacar deducciones de ningun género. Nosotros la sacaremos por él, pues los conocimientos etnográficos es- tán hoy más adelantados que en la época que vivió Humboldt. La Es- paña ha sidoisla hasta la edad cuaternaria, en que dejó de serlo por el alzamiento de los terrenos al nordeste de los Pirineos, una cuenca are- nosa prolongada entre el Golfo Leon y el Golfo Vizcaya, por donde pasaba un brazo de mar terciario, todo lo contrario de Inglaterra, que ha sido continente en la edad terciaria, éislaen la edad moderna. Es— paña fué poblada desde temprano por colonias Atlantis, como los turde- tanos del Bethis y otros establecimientos sobre el Mediterráneo y el Océano. De todo esto dan testimonio las fábulas y tradiciones más an- tiguas. Los Fenicios, Sidonios y Tirjos son tambien colonias atlánti- des (las familias noachides son todas atlantis) venidas del oeste; tal vez de España, que reconquistaron siglos despues del hundimiento de la Gran Atlántida, su patria. No sucede lo mismo con los antiguos Fenicios. Estos eran una colonia atlanti establecida en el Golto Pérsi- co, cuando los arenales arábigos eran un mar, y la cual con el nombre de Oanes, civilizó á los Asirios; trasladándose despues á la Palestina, antes de la invasion hebrea á este país. - Es la costumbre de la escuela histórica alemana, desechar las más famosas tradiciones y leyendas de la antigúedad como fahulosas. Pues bien, pornuestra parte, no solo no desechamosningun género de tradi- 296 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cion y leyenda, sacando de ellas por la induccion y la lógica, todo el fruto posible; sinó que aceptamos hasta las fábulas por lo histórico que en ellas se contiene. Léjos de mutilar la historia, preferimos en- riquecerla con lo que tienen de histórico las fábulas y leyendas más interesantes de la antigiedad. Las fábulas mitos son oscuras solo para los tontos, que se atienen á la letra que mata y que son idóla- tras ásu modo, de lo absurdo. Pero el sabio sabe sacar partido de todos esos preciosos materiales sepultados bajo el misticismo de los símbolos é impersonaciones. Segun los fenicios, Melcarthes, un Hér- cules, conquistó la España con un ejército formado por los aventure- ros de todas las naciones, nimás ni menos como Jason hizo su expedi- cioná Colchos. Pero Melcarthes despues de conquistar la España, de vuelta á su país, con su ejército mestizo, no creyéndose este pago, y me- nos bien pags de sus servicios, se le sublevó y se estableció en el país; y de allí, decían los fenicios, es que los berberes tengan el mismoidio- ma que los fenicios, con corta diferencia. Este era un modo de espli- cacion que se daban los fenicios, que habían olvidado sus tradiciones atlantis. La poblacion berberisca era indígena y si hablaban el mismo idioma que los fenicios, era solo porque pertenecía á la misma raza atlanti, que colonizó á un tiempo los archipiélagos africanos y los asiáticos: los fenicios han venido pues del oeste, y no del este, con ex- cepcion de los Filisteos, colonia fenicia del golfo Pérsico, que fastidiada de la soledad de los desiertos antes mares, se trasladaron á las costas del Mediterráneo. Por lo demás, es curiosa esta costumbre tradicional de las naciones mercantiles de pagar sangre mercenaria á su servicio. Esta tradicion de Melcarthes monta de 22 á 25 siglos antes de Jesu- cristo, y ya desde entónces el oro del comercio pagaba las tropas con que los Tirios hacian sus conquistas. Se vé, pues, que léjos de desechar la historia como fabulosa, es mucho más conveniente adoptar la fábu- la como histórica, sacando lo histórico real que en ellas se contiene. Malta no es una pequeña isla, como yo me lo había figurado; es una granisla, formada de gruesas masas de gneiss y de una calcárea amarillenta. El puerto de La Valette, donde se hallan formidables fortalezas, es una pequeña ensenada dividida en dos ó tres caletas y con aguas teñidas de un verde sombrío, pero transparente; no hay allí rio que las enturbie. Nada más imponente que el aspecto de esas for= talezas que ocupan todo el frente de la isla y dos de sus cabos. La vieja ciudad, Civita Vecchia, se halla creo, del otro costado de la isla. Las edades pueden contarsé por los pisos, 4 comenzar por las masas ciclópeas inferiores, formadas de trozos enteros de roca viva, nive- A A E in E id E FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 991 ladas, pero sin labrar, que deben datar de la época romana y cartagl- nesa, si no de la griega; siguiéndose los muros labrados y rebusca- dos de la edad media á prueba de balas sarracenas; y por último las fortalezas modernas almenadas y coronadas de cañones Armstrong. Su aspecto es formidable é inaccesible, culminante y amenazante. La ciudad misma, dividida en dos y alzándose en masas superpves- tas hasta alturas colosales sobre las gradientes petrosas de las lomas de la isla, representa más bien una guarida de ciclopes, que las mo- destas habitaciones de humildes malteses, con el idioma más musical de la Europa, en la lengua. De cerca.es otra cosa. Entónces los mal- teses son malteses, buenas y apacibles gentes, pacienzudas y ama- bles, acostumbradas á estar conformes con los decretos de la Provi- dencia y rezando santamente sus rosarios en sus templos, encabeza- dos por sus amables y complacientes curas. La guarnicion inglesa no tiene el aspecto aguerrido, duro y cortante como el acero, de una guar- nicion alemana. Pero esos hombres amables y sociales, ya sabemos lo que son capaces de hacer cuando la voz de un Nelson ó de un We- llington, les hace sonar en sus oídos las palabras de patria y de de- ber. «Espero, muchachos, que cumplireis con vuestro deber, les decía Nelson en vísperas de la batalla de Trafalgar, y á esta voz sol- dados y marinos ingleses hicieron los prodigios que sabemos. En Waterloo, Wellington no les hizo largas proclamas: « Cumplid con vuestro deber y haceos matar, les dijo. Jl triunfo será vuestro. » Y los ingleses un dia entero resistieron inmóviles en sus líneas las cargas más formidables de los tiempos modernos. La mitad de ellos murió en su puesto, pero el triunfo fué de ellos, ganado con su sangre. Sin embargo, yo opino que esas fortalezas, construidas antes de los últimos perfeccionamientos de la artillería moderna, no son á prueba del cañon krupp. Ese cañon las demolerá en unas cuantas horas de fuego y reducirá á un monton de escombros esos muros de inconmo- vible granito, que hoy amenazan al mundo. Hoy en dia las fortalezas más formidables no son las que se elevan; son las que se bajan. Hay más fuerza oculta y real en las fortificaciones últimamente prac- ticadas en los grandes puertos australianos y neo-zelandeses, sin aparecerlo, que en esas formidables apariencias de poder, que solo es apariencia. Todo lo que se opone de frente al proyectil moderno, cae; y no estoy seguro que la curva terrestre misma, interpuesta en los modernos sistemas planos ó á flor de tierra, sea suficiente bar- rera á las invenciones ciclopeas de Krupp. 298 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Apenas salidos del puerto de Malta, el mar recobra suazul que es un indicio de su gran profundidad. De Malta adelante, el Mediterráneo deja de ser una soledad; es el Lago de Placer de la Europa, y los vapores de todos los calados y magnitudes lo surcan en todas direcciones. Saliendo de Malta avan- zada la tarde, al dia siguiente temprano se avistan las alturas de Cabo Bon, que forman un promontorio ó pináculo de rocas graníticas, muy pintoresco y de considerables dimensiones. Es el Africa, que avanza sus moles sombrías, que la primavera viste con su naciente verdura, hácia el Mediterráneo, destacando negros promontorios en pináculos, donde se estrellan las olas foribundas del Mediterráneo, dando realce con su blanca espuma, á las negras masas, Del costado del Poniente, este promontorio que, en su punto de arranque, se apro- xima mucho á Tunes, la antigua Cartago, se presenta cubiérto de blancos caseríos, que trepan hasta las alturas, y con un blanco faro avanzado. Más adelante se nos presentan las altas y manteadas costas de Biserta, en las cuales culminan otros sistemas africanos. No me cansaba de contemplar esas riberas y las de Sicilia, que se alzan al lado opuesto, coronadas por el Flamigero Etna, como lo llama Ho- mero. Ese mar de olas sombrías y agitadas que las bañan, ha pre- senciado los más formidables combates navales de la antiguedad, entre las flotas romanas y cartaginesas. Millares de triremes, echa- dos á pique por los formidables espolones de acero y bronce, que ar- maban las galeras antiguas, como hoy arman los encorazados mo- dernos, deben hallarse en su fondo, como un depósito para los arqueólogos del porvenir, cuando ese mar haya mudado de asiento, pasándose á los arenales africanos inmediatos, y que "el fértil suelo del actual Mediterráneo, vaya á agregarse á los continentes de Italia y Grecia. El Africa es un país erizado de elevadas montañas sobre las costas del Mediterráneo. Pero hé ahí que á medida que avanzamos, el gran mar, más grande que ningun otro, por la magnitud de sus glorias y de sus recuerdos; el mar histórico, el mar célebre por excelencia, se estrecka al apro= ximarnos á las columnas de Hércules, á su estremidad occidental y nos permite, antes de enfrentar las costas de España en nuestra línea de navegacion, distinguir las Baleares, esas islas que en la antigúe- dad suministraban ls mejores honderos del mundo, y que hoy es célebre solo... por su anis y por sus naranjas. A fines del siglo pa- sado, sin embargo, el célebre y buen mozo Mariscal de Richelieu, uno de los dandis más afeminados de la córte de Luis XV, se conquistó FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 299 la gloria de tomar 4 Puerto Mahon, la capital de Minorca, una de estas islas, pasando por encima de la escuadra inglesa. Esta combatió con valor á las órdenes del almirante Byng y no fué en realidad derrotada por la escuadra enemiga. Pero el Almirantazgo, ó mejor, el Gobierno inglés, hizo juzgar á Byng y lo mandó fusilar á bordo de su navío, por... no haber triunfado ! Este rasgo característico me hace acordar de la batalla naval de los Argynusos; la escuadra Ateniense se hallaba mandada por 10 almirantes ; y estos poniéndose de acuerdo una vez en su vida, consiguieron derrotar y destrozar la escuadra Espartana al mando de Fabridas, un grande hombre, con más cora- zon que cabeza. Hacía 20 años los Atenienses sufrían derrota tras derrota, por tierra y por mar. Esta victoria naval de los Argynusos, fué como un rayo de sol en una borrasca deshecha. ¿Vos creereis que ellos debieron recompensar magníficamente á sus 10 almirantes ? Pues bien, la recompensa que les dieron fué... ¡ hacerles beber la cicuta á todos! Sus sacerdotes los acusaron de impiedad por no haber dado sepultura á los muertos en la batalla, en medio de una borrasca deshecha; y la supersticion, tenedlo bien presente, pudo más que la gloria, que la gratitud nacional... más que la salud, que la vida de la patria misma. Los almirantes vencedores fueron sentenciados á morir. Solo Sócrates tuvo el valor de votar en contra de la infame sentencia, valor que pagó despues con la vida. Atenas desde entónces no tuvo más triunfos; todo lo perdió; sus enemigos la tomaron por asalto y la pusieron bajo el dominio de una junta de 30 tiranos que encarcelaron y mataron á media poblacion. La ruinade Atenas quedó consumada hasta hoy. Así fué escarmentada una nacion supersti- ciosa é ingrata. Pero esto es triste y desalentador. Pasemos á otra cosa más con— soladora. A medida que nos acercamos al estrecho, el color de las olas del Mediterráneo, se vuelve sombrío; ya no es el azul traslucido y atornasolado de) záfiro; es un azul índigo oscuro, que no es ni azul ni negro,que participa de ambos matices. El cielo se conserva nebuloso con un sol opaco, que alumbra sin calentar una atmófera refrijerada por las frescas brisas del norte y del noroeste. Muy luego nos aproxi- maremos al estrecho y tal vez el color del Mediterráneo cambie, al juntar sus olas con las del Atlántico. Este matiz sombrío lo atribuyo á la gran profundidad del Mediterráneo en estas alturas. Y á propó- sito del Mediterráneo, se hace preciso que digamos algo de el; no de su parte física, que es bien conocida, sinó de su parte fisiológica, que es menos conocida y estudiada ; como las ciencias morales y sociales 300 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA han sido meños profundizadas que las ciencias meramente físicas y matemáticas; y aunque las ciencias naturales, que recien hoy, al lle- gar á su punto de convergencia con las grandes verdades de la evolu- “cion del mundo físico, han llegado á hacerse el objetivo de los enemi- gos y de los falseadores de la verdad. El Mediterráneo es justamente el mar en torno del cual ha tenido lugar la evolucion histórica cono- cida de la humanidad : porque además de la evolucion histórica cono- cida, hay una evolucion histórica desconocida y que apenas han comenzado á entreveer los antropólogos, y es la evolucion ante- histórica Ó pre-histórica. Porque la historia, aún rabonada por los inventores de fábulas y de cronologías falsas, nos presenta al hom- bre, á Egipto por ejemplo, 6000 años antes de Jesucristo, como pose- yendo ya un gobierno organizado y regular, comercio, ciudades ricas y poderosas, religion, artes y ciencias. El hombre no ha nacido de seguro con todos esos dotes, y los primeros pasos del hombre en todas las regiones del globo, han sido en el salvajismo y la barbarie. Esa primitiva evolucion que toma al hombre emergido del alalo científico de Heckel y del alalo Ó etiope alalo de Heródoto, ha debido reali- Zarse en un continente hoy sumergido, en la Atlántida, de que hay tradiciones tan positivas; en cuyo caso esta primera evolucion, si no ha tenido lugar en torno al Mediterráneo, ha tenido lugar muy cerca de él, por lo menos. El Mediterráneo es, pues, el mar histórico por excelencia, y en torno de él se agrupan no solo todas las grandes naciones, sinó todos los erandes continentes del antiguo mundo. Dijéranse apostados en él para ver lo que se pasa sobre sus dársenas clásicas; Ó bien viniendo á calentar las almas en torno de ese sol, de esa hoguera del espíritu y de la civilizacion humana, porque los mares y los rios son para unir, en nuestros dias, no para dividir. El istmo de Panamá, por ejemplo, no sirve para unir, más bien sirve para dividir las dos Américas. Lo que las liga, son los mares. Así, Buenos Aires está unida con New- York por el Atlántico, y San Francisco de California, está unido con Chile, con Valparaiso, por el Pacífico. ¿Quién piensa en atravesar el estrecho herizado de montañas, de bosques y de fiebres mortales? Todos por el contrario, atraviesan el Pacífico y el Atlántico, para vi- sitarse y conocerse. Así pues, si los tres continentes que componen el antiguo mundo están en una conexion que los liga y que los hace cons- tituir una totalidad, es por la interposicion de esa ensenada miste- riosa del Atlántico, por el mar Mediterráneo. El istmo de Suez era un desierto y él no los habría unido, los hubría separado, es pues el e A , de | FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 301 Mediterráneo el que forma el vínculo de union comun entre la Euro- pa, el Asia y el Africa. El Mediterráneo es entónces el mar dela evo- lucion antigua y media; pero hay otro mar de evolucion más moder- no, modernísimo, el espléndido centro recien abierto de la evolucion de nuestros dias, el mar de Inglaterra y el Báltico, en torno al cual se agrupan Jos pueblos que son la espresion última de la civilizacion, de la cultura y de la ciencia moderna: la Inglaterra, la Bélgica, la Holanda, la Germania, las naciones escandinavas y la Rusia. Mas por ahora no nos corresponde ocuparnos de él, por más que de ahí emane la luz y el poder del mundo moderno. Ese nuevo centro de evo- lucion es tan moderno y tal vez más moderno, en la genuina espre- sion dela palabra, que la América: porque de allí salen las ideas nuevas, las ciencias nuevas, las industrias nuevas y los poderes nue- vos, que serán la salud, el esplendor del ¡mundo ó su ruina, segun se pronuncien por la civilizacion Ó la barbarie, por la luz ó por las ti- nieblas, por rebajar al hombreó por elevarlo, por hacerlo esclavo ó libre. Pero ese es un misterio aún envuelto en las nieblas del porve- nir: sigamos con el Mediterráneo. Para tres cuartos del globo, el Mediterráneo es un vínculo de union: y el centro de la antigua gloria y poder del mundo, dela antigua his- toria. Y decimos de la antigua, porque huy el Mediterráneo es un lago inglés. Con la posesion del estrecho de Gibraltar, de Malta, de Chipre, del Egipto y del canal de Suez, la Inglaterra asegura el paso del Mediterráneo para su poder, para su comercio, para su marina, y es ella la que hoy lo llena. El Mediterráneo está lleno de vapores, de flotas inglesas y apenas si se perciben los vapores y flotas de las otras naciones. El centro moderno de civilizacion y libertad, ha tomado pues posesion del antiguo centro de la evolucion histórica de la hu- manidad y lo ha sometido á su influencia, lo ha modernizado y le dará nuevos impulsos y nueva vida, pues tal es el fruto de la libertad política y científica, encarnado en la Inglaterra. En la antigúedad, la Grecia levantó en torno de ese mar la antorcha de su brillante civi- lizacion, la Síria conservó en Jerusalem el fuego sagrado ¿de la ver- dadera religion, de la religion de la verdad y la libertad. La gran pe- nínsula arábiga, perteneciente á otro grupo histórico evolucional, pero recibiendo del Mediterráneo frescas brisas y frescas influencias Civi- lizadoras, ha irradiado su hegemonia de uniteismo hasta el Mediter- ráneo, poniéndose en contacto con él por más de un punto; hicia el este de él Delfos y Atenas; hácia el sud Alejandría y Cartago; hácia el norte Roma. El Mediterráneo ha sido pues y es el corazon del viejo 3092 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA continente, por más que la cabeza directriz se encuentre en otra par- te. En torno del Mediterráneo se concentran pues, las antiguas glo- rias del mundo, como en torno de un faro comun, dispensador de la popularidad y de la gloria. Esa gloria ha pasado ya de Trafalgar á esta parte; otras influencias han venido á establecerse y preponderar y el Mediterráneo es hoy una dependencia de las nuevas influencias y glorias del norte. X ESTRECHO DE GIBRALTAR. — COSTAS DE LA PENÍNSULA ESPAÑOLA. — VUELTA A INGLATERRA POR ORIENTE, DESPUES DE SALIR DE ELLA POR OCCIDENTE. No entraremos aquí en detalles fisiográficos sobre el Mediterráneo, porque en otra parte presentamos nuestros estudios científicos á su respecto. Aquí solo nos ocuparemos de su fisonomía, de su aspecto, de las impresiones que sus diversos accidentes y articulaciones produ- cen en la mente. Entre tanto, hénos aquí llegados á la embocadura del estrecho de Gibraltar. Losdos continentes, el europeo y el afri- cano, encorvan graciosamente sus costas graníticas, como dos brazos amigos que se tendiesen para estrecharse la mano, acto que la irup- cion del Atlántico interrumpe, y muy luego ásu puerta veremos fla- mear el orgulloso pabellon británico. Ante él se encorvan los otros pa- bellones de la tierra, como ante la gavilla de Josef, seencorvan la ga- villa de sus hermanos, porque la Inglaterra es el Josef entre los pue- blos modernos. Ella ha traido al mundo la libertad y la ciencia, y el Leadershrph correspondiente. Pero he ahí que nos encontramos frente de las columnas de Hércu- les, despues de saludar á Gibraltar. ¿Qué significan las columnas de Hércules, me direis? Significan dos promontorios, el de Gibraltar, de una forma regular, de un color claro y con un médano en un costado, y el de Velez ó Ceuta, formando una elegante onda ó cuchilla. Pero hénos aquíá la entrada, ó mejor á la salida del Atlántico, del gran mar destinado á ser el Mediterráneo colosal de un mundo moder- no, que la audacia del genovés Colon hizo conocer. En adelante es en el Atlántico dónde se van á pasar los grandes acontecimientos del FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 303 mundo. Las costas de Africa, las costas de España, esto es de Euro- pa, se alzan elevadas á ambos costados del estrecho: más poco antes de entrar en él, sobre las olas de un verde sombrío del Mediterráneo se destacan hácia el noroeste las elevadas costas españolas, domina- das por la Sierra Nevada que se proyecta en magestuosas ondas sobre el celeste mate y vaporoso del firmamento, én la direccion del norte. ¡Cuántos y gloriosos recuerdos no se desprenden de esas altas costas, de esas elevadas montañas! Allí se alzan Barcelona, Cartagena, Má- laga, cuyas naves y vapores se ven vogar sobre la superficie lisa y nivelada, pero inquieta del sombrío mar! Esas ciudades son cada una un mundo de recuerdos! Fundadas por fenicios, conquistadas por car- tagineses, reconquistadas por los romanos, ellas han visto pasar las flotas de esas poderosas naciones, batirse, brillar por algunos años con la gloria transitoria de las conquistas, y pasar para hundirse en los abismos del tiempo, de la decadencia, del olvido. Pero ¿qué sería nuestro planeta sin los recuerdos impresos en él por la gloria, el in- cenio y el esfuerzo humano? Una guarida de bestias salvajes sin ley; y una naturaleza sin objeto, puesto que no habría quien admirase sus bellezas y quien completase y perfeccionase sus esplendores y armo- nías ! El ombre, la inteligencia del hombre, su razon, su industria, su actividad, su gloria, son pues, el ornato del mundo, y de la natu- raleza y la corona esplendente de su gloria! El hombre es para el mundo, lo que la corona de estrellas para nuestro cielo: el más esplen- dente adorno y la más inmortal gloria ! Pero es el hombre civilizado, el hombre laborioso, virtuoso, de inteligencia cultivada, de espíritu elevado el que honraá la naturaleza! El hombre ignorante, inculto, haragan, corrompido Ó perverso, deshonra la naturaleza. Pero la naturaleza humana se mejora ó perfecciona cada siglo. ¡ Grloria pues á la naturaleza y á la civilizacion ! Ambas costas del estrecho son montañosas, pero las montañas africanas parecen más modernas que las de España. El mar es de un verde sombrío; numerosos vapores y buques de vela entran y salen por el estrecho dirijiéndose mar adentro 6á los puertos vecinos. Una pequeña bandada de ánades, pasa de Africa á las costas de España del lado de Gibraltar ; una águila pasa voleteando en la misma direccion. Numerosas gaviotas piruetean en torno del steamer, pasan juguetean- do sobre las olas y se asientan sobre ellas. En general, las costas africanas y peninsulares son magníficas por su elevacion, su relieve, el corte y la variada direccion de sus crestas y cuchillas, y por la mag- nificencia con que convergen redondeándose para formar el estrecho. 304 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Una fresca brisa del sudoeste hace encresparse el mar y rodar las ondas del Atlántico dentro del Mediterráneo. El peñon de Gibraltar, del lado del Mediterráneo, tiene la forma ridícula de una vieja nava- ja de afeitar sin cabo, con el filo para arriba. La fortaleza inglesa se alza sobre el ángulo del peñon aislado sobre la costa, del lado que mira la entrada del estrecho. Allíse ha aglomerado una numerosa poblacion. La libertad de las costumbres inglesas la atrae sin duda. Entre tanto á sus contornos, el resto de las costas españolas, con Cor- tas escepciones, parecen desiertas, y esas costas son bellas y suscepti- bles de cultivo, pues la primavera las viste de verdura y flores. La despoblacion de la España, que ella atribuye ála América, lo que es un contrasentido enorme, lo es de la inquisicion y de sus frailes. Ese es el vicio que corroe y debilita á España. La Inglaterra, con menor poblacion, ha poblado el mundo de colonias magníficas, incluso los Estados Unidos, á los que ha dado 50 millones de sus súbditos, el Canadá con 7 millones, Autralia con 3 millones, la Africa sud, la In- lia, ete., y lejos de haber mermado su poblacion, ha aumentado, jun- tocon suindustria, recursos y riquezas. No son las colonias las que arruinan, son las superticiones las que atrazan, degradan, empobre- cen y eiquileo las naciones. Ya es tiempo que la España an los ojos y se aplique á reparar sus males. En general, lo que á España le ha faltado en la direccion de sus ne- gocios, es la inteligencia, la libertad. Es que la inquisicion ha acaba- do con el genio, la libertad, el espíritu y hasta el pensamiento de Es- paña. Sus reyes se alababan de ser más católicos que el Papa y quemaban en consecuencia una mitad más de herejes de los que que- maba Su Santidad. Sila Italia no ha perdido del todo el espíritu, como la España, es porque ha tenido el buen sentido de no entregar- se en alma y cuerpo al catolicismo. Allí los hombres no se atrevían ni á pensar, y mucho menos á hablar sobre ningun género de asuntos, pues cualquier espresion un poco libre, los esponía á ir á la hoguera. Así, el espíritu español quedó atrofiado, extinguido por siglos, y la raza española sin espíritu, sin inteligencia ni razon, fué arrastrada á la corrupcion más espantosa. Porque el cuerpo sin el alma, sin el espíritu, sin la inteligencia, sin la libertad, es la corrupcion y la muerte. Filas gentes ignorantes son más corrompidas y viciosas que las gentes bien educadas é instruidas, es porque tienen menos espíri- tu y menos inteligencia, y la corrupcion es la muerte. Es de estrañar- se despues de esto, que con España haya muerto todo gusto, toda iniciativa, toda industria, tola actividad, tola inteligencia, que : É ! z a e FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 305 haya muerto hasta el pensamiento? De ahí el que España no tenga ni comercio, ni fábricas, niindustria, ni escritores, nisábios, ni in- genieros á la par que otras naciones, quedando reducida como un pedazo del Africa transportada á Europa, con sus fetiches, su igno- rancia, su impotencia y su corrupcion. Así los frailes han conservado una España y una América despoblada y bárbara, no para los hijos del Papa, porque este no los tiene, supongo: pero sí para los herejes ingleses, alemanes, yankees, etc. ¿Tendría idea Torquemada de las gentes para quienes trabajaba, con su hoguera infatigable? Es de suponerse que no. De otra manera no'se habría dado tanto al oficio de quemar herejes españoles, en provecho de los herejesestrangeros. Por- que es la verdad, la América es para los ingleses y yankees y la España para los alemanes tal vez, que son las naciones que tienen vitalidad y porvenir. Porlo que es á las naciones católicas, apostólicas y papis- tas, estas ya se hallan por completo barbarisadas y corrompidas has- ta los huesos. Las únicas naciones vivas, cultas, activas, fecundas y dotadas de una espansibilidad sin límites, son las razas germánica é inglesa. Es pues para ellas para quienes han trabajado los inquisido- res españoles, corrompiendo, abatiendo y estropeando en su patria hasta la última semilla de saber, inteligencia y libertad. Esto es co- mo los ladrones de los cuentos árabes, que trabajaron para Ali-Baba. Y es tanta la verdad de lo que hemos dicho, que Inglaterra no tiene otra posma, ni otra rémora, que los irlandeses que son católicos, apostólicos y lo demás; y en Alemania, solo se hallan en decadencia Polonia, Austria y otras naciones católicas. Todo lo que es protestan=- te está lleno de vida, de actividad, de inteligencia, de fecundidad, de industria, de saber, de libertad y de porvenir. Todo lo que es católico está herido de esterilidad y de muerte. ¿Qué remedio? se dirá. El remedio es muy sencillo y muy fácil. La Iglesia misma debe reformarse ella misma en todo lo que es disci- plina y dogma. Hay dos puntos sobre todo en que esa reforma es in- dispensable, y es en la supresion de todo dia festivo que no sea el sé- timo, y la libertad absoluta del espíritu humano para investigar la verdad. La Iglesia no necesita tampoco de mucho clero, ni de muchos frailes: pocos y buenos bastan. Los demás deben secularizarse y ocu- parse de algo útil y positivo para ellos y la sociedad, de ser buenos padres de familia, de la agricultura, de la industria, del comercio, de las crianzas, del servicio público. Uno puede ser buen cristiano, sien- do buen ciudadano, útil y provechoso á la patria. La haraganería y la mendicidad, deben estirparse de nuestras costumbres. Es preciso es- ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 20 306 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA timular, recompensar losesfuerzos en todos los ramos, en las ciencias, en las artes, en la industria, en los trabajos, en la agricultura y en la ingeniería. Con esta sencilla y hacedera reforma, que no costará nada á nadie, las naciones católicas pueden regenerarse y recuperar lo perdido. Pero he ahíá Cádiz y su isla que se muestra á la salida del estre- cho á l:.s faldas de las elevadas montañas graníticas que se alzan en ondas contorneando las costas españolas. Las costas africanas que se apartan divergiendo como las españolas, en creciente convexa, como del lado del Mediterráneo se aproximan en graciosa creciente Curva, se proyectan tambien en ondas, pero más bajas y prolongadas, me- nos altivas y dominantes que las alturas españolas. La primavera lo viste todo con su verde tapiz, viéndose sobre los falderíos de las costas vaditanas, los retoños de las viñas y el verdor: florido de los prados, separados por cercas y pircados. Cádiz el antiguo Gadir, daba anti- guamente su nombre al estrecho con más derecho que el peñon ridí- culo de Gibraltar, que del lado del Mediterráneo parece lo que ya sa- bemos, y del lado del estrecho presenta la figura de una muela dada vuelta de Mastodonte fósil. Nada más bello queesas costas españolas recostadas en ondas po- derosas de granito que en graciosas curvas suben hasta el cielo y se encorvan en seguida para dejarse besar y arrullar por las ondas in- constantes. Esas macizas ondas de granito, con verdeantes gradien- tes, se hallan separadas á lo largo de las costas por profundas que- bradas surcadas por losrios, como el Ebro, el Guadalquivir, etc. To- do es bello, grandioso é imponente allí. No puedo mirar esas costas sin acordarme de los cartagineses y de los scipiones. ¡Qué bellos nombres ! ¡qué bellos tiempos ! ¡qué bellos recuerdos! La España con sus bellas costas mediterráneas, con sus magníficas costas atlánticas, con sus encantadoras costas gallegas y vizcaimas, puede llegar á ser aún un país próspero, feliz, con solo desplegar los dotes de una alta y fecunda inteligencia. Para qué puede servir su bello cielo y su bello clima, si no es para elevar el espíritu y encumbrarlo á la altura de los Victor Hugo, de los Schiller, de los Goeth y de los Darwin? La España tiene que reconquistar el campo de la inteligencia y de la in- dustria: ahí tiene su porvenir y un bello porvenir. La Roma moder- na ha de brillar por el ejemplo de las buenas instibuciones y por el esplendor del espíritu, de la inteligencia, del genio, no de las conquis- tas. La edad de las conquistas pasó ya. A la salida como á la entrada del Estrecho, se nota un gran movi- miento de buques, tanto de vela como de vapor ; un movimiento infi- | | ] FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 307 nitamente más activo que el que se nota en el Canal de Suez y en los Estrechos Asiáticos. Se conoce que la principal vida y movimiento del mundo occidental, se concentra de ese ladu; ahora bien, el mundo occidental, es toda la humanidad viril y pensante, trabajante y va- liente ; porque el resto de la humanidad, es humanidad ciega, dor- mida Ó bárbara, aún cuando los millones humanos estén por de pronto de sn parte. Toda la vida y movimiento del mundo válido, de- cimos, se halla concentrada en el Atlántico, esto es, en las costas atlánticas de uno y otro continente; el porvenir, la vida presente y futura de la humanidad se halla evidentemente concentrada allí. Por otra parte, el aire del Atlántico es vital, vigorizante. Los otros ma- res son como mares estagnantes y dormidos comparados con él. Ver- dad es que el Atlántico baña las costas inglesas, y de allí recibe mo- vimiento é impulso mercantil; baña las costas americanas y cana- denses y de allí recibe vida y actividad política y mercantil; baña en fin esos países nacientes de Sud América y de Sud de Africa, aún en - embrion y que no sabemos lo que llegarán á ser. Mala época esta para ser y mantenerse en embrion, y embrion católico, esto es, sin vida ni vigor propio y suficiente, y dependiente en todo de los otros, hasta para la poblacion. Entretanto, cuántos á sus inmediaciones, no se disputan ya á pasos de gigante, el predominio y el cetro del mundo y de los negocios! Pero en fin, cada uno es como Dios lo hizo, como dicen las nodrizas; y probablemente son pocos los que quieran y puedan demolerse á sí mismos, para volverse á reconstruir de nuevo. Por otra parte ¿quién conoce el porvenir? Los modernos no tenemos un oráculo de Delfos: confieso que lo siento, porque la sabiduría puede dar oráculos aún más certeros que la antigua su— persticion. El oráculo de Delfos no era tampoco lo que podría lla— marse una mera superchería. De él es esta máxima: Noscete ipsum ! Por ella juzgadlo. ' Las ondas graníticas de las montañas en las costas españolas, al terminar al Oeste, se desmenuzan en promontorios, cabos y edenta- ciones graníticas tambien, pero no tan elevadas, hasta que más ade- lante, al aproximarse á las costas de Portugal, comienzan á elevarse de nuevo. Pero una particularidad presentan las costas del Estrecho y sus montañas, á comenzar por el Peñon de Gibraltar, que queremos mencionar, aunque sea como un retroceso en nuestra marcha; y es que en muchas de ellas, sobre el gris azulado de las rocas graníticas, se destacan manchones pajizos de médanos, ó mejor, de arenas africanas. (Contimuard). LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL ESPACIO POR JORGE DUCLOUT Ingeniero civil, etc. CONFERENCIA DADA EN LOS SALONES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL 15 DE AGOSTO DE 1890 INTRODUCCION Señores : Es una gran satisfaccion para mí poder tratar en el seno de la So- ciedad Científica, ante un auditorio tan numeroso, las difíciles cues- tiones que suscitan los fundamentos de la Geometría, y séame per- mitido recordar que esta posibilidad es debida á los adelantos rá- pidos que la enseñanza de la Geometría ha hecho entre nosotros, gracias sobre todo á los esfuerzos constantes de mi ilustrado amigo y cólega el Doctor Valentin Balbin, á la dedicacion delos ingenieros Viglione y Sarhy, ála acogida entusiasta que han encontrado en to- do el cuerpo docente de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas las ideas modernas, como tambien á la laboriosidad con que la ju— ventud toda se ha dedicado á estos estudios. La Geometría, señores, por la claridad de sus principios, por la elegancia de sus métodos, ha sido en todo tiempo el estudio prefe- LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 309 rido de los más grandes pensadores que honran la humanidad. Ta- les, Pitágoras, Platon, Euclides, Arquímedes y Apollonius han obte- nido sus éxitos más duraderos con esta noble ciencia, y despues de más de dos mil años la obra de Euclides, con pocas modificaciones, es todavía un modelo de lógica y de exactitud, no solo para la pri= mera juventud á la cual sirve ó debería servir de verdadera gramá- tica matemática, sinó tambien para los matemáticos más sabios que encuentran en sus axiomas y en sus aforismos, material para largos y profundos comentarios. En tiempos más modernos, Descartes, el inmortal autor de La Méthode, ha inventado la Geometría analítica; Leibnitz v Newton, los grandes filósofos, han fundado la Geometría y el Cálculo infini- tesimal, y todos los sábios que se han ilustrado en las ciencias físi- cas ó en las mecánicas — los sábios á quienes puede decirse se de- be exclusivamente el progreso y la civilizacion moderna — han pro- ducido óptimos trabajos geométricos, debidos tanto al amor á esta ciencia como á la necesidad de buscaren ella demostraciones ele- gantes, aplicaciones claras de las fórmulas analíticas y nuevos mé- todos gráficos para la práctica diaria. E Monge, Poinsot, Carnot, Fresnel, Poncelet, Moebius, Gauss, Plu- cker, Steiner, Chasles, para nombrar solo los más célebres, en los tiempos contemporáneos, han desarrollado el novísimo y magnífico edificio de la Geometría proyectiva 6 de posicion, que hoy marcha á la par del análisis en la solucion de los más elevados problemas, por la generalidad y abstraccion de sus raciocinios y la elegancia y rapidez de sus resultados. Y sin embargo quedaban puntos oscuros en tan luminoso cuadro, El postulatum de Euclides que se trataba vanamente de probar, y las propiedades métricas, cuya solucion satisfactoria no se encontra- ba con simples raciocinios de situacion. El orígen de la primera de estas cuestiones se confunde con el de la ciencia. Puede decirse que no hay geómetra que no se haya preo- cupado de demostrar el célebre postulatum y recien con Lagrange, Legendre y Gauss principió á hacerse la luz en esta cuestion. Veremos más adelante la admirable solucion que ha tenido en es- tos últimos tiempos con Bolyai, Lobatchewsky, Belhami, Cayley, Klein y otros. Cosa extraordinaria, todas las propiedades métricas de las figuras, como las angulares del círculo, las focales y axiales de las cónicas hasta las propiedades métricas de los triángulos como ser las de CARES AURA y E vn 310 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sus alturas, medianas, bisectrices, etc., etc., que nose dejaban pro- yectar, es decir, que no cuadraban en el sistema de la Geometría proyectiva ó de posicion, han sido encontradas dependientes preci- samente de la solucion del postulatum buscada millares de años. Es sobre este lema de los fundamentos de la Geometría, que se- gun veremos está intimamente ligado con nuestra concepcion ó co- nocimiento del espacio, que quiero extenderme esta noche. 7 ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS DE LA GEOMETRIA DE EUCLIDES Para darnos cuenta exacta de las hipótesis en que se basa la Geo- metría, no hay mejor modo que establecer sus primeros axiomas y teoremas, lo que haré siguiendo los métodos de Bolyai y de Lobat- chewsky, basados en los nueve primeros axiomas de Euclides, á saber : 12 Dos magnitudes iguales á una misma tercera, son iguales entre si; 22 Siá magnitudes iguales entre sí, se agregan magnitudes igua- les, las sumas resultan iguales ; 30 Si de magnitudes iguales se restan magnitudes iguales, las restas resultan iguales ; o Siá magnitudes ineguales se agregan magnitudes iguales, las sumas serán desiguales enel mismo sentido; 5 Si de magnitudes ineguales se restan magnitudes iguales, las restas serán ineguales en el mismo sentido; 6 Magnitudes dobles de una misma magnitud, son iguales entre SI; 2 Las magnitudes mitades de una misma magnitud son iguales entres ; 8% Dos magnitudes que se puede hacer coincidir inútuamente, son iguales entre si; 9” El todo es mayor que la parte. El estudio de estos axiomas del punto de vista lógico, depende de la Aritmética general y en Geometría podemos más bien conside- rarlos como definiciones. Los axiomas 1? y 8” forman la definicion de la igualdad de dos [ERES NEA Li ADAL sde A AER E e ts A Os A in E E ts AS LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 311 magnitudes entre sí y con una tercera. Los axiomas 2%, 3% 4" y 52 se deducen de un modo general de la definicion de la adicion conmutativa. Los 6” y 7% resultan de la definicion de lo que es doble ó mitad y de los axiomas 2* y 3%y, finalmente, el axioma 9” es deduccion lógica de la definicion de todo y parte. Sin embargo conviene notar que el axioma 8? se refiere solo á la igualdad geométrica, é implica ciertas nociones que desarrolla- remos en seguida y para que fuera general debería ser expresado en los siguientes términos, ú otros parecidos: 8% Una cosa A (cual- quier objeto que convengamos) es la misma que otra B, cuando todo lo que se puede decir de A se puede decir tambien de B y recí- procamente, bajo cuya forma lo utilizaremos. Diremos entonces que A y B son iguales y escribiremos A=B, - Cuando A y B se confunden en todas las propiedades que se quieren examinar, se dice que son idénticas, ó mejor dicho con- gruentes y se escribe A = B. De aquellos axiomas aplicados á los cuerpos geométricos tiene que resultar por meros silogismos toda la Geometría. Pasando al exámen de las palabras cuerpos geométricos, tenemos que sentar en primera línea que el espacio no puede definirse, porque todas sus definiciones son círculos viciosos y porque lu nocion del espacio está implícitamente comprendida en las de extension, lugar, posicion, movimiento, sentido y tiempo. Del mismo modo parece inútil buscar una definicion de la pala- bra cuerpo, pero como esplicacion por «cuerpo geométrico » se en- tiende puramente la propiedad de una cosa extendida de tener partes tales que moviéndolas en cualquier sentido no dejen de ser parte integrante de ella. Vemos que tan íntimamente ligadas en su sentido están las palabras cuerpo y movimiento, como las de espacio y movimiento; y por consiguiente nos vemos obligados á admitir desde el prin- cipio mismo de este exámen el axioma fundamental de toda la (reo- melria, que ¡o es tambien de la Mecánica y de la Física, á saber que: Nuestro espacio es tal que las propiedades de la extensron, 0 sea las propiedades geométricas de los cuerpos, no se modrfican en cuanto 4 nuestras sensaciones se refiere, cambiando la posicion de aquellos, es decir, moviéndolos en nuestro espacio. - Esta propiedad es exclusivamente sugerida por la experiencia, porque podrían concebirse bien partes del espacio, por ejemplo la superficie de un elipsoide, donde la traslacion de una figura, no 3192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sea posible sin modificar su forma y no sería absurdo; ó en otros términos, podría hacerse deducciones perfectamente lógicas de la hipótesis de que la forma aparente para nosotros de un cuerpo fue- ra funcion de su posicion en el espacio. — Asi, por ejemplo, el pez dorado nada en el agua contenida en una esfera de cristal, sin darse cuenta del cambio de forma que sufre para el observador cuando sale de ella, y podría muy bien establecerse una Geome- tría especial que pusiera de manifiesto las propiedades de la extension aparente de los cuerpos contenidos en aquella esfera. Igualmente podemos estar incluidos en un espacio tal que con el cambio de lugar de un cuerpo, se produzcan cambios aparentes en su forma, no constatables para nosotros, pero perceptibles para un observador situado fuera del espacio que nos encierre. Todo cuerpo geométrico tal que moviéndose en cualquier sen- tido una de sus partes, deje inmediatamente de pertenecer al cuerpo considerado, se llama punto. Se ve que el punto puede obtenerse reduciendo á nada en todo sentido la extension de un cuerpo; es el cuerpo de extension nula, que no hay que confundir con el cuerpo de dimensiones infinita- mente pequeñas, porque en este es concebible un movimiento infinitamente pequeño de sus partes sin que ellas salgan del cuerp mismo. | Un punto al contrario no frene partes, mi extension alguna, por- que si tuviera partes estas podrían moverse en su interior, lo que es contrario á la definicion. En una palabra, la nocion del punto, es inseparable de la nocion de lugar, puede decirse que estas son congruentes, del punto de vista geométrico, porque un punto deter- mina completamente el lugar en quese encuentra y recíprocamente. Faltándole toda dimension al punto, el axioma del movimiento geométrico es una consecuencia lógica de su definicion. Un punto no forma, hablando con propiedad, ninguna figura geométrica, en virtud de que es la negacion del espacio, pero dos puntos forman la figura más elemental que es el par de puntos. Se dice que dos puntos A, Az son equidistantes de otros dos B, Ba respectivamente, cuando la figura A, B, puede superponerse á la A, B>,, en cuyo caso tambien la distancia A, B, es igual á la As Ba, de donde se desprende que un par de puntos está caracterizado por la distancia entre sus puntos, porque todo lo que podemos decir de dos pares cuando son iguales es que hay la misma dis- tancia entre sus elementos (axioma 8%). LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA MLS) Por consiguiente aunque todavía no sepamos comparar dos dis- tancias entre sí, podemos ya definir lo que son puntos equidistan- tes de un punto dado, ó bien loque son distancias iguales entre puntos. Diremos que dos puntos están sometidos 4 movimientos análogos, cuando á cada posicion dada del uno, corresponda un número determinado de posiciones del otro, y recíprocamente. Un punto ejecuta un movimiento periódico cuando despues de un cierto trayecto vuelve á ocupar todas las posiciones que ya había ocupado antes ó ejecutar un movimiento análogo al anterior. — Entónces puede volver á ocupar un número infinito de veces las mismas posiciones, ó repetir una série iufimita de movimientos análogos entre sí; el trayecto recorrido desde su paso por una posicion dada hasta su regreso á la misma Ó á la análoga, es lo que se llama el periodo del movimiento considerado. Un punto móvil en el espacio, describe una línea continua y un- cursal, cuando generalmente solo hay dos de sus posiciones que sean infinitamente vecinas y equidistantes, y nunca más de un nú- mero finito de dichas posiciones, á una dada del punto. Toda línea unicursal puede ser considerada como periódica ; en efecto, al ejecutar completamente el mcvimiento puede ser que el punto móvil vuelva á su posicion original ó no.—En el primer caso puede repetirse el mismo movimiento anterior indefinidamente; en el segundo caso puede suponerse el trayecto descrito en el sentido opuesto hasta que el punto vuelva ásu posicion original y luego repetir el mismo movimiento. Se comprende igualmente que du- rante un solo período, una curva periódica no se distingue de las que no lo son. Lo que digamos de las líneas unicursales será aplicable por con- siguiente, al período de una línea periódica, y las deducciones geométricas que hagamos partiendo de las propiedades de las líneas unicursales se aplicarán igualmente á cada período de las segundas. Por esta razon no volveremos en adelante á hacer dife- rencias entre los dos casos. Debe considerarse tambien como linea toda figura geométrica com- puesta de un número cualquiera (aunque sea cero) y finito de líneas y de puntos arslados, cuando se consideren las propiedades de tal figura como conjunto. ; Se dice que dos líneas son infinitamente vecinas, cuando todo Pa: punto de una de ellas se encuentra á igual distancia é infinita 314 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - mente vecino de un número fivito de puntos de la otra, y recípro- camente. Se dice que dos líneas son tangentes en un punto dado, cuando al rededor de este tienen un número finito de puntos comunes infini- tamente cercanos y equidistantes de aquel y cuando los puntos que están á distancias muy pequeñas, pero no infinitamente pequeñas, de aquel no les son comunes. Un punto se dice infinitamente vecino de una línea cuando lo es de algun punto de ella, aunque no se le considere aplicado ó sobre la misma. Una línea envuelve un punto infinitamente vecino, cuando una infinidad de los puntos de aquella están infinitamente cerca del punto dado. Cuando una línea se mueve en el espacio ocupando una série contínua de posisiones infinitamente próximas, cada uno de sus puntos ocupa una série de posiciones sucesivas. Cuando esta última forma una línea, la figura geométrica que resulta del movimiento de aquella línea es una superficie. La curva móvil se llama genera- triz de la superficie y las posiciones sucesivas de cada uno de sus puntos forman las trayectorias de dichos puntos. Es evidente que indistintamente se puede tomar las trayectorias como generatrices, y reciprocamente; pero generalmente una línea no es trayectoria y generatriz á la vez. Sobre una superficie puede trazarse una infinidad de curvas en la vecindad de un punto; los elementos de estas líneas son for- mados por cualquier série de puntos elejidos arbitrariamente pero infinitamente cerca del dado y sobre las generatrices y trayectorias más próximas. Juntando una série de puntos infinitamente vecinos por curvas dadas, cuyos puntos pertenezcan todos á las generatri- ces Ó á las trayectorias indistintamente, se obtendrán líneas traza- das arbitrariamente sobre la misma superficie y se vé que por cada punto pasa una infinidad de tales líneas. Por consiguiente se puede trazar dos séries de líneas arbitrarias infinitamente vecinas unas de otras en cada série, y considerarlas á su vez como generatrices y trayectorias. Luego sobre una superficie se puede trazar infinidad de líneas arbitrarias por puntos arbitrariamente elejidos, pudiéndose consi- derar aisladamente á cada una de estas líneas como parte de un sistema de trayectorias ó de generatrices. Cuando dos superficies tienen en la vecindad de un punto comun LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 315 una línea comun infinitamente cercana de dicho punto, son tan- gentes entre sí (con la misma restriccion que hemos señalado para las líneas). : Una superficie que se mueve de tal manera que todos sus pun- tos describan trayectorias, engendra un cuerpo geométrico que se llama volúmen. ) En esta generacion se llama sosten de la série lineal y contínua de puntos á la línea, y sosten de la série de generatrices ó trayec- torias á la superficie que forman. Es claro que dos líneas que no se confunden, únicamente pueden tener como elemento comun puntos en número finito en una exten- sion determinada. Es decir que cuando dos líneas ó una línea y una superficie se cortan, lo hacen en un número finito de puntos que forman su intersección. Dos superficies se cortan segun una línea, lugar geométrico de las intersecciones de las generatrices de la una con la otra. La in- terseccion de dos superficies es una línea. Finalmente la parte comun de dos volúmenes, es un volúmen. Pero hay otras formas fundamentales en Geometría que son los haces y las gerbas. Si consideramos dos líneas contínuas y unicursales, podemos referir el movimiento del punto generador de la una á los de la otra considerárdolas ambas como parte de una misma série de trayectorias. Entónces por la definicion misma, á un número finito de puntos de la una corresponde un número finito de puntos de la otra; — por consiguiente, los números de los puntos de dos líneas aunque infinitamente grande cada uno de ellos, son del mismo órden de grandor, y son comparables entre sí. Designaremos por U,, el número de puntos de una línea y al ha- blar de U”, no se tratará realmente de un potencia n*%”* de U, sinó de una magnitud del órden infinito n*”” que puede ser un polino- mio completo de un múltiplo cualquiera de U” y de otros términos de grado inferior á n, los cuales se podría despreciar como infini- tamente pequeños con relacion á U”. Si consideramos una superficie que se mueve conservando fija una ó varias de sus generatrices, la série de todas las posiciones que ocupe la superficie es lo que se llama un haz de superficies y las generatrices fijas forman el sosten del haz. Si trazamos una curva que envuelva el sosten del haz infinita— mente cerca esta curva cortará cada superficie en un número finito 316 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de puntos, por consiguiente el número de superficie del haz, U,, es un múltiplo del número de puntos de la línea, ó por lo antes expuesto. 1 = US (superficies). Ahora si cortamosel haz de superficies y su sosten por otra superfi- cie, la interseccion del sosten será un número finito de puntos, y la del haz un número infinito de líneas que pasarán todas por aquellos puntos. La figura así obtenida es una superficie cualquiera, que se compone de las posiciones sucesivas de una línea movible sobre una superficie dada y que pasa por un número finito de puntos fijos, se llama un haz de lineas y los puntos fijos son su sosten. Es evidente que en el haz de líneas hay tantas líneas como su- perficies en el haz de superficies, es decir, que Un = Usn = os (líneas). Obtendremos una forma idéntica haciendo pasar por cierto nú- mero de puntos fijos, y por un número constante de puntos movi- bles, de una línea fija, una línea movible la cual describirá eviden- temente una superficie, cuyas generatrices serán las posiciones suce- sivas de la curva, y una de las trayectorias la línea fija. Este haz de líneas tendrá el mismo número de puntos que la línea que le sirve de guía, es decir U,, como antes. Las tres formas anteriores: Sen linealde pu tienen, pues, Hazide Supenllcios 0 Haz superficial de líneas....... | elementos. Son las formas de la primera especie; es decir, que tienen una potencia ó variedad simplemente infinita y tambien que son espacios de una dimension. Consideremos ahora la generacion de una superficie. Cada gene- ratriz contiene U puntos, y como por cada uno de los U* puntos de una trayectoria pasa por un número finito de generatrices, resulta que en la superficie hay Ups = Ups. Up, = Ups (puntos). Análogamente, en cada punto de una trayectoria podemos consi” AA e a LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 317 derar al haz cuyo sosten es ese punto y cuyas líneas son las varias líneas cortadas en la superficie por un haz de superficies, cuyo sos- ten pasa por el punto dado. Haciendo mover el haz superficial así obtenido, llenaremos toda la superficie de líneas análogas. El número de líneas del haz notable es : Uns > 10F y como en cada uno de los U, puntos de la trayectoria hay un haz, resulta que el número U,,, de líneas análogas de la misma especie que se pueda trazar en la superficie que le sirve de sosten, es: E Us. == Us > Ub: AE U 00 > pgs Otra forma se obtiene haciendo mover una superficie de modo que pase por uno ó más puntos fijos dados. La série contínua de superficies así obtenida se llama gerba y los puntos dados su sostén; es claro que una superficie infinitamente vecina de los puntos dados y que los envuelve, cortará la gerba en tantas líneas U,,, como haya superficies en esta forma ; tenemos pues : Finalmente, en la gerba puede considerarse todos los haces que en cada una de sus superficies forman líneas análogas y el número de líneas del pincel lineal así obtenido, cuyo sosten es el mismo de la gerba, es el¡;mismo que el de puntos de una superficie que envuelve muy de cerca á su sosten, es decir que : Las cuatro formas así obtenidas : Puntos de una superficie Líneas de una superficie Líneas de una gerba (ó pincel) Superficies de una gerba tienen por consiguiente U*,, elementos. Estas son las formas de la segunda especie; son de potencia ó variedad doblemente infinita, de segunda dimension. 318 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ahora pasamos al espacio. Podemos considerarlo como el con- junto de sus puntos ó como el de sus superficies de una misma generacion. El número de puntos del espacio es igual al número de puntos de las líneas de un pincel, es decir : Ue = U, . U, — en y el número de superficies es igual al de todas las superficies de los haces que tiene por sosten las varias líneas de una superficie ó bien : U,. = Us» . E = Us: o 11 = Un. El espacio puede ser considerado por consiguiente, como engen= drado por igual número de puntos ó de superficies. Es una forma de la tercera especie; es de potencia ó variedad triplemente infinita ó en otros términos, es de tercera dimension. Finalmente el total de las líneas del espacio está formado por las de todos los pinceles que tiene por sosten los puntos de una superficie, es decir que : SA A e Da PEO nd Us. E Us, . Us NE Us . Uso, 5 U pl es decir que tomando como elemento generador la línea, el espacio es una forma de cuarta especie ; su potencia Ó variedad es cua- druplemente infinita * es una figura de cuarta dimension. Y ahora observarán Vds. que una superficie puede ser producida por la série de intersecciones de otra superficie que se mueva de un modo contínuo conservándose siempre tangente de aquella, ó por un punto que se mueva siempre sobre la misma, como sería, por ejemplo, el punto de contacto del caso anterior, movible; que por otra parte, una línea puede considerarse engendrada por el movi- miento de otra línea que se mantenga siempre tangente á ella, ó de una superficie en las mismas condiciones, y llegaremos á la concepcion más general de las líneas y superficies. (Continuard). E DS a E sd e NUEVO PRINCIPIO CIENTÍFICO PARA COMPENSAR LA AGUJA MAGNÉTICA A BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO * Desde que Cristóbal Colon, en 1492, navegando hácia América halló por primera vez la declinación de la aguja magnética, y que Robert Norman, en 1576, observó la declinacion de la misma, se crela generalmente que no estuviese sujeta á otras variaciones; pero más tarde se descubrieron en ella desviaciones seculares, anuales, mensuales y diurnas de ninguna importancia para la na- vegacion. Desde el año 1600 muchos navegantes se apercibieron que en la mar las variaciones de la aguja, observadas en las mismas épocas y en los mismos lugares, no correspondían con las observadas por otros navegantes, y Walley, el astrónomo de los viajes de Cook, informó que la variacion de la brújula no era la misma en todos los run:bos que seguía el buque. El primero que se apercibió de las causas de este cambio, segun los rumbos del buque, parece haber sido el Sr. Dowine, piloto del navío de la armada inglesa el Glorious, quien en 1790 observó ser el hierro del buque que producía los fenómenos. Pero Flinders, capi- tan del Investagator, de la misma armada, fué el queen una série de observaciones despertó la curiosidad de los marinos, las que llama- ron tanto la atencion de su gobierno, que éste, en 1812, ordenó á 1 Este artículo ha aparecido en el número de Mayo del Boletin del Centro Naval. La Junta Redactora ha resuelto publicarlo en este número de los Anales, á pedido del autor. 320 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA varios buques de aquella de hacer en Sheerness experimentos al respecto, los cuales confirmaron el informe del capitan Flinders, á saber : 1? Que la variacion de la brújula no era igual en todos los rumbos; 2% Que en rumbo Norte-Sud no se producía desviación ; 3% Que el máximum de la perturbacion se obtenía con la proa al Este-Oeste. Los almirantazgos se ocuparon entónces de la interesante cues- tion, que adquirió siempre más importancia por la introduccion del hierro en la construccion yen la carga de los buques, como lastre, cañones, cadenas y máquinas. Todos saben que la induccion terrestre magnetiza al hierro de dos maneras, es decir : en el estado puro, de un modo pasajero y que deja de ser magnético cuando cesa la causa que lo produce; y en el estado impuro, torcido, oxidado, etc., que se imana de un modo permanente, y que queda en este estado aún cuando cese la accion magnetizadora. Se sabe tambien que estas dos fuerzas mag- néticas, siendo á bordo de los buques de hierro causa de una irre- gular perturbación en la aguja de la brújula, fueron orígen de nau- fragios, y son todavía un peligro para la navegacion. Entre todos los medios excogitados para obtener de las brújulas buenas indicaciones, figuran especialmente : 12 El plato de pa 2% Los compensadores del Sr. Airy; 3 Las fórmulas analíticas de Poisson, reformadas por Archibald Smith. El astrónomo Barlow creia primero que acercando más ó menos á la brújula un disco de hierro, normalmente al plano de suspension de la aguja, podría mantenerla con éste en el plano del meridiano magnético. Más no habiéndose podido nunca neutralizar el magne- tismo de los buques, este sistema fué abandonado por inútil. El astrónomo Airy, que se puede considerar como el padre de la ciencia de la desviacion de la brújula, desde 1838, por encargo de su gobierno, hizo sérios estudios analíticos sobre las causas y los efectos de la perturbacion de la aguja á bordo, obtuvo algunas fór- mulas que aplicadas en el lronsides y otros buques de hierro, le permitieron formar la tabla siguiente, de la cual resulta clara- mente : 1* La desviacion de la brújula en cada rumbo; ; En run 0 yA A LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO DA 20 La correspondiente intensidad magnética del buque; 32 El ángulo que el centro magnético forma con el plano longi- tudinal del buque en cada rumbo y el que forma con el meridiano magnético; 4% La intensidad del centro magnético en cada uno de estos rumbos. Angulo que Angulo que Intensidad de Intensidad forma la fuerza [foma la fuerza | la fuerza Rumbos +90 dE perturbadora perturbadora | perturbadora de do Desviaciones | magnética del o o Ca buque el meridiano [longitudinal del austral magnético buque Óó negativa N. 9%50'E.| -+2820 0,551 II ISO O 23 00 +22 30 0487 [== 18 41 ¿aL ¿ÓN 0,581 32 35 +11 20 0,425 |— 805 —40 40 0,590 47 40 040 0,413 |+ 440 —43 00 0,590 58 55 —16 50 0,454 — |+ 13 03 E 25 0,580 78 40 —28 50 0,579 | 30 30 —48 10 0,550 89 00 —35 00 0,729 |+ 46 03 —42 57 0,581 S. 68%00 E.| —27 10 0,910 [+ 65 27 —46 33 0,457 29 00 —25 30 16 + 96 59 —54 01 0,510 s 10 —16 00 1,294 — |+124 21 —43 29 0,432 S. 4955 0.