A A a A MA. Ara 0 MS: AA AE pl el p 6 ¡SN 1 ICIEDAD IENTÍFICA - ARGENTINA | ———S RA 2 DimECTOR : Señor FÉLIX F. OUTES -— SECRETARIOS -: Agrimensor CRIsTOBAL M. HiCkEN y señor Luis M. TorREs REDACTORES ngeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. ssen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis uiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique lerrero Dueloux. E ENERO 1902. — ENTREGA I. — TOMO LI! PUNTOS Y PRECIOS DE' SUSCRIPCIÓN EA A - LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 269, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS POMO a EU olaaa ol $ má 1.00 (AD ES SA NE AA 12.00 Números atrasado. cons da duidle ciclos » 2.00 = para los soci0s........ » 1.00 + La suscripción se paga anticipada $ => | BUENOS AIRES IMPRENTA Y €EASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 A A + dentaria ¿Dotior CañteS M. MORALES." E o Vice-Presidente 1 Arquitecto Juan A. BuscHIAZZO. 0% 1d. 22 Ingeniero DOMINGO SELVA. - Se cretario deactas Igeniero MANUEL J. ARCE. 0 e irontencia Señor JosÉ LARREGUY. 5 A Tesorero... . Ingeniero Luis A. HuErGO (hijo). Señor NicoLAÁs Besio MORENO. E Doctor Ebuarbo L. HOLMBERG. Ingeniero ARTURO PRINS. 3 Ingeniero IGNAcIiO AZTIRIA. a Vocales SEO Ingeniero SEBASTIÁN GHIGLIAZZA. 03 Ingeniero ANTONIO PIAGGIO. - 8 e ) Ingeniero HicinIO REYNOSO. Señor Luis CURUTCHET. Gerente ........... Senor JUAN BOTTO. ADVERTENCIA : ; A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios se les previene que deben solicitarlos por escrito ála . Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- E derados. E La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem- : plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por: el excedente á a dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. > ES >> Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- PES A ción, Florida 832 del12 á 2.30 p. m. mE Hs : La DIRECCIÓN. e 1 9 A 3 e INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA SS 'IRODORO ¡STUCKERT, Un: árbol SBBTADDE 0.0.0 oa a ia de es da ía o 5 : CAROLO SPEGAZZIN1, Nova addenda ad floram patagonicaM.....oooococccocccooo. 13 G. CARTAUD, Análisia micrográfico de los aceros al carbono..... A OE 35 BIBLIOGRAFÍA : GODEFROY, La fonction gamma. Théorie, histoire, bibliographie. — HADAMARD: La serie de Taylor y su prolongación. — ThomPsoN, Courants poly- phasés et alterno-moteurs. — Comunicaciones del Museo. Nacional de Buenos AS A SS A e RAI e rc OTE 42 MOVIMIENTO SOCIAL .......-..... a A E Y js e IN AS 0 46 J | e ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENIIWA 4 pl s ; K ANALES. ee ds DE LA EDAD CIENI ARGENTINA DireEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. Hicken y señor Luis M. TorRrEs TOMO LIII Primer semestre de 1902 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONIL HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 K A " aa PEE ANS, ETE LE e UN ÁRBOL SAGRADO Por TEODORO STUCKERT Desde la Tierra del Fuego, á lo largo de la cadena de los Andes, tanto en la parte oriental como en la occidental, hasta México y ¿“un en las partes montañosas del Brasil se produce un vegetal ora como arbusto ora como árbol de regular talla, que lleva el nombre científico de Drimys Winteri Forst. (1); perteneciente á la familia de las magnoliáceas ó según la más reciente división á la de las Winteráceas. Como sinónimos científicos pueden citarse : Winterana canella Linn. f. Winterana aromatica Solander. Wintera aromatica Murray. Drimys punctata Lam. Drimys paniculata Stend. Debe desecharse por iocorrecto el nombre Drymis empleado en muchas obras de botánica. Las denominaciones vulgares que les son atribuidas según el lugar de su procedencia son : Canelo, Canela?, Boighe, Boyque, Voye, (Arg., y Chile), Uskutta (yagan), Ciúla (aona), Sháahlku, Shálakuahr, (Aelakaluf), Casca d'anta, Canela de Páramo, Palo de Mambo (Bras.) Extrictamente considerado es un habitante más bien de países cálidos que de fríos ; pero se produce también en estos últimos, en (1) Forst. in Chan, Gen. 84, tab. 42. 5 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sitios húmedos y resguardados de los vientos; existiendo de él di- ferentes variedades, que han sido descriptas en muchas obras cien- tíficas como nuevas especies. No son hoy día aceptadas, sin embargo, sino por lo que en efecto son: meras variedades las que se expresan por : var. magellanica; var. chilensis; var. granalensis; var. mexicana; var. Moreno- nis, ete., no faltando autores que estiman estas variedades como simples formas que reunen en la especie principal. En la República Argentina el boighe se cria desde la Tierra del Fuego hacia Santa Cruz, Chubut y Río Negro hasta el Neuquen ó sea en la Patagonia Andina; no constándome haya sido encontrado desde la Cordillera de Mendoza hasta el confín del territorio de los Andes. Las variedades existentes en nuestro país pertenecen á la magellanica, á la chilensis y á la Morenonis. La apariencia del boighe recuerda en uv todo á la de la magno- lia, resaltando á primera vista que ambas plantas deben agrupa- seen uva misma familia. El Drimys Winter: Forst, es un árbol bastante elegante y esbelto. de forma piramidal de 12 4 13 metros de altura y de follaje tupido, , siempre verde. Sus hojas son lisas, enteras, de consistencia coriá- cea, oblongas hasta lanceoladas, verde obscuro lustroso por la parte superior y verde gris por la parte inferior, cortamente pecio- ladas. Las flores de un tamaño regular se conglomeran en una es- pecie de panoja. (1) Son de un color blanco muy puro y exhalan una fragancia suave. El caliz es gamosépalo, formando por consi- guiente un sólo conjunto cuando la flor está en botón; cuando la flor se abre, aquel se divide irregularmente en varias partes. Los estambres son numerosos y los filamentos de aquellos bastante lar- gos y tupidos, presentando cada uno en su terminación una peque- ña antera biloculizada extrorsa. El gineceo es formado de varios carpelos libres, dispuestos en verticilos, los que el ovario presentan en el ángulo interno y de una placenta parietal y multiovulada. El estilo corto tiene su ápice estigmatifero dilatado. Los frutos consisten en unas bayas carnosas negruzcas, indehiscentes y polis- permas, de forma oval comprimida. Las semillas albuminadas son lisas y lustrosas. 1) R. A. Puiiepr. Elementos de botánica. Santiago de Chile, 1869. pági- na 236. UN ÁRBOL SAGRADO 7 La madera de este árbol es de buena calidad, pero no admite su exposición á la humedad. Su corteza fué empleada hace siglos como medicamento, gozan- do en épocas posteriores de mucha fama curativa y tiene aún hoy cierto prestigio en -el tratamiento del escorbuto y de otras múlti- ples enfermedades, para cuyos tratamientos se requiere una medi- cación tónica y estimulante. Guillermo Winter, capitan de uno de los barcosque acompañaban al célebre Francisco Drake porelaño 1578 al estrecho de Magallanes, á la vuelta de su viaje á Europa en 1579 llevó corteza de este árbol. Por esta circunstancia Carolus Clusius en 1605 (Exotic. lib. IV., cap. I, p. 75) llamó á esta corteza Cortex Winteranus, y posterior- mente por la dificultad de conseguir la corteza genuina yen vista que aquella fué sustituida y sofisticada por otras cuyos efectos patológicos no eran idénticos y para distinguirla de las falsas, le fué dado el nombre de Cortex Winteranus verus. (Verdadera corteza de Winter.) Las causas arriba enunciadas impidieron la aceptación y pro- pagación de la droga, por lo quesu empleo vino á caer paulatina- mente en olvido. Los químicos modernos extrajeron de la corteza dos cuerpos in- diferentes : el Drimin C* H” 0* y el Drimol C* H* 0? y un ácido lla- mado ácido drimysico. Los habitantes indígenas dela punta austral del continente sud- americano ó sean los indios patagones y araucanos como también los pampas consideran el boighe como un árbol sagrado y experi- mentan por él un respeto profundo y hasta profésanle veneración. De las simétricas ramas del reverenciado vegetal los indios cuel- gan multitud de ofrendas á la deidad ó al espíritu que suponen lo anima, esásaber: mechones de pelo, cintas usadas, correas ú guas- cas, trapos, de todos los colores imaginables, botellas, restos de cigarros ó puchos, y cuantas chucherías desechas, pampanajes y cerifollos relumbrosos pudiera acariciar una criatura caprichosa, lo incensan con humo de tabaco y vierten sobre elsu chicha, la que corriendo por las grietas de su corteza, se resume en ellas en su mayor parte, antes de humedecer el suelo, cual si esta divinidad vegetal pudiese coparticipar de este brebaje tan codiciado y apete- cido por humanos (1). (1) D. DaNieEL GRANADA. Supersticiones del Río de la Plata, 1891, páginas 193 y 195. 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Presididos por los caciques de cada tribu, los principales habi- tantes de aquellos parajes son convocados á reuniones (ó parlamen- tos como ellos los llaman) á la sombra del espeso y misterioso folla- je del boighe. . Esta sombra y la seriedad de los asistentes imprimen á estas asambleas un carácter imponente y majestuoso. En los rostros de aquellos guerreros impacibles parece en estos actos acentuarse la persuasión de la presencia del espíritu de venganza, cual si cada uno de los concurrentes conservase en su interiorenuna lápida cin- celada las palabras de la ley mosáica : «Ojo por ojo, diente por dien- te ». Resulta en consecuencia que en múltiples ocasiones, las ins- piraciones de la mayoría de aquellos, arrastrados por la corriente: iracunda, hacen decidir de la vida ó muerte de alguno de sus se- mejantes, de una familia y aun de una tribu entera (1). Aquellos salvajes celebran sus fiestas más solemnes llamadas Cagumes 6 Cahumes sea cual fuere su objeto, religioso, bélico ó familiar bajo la sombra ó á la presencia de un canelo, su árbol sagrado; y á falta de un árbol vivo colocan un ramo de él en un punto elevado y bien visible; llevan otro en la mano que parece simbolizar el vínculo superior que auna sus voluntades y designios. Estas festividades terminan por lo general en borracheras, li- cencias y extravagancias, debido al abuso del pulco (puleu) ó de la chicha, ó bien del aguardiente que es su néctar predilecto. Cada cual de estas tribus y por tradición de una generación á la sobreviviente según la región en la que vive consagra su reveren- cia más especialmenteá uno ú otro boighe de señas particulares ó al que se halla vinculado algún hecho importante ó grandioso de su historia, honrando así la memoria de sus antepasados. Lo que el olivo fué en tiempos pasados para el pueblo de Jeliová (y basta recordarla historia de Noé cuando la paloma volvió al ar- ca conel ramito del olivo), tradición que se ha conservado y propa- gado entre los griegos, romanos y hasta entre los cristianos; ha sido y es el Canelo para los moradores del extremo sur del conti- nente americano. Lo mismo que el olivo, el boighe es estimado como el emblema de inocencia, rectitud, paz y justicia y sus ramos deben figurar como principales é ineludibles estandartes en cuantas ceremonias religiosas y políticas sean celebradas por aquella pueblada. (1) A. MuriLto, Plantas medicinales de Chile Paris. 1889, página 6. UN ÁRBOL SAGRADO 9 Un ramito de Canelo es también prenda de reconciliación y de afecto, puesto que lo es de paz y de justicia y á prueba de ello es que cuando en aquellos parajes debe estallar una guerra sin cuartel ni perdón y que por esta razón amaga despoblar una comarca entera, los hombres neutrales y pacíficos únense para presentarse á los dos partidos querellantes, llevando en sus manos ramitas de este árbol. Gracias á su mágica y poderosa inluencia aquellosno tardan en apacigua rcomo por encanto todos los rencores, en desarmarálosmás furibundos y en obtener entre ambos partidos una reconciliación, la que queda afianzada con sello sagrado, prometiéndose los esti- pulantes mantener una permanente y sincera amistad. Como en efecto la corteza del boighe posee propiedades medici- nales, los machtes (médicos) aprovechan aquellos para conseguir sus curaciones, alribuyendo á este vegetal y á sus derivados virtu- des curativas de extraordinario vigor y alcance, cual un verdadero alexifármaco. Recogen en cierta época del año ramitos del árbol, los conservan en sus habitaciones para usarlos cuando la oportunidad se presen- te yaún muchas veces entierran un arbolito vivoen las inmediacio- nes de sus ranchos. El oráculo de Apolo en Delfos era uno de los más célebres por cu- yo intermedio á los necesitados y oprimidos les era dado descubrir algún secreto, suplicando aclaración y consejo á las Pitiaes, sacerdo- tizas de aquel templo, y por este estilo existían y existen desde la antiguedad más remota y posteriormente en tiempo de los griegos y romanos, en la edad media y hasta en nuestros días cierta gente, llamada hechicera, agorera, bruja, adivina, ó expresado con deno- minaciones más modernos : laumaturga, sugestionista, espiritista é hipnotizadora. Estos individuos hacian y hacen creerá los supersticiosos y cré- dulos que por medio de ciertos gestos, maniobras, ademanes, refle- jos, fórmulas pronunciadas en alta ó baja voz podían ó pueden pre- ver lo futuro, conocer el porvenir y adivinar lo oculto, pero que, para esclarecer aquello necesitaban ponerse en relación con los es- píritus ó manes de la otra vida, los que mediante la presentación de ofrendasles revelaban lo que el solicitante deseaba saber. El sueño y la sangre juegan un sobresaliente papel en esta clase de empresas y según la gravedad del caso no deben faltar en ellas conjuraciones y sacrificios. Ningún cristiano debe participaren manejos de este género, por 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ser asociados con el engaño y la mentira y porque sea cual fuere la explicación racional que se les ha dado ó trata de dárseles son prohibidos y constituyen una tentación á Dios y fueron también castigados por la ley de Moisés con la pena de muerte (1). Vemos pues, que ya en aquella remotísima época existían gentes que te-' nían tratos sobrenaturales con los espíritus y bástame recordar de las Escrituras Sagradas la historia de Saúl, cuando siendo rey de Israel se vió abandonado y perdido, adoptó como último recurso para conocer su porvenir, irá consultar á la bruja de Endor, ha- ciendo comparecer los manes del profeta Samuel. En las regiones del boighe entre aquellos paganos bárbaros tam- bién existen al lado de los Machies y á veces en una sola persona, hechiceros y dúgales (adivinos)los que en su mayoría se ocupan también en curaciones de enfermedades tanto de la gente como de los animales. tlgunos curan por simpalía, otros «por palabras» recitando fór- mulas ó una serie de vociferaciones coherentes ó inarticuladas por las que se imaginan ó pretenden invocar á los demonios ó espíritus malignos, implorándoles su ayuda y cooperación para el restable- cimiento de sus enfermos, meneando por encima de la cabeza del enfermo ó sobre la parte dañada unos ramitos del boighe, suminis- trándole á veces también al mismo tiempo bebidas compuestas con la corteza del árbol. La causa de las doleucias siempre es atribuida al espiritu malo que tiene gusto en atormentar á los seres vivientes de la tierra. Esta creencia es muy general entre muchos pueblos; los ertollos reco- nocen en el espíritu maligno el mandinga; los guarantes, los perso- nifican con el nombre de Añanga; los indios Pehuelches y Pampas consideran por origen del mal al espíritu Gualiche; los machres (6 maches) le llaman Huecuvú ó « Pellan ». Entre aquellos curanderos había una clase á la que daban el nombre de Hueyes (nefandos) que llevaban por vestido una ca- misita y un delantal llamado puno al modo de las mujeres. Usa- ban el cabello largo y suelto y las uñas crecidas. En sus ceremonias no había de faltar una rama del reverenciado Canelo y valíanse como otros de la succión para extraer de la parte enferma el sér destructor de la existencia que en él había introducido « Pillan » (9). (1) Levitico, c. 20, y. 97. 2 Don Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán en su « Cautiverio feliz y otros ». UN ÁRBOL SAGRADO 11 Cuando el males grave y su curación difícil éstos dúgalos cele- bran sus juntas ostentando como símbolo de su oficio unas varillas de canelo, árbol consagrado á la divinidad protectora. Componen sus hechizos con hierbas y excrementos de Ibunches ó de otras sabandijas que se crían dentro de las cuevas que les sirven de morada y como punto de reunión para sus conciertos (1). No consiguiendo la desaparición del mal, lo declaran invelerado por causa de una culpa tremenda y objetan necesitar « sangre », para obtener su curación, Sacrifican entonces, exprofesamente, animales y salpican ó tiñen un tronco de boighe con su sangre, ofreciendo á Pallan ó sea al espíritu maligno sobre un altar en cuya construcción no deben faltar maderas del boighe, los corazones y cabezas de los ani- males degollados. Estas partes son destinadas para ser consumidas por un fuego lento. Por la vista y el olor de la sangre y el humo de estas carnes quemadas, aquellos pobres salvajes creen ó pretenden creer que el espíritu maligno se apacigua, axaudiendo sus clamores y plega- rias, accede á sus ruegos y que les torna su clemencia y benevolen- cia, esperando de él en cambio, la salud de los enfermos por los cuales suplicaron. Estas costumbres no son nuevas y encuéntranse creencias análo- gas en muchos pueblos de la autigúedad. Son pálidas imitaciones de los mandamientos que los Israelitas recibieron de Moisés y el hecho de pintar troncos con sangre puede leerse en el capítulo 12, vérsiculos 7 y 13 del Éxodo en el que Jehová manda á sus adictos que deben pintar con sangre de cordero las postes y dintel de sus puertas, para que el ángel viera la sangre y pasara por delante para no matarles los primogénitos de sus casas. Los dúgales de la Patagonia usan también una especie de trípode para pronosticar sobre él sus augurios. Cuando una familia afligida va á consultarles á propósito de la desaparición, rapto ó muerte de alguno de sus miembros, ellos pretextan necesitar una entrevista bajo las ramas de un boighe con el espíritu maligno, elevan sus brazos al cielo, recitan en alta voz, preces de conmiseración, entonan cánticos lúgubres, dan vuelta á paso marcado y lento alrededor del árbol, aceleran paulatinamente su paso, trepan en seguida al árbol con ciertos (1) DaniEL GRANADA, Supersticiones del Río de la Plata, página 195, 1891. 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA movimientos temblorosos y convulsivos, buscando así inspirarse y apropiarse de las revelaciones que el espíritu maligno quiere dignarse comunicarles. Estas demostraciones son acompañadas de libaciones frecuentes de un brevaje compuesto de un cocimiento de la corteza del boighe, con ó sin pulcu, chicha ó aguardiente. Por la presencia del espíritu invocado y el uso continuo del brevaje aludido el dúgalo luego queda preso de una especie de desvarío extático en medio del cual y bajo su influencia empieza á vaticinar, señalando á los deudos del desgraciado el autor presunto del robo ó del crí- men del cual ellos fueron víctimas. El Canelo también goza de fama de ser un excelente salvocon-= ducto, talismán ó pasaporte para trasladarse sin peligro de un punto á otro, llevándose gajitos del árbol consigo á modo de un amuleto ó escapulario, pasa por consiguiente por proleger al que lo carga de cuanto mal pudiese sobrevenirle. Córdoba, septiembre 30 de 1901. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI (PARS ALTERA) 268. CuLCITIUM GILLIESI (Hook. € Arn.) Speg. = Gay, El. Chil. TV, p. 136. — Senecio passus-crucis OK., Rev. gen. pl. III, 2, p. 176. Hab. In pratis editioribus loco Angostura vocato inter Trelew et Paso de los Indvos in Chubut; Nov. 1898 (N. Ilin). Obs. Species habitu vere senecioideo et €. Poeppigt DC. peraffinis, a qua recedit foliis minus crassis margine profundiuscule pecti- nato-lobatis, lobis utrinque 5-8, saepius e latere externo 1-3- denticulatis omnibus acutis, achaeniis virescenti-canis gla- bris costulis” longitudinalibus 10 eximie puberulo-farinosis percursis. 269. CULCITIUM MAGELLANICUM H. € J. = S, lunicatus OK., Rev. gen. pl. TIL 2, p. 179. Hab. Non rarum in campis arenosis secus Rio Santa Cruz, Oct. 1897 (V. B.). Obs. Variat foliis angustissimis v. latioribus, planis v. plus mi- nusve revolutis, capitulis erectiusculis v. nutantibus, squamis plus minusve numerosis (25-40), Hoseulis albis roseis v. pur- purascentibus. Achaentis semper glaberrimis. 270. SENECIO JULIANUS Speg., N. Sp. Diag. Discordeus pube submembranacea arcte adhaerente cinereo- ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA subargenteus, perernis, radice? subpalar: fusco-squarrosa sun- plicev., furcata radicato, foliss subparvis subcrassiusculis erectis 3-8 rosulatis limbis ovatis apice subacutas v.obtusis deorsum sen- sim v. abrupte cuneatis in petiolo longrusculo productis, mar- gine grosse irregulariterque dentatis v. subincisis non revolutis, scapis solitariis 3-4-plo folais longioraibus nudas v. bracters pau- cis lmearibus semtamplearcaulabus remolassimas ornalis, mono- cephalis, caprtulis erectis late campanulatis parce caliculatas, squamas 15-18 incanaso. errescenti-subglabratas, flosculas 60-80, achaentis angulato-costatis glabris. Hab. In pratis sabulosis siccioribus prope S. Julian, vere 1899 (GA) Obs. Radix... (an rhizomatis horizontalis rami?) subeylindracea (20-50 mm long.=2-3mmcrass.) cortice fusco-squarroso (folio- rum delapsorum vestigiis) tecto, deorsum fibrispaucis crassis pallideochraceis barbata, sursum simplex v.bifida, apiceabrup- te rosulato-foliifera. Folia subfasciculata erectiuscula (10-30 mia long. tot.), 3-8 1n quaque rosula crassiuscula subcom- plicata, limbis ovatis ellipticis v. spathulatis apice obtusis v. subacutiusculis, deorsum abrupte v. sensim cuneatis (5-20 mm long. = 4-18 mm lat.) in petiolo planiusculo aequilongo v. parum longiore basi in pericladio latissimo amplexicauh membranaceo-dilatato productis, margine grosse irregulari- terque dentatis v. incisis, dentibus v. lobulis obtusis iterum denticulatis, denticulis subacutiusculis ac saepe subundula- tis, In prima juventute utrinque albo-pannoso-tomentosa, per aetatem ad epiphyllum glabrescentia, ad hypophyllum pube tenuiter membranacea arcte adnata cinereo-argentea vestita. Scapi Im quaque rosula solitari erecti (100-150 mm long. = 1,5 mm crass.) teretes membranose araneoso-cinerel v. subglabrati tenuiter striati, nudi v. bracteis concoloribus 2 y. 3 remotis linearibus integerrimis acutis (5-15 mm long.) basi amplexicaulibus ornati, monocephali. Capitula erecta late campanulata (8-10 mm long. = 10-14 mm diam.) basi brac- teolis adpressis linearibus brevibus 1-5 caliculata, squamis 16-18 (5-9 mm long.) lineari-sublanceolatis primo araneoso- incanis deim Eve glabratis ac virescentibus apice acutis pe- nicillato barbatis margine non v. vix pallescentibus donata, flosculis omnibus tubulosis, corollis luteis (5-6 mm long.), an- theris scariosulis longiuscule exertis, pappi setis tenuissimis NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 15 albis (3-6 mm long.) denticulatis, ovariis glabris 5-costatis, costis subalatis. Achaenia matura deficientia. 271. SENECIO SERICEO-NITENS Speg. (Ph.) = S. patagonicus Ph. — Speg., Plant. Pat. austr., n. 218 — S. Morenonts OK., 1. c., p. 10706: Hab. Frequens per tolam Patagoniam mediam aridiorem, per ann. 1892-900 (€. A., €. S., Koslowsk y, Mauri, etc.). 272. SENECIO COLU-HUAPIENSIS Speg., D. Sp. Diag. Discordeus, albo-pannosus, radaice longe valideque ramosa, ramas in collo dense fasciculato-congestis, subaequilongis dense foliatas, caespitem subhemisphaericum efficrentibus, folvis paten- tissumis parvis sessilibus lmeari-subspathulatis grosse 3-5-den- tatis, margine revolutis, caprtulis pedicellis aequilongas v. pa- rum longrorabus subimbricato-bracteosis suffultas, late campa- nulatis, squamis lineari-lanceolatis 13 incanis apice viridibus glabratisque nono. vie cilratis, flosculis e. 50, achaents glaber- rimas. Hab. In aridis sabulosis prope Lago Colu-huapr, Aut. 1900 (C.A.). Obs. Radix lignosa cvlindracea graciliter laxe praelongeque ra- mosa (15-50 cm lonz.); rami ex collo radicis numerosissimi fasciculatim caespitose exsurgentes (50-70 mm long. = 2 mm erass.)simplices v. rariussupernebreviter pauciramululosi ara- neose v. pannose tomentoso-alb1, dense foliati. Folia paten- tissima lineari-oblanceolata v. subspathulata (7-15 mm long. = 3-5 mm lat.) utrinque in juventute crasse pannoso-candida, dein Eve cinerascentia, coufertissima, infima integra revo- luta (5-7 mm long. = 1,5-2 mm lat.), media et suprema 3-5- (rarissime 7) pinnato-dentata (jugis dentium 1-2), rachi lobis- que latis (1,5-2 mm lat.) obtusiusculis margine revolutis. Capitula in ramis acrogena solitaria, pedunculis exertis (15-20 mm long. = 1-1,5 mm crass.) albo-pannosis, bracteis conco- loribus 5-10 ovatis integerrimis acutis basi subamplexicauli- bus (3 mm long.) ornatis suffulta, breviter conferteque cali- culata, squamis 13 lanceolatis extus arachnoideo-incanis apice acutis glabratis virescentibusque (7 mm long.) non v. vix cl- liolatis, intus glaberrimis, margine angustissime hyalino- seariosulis, flosculis omnibus tubulosis flavis (5-6 mm long.), antheris subscariosis exertis, pilis pappi tenuissimis albis mi- 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nule denseque ciliolatis, ovariis compressulis (3,5-4 mm long.) glabris laevibus. Achaenia matura desunt. 273. SENECIO ARGENTEUS Knz. = Gay, El. Chil., 1V, p. 167. Hab. Abunde in aridis praeandinis Patagoniae centralis per ann. 1892-900 (C.A., R. Hauthal, O. Asp, A. Fernandez.). 274. SENECIO CHOIQUELAUENSIS Speg., N. Sp. Diag. Discordeus arachnordeus erectus ramas subvrrgatis robustis lignosis superne parce adpresseque ramosulis teretibus arcle adpresseque incano-araneosis, foliiss membranacer linearibus v. oblanceolato-limearibus obtusrusculis, anferis attenuato-pe- tiolatis, superis sessulibus semamplexicaulibus, primo laxe ad- presseque cano-araneosis margineque non v. anguste revolutas, dein superne glaberramis obscure vimidaibus, inferne Eve ara- neoso-incanas, ascillas nudas v. ramulais breviusculis subfasercu- lato-folvatis ornatas ; caprtulis 12m ramorum apicibus laxe corym- bosis, pedicello breviore v. longrore suffultis, parvis, parce caliculatis, squamas rigaidis 13 glabris v. viz subpubescentibus viridibus acutas obsolete subpemicallatas, flosculis 35-40, achae- nas glaberrimas. Ha). Tn aridiis saxosis prope Chorque-lauen, Aut. 1899. Obs. Radix..; rami param numerosi validi (50-80 cm alt. = 3-5 mm ocrass. bas.) simplices v. in tertio supero adpresse 1-5- ramost, deorsum teretes sordidi subglabrati v. laxe arachnoil- de: denudati v. follis arescentibus parce ¡nspersi, sursum obsolete angulosi araneoso-incani laxe foliati. Folia mem- branacea, infera lineari-oblanceolata (30-100 mm long. = 5-7 mm lat.) planissima contra lucem inspecta pellucida sub- trinervia denseque nervuloso-reticulata sursum obtusiuscula attenuata deorsum longe cuneato-petiolata utrinque viridia v. inferne vix araneosa, media inferis simillima sed breviora angustiora ad hypophyllum arachneosa margine anguste obsoleteque revoluta (40-60 mm long. =3-5 mm. lat.) deor- sum breviter atlenuala subpetiolata atque semiamplexicau- lia, supera el suprema linearia sessilia (15-35 mm long. = -2-2,5 mm lat.) margine anguste revoluta utrimque Eve ara- ehnoidea. Capitula apice ramorum laxissime corymbosa, im ramulis secundariis v. tertiariis bina v. terna, pedunculis brevissimis v. longiusculis (2-20 mm long.) nudis v. 1-brac- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 47 teatis albo-incanis suffulta, obconico-subcampanulata (5-5,5 mm long. =6 mm diam.), basi bracteis brevibus subarach- noideis 3-5-calyculata, squamis 13 lineari-lanceolatis (5 mm long.) utrinque viridibus el glabris v. dorso vix obsoletissime arachnoideis, apice aculiusculis non v. obsolete fusco-macu- latis, non v. vix ciliolato-barbatis, flosculis luteis omnibus tubulosis (6 mm long.), antheris subscariosis exertulis, pilis pappi albis (4-5 mm long.) denticulatis, ovariis glaberrimis (2 mm long.) angulato-costatis ; achaenta natura non visa. 275. SENECIO AMEGHINO! Speg., N. Sp. Diag. Discoideus ylaber fruticosus; ramas crassiusculis angulatas, folí1s crassis, superas sessilibus, auriculato-amplexicaulibus am- bitu oblanceolatis v. subspathulatis, piinnatis v.subbipinnatifi- dis, rachi lata, lobis lobulisque brevibus rotundissimis margine anerassato-obtusatis v. anguste subrevolutis, capitulas subcam- panulatis 1n ramis subsolitariis pedicellis elongatis bracters cordato-ovatis acutis pluribus parvulis lawe ornatis su/fultis, hasi crebre bracteolato-caliculatis, squamas 20-22 glaberrimas, flosculis 50-70, achaentis dense mimute adpresseque pubescent:- subsquamulosas. Hab. Ta aridis saxosis prope Lago Colu-huapt, Chubut, aut. 1900 (C. A.). Obs. Radix... ; rami apice caudicis plus minusve numerosi erec- ti (20-35 cm long. =2-3 mm crass.) leniter flexuosi, obso- lete 3-5-gont, glabri, laeves, sordide pallideque virescentes. Folia distantia carnosa glaberrima, circamseriptione oblan- ceolata v. subspathulata (25-30 mm long. =6-10 mm lat.), radicalia mox decidua, caulina infera pinnatifida basi subpe- tiolata nón auriculata non y. vix semiamplexicaulia, rachi semper lata (2-3 mm lat.) crasse 1-costata, lobis 4-6-Jugis saepius oppositis, inferis simplicibus obtusis remotis, superis aproximatis sinuato-undulatis, emnibus oblusissimis, ma — gine crasse rotundatis v. subanguste revolutis donata; caulina supera sessilia basi ve auriculato-amplexicaulia subbipin- natifida, lobis primariis omnibus plus minuve profunde trifi- dis inferis remotis superis subimbricatis v. botryoso-conge- stis; axillae foliorum inferorum saepe fasciculo foliorum par- vulorum donatae. Capitula in ramoram apice solitaria v. laxissime 2-3-subcorymbosa, subcampanulata (10 mm alt. et AN. SOC, CIENT. ARG. —T. LJII 2 18 276. UR ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA diam.), pedunculis v. ramulis valde elongatis (25-100 mm long. =1,5 mm crass.) basi foliis nonnullis caulinis simi- libus sed minoribus, medio bracteis cordato-ovatis amplexi- caulibus imtegerrimis acutis v. mucronato-acutissimis (3-5 mm long.), superne bracteolis 1llis medianis conformibus sed sensim minoribus et magis aproximatis sub capitulo saepe constipatis el dein in caliculo transeuntibus ornatis suffulta, squamis mvoluerí 20-22, linearibus planis glaberrimis apice acutis vix obscurioribus minute penieillato-puberulis margine ve anguste v. late pellucido-subscariosulis (6-7 mm long.), flosculis omnibus tubulosis luteis (6-7 mm long.), antheris subscariosulis longe exertis, papp1 setis tenuibus (4,5 mm long.) albis denticulatis caducis, ovariis eylindraceo-com- pressis (2,5 mm long.) leviter costulatis pulverulento-pube- rulis. Achaenia matura compressa linearia (4,5-5 mm long.) dense minuteque pubescenti-subsquamosula e cinereo subse- riceo-nitidula, obsoletissime 10-striata. SENECIO DESIDERATUSDCU. = Speg., Plant. Pat. aus., n. 219. = S. Hauthali OK., Rev. gen. pl. HI, 2, p. 174. Hab. Vulgatus in aridis saxosis inter S Julian et Rio Deseado, vere 1899 (C. A.). Obs. Specimina herbarii mei cum illa typica Herbarii Candol- leani comparata vix foliis nonnihil magis crassis recedunt; S. Hauthali UK. est radiatus, secundum specimina in Herba- rio Musei Platensi servata el a me inspecta, nullo modo a S. desilerato DC. distinguendus. SENECIO CAPILLARIFOLIUS Speg., N. sp. Diag. Discordeus glaber fruticosus, ramis gracillimas teretibus non v. vix substriatas, folus membranacers flaccidas infimas l1- neari-capillaribus mox evanescentibus glabris v. obsoletissime puvescentibus, caulimas ylaberrimis pinnatipardtitis racha et lobis 1-3-jugis alternis remotissimas capillarabus aculissimas, capt- tulis obeonico-subeylindracers subsolitariis pedicellis praelon- gis gracilibus nudis v. remote 1-3-setaceo-bracleolatis apice nonancrassatas suffultas ecalyculatis, squamis 15-16 glaberrimis c. 50-[loris, ovariis dense minuteque puberulis. Hab. To aridis inter S. Julian et Rio Deseado, vere 1898 (€. A.) et secus Rio Chubut, aest. 1899 (N, Illin). NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 19 Obs. Radix...; rami ex apice caudicis pauci v. numerosi erecti y. arcuato-adscendentes recti graciles glaberrimi virides, tere- tes, laeves v. obsoletissime longitrorsum striati rigiduli (20-30 em long. = 1-2 mm crass.) laxe foiiati. Folia membranacca flaccida viridia dimorpha, infima conferta capillaria puberula (an semper?) integerrima breviora (10-20 mm long. = 0,4 — 0,6 mm lat.) acuta moxarescentia ac decidua, infera remotiora cápillaria elongata (50-70 mim long. = 0,75 mm lat.) glabra integerrima acutissima, media inferis longitudine et lati- tudine similia sed prope medium lobis patentissimis duo- bus alternis tilifoemibus (3-10 mm long. = 0,5 mm lat.) acu- tissimis integris ornata, suprema breviora (20-50 mm long.) pinnatifida, rachi lobisque 2-3-jugis olternis aculissimis remo- tis ornata; axillis foltorum medianorum sacpe fasciculum 3-4 foliorum capillari-pinuatifidorum gerentibus. Capitula in ramorum apicesolitaria v. 3-5-subcorymbosa, subeylindraceo- obconica (10-12 mm long. = 5-6 mm diam.), pedunculis yv. ramululis valde elongatis gracilibus (50-104 mm long. = 0,75 -¿—1 ma crass.) nudis v. bracteis 1-3 selacels aculissimis (3-10 mm long. =0,3-0,5 mm lat.) donatis suffulta, ecaliculata v. vix bracteolis 1 v. 2 ima basi ornala, squamis involucri linea- ribus planissimis v. vix subcarinatis glaberrimis apice acutis saepe fuscescentibus alque minute penicillatis, margine an- guste pallescenti-subscariosis (8-9 mm long.), flosculis omni- bus tubulosis luteis (7,5-8 mm long.), antheris subscariosis longe exertis, pappi setis tenuissimis (9 mm long.) vix denti- culatis subcaducis, ovartis angulato-subcostatis (2 mm long.) dense minuteque cinereo-puberulis. Achaenia matura non visa. 278. SENECIO CHUBUTENSIS Speg., N. Sp. Diag. Discordeus glaber viscosus, ramas divaricatissimas laniss!- mas sublignosts folris integerrímis subulato-filiformibus acutis leorsum vix attenuatais bast angustis, ramulis 1-2-cephalis nu- dis, apice sensim cximieque obeonico-Ancrassatis, capitulisobco- nordeis mediocribus non v. 1-3-bracteolato-caliculatis, squamis 13 angustis viridibus acutis apice usiulatis atque albo-pentcrl- latas, flosculis 30, achaenúis squamuloso-puberulis. Hab. In aluplanitie aridissima prope Chorquelauen, Fcbr. 1899 (N. Dlin). 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (bs. Fruticulus laxe divaricate gracillimeque ramosus erectus ligenosus, ramis veiustis cinerascentibus, novellis virescenti- bus glaberrimis sed viscosissimis (20-50 cm alt.). Folia re- mota viridia patentiuscula angustissime linearia plana e mem- branaceo subcarnosula integerrima graciliter 4-nervia utrin- que atlenuata apice acuta basi hunquam dilata v. amplexicau- lia (10-35 mm long. = 1,25-1.5 mm lat.). Rami floriferi apice simplices v. areuatim bifidi nudi, pedunculis nudis v.:super- ne minute 1-2 bracteolatis valde elongatis gracilibus, sub apice eximie conoideo-incrassalis ac in capitula sensim productis. - Capitula conoidea (12-13 mm long.= 7 mm diam.) basi non v. minutissime adpresseque 1-3-bracteolatis, squamis 13 libe- ris lineari-lanceolatis (10-10,5 mm long.) viridibus, apice acu- tiusculis, eximie ustulatis, subimperspicue albo-barbatulis, dorso viridibus crasstusculis sed non carinatis nec costatis, margine anguste subhyalino-scariosulis, flosculis 30, ovartis angulatis adpresse subimperspicueque squamuloso-pubescen- tibus (2 mm long.), pappo candido subnitente setis circ. 100, dense minutissimeque denticulatis a basi liberis (10 mm long.), corollis subcylindraceis (10 mm long.) flavis, receptaculo pla- no alveolato, alveolis vix fimbriato-marginatis. Species S. capillarifolio Speg. peraffinis el forsan ejusdem va- rietatem integrifoliam sistens; S. linearifolio DC. var. discor- dea? Ph. (An. Un. Ch., v. 89, p. 35) etiam facile cognata ! 279. SENECIO DIABOLICUS Speg., N. Sp. Diag. Discordeus subglaber fruticosus, ramas lignosulis, folvis 1n- tegerrimis linear: -subulatis acutassimas deorsum non v. viz an- gustatas basique obsolete subdilatato-amplexicaulabus, inflore- scenti saeptus simplice subracemosa v. subcorymbosa, ramis polycephalas, pedunculas semplicibus subaraneosis nudis v. sub apice 1-2-bracteolatis, capitulas ecylindraceo turbinalis, me- diveribus, 3-6-bracteolato-caliculatis, squamis 13 angustis vi- mdibus glabris apice vix fuscescentibus non penicillatis, flosen- lis circiter 40 involucrum sal superantibus, ovarúis glabris sed m costas leviter hispido-scabras. Hab. Yo aridis prope Cabo Raso, Chubut, aest. 1885 (E. Fischer) Obs. Fruticulus erectus, in prima aetale obsoletissime subaraneo- sulus, mox omnino glabratus (pedunculis bracteolisque excep- tis) obscure viridis (30-60 cm alt.) laxe ramosus, ramis sae - NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 21 plus virgatis simplicibus lignosis, longitrorsum obsolete subcostulatis fuscescenti-viridibus (1,5-2 mm crass.). Folia viridia relaxata erecta carnosula lineari-subulata (10-40 mm long. =1,5-2 mm lat. =1 mm crass.) apice obtusiuscule acutata, deorsum (infera) subaltenuata basi anguste obsolete- que dilatata semiamplexicaulia bon costata, in sicco rugulosa fuscescentia. Rami floriferi usque ad apicem laxe foliati, apice sublaxiuscule racemose v. rarius subcorymbose 8-12-cephali, pedunculis eretiusculis adpressis (10-20 mm long.) simplicibus v. raríus bifidis, in dimidio infero nudis, in dimidio supero re- mote majusculeque 1-3- bracteolatis (2-3 mm long.) angulatis obsolete pulverulento-araneosis. Capitula erecta cylindraeceo- turbinata (8-9 mm long. =6 mm. diam.), involucro viridi glabro basi bracteolis 2-6 adpressis minutis Eve pulverulento- pubescentibus caliculato, squamis 13 anguste lanceolato-li- nearibus (6 mm long.) apice acutiusculis non rostratis liberis glaberrimis, dorso grosse costatis non carinatis obtuse costu- latis margine subscariosis pallescentibusque apice vix fusce- seentibus non penicillatis; flosculis saepius 38, ovariis angu- latis (1,5 mm long.) ad costas minute hispidulo-scabris, pappl candidí setis 80 minute denticulatis basi subliberis (3 mm long.), corollis eylindraceis flavidis (6 mm long.), receptaculo hemisphaerico alveolato, alveolis marginato-fimbriatis. Species $. gnidiorda Ph. valde afíinis, a quo capitulis minori- bus brevius peduneculatis ete. recedit. 280. SENECIO INUTILIS Speg., N. sp. Diag. Discordeus, glaber, fruticulosus, ramis subherbacers, foliis mtegerrimis acutis, limbo linearí margine anguste revoluto, mferis in peírolo hasi dilatatulo-amplexicaula productis, 1n- florescentia subcompostta corymbosa ramis polycephalis, pedun- culis ramulosis inferne nudis sub capitulis 3-5-bracteolatis, ca- prtulas turbinatis medrocribus minute 3-bracieolatis, squamis 13 angustis viridibus apice concoloribus penicillatis, flosculis cirerter 30 mvolucro parum superantibus, ovaris glabris. Hab. In saxosis altiplanitier prope Cabo Raso, Chubut, Aut. 1897 (E. Fischer). Obs. Fruticulus glaberrimus obscure viridis laxe ramosus (30- 530 em alt.), ramis simplicibus subherbaceis inferne late medullosis (2-3 mm erass.) superne + ve fistulosis, longitror- ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sum leniter striatis. Folia viridia pauca sparsa recta membra- nacea, infera majuscula (30-50 mm long.) limbo lineari-lan- ceolato (30-335 mm long. =4-5 mm lat.) acuto, margine an- gustesed eximie (an insicco tantum ?) revoluto integerrimo, superne plano v. stricte canaliculato, inferne valide 4-costato, deorsum sensim in petiolo alato basi leniter dilatato-semiam- pleuxicauli producto, superis sensim minoribus (10-15 mm long. = 1-2 mm lat.) atque remotivribus subulato-revolutis, basi tamen semper dilatato semiamplexicaulibus saepeque subauriculatis. Rami floriferi superne longe denudat (10-15 cm long. =1,5 mm crass.) laxe corymboseque 8-12- cephali, ramululisapice 1-3-cephalis basi majuscule bracteaús, pedanculis (10-12 mm long.) in duobus tertiis inferis nudis, in tertio supremo 2-3-bracteolatis (bract. 2 mm long.). Capi- tula erecta v. nutantia turbinata (7-9 mm long. et lat.), 1n- volucro viridi glabro basi bracteolis 1-3 adpressis calyculato, squamis 13 anguste lanccolato-linearibus (6 mm long.) apice subrostrato-acutis, minute penicillatis, liberis, glaberrimis, dorso grosse costatis subcarinatis, margineque pallescenti-sca- riosis floribus saepius 32, ovariis glaberrimis (2 mm long.) pappo candido, setis circiter 100 minute denticulatis basi sub- annulato-connatis (6 mim loug.), corollis flavis (7 mm long.) receptaculo alveolato, alveolis marginato-fimbriatis. Species S. caricifolio H. $ Arn. et S. bracteolato H. € Arn. valde affinis. 281. SeneEcIiO MUSTERSI Speg., N. sp. Diag. Discoideus, ylaber, fruticosus, ramis sublignosis, folias an- tegerrumis carnosulis lineari-lanceolatis acutts, bast non v.viz dilatato-amplezi-aulibus, inflorescentia saeptus compostla con- fertruscule corymbosa, ramis polycephalis, peduneulis simplicr- vus glabris bracteolatis, capitulis turbinatis medrocraibus, 2-4- bracteolatis, squamis 11-13 angustis viridibus glabris acutis apice non v. vix fuscescentibus ac subpubescentibus, floscults 25-30 involucrum parum superantibus, achaenas dense adpres- seque puberulas. Hab. Ta altiplanitie aridissima prope Lago Musters, Jan. 1899 (N. Illin) et secus Rio S. Cruz, Mart. 1898 (S. Venturi). Obs. Eruticulus sal ramosus, basi lignosus saepius decumbens sed non radicans, superne erectus, glaberrimus, pallide vi- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 23 rens v. subpurpurascens obsoleteque subglaucescens (40-80 em alt.), ramis erectis subherbaceis laevibus (1,25-2 mm diam.). Folia pallide viridia v. subllavescentia (1 sicco saepe plus minusve fuscescentia) erecta ramis adpressa, lineari- lanceolata (10-18 1mm long. =1,5-2,5 mm lat.) crassa rigidula carnosula plana, margine integerrima non revoluta, superne nou v. obsulete impresso-canaliculata, inferne tve costu- lata, apice quandoque rotundata obtusa quandoque cuneata acuta, deorsum non v. leniter attenuata, basi vixdilatatula at- que subamplexicaulia. Ramuli floriferi virgati ad apicem fo- hiati (internodtis vix foliis brevioribus) apice conferte corymbo- seque 5-10-cephali, pedunculis inferis (+ ve remotis) elongatis apice 1-3-cephalis, superis brevibus capitula aequantibus v. superantibus, in dimidio infero nudis, indimidio supero 2-6 - bracteolatis(1,5-2 mm long.) glabris. Capitula erecta v. rarius nutantia turbinato-subeylindracea (9 mm ¿ong. = 7 mm diam.) involucro glaberrimo viridi-flavescente, basi adpresse 2-4-brac- teolato, squamis 11-13 anguste lanceolatis (6 mm long.) api- ce acutis non v. vix subrostratis liberis, dorso crassiusculis sed non carinatis, margine anguste albescenti-scariosis apice vix fuscescentibus non penicillatis glabris v. vix pubescentibus; floribus 25-30, ovariis angulosis ubique laxe adpresseque pu- bescenti-hispidulis (1,5-1,75 mm long.), pappi candidi setis c. 85 vix denticulatis basi liberis (6 mm long.), corollis flavis subeylindraceis (6,5 mm long.) receptaculo hemisphaerico, alveolis margine longiuscule membranaceo-fimbriatis. Species, ut videtur, Senecioni murorum Rmy affinis; an S. lim- bardiordes Hook S Arn., Walprs, Rep. IT, 660? 282. SeENEcIO MISER Hook. f., var. tehuelches Speg. = Speg., Plant. Pat. aust., n. 207 — $. verruculosus OK., Rev. gen. pl. TIT, 2, TO. Hab. Vulgatus in aridis inter S. Julran el Rio Deseado, aut. 1898 (CANE Obs. S. verruculosus OK., secundum specimina quae extant in Museo Platensi, perfecte cum typo meo congruens. 283. SeneciO TrICUSPIDATUS Hook. Arn. = Walprs, Rep. Il, p. 66. Hab. In altiplanitie aridissima Karr-atk prope Lago Argentino, Dec. 1898 (C. A.) et prope Lago Musters, Febr. 1899 (N. Illin.). 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Obs. Discoideus glaberrimus non v. Eve viscosus, herbaceus, ramis fistulosis monocephalis, pedunculis breviusculis, capi- tulis turbinato-hemisphaericis (12 mm long. =10 mm diam.), bracteolis 1-5, squamis 15-20, flosculis 50-60, ovariis glabris, stylhiramis apice truncatis subcapitato-stigmatosis. Tota planta pallide virescens v. subllavescens subprostrata, fol1is confertis carnosulis spalhulato-oblanceolatis magine anguste revolutis, apice 3-v. rarius 5-7-dentalis. 284. SenEcIO serULOSUS Ph. = Ph., An. Un. Chil., vol. 89, p. 5. Hab. Yo montanis editioribus prope Lago Vallarino, aest. 1897 (O) 285. SENECIO STIPELLATUS O.Hoffm.= Dusen, Beitrage z. fl. ostpat., p. 245. Hab. Vulgatus in dunis et sabulosis secus Rio Chubut, aest. 1899-900 (C. A., F. Basaldua, N. Illin, etc.). (bs. A Senecione Groldsacki Ph. (Ph., l.c., p. 249) vix lobulis sti- pellaribus recedens et facile ejusdem varietatem tantum sistens. 286. Senecio Kin6t Hook. f, = S. -paradoxus N. Alb. — S. Kurtza N. Alboff. Hab. Vulgatus por totam Patagoniam andinam a Neuquen ad Fuegiam usque, per ann. 1882-900 (C.A., €. S., N. Alboff., Koslowsky, Mauri, Hlin, Asp, etc.). Obs. Flores marginales in speciminibus omnibus que mihi ad- sunt semper foeminer, corollis fliformibus brevibus gaudent staminibus nullis, stylis longissimis bifidis incrassatis purpu- reis v. nigricantibus. $. coronopodrphyllus Rmy, S. purpuralus Ph. nec non plures alii affines eodem charactere, ex specimi- nibus herbarii mei, gauden!. 287. CALENDULA ARVENSIS Linn. = DC., Pr. VI, p. 452. Hab. Nou rara in agris jamdiu cultis secus Rio Negro, Dec. 1897 (CS. 288. CALENDULA OFFICINALIS Lino. = DC., Pr. VI, p. 451. Hab. Rarissime, certe ex hortis aufuga, in pratis uliginosis pro- pe Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 289. ERIACHAENIUM MAGELLANICUM Sch. Bip.=Walprs, Ann. 5, p. 349. AAA > QU NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM Ed Hab. Tn uliginosis secus Rio $. Cruz, Febr. 1882 (€. S.). 9290. Dusenia PATAGONICA O.Hofím. = Dusen, Beitrage zur Flora von ostpatagonien, p. 24%, tab. tv, f. 15. Hab. To altiplanitie aridissima prope Trelew, Chubut, Nov. 1897 (J. Valentin), prope Pan de Azucar, secus Rio Chico, Dec. 1897 (C. A.) el prope Paso de los Indios, Chubut, Nov. 1898 (n. 33, Koslowsk y). Obs. Radix rectiuscula subsimplex parce patentimque barbellata (5-8 cm long. = 2-3 mm crass); caulis brevissimus erectus (1-5 em alt.) basi abrupte subverticillatim longe 4-8-ramosus, sursum alterne brevius remotiusculeque etiam 4-8-ramosus. Rami omnes subrosulato-patentissimi, inferí terra prostrati (3-10 em long. =1-2 mm erass) simplices v. parce alterne- que (rarius false opposite) ramulosi, breves, deorsum hori- zontales glaberrimi pallide virescentes, sursum arcuato-ad- scendentes, laxe adpresseque plus minusve pilosi, obscure virides v. obsolete canescentes. Folia alterna (rarius false opposita) linearia carnosa semiteretia glaberrima, sessilia, basi non v. vix altenuata atque ¡bi margine utrinque (in ju- ventute praccipue) pilosula, obscure viridia enervia (5-15 mm long. = 1-2 mm lat.), infera valde remota subangustiora patentissima, supera magis aproximata el suprema (floralia) latiora subrosulato-verticillata erecta capitulis adpressa sae- peque (intima) hasi membranaceo-subscariosula el in squa- mas capituli subtranseuntia. Capitula ad apicera ramorum ramuloramque inter folia floralia (6-8) sessilia, solitaria mediocria (7-15 mm long. =5-10 mm diam.), primo ovata dein subhemisphaerica, deorsum obtusa glaberrima; squamae circiter 40, 5-seriatae tenui membranaceo-scariosae, glaberri- mae flavescentes, sub apice saepius purpureo-maculatae, se- riceo-nitentes, extimae paucae (4-6) latissime ovatae v. sub- obovatae (6 mm long. = 4 mm lat.) apice acutato-rotundatae vix mucronulatae margineque subciliolatae, mediae (6-8) ellipticae (9-10 mm long. = 4,5 mm lat.) apice acutiores atque longius mucrovatae, non ciliolatae sed denticulatac, subintimae 10-12 lanceolatae (11-12 mm long. sine mucrone = 2,5-3 mm lat.) apice longe subspinescenti - mucronatae (mucr. 1-2 mm long.), intimae (12-14) subintimis aequilongae sed lineares (1-1,5 mm lat.) fere paleiformes ventre aureae 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA v. sulfarcae; recepiaculum breviter subeconoideum v. convexu- lum (3-3,5 mm diam.) nudum, glabrum sed alveolatum. Flores circiter 50-60, squamis breviores (9-9,5 mi long.) mar- ginales 20-23 foeminer, centrales 35-40 hermaphrodit1, omnes fertiles?. Ovarium elongatum saepius compressulum (3,5- 4 wm long.) densissime adpresse longiusculeque argen- teo. villosum, areola plana horizontali adfixum pappi paleis saepius 11. subbiseriatis parum ¡maequilongis (3-4 mm long.) lanceolato - limearibus persistentibus superne longe altenualis margine dense ciliolatis, tenuibus, membra- naceo-subscariosis, albescentibus. basi saepius purpurascen- tibus et breviter annulatim cooflnentibus, sericeo-nitentibus coronatum. Corollac (5-6 mm long. =0,7-1,2 mm diam.) aequilongae, foemineae autem v. marginales vix angustiores et staminidus omnino et plane destitutae, omnes tubulosae, subeylindaceac, flavae, extus glabrae imtus vix basin versus pilis nonnallis paucis tenuibus adspersae, apice 5-fidae, lobis semper conniventibus erectis linearibus, apice subcucullatis sacpe squamulis nonnullis ornatis donatae; stamina flava flo- rum centralium hermaphroditorum, semper inclusa, filamen- tistenuibus glabris liberis, antheris linearibus connalis, apice appendice lineari-lanceolata integra auctis, bas! biauriculatis auricalis in caudis tenuibus sal longis glabris, collateralibus subconnatis, productis; styli filiformes auranti1, diu corolla inclusi dei longiuscule exerti (S mm long. tot.) glabri tenues. apice breviter bifidi, ramis vix apertis dense minutissime- que papillosis obtusiuscule acutatis exappendiculatis. 291. CIRSIUM LANCEOLATUM (L.) Scop. = DC., Pr. VI, p. 636. Hab. Non rarum in pratis editioribus secus ripas Rio Negro, Febr. 1898 (C. S.) el secus Rio Chubut, Aug. 1899 (A. Tone- ler), nec non secus Carren-leofu, aest. 1900. 292. CYNARA CARDUNCULUS L. = DC., Pr. VI, p. 620. Hab. Non rarus in pratis editioribus el subuliginosis prope Car- men de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 293. SILYBUM MARIANUM (L.) Gaertn. = DC., Pr. VI, p. 616. Hab. Vulgatum in campis editioris subuliginosis ad ripas Rio Negro, Febr. 1898 (C.-S.). NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 27 294. CENTAUREA CALCITRAPA L. = DC., Pr. VI, p. 597. Hab. Non rara in editioribus subuliginosis secus Rio Negro, Febr. 1898 (C. S.). 295. CENTAUREA MELITENSIS L. = DC., Pr. VI, p. 593. Hub. Vulgata praecipue in agris olim cultis, secus Rio Negro, Febr. 1898 (C. S.). 296. MUTISIA DECURRENS Cav. = Speg., Prim. Fl. Chub., n. 144. Hab. Non rara in dumetis montanis secus Lago Nahuel-huap», Dec. 1897 (C. S.). 297. HYALIS ARGENTEA Don. = DC., Pr. VII, p. 28. Hab. Vulgata praecipue in dunis secus Rio Negro, Jan. el Febr. 1898 (C. S.). Obs. Planta inutilis a pecudibus non comedita, sub nomine Olivo incolis cognita. 298. CHUQUIRAGA ARGENTEA Speg. = Doni0phyton argenteum Speg., Plant. Pat. austr., n. 223 — Ch. Kingu J. Bal., Contr. Flor. North. Pat., p. 225 — Ch. spinosa Don, var. Morenonis OK., Rev. gen. plant. p. 141! Hab. In campis arenoso-saxosis secus Rio S, Cruz, Oct. (O. B.> et 11 Pan de Azucar secus Rio Chico, Dec. (€. A.) 1897. Obs. Species a genere corollae tubo intus glabro (ul in Dontophyto) recedens, a Ch. spinosa Don foliis angustioribus I—nerviis et praecipue epiphyllo etiam adpresse sericeo distincta; varial spinis axillaribus folis brevioribus v. longioribus, binis y. quaternis, squamisque involucri acutatis tantum y. mucronu- lato-spinulosis. 299. CHUQUIRAGA ARGENTEA Speg. var. Dusen (O. Hoff.) Hab. Non rara in pratis combustis secus Rio Chico acst. 1898 (A. C.) el secus Rio Chubut, aest. 1899 (F. Basaldua). Obs. Est forma robusta 10 pratis editioribus vigens praecipue post incendium herbarum, sed nullo modo a typo recedens; saecpe ineodem caespite forma typica et forma Dusenit simul inveniuntur. 300. CHUQUIRAGA ERINACEA Don. = DC., Pr. VIT, p. 10. 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hab. Non communis in aridissimis secus Rio Negro, Jan. el Febr. (€. S.) et in Valle del Lago Blanco, Chubut, Nov. (sine n., Koslowsky) 1898. Obs. Specimina patagonica a mendozinis recedunt capitulis (15 mm long. = 3 mm. diam.) basií magis obtusis, squamis mi- nus numerosis latioribus obtusioribusque, externis subfusci- dulis internis flavescentibus, achaeniis magis villosis. Recep- taculum variat alveolato-glabrum v. minute laxeque subpe- nicillato-villosum ! 301. Chuquiraca HYstrix Don. = Ch. ermacea Speg. (non Don) Plant. Pat. Austrias 221. Hab. Abunde 1n aridis saxosis secus Rio Santa Cruz, Oct. 1897 (O. B.), nec non secus Rio Chubut, Nov. 1898 (Koslowsky). 302. CHUQUIRAGA UNGUIS-CATI Ces. = Ces., TI. dialc. piante racc. da Pell. Strobel, p. 11. Hab. Vulgatissima praecipue in valleculis salsis secus Rio Negro, Jan. et Febr. 1898 (C. S.). Obs. Species a praecedente statura majore, folis magis parvis et confertis el praecipue capitulis conspicue miboribus (10 mm long. = 3-4+mm diam.), squamis magis numerosis den- se imbricatis omnibus angustis el acutis; receptaculum varial glabrum et subpuberulum. 303. DONIOPHYTON ANOMALUM (Don) OK. = OK., Rev. gen. plant., p. MA Pp: 1A Hab. Non rarum secus Rio Chico prope El Paso et Emelk-ark, Dec. 1897 (€. A.), nec non in Valle del Rro de Mayo, Chubut, Nov. 1898 (n. 105, Koslowsky). 304. CYCLOLEPIS GENISTOIDES (Hook. «€ Aru.) Gill. € Don. = DC., Pro Vi p20: Hab. Vulgata ad ripas salinarum secus Rio Negro et ad con- fluentiam Limay el Neuquen, Dec. 1897 et Jan. el Febr. 1898 (ES!) 305. Bracuyciabus caeserrosus (Ph.) Speg. = Lavidra caesprtosa Ph., An. Un. Chil. EXXXV, p. 837 — Speg., Plant. Pat. austr., n. 224 — Brachycladus obtusifoltus OK.! in Rev. gen. plant. HI, ia. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 29 Hab. Vulgatissimus in campis sabuloso-saxosis secus Rio Santa Cruz, Oct. (E. B.) et in Pan de Azucar secus Rio Chico, Dec. (C..A.), 1897. Obs. Species pulcherrima sed statura, densitate pulvinulorum, maguitudine capitulorum folioruamque sat variabilis. 306. BRACHYCLADUS LYCIOIDES Gill. £« Don. = Gay, Fl. Chil. UL, p. 312. — Hiern., Sert. pat., n. 95. Hab. Vulgatissimus in altiplanitie arida secus Rio Negro, Jan. et Febr. 1898 (€. S.). : Obs. Specimina inventa varietates a Cl. Hieronymo, Í. c., sistun! sed nullo modo a typo separandae. 307. BRACHYCLADUS MEGALANTHUS Speg., D. Sp. Diag. Arbuscula robusta parce ramosa tortuosa, ramas dense albo- tomentosis, foliis cortacers majusculis lanceolatais, margime sub- revolutis grosse remoteque serratis, supra glabratis viridabus nitentibus, subtus dense albo-lanatis, captitulis plus mnusve longe pedunculatis solttaráis maximis, squamas 4-5-servatas lan- ceolatis lanatis, floribus radúr longe exertis extusque dense to- mentosas. Hab. Non rarus in praeruptis secus Rio Negro, locis gypsosis, Jan. et Febr. 1898 (C. 5.) Obs. Species fere tantum in concretionibus gypsi vigens, a B. lyciordi Gill. S Don. (cum quo saepe commixta erescit) non jungenda, etsi formae nonnullae intermediae (hybridae?) fre- quenter adsint. Arbuscula (30-150 cm alt.) caudice lignoso erasso (2-4em crass.), ligno flavido cortice subtenui longitudi- naliter fibroso-subreticulato ac rimoso frustulatim deciduo sordide obscureque fusco-cinereo tecto, rámis rectis y. Lortis saepius sal intricatis. Ramuli erecti suvirgatuli (20-30 cm long.), basi crassiusculi (4-5 mm crass.) denudati glabratique subnodulosi, apicem versus sensim allenuati atque saeplus arcuatuli semperque erasse albo-tomentosis, plus minusve dense alternegue foliosis. Folia (ad axillam saepe fasciculum foliorum similium sed duplo triplove minorum gerentia) lan- ceolata (10-30 mm long. =3-9 mm lat.) antice attenuato-acu - tata, postice leniter cuneata sessilia v. petiolo brevissimo plano suffulta, margine modice revoluta alque plus minusve grosse remoteque serrata (dentibus 3-6 in quoque latere) crasse co- 30 308. p3977. Hab. Non rara in pratis editioribus prope ostia fluminis Rio ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riacea rigida, superne glabra v. vix araneosa obscure viridia nitentia, pennivenia, nervis non conspicuis sed impressis, in- ferne candida dense gossypino-tomentosa. Capitula ad api- cem ramorum fere semper solitaria, pedicello nudo v. remote paucifoliato (foltis minutis subbracterformibus obsolete den- ticulatis) plus minusve elongato (30-60 mm long. =1,5 mm erass.) fulta, maxima (35-40 mm diam. = 20 mm alt.), invo- lucro hemisphaerico (25-30 mm diam. = 15-18 mm alt.) squamis 20-24, 4-5-seriatis (additis nonnullis, 6-9, minimis subulatis ad junctionem pedunculi) lanceolatis, externis mi- noribus, internis gradatim majoribus (15 mm long. =3-4 ma lat.) antice subaculis, ventre glabris, dorso albo-tomento- sulis (nervo mediano et apice saepius glabratis fuscescenti- busque), floribus 30, quorum 10 radialibus, ceteris disci. Co- rollae radiales aurantiacae longe involucra et pappum su- perantes (18-20 mm long.), labio subinvoluto (10 mm long.) toto exerto, dorso sordide denseque tomentoso, disci flavescentes subtubulosae (tl mm long.) pappum aequantes v. vixsuperan- tes; ovarta elongata (3-4 mm long. =1,5 mm crass.) isabelli- na, obtuse tetragona, dense minuteque hyalimo-papillosa, pappo albo subnitente, setis pluriseriatis circiter 100, minu- tissime denticulatis (10 mm long.). Achaenta matura oblanceo- lata compressula subinaequilateralia (7 mm long. = 2-3 mm lat. = 1-1,5 mm crass.) non v. obsolete subsulcata, pa- pilloso-aspera isabellina, pappo persistente immutato coro- nata. CHAPTALIA INTEGRIFOLIA (Cass.) Bkr = Bkr, Mart., El. Br. XCHI, Negro, Febr. 1898 (C. S.). 309. TRICHOCLINE INCANA Cass. = Bkr, l.c., p. 371. Hab. In pratis editioribus sabulosis secus Bahia S. Blas, Feb. 1898 ((. S.). 310, Leucerta Izan Ph. = Speg., Plant. Pat. austr., n. 225 — id, PEE. :Chub.. nes Hab. Non rara in pratis prope Lago Nahuel-huap1, Nov. 1898 (085). NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 31 311. LEUCERIA LEONTOPODIOIDES OK. = OK., Rev. gen. plant., Ill, 2, p. 161 — LE. suaveolens DC., Speg., Plant. Pat. austr., n. 228. Hab. Ta dumets collinis prope Lago Argentino, ab. 1884 (T. E). 312. LEUCERIA ERIOCEPHALA Speg., N. Sp. Diag. Chabraea, perennis, folvorum limbis glabris oblanceolato- spathulatis pinnatilobas, lobrs obtusiusculas antegris v. 1 —-2- dentatís, petiolis elongatis basy latassime dilatato-amplexicau- libus 1b1que margine tantum albo - gossypimas, seapas folía duplo superantaibus nudis inferne tenurbus glabris, superne sensim pu- bescertibus atque ancrassatulis monocephalis, squamis lanceo- latis acutis subdistachis aequilongis, esternmis dense crispule- que lanatis, corollis ligulatis liulacinis pappo albo plumosulo, achaenús subleretibus pubescentibus. Hab. Ya rupestribus montanis Narr-atk prope Lago Argentino, Mrt. 1898 (€. A.). (Obs. Radix...; ramuli caudicis breves deorsum vaginis aridis nigricantibusque folioram annoram praeteritorum vestiti, sursum foliiferi; folia omnia in ramulorum apicibus fascicu- lato-subrosulata, erecta v. patentiuscula (8-12 cm long.), lim- bo glaberrimo, circumseriptione ex oblanceolato subspathulato (40-50 mm long. =15-20 mm lat.) pinnatilobo, lobis 9-13 (5-7 jugiscum impare) oppositis inferis remotiusculis simpli- cibus obtuse oblanccolatis rachide angustiore suffultis, cete- ris apicem versus rachide sensim magis dilatata insertis brevioribus latioribusque, ad marginem inferum uni, ad su- perum saepius 2-dentatis donato, antice plas minusve acutalo v. rotundalo, postice 1m petiolo angusto (20-30 mm long. = 2-3 mm lat.) bas: sensim in pericladio majusculo virescenti- fuscescente (30-40 mm long. = 10-12 mm lat.) glabro sed margine dense candideque gossypino-lanato ampliato produc- to. Scapi ex axilla foliorum exsurgentes 1-3 ex quaque rosula, folia longe superantes (15-20 cm long.) virides teretes non y. vix striati inferne glabri graciliores (1,5 mm diam.) superne sensim pubescentes atque leniter incrassati (2-3 mm diam.) monocephali, nudi v. rarius sub apice bracteola lineari lana- tula ornati. Capitula hemisphaerica depressula (15-20 mm diam. = 10-15 mm alt.) bracteis 20-25, 1 v. sub-2-seriatis, om- nibus aequilongis lineari-lanceolatis (10 mm long. = 1,5-2 mm lat.) acutis, dense crispuleque subcinerascenti-lanatis, 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA thoro convexulo nudo glabro vix cicatricoso-punctato, floribus cireiter 50, corollis omnibus bilabiatis lilacino-roseis, glabris. centralibus brevioribus (8-9 mm long. =41 mm lat.) peri- phaericis majoribus (12-13 mm long. = 1,5 min lat.), pappi facillime caduci setis 16-20, laxe subplumosis subnitentibus (6-7mm long.), ovariis eylindraceis subturbinatis (2 mm long.) cervinis, papilloso-puberulis. Achaenia in floribus periphaeri- cis tantum fertilia (tlla florum centralium abortiva) oblanceo- lata (3 mm long. =1 mm lat.) non costata atra, dense mi- nuteqne nigro=papillosa. 313. PEREZIA MEGALANTHA Speg. = Speg., Plant. Pat. austr., n. 230 — P. oleracea OK., Rev. gen. plant. II, 2, p. 167. Hab. In rupestribus montanis loco Karr-ark vocato, prope Lago Argentino, Febr. 1898 (€. A.). 314. PEREZIA RECURVATA Less. = 4d; Pr. El Chubn. 128. Hab. Ta camprs aridis saxosis et sabulosis prope Trelew, Nov. 1897 (J. Valentin) et ad confluentiam fluminum Limay el Neuquen, Jan. nec non prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 Speg., Plant. Pat. austr., n. 232 (ASS): 315. PEREZIA SESSILIFLORA Speg. = Speg., Plant. Pat. austr., n. 233. — Brachycladus pygmaeus OK.?, Rev. gen. pl. IL 2, p. 138. Hab. Non rara in saxosis aridis secus Rio Santa Cruz, Febr. 1898 (J. Venturi). Obs. Species caudice lignoso crasso, ramulis densissime pulvi- nato-caespitosis a generi nonnihil desciscens, sed characteri- bus floralibus tamen non separanda, corollae in vivo albae, in sieco sordide pallideque ochraceae. 316. NASSAUVIA SUAVEOLENS Willd. = Gay, Fl. Chil. IL, p. 341. Hab. To rupestribus altissimis denudatis Karr ark prope Lago Argentino, Mart. 1898 (C. A.). Obs. Laxe caespilosa v. repenti-effusa, ramis floriferis elongatis (10-20 cm long.) adscendentibus rectis v. flexuosis; folia laxis- simeimbricata minuteadpresse parceque pubescentia bas1vagi- nanti-amplexicaulia, limbo patentissimo lanceolato v. anguste NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 33 elliptico (15-20 mm long. = 5-7 mm lat.) dentato-subpinna- tifida, dentibus utrinque 5-6 linearibus divaricatis v. recurvo- subruncinatis omnibus spinoso-mucronatis, nervis (saepius 3 tantam) ad epipbyllam parum prominulis donata; spicae floriferae quandoque apicales hemisphaericae, compactae. quandoque clavatae, in scapo decurrentes relaxatae, bracteis magnis lanceolatis (15-20 mm long. = 5-8 mm lat.) acumina- tissimis recurvo-patulis tenuibus, utrinque, sed ad hypophyl- lum longius, villosis, capitula axillaria (10 mm long.) sericeo- villosa fere duplo superantibus. 317. NASSAUVIA (panargyrus) ABBREVIAaTA (Hook. «€ Arn.) = Gay, El..Chil. IT, p. 369. Hab. Non rara in rapestribus uliginosis Sehuen-ark secus Rio Sehuen, Febr. etin Karr-aik prope Lago Argentino, Mart. 1898 (AA). Obs. Specimina quae adsunt a typo nonnihil recedunt foliis la- tioribus lanceolatis(7-15 mm long. = 2-3,5 mm lat.) supremis saepe ad medium limbi utrinque denticulo spinosulo ornatis, bast vaginantibus in axilla non sericeiss sed margine glabris y. villosulo-ciliolatis; capitulis in apice ramorum sessilibus paucis (9 mim long. = 4 mm diam.) binis v. ternis tantum; habita etiam nonnihil alieno, magis caespitoso et subcompacto Azorellam Hookerianam Clos aemulante, ideirco varietas 130- ellovdes Speg. nuncupanda. 318. Nassauvia (pañnargyrus) Darwint Hook. € Arn. Hab. Abunde im campis aridissimis saxosis prope Santa Cruz, Oct. (0. R.) et in Emelk-ark secus Rio Chico, Dec. (C. A.) 1897. 319. Nassauvia (panargyrus) Laxa Ph. =Ph., in An. Un. Chil. v. LXXXV, p. 97. Hab. Subrara locis uliginosis altiplanitie: Karr-ark, prope Lago Argentino, Mart. 1898 (€. A.). 320. NASSAUVIA ÁMEGHINOI Speg. = Speg., Plant. Pat. austr., n. 234 — N. Morenonas OK., Rev. gen. plant. TIL, 2, p. 165. Hab. Abunde in collinis aridissimis Monte Leon vocatis prope ios. Cruz, Oct. 1S9U:(V. B.). AN. SOC.CIENT. ARG. —T. LJJI 3 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 321. NASSAUVIA PENTACAENOIDES Spe€g., N. Sp. Diag. Mastigophorus, perennis, ylaberrima, caespitosa, dense ra- mulosa, ramas gracilabus elongatais dichotomas, folúrs relaxatis alternis rigidas linearibus subulato-trigonis mucronatis bast late vaginantibus, capitulis solitartis sessilibus acrogenis, squamas 5-6, biseriatis, internas ovato-lanceolatis subspinosulas, floribus ternas, corollas lacteis exertis, antheris lividescentibus, ovario glabro, pappi albi scarios: 1maequalis paleis externas maximas latis interms minutas subsetacers. Hab. In declivi aridissimo denudato montium Karr-aik prope: Lago Argentino Mart. 1898 (C. A.). (Continuará ). ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE OSO EOS AL (Cak. BON O PO RAG CACRERA UD ¿Continuación) (1) (TRADUCCIÓN DE E. HERRERO DUCLOUX) Perlita. — La perlita, descubierta por Sorby que la llamó cons- tituyente nacarado, ha recibido su nombre actual de Howe. Este nombre recuerda las irisaciones, comparables á e del nácar, que en ella se notan bajo la luz oblícua. Es un constituyente binario formado de lo alternadas de ferrita y cementita. Estas hojuelas son muy finas; no se distinguen bien sino con grandes aumentos, midiendo las más finas ape- nas '/,, de y.. Se llega á distinguirlas netamente por un ataque con la tintura de ¡odo oficinal ó con el ácido nítrico al '/,, ataque cuya du- ración se estima en segundos y varía con la carburación del acero, en fin, las más bellas preparaciones se obtienen por el bruñido- ataque ó en bajo relieve. En cada uno de estos métodos, la ferrita, menos dura y más fácilmente atacada, es corroida más profunda- mente que la cementita, quedando ésta en relieve sobre aquella. La producción de las irisaciones que llamaron la atención de Sorby está ligada á la desnivelación de las laminillas que debe te- ner cierta profundidad para dar lugar á fenómenos de difracción. En cuanto á su estructura, no hay una constancia absoluta, aún en los aceros enfriados muy lentamente; así, por ejemplo, si la licua- ción regular dela perlita se ha impedido por unlaminado conclui- doá baja temperatura, noes raro que la cementita se aisle en la ferrita, bajo la forma de bastoncillos ó pequeños glóbulos que tie- (1) Véase Anales, páginas 181, 204 del tomo L y 40 del LI. 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA . nen al microscopio el aspecto de colonias microbianas, bacterios y MICrococus. Habiendo descripto los aspectos distintos de la perlita, réstanos indicar en qué condiciones puede ser hallada. Hemos visto que la ferrita aislada es el índice de una carburación inferior á 0.9 por cien- to de carbono y que la cementita en las mismas condiciones, señala una carburación superior. La perlita, por el contrario, existe en un acero de cualquier grado de carburación; peroes esencial, para tal resultado, que este acero haya sufrido un enfriamiento lento. Veremos, en efecto, en el curso de este estudio, que todas las fases del enfriamiento de un acero carburado quedan inscritas en su es- tructura miscroscópica, con caracteres perfectamente distintos, circunstancia feliz, que permite alcanzar en el trabajo del acero una constancia y un rigor, desconocidos antes de estos experimentos. La teoría de las soluciones y los aceros al carbono. — Cuando Sorby aisló la perlita, su estructura tan curiosa debió parecerle ex- traña; pero un hecho más notable se desprendió de su estudio : la constancia de la composición elemental de esta mezcla en que el car- bono representa 0.9 por ciento de la masa. El mismo investigador habia demostrado que un acero de tal composición centesimal está constituido por enfriamiento lento y únicamente de perlita, que sería una mezcla mecánica definida. Este mismo acero de 0.9 por ciento de carbono da por temple una masa continua y casi amorfa al microscopio, que Howe llamó « hardenita » y que llevóá Arnold, dominado por las ideas entonces dominantes, á declarar que la per- lita resultaba probablemente de la descomposición del cuerpo defi- nido Fe*£ (composición aproximada de la hardenita) según la ecuación, Fe*'C = Fe*C + Fe” Esta teoría cuenta aún con adeptos; pero los progresos realiza- dos en la físico-química conducen á otra concepción. El problema suscitado tiene muchos puntos de contacto con cl que se plantea al estudiar las cryohidratos. Si, operando como Gu- thrie, se enfría una solución acuosa de sal marina, se obtendrá pri- meramente hieloó sal, según su concentración ; estedepósito se pro- duce regularmente ea un intervalo de temperatura determinado para cada solución y, llegando á una temperatura llamada « cryo- hidrática », sensiblemente igual para todas las soluciones, el hielo y la sal se depositan juntos en proporciones definidas. ¿Cuál es ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE LOS ACEROS AL CARBONO 331 la naturaleza de este depósito ó «cryohidrático », cuya solidifica- ción se efectía como lo haría un compuesto definido, á tempera- tura constante? Si la experiencia se hace con una sal coloreada, el microscopio muestra que se trata de un tejido de cristales de hielo y cristales de sal: es una mezcla. Si se ejerce sobre la superficie libre del líquido presiones muy diferentes, se comprueba que las preparaciones de sal y hielo mezclados sufren variaciones correlati- vas á las presiones que soporta la solución : la mezcla no es definida sino para una presión determinada. Mezclas de esta naturaleza son muy frecuentes en química mine- ral : existen numerosos compuestos que se llaman definidos, cuya existencia no se funda sino en la interpretación másó menos aproxi- mada de simples análisis. Ejemplos presentes de esta naturaleza han sido hallados recientemente enel análisis micrográfico de las alea- ciones metálicas, emprendido en estos últimos años. Uno de los casos más notables es el de la aleación de Levol, descripta en todos los tra- tadoscomo un compuesto definido Ag*Cu”, perfectamente cristalizado y que para algunos constituye un verdaderocriterio. Examinemos to- das las fases del enfriamiento lento de una aleación fundida cua! - quiera de cobre y plata. Apartirde una temperatura definida para esta aleación, uno de los metales comienza á solidificarse : la plata si sehalla en mayor proporción del 72 por ciento, el cobre si constituye más del 28 por ciento de la aleación. Esta separación ó « licuación » persiste en un intervalo de temperatura cuya extensión varía con la aleación considerada. Esto resulta de que la solidificación de una parte del cobre produce un cambio en la composición de la alea- ción líquida aún, enriquecida en plata; es necesario, para tener un nuevo depósito de cobre que la temperatura descienda hasta el punto de saturación en cobre de la nueva aleación que resulta; y este fe- nómenose repetirá hasta que la parte líquida quede saturada de co- bre y plata y en la cual ambos se depositarán juntos en proporciones definidas (72Ag + 28 Cu); la temperatura queda entonces cons- tante durante toda la solidificación (7709), guardando la parte lí- quida idéntica composición que la solidificada, cuya constitución está bastante bien representada por la fórmula atómica Ag*Cu*. Si se somete al análisis microscópico la aleación que nos ocupa, debe ofrecer el aspecto de una red de cobre en cuyas mallas se en- cuentra aislada la aleación Levol: esto y nada más se ha observado. Si se bruñe una placa de aleación y se le hace sufrir un recocido li-- gero, el cobre se cubrirá de una capa de oxidulo naranjado, que- 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dando la plata inalterable: el microscopio verifica la exactitud de tales previsiones y la aleación Levol aparece como una verdadera perlita, mezcla de finas laminillas alternadas de cobre y plata (Os- mond). Las mezclas de esta naturaleza, en todo comparables á los «cryo- hidratos», han sido designados en el estudio de las aleaciones con el nombre de «entécticos», porque representan los mínimos de Jas curvas de fusibilidad de las aleaciones, como los puntos cryohidrá- ticos, son las temperaturas mínimas de congelación de las solucio- nes salinas. Estudiando la serie no interrumpida de las aleaciones posibles de dos metales, se ha podido descubrir la existencia de varios en- técticos, que son generalmente mezclas de uno de los metales con una combinación definida de los mismos. Es á esta categoría á la que pertenece la perlita delos aceros entéctico sótido de la solu- ción hierro-carbono ó simplemente entéctico de la solución hierro- cementita. Esta aplicación de las leyes de las soluciones salinas á los acéros se halla bien justificada; pero, como veremos muy pron- to, la complicación de los fenómenos es mayor en los aceros que cn las soluciones salinas y muchas aleaciones metálicas fundidas. Martensita. — Teoría alotrópica. Dedicada á Martens por el pro- fesor Osmond, la martensita es el constituyente particular de los aceros templados, en el cual el carbono se halla como carbono lla- mado «de temple, carbono disuelto, hardeningcarbon ». La estruc- tura y el modo de formarse que posee la martensita plantean, por lo tanto, el interesante problema del temple. En la mayor parte de las aleaciones, un enfriamiento rápido no produce sino un cambio más ó menos apreciable en las dimensio- nes de los constituyentes sin alterar su naturaleza íntima; en el acero no sucede lo mismo, pues por el temple parece como trans - formado en otro metal por su estructura y sus propiedades. El hie- rro, en efecto, no es un metal vulgar; está dotado de propiedades muy particulares. El estudio de su color específico á distintas tem- peraturas (Piouchou) ; la observación metódica de la marcha del enfriamiento en hierros y aceros, hecha por Osmond y Robertsaus- ten, las anomalías en las curvas de dilatación (Le Chátelier); el es- tudio de las variaciones del magnetismo bajo la influencia del ca- lor (Curie, Osmond, Ball) la observación de las propiedades mecá- nicas antes y después del temple (Ball, Howe), y las confirmaciones que la experiencia trae cada día á las teorías, conducen á admitir ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE LOS ACEROS AL CARBONO 39 que el hierro puede presentarse, al menos, bajo tres estados alo- trópicos diferentes : El estado a, variedad estable desde latemperatura ordinaria has- ta 740, variedad magnética, dulce y maleable; El estado f, variedad estable entre 740% y 850%, no magnética, dura y frágil; El estado y, variedad estable entre 850” y 13002 no magnética, pudiendo prestarse á la difusión del carbono, propiedad utilizable en la cementación ; Y quizá una variedad 3 que hacen admitir como muy probable las investigaciones de Curie y Ball y que sería estable entre 13009 y 1550” punto de fusión del hierro. Osmond, para conservar la nomenclatura de Tchernoff, designa estas lemperaturas críticas con las letras siguientes: Az para la transformación yf, A, para fa y reserva la letra A, para el punto de recalescencia. Agregaremos que el hierro a y el £ son muy vecinos y probable- mente isamorfos, como parece indicarlo su progresiva transforma- ción mutua que se efectúa en el intervalo de 50% en el hierro puro (Piouchou, Osmond). Fuera de las transformaciones que se realizan en las dos variedades a y f£ que del nickel se conocen, no hay ejem- plo alguno en los sólidos de transformaciones progresivas, fenó- menos frecuentes en líquidos y gases (Le Chátelier). Estos puntos críticos son desplazados por la presencia de cuer- pos extraños unidos al hierro en las aleaciones. Entre todos los elementos se nota que es el carbono el que obra con mayor energía. Por esta razón, los puntos A, y A,, distintos en los aceros extradul- ces, llegan á confundirse en los aceros dulces, y, á partir del acero entéctico (entre0.8 y 0.9 9, de €) vienen á confundirse con el punto de recalescencia A,, permaneciendo así en los hiperentécticos (1). Después de esta exposición podemos abordar el estudio de la martensita. Sise templa un acero cualquiera á una temperatura superior á Az en el agua á 20%, la masa entera del metal está for- mada de este último constituyente; las transformaciones del hierro no han podido realizarse en tan brusco enfriamiento ó han sido muy incompletas; el hierro no ha vuelto integralmente á su esta- do «, sino en parte puesto que la martensita siempre es magnética, (1) Serán hipoentécticos los aceros menos carburados que la perlita é hiperen— técticos los aceros más carburados. 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pero el resto se halla como hierro f£, duro y quebradizo y aún pro- bablemente como hierro +, puesto que parece necesario este últi- mo para mantener la cementita en solución. El hierro magnético aprisionado en una masa no magnética, no obra como si se hallase libre: hace de la martensita una sustancia magnetipolar, guardan- do una parte de su magnetismo después de ser imanada, es decir, queen principio sería un imán permanente. Así se encuentra el hierro en la martensita, pero ¿cómo se halla el carbono? El análisis mineral nos enseña que se encuentra en proporciones muy variables: no se trata pues de un compuesto «dle- finido de hierro y carbono. Además ningún método químico per- mite aislar lacementita. Veamos ahora los resultados del análisis micrográfico. La estruc- tura de la martensita es muy poco cristalina, como puede verse en las fracturas unidas y finas de los aceros templados; micrográfica- mente, los métodos han hecho creer primero en el amorfismo; se la ha descripto como un vidrio amorfo, quebradizo, de una dureza va- riable, desde +, 54 6; pero Osmond porsu método del bruñido ata- que, ha demostrado que esta imasa de apariencia vítrea, presentaba en realidad una relativa ermistalanidad, comparable á la de un vi- drio devitrificado. En efecto, porbruñido sobre pergamino embebido de nitrato de amonio, se resuelve en un tejido de finas agujas en- trelazadas, dirigidas paralelamenteá tres direcciones que forman, con frecuencia, ángulos de 60?. Esta estructura parece ser la forma eristalítica, actual Ó pseudo mórfica, del hierro y. Las dimensiones de las agujas varían con la temperatura del temple y el porcentaje en carbono, pudiendo establecerse de un modo general, que las agujas son tanto mayores cuanto más alta ha sido la temperatura de temple y más bajo el porcentaje en carbono. Así pues, la micrografía hace de la martensita una substancia ho- mogénea en la cual, la cementita parece uniformemente difundida, aunque en proporciones variables. Pero siendo estos caracteres los de las soluciones, la martensita aparece como una solución de nue- vo género : una solución sólida. Veamos si las leyes de las solucio- nes líquidas pueden aplicarse á la martensita, justificando esta concepción. El punto de fusión de los aceros baja de un modo regular desde 15509 hasta cerca de 1400? á medida que la carburación aumenta; pero á partir de un cierto límite (2 %/, de €) la solidificación no se efectúa en una: sola vez sino en dos; entonces ya no se trata de un ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE LOS ACEROS AL CARBONO 41 acero sino de una fundición. Un acero, que se puede definir como un hierro carburado de punto de fusión único, es siempre sólido á 13009. Para el estudio que nos ocupa, es cómodo tener á mano barretas de acero de diferente carburación, que dan sobre una mis- ma preparación los aspectos de todos los aceros carburados, desde el extradulce al extraduro con un pasaje insensible de una extructu- ra á la siguiente. Todos estos aceros reunidos en una misma mues- tra se hallaran en condiciones rigurosamente comparables durante los tratamientos á que serán sometidos. Usmond se ha servido de barretas obtevidas por el procedimiento Demeuge, es decir, colando el acero dulce en moldes con paredes de carbón; se comprende fácilmente que la difusión del carbono será más enérgica en los puntos más próximos. Entonces se tem- plan las barretas, partiendo de diversas temperaturas, pero para evitar complicaciones se emplea un baño de agua á 20? para todas. (Continuará.) BIBLIOGRAFÍA Godeíroy (M. La fonction gamma. Théorie, histoire, bibliographie. — 1 vol. in 8?, París 1901. Es un opúsculo de 88 páginas divididas en seis capítulos. El primer capítulo es una exposición minuciosa del origen y desenvolvimiento de la teoría de la función gamma, cuya introducción en el análisis se debe al estudio de algunas propiedades de las séries de Wallis y de Stirling, y, particu— larmente á los numerosos trabajos de Culer, Gauss, Legendre, etc. El segundo capítulo comprende la definición de la función gamma, su inversa ó sea el factorial de Weirstrass y ciertos teoremas sobre restos, límites y con- vergencia de algunas series notables cuyos términos están formados por fac- toriales. Trata en los dos capítulos siguientes entre otras fórmulas la denominada relación de los complementos, y las fórmulas de Gauss, Legendre, etc.. que como la gamma tienen por punto de partida la conocida transcendente n! 14 ale +1 + 2...(2+MN) ES El capítulo quinto es consagrado al estudio de las funciones derivada primera y derivada segunda del logaritmo de gamma, funciones gue como lo hace notar el autor, juegan un importante rol en la teoría de la transcendente que uos ocupa. La manera de variar esta función es puesta de manifiesto por medio de la curva figurativa de la misma: variando de 0á + 0 gamma varia de 4 má wm pasando por un sólo mínimo que corresponde á un valor comprendido entre 1 y 2; á medida que x progresa de 0 á — oo la función gamma presenta alterna- tivamente ramas negativas y positivas correspondientes á los intervalos (0,— 1,, [—=1, — 2), (— 2, — 3)... de la variable x, con asintotas paralelas al eje de ordenadas. El desarrollo de algunas funciones, dependiente del de la gamma, en series enteras, la determinación de límites de productos convergentes y otras no me- nos interesantes aplicaciones completan la obra del doctor Godefroy, que es notable por la elegancia de los métodos elegidos y, más que todo, por la ar— monía y la unidad que caracteriza al conjunto. lx) = BIBLIOGRAFÍA 43 Hadamard ¡L). La serie de Taylor y su prolongación analítica, 1 vol. 1901. Bajo la denominación general de Scientía se ha empezado á publicar por el editor C. Naud una exposición y desarrollo de cuestiones científicas á la orden del día, comprendiendo dos series: la serie físico-matemática y la serie bioló- gica, de seis fascículos cada una. El volumen que estudia la serie de Taylor y su prolongación analítica em- pieza sentando aquellas definiciones que como la de función analítica y fun- ción holomorfa merecen establecerse con precisión. Estudia luego los métodos directos para la prolongación analítica de una serie particular, estableciendo su radio de convergencia, del cual deduce importantes consecuencias; insertando las investigaciones de Fabry, Leau, ete., sobre singularidades de determinados puntos del área correspondiente á la función considerada. Ocúpase tambien, preferentemente de las series de polinomios, de los mé- todos de transformación y, como generalizaciones, de las séries de radio de convergencia nulo, y de las séries dependientes de más de una variable. En su último capítulo presenta interesantes aplicaciones del asunto desarro- lado, á Ja teoría de las ecuaciones diferenciales, al cálculo de las raíces de una ecuación F (x) = 0 siendo F (x) una función holomorfa en un cierto cír- culo que tiene por centro el origen, y al estudio de una serie trigonométrica. Thempson 'S. P.. Courants polyphasés et alterno-moteurs, 1 vol. in S?, París, 1901. En el estado actual de las aplicaciones de la energía eléctrica, las corrientes polifásicas, merecen una atención muy particular, No parece dudoso que en el transporte eléctrico de la potencia, las corrientes alternativas combinadas en sis- temas á dos ó tres fases distintas sean llamadas á desempenar en el porvenir un rol importantísimo. Existen ya numerosos ejemplos y considerables instalaciones basadas sobre su empleo han sido llevadas á cabo, y muchas son también las que están en vías de ejecución. Las ventajas incontestables que presentan los siste- mas polifásicos sobre los demás, á corriente contínua ó á corriente alternativa simple, están fuera de duda. pero es preciso averiguar las complicaciones inevi- tables que resultan y cuando es que éstas podrán, en la práctica, influir para desechar la distribución polifásica en el alumbrado eléctrico en general. La novedad relativa de este modo de distribución y el hecho de que lo que se ha llevado á cabo ha sido realizado en el extranjero justifican bastante un detenido estudio de parte de los ingenieros argentinos, á los que recomendamos la obra cuyo título va á la cabeza de esta pequeña bibliografía. Esta obra que lleva un apéndice « Sobre algunos trabajos de M. Maurice Le- blanc », y que tiene un carácter esencialmente práclico como todas las demás obras del profesor Thompson, ha sufrido una completa transformación y adquirido una importancia muy superior á la de la primera edición. Se halla ilustrada con láminas intercaladas que contribuyen á la inteligencia del texto y trata de los siguientes puntos en capítulos separados. Generalidades sobre las corrientes alternativas. Corrientes polifásicas. Combinaciones de circuitos polifásicos y economía de cobre. Generadores polifásicos. Tipo de generadores 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA polifásicos. Estructura de los motores polifásicos. Teoría gráfica de los mismos. Teoría analítica id. Tipos modernos. Datos para el estudio. Cualidades mecáni- cas de los motores polifásicos. Alternomotores simples. Transformadores poli- fásicos y polimórficos. Medida de la potencia de las corrientes polifásicas. Insta- laciones de usinas polifásicas. Distribución de las corrientes polifásicas por estaciones centrales. Tracción eléctrica polifásica. Propiedad de los campos mag- néticos giratorios. Génesis de los motores á campo rotatorio. Cálculo de las corrientes alternativas. Comunicaciones del Museo Nacional de Buenos Aires, tomo I, nú- mero 10, 6 de Diciembre 1901. Termina con esta entrega el primer tomo de la interesante revista que, bajo el título que encabeza estas líneas, comenzó á publicar en 1898 el sabio direc- tor de nuestro Museo Nacional, doctor Carlos Berg. Se echa de menos en esta décima entrega la asidua producción científica del doctor Berg, desgraciada- mente enfermo desde hace algunos meses y por cuyo pronto y completo resta— blecimiento hacemos los más fervientes votos. El eminente entomóiogo espanol, profesor Ignacio Bolivar, publica en caste- llano la descripción de un nuevo ortóptero mirmecófilo, Attaphila Bergi, acompañada “de figuras que ilustran los caracteres más importantes de este huésped de la hormiga negra, Atta Lundi (Guér.) Mayr., en cuyos nidos vive sentado sobre el dorso, el cnello y aun sobre la cabeza de los individuos sexuales pero nunca sobre los neutros ú obreras. Este curioso blátido mirmecófilo, con tarsos pentámeros, que fué descubierto hace más de 25 anos por el doctor Carlos Berg, á quien dedica la especie el profesor Bolivar, es muy afín á la A£taphila fungicola Mort. que habita en los hormigueros de la A(ttu fervens Say, ú hormiga (cortadora de hojas de Fexas. El profesor Kurtz nos dedica en francés algunas palabras ú propósito de nuestra comunicación, La Botanique u la République Argentine, presentada al Congreso Internacional de Botánica reunido en París el año 1900 con ocasión de la Exposición Universal. Gracias á una curiosa “aritmética pretende ridiculizar las cifras que allí dimos acerca de la riqueza de la flora argentina. Como dijéramos, de acuerdo con autoridades en la materia, que las tres cuartas partes de nuestra flora son aún desconocidas, el doctor Kurtz multiplica simplemente por cuatro las cifras aproximadas de las Criptógamas celulares y de las Fanerógamas y Criptóga- mas vasculares, tanto indígenas como naturalizadas (en el sentido más amplio de la palabra) y obtiene así el absurdo de la existencia de 32.000 plantas vas- culares en la Argentina, absurdo que jamás hemos afirmado y que no es posi- ble deducir de nuestra comunicación correctamente interpretada. Naturalmente no le es difícil probar que la cifra que nos atribuye es excesiva ; pero no alcanzamos á explicarnos cómo el profesor Kurtz puede concebir que nosotros creamos 6 puede creer él mismo que se conserve en la flora total la proporción actual entre las Fanerógamas y Criptógamas vasculares y las Crip- tógamas celulares, tan poco conocidas, salvo los Hongos, magistralmente estu- diados por el doctor Spegazzini. BIBLIOGRAFÍA 45 Es sabido, además que puede calcularse que existen en término medio tres Criptógamas celulares por cada planta vascular de una flora dada. Habíamos pensado contestar detalladamente en otro artículo las críticas del doctor Kurtz pero hemos desistido de tal idea. Le feu ne vaut pas la chandelle. Basta saber que el doctor Kurtz, en su afán de hacernos decir disparates, llega hasta comparar el número actual de plantas conocidas con el número proble- mático que puede atribuirse á nuestra flora para deducir de esa comparación de cantidades heterogéneas que los dos quintos de la flora terrestre se encuentran en nuestro suelo, lo que le suministra la ocasión*de agregar un nuevo punto de admiración á los muchos que á cada paso le arranca nuestra lamentable ignorancia. Pasaremos también por alto el último párrafo, bastante impertinente al asunto. que confesamos no haber entendido bien, tal vez por desconocimiento de las delicadezas de la lengua francesa, sea de nuestra parte, ó bien de parte del doctor Kurtz, pero que produce la impresión de un sarcasmo dirigido por el profesor de la Universidad Nacional de Córdoba y miembro de la Academia Na- cional de la misma docta ciudad, hacia el país que lo alberga hospitalariamente desde hace cerca de veinte anos. El distinguido botánico doctor Carlos Spegazzini, cuya extraordinaria laborio- sidad y vasta ciencia le han conquistado una justa reputación en todo el mun- do científico, continúa sus descripciones latinas de algunas plantas nuevas de la América Austral. En este quinto artículo describe las especies Amarantellus argentinus, tipo del nuevo género Amarantellus, Amarantus cristulatus, Atriplex argentina, A. flavescens y A. mendozaensis. Una buena lámina ilustra este valioso artículo de nuestro socio correspondiente. La entrega contiene además un índice de las materias comprendidas en el primer tomo de las Comunicaciones en el que puede apreciarse la actividad de nuestro querido maestro el doctor Berg, quien ha contribuido con treinta y cinco artículos sobre interesantes y variados temas, escritos en español, francés, ale- - mán, inglés y latín. La consulta del tomo es facilitada por un detallado índice alfabético cuya gran utilidad apreciarán todos los que se ocupan en el estudi» dela naturaleza argentina. A. GALLARDO. MOVIMIENTO SOCIAL in la asamble del 30 de noviembre/último fué nombrado el nuevo personal de la dirección y redacción de los Anales el que ha quedado constituido como sigue: Director : señor Félix F. Vutes. Secretarios: agrimensor Cristóbal M. Hicken y senor Luis María Torres. Redactores : ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetli, ingeniero José S. Corti, ingeniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Biraben, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Corti, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Ducloux. La nueva Dirección tratará de que el prestigio de que han gozado hasta ahora nuestros Anales vayan en aumento para lo cual cuenta en primer término con el selecto grupo de colaboradores que forman la comisión redactora, teniendo además el propósito de dar cabida al mayor número de material posible, acep- tando sin restricción alguna el valioso concurso de los intelectuales que quieran ofrecerle el fruto de sus estudios, pues cree que bajo el título de Anales de la Sociedad Cientifica Argentina puede cobijarse toda producción resultado de un esindio sério y científico cualquiera que sea el tema de que trate. En la asamblea que tuvo lugar el 9 de noviembre próximo pasado, se tomó en consideración el proyecto de bases generales paralla formación de la « Asocia- ción Nacional Pro-Obreros » presentado por el Ingeniero Domingo Selva. Dicho proyecto era el siguiente: « La Sociedad Científica Argentina patrocinará la formación de una « Asocia- ción Nacional Pro-Obreros », cuyos fines se especifican á continuación, con re- sidencia en la Capital Federal y ramificaciones en toda la República. Será principal objeto de esta Asociación propender por todos los medios Jícitos posibles, al mejoramiento de la clase trabajadora en general, — recaban- do de los poderes públicos leyes que reglamenten el trabajo, — su cooperación y la de los particulares. para la construcción de viviendas obreras económicas é higiénicas, bajo la base de hacer propietario al obrero inquilino ó para arrendar en el centro á los obreros, locales de un"alquiler reducido y respondiendo á las exigencias modernas de higiene y confort. « Fropenderá á la formación de « Casas de Caridad ó de Seguros » sobre la vida Ó la salud del obrero que permitan indemnizarle en caso de enfermedad é indemnizar á la familia en caso de defunción. MOVIMIENTO SOCIAL 47 «La misma Asociación podrá convertirse en constructora de casas obreras le- vantando los capitales necesarios con ayuda de gobierno y particulares. « Hará extensiva su iniciativa á los agricultores propendiendo á que la tierra pública sea adjudicada á colonos trabajadores sea en forma de explotación coo- perativa ó de propiedad, adquirible en plazos largos por cuotas de amortización. « La Sociedad Científica Argentina convocará á asamblea, á todos los que sim- patizen con esta idea después de una activa propaganda, en cuya reunión, apro badas las bases generales, se procederá á nombrar la mesa Directiva provisoria compuesta de los elementos que se designen, quienes formularán el Estatuto 6 Reglamento Orgánico correspondiente. « Constituida de este modo la Asociación, la Sociedad Científica!Argentina dará por terminada su misión limitándose á patrocinar conferencias y estudios que tiendan al fin de aquella. « Toda cuestión política ó religiosa ha de ser excluida de la « Asociación Na- cional Pro-Obreros >». Sus fines serán humanitarios, pudiendo en este sentido ex- tender su acción á mejorar la vida del obrero bajo todas las fases posibles — co- mo ser, estableciendo cocinas económicas¡para el almuerzo del obrero en el centro, institutos de enseñanza de artes y oficios. hacer concursos de estudios referentes á su fin, etc. « El carácter de la Asociación será eminentemente Internacional en el sentido de que podrán formar parte de ella personas de cualquier nacionalidad ». Una vez leído el proyecto por el secretario, tomó la palabra el ingeniero Selva para apoyarlo, y después de una larga disertación terminó diciendo que creía que entraba en los fines de la Sociedad, y siendo factible y de una utilidad por demás evidente no veía inconveniente alguno en que fuera aceptado y patrocinado. Terminada la exposición del señor Selva, se suscitó un largo cambio de ideas entre los ingenieros Babuglia, Selva, Chanourdie, y Buschiazzo, sobre si la inicia- tiva del autor del proyecto estaba dentro de las disposiciones reglamentarias de la Sociedad. Una vez terminada se puso á votación el proyecto en general resultando aprobado. Inmediatamente el señor presidente dijo que creía conveniente precisar la forma en que había de llevarse á cabo la realización del proyecto. Después de una breve discusión al respecto, el señor Buschiazzo hizo la siguiente moción; que la Junta Directiva constituya una comisión de propaganda que ha de proceder á la formación de una Sociedad Nacional Pro-Obreros. Suficientemente apoyada se puso á votación resultando aprobada por unanimidad. La Junta Directiva ha pasado la siguiente circular cuyo simpatico fin nos parece inoficioso el hacer notar á los señores socios. « Sociedad Científica Argentina » « 269 Cevallos 269 « Buenos Aires, Noviembre 18 de 1901. « Senor consocio : « Deseando la Junta Directiva celebrar de una manera conveniente el XXX” ani- versario de la instalación de la « Sociedad Científica Argentina » que tendrá lugar 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el 28 de julio del año próximo, resolvió en sesión de fecha 9 del corriente solici- tar de los miembros que de ella forman parte, algún artículo, para con el con- junto publicar un volumen en conmemoración del aniversario ya dicho. « Se le invita, por lo tanto, señor consocio, á cooperar á la formación de dicha obra, recibiéndose los artículos para ello en el local de esta Sociedad hasta el 30 de abril de 1902. q < En la esperanza de que nuestra idea tenga simpática acogida entre nuestros asociados, me es grato saludarlo atentamente. « CARLOS M. MORALES, Presidente. « José Larreguy, Manuel J. Arce, Secretarios ». El 29 de noviembre próximo pasado tuvo. lugar en el salón de la Sociedad « Operai Italiani » una conferencia dada por el doctor Pedro Gori sobre su viaje desde el Alto Paraná al Alto Paraguay, la que fué patrocinada por nuestra Socie- dad y á la que asistió selecta y numerosa concurrencia. La conferencia fué ilus- trada con un centenar de proyecciones luminosas, las que fueron dirigidas por el senor ingeniero Juan Abella. i En la asamblea que tuvo lugar el 30 de noviembre proximo pasado, fué nom- brado miembro correspondiente de la Sociedad, en Upsala (Suecia, el distinguido explorador doctor Otto Nordenskjold. Ha ingresado como socio activo el senor Allan B. Lea. | | | ] | TIA Y TA mu ÍA a A a EEE ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DIE DirecroR : Señor FÉLIX F. OUTES E a SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. Flickex y senor Luis M. Torres $ REDACTORES Eos ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- EE, geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. 3 Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. e Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis E. Luiggi, ingeniero Eduardo Lalzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique E Herrero pa Bo > : E A FEBRERO 1902. — ENTREGA II. — TOMO LIUII E 2 S PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN E LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 269, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS 3 POTES O lao lead ee $ ny 1.00 . A e AA » 12.00 he Z Números atrasado. eones aces so da » 2.00 > = para los socios........ » 1.00 Ñ ; La suscripción se paga anticipada > $0 3 EA E A E: BUENOS AIRES 7 IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 4902 Ya f ADE | Presidente........ Doctos CarLos M. MORALES 0 Vice-Pr esidente 1% Arquitecto Juan A. BuscHIAZZO. A Id. - 2% Ingeniero DOMINGO SELVA. : Secretario deactas lgeniero MANUEL J. ARcEÉ. 5 | — correspondencia Señor José LARREGUY. RA NESOTCNO Ingeniero Luis A. HUERGO or PES -—Bibliotecario...... Señor NicoLás Besio MORENO. a : ' Doctor EDUARD> L. HoLMBERG. ¡Ingeniero ARTURO PRINS. io e Ingeniero IGNAcIiO AZTIRIA. POCO LOS ii Ingeniero SEBASTIÁN GHIGLIAZZA. Ingeniero ANTONIO PIAGGIO. Ingeniero HiGINIO REYNOSO. Señor Luis CURUTCHET. E LE AR IAS E Señor Juan BoTTO. (TON ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios se les previene que deben solicitarlos por escrito ála Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. - A La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los AOS delos 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Para todo lo referente á pruebas. manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 del2 á 2.30 p.m. LA DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA SAMUEL A. LaFoNE Queveno. Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 49 CAROLO SPEGAZZIN1, Nova addenda ad floram patagonicaM....ooooooococccc 66 JUAN B. AMBROSETTI, Antigúedades calchaquíes. Datos e sobre la pro- vincia de Jujuy (República AO Continuación). A A a OL LENGUAS AMERICANAS (SECCIÓN BOLIVIA) LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA INTRODUCCIÓN Por SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO M. A. Encargado de la Sección Lingúística del Museo de La Plata NOTLIONAS” GENERALES" Y VOCABULARITIOS Por eL P. Fr. NICOLAS ARMENTIA Obispo electo de La Paz (Continuación) APÉNDICE Borrar — Vayac, Vayaqui. entonces Beberemos — Oyea tchieraitsuñ. Chupar —Chiu- qui. Cabal — Quets, Cots, Cabaña — Aca. Cabello — Fin. Caber — Regia, Sit. Cabeza — Utehi, Uutechi, Oño. Cabeza de plátanos — Puichi. Cabeza de plátanos verdes — Iritpuichipuisi. Cabeza de plátanos maduros — -—— Trípuichiiques. Cabezón — Der Utchi. Cabizbajo — Veya doiroy. Caca, excremento — Vees. Cadáver — Señi, Señet. Caer — Ochai, Buenjoi. Café (hacer) — Café yeva. Cagar — Hues:1, Huesequi. Caiman — Mimi mama. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII Burlarse de alguno — Hemte, Enacsi. Despreciar—Niñac. Remedar— hiyacs!. Cal, piedra — Dondo. Calabaza — Chobbo. Calambre — Tee netch:. Calavera — Hutehi senetchin. Caldo — Fl. Calentar — Echiue, Apac. Calentura — Apacoye. Calentura terciana — Apacol. Calmar la calentura — Tchupu apacol. Calmar el dolor— Techupu que- ti. Calmar el aguacero — Tchupu añel. Calor — Ferquet tsuñ.. Calofríos —Jetis. Calla — Chichui. Calladito — Caam. 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Callapo, de dos ó más bolsas — Chapa. Callar — Chichui, Chichuac. Calle — Mami beyecantehi. Callo — Cambi. Cama —Chum, Butaeye. Cambiarse—Guajcavin. Cambiarse camisa — Ocho. Caminantes — Miitchi-in Caminar — Mi). Camino — Mami. Camisa de ambaibo — Achabo. Camote— Cal. tocar Campanas — Diudi, Dej. Canasta de palma — Ebbenoñ- ben. Canasta, otra clase — Citapa, Ogdo. Cáncer — Ayge, Aye. Canelón — Crorecho. Cangrena — Atayi chiuch. Canilla — Jiñjuves. Canoso — Arbaifin. Cansado — Tobet, Tob1,Tanjo1. Cansarse — Tobi. Cantar — Imac, Imaqui. Cantar los gallos —Peiñe 0g- terc. Cántaro — Puene. Cantores —Imaquitchi-in. Canto —Imaeye. Cana — Charo-chiuru. Caña brava — Charo, guñi; charo verdadero — Chiru, Abigire. Cana con espinas — Gluñi. Caña dulce — Wiro. Caña hueca — Bañe, Guiñi, Guopinas; la capacidad — Chiinyetumtehi. Caña para flechas —Abigiri. Cara — Veya. en mi Cara —Iesi veyache. Cara á cara me lo dirás —Ve- yaral 1ttimi. q Caracol — Won. Caracha, llaga — Chirigri, Chi- ELE: Carbón — Cú. Carestía — Nimbeeye. Cargado — Voqueñ. Cargar — Vite. Cargar la escopeta —- Bigtac pi- rigl. Cargarse alguna cosa — Vo- quene. Carnaval —Anata, Anacta. Carne — Chinch. Carpa — Aca. Carta — Quirica. Casa — Aca; dentro de casa — Aca can. Casada—Phenyat,Phenmotchi. Casada— Wenchias phen. “Casados — Wuemitchin. Casi —Araj Arajye. Cocer — Bañi. Cocer ladrillos, teja — Mec, Meques. Cocido — Maques. Cocinado — Emiti. Cocinar — Emiti. Cochino, sucio — Octum, Pec- soe, Eques. Codicia — Tijateye. Codiciar — Mage. Codo — Zootchi. Cogote — Ocon, Guye. Cojo, cojear — Etchem etchem vey. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 51 Cola ó rabo de animales — Coondi. Cola de aves — Tipu. Cola de pescados — Chipijpi. Colar alguna cosa — Chajnac. Cólera, rabia — Efatiye, Ayfu- yiyiti, Ayfati. Colgado — Titzo bel. Colgar — Titzo, titzojo1. Colocar en orden — Eneye. Color — Efieye. dar Color, tenir— Chiqui, chi- quitac. Colorado - Tcheñes, Tchoyñoy. Comer — Secsi, Ebel. Cometer pecados — Jucha ta- qui ó metaqui. Comezón — Ezezei, CañiiM. Comida— Secseye. Como — Ene. Como antes — Eñe jino, Eñe of. Como este — Eñe uts. Como esta — Ene oy. Cómo te llamas? — Ege timi ?, Chincati mi? Eye atcatimo- mi, Eyencatimi, Eye atca- timi. Cómo estás? — Hemye mi ? €ómo será — Hemsitchic. Compañero — Penye. Compañía — Penyes. Comparecer, presentarse — At- si quessepresente Pat alsi. Compasión — Arere. Completo — Atguajereas. Comprar — Yaey. Comprender — Chicacst. Comprimir — Cup. Con — Tum, Ya. Con los labios — Choya. Con Pedro — Perotum. Concebido fué — Inyi ique. Concebir — Inyi. Conceder — Somel. Concluido —Atnam, Atchi, Alo, Atijal. Concluir — Ijaal. Concuñado — Guajvi. Concha — Zaza. Conejo de cría — Mogoco. Conejo capiguara — Otto. Confieso, digo verdad — Anie- peyaqui. Confundido, mezclado—Cafoñ . Conmigo — Tetum. Conunción — Maracye. Conocer — Ichie. Consanguineo — Chetiye. Conservar — Concac. Considerar, pensar — Gle. Consolar — Nimbeisi, Inacsi. Consorte — Uemtchi, Phen. Consternarse — Noy. Contar — Thibiqui, Tehibiqui, Tchivuac. Contento — Majol. Contra — Che. Contra usted — Miche. Contrito — Taari cuis:juchave. Continuar — Amdam chicac- sitch1. hemos Convenido —Atanic chi- cacsi atpeni. Conversar — Peyaqua. Convertido — Lañiti athem yie- pe: Convidad — Fibiya yaei, Fo- minga, Vorvacsiacave. Convulso — Neitehi. 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Copiar, escribir — Sañac, Sa- ñaqui. Corazón — Cotch1. Corcovado — Bonoch:, Bonachi bensi. Corcobear — Puechel. Cordel — Tniye. Cornear — Potchtacsi. Cornudo — Dachtumchi. Corona — Secves. Coronar— Faraj utchiche sec- ves. Corre — Cavin, Ferica. Corregir — Fersimic somacs,. Correr — Feri, Ferebada. Corrompido, podrido — Atfoco- sias. Corromperseuna cosa — Focol. Corromperse, hacerse malo — Achijo1. Corrompido, malo — Achitchi- sonh1. Corrupción — Achifoqueye. Corruptor — Achiicheacsitehi. Cortar — Ter, Tets, Fotech, cho- quel. Cortar con sierra — Fequer, Fe- querac. Cortar con hacha — Pacan, Pa- quieve. Cortar con cuchillo — Fets, Tots, Choe. Cortar con tijera — Choviti. Corte — Fots. Corte de cuchillo -— Tocacsi. Cortedad, vergúenza — Zinca- Cye. Corteza, cáscara — Tzin. Corto — Aye, Ayey, Itiya. Cosa — Ege, Guajyeye. Cosa alguna — Eyeye. Cosa blanda decomer —Patsai. Cosas ajenas —- Nucchis gua- Jyeye. Cosas malas ch1. Cosechar — Equequetiye. Cosechar arroz — Vecdad, Vec- Nemnem, Achia- daqui. Cosechar mani — Choyac, Cho- yaqui. Cosechar maiz — Vonac, Vol- naqui. Coser — levaqui, levac, levae. Coser un pedazocon otro —Zo- ZO. Cosido — Tebatchi. Cosquilla — Chicñe, Chiquiñe- ye. Costado — Tosac, Tosacye. Costado — Sapeñi, Sapeñeye. Costilla —— Mara. Costumbre — Metaquiye. Cotidianamente — Erecañ ma- yenye. Coto — Ioñ, Dequi: Cotorra — Cacañh. Crecer los niños — Pañi. Crecer las plantas — Chibi, Chimbi1. Crecido muchacho — Pañet. Creciente del río — Maj oñi, Maj1. Creer — Chicacsi. Cresta de gallo — Zapinye. Criada — Metiyes. Criado — Metiyet. Criar niños — Tpanac. Criar animales — Pañi, Cuilye. Criatura — Anamo, Itsanquis. LO3 INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 53 Cristal, espejo — Naitaquiyes. Criterio — Gieye. Cruda, carne — Ñamo chiuch. Crugir — Crech-crech. Crugir un árbol — Guati. Cuadrada — Namchay, Nam- chachey, Namchajo!. Cual? quién? — Chinea? Cuando — Onye, Onyechuc. Cuando coma, ó despues de co- mer — Secsiya. Cuanto, cuantos? — Ensichic? Entsi? Entsichic ? Cuarenta — Tsiquitac. Cuartón de madera - Nacha. Cuasi —Araj, Arajye. Cuatrocientos — Tsisquitacqui Cubrir — Ben. Cubrirse, arroparse — Comon. Cuello, pescuezo — Te). Cuerda — Tnige. Dar — Some1; Dale, Someme, Tchieme. Dar color—Chiquitac, Chiceme. Dar bofetadas — Tachete. Dardo — Igme. Dáselo, Dejáselo — Farajeyeme De — Se pospone una s ó un st al nombre. De — Ve, Ya, Can. De ti — Mive. De allí empieza — Move yae- chiti. De arriba comienza — Moche yaechiti. De aquí en adelante — Quinye. Tacanye. Debajo — Pechecañ. Cuerno — Dacha. Cuero ó cáscara — Zin. Cuerpo — Aha, Chiuch. Cueva en peña — Odoctitu. Cuidado | cuidate — Arecammi Cuidar — Concac, Concay. Culebra — Nats. Culo — live. Cumbre — Ayequiche, Meque- che. Cumplir — Juputiu. Cuñada — Fom. Cuñado — Vi. Curado, sanado — Athem um- bañ, Atchicoñ, At hemjañ. Curar, sanar — Ferubañ, Hem- jan. Curar — Piñeteti. Cutis — Zin... Cuyo es? — Chistchic? Débil — Nobi. Decir — Yii; sediceeso — Eye mo; Me dirás — Itiraimi1. Decir callando — Chaba misi. Diremos — Itiraitsuñ. Díselo — leme. Lo que tu has di- cho — Eye miatpeyete. Dime habla tu — Misimi; peyeme. De corazón dirá— Cotchi ¿añ peyaquiral. De cada día — Ere mayeyes. De cual cosa? — Chistehit can? Chist can. De día — May. Dedo — Chirigri. De dónde es Vd.? — Oña ti ni- cam. 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dedóndeesesto?—Oñas nia 0y ? De dónde vienes? — Onat atsi- mi? Oñam itni mi? De este — Mo si; De el — Coisi. Defender — Tifati. Defenderse — Ipeñete. Defensora, defensor — Tifatiye. Degollar — Ijate, Ijaete. Deidad — Dogit. De igual modo — Chumeye. Dejar de hacer alguna cosa — Mesi. Deja — Pat neyachum:; es de- cir, espera. Dejar — Fara, Fara). Dejar ó perder alguna cosa — laquin; laquintey, Moñi. Del alma — Tchetchis. Delante — Tasche, Taschi. ir Delante — Taschi. Del cuerpo — Ahasi. De la Iglesia — Iglesia can si. Deleite ó gusto — Ecmay. habla Delgada — Chium. Delgado —— Coom, Coin, Chiim. hilo Delgado — Coom, boema. Delicado ó tierno — Ojoi. Delirar — Tamiñ1. Delirio, Ensueño — Tamiñ1. Delirio de muerte — laquiye. Delito, Pecado — Jucha. De los hombres — Chi monit- chinsi. Demás, Más — Damge. De mi—Jeve. Vengo de casa — Acaveatsiye. De memoria — Ibiya. De noche — Tomoy, Zezeye. De otro, la mujer — Nucchis- phen. Del otro lado — Nocve. De continuo — Taca. Demasiado — Anic dal. Demencia — Chapuiye. Demente — Chapul. De memoria — Ibiya. Demonio — Sovo, Zoyo. Demora, Tardanza — Atmen, Menatsi. De noche — Yomoy, Zezeye. Dentadura — Moinyin. De otro, la mujer — Nucchis- phen. De qué cosa? -— Tehischis can? De quién es esto? — Tehis nica oy? De qué es esto? — Eyes oy? Eyesnat? Eyestchue oy? De madera — Soñ si. De quién es esta? — Chinca oy? Derecha, mano — Tacves. Derecho — Quich. De repente — Huatcheque. Derramar agua sobre la cabe- za — Chojoñ1 oñoche. Derretir — Pozai, Potzac. ..... Derrumbe — Rijiji, paijoi, Tchienacye. Desafiar — Facocsi. Desamor — Itsi raisacye. Desatar — Da). Desatinado — Amquichincart: Descampar, escampar — Tas- chici. Descansar — letchi, lutch:. Descansaremos aquí — Oyara jetchi. Descansaremos — lachitirait- suñ. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 1973) Descansen — lutchevacmiin. Descarado — Amzincal, Que- dezin. Descargado — Atmeyeac. Descascarar — Sacan sacan. Desclavarse — Chachsi, Atchac Desconfiar —Am chicacsi. Desconsolado — Tari. Descoser— Daj, Dageac. Descubierto — Ofere yabel. Descubrir — Vuañac, Vacañ. Descuidad — Am comal. Desde aquí comienza — Oya yacehiti. Desde luego — Ammeñ, Cavin. Desdentado — Itsi moinyin. Desear — Raise. Desear mal — Ninac. Desear bien — Tchanac, Tcha- naqui. Desechar— Guaqui, Guaquin- que. Desengañado estás — Atchi eavemi. Desenojarse — Mesifaco1. Desentendido — Eñe am chi- cacsi, Eñe am sevaqui. Desenterrar — Foñac. Deseo — Raisacye. Desgana, flojera — Chioi, Chioñ1. Desgracia — Eye zequi. Desgranar maiz — Viraqui, Bitsac. Desgranar maní — Ilpaqui dabba, Paquinicacóñinaqui. Deshonesto — Achitaquit. Deshonrar, desacreditar — Peivacacs1. Desigual —Am cots, Am quets. Deslomado — Tvemerere. Desmayar — Ñei, Neyes. Desmayo — Damocoi, Somyil- Desmolado — Itsi caco. Desnudar — Choñniti. Desnudo—Dené, Quedí, Queré. Desobedecer — Am chicacsi. Desobedecido -— Am chicacsi Atipent). Desocupado — Itsi am eye ca- ritaquiyes. Desollar, pelar — Sacañ. Desollar— Ninac, Ninaqui. Desorejado — Hsi choñ, Itsi chooñ. Despacio.— Ejem, Dam dam - dam. Despajar — Pajanac, Pajana- qui. Despeado — Aretchiyuve. Despedazar — Chetchet. Despedazar carne — Chetac chinch. Despedazar, acaba la carne — Ejayaca chinch. Despedida — Umbañyeye. Despedirse, marcharse — Um- ban. Despegado — Zac-zac. Desperdiciar —Imonte. Despertar — Za, Zaye. Despierto — Za, Am coschi; cuando yo medespierte trae- rás café — Zayeye café tui- ralmi. Desposarse — Vuemi. Despreciar — Niñete, Niñaqui Niñac. Después — Abia, Oyea, Abia- chum. 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Después de misa — Abiamisa. Despuésdela comunión — Me- si comulgasi. Después aparte — Oyca pane. Después de nuestra muerte — Señiya tsun. Después, para d. — Abiayes. Destechar — Mejyac chami. Destripar — Ecbit. Destrozar leña — Choechoe, chiectac. Desvelado — Am cuchi, Am ¡en cuchi. Detrás — Equi, Equive. De un solo lado — Pen momo. De valde — Ibi, Ibiyes. Devorar, tragar — Coúiñ1. Día — Mayeye, Mayenye. De dia — May. De cada dia — Ere mayeyes. En todo día — Ere can mayeyes. Diablo — Soyo, Zoyo. Diarrea — Morojoi. Dientes — Moinyin, Monyin. Diez — Tac. Difícil — Cari. Diluvio — Emoñ, Umbañnya, Zanubaqui, Chucebañ. Dios — Dogit. Dirigir — Quicheac. Discolo — Achit, mointchin. Discurrir — Yiyi1, Cnecyl. Disentería—Morojo1, Morojoye. Disparar — Tojit. Distinto — Pane, Paneye. Ebrio — Chinquit. Eco—Vimaye; Ruido—Chonyii. Dividir—Ter, Tsac, Feac, Tchet Tchectac. Doblado — Cats. Doblar — Catz. Doce — Tac pana ijañ. Doler — Queti. Se dolerá de sus pecados — Tarira cuisi- juchave. Llena de gracia — Gracia ya beñ. Doler, de corazón se duele -— Cotehi cañ cajuchiti. Domesticar animales — Cuye tuc. Donde— Oña; de donde—Oñas. Dormida — Cochye. Dormir — Cochi. Duerman muchachos — Cuchacha mim nanatin. ¿Tienes sue- no? — Cuchichimi? Dorso, espalda — Merere. Dos — Pana. Dividido en dos — Chetchet. Doscientos — Pana quitac tac- qui. Dulce — Carraquis, quivic. Duro — Yeque. Descubrir ó abrir una cosa ce- rrada — Vanac. Descubrir, desatar un retobo Da]: Descubrir una cosa tapada — Mej. Dejar — Faraj; Botar, arrojar — Fraey. ¿Dónde está pues?—Oñan dad. Echado — Chomdoi, Chonday, Chondoye. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 91 Echar algo enun costal — Foey Eclipsar el sol — Señi1 tsuñ. Echar, arrojar piedras — Fra- yey mij. Echar, arrojar — Ectacsi, Juc- Lacsi. Echar soliman en elaguo para pescar— Nostchi, Chucdac. Echar agua — Cho). Echar arroz — Foyey. Echar en costal — Foyey. Echar ó poner en algún lugar —Bigtchei. Bigtac, Bigeheem Echar taco en la escopeta — Bijtac. Echarseá dormir — Chondot. Echarse para ser azotado — Chuburyey. Echate — Natsyeva. Edad — Pañeye. Edificación — Hem ¡cheacseye. Efigie -— Imunacye. El ó Aquel — Mo. El añoque viene — Nocsi yo- muye, Elástico que estira y encoge — Yesi. El mismo — Mocoi, Moquel. Elevar — Chei, Choyac. Ella misma — Moco1 ó quel. Ellos 6 aquellos — Moin. Embarazada — Ana tum voc can. Embarazada — Mabbes. Embarrar, revocar — Tayal. Embriagado — Chiuquit. Embudo — Chojyaquiye. Empalmar — Quechtac. Empantanar — Quete. Empellón, empujón — Tach. Empezar — Yacchiti, Yacchitt. Emplumado — PañtumsI. Empollar — Nabaqui. Emponzoñado —Zintum chiu- chcan; Naz si zin siti; Nos- tiye sitl. Emponzoñar — Nostchi. En — Ver sobre. Enano — Teibune. Encañada — Quercan. Encender — Esti; Enciende fuego — Esivuactsi. Encendido ó prendido — At esi. Encendido colorado — Tehe- nes. Encerrado — Querbel. Encerrar — Quer. Encía — Moinyinsi chiuch. Enciende la vela — Fioyeva vera. Quemar, incendiar — Anac, Anaquai. Encima — Fanche, Moche, Ayequische, Damche. Enclavar — Pactac. Encoger — Am tu ñectcht. Encogido — Am tu ñectehi. Encontrar — Daque, Rijbitt. Enderezar — Quich. Enemigo que murmura — Uajpivati, Pivatitehi. Evemigo — Chovisintehi, Cho- vaqui. Enemigos del alma — Chovi- sintchiin. Enemistad —- Uajpivatiye. Enfadar, inquietar — Efati. Enfermar — Señyeyei; de ter- ciana — Apacol; Fiebre — Apacoye; de costado — Sa- 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA peñi; de tisis — Maracye; de disentería — morojoi; de tos — Aja; del higado — Nuca. Enfermedad — Senyeye. Enfermo — Señnyeyetchi. Apa- coye — E. de terciana. Enfermos — Señnyeyeitchin, Apacoitchin. Enflaqueer — Maral. Enfrente — Netzen; Delante — Taschi. Engañar — Niñei, Ñiñacsi. Engordar — Mabe. Engreirse, engreido — Ipenti. Engullir, tragar — Coñin, co- ñíni; Tomar el remedio — Facse; Tragar de un golpe — Nop. Enbebrar la aguja — Sobeyo- quecan. En hora buena — Pajme. En hora mala vete — Meyebada Enjugar — C€hiacchiac, Cham- cham. Enlazar — Cobyel. Enloquecer — Chiapul. Enojado — Facobel. Enojarse -— Facoi, Faquin, Fa- quit. Enorme —Anic dertchi. Enredo, chisme — Ueñeye. Enronquecido — At 1lsi 1ma- Cye. Enroscar — Panpañ; Doblar — Psicam Cas. Ensanchar — Dereve hemtac. Enseñar — Icheacsi. Ensuciar — Achitul. Entender — Chicacsi. Entendimiento — Gieye, Chi- cacseye. Entero -— Muñ men. Enterrar —Rigi, Nate, Naquin. Entonces — Oyea, Oyeaya. Entrañas — Voco. Entrar — Siti. Entre — Uaj, Uajum. Entre dos cosas — Uajocan, Uacan. Entre dos indios —- Uajpana mointchin. Entregar — Somel. Envejecido — Alpijiri. Enviar — Ectacsi. Envidia — Ejeeme, Tijatecye. Has tenido envidia? — Rai- setietem mi ? Envolver — Comoñn. En — Che, ve. En loslabios — Choo che. En el cerro — Mequeche. En la chapapa — Bebeche. En Guachi — Guachive. Está en Irupana — Irupana cañ bel. En verdad — Anie chata. En adelante — Tacanye. ¿En que día? — Eye cañ ma- yeye? : En alto, arribar — Moche, Oche, Fanche. Ensartar — Sovsov. Entre — Uaj. Epidemia — Quetiuye. Equivocarse — Moñ1. Erisipela — Puforeye. Erupción — Siupqui, Chiup- qui. Eruptar — Euqui. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 59 Escala — Bovaquiye. Escaldar, quemar con agua — Echiuc. Escama — Papan. Escamar, descamar pescados — Veidac. Escampar — Taschiel. Escándalo — Equey, Achi ¡icheaseye. Escapar — Cavo1, Cavuac. Escapar el pez del anzuelo — Chonch:. -Escarbar — Frandaqui. Escarbar las gallinas — Varay. Escaso — Amchidal. Escoba — Sinaqui. Escocer — Ezezei, Cañini. Esconder — Imuse. Esconderse—Imuse, Tenuaqui. Escopeta — Piriri. Escorrer, chorrear la vela — Moriti. Escozor — Ezeze:, Sinaquai. Escribir — Sañac, Sañaqui. Escuchar — Sevac, Sevaqui. Escupir — Chupi. Ese, Esa — Mo. Eslabón — Miche. Eso ciertamente — Mo anic. Eso pues — Monach. Espaldas — Mirigri. Espantado — Noyiit. Espantar los animales -- Is- chia, Ochea, Ischiamac, E- chaeva, Espanta. Espantarse, asustarse— Noyil. Espejo — Naitaquiye. Espera un poco — Bisaqui- chum, Nechumbica, Paj- chum muya. Esperanza — Izitiye. Esperar — Bisaqua. Esperar de Dios — Iziti. Espesar — Nayaqui. Espeso — Pei, Neiney, Neyejo Emsejo. Espiga — Vech, Uech. Echar espigas la planta — Vech, Vech1. Espina — Yoti. Espinazo — Mirigri. Espíritu — Za, Si, Tchutchi, Tchetch:. Esposos — Vuemitchin. Espuma — Echocbo. Espuma delacomida— Chiuch bubuye. Espumar bien — Nej echocbo. Espundia — Alye. Esputo — Sono. Es necesario — Emone. En esta — Oicañ. Esta — 01, Pron. Tem. Está, todavía no — Ambí itsi. Está bebiendo — Tehiebañ. Está cabal, á la medida — Re- sla. Está bien — Hemye. Está bueno, sano — Fer ubañ. no Estar — Isi; No haber — Itsi. Estar — Bei. Haber — Muya» Ato, Atchi. Estar parado—Reicacai, Reique Estar echado — Chondoy. Está ya — Alnam. Estar engañado -— Oyoyayen- ban. Estar seguro — Chiupquequi chiata. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Este — Uts. Esta — Ol. Estera de charo — Tuvo. Estera de otra clase — Sepina. Estirar— Mibeñ, tirando un cordel. Estómago — Terebet. Estornudar — Achicqui. Estrecho, angosto — Zel. Estrella — Onita. Estuco — Nana. Estúpido — Foot. Etico — Marayes. Evacuar, evacuaciones — Mo- rojol. Exacto cabal — Qaets, Cots. Examinarse — Yiyil, Yi. Fábula, mentira — Ueñeye. Fácil — Am cart. Fachada — Tacve acve. Faja — Nititaquis, Saptacye. Faja de marico (Alforja) — Sa- rals. Faja para trepar — Bovaquit- vecyes, Faltar — Itsi. Fango — Oñitumac, Buchai. Fardo — Choco. Fastidiar — Ichionyi, Chiony1. Fatiga — Nobeye. Fatigarse — Ñobi. Fe — Chicacseye. Fecha — Maveye. Feliz, contento — Major. Feo — Acbi chiuch. Fetido — Foco1, Tambai. no Fiarse de otro — Amara doreii 11 tsuñ.. Expresarsebien — Hem ichiup- qui mic. Exprimir — Cup, Cupi. Extender — Nas. Extender café 6 chocolate — Panyey. Extender ropa — Nasyey ocho. Extender la mesa; pon el man- tel sobre la mesa — Natse- me ocho mesache. Extenderse, propagarse — Cha- syl. Extrañar — Emonte. Extraviarse — Quevetchel1. Extremo, último — Ayequis. Fiebre — Apacoye, Hon. Figura — Imunacye. Filtrar — Nitsi, zomzom. Fin, extremo, punta — Ayequis. Finado, muerto — At señi, se- ñitch1. Fingido — Ueneñet. Firme — leque, Taccan . Flaco — Marat. Flatos — Eni1. Flauta — Boney, Boneye. Flauta, tocar la — Boñel. Flecha — Yijme; para pescar — Sen chipiel. Flecha, lanza — Ton. Flecha, bodoque — Comoro. Flojo — Mevet. Elojo — Chioñ1, chio1. Flor—Ame; con flor—Ametum. Florecido, todavía no ha — Ambi ametum. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 61 Flujo — Morojoi. Follaje — Daichiain, con mu- cha hoja. Formón — Pacacye. Fornicar — Achitaqui. Forzado — Feryetumtchi, por fuerza. Fozo — Fandacye. Fragancia — Pojqui. Fraternalmente — Ene uaj vo- jitin. Frazada, manta — Musumu, Purtchit. Frecuentemente — Mensicuvi. Freir — Chanac, Chacanac. Frente — Afi. en Frente — Neseñ. Fresco — Zivaval, Zivuaquis. Fresco, reciente de ahora — Quinchit. Friegas — Crech crech. Gallina — Tchoschi, Tiensi, Ataua. Gallina clueca — Ñabaquis. Gallo — Ogtere. Ganancia — Bijoye. Ganar — Bijoi. Ganar peleando — Besii. Gancho — Vecsis. Gangrena — Alye. Garganta — Tuj Tereret. Gárgaras — Caracara. Garrapata — Cojco, Mantchit- chi. Garras, unas — Patchi.' Garrote — Soñ, Azote — Si- bacye. Frijotes — Fueyo. Frío—Jetis, Jetisye,Ayeyei, Elis. Friolera — Ameye. Frito — Chacanatchi, Chaca- nacsi. Frotar — Chamañ, chamañ, untar. Frotar, enjugar — Chiac chiac, Cham-cham. Frotar, borrar — Vayac. Fructificar, propagarse —Chia- sy. Fruta — Sacacye. Fuego — Tsi. Fuerte — Fer. Hacemos con empeño — Feryejaca tsun. Fuerza — Ferye. Fuga — Cavoiye. Fugarse — Cavol. Fugar el pescado — Chonch:. Fumar — Pisnac, Pisnaqui. Garza — lorichi, Aba, Piyuya, Vopio. Gato — Mizi. Gavilán — Oj. Gemir — Chauvi. Generoso — Amtijait. Gente — Monitchin. Golpear — Tectei, Tectejel. Golpear con el puño — Tach. Golpear con las manos abiertas — Ejat. Gordo — Mabet, Gorda — Ma- bes. Gordo, mono — Choi. Gordura, grasa — Choye. Gota — Tujyas. 62 ANALES DE LA SOCIEDAD Golpearse el pecho — Puphuiti. Golpear para clavar — Pactac. Golpear remachando — Tach- tach, Pacpac. Golpear con masa — Mesac. Goma mascajo — Gueguel. otra Goma — Misiri; — la buena — Misare. — Oltra su- perior — Mape. Gordo — Mabet; Gorda — Ma- bes. Gordo, mono — Chol1. Gordura, grasa — Choye. Gota — Tujyes. Gotear — Nitsi, Zomzono. Grada — Bovaquiye, Bovaqui- yes. Grande. — Dertchi, Dertsi. Gran bestia — Chi. Gran pescado—Zequisis Jucha. Haber — At. Haber — Muya; Tienes piña? — Muya mi merique? No tengo, no hay — Itsi. A ver que dice — Atayaca pe- yaqui. Hábil — Chiiteh1. Habitar — Bel. Habla, voz, noticia -— Mic. Hablador — Chimicti. Hablar — Peyaqui, Mimi; Di á fulano — Peyeme mo. Hablar mal de otro — Peiva- cacsi, Achipeyaqui. Adcha- yey. Adchanyey. Hace poco tiempo — Am meñ. Hace mucho tiempo — Atl meñ. CIENTÍFICA ARGENTINA Granizo y nieve — Jetiye. Grano ó semilla — Vegum. Grano en el cuerpo — Onoy. Greda — Potzo. Gritad — Seya miin. Gritar — Eheyi, Voorl. Gritar llorando — (Guarasil, Chany1. Grito — Hei, Voreye. Grueso — Der, Dertchi. Guagua — Vide hijos. Guapo, valiente — Am quiña- quit. Guardar — Concac. Guirnalda — Secves. Gusano, Lombriz — Ochichi. Gusano — Mani. Gusano del maíz ó polilla — Caata chovo. Gustar — Icotchel. no Hace aprecio — Am concal. Hacedor — Hemtaquitchi, Imu- nacye. Hacer — Hentac, Hemtaqui, Hmtchic. Hacer ruído — Chonyii. Hacer cosas malas — Taqui, Metaqui. Hacer del cuerpo — Huesi, Huesequi. Hacer caso, respetar — Chi- cacs1, Chiquete. Hacer; se hizo hombre — Soñi munñaque. Hacha — Chiriagua, Paquiye. Hachear — Paqui, Pavuac, Ze- saqui, Pacañ. 1.08 INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 63 Haora — Ver Ahora, Hallar — Daque. Hamaca — Ibina. Hambre — Daqui. Hambre, tengo — Daquiye. Hambriento — Daquiteh1. Harina — Achia. Harinoso — Achian, Naso!. Hasta mañana — Noñoquirai. Hasta cuando — Engerat. Hay, haber — Muya. ¿Hay café? — Café muya ? Hay — Muyana. Haz calé — Café yeva. Hechicero — Cucues1. Hecho está, concluído — At- nam, Ato, Atch. Heder — Focoi. Hediondo — Phoqui, Focol, Achias manitum. Hembra, mujer — Phen. Hepes — Izaza. Herida — Areye, Aretiye. Herir — Areti. Hermana — Vogis. Hermano — Vogit. Hermoso — Choifo1. Herrería — Pigeaquiye. Hervir — Vami. H:iel — Zuitchi. Hígado — Nebe, Ñacat. Hígado del — Nebeyes. Higos silvestres — Tche. Hija — Auañe. Hijo — Aua, Auamo. Hilar — Viqui. Hilo — Boema. Hilo de la flecha — Comori, Terva, lata. | Hincarse de rodillas — Giets. Hincado — Chiocbet, Nebi, Chobb1. Hincar — Chiojbi. Hinchado — Chobbi, Nebbi. Hipócrita — Ueneñet. Hoja — Chiañn; de Charo — Chanchici, Tanactehi. Hombre — Monitchiu, Soñi. Hombre soltero — Soñi am- phentat. Hombre casado — Soñi1 phe- niat. Hombro — Bibi. Hondo, profundo, en agua — Maj on1; creciente de río — Maj oñi Majye; Profundo en tierra — Calya. Hougo — Bajtata. Honrar — Chiquete. Horma, medida — Tupuye. Hormiga — Cachichi (2). Hormiga del Chaco — Cunay. Hormiga del palo santo — Chi. Hormiga grande — Ayudia. Horqueta — Daca, Doch. Hoy — Quin. Hoy día — Quin mayenye. Hueso — Jin, Cosc. Huevear — Feñi. Huevo — Fen. Huevos fritos — Fen chaca- nacsi, Huida — Cavolye. Huída, fuga — Cavolye. Huir — Cavoy. Huir el pescado — Chonchil. Humedecerse, mojarse — Sa- may, Áyoy... Humedecido — Ayoy, Zama. Humilde — Am heteyi. 64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Humo — Iza. Hundirse — Cachel; caer — Ochal. I, conjunción — Chi, chume. la — Chí. Ta está — Atch1. Ictericia — Zintchitum, Nos- ñÑol. Idioma — Mic. ¿Cómo decís en vuestro idioma? — Eyetchi miinsi mic? Idolo — Guayu. lema de huevo — Buisi. lerro — Monitchi. lerva — lata. leso — Nana. Ignorancia — Tooye, Amchiiye, Tojoye. Igual — Quets, Cots. Igual en edad — Uaj cots. Igual, plano, llano — Paipal. Igualar, allanar — Ipanyehem- tac, Quetsi. Imagen — Imunaye. De Improviso -— Guatique. Incendiar — Esi, Cochai. Incendio — Avuacye, Exiye, Cochal. Incienso — Bejqui, Bequais. Inclinado — Zineñ, Vondoy. Incomodar — Efati. Inconstante — Ueneñet, Cañitl. Inicordio — Quichiñ. Incrédulo — Am chicacsitcht. Inchado — Ver Hinchado. Indeciso — Titzo bel. Industria — Qubacye. Infeliz — Ñimbe. Infiel — Uensi. Hurtar, robar — Chioail. Hurto — Chioanye. Inflamado, hinchado — Chioe - bi, Ñebi. Ingrato — Uenequiti. Inobediente — Am chicacsi. Inocente — Juchadene. Insensatez — Tojove. Insensato — Toot. Insolente — Archit; sin ver- guenza — Denezincaye, Am dam chicacs1. Instante, momento — Nechum- bicam nalcheque, espera un momento. Instruir — Icheacsi1. Inteligencia — Chicaseye. Interceder, rogar — Conyeete. Intercesor — Nimbeisiye, Tifa- tiye. Intolerable —- Atbtamhieñ, Am- jen. Inundación — Majoni. Inundar — Chemon, Emoñ. Inútil — Am eyeyes. Invisible — Amjeñ cavitl. Invocar — Vorvacs!. lo — le. Mío —Ietchi. Nuestro —Tsutch1. Ir, andar, pasear — Mii, Sact, Saquiti. Vamos á pasear — Miirallsuñ. Vete, anda — Tai, Muvac. Vayan — Tal min. Ir, marchar — Sact, Saquiti. Voy á la chacra — Coijonye veral. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 65 Ir — Inca1, Incanbañ. Ir, Id á la orilla, en costad — Soquitica siñeve. Ir en balsa — Peneche incal. Ir en pos, perseguir — Queche. Ir, Idos á jugar — Itzanyeva min. Idos á acostar — Cu- chacha min. Ir, vayan á anzuellar — Tovit- chieva miin. Vamos á ba- ñarnos — liquirajtsun. Ira — Facoye, Ipentiye. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII Iremos allá — Movera incal; ó ni canban. ¿Adónde vais ? — Oñan incai miin? ¿Adón- de fué? — Oñan incaque ? Isla — Pocho, Potcho, Chetche. Izquierdo — Quinvers. Dere- cho -- Tacves. luca — Oi. luca dulce —Zanno. lerno — Vi. El suegro lo llama — Tduñe. La suegra lo lla- ma. Ey. Nuera. Fom. La suegra la llama. Ey. (Continuardá.) Qi NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI (PARS ALTERA) Obs. Planta pulchella statura et habitu Pentacaena polycne- mordi Bart. nonnilul accedens. Caespites subhemisphaerici (10-15 "cm diam. et alt.) laxiusculi; ram: teretes erectiuscull oraciles (15-20 mm long.) dichotomi, partibus senescenti- bus v. inferis foliis arescenti-cimerascentibus plus minusve persistentibus vestitis atque in bifurcationibus capitulis vacuis vetustis ornatis, partibus novellis v. superis pallide vire- scentibus v.subflavescentibus, semper glaberrimi; folia relaxa- tula alterna, suprema erecta adpressa, cetera modice patentia recta, sessilia, limbis linearibus (4-4,5 mm long. = 0,75 mm lat.) rigidulis coriaceis viridibus non v. vix pitentibus lae- vissimis, superne applanatis, dorso costato-carinatis, margine acutis integerrimis, apice breviter cuneatis atque in mucrone acuto subspinuloso saepius parvulo products, basi in peri- cladio ovato-amplexicauli (3 mm long. el lat. bas.) subscarioso albescente margine integerrimo vix sub lento valida puberulo- ciliolato ampliatis. Capitula in ramis apicalia solitaria sessi- lia, foliis supremis arcte adpressis cincta obconica (8-9 mm long. = 4 mm diam.); squamae omnes glaberrimae seusim in foliis contiguis transeuntes, saepius 5 v. 6, biseriatae subae- quilongae, elliptico-lineares, dorso virides atque saepius ca- rinulatae, margine scarioso-hyalinae integerrimae, externae sublongiores et latiores (7-8 mm long. = 2,5 mm lat.) apice cuneato-mucronatae, Internae subbreviores et angustiores (6-7 mm long. =2 mm lat.) apice rotundatae sed, nervo ex- currente, abrupte spinuloso-mucronulatae; flores in quoque capitulo semper terni, squamae involuecri longitudinem fere duplo aequantes (12 mm long.) receptaculo subtrigono mi- nutissimo nudo insidentes; corollae bilabiatae lacteae (7-7,5 NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 67 mm long.), labio externo oblanceolato y. elliptico (3,5 mm long. = 2 mm lat.) apice minute 3-denticulato, intimo bipar- tito, laciniis revolutis anguste linearibus, antheris sordide flavescentibus appendicibusapicalibusscariosis lineari-lanceo- latis lividis atque caudis basalibus albescentibus ornatis, exer- tis, stylo tubo anterarum incluso, sursum bifido, ramis apice truncatis subcapitellato-stigmatosis; ovarium compressum oblanceolatum (4+-4,5 mm long. =1,5 mm diam ) obsolete an- gulosum, fuscum laeve glabrum, pappo paleaceo biseriali inaequilaterali, paleis (10-12) scariosis albis opacis glaberri- mis integerrimis facile deciduis, basi abrupte saccato-plicatis, alteris floris dorsum obtegentibus v. externis majusculis (7mm long. = 1-1,5 mm. lat.), alteris ventri floris adplicitis angustissimis atque valde brevioribus(4-5 mm long.:= 0,3- 0,5 mm lat.). 322. Nassauvia (sirongyloma) axtLLarRIS Don. var. contracta Speg. Hab. To rupestribus aridis Pan de Azucar vocatis secus Rio Chi- con Deco ISITM(CGA. ): Obs. Varietas a typo recedens statura humili laxe pulvinato-cae- spitosa, ramis abbreviatis. Capitula ut in typo, obovata (6 min long. =3 mm diam.) sed bracteae biseriatae, saepius 6, ex- ternae el internae aequilongae costato-carinatae, ellipticae, apice mucronato-subspinulosae; flores 4-5, corollis lacteis (3,5 mm loug.), achaeutis sericeo-villosis (2 mm long.) pa- leis 4-5 linearibus (2-2,5 mm long.) scariosis albis subacu- tiusculis margine minutissime irregulariterque ciliolatis. Folia primaria lineari-subulata trigona acuta (6-8 mm long.) basi late vaginantia, secundaria v. pulvivuligera triaugulari-ovata, plicata, apice obtusa curvula (1,5-2 mm long.) margine crassa, utrinque adpresse pubescenti.-se- ricea. 323. Nassauvia (strongyloma) PATAGONICA Speg. var. elatior Speg. Hab. In aridissimis saxosis collinis Pan de azucar vocalis secus Rio Chico, Dec. 1897 (€. A.). Obs. Varietas robustissima, statura et habita NV. acillarí Don valde accedens, sed capitula parvula cylindracca (3 mm long. =1,5 mm diam.) ad apicem ramulorum axilarium subsessilia solitaria, bina v. terna. 3 3 >) a, - ) de. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA NAssAuvia (strongyloma) sSCLERANTHOIDES O.Hoff. =Dusen, Bei- trage z. Fl. Ostpatag., p. 248, t. XIV, f. 2. Hab. Non rara in aridis secus Rio Chubut, aest. 1899 (N. lin). Nassauvíia (strongyloma) strurmioNuM Ph. = Ph., An. Un. Chil... v. LXXXV; p. 88: Hab. Ta aridis collinis secus Rio S. Cruz, Oct. 1897 (V. B.). ús. Caespites pulvinati compacti (5-19 cm diam. =3-3 cm alt.), ramis densis abbreviatis subbotryosis. Capitula in apice ramulorum solitaria turbinato-obovata (6 mm long. = 3.5 mm diam.); bracleae 3-seriatae, saepius 9, 3 extimis ovatis brevibus (3-4 mu long. =2 mm lat.), ceteris subaequilongis late ellipticis (5-5,5 mm long. =2,5-3 mm lat.) omnibus apice mucronulato-subspinescentibus, dorso costulato-subca- rinulatis atque laxe pubescenti-villosis; flores 5, corollis lac- teis (3,5 mm long.), achaentis sericeo-villosis (2 mm long.), paleis valde inaequalibus 4-5 anguste linearibus (2,5 mm long.) scariosis albis apice acutis, margine etdorso pubescenti- bus. Folia primaria desunt, secundaria imbricata ramulos flo- riferos v. steriles breviter elongatos vestientia triangulari-ovalta subplicata, erassa apice obtusa valde recurva, margine crasso discolori integro, utrinque cinereó-sericea, ad faucem vaginae albo-villosa. Specimina meaa typicis vix capitulis paulo mino- ribus recedunt! 326. NASSAUvIA (strongyloma) srrRuTHioNUM Ph. var. robusta Speg. Hab. Io rupestribus aridissimis Karr-a'k, prope Lago Argenti- no, Mart. 1898 (€. A.). Obs. Varietas a typo statura magis elata, ramis magis relaxatis atque foliis primariis evolutis capitulisque saepius axillaribus recedentia. Caespitosa divaricatim rigideque ramosa (5-20 cm alt. el lat.), ramis crassis (3-4 mm crass.) subarticulatis; fo- his primariis majusculis breviter triangularibus late vaginan- tibus obtusis v. subpungentibus (4-7 mm long.) utrinque ad- presse villosis alternis, foliis secundariis ad axillas primario- rum fascicnlatis triangulari-ovatis, apice obtusis utrinque albo-villosis (2-3 mm long. = 2-2,5 mm lat. bas.). Capitula solitaria v. geminata ad apicem fasciculorum foliorum secun- darioram subsessilia, subobovata (10 mm long. =5 mm NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 69 diam.); bracteae 3-4-seriatae (an 3 inferis bracteis pedicelli?) saepius 11-12, 3 infimae ovatae parvulae (3 mm long.=2,5 mm lat.) ceterae, parum inaequales late ellipticae (6-8 mm long. = 3 mm lat.) omnes apice spinoso-mucronatae, dorso nervoso- subcarinulatae et laxe villosae; flores 6, corollis lacteis (6 mm long.), achaeniis sericeo=villosis (3 mm long.), paleis5-6 lineari- lanceolatis (4-5 mm long.) utrinque acutiusculis, margine minute ciliolato-puberulis. 327. TRIPTILION ACHILLEA DC. = (ay, Fl. Chil. UI, p. 353 var. gla- briceps Speg. Hab. In campis saxosis aridis prope Lago Nahuel-huapt, Dec. 1897 (C. S.). Obs.: Varietas a typo recedens squamis involueri glabris apice 3-dentatis alque corollis lacteis! 398. ZOLLIKOFERIA ELQUIENSIS Ph. —Ph., An. Un. Chil., vol. LXXXVII, p. 327: Hab. Non rara in campis sabulosis ad confluentiam fluminum Limay et Neuquen, Dec. 1897 (C. S.), in Chubut centrali Nov. 1898 (J. Koslowsky) et Jan. 1899 (N. Ilim). Obs. Specimina argentina a chilensibus vix recedunt, achaeniis sub lente valida minutissime denseque papillulosis. 329. Taraxacum Imarr Ph. = Speg., Plant. Pat. austr., n. 247. Hah. Vulgatus in campis editioribus secus Rio Santa Cruz, Oct. 1897, et Rio Chico, Chonkenk-atk, nec non Rio Sehuen, Sehuen- ak, Parr-atrk, San. et Febr. 1898 (C. A.). Obs. Species eximia bracteis involucrorum omnibus margine subscarioso albescente integro v. eroso-denticulato ornatis, foliiss sammopere forma ludentibus quandoque sublanceolatis integerrimis quandoque profunde pinnato-runcinatis, scapis per anthesin folia non v. vix superantibus, postanthesin valde elongatis. 330. SONCHUS ARVENSIS Linn. = DC., Pr. V, p. 187. Hab. In pratis editioribus prope Chonkenk-ark secus Rio Chico, Febr. (C. A.) el secus Rio Chubut, Nov. 1898 (Koslowsk y). 331. SONCHUS ASPER Vill. = Bkr., in Mart. Fl. Bras., fasc. 93, p.335. 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hab. Vulgatusin campis editioribus ubique in Chubut Dec. 1895 (E. Fischer) et secus Rio Negro, Jan. et Febr. 1898 (€. S.). 332. MACRORHYNCHUS LAEVIGATUS Fisch. «€ Mey. = Gay, Fl. Chil. IL, p. 456. Hab. In pratis subuliginosis sed sabulosis ad ripas Lago Na- huel-huap?, Dec. 1897 (C. S.). 333. PICROSIA LONGIFOLIA Don. = DC., Pr. VII, p. 251. Hab. Non rara in uliginosis insularum secus Rio Negro et Rio Colorado, Febr. 1898 (€. S.). Obs. Corullae omnes et semper albae, rarius leniter subroseae sed nunguam flavae ut in DC., l. c., et in Bnth. € Hook.. Gen. plant., dicitur! 334. DOWNINGIA PUSILLA (Don) Speg. = DC., Pr. VII, p. 347 — Gay, El. Chil. IV, p. 323 (sub Ciantonta). Hab. la herbosis subuliginosis im (rolfo de S. Jorge nec non prope S. Julian, vere 1899 (€. A.). 335. PRATIA HEDERACEA Cham. = DC., Pr. VII, p. 340. Hab. Vulgata in herbosis inundatis ad ripas Rio Negro, Febr. 1898 (€. S.). 336. PratIa LONGIFLORA Hook. f. = Walprs, Rep. VI, p. 372. — Speg., Plant. Pat. austr., n. 230. Hab. In herbosis subuliginosis secus 0 Chico prope Boron-ark, Jan. 1898 (€. A.) nec non secus Rio S. Cruz, Febr. 1900 (F. Silvestri). 337. PRATIA REPENS Gaud. = Speg., l. c., n. 231. Hab. In uliginosis secus Carren-leo/ú, Febr. 1900. 338. PErNErTYA PUMILA (Lin. f.) Hook. = Speg. Plant. Pat. austr., n. 253 (sub P. empelraifolra). Hab. In rupestribus collinis secus Carren-leofú, Febr. 1900. 339. GAULTHERIA FLORIDA Ph.= Ph., Plantas nuevas Chil., Ann. Un. Chil. y. AC Pp a92: Hab. Vulgata 1n dumetis secus Carren-leofú, Dec. 1900. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 71 340. DESFONTAINEA CHILENSIS Gay. = Gay, Fl. Chil. v. Y, p. 100. Hab. Non rara in dumetis ad ripam occidentalem Lago Nahuel- huapt, Jan. 1898 (€. S.). 0Oo0s. Folia omnia remote 3-5 dentato-spinosa tantum sed corol- la sepalis angustis ciliolatis (8-10 mm Ing. =2-3 mm lat.) quadruplo (36-40 mm Ing.) tantum longiore. 341. DESFONTAINEA SPINOSA R. € Pav. = Gay, l. c., p. 99. Hab. lo sylvis densioribus secus Ho Arsen, Jan. 1900 (€. Bur- meister). Obs. Specimina omnia sterilia, folus tamen omnibus 9-13 den- talo-spinosis a praecedente distinguenda videtur. 342. BUDDLEIA 6LOBOSA Lam. = Speg., Prim. Fl. Chub , n. 155." Hab. Tn dumetis collinis inter Cholila et Colonia 16 Octubre, Jan. 1901. 343. ANDROSACES SaLasi F. Kurtz. =F. Kurtz, Collectanea ad El. Arg., p. 16-18-19 — A. septemtrionalis Speg. (non Linn.), Plant. Pat. austr., n. 259. Hab. Non rara in valleculis glareosis (Golfo de S. Jorge, Nov. 1896 et prope S. Julian, Jan. 1899 (C. A.), nec non secus Carren-leofú, Dec. 1900. 344. PELLETIERA SERPYLLIFOLIA (Porr.) Web. € Berth.= F. Kurtz, l. c., p. 14. Hab. Non rarain uliginosis secus Rio Negro, prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 945. CENTUNCULUS MINIMUS L. = DC., Pr. VIII, p. 72. Hab. Frequens in inundatis secus Salrtral grande prope Bahia S. Blas, Febr. 1898 (C. S.). 346. SAMOLUS FLORIBUNDUS Knth. = DC., Pr. VIII, p. 73. Hab. Non rarus in uliginosis secus Rio Negro prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 347. VINCETOXICUM BULLIGERUM Speg., N. Sp. Diag. Cynoctonum, frutescens, dense ramosum plus minusve vo- lubrle, ramis gracilibus tenuiter laxeque puberulis, folúis ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA membranacets confertis lanceolatis apice acutis non MuUCrona- is basí obtuse rotundatis, margine integris angustissime revo- lutis glabris, petiolis brevissimis nervo mediano anferne el marginibus leniter pubescentibus exceptis, eprdermide ad hy- pophyllum plus minusve 1rregulariterque bulloso-relaxata, umbellis 2-5-floris, rachi petiolis pedicellisque vix longrore puberula; corolla glabra, corona cyathordeo-subtubulosa, bre- viter 5-lobulata, lobis obtusissime triangularibus; stigmate umbonato integro v. brevissime bidentato. Hab. la dumetis montanis secus Carren-leofú, aest. 1901. Obs. Perenne virens; rami volabiles, ramuli recti graciles; folia (15-33 mm lovg. = 4-8 mm lat.) supra viridia, subtus palli- diora atque epidermide a parenchymate (an in sieco tantum?) relaxata, subrugoso-bullosa, apice acuta sed nunquam nec ari- stata nec mucronata, petiolo brevipuberulo (3-4 mmlong.)fulta. Umbellae ad nodos mediosetsuperos folioram ramulorum alter- ne extraaxillares, pedicellis primariis puberulis (4-5 mm long.) patulis v. cernuis, pedicellis secundariis primariosaequantibus puberulis, ima basi eximie minuteque bracteolatis, bracteolis ovatis acutis puberulis; flores parvi (4-5 mm diam.) sepalis viridibus v. subpurpurascentibus puberulis brevibus obtuse ovatis (1,5 mm long.), corolla subrotata petalis elliptico-lan- ceolatis (3 mm long.) albo-flavescentibus glabris; corona pe- tala dimidia aequante glabra alba obtuse 5-lobulata. Follicula desunt. Species a V. (eynoctono) patagontco Ph. el ceteris chilensibus longe recedens. 348. PuitiBertia Griurest Hook. € Arn. var. pubescens Speg. Hab. Vulgata in dumetis prope Carmen de Patagones, Jan. 1898 (us Obs. Specimina patagonica a typo recedunt foliis minoribus cras- sioribus, utrinque densiuscule breviterque pubescenti-hispi- dulis. 349. MiTOSTIGMA CORDIFOLIUM Fourn. Hab. Vulgatam in aridis dumetosis secus Mo Chubut, aest. 1898-99 (C. A.) et secus Rio Negro et Rio Colorado, Feb. 1898 (605.). Obs. A Mitostigmate fruticuloso (Speg.) Speg. (Speg., Flor. Ven- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 13 tana n. 183, sub Astephano) recedit statura conspicue majore, ramis non rigidis, magis foliatis atque floribus pallidioribus. 350. TURRIGERA INCONSPICUA Dcsn. = Speg., Plant. Pat. aust., n. 262. Hab. Vulgata in aridis sabulosis prope Bahía Blanca, Nov. 1897 et prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 351. JASMINUM OFFICINALE Linn. =DC., Pr. VI, p. 313... Hab. Ad ripam australem Lago Nahuel-huapt inter dumeta, certe ex cultis antiquissimis aufugum. 352. MENODORA INTEGRIFOLIA (Ch. € Schlect.) Steud. = DC., Pr. VIII, p. 315 (sub Boltvar?a). Hab. Vulgata in campis aridissimis inter Rio Colorado et [ro Negro, Febr. 1898 (C. S.). 353. MENODORA ROBUSTA (Benth.) A. Gray.=A. Gray, Remrk. Menod., p. 43. Hab. Vulgata in altiplanitie arida saxosa totius ditionis Chubu- tensis per annos 1896-900 (A. Valentin, €. Ameghino, Fl. Ba- saldua). 334. ERYTHRAEA ÁMEGHINOL Speg., 1. Sp. Diag. Annua?, glaberrima, caule erecto robusto a basi decussatim ramoso, foliis imas..., caulinas lanceolutis acutiusculis, pamcula lavissíima multoties dichotoma, floribus omnibus longissime pedicellatis et a folvis floralibus valde remotas, corollae roseae 5-fidae tubo calycem non aequante v. vix superante, lobis ellap- tico-ovatis acutiusculis, stiymate bilamellato, capsula 1-locu- lari elliptica. Hab. In pratis saxosis prope Lago Colu-huap1, Mrt. 1900 (C. A.). Obs. Species inter Erythraeam et Gentianam fere media, sed habitu et stylo longiusculo ad priorem melius adscribenda. Caules (20-35 cm alt.), teretes laeves, densiuscule fastigiato- ramosi; folia infera majora (20-23 mm long. = 3-4 mm lat.), supera sensim minora, integerrima obscure viridia subglauce- scentia, membranaceo-suberassiuscula, nervo mediano tantum ad hypophyllum modice prominulo, sessilia, obsolete subcon- nata; pedicelli longissimi graciles (15-40 mm long.) erecti 714 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA uniflori; calyces 5-partiti (5-6 mm long.) glabri, virides, lobis lanceolato-linearibus acutis erectis ante antesin brevioribús (2,5-3 mm long.) post anthesin elongatis (4-5 mm long.) ; corollae intus extusque glaberrimae late hypocrateriformes, (7-9 mm long.) tubo (2 mm diam.) tenuissime membranaceo, post anthesin subscarioso-hyalino sericeo-nitente, lobos ellip- tico-ovatos (4 mm long. = 2 mm lat.) sursum roseos deorsum flavescentes aequante v. leniler superante; stamina exerta, glabra, filamentis hyalinis tenuibus, antheris flavidis pos! an- thesin plus minusve tortis; ovarium viride glabrum tubum corollae aequans, stylo tenui (1 mm long.) stigmatibus duobus spathulatis ipsum aequantibus coronatum. Capsula post anthesin mox accreta elliptica v. cylindraceo-elliptica corollam persistentem non v. vix superans (9-10 mm long. 3 mm diam.) acutiuscula, 1-locularis, tenuiter membranacea glabra, stylo persistente coronata; semina numerosissima minutissima 1rregulariter sublenticularia fusca, dense reticu- lato-foveolata. 3559. ERYTHRAEA CHILENSIS Prs. = DC., Pr. IX, p. 57. Hab. Non rara in pratis aridis loco Bolson vocato prope Coloma 16 de Octubre, Jan. 1901. Obs. Species a praecedente distinctissima nec quidem compa- randa. 356. (GENTIANA RAMOSISSIMA Ph. = Ph., An. Un. Chil., vol. 43, p. 5311 (1873) — G. sedifolra Alboff (non Knth.) — 6. prostrata auct. non Linn. Hab. In pratis editioribus prope Kman-a1k secus Rio Chico, Febr. 1898 (C. A.) et 1n collinis prope Teka-chorque, Jan. 1900. Obs. Species a Grentiana prostrata L., calycibus corollisque sem- per tetrameris, vix coerulescentibus, a (7. sedafolía Kotb, radice annua, floribusque tetrameris distincta. 357. GENTIANA MAGELLANICA Gaud. = DC., Pr. IX, p. 99. Hab. Vulgata pertotam Patagoniam perann. 1882-1900 (C. A., C. S., €. Moyano, F. Silvestri, FE. Basaldua). Obs. Species summopere variabilis! Annua et glaberrima sem- per; stalura quandoque pusilla vix pollicaris quandoque elata pedalis el ultra; folia membranacea v. subcarnosula elliptico- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 15 subspathulata sessilia; pedicelli quandoque foliis breviores et inflorescentia contracto-subracemosa, quandoque foliis pluries longiores et inflorescentia paniculato-subcorymbosa. Flores quandoque omnes tetrameri v. pentamer:, quandoque supremi tetrameri et ceteri pentameri; petala coerulea, lilacina y. can- dida. Varietates et formae sequentes in herbario meo extant : var. Darwin? (Grisb.) : inflorescentiis contracto-subracemosis distincta, floribus omnibus pentameris. frm. cyanescens : corollis lilacino-coeruleis. fem. albrflora : corollis candidis. var. typica : inflorescentiiss paniculato-subcorymbosis, floribus apicalibus saepius tetrameris celeris pentameris. fem. pumila Alb.: vix pollicaris uniflora, corollis ceruleis. frm. cyanescens : palmaris v. pedalis, multiflora, corollis coeruleis. frm. albrflora : palmaris v. pedalis, multiflora, corollis albis. 358. COLLOMIA LINEARIS (Cav.) Ph. = Ph., An. Un. Chil., v. 90, p. 217 — Speg., Prim. El. Chub., n. 147. Hab. In collinis prope Cerro de los Baguales, Febr. 1900 (R. Hauthal), in collinis secus Carren-leofú, San. 1900, ad con- fluentiam Rio Limay, Jan. 1898 (€. S.), im Valle Trolope Febr. 1900 (0. Asp). , 399. COLLOMIA GRACILIS Dougl. = Speg., Plant. Pat. austr., n. 266. Hab. Vulgata in aridis per totam Patagoniam, Cerro de los Ba- «guales, Febr. 1900 (R. Hauthal), in (Gol/o de San Jorge Jan. 1898 (C. A.), secus Rio Chubut, aest. 1899-901 (N. Illin, F. Basaldua), prope Lago Nahuel-huapt, San. 1898 (€. S.). 360. COLLOMIA CHUBUTENSIS Speg. = Speg., Prim., Fl. Chub., ». 149. 4 Hab. Non rara in aridis prope Carren-leofú, Febr. 1900 (N. Hlin). 361. POLEMONIUM ANTARCTICUM Gris. = Speg., Plant. Pat. aust., u. 269. Hab. Vulgatum per totam fere Patagomae partem sicciorem, in Karr-ark prope Lago Argentino, Jan. 1898, el secus Rio Desea- do, Febr. 1899 (C. A.), prope Lago Blanco, Dec. 1899 (Koslow- sky), secus Carren-leofú, aest. 1899-900 (N. Tllin). 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 362. NAVARRETIA INVOLUCRATA R. € P. = Speg., Prim. Fl. Chub., n. 150. lab. la campis aridis secus [to Sehuen Mart. 1898, prope $. Julian et in Golfo de S. Jorge, aest. 1899-900 (€. A.), 1n Teka- chorque et secus Carren-leofú aest. 1900. 363. GILIA VALDIVIENSIS Grishb. = (ria lacimata Speg. (et auct.) Plant. Pat. aust., n. 268 el Prim. Fl. Chubub., n. 148 (non R. QS Pav.). Hab. Vulgata passim in campis aridis totius Patagoniae a Kio Negro ad Rio Gallego usque, per. ann. 1882-901. Obs. Galia lacintata R. € Pav. corolla valde breviore gaudet pilis- que simplicibus suberispulis (nec glandulosis) vestita est; spe- cies patagonica autem corollam calycem duplo superantem, foliorum lacinias angustiores atque pilos fere omnes glandu- losos habet. 364. Grua ErEcTa Hiern. =Hiern., Sert. pat., n. 114. — Gilia lacimata Speg. (non R. € Pav.) |. e., pro parte. Hab. Tn campis secus Mo Deseado nec non prope S. Julian, aest. 1898-99 (€. A.), secus to Chubut, aest. 1900 (F. Balsaldua); secús Rio Carren-leofú, aest. 1899-901 (N. Hlin). Obs. A praecedente folis atque eorum lacintis latioribus crassio- ribus subcarnosis, innovationibus lanuginosis distinguitur, a G. lacimata R. € Pav. corolla calyce duplo longiore pube= scentia ramorum calyciumque glandulosa. 365. (GILIA PATAGONICA Speg., M. sp. Diag. Eugilia, erecta, subglaberrima, a basi fastigralo-ramosa, ramas subdichotomis glabris v. vic hine inde pilis glandulo- sis adspersis, folúis carnosulis glabris, infimis rosulatis integras v. alterne pauci-pinnatilobis, caulinis integerromas acutas, flo- ribus apice ramulorum solitaris saeptus longe v. longissime pedunculatis, corollis glabris calyces parce glanduloso-prlosos duplo superantes; capsulae calyces accrelos non superantes, loculis sub-6-spermas. Hab. Rarissime in aridis secus Rio S. Cruz, Jan. 1898 (C. A.). Obs. Species pulchella a ceteris adbuc deseriptis ut videtur exi- mie distincta. Radix tenuis albida simplex flexuosa (70-100 mm long.): caules NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 1d ab ima basi abrupte 2-6--ramost, erecti (50-100 mm alt.) gra- ciles sed rigiduli, sursum remote bis terve dichotomi, glabri v. pilis glandulosis parcis adspersi; folia crassiuscula subcarno- sula glaberrima, radicalia subrosulata mox evanescentia in- tegra v. saepius patentim pinnatiloba (15 mm long. =53 mm lat.) lobis alternis utrinque 2 v. 3 brevibus remotis acutiu- sculis submucronulatis, caulina solitaria ad furcationes, infera lineari-integerrima v. sub apice utrinque v. latere unico tan- tum grosse I-dentata, supera semper integerrima linearia sessilia (5-10 mm long. = 0,5-1,25 mm lat.) acuta. Flores in ramulorum apicibus solitari1, primarii pedicello brevissimo (1-3 mm long.) fulti, secundarii longissime pedunculati (5-25 mm long.), parvuli (6-7 mm long.): calyx elliptico-subtubulo- sus(3-3,50 mm long. =1,25 mm diam.) 5-fidus, dentibus subu- latis membranaceis acutissimis virescentibus, dorso laxe glan- duloso-pilosis, membranis tenuibus albo-hyalinis junctis, pri- mo tubum aequantibus, dein post anthesin tubo accrescente capsulamque arcteinvolvente duplo brevioribus: corollae albo- flavescentes infundibuliformes (6-7 mm long. =2-3 mm lat.), intus extusque glabrae, tubo gracili longe exerto, lobis ovatis obtusis brevissimis, staminibus eximie exertis. Capsula ellip- tica (6 mm long. = 3.5 mm diam.) utrinque obtusula glabra subpergamenea, 3-locularis, teivalvis, loculis 5-6 ovulatis, se- minibus glabris rufescentibus subcorneis e mutua pressione difformibus. Valentina Speg., n. gen. Char. Heliotropea. Calyx 5-partitus segmentis lanceolatis post anthesin non accrescentibus persistentibus. Corollae: tubus cylindraceus fauce intus nuda; lobi 3 imbricati obovati obtusi per anthesin patentes. Stamina 3, tubo adfixa inclusa fila - mentis brevissimis; antheris ovato-lanceolatis apice atte- nuato-aristatis. Ovarium indivisuam 4-loculare; stylus termi- nalis brevissimus, stiginate crasso lale conoideo apice minute umbilicato v. obsolete sub-2-dentato coronatus; ovula inloculis solitaria pendula. Fructus compresso-globosus subdidymus, subdrupaceus exocarpio parce carnosulo, endocarpio biparti- bili, carpellis osseis 2-locularibus, loculis 1-spermis. Semira recta, albumine O. cotyledonibus planis. Fruticulus glaberrimus, caudice lignoso, ramis carnosulis pro- 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA stratis diffusis. Folia carnosula obovato-orbicularia opposito- decussata. Flores parvi, racemis simplicibus v. trifidis sub- scorpioideis. Genus inter Tournefortiam et Cochraneam medium, ab utroque habitu et folius oppositis distinetum, strenuo geovlogo Dr. J. Valentin, immature scientiae amicisque rapto, dicatum. 366. VALENTINA PATAGONICA Speg., D. Sp. Diag. Folú1s integerrimas, exsiecatis mgrescentibus atque plus mi- nusverntense coerulescentibus ; corollis albas. Hab. In aridis secus Rio Chubut, Nov. 1897 (J. Valentin), secus Rio Chico, prope Lago Argentino el Lago Musters et secus Iio Deseado, aest. 1898-99 (UC. A.). Obs. Caudices subterranel (50-230 mm long. =2-8 mm crass.) axi lignoso albo, cortice carnosulo post exsiccationem plus mi- nusve bulloso-libero, plus minusve annulato-rugoso, sordide fusco donati, apice abrupte caespitoso-ramost; rami carnosuli (50-150 mm long.=1-2 mm crass.) subglaucescentes, 1-3 nodi, simplices v. ad nodos ramulis oppositis ornati, apice 1n pedunculo inflorescentiae producti; folia carnosula plana de- cussato-opposita (rarissime hine inde subalterna), infera re- mota majora obovata (10-15 mm long. =7-10 mm lat.) supe— ra, praecipue in ramulis, aproximata apicaliaque subim- bricato-rosulata minora orbicularia (5-7 mm long. et lat.) antice late rotundala, postice abruptiuscule in petiolis latis brevibusque (1-3 nm long. = 1-1,5 mm lat.) subconnato-am- plexicaulibus cuneato-angustata. Pedunculi florales erecti (15-20 mm long.) apice saepius teifidi, ramulo mediano fere semperunifloro(rarius deficiente», lateralibus elongatulis (10-415 mm long.) divaricatis, obsolete subscorpioideis, unilateraliter 5-15-floris. Flores erecti (3 mm alt.) sessiles v. subsessiles sepa- lis ovato-lanceolatis (2,25 mm long. = 1 mm lat.) obtusiuscule acutatis viridibus, corollis albis, antheris olivaceis, OVario vi- rescente. Fructus ex ovato subglobosus e latere compressulus ob sulcum medianum subdidymus (3 mm long. et lat. = 2,5 mm crass.) virescens calyce persistente adpresso sed non aucto suffultus. 367. HELIOTROPIUM CURASSAVICUM Linn. = DC, Pr. IX, p. 538 — Gay, PCI TV: Po NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 719 Hab. Non rarum in uliginosis subsalsis inter [ito Negro et Rio Colorado, Febr. 1898 (C. S.). 368. HELIOTROPIUM PARONYCHIOIDES DC. = DC., Pr. IX, p. 565—Gay, Fl. Chil. v. IV, p. 549. Hab. In campis aridis prope Lago Nahuel-huap?, Jan. 1898 (C.S.), prope Lago Colu-huapi, Mrt. 1900 (€. A.) etinter Cholala et Colonia 46 Octubre, Febr. 1901. 369. ECHINOSPERMUM PATAGONICUM Speg., N. Sp. Diag. Lappula, annua, monacanthosticha : caule gracili erecto simplice v. laxe patentimque ramoso, puberulo, folvis radicalt- bus opposttas mox evanidas, caulinas alterns lineari-lanceolatis complicatas subfalcatis sessilibus conerascent1-hispidulis sensím in bracteis transeuntabus, pedicellis extrawillaribus calycem aequantibus v. brevioribus, nuculais per paria subconjugatis, margine breviter sed. valide aculeato-glochidiatis, dorso et la- teribus viz convexults ylabris dense granulosas. Hab. In aridis prope S. Julian loco Cañadon 11 Setirembre vocato, nec non secus Rio Deseado, aest. 1894 (UC. A.)et inter Teka- chowque el Carren-leofú, Febr, 1900. Obs. Radix simplex pallida elongata (50-100 mm long.) ; caules rigiduli (50-150 mm alt. =1 mm crass.), quandoque simplices quandoque a basi patentim ramos1, ramis tenuibus procum- bentibus v. erectis, rufescentes, adpresse puberulo-subcane- scentes; folia radicalta (4-8) subrosulata opposita, elliptico-lan- ceolata (8-12 mm long. =2-3 mm lat.) mox evanescentia, cau- lina lineari -oblanceolata (8-10 mm long. = 1,5-2 mm lat.), obtusiuscula utrimqueatienuala, sessilia, saepiuscomplicata et leniter falcata, adpresse hispidulo-canescentia sursum sensim minora et in bracteis traseuntia; flores minimi (2 mm long.) pe- dicello cinereo calyce breviore suffalti, sepalis limearibuscanis, corolla sepala vixsuperante alba glabra. Nuculae 4 sed per paria subconjugatae, pyramidato-trigorae (2 mm long. = 1 mmlat.) utroque margine externo aculeis 3-5 (0,5 mm long.) albescen- tibus compressis apice relrorse 4-denticulatis, faciebus dense granulatis. An E. Redowski (Horn.) Lehm (De., Pr. X, p. 137? Cnft Kriz , Dos viages botanicos al RioSalado superior, p. 515). 370. ERITRICHIUM LINEARE (Colla) DC. = DC., Pr. X, p. 131. 80 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hab. In aridis secus Htio Chubut, Dec. 1899 et in pascuis secus Carren-leofú. Febr. 1900. 371. ERITRICHIUM TINCTORIUM (R. € P.) A. DC. = DC., Pr. X, p. 132: Hab. Non commune in pratis siccioribus prope Lago Nahuel- huap1, Dec. 1897 (C.S.) nec non secus Carren-leofw, Jan. 1900. 372. ERITRICHIUM ULIGINOSUM Ph.=Ph., An. Un. Chil. 1873, p. 319. Hab. In campis inundatis prope Lago Nahuel-huapt, Jan. 1898 (C. S.) et in Golfo de S. Jorge, vere 1899 (€. A.). (Continuard.) ANTIGUEDADES CALCHAQUIES DATOS ARQUEOLÓGICOS SOBRE LA PROVINCIA DE JUJUY (REPÚBLICA ARGENTINA) Por JUAN B. AMBROSETTI (Continuación) La copa del sombrero esta formada por estos mismos cestos cortados transversalmente y rellenados con otros fragmentos, todos unidos entre sí por cuerditas de chaguar. Esta copa tiene mayor superficie y es convexa en la parte superior; se la puede ver integra en la figura 25 mientras que en la inferior sólo queda libre la mitad, pues las alas del sombrero, dirigidas hacia arriba cubren le otra (fig. 26). Estas alas están formadas por los mismos cestos cortados longi- tudinalmente, de modo que vistos de arriba, presentan una canba- leta, mientras que de abajo son convexos. Como las alas son muy anchas y el largo de los cestos no alcanza- ba, han sido agregados de á dos y colocados lo mismo que las tejas de un techo; el detalle de esto puede verse mejor en la figura 27. Tres series de cuerditas de chaguar, concéntricas y á distancias convenientes, aseguran la armazón de estas alas : las más internas son más gruesas y dobles, y esto se comprende, pues ellas son las encargadas de unir y asegurar las alas á la copa; desde arriba puede verse que las alas no sobresalen de la circunferencia de la copa, sino la mitad de su largo, es decir, la última serie de los cestos agregados. La parte superior de este sombrero ha estado recubierta en otro tiempo por una capa de goma de algarrobo y fibras muy desmenu- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIJI 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA zadas de una substancia que presumo haya sido la cáscara del fruto. Esta pasta parece haber rellenado el interior de los cestos cortados longitudinalmente. La concavidad de este sombrero es poco profunda y su colocación en la cabeza incómoda, por lo que me parece que debió usarse en las grandes ocasiones y sólo por algunos jefes, teniendo en cuenta que su confección debió haber sido muy larga y trabajosa, y que los cestos de esa mariposa, considerados como una fruta especial del algarrobo, árbol sagrado, debían gozar del mismo prestigio entre ellos, sin que esto quite que los Calchaquíes se hayan rega- Fic. 28, — Casquete de lana tejida, 1/5 tamaño natural lado probablemente con las larvas, como plato exquisito, lo mismo que hacen otras tribus ; ejemplo: los guaraníes con el Tambú. Además de este sombrero debo mencionar, también, un gorro ó casquete de tejido de lana amarilla y borde negro, que debía colocarse atado por debajo de la mandíbula con dos hilos, pues aún conserva en la parte intacta como un ojal que me ha servido para colgarlo de un clavo sin deteriorar esta pieza len el momento de fotografiarla (fig. 28). Este casquete debía, en los hombres, quedar como un solideo de sacerdote, y me sospecho que lo que lleva en la cabeza la tercer momia de la figura 1, es uno de estos casquetes. Tampoco podría ser difícil que hubiera pertenecido á un niño, pues vino junto con la momia colocada dentro de la urna figura 2. El señor Gerling, en su hallazgo número 9, encontró una gorra de tejido de paja forrada con una piel de vicuña y adornada con plu- mas y un fragmento de otra, también adornada con plumas; hay ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 83 que tener en cuenta que dos eran los cadáveres que se encontraron en este hallazgo. Y en los números 5 y 7 menciona una gorra de lana incompleta y un tejido de lana en forma de canasto que nose refiere á un casquete como el descripto. Soga de totora. —Figura 29. Entre los objetos de la colección del señor Córdoba, viene una larga cuerda arrollada, de paja de totora, FiG. 29. — Soga de totora torcida. Santa Catalina (Jujuy) bien hecha, cilíndrica, sumamente apretada y de exterior muy res- baladizo; tiene un nudo grueso en forma de cabeza en uno de sus extremos, y en una parte un pequeño atado de lana negra hilada. Parece que ha servido para atar cargas sobre las llamas. Según los datos de la colección Gerling muchos de estos arreos de llamas se han hallado en Jujuy, ya de totora, ya de trenzados de lana; algunos de ellos son bozales con su cabresto respectivo. En la colección del museo de Berlín hay también algunas sogas de lana negra y, atadas á ellas, pedazos de madera en forma de Y con un reborde en cada extremo para que no se escape la soga ; estos aparatitos están clasificados por el señor Max Uhle bajo el número 8S4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA V. A. 11411 como frenos de llamas, á los cuales se han atado pe- dazos de raíces como remedios preservativos (1). No sé que á las llamas se les haya puesto freno alguna vez, ignoro de donde puede haber sacado el dato el doctor Max Uhle; yo su- pongo en cambio que deben ser simples bozales y que las piezas en torma de V de madera, hayan servido para hacer algunos nudos especiales para acomodar ó sujetar la carga sobre estos animales. Prendas de vestir. — Los Calchaquies de Jujuy las han usado como sus hermanos de Salta, Catamarca, etc. En primera línea debe mencionarse el poncho grueso ó del- gado, pero siempre corto, como el que actualmente usan los indios que habitan esa región; tejido de lana de llama, huanaco ó vicuña, en una palabra de cualquiera de estos camélidos americanos que tanto papel desempeñaron en la civilización Andina de Sud América, El señor Gerling halló junto á la momia de su hallazgo número 1, un poncho de un solo color obscuro, grueso de casi un centímetro, de 0,74 <0,46, yen las espaldas de 0,12 rectangularmente cortado, tapando la momia, que estaba acostada sobre el lado derecho mirando al Sud y con las piernas encogidas, sobre otro poncho más grueso. La faja que sostenía sobre la cabeza el sombrero de crisálidas, igual al ya descripto, era de color marrón obscuro con dibujos romboédricos de 1,26 de largo por 0,350 de ancho, con un ojal de 0,10 en uno de sus extremos, y en el otro una cuerda trenzada de 0,74 de largo. Una bolsa con hermosos dibujos de colores, y sobre el cuerpo de - la momia un tejido rayado también de colores. En el hallazgo número 4 menciona otra bolsita rayada de colores. El señor Gerling también halló usutas ó sandalias de cuero. Todos estos objetos y los demás de esta valiosa colección, pueden estudiarse en el catálogo citado del Museo de La Plata. En cuanto á los adornos personales haré mención de un collar de turquesas discoidales (fig. 30) algunas de ellas sumamente peque- ñas y cuyo corte, redondeada y perforación debe haber costado un trabajo largo y pacientísimo. (1) Dato que me ha sido comunicado por el doctor Roberto Lehmann Nitsche, quién también acepta esta denominación, al describir algunos ejemplares en su catálogo. ANTIGUEDADES CALCHAQUIES 85 De estos collares también se encuentran muchos en los valles Cal- chaquies. El señor Gerling halló, además, en una tumba dos grandes collares de Toba volcánica, una especie de piedra pómez blanca muyfriable, cuyas cuentas son de dos ó tres centímetros de diámetro y unoá dos dc grueso; éstos, creo que no han sido usados por los indios sino como adorno de algunas llamas. Al corregir las pruebas de esta parte del presente trabajo recibo, debido á la gentileza de la Dirección del Museo Etnográfico de Ber- lín y por intermedio del conocido viajero y etnólogo doctor Karl von Fi6. 39. — Collar de turquesas, 1/3 tamaño natural den Steinen, una valiosa colección de fotografías de los objetos Cal- chaquíes que fueron coleccionados por el doctor Max Uhle en su viaje por estas regiones, y que hoy se hallan depositados en dicho Museo. La parte pertinente á Jujuy se compone de los objetos encontrados juntoá las momias de la figura | que ahora sabemos quese hallan en ese Museo y cuya procedencia exacta no es Humahuaca como erróneamente dije mal informado, cuando las describí, sinó: Taran- ta cerca de Casabindo y que constituyen un hallazgo hecho por un señor Albertano Castillo, vecino de Tilcara, y que el doctor Uhle con- siguió adquirirlo para el Museo de Berlín, debido al doctor Bruck, quien ya pensaba enviarlo al mismo establecimiento por interme- dio del señor Bayer de Antofagasta. Entre los objetos de bronce, además de la placa de la tigura 8, bay que mencionar también una espléndida hacha de bronce que en el Catálogo del Museo tiene el N* V. A. 11339 de filo ancho y de 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ojo en forma de martillo, con otro atravesaño más paralelo en el medio. Un grueso cincel, largo N” V. A. 11282 aplicado sobre un mango de madera largo y con la punta curva de modo que el todo viene á formar como una azada. Interesantísimo objeto que junto al hacha enastada del Museo de La Plata, nos viene á dar una idea del modo de encabar los úti- les de bronce y revelarnos una de las formas de útiles de labranza de los cuales hasta ahora no teníamos sino ideas algo confusas. Varios topos de formas ya conocidas. Un curioso cuchillo de cobre de forma curva lanceolada atado por medio de un cordón de lana negra, con una oreja y un dedo de Llama (V. A. 11341). Este objeto le fué donado al señor Uhle por el Cura de Tilcara. La rara combinación de estos tres objetos se explica ; debe de ha- ber sido el cuchillo que emplearon para señalar las orejas de las llamas, ceremonia que se describe más adelante. Entre los útiles domésticos y prendas de uso: se hallan-algunas cucharas de madera de Pueblo Viejo cerca de Casabindo cataloga- das bajo los números V. A 11365 y V. A. 11385. Una serie de husos y palitos de tejer de Taranta y Pueblo Viejo muy parecidos á los queípublico; los torteros son de madera. Hay un ejemplar V. A. 11366que es igual al número 5 de la figura 23. La cesta de paja que se ve entre las momias de la figura 1, lleva, en el Museo de Berlín, el número V. A. 11306. Un peine exacto al de la figura 24, se halla catalogado bajo el número V. A. 11363 a. En el curso de lo que falta de este trabajo ¡iré dando las indica- ciones del resto de los objetos cuyas fotografias he recibido, sintien- do que por la premura del tiempo, no pueda reproducir los graba- dos de los mismos, pero me prometo hacerlo en otro trabajo, que preparo, describiendo una nueva remesa de objetos interesantes de la misma región, que también acabo de recibir. ARMAS Todas las armas americanas y propias de la región montañosa han sido usadas por los belicosos indios de Jujuy ya sea en sus arriesgadas empresas guerreras ya en sus constantes cacerías. Las ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 87 tumbas nos entregan hoy, junto á los muertos, el arsenal completo de que disponían. Arcos y flechas.— La momia encontrada por el señor Gerling en la gruta del río San Juan de Mayo, y que constituye su hallazgo principal, tenía un arco liso, redondo, derecho, con las extremida- des un poco encorvadas de 1,10 centímetros de largo, es decir del tipo corto, acompañado por restos de sus flechas de punta de piedra (sélice y obsidiana); éstas se hallaban aún enastadas. En otra tumba, halló también un arco con su cuerda y 30 flechas de punta de madera larga y triangular, sin pedúnculo, finamente talladas, iguales á las que aun usan los indios del Chaco, matacos y tobas, etc. FiG. 31. — Pinturas del vástago de una flecha, 1/2 tamaño natural En otra sepultura, 15 flechas con punta de silex. Poseo, además, otros especímenes, uno deellos con punta de pie- dra (silex blanco), triangular, sin pedúnculo, finamente tallada. Se halla enastada en una fuerte escotadura del extremo de una vara recta y redonda, probablemente de madera de algarrobo, cuya otra extremidad está rebajada en forma de punta, queá su vez encajaba dentro de una caña tal cual hacen aun todos los indios chaqueños. Esta flecha, en estas condiciones, debía ser un arma terrible, pues quedaba dentro de la herida al quererla arrancar tirando de la caña. Otras veces la vara de la flecha era de una sola pieza; poseo dos ejemplares: uno de madera muyliviana compacta pero blanda que lleva cerca de su extremo posterior dos series de dibujos pinta- dos separados por líneas ; estos dibujos los forman triángulos unas veces con los vértices para arriba y otras para abajo, pero ambos tienen siempre un cateto común á pesar de estar en series distin- tas; el color de las pinturas es negro y su ejecución ha sido muy prolija. Extendida esta figura, presenta un aspecto de cruz de mal- ta Ó de cuatro aspas triangulares de molino, que parecen girar. La escotadura para fijar la cuerda del arco es de poca hondura y muy 88 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA FiG. 32, 33 y 34. — Flechas de punta de hueso regularmente hecha. Estos dos objetos los debo al señor Gerling y son deCasabindo, de dondelefueron enviados últimamente (fig. 31). ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES $9 De la colección del comandante Córdoba, son las dos siguientes, más interesantes aún : el primero, figura 32, es un vástago de fle- cha de madera blanca, también liviana, parecido á la anterior, el que conserva en su extremo posterior, á un lado, la mitad de una pequeña pluma pegada aun, y muestra además, la ranura para alo- | Í 4 | ( | | | | | o A e A Es Gi da. LES PR EAN F1G.35 y 36.—Tipos de punta de flecha de hueso, Calchaquies: Valle de Yocavil. Tamaño natural jar la cuerda del arco. La atadura que la rodea está hecha con finos tendones de animales, á objeto de darle mayor consistencia. El segundo es una flecha de hueso enastada, también, por me- dio de tendones, á una vara larga redonda, de madera, á la que no falta casi más que la ranura para la cuerda del arco y las plumas. La flecha es de hueso, como he dicho, plana, y probablemente de costilla de guanaco ó vicuña, partida longitudinalmente, de punta aguda y cuyos bordes cortantes se van distanciando á medida que llegan á la mitad para seguir después rectos, y terminar, gracias á 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA una fuerte escotadura en dos puntas posteriores aguilas. Esta parte es la que se metía en una rajadura del vástago y allí se sujetaba fuertemente por medio de tendones frescos, aplicados en espiral, los que, secándose dejaban la flecha firme. Una flecha igual á esta y enastada todavia se halla en el Museo Etnográfico de Berlín,. procedente de Taranta, bajo el número V. A. 11283 a; se diría el mismo ejemplar que publico en la figura 33. Estas puntas de hueso tienen por termino medio, las siguientes nedidas: largo 0,095, ancho 0,010,'en el medio 0,011, abajo 0,009. Rigidas, planas, como la hoja de un puñal y cuya mitad superior tiene los bordes cortantes; lanzadas con fuerza con esos arcos cortos que tan bién sabían manejar los calchaquíes, debían ser armas te- rribles y de un asombroso poder de penetración; produciendo he- ridas grandes que facilitarían la hemorragia abundante. Su empleo debe haber sido común en la caza de los grandes mamíferos, como el anta ó tapir, y las piaras de chanchos-jabalíies de los valles bos- cosos; ó de los huanacos y vicuñas de las planicies de la Puna que no detenían las cuerdas de los Chacu, en las grandes cacerías. En la guerra debió se arma irresistible contra los reparos de ponchos ó petos de lana y aun de los escudos de cuero que todos esos indios usaban; esto explica el relativo gran número de estas puntas que se halla en toda la región Calchaquí desde Jujuy hasta San Juan, siempre del mismo tipo con variantes de poca importancia. En el cliché adjunto he fotografiado, bajo los números 33 y 34 dos puntas (1) de los extremos de esta región : el 33 es de Jujuy y el 34 de Calingasta (prov. de San Juan), hallada por el señor Desiderio Segundo Aguiar, quien tuvola fineza de obsequiármela. Las siguien- tes son dibujos de ejemplares del centro, es decir, de la provincia de Catamarca (valle de Santa María, Yocavil), y pertenecen á la colección del doctor Adán Quiroga (fig. 35, 36 y 37). Una sola, la figura 37, hace excepción á esta forma general con sulargo pedúnculo. Las demás son del mismo tipo; este dato sobre la igualdad del tipo de las puntas de flecha de hueso, en una región tan extendida y con civilizaciones que, tomadas aisladamente, pa- recen tan distintas, viene á afianzar con un dato más mi opinión sobre la unidad de la civilización diaguita-calchaquí ó kakana en toda la región oeste de la República, desde Mendoza hasta Bolivia. (1) Para que se vean mejor los detalles de estas puntas, el número 33 ha sido fotografiado de anverso y el 34 de reverso. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 91 Trataré de probar esta afirmación en un trabajo que estoy ha- ciendo, en el cual estudiaré la evolución del simbolismo en las dis- tintas regiones arqueológicas, cuya diversidad de medio ambiente ha sido una de las causas principales de la misma. Como vemos, en la región de Jujuy, la larga serie de nombres de indios que nos han legado los cronistas, no han representado civilizaciones diversas, sino simplemente denominaciones de par- Fic. 37. — Flecha de hueso pedunculada. Santa Maria : Catamarca. Tamaño natural cialidades locales que se bautizaban así; ó mejor, los bautizaban con el nombre del lugar donde habitaban. De paso, también, diremos que la civilización prehistórica de la provincia de San Juan como la de- Calingasta, nada tiene que ver con los Indios Allentiak ó Huarpes, cuyo vocabulario no ha mucho se ha encontrado y publicado, sino que, como he dicho, pertenece á la Diaguita-calchaquí ó Kakana. Boumerangs.— Entre las armas raras que poseían los indios de Jujuy y quizáslos demás calchaquíes, es necesario hacermención del boumerang. Llamará fuertemente la atención esta noticia, la primera 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que se da al respecto, pero no debe extranñarse, por cuanto en Amé- rica se ha usado también esta arma australiana y hoy todavía la usan los indios, Pueblos de Norte-América : como los Hopi, Zuñi, etc. En el Museo de Chicago, entre los magníficos grupos etnográficos que enriquecen sus valiosas colecciones, hay un cazador Hopi ti- rando el boumerang, cuya fotografía puede verse en el Repport de dicho museo (1). Entre las colecciones hechas en Wolpi en 1879 por el señor James Stevenson, y cuyo catálogo se publicó por el Bureau of Ethnologie (2) se hallan representados algunos boumerangs bajo los números 2051 á 2055 con la siguiente referencia: (Palos usados para cazar conejos, tienen la forma de un boumerang. En la lengua zuñi se llaman Cle-an-ne, y en la Chinumo pu-viché he-en-he ». Ahora bien, frecuentemente se han hallado objetos de madera entre las antigúedades de Jujuy, que presentan la forma de la figu- ra 38, y se han tomado en general como aparatos ó útiles de tejer, pero un estudio más prolijo y el manejo de este objeto en la mano, hace que no se le encuentre aplicación. Otros los han creído puñales pero esto, tampoco es admisible; ni tomándolo con la punta hacia arriba ni con la punta hacia abajo se puede herir; de cualquiera de estos modos, ésta se dirige hacia atrás del cuerpo del que lo maneja y hace imposible la ofensiva. Descartado el empleo como útil de tejer ó como puñal, no queda otra solución sino el suponerlo un arma arrojadiza ; así su punta y su filo pueden tener una aplicación práctica, y. como la curva es la misma del boumerang de los Hopi y aun de los Australianos, y es relativamente pesado como para ser lanzado á distancia, es que lo suponemos dicha arma. Este boumerang, bien pudo servir á los indios para cazar, en vez de conejos, las vizcachas, animales que, como hemos visto, existen todavía, y en aquella época debían ser muy apetecidos por los in- dios; puesto que también los encontramos representados en su sim- bolismo, ya en objetos de bronce, ya en la pintura de sus pucos. Su forma, sale de la común, pues tiene su parte inferior cilíndrica (1) En el 4an. Repport of the Director to the trustees for the year, 1897-1898 ¿public., núm. 29). Esta figura ha sido tomada del natural y modelada por el se— nor F. B. Melville. (2) Ann. Repp. 1880-81 página 392. ANTIGÚEDADES CALCHAQUÍES 93 comprimida y terminada por un reborde cónico ó botón, como para que no escape de las manos ó para sujetar un hilo que permitiera llevarlo colgado. Este botón terminal, en objetos de madera de Jujuy, se halla á menudo. En cuanto á la parte superior, tiene la forma de una hoja de cu- Fra, 38. — Boumerang. Rinconada. 