| —10 55 IS 0,439 31 30 040 aso o A EOS 0,433 53 30 + 6 20 1,427 —159 28 —32 58 0,448 70 35 +11 50 1,376 —140 54 —30 35 0,447 NAS0225 0. |. -120 20 1,250 —111 37 —31 12 0,467 29 40 +25 20 1,068 |— 85 37 2957 0,458 26 50 +30 30 0,865 — 6] 50 —35 00 0,498 9 10 +29 20 0,685 — 41 27 —32 17 0,538 Con esta tabla se demostraba que el centro magnético á bordo del Ironsides era austral ó negativo, variable á la izquierda del plano longitudinal del buque por un ángulo de 29? hasta 54, y que su intensidad variaba de 0,432 hasta 0,590 ó sea de más de la mitad de la intensidad magnética del lugar, en tierra, igualadaá la unidad. | Con esto Airy pudo desarrollar una larga teoría en la cual, lla- mando desviacion cuadrantal la producida por la induccion terres- tre en el hierro dulce, por tener su máximo efecto en cuatro cua- drantes, donde es alternativamente positiva y negativa; y llamando ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 2 322 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA desviacion semicircular la producida por la misma induccion per- manente en el hierro duro por ejercer su accion en los dos semi- círculos Este y Oeste, donde es positiva en uno y negativa en otro, ó vice-versa, segun la polaridad austral ó boreal del centro mag- nético, pudo determinar las componentes horizontales de estas dos fuerzas de perturbacion. Lógicamente entonces trató de neutrali- zar estas dos fuerzas poniendo lateralmente á la brújula dos masas de hierro dulce iguales y simétricas, y en la cubierta uno ó más imanes, los cuales normalmente acercaba á la aguja de la misma hasta obtener cero desviación cuadrantal y semicircular. Este sis- tema de compensación es muy conccido por el nombre de su dis- tinguido autor. Pero, siendo variable la intensidad magnética del buque con el cambio de la latitud que, á causa de la induccion terrestre en el hierro dulce, cambia tambien de signo cambiando el buque de he- ' misferio. Por esto los compensadores de Airy fueron hallados insu- ficientes para largas navegaciones y abandonados, en seguida, como causa de errores mayores de los que se proponían corregir. Las grandes masas de hierro que constituyen hoy los buques, hi- cieron resucitar estos compensadores, pero solo para reducir en las brújulas sus desviaciones, y poder así la aguja de las mismas man- tenerse cerca del meridiano magnético, para no perder así su fuerza directriz. Si es posible, pues, con este sistema, compensar una brújula en cualquier lugar geográfico, es sabido que esta compensación no se mantiene con el cambio de la latitud. Las brú- julas de todos los almirantazgos y las ricas de Thomson son com- pensadas con este lógico pero insuficiente sistema. La brújula de la armada italiana es tambien compensada del sistema de Airy, pero los compensadores son mucho más peque- ños y están colocados próximos á la aguja de la brújula, así que por fuerza de la gravedad, se mueven con ella como un pén- dulo, en la escora y cabeceo del buque. No se sabe con qué criterio científico se ha podido hacer esto, pero cuando el buque no está en su flotacion normal, los compensadores apartándose del plano longitudinal y transversal que antes pasaba por la vertical de la aguja, en el sentido contrario del centro magnético de la lí- nea de interseccion, deben entónces funcionar como perturbadores; (véanse fig. 6* y 7%) además, el iman de la semicircular teniendo la misma vertical que la aguja de la brújula, aquellos se converti- rán en un sistema astático cuando el buque navegue con polos y LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO 323 opuestos á este iman. Pero la oficina hidrográfica italiana logró todavía reducir las desviaciones de sus brújulas magistrales po- niéndolas sobre elevadas torres de madera y cobre para alejarlas del centro magnético perturbador y reducir el coseno de incidencia de su fuerza ; así es que nadie se ocupa de averiguar si las desvia- ciones, que aún sufren navegando, provienen del centro magnético del buque ó de esta clase de compensadores; en este estado de la teoría se puede afirmar pues, que esta clase de brújulas, bajadas de sus torres serán más peligrosas que inútiles. Lo empírico del sistema de Barlow.y la insuficiencia del de Airy, estimularon á los marinos y álos doctos á estudiar el importante pro- blema, y en 1841, Poisson, propuso á la Academia de Ciencias de Paris sus famosas fórmulas, que tambien fueron halladas insufi- cientes para la navegacion, á causa de no poderse determinar en la mar ciertos coeficientes que entran en ellas. Pero Archibald Smith, en la hipótesis de que una rigurosa exactitud no era necesaria á la navegacion, despreciando ciertos factores, reformó esas fórmulas haciéndolas más prácticas, á pesar de los largos cálculos que re- quieren todavía. El almirantazgo inglés las prescribe en su A /mi- ralthy Manual á la armada, y así hacen otras naciones. El humilde conferenciante, desde 1869, aprovechando la resolu- cion del problema hecha por Airy y Poisson, se puso á estudiar, si no era posible hallar un sistema de compensación mecánica que pudiese funcionar por sí mismo aún en los cambios de latitud magnética. Por esto, partiendo del concepto de que á una fuerza de perturbación variable era preciso contraponer otra homogénea de reaccion igualmente variable, pensó que así como se compensó el cronómetro mediante la desigual dilatacion de dos metales, lo mismo podía obtenerse en la brújula con la desigual desviacion de dos agujas; Ó sea con un sistema conjugado de dos brújulas, de manera que la más desviada pudiese constantemente reaccionar automáticamente las perturbaciones de la otra; basóse por esto so- bre el siguiente principio científico. Sean (fig. 1”) dos agujas magnéticas libremente suspendidas so- bre una misma vertical, una en A y la otra en B, y sea M un centro magnético á bordo, positivo ó negativo. Supongamos las dos agujas de la misma intensidad y momento magnético, m la masa magné— tica de A y de B, y M la del centro perturbador. Las fuerzas mag- néticas que se desarrollarán entre A, B y M segun las leyes de Coulomb, serán : 394 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Mm para B -E= gy os BM 0 Mm nara A ==— cos AMO | a ñ AM? de donde resulta F > f; diferencia que se puede demostrar no es insignificante. Sea (fig. 22), NS, ns, las dos agujas del sistema, P el polo de la tierra, y M el centro magnético, el cual, por la direccion del buque está fuera del meridiano, omónimo ZOP; en este caso las dos agujas estarán desviadas en M del mismo meridiano, por las fuer- zas desiguales NM, nM; y para simplificar la demostracion despreciaremos las fuerzas iguales de perturbacion que sufren los polos Ss, por M mismo; y llamando A la suma delas fuerzas sobre NS, y Blas de ns; P la fuerza polar terrestre, igual sobre las dos agujas; Fla de nM; fla de NM; y R la repulsiva Nn; el equilibrio de las dos agujas del sistema siendo : B= PER =P eo a la diferencia será: B=A=F— [+ 2R Y si se descomponen E, f, 2 R, segun tres ejes ; Z, pasando por la vertical OZ; Y por el meridiano ZOP; y X normalmente á este meridiano, solo la fuerza de esta direccion, pudiendo hacer des- viar las agujas, si x, %”, 0”, son los ángulos que hacen las fuer- zas F, f, 2 R, con este eje, se tendrá por valor de la componente X=PFcosa' —fcoso +4 2Rcosoa”; y haciendo A O E 15) se tendrá X=Fcosxocos h—fcoso + 2 R cos xo cos k despreciando los pequeños sen x, sen h, sen «o, sen k. Diferencia ' siempre real, positiva, ó negativa, segun el carácter del centro M, siendo F>f, y que será máxima cuando w = 07. Es importante observar en esta ecuacion que para no tener des- a a o e LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO 320 viacion es preciso que sea igual cero, y esto puede obtenerse: como caso particular cuando cos = 0, de donde : X=PF cos m6 cos h —fcos a + 2R cos xo cos K= 0 lo que no sucederá sinó cuando el centro perturbador se halle en el plano del meridiano magnético. Y como caso general cuando X—PFcosocosh=—fcoso + 2R cos x cos K= 0, en donde f cos a =2R cos w cos K (A) ó sea cuando la fuerza de perturbación sea igual á la de reac- cion. II Acerca de los estudios de Airy y de Poisson sobre la desviacion de la brújula se escribieron muchos libros. Todos los autores admi- ten la existencia de un centro magnético á bordo de un buque de hierro, resultante del magnetismo pasagero y permanente de ese hierro; pero ninguno dice cómo y en dónde puede estar constituido ese centro en el buque. No se puede concebir la existencia de un centro magnético en sentido absoluto, como se considera el centro de gravedad de un cuerpo, porque si así fuese sería fácil hallarlo prácticamente, por- que existiendo á bordo un punto de desviacion cero cerca del plano longitudinal, resultaría que poniendo la brújula sobre la vertical de ese centro, quedarían destruidas todas las componentes horizon- tales que la hacen desviar ; y además que, debiendo tener desvia- cion positiva á proa y negativa á popa ó vice-versa, resultaría que la semi-diferencia de las dos sería la correccion á hacerse en la brújula. Las brújulas á bordo, suficientemente alejadas de los trozos aislados de hierro, desviando igualmente en el mismo sen- tido en cualquier parte del buque, positivamente Ú negativamente en dos semicírculos opuestos, ó vice-versa, segun la polaridad del centro perturbador, la posicion de ese centro á bordo es relativa á 326 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la posicion de la brújula, la cual debe ser desviada por igual del hierro de popa como del de proa; de donde se deduce que deben ser dos los centros magnéticos en el buque, y de polaridad contra- ria, cuando la brújula no está colocada en la extremidad misma delbuque . Un buque siendo simétrico respecto á su plano longitudinal, las fuerzas magnéticas que se desarrollan en él son iguales á uno y otro lado de este plano, y todas las moléculas de la masa que lo componen, siendo imantadas, parte permanente y parte transitoria- mente por la induccion terrestre, tendrá á ambos lados de este plano infinidad de pequeños imanes de las dos clases; los unos fijos en él y de intensidad constante que tendrán la direccion de la aguja de inclinacion en el varadero de su construccion, y los otros de direccion é intensidad variables con el lugar geográfico y la di- rección del buque. Supongamos, pues, este buque dividido horizontalmente en una cantidad infinita de planos paralelos, y en uno de estos (fig. 3%), dos infinitésimos ¡manes permanentes mM, mM, simélricos Con respec- to á una misma normal al plano longitudinal L L; estos tendrán su pequeña resultante en m', en la línea L L, del mismo plano; y si así se consideran todos los otros existentes en él, en la intersec- cion LL, de este con el plano horizontal longitudinal, se hallarán todas las resultantes parciales de 1manes. Si hacemos el mismo ra- ciocinio para todos los planos elementales, en que hemos supuesto dividido horizontalmente el buque, vendremos á concluir, que en el imaginario plano longitudinal LL, L'L” (fig. 4%), serán paralelas todas las resultantes parciales de los infinitésimos imanes. El magnetismo transitorio en el hierro dulce, siendo muy débil respecto al permanente, que solo impera en el buque, dejaremos por el momento de hacer análogo raciocinio sobre él. Las brújulas á bordo están todas en el plano longitudinal del buque. Supongamos una de estas brújulas en A, sobre la vertical 00, de este plano imaginario, y que este que suponemos constituido de una infinidad de pequeños imanes paralelos, y por consiguiente homogéneamente imantado, sea dividido verticalmente en una can-= tidad de planos elementales paralelamente á la vertical 00; cada uno de estos infinitésimos planos magnéticos 00, xy, %'y?, "y" ...., influenciarán á la aguja de la brújula A, en razón 1n- versa del cuadrado de su distancia; y entónces el plano longitudi- Ls de sd LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO 327 nal respecto á la aguja en A, quedará como dividido por la vertical oo, en dos simétricos planos magnéticos hiperbólicos o0w” por- que estos serán terminados por una curva 0'y'Yy” ... y” que , Y I . y tendrá porecuacion y = Y los centros ce, c, de estos planos serán, no los centros magnéticos del buque, sinó el de la posicion de dos grandes imanes NS, N'S', iguales y paralelos resultantes de la composicion de los infinitésimos imanes, las polaridades de los cuales pueden ó no encontrarse en este plano. Análogo raciocinio para el magnetismo transitorio de induccion terrestre en el hierro dulce, nos demostrará que en los mismos dos centros c, e, de posicion se hallarán otros dos imanes ns, n's”, variables en intensidad y direccion con la del buque y el lugar geo- gráfico del mismo, los cuales componiendo su fuerza con la de los permanentes modificarán la intensidad de estos, y por lo tanto harán variable la desviacion de la brújula. Esta es la razon por la cual Airy, experimentalmente, halló que el centro magnético del /ronsides no estaba en el plano longitudinal del buque, y era sensiblemente variable en intensidad y direccion en el mismo lugar donde él hizo el experimento. Entónces, como se propuso demostrar, los polos N”, n' y S, s de los dos imanes resultantes, siendo lo más cerca de la brújula, com- poniendo respectivamente sus fuerzas, forman. dos centros magné- ticos á bordo, iguales y de polaridades contrarias, más ó menos en el plano longitudinal del buque, y del todo relativos á la posicion de la brújula, de la cual perturban la aguja con un doble par de fuerzas. El centro magnético sería uno solo, cuando la brújula fuese colocada á una extremidad del plano longitudinal, á popa Óá proa; por ejemplo, como si la línea Aoo, fuese una de estas extremidades y no existiese entónces, sinó uno solo de estos planos oox”. Para darse cuenta de los fenómenos expresados por Airy á bordo del Ironsides ó sea del movimiento angular del centro magnético, en la rotacion del buque y del cambio de su intensidad, es preciso proyectar todos los elementos indicados por la figura 4* en el plano horizontal que pasa por los centros de posicion, c c, de los dos ima- nes; el de induccion permanente NS y el de induccion variable ns. Supóngase (fig. 5%) que A sea la brújula; o, 0',0”... 0", el cír- culo de revolucion de los centros de posicion cc, de los dos ima- nes, al rededor de A; y que A0 represente el buque con la proa al 328 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Norte; AO” al NE; AO” al Este... AO” a] NO; despues que el buque haya sido construido oblicuamente al meridiano magnético, por ejemplo NE-SO, que NS en la figura represente en intensi- dad y direccion la componente horizontal del magnetismo perma- nente del buque ; ns el magnetismo pasajero en el hierro dulce. De este modo, NS formará siempre el mismo ángulo SOA con el nlano longitudinal del buque OA, y ns, por el contrario, mante- Piéndose siempre paralelo al meridiano magnético, formará con el plano longitudinal AO, ángulos variables de 0? hasta 90”, en cada cuadrante; así que estos imanes unas veces se hallarán en polos correspondientes, otras veces en polos opuestos, y sumarán ó res- tarán sus fuerzas. Si entonces despreciamos los polos fuera del círculo o, 0', 0”... 0", que no tienen accion sobre la brújula A, se forman con los componentes horizontales NS, ns los paralelógra- mos de las fuerzas, las resultantes OM, O'M'... O" M'* de estas, representarán la intensidad de la fuerza perturbadora y M, M”, M”... M'" serán las posiciones del centro magnético en cada estacion, en donde formará los ángulos variables MAO, M'AO”, M"AO”... M" AO*", con los planos longitudinales AO, AO”... AO" y como figuran en la tabla de Airy. Así que la figura representaría el caso mismo del Ironsídes en donde aquel distinguido físico halló constantemente negativo el centro magnético del buque, siempre á la izquierda del plano longitudinal, como se puede constatar en la figura. Es claro, segun esto, que, si el buque fuese construido más ó me- nos NO-SE, el centro magnético estaría constantemente á la de- recha del plano longitudinal, y que este centro no podría estar en el plano longitudinal, sinó en el solo caso que el buque fuese cons- truido Norte-Sud ; como igualmente si el buque fuese construido Este-Oeste la aguja no sufriría sinó la desviacion cuadrantal, y poca semicircular cuando tuviese la proa Norte-Sud, á causa de que el iman NS de la semicircular sería siempre tangente al círcu- loto oO ONE Esta variacion de elementos puede dar idea de la insuficiencia de los compensadores de Airy, no siendo posible neutralizar exac- tamente fuerzas grandemente variables con fuerzas fijas, y del por qué las fórmulas de Poisson, á pesar de la reforma de Smith, con las cuales no se obtienen sinó resultados aproximados, sean poco familiares á los marinos, por los largos cálculos que requieren, y de no siempre posible aplicacion, por tener por base observaciones astronómicas ó terrestres. LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO 329 HIT Acabada esta no inútil digresion acerca del centro magnético, es preciso decir algo acerca de las varias especies de desviaciones en los buques, que consideramos ser tres : 1% Desviacion horizontal, la producida por la semicircular y por la cuadrantal, como la nombró su padre Airy, y que por la supe- rioridad de la primera es positiva en un semicírculo y negativa en el opuesto, ó vice-versa. Esta es la que se, manifiesta cuando el buque navega en su flotacion normal ; 9% Desviacion de declinacion, la producida por la escora y el ro- lido del buque, y que se manifiesta cuando el buque navega Norte- Sud : esta fué hallada hasta de 16? por solo 10 de declinacion al oscilómetro. 3% Desviacion de inclinacion, la producida cuando el buque está aproado ó apopado ó cuando cabecea, y que se manifiesta cuando se navega Este-Oeste. Estas dos últimas clases no son más que una peligrosa y acci- dental modificacion de la desviacion horizontal, las curvas de la cual son muy conocidas de los marinos, por el diagrama de Na- pier; hablamos de estas dos. Pudiéndose analíticamente referir las fuerzas de los dos centros magnéticos al eje que pasa por la vertical del punto de suspension de la aguja magnética, supongamos entónces : que CLB sea el pla- no latitudinal del buque (fig. 6) que pasa por la vertical AL, inter- seccion de este con el plano longitudinal, donde en A está la brú— jula: el buque escorado sobre el horizonte 00, por el ángulo LAV; M el centro magnético. En esta escora el centro magnético será desviado de la nueva vertical de la o AV, pero en M' aún másarriba de M lean por el punto A hágase pasar otro plano paralelo á la quilla, con un ángulo diedro DAV= BAV; con este el buque estará como dividido en tres prismas magnéticos DAV y BAV, que se harán equilibrio con sus fuerzas magnéticas sobre la brújula en A, y el prisma CAD solo perturbará la aguja magnética en A. Entónces el centro perturbador habrá pasado aproximadamente á M' describiendo el arco MM”, y modificará la desviacion horizontal 330 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en funcion del coseno del ángulo CAD, doble de LAV; y si en este caso el buque navegase Norte-Sud, la aguja en A sufriría grande perturbacion, que sería de signo contrario con contraria escora, y que justifica el haber hallado 16% de perturbacion por solo 10% de escora. Haciéndose análogo raciocinio sobre la figura 7% suponiendo el buque aproado sobre la horizontal 00, se demuestra por similitud - que la desviación de inclinacion es análoga á la de escora, y má- xime cuando el buque navega Este-Oeste. IV Indicadas las causas y los efectos de perturbacion, y volviendoá nuestro sistema de compensacion, se espera poder demostrar un teorema muy simple. ¿ Supongamos la brújula á bordo con las dos agujas NS, ns, (fig.8) del sistema que se propone, y que el buque con su centro magné— tico M tenga una direccion más ó ménos normal al meridiano ho- mónimo ZOP ; en este caso las dos agujas estarán casi á su máximo grado de perturbacion. Para fijar las ideas y simplificar la demos- tracion, suponemos que el centro magnético sea uno solo, austral ó negativo, y que no tenga accion sinó sobre los polos N, n, de las dos agujas ; de modo que para tener el valor total del doble par, no se tendrá más que multiplicar por 4 el resultado. Por lo tanto, por la figura tenemos: una fuerza de atraccion NM, sobre la aguja NS, de la brújula, y á causa de que la aguja com- pensadora de abajo ns, desvía mayormente de la de arriba, una fuer- za de reaccion Nn, sobre la misma direccion. Las dos agujas siendo construidas para mantenerse horizontales, si descompone- mos la fuerza de NM y la de Nn segun tres ejes, uno Z pasando por la vertical de la aguja NS por su punto de suspension, el otro Y por el meridiano magnético ZOP, y el tercero X normalmente á este meridiano, es evidente que solo las fuerzas en direccion de la de X, pueden hacer desviar la aguja NS del meridiano ZOP, ó ZOY. Tenemos por la mecánica racional, para ecuacion del movimien- to angular de un cuerpo que se mueve libremente sobre un eje bajoel influjo de una fuerza variable : LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO 331 do. fr0.cosx. dm Ma fr dm y sea esta la expresion del movimiento angular que en el tiempo infinitésimo t, la aguja NS puede recibir de la fuerza NM = 9 cos o de la fórmula, w siendo el ángulo TNI (fig. 8), que la tangente TT' en el punto N forma con la componente horizontal NI de la fuerza NM del centro magnético M en direccion de X. Igualmente el movimiento retrógado de rotacion que la misma NS, tendrá de la fuerza Nn, que hacemos igual á $” cos «0, será ANA D COSA dt O UROAO en la cual %' es el ángulo T'N 'I' que la tangente TT” forma con la componente horizontal T'I' de la fuerza Nn, en direccion de X. Ahora, á causa de que el sistema de la brújula automática permite con su mecanismo acercar ó alejar NSá ns, hasta obte- ner que | es claro, que haciendo esto cuando el centro M sea normal al sis- tema, es decir [cuando tenga su máximum de perturbación, que como se sabe sucede cuando el buque tiene la proa al Este-Oeste, con facilidad se tendrá el equilibrio, entre el movimiento angular que NS tiene de NM, y el de reaccion que la misma NS tiene de Nn ; así que esta, influenciada por dos fuerzas iguales y contra- rias, estando en equilibrio en el meridiano magnético se podrá expresar así.: frbcosadn frd' coso' dm VEU fr? dm el primer miembro de la cual será la expresion de la perturbacion, y el segundo la de la reaccion. De la ecuacion A se deduce que este equilibrio ne se puede obtener sinó á condicion de que : f. cosa =2R cos 2 cos K haciendo f[=%,2R =0', y cos o' =c08s se cos K JA ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se tendrá : frbcosxdm fr" coso cosK dm Fm a 7 dm Ahora expresando Y y $ ' con símbolos más propios se demostrará la inalterabilidad del equilibrio. Sea entónces M la masa magnética del centro perturbador ; m la de la aguja NS; y m' ladens; A la distancia NM; y 3, la Nn» será : Mm A Igualmente se tendrá : Hagamos los productos Mi == Dim 10 será Mi compl 207 luego será, apa 1= M [ y haciendo e, ra se tendrá 1:01 así que sustituyendo : I , a I Y = w 107 = == las cuales puestas en la fórmula fundamental de equilibrio, en vez de 9 y de D' se tendrá O ELA AA AO INEA DAA AAA A! ts ic LA AGUJA MAGNÉTIGA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIERRO 309 1 "Y =C0sx0. dm E cos. cos K. dm A? Jr? dm Ud y esta será entónces expresada en funcion de una comun intensidad magnética I, y de un comun coseno de incidencia «. Discutiendo esta fórmula, parece evidente que con el movimiento giratorio del buque, escora ó cabeceo del mismo, varían los ángu- los x, esta variacion, sucediendo igualmente en los dos miembros no alterará la ecuacion. En el cambio de latitud magnética se cam- biará la intensidad I, pero subsistirá tambien el equilibrio por el mismo motivo. En la fórmula A* y 2* son constantes, y se hace la demostracion, á causa de que por el movimiento rotatorio de los centros magné- ticos M, M' .... M'” y el opuesto de la aguja compensadora ns, pueden no parecer tales. Sean (fig. 9) SN, sn, las dos agujas y n's', los dos polos del centro magnético en el buque, y supongamos todos estos elemen— tos paralelos en el plano del meridiano magnético. Los polos NS, de la aguja directiva de la brújula, serán influenciados por los po— los ns de la aguja compensadora de abajo, por las fuerzas Ns, Sn, de atraccion y Nn, Sn, de repulsion, por pares iguales, siendo los triángulos sNn, nSs; de donde llamando b, los dos lados que re- presentan la atraccion; c, los de la repulsion; A los ángulos iguales sNn, nSs, que forman en N y S; y a, el lado comun opuesto á los ángulos A, por la Trigonometría Rectilínea se tendrá : PRE CA—A A (E 0 o a 1 ON (1) Análogamente en los grandes triángulos s' Nn' n*$s”, llaman- do A” los ángulos iguales en N y S, y a” el lado opuesto comun á este ángulo : z bike: ?=a"”? y S (10 +cr—a'?)”* S = —_—_————— 1 "=8 —————5=—= o (2 E E LA 2) Ahora, en la fórmula fundamental los divisores AY* y 3 siendo, 1 l 2 Y 53) cada uno representando la suma de un par de fuerzas b* de atraccion y c” de repulsion será : e 334 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y si en la (1) se hace b? Fe = a* =p será dE =p 45 y entónces : BSF Cc Pu -(p+a%kcos”* A a A Pp Asímismo en los grandes triángulos s' Nn”,s'Sn”, haciendo pea ete dela e setendra: 9 E ( qn 2 E il pd O a coa e NR O bp? e a 0 h cos? A” Ú y dividiendo la una por la otra Li sel Pq +au') cost A' (3) A? Ep + 4%) cos” A Girando el buque giran con él los centros magnéticos n's” que hacen desviar sn, así que la aguja directiva SN (fig. 10) formará los ángulos ¿aoN, boS, con la proyeccion ba de sn, y en este movimiento los ángulos A, en S y N, serán aumentados y tambien los lados Nn= $s = c y por el contrario serán desminuidos los lados Sn = Ns = b. Sucederá lo mismo en los grandes triángulos s'Nn',s' Sn' que tienen por lado comun n's' =a”. Entónces en la ecuacion (3) los coeficientes cos A, cos A”, siendo cambiados, puede parecer cambiados con estos el valor del divisor y del divi- dendo de la relacion de los cuales son funcion ; pero á causa de que en este movimiento, A no puede aumentar ó disminuir sinó simul- táneamente con A”, haciendo A' =(A — f) será cos A” =c0s (A += B) = cos A cos f y sen Á sen f y despreciando el pequeño producto sen Á sen f, sustituyendo y reduciendo se tendrá : ei pl + a) cose ASAS 3 3 : = Constante, y dp + a) ¡ A: 1) = ; : a 1 LA AGUJA MAGNÉTICA Á BORDO DE LOS BUQUES DE HIER..U 230 así debe considerarse, si nu se hace excepcion por el pequeño tér- mino despreciado + sen”* A sen”? f, el cual en hipótesis, estaría siempre compensado, á causa de que mientras el dividendo de la fórmula tiene por factores los elementos del triángulo grande por los del chico, el divisor al contrario, tiene los elementos del chico por los del grande. 2 E : 0 NO Entónces, si la relacion 3 > es constante, el equilibrio expresado en la fórmula fundamental será inalterable; y como se demostró tambien inalterable por la variacion de I, y de w la aguja NS, es- tando constantemente en el plano del meridiano magnético, la brú- jula estará perfectamente compensada en toda eventualidad y cir- cunstancia de navegacion. - En apoyo de esta teoría está el instrumento, que se puede en- sayar á bordo de cualquier buque de hierro, en donde se podría tambien con imanes aumentar y disminuir la intensidad del centro magnético, alternativamente, como si el buque mismo cambiase geográficamente de lugar, y ver, con facilidad, si la teoría se con- firma prácticamente. Y esto es lo que espero verifique ante comi- sion competente por el cuidado del distinguido Jefe de esta Armada que, con el estudioso Centro Naval, tanto cuida los adelantos de todo lo que se refiere al difícil arte naval. EDUARDO BERLINGIERI. MOVIMIENTO SOCIAL En la última sesion de la Junta Directiva, han sido aceptados en calidad de sócios activos los señores Miguel Hughes y Juan Ban- calari. El Sr. Guillermo de Almeida Magallaes, se ha dirijido á la So ciedad pidiéndole un informe sobre un nuevo sistema de cloacas denominadas Liquefactoras. La Junta Directiva ha designado á los Sres. arquitecto Juan A. Buschiazzo, ingeniero Cárlos Echague y Dr. Atanasio Quiroga, para que presenten dicho informe. En las últimas sesiones de la Junta Directiva se han aceptado los siguientes canjes de publicaciones con los Anales : La Reforma de la Escuela Elemental, de Coatepec; Bulletin de la Société de Géographie du Havre ;¡Misthemhungen der Geographischen Geselleschaft, de Hamburgo; Bulletin de la Société de Géographre de Fislande ; Bolletino della Societá Entomologica lItalrana, de Fi- renze ; Revista Climica de los Hospitales, de Madrid. El 15 de Setiembre próximo pasado, tuvo lugar en los salones de la Sociedad, la conferencia sobre Teoria de la Medicion. El disertante, Sr. ingeniero Jorge Duclout, fué muy aplaudido. En el presente número de los Anales damos principio á la publi- cación de su disertacion. El ingeniero Luis Silveyra ha donado 10 acciones de las emetidas por la Sociedad para la adquisicion de un terreno destinado á la erección del edificio social. Debiendo en breve asistir la Sociedad á presenciar los experi- mentos que se harán á bordo de la Marpú para demostrar el nuevo principio científico para compensar la aguja magnética ideado por el capitan de fragata D. Eduardo Berlingieri, la Junta Directiva ha nombrado en comision á los señores Dr. Atanasio Quiroga é inge- niero Manuel B. Bahia y Cárlos Echague para que informen sobre el resultado de esos experimentos. ed 107 — EISTA las des ¡ E ao - Dr. German Burmeisi4i Dr. Benjami Arteaga Rodolfo de... Ave-Lallemant, German —Brackebusch, Luis.... Carvalho, José Cárlos de..... Denza, F...,..... EA — Albarracin, Cárlos. ES Ameghino, Florentino, Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Alvarez, Teodoro. Baíttilana, Máximo. Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. Cerdeña, Fernando. Colombres, Justo V. Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. Aberg, Enrique. Agote, Carlos. Aguirre, Eduardo. Agrelo, Emilio €. Albert, Francisco. - Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas $. Almada Luis E. Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, Irenco. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. Archavala, Francisco. Arias, Bonifacio. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. Ayerza, Rómulo. Aguirre, Pedro. Albertollí, Giocondo. Babuglia, Antonio. Badell, Federico Y. Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. EN / AN CORRESPONSALES Montevideo. Mendoza. Cordoba. Rio Janeiro. ..... Netto, Ladisla0...... Paterno, Manuel... Reid, Walter F...... Stróbel, Pellegrino . . Moncalieri (Italia) LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. Ramorino, Florentino Rébora, Juan. Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Balbin, Valentin. Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon C- Blot, Pablo. Brian, Santiago. Bosque y Reyes, F. ' Booth, Luis A. Bugni Félix. 3 Bunge, Cárlos, Burgos, Juan M. eBurm ister, Carlo s Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Basarte, Rómulo E. Cadrés, Jorge. y Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. 4 Carbone, Augustin P. Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel KR. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chaves, Juan Adrian. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coghland, Juan. DE LOS SOCIOS 4 HONORARIOS n A. Gould.—Dr.R, A.iPhilippi.—Dr. Guillermo Rawson Dr. Cárlos Berg. + : Rio Janeiro. Palermo(1t.). Lóndres. Parma (Ital.). Romere, Julian. Sal, Benjamin. Segui, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco, Tapia, Pastor. Trachíia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio G, Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, U. ' Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos S. Cuenca, Felipe. Correas, Waldino. Campo, Leopoldo Xdel. Darquier,'Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto G. Doncel, Juan A. Dubourcq, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Dufíy, Ricardo. Duncan, Cárlos D, Dufaur, Estevan F, Echagúe, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordií, Alberto. . Elordi, Martin. Escobar, Justo V. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Eszquer,: 'Ootavio A. Fernandez," Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. ' Fernandez. Pastor. - Fernandez Blanco, G. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge: F. Fierro, Eduardo. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frognue, José V.. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro, Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E, de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian: Giardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini,“Arriodante. Girado, José 1 Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gunzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. -Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto, Guelielmi, Cayetano. Giúnther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Haft, Federico G. A. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafuel. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huidobro, Luis. Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. Isnardi, Vicente. Iturbe, Miguel. Iturbe, Atanasio. Iturbe, Octavio. Isnardi, Daniel. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jasidakis, Juan. ''Languasco, Domingo. “| “Lanús, pla Larguía, Carlos. pa Lavalle, Francisco. - Lugones Velazco, Suer, ' Machado, Angel. | Medina, Arturo J. ) ' "Moneta, José. . LISTA DE SOCIOS (Contimuas Jauregui, Sia “Olmos, Miguel. Jaureguiberry hadubo! Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. J: e Otamendi, Eduardo. Krause, Eduardo. ' Otamendi, Rómulo. Krause, Domingo. Kyle, Juan J. J. Labarthe, Julio. Lafferriere, Arturo. Lagos, José Ml. “Langdon, Juan A. | Otamendi. Juan B. ' -Oyuela, Wenceslao. j Otamendi, Juan B. | pimnel Alberto. C. ! Juan. Pi Emilio. “Pelizza, José. A Pereyra, Horacio. | Pereyra, Manuel. - Petit de Murat Czar. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. - Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Philip, Adrian. Leon, Rafael. Paso ; Limendoux, Emido. Piaggio, Pedro. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, es: Loudet, Osvaldo. Llosa. Alejandro. Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Pico, Octavio $. Pirovano, Ignacio: Pirovano, Juan. ' Posadas, Vicente: Pons, Miguel B. -Puyrredon, Honorio. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puisgarí, Miguel. ' Palacios, Alberto. Pico, Pedro P. Luro, Rufino. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga. F Lagos, Bismarck. Madrid, Enrique. de IR 20 Quadri, Juan B. - Otamendi, Alberto. A ' | Sarhy, Juan F. " Pawlowsky, Aaron. | Mallol, Benito ] Mandino, Oscar, -Quesnel, Pascual. Manterola, Luis (. Quijarro, José A. Mañé, Cárlos. Quintana, Mariano. Marini, A. Quiroga, Atanasio. Mariño, José, Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cárlos. Mattos, Manuel F. de. Maza, Fidel. Medina y Santurio, B. |, Quiroga, Alejandro. kamallo, Carlos. Ramirez, E nando F. ¡Ramos Mejia. Ildefso P. Rams, Esjévan. "Rapelli, Luis. Repetto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo $. Rocamora, Jaime. - Rodriguez, Andrés Er Rodriguez, Luis €. Rodriguez, Martin. 1 Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban .C. Rojas, Félix. Romero, Me Romero, Alfredo. Romero, Cárlos L. - Roselti, “Emilio. Rospide, Juan. : É Ruiz de los Llanos de Romero, Alfredo. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Romero. Emilio. Romero, Luis C. Mendez, Teófilo F.. Mendoza, Juan A. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Maupas, Ernesto. Molina, Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molinari, José. AE Molino Torres, A. Mon, Josué R. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Carlos Maria. Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M Murzi, Eduardo. Mendez, Teófilo F. Matienzo, Emilio. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F Novaro, Bartolomé. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri». Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Salas, Estanislao. Ocampo, Manuel $. Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Olivera, Cárlos C. | Vineut, Pedro. Sarhy, José. V. Scarpa, José. (sn ¡ckenda Selstrangy Artur AE Juan . Re AD Sota, Alberto, de 1 (Spa: AE Stavelius, Federic Stegman, "Cárlos. | Súnico, Víctor. Taboada, Miguel A pe Tamburini, Francisco y Taurel, Luis. Tedin, Virgilio. Tessi, Sebasti Thedy, Heécto Thompson, Y. en Torino,, Desi Jul Treglia, Ho: Trifoglio, Ricardo. | ' Tressens, José A. —Tzaut, Constante. Unanue, a: Urraco, Ea Valerga, Oronte A. Valle, Pastor d Varela. Rufino (hi 'Vedoya, Joaquin. -Vernaudon, Eng ni Victorica y Soneira, Victorica y Urqui Videla, Baldome Viglione, Luis A. Viglione, Marcelino. Eh arda ao $ White, illes Williams, Orlando E: Zambrano, Pedro. Zamudio, Eugenio. Aye Zavalia, Salustiano. Zeballos, Estanislao Ss. Zunino, Enrique. 1890. — ca LADO Ñ E corcoosnosnnoencercron coa NS ed -680 - — - CALLE PERÚ - E Sá a A e JUNTA. DIRECTIVA EE A, Presidente........ me (aros: M. Moa Vice-Presidente Jo Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. O 2% Ingeniero Juan F. SARHY. de Secretario........ Señor ANGEL GALLARDO. LE Nesonerod. 4. .... SALVADOR VELAZCO LUGONES. Ingeniero ALEJANDRO MOLINO Torres. | Ingeniero MARCIAL R. CANDIOTI. WMOcatesana lalo +. .¿ Señor MIGUEL ITURBE. | Señor BENITO MALLOL. Señor CÁRLOS WAUTERS. INDICE DE LA Ls ENTREGA a A CUARTA DIMENSION. SU HISTORIA Y SU MAS MODERNA FUN E p DACION, por Federico Haft. Mi 1. — LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DL ESPACIO, por Jorge Duclout. i do = FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO leon y tinuacion), por MD. Juam Llerena. 1% IV. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA da (Continuacion), por Marcial E. A V. — MISCELANEA. VI. — NECROLOGÍA. 4 VI. — MOVIMIENTO SOCIAL. hy A LOS SOCIOS Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta- ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, ete y Cualquier irregularidad en el reparto de los Anales en cobro de la cuota. NE Se ruega tambien á los que tengan en su poder obras bo prestadas pertenecientes á la Biblioteca de la Sociedad, se sirvan devolverlas á la brevedad posible, á fin de anotar= las en el catálogo que en breve aparecerá impreso, Ó en los suplementos sucesivos. LA CUARTA DIMENSION SU HISTORIA Y SU MAS MODERNA FUNDACION CONFERENCIA DADA EN LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA POR FEDERICO HAFT SEÑORES, La historia de la cuarta dimensión comienza en los tiempos bí- blicos. En el libro de Job, capitulo 14, versículo 8, se encuentra el pasaje siguiente : «Es más alto que los cielos: ¿qué harás? es más profundo que el infierno: ¿cómo lo conocerás? Su dimensión es más larga que la tierra y más ancha que la mar. » Así también en el nuevo testamento capítulo 3, versículo 18 de la Epístola de San Pablo á los Efésios : «Podeis bien comprender con todos los santos cual es la anchu- ra, y el largo, y la profundidad, y la altura ». Sucedieron varias interpretaciones, entre las cuales quizás la más espiritual era la referencia á la cruz con sus cuatro brazos. Pero la interpretación era infeliz, porque la verdadera cruz, en donde los césares Romanos hicieron ajusticiar los delincuentes, no tenía más que tres brazos y la cruz presente es una creación relativamente moderna. En la edad media vivían metafísicos que interpretaron "los mencionados pasajes como indicación á las cuatro dimensiones, interpretación todavía menos feliz que la anterior y que no exigirá una crítica propia. | Empero dejemos este dominio inseguro y pasemos algunos siglos adelante. Newton en su Philosophtae naturalis principia mate- ANAL. SOC. CIENT,. ARG. T. XXX 92 338 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA matica, libro 1(1686), habla de la concepción del espacio y acen- túa la posibilidad racional de un espacio absoluto y aún más, su necesidad (1). Con más energía lo hizo Euler (1748) en las Mémotrres de l'Aca- démie a Berlin y 20 años despues Kant en su escrito Del primer motivo de la diferencia de las direcciones en el espacio. Despues vino Gauss acentuando que la calidad del espacio, de ser de tres dimensiones, sea una calidad del alma humana, nombrando por burla á hombres incapaces de comprenderlo, Boeotios. Tambien Riemann en su escrito Sobre las hipótesis que forman la base de la geometría y Schopenhauer en varios lugares asi como Cárlos Neumann en Principios de la teoría (raluleo-Newtonvana (1869), tratan del espacio absoluto. Con Gauss comienza la averiguación matemática en éste ramo, llamada «geometría absoluta » ó no-eu- clideana (2). Esta geometría prescinde del conocido axioma Xl de Euclides que pretende que líneas paralelas no se encuentran y que no hay más que una sola paralela á una recta por un punto exte- rior. Es maravilloso que fuese posible construir sin este axioma, que parece tan fundamental, una geometría completa, libre de contradicciones y concluida en sí tan perfectamente como la vigen- te. Ella no supone un espacio de más de tres dimensiones quedando en los limites actuales, y á pesar de eso llega á resultados aparen- temente paradoxos y aún absurdos como, por ejemplo, que se pueden trazar dos paralelas á una recta por un punto exterior y que haya triángulos donde la suma de los ángulos no es igual á 180 grados y tanto más se distingue de este valor cuanto más grande sea el trián- gulo. Pero el contacto de la geometría absoluta con el espacio cuatro- dimensional es tan delicado y dificil que debo reservar su represen- tación para una conferencia especial. Por ahora citaré solamente algunos autores sobre la geometría absoluta. De Grauss ya hemos hablado. Al mismo tiempo y en relación con Gauss escribió Lobat- schewsky y más tarde Schweighardt; en tiempo más moderno Bolyaí, Battaglini y Frischauf. Actualmente este ramo es tratado frecuentemente en los periódicos materaáticos de toda Europa. Entrando en el dominio propio del espacio cuatro-dimensional (1) El espacio absoluto se distingue del espacio cuatro-dimensional; ya lo ve- remos más tarde. (2) Algunas veces también llamada geometría imaginaria ó astral ó Pangeo— metrÍa. LA CUARTA DIMENSION 339 hallamos, haciendo abstracción de algunos filósofos de poca im- portancia 4 Kant, que de edad de 22 años, en 1746, escribió su pri- mer disertación, titulada: Pensamientos sobre el verdadero apre- cio de las fuerzas vivas. Trata allí entre otros sobre los puntos siguientes : 1. Si Dios ha creado otros mundos; 2. Si espacios de más de tres dimensiones pueden existir y existen ; 3. SI tienen relación con nosotros; 4. Si una ciencia sobre ellos puede existir. Sin embargo, sus respuestas no son exactas ni directas. Asi dice, v. 9. : La naturaleza tiene la intención de desarrollar la más gran- de variedad y sucediendo una mayor variedad con el espacio de cuatro dimensiones, será muy probable su existencia. Despues de Kant se creía que la cuarta dimensión estuviese si- tuada en el tiempo y Gustavo Teodoro Fechner, el célebre psicólogo en sus Pequeños escritos editados bajo el pseudónimo de Dr. Mises, dedica á este tema un largo capítulo. Su tratamiento es más burlón que serio y no deja entrever, si él mismo está convencido ó no. Empero indica dos graves objeciones: primera, la dimen- sión es una calidad inherente á los cuerpos, mientras el tiempo no lo es, y asi tendríamos cuatro dimensiones desigualmente califica- das, sino una contradicción, es seguramente una dificultad ; se- gunda, puede ser que el tiempo coincida con una de las tres di- mensiones existentes. No hay dificultad en pensarlo, pues en la geo- metría proyectiva hemos aprendido á dejar coincidir sostenes, y una dimensión, ¿qué otra cosa es que un sostén ? Un amigo de Fechner, Cárlos Federico Zóllner, el único profesor de astrofísica del mundo, cuya muerte triste — murió por suicidio — hasta á sus enemigos conmovió, se ocupaba más sériamente de este asunto y llegó á la convicción de la existencia de una cuarta dimensión por las siguientes astra ccIonES segun analogía pura- mente geométricas : 1. En el espacio do-dimensional, esto es el plano, se puede tra- zar,por ejemplo,'por un punto de una recta una única línea perpen- dicular; en el espacio tri-dimensional un número ilimitado. Pase- mos adelante: En el espacio tri-dimensional hay un plano único perpendicular á otro plano por una recta. ¿Dónde habrá más? Evi- dentemente en un espacio de más dimensiones. Otra conclusión es motivada por el concepto de la simetría. 340 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cuando tengo un triángulo y quiero formar su imágen simétrica, no servirá de nada el moverlo y hacerlo girar en su plano, sino que deberé hacerlo girar al rededor del eje de simetría, levantándolo de su plano, haciéndolo girar en la tercera dimensión. Tomemos ahora un cuerpo, por ejemplo, un guante derecho. Es perfectamente impo- sible de formar su imágen simétrica, esto es el guante izquierdo; aun dándolo vuelta no se logrará. Y otra vez, dice Zóllner, que la cuarta dimensión hará posible la resolución de este problema, desempeñando ahora el mismo papel que antes la tercera. La dife- rencia entre derecho é izquierdo es sobre todo de importancia en la naturaleza como en las conchas de los caracoles y el ácido acé- tico destrojero y levojero que no se distinguen en la composicion química sino esclusivamente en sus formas y también en las teo— rías de los filósofos sobre la percepción del espacio. Kant ve en aquella diferencia entre derecho é izquierdo el misterio de nuestra representación en el espacio. El estereóscopo nos da una demos- tración de esto. Fuera de estos motivos geométricos Zóllner tenía tambien olros sobrenatura- les y misteriosus. Como es sabido, él es- perimentaba mucho con el medio espi- ritista Slade, un inglés y recibió entre otras ranifestaciones, el siguiente dibujo (Fig. 1) con la pregunta triunfante : Now 15 the fourth dimension proved ? Y además nudos hechos en un hilo Fig. 1 cerrado, una imposibilidad humana en su manera (1). Este fenómeno asi como el desvanecer de varias cosas, como libros, flores y la traslación de otras de una manera inexplicable las interpretó Zóllner de su punto de vista muy satisfactoriamente con la cuarta dimensión, diciendo asi : Supongamos que tenemos una figura humana y proyectemos su sombra en la pared. Es muy probable que este hombre de sombra no posea una idea de la tercera dimensión y cuando un punto de su plano se levante de él, dirá : (1) Hay un método de hacerlos de Oscar Simony, cortándole el hilo ó anillo siguiendo á su eje y girando el cuchillo al rededor de este eje. Simony descubrió las leyes á las cuales los nudos obedecen y halló al fin la ley de los números primos, un problema de dos mil años. A A A A a A A NS DEAR DAA A LA CUARTA DIMENSION 344 este punto se desvaneció. Y así nosotros también decimos, una cosa se desvaneció, mientras se elevó á la cuarta dimensión. No debe- mos olvidar que Zóllner era un espiritista creyente y que para él los mencionados fenómenos espiritistas existieron indudablemente. Y pasa todavía más adelante, diciendo: tal como un ser de dos dimensiones es una proyección de un ser tri-dimensional, así el mundo tri-dimensional es una proyección de otro mundo cuatro- dimensional: y halló de esta curiosa manera el contacto con la Ideología de Plato y con la teoría de la «cosa en sí» de Kant, al cual conoció-muy bien. Y aún más; con suma audacia dice Zóllner: así como en el con- tacto de dos cuerpos tri- dimensionales se produce electricidad, se producirá en el contacto de dos cuerpos cuatro-dimensionales, esto es un cuerpo tri-dimensional, la gravedad, y creyó hallar en eso el motivo para el paralelismo de los fenómenos de estas dos fuerzas, sus leyes por partes comunes, etc. Con la cuarta dimensión, Zóllner podía también declarar la «cla- ra vista », á saber: tal como la sombra se pone sobre los cuerpos tri-dimensionales, sin ocultarlos para nuestra vista tri-dimensio- nal, asi los cuerpos tri- dimensionales pueden superponerse sin ser cubiertos para la vista cuatro-dimensional y dice simplemente : el espíritu de las sonámbulas se eleva á la cuarta dimensión, de donde resulta que pueden penetrar por todas puertas y paredes á la pieza contigua, al otro término de la ciudad ó aun á otra ciudad como el conocido Svedenborg que vió un incendio en una ciudad bastante lejos; pero tambien pueden penetrar en el cerebro de otro hombre para adivinar sus pensamientos. Sea como sea, Zóllner, era el motivo de un nuevo ramo de la geometría de cuatro y más dimensiones. La literatura correspon- diente ha crecido en el poco espacio de diez años de una manera verdaderamente, americana y ahora es casi imposible dominarla especialmente, porque supone la completa geometría proyectiva hasta sus altísimos ramos: complexos de rayos, sistemas de cero, etc. Se distinguen en esta nueva geometría por su frecuencia é in- - tensidad los italianos como Bertini, Segre, del Pezzo, Loria, Bel- trami, etc. Por supuesto, ahora no puedo tratar detalladamente sobre esto. Solamente quiero mostrar una hoja de este fuerte libro que admita una representación popular. | Tal como podemos construir los desarrollos de los cuerpos tri- 342 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dimensionales, podremos tambien hacerlo para los cuerpos cuatro- dimensionales. Naturalmente los regulares nos interesarán de una manera especial. Muy sorprendentemente podía Puchta determinar el número de los cuerpos convexos regulares de cuatro dimensio- nes, y aún de cualquier número de dimensiones. Los elementos de las superficies son líneas, es decir, los elemen- tos de cuerpos do-dimensionales, son uni-dimensionales, de los tridimensionales son do-dimensionales, y así progresivamente los elementos de los cuerpos cuatro-dimensionales serán tri-dimen- sionales. En el espacio de cuatro dimensiones hay.seis cuerpos convexos regulares, á saber: Il. Consiste de 8 cubos (1) (Fig. 2). Para formar el cuerpo cuatro-di- mensional, sería necesario unir los vértices abc sin destruir la unión existente de los cubos y así también Ao 110 0) EuO: Pasan 3 cubos por cada arista, y 4 por cada vértice (2). 2. Consiste de 5 tetraedros, pasando 3 por cada arista. 3. Consiste en 16 tetraedros, pa- sando 4 por cada arista. - 4. Consiste en 600 tetraedros, pasando 5 por cada arista. 5. Consiste en 24 octaedros, pasando 3 por cada arista. 6. Consiste en 120 dodecaedros, pasando 3 por cada arista. Muy notablemente pudo Puchta deducir de estos desarrollos un leorema nuevo en la teoría de las sustituciones. Hace pocos años comenzó la averiguación aritmética y mecánica del espacio de cuatro y más dimensiones. Especialmente Simony trabajó aquí. Escribió sobre la validez de los principios de la me- cánica y sobre las operaciones aritméticas en el espacio de n dimen- siones. Estando á punto de abandonar la parte geométrica de mi tema, (1) Se llama en aleman : Achtzell, palabra que significa una cosa de 8 cáma- ras ó células análogamente derivadas como trípode, cuadrángulo, etc. (2) Este desarrollo resuelve tambien un problema puramente estereométrico, á saber, deshacer un exaedro en cubos de modo que en cada vértice se encuentren el mismo número de aristas, planos y cuerpos, é igualmente en cada arista el mismo número de planos y cuerpos; semejante á los otros desarrollos. LA CUARTA DIMENSION 343 quiero por curiosidad mencionar que la cuestión completa de cua- tro y más dimensiones se dejaría resolver segun Lotze en su meta- fisica (1841), simplemente diciendo que el espacio tiene un número infinito de dimensiones, porque yo puedo moverme en infinitas di- recciones! Creo que no sea menester hacer una crítica sobre la “equivocación de dimensión y dirección. Ahora, entrando en la segunda mitad de mi asunto, la más mo- derna fundación, debo antes pedir á Vds. el desprenderse de toda prevención de educación y de escuela, porque intento desarrollar ideas tal vez monstruosas á primera visla. Fuera del idealismo de Kant y la especulación geométrica hay todavía un tercer camino, mostrado por Wegener, para fundar la cuarta dimensión. Como preparación quiero servirme de un diseño frecuentemente aplicado por el Profesor Dove en sus conferencias sobre física experimental. Supongamos que poseamos en un rincon de este salon una fuente de fuerza que produzca oscilaciones en progresión más y más rápidas, observando que nuestra máquina trabaje constantemente, por ejemplo, que produzca un trabajo de un segundo-kilogramómetro. Siendo las oscilaciones todavía lentas, podremos percibirlas una á una. En cuanto aquellas se aceleren, se dificultará esta posibi- lidad de distinguirlas hasta desvanecerse con diez oscilaciones por segundo. Aumentando la velocidad en 32 oscilaciones oiremos el tono más profundo apenas perceptible y subirá más y más para cesar en 40.000 oscilaciones. Entonces durante mucho tiempo no percibiremos nada, pero estamos seguros de que nuestra máquina hará oscilaciones. Se ha pretendido que en una cierta frecuencia de oscilaciones, de 40.000 arriba, se verificará la electricidad, el mag- netismo ó la gravedad; empero no es más que una presunción. Por ahora sabemos que cuando el número esté en los billones, un calor agradable saldrá de nuestra máquina. En 392 billones vere- mos una luz roja y sucesivamente pasaremos por toda la escala de los colores del iris para perderlos con 750 billones como luz vio— lada. Ahora no veremos nada, sin embargo hay oscilaciones y po- demos probarlas con una placa fotográfica que se cambiará bajo la influencia de los rayos ultraviolados. Luego cesará tambien esto, nuestros medios físicos niegan el servicio. Tenemos la convicción que nuestra máquina trabaja, pero no percibiremos ningun efecto. Y asi dejemosla oscilar mientras nosotros estudiamos el movi- miento oscilatorio en el éter. 344 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los más modernos progresos en la teoría de la luz, especial- mente en los fenómenos de la polarización y fracción doble, hacen muy plausible que el éter sea compuesto de moléculas que tienen una repulsión recíproca; poreso existirá siempre una distancia entre ellos que podrá ser muy pequeña, pero nunca infinitamente. El movimiento oscilatorio se verifica así que, por un impulso exte- rior, una molécula del éter sea oprimida de su sitio, y que las contiguas entren en el espacio vacío y asi sucesivamente; el resul- tado son montes y valles alternativos, cuando el impulso produjo movimientos perpendiculares á la dirección del rayo ó condensa- ciones y sutilizaciones alternativas, cuando el impulso era en la dirección del rayo. Pero también en el último caso se habla de montes y valles de la onda, designando con los primeros las con- densaciones y con los segundos las sutilizaciones. En. la teoría de la luz se está obligado de aceptar oscilaciones de la primera clase, es decir, transversales. Para nosotros la elección es indiferente. Como es sabido, el largo de la onda no depende de la magni- tud de las excursiones que hacen las moléculas, es decir, de la amplitud, sinó de la velocidad con que la molécula eterial vuelve á su sitio original. Cuanto más rápidas sean las oscilaciones tanto más corta será el largo de la onda y un movimiento oscilatorio supone que una molécula puede transferir su movimiento al pró- ximo, etc., así que el largo medio de la onda por. lo menos debe tener la distancia de las moléculas. Ahora bien, nada impide el su- poner que la velocidad aumente hasta que el largo medio de la onda sea menor que la distancia entre las moléculas eteriales. ¿Qué sucederá? Una traslación á la molécula próxima no se veri- ficará.. Antes, aunque nuestros sentidos no pudieran percibir nada, ni tonos, ni calor, ni luz, estábamos seguros que indudablemente salieron rayos oscilatorios de nuestra fuente de trabajo, ahora debe- mos estar persuadidos que el impulso original no se trasmitirá, no solamente que no existen rayos sino que no pueden existir. La fuerza de nuestra máquina desvanece directamente para el mundo exte- rior. Pero, desvanecer perfectamente no puede; esto contradeciría al altísimo principio de nuestra física sobre la «conservación de la energía ». — No podemos dar otro corte, que decir: la entera fuerza se hundió en aquel punto en la molécula eterial. Esta tiembla en cierto modo «en sí» bajo su propio efecto mientras sus alrededores quedarán completamente inmóviles. No resulta ningún espacio vacío en el cual la molécula próxima pudiera entrar; no se puede LA CUARTA DIMENSION 345 hablar de un movimiento propio; la fuerza y el movimiento se hizo imaginario. Mas sin efecto no puede quedar, segun el principio de la física antes mencionada; la cuestión parece sin salida. Consi- derémosla de otro punto de vista. Antes la entera cantidad de fuerza se trasmitió á la siguiente molécula, la molécula a influía sobre la otra 5: sujeto y objeto eran cosas distintas. Ahora la molé- cula a influye á si misma. La entera fuerza queda pegada al mis- mo punto como acción interior: sujeto y objeto es la misma cosa. Dentro de nuestra experiencia no hay más que una única fuerza con tales calidades — es la fuerza del espíritu. Y así hemos llegado al hecho sorprendente que allí, donde vimos desvanecer una luz violada, producida de la misma fuente de fuerza aun como equi- valente para un trabajo mecánico, nace una conciencia. He aquí la conexión entre fuerza física é intelectual, es decir entre cuerpo y espiritu, entre ser y pensar. Entre paréntesis sea dicho, que ya Riemann pretendió que el pensamiento sea una onda (Tomo III de sus escritos recogidos) tra- tando de « masas espirituales », movidas y dirigidas segun la teo- ría ondulatoria. El atribuye estas masas espirituales también á co- sas inanimadas; idea ya tratada por Thales, que dijo que el magneto debe tener un alma para saber distingu:r entre hierro y cobre. Importante es, observar que no participa de ninguna idea mís— tica nuestra doctrina y que ella representa un verdadero monismo. El monismo es ahora la meta de las presentes carreras filosóficas, sin conseguirla. Lo que se llama hoy monismo, no es otra cosa que un dualismo disfrazado : para evitar el dualismo de cuerpo y espí- ritu, para quitar la apariencia mística é inmotivada del espíritu en la materia orgánica se divide la materia en átomos y atribuye á cada uno de estos también, aún fuera del movimiento, sensibilidad, es decir, la capacidad de ganar una conciencia de sí. De tal ma- nera se separa cuerpo y espíritu «por mayor» para luego unirlos «por menor ». Otra cosa es con nuestro monismo. En realidad queda la diferen- cia poderosa entre la fuerza física y espiritual; pero este dualismo halla su resolución en la unidad superior de ellos: ambos son so- lamente formas del mismo agente enigmático que penetra todo el mundo y que nosotros llamamos « fuerza ». Y cuando la fuerza es- piritual es una hermana de la fuerza natural, no deberemos espe- rar que las dos formas principales de la fuerza natural, la energía 346 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA potencial y quinética, ó como se dice también, la fuerza espansiva y viva, no deberemos esperar digo, el encontrar á ellas también en el dominio imaginario, en la fuerza espiritual ? La analogía es evi- dente: á la energía potencial, esta base de todo ser corporal, corres- ponde la base de nuestro espíritu la de que no hay conciencia, á la energía quinética el recibir de la conciencia. El elemento con que el organismo del espíritu se edifica, está situado en tal punto ete- rial, en donde la fuerza produce el movimiento imaginario de la concepción. ¿No es la concepción el elemento de cada acción inte- lectual ? Para decir: a es igual a, no será menester, primero tener la concepción de a? Ahora habiendo reconocido la esencia de aquella forma extraña de la fuerza, también sabemos que la naturaleza no la desarrolla en máquinas á vapor, sinó en los organismos que aparecen en el cerebro ó mejor dicho en la masa nerviosa y sus aparatos. Allí se acumula la fuerza química de los alimentos en la forma de la ener- gía potencial, pronta á trasplantarse en la quinética de la con- cepción, cuando el cerebro comienza á trabajar. Este procedimiento es muy semejante al de los músculos. En es- tos, así como en los nervios, en el momento de ser puestos en acción, aparece la llamada «fluctuación negativa » en las corrientes eléc— tricas Pes decir, considerando la fuerza electro-motriz como medida de lafuerza expansiva momentáneamente existente, como una dis- minución de la fuerza espansiva. Pero mientras esta disminución se interpreta muy satisfactoriamente en los músculos, por la transfigu- ración en la fuerza viva del movimiento de masas, primeramente de los elementos del músculo mismo y despues de las cosas cogidas, prescindiendo de la pequeña cantidad del calor que aparece, proba- blemente motivado por la fricción inevitable de los elementos mus- culares durante la contracción, en el nervio ha quedado hasta ahora un misterio. En el nervio activo no sucede ningun movimiento de masas, como en el músculo, pero la fluctuación negativa demuestra que igualmente se consume fuerza espansiva; en nada no puede des- vanecer; nosotros ya sabemos la respuesta : el equivalente para la energía potencial consumida es la sensación, en el más ámplio senti= do de esta palabra. Á saber no aparece ninguna de las fuerzas naturales conocidas en bastante cantidad, para ser considerada como recompensación. Electricidad no puede ser, segun las averigua- ciones exactas del Profesor Du Bois Reymond, en Berlin, no siendo posible declarar la disminución como producida de otra corriente $ ES ds LA CUARTA DIMENSION - 347 contraria. Los procesos químicos serán indudablemente más vivos en el nervio activo, pero lo mismo también sucede en el músculo, y á pesar de eso nadie creerá hallar en la fuerza química el equiva- lente para la energía potencial consumida. Ya hemos visto que este equivalente consiste en el movimiento de las masas. Sobre todo no hay ninguna observación que podría afirmar la opinión que los procesos químicos en el nervio sean mayores que los que se pro- duzcan en el músculo. ¿Y por último el calor? ¿No podría suceder que este sea el equi- valente para la fuerza expansiva ? Durante mucho tiempo no se ha- lló ningun vestigio de calor en el nervio activo y si en los últimos tiempos se logró encontrarlo, no podrá ser considerado como equi- valente de la fuerza consumida. El calor es tan nimial que la au- mentada transformación basta para su interpretación y nunca podrá ser motivo para esta gran pérdida de fuerza de que nos dá cuenta la fluctuación negativa. Y sobre todo, otracosa. Cuando pongamos al músculo en aquel es- tado en el cual se halla el nervio enla naturaleza, es decir, cuando le hagamos incapaz para contraerse, por ejemplo por pesos colgados, el músculo excitado se calentará en un grado mucho mayor como antes, porque ahora toda la energía potencial desaparecida durante la fluctuación negativa se verá forzada á aparecer de nuevo como calor. ¿No debería ser observado lo mismo en el nervio? Nada de eso. No queda otro expediente que considerar la fuerza viva de la sensación como equivalente de la fuerza espansiva durante la fluc- tuación negativa. Así hemos obtenido del punto de vista fisiológico el mismo hecho que antes del físico; la fuerza espiritual es sola- mente otra forma de la fuerza natural y la una puede ser transfor- mada en la otra. : Ahora mismo quiero hacer frente á una objeción fácil de hacer. Podría decirse: bien que la sensación sea el equivalente de la fuerza natural; pero no tiene independencia como tal, porque no queda en este estado, sinó que devuelve en la fuerza espansiva del nervio y poreso se eleva la corriente en el mismo, despues de la fluctuación negativa, repentinamente á su nivel anterior. Pero ésta objeción es vana, porque en el músculo sucede lo mismo, sin que el trabajo producido por él vuelva al mismo. Así, estamos seguros de que la fuerza espiritual como tal queda y según el precedente podemos considerarla como la energía potencial de lo de que no se tiene conciencia, acumulada en los puntos eteriales. 348 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hace mucho tiempo que se ha puesto el número inmenso de las células en el cerebro en relación con la gran multitud de represen- taciones durante nuestra vida. Se pretende que cada una de las cé- lulas no solamente produce una cierta representación por un cierto movimiento de los átomos, sinó que la reserva por una cierta posi- ción. Así parecen las representaciones en las células del cerebro guardadas como los medicamentos en las cajas de una farmacia. Fuera de lo que es apenas comprensible cómo pudiera conservarse aquella cierta posición de los átomos durante la transformación contínua, siempre restará la dificultad principal cómo un movi- miento de átomos podrá producir una sensación. Para nosotros esta dificultad ya no existe. También nosotros pode- mos pensar que en cada célula nerviosa se producen representa- ciones pero no por movimientos de los átomos en el espacio sinó por oscilaciones tan rápidas de las particulas eteriales que resultará el movimiento 2maginario, antes mencionado, en el cual debe desper- tar una conciencia. Pero, por último, esto no se verifica en la célula, extendida en el espacio sinó exclusivamente en los puntos eteriales, que en virtud de su acción, dirigida adentro, en cierto modo salse- ron de nuestro espacio im-dimensional. A saber, nosotros podemos so- lamente reconocer como existente en nuestro espacio, aquello que haga una acción afuera. Indudablemente debemos también pensar que nuestro átomo eterial, en donde fuerza se vuelve imaginaria, como otro átomo se halla en cualquier lugar del espacio. Pero esto no puede tener otro sentido que aquel que nos represente el lugar donde vimos desaparecer la fuerza natural y abandonar nuestro espacio tri-dimensional. Y también la conservación de las repre- sentaciones no se verifica en las células por un arreglo invariable de sus átomos materiales sinó en el organismo espiritual construido par átomos eteriales en la forma de la energía potencial de «lo de que no se puede tener conciencia », para ser manifestado oOcasio- nalmente en forma de la energía quinética de la concepción. Cómo será tal organismo eterial construido, quien lo sabrá? Como mi retrato del organismo material de nuestro cuerpo segun la bi- blia (siendo hecho el hombre segun la imágen de Dios, es decir, del espíritu) ó como un caos irregular, ¿quién lo decidirá ? Este asunto es demasiado metafísico para ser tratado abrevia- damente; quiero pasarlo en silencio, únicamente acentuando que la primera idea tiene sus representantes en todos los siglos, en to- das las naciones. Pes LA CUARTA DIMENSION 349 Me aproximo al fin. Cuando así continuadamente fuerza física convierte en fuerza espiritual y se acumula en el organismo es- piritual, evidentemente en una larga vida humana una gran can- tidad de energía será sustraida al mundo, tal vez calculable en ki- logramómetros, se presenta por sí misma la cuestión, si esta suma de fue:zza se desvanecerá del mundo para siempre ó volverá en fuerza física. No nos dejemos engañar por una esperanza egoista. A priori ambos casos son posibles. Aquí debe decidir la experien- cia: Acerquémonosá la cama de muerte, á fin de que la natura- leza misma nos responda. ¿Aparece en el momento de la muerte alguna de las conocidas fuerzas naturales, se manifiesta alguna compensación para aquella gran suma de fuerza espiritual? ¿Cuan- do se cierran los ojos, aparece una luz, un relámpago, un trueno, se vuelve el cuerpo ceniza ó polvo ó vuela entero al cielo? Enton- ces podríamos decir que le fuerza espiritual, esto es el alma, se cambiase en luz, electricidad, calor, en movimiento químico ó mecánico. Nada de esto. Mudo cae el muerto en el sepulcro dán- donos el testimonio de la existencia postmortal del alma. Es ver- dad, mo es más que una demostración negativa pero hasta hoy dia no hay una positiva y las contrarias, desde los más antiguos tiem- pos carecen segun mropinión de una base tan racional como la presente. No podemos pretender que el alma como tal sea ¿2nmortal. Puede ser que después de su vida cuatro-dimensional vuelva en fuerza física. Pero más plausible parece que se elevaráá una existencia cinco- dimensional y sus contínuáas. Las opiniones de muchas filoso- fías y muchísimas religiones especialmente la gran teosofía de los brahmanos concuerda con esta teoría. ¿Deberá quizás resolverse de tal manera el enigma de nuestra existencia? Será tal vez la in- tención del mundo con sus gozos y penas, que la fuerza se transfi- gure en espíritu ? Al fin me resta declarar la relación de la fuerza espiritual con el espacio. Dice Kamt: «Fácil es demostrar que ningún espacio y ninguna extensión existiría, si la sustancia no tuviese la fuerza de producir efecto afuera.» Segun él la única circunstancia que esta fuerza — él habla aquí de la atracción — siempre opera inver- samente al cuadrado de la distancia, ley instituida arbitrariamente por la divinidad, es el motivo que nuestro espacio sea tri-dimen- sional. Ahora bien. Cuando esta fuerza se cambia tan radical- mente que se vuelve imaginaria, hundiéndose en un punto eterial, 390 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¿no debemos esperar que también el espacio sea alterado ? ¿Pero, cómo? Progresando del espacio do-dimensional, del plano, al tri- dimensional, vemos que el primero se amplía de súbito infinita- mente siendo contenidos infinitos planos en el espacio común. Y ahora, pasando del espacio tri-dimensional al cuatro-dimensio- nal, vemos condensarse el primero en un punto eterial, en lugar de ampliarse otra vez infinitamente ? Tal no es la cosa. Mirado de fuera nuestro punto eterial parece como infinitamente pequeño, pero otra cosa es, mirado de dentro, y de eso tenemos una demostración. A cada uno de nosotros es permitido mirar 4un punto eterial de dentro: Mi espíritu es un punto eterial y en él hay todo lo que cabe en mi espíritu, esta me- sa, este salon, la tierra, el Sirius, tantos billones de millas lejos de mi todo el espacio imaginable son partes de mi espíritu — todo el espacio infinito con su materia es mi espiritu, mirado de dentro y él se condensa aparentemente para mis vecinos, mirado de afuera, en un punto eterial. Y si vale para uno, debe valer para todos: en cada uno hay esta profundidad infinita y cuando en aquel punto la fuerza se vuelva imaginaria, es decir, cuando un espíritu nace, se forma la conciencia que aquella profundidad es el espacio tri= dimensional — el mundo sensible. Hé aquí los infinitos mundos tri-dimensionales que á pesar de sus infinidades no se limitan mú- tuamente. No se oponga que estos sean mundos figurados, idea- dos; de otros generalmente no sabemos nada: la gran verdad, enseñada por los más grandes filósofos de todos los pueblos y tiempos, afirmando que nuestro mundo sensiblemente perceptible no es más que un mundo subjetivamente figurado, quedará ver- dad, invariable eterna verdad. Pesariiendo firalmente en pocas palabras la doctrina presenta- da, podemos decir: No hay una cuarta dimensión del espacio, sinó una del espiritu. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL ESPACIO POR JORGE DUCLOUT Ingeniero civil, etc. CONFERENCIA DADA EN LOS SALONES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL 15 DE AGOSTO DE 1890 (Continuacion) Las líneas, resultan del movimiento de un punto móvil, cuyas posiciones infinitamente vecinas se encuentran siempre sobre otra línea igualmente móvil que envuelve constantemente á la línea trazada, formando sus posiciones sucesivas una superficie, sobre la que se encuentra la línea engendrada. La segunda, resultan del movimiento de una línea, cuyas po- siciones infinitamente vecinas se encuentran sobre una superficie móvil, tangente, segun la línea móvil, á la superficie engendrada, — ó del movimiento del punto de contacto de una superficie que envuelve la dada en todas sus posiciones. Vemos que nos será siempre posible referir una forma de una especie á otra de la misma especie engendrada por elementos aná- logos, de tal manera que á cada elemento de una forma corres- ponda un número determinado de elementos de la otra. Las teorías de la colineacion (formas proyectivas), de las pola- res recíprocas, de los mapas geográficos y de los modelos de toda naturaleza, son aplicaciones notables de estas verdades. 3592 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1001 POSIBILIDAD DE EDIFICAR UNA GEOMETRÍA ABSOLUTA CON LOS PRINCIPIOS ANTERIORES El estudio de las propiedades del espacio, ó sea la Geometría, debe poderse basar únicamente en las nociones que preceden, ya que mediante ellas se presentan claramente definidos todos los elementos geométricos. J. Bolyai y J. N. Lobatschewsky, son los primeros que hayan logrado este objetivo, aunque ya antes de ellos varios autores, en- tre otros Lagrange y Legendre, hubieran presentido las consecuen- cias que importaba para la ciencia la supresion de todo nuevo axioma. Sin embargo parece que Gauss estuvo antes que los pri- meros en posesion de las verdades, que aquellos publicaron casi simultáneamente (1). El resultado de los estudios de Bolyai y de Lobatschewsky, y de tantos” otros geómetros ilustres que siguieron sus huellas, y de quienes hablaremos más adelante, es lo que se llama Geometria no Euclideana, ó Geometria absoluta, cuya posibilidad demostrare- mos en seguida, no por la exposicion histórica de su desarrollo progresivo, sinó, al contrario, estableciendo directamente sus prin- cipios fundamentales, basándonos únicamente en los nueve pri- meros axiomas de Euclides. Generacion de la esfera. —Dados dos puntos A y O, hagamos mover el primero al rededor de O, que supondremos fijo, de tal manera que la distancia entre estos dos puntos quede constante, es decir, de tal manera que en toda nueva posicion A, de A, los puntos A, y A, estén á igual distancia de 0; podemos suponer ligados los puntos A y O por una línea cualquiera; entónces, sobre cada línea del pincel de sosten O que forman las diferentes posi- ciones de la línea OA, habrá un número finito de puntos A, que formarán, por consigniente, una forma de segunda especie cuyo elemento es el punto, es decir, una superficie. Se ve que esta (1) En la noticia bibliográfica que seguirá á la publicacion de esta conferen-- cia, se encontrarán datos históricos al respecto. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 399 superficie encierra O por todas partes; ella se llama es fera, y O es su centro; todos los puntos de la esfera son equidistantes del cen— tro, y la distancia constante á que se encuentran los puntos A del centro O, se llama el radio de la esfera. Es claro que por la misma definicion de una esfera, esta super- ficie resbala sobre si misma, por todo movimiento que se dé á uno, de sus puntos, dejando fijo el centro. Y recíprocamente, todo lugar geométrico que resbala, sobre sí mismo cuando sus puntos A giran de un modo cualquiera al rede- dor de un punto fijo O, es una esfera, porque siempre se podrá hacer coincidir por superposicion dos de sus puntos A, y A, dejando fijo al punto O; entónces OA, =0A,, por definicion, y re- sulta que todos los puntos del lugar dado están á la misma distan- cia OA del punto O, ó sea sobre la esfera de radio OA y de centro O. Una esfera, 2, solo puede tener un centro O, porque si tuviera otro 0”, haciendo girar un punto A de 2 al rededor de O, de modo que Á describa á 2, suponiendo ligado el punto 0” con A y con O, describiría O” otra esfera, 2”, concéntrica con *, cuyos puntos es— tarían todos equidistantes de los de X y serían todos centros de X. Ahora bien, resbalando 2 sobre si misma, no se modificaría la po- sicion de sus centros; de donde resulta que la esfera 2” debe ser de estension nula, es decir reducirse á un solo punto, que es el centro O. Esferas concéntricas. — Dos esferas del mismo centro (concéntri- cas), no pueden tener ningun punto comun á distancia finita, por- que si lo tuviesen, haciéndolo giraren todas las posiciones que pueda ocupar al rededor del centro, describiría enteramente á ambas esferas, que tendrían que confundirse. Pero si este punto se encontrara en una region del espacio tal, que su distancia al centro O no tuviera valor determinado, este raciocinio fallaría por su base, y se ve desde ya, que en aquella region del espacio todas las esferas tendrían que cortarse segun ciertas líneas, y si fuera I un punto de dicha region del espacio tal que la distancia OÍ fuera indeterminada, este punto I debería considerarse como situado á la vez sobre todas las esferas de centro O, cuya intersección estaría en consecuencia formada por todos los puntos cuya distancia al centro fuera indeterminada, y la deberíamos considerar como parte integrante áunque impropia, de todas las esferas de centro 0. Más adelante volveremos sobre estas cuestiones; por ahora, nos ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX > 23 304 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA concreltamos á analizar las relaciones de los puntos propios del es- pacio, y al referirnos al espacio que llenan las esferas del centro O diremos, el espacio propio del punto O. Podemos describir al rededor de O, una esfera de radio infini- tamente pequeño, elijiendo un punto A infinitamente cercano de aquel, y haciendo crecer el radio OA, obtendremos una série de es- feras concéntricas, tales que no tendrán ningun punto propio co— mun; si hacemos crecer indefinidamente (no digo infinitamente) la distancia OA, la serie de esferas engendradas llena todo el espacio propio del puntó O, y resulta que todos los puntos de este espacio se encontrarán cada uno de ellos sobre una esfera determinada, habiéndose obtenido de esta manera una clasificación de todos los puntos del espacio. Estas esferas estarán incluidas unas en otras, ó serán interiores. unas á otras, y no se podrá pasar de una á otra sin atravesar todas las que envuelven á la menor, y estas, á su vez, estarán envueltas por la mayor. Distancias mayores y menores. —Cuando un punto A, se encuen- tra sobre una esfera 2%, — interior de otra concéntrica %, —deci- mos que su distancia al centro, OA,, es menor que la distancia 0A,, al mismo centro, de todo punto A, de 2». En esto tenemos un criterio para juzgar si la distancia de un punto O á otro punto A, es menor ó mayor que la de 0 á As, ó si le es igual. Una línea situada en la parte propia. del espacio de O tiene que cortar á la serie de esferas de centro O, y penetrar en el interior de cualesquiera de estas esferas *,, ó puede no tocarlas. Haciendo: disminuir 2andefimidamente el radio », de 2,, si la línea la corta y no pasa por el centro, llegará un momento en que la esfera de- jará de tocar á la línea; en ese momento la línea será tangente á la esfera. Este mismo fenómeno puede repetirse varias veces; es decir, que: teniendo la línea más de un punto comun con la esfera, se podrá trazar varias esferas tangentes á la línea dada. Los radios de estas esferas son las distancias de la línea al centro. Ya se ve que hay distancias mayores y menores de un punto á una línea, á no ser que todas las esferas tangentes sean iguales entre sí, en cuyo caso. las distancias tambien lo serán. Una superficie cualquiera situada toda ó parte en el espacio pro= LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 305 pio de O tiene tambien que cortar la série de esferas concéntricas de centro O, y, si no pasa por el centro, habrá tambien ciertas dis- tancias del centro á la superficie dada, que serán los radios de las esferas de la série tangentes á la superficie. Unas de ellas serán menores y otras mayores que las demás á menos que sean todas iguales entre sí. Un punto que se encuentra sobre una línea ó una superficie está á una distancia nula de la misma. Generación del circulo. — Consideremos una esfera Y,, de centro O,, y la série de esferas de centro O,. Estas cortarán la esfera Y, en una série de líneas que resbalarán sobre sí mismas al girar la figura al rededor de O, y de 0,, que supondremos fijos. Esas líneas se llaman círculos. Como cada esfera 2, envuelve las menores y está envuelta por las mayores, y como dos esferas de la série *X, no se cortan en ningun punto propio, resulta que la série de círculos obtenidos sobre la esfera *3, llena toda su superficie, quedando cada uno de ellos circunscrito á los que le preceden é inscrito á los que le si- guen. Esta série de circulos solamente puede concluir en un punto, porque si concluyera en una línea c, esta sería un círculo, y ha- bría en la superficie de la esfera *, puntos A separados de la série de círculos por el circulo límite: pero siempre se podría trazar una esfera *, por A y ella cortaría á la %, en un círculo que pasa- ría por A y sería interior al círculo c, á menos que, siendo infini- tamente pequeño, el circulo límite c se reduzca á un punto P, en cuyo caso no habrá punto A alguno distinto del circulo limite P. Polos de un circulo. — Como un círculo ec, intersección de X, con Y,, divide la superficie de la esfera X, en dos zonas distintas, una interior y otra exterior á la esfera *%,, una de las cuales contiene el punto dado A y la otra no, se ve que en cada una de estas zonas debe existir un circulo limite; es decir que además del circulo limite P, habrá otro P'; y al hacer girar las esferas *, y *, al rededor de los centros fijos O, y O», los dos círculos límites P y P' se conser- varán fijos. Estos últimos se reducen, por consiguiente, á dos puntos y son llamados polos de la série de circulos. . Se dice tambien que el punto P' está diametralmente opuesto á P, y reciprocamente. 396 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esferas tangentes. — Las esferas X», y *,,* de la serie 2», (fig. 1.) que pasan por P y P”, serán ambas tangentes á la esfera *,, por- que, por definicion, solo tienen un elemento superficial infinitiva- mente pequeño comun con 2,; por construccion, esta esfera se en- cuentra comprendida entre aquellas dos. Todas las esferas %, comprendidas entre 2», y 2,” cortan á *, en círculos c de polos P y P”. Ninguna esfera de la serie 2, podrá cortar á la esfera *, en pun- tos reales, si es exterior á la mayor de las esferas tangentes, ó 1n- terior á la menor de ellas. O,P y 0¿P' serán la mayor y la menor distancia de O, á 2,. Se comprende tambien que ninguna esfera de centro 0, puede ser tangente á la esfera 2,, sino en los puntos P y P”, y sin con- fundirse con una de las dos Xy, Ó 2,” . Generacion de la linea recta. — Dejando fijos los puntos O, y O» (fig. 1) y haciendo variar el radio de 2, desde cero hasta la mayor distancia posible, obtendremos una série de polos P y P', que se estenderán desde O: hasta la mayor distancia posible de 0,, á am- bos lados de este punto, es decir, moviéndose en sentido 0%0, los unos, y en el sentido 0,0, los otros. El número de estos puntos será doble del de esferas de la serie 2,. Los radios variables 0O,P y 0,P” serán las mayores y menores distancias del punto 0, á la esfera variable 2,; variarán como estas esferas, de un modo contí- nuo. Los puntos P y P' describen una línea, que se llama la línea recta. Esta línea es el camino más corto de un punto 0, áotro Oz. En efecto, consideremos un punto P de la recta 0,0, (fig. 2); las dos esferas O,P y O¿P son exteriores una á otra y tangentes en P. Por consiguiente, siel más corto camino de O, á 0, no pasa por P tiene que salir de la esfera 2, y entrar á 2,, atravesando el espacio exte- rior á ambas. Sea A un punto de ese camino, exterior á las esferas; sus distancias á los centros O, y O, serán mayores que las de estos al punto P, pues aquel es exterior á ambas esferas, mientras que P se encuentra sobre ellas. En consecuencia, la distancia total de 0, á O,, pasando por Á, será mayor que la que se obtiene pasando por P, ó en otros términos, el camino más corto de 0,á Oz no puede tener ningun punto que no se encuentre sobre la recta 0,0;, y si un punto se mueve de O, hácia 0, recorriendo el menor camino posi- ble, describirá la recta O, 0». PESA LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 351 La línea recta posee otras propiedades muy notables: 1% Los dos puntos O, y O, la determinan enteramente por su misma definicion; 22 Haciendo girar el sistema de las esferas, 2, y 2», al rededor de los puntos fijos O, y 0,, sus puntos P y P” no se mueven; por consiguiente esta línea gira sobre sí misma por rotacion al rededor de dos cualesquiera de sus puntos, porque como todos son fijos, es indiferente en este movimiento suponer fijos dos de ellos arbi- trariamente elegidos. 3% Como no cambiamos nada á la figura trasportando el punto 0,4 0,, y recíprocamente, resulta que durante este movimiento de inversion, la línea recta se superpone tambien á sí misma. 4% Además, si desde dos puntos A, y Az arbitrariamente elegidos en la recta, describimos esferas que pasen por un mismo punto D de aquella, estas esferas son tangentes entre sí, y D es el punto de contacto, porque haciendo girar la linea al rededor de A, y A,, su- puestos fijos, el punto D no se mueve, y como está sobre ambas esferas resulta que es su punto de contacto. Luego, la línea recta es definida por dos qualesquiera de sus puntos. 5* Finalmente, si superponemos el punto A á un punto cual- quiera A” de la línea recta, podremos superponer Bá otro B' de la misma; la recta A'B” debe confundirse con la AB, porque esta queda determinada por dos cualesquiera de sus puntos. Por consiguiente: La línea recta queda determinada por dos cualesquiera de sus puntos, los que determinan una y nada más que una recta; es el más corto camino entre ellos; y es superpomible dá si misma por resbala- miento, rotación, imversión simple y abatimiento. Y recíprocamente, toda línea que goza de la propiedad de no moverse cuando gira al rededor de dos de sus puntos supuestos fijos, es una recta; porque si A y B son dos puntos de tal línea, un punto cualquiera de esta linea será el punto ó polo de con- tacto de las esferas AD y BD, pues en la rotacion de estas esferas al rededor de sus centros A y B, D no se mueve. Toda recta AB que pasa por el centro de una esfera X,, la corta en dos puntos P y P' polos de todos los círculos que, sobre Y,, de- terminan las esferas que tienen sus centros sobre AB. Cuando se hace girar un punto € al rededor de una recta AB, suponiendo indeformable la figura ABC, el punto € describe un circulo por la misma definicion, ya dada, del círculo. 398 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Definiciones. — Toda línea que no es recta ni compuesta de ele- mentos finitos de rectas se llama curva. La figura formada por dos rectas que tienen un punto comun se llama ángulo. Una recta que une un punto de una curva con otro infinitamente vecino de la misma curva, es su tangente en aquel punto. Se sabe cómo se demuestra que en un punto de una curva solo hay, generalmente, una tangente, pasando al límite de la se- cante. Una recta que une un punto de una superficie con otro infi- nitamente vecino de la misma, se llama tangente á la superficie. En lugar de pasar al límite de la secante para obtener la tan- gente, se puede concebir un punto como esfera de radio nulo, ó lo que es lo mismo para nosotros, como esfera del órden infini- tesimal más pequeño posible. Cuando este punto está animado de un movimiento, pasa de una posicion 0, á otra distinta O,, en el momento en que no tiene ya ningun elemento comun con su posi- cion primitiva. En dicho momento, las esferas O, y O. son tangen- tes entre sí en P,, y la recta 0,P,0, (fig. 3) está enteramente com- prendida en el lugar geométrico que describe el punto O, en su movimiento. Despues el punto ocupará otra posicion O, y la recta 0.P:0;, que pasa por el punto de contacto P, de las esferas 0, y 0», está tambien enteramente comprendida en el lugar geométrico considerado; por consiguiente, podemos siempre concebir dos pun- tos infinitamente próximos de una línea ó superficie, unidos por una recta, que esté enteramente comprendida en la línea ó su- perficie entre esos dos elementos, es decir, que se confunda con ella misma. Es la tangente á la linea 6 ú la superficie consideradas. Interseccion de rectas y esferas. —Cuando una recta tiene un punto P comun con una esfera 2, de centro 0, (fig. 4), tiene que cortarla en otro punto más. En efecto, desde P como centro, tracemos una esfera 2, que envuelva la 2, y le sea tangente en el punto P”, diametralmente opuesto á P. Como la recta considerada pasa por el centro P de la esfera 2,, ella la corta en dos puntos A y A” que están fuera de 2,, pues el punto P' es el punto de 2, más próximo á 0,, y las distancias OA y OA” son mayores que 0O,P”. Por á 2,, consiguiente, si la recta considerada tiene un punto B in- terior para salir de ella tendrá que cortar esta esfera en un pun- to E. LOS FUNDAMENTOS DE LA: GEOMETRÍA 359 Además, una recta solo corta la esfera en dos puntos P y €. En efecto, supongamos un punto móvil que se dirija de C á P, siguiendo la recta CP (fig. 5). Este móvil se encontrará primero más cerca de € que de P, y luego más cerca de P que de C, hasta confundirse con P. Como la distancia del punto móvil M á cada uno de aquellos, varía de un modo contínuo, llegará un momento en que se encuentre equidistante de ambos, en el medio M de la recta CP. Podemos describir una esfera de centro M que contenga áCy?P, (porque CM=MP); esta esfera cortará á la 2, en un cír- culo e, y la recta O,M cortará *, en un punto M/', polo del círculo Cc. Haciendo girar ambas esferas alrededor del diámetro O,M'”, el círculo c resbala sobre sí mismo, y llegará un momento en que el punto móvil se encuentre en la posicion anterior de P; entonces P estará á su vez en la posicion primera de €, porque estando el seg- mento de la recta MC superpuesto al segmento MP, en su posicion anterior, la recta entera se habrá superpuesto á sí misma por aba- timiento al rededor de 0,M. Pero en este movimiento todo punto D (fig. 6), que la recta tu- viera comun con la esfera 2,, además de € y P, se superpondría á otro punto D' de la recta, que se encontraría tambien sobre la esfera 2,. Tomando en seguida los medios de CD, CD”, DP y D'P re- sultará una multiplicación de los puntos cuyo número podrá ser mayor que cualquier número dado, y estos puntos tendrán entre sí distancias finitas y se alejarán siempre de P, de suerte que se po- dría encontrar un punto de la recta PC, que estuviera á mayor dis- tancia del punto P que P' y esto es imposible porque todo punto más alejado de P que P” debe encontrarse exteriormente á la es- fera 2,, y por consiguiente exterior tambien á la 2;. Tampoco puede existir un punto D infinitamente cercano á € sobre la esfera, porque el mismo raciocinio anterior repetido para el medio de CD, infinitamente pequeño, vendría á demostrar que haciendo girar la recta al rededor de OC, el punto P abatido al- rededor de 0D vendría de nuevo á caer sobre la misma esfera y nos encontraríamos en el caso anterior. Se ve igualmente que una recta no puede estar comprendida toda en el interior de una esfera, porque trazando una esfera tan- gente exteriormente á dicha recta, se encontraría el caso anterior, de que la recta tendría un punto comun con la esfera y otros im teriores á ella. Por consiguiente : 360 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Toda recta que tiene un punto comun ó interior 4 una esfera, la corta en dos puntos y sólo en dos. Angulos rectos. — Consideremos ahora una recia £ que corta á la esfera 2 (fig. 7) en dos puntos infinitamente cercanos P, límite de - las posiciones que toma la secante PC, cuando el punto €. se mue- ve de modo á acercarse á P, hasta que llegue á confundirse con él. En todo este movimiento, el punto M, medio de CP (fig. 5), sub- siste, así como su proyeccion M' sobre la esfera, y tambien el cíir- culo c; en el límite M” se confunde con P, y la recta t se abate sobre sí misma al rededor de OP. En este abatimiento el punto A, de la recta £, viene á ocupar la posicion A”, equidistante de P, y se ve que la figura OPA se superpone á la OPA”, siendo iguales los ángulos en P, por el axioma (8?). Una recta OP que hace con otra, AA”, dos ángulos, APO y APO, iguales, se llama perpendicular á la otra, y los ángulos iguales se llaman rectos. Consideremos otra esfera cualquiera, 2,, cuyo centro O, esté en la recta OP (fig. 8). Si la recta PA la corta en un punto €, ha- ciendo girar á CA al rededor de O,P, hasta que se rebata sobre su prolongacion PA”, encontraremos sobre esta otro punto €” que tambien formará varte de la esfera *,, porque en este movimiento esta no hace más que resbalar sobre sí misma. Por consiguiente, el punto C/ tiene que confundirse con € y P, porque sinó la recta PA cortaría á la esfera *, en tres puntos; es decir, que la tangente PA á la esfera *, es tangenteá cualquier otra esfera, cuyo centro esté en la recta PO, y que pase por P. Ahora bien, consideremos el punto 0, (fig. 9) sobre la prolonga- cion de 0,P y tal que PO.=PO,; la esfera 2,, de centro 0», y de radio O,P, es, por lo que precede, tangente á PA. En consecuencia los ángulos OPA” y O,PA son iguales entre sí. Tracemos (fig. 10) la-esfera 3”, de centro O, y que pase por A y A”, yla 2%,” de centro 0,, por los mismos puntos. Ellas cortan á la recta 0,0, en puntos P.” y P,”, que son los polos del círculo de in- terseccion de las dos esferas, considerados sobre cada una de ellas respectivamente. Dichas esferas pueden superponerse de modo que P,' caiga sobre P,”, y O, sobre 0,. Entónces la recta 0,0, se super- pone á sí misma, y el punto P queda fijo, mientras que los puntos A y A' caen en alguna parte sobre el círculo anterior c, ocupando A AA NE HARD LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 361 posiciones (A) y (A”). Haciendo girar la recta P(A) al rededor de OP, el punto (A) vendrá á superponerse al A, y entónces el punto (A) tendrá que coincidir con A'; y se ve que los ángulos OPA y O,PA se superponen, así como 0,PA” y OPA”. En una palabra, los cuatro ángulos formados por una recta y su perpendicular son 1gua- les, y sí una recta es perpendicular d otra, la segunda lo es tambien 4 la primera. Se ve igualmente que, por razones de simetría, una recta per- - pendicular al radio de una esfera, le es tangente. Generacion del plano. — Hagamos girar á la recta PA al rededor de OP; ella permanecerá tangente á las esferas 2%; y X» y á las de- más de la série OP, y describirá un haz de rectas, cuyo sosten es el punto P, mientras sus puntos describirán círculos al rededor del mismo. Despues de una revolucion entera, ella volverá á su posi- cion primera y la superficie, lugar del haz y de todos los círculos PA, es tangente á las esferas 2, y Y», y se denomina plano. La recta OP, que es perpendicular á todas las rectas del haz P, se dice perpendicular ó normal al plano en P. Como podemos superponer 0, á 0,, y recíprocamente, sin cambiar la tangente PA, se ve que un haz plano se superpone á sí mismo por abatimiento al rededor de su sosten P, y resbala sobre sí mis- mo cuando se hace girar una de sus rectas al rededor de la nor- mal al plano P. Enel movimiento de abatimiento puede supo- nerse fija cualquier recta, la AA” por ejemplo, (fig. 10) y en virtud de la igualdad de los cuatro ángulos en P, tendrá que suponerse el punto 0, al 0.. P es el centro de los círculos descritos por los puntos de la recta PA; las rectas que, como AA”, pasan por el centro, son los diáme- tros del circulo, y los puntos A y A” están diametralmente opues- tos. Dos puntos como 0, y O, que se encuentran sobre una per- pendicular á una recta AA” y equidistantes de esta, se llaman si- métricos con relacion á AA' que es el eje de sumetria. Se ve que cada diámetro divide el círculo en dos mitades iguales, que se superponen por abatimiento al rededor del diámetro, ó por res- balamiento. En otros términos: el circulo es una figura plana, cuyos puntos están todos equidistantes, Ó sea simétricos, con relacion al centro, figura simétrica de sí misma con relacion al centro y ú cualquier diámetro. 362 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Recta entre dos puntos de un plano. —Sea A (fig. 14) un punto cualquiera de un círculo e del plano P, y A,, el punto del círculo diametralmente opuesto 4 A. Si un punto móvil sale de A, mo- viéndose hácia A, sobre el círculo c, estará primero más cerca de A que de A,, y luego, al llegará A,, más cerca de A, que de A; por consiguiente, en cada uno de los dos semi-círculos determina-= dos por el diámetro AA,, habrá una posicion del punto móvil que se encontrará equidistante de A y de A,. Sean M y M, estas dos posiciones. Como se tiene. resultará, por adicion: MAM, = MA.M,; y, por consiguiente, se ve que ambas partes MAM, y MA,M, del círculo considerado son iguales entre sí; como la suma de ellas es el círculo entero, cada una de estas partes es un semi-círculo, y los puntos M y M, son diametralmente opuestos. Podremos abatir el semi-círculo M,¡AM sobre el M,A¡M, al re- dedor de la recta MM,; los ángulos APM, y M,PA se superponen en este movimiento, y son iguales en virtud del axioma 8”; lo mis- mo sucede con los ángulos APM y MPA,. Abatiendo, al contrario, el semi-círculo AMA, sobre el AM,A,, al rededor del eje AA,, se vería de la misma manera, de los ángulos APM y A,PM, APM, y A,PM, son iguales entre sí; y de ello resulta que las dos rectas MM, y AA, son perpendiculares entre sí, y que los cuatro ángulos en P son rectos. Unamos ahora, por una recta AB, el punto A con otro B, arbi- trariamente elejido en el plano P; digo que la recta AB está entera- mente comprendida en el plano P. Supongamos, por un momento, que en la vecindad de A la recta AB esté arriba del plano. Abatiendo la figura al rededor de MM,, se ve que en A, hay otra recta A,B,, que pasa por el punto B, simé===* trico de B, cuya recta tendría que encontrarse debajo del plano. Abatiendo al rededor de AA,, se obtendrían dos rectas más AB” y A,B,”, simétricas de las anteriores con relacion al centro P y al eje AA,, y ambas tendrían dos puntos en el plano P. Ahora bien, la figura formada por los puntos A y A,, My M,, B y B,, B' y B,' es enteramente simétrica con relacion al punto P, así como todo el ARI LATIDOS AS LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 363 plano, y lo es tambien con relacion á dos ejes de simetría, que son los diámetros AA, y MM,. La misma generacion del plano es debida á movimientos de dos esferas, idénticos en todas sus manifestacio- nes; ambas esferas son figuras esencialmente simétricas con rela- cion á un diámetro normal al plano P. Por consiguiente, toda razon que se pudiera dar, para probar que la recta AB está arriba del plano, se podría, por simetría, aplicará cada una de las otras tres, A,B,, AB” y A¡B,', y comolas A,B, y AB” están debajo del plano, y entre A, y B,, A y B” no hay más que una sola recta, resulla que la ABno puede encontrarse arriba del plano. Del mismo modo se demostraría que no puede encontrarse debajo, por consiguiente : toda recta que tiene dos puntos en un plano, se encuentra enteramente contenida en él. Haces de rectas en el plano. —Sea A un punto cualquiera y BC (fig. 18) una recta. Unamos A por medio de rectas con todos los puntos B, B,, B»,... € de la BC; consideremos la recta AB como mo- vible al rededor del punto A, y apoyada en la recta fija BC; si la hacemos girar al rededor de A, ocupará sucesivamente todas las posiciones AB, AB,,... AC, describiendo un haz de líneas rectas, con sosten en A; estas líneas rectas serán las generatrices de una superficie Il, una de cuyas trayectorias será la recta BC, y esta su- perficiees un plano. En efecto, si superponemos BC á una recta B'C* de un plano cualquiera P, y luego hacemos girar al punto A al rededor de BC como eje hasta que caiga en el plano P, todas las rectas AB, AB,,-.. AC que forman la superficie II, tendrán dos de sus puntos en el plano, y por consiguiente se encontrarán entera- mente en él; de suerte que todos los puntos de la superficie II se hallan situados en el plano P. Si ahora consideramos Á como sos- ten del haz generador del plano P, vemos que este haz tiene que ser el mismo haz Il, y que por consiguiente todos los puntos del plano se hallan situados en el haz II. | El plano P y el haz II satisfacen por consiguiente á la condicion de igualdad geométrica definida por el axioma 8* bas, lo que se pue- de espresar diciendo que, el lugar geométrico de una recta que se mueve pasando siempre por un punto fijo y cortando una recta fija es un plano, y reciprocamente. Se ve tambien que por cada punto del plano se puede trazar un haz de rectas que llenará completamente el plano, y habrá tantos haces de rectas en el plano como hay puntos en el mismo. 364 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Superposicion del plano 4 si mismo. — Consideremos la figura formada por tres puntos A, B, €, que no estén en línea recta y por las rectas que las unen : el triángulo ABC (fig. 13). Los tres pun- los ABC determinan un plano P, el plano de los haces que tienen sus sostenes en A, B y €, y formados por las rectas que unen estos sostenes respectivamente con las rectas BC, CA y AB; es el plano del triángulo ABC, y se ve que tres puntos determinan un plano. Sea A'B”' otra recta del plano P; superpongamos la recta AB á la A'B”, de manera que Á ocupe una posicion A” de esta recta, y B otro B”; haciendo ahora girar al punto € al rededor de AB, ó sea de A'B', hasta que se coloque en el plano P, ocupando una posicion C', tendremos un triángulo A'B'C” igual al ABC, porel axioma 8%, y se ve que el triángulo A'B'"C” determina un cierto plano P', que noes otro que el mismo P, que se ha superpuesto á sí mismo por traslacion y rotacion, haciéndose coincidir el triángulo ABC de este plano, con otro igual A'B 'C' situado en el mismo. | Si, al contrario, conservando fijo AB” y pato indeforma- ble el triángulo A'B'C*, hacemos girar el punto C' al rededor de A'B” como eje, este punto saldrá del plano P, y luego volverá á situarse en el mismo, ocupando otra posicion €”; se dice que los dos triángulos A'B'C” y A'B*C” son símétricos con relacion al eje B'C'; se ve que el triángulo A'B'C” determina un plano P” que se confunde con el P', pues ambos tienen tres a comunes, yel triángulo ABC, se ha superpuesto al triángulo A'B'C” del plano P, por abatimiento, ó por inversion, al rededor del eje ely B'; es decir que el plano P, se ha superpuesto á si mismo por abatimiento ó por inversion al rededor de un eje, haciéndose coincidir el triángulo ABC de este plano, con otro simétrico A'B'C” situado en el mismo. De ahí se deduce: 12 Que el plano se superpone á si mismo por resbalamiento (traslacion), por rotacion al rededor de uno cualquiera de sus pun- tos, por inversion simple y por abatimiento; 22 Que tres puntos determinan un plano. Y que, pudiendo superponerse cualquier punto A al polo P del plano: 3 Pueden describirse en un plano círculos concéntricos al re- dedor de un punto cualquiera como centro. k” En cualquier punto del plano, se puede levantar una normal / A 2 AS deci Ea LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 365 (PO,) al plano, la que es perpendicular á todas las rectas del plano que pasan por este punto. Interseccion de planos con esferas, y entre si. —Si un plano P tiene un punto comun con una esfera *% de centro O, este punto será comun á la esfera y á todas las rectas del plano que pasen por él; y como cada una de ellas cortará á la esfera en otro punto más, se ve que, en general, un plano corta á una esfera en una infinidad de puntos que forman una línea, á menos que ninguna de las rec- tas del haz A penetre en su interior, en cuyo caso el plano es tan- gente á la esfera. Hagamos decrecer la esfera * hasta que sea tangente al plano en un punto P (si el plano pasara por el centro O de 2, la esfera tendría que hacerse infinitamente pequeña). Haciendo girar á la esfera 2 al rededor de la recta OP y suponiendo que la parte del plano interior á la esfera gire con ella, como en este movimiento la esfera resbala sobre sí misma, así como el plano, se ve que la interseccion de ambos no cambia, y sise considera esta línea, por una parte sobre el plano fijo, y por la otra sobre la esfera mó- vil, se ve que la línea móvil con la esfera resbala sobre la misma, fija, en el plano. (Continuarda). FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARB5S DEL GHGOO Por JUAN LLERENA (Continuacion) Entretanto, las costas africanas de enfrente, formadas de he- rizadas masas plutónicas, se hallan cubiertas del florido tapiz prima- veral de Abril, y no presentan el menor vestigio de arenas. Esque el pícaro desierto envidioso, asomándose por sobre esos muros azulados, que lo aprisionan, ha arrojado por mano de los vientos, esos puñados de arena sobre las costas españolas: mas no por eso ha conseguido esterilizarlas. Montañas y costas se presentan verdeantes, cultivadas en parte, en parte boscosas, diseñándose las divisiones de las propie- dades en sus faldas y floridos prados naturales, y en las partes y en el conjunto, elevacion, esplendor, belleza, el todo revestido en la mente por recuerdos inmortales de glorias y grandezas en el pasado. Porque de esas costas donde se batieron romanos y cartagineses por la posesion de España, salieron Colon y los grandes hombres y héroes que lo siguieron, marchando al descubrimiento y conquista de un Nuevo Mundo desconocido; y de la verdad geográfica y cosmográfica, desconocida tambien. Dos nuevos mundos, en vez de uno, que el mundo moderno debe á Colon, Magallanes y Del Cano. Son glorias pasadas, me direis. Sí, pero inmortales; y un pasado inmortal vale un presente cualquiera, desde que no sea inmortal. El resplandor de la gloria en el pasado, como en el presente, es vida. Más adelante, las costas españolas muy recortadas, bajas y acan- tiladas, sin perder su naturaleza rocosa primitiva, se hallan muy ba= tidas por las olas del Atlántico, cuyos vientos constantes son en esa direccion (los del Sudeste y Sudoeste). Verdad esque en esa latitud y en ese hemisferio, los vientos del Sud no son desapacibles como los del Norte; de allí vienen las tíbias brisas que hacen florecer las viñas de Cádiz y los naranjos de Sevilla. Pero en ciertas estaciones y en ciertos dias, el movimiento del oleage es fuerte, amenazador y tal vez invasor, pues esa clase de barrancas acantiladas no ofrecen resisten- : cia á las olas y se desmoronan incesantemente bajo su accion. Pasada la boca del Guadiana, el suelo vuelve á levantarse y sigue calminando con sus crestas y sistemas graníticos, contorneando toda la Penín- sula, hasta juntarse con la estremidad setentrional de los Pirineos, en las costas de Vizcaya. En efecto, he ahí las costas de la Península Ibérica que surgen de nuevo de en medio de las olas, coronadas de FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOUS MARES DEL GLOBO 361 las altas montañas portuguesas y españolas, como esas diosas Ó rel- nas antiguas, con la frente coronada de fortalezas. Los Pirineos se distinguen alzándose á la distancia en un estremo del Golfo de Viz- caya; una divinidad propicia ha aplanado sus olas á nuestro paso; las olas de esos mares cuyas montañas líquidas nos han mecido desde nuestra salida del Estrecho de Gibraltar. Porque ya nuestros lectores saben, si nos han leído, que los mares montañas comienzan desde los 35 para adelante en el hemisferio boreal tanto como en el austral. El soplo severo de la borrasca que azota constantemente sobre estos mares, ha cedido su lugar al soplo más suave y mucho menos violento de las raras brisas de Abril; y las olas parecen mirarnos pasar apacibles, con sus ojos grises húmedos y biliosos, al través de los cuales se lee fácilmente la borrasca que acaba de pasar, y la bor- rasca que está próxima á venir. Podemos, pues, decir ¿haber cruzado esa peligrosa zona entre dos tempestades, como quien dice, entre la borrasca que ha precedido la breve calma presente, vagorosa é in- cierta de sí misma, y la que de segnro se está preparando. Es algo parecido al paso de los israelitas por el Mar Rojo, entre dos olas opuestas, levantadas y amenazantes, que solo debían desplomarse sobre sus perseguidores: entre las olas del Mar Rojo furibundo y la ola no menos amenazante de los Lagos Amargos, que en esa época se hallaban unidos al Golfo Heroopolite y que se juntaban en la marea alta. El viento que arrojó esas olas sobre el ejército del Faraon opre- sor, fué el del Sudeste, que trae las grandes mareas del Océano In- dico, refrigerando con su fresca violencia, las ardientes olas que se internan en el corazon de los desiertos. En solo el tiempo de juntar sus olas los dos golfos en vía de separacion, el golfo de Suez y el golfo de los Lagos Amargos, el pueblo de Israel quedó libre. Así no- sotros, entre dos amenazas, cruzamos el golfo Cantábrico, encami- nándonos á Plymouth, la punta más avanzada de la Inglaterra hácia el Sudoeste, sobre olas de un gris sombrío y perpétuamente convul- sionadas por la borrasca. : Pero he ahí las bellas costas inglesas que se alzan á nuestra vista, y muy luego, surcamos el canal inglés y sus olas azules, acarreadas por el Gulf Stream, ardiente tributo que los mares meridionales pa- gan á la diosa de las ondas, la noble y bella isla, que el océano acari- cia con sus mas tibias olas, y el aire con sus más suaves brisas; y que el agua de las nubes, viste en todo tiempo con los más bellos ro- pages de Flora. ¡ Cuán bello es ese mar cantábrico, teatro de las per- pétuas tempestades, cuando se le mira, como nosotros lo hemos con- 368 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA templado de paso, sereno, apacible, sonriente, espléndido. -eflejando el cielo azul, como un espejo dé bruñido acero! Es el leon durmiente, manso como el cordero, bello como Apolo, fuerte como Hércules, blando y arrullador como la paloma de Venus; suave como el pensamiento del bien en el alma del justo. El se presenta sereno, reposado en su mole, plegándose en suaves ondas aterciupeladas, inmensas en su estension y ligeramente risa das por una muelle brisa. Diríase que un pensamiento de benevolen- cia agita sus senos. Pero he ahí que dos blancas aves, más ofuscan- tes que la nieve, revolotean á nuestra derecha. No son gaviotas manchadas, no son águilas, pues desgraciadamente no las hay de un blanco puro, no son pescadores overos. ¿Qué son pues ? Dos cisnes ó dos garsas, que vienen tal vez del Medisdia á pasar la bella estacion en sus románticas guaridas del Norte, en los lagos de záfiro de la verde Erin, de la florida Britania ó de la pintoresca Caledonia. ¡ Velicidad bellos viajeros! Lus hombres somos viajeros tambien ; pero los males que nos asedian son mucho mayores y más punzantes que los vues- tros, y aún que el plomo del cazador que os asesina. Pero hé ahí el Cabo más avanzado de la grande, de la gloriosa isla, que se adelanta pareciendo salir al encuentro de: que viene de los remotos mares donde anidan sus hijos de Oriente. El mar está agi- tado y se estrella con fuerza contra las rocas ; pero muy luego la an- cha y cómoda caleta de Plymouth, nos presenta su amparo, al abrigo de sus brazos peñascosos; y en la madrugada del 18 de Abril, pisa- mos de nuevo el bello y libre suelo de la Gran Bretaña. Volvía á ella por el lado opuesto; me había alejado por Occidente y me acercaba por Oriente, despues de dar la vuelta al globo. XI VUELTA AL RIO DE LA PLATA. — CRUZADA DEL ATLANTICO POR UN NUE- VO DERROTERO. — BURDEOS, SANTANDER, CORUÑA, LISBOA. —COSTAS DEL BRASIL, PERNAMBUCO, BAHÍA, RIO JANEIRO. —RIO DE LA PLATA. — CUARENTENA EN LA ISLA DE FLORES. En nuestra primera arribada á Londres, encontramos á la gran metrópoli en estremo preocupada y sombría, con la prevision de los grandes acontecimientos que se preparaban sea en el interior, den- tro mismo del reino unido; sea fuera, en Oriente. La Inglaterra es tal vez la única nacion en el mundo que tenga una verdadera polí- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 369 tica, meditada y seguida con constancia por siglos; siendo en conse- suencia tal vez el único gobierno que sahe calcular las causas grandes ó pequéñas, y sus efectos; y que sabe aprovechar las circunstancias y la ocasion oportuna; con la aplicacion oportuna de medidas gran- des ó pequeñas, pero certeras y decisivas. Es el único gobierno que sabe disponer las cosas de manera á no hallarse jamás abrumado por una complicacion de cireunstancias imprevistas Ó de acontecimien- tos adversos. Ella sabe medir bien sus fuerzas, sus recursos, su accion, las circunstancias y las probabilidades; y pocas veces es sorprendida á la imprevista por los sucesos, saliendo en consecuen cia, raras veces errados sus cálculos y combinaciones. A Prusia le aconteció en la época del gran Federico, de hallarse rodeada de un cordon formidable de poderosos enemigos, de que solo pudo salvar- la, con victorias caramente compradas, el genio y la táctica militar de un gran rey. La Francia, debido á la liga y á las maquinacio- nes de sus poderosos enemigos, se ha visto varias veces envuelta en una implacable red de ataques abrumadores, Ó de circunstancias adversas apremiantes. Mas á la Inglaterra que sabe preveer y calcular con tiempo los acontecimientos y las probabilidades, jamás le ha acontecido el verse envuelta en una red de implacables hostilidades. Aún más, nunca se ha encontrado sola, delante de un enemigo más poderoso que ella, Aún durante su lucha, ahora más de tres siglos, con la poderosa monarquía española de Felipe II, ella no solo tuvo de su parte á la naturaleza, sinó á la Holanda, á los alemanes protestantes, etc. Siempre Inglaterra se ha presentado con recursos y aliados capaces de hacer frente á todas sus emergencias. A mi vuelta, la encontré pues triunfante y salida de dificultades. Había zanjado sus dificultades domésticas con la prevision, la habi- lidad, la concesion; no con el hierro y el fuego como es costumbre en el continente. Este solo hecho basta para poner á la Inglaterra en primera línea entre los pueblos civilizados. El cauterio se halla solo en uso entre los pueblos aún remotos de la meta final de la civilizacion; fuera de que la violencia empeora los males en vez de sanarlos. Sana y vigorosa en el interior; triunfante en el exterior, Tenía pues Londres más de un motivo para estar contento y rego- cijarse. Despues de participar unos 5 dias de la felicidad simpática de un gran pueblo, embarqueme de nuevo para volver á la patria, despues de año y dos meses de una ausencia y de una navegacion incesante. ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 24 310 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Mi partida tuvo lugar nuevamente de Liverpool, en el steamer «Val- paraiso», de la línea del Pacífico, el cual debía tocar en Montevi- deo. Nada había cambiado Liverpool despues que doce meses antes, había yo salido de su puerto en direccion de Norte-América. Siem- pre la misma ciudad atrafagada y absorbida en sus negocios, su in- dustria y su tráfico. Por esta vez, el Valpara1so debía dar una vuelta todo en contorno de las costas del Golfo de Vizcaya, visitando á Burdeos, Santander, Coruña y Lisboa. Ya conocía yo todos esos puntos con una ó dos escepciones. Así, al regocijo de la vuelta á la patria, se unía el de visitar puertos tan bellos y afamados. A muestra partida, en el gran vapor interoceánico, el estuario del Mersey resplandecía terso y sereno como un golfo de los trópicos, fuera de la accion de los alisios y ciclones. Nuestro viaje hasta Bur- deos fué feliz. El Golfo tormentoso se mostró para el Valpararso tan manso, como el cordero del Apocalypsis. Yo ya conocía á Burdeos y su Gironde, pero solo bajo sus vistas Ó aspectos terrestres; pero ahora que pude contemplar sus perspectivas de mar, las hallé verda- deramente magníficas. Como es sabido, el Gironde no es otra cosa que el estuario del Garonne, caudaloso rio que, como una escep- cion, nace caudaloso de los Pirineos españoles, esto es, de España, mirado como el país de la sequedad ó por lo menos, de la poca agua. Nace en esa parte de los Pirrineos llamada Conserans, en la que- brada ó garganta llamada de Piedra Blanca, alta de cerca de 1900 metros, una altura casi andina, como se vé. El corre por el valle de Arran, en el territorio español, durante unos 48 kilómetros (12 le- guas), entrando en Francia por «Port du Roy»; atraviesa diver- sos departamentos á que dá su nombre, Ó cuyo nombre forma en parte, recibiendo de paso, ála izquierda, el rio Gers; ála derecha el rio Arrege; recibiendo además 1 kilómetro más abajo de Toulouse (Tolosa), el canal du Midi, que une el Gironda, esto es, el Océano, con el Mediterráneo y tambien el rio Tarn, que nace en los Cevennes, el Lot y el Dordogne, en la punta dicha el «Bec de Ambes», desde cuyo punto comienza lo que puede llamarse el estuario del Gironde. El Garonne es navegable hasta muy arriba de su curso, hasta Caze- res, pasando por Tolosa, Agen, Tonneins, Marmande, La Reole, Langon, Bordeaux y Blaye. Este estuario entra é€n el océano cerca de la Torre de Cordovan. El flujo del mar remonta 120 kilómetros este rio que tiene un curso de 480 kilómetros. Ya en otra parte he- €... FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 311 mos hablado de la violencia con que, en ciertas épocas, el agua del océano, animada de un impulso formidable, llevándose todo por de- lante, hasta el Dordogne, donde á esta ola de marejada se dá el nom- bre de Mascaret. Este estuario es casi un brazo de mar ; él describe hasta su embocadura una gran curva del SSE. al NNO. La estension del estuario es de 79 kilómetros; y su ancho, de 12 kiló- metros hasta 3. Su aspecto es magnífico, más aún que el de Lisboa, aunque no tan pintoresco. Las riberas del Gironde son medanosas, pero cubiertas de caseríos y bosques. La ría es bellísima, con sus olas bayas, su ancha espansion é inmensa estension. Los grandes vapores anclan á alguna distancia de la estrechura que conduce á la ciudad pero hay vapores que van y vienen; y como nos detuvimos un dia entero con su nóche, pudimos visitar la ciudad á entera satis- faccion. Bordeaux se eleva sobre la ribera izquierda del Garonne ó Gironda. Se halla en los 44%50'14”. Es una antigua, grande y bien dispuesta ciudad marítima, espléndidamente edificada, con 240,000 habitantes; dista 96 kilómetros de la embocadura de su magnífico rio, cuya descripcion hemos dado y 518 kilómetros al SO. de Pa- ris. Por su posicion topográfica, su importancia mercantil, sas em- presas industriales, y su consiguiente opulencia, Burdeos nos ha pa- recido semejarse mucho á Glasgow. La ciudad se estiende, en noble amplitud, á ambos costados del Garonne, que es por cierto mucho más ancho que el Clyde. En Glasgow su magnífico paseo se llama Broomielaw; en Burdeos se llama Quinconces. Burdeos se despliega en forma de media luna sobre las márgenes del rio por más de 4 ki- -_lómetros y su puerto puede contener 1200 grandes naves modernas, teniendo de 6 á 12 metros de profundidad de agua; y el paseo de que hemos hablado se estiende sobre una ancha esplanada en el cos- tado oeste del rio. Este se halla dominado, en el punto en que ter- mina la gran navegacion, por un puente de 17 arcadas, estructura de piedra y una de las más magníficas de su género en Europa. Tiene 500 metros de largo; presentando su arco central una abertura de cerca de 30 metros; teniendo un pasage subterráneo para peatones, debajo del piso principal por donde transitan los rodados y cabalga- duras. Se puede pasear de un estremo á otro del puente como den- tro de una galería, oyendo tronar arriba el estruendo del tráfico so- bre el piso superior del puente. Hay además otro puente sobre el Ga- ronne destinado á ligar los sistemas de ferro-carriles del norte con los del sud y que forma la gran corriente de tráfico er.tre Paris y Madrid. Hay tambien tres estaciones para botes de transporte á vapor (lla- 312 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mados ferry boatle por los ingleses) y que en Burdeos tienen las di- versas denominaciones de góndolas, golondrinas y abejas. Todo esto mantiene un rápido tráfico con la Bastide y los otros suburbios del costado oeste del Gironde Ó que suben y bajan el rio, escursiones que no cuestan más de dos centavos. La esplanada de que hemos hablado se estiende á lo largo de la media luna que forma la ribera entre la calle Cael Vernet en el extre- mo sud de la ciudad, hasta los diques flotantes en su extremidad nor- te, distanciada cerca de cuatro millas (legua y media). Es más ancho en parages que el famoso Thames Embamkiment de Lóndres, ofrecien- do abundante espacio para una línea de rieles, un doble trenvía y el tráfico ordinario de la parte másactiva de la ciudad. En todo el largo de este inmenso muelle semi-circular se hallan alineados los buqnes que cargan y descargan en el puerto; del otro lado, dejando una ancha ca- lle interpuesta, se extienden los depósitos, a macenes, despachos, ta- bernas, oficinas, casas de negocio, bodegas y edificios públicos. A lo largo de este espacioso muelle se camina una ó dos willas en medio de una atmósfera de vino. Pasage tras pasage, exhibe á vuestra vista una larga y sombría perspectiva de chars y caves (bodegas) de las cuales se escapa un aire frio y húmedo impregnado con el olor del clarete. El pavimento desaparece bajo las hileras de bordalesas de vino. Por todo toneleros ocupados en ajustar duelas; los changadores transpor- tan por millares los cajones de vino y cogñac de las bodegas á las naves que deben conducir á todas las regiones de la tierra. Esta es- cena deincansable actividad se presencia de la mañana á la noche. Los viñedos y las prensas de vino son la piedra angular de la prospe- ridad de Burdeos; y la recepcion, almacenage, cuidado y embarque de los productos del Departamento de la Gironde y de los inmediatos, suministra ocupacion á la mayoría de los trabajadores de la ciudad; y buenas entradas y fortunas á sus comerciantes y armadores. Los vinos de Burdeos se dividen en seis clases : 1? Vinos Rojo de Medoc, que son los más afamados ; 2% Vinos Blancos de Graves, de los viñe- dos de este nombre, al sud de Burdeos; 3% Vinos de Palus rojo y blancos de los viñedos situados en las riberas del Graronne y del Dor- done, dicho de Manfferrant ; 4% Vinos de las costas, que confinan con el Gadonne y la Gironde de Langona.Blaye; 5% y 6% Vinos de las tierras fuertes y del entre dos mares al NO. de Medoc. En lo que respecta á calidad, hay 5 clases de vinos rojos. La 1? comprende los crudos superiores de Laffitte, Latour, Chateau-Margaux y Haut Brion. La2* comprende Mozan, Gorce, Berille, Larose, Brane Mou- SIA ARA 3 q 1 A FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 313 ton, Pichon Longueville y Calon. Entrelos vinos blancos se distinguen - dos clases. La 1? la componen los Graves Sauternes, Bommes, Bajrac, Predegnac y Laugon. Los destrozos de la filoxera no han hecho sufrir mucho al comercio de vinos de Burdeos, porque se han plantado nue- vos viñedos, llenándose las deficiencias con importaciones de vinos de España, Portugal, Italia y Hungría que tienen la ventaja de ser baratos y de tener mucho cuerpo. Se hacen en consecuencia buenas mezclas con ellos. Por de contado que los: vinos de los mejores Cha- teaux no sufren tales mezclas, pues sus dueños son más celosos de su crédito mercantil que de las pequeñas utilidades que podría darles una adulteración que echaría por tierra su negocio y su crédito: á más deque, en general, esos viñedos famosos no han sufrido de la epidemia. Volviendo á Burdeos, esta ciudad en forma de media luna se halla cireundada por un anillo de boulevares; hallándose además dividida en dos secciozes por una avenida magnífica recta, de tres millas de lar- go. Por el brillo de sa aspecto y el carácter de sus edificios públicos y de su arquitectura doméstica; por la alegría y vivacidad de su exis- tencia exterior, la capital de la Gironde esun París en miniatura; la Avenida de la Opera se halla representada por la Allée de Tourny; el Jardin de las Tullerías, por su Jardin Público; la catedral de Saint Andrés es un equivalente de Notre Dame; y su gran Teatro, de la gran Opera de Paris. Verdad es que su Gran Teatro no es tan magnífico ni tan espléndidamente decorado como la Gran Opera de Paris. Pero su arquitectura, aunque más simple es de una esquisita elegancia. En - Burdeos, además, se ven muchas más mujeres bonitas que en otras ciu- dades de Francia. Las bordelesas tienen facciones regulares, ojos ne- gros y espresivos, pelo negro y brillante y un cutis sonrosado aunque no tan blanco como en las ciudades del Norte. Las mujeres de las cla- ses superiores son menos atractivas por el hecho de ser generalmente más gruesas. Muchas de ellas tienen un ligero bigote sedoso que le agracea mucho su semblante. Burdeos cuenta en sus inmediaciones canteras inagotables de una bella arenácea fácil de labrar y de un lin- do color crema. Toda la ciudad se halla construida de este material y sus edificios son tan sólidos como brillantes. No obstante, Burdeos es una ciudad esencialmente comercial y poco atractiva por consiguiente para el estrangero que noes del gremio. Su poblacion tiene un aspec- to aferiado y sus hombres, en general, un aire bourgeors, que contras- ta con la tiesura y refinamiento que á los ingleses de alguna decen— cia les gusta darse. Sus principales hombres se muestran tan absor- bidos por sus negocios y por su propia importancia, que involuntaria- 314 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente algunos de ellos nos hicieron acordar de aquel dicho sarcástico de Lord Beasconfield á proposito de Mr. John Bright: «Es un hombre que se ha hecho él mismo, y queadora á su hacedor ». Los monumentos arquitectónicos de Burdeos no son numerosos, pe- ro si notables. Cuenta un bello resto arquitectónico de la época romana: el palacio (Grallien, la catedral de San Andrés, edifi- cio gótico ornamental interesante y algunos otros. Como monumentos ya hemos indicado el Puente y el Gran Teatro. La ciudad cuenta tambien dos puertas magníficas que datan de la época en que fué la capital de la Francia Aquitiniana. Tambien posee un buen Hotel de Ville. Bordeaux contiene un bello Jardin de Plantas, con un magnífico invernáculo ó conservatorio para plantas tropicales y cuenta además un Museo de Historia Natural, rico en despojos prehistóricos que al- canzan á más de 15,000, Una galería de Pinturas conteniendo más de 600 cuadros; una Biblioteca Pública de más de 170,000 volúmenes; un Museo de Antigúedades; 6 á 7 teatros, un hipódromo, un circo y 2 salones conciertos. Entre las manufacturas de la ciudad se cuentan fundiciones de hierro, de tipos de imprenta, destilerías, estableci- mientos de refinar azúcar; fábricas de cristal y de porcelanas que dan empleo cada una á más de 1000 obreros; fábricas de algodon, de lana, de alfombras, y un gran número de establecimientos misceláneos todos los cuales contribuyen á la prosperidad genera! de la ciudad. Pero generalmente sus armadores hacen construir sus naves, en el Táme- sis y en el Clyde, á pesar de las facilidades que el país presenta, lo cual prueba que aún en los países católicos más progresistas como la ' Francia no puede haber una industria bastante adelantada por falta de preparacion de espíritu y de las costumbres públicas. En Francia no hay una inquisicion que impida pensar y cultivar las ciencias como la ha habido en España é Italia: pero las costumbres católicas per- siguen y hostilizan subrepticiamente á los hombres de ciencia y de ha- bilidad, los vuales tienen que emigrar ó morir de hambre. El catoli- cismo ha condenado á la ruina á todas las naciones que lo profesan. Recien ahora bajo la libertad republicana han ccmenzado á cultivar- se las ciencias y las industrias en grande escala; y de ahí la prospe- ridad presente de la Francia. Pero el genio emancipado de un gran pueblo no se improvisa. Se necesitan siglos para rehabilitar el pensa- miento libre en los paises donde el espiritu esclavo es un hecho y una costumbre. El catolicismo ha sido un suicidio de hecho y verdadero para los pueblos que lo han adoptado. La Italia misma no ha podido existir como nacion sinó haciendo á un lado el ignorante y grotesco | Ñ y FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 319 Gobierno papal. ¿Cuantos siglos tardaremos los latinos en recobrar la poblacion y la ciencia que el catolicismo nos ha arrebatado ? Quiera el cielo que aún sea tiempo ! En la tarde del 29 de Abril salimos de Burdeos en el Valpararso pasando los cabos del ancho y magnífico estuario del Gironde al en- trar la noche. El mar estaba agitado, perono convulso, moviéndose en grandes ondas, pero sin tempestad. Era una simple marejada en ese piélago borrascoso. Lo melancólico de la hora nos hizo ver con tris- teza el alejamiento de las costas de la Francia, esa bella nacion tan heróica, tan progresista y tan desgraciada siempre. Todas las desgra- cias de Francia las atribuimos á la veleidad de su carácter nacional. No hay nada grande en este mundo sin constancia; y la historia de las inconstancias de esa nacion es bien triste. La Francia, amó la re- forma en un principio; y en ella se inauguró la verdadera reforma, con Calvino; reforma más avanzada y completa que la de Lutero, y la cual habría puesto á la Francia, si hubiese persistido , al frente de las naciones libres, industriosas y poderosas de nuestra época.