1/3 tamaño natural chillo lanceolada, gruesa y comprimida con filo de un lado y lomo plano del otro (1). En el extremo izquierdo de la lámina I de las momias de Huma— (1, Es curiosa la mención que los autores coloniales, hacen de esta arma en— tre los araucanos antiguos. En la obra del señor José T. Medina Los Aborigenes de Chile, página 139, trae lo siguiente: « sin esto llevan á la guerra] (los indios) pedreros que van de vanguardia, y unos que llevan algunos garrotillos arroja- dizos (Rosales). Y en la Araucana de Ercilla se lee: « Las armas de ellos más ejercitadas—son picas, albardas y lanzones— con otras puntas largas enastadas de la faición y forma de punzones — hachas, martillos, mazas barreadas, — dar- dos, sargentas, flechas y bastones — lazos de fuertes mimbres y bejucos-- tiros arrojadizos y trabucos. (Aparato de arrojar piedras). Canto 1. 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA huaca se ve uno de estos boumerangs de tamaño mayor, que pre- senta el filo; y también á la izquierda al lado del canasto de husos, y detrás de otro instrumento de madera curvo que semeja una azue- la se ve otro boumerang. A la derecha hay dos macanas de madera planas y anchas, arma también usada por estos indios; estos objetos se hallan en el Museo etnografico de Berlin con los números V. A. 113750, 14375k, de Pueblo Viejo, y V. A. 112850 de Taranta. Los antiguos Jujeños usaban tambien las boleadoras de piedra Fic. 39.— Hachas de piedra de Pampa Blanca, Jujuy. 1/5 tamaño natural forradas en cuero y de tres bolas como las que aun se emplean para cazar vicuñas. Entre las armas arrojadizas debemos mencionar la más común é importante de toda la región montañosa de América : la honda. Esta es de lana tejida y muy simple, compuesta de un receptá- culo para arrojar la piedra ó bala de arcilla cocida (1) de forma ovalada y de un tejido grueso y compacto, y de dos cuerdas tam- bién de lana trenzada que arrancan de las extremidades del eje mayor del receptáculo. Una de estas cuerdas lleva en su extremo (1) En muchos puntos del valle Calchaquí, se han hallado balas esferoidales de arcilla cocida de uno ó dos centímetros de diámetro; poseo varios ejemplares de Colalao valle de Yocavil. Y piedras ovoilales ó fusiformes, terminadas en dos puntas de 5 centímetros de largo que supongo servirían“para las hondas; con este aguzamiento en sus extremos, debían tener, chocando en la cabeza por ejemplo, una cierta fuerza de penetración que les permitía producir heridas gravísimas y quizá la muerte. ANTIGÚEDADES CALCHAQUÍES 95 un ojal para enganchar el dedo de la mano derecha que es el que sujeta la honda en el momento de disparar la pedrada al soltar el otro extremo. El manejo de esta arma tan sencilla y terrible al mismo tiempo, puede verse aun hoy en lodos los cerros de la región Calchaquí, cuyos actuales habitantes se sirven de ella para cuidar sus anima - les, y sobre todo, para arrear los burros, volviendo á pedradas á los que se desprenden de sus compañeros. El acto de disparar la piedra es muy simple, colocada ésta en el 77 0) FiG, 40. — , Hacha de piedra; b, Martillo de piedra. Rinconada receptáculo, basta una vuelta ó revoleo de la honda para que salga el proyectil con fuerza. Armas de mano. — Entre las armas de pelear de cerca, cuerpo á cuerpo, debemos hacer mención de las hachas de piedra. Innu- merables formas de estas armas se hallan en toda la región Calcha- qui; pero todas más ó menos pertenecen á un tipo fundamental, que en otro trabajo he dado el nombre de occidental americano (1). Este tipo occidental de hacha pulida, presenta un surco cavado en su tercio posterior y á veces en el medio que puede ya rodear completamente el objeto ó solo tres cuartas partes de él. Este tipo general se subdivide después en varios grupos que me- recen un trabajo especial. 1) Rastros etnográficos comunes en Calchaqui y México. Anales de la Socie- dad Cientifica Argentina, tomo LI, páginas 5 y siguientes. 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Volviendo á los objetos de Jujuy, describiré dos hachas pulidas de Pampa Blanca, que me fueron obsequiadas por mi amigo el señor Cárlos Hoskold de vuelta de un viaje que efectuó allí. Tienen 19 y 12 centímetros respectivamente de largo. Puede decirse que ambas son cilíndricas, bien pulidas, y presentan un surco circular de uno á uno y medio centímetros de ancho excavado á tres centímetros más ó menos de su parte posterior, de modo que ésta, toma la for- ma del glande y toda el hacha, tapándole el filo, la de un falo. La más pequeña presenta, para semejarse más aun, una pequeña con- cavidad enel centro de su parte posterior (fig. 39). El filo en ambas es muy agudo y ha sido hecho con proligidad, su ancho es de cuatro y cuatro y medio centímetros respectivamente. La más pequeña parece haber sido afilada varias veces pues el filo no se encuentra exactamente en el eje del hacha sino á un lado, y el desgaste de las caras que concurren á formarlo es muy irregu- lar: de un lado es muy grande y avanza casi al centro del hacha mientras que al otro no. De piedra pulida, vino entre las colecciones del señor comandante Córdoba, un martillo corto de 9 centimetros de largo por cinco y medio de ancho. Es comprimido con un gran surco profundo de dos centímetros y medio de ancho que rodea casi todo el objeto y deja libre un pequeño espacio en la parte inferiór, que es en todo el objeto, plano, de modo que le permite asentarse. Por este último dato supongo que este martillo debió colocarse sobre un palo que tendría en su parte superior alguna pequeña muesca, y debajo de ella, agujeros por los que pasaban las tiras de cuero fresco para unirlos sólidamente al secarse (fig. 400). Otro instrumento ó arma de piedra, también de la Rinconada tiene 26, centímetros de largo por 7 de ancho, con un apéndice cen- tral de siete centímetros por 6 que forma casi un mango que debió servir para enastarlo en un palo (ig. 40a). Todos los 26 centímetros del frente han sido biselados uno y me- dio centímetros de un solo lado á fin de formar un filo. Eu la colec- ción Gerling que publica el señor Lehmann Nitsche se puede ver otro objeto igual. Su uso me es desconocido, á pesar de que sospe- cho que en vez de hacha enastada debía de usarse sosteniéndolo hacia abajo perpendicularmente para trabajar con él por fricción. (Continuard.) A Y AA 1 y al e re ANALES DE VEA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA E A DirEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. HickeN y señor Luis M. Torres REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro €. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Dueloux. MARZO 1902. — ENTREGA III. — TOMO LIII PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 239, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS POLA Et Ese else soio $ my 1.00 Por ec e redee e » 12.00 Número atrasado anat risa dea e ap » 2.00 - para los socios.......- » 1.00 La suscripción se paga anticipada BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONÍI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 JUNTA DIRECTIVA Presidente lactea Doctor CarLos M. MORALES. . Vice-Presidente 1% Arquitecto Juan A. BUuSCHIAZZO. Ta. 2% Ingeniero DOMINGO SELVA. Secretario de actas Igeniero MANUEL J. ARCE. — correspondencia Señor Jos LARREGUY. ESOPO RO es Ingeniero Luis A. HueRrGo (hijo). Bibliotecario...... Señor NicoLÁás Besio MORENO. Doctor EDbuarDOo L. HOLMBERG. Ingeniero ARTURO PRINS. Ingeniero IGNAcIiO AZTIRIA. VOCateso. sl. co Ingeniero SEBASTIÁN GHIGLIAZZA. 8 Ingeniero ANTONIO PIAGGIO. Ingeniero HiGINIO REYNOSO. | Señor Luis CURUTCHET, ESTARAS Señor Juan BoTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje E aparte de sus estudios se les previene que deben solicitarlos por escrito á la E Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- 3 derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los senores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 del2á 2,30 p. m. La DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA Homenaje aldoctor Carlos Bera id to ea o e alos cl 97 El doctor Carlos Berg (Apuntes DiOTgáÍiCOS)............oooooooccoiocccoooocre.o 98 Babliogratía del doctor Carlos BErBre Tae, a ad o aid E 114 Uiieepelo4— Los discursos o tia da a de grcical cs tte PES A 125 CAROLO SPEGAZZIN1, Nova addenda ad floram” patagonicam /Continuación)....... 135 DOCTOR CARLOS BERG + EL 19 DE ENERO DE 1902 FEDERICO GUILLERMO CARLOS BERG Expresidente y miembro honorario de la Sociedad Cientifica Argentina NACIDO EN TUCKUM EL 2 DE ABRIL MUERTO EN BUENOS AIRES EL 19 DE 1843 —LEGA— DE ENERO DE 1902 La Dirección de los Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, se asocia con íntimo pesar á las manifestaciones de condolencia tribu- tadas á la memoria del doctor Carlos Berg, y lamenta la desaparición del sabio eminente y del perfecto caballero. EL DOCTOR CARLOS BERG APUNTES BIOGRÁFICOS POR ANGEL GALLARDO El fallecimiento del doctor Carlos Berg, ocurrido el 19 de enero de 1902 enesta ciudad de Buenos Aires, es una irreparable pér- dida para la ciencia universal y muy especialmente para la reduci- da intelectualidad argentina que ve desaparecer en él al rmás eminente cultor de las ciencias naturales en nuestro país. A la Sociedad Científica Argentina la corresponde en primera lí- nea honrar y perpetuar la memoria de su eximio socio honorario é incansable colaborador, pues, como hemos dicho en otra ocasión, nuestra sociedad científica constituye la verdadera familia inte- lectual de Berg. En ella ha desarrollado, en efecto, la mayor parte de su actividad científica, desde su llegada al país, como puede verse por los apun- tes biográficos que damos á continuación. El doctor Carlos Berg nació en Tuckum (Curlandia, Rusia), el 2 de abril de 1543 (21 de marzo del calendario Juliano) de una honorable familia de antiguo origen alemán, y fué bautizado con los nombres de Federico Guillermo Carlos. Sus primeros estudios los hizo en la casa paterna y en la escuela elemental de Tuckum, emprendiendo juego los estudios secundarios. Desde muy niño re- veló extraordinario entusiasmo por las ciencias naturales, amor EL DOCTOR CARLOS BERG 99 que fué estimulado por el doctor Carlos von Geide, Intendente de bosques y de plantíos de Zuckringen, quien fué el profesor de ense- ñanza secundaria que tuvo más influencia sobre el joven Berg, al que distinguia particularmente y con quien realizaba ins- tructivas excursiones diarias enseñándole á coleccionar insectos y plantas. Esta temprana vocación porlas ciencias naturales se hubiera ma- logrado en cualquier joven de menos fuerza de voluntad que Berg, pues al terminar sus estudios secundarios y no teniendo recursos para emprender los estudios universitarios se vió obligado á ingre- sará los 16 años en una casa de comercio en Riga, pero Berg no por esto abandonó sus estudios cientíticos á los que dedicaba todo el tiempo libre de que disponía hasta altas horas de la noche. Para la adquisición de libros científicos y para costearse la enseñanza de los profesores que lo guiaban en sus trabajos daba á su vez leccio- nes á otros jóvenes lo que aumentaba enormemente su labor no dejándole casi tiempo de descanso. Tan firme decisión y esta extraordinaria laboriosidad que han sido las características de la carrera de Berg, pueden ofrecerse como un ejemplo á nuestra juventud que desperdicia muchas veces sus feli- ces condiciones naturales por falta de perseverancia y de hábitos de trabajo y de estudio. En medio de sus muchas ocupaciones hallaba aún tiempo para ensayarse como escritor pues á los 19 años de edad ya fué colaborador científico y literario del periódico Volksblatt fir Stadt und Land. Colaboró más tarde en la Dorpische Zertung durante varios años y hasta escribió algunos dramas uno de los cuales fué representado en el Thalia Theater de Hamburgo. Miembras tanto cumplía con toda conciencia y escrupulosidad sus obligaciones lo que lo hizo ascender en la carrera comer- cial, llegando á desempeñar en 1863 el puesto de corresponsal y tenedor de libros en la casa de Blomberg en Riga, puesto que abandonó después de año y medio porque había conseguido ingresar como empleado en la Biblioteca Pública del doctor Ale- jandro von Zimmermann, situación mucho más de acuerdo con sus aficiones y aspiraciones intelectuales. Bajo la influencia del señor Zimmermann, que lo guiaba con sus consejos, teniendo á su disposición una nutrida biblioteca y con muchas horas libres du- rante el día pudo dedicarse con gran actividad al estudio, adqui- riendo un vasto caudal de conocimientos no sólo en las ciencias na- turales sino también una nutrida erudición histórica, literaria, 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA linguística, etc. Había ingresado ya en 1865 á la Sociedad de Na- turalistas de Riga y estaba en relación con varias personalidades científicas con lo cual empezó á hacerse conocer como naturalista, dando conferencias y haciendo comunicaciones á la sociedad de Riga á cuya comisión directiva fué llamado en 1869. Ese mismo año fué nombrado custodio de la Sección entomológica y al año siguiente fué elevado al puesto de Conservador del Museo de Riga cuyas co- lecciones reorganizó sistemáticamente, en particular las entomo- lógicas. Durante los años 1868 á 1870 se ocupó de la aclimatación en las Provincias Bálticas, del bómbice de seda ¡japonés Antheraea Ya- mamar (Guér.), trabajos por los cuales le confirió la medalla de segunda clase la Société Impériale d'Acclimatation de Paris, el 4 de marzo de 1870, y la gran medalla de plata, la Sociedad Imperial de Economía y Utilidad Pública de Dorpat, en julio de 1874. Por la translación del profesor doctor Dohrandt á San Petersburgo quedaron vacantes las cátedras de Historia Natural y Química en la Escuela Técnica preparatoria del Politécnico Báltico de Riga y el joven naturalista fué llamado para ocuparlas en el mes de abril de 1871. El Magistrado Imperial de la Universidad de Dorpat le con- cedió permiso para dictar esas clases hasta el próximo periodo de exámenes del profesorado de Estado. Berg se presentó á estos severos exámenes desde el 5 hasta el 13 de noviembre de 1871, eligiendo como materias principales la Religión, la Zoología, la Botánica, la Mineralogía, el idioma alemán y la Literatura. Después de excelentes y rigurosos exámenes dictó su conferencia inaugural ante los estudiantes sobre la circulación de la sangre, tema señalado en el acto mismo de la prueba por el tribunal que la presenciaba. En seguida el Estado le expidió los correspondientes diplomas de profesor. Sus tareas didácticas, tanto en las cátedras indicadas como en otros colegios particulares, le produjeron una laringitis con afonia parcial lo que le indujo á abandonar la Rusia en busca de un clima más benigno. En 1872 había realizado por cuenta de la sociedad de naturalistas de Riga una excursión por la Curlandia Austral y Occidental para estudiarsu fauna y su flora lo que habia desper- tado la afición de Berg por las exploraciones. Se dirigió pues á las asociaciones y personalidades científicas extranjeras con las cuales estaba en relación expresándoles su deseo de emprender un viaje á un país templado con lo cual conciliaba la necesidad de descanso EL DOCTOR CARLOS BERG 101 para curar su garganta con el interés de conocer nuevas regiones. Por una feliz casualidad el célebre profesor doctor Germán Bur- meister, director del Museo de Buenos Aires, se había dirigido por su parte en esa misma época al profesor de Zoología de Berlín, doctor A. Gerstácker y al presidente de la sociedad Entomológica de Este- tin, doctor €.A. Dohrn, pidiéndoles que le indicasen á un naturalis- ta entomólogo para ocupar el puesto recientemente creado de Ins- pecter del Museo Público de Buenos Altres. Ambos sabios le recomendaron calurosamente á Berg, cuyos tra- bajos y aptitu.e: conocían, y el doctor Burmeister, en vista de esta recomendación, propusosu nombramiento al gobierno de la Pro- vincia de Buenos Aires. Así vino Berg á nuestro país, haciéndose cargo del puesto en el Museo á su llegada á Buenos Aires el 16 de junio de 1873. En el viaje marítimo curó de su afección á la gargan- ta de modo que pudo dedicarse inmediatamente á sus nuevas funciones. Este joven que llegaba con toda modestia, casi descono- cido en el mundo científico, á pesar de sus excelentes comienzos, había de ser el primer naturalista argentino, pues realmente me- rece este nombre no sólo por haberse dedicado por completo al es- tudio de nuestra naturaleza, adquiriendo con ello reputación uni- versal, sino también por haberse incorporado de corazón á nuestra patria cuya riqueza hacía conocer en todo el mundo civilizado de una manera metódica y concienzuda. La venida de Berg ha sido sin duda uno de los más grandes servicios que ha prestado Bur- meister á la República Argentina. La prudencia y discreción que distinguían al joven naturalista le permitieron permanecer tres años en el Museo al lado del eminente sabio á pesar de su carácter difícil y Severo. Las facilidades que encontró en las colecciones y biblioteca del establecimiento para el estudio de nuestra fauna y de nuestra flora tan poco conocidas en aquella época, así como también el contacto y trato diario con el ilustre doctor Burmeister perfilaron defini- tivamente á Berg y lo convirtieron en un verdadero hombre de ciencia. Desde sus primeras trabajos, dedicados al bicho de cesto, uno de los mayores enemigos de nuestra arboricultura, se distinguen ya las cualidades de método, de exactitud y minuciosidad. en las observaciones, que brillan en toda la obra de Berg, así como su preo- cupación de que sus trabajos tuvieran un fin práctico y pudieran prestar utilidad al progreso del país. 4092 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pronto empezó también sus tareas como profesor, pues el magis- terio era una de las vocaciones de Berg, teniendo el dón de hacerse amar y respetar de sus discípulos á los que sabía interesar por la ciencia y el estudio. Ya en el mes de febrero de 1875, es decir antes de dos años de estar entre nosotros, fué nombrado, por recomendación de Bur- meister, catedrático interino de zoología en la Academia Nacional de Ciencias Exactas de Córdoba, cargo que desempeño sólo duran- le dos meses. De regreso á Buenos Aires ocupó la cátedra de zoología en la ex- tinguida Facultad de Ciencias Físico-Naturales de la Universidad de Buenos Aires que acababa de reorganizarse. Fué nombrado académico de esa Facultad el 10 de marzo de 1875 y profesor de la misma el 19 de dicho mes y año. Continuó des- empeñando ambos cargos en la Facultad de Ciencias Físico-Mate- máticas que englobó á la anterior. El 16 de marzo de 1876 fué nombrado Profesor de Historia Natu- ral en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en reemplazo del doctor J. Ramorino. En cuanto se hizo cargo de su clase en el Colegio Nacional, cam- bió radicalmente la enseñanza de la Historia Natural dándole ca- rácter moderno y verdaderamente científico. Más de veinte genera- ciones de estudiantes, entre los que se cuentan gran número de los hombres que tienen hoy figuración en el país, han escuchado des- de las bancas del histórico colegio las sabias y atrayentes lecciones de Berg, conservando por su antiguo maestro el afecto y el respeto que sabía inspirar por su ciencia y por su carácter. Contribuia al interés de sus lecciones su dicción pintoresca, in- tencionada y característica realzada por cierto tinte de exotismo que le prestaba su pronuciación extranjera. En medio de las arideces del tecnicismo y de las clasificaciones intercalaba siempre coloridas descripciones de las costumbres maravillosas de los animales y graciosas anecdotas en las que brillaba la espiritualidad fina y li- geramente mordaz que le era peculiar. Aún en las épocas en que la disciplina general del colegio dejaba bastante que desear, llegaban los alumnos á la clase de Berg como á un santuario yno hay ejemplo de que promovieran en ella el más ligero desorden. En la angustiosa hora de los exámenes no ha- bía tribunal que impusiera mayor respeto por su seridad y cuya justicia fuera menos discutida, recibiéndose sus fallos sin la más EL DOCTOR CARLOS BERG 108 velada protesta, que la mesa de ciencias formada durante muchos años por el doctor Berg, el doctor Kyle y el ingeniero Rosetti. La enseñanza de Berg en el Colegio Nacional ha sido sumamente eficaz y ha contribuido á desarrollar entre nosotros el gusto por las ciencias naturales, cuya personificación era el querido maestro pa- ra todos sus alumnos. Estas mismas cualidades didácticas, realzadas aún por el carác- ter universitario de la enseñanza, aunque dirigidas á un núcleo más reducido de oyentes, desplegó Berg en sus lecciones en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. La erudición y profundidad de conocimientos del maestro tenían allí ancho campo en que manifestarse, exponiendo siempre á sus discí- pulos, desgraciadamente muy escasos, la última palabra de la ciencia. Así hemos tenido ocasión de comprobar que su curso era más completo y más moderno que las lecciones de eminentes profesores europeos á quienes hemos oído después de seguir las clases de Berg. Le faltaba á Berg el pedestal de una cátedra en una universi- dad de reputación universal y la asistencia de numerosos alumnos que pudieran apreciar y aprovechar la suma enorme de ciencia que desplegaba modestamente ante dos ó tres oyentes en un reducido y pobre local de nuestra Facultad. Sus lecciones en cualquier uni- versidad europea hubieran adquirido gran trascendencia y noto- riedad. Las tareas profesionales no eran obstáculo para que prosiguiera con sin igual empeño sus trabajos originales, la mayor parte de los cuales fueron publicados en los primeros años de su residencia en- tre nosotros en estos Anales cuyo nivel científico contribuyeron en primera línea á elevar, haciéndolos apreciar y buscar en los me- dios intelectuales extranjeros. Su colaboración en estas páginas fué constante y asidua desde su interesantísima memoria sobre orugas acuáticas, publicada en 1876 y que fué premiada con una medalla de plata por nuestra so- ciedad, hasta poco antes de su fallecimiento. Como puede verse en la lista bibliográfica de sus trabajos, ha publicado en nuestros Anales gran número de articulos importan- tísimos y entre otros su notable monografía de los Hemípteros ar- gentinos. Contribuyó también poderosamente al progreso de la Sociedad 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Científica Argentina en diversos puestos en la Junta Directiva y muy particularmente desde la presidencia de la Sociedad que des- empeñó en dos ocasiones de una manera brillante. Inmensos servicios prestó á nuestra asociación como conferen- ciante, despertando el interes público por las ciencias naturales y haciendo conocer á la institución en un medio más vasto. Las conferencias de Berg eran insuperables, pues reunía á una vastísima y correcta preparación una forma literaria amena y agra- dable en que chispean á cada paso los ingeniosos rasgos de su es- piritualidad que mantenían el interés y el agrado del público más profano. Ha sido el orador científico predilecto de las damas á quienes dedicaba siempre párrafos galantes con graciosas é inten- cionadas salidas que daban una nota inimitable á sus conferencias de vulgarización. Así fué durante muchos años el orador obligado en los actos públicos de la Sociedad, cuyo éxito estaba asegurado de antemano con sólo figurar su nombre en el programa. Basta recordar los títulos de sus conferencias principales: La vida de las abejas; La rema de las flores; La simbiosis; La vida y costumbres de los termitos ; Metamorfosis ; Un capitulo de Leprdopte- rología ; Generación alternante ; Evoluciones y Cuestiones de limi- tes, para comprender el brillo que adquirirían tan interesantes te- mas en boca de tan hábil conferenciante que ha dejado una pro- funda y agradable impresión en el ánimo de todos los que tuvie- ron la dicha de escucharlo. La reputación de Berg estaba ya sólidamente establecida cuando fué llamado en el mes de agosto de 1890 á organizar científicamen- te el Museo Nacional de Montevideo. Veinte meses empleó en esta labor, realizando en tan corto lapso de tiempo una transformación completa de aquel establecimiento. La enfermedad que había de costar la vida al doctor Germán Burmeister nos devolvió á Berg, pues aquel eminente sabio, sintién- dose próximo á su fin, pidió al gobierno nacional que designara al doctor Carlos Berg como su sucesor y, en efecto, el Poder Ejecutivo pensionó al doctor Burmeister, con fecha 18 de abril de 1892 y nombró al doctor Berg director del Museo Nacional de Buenos A1- res. Todos los que hayan conocido la severidad y austeridad del doctor Burmeister, valorarán la importancia de esta designación por la cual llamaba por segunda vez á Berg al país para continuar ahora la obra científica iniciada por él y de la cual era tan celoso, EL DOCTOR CARLOS BERG 105 que llegaba casi al exclusivismo. Este nombramiento, realizado en tan honrosas condiciones, era la consagración de Berg como sabio de primer orden. La obra del doctor Carlos Berg durante los diez años en que ha estado al frente del primer establecimiento científico de la Repú— blica ha sido enorme y no cabe su reseña en estos breves apuntes biográficos. Reorganizó casi todas las colecciones científicas, rectifi- cando las determinaciones específicas y cambiando las etiquetas por otras más hermosas y correctas. Creó nuevas secciones, como la ictiológica, la herpetológica, la de anfibios, y una interesantísima sección biológica. Al mismo tiempo mejoró en lo posible el vetusto é insuficiente local ocupado por el Museo, poniéndolo en las mejores condiciones posibles de limpieza é iluminación, cambiando los pisos, venta- nas, escaleras, etc. Los armarios y estantes fueron sustituídos por otros más elegantes y apropiados; asícomo también los envases de las colecciones en alcohol, que son del tipo más moderno y supe- riores á los que se ven en muchos de los mejores museos del mundo. Enriqueció muchísimo las colecciones del Museo, así como tam- bién su valiosa biblioteca, sea por compras ó por canges con las publicaciones de la institución, poniéndola ampliamente á la dis- posición de todos los estudiosos. Continuó en un formato más có- modo, la publicación de los Anales del establecimiento, iniciados por su ilustre antecesor, y fundó una nueva revista las Comunica- ciones del Museo Nacional de Buenos Atres, cuyo primer tomo ha alcanzado á completar poco antes de su muerte. No es posible imaginar sin haberla visto de cerca la enorme actividad desarrollada por Berg en el Museo, pues todo lo atendía personalmente, desde la solución de las más difíciles cuestiones científicas hasta los menores detalles materiales de la preparación de los ejemplares, redacción, escritura y colocación de etiquetas, co- rrección de pruebas de imprenta, etc. Al mismo tiempo estaba á la completa disposición de todos los que acudían á consultarlo, sea personalmente ó por escrito é interrumpía á veces durante horas y días sus investigaciones personales para evacuar una consulta, ya fuera sobre ciencias naturales ó sus aplicaciones á la industria y á la agricultura, ya sobre puntos gramaticales ó lingúísticos ó para su- ministrar los datos bibliográficos que le eran solicitados. No ahorra- ba tiempo ni trabajo para satisfacer estos pedidos sin descuidar por 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA eso los deberes de su cargo, sacrificando solo su descanso y su tranquilidad. | No hay duda que este extraordinario trabajo ha contribuido en primera línea á debilitar su salud, que nunca fué vigorosa y que en los últimos tiempos era bastante precaria. Sus fuerzas se agota- ron antes que su paciencia y benevolencia para complacer á todos los que acudían á beber en el caudal inagotable de su ciencia y de su erudición. Creemos que son pocos los trabajos científicos aparecidos en el país durante los últimos años en que no haya colaborado Berg, directa Ó indirectamente, sea suministrando indicaciones biblio- gráficas, consejos ó materiales de estudio, sea corrigiendo la redacción ó el lenguaje y hasta las pruebas de imprenta de los artículos. Y hay que ver la minuciosidad y la conciencia que dedi- caba Berg á todos los detalles de un trabajo, ya fuese propio ó ajeno. A la observación más exacta y prolija acompañaba siempre una detalladísima investigación bibliográfica, en la cual comprobaba todos y cada uno de los datos apuntados por sus predecesores en del estudio del ser ó del grupo de que se ocupaba. Así lo hemos visto dedicar horas enteras, á veces durante muchos días, á la comprobación de una fecha de edición, de la página de de una cita ó de la ortografía de un nombre. En estas pesquisas le eran de gran utilidad sus vastos conocimientos generales y en par- ticular su extraordinario dón de lenguas que le permitía leer todos los idiomas en que se hacen publicaciones científicas. Habla- ba además muchos de ellos y también los escribía con corrección. En una sola entrega de las Comunicaciones del Museo aparecen ar— tículos de Berg escritos en latín, alemán, francés, inglés y caste- llano. Su perfecto conocimiento del griego y del latín le permitían rectificar muchas ortografías dudosas ó erróneas, así como también establecer la correcta etimología de los términos técnicos. Agréguese á estas condiciones la vastisima y exacta memoria de que Berg estaba dotado que lo habilitaba para recordar fechas, cifras, nombres propios ó técnicos en cantidad fabulosa y podrá comprenderse cuan bien armado se hallaba para el trabajo al que se dedicaba sin descanso bajo el impulso de una voluntad férrea y de una dedicación ejemplar. EL DOCTOR CARLOS BERG 107 Con todas las precauciones que tomaba Berg contra el error su producción no podía ser rápida, lo que hace tanto más admirable su fecundidad, pues cada palabra y cada coma de su obra científica es producto de un detenido estudio que representa á veces muchas horas de ardua labor. Se comprende, pues, que le indignara la producción superficial y efectista, desgraciadamente tan en voga, y que se dedicara con empeño á corregir y levantar los errores aje- nos, más por servirá la ciencia y evitar que otros trabajadores fue- ran engañados por datos falsos, que por denigrar á los autores de trabajos incorrectos y defectuosos. Conociendo su concienzudo método de trabajo que presta tan gran valor á sus producciones y que nos permite aceptar cualquier dato suministrado por Berg en la seguridad de que ha sido depurado y rectificado lo más exactamente posible, pasemos en rápida revista su obra científica en la República Argentina y países limítrofes. Gran parte de los materiales de sus estudios fueron recogidos per- sonalmente por él en sus: viajes á Patagonía (1874), á Córdoba y Catamarca (1875), á Corrientes y Misiones (1876-1877), á San Luis, Mendoza, la Cordillera de los Andes y Chile (1878-1879), á la sierra del Tandil (1887) y en innumerables excursiones á los alrededores de Buenos Aires y á la República Oriental del Uruguay. Además te- nía á su disposición las colecciones del Museo, las de la Universi- dad (en gran parte formadas por él) y las de muchos naturalistas del país ó del extranjero con los cuales estaba en relación. Sus primeras publicaciones fueron principalmente entomólogi- cas, aparecidas en gran parte en nuestros Anales. Mencionaremos como las más importantes sus estudios sobre el bicho de cesto (O1- keticus platensis Berg) « Pyralidina argentina » « Coccinellidae ar- gentina », « Lepidópteros patagónicos », « Sobre orugas acuáll- cas », su importantísima monografía « Hemiptera argentina » y sus complementos, « Nova Hemiptera faunarum argentina el uru- guayensis » y « Hemipteros de la Tierra del Fuego »; « Enumera- ción y descripción de los insectos de la expedición al Río Negro », « Revision der argentinischen Arten der Gattung Cantharis (Lytta) », « Contribuciones al estudio de las Cicadidae de la República Argen- tina », «Quindecim coleoptera nova Reipublicae Argentinae ». «Quindecim Lepidoptera nova Reipublicae Argentinae », « Qua- draginta Coleoptera nova argentina », «Enumeración sistemática y sinonímica de los Formicidos argentinos, chilenos y uruguayos » «Canibalismo entre insectos », etc. 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA También publicó interesantes artículos botánicos como su « Enu- meración de las plantas europeas que se hallan como silvestres en la provincia de Buenos Aires» y « La patria del Ombú ». En cuanto á trabajos geológicos ha estudiado particularmente la for- mación carbonífera en la República Argentina. En todos estos trabajos puede descubrirse además de las rele- vantes condiciones científicas que los distinguen, la preocupación de ser útil al país, estudiando por ejemplo en particular los insec- tos dañinos y en general todas las cuestiones que pueden afectar el progreso y bienestarde la República. Al hacerse cargo de la direc- ción del Museo y con mayores elementos á su disposicion puede dedicarse á estudios que requieren colecciones más costosas y más voluminosas. Emprende entonces, guiado siempre por su deseo de prestar servicios á su país adoptivo, el estudio de los peces de nues- tras costas y de nuestros ríos, cuya explotación industrial puede y debe llegar á ser una gran fuente de riqueza. Publica su importante « Enumeración sistemática y sinonímica delos peces de la costa argentina y uruguaya », sus trabajos « So- bre peces de agua dulce» y sus interesantes « Comunicaciones ictiológicas », además de otros artículos de menor extensión. Por esa misma época, en vista de la importancia de los anfibios en los estudios de geografia zoológica, publica un completo trabajo sobre « Batracios argentinos ». No descuidaba por ésto sus predilec- tos estudios entomológicos, pues aparecen tambien diversos artícu- los suyos sobre Lepidópteros, Coleópteros, Hemípteros, Dipteros, Mantíspidos, etc. Cuando la República fué invadida por la langosta (Schistocerca paranensis) (Burm.), Bergse dedicó con todo empeño á estudiar sus enemigos naturales para facilitar la destrucción de aquel voraz ortóptero, siendo sus modestos estudios más eficaces que los de algunos sabios especialistas que nos hicieron pagar bien cara la reputación de que venían precedidos. Además de estos importantísimos trabajos ha publicado Berg in- teresantes artículos sobre muchos otros grupos zoológicos: Gusa- nos, Crustáceos, Moluscos, Reptiles, Aves y Mamíferos. La mayor parte de los trabajos de esta segunda época han apa- recido en las publicaciones del Museo Nacional de Buenos Aires que estaban bajo su dirección. En la lista bibliográfica de su producción cientifica y dejando de lado la producción literaria puede verse que ha escrito Numerosos artículos críticos, geográficos, necrológicos, etc., que demuestran Les EL DOCTOR CARLOS BERG 109 la amplitud y variedad de sus facultades y cuán lejos de la es- pecialización estrecha estaba su espíritu á pesar de trabajar en cada caso con la exactitud y conciencia de un especialista. Sus conoci- mientos enciclopédicos causaban la admiración de los naturalis- tas europeos que estaban en relación con él. Entre las obras de Berg no deben olvidarse sus dos importan— tes tratados didácticos de Zoología y de Botánica, producto de su actividad como profesor, y que sirven como texto no sólo en la Re- pública Argentina sino también en otras repúblicas hispano-ame- ricanas. Su tratado de Zoología, en dos tomos, profusamente ilustrado, ha tenido dos ediciones y su texto de Botánica fue reimpreso varias veces, lo que demuestra su aceptación por parte de los profesores y alumnos. Si la obra escrita por Berg es vastísima no menos importante es la que dejó inédita. Tenía anotadas innumerables observaciones biológicas que hubieran alcanzado una vez publicadas la misma repercusión que tuvieron sus curiosos estudios sobre arañas pes- cadoras, sobre las extrañas costumbres de las larvas de la Carpo- capsa saltitans Westw. y de la Grapholitha motriz Berg y sobre los casos de canibalismo entre insectos. Deja acumulado un inmenso material para una bibliografía cien- tífica argentina, pues anotaba cuidadosamente todos los datos que aparecían en las revistas nacionales y extranjeras acerca de la fau- na y flora del país. Es de esperarse que esta obra se publique al- gún día prestando con ello un enorme servicio á todos los estudio- sos que se ocupez de la naturaleza argentina que podrán así apro- vechar de ese vasto caudal de información reunido por Berg en cerca de 30 años de labor incesante. Tan importantes trabajos científicos han tenido una aceptación universal siendo apreciadísimos tanto en el país como en el extran- jero. Las revistas científicas han reproducido ó extractado casi to- dos sus artículos y los sabios europeos le tenían la mayor estima y respeto según hemos podido comprobar personalmente en nues- tros viajes. He aquí una nómina de las principales distinciones merecidas por el doctor Carlos Berg durante su fecunda carrera. La Universidad Nacional de BuenosAltres le confirió honoras causa el título de doctor en Ciencias Físico Naturales el 30 de Noviembre de 1886 y la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Univer— 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sidad de Buenos Aires lo designó Académico honorario el 13 de Agosto de 1890. Poco después de su partida á Montevideo la Sociedad Científica Argentina, en reconocimiento de los importantísimos servicios que le había prestado en todas las ocasiones y como recompensa por su vasta obra científica lo elevó á la más alta categoria que acuerdan sus estatutos designándolo unánimente socio honorario el 28 de Julio de 1890, con ocasión del aniversario de la instalación de la sociedad. Además era miembro honorario de la sociedad de Naturalistas de Riga, de la sociedad Rural Argentina, del Instituto Pasteur de Bue- nos Aires, del Ateneo, del Círculo Farmacéutico argentino y de va- rias asociaciones de estudiantes. Muchas academias y sociedades científicas de Europa y Amé- rica le adjudicaron el diploma de miembro activo ó correspon- diente. Además de las dos medallas que le valieron sus trabajos para aclimatar el bómbice de seda japonés y de la medalla de plata que le votó la Sociedad Científica Argentina porsus estudios sobre las orugas acuáticas (Palustra Burmerstera Berg), de que ya hemos ha- blado, fué premiado con una medalla de bronce el 12 de Mayo de 1891, por la comisión Directiva de la Sección Argentina de la Expo- sición Universal de París de 1889 y en su aniversario social de 1885 la Sociedad Científica Argentina le entregó una placa de oro acom- pañada de'un diplomaartisticamente ejecutado en reconocimiento de los múltiples servicios que le llevaba prestados. En el tercer Con- greso Geográfico Internacional! de Venecia de 1881 y en la Exposi- ción Universal de Paris de 1889 obtuvo menciones honoríficas por sus obras y en la Exposición Colombiana de Chicago de 1892 fué premiado con una medalla de bronce «en vista del método de tra- tamiento exacto, las discusiones claras y los resultados de investi- gación de grande importancia científica» como se enuncia en el correspondiente diploma. La Sección de Ciencias Físico-Químicas y Naturales del primer Congreso Científico Latino Americano celebrado en Buenos Aires en Abril de 1898 lo nombró su presidente por unanimidad de votos. En su último viaje á Europa en 1897 representó á la Universi- dad Nacional de Buenos Aires ante los Congresos de la Sociedad Alemana de Zoología en Kiel, Internacional de Geología en San Petersburgo y de naturalistas y médicos alemanes en Brunsvique, EL DOCTOR CARLOS BERG 111 recibiendo en todos ellos merecidos agasajos y distinciones. En el Congreso de San Petersburgo fué nombrado vice-presidente. Con motivo desu viaje á Montevideo en 1890 sus alumnos y ex- alumnos le ofrecieron un album con sus firmas, haciéndole entrega de este obsequio en acto público en el anfiteatro de física del Cole- gio Nacional. Para despedirlo antes de su viaje á Europa y festejando al mismo tiempo su reciente incorporación á la nacionalidad argentina el Ins- tituto Geográfico Argentino celebró en honor del sabio naturalista una velada pública en la noche del 3 de Mayo de 1897. Dos días después la Sociedad Científica Argentina lo despedía también con un suntuoso banquete en cl Café de París. En ambos actos se pro- nunciaron elogiosos discursos en honor del obsequiado. Era Caballero de la Orden Imperial Rusa de Santa Ana desde 1885 y Caballero de la Real Orden de la Estrella del Norte de Suecia y Noruega desde el 21 de Enero de 1899. Pocos días antes de su muerte recibió las insignias y diplomas que lo acreditaban como Caballero de la Orden Imperial Rusa de San Estanislao y la gran medalla de oro de von Baer conferida por la Academia Imperial de Ciencias de San Petersburgo á los sabios eminentes. Este fué uno de los últimos placeres de su vida al ver reconocida tan ampliamente la importancia de su carrera científi- ca en su patria de origen. El nombre del doctor Berg que está ligado á los centenares de especies por él descriptas figura también en cerca de 50 especies de animales y unas 25 de plantas que le han sido dedicadas por numerosos naturalistas deseosos de honrar así á su ilustre co- lega. Le han sido dedicados también los géneros Berga (dos veces), Bergrella, Bergidia, Bergiana, Carolibergía y Bergiaria. Sería interminable la lista de los cargos y comisiones cientificas que le han sido confiados en diversas ocasiones por el poder le- gislativo y las autoridades nacionales, provinciales, municipales y universitarias, así como por diversas asociaciones y en los cuales ha puesto siempre sin limitaciones su ciencia y su trabajo al ser- vicio del pais. Por los breves rasgos que dejamos apuntados respecto del sabio puede deducirse cuán excelente era el hombre. De estatura proporcionada, de ojos pequeños y de mirada pene- trante y escrutadora, coronada su amplia y despejada frente de 1192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA finos cabellos ondeados, toda su persona respiraba una distinción innata que atraía todas las simpatías. De modales cultos y mesura- dos, cuidadoso de su persona y de su traje, amigo de la sociedad en la que brillaba por su vasta erudición y su variada y espiritual conversación, Berg era la antítesis del tipo convencional del sabio brusco, uraño y misántropo. Desde su llegada al país se incorporó á la sociabilidad bonaerense en la que contaba numerosos y excelen- tes amigos tanto en los círculos intelectuales como entre los sociales y políticos. El número de susamigós y admiradoresfué aumentando con muchos de sus antiguos discípulos que se honraban con el trato del que fué su maestro. Servicial en extremo, su ciencia y su trabajo estaban siempre á la disposición del que solicitaba su consejo y hasta los ahorros que realizaba en su vida modesta sobre sus emo- lumentos, servían para aliviar muchas necesidades reales ó fingi- das, pues en su generosidad permitía muchas veces que abusaran de la benevolencia de su carácter. En varias ocasiones ha sacrificado su tiempo, su influencia y su dinero en servir á personas que por un título ú otro recurrian á él. Correctisimo en todos sus procederes, jamás dejaba de contestar una carta, cumplía delicadamente con múltiples atenciones socia- les y en las fechas faustas ó infaustas para alguno de sus numerosos amigos nunca faltaba el saludo, la felicitación ó la condolencia de este perfecto caballero. Se había incorporado por completo á la República Argentina y como se ha dicho repetidas veces, era en realidad un sabio argen- tino no sólo por sus estudios dedicados todos á las producciones naturales de nuestra tierra sino también por el espíritu que lo ani- maba y por el sincero cariño que profesaba á su segunda patria. La mejor prueba de que se consideraba argentino de corazón la dió al incorporarse políticamente á nuestra nacionalidad, solicitando su carta de ciudadanía que le fué otorgada en el mes de febrero de 1897. Jamás lo hemos oido quejarse de nuestra tierra como pasa tan frecuentemente á casi todos los que habitan un país extran- jero. De gran benevolencia para todas las imperfecciones y errores hu- manos, lo único que no hallaba gracia ante sus ojos eran los errores científicos cometidos pretenciosamente ó de mala fe. Su crítica era severa y eficaz, sabiendo hallar el lado ridículo de los trabajos que analizaba, gracias á su espiritu agudo y algo mordaz. En este sentido ha prestado también grandes servicios EL DOCTOR CARLOS BERG 113 contribuyendo á depurar la producción cientifica nacional y extran- jera. Se interesaba sinceramente por todas las manifestaciones de pro- greso de la república y en particular por nuestros ensayos intelectua- les, estimulando las buenas voluntades deseosas de producir cien- tílica ó literariamente. Abatido ya por la enfermedad que había de llevarlo á la tumba seguía aún con atención el movimiento intelectual del país hasta la víspera de su muerte. La vida de Berg ha sido un ejemplo y un estímulo, de manera que no sólo fué un educador con su prédica sino también con sus accio - nes. Sirva su brillante carrera de estímulo á la juventud argentina como demostración viva y palpable de que no es imposible entre nosotros dedicarse al estudio y á la labor desinteresada y de que ese camino, cuando realmente se tienen condiciones y la voluntad y la perseverancia necesarias, conduce también en nuestro país á la re- putación y los honores por más que digan algunos estériles escéptI- eos que descorazonan á las nuevas generaciones, proclamando la inutilidad de todo esfuerzo mientras pretenden aparecer ante el público como genios desconocidos que no se dignan descender de su pedestal, ofendidos porque no seles tributa el homenaje á que se creen acreedores, cuando en realidad sólo encubren la mayor parte de las veces su pereza ósu incapacidad con esa actitud de protesta airada contra el país y contra el medio social. Berg no sólo alcanzó honores en vida sino que su fallecimiento fué llorado por todos los círculos de la sociedad de Buenos Aires. En el solemne acto de su sepelio se hicieron representar los poderes públicos, las autoridades universitarias y todas las asociaciones cientíticas del país, pronunciándose sentidos y elocuentes discursos sobre su tumba. Además de las varias iniciativas que han surgido para perpetuar el simpático recuerdo del doctor Berg, la Sociedad Científica Argentina que le debe tantos y tan importantes servicios, ála que ha estado constantemente vinculado durante los treinta años que ha habitado entre nosotros, se ha hecho también cargo de la gran deuda de gratitud contraída hacia él y sus autoridades han tomado acertadas medidas para honrar la memoria de su ilustre miembro honorario. Invitado por ellas para escribir en las páginas de estos Anales, que tantas veces se engalanaron con sus trabajos, unos rasgos bio- gráficos del que fué mi querido maestro y excelente amigo apenas he AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA podido redactar apresuradamente las presentes líneas, ofuscado aún por el profundo dolor que me causó su muerte. Por más incompletos é imperfectos que sean estosapuntes me de- cido sin embargo á entregarlos á la publicidad sin la pretensión de presentar una biografía del eminentesabio, pues, á falta de otro mé- rito, no pueden carecer de un reflejo siquiera del grande y sincero cariño y de la inmensa gratitud que profeso al que se llamó en vida el doctor Carlos Berg. BIBLIOGRAFÍA DEL DOCTOR CARLOS BERG” (1873-1901) Von Riga bis Buenos Atres. Schilderungen emer Reise, 1-V. — En : « Rigaer Zeitung », números 220, 222, 226, 229, 230 y 235. — Riga, 1873. Correspondenz aus Súd-America. 1-11. — En : « Rigaer Zeitung », números 238 y 262. — Riga, 1873. Ueber die Raupe von Oeneis Jutta Hb. und Agrotis subrosea Stph. En : « Stet- tiner Entomologische Zeitung », tomo XXXV. — Stettin, 1874. El Bicho de cesto. -- En : « Boletín de la Academia Nacional de Ciencias Exactas existente en la Universidad de Córdoba », tomo 1. — Buenos Aires, 1874. La Partenogénesis. — En : « Anales científicos argentinos », año 1. — Buenos Aires, julio y septiembre de 1874. Ueber den Otketicus Kirby? Guild. — En : « Stettiner Entomologische Zeitung », tomo XXXV. — Stettin, 1874. Pyralidina Argentina. — En : « Boletín de la Academia Nacional de Ciencias Exactas de Córdoba », tomo I. — Buenos Aires, 1874. Noticias criticas sobrealgunas publicaciones entomológicas : 1. Pyralis marginalas. 2. Epetra socialis. 3. Epilachna paenulata. 4. Coccinellidae Argentinae. — En : « Boletín de la Academia Nacional de Ciencias Exactas de Córdoba », tomo I. — Buenos Aires, 1874. Ueber eine Expedition nach Patagonien. — En : « Rigaer Zeitung », número 261. — Riga, 1874. Aus Patagonien. Schreiben eines Livlanders. — En : « Dorptsche Zeitung », número 264. — Dorpat, 1874. Aus einer Expedition nach Patagonien. 1-11. — En : « Rigaer Zeitung », nú= meros 21, 22 y 23. — Riga, 1875. (1) La lista de las publicaciones desde 1873 á 1897, ha sido tomada del artículo del doctor Estanislao S. Zeballos Apuntaciones para la bibliografía argentina, aparecido en las páginas 71 y siguientes del tomo XVIII del Boletín del Instituto Geográfico Argentino. (N. de la D.). 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estos artículos han sido reproducidos por varios periódicos europeos, entre otros : « Petermann's Geographische Mittheilungen » (tomo XXI, 6, páginas 364-- 312. — 1875). Mr. Oustater ha dado un extracto de ellos en la « Revue Scienti- fique » (1876, número 51, páginas 591-595) con el título de Voyage en Patagonite par le Docteur Berg. Beitrag zur Lepidopteren- Fauna von Liv-Kurund Esthland. — En : « Corres- pondenzblatt des Naturforscher—Vereins zu Riga », tomo XXI. — Riga, 1875. * Pyralididae Argentini. — En : « Deutsche Entomologische Zeitschrift (bisher » : « Berliner Entomologische Zeitschrift »', tomo XIX. — Berlin, 1875. Nachtrag zu den Pyralididae Argentini. — En : « Deutsche Entomologische Zeitschrift 'bisher : « Berliner Entomologische Zeitschrift »), tomo XIX. — Berlin, 1875. Lettre adressée u Mr. le Vice-Président de la Société Impériale des Natura- listes 4 Moscou. — En : « Bulletin de la Société Impériale des Naturalistes de Moscou », tomo XLVIII, 4. — Moscou, 1875. Berichtigung zu der Abhandlung des Herrn Dr. H. Weyenbergh úber den « Bicho de cesto ». — En : « La Plata-Monatschrift », 111. — Buenos Aires, 1875. Ueber im Wasser lebende Bombyx-Raupen. — En : « Correspondenzblatt des Naturforscher-Vereins zu Riga », tomo XXIL, número 3. — Riga, 1875. Lepidópteros patagónicos observados en el viaje de 1874. —En : « Actas de la Academia Nacional de Ciencias Exactas existente en la Universidad de Córdoba », tomo I. — Buenos Aires, 1875. Suplemento d la descripción de los Lepidópteros patagónicos. — En : « Actas de la Academia Nacional de Ciencias Exactas de Córdoba ». tomo I. — Buenos Aires, 1875. Patagonische Lepidopteren beobachtet auf einer Reise im Jahre 1874. — En : « Bulletin de la Société Impériale des Naturalistes de Moscou », tomo XLIX, 4. — Moscou, 1875. Untersuchungen úber die Gattung Mimallo Hiúoner's und ihre Arten. — En : « Horae Societatis Entomologicae Rossicae », tomo XII. — St. Pétersbourg, 1876. Naturgeschichte der Rogenhofera grandis, eimer Fliege aus der Familie der Oestriden. — En : « Stettiner Entomologische Zeitung », tomo XXXVII. — Stettin, 1876. Beitrage zu den Pyralidinen Súdamertka's. — En : « Stettiner Entomologische Zeitung », tomo XXXVII. — Stettin, 1876. Memoria sobre orugas acuáticas de la familia de los Bombycidae. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo II. — Buenos Aires, 1876. Palustra azollae y Palustra tenuis. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo II. — Buenos Aires, 1876. Observations Lépidoptérologiques : I. Remarques sur une nouvelle Chenille aquatique. II. Descriptions de deux nouveaux Lépidopteres de la famille Arctiadae (Palus- tra azollae et Palustra tenuis). En : « Annales de la Société Entomologique de France ». tomo VII. — Paris. 1877. Contribución al estudio de las Piralidinas de la fauna sudamericana. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo 1[I. — Buenos Aires, 1877. Enumeración de las plantas europeas que se hallan como silvestres en la BIBLIOGRAFÍA DEL DOCTOR CARLOS BERG 111 Provincia de Buenos Atres y en Patagonia. — En « Aneles de la Sociedad Cien- tífica Argentina », tomo II1. — Buenos Ajres 1877, Estudios lepidopterológicos acerca de las faunas argentina y oriental. Con lámina coloreada. I. Palustra Burmeisteri n. sp., la imagen de las orugas acuáticas. II. Palustra argentina n. sp., Otra imagen de orugas acuáticas. IL. Cicidepta Excoecariae, un nuevo género de las Phycideae. En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo IT. — Buenos Aires, 1877. Beitráye zu den Lepidopteren Patagonien's. — En : « Bulletin de la Société Impériale des Naturaiistes de Moscou », tomo LII, 3. — Moscou, 1877. Sobre plantas europeas que se hallan en estado silvestre en las repúblicas Argentina y Oriental. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo IV. — Buenos Aires, 1877. Contribución al estudio de la fauna entomológica de Patagonia. —En : « Ana= les de la Sociedad Científica Argentina », tomo IV. — Buenos Aires, 1877. Lepidopterologische Studien. — En : « Steltiner Entomologische Zeitung », tomo XXXIX. — Stettin, 1878. Nachtrag zu der Beschreibung von Palustra Burmeisteri Berg. — En : Stettiner Entomologische Zeitung », tomo XXXIX. — Stettin, 1878. Sur le Pieris Achamantis (van Volvemi). — En : « Compte-Rendu de la So- ciété Entomologique de Belgique », número 49, (1878), y en : « Annales de la Société Entomologique de Belgique », tomo XXI, Comptes- Rendus des Séan ces ». — Bruxelles, 1878. Quelques remarques sur VApercu monographique du genre Jo par M. le Dr. Boisduval. — En : « Compte-Rendu de la Société Entomologique de Belgique », número 49, (1878), y en : « Annales de la Société Entomologique de Belgique », tomo XXI. Comptes-Rendus des Séances. — Bruxelles, 1878. El género Streblota Hb. y las Notodontinas de la República Argentina. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo V. — Buenos Aires, 1878, La vida de las abejas. — Conferencia dada en el sexto aniversario de la « So- ciedad Científica Argentina ». — Buenos Aires, imprenta de Pablo E. Coni, 1878, 8”. Hemiptera Argentina. — Ensayo de una monografía de los Hemípteros, Hete— rópteros y Homópteros de la República Argentina. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo V, (1878); tomo VI, (1878); tomo VIL (1879, ; tomo VIII, (1879) y tomo IX, (1880). — Buenos Aires, 188-1880. Esta publicación apareció en un volumen de 316 páginas á parte con el título : Hemiptera Argentina enumeravit speciesque novas descripsil Carolus Berg. — Bonariae el Hamburgo, 1879. $*. La patria del Ombú : Pircunia dioica /L.) Moq. En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo V. — Buenos Aires, 1878. Speces du genre Palustra. — En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo VII. Bulletin des Séances. — Paris, 1874. La reina de las flores. — Conferencia popular dada en la Asamblea General de la « Sociedad Científica Argentina », el 4 de mayo de 1880. — En : Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo IX. —- Buenos Aires, 1880. Sinonimia y distribución geográfica de la langosta peregrina Acridium (Schi- 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA stocerca) peregrinan /Oliv.) Stál. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo IX. — Buenos Aires, 1880. Ha sido reproducida en : « La Naturaleza », periódico científico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, tomo V, Rev. Cient. — México, 1881. Enumeración y descripción de los insectos de la Expedición al Río Negro (Pa- tagonia), coleccionados por el doctor Adolfo Doering. — En : « Informe oficial de la Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de la Expedición al Río Negro (Patagonia', realizada en los meses de abril, mayo y junio de 1879, bajo las órdenes del General don Julio A. Roca ». — Buenos Aires, 1880-1881. Gr. 4”. Apuntes lepidopterológicos. 1. Adiciones al género Mimallo Hb. 2. El género Holocera Feld. 3. Adición al género Streblota Hb. 4. El género Heliconisa Walk. y su posición sistemática. En : Anales de la Sociedad Científica Argentina ». tomo X. — Buenos Aires, 1880. Observaciones acerca de la familia Hyponomeutidae. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo X. — Buenos Aires, 1880. Dos nuevos miembros de la flora argentina. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo X. — Buenos Aires, 1880. Apuntes lepidopterológicos. II. 5. Descripciones de tres orugas de la familia Arctiadae. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo X. — Buenos Aires, 1880. Observaciones acerca de la Osca lata (Guér.) Lynch. — En : « Boletín de las Sesiones de la Sociedad Científica Argentina », anexo al tomo X de los « Anales ». — Buenos Aires, 1880. Synonymies d'especes d Hyponomeutides. — En : « Annales de la Société En- tomologique de France », tomo X. Bulletin des Séances. — Paris, 1880. La vida y costumbres de los Termitos. — Conferencia popular dada en la Asam- blea General de la « Sociedad Científica Argentina », el 17 de septiembre de 1880, (Publicada por dicha Sociedad). — Buenos Aires, G. Kraft, 1880. 8”. Con lámina. Entomologisches aus dem Indianergebiet der Pampa. — En : « Stettiner Ento- mologische Zeitung », tomo XLII. — Stettin, 1881. Revision der argentinischen Arten der Gattung Cantharis /Lytta). — En : « Stettiner Entomologische Zeitung », XLII. — Stettin, 1881. — Extracto en : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XII, — Buenos Aires, 1881. Apuntes lepidopterológicos. III. 6. Rectificaciones correspondientes al género Mímallo Hb., Berg. 7. Sobre algunas especies de la familia Bombycidae. 8. Observaciones acerca del género Síreblota Hb.. Berg. En : <« Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XII. — Buenos Aires. 1881. Francisco Bacon. — Disenrso leído en la « Sociedad Científica Argentina » en celebración de su IX” aniversario, el 28 de julio de 1881. En : « La Nación », año XH, número 3267. — Buenos Aires, sábado 30 de Julio de 1881. Sinonimia y descripción de algunos Hemápteros de Chile, del Brasil y de Bo- livia. — En : Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XíI. — Buenos Aires, 1881. BIBLIOGRAFÍA DEL DOCTOR CARLOS BERG 119 Farrago lepidopterologica. — Contribuciones al estudio de la fauna argentina y países limítrofes : [. Sinonimia y apuntes acerca de Rhopalocera. II. Sinonimia de tres Sphingidae. II. Agaristidae de la República Argentina. IV. Bombicoideos nuevos ó poco conocidos. En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XII. — Buenos Aires, 1882. Contribuciones al estudio de las Cicadidae de la República Argentina y países limitrofes. Con dos figuras en el texto. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XIV. — Buenos Aires, 1882. Analecta lepidopterologica. —- Contribuciones al estudio de la fauna argentina y otros países americanos. — En: « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XIV. — Buenos Aires, 1882. Doce Heterómeros nuevos de la fauna argentina. — En : « Anales de la So- ciedad Científica Argentina », tomo XV. — Buenos Aires, 1883. Miscellanea lepidopterologica. — Contribuciones al estudio de la fauna argen- tina y países limítrofes. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina ». tomo XV. — Buenos Aires, 1883. Zur Pampa-Fauna. — En : « Stettiner Entomologische Zeitung », tomo XLIV. — Stettin, 1883. Verpuppung im Freien von Palustra Burmeisteri Berg. — En : « stettiner Entomologische Zeitung », tomo XLIV, páginas 402-404. — Stettin, 1883. Extracto en : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XV. — Buenos Aires, 1883. Die Gattung Tolype Hb., thre Sinonymen und Arten. — En: « Berliner Ento- mologische Zeitschrift », XXV1I. — Berlin, 1883. Addenda el Emendanda ad Hemaptera Argentina. — En : « Anales de la So— ciedad Científica Argentina », tomo XV, (1883); tomo XVI, (18831 y tomo XVII, (1884). — Buenos Aires, 1883-1884. Este trabajo apareció como obra aparte de 213 páginas con el título de : Addenda et Emendanda ad Hemiptera Argentina. — Bonariae et Hamburgo, 1884. 8”. Una araña pescadora. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XV. — Buenos Aires, 1883, Apareció al mismo tiempo con el título de: Eine fischende Spinne, en : « Kos- mos », a. VII, tomo XIII, (1883). — Ha sido reproducido por varios periódicos y diarios americanos y europeos. Notas sinonímicas acerca de algunos Coleópteros y Lepidópteros. — En : « Anales de la Sociedad Cientifica Argentina », tomo XVI. — Buenos Aires, 1883. La Simbiosis. — Conferencia dada en los salones de la « Sociedad Científica Argentina », el día 4 de junio de 1884. — En : Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XVI[. — Buenos Aires, 1884. Reptiles y anfibios del Tandil y de la Tinta, en la obra del doctor Ed. L. Holm- berg : Viajes ú las Sierras del Tandil y de la Tinta. — En : « Actas de la Aca- demia Nacional de Ciencias en Córdoba », tomo V, 2. — Buenos Aires, 1884. Gr. 4”. Metamorfosis. — Conferencia dada en la celebración del XII” aniversario de la 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA « Sociedad Científica Argentina », el 28 de julio de 1884. — En : Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XVII. — Buenos Aires, 1884. Communications entomologiques : 1. Synonymies sur quelques Coléopteres de Magellan et de Santa Cruz. 2. Quant aux genres Cylindrorrhinus Guér. Otioderes Lac. 3. Observations synonymiques. En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo IV. Bulletin, p. XCVITI-C (1884), et « Bulletin des Séances », número 16. — Paris, 1884. Communications entomologiques : A. Notes synonymiques et observations relatives a cinq espéces de Coléopteres. B. Synonymie d'un Lépidoptere de la famille des Psychides. En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo IV. Bulletin, 1884), et « Bulletin de Séances >», número 22. — Paris, 1884. Notes sur divers Coléopteres des familles de Buprestides el Cérambycides. — En : «Annales de la Société Entomologique de France », tomo Y. Bulletin. — Paris, 1885. Quindecim Coleoptera nova faunae Reipublicae Argentinae. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XIX. — Buenos Aires, 1885. Rhinocerophis nasus Garm. = Bothrops ammodyloides Leyb. — Cuestiones sinonímicas sobre una víbora de la fauna argentina. — En : « Anales de la So- ciedad Científica Argentina », tomo XIX. — Buenos Aires, 1885. Quindecim Lepidoptera nova faunae Reipublicae Argentinae et Uruguayen— sis. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XIX. — Buenos Aires, 1885. Ueber die Lepidopteren-Gattung Laora Walk. — En: « Verhandlungen der k. k. zoologisch-botanischen Gesellschaft in Wien », tomo XXXV. — Wien, 1885. Description d'une nouvelle espece de Bombycide (Palustra uruguayensis Berg). — En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo V, Bulletin. — Paris, 1885. Description d'une nouvelle espéce de Coléoptere (Phengodes uruguayensts Berg) et observation relative au Phengodes pallens Berg. — En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo VI, Bulletin. — Paris, 1886. Notas sinonímicas acerca de algunos Cerambicidos de la fauna argentina. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXI. — Buenos Aires, 1886. Observaciones sobre los estados preparatorios de algunos Lepidópteros argen— tínos. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XX1. — Bue- nos Aires, 1886. Tratado elemental de Zoología, tomo I. Zoología general. 8”, páginas 16 y 321. Con 166 figuras en el texto. — Buenos Aires, imprenta de J. N. Klingelfuss, en comisión en la casa de Angel Estrada, 1887. El tomo li apareció en el año 1889. Un capítulo de Lepidopterología. — Con dos figuras en el texto. — Conferencia dada con motivo del XVI" aniversario de la « Sociedad Científica Argentina ».— En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina >», tomo XXVI. — Buenos Aires, 1888. Tratado elemental de Zoología, tomo II. Zoología especial. 8”, páginas 12 y 261. Con 149 figuras en el texto. — Buenos Aires, imprenta de Martín Biedma, en comisión en la casa de Angel Estrada, 1889, BIBLIOGRAFÍA DEL DOCTOR CARLOS BERG 191 Quadraginta coleoptera nova argentina. — En : « Anales de la Universidad de Buenos Aires », tomo IV. — Buenos Aires, 1889, Notes synonymiques sur divers Lépidopteres de Patagonie décrits dans la Mission Scientifique du Cap Horn. — En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo IX. Bulletin. — Paris, 1889. Enumeración sistemática y sinonímica de los Formícidos argentinos, chilenos y uruguayos. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXIX. — Buenos Aires, 1890. Elementos de Botánica. — 8”. Buenos Aires, imprenta de Martín Biedma, en comisión en las casas de Angel Estrada y Companía, de Buenos Aires y A. Barreiro y Ramos de Montevideo, 1890, De esta obra aparecieron reimpresiones en 1895 y 1897, hechas por la imprenta de Juan A. Alsina. Notes synonymiques sur les Lépidopteres de la Mission chargée d'observer ú Santa-Cruz de Patagonie le passage de Venus. —— En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo X, Bullentin. — Paris, 1890. Notes synonymiques sur des Coléoptéres des Recherches swr les Insectes de Santa-Cruz de Patagonie. — En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo X, Bulletin. — Paris, 1890. Sobre la Carpocapsa saltitans Westw. y la Grapholitha motrix Berg, n. sp. — En: « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXXI. — Buenos Aires, 1891. Extractado ó en parte reproducido por Hoffmann ¡Stett. Ent. Zeit., 1891), Buche- nan (Abhand. Naturwiss. Ver. Bremen, XII, 1892), Riley (Proc. Ent. Soc. Washing- ton, II, 2, 1892), V. Ihering ¡Naturwis. Wochenschr. VII, número 26, 1892), Ramírez (La Naturaleza, (2, II, 1894), etc. La formación carbonífera en la República Argentina. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXXI. — Buenos Aires, 1891. Dyscophus onthophagus, un nuevo grillo uruguayo cavernícola. Con una figura en el texto. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXXII. "Buenos Aires, 1891. Nuevos datos sobre la formación carbonífera de la República Argentina. — En: « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXXIL. — Buenos Aires, 1891. Nova Hemiptera faunarum Argentinae et Uruguayensis. -- En: « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXXII, (1891); tomo XXXIII, (1892), y tomo XXXIV, (1892). -— Buenos Aires, 1891-1892. De esta publicación, interrumpida por otros trabajos, hay una impresión aparte de 104 páginas que aún no ha sido puesta en circulación. Aeolus pyroblaptus Bery, un nuevo destructor del trigo. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XXXIII. — Buenos Aires, 1892. Canibalismo entre insectos. — En : « Revue Ilustrée du Rio de la Plata », année II, número 29. — Buenos Aires, 25. V. 1892, Apareció corregido y aumentado en los « Anales de la Sociedad Científica Ar— gentina », tomo XXXIV, (1892) y fué reproducido ó extractado por varios perió- dicos, así, por el « Natural Science », II, (London, 1893', el « Corriere di Parma », V, número 142 (Parma, 1893), Asociación Rural del Uruguay ¡Montevideo, 1892, ete. 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sur les meurs el synonymie de Aeglea laevis. — En : « Annales de la Société Entomologique de France », tomo LXI. Bulletin. — Paris, 1892, Cuestiones de límites. — Conferencia dada en la celebración del XX” anwer— sario de la Sociedad Científica Argentina, en el Teatro Odeon, el 28 de julio de 1892. — Con doce figuras en el texto. — En : « Anales de la Sociedad científica Argentina », tomo XXXIV. — Buenos Aires, 1892. Tratado Elemental de Zoología, tomo I. Zoología General. Segunda edición, revisada y corregida. 8”. Con 169 figuras en el texto. — Montevideo, imprenta de Dornaleche y Reyes, 1892-1893. Apareció simultáneamente en lus « Anales de la Universidad de Montevideo ». 1892-1893. Geotría macrostoma ¿Burm.) Berg y Thalassophryne montevidensis Berg, dos peces particulares. Con dos láminas. — En : « Anales del Museo de la Plata », II. Zoología. Folio. — La Plata, 1893. Pseudoscorpionenikniffe. — En : « Zoologischer Anzeiger », tomo XVI, número 434. — Leipzig, 1893. Lebensweise von Henicocephalus. — En : « Berliner Entomologische Zeistchrift », tomo XXXVIII. — Berlin, 1894. Descripciones de algunos Hemipteros Heterópteros nuevos ó poco conocidos. — En : « Anales del Museo Nacional de Montevideo, tomo 1. — Montevideo, 1894. Das Staatsmuseum in Buenos Aires. — En : « La Plata-Rundschau », tomo I, número 2. — Buenos Aires, 1894. Notice nécrologique sur le docteur Hermann Burmeister. — Avec porlratt. — En : « Annales ue la Société Entomologique de France », tomo XLIV. — Paris, Enumeración sistemática y sinonímica de los peces de las costas argentina y uruguaya. Con una lámina. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo IV (ser. 2, tomo I). — Buenos Aires, 31. V. 1895. Sobre peces de agua dulce nuevos ó poco conocidos de la República Argentina. — Con dos láminas : A. Descripción de dos peces nuevos y observaviones acerca de otros ya COno— cidos. B. Sobre peces de la Provincia de Catamarca. C. Myletes Mitrei, un nuevo Carácido. En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo VI (ser. 2, tomo l;. — Buenos Aires, 22. VI. 1895. Dos reptiles nuevos. — Con dos figuras en el texto. — En : « Anales del Mu- seo Nacional de Buenos Aires », tomo IV (ser. 2, tomo 1). — Buenos Aires, 27. VII. 1895. Hemíipteros de la Tierra del Fuego, recogidos por el señor Carlos Backhausen. — Con una figura en el texto. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », 27. VII. 1895. Revision et description des especes argentines el chiliennes du genre Tatochila Bull. — Avec 5 figures dans le texte. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo IX (ser. 2, tomo 1). — Buenos Aires, 18. IX. 1895. Carlos Germán Conrado Burmeister. — Reseña biográfica. — Con retrato. — En: « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo IV (ser. 2, tomo I). — Buenos Aires, 24. XII. 1895. Ciencias naturales. — Reseña bibliográfica correspondiente al año 1895. — BIBLIOGRAFÍA DEL DOCTOR CARLOS BERG 123 En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo XLI. — Buenos Aires, Las « Ciencias Naturales » en el Retrospecto del 1” de enero de « La Prensa », fueron escritos durante una serie de años por el mismo autor. Descripción de tres nuevos Lepidópteros de la colección del Museo Nacional de Buenos Aires. -- Con tres figuras en el texto. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo V (ser. 2, tomo II). — Buenos Aires, 8. v. 1896, Sur la distribution géographique de l'Ophioderes materna (L.) Bsd. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo V (ser. 2, tomo II). — Buenos Aires, 13. V. 1896. Comunicaciones Zoológicas : I. El huevo de la supuesta Rhea mana Lyd. es huevo basilisco de Rhea Darwins Gould. Ñ II. El huevo del Mitú Crax fasciolata Spix. III. Huevos de coloración anormal del Terutero Vanellus cayennensis (Gm.) Vieill. En : « Anales del Museo Nacional de Boenos Aires », tomo V (ser. 2, tomo II... — Buenos Aires, 17. VI. 1896. Contribución al estudio de los Hemipteros de la Tierra del Fuego. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo Y (ser. 2, tomo II). — Buenos Aires, 8. X. 1896. Una Filaria horrida Dies, dentro de un huevo. —- En + « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo V (ser. 2, tomo II). — Buenos Aires, 8. X. 1896. Batracios Argentinos. — Enumeración sistemática, sinonimica y bibliográ— fica de los Batractos de la República Argentina (Con un cuadro sinóptico de clasificación). — En : « Analos del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo V (ser. 2, tomo II;. — Buenos Aires, 19. XII. 1896. Comunicaciones lepidopterológicas acerca de veinticinco Ropalóceros sudame— ricanos. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo Y (ser. 2, tomo II). — Buenos Aires, 20. IV. 1897. Contribuciones al conocimiento de los peces sudamericanos, especialmente argentinos. 1. Peces de agua dulce. 2. Peces marinos. En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo Y (ser. 2, tomo IlI.. — Buenos Aires, 11. V. 1897. Descriptiones Hydrometoidarum novarum Reipublicae Argentinae. — En : « Comunicaciones del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo I. — Buenos Aires, 1898. Observations súr l'Aeglea laevis (Latr.) Leach. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo 1. 1898. Comunicaciones ictiológicas. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo 1. 1898. Variation de régime. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1898. Lobodon carcinophagus /H. 1.) Gr., en el Río de la Plata. — En : « Comunica- ciones, ete. », tomo I. 1898. Substituciones de nombres genéricos. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo 11898: Dolichotis salinicola Burm. est bona species. — En : « Comunicaciones, etc. ». tomo I. 1898. 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sobre los enemigos pequeños de la langosta peregrina, Schistocerca paranen— sis ¿Burm./. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1898. Descriptio novi generis Cerambycidarum Reipublicae Argentinae. — En: « Comunicaciones, etc. ». tomo l. 1898. Sobre el Langostin y el Camarón, dos Crustáceos Macruros de aguas argenti- nas y uruguayas. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1898. A propósito de Dolichotis salinicola Burm. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1898. Sobre el Thelyphonus Maximus Jarnani. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1898. Contribuciones al conocimiento de la Fauna erpetológica argentina y de las paises lumitrofes. — En : « Anales del Museo Nacional de Buenos Aires », tomo VI ¡ser. 2, t. III). — Buenos Aires, 12. III. 1898. Observaciones sobre los Lepidópteros argentinos y otros sudamericanos. — En : « Anales, etc. », tomo VI (ser, 2, t. II). — Buenos Aires, 6. V. 1899. Coleópteros de la Tierra del Fuego, coleccionados por el señor Carlos Backhau- san. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1899, Brenthis Cytheris y B. Dexamene. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo l, 1899. Apuntes dipterológicos. — En : « Comunicaciones, ete. », tomo [. 1899. Los Mantispidos de la República Argentina. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo [.:1899. El género Rhyeiphenes Schónh en la Repúhlica Argentina. —(En : « Comuni- caciones, etc. », tomo 1. 1899. Notas hemipterológicas. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo Í. 1899. Sobre algunos Anisomórfideos chilenos argentinos. — En : « Comunicacio— nes, etc. », tomo I. 1899. Tres Reduviidae novae argentínae: — En : « Comunicaciones, etc. », tomo 1. 1900. Sobre algunas larvas de lepidópteros argentinos. — En : « Comunicacio- nes, etc. », tomo I. 1900. Termitariophilie. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo 1. 1900. Nolas sobre los nombres de algunos mamiferos sudamericanos. — En : « Co- municaciones, etc., tomo I. 1900. Datos sobre algunos crustáceos nuevos para la fauna argentina. — En : « Co- municaciones, etc. », tomo I. 1900. Apuntes sobre dos especies del género Odynerus de la Tierra del Fuego. — En : « Comunicaciones, ete. », tomo I. 1900. Notice sur les espéces du genre Almnus F. appartenant d la fauna argentina. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1900. Pleminia argentina, un nuevo seudofilido. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1900. : De Nonullius speciebus argentinis cognitis aut novis generis Epipedontiae. — En: « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1901. Substitution d'un nom générique d' Hémipteres.— En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1901. Ornithologisches. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1901. Herpetological Notes. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1901. BIBLIOGRAFÍA DEL DOCTOR CARLOS BERG 195 dad Noticias Malacozoológicas. — En : « Comunicaciones, etc. », tomo I. 1901. Namen Odnderung zweier Lepidopteren. Gattungen. — En: « Comunica ciones, etc. », tomo I, 1901. Silfidos argentinos /Coleópteros). — En : « Comunicaciones, etc. », tomo 1. 1901. Notas críticas referentes ú las Contribuciones al estudio de las aves chilenas de Federico Albert. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo LI. — Buenos Aires, 1901. Informe del doctor Carlos Berg delegado de la Sociedad Científica Argentina en el Segundo Congreso Cientifico Latino Americano. — En : « Anales de la Sociedad Científica Argentina », tomo LI. 1901. EJ, SEPELIO. LOS DISCURSOS El acto del sepelio del doctor Carlos Berg verificado el 31 de enero próximo pasado, fué la más elocuente demostración de las grandes simpatías con que contaba en todos los círculos el llorado maestro. Todos los hombres que en Buenos Aires dedican su tiempo por en— tero al.estudio de las ciencias, hallábanse presentes. Las Faculta- des y centros de enseñanza superior como también todas las corpo- raciones científicas y literarias enviaron numerosas y distinguidas representaciones. Los que fueron discípulos del doctor Berg — que por cierto es falange numerosa — concurrieron también á despe- dir al querido maestro que más que profesor fué un amigo cari- ñnoso. Numerosas coronas cubrían el féretro enviadas como último ho- menaje por la Universidad de Buenos Aires, la de Montevideo, la Facultad de Ingeniería, la de Medicina, el Museo Nacional, la Sociedad Científica Argentina y las familias de Gallardo, Ambrosetti, Outes, Basavilbaso, Ostwald, Cristophersen, Peluffo, etc. Entre la numerosa concurrencia figuraban el Ministro de Instrue- ción Pública doctor Joaquín V. González, de Relaciones Exteriores doctorAmancioAlcorta, de Rusia señor Alejaudro Greger, Constantino Izsratzoff, Carlos Thays, A. P. Carranza, Carlos Cernados, Félix F. Outes, Alejandro Rosa, Alfredo Meabe, Eduardo Oliveros Escala, An- gel Gallardo, Eduardo Aguirre, Carlos M. Morales, Agustín Péndola, Enrique Zwanck, Carlos Vega Belgrano, Eduardo L. Holmberg, Os- car Rodríguez Saráchaga, Atanacio Quiroga, Pedro N. Arata, Pedro Coni, Roberto Wernicke, José Marcó del Pont, Rodolfo Kat- zenstein, Manuel Obarrio, Francisco Segui, Francisco Beazley, Ati- lio Barilari, Pedro Lagleyze, Pascual Palma, Cristóbal Hicken, Adol- EL SEPELIO. LOS DISCURSOS 12917 fo Orma, Ernesto Weigel Muñoz, Benjamín T. Solari, Leopoldo Basavilbaso, Wenceslao Tello, Diógenes Urquiza, Guillermo White, Enrique del Arca, Federico Burmeister, Rafael Herrera Vegas, etc. En el acto de depositar el cadáver en la capilla de la Necropolis hicieron uso de la palabra los doctores Joaquín V. González, Carlos M. Morales y los señores Eduardo Aguirre, Constantino Iszratzoff, Carlos Vega Belgrano y Pedro B. Arechavaleta. DISCURSO DEL MINISTRO DEL INTERIOR DOCTOR JOAQUÍN V. GONZÁLEZ EN REPRESENTACIÓN DEL PODER EJECUTIVO NACIONAL Señores : Breves días antes de abandonarnos, el doctor Carlos Berg en- viaba á un amigo suyo, promovido á una elevada posición política, este sencillo mensaje: «siento en el alma que mi estado de postra- ción, no me permita llevarle en persona, la expresión sincera de mi contento, mas espero poder hacerio en día no muy lejano...» Aún los caracteres de su postrera carta mantienen la frescura de la vida, y la muerte ha impedido para siempre la entrevista esperada. Nun- ca llegará ese día queél creyera tan próximo, pues ha partido de súbito para la inmortalidad, donde no llegan sino los elegidos, pa- ra quienes el morir sólo es realizar una gloriosa transfiguración. Identificados con la evolución de los múltiples organismos del mundo; dueños del secreto de las leyes invisibles que rigen el fe- nómeno continuo de la vida y de la muerte; penetrados, — por la observación y porla visión contemplativas de las cosas y hechos de la naturaleza y de su historia, — del sublime misterio á cuvo estu- dio concurren todas las ciencias; descubridores felices de todas las causas, de las inquietudes, vacilaciones, debilidades, anhelos y te- rrores que agitan á la humanidad en su tránsito fugaz por la tierra, habituados á seguir en el silencioso retiro del gabinete ó del labo- ratorio la órbita de vida que recorren el astro, el insecto, la planta, el mineral, el hombre; y encantados como en ensueño perpetuo por el espectáculo universal, reducido al campo diminuto de la lente, la muerte no puede ser para los sabios un suceso doloroso y terrible. La estrella dejó de relucir en su sitio secular del firma- mento, y una cruz la reemplaza en el mapa sideral; la flor ha dado su perfume y no ha esperado la siguiente aurora y el olivo 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dejó caer su carcomida corteza entre un bosque de retoños; la piedra se ha transformado en estatua, en riel, en corriente intan- gible é incontrastable; el hombre devuelve su cuerpo á la tierra cuando ha cesado de latirsu corazón... Pero si la muerte no es pa- ra el sabio un acontecimiento trágico, será siempre para los demás una fuente inagotable de hondas melancolías y meditaciones. Sólo la ciencia y el arte, cuando se han difundido en forma de cultura ó de pasión colectiva, logran revestir á esta idea, á esta preocupación con las formas amables de la belleza, como la contemplara el alma helénica. Ciencia y arte, conceptos correlativos en su esencia más íntima, son los caminos únicos para llegar á ese estado de perfección bus- cado porlos filósofos antiguos, quienes, al propio tiempo que arran- caban á la naturaleza sus dones más útiles para las necesidades y los progresos de la vida material, revelaban al pueblo los tesoros de emoción estética más exquisitos. Porsu virtud y fuerza maravillosa, el espíritu nacional adquiere unidad indisoluble de destino y de ac- ción; y si ambos elementos de cultura se desarrollan en el am- biente común de moralidad que fluye de su consorcio, se logrará el ideal de una civilización duradera, apartándola de la decadencia, reconocida hasta hoy como corolario inevitable de todos los apogeos de grandeza. : Del culto positivo de la ciencia nacerá en todo tiempo y vivirá sin término, el ideal más puro del arte; y una moral fundamental, inconmovible que comienza por purificar el alma del sabio, é irra- día con su ejemplo y su enseñanza sobre la sociedad entera, es la fecunda, la imperecedera semilla que dejan á las naciones, como único legado, esos espíritus selectos, apartados del mundo y sus felicidades aparentes y fugitivas, para consagrarse á esa labor ja- más terminada, cada día y cada siglo más interesante, más absor- bente y más necesaria de la naturaleza, en cuyo medio el hombre nace y muere. Era uno de esos raros ejemplares el doctor Carlos Berg. Apa- sionado de la ciencia en su aspecto más experimental y práctico, el estudio había pulimentado de tal manera su espiritu y enriquecido el caudal ds sus ideas y formas de expresión, que no solamente veía la vida multiple de la naturaleza en íntima correlación con la vida humana, sino que poseía el dón adorable de describirla con animación novelesca ó dramática, y de hallar en cada sér ú objeto las formas ó los vínculos que los hacen atractivos á la ima- EL SEPELIO. LOS DISCURSOS 1499 ginación y al sentimiento Al describir las plantas y las flores se le impregnaba el alma con sus perfumes y se le animaba la palabra con reflejos de sus colores; las abejas y las hormigas le revelaban las sorpresas de sus leyes sociales y políticas y Bordier y Maesterlinck, pudieron reconocerle como un predecesor inspirado; entre las ari- deces de los catálogos y nomenclaturas, resplandecen de modo re- pentino, y como diamantes encontrados en lechos de ríos pedrego- sos, súbitas vislumbres de su ingenio, rasgos descriptivos originales, alusiones críticas y comparaciones punzantes. Si en nuestro país la literatura hubiese seguido derroteros más positivos, ó buscado cimientos más profundos, habría tenido en la obra del doctor Berg, como los tendrá más tarde en sus libros, y en los demás hombres de ciencia de la República, un auxiliar, un aliado, un maestro. Porque le animaba un vivo entusiasmo por las demás manifestaciones del espíritu en la patria adoptiva, y el suyo era altruista, comunicativo, abierto como una flor silvestre en la cual todos los insectos beben una gota de miel; era un educador que vertía la ciencia 4 manos llenas, en formas siempre atractivas, un sembrador sin fatiga, un obrero sin rebeliones ni protestas, con amor intenso por la obra en sí misma, y una persistencia serena, fundada en la fe, en los propósitos de progresos concebidos y acari- ciados : era, en suma, un alma engrandecida, purificada y embelle- cida por la ciencia, que abre al mundo sus tesoros de saber sin la noción egoísta de la propiedad. No es de este momento la historia bibliográfica de su labor in- telectual, ni la relación de sus trabajos de profesor y viajero, pues todos vosotros le conocéis tanto como yo: justifican su sitio de honor entre los elegidos de la posteridad, más de un centenar de obras científicas diversas, casi sobre nuestro país, cuatro décadas de enseñanza en los colegios y universidades argentinas, y el en- sanche y transformación del Museo Nacional, que bajo la influencia de su espíritu, dejó de ser un huerto reservado, para transformarse en una fuente generosa de cultura pública, por las visitas fre- cuentes, por las sabias, sencillas y personales explicaciones de su incansable director y por la continua publicidad de sus investi- gaciones. La República reconoce y compensa en la forma de la más alta esti- mación y respeto, los servicios de los hombres venidos á su suelo á difundir las altas enseñanzas de las ciencias puras, la forman dos núcleos ilustres, los que en las universidades de Buenos Aires y AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LJII 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Córdoba, fundaron las escuelas de donde han surgido ya muchos maestros argentinos. El gobierno y el pueblo todo siguen con el más grande y patrióti- co interés el camino que cada uno recorre, y es un signo evidente de progreso nacional, el ambiente de casi religiosa veneración que envuelve aquellos que logran sustraerse á las atracciones de otras carreras más sensuales ó ruidosas, para consagrarse al estudio especial de las ciencias naturales ó exactas, como si el criterio público comprendiese cuánto ennoblecen la vida y los caracteres el trabajo desinteresado y la continua observación de las leyes universales, para concurrir á formar un caudal de ciencia propia, de ciencia nacional, sólo apreciable, como las fortunas heredadas, cuando desaparecen los pacientes obreros que las acumularon para sus descendientes. Grande es, por tanto, la gratitud que la nación argentina debe al hombre cuyas cenizas depositamos hoy en este sepulcro, y en nombre del gobierno, y particular del señor presidente de la Re- pública, lo declaro en instante tan solemne, anticipándome así al fallo de una posteridad no lejana, que se apresurará, sin duda, á acogerlo entre sus elegidos. No será él de aquellos « felices porque nunca más despiertan », del poeta de las « Noches », porque no tardará en descender sobre esta tumba, el rayo de sol del bardo de Moreu, « para que resucite el que duerme en su seno ». He dicho. DISCURSO DEL DOCTOR CARLOS M. MORALES, EN REPRESENTACIÓN DE LA « SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA » Señores : El doctor Carlos Berg ilustró la tribuna de la Sociedad Científica Argentina por medio de conferencias que han dejado imborrables recuerdos entre los que tuvieron la dicha de escuchar- las, y dejó en sus Anales la huella luminosa de su paso en artí- culos que perpetuarán su memoria de generación en generación. En su nombre, pues, vengo á dar el postrer adiós al que fué su miembro honorario después de haber sido uno de sus más entu- siastas colaboradores. Ha caido el doctor Berg, en la lucha de la vida al pie de su ban- dera, lo ha sorprendido la muerte en medio á sus estudios predi- lectos, transmitiendo lo que aprendía con su espíritu de investiga- EL SEPELIO. LOS DISCURSOS E dor infatigable, y estudiando... estudiando, avaro del saber, y al mismo tiempo tan pródigo de ciencia. No es este el momento oportuno, ni puedo yo, aun á grandes rasgos, describir la obra fecunda del ilustre director del Museo Na- cional, en más de cinco lustros de una dedicación que parece su- perar las fuerzas humanas. Bajo esta frágil envoltura se encerraba una gran inteligencia servida por una voluntad de gigante. No en vano había penetrado en los misterios que encierra la naturaleza al lado de aquel genio que se llama Burmeister, Con la pasión del explorador que se lanza á regiones desconoci- das, el doctor Berg ha estudiado durante largos años la flora y la fauna de este país, penetrando con paso firme en el mundo de los infinitamente pequeños, y haciéndonos descripciones llenas de palpitante interés, de sus excursiones á través de esas regiones sólo accesibles para los príncipes de la ciencia. Había en el doctor Berg una dualidad que hacía doblemente sim- pática su personalidad, al lado del sabio marchaba el hombre de sociedad, y la ciencia adquirida en interminables v destructoras vigilias, la divulgaba poniéndola al alcance de todos, por me- dio de la conferencia que era siempre escuchada con avidez, y en la que su palabra suave y persuasiva penetraba en el espíritu de sus oyentes como penetra en nuestros sentidos el aroma de las flores. Era, si se me permite la expresión, un aristócrata del saber y de la inteligencia, transmitía á todas las cuestiones el sello de su dis- tinción personal, y por esto el recuerdo del sabio, tan sabio como modesto, se conservará en esta sociedad invariablemente unido al lado del caballero, al del hombre bueno y afable, al cual ocurría- mos cuando necesitábamos de su saber, gozosos de encontrar el pan de la inteligencia entregado por una mano que nunca hizo sentir su superioridad, á semejanza de esos seres privilegiados, que ali- viando las necesidades del cuerpo, consuelan el espíritu atribulado de los que sufren. ¡ Qué dolor, que el paso por la tierra de hombres como el doctor Berg, sea tan breve | Pero queda su obra fecunda, y donde quiera que exista un grupo de hombres civilizados, dominará hoy un sentimiento de tristeza por la desaparición de este gran obrero de la cultura universal. Que descanse en paz en esta tierra argentina á la que dedicó los mejores años de su existencia el sabio v el caballero. 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DISCURSO DEL SEÑOR EDUARDO AGUIRRE, EN REPRESENTACIÓN DE LA FA- CULTAD DE CIENCIAS EXACTAS FÍSICAS Y NATURALES Y DEL COLEGIO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Señores: Lo lloran todos los hombres de pensamiento de nuestro país, que pueden apreciar todo lo que importaba un hombre de las aptitudes del doctor Berg, consagrado por entero al servicio de la ciencia y del país con el caudal de conocimientos acumulados en muchísimos años de una labor incansable. También nos acompa— ñan en este sentimiento todos los naturalistas y hombres de estudio de los países cercanos en que empleó algunas de sus energías y los colegas de la lejana Europa, muchos de los cuales conocían sólo el nombre argentino por ser el país de nuestro querido sabio. Y era en efecto un argentino, el hombre de ciencia que acabamos de perder, —argentino no sólo por sus sentimientos y vinculacio- nes, que lo hacían sentirseen su familia y en su patria, sino tam- bién porque era un producto de nuestro ambiente social y de nues- tro incipiente desarrollo científico. Él no llegó á nuestro país pre- cedido por la fama, sino joven y casi desconocido, cuando apenas había producido pequeños ensayos literarios y científicos. No había frecuentado tampoco las grandes escuelas ni los maestros de re- nombre universal, que suelen dar brillo reflejado. Él se formó y creció en este ambiente, asombrando á todos los naturalistas del mundo por la cantidad de observaciones y estudios producidos, por la perfección de sus métodos y por la variedad de ramas abarca- das, dejándonos una prueba invalorable de que nuestro suelo y nuestras condiciones sociales permiten el desarrollo de los organis- MOS VIZOFOSOS. Fué corta su vida, pero intensamente fecunda, más fecunda que la de cualquier naturalista contemporáneo, más especializados que en otras épocas. Su ciencia amena en las conferencias populares, por él iniciadas con todo y su misma familiaridad hacía comunicativo su entu- siasmo por el estudio y todos se convertían en sus colaboradores. En todas partes á donde llegaba, en Patagonia ó en Misiones, se atraía la buena voluntad de todas las personas, las que le seguían consultando y enviándole los objetos que coleccionaban como si de- searan conservar el recuerdo de su paso. EL SEPELIO. LOS DISCURSOS 133 Desvaneció al instante de ser tratado la preocupación del vulgo que supone á todo hombre de ciencia orgulloso y misántropo y personificaba la expresión del poeta de que si bien un poco de sa- ber da orgullo, el mucho saber da modestia. La Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales lo contaba entre sus miembros desde su fundación y me ha hecho el honor de designarme para despedir sus restos, tal vez por haber sido su alumno en el primer curso que dictó en ella, su ayudante después y su amigo desde el primer día que llegó á nuestro país. En nom- bre también del rector del Colegio Nacional, que interpreta el senti- miento de todos los profesores, muchos de ellos sus alumnos de de otro tiempo, un último adiós á nuestro querido compañero. DISCURSO DEL SEÑOR PEDRO B. ARECHAVALETA, EN REPRESENTACIÓN DEL MUSEO NACIONAL DE MONTEVIDEO Carolus : Desde Montevideo, donde abandonaste el terreno de la cien- cia, donde colocaste el Museo MXacional á la altura que se me- recía en aquella época de 1892, donde infundiste aliento á los congresales presidiendo la sección de ciencias físico-químicas y raturales, donde queda grabado perpetuamente tu nombre con caracteres tan imborrables como puede serlo los que guarda Buenos Aires, ó Tuckum donde naciste, pues todos quieren ser tu patria, desde aquella ciudad que guarda gratísimos recuer— dos deja llegar también el eco del sentimiento, porque nos dejas ; allí también lloran los hombres de ciencia como se llora en todo el mundo la despedida del maestro, la despedida del que con plena justicia debemos llamarle sabio. El eco de ese llanto para que llegue á tí, ha de venir de gran al- tura y para ello un buen amigo, un digno sucesor tuyo el profesor Arechevaleta, director del Museo Nacional que dirigiste durante 20 meses, el mejoren Montevideo, puede prestar alas para alcanzar á hablarte, me hace el honor de pedirte un ósculo que deposito en tu serena frente. No he de hacer tu biografía — no tengo facultades para ello — tu vida no la trazaría nunca, la vida del sabio no la recorre más que otro sabio, la vida tuya, la recorres tu mismo. 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tus 150 trabajos sobre las diversas ramas del árbol físico, quí- mico y natural son otras tantas flores de ese mismo árbol, son las guirnaldas que mejor te adornan, son plantas que transmiten re- flejadas las luces de tu cerebro sol; son tu vida misma, por eso. no mueres, por eso no haces más que despojarte de los sabios que guardan y guardarán eternamente tu labor constante y con- cienzuda. Los pigmeos como yo, no pueden saludar directamente al sabio modestísimo, y mis mayores recuerdos invocan el nombre, Berg, merced al naturalista que ha compartido muchas horas de estudio con el sabio que nos abandona. El profesor Arechavaleta y con él la ciencia uruguaya no se can- sarán de llorar tu ausencia. Adiós Carolus. DISCURSO DEL DOCTOR CARLOS VEGA BELGRANO, EN REPRESENTACIÓN DEL «ATENEO » DE BUENOS AIRES Señores : En sociedad, vaciado en el frac, con la corbata blanca arreglada con coquetería, su figura enjuta, su cabeza despejada y fina, sus cabellos más blancos que su tez blanquísima, el doctor Berg parecía un diplomático de estirpe. Y esta ilusión era mayor cuando, en esas circunstancias, se le escuchaba — que era amable con la mujer, culto con los hombres, políglota, versado en todos los conocimientos humanos, de con- versación amena y maneras llenas de compostura. En el Museo, entre los representantes de la fauna y los libros que la describen, con su birrete negro, hacía pensar en un sacer- dote del rito griego. En la conferencia... ¡Oh! entonces, señores, aparecía su figura compleja y rica en toda su plenitud; entonces el hombre de mundo se revelaba en el gesto y en la voz; el sabio en el dato; el artista en el rasgo literario y se bondad, ¿por qué no decirlo? su bondad ligeramente irónica, en la intensa y plácida gracia que poseta. ¡ Qué gracia la suya! Era sin muecas, revelada apenas en el ros- tro, sin que la voz ni el gesto la acentuaran, casi impasible, gracia á la que su lenta dicción castellana daba un dejo raro. Todo esto ha pasado, señores. A e SA EL SEPELIO. LOS DISCURSOS 135 Ahí tenéis al doctor Carlos Berg, nacido en Riga y naturalizado argentino, hombre bueno y sabio, pálido y rígido en su féretro. Ya no observará los fenómenos de la naturaleza, ya no enseñará á nuestras generaciones, ya no será el encanto de nuestros salones, ya no ayudará á los hombres del Ateneo, en cuyo nombre saludo reverente su cadáver y á la memoria de cuyos corazones entrego su recuerdo. a 0 5 NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI (PARS ALTERA) 373. ERITRICHIUM MESEMBRYANTHEMOIDES Speg., N. sp. Diag. Annuum; caulibus a hasi ramosis, centralr brevt erecto, latera- libus procumbenti-da/fusis, folirisanferas opposttis, superas alternis lanearibus carnosiws complanato-subteretibus obtusis primo ad- pressesericeo-pubescentibus dem glabriusculis, racemis contracto- subcaprtuliformibus minutas congestais rufescenti-serice:s. Hab. In aridis subsalsis inter San Julian et Ro Deseado, vere 1898 (C. A.). Obs. Species robusta, praedistincta habitu Portulacae v. Sesuvni cujusdam. Radix verticalis simplex (50-80 mm long. == 1-2 mm crass.); caules a basi 4-8-ramosi, ramo primario centrali saepius brevi (25-60 mm long.), laterales procumbenti-diffusi (50-120 mm long. = 2-2,5 mm crass.) teretes carnosuli, deor- sum glabri sursum gradatim densius adpresse sericeo-pube- scentes. Folia infera remota majora (18-25 mm long. = 3-4 mm diam.) opposita, supera paulatim confertiora atque breviora (5- 12 mm long =1,5-3 mm diam.) alterna omnia crassa carnosa subteretia ad epiphyllum convexa ad hypophyllum planiuscula, apice obtusissima, in juventute adpresse sericeo-hispidula, per aetatem plus minusve glabrata, divaricata, recta v. leniter falcatula. Flores ad apicem ramorum congesto-subcapitulati, subsessiles, parvi (3 mm long.), sepalis linearibus obtusis dense rufo-sericeis, corollis albidis calycem vix superantibus elabris. Nuculae non adsunt. 374. AMSINCKIA ANGUSTIFOLIA Lehm. var. macrocarpa Speg. Diag. Nuculae quam in typo duplo minores, sepalas triplo brevro- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 137 res non angulatae atque dense paprtlloso-yranulatae granulis altis majoribus paucis ceteris minoribus commaixtis; corollae mtus extusque ylabrae albae, calyce duplo longiores. Hab. Vulgata ubique per totam Patagomam, aest. 1882-1900. Obs. Varietas (an species?) ab autoribus cum typo confusa, cum quo notis externis eximie convenit, nuculis maturis lamen inspectis certe longe recedens. Nuculae vix 2 mm long. = 1 mm lat. 375. AMSINCKIA PSEUDOLYCOPSICOIDES (Clos) Speg. = Gay, Fl. Chil UV po Bios Hab. In aridis prope Lago Nahuel-huapi, Jan. 1898 et in pa- scuis secus Carreñ-leofú, Dec. 1900 (N. Illin). Obs. Species a praecl. Clos ut varietas speciei praecedentis data; ab illa tamen specifice recedit non solum foliis ovatis v.ovato- lanceolatis grossius atque densius bulboso-setosis, sed etiam corolla calyce vix tertio longiore et praecipue nuculis (3,5 mm long. = 5,2 mm lat.) eximie angulatis dense grosseque verrucosis, non v. vix rugosis, sepalis vix tertio superalis, atque fere duplo quam in typo majoribus. 376. AMSINCKIA PATAGONICA Speg., NM. Sp. Diag. Lejosperma, annua; caules erecti parce ramosi patentim lareque prlosulo-haispidula; folia linearia, utrimque attenuata, acuta breviter laxweque bulboso-hispidula ; corollae albae ylabrae sepala lineari-lanceolata parum superantes ; stamina ad faucem sessilia; nuculae lmeari-ovatae triquetrae, dorso via convexae acutae nitidissimae cinereae fusco-maculatae, sepalis parum brenores. Hab. In aridis secus Rio S. Cruz, Feb. 1882 (C. S.). Obs. Specimen nonnihil mancum, cum illis 4, angustifolvae a me in S. Cruz lectis confusum, nuperrime in herbario meo detexi. Caules obsolete angulosi (30 cm alt. = 1-1,5 mm crass.) niten- tiusculi, patentim pisosuli, superne tantum 1-2-ramos1; folia infera deficientia, caulina anguste linearia (5-33 mm long. = 1-3 mm lat.) planiuscula superne acutata, deorsum longiuscule attenuata pilislaxis brevibus basi modice albo-bulbosis ad- spersa, nervo mediano ad hypophyllum tantum parum promi- nulo. Inflorescentiae apicales racemosae contractae saepius trifidae, ramulis subscorpioideis. Flores bracteati, subsessiles, 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rigide patentm setosi (2-2,5 min long.), sepalis lineari-lan- ceolatis obtustusculis, corollis albis parum exertis, limbo vix ampliato et distincto. Nuculae ovato-lineares apice acutae basi obtusae (2 mm long. =0,75 mm lat.) ventre obtusiusculae tenuiter canaliculato-sulcatae, dorso vix convexulae, margine acutae, laevissimae nitentes cinereae, maculis subinconspicuis obscurioribus pictae, sepalis conniventibus atque parum accre- tislongioribusqueinclusae. Species A. vernicosae Hook. € Arn. certe affinis sed statura omnium partiura, ut videtur, bene distincta. 317. CALYSTEGIA SEPIUM (Linn.) Br. = DC., Pr. IX., p. 433. Hab. Vulgata in dumetis insularum Rio Negro prope Carmen de Patagones, Fbr. 1898 (€. S.). 318. CONVOLVULUS ARVENSIS Linn. = DC., l. c., p. 406, Hab. Non rarus ad vias et ad sepes in Carmen de Patagones, Fbr. 1898 (C. S.). 379. CONVOLVULUS LACINIATUS Desv.= DC., l. c., p. 411. Hab. Frequens in pratis editioribus circa Carmen de Patagones, Fbr. 1898 (€. S.). Obs. Species vulgata per totam fere planitiem pamparum, sed a descriptivne recedit foliis omnibus palmatisectis (nec pinnati- sectis). An species diversa? 380. EvoLVuLUus INCANUS Prs. = DC., l.c., p. 444. Hab. Communis in tota ditione chubutenst nec non in altiplani- tie inter Rio Colorado et Rio Negro, aest. 1898-1901. 381. DICHONDRA EVOLVULACEA (Linn. f.) Britton var. carolinensis (Mich.) Poir. Hab. Vulgata ad ripas Rio Negro prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 382. DICHONDRA EVOLVULACEA (Linn. f.) Britton var. sericea (Sw.)Poir. Hab. Non rara cum priore locis siccioribus prope Carmen de Pa- tagones, Febr. 1898 (C. S.). 7] 383. DICHONDRA ARGENTEA Willd. = DC., |. c., p.451. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 139 Hab. Hinc inde passim, locis aridissimis, in altoplanitie inter Ho Negro et Rio Colorado, Febr. 1898 (€. S.). 384. SOLANUM MAGLIA Mol. = DC., Pr. XILL, 1, p. 76. Hab. In pratis editioribus secus Carren-leofú, San. 1901. 385. SOLANUM CHENOPODIOIDES Lam. = D£., l.c., p. 35. Hab. Vulgatus praecipue in cultis secus Carren-leofú, aest. 1900-1901 . Obs. Specimina chubutensia a typo nonnihil recedunt floribus minoribus; calyx post anthesin sat accretus atque partes duas inferas baccae nigrae amplectens. 386. SOLANUM MARITIMUM Mey. = Speg., Pl. Pat. aust., n. 281. Hab. In pratis editioribus subsalsis cultis ad confluentiam Rio Limay, nec non prope Nahuel-huapr, San. 1898 (€. S.). 387. SOLANUM PYRETRIFOLIUM (Grisb. = Grisb., Symb. ad Fl. Arg., n. 1550. Hab. Non rarum in cultis inter Rio Colorado et Mo Negro, Febr. 1898 (€. S.). 388. SOLANUM ELEAGNIFOLIUM Cav. = DC., Pr. 1. c., p. 290. Hab. Ad viarum latera in pago Carmen de Patagones, Febr. 1898 (CS). 389. JABOROSA DESIDERATA Speg., N. Sp. Diag. Radrce verticali palari crassa; ramis decumbenti-erecttuscu- lis gracilibus glaberrimis modrce elongatas, folvis subconfertas erectis membranaceo suberassiusculis, ambitu ovatis ad rachin usque abrupte 5-7-partitis, rachi plantuscula pallida sublatiu- scula sed vix 1n parte supera anguste alata, lacims oblanceola- tas irregulariter remoteque 2-3-dentato-lobulatis, dentibus em- mie minuteque mucronulatais, glaberrimas v. Mm juventute mar- gíne minute obsoleteque pulverulento-puberulrs, petrolas limbum aequantibus donatis ; floribus cernurs ad allas saeprus pauct- greyaris. pedicellis petiolos aequantibus glaberrimis gracilli- mas mox deflexrs bracteolas spathulato-lmearibus integras v. den- ticulatais subaequrlongis fultis donatis, calyce 5-fido lobrs late triangularibus acutissimas, corollae ylaberrimae albo-virescen- 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tas tubo cylandraceo, lubis mox refractis linearibus subulato-in- volutais tubo tmente brevioribus acutis, staminibus ovarioque glabras; bacca agnota. Hab. In aridis saxosis secus Ho Deseado, vere 1899 (€. A.). Obs. Species J. Berga Hiern. affinis sed bene distincta, a J. ma- gellanica (Grsb.) HBgpl. longius abhorrens. Radix verticalis sordide alba (75-150 mm long. = 7-10 mm crass.), parum ra- mosa apice abrupte multiceps. Caules arcuato-adscendentes serius procumbentes ex albo-virescente pallide purpurascentes glaberrimi v. in prima juventute subpuberulo-pulverulenti subteretes v. obsolete angulati (50-130 mm long. = 1,5-2 mm crass.) inferne longe nudi, simplices v. parum ramosi in di- midio v. tertiosupremo remote foliosi. Folia opposita v. terna- ta erecta radicalia longiuscula (50-80 mm long.) caulina bre- viora (20-30 mm long.), limbis cireumscriptione ovatis (10-30 mm long. = 7-20 mm lat.) abrupte pinnatipartitis, lobis mo- dice aproximatis, 2-4 utroque latere, oblanceolatis (5-10 mm long. = 2-3 mm lat.), saepius alternis acutis, simplicibus v. saepius irregulariter 2-3-dentatis, dentibus minute valide- que mueronulatis, utrachi planiuscula albida in dimidio su- pero anguste alata glaberrimis v. sub lente valida minute pul- verulento-pruimulosis, petiolis applanatis glabris radicalium elongatis (40-50 mm long.), caulinaram limbo vix aequanti- bus (10-20 mm long.). Flores jam ante anthesin cernui ad axillas foliorum pauci-glomerati, rarius solitarii, pedicellis basi bracteola spathulata v. lineari-oblanceolata integra v. 1-2 denticulata (10-15 mm long. = 1,5-2 mm lat.) ornatis gracil- limis peirolos aequantibus v. parum superantibus (15-20 mm long. = 0,35 mm crass.) glaberrimis mox arcuato-deflexis vi- ridibus suffulti; calyx hemisphaerico-subcampanulatus (3 mm lat. et long.) glaber v. sub lente valida obsolete pulverulentus viridis, 5-fidus lobis e basi late triangulari subulato-acutissi- mis; corollae albo-viridis glaberrimae clausae calycem triplo superantes (9 mm long.), tubo eylindraceo (5-6 mm long. = 2-2,5 mm diam.), lobis anguste triangulari-linearibus mox reflexis revoluto-subulatisque acutis(3 mm. long.), staminum filamentis parum sub fauce adfixis glabris tenuibus, antheris ovatis flavis vix e fauce prominulis, ovario hemisphaerico viride glabro stylo brevi (2 mm long.) apice viride clavulato coronato. Baccae desunt. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 141 390. JABOROSA MAGELLANICA (Grsb.) BHgpl.= Dusen, Die Gefasspflan z. der Magellanslánder, p. 131. Hab. In aridis secus Rio S. Cruz prope Lago Argentino, Febr. 1900 (EF. Silvestri). Obs. Forma foliis fere bipinnatifidis lobulis valde obtusis denti- busque obsoletis et fere omnibus mucrone destitutis. 391. JaBOROSA BerG1 Hieron. = Hieron., Sert. pat., n. 109. Hab. Vulgata secus Rio Negro circa Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). Obs. Species baccis calyce sat accreto atque dense pectinato-laci- niato mox dignoscenda. 392. HIMERANTHUS? PATAGONICUS Speg., N. sp. Diag. Radice crassa palari subnapiforma, ramis decumbentibus crassis abbreviatis ylabris, folis confertis elliptico-oblanceolatis membranaceo-subcarnosulas glabris rrregulariter modiceque den- ticulato-lobulatis, dentibus mucronulatas, postice in petrolis lon- gioribus subalatis crlvato-villosulis decurrentibus ; floribus...; baccis perdicello longissamo, folva saeptus superante, suffultis, de- flexis. subglobosis subchartaceo-membranacets, calyce non v. via ampliato donatis, loculis 2-4-spermis, senmintbus majuscu- lis remformi-compressis glabris densissime mainuteque foveola- to-punctatas. Hab. In franosis aridissimis secus ho Chico, aut. 4900 (€. A.). Obs. Species habitu et foliis praecipue ad Trechonetem sativam Miers accedens. Radix carnosa alba leres parce ramosa (200 mm long. = 8-10 mm crass.) laevis glabra. Caules 3-5 ex apice radicis orientes, prostrati crassi deorsum albescentes nudi, sursum foliati virescentesque (50-753 mm long. = 3-5 mm crass.). Folia in parte supera ramorum confertiuscu- la, limbis ellipticis v. late oblanceolatis (25-30 mm long. =. 15-23 mm lat.) membranaceo-subcarnosulis glabris, obscure viridibus, apice late obtuseque rotundatis utrimque obtuse obsoleteque 2-3-lobulatis, sinubus obtusis (infimis magis pro- fandis), marginibus laxe denticulatis, denticulis mucronu- latis, basi plus minusve abrupte subtruncato-cuneatis atque breviter decurrentibus, petiolis longis latiusculisque submem- branaceis (25-60 mm long. =1,5-2,5 mm lat.) in juventute praecipue obsolete albo-lanuginosis. Flores desunt. Baccae vi- ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rescenti-albescentes glabrae globosae vix inferne leniter depres- sae (10-15 mm diam. et alt.) parietibus membranaceis aridis pulpa destitutis per aetatem subdehiscentibus, loculis 2-4-sper- mis, seminibus badiis (4-5 mm long. =2,5-3,5 mm lat. =1 mm crass.) donatis, pedicellis praelongis gracilibus (50-100 mm long. =1 mm crass.)glabris albidis deflexis. Facile, ut vi- detur, fructus sub terra maturescunt. 393. HIMERANTHUS ÁMEGHINO! Speg., N. Sp. Diag. Rhizomate napiforma carnoso, ramas valde abbreviatis de- cumbentibus crassis anferne albrs glabris superne canescenti-v1l- losas, folvs confertis membranaceo-subcarnosulis utrinque ara- neoso-villosulais late ovatis v. subhastato ovatis, integras, margine minutedenserrregulariterque denticulato-mucronulatis obtusis, basis non v. viz leniter decurrentabus, petrolas sublongro- mbus canescentibus donatis; florabus glomeratas, breviter pedrcel- latis, calyce 5-partito, lobis subacutatis, ut petrolis canescenti- bus, corolla late campanulata purpureo-fusca, pulverulento-sub- incana lobis brevibus obtusís mucronatis, staminibus medio tubo adfixais glabris ; bacca subexsucca globosa, glabra. Hab. In aridis saxosis secus Mo Chico, aut. 1900 (C. A.). Obs. Species pulcherrima distinctissima. Radix v. rhizoma verticale v. obliquum (150-230 mm long. = 10-158 mm diam.) albescens, glabrum, apice abrupte multiceps. Cau- les breves decumbentes (40-75 mm long. = 4-6 mm crass.) in parte infera, subterranea, albi nudi glabri, in parte supera, exerta, dense foliiferi virescentes plus minusve pulve- rulento-araneos1. Folia erecta, limbis ovato-ellipticis v. hasta- to-ovatis (20-40 mm long. = 16-253 mm lat.) membranaceo- subcarnosulis obscurissime fusco-viridibus (an purpurascen- tibus?) superne parce araneosis, inferne araneoso-subincanis, apice obtusissime rotundatis non lobatis sed obsolete grosseque creuatis, marginibus dense minuteque dentato-mucronatis (denticulis utrinque 25-30), basi subinaequilateraliter trunca- tis (rarius subcuneatis) lenissime breviterque decurrentibus, petiolis elongatis (25-45 mm long. = 2-2,5 mm lat.) appla- nato-alatis araneoso-canescentibus. Flores ad furcationes ra- morum 3-S-glomerati, pedunculis breviusculis (5-10 mm long.) pulverulento-araneosulis, basi bracteis lineari-lanceo- latis integris acutis Ipsos subaequantibus donatis, suffulti ; ca- PES A A NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 143 lyce ultra medium 5-fido, lobis latiuscule ovato-triangulari- bus (2,5-3 mm long. et lat.) obtusiusculis, virescente, pulveru- lento-araneoso; corolla late campanulata (8-10 mm long. et diam.) obscure fusco-purpurea, extus intusque pulverulento- puberula, lobis latis obtusis minute mucronulatis; stamini- bus paulo sub medio tubo insertis, filamentis tenuibus glabris, antheris ovatis flavidis; stylo stamina aequante, terete apice modice incrassato-stigmatoso. Baccae irregulariter globosae subglabrae (10-12 mm diam. etalt.), calyce sat accreto pedicel- loque parum elongato erectoque suffultae, loculis3-6-spermis, seminibus ovato-subreniformibus parum compressis (4 mm long. =2,5 mm lat. = 2 mm crass.) badiis minute denseque punctato-foveolatis. 394. TRECHONETES LEUCOTRICHA Speg., DI. Sp. Diag. Rhizomate tenur, ramas elongatis repenti-e/fusis suberassiu- sculas glabris, foltis relavatis membranacers vis carnosulis am- bitu anguste oblanceolatis ad rachin usque 4-7-partitis, rachi anguste alata, lacinms latruscule linearibus acutis saeptus grosse remoteque 1-3-pinnato-dentatis, dentibus minutissume mucronatis, glaberrimis viz ad hypophyllum secus costam pilis nonnullis mollabus magnis adspersis, petiolus elongatis limbum superantibus; floribus ad axillas glomeratis, longiuscule tenur- lerque pedrcellatis, calice 5-partito, lobrs acutas obtusts, corolla late campanulata fusco-lrwvida, lobis triangularibus acutas, dorso pilas albis crispulis mollibus longis ornata; bacca globosa fusco-albida, calyce parum accreto suffulta. Hab. la dunis aridissimis prope confluentian fluminam Limay el Neuquen, Jan. 1898 (C. S.). Obs. Species certe T. lacimatae Miers perafífinis, floribus tamen glomeratis ovarioque glaberrimo recedens. Radix verticalis alba (10-20 mm long. = 3-5 mm crass.) parum ramosa, apice multiceps. Caules elongati prostrato-adscendentes (150-300 mm long. = 3-4 mm crass.) albo-virescentes glaberrimi pa- rum ramosi, remote nodosi atque foliiferi. Folia arcuato-erec- ta longissima (200-300 mm long.) limbis membranaceo-sub- erassiusculis (50-120 mmlong.=15-30 mm lat.) pinnatipartitis, lobis remotissimis 4-7-jugis oppositis v. subalternis, linea- -ribus (10-20 mm long. = 1-3 mm lat.) acutis margine supero saepius integris v. 1-dentato-angulatis, infero saepius 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA grosse bidentatis, dentibus obsolete mucronulatis ut rachi anguste alata (3 mm lat.) ad hypophyllum pilis paucis prae- longis mollibus articulatis adspersis; petiolis glabris albescen- tibus (100-200 mm long. = 2-2,5 mm lat.). Flores ad axillas foliorum 5-10-glomerati, pedicellis, basi bracteola glabra an- guste lineari acuta triente breviore donatis, gracillimis flexuo- sis(10-15 mm long.= 0,5 mm crass.) glabris pallidis suffulta; calyx fere 5-partitus lobis triangulari-linearibus acutis (3 mm long. =1 mmlat.) glabris y. pilis albis paucissimis adsper- sis; corolla late campanulata (8 mm long. =8 mm lat.) ad medium 5-fida, tenuiter membranacea livida, lobis late trian- gularibus acutis (4 mm long. = 2 mm lat.) dorso pilis longis, intus brevibus mollibus albis articulatis parcis ornatis, stami- nibus prope basin adfixis filamentis lividis glabris, antheris flavis, ovario minuto glabro viride stylo apice valde incrassato bilobulato coronato. Baccae subglobosae (7-8 mm diam.) ca- lyce sat accreto, pedicello deflexo incrassatulo sed vix elonga- to suffultae, immaturae, sordide albo-virescentes glabrae, se- minibus?... non visis. (Continuará.) : 4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍE ARGENTINA DirEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. Hickex y señor Luis M. TORRES REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, senor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Dueloux. ABRIL 1902. — ENTREGA IV. — TOMO LIII PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 259, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS POraaIes aa dc ae o e... $ má 1.00 POMO ras Ea o. e » 12.00 Número ratrasados a ara e e » 2.00 = para los socios........ » 1.00 La suscripción se paga anticipada —_————— _ <> —___——_—— BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 E A A NN AR ias JUNTA DIRECTIVA Presidentes. ia Doctor CarLos M. MORALES. Vice-Presidente 1% Arquitecto Juan A. BUusCcHIAZZO. Id. 2” Ingeniero DOMINGO SELVA. Secretario deactas Igeniero MANUEL J. ARCE. — correspondencia Señor José LARREGUY. RESULTÓ: ns 1% Ingeniero Luis A. HuerGo (hijo). Bibliotecario...... Señor NicoLás Besio MoRENO. | Doctor EDUARDO. L. HOLMBERG. Ingeniero ARTURO PRINS. Ingeniero l6xacio AZTIRIA. VOCaleso. 0 Ingeniero SEBASTIÁN GHIGLIAZZA. Ingeniero ANTONIO PIAGGIO. Ingeniero Hicini0 REYNOSO. Señor Luis CURUTCHET,. GOnente Lone Señor Juan BotTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 del2á 2.30 p. m. La Dirección. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA ALFRED BoIssIiEr, Sur Vorigine sumérienne des kichuas et des aimaras......... 145 SAMUEL A. LAFONE QueveDo, Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 150 GABRIELA DEL. DE CONI, Higienemindustrial: o. ct SÓ 158 CAROLO SPEGAZZIN1, Nova addenda ad floram patagonicam /Continuación)....... 166 BIBLIOGRAFÍA : Anales del Cuzco. — Carbor, Note préliminaire sur les Mousses recueillies par lVexpédition antarctique belge. — Revista de Archivos y Biblio- tecas Nacionales. — BasaLDúA, Pasado, presente y porvenir del territorio de Misiones. — SPEGAZZINI, Stipae Platensis. — Levy, Microbes et distillerie, — BARBILLON, Production et emploi des courants alternatifS.......oooocccccc... 186 WNOVIMIENTOSSOCTA Lo o e O a AA 192 SUR L'ORIGINE SUMÉRIENNE DES KICHUAS ET DES AIMARAS PAR ALFRED BOISSIER Le Rivage (pres Chambéry), Geneve, Suisse, octobre 1901. Monsieur le professeur Lucien Aberlle. Buenos Ayres. Monsieur et cher confrere, Je viens vous accuser réception de votre lettre et vous en remer- cier; je me suis permis de vous envoyer trois brochures (1), qui je Pespére vous intéresseront. En me demandant mon avis sur les idées exprimées par M. Patron de Lima, sur lorigine sumérienne des Kichuas et des Aimaras, vous me flattez beaucoup, car je ne suis qu'un assyriologue et n'ai absolument aucune compétence dans laméricanisme: je me bornerai par conséquent, a examiner un apres Pautre, et dans Pordre suivi par vous, les premiers exemples avancés par M. Patron, au point! de vue. assyriologique pur. Commencons par nous demander ce qwest le sumérien. Car la grande question qui, de tout temps a divisé les assyriologues en deux camps d'importance inégale, est de savoir: si ce sont les Sémites quí ont inventé le systeme cunéiforme, ou s'ils ont recu cel instrument admirable d'un peuple appartenantá une race supé- (1) Documents Assyriens relatifs ú la magie; Note sur un monument Ba- bylonien se rapportant úu lUewtispicine. (Fasc. 1 et II), ALFRED BoIssIER. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LJIL 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rieure a la leur. La majorité des assyriologues, Oppert, Paris, le pere du sumérisme; Schrader, Berlin; Delitzsch, Berlin; Haupt, Baltimore; Zimmern, Leipzig; Jensen, Marburg; Hilprecht, Phila- delphie; Hommel, Munich; feu Amiaud, Paris, pour ne citer que les plus éminents, s'est prononcée dans le sens de cette derniére hypothese. L'autre école en revanche, a laquelle se rattachent Joseph Ha- léyy, Paris, le fondateur de Panti-sumérisme,feu Stanislas Guyard, Paris; Pognon, consul de France a Alep; Thureau-Danzin, Paris; admet Porigine sémitique, de Pécriture cunéiforme et regarde le peuple sumérien comme une création purement fantaisiste. Car sl est fort possible que la région babylonnienne ait été habitée avant Parrivée des Sémites, ces peuplades nous sont absolument inconnues: nous ne savons ni leur langue, ni leur histoire, et nous les reléguons, en attendant, dans les temps préhisto- riques, el jamais les Assyriens nous ont parlé d'un peuple sumé- rien ou accadien: sumer ou accad désignaient des cantons géo- eraphiques ; et lorsque dans deux ou trois lambeaux de textes 11 s'agit de langue de sumer, cela équivaut á patois ou dialecte, de méme qu'ailleurs il est fait mention du langage des báteliers, qui vwétaient sans doute pas des sumériens, comme le bon sens l'in- dique. M. Patron donc, a dú étre enchanté de ce terme sumérien, mars nous ne lui chercherons pas chicane sur ce pot, d'autant plus qu'il se trouve en noble et honorable compagnie, qui compte, —la fran- chise el la probité m'obligent a le dire,—les plus éminents savants de Passyriologie. Nous passons aux dieux de la tempéte. T. Katu-alla= éclarr. Les sumérisants concédent que la valeur « gat» de est sémitique, il ne faut done pas parler de sumérien á cette occasion. « Gátu » signilie bien « la main », — ne connaissant pas la phoné- tique péruvienne, j'ignore si y peut permuter avec h. Le second ¿lément >—= o GOO no ocupa mujeres 5 A o 0 0 NA 38 4 = o E e =- 1 Yo] Qu A 19) HIGIENE INDUSTRIAL 159 Sumando el número de obreras y menores que ocupa esta indus- tria, se obtiene un total de 767, comprendiendo 18 muchachas y 14 niños. Dichas mujeres confeccionan cajitas, empaquetan cigarrillos, pegan las estampillas, etc.; otras cierran cajas con alambre, em- pleando máquinas á pedal. En ciertas fábricas se ocupan en armar cigarrillos y cigarros de hoja. En fin, bajo el nombre de arregladoras emparejan el tabaco so- bre la tela de la máquina Bonsack de hacer cigarrillos v lo ciernen antes de emplearlo ; trabajan paradas. Algunas tareas son livianas, otras perjudiciales á la salud. En cuanto á los menores varones . despalillan hojas de tabaco. Superfluo es hacer resaltar que la ventilación debe ser en esta industria más perfecta y poderosa que en otras, debido á las ema- naciones del tabaco y á los polvos vegetales y minerales que des— prende en sus diversas manipulaciones. A primera vista parecería que esta industria debiera incluirse en el género de las que la demasiada acreación perjudica el traba- jo, tales como las litografías, hilanderías de seda, etc., pues las corrientes aéreas necesarias á la renovación del aire, hacen volar el tabaco, papel, etc., lo que no deja de constituir un serio inconve- niente. | Por no haber estudiado este problema, algunas de las fábricas citadas que gozarían de excelente ventilación, disponiendo de sufi- ciente número de ventanas construidas unas enfrente de otras, la tienen defectuosa ó deficiente, porque no pueden mantenerlas abiertas por la razón expuesta. En una sola de dichas fábricas, construída expresamente (letra €), modelo de higiene y aseo, he visto las ventanas realmente prácticas para esta clase de industria, colocadas bastante arriba del suelo y llegando su parte superior cerca del techo. Cada vidrio gira sobre su borde inferior, de maneta á formar un ángulo más ó menos grande, hasta alcanzar su completo descenso y por consiguiente, se gradúa á voluntad la eutrada del aire. Con este dispositivo se asegura una ventilación suficienteque en nada perjudica al trabajo. En este establecimiento donde trabajan 180 mujeres y cinco me- nores, casi no se percibe el olor del tabaco, que tanto suele molestar á las personas que por primera vez penetran en uno de estos talle- res. La graduación del olor puede decirse sirve para valorar la ventilación. 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los autores en higiene industrial, señor Intendente, no están de acuerdo respecto de la influencia nociva de esta industria, sobre la salud de las obreras. Unos niegan terminantemente que el tabaco origine trastornos graves — serán probablemente fumado- res empedernidos — otros por ei contrario, le acusan de pro- vocar el aborto, de aumentar la morti-natalidad y como se ha encontrado la nicotina en la orina, en la leche, en el líquido amnió- tico, se ha llegado hasta afirmar que la leche de las madres ciga- rreras contribuye á matará sus hijos en los primeros meses de la vida. El doctor Layet, profesor de higiene en la Facultad de Burdeos sostiene las últimas aseveraciones en compañía de Chapman (1891), Melier, Bucklin (1890), Goyard, etc. Poincaré expone que, hoy merced á la higiene de las fábricas y á su maquinaria adelantada, este peligro ha desaparecido, si bien ciertas condiciones pueden fal- tar en las que no dependen del Estado. Los doctores Sgoninn, “Peasecki, Jorre, Poisson, etc., afirman que el tabaco nv puede ser considerado como emenagogo. Paul Ra- zous, ilustrado inspector del trabajo en Francia, dice : « Entre los grandes venenos industriales, se puede añadir los polvos de taba- co, al lado de los polvos de plomo, arsénico, mercurio...» y el mismo Poincaré sostiene en otra parte, que la intoxicación indus- tmal, determina especialmente el aborto, así como la frecuencia de los nacidos muertos y constituye una de las grandes causas de despoblación. Poincaré dice además : «A pesar de la buena ventilación es bien cierto que el trillado, almacenaje y despalillado, exponen á inhala- ciones de polvos minerales y vegetales, que á parte de cierta acción tóxica, pueden determinar bronquitis, enfisemas, corizas, angina granulosa, etc.» Zenker, médico alemán, encontró polvo de tabaco en los pulmo- nes de dos obreros de una manufactura de Erlangen. Además de un estado atrófico avanzado, comprobó en los bronquios y pulmo- nes manchas obscuras características y dió á ese estado el nombre de tabacosis pulmonar. Si cada uno de nosotros se atiene solamente á su experiencia personal, verá que cuantas veces las personas que suspenden el uso del tabaco, generalmente abuso, ven restablecerse su salud quebrantada y á menudo sériamente comprometida. ¿Cuántas dispepsias y catarros pulmonares crónicos, palpitaciones, etc., HIGIENE INDUSTRIAL 161 no desaparecen por encanto con el abandono del tabaco? En vista de lo expuesto, lógico es suponer que las manipulaciones de esta substancia durante nueve ó diez horas diarias, absorbidas sus emanaciones y polvos por la respiración y las ropas, ingeridas á veces con los alimentos no pueden ser inocuas. Además debe tenerse presente que las observaciones del doctor Layel, tienen gran valor, pues la manufactura de Burdeos, donde este autor ha estudiado esta industria, es una de las primeras de Francia y ocupa numeroso personal, más «de 2000 mujeres. La sociedad de Medicina pública de París encargada de estudiar los hechos, ha confirmado por boca de varios de sus miembros : 1% La frecuencia del aborto en las cigarreras; 2% alteración de la leche; las cigarreras son malas nodrizas; 3% mala salud de sus hijos, cuya mortalidad es diez veces por ciento mayor que en los niños alimentados con la mamadera (Sarré, Jacquemard). Ahora bien, señor Intendente, si una de las atenuaciones de los peligros apuntados reside en la ventilación, cómo no deberemos exigirla amplia así como también locales vastos, para que el cubo de: arre correspondiente á cada individuo sea mayor y que á una venti- lación natural perfecta, se añada una artificial para mantener am- bas una atmósfera continuamente renovada. En la fábrica A, vasto edificio que estaría bien ventilado á no te- ner clausuradas sus ventanas — sin duda por el motivo arriba se- ñalado — establecimiento que se encuentra en excelentes condicio- nes de aseo, piso impermeable, etc., he visto á unas arregladoras sacudiendo el tabaco en un tamiz ó cernidor, del que muchos pol- vos se desprendían. La atmósfera era tal que sufrí un acceso de tos, y después he sabido que todas las arregladoras suelen cernir diariamente el tabaco con destino á ser emparejado sobre la tela de su máquina. Las leyes extranjeras disponen que los niños y mujeres no deben ser empleados en fábricas cuyos polvos se esparcen lnbremente. En la fábrica B, mujeres y hombres ocupados en armar á mano cigarrillos, trabajan en la misma pieza en que se hallan los secado- res, esto es, las hojas de tabaco extendidas sobre tablas superpues- tas. Con esto se comprende la atmósfera existente en ese local. Las dos ventanas de norte y sur, estaban herméticamente cerradas (en noviembre), no obstante trabajar allí 127 personas. En Alemania, un decreto de julio 8 de 1893 reglamentando la instalación y explo- tación de las cigarrerías, dice : « Art. 6%. No se podrá conservar AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII 11 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en los talleres más de la cantidad necesaria al trabajo de un día. En estos locales está prohibido efectuar el desecamiento del tabaco, el recortado delos cigarros, aun en las horas que no fuesen de tra- bajo ». Esta fábrica se encuentra todavía en infracción á ciertas leyes ex- tranjeras, que no consienten la promiscuidad de los sexos en un mismo taller, cuando el trabajo permite su separación. En la fábrica C,los cigarrillos se hacen á máquina y las mujeres empaquetan, confeccionan cajitas, etc., en el piso alto; abajo se opera la elaboración de los cigarrillos, la torrefacción, picadura, etc. Estas obreras no sufren, por consiguiente, las emanaciones de esas diversas manipulaciones. Como higiene, limpieza, disposición de las distintas dependencias, ventilación, pisos impermeables, etc., esta fábrica es un modelo en su género. Es á ella que me re- fiero al principio de este informe por su ventilación especial y prác- tica. El único defecto que he hallado en este establecimiento son dos correas oblicuas sin resguardo que pueden ocasionar acciden- tes, pero este reproche es aplicable á todos. En el edificio de la fábrica G, la ventilación es escasa en la parte baja, donde diez empaquetadoras trabajan al lado de las máquinas picadoras del tabaco. (Contravención en las leyes extranjeras). En la fábrica E si bien el espacio aereatorio podría ser mayor, dado el número de obreras empleadas, no faltaría luz, ni aire, con tal que permanecieran abiertas las ventanas que hallé cerradas en el momento de mi visita. Como ventilación excelente debo mencionar también la fá- brica J, edificio largo y angosto, formando esquina de calle y cu- yas ventanas paralelas son numerosas. El dueño de este estableci- miento ha tenido la buena idea de disponer en las ventanas un tejido de alambre, arrimando á ellas las mesas de trabajo de las empaquetadoras, de manera que dichas obreras trabajando en piso alto, en un paraje bastante despoblado, respiran constantemente un aire puro. En este taller se ocupan cuatro menores en despalillar las hojas de tabaco. La fábrica K tiene techo de zinc, con un pequeño entrepiso, la ventilación es escasa y lo mismo el aseo. Las condiciones en que se encuentran estas fábricas son general- mente buenas; mediante la buena voluntad de los patrones es fácil subsanar los defectos de que adolecen. Sin embargo, señor Inten- HIGIENE INDUSTRIAL 163 dente, una de ellas por haber querido disfrutar de una situación muy central, uo puede dar á sus obreras la ventilación requerida. Sobre un total de 85 establecimientos industriales visitados has- ta el presente, me permití en oportunidad llamar la atención de esa Intendencia sobre diez que requerían modrficaciones urgentes, por exigirlo los calores de la estación que iba á comenahr, tra- taudo de resguardar así la salud de las obreras (techos de zinc con entrepisos que hacen intolerable el calor, aglomeración de obre- ras en espacios reducidos, falta de higiene, etc.). Esta cifra de diez talleres en condiciones defectuosas, susceptibles de modificarse, demuestra á cualquier espíritu sensato, que no he sido demasiado exigente en mi pedido. Entre las industrias tachadas, figuraba la fábrica de cigarros l, en razón de su pésima ventilación y de otros inconvenientes y defi- ciencias inherentes á su ubicación central. Si bien las leyes extranjeras permiten el trabajo con luz artificial, ydecolor, es por el motivo de queciertas industrias necesitan ela- borar sus productos con ese requisito. A nadie se le ocurre que la manipulación del tabaco se encuentre en este caso y esinhumano permitir la labor á 95 mujeres en estas condiciones, máxime cuando permanecen muchas horas en un taller sin aberturas en las paredes, provisto solamente de una claraboya en la parte superior y separado de la calle por un tabique elevado. He inspeccionado esta fábrica en noviembre á las 2 de la tarde. En esta sala más clara, sin em- bargo que la siguiente, trabajaban á la luz eléctrica, siendo de observar que las paredes están pintadas de blanco, lo que contri- buye á retlejar más los rayos luminosos y á molestar la vista de las obreras, cuando hubiera sido elemental pintarlas de azul ó de verde. Parte de las arregladoras en esta casa ocupan un altillo; las de- más el piso bajo en un salón largo y angosto, cuyo techo tiene de trecho en trecho, pequeñas claraboyas. La aglomeración de máqui- nas, añadido al material depositado en el fondo de este salón, hace difícil la aereación. Es necesario haber presenciado la limpieza de la máquina Bon- sack para apreciar la cantidad de polvo desprendido por los cepillos; á tal punto, que aquél obscurece el ambiente, hace estornudar á las obreras, cubre su rostro, su traje, ete., para comprender lo que debe ser esto en aquel momento. Un inspector encargado de visitar esta fábrica, después de mi denuncia, ha clasificado de aceptable y despues de regular su ventilación. Por mi parte, sostengo que es pést- 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ma émsuficiente.Se debe ser más exigente para la ventilación de una industria 2nsalubre de por sí; diré más, debe ser 2msospechable. Y la ventilación de una casa doude se emplea la luz todo el día es más que sospechable para cualquier persona de mediana ilustración; pues la casa parece un zótano. La ley alemana exige para las ma- nufacturas de tabaco que los talleres tengan á lo menos tres metros de altura, ventanas en número suficiente de dimensiones bastante vastas para procurar una luz convemtente y dispuestas de manera que se puedan abrir al menos en la mitad de su superficie. La fábrica referida no llena ninguna de estas exigencias. En las fábricas €, E, I y M muchachas demasiado jóvenes ma- nejan máquinas á pedal para cerrar cajas. Esta máquina da un golpe seco y molesto que exige cierta fuerza con el pie de la obrera. Las leyes extranjeras reglamentan el trabajo de los niños «como productores de fuerza motriz» y si lo toleran es únicamente por al- gunas horas con reposos alternados. La fábrica N, no emplea ninguna mujer, ni aun para el empa- quetamiento que, sin embargo, resulta así más caro. En ella he vis- toá cuatro menores despalillando el tabaco al aire libre. Ojalá to- dos los establecimientos del género procedieran como éste. Hasta la hora actual he inspeccionado 85 fábricas y sólo tres pa- trones me han rehusado la entrada. Como en la de tabacos del señor Brisson no me permitieran el acceso, de acuerdo con la autorización del señor Intendente, recurrí al inspector municipal de la parro- quia de Balvanera. Desgraciadamente á ambos se nos ha dado igual negativa. De datos recogidos de boca de los obreros de dicho esta- blecimiento, las quejas son más bien de orden interno, pues-la hi- giene de los talleres es buena y el edificio nuevo es vasto y bien ventilado. Una parte de las fábricas de cigarros, no observan el descanso dominical. Obreros hay que se ven obligados á trabajar el domin- go hasta la noche ó á volver en este día al taller únicamente para limpiar la máquina Bonsack; en este caso no disfrutan sino de medio día de descanso. E De todo lo expuesto, señor Intendente, y existiendo en este país solamente una casa que fabrica rapé, en la cual las leyes extranje- ras prohiben ocupar menores, podrían exigirse en la capital fede- ral para esta industria, las siguientes medidas: 1* El tabaco será tamizado sobre un aparato recolector de polvos de poderosa aspiración inferior; HIGIENE INDUSTRIAL 165 22 Las obreras no ayudarán ni asistirán á la limpieza de la má- quina Bonsack; 3* Las empaquetadoras no trabajarán en los salones en que se elaboran cigarros y cigarrillos, donde se encuentren los secado- res, se pique el tabaco, etc.. y sí en locales completamente sepa- rados ; 4* Los patrones no podrán ocupar como arregladoras á mujeres casadas y á solteras que revelaran un estado de preñez; 5% El trabajo de las empaquetadoras, cigarreras de hoja, etc., se hará de pie por lamañana ó por la tarde, ó viceversa sentadas, á voluntad de ellas, para el debido descanso, á fin de no perturbar las funciones respiratorias. Al efecto, la mitad de las mesas de tra- bajo estarán dispuestas convenientemente; 6* En las salas en que trabajan simultáneamente hombres y mu- jeres, como en el manejo de la máquina Bonsack, no será permiti- do fumar á los obreros hara impedir la viciación de la atmósfera. 7? Tendrán las obreras una blusa de trabajo abrochada atrás y transversalmente, que deberán sacarse al dejar el taller y al irá comer. No les será permitido comer en los talleres donde trabajan solamente en el caso de tener una pieza especial dedicada al objeto. Saluda al señor Intendente con su más distinguida consideración. GABRIELA DE L. DE CONI. NOVA ADDENDA FLORAM PATAGONICAM AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI (PARS ALTERA) Grabowskia Schlect. (Charact. emend.). Fructus drupaceus parum v. vix carnosulus, endocarpio indurato 2-pyreno, pyrenis subhemisphaericis basis non v. plus minusve excavatas, avias v. pervots, 1-v. 2-locularibus, loculis 1-3-spermis, testa seminum tenui membranacea fusca; em- bryone valde curvato; cotyledonibus semiteretibus, radicula infera. Species patagonicae pyrenis 1-locularibus 2-spermis distinctis subgenus Pseudolycium nuncupandunm sistunt. 395. (G¡RABOWSKIA MEGALOSPERMA Speg., N. Sp. Diag. Pseudolycium, brachycope, pentaodon, emandrum, glaber- rimum cmereo-albescens, patentim horridum, ramas intricatis plus minusve ancrassatis, ramulis spiniformibus patentissimas validis, folúis fasciculatis subcarnosulas obovatas v. oblanceo- latis antice obtusissimas, posticelonge v. breviter cuneato -petio- latis, floribus majusculis 1n spinis saeptus acrogenis solitarias, pedicello calycem párum superante gracilr, calyce campanula- to lobís ovatis obtusis, corolla sordide albo-lvwescente tubo ca- lycem subduplo superante lobis ovatis obtustusculais, drupa majuscula calyce acereto suffulta glabra, fusco-purpurascente. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 167 Hab. In aridis saxosis secus Golfo de S. Jorge, aest. 1899 (€. A.). Obs. Frutex metralis etultra, rigide lignosus, ramis angulo recto patentissimis elongatis, junioribus albidis opacis glabris, vetustioribus, epidermide tenui delapsa, castaneis nitentiu- sculis; ramuli etiam angulo recto patentissimi numerosi (1n- ternodiis 4-10 mm long.) rigidi spiniformes (7-12 mm long. = 1,5-2 mm crass.), quandoque nudi, quandoque alterne re- moteque 2-3-foliati, quandoque fasciculos 1-4-foliosum ge- rentes, saepe apice floriferi; folia in partibus ¡junioribus 'subherbaceis adhuc) solitaria, in vetustioribus 3-10-fascicu- lata, carnosula glaberrima laevia, quandoque suborbiculato- spathulata (4 mín long. =3 mm lat.) quandoque oblanceo- lata (7-15 mm long. = 3-4 mm lat.), antice obtuse rotunda- ta, postice plus minusve brevissime v. longiuscule cuneato- attenuata, sessilia v. obsolete petiolulata; flores e centro fa- sciculorum sed saepius ex apice ramuloram spiniformium exsurgentes, solitaril v. rarius geminati, patentes, pedicello longiusculo gracili (8-10 mm long. = 0,4 mm crass.) glabro nudo fulti; calyx campanulatus (7-8 mm long. et lat.) glaber, ultra medium quinquefidus, lobis triangulari-ovatis (4,5 mm long. = 2-2,5 mm lat.) apice obtusiusculis, cinerascenli-vire- scens v. subpurpurascens; corolla albo-livescens extus intus- que glabra (15 mm long. = 14 mm lat. lobis expansis), tubo eylindraceo (8-10 mm long. =3-4 mm diam.), lobis ovatis obtusis (3 mm long. =4 mm diam.); stamina 5, ex ima basi corollae exsurgentia sed cum ¡psa usque ad medium tubum fere adnata, filamentis in parte adnata puberulis, in dimidia infera libera lanuginosis sursum glabris, ex fauce exerta sed pelala non superantia; ovariam conoideum fuscum glabrum stylo filiformi (10 mm long.) apice minute capitato-stigmatoso coronatum. Fructus drupaceus ovato-subglobosus (12 mm diam. et alt.) basi calyce nonuihil accreto cinctus, sordide fusco-lividus glaber exsuccus nubecula glauca adspersus, sae- pe parum sub medio sulco obtuso transverso coarctatus, apice im cicatrice stylari vix mucronatus, cortice tenui sublibero; pyrenae (9-10 mm long. = 8 mm lat. = 4 mm crass.) osseae, dorso subhemisphaerico-dimidiatae, facileseparabiles, ventre planae, apice rotundatae, basi truncatae, parum supra basin dorso transverse valideque constricto-sulcatae, in basi ven— trali crasse marginatae, transverse umbilicato-perviae, intus 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA uniloculares dispermae; semina obovata (6 mm long. =4 mm lat.), testa tenut membranacea rufa subviscosa, embryone e spirali subeyelico, cotyledonibus teretibus, radicula longiore infera. 396. GRABOWSKIA ÁMEGHINOL (Speg.) Speg. = Speg., Plant. Pat. austr., nD. 283 = Lycium durispina Dusen, Die Gefasspfl. d. Magellansland., p. 251. Hab. Vulgatum per totam Patagoniam sicciorem mediam, Chon- kenk-atk, Boron-ark, Pan de Azúcar, aest. 1897-99 (C. A.), secus Kio Chubut, aest. 1897-900 (J. Valentin, F. Basaldua, N. Ilim). Obs. Nunc tantum fructus mibi adsunt et tum a genere Lycro removenda. Drupa globosa calyce param acecreto saepeque co- rollaarida persistente vestita, glabra (3-4 mm diam.) rube- scens, pyrenissemilenticularibus, dorso convexis ventre planis rufis (2 mm long. =1,75 mm lat. = 1 mm crass.) laevibus non sulcatis, basi rotundatis non excavatis nec pervils. 397. LYcium ACANTHOCLADIUM Speg. = Speg., Plant: Pattiaustro n. 282. Hab. Vulgatam in aridis Golfo de S. Jorge, aest. 1899 (€. A.), Golfo de S. Matias, Maj. 1899 (F. Lahille), secus Ro Chubut, aest. 1899 (N. Ilim), secus [Rio Negro prope Carmen de Pata- gones, Fbr. 1898 (C. S.). Obs. Planta sat variabilis semper tamen glaberrima atque spino- sissima, floribus tetrameris. Rami variant cinerei serupulosi v. badii laevissimi nitentiusculi; folia quandoque minuta relaxata (4-7 mm long. = 1-1,5 mm lat.) quandoque majora (7-15 mm long. = 1,5-4 mm lat.), semper tamen obtusa spa- tbulata glabra laevia. Corollae roseae, rufescentes v. albescen- ti-flavescentes (10-15 mm long. = 1,5-3 mm diam.) glaberri- mae. Baccae ellipticae v. ovato-ellipticae, rubrae glaberrimae; semina discoideo-subreniformia, applanata tenuia ochracea dense minuteque punetulato-reticulata. Species L. fragroso Miers et L. breano Ph. nonnihil affinis sed distincta, a L. Rhudolphi Speg. (L. horridum Ph. non Thnb.) longius recedeas. 398. LYCIUM HALOPHILUM Speg., M. sp. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 169 Diag. Brachycope, pentaodon, errandrum, lejanthum, glaberri- mum spiunosissimum; folús parvis tereti-clavulatis obtusissi- mas fasciculatis; floribus solitariis, pedunculo calycem aequan- te glabro, corollae infundibularis tubo calyce 4-plo longiore, lo- bis dimidio tubo parum brevioribus exumie elliplico-ovatts, sta- minibus styloque longe exertis, baeca nigra globoso ovata. Hab. ln uliginosis ad margines salinarum Salina de Predras, Salitral Grande prope Carmen de Patagones nec non prope Bahía Blanca, Jan. et Febr. 1898 (€. S.). Species inter sectiones Brachycope et Mesocopenutans. Frutex ¡-3-metralis densissime intricateque ramosus, ramis ramulis- que ad angulum rectum patentissimis, conferte spinosis, cortice glabro cinereo-albescente vix serupuloso tectis. Folia ad nodu- los non v. vix incrassato- prominulos 3-8-fasciculata, lineari- spathulata, carnoso-subclavulata (5-10 mm long. =1-2 mm lat.) apice obtusissime rotundata, sensim longeque cuneato- attenuata sessilia, superne convexulo-planiuscula inferne convexulo-subcarimata glaberrima eglandulosa viridi-subglau- cescentia 1n sieco contracto rugosa. Flores in glomerulis sae- plus solitarii, pedicello brevi (1-2 mm long.) anguloso gla- berrimo suffulti, calyce cyathoideo-subevlindraceo (2,5 mm long. =3 mm. diam.) glaberrimo deorsum cuneato in pedi- cello producto, nervuloso-costulato, apice brevissime 5-dentato, dentibus late triangularibus vix angulato-acutiusculis non v. vix ciliolatis donato, corolla extus glaberrima pallide roseo- lilacina tubo calyce subtriplo longiore cylindraceo-obconico (6-7 mm long. =2 mm diam.) supra ovarium leniter coare- tato, lobis pantenti-revolutis ovatis obtusiusculis (3 mm long. = 2-2,25 mm lat.) non ciliatis; staminibus 3 per anthesin longe exertis lobos corollinos non v. vix aequantibus, filamen- tis e medio tubo omuino glaberrimo exsurgentibus, abrupte geniculatis, parum supra basin leniter incrassatulis atque dense villoso-lanuginosis, ceterum glabris, antheris violaceis nutantibus glabris, ovario conoideo glabro, stylo per antle- sin longe exerto lobos corollinos leniter superante apice capi- tellato. 399. Lycrum REPENS Speg. = Speg., Plant. Pat. aust., n. 285, Hab. Non raram in Golfo de S. Jorge, aest. 1899 (C. A.) et in aridis secus Rio Chubut, aest. 1900. 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Obs. Calyx variat glaberrimus v. laxe pilosulus margine saepe ciliolatus; corollae tubus calycem parum superans, lobi mar- gine eximie ciliolatis. 400. LYCIUM FLORIBUNDUM Dunal = DC. Pr. MIL, 1, p. 513. — L£. chubutense Dusen, l. c., p. 250. Ñ Hab. Vulgatum in dumetis secus Mo Negro, Jan. et Febr. 1898 (C. S.) el prope Coloma Valcheta, aest. 1899 (A. Larguia). Obs. Baccae globosae (3-4 mm diam.) glaberrimae fusco-rubrae vix succosae, calyce sal accreto fereomnino amplexae involu- taeque, seminibus numerosis compressis e discoideo irregu- laribus (1-1,5 mm diam.) badiis, dense minuteque punctulato- reticulatis. 01. LYCIUM INFAUSTUM Miers —= Walprs, Ann. V, p. 583. Hab. Vulgatum im dumetis ad confluentiam fluminum Neuquen et Limay el secus Rio Negro, Jan. et Febr. 1898 (€. S.), secus Rio, Chubut, aest. 1900 (C. Burmeister), prope Coloma Val- cheta, aest. 1900 (A. Larguia). 402. LYycIUM LASIOPETALUM Speg., N. Sp. Diag. Mesocope, pentaodon, emandrum, lasropetalum, velutino- e tum, spinosum; ramas antricato-ramosis glabris cinerers parce spinosis, folvis fasciculatis parvis lineari-oblanceolatis planas v. anguste revolutis subacutiusculas breviter subvelutino-hirtu- lis cano-viridibus, floribus subsolitaris pedicello longrusculo el calyce acute 5-fido velutino-hirtulo, corolla albo-vrrescente infundibulari-obconica extus et ad faucem villosa, stamimaibus exertis parum supra basin incrassato-vtllosis. Hab. In aridis collinis inter Cholila et Colonia 46 de Octubre. aest. 1901. Obs. Frutex metralis et ultra; rami dense intricato-ramosi 1n- ferne plus minusve spinosi superne subinermes, cortice tenul cinereo reticulato-rimuloso glabro vestiti; folia 1u nodulis parum cupulato-prominulis confertiusculis 3-8 -fasciculata, anguste oblanceolato-linearia (5-10 mm long. = 1-2 mm lat.) superne abruptiuscule rotundato-acutata, deorsum longe atte- nuata, planiuscula v. margine anguste revoluta, viridia, utrin- que laxe v. dense subimperspicueque puberulo-hirta, pilis saepius simplicibus brevissimis non v. vix glandulosis; flores NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 471 in fasciculis saepius solitarii pedicello gracili sublongiusculo dense hirtulo-velutino subcanescente (3-4 mm long.) suffulti, calyce obconico birtulo-velutino subcanescente (4 mm long. = 2,5 mm diam.) 5-fido, lobis angustis acutis erectis tubum superantibus, sinubus obtusis donato, corolla obconico-infun- dibulari tubo non v. vix dentes calycinos superante, toto bre- viter adpresseque puberulo, lobis ovatis (3 mm long. = 2 mm lat.) subacutiusculis dorso dense villoso-pubescentibus donata, intus tubo et lobis glabris sed fauce tota annulatim adpresse cano-tomentosula (non globulis pilosis interstaminalibus tan- tum donata), staminibus e medio tubo exsurgentibus basi inerassato-villosis ceterum glabris, antheris nutantibus exertis sed petala non superantibus; ovario conoideo glabro, styio parum exerto vix stamina superante. Species a L. Philipprano Speg.(Ph.) (L. microphyllum Ph. non Tnbrg, L. minunifolvum Ph. non Remy) bene distincta, a L. chilense Miers longius abhorrens. 403. LYcium PATAGONICUM Miers = Walp., An. V, p. 584. Hab. Non rarum in dumetis secus Ro Negro, Febr. 1898 (€. S.). 404. DATURA STRAMONIUM L. — DC., Pr. XIII, 4, p. 540. Hab. Non rara im cultis prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C.:S.). Pantacantha Speg., n. gen. Char. Cestrinea. Calyx tubulosus 5-partitus, lobis elongato-spine- scentibus subulatis, valvatis. Corolla tubulosa aequalis; lobi parvi induplicato-valvati mucronato-spinulosi. Stamina infra medium tubum adfixa, inclusa, filamentis filiformibus elon- gatis; antherae erectae oblongae, loculis parallelis longitu- dinaliter introrsum dehiscentibus. Discus annularis parum perspicuus. Ovarium 2-loculare; stylus filiformis, stigma ca- pitulato-inerassatum breviter bilobum; ovula in quoque loculo pauca. Capsula oblonga acutiuscula, septicide 2-valvis, valvis 2-fidis. Semina irregulariter angulato-subreniformia, e latere compressa, dense tenuiterque alato-cristulata, alis erosulo- denticulatis dense minutissimeque radiatim striolatis; embryo curvatus albumen parcum subeingens, radicula tereti supera cotyledones semiteretes aequante. Fruticulus erectus ramosis- 172 ANALES VUE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA simus. Folia laxa v. conferta subulato-linearia spinescentia. Flores parum numerosi, sessiles, acrogen!. Genus FabianaeR. £« P. proximum, sed habitu toto spinescenti- horrido Strongylomatum, calycis lobi valde subulato-elongatis, seminibus cristulato-alatis exumie distinctum. 405. PANTACANTHA ÁMEGHINOI Speg., N. Sp. Diag. Perennis, ramas elongaltas subangulosts pallidis v. pulveru- lentis totis sublaze folvosis ; folvis primarias subulato-lmearibus rigidas praelongis spinescentibus patentissumis glabris v. pulve- rulentis, secundariis ad axillas primariorum fasciculatis bre- vioribus pubescenti-pulverulentis mucronato-spinosas; floribus ad apicem ramulorum uxillarium saeptus solitarms sessilabus, calycis lobis triplo tubo longioribus, corollae glabrae tubo lobos calycinos saeptus parum superante, lobis corollinis reflexas, stamintbus 1 parte dimidra infera pubescentibus, stylo non exerto. Capsula calyce non accreto amplexa lobis calyermas duplo breviore, valvis cortacers lignicoloribus; semina badra glabra. Hab. Tn aridis glareosis secus Kio Chico, aut. 1898 (€. A.), nec non prope Lago Musters, Febr. 1899 (N. Ilim). Obs. Frutex dense intricato-ramosus (20-40 cm alt.), ramis rectis v. flexuosis subgracilibus (2-3 mm erass.), ligno albido, cortice tenul, in vetustioribus sordide cinereo-nigrescente, 1n junioribus albido-lutescente tectis, glabris v. in innovationi- bus laxe breviterque pulverulento-pubescentibus. Folia pri- maria patentissima fere ad angulum rectum, subligneo-rigida anguste linearia subtrigona (15-33 mm long. = 1-1,25 mm lat.) ad epiphyllum convexula v. obsoletissime subimpresso- canaliculata, ad hypophy!llum obtuse carinato-convexula, ner- vo primario crasso a limbo angustissime marginiforme utrin- que sulco longitudinali separato, a basi ad apicem sensim attenuata atque in mucrone tereti longiusculo (3-4 mm long.) acutissimo producta, lignicoloria v. pallide viridia, glabra v. vix pruinuloso-pulverulenta, secundaria fasciculata minora breviora molliora (3-15 mm long.), muerone excepto, viridia atque densiuscule pulverulento-villosula, pilis breviter ramu- losis crispulis. Flores in ramulis brevibus (5-20 mm long.) axillaribus ad basin innovationum acrogene solitarii erecti sessiles, foliis ramulorum supremis oppositis v. suboppo- sitis fere calvculati; calyx tubulosus glaber, tubo eyathoideo- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 173 subhemisphaerico (3 mm long. et lat.) non v. obsolete angu- lato, dentibus 5, saepius aequalibus lineari-subulatis (8-10 mm long. =1 mm lat.) erectis foliis simillimis, rigidis pallide lignicoloribus; corolla glaberrima v. subglabra albo-lutescens tubulosa, tubo deorsum supra ovarium vix coarctato, dentes calycinos aequante v. parum superante (10-13mm long. =2-2,5 mm diam.) intus etiam glabro, lobis corollimis primo indupli- cato-valvatis dein patentim reflexis brevissimis late subtrian- gularibus (1 mm long. et lat.), apice valide tenuiter longiu- sculeque (1-1,5 mm long.) aristato-spinulosis; staminibus e tertio infero tubi corollini exurgentibus tenuibus filiformibus, in parte dimidia infera pubescenti-villosulis, antheris erectis faucem corollae attingentibus non v. brevissime exertis; Ova- rio conoideo glabro viride disco tenui flavescente cincto, stylo filiformi apice abrupte clavulato-incrassato, stigmate breviter obtuseque bilobo staminibus breviore coronato. Capsula rigida sublignosula ovata v. elliptico-ovata (6 mm long. =4 mm diam.) superne acutiuscule rotundata, calyce persistente im- mulato cincta, valvis glabris, septo parvulo sublignosulo, seminibus (1,5 mm diam.) in quoque loculo paucis. 406. BENTHAMIELLA AZORELLOIDES Speg., N. Sp. Diag. Fruticulus compactissime caespitoso-pulvmiformas, folris densissume fasciculato-ambricatis ramulos dense botryoso-com- gestos vestientibus, posticis aridas myricantibus supremas rosu- latis viridibus, anguste linearibus trigonis apice obtusrusculas non v. vis pallidioribus non callosis, glaberrimas laevissimas; flores ad awillas foliorum rosularum sessiles breviter exert, calycis lobis tubo triplo brevioribus, corolla ochroleuco-vtre- scente calycem parum superante, staminibus longissime exertas. Hab. To rupestribus aridissimis inter Lago Musters et Colu-huapr, Dec: "1891: Obs. Species ab omnibus adhuc cognitis longe recedens atque mox dignoscenda, habitu Azorellae diapensorda A. Gray simil- lima. Pulvinulicrasse latequehemisphaerici(10-60cmdiam. = 5-13 mm cras.) compactissimi durissimi fere lignosi, in su- perfice leniter colliculosi pulehre obscureque virides; caudices lienosi, ligno albo donati, dense breviter dichotomo-ramos!, ramulis cylindraceis (2-3 mm crass.) confertissimis adhuc in senectute foliis vetustis persistentibus nigricantibusque spon- ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA giose vestitis e mutua pressione obtuse angulosi crassi (5-7 mm crass. diam. cum fol.); folia ad apicem ramulorum tantum viridia rosulata densissime imbricato-constipata, sessilia li- nearia (5 mm long. =1-1,25 mm lat.) crassiuscula rigidula glaberrima laevissima, apice leniter subreflexa, ad epiphyllum planiuscula, ad hypophyllum acute carinata; flores in quoque rosula solitarii, rarius 2 v. 3, inter folia suprema sessiles et fere vaginali; calyx glaberrimus obconoideus irregulariter acuteque angulatus (+ mm long. =2 mm diam.) deorsum subtenuiter membranaceus, sursum 5-lobatus, lobis, limbis folioram simillimis, viridibus carnosulis trigonis obtustusculis (1-1,25 mm long. = 0,75 mm lat.); corolla tubulosa glaber- rima tubo calycem aequante (4 mm long. = 1,5 mm diam.), lobis anguste linearibus acutiusculis (1 mm long. = 0,5 mm lat.) donata intus glabra, staminibus 5 ex tertio infimo tubi corollimi exurgentibus filiformibus tenuibus longe exertis (5-6 mm long.),1n triente imfimo leniter puberulo-villosis; ovarium globosum (l mm diam.) glabrum stylo filiformi (2 mm long.) apice vix Inerassatulo coronatum. Utriculus et semina non visa. 407. FABIANA PATAGONICA Speg. = Speg., Pl. Pat. aust., n. 290. Hab. Vulgata per totam Patagoniam sicciorem a Rio Negro usque ad [io S. Cruz, per ann. 1896-900 (€. A., €. S., J. Valentin, F. Silvestri, etc.). Obs. Species summopere variabilis cujus formae v. varietates nobiliores sunt : a) typica : mediocris v. parva (15-40 em alt.) parcissime foliosa, ramulis pulverulento-glandulosis glabris, calycibus (6 mm long.) hispidulo-pubescentibus, dentibus angustis acutiusculis tubo duplo et ultra brevioribus (1,5-2 mm long.), corollis calyce triplo longioribus gracilibus (18-20 mm long. = 2 mm diam.), vix laxissime puberulis, lobis late triangularibus acu- tiusculis submucronatis; capsulis cylindraceis acutis calycem persistentem parum excedentibus (7 mm long. =2,5 mm diam.), seminibus irregulariter angulato-oblongis (1,5 mm long. = 1 mm diam.) fuligineis laevibus, sub lente valida vix punctulatis. Secus Rio Chico et in Golfo de S. Jorge (C. A.), secus Rio Chubut (EF. Basaldua). b) foliosa : mediocris v. parva (3-30 em alt.) densiuscule per- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 175 sistenter foliosa, foliis solitartis v. rarius subfasciculatis ut ra- mis brevissime glanduloso-pubescentibus; calycibus tubulosis (6-9 mm loug. = 3-4 mm diam.) hispidulo-pubescentibus, dentibus tubo subtriplo brevioribus (2-3 mm long.) anguste v. latiuscule triangularibus acutiusculis, corollis calyce duplo v. subtriplo longioribus (15-18 mm long. = 3-4 mm diam.) vix laxissime puberulis lobis acutiusculis mucronatulis; cap- sulis elliptico-cylindraceis acutiusculis calycem persistentem non excedentibus inclusis (7-8 mm long. =3 mm diam.); seminibus ut in typo v. vix parum minoribus. Secus Rio Chico in rupestribus prope Pan de Azucar (€. A.). c) nana : parva v. pusilla (3-5 cm alt.) omnino foliis destituta dense breviterque fasciculato-ramulosa, ramis glabris sed dense minuteque papilluloso-glandulosis saepe viscoso-ver- nicosis; calycibus tubulosis cylindraceis (6 mm long. = 1,5-2 mm diam.) glaberrimis dentibus brevissimis tubo 5-v. 6- plo brevioribus, late triangularibus acutiusculis (0,5-0,75 mm long.), corollis duplo et ultra calyce longioribus (14-15 mm long. =1,5-2 mm lat.) glabris, lobis brevibus obtusis non mucronatis; capsula calyce arcte inclusa non exerta (6 mm long. =1,5 mm diam.), seminibus ut in typo sed anguslio- ribus pallidioribusque. In saxosis inter S. Julian et Rio De- seado, nec non secus Ho Chrco (€. A.). d) brachyloba : mediocris v. elata (50-70 em alt.), parcissime obsoleteque foliosa, ramulis confertis glabris dense minute- que papillulosis glutinosis; calycibus glabris cylindraceis (3-6 mm long. = 1,5-2 mm lat.) dentibus brevissimis trian- gularibus acutiusculis (0,5-1 mm long.), corollis glabris ca- lyce non v. vixduplo longioribus (8-12 mm long. = 2-2,5 mm diam.), lebis obtusis sed minute apiculatis; capsulis semi- nibusque desideratis. Secus [to Chubut (N. Hlin). e) gracilis : elata (100-150 em alt.), densissime gracillimeque fastigiato-ramulosa, ramulis glabris dense minuteque papil- lulosis, non v. parcissime hinc inde foliosis; calycibus et co- rollis ut in praecedente; capsulis anguste cylindraceis (6-7 mm long. = 1,5 mm diam.) calycem arcte adnatum parum exce- dentibus acutis, seminibus ut in typo sed duplo minoribus. In collinis inter Rio Negro et Rio Colorado (€. S.). 208. NicoTIANA ALPINA Poepp. = N. monticola DC., Prodr. XIII, 1, 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA p. 564 —Comes, Monogr. Nicot., p. 31 — N. corymbosa Remy, Gay, Fl. chil. V, p. 57 — Colloma patagonica Speg., Plant. Pat. austr.,n. 967: Hab. Non rara in aridis fere totius Patagoniae, per ann. 1882-900. Obs. Species distinctissima etsi statura pubescentia etc. sat varia- bilis; formae v. varietates sequentes distinguendae: a) patagonica (Speg.): statura humillima (15-100 mm alt.), sim- plex v. parce ramosa, foliisomnibus angustissime linearibus fere filiformibus (10-25 mm long. = 0,5-2 mm lat.), floribus minimis(8-10 mm long.) tota dense glanduloso-subvelutina. In australioribus secus Rio S, Cruz (€. A., €. $S.). bh) deserticola : statura elatiore (25-50 cm alt.) plus minusve ramosa, fol1s radicalibus subrosulatis anguste lineari-lanceo- latis utrimque longe attenuatis petiolatis (7-10 cm long. cum pet. = 5 mm lat.), caulinis linearibus (3-8 mm long. =1-3 mm lat.), floribus capitato-congestis majoribus (12-15 mm long. =1.5 mm diam.), tota patentim laxeque hispida parce viscosa. In parte boreali secus (1. San Jorge (€. A.)et secus Rio Chubut (N. llin). 408. NICOTIANA ACAULIS Speg., n. sp. = Petunra humifusa Speg. (non Dunal), Plant. Pat. aust., n. 291. Diag. Didiclra, rustica, perennis, acaulas, folas rosulatis glaberri- mis limeari-oblanceolatas v. subspathulatis, crassuuscule mem- branaceis margine grosse dlenseque plicato-erispatis, floribus solitariis v. paucigregarias e centro rosularum erectis pedicello 1psis breviore gracila glabro suffultis, calyce cylindraceo glabro v. vix pulverulento 5-dentato, dentibus limnearibus tubo duplo iriplove brevioribus, corolla tubulosa albo-lutescente calyce bis terve longrore brevissume obtuseque 5-lobata, extus, apice prae- cipue, pulverulento-pubescente, capsulis breviter ellapticis ca— lycem persistentem non superantibus, seminibus mediocribus glabris dense foveolato-mtentibus. Hab. In aridissimis secus Mo S. Cruz, prope Monte Leon, anno 1882 (C. S.) etin subsalsis secus Rio Chubut, Dec. 1899 (N. Ilim). Obs. Species antea ad descriptiones false determinatasub nomine Petuniae humifusae Dun., nunespeciminibus comparatis valde recedere videtur nec quidem comparanda. Rhizoma profunde in terra delitescens, ramos graciles elonga- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 1171 tos (5-20 cm long. = 2-3 mm crass.) albidos nudos simplices yv. parce ramulosos gerens; folia glaberrima in apice ramulorum rhizomatis superficem terraealtingentium dense rosulata (5-15 in quaque rosula) diffuso-patentissima, lineari-oblanceolata v. lineari-subspathulata (3-10 cm long. =3-7 mm lat.) sur- sum rotundata v. obtuse acutata, deorsum longe sensimque attenuata sessilia v. brevissime petiolata, margine angustissl- me revoluta atque utrimque dense (in juventute praecipue) plicato-crispata, ad epiphyllum viridia nervo mediano valido impresso, ad hypophyllum pallidiora nervo mediano subalbi- do prominulo (lateralibus non v. vix perspicuis), crassiuscule membranacea rigidula; flores in rosulis solitaril v. pauci erecti pedicello gracili (5-10 mm long.) glabro suffulti; calyce evlindraceo (6-10 mm long. = 3 mm diam.), glabro v. vix su- perne subpulverulento, dentibus angustis brevibus (1,5-3 mm long.) obtusiuscule acutatis donato; corolla subtubulosa v. ob- conoideo-subeylindracea (15-20 mm long. =3,5-4 mm diam.) in parte calyce abscondita graciliore superovarium coarctatula 5-loba, lobis rotundis obtusis (3 mm lon-.=5 mm lat.), te- niuscula sordide ex albo sublutescente, extus, praecipue 1n dorso loborum, puberulo-glandulosa, intus in parte infera an- gustata tubi villosula, superne glabra, staminum filamentis ad tertium inferum tubi insertis filiformibus, basi eximie ge- niculatis ibique villosis, faucem attingentibus sed non exertis, antheris ovatis, ochroleucis glabris, ovario ovato (2,5 mm alt = 2 mm diam.) viridi glabro, stylo stamina aequante glabro apice clavulato-incrassato, non v. vix bilobo coronato. Capsula elliptico-ovata (6 mm long. =3 mm diam.) glabra obiustuscule acutata, calyce persistente non accrelo, saepeque corolla are scente, inclusa, seminibus sat numerosis irregulariter subreni- formi-ellipticis (1,23 mm long. =0,75 mm diam.) badiis, dense irregulariterque foveolato-reticulatis, foveolis nitentibus. 409. NICOTIANA ÁMEGHINOL Speg., DN. Sp. Diag. Didiclia, rustica, perennis seapiyera, foltas rosulatas pulve- rulento-pubescentibus acte tomentosulis oblanceolatis v. sub- spathulatis margine grosse sinuato-plicatas, seapas solvtarms v. rarius paucis erectis foliis duplo (uadruplove longioribus, simplicibus v. pauciramosis nudis laxe hisprdo-glandulosas, floribus saepius nutantibus apice v. secus scapos primo um- bellatis v. racemosts, dem, seapis elongatis, subspicatas, bre- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LI 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vissime pedacellatis, pedicellis-hispido glandulosis ex axrilla bracteolae linearas brevioris puberulo-viscosae exsurgentibus, erectis, calyerbus cylindraceo-campanulatis 5-fidis, dentabus linearibus obtustusculas, farinoso-hispidulis, corollis hypocrate- mformi-tubulosis duplo subtriplove calyce longioribus ylabris albo-ochroleucis, breviter acutiusculeque 5-lobis, capsulas late ovatas calycem valde accrelum persistentem parum superanta- bus, semimbus mediocribus ylabris vix punctulato-foveolatis. Hab. In aridis saxosis loco Karr-atk vocato prope Lago Argentino aest. 1898 el inter S. Julian et Río Deseado, vere 1899 (C. A.) nec non secus Hito S. Cruz, Febr. 1900 (F. Silvestri). Ubs. Species praecedenti sal similis el facile ejusdem varietas nobilior, villositate scapis inflorescentiae corollis glabris sal tamen distincta videtur. Rhizoma...;foliaad apicem ramorum rhizomatis superficem terrae attingentium dense rosulata (3-20 in quaque rosula), erecto-patentiuscula, saepe subcirrhosa, late oblanceolata v. subspathulata (5-10 cm long. = 15-25 mm lat.) sursum plus minusve obtuse rotundata deorsum longiuscule attenuato-pe- tiolata, petiolo (1-3 cm long. =1,5-2 mm lat.) planiusculo albescente, margine non revoluta dense canescenti-tomentosa atque utrimque (in juventute praecipue) grosse plicato-crispato sinuata (fere pinnatiloba), ad epiphyllum obscure viridia plus minusve pulverulento-pubescentia, ad hypophyllam vix palli- diora elsubglabra, crassiuscule membranacea, non rigida; scapi solitarii, raríus 2-3 e quaque rosula, erecti (10-30 cm alt. = 1,5-3 mm crass.) simplices v. rarius ramulis 1 v. 2 al- ternis brevioribus donati, nudi sed laxe patentimque hispido, glandulosi, apice v. in tertio supero dense v. laxe flori-fruc- tiferi; flores primo ad apicem scapi capitati v. subumbellati, dein, post anthesin rachi sensim elongata, racemosi v. spica- ti, parum numerosi (3-12 in quoque scapo), pedicellis erectis dense farinoso-v. puberulo-glandulosis (2-5 mm long.) ex axilla bracteolae linearis acutiusculae brevioris exsurgentibus fulti; calyce cylindraceo-subcampanulato (8-10 mm long. = 3-4 mm diam.) dense glanduloso-hispidulo fere ad medium quinque- fido, dentibus linearibus inaequalibus (4 mm long. =1 mm lat.) obtusiusculis donato; corolla subtubulosa v. obconoideo- subeylindracea (18-20 mm long. = 4-5 mm diam.) in parte calyce inclusa graciliore supra ovarium valide angustala, 5- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 179 loba, lobis subtriangularibus subacutiusculis (3 mm long. = 3 mm lat.) tenuruscula sordide ex albo ochroleuca, extus intus- que semper glaberrima, staminum lfilamentis ad tertium inferum tubi insertis filiformibus basi leniter geniculatisibique parce puberulis, faucem attingentibus sed non exertis, antheris elliptico-ovatis ochroleucis glabris, ovario ovato (4 mm alt. = 2,5 mm diam.) viridi glabro, stylo stamina non v. vix superante glabro apice clavulato-incrassato subbilabiato coronato. Cap- sula ovato-elliptica (12-14 mm long. = 7-8 mm diam.) obtu- siuscule aculata, calyce persistente sal accreto dense farinoso- glanduloso inclusa v. vix longiore, seminibus numerosis ova- to-reniformibus (1,25 mm long. =41 mm lat.) compressulis, badiis subimperspicue foveolato-punctulatis. 410. NICOTIANA DESERTICOLA Speg., N. sp. Diag. Didiclra rustica perennis, ramosi-cauligera, decumbenti- erecta, rams confertis fastigiatis glabris sed pilas crassts aculerformibus laxissime adspersis, foliis radicalibus evantdis caulims confertis erectas lanceolato-linearibus utrimque atte- nuato-acutatis anferis £ ve petrolatis superis sessilibus, ylahris v. laxe pubescenti-haspidulis margine yrosse undulato-subsi- nuatis atque spinuloso-cilratis, pedunculis elongatis simpla- cibus v. ramosis deorsum laxe folvatis sursum nudis apreeque paucifloris, floribus patentibus, brevissime v. longruscule pedr- cellatis, pedicellas erectis glanduloso-puberulis basar et saepe ad medium bracteolis limearibus obtusiusculis ornatis, calycibus subeylindraceo-campanulatis hispidulo-ylandulosis 5-dentatas, dentibus late triangularibus subobtusiusculis, corollis obconor- deo-subhypocratemformibus duplo calyce longioribus tenurter puberulas albo-vrrescentibus, limbo 5-angulato, capsults... dest- deratis. Hab. In aridissimis saxosis secus Golfo de San Jorge, aest. 1899 (CAE) Obs. Species precedentibus valde affinis, ad Y. noctrfloram Hook. accedens, ab omnibus tamen bene distincta; facillime cum N. pampasana OK. (Rev. gen. plant., TI, 2, p. 223) conjungenda, sed descriptio hujus speciei a Cl. OK., l. c., data nimis manca et sine speciminum comparatione nil certe eruendum erit. Radix cylindracea longissima (15-25 cm long. =2 - 4 mm erass.) fusco-ochroleuca simplex parcissime barbellata (an tu= 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riones rhizomatis profundissimi ?) apice sensim in caule sim- plici (an semper?) producta; caules teretes basi decumbentes sursum arcuato-adscendentes (20 -50 cm long. =2-3,5 mm crass.) a bas1 dense ramosi, virides pilis paucis albis brevibus conoideis subaculeiformibus hinc inde laxissime adspersi, ceterum glaberrimi; ramulí fastigiati alterni erecti simpli- ces v. parum ramululosi (13 - 20 cm long. = 2-2,5 mm crass.) virides, deorsum teretes sursum obsolete angulato- sulcati, plus minusve, ut caules, piloso-aculeati, glabri; folia lineari-lanceolata utrimque longe attenuata (25-75 mm long. =3-9 mm lat.) apice obtusiuscule acutata, basi cuneato-sessilia v. breviter aut brevissime petiolata, margine grosse obtuseque e sinuato crispato-lobulata, acie saepius den- se ciliato-subspinulosa, in juventute utrimque puberulo-glan- dulosa per aetatem ad epiphyllum laxe grosseque hirsutula ad hypophyllum subglabrata viridia, crassiuscule membra- nacea. Flores horizontaliter patentes ad apicem caulis v. ra- morum ramulorumque saepius pauci (2 - 3) rarius laxissi- me subracemosi (5-9), axi inflorescentie plus minusve elongata atque uuda (3-7 cm long.) v. foliis subbractei- formibus paucis (1 - 3) ornata erecta, pedicellis erectis (4 - 12 mm long.) dense hirsuto-glandulosis basi bracteola lineari v. lanceolata obtustuscula puberula fultis, longioribus ad medium bracteula altera minore ornatis, unifloris; calyces cylindraceo- subcampanulati (10 mm long. =5 mm diam.) grosse 5 - dentati, dentibus late triangularibus (3 mm long. et lat.) ob- tusiuscule acutati pallide virides, sinubus acutis subalbe- scentibus, extus densiuscule birsuto-glandulosi; corollae cy- lindraceo-obconicae (20 mm long. =6 mm lat. ad faucem), tubo in parte calycetecta abrupte valideque angustato (2 mm diam.) atque glabro, in parte exerta, praecipue marginem ver- sus, dense hispidulo-puberula, ex albo ochroleuca (in sicco), limbo vix evoluto 5 - angulato sed non v. vix lobato, intus glabra, staminibus 5 faucem attingentibus sed non exertis, fi- lamentis e tertium inferum tubi exsurgentibus, basi valide geniculatis ibique albo-puberulis, deorsum in lineolis pube- rulis productis, ceterum glabris; ovario conoideo (3 mm long. = 2 mm diam.) glabro viridi stylo glabro stamina aequante apice leniter clavulato subimperspicueque subdid y- mo coronato. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 181 411. NICOTIANA PAUCIFLORA Remy = Gay, Fl. Chil. V, p. 52. — Co- mes, Mon. Nicot., p. 44. Hab. In sabulosis subuliginosis Pilahuincó, Neuquen, Febr. 1900 (O. Asp). 412. NICOTIANA ACUMINATA Grah.= DC., Pr. XIMT, p. 567 — Gay, El. Chil. Y, p. 53, — Comes, Mon. Nic., pag. 38. Hab. Tn collinis editioribus inter Cholila et Colonia 16 octubre, Febr. 1900 (N. Illin). 413. NIEREMBERGIA RIGIDA Miers = DC., Pr. XII, 1, p. 584. Hab. Non rara in campis aridis secus Rio Negro, Jan. et Febr. 1898 (C. S.). Saccardophytum Spez., n. gen. ' Char. Solanacea, salpirylossadea. Calyx tubuloso-campanulatus, 5- fidus. Corollae tubus e cylindraceo obconicus ; limbus patens, lobis 5 obscure imbricatis obtusis. Stamina 2 prope basin tubi corollae adfiva, exerta, filamentas filiformbus; antherae 2-lo- culares, loculis subdiwvaricatas antrorsum lungitudinaliter de- hiscentibus. Discus inconspaicuus. Ovarium sessile v. vix sub- stipitatum, 2- loculare, loculis 2-ovulatis, ovulis pendulis an- gulo externo suspensas; stylus filiformis superne parum ineras- satus, stigmate dilatato subbrlabrato-trilobo. Capsula coriacea septicide bivalvis, valvrs 2 - fidas septo crasso subspongioso pa- rallelas, loculo altero monospermo, altero sterili. Semina par- vula subovordeo-remformia mimnulissime foveolato-reticulata ; embryo valide incurvus, cotyledonibus semteretibus radicula supera subaequilatas el brevroribus. Fructiculus compacte pul- vmato-caesprtosus lignosus durus, dense ramuloso-botryosus. Fo- ha mima confertissiuma ambricata squamaeformia. Flores pu- silla sessiles ad aprcem ramulorum. Genus pulchellum inter Solanaceas et Scrophulariaceas intermedium, nullo mihi adbuc cognito affine, magistro et amico meo carissimo Prof. P. A. Saccardo dicatum. 414. SACCARDOPHYTUM PYCNOPHYLLOIDES Speg., 1. Sp. Diag. Caesprtes majuscula, ramas dense congestas. Folía minima confertissima lmneari-spathulata obtustuscula vrrescenti-sub- hyalina, margine pilas erispulas alterne plumoseque ramulosis 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ornata. Flores minúmi, calyce glabro dentibus triangularibus plumose ciliatas, corolla alba tubo calycem aequante, limbo exerto patente, lobis ellipticais v. ovatas yglabris maryine non v. viz plosulas. Capsula calycem fere duplo superante valvas yla- bras rigidas, semintbus saeptus solitarias glabris badras. Hab. Rarissime in aridis glareosis loco Sehuen-aik vocato secus Rio Sehuen, aest. 1897 (C.A.). Obs. Species habitu Benthamiellae pyenophyllorda Speg. el Bra- yae pyenophyllorda Speg. ita similis ut, sine floribus fructi- busque, vix pilis plumosis distinguenda. Caespites hemi- sphaerico-lenticulares (5 - 30 cm diam.) vix colliculosi cine- reo-albescentes; caudices crassi (5-10 mm crass.) lignosi duri, ligno albo laxe fibroso, canaliculis resina ambrina vitrea repletis, cortice crasso suberoso fusco-ferrugineo scruposo- rimoso vestiti, apice abrupte creberrime subdicothomo-bo- tryosi; ramuli (3-35 mm long. =2 mm diam.) e cylindra- ceo subobconici v. lenissime clavulati obtusi, densissime im- bricato-foliosi. Folia lineari-subspathulata (1,5 - 1,6 mm long. =0,5- 0,6 mm lat.) subevenia, antice plus minusve rotundata, dorso convexula, ventre subcochleata, margine in- tegerrima, pilis crispulis hyalinis septulatis tenuibus breviter alterne et distiche ramulosis laxe ornata e virescenti hyalina. Flores ad apicem fere ramulorum inter folia suprema sessiles ; calyce subcampanulato (1 mm long. et diam.), ad medium 5 - fido, glabro, lobis late triangularibus 1 — venis, acu- tiuscule rotundatis, margine pilis, 1llis foliorum simillimis, ciliatis; corolla tubuloso obconica (2 mm long. =1,5 mm diam.) glabra alba, tubo calycem aequante v. vix superante, lobis exertis patentibus ovato-ellipticis obtusiusculis, antico exteriore, margine glabris v. vix pilis nonuullis adspersis, staminibus 2 ad sinus lobi corollini antici sitis, filamentis fili- formibus longissime exertis (3 mm long.) totis tenuibus gla- bris prope basin tubi adfixis, antheris bilocularibus ochro- leucis, loculis elliptico-ovatis sat divaricatis introrsum longi— tudinaliter dehiscentibus nunquam confluentibus glabris:; ovario ovato (0,6 mm long. =0,5 mm diam.) glabro viridi stylo albido filiformi corollae longitudinem aequante sursum sensim leniterque incrassato, stigmate subbilabiato, labio an- tico latiore retuso v. bidentato, postico angustiore integro, mi- nute viridi-papillulato coronato, intus 2 - loculari, loculis 2- NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 183 ovulatis, ovulis ex angulo externo ad junctionem septi cum parietibus adfixis anatropis pendulis. Capsula calyce persi- stente non accreto cincta longiuscule exerta elliptica e latere compressa obtusiuscula (1,5 mm long. =1 mm lat.