-La re- forma de Calvino habría dado á la Francia una hegemonia de siglos; y con su libertad y su poder ella habría libertado ¿la Europa latina de la inquisicion y de la reaccion Católica-Semítica que le fué tan fu— nesta. Pero ella no persistió : la corte ahogó la reforma con un mar de sangre en la San Bartolomé, y la decadencia y ruina de las naciona- lidades latinas data de esa época, como de esa época de la reforma data tambien la libertad y grandeza y gloria de la Inglaterra y de la Alemania protestante. Tenemos pues á la Francia rivalizando con Es- paña en fanatismo ultra-cotólico. La España arroja de su seno toda la poblacion inteligente y laboriosa con el pretesto de ser Judía, he- rética Ó Morisca; y Francia extermina la parte honrada é inteligente de su poblacion, para igualarse con España, que solo dejó en su suelo frailes, mendigos y salteadores de caminos estirpando hasta el último vestigio de industria y de ciencia, como heréticas. Desde esa época, las naciones católicas marcharon de degradacion, en degradacion; de decadencia en decadencia, de retroceso en retroce- so hasta venir á parar, la Italia en la muerte por division y la España en la muerte porignorancia, haraganería, supersticion y corrupcion, la Francia en la muerte por bancarrota, de que solo pudo salvarla la eran revolucion, la República, que hizo la admiracion del mundo por su heroismo y grandeza. Pero es que la Revolucion fué ante-católica. Sacudida la mortaja del catolicismo, la Francia pareció revivir y es- panderse en el mundo. Los ejércitos republicanos de Francia, con el 376 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA derecho de una defensa. legítima derrotaron y humillaron y sometie- ron la Europa monárquica. Pero el restablecimiento del trono y del catolicismo, trajo á la Francia triunfante, solo derrotas y contrastes. Mientras vivieron los ejércitos de la República, la Francia no obtuvo sinó glorias. La derrota le vino con los ejércitos y los generales im- periales y católicos. Despues, la pobre Francia se ha debatido en ac- ciones y reacciones deplorables; monarquías efímeras, repúblicas aún más efímeras. No es así cumo se obt:enen los grandes resultados. Es preciso ser firme en la monarquía ó en la República; y morir con su credo. Si el servilicmo tiene fanáticos, ¿por qué no los ha de tener la libertad y la República ? Esa es tal vez la única causa digna de que un hombre ses acrifique por ella; ysi hay quien eche de menos la monar- quía, sus libreas y sus esplendores abyectos, es preciso en contraposi- cion que la República dé todo lo que ella puede dar, á saber: órden verdadero, estabilidad verdadera; libertad verdadera, política é inte- lectual; prosperidad verdadera; libre cultivo de las inteligencias, de las facultades humanas, de las ciengias y de la industria que engran- decen y glorifican á las naciones. Sila Francia persiste en su bello ca- mino actual, indudablemente se salva y salva la Europa y la civilizacion y libertad moderna. No esperamos nada menos de la gran Nacion. £l Mar Cantabrio nos meció dos dias en sus potentes olas, pasados los cuales, las costas montañosas de España se presentaron á nuestros ojos. Costas magníficas, suelo fertil, clima delicioso: todo lo tiene la España, menos poblacion y libertad, esto es, menos vida. Espléndidas alturas, de faldas feraces; bellas playas desiertas, he ahí la costa y el Puerto de Santander. La entrada de este puerto estan romántica como peligrosa, hallándose herizada de rocas que el mar bate. De allí siguiendo las costas y montañas más magníficas del mundo, coronadas áveces de blancas nieves y ofreciendo el aspecto más variado é intere- sante, se llega al puerto de la Coruña. Los Romanos tuvieron allí su Magnus-Portus con céntuple poblacion de la que hoy tiene la Espa- ña católica y monárquica. Esta ciudad marítima es capital de la Pro- vincia de su nombre; puerto militar y de comercio y una antigua pla- za fuerte, en una pequeña peninsula del Golfo de Viscaya ; su puerto es espacioso y seguro, á la entrada de la Bahía de Betanzos. Hállase defendida por los fuertes San Martin, Santa Cruz, San Amaro y San Antonio: fuertes segun los antiguos sistemas de fortificacion, que hoy no resisten una batería Krupp. A 5 kilómetros de la ciudad, sobre una roca que se avanza romances- camente en el mar se alza un faro de una forma y orígen evidente FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 311 mente antiguo, tal vez romano, llamado todavía torre de Hércules. La ciudad alta, situada sobre el declive de una colina, se halla rodeada de muros : sus calles son estrechas y mal empedradas. La ciudad ba- ja, llamada Pescadera, tiene calles anchas y aseadas y se halla habita- da por pescadores. Este puerto tiene un arsenal, en cuyo aspecto no se nota nada de moderno, como tampoco en la ciudad, donde no se ven esas altas chimeneas modernas, signo de industria y de progreso. El aspecto de las poblaciones españolas es todavía antiguo y atrasado. Pero no hay duda que si la España se deja penetrar por el espíritu moderno, toda esta vetustez desaparecerá y los buenos tiempos de la España podrán volver cuando era la nacion más libre é inteligente, laboriosa y respetada de Europa. La decadencia de España data de la Casa de Austria y dela inquisicion. Coruña es residencia de un Capi- tan General, del Intendente Provincial y de la Alta Corte de Justicia de la Galicia. A pesar de su aspecto atrazado, la poblacion tiene algun comercio, algunas industrias, como ser tejidos, papel, cigarros, etc., Su poblacion llega á poco más de 30.000 almas. No hay en Europa costas más magníficas por sus montañas, clima, suelo y producciones, que las que se extienden entre Santander y la Coruña: y sin embargo, todas esas costas están desiertas, sin puertos, poblaciones ni cultivos. La España es el único país colonisable que hoy existe en Europa. Silo preguntais á los Españoles, esta despoblacion se la trajo América. Pero la Inglaterra ha colonizado el globo entero y hecho conquistas inmensas en Asia; y léjos de haberse despoblado, su poblacion se ha centuplicado. La sola ciudad de Lóndres tiene 4.000.000 de almas. Y entretanto á solo Norte-América, la Inglaterra le ha dado 50.000.000 de almas de su sangre. Lo que ha despoblado á España es el mal sis- tema de los Gobiernos continentales de Europa, despóticos y retrógra- dos. Lo que la ha despoblado es el famatismo, la supersticion y el ha- ber abandodado el cultivo de la ciencia y de laindustria por la influen- cia de la Inquisicion y de los frailes. Es esto lo que ha despoblado á España y no la América. No seguiremos la descripcion del litoral de la Gran Península Occi- dental de Europa hasta Lisboa, porque ya lo hemos descrito en otra parte; y porque nada podríamos añadir respecto á su interés y belle- za. Al llegar á Lisboa, el litoral Peninsular adquiere si es posible un mayor interés perspectival y romancesco. Las casas, las aldeas prole- tarias y las mansiones nobles avanzan hasta la ribera del mar, es- trechada entre las olas y montañas escarpadas, con riberas igualmente escarpadas é inaccesibles. Pero he aquí la embocadura del Tajo que 318 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se nos presenta. Una isla con una fortaleza octagonal, moderna, se alza en medio de ella. Los portugueses, son vivos y espirituales; ellos no han tenido inquisicion porque la rechazaron, junto con el gobier- no absoluto del Escorial. Así entre ellos hay tanta industria y tanta ciencia y progreso en todos sentidos como en Francia. El Tajo es más bien un estuario, que un rio. Este estuario se estrecha al principio entre dos montañas, ó mejor, entre dos barrancos acantilados; pero al llegar á Lisboa, este estuario se ensancha adquiriendo proporciones magníficas, proporciones platenses, con la alta Serra da Strella y sus picachos destacados en el fondo. Ambas riberas del Tajo son muy pobladas desde su embocadura: mas todas las riberas del Portugal son muy pobladas, inclusa su capital, que es populosísima. Es una verda- dera raza inteligente y vigorosa, estos Portugueses; ellos han tenido más colonias que la España, incluso el Brasil, hoy independiente, y que es el Estado más vasto y pobiado, opulento y magnífico de toda América, despues de los Estados-Unidos. Hoy mismo el Portugal con— serva numerosas colonias en Africa, en la India y en otras regiones de la tierra; y su poblacion, lejos de haber mermado por elio, se ha cuadruplicado. La ventaja de los portuguesés sobre los españoles, es que ellos no han querido ser más católicos que el Papa; y en conse- cuencia no han espulsado á los padres ni á sus pobladores, industrio- sos, en provecho de los frailes y de los pordioseros y salteadores de ca- minos (España y Roma mientras se han conservado ultra-católicos se han visto plagados de mendigos y salteadores) ni han querido dejarse diezmar por la inquisicion. Así, esun país enteramente próspero, civi- lizado, adelantado y progresista. Lisboa en un principio se llamó Olisippo, y despues Felicitas. ¡ Qué bello nombre para una ciudad ! Sus moradores actuales han preferido el de Lisboa y ellos son dueños de llamarse como les dé la gana, creo. Esta ciudad, de una espléndida apariencia, que se alza sobre la ribera izquierda del Tajo, entrando, se estiende en anfiteatro sobre lomas bastante elevadas, de manera que su plano y el piso de sus calles se hallan en pendiente. Pero su aspecto y disposicion es en estremo bello y pintoresco. Se halla en los 3842'24” de latitud; latitud fría en nuestro hemisferio, en Sud-América ; pero que en el otro hemisferio y en la posicion favorecida y abrigada de Lisboa, la hace primaveral y aún ardiente. Lisboa tiene tantos habitantes como nuestro Buenos Aires ; esto es, tiene 400.000 almas. Es la residencia del Soberano y de la Corte portuguesa; y la de un Patriarca gefe de la Iglesia Lusi- tana ; siendo además el asiento de la administracion central del Reino FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 319 y de sus numerosas Colonias. Es un puerto mercantil y militar, bajo la proteccion de una ciudadela dicha de San Toreje, situada sobre una isla, en medio del Tajo, 4 más de las otras defensas combinadas y de su marina, que se distingue por su buena disciplina, pulcritud y moderna estructura de sus naves; cuenta además, un bello arsenal! y canteras militares. Tiene escuelas reales de construccion naval, de artillería y genio, de cirujía, de diseño y arquitectura civil y de navegacion, con un buen Observatorio astronómico. Tiene un Cole- gio Real de Nobles, fundado en 1761; escuela real de Arabe, de es- cultura, de música sagrada, de comercio, de cartas, mapas y planos, etc. Cuenta además una Academia real de Ciencias, con su biblioteca y tipografía; enumerando ricos archivos en la Torre do Tombo. Cuenta una gran Biblioteca Nacional formada con la de los conventos suprimidos en 1835. Tiene gabinetes de Física y de Historia Natural bien dotados ; un bello jardin botánico; una coleccion de medallas ; y teatros, una Imprenta real, con fundicion de caracteres. Esta ciudad se halla dotada de una viva industria como lo manifiestan sus altas y numerosas chimeneas á vapor, contándose entre sus establecimientos industriales, fábricas de armas, de pólvora, fundicion de cañones y proyectiles; una buena fábrica de porcelana con bellos productos; fábrica de naipes, etc. La ciudad, segun hemos indicado, se halla edificada en anfiteatro; ocupando un espacio de más de 12 kilómetros de largo sobre 6 de an- cho (tres leguas de largo por 1 */. de ancho); su aspecto es de los más espléndidos y pintorescos, teniendo las aguas del Tajo que corren á sus piés y las cuales domina á su frente; por delante, en la otra ban- da, tiene altas barrancas acantiladas, ó mejor, montañas, con alguna poblacion en su base. Divídese en Crudad vieja, de un aspecto anti- cuado y feo; y en Ciudad nueva, cuyas calles son rectas, anchas y aseadas. En esta se hacen notar los palacios rejios de Ayuda, de Bem- posta y de Necesidades, la antigua Catedral de Santa María, las Igle- sias de San Roque y de San Antonio; los Conventos de Belem y del Corazon de Jesús; un magnífico acueducto de 19 kilómetros de largo, construido en 1743; la Prision de Limonerro, residencia régia en otro tiempo, la plaza del Comercio, con la estátua ecuestre de José 1, la plaza del Rocio, cerrada al norte por un vasto establecimiento; el Hospital de San José, las calles del Ouro y da Prata. A más de las industrias que hemos enumerado, cuenta fábricas de joyas, de plate- ría, “e sombreros, de chocolate, de aguardiente, de cuchillería, de telas estampadas, de jabon, de tabacos, fundiciones de metales, refi- 380 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nerías de azúcar, curtiembres, tintorerías, etc. Mantiene un activo comercio con las Azores, el Brasil, el Africa, la India Portuguesa y en Europa con la Inglaterra, la Holanda, ete. Sus esportaciones con- sisten en limones, naranjas, vinos, aceites, lanas, cueros, sal, etc.; sus importaciones consisten en tejidos de algodon, lana, hilo y seda; en quincallería, maderas, cañamo, café, etc. Tiene diversos Bancos estrangeros y el Gran Banco de Portugal. Segun la Odisea, Ulises no salió dei Mediterráneo, pero los Portugueses pretenden que este per- sonage Homérico es el verdadero fundador de su capital, sobre lo que me guardaré bien de discutir, tanto más cuando dan como prueba su nombre lusitano de Lisboa, que sostienen se deriva de Ulises. Esta ciudad recien comenzó á adquirir importancia bajo los Arabes. La in- dependencia de este Estado fué reconocida por la España en 1668. En 1755 fué destruida por un terremoto que hizo perecer 30.000 perso- nas, que sería la mitad de la poblacion de esa épuea. Lisboa es la pa- tria de Camoens. Despues de admirar un día entero á Lisboa y sus bellezas pinto- rescas, partimos para hacer la travesia del Atlántico, que ya hemos deserito en otra parte. Por esta vez la hicimos sin novedad. Yo tuve conocimiento de encontrarme en el paralelo de Cabo Verde, por la fragancia de vegetacion perfumada que percibía desde mi camarote, en el cual dormía con la ventana abierta. Una noche, en medio de mi sueño, me desperté agradablemente sorprendido de percibir aquel suave aroma vegetal de las campañas, en vez del acre hálito marítimo acostumbrado. Pero la latitud me hizo comprender pasábamos en de- rezeras de las Islas de Cabo Verde, sin haber tocado en ella como en la primera vez. La primer tierra que vimos pasado el Ecuador, fué la Isla de Fernando de Noronha; un eran islote volcánico, herizado de púas, pero ricamente vestido con los esplendores de la vegetacion bro- pical. Se encuentra en ese paso estrecho del Atlántico, en que los promontorios de Africa y de Sud-América se avanzan el uno al otro como para juntarse; hallándose solo separados por un estrecho 0ceá= nico. ¿ Han estado juntos geológicamente en alguna edad? Indudable- mente el continente hundido de la Atlántida debía estenderse hasta allí en la época en que América y Africa se hallaban reducidas á algu- nas islas ó archipiélagos destacados. Una cadena de arrecifes pudo ligar esas dos islas ó grandes grupos de islas formadas en las pasadas edades por los archipiélagos de la Senegambia y de San Roque, de que se pueden rastrear algunos vestijios en los sondages del Challen- ger. Recuérdese la manera instantánea con que el Archipiélago de la FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 381 Zonda ha cambiado sus rasgos geográficos por terremotos que solo han durado segundos: desapareciendo unas islas, surjiendo otras y trastornando inmensas costas hasta hacerlas hoy desconocibles, pára poder formarse una idea de los cambios en las edades geológicas pasa- das, cuando unos continentes se mostraban, y otros desaparecían. A los 20 días de nuestra salida de Inglaterra, las bellas costas del Brasil se presentaban á nuestras miradas. El primer puerto que toca- mos fué Pernambuco, con sus altas costas revestidas de una magní- fica vegetacion tropical, pero de tonos sombríos y un tanto monóto- _nos. El palmero domina en sus bosques como entre nosotros las mi- moscas (el algarrobo, el chañar, el espinillo, el ñandubay). Al océano azul, ha sucedido el mar verde de los litorales. Las costas de Pernam. buco son elevadas y frondosas, pero nada tienen de pintorescas. A me- diados de Mayo en que llegamos nosotros, reina todavía allí un calor tórrido. Las piñas y bananas de Pernambuco son esquisitas. Hice una bajada á la ciudad situada en los 8%3'27” de latitud Sur. Se halla á cerca de 2000 millas al Noreste de Rio Janeiro (más de 700 leguas); y sin embargo, Pernambuco no ocupa todavía el medio del litoral brasilero; por ahí puede juzgarse de la inmensidad de la estension de esta region, una de las más bellas del globo. Lac iudad tiene unos 100.000 habitantes, en que dominan las gentes de color. Está dividida en tres cuarteles: el Recofeo Puerto sobre una lengua de tierra; San Antonio, en una pequeña isla del Rio Caprbaribe: y Boa Vista, ála otra parte, sobre tierra firme. Es el asiento del Gro- bierno y de la Asamblea de la Provincia de su nombre. Es además ca- beza de Arzobispado, con Tribunal de Comercio, arsenal, canteras para la marina militar, aduana, lazareto, etc. El Brasil es un país culto, ilustrado é industrioso, del cual la mancha de la esclavatura ha desaparecido ó va desaparecer ya. Así, sus poblaciones y ciudades son laboriosas é industriosas. Así Pernambuco tiene, entre otras muchas industrias florecientes, fábricas de tabaco, de jabon, de máquinas agrícolas y otra especie. Tiene además un comercio propio y de trán- sito importantísimo. L¿ Provincia de Pernambuco es la más oriental del Brasil, y ade- más una de las más bellas, pobladas y opulentas de este vasto Impe- rio. Ella colinda con las Provincias de Ceará, de Parahiba, de Rio Grande, al Norte ; de Bahía y de Alagoas, al Sud; de Pianhy, al Oes- te; y con el Oceano Atlántico, al Este. Su estension superficial llega á unos 119.800 kilómetros cuadrados; esto es, 1300 kilómetros de largo sobre 625 de ancho; hoy cuenta 1.500.000 habitantes. Su eli- 382 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ma es ardiente en las costas, esto es, en las partes bajas de estas ; pero como tiene montañas elevadas, en ellas se puede disfrutar de todos los climas, de todas las riquezas y de todas las bellezas del mundo vege- tal. Sus productos son todos valiosísimos y objeto de un gran comer— cio; consistiendo, en azúcar, algodon, goma elástica, cueros, aguar— diente, palo del Brasil, plátanos, bananas, naranjas esquisitas, etc. Saliendo de Pernambuco se navéga siempre con las costas del Bra- sil ála vista: bellas costas elevadas, montañosas y vestidas de una magnifica vegetacion tropical. Se marcha de encanto en encanto y de atractivo en atractivo, contemplando esas bellas costas, hasta llegar al magnífico puerto de Bahía, respecto 4 cuya grandiosidad y belleza nada podría compararsele si no existiese Rio Janeiro. La ciudad, que ha recibido su nombre de este puerto, se: halla situada sobre la pe- nínsula misma, elevada, bella y boscosa, que forma el Cabo de San Antonio; península que forma la estremidad oriental de la Bahía de Todos los Santos, magnifica espansion de agua que penetra en el con- tinente, rodeada de costas elevadas y pintorescas y formando la pers- pectiva más interesante que es posible imaginar, con sus montañas distantes, y sus altas barrancas, promontorios y cabos, mirándose sobre las aguas reposadas verdes y esplendentes de la bahía ; el todo revestido por la vegetacion tropical más exhuberante, por las bellas construcciones de la ciudad y algunas poblaciones y bellos edificios destacados. La ciudad se encuentra sobre la ribera oriental, en una situacion magnífica, á 1350 kilómetros al nordeste de Rio Janeiro, en los 12958" latitud Sud. Es el segundo puerto y la segunda ciudad del Brasil, en cuanto á poblacion, despues de Rio Janeiro. Bahía fué la capital del Brasil hasta 1763, en que fué sucedida por Rio Janeiro. La ciudad se halla bellamente situada sobre la ribera del mar, ele- vándose en gradería sobre sus altas y elevadas riberas. Sus calles son estrechas é irregulares, pero posee algunos bellos monumentos, como ser la Catedral é Iglesia de la Concepcion, construida con már- moles y piedras traidos de Europa; el antiguo Colegio de los Jesui- tas, el Palacio Episcopal, el Palacio de Gobierno, el Hospital Militar, la Escuela de Cirujía, el Tribunal de Apelaciones, la Bolsa, las Can- teras, el Arsenal Marítimo, el Palacio de Moneda, la Biblioteca Pública, etc. Es una ciudad muy mercantil é industriosa ; consistien- do sus esportaciones en tabaco, azúcar, café, diamantes, esmeraldas, etc. Su poblacion llega hoy á más de 200.000 almas, dos tercios de la cual consiste en negros y mestizos. Bahía fué fundada en 1594 por Don Tomás de Souza, primer Gobernador del Brasil. 74 AA FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 383 Despues de probar las ricas piñas, naranjas y bananas de Bahía, salimos de este bello puerto, navegando sobre las pintorescas costas, hasta que el Morro bien conocido y caracterizado de Cabo Frio, nos anunció la proximidad de la capital del Brasil. Nada más desgarrado y romancesco que las costas graníticas inmediatas al puerto de Rio Janeiro. Son todas las bellezas, todos los esplendores de la naturaleza reunidos. Rocas abruptas, alzándose en sólidas masas piramidales hasta las nubes: cunas encantadas, como lagos de esmeralda fluida reflejándolos á sus piés; peñascos avanzados; olas que se estrellan con estruendo sobre sus calvas cimas ; faldas vestidas con los ricos y variados matices de la vegetacion tropical; cimas y crestas grises de gneis; palmeros bañando su copadura elegante en las espumas de las olas ; cumbres elevadas, donde solo la frígida gramilla puede desarro- llarse, Es un país encantado en el cual se desarrollan á la vez los esplendores de los trópicos y las suaves bellezas de los climas más templados. La bahia de Rio Janeiro, una de las más bellas y bien cerradas del mundo, solo tiene una estrecha puerta de acceso. Sus aguas son verdes y translucidas como una esmeralda fluida ; y pasada esa estrecha puerta defendida por tres formidables fortalezas de fue- gos cruzados, se entra en un mar interior de forma elíptica, rodeado por magníficas montañas graníticas (propiamente un gueis, tan bello como el mármol), cubiertas de la más espléndida vegetacion tropical en sus faldas y cuyas crestas edentadas se pierden en las nubes y va- pores del más bello cielo sud-americano. Otras ciudades (Nitheroi, Punta Area, Estrella) á más de la capital, Rio Janeiro, levantan sus magníficos edificios y palacios en torno de esta espléndida bahía don- de se han dado cita todas las bellezas y todos los esplendores de nuestro planeta. La fiebre amarilla azotaba la capital brasilera á nuestra llegada. ¿Es Rio Janeiro un país permanentemente malsano? Lo menos del mundo : sería uno de los países más salubres de la tierra, con solo ob- servar las prescripciones más simples de la higiene. Pero de años pa- sados, todas las inmundicias de una gran Capital se han aglomerado sobre sus riberas: estas, y las aguas que las baten, se hallan pues infestadas ; y sobre esas playas encantadoras, llenas de jardines y palacios reina un aire mefítico que solo el aseo y los años pueden ahuyentar. Entónces Rio Janeiro será el paraiso de Sud-América, y todos podremos ir allí 4 pasar nuestra temporada de invierno, como al país sud-americano. Pero la condicion prévia, inevitable, será la sa- nificacion. ¿Qué podremos decir de Rio Janeiro, de esa magnífica 381 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ciudad y corte de medio millon de almas de poblacion, que ya no sea conocido de todo el mundo? Preferimos callar. Dos dias pernaneci- mos en su magnífica bahía, al cabo de los cuales seguimos marcha para el Rio de lx Plata, para nuestra querida patria. Despues de ha- cer cuarentena en la Isla de Flores y de tocar en Montevideo, al fin me ví restituido á mi hogar al año y dos meses exactos de mi ausen- cia. La patria es bien grata y sobre todo bien dulce despues de una larga ausencia. Dulcis amor Patrice... pero tambien es grabo recor— dar en su tranquilo hogar, todo lo que se ha visto, todo lo que se ha disfrutado... ó sufrido. Porque el mal y el bien acompañan por todo al hombre, y no hay bella rosa que no tenga su punzante espina. XII NIEBLAS Y BRISAS DE MAR. — ENLAS COSTAS DEL PACÍFICO. — EN EL MAR INDICO. — COSTAS DE AFRICA Y SUD-AMÉRICA. — VIENTOS ALISIOS Y MONZONES. — MAGNETISMO ATMOSFÉRICO. Los habitantes de las riberas del mar en las regiones tropicales, esperan todas las mañanas con impacienzia la llegada de las brisas del mar. Generalmente se levantan cuando calienta el sol, á eso de las 10 de la mañana. A su liegada, el sofocante y bochornoso calor que comienza á hacerse sentir pesadamente á esa hora, se disi— pa por encanto, difundiéndose en su lugar una deliciosa frescura en el aire, que parece dar una nueva vida y vigor nuevo á todo el mundo para sus trabajos cuotidianos. Hácia la puesta del sol, se sienten nuevamente horas de una calma no menos deliciosa. Agotada y muer- ta la brisa de mar con su vigorozante ozono, al poco tiempo es susti- tuida con una perfumada brisa terrestre que viene de las campañas ; la misma que hizo esclamar á los primeros fundadores de Buenos Aires, la Capital del Plata : « Qué buenos aires se sienten aqui!» .Esta alternativa de brisas de mar y tierra son á veces periódicas é irregu- lares, como sucede en las embocaduras del Plata, y en los países templados en general; y á veces en estremo regulares, esto es, una brisa de mar de dia, y una brisa terrestre nocturna, como sucede en. EN AE EEE FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 389 las regiones tropicales, y sobre todo en las riberas occidentales del Pacífico. Así en esos países, este es un fenómeno de tal manera regu- Jar y cuotidiano, que los habitantes lo esperan á hora fija, como la sa- lida y puesta del sol. En los países estratropicales, con especial en las regiones polares (le los vientos Alisios, este fenómeno se presenta solo en estío y oto— ño, época en que el calor del sol es suficientemente intenso para pro- ducir el grado necesario de rarefaccion atmosférica sobre la tierra. Esto depende, en parte tambien, del carácter del suelo sobre el cual las brisas del mar soplan y segun la configuracion y distribucion de los planos locales. Porque cenando la superficie es árida y el suelo de- sierto, el poder calefaciente del sol se ejerce con el mayor efe-to. Tal sucede, por ejemplo, sobre las costas occidentales del Pacífico, en las riberas de Atacama y el Perú. Allí la aridez del suelo naturalmente llama con fuerza la brisa del mar, la cual acude abundante en fres- cura y húmedos vapores á aplacar los ardores tropicales del árido y desierto suelo. La brisa sopla al principio con fuerza, levantando nu- bes de arena y polvo, pero paulatinamente ella se aplaca, convirtién- dose en un fresco y grato soplo, hasta la deliciosa calma de la tarde que la sucede. Es esta fresca y salubrificante brisa, la que hace ha- bitables esas regiones, que de otro modo serían áridos é inhospitala- rios desiertos; y como además, una fresca corriente polar marítima baña toda esa zona de costas hasta el ecuador, resulta que Jos ca- lores que deberían ser peculiares del clima y del suelo, no llegan á sentirse jamás con fuerza; formando un clima delicioso y paradisiaco, como ninguna otra region de la tierra. Un clima en que no se siente calor en estío, ni frio en invierno; y en donde, en los puntos en que el agua abunda, se pueden obtener los más esquisitos productos y frutos de todos los climas y latitudes, durante todo el año. Donde en el estío del hemisferio austral la brisa de mar ó tierra se desarrolla con más poder, debido á su configuracion local, es en Val- paraiso. Allí (y en todos los puertos del norte de Chile) en la bella estacion, la brisa de mar sopla regularmente con algo que podría lla- marse furor, la de tierra siendo á veces no menos violenta. La brisa, semejante á un vendaval, arroja sobre el rostro de los pasantes pol- yo, arena, guijos y husta peñascos que hace rodar de los aires y precipita en las calles; las gentes tienen que buscar un abrigo ; el Almendral queda desierto, los negocius se interrumpen, y toda comu- nicacion de los buques con la ribera queda interceptada. De repente, los vientos y el mar, como escuchando un mandato misterioso, se ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 25 -386 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA aquietan y se calman, produciéndose una profunda calma, una triple calma del cielo, el suelo y el mar. El reposo que se sigue es encanta- dor. El cielo se presenta sin una nube ; la atmósfera es de una trans- parencia etérea, de tal modo, que las nevadas crestas de los Andes, á la distancia, parecen aproximarse; el clima, siempre apacible y blan- do, se hace entónces doblemente grato por el contraste. La tarde in- vita á salir y la poblacion se echa á la calle en masa, las damas en traje de baile, pues no hay viento suficiente para mover un rizo de sus cabellos. Bajo el sereno cielo meridional, este cambio tiene lugar todos los dias infaliblemente y con toda lada y sin embargo la calma siempre sorprende, como si viniese antes de poderse uno familiari- zar con la idea de que los furiosos elementos hayan podido aquietarse tan pronto. Entónces las estrellas de las brillantes constelaciones aus- trales comienzan á apuntar, tímidamente al principio y como recelo- sas de que los elementos no hayan cesado en su contienda y tambien para ver si la escena sobre la tierra es tal, que puedan permitirse en- viar sobre ella sus suaves influencias desde sus brillantes y encum- bradas esferas. Sirio, Óel mundo ofuscante de q de Argos son lus pri- meros en hacer brillar sus ojos diamantinos sobre los horizontes ter- renos. A la aparicion de estos primeros astros se siguen otros y otros, todos sonriendo alegremente sobre el cielo chileno, henchido abajo de cantos y de cuecas. Por el momento, en el corto crepúsculo de esa latitud, los brillantes caudillos de los ejércitos de estrellas brillan con todo su esplendor, y el cielo se presenta como tachonado de brillantes de primera luz; mientras en un abrir y cerrar de ojos millones de lu- ces de un menor esplendor se ven encenderse ó salir de sus escondri- jos; manos invisibles parecen colgar como 'estandartes, las esplendi- das constelaciones australes, resaltando por su esplendente belleza, en las azules p:ofundidades del espacio, la cruz del sud, que el Tasso celebra y Magallanes descubrió. Ese símbolo resplandeciente imparte una santa magnificencia á la escena, haciéndola aún más imponente. ¿Quién puede contemplar la magia de nuestro cielo austral, sin ad- biela más que los otros cielos, tristes, eins y desiertos en su comparacion ? es Cuántas veces yo, ado y solitario sobre las riberas del Pací- fico, me he pasado en éxtasis.contemplando los esplendores estelares sin rival de nuestro cielo austral! Yo he podido entónces observar so- bre el horizonte á la vez, brillando con un resplandor desconocido en otras latitudes, todas las 100 estrellas de primera magnitud de los . FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 381 catálogos, con escepcion de solo seis que brillan esclusivas en los som- bríos horizontes de la ca:opea boreal. Al frente veía dormitar las tranquilas riberas. El cielo se semeja á una bóveda de sólido acero salpicada de diamantes. La quietud de abajo, se hallaba en armonía con el silencio de arriba; y hasta se teme el hablar, no sea que el so- nido de la voz humana interrumpa la profunda música del alma, tan- to más dulce, cuanto más callada. Los esplendores de la canopea aus- tral son verdaderamente ofuscantes. Humboldt fué el primero que, pasmado de asombro, anunció al mundo sus maravillas en el lenguaje poético de sus Cuadros de la Naturaleza. La luna y los planetas pa- recen separarse de ese cielo ; ellos no parecen tocar la bóveda azul en que los astros resplandecen. La cruz del sud se halla en el acto de culminar. Entre tanto se ven escalar el cielo por el oriente, las cons- telaciones de los Centauros, de Spica, de Bootes y Antares, con su lindo compañerito que solo los mejores telescopivs pueden descubrir. Todas ellas son brillantes estrellas particulares, difiriendo unas de otras en color, como en esplendor. Al mismo tiempo el cielo occiden— talse presenta glorioso con sus aderezos de brillantes. Orion, esa espléndida constelacion, digna ella sola de llenar todo un cielo, se halla en el acto de zambullirse en el océano; pero altas en su curso, se presentan Canopus y Sirio, con Castor y Pollux, Procion, y Argus y Regulus; ellas miran con toda la abertura de sus grandes ojos dia- mantinos, sonriendo blandamente al preceder á la cruz en su descen- so occidental. Entre tanto á la distancia y.lejos en el sud, se destacan ó mejor, flotan las nubes magallánicas blancas, y los Coal Sacks ne- eros, esas sombrías manchas del cielo, semejantes á agujeros en el «manto azul de la noche», detrás de los cuales se revelan negros y sombríos abismos sin soles y sin luz. El que no ha contemplado nues- tro cielo austral desde el reposo de nuestras pampas, ó desde las em- barcaciones en las vastas espansiones de nuestros mares, no puede formarse una idea de su poesía, belleza y magnificencia. Dentro de los trópicos, sin embargo, las brisas de tierra y mar son más suaves, y junto con las noches aún más poéticas y especiales, aun- que no tan europeas, el efecto de las brisas y de las calmas alterna- das, estodavía más delicioso y bello si cabe. El opresivo calor del sol y el clima de las áridas riberas sé halla atemperado y salubrifica- do por la alternativa de los vientos que invariablemente llegan del sitio más fresco, el mar, el cual se conserva más fresco durante el dia; y de la tierra, que es la más fresca durante la noche. A eso de las 10 de la mañana el calor del sol ha funcionado sobre la tierra con: 388 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA suficiente intensidad para elevar su temperatura sobre la del agua. Una parte de este calor, siendo impartido al aire superincumbente, lo hace levantarse primero de la ribera, en seguida del mar, alcanzando la distancia de muchas millas, hasta las crestas más encumbradas de los Andes, despues de recorrer todos sus valles y quebradas, difun- diendo por todo la agitacion, la frescura, el vigor y la vida. «Una larga residencia en el archipiélago Indico, dice el capitan Jansen, me ha dado la oportunidad de estudiar el fenómeno que al)í ocurre en la atmósfera, fenómeno al cual dirigí mi atencion en pri- mer lugar. Involuntariamente fuí conducido de una investigacion en otra siendo el resultado de estas investigaciones el siguiente. Sobre la costa setentrional de Java, el fenómeno diario de las brisas de mar y tierra, se presenta bellamente desarrollado. Allí 4 medida que el astro espléndido del día se alza casi perpendicularmente desde el mar con sus ardientes radiaciones, bajo un cielo sin nubes, es saludado por los volcanes con una columna de blanco humo, el sual ascendien- do ea el firmamento alto desde las cimas cónicas, figura una corona, ó asume la forma de un inmenso ramillete, que parecen presentar al alba; en seguida la alegre brisa de tierra juguetea sobre las olas, que en la zona torrida suministra, con su fresco aliento, un tan dulce ali- vio á los habitantes de esa cálida region de tierras, pues por su me- dio, toda la naturaleza marchita se refresca y embellece. En seguida bajo la influencia de los gloriosos acompañamientos del nacimiento del día, parece como si la naturaleza al despertar, rompiese el solem- ne silencio de la noche, y por todo se alza como una entonacion del himno de la mañana por la naturaleza muda, con sus gesticulaciones expresivas y sublimes. Todo cuanto vive Ó va á vivir siente necesidad de espanderse, de moverse, de alegrarse, de regocijarse, de nacer, de embellecerse, de brillar, de cantar, de hacer ruido, de rebullirse. Es como un festin, como un placer, como una algazara loca; como una orgía en pleno día, en pleno cielo, en plena naturaleza, con permiso y por órden del aitísimo, que en ello parece regocijarse. El aire, aún perfumado y fresco con el rocío de la mañana, levanta hasta lo alto el cántico, el regocijo universal que se alza de los mares, de los ríos, de los bosques, de las llanuras y de las ciudades de los hombres ! «Al remontarse el sol por las etéreas llanuras, la bóveda celeste se envuelve en un fluido manto de luz; y la brisa perfumada de los bosques, fatigada con la vigilia, busca el reposo de las frescas som - bas. Aquí y allí, al retirarse, se aleja de las aguas y de las flores con una última caricia, con un último beso de zéfiro, hasta que al fin ' de e FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 389 fatigado, tiéndese dormido en sus perfumados retiros. Pero no así la atmósfera; ella centellea y brilla en sus millones de pajillas aureas, se clarifica y depura bajo el calor creciente, mientras las bruñidas olas reflejan como millones de espejos, los rayos de luz que dansan y sal- tan sobre los trémulos risos producidos por los movimientos verticales del océano aereo. Como las gratas visiones de la noche, esto pasa de- lante del espíritu soñoliento, y así como los suaves fantasmas vagan sobre la brisa terrena conforme dormita mecida sobre las quietas olas. Las riberas parecen acercarse y desplegar todos sus atractivos á los ojos del marino que se engolfa. Todos los objetos se hacen más claros y con lineamientos y colores más distintos ; mientras en el mar, los pequeños botes pescadores con sus velas desplegadas, se semejan á jigantescos navíos. El marino que navega á lo largo de las costas, en- gañado por esta creciente claridad y mirage, cree que él ha sido arrastrado por una corriente hácia la tierra; echa la sonda y suspira ansioso por la brisa terrestre, á fin de escapar á lo que él juzga un peligro amenazador. Las tablas arden bajo sus piés; en vano es- tiende sus toldos para abrigarse contra el sol abrasante. Sus rayos se hacen opresivos; el reposo no refresca; el movimiento no es agra- dable, sobre todo para el habitante de climas frios, acostumbrado al fuego y á una dieta cálida. Pero los Asiáticos que se alimentan solo de dulces frutas y de frescos sorbetes, no se sienten tan oprimidos por el calor y ni siquiera sudan. Es como una ave, á quien la sombra de una verde hoja le proporciona un grato reposo. «Los habitantes del abismo, despertados por la clara luz de los cie- los, se preparan para su trabajo cuctidiano. Los corales y millares de crustáceos aguantan tal vez con impaciencia, la llegada de la brisa de mar, que da lugar á una evaporacion más rápida, proveyendo de este modo abundantes materiales de construccion para sus pintorescas moradas edificadas con tanto arte. No hay arte humano que pueda compararse con el pulido y la pintura de nácar que ellos saben dar á sus habitaciones en el fondo del mar. El nácar, más bello con sus es- plendores irisados, que el oro y que la plata artística de nuestros joye- ros y esmaldadores. Como ellos tambien, las algas del mar son las favorecidas de los vientos, de las nubes y de la luz del sol: porque de ellos dependen el vapor y las lluvias que alimentan las corrientes que conducen alimentos para ellos hasta el mar. Cuando el sol llega al zenit, y su ojo severo con un resplandor quemante, se sobrepone ca- da vez más sobre el mar de Java, el aire parece sumerjirse en un sueño magnético. Exactamente como cuando el magnetizador ejercita 390 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA su voluntad sobre susometido, y este último con inciertos y variables gestos gradualmente se pone en movimiento y obedece soñoliento su vo- luntad ; así tambien vemos los lentos esfuerzos de la brisa del mar para reprimir los movimientos verticales del aire, y para obedecer la voluntad que la llama hácia la tierra. Este movimiento vertical pa- rece que no es fácilmente vencido por el movimiento horizontal que llamamos viento. Allá á lo lejos sobre el mar, surje y desaparece al- ternativamente un tinte más sombrío sobre el tapiz resplandeciente de los mares; por último, este tinte se fija y se aproxima; esta es la tan deseada brisa de mar: y sin embargo suelen pasarse una y aún dos horas sin que el tinte sombrío se fije, antes que la brisa de mar se pronuncie con regularidad. Entónces, pequeñas nubes blancas co- mienzan á alzarse sobre el horizonte; para el marino esperto ellas son el preludio de una fresca brisa marina. «¡Dichoso el primer soplo escapado del mar! El es refrescante, pero pronto cesa; deste suceden otras gratas ráfagas de aire que conti- núan más tiempo; por el momento se convierte en la brisa de mar or- dinaria, con su grato y refrescante soplo. El sol desciende, y el viento de mar, esto es, el alisio ó monzon ordinario, atraido hácia la tierra se despierta. El sopla con grau fuerza, como si quisiese desempeñar sus funciones diarias con el mayor ruido posible. El aire mismo re- frescado sobre el abismo, se pone gris con los vapores que envuelven en nieblas los promontorios, colgando sobre la Isla densos cortinages de nubes. La tierra es discernible solo por los tintes más sombríos que dá á los vapores que la envuelven ; pero la distancia no puede ser esti- mada. El marino mismo se cree más lejos de la ribera de lo que en realidad se halla, y dirije su curso descuidadamente, mientras el vien- to caprichoso azota las aguas, produciendo un mar quebrado y ruido-. so, de cuyos blancos bonetes lijeros encajes de espuma son arranca- _ dos con mano juguetona, las cuales flotan como flámulas irisadas al sol. Al mismo tiempo nubes asoman aquí y allí á gran elevacion en el aire, y sin embargo hay demasiadas nieblas para ver léjos. El sol se aproxima al horizonte. Hasta muy léjos en el interior de las tierras las nubes continúan acumulándose ; el estampido del trueno se escucha repercutido á la distancia por las colinas; el rayo fulmina reverbe- rado de monte en monte, mientras entre los bastidores de las nubes los relámpagos se hacen visibles. Finalmente el astro del día se es- conde en su lecho ; las nieblas entónces desaparecen gradualmente; y tan luego como el viento ha depuesto su látigo, el mar que estreme- cido y espumante, había con su melena herizada resistido á su violen- E A E AA A a A FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 391 cia, comienza tambien á reposarse. Entonces, vientos y mares callan y todo queda en silencio. Encima del mar el aire se presenta man- chado ó solo ligeramente nebuloso; sobre la tierra se presenta denso, sombrío y amenazante. A los sentidos, este "reposo es agradable, las salmueras alborotadas que azotaban los rostros; el mar ajitado é in- quieto, la humedad, todo se siente fatigado y se regocija en la calma. Se siente sin embargo algo de misterioso en la atmósfera; uná apa- riencia Ó como una amenaza oculta en el aire. «Pero de pronto, de la sombría masa de nubes, que acelera la con- version del día en noche, se ye como el estallido de la tempestad que inicia el combate con sus proyectiles de rayos. La lluvia se precipita á torrentes sobre las montañas, y las nubes cubren gradualmente todo el cielo, Mas por lo que es al viento que de nuevo salta, puede ser alarmante para el marino que se ha confiado en la calma. ¿Qué cambio va á tener lugar en el aire? El marino esperto que sabe luchar contra. los vientos Alisios Ó contra los Monzones, se aleja de las costas á fin dé sacar ventajas de las brisas de tierra (la destructora del comercio) tan luego como asome. El se regocija cuando el aire se desprende al fin de la tierra y que la brisa llega, débil al principio, pero haciéndose cada vez más fuerte, como de costumbre, durante toda la noche. Si la brisa de tierra viene acompañada de un chubasco, entónces es bre- ve y se hace débil é incierta. A veces suele hallarse la brisa de mar permanente próxima á la costas, que de otro modo alcanza veinte ó más millas inglesas de ella. (Navegando por el Mar índico, ó nave- sando por el Atlántico, hemos sentido brisas de mar perfumadas veni- das de la Arabia Oriental, de esa Arabia aromatizada por la mirra, las flores y las huertas; y distante no obstante más de 200 4 300 millas; ó en el Atlántico, venida de las Islas de Cabo Verde, á esa ó. mayor distancia; y sentídolas vivamente, con sus perfumes caracte- rísticos, depurados por el ozono de las olas. En las costas argentinas la brisa de tierra la constituye el pampero y la de mar el viento Este y Sud-Este). «Por lo demás en la Malasia no es siempre seguro obtener la brisa terrestre en un tiempo determinado. A veces sé deja esperar bastante; á veces hasta se tarda toda la noche. Durante la mayor parte de la es- tacion lluviosa, no se deben esperar con regularidad las brisas de tie- rra en el mar de Java. Esto se esplica fácilmente segun la teoría que atribuye el orígen de las brisas de mar y tierra al calentamiento del suelo durante el día ; y al enfriamiento mediante la radiacion por las noches; porque durante la estacion lluviosa, las nubes se estienden 392 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sobre el mar y la tierra, interrumpiendo los rayos del sol de día, y la: radiacion del calor del suelo por las noches, impidiendo de este modo las variaciones de temperatura ; y de estas variaciones segun esta teo- ría, las brisas de tierra y de mar surgen. Sin embargo, hay otras re- giones tropicales en que las brisas de tierra y de mar, aún en la esta- cion lluviosa, se suceden con regularidad unas á otras. » Una de las cireunstancias que hacen las costas occidentales de Africa tan insalubres cuando se las compara con los lugares en las correspondientes latitudes en el costado opuesto del Atlántico, com0 ser el Brasil, por ejemplo, se debe indudablemente á las brisas de tierra y mar de ambas regiones. En las costas de Africa, las brisas de tierra son en general de un calor abrasador, más que abrasador, pelante. Allí las brisas de tierra las forman los vientos Alisios. Han atravezado todo el « Continente negro » como lo llaman algunos viá- jeros que no son muy blancos, que digamos, absorbiendo durante su marcha todos los microbios y miasmas pestilentes de ambas riberas y de las zonas cienagosas del interior. Llegan, pues, á las costas impreg - nados de malaria y de los más mortíferos miasmas palustres. Se necesita todo el ozono del Atlántico para purificar esas brisas; así, cuando se respiran en medio del Atlántico son puras y perfumadas. El Perú se halla tambien dentro de la zona de los vientos Alisios, y los vientos llegan á las costas occidentales de Sud-América, como lo ha- cen en la costa occidental de Africa, atravezando todo el continente ; pero en el primer caso, en vez de barrer sobre vastos charcos y ciena- gales insalubres, llegan frescos y salubres despues de atravezar las. puras nieves de los Andes. Entre estas cadenas y la costa, en vez de ciénagos y aguazales, solo encuentra áridos desiertos, un país sin agua, sobre el cual los rayos del sol, el padre de los Incas, juega con bastante libertad y fuerza, no solo para contrarestar el poder de los vientos Alisios y producir una calma; sinó hasta para invertir la ba- lanza y llamar el aire del mar, haciendo que la brisa marina sople con regularidad. En las costas de Africa, por el contrario, una vegetacion exhube- rante proteje el suelo contra los ardientes rayos del sol, y la rarefac- cion no es cada día suficiente para hacer otra cosa que contrarestar la fuerza de los vientos Alisios, produciendo una calma. Calma que es la muerte de esas regiones, por el calor y la pestilencia. La misma intensidad de rayos, sin embargo, jugando sobre la vegetacion inter- tropical de una ribera de sotavento, es otra tanta fuerza añadida á la brisa de mar; y por esto en el Brasil la brisa de mar es fresca, fuerte AS FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 393 y salubre; siendo por el contrario, » ó las Manchas del Sud, como las llaman nuestros campesinos, formen un contraste más resaltante con la Cruz de: Sud, la cual sonríe para consolarnos, mientras Escorpion, el emblema de los climas tropicales, parece como un: amonestacion en el cielo >. ¿Qué cosa hay, en efecto, más grata y al mismo tiempo más mortífera que los climas tropicales, que si por un lado dan la vida, el placer y la abundancia, por otra pululan en molestias y mortíferas epidemias, que ocasionan una muerte tan ins- tantánea como la picadura de un escorpion? « La luz de las estrellas, reflejadas por el espejo de las aguas, hace que la noche rivalize en claridad con la luz del crepúsculo en las altas latitudes. Numerosas estrellas candentes fatigan la vista, si bien in- terrumpen la mosotonía del titilante firmamento. Su incesante movi- miento en el insondable océano del infinito, ofrece un extraño con- traste con la aparente quietud, con el blando susurro de la corriente aérea de la brisa de tierra. Pero en los momentos en que 30% 4 402 sobre el horizonte, un globo de fuego estalla que de repente ilumina todo el cielo, apareciendo á la vista no más grande que el puño, y te- niendo en realidad metros de estension, y desvaneciéndose tan pronto FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 395 como se muestra, deshaciéndose en nódulos de fuego. Por poco que en tales momentos se reflexione, en medio de la aparente calma de la naturaleza, diversas fuerzas se hallan en constante actividad, á fin de ocasionar aún en lo invisible del aire, combinaciones y combustiones tales, que su aspecto solo llena de asombroá las tripulaciones. Cuan- do afilada quilla se desliza rápida sobre el espejo de las aguas al im- pulso del viento 6 de un poder mecánico, cualquiera, parece como si cortase un surco luminoso, perturbando en su sueño á los monstruos del abismo, los cuales se lanzan y giran más rápidos que la más ligera embarcacion, nadando y girando en torno de la nave, como para ha- cer un reconocimiento de ella, y asegurarse que no es una ballena, ni otro mónstruo voraz, y haciendo al mismo tiempo resplandecer las sombrías aguas con sus fosforescencias. | < Además, cuando salimos de los límites de las brisas de tierra, y caemos sin vientos alisios constantes, ocasionalmente se suelen ver en las negras, redondas y bajas nubes inferiores, ligeras estrellas azules reunidas sobre las puntas y puas de hierro de las naves; entónces la tripulacion se forja nuevos temores de peligros que solo existen en su imaginacion; temores supersticiosos superiores á la razon, al sufri- miento y hasta el valor del hombre. La ferviente, flameante natura- leza inspira al viajero con profundos terrores. ¿ Y quién lo creyera ? Todo un sistema de supersticiones que han esclavizado por siglos el espíritu humano, y hecho la ruina y degradacion de naciones, de razas enteras, háse fundado por impostores poco eserupulosos, sobre esos va- nos y quiméricos terrores de lo desconocido queacosan ála simple éigno- rante humanidad, fundamento de la desdicha y degradacion humana, que han venido á servir de pretesto á oprobiosos sistemas de doble es- clavitud y miseria moral y física! A esto se añaden las inciertas, las indeterminadas sensaciones producidas por la clara, al mismo tiempo que melancólica luz de la luna ! En la última parte de la noche la brisa de tierra fatigada de su actividad, se acuesta á dormir en brazos de Morfeo, pues rara vez se conserva despierta y activa toda la noche, mostrándose siempre inconstante y caprichosa. «Con el alba del dia, se despierta de nuevo jugueteando y susut- rando por ráfagas entre las olas y el follaje; pero uesfallece de nuevo, á medida que el sol se alza. Ella es el buho, el ave nocturna de los vientos. El tiempo que dura la calma entre la brisa de mar y la de tierra es indefinido, siendo siempre las calmas de una duracion desi- gual. Generalmente las que preceden la brisa de mar, son más largaS que las que preceden la brisa de tierra. La temperatura de la tierra, 396 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la direccion de la línea costera con relacion ála direccion prevalente de los vientos alisios en que la tierra se halla situada, la claridad de la atmósfera, la posicion del sol, tal vez tambien la de la luna, la su- perficie sobre la cual la brisa de mar sopla; acaso tambien el grado de humedad y el estado eléctrico del aire, la elevacion de las monta- ñas, su estension y su distancia de las costas, todo esto puede influir en ello. Las observaciones locales con respecto á estas pueden ofrecer mucha luz, igualmente que el determinar la distancia á que la brisa de tierra alcanza desde la costa, más allá de cuyos límites los alisios ó monzones continúan soplando con regularidad y sin interrupcion. La direccion de las brisas de tierra y de mar puede ser determinada por observaciones locales, siendo incorrecta la idea de que puedan so- plar siempre perpendicularmente á la línea costera. «Apenas se aleja uno del mar de Java, que es como un mar interior entre Sumatra, Borneo, Java y el archipiélago de pequeñas islas si- tuado entre las dos últimamente nombradas, cuando en las aguas azules de la parte oriental del archipiélago Hindu, la naturaleza asu- me un aspecto más audaz, más en armonía con las grandes profundi- dades del océano. La belleza del mar de Java y los apacibles y deli- ciosos fenómenos que el aire y el océano ostentan, cesan desde entón- ces. La escena se hace más imponente. Las costas de las islas orienta- les se alzan audazmente por sobre las aguas, en cuyas grandes pro- fundidades han asentado sus raíces. El viento del sudeste que sopla sobre las costas meridionales de la cadena de islas, es á veces violen- to, siempre fuerte al través del estrecho que las separa unas de otras, caracteres que sepronuncian cada vez más al navegar hácia el orien- te. Allí tambien, sobre las costas setentrionales se presentan brisas de tierra; sin embargo los vientos alisios soplan á menudo con tal violencia, que no tiene bastante poder para alejarlos de la costa. De- bido ¿'1obstruecion que la cadena de islas presenta á los vientos ali- sios del sudeste, resulta que soplan con violencia hasta muy lejos por sobre las montañas, exactamente como la brisa de tierra lo hace sobre la costa setentrional; sin embargo este viento que solo surje cuando sopla fuerte del sudeste sobre la costa meridional, se distingue fácil- mente de las suaves brisas (le la tierra. La regularidad delas brisas de tierra y de mar en el mar de Java y sobre las costas de la cadena se- tentrional de islas, Banca, Borneo, Célebes, etc., durante el monzon oriental debe siempre atribuirse álos estorbos que los vientos alisios del sudeste encuentran en las islas situadas directamente en su cami- no; en parte á la inclinacion hácia el monzon oriental que los vientos MESAS ANG AN MÍO EAS r ES A A a e FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 395 alisios esperimentan despues de llegar al archipiélago; y finalmente á su descenso al acercarse al Ecuador. Las causas que producen las brisas de tierra aparecen de este modo colectivamente no ser suficien- temente poderosas para convertirse en un fuerte viento en el océano. » Ahora vamos á hablar de un fenómeno especial, curioso, interesan- tísimo, por el hecho mismo y por el descubrimiento á que ha dado lu- gar; nos referimos á las nieblas rojas que suelen presentarse en el Atlántico y el Mediterráneo. Los marinos hacen referencia á estas nieblas como frecuentes con especial en las inmediaciones de las is- las del Cabo Verde. Tambien han observado lluvias de polvo en otras regiones del mar ; y nuestros pamperos más de una vez han sembrado con sus polvos la atmósfera del Atlántico sud. En el Mediterráneo suelen precipitarse estas nubes de polvo, en donde les han dado el nombre de «polvo de Sirocco » y en otras partes, «polvo de Africa » en la persuacion de que los vientos que los acompañan vienen del de- sierto de Sirocco, ó de alguna otra árida region del continente de Afri- ca. Es de un color rojo de canela ó rojo de ladrillo, y á veces se preci- pitaen tales cantidades que oscurecen el sol, asombrían el horizonte y cubren las velas y los aparejos con una gruesa capa de polvo, aunque el buque se halle centenares de millas dela tierra. El navío James- town de la marina de los Estados Unidos, se encontró en una ocasion con estas nieblas rojas en 1856. He aquí como la describe su cirujano mayor el Doctor Clymer: «Estuvimos sumergidos en la niebla de polvo durante seis dias, penetrando en ella abruptamente en la noche del 9 de Febrero, en los 1930” latitud norte, y longitud 15 oeste, esto es, cerca de las costas de Africa; y al salir de él, al mismo tiem- po que de la zona de las calmas ecuatoriales, para penetrar en los ali- sios del nordeste, el 15 de Febrero, en la latitud de los 9” norte y longitud 19? oeste. Con estos vientos atracamos á Porto Praya (en latitud 14%54" norte y longitud 23930” oeste), despues úe atravesar una corriente del sudoeste de una milla por hora, llegando á Porto Praya (islas del Cabo Verde) el 22 de Febrero. El polvo rojo se asentó pegándose con fuerza en las velas y demás aparejos, lo mismo que so- bre la cubierta, de donde era fácil recogerlo. Era un polvo impalpa- ble de color de ladrillo ó canela. La atmósfera se hallaba tan oscure- cida, que no habíamos podido descubrir un buque á la distancia de un cuarto de milla, : Ehrenberg que llama estas tierras «polvos marinos», con su mi- eroscopio, ha puesto fuera de toda duda que el aire que los alicios del sudeste traen al Ecuador, son alzados en ese punto por las corrientes 398 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA superiores haciéndolos pasar al hemisferio norte. De este modo, el pretendido polvo Sirocco ó africano, que el sábio aleman observó de tan cerca, resultaron ser en realidad polvos levantados por el viento en el otro hemisferio, y que han servido al mismo liempo para probar la realidad de esos cambios en las corrientes de aire, en que unas de- cienden y otras ascienden á las corrientes superiores en regiones de- terminadas del oceano atmosférico, que dejamos señalado en otra par- te. Sin esos cambios, sin que los vientos de abajo subiesen arriba, y vice-versa, segun lo hemos espresado en su debido lugar, esos polvos no podían haber pasado de un hemisferio á otro. Asíel microscopio ha servido para demostrar la realidad de un hecho físico que la ciencia no había hecho sinó señalar y demostrar lógicamente; llegando de este modo á percibirse la procedencia de los vientos, como si una mano invisible hubiese atado en sus misteriosas alas señales inequívocas de su verdadero origen. Ese polvo, sujeto al exámen del microscopio, se halló componerse de infusorios y organismós cuyo habitado no es el Africa, sinó Sud-America ; esto es, que él provenía de la region de los vientos alisios del sudeste de la América meridional. El profesor Eh- renberg examinó muestras del « polvo marino» provenientes de las islas del Cabo Verde y regiones adyacentes, de Malta, Génova, Leon y Tirol, y ha encontrado tal similaridad en todos ellos tan grandes, como si todos hubiesen sido tomados del imismo paraje. El reconoció formas sud-americanas en todas ellas, y son ciertamente las formas prevalen- tes en todas las muestras que él ha examinado. Puede en consecuencia mirarse como un hecho establecido que existe una corriente superior perpétua de aire establecida de Sud-América al Africa norte, y que la masa de aire que fluye hácia el norte e estas corrientes superiores, debe tener un volúmen equivalente al que fluye en la direccion del sud con los vientos alisios del nordeste, no puede caber la menor duda. El «polvo de lluvia > se ha observado con más frecuencia caer en la primavera y el otoño. Probablemente existe un intercambio de polvos entre los dos hemisferios, pues nosotros hemos visto caer con las 1lu= vias en Buenos Aires, polvos amarillos volcánicos que por la época (1884) debían pertenecer á la erupcion del Krakatoa en el otro hemis- ferio, no habiéndose producido en el hemisferio sud ninguna erupcion de una naturaleza análoga en esa época, y el Krakatoa, por su posision en el centro de las regiones equinocciales, estaba en situacion de en- viar sus cenizas volcánicas á los dos hemisferios por las corrientes atmosféricas que allí se juntan, ó mejor, se separan, soplando del hemisferio sud a] hemisferio norte por arriba, y. del hemisferio norte NET Li e e E e LA ES a o FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 399 -al hemisferio sud por abajo. Respecto á los polvos de lluvia caidos en el otro hemisferio, en el viejo continente, en las estaciones de prima- vera y del otoño, es decir, cuya caida ha tenido lugar despues de los equinoccios, pero con intérvalos de ellos que varían de 30 á 60 dias más ó menos. Para dar razon de esta especie de ocurrencia períodica en la caida de estos polvos, Ehrenberg piensa que «se hace necesario suponer que una nube de polvo ténue se halla "constantemente flotan- do en las regiones superiores del aire mantenidas por continuas cor- mentes atmosféricas, la cual se estrende en la region de los vientos alisios, pero esperimentando desviaciones parciales y periódicas ». Es una cosa averiguada que la zona de lluvias ó calmas entre los ali- sios, viaja constantemente de una region á otra, de norte ásud, y vi- ce-versa, produciendo las lluvias donde quiera que se presenta. Este polvo debe elevarse en la estacion seca, y no en la húmeda, es eviden- te. En caso de que el hecho enunciado por Ehrenberg no fuese exacto (y probablemente loes, pues los polvos del Krakatoa han durado años en suspension en la atmósfera, produciendo los maravillosos crepús- culos que asombraron el mundo desde fines de 1883, hasta 1885), po- drían suponerse que ellos provienen de uno y otro hemisferio en la época de ambos equinoccios, pués los lugares que tienen su estacion seca en un equinoccio, tienen su estacion lluviosa en el otro. En efecto, en la época del equinoccio de otoño, por ejemplo, el valle del Bajo Orinoco se encuentra en su estacion seca y todo allí se pre- senta árido y requemado con la seca, las lagunas están secas y los llanos y cienagales se han convertido en áridas y endurecidas este- pas. Toda vegetacion ha cesado ; las grandes serpientes y reptiles se han sepultado para pasar bajo tierra su invernacion; el run-run de la vida insectil se calla y el silencio de la muerte reina al través de las llanuras. Bajo estas cireunstancias, la más ligera brisa, levantando el polvo del lecho de los lagos desecados y los terrones de las sábanas en- negrecidas, las arrebata como nubes en el aire. Este es el período del año en que la superficie de la tierra en esta region, amasada con restos orgánicos animales y vegetales impalpables, es arrebatada en los aires por los torbellinos, las ráfagas y los tornados de una fuerza terrorífica: este es el período de las perturbaciones atmosféricas ge - nerales que han Jlegado á caracterizar los equinoccios y sus inmedia- ciones, en la tierra con los terremotos, en el aire con los huracanes y en el mar con las tempestades. Estas condiciones pueden pues muy bien suministrar los polvos que precipitan las lluvias primaverales. (Continuará). | REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI (Continuacion) N>* 47. Exposicion de la Sociedad Cientifica Argentina en 4876. Secciones y premios. (Fojas 568-569). — Se conserva en el archivo el siguiente documento sobre este acto : Segunda Exposicion anual de la Sociedad Cientifica Argentina. Apertura el 28 de Julio de 1876. Al celebrar el cuarto aniversario de su fundacion, esta Sociedad distribuirá los premios correspondientes al concurso anual ya acordados, y se inaugurará su segunda Exposicion Científica é In- dustrial, para cuya celebracion se invita al público á concurrir, de acuerdo con este programa: Ramos que comprenderá la Exposicion 1* Seccion : arquitectura, construcciones civiles y militares. a) Materiales de construccion, naturales y artificiales. b) Instru- mentos, modelos, planos, mapas, obras y publicaciones nacio— nales. 9 Seccion : materias primas aplicables á la industria. a) Minerales. b) Vegetales. c) Animales. 33 Seccion : Productos industriales y agricolas. a) Fábricas. 6) Cerámicos y vidriados. c) Metalúrgicos. d) Com—= bustibles é iluminantes. e) Químicos y farmacéuticos. /) Sustancias alimentarias y) Abonos. h) Varios. 4* Seccion : Objetos de historia natural. 5* Seccion : Aparatos, utensilios é instrumentos científicos é in- dustriales. : A Ñ. A REVISTA DEL ARCHIVO 401 6* Seccion : Utiles para la enseñanza de las ciencias matemáti- cas y físico-naturales. | 7* Seccion : Higiene pública y doméstica. 8* Seccion ; Fotografía, tipografía, telegrafía. 9? Seccion : Aplicaciones de las ciencias á las artes de ornato. La Exposicion permanecerá abierta durante los dias que la Co- mision Directiva juzgue conveniente. Cada seccion será estudiada y clasificada por un jurado com- puesto de tres miembros nombrados por la Junta Directiva, que podrá acordar á los objetos expuestos los premios siguientes : Primer premio : Medalla de oro. Segundo premio : Medalla de plata. Tercer premio : Mencion honorifica. La Sociedad entregará á los expositores solamente el diploma que certifique el premio que hayan obtenido. Las medallas que los premiados quieran adquirir en virtud del diploma correspondiente, llevará el escudo del sello mayor de la Sociedad y este tema : | En una cara: Segunda Exposicion anual de la Sociedad Cientifica Argentina. En la otra cara : Premio de estímulo de 1876. Las personas que quieran concurrir á esta Exposicion, deberán enviar á la Secretaría de la Sociedad, hasta el 1% de Julio, una lista de los objetos que presentarán. .N* 48. Comunicaciones de los expositores. Solicitudes de local. (Fojas 570-616). — Se conservan cuarenta y dos comunicaciones solicitando local para diferentes objetos. N* 49. Exposicion de 1876. Comunicaciones é informes de los juris. (Fojas 617-640). — El Dr. Estanislao S. Zeballos publicó, en 1876, en el tomo Il de los Anales, un artículo completo sobre el éxito alcanzado por la Sociedad en su segunda Exposicion. Se re- producirá aquí solamente los informes de los juris seccionales, como se conservan en el Archivo. «1% Seccion. — Sr. Presidente de la Sociedad Crentifica Argentina. — Los abajos firmados, nombrados por la Comision Directiva de esta Sociedad para formar el jurado que debe examinar los objetos expuestos en la 1? seccion de la Exposicion, que en celebracion ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 26 402 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA del cuarto aniversario de la Sociedad que Vd. preside, tiene lu- gar, venimos á dar cuenta del resultado del estudio que hemos hecho. « Despues de haber examinado los objetos que se detallan en la nónima que adjutamos, hemos resuelto, de acuerdo con las bases del programa de la Exposicion, adjudicar los siguientes pre- mios : « A la fábrica de mosaicos para pisos La Industrial, una medalla de plata por estos. « Al señor D. J. Sandrot, una medalla de plata, por sus mesas de mosáico. « A los señores Newman, Medici y (C*, una mencion honorifica, por los ladrillos de la fábrica de San Isidro. < Al señor D. Ernesto Bunge, una mencion honorifica, por su plano en perspectiva de Santa Felicitas. « Al señor Pablo Binder, una medalla de plata, por el modelo en yeso de la Universidad. « En cuanto á los demás objetos expuestos, hay algunos de mé- rito, y el jurado es de opinion se haga presente á los expositores, el agradecimiento de la Sociedad, por el concurso que le han prestado para el feliz éxito de la Exposicion. « Convendría pasar una nota al administrador del ferro-carril Andino, pidiendo remita el costo del metro cúbico de piedra labra- da en la cantera de Sampacho, asi como los gastos de trasportes hasta el Rosario, con todos los detalles indispensables para poder fomentar su empleo en las construcciones en esta, pues, por el ejemplar que se ha expuesto, se ve que es de excelente calidad y, debe recomendarse su empleo en los edificios de alguna importan= cia, que en adelante se construyan. « Dios guarde al señor Presidente. — Guillermo White. — Luas A. Huergo. — Alfredo Huergo. » «2* Seccion. — Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argen- tina. — Los que firman, constituidos en jurado para clasificar y discernir los premios á que fueron acreedores los objetos expuestos como materias primas aplicables á la industria, y correspondientes por esa circunstancia á la 2* seccion del programa de la Exposicion de 1876, despues de un detenido exámen y atendiendo á que es de tal importancia para el país, hacer conocer sus materias primas inexplotadas aún, que nunca se premiarán demasiado los esfuer- REVISTA DEL ARCHIVO 403 zos y sacrificios que se hagan para alcanzar tan importante y tras- cendental objeto, hemos venido en acordar los premios siguien- tes : « Una medalla de plata, al señor D. Cárlos Christierson, por el petróleo cosechado de Salta. « Una medalla de plata, al señor D.-Estéban A. Torres, por el algodon en rama y ricino en grano. « Una medalla de plata, al señor Juan P. Linch, por las mues- tras de Ybwra y Sauce, como materias tanto texiles como aplicables á la fabricacion de papel; é idéntica recompensa al señor Pablo Linch, por su ejemplar Guayab1. « Dejando cumplido nuestro cometido, tenemos el placer de sa- ludar al señor Presidente con la consideracion que nos merece. — Juan Pirovano. — José M. Lagos. » «3* Seccion. — Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Ar- gentina. — Los abajo firmados, miembros del jurado comisionado por la Junta Directiva para clasificar los objetos comprendidos en la 32 seccion de la Exposicion anual de esa Sociedad, tenemos el honor de presentar á Vd. la siguiente lista de los expositores, en dicha seccion, que, en nuestra opinion, merecen ser premiados; indicamos al mismo tiempo el objeto ú objetos expuestos y la clase de premio á que se han hecho acreedores : «1% D. Serafin Carneiro, por sus sombreros de vicuña y nutria fabricados en el país, medalla de oro. « 2% M. S. Bagley y C*, por sus galletitas argentinas, medalla de Oro. «3% D. N. Storn y €?, por sus muebles fabricados en el país, con maderas argentinas, medalla de oro.. «Tenemos la mayor satisfaccion en recomendar que se disciernan premios de 1" clase á los expositores que acabamos de designar, puesto que tienen el mérito de haber conseguido á fuerza de gran- des sacrificios, establecer en el país industrias importantes, para la elaboracion de nuestras materias primas, y la fabricacion de pro- ductos, cuya calidad nada deja que desear. « Pedro Seminario y C*, por su chocolate fabricado en el país, medalla de plata. « No hemos puesto estos expositores en la 1* clase, por la razon que la materia prima que emplean en su fábrica de chocolate no es un producto argentino; pero la consideracion de la buena calidad 404 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA del artículo expuesto, y en recompensa de sus esfuerzos para acre- ditar una marca argentina, nos es satisfactorio recomendar un pre- mio de 2* clase. « D. José Gimenez, por sus tejidos de seda fabricados en el país, medalla de plata. Fundamos esta recomendacion en las mismas razones que la anterior. « E. Galli y C*, por sus espejos plateados en el país, medalla de plata. La introduccion al país de espejos plateados de grandes di- mensiones y artísticamente adornados, bien merece, en nuestra opinion, ser premiada de la manera que aconsejamos. « A. Maveroff y C*, por sus caños y planchas de plomo, medalla de plata. Las grandes cantidades de plomo producidas en los dis- tritos mineros de la República Argentina, apenas tuvieron aplica- cion industrial, hasta que el señor Maveroff, planteó el estableci- miento de donde han salido los tubos, etc., exhibidos por él. Por lo tanto, creemos á los señores Maveroff y C*, dignos de recibir la medalla que recomendamos les sea discernida. « Entre los objetos que hemos considerado como pertenecientes á la seccion de productos industriales y agrícolas, creemos dignos de una mencion honorífica las muestras de : « Piolas, expuestas por D. Estéban N. Ferrer. « Carbon mixto, expuesto por D. Angel Costa. « Carbon animal, expuesto por D. E. Marcelis. « Saludamos al Sr, Presidente atentamente. — Miguel Puarggar:. — Juan J. J. Kyle. — Augusto Ringuelet. » « 42 Seccion. — Al Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Ar- gentina. — Los que suscriben, nombrados para componer el juri que debe adjudicar los premios en la seccion 4*, hemos llegado á la siguiente clasificacion, prévio estudio de los objetos expues- tos : «Primer premio, medalla de oro, al señor D. Francisco P. More- no, por su colecciones de cráneos y de objetos de artes de las razas antochtonas de la República Argentina las que, como es sabido, han sido la base de estudios antropológicos de alguna impor- tancia. « Segundo premio, medalla de plata, al Dr. D. Estanislao S. Ze- ballos, por diversas colecciones, cuyo estudio abraza varios ramos de la historia natural, y entre las cuales figuran con más impor- tancia, la mineralogía y la geología, ejemplares que han concurri- REVISTA DEL ARCHIVO 405 do á un trabajo suyo : Geología de la Provincia de Buenos Atres, y que acaba de ser honrosamente premiado por nuestra Sociedad, en su última reunion. « Segundo premio, medalla de plata, al Dr. D. Cárlos Berg, por sus orugas acuáticas de un Lepidóptero, que ha sido motivo de un trabajo especial en la ciencia aceptado como el segundo caso ob- servado de esta naturaleza en los últimos tiempos ; y por sus estu- dios de hojas de plantas modificadas por los insectos. « Segundo premio, medalla de plata, al señor D. Juan Martin Leguizamon, por su coleccion de objetos usados por los antiguos habitantes de la provincia de Salta, que si bien son poco numerosos en la presente Exposicion, han dado lugar á trabajos importantes, publicados por este señor. « Tercer premio, mencion honorifica, al Sr. D. G. Hilzingeri, por sus buenas preparaciones de aves y de cruadrúpedos. « Dejando así cumplida nuestra comision y esperando la confor- midad de la Comision Directiva, saludamos al Sr. Presidente, con la más distinguida consideracion y respecto. — Pedro N. Arata. — Luws Jorge Fontana. — Eduardo Agurrre. » « 52 Seccion. — Al Sr. Presidente de la Sociedad Cientifica Ar- gentina. — Tenemos el honor de dirijirnos á Vd., dándole cuenta del resultado de la comision, que se nos encomendó al nombrarnos jurado en la Exposicion que ha tenido lugar, con motivo del cuarto aniversario de la fundacion de la Sociedad que Vd. preside. « La seccion que hemos estudiado es la 5*, en la que están com- prendidos los aparatos, utensilios é instrumentos científicos é in- dustriales. « Adjuntamos una lista del número de objetos y las personas por quienes han sido presentados. Despues de detenido exámen de to- dos ellos, hemos convenido en acordar el derecho á los siguientes premios, en las condiciones del programa : « A los señores Zamboni é hijos, una medalla de plata, por su máquina para taladrar postes. «Al señor D. Federico Marti, por sus cerraduras y máquinas para estirar alambre, una medalla de plata. « Una medalla de plata, al Sr. D. Pastor del Valle, por su tabla para reducir varas cuadradas, por medio de una sola suma. <«cAl Sr. D. Cárlos Fondeta, por su lámpara generatriz, una me- dalla de plata. 