= 0,5 mm crass.) albida glabra, mox septicide dehiscens, valvis 2 - partitis rigidis patentiuscule apertis, septo crassissimo obtuso repleta, loculo altero 1 - spermo, altero omnino ste- rili. Semina ex ovato v. subgloboso reniformia leniter e latere compressa (0,5 mm long. et lat.) badia minutissime pune- tulato-reticulata, testa tenui submembranacea, embryone te- rete, valide incurvo, albumine carnoso non amylaceo. 415. SCHIZANTHUS GRAHAMI Gillies = DC., Pr. X, p. 203. Hab. Tn aridis saxosis prope Trolope, Febr. 1900 (0. Asp). Obs. Specimina patagonica lormarn vel varietatem parvifloram sistunt, nempe florum calyces 7 mm long., corollae 15 mm long., capsulae maturae 10 mm long. 416. MONTTEA APHYLLA (Miers) Hieron. = Hieron., Sert. pat., p. 38. Hab. In collinis aridis saxO0sis secus Rio Valcheta, Chubut, aest. 1900 (A. Larguia). 417. MimuLus LuTEUS L. = D(.., Pr. X, p. 370. Hab. In uliginosis prope Nafofo-cahuellu, Chubut, aest. 1901 (N. Tllin). Obs. Specimina patagonica a typo recedunt foliis minoribus magis remotis nec non floribus gracilioribus. 418. MimuLus Brip6ESI (DC.) Clos = DC., |. c., p. 371. — Gay, El. Cop o Hab. In emos rupestribus secus Carren-leofú, Feb. 1900. 419. STEMODIA LOBELIOIDES Lehm. = DC., l. c., p. 384. Hab. Non rara in uliginosis secus Rio Nec prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (€. S.). 420. HERPESTIS FLAGELLARIS Cham. € Schectl. = DC., l. €., p. 393. Hab. Non rara in editioribus insularum Rio Negro prope Car- men de Patagones, Febr. 1898((C. $.) 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 421. OURISIA MICROPHYLLA Poepp. € Endl. = DC., l. c., p. 493. Hab. Ad fissuras rupium secus Rio Fiero, Neuquen, Febr. 1900 (OASpo 422. UURISIA RUELLIOIDES (L. f.) Gaertn. = DC., l. c., p. 192. Hab. la dumetosis editioribus prope Nahuel-huapi, Dic. 1897 (€. S.), in andinis chubutensibus, aest. 1900 (C. Burmeister), in Cerro de los Baguales el prope Lago Argentino, aest. 1900 (R. Hauthal). 423. GERARDIA COMMUNIS Ch. € Schlt. = DC., l.c., p. 516. Hab. Non rara in uliginosis secus Rio Negro prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (€. S.). 424. EUPHRASIA SUBEXERTA Bnth. = Wettst., Mon. d. Gtt. Euphrasia, p. 214, 0:19. Hab. In collinisel montanis loco dicto Vega del Pino hachado, Neuquen, Jan. 1900 (0. Asp). 425. OROBANCHE CHILENSIS (Ph.) Beck = Ph., Linnaea XXIX, p. 36, n. 378. -— Engl. € Prntl, Nat. Pflanzenf. IV, 3”, p. 130. Hab. Vulgata in dunis ad radices Grindelrae speciosae ad con- fluentiam fluminum Limay et Neuquen, Dec. 1897, prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (€. S.), secus Rio Chubut, aest. 1900 (C. A.). Obs. Species subgeneri Nothaphyllt A. Gray pertinens; specimi- na patagonica cum chilensibus a Cl. R. A. Philippi missis omnino conveniunt, sed in ambobus flores semper bibracteo- latos, nec un: tantum bracteolatos (enfrt Linnaea l. c.), inven1. 426. ASTERANTHERA OVATA(Cav.) Hrnst. = Columnea ovata Cav., Gay, Fl. Chil. IV, p. 349 — Asteranthera chiloensis Hanst. € Kl., Lin- naea XXVI, p.211—Engl. € Prntl, Nat, Pflanzenf., 1V,3”, p.162. Hab. Non rara in sylvis circa Lago Nahuel-huap1, Jan. 1898 (C. S.) et Dec. 1900 (A. Fernandez). 427. MITRARIA COCCINEA Cav. = Gay, Fl. chil. IV, p. 347. Hab. In uliginosis sylvarum prope Lago Nahuel-huapi, Dec. ESOTMCAS:): 428. ARGYLIA POTENTILLIFOLIA DC. var. australis (Ph.)= DC., Pr. IX, p. 235 — Ph., An. Un. Chil., 1873, p. 512. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 185 Hab. Non rara in rupestribus secus Rio Manzano, Neuquen, Febr. 1900 (0. Asp). Obs. Corollae aurantiacae. 429. ARGYLIA TRIFOLIATA Hook. = DC. l.c., p. 236.. Hab. In aridis saxosis prope Fortín Roca, aest. 1901 (E. Lahille). Obs. Acaulis; foliis longiuscule petiolatis (30-50 mm long.) 3-foliatis, foliolis superne subglabris margine tamen araneoso- canescentibus, inferne puberulo-hirsutulis, medio ovato (25-35 mm long. = 15-25 mm lat.) cuneato-petiolulato, late- ralibus sessilibus i¡naequilateralibus (20-23 mm long. = 10-15 mm lat.), omnibus margine grosse pauceque dentatis acie non v. lenissime subrevolutis; scapis folia non v. parum superantibus nudis, apice racemoso-paucifloris, pulverulento- puberulis; floribus subnutantibus, calyce anguste 5-partito (7 mm long.) canescenti-puberulo, corolla tubuloso-infundi- buliformi extus dense pulverulento-puberula (15-20 mm long. = 6-7 mm diam.), lobis brevibus obtusis. (Continuard.) BIBLIOGRAFÍA Anales del Guzco (1600 á 1750), 1 vol. in-S”, Lima 1901. El erudito director de la Biblioteca Nacional del Perú, Ricardo Palma, ha tenido la excelente idea de dar á la publicidad un interesantísimo documento que com- prende la sucinta relación de los hechos acaecidos en la gran capital incásica durante el espacio de 150 años de vida colonial. Los investigadores modernos, los estudiosos asiduos de mamotretos y antigúa- llas, siempre á la pesca de la pequeña minucia histórica que junto con otra, y con otra, pueden dar elementos suficientes para formarse un criterio exacto sobre un acontecimiento histórico determinado, para formular luego la ley social á que ha obedecido, estarán seguramente de parabienes con la tal publicación. Y á de- cir verdad, es grande el aporte de datos curiosísimos ; biografías de los Obispos del Cuzco, de sus sacerdotes más notables, crítica fina al juzgar las querellas entre los Cabildos secular y regular y las controversias sobre preeminencias y prerro- gativas. Los sermones « bizarros », las excomuniones al por mayor y por futi- lezas, los «trucs » empleados por fanáticos misioneros para convencer más ple— namente á indios incautos y un sinnúmero de pequeños detalles de vida social, de rencillas caseras, de chismes, etc., todo ha compilado el paciente analista anó- nimo, pero que según el buen criterio del estimado prologista, canónigo debió ser de la catedral cuzqueña. Tal es el curioso libro que nos ocupa, al que se ha agregado como apéndice dos procesos también depositados en la Biblioteca de Lima, instaurados contra los autores de ciertos versos aparecidos en el Cuzco en los cuales se decían gran número de lindezas á las comunidades de mercedarios y jesuitas de aquella ciudad. FeLIx F. OurTEs. Cardot (J.). Note préliminaire sur les Mousses recueillies par l'Expé- dition antarctique belge, en: Revue byologique, 1900, p.38, 47. El material para este estudio fué recogido por el doctor Racovitza, naturalista de la expedición antártica belga realizada durante los años 1897-1898. En la colección formada en el estrecho de Magallanes y en la tierra del Fuego se des- BIBLIOGRAFÍA 187 criben las 6 especies nuevas siguientes: Oncophorus fuegiamus, Dicranum Ra - covitzat, D. laticostatum Rhacomitrium flavescens, Dissodon mirabilis y Po- lyirichum subpiliferum. Además se establece una nueva variedad magellanicum de Bryum inclinatum B. S. En el estrecho Gerlache se han reconocido 16 formas nuevas entre los musgos recogidos en las tierras australes que bordean dicho canal que primitivamente fué bautizado con el nombre Bélgica del buque explorador y luego recibió el de su capitán. A. GALLARDO. Revista de Archivos y Bibliotecas Nacionales. Volumen IV, Lima 1901. No hace aún mucho tiempo fuimos sorprendidos agradablemente con la apari- ción del primer tomo de la revista cuyo título encabeza estas líneas, la que es dirigida por dos jóvenes intelectuales del Perú los señores Carlos A. Romero y Ricardo Rey y Boza. Acaba de llegar el tomo IV de la mencionada publica- ción que contiene material tan interesante como los que anteriormente lo han precedido. Registra en sus páginas entre otros documentos no menos importantes, los relativos á los descubrimientos y exploraciones del general don Martín de la Riva Herrera, en las regiones septentrionales del Maranón, bañadas por los ríos San- tiago, Morona y Pastaza, verificadas á mediados del siglo xvn y de las que sólo se tenían vagos detalles dados por el jesuita Rodríguez en su libro «El Maranón y el Amazonas ». También se publica la correspondencia del coronel don Francisco Requena, primer comisario de la cuarta partida de demarcación de límites entre los domi- nios de Espana y Portugal, la que viene á completar la historia de las trabajos de demarcación del tratado de 1777 cuyos primeros datos los proporcionó Calvo en su «Colección de tratados de la América latina» y últimamente Pablo Groussac al publicar en los Anales de la Biblioteca (tomo 1”) el diario, perfectamente revisado y admirablemente anotado, de la segunda partida demarcadora que dirigía don Diego de Alvear y Escalera. _La historia del colegio de la Compañía de Jesús de Arequipa y el relato de la erupción del volcán de Omate forman también uno de los interesantes capítulos del libro que nos ocupa. Son sumamente curiosos los documentos referentes á la exploración del P. Que- vedo á los Antis del Cuzco como también los relativos á la rebelión de Tupac- Amaru. x Por lo expuesto se darán cuenta los que lean esta breve nota bibliográfica del valor de la revista que nos ocupa cuyos directores merecen un sincero aplauso que nos complacemos en tributarle. F£LIix F. OurTEs. Basaldúa (F. de) Pasado, Presente y Porvenir del Territorio de Misio- nes. 1 vol. in-4”. Buenos Aires, 1901. El Territorio de Misiones cuenta con un libro más, en el que se describen sus 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA encantos desde las islas y costas del Alto Paraná hasta las majestuosas catara— tas del Yguazú. Es un libro que sale de lo común, es una mezcla extraña de sensaciones per sonales, páginas descriptivas, problemas planteados á resolverse y disquisiciones filológicas Euskaro-guaranfes. Su lectura no es pesada y al recorrer sus páginas chispeantes de vida, mucha ironía, ataques á fondo y anecdotas de viaje, se tropiezan aquí y allí con datos de interés y novedades regionales que agradan y lo hacen simpático aún á los que hemos harto escrko sobre aquel territorio, porque nos regocijamos de encontrar nuevos filones que se exploten y que se seguirán descubriendo en aquel paraíso encantado, siempre que un hombre de buena voluntad, quiera ejercer sus condi— ciones de investigador inteligente. Entre otros, mencionaremos los datos sobre el naracatiá (Carica dedecaphylea) el U-buta ó Fel de Terra de los Brasileros ¡Lophophytum mirabile), primera Ba— lanophorea que se ha hallado en la Argentina según la opinión del doctor Spe- gazzini. Las ostras fósiles de Garuchos, el agua artesiana del departamento corren— tino de la Cruz, del árbol de la garúa, de la Ortiga gigante Pinu-guazu, de la Pal- mera Lepidocaryum también señalada en nuestra flora por la primera vez, del café de Bompland y un gran número de otros datos de interés. En ese libro hay páginas llenas de vida: como la Caza del Anta (Tapvrus americanus) por ejemplo. Otras describen la acción de su autor, en la adquisición de las ruínas donde nació nuestro prócer San Martín en Yapeyú, y que gracias á cuyos esfuerzos, que nadie puede desconocer, hoy es de propiedad de la nación. Pero lo más importante de esta obra, son los estudios del señor Basaldúa y su proyecto de unir por medio de un canal de desagúe y navegación la región com- prendida entre la Trinchera de San Miguel y la Trinchera de Loreto. Esta magna obra que indiscutiblemente tendrá que llevarse á cabo alguna vez, y cuyo costo se calcula en dos millones de pesos, traería las siguientes ven- tajas ; 1” Reducir á la cuarta parte, á veinte kilómetros, la distancia de ochenta kiló- metros que recorren hoy los barcos contorneando el rincón de Santa María. 2” Evitar los peligros que ofrece el paso de los rápidos del Carayá y del Apipé especialmente en las épocas de bajante, en cuyo paraje la violencia de la corriente es tan grande que la rotura de la cadena del timón, la detención de la máquina, ó una mala guiñada, estrellarían el vapor contra las rocas de la Isla de los Pá- jaros. 3” El desagotamiento de parte de la laguna I-berá, convertida en valiosos cam- pos de pastoreo, y en centros de agricultura más de doscientas leguas cuadra— das de campo fiscal, que hoy yacen bajo las aguas. Este proyecto merece muy seriamente que nuestros hombres de estudio y diri- gentes, le presten su atención y no tomen esta iniciativa de un hombre serio y de buena voluntad, con la indiferencia ó esceptisismo tan común, desgraciadamente entre nosotros, y que son la muralla china donde hasta ahora se han estrellado tantas y tantas nobles iniciativas. a Este asunto es tan vital para nosotros, que representa nada menos que dejar es- pedito el río Paraná, desde nuestro límite en el Yguazú hasta Buenos Aires ; abrien- do los puertos de Misiones al intercambio comercial, sin los grandisimos incon— venientes que hoy ofrece la navegación del Alto Paraná, que son la verdadera BIBLIOGRAFÍA 189 rémora que detiene el progreso de aquel ubérrimo territorio y de todo el norte correntino. Otro capítulo no menos interesante es el que se relaciona con la colonización de Misiones, por parte de los pequenos capitalistas, Es de tanta importancia este capítulo y está escrito, meditado y pensado con un criterio tan práctico, que no trepidamos en aconsejar á la Dirección de Inmi- gración su reimpresión en folleto para que sea profusamente repartido como ele- mento eficaz de propaganda. En resumen el libro del señor Basaldúa, á pesar de sus defectos, de sus intem-= perancias y nerviosidades, de cierto espíritu agresivo contra determinadas perso- nas, que dentro de poco carecerán de oportunidad y de la parte personal en que quizá haya abusado un poco su autor; es un libro que contiene ideas, que está escrito con verdadero carino hacia ese territorio, y sobre todo con buenas inten- ciones. JUAN B. AMBROSETTI. Spegazzini (U.). Stipae platensis en: Anales del Museo Nacional de Mon- tevideo, t. IV, p.5,6; 1, XVII; 1, 173; Montevideo, 1901. Con placer hacemos constar la aparición de un nuevo é importante trabajo bo- tánico de nuestro distinguido socio corresponsal en La Plata, doctor Spegazzini. Presenta un completo estudio de las estipas del Río de la Plata, con lo cual disi- pala confusión que reinaba á su respecto. Describe en latín 51 especies de las cuales son nuevas las 23 siguientes : Oryzopsts Grisebacht, O, napostaéensis, O. lejopoda, O. lejocarpa, Stipa chu- butensis, St. sublaevis, St. Arechavaletar, St. torcuata, St. calchaquia, St. hystricina, St. uspallatensts, St. bavioensis, St, nubicola, St. arcaensis, St. leptothera, St. scirpea, St. paramilloensis, St. cordobensts, St. sanluisensts, St. pampagrandensis, St. curamalalenstis, St. Ameghinotr y St. psitlacorum. Buenas figuras ilustran detalles de las espículas y florecillas de casi todas las especies tratadas. Por medio de clave dicotómicas se pueden determinar cómo- damente los géneros, subgéneros y especies de estas gramíneas, conocidas en su mayor parte con el nombre vulgar de flechilla por la propiedad que poseen de clavar sus frutos agudos en las carnes de los animales lanares. A. GALLARDO. Levy (Lucien). Microbes et distillerie, Paris, 1900. En este libro, elegantemente editado por Carré y Naud, trata el doctor Levy delos microorganismos que producen las fermentaciones empleadas en la desti- lería después de una breve reseña histórica y de exponer los métodos de cultivo de los microbios, se da una clasificación de las especies más frecuentes, cuyo re— conocimiento se facilita por numerosas ilustraciones. En la segunda parte que in- teresa más especialmente á los industriales se trata de las aplicaciones de la mi- crobiologia á la destilería, Se puede consultar este libro en la biblioteca de la Sociedad. A. GALLARDO. 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Barbillon S.). Production et emploi des courants alternatifs. 1 vol. in-8S?, París 1901 Para abordar con probabilidades de éxito esta pequeña obra es necesario te- ner conocimientos previos generales de la materia, pues para iniciarse en el es- tudio de las corrientes alternativas supone ya conocidas las leyes fundamentales que rigen el magnetismo y electromagnetismo. Es decir considera al lector familiarizado con las siguíentes cualidades. Expresión y variación de la energía potencial de un sistema de masas magné- ticas, valor de las acciones ejercidas por corrientes sobre masas magnéticas, asi- milación de circuitos eléctricos á hojas magnéticas. Valores y relaciones entre los coeficientes de inducción mutua y self inducción. Acciones magnetizantes en los campos magnéticos. La obra está dividida en seis capítulos. En el primero da una ligera reseña sobre la composición construcción y método de cálculo de los dinamos y motores á corriente continua, trata también de la ley general de la inducción considerando resuelta la integración de la ecuación dife- rencial general de las corrientes alternativas. En el capítulo II entra de lleno en el estudio de las corrientes alternativas ana- lizando con detención las expresiones de reactancia, capacitancia, impedancia é inductancia aunque sin distinguirlas por estos nombres. Discute los valores de la corriente watlé diwatlé y determina la intensidad eficaz máxima y media directamente ó por medio del método de las cantidades imaginarias desarrollado por Steinnetz. Lo mismo para la fuerza electromotriz. Estudia detenidamente la teoría de los campos giratorios, difásicos y trifási- COS. En el Capítulo III, trata de las máquinas de inducción dividiéndolas en tres categorías según que la corriente que circula en el circuito primario sea cons— tante una función de período idéntico al producido ó de uno cualquiera, deter minando la fuerza electromotriz, intensidad y coeficientes de inducción desarro- llados en el circuito secundario. También estudia la posibilidad y manera de acoplar de los diferentes alterna- dores : rendimiento eléctrico, y, por consiguiente, pérdidas que se producen en estas máquinas. Enumera las ventajas que presentan los alternadores sobre las máquinas á corriente continua. En el capítulo IV trata con más detalle el funcionamiento de los alternadores, estudiando sólo los sincrónicos que son los únicos que presentan utilidad en la práctica. Estudia el compoundaje de los generadores por el método de M. Leblanc, para oblener una fuerza electromotriz eficaz dada. En el capítulo Y trata de los motores sean estos asincrónicos ó sincrónicos distinguiendo el caso en que sean polifásicos ó monofásicos. Determina rápidamente la potencia útil, pérdida, rendimientos y aplicaciones de los diferentes tipos. En el capítulo VI entra al estudio de los transformadores, dividiéndolos de la siguiente manera : BIBLIOGRAFÍA 191 1* Transformadores de corriente alternativa en corriente alternativa con varia- ción de fase. (Transformadores estálicos). 2 Transformadores de corriente alternativa en continua. (Trasformadores rota- tivos, convertidores). Estudia detallamente la composición de los diferentes tipos que en la práctica se presentan calculando las pérdidas en cada circuito y el rendimiento del trans- formador. Presenta un estudio gráfico de las fugas magnéticas bastante interesante El estudio que hace es bastante teórico. R. MOVIMIENTO SOCIAL Debido á la gran cantidad de material detenido al que ha sido necesario dar publicidad con preferencia, recién podemos ocuparnos del movimiento social habido en los últimos meses. El 20 de noviembre del pasado año de 1901 el ingeniero Arturo Caspersen dió una conferencia en el salón de la sociedad sobre « Estabilidad automática de barcos submarinos y el modus operandi de la hélice marina ». Con motivo de la llegada á Buenos Aires de la expedición sueca al Polo sud bajo la dirección de nuestro socio correspondiente en Upsala, doctor Otto Norden- skjóld, la Comisión Directiva resolvió obsequiar á los expedicionarios con una comida el 14 de diciembre de 1901, la que no pudo verificarse debido á que la permanencia del Antartic en nuestro puerto fué tan sólo de horas. En el local del « Prince George's Hall >» tuvo lugar el 10 de diciembre un fes- tival organizado por la sociedad en el que tomó parte el señor Carlos R. Gallardo que leyó una conferencia sobre Misiones. La parte musical estuvo á cargo de distinguidos profesores. El 15 de diciembre un grupo numeroso de miembros de la sociedad visitó las hermosas instalaciones del Nuevo Hospital Italiano. El estado de tirantez de nuestras relaciones con Chile, también preocupó á la Comisión Directiva la que resolvió convocar á los señores socios á una asamblea general que tuvo lugar el 26 de diciembre y en la que si bien no pudo llegarse á un resultado visible por haber desaparecido las causas que motivaron su convoca— toria, dejó una demostración elocuente del espíritu viril que en ella reinó. La Junta Directiva en circular de fecha 6 de febrero ha reiterado á los señores socios el pedido de colaboración para el volumen que se publicará con motivo del XXX aniversario de la fundación. El plazo acordado para entregar los trabajos vence el 30 de abril próximo. Han ingresado como socios activos los señores : Narciso Gardeazabal, Juan A. Gregorini, doctor Antonio F. Piñero, Pedro Olae- chea y Alcorta, Eugenio Badaró, Enrique A. Bancalari, Carlos R. Gallardo. ANALES > - ] DE LA e Direcror : Señor FÉLIX F. OUTES € SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. Hicken y senor Luis M* Torres REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, senor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. D Y Lo) E] D 308] Dassen, ingeniero Carlos Nystromer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis sR Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Ducloux. cal MAYO 1902. — ENTREGA V. — TOMO LUII PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 209, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS PORN RD... 0 0 $ má 1.00 > PON A O OL a oo vas » 12.00 Número atrasado na E. os o eto » 2,00 —= para los socios.......-. » 1.00 La suscripción se paga anticipada BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONÍI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 De ob : JUNTA DIRECTIVA' REBT ente. 708 Doctor ANGEL GALLARDO. Vice-Presidente 1% Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Id. 22 Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario de actas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS MESOFero::; 00: Ingeniero Luis A. HUERGO (hijo). Bibliotecario...... Ingeniero ANTONIO PAITOVI. ¡Monseñor F. VILANOVA SANZ. Señor Juan B. AMBROSETTI. Señor NicoLÁás BeEsio MORENO. Vocales..... ..... 1 Arquitecto Juan A. BUusCHIAZZO. Ingeniero DOMINGO SELVA Ingeniero MANUEL J. ARCE. ¡Señor JosÉ LARREGUY. EEN Señor Juan BoTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en los Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m.á 12m. La DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA Memoria del Presidente de la Sociedad Científica Argentina, correspondiente al XT periodo ui rl a Ao eo oo 193 Filología y literaturas romanas, conferencia del doctor Luciano Abeille.......... 214 SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO, Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 234 CAROLO SPEGAZZIN1, Nova addenda ad floram patagonicam /Continuación)....... 249 BIBLIOGRAFÍA : ÁBEILLE, Idioma nacional de los argentinos. — Memoria del Minis- terio de Obras Públicas de la República Argentina al Congreso Nacional. — GALLOIS; Les Andes de la Bda. 0 ON oa 252 MOVIMIENTO SOCIAL: is ee A 255 A ELO £ po) paÍy DE A as e A lA + o sá re - . x Q YA x ñ ¡ A) TE bl A y A A” % er TON + Y ES ls de! A A AO k Y A A, 77 MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CORRESPONDIENTE AL XXIX” PERÍODO (1” ABRIL DE 1901 Á 31 DE marzo DE 1902 LEIDA EN LA ASAMBLEA DE 1” DE ABRIL DE 1902 Señores socios : De acuerdo con lo que establece el artículo 22, inciso 9”, del Re- glamento general, voy á daros cuenta detallada del estado de la Sociedad y de su marcha durante el XXIX? período administrativo. Socios. —La Sociedad cuenta en la actualidad con 397 socios ac- tivos, 4 honorarios y 19 correspondientes. El número de socios activosen 31 de marzo de 1901 era de 365, el de honorarios 5 y el decorrespondientes 15. Han ingresado durante el período 26 socios y se han reincorpora do 15. Han salido por diferentes causas 9. El número de socios honorarios ha disminuido de 1, por falleci- miento del doctor Carlos Berg, y el de socios correspondientes ha aumentado de + por haberse nombrado á los siguientes señores : doctores Carlos Spegazzini y Florentino Ameghino, en La Plata; doctor Pablo Patrón, en Lima; y doctor Otto Nordenskjóld, en Up- sala. He aquí la nómina de los socios activos aceptados durante el periodo : doctores Pablo Beck, Pedro O. Luro, Luis M. Drago, An- tonio F. Piñero, Eugenio Badaró, Enrique Herrero Ducloux, Narci- so Gardeazabal, Enrique D. Sisson, Pedro Olaechea y Alcorta ; in- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA genieros Carlos Nystrómer, Allan B. Lea, Juan Gregorina, Herme- negildo F. Spinelli, Vicente Segovia, Domingo A. Baez, Diego F. Outes y señores Arturo Silveyra, Juan B. Iraeta, Luis Gotuso, Mi- guel A. Gallardo, Luis M. Torres, Evaristo V. Moreno, Rodolfo Mar- tínez Pita, F. H. Chevallier Boutell, Vicente González Cazón, Car- los R. Gallardo. Los reincorporados son los siguientes : ingenieros Fernando Segovia, Juan Abella, Antonio Babuglia, Emilio Candiani, Euge- nio Sarrabayrouse, Teodoro F. Morón, Ricardo Marti, Agustin Mer- cau, Baltazar Besio Moreno, Enrique A. Bancalari, Ramón Castañe- da, Juan de la €. Puig, Rómulo Ayerza y señores Indalecio Coquet y Eugenio Zamudio. Asambleas. —Con la presente, cinco han sido las asambleas ce- lebradas durante el período, en las cuales fueron aceptados los so- cios correspondientes antes citados; se trató un proyecto de bases para la formación de la « Asociación nacional pro-obreros», pre- sentado por el ingeniero Domingo Selva, y se procedió á la reno- vación del personal de Dirección y Redacción de los Anales. Conferencias. — Quince conferencias se han dado durante el pe- ríodo y cuya nómina es la siguiente : 7 de abril. «El Perú primitivo », ilustrada con proyecciones lu- minosas, por el doctor Pablo Patrón. 20 de junio. « Comparación general de las lenguas Quéchua y Súmera. Religión, cerámica y arquitectura », por el doctor Pablo Patrón. 21 de junio. « Milicia, culto, organización general del imperio, tradiciones, costumbres, navegación, trabajos de metales », conti- nuación de la anterior. 21 de julio. «De siglo á siglo», por el doctor Eduardo L. Holmberg, dada en el Politeama Argentino, con motivo de la cele- bración del XXIX aniversario de la sociedad. 21 de julio. « Chile y sucomparación con la Argentina », ilus- trada con proyecciones luminosas, dada por ei señor F. H. Cheva- llier Boutell en el Politeama Argentino con motivo de la celebra— ción del XXIX aniversario de la instalacion de la sociedad. 2 de agosto. « Consideraciones sobre edificación obrera », por el ingeniero Domingo Selva. 21 de agosto. « Argentina Austral, impresiones sobre Chile, 1lus- MEMORIA DEL PRESIDENTE 195 trada con proyecciones luminosas, dada por el doctor Pedro Gori en el Principe George's Hall, 13 de septiembre. « Mitología indígena », por el señor Juan B. Ambrosetti. 3 de octubre. «Consideraciones sobre edificación obrera», se- gunda parte, por el ingeniero Domingo Selva. 9 de octubre. « Régimen del Río de la Plata y su corrección », por el ingeniero Alejandro Foster. 19 de octubre. « Un viaje por Irlanda al Norte y Oeste », ilustra- da con proyecciones luminosas, por el señor David Suffern. 22 de octubre. «Proyecto de un canal en la costa occidental del Río de la Plata», por el ingeniero Agustín Mercau. 20 de noviembre. « Estabilidad automática de barcos submari- nos y el modus operanda de la hélice marina», por el ingeniero Ar- turo Caspersen. 29 de noviembre. « Desde el Alto Paraná al Alto Paraguay », ilus- trada con proyecciones luminosas, dada por el doctor Pedro Gori en el salón de la sociedad Unione Operal Italiani. 10 de diciembre. «En las Altas Misiones » y en las « Bajas Misio- nes», ilustrada con proyecciones luminosas, dada por el señor Carlos R. Gallardo en el Prince George's Hall. Además de los señores citados varios otros han prometido dar conferencias sobre distintos temas, habiendo suspendido estas reu- niones porque la estación del verano no es propicia para ellas. La concurrencia que ha asistido á esas conferencias ha sido por lo general numerosa, lo que indudablemente constituye un gran estímulo para los conferenciantes. Excursiones y visitas. — Las visitas efectuadas han sido tres, el : 9 de junio, al Hospital Nacional de Alienadas. 14 de julio, al Arsenal Nacional de Marina. 15 de diciembre, al Nuevo Hospital Italiano. Junta drrectiva. — En la asamblea del 8 de abril del año próxi- mo pasauo, quedó constituida la Junta directiva en la siguiente forma : Presidente : Doctor Carlos M. Morales. Vicepresiente 1% : Arquitecto Juan A. Buschiazzo. ¿= 2% : Ingeniero Domingo Selva. Secretario de actas : Ingeniero Manuel J. Arce. 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Secretario de correspondencia : Ingeniero José Larregui. Tesorero : Ingeniero Luis A. Huergo (hijo). Bibliotecario : Señor Nicolás Besio Moreno. Vocales : Doctor Eduardo L. Holmberg, Ingeniero Arturo Prius, doctor Ignacio Aztiria, ingeniero Sebastián Ghigliazza, ingeniero Antonio Piaggio, ingeniero Higinio Reynoso, ingeniero Luis Cu- rutchet. Así constituida ha funcionado hasta la fecha, habiendo celebra- do 46 sesiones. Este es el período en que la junta ha celebrado mayor número de sesiones (en el período de 1875-1876 se celebra ron 43). En dichas sesiones se han tomado en consideración todo los asuntos entrados, y entre otras se tomaron las siguientes resolu- ciones : Se designó como delegado para representar á la sociedad en el congreso de la Prensa argentina, al señor Félix F. Outes. Habiéndose ausentado para Norte América el doctor Marcial R. Candiotti, para Europa el ingeniero Alberto de Gainza, se les co- misionó para entablar relaciones con sociedades de índole cien- tífica. Se resolvió adherirse al congreso internacional « D'Hygiéne et de sauvetage et de Péche maritimes » que se celebrará en Ostende. Se solicitó del ministerio de Hacienda la exoneración del pago de la contribución territorial correspondiente al local de la sociedad, á cuyo pedido se hizo lugar. Habiéndose recibido una nota dirigida por el senor Sartori, en la que solicitaba de la Junta Directiva un informe sobre un apara- to denominado « Manómetro de comprobación », sistema Sastori, recientemente inventado por él, se comisionó á los señores inge- nieros Otto Krause y Domingo Noceti para determinar sobre la im- portancia de dicho aparato. Los mencionados señores no se han expedido aún. Habiéndose presentado el señor Lino Seotucci solicitando de la sociedad un informe sobre su invento, titulado aparato para la di- rigibilidad de los globos, se resolvió no hacer lugar. Tampoco se hizo lugar á una solicitud de los señores Bernabé Castro y Francisco González y Fernández, pidiendo el concurso mo- ral y material de la Sociedad para una excursión científica que di- chos señores se proponían verificar en bicicleta á través de la América. MEMORIA DEL PRESIDENTE 1917 Habiendo el ingeniero Domingo Selva presentado un proyecto para la fundación de una sociedad que se titulará « Asociación Nacional Pro-obreros », la junta directiva lo tomó en considera ción, y después de un prolongado cambio de ideas lo aceptó en general, y resolvió elevarlo á la consideración de la asamblea; ésta en sus sesiones del 4 y 9 de noviembre próximo pasado lo dis- cutió y lo aceptó en general por unanimidad, resolviendo autori- zar á la junta directiva para constituir una comisión de propagan- da que ha de proceder á la formación de la sociedad, como asimismo para que una vez que dicha propoganda se haya hecho, convoque á una reunión á todas aquellas personas que crea conveniente, especialmente á los presidentes de sociedades en general para tratarlo en particular, y si fuera aprobado, convoque la asamblea general, en la que se deberá nombrar la comisión que ha de correr con todo lo relativo á la instalación de dicha sociedad. Esta asamblea será pública y podrá tomar parte en la discusión todos los presentes, aunque no sean socios. Deseando conmemorar dignamente el 30 aniversario de la ins- talación de la sociedad, se resolvió solicitar de los señores socios, contribuyan con trabajos para la formación de un tomo especial que se publicará oportunamente. El plazo fijado para la presenta- ción de dichos trabajos vence el 30 de abril, y es de desear que sea posible realizar este proyecto que agregaría un titulo más á los ya adquiridos. Habiéndose recibido del ministerio de justicia é instrucción pública una copia legalizada de la nota que la legación de Italia envió al gobierno argentino invitándolo en nombre del comité or- nizador del congreso internacional de ciencias históricas, así como también á las universidades y academias científicas de República, á designar delegados á dicho congreso, se resolvió nombrar en tal carácter al ingeniero Santiago E. Barabino, residente en Génova, y habiendo renunciado éste fué nombrado el señor Félix F. Outes en su reemplazo. Habiendo fallecido el socio honorario doctor Carlos Berg, se re- solvió enviar una corona á nombre de la sociedad, invitar á los señores socios á acompañar los restos, se designó al doctor Carlos M. Morales para hacer uso de la palabra en el acto del sepelio, pasar una circular á las sociedades con quienes se mantienen relaciones, comuricándoles el deplorable fallecimiento y colocar el retrato del extinto en el salón de sesiones. 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Memorias. — Durante el período se han presentado las siguientes, que han sido publicadas en los Anales oportunamente : Rastros etnográficos comunes en Calehaqui y México, por Juan B. Ambrosetti. Alumimnotérmica, por E. Herrero Ducloux. Primera reunión del Congreso Latino Americano. Terminación de sus trabajos. L'dge des formations sédimentarres de Patagonre, por Florentino Ameghino. Análisis micrográfico de los aceros al carbono, por G. Cartaud (traducción de Herrero Ducloux). Valentin Balbín. Notas criticas referentes á las Contribuciones al estudio de las aves chilenas de Federico Albert, por Carlos Berg. La destrucción de la mampostería por los gases cloacales, por Juan J. J. Kyle. Memoría anual del Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina correspondiente al XXVII" periodo. Las Matemáticas y la Biología, por Angel Gallardo. Supuesta derivación Súmero- Asiria de las lenguas Kechua y Aymará, por Samuel A. Lafone Quevedo con una nota complemen- taria, por Félix F. Outes. Informe del delegado de la Sociedad Cientifica argentina en el 20 Congreso Cientifico Latino Americano, doctor Carlos Berg. La segunda reunión del Congreso Cientifico Latino Americano. Perú primitwo. Los Dioses de la Tempestad, por Pablo Patrón. Arqueología argentina. Alfarerias de la provincia de Santiago del Estero, por Juan B. Ambrosetti. Mejoras edilicias de la ciudad de Buenos Atres, por Carlos M. Morales. Hurrakocha, por Pablo Patrón. Discurso del presidente de la Sociedad Cientifica Argentina, doctor Carlos M. Morales, en el XXIX aniversario de la fundación. De siglo á siglo, por el doctor Eduardo L. Holmberg. Concordancia entre los polígonos empíricos de variación y las correspondientes curvas teóricas, por Angel Gallardo. Consideraciones sobre edaficación obrera, por Domingo Selva. El método comparado y genético en la evolución de las ciencias hológ1cas, por Samuel de Madrid. Los nuevos soctos correspondientes, por F. F. 0. y A. G. MEMORIA DEL PRESIDENTE 199 Los indios Mosetenes y su lengua. Introducción, por Samuel A. Lafone Quevedo. Noticias generales y vocabularios, por el P. Fr. Nicolas Armentia. Antigúedades Calchaquies. Datos arqueológicos sobre la provincia de Jujuy, por Juan B. Ambrosetti. La hélice de cálculo, por José S. Corti. Régimen del Río de la Plata y su corrección, por Alejandro Foster. Ruinas Calchaquies. Fuerte (Juemado, por Adán Quiroga. Higiene 1mdustrial. Informe presentado á la intendencia muni- cipal, por la señora Gabriel de L. de Coni. Un árbol sagrado, por Teodoro Stuckert. Nova addenda ad floram patagonicam, por Carlos Spegazzin1. Miscelaneas. Bibliografías. Anales. — Las entregas han aparecido con regularidad durante el periodo transcurrido. El tiraje ha continuado siendo de 800 ejemplares. El número de suscriptores continúa siendo bastante reducido, sólo alcanza á 5. En cambio se han vendido 3 colecciones comple- tas, una al Ministerio de Justicia é Instrucción Pública, otra al Ministerio de Relaciones Exteriores, la tercera á la Intendencia Mu- nicipal y 38 tomos al Ministerio de Obras Públicas, cuya venta ha producido la suma de 1984 pesos, la que se ha invertido en el pago de varias cuentas atrasadas, en su mayor parte de Anales. De acuerdo con lo que establece el Reglamento, en la asamblea del 30 de noviembre próximo pasado, se procedió á la renovación del personal de dirección y redacción, habiendo quedado contituída en la siguiente forma : Director: Félix F. Outes. Secretarios : Cristóbal M. Hicken y Luis M. Torres. Redactores: Angel Gallardo, Juan B. Ambrosetti, José S. Corti, Santiago E. Barabino, Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, Carlos Paquet, Vicente Castro, Claro €. Dassen, Carlos Nystrómer, Jorge Newbery, Luis Luiggi, Eduardo Latzina, Atanasio Quiroga, Enrique Herrero Ducloux. Esta terminará su mandato el 30 de noviembre próximo, á ex- cepción del director y los dos secretarios; que de acuerdo con el reglamento han sido elegidos por dos años. La Dirección anteriorterminósu mandato dejando los Anales al día. 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es de estricta justicia mencionar aquí la labor asidua é inteli- gente de nuestro consocio señor Félix F. Outes, que con una con- tracción digna de todo elogio ha mantenido al día nuestros Anales haciéndolos aparecer con material variado é interesante. Han contribuido á la publicación de los Anales los siguientes señores : Pablo Patrón, Carlos M. Morales, Eduardo L. Holmberg, Angel Gallardo, Domingo Selva, Samuel de Madrid, Félix F. Outes, Sa- muel A. Lafone Quevedo, P. Fr. Nicolás Armentia, Juan B. Ambro- sett1, José S. Corti, Florentino Ameghino, Alejandro Foster, Adan Quiroga, Gabriela L. de Coni, Teodoro Stuckert, Carlos Spegazzini, Enrique Herrero Ducloux, Carlos Berg, Juan J. J. Kyle y la Redac- ción. Secretaria.— Ha sido desempeñada durante todo el período con la laboriosidad, competencia y contracción que este puesto requie- re, por los señores ingenieros Manuel J. Arce y José Larreguy, como secretario de actas el primero y de correspondencia el segundo. Ellos han atendido al despacho de todos los asuntos entrados y re- sueltos porla Junta Directiva, la correspondencia social y la redac- ción de las actas. ' Los libros de actas de la Junta Directiva y asambleas, cop lador de notas y demás auxiliares, han sido llevados en forma y se en- cuentran en buen estado. Han mantenido las relaciones de la sociedad con las del país y del extranjero, habiéndose redactado 340 notas, cuyas copias exis- ten en los libros respectivos. También se han remitido varias circulares. Tesoreria.—Ha sido desempeñada por el ingeniero Luis A. Huer- go (hijo). Los libros de Tesorería han sido llevados en forma, están al día y se encuentran en perfecto estado. Los cuadros que acompañan á esta Memoria, demuestran el es- tado financiero de la Sociedad, como asimismo la competencia y contracción con que el señor Huergo ha cumplido su cometido. Bibliotesa. —El puesto de Bibliotecario, lo ha desempeñado el se- nor Nicolás Besio Moreno con toda dedicación, habiendo atendido el pedido de canges, solicitado otros, y continuado el catálogo de MEMORIA DEL PRESIDENTE 201 de las obras, agregando las recibidas por donación y las recibidas en retribución de los Anales. El movimiento de la Biblioteca habido durante el período, es el siguiente : Se han recibido en calidad de donación 67 volúmenes y un re- gular número de folletos de bastante importancia. Los principales donantes fueron los señores Carlos Lix Klett, Carlos R. Tobar, Adan Quiroga, Claro €. Dassen, Angel M. Giménez, Enrique Herrero Ducloux, Fernando Lahille, Felipe Meyer Arana, Carlos Burmeister y otros que sería muy largo enumerar. La Biblioteca ha sido constantemente consultada por los señores so- cios, y se han prestado 150 volúmenes para ser llevados á domicilio. La sociedad contribuye al fomento de varias bibliotecas públicas del país enviándoles mensualmente sus Anales gratuitamente. Han contribuido también con importantes y valiosas obras, las casas editoras de los señores Ch. Beranger, G. Carré Naud, Gau- thiers Villars, las tres de París; entre las donadas por la primera se pueden citar: Girard, J. B. Tratté pratique des machines marmes motrices, 2 vol., París, 1901. Thompson, Silvanus, Courants polyphasés et alterno-moteurs, París 190.5 Boero, J., Fabrication et emplor des chaux hydrauliqques et des erments, París, 1901. Lavergne, ú., Etude des divers systemes de construcitons en coment armé, París, 1901. Boy de la Tour, Méthode pratique pour calculer les moteurs asynehrones polyphasés, París, 1902. Foveaux de Courmelles, L'année électrique, électrothéraprque el radrographaque, París, 1902. Foveaux de Courmelles, Année électrique (1* ed.), París, 1901. Charpentier, P., Nouvelle méthode générale de contróle de Pisole- ment et de recherche des défauts sur les réseaus électriques, 1 folleto, París, 1901. Entre los donados por J. Carré Naud : Griffon, Ed., L'asimilation chlorophyllienne et la structure des plantes (Scientia), París, 1901. Bolin, G., L'évolution du pigment (Scientia), París, 1901. Hadamard, F., La série de Taylor et son prolongement analylaque (Scientia), París, 1901. 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Barbillou, Production et emploí des courants alternatrfs (Scientia), París, 1901. Levy, Lucien, Microbes et distallerie, París, 1901. Poincaré, Electricité et optique, París, Y donada por Gauthers-Villars : Godefroy, M., La fonction gamma, París, 1901. He aquí la nómina de las obras y folletos donados por varios durante el período : Olascoaga, M. J., Topografía andina, Buenos Aires, 1901. Gutiérrez, J. M., Educación común en la capital, provincias y territorios nacionales. Informe, año 1901, Buenos Aires, 1901, Gancedo, Alejandro, «Despierta Argentina » guerra á ladecadencra, Buenos Aires, 1901. Burmeister, Carlos, Memoria sobre el territorio de Santa Cruz, Buenos Aires, 1901. Fagal de, Alberto, « Magallanes » el país del porvenir, Valparaíso, 1901. Zimmerman, Tra1té des maladres gontteuses, París, 1861. Mortillet, Gabriel y Adrien, Le préhistorique, origine et antiqualé de UC homme, Paris, 1900. Lindman, €. A.M., Vegetationen 1 Rio Grande do Sul, Stockolmo, 1900. Mosset, Ulises R., 1* memoria del Director general del registro civil de la provincia de Santa Fe, Santa Ee, 1900, Thos, S. y Codina, Reconocimiento fisico, geológico, manero, Barcelona, 1885. Lahille, F., Preparación de un atlas talasográfico para el fomento de las industrias marítimas, Buenos Aires, 1901. Pérez, Abel J., Memoria correspondiente al año 1900, presentada 4 la Dirección de Instrucción Pública, Montevideo, 1901. Tadeo Haenke, Descripción del Perú, Lima, 1901. Delachaux E. A., Atlas meteorológico de la República Argentina, l atlas, Buenos Aires, 1901. Dassen, Claro €., Estudio critico de la pavimentación de Buenos Arres, Buenos Aires, 1901. Quiroga, Adán, La Cruzen América (Arqueología Argentina), Bue- nos Aires, 1901. Giménez, Angel M. (tesis), Consideraciones de higiene sobre el obrero en Buenos Atres, Buenos Aires, 1901. MEMORIA DEL PRESIDENTE 203 Torre, Agustin González de la, Memoria del Ministro de Fomento del Perú, Lima, 1901. ¡ Portillo, Pedro, Las montañas de Ayacucho y los rios Apurmac, Mantaro, Ene, Perewé, Tambo y Uyacala, Lima, 1901. Dassen, Claro €., Metafisica de los conceptos matemáticos funda- mentales y del análsis llamado infimtesimal (tesis), 12 ejemplares, Buenos Aires, 1901. Barberena, Santiago I., Curso elemental de Historia de la lengua española, San Salvador, 1901. Baschini, Otto, Die deutsche sudpolar-expedrtron, Berlín 1901. Herrero Ducloux, E., Contmbución al estudio de la pata del monte (tesis), Buenos Aires, 1901. Gallois, L., Los Andes de la Patagonra, París. Cuestas, J. L., Mensaje del Presidente de la República al i1mmaugu- gurar el primer periodo de la XXI legislatura, 15 de febrero de 1902, Montevideo, 1902. Tobar, Carlos R., Consultas al diccionario de lg lengua, Quito, 1900. Smith, Juan E., Breves consideraciones sobre viabilidad (tes1s). London, Bloscaux €., Chemystry tnorganic and organic with exr- periment, London, 1875. Walkhoff, Louis, La práctica del fabricante de azucar rubia y su refinación, Braunswelg, 1872. Fiedler, Gustav Karl, Reise Griechenland, 2 vol., Lelpzig 1840. Fruhlingun R., Dr. J. Schultz, Industria azucarera, Brauns- welg, 1891. Lix Klet, Estudio sobre producción comercio, finanzas é intereses generales de la República Argentina, 2 vol., Buenos Aires, 1900. Estadistica de los ferrocarriles en explotación, vol. VII, 1899, Buenos Aires, 1900. Memorra del Ministerio del Interior correspondiente al año 1900, Buenos Aires 1901. Manual del minero, Lima 1901. Código de minería, Lima 1901. Racherche di Fisiologia é scienze affini dedicate al prof. Luiggo Lucrant, Milano, 1900. Memonra presentada áú la Honorable Asamblea general en el tercer periodo de la XX legislatura por el Ministro de Fomento, 2 vol., 1 y II parte, Montevideo, 1901. Congreso Internacional de Ingeniería celebrado en Barcelona en el año 1888, Barcelona 1890. 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Digesto de leyes, decretos y resoluciones relativos á trerras públicas, año 4810 ú 1900, Buenos Altres, 1901. Memoria de la Intendencia Mumerpal, 1898 á 1901, Buenos Aires, 1901. Proyecto de un ferrocarril de Saladas á Caá-Catr, Buenos Aires, 1900. Estadistica de los ferrocarriles en explotación, tomo IX, 1900, Buenos Aires, 1901.. Dassen, Claro €., La pavimentación de Buenos Arres en el año 1901, Buenos Altres, 1902, Correa, E., Parque de la ribera de Buenos Arres, Buenos Aires, 1901. Caveglia, Cresentino, Apéndice alla teoría delle travi é der lastront di cemento armato caricati da pes?, Roma, 1901. Spegazzini, €., Contribución al estudio de la flora del Tandal, La Plata, 1901. Angel, Gallardo, La Phaitostatistique, Longhain Le Saunier, 1901. Carrasco, Gabriel, La verdadera población de la ciudad de Rio Janerro en 1901, Buenos Aires, 1901. Porro, Francisco, Sul movimento non perturbato da un praneta tn torno al sole, Torino, 1901. Garrigou, Félix, Cas d'empoonnement par la strichnime, París, 1881. Krausse, Otto, Informe de la escuela industrial correspondiente al año 1900, Buenos Aires. Estadistica de los ferrocarriles de la República, años 1896 al 1899, Montevideo, 1901. Sala, Luiggi, La proporzionalrta nel cálcolo cost elementare come differenciale é integrale, Milan, 1901. La ocupación del Rio Negro por el temente general J. A. Roca, Buenos Aires, 1900. Garrigou, F., Memotre relatif aux sources thermales, Toulouse, 1877. Jeanbernat, Ernest, Thése pour le doctorat en médecime, París, 1862. Canton1, Angel, Escuela Nacional de Minas de San Juan (Informe), Buenos Aires, 1901. Canet, M. G., Discours de M. G. Canet, París, 1901. N. Leon M. S. A., Familias limgúisticas de Méjico, Méjico, 1901. Informe de la comisión nombrada para estudiar el tratamiento del doctor Villar en la tuberculosis, Buenos Arres, 1901. MEMORIA DEL PRESIDENTE 205 Martínez, Pedro E., Discurso pronunciado en el Teatro Nacional el 25 de Mayo de 1901, Gualeguay, 1901. Acuerdos y conclustones aprobadas por el primer Congreso Médico Latino Americano, Santiago (Chile). Hauthal, Rodolfo, Contribuciones al conocimiento de la geología de la provincia de Buenos Arres, La Plata. Domínguez, Juan A., Datos para la materia médica argentina (nota sobre Fagetes glandulrfera Sch.), Buenos Aires, 1901. Lapparent, M. A., Sur Pérosion regressive dans la chaíne des Andes, París, 1901. Ameghino, F., Notices préliminarres sur des Ongulés nouveaux des terrams crétacés de Patagonte, Buenos Aires, 1901. Badía, José, El pan y la carne que se expende en Buenos Átres. Apuntes de la comisión de Hacienda para informar en el proyecto de ordenanza para la venta de la carne al peso, Buenos Aires, 1901. Patrón, Pablo, Memoria sobre el cultivo del trigo en la costa del Perú, Lima, 1901. Consorzi agrari e la nuova legge sul credito agrario, Portisi, 1901. Cuestas, Juan L., Ceremonía maugural de las obras del puerto de Montevideo, Montevideo, 1901. Carvalho, Carlos J., O. Cafe do Brasil, Rio Janeiro, 1901. Inspección médica dermstrucción pública. Primer informe semestral documentado, Buenos Aires, 1901. Vucetich Juan, Conferencia sobre el sistema dactiloscópico, La Plata, 1901. Colonización en Misiones de 1897 á 1901, Posadas, 1901. Otero, Manuel B., El saneamiento de la ciudad de Montevideo, Montevideo, 1901. Patiño y Samudio M., Conferencia dada en la Socredad (reográfica de Lima el 28 de diciembre de 1900, Lima 1901. Muñoz, David, Memorias de vaje y datos relatwos ú los salvajes de la región oriental, Lima 1901. Contribuyen tambien al aumento de la biblioteca las 270 publi- caciones que se reciben en cange de los Anales, procedentes de los siguientes países : Alemania, 15; Austria-Hungría, 5; Francia, 23; Italia, 31; España, 10; Bélgica, +; Holanda, 2; Inglaverra, 5; Suecia, 3; Noruega, 2; Portugal, 9; Rusia, 14; Suiza, +; Rumania, 1; Brasil, 9; Chile, 9; Colombia, 2; Perú, 5; Paraguay, 1; Venezuela, 1; Uruguay, 6; 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ecuador, 1; Estados Unidos 52; Mejico, 10; San Salvador, 2; Costa Rica, 3; Cuba, 1; Filipinas, 1; Japon, 3; Nueva Gales al Sud, |; Argentina, 35; y las siguientes á que está suscripta la sociedad : Nouvelles Annales de la construction, París. The Burlder, Londres. Revue des Revues, París. Nouvelles Annales de Chimie et de Physaque, París. Revue générale des Sciences, París. Revue Scientifique, París. La Nature, París. Nouvelles Annales de Mathématiques, Paris. Revue de Deux Mondes, París. Grornale del Gento Caivile, Roma. Comptes-Rendus de 'Académie des Sciences de Paris, París. L'Electricita, Milano. Il costruttore, Milano. G. A. Breymann, L'Architettura nella Storia e nella pratica. Trattato generale teorico pratico dell” arte dell'Ingegnere. Milano. Ch. Jacomet, Revue Technique de l' Exposition Unvwverselle de 1900. Durante el período se han establecido los siguientes canges nuevos. Mning and Metallurgy, New York. Studi Sassaresi, Universidad (Sassari). Revista de la Cámara Mercantil, Barracas al Sud (Mercado Central de Frutos). Anales de la Universidad del Paraguay, Asunción. Revista Médica Argentina, Buenos Aires. Anales del Departamento de ganaderia y agricultura, Montevideo. Philosophical Society, Washington. The Museumof the Broocklyn Institute of artsand Sciences, New York. Proceediny of the Portland Socrety of Natural History, Portland (EXUSA) Archivos de Críminalogia, Medicina legal y Psiquiatria, Buenos Arres. The Engineers and Mining Journal, New York. Journal of the militar service Institution of the United States, Governors Island, New York. La Biblioteca Politécnica, San Petersburgo. Las ciencias Fisico Matemáticas en la actualidad y en el Porventr, Moscow. MEMORIA DEL PRESIDENTE 207 Gerencia. —Ha continuado á cargo del señor Juan Botto, quien desde hace diez y seis años viene desempeñando este delicado puesto. Él ha secundado eficazmente á los secretarios, tesorero y biblio- tecario en sus diferentes funciones, habiéndolos substituído cuando alguno de ellos ha permanecido ausente. Archivo.—El archivo se encuentra en perfecto estado y se han agregado todos los documentos entrados. Está encuadernado hasta el año 1890 y arreglados los documentos de los años siguientes y preparados ya para su encuadernación. En breve se dará principio á la publicación del segundo tomo de la Revista del archivo, cuyo tomo está á cargo del director de los Anales, señor Félix F. Outes. Edificio social. —Una de las cuestiones que están íntimamente li- gadas al futuro adelanto de nuestra sociedad, es la que se refiere á la adquisición de un local adecuado. El que actualmente ocupa es propio, pero dista mucho, tanto por su ubicación como por sus dimensiones, de llenar las necesidades de la Sociedad Científica Argentina, dada la importancia que ésta ha adquirido en el país. Hay pues, que buscar un local más amplio y más central, que permita la concurrencia diaria á sus salones de lectura, quizá pueda obtenerse en la Facultad de Ciencias Exactas, lo cual pre- sentaría evidentes ventajas para los estudiantes. Es de desear también que á semejanza de lo que sucede en otros países, una donación de algún favorecido de la fortuna, permita instalar dignamente á la primera sociedad científica de nuestro país. Tambien se ha tratado el proyecto en la Junta Directiva de for- mar una federación de todas las sociedades científicas de la capital, á fin de construir un edificio que permitiese el fácil funcionamiento de todas ellas. De esta manera, uniendo todas esas fuerzas que hoy se esterilizan en gran parte, se obtendrían resultados muy hala— guúeños para el desenvolvimiento de las ciencias en la República. Aun cuando no ha sido posible llegar por el momento á resulta- do practico alguno, creo que no se debe abandonar esta idea, y por el contrario, trabajar con empeño en pró de su realización, pues los resultados que se obtengan compensarán ampliamente el es- fuerzo realizado. 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Señores socios : Al agradecer sinceramente el honor que se me dispensó al desig- narme para ocupar por cuarta vez la presidencia de la Sociedad Científica Argentina, hago votos porque siga progresando en su obra de civilización y cultura. MEMORIA DEL PRESIDENTE 209 Movimiento general de la Caja de la Sociedad Científica Ar- gentina durante el XXEX> período administrativo (1* de abril de 1901 á 31 de marzo de 1902). ENTRADAS Existencia en caja en 31 de marzo de DOM a ar cto OS $ m4 168 75 1901 AD e 849 » LE Dodo ano o 123 » JUnO.? ..... A LA AE. E 1.584 » OA E RE DALI Y O A E. 0 831 20 E ao oo 121 5) A A A 668 » NOME re ER 609 >» COCO oa 627 » 1902 POC A E o 1.246 » DN A o 600 >» MAZO Mr IS b05 20 OTALS 00 $ m4 11.476 15 O IM OO. 11.402 06 Existencia en Caja en 31 de marzo de 1902. 714 09 Banco de la Nacion Argentina (en depósilo) : 74 08 148 17 SALIDAS 1901 A o RO E o $ m4 885 20 MED e o oo os 664 55 O E ES, . + o 1.405 43 VI o 2.345 16 AD o ooo AN 1.038 47 SEP ar lA. + + + + 688 98 DA o 694 06 No 969 81 Meca os ADA 994 84 1902 A o 886 06 REDEE ra IIS: 1.038 30 MATO e 605 20 TOTAL ade, $ m4 11.402 06 Buenos Aires, marzo 31 de 1902. SAFE UCO): yo Bo Luis A. HuerGO (hijo), CarLos M, MoraALEs, MANUEL J. ARCE, Tesorero. Presidente. Secretario. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LILI 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Movimiento de Cuotas mensuales durante el XXIX? período administrativo. (1* de abril de 1901 á 31 de marzo de 1902). FIRMADOS Recibos firmados, según libro de planillas en: 1901 Abr. A a o $ m4 7194 » Mayo... a o o 864 » JUNIO 0 898 » Julho... A O 860 » ATOStO a oe 918 » Septiembre 902 » Octubre a ci 896 » Noviembre... e 896 » Diciembre. 910 » 1902 Enero... AS O e IIS Febrero. o a 928 » Marzo 31 A o OR 942 » E << o $ mua 11.150. » Á cobrar en 31 de marzo de 1900........ 4.116 » TOTAL Á COBRAR... $ m/s 15.266 » Á deducir: Gobrados” A... 8.078 » Anulados A... 488 » 8.566 » Á cobrar en 31 de marzo de 1901. $ mA 6.700 » COBRADOS Recibos cobrados, según libro de Caja, en: 1901 Abril... +. 0 ds $ m4 840 » Mayos. O + A 100 » JU AN 682 » II O 694 » ASOStO 2 A > + as 138 » Septiembre... a 682 » Octubre 668 » Noviembre - A 600» Diciembre A. 988 » 1902 Enero: 122: 140) Febrero. A e 964 » Marzo AA oa AGUDO o $ m4 8.078 » Buenos Aires, marzo 31 de 1902. S. E. ú0. VO4BS Luis A. HuerGo (hijo), CarLos M. MorALEs, MANUEL J. ArcE, Tesorero. Presidente. Secretario. MEMORIA DEL PRESIDENTE 211 Movimiento de recibos de Anales durante el XXEX” período administrativo. (1% de abril de 1901 á 31 de marzo de 1902). FIRMADOS Recibos firmados, según libro de planillas, en: 1901 A A $ má O >. > Ca O A co IA 902 » A AMAN, - a. = IN aa ts A 31 20 Seplemnbrero. oo O — Octubre... 1. e o AO — Noviembre nt E ao o 4 » Diciembre II <<... 39 » 1902 E a A... o o 924 » HELLO A a oo 12) MAZO A a e EI 5 20 MOTA cues $ m4 1.569 40 COBRADOS Recibos cobrados, según libro de Caja, en: 1901 ADA A A... «o 9 » Uso nan pablasso, A 23 » A E ta oe +.» > 902 » UD e A o A —= LO doc 31 20 AA oo A — (DEMINAS duo dee eo A o o — NOME o A 4 >» Mati > 39 » 1902 A o 524 » MANDA oe 12 » MAT RRE o e 920 LOTA PI NA $ ma 1.569 40 Buenos Aires, marzo 31 de 1902. SEU 0, yo Bo Luis A. HuercO, (hijo) CARLOS M. MoraLEs, MANUEL J. ARCE, Tesorero. Presidente. Secretario, 2192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Movimiento de Socios durante el XXEX” período administra- tivo. (1* de abril de 1901 al 31 de marzo de 1902) Número de socios activos en 31 de marzo de 1901 ... 305 Han ingresado durante el período ................. 26 Se han rencor ... oso as 15 MOTA LAN A 406 Han salido por diferentes CausaS...... 0... ...... 9 Quedan-en 31 deMaezo de 1902: 7... ..... 397 Socios ausentes que NO pagaN.. .........oooo.... 13 SOCIOS QUE PATA. o ce 324 Pagan cuota de...... 4 $ m4 1517 Pagan cuota de ...... AO 167 ToTAL DE SOCIOS... 324 SoCIOSHOnOrarios. ...v.o.osto.. 5) Socios Correspondientes ...... 19 En este período falleció el socio honorario doctor Carlos Berg. Buenos Aires, marzo 31 de 1902. S. E. ú 0. yo Bo Luis A. Huereo (hijo), CarLos M. MoRALEs, MANUEL J. ARCE, Tesorero. Presidente. Secretario. MEMORIA DEL PRESIDENTE 213 Balance de comprobación en 31 de Marzo de 1902 [XXIX" período, 41” de abril de 1901 ú 31 de marzo de 41902) CUENTAS | FOLIOS “1 00 1 0 OD 0N Banco de la Nación Argentina... Muebles y útiles 5] pu] Nicho en la Recoleta Biblioteca Edificio social (Cevallos 269)... Acciones á cobrar Socios Gastos generales Contribuciones mensuales Donaciones Ganancias y pérdidas XXIX" Aniversario de la Sociedad. Anales de la Sociedad e (YU) CoN 0 0 Banco Hipotecario de la Provincia Suscritores á los Anales........ Capital Balance de entradas Concurso para estudiantes...... Conf. P. Georg's Hall (21 agosto). Conf. Operai Italiani (29 nov.).. Conf. Prince Georg's Hall (10 dic.) SUMAS IGUALES Buenos Aires, marzo 31 de 1902. CUENTAS SALDOS == — A DEBE HABER DEBE HABER _—_— 11.402 06 139 03 1.! S. E. 40. vo Bo Luis A. HuerGo (hijo), CarLos M. MORALES, MANUEL J. ARCE, Tesorero. Presidente. Secretario. FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANAS CONFERENCIA INAUGURAL DEL DOCTOR LUCIANO ABEILLE LEIDA EN LOS SALONES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL 7 DE ABRIL DE 1902 «El lenguaje necesita un terreno para crecer y este terreno es el alma humana.» (Max MULLER.) Señoras : Señores : En octubre de 1901 un célebre orientalista, Alfred Boissier, re- firiéndose á la Sociedad Científica Argentina, me escribía : «El hecho de verse discutir, en un cenáculo de Buenos Aires, teorías sobre el origen asiático de los antiguos Peruanos, á raíz de los descubrimientos asirios, es digno de observacion y exige la admi- ración ». Este aplauso á la Sociedad Científica Argentina, es mere- cido: sabemos todos queesta distinguida corporación cultiva con anhelo la ciencia porque opina como Renan que «un descubri- miento hecho en una extremidad del mundo es un instrumento de progreso para la otra extremidad del globo; que una ley de la natu- raleza descubierta por algún sabio solitario hace desaparecer su- plicios, dolores, vergúenzas hereditarias; que un cálculo abstrac- to se convierte en medidas de alta filantropía; que un mundo sin ciencia es la esclavitud, es el hombre sometido á la materia, asI- milado á la bestia de carga. El mundo mejorado por la ciencia será el reino del espíritu, el reino de los hombres libres ». He ahí porque cuando un simpático ex-alumno mío con quien me unen lazos de estrecha amistad me ofreció, en nombre dela ac- FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANAS 215 tiva junta directiva de la Sociedad Científica Argentina, de dar conferencias en este recinto, acepté gustoso la invitación, pues con- sidero un honor disertar en los salones de la Sociedad Científica Argentina, que ha entrado en su trigésimo año: edad hermosa pa- ra una sociedad que es y no quiere ser sino cultivadora de la cien- cia, porque según la espiritual observación de Renax, si no se puede impedir que un siglo tenga cien años, muchos accidentes pueden impedir que una sociedad tenga treinta. Estas conferencias versarán sobre Filología y Literatura roma- nas. Y como la conferencia preliminar no puede ser la primera etapa de un curso, sino una preparación para la marcha que se va á emprender, desarrollaré hoy algunas ideas generales, cuya inte- ligencia es necesaria, para la solución de los numerosos proble- mas que hemos de encontrar en nuestro camino. Decir que la lingúística constituye una ciencia verdadera, es constatar un hecho universalmente reconocido. He ahí porque en todos los países de la vieja Europa así como en Norte América, esta ciencia tiene sus cátedras, sus revistas, sus sociedades especiales. Presta grandes servicios á la etnografía y á la historia porque existe una relación exacta entre la arqueología psicológica de una raza y la estructura particular de las formas de su léxico y de su gramá- tica. La ciencia del lenguaje, en efecto, nos enseña, determinán- dolas, las leyes que han presenciado los fenómenos históricos, y las causas principales de nuestra evolución social en este flujo y reflu- jo de la aparición y desaparición de los pueblos: no hay que dudar- lo, pues, el lenguaje articulado ha sido el gran promotor de la con- ciencia individual; sin el lenguaje el hombre quedaba al mismo nivel que la bestia. Y no solamente el lenguaje ha sido el princi- pal y mayor agente de nuestro desarrollo intelectual, sino, que se ha convertido después, en su manifestación más poderosa y más expresiva; y el efecto reaccionando sobre la causa, nuestra eleva- ción intelectual ha perfeccionado el lenguaje así como el lenguaje perfecciona y desarrolla continuamente nuestro cerebro y sus fa- cultades. Se ha dicho, y con razon, que el siglo xix ha sido el siglo de la lingúística : los progresos de esta ciencia tienen su causa en la fi- lología comparativa, cuyo fundador es Bopp. Bopp demostró cien- tíficamente el parentesco que existe entre el sanscrito y las demás lenguas europeas. Poco después, sus discípulos Pott y Benfey pu- 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA blicaron sus primeros trabajos etimológicos en los cuales hacían el estudio simultáneo de todas las lenguas indo-europeas : fueron descubiertas las grandes leyes de relación que hay entre estos idiomas. Fatalmente, estudios tan extensos, tan complicados, tan nuevos, padecieron errores. Precipitación excesiva para pasar de un idio- ma á otro sin detenerse en los intermediarios; escasa atención prestada á las costumbres especiales de cada idioma en su trabajo evolutivo; importancia exagerada atribuida al sanscrito como ma- teria de comparaciones; descomposición imprudente de nuestras raíces indo-europeas por medio de un sistema temerario que nos obliga á indagar en un período prehistórico aunque carezcamos á ese respecto de todos los medios de información; falta de exacti- tud, á veces, en la determinación de las leyes fonéticas particula- res : estas son las críticas que se hacen de las obras de los funda- dores de la filología comparada. Peroes menester reconocerlo, señores, estes imperfecciones en nada disminuyen el mérito de los trabajos de Bopp, de Pott y de Benfey; y si se quiere proceder con justicia hay que atribuir las cualidades de estos trabajos á sus autores; en cuanto á los defec- tos hay que imputarlos á la época en que estos estudios vieron la luz. Y en efecto, débil aún, perceptible apenas, adivinada más bien queentrevista, el alba se dibujaba como un punto semitrans- parente en el cielo tenebroso : Bopp, Pott, Benfey la discernieron los primeros por hallarse orientados hacia su fuente, y después de saludarla la anunciaron al mundo. He ahí porque otros lingúistas completaron varias partes del edificio levantado por los creadores de la filología comparada. Ja- cobo Grimm publicó su gramática alemana, Miklosich, Schaffarik, Schleicher hicieron el estudiocomparativo de las lenguas leto-esla- vas; Zeuss escribió su gramática céltica; Diez fué el historiador de las lenguas romanas. La luz crecía en el firmamento, hasta que por fin seesparció, cuales flechas de oro, á través del espacio y rodeó, con una faja de claridad, el vasto dominio lingúístico descubierto por Bopp, donde han penetrado infinidad de obreros para explo- rarlo, hasta en sus confines más remotos, á fin de cosechar siempre verdades linguúísticas. La aplicación á la lingúística del método comparativo es y que- dará siempre la verdadera gloria de Bopp. Los estudios especiales y detallados que, respecto decada idioma, se han hecho, perpetúan FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANA 917 y propagan, agregándole cada uno sus méritos propios, la obra de los fundadores de la filología comparada, pues como lo dijo Ber- thelot, «si cada cual añade algo al dominio común en el orden de la ciencia, del arte óde la moral, es porque largas generacioneshan vivido, trabajado, pensado y sufrido antes que nosotros. La ciencia es esencialmente una obra colectiva, proseguida durante el trans- curso de los siglos por el esfuerzo de una multitud de trabajadores de toda edad y de toda nación que se suceden y se hallan asocia- dos, en virtud de un convenio tácito, para el descubrimiento de la verdad pura y las aplicaciones de esta verdad á la transformación continua de la condición de todos los hombres». El lenguaje, señores, es la efigie del espíritu humano, lleva el sello de sus diversas fases y narra así su historia progresiva. Hay completa solidaridad entre los adelantos de la palabra y del pen- samiento. Esta acción recíproca y constante se ha traducido espe- cialmente en el lenguaje que representa, no un momento del espíritu humano, pero sí su evolución constante. Para darse cuen- ta de estas relaciones entre el lenguaje y el pensamiento basía recordar la división que se ha hecho de las lenguas. El estudio analítico del lenguaje ha permitido distinguir el ele- mento radical y el elemento determinante; y por medio de las rela- ciones de estos dos elementos entre sí, que se pueden concibir de tres modos distintos, se han establecido lógicamente tres clases de lenguas. El monosilabismo primitivo esla forma más simple del lenguaje. Es la simple célula, la simple raíz invariable. Las raíces se colocan unas tras de otras. El sentido es vago, indeterminado. En este estado no hay sufijos ni prefijos, ni género, ni número, ni proposiciones, ni conjunciones : el sentido se desprende del orden sintáctico. A esta clase pertenece principalmente el chino. En el segundo grupo llamado aglutinante, se hallan clasificadas las lenguas cuya necesidad de determinación ha reunido en el vo- cablo, elementos de relación que se colocan, antes ó después de la raíz principal que lleva la significación y queda invariable. Esta raíz es la substancia del vocablo que no ha sido atacada por la co- rrupción fonética, mientras que las otras raíces descompuestas ven- drán á unirse con ella, para determinar modos de ser ó de acción de esta raíz primordial. Si el elemento de relación está antepuesto á la raízque queda inva- riable,se llama prefijo; si está pospuesto, sufijo : si se encuentra en 918 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el medio, infijo. Para mayor claridad diréque, enlaevolución linguís- tica, ciertos vocablos—raíces ú raíces—vocablos sobreviven solos en la lucha por la existencia; que los otros, los menos dotados, vienen á agregarse á ellos, conservando siempre un sentido propio, pero de relación. En este período las lenguas no poseen aun verdadera gramática. El vocablo es un compuesto de elementos sin unidad real, y este estado no demuestra sino los esfuerzos del lenguaje para llegar á una organización superior. Estas lenguas son entre otras las que hablan las tribus americanas, los negros africanos, los australianos. También el ¡japonés y el vascuence pertenecen á esta segunda clase. La tercera forma ó tercer grupo morfológico lo constituyen las lenguas de flexión. Esas lenguas son caracterizadas por este fenó- meno que consiste en que la raíz primordial puede, al modificarse ásu vez, expresar las relaciones que tiene con las otras raíces Ó elementos fonéticos que compone el vocablo. La corrupción fonéti- ca se extiende tanto á la parte substancial como á la parte tormal del vocablo. Dos familias de lenguas han llegado á este estado or- gánico : el sistema de las lenguas semíticas y el sistema de las lenguas indo-europeas. Estas tres formas diferentes de lenguas: monosilábica agluti- nante y de flexión, son, según el testimonio de los más grandes lin- gúistas de nuestra época, los tres períodos de formación por los cuales todas las lenguas deben pasar antes de alcanzar el grado analítico que actualmente poseen. Las lenguas son, por lo tanto, organismos vivos. Como todo aquello que posee vida propia, se desarrollan en virtud de leyes na- turales. Al presenciar fenómeno tan maravilloso, se puede compa- rar la evolución delas lenguas á una semilla que se ha convertido en árbol y cuyas ramas arrancadas del tronco y trasplantadas, en otras regiones, han crecido libremente, y bajo la influencia de la diversidad del suelo y del clima se han modificado y han llegado á ser árboles de especie distinta. Las lenguas son transformaciones, no hijas unas de las otras. La transformación del latín en lenguas romanas, ó sea en ruma- no, italiano, provenzal, francés, español y portugués, será, en el presente año, el tema de estas conferencias. Los antiguos y los mordernos hasta el siglo xtx han creído que el latín derivaba del griego, del dialecto eólico especialmente. Varron, Quintilianus, Macrobius pensaban que el griego era el padre del FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANA 219 latín. Turannion escribió un libro con el fin de probar semejante descendencia. Hemsterhuis, Heusinger, Reisigno vacilaban en ad- mitir que el latín se derivaba del dialecto eólico. La verdad respecto del sitio que ocupa el latín en la familia aria, hela aquí : El latín y el griego son dos ramas de la familia aria que constituyen el grupo lingúístico de la Europa meridional, mien- tras la rama sanscrita pertenece al grupo asiático. En algunas par- ticularidades lexicográficas y gramaticales, el latín se asemeja á la lengua primitiva, más que el griego y el sanscrito. El latín es la lengua del Latium y de la antigua Roma : constituye con el um- brio y el osco uno de los principales dialectos de la lengua de Italia. El umbrío se hablaba en la región del Apenino, es el dialecto de las Tablas Eugubinas; el osco es el dialecto de la Italia meridional : en Pompeya se han encontrado muchas inscripciones en 0sco. El alfabeto latino proviene del alfabeto griego de Cumas. Com- puesto en su origen de 21 letras, experimentó después numerosas modificaciones. Me contentaré con señalar la siguiente: cuando la gutural C llegó á ser dura, la K desapareció; eran pues, inútiles dos letras para representar un mismo sonido. La letra K sin em- bargo, tuvo acérrimos defensores. Quintilianus nos dice que ciertos gramáticos querían que el sonido C delante de A se representase siempre con K: Kalumnia, Karthago; pero que él, sólo usa el signo K con Kalendae, y en los nombres propios abreviados. Y para demostrar una vez más la verdad del adagio nal novr sub sole, los partidarios de la ortografía fonética moderna reemplazan la € por K: Kamino, Karrera. Agregaré de paso que hace un año, estas dos letras provocaron un curioso incidente entre el emperador de Ale- mania y la ciudad de Colonia. El emperador pretendía que se es- eribiese el nombre de la ciudad de Coeln, (con C); y la ciudad opinaba que debía conservarse la antigua ortografía de Koeln (con K). El conflicto acaba de solucionarse : el magistrado de Colonia ha decretado que Coeln (con C) sería en adelante la ortografía oficial. La evolución de la lengua latina puede dividirse en cinco pe- ríodos; l. Período de los orígenes, hasta Livius Andronicus, 240 antes de Cristo. TI. Período arcáico, desde Livius Andronicus hasta Cicerón, 240- 70 antes de Cristo. MI. Edad de oro, 70 antes de Cristo; 14 después de Cristo. Este período comprende dos épocas : 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA I. Época de Cicerón. 2. Época de Augusto. IV. Edad de plata, 14-120 después de Cristo. V. Período de la verdadera decadencia, 120 después de Cristo hasta el siglo vt. El latín salió del Latium llevado en alas de las águilas victorio- sas; y en Italia, en Galta, en España, así como en las regiones si- tuadas al sur del Danubio, ahogó sucesivamente los idiomas indí- genas á medida que los romanos subyugaron estas comarcas. La transplantación y el desarrollo del latín en estos territorios es un fenómeno lingúístico de gran importancia y de sumo interés : es necesario por lo tanto explicarlo, aunque sea de un modo breve y rápido. La política sabe que la lengua es uno de los medios más ade- cuados para captarse los pueblos vencidos. Pero para difundir su idioma, el vencedor debe valerse de mucha delicadeza y diploma- cia: la fuerza y la violencia, en este caso, son contraproducentes. Un pueblo puede ser vencido, un pueblo puede perder su territorio, pero conserva su alma; y el idioma es la expresión del alma nacio- nal, el idioma es la patria. Esta idea la pone artísticamente de relieve Sófocles, en su tragedia titulada Falóctetes : El héroe griego ha sido abandonado por los jefes del ejército, en Lemnos, isla salvaje y desierta. ¡Hace diez años que lleva una vida solitaria, cuando de repente algunos hombres se presentan ante él. ¡Extranjeros | exclama Filóctetes, ¿ quiénes sois? ¿Qué patria Os puedo atribuir sin equivocarme? Reconozto, es cierto, el traje griego que tanto quiero; pero es vuestra voz que deseo oír. Y el héroe experimenta una emoción indecible al «encontrar de nuevo, en los labios de sus compatriotas, esta lengua que ha aprendido en su niñez y que, desde tanto tiempo, no habla con nadie ». Una lengua, señores, no es algo fabricado artificialmente, esuna producción viva, es el resultado de las acciones individuales y colectivas que constituyen la vida común de la nación. He ahí porque se equivocan los vencedores que, para imponer su idioma, proscriben el idioma materno del pueblo que las armas no favore- cieron : cuando se vigila sobre la niñez, no para observar en sus labios la sonrisa encantadora y tierna peculiar de su edad, pero sí, para impedir que su boca pronuncie los vocablos del idioma ma- FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANA 921 terno; cuando se declara conspirador al profesor que enseña la lengua indígena; cuando se persigue al padre de familia que no hace obligatorio, en su hogar, la lengua del vencedor; entonces niños, profesores, jefes de familia y familias enteras cultivan en secreto, con más ardor, y veneran, con amor más grande, la lengua que recibieron de sus antepasados á fin de legarla incólume á sus descendientes. Prohibir á un pueblo su lengua, es un proyecto bárbaro á la par que ridículo: no se puede confiscar una alma y la lengua es el alma de un pueblo. No lo ignoraban los romanos. Los romanos, dice Montesquieu : «vencían un pueblo y este pueblo llegaba á ser súbdito sin que se pudiera señalar la época de su sujeción... Roma no imponía leyes generales... Ella era la cabeza del cuerpo formado por todos los pueblos del mundo... y sin ser compatriotas (los pueblos) eran to- dos romanos». Una mirada sobre la política imperial en Galia, nos explicará el desarrollo del latín en aquella provincia romana. Han llegado hasta nosotros dos apologías de esta política. La primera la hace el legado Cerialis cuando habla en los siguientes terminos álos galos: «Hubo siempre tiranos y guerras en las Ga- lias hasta el día en que aceptásteis nuestras leyes; y nosotros aun- que frecuentemente insultados, sólo os hemos pedido, en calidad de vencedores, los medios de mantener la paz. Pero no hay paz sin soldados, no hay soldados sin sueldos, no hay sueldos sin tributos. Lo demás es común entre nosotros. Vosotros muy á menudo man-— dáis nuestras legiones, gobernáis nuestras provincias. Ningún pri- vilegio, ninguna exclusión entre vosotros y nosotros » (1). La otra apología la hace el emperador Claudio, al defender los privilegios de la Galia. Este discurso está grabado en dos tablas de bronce que se hallan en el museo de Lyon. Refiriéndose á la sumi- sión de las Galias dice á los senadores : « Cansaron al divino Augus- to durante diez años; pero después fué la obediencia sin interrup- ción en las épocas más perturbadas, la fe inquebrantable durante cien años ». La ciudad de Gergovia había sido inexpugnable; y César tuvo que desistir de prolongar su sitio. Se erguía magníficamente en la cima del monte del mismo nombre que tiene 750 metros de altura. Otra ciudad, Bibracte, edificada en la cúspide de un monte que (MPAA USE, 1: 13 y Se. 9229 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mide 820 metros de alto, había sido tratada siempre por César como ciudad amiga. Estas dos plazas fuertes eran para los galos como el monumento de su antigua independencia perdida. Derribarlas era una necesidad, puesto que para Roma entrañaban un grave peli- gro. Augusto resolvió por lo tanto entregar á estos galos tierras situadas en la llanura ó en las pendientes de las lomas cercanas. Mandó edificar dos ciudades nuevas. Los arvernas abandonaron su capital Gergovia, y se trasladaron á Augustonemetum (1); también los eduenses dejaron su capital por Augustodunum (2). A los galos, Roma les confirió el derecho de ciudadanía, grados superiores en el ejército y varios otros títulos. Los monumentos ponen de relieve el orgullo con que los galos llevaban estos títulos, y la complacencia con la cual los inscribían en lengua latina. Las tropas son escasas en Galia. Tampoco son numerosos los fun- cionarios — esta gente opresiva por excelencia.— Un legado gobier- na la Aquitania; pero este personaje vive tan retirado é importuna tan poco que se ignora la ciudad donde ha fijado su residencia. Es cierto queen Lyon hay muchos soldados y una cantidad de funcio- narios; pero Lyon es la capital de las tres Galias, el punto estratégico de la vías romanas, una pequeña Roma. La Galia tenía sus dioses especiales : Esus, Teutates, Taranis. La epigrafía nos revela una multitud de divinidades locales, pero llevan siempre nombres romanos : también á los dioses galos Roma confirió el derecho de ciudadanía, les abriósu panteón don- de se mezclaron y se confundieron con los dioses romanos, y su nombre céltico lo perdieron, asi como muchos galos lo repudiaron. En resumen, señores, merced á esta sabia política imperial, la Galia quedó espontáneamente ligada á Roma : el vínculo que unió la Galia con Roma fué un vínculo no de fuerza, pero sí de simpatía y de admiración. Esta es la razón por la cual los galos aceptaron la vida latina bajo todas sus manifestaciones, siendo la lengua la base de estas manifestaciones. Los galos se romanizaron comple- tamente y se romanizaron dsp.evo: «contentos » como dice Strabo, vaca tres «admirados », según la expresión de Josephus (3). (1) Augustonemetum, nombre celto-romano que significa «el santuario de Augusto ». Hoy es Clermont. (2) Augustodunum, nombre celto-romano que significa « la ciudad de Augus- to ». Hoy es Autun. 3) Corpus inscriptionum, latinarum, tomo 13, primera parte : Inscriptiones Aquitaniae et Lugdunensis por Hirschfeld. FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANA 223 La larga posesión de la península ibérica por los romanos son he- chos demasiado conocidos para insistir en ellos. En España, como en Galia, Roma ha dejado su profunda y poderosa huella, visible por doquiera en las magníficas ruinas de los monumentos : allí también sustituyó la lengua nacional, los dioses indígetas, las leyes ibéricas con la lengua, los dioses, las leyes del Latium. El genio flexible de las provincias meridionales de España aceptó la domi- nación del Capitolio y se prestó fácilmente á la vida latina. Las inscripciones y los monumentos ostentan infinidad de nombres de escultores, de arquitectos, de artistas desconocidos que atesti- guan con qué actividad España cultivó las artes durante la domi- nación romana. En cuanto á la literatura, los dos Seneca, Lucanus, Martial, Florus, Quintilianus iluminaron con resplandor glorioso las tinieblas en las cuales iba Roma á sepultarse. La lengua ha sido el gran factor que intervino en la difusión de la civilización latina : hecho de por sí evidente, puesto que una lenga es simultáneamente la expresión del alma de un pueblo y la producción de la actividad de esta misma alma. El alma latina se esconde en la estructura de cada vocablo; ella aparece, para la mi- rada escrutadora del lingúista, á través de estas letras muertas para la conciencia actual del lenguaje. Toda la civilización latina se halla pintada en metáforas que dieron á la lengua la agricultura, la gue- rra, el derecho, la política, las artes, las ciencias, las letras, los juegos, etc. He ahí algunos vocacablos. Calamitas que nos ha dado calamidad, pertenece á la lengua de los agricultores y significa : destrucción de las cañas del trigo, y por tanto, destrucción del trigo. Como para un pueblo agricultor la pérdida del trigo era una gran desgracia, el vocablo calamitas ex- tendió su significación y tomó la de 2nfortumo, desgracia. DELIRARE. Lira en latín significa «surco », lirare « trazar surcos arando », delirare «salir del surco, de la línea recta »; y por ex- tensión, llegó á tener el sentido figurado de nuestro verbo de- hirar. La palabra moderna corte que encierra tanto poderío y tanta no- bleza es la conors ó «sitio cercado» en el cual los campesinos roma- nos tenían sus gallinas. Se usó después como término militar para indicar una división de la legión : «la cohorte ». INTERVALLUM compuesto de ¿nter y vallus es un término de for- U Ko 24 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tificación y significa el espacio comprendido entre dos estacadas. Se aplicó después este vocablo al tiempo, al espacio con el sentido que damos hoy á intervalo. Examinemos la palabra surasta. Una tercera parte de los prisio- neros de guerra quedaba destinada al erario público. Estos prisio- neros eran vendidos en remate, como esclavos, por el cuestor, en el mismo campo de batalla. Para indicar el remate se levantaba una pica en el suelo. Los romanos, por consiguiente, designaban la venta de los esclavos por metáforas: sub hasta vendere, «vender de- bajo de la lanza »; sub hasta venvre «venir debajo de la lanza » (traducción moderna : ser vendido como esclavo). Ad hastam ac- cedere, «acercarseá la lanza » (traducción moderna : presentarse como postor). El español ha reunido la proposición latina sub con el substantivo hasta y ha formado así el vocablo « subasta » que conserva la ima- gen y la significación latinas. La expresión española vender en su- basta es la traducción literal de la metáfora latina vender debajo de la lanza. También la palabra impedimento pertenece á la lengua militar. Durante la marcha el soldado romano debía llevar no solamente sus armas, sino también varios bagajes, sean víveres (crbaria), útiles para los alimentos (vasa), cadenas para atar á los prisione- ros, ropajes. Estos objetos los llevaba en la sarcina paquete algo parecido á una mochila y cuyo peso equivaldría á 30 kilos. Por oposición á estos pequeños bagajes dieron el nombre de 2mpedr- mentum á los bagajes pesados arrastrados por los caballos y bestias de carga; estos bagajes ó 2mpedimenta comprendían las carpas, las máquinas de guerra, los puentes, las provisiones de armas, etc. La agricultura y la guerra que fueron las dos columnas del es- tado romano nos han proporcionado un sinnúmero de metáforas. A los agricultores debemos la palabra sincero. En lugar de azú- car los romanos se servían de miel. La usaban para la cocina, la pastelería, la mezclaban con el vino (mulsum). Separar la miel de la cera constituía, por lo tanto, una operación de alguna ¡mpor- tancia: la miel pura se llamaba sincerus, es decir, sine cera «sin cera». Sincerus se aplicó después á otras substancias y llegó á de- signar una cualidad moral. ¿Que es un pretexto? Una razón simulada quese alega para ocul- tar el verdadero motivo de un proyecto, de un acto, de una reso— FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANA 225 lución. Para los romanos el praetextum ó praetextus era el tejido de color que se cosía sobre otro tejido para adornarlo ó esconder al- gún defecto. De ahí el nombre dela toga praetexta que llevaba bor- dada una faja de púrpura, Valiéndose de los prelijos cum, pro, ab, ad, tart, la lengua latina ha evitado las locuciones perifrásticas y ha formado más de ochen- ta vocablos para diferenciar, con precisión y concisión, las relacio- nes de consaguinidad y afinidad que pueden existir entre los indi- viduos de doce generaciones sucesivas. Esta riqueza terminológica pone de relieve el rango prominente que ocupaba la familia entre los romanos, El culto romano ha creado á su vez muchos vocablos. Tomemos el verbo ¿mmolare. Hasta los Tarquinos, los sacrificios de los roma- nos consistían en frutos, en vino, en leche, en harina sagrada ó mola salsa. La preparación de la harina sagrada incumbía á las Vestales. Debían, durante tres días de fiesta, recoger, secar y mo- ler granos de trigo. Con esta harina se mezclaba sal que había si- do pulverizada en un mortero, la secaban despues en el horno y la conservaban en el templo de Vesta. Antes de procederal sacrificio, el sacrificador «derramaba en la frente de la víctima la mola salsa » ammolabat; immolare significa por consiguiente: «poner la mola salsa en la cabeza de la víctima : 12m-mola-re. La semántica de oscilación es curiosa. Oscillum es un diminutivo de os « cara». Se daba este nombre á las caras de metal que repre- sentaban al dios Bacchus. Los viñeros colgaban estas caras en los árboles porque creían que serían fértiles las viñas que Bacchus miraba: Oscilla ex alta suspendumt mollra pu. Hinc ommas largo pubescit vinea felu; Complentur vallesque cavae, saltusque profunda, Et quocumque deus cvreum caput egrt honestum. (Virg., Geor SAESSon) El viento movía estas caras, Por analogía las criaturas, al hama- carse decían que jugaban al oscillum. Con esto, oserllum ha toma- do su significado nuevo: « oscilación. » «Intérprete » es aquel que traduce de una lengua á otra. La pa- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII 15 153) 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA labra ha desviado su significación. Perteneció primero á la lengua delos comerciantes é indicaba el intermediario en un negocio, el corredor. Plautus en su comedia Curculio habla de la venta de uva esclava en la cual interviene el banquero Lycon: Quod te prae- sente astic eya, teque interprete, Titus-Livius emplea la palabra en el mismo sentido cuando nos dice que Alorcus se ofrece como me- diador entre sus compatriotas los españoles y los cartagineses, se interpretem fore pollacetur. Cicero la usa con doble sentido : Valen- mus est in Sierlra anterpres : quo interprete, non ad linguam grae- cam, sed ad furta et flagitta uti solebat. «Valentinus es intérprete en Sicilia : (Verres) tenía costumbre de servirse de este intérprete, no para la lengua griega, pero sí para los robos y los crímenes ». Los habitantes de la provincia no podían dirigirse al gobernador sino por medio del 2nterpres publicus. La lengua del derecho es abundante en términos que se han in- corporado al lenguaje usual. Tomemos entre tantos, nuestras pala- bras viñdicar, revumdicar, vengar que poseen el mismo origen. Los romanos practicaron sucesivamente, en las causas civiles, va- rias formas de procedimientos llamadas actiones. La actio era no solamente el poder, sino también el derecho de acudir á la autori- dad pública en defensa de sus derechos. Existían para esta deman- da cinco formas de procedimiento, legis actiones admitidas por la ley y que consistían en una acción y en palabras simbólicas. El pleito principiaba por la citación. Todo ciudadano romano po- día demandar á un coneiudadano sin queel magistrado intervinie- se; esto era el derecho de la vocatr0 1mjus : S. Age, ambula 1 jus, leno. D. Quid mern jus vocas ? J. Hlic apud praetorem dicam : sed ego in Jus voco. Si el demandado, por razones de enfermedad ó de vejez, no podía caminar, el demandante tenía que proporcionarle un caballo, una acémila cualquiera. La ley de las doce Tablases formal á ese res— pecto : Si morbus aevitasve vilium escit, jumentum dato. Pero si el demandado se negaba á presentarse ante el tribunal, se citaba en- tonces á los testigos; esta convocación era la antestatio. Al deman- dante le era permitido entonces emplear la fuerza. Un medio único le quedaba al demandante para no comparecer : A FILOLOGÍA Y LITERATURA ROMANA 997 consistía en hacerse representar por un vindew; así lo declara la ley de las doce Tablas. Encontramos en la tercera Tabla la palabra vandicare. Se trata de un hombre legalmente condenado á pagar una suma. Transcurrido el término legal de treinta días, si la suma no había sido abonada, el acreedor ponía la mano sobre el deudor, — simbolo de la pérdida de su libertad, —sin embargo, no podía aún conducirle á su do- micilio como preso, como cosa suya: tenía qne llevarle ante el pre- tor por quedarle todavía al deudor el recurso de pagar ó de presentar un umdex-vindicare. La presentación del v2ndexw era obligatoria en este caso porque la manus anjectio le había despojado del derecho de defender su propia causa : vindicem dabal qui pro se causam aye- re solebat. El uandex es por lo tanto un hombre que declara «garantir » «dar caución » que «sale fiador ». De vindex se derivaron vindica- re, vindicta; más tarde estos vocablos llegaron á ser sinónimos de reclamante, reclamar, reclamación; y prosiguiéndose la extensión del sentido, vindex tuvo la significación de vengador, y vindicare la de vengar. Estos sentidos diversos los tuvo una sola palabra lati- na con sus derivados. Las lenguas romanas han conservado la do- ble significación — pero la designan por medio de distintas pala- bras: vindicar, rewindicar, vengar ; revendiquer, venger; vendica- re, vengrare . Me detengo por hoy en esta investigación semántica. En las si- guientes conferencias contemplaremos espectáculos variados y en- cantadores, presenciaremos la aparición de vocablos nuevos y asis- tiremos, á retornos á la vida, á recaídas en la nada, á resurreccio- nes y al adiós final de muchas palabras. Al concluir debo observar que por ser la lengua de un pueblo el cristal puro á través del cual se lee en el alma de este pueblo, la lengua latina nos revela las cualidades del alma romana: los habi- tantes del Latium se distinguían por el sentido práctico, la reflexión, la paciencia, la constancia, el espíritu de orden y de disciplina; y á pesar de las declamaciones huecas, falsas é interesadas de ciertos espíritus contra el genio romano, Roma ha transmitido sus cualida- des á las naciones de civilización latina que pueden exclamar con un célebre escritor, E. Benoist: «Hemos sido romanos en otras épo- cas anteriores ». ANÁLISIS MICROGRÁFICO LOS. ACGRAO S- AL CARBONO Por G. CARTAUD ¿Conclusión) (TRADUCCIÓN DE E. HERRERO DUCLOUX) Si el temple se hace entre 1300? y la zona de los puntos críticos, la barreta se muestra constiluída enteramente por martensita, cuya dureza crece con la carburación y que se resuelve por el bru- mido-ataque en agujas más y más cortas. En el intervalo compren- didoentre estos puntos críticos y el punto de recalescencia, la parte dulce correspondiente á los aceros hipoentécticos, está formada por martensita y ferrita; la zona correspondiente al entéctico aparece continua y casi amorfa; la parte dura, comprendiendo los aceros hiperentécticos, se compone de martensita casi amorfa encerrada en una red fina de cementita. Si el temple se ha hecho por debajo del punto citado, no tiene efecto alguno : la estructura que se obtie- ne es la que adquiere el acero por enfriamiento lento. Se ve, en efecto, en la parte dulce, muchos granos de ferrita comentados por una red en extremo compacta de perlita; en la región del entécti- co, perlita pura; yenlare-:ión dura, una red de cementita, englo- bando la perlita, en cuya masa, en la región más carburada, se alslan finas laminillas de cementita. Si se admite que el temple, á una temperatura dada, inmobiliza en parte el estado de equilibrio reinanteá esa temperatura, la mar- tensita parece poder constituir toda la masa de un acero llevado á una temperatura suficientemente elevada. Como haría una solución no saturada en un principio y que se enfriase lentamente, la mar- ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE LOS ACEROS AL CARBONO 229 tensita se satura, aparte de una cierta temperatura, de ferrita ó cementita según su carburación y uno de estos componentes co- mienza á licuarse. Esta licuación continúa progresivamente á me- dida que la temperatura desciende y la martensita restante tiende hacia una composición límite representando la saturación recipro- ca de la ferrita y de la cementita; al mismo tiempo se ve hacerse menos cristalina la estructura de la martensita; y en fin, cerca de la recalescencia, el brunido-ataque no puede ya poner en descu- bierto la martensita en la cual se reconoce la hardenita más arriba descripta. Cuando se llega al punto de recalescencia, que correspon- de como se ve, al punto de solidificación de un cryohidrato salino, se observa un brusco desprendimiento de calor coincidiendo con la transformación integral, á temperatura constante, dela hardenita en perlitas; en consecuencia, este punto aparece como el límite inferior, bajo el cual el acero no adquiere ya temple alguno. Y resumiendo, podemos definir la martensita con estas palabras: constituyente duro determinado por el temple, solución sólida de cementita en el hierro, tanto más alejada de la saturación, cuanto más elevada ha sido la temperatura del temple. Austenita. — Si se exageran todas las condiciones que provocan el temple : aumento del percentaje en carbono, temperatura inicial y poder refrigerantes del líquido empleado, en lugar de aumentar indefinidamente la dureza, ó al menos mantenerla constanteá partir de un cierto límite, se nota que la disminuye. Sien lugar de templar en agua á 20% una barreta de carbura- ción variable, semejanteá las que hemos descripto, se templa en agua helada, á una temperatura superior á la de licuación de la cementita y se raya luego con una aguja de coser se obtendrá un trozo discontinuo ; la señal se interrumpe á partir de dondeel acero contiene 0.70 %/, de carbono, para reaparecer en una carburación vecina de 1.30 %/,. Esto se debe á que un acero, conteniendo 1.69 %, de carbonato, templado á 1100* en agua helada, en una mezcla de sal y hieloó en mercurio á 9, no está constituído por martensita solamente, sino por una mezcla de hardenita y de un nuevo com- puesto relativamente dulce, descubierto por Asmond y dedicado por él mismo á Robert Austen, la austensía. Para poner este hecho en evidencia, basta colocar la placa puli- mentada en el anodo de un baño constituído por una solución di- luida de HCL Ó NH%CI y haciendo pasar durante 10 segundos la corriente de una pila débil. La martensita queda atacada y se dibu- 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ja, según la dirección del ataque, en amarillo, pardo ó negro sobre el fondo blanco de la austenita. Observando con un aumento de 250 diámetros se ve la martensita moldeada en seudomorfosis sobre la austenita, produciendo figu- ras en zig-zag y con una nervadura axial, muy característica. Si el temple se efectuaseá una temperatura inferior á la del principio de licuación de la cementita, no se obtendría naturalmente, sino ce- mentita y martensita saturada de la misma. A pesar de todos los ensayos realizados, no se ha podido sobrepasar con los aceros sim- plemente carburados, una proporción de austenita superior á?/, de la masa; pero si al carbono se agrega una proporción conve— niente de manganeso ó de nickel, la masa entera está constituida por austenita; por lo cual, los aceros que contienen 0.5 de € y 25 %/, de Ni y los compuestos de y. %. de € y 12 %/, de Mn, están formados por austenita nickelífera ó manganesífera mezcla ¡sa- morfa del nickel ó manganeso con el hierro +. Es necesario, pues, agregar al carbono una proporción determina- da deciertos cuerpos extraños para mantener integralmente al hie- rroen el estado que corresponde á temperaturas superiores al punto A”, el estado y. Se explica así la dulzura relativa de estos ace- ros, que porenfriamiento lento dan una curva desprovista de todo índice de cambio alotrópico donde la variedad dura f no existe y que privados de hierro a, no son ni magnéticos, ni magnetipo— lares. La austenita, como todo acero templado, se halla en equilibrio inestable; las transformaciones alotrópicas del hierro se retardan cuando el temple se hace en agua helada y este retardo es mayor que cuando se emplea agua á 207, pero en ningún caso se suspen- den. Si en lugar de estos baños se usa el aire líquido para templar un acero hiperentéctico, el equilibrio no puede establecerse y las transformaciones podrán efectuarse, al menos, en parte. Si, como lo hizo Asmond, la barreta ha sido previamente bruñida, puede notarse, al salir del baño, que se ha recubierto de un moaré que indica las transformaciones realizadas. Con el microscopio se pue- den ver sobre el moaré las formas de la martensita: la más densa, en su transformación parcial, en martensita menos densa, se ha destacado en relieve sobre la martensita preexistente; se ha podi- do constatar, al mismo tiempo, un aumento de la permeabilidad magnética y una diminución de la densidad, consecuencias del retornode una parte del hierro y á las variedades u y f. ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE LOS ACERO AL CARBONO 231 Sorbita y Troostita. — Estos son los constituyentes que Asmond ha dedicado á Sorby y Troost. Ambos son carburados y están ca- racterizados por las coloraciones de que rápidamente se cubren por el ataque y el brunido-ataque. Estos colores, que varían con la profundidad del ataque, del amarillo al pardo, al azul y al negro, no son producidos por una ligera patina de carbono, depositada porel ataque, como se había creído en un principio; si así fuese, los colores serían los del recocido que son los que poseen los cuer- pos en láminas delgadas; estas coloraciones provienen probable- mente de la descomposición de la luz que incide sobre los ligeros relieves aislados por el ataque. La sorbita y la troostita no son especies definidas : establecen una transición insensible entre la perlita y la martensita; no es nece- sario buscar en estos dos nombres una significación más absoluta que la que se presta ordinariamente á los siete colores del espectro. Se reconocerá pues la sorbita y la troostita, mucho más por su si- tuación topográfica que por su aspecto; la sorbita, perlita más ó menos transformada será la vecina inmediata de ésta; la troostita, martensita más ó menos alterada, se hallará junto á ella. Hemos visto que la perlita caracteriza los aceros entriados lentamente ó recocidos por encima del punto de recalescencia, como la marien- sita distingue á los aceros templados en agua fría; pero entre tratamientos tan extremos existe una gran cantidad de intermedia- rios, y muy rara vez se hallan en los productos industriales estos dos constituyentes solos; frecuentemente van acompañados de pro- ductos de su alteración más ó menos profunda, de sorbita ó troostita. Es así como se explica que domina la sorbita, cuando el temple se hace en el aire y la troostita cuando se opera en aceite; y que ambas se encuentren, estableciendo una transición entre la perlita y la hardenita, como consecuencia de un temple efectuado en la zona de los puntos críticos. Con un aumento de 1000 diámetros las laminillas de cementita se destacan sobre un fondo de perlita casi completamente transformada en sorbita; observando con 2000 diámetros, se encuentra hasta cierto punto en la sorbita, la estrue- tura lanular de la perlita alterada; pero gracias al movimiento de difusión del carbono que se nota ya en un enfriamiento algo rápi- do, las laminillas poseen una carburación casi igual y por consi- guiente, no pueden distinguirse por un ataque. Resumiendo, diremos : que la perlita aparece como una estruc- 939 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tura límite, punto extremo perfecto del movimiento de licuación del carburo que resulta del enfriamiento lento ó del recocido, mientras que la hardenita es la estructura límite resultante del movimiento de difusión del carbono, manifestado por el temple. Conclusiones. — Por largo tiempo, la siderurgía no ha sido más que un arte basado en el empirismo, en las tradiciones de taller, en detalles de procedimiento más ó menos secretos, no encontrando en la ciencia la solución de los problemas que la práctica plan- teaba. Se debe á los ingenieros de Terrenoire la introducción de la quí- mica, bajo la forma de análisis elemental, como guía en la fabri- cación y como medio de controlar los productos obtenidos. Los esfuerzos hechos después, se han dirigido á los perfecciona- mientos mecánicos, y aunque el laboratorio posee hoy métodos analíticos rápidos y precisos, el análisis químico ordinario y los en- sayos mecánicos por tracción, son las únicas guías que el siderur- gista posee aún en muchas usinas. En todas partes se han hecho ensayos para establecer relaciones entre las propiedades mecánicas y la composición química; han resultado de tales trabajos fórmulas utilizables en la usina de ori- gen, donde la fabricación una vez regulada, ha dado productos comparables entre sí, pero no eran aplicables en otras usinas, don- de el trabajo sufría algunas variaciones. Como consecuencia del análisis micrográfico, resulta este hecho : el análisis químico de un acero no define á éste sino á condición de conocer las circunstan- cias precisas de los tratamientos mecánicos y térmicos que lo han lievado á su actual estado. Y del mismo estudio se deduce la insu- ficiencia de los ensayos mecánicos, actualmente en uso en los ta- lleres, para dictaminar sobre las condiciones de una pieza cual- quiera. La micrografía parece prestar un valioso concurso al análisis químico y á los métodos de ensayo mecánicos. Descriptiva en su principio, ha señalado y caracterizado los constituyentes simples de los aceros ha definido esos elementos «anatómicos» ó histoló- gicos. Más ambiciosa después, ha tratado de remontarse á las cau- sas de las diversas estructuras observadas, lo que significaba en- trar en la vía « biológica ». Y más ambiciosa aún, se ha entregado al estudio de los defectos, de las fallas que los hacen impropios para tal ó cual servicio, albergando así la « metalografía pato- lógica ». sd ANÁLISIS MICROGRÁFICO DE LOS ACEROS AL CARBONO 233 Después de haber relacionado cada estructura particular con el tratamiento térmico y mecánico que lo produce, queda todavía por encontrar la relación entre esa estructura y sus consecuencias me- cánicas ; esto equivale á abordar el problema eminentemente prác- tico: dado un acero de fórmula elemental conocida, ¿cuál es la es- tructura que conviene “obtener para una aplicación dada? y tam- bién ¿cuáles son las condiciones de trabajo (temple, recocido, etc.) que desarrollan la estructura deseada? El problema así planteado no ha sido resuelto por completo; pero en cada caso particular, por el estudio previo de las condiciones de una fabricación y su contralor continuo, el estudio mierográfico puede ya prestar servi- cios considerables y los presta, en realidad, entre manos experi- mentadas. En el dominio mecánico, en fin, parece traer el microscopio in- dicaciones nuevas. Cuando se dirige á determinar en un metal las superficies de mayor debilidad, caminos de rupturas futuras, la micrografía indicará, sin duda, cómo bajo la influencia de esfuer- zos mecánicos, las deformaciones se ligan con la estructura; y qui- zá, en buen camino, explique también esa enojosa propiedad lla- mada « fragilidad » que ningún ensayo mecánico de los que hoy se usan, puede medir de un modo preciso; facultad enojosa deci- mos, porque la mayor ruptura puede transmitirse á través de la masa de una pieza en servicio, bajo la influencia de esfuerzos mu- cho más débiles que los límites establecidos por los métodos ac- tuales de recepción. LENGUAS AMERICANAS (SECCIÓN BOLIVIA) LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA INTRODUCCIÓN Por SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO M. A. Encargado de la Sección Lingúística del Museo de La Plata NOTICIAS GENERALES Y VOCABULARIOS Por EL P. Fr. NICOLAS ARMENTIA Obispo electo de La Paz Paciencia — Am heteitcht. Paciencia ten — Paciencia yeva mi. Padecer, en sentido de dolor — Queti. Padrastro — Alta. Padre —Mumu, Eñ. País, pueblo — Boyeye, Bo- yenye. Paja — Tañi. La espiga — Vuech mo. Pájaro — Aigtchi, Vitsey, Oy, Eveve, Zo. Pala, remo — Coraquiye, Cora- quis. Palabra, idioma — Mic. Paladar — Uana. Pálido — Ñesnei. Palizada formada por el río — Enema. Palma real —Schiocto, Schocto. Palma ordinaria — Chiami. Palma de la mano — Uñ. Palo — Son. Palo para revolver la comida — Chanchequiye, Hamama. Paloma — Otto. Palpar — Tchusche. Palta del monte — Bicoi. Pampa — Mojt, Ipa, Ipanye. Pan — Tanta. Pantano — Achi ac. Pantera — Intziqui. Panza — Vojco, Voco. Pañuelo de manos — Purtchit, Saquiti. Papagayo — Otch1. Papaya —Aschabba, Aschamba. Papel — Quirica. Par, de dos en dos — Pana pana. Para — Yes. Para vosotros — Miinyes. Para mi — Yeyes. Para siempre — Tacanyes. Para — Pat. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 235 Para que venga — Pat ats1. Paraba — Abijqui, Iva. Parado estar — Sac bei, Quich bel. Paraiso — Mayenyeche, Uene- tiche, Cheve. Parar quedarse — Bel. Parche — Pasacye. Parecer — Col. Aparecer — Nalj1. Aparecerse de improviso — Guatiquemuya. Pared de barro — Yicye. Pares, las pares — Oyo. Pariente — Chetiye. Parir — Basiyi. Parlador — Peyaquitchi. Parlar — Peyac, Peyacsi, Pe- yaqui. Párpado — Aft. Partes (secretas) — Fefen, Ge. Partes de la mujer — Yayetch Tsic: Partida, marcha — Saqueye. Partir, marchar — Uban, Um- ban. Partir, salir — Saqui, Saquit, Sact1. Partir, dividir — Chectac, Chet. Pasada la yuca — Tchovos oy. Pasado — At 1yl. Pasado el Domingo — Atiyi Domingo. Pasajero, caminante — Mist- CHI. Pasanca, araña grande, vene- nosa — Vueyo. Pasar, exceder — Ijan. Pasar á la banda del rio — Ñopeveincal. Pasar el agua por el colador — lyi pasican. Pasear — Mil. Paseandero — Cocatsey, Cova- quit. Paso — Intcheye. Pateadura — Ritage. Patear — Rita. Pato — Opa, etche, Utsu, Vi- risichi, Appa. Pava — Tovi. Pava roncadora — Eme. Pecado — Jucha. Pecador — Juchatumchi. Pecho — Efe. Pedazos de fruta etc. — Pat- sac, patsac. Peder ó peer — Iffi, Zoni1. Pedir — Conyee, Conyete. Pedo — Ifific, Itit. Pedregoso — Mijtum. Pegado — Epes, Pei, Rap. Pegar con cola — Rap. Pegar — Pasyete, Pasvacsi. Pegar con azote — Sip, Sipiel Sibacs1. Pegarcon el puño — Tach. Pegar con la mano abierta — Ejat. Pegarcon palo — Paquiei, Pa- quiete. Peinar — Ichinoati, 1sy,. Peine — Pes. Pela tú — Varvayeva. Pelado, sin pelo — Quede, Quese. Pelado, maní — Pacsis dabba. Pelar — Varvar, Chanac, Tsit- sol. Pelar gallina — Guarguareve. 236 ANALES DE LA SOCIEDAD Pelar cosas comestibles — Ne- nac, Sacansacan. Pelear — Teheti. Peligro — Zequi. Pelo — Fin. Pelota — Tibui. Pellejo, cuero — Zin. Pellizcar — Dozcac, Dotch. Pena — Tareye, Quetinye. Pensar — Yi, Yyii. Peña — Mij. Peñasco, cayo — Mij dertchi. Peor — Damye achi. Pepita — Wegmu. Pequeña — Itchanquis. Pequeño — Izanquit, Itchan- quit. Pequeño, de este tamaño — Baschio. Perder — Mon. Perderse — Moñi al. Perdido — Moñi. Perdiz — Fofor, Bohoy. Perdonar — Nimbeisi, Nim- beacsi, Nimbeyete. Perecer — Moñi. Pereza — Schioinye. Perezoso — Schionschiontchi, Schoschointehi. Pérfido —Achimointehin. Perfil — Siñeñ. Perico ligero, Perezoso -— Oscherube. Pero — Ujama, Za. Perro — Acho. Perseguir — Queche. Persignarse — Santa Cruz hemtac, Cruz tuta. Persona — Mointch1. Pertinaz — Tacachibeitch1. CIENTÍFICA ARGENTINA Pesado — Afqui. Pesar, medir — Tupu. Pescado — Tambenye. Pescar — Tambenye quebac. Pescar con anzuelo — Tovitch:. Pescar con red — Sajitchi. Pescaren chapapa — Señecac bebeche. Agarrarlo — Eca- quebac sun. Pescar con flecha — Chipiei. Pestoña — Afi. Peste — Quetinye. Pez, pescado — Tambenye. Piadosa — Choifoiye. Picante — Queti. Comezón — Etzetzel. Picar los mosquitos -— Mibac- sl. Pie — In. En pie — Inche. Piedra — Mij. Piel — Zin. Pilar de madera — Potsovi. Pimiento — Taa. Piña, ananás — Merique. Piojo — Zio, Zi1. Piojo de galiina — Zomemes. Pisar — lutchei, Tuctac. Pisoteado — Intac. Pitar, fumar — Pisnac, Pisna- qui; Cigarro — Pisnacye. Plaga — Quetinye. Plano, llano, igual — Cots. Plano, pampa— Ipa, Ipanye. Planta del pié — Catzaye, Cap- saye. Plantar, sembrar — Queti. Plata — Querecha, Tcheñet. Plátano — Pere. Plátano maduro — Ichis, lque. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA Plátano verde — Puisi, Ojoi, Pintonguasi. Plátano seco, ó chila — Toro. Plato — Mijta, Paji. Playa — Taschia, Tascha. Plaza — Phee, Peve. Plegar, doblar — Caz. Pluma — Pan. Plumas de baile — Beire, que- quesye. Pobre sin nada — Dené. Pobre, desnudo — Quedi. Pobre — Nimbe. Pobreza — Nimbelge. Poco — Dam. Poco á poco — Ejem ejem. Pocos — Unucsiyel. Poder — Jeñ. Puede ser — Je- ñeral, Dacambijoñ. Yo no puedo — Amyejen. Podrido. — Foecoi, Tambai, Tambas. Podrido, pescado — Foco1 tam- benye. Podrir — Focoi, Tambal. Polilla — Zizitin, Caata. Pollo, Polla — Choccho. Polvo — Puigdal. Polvorear — Becbecel1. Poner — Bijchei, Bizochel. Poner dentro — Mocañ feral, Mocañ cofiti Poner huevos la gallina —Feñi. Pones bien, arreglar — Em- netche. Por — Yes, Ya, Ve. Ruega á Dios por nosotros — Tsun- yes dogrt conyeeme. Por mi pecado — Yetchiju- chaya. 159) Qu 1 Poreso — Meve. Por lo tanto — Meve. Porque — Eyeve. Porquería, basura — Patzacye. Postrado — Gietsbel. Postrarse — Gietsbel. Postrarse delante de Dios — Uonelon. Pozo. laguna — Zique. Precipicio -—- Zeu. Preguntar — Peyvel, Congee. Peyete, Prensar — Cubac. Prensar, aplastar — Cach. Prenada — Cagschis, Fatsis, Anatum vococañ, Aatch1. Presentarse, verse — Icoye, Yareba, Nalj1. Presentarse y saludar — Te- necte. quese Presente, que venga — Pat atsi. Presentarse, hacer regalos — Eibi tur. Prestar — Farajmi pat 1risqui, Somacsiye, Tuvac, pat abia enbi somelye, Tuvac abiaral enbi somelye. Presto — Cavin. Presumido — Tpenti. Presumir — Ipenti. Prevención, provisión — Wi- tte. Prieto — Tchimac. Primero — Moyat. Primera — Moyas. Primicia — Moyas Weschmo. Primogénito — Taschet. Principiar — Yacchiti, Yac- cheti. 238 Proa — Tataqui. Probar — Icotchel. Procesión — Coigtinye. Procesión, la de Ramos — Schocto1. Prójimo — Nuctehi mointchin. Prometer — Anic peaqui. Lo que os prometo hede cum- plir — Eyequin eye anic hentchieral. Pronto — Cavin. Apura — Pi- quieva ; Al galope — Fere- vada. Pronunciarpalabras— Iehiup- qui mic. Propagar, por generación — Schiasyl. Propio, mio — Yetchi. Propia, mia — Yesi. De éste — Motchi. De ésta — Oisi. De aquel — Coitchi. De aquella — Coisi. Provocar, hacer enojar — Fa- cacsi. Pudor, vergúenza — Zincaeye. Pueblo — Boyenye. Quál será? — Onisaca, Oñisin- ca? Tchistchic, Tchischiera; quién será, no sé. Quándo ? — Onyera, Onye. Quántos — Eñtsi, Ensi. Quántos días hace ? — Enstsi- chiemayenye. Que — Pat. Dios quiere que vayamos todos al cielo — Dogitmaje pat ere tsun ma- yeyeche incal. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Puede ser — Dacam bijon, Endacintaca. no Puedo yo — Am ye jeñ. Puerta — Quertaquiye, Nicta- quis. Puerto — Soquitiye. Pues — Meinas, Nam, Nasch, Dasch. Pulga — Mii. Punta Damche, Escham, Chamal. Puntapié — Ritaye. Punzada — Poch. Punzar — Poch. Pura — Niye. Pus, materia — Oño1, Oñoye. lo que has prometido dar dalo — Egeat anic peyaqui so- mel, someme. Loque has prometido hacer, hazlo — Egeat anic peyaqui (ó peacsi) hemtaqui, yeva mi. Mucho prometes, y poco haces — Dairai hemtche ¡timi za am dam hemtaqui mi. Quebrado, roto — Chet. Quebrar, romper — Quer, Foc. Qué cosa? — Eye ? Eyetchic ? Qué comeras? — Eyera ebei mi? Qué decis en vuestra lengua ? — Eye chuc miinsi mic? Eye chucmo ? Eyeye miinsi mic? Qué dice? — Hata 11? Qué dices? Eye 11 m1? LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 239 Qué hay? — Eyenca ? Qué hora es? — Eñsi tupu quin? Queja — Mic. Quemar, encender — Esi, Auac, Auaqui. Qué quieres? — Eye mage mi? Querer — Mage; Amar— Rai- se, Raisete. Que se vayan — Pat umbañ. Que traigan — Pat tul. lo Que tu has pensado — Eye mi atyrete. Rabia — Efatiye, Ar Efat, Al fuy1yit1. Rabo, cola — Coondi. Radicar, arraigar — Siyal. Raíz — Siyal, Bine. Rajar, partir -- Chet. Ralo — Ghiere1. Ramo — Dacan. Ramo de palma — Comun, schi ami. Ramo de palma real — Schoc- tol. Rama Yere, Rápido — Feril. Rascar — Ezeniti. Rasgar — Cheyete. Raspar — Queyaqui, Foifoi. Rastrillo — Coyaquis. Rata, ratón —Metche, Chocho. Ratero — Vitsinaquis. Raya, línea — Fee, Nis. Raya, pescado — Isine. Rayo, trueno — Pirigri. Realmente, ciertamente—Anic. Qué vas á hacer? — Eye iraj mi? Eyerai hemtaqui mi? Que vengan — Pat atsiin. Quién ? — Tehischic ? Quien? — Tcehis? Tchinca? Tchis dach ? Quién es? — Chincamo? Quieto — Chuchui. Quince — Tac canamijañ. Quitar, relirar — Mej, Mejyeí, Mejyac. Quizás — Endac, Eñaca, Inia- Ca. Recaer — Cuvi metaqui. Recaido, enfermo — Cuvi sen- yeye. Recelo — Quinaqueye. Recia, la ropa — Ches. Recibir — Ectchete, Ectchetei. Recién — Quinyes. Recio — Dertchi. Recitar — Icheit1, Icheitac. Reclinarse — Ñec. Recoger, pescado — Ecac. Recoger semillas — Equejañ. Recoger arroz — Vecdac. Recoger maní — Moyac, Ye- nac. Recoger maíz — Vonac, Vona- qui. Recoger — Zimac, Zimaqua, Livuac. Recordar — Yichui. Recostarse — Cuchi. Recostarse, reclinarse — Nec, Nec. Recto — Quich. DAN ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Recuerdo — Yichulye. Red — Sagi, Zagi. Red, para pescar — Zaji; pes- carcon red — Sagitch1. Rededor — Coitoive. Redentor — Jequiscatiye. Redondo, redondear — Coiti. Redondo, bola — Comorol. Redondo, pelota — Tibui, Ti- bubul. Reflexión — Gueye, Izitiye. Reflexionar — Izit1. Rufugiarse —Tondoc. Regaliz — Cavavas. Regalo — Fibiya, Jibiya. Regar — Chodaqui, Chotyel, Choctac. Regla para rayar — Feyaquiye. Regresar — Canit1. Reir — Yisi, Yisac. Reincidir — Cuvimetaqui. Relámpago — Phephe. Reluciente — Soquemnal. Rellenar — Ipanyehemtac. Remachar — Pactac, Pacpac. Remangarse los brazos — Que- naiche. Remanso — Ziquiel. Remar — Oiy1, Doclh. Remedar — Yiyacsi, Niñacsi. Remendar — Ribit, Ereptac, Ereperep. Remo — Dochaquis. Remolino — Vaiñi oñi. Remolón — Schioñ, Schioñi. Remordimiento — Arere cot- ch. Rempujar, dar empellones — Tachel. Rencor — Facoye. Reñir — Faquiti; Pelear — Chet. de Repente — Uatcheque. Repetir — Cuvihentac. Repetir, volver á decir — Cu—- viyeva. Reposar -— Hetch:i, Jetehi, Jut- ch1, Yachiti. Resbalado — Quechtchel1. Resbalar, derrumbarse — Ri- yl. Resfriado — Ajaye, Chevacye. Resfriarse — Ajal. Resina, incienzo — Bejqui. Resollar — Hetchi, Hotehi, Jotchi, Etcheya. Respetar —— Quiñei, Quiñete, Chiquete. Resplandecer — Jascheschei. Ofereya. Resplandeciente—Jascheschei, Enechove. Responder — Ichequentac, Ichequenchieme. Resucitar — Tsabacha, Tsae- bada, Saquieban. Resuello — Hetchi. Resurrección — Tsaebabacha. Retobar — Ereperep, Ereptac. Retoñar — Chipañ, Chimbi. Retorcijón — Yisqueti, Queti- voco can. Retejar con hojas de charo — Chanchan. Retrato — Imunacye. Revelar — Icheacs1. Reventar — Top, Topo. Revocar una pared — Tayac. Revolcarse — Camah caman. Revolver, mezclar — Cafon. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 241 Revolvercon un palo — Caman. Revolver, volcar una hoja — Chapel, Mijei. Rezar — Ichoiti, Icheitt. Rico — Seil. Rincón — Quibyibe, Catsyeve. Riñones — Caniye. Rio, Arroyo — Inac, Oni. Robar — Schoal. Robo — Schoanye. Robusto — Fer, Resch. Rodear — Coiti. Rodilla — Cas, Caseye. Rogar — Conyee, conyete. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII Romper, quebrarse — Foc. Romperse la cuerda — Fetz. Rompiendo — Verejel. Ronquear — Facañete Faquete. Ropa — Oscho, Oschio. Rostro — Veya. Rozar, cortar el monte con cu- chillo — Fetsuc; con hacha — Pacañ; limpiar con pala — Indaqui. Rueda — Choinye, Chonye, Tacamanye. Ruido, bulla —Schon, Yiin. (Continu ará.) 16 NOVA ADDENDA FLORAM PATAGONICAM AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI (PARS ALTERA) 430. RHuAPHITHAMNUS CYANOCARPUS (H. € Arn.) Miers = Miers, On three new genera of Verbenac. from Chile, p. 96. Hab. In sylvis andinis Chubutensibus, aest. 1900 (F. Ba- saldua). Obs. Specimina patagonica formam v. varietatem ramis omnino inermibus donata sistunt. 431. LiPPIA NODIFLORA (L.) Rich. = DC., Pr. XL, p. 585. Hab. Non rara in editioribus secus Rio Negro prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). 432. LIPPIA JUNCEA Schauer = DC., |. c., p. 573. Hab. Vulgata in collinis praeandinis secus Carren-leofú, aest. 1899-900 (N. Tllin). Obs. Fructus omnino siccus nec subcarnoso-drupaceus ut aucto- res fere omnes dicunt. 433. Lippra Darwinu (Benth. € Hook.) Speg. = Neosparton Dar- winti Both. € Hook., Gen. plant., vol. Il, prt. 2*, p. 1144. Hab. Non rara in aridis inter Rio Deseado et S. Julian, aest. 1900 (C. A.). NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 243 Obs. Speciem diu et pluries circa Monte Hermoso frustra quae- sivi, nunc tantum a Praecl. Carolo Ameghino prope Portum Desideratum inventa. Flores spicato-capitati, capitulis y. spicis geminatis et oppositis ad nodos ramorum; calyx truncatus membranaceus; fructus siccus subcylinmdraceus (7-10 mm long. = 2-2,5 mm diam.) apice obtusus atque saepius stylo subpersistente mucronatus, calyce duplo longior, dipyrenus v. abortu unipyrenus: pyrenae uniloculares I-spermae; em- bryo rectus albumine destitutus. Genus Neosparton Griseb. delendum mihi videtur, nam ejusdem characteres in Plantis Lorentzianis (p. 197) et adumbratione fructus datis, omnino fallaces, enim in speciminibus speciel typicae a me in Salta lectis calyces hyalino-alb: vitreo-succos1 (fere ut in Muehlenbec- k14), pyrenam siecam cylindricam omnino et plane exalatam includunt; pyrenae abortu uniloculares, embryone albumine destituto testa tenui vestito repletae; species idcirco L1ppra ephedrordes (Griseb) nuncupanda. 431. VERBENA SERPILLIFOLIA (Speg.) Speg. = Monopyrena serpalla- fora Speg., Plant. Pat. austr., n. 304. Hab. In aridis prope Chonkenk-aik secus Rio Chico, Febr. 1898 (€. A.). Obs. Quun amici nonnulli in litteris Monopyrenam Speg. ut sectio Verbenae tantum aestiment, species ad hoc genus ducenda videtur. 435. VERBENA SILVESTRIL Speg., n. Sp Diag. Verbenaca, unt-b1-flora, compacte pulvinato-caespitosa, caudice lignoso, ramulis densissime abbrevrato-botryos1s, ad quadrifariam confertassume ambricato-folrosas, folrais isomorfis -glaberrims rigadulas ovato-linearibus pusillis obtusis inte- gerrimas carmatulis, floribus acrogenis solitarms v. geminalrs sessilibus, calyce 5-costato 5-dentato violascente glaberrimo, corolla caerulescente, extus tubo elongato glabro, lambo patente albescente, intus in dimidio ainfero hisprdula, ceterum glabra, staminibus inclusis. Hab. In altiplanitie altissima aridissima prope Karr-aik (Lago Argentino), Met. 1898 (C. A.) nec non secus Rio S. Cruz prope Lago Argentino, Febr. 1900 (F. Silvestri.). Obs. Species habitu formae contractae Frankenae mycrophyllae 9 — SS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cav. simillima, Benthamiellae azorellovdi Speg. etiam valde similis. Pulvinuli v. caespites subhemisphaerici (50-250 mm diam.) compactissimi atque duri; caudices lignosi, cortice badio tecti, ligno albo donati, ramis primariis crebris erectis simplicibus (10-20 mm long. = 2-3 mm diam.) apice abrupte confertissimeque subdichotomice ramululoso-botryosis. Folia pusilla anguste ovata (3-3,5 mm long. = 1,25-1,75 mm lat.) glaberrima, ad quadrifariam eximie densissimeque imbricata, deorsum tenuia albescentia, sursum crassiuscula viridia ri- gida, apice obtusiuscule acutata non v. vix callosa, margine integerrima, ad epiphyllum subcochleato-concava, ad hy- pophyllum convexula plus minusve nervoso-carinata. Flores ad apicem ramorum solitarii v. rarius geminati oppositi (ad axillas foliorum supremorum, sessiles ebracteolati; calyx cylindraceo-subturbinatus (4 mm long. = 1,75 mm diam.) violascens 5-angulato-costatus, ad costas virescens, semper glaberrimus, minute acuteque 5-dentatus; corolla infundibu- lari-tubulosa (7-8 mm long.), longe exerta parum incurvula extus glaberrima, tubo violaceo (2 mm diam.), limbo valide inaequilaterali albido 5 lobato, lobis obtusis integris, intus in parte dimidia infera tubi antrorsum hirsutula, staminibus 4 inclusis, filamentis tenuibus glabris, antheris.ovatis eglandu- losis, ovario viridi styloque faucem subaequante glaberrimis. Species Verbenae um/lorae Ph. certecognata sed foliis eximie quadrifariis atque glabritie omnium partium satis distincta videtur. Verebna unvflora var. glabriuscula OK. (Rev. gen. plant. II, 2, p. 258), secundum specimina in Musaeo Pro- vinciali Platensi servata, est Benthamiella patagonica Speg. Planta zoologo celeberrimo et amico carissimo Doctori Ph1- ippo Silvestri dicata. 436. VERBENA CONNATIBRACTEATA OK. = OK., Rev. gen. pl. III, 2, p. 255. Hab. Tn aridis altiplanitier secus Rio Chubut, Dec. 1899 (N. Illin). Obs. Species pulchella habitu Arjonae pungenti Ph. sat similis. 437. VERBENA SUCCULENTIFOLIA OK. = OK., l. c., p. 257. Hab. Y1n collinis sabulosis prope Codihúe, Jan. 1900 (O. Asp). Obs. Flores violacei. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 945 438. VERBENA PATAGONICA Speg. = V. Morenonis OK. !, l. c., p. 256. Hab. Vulgata in regione aridissima Patagoniae mediae a Rio Negro usque “ad Rio S. Cruz, per ann. 1882-1900. (C. A., €. S., Koslowsky, [Hllin). Obs. Species sat variabilis in terris australioribus pulvinato- compactissima, inflorescentiiss subsessilibus floribusque ob- secure purpureis donata, in terris magis septentrionalibus plus minusve relaxata, ramis sterilibus contractis caespitosis flori- feris elongatis, v. omnibus elongatis laxe foliatis, floribusque aurantiacis ornata. Folia semper cano-velutina v. hirsutula in formis v. ramis sterilibus contractis obovata integra brevissi- ma, confertissime imbricata, in formis v. ramis elongato- relaxatis dimorfa, primaria trifida, laciniis linearibus margi- neque non revolutis obtusiusculis, ad hypophyllum 4 -costatis. 439. VERBENA THYMIFOLIA Lag. = Speg., Pl. Pat. austr., n. 308. Hab. Non rara in aridissimis secus flumina Patagoniae mediae per ann. 1882-1900 (C. A., €. S., Basaldua, Koslowsk y, Illin). Obs. Flores pallide coerule1 v. violascentes in sicco plus minusve nigrescentes; folia 1n ramis vetustioribus fasciculato-glome- rulata ad quadrifariam imbricata minima. 440. VERBENA MINUTIFOLIA Ph. = Ph., An. Un. Chil., vol. 90, p. 614 — V. microphylla Ph., Linnea XXIX, p. 21, — V. Pha- lipprana OK., Rev. gen. pl. TIL 2, p. 257. Hab. In aridis prope Lago Nahuel-huapi, Dec. 1897 (C. S.) el secus Rio Chubut, aest. 1899-1901 (N. Illin). Obs. Species habitu et praecipue corollis saepeque calycibus pube retrorsa donatis dignoscenda, ad V. thymifoliam Lag. et V. tmdactylites Lag. praecipue sal accedens. Folia quando- que omnia integerrima linearia (2-8 mm long. = 1 mm diam.) quandoque omnia trifida laciniis linearibus, quan- doque primaria trifida axillariaque integra el saepe in eodem caespite ramulis integrifoliis simul cum ramulis trifidifoliis adsunt; limbis saepius minute puberulis obtusis sed non raro, vetustis praecipue, glabriusculis v. glaberrimis. An forma collina v. montana tantum V. tridactylitis Lag.? 441. VERBENA CHUBUTENSIS Speg., n. sp. Diag. Glandularia, perenms, effusa, radicans, folvas confertis parvis Ko O) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA imfidis lacimis rigidulis spathulatis obtusis non revolutis inte- gerrimas, superne laxe adpresseque pubescenti-haispidulis inferne subglabris, sprers acroyenas sessulabus v. subsessilibus capitulato- subglobosis, dense multi/loris, bracters ovatis calyces subcanes- centes dimidros non aquantibus puberulis, corollis parvulis vio- lacew calycibus duplo longrioribus extus glaberrímas, intrus villosis, staminrbus superis grosse glandulosas. Hab. In aridis collinis loco Nafofo-cahuellu vocato, Chubut, aest. 1900 (N. Ilim). Obs. Species primo visu V. trmidactyliti Lag. simillima, sed spicis globosis corollis duplo minoribus glaberrimis stamini- busque glanduliferis mox dignoscenda. Caudices lignosi (3-8 mm crass.) cortice badio squamoso- rimuloso tecti, ligno albo donati, repenti-effusi, tortuosi laxe ramosi; rami prostrato-repentes, ad nodos posticos saepe ra- dicantes (5-10 cm long. =1,5-2 mm crass.) glabri, cortice ferrugineo vestiti, obsolete longitudinaliter ruguloso-suban- gulosi nodosi et laxissime breviterque ramulosi, internodiis subabbreviatis (3-8 mm long.); folia primaria ad nodos ramo- rum opposita laxa, secundaria in ramululis abbreviatis conferta subcongesta trifida, laciniis eximie spathulatis obtusis inte- gerrimis (3-6 mm long. =1,5-2 mm lat.) planis, superne laxe adpresseque subhispidulis, inferne subglabratis, margine incrassatulis sed non (v. obsoletissime) revolutis, medio 1- nervoso-costatis. Spicae capituliformes globosae (8-10 mm diam.) sessiles v. brevissime pedicellatae, in ramulis acroge- nae, post anthesin non elongatae, 35-50-florae; flores dense constipati, bracteis foliaceis ovatis (2,5 mm long. = 1,5 mm lat.) obtuse subacutatis puberulis, calycibus turbinatis 5- angulatis (3,5-4 mm long. =2 mm diam.) canescenti-pube- rulis anguste acuteque 5-dentatis, corollis tubulosis (6-8 mm long. = 2 mm diam.) obscure violaceis parum incurvulis glaberrimis lobis angustis patentibus integris, intus albo-hir- sutis. staminibus inelusis, duobus superis glandula pro ratione maxima violacea exerta ornatis, ovario styloqueinclusis glabris Pyrenae 4 arcte adnatae, lineares (2,5 mm long. = 0,5 mm crass.) superne obtusae inferne subattenuatae, extus glaberri- mae 3-nervosae obsolete subfoveolato-reticulatae, ventre tri- gonae dense albescenti-farinosulae. NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 947 4143. VERBENA AZORELLOIDES Speg. = Speg., Plant. Pat. aust., n. 310. Hab. Non rara in aridis inter S. Julian et Rio Deseado, vere 1899 (C. A.). Obs. Species colore flavido innovationum facile distinguenda; variat floribus purpureis, roseis, nec non albidis:; specimins haec novissima a typo recedunt pulvinulis relaxatis, ramulis floriferis paulo longioribus et foliis innovationum saepius lon- gioribus (3-5 mm long.). 4k4. VERBENA ÁMEGHINOI Speg. = Speg., Plant. Pat. australis, n. 3075 Vo Toni 0K:, 1. Cc. p298. Hab. Non rara in aridissimis secus Rio S. Cruz, aest. 1897, secus Rio Deseado, aest. 1899 et in Golfo de S. Jorge, aest. 1896 et 1899 (C. A.). 445. VERBENA MULINOIDES Speg., N. Sp. Diag. Verbenaca, pungens, fruticosa, robusta, dense ramosa, ra- mas erectis saeprus simplicibus subuirgatas, laxe v. dense folto- “as, folvis ragidas triquetro-limearibus, margine et dorso cilratas ceterum glabris v. pubescentibus, apice acutissimais subulato- spinosts, dimorphas, primarias tmifidas, lacintas lateralabus e me- dio axeos fol exsurgentibus patentissimis, centrala conspicue brevioribus, secundaris in ramulis axillaribus brevibus dense fasciculatis simplicibus; floribus spicato-subecapitulatis in ramu- lis axillaribus acrogents paucis, corolla flavida glabra incurvula calycem subglabrum pentagonum 5-dentatum, dentibus spinulo- sis anticis longioribus postico brevissimo, bractea lineari subu- lata spinulosa paulo longiorem vix superante. Hab. In aridis maritimis Caleta Porfirio, Maj. 1899 (F. Lahille), nec non secus Rio Chubut, Jan. 1900 (N. Illin). Obs. Species V. Ameghinor Speg. nec non Y. erimnaceae Gill € Hook. cognata, foliis primaris illis Mulina prolrfera Cav. simil- limis mox distinguenda. Caudices lignosi crassi (10 mm crass.) tortuosl cortice ochro- leuco squamoso-rimoso tecti, ligno albo donati, apice den- seramosi; rami erecti (10-25 cm long. =1,5-4 mm crass.) simplices subvirgati, cortice injuventute albescente v. subfla- vescente hispido-puberulo, per aetatem cinerascente glabrato vestiti, internodiis brevibus (3-6 mm long.) nodis non inflatis donati; folia primaria ad ramorum nodos opposita, plus imi- nusve patentia viridia e triquetro subulata, (5-25 mm long. 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA = 1 mm lat.) omnia v. pro maxima parte parum supra v. in- fra medium trifida, lobis acicularibus spinescenti-mucronatis, ad angulum rectum et saepe subretrorse parte ventrali exsur- gentibus, dorso crasse pallideque costata, ventre anguste sub- canaliculata, primo virescentia sparse hispidulo-puberula, dein glabrata margine tantum subpectinato-ciliolata; folia secundaria in ramis abbreviatis subabortivis (3-10 mm long.) ex axillis foliorum partis medianae ramorum exsurgentibus, dense subfasciculata, acicularia integra (5-10 mm long. = 0,5-0,7 mm lat.) acute spinoso-subulata, margine et ventre ciliolata, dorso glabrata crasse obtuseque carinato-costata. Spicae in ramulis axillaribus apicales pauciflorae (3-10) sub- laxe capitatae (10 mm long. et diam.); bracteae lanceolato- lineares (35 mm long. =1,25-1,75 mm lat. bus.) acutisimae spinescentes glabrae sed margine ciliato-pubescentes; calyces cylindraceo-subturbinati, 5-nervoso-angulati, glaberrimi (6 mm long.= 1,5 mm diam.), apice breviter 5-dentati, denti- bus mucronato-spinescentibus, 2 anticis longioribus, postico brevissimo, margine saepius ciliolatis; corollae flavae extus glaberrimae tubo cylindraceo vix clavulato (7-8 mm long. = 1-1,5 mm diam.), limbo patentissimo sat ¡naequal: (5-6 mm diam.) lobis bilobo-retusis, intus albo villosae, stamitibus ochrolencis styloque glabro inclusis. 446. VERBENA ERINACEA Gill. € Hook.= Speg., Plant. Pat. austr., n. 306. Hab. Vulgata per totam Palagoniam aridiorem centralem, per ann. 1882-900(€. A., €. S., Koslowsky, Basaldua, Lahille, etc.). Obs. Species summopere variabilis quandoque contracta cae- spitosa, quandoque relaxata plus minusve intricate ramosa, foliis flavescentibus v. cinerascentibus subbiformibus sed semper integris acicularibus; bracteae florales late ovatae v. anguste lanceolatae, calyce triplo duplo v. vix breviores; caly- ces plus minusve profunde dentati, 5-costati, costis glabris v. hispido -ciliatis; corollae calycem vix v. duplo fere superantes aurantiacae v. ochroleucae glaberrimae. 447. VERBENA SERIPHIOIDES Gill. £ Hook. =DC., Pr. XI, p. 536. Hab. In aridis dumetosis loco dicto «Lomas negras » secus Rio Colorado, Febr. 1898 (€. S.). NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 249 448. VERBENA GRACILESCENS Cham. = Griseb., Symb. ad El. Arg., n. 1739. Hab. Ad ripas Rio Negro prope Carmen de Patagones, Feb. 1898 (C. S.). 449. VERBENA BONARIENSIS Linn. = DC., Pr. XI, p. 541. Hab. In campis editioribus prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (€. S.). 450. VERBENA AURANTIACA Speg. = Speg., Pl. Pat. austr., n.312. Hab. Io aridis secus Rio Chubut, aest. 1899-900 (Koslowsk y, Illin) et secus Rio Deseado, Nov. 1900(C. A.). Obs. Species V. flavae (Gill. £ Hook. var. latifolvae Speg. ita si- milis, ut sine corollarum inspectione non distinguenda. Corol- lae fauce annulo externo villoso praeditae, staminibus inclu- sis, antheris glandulis omnino et plane deficientibus. An tan- tum forma eglandulosa sequentas ? 451. VERBENA FLAVA Gill. €% Hook. var. latiloba Speg. Hab. Tn aridis praeandinis chubutensibus, aest. 1899 - 900 (Kos- lowsky, Tllin). Obs. Folia glaberrima crassiuscule membranacea viridia v. leni- ter subglauscescentia omnia trifida v. tripartita, lobis ovatis; flores lutei fauce glabri glandulis staminalibus duabus magnis atro-purpureis mox perspicuis ornall. 452. VERBENA FLAVA Gill. € Hook. var. angustailoba Speg . Hab. In aridis secus Rio Negro loco El Carbon vocato prope Car- men de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). Obs. Varietas a lypo praecedente recedens ramis elongatis gra- cilibus, foliis inferis tripartitis laciniis linearibus, superis integris auguste linearibus elongatis; corollae luteae glandu- lis staminalibus atro-purpureis exertis donatae, fauce glabrae. 453. VERBENA TENERA Spreng. =Df(.., Pr. XI, p. 552. Hab. Vulgata in campis secus Rio Negro prope Carmen de Pata- gones, Febr. 1898 (€. S.). 454 VERBENA CRITHMIFOLIA (Gill. £ Hook. =DC.,l. c., p. 556. Hab. Non rara in aridis collinis inter Rio Colorado et Rio Negro, Febr. 1898 (C. S.). 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 455. VERBENA CRITHMIFOLIA Gill ú Hook. var. latiloba Speg. Hab. In aridis sabulosis ad confluentiam fluminum Limay et Neuquen, Dec. 1897 (C. S.). Obs. Varietas a typo defleciens foliorum laciniis latioribus (2-3 mm lat.) margine vix revolutis; habitu ad Y. dissectam Willd. et V. mendocinam Ph. valde accedens, distincta tamen crassitie limborum, pube brevissima erecta aspera, spicis minoribus. 456. MENTHA PIPERITA Linn. = DC., Pr. XI, p. 169. Hab. Non rara, aufuga ex cultis, secus Rio S. Cruz, Oct. 1897. 457. MENTHA ROTUNDIFOLIA Linn. = DC., l.c., p. 167. Hab. Vulgata ad ripas Rio Negro, prope Carmen de Patagones, Febr. 1898 (C. S.). a a Hab. Vulgata in tota Patagonia aridiore centrali et australi, per ann.1874-900 (Berg, €. S., €. A., Koslowsky, Basaldua, Ilin). Obs. Species sat variabilis cujus varietates nobiliores sunt : a) pusilla (Ph.); fere inodora. ramis vix puberulis in juventute purpurascentibus, foliis glaberrimis eglandulosis obovatis breviter cuneato-subpetiolatis, pedunculis brevissimis calyci- busque pubescentibus, dentibus calycinis acutiusculis brevi- bus intus vix pilosis corollis subglabris. In aridis loco Karr-aik vocato prope Lago Argentino, Mrt. 1898 (C. A.). b) vtrescens Speg.; odoratissima, erectiuscula relaxata, ramis puberulis glandulosis. foliiss virescentibus vix pulverulento- puberulis glandulis resinoso-nitentibus dense conspersis ova- tis longiuscule petiolatis, pedunculis valde elongatis eximie longiusculeque bibracteatis, calycibus pulverulento-puberulis elandulis densiusculis resinoso- nitentibus ornatis, dentibus angustis longiusculis acutis intus vix pilosis, corollis subgla- bris. An species distincta? Tn aridiss subandinis prope Teka- choique, Chubut, Jan. 1900 (N. Illin). c) typica Speg.; parce odorata, erectiuscula v. subeffusa, ramis puberulis non glandulosis, foliis subcanescenti-virescenti- bus puberulis obsoletissime glandulosis ovatis v. ellipticis mediocriter cuneato-petiolulatis, pedunculis nullis v. brevis- simis puberulis bibracteatis, calycibus dense subrufescenti- puberulis, dentibus brevibus acutis intus, praecipue margine, dense albo-pilosis; corollis puberulis. In aridis secus Rio S. 458. MICROMERIA DARWINI Bnth. = DC., l. c., p. 222 ÍA s NOVA ADDENDA AD FLORAM PATAGONICAM 251 Cruz, aest. 1874 (C. Berg), aest. 1882-97 (C. S.), prope Loma de los Baguales, Jan. 1900 (R. Hauthal). d) pallida Speg.; valde odorata, robusta, erecta v. prostrata, ramis puberulo-canis, foliis canescenti-subvelutinis glandu- lis resinoso-nitentibus aegre perspicuis donatis, oOvatis v. rhomboideis deorsum abrupte angustato-subcuneatis breviter v. brevissime petiolulatis, pedunculis nullis v. brevissimis canis bibracteatis, calycibus incano-subvelutinis eglandulosis, dentibus brevibus obtusis intus dense albo-pilosis, corollis puberulis. e) imbricatifolta Speg.; vixodora, robusta, pulvinato-contracta, ramis puberulo-incanis, foliis canescenti-velutivis eglandu- losis, dense ad quadrifariam subimbricatis, lanceolatis ovatis v. rhomboideis deorsum cuneatis sessilibus, pedunculis nul- lis, calycibus bibracteatis parvis incano-hispidulis, dentibus brevissimisobtusiuscutis intusalbo-pilosis;corollis puberulis. (Continuará. ) BIBLIOGRAFÍA Abeille L.).. Idioma Nacional de los Argentinos. — París 1900, 1 vol., in 8*, XXIV y 434 pp. ; Los diccionarios de Americanismos, Argentinismos, Chilenismos, Honduris- mos, etc., abundan, pero es indudable que el libro del doctor Abeille es el prime- ro en su género, constituyendo la primera aplicación científica y metódica, de los principios de transformismo á la lengua hablada en el Río de la Plata ó sea á nuestro Idioma Nacional. No es una obra de circunstancia destinada á satis— facer una curiosidad momentánea del público, sino que es una obra excelente, de alto interés linguístico, instructiva á la par que nueva. El doctor Abeille demuestra que una lengua es simultáneamente la expresión del alma nacional, y la producción de la actividad de esa misma alma; que hay conexión perfecta entre las cualidades de un pueblo y su lengua y que toda na- ción, y por lo tanto la Argentina tiene derecho de formar su idioma oficial, re- sultando inútil cualquier tentativa que se inicie entre nosotros para evitar la evolución del «español» en la República Argentina. Las lenguas se mezclan y evolucionan como las razas, y es en ellas que éstas encarnan los productos de su organización intelectual particular. En la Repúbli- ca Argentina se forma una raza nueva, y por consiguiente el idioma español ha de evolucionar hasta formar un nuevo idioma; en efecto el autor nos prueba que” el « español » se ha mezclado en la Argentina con las lenguas americanas que ocupaban el dominio antes quefél ó que aún viven á su derredor; que la estructu- ra de los vocablos ha experimentado modificaciones importantes ; que el vocabu— lario aumenta continuamente, sea por derivación sea por medio de neologismos; que la morfología y la sintaxis se diferencian ya notablemente con la morfolo- gía y la sintaxis españolas, habiendo llegado aquellas á ser más analíticas de con— formidad cow la naturaleza esencialmente clara del espíritu argentino y puesto que los cambios y los desarrollos en toda lengua son basados sobre la semejanza de las cualidades morales de un pueblo, y que también en el idioma repercute la evolución de un país, el doctor Abeille estudia en el capítulo XIII BIBLIOGRAFÍA 9253 de su obra, los principales rasgos del carácter argentino, y hace una reseña del progreso alcanzado por la República Argentina cuya capital Buenos Aires es la segunda ciudad latina del orbe y la primera del « hemisferio austral ». Son dignas de atención las etimologías que á menudo nos presenta el autor en su obra y señalaremos, entre otras, algunas curiosas por su origen tales como las palabras atorrante y turrias que hace derivar del verbo latino torrere pero en el sentido que lo usa Varro; es decir, quemar, pero hablando del frío. Notemos también la etimología de gaucho cuyo processus fonético y semántico estudia extensamente demostrando que la palabra gaucho deriva del araucano cachú, amigo, camarada. El doctor Abeille llega á las siguientes conclusiones: El ¿idioma nacional de los argentinos, no es meramente el español; no es un dialecto; no es genuinamente argentino; no debe ser el castellano puro; es el principio de una transformación cuya última evolución será el 21dioma argentino. Por noticias transmitidas á los diarios argentinos desde Europa, sabemos que la doctrina desarrollada en su obra por el doctor Abeille ha merecido la aprobación de linguistas eminentes como Michel Breal del instituto de Francia, y el filólogo de fama universal Rosapelly cuyos descubrimientos en fonética experimental hacen época en la ciencia ; Philipe Berger, del instituto de Francia; Louis Duban el reputado profesor de la Escuela de Altos Estudios de París y de tantas otras ce- lebridades linguísticas. La revista técnica Revue des langues Romanes, dice á propósito de la obra de Abeille: «No están de acuerdo en Buenos Aires sobre el carácter y naturaleza de la len- gua hablada en la República Argentina. Para unos es simplemente el español; otros afirmanque no es sinó un dialecto: algunos pretenden que es una lengua puramente argentina; en fin, los hay quienes quisieran que le depurasen de todo aquello que lo distingue del castellano para reducirla definitiva y extrictamente á este último. Son estas opiniones de la gente de mundo, fundadas en raciocinios que evidentemente no tienen base científica alguna. Para un lingúista la cuestión no puede presentar la más mínima dificultad. «No essimplemente el «español », puesto que es el espanol desterrado; es de- cir, trasplantado en un clima diferente, al cual ha debido adaptarse, y en una región conde se hablaba antes de su llegada otras lenguas con las cuales se ha necesariamente mezclado. No es un dialecto español porque no es hermano de ningun otro dialecto español. «Si, por ejemplo, consideramos el «andaluz» y el «castellano », no han nacido nise han derivado el uno del otro; son dos hijos del mismo padre. El lenguaje rioplatense no es su hermano, puesto que es hijo del padre de ellos. Es una ra- ma desprendida del tronco español y trasplantada á otro terreno donde se ha des- arrollado de un modo independiente y donde ha llegado á ser, bajo influencias varias, un arbol verdaderamente nuevo, que ya no puede llamarse el español pe- ro sí debe llamarse el argentino. «Se ha felicitado mucho al doctor Abeille porsu obra. Nos ha dado en una forma agradable, y en una lengua clara, fácil y poética á veces, un buen libro de lingúística. . . . . . . . . . . . . ARTURO PriNsS. 9254 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Memoria del Ministerio de Obras Públicas de la Repúbli- ca Argentina ¡al Honorable Congreso. 1 vol. in -S, Bue- nos Aires, 1901. Interesante por más de un concepto es la memoria presentada por el senor Emilio Civit, ministro de Obras públicas, al Honorable Congreso y en la que da cuenta detallada del movimiento administrativo de su ministerio durante los años de 1899 y 1900 y el primer semestre de 1901. Es un documento que se caracteri- za por la evolución que señala en la literatura oficial, de suyo insípida é incolo— ra, innovación que es una resultante lógica del llamado de elementos jóvenes y preparados á la gestión de los asuntos públicos. Imposible, por lo nutrido é interesante de su información en general, es dar un resumen de la memoria que nos ocupa, pero sí podemos decir que en los di- ferentes capítulos que la forman— vías de comunicación, obras hidráulicas, de salubridad, de arquitectura, etc. —se nota lo serio y lo prolijo de la información, como lo escrupuloso del contralor administrativo. Hace aún más interesante este documento, los cuidadosos planos y cuadros gráficos que ilustran claramente las descripciones y referencias del texto. FeLIx F. OUTES. Gallois (L.). Les Andes de Patagonie, 1 vol. in -8”, París 1901. Es una nueva contribución al estudio de la cuestión de límites con Chile. El distinguido profesor de geografía ha querido propender á la verdad geográ- fica con este trabajo, que ha estado en venta en las principales librerías de la Re— pública. El señor Gallois dice, en unos párrafos que preceden al trabajo; que las diver- gencias surgidas entre los representantes de los dos países encargados de aplicar las disposiciones de los tratados, han sido hijas del insuficiente conocimiento de la geografía de esa región extraordinariamente complicada, hasta el punto que los mismos cartógrafos no saben como prolongar las altas cumbres al través de esos canales que penetran cada vez más en el continente. Y por otra parte, diremos nosotros : cuando la malfetriía que usan los hombres chilenos tratándose de co- sas de vecindad, les hace confundir la interpretación de términos geográficos que . , el más humilde colegial sabe definir, tienen que haber movido al señor Gallois á publicar su trabajo, persiguiendo sólo la vulgarización de la parte topográfica, que es la que se debe bien conocer. Menciona también textos esenciales de los repetidos tratados y protocolos ce- lebrados, pero como él lo anuncia varias veces, con el solo objeto de presentar y no de comentar. Varios fotograbados y tres cartas aumentan el valor de este libro, en todos conceptos bien presentado. Lurs M”. TORRES. AA Ad MOVIMIENTO SOCIAL Segunda confereneia del doctor Luciano Abeille. —El con- ferenciante explicó las diferencias que existían entre el latín literario y el latín vulgar: Al lado de la lengua literaria latina, vivía la lengua vulgar. El latín vulgar es sencillamente el viejo latín que sigue su transformación hasta convertirse en len- guas romanas. El latín vulgar ha sido la semilla arrojada en el surco por los le- gionarios, los colonos, los negociantes, el pueblo en una palabra ». Las lenguas romanas son el resultado de la evolución del latín vulgar transpor- tado por la conquista á las provincias situadas entre los Balkanes y el Danubio, así como á los diversos países que formaban el imperio de Occidente. Pero, durante mucho tiempo, el lenguaje popular fué contenido por la lengua literaria. En el siglo v las cosas cambian: el latín vulgar predomina y ahoga al latín literario. La semilla arrojada por los vencedores ha encontrado un terreno propio, y en el dominio latino crecen seis vigorosos vástagos : el romano, el italiano, el es— pañol, el portugués, el francés y el provenzal. Las raíces de estos arboles linguísticos penetran cada día más en el suelo la- tino; pero cada cual, sin perder nada de su ascendencia, llega á constituir un individuo especial, porque alimenta, además, con jugos peculiares del terreno distinto y del clima diferente en donde ha sido transplantado ». Lo que equivale decir que si el latín es la base de los idiomas romanos, se encuentra también en el vocabulario de estos idiomas elementos griegos, ibéricos, célticos, eslavos, germánicos y árabes. El mayor número de éstos elementos es germánico. El latín se dejó compene= trar por ellos, pero no les permitió que cambiaran, por segunda vez, la lengua del país y los obligó á reconocer la supremacia. El mundo germánico había ade- más experimentado la influencia de Roma. Las doce vías romanas que, en la época de Antonio, abrían la Germania á todas las especulaciones comerciales, facilitaban la promiscuidad de ambas lenguas. Las lenguas romanas han hecho intercambio de términos no solamente entre sí sino también con sus dialectos respectivos: se encuentra por ejemplo en el cas- tellano, vocablos que provienen del andaluz, del asturiano, del aragonés, etc. 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El conferenciante ilustró su disertación con la etimología de muchos voeablos pertenecientes á todos los idiomas que han contribuido á la formación de las len- guas romanas. Concluyó diciendo, que del análisis hecho, en esta conferencia, de los elemen- tos constitutivos de las lenguas romanas, resulta que estas lenguas no son, sino el latín más ó menos modificado por la evolución, y sobre el cual se han sobre- puesto sucesivamente varios estratos más espesos unos que otros. Las lenguas romanas pueden compararse á un palimpsesto que conserva siem- pre señales de la primera escritura. Las lenguas romanas son un palimpsesto cuyos copistas han sido los latinos, los griegos, los germanos, los árabes, los íberos, los celtas, los eslavos. SOCIEDAD CIEN ARGENTINA ———_ a DireEcrorR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. HickeN y señor Luis M* ToRRES REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Ducloux. JUNIO 1902. — ENTREGA VI. — TOMO LIII PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 259, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS PORIMe O E $ m/s 1.00 Dd io AN » 12.00 Número, atrasados no atada aaa e » 2.00 = para los sOcios........ » 1.00 La suscripción se paga anticipada ——— AAA ——_—_—_—_—— BUENOS AIRES IM! ""NIA NA ¿TORA * 084 — CALLE PERÚ — v4 RAE 14902 JUNTA DIRECTIVA Presidente od. Doctor ANGEL GALLARDO. Vice-Presidente 1” Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Id. 2% Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario deactas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS. MESE RO 00. 203 Ingeniero Luis A. HueERGo (hijo). Bibliotecario...... Ingeniero ANTONIO PAITOVI. Monseñor F. VILANOVA SANZ. Señor Juan B. AMBROSETTI. Señor NicoLÁs Besio MORENO. MOcales ios e , Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Ingeniero DOMINGO SELVA. Ingeniero MANUEL J. ARCE. ¡Señor JosÉ LARREGUY. Gerente ...... 3.... Señor Juan BOTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en los Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. z La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem-— plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m.á 12 m. LA DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA ERAY ENRIQUE D.-'SisSON, El Museo Nacional a de 257 MILLES STUART PENNINGTON, Uredíneas recolectadas en las islas del Delta del Pa- AE A ia ps A O O O ao Sy 563 EDUARDO ALEJANDRO HOLMBERG, Museos provinciales y museos regionales....... 271 CAROLO SPEGAZZIN1, Nova addenda ad floram patagonicam /Conclusión)......... 275 SAMUEL A. LAFONE QueveEDO, Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 293 BIBLIOGRAFÍA : PORTER, Revista Chilena de Historia Natural. Memorandum de Zoología. — PORTILLO, Las montañas de Ayacucho y los ríos Apurimac, Man- taro, Ené, Perené, Tambo y Alto Ucayali. — PoLo, Los Uros del Perú y Bolivia. Tobar, Consultas al Diccionario dela Menea... ds 298 EL MUSEO NACIONAL Por Fray ENRIQUE D. SISSON Rector del Colegio Lacordaire Pocas semanas ha, he presenciado la inauguración solemne de la Biblioteca nacional, ó mejor dicho del nuevo palacio al que ha sido trasladada. Un gran acontecimiento fué el notable hecho, ya que es el primer palacio intelectual que se libra al público en la República Argen- tina; y nada hay que pueda dar una mejor prueba del desarrollo de la cultura de nuestra nación, y la que se ha titulado «la Atenas de la América del Sud ». ¿Por qué tuvimos que lamentar con tristeza su aspecto sombrío en la gran fiesta? Ahí se veía el Poder Ejecutivo, representado por el presidente de la República, general Roca, y los ministros de Instrucción;Pública y . del Interior, se veían algunas personalidades administrativas de la dirección de instrucción pública de un colegio nacional y de un colegio particular, el señor internuncio y uno que otro sacerdote. La demás concurrencia eran señoras y señoritas, exceptuándose pocos oficiales superiores del ejére:to nacional y escasísimos facul- tativos ó doctores: es decir, una concurrencia de cualquier fiesta social, y no de un gran acontecimiento intelectual. Digámoslo francamente: El gobierno, la administración general, y la particular de la Biblioteca, en primera fila su distinguido é ilustrado director, se han lucido en aquel día; el Buenos Aires in- telectual no se ha lucido. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIII 17 2538 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Mientras recorría las hermosas reparticiones de la nueva Biblio- teca, volaba mi imaginación hacia otras salas, las del Museo Nacio- nal, midiendo mi recuerdo esos estrechos y largos desfiladeros en los que están alineados en sencillísimas vidrieras los tesoros de las ciencias naturales que posee nuestra Capital, y parangonando aquellos sitios tan inadecuados á su objeto con el espléndido edi- ficio similar de La Plata, deploraba en el alma tan visibles incon- veniencias y desproporciones. La reflexión, después, me trajo presente la situación tan preca- ria del erario nacional, y el que no existe otro palacio de la Loteria que se pueda transformar en Museo. De ahí surgía una dificultad, insuperable quizá. —Pero, me dije, en esta tierra es el honor de algunas sociedades —es cierto que casi todas son de señoras, —el haber coadyuvado al Estado en las obras de instrucción así como de beneficencia; y es de esperar que alguna sociedad quiera correr con las gestiones oportunas para alcanzar que, en un día no muy lejano, se contem- ple en Buenos Aires un palacio de Museo Nacional digno de este centro científico. La sociedad cuyo recuerdo me ocurrió en seguida, fuéla que se apellida «Sociedad Científica Argentina»; y creo positivamente que á ella corresponde la gloria de dotar de tal edificio á nuestra Capital. ¿Con qué recursos? Esta es la dificultad, cabalmente ; pero me parece que no es insuperable. La Sociedad Científica Argentina da anualmente una serie de fiestas muy concurridas, y sus invitaciones son gratuitas. ¿No seríale posible, ya sea pidiendo una cotización, reducida, ya anunciando en el programa que se hará una colecta, y reunir poco á poco fondos para tan útil proyecto? lo que no impediría que al- guna personalidad ó familia pudiente contribuyera con una dona- ción de importancia á su realización en un porvenir próximo, en vista de la satisfacción de ver su nombre figurar sobre el edificio 6 una de sus reparticiones ó salas. Además, en el corriente año, nuestra sociedad cumple 30 años de existencia, y proyecta publicar un album de artículos de los socios que quieran contribuir á la formación de ese recuerdo ; ¿no EL MUSEO NACIONAL 959 se podría destinar algo de las utilidades sacadas de su venta á la construcción de un edificio para el Museo Nacional ? Tal era el giro que tomaban mis pensamientos, —á tal punto que me atreví á manifestarlos á nuestro distinguido presidente, á quien halagaba al parecer, se hiciera una moción en este sentido en la Sociedad Científica Argentina, — cuando el común des- tino se llevó al modesto y sabio director del museo, doctor Carlos Berg. Apenas se llevaron á su última morada los despojos del hombre de mérito que formara nuestro museo, el público se halló por los periódicos enterado de dos proyectos, quizá poco madurados toda- vía, pero que dejaron ver que hacia el museo y el adelanto de las ciencias, iban las preocupaciones de la clase ilustrada. El primero, que se puede aplaudir sin reserva, indicó la forma que daría un recuerdo que perpeluara el nombre del benemérito fundador del museo de Buenos Aires. Se habló, pues, de dar un premio anual al mejor trabajo sobre ciencias naturales. Aunque no me gusta tal proyecto, leencuentro algunas inoportunidades, siendo una de ellas que la realización de este premio anual, exigiría re- cursos que no serían duraderos, y otra, que se podría recompensar de otro modo los trabajos sobresalientes y útiles. No creo indisereto proponer que la cantidad que destinaría para este premio anual, de cualquier fuente que se la piense sacar, se la invierta en la construcción del Palacio del Museo Nacional, en el que fácil sería dedicar una sala al inolvidable nombre del que fué Carlos Berg. El segundo proyecto era de naturaleza muy distinta, y me parece impropio. Según rumores de diarios, los facultativos de ciencias piensan en pedir al gobierno la incorporación del Museo á la facul- tad de ciencias. Esto debe ser una idea de origen más bien periodística que no académica, una idea que se lanza de primo salto, pero no muy estudiada. Un Museo, efectivamente, es una institución nacional, y debe, aunque fuese costeada por una corporación particular, pertenecer ála nación y todo el mundo. Es un edificio público en que cual- 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA quiera tiene derecho de poder penetrar, para satisfacer tanto su curiosidad como su deseo de conocer y aprender. Luego, no puede ser secuestrado por facultad alguna. Debe ser accesibleá los individuos, profesores ó estudiantes, de todo orden y razón de la instrucción; ahí deben tener iguales entradas, igua- les derechos los maestros primarios con sus alumnos, los profeso- res de enseñanza secundaria, clásica, normal y especial, con sus discípulos, los catedráticos de facultades con sus estudiantes. Pero, si se le incorporara á la facultad de ciencias, ¿no sería eso la secuestración de una institución nacional general á beneficio de una institución nacional también, pero particular, es decir de ob- jeto particularizado ? Que la facultad se proporcione ó que el ministerio del ramo le proporcione sus colecciones propias, muy bien; pero, que el Museo quede Museo Nacional, y no se le reduzca á Museo de una facultad sea de ciencias ú otra. En resumidas cuentas, propongo á la Sociedad Científica Argenti- na que en este 30” año desu existencia se dedique á obtener que se edifique un palacio del Museo Nacional deciencias naturales, aun ensanchando la idea, y reuniendo en un mismo palacio el musco de Bellas Artes; y también, á iniciar de todos modos la recolección, de fondos para la realización de tan grande obra. El proyecto propuesto por los diarios no llevaría gloria más im- perecedera al nombre de Berg; más bien, el afán de decidir la suer- te del museo, apenas desaparecido su fundador, parece echar al- guna sombra sobre su administración, revelando que, si bien todas las otras cualidades fundamentales adornaban al buen y amable sabio, le faltaba el diable au corps de los franceses, esta actividad exterior que llevótanto al director del museo histórico nacional como al director de la Biblioteca Nacional á dotar las respectivas institu- ciones de un edificio adecuado. Le basta, y tal será su gloria, el haber sido el fundador y admi- nistrador del Museo Nacional de ciencias naturales; y el verdadero y más atinado recuerdo que se pueda realizar es el de conseguir que el museo tenga su palacio. EL MUSEO NACIONAL 261 * k k El atraso que las circunstancias impusieron á la publicación de nuestras observaciones sobre el Museo Nacional nos proporciona la oportunidad de agregar unas reflexiones de la misma índole sobre el destino que, según rumores, se va á dar al Pabellón Ar- gentino, hecho que interesa igualmente á la Sociedad Científica Argentina. Aseguraban los diarios que se va á resolver favorablemente una solicitud del director de la Escuela Nacional de Comercio, que pide el Pabellón Argentino para instalar en él sus cursos. Creemos que no es posible que se realice tal desafectación. Buenos Aires tiene en ese Pabellón, recuerdos de la Exposición de París de 1889, un palacio original, de estilo festivo, apropiado para exhibiciones, exposiciones, fiestas de varias clases, y ubicado en el barrio central más adecuado de la capital. Ahí, aprovechando los terrenos de la plaza San Martín y calles adyacentes, se ha celebrado la hermosa Exposición Nacional de 1898, á principios de la presidencia del general Roca, exposición que ha dado halagadores resultados. En aquel palacio se ha establecido una Exposición permanente de productos del país, que podía ser uno de los mejores fomentos del progreso industrial para la República. Es cierto que poco hace es exposición permanente; pero es porque el gobierno no se inte— resa por tan benéfica institución y no coadyuva con alguna subven- ción, viene una institución nacional, pero de carácter particular, solicitando se le entregue el Pabellón, para establecer su escuela en sus edificios; y se dice que el ministro competente se inclina á consumar tan inaceptable concesión. No es aquel edificio que conviene á la útil escuela, ni es el paraje oportuno para su instalación. Cualquier edificio amplio puede convertirse en escuela decomer- cio, y proporcionar á esa institución locales adecuados á sus fines y necesidades. No es necesario enajenar un palacio nacional para ese objeto, quitando para el porvenir la posibilidad de realizar cualquier expo- sición ó fiesta de importancia, ya que no existe otro local en que pueda ubicarse, mientras que no faltan casas más apropiadas en donde colocar una escuela. 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por razones de economía, sezún díceres, se hará esa concesión; y precisamente se gastará más dinero en las instalaciones de senci- llos salones de clase en un palacio tan poco apropiado á este fin. Si el erario debe alcanzar á tan dispendiosa habilitación del inmenso edificio, mucho más alcanzarán sus recursos para sufragar á los gastos de refacción de luz eléctrica y de pintura del Pabellón, con- servándolo para el objeto á que se halla instalado. Rogamos, pues, á la Sociedad Científica Argentina se interese por este asunto; y, si es que á todo trance debe desafectarse el Pabellón Argentino de su actual destino, que solicite la Sociedad ese palacio para instalaren sus amplios locales los museos de Be- llas Artes y de Historia Natural, para los que es más necesario un palacio que no para una modesta, aunque muy úlil, escuela de comercio: pero que sus empeños vayan más adelante, y consigan quese conserve el Pabellón Argentino como palacio de exposicio- nes nacionales generales y particulares, el palacio de la industria argentina. UREDINEAS RECOLECTADAS EN LAS ISLAS DEL DELTA DEL PARANA Par MILES STUART PENNINGTON Habiéndome ocupado casi diariamente durante dos meses en ex- cursiones micológicas en el distrito «de San Fernando, Ferrocarril Central Argentino, y las islas del Paraná Guazú, he creído que mis observaciones podrán tener el interés suficiente para justificar su publicación. Tengo que agradecer profundamente la cortesía del doctor €. Spegazzini de La Plata quien me ha revisado los ejempla- res de las especies enumeradas. Los puntos explorados se encuentran sobre las costas de los ríos Paraná de las Palmas, Capitán, Chaná, Paraná Miní, Paraná Guazú y Barca y arroyos Largo y Espadaña. I. Uromyces Lév. 1. UROMYCES POLYGONORUM Berk. Obs. Maculis indeterminatis; soris hypophyllis, circularibus ful- vis Ocraceis, 0,3-1 mm diam. teleutosporis globosis, ovatis, tunicatis granulosis 25 < 20 p. pedicelo hyalino, breve, 6-10 y long. 3-5 crass. Uredosporis globosis, fulvis-ocracentibus, laeve tunicatis, granulosis nec echinulatis. Hab. Ad folia viva Polygoni acra Kth. San Fernando. Rarissime. 2. UROMYCES NOVISSIMUS Speg., Fung Arg. (1899), n* 413. Obs. Maculis nullis v. indeterminatis, pallescentibus; soris hy- pophyllis fulvis ocracentibus, nec confluentibus 0,3-0,5 mm 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA diam.; telentosporis globosis ovatis, 30-35 y. long < 22-26 y. diam,; dense tunicatis, granulosis; pedicello hyalino, breve, tenuissimo, 23-30 y long. 2-3. crass. ; uredosporis globosis, ful vis, tunicatis, granulosis 22-24 y. diam. Hab. Ad folia viva Trianosperma ficifolia in sylvis prope Para- ná Guazú, Arroyo Largo, Paraná Miní et rarissime prope San Fernando. 1902, 3. UROMYCES TORDILLENSIS, Speg., Fungi Arg. (1889), n* 410. Obs. Maculis nullis; soris hypophyllis, fulvis; teleutosporis glo- bosis ovatis 16-20 p< 16-18 y, episporis echinulatis; uredos- poris fulvis, tunicatis, echinulatis, 2 guttulatis 18-22 y. diam. Hab. Ad folia viva Euphorbrae serpentis, ad ferram viam San Fernando. II. Puccinia Pers. 4. PUCCINIA HELIANTHIL Schw. Obs. Maculis indeterminatis vel pallescentibus; soris hypophy- llis pulverulentibus, semi-erumpentibus, nec confluentibus, fulvis ocraceis; mesosporis fulvis, globosis ovatis, 30 < 35 y. dense tunicatis granulosis, echinulatis; pedicello hyalino, lon- go, sed tenuo 50-70 y < 3-4 p.; uredosporis globosis, granulo- sis, tunicatis, 22-24 y diam. Hab. Rarrisime ad folia viva Polymmúae auriculatae in pratis prope Arroyo Largo el Paraná Guazú. 1902. 5. PUCCINIA MALVACEARUM Mntgn.; Speg., Fungi Arg. (1899), n* 447. Obs. Maculis circularibus pallescentibus; soris erumpentibus, aurantiis, circularis, 1-2 mm diam. Teleutosporis elongatis, sub-cilindraciis, leviter constrictis, granulosis, tunicatis 35- 20 p< 12-15 y; pedicelo longo hyalino 50-80 long. 6-8 crass.; uredosporis globosis, fulvis aurantiis, granulosis, 18-22 y. diam. Hab. Ad folia viva Modrolae carolimianae. San Fernando et Tigre; etad folia, caules, et calyces Malvae parvrflorae prope Punta Chica. 1901. 6. PUCCINIA MELANOSORA Speg. var. tigrensis Pennington UREDINEAS RECOLECTADAS EN LAS ISLAS DEL DELTA DEL PARANÁ 265 Diag. Maculis nullis vel indelterminatis, soris hypophyllas pulveru- lentibus; Uredosporis globosts, tunicatis, nec echinulalas, 23-25 y. diam.; teleutosporas cylindracias, leviler constrictis, fulvrs, den- se tunicatis, 30-35 y.long.20 25 y. driam.; pedricelo brevissimo hya- lino 4 y.long. 2 y. crass. Hab. Ad folia viva Acicarpha tribuloides, in pratis prope San Fernando et Tigre. Feb. 1902. Obs. P. melanosora habet teleutosporos 42-47 y. long. 25 p.diam.; et pedicelis 10-12 long. 5-7 y. crass. 7. PUCCINIA PAMPEANA Speg., Fungi Arg. (1899), n* 429. Obs. Soris circularibus vel elongatis, fuscus nigrescentibus 0,4- 0,8 mm diam.; teleutosporis elongatis, ferrugineis fuscis sub- constrictis crasse tunicatis, granulosis, 30-35 p< 20-25 1. Pe- dicello longo hyalino 50-60 y. long 5-7 crass. Hab. Vulgatus ad caules et folia viva vel langiuda Salpichroae rhomboideae, prope San Fernando, februario, 1902. 8. PUCCINIA PARADOXAPODA Speg., Fungi Arg. (1899), n* 462. Obs. Maculis nullis vel pallescentibus, soris amplugenis, par- vis 0,1-0,3 diam., ferrugineis fuscis, erumpentibus, uredos- poris globosis aurantiis leviter echinulatis, 25-30 y. diam. gra- nulosis tunicatis; Teleutosporis ferrugineis fulvis, levitercons- trictis, cellulis plus minusve globosis tunicatis 25 y diam. 42- 46 y. long.; pedicello hyalino, latissimo, 60-70 y. long. 25-30 y. crass. Hab. Vulgatus ad folia viva Grabowoskia duplicata in dumetis prope San Fernando, 1902. 9. PUCCINIA SPEGAZZ1NI DTn., Speg., Fungi Arg. (1899), n* 44). Obs. Soris aurantiis, circularibus, hypophyllis; teleutosporis elongatis subhyalinis, flavis, constrictis, 40-50 < 12-18 y; pedicello longo hyalino, 50-80 y. long. 3 crass., uredosporis globosis, aurantiis, granulosis, 15 y. diam. Hab. Ad folia viva Mikamae scandentis prope Parana Guazú, Feb. 1902. 10. Puccinia SPEGAZZINIANA DTn., Speg., Fungi Arg. (1899), n* 451. Status uredosporicus Obs. Maculis indeterminatis vel pa!llescentibus; soris minutis sed 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nec confluentibus, uredosporis globosis, fulvis ocraceis gra- nulosis, tunicatis, leviter echinulatis, 25 y. diam. Hab. Ad folia viva etlanguida Verbesinae auriculatae prope San Fernando et Parana Guazú. 11. Puccinta VIRGAUREAE Lib. Obs. Maculis circularibus, pallescentibus vel flavescentibus, soris fulvis nigrescentibus, hypopbyllis, erumpentibus, Cconvexis; teleutosporis sub-constrictis, elongatis, fulvis, 40-50 y <18- 20 ¡. Pedicello crasso, hyalimo, mediocro, 50-60 y long. 8 y. crass. Uredosporis globosis, crasse tunicatis, 16-16 y. diam. Hab. Ad folia viva Soludago microglossus 1n sylvis prope San Fer- nando, Mzo. 1902. IM Arciorum Pers. 12. ArEcibrum CesTrI Mntgn., Speg., Fungi Arg. (1899) n* 472. Obs. Maculis pallescentibus, aecideis aurantiis erumpentibus 0,3-0,4 mm diam.; aecideisporis subglobosis tunicatis, auran- tiis, granulosis, 25-28 p. diam. Hab. Ad folia viva et languida Cestra Parqua el €. pseudoquinae San Fernando. Feb. 1902. Punta Chica, Paraná Mini et Paraná Guazú, 1901-29. 13. AECIDIUM JUSSIEAE, Speg. Anal. Soc. Cient. Arg., IX (174). Obs. Maculis circularibus purpurescentibus, aecideis gregariis 20-30, hypophyllis, aurantiis 0,1-0,3 mm diam., semi- erumpentibus; aecidiosporis parvis, subglobosis 12-20 y. diam. aurantiis, leve tunicatis, granulosis. Hab. Ad folia viva Jussieae suffruticosae et J. longifolíae, prope San Fernando, Paraná Mini, et Arroyo Espadaña, Feb. 1902. 14. Arciorum MENTHAE DC. « Cooke, Rust, Smut. Mildewand Mould (1869), TL. Obs. Maculis nullis; aecideis nec confluentibus, circularibus vel ellipticis, 0,4-0,6 mm diam., aurantiis, hypophyllis, aecidios- poris globosis, granulosis, tunicatis, 25 y. diam. Hab. Ad folia viva Menthae rotundifolíae. Rarissime prope San Fernando, Jan. 1902. UREDINEAS RECOLECTADAS EN LAS ISLAS DEL DELTA DEL PARANÁ 267 15. Arcinrum PAmPEANUM. Speg. Anal. Soc. Cient. Arg., X, fol. 11. Obs. Accidiis minutis dense gregariis in foliis, caulis el petio- lis, aurantiis flavescentibus; aecideisporis subglobosis vel ova- tis, laeve tunicatis 20 y. long. 16 y. diam. Hab. Ad folia, caules, et petioles Salpichroae rhombordeae. Vul- gatus prope San Fernando, 1901-1902. 16. AECIDIUM SENECIONIS lsmz. Obs. Maculis pallescentibus 2-6 mm diam. Aecideis aurantiis gregatiis 3-30, amphigenis; aecideisporis globosis, tunicatis, 2% y diam. granulosis aurantiis. Hab. Vulgatus ad folia viva Senecionis Hualtatae in sylvis prope Paraná Mini, San Fernando, Paraná Guazú, Arroyo Largo et Punta Chica, I. II, 1902. 47. AECIDIUM TUCUMANENSE Speg., Anal. Soc. Cient. Arg., XII, fol. 80. Obs. Aecidiis laxe gregariis 2-3, erumpentes, aurantils flavescen- tibus, epipbyllis rarissime hypophyllis, 0,1-0,3 mm diam: Aecideisporis globosis aurantiis, episporis minutis granulosis, diam 15-20 y. Hab. Ad folia viva Hyptidas spicatae in sylvis prope Paraná Mi- ni etSan Fernando, Feb. 1902. 18. Arcinum TwEEDIANUM Speg., Anal. Soc. Cient. Arg., X, fol. 11. Obs. Maculis circularibus fuscis. Aecideis flavescentibus 0,1-0,3 mm diam. hypophyllis, erumpentes. Aecideisporis subglobo- sis 15-18 ; ; : Lillo, Miguel.......... e y Bazan, Pedro. Benoit, Pedro (hijo). Mexico. La Plata. Montevideo. Montevideo. Mendoza. Córdoba. Rio Janeiro. Mendoza. New York. Catamarca. Tucuman. Morandi, Luis Reid, Walter F. SOCIOS ACTIVOS Berro Madero, Miguel Berro Madero, Carlos Beron de Astrada, M. Besana, Carlos. Besio, Moreno Baltazar Besio, Moreno Nicolas Biraben, Federico. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. Bosch, Anreliano R. Bonanni, LO. Bosque y Reyes, F. Brian, Santiago Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Cáceres, Dionisio R. Candiani, Emilio Cálcena Augusto. Cagnoni, Alejandro N Cagnoni,Juan M. Candioti, Marcial R. Canale, Humberto. Canovi, Arturo Cano, Roberto. Cantilo, Jose L. Canton, Lorenzo. Carranza, Marcelo. Cardoso, Mariano J. Cardoso, Ramon. Carrique, Domingo Casullo, Claudio. Castellanos, Cárlos T. Castañeda. Ramon Castex, Eduardo. Castiglione, Enrique. Castro, Vicente. Cerri, César. Cilley, Luis P. Chanourdie, Enrique. Chapiroff, Nicolás de Checchi, Arnoldo. Cheraza, Gerónimo. Chevallier Boutell F. H. Chioeci Icilio. Chueca, Tomás A. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco, Cock, Guillermo. Collet, Carlos. Coni, Alberto M. Coquet, Indalecio Cornejo, Nolasco F. Corvalan Manuel S. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Corti, José S. Courtois, U. Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Curutchet, Luis. Curutchet, Pedro. Damianovich, E. A. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. Dates, German. Davila, Bonifacio. Davel, Manuel. Dawney, Carlos. Dominguez, Juan A. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhart, Martin. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Estevan F, Drago, Luis M. Echagúe, Cárlos. Elía, Nicanor A. de Nordenskjiold, Otto..... Paterno, Manuel..... Patron, Pablo... .....o.»o ....... .o... Scalabrini, Pedro.... Spegazzini, Carlos.... Tobar, Carlos R...... Villa Colon(U.) Upsala (S.) Palermo (1t.). Lima. Lóndres. Lima. Eppens, Gustavo A. Estevez, José Estevez, Luis. Estrada, Miguel. Espinasse, Jorge. Etcheverry, Angel Ezcurra, Pedro Fasiolo, Rodolfo 1. Fernandez, Daniel. Fernandez, Alberto J. Ferrari, Rodolfo. Ferreyra, Miguel Fynn, Enrique. Flores, Emilio M. Fraga, Antonio. Franco, Vicente, Foster, Alejandro. 'Friedel Alfredo. Gainza, Alberto de. Gallardo, Angel. Gallardo, José L. Gallardo, Miguel A. Gallardo, Garlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gallo, Delfin Gamberale, Humberto Gándara, Federico W. Garay, Jose de Garcia, Carlos A. Gardeazabal, Narciso. Gentilini, Pascual. Geyer,Carlos. Ghigliazza, Sebastian. Gimenez, Joaquin. Gimenez, Angel M. Girado, José 1. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro JUNTA DIRECTIVA PLestdentea nio ss Señor CarLOSs EGHAGUE. Vice-Presidente 1% Ingeniero FraNciSCO SEGUÍ. Id. 2 Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario de actas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS. PASORCLO Ingeniero Luis A. HuERrGO (hijo). Bibliotecario...... Señor HumBERTO CANALE. / Monseñor F. VILANOVA SANZ. Señor Juan B. AMBROSETTI. Señor NicoLÁs BeEsio MORENO. MODELOS + hats Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Ingeniero DOMINGO SELVA. ' Ingeniero MANUEL J. ARCE. Teniente Coronel ARTURO LUGONES. MERCILLe y Señor Juan BoTTO. ADVERTENCIA A los senores autores de trabajos publicados en lus Anales; que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. : La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los senores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los senores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. . Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m.á 12m. La DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA Luis MARÍía TORRES, Prehistoria y protohistorla. 