406 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - «Al Sr. D. Ignacio Pirovano, una mencion honorífica, por su aparato inyector para preparaciones anatómicas. « Respecto á los demás objetos presentados, somos de opinion que la Sociedad debe pasar á los señores expositores una nota de agradecimiento, por haber contribuido al buen éxito de la Exposi- cion. « Con este motivo saludamos á Vd. atentamente. — Cárlos Ol- vera. — Emilio Roseltt. » | 6* Seccion. — No hubo objetos exhibidos. 7* Seccion. — El informe del ¡uri se reduce á no acordar pre- mio alguno, por falta de objetos. « 8* Seccion. — Al señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. — Los que suscriben, miembros del jur: nombrado para estudiar y clasificar los objetos de la octava seccion de la Exposi- cion, que comprende la telegrafía, fotografía y tipografía, tienen el honor de elevar á Vd. y por su intermedio á la Sociedad el resul- tado de su tarea desempeñada en el dia de la fecha. « LI. Telegrafía. — Este grupo de la octava seccion estaba po- bremente representada. « El único aparalo que encontramos, pertenece al sistema Zin- dar, patentado en Inglaterra, y que contiene un conjunto de cam- panillas que funcionan por medio del aire comprimido, el cual reemplaza á la electricidad comunmente usada. « El sistema no es nuevo, y lo introduce al pais el expositor Sr. Ponsatt1. « La comision no cree conveniente acordar premio á este pro- ducto estrangero, cuya introduccion al país no importa una nove- dad excepcional. | «Il. Tipografía. — Para desempeñar nuestra mision, dividimos este grupo en dos categorías, á saber : « Productos de fundicion. « Productos de imprenta. « a) Productos de fundicion. — La Fundicion Nacional de Tipos del señor D. Angel Estrada, presenta una variada coleccion de ti- EN 0 Y; Ale REVISTA DEL ARCHIVO 407 pos, viñetas, y otros útiles para imprenta, en un acondicionamiento cómodo y elegante. «Examinados los tipos cuidadosamente, sin olvidar los datos que suministra el análisis químico de los materiales empleados por la Fundicion Nacional, nos impusimos del éxito que se obtiene en la práctica, por el muestrario de la casa, presentado por el expositor é impreso en los talleres de D. Martin Biedma. «La impresion hecha con tipos argentinos no deja que desear. «Satisfecha la comision del exámen de los tipos, pasó á estudiar las viñetas, que la misma casa fabrica por el sencillo procedimien- to galvanoplástico, y quedó igualmente satisfecha en este exámen. « La comision acuerda por unanimidad al señor D. Angel Estra— da, por sus productos de fundicion de tipos, el primer premio, me- dalla de oro. «b) Productos de imprenta. — Han concurrido á esta en compe- tencia las siguientes imprentas : La Tribuna, Pablo E. Coni, Le Cou- rrier de La Plata, Cárlos Casavalle, Martin Biedma. « Las imprentas de los señores Coni, Casavalle y Biedma han pre- sentado una extensa variedad de productos notables, que han de- jado fuera de toda competencia á las restantes. «Examinadas detenidamente las muestras de cada una de las iraprentas, el Juri resolvió, que al clasificar estos trabajos debía atenerse á su elegancia, claridad y belleza de la impresion, acor- dando en consecuencia y por unanimidad los siguientes premios : « Primer premio, medalla de oro, á la imprenta Rural. Exposi- tor: D. Martin Biedma. -— Segundo premio, medalla de plata, á la imprenta de D. Pablo E. Coni. — Tercer premio, diploma honorí- fico, á la imprenta de Mayo. Expositor : D. Cárlos Casavalle. «II. Fotografía. — Examinamos los trabajos expuestos por los señores: D. Christiano Junior y Jorje Holtzweissig. «El señor Junior ha presentado los mejores retratos y vistas que en el ramo ha ostentado la Exposicion. El señor Holtzweissig ha exhibido tambien algunos cuadros fotográficos de mérito. «El juri resuelve por unanimidad conceder : «Primer premio, medalla de oro, al señor D. Christiano Juvior. «Segundo premio, medalla de plata, al señor D. Jorge Holtz— Welssig. « Dejando así cumplida nuestra comision, tenemos el honor de 408 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de saludar al señor Presidente con las seguridades de nuestra con- sideracion más distinguida. — Estanislao S. Zeballos. — Luis Stl- veyra. — L. B. Trant. » « 9* Seccion. — Al señor Presidente de la Sociedad Cientifica Ar- gentina.— El juri nombrado para discenir los premios que deben corresponder á los expositores que se hallan comprendidos en la seccion 9* del programa, viene á dar cuenta á Vd. del resultado de su cometido. «1% Al señor escultor €. Cremona, mencion honorífica, por un motivo para friso, modelado por dicho señor. «2 Al señor Salvador Musollino, medalla de oro, por dos mar- cos para cuadro, cuyo tallado y composicion son originales de di- cho señor. Este es un trabajo acabado en todo sentido y que revela un talento verdaderamente artístico. Sobre todo, nos permitimos llamar la atencion sobre uno de ellos, el cual ha sido tallado en pino de tea, que como se sabe es una madera muy difícil para tra- bajar por la disposicion de sus fibras. «3% Al señor Genaro Musollino, jóven de diez y ocho años é hijo del anterior, mencion honorífica, por un porta-retrato tambien ta- llado en madera. «Debemos observar que los objetos premiados son los únicos presentados correspondientes á esta seccion Saludan á Vd. atentamente. — Ernesto Bunge. — Pedro Benott. — Adolfo Buttner. » « Los señores Pedro Pico, Enrique Aberg y Pedro Benoit, encar- gados de clasificar los objetos de bellas artes, comprendidos en una décima seccion se espidieron así : «Los objetos presentados son : Pinturas al oleo «Combate naval, presentado por D. Andrés Somellera. «Un retrato, presentado por D. Julio Laguens. «Un bosquejo, de la propiedad de D. Luis Elordi. «Un retrato, de la propiedad de D. Luis Elordi. «Un grupo, de la propiedad de D. Luis Elordi. « Un grupo, de la propiedad de D. Luis Elordi. «Cuatro cuadros, de la propiedad de D. P. Boneo. REVISTA DEL ARCHIVO 409 « Cuatro cuadros (marina), de la propiedad de D. N. Muratore. «Un cuadro con dos retratos, de la propiedad de D. Fernando Macías. Acuarelas y tinta china. « Dos cuadros tinta china, de la propiedad de D. Pedro Benoit. «Una mesa revuelta, de la propiedad de D. Sixto Quesada. «Seis acuarelas, de la propiedad de D. Cárlos E. Pellegrini. « Cinco acuarelas de la propiedad de D. E. Aberg. « Cuatro cuadros, de la propiedad de D. Luis Elordi. Pluma y tinta china «Un retrato, por la señorita Virginia Barreyro. «Dos retratos y dos cuadros, por D. Narciso Figueras. «Un cuadro sobre seda (pluma), por D. Julio J. Fruto. Laptz «Tres retratos, por D. R. Albertasi. «Dos retratos, por D. Julio Laguens. «Un retrato, por D. Elias Espíndola. Yeso «Seis bustos, tres medallones y un grupo por D. €. Romairone. «Un cuadro (bajo-relieve), por D. Vicente Carriello. «Un retrato (bajo-relieve), por D. Vicente Carriello. « Tres medallones (bajo-relieves), por D. Bautista Mouren. «Considerando el mérito artístico de cada uno de los objetos ex- puestos hemos acordado discernir el primer premio, medalla de oro, á la señorita Virginia Barreyro, jóven de diez y seis años, por el retrato hecho á pluma del señor Francisco Xavier Muñiz. «El segundo premio, medalla de plata, ha sido discernido al 410 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuadro en tinta china, representando un astillero, hecho por D. An- tonio Benoit (padre). «El tercer premio, mencion honorífica ha sido acordado á les cuadros acuarelas pertenecientes al Dr. D. Cárlos E. Pellegrini, lo mismo que el bajo relieve de D. Vicente Carriello. » Tal fué el resultado de la segunda Exposicion de la Sociedad Científica Argentina, que tan gratos recuerdos dejó en el público de Buenos Aires. Como se recordará ella se inauguró en los altos del antiguo Teatro Colon el 28 de Julio de 1876. S IX (Libro 11 del Archivo) N* 50 Informe sobre el invento de una maquinaría del señor To- más Fernandez. (Fojas 641-647). — Publicaremos los documentos que se refieren á un aparato inventado por el señor Fernandez que dice puede sustituir la maquinaria de un buque á excepcion del motor. «Buenos Aires, Agosto 7 de 1876. — Al señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. — He recibido encargo de la comi- sion administradora del Club Industrial, que tengo el honor de pre- sidir, de remitirle la carta adjunta del señor D. Tomás Fernandez. «Este señor dice haber inventado un aparato que puede reem- plazar ventajosamente la mayor parte de la maquinaria de un bu- que á vapor menos el motor, y pide se le proporcione un bote á vapor, un ventilador y dos ó tres metros de tubo de plomo para efectuar un ensayo definitivo, y segun lo ha manifestado un miem- bro de esta comision estima los gastos en cien pesos fuertes más ó menos. « Como el Club Industrial tiene un capital muy reducido, y con- centra todas sus fuerzas para la realizacion de la primera Exposi- cion Industrial Argentina, y como tambien el pedido del señor Fernandez se relaciona con un invento más bien científico que in- dustrial, la comision administradora ha creido oportuno llamar A E E A ¿IU A A O A REVISTA DEL ARCHIVO 411 sobre esa invencion, la atencion de la Sociedad Científica que Vd. tan dignamente preside. « Aprovecho esta oportunidad, señor Presidente, para pedirle se sirva manifestar á toda la Sociedad Científica Argentina, los senti— mientos de nuestra sincera felicitacion por la Exposicion que acaba de efectuar en los altos de Colon. Saludo á Vd. con mi mayor consi- deracion y aprecio. —Luis Gimenez, Presidente. — Fernando Schler- singer, Secretario. » En seguida se encuentra la carta dirijida al Club por el Sr. Fer- nandez ; la Sociedad, en sesion del 10 de Agosto, resolvió pasar el expediente á informe del sócio D. Cárlos Fader. He aquí el informe : « Al Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. — En cumplimiento del encargo de la Comision Directiva que Vd., tan dignamente preside, de informar sobre el descubrimiento que dice haber hecho el Sr. Tomás Fernandez, tuve una entrevista con este señor, para obtener algunos datos, y he aquí el resultado : « He visto en la casa del Sr. Fernandez, una estructura bastante cruda de hoja de lata, que representa un buque con la aplicacion del invento mencionado que es el secreto del inventor ; esta estruc- tura cargada con un peso de 25 libras, estaba flotante en un cajon lleno de agua y se puso en movimiento por la presion de aire pro- ducido por los pulmones del Sr. Fernandez, soplando por un pe- queño caño de goma en comunicacion, y escapándose el aire des— pues de pasar debajo del buque, segun creo la popa. « Habiendo el Sr. Fernandez, solicitado un ventilador entre los demás efectos, le pregunté si era para producir el aire comprimi- do, á lo que me contestó afirmativamente, pero le hice compren- der que un ventilador no produce sino una presion muy insignifi- cante, siendo el máximo igual á la presion de una columna de agua de 0,50 milímetros; me manifestó entónces, que cualquier otro aparato podía servir para este objeto, y queda, por consi- guiente, establecido que el invento de este señor, consiste en la forma que dá al fondo del buque, para usar el aire comprimido como propulsor; y siendo necesario que el aire comprimido sea producido por una bomba, movida por una máquina á vapor; no comprendo en que consiste la supresion de la mayor parte de la maquinaría como dice este señor, en su solicitud, y soy de opinion que es más bien un aumento que una disminucion de aparatos Mecánicos. 412 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « He preguntado al Sr. Fernandez, si tiene conocimiento de una invencion análoga á la suya, y me contestó que, efectivamente, ha sabido que ha sido ensayado algo así. El señor Presidente tendrá, sin duda, conocimiento de la invención hecha por el Sr. Preiswerk, ex-dibujante de los talleres del ferro-carril del Oeste, el cual mos- tró en el Riachuelo, en la estacion del ferro-carril del Oeste, hará más de dos años, un modelo de buque movido por gas comprimido producido sin el auxilio de bombas, simplemente con una caldera á vapor, sin maquinaría ni aparato mecánico alguno; si bien re- cuerdo la Sociedad Científica había ofrecido auxiliar á este señor para hacer unos ensayos en escala mayor. Queda pues establecido, que la invencion del Sr. Fernandez no es nueva, y estando ya re- suelta su practicabilidad, queda entónces á resolver la cuestion sies tanto ó más económica que la que hoy existe; á esto no se puede contestar sin hacer ensayos en mayor escala, no con un bote, como propone el Sr. Fernandez, pues esto queda ya probado, sino cons- truyendo ó modificando un bupue á vapor bastante grande para determinar el consumo con exactitud, loque naturalmente sería una obra bastante costosa, pero inevitable para determinar si la invension es de utilidad para la navegacion, y creo que el Sr. Preis- werk se ha ido á Europa con el objeto de procurarse el capital ne- cesario para efectuar esos ensayos. « Eso es todo lo que sé, relativo á esa invencion,, y creo con lo expuesto dejar cumplido el encargo de la Comision Directiva. « Con mi mayor consideracion y aprecio saludo á Vd. — Cárlos Fader. » De este informe, la Junta Directiva dió vista al interesado, pero no conocemos más pormenores en el asunto, creyendo sí que el Sr. Fernandez debió darlo por terminado. N* 51. Una lista de sócios y domicilios enviada.por el Club In- dustrial. (Fojas 648-655). N* 52. Informe sobre la solicitud del Sr. N. Fernandez, sobre compra de un sobrante de campo. (Fojas 656-659). — Es un informe presentado por los comisionados señores Huergo y Pico, nombrados por la Sociedad, á solicitud de la Oficina de Tierras Públicas, cuya nota existe. (Decreto del 12 de Julio de 1876). He aquí el infor- me: | « La laguna de que trata el expediente, está denominada Manan- AAA REVISTA DEL ARCHIVO 413 tiales, aún cuando en el registro gráfico de la Provincia aparezca con el nombre de Laguna del Burro. « Esa laguna forma parte de las que encadenándose por peque- nos arroyos tienen su nacimiento en el Arrayo del Vitel en lasinme- diaciones de Ranchos, formando las lagunas de Vitel, Chascomús, y por el arroyo de Girado, desagúe de esta la de Manantiales, que en tiempos lluvisos recibe las aguas de la laguna Adela ó del Burro, la que descarga sus aguas superabundantes en la laguna Chischis y demás que tienen su desague en el Rio Salado, en el Rincon de las Barrancas. « La solicitud del Sr. D. Juan N. Fernandez, no debe ser aten— dida á nuestro juicio, puesto que pretende la compra de toda la laguna Manantiales, privando á los linderos del uso de las sees para sus haciendas. « Los proprietarios D. Federico y D. Ceferino Girado, D. Diego Dodar y D. N. Zurrieta, dueños de terrenos con frentes á dicha la- guna, tienen derechos adquiridos al uso de sus aguadas, de que no pueden ser despojados en manera alguna, de modo que no se comprende el móvil que haya impulsado á Fernandez para entablar su solicitud. « Por otra parte, el camino principal de Dolores á Chascomús, es uno de los más transitados de nuestra campaña, costea la laguna Manantiales y cruza el brazo de comunicacion de esta con la de Adela ó del Burro, por medio de un puente de fierro. La parada de las tropas de carretas y haciendas se hace siempre en la costa de la laguna Manantiales ; y siendo esto así, ¿no sería cometer una-gra- ve falta, entregar esta agua á la propiedad particular, privando al público de sus usos comunes ? « Las lagunas encadenadas, descritas al principio, desagúan una superficie que puede estimarse en 80 leguas cuadradas; y la de Manantiales recibe las aguas superiores desde la punta del arroyo Vitel por el de Girado. No preveemos trabajos hidraúlicos que puedan relacionarse con la navegacion ; pero de ningun modo con- sideramos acertado el enagenamiento de una laguna que debe considerarse como una parte del cauce de los mencionados arroyos de Vitel y de Girado. « Además de las consideraciones anteriores, deben tambien te- nerse presente otras, no menos importantes, cuales son las que se relacionan con los usos comunes de estas grandes lagunas, entre los cuales recordaremos el de la pesca. 414 ANALES DE LA+=SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « Por estos razones, somos de opinion debe pedirse al solicitante Fernandez, exprese el uso que pretende hacer de la laguna que solicita en compra, lo cual puede dar lugar á una concesion espe- cial, tratándose del establecimiento de alguna industria, pero de ninguna manera para la venta total de la laguna en cuestion. — Pedro Pico. — Luis A. Huergo. » Este informe fué aprobado por la Junta Directiva en sesion del 10 de Agosto, y elevado á la Oficina de Tierras Públicas. Creemos no equivocarnos al afirmar que el Gobierno resolvió en este asunto de acuerdo con el dictámen de la Sociedad Científica Argentina. N* 53. Mision Butiner.—Adquisicion de obras para la Biblioteca de la Sociedad Cientifica Argentina. (Fojas 660-6614). Ne 54. Orugas acuáticas. Memoría presentada dá la Sociedad Cientifica Argentina, por el Dr. Cárlos Berg. (Fojas 665-673). — Manuscrito original de quince páginas ; leido en la Asamblea del 1% de Setiembre de 1876, y publicado en el tomo II de los Anales, páginas 184 y siguientes. Este trabajo se publicó tambien en un folleto aparte. N* 55. Sobre la fabricacion del cemento Portland en Buenos Asres. Memoria presentada á la Sociedad, por Lurs Silveyra y Miguel Puiggar. (Fojas 674-681).—Por mocion del Sr. Hernandez se nom- bró una comision que debía estudiar la fabricacion del cemento Portland en la República, para que si ella era ventajosa se presen- tase un proyecto de ley á la legislatura de Buenos Aires, para do= tar al país de una fuente nueva y rica de produccion. La comision compuesta de los señores Luis Silveyra y Miguel Puiggari se expi- dió en un informe que publicamos en seguida : «Al Sr. Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. — Nom- brados para informar sobre una mocion hecha en el seno de esa So- ciedad y uno de los que suscribimos relativamente á la fabricacion en el país del cemento Portland artificial, procuraremos llenar nuestra mision hasta donde nos sea posible, ya que carecemos de algunos datos que, por otra parte, pueden ser adquiridos en su mismafuente, y procederemos por el órden de cuestiones estable- cidas en la citada mocion. GR AN A AAA ATAR ERAS REVISTA DEL ARCHIVO 415 «IT «1% ¿Cuál es la calidad y resistencia del cemento elaborado en Barracas? «22 ¿Qué probabilidad hay de mejorar la calidad ? «Anexamos las dos cuestiones porque las observaciones que se refieren á la primera corresponden igualmente á la segunda. «Observaremos ante todo que el cemento Portland artificial es un producto de la calcinacion de una mezcla en proporciones cor- rientes de un calcáreo y de una arcilla. « Estas materias primas deben poseer determinadas propiedades, independientes de la proporcion entre los componentes de dicha sustancia. El análisis prévio indica cuál sea esta proporcion, la que á su vez traza al fabricante el camino para hacer la mezcla del cal- cáreo y de la arcilla en las cantidades más adecuadas para la com- posicion del cemento segun tipos conocidos y que la práctica reco- mienda como preferibles. «Una fábrica de cemento, entre nosotros, puede contar con ma- teriales del país muy adecuados á dicha industria, ó bien de la Banda Oriental, en aquellas circunstancias en que por efecto de la ubicacion de la fábrica, sea conveniente atender á la mayor econo- mía de la industria. « Las Sierras de Córdoba, por ejemplo, encierran abundancia de calcáreos de composicion conveniente para dar por sí solos ó por insignificante mezcla de arcilla, cemento de muy buena calidad. Pero una fábrica como la establecida en Barracas encuentra mucho más ventajoso el empleo de los calcáreos procedentes de la Banda Oriental, y especialmente el del Queguay, que aunque no encierra en sí mismo una composicion adecuada al objeto, es sin embargo más rico en cal que aquellos, y exige por eonsiguiente la mayor adecion de arcilla. : «Este calcáreo cuyo análisis hemos practicado corroborando la exactitud del dado á conocer por el Sr. Reid con diferencias de poca importancia, que debemos atribuir á la diversidad de muestras so- bre que se ha operado, es tierno y ofrece por lo demás una compo- sicion adecuada á la fabricacion del cemento artificial. | 416 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «En cuanto á las arcillas, uno de nosotros ha dado á conocer la composicion de varias muestras estraidas de perforaciones practi- cadas en el lecho del rio, y que probablemente forman capas in- mensas estendiéndose en el interior del continente. Estas arcillas tienen una composicion muy adecuada á la preparacion del cemento segun se desprende de su análisis. «En la fábrica de Barracas, parece que por la espresada razon de economía se ha preferido el empleo de la arcilla proveniente de la Ensenada. Esta, segun el análisis que hemos practicado despues de calcinada, ofrece la composicion siguiente : SES a. o e 67.10 Oxido de hierro y alúmina........ 26. 08 Cama A E 1 o A OS 0.25 Masnesian.. O a lo do Eo 0.27 ACI OS UN ÚTICO. o e 2.30 IN A A NE 4.00 «La arcilla de Medway en su confluencia con el Támesis, que es la que se recomienda como tipo para la fabricacion del cemento Portland, da la siguiente COMPOSICION : SC e IS O SALES Oxido de hierro y alúmina............ 26 . Lh A A A O o 0.75 Pollas gisds - > oy E Mo ACA 1.90 SOSA a > o o E Ro 2.10 «Resulta pues de la comparacion de una y otra que la de la En- senada es bastante parecida á la de Medway y muy adecuada por consiguiente á la fabricacion del cemerto. «Como hemos hecho igual deduccion del calcáreo del Queguay, resulta que las buenas ó malas condiciones del producto fabricado con dichas materias primas, solo dependerán de que se fabrique ó no segun las reglas del arte. : «Pero si no quiere darse un valor absoluto á los datos suminis— trados por el análisis químico, veamos las condiciones dinámicas del producto elaborado con las espresadas materias. « Los que suscribimos hemos comprobado por nosotros mismos; la fuerza de traccion de 16 muestras distintas de cemento fabricado REVISTA DEL ARCHIVO 417 en Barracas, que en forma de barras cuadradas de dos y cuatro pulgadas de seccion han sufrido ensayados por el dinamómetro, la resistencia en libras que se espresan á continuacion, con indicación del número de órden correspondiente á la hornada y del tiempo desde que han sido hechas : NA SS das POSES «0 OEA L..... 890 libras » »— 3 meses dentro del agua.... Nose rompió IA AS a ..... 880 libras Y 200 18 dias... <... A e 840» » 20 — 3 meses fuera del agua..... 1010 » » 21 — 3 meses dentro del agua.... Nose rompió A A ... 640 libras » 21 — 3 meses fuera del agua ..... 1010» » 21 — 3 meses dentro del agua.... Nose rompió a E nom... 460 libras OS 2 O o dias: les. 1199011) M2 0 ndras sevi 1 A 940» » 217 — 16 dias..... A las slo 1090 » NI 0 dias in. io a yo SAO > » 31 — 22 dias...... opel 945» «Es necesario para mejor comprension del número que repre- senta la resistencia de cada muestra, lener en cuenta que la Comi- sion de aguas filtradas exije del cemento que recibe de Inglaterra que resista á la traccion de 775 libras. «Debe llamar la atencion en el cuadro que precede la gran re- sistencia que adquiere el cemento del pais dentro del agua, pues las tres muestras que han permanecido tres meses inmergidas en ella no han podido romperse por la fuerza mayor que produce el dinamómetro ó sea la de 1100 libras. « En los primeros tiempos de establecida la fábrica parece que la resistencia del producto distaba mucho de ser la que ofrece hoy, lo que debe atribuirse á los tanteos y estudios necesarios para establecer definitivamente una industria de esta naturaleza. «No es estraño tampoco que en el cuadro que precede figuren números relativamente bajos, lo'que solo debe atribuirse á defectos físicos de la masa y no á la naturaleza química de los compo- nentes. ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 27 418 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « Sentado, pues, como irrefutable el principio de que con materias primas adecuadas, puede, mediante las reglas del arte, obtenerse un buen cemento ; demostrando, por otra parte, que podemos dis- poner de dichas materias primas, y además que con ellas se ob- tienen materias de la mayor resistencia exigible, creemos resuelta satisfactoriamente la primera y segunda proposición que nos había- mos propuesto dilucidar. «Il «3% El precio á que puede obtenerse el cimento en relacion al que se introduce del estrangero ; « 4 Forma más conveniente y económica de hacer esta fabrica— cion. « Para fundar la contestacion á estas preguntas, es necesario, hasta cierto punto, prescindir de la fábrica de cemento de Barracas, - considerándola como modelo, pues es sabido que fué montada en escala para un simple ensayo, y en el que se ha gastado tal vez más de lo conveniente, puesto que las deducciones que podían re- sultar de este ensayo, han podido fijarse mucho ante de ahora y con ahorro considerable sobre el capital necesario. « Una fábrica cuyo costo asciende próximamente á 2.000.000 de $ m/c, y que en las condiciones más favorables solo puede pro- ducir 40 toneladas de cemento por mes, fábriza provista de direc- tores, capataces, maquinistas, foguistas, etc., tan numerosos y remunerados como para una fábrica montada en alta escala, con una fuerza motriz insuficiente para el uso de las diferentes máqui- nas ; desprovista de cobertizos para salvaguardar los materiales y para evitar que la marcha de las faenas esté sometida á la volubili- dad del tiempo; se comprende á primera vista que no puede dar resultados satisfactorios, y menos que puede tomarse con base ra- cional de cálculo para una industria en alta escala. « Además, la fábrica está mal situada, lo que origina gastos exhorbitantes, respecto al flete de las primeras materias, del com- bustible y de los productos, mientras que si se hallase establecida en algunos puntos donde estos materiales pudiesen cargarse y descargarse directamente, se ahorrarían sumas que vienen á re- edi REVISTA DEL ARCHIVO 419 sultar de mucha consideracion en industria de tanto trasiegos « El calcáreo del Queguay, por ejemplo, cuesta puesto en la fá- brica 198 $ m/c la tonelada española, segun contrata, mientras que descargado directamente en cualquier punto de la costa del rio, se abonaría el lanchaje y acarreos que vienen á representar un aumen- to que no podemos precisar exactamente, pero que el buen sentido indica que debe ser considerable, en un artículo que por sí solo figura en la proporcion de 137 */, de cemento. En cuanto á la arci- lla que cuesta 30 $ m/c la tonelada en la Ensenada, se eleva su precio por flete en el ferro-carril y por acarreo de este á la fábrica á la cantidad de 105 $, valor que viene despues á duplicarse consi- derándose á la arcilla completamente privada de agua y de mate- rias Orgánicas. « Repetimos, pues que la actual fábrica en las defectuosas con- diciones que la acotapañan, no puede tomarse como base fija para deducir lo que puede ser la industria del cemento en el país. «Sin embargo de dichas condiciones tan desventajosas y de tanta trascendencia por la economía de la industria, creemos importante para las deducciones á que se presta, consignar los datos que arroja la fábrica en su estado actual, respecto al costo del producto. « En los tres meses últimos : Julio, Agosto y Setiembre, el costo mensual y el producto han sido aproximadamente iguales. Sin em- bargo, tomaremos como ejemplo el de Julio, en que por haber sido el tiempo más favorable, se obtuvo algo más de producto que en los otros, alcanzando á 33 toneladas inglesas. « Los gastos ocasionados en dicho mes, comprendido el valor de los materiales empleados, son : WalcarcO Tola cia pass e ae 18. 018 Arc aos lors e dei » 1.000 Cokaitanias ao apt togs e dE » 5.130 Carbon para las máquinas .... » 35.150 Carbonila a. JA Le 0) 720 CASOS VANOS e e A Ñ, » 2.000 Personal ay... O Aia 0dS MOTA dto . $m/c 36.586 « Lo que viene á dar un valor de 1108 $ m/c á cada tonelada, sin incluir el interés del capital. 420 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA . «El conjunto de los tres meses citados, dan un valor medio á cada tonelada de 1150 $. « Ateniéndose á esta cifra, y agregando á ella el interés del capi- tal de la fábrica, es claro y evidente que no podría de ningun modo hacer cuenta la fabricacion del cemento ni menos competir con el que viene del estrangero. Pero redúzcase dicho valor á lo que de- bería ser en las condiciones de una fabricacion en alta escala de 500 toneladas mensuales por ejemplo, y con la ubicacion de la fábrica en un punto conveniente, creemos que podría redurcirse el valor de cada tonelada á 767 $, según el cálculo prudencial siguiente : 3032 libras de calcáreo á 140 $ la tonelada... $m/c 212 Españoles....... o a Rod » 20 Combustion ej e es » 200 CAOS TM ss Oo aaa $b o IRA » 15 Direccion y mano de obra........ A » 280 Interés del capital, sobre 3.000.000,48%V... » 40 TOTAL ts a DM Co O «Tomando todos los datos que nos ha sido posible y haciendo un cálculo racional sobre la extension de la fabricacion en la escala supuesta, creemos que las precedentes partidas, lejos de ser exce- sivas podrían aún disminuirse, con un estudio práclico más pro- lijo de la industria. « Ahora bien, el valor medio que da la comision de aguas filtra- das al cemento que ella recibe de Inglaterra es de 803 $ m/c. ¿Pero cuál debería ser el verdadero importe, si se dedujeran las partidas que vienen petrificadas, ó que se pelrifican antes del consumo, que á vecesson muy elevadas, y que pueden considerarse como abso- lutamente perdidas, ó que si se revivifican en la Fábrica de Barra- cas, les da, esta operacion, un aumento de precio de 760 $ por tonelada ? « Importantísimo sería poseer un dato exacto sobre el particu- lar, pues por él veríamos que lal vez el precio del cemento de di- cha procedencia se eleva á una cantidad mucho mayor. « Pero tratándose de establecer la industria para los usos gene- rales del país y cuya duracion sobrepase al tiempo que duren las obras de salubrificacion, es necesario tomar como tipo de costo del REVISTA DEL ARCHIVO 491 cemento, no lo que cuesta á la comision de aguas filiradas, libre de derechos de aduana, y que gozará de otras ventajas por sus cuan- tiosos pedidos, sino al tipo comercial. « Este puede establecerse segun lo que les cuesta el citado artí— culo á los mayoristas que media, segun tenemos entendido, entre 1100 y 1200 $; como tambien á los constructores que se surtan de los corralones, quienes abonado 280 á 300 $ por barrica, y repre— sentado cinco barricas una tonelada, les representa el precio de esta de 1400 4 1500 $. « Este es á nuestro entender el punto de partida para basar los beneficios de la industria que nos ocupa. « Para resolver la cuestion de si sería ó no conveniente estable- cer una fábrica de cemento en alta escala, es necesario tener pre- sente que el Portland v los cementos hidráulicos (Lerra romana) son compuestos con los mismos elementos, con diferencia de pro- porciones, y que una fábrica del E 1 puede sin dificultades elaborar los segundos. ¡ « Ahora bien, prescindiendo del consumo del Portland para las obras de sel boi heaadala que se eleva á cantitades exhorbitantes, y á otras de carácter oficial que haa de ser de mucha duracion en el país, los cementos introducidos para el consumo público, según la estadística de la aduana últimamente publicada, se han elevado durante el año pasado á más de tres millones y medio de kilógra- mos, Ó sea más de tres mil quinientas toneladas, consumo que es probable aumente tedos los dias. « Esta sola base, sin embargo, sería suficiente para establecer una fábrica que produjera 360 toneladas mensuales. « De los espuestos datos, creemos que resulta demostrado de un modo evidente, la conveniencia de establecer entre nosotros la 1n- dustria del cemento en escala mayor. « TH «5% Sila forma más conveniente para plantear esta industria, será por empresas particulares, ó por accion oficial; «6 En el primer caso, ¿cúal será la forma adoptable ? « Nadie puede dudar que la accion oficial en empresas indus- 492 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA triales, y más tratándose de aquellas que se deben implantar por primera vez en el país, es sumamente eficaz é indispensable en muchos casos, bajo el punto de vista proteceionista, pero nadie du- dará tampoco de que la direccion industrial y administrativa debe producir mejores resultados con empresas particulares. « Creemos, pues, que sería mucho más conveniente el estableci- miento de la industria que nos ocupa por empresas particulares, que inmediatamente interesadas en el mayor beneficio, introduci- rían todas las economías posibles, tratarían de aumentar el consu- mo y valorizar con ventajas los productos; evitando la accion ofi- cial que nunca puede ser espeditiva en casos necesarios, que exige comisiones especiales de vigilancia, administracion, etc., v debien- do encomendar la direccion á personas que difícilmente llenan su cometido como cuando media el interés directo y particular. «En este caso el medio más adaptable sería que el Gobierno protejiese dicha industria, subvencionándola con una cantidad da- da, 6 garantiéndole el interés sobre el capital necesario, ó conce- diéndole ciertas franquicias ó privilegios bajo condiciones determi- nadas, como por ejemplo, que la empresa estuviera obligada á fa- bricar un número determinado de toneladas de cemento por año y de una calidad como la que se exige hoy á los que vienen del estrangero. « Dios guarde al señor Presidente.—Miguel Purggari.—Luis Sal- Veyra. » Este informe se discutió durante dos sesiones en la Asemblea, y posteriormente se resolvió publicarlo en los Anales, pero había quedado inédito. N* 56. Palustra azollee y palustra tenuis. Memoria presen- tada á la Sociedad por el doctor Cárlos Berg. (Fojas 682-689). — Es un manuscrite original de doce páginas; leida en la Asamblea del 15 de Setiembre de 1876 y publicada en el tomo Il de los Anales, páginas 241 y siguientes. N* 57. Informe de la Sociedad sobre la peticion de los señores Bartoli y Diaz sobre privilegios. (Fojas 690-693). — Los documen- tos son los siguientes : REVISTA DEL ARCHIVO 493 «Cámara de Diputados de la Nacion. «Buenos Aires, Setiembre Y de 1876. «Al señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. «La Comision de Peticiones que presido, me encarga dirijirme á Vd. para que imponiéndose de los antecedentes que acompaño re- lativos á la solicitud de los señores Bartoli y Diaz, se sirva obtener informe de esa sociedad relativo á la conveniencia en acordar los privilegios que solicita, estudiadas que sean científicamente las producciones de la fábrica. «Al efecto acompaño las muestras que los interesados han en- tregado á la Comision. «Saludo al señor Presidente. «Pebro L. Funes. « Pasó á informe de los señores Puiggari y Arata. -« Estamslao S. Zeballos, «Secretario. » Los señores Bartoli y Diaz pedían privilegio por su fabricacion -en la Capital del azúcar de leche. He aquí el informe de la Sociedad : «Buenos Aires, Setiembre 19 de 1876. « Los que suscribimos creemos inaceptable el principio de la adjudicación de privilegios en absoluto, como contrarios al ejerci- cio libre de la industria. «Este ejercicio libre establecido por la Constitucion Nacional, puede sin embargo restrinjirse en aquellos casos en que se ata— quen los derechos adquiridos por un inventor, segun establece muy sábiamente la ley vigente sobre patentes industriales. « Haciendo, pues, aplicacion de estos antecedentes al caso actual, creemos que de ningun modo puede concederse privilegio en absoluto á los señores Bartoli y Diaz, para la preparacion del azúcar de leche, puesto que el modo de practicarla ha dejado de ser un secreto desde hace muchos años. « Pero los señores Bartoli y Diaz hablan en su presentacion de 494 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un procedimiento especial y económico para extraer de la leche dicho producto y como en esto puede realmente existir una inven- cion patentable, solo en este caso y limitándose á la supuesta in- vencion deberá concederse el privilegio solicitado; para lo cual sería indispensable que espusieran en detalle su método opera- torio. «En resúmen creemos que los intereses generales de la industria y las leyes que la protegen, exigen que solo se conceda privilegio á los solicitantes por la preparacion del azúcar de leche, segun el método especial que empleen, si este método es realmente una nove- dad industrial. « Pedro N. Arata.— Miguel Purggar:. «Buenos Aires, Setiembre 25 de 1876. «Acép tase el precedente informe y elévese á la Comision de Pe- ticiones de la Honorable Cámara de Diputados.» «GUILLERMO WHITE, « Presidente. «Estanislao S. Zeballos, « Secretario ». N* 58. Sobre exoneración de patentes 4 los señores Bordom y C?. Informe de la Sociedad Cientifica Argentina y resolucion del Poder Ejecutivo. (Fojas 694-698). — Los señores Bordoni y C2 propieta- rios de una fábrica de vidrios, se dirijieron al Poder Ejecutivo de la Provincia pidiendo se les exonerara de la patente correspondien- te. Solicitado el informe de la Sociedad se nombró en comision á los señores E. S. Zeballos y Miguel Puiggari, quienes presentaron este escrito. «Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina : «Los señores Bordoni y C* piden al Gobierno se exonere del pago de la patente á la fábrica de vidrios que han establecido en Buenos Aires, é invocan al efecto la ley de 22 de Marzo de 1876, á mérito de la cual se exonera del pago de Impuestos de Patentes y de Con- tribucion Directa á ciertos establecimientos industriales en los que se elaboran materias primas del país. e ES PS 5 += yo e id 0 L JA AOS A E A E REVISTA DEL ARCHIVO 495 «Los comisionados del Gobierno para informar sobre la proce- dencia de las materias primas empleadas por la fábrica de vidrio, dicen que allí se emplea una arcilla procedente del Estado Oriental, y los otros elementos importados de Europa. «La fabricacion del vidrio liene por principal elemento la súlce, que se encuentra en el estado puro en forma de cuarzo, cristal de roca y en algunas especies de arenas. La fabricacion de vidrios finos exige arena que uo pertenezcan á la especie de las ferrugi- noOsas. «En el interior de esta provincia, en la costa del Atlántico y en la costa entreriana separada de la de Buenos Aires por el Paraná y sus ramales, se encuentra una clase de arena rica en sílice, muy apropiada para el uso de la fábrica mencionada. « Citaremos especialmente la arena del arroyo Ibicuy que desem- boca en el Paraná Guazú, la cual ha sido fundida en Buenos Aires para la construccion de tubos de lámparas, habiendo dado un re- sultado satisfactorio. «Por otra parte en la Sierra del Sud, muy cerca ya del ferro-car- ril que llega al Azul se encuentra el cuarzo. «La arena misma del rio que puede recojerse frente á la ciudad, ha sido usada en ensayos para fabricar vidrios ordinarios de colo— res, y uno de nosotros conserva una botella y un vaso, perfecta- tamente bien hechos en Buenos Aires con arena tomada cerca del muelle de la Aduana. «Con este elemento puede obtenerse un vidrio opaco color vio-" leta ; siendo de notarse que el color es variable á voluntad segun las materias químicas colorantes ó descolorantes que se usen. «La arcilla que los avaluadores dicen á foja 2, se usa en la fá— brica de vidrios que motiva este informe, no es un elemento prin- cipal, sinó muy secundario para fabricar vidrios. « Por economía suele ser empieada la arcilla en la produccion de vidrios ordinarios de colores, como el de las botellas oscuras, etc., del comercio. Pero hemos dicho ya que en esta ciudad el vidrio ordinario puede ser fabricado con arena del rio sin necesi- dad de traer la arcilla del Estado Oriental de que hablan los ava- luadores. «Despues del elemento principal el fabricante de vidrios nece- sita otro que aumente la posibilidad de la masa, y suele usarse el sulfato de soda. «En la República Argentina, existe en abundancia asombrosa, á 426 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA inmediaciones del paraje denominado Villa de la Pazen la provin- cia de Mendoza ; pero la dificultad del trasporte hará que se pre fiera aún por mucho tiempo el producto traido del estrangero, á menos que se esplote, como debía suceder, el que se encuentra en los bañados del Sud de Buenos Aires, desde el bajo de los corrales afuera y en la costa del Paraná en la PD de Santa Fé, cerca de San Nicolás. «Nosotros hemos examinado respectivamente el sulfato de soda de estas dos últimas procedencias. « Tienen tambien que traerse del exterior ciertas tierras alcalinas y óxidos metálicos usados en la fabricacion de los vidrios en general. De lo espuesto resulta, señor Presidente, que en el país existe abun- dantemente el elemento principal que es la sílice ; y el inferior que es la arcilla, en el caso de no emplearse la arena del Rio de la Pla— ta, tambien lo tenemos en la Ensenada, en Obligado, en el Delta del Paraná y en otros muchos puntos ; mientras que carecemos de los productos químicos tambien necesarios. «Está en el interés de los fabricantes servirse de la materia pri- ma nacional que estando más á la mano les sale más barata. « Y como por otra parte, reconocemos la conveniencia de prote— jer prudentemente á la industria, que aumenta la produccion y crea nuevos oficios para el hijo del país, creemos que la Sociedad Científica Argentina debe aconsejar al señor Ministro de Hacienda: «1% Que se conceda la exoneración solicitada por el término de tres años indicado en la vista fiscal precedente, pudiéndose hacer estensiva á diez años la concesion, si vencidos los tres primeros justificase la empresa, que emplea todas las materias primas que para su industria es posible obtener en el país sin sacrificio. «2 Que se exhorte á la empresa á ensayar las materias primas de esta provincia y de las vecinas con preferencia á las estrangeras que hoy emplea, con lo cual la fábrica quedará tambien compren- dida en la ley de Marzo de 1876 citada. «Saludamos al señor Presidente con toda nuestra consideracion y respeto. «M. PUIGGARI. «Estanislao S. Zeballos, « Secretario». REVISTA DEL ARCHIVO 497 N* 59. Sobre conferencias públicas. Mocion del señor José M. La- gos. (Foja 699). N* 60. Una comunicacion del señor Arturo Selstrang acompaña- do del secretario de sus exploraciones en el Chaco. (Foja 700). N* 61. Espedrente seguido por la Sociedad Cientifica Argentina sobre un carburador de gas. (Fojas 701-711). — Comprende los do- cumentos siguientes : 12 Solicitud del señor Armand Belmon; 2 Memoria y esplicaciones sobre el aparato: Carburador de gas- (Con lámina) ; 3% Informe de los señores Puiggari y Arata; 4% Observaciones sobre el anterior informe por el señor A. Belmon; 5 Ensayos y nuevo informe de la Comision. Aunque algunos de estos documentos fueron ya publicados los reproduciremos aquí por tratarse de un aparato de importancia, construido en el país y privilegiado por el Gobierno nacional. «Buenos Aires, Mayo 27 de 1876. « Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. «Armand Belmon, en representacion de D. Philibert Auderut, me dirijo á Vd. esponiendo lo siguiente : Habiendo obtenido del Su- perior Gobierno Nacional, un privilegio precaucional para la exclu- siva esplotacion de un sistema denominado Carburador de (ras, y deseando tener la opinion de una corporacion de personas cientí— ficas, como la que tan dignamente preside Vd., solicito se sirva de- signarme un dia. á fin de presentar mi aparato y demostrar los be- neficios que traerá á los consumidores. « Las esperiencias hechas han dado por resultado á igualdad de tiempo y luz un ahorro de un treinta por ciento. « Este aparato se puede aplicar á los contadores de gasómetros de administracion y casas particulares. « El público, tantas veces engañado por inventores aventurados, necesita de la censura de personas competentes, y ese es el móvil que me ha sugerido la idea de pedir á Vd. el estricto exámen de mi trabajo. « Dios guarde al señor Presidente muchos años. «Armand Belmon. » (Continuara). MISCELÁNEA Triste aplicación de la electricidad. — La electrocucion (ejecucion capital por medio de la electricidad) que últimamente ha tenido lu- gar en Nueva-York no ha dado los resultados que se esperaban en cuanto á la rapidez y limpieza con que la muerte del reo debía efec- tuarse. Edison ha hecho notar que esto depende tal vez de que la corriente empleada atraviesa el cuerpo en su sentido longitudinal pues los obreros víctimas de accidentes eléctricos son muertos ins- tantáneamente por las corrientes que los cruzan lateralmente. Pien- sa lenerse esto en cuenta cuando se repita tan fúnebre experimento. Antitartro para los generadores 4 vapor. — Vigier propone el tal- co para evitar las incrustaciones producidas por aguas cargadas de carbonato. El talco obra mecánicamente gracias al rápido movimiento que toma en el agua hirviendo. Todo el depósito se presenta en forma de barro que se extrae con solo vaciar la caldera. Debe introducirse el talco en la propor- cion 3; del peso del carbonato depositado. Dicha introducion puede hacerse en una vez para cierto espacio de tiempo ó bien constante- mente mezclado con el agua de alimentacion. Corncidencias entre las lineas de los diferentes espectros. -- El pro- fesor Runge de la Escuela Superior técnica de Hanover examina los métodos dados por diversos autores para distinguir las coinciden= cias reales de las accidentales entre las líneas de los diferentes es- pectros y aplica el resultado de su análisis á la hipótesis de Grún- MISCELÁNEA 429 wald sobre la composicion de los elementos. Debe recordarse aquí que Grúnwald creía que su hipótesis era fuertemente apoyada por el acuérdo que existía entre las longitudes de onda del espectro del agua, deducidas por el del espectro del hidrógeno y sus valores ob- tenidos por la observación. El profesor Runge, sin embargo, halla que la distribucion de las diferencias está en perfecin acuerdo con la que puede deducirse de un número igual de longitudes de onda escogidas al acaso. La distribucion de las diferencias no da más razon para suponer que las coincidencias sean reales que «para creer que existe correccion entre las mantisas de log, sin y el es- pectro del agua ». (Philosophical Magazine. Junio 1890). Sensibilidad quimica de los glóbulos blancos de la sangre. — Pfef- fer ha designado con el nombre de quamotaxia la propiedad que manifiestan los organismos inferiores móviles de moverse por efecto de ellos. De recientes investigaciones resulta que los leucocitos 6 glóbulos blancos de la sangre manifiestan análogas propiedades quimiotáxicas. Muchos experimentos pueden dar idea de esta curiosa propiedad. Sabido es que el oxígeno posee un poder excitante sobre los mi- crobios. Stahl ha observado que un plasmodio que vive habitualmente en la infusion de corteza de encina es fuertemente atraido por esta sustancia mientras que si se agregan al agua en que nadan diversas soluciones salinas huye inmediatamente de ellas. Pero más intere- sante aún es la posibilidad que existe de habituar á dicho plasmo- dio á viviren sustancias que primitivamente le repelen y una vez habituado á ellas las busca como antes lo hacía con la infusion de corteza de encina. Pfeffer, por su parte, demostró que las bacte- terias móviles son atraidas por las sustancias buenas para su nu- tricion y, finalmente, Rosen y Stange generalizaron estos experi- mentos, pudiendo así formar listas de las materias que atraen, re- pelen ó no tienen accion sobre diversos organismos, ó en otras pa-= labras que ejercen sobre ellos quimiotaxia posiliva, negativa Ó indiferente. Por la teoría de la fagocitosis, debida á Metchnikoff los leucoci- tos están encargados de ejercer una especie de policía sanitaria en el organismo animal, devorando los microbios patógenos, etc. ; era a 430 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pues necesario estudiar las propiedades especiales por las cuales los leucocitos son atraidos por ciertos cuerpos y rechazados por Otros. En un trabajo de Peckelharing se explica la fagocifosis por los fenómenos quimiotáxicos ; y ultimamente Massart y Bordet han in- troducido en las cavidades linfáticas de la rana tubos capilares llenos de diversos líquidos y han podido así determinar el poder atractivo de estos líquidos por el número de leucocitos que pene- tran en el tubo en un tiempo dado. Finalmente Gabritchevsky ha publicado en el vúmero de Junio (1890) de los Annales de l'Institut Pasteur nuevas é interesantes im- vestigaciones sobre la cuestion. Ha empleado en sus estudios el método de Massart y Bordet pero experimentando simultáneamente sobre las ranas y los conejos á fin de observar animales de tempe- ratura muy diferente. El autor ha eliminado todas las influencias extrañas por medio de experimentos de control y ha conseguido for- mar listas de los cuerpos que influyen sobre los leucocitos solo por su sensibilidad química. Diversas soluciones de sustancias quími- cas ejercen la quimiotaxia negativa é indiferente mientras que las culturas esterilizadas ó no de microbios patógenos ó no patógenos atraen á los leucocitos. Se comprende pues la gran iinmportancia que estos curiosos estu- dios pueden tener en la investigacion de las vacunas químicas. Tal vez podía conseguirse provocar, con auxilio de ciertas sustancias, una superactividad de los leucocitos ó bien acostumbrarlos de tal modo que puedan luchar ventajosamente con los gérmenes de las diversas enfermedades ó contra la accion quimiotáxica negativa de las secreciones de algunos de dichos gérmenes que pueden actual- mente pasar desapercibidos para los leucocitos. Estos estudios están aún en sus comienzos y las propiedades qui- mioláxicas varían enormemente en las diversas especies. (Extractado de la Revue Scientafique, lomo 46, N* 7). NECROLOGÍA Ha fallecido el doctor Juan Adriano Chaves, á quien la Sociedad Cientifica Argentina tenía el honor de contar entre sus miembros. El doctor Chaves, había desempeñado hasta hace poco el puesto de Cónsul general de los Estados Unidos del Brasil, en la Repúbli- ca Argentina, donde supo captarse las generales simpatías que han hecho lamentar profundamente la noticia de su falleci- miento. Es por demás conocida la personalidad del doctor Chaves en el Rio de la Plata, para que insistamos sobre ella, concretándonos únicamente á hacer constar que la Sociedad Cientifica Argentina se asocia al duelo general ocasionado por tan sensible pérdida. MOVIMIENTO SOCIAL En las últimas sesiones de la Junta Directiva, ban sido admitidos en calidad de sócios activos, los señores : Demetrio G. Acuña, Cár— los Páquet é ingeniero Julio B. Figueroa. Se ha recibido de la Comision de la Exposicion de Paris, 19 volú= menes de publicaciones que le fueron solicitados. El 19 del mes próximo pasado, tuvo lugar la visita á que había sido invitada la Sociedad por la empresa del Dock Sud. Más de 150 personas recorrieron las obras que dirige nuestro consocio inge- niero Luis A. Huergo, quedando todos gratamente impresionados por el estado de las mismas. La Junta Directiva ha designado una comision compuesta de los ingenieros Cárlos Bunge, Eduardo E. Clerici y Cárlos D. Duncan á fin de que presenten á la Sociedad un informe sobre las obras visi- tadas. El ingeniero Cárlos Olivera ha donado á la Sociedad dos de las acciones emitidas para la adquisicion de un terreno destinado á la ereccion del edificio social. La Junta Directiva ha resuelto solicitar de la Universidad, de las tres facultades de la Capital, de las de Ingenieros de Córdoba, de Agronomía y Veterinaría de Buenos Aires, de Ingenieros de Minas de San Juan y de la Universidad de Montevideo, las tésis impresas que existan, á fin deencuadernarlas é incorporarlas á la Biblioteca de la Sociedad, para facilitar su consulta por las personas que lo deseen. La Sociedad ha sido invitada para visitar la fábrica de cal que poseen en esta Capital, los señores Spinetto; en oportunidad se designará el dia en que tendrá lugar la visita. Arteaga Rodolfo de... - Ave-Lallemant, German..... Brackebusch, Luis. ese , Carvalho, José Cárlos de..... Albarracin, Cárlos. Ameghino, Florentino. Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. » Alvarez, Teodoro. _Battilana, Máximo. _Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. Cerdeña, Fernando. Colombres, Justo V. Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. Aberg, Enrique. Acuña, Demetrio G. _Agote, Cárlos. Aguirre, Eduardo. - Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. [ _Archavala, Francisco. Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas $. Almada Luis E. Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, Ireneo. -Andrieux, Julio. - Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. , Arias, Bonifacio. Arigós, Máximo. —Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de -Aubone, Cárlos. - Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. - Ayerza, Rómulo. Aguirre, Pedro. - Albertollí, Giocondo. Babuglía, Antonio. Badell, Federico Y. - Bacciarini, Euranio. A y 1, A HONORARIOS Dr. Cárlos Berg. Rio Janeiro. CORRESPONSALES uv... Montevideo. Netto, Ladisla0....... Mendoza. Paterno, Manuel....... ..«.«.«. Cordoba. Reid, Walter F. LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. - Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerly, Lucas. Ramorino, Florentino Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Bahia, Manuel B. Bancalari, Juan. Balbin, Valentin. Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon C* Blot, Pablo. Brian, Santiago Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Buegni Félix. Bunge, Carlos. Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos. -Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. - Basarte, Rómulo E. Cadrés, Jorge. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel R. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cejas, Agustin. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. ....0. 0.0... Stróbel, Pellegrino ... Moncalieri (Italia) ....» LISTA. DE LOS SOCIOS cl un German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R, A. 'Philippi. —Dr. Guillermo Rawson Rio Janeiro. Palermo (1t.). Lóndres. Parma (Ital.). Romera, Julian. Sal, Benjamin. * Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio C. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, "Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, U. Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, "Felipe. Correas, Waldino. Campo, "Leopoldo del. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto G. Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, "Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Estevan F. Echagúe, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. - Elordi, Alberto. -Elordi, Martin. Escobar, Justo V. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, G. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Figueroa, Julio B. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José I. Frogone, José Y. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian, Giardelli, José. - Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José 1. Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Ñ Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guelielmi, Cayetano. Gúnther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Haft, Federico G. A. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafael. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A, Hughes, Miguel. Huidobro, Luis. * Inurrigarro, T. M. José. Trigoyen, Guillermo. Isnardi, Vicente. lturbe,. Miguel. Iturbe, Atanasio. Iturbe, Uctavio. Isnardí; Daniel. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. pd A Nicolás. Lopez: Saubidet, P. Jasidakis, J o Jalio. Lafferriere, Arturo. Lagos, José M. Langdon, Juan AN Languasco, Bectsgad . Lanús, Juan. Q. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio. p Lizarralde, Ramon. Loudet, Osvaldo. Llosa. Alejandro. | Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones Velazco, Sdor, Luro, Rufino. Ludwig, Cárlos. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga. F. Lagos, Bismarck. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito Mandino, Oscar. Manterola, Luis l. Mañé, Cárlos. Marini, A. Mariño, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cárlos. Í Mattos, Manuel F. de. Maza, Fidel. Medina y Santurio, B, Medina, Arturo J. Mendez, Teófilo F. Mendoza, Juan A. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Maupas, Ernesto. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molinari, José. Molino Torres, A. Mon, Josué R. Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos do Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Mendez, Teófilo F. Matienzo, Emilio. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. Novaro, Bartolomé. Ocampo, Manuel $. Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. e va Re Es Y Ls YN zabal, Arturo. me Moments Fduardo: MA bloncna: Rómulo. - Otamendi, Alberto. - tamendi. Juan B. Mao Wenceslao. “Otamendi, Juan B. 0 Donell, Alberto (Bd Padilla, Emilio H. de: Palacios, Alberto. : Palacio, Emilio. Pawlowsky.. o Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. : l Philip, Adrian. Piana, Juan. Piasg io, Pedro. - Pico, Octavio S. - Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente Pons, Miguel B. - Puyrredon, Honorio. Pozzo, Segundo. Puig, Juan. de la Cruz. Puiggari, Pio. -Puiggari, Miguel. - Palacios, Alperto. Pico, Pedro P. M. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. - Quiroga, Atanasio. Quiroga, Alejandro. Ramallo, Carlos. Ramos. Meji: lS Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Rebora, Juan. Repetto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo $. - Rocamora, Jaime. - Rodriguez, Andrés E. | Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban C. ' Rojas, Félix. Romero, Armando. Romero, Alfredo. Romero, Cárlos L.. Roselti, Emilio. | Rospide, Juan. Ruiz de los Llanos R. | Romero, Alfredo. Recalde, Felipe. Renaud, "Eugenio. Romero. Emilio. Romero, Luis €. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri».. Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Scarpa, José. Sehickenda tz, Em led Juar Serna, Gerónim -Seurot, Alfred Schaw, Ar Schaw. Cárlc Silva, Angel. Selva, Domingo Es Senillosa , Juan A. Silveira, if S -Simonazzi, | Sirven, Jo2q 0 Sota, Alberto de Soto, José Spika, Aug Stavelius, «Slegman, Cár Taboada, Mign Tamburini, Franc -Tedin, Virg Tessi, Sebastian ad Res Urraco, Leod: : E Victorica y Sone - Victorica ; a CY illegas, Vineut, Ar Whetler. Gu White, Guille: Williams, Orl | Zambrano, Pedr ) Zamudio, Euge Zavalia, Salustia Zeballos, Estanisl; a Enrique, ANALES | DE UR O A EDAD CIENTÍFICA | ARGENTINA NM A ps E PS . e: Id IRAN — > E —— E S A hs ' COMISION REDACTORA Presidente. ..... Do" CárLOS M. MoRaLEs. SONCUANDO as Señor ANGEL (GALLARDO. o (Do VALENTIN BALBIN. e Mareates 412% ...) Ingeniero ManunL B. BaHia. NE Ingeniero CÁRLOS BUNGE. > íd (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p. m.) Ds y | DICIEMBRE DE 1890. — ENTREGA VI. — TOMO XXX 0% do de hi ] E PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por mes, en la Sure Earle go 1 - Un semestre.. .... sae celaa o aos » 5 Un ano........ O lorena » Por mes, fuera de la Ciudad.. D RA -IHIMITIIAOAOAáAá LI Et (Ati : IA ñ EIN | 9 is no - PROYECTO PARA HOSPITAL DE LA BOLSA A ( al Pl my Í ¡ . » Ne Y 5 ; o Í E R PANEL, JA ISA Al po p da pa mo AAA “y ¡1 r Y h. Ns 4 y nj d | al ls A AY an , eS . , E , / MATA 1 Pi le pe 7 | a h Ñ “3 . a Aa is Y £ pe e TA A A Y , el Vi 2; Nr SOT 035] (ENE == Lo 7 S 5 000 Me NE A A 1 aa Na Ea: rd Y ES A a AS EA : Mi Gacoopea y Miño IAS po) l o SR ] xl AV jard mun ado de 0 DD. De lz El Cocina Qe DDDesperaa on sota BRE Sita Mer E EP Prrguralrra y llereiosos dll Lavadero, Motor ste ES E á í as 1 Maternidad e Ne A al, : S ANS - : PROYECTO DE HOSPITAL DE LA BOLSA PRESUPUESTO APROXIMATIVO Cuerpo anterior Administracion, departamento de entra- das, farmacia general, comedor gene- ral y seccion de practicantes y ropería AENA e ay lio Departamento de cirugia 4 Pabellones de UN PIS0............... 207.360 Sala de operaciones Y anex0S........... 31.798 sucios dela Bolsa de. oo o. does 39.190 Mialende practiranles....... <<... 18.323 Departamento de Medicina 3 Pabellones de dos pisos......... e 311.040 Saviola Bolsa a DS, 39.190 Qnaletide practicaBtes. ooo... do. des 18.323 Cocina general (con sótanos)........... Despensa general (con sótanos)......... Departamento sifilis, venéreos, etc. Pabellon sífilis, venéreos (un piso)...... 30.600 Della pre l(UIMApISO)..... - iel> cc ivaitdos 21.505 Departamento psiquidtria y nervi0sos.... Departamento enfermedades de la vista 2 Pabellones no contagiosos (dos pisos).. 60.424 Contagiosos, sala de operaciones, etc. (UTE e A 39.100 ANAL, SOC. CIENT. ARG. T. XXX 368. 68. .429 31 Ot 9) Sl. 90% 465 .898 671 353 031 Or Or 466 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Departamento ginecologia y niños Niños y sala de operaciones (un piso).... 77.605 Niños dudosos (Un po 11.135 Ginecología (dOs PiSsOSI 63.680 152.420 Departamento maternidad Babellones (un piso)... ON .. 79.200 2 Chalet parteras, etc. (dos pisos) y sala de Operaciones da arc sua ao A 36.646 115.846 Departamento lavado, etc. Lavaderos, planchado, motor, etc. (un A A AE e 49.200 Chalet y servicio (dos pisSOs)............ 18.323 67.523 Departamento desinfección ............. 5.400 Departamento baños generales (dos pisos). 38.220 Departamento mortuorio (20n sótanos)... 151.406 Departamento arslamiento Administracion (dos pis0S)............. 58.500 Cobma? etc: (UN PISO). rn 17.340 5 "Pabellones (UN PISO)... aint 82.350 158.190 Departamento cocheras, etc. (un piso).... 22.000 Muros de cerco, verja al frente y porto- MA A A o NE 28.695 Cañería general de aguas corrientes, es- tanque, pararayos, instalacion luz eléctrica, vía de Decauville, arreglo de ) talles Jardines elec 50.000 Importe total........ 1.988.425 En este presupuesto no está incluido el movimiento de tierra que haya de efectuarse. Marzo de 1889. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL ESPACIO POR JORGE DUCLOUT Ingeniero civil, etc. CONFERENCIA DADA EN LOS SALONES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL 15 DE AGOSTO DE 1890 (Continuacion) Esta línea resbala sobre sí misma girando al rededor del polo P. Todos los puntos de esta línea quedan, pues, á la misma distancia de este polo, y dicha intersección es un círculo cuyo centro es el pié P de la normal levantada por el centro de la esfera al plano considerado. Por consiguiente : Un plano que tiene un punto A comun con un esfera, la corta en un circulo, cuyo centro es el pié de la perpendicular levantada por el centro de la esfera á dicho plano. En caso de confundirse el pié de esta con el mismo punto A, el plano es tangente á la esfera. Cuando el plano pasa por el centro de la esfera, la corta en un circulo máximo, cuyos polos son las extremidades del diámetro normal al plano. Dos planos P; y Pz que trenen un punto comun A (fig. 14) se cortan segun una recta, ó se confunden enteramente. En efecto, de A como centro, y con un radio arbitrariamente ele- gido, describamos una esfera 2; cada uno de los planos P, y P. cor- ta á dicha esfera segun un círculo máximo, €, y Csrespectivamente. El plano P, puede superponerse á sí mismo por abatimiento é in- 468 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA version, conservándose fijo el punto A, centro de X ; en este movi- miento, cada una de las dos partes en que este plano divide á la esfera, se superpone á sí misma, porque la esfera resbala simple- mente sobre ella misma, girando el rededor de su centro A. Las dos partes en que un plano que pasa por el centro, llamado plano dia— metral, divide á la esfera son, pues, iguales entre sí, y se llaman hemisferios. Por superposición del plano P, al P,, conservándose fijo el punto H comun ó ambos, se vería que los dos hemisferios en que el plano P, divide á la esfera son tambien iguales á los determinados por el plano P,, y, por consiguiente, que todos los círculos máximos son iguales entre sí, así como todos los hemisferios. Ahora bien, el cír- culo C, tiene, por lo que precede, una mitad en cada uno de los hemisferios determinados por el plano P,; se encuentra, pues, en parte arriba y en parte abajo de este plano, y, por consiguiente, tiene que cortarlo, asi como al círculo €,, en un punto B, cuando menos. Pero la recta AB que tiene entónces dos puntos, A y B, en cada uno de los planos P, y P,, se encuentra toda en ellos, y como es un diámetro de la esfera X, se ve que el punto B”, diametralmente opuesto de B, hace parte, como todos los puntos de la recta AB, de la interseccion de ambos planos, y que especialmente los círculos máximos €, y Co se cortan en estos dos puntos diametralmente opuestos, B y B”. Como la esfera * resbala sobre sí misma cuando se la hace girar al rededor del diámetro BB” como eje, resulta que solo quedan inmóviles en este movimiento los dos puntos B y B' de este eje. | Ahora bien, si suponemos fijo el circulo €, con la esfera Y, y móvible el €, con otra esfera %,, congruente con *, mediante el movimiento anterior, podrá superponerse Cs á C,, sin que *; y »» dejen de ser congruentes : entónces, se ve con toda claridad que los dos círculos €, y €, no pueden tener ningun punto comun, además de B y B”, porque la existencia de un punto fijo comun á €, y Ca, supone que dicho punto no se mueve al superponerse (, ó C,; es decir, se confundirá precisamente conlos dos únicos puntos que en estos movimientos queden inmóvibles sobre la superficie de la es- fera, que son B y B'. Por consiguiente, los dos planos P, y P. que tienen el punto A co- mun, secortan segun una recta AB que pasa por este punto, y segun una sola recta. Esta última parte es, además, evidente, si se observa que si los LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 469 planos P, y P, tuviesen un punto € comun, fuera de la recla AB, como tendrian tres puntos comunes no situados en linea recta, se confundirian como se ha demostrado anteriormente. Consecuencias mmmedratas de los prinerpios anteriores. — Tales son los principios de la Geometría que precede á la de Euclides. Con las verdades adquiridas, se puede demostrar ahora, siguien- do á Euclides, todas las propiedades de la igualdad de triángulos, igualdad de ángulos opuestos por el vértice y la proporcionalidad de los ángulos al arco del círculo de radio unitario cuyo centro está en el vértice del ángulo, y, en Geometría del espacio, la igual- dad y simetría de los tetraedros, de los ángulos diedros y triedros, ó sea, toda la Geometria esférica. Para darse cuenta de ello, es suficiente observar que Euclides no se sirve para esas demostraciones «le más propiedades que las que acabamos de establecer, basadas todas en la posibilidad. ya demostrada, de que se puede trasladar sobre sí mismo un plano, una recta ó una esfera, sin alterar las dumensiones, m la magnitud de las figuras trazadas sobre ellas, y en la propiedad de la recta y del plano de dejarse aplicar sobre sí mismo, por inversion simple, en las propias condiciones. Luego, ellas se basan únicamente en los ocho primeros axiomas, y en el axioma fundamental de que es siempre posible trasportar una figura de un modo arbitrario en el espacio sin cambiar su forma. Estos fundamentos basados en los ocho primeros axiomas, for- man los elementos de la geometria absoluta, que puede establecerse desarrollando lógicamente estos elementos como lo han hecho va= rios autores (1). : : Se obtiene de esta manera una ciencia abstracta y absoluta, ade- cuada al estudio de todas las propiedades geométricas del espacio; pero, para deducir de ella relaciones numéricas de medicion, ó sea propiedades métricas, es necesario fijar el valor de ciertos pará- metros, como lo veremos al estudiar la teoría de la medicion. Los antiguos, sin darse cuenla exacta de ello, habían fijado implícita- mente este valor, como lo veremos en seguida. (1) Véase noticia bibliográfica y el final del capítulo siguiente. 470 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA IV HIPÓTESIS CARACTERÍSTICA DE LA GEOMETRÍA DE EUCLIDES, So PARTICULAR DE LA GEOMETRÍA ABSOLUTA La Geometria ordiwmaria, ó euclideana, necesita para su desarrollo una hipótesis que no es esencial á la Geometria absoluta, y que ha-. ce de la primera un caso particular de la segunda, mediante la de- terminacion del infinito, lo que equivale á fijar los parámetros de que hablamos al final del capítulo anterior. Proposicion XVI de Euclides. — La proposicion XVI de Euclides introduce implícitamente esta nueva hipótesis. Dice Euclides : «Si se prolonga un lado (BC) (fig. 15) deun triángulo (ABC), el án- gulo exterior (ACD) es mayor (srempre) que cualquiera de los ángu— los interiores no adyacentes (CBA) y (BAC). » Séame permitido recordar aquí la demostracion que nos legó el inmortal geómetra (1). «Divido AC en dos partes iguales con un punto E; trazo BE y la prolongo de una cantidad EF = EB. Como se tiene AE =EC, EB=EF y AAEB = AFEC resulta que AAEB = AFEC y que AFCE = AEAB; y por consiguiente NACD> AECF= AEAB. » Análisis de la demostracion anterior. — La demostracion es ri- gurosa, pero admite que cualquiera que sea la distancia BE, el punte F no se encontrará nunca:en la prolongacion de EB, es de- cir, que nunca el punto F podrá encontrarse sobre la mitad de la (1) Véase J. Houel. Principes de la Geometrie, etc. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 474 recta BE que está al mismo lado que el punto B respecto de AC; esto equivale á admitir que la recta no es una línea cerrada, lo que no hemos demostrado, NI SE PUEDE DEMOSTRAR, en virtud de que, en la generacion de la recta que hemos estudiado, si la distancia á que se puede estender una esfera es limitada, la recta tendrá que volver sobre sí misma y formar una línea cerrada. De todos modos, admitir que la recta no es una línea cerrada, es admitir que existe una distancia á la cual nunca se puede llegar, una distancia REALMENTE infinita, lo que es una hrpótesas, Ó mejor dicho, un caso particular de la consideracion del infinito, como vere- mos al ocuparnos de su determinacion. Si no aceptamos esta hipótesis, debemos completar el teorema precedente del siguiente modo: Conservando fijos el lado AC (fig. 16) y la recta EB, hagamos mo- ver el punto B en el sentido EB, es decir, de E hácia B; entónces F se moverá en el sentido EF, y ambos puntos ocuparán una série de posiciones simétricas con relacion á E, alejándose indefinidamente de este punto hasta la mayor distancia posible. Ahora bien, en el movimiento de los puntos B y F pueden pre- sentarse tres casos distintos, que vamos á estudiar detallada- mente. Primer caso. — Los puntos By F no se encuentran nunca, es decir, la linea recta no es cerrada, en cuyo caso el teorema es siempre exacto. Segundo caso. — Los puntos B y E se encuentran duna distancia infinitamente grande, es decir que la línea recta es cerrada en el infinito. En este caso, en el momento de cerrarse la recta se tiene (Ma): ABAC= AECA, como antes, de modo que dos rectas AB y CF que se encuentran en el infinito, forman con una transversal AC, ángulos llamados alter- nos internos, que son iguales. Especialmente se ve que si la recta AB es perpendicular á la AC (fig. 18), siendo recto el ángulo BAC, lo será tambien el FCA, es decir, que ambas rectas BA y BC son perpendicular á AC. Como los ángulos AEB y CBE son iguales, se- rán rectos, y tomando el medio de AE y de EC, se vería que las rec- tas que los unen con el punto B (en el vo) son tambien perpendi- 479 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA culares á la AC; rebatiendo BE al rededor de BA, el punto E caería sobre la recta AC prolongada, porque los ángulos en A son rectos ; de suerte que se ve inmediatamente que desde el punto B, situado en el infinito sobre una perpendicular á AC se puede, en este caso, trazar una infinidad de perpendiculares á ella, que serán todas las rectas que unen los puntos de AC. con el punto B; por consiguiente todas las perpendiculares á una recta concurren á un punto situa- do en el infinito. El punto B es equidistante del E en cualquiera de los dos sentidos opuestos que se recorra la recta cerrada BE; la distancia infinita BE, se llama semi-periodo de la recia. Tercer caso. -- Los puntos B y F se encuentran ú distancia fimta, es decir, que la linea recta es cerrada. En este ultimo caso, sea BEF (fig. 19) la recta considerada, y M un punto tal que la distancia de Bá M en un sentido, BQM, sea igual á la de Bá M si se recorriese la recta en el sentido opuesto, BQ'M; sean Q y Q” las mitades de los segmentos BM y MB recorridos en la misma direccion, se tendrá entónces : =| '«S l a) = l (O l 2 = Periodo de la recta. —- Llamaremos cuadrante cada una de estas longitudes, iguales, y lo designaremos con el símbolo ¿5 las dis- | tancias de BáQ, M,Q' y B serán respectivamente: dy a 2, es el periodo de la recta, y r el sem-periodo. 67 NT , ST En efecto, los puntos distantes Sua (a 03 ps Al de B, serán los 97 y pa 2.00 ne , , o . T mismos que los que disten respectivamente de > 2 E y Ñ A ST a asímismo el punto Q” tendrá la distancia ES en el sentido QMQB' Lal y la distancia = en el sentido BQ'MQ ; el punto M tendrá la dis- 9 . ; 97 lancia + = en el sentido BQM, y — 5 en el BQ'M. En general la distancia de un punto F á otro B podrá medirse en los dos sentidos BF 6 FB, saliendo del mismo origen B; si tiene por valor den uno de los sentidos, tendrá por valor d — 2, en el otro sentido; agregán- LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 473 dole una ó más vueltas completas en uno ú otro sentido, se tendrá por expresion de la distancia de dos puntos en línea recta d + 2kxz, en que k es un número entero cualquiera, porque saliendo de uno de estos puntos se llegará siempre al mismo segundo punto, cualquiera que sea el valor entero dado á len esta expresion. En una palabra : la distancia de dos puntos es una funcion periodica de su posicion en una linea recta. Para ver con S on E Identidad del plano con una esfera de radio * Al toda claridad lo que sucede en este caso, volvamos á la generacion misma de la línea recta. Sean %;, y 2» (tig. 20) dos esferas de mismo radio r y de centros O, y O, tangentes entre sí en un punto P. La recta O,PO, corta la esfera *, en el punto P,, y la Y. en el punto P., ambos diametralmente opuestos á Pen cada una de estas esferas. Sean II, IL, y IL los planos tangentes á estas esferas en los puntos P, P, y P, respectivamente, cuyos planos serán perpendiculares á la recta P,O,PO;¿P». El plano Il separa completamente las dos esferas 2, y *,; es decir : que no se puede pasar de O, á 0, por ningun trayecto sin atravesar el plano Il. En efecto : primeramente, es evi- dente que todo punto A 6 A” (fig. 10) del plano II es equidistante de 0, y de 0»; en segundo lugar, si unimos 0, á 0, por una línea cualquiera l (fig. 21) un punto movible M, que describe esta línea saliendo de O, hácia 0, se encontrará primeramente más cerca en línea recta de O, que de O», y despues, al llegar á 0, más cerca de 0, que de 0, ; por consiguiente, habrá cuando menos una posl- cion € de este móvil, en que se encuentre, equidistante de O, y 0»; es decir, que el trayecto 1 cortará cuando menos una vez el pla- no II, La distancia del punto 0, (fig. 20) de los puntos B,, P, 0, y P,, son respectivamente : OP, ==" OP =++>"r 0,0, = + 2r 0O,P. = + 3r. Si hacemos crecer el radio r hasta darle el valor de un cua T 9 el drante 5 » tendremos pues : 4714 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es decir (fig. 22) que los puntos P, y P. se confunden. Luego, como las esferas 2, y 2, tienen mismo radio y las dos extre- midades] P y P, Pz de un diámetro, comunes, resulta que YX, y *, (las superficies) se confunden ; como el fplano 1I no deja de separarlas, resulta tambien que el plano II se confunde con ellas; además los planos IL, y Il, son tangentes á Y, y 2», es decir, norma- les á la recta 0,0, en sus puntos de intersección con Y, y Y, respecti- vamente, ó sea en su punto de interseccion con Il; dichos planos se superponen, pues, á II. En resúmen, las dos esferas 2, y 2, y los tres planos II,, II y Il. se confunden en una sola forma geométrica que es el plano. Como un plano puede superponerse á cualquier otro, y una es- fera á cualquier otra de mismo radio, resulta que : El plano es una esfera de diámetro z. Polo y plano polar absoluto. — Esta esfera de diámetro z, esfera limite, es tal que dos puntos diametralmente opuestos se encuen- tren á la mayor distancia posible, =; el plano se compone de dos de estas esferas, que forman las dos caras del plano; la una tiene por centro 0,, y la otra 0,, que se llaman tambien polos absolutos del plano, el que á su vez, se llama plano polar absoluto de cada uno de sus polos respectivamente, segun la cara del plano que se considere. : Cuando se superpone un plano á sí mismo por abatimiento, no es realmente una superposicion perfecta, sinó que se superpone la cara anterior á la cara posterior, el polo 0, al polo 0,, y recí- procamente; al contrario cuando el plano resbala sobre sí mismo ambas caras del plano, y ambos polos no cambian de posicion en el espacio. i LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 40 Un plano divide todo el espacio en dos partes ó regiones con— gruéntes; la una que es la parte ó region anterior al plano, y la otra la parte ó region posterior; estas dos regiones son limitadas respectivamente por cada una de las caras del plano considerado, y están caracterizadas por el polo de la cara que las envuelve, cuyo polo se encuentra en esta region. Un polo, ó la cara correspon- diente de su plano polar, determina completamente la region del espacio en que se encuentra, ó que envuelve. Medicion del angulo de dos rectas en el plano. — Consideremos (fig. 23) un plano Q, con un punto O y un ángulo A¿OA, en el mismo. Desde O como centro tracemos con un radio arbitrario r un círculo A,A,,, que cortaá los lados OA, y OA, del ángulo A,OA, enA,yA,. Admatúmos QUE SE SEPA DIVIDIR el arco A,A, en N partes 2aguales, y sean AJA,, AjA»..., A, — ¡ A, estasn partes, limitadas por los puntos Ao, As, Az..., Az. Suponiendo fijo el centro O, y separado del resto del plano el arco A, A, con las des rectas OA, y OA,, podemos super- poner A,A, á AjA? por resbalamiento del arco A,A, sobre el círculo AJA, hasta que Ay llegue á Az, en cuyo momento A, seencuentra en A, en virtud de la igualdad de los arcos A,A, y A,A2; podría además superponerse A,A, á AjA, por abatimiento al rededor de OA, como eje. De todas maneras el ángulo A,¿OA, se superpone en este movi- miento al ángulo A,OA,; por consiguiente estos ángulos son igua— les. Del mismo modo se demostraría que los ángulos A20As..., A, -104,, son todos iguales al ángulo A,OA,. Aislemos este ángulo del resto de la figura, trasportándolo en B,O“B,. : : Si consideramos este ángulo como umdad de ángulo, el radio 0'B, = 04, como unidad de distancia en linea recta, y el arco B,B, como unidad de longitud de arco en el círculo de radiv 0'B,, ve- mos que la unidad de ángulo está comprendida en un ángulo dado, el mismo número de veces que el arco unitario en el arco (de mismo radio) comprendido entre los lados del ángulo consi— derado; ó en otras palabras el número que resulta de la medicion de un ángulo, es el mismo que resulta de la medicion del arco com- prendido entre sus lados, si se toma como unidad de ángulo, el que comprende entre sus lados la umdad de arco. Planos normales entre sí. —Llamemos YX la esfera descrita de O 476 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA como centro con radio OA,; la normal ON al plano diametral Q corta 2 en dos puntos O, y 0, que son los polos del circulo máximo AJA, Las rectas A¿O, Aj0..., A,O prolongadas, cortan á este mismo circulo en los puntos A,”, A,”..., A,”, diametralmente opuestos á Ao, Ay.-., A,, y cada par de puntos A/A,” determina con O, y O, un plano II, que corta á Xen un círculo máximo cuyos polos P,P;”. son las extremidades del diámetro P,P¿' normal á AA,” en el plano 0, mientras que recíprocamente A, y A¿* son los polos del plano PO, P.O, que designaremos con A. Si se hace girar la esfera 2 al rededor de 0,0, como eje, el cír- culo A,A, resbala sobre sí mismo, y despues de media revolucion el punto A, ocupará la posicion anterior de A,”, y recíprocamente A,* la anterior de A,. El plano IL, se superpondrá á sí mismo de modo que su cara anterior llegue á ser su cara posterior, y recí- procamente; y se ve que el espacio limitado porel plano Il, y la mitad A,P,A,” del plano Q posterior á este plano, vendrá á super- ponerse al espacio formado por el mismo plano IL, y la mitad an- terior A,P,“A,* del plano Q. Se obtendría un resultado análogo haciendo girará los planos Q y IL al rededor de su intersección A¿0A,' como eje: entónces abatiéndose el plano Il enel Q, recí- procamente el Q se abate en el plano II; se ve, pues, que el plano ll divide en dos partes congruentes el espacio situado arriba de Q, y asímismo el situado debajo de Q, de la misma manera que una recta perpendicular á otra divide en dos partes congruentes á las regiones del plano situadas delante y detrás de aquella otra. Por esta razon se dice que ll es un plano perpendicular ó nor- mal á Q, y en general: Todo plano que pasa por una normal d y otro plano, se llama perpendicular, ó normal, ú este ; reciprocamente un plano normal d una recta contenida en otro, es normal ú este Otro. Si hacemos crecer el radio de la esfera Y hasta darle el valor » los polos de los círculos máximos se convierten en polos absolu- 9] al tos de los planos de estos círculos, y estos planos á su vez, son los planos polares absolutos de aquellos polos absolutos. Del exámen de la figura resulta entónces que un plano, como A, que pasa por el polo P¿de un plano II,, es normal á este plano TI,; además todas las rectas que pasan por el polo absoluto P, del plano II, son normales á este, pues estas rectas son todos radios de la esfera NR a E AR na LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 477 TO IT,, de radio ¿» cuya esfera se confunde con su plano tangente; 2 se ve, pues, que recíprocamente todo plano que pasa por el polo P, de un plano II, es normal á este plano, y que contiene todo un: haz de normales al plano Il,, á saber el haz cuyo sosten es P.. De suerte que la definicion de planos normales uno á otro se resume en lo siguiente : Dos planos normales entre sí pasan cada uno por el polo absoluto del otro. Angulos dredros, su medicion. — La figura formada por dos pla- nos que se cortan se llama un ángulo dredro, y la recta de inter— seccion de los dos planos, ó caras del diedro, es su arista. Un plano normal á la arista (0,0) de un diedro (O,0A, 0,04A,) es normal á sus dos caras (0,04, y 0,0A,) y las corta segun dos rec- tas (OA, y 0A;,) que forman un ángulo (A,04,) designado como sec- eron normal del diedro. | El plano Q normal á 0,0,, es normal á todos los planos del haz que tiene dicha recta por sosten. Entre estos considérese! especial- mente los planos 0,04,, 0,0A,..., 0,0A,; el ángulo diedro formado por un par de planos consecutivos (0,04,, O;,¡0A;,,) se puede evi- dentemente superponer al ángulo diedro formado por cualquier otro par de planos consecutivos (O,0A, 0, ¿04 ,1), como se vería superponiéndolos uno á otro por rotacion al rededor «el eje 0,00;; en este mismo movimiento sus secciones normales (A¿OA,, A¿0A;.,1) sesuperpondrian tambien una á otra, y de ahí resulta que: ángu- los diedros iguales tienen secciones normales iguales; además si se toma como UNIDAD DE ÁNGULO DIEDRO EL QUE TIENE POR SECCION NOR- MAL EL ÁNGULO UNITARIO, EL RESULTADO DE LA MEDICION DE UN ÁNGULO DIEDRO, ES EL MISMO NÚMERO QUE RESULTA DE LA MEDICION DE SU SEC= CION NORMAL. Unidad de distancia entre puntos, rectas y planos.-— Como un1- dad de distancia eligiremos la que determinan un par de puntos . o . Ti z r cuya distancia es un cuadrante (5) - —Entónces el círculo de ra- eel / dio unitario se trasforma en una línea recta; el ángulo que tiene su vértice al centro del círculo y comprende el cuadrante entre sus la- dos es un ángulo recto, y tenemos que: Si se elige el cuadrante por umdad de distancia, el ángulo recto por unidad de ángulo plano A 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y el ángulo diedro recto (formado por dos planos normales) como unidad de ángulo diedro, las distancias entre puntos, rectas y pla- 6 . . T nos se miden con la mama unidad, 5 =un cuadrante : rl Interseccion de dos planos.— Sean a, y a, las dos caras de un pla- no y Pas, Paz los polos correspondientes á cada una de estas caras respectivamente; sean además b,, bz las dos caras de otro plano cualquiera con sus polos P,, y P,: (fig. 24). P,,, es un punto cual- quiera del espacio, que se encontrará de uno ú otro lado del plano a, a», del lado de P., p. e. ; entónces el punto P,, es interior á la “o oT esfera a, de centro P,,, y de radio a (que es la cara a, del plano a, a»), y el radio P,, P,, corta á dicha esfera en dos puntos diametralmente opuestos A, y A,”, y cuya distancia es igual al diámetro 7; estos puntos se superponen con dos otros Az y A,” que son los mismos mirados como pertenecientes á la otra cara az del plano a, az. — Si tomamos el medio O de la recta A, A,*, su distancia á A, y / A,” será 7 7, Ó sea un cuadrante, y si por consiguiente se describe sal = T , r desde O como centro, y con radio ¿ un circulo, este pasará por los puntos P., y Pa» polos del plano a,a,, y por los puntos AyA> y A, “Az”. Este círculo será la recta que une P,, con A,, la que por construc- o , . . T cion pasa por P,,, y se ve pues que P,, está á la distancia a del Pl punto 0, ó sea que dicho punto se encuentra en el plano polar bib, de P;. Los planos cualesquiera asas Y bib» tienen, pues, un punto comun O, y por consiguiente se cortan siempre, y su intersección es una rec- ta 0. Rectas conyugadas ó polares, absolutas. — Todos los puntos de esta recta o seencuentran á la distancia > tanto del punto Pa, 0 Paz, COMO bal del P,, 0 Py, por encontrarse á la vezenambos planos polares abso- lutos a,4: y bib». Levantemos en el plano a,a, la perpendicular en O á la recta AA”; ella corta á la esfera de centro O y de radio 5 en dos puntos N, y N,”; que son los polos del plano OA,P,P,, etc., por lo que vi- LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 479 EE HR y 3 2 mos antes; por consiguiente N, y N,' están á la distancia 7 de P.; y de P,,, y se encuentran en el plano polar absoluto de estos pun- tos, que es el plano b,b2; es decir que N, y N,' están á la vez en ambos planos 4,4 y b,b>, ó sea que la recta N,ON,”, que designa— remos con o, es la intersección de estos dos planos. El ángulo N,OP,, es recto, y lo es igualmente el N,0A,; si hace- mos girar el plano P, N*0N'” al rededor de N,N, * como eje, la recta OP, describirá pues el plano OP,, A,, y el punto P., la recta P., Ay; en este movimiento el polo móvil P,, ocupa sucesivamente todas las posiciones posibles, en dicha recta, y P,, será una de ellas; el plano polar 6,6, de este polo móvil pasará por la recta N,N;, y de ahí resulta que: Siun punto móvil P,,, describe una recta cual- quiera P,, P,,, su plano polar a,a, envuelve otra recta a,a, b,b, que se llama la polar absoluta de la anterior. Todos los puntos de la polar absoluta a,a,.b,b,, se encuentran á la 3 - T O o > distancia a de cualquier punto de la recta P,,P;,; por consiguien- te la recta P,P,,, á su vez, es la interseccion de todos los planos po- lares absolutos de los puntos de la recta a,a,.b,b3 = NON. Estas dos rectas se llaman conjugadas absolutas, y cada una es la polar de la otra; todos los puntos de la una se encuentran «4 la dis- T 2 el medio toda recta que une dos puntos diametralmente] opuestos de la otra, y es normal ú todo plano que pasa por la otra. Si se hace girar el espacio al rededor de la una, la otra no cambra de lugar, resbalando simplemente sobre sí misma. Dos planos cualesquiera de los que uno pasaporuna recia, y el otro por su polar absoluta, son normales entre sí. Sea, en efecto, a y a” una recta y su polar absoluta, y I,,, IL, dos planos que pasen, el 1” por a y el 22 por a”. La recta a' es normal al plano Il, que pasa por su polar absoluta, y por consiguiente el plano IL,,, que pasa pur la normal a' al plano II,, es normal á este plano. tancia = de los de la otra; cada una de ellas corta normalmante en Formas conjugadas, ó polares, absolutas en el espacio. — La cor- respondencia geométrica que acabamos de estudiar, entre los polos y sus planos polares, y entre las rectas y sus polares, se puede ex- tender á las demás formas elementales que son el pincel de rectas con sosten en un punto, el sistema de las rectas de un plano, el 480 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA haz plano de rectas por un punto, y demás formas de las varias dimensiones que se pueden enjendrar con los elementos punto, recta y plano. Si una recta P,,P,,, gira al rededor de dos de sus puntos P., y Po» diametralmente opuestos (distantes dez), su polar absoluta NN, queda siempre en el plano polar absoluto a;az de los puntos immó- viles Po, y Paz. Al pincel de rectas que pasan por los polos P,, y Paz, corresponden como polares absolutas todas las rectas del plano polar de aquellos, y recíprocamente. Si la recta P,,P,, describe un haz plano (2 con sosten en P,,, (por ejemplo P,;. A,N¡A,'N,”) su po- larconjugada describe otro haz plano, cuyo plano es el plano polar a,4, del sosten P.,, y cuyo sosten es el polo «del O plano Q, y recí- procamente. | Ambos planos ayas y Q se cortan segun una recta A,N,A,'N,”, y toda recta del haz P,, corta á dicha recta en dos puntos diametral- mente opuestos A,A,”, mientras que su polar la corta en dos otros N, y N,”, Cuyos cuatro puntos dividen la A,N, en cuatro cua- drantes. En general á una cierta forma compuesta de puntos como ele- mentos, corresponde otra forma de mismo órden, pues tiene el mis- mo número de elementos, compuesta de planos como elementos; á una recta, lugar geométrico de un punto que la describe, ó sea á una recta punteada, corresponde otra recta envuelta por un plano que gira al rededor de ella, describiendo un haz de planos, ó sea una recta planeada. Toda recta puede considerarse á Ja vez como punteada 6 planeada, de suerte que á una forma compuesta de recias punteadas corresponde otra forma compuesta de rectas pla- neadas, y reciprocamente. Tales formas, se llaman conjugadas absolutas unas de otras. De lo anterior resulta tambien directamente que : entre dos pun- tos se puede siempre trazar una recta real, la polar de la intersec= cion de sus planos polares. Por un punto y por una recta se puede siempre hacer pasar un plano real, que es el de las rectas que unen el punto dado con los de la recta ; por consiguiente, un plano II y una recla a se corlen siempre en un punto A que es el polo del plano A que une la polar a” de la recta a con el polo'P del plano Tales formas conjugadas están ligadas entre sí, en cuanto á rela- ciones de distancra y situacion por propiedades notables que pasa- mos á estudiar brevemente. (Continuard.) y | Ko eo | 4 j E d ; 1 e LEON cal ; uy Y " JS E 4 AREA ¿EA Ey ; ¡a A ' y E 2 YE S > y TU E! re ; % e K H a ¿Ad Red He, E 7 MO S K ¿A > á ; P na Me So pi , ñ Y A A k dl A Mae e ' qee 24 ' A Ñ > - 4 , ha TIA YE ' % Y EN 1 ho o É > y O a” : NA , y A "dl ' A ON Ma EN 3 7 SL S 7 pr . IA AA doin A Y dd y i Al > E ñ S í ] 1 | e . A e la ' 4 . 4 $ 1 mn NS » ' . 1 V - rs A 5 ¡ y a y Py! ho ve ] Ñ r A 1 E y 1 = y l ) Ñ mA l FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MESES DER GROBO Por JUAN LEERENA (Continuacion) En el período del equinoccio opuesto, esto es, del equinoccio de pri- mavera para el hemisferio austral (el 21 de Setiembre), ya no el norte sinó el sud del Ecuador, es el que sufre seca, como ser los valles de los tributarios meridionales del Amazonas, del Paraguay, del Alto Paraná y Uruguay, del Chaco y nuestras pampas australes; allí el suelo se halla aterido y árido y ráfagas violentas que comien- zan á soplar desde Agosto, arrebatan el menudo polvo de que está impregnado el suelo, y formado de despojos microscópicos de orga- nismos animales y vegetales, lo eleva á las regiones atmosféricas superiores. Este es un fenómeno que á menudo presenciamos en el Plata, sobre todo en la primavera, en que el pampero desencadenado, levanta masas inmensas de polvo y las arrastra al Atlántico, suspendidas en las regiones superiores del aire. Estos impalpables organismos, que cada estacion lluviosa llama á la vida, para perecer en la siguiente seca, se hallan distendidos y hechos más ligeros por los gases de sa propia descomposicion. Los torbellinos primaverales toman pues estos polvos, ya dispuestos por la seca y la descomposicion á elevarse, y enviándolos á las corrientes superiores, los hacen trasportar á grandes, á inmensas distancias, donde son precipitados por las lluvias de los dos equinoccios, en ambos hemisferios. He aquí cómo Humboldt hace la descripcion de una de estas tem- pestades de polvo sobre las márgenes del Orinoco: «Cuando bajo Jos rayos verticales de un sol sin nubes, la cubierta de turba carbonizada se reduce á polvo, el suelo endurecido se hiende por todo como si hubiese recibido el choque de un terremoto. Si en tales ocasiones, dos corrientes opuestas de aire, cuyo conflicto produce un movimiento rotatorio, llegan á ponerse en contacto con el suelo, el llano asume un estraño y singulur aspecto. Semejantes á nubes de una forma cónica, cuya punta desciende hácia la tierra, la arena se alza absor- bida por un centro que solo llena un aire rarefacto, cargado de la elec- tricidad del girante torbellino, semejante á esas trombas estruendosas de agua que tanto teme el esperto marino. El oscurecido cielo pro- yecta una pálida y casi pajiza luz sobre el desolado llano. El hori- zonte se estrecha de repente, la estepa parece contraerse junto con el ANAL. 'SOC. CIENT. ARG. T. XXX 30 482 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA corazon de caminante. Las ardientes y pulverulentas partículas que llenan el aire aumentan su sofocante calor; el viento este, soplando sobre el recalentado suelo, no trae consigo la menor frescura, sinó que quema como ardientes llamaradas. Las lagunas, que las anchas y amarillas hojas de la palma de abanico han protegido contra la evaporación, ahora gradualmente se consumen y desaparécen. Así como en el helado norte los animales se entumecen con el frio; así aquí bajo la influencia de la árida sequedad; el cocodrilo y el boa quedan reducidos á la inmovilidad por eltexceso de calor, sumerjién- doseen un letargo que los sepulta sin sentir bajo las capas del lodo desecado. Los distantes matorrales de palmeras, engrandecidos por el mirage, parecen cernirse sobre el suelo, del cual se hallan apartados por una estrecha banda que los separa. Medio ocultos por las densas nubes de polvo, inquietos con Jas angustias de la sed y del hambre, se ven vagar caballos y ganados ; estos últimos con balidos lastimeros; los caballos relinchando, estienden sus largos cuellos y olfatean el viento, por si acaso algunos húmedos efluvios descubren la proximidad de un charco no del todo desecado... Al fin, despues de una larga seca, la afortunada estacion de las lluvias viene; y entónces, cuan repen= tinamente la escena se cambia! Apenas la superficie de la tierra ha recibido la fecundante humedad, cuando la antes árida estepa co- mienza á verdear, exhalando suaves olores, vistiéndose con killingas y una variedad de pastos. Las mimosas herbáceas, con renovada sen- sibilidad á la influencia de la luz, desarrollan sus pendientes y dor- mitantes hojas, para dar la bienvenida al sol naciente ; y los primeros cantos de las aves y las flores de las plantas acuáticas, entreabrién- dose, saludan á la mañana ». Las áridas llanuras y desiertos, lo mismo que las elevadas mon- tañas, tienen indudablemente su influencia sobre los movimientos del gran Océano aéreo, como los bancos y otras obstruuciones tienen so- bre los canales de circulacion en el mar. Los desiertos de Asia, por ejemplo, producen una perturbacion sobre el gran sistema de circula- cion atmosférica, que en estío y otoño se siente en Europa, en las costas de Africa, y á la distancia sobre el Océano Indíco, hasta el paralelo de los 10? de latitud sud, esto es, hasta Nueva Guinea. Hay una corriente desue todas esas regiones hácia esos desiertos. Estas corrientes son designadas con el nombre de Monzones, en el mar; y en tierra, como los vientos prevalentes de la estacion. Imaginémonos el área dentro de la cual esta corriente se siente; esta área es un desierto; el aire que la corriente le introduce naturalmente llega á caldearse FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 483 en ese caldero de arena incandescente; el aire caldeado, se levanta: ¿dónde vá? El se levanta en una columna de unas pocas millas de elevacion y de muchas de circunferencia, y debemos imaginarla como un fuste de columna infinitamente más ancho que alto; pero, ¿cuál es su coronamiento? Su coronamiento le da la apariencia de un tallo de hongo, con una eflorescencia ó ebullicion de aire calentado que se espande ó difunde en todas direcciones, y en seguida adelgazándose gradualmente forma una corriente superior que se estiende en todas direcciones, hasta el borde del área de donde la corriente es absorbida. Si esto es así, ¿entónces desciende y vuelve al llano de- sierto como una corriente de retorno? En este caso esas zonas de- siertas deben coustituir centros de circulacion para el período de los monzones; y si constituyen tales centros, ¿de dónde estos vientos obtienen los vapores para sus lluvias en Eurcpa y en Asia? O bien, en vez de afectar una forma de hongo, y de espanderse por lo alto en todas direcciones, del centro á la circunferencia (y que este es el hecho, el Sirocco y otros vientos calientes que se espanden en contor- _nolo demuestran; pero este puede ser solo un hecho parcial); ó bien en vez de esto, decimos, ¿la surgente columna se alza y va á incorpo- rarse con el flujo de la corriente superior? Esto puede suceder tam- bien en parte, el centro de la columna incorporándose con la corriente superior, mientras su circumferencia se espande formando corrientes horizontales de aire caliente, como el Siroeco y otros. Por lo demás, volviendo á los polvos marinos, en corta cantidad ellos son amarillentos, aunque en gran masa afectan un matiz rojizo de canela ó polvo de ladrillo. La frecuencia de la precipitacion de los «polvos de lluvia» entre los paralelos de los 17”.y 25 norte, lo mis- mo que en las inmediaciones de las islas de Cabo Verde, que es el punto del viejo continente más aproximado al nuevo, hecho sobre el cual han recalcado mucho los microscopistas. Esto es digno de nota, puesto que en conexion con las investigaciones de los observatorios, es un signo significativo. Los límites latitudinales del confin norte de los alisios del nordeste son variables. En la primavera ellos se concen- tran hácia el Ecuador, estendiéndose á veces en esta estacion no más lejos del Ecuador que el paralelo de los 15% norte. El ancho de las cal- mas de Cáncer es tambien variable; así tambien son sus límites. La estrema vibracion de esta zona es entre los paralelos de los 17? y los 38” norte, segun la estacion del año. Por lo demás, las nieblas rojas no siempre ocurren en el mismo lugar, teniendo límites en el nordeste y en el sudoeste para su precipitacion. Ahora bien, es en la zona de 484 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA las calmas de Cáncer donde vienen á descender las corrientes superio- res de la atmósfera que ascienden en las calmas ecuatoriales, fluyen= do en la direccion del norte y del este. Esta es pues la region en que la atmósfera que conduce « los polvos de lluvia», Ó «arenas africa- nas », desciende ¿la superficie, y esta la region en que la atmósfera se presenta más opaca en vastas estensiones, por la presencia de. pol- vós atmosféricos, y en donde con más frecuencia tiene lugar el fenó- meno de los «polvos de lluvia >», hallándose justamente en la direc— cion que la teoría señala ála corriente superior de aire, proveniente del Orinoco y del Amazonas. Que la rotacion terrestre imparte una tendencia este á los vientos alisios, es un hecho que no se puede negar; pero la marcha qué seña- lan las tablas de observaciones que damos más adelante, no está de conformidad con la que deberían seguir racionalmente si solo la rota=- cion diurna fuese la única causa de su inclinacion al este. Conforme estos vientos se acercan al Ecuador, el efecto de la rotacion diurna se hace cada vez más débil. Pero la tabla no muestra una gran disminu- cion de efecto. Ellos muestran tanta tendencia al este entre los 9? y 0”, como la que presentan entre los 30% y los 25. Mas, vese á los alisios del sudeste entre el Ecuador y los 5? de latitud norte, donde por la teoría de Halley ellos debieran presentar una inclinacion al oeste, presentar tanta inclinacion al este como cuando se hallan en- tre los 302 y 25? de latitud sud. No se puede precisar cuanto el aire es contenido en su tendencia al este por los agentes de resistencia, friccion, etc., pero sabemos que esta tendencia es cerca de 10 veces tan fuerte entre los 30% y los25?, que lo es entre los 5? y los 0*, no mostrando las observaciones reales la menor diferencia en su Curso. Una coleccion de más de un millon de hechos reunidos hasta la fecha (1886), hacen ver queno se puede atribuir solo á la rotacion terrestre la tendencia al este de los vientos alisios. Nuestro globo se halla, en efecto, sometido á numerosas y muy diversas leyes que gobiernan sus movimientos como planeta, y sies una eterna espiral la que describe en sus movimientos por el espacio, es evidente que sus corrientes flui- das deben participar de todas estas influencias, haciéndolas visibles y poniéndolas en relieve, lo que no sucedería con la masa sólida solo, si no fuese por su figura real, segun lo hemos demostrado. Son pues los otros movimientos del planeta terrestre, ámás de la rotacion, los que influyen para dar álos vientos alisios su inclinacion al este; debiendo además calcularse el efecto de las corrientes superio- res y contra-corrientes, cuando son atraidas para abajo y forzadas á : FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 485 volverse, el cual puede ser tal, que llegue á sontrarestar su desigual tendencia en obediencia á las fuerzas varial. les de la rotacion diurna y de los otros movimientos planetarios. La teoría de Halley respecto á estos vientos, no puede ser una teoría simple en la sencillez de su primitiva concepcion; hay que perfeccionarla con la observacion y con el cálculo, haciendo entrar en ella todos los elementos variados que deben constituirla. Lo mismo ha sucedido con la teoría recibida que atribuía la elevacion de la zona de las calmas ecuatoriales, á la influencia directa de los rayos solares. Pero los progresos realizados en el conocimiento de las leyes físicas desde la época en que Halley for- muló su teoría de los vientos alisios, sugirió la idea de hacer su revi- sion formal, sobre todo en lo que respecta á la zona de las calmas ecuatoriales, hallándose que, aunque el calor directo del sol es uno delos agentes que ayudan al aire á levantarse en esa zona, no es sin embargo esa accion solar omnipotente, el agente único: el calor laten- te quees puesto en libertad por el vapor condensado en el anillo de nubés ecuatoriales y sus lluvias, es tambien hoy dia un agente reco- nocido y poderoso en la formacion de esta zona de calmas. La tierra tiene, además, sus corrientes magnéticas que la influen- cian. Al llegar aquí se preguntará: ¿qué es magnetismo? El magne- tismo no es conocido hasta hoy sinó como un hecho y sobre todo por sus propiedades. Respecto á su origen y naturaleza, es bien poco lo que se sabe, y mucho, tal vez demasiado, lo que se ha congeturado. El es sin duda una de las fuerzas misteriosas que animan la materia, como la electricidad, la luz, el calor. Y á propósito de calor, ¿sería el calor, la circulacion del fluido ígneo interior denuestro planeta la ver- dadera fuente de sus corrientes magnéticas? Este es en todo caso una deduccion congetur al en favor de la cual militan los hechos. Porque en las materias en friccion se ha reconocido la accion magnética, y es con el calor de la electricidad que se forman los grandes imanes pro- ductores de la luz eléctrica. Hay pues algo de real en esta congetura. El oxígeno, además, compone más de un quinto, dos novenos de nues- tra atmósfera y el oxígeno es un cuerpo para-magnético. Si una bar- ra de hierro llega á suspenderse entre los polos de un iman, se dis- pondrá axialmente y señalará á estos, pero si en vez de hierro,se em- plea una barra de bismuto, esta se dispondrá ecuatorialmente, esta- bleciéndose en una direccion perpendicular á aquella que había asu— mido el hierro. Estas dos clases de fuerzas tan opuestas, se han distinguido denominando el hierro para-magnético y el bismuto dia- magnético. El oxígeno y el hierro pertenecen al mismo órden, y todas 486 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA las sustancias de la naturaleza son, ó para-magnéticas como el hierro y el oxígeno, ó dia-magnéticas como el bismuto y el hidrógeno. Cuan- do se coloca una aguja ó barra de hierro magnetizada sobre una su- perficie plana, y se le ciernen encima limaduras de hierro, estas lima- duras se dispondrán ó bien en líneas curvas(como en la fig.1*, lámina 247), ósi la barra es quebrada se dispondrán como en la figura 2%, lá- mina 247). Las líneas marcadas por la disposicion de las limaduras, es lo que se ha 1damado líneas de fuerza magnética. La tierra misma y la atmósfera que la rodea, son á manera de un poderoso iman, y las líneas de fuerza, sea que procedan de su interior, de su corteza sólida óde su cubierta gaseosa, se consideran corresponder ¡las líneas de fuerza que rodean los imanes artificiales; procedan de donde quiera, ellas se suponen estenderse al través de la atmósfera y llegar hasta los espacios planetarios. Hasta se.ha llegado ¿ suponer que elsol es como un foco electro-magnético, y los planetas como otros tantos ima- nes magnetizados por él. Como quiera que sea de estos sistemas, la verdad es que en la naturaleza existen fuerzas y agentes misteriosos y secretos, cuya verdadera naturaleza y accion la ciencia tardará mu- cho en penetrar. He aquí las tablas que hemos prometido respecto á la direccion y rapidez de los vientos alisios, formadas con los datos obtenidos de más de medio millon de observaciones : Cuadro de los vientos alisios. ALISIOS DEL S. E. ALISIOS DEL N. E. ENTRE — >" nn A qee _ N* de N* de Curso observaciones grs observaciones IAN NOS 1. 68,777 S: 460 E. 66,635 252 y 202 12301 44.527 499201 66,395 209 y 159 de 33,103 020 46,604 1592 y 109 52230" 30,339 49940" 43,317 LOS 0S 332301 36,841 51940" 54,648 SOS 549301 67,829 48240" 12,945 MEDIA DAS N. 52245" E. S. 49933" E. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 487 Tasa horaria de velocidad de los vientos alisios al través de sus zonas. ALISIOS DEL N. E. ALISIOS DEL $. E. ENTRE Rapidez con orientacion Rapidez con orientacion por hora por hora 30% y 250 10.9 millas 18 millas 259 y 209 TS 19.» ZOO RI (TAE 159) y 1109 Jl » OE WO NAS > ; ICI 59 y 09 11.4 » 18.8 >» XII OSCILACIONES MAGNÉTICAS Y BAROMÉTRICAS. — ULTIMAS OBSERVACIONES. — ELAGUA Y LA ATMÓSFERA EN EL HEMISFERIO SUD. — ACCION GEO- LÓGICA DE LOS VIENTOS. — LOS MONZONES SON ALISIOS DEFLECTA- DOS. Hay cuerpos que aunque separados por inmensas distancias, como el oxígeno de nuestra atmósfera, y las manchas del sol, parecen in- fluenciarse mútuamente y se muestran para-magnéticos. Ahora bien, cuando reflexionamos que este gran iman, la tierra, se halla rodeado por un gas para-magnético, ante cuyas ténues moléculas la menor partícula de hierro es una materia grosera y ponderosa ; que la masa entera de este aire es equivalente en peso á un mar de mercurio que cubriese todo nuestro globo hasta 30 pulgadas de espesor, y que esta misma masa sutil se halla en un estado de instable equilibrio, y en un movimiento perpétuo, en razon de diversas é incesantes causas perturbadoras ; cuándo reflexionamos, además, en las conexiones des- cubiertas por Schwabe y Sabine primero, por Young y Gould des- pues, entre la periodicidad de los máximos y mínimos de las manchas solares, y ciertos fenómenos atmosféricos, como, por ejemplo, el mag- netismo y la temperatura de nuestro planeta, hay porlo menos razon para sospechar una alianza entre el magnetismo solar y el magnetis- 488 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mo terrestre. Además, ciertos fenómenos meteorológicos, como las auroras polares, entran tambien en la categoría de los fenómenos . magnéticos, igualmente que la coincidencia de los polos magnéticos. de la tierra, con los polos del máximo frio. Tampoco el Ecuador ter- mal no es paralelo ni coincidente, ni con el Ecuador matemático, ni con el señalado por los rayos solares directos, sinó que sigue confor- mándose hasta en su doble curvatura, con el Ecuador magnético. Hay, además, la teoría de Barlow y las observaciones de Fox, las cuales muestran que la dirececion de las vetas metálicas del hemisferio nor- te, que generalmente se estienden en el sentido del nordeste y del sudoeste, probando que nuestro globo aún en su estado incandescente, obedecía á los mismos movimientos é influencias que hoy, todo lo que parece coincidir con la direccion de los meridianos magnéticos de la tierra Ó aire. Finalmente cuando ante esta masa de hechos, reflexio- namos sobre el magnetismo en todos sus aspectos, hay lugar para in- vestigar si una tal mole como el océano aéreo, que rodea nuestro glo— bo, y formado de gases tan altamente magnéticos, no interviene en razon de su magnetismo, en influenciar la circulacion de la atmósfera y el curso de sus vientos. En efecto, la aguja imantada en sus variaciones diurnas, el baró- metro en sus alternativas de alta y baja, y laatmósfera en su tension eléctrica, todos tienen las mismas horas para su máximo y para su mínimo. Este océano magnético, como pudiéramos llamar la atmós- fera, se halla en una constante agitacion; se halla perturbada en sus movimientos por diversas influencias que le impiden estabilizarse en ningun estado permanente magnético ó dinámico, ysus propiedades para-magnéticas, se sabe varian con todo cambio de presion ó de tem- peratnra. Es cosa demostrada, por estudios y esperimentos, que la fuer za magnética del aire cambia con la temperatura, que es menor cerca del Ecuador, y mayor en los polos de máximo frio, que varía con las estaciones y cambia de (lia y de noche; aún más, la atmósfera presen- ta variaciones regulares en su condicion eléctrica que se formulan diariamente en horas fijas de tension máxima y mínima. Coincidente con esto y en todas las partes del mundo, pero con especial en las la- titudes sub-tropicales, el barómetro presenta tambien su máximo y su mínimo diario. Del mismo modo y á las mismas horas, la aguja imantada alcanza la máxima y la mínima de sus variaciones diurnas. De tal modo y tan exactos y regulares son estos cambios y movimien- tos, que se puede señalar la hora del dia sin otro reloj que la máxi- ma y mínima. Estos invisibles flujos y reflujos del océano aéreo, el FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 489 cambio diurno de la tension eléctrica, la variacion diurna de la aguja y la suba y baja diurna del barómetro, se siguen unos á otros tan de cerca y con tal regularidad, como la sucesion de la noche y del dia. Cualquiera que sea la causa que produce los cambios en la presion at- mosférica, invariablemente la ponen en movimiento, dando lugar á suaves brisas ó furiosos vendabales, segun su grado de velocidad ó im- pulsion, y aquí por lo menos tenemos una conexion tan estrecha, que es difícil indicar cuál es la causa, y cuál el efecto, Ó si ambos no son el resultado de una causa comun. Entre las investigaciones magnéticas más recientes practicadas, deben contarse los estudios que han tenido lugar sobre toda la super= ficie de Escosia, durante los dos años completos de 1884 y 1885, por los señores Thorpe y Rucker. Ellos han operado en 50 estaciones di- ferentes, elegidas parcialmente para controlar las observaciones prac- ticadas en 1857 y 1858 por M. Welsh, del Observatorio de Kew; y por otra parte, para estudiar los lugares en que la influencia magné- tica local ha sido reconocida considerable. Es á este título que la isla de Mull ha sido designada, entre otras localidades, porque su natura- leza geológica hace esta influencia muy grande. Resulta de las obser- vaciones hechas por los señores Thorpe y Rucker que los lugares en que las perturbaciones son muy notables, no ejercen influencia á la distancia y que se puede llegar hasta muy cerca sin que la aguja imantada se vea afectada. El estudio de las corrientes magnéticas telúricas que persigue des- de muchos años M. Landerer, le han revelado en Agosto de 1886 nuevos hechos que contribuyen á proyectar una nueva luz sobre cier- tas cuestiones referentes al magnetismo terrestre. Entre los hechos nuevos que ya había señalado, hay dos sobre todo que es muy esen- cial tener presentes : la existencia de corrientes producidas por el vien= to y la inversion del sentido de la corriente telúrica, sobrevenida de vez en cuando, y que á veces persiste durante meses enteros. Desean- do conocer la naturaleza de estos dos géneros de corrieutes, él ha co- locado la estremidad de una línea aérea en comunicacion con un par de cuadrantes de un electrómetro de Mascart, hallándose el otro par en el suelo: la mancha luminosa se planta en cero. Sustituyendo al electrómetro, con un galvanómetro de gran resistencia, y cerrando el circuito, no se produce efecto. Por el contrario, la aguja de un galvanómetro de resistencia débil ó mediocre, se desvía tanto más cuanto más intensa es la corriente telúrica, ó cuanto más fuerte y estendido es el viento. 490 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Repitiendo estos esperimentos sobre otras cinco líneas aéreas de longitudes y direcciones diversas, y obrando al abrigo de toda induc- cion externa, M. Landerer ha obtenido los mismos resultados. Cuan- do la corriente telúrica y el viento marchan en el mismo sentido, ó que el ángulo que forman es inferior al.recto, las desviaciones resul- tantes son del mismo signo; en caso contrario, son de signo diverso. Se ve pues: 41? que el potencial relativo á la corriente telúrica, es en estremo débil; 2 que el efecto del viento es de electrizar no solo el alambre, sinó la tierra, donde desarrolla una corriente en el mismo sentido, propagándose al través del suelo, donde ocupa una ancha sec- cion. Por lo demás, he aquí lo que se pasa cuando con un cielo sere- no y una atmósfera tranquila, se observan las variaciones del poten- cial eléctrico de la capa de aire que envuelve una línea corta. Cuando el cielo se nubla encima de la línea telegráfica, el potencial se eleva hasta centenares de voltas, descendiendo en seguida á medida que la nube se eleva ó desvanece. Entre tanto, la corriente telúrica se Conserva sin alteracion. Estas fluctuaciones tampoco tienen acceso sobre el teléfono. En consecuencia la corriente telúrica que recorre las líneas telegráficas de un país limitado, no se deriva de una corrien- te de induccion, nacida en el seno del suelo, bajo la accion de un in— ductor situado arriba. Se puede, pues, concluir lógicamente que la cor- riente telúrica capaz de dominar sobre la superficie entera del globo la orientacion de la aguja imantada, y de plegarse á los cambios que esperimenta, no es una corriente de induccion. En efecto, hay imposi- bilidad de admitir un inductor permanente, de una estension invero- simil, circulando en las altas regiones de la atmósfera. La gran cor- riente telúrica del globo saca su orígen de la diferencia de los poten- ciales negativos, asegurando los vientos su direccion y perpetui- dad. No son, por otra parte, los imanes, productos naturales del magne- tismo terrestre, los que inducen las corrientes magnéticas atmosféri- cas. Á esos imanes les vienen las corrientes del centro comun de donde ellas parten. Ahora bien, está probado que el magnetismo se puede convertir en electricidad y vice—versa; y que tal vez el calor como la luz no son otra cosa que electricidad en accion, esto es mag- netismo, esto es movimiento, esto es el fuego celeste peculiar del sol y de los planetas, ese fuego que robado por Prometeo, vino á animar el espíritu del hombre, que es el compendio del movimiento en la ma- teria, y de la materia en el espíritu. Los astros mismos no pueden re- correr el espacio con tanta rapidez, como la mente humana, la cual si FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 491 se halla dotada de una rapidez eléctrica en la percepcion y la concep- cion, es porque tal vez su espíritu no es otra cosa que electricidad, que fuego celeste. Ya varias veces hemos hecho alusion á una zona ecuatorial de nu- bes. Esta zona és, en efecto, la misma que la zona de las calmas ecua- toriales, y ella se estiende 5 de cada lado de la línea equinoccial, esto es, presenta un ancho de 10? en la parte en que el perisferio de nuestro planeta es más estendido. Esta zona de nubes se eleva en efec- to á alturas más considerables en las zonas de las calmas y de los vientos alisios, que en las regiones extra-tropicales. En el mar, las nieblas son raras dentro de los paralelos de los 30? de latitud norte y sud. Las nieblas, por consiguiente, deben considerarse como un fe- nómeno raro sobre la mitad de la superficie del globo. Esta region sin nieblas, aunque cierta parte de ella suele ser visitada por tempes- tades, tornados y huracanes, son sin embargo mucho menos frecuen- tadas por los vendabales, como llamaremos á todos los vientos más furiosos, que lo son las regiones del lado polar de esos dos paralelos. Por regla general, las nieblas y los fuertes vientos aumentan en nú- mero y frecuencia ámedida que nos alejamos del Ecuador. La fre- cuencia de estos fenómenos entre los 5% norte y los 5? sud, compara- dos con su frecuencia entre los paralelos de los 45% y de los 50” nor- te y sud, es como 1 á 103 para los vientos, y como 1 á 102 para las nieblas. Resulta sin embargo de las observaciones, que las latitu- des más borrascosas y nebulosas en el Atlántico norte, es entre los paralelos de los 45% y 50? ; que en el Atlántico sud, las latitudes más borrascosas son entre los paralelos 552 y 60? y las más nebulosas en- tre los 502 y 55?. Todo esto nos hace acordar de un lado, del (rulf- Stream y de las corrientes que vienen del norte con 2cebergs flotantes, y del Cabo de Hornos y de los témpanos antárticos que pululan en los paralelos de las islas Malvinas, ó Falkland, como las llaman los ingle- ses. En efecto, las nieblas son raras en el mar, entre los paralelos de los 90 á uno y otro lado del Ecuador; lo que no son raras son las «nle- blas de polvos rojos» de que hemos hablado en otra parte. ¿Estas, ha- bremos de clasificarlas entre las categorías de las nieblas de mar? La caida de este polvo en forma de niebla se debe sin duda á las mismas influencias que en Londres precipitan las nieblas del aire tenidas con el negro humo de las chimeneas, conocidas entre los ingleses con el nombre de «black fogs». Esas partículas de polvo, como los átomos del humo, son dispuestos en condiciones favorables por la radiacion 492 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en ocasiones en que el aire en que flotan, parece hallarse dotado de un elevado punto de rocío. Así cada uno de estos innumerables pe- queños átomos de humo y partículas microscópicas de «polvo de mar»' llegan á cargarse con la humedad del rocío, y hechas visibles, asumen el aspecto de una niebla. Por lo demás, si entre los trópicos el mar goza generalmente de la inmunidad de las nieblas, no así las regiones de tierras intertropicales. Ya hemos visto cuánto la niebla makaka como la llaman los portugueses, molesta á los viajeros que navegan el Zambeesi, el Shiré y aún el lago Niassa, entrelos 182 y 10? de latitud sud en Africa. S Delos 40 para adelante, hácia los polos, las nubes y las nieblas son permanentes, casi constantes. Por el contrario, de los paralelos de los 40? grados hácia el Ecuador, sobre todo dentro de la zona de los vientos alisios, el cielo se presenta generalmente claro, despeja- do y sin vapores, hasta llegar al anillo ecuatorial de nubes, donde la presencia de estas vuelven á caracterizar el estado normal del cielo y del mar. ¿Cuál es la altura dela region de las nubes en el mar? Este punto ya lo hemos tratado en otra parte y no nos repetiremos aquí. Dejando pues á las nubes arriba, descenderemos á hablar de las olas abajo. Hánse hecho muchas observaciones sobre la altura y la velo- cidad de las olas. Haciendo un resúmen y compendio de todo, resulta que la velocidad ordinaria delas olas en el Atlántico es de 22,3 mi- llas por hora; en el cabo de Hornos, de 26,8 millas por hora. No terminaremos este párrafo sin hablar de una observacion interesante practicada desde el pico de Tenerife, á la altura de 12.200 piés, en los meses de Agosto y Setiembre, dentro de la zona de nubes de los vientos alisios del nordeste. Allí las nubes bajas alcanzaban hasta los 5000 piés; las nubes elevadas arrastradas por la corriente del sudoes- te pasaban más elevadas que la montaña, esto es, más de 4000 me- tros sobre el nivel del mar. Islas de pocos piés de elevacion, suelen presentarse cubiertas por las nubes de los alisios marítimos; otro im= dicio de que, con un monto dado de humedad en el viento, la region de las nubes se halla más elevada en el mar que sobre la tierra. La mayor parte del tiempo, el pico se presenta cubierto por nubes bajas, mientras su parte superior nada en el sol de un cielo sin nubes. Mas al norte en el Atlántico, sin embargo, como en la region de nieblas donde tiene lugar el encuentro de los vientos frios que vienen de! polo con los vientos calientes que vienen del Ecuador, cerca de los bancos de Terra-Nova, el vigia del palo de mesana suele encontrarse fuera del alcance de la niebla que se estiende más abajo y que cubre el cas- FISIOGRATFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 493 co del buque. Pasando más adelante en el norte y llegandoá los hie- los, la region delas nubes, por razones obvias, vuelve á subir más arriba de la superficie, hasta llegar al mar abierto, donde vuelve á rosar le tierra con su humo Vaporoso. Hay sin embargo escepciones á la ley espuesta; lo que es verdad para el Atlántico, noloesen el Pacífico. Sobre todas las costas oeci- . dentales de América, aún dentro de la zona intertropical, las nieblas son abundantes y permanentes, hasta que, de las 10 á las 11 dela mañana, el viento las dispersa. En el puerto del Callao, por ejemplo, en los 12? de latitud sud, su magnífica bahía, llenada con las aguas de la corriente de Humboldt, suele verse toda ella cubierta por una niebla de pocas pulgadas de elevacion. Suelen además sentirse allí nieblas tan densas, que ocultan la vista hasta de los botes que se aproximan á los buques. En las mañanas, temprano, estas nieblas son tan densas que impiden que se vean hasta las personas de la misma embarcacion, y á veces son tan bajas, que ocultando los cuerpos, solo deja ádescubierto las cabezas, semejantes á esas cabezas parlantes de las exhibiciones, las cuales se ven moverse y gesticular, de una ma- nera que tiene algo de mágia ó de fautástico. En otras ocasiones se sueleú ver entrar buques de tres palos, en el puerto, consus velas ten- didas y empavesados, sin que sevea nisu casco, nisu tripulacion. Estas velas, marchando henchidas por el viento, sobre un piso de nu- bes, tiene algo de olímpico, que maravilla, Ya bemos espresado en otra ocasion que en el hemisferio sud hay menos atmósfera que en el hemisferio norte. Tal es la cantidad de vapores que se elevan de los océanos que rodean nuestro hemisferio en todo su circuito, que tiene espulsada permanentemente una gran porcion de la atmósfera. Si tomamos la gravedad específica del aire seco como 1, el del vapor acuoso es como 0.6. Segun las tablas, la al- tura media del barómetro en el mar, entre el Ecuador y los 18237 norte, es de 30.01, mientras su altura media en la latitud 70% sud es 29.0. Tanto la abundancia de agua en nuestro hemisferio, como esta circunstancia, pueden servir para probar que la tierra tiene su centro de gravedad dirijido hácia el hemisferio sud, y hallándose inclinada de ese lado, las aguas se han agolpado en esa direccion, mientras la masa de aire más ligera y elástica, ha idoá acumularse en el hemis- ferio del norte. Ahora bien, esta disposicion se aviene bien con la teo- ría del Ciclo de Adhemar, segun el cual cada 12.500 años la tierra cambia de centro de gravedad por medio del elemento acuoso, que en su evolucion invade ya un hemisferio, ya otro, llevando al invadido 494 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el frio y la humedad, y haciendo prevalecer en el otro despejado, mayor cantidad de sol y de calor por consiguiente. Este cambio tie- ne lugar gradual y lentamente. Pero fuera de esas causas que pueden ser problemáticas para ciertos espíritus, tenemos el hecho real de una vasta área de evaporacion, que espulsa la atmósfera del hemis- ferio austral ocupando su lugar, mientras la atmósfera espulsada va áaumentar la del otro hemisferio. En efecto, cuando se calienta el agua de una tetera tapada, el vapor que se escapa del agua, espulsa el aire. Esto no quiere decir que la vasta espansion de aguas circun— fluentes del Océano Austral se hallen en el caso exacto de una tetera; porque el simil da una idea del hecho que tiene lugar. Pero esa vasta area de evaporación desprende consiguientemente una inmensa masa de vapores que naturalmente expiden el aire del espacio que ocupan. En seguida, este vapor austral, al elevarse, es enfriado y condensado. Así un vasto monto de calor es puesto en libertad en las altas regio- nes, el cual se dirije á calentar el aire allí, lo espande y alterando con este su nivel, produce una corriente de él. Esta desigual distri- bucion de la atmósfera entre los dos hemisferios del globo, se halla imperfectamente representada en el perfil barométrico de la lámina 943. Las sombras en torno del periferio del círculo se halla destinado á representar las alturas relativas, y las escalas, la columna baromé- trica. Además, los témpanos ó ¿cebergs antárticos, tan numerosos, no solo contri buyen á espulsar el aire de este hemisferio, sinó que cada uno de ellos se convierte en un centro de condensacion. Estas enormes montañas de hielos flotantes, semejantes en la distancia á blancas ciu- dades de cristal flotantes, con sus torres, minaretes y cúpulas, con- densan los vapores de que se halla cargada la atmósfera en esas re- giones acuáticas, y el calor puesto en libertad, hace que el aire supe- rior se expanda, alzándose en forma de hongos sobre él nivel general de las nubes. Y así donde los 2cebergs se acumulan, las nubes descien- den hasta su nivel. Los 2rcebergs, como las islas, facilitan la formacion de las nubes en el océano, y promueven la precipitacion de las aguas. Ahora, aproximémonos al anillo ecuatorial de nubes. Al entrar en la region de las calmas y lluvias ecuatoriales, el navegante siente que la atmósfera se vuelve paralizada y opresiva; él descubre allí que la elasticidad de sensaciones que ha respirado en la zona de los alisios, lo abandona cuando se encuentra bajo ei anillo ecuatorial de nubes. He aquí nuestras impresiones al atravesar la línea en el Atlántico en 1882: «Con un tiempo deliciosamente apacible y fresco, el 15 de FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 495 Abril pasamos la línea equinoccial álas cuatro y media de la tarde. El cielo ecuatorial se hallaba como siempre encapotado de densas nu= bes favorables al navegante, á quien protejen contra un sol de fuego, refrescándolo con repetidos chubascos. Así como en las alturas y en las remotas zonas glaciales del globo, hay una region de los hielos eternos, hay tambien en la zona equinoccial céntrica, en las bajas lla- nuras de sus mares, una region de nubes, de lluvias y de ese calor sin trégua, que acompaña las grandes calmas. Pero esta zona no pasa de 40% de estension, y los grandes y rápidos vapores como el Veva la eru- zan en dos ó tres dias. Sin esas nubes y esos aguaceros refrescantes, esa zona sería inaguantable y aún impasable, pues el calor intenso é incesante acabaría con toda accion y con toda vida á bordo; el tiem- po, sin embargo, nos fué en extremo favorable ». Se ve, pues, que noes sin utilidad que esta banda ó anillo de nubes existe en la zona equinoccial. Este anillo de nubes se estiende en tor- no de nuestro planeta y sirve para regular la cantidad de precipita- cion en la zona de lluvias que se estiende debajo, para conservar el quantum de calor sobre la faz de la tierra, para arreglar los vientos y lanzarlos para ser distribuidos en los cuatro vientos del mundo; va- pores en cantidades adecuadas para adjudicar á cada cuenca, á cada clima y á cada estacion su cuota correspondiente de sol, de nubes y de humedad. Como la rueda maestra de una máquina dl este anillo de nubes presenta la gran máquina atmosférica auto-motriz, destinada á dar impulso, ácompensar y equilibrar todos los movi- mientos, fenómenos y equilibrios del gran océano atmosférico. El ca- lor latente puesto en libertad en el procedimiento de condensación y bajo el anillo de nubes, es, además, la verdadera causa de los vientos alisios. En efecto, la evaporacion bajo este anillo de nubes se balia suspen- dida por completo. Sabemos que los vientos alisios circuyen la tierra, que soplan perpétuamente, que vienen del polo norte y del polo sud y se encuentran cerca del Ecuador; de ahí se infiere que esta línea de encuentro se estiende sobre todo el perisferio de nuestro planeta. Por la estacion lluviosa de la zona tórrida, se puede descubrir la declina— cion de este anillo de nubes, que se estiende como un cinturon en tor- no del globo terrestre, el cual, ¿la distancia, debe presentar una ban- da parecida á las que se observan en el Ecuador de Júpiter. Este ani- llo viaja siguiendo al sol, de un lado al otro de la línea, pasando del norte al sud, y del sud al norte, segun la estacion del año. Es más ancho que la zona de calmas de que se origina. Como el aire, con sus 496 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vapores se alza en esta zona de calmas y sube. estos vapores al llegas á la region fría superior de la atmósfera, se condensan en nubes, y esta condensación es seguida de una túrjida intumescencia, que hace que las nubes se espandan más allá