0... ooo ooo. ron 5 Juan B. AMBROSETTI, Antigúedades calchaquíes. Datos arqueológicos sobre la pro- vincia de Jujuy (República Argentina) (Continuación) ....ooceoconcccor o... 29 ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA OS cel ANALES DE LA EDAD CIENI ARGENTINA DirecTorR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. HickeEN y señor Luis M* Torres TOMO LIV Segundo semestre de 1902 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 a me PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA Por LUIS MARIA TORRES CONFERENCIA LEÍDA EN EL SALÓN DE ACTOS PÚBLICOS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, EL 4 DE JUNIO DE 1902 Señor Presidente, Señoras, Señores: Leyendo los estudios de un autor nacional sobre orígenes del de- recho, fuí sorprendido con una serie de datos y apreciaciones sobre el hombre primitivo, que por nuestra parte no debemos aceptar, apreciaciones no absolutamente falsas pero que bien merecen una aclaración. Es lo que me ha movido, señores, á presentar la sintética expo- sición que voy á leer, propendiendo así por mi parte, á la vul- garización de esas diversas cuestiones. Desde luego, los señores especialistas que me honran con su pre- sencia, muy poco provecho sacarán de un trabajo fragmentario y destituido de originalidad, pero en cambio habrán prestado un gran servicio, cuando con sus opiniones sancionen definitivamen— te si he sido justo al perseguir la verdad. Nos ocuparemos del tema. Aceptada por nuestra parte las dos tendencias, la histórica y la racional, para llegar á la explicación del desarrollo de las institu- ciones jurídicas, procuraremos trazar un bosquejo próximamente 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA exacto de los factores originarios de la evolución social, que, como el derecho, tienen por sujeto al hombre y que él constituido en so- ciedad es su exclusivo objeto. Este bosquejo se referirá á dos términos de la evolución total, al Prehistórico y al Protohistórico, según la clasificación de Broca, dejando la dilucidación en el momento en que los diferentes elemen- tos de que sesirve la historia, puedan ser suficientes para explicar la producción y desarrollo de las diversas instituciones. Y como para llegar al momento histórico en que la manifesta- ción exterior del alma de una raza, pueda caracterizar á esta con un sello de civilización, tendremos que acompañar y estudiar todos los tramos de su desarrollo mental, desde que nació hasta que ya pudo concebir un cierto número de ideas abstractas y que muy luego con sus efectos, como la comparación y la diferenciación, le permi- tieron dar formas complicadas á su pensamiento y que tan elo- cuentemente pone de relieve en sus instituciones y creencias reli- g10Sas. Pero como planteada así la cuestión, dentro de esos dos grandes términos resultaría de una extensión extraordinaria, nos parece mejor referirnos en general á la ¿poca prehistórica para rectificar los jalones que nos ha dejado en cuanto al desarrollo mental del hombre; y al ocuparnos de la protohistórica, nos veremos en la necesidad de hacer considerables omisiones para especializarnos con el mencionado período, sólo en esta parte de Sud América, que como veremos algunas fuentes nos ofrece para nuestros estudios. Nos ocuparemos de la prehistórica. En los últimos años del pa- sado siglo, el desarrollo y progreso de esta clase de estudios ha si- do prodigioso, la mayor parte de las regiones fosiliferas han sido visitadas por exploradores y viajeros célebres, que, consus obser- vaciones han arrojado mucha luz sobre los restos de las sociedades muertas, contribuyendo con los valiosos materiales restaurados á profundas observaciones de gabinete. Como la cuestión que trataremos se relaciona con otras muchas de orden fundamentalmente diverso, y como queremos llegar á una contestación prudente y especialmente sintética, optaremos por plantear la cuestión desde dos puntos de vista : Geológico y Antropo- lógico, partiendo ante todo de un principio Paleontológico. Empezaremos con la geológica. La costra terrestre está formada de una sucesión de capas terrosas, pedregosas en parte, que encie- rran los restos animales y vegetales que se les denomina fósiles. PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 7 Estudiando pues, esas faunas y floras, es que se descubren las diferencias substanciales que las caracterizan, siendo ellas más notables cuanto más distantes han estado esas estratificaciones; y consultando esos distintos restos orgánicos y los principios de la estratigrafía han convenido los geólogos en admitir la división de los terrenos según el orden de su aparición y por consiguiente de superposición en: primarios, secundarios, terciarios y cuater- narios. : Desde el punto de vista zoológico, los primarios se caracterizan por el gran desarrollo de los animales inferiores ; los vertebrados, los peces y reptiles, sólo aparecen en el primario superior. Los secundarios se distinguen por la gran cantidad de reptiles; los pájaros y marsupiales no aparecen aún. Los terciarios brillan por la variedad de mamíferos. Y finalmente los cuaternarios se ca- racterizan por la aparición del hombre: el cuaternario comenzó con el hombre, dura y durará hasta que el hombre exista. Desde el punto de vista de la geología, nosotros estamos en pleno cuater— nario. Siguiendo el método de algunos autores y consecuente con las últimas investigaciones, muestro punto de partida será la época terciaria, caracterizada como ya hemos dicho por el gran desarrollo de especies superiores : fanerógamas en los vegetales y mamíferos en los animales. Estos terrenos han sido clasificados por Lyell en eocenos, oligoce- nos, miocenos y pliocenos; bien distintos y delimitados de los se- cundarios y constituídos en Europa sobre una base de creta, notan bien caracterizados en Norte América, debido á la intercesión de de- pósitos de naturaleza lacustre; y en cuanto á la República Argenti- na la dificultad es análoga, pero siendo tal vez más difícil estable- cer el término divisorio. En cuanto á la época cuaternaria está consagrada como el punto de partida de la humanidad, así ha sido reconocida en el Congreso Internacional de Geología que se celebró en Londres, en septiem- bre de 1888; época que ha sido el objeto especial de estos estudios y para lo cual se convino en adoptar una buena y util división, lla- mándose al primer período, cuaternario antiguo y al segundo cua- ternario actual, divisiones que corresponden exactamente al paleo- lítico de los paleoetnólogos, y las que también serán objeto de nuestra especial consideración. En cuanto á la República Argentina, esta época está representa- 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA da por los estratos de terrenos de los pisos platense y querandino, los primeros de origen marino y los segundos de origen fluvial ó lacustre; la correspondencia deestos estratos con los terrenos cua- ternarios de Europa ha quedado demostrada. Bien, en esos estratos de la época terciaria y cuaternaria, se han encontrado fósiles y objetos de piedra que muestraná simple vista el principio de una industria y por consiguiente la existencia de un sér, que si no fué el hombre actual ha sido un intermediario, se- guramente el precursor. Precisamente de aquí, surge la base de la clasificación de los tiempos prehistóricos, clasificación fundada en la materia en que se ejecutó la industria humana y que fué formulada por Thomsen, que encontró en el sistema, si no una cronología absoluta, por lo menos la aplicación de un método lógico. Así, pues, tenemos tres grandes edades en la industria; la dela piedra, la del bronce y la del hierro. Antes de abordar la cuestión desde el punto de vista de las cien- elas antropológicas en sus diferentes disciplinas, enunciaremos el principio paleontológico á que aludimos para tomarlo de base y en- trar de lleno al dominio de la prueba que los numerosos hallazgos arqueológicos nos imponen y obligan á convenir, en la existencia de un sér inteligente en los períodos mioceno ó plioceno. ¿Que sér pudo haber tallado la piedra en la época terciaria? Desde que las otras especies superiores no pudieron ser los cons- tructores, ni tampoco se pudieron servir de utensilios semejantes para las diversas necesidades de la vida, ni aún para su defensa ú ofensa, y como por otra parte ; el desarrollo y progreso de la indus- tria sobre la piedra es bien perceptible y caracteristica en las diver- sas épocas, bien se puede concluir que, si no fué el hombre ese sér, seguramente fué su precursor, sér más inteligente que los monos antropoides y menos inteligente que el hombre. _ Entoncesdebemos reconocer en presencia de tanto hecho demos- trativo: 1% Que los seres orgánicos se renuevan y varían de una época á la otra; 2 Que esas variaciones son más rápidas cuanto más compleja es la organización de ellos ; 3” Las variaciones no son radicales ó totales, sino parciales y su- cesivas; : 4? Son irregulares € incoherentes. Como corolario estamos en la necesidad de admitir un precursor del hombre. PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 9 En efecto, en la reunión celebrada en Lyon el año 1873 por la Asociación francesa para el progreso de las ciencias, el paleoetnó- logo G. de Mortillet, planteó por primera vez esta cuestión y Abel Hovelaque la amplió en nombre de la lingúística. El mismo G. de Mortillet, en una publicación hecha en la Revas- ta de Antropología de Broca, dió á ese sér intermediario entre el hombre y los grandes monos antropoides el nombre de Antropop1- tecus; distinguiendo también al Antropopitecus Bourgeowsú ó de Thenay, del Ribeiro y Ramesii, porel empleo del fuego en el prime- ro para el tallado del silex, y en los dos últimos, por servirse de la simple percusión. La existencia de dicho sér, probada por sus obras y por las leyes de la paleontología, es corroborada igualmente por los principios del transformismo. Haremos una somera mención de las opiniones vertidas á pro- pósito del hombre terciario. La primera comunicación fué la de J. Desnoyers en 1863 á la. Academia de Ciencias, tratando de probar la existencia de trazas humanas en terrenos caracterizados por el Troguntherium y sobre todo por el elefante meridional. Es en el Congreso de antropología y arqueología prehistórica ce- lebrado en París en 1867, donde diversas comunicaciones de Bour- geois, Delaunay, Issel y Blak de los Estados Unidos, plantearon la cuestión del hombre terciario, sirviéndose para sus afirmaciones, de restos encontrados en las diversas formaciones de la referida época geológica. La discusión se hizo girando principalmente, sobre si las tallas que ostentaban los restos, eran ó no intencionales. Las opiniones, sl es cierto, muy divididas, no dejaban de inclinarse en favor de la talla intencional; contribuyendo á esta afirmación los estudios del geólogo inglés Calvert, por los ya mencionados del abate Bour- geols, yen 1880, los de Carlos Riveiro en Portugal, que consiguie- ron la unánime aprobación de la comisión designada para su exa- men, compuesta de especialistas de Alemania, Inglaterra, Portugal, Italia y Suiza. Para concluir con esta parte, haremos mención de los anuncios dela prensa inglesa á principios de 1895, y los descubrimientos del geólogo inglés F. Noctling en Birmania, de silex tallados, en capas correspondientes al mioceno, conjuntamente con huesos intencio- nalmente tallados. Ahora, con respecto á las investigaciones efectuadas en esta par- 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA le de América, también nos ofrecen un respetable material de prueba, observaciones y hallazgos que han sido estudiados por el sabio paleontólogo, doctor Florentino Ameghino, en su obra titula- da Mamiferos fósiles argentinos. En efecto, en los diferentes horizontes geológicos del plioceno y mioceno, los hallazgos han sido numerosos; haremos mención de algunos de ellos. Ante todo debemos advertir que los restos (instrumentos de pie- dra) del cuaternario inferior ó paleolítico de los arqueólogos, y los del cuaternario superior mesolítico y neolítico, no serán por el mo- mento el objeto de nuestra consideración; pues estas son cuestio- nes del resorte de la arqueología, nosotros seguimos en este mo- mento el sendero que nos ofrecen los paleoetnólogos. Consecuentes con esto, partiremos de la época eolítica ó del terciario superior bien entendido. De los primeros restos encontrados debemos mencionar, á los de la margen izquierda del río Luján, cerca de Mercedes, que consis- tían en fragmentos de coraza de glyptodon, conjuntamente con dientes de diferentes animales toscamente tallados, huesos quema- dos y tierra cocida; astillas de huesos de mastodón, gastados en una extremidad como pulidores ó con surcos é incisiones y huesos partidos longitudinalmente, fragmentos de cuarzita y los concoides de percusión bien aparentes. En fin, en la embocadura del arroyo de Frías, en el arroyo de Marcos Díaz, en el partido de Luján, en la misma villa de Luján, en el Azúl, Bahía Blanca, Mercedes, Córdo- ba, Santa Fe y los muy notables de Monte-Hermoso y la Ensenada, como los de Arrecifes y Necochea que consisten estos últimos en cráneos, que, estudiados comparativamente marcan de una mane- ra notable el proceso que ha seguido la conformación frontal, re- putándose al último como más antiguo y que corresponden todos ellos por haberse hallado en el pampeano, al terciario superior prueban la existencia de un sér inteligente en la referida época geológica. La presencia en la República Argentina, durante la época miocena en el horizonte de Monte-Hermoso, de ese sér bastante inteligente para tallar, aunque de una manera tosca, groseros instrumentos de cuarzita, y servirse del fuego, es un hecho evidente por las pruebas materiales que de ello se han obtenido, pero nos es hasta la fecha desconocido en cuanto á sus caracteres de conformación, pues sólo restos muy fragmentarios de su esqueleto se han podido conseguir. PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 11 Se nos presenta aquí la misma cuestión que cuando nos ocupába- mos de las tallas intencionales que mostraban los huesos é instru- mentos hallados en los terrenos terciarios de Europa. Ya conocemos las opiniones de Mortillet, opuestas á las que for— mularon otros especialistas como Gaudry, que las atribuían al Dryopithecus gran mono antropoide, muy parecido al hombre, hoy extinguido. Que G. de Mortillet llamó á ese sér intermediario antro- popithecus. Bien, ¿el sér que talló los pedernales y encendió los fogones de Monte Hermoso, fué el mismo ? Según Ameghino, no fué el mismo. Porque, teniendo en cuenta que los géneros del antiguo continente fueron diferentes de los de Sud América, y porque, un género puede presentar sinnúmero de diferentes formas á especies, dando lugar por la evolución diver- gente á sub-géneros, es claro que uno será el precursor directo, — los otros serían indirectos. La solución de esta trascendental cuestión la conoceremos muy pronto: la teoría pithecoide avanza rápidamente. A los primeros descubrimientos de monos fósiles efectuados en la India en 1836, han seguido una serie decapital importancia, y hoy los ricos traba- jos de los paleontólogos americanos como Marsh, Ameghino, Cope, Leidy y Osborn. han preparado el terreno y los medios que nos da- rán la más notable conclusión científica de estos tiempos. Según el mismo Ameghino, el hombre ha tenido no uno, sino una serie de precursores que tienen que haberse sucedido hasta el hombre actual, y que el hombre y los antropomorfos se han entron- cado en una época lejana, en un antecesor común, el antropomor- phus, cuyos caracteres aun no conociendo sus restos óseos restau- ra, aplicando sus principios de clasificación transformista, basados sobre leyes naturales y proporciones matemáticas. Con esta parte especial referente á la República Argentina, po- demos considerar terminado el primer capítulo de nuestra expo- SICIÓN. Pasaremos ahora á considerar la cuestión bajo el punto de vista de las ciencias antropológicas, y bajo sus diferentes disciplinas, examinaremos los considerables materiales que la época cuaterna- ria nos ofrece desde su período más antiguo hasta el más reciente, lo que nos permitirá darnos cuenta de la importancia de los estudios hasta ahora efectuados. Empezaremos con la craneología ó antropología física y luego seguiremos con las otras auxiliares, las que se refieren á la forma- 19 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción étnica que comprende la acción social y la aparición intelec- tual del género humano, tales como la arqueología, lingúística y etnografía. El doctor Lehmann Nitsche, á quien seguimos en esta parte, con- densa en muy pocas palabras, las tendencias y la futura importan- cia delas investigaciones craneológicas, y establece claramente las divergencias que existen entre las conclusiones craneológicas y las ll idol divergencias que surgen debido á las distintas bases de que parten para sus investigaciones. Así establece las dos tendencias á que deben dirigirse los estudios. antropológicos propiamente dichos : 1* Comparar al hombre con los animales; 2% Comparar mútuamente los individuos del género humano. Y haciéndose cargo de la primera proposición dice: como ciencia comparativa tratará de descubrir toda semejanza y toda diferencia y para estudiar la posición del hombre con relación al reino animal se ocupará especialmente de lo que lo distingue, contrariamente á la zoología que se apoya en afinidades. Consecuente con esta base establece que las diferencias á que se refieren los antropólogos, consisten en la calidad y desarrollo del cerebro, contraste en el que fundan la separación entre el hombre y los animales vertebrados. Para los antropólogos no existe, sino un abismo entre el hombre y las demás especies superiores, tales como los monos antropoides: y que tampoco existe raza humana que sea parecida á los animales. Vamos á tratar de una cuestión que se relaciona directamente con estas conclusiones científicas; son hechos que vienen á robus- tecer la prueba aportada por los estudios paleoetnológicos, estable- cida por los principios paleontológicos, y anunciados rotundamente en lo que se refiere á su existencia en la República Argentina, por el paleontólogo Ameghino. Nos referimos al hallazgo de restos fósiles que se conocen con los nombres de craneo de Neanderthal y los últimamente descubiertos en Java y descriptos por E. Dubois, con el nombre de Pitecantrophus erectus; para no citar sino los más notables hallazgos óseos de los intermediarios entre el hombre y los antropoides. El primero de los referidos, se descubrió en el pequeño valle de Neander. Á muy pocos centímetros de profundidad del fondo de una caverna y depositados en capas correspundientes al cuaterna- rio antiguo, se encontraron los mencionados restos de un indivi- PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 13 duo de especie superior, cuya principal característica era la con- formación del cráneo. Estos restos han sido objeto de los más minuciosos estudios que originaron una serie de discusiones y las más contradictorias con- clusiones, que seguramente no han terminado. Virchow en 1872 y Schwalbe, últimamente, se han ocupado es- pecialmente de la famosa calota craneal, llegando Schwalbe á las siguientes conclusiones: «Por la mayoría de sus caracteres el crá- neo de Neanderthal, toma su posición entre los monos superiores y el hombre, acercándose más á los primeros que al hombre ». Y, reasumiendo las distintas opiniones vertidas sobre este crá— neo, diremos, que para unos (Virchow) no representa una forma craneal típica, sino individual y patológica; otros que perte- necen á la raza humana actual, á la primitiva ó extinguida, y los que, como Schawlbe, que reconocen una forma específica, gené- ricamente diferente del actual homo sapiens pero sí como inter- mediaria con los grandes monos antropoides. En cuanto á los restos del antropoide plioceno, descubierto en Java por E. Dubois, que consistían en un fémur y la calota cra- neal, fueron objeto de la especial consideración de un grupo de eminentes naturalistas reunidos en el Congreso de Leyde en los que después de largos y eruditos debates. resultaron predominan- tes las opiniones de los que atribuyen dichos restos á un individuo intermediario entre el hombre y el mono. M. Manouvrier en la Revista de la Sociedad de Antropología de Paris, y últimamente el profesor Haeckel, se ocupan de esta cues tión; el uno de una manera especial y el otro, exponiéndola tal co- mo ha quedado planteada después de las objeciones de los patolo- gistas. Pasaremos á considerar la segunda tendencia de los estudios an- tropológicos, la que se refiere á la comparación de los individuos entre sí. Cierto es, que la humanidad se compone de agrupaciones carac- terizadas por algunas diferencias, las que no influyen en la opi- nión de los antropólogos que admiten la existencia de una especie única, y deesas agrupaciones denominadas razas ó variedades y á las que estudian insistiendo en encontrar esas diferencias, va que según ellos, esas diversas variedades tienen entre sí la mayor ana- logia. Esas diferencias consisten en el tamaño y en las proporciones de 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los miembros del cuerpo, en el olor que exhala este último, en el sistema muscular nervioso y óseo, en el cráneo y especialmente en la dentición, en la pigmentación, en el color y demás cualidades del cabello y finalmente en la fisonomía. Ahora bien, con todos estos elementos podremos perfectamente establecer una comparación pero solamente entre vivos. Para veri- ficarla con individuos ó agrupaciones desaparecidos, no nos queda más que el esqueleto, y sobre esos restos óseos y principalmente so- bre el órgano típico, giran todas las investigaciones que descubren propiedades y cualidades capaces de caracterizar diversos imdi- viduos. Consentido que dentro de la especie homo existen grandes varie- dades, debemos convenir también que con solo los signos somáticos no podremos caracterizarlas, sino que esa clasificación depende también de muchos otros elementos, así por ejemplo: del espiri- tual, lingúístico, geográfico, etc. Y así siguiendo á Ehrenreich, diremosque: «el género humano está compuesto en su totalidad de algunas pocas formas somáticas ó razas que corresponden á una ramificación geográfica y lingúísti- ca, es decir, etnológica. Si se insiste en esas particularidades se ob- tendrán sub-razas y especialmente en las de orden intelectual, se obtendrán pueblos ». Teniendo en cuenta los diferentes caracteres mencionados, se formularon algunas clasificaciones de las razas, inspiradas unas como la de Blumenbach, en el aspecto general del cráneo, la de Li- neo en el color de la piel y de los ojos, en el color y demás cualida- des de los cabellos, y por fin, la muy conocida de Retzius que mi- diendo la cápsula craneal formó una relación que obtenía del largo y ancho, buscando obtener por este medio, lo que Blumenbach ha- bía conseguido tan sencillamente considerando sólo el aspecto ge- neral. Así, llamó Retzius á los craneos estrechos, dolicocéfalos, yá los an- chos, braquicéfalos; á loscon la mandíbula superior saliente, prog- natos y ortognatos á los que carecen de esta particularidad. Aplicando su sistema á todos los pueblos de la tierra, obtuvo cuatro grupos craneológicos distintos, y en lugar de razas nacidas de la naturaleza, obtuvo, como muy bien dice Ebhrenreich, razas nacidas en el gabinete de trabajo. No mencionaremos otras clasificaciones como las de Sergi y Wil- ser, porque surgen de una confusión hecha respecto al traspaso de PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 15 los indicios biológicos á los caracteres de la raza; modo de ver re- pudiado por la crítica de Rieger, von Tórók y Ehrenreich, crítica muy legítima á nuestro modo de ver. Ahora nos resta ocuparnos de una clasificación psicológica. En todos estos sistemas, los caracteres anatómicos constituyen la única base, elementos aplicables sólo en el caso en que las especies objeto de la comparación, sean netamente diferentes; pero inapli- cables para aquellos otros, en que se trata de pueblos ó mayores agrupaciones de aspecto físico parecido, pero en condiciones de Ci- vilización distintas, de costumbres, creencias y artes también dife- rentes. Y cuando con los elementos anatómicos no se pudieran ca- racterizar las especies, procuraríamos entonces catalogarlas psico- lógicamente. | Es en las instituciones, en las artes y en las creencias, donde en- contraremos esas nuevas bases que se forman por la evolución y que pueden llamarse muy bien el alma de una raza. Y si es cierto que esos caracteres morales é intelectuales á que nos referimos, pueden variarentre los individuos de una misma raza, también la observación ha podido probar que los vínculos de una asociación no desaparecen por la insubsistencia de parte de esos elementos, y cuando la mayoría de sus individuos conservan aun un cierto número de caracteres comunes más estables, por cier- to, que los caracteres anatómicos y más adecuados para clasificar las especies, porotra parte susceptibles de reproducirse por la he- rencia, con regularidad y constancia. La raza debe ser considerada como un sér invisible en esen- cia, pero visible en sus efectos que se ha ido formando por la evolución al través del tiempo. Sér permanente compuesto no sólo de los individuos vivos que la constituyen en un momento dado, sino también de la larga serie de muertos que fueron sus antece- sores. Para definir la verdadera significación de la raza, hay que com- prenderla, no sólo en el pasado y en el presente, sino también en el porvenir; como para tentar una clasificación psicológica habría que estudiar en sus detalles la psicología de las diversas agrupa- ciones. Consideraríamos entonces á aquellas agrupaciones que no nos hayan dejado trazas de su cultura, diferentes en orden á las que hu- bieran tenido rudimentos pero sólo rudimentos; también distin- guiriamos los pueblos preparadores, creadores de los tipos de ci- 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vilización superior, delos realmente capaces de grandes invencio- nes y progresos en las artes, las ciencias y las industrias. El abismo que separe á una especie de otra, será el desarrollo mental, factor que caracterizará al individuo y al grupo en la his- toria. Pero todas estas dilucidaciones no nos permiten formar un ceri- terio más ó menos preciso sobre el estado y condición intelectual del hombre, en ese período de la historia que por la carencia de documentos escritos ó monumentales y aun de la simple leyenda y de la fábula, ha hecho que seledenomine prehistoria; período de grandes evoluciones preparadoras de las diferentes civilizaciones y objeto de las más afanosas investigaciones antropológicas. A pesar de no poder contar con esos elementos para la prueba, sin embargo, bien se puede afirmar que: si el hombre paleolítico no dejó reseña escrita ó monumental de su paso por el planeta, sus restos óseos y algunas pruebas de su industria conservadas en las capas de la tierra, han podido permitirnos algunas inducciones á la luz de los principios de la arqueología prehistórica. Y como sabe- mos que el hombre prehistórico fué de una estatura muy parecida á la del actual, que vivió desnudo y á la orilla de los ríos, y para conseguir su sustento tuvo que llevar una vida nómade, vida de cazador; también nos ha sido posible marcar diferencias en sus usos y costumbres en relativos períodos de esa época y notar moda- lidades en los mismos, según los climas, las estaciones, el aspecto físico y las necesidades de su vida. Como para llegar cuanto antes al momento histórico en que dió un carácter preciso á la evolución de su inteligencia, debemos llegar al estudio de esos pedernales y guijarros que hoy constituyen el objeto de una especialidad cientí- fica, preocupada en demostrarnos que esas tallas que muestran los objetos de piedra, han obedecido al capricho del obrero que las construyó, que sus formas han caracterizado diversos estados en la evolución de su inteligencia, y que llegando á la época de la cerámica, nos ofrece la historia retrospectiva de la industria hu- mana. Ya hemos visto que Thomsen, teniendo en cuenta la materia en que se ejecutó el trabajo del hombre prehistórico, dividió en tres edades su evolución total, á las que dió el nombre de edad de la Piedra, del Bronce y del Hierro. Dijimos también que por esos diferentes estados característicos de civilización, habían pasado todos los pueblos de la tierra, y que PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 47 había algunos de ellos actualmente, que permanecían en plena edad de la piedra. Bien, el descubrimiento de todos esos jalones nos permitirán co- nocer, á qué épocas remonta la existencia del hombre ó de su pre- cursor inmediato, y son esos toscos guijarros que se encuentran en- terrados en antiquísimas capas de terrenos conjuntamente con res- tos de generaciones de animales desaparecidos, las que nos permi- tirán hacer tales afirmaciones. Pero si para unos tienen el valor mencionado, para otros es ob- jeto de dudas el hecho de que sea el hombre el sér que les dió la forma y esas tallas que ostentan en sus caras, y por último se pre- guntan: ¿cómo se puede afirmar que tal pedernal, hacha, cuchillo, ha pertenecido á tal ó cual edad ó período? Vamos á demostrarlo. Para la generalidad sería en efecto difícil reconocer en muchos casos los fragmentos de pedernal partidos intencionalmente de los que han sido rotos por causas accidentales ó que se parten debido á agentes físicos ó meteorológicos; como la acción prolongada del sol, las variaciones de humedad y sequedad, las heladas, etc., pe- ro el arqueólogo reconoce siempre las formas intencionales muy di- ferentes de las accidentales. Veamos como procedió el hombre de las primeras épocas geoló- gicas para fabricar esos utensilios de piedra. Tomó dos guijarros de pedernal, dió un fuerte golpe perpendicu- lar sobre uno de ellos, y obtuvo un concoide, haciendo saltar á uno de los lados del punto de percusión, el fragmento necesario para darle la forma que buscaba y :obtener el instrumento. Este efecto no lo hubiera obtenido, si sobre el mismo guijarro apoyado en el suelo hubiera aplicado un golpe con la misma intensidad. Ahora para obtener lajas ó cuchillos, en vez de aplicar el golpe en sentido perpendicular, es preciso aplicarlo en sentido oblicuo 6 lateral siguiendo una línea casi tangente, pero para eso es condi- ción indispensable que el guijarro esté fuertemente asegurado y que el golpe sea fuerte y seco. Después de repetir algunas veces esa operación, nos quedará el núcleo apto para sacar de él cuantas lajas ó cuchillos sea posible, y en efecto: aplicando fuertes golpes sobre la superficie de percu- sión, seseparará de aquél un fragmento de tres caras con su talón, que se halla constituido por el concoide. Una laja de piedra que presente todos estos caracteres provenga no importa de donde, se puede afirmar que es una forma intencio- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 2 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la prueba la existencia del hombre en un punto ó en una la manera más evidente. contestará la segunda interrogación diremos: que la cien- cia ha podido distinguir también los objetos antiguos de las misti- ficaciones modernas por las siguientes razones : Porque las mistificaciones son ejecutadas "con ayuda de instru- mentos de metal, lo quees muy fácil reconocer sus trazas. Por la descomposición óalteración que ha sufrido el pedernal, que tam- bién es fácil conocer, pues si lo partimos ó sacamos de él algunos fragmentos, notaremos que su coloración es distinta en su interior y aun en su textura y composición, entonces estaremos en presen- cia de un objeto antiguo, lo contrario sucederá si es moderno. Ahora la mayor dificultad consiste en conocer las mistificaciones hechas con los mismos objetos antiguos. Los pedernales que quedan largo tiempo expuestos al aire libre, concluyen por cubrirse de raquíticas vegetaciones ó musgos que de- jan marcas bien perceptibles, consistentes en manchas negras, que son las vegetaciones en cuestión. Todos los silex que se encuentran en la superficie ó envueltos en la tierra vegetal, sufren una descomposición en su superficie, debi- doá los agentes atmosféricos y al ácido carbónico de que las aguas están más ó menos cargadas; pierden también su color natural, se ponen blancos, y este color penetra hacia el interior hasta una pro- fundidad variable, que está en relación con el espacio de tiempo que esos pedernales han estado expuestos á esos agentes modifica- dores. A esta parte descompuesta se llama patina. También un carácter muy general en los instrumentos más an— tiguos es, aparte de la falta de descomposición, mostrar en su su- perficie manchas provenientes de oxidaciones de hierro y de man- ganeso, llamadas dendritas. Los terrenos en que han estado envueltos los pedernales, ejercen visible influencia en su coloración, y así, en la arcilla toman un color rojizo y son un poco untuosos al tacto, en las capas de arena adquieren color amarillento, en las capas de arena y guijarros, un color jaspeado ó veteado. Cuando las capas han contenido gran pro- porción de materias colorantes, los pedernales toman un color ce- niza ó negro, y por fin, suele formarse en la superficie de estos 0b= jetos si se quiere inimitables, cristalizaciones de carbonato de cal. Ya que me encuentro á esta altura de la exposición, voy áocupar- PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 19 me del progreso de la industria de la piedra al través de las diferen- tes épocas geológicas. Los hallazgos más antiguos que se han obtenido en Europa, son los correspondientes á los terrenos terciarios de Thenay. En cuanto á los efectuados en la República Argentina, debemos mencionar á los del Tandil, descriptos por el profesor Strobel; como los hermo- sos ejemplares hallados en el Bajo de San Julián (gobernación de Santa Cruz)» por Carlos Ameghino, todos ellos de la clásica forma «Chelliense ». Estos serían los mejores resultados de los primeros ensayos en el arte de trabajar la piedra que consideraremos resultados hermo- sos, si nos damos cuenta de la paciencia y prolijidad que insumi- rían esos pedernales para ser fabricados, y de lo antiquísimos que son, pues, remontan á una época tan lejana, que desde entonces, se han sucedido una serie de faunas distintas. El sér que talló esos pedernales, fué contemporáneo de esos colo- sales individuos como el mastodon y el dinotherium, megatherio, gliptodonte, toxodonte, etc., instrumentos que han servido perfecta- mente al hombre para las diversas necesidades de su vida. A partir del cuaternario inferior se nota, que el hombre supo dar ásu industria formas diferentes que han sido estudiadas y distin- guidas por Gabriel de Mortillet que ha clasificado así: Cheliense, Aucheliense, Musteriense, Salutrense y Magdaleniense; formas que han aparecido en ambos continentes, lo que indica que el proceso que ha seguido la industria sobre la piedra, ha sido el mismo, aun- que el objeto haya salido de manos de artistas ó industriales que no se CONOCIeron. Así tenemos que á los pedernales tallados en las dos caras sim- plemente ó sea la forma Cheliense, sucedió la época en la que el hombre inventa dos instrumentos más: el hacha amigdaloidea ó de Saint-Acheul y el punzón de base dilatada. A ésta le sucede la aparición de la punta llamada de Mustier y el rascador, instrumento compuesto de un pedernal con una cara lisa y la otra tallada. La Salutrense ó industria de las puntas de flecha en sustitución del hacha amigdaloidea que desaparece, — también se conocen los raspadores ó lajas en forma de cuchillo. La industria del hueso al- canza un gran desarrollo, fabricándose puntas de flechas, punzo- nes, pulidores, arpones, grabados, etc., que caracterizan la época Magdaleniense, y por fin, ya en los primeros tiempos de la época 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA veológica actual, el hombre frotó, quizá por el acaso, un fragmento de guijarro contra otro de gres y produjo un borde cortante en el primero; el hacha de piedra pulida, estaba descubierta. Este des- cubrimiento es seguido de otro no menos importante, el de la alfa- rería. Luego aparece el cobre que el hombre conoció, según Ameghino, por primera vez en América, y le sigue muy pronto el del bronce que con el del hierro, cierran y terminan las grandes etapas de la evolución industrial. Es en efecto esta nueva ciencia nacida como otras en el siglo del gran movimiento de emancipación intelectual, la que ha engendra- do una serie de especialidades y ha contribuido á la formación de otras de fines distintos, que aplicando y generalizando los métodos de investigación modernos, la práctica de las observaciones serias y el empleo del libre examen, han conseguido modificar radical- mente el concepto que teníamos de las antiguas sociedades que pa- saron y que, así unidas, se esfuerzan en restaurarnos y presentarnos al género humano consus modalidades é idiosincracia especial, en ese obscuro período de su historia. Un conocimiento perfecto de ese pasado, nos llevará á apreciar los factores que han intervenido para originar la evolución de esas sociedades y por la acción combinada de todos ellos, nos explica= remos esa diversidad de fenómenos que reflejan y caracterizan á las diferentes agrupaciones. Y así, observaremos durante la época prehistórica ó sea hasta la aparición del cobre, el alcance y proyecciones del desarrollo men- tal del hombre: que en la industria ha evolucionado varias veces hasta que se sirvió de los metales, en el lenguaje, expresando por gestos, ideas absolutamente simples, en materia de usos y cos- - tumbres que se hacen numerosos, aunque respecto á las prácti- cas religiosas no se conoce que haya llegado á la forma de la simple superstición; y finalmente en cuanto al arte, se ha evidenciado por numerosos hallazgos y trazas encontradas en las cavernas grosera- mente abiertas del cuaternario antiguo, que un carácter típico de la época Magdaleniense ha sido el grabado, y para concluir con una sorpresa: que primero fué escultor en piedra que grabador en hueso. Abandonaremos al hombre del paleolítico para ocuparnos inme- diatamente del construtor de utensilios de metal, que principiando con el cobre y el bronce y utilizando también la arcilla cocida, su- PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 21 po adaptar después de afanosas pruebas á sus costumbres y usos especiales, y dando origen con este tramo á una nueva época en la vida de la humanidad ; época de grandes cambios y progresos en todos los órdenes, y que extendiéndose desde aquélla, caracterizada por todo lo que concierne á la piedra, termina en el momento en que los diversos elementos de una civilización como la lengua, ins- tituciones, ideas, creencias, arte, literatura, se manifiestan exte- riormente, distinguiendo al grupo humano que las ha creado Nos referimos á la Protohistórica. Como lo hemos anunciado al principio de la exposición, vamos á dedicar esta parte al estudio de la etnografía de aquellas agrupa- ciones que tuvieron por teatro al territorio del antiguo virreinato del Rio de la Plata, ya que no nos es posible abarcar en una sínte- sis discreta, á todas las semi-civilizaciones que existieron en los d1- ferentes continentes, y queá falta de documentos expresos que las autenticaran, monumentos y tradiciones consagradas como verda- deras, han hecho que se les comprenda en esa época intermediaria llamada protohistoria. Muy pocas regiones de este continente poseen una bibliografía etnográfica más abundante que la de que voy á tratar. Paolo Mantegazza, en su obra Ho de la Plata é Tenerife, nos anuncia las dificultades que encontraremos para clasificar y estu— diar las razas autóctonas de América y con mayor razón, para po- der desentrañar los elementos necesarios que nos permitan formar una base de criterio, sobre el estado y condición de esas agrupacio- nes que con los elementos étnicos de Europa, constituyeron el tipo característico de nuestra estirpe nacional. Y es precisamente la fuente histórica, á la que debemos muy preciosos datos, la queen muchos otros ha resultado más exagera- da que verdadera, debido á confusiones, intencionales tergiversa- ciones, y á la desidia del copista que no ha hecho más que trans- cribir sin reparar errores tundamentales, que una sana crítica hu- biera evitado que se perpetuaran. Preferiremos entonces, para llegar á un estudio serio y científico de la cuestión etnográfica del Río de la Plata, seguir y compulsar las contribuciones de Schmidel, Falkner y D'Orbigny, que después de pacientes observaciones y anotaciones de todo género, nos han 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dejado obras que se han hecho clásicas, y que unidas á valiosos datos etno-antropológicos obtenidos últimamente, nos permiten dar por solucionados y establecidos varios jalones de la difícil de- marcación etnográfica argentina. Pero antes de pasar á la exposición de los estudios y clasificacio- nes de Falkner y D'Orbigny, vamos á insistir en las apreciaciones que nos hemos permitido hacer sobre el valor de la prueba histó- rica, aportada por los cronistas é historiadores de aquella época de la conquista; opinión que queremos se aprecie debidamente, porque una cosa es tener la pretensión de ser original, rebuscando datos de puro efecto en los rincones de los libros viejos, y otra co- sa es el más profundo respeto á la verdad etnográfica que se en- cuentra en trabajos como los mencionados, por lo mismo que son generales y rectificados, por los métodos de la observación libre y desinteresada. : Vamos á ocuparnos inmediatamente del trabajo de Falkuer, es decir, á establecer los jalones que él nos determinó, á indicar los discutidos y por fin á ratificar los que por estudios posteriores se han podido corroborar. Y en cuanto á D'Orbigny, adoptaremos idén- tico procedimiento, trayendo á colación en el momento oportuno, la contribución de Ulderico Schmidel. Trataremos de decir mucho en pocas palabras; ensayemos. Como Falkner y D'Orbigny describieron velasificaron, presentándonos da- tos fundamentales é i¡nequívocos, Azara y De Angelis tergiversaron y mal interpretaron, hasta el grado que esa raza que habitó la ex- tensa región de laPampa y Patagonia Argentina, seconvirtió en un inmenso interrogante para los etnólogos del Río de la Plata. En efecto, unos admitieron y admiten la intervención araucana, en las poblaciones orientales de los Andes, influencia que la retro- traen á la época precolombiana ó álo menos á los primeros años de la conquista. Para otros como Trelles y Zeballos se trata de elemen- tos desprendidos del grupo Quichua ó del Guaraní, y en cuanto á ciertos representantes de ese tipo bien distinto, que habitó una parte de Buenos Aires, Entre Rios y costa occidental del estado Oriental, hay también quien piensa que son de un origen Guaycurú. Estas son las grandes divergencias que han surgido de buena fe, á parte de las pequeñas, que á medida que se presenten las toma- remos en consideración. La memoria vuelve á los datos que nos ofrece el jesuita inglés, que distinguió perfectamente á dos tipos distintos en su clasifica— PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 23 ción, el Moluche y el Puelche, el uno araucano, el otro no arau- cano. Y como distinguió á todas esas agrupaciones que habitaron el oriente de la cordillera que como los Taluhet, Tehuelches y Cheche- het, fueron netamente diferentes á los Araucanos, también nos ofrece algunos datos de sus caracteres antropológicos, que los acer- can á los que poblaron las inmediaciones de la crudad del puerto. En cuanto á la invasión araucana á nuestro territorio, según los da- tos que nos ofrece este autor, no se puede considerar como segura sino hasta mediados del siglo xvnr, en que Puelches y Tehuelches, Huiliches y Pehuenches, llegaron en sus correrías desvastadoras hasta las mismas puertas de Buenos Aires. Bien, pues, resulta de lo expuesto que el padre Falkner conside- raba entre araucanos y guaraníes, una generación de indios bien distinta por una serie de caracteres, á quien D'orbigny llamó pam- peana, tipo élnico que se extendía desde el rio Segundo, fronteras Mocovies-Guaycurues hasta el estrecho de Magallanes. Nos ocuparemos ahora de la clasificación de Alcides D'Orbigny, que admitió la existencia de tres razas. La andi-peruana con tres ramas, la pampeana con tres ramas y la brasilio-guaranítica rama única: razas que estudió en sus dife- rentes faces antropológicas comprendiendo en su cuadro de su dis- tribución geográfica á todas las agrupaciones más ó menos consi- derables desde el Ecuador con los quichuas hasta 56% de latitud austral con los fueguinos, y desde los 37% de longitud oeste de Pa- rís hasta los 83% en las mismas playas del Pacífico. Dentro de esta extensa región ha podido encontrar tipos de na- ciones diferentes que ya por sus caracteres físicos, sus uSOS y COS- tumbres, ha querido comprenderlas y distribuirlas en esas tres ra- zas, aportando con su nuevo método de clasificación, una gran ba- se para llegará la solución de la primera dificultad etnográfica que surgió entre los primeros historiadores. A pesar de esto, algunas dudas tendrían que subsistir, tales por ejemplo, la relativa á la región del Chaco, la de los Moxos y Chi- quitos, la referente á la Charrúa, Minuan y Querandí, para no citar sino las principales, dificultades que están en vías de solución de- bidoá las investigaciones, de los señores Lafone' Quevedo, Figueira, Martínez, Outes y Peña. Especialmente á las naciones de indios que habitaron las costas del Plata, Paraná y Paraguay, en cierta parte, los datos más preci- 924 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sos son los que nos ofrece Schmidel en sus manuscritos, y que al enumerarnos algunas de las principales naciones que encontró á su paso, también consigna datos minuciosos é inapreciables que, des- pués de las publicaciones que sobre el particular han hecho Madero, Harrisse y Medina, se pueden considerar como muy exactos. Aprovecharemos este momento de la exposición para indicar la aparición de una teoría guaranítica sobre el origen de la mayor parte deesas tribus y naciones descriptas por Schmidel ; teoría que ha conseguido impresionar como lo hemos manifestado á nuestros más eruditos historiógrafos. En efecto; como muy bien lo hace notar Lafone Quevedo, la in- fluencia extraordinaria que ejerció sobre los demás aborígenes la civilización guaraní, hizo que una de sus manifestaciones más elocuentes, el lenguaje, se conociera con bastante generalidad entre los indígenas de la Mesopotamia; y como por otra parte, existió en las islas del occidente del Delta paranaense, un núcleo compuesto de muy pocas tribus, desprendido del foco de esa semi-civilización del Paraguay; es natural entonces, que, siendo el Paraná de las Palmas, el derrotero obligado de los que se dirigían al interior de América, y estando él rodeado de gentes que hablaban ese idioma al parecer muy géneral, los conquistadores concluyeran por creer que tan Guaraníes eran los del Della y Paraguay como esos erran- les y fieros Charrúas, que con sus verdaderos parientes, Yaros, Minuanes y Querandíes, sostuvieron hasta fines del siglo xvi, la lucha contra la conquista de la tierra á la cual los Guaraníes más bien facilitaron que impidieron á los castellanos. Este guaranismo se manifestó de una. manera alarmante, desco- nociendo observaciones y estudios verdaderamente científicos, con= tribuyendo á la mayor confusión y bastardeando algunas conclu- siones prudentes que surgieron inspiradas en los métodos del Falk- ner y D'Orbigny. Por nuestra parte, creemos haberse probado que los Puelches no fueron Araucanos, y que Querandíes, Minuanes y Cha- rrúas, quedan perfectamente clasificados como una rama de la gran raza pampeana de D'Orbigny. En esta clasificación de D'Orbigny, hay que hacer algunas aclaraciones, como por ejemplo, las referentes á las naciones Mata: co-Mataguayas, que étnicamente son Chaco-Guaycurúes, pero no lingúísticamente como lo manifiestan los señores Lafone y Boggian1. La denominación «Lengua », también implica una dilucidación, PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 95 porque es un nombre quese ha aplicado á diversas naciones. Y fi- nalmente la de los Charrúas, Minuanes y Querandíes, que para mayor dificultad, ni el menor vestigio de su desarrollo mental ha podido llegar hasta nosotros. De todas estas dificultades la que se destacó siempre fué la etno- grafía del Chaco, de esa extensa región que tantos esfuerzos ha cos- tadoá la civilización para conquistarla y dominarla. Hidalgos y valerosos capitanes quedaron con sus viejas y buenas armaduras; siempre, es irremediable, en todas las crónicas de sus atrevidos conquistadores precede al remolino enfurecido de la hor- da que siempre mata, un estado de cansancio demoledor de espan- tosa desesperación. La inmensa pampa florida y por mil conceptos curiosa, se hace: atrayente, la fila de aventureros es larga, llevan la cruz ó ciñen la espada, y cuando otras veces, la estupenda osadía de la inteligencia humana ha agitado fuertemente el cerebro de algún sabio animoso, la caravana se completa para perderse al poco andar en la llanura. Los rostros no tardan en reflejar ansiedad y cansancio, el espíri- tu decae y muy pronto se desploman los cuerpos torturados de fati- ga. El torbellino no tarda en llegar, los ofusca con el número y los espanta con la destreza, y cuando se ensañan con esa brutal ferovi- dad, desgarran y arrojan al vientosus miembros para que al par de la satisfacción que produce la descurga de ira, perdure la creen- cia de la mística desaparición... Dejaremos la región de los Guaná-chanés, Guaná-lenguas y Chaco- guayenrúes de la clasificación que nos ofrece el señor Peña, después de la publicación del manuscrito del capitán Aguirre, que apare- ció en el tomo xx del Boletin del Instituto Geográfico Argentino; pu- blicación parcial pero que contribuye á afianzar la opinión de los que creen en la no afinidad de todas esas naciones de indios, que como Caduveos, Payaguas, Lenguas, Tobas, Pilagas, Abipa- nes, etc., se les pretendía dar en otra publicación aparecida en el mismo boletín, un origen guaraní. Antes de ocuparnos de los indígenas del Paraguay, haremos mención de las regiones etnográficas dudosas que la constituyen ac- tualmente; los Diaguito-Cacás y Lules de Bárcena en Tucumán, Co- mechingones y Sanavironas en Córdoba, Guarpes y Milcayac en Cuyo; como también los Chorotis, Caingangues y Guayaquis, á quie- nes la lingúística tiene mucho que decirles y preguntarles. La raza Brasilio-Guaranítica, rama única de D'Orbigny, cuyo 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA núcleo principal existió en el Paraguay y una gran parte del Brasil en la época del descubrimiento y conquista, nos ofrece un respeta- ble material para estos estudios, loque nos permitiría arrancar mu- chas inducciones que en mérito de la brevedad y concisión de la ex- posición, trataremos de evitar. Sólo aprovecharemos esta parte de nuestro trabajo para comparar ciertos caracteres antropológicos de pampeanos y guaraníes, dejan- do todo aquello que se relacione con el desarrollo mental de estas razas para las páginas finales. Luís Ramírez y Herrera, S. Gabotto, Santa Cruz, (García, Ruy Díaz de Guzmán Schmidel y Oviedo, nos ofrecen datos inequívocos del tipo físico de los pampeanos, que para alguno de ellos, son hombres de grandes estaturas, así como alemanes ó más grandes, de formas hercúleas y cráneo por lo general braquicéfalo prognato, cara larga algo aplastada y nariz tambien aplastada, con amplias aberturas, pómulos salientes y en fin, con bien precisos y bien dis- tintos caracteres fisonómicos, el dato necesario para establecer las semejanzas y diferencias entre los individuos vivos. En frente de este tipo tenemos el guarani, de estatura muy infe- rior y formas macizas, cráneo chico, no aplastado y también por lo general braquicéfalo, con la parte facial más corta y con los pómu- los salientes, ojos algo oblícuos y de fisonomía más bien dulce. La dispersión é influencia de esta raza en el continente america: no ha sido considerable; ha hecho pensar en su procedencia del norte del Amazonas y del Orinoco, ha recibido hospitalariamente al descubridor, que al conocer su lengua y encontrarla en boca de ca- si todos los aborígenes de la cuenca del Plata, que para hacerse en- tender más fácilmente, la usaban porlo general ; le hizo sospechar que todas esas tribus, desde el Delta hasta las costas del Brasil en el Atlántico y probablemente los del Chaco y Bolivia hasta los mis- mos contrafuertes de los Andes, serían ramas más ó menos consi- derables de ese arbol gigantesco, cuyo tronco principal encontraron en las selvas de Misiones y el Paraguay. Para Ambrosetti, ni el Paraguay ni Misiones fueron la cuba de la raza guaraní y para Boggiani, la etnografía moderna de esa sec- ción geográfica del continente, es cuestión ya resuelta y perfecta mente estudiada, debido á su inteligente é inapreciable esfuerzo. Nos queda aún Calchaquí, el valeroso é inteligente indígena de la montaña. Al pie del Aconquija y del Ambato, ruedan despedazados y des- s PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA 97 coloridos los últimos restos que la paciente laboriosidad del qui- chúa catamarcano delineó y modeló en sus horas de labor tranqui- las. He aquí una agrupación curiosa, digna de consideración y de es- pecial estudio. | El material que nos brinda es tan abundante, tan lleno de analo- gías con el que nos ofrecen otras civilizaciones y tan complicado á veces, que exige la más prudente división del trabajo. Ameghino, Von Ihering, Brinton, Lafone Quevedo, Quiroga, Am- brosetti y Moreno, han contribuido con sus observaciones y des- cripciones del inmenso material arqueológico restaurado á plantear claramente el problema etnográfico de la región que nos ocupa. Y en verdad, Calchaquí es atrayente, el país, los hombres y las cosas en esos días que pasaron. Ambrosetti, posesionado y apasionado en la descripción de todos esos tesoros arqueológicos, nos ofrece en doble nota gráfica é ilus- trativa, el desarrollo mental de ese tipo curioso de América ; y Qui- roga, trepado en el Ambato, como para dominar con un golpe de vista á esos valles y laderas que fueron cuna de la raza, nos habla con esa palabra cálida y simpática, digna expresión de un cerebro robusto y alma de poeta; de su genio, hravura, independencia y constancia. Y al explicarnos como Colocolo, Lautaro y Caupolicán con sus numerosas y heroicas tribus, asimilaron en su espíritu esa naturaleza abrupta y salvaje que los rodeaba; también nos mues- tra á ese otro hijo de la montaña, que dando tal giro y tal vuelo á su inteligencia, llega en sus manifestaciones más complicadas y su- periores, á ser sorprendido esculpiendo ó modelando el ídolo que encierra una preocupación del conjuro, cuando en la urna funeraria se le ve trazando líneas y dibujos de un complicado simbolismo y finalmente, cuando la tribu toda agrupada y obediente con sus jefes amautas y haravecs, entona en ese templo colosal de los Andes, el himno al sol delos Incas; toda esa tierra se estremece desde el Rimac á las orillas del majestuoso Titicaca, tomando ese carácter peculiar que le dan sus hermosas tradiciones y los cantares de la epopeya. Ya que nos hemos ocupado del genio y del sentimiento del hom- bre más civilizado en la época protohistórica de América, dedica— remos las últimas páginas de esta síntesis al desarrollo mental de los aborígenes en general, y al aporte étnico que se les debe en la formación de ese tipo especial que se llamó el gaucho de las cam- pañas argentinas. 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En lo que se refiere al grado de desarrollo mental que alcanzaron nuestros aborígenes, son muchas y muy elocuentes las pruebas que se tienen, muy conocidos los datos que nos proporcionan los histo- riadores y viajeros. Ha quedado constatado que el indígena americano, no solo gozó de admirables facultades perceptivas, de paciencia, fidelidad y ap- titudes para las labores pesadas; sino que también, abrigó senti- mientos de familia, de propiedad y libertad. No nos referimos, es claro, á los pampeanos en general. Y en cuanto á su aporte étnico, con el que vino á dar un sello ca- racterístico á los criollos ó mestizos, creemos que fué de una im- portancia tan grande, que bien puede considerarse como el nervio de la virilidad nacional. Esa es nuestra creencia, son esos los factores primordiales de nuestro organismo social, que con los elementos étnicos de Europa, han actuado desde el momento histórico de la conquista española, á vecesen formas claras y patentes otras veces silenciosamente pe- ro siempre en forma decisiva, informando con la fatalidad de las leyes históricas, las diversas partes que constituyen este organismo social. Terminaremos con una afirmación. Esa conglomeración de pue- blos indígenas que acabamos de estudiar, no fueron los primitivos habitantes de estas latitudes americanas. Antes que ellos, una numerosa y sedentaria raza de indios habi- tó el litoral argentino. Esa agrupación que nos ha dejado varias se- ñales de su dispersión por el territorio, también nos ha legado al- gunos restos que caracterizan y manifiestan su desarrollo industrial y especialmente los túmulos que conservan sus restos óseos. Tal es la raza que habitó primero la cuenca del Plata, desalojada después de sus dominios por esas huestes guerreras y feroces que vinieron del Norte con el nombre de Guaraníes, ó que vinieron del sur y oeste y quese llamaron Puelches y Tehuelches. ANTIGUEDADES CALCHAQUIES DATOS ARQUEOLÓGICOS SOBRE LA PROVINCIA DE JUJUY (REPÚBLICA ARGENTINA) Por JUAN B. AMBROSETTI (Continuación) ALFARERIA Ya hemos descripto la urna funeraria (fig. 2), de factura tosca y simple; ahora nos resta examinar algunos vasos de trabajo más esmerado : FtG. 41. — Cántaro de viaje. Rinconada Cántaro de viaje. Figura 41.— De 16 centímetros de alto, de for- ma globosa, gollete corto y poco dirigido hacia afuera, de base circular, pequeña y plana de 4 centímetros de diámetro. Tiene dos asas gruesas y colocadas en sentido del eje como en la urna figu- ra 2, pero los dos arranques no están en una misma línea vertical sino en una oblícua, el inferior algo más adelantado que el su= perior. 30 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los espacios libres entre las asas y el cántaro, son elípticos de 3x1 !/, centímetros y no permiten pasar sino un dedo. Estas asas se hallan colocadas en sentido convergente en el tercio posterior del cántaro cuya superficie es menos saliente ó reduondea- da que el resto, lo que hace suponer que haya tenido por objeto el llevarlo colgado por medio de un cordel al flanco del cuerpo lleno de agua ó chicha, más probablemente lo primero, en los viajes lar- gos por los cerros ó campos sin agua. Este cántaro presenta rastros de una gruesa capa de pintura roja. SS LP pS FiG. 42. — Cochinoca Es de Santa Catalina y lo debo á la gentileza de los señores Enri- que y Carlos Hoskold. En la figura 1 se ve al lado izquierdo un cántaro igual; y el doctor Lehmann Nitsche publica otro, de donde se deduce que éste es un tipo propio de la región Calchaquí jujeña. Vasija de me. Figura 42a.— Esta interesantísima pieza es de Co- chinoca. Su forma es globular y se contrae gradualmente hacia la boca que es circular y con el borde corto dirigido hacia afuera. Del centro de la base del cuerpo sale un pie muy delgado, que se abre, después, para formar la concavidad sobre la cual se asienta. A un lado se levanta el asa, formada por una tira delgada de ar- ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 31 cilla que ha sido colocada, arqueada en sentido contrario al común de estos apéndices en las alfarerías calchaquies, es decir, casi ver- ticalmente, sobresaliendo su arco superior del borde de la vasija, de modo que, colocada una lapicera horizontalmente sobre dicho borde, uno de los extremos de esta puede pasar por debajo del asa. FiG. 43. — Cochinoca Las dimensiones de la vasija son : Milimetros Ii A 0.165 Diámetro del cuerpo...... SEE 0.180 Diametro de la bocas. .2. chu es 0.125 Ancho del borden 0.010 MO A A 0.050 Drámetrode larbasersit ion. 0.080 Anchoa elasao so a aa, 0.020 Diámetro vertical del agujero del asa 0.070 No tiene trazas de pintura ni dibujo; parece que su color primi- tivo fué el de la terra cota, pero en gran parte esta vasija presen- taun color negro debido al fuego directo No sabría explicar, en la forma que esto se produjo pues si bien pudo ser cocida al aire libre, después de seca; también no se- ría difícil que haya servido de olla de pie, y que alrededor de este 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA último, colocaran el fuego para calentar mejor el contenido de la vasija. No debo pasar en silencio la extraordinaria semejanza que existe entre este ejemplar y el que el señor George A. Dorsey publica bajo el número 41 y que halló en una tumba de la Isla La Plata en el Ecuador (1) con la diferencia de que éste presenta al frente del cuer- po una figura en forma de Y griega con el interior ocupado poruna serie de puntos; y tiene además una tapa discoidal con manija. Ultimamente se han encontrado en una tumba del departamento salteño de Cachí, tres ejemplares de esta misma forma, pero de factura más tosca. Jarro. Figura 434. — Como el anterior es de Cochinoca. Su forma es muy simple, casi cilíndrica y se ensancha un poco al llegar al borde que es circular. Una pequeña asa gruesa, arranca inmediatamente después del borde y termina antes de llegar á la mitad, dejando un espacio pe- queño que no permite pasar más que un dedo. No tiene dibujos ni pintura y es de color gris. Sus dimensiones son: Milímetros AMO coo A Eco Caspe 0.160 Diámetro de la Doca oi... 0.115 Diámetro: de LaS e toto 0.080 Ancho del asar 0.035 Diámetro mayor del agujero del asa. 0.030 Jarrito. Figura 44b. —De 10 '/, centímetros de alto. forma glo- bosa con un gollete alto de 2?*/, centímetros, 6 '/z centímetros de diámetro y recto, borde circular y no saliente. La base es circular pero aplastada ; una asa gruesa y redonda arranca del borde del gollete y, haciendo una curva pronunciada, termina en el tercio superior del cuerpo. El agujero es casi circular de cerca de tres centímetros de diámetro. El gollete y el asa están pintados de rojo y el cuerpo de blanco, pero éste en tres secciones verticales cubiertas por un dibujo de lí- neas diagonales rojas que se reticulan por medio de otras cortas y gruesas las que dejan entre sí pequeños cuadrados blancos. (1) Publicación 56 del Field Columbian Museum de Chicago. Antropological series, vol. II, n”5, pág. 258. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 33 A los lados de la sección central quedan otras dos verticales an- gostas también blancas, ribeteadas de rojo, y con un elemento de guarda griega, en sentido vertical, que ocupa su centro. El dibujo de este objeto es común en toda la región calchaquí desde Tinogasta hasta Santiago del Estero (1). Este jarrilo aunque no es de paredes finas, sino gruesas, en cambio su pasta y sus colores son excelentes y puede decirse que está bien concluido y trabajado ton toda solidez. a b C FiG. 44, — Cochinoca y Rinconada Jarrito. Figura +4c. — Tiene 10 centímetros de alto por 8 en su diámetro mayor y 5 de boca. Es de forma también globosa, con un estrechamiento poco pro- nunciado para formar el gollete y el borde. Este último es recto. Lo único que presenta este jarrito de particular, es el asa cilín- drica y muy larga, que arranca del borde y termina en el centro del cuerpo, después de describir una gran curva, cuyo diámetro mayor es de 5 '/, centímetros. En una palabra, es un pequeño ja- rro provisto de una gran asa. Ha sido pintado uniforme mente de rojo y después pulido, hallán- dose algo destruído á causa del salitre. (2) AMBROSETTI, Noticias sobre la Alfarería prehistórica de Santiago del Es- tero. Anales de la Sociedad Científica Argentina. Tomo LI, página 164 y si- guientes. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 3 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Fué hallado en Cochinoca. La figura 44a es un yuro de forma menos común, y podríamos llamarlo una botella, pues tiene casi el mismo aspecto. En la colección Gerling hay un ejemplar parecido. Su fabricación es más bien tosca yaun cuando sus paredes son lisas, no presenta el pulimento del ejemplar anteriormente des- cripto. Sobre ellas hay un dibujo en negro muy pálido, formado por gruesas lineas que bajan del gollete á la base, reticulándose en grandes mallas y dentro de los espacios libres, un círculo. Algunas líneas terminan con otras en forma de ganchos, á uno y otro lado. FiG. 45 Como este dibujo no presenta una forma regular me excuso de reproducirlo por el grabado. El alto de esta botella es de 0.16; el diámetro en su base es de 0.06 y en la boca 0.02. Cantarito. Figura +5. — Es de Humahuaca, de cuerpo globoso pero comprimido, de modo que en el centro de la superficie lateral se ensancha considerablemente. El gollete es bajo y dirigido hacia afuera. Su fabricación es tosca y se ven rastros de un pulido en su su- perficie. Parece no haber tenido otro objeto que el de ser votivo. Yuros. Varios son los yuros ó cántaros de boca angosta que po- demos describir de Jujuy y todos ellos proceden de Cochinoca. El más interesante (fig. 46) es de forma globosa con un cuello lar- go que sale del medio, recto y con los bordes dirigidos hacia afuera. Lleva un asa dispuesta de igual modo que la de la vasija de pie descripta bajo el número 42a. Su confección es prolija, muy lisas sus paredes revestidas con una gruesa capa de rojo. Sobre este color han pintado de negro los dibujos quelo adornan. Estos apenas reconocibles á causa del salitre que ha corroído la ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 39 superficie, muestran la intervención de una mano prolija y deli- cada. Todos ellos son de trazos finos. El gollete ha sido pintado en triángulos que abarcan todo su largo, desde el borde hasta el cuerpo, unos con la base para arriba y otros en sentido inverso alternados (véase los detalles en el cliché adjunto 46). Tres líneas más ó menos paralelas separan al go- llete de la primerzona delas figuras. Esta muestra una serie de Fic. 46. — Detalles de las pinturas de un Yuro avestruces, delineados con tres ó cuatro curvas superpuestas de mayor á menor que representan al mismo tiempo que el cuerpo, las plumas del animal, todo está sostenido por un pie central de tres dedos, y de un lado sale otra linea arqueada, el pescuezo que sostiene la cabeza, un círculo; con el ojo, un punto; y el pico abier- to, dos pequeñas rectas. Este croquis, digamos así, del avestruz, es bastante frecuente en cierta clase de alfarería, generalmente en los objetos pequeños y bien hechos. Debajo de esta zona viene una segunda central, separada de la anterior por cinco líneas: una gruesa en el medio”y dos finas á ca- da lado. Esta segunda zona lleva también una serie (de avestruces, pero aún más simplificados. Están formados por una línea curva casi en 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA forma de U, una de cuyas ramas es gruesa, casi triangular y repre- senta como si fuera el cuerpo ó la cola de un modo muy conven- cional, y la otra más corta lleva la cabeza con el pico abierto; de- bajo de la rama de la cola hay una pata de tres dedos. Es una silueta muy fantástica; pero que da la impresión clara de una serie de avestruces corriendo. Otras cinco rayas iguales á las anteriores separan á ésta de la tercera zona, la más ancha de todas, y esta ocupada por dos series a Y) C Fic. 47. — Rinconada de círculos con puntos en el medio, colocados de tal modo que no coincidan uno debajo del otro verticalmente, sino en diagonal. Termina la ornamentación con tres líneas, dos finas y una grue- sa, al fin. El dibujo del asa es muy simple; se compone de grupos alterna- dos de líneas rectas, unas horizontales y otras verticales. Esta ornamentación parece que respondiese á una idea rela- cionada con el agua. Si el avestruz representa al pájaro de la tor- menta ó Piguerao ó á las nubes de agua como cree el doctor Adán Quiroga, en su libro La Cruz en América, quizá los círculos con punto, en este caso, podrían representar las gotas de agua que caen y entonces tendríamos un vaso votivo para implorar ó conjurar la lluvia. Sus dimensiones son : ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 31 ANO tota o a A be 0.150 Alto delo O 05 Diámeto delkcuerpar 0.095 Diámetro dela e A N 0.040 Grueso della AE plo 0.012 Diámetro mayor de la abertura de la misma 0.040 De barro negro y sin pintura son también los yuros (fig. 470): con dos pequeñas asas dirigidas hacia abajo, que nacen casi al fi- nal del gollete y terminan sobre el cuerpo. De una á otra asa corre una línea ondalada de relieve y sobre Fic, 48. — Rinronada y Cochinoca las mismas, otra más delgada las cubre serpenteando hacia abajo. Este mismo adorno se ve sobre otra asa (fig. 4+7a) que es un yuro, cuya boca es á propósito para verter liquidos (1). La figura 47c, de forma casi igual á la anterior, también ba ser- vido para verter líquidos y calientes según parece, pues la parte su- perior muestra trazas de pintura roja y el resto está cubierto de negro producido por la frecuente estadia sobre el fuego. Otro ejemplar tosco es la figura 48a. Podríamos decir que esuna (1) Debo hacer constar que este mismo adorno ondulado de relieve colocado en sentido vertical, lo he hallado en un jarro cilíndrico con una asa, en la co- lección de mi amigo, el doctor Adán Quiroga, quien lo obtuvo de Amaicha Sur (valle de Yocavil). : Entre los Zuni de nuevo México también se usa. El señor Williams H. Holmes ha publicado bajo el número 248 la figura de uno de estos vasos con el adorno ondulado de relieve; en el Fourth Annual Report of the Bureau of Ethnology. 1882-83, página 294. 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA botellita con un cuello corto y dos pequeñas asas, que no dejan pasarsino un cordel fino por sus respectivos agujeros. Es de barro negro y de construcción maciza. Su alto es de nueve centímetros. Yuro ornitomorfo (fig. 480). Es pequeño, negro y toscamente tra- bajado. Sobre un cuerpo casi ovoide se levantan el gollete á un lado y el pescuezo y la cabeza mutilada de un pájaro al otro. Estos dos están unidos por un puente delgado de arcilla, que for- ma un arco. Debajo del pescuezo y sobre el ovoide, corren á uno y otro lado dos escrecencias angostas y con escotaduras triangulares ; del lado ex- terno estas especies de fajas se hallan adornadas con rayas vertica- les. Este trabajo representa un ensayo infantil de modelado. Ornitomorfo es también un pequeño puco, de ocho centíme- tros de diámetro, pulido, liso y de color rojo, con dibujos ne- gros: Del borde sale una protuberancia modelada formando la cabeza con los ojos y el pico de un pájaro, y del lado contrario, otra peque- ña protuberancia triangular representa la cola. Los dibujos son de líneas finas, todo el borde está cubierto de pequeños trazos que lo cruzan; en el interior y dentro de un círculo que sale debajo del borde, hay dos gruesas zonas que se cruzan rectamente, mostrando su interior densamente ocupado por líneas en zig-zag, unas al lado de otras y todas en la misma dirección. Taza. Figura 48c. — He dado el nombre de tazas en una publi- cación anterior (1) á las alfarerías bajas de gran boca circular con una sola asa pequeña, ancha, ó mejor dicho, un puco hondo con una asa simple. : El ejemplar que nos ocupa es sencillo, de 5 centímetros de alto y 9 de diámetro en la boca, de base circular plano de 5 centímetros de diámetro; el asa es corta, gruesa, arranca del borde mismo, que es derecho. Exteriormente, la factura no es muy cuidada; perosu interior es perfectamente liso y pulido y de un color negro brillante así como también el arranque superior del asa. (1) AMBROSETII, Descripción de algunas alfarerías calchaquies, depositadas en el Museo Provincial de Entre Ríos; Revista del Museo de la Plata, t. II, pág. 65 y siguientes, 1892, plancha VI. ANTIGUEDADES CALCHAQUIES 39 Ha sido objeto de uso doméstico. Pucos. — Poseo también dos ejemplares de la Puna de Jujuy. Uno de ellos (fig. 430) es grueso, de factura tosca, de paredes altas y con dos asas pequeñas, sólo á propósito para pasar por ellas un cordel fino á fin de tenerlo suspendido. El segundo (fig. 490), es más fino, de la forma común de sus iguales de los valles calchaquíes, de boca perfectamente circular. Alrededor del borde hay un sencillo adorno de líneas en forma de X unas al lado de otras que se juntan en sus extremos. Este grabado se interrumpe, dejando un espacio libre, en medio a D Fis. 49. — Mate y puco de la Rinconada del cual sobresale una pequeña cabecilla de grandes ojos y boca abierta, como si quisiera representar una cabeza de llama. | Su color es el natural dela arcilla obscura cocida, casi negro. Se hallan además otros pucos de paredes más bajas, casi como platos, que tienen la particularidad de presentar en uno de sus bor- des un asa muy ancha y suficientemente arqueada de modo que permite pasar el dedo índice por ella y llevarla á los labios como si fuera una especie de cucharón sin mango. Esta forma con modificaciones en el asa, la que se transforma en la cabeza de un pato, se halla en todo el valle calchaquí, hasta San Juan. Generalmente son bien cocidos, densamente cubiertos de rojo, lisos, pulidos y muestran en su interior una faja ancha de dibujos negros, que atraviesa el puco desde el arranque del asa hasta su parte opuesta. En la figura 420, la faja es de líneas que se cruzan. 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Su diámetro es de 0.13 centímetros y el ancho del asa de 0.03 cen- tímetros. Sapo. Figura 50. —Esta pieza interesante de alfarería procede, como la anterior, de la quebrada de Humahuaca y me fué obsequia- da por mi amigo el señor Alberto Escalada. Representa á un batracio ó sapo en actitud de descanso y ha si- do modelado con la mayor sencillez y seguridad. Aprovechando el engrosamiento de la pared de la vasija de barro, á la cual se hallaba originariamente adherido como ornamento, y dos sencillas fajas de arcilla, una colocada adelante y que forma los detalles de la ca- Fic. 50. — Sapo de barro cocido beza y patas anteriores y la otra la región pelviana y patas traseras, han ejecutado esta representación zoomorta con toda verdad (1). A los datos anteriores sobre la alfarería debo agregar la siguien- te observación : que hasta ahora, y según los informes que poseo, en los valles de Jujuy no abunda la alfarería como en los demás calchaquíies del sur. En general las tumbas contienen”pocos objetos de barro: esto puede observarse en la figura 1, en que alrededor de las cuatro Mo- mias son contados los objetos de alfarería que las acompañan; dos cántaros de viaje, un vaso de boca grande y un cántaro de cuello es- trecho en el plano inferior y un puco con una cuchara encima, una ollita de dos asas y otro puco en el superior; todos ellos de factura tosca y ordinaria, negros por lo general y sin mayor importancia. La momia de la colección Zavaleta, que hoy se halla en el Museo (1) De esta pieza ya di una noticia y su figura bajo el número 259, enmis no- tas de Arqueología Calchaqui, número XXI. El símbolo del sapo. Boletin del Instituto Geográfico Argentino, tomo XX, pág. 295-1899. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 41 Nacional, á su vez, contiene muy pocos objetos de alfarería, y éstos ordinarios, mal cocidos y casi, puede decirse, sin uso práctico al- guno, por su pequeño tamaño; parece que en este caso se hubiera procedido con apuro, á fin de cumplir con el ritual en el acto de en- terrar al muerto. Y por fin en los importantes hallazgos del señor Gerling de su expedición del Museo de la Plata, vemos también que en cada tum- ba pocos son los objetos hallados. En la más importante, el hallazgo número 1, se puede señalar un 14) D e Fic. 51. — Copas de madera. Cochinoca puco negro con dibujos grabados y un vasito de barro cocido entre cuarenta objetos. En la tumba número 2. Una botella de barro (cántaro de boca estrecha ó yuro) y tres pucos, entre 15 objetos. En la tercera, una ollita, y en la cuarta, un juro con dibujos negros (característico de la región calchaquí), y un puco. En la número 5 y 7, un pequeño puco. En la número 8, una ollita y tres jarros. En la numero 10 que parece haber pertenecido á una mujer, dos ollas una de ellas pintada y once pucos; en cambio en la 11, sólo halló el fondo de una ollita. Por todos estos datos, por ahora, la alfarería de la Puna no ofre- ce mayor interés, pero, en cambio, en otros ramos de la industria humana, guarda sorpresas de alto interés científico. 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA COPAS DE MADERA Muy interesantes son las copas de madera. Todas tienen una forma peculiar casi cilíndrica, pero van ensanchándose hacia la boca, que es siempre de un diámetro mayor que la base; las medi- das, en milímetros, de los dos diámetros y la altura puede dar una idea de esto: Base Boca Altura 95 113 120 71 95 120 64 81 115 Estas copas están hechas de madera de algarrobo; en general son lisas y pintadas de rojo obscuro (fig. 510). El museo de Berlín posee, también, un ejemplar de la colección Uhle de Casabindo (621, V. A. 113804). Las hay también con su pared/externa grabada. Es tan correcto el dibujo, hay tal firmeza en los trazos, que parece que el artista in- dio que lo grabó, era maestro consumado en estos trabajos (fig. 314). El dibujo se compone_de un solo elemento harto complicado y que se repite de á pares en sentido inverso, siempre con la misma exactitud ocho veces, cuatro arriba más grandes, ocupando una zona de tres centimetros de ancho; y otras cuatro veces abajo en otra zona de 38 milímetros, separada de la anterior por una zona en blanco intermedia de cuatro centímetros de ancho. Este elemento ornamental (fig. 52), se compone de una línea rec- ta horizontal, formada por uno de los lados, de tres triángulos que tienen su interior atravesado por rayas, y forman una especie de escalera. Estos terminan por fin en un gancho dirigido hacia arriba. Del vértice del triángulo se eleva un vástago corto y de éste una horizontal del mismo tamaño y en su extremo sostiene una figura en forma de Z con uno de sus elementos menor que el otro. Toda la figura, excepto los triángulos, está compuesta de tres líneas. La figura 516 es también una de estas copas antiguas, pero que el que la halló junto á la anterior quiso ensayar sus dotes de gra- ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 43 bador en madera, copiando los dibujos anteriores con tan mala suerte que su mano inexperimentada no hizo sino caricaturar el perfectísimo y admirable grabado de la copa legítima. Sin embargo concluyó la obra y satisfecho, sin duda, de ella gra- bó sus iniciales F. D. C., comprobándonos, con esto, lo difícil que es imitar la obra de los viejos calchaquíes que no trabajaban al azar sino guiados por una idea, en la cual persistían con una constan- cia y paciencia admirables. Estos dibujos, como los de los mates y de los pucos y yuros, no AN ES SS E EAS: a ici nia y Fic. 52. — Detalle del dibujo de la copa 51a son sólo obra de la fantasía, algo deben querer decir. ¿Quién sabe si algún día podremos descifrar su significado ? MATES Y OTROS RECIPIENTES PEQUEÑOS Objetos muy generales en las tumbas de Jujuy son los mates, de todas las formas y tamaños, ya lisos ó grabados á fuego. El señor Gerling halló mates en seis, delos diez y seis sepulcros que exploró; en uno solo, cinco, uno de ellos grabado á fuego. La momia de la Colección Zavaleta, también tiene su provisión de mates, todos sin grabado, menos uno. Y las momias de la figura 1, muestran dos mates, uno cortado transversalmente por la mitad, de modo que forma como una escu- dilla, y otro muy aplanado, también cortado; pero en su tercio superior, lo que le da un aspecto de vaso comprimido y profundo. En nuestra colección tenemos siete ejemplares; cinco de ellos in- teresantes por los grabados á fuego que los adornan. Estos grabados, han sido hechos por medio de una punta de me- tal calentada al rojo, seguramente un alambre ó cincelito de bron- ce de los tantos que se hallan en las tumbas calchaquíes. En Bolivia todavía se trabajan los mates del mismo modo, y va- rias tribus de la región Chaco-Paraguaya también hacen lo mismo á pesar de que estas últimas no usan el fuego para grabar. Como estoy felizmente en condiciones de publicar todo el mate- 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rial de mates pirograbados que se conocen hasta la fecha, antes de describir los de Jujuy, vuelvo á reproducir las figuras de los que hallé en la tumba de Pucarilla, en mi expedición de 18964 1897 al oeste de Molinos, provincia de Salta. El más interesante es uno completo (fig. 53) que muestra una serie de once persenajes, ricamente ataviados, con grandes diade- mas de plumas en la cabeza y adornos frontales, en forma de cabe- zas de pájaros, topos semi lunares, etc. El cuerpo de todos ellos, aparece como cubierto por un poncho ó una camisa larga ornamentada con dibujos, la mayor parte cruces de san Andrés de aspas en escalones, serpientes de dos cabezas en zig-zag y complicadas cruces, también muy escalonadas. Junto á este, hallé tambien otros dos fragmentos: uno (fig. 54) FIG. 53. con tres personajes parecidos á los anteriores, de los cuales el pri- mero muestra un tocado de plumas completamente diverso de los demás. El otro fragmento (fig. 53) presenta una serie de líneas quebra- das con cabezas de serpiente, dibujo que se ha hallado pintado más ó menos igual en una urna funeraria de San José, provincia de Cata- marca (1). En este fragmento se ve parte de una franja vertical, que debería dividir por lo menos en dos zonas el dibujo de las serpientes ; y den- tro de ella hay una rama ó arbol, con un gajo terminado en un cír- culo que representa un fruto. Esta manera de representar un arbol es frecuente en las alfare- rías calchaquíes. Entre las de Jujuy, mencionaré la figura 56, que es un pe- queño mate muy delgado, de tres milímetros de espesor, de color (1) Aván Quiroca, Huayrapuca d la madre del viento. Boletín del Instituto Geográfico Argentino, tomo XX, página 441, figura 32. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 45 rojo obscuro. Tiene siete centímetros de diámetro por tres de pro— fundidad en el centro. Su ornamentación es simple: casi en el borde mismo, hay una serie de puntos pequeños, siguen á esta dos líneas separadas por más de un milímetro entre sí; y en seguida, una ancha faja de dos centímetros toda quemada prolijamente con cuadritos negros como un tablero de ajedrez; luego otra linea delgada, y de esta última arrancan, dirigiéndose hacia el centro, ocho líneas de puntos que terminan en cabezas de pájaros, con la boca abierta, probablemen- te suris Ó avestruces. Figura 57. — Más adelantado como simbolismo, presentamos es- te mate, de diezcentímetros por siete en su boca, finamente traba- jado todo á su alrededor en una zona de cuatro centímetros de an- cho más ó menos. Como se ve por la figura, muestra dos series de serpientes de dos cabezas, y enroscadas en forma de S; el interior del cuerpo es den- samente punteado. A cada lado hay seis serpientes ; tres arriba y tres abajo separa— 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA das por una línea gruesa; y en los intervalos que dejan estos dos grupos de seis serpientes, se ve á un lado y otro, dentro de un espa- cio alargado, la silueta de un suri ó avestruz parado. Esta combinación de la serpiente con el suri, es frecuente en to- da la pintura simbólica de los pucos de la región calchaquí. Siem- MU: a pe FiG. 56. — Rinconada pre la he interpretado como la reunión del rayo y el trueno, es de- cir, los simbolos de las divinidades Catequil y Piguerao de que he hecho mención anteriormente. Con estas figuras atmosféricas y tan prolijamente grabadas, no es de extrañar que este mate ha sido ritual ó votivo. Pero como «obra complicada de pirograbado, describiré el raro Fic: 57.— Detalles de los dibujos porongo (fig. 530) de Cochinoca, que se halla totalmente cubierto de figuras. : Tiene veinte y ocho centímetros de largo y se halla dividido en diez zonas, cada cual con una ornamentación diversa y separadas entre sí por espacios en blanco de varios milímetros de ancho (véa- se los detalles, fig. 58). Hay que hacer notar que el trabajo se ha hecho de modo que el quemado llene el fondo del espacio comprendido entre las figuras, las que se destacan así del color natural del mate, rojo más ó me- nos obscuro. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 47 La primera zona la forma una cadena de algo así como paraleló- FiG. 58. — Dibujo de un porongo. Cochinoca gramos cuyo interior está ocupado por otros más pequeños, ne- gros. A8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La segunda es una serie de dibujos en escalera. La tercera tiene cuatro pájaros de cuerpo triangular, pico largo en actitud de estar sentados. Esta misma figura se ha encontrado en otro mate de la Puna de Atacama (Antofagasta de la Sierra) y de ellos hay un ejemplar en el Museo de La Plata (1) que lleva una faja con diez pájaros (fig. 59); no sé á quéanimal pueda referirse, no creo que sea el avestruz, meinclino más bien á suponer la represen- ción de un flamenco (Phoentcopterus), ave muy abundante en las lagunas de la Puna ó la de una Parina (Cicogna). La cuarta zona nos muestra una serie de otras cuatro serpientes retorcidas en S y cuyas extremidades terminan en puntas en vez de cabezas. Elinterior del cuerpo está ocupada por una gruesa línea entrecortada á trechos. (Continuará). (1) Este lleva el número 54 y pertenece á la Colección Gerling. Tiene 11 X 9 centímetros de diámetro en la boca y seis de altura. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENI ARGENTINA —_— A A _—— SA 5 Aaa A DirEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. HickeN y señor Luis M* TorREs REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. E Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. E Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Dueloux. AGOSTO 1902. — ENTREGA Il. — TOMO LIV PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 259, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS IA A IDO AN SOL $ my 1.00 PORTADO a don Und dar deba a » 12.00 NIETO RATAS ido A dele » 2.00 - para los socios........ » 1.00 La suscripción se paga anticipada El local social permanece abierto de 4 á 6 y media y de S á 10 y media pasado meridiano —_MMM2A9AA=>A04A > AAá áá] XA BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 JA is E Md SNA JUNTA DIRECTIVA PTESEENLE Na cs Señor CARLOS EGHAGÚE. Vice-Presidente 1” Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Id. 2% Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario de actas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS. TOSOrRerO: E re Ingeniero Luis A. HUERGO (hijo). Bibliotecario...... Señor HUMBERTO CANALE. [| Monseñor F. VILANOVA SANZ. Señor JUAN B. AMBROSETTI. Señor NicoLÁás Besio MORENO. WOTOULES 1 RES Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Ingeniero DOMINGO SELVA. Ingeniero MANUEL J. ARCE. Teniente Coronel ARTURO LUGONES. GEPENDES A Señor Juan BoTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem- plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m.á 12m. La DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA SAMUEL A. LAFONE QueveDO, Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 49 EnxiQue Herrero DucLoux, Nota sobre las aguas del MaT.......ooooocoocooco o... 61 Juan B. AMBROSETTI, Antigúedades calchaquíes. Datos arqueológicos sobre la pro- vincia de Jujuy (República Argentina) (Conclusión)............ooooooooomoo... 64 MisceELÁNEA”: Segundo Congreso Científico Latino-Americano. ¿Sus pana Los indigenas dela Tierra delirio o 88 BIBLIOGRAFÍA : LEMOINE, Géométrographie, art des constructions géométriques. — AMEGHINO, Premiére contribution á la connaissance de la faune mammalogique des couches á Colpodon. Notices préliminaires sur des mammiferes nouveaux des terrains crétacés de Patagonie. — OTERO, El saneamiento de la ciudad de Montevideo. — BorGE, Sússevasswalgen aus Súd Patagonien......oooooom...... 92 MOVIMIENTO SSOCIAL: 5 ER er AE 95 LENGUAS AMERICANAS (SECCIÓN BOLIVIA) LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA INTRODUCCIÓN Por SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO M. A. Encargado de la Sección Lingúística del Museo de La Plata NOTICIAS GENERALES Y VOCABULARIOS Por EL P. Fr. NICOLAS ARMENTIA Obispo electo de La Paz Vacío — Dene. Vado — Ñopye. Vanidoso — Ipentchit. Vara, medida — Tupuye. Vamos, vámonos — Dotchica. Vanidoso — Ipentchit. Vara, medida — Tupuye. Vaso — Etchequiye, Chequiye. Vaya, del verbo ir — Tai. Dón- de vas? — Oñan incal mi? Oñan umbañ mi? Que vaya- mos — Pat umbañ tsun. Ve- te, retírate de aquí — Meye- bada. Voy á la chacra — Coijonye veral. Vecino — Cheyat. Vejez — Piriye. Vena — Netchit. Venado — Ne. Veneno — Tchimme, Nostchiye. Venir, regresar — Caniti. AN. SOC, CIENT. ARG. — T. LIV Venir, llegar —Atsi. Que se pre- sente? —Patatsi. Está llegan- do — Atsibañ. Has llegado ? —Ai venchobañ? At benjol mi? Ya había llegado á Gua- chi—Atchiral veñoi Guachiya Ven acá adentro — Teneva chu oicañ. Venid, entrad — Sisnac miin. Ven, acércate — Ivetuvac mi, latui mi. Ventarron — Fer, Pitijti. Ventear, soplar — Fifi. Ver, mirar — Cavec, CavacsI. Ver — Nastchi, Naiji. Has vis- to? — At caviti mi? Veras — Quichpeyaquiteh. Verdad es — Chiata, Anic. Verde, color — Za, Ipe. Verde, hablando de frutas — Puisi. 