de la zona de calmas, derramán— dose y saliendo demadre, tanto del lado del norte, como del sud. El aire fluyendo en la misma direccion, asume el carácter de los vientos que forman las corrientes superiores, que son las contra-corrientes de los alisios. Estas corrientes llevan las nubes aún más lejos en la di- reccion del norte y del sud, haciendo de este modo más ancho el ani- llo de nubes. Esto se halia probado, porque las nubes se estienden hasta los vientos alisios, y á veces hasta una considerable distancia de la zona de calmas. Es como un rio de nubes que sale de madre en la época de las crecientes, que son los años de gran energía solar y de gran calor por consiguiente. Para apreciar debidamente las diversas funciones quelos vientos y las olas desempeñan, tenemos que mirar á la naturaleza como un con- junto, como un todo armónico, hallándose todos sus departamentos en ' una íntima conexion, y debiendo su naturaleza y aspecto actual á sus acciones y conexiones mútuas. Cuando se ensaya el tomar en conside- racion uno de ellos, muy luego se siente la necesidad de traer á cola- cion vtro y otros, tan ligados y conexionados se hallan en su conjun= to. Así, por ejemplo, al tratar nosotros de esplorar la hidrografía físi- ca de los mares, hemos tenido que habérnoslas con los materiales del geólogo para la tierra, del meteorologista para el aire, del zoologista para sus habitantes, del químico para su composicion y sales, del pa- leontólogo para los fósiles, los cambios de elevacion, clima, etc. Nada hay, pues, aislado en la naturaleza, todo se toca y se complementa. Así, por ejemplo, al hablar del mar Muerto, hemos visto que esta, cuenca se halla en un nivel inferior al del Mediterráneo por unos 1317 piés. Para investigar el origen, causa y naturaleza de este gran des- nivel, el geólogo ha tenido que examinar las regiones inmediatas, buscando las fuerzas de solevantamiento ó depresion, que en sus in- mediaciones, puedan haber existido en su orígen. ¿Pero es indispensa- ble su existencia en lasvecindades de esta region? No puede haber veni- do del mar, hoy distante, pero que en otro tiempo, bajo otras condi- ciones topográficas, ha poli!lo estender hasta allísus poderosos bra- zos, cubriendo profundidades, en otra edad pertenecientes á su lecho? Pues bien, hasta podría buscarse en la accion geológica de los vientos las causas del abandono de ciertas regiones por el mar y de la concen- tracion de este en sus actuales cuencas. FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 497 Hay vestigios, sin embargo; vestigios inequívocos é inborrables, de que el mar Muerto ha tenido en otras edades una mayor espansion de aguas que hoy, y con solo elevar su nivel idealmente hasta el del Mediterráneo, como ha tenido que suceder en las edades anteriores, él ha podido cubrir toda una vasta estension de cuenca, hoy en seco; cubrir todo el Lisan yla pendiente de el Ghor, y comunicar con el golfo de Akabah, brazo del mar Rojo, por el canaldel Wady el Arabah, hoy desecado, pero con señales evidentes de haber sido en otro tiempo un brazo de mar, un poderoso desaguadero establecido entre el mar Muerto y el mar Rojo, época en que la península del Sinai (y la Ara- bia misma), era una isla estrecha entre los brazos del Mediterráneo, del mar Muerto y del mar Rojo unidos, como hay innumerables mues- tras geológicas de haberlo estado. La existencia de los hechos geoló- gicos que acabamos de mencionar, prueba pues que el monto anual de las precipitaciones del agua de las nubes sobre la cuenca y las ver- tientes del mar Muerto, era mayor que hoy. Si esta era una verdad en una edad anterior, como está en evidencia que lo ha sido, ¿de qué par- te del océano han podido venir los vapores que suplían ese exceso de precipitacion, y qué es lo que ha podido interceptar esa corriente? Como la topografía del mar Muerto establece de un modo incontesta- ble, el hecho de que en un período anterior él ha podido comunicar por un poderoso canal que aún presenta las señales de sus aguas, con el océano (como las presentaría el estrecho de Magallanes si llegase á desecarse). Este mero hecho trae lógicamente consigo la admision de que cuando ese mar tenía como un poderoso desaguadero el canal del Arabah, el agua precipitada de las nubes sobre la cuenca del mar Muerto era más de la que los vientos podían convertir en vapor y arrebatar, y ese desaguadero geológico, hoy un desierto árido y sali- troso, lleviba el exceso de esas aguas al océano de donde prove- nían. Actualmente, sabemos, en la cuenca del mar Muerto, como en la cuenca del mar Caspio y del mar de Aral, la precipitacion y la evapo- ración se hallan en ese equilibrio y estabilidad que caracterizan el pe- riodo geológico presente. Si no fuese así, el nivel de estos mares, su- jetos á circunstancias tan especiales. se hallaría en un camino ascen- dente ó descendente: y ya sabemos que no es así. Su nivel es actual- mente tan permanente como el del océano. Debe haber, pues, una cau- sa que antes ha existido, puesto que sus vestigios en el pasado son tan evidentes, y que ahora no existe. En efecto, los lechos de sal, las se- ñales del antiguo nivel del agua dejadas en las rocas, las formaciones ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXX 32 498 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA geológicas y otras señales no menos inequívocas presentadas por la naturaleza, todo indica claramerte que no solo el'mar Muerto, sinó. tambien el mar Caspio, han gozado en períodos anteriores de lluvias más abundantes que hoy. ¿De dónde ha venido el vapor de esas lluvias y qué es lo que ha podido detener su corriente? De seguro no es ni la elevacion, ni la depresion de la cuenca del mar Muerto. La causa que ha producido este cambio en el nivel del agua, en vez de ser local y próxima, puede ser remota, puede provenir de una obstruccion al cir- cuito de los vientos, producido por uno de tantos cambios geológicos de superficie, como ser la elevacion hasta un nivel superior, de una vasta cadena de montañas, lo cual sería suficiente para impedir que los vientos continuasen llevando su contingente de humedad y vapo- res, al país ó region cuyo nivel de aguas ha descendido. Los Andes, por ejemplo, que se alzan en la region de los vientos alisios de Sud- América, cadena de orígen reciente como lo atestiguan sus elevadas crestas y sus volcanes todavía en actividad, han llegado gradual ó sú- bitamente á encumbrarse tanto, que el viento, para atravesarlas, tie- ne que abandonarles toda su humedad, y por consiguiente, en su cos- tado occidental existe una zona sin lluvias. Ya hemos visto cómo los vientos pueden convertirse en importantes agentes geológicos, puesto que, del mero solevantamiento é interposi- cion de una cadena de montañas en una parte del mundo, por el in- termedio de su accion, puede ser afectada la geografía física del mar, ejercer influencia sobre el clima y producir fenómenos geológicos en otro. Volviendo ahora al mar Muerto y á la cuenca interior del Asia, propondremos la cuestion: ¿Hasta dónde es admisible que la elevacion del continente sud-americano, y el solevantamiento de sus altas cor- dilleras, haya podido tener influencia sobre el nivel del agua de esos mares ? Ya sabemos que, en otro tiempo, estos han tenido un nivel mucho más elevado que el actual, y que en las edades pasadas el monto de las lluvias de sus cuencas debe haber sido mucho mayor. ¿Cómo ha llegado á agotarse esa fuente de vapores? ¿Qué es lo que ha podido disminuir tan considerablemente sus lluvias? Estas han podido disminuir por varias causas conjuntas, como siempre sucede, no por una sola. La disminucion puede provenir: 4? de la sostitucion de una superficie acuática, por otra de tierra seca, cual ha podido ser en el caso presente, el solevantamiento de la árida península arábiga antes una fértil isla del mar Indizo, lo cual ha debido disminuir con mucho el monto de vapores suministrados por el océano en esa direc- cion; 2 la cantidad de vapores precipitados en la cuenca hidrográfi- FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 499 ca de esos mares, ha podido disminuir además, por la interposicion en la zona ó camino de los vientos que dan la vuelta al globo, de una al- ta cordillera nevada, entre los océanos que anteriormente proveían de vapores á esas cuencas. Una cadena de evidencias que sería difícil hacer 4 un lado, queda ya espuesta, cuando hemos demostrado que los vapores que proveen de lluyias á las regiones extra-tropicales del norte, vienen de las regiones de los vientos alisios del hemisforio me- ridional. Ahora ensayaremos el modo de trazar el camino de estos vientos alisios del sudeste del hemisferio sud, al hemisferio norte. Los vien— tos alisios del sudeste, con su carga de vapores, poca ó mucha, toman despues de e:evarse en la region de las calmas ecuatoriales, la direc- cion del nordeste; ellos continúan soplando en las altas regiones del aire en esa direccion, hasta atravesar el trópico de Cáncer. Los luga- res de menor lluvia, por consiguiente, entre este trópico y el polo, de- ben ser precisamente esos lugares que dependen para sus lluvias, del vapor que conducen los vientos que soplan sobre los vientos alisios del sudeste, que Africa y América conducen. Ahora bien, si podemos trazar la direccion de los vientos al través de las regiones extra- tropicales del hemisferio norte, podremos identificar la marcha de es- tos vientos de los Andes por la eliminacion delas nubes, porque la zo- na de direccion de los vientos que dependen para su humedad de fuentes de vapores tales como las tierras secas de Sud-América cen- tral y Africa, no puede estenderse sobre países bien regados. Es un hecho notable que los países en las regiones extra-tropitales del nor- te, que se hallan situados al nordeste y al sudeste de los vientos ali- sios del sud de Africa y América, el que esos países sobre los cuales la teoría científica supone que esos vientos corren, incluyen tudos los grandes desiertos de Asia, y los distritos de menor precipitacion en Europa. Una línea tirada de las islas Galapagos, que pase por Floren- cia en Italia, otra de la embocadura del Amazonas, que pase por Ale- po en Siria (véase lám. 248), marcaría, pasando por el trópico de Cán- cer, sobre la superficie de la tierra la direccion ó camino de estos vien- tos, esto es, el país de sotavento, que como una consecuencia del sis— tema establecido de circulacion atmosférica, debe hallarse más esca- samente dotado de lluvias. Ahora bien, la carta hictográfica de Euro- pa, en los mejores y más modernos «atlas físicos », colocan la region de menos precipitacion, esto es, la más seca, entre esas dos líneas. Ahora bien, parece que la naturaleza, como para compensar estas tierras de sotavento de la desolacion de sus desiertos, ha estacionido 500 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en esa direccion una sucesion de mares interiores para servirles como. reservas de su provision de humedad indispensable. Allí se encuentra el Mediterráneo, con sus brazos, el mar Cáspio y el mar de Aral, to- dos los cuales se hallan situados exactamente en esa direccion, como siesas sábanas de agua estuviesen destinadas en el gran sistema de distribucion acuosa, 4 suplir con nuevos vapores vientos que ya se habían despejado de los suyos, al formar el Amazonas y el Orinoco. Ahora bien, no hay cómo dudar del levantamiento comparativamen- te reciente del continente de Sud-América, en vista de que las cres- tas de los Andes se hallan cubiertas de despojos marinos, tan próxi- mos comola edad terciaria(Leopoldo de Busch ha constatado la exis= tencia en la cima de los Andes argentinos, de despojos fósiles perte- necientes á la capas cretáceo-eocenos y ceocenas bien caracterizadas por el Exogvra Caulont, el Trigoma Costata y el Ammonitis Baplex). En consecuencia, cuando esos depósitos se formaron y que este conti- neute se hallaba sumergido en la edad secundaria y terciaria, admi- tiendo que contemporáneamente los contornos generales del conti- nente europeo fuesen los mismos que hoy, si entónces, la circulacion de los vientos y los vapores en nuestro globo era la misma que actual- mente, la cantidad de vapores conducidos por esos vientos no podía ser la misma que hoy, y los climas de esa parte del viejo continente que se halla á sotavento de esas montañas, no podían estar tan des- provistos de humedad como se hallan hoy. Cuando el mar cubra Sud- América, Ó por lo menos, sus cordilleras, casi todos los vapores que hoy se precipitan sobre las vertientes de la inmensa hoya del Amazonas eran transportados al viejo continente por los vientos, distribuyendo con abundancia las lluvias en los países situados dentro de esa zona, hoy tan árida. Hé ahí, pues, de dónde han podido venir las mayores aguas y el más alto nivel que muestran haber tenido anteriormente las cuencas de mar Muerto y del Cáspio. Se ve, pues, por todo lo espuesto, cómo los climas de un hemisferio pueden depender de la disposicion y surgimiento de las tierras en el otro, y del curso que esta disposicion imprime, no solo á la direccion de los vientos, sinó á su naturaleza más húmeda y más seca. Se ve pues, cuán bien distribuidos se hallan los arreglos que presiden al funcionamiento de la gran circulacion acuosa y atmosférica de nues- tro planeta. Volviendo ahora al hecho del modo de accion geológica de los vientos, es evidente que una vez los alisios del sudeste despoja- dos de su humedad por los continentes surgidos de Sud-América y Africa, la provision de agua en la cuenca del mar Cáspio y del mar FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 501 Muerto han debido disminuir de un golpe, si el surgimiento de esas tierras y cordilleras fué instantáneo, y paulatinamente si su elevacion fué solo gradual. Las lluvias disminuidas, los tributarios se hicieron de caudalosos, insignificantes, Ó se sacaron del todo. El mar Caspio y el mar Muerto descendieron poco á poco á su nivel actual, lo mismo que el mar Rojo y el Mediterráneo, formándose los desiertos áridos de Africa y Arabia, y estableciéndose el equilibrio actual de tierra, agua y sequedad, indispensable despues de la contraccion de la super- ficie marina. El lago de Tadjura se halla hoy en vía de fijarse en un equilibrio análogo. En conexion con el mar Muerto, se presenta un canal por el cual el lago se desaguaba primitivamente en el mar, for- mando hoy un desaguadero en seco, como está sucediendo entre noso- tros con el desaguadero de los lagos enyanos de Guanacache. Mas la superficie del lago indicado ha descencido á la fecha más de 500 piés más abajo del nivel del mar, y sus aguas, como acontece con los lagos cerrados, se salan cada vez más. Se ve, pues, quela atmósfera, esto es, sus vientos ó corrientes, contribuyen tanto á la modificacion geológi- ca del suelo de los continentes, como las aguas del mar ó los agentes Ígneos interiores del globo. Ya hemos hablado en otra parte respecto al orígen de esa modifica- cion de los vientos alisios llamados monzones en la India y en la Aus- tralasia; demostrando que ellos no son otra cosa que vientos alisios deflectados. Cuando en determinadas estaciones del año, un alisio es apartado de su curso regular, como ser de un punto de la brújula, á otro, es mirado como monzon. Los monzones Atlánticos de Africa, los monzones del golfo de Méjico, y dela América Central sobre el Pací- fico, son en su mayor parte formados de los vientos alisios, que son deflectados ú obligados á retroceder para restablecer el equilibrio perturbado por los desiertos recalentados de Africa, Utah, Texas, y Nuevo Méjico. Estos vientos, que llevan su combustible consigo en forma de vapor, tienen además su equilibrio perturbado por el calor que es puesto en libertad, al condensarse el vapor. Así, con respecto á los monzones del noroeste y del sudoeste en el Océano Indico, por ejemplo : se ejerce una fuerza sobre los alisios del nordeste de ese mar, por la perturbacion que e! calor del estío crea en la atmósfera, sobre los llanos interiores del Asia, que es más que suficiente para neutralizar las fuerzas que hacen soplar estos vientos como alisios, detiénelos y los hace volver para atrás, pero sino fuese por las condi- ciones peculiares de las tierras inmediatas al océano, los que hoy se llaman monzones del nordeste soplarían todo el año, no habría en- 5092 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tónces monzones del sudoeste, y siendo perpétuos los vientos del nor- deste, quedarían reducidos todo el año á meros vientos alisios. Es en la India y sus mares donde el fenómeno de los monzones se desarrolla en mayor escala. listos notables y célebres vientos soplan sobre toda la espansion de agnas setentrionales, situadas entre el Afri- ca y las islas Filipinas. En toda esta espansion, los vientos que son conocidos en otras partes como los alisios del nordeste, son aquí lla- mados monzones del nordeste, porque en vez de soplar de esa direc- cion durante los doce meses del año, solo sopla seis meses. Durante los otros seis meses son obligados á volverse para atrás, como quien dice, pues en vez de soplar en la direccion del Ecuador, soplan en un sentido opuesto, y en vez de alisios del nordeste, se convierten en imonzones del sudoeste. Los vientos alisios, sabemos, soplan hácia el Ecuador atraidos por las bajas presiones de la zona de calmas de esa region; pero cuando llega 4 producirse, como en el caso de los monzo— nes del sudoeste, una zona de más bajas presiones en la direccion opuesta, como sucede en las regiones del norte de la India, entónces el viento sopla en esa direccion opuesta, en virtud de la ley que fuer- za álas columnas atmosféricas en la direccion de las más bajas pre- siones, para restablecer el equilibrio. La influencia externa ejercida sobre los vientos sin lluvia por los desiertos de Africa y los llanos recalentados de Asia, se hace sentir en el mar hasta 1000 millas ó más. Así, aunque los desiertos de Gobi y las ardientes llanuras del Asia, se hallan en sua mayor parte al norte ue la latitud de los 30%, su influencia auxiliar de los monzones se siente hasta el Ecuador (véase lám. 249). Lo mismo sucede con el gran desierto del Sahara y los monzones africanos del Atlántico ; lo mismo igualmente con el país de Salt-Lake y los monzones mejica- nos de un lado, y con los de la América Central sobre el Pacífico, del otro. La influencia de los desiertos de la Arabia se siente en los vien- tos no solo de la Turquía, sinó del Austria y otras partes de la Euro- pa. Lo mismo sucede con las islas, tales como las de la Sociedad y Sandwich, las cuales se alzan remotas de los continentes, y ejercen no obstante un singular y marcado efecto sobre los vientos. Ellas im- terceptan á los alisios á menudo y los hacen volverse. En ambos gru- pos, los vientos ecuatoriales y del oeste son comunes en el invierno austral. Algunos hidrógrafos han llegado hasta considerar estos vien tos oestes de las islas de la Sociedad, como una estension de los mon- zones del Océano Indico. Es además una cosa curiosa, la influencia que tienen en la region de los vientos alisios en el Pacífico, las islas FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 903 - de Coral. En todas ellas el navegante mira aglomeraciones magnifi- cas de cúmulos, dispuestos de la manera más fantástica que es posi- ble imaginarse en las masas de nubes, y esto, no solo en la cresta de las colinas, sinó hasta sobre los menores arrecifes de los trópicos, sir- viendo como boyas ó señales para marcar los peligros de la navega- cion. Cuando se condensan en lluvia, se semejan á una esponja aérea comprimida por una mano invisible. En tiempo de invierno y durante el monzon del nordeste, hay una zona de calmas que se estiende al través de tudo el Océano Pacífico entrelos 92 y 10? de latitud (véase fig. 249). Esta zona que se estien- de tambien al mar Índico de un lado y al Atlántico del otro, es la de. los monzones de invierno. Esta zona de sub-monzones, considerando su gran estension y su pequeño ancho, es uno de los más notables fe- nómenos de la meteorología marítima. Ella tiene lugar entre Marzo y Agosto. Los monzones del nordeste de la Australia vienen de esta zona; allí se ensanchan, pues estos vientos se estienden hasta muy lejos en la costa occidental de ese continente. Los archipiélagos ma- layos y australianos presentan una complicacion de monzones y sub-monzones prodigiosa. Las brisas de mar y tierra la imparten ras- gos peculiares en muchos parages, con especial hácia el cambio de los monzones. XIV GALAXIA MARÍTIMA. — CLIMATOLOGÍA DEL OCÉANO. — LOS CLIMAS EURO= PEOS, INFLUENCIADOS POR LAS LÍNEAS LITORALES DE SUD-AMÉRICA. — LAS CORRIENTES ATLANTICAS Y CLIMAS DE SUD-AMÉRICA. — LOS MARES EN LA ECONOMIA DEL GLOBO. Los navegantes aseguran que existe una galaxia en el océano, cu- yas aguas desparraman vapor y centellas fosforescentes, resplande- ciendo con vida é incipientes organismos, al fluir al través del Atlán- tico. Las líneas isotermas que las cartas marítimas termales nos presentan (véaselám. 226) ofrecen al navegante y al filósofo muchos interesantes y valiosos datos tocantes á la circulacion de las aguas oceánicas, «incluso el fenómeno de sus corrientes frias y calientes ». 504 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esas líneas nos descubren una marea termal en el océano, con flujos y reflujos, pero solo una vez por año. Tambien proyectan luz sobre la climatología del mar,sobre sus peculiaridades hictiográficas y las con- diciones climatéricas de las diversas regiones de la tierra. Ellas mues- tran tambien que el perfil de la líuea costera de la América inter- tropical, ayuda á dar espresion al suave clima de la Europa meri- dional. Tambien ayudan nuestros conocimientos respecto al Gulf Stream, señalándonos igualmente la direccion de la Vía Lactea Maritr- ma á que hemos hecho referencia. En esta galaxia acuosa se encuen- tran los enjambres y nebulosas estelares del océano, que tachonan y adornan ese camino real de las naves del mundo, en su viaje entre el Viejo y el Nuevo Mundo; y esas líneas ayudan á demarcar para el na- vegante los límites de esa vía Apia oceánica. Esas cartas muestran que esta galaxia tiene un movimiento vibratorio en el mar, que repre- senta al espíritu las graciosas ondulaciones de un penacho que flota al soplo de la brisa. Por lo demás, al tratar de la climatología del océano no hay que olvidar el estraño contraste que se observa entre los climas oceánicos y los terrestres. Así, por ejemplo, en tierra, Febrero y Agosto son en uno y otro hemisferio alternativamente los más frios y cálidos meses del año, mientras que para los habitantes del mar, los estremos anua- les de frio y calor ocurren en los meses de Marzo y Setiembre, esto es, en los equinoccios. En tierra seca, pasado el invierno, las partes sólidas de la tierra continúan recibiendo del sol más calor de día que el que pueden radiar en la noche, y por consiguiente hay una acumu- lacion de calórico que continúa aumentando hasta Agosto. El estío se presenta entónces en su culmen, porque con el final de este mes las partes sólidas de la corteza terrestre y la atmósfera superior comien- zan á desprenderse de su calor con más rapidez que puede ser reno- vado por el calor solar, y por consiguiente el clima que regulan se ha- ce cada vez más frio hasta llegar al corazon del invierno. Pero en el mar, una disposicion diferente prevalece. Sus aguas son el almacen ú despensa en que el surplus de calor del estío, es almacenado contra la severidad del invierno; y sus aguas continúan calentándose durante un mes despues que el tiempo en ¡a ribera ha comenzado á enfriarse. Esto produce la más alta temperatura del mar en Marzo, la más baja en Setiembre, ó vice-versa en el. otro hemisferio. La lámina 226, se- ñala los estremos del calor y frio á que las aguas, no los hielos del mar, se hallan sujetos anualmente, y por consiguiente las isotermas de 40, 50%, 60%, 70? y 80? Fahr., han sido tiradas para Marzo y Se- a FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 905 tiembre, los meses de un estremo calor y de un estremo frio para los habitantes del «grande abismo ». Habiendo, como se ha observado, más precipitacion en las altas que en las bajas latitudes en el mar, se tienen naturalmente más nubes, y por consiguiente, se necesita más tiempo para que el sol, con sus débiles rayos, levante la temperatura del agua fria que desde Marzo á Julio ha llevado la isoterma de 60? Fahr. de la latitud de los 56? hasta el paralelo de los 40?, que el que precisan estas frias corrientes para transportarlo. Despues que el movimiento meridional de la iso- terma de los 60? ha sido detenido en Junio por el frio, y despues que las fuentes de la corriente que la ha traido han sido inmovilizadas por los hielos, detiénese en las largas noches del invierno setentrio- nal, y apenas ha comenzado su retorno, cuando el sol vuelve á atrave- sar el Ecuador, con creciente poder en lo que respecta á intensidad y duracion. Así, al estudiar la hidrografía física del mar, tenemos tambien que tomar conocimiento de su actinometría, porque ella nos hará conocer los efectos del dia y de la noche, de las nubes y de la luz del sol, sobre sus corrientes y sus climas, bellamente desarrolladas. Estos efectos se hallan modificados por las operaciones de ciertos po= derosos agentes que residen en tierra. Si ahora marchamos hácia el Ecuador, podemos inferir por otro lado que la temperatura atmosfé- rica media para los paralelos entre los cuales la isoterma de los SO? Fabr. fluctúa, es inferior 480”, cuando menos para los 9 meses de su lento movimiento. Este movimiento vibratorio sugiere la idea de que existe probablemente en alguna region del hemisferio norte, por ejem- plo, entre la isoterma de los 60? en Enero, una línea ó zona de in- variable temperatura, la cual se estiende sobre la superficie del océa- no de un costado del Atlántico al otro. Esta zona Ó banda puede te- ner tambien sus ciclos, pero son probablemente de un período largo é incierto La observacion ha demostrado, además, que la mitad occidental del Atlántico es más calvente que la mitad orrental. Este hecho ha sido perfectamente demostrado por los descubrimientos á que las cartas de los vientos y de las corrientes han conducido. Ahora bien, ese mayor calor de la mitad occidental del Atlántico es debido no tanto al Gulf Stream en el norte, sinó más bien al gran caldero ecuatorial situado al oeste de la longitud de los 35%, y al norte del cabo San Roque en el Brasil. El más bajo alcance de la isotermade los SO” para Setiem- bre, sise esceptúa la notable flexura ecuatorial (véase lám. 226) que se estiende de los 40? grados norte de la línea, hasta el oeste del meri- 506 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA diano del cabo San Roque, se halla en su más alto alcance al este de dicho meridiano. Tal es el hecho. Sus consecuencias no son menos admirables. El cabo de San Roque se halla en los 5230” de latitud sud. Ahora, si estudiamos la configuracion del continente Sud-Ameri- cano desde este cabo hasta las islas de Barlovento en las Antillas, to- mando tambien en consideracion las condiciones físicas de esas regio- nes: el Amazonas siempre en una elevada temperatura, no solo por hallarse bajo los fuegos de la zona equinoccial, sinó por correr del oeste al este, vierte un inmenso raudal de aguas calientes en esa par- te del océano. Lo mismo sucede con el Orinoco. Como estas aguas y el calor del sol elevan la temperatura del océano á lo largo del frente ecuatorial de esta costa, no hay escape para el elemento líquido, á medida que se calienta y aligera, si noes en la direccion del norte. En efecto, el continente qué se proyecta en panza al oeste por la parte sud, impide que las aguas tépidas de los caudalosos rios equi nocciales se estiendan en esa direccion, como lo hacen al este del me- ridiano occidental de los 35”, porque allí existe un espacio del ancho de unos 18” de longitud, en que el mar se halla despejado tanto al norte como al sud: tienen pues forzosamente quecorrer al norte. Una mera inspeccion de la lámina hace conocer que las aguas calientes que se hallan al este de los límites asignados al Gulf-Stream, y entre los paralelos de los 30 y 40 latitud norte, no vienen del Gulf-Stream, sinó del gran caldero ecuatorial que el cabo San Roque rodea del lado sud, y el cual lanza sus aguas recalentadas en la direccion del parale- lo de los 30” de latitud norte, no por el intermedio del mar Caribe y del Gulf-Stream, sinó sobre la ancha superficie que presenta el seno del Océano Atlántico. Hé aquí, pues, esplicada, independientemente del Gulf-Stream, que parece escapar á los últimos esperimentos he- chos y de que hemos dado cuenta en otro capítulo, la alta temperatu- ra de los vientos y las aguas que corren suavemente en derivada, en la direccion de la Europa occidental. ls esta enorme mole de aguas calientes que insensiblemente ha establecido su circulacion en torno del mar de Sargaso oceánico, el que da su elevada temperatura á los vientos y mares que bañan las riberas de la Europa occidental, en cuya direccion tiene lugar ese gran movimiento circulatorio oceánico y aéreo. Pero hay otro hecho digno de toda observacion, y el cual muestra un equilibrio inteligente establecido en el movimiento circulatorio, no solo de las aguas y de los vientos, sinó de las temperaturas. (reneral- mente el costado más caliente de los océanos y las más frias riberas FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 507 de los continentes, se presentan en justaposicion. En los océanos, es ceneralmente el costado oeste el que presenta aguas mas calientes; todo lo contrario de los continentes, cuyas riberas orientales son siempre las más cálidas. Así el gran flujo marino de aguas calientes se hallaen el Pacífico norte, en la «Corriente Negra » del Japon, que baña las riberas asiáticas más frías, en el Pacífico sud, las aguas calientes de la deriva polinésiana, van á bañar las costas australia- nas. Opuestas á esas corrientes cálidas occidentales del Pacífico, se presentan la corriente de Humboldt en un hemisferio, y la corriente californiana en el otro, ambas corrientes frías, que bañan juntamen- te las costas más calientes, como las corrientes occidentales cálidas, bañan las costas asiáticas y australianas más frias. En el Océano In- dico meridional, las aguas calientes corren por las costas del Mozam- bique en el costado africano, y la deriva fria sobre el costado austra- liano; y en el Atlántico sud, la lámina'226 prueba, paralelo por para- lelo, que las aguas litorales de] Brasil son muchos grados más calien- tes que las del costado africano. Así en la mayoría de los litorales, las condiciones climatéricas entre el mar y la tierra se hallan reversadas, porque las aguas más frias del océano, pasan por las costas más ca- lientes; y vice-versa, las aguas más calientes, por las costas más frias. Los vientos que acompañan las corrientes y derivas cálidas, atem- peran los climas de las regiones sobre las cuales soplan, no tanto por el calor sensible que conducen, como por el calor latente que ponen en libertad, al condensarse los vapores de que las aguas calientes los han cargado. En efecto, son los vapores de las aguas y vientos ca— lientes, que bañan las riberas de las islas Británicas y de la Europa occidental, los que condensados incesantemente en esas regiones, des- prenden suficiente calor, no solo para suavizar el clima, sinó para ra- refacer el aire hasta una estension tal, que se hace sentir en las pre- siones barométricas medias. Así, en el juego de esa circulacion admirable, que acabamos de se— ñalar, vemos á los climas europeos, influenciados por las líneas lvto- rales del Brasil. La lámina 226 nos revela en efecto, el hecho de que las relaciones entre las líneas costeras de Sud-América y la Europa occidental, son de la naturaleza más íntima. La barrera que la barri- ga avanzada del continente meridional opone para que las aguas Ca- lientes delos mares equinocciales se escapen en la direccion del sud, forzándolas á correr desde el caldero ecuatorial de San Roque, hácia el norte y nordeste, hace que estas aguas calientes al acercarse el in- viéerno europeo en Setiembre, calienten por movimiento ó por convee- 508 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cion, como lo sostiene Tindall, la mitad occidental del Océano Atlán- tico, cubriéndolo hasta más allá del paralelo de los 40 norte, con un manto de calor superior al calor estival, el cual se sostiene tanto más, cuanto los vientos otoñales de esa estacion, son tambien del oeste y del sudoeste, esto es, tibios y cargados de vapores; los cuales lejos de arrebatar calor á esas regiones, añaden por el contrario, nuevos gra- dos de él. Tal cosa no sucedería en efecto, si la conformacion de las costas de Sud-América no forzase á las aguas equinocciales á correr en direccion opuesta á su centro natural de atraccion, el polo sud, produciendo una especie de monzon marítimo, formado de una cor- riente de aguas calientes, en beneficio de la Europa occidental. Al atemperar en invierno los climas europeos, con el calor atesorado en las aguas y vientos del océano equinoccial, durante el estío boreal, esos vientos y corrientes vienen á desempeñar una funcion regulado- ra, distribuyendo el calor en el momento oportuno, en el frio invier— no, y retirándolo, como se va á ver, en el momento oportuno, á la llegada de los calores estivales. En efecto, en Marzo, cuando los frios invernales han partido ó co- mienzan á retirarse del occidente europeo, del munde boreal, las aguas del caldero, calentadas por los rayos solares en el estío anterior, y que durante el otoño han calentado el océano y los vientos que bañan las costas europeas, llegan á enfriarse. El caldero de San Roque, sin el fuego solar necesario, cesa en su actividad y retiene sus envíos de aguas cálidas; y las aguas antes calientes del Atlántico, privadas de su calor por la ausencia del sol y los soplos helados del norte, predo- minantes en la estacion invernal; privados de su calor empleado en atemperar el clima invernal, de otro modo crudo de esas regiones, re- traen naturalmente sus límites. De ahí el que algunos que estudian el Atlántico norte en esa estacion, hayan negado las influencias calorí- ficas que él ejerce en las aguas de la Europa occidental, y hasta su existencia. En efecto, en esa época, en la primavera: boreal, debe de= saparecer, como un rio que se seca en la estacion sin lluvias, absorbi- das y como sofocadas por una invasion de aguas frias del norte. La superficie de aguas calientes que en Setiembre se estendía sobre la mitad occidental del Atlántico, desde el Ecuador hasta más arriba del paralelo de los 40” norte, ó mejor puede decirse, hasta la Laponia é Iceland, puesto que las aguas calientes del Gulf-Stream se estienden hasta allí; esas aguas que impartían á esa inmensa área una tempe- ratura de 80” Fahr. (28? cent.), no se presentan ya, al llegar la pri- mavera, más allá de los 8 norte. La isoterma de los 80 en Marzo, A SI RE FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 509 despues de abandonar el mar Caribe, corre paralela con la costa sud- americana hácia el cabo de San Roque, manteniéndose de 8” á 100 de él. Por consiguiente, el calor enviado á Europa, que es el inverná- culo de este caldero, cesa en Marzo, cuando el sol calienta enese he- misferio y que no hace falta. El sol, en efecto, en ese mes, atraviesa la línea y va d llevar nuevo calor y nueva vida anual «ul hemisferio bo- real. Con esto se inicia tambien el calentamiento del caldero que debe enviar nuevas correntadas de agua y vapor caliente á Europa, al ini- ciarse el nuevoinvierno. Entónces recomienza tambien una nueva elevacion de la temperatura europea, no por corrientes de agua ó de aire calentado, sinó por la accion directa de los rayos del sol, el cual llega á modificar de nuevo el clima, produciendo el estío de las re- giones boreales atlánticas. La tierra recibe directamente los rayos del sol, pero en vez de conservar su calor en reserva, como el agua, los trasmite inme diatamente al aire. En estos momentos, la adicion de las aguas y vientos calientes no solo sería inútil, sinó perjudicial. El calderon, que recien comienza á funcionar con el nuevo calor, las mantiene en reserva hasta la llegada de la estacion oportuna, es de- cir, en los meses que dura la ausencia del sol en el otro hemisferio. Pero no es esto todo. Esa maquinaria de admirable circulacion, no se detiene, como hemos visto, y abarca nuestro planeta entero. La estremidad austral de la América Meridional, privada por la dispo- sicion de sus riberas setentrionales, de las aguas calientes que le corresponden, ¿ quedará entregada á los rigores de un eterno frío, solo atemperado por la accion de los rayos directos del sul? De ningun modo ; ella tendrá tambien su parte en la accion calefaciente de las aguas equinocciales; pero no ya del calderon de San Roque, ocupado en proveer de calor las costas Norte-Americanas y Europeas ; sinó de otro calderon establecido en los mares equinocciales, sobre las riberas opuestas del continente africano. En efecto, las aguas calientes del Golfo de Guinea, que es el calderon aludido, vienen á bañar y ca- lentar las costas de la Patagonia austral. En efecto, los viageros han hecho notar el suave clima de las Islas Malvinas y de esa parte de la Patagonia donde alcanzan estas corrientes cálidas. Así, pues, las temperaturas de las altas latitudes meridionales, difiere mucho de las mismas latitudes en el hemisferio norte del mismo continente. En las latitudes meridionales, no se hacen sentir en efecto, los grandes estremos de calor y de frio. New Port, por ejemplo, en Rhode-Island, en la latitud de los 41% norte y longitud 71% oeste; y Carmen de Patagones, sobre el Rio Negro, en los 41” de latitud sud y 63% de 510 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA longitud oeste, presentan las condiciones climatéricas más diver- sas. En New Port hay que estabular al ganado y alimentarle con pasto segado en invierno, porque la tierra se presenta cubierta de nieves y hielos durante los seis meses del invierno; mientras en el Rio Negro no solo se cultiva y madura la vid, sinó que los ganados pastan al aire libre en la campaña, con abundantes pastos durante todo el año, sin necesidad de estabularlos. En las Islas Malvinas, en los 52 de latitud sud, multitud de ganados, vacas, ovejas y caballos, pastan libremente al gran aire durante todo el año; mientras que en esa misma latitud, en la estremidad norte de la Isla de Terranova, en el otro hemisferio, y en el continente vecino, no solo no pastan los ganados al aire libre, sinó durante nueve meses del año, el agua y la tierra se encuentran aprisionados entre los hielos. Lo que pro- duce este hecho tan extraordinario de temperatura en el hemisferio del frío, no es otra cosa que la corriente ecuatorial de agua y aire caliente, que se desprende del calderon del Golfo de Guinea en la direc- cion de las costas patagónicas, Ó mejor de las Malvinas, corriendo paralela con la corriente costera fria patagónica y dándole calor; á lo cual se añade el calor puesto en libertad durante-las constantes llu- vias de la costa occidental, y el cual pasando sobre los Andes muy bajos en esa region, lleva el clima de las Carolinas álas Islas Mal- vinas, y el de Irlanda, á las costas chilenas en esa misma latitud. La flora y la fauna del mar, sus olas y sus mareas, sus corrientes y sus sales que hemos estudiado, todo lo hemos hallado de la mayor utilidad y belleza para los habitantes de nuestro globo. Mas por inte- resantes y maravillosos que estus fenómenos sean individualmente, ellos no son tan asombrosos como las funciones que con su auxilio, el mar realiza en la economía física de nuestro planeta. Bajo este aspecto, el mar con sus insectos, sus sales y sus vapores es una má- quina de la más bella construccion. Sus facultades son vastas, múl- tiples y variadas; es tan estable y eficaz en su obra, que nada puede paralizarla, y sin embargo, sus comvensaciones son tan delicadas que las tareas de mantenerlas se hallan confiadas como hemos visto, á los más imperceptibles de sus habitantes, y á agentes al parecer, los más insigniticantes y sútiles. Ellos conservan sus armonías, en belleza y sublimidad de efecto, hasta el grado de disputarlas con la gloria de los cielos. Tomemos, por ejemplo, al pequeño y lindo Nau- tilo, una de las más antiguas familias del mar. Yo los he visto nave- gar en flotas por el Mar Rojo, por el Atlántico y por nuestros Cabos borrascosos del sud. ¿Dónde se dirijen en flotas tan innumerables, FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 511 con sus delicadas velas de púrpura desplegadas á la brisa ? Llegada al Cabo de las Tormentas, la flotilla se separa, una division dirijién- dose al Pacífico y otra manteniendo su marcha hácia el Atlántico. ¿Saben dónde van? ¿Tienen una misteriosa brújula que los dirija ? ¿Está cada una de esas flotas bien penetrada de su alta mision ? Ellas construyen, equipan y reparan durante su marcha: ellos no tienen tiempo que perder; la flota es imperecible; solo la vida indi- vidual es efímera. Ellos perecen, estos minúsculos «navios de guerra», uno tras otro; pero la misma vigilante providencia que los atiende mientras vivos, provee ásu sepultura despues de muertos. La concha inanimada, arrastrada á distantes mares por las contra corrientes inferiores, descienden como las hojas del otoño, de profundidad en profundidad, por un descenso insensible. En las edades futuras, el marino arrojará entre ellas su sonda, revelando al hombre los secretos senderos del mar; ó bien á la hora marcada en el reloj geológico por alguna convulsion de la naturaleza, será levantado en su tumba á la superficie, estendido por miriadas en un lecho de marga, destinado á componer y hacer fecundos desconocidos suelos. | Pero no solo la vida orgánica, no solo las corrientes tienen su mo- vimiento en el océano. Este mismo se mueve en masa por un movi- miento imperceptible que los ingleses llaman draft y que nosotros llamaremos deriva: y así debía ser, pues de otro modo sería la estag- nacion, la corrupcion, la muerte para los seres orgánicos que en él viven. Esta deriva es un movimiento de las aguas oceánicas que, aunque indudablemente uno de traslasion, él sin embargo uno monta hasta lo que los marinos llaman una corriente. Si se arrojase un flote, no en los 40 como lo han hecho el año pasado (1885) los tripulantes del Hrrondelle, sinó en el Ecuador mismo, aún sin entrar en ninguna corriente, en el transcurso del tiempo, él irá á parar á las barreras glaciales que circuyen los polos, de donde volvería de nueyo condu- cido por una corriente invisible, á las aguas tépidas de los trópicos. Este ejemplo pueda dar una idea de lo que es la deriva del mar, y por su curso indicaría el camino que las aguas de superficie del mar, siguen por los canales generales de circulacion, de ida y vuelta hasta los polos y de los polos al Ecuador. Pero esas inménsas masas de aguas calientes que se concentran en las regiones centrales del Pací- fico y del Océano Indíco, no solo se mueven en el sentido de la deriva, sinó tambien en el sentido de la fecundacion. Esas regiones son como el vientre, como la matriz del océano. En él, islas innumerables de coral surgen, y las perlas y el nácar se engendran por millones. 512 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA AMí, en fin, multitud de cosas vivientes, infinitas en número y va- riedad, surgen en cada hora. Con espacio suficiente para contener los cuatro continentes juntos y aún sobrando, las tépidas aguas de esa parte del Océano, pululan con nacientes organismos. Á veces son sus enjambres tan densos allí, que cambian en parages el color del mar, haciéndolo carmesí, castaño, negro ú blanco, segun los pro- pios matices de esos organismos. Estas manchas de aguas de color, se estienden á veces, con especial en el Océano Indico, hasta donde el ojo puede alcanzar, Por lo demás, hay motivos para cresr que existe una corriente de escape para las aguas calientes del Pacífico y del Océano Indico, en la direccion del sudoeste, la cual puede muy bien estenderse hasta . el Cabo de Hornos, haciendo el clima de las islas situadas en esa region tan templado, como lo esperimentó la Comision francesa que allí se estacionó en 1882 y de que hemos hablado en otra parte. He aquí lo que á este propósito dice el Capitan Grant, en un viaje prac- ticado por él de New-York á Australia: En la latitud de los 382 sud y 6 de longitud este, él halló el agua en los 56* Fahr. En seguida habiendo dirijido su curso un poco al sudeste, hasta el meridiano de los 41% este, en su intersección con el paralelo de los 42% sud, allí su termómetro de agua marcó 50?, pero entre estos dos lugares él se sostuvo en los 60% (15% cent.) alcanzando en el paralelo de los 399 los 73% de calor (22% cent.) Habrá pues en esa region una corriente, un poderoso «rio en el océano », de una estension de 1600 millas este á oeste, con agua en su medio 2937 Fahr, más elevada que en sus costados. ¡ Qué inmenso escape de calor del Océano Indíco, y qué encrme influjo de agua caliente en las regiones heladas del polo sud ! Esta corriente, como todas las corrientes del mar, no es siempre tan ancha ni tan caliente como el Capitan Grant la observó. En la lámi- na 297 se halla representada en sus dimensiones ordinarias medias. (Continuard.) KEVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI (Continuacion) « Buenos Aires, Junio 22 de 1876. « Señor Presidente de la Socredad Cientifica Argentina. « Tengo el honor de presentarle el dibujo, memoria y esplica— ciones del aparato denominado Carburador de Gas, que segun reso- lucion de la Comision Directiva de esa Sociedad se mandaba pre- sentar. « Despues de estudiar el aparato, ver los beneficios é inconve- mientes que pudieran resultar, pido á la Sociedad, que siendo la composicion química de mi esclusiva propiedad, tenga á bien guardar la mayor reserva, para los fines que me convengan. «El aparato carburador para la carburacion de gas hidrógeno, por medio de esencias minerales, que se componen exclusivamente de hidrógeno y de carbono, hace que la mezcla del hidrógeno puro con dichas esencias, entretenidas por este sistema de aparato, dé una luz tan buená como la del gas de hulla. « Este sistema de aparato, en combinacion con el gas de hulla, da las ventajas de ser la presion mucho más fuerte, á tal punto que para igualar la luz de los picos número 6, bastan con mi aparato que sean del número 2. « Medio litro de esta materia al estado gaseoso produce (1000) mil litros de gas ó sea un metro cúbico. Un metro cúbico de gas de hulla, pasando por este aparato, se satura de un litro de mate- ria, dando un conjunto de tres metros cúbicos, de cuyo resultado ANAL. SOC, CIENT. ARG. T. XXX 33 514 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA viene á producir un beneficio al consumidor de un treinta por ciento, más ó menos. « Para obtener el resultado antes espresado se necesita un apa- rato como el adjunto, el cual por su depósito alimentador man- tiene á nivel constante y mesurado la materia contenida en el car- burador. «Esplicaciones del diseño, vista interior y esterior. « A. La materia en el depósito. «B. La materia en el carburador. «€. Flotteur ó regulador de la materia que va del depósito al carburador. « D. Llave del tubo alimentador por donde pasa la materia del depósito al carburador. «E. Válvula que da paso á la materia. « F. El nivel de la materia en el carburador. «G. Caño de salida del gas del carburador. «H. Llave del caño por donde sale el gas para la alimentacion de los picos. «I. Caño de entrada del gas en el carburador. «J. La llave de dicho caño. «L. Piés ó sostenedores del depósito. «M. Caño alimentador, . «N. Nivel indicador del consumo y alimentacion. « P. Tapa de alimentacion del depósito ; faltando además la letra O, que es la llave del depósito por la cual el agua atrae las ¡mpu- rezas que contiene el gas de hulla. « De este modo se ve en todo su conjunto que el encuentro de los líquidos por su capilaridad mantienen al carburador á un nivel invariable. « Saludo al Señor Presidente, á quien Dios guarde muchos años. « En representacion de P. Auderut, « Armand Belmon. » He aquí ai informe de los iindes Puiggari y Arata sobre el aparato del Sr. Auderut. REVISTA DEL ARCHIVO 515 : e « De la descripcion ambigúa y lacónica que da el inventof ó su representante, se deduce que el proceder propuesto es el de la carburacion del gas hidrógeno ó del gas del alumbrado ordi- nario. «El aparato, segun lo hemos supuesto, pues la nota no lo dice, ha de ser colocado en la casa ó edificio que debe alumbrarse y es muy posible, que solo se aplique al gas del alumbrado público, pues nada habla de preparacion del gas hidrógeno, ni de ningun aparato que lo produzca para unirlo al carburador, cuyo dibujo acompaña. « Desde luego podemos afirmar que la idea no es nueva : todos los que han asistido á un curso de química saben que los carburos de hidrógeno volátiles; agregados al hidrógeno, comunican á este un poder luminoso que no posee por sí solo. Nos parece, pues, de- más y hasta pueril la indicación que se hace de guardar secreto sobre una cosa que todos conocen. « En cuanto á la carburacion de los gases que como el del alum- brado tienen carburos en su constitucion, tampoco es nueva la idea. La carburacion ha sido aplicada en varios procederes cono- cidos con los nombres de White, Leprince, Isorol, Baldamus, Grune, etc. . « Los carburos de hidrógeno que se emplean con este objeto son los carburos livianos de hulla, el éter de petróleo, la nafta, etc., cuerpos que por su volatilidad pasan al estado de vapor, y en este estado queman junto al gas con quese mezclan. El autor del invento no indica cual de ellos es el que emplea. « Estamos conformes en la parte á que se refiere sobre el mayor poder alumbrante, aunque no podríamos asegurar que es exacto el que le atribuye en las comparaciones que hace. «No hemos visto dibujo de ningun carburador semejante al que acompaña, y en esto pueda ser consista la novedad del in- vento. «Vemos, sin embargo, en este escena! un inconveniente que pue- de llegar hasta ser un peligro para su empleo. Se introduce en el domicilio mismo, en la casa en que se habita, cuerpos sumamentes peligrosos, que pueden ser orígen de incendios por si solos; y mezclados al gas dar lugar á esplosiones terribles, pues á la es- plosion se agrega la inflamacion de carburos todos sumamente combustibles. | « Nada más podemos agregar, á falta de una memoria descripti- 516. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA va á que se refiere la nota precedente ; los datos que ella'suministra son tan deficientes que ni traen una idea nueva en el principio, ni indicacion de empleo de ningun cuerpo nuevo. « Dios guarde al Señor Presidente, etc. < M. Puiggari. — Pedro N. Arata. « Buenos Aires, Julio 4 de 1876. » La Sociedad dió vista de este informe al interesado, Sr. Belmon, quien contestó con fecha 12 de Julio en una nota en que hacía al- gunas observaciones sobre el mismo, proponiendo á la comision ensayos prácticos que demostrasen las ventajas del aparato. El Sr. Belmon se espresaba así : «En virtud del informe dado por los señores de la comision nombrada al efecto, en el asunto Carburador, me permitiré hacer las observaciones que van más abajo. «Dicen los señores miembros informantes : . «1 De la descripcion ambigúa y lacónica que dá el inventor « á su representante, se deduce que el proceder propuesto es el « de la carburacion del gas hidrógeno y del gas, del alumbrado « ordinario. | « 22 El aparato, segun lo hemos supuesto, pues la nota no lo « dice, ha de ser colocado en la casa ó edificio que debe alumbrarse » y es muy posible que solo se aplique al gas del alumbrado pú- « blico, pues nada habla de preparacion del gas hidrógeno ni de « ningun aparato que le produzca para unirlo al carburador cuyo « dibujo acompaña. « 3% Desde luego podemos afirmar que la idea no es nueva; to- « dos los que han asistido á un curso de química saben que los « carburos de hidrógeno volátiles agregados al hidrógeno comu- « nican á este un poder luminoso que no posee por sí solo; nos « parece pues demás y hasta pueril la indicacion que se hace de « gardar secreto sobre una cosa que todos conocen. | «4 En cuanto á la carburacion de los gases que, como el del alum- - « brado, tienen ya carburos en su constitucion, tampoco no es nueva « la idea; la carburacion ha sido aplicada en varios procederes « conocidos con los nombres de White, Sprince, Bord, Baldman, « Grime, etc. : « 3% Los carburos de hidrógeno que.se emplean con este objeto $ REVISTA DEL ARCHIVO 517 « son los carburos livianos de hulla, el éter de petróleo, la nafta, « etc., cuerpos que por su volatilidad pasan al estado de vapor « y en este estado queman junto el gas con que se mezclan; el « autor del invento no indica cual de ellos es el que emplea. « 6” Estamos conformes sobre la parte á que se refiere sobre el « mayor poder alumbrante, aunque no podríamos asegurar que es « exacto el que le atribuye en las comparaciones que hace. « 7% No hemos visto dibujo de ningun carburador semejante al « que acompaña y en esto puede ser consista la novedad del in- « vento. « 8% Vemos, sin embargo, en este proceder un inconveniente « que puede llegar hasta ser un peligro para su empleo. Se intro- « duce en el domicilio mismo, en la casa en que se habita, cuerpos « sumamente peligrosos que pueden ser origen de incendios por « sí solos y mezclados al gas dar lugará esplosiones terribles, pues « ála esplosion se agrega la inflamacion de carburos, todos suma- « mente combustibles. « 9% Nada más podemos agregar á la falta de una memoria des- « erptiva á que se refiere la presente nota. Los datos que ella « suministra son tan deficientes que ni traen una idea nueva « en el principio, ni indicacion de empleo de ningun cuerpo « DUEvo. » -« Observaciones. — 1* El proceder propuesto es la saturacion de una tercera parte del gas de alumbrado ordinario con dos terceras partes de la materia que encierra el carburador, siendo dicha ma- teria de costo mucho menor que el gas; al mismo tiempo da una presion más fuerte y una luz siempre regularizada : da un bene- ficio al consumidor de un treinta por ciento, más Óó menos; « 2% El aparato, segun he dicho en la primer solicitud, puede adop- tarse á los gasómetros de administracion ó contadores de casas particulares, no haciendo mencion de ningun aparato para produ- cir el gas hidrógeno, reservándome para el momento de la prueba, mostrarles la facilidad que con un pequeño aparato se puede pro- veer de gas á una ciudad como Buenos Aires, sin necesidad del gas de carbon ; « 3" y 4% El inventor no pretende haber inventado la carbura- cion del gas hidrógeno, pero si el de haberlo regularizado por medio de su aparato, condicion que basta hoy no tiene ningun car- burador; 518 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «5% El carburo que se emplea con este objeto, es la nafta ; « 6% De la exactitud del poder alumbrante, al primer ensayo que se haga podrá convencerse de ello; « 7% Es exactamente donde consiste el invento, con la diferencia que en vez de carburador debería llamarse carburo-regulador ; « 8% Por los inconvenientes que, dicen los señores de la comision, pudieran haber y el peligro, no puede evitarse los escapes de gas ni los descuidos del consumidor; pero de ningun modo puede pro- venir del carburador, que por su buena construccion y no teniendo el consumidor que tocarlo más que para abrir ó cerrar la llave para el consumo ; siendo hecha su alimentacion por un empleado de la compañia ó sociedad que esplotare este sistema. « Siempre que sea el carburador colocado en casas particulares y siendo adoptado al gasómetro de la administracion, no necesi- tan las casas particulares más que un contador como el del gas ordinario. « No permitiéndome mis cortos conocimientos en la materia, ser más estenso por escrito, pido se sirvan designarme el dia y el punto donde pueda llevar el aparato, para que la comision nombrada al respecto pueda dar su informe con conocimiento de causa y ver si todo lo que espongo en mis esplicaciones es estrictamente exacto, pudiendo dar verbalmente todas las que exijan. » Aceptada por la Sociedad, la indicacion del Sr. Belmon, y á pro- posicion del mismo, se resolvió que la comision nombrada al efec- to presenciara dos ensayos del aparato Carburador. El primero con hidrógeno estraido del agua, en combinacion con la nafta del car- burador ; el segundo con gas de carbon, en combinacion con la misma sustancia. De estos dos ensayos daban cuenta los señores Puiggari y Arata en los siguientes términos : « Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. « Los que suscribimos hemos presenciado los dos experiencias á que se refiere la nota que precede. «La primera, practicada en el laboratorio químico de esta Uni- versidad, consistió en hacer arder en picos de diferentes números el gas hidrógeno, despues de pasar por el Carburador. La luz resul- tante era viva, si bien no se coraparó su intensidad con la del gas del alumbrado. j REVISTA DEL ARCHIVO 519 «La segunda experiencia fué practicada en el establecimiento del solicitante, Potosí 307, y consistió : 1% en comparar la intensidad de luz entre el gas del alumbrado solo, y la del mismo despues de pasar por el carburador; 2 comparar el consumo de gas en un tiempo dado entre el gas de alumbrado solo y el del mismo pasando por el carburador, á intensidad de luz aproximadamente igual. « Respecto al primer punto, creemos que realmente un pico nú- mero 2 con gas carburado, equivale á un pico número 6 con gas sin carburar.' « Respecto al segundo punto, observamos que dos picos de gas carburados á intensidad de luz aproximadamente igual á la de otros dos picos de gas sin carburar, consumieron un pié cúbico en 36 minutos, mientras que estos últimos lo consumieron en 9 */, mi- nulos. « No habiendo podido hacer observaciones prácticas sobre el con- sumo de la nafta por exigir más tiempo del que podemos disponer, pero ateniéndonos sobre el particular á los datos suministrados por “el interesado, creemos en vista de ellos y del buen resultado de las esperiencias indicadas, y dejando en pié las salvedades espuestas en nuestro primer informe, que el procedimiento sometido al cono- cimiento de la Sociedad Científica Argentina por D. A. Belmon en representacion de D. Filiberto Anderut, es digno de recomendacion y de apoyo. « Dios guarde al Sr. Presidente, etc. « Pedro N. Arata. — M. Puiggars. «Buenos Aires, Octubre 7 de 1876. » El anterior informe fué aprobado por la Junta Directiva, resol- viéndose publicarlo y dar copia autorizada del espediente á los ¡n- teresados. S X (Libro II del Archivo) N? 62. Carta del Dr. Juan M. Gutierrez al secretario Dr. Zeba- llos, haciendo una donacion de obras para la Biblioteca de la Socie- 590 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dad. (Fojas 712-714). — Se publicó en el tomo III de los Anales, página 62. N* 63. El palacio de los Porongos. Caverna conocida por « Pala- cio subterráneo de Porongos », Departamento de San José (República Oriental del Uruguay), por el sócio corresponsal D. Mario Isola. (Fojas 715-721). — Manuscrito original de nueve páginas. N* 64. Una nota del señor Zalewsky solicitando el concurso de la Sociedad para la Exposicion de Diarios, Libros Cientificos y Au- tógrafos en Praga. (Fojas 722-723). N* 65. Observaciones meteorológicas en Bahía Blanca, por Felipe Carontr. (Fojas 724-727).—Se publicaron en el tomo MM de los Ana- les, página 119. N* 66. Nikelarunita y Mspikel de San Luis. Memoria presentada, á la Sociedad Cientifica Argentina, por Miguel Purggars. (Fojas 728- 7133). Manuscrito original de nueve páginas; leida en la Asamblea del 15 de Mavo de 1876, y publicada en el tomo I de los Anales, páginas 339 y siguientes. N> 67. Corte geológico al norte de la Ciudad, por V. Balbin y J. Medici (con dos planos). (Fojas 734-738). — La comunicacion de los ingenieros Balbin y Medici á que acompaña el plano de un corte geológico en el túnel de toma de las nuevas obras de las aguas corrientes, se publicó en el tomo I de los Anales, página 261. N'* 68. Sobre las obras del Riachuelo. Parte de una memoria presentada al concurso de 1876. (Fojas 139-777). N* 69. Lista de los planos existentes en el departamento de Inge- meros de la Provincia. (Fojas 778-789). — Manuscrito de once pá- ginas. N* 70. Proyecto de concurso y esposiciones de la Socredad Cren- tifica Argentina, por Estanislao S. Zeballos. Informe de la comision. (Fojas 790-801). N* 74. Proyecto del Sr. Miguel Purggan sobre conferencias. Y lecturas. (Fojas 805-807). APRRIAA REVISTA DEL ARCHIVO 591 N* 72. Sócios honorarios y corresponsales en 1876. (Fojas 808- 824). — Durante este año se nombraron los siguientes sócios cor- responsales, de acuerdo con lo dispuesto en la seccion correspon- diente del reglamento : Sr. D. Juan Martin Leguizamon, en Salta. Dr. D. Luis Brackebuch, en Córdoba. Sr. D. Jorge Claras, en Bahia Blanca. Sr. Manuel Sanchez Nuñez, en Montevideo. Sr. Luis Jorge Fontana, en Villa Occidental (Chaco). Sr. J. Von Benede, en Lieja (Bélgica). Sr. D. John Lubbok, en Londres. Sr. D. Juan Bialet Massé, en Rioja. Sr. D. Felipe Caront1, en Bahia Blanca. Dr. D. Federico Schickendantz, en Catamarca. Sr. D. M. Max-Siewert, en Alemania. Sr. D. German Avé-Lallemant, en San Luis. Sr. Samuel Lafone y Quevedo, en Catamarca. Los documentos de presentaciones en forma, para estos señores - existen en el Archivo, come tambien los siguientes documentos, remitidos de los diversos puntos de residencia de los mismos, acep- tando los nombramientos hechos por la Asamblea : «Bahia Blanca, Mayo 22 de 1876.—Señor Presidente de la Socie- dad Cientifica Argentina. — He tenido la honra de recibir la nota de fecha 5 del corriente mes, con la que Vd. se ha servido remitir- me el diploma de Sócio Corresponsal de la distinguida Sociedad Científica Argentina que Vd. preside. « Agradeciendo sobremanera á esa ' Honorable Sociedad el alto honor que me ha dispensado, tendré el placer de presentar á Vd., en primera oportunidad algunos de mis humildes trabajos. «Me es grato presentar al señor Presidente la demostracion de mi mayor aprecio. — Felipe Caronta ». « Salta, Junio 5 de 1876. — Señor Don Pedro Pico, Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. — He tenido el honor de recibir la muy estimable nota que el señor Presidente se ha dignado dirijir- me con fecha 5 del próximo pasado, acompañándome el diploma de Sócio Corresponsal de esajHonorable Asociacion, el que me fué con- ferido en 23 de Marzo último, por acuerdo de la Comision Directiva. 5992 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « Gratísimo á la distincion que he recibido, haré todo esfuerzo para corresponder dignamente á ella, como ya tuve el gusto de espresar al señor Presidente en mi comunicacion de Febrero últi- mo. Con este propósito me permití dirijirle igualmente mi nota de Marzo 19, cuyo duplicado adjunto, á la que acompañé una peque- ña coleccion de objetos pertenecientes á los indígenas de una época ante-colombiana. « Este motivo me proporcionará la ocasion para saludar al señor Presidente, reiterándole al mismo tiempo las seguridades de mi más atenta y distinguida consideracion.—Juan Martín Leguizamon ». « Córdoba, Julio 3 de 1876. — Al señor Presidente de la Socredad Cientifica Argentina. — He recibido el diploma y carta de su refe rencia, fecha 9 del mes próximo pasado, por la que se me comunica haberme designado esa corporacion su Miembro Corresponsal. « Ruego al señor Presidente se sirva trasmitir á la Sociedad, mis más sinceras manifestaciones de gratitud, por tan honrosa dis- tinción. «Tendré el gusto de corresponder á ella, enviando en oportunidad minerales de los coleccionados en mi último viaje esploratorio por la Provincia de San Luis, y algunos datos relativos al Museo Mine- ralógico, bajo mi direccion. «Con tal motivo, saludo al señor Presidente, con particular apre- cio. — Dr. L. Brackebuch. » « Bahia Blanca, Junio 8 de 1876.—Al señor Presidente de la So- ciedad Crentifica Argentina. — He recibido su muy apreciada nota acompañada de un diploma de Sócio Corresponsal de la distinguida Sociedad que Vd. preside. Siento infinito no poder aceptar esa hon- rosa distincion. Mis ocupaciones no me han permitido cumplir hasta ahora con los deberes de sócio corresponsal de una Sociedad de Ciencias Naturales de Suiza. Si mal he podido cumplir con la única Sociedad á la cual pertenezco, menos lo podré con una se— gunda, cuyo idioma no poseo. Figurar como sócio ocioso sería más que ridículo. « Como Vd. conoce este partido, agregaré que desde que estoy establecido aquí, no he podido recorrer toda la cadena de las Sier— ras, y no puedo entrever, ni en el horizonte más lejano, el dia en que ese reconocimiento sea posible. Donde hay peligros y la ame- En A dd REVISTA DEL ARCHIVO 523 naza contínua por parte de los indios no hay estudios posibles; más que las noticias que he suministrado para el folleto de la Exposicion de Córdoba, no tengo otras. Además no existe mapa topográfico alguno de estas sierras, que sería la base de un estudio : iniciativa que pertenece al Gobierno. « En cuanto á las formaciones sedimentarias, he renunciado á seguirlas, desde que el Gobierno Provincial publicó el decreto que monopoliza el coleccionamiento y, por consiguiente, el estudio de los fósiles en favor y privilegio de una sola persona. « Despues de estas esplicaciones francas que yo debía dar, y que creo no podrán dar lugar á una falsa interpretacion, me quedo á la disposicion de Vd. y de la Sociedad que Vd. preside, para cual- quier informe ó noticia que pudiera desear sobre los puntos de la Provincia que he recorrido, si está en mi poder suministrarlas. Aprovecho esta oportunidad para saludar á Vd. con mi considera- cion más distinguida. —- Georges Claras ». « San Luis, Diciembre 29 de 1877. — Señor Presidente de la So- ciedad Cientifica Argentina. — He recibido su nota del 21 del cor- riente mes junto con el diploma de sócio corresponsal de la Socie- dad Científica que Vd. preside y la coleccion de los Anales de dicha Sociedad. e «Agradezco altamente, señor Presidente, el honor que se me ha dispensado inmerecidamente, y prometo poner á disposicion de la Sociedad Científica O mis esfuerzos débiles de aficionado á la ciencia. «Tengo el honor de saludar al señor Presidente atentamente. — G. Avé Lallemant. » Existe tambien una carta del señor Federico Schickendantz acep- tando el nombramiento de sócio corresponsal. Otros sócios corresponsales nombrados en este año fueron los se- ñores Rodolfo de Arteaga, Gualberto Mendez y Francisco Vidal en Montevideo, el Dr. Ladislao Netto, Director del Museo de Historia Natural en Rio Janeiro, y los señores Dr. Pedro Vizca y Mario Isola como miembros honorarios. Esto consta de los documentos si- guientes : 524 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Buenos Aires, Agosto de 1876. «Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. «Los estatutos de la Sociedad Científica Argentina admiten sócios honorarios y corresponsales en el estranjero. «Uno de los primordiales objetos que nuestra asociacion ha tenido en vista con ello, es ensanchar la esfera de sus relaciones á otros países cuyos adelantos y progresos en las ciencias nos interesa co- nocer, al mismo tiempo que llamar su atencion sobre los nuestros, procurando así por el comercio mútuo de las Ideas científicas, con- tribuir al progreso general de la ciencia. «Nuestra hermana la República Oriental, ligada con nosotros por los vínculos de la tradicion política, de los sacrificios politicos y de los grandes intereses comerciales que hacen á ambos pueblos soli- darios de su destino, cuenta en su seno aún hijos ilustres, de rele- vante mérito en las ciencias y que han alcanzado de los países de Europa, distinciones honoríficas con ellas. «En el mismo caso se halla el Brasil, cuyos anales científicos re- jistran el nombre de más de un modesto sábio. «Los que suscriben, pues, creen que ha llegado el momento de asociar el nombre de algunos de los hombres distinguidos en la ciencia con que cuenta cada uno de esos países, á los progresos vi- sibles ya de nuestra asociacion, cultivando relaciones científicas, que á la vez que hagan conocer y apreciar nuestros esfuerzos, nos tengan al corriente de los que se realizan en otros países, propen- diendo así á estimularlos recíprocamente. «Animados pues de estos loables propósitos, nos permitimos soli- citar de esta asociacion, los diplomas de sócios corresponsales para los ciudadanos orientales D. Rodolfu Arteaga, Dr. D. Gualberto Mendez y D. Francisco Vidal. «El primero de estos señores es ingeniero hidráulico y miembro del Instituto de Ingenieros Civiles de Lóndres, de la Sociedad Cien- tífica y Mecánica de Manchester y de la Sociedad Geológica de Lón- dres. «El segundo es un distinguido naturalista y profesor de Medicina presidente actualmente del Consejo de Higiene de la República del Uruguay. REVISTA DEL ARCHIVO 5925 «El tercero es tambien un distinguido alumno de la Facultad de Medicina de París. «Solicitamos tambien el mismo diploma para el ciudadano brasi- lero D. Uladislao Neto, notable naturalista y Director del Museo de Historia natural de Rio Janeiro. «Al mismo tiempo solicitamos los diplomas de miembros honora- rios para los ciudadanos orientales Dr. D. Pedro Visca y D. Maria- no Isola, discípulo de Nelaton y tercer interno por oposicion de los hospitales de Paris el primero, y distinguido químico el segundo, todos que reunen las condiciones que por nuestro reglamento se necesitan para ser acreedores á tan honrosa distincion. «Saludamos respetuosamente al señor Presidente á quien Dios guarde. | «A. Floro Costa. — Rafael Herrera Vegas. — Esta- nislao S. Zeballos. — M. Purggari. — Pedro N. Arata. —Cárlos Encma. —Cárlos Salas. — Fran- cisco Lavalle. — Lurs Salvegra. — F. P. Moreno. Comision Directiva. Setiembre 7 de 1876. « Aceptados. «Estanislao S. Zeballos . «Secretario.» (Continuará). MOVIMIENTO SOCIAL La Junta Directiva ha admitido en calidad de sócio activo al se= ñor Jaime Pidelaserra. Han sido donadas á la biblioteca de la Sociedad las obras si- guientes: Elementos de botánica, por Cárlos Berg. Contribucion al conocimento de los mamiferos fósules de la Repú- blica Argentina, por Florentino Ameghino. Trarté de electricité et de magnetisme, por A. Vaschy. Lecciones sobre acústica, por Manuel B. Bahía. Tambien se ha recibido de la Facultad de Agronomía y Veterina- ria de Buenos Aires, la coleccion de tésis aparecidas hasta la fecha y que fué solicitada por nota. En los primeros dias del mes corriente debe reunirse la seccion La Plata para proceder á la eleccion de nueva Junta Directiva. Se ha aceptado el cange con las Atti della R. Academia der Fasio- eritici de Siena. | La comision nombrada para aconsejar las reformas que deben introducirse al Reglamento de Construcciones ya se ha expedido; el informe debe tratarse en la primera asamblea que celebre la Sociedad, para en seguida ser remitido á la Intendencia. Tambien se ha expedido la comision nombrada para informar sobre el resultado de la visita efectuada por la Sociedad al Dock Sud. Dicko informe, una vez tomado en consideracion por la Junta Directiva, será pasado á la Redactora para su publicacion en los Anales. ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO 'TRIGÉSIMO AO RAT Los fundamentos de la geometría y el conocimiento del espacio por Jorge Du- Páginas Jardin zoológico de Buenos. Aires, por el Dr. D. Eduardo L. Holmberg...... 5 Las Unidades, por Mamuel B. Bahía (Continuacion) ..........cocccicnc cd 21 Determinacion de la latitud. de un lugar y del azimut de una línea sin usar más instrumento que un círculo azimutal, por E. Corti........ A 49 Hospital de la Bolsa, por los señores Juan A. Buschiazzo y Molémaca Su- E do a Ao Bo. e NI E E A eS 51 Homensertlamemona de D.Dedro blico. o la e 65 Revista del Archivo de la Sociedad Científica Argentina, por Marcial KR. Candioti. (Contra o O dad.oo ole dd 70 Movimiento social............. a cdi can ella e AA A A A 80 Las Unidades, por Mamuel E. Bahia (Continuacion)................. adela 81 - Revista del Archivo de la Sociedad Científica Argentina, por Marcial KE. Candioti. (CAMINAN A a el 115 Sobre la reduccion de las ecuaciones diferenciales en el problema de las perturba- ciones planetarias por el br. Federico Maft...........o.oooooccoo 136 MISCO a O o A 158 DETIMCIO QUA o do a e do A A Na 160 La Unidades, por Manuel E. Bahia (Continuacion) ......o...oooocoocosoccocccoo. 161 Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por W. Juan Llerena (conti- AAA AS UN. - AO EN O AUN 193 Observaciones heliométricas durante los años de 1888 y 1889, por el Dr. Pedro IAE a MS a O y A a a A 209 Revista del Archivo de la Sociedad Científica Argentina, por Marcial R. Candioti AAA. dao Saa ea. o Oca ARRE > AO A AO NO A 215 EDI sas lao bs do dais ci O A A ca A ABE 239 DO la aos ao des a A A o an 240 Las Unidades, por Mamuel 5. Habia (Conclustom) e e 241 Revista del Archivo de la Sociedad Científica Argentina, por Marcial R. Candioti (CORAL SE a 01 o LSO A E a ENS 0 274. Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por PD. Juan Llerena (Demi TAREA). so e IE de e 10 A, O A AA 286 528 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Páginas Nuevo principio científico para compensar la aguja magnética á bordo de los bu- ques de hierro, por Eduardo Berlingieri... Movimiento social A A o La cuarta dimension, su historia y su más moderna fundacion, por el Dr. Fede- TICO MM a DO Los fundamentos de la geometría y el conocimiento del espacio, por Jorge Du- clout (Continuacion) .....oomoomccoicn.. ISIUO dl a als lic CaIBIDO pan Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por WD. Juan Llerena (Conti- PUC A O A Rial: AS do alo a Revista del Archivo de la Sociedad Cientifica Argentina, por Marcial R. Candioti. (Continuacion) Miscelinea e a erario cia a o ela ido AAA o EA NecrologiM dr ATA: E. CEI LENIN Morimiento social O Memoria descriptiva del proyecto de Hospital de la Bolsa, por los señores MI. T. Podestá y E. E. Clérici..... old 6oocooronooeposecoobcococoonpoVorssoVrccon: Los fundamentos de la geometría y el conocimiento del espacio, por Jorge Du- Clon (ConaRUaCcion) Dir IN SÓ Fisiografía y meteorología de los mares del globo, por DP. Juan blerena (Conti- NUUCION) ed arborea A. E e... ......... é6000t0ooo0...0..o.....0. (Continuacion cdi eee cab. Io ie. Y EE e Les Esa POROS Lal. 9D. IDAS Movimiento social. oca ds A SES de IO ciO, EA 319 336 Lista de las publicaciones que se reciben en cange con los cAnales» Las Revistas señaladas con una (S) se reciben por suscricion República Argentina. — Capital : Anales del Círculo Médico Argentino ; Anales de la Sociedad Rural Argentina; Boletin del Departamento Nacional de Agricultura; Boletin del Centro Naval; Boletin del Instituto Geográfico Argentino. Revista de la Sociedad Nacional de Farmacia; Boletin de la Union Industrial Ar gentina; Revista de la Sociedad Geográfica Argentina; Revista Argentina de Cien- cias Médicas; Revista Jurídica; Revista del Club Naval y Militar; Boletin de Es= tadística Municipal; Anales del Museo Nacional; El Ingeniero Civil; El Sud Americano; Boletin Mensual de Correos y Telégrafos; Revista de la Union Militar; El Progreso Médico Farmacéutico; Revista de Matemáticas elementales; Boletin Mensual del Ministerio de Relaciones Exteriores; Revista Científico Militar. — Provincia de Buenos Ares: Anales del Institato Agronómico-Veterinario de Santa Catalína; Revista Médica de « La Plata >»; Revista de los Tribunales de « La Plata». — Córdoba : Actas y Boletin de la Academia Nacional de Ciencias; Anales de la Oficina Meteorológica Argentina; Resultados del Observatorio As= tronómico Nacional. — Tucuman : Boletin de la Oficina Quimica. — Corrientes : Boletin de Educacion. — San Juan : Revista del Consejo de Higiene. — Cata= marca : El Maestro. — La Rioja : Revista de la Biblioteca. Alemania. — Berlin: Verhandlungen Botanischen Vereins der Provinz Brandenburg; Verhandlungen der Gesellschaft fir Erdkunde. — Bona : Verhand- lungen der Naturhistorischen Vereins der Prussischen Rheinlande und Westfalens un] des Regbezirks Osnabrúck. — Bremen: Abhandlungen Herausgegeben vom - Naturwissens-Chaftlichen Vereine; Deutstche Geographische Blátter. — Halle : Leopoldina. — Gotíimgen: Nachvichten von der K. Gesellschaft der Wis- senschaften and George August-Universitát. -- Braunschweig : Jahresbericht des Verein fúr Naturwissenschaft. — Konigsberg : Shchristen der Physikalisch-Okono- mischen Gesellschaft. — Dresde : Shitzungsberichte und abhandlungen der Natur- wissenschaftlichen Gesellschaft «Isis». -— Leipziy : Berichte úber die Verhand— lungen der Koniglisch Sáchsischen; Shitzungsberichte der Naturforschende Gesellschaft; Zoologischer Anseiger: Hamburgo : Mitteilungen aus dem Natur historichen Museums. — Mittheinlungen der Geographischen Gesellschaft. — Zagreb : Viestnik krvatskoga-Arkeologic koga—Draztva.— Hannóver : Zeitschrift-= Architekten-und Ingenieur Vereins. Austria. — Viena: Verhandlungen der Kaiserlich; Kóniglichen-Zoologisch= Botunischen Gesellschaft; Annalen der K. K.; Naturhistorischen Hof. Musecums.— Briúnn: Verhandlungen der Naturforschende Vereines. Bélgica.— Bruselas : Bulletin de rAdenie Royale dee s Sciences, des Lettres. et des Beaux-Arts; Annales de la Société Entomologique; Annales de la Société Malacologique. ae | de Brasil. — Ouro Preto: Annaes da Escola de Minas; Río Janeiro : Archivos do Museu Nacional; Bulletin Astronomique et e de l'Observatoire ; Anales y Boletin da Academia Imperial de Medicina; Revista trimensal do Insti- tuto Histórico é Geográphico Brazileiro; Revista do ieaena República de Chile. -- Santiago : Revista Médica; Boletin de Medicina; Verhandlungen des Deustchen Wissenschaftlichen Vereines ; Anuario de la Oficina Aioria de la Marina de Chile. Cuba. — Habana : Revista Cubana; Observaciones Magnéticas y Moteorológi- lat cas del Real Colegio de Belen. República de Colombia. — Bogotá : Anales de la Instruccion Pública; Anales de Ingeniería. : A República de Costa Rica. — San José: La Gaceta; El Maestro; Boletin del Instituto Me Osico Nacional; Anales del Museo Nal España. — Madrid : Boletin de la Sociedad Geográfica; Anales de la Socie= dad de Historia Natural; Anales de la Construccion y de la Industria; (S) Re- vista de Obras Públicas; Boletin de la Real Academia de Ciencias ; Union Ibero- Americana; (S) Anales de la Construccion y de la Industria, — Revista Clínica de los Hospitals. : Estados Unidos.—New Haven(S): The American Journal of Sciences ; Transac= tions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences. — Saler Messe : Bulletin of the Essex - Institute; Proceedings of the American Association of the advance- ment of Sciences. — Cambridge : Bulletin of the Museum of Comparative Zoo=- logy. — Washington: United State Geological Survey; Annual Report of the Board of Regents of the Smithsonian Institution. — Philadelphia : Proceedings of the Academy of Natural Sciences; Proceedings of the Engineer's Club; The Jour-.. nal of Comparative Medecine and Veterinary archives. — Boston : Proceeding of the Society of Natural History, — Davenport (Yowa) : Proceeding ofthe Academy of Natural Sciences. — Pougkeepsie : Transactions of the Wassar Brothers Insti tute. — New-York : Report of the Proceeding of the Master=Car Bilders Associa- tion; Proceeding of the American Society of Civil Engineers; Journal of the As- sociation of Engineering Society; Bulletin of the Torrey Botanical Club; Journal of the Microscopical Society ; La America Cientifica. —Cincinnaty (Ohio) : Scien= tific Proceedings of the Mecanies Instituts. — San Lwis (Mass.) Transactions ofthe. Academy of Sciences. — Pensylvania : Transactions of the Engineers Society of... Western; Second Geological Survey. — San Francisco (California) : Bulletin of + the Proceedings of the Academy of Sciences. — Gramville (Ohio) : Bulleiin of the. Scientific Laboratoire. — Chapel-Hill : Journal of the Elisha Mitchell Scientifie Society. — Michigan : die Druggist's Bulletin. l a %n : q a O Francia. — Paris : (S) L'Année Scientifique et Industrielle; Annales des Mi- nes; Annales des Ponts et Chaussées; Annales Télégraphiques; Archives des Mis sions Scientifiques ; Nouvelles Anales de la Construccion; Nouvelles Annales de Mathématiques ; (S) Annales de Chimie et de Physique; (S) Bulletin de la Société de Géographie; (S) Bulletin de la Société Chimique; Comptes rendus de l'Acadé- mie des Sciences; Feuilles des Jeunes Naturalistes; (S) La Nature; Le Praticien ; (S) Revue des Deux-Mondes ; (S; Revue Générale de l'Architecture; (S) Revue Scientifique; Revue Géographique Internationale ; (S) Le Technologiste ; (S) L'As- : ironomie; (S) Machines Armengaud ; Archives des Missions scientifiques et litté— raires; Revue illustrée du Rio de la Plata. — Lion : Bulletin de la Société Lin- néenne. — Cheroburg : Bulletin de la Société des Sciences Naturelles. — Bor- deaux : Bulletin de la Société de Géographie Commerciale. — Bezters : Bulletin de la Société des Sciences Naturelles. — Angers : Bulletin de la Société d'études scientifiques. — Toulouse : Bulletin de la Société Académique Hispano— Portugaise; Revue Micologique. — Havre : Bulletin de la Société de Geographie commerciale. Guatemala : Secretaría de Fomento. Holanda. — Amsterdam: Verslagen en Mededeenlinge Verhandlingen Jaar= bok Koninklejke; Académie royale des Sciences. — Leide : Tijdschrist voor. Entomologie Vitgegeven door de Nederlandsche Entomologische Vereeniging. Inglaterra. — Lóndres : (S) The Builder; (S) The Engineer; La Gazeta Espa- nola; The Journal of Sciences; (S) Journal of the Chemical Society; The Mineralo- gical Magazine and Journal of the Mineralogical Society; Minutes of Proceeding of thelnstitutions of Civil Engineers; The Quaterly Journal of the Geological So= ciety ; The South American'Journal; The Popular[Sciences Review ; Dublin: Pro- ceeding of the Civil Engineers of Ireland. Italia. — Génova : Annali del Museo Civico di Storia Naturale; Giornale della Societá di Letture é Conversazioni Scientifiche; Atti della Societá Ligustica di —Science Naturali é Geografiche. — Pisa : Atti della Societa Toscana di Scienze Naturalli. — Palermo: Atti del Collego degli Ingegneri e degli Architetti; Gazetta Chimica Italiana. — Roma: (S) Giornale del Genio Civile; Atti della R Accade= mia dei Lincei; Bollettino della Societá Geográfica Italiana; Bollettin della Commissione speciale d'igiene del Municipio; Bollettin del Comitato Geologico: d'Italia; Rivista d'Articlieria e Genio ; Revista del Observatorio Vaticano. — To- vino : Atti della Reale Accademia delle Scienze; Bollettino del Osservatorio della R. Universita: Cosmos ; L'Ingegneria, le Arti 6 le Industrie. — Nápoles : Atti del Reale instituto d'incoragsiamento alle Scienze Naturali. — Módena : - Atti della Reale Accademia di Science; Lettere ed Arti. — Firenze: Archivio per Antropologia. — Parma : Bollettino di Paletnologia Italiana. — Pavia : Bollettino Scientifico. — Verona : Memorie della Accademia d'Agricoltura, Arti é Commercio. — Milan : (S) 11 Politechnico. — Portici: Anuario della Reale Scuola Superiore d'Agricoltura. — Moncagliers: Bollettino Mensuale dell” Obser— vatorio central del Reale Collegio €. Alberto. — Siena: Bollettino del Natura- listo Collectore; Rivista Italiana di Scienze Naturali. — Firenze: Bolletino della Societá Entomologica Italiana. Manila : Observatorio Meteorológico. Méjico : Revista Científica; La Voz de Hipócrates; Boletin del Ministerio de — Fomento; Memorias de la Sociedad Científica « Antonio Alzate; Anales del Mu- , 5 seo Nacional; La Medicina Científica; La Farmacia. — Tacubaya : Anuario del Observatorio Astronómico Nacional. — Guanajuato : Boletin de la Sociedad Guanajuatense de Ingenieros. — Coatepec: La Reforma de la Escuela Elemental. Perú. — Lima: Anales de Construcciones y de Minas; Boletin de Minas ; La Gazeta Científica. Portugal. — Coimbra : Jornal de Ciencias Mathematicas é Astronomicas; Ob= servacoes Meteorológicas feitas no Observatorio Meteorológico da Universidade; Ephemérides astronómicas do Observatorio Astronómico da Universidade; O Instituto (Revista Científica é literaria); Boletin da Sociedade Broteriana. — Lisboa : Boletin da Sociedade de Geosraphia ; Jornal de Ciencias Phisico-Mathe= maticas Naturales; Revista Popular; Annaes do Observatorio do Infante Don Louis. Aca Rusia. — San Petersburgo : Acta Horti Petropolitani ; Anales de la Sociedad * Físico-Química; Anales de la Sociedad Imperial de Geografia; Bulletin de la Société des Naturalistes de la Nouvelle Russie; Bulletin du Comité Géologique; Phisicalischen Central Observatorium. — Moscow : Bulletin de la Société Impé= riale des Naturalistes. — Riga Korrespondenzblatt des Naturforscher-Verein,— Heisingfors: Meddelanden af Societas pro Fauna et Flora Fennica. — Bulletin de la Société de Géographie de Finlande. — Kharkow: Bulletin de la Société des ÓN Sciences Expérimentales. aye Suiza. — Berna : Actes de la Société Helvétique de Sriences Naturelles. — Solothurn: Verhandlungen Schwizerischen Naturforschen de Gesellschaft. — Le ' Locle: Bulletin de la Société Nationale de Géographie. — Neuchatel. — Pravanx y et Mémoires du Comité International des Poids el Mesures. Suecia y Noruega. — Cristiania : Forhandlingen Videnskabet Selskabet. — Stockolmo : Académie Royale des Sciences. República de San Salvador : La Universidad; La Nueva Enseñanza; La Juventud Salvadoreña ; Repertorio Salvadoreño. VAN República Oriental del Uruguay.-— Montevideo : Revista de la Asociacion Rural del Uruguay; Boletin de Enseñanza Primaria; Anales del Ateneo del Uru= guay. : República de Venezuela: Revista Científica de la Universidad Central e ve Ne nezuela. -—Albarracin, Cárlos. Ameghino, Florentino. - Antonini, Santiago. - Arroyo, Rufino. pe Alvarez, Teodoro. Baltilana, Máximo. -——Berretta, Sebastian. - Beuf, Francisco. e Calvo, Edelmiro. ER Cerdeña, Fernando. é Colómbres, Justo V. e Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. S a Enrique. Acuña, Demetrio G. - Agote, Cárlos. NE “Aguirre, Eduardo. -Agrelo, Emilio €. Albert, Francisco. EN Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas $. Almada Luis E, -—Alrich, Francisco. ú Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amorett1, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, Íreneo. -Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. E Araujo, Gregorio L. - Archavala, Francisco. Arjas, Bonifacio. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de -Aubone, Cárlos. -—Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. Ayerza, Rómulo. Aguirre, Pedro. -—Albertollí, Gioeondo. Babuelia, Antonio. Badell, Federico Y. Arteaga Rodolfo de..... -Ave-Lallemant, German -—Brackebusch, Luis.... 3 Carvalho, José Cárlos de - Gianelli, HONORARIOS Dr. Cárlos Berg. Rio Janeiro. Stróbel, Pellegrino CORRESPONSALES .... Montevideo. Netto, Ladisla0........ A Mendoza. Paterno, Manuel........ ..c.«.. Cordoba. Reid, Walter F......... LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. - Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. Ramorino, Florentino Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Bahia, Manuel B. Bancalari, Juan. Balbin, Valentin. Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico, Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. —Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon €: Blot, Pablo. Brian, Santiago Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Bugni Félix. Bunge, Cárlos. Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Basarte, Rómulo E. | Cadrés, Jorge. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. Caride, Estéban $. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel R. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cejas, Agustin. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chueca, Tomás. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto, LISTA DE LOS SOCIOS EA Dr, German Burmeister —Dr. Benjamin A. Gould.—Dr. R, A .'Philippi.—Dr. Guillermo Rawson; Rio Janeiro. Palermo(1t.). Lóndres. Parma (Ital.). Romerc, Julian. Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio C. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Correas, Alberto. Corti, José $. Costas, Rodolfo. Courtois, Ú. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Cuadros, Carlos $. Cuenca, Felipe. Correas, Waldino. Campo, Leopoldo del. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiani, Juan. Dellepiani, Luis J. * Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto €. Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. N Duncan, Carlos D.; —Dufaur, “Estevan F. Echagúe, Cárlos. Fizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo Y. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. | S Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge FE. Fierro, Eduardo. Figueroa, Julio B. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José I. Frogone, José Y. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de, Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio, Garcia, Francisco J. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian. Ciardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José L Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. «Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guglielmi, Cayetano. y Ciinther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. "Haft, Federico G. A. Hainard, Jorge. Herrera. Vegas, Rafael. Holwberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Hughes, Miguel. Huidobro, Luis. : Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. Isnardi, Vicente. lturbe, Miguel. Iturbe, Atanasio.: Iturbe, Octavio. Isnardi, Daniel. v Jasidakis, JhaH: Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jauregui, Nicolás. Jaureguiberry Enrique 1 Koslowsky, Julio. ¿Krause, Otto. Krause, Eduardo. , «Krause, Domingo. Kyle, Juan J. J. Labarthe, Julio. Lafferriere, Arturo. Lagos, José M. -Eangdon, Juan A: Languasco, Domingo. Lanús, Juan. C. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P, Loudet, Osvaldo. Llosa. Alejandro. Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones Velazco, Sdox, Luro, Rufino. Ludwig, Cárlos. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga. F. Lagos, Bismarck. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito Mandino, Oscar. Manterola, Luis €. Mañé, Cárlos. Marini, A. Mariño, José, Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cárlos. Mattos, Manuel EF. de, Maza, Fidel. Medina y Santurio, B, Medina, Arturo J. Mendez, Teófilo F. Mendoza, Juan A. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Maupas, Ernesto. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molinari, José. Molino Torres, A. Mon, Josué KR. Moneta, José. Montes, Juan A. Moog, Fernando. Moores, Guillermo. Mors, Adolfo, Moyano, Carlos M. Murzi, Eduardo. Mendez, Teófilo F. Matienzo, Emilio. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. Novaro, Bartolomé. Ocampo, Manuel $. Ochoa, Juan M. Ojeda, José T. Morales, Cárlos Maria. Otamendi, Eduardo. ú do Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Oyuela, Wenceslao. - Otamendi, Juan B. 0'Donell, Alberto C. “Padilla, Emilio H. de Palacios, Alberto. Palacio, Emilio. Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S.- Pirovano, lenacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente. Pons, Miguel B. Puyrredon, Honorio. Pozzo, Segundo. Puig, Juan. de la Cruz. Puiggari, Pio. - Puiggari, Miguel. M. Palacios, Alberto. Pico, Pedro P. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Quiroga, Alejandro. | kamallo, Carlos. "Ramirez, FernandoF, Ramos Mejia, Tdefso P. Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Rebora, Juan. Repetto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo 5. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis €. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Armando. Romero, Alfredo. Romero, Cárlos L. Rosetti, Emilio. Rospide, Juan. Ruiz de los Llanos R.|: Romero, Alfredo. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Romero Emilio. Romero, Luis €. SUetone! Enrique. Sagastume, Demetrin. Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. - Stavelius, F erico | Zambrano, Pi 1 Silva, Angel. Selva, Domingo Senillos Simonazzi, Gu Sirven, Joaq Sota, Albert Spika, Aug Stegman,, Cá Súnico, Víctor Taboada, Miguel A. Tamburini, 1 Unanue, lg, 1ac Urraco, L Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del. Vernaudon Eug ni Victorica y Sor Victorica y Ir Videla Baldome Williams, € | Zamudio, Euge Zavalia, Salus : | Zeballos, Estanislao Zunino, ArunidaS. pa TIE AL AI e arre AN» Lar ¡La yr. .L.e pres: AA RATON La LAA ambar rare? TO TT < Aa ; h "e 4 AL Aa . 4 A 4 Wr A, 4 - Lo > 3 proba aL | 4 DÍ AAA A NN sh Y : Ay Dar por. al > erPrapo z A per? RAMA AR. t , pr cmpsmar ia, CAMA PrPO A art TULA UA AT Meal Nal HH4o ANA, aa Ma hh - É Pa» ra Ll . “vs RS Ue MN . SN Ñ dl Jj y Sa: r a» MA IRAN Pm A 7277 ARER “90, Lan AAA TO ple Pus ARAS rm A OS p a a ”a En ES 27 asen 3 Bd, crap) H 19] EE AAA REPO A lia? PA Van rl NN 14» AA "A Ñ - h ? j << a] Añana = +] IA ] Ar La AE > O Pro as LA Aki Mer; PTA | X. conPrt Cl tro AA A ATAN es PEA qn z AS has ea MAA! rotos oct entr AMIA 13 19 PY E Apis, AR | TT e A 0d DA SSA AS y NT A A A N P é STA va A A Ma Pa 8 Pra WISIN E AL 2844 ARMAOONAE ASS ARS > E As na eo caras IA Ñ e NA O ALAS e da z, by Lor , Mas q pra e Do Ps o AA %e ' LA BALI Dura > e Pa IVA DMA A ri A q > : nanny Mae” ¡ A pre TIO e YN A MEE BARR ARA 2 Mid a ssl ra ÓN A oe . ! Mal CAVA Ñ O ¿pr ye0r E y es er. aL : Hd DTD y | 7 pr Deo pp A AEREA RAS | ME pen) ren rr sr, o? pesonas Apo pe» ente soci a nn ae RS meet Udo P E Ñ ANT Pap Pr PA, Via Aa” j Sy 15 ey» AO, A á Aj 1%] =/ RN | HA Aa vano TA CAVA DONNE ANAD an AR AN A e Ñ La A “E ñ ny É > p ral a YE ap p pp, Més» AN Am v NS V Maia IA PA Pos NE qe YN PARA E ep * >” pl Pp A AN Ar ARAN ! a L e "» o nf E o, Ma TY 2 7 A Y»ub re AGA Y A k 14! Sat ' AAA ICAA Ad CTA RA y 9 A YA Y yo A E ÁS A N La ha Ñ aa AR A | 5 apel PAR De PICAS DA dao ic ra pero tdas” ASS a VA ASA N A di : 0 reboot PAa,. or, vr AR a AA IOMA fp, Pen» PRA». a de Mr Ar " | harán In IA do Wa E A A INN Car e E a JA A EE A A ab WA wu E e E y? vaa x a TW E pr: ne: AT AAA IR TA DE A TRAO E Ñ | | h É ES E E be AA A e ¿e e : á 12 y A e a ] | > de CORRESPONDIENTE AL XVI” PERÍODO 1889-1890 LEIDA EN LA ASAMBLEA DEL (5 DE JULIO DE 1890 SUPLEMENTO Á LA ENTREGA 2% DEL TOMO XXX BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PÉRU — 680 1890 SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA MEMORIA DEL PRESIDENTE CORRESPONDIENTE AL XVIII” PERÍODO 1889-1890 LEIDA EN LA ASAMBLEA DEL 15 DE JULIO DE 1890 SUPLEMENTO Á LA ENTREGA 2% DEL TOMO XXX BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERU — 680 1890 OA MEMORIA DEL PRESIDENTE SEÑORES SOCIOS : Cumpliendo un precepto reglamentario, voy á daros cuenta de- tallada del estado de la Sociedad y de su marcha durante el dé- cimo octavo período que termina hoy. Sócios. — La Sociedad cuenta en la actualidad con 419 sócios activos, 4 honorarios y 9 corresponsales. En 15 de Julio de 1889 el número de sócios activos era de 389, el de honorarios 5 y el de corresponsales 3. Han ingresado durante el período actual 103 y han salido por diferentes causas 75. Debo hacer notar que el número considerable de sócios que figu- ran como salidos, es debido, casi exclusivamente, á que la Junta Directiva, adoptando una resolución de tiempo atrás reclamada, resolvió eliminar á los sócios que se hallaban comprendidos en el artículo 15 del reglamento. Esta resolución fué adoptada despues de invitar por repetidas veces á dichos señores á ponerse dentro de lo que prescribe el artículo mencionado. Teniendo en cuenta estos antecedentes, es importante el ingreso considerable habido durante el periodo actual. Hé aqui la nómina de los sócios ptos: Benito Mallol, Rufino Varela, José Molinari, Osvaldo Loudet, J. M. Henriquez, Enrique Zunino, Jaime Rocamora, Lindoro Funes, José L. Gallardo, Octavio Iturbe, Atanasio Iturbe, Julio E. de Ga- yangos, José Moneta, Fidel Maza, Carlos Galigniana Segura, Este- van Rams, Carlos Buschiazzo, Lorenzo Inurrigarro, Pablo Blot, Pa- blo Diana, Fermin Rodriguez, Alejandro Dillon, Vicente Isnardi, Egidio Bastiauini, Leopoldo Rigoli, Horacio Pereyra, Teodoro Al- : E varez, Constante Trant, Eugenio Vernaudon, Carlos V. Burmeister, Federico G. A. Haft, Miguel B. Pons, Arriodante Gioachini, Luis C. Manterola, Joaquin Sirven, Eduardo S. Rodriguez, Daniel Fer- nandez, Martin Duharte, Rodolfo Sanglas, Desiderio Torino, Fran- cisco Bosque y Reyes, Félix Lynch Arribalzaga, José M. Sagastume, Carlos E. Martinez, Augusto Spika, Ireneo Anasagasti, Vicente Po- sadas, Domingo Krause, Justo Viñas y Urquiza, Miguel M. Puigga- ri, Julio Koslowsky, Angel R. Cartavio, Honorio Puyrredon, Emi- lio Schickendantz, Julio Fernandez Villanueva, Roque T. Benavi- dez, Oscar A. Mandino, Julio Labarthe, Ernesto Maupas, José Scar— pa, Carlos Ramallo, Santiago A. Ferrari, Héctor Bergada, Julio Canale, Juan Carlos Lanús, Miguel A. Taboada, Horacio Treglia, José Giardelli, Ernesto Castelhum, Bonifacio N. Arias, Manuel Pe- reyra, José Repetto, Rafael P. Robin, Mauricio Durrieu, Alejandro Llosa, Gaston Lecureux, Joaquin J. Vedoya, Delfin Avila, Francisco arechavala, Emilio Victorica y Urquiza, Juan A. Senillosa, Alfredo Romero, Alberto Palacios, Arturo O. Señorans, Juan B. Otamendi, Teófilo F. Mendez, Felipe Recalde, Emilio Matienzo, Estevan S. Du- four, Rómulo E. Basarte, Pedro Aguirre, Giocondo Albertolli, Alber- to C. O'Donell, Waldino Correas, Daniel Isnardi, Eugenio Renaud, Emilio Romero, Leopoldo del Campo, Ricardo Guido Lavalle, Luis C. Romero, Bismarck Lagos, Alejandro Quiroga y Pedro P. Pico. Fué nombrado en 13 de Agosto de 1889 socio corresponsal en Rio de Janeiro el señor comendador José Carlos de Carvalho. Habiendo fallecido el ilustre doctor Guillermo Rawson el número de sócios honorarios quedó reducido á 4. Ha sido presentada á la Junta Directiva una solicitud propo- niendo para socio honorario al doctor Carlos Berg; viniendo con el número de firmas que establece el reglamento fué aceptada por unanimidad la proposición, siendo en consecuencia pasada á la asamblea para la resolución definitiva. Asambleas y conferencias. — La Sociedad ha celebrado 13 asam- bleas generales, de las que 11 en su propio local y 2 en el Colegio Nacional. En esas asambleas se ha dado cuenta de la marcha de la So- ciedad y de las resoluciones tomadas por la Junta Directiva, pasan- dose luego á tratar los asuntos á la órden del dia. Nueve han sido las conferencias que se han dado en las asam- bleas y cuya nómina es la siguiente : NS | Sy | Manuel B. Bahia: Inducción. Juan J. J. Kyle: El aluminio. Manuel B. Bahía: Teoría de las unidades. Federico G. A. Haft: La cuarta dimensión. Eugenio Vernaudon: Nouvelle drague Vernaudon et ses applica- tions dans la République Argentine. Eduardo Berlingieri: Nuevo principio cientifico para compensar la aguja magnética á bordo de los buques de fierro. Federico (+. A. Haft: Claudio Plolomceo, sus trabajos en la astro- NOMÍA. Eugenio Vernaudon: /* Etudes hydrographiques du Rro de la Pla- ta; 2% Obstructions des passes du Port Madero et de la Boca; 3" Utilité des canauo et vores navigables dans la République Argentine; 4% Moyens pour empécher les obstructions ; 5% Engins les plus pra- iques pour créer et améliorer les voves navigables. Federico G. A. Haft: Las ecuaciones dinámicas de Lagrange, con demostración de un aparato para comprobarlas. La Junta Directiva se preocupó de organizar conferencias quin- cenales que debían empezar en Marzo y como se ve éstas se han verificado sin interrupción y con todo éxito. En la asamblea del 2 de Diciembre último se resolvió duplicar la cuota mensual, esto es, 2 pesos para los estudiantes y 4 para los demás socios, esta disposición tiene el carácter de transitoria pues sólo fué adoptada por el término de un año. Este aumento no se ha hecho obligatorio pues no podía hacerse hasta tanto que el su- perior Gobierno aprobase la modificación propuesta, pero debo ha- cer constar complacido que fué aceptada casi sin escepción por to- dos los socios. Creo que el aumento sancionado con carácter provisorio debe adoptarse en definitiva, pues de lo contrario la sociedad tendrá un déficit mensual que hará muy difícil sa marcha en adelante. Junta Directiva. — En la Asamblea del 7 de Agosto se eligió la siguiente Junta Directiva para el actual período: Carlos María Mo- rales, Presidente; Carlos Berg, Vice-Presidente 1”; Miguel Iturbe, Vice-Presidente 22; Marcia! R. de Candioti, Secretario; Angel Ga- llardo, Tesorero y como vocales; Eduardo L. Holmberg, Juan A. Buschiazzo, Ponciano Lopez Saubidet, Carlos Echagúe y Demetrio Sagaslume. ade - a Habiendo renunciado los señores Berg y Echagúe; fueron reem- plazados respectivamente en la Asamblea del 26 de Agosto por los señores Alejandro Molino Torres y Dionisio €. Maza. E Asi constituida ha funcionado hasta la fecha la Junta Directiva, habiendo celebrado 39 reuniones durante el actual período; que es el en que más ha celebrado la Junta, si se esceptúa el del 75 al 76, en el que tuvieron lugar cuarenta y tres. La Junta Directiva solicitó del Honorable Congreso de la Nación la suma de 50.000 pesos m/u1 para construir el edificio social. A pe- sar de los esfuerzos hechos el año pasado no fué posible obtener su despacho, y como se comprenderá este año ni se ha intentado por creerlo imposible por el momento. El Presidente fué comisionado para obtener de la Intendencia Municipal la indemnización correspondiente por la fracción toma- da por la rectificación de la calle Cerrito, al terreno que la Socie- dad posee. Este asunto fué solucionado de un modo feliz, pues hizo ingresar á la Sociedad la suma de 6.310,50 pesos m/n; la superfi- cie perdida era igual á 42%07. Habiéndose presentado el señor Montagner pidiendo que la So- ciedad informase sobre el wagon bélico de su invención, la Junta Directiva nombró una comisión compuesta de los señores Luis A. Viglione, Otto Krause y Emilio Candiani, los que presentaron un informe que se ha publicado en los Anales y del que se entregó co- pia al interesado. La Junta Directiva comisionó al Presidente y Secretario para pro- ceder á la reorganización de la seccion La Plata, la que se efectuó en Noviembre del año próximo pasado, despues de varias reuniones preparatorias. La Junta Directiva quedó constituida de la siguien- te manera: Laurentino Sienra y Carranza, Presidente; Sebastian Berretta, Vice-Presidente; Benjamin Sal, Secretario; Carlos M. Albarracin, Tesorero y como vocales: Máximo Battilana, Alberto Dillon y Edel- miro Calvo. Solo una comunicación se ha recibido hasta la fecha anunciando su instalación definitiva. Es de esperar que la nueva Junta Direc- tiva con más tiempo y allanadas ya las primeras dificultades pueda llenar mejor su misión. La Junta Directiva resolvió, en vista del gran aumento de tra- bajo, subir el sueldo á sus empleados en la forma siguiente: Gerente 130 pesos m/n, cobrador 50 pesos y ordenanza 40. A — Se resolvió tambien alquilar las dos piezas que antes ocupaba la Socredad Estímulo de Ciencias y Artes á la Sociedad de Ingene- ros Civiles por la suma de 50 pesos m/n; colocar un aparato telefó- nico en la Secretaría y comisionar á los señores Duffy y Roque Ca- sal Carranza para que entablen relaciones entre la Sociedad y otras de igual carácter en Chile y Lisboa respectivamente. Otras resoluciones y trabajos de importancia se detallarán más adelante en otras seciones de esta memoria. Habiendo donado un persona la suma anual de 50 pesos m/n, destinada á premiar el mejor trabajo, cada año, en un concurso que se celebrará entre los estudiantes de la facultad de ingeniería, y existiendo dos cuotas ya entregadas, la Junta Directiva resolvió que la Sociedad contribuyese con igual cantidad á fin de adquirir un premio, é invitó á un concurso á los alumnos de la facultad espresada, bajo bases que se repartieron impresas. Habiéndose presentado dos trabajos, la Junta Directiva nombró á los señores Valentín Balbín, Manuel B. Bahía y Juan F. Sarhy para formar el jurado que debía juzgarlos. Estos señores han presentado un in- forme que dentro de poco va á leerse; en él manifiestan que nin- guno de los dos trabajos presentados es acreedor al premio. A pesar del resultado, creo que merecen una palabra de aliento los que guiados por una aspiracion muy legítima y robando horas al sueño, han concurrido al concurso; no deben desanimarse, por el contrario, las dificultades alientan á los seres bien templados y perfeccionando sus investigaciones, deben concurrir nuevamente á éstos torneos de la inteligencia y del estudio. Por lo que he mencionado se vé que ha sido árdua la labor de la Junta Directiva, todos sus miembros han trabajado con empeño y decisión por el progreso y adelanto de la Sociedad. Memorias. — Se han presentado en este período doce memorias sobre diferentes temas, las cuales han sido tomadas en considera- ción por la Junta Redactora; algunas de ellas han sido publicadas y otras están en vía de publicación en los anales. Es inútil insistir sobre la conveniencia de procurar por todos los medios posibles el aumento de presentación de memorias, infor- mes, etc., sobre diversas cuestiones que mantienen preocupado el interés público en provecho de la comunidad. Las memorias presentadas son las siguientes : 2% Carlos Berg: Enumeración sistemática y sinonimica de los formái- cidos argentinos, chilenos y uruguayos. Juan J. J. Kyle: El platino nativo de la Tierra del go Manuel B. Bahía: Teoría de las unidades. Federico G. A. Haft: Construccion de una superficie especial del 3% órden de Grassmann y una afimdad reciproca del 3% grado en el espacro. Pedro N. Arata: El gas de agua y el gas de a gua punficado. Federico G. A. Haft: Sobre reducción de ecuaciones diferenciales en el problema de las perturbaciones planetarias. Luis A. Viglione: La Escuela de Aplicación de Ingemeros de Ná- poles. Federico G. A. Haft: La cuarta dimensión, su historia y su más moderna fundación. ; Federico G. A. Haft: Claudro Ptolomeo, sus trabajos en la astro- NOMÍA. José S. Corti: Determmacion del azumut y de la latitud con solo el circulo azumutal. Marcial R. de Candioti: Revista del archiwo de la Sociedad Cien- tifica Argentina. Eduardo L. Holmberg: El Jardin Zoológico de Palermo. Escursiones y visitas. — Siguiendo la Junta Directiva la práctica antes establecida ha organizado varias visitas á edificios y esta- blecimientos industriales. Estas se han realizado con completo éxito y hemos visto concurrir á ellas gran número de socios, lo que atesti- gua el interés creciente que han despertado. Son, en efecto, evi- dentes las ventajas que ellas reportan; aparte de la utilidad que tienen para los socios, sirven para llevar una palabra de aliento, bien merecida por cierto, á los que luchando con todo género de difi- cultades y venciendo toda clase de obstáculos tratan de le vantar la industria en la República. Las siguientes visitas se han efectuado en el actual período. Agosto 24 de 1889. Visita al establecimiento de electricidad de los señores Rufino Varela (hijo) y €*. Al dia siguiente se visitó la instalación hecha por dichos señores en el teatro de la Opera. Marzo 23 de 1890. Visita al Jardim Zoológico del Parque 3 de Febrero. Mayo 4 de 1890. Visita al Mercado central de frutos en Barracas al Sud. A — Junio 5 de 1890. Visita á la fábrica de vidrios del señor Leon Rigolleau, calle Belgrano 3222. Junio 24 de 1890. Visita á la fábrica de tejidos de lana del se- ñor Adrian Prat. En breve deben verificarse otras visitas y entre ellas la de la fábrica de papel en Zárate, la que no se ha efectuado hasta la fecha por no estar aún instalada la nueva maquinaria. Biblioteca. — Desde el principio del período, la Junta Directiva se preocupó de confeccionar un catálogo general de la biblioteca, que debía mejorar grandemente el servicio que la misma presta á los sócios. Despues de tres meses de labor se consiguió tener un catálogo en tarjetas y por autores. De la impresión del mismo se encargó al señor Miguel Iturbe, dicha impresion se halla cas! ter- minada y dentro de pocos dias será repartido el folleto entre los SOCIOS. Se han encuadernado 520 volúmenes y siete tomos de los docu- mentos del archivo. Han sido donados á la biblioteca 375 volúmenes de los que 160 estaban encuadernados. Los donantes han sido los señores Bal- bin, Candiot1, Demetrio Sagastume, (allardo y Girado. Se reciben regularmente las publicaciones con que mantiene el cange la Sociedad. Se ha establecido el cange de los Anales con las siguientes pu- blicaciones : Bulletin of the Scientific Laboratory (Estados Unidos). Revista de los Tribunales de La Plata. Revista Popular de Lisboa. Anuario Hidrográfico de la marina de Chile. La Enseñanza Primaria (Montevideo). La Gazeta (Costa Rica). El Maestro (Costa Rica). Boletin Trimestral del Instituto Meteorológico de Costa Rica. Anales del Museo Nacional de Costa Rica. Anales del Museo Nacional de Méjico. Revista del Consejo de Higiene de San Juan. El maestro (Catamarca). Revista del Observatorio Meteorológico de Manila. La Gazeta Española de Londres. Revista de la Unión Militar (Buenos Aires). tu 0 Journal ot the Elisha Mitchell Scientific Society of Chapel-Hill (Estados Unidos). Revista de la Biblioteca (Rioja). Anales y Boletin de la Academia de Medicina de Rio de Ja- nelro. El Monitor de Educación Corauo (Buenos Altres). La Universidad (San Salvador). Anales de Ingeniería (Colombia). Travaux de la Section Médicale de la Société des Sciences Expé- rimentales de Kharkow. Anales de la Instrucción Pública (Colombia). Revista Cientifica Militar (Buenos Altres). The Druggiste Bulletin (Estados Unidos). Boletin Mensual de Correos y Telégrafos (Buenos Aires). La Medicina Cientifica (Méjico). Boletin da Sociedade Broteriana (Coimbra). La Union Ibero Americana (Madrid). El Progreso Médico Farmaceútico (Buenos Aires). Revista de Matemáticas Elementales (Buenos Aires). Observaciones Magnéticas y Meteorológicas del Real Colegio de Belen (Habana). Révue Illustrée du Rio de la Plata (Paris). La América Científica (Estados Unidos). La Nueva Enseñanza (San Salvador). La Juventud Salvadoreña (San Salvador). La Farmácia (Méjico). Revista del Observatorio Vaticano (Roma). Attr della Societá Ligustica de Science Naturalli e Geografiche (Ttalia). ] Repertorio Salvadoreño (San Salvador). Diario Oficial (San Salvador). La Union (San Salvador). Los Debates (San Salvador). Actualmente se reciben en cange 219 publicaciones de las cuales son: argentinas 32, alemanas 17, belgas 3, brasileras 6, chilenas +, cubanas 2, colombianas 2, costarriqueñas 4, españolas 7, norte- americanas 28, francesas 31, guatemaltesca 1, holandesas 3, ingle- sas 11, italianas 25, madrileñas 1, mejicanas 9, peruanas 3, por- tuguesas 8, rusas 10, suizas +, suecas y noruegas 2, salvadoreñas 2, uruguayas 3, venezolanas /. El catálogo hará ver la importancia que tiene ya nuestra biblio—= teca y la lista que precede demuestra lo que será dentro de pocos años sí la sociedad destinauna suma dada á la adquisición de obras de importancia. Anales. — Despues de esfuerzos de todo género se ha conseguido poner al dia los Anales y debe tratarse en adelante que sigan apa- reciendo con puntualidad, á fin de que se les preste la atención que merecen. La comision redactora quedó organizada en la forma siguiente : Presidente, Carlos María Morales; Secretario, Marcia] R. de Can- dioti; Vocales, Manuel B. Bahia, Valentín Balbín y Alberto Schneil- dewind. Para reemplazar á este último que renunció fué desig- nado Carlos Bunge. Como algunas entregas no tenían el índice respectivo, se resolvió imprimir en un folleio el delos 29 primeros tomos. Actualmente se está haciendo su reparto; los que han hecho ese trabajo son los se- ñores Enrique Dominguez y Eduardo Elguera. El número de suscritores solo ha aumentado de 3. El tirage de 600 ejemplares cuesta 125 pesos sin incluirlas láminas. La junta redactora ha tratado de hacer más variado el material, lo quese ha conseguido en los últimos números, y hay trabajos suficientes para hacerlo en los siguientes En vista del aumento de socios y del canges2 a resuelto aumen- tar el tirageá 700 ejemplares. Han contribuido á la publicación de los Anales los siguientes se- ñores: J. Llerena, Atanasio Quiroga, Carlos Berg, Luis A. Viglione, Manuel B. Bahia, Juan J.J. Kyle, Federico G. A. Haft, Marcial R. de Candioti, Eduardo L. Holmberg, Pedro N. Arata, José S. Corti, Juan A. Buschiazzo y Fernando Moog. Se resolvió aumentar á 1 peso moneda nacional la suscrición mensual y proporcionalmente la trimestral y anual. El costo de la colección completa de los anales se ha fijado en 250 pesos moneda nacional. Archivo. — Por moción del señor Candioti, la Junta Directiva re- solvió la organización del archivo, al efecto nombró á dicho señor para que en unión del señor Alberto Otamendi procedieran á efec- tuar dicho trabajo. Despues de trabajar varias horas al dia, duran- te 2 meses, quedó terminada la tarea y hoy el archivo de la socie- MO dad se halla encuadernado en 7 volúmenes en pergamino á folia- ción contínua y con su índice respectivo cada uno. Han sido coloca- dos en un armario especial. No tengo necesidad de hacernotar la importancia de este trabajo; el archivo de la sociedad es su historia documentada y queda así dispuesta de manera que pueda ser consultada en cualquier mo- mento. El archivo contiene tambien : 4 libros copiadores de correspondencia desde 1872 á 1890. I libro de actas de la junta directiva (1872-1886). l libro de actas de las asambleas (1872-4887). l album conteniendo retratos de los socios (1872 4 1876). 19 libros de secretaría, correspondencia, libros de actas, ete., pertenecientes á la sociedad y tambien á las extinguidas socie- dades de Agrimensores, Estudiantes de Ingenieria y Asociación Mé- dica Bonaerense. : Una colección completa de los anales de Sociedad Cientifica Ar- yentina encuadernada en 29 volúmenes en pergamino. 50 colecciones de los Anales. Sobre los documentos del archivo puede consultarse la revista del mismo que publica el señor Candioti en los Anales y que la so- ciedad ha resuelto editar en tirage aparte de 300 ejemplares. Secretaria. — Fué desempeñada desde Agosto de 1889 hasta Oc- tubre por el señor Candioti, quien prévio aviso se ausentó de ésta Capital. Como su ausencia se prolongase presentó su renuncia que fué aceptada por la Junta Directiva; en la Asamblea del 13 de Mar- zo del “corriente año se reeligió al señor Candioti, que ha desempe- hado el puesto hasta la fecha. Durante la ausencia del secretario ha desempeñado su puesto el gerente. La secretaría ha mantenido las relaciones de la sociedad con las del pais y del estrangero en proporción siempre creciente, habiendo contraido vinculaciones con varias, entre las que figuran la Sociedad de Geografía de Rio Janeiro, la Academia de Medicina y la Acade- mia imperial del mismo punto, sociedad de ingenieros de Colom- bia y otras. Durante el período actual han salido por secretaría 245 notas, cuyas cópias existen en los libros respectivos. El secretario ha dispuesto una sección de correspondencia con — 13 ME las diversas sociedades con que estamos en relación, dividiéndola en 14 secciones segun los países á que pertenecen. Los libros de la Junta Directiva y asambleas están en correcto es- tado así como el de la correspondencia general. Se han hecho algunos gastos para dotar á esta sección del mate-: rial y útiles que se necesitaban con urgencia. Voy á terminar esta sección de la memoria recomendando á la asamblea la contracción y actividad incesantes que el señor Candioti ha puesto al servicio de la sociedad; ha trabajado durante varias horas diarias mientras se ha ocupado en la. organizacion del archi- vo, Anales, etc., dejando brillantemente señalado su paso por la secretaría. Tesoreria. — Durante todo el período, la tesorería ha estado á cargo del señor Angel Gallardo, el que ha desempeñado su puesto con toda contracción y competencia. Puede atestiguarlo el anexo correspondiente agregado á ésta memoria. Pero no sólo se ha dedi- cado á sus deberes de tesorería sinó que ha desempeñado con igual lucimiento las comisiones que se le han confiado. Grerencia. — Ha estado á cargo del señor Juan V. Botto quien ha desempeñado su puesto con actividad digna deencomio, secundando eficazmente al Secretario y Tesorero en sus diferentes funciones. Edaficio social. —Al terminar el período anterior el Banco Hipo- tecario Nacional concedió un préstamo de 40.000 cédulas, las que han sido vendidas é invertido su importe en cédulas de la provin- cia de la série O, lo que permite á la Sociedad hacer el servicio de intereses y amortización quedándole un beneficio de 360 pesos anuales. ; La Junta Directiva se preocupó desde el principio, de la erección del edificio social, al efecto comisionó á los señores Buschiazzo, J. A. y Lopez Saubidet para que confeccionasen el plano con arreglo al cual debía hacerse la construcción. La intendencia concedió los materiales provenientes de las de- moliciones de la avenida de Mayo y fué en éste momento que la Junta Directiva creyó poder satisfacer la aspiración de todos, ésto es, empezar la construcción del edificio, para lo cual designó á los señores Lopez Saubidet y Meza para que interviniesen en todo lo concerniente á ella. E Desgraciadamente vino una paralización casi completa en las obras de la avenida y faltó la fuente principal de recursos con que se contaba. La Junta Directiva creyó en consecuencia que proce- día previsoramente al no empezar la construcción que no tenía la seguridad de poder concluir. Creo no obstante, que debe ser la preocupación de todo mo- mento de cualquier Junta Directiva el allegar los medios necesa- rios para proceder á la erección del edificio social; ese dia la So- ciedad Científica Argentina, podrá entregarse de lleno á su misión civilizadora sin tener que luchar con los obstáculos que ha tenido que vencer hasta la fecha. Varios asuntos. — Los Anales de la Sociedad han sido premia- dos con medalla de plata en la Exposición Universal de Paris que se celebró el año próximo pasado. E La Junta Directiva cumpliendo con un deber de gratitud que tiene la Sociedad para con sus buenos servidores resolvió colocar una placa de bronce en la tumba del Dr. Miguel Puiggarí el dia 14 de Abril del corriente año, primer aniversario desu falleci- miento. - Cumpliendo disposiciones anteriores colocó otra en la tumba del inolvidable ex-Presidente señor Pedro Pico, el 15 de Junio de éste año. Y finalmente se asoció debidamente al duelo de la patria argen- tina porla pérdida del eminente ciudadano Dr. Guillermo Rawson. De todas éstas ceremonias se ha dado detallada cuenta en los Anales de la Sociedad. Se ha tratado en éstos últimos dias de obtener de la Intendencia Municipal que permita instalar á la Sociedad en parte del local que ocupa actualmente la Oficina Química Municipal. Esto sería un gran ahorro para la Sociedad y tengo esperanzas de que pronto se verá realizado nuestro deseo. Señores SOCIOS: He sido quizá demasiado prolijo abusando de vuestra atención, pero he querido esponeros todo lo que se ha hecho en un año de labor constante. Queda en evidencia las fuerzas vivas con que cuenta la Sociedad y con el apoyo de todos y cada uno de nosotros, puede servir en una esfera cada vez más vasta los grandes intereses de la República. == 150 — Debemos enorgullecernos de pertenecer á ella, porque representa la lucha titánica sostenida durante 20 años contra la ¡inercia y el positivismo modernos en pro del adelanto de las ciencias y del cul- tivo del espíritu humano. Al agradecer de corazón el alto é inmerecido honor que se me dispensó al designarme para ocupar este puesto, hago votos fer- vientes por el adelanto y engrandecimiento de la Sociedad Cientí- fica Argentina. Cárlos M? Morales. Buenos Aires, Julio 15 de 1890. Mi a a EN S ' > ñ - E 1 f % k " 1 ET ; e EN e « s Y z 7 | NA y . y > > | 3 , > . . , P . se E - e . y - : % > . f , - - > Ñ $ + > 2 S e El z , ; : S » >= . % A 5 - > 4 7 eN , » pl ; : , . , q » . ” e y . 5 ñ e 1 - az E 2 £ , s ) . > a ; ; vá * E > > 5 ” * = E , : : | : Ñ v . E É >. 4 ; 8 Movimiento general de Sócios durante el XVIII" periodo administrativo Nú mero de socios activos en 15 de Julio de 1889............ 389 Han ingresado durante el XVIIT" períod0................... 103 TODA tartas ie 492 Hantsalido por diterentes Causas. o e 13 Muedanten ome Julio derls90;... A lio 419 Added Uca ausentes que LO paa A 15 Socios que pagan......... 344 PA noo opa coo - oo OO OOO 199 Pa a A eee Sociosienlarsección La plata. a 48 SOGIOS COLTeSpPOMSales. aaa io o lee o asia 9 (En este periodo fué nombrado socio corresponsal en Rio Ja— neiro el señor Comendador D. José Carlos de Carvalho.) Socios IONdaTos o aea dodo o e oa dla a Oia BOI DOE 4 Sn E Ne EE A ra]! Su OA! e O A O ON A ANA Y NA Ne RO X A y E E 0 DS PA AE Y IA - A - A SEGUI ; LU y COM ras UE? Y ARE IRALA á DN TS SEA O AD Al ñ . pasa] ay p E A Rd E y a CAIRO AN ñ AO O AO A OE SUE Sen y 108% AS A E a OIDO OPIO O OD Ramo OA O OU - y S : 7 - Ñ: A e ACI 0 EEES EN Foimaaad d ¿ E . x E LAN E A . = Í SN ' de » ñ A Ñ E x E A ES Y j 38 N Ñ E - E ANEXO B ESORERÍA CUADROS DE — 99 Le 09 EL “QUUVTIIVA) TINY "0191089, 0 vFO"T LFPb 060" 1 sl9"% L66 Sr6 616 'P 9LV 068" L6 c86 TI crv6 666 Y/n y 886" 6S n 4 . Hd Ss "OLIBIOLIOS YOPUD) IP “Y IDIDADM + .. + .. 0.9... .... .. ...... ...» .. . e... ..o. ...» .. ... ..... ....... .¿..... 6881 SVOUTIVS ... ee *eT 12 ol Omar OU REO AR eee [q y CATS e A O a **019UH “> +9 1QUISTorg * ++ *9I1QUITAON ===" ="91qIIOO “+ ***91qUI9neS O OO O A IO co 6166 vo 88664 9v_L06"96 00 8 9h 9068-96 OT 00 ¿001 ce 6101 cg 828"1 cg Té8 00 PrO'T c9 608'T S0 6189 0S 18y TT 6686 Op 09T"T SL, 69L 06 pLS T/u Y ....os *9YUDPISIIH STIVUON “IN SOTUVD “E oA *:0681 9p ON Sp CS] uN ele ua erou9)sIx q A e ONES INpop y cesos TYMANAD TVIOL "****688L 9P OMNF 9P GT US PIDUASIXA OR .......0...00 0. 0. 29+- SO Tí 12 T One O TUI, A o RECO AE e... .. oo» TL a eee e A a de O ON is o OSO “+++ **019UH ...oyooo po...» ..o e... ........ + Lon. co0.0o.. 9. -....%...».. 000... 0...0.. 0681 o... ........ 0... estes a 1QUIATII 9IQUIITAON] 22 *91Iqupo A USOS 50 BO OOO OOOO OO A A SAB AO OLI 6881 o... o. ......0...0.....0.00.». 00. ..00.00». ........ o... 2.460... 90....000%. o. .... cc... 0.0.0.0. 000000. o... .... o... ..0.. SVUVuULNA (0681-6881 “0019D¿S1MMUPD Oporad ITTAX) UU SIy eopi1U9t) pepar9os e] ep e[eg e] ep [e19u9S soue]eg "019J10S9 L “OAUVTIV) TIINY "O118J91998 “90%PpUD) 9P "Y DD] — “IUSPISOIH “STIVUONL “[N SOTUVO : E A O 00 8088 " "0681 9P OT[Nf Ap GT US IeIQOJ Y 6€£ 066'p estes **sa[qeiqo9ut 10d sopezI[nul] 66 861"L IO L 00 9969 “+ +*"IVLOL 6€ 98L'p 6881 9P ONE SP GT U9 18109 Y 00 08p Saco) | aro neta a 00 206 cenar =orap || 00 9969 “++ **** sOPe1qo9 IrONpap Y 00 78 rersrarrareco o LeJy [100 81€'6 ""TVLOL 00 9TL . o LA 00 916 . . oa ONO 00 FOL » » nece: SSI 00 286 . . o OO 00 P%9 . eat e OTTO 00 996 . RO A 00 TC9 . . SOTO TR 00 Zeo“I . A A A 0681 00 0S0"1I A o RA A 00 P96 ó cer OOO 00 00? . coo noo ce... oso ******21QUITII 00 vL6 , e a O 00 00€ A EIN 00 96€ cren erre “2 DO | 00 ESP crrmrr rre 9 IQUISTO 00 LG > A e QUISAS 00 6Lp . EAS IQUISTAON] 00 9£p A OSOS 00 P8€ o Pg Oe OO AO os o NOS 00 901 ; mesrororse***“068T 9p TE le 9 om || 00 gps Lererrrererrrre ero O IQUIONOS : U9 OAMEISTUTIPe Opoti9d JITAX 00 3vS ó SENO ONO [9 ojueanp ele ep 01q1, unSas sope1qoo soqroay ;Ua se[¡nue[d ap 01q11 un3as sOptuiy soqro9y U/a $ -(OM9YDASVAAMPP OPowwId ITA Y) 06831 9P OIM SP ST US SA[ENSU9AN SEIOND SP ADULILG E Ops: "0191089 “QUUVTIVA) TAINY On 1 Ss Ya “*"1VLOL ......1...b....... 9... . ..... o ooo... co... ............. . . e... .....00.. 0.0... ....o»... o... ». +... ..<.. .......<.......+.... e... ...........0%0.%...... . e... e... ....... ......0..... .oo o...» 0... ......... ... ......o. .e........o co... o. ............ NAO Rao o SOME A co *11q y *="OZIRA **** 0191094 cocer OIGO "*91QUALIN "9IQUISTAON O) *91QUIIIOS co oo.o no... "01503 .ooosos "6881 9P 18 18 91 “Inf : US SOJ[9NS SOJQUI NU 9p eyuoa Á VAnedystuTape opornod ¿IITAX 19 ayuelmp eleo Olqt unSas sopelqoo soqloay £0 Pol Wa $ .. .... e... .uo.os ....... co zum IA A _ 2 __A«MIMMMM A A q(qQÉEA4> 00 Tep 0S 98€ 0S 908 2222 6881 9P OMOf 9p 87 PIO0UAJUOD | ZE a DA 8€ e O > Lg T9T'C CL SET Gl 1668 Essto to *esueleeuog eotpoJy UYIoeroosy | 6 o LO 61% E LO 61% OOO A OBRAS OU 81 TE 868" LE dE 1£ 868"L8 E A dos LT 68 O e a o mi a 2 O 8 a o la ol 00 06b 9 E 00 062*£ 00 0461 ntc c[eo0s OLOYIpH [ep SOUOLIIY | y] 00 9bp* OL > 00 9PP"OL A rt soJenasuo y S9uoTanqrquo) | eL d da co A o E €€ 621 Gp C9 8L PG tito so[tuy SO] ? SolOJLOSAS | TI | psi PO 68% pS PO 68% Dr 98M | ás) Ez E Té TO" LP TE TIGO" LP O SAUS PRO DUE [Ed 74 o E 00 981 00 009 00 982 A | CUOLI E NAQUÍSITO 74/56) | 00 00% En 00 006*T 00 009 “255 [euorSeN OULOIOf) [Sp UOTLUAGNS | G De O 08 A ER) 66 166 E ER 66 126% REO € 5 TS 7 EopLEaio a e AS 6 616% DE 886" €U 9 106'96 A A OS An ev YUALTVH Agaa YA4dVH Hada H O A EA O O A SVINANO S (S) SVIN4MO Y (opogwad TITAN) 0687 9p OI[Nf AP ST US JOABIA OIQUI [9P [e19U9SS 29UP]eLg 'O19I0S9] . : “QUUVITIVA) IIDNY : “O11eJ91998 2J01PUD/) 9P Y JPIWWYT — “9YUOPISIIJ “SITVUON “ SOTAVD “o oA ON HS — o £0 LO8'£6 €0 L08'£6 99 9E6'£T%Z 99 9€6'€3% o ES OS — 00 TGT = 00 T6L cre UOS AY “1 [e eleuamoH | 17 = 0S OPT ES 0S OPT estro aeSóma “1q [e ofeuguoH | Op - 88 LGL'T C6-€LT'T €8 106'% ePOS e ep euya NE 00 0L a 00 0L — +++ ***sojo9ymbiy 9p [e.1qua) peparos: | ye MEE EE 06 -190*€ cs O A le EL cg — CL G9 = resto saTIaT) SOJ9lU9Su[ op Peparos. | 9€ -- 19 C£6'PE ++ 19 CE6 “PE ""S9JPIDUTAOIJO < $ S C£ LO C8T"£e =— TL T£8*9€ vO 9P9"€ * *SOJRUOLDRN ([ 9LI9S SELIRO9JOdIH Sepopo) | pe ll e a al prendado SOIBIO [y [LSOJIEO | Se | 1 , pa 0S ¿SI 08 ST PF O BEE 80 UY (ÉS E =- 6£ 066'P REE 6€ 066'p O A ana TE paa put dE 00 000*1 00 000'T a e e eo AROS UN GAS O ue 6% | ze — 00 00% 00 00% erstes ele SOWeY “dq OSuoJapII | 8% MZ EA 00 00% 00 00% OS MEAN EST 9% nan 00 19 00 €S 00 071 A SO US cz 00 0,81 ERA 00 048*T UE a a SS UTA B O v% ES cg +GL'18 cp CUYO*8LI -6L 928'PLI + rapua) 19p DUMS YIIVH 3 HALA ! YAgvH dada E (e) SOU'IVS SVININD ze (opoywad TITAX) (uozownu1u09) )68T SP OIM SP ST UN JOÁBIA OJQUT [9p [e19uoS a9ueTeg e E GL S6T [OS 6LE9|00 OL a | A | A | | cs 2 A 0 — E ———_—= | >oE——_——— a | A S « « [SL T90U| < S S < S SS ¿00 001 (00 08) pp pep orsosess *="*GT OHnf « ES ES « 9 sg $ S ES « [SS DORA a ES * OTUN f « 00 69 e « « « « « c€ 9% « « 00 0OT 00 08 e... ........ . .opo.. o...» OAB IN € S “00 066 SS € « [00-06-1986 S 00-00 VOR E [q y s ES S « S ES K S 8 LT $ SS COLOMA o ES " OZIe NA 00 0L «100 02 < < S « [00 OST |< < OOO DORA ES e 019.194 00 S3 Ss «¡ET 000T[00 S3 S S SA 0SRS S SS VOROOJ VOR (M E 0.19UH 0681 « 09 OTE9 « S « ES SS ES GORE S « 00 00100 M0 pp oreseesssotoses 91QUATIT(T SL 0p S S “5 07 S S SS $ S E VOROOTA VOROOCA (e dal 91QUISIA ON] S Ss S « [LT TESIE[0O GLS S SS $ SA ORCOS CORE SA 9140990 | S ES ES $ SS S 00 0€9 S OP € ES S OOOO COPLA **91QUIIIOS 5 $ « S $ S < 0008 o wv 00 ES 00/00 OM MN o 09508 y ES S á s S S S S S S « 108 898100001 (00-90 ree TOR omnf | 6881 A A o A A - A 979'L06:'98 $ SVUVAULNH 0681-6887 '0A1181ISTUTUIPe Opot1ad oIIIAX 19 92U810P vUNUISLY COITO PPPa190S e] ep efe9 e] Sp [8.19U9.3 OJU9TULTAO IA "0191089 ], “QUUVTIVD TINY "OLIRJ91DIS 29O0PUDD OP “YH IVIDAOJT — “BPUDPISIOIL “SUTVHUONN “IN SOTUVD ¿0H oA TAS A A y 2 | 2232 MM | 4» ———A—Á AA —_ > ———K— === _ UH —AÁAÁ E VOTOS TES S $ S S S SS S SS ORO IA VOROS TA ESO ATC MOLES PSTCO « « « « « « « ES ES « SS 167 30€ 00 0S « 8L Gv% « LS OP€ E “*01UN f « <= [00 S9T¡00 081] < a ss $ S S SS 00 686 [00 €S [08 L8 « [09 890 9.6 |''* oLem $ 00 o 0505] ES S SE DOROOS 1 ES 08 9LT [00 OS OUR SA UTC EN « S < < S « S S « « < [86€ SIF [00 09 [ST SL 68 ¿ET | < [90 PTP | OZIen « < < « S « < < e S <« [08 TS% [00 99 [06 06 (00 SIT | < [OE €ELP |'Oto1qa4 « $ « ES « E SK S S ES « €0 T%% 100 09 100 18 188 6lé | < |€€ 19€ |** O19UH | O68sT E S S « [09 ¿ST|00 ¿081/00 008|00 OOOL|OO 008] < < [00 £88 [09 <8£ | < A o Eo « « « ES « ESS < ÉS « ES ÉS $ 7 « 00 OT < cr 9L€ A AON] 00 pop] < Ñ S S ES E Se < ¡v0 9P8T|T9 SE6VE¡SE 6 « [00 383/00 001 | < [38 €8é |“elquio eS K $ < « « « ES < « S LL PT [81 SE9 [00 TZ [PO TEL | < [IL 3er |qUuINIS 0S ere < S « < S « SS S < « [Ot PI [09.é8T | < [00 001 |< Jos 9€€ |o1so3y S S Ss S S « S S S S < [1P88 S < [8% LOT |< [89 316 [Ie otr 6881 6 Sy A 0 0 o m Lo) e U < A H El < 0) (u92900NUIUOD) Q6ST-688T “OAIICAISTUTUIPE oportad JJIITAX 19 9JUe1np 2UNU9SIY PoyIiu9sto peps190s e] ep eleg e] ap 1etouoS OJUSTuITAo "019059 ], “QUUVIIVA TIINY “ OLIRJ9IDIS “OIPUD) IP “Y VIII — “SNUDPISIIA “SATVUOJN * SOTUVO : ¿ToA ONE 'S 00 0€P"6P A TS DY 00 009'6€ 00? Pa oa baso So OSO o a Ua0n 98 SOP 9P UQIORZIIOWE Y] ALINpap Y 000 70p coretoettot oo: Sa]BuondeN (| 9119s e] 9P SE]npay ue jeroos 0uJYJia, 19p e99j0d1H 00 001 UB IPS Ped OSinauoY) 00 08L'6 "27 + > *(sepp io) [e1008 OLOYIPA [9P SAUOLDIY 0681 14 ONTAL HA CT] NA OAISVd U/w $ SS OL6 OPT 00 006 00 00€ 00 000"S 00 0081 00 0Sv "6 00 656" P6 LO 616 00.000" 9 00 082 00 8055 SL. 6LT vO 686 00 981 0p p91"0%3 69 IG6 "6 66 6168 U/uxr $ A IS O O a ne £ ua OUN epeo Opeu -S9 JUBUIa[[” ]-9Ay UeWwios “18 19 10d opmay -SU09 Px9[[1p10) e] ep eder Jop saxedurale 00€ “+ (SO[PNSUQUI $ QS IP UOZEI Y '68T AP OTUNL e 0194 9p Sasaw1 so] 10d epnape anb saxo ¡mbre SO] ap aj1oduIr]9) SAJIAT SOLITUISUT DP PLP9TIOS “+++ +8 001 U9 eun epeo epeulsa *OATyoJe [o U9 SAJUASIXA SAYPPUY SO] 9P SAUOLVDILOS (E *"pepard0S t[ 9p 049.191 [9 US SI)UIISTXO S9|PTISJL NN estes + *(e199] e] 4IS8q) SEpeuop sauoroo y e a es ev Dal *l u9 “eze]d ap orald 18) O ens serieaJodiH sejnpa) 008 6p Per rra tete +++ OLOY9Y Y] UO OYOIN *:38ung 9 4 Ozzerqosng y uenf “sels so] od vyoa] e] Ue epenjoaja UuOIOese]) [er9os o0ualiaJ RIO Y SOUOLDDV SS A oa) P soquo91) SsO1908 “+++ *(181qO09 Y SO(IO9I) SOJPUY SO] P SIIOJLIOSNS cr + DON EA * ++ ***[BUOLD0EN OULALQOL) eraere+**e00301/QE "+++ *sa]n 4 so[qonp ******(OATro9ja us) eler) 068T 14 Or1A£ 4A C] NI OATLOV 8U1JU9SIY toyiusI) pepatoos o Acciones donadas durante el XVIII? periodo administrativo Uan VAS Lando e 20 tdetonso.P: Ramos Mejld. o... Uni + 10 Carlos Duncan to olas sI 20 ECRArTdO FA CUITOS elle dee cio 10 Canlos um rMoralest ce. aleta o > 0 o o 10 A EJanQdro WM. ROPEESA Lieieer aleta pelao o o A Ud 2 GrESOLO NN Ocelot ctas USO 2 Enrique Dominguez... uo. is les 2 Enrique Madrid to at cl 2 Ponciano L. Saubidet........... A 10 CAOS ABUSCOIAZZO 00 atera aaa edad» ANA a, ra 5 Bolo at ti ero A o 10 JU E Moo ao Lao: o occ ooo 2 MASA IO rs atole oo SS o 20 Bento Mal lata A 2 SOUEEO IED o o A BSO. oc Oo NOR 10 Tora a 137 = 1370 $!Im4 ——_ SARA KÁ IA rr aa 11] PAN TY nn] AAA IM IRIADA e "Ga > mp Wi Fo q Pao A ; dentro 5 iz s «2 Pa Cs Das ha ) » ás Ma mb 4 «AP 90 Al aa € AO OTAN A A paran Á A “., mb! M an | | EA dos é BA 414] AA PERRA UU D0d O gi Ab ¿ARMA AO AA SARA DAÍ A, po» ARA Bon E e ¿AA Trees - ABAÑA AVILA Y Y ld OA Tr qa o" j A Ty me MA husil z a A IRA Salio 490 e, aL LV ya | e y a "e YI al RAZA E AA ñ ARA Mat, 4 Yan AA: Aa ha a qaAprnDA a Pe IS AFM TP IN Ma AA re A Add : ¿e o, olas 4 no sn dh M: E za 4 pe 7 ' Ñ E >. e Dra PARA pa A nor An Im da 7 AA, e UPA A AO xS. IN Y ERA, Ya La net h ¿aso ANA adi BATEA 2 Aa PY NE OSA a a pee AN Y É > : ES] a : 2 da AN YN SENA >? AAA á A sr INOAANAN Pra / Pap apAp “M- AN Pra É e, PALTA v | . Í Na e E] e. Ay A A da, pa ? A $ Y: .», . 2» Bas 4 : PAS ANA A Calama PA, Ars A 020 a | Pe MA, Pe ie AA La Ubbi. ra Ty de or lo” | A -»/ rr pa y ayas a ela, a pel Pay. Aa NS y A Ma , HARD Au . e Y RAP IN 2AÑAA y dp A 7 AAA 4 nm. xl b h AN Pl DA -A ,+7AR A 4 ye A PN Ar cor Y) SA “y a po y pe NANA, ys E Poda lA PA Ñ y W pl (wr rar” 001018 prota HU AA MU ¡MASA NOT vee A eiÓs olerrmtan A EA 4 AN ya dde Was y ect ANA V JM le em " a AA mi AA - r E, PA VUdAAA. Ps pr on .A A TAN eb Pm Í Ma DA ad Ar Panta az AAA 5 4. MALA a Ahosl UA aya 4 ¿Aa DAPR DIROA a Ar” A An a” e 44) Na ss lr Mart? > ( AN ' $ ae : A TA VES Arc. AAA j a li AN “armpl” A AS mI” . ala 8 ARA Jo As rs PO | hy APRA 0. A | > AY » , 14 A A A ¿AAA Anais ma A 5 za a P 5 Re 5 5 % Ti! AA Ps > A: A Yo PA o 1 ap! pte rd B An ¡EPT! AA TU MATOS ON EU 0 3 9088 0