30 Verde, tierno — Ojo1. Veremos — Cavejara tsuñ. Vergonzoso —- Zincaitch. Vergúenza — Zincal, Zinca- cye. Vestir — Cofiti. Vete, retírate de aquí — Meye- bada. Vibora — Naz. Vibora muy venenosa — Na- bat. Vicioso — Achitchi. Vida, alma — Za, Si, Tchut- chi, Tchetchi. Vieja — Pires. Viejo — Piret. Viento — Pitijta. Vientre — Vojco. Vigilar, estar despierto, alerta — La. Violin — Sequenaca. Violinista — Saquenaquitchi. Viruela — Potzanye. Visitar — Sovaqui. Ya — At. Ya hace tiempo — At meñ. Zambullir — Chemon. Zarcillo — Choñh yes. Y ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Visitareis los enfermos — Te- neacsiral senyeyeltchinya. Vista, sentido — Naitiye. no he Visto — Am doirol. Viuda — Munñes. Viudo — Muñet. Vivos — Zaitchin. Volar — Nal. Volcar, voltear — Camañ. Volcarse la balsa — Ep. Volcarse, naufragar — Tomi, Lama. Voluntad — Raisacye. Voluntariamente — Coiralse. Volver á hacer, repetir — Cuvi. Volver, llegar — Atsi, Atsi, Ca- hitI. Vomitar — Chal. Vosotros — Miin. Para vosotros — Miinyes. Voz — Mic, Imaeye. Voy á la chacra — Coijonye veral. Vuestro — Miintchi. Ya está — At nam. Zequia — Feyac. Zorro, zorra — Occane. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 91 VOCABULARIO A — sí. Hehe — sí. Aatehi, Jatsi — Preñada. Abia — Despues. Abiayes — Para despues. Abijqui — Parava fina. Ac — Tierra. Aca — Casa, cabaña. Ascha — Harina (1). Achaba — Camisa de ambaibo. Hacer la camisa; golpear — Pagnac. El palo conque se la golpea — Huequis. Aschascha — Limón (1). Achamba — Papaya. Achi — Malo. Achi peyaqui — Hablar mal. Adchenyey, Adchayey — Ha- blar mal de otro. Adyi 1qui — Ultimo. Afqui — Pesado. Agie — Fin. Aha, Schiusch — Cuerpo (1). Aibai, Choifoi1 — Blanco. Ardac, Queyac — Limpiar, po- dar árboles. Aidaquiye — Azuela. Aiye — Llaga, espundia. Ajarí — Sed. Am — No; Amara ueñei — No mientas. (1) sch = ch francesa. A Am chicacsi — No obedecer, no hacer caso. Am irit — Ninguno. Am dam — No más, nunca. Am jeñ — No se puede. Am ye jeh — No puedo yo. Am doiroi — No he visto. Am doiroi 11 — No fiarse de otro. Am men — tiempo. Aman — Arena. Amb1 — Todavía. Am casi — No avisar, no man- dar. Ame — Flor silvestre. Amjatal — Afable. Am zincalmi — Sin verguenza. Anata — Carnaval. Anic — En verdad, cierto, ¡Oh! Anic, (por comparación) —Más, mejor, muy. Annie —- Por excelencia. Ane — Nube. Ane: — Llueve. No hace mucho fer Añei, maj añei — Llueve fuerte. Apacoi — Enfermo de calen- tura ó fiebre. Apacoye — Terciana. 52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Appa — Pato. Aractac — El noveno. Aral — Habrá, ha de haber. Arai umban — Está para irse, Ó morirse. Araj, Arajye — Casi, apenas. Are — Queja, Lastimar. Arecam — ¡Cuidado! Areralsuh — Nos hemos de lastimar, cuidémonos. Areti — Herir. Aretiye — Herida. At — Ya, ser ó haber. At meñ — Ya hace tiempo. Atavua, Tchiensi — Gallina. Atnam — Ya está. Bachono — Venado, Ciervo. Ne — Cabrilla. Bajtata — Mariposa. Bana, Bajna — Algodón. Banachi, Bensi — Corcovado, Ave. Bansi — Moza, joven. Bantchi — Mozo, joven. Basiyi — Parir. Batai, Nesñei — Amarilla la cara. Becbecei — Polvorear. Bei — Estar, Vivir, Sentarse. Beiquitara — Maduro el maiz. Beire, Quequesye — Plumas de baile. Beja — Vivir. Bejmu — Semilla, grano. (1) sch = ch francesa. Ataral umbañ — Me despediré, me Iré. Atnam — Ya está. Ato, Atchi — Ya está acabado. Atsi — Llegar, volver, venir. Aua, Auamo — Hijo. Auañe — Hija. Auac, Áuaqui — Quemar. Autac — Asar carne. Ayaya — Lamento. Aye — Corto, no alcanza. Ayeyel, Etis, Jetis — Frio, nieve. Ayo — Señor. Ayo1, Sama — Mojado, Húme- do, Mojarse. Bejqui — Arbol del incienso. Beñ — Lleno, Llenar. Bequis — Incienso. Betque — Ardilla. Bicac, Bisac — Amargo. Bicos — Palta, agnacate del monte. Bijchiei — Poner. Bijiri — Aceite de motacu. Bijoi — Ganar, cazar mucho. Bijoiye — Ganancia. Bijtacpirigri — Cargar la es- copeta. Binisch — Loro de cabeza ama- rilla (1). Biñe — Raíz. Bisaqui, Nechumbicam — Aguardar. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA Dd Bitsac, Viraqui — Desgranar maíz» Bitehicchic — Sapacala. Bitsiñaqui — Mañudo Ratero. Bitsiñer, Bitsineva — Sacar, Saca. Boema -— Hilo. Boema coom -— Hilo delgado. Bondoi — Inclinado. Boñei — Tocar flauta. Caam — Calladito. Caata — Polilla, gusano del maíz. Cacaí — Siempre. Cacan — Cotorra. Caco — Muela. Cach cach — Romper nueces, almendras. Cacha cacha — Mascar. Cacham cacham — Mascar. Cache: — Hundirse; Quechei — Ahogarse. Cachichi — Hormiga. Cafon — Mezclar, Revolver. Caliya — Agujero profundo en la tierra. Caman — El quinto. Caman — Revolver, dar vuelta á alguna cosa; revolcarse. También se dice: Camañ Caman. Cambañ — Llevar. Cambi — Callo. Canye — Riñones. Can — Dentro, A, De. Caniti — Regresar, volver atrás. Boñeye — Organo, flauta, to- car la flauta. Boojvi — Subir. Booy — Perdiz. Boraquiye, Vorabite — Barre- nar, barreno. Boyenye — Pueblo. Buca — Lagarto, chico. Buchai — Barro, Charco. Butacye — Lama. Capsaye — La planta del pié. Cara cara, Carcar — Gárgaras. Cari — Difícil, Trabajoso. Caritac, caritoqui — Trabajar. Caritaquich — Trabajador. Castic, Casve — Ir río abajo. Cavaqui — Dulce. Cavavas — Regaliz. Cave: — Mirar. Caveja — Ver. Cavejará tsun — Veremos. Cavni — Pronto, á prisa. Cavoi — Escapar. Cayutchiti — Arrepentirse. Caz — Rodilla. Caz, Cazzjeme — Doblar, Dobla. Cevuaqui, Cevaqui —Escuchar, oír. Cita — Chala de maíz. Citapa — Canasta para plumas. Cjat — Golpear con la mano. Cochai — Arder. Congetterai — Pedirá. Con — El marlo de maíz. Congeemec — Ruega. Congitica — Ruega. 54 ANALES VE LA SOCIEDAD Coniñ — Tragar. Cordacsi — Mazamorra. Coromas quene—Miel de abeja. Coromas, coromas fimo — Miel. Cos — Tabaco. Cotehai, Cotchaca — Machucar. Cotchi — Jaula, círculo, cora- zÓN . Cots — Igual, cabal. Cú — Carbón. Chaba misi — Decir algo en secreto. Chac, chac hoi — Safarse, des- clavarse. Chac — Sacar; Chaquevac —- Saca, Sacar. Chacanac — Freir, Frito. Chacanacsi — Frito. Chacchiti, Chaccheme — Al- canzar á alguno en el ca- mino. Chai — Vomitar, derramar. Chaimomo, Conei — Cascabel. Chambanda, Cheñeba — Baja eso. ; Chambañn — Bajar. Chanchequiye — Palo para re- volver la comida. Chandai — Estar echado. Chañam, Chañes — Seco. Chapa — Callapo. Chapaqui — Unir las balsas, hacer el cauapo, que consta de dos ó más balsas. Chapui — Loco. (1) sch = ch francesa. CIENTÍFICA ARGENTINA Cubi — Otra vez. Cúcúyete — Sonido del tambor. Cui — Su, suyo. Cupete, Cosch, Coschete (1) — Torcer la ropa para escurrir el agua. Cuitchi — Suyo (de él). Cútuye — Mango de cuchillo. Cuvi — Otra vez. Cuviyeva — Repite. Chata — Cierto, Verdad, Posi- tivo. Che — En, subfijo. Cheebañ, Tchiebañ — Está be- biendo. Cheeme — Alza, levanta. Cheeme quenai — Remangate los brazos. Chemon, Emoñ — Zambullir, inundar. Chep, Soño — Saliva. Chequiye, Tchiequiye — Vaso. Chet — Partir, Rajar, Mitad. Chet chet — Partido, en dos pedazos. Chet — Mitad; Chet crepa — Media tutuma. Cheti — Cimarrón. Chetti — Pelear. Chevanac — Tostar. Cheve, moche — Arriba. Cheyeva, Mejyeva, Saqueva — Levanta, retira, aparta, saca, Chi—I, conjunción. Chiata — En verdad, Así, Como. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 1919) Chicacsi — Obedecer, escuchar, creer. Chicacsin — Entender. Chicñe — Costillas. Chicoh — Lavar las manos, platos, etc. Chibbin — Tercero. Chii — Saber; Ichoiti — Apren- der. Chim — Ceniza. Chimbi, Chipañ — Crecer, re- tonar. Chime — Así, También. Chimicti -- Hablador. Chimo, Chimoye — Del mismo modo, también. Chindac — Boca abajo, Vol- cado. Chioi, Ime — Cerca, está cerca. Chipieisen — Flechar pescado. Cbiquei, Seve -— Oír. Chiquete — Respetar. Chiqui — Orinar; Chiquiyes — Orinal. Chiquine:, Chiche — Costillas. Chiquiñei mara — Costilla. Chiquitac — Teñir, dar color. Chiquiyu — Baños de pies. Chinca — ¿Quién? Chive, Siñeve — En la orilla. Chiviqui, Chivac — Contar. Chiyesmo? Tehiyesmo? — ¿Para quién es eso? Choben, Chuban — Abrazar. Choc, Choquei — Cortar. Choccho, Batsi — Mozo, joven, pollo. Chocchosi, Bans: — Moza, jo- ven, polla. Choctac — Bautizar. Choi — Gordo. : Choi, Choichoi — Arrancar. Choifoi — Nuevo, blanco, her- moso. Choifoige — Piadosa. Choj, Chojei — Derramar agua sobre algo. Chojbanara— Hacer de padrino. Chomimi — Delirio de muerte. Chomoñ, Comohñ — Cubrirse, arroparse. Chonye — Rueda. Chonyi ni — Ruído, bulla, ha- cer bulla. Choñiti — Desnudar. Choodaqui — Regar. Choonves — Zarcillos, Aretes. Chopani — Liebre. Chorecho — Canelón. Chororoi — Lágrimas. Chos ó Chox — Sangre. Chotinye, Chetinye — Pariente. Chovisinchi — Enemigo. Chox — ver Chos. Chubajme — Agarrar. Chuchui, Chichui — Callar. Chuedac — Echar solimán para pescar. La sch que siguese pronuncia como en francés la ch, y para distinguirla de la ordinaria le ponemos una s, de este modo, sch, y siempre que en este Vo- cabulario se la encuentre con esta letra, tiene la misma pro- nunciación. Schaly1 — Procrear. Schafyi — Clamar ó llorar á gritos. Schajarac — Colar. 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Scham scham — Enjuagarse. Schamañ schamañ — Frotar, Untar. Schami — Palma ordinaria. Schanschiri — Hoja de charo. Schañ chiañ — Hoja. Schevo — Especie de polilla. Scheyete — Raspar. Schic schic — Limar. Schii — Anta, Tapir. Schi im — Tabla delgada. Schioai — Robar. Schioacye — Schicha. Schion, Schioñi — Elojo. Schioñyi — Molesto. Schiru-Scharo, del que hacen la flecha. Dabba — Maní, Cacahuete. Dabba daba — Un árbol del monte. Daca — Rama, Horqueta. Dacañ — Rama de árbol. Dacque — Encontrar, hallar. Dacho — Cuerno. Dam — Poco. Dam dam — Despacio, Poco á poco. Damye — Más. Damye achi — Peor. Damye hem — Mejor. Damyerá — Será mejor. Damyet, Dam ayaya — Menos. Daqui — Hambre. Day, Daa1 — Mucho. Dej, Dindi — Tocar las cam- panas. (1) sch = ch francesa. Schiuaquis — Fresco. Schiusch — Carne, Cuerpo. Schoai — Robar. Schobbi — Hinchado. Schobbo — Calabaza. Schocscho — Mocos. Schoschoansi — Ladrona. Schoschoantehi — Ladrón. Schogbo — Espuma. Schoifoi — Blanco. Schonyiim — Molestos, Bulli- CIOSOS. Schucs: — Fornicar. Schum — Cama, frazada. Schuquí — Ebrio, Borra- cho. Der, Dertchi, Dersi — Grande Dere — Monte. Dere canñ — En el monte. Derecantchi — Bárbaro, Sal- vaje. Deri — Amontonar. Deroi — Cazar. Dersi — Grande, femenino. Deryeve — Ancho. Dindi — Tocar las campanas. Doch — Orqueta, Puntal. Dosch (1) — Pellizco. Dogit — Dios. Doiror — Mirar. Doqui, Yon — Coto. Dotch —- Remar con vara ó bo- tador. Dotchaquis — Remo. Dotchei — Apuntalar. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA Ebacye — Animal del monte, comestible. Euye — Animal de cría. Ebbeun — El sexto. Ebina — Hamaca. Ecañ, Equejah — Cosechar, re- coger. Ecuac, Equevac — Sacar del agua. Echajei — Espantar. Escham — Punta. Echetei — Recibir. Echoquei — Levantarse el ves- tido. Emei — Deleite, gusto, deseo. Eeyamin, Voori — Gritar. Efit — Menstruo. Eye — Qué cosa, cómo. Eyechuc — Que, lo que. Eyenca — Qué hay. Eye maje sexi — Qué quieres comer. Eyes — De qué. Eyes mo; Eyestchue 01; Eyes- nat 01? — ¿De qué es esto? Eyeye — Cómo; Eyeve == “Por qué, Cosa. Eyeges — Para qué. Eyeve — Porque. Ejae, Ejate — Matar. Ejaya — Está acabado. Ejeeme — Envidia. Ejem — Despacio. Ejemejem — Poco á poco. Ejicajte — Alcanzar, Agarrar. Ejieye — Color. Em — Bueno, Así. E 51 Em naijonye — Buenos días. Em yomoi — Buenas noches. Emiti — Cocinar. Emñeye, Emñetche — Arreglar, poner las cosas en su' lugar. Emoi — Buena. Emoñ, Umbañya — Diluvio. Emoñe — Necesito, es necesa- rio. Emtacsi — Mandar, ordenar. Emtacye — Precepto, obliga- ción. Emtaqui — Hacer. Emye — Bien. Emye mi? — Estás bien ? Endac, Eñaca, Iniaca — Tal vez, Así será. Enom enom — Lamer. Enono — Tábano. Entcheche — Liebre, Conejo. Entsi, Entsichic — Cuantos. Eñ, Mumu — Padre. Eñaca, Endac — Quizás, vez. Endaquerai — Pudiera ser. Eñe — Como; Eñe uts — Como este. Eñe jemya — Como antes. Eñe o. — Como ésta. Eñecsi mayenye—Cuantos dias hace. Eñera — Cómo será. Eñsi, Ensi — Cuantas. Eúñsi tupu quin — Qué hora es? Entchichic — Cómo será. Ep — Volcar la balsa. tal 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Eque, Ecañ — Cosechar. Equei — Escándalo. Equevac, Ecuac, Ecac — Sacar del agua. Equiit — Menor. Equijcati — Salvar, Librar. Equinetei — Amenazar. Equivac — Seguir. Equive — Venir detrás. Ere — Todo; Erepa1 — Todo igual. Eremii, Itsacsi — Morder. Erep, Ereptac — Remendar. Erepa — Tutuma. Erepai — Todo igual. Facacse — Provocar. Facche — Arriba, Adelante. Facoi — Enojarse, Enojado. Fananete, Faquete—KRonquear, reprender. Fandaqui — Cavar, Abrir fo- Sos. Faquin — Enojarse. Faral, Farei — Dar. Faraj yeme — Dale. Faraj, Faraje: — Dejar, aban- donar. Fave — Afuera. Fec, Nis — Linea, raya. Fecac— Hacer lineas. Fecsac, Fetsaqui — Cortar con cuchillo, limpiar la vegeta- ción menuda: Fefen, Ge — Partes de la mu- Jer: Fen — Huevo. Fequer fequer— Serrar tablas. Eroebei — El palo del moginete. Esi. Esivuati — Encender fue- go. Etchem etchem — Cojear. Etu, Ayeye: — Frio. Euii — Flatos. Evovo — Un pájaro negro. Eyacsi — Mandamiento. Eye — Abuela. Eyequí — Sustancioso, Pro- vIStO. Ezeñ ezeñ, Ezeñiti — Rascar. Ezezei, Canini — Escocer, es- COZOF. Fequeraquí — Aserrar. Fequeraquiye — Sierra. Fer — Fuerte; Ferye — Fuerza. Fer quati — Llorar fuerte. Feri, Fereva — Corre, Apura. Fer voori — Gritar fuerte. Feryejaca — Haremos con em- peno. Fets, Tots — Cortar. Feyac — Acequia. Feyaquis — Regla para rayar. Fi — Caldo. Fibbi, Ibbi— De valde, sin mo- tivo Fifi — Ventear; Pugei — So- plar con la boca. Fimo — Nombre. Fimo coromas — Miel de abe- jas. Firyei — Encender. Firyeva vera — Enciende la vela. 1,05 INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 59 Firijiri — Llama de fuego. Fiyi —Silbar. Focoi, Tambai — Podrido. Focoi — Podrirse. Foei — Echar cosa sólida; v. g. arroz, etc. Getsei, Getsac, Areti — Herir. Gicañ — En medio. Gicañya — Estando en medio. Giets — Arrodillarse. Giitchi — Tener celos de su mujer. Gipiacye — Apenas. Giquet, Giques — Manso. Giquie, Poromas anic — Mi re- moto, antiguo. Gisi, Yisi—Reir; Yischityet— Reilon. Give — Ano, Trasero. Hac por Ac — Tierra. Hachiqui — Bostezar con las DArices. Hayfati, Haifuyiyiti — Rabia, cólera. Ham — No; ver Am. Hechaja? — Y eso qué signifi- ca? Hejatte — Matar. Hem — Ver Em, Bien. Hem tche — Ha hecho, Obra. Hemjam; Ferubañ — Sano, fuerte. Hemtaquitchi — Hacedor. (1) sch = ch francesa. Fofor, Bohoj — Perdiz. Foifoi — Raspar. Fojojos — Viento fresco. Fom —Cuñada. Frayei — Botar, Arrojar. Fueye — Frijol, poroto. Giyeye — Entendimiento. Giyi — Pensar; Gieva — Pien- sa. Guagmu — Comunión. Guajmu — Entre, ver Guagmu. Guanac — Remangarse el ves- tido. Guarca, Chaquira — Abalorio. Guesch (1) — Quirquincho pe- queño, Tatú. Gueguei — Mascajo, lacre ve- getal. Hemyera mo? — Cómo será bueno ? Heque, Ecchete: — Recibir. Heyaqui — Bostezar con la bo- ca. Ho, otto — Palomas. Hochei, Hotchi — Respirar. Honsiche — ¿Cuándo? Hoñotchi — ¿Cuántos? Hoto — Zancudos; Oto — Ca- pihuara. Hoican — Esta. Hpaquidabba— Desgranar ma- nÍ. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hpi — Color verde. Hpii, Phii — Cola de pájaro. Hua hua — Paladar. Huatcheque — De repente. Huecho —- Molde de sal, Gajo. Ramo, Manojo, Racimo. Huemtchi — Marido. I Ya; Pospuesto á los verbos, for- ma el gerundio; v.g.: lendo, Incaiyage. Ya — pospuesto á los nombres, significa en Ó d, v. g.: Se va á Irupana — Irupana ya in- cai. Está en Guachi — Gua- chiya bel. lac — Diez. laccheti — Principiar. laei — Comprar. la etiesi, somacsi — Dar. la injarar — Agua clara. laquin — Olvidarse. lata — Yerba. les "Por. Igeati — Acompañar. Icheacsi — Enseñar. Icheeitticarai — Atendereis. levettige — Séptimo. l — Dice. Neñit — Temblar. Iicñitac — Temblar la tierra. heñiti — Moverse. licye — Pared de barro. ligi — Pensamiento. Huequis — El palo con que se golpea el ambaibo. Huesi, Huesequi — Hacer del cuerpo. Hujama, Za — Pero. Hucha — Pecado. Hun por Hem — Bueno, buena. Y Iyme — Flecha; lacsi — Fle- char pescado. limi guini — Llover poco. linye — Solo no más. lipiacye, Arajye — Casi, ape- nas. liques — Manso. Lisquiti—Retorcijones de vien- tre. ivi — Sauce. Liyu — Pensar. [jaate — Matar. Ijachiti — Descansar. Ijachitirar tsunñ — Descansare- mos. Ijae — Matar. [jan — Exceso, De más, Pasa. Tacpana Ijan — Diez más dos, ó sea Doce. [jitige — Esperanza. Imaqui — Cantar. Imusi, Tenuaqui Esconderse. In — Se pospone á los nombres para formar el plural. Incai — Ir, Entrar. -— Ocultar, (Continuard). NOTA SOBRE LAS AGUAS DEL MAR Por EL DocroR ENRIQUE HERRERO DUCLOUX Muchos son los trabajos analíticos hechos hasta ahora sobre las aguas del mar en las costas argentinas; mucho se ha hablado de la variedad de composición á latitudes distintas, profundidades diferentes y horas diversas; comentarios peregrinos se han hecho en vista de la discrepancia notada entre los datos publicados ; pero nadie ha encarado el asunto hasta ahora con carácter tan cientíti- co, con interés tan vivo y con más halagúeñas esperanzas que el doctor F. Lahille, jefe de la sección caza y pesca en el Ministerio de Agricultura. Entre los datos que con especial cuidado y preconcebido método, colecciona este sabio naturalista para su original Atlas Talaso- gráfico, base de nuestras industrias marítimas en el porvenir, figu- ran aquellos que se refieren á la composición química de las aguas de mar, en zonas determinadas. La obra es larga y costosa, los me- dios escasos y los resultados sólo dentro de muchos años podrán obtenerse; hasta entonces nuestra misión de químicos consiste en realizar la mayor suma de trabajo posible, base única del futuro. Entre los análisis practicados con muestras especialmente reco- gidas, he creído dignos de ser conocidas las cuatro que figuran en el cuadro. Las muestras 1 y 2 fueron extraídas en Bahía Blanca; en baja mar y pleamar respectivamente, Las muestras 3 y 4 de la costa del Rio Negro en baja mar y pleamar del mismo modo. También han sido analizadas por mí en el laboratorio químico del Ministerio, 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuyo jefe, M. Pablo Lavenir, presta al doctor Lahille en su obra, su decidido concurso. Llamará la atención en el segundo análisis, la presencia de áci- do sulfhídrico en un agua marina, pero como la muestra es de alta marea y cerca dela costa, con depósitos considerables de materias en descomposición en los fondos, se explica fácilmente la existencia de este gas en proporción notable. Siendo la proporción de hierro tan pequeña, nose indica se- paradamente comoprotóxido, siendo unidoá la alúmina en la mis- ma cifra. Se ha dado especial importancia á la determinación de la densi- dad, calculada con una aproximación de 0.00004, pues parece ser una base de valor en la clasificación de las aguas, del punto de vis- ta desu fauna, según las convenciones de International Conference for the exploration of the Sea, celebrada el año 1898 en Esto- kolmo. Sin otro comentario, he aquí los resultados : Determinaciones 1 2 3 4 Eolica ta: incolora incolora incolora incolora ASPEcto leia de . transparente turbio turb.sed. pardo líq. turbio Reacción en frío...... alcalina alcalina alcalina alcalina Reac. después de hervir fuert. alc. fuert. alc. fuert. alc. fuert. alc. Densidad á 4? C...... 1.03419 1.03420 1.03759 1.03494 Resíd. entre 1009 1059 37.958 37.807 44.572 40.528 Resíduo á 180? ...... 33.801 33.463 41.207 37.073 Resíduo al rojo....... 32.845 32.094 38.802 34 807 Res. al rojo. ac. sulfúr. 39.996 39.841 49.866 44.292 Materia min. en susp.. 0.1171 0.0781 0.2946 0.0587 Mat. arg. en O (sol.alc.) 0.0028 0.0058 0.0008 0.0006 Mat. arg. en O (sol.ác.) 0.0109 0.0116 0.0198 0.0161 Alcalinidad en10, 11,. 0.135 0.294 0.169 0.142 Acidos : Acido sulfhídrico.... no hay 0.0198 DO hay no hay Anhidrido silícico.... 0.0155 0.0125 0.0150 0.0155 Anbidrido carbónico... 0.0610 0.0744 0.0655 0.0635 CU A 18.4193 18.3292 22.5612 20.1092 Anhidrido sulfúrico... 2.2490 2.2450 2.6652 2.3708 ACIAO MÍTICO. 20. als no dosables no dosables no dasables no dosables Acido nitros0........ no hay no hay no hay no hay Acido fosfóriCO....... no dosables no dosables no dosables no dosables Buses : Alúm. y peróxid. hierro Oxido de calcio...... Oxido de magnesio... Oxido de potasio..... Oxido de sodio....... Amonio ns Combinaciones SMC IA A Peróxid. de hie. y alum. Carbonato de calcio... Carbonato de sodio... Sulfato de calcio..... Sulfato de magnesio. - Cloruro de magnesio... Cloruro de potasio.... Cloruro de sodio..... Cloruro de amonio... 3 0.0119 0.6460 1.8523 :0.8951 137145 no dosables 0.0155 0.0155 0.1385 no dosables 1.3803 2.1573 2.6912 1.4186 25.9254 no dosables 33.7383 2 0.0112 0,6330 1.9091 0.8122 13.6323 0.0002 0.0125 0.0112 0.1690 no dosables 13042 2.2148 2.7814 MASA 25.7706 0.0006 33.540 NOTA SOBRE LAS AGUAS DEL MAR 3 0.0140 0.6272 1.9366 0.9465 17.4982 no dosables 0.0160 0.0140 0.1488 no dosables 1.3205 2.3329 2.3560 1.4992 33.0783 no dosables 41.2657 63 4 0.0090 0.5710 1.6873 0.8907 15.6160 0.0001 0.0155 0.0090 0.1441 no dosables 1.1906 2.5059 2.0235 1.4107 29.5208 0.0003 96.8204 ANTIGUEDADES CALCHAQUIES DATOS ARQUEOLÓGICOS SOBRE LA PROVINCIA DE JUJUY (REPÚBLICA ARGENTINA) Por JUAN B. AMBROSETTI (Conclusión) La quinta tiene también cuatro figuras alargadas y diagonalmen- te dispuestas, en cuyo interior se ve una línea en zig-zag, Como sl fuera un rayo. La sexta se halla ocupada por cinco cuadrúpedos, de cuerpo triangular, rabo corto y arqueado, cabeza con orejas grandes y la lengua de fuera ó colgante. VIVTVIS Fic. 59. — Dibujo de un mate (Museo de La Plata) Uno de ellos muestra entre las orejas dos apéndices hendidos co- mo si fueran cuernos; los demás ni rastros tienen de ellos. Podrán representar, el primero un ciervo y los otros vicuñas Ó huanacos dado el tamaño de las orejas. La séptima tiene una serie de espirales que se unen entre sí por una gruesa faja algo arqueada, con pequeñas lineas diagonales en su borde inferior. Esta figura, como se verá, es muy empleada en la ornamentación de estos mates, variándose al infinito. La octava, aunque de mayor tamaño que la primera, tiene el mis- mo dibujo. ANTIGÚEDADES CALCHAQUÍES 65 La novena muestra escaleras, con los peldaños que arrancan de una línea vertical, en cuyos extremos lleva en sentido inverso un elemento de greca. Y porfin, la décima muestra las mismas verticales pero con un lado dentado y unidas entre sí por líneas dentadas también de un solo lado. Dos pequeños agujeros, uno en cada extremidad, rematan esta pieza interesante, cuyo uso parece haber sido solo ritual ó votivo. ———— — _ __——___=-_—_ _—_ h AM AA Fic. 61.— En un mate (Museo de La Plata) Otro pequeño agujero en la segunda zona sirvió, con el de la ex- tremidad superior, para pasarle un cordel y llevarlo colgado. El museo de Etnografía de Berlín tiene algunos mates grabados muy interesantes; publico los dibujos de los mismos, que debo á la exquisita gentileza del doctor Karl von den Steinen que se ha servido remitírmelos. La numeración que los acompaña es la que tienen en dicho museo. Todos estos mates fueron hallados por el doctor Max Uhle en las tumbas que excavó en Pueblo viejo, quebrada de Tucute, cerca de Casabindo. El Museo de La Plata posee otros cuatro más, con simple or- FiG. 62.— En un mate (Museo de La Plata) namentación, cuyos dibujos debo al doctor Roberto Lehmann Nitsche. Del museo nacional describiré dos : uno de la momia de la colec- ción Zavaleta y otro que creo es del Valle de Yocavil (Salta). Los dibujos más simples pueden verse en las figuras 61 y 62, y se reducen á sencillas guardas de picos, la primera simple y la se- gunda doble, esto es: una arriba y otra debajo, con sus picos alter- nados, de modo que la línea libre de grabado, que resulta entre ellos, aparezca como ondulada. Esta guarda figura 62 está acompañada, además, por otra línea de puntos. Una guarda de picos seguida por otra gruesa de líneas cruzadas AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 5 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y cuadrados negros dentro de los espacios libres, se ve en un mate del museo de Berlín (fig. 63). Figura 64. Guarda de cuadrados verticales con su interior cru- zado por rectas diagonales; entre éstos, se ve uno en el centro, en FiG. 63. — Mate del Museo Etnográfico de Berlín (No del catálogo VA. 11389) blanco, mostrando cuatro apéndices formados por tres curvas, algo así como la mitad del signo que empleamos para indicar el párrafo ($). Estos signos salen transversalmente, dos á cada lado y a AE So UA => SY ROSY DADA Fic. 64. — Mate del Museo Etnográfico de Berlín (No del catálogo VA. 11362) con la dirección de la línea terminal curvada en sentido inverso. Hay un dibujo muy característico entre los mates de Jujuy, que se repite mucho y está formado por líneas en forma de S, cuyos Fic 65. — Mate del Museo Etnográfico de Berlín (No del catálogo VA. 11391) extremos forman espirales; las líneas son dobles, es decir, una sale del borde superior de la franja y otra del inferior. El espacio ex- terno, entre estas líneas y el borde de la franja, es negro. Sobre la franja y entre ésta y el borde del mate, se hallan pequeños triángulos invertidos; y en otros ejemplares cuadra- ditos ó simples líneas. La figura 65 es un ejemplar típico de este dibujo. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 67 La figura 66 es una modificación del anterior dando más vueltas las espirales y presentando las líneas que las unen, del lado interno, una série de pestanas. Este mate acompaña la momia de la colección Zavaleta. El mismo dibujo pero doble, es decir, repetido en dos fajas, una FiG. 66. — Museo Nacional más ancha arriba, y otra más angosta, la inferior, y con el agre- gado de una línea de puntos, que parece unir las espirales de la faja superior, se halla en el mate de la colección Gerling (figura 67). Transformación de los dibujos anteriores es el que presenta el FiG.67. — Mate de Casabindo. (Col. Gerling. Museo de La Plata) mate de la Rinconada que poseo (figura 68); es amarillo, cortado transversalmente de modo que figura un puco, como casi todos los descriptos, se halla muy bien conservado, tiene doce centímetros de diámetro por cinco de profundidad; á medio centímetro del borde Fic. 68. — Detalles de un mate de la Rinconada empieza una ancha faja grabada, de tres y medio centímetros, re- presentando cuatro espirales dobles y en sentido contrario, que forman á ambos lados dos líneas gruesas encorvadas y punteadas en su interior y separadas entre sí y del resto de los límites del or- namento, por tres espacios negros alargados. Unen esta zona al borde del mate, pequeños cuadrados negros colocados de distancia en distancia, algunos de ellos cruzados por dos líneas transversales. Como dibujo es muy agradable y elegante. 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Figura 69. Los dibujos de este mate se dividen en dos secciones: una, muestra el elemento ya descripto de las curvas en espirales que naciendo de un triángulo negro forman esos dibujos en S; y la otra, una serie de serpientes representadas de una manera poco común entre los objetos calchaquíes. Las serpientes están enrroscadas en espiral, en vez de estarlo en S, como casi siempre sucede; y presentan una sola cabeza FG. 69. — Detalles del dibujo de un mate, Museo Etnográfico de Berlín (No del catálogo VA. 11361) lanceolada, una línea vertical cruzada por otras tres pequeñas ho- rizontales indica la boca; es una modificación del dibujo de las ca- bezas de serpiente de los valles calchaquies, en las que la boca se abre en ese mismo sentido, y los dientes se hallan colocados lo mismo que las pequeñas líneas horizontales. El cuerpo de estos animales presenta una serie de paralelogra- Fic. 70. — Ornamentación de un mate del Museo de Berlín (No del catálogo VA. 11390 mos cruzados en su interior por dos líneas y entre ellas, cuatro puntos; la cola se halla rellenada por pequeñas líneas cortas colo- cadas más ó menos en dos series. Este dibujo es muy interesante. Curioso es también el mate del museo de Berlín figura 70. Una guarda de picos triangulares, y dirigidos uniformemente en una misma dirección encierra la parte superior del dibujo. Debajo de ella sigue una serie de figuras formadas por una fina espiral central encerrada por dos triángulos alargados, cuya pri- mera mitad es negra, y dentro de ella aparece una cruz de malta en ANTIGÚEDADES CALCHAQUÍES 69 claro, con otra cruz de líneas en su interior. La segunda mitad hasta el vértice es reticulada. Otra serie de picos triangulares algo más pequeños que los ante- riores corren sobre el lado externo del triángulo inferior. Es digno de notarse en este dibujo la intervención de la cruz, SAN y Fic. 71. — Mate del Museo Etnográfico de Berlín (No del catálogo VA. 11360) que significa la lluvia en la mitología Calchaquí; lo que me in- elina otra vez más á suponer estos mates ceremoniales ó votivos. La figura 71 nos muestra un dibujo de otro mate, en el que, Fic. 72. — Dibujos de un mate del Valle de Yocavil (Salta). Museo Nacional como excepción, notamos la falta de seguridad y de esa admirable práctica en el pirograbado que hallamos en la generalidad de los otros mates. Dos guardas de picos triangulares de tamaño diverso, colocados verticalmente, encierran algunos elementos de guarda griega com- binados con otros que seguramente han querido ser escaleras, algo 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA así como se ve en algunos pucos y en el porongo figura 58, pero todo mal hecho y sin importancia alguna. La figura 72 representa el desarrollo en un plano, del grabado que cubre las dos terceras partes de un mate esferoidal de 34 cen- tímetros de circunferencia, procedente del valle de Yocavil y que se halla actualmente en el Museo Nacional. El dibujo es uno sólo, es decir una línea doble que forma dos espirales, una dentro de la otra, y ésta se desenvuelve de una ma- nera muy ingeniosa repartiéndose sin solución de continuidad, en tres ovillos espirales grandes y otros tres pequeños intermedios. La base del mate está desprovista de dibujo, y el resto se halla recubierto totalmente por ellos. En la parte superior central, que está rota, es posible que hu- biera habido un pequeño agujero. Esta pieza, en buen estado de conservación, es notable por el in- genio del artista indio y la seguridad en su ejecución, que reputo además sumamente paciente, pues se nota que el procedimiento del pirograbado ha sido lento, pues las líneas puede decirse que en su mayor parte están formadas por pequeños trazos que se van sucediendo unos al lado de los otros. Además diré que entre las antigúedades de la provincia de San Juan se han hallado también mates pirograbados y el Museo Na- cional posee algunos fragmentos interesantes de Calingasta, repre- sentando serpientes. Más abundantes aún son los mates lisos ó con simples grabados sin importancia. La momia de la colección del Museo Nacional posee varios, algu- nos enteros y sólo con un corte pequeño, como para convertirlos en recipientes. Entre los objetos que estudio poseo también varios ejemplares. Uno es rojo obscuro, de ocho centímetros de alto y de forma globular, al que han hecho un agujero circular hacia un lado, ba- jo del vértice, de dos centímetros de diametro; de este agujero parte una línea que rodea al mate más ó menos á dos centímetros de él y de la cual cuelgan signos grabados á fuego pero muy mal hechos, de modo que fuera de un grupo de líneas verticales á cada lado del agujero, no se reconocen los otros dibujos que al parecer fueron triángulos dobles unidos por sus vértices. Se vé fácilmente que la mano del artista ha andado muy torpe. Otro es un pequeño mate rojo claro, chato, de los que vulgar- ANTIGILEDADES CALCHAQUÍES 71 mente se llaman galletas, de ocho centímetros en su diámetro mayor y cuatro de altura. En su vértice ha sido cortado, dejando un agujero central de uno FiG. 73. — Dibujos de la parte superior de un mate chato (Galleta) Casabindo, Jujuy (Col. Gerling, Museo de La Plata) y medio centímetros de diámetro y alrededor de éste hay tres agu- jeritos de suspensión colocados como si hubiesen querido hacer cuatro equidistantes faltando el cuarto. (4) b C FrG. 74. — Peine y tazas de madera Tiene un buen estado de conservación. Entre las galletas merece mencionarse la figura 73 del Museo de La Plata, en cuya parte superior se ve una serie de triángulos, de cuyo vértice sale un gancho, todos dirigidos en el mismo sentido y algunos otros signos sueltos. 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Este objeto presenta, además, cuatro agujeros de suspensión colo- cados en grupos de á dos á cada lado de la boca. Fuera de los mates, hállanse también en Jujuy algunos otros re- cipientes de madera y aún de piedra. La figura 74h nos muestra una taza de madera, bastante tosca y cuyo pie se halla destacado por una excavación anular. La figura 74c, es otro recipiente formado por un fruto leñoso de cáscara gruesa, de cinco milímetros de espesor, el que han cortado transversalmente, formándole, además, una base plana. Es liso y está exteriormente pintado de rojo. El corte es elíptico pero muestra dos pequeños estrechamienlos en el centro. Parece que ha sido objeto común, pues entre los que acompañan las momias de la figura 1, se ve un recipiente exactamente igual. Fic, 75.— Taza de piedra, Rinconada (Jujuy). El Museo Etnográfico de Berlín tiene, además, otro objeto pare- cido, el que en su catálogo lleva el número VA. 11286. La figura 74a, es la reproducción de otro peine pero hecho de pequeñas cañas, en vez de espinas de cardón. Es de Cochinoca. Figura 75. Taza de piedra de siete centímetros de diámetro en su base y tres y medio de alto en sus paredes del lado externo, y dos y medio del interno. El grueso es de medio centímetro. Su forma puede decirse que es una sección de cilindro. Ha sido tallada en una roca volcánica. Ignoro su uso probable, es quizá un objeto votivo, porque dada su poca capacidad, sólo ha podido contener una ofrenda. En el Museo de La Plata se halla un ejemplar exactamente igual de Incahuasi, provincia de Salta, coleccionado por el señor Gerling, en un sepulcro antiguo. En las tumbas se hallan muchos otros recipientes pequeños de madera, hueso y aún de cuero ó de ambas substancias combinadas, naturalmente no ya para contener líquidos, pero sí para llevar pol- vos, pinturas de colores ó pequeños objetos. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 713 El señor 6. Gerling, entre sus hallazgos encontró : dos tarritos de hueso con tapa de cuero que los cubría hasta la mitad, contenien- do un polvo fino gris. Otro tubo de madera de diez centímetros de largo por cuatro de diámetro, forrado en cuero y con tapa de la misma substancia conteniendo el mismo polvo. Una cartera formada por una tablita de doce centímetros por cin- co en cuyo derredor se ha doblado un cuerito formando así como una carterita que contenía plumas de picaflor. Fic. 76. — Disposición de los edificios del Pukará al SE, de la Rinconada Croquis del señor G. Gerling. «a : son menhires Un tubo de caña de 7 centímetros por dos de diámetro conte- niendo huesos de pájaros. Todos estos objetos están descriptos y figurados en el Catálogo del doctor Lehmann Nitsche. POBLACIONES La región de la Puna de Jujuy ha sido anteriormente muy pobla- da, aún se ven restos de habitaciones á 3000 y 4000 metros de altura sobre el nivel del mar. Pocas exploraciones se han llevado á cabo en esa zona, así es que no nos resta sino mencionar el dato. En las demás porciones del territorio las ruinas abundan por to- das partes ya sea de pueblos abandonados; ya de campos de sem- bradío en las mismas condiciones. 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las causas que produjeron este abandono son dos: la disminu- ción de la población india, por una parte, y la falta del agua nece- saria para sus cosechas, por otra. Estos fenómenos que desde hace siglos vienen produciéndose pa- ralelamente hacen que aún hoy, debido áambas causas ó á la se- gunda solamente, todos los días se abandonen poblaciones peque- ñas cuya tierra no puede regarse y que poco á poco no vayan que- dando más que los lugares ya conocidos y clásicos como Casabindo Cochinoca, Santa Catalina y la Rinconada entre otros, los que á su vez van despoblándose paulatinamente, como lo demuestran las casas en ruinas que rodean dichos pueblos, testigos mudos de sus mejores tiempos. La forma y disposición de las antiguas poblaciones indígenas es muy variable, y como ya lo indiqué en otro trabajo (1) pueden dividirse en pueblos propiamente dichos, fortalezas Ó pukaraes y campos de refugio. Los pueblos se formaban cerca de los sembrados ya en un gran núcleo ó ya en habitaciones separadas. Los campos de refugio sobre los cerros casi inaccesibles para po- der ocuparlos con las mujeres y niños en caso de guerra. En cuanto á las fortalezas se hallaban siempre en posiciones estratégicas en la boca de las quebradas y en los morros salientes frente á los campos abiertos. De una de estas fortalezas ó Pukará poseo un croquis que levan- tó el señor Gerling (fig. 76). Se halla situada á tres leguas al SE de la Rinconada, cerca del cerro aislado Pan de Azúcar, sobre una meseta alta que se halla en la llanura. El lugar está estratégicamente elegido, al norte da vista á la gran llanura que tiene la laguna Guayatayoc. Al oeste y al sur, la se- rranía de la Rinconada y de Quichagua. Esta meseta tiene como ciento veinte metros de altura y sus cos- tados son barrancas escabrosas casi á pique, no teniendo más que un solo lugar accesible del lado del sur. La superficie que presenta arriba es de dos hectáreas más ó me- nos y toda ella está rodeada por una pirca ó muralla de piedra de defensa deun metro de alto por medio de espesor. Dentro de esta muralla se hallan una serie de construcciones de (1) La antigua ciudad de Quilmes. Bol. Inst. Geogr. Arg., t. XVIII. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 715 forma diversa, las que no siguen ningún plan de orientación ni de ordenación. Algunas de ellas son una serie de piezas cuadradas; cuatro ó cinco, otras son cuadradas yen uno de sus extremos llevan otra pieza circular más pequeña con la que se comunican. Esto mismolo he encontrado en Quilmes. Y otras, por fin, son grandes canchas ó corrales cuadrados con una habitación tambien cuadrada, pequeña, en uno de sus ángulos. Lo que llama la atención dentro de algunas de estas construc- ciones son unos menhires cilíndricos ó en forma de columna, lisos de 1.50 á 2 metros de alto fuera del suelo, y unos treinta y cinco centímetros enterrados. El señor Gerling no los ha encontrado en ninguna otra ruina de Ju- juy, mientras que en ésta están representados por cinco ejemplares. Tuve la satisfacción de dar la primer noticia sobre estos inlere- santes monumentos de piedra que descubrí en Tafí en 1896 (1), posteriormente el doctor Quiroga descubrió otros más en el mismo cerro del Anconquija (2). Su objeto no está bien explicado todavía, pero noes difícil que sean monumentos religiosos de un culto fálico y que su presencia dentro de estas construcciones tenga que hacer con las ceremonias que debían producirseallí, para propiciarse la fecundación ya de la tierra, ya de sus ganados (llamas) ó de los animales de caza mayor huanacos y vicuñas. Esta hipótesis se basa en las costumbres y ceremonias actuales fálicas que aún se efectúan en algunos puntos del valle Calchaquí y sobre las cuales he escrito en otro trabajo (3). TUMBAS La mayor parte de los objetos hallados en Jujuy provienen de las tumbas pircadas. (1) Los Monumentos megalíticos del Valle de Tafí. Boletín del Instituto Geo— gráfico, t. XVIIL, p. 105 y siguientes. (2) Ruinas de Anfama y el pueblo prehistórico de la Ciénega, Boletín del Instituto Geográfico, t. XX, p. 95 y siguientes, 1899. (3) Costumbres y supersticiones en los valles Calchaquies (Prov. de Salta) en Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, tomo XLI, página 41 y siguientes. 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estas en vez de ser subterráneas, están en un gran número de casos, adosadas á los cerros, en cuyos paredones se han aprove- chado las cavidades naturales que presentaban, para rodearlas de una pared de piedra que las cerrase ya completamente ó dejando una pequeña ventana en cada una, de forma cuadrada. La impresión que dejan estos sepulcros en las quebradas de los cerros es la misma de las construcciones de los Clif Dewllers, de los cañones del sudueste de los Estados Unidos (fig. 77). FiG. 77. — Tumbas en un arroyo cerca de la Rinconada, de fotografia del señor Pedro Crouzeilles Pero hay que tener en cuenta que éstas son tumbas, mientras que aquéllas fueron habitaciones y por consiguiente sus ¡prope ciones son mayores. El señor Gerling halló de estos sepulcros, que exploró con resul- tados satisfactorios, en Casabindo (tig. 78), y visitó otros en el cañón del río San Juan de Mayo como á seis leguas de Santa Catalina, algunos sin resultado, por lo que él cree que sirvieron de trojes para conservar las cosechas de maíz y algarrobo. Yo supongo más bien que sean tumbas vacías de las que se han extraído anteriormente los cadáveres. Estas construcciones, en número de cinco, se encuentran en el hueco de un paredón á pique como de cuatro metros de altura, y para visitarlas hubo necesidad de descolgarse con lazos. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES vil Sus medidas son, desde un metro cincuenta hasta dos metros de diámetro; y su forma es cas1 circular, techadas de modo que tie- nen la apariencia de un horno. Están. construidas de piedra y cubiertas exteriormente con un reboque de barro. Una piedra laja rectangular servía de puerta y cerraba hermé- FiG. 78. — Tumbas de Casabindo, en forma de horno, exploradas por el señor G. Gerling ticamente. La abertura permite con dificultad la entrada de un hombre : 0,60 >< 0,70 de alto. Algunas de las construcciones de la Rinconada fotografiadas por el señor Pedro Crouzeilles, difieren algo de aquéllas en su forma general ; en éstas las paredes de piedra pircada complemen- tan el hueco del paredón, y en ellas están formadas con piedra laja las ventanas que son más pequeñas, otras tienen también el aspecto de los hornos ya mencianados. Es de desear una exploración prolija de la región jujeña, que no dudo nos reserva novedades de un alto interés científico y quien 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sabe si no se encuentran más adelante, entre tanta quebrada poco transitada y conocida aún, verdaderas habitaciones como las de los Cliff Dewllers. LOS CALCHAQUÍES ACTUALES La población calchaquí, de Jujuy, en la actualidad está muy mezclada con elementos bolivianos y sus costumbres y supersticio- nes se confunden en gran parte. Fic. 79. — Vista parcial de una feria dle la frontera boliviana. Interesante es el largo instru— mento de caña que remata en una cola de vaca y es soplado por un indio, mientras otro lo sostiene. Fotografia del señor Pedro Crouzeilles. Esta confusión y mezcla provienen principalmente del enorme tráfico que existió por Jujuy, entre Bolivia y el Río de la Plata, des- de la época colonial hasta nuestros días. Tráfico que necesitó mucha gente, principalmente de esa provin- cia, prácticos en el manejo de las mulas y llamas, únicos elemen- tos de transporte que se emplearon casi exclusivamente. El otro motivo fueron las ferias como la de Jujuy, y la de Huarr, en Bolivia, en las que se trafican los frutos de la tierra y sobre todo los ganados, lo que obliga á los habitantes de los cerros á via- jar ya come conductores de hacienda, ya para vender los productos de su industria ó de sus chacras (fig. 79). ANTIGUEDADES CALCHAQUIES 79 Todo esto durante siglos, hizo que los indígenas, á pesar de ser tan refractarios á todo lo que no sea del terruño, hayan tenido forzosa- mente que mezclarse é iraportando poco á poco, elementos extraños de costumbres y supersticiones que concluyeron por incorporar. Sin embargo, el viajero curioso que quiera investigar despacio y á fondo los datos folklóricos que esas poblaciones aún ofrecen, ha- llará un material valiosísimo de estudio. Los hombres se ocupan en la Puna de Jujuy de todo y comparten FiG. 80. — Hato de llamas domesticadas, tomando agua, Rinconada (Fotografia del señor P. Crouzeilles) con sus mujeres los rudos trabajos á que los obliga la dura lucha por la vida, en esa región fría, seca y pobre. La cría de llamas y de ovejas son la base de su existencia junto á las escasas cosechas que recogen de papas, quinoa y maíz. La llama (Auchentia llama) ó carnero de la tierra, como la llama- ron los españoles, ha suplido en las montañas de la América del Sur, á todos los demás animales que el hombre domesticó en los otros continentes (fig. 80). La llama proporcionó á los indios y les sigue proporcionando, su carne, su cuero, su lana y al mismo tiempo una bestia de trans- porte, lenta y de poca carga si se quiere, pero de primer orden por su sobriedad y su agilidad en la marcha por los cerros, donde no necesita de caminos para viajar. 80 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por esto es que sobre este animal simpático, el indio no sólo re- concentra su más acendrado cariño, sino que también ha creado para él un sinnúmero de ceremonias. Además de las que ya he descripto, propias de los valles calcha- quies (1), agregaré otras más que debo á mi amigo el señor Pedro Crouzeilles, recogidas en su paso por la provincia de Jujuy en la comisión de límites con Bolivia. Al emprenderse un viaje. — Inusitado movimiento se nota en la vivienda de un habitante de la Puna. — La gente de la casa luce sus mejores galas — una llama espera cerca la hora del sacrificio —el hato de llamas de carga está rodeado (los tatas (2), ya que éstos son los que conducen el alimento para la familia), el día no es martes, pues, en martes no se mata, nies viernes porque en vier- nes no se inicia un viaje. El indio que se dispone á hacer un viaje, se aproxima á la llama, le da coca y chicha, la cubre con una manta poniéndole la cabeza hacia el sol. Se descubre con respeto, mueve los labios como si balbuceara una oración, pide perdón á la víctima y luego le corta la cabeza. Los indios recogen la sangre y con ella hacen aspersiones sobre los muros de la vivienda. Esto significa el sacrificio á la Pacha Mama para que ésta sea propicia al viajero. Al retornar de un viaje. — A lo lejos se oye el grito peculiar del llamero; en la cumbre del abra lo espera la mujer, quien lo recibe de rodillas y le presenta una chuspa que ha tejido en su ausencia — luego de arrimar las piedras á la apacheta (3) y arrojar el acu- llico (4) regresan á la casa, animando el hato con gritos y silbidos. Allí rodean los tatas, á quienes rocían con chicha y les dan coca. El lugar donde deben colocar la carga es también regado con chicha y sembrado de hojas de coca — el dueño de casa el primero y por turno en orden de edad cada miembro de la familia, proceden á bajar los bultos y los colocan en montón — el cencerro de la madri- na lo colocan sobre la carga — enfloran las llamas con vistosas borlas de lana, repiten la porción de coca y chicha y las dejan en libertad. (1) Costumbres y supersticiones, etc. Notas de Arqueología Calchaquí, etc. (2) Tata — Padre. (3) Montón de piedras votivas en las abras de los cerros. (4) Bola de hojas de coca que mascan. ANTIGUEDADES CALCHAQUÍES 81 La familia entonces se coloca en derredor de la carga y le hacen aspersiones á la vez que beben todos; el indio agita el cencerro y simula arrear el hato — sigue el beberaje y con él la fiesta, que consiste en un baile en rueda tomados de las manos, al són de la caja y flauta, baile que dura horas sin término. Señalar las ovejas (1). — El acto de señalar las ovejas de- manda su ceremonia apropiada. Toman dos corderos de distinto Fi6. 81. -- Indio de la Puna de Jujuy, tocando la quena (flauta) y acompañándose con la caja (tamboril). Fotografia del señor P. Crouzeilles sexo de los más lozanos, los adornan con borlas de lana de vis- tosos colores y los acuestan en el suelo. Les dan á comer coca y beber chicha, se les une en indisoluble lazo ya que esto sig- nifica un matrimonio simbólico. Los concurrentes á esta fiesta, vecinos y amigos del dueño de casa, le ofrecen hojas de coca en formas de palma ó caprichosas, diciéndole « aquí le presento tantas ovejitas ». En seguida les hacen la señal, cortando parte de las orejas y los fragmentos extirpados, asícomo los del resto de los corderos, con el agregado de chicha y coca se entierran en una apacheta de piedras blancas. Por el tamaño de este montículo se puede apreciar fácil- (1) Llamas, restos de su antigua costumbre. Vease: Costumbres y supersticio- nes anteriormente citadas. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente la riqueza del hacendado, si es grande, es indicio de opu- lencia. Todas estas fiestas son coronadas por la más descomunal borra- chera. Agricultura. — Hábitos de trabajo le sobran al indio de la Puna, como andarín no tiene rival, hace jornadas diarias de doce leguas sin mayores muestras de fatiga. En la parte de montaña donde es Fic. 82. — Espigas de maiz halladas en las tumbas de Casabindo. (Tamaño natural) posible el riego se hacen huertas que parecen colgadas de los cerros, allí es pródiga la Pacha Mama (madre tierra) y aquel que ha sido favorecido con un lugar de éstos, la colma de ofrendas y sacrificios. En el centro del cuadro á sembrar, hacen un hoyo y en éste colo- can chicha y coca, sin perjuicio de ingerirse ellos á su vez muy re- gular dosis de la primera. Al germinar la semilla y al recoger el fruto repiten la operación (fig. 82). Es creencia arraigada entre los indios que aquel que denuncia el lugar de las Chulpas (1)es maldito, se secan las corrientes de agua (1) Chulpa, sepultura. ANTIGUEDADES CALCHAQUIES 83 que alimentan sus cultivos y la Pacha Mama les niega sus frutos, Prácticas funerarias. —Entre otras estos indios tienen la siguien- e: el día de difuntos, 2 de noviembre, se reunen en el cementerio por grupos de parientes y sobre las tumbas extienden un poncho que cubren de ofrendas para el muerto, como ser: papas, huevos, masas de harina, coca y chicha. El más viejo de los asistentes dirige el rezo, entre continuas liba- ciones y asperjando al mismo tiempo la tierra que cubre el cadáver. FiG. 83. — Capitán de los Chunchos, director del baile. (Fotografia del señor P. Crouzeilles) Luego tratan por medio de un sistema muy original, de saber cuál de las oraciones de los circunstantes es la más propicia, para esto juegan á la taba tirándola por sobre la sepultura al través. El que gana, de pie y con los brazos puestos en cruz, pronuncia la oración, mientras que el que pierde demuestra su tristeza con semblante de compungida aflicción. Este es un resto de las antiguas prácticas. EL BAILE DE LOS CHUNCHOS Hoy los indios que en razón de sus creencias, esperan algo de la divinidad, hacen la promesa de ser chunchos en la fiesta anual de la Patrona ó Patrón, ó Virgen ó Santo del pueblo á que pertenecen. 84 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA He aquí cómo relata el señor Crouzeilles esta ceremonia que pre- senció, tomando al mismo tiempo las fotografías que acompaño. El traje de carácter de un chuncho es un disfraz, consiste en un sombrero, de forma de elástico de oficial de marina lleno de meda- llas, cintas y plumas; una máscara á la que le pintan grandes lágrimas; dos chales ó pañuelos de espumilla terciados en bando- lera ; uno ácada lado, puestos sobre un camisolín de monaguillo; complementa esta indumentaria un par de guantes de hilo ó de vicuña y un pañuelo. Fic. 84. — Baile en el atrio de la iglesia. Colocados los chunchos en dos bandos, uno frente á otro, salen de cada lado uno y bailan en el centro. (Fotografia del señor Pedro Crouzeilles). El jefe de los chunchos (capitán) lleva como insignia de mando un látigo y sus compañeros ó soldados le obedecen del modo más pasivo (fig. 83). La víspera de la fiesta salen en filas de dos en fondo, se aproxi- man á la Iglesia, haciendo diversas figuras, al són triste y monótono de un violín. Esta especie de cuadrilla ¿es un baile, ó una cere- monia religiosa de un culto antiguo? Sus pañuelos se entrelazan, se hacen y deshacen nudos caprichosos al compás del violín y con un paso gimnástico muy acompasado. Después de cada figura sa- ludan hacia el templo con una profunda reverencia, toman el pa- ñuelo de cada estremo y simulan enjugarse una lágrima. Entonan un canto semireligioso, se saludan entre sí y se enjugan las lá- ANTIGUEDADES CALCHAQUIES 85 grimas unos á otros, miran hacia arriba (al sol Óá las nubes?) y repiten las figuras de este baile extraño. El día siguiente repiten estos actos y figuran otro baile. Un chun- cho lleva un palo del que cuelgan varias cintas de colores cuyos extremos toman los demás y con paso gimnástico tejen y destejen dichas cintas. El día de la octava van hasta la apacheta, que existe á la entrada del pueblo, y allí despiden la fiesta. Fica. 85. — Otro tiempo del baile : uno de los chunchos se desprende de uno de los bandos y recorre el espacio entre ellos, tocando la cara á los compañeros En esta ceremonia hay datos importantísimos que no deben de- jarse pasar por alto porque demuestran su remota antiguedad. En Catamarca se han hallado máscaras de piedra, que existen en la colección del señor Lafone Quevedo, depositada en el Museo de La Plata. Y en unas grutas del noroeste de la provincia de San Juan se encontraron tres ó cuatro caretas de cuero (1). Entre los Araucanos y los Fueguinos también se han usado (2). (1) DesIDERIO S. AcuIAR, Los Huarpes [(Calingasta) en el tomo Y del Con- greso Científico Latino Americano (1* reunión), 1900, página 290. (2) Moreno, Viaje á la Patagonia Austral, página 98; MorEnN0, Exploración Arqueológica de la provincia de Catamarca, Revista del Museo de La Plata, tomo I, página 214, 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estas ceremonias con máscaras y entre varias personas, son propias de la región de los Pueblos del sudoeste de Estados Unidos que tantos puntos de contacto tienen con los Calchaquíes. Además, la costumbre de pintar lágrimas sobre las máscaras (1) y el acto desecárselas, hace pensar en la gran cantidad de ídolos y urnas antropomorfas de la región Calchaquí, los que en su mayo- ría tienen pintadas ó grabadas trazos verticales bajo los ojos como para representarlas. Fic. 86. — Baile delante de la virgen. Los ehunchos entrelazan grandes pañuelos y forman arcos bajo los cuales pasan los bailarines dos á dos. (Fotografia del señor Crouzeilles) Como para nosotros, esas líneas es posible que representen tam- bién lluvia, y entre los Pueblos los bailes con máscaras generalmen- te tienen por objeto pedir lluvias, no es difícil que el baile delos Chunchos, que actualmente se hace en honor á la Virgen del Rosa- rio ú otro santo, en su origen no haya sido sino un baile propicia- torio de agua; en que intervendrían hombres enmascarados repre- sentando deidades ó Katchinas como los que aún hoy día se efec— túan en Walpi, Oraibí, etc., de los Estados Unidos. Todos estos datos regionales aquí reunidos, con el solo objeto de (1, Estas máscaras son importadas de las costas del Pacífico y el senor Crou— zeilles me ha comunicado que son pesadas y al parecer de loza. ANTIGUEDADES CALCHAQUIES 87 proporcionar nuevos materiales á los estudiosos de nuestra nacien- te Arqueología, deseo sirvar de estímulo á los que á ella se dedi- quen, y á nuestras instituciones científicas, á fin de que cosechen en aquel campo rico y virgen aún de profanaciones arqueológicas comerciales, los importantes documentos que reserva en medio de sus cerros y quebradas ó bajo las piedras de sus tumbas. JUAN B. AMBROSETTI. Septiembre de 1901. MISCELÁNEA 2" Congreso Científico Latino-Americano. ¿Sus publi- caciones“? —Como hemos recibido varias preguntas en las que se nos solicitan informes sobre el por qué, de la no aparición de los « comptes rendues » de aquél certámen, y como encontramos una perfecta razón de será dichas preguntas, pues hace casi año y medio de la celebración del Congreso, esperamos que los encargados de dicha publicación nos informen sobre el particular para dejar satisfechos los deseos de los interesados. Los indígenas de la Tierra del Fuego (1). — Los viajeros divi- den los indios de la Tierra del Fuego en tres pueblos. Según el doctor Otto Nordenskjóld, esta clasificación puede ser reducida á dos ramas: los Yaghanes y los Alakaluf de un lado y los Onas del otro. Los primeros, si bien hablan lenguas diferentes, presentan grandes semejanzas antropológicas y, como se alimentan de los productos del mar, pasan una gran parte de su existencia en sus piraguas, hallándose siempre establecidos en los bordes delos fjórds y de ahí su nombre de indios de los canales. Los Onas, al contrario, ignoran el arte de la navegación y se encuentran ex- clusivamente en las pampas y en los bosques. El estudio de los Onas se ha vuelto extremadamente difícil por su vida erran- te, sumamente uraños desde que divisan un grupo de ginetes en el inmenso hori- zonte de las pampas, emprenden la fuga despues de haber puesto en seguridad á sus mujeres,*sus chicos y todas sus fruslerías; solamente después de haber recono- cido á los recién llegados salen de sus escondites. Varias veces Mr. Nordensk- jóld ha pasado cerca de los Onas sin haber conseguido nunca reunírseles. Un día, en pleno bosque, encontró un fuego de campamento que acababa de ser abandonado, pero, no obstante sus investigaciones, le fué imposible apercibir á los indígenas que permanecían ocultos en las malezas vecinas. No pudo observar estos indígenas sino en estado de semi-civilizados en la mi- (1) Del libro de Charles Rabot, «La Terre de feu», d'aprés le Dr. Otto Nordenskjoóld, l vol in 16. Paris, 1902. MISCELÁNEA 89 sión de Río Grande, en Punta Arenas, en Ushuaia y en las estancias donde son empleados como criados. Los Onas forman una hermosa tribu de alta estatura admirablemente propor- cionados, su talla media es de 1.75, su cara agradable se halla iluminada por hermosos ojos y dientes muy blancos, su piel es obscura y lijeramente rojiza, blanca algunas veces, asemejándose por su coloración generalmente, á la de los europeos quemados por el sol. Los Onas no presentan este aspecto sinó en el estado libre; aquellos que viven en los establecimientos de los blancos, tienen, al contrario, la fisonomía deprimida de los vencidos de la existencia. Estos fueguinos obtienen su subsistencia de los productos de la caza del gua- naco, lo que les obliga á estar en continuo movimiento en razón de las necesi- dades de esta industria, y no encontrando en las llanuras que recorren ningún material de construcción, se albergan en abrigos formados por zarzas y algunas pieles extendidas en la dirección del viento. Ninguna tribu vive en condiciones tan miserables, y nótese que en invierno la temperatura se mantiene durante muchas semanas bajo cero ; algunas veces des- ciende ¿á— 15”. No obstante este frío riguroso, los Onas como las otras tribus de la Tierra del Fuego, se hallan incompletamente vestidos. Se cubren sencillamente por una especie de manto, generalmente de piel de guanaco, á veces de piel de zorro, cerrado al derredor del pecho, sea por un cordón, sea por la presión de los brazos. Cuando se hallan en cuclillas al derredor del fuego humeante en sus reparos abiertos á todos los vientos, dejan caer ese traje. Con cualquier tiempo, aún cuando la nieve cubra el suelo, los chiquillos permanecen completamente desnudos. Como tocado no tienen sino su espesa cabellera, á veces como adorno sejponen un pedazo triangular de piel de guanaco, Al rededor del cuello y de los brazos, todas las mujeres llevan collares hechos de huesecillos de pájaros, de moluscos, y también de una pepita negra. Inútil es añadir que en la Tierra del Fuego como en todas partes, las fruslerías de vidrio ejercen el más grande atractivo entre las hijas de Eva, las cuales para obtener semejantes adornos se hallan dispuestas á cambiar los objetos más pre- ciosos de su menage. El mobiliario de los Onas es sumamente simple, ninguna alfarería, única- mente los utensilios trenzados de junco; para encender la madera, un sílex, yesca y un pedazo de pirita; como armas un arco y flechas cuya punta es á veces un fragmento de piedra; para la pesca redes de nervio de guanaco, y para la captura de pájaros, trampas muy ingeniosas hechas de huesos de ballenas. La alimentación de los indígenas consiste principalmente en carne de guana— co y el tucutuco, el zorro, una especie de rata grande, y los pájaros acuáticos completan el menú; en baja mar exploran cuidadosamente las playas para reco- ger el pescado que queda entre las piedras; la gran almeja azul es uno de sus alimentos favoritos. Los onas son igualmente vegetarianos, buscan los granos de un sirsymbrium con los cuales hacen unas tortas, después de haberlos triturado, y comen un hongo del tamaño de una cereza /Syttaria) que parece de un gusto excelente, como también las raíces y los tallos de un gran número de plantas. No es necesario decir que cuando encuentran huevos no los dejan. Su gran lu- jo es la carne de ballena; cuando uno de estos cetáceos es arrojado sobre una 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA playa, hay francachela general, de todos lados los naturales vienen á tomar par- te en el festín. Los indios aun despues de haberestado en contacto con los blancos no hacen uso del tabaco ni de bebidas fermentadas ni de la decocción correspondiente al café Ó al té; los que han permanecido detenidos como prisioneros en Punta Arenas permanecen por mucho tiempo indiferentes al alcohol ó al tabaco. En aquel puerto Mr. Nordenskjóld ha visto algunos naturales que fumaban ciga- rros. Los indios de los canales son á este respecto de un contraste sorprendente con los Onas, gustosos toman un pequeño vaso y siempre mendigan tabaco. Es— tos fueguinos lejos de ser una raza inferior é ininteligente, son al contrario su— periores á otros primitivos. Muestras de su ingeniosidad son sus máquinas de caza y pesca y no menos prueba de esto es la facilidad con la cual se educan al contacto de los europeos. Nordenskjóld cita el ejemplo de un indio joven que después de una permanencia de seis meses en casa de un blanco podía expre- sarse en inglés y en español, este muchacho laborioso, puntual, era un criado perfecto como no se encuentra á veces en los países civilizados. Los Onas por lo demás tienen una facilidad especial para el estudio de los idiomas, nuestro via- jero ha encontrado á otro joven fueguino que hablaba alemán, inglés y espa— nol. Después de algunos meses de aprendizaje los indios llegan á ser excelentes cocineros y aun mucamos cuyos servicios nada dejan que desear. Los adultos aprenden con rapidez oficios y son muy buenos trabajadores. Si estos indios hu- bieran sido bien tratados por los primeros colonos y si se les hubiese llevado á una civilización en dosis moderadas, que pudieran haber asimilado progresiva mente, habrían constituido un organismo útil para las repúblicas sud-america— nas. En lugar de esto, aquellos desgraciados han sido presa de aventureros ávidos y por todas partes han sido batidos y muertos como bestias feroces. Las expediciones de Lista y Popper, salidas en 1886 ce la Argentina con el objeto de estudiar la Tierra del Fuego, han sido calamitosas para los indígenas. Lista cazaba los naturales como animales, los perseguía de todas maneras para posesionarse de ellos y obligarles 'á guiar á sus gentes, Cuando á estos ataques los pobres fueguinos contestaban con una lluvia dé flechas, se les enviaba una descarga mortífera. Desde entonces la guerra fué sin cuartel. Perseguidos, los indígenas quisieron resistir, y cuando se encontraron en número suficiente, no titubearon en atacar á los bandidos que venían á turbarles su soledad ¡qué podían sus arcos y sus flechas contra las balas de los winchester !... Despues de Lista y de Popper llegaron una multitud de aventureros atraidos por la sed del oro; estos también se mostraron duros y crueles para con los fue- guinos. Los Onas se vengaban robando los caballos de los exploradores, y estos para castigar á los ladrones masacraban sin cuartel á los indígenas que encon- traban. Cinco indios por un caballo desaparecido, tal era la tasa del rescate. Por su parte los naturales vigilaban los movimientos de sus agresores y cuando encon- traban á uno aislado caían de improviso sobre él y le asesinaban. En estas gue- rras de escaramuzas los Onas eran maestros; el esqueleto de más de un minero blanquea hoy eu la pampa. Después de los buscadores de oro, vinieron los colonos. En Porvenir y en Gente grande, los más antiguos establecimientos de la Tierra del Fuego, se comenzó la crianza de carneros. Al principio las relacio— nes de los recién llegados y los fueguinos fueron excelentes, los colonos distri- MISCELÁNEA 91 buyeron entre los indígenas alímentos, fruslerías de vidrio, etc... En todos los países los regalos mantienen amistad. Pero cuál no fué la admiración de los cria— dores al ver disminuir diariamente á sus rebaños! Los animales no se hallaban atacados de ninguna enfermedad epidémica, en ninguna parte se encontraba un cadáver. El misterio fué al fin descubierto viendo aparecer á los habitantes tapados no ya con pieles de guanaco, sino con pieles de carnero. Los colonos tentaron de hacer comprender la importancia del delito, pero fué tiempo perdido; el país entero pertenece á jnuestra tribu contestaron, y con el país los animales que en él viven. La paciencia no ha sido la virtud especial de los « pioneers » que van lejos en busca de fortuna: no pu- diendo convencer á los naturales de su derecho, los colonos limpiaron la comarca á tiros. Los salvajes no renunciaron por esto á sus rapinas, sabiendo disimularse en medio de sus llanuras con la habilidad y la paciencia de un animal que ase- cha su presa, reincidieron en aproximarse á las tropas de animales y se llevaron buena parte. En la estancia de Sprinhill, durante el primer año, fueron robados próximamente como dos mil carneros, lo que representaba una pérdida de 50.000 francos para el criador. En 1893 la colonización se extendía en la región de Bahía Inútil, todas las tierras bajas se hallaban así ocupadas y entregadas á la crianza decarneros. Arroja- dos de todos lados por esta nube de invasores, los indígenas se refugiaron en las montañas y en los bosques. En esas regiones, después de largasinvestigaciones, en verano, encontraban una alimentación precaria, pero en invierno era la esca- sez. Hacia la playa no podían ya aproximarse para encontrar moluscos, del suelo helado no podían desenterrar el tucutuco, y también el guanaco persegui- do por todas partes se volvió raro. Por lo tanto el indio, para subsistir, no tuvo otro recurso que el robo. Se le envió balas, pero ningún daño puede detener á un hambriento !... Es en aquel momento que comienza el último acto de ese largo drama de esta lucha de una raza de primitivos inofensivos que la civilización, batiéndolos sin cuartel, ha transformado en bandas de pillos. Y es también terrible este último acto; para desembarazarse de sus vecinos, los blancos no les importa hasta llegar á emplear la estricnina !... Mientras que los colonos seguían esta conquista salvaje de la Tierra del Fue-— go, misiones religiosas comenzaban una obra de propaganda y de verdadera ci- vilización. En 1888 los salesianos fundaron una escuela en Port Harris, en la isla Dawson, que en 1894 extendía su acción hasta los Onas, por la creación de un obraje y de una "escuela en Río Grande. Según Mr. Nordenskjóld, los religiosos han obtenido un excelente resultado, los ninos reciben una instrucción primaria y una educación manual, las ninas aprenden la costura y ejecutan siem- pre con mucho cuidado los trabajos que se les encarga, á los adultos se les enseña igualmente diferentes oficios, como los de leñador, pastor, aserrador y ladrillero. Los misioneros enseñan el español á los indígenas, pero como aque— llos ignoran la lengua de los naturales es permitido dudar de la eficacia de su apostolado religioso. (Concluirá.) BIBLIOGRAFÍA Lemoine (E). Géométrographie, art des constructions géométriques 1 vol. in-8? ¡Scientia;. París 1902. Es una obrita en la cual Lemoine condensa sus estudios respecto de esta rama de la ciencia, que él ha creado puede decirse, pues fué el primero que el año 1888 publicó una memoria al respecto. La Geometrafía como la propia palabra lo dice, trata de las construcciones geométricas, buscando su simplificación y su mayor exactitud, en el sentido de aminorar los procedimientos y construcciones intermedias para llegar á un fin determinado. Ha encontrado ya, entusiastas cultores, en la persona de los señores Evaristo Berés y Gaston Torry, quienes han indicado una modificación en la anotación propuesta por Lemoine, modificación que no tiene mayor importancia. En Europa, donde no se pierden iniciativas de este género, comienza á ser materia de estudios para los alumnos de geometría, y sería de desear que aquí no se pasara por alto tan completamente. La obra de Lemoine se divide en dos partes. La primera es una corta teoría, que en realidad tiende á familiarizar al lector con la notación empleada én el curso de la obrita ; es el conocimiento de las convenciones en que aquella es- triba. Sigue luego una parte práctica, en la cual se hacen aplicaciones de esas notaciones á problemas conocidos de la geometría, demostrando las simplifica ciones importantes de que son sugestibles las construcciones aconsejadas por todos los autores. La segunda parte comprende aplicaciones de la nueva arte, á construcciones geométricas más complicadas, relaciones armónicas y anarmónicas, centros de similitud en las figuras semejantes, muevas soluciones del célebre problema de Apollonius /círculo tangente á tres círculos dados), etc. Es una obrita interesante que nuestros estudiosos debieran leer con algún interés. R. Ameghino (F). Premiére contribution a la connaissance de la faune mammalogique des couches a Colpodon, 1 vol. in.-8*, Buenos Aires, 1902. BIBLIOGRAFÍA 93 El incansable director de nuestro Museo Nacional se ocupa en este estudio de los mamíferos recogidos en Patagonia por su hermano Carlos, en las capas caracte— rizadas por la presencia de numerosos restos del género Colpodon. Dichas capas se hallan formadas por depósitos de agua dulce y se encuentran con mucha frecuencia en el interior del territorio del Chubut, correspondiendo á la parte inferior de la formación patagónica marina de la costa. La fauna de las capas de Colpodon se diferencia, comparada con faunas más antiguas, por la desaparición completa de los Pyroterios, Condylarthres, Hyra- coides,etc., y por el gran desarrollo que alcanzan los Astrapoterios y los Notohippi- deos, también una de las particularidades más saliente de dicha fauna es de que buena parte de sus ongulados, se encuentran en el mismo período de evolución dentaria que los ongulados del terciario más antiguo de Europa y la América del Norte. Fénix F. OuTEs. Ameghino (F). Notices préliminaires sur des mammiféres nouveaux des terrains crétacés de Patagonie, 1 vol. in-8”, Buenos Aires 1902.f; Esta memoria es una continuación de la anteriormente publicada bajo el título Notices préliminaires sur des ongulés nouveaux de terrains crétacés de Pata- gonie, y en ella da una serie de breves noticias sobre los ongulados traidos en en su último viaje por Carlos Ameghino, como también de mamiferos no ungula- dos recogidos en las mismas formaciones. Describe el doctor Ameghino en esta monografía, fuera de algunos géneros nuevos, 112 especies desconocidas. FELIx EF. OurEs. Otero ¡Manuel B.). El saneamiento de la ciudad de Montevideo, 1 vol. in-4”. Montevideo, 1901. Después de las numerosas publicaciones en diarios y revistas, que hemos te- nido ocasión de leer, sobre la cuestión del saneamiento de Montevideo, ha apare- cido últimamente un informe del distinguido abogado doctor Manuel B. Otero, que es una recopilación metódica y al mismo tiempo sintética de la cuestión tan discutida. Con esa claridad y concisión de pensamiento que caracteriza al doctor Otero, ha redactado el mencionado informe, destinado ante todo á presentar y someter al criterio del señor ingeniero Adolfo Guerard, las conclusiones, que después de los exámenes metódicos y críticos de los diferentes proyectos, han surgido con la unánime aprobación de los miembros del Consejo General de Ingenieros de la República. Trae también el informe, una demostración gráfica de los dos proyectos. Gue- rard, del presentado por el Consejo General de Ingenieros y los del Ingeniero Monteverde y doctor Otero. Luis Marta TORRES. Borge (0). Sússevasswalgen aus Súd Patagonien, en Bihang till K. Svenska Vetenskaps Akademiens Handlingar, t. XXVII, número 10,40 p.p. Estocolmo, 1901. 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El autor tomó parte en la expedición sueca que Nordenskjóld realizó á Pata- gonia el año 1899 y tuvo así ocasión de recoger algas de agua dulce en varias localidades. Ha observado 186 especies y variedades lo que significa un progreso con respecto á las 21 especies de Clorofíceas de agua dulce que se conocían antes de este trabajo como pertenecientes á las tierras magallánicas. Asimismo la flora de esas regiones debe considerarse excepcionalmente po- bre. Son nuevas las siguientes formas descriptas y dibujadas en el artículo que analizamos: Oedogontummacrospermum West. form. patagónica Ilim et Borge, Conferrea cylindrica, Waucheria subarechavaleta, Cosmarium excavatum, C. tetrasph- thalmum ¡Kuútz.) Menegh. var. patagonicum, C. paralellum, C. pseudobotys Gay) Squinal var. majus, €, pseudo-Kirkuert, C. excentrium, C. magnificum Norst, var. patagonicum, Enastrum pectinalum Bréb. var. ponectum y Staswastrum oxyacantha Arch. var. patagonicum. ANGEL GALLARDO. MOVIMIENTO SOCIAL En la asamblea que tuvo lugar el 1* de abril se nombró la nueva junta di- rectiva para el XXX período administrativo (1902-1903), resultando electos los señores siguientes : Presidente: doctor Angel Gallardo. Vice-presidente 1%: senor Francisco Seguí. Vice-presidente 2: ingeniero Santiago E. Barabino. Secretario de actas: doctor E. Herrero Ducloux. Secretario de correspondencia: ingeniero Luis Míguens. Tesorero: ingeniero Luis A. Huergo (hijo). Bibliotecario: Ingeniero Antonio Paitovi. Vocales: monseñor F. Villanova Sanz, señor Juan B. Ambrosetti, senor Nicolás Bessio Moreno, ingeniero Juan A. Buschiazzo, ingeniero Domingo Selva, ingeniero Manuel J. Arce, ingeniero José Larreguy. Por renuncia de los senores Gallardo, Paitovi y Larreguy fueron convocados nuevamente los socios áuna nueva asamblea, la que se realizó el 18 de mayo siendo elegido para reemplazar á aquellos señores, el ingeniero Carlos Echagie, senor Humberto Canale y teniente coronel ingeniero Arturo Lugones. Por resolución de la junta directiva ha sido colocado en el salón de sesiones un retrato del doctor Carlos Berg como un homenaje póstumo al que fué Presi- dente y miembro honorario de la sociedad. En la asamblea que tuvo lugar el 11 de julio fué aceptado como miembro ho- norario el doctor Estanislao S. Zeballos, que fué propuesto por los señores : Doctor Juan J. J. Kyle, ingeniero Juan Pirovano, ingeniero Federico Biraben, doctor Francisco Bosque y Reyes, ingeniero Guillermo White, ingeniero Carlos Echague, ingeniero Luis A. Huergo, doctor Carlos M. Morales, doctor Angel Gallardo, ingeniero Eugenio Sarrabayrouse, ingeniero Baltazar Besio Moreno, ingeniero Juan A. Gregorini, doctor Claro €. Dassen, senor Domingo A. Baez, ingeniero Guiller- mo Lhemann, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Miguel Massini Ezcurra, señor Anselmo Saenz Valiente, ingeniero Arturo Prins, ingeniero Julio Labarthe, señor 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Horacio Arditi, señor Francisco N. Alberdi, señor Luis B. Laporte, dector Rafael Herrera Vegas, ingeniero Santiago E. Barabino, señor Emilio Pereyra, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero Luis A. Huergo (hijo', señor Claudio Pais y Sadoux, ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Antonio Piaggio, señor Cayetano A. Bo- nanni, señor Felipe Meyer Arana, señor Enrique Mosconi, señor Aniceto E. Lo- pez, ingeniero Vicente Segovia, Pablo Matharán, ingeniero Ricardo J. Martí, se- nor Rodolfo A. Fasiolo. En la asamblea del 1* de abril fueron nombrados miembros correspondientes en San Juan y Nueva York respectivamente, los señores ingenieros José J. Corti y Elmer Corthell. Conferencias. — El 4 de junio disertó el señor Luis Maria Torres. sobre el tema Prehistoria y Protohistoria. El doctor Luciano Abeille dió el 16 de junio su quinta conferencia sobre fi- lología y literatura romanas, siendo el tema « Los Trovadores y Victor Hugo». El mismo doctor Abeille disertó el 7 de julio sobre « Idioma Internacional ». El señor Ingeniero Antonio Piaggio dijo una interesante conferencia el 11 de julio sobre « Provisión de agua á la Capital y gran tanque de distribución ». Y por último el doctor Claro C. Dassen, se ocupó el 18 de julio de los « Tra- bajos recientes relativos á la adopción de la lengua auxiliar internacional, posibi- lidad de ésta, refutación á los argumentos del doctor Abeille ». Visitas. — El 4 de mayo, al conducto de desagúe de las Obras de Salubridad. El 8 de junio á las Usinas de la Compañía Transatlántica de Electricidad. El 29 de junio á las instalaciones eléctricas del tranway Anglo Argentino. £l20 de julio al establecimiento Recoleta de las obras de Salubridad. El señor Cristóbal M. Hicken, secretario de la comisión encargada de honrar la memoria del doctor Carlos Berg, creando un premio científico que perpetúe su nombre, se ha dirigido al Presidente de la sociedad, adjuntándole una lista de suscrición; dicha lista se halla á disposición de los señores socios en el local social de cuatro á seis y media y de ocho á diez y media pasado meridiano. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIE ARGENTINA A O A DrrecroR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CrisToBAL M. HickeN y señor Luis M* Torres REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Ducloux. SEPTIEMBRE 1902. — ENTREGA III. — TOMO LIV PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 209, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS BOLAS aio A $ m4 1.00 DORAMA as dee a ads CN » 12.00 Númerosatras ado iaa in OIE » 2.00 = para los sOociOs........ » 1.00 La suscripción se paga anticipada El local social permanece abierto de 4 a 6 y media y de S á 10 y media pasado meridiano _————D OA AAA AAA BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1902 JUNTA DIRECTIVA IPrestdente to... Ingeniero CarLOS EGHAGUE. Vice-Presidente 1% Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Das 2% Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario de actas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS MASOFErO Litro da Ingeniero Luis A. HuErGoO (hijo). Bibliotecario...... Ingeniero HUMBERTO CANALE. / Monseñor F. VILANOVA SANZ | Señor Juan B. AMBROSETTI!. Ingeniero NicoLÁs BEsio MORENO Wocales Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Ingeniero DOMINGO SELVA. ' Ingeniero MANUEL J. ARCE. | T** Coronel Ingen. ARTURO M. LUGONES. EE A Señor Juan BorTo. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á bo manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m. á 12 m. La DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA XXX' Aniversario de la Fundación de la Sociedad... ...ooooooccccccococcocooo 0:97 FÉLIx F. Outes, Primer establecimiento español en el territorio argentino........ LS ENKIQUE FynNN, Estudio sobre la esterilización de laleche ...................... 140 SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO, Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 144 MiscELÁNEA : Los indígenas de la Tierra del Fuego .............oooooooooccoroo: 151 BIBLIOGRAFÍA : DUSEN, Zur Kenntniss der Gefásspflanzen des súdlichen Patagonien. — DomínGUEZz, Contribución al estudio micrográfico de los medicamentos simples de origen vegetal. — MacÉ br LÉpinaY, Franges d'interférence. — RAOULT DE GRENOBEEUIYOSCOPIC:0 eii A oo dia al ai 154 MOVIMIENTOSSOCIAL 0 a ias ao la SNE ds EN 158 XXX” ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 27 DE JULIO DE 1902 Satisfechos pueden estar los iniciadores de la fiesta conmemora- tiva del XXX" aniversario de la fundación de la Sociedad Científica Argentina, por el halagúeño resultado obtenido en la matinée celebrada el 27 de julio próximo pasado en el Politeama Argen- tino. Sería el caso de decir que la hermosa evocación de las fiestas del centenario del Instituto de Francia hecha por nuestro Presidente en su discurso de apertura tuvo su parte de realidad : la inmensa sala del Politeama repleta de concurrencia, la junta directiva, las personalidades de nuestro mundo científico, los poderes públicos, representantes del municipio y de las diferentes facultades é insti- tutos de enseñanza superior, se congregaron puntualmente. Y como complemento de la fiesta del onomástico de la sociedad, la entrega del diploma de miembro honorario al doctor Estanislao S. Zeballos, uno de sus socios fundadores más distinguidos (1). La parte literaria tuvo su complemento brillante en la confe- rencia del doctor Carlos María Morales, quien estudió retrospecti- vamente la evolución de la ciudad de Buenos Aires á través de los años, asistiendo la concurrencia á las transformaciones de nuestra gran capital. (1) En la próxima entrega, correspondiente al mes de octubre, aparecerá una nota biográfica del doctor Estanislao S. Zeballos por el señor ingeniero Federico Birabén. (N. de la D.) AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 1 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En cuanto á la parte musical, los señores Bassi, Marchal y Rosseger interpretaron sus respectivos números correctisima- mente. DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA INGENIERO DON CARLOS ECHAGUE Señoras y Señores : Por una inmerecida distinción de mis consocios, me corres- poude el alto honor de abrir este acto, con el cual la Sociedad Científica conmemora el XXX” aniversario de su instalación. Por reglamento y por tradición es este el único día del año en el que abandona su humilde y estrecho local de trabajo para venir á res- pirar en esta sala el ambiente de consideración y simpatía que le ha conquistado treinta años de vida laboriosa, circunspecta y benéfica para la ciencia y el progreso intelectual de la República. Y es con verdadera emoción que contemplo este recinto ocupado por dignos representantes de los Poderes Públicos, altas persona- lidades científicas y literarias que dan brillo y reflejan gloria sobre el nombre de nuestro país, y por todas partes, matizando alegre- mente el cuadro, con la belleza de sus rostros y distinción de sus trajes, damas y señoritas de nuestra más culta y selecta sociedad. Os agradezco á todos, en nombre de la sociedad que presido, la prueba de consideración que nos dais con vuestra presencia á esta tradicional fiesta, y que debemos interpretar como una sanción justiciera y honrosa de los propósitos desinteresados y patrióticos que persigue nuestra institución. Quizá alguien se pregunte ¿qué es lo que ha hecho la Sociedad Científica Argentina para merecer la unánime consideración de que goza dentro y fuera del país? porque, señores, la labor silenciosa de los que cultivan las ciencias no trasciende, en general, sino á un núcleo muy reducido de personas, y el fruto de sus investiga- ciones y estudios no brilla al*sol, ni hiere nuestra mente con el fulgor con que los poetas, literatos, Óó políticos lanzan al mundo sus producciones. Alguien dijo, en ocasión igualmente solemne, que el primer mérito de la sociedad era el de vivir, y yo adhiero á la intención y profundo alcance de estas sencillas palabras. XXX ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN 99 La vida de una institución es la resultante de la acción y del pensamiento en constante ejercicio con útiles propósitos y para al- canzar elevados ideales, y no se realiza sin continuos esfuerzos, sin la solución de numerosos problemas elementales ó complicados que por sí mismos constituyen manifestaciones de la vida y forman alimento para el espiritu. «Amo ú los hombres que piensan, aunque sea de un modo diferente al mio, porque pensar es ser útil », ha dicho Victor Hugo, y esta sentencia del gran filósofo y poeta sería el mejor lema que pudiera inscribir en su bandera nuestra modesta Sociedad. No hay problema trascendental que en los últimos treinta años afectara al progreso científico que no llamara su atención, espe- cialmente aquellos que en alguna forma interesaban al adelanto de la Nación. Sus cincuenta y dos tomos de Anales condensan los trabajos cien- tíficos de mayor trascendencia. No hay cuestión importante que no esté tratada en ellos más ó menos extensamente, pero siempre con oportunidad, con espíritu ecuánime y con competencia, porque por su Comisión Redactora han pasado casi todos nuestros hombres de estudio, sabios eminentes, naturalistas, geólogos, paleontólogos, matemáticos, distinguidos políticos y literatos. Para nosotros, los que pertenecemos á ella desde muchos años, tiene la Sociedad Científica méritos íntimos queno por eso dejan de trascender al ambiente moral del país, y ejercer su influencia benéfica. Es un centro de vinculación intelectual y moral para sus asociados, donde encuentran, no sólo con quien discutir é ilustrar sus ideas, sino también apoyo y estímulos que confortan el espíritu y le mueven á la acción. No hay memoria de que cuestiones ajenas á sus fines elevados hayan agitado á sus miembros, y nila política, ni la religión, ni influencia de círculo, ni intereses personales ger- minaron en su ambiente tranquilo y desapasionado. Esta norma severa de conducta, el cuadro nutrido de sus trabajos y de su influencia benéfica en los progresos del país, representa mucho, señores, si consideramos el ambiente poco propicio que ha ofrecido la República para esta clase de instituciones. La instabili- dad y el desorden inherentes á sociedades nuevas, la incitación de la actividad hacia empresas de lucro y de figuración ostentosa, la indiferencia pública por los estudios científicos, indiferencia que mata el estímulo y asfixia las ideas en su ambiente enrarecido, han “sido y son causas poderosas que obstaculizan la difusión de los 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA estudios serios, y ha habido verdadero mérito en vencerlas y arral- gar en nuestro suelo exótico, desprovisto de elementos vivificantes para el pensamiento. ¡Qué diferencia de lo que pasa en las sociedades consolidadas del viejo mundo! Aún persiste en mi espíritu la impresión indefi- nible de envidia y de tristeza á la vez que experimenté al asistir (en octubre de 1895) á la solemne festividad con que el Instituto de Francia solemnizaba el centenario de su reinstalación. El magnífico anfiteatro de la Sorbona, esa obra maestra del arquitecto Nénot, res- plandecía de luz y movimiento, y el esplendor de los colores, en sus más vivos matices, apagaba las tenues y melancólicas tintas con que cubrió sus paredes la mística y serena inspiración de Puvis de Cha- vannes. Sobre el estrado tomaban asiento el Presidente de la Repú- blica y sus ministros, embajadores, ministros extranjeros y altos dignatarios. En el hemiciclo, frente al estrado presidencial, y en las primeras filas los miembros de las cinco academias del Instituto, destacándose los inmortales por las vistosas palmas verdes de su frac reglamentario. Más lejos, los miembros del Consejo Superior dela Instrucción Pública y del Consejo Académico, profesores detodas las facultades y liceos de Francia, y delegaciones de universidades extranjeras, jueces y otros funcionarios, vistiendo uniformes y togas de los más variados colores. Más arriba, los alumnos de las escue- las superiores del Estado: la Politécnica, San Cir, de la Marina, Puentes y Caminos y demás facultades y liceos; y en último plano los coros y orquesta de la Academia de música. Y apiñada en las tribunas escalonadas que rodean el recinto, una enorme concurren- cia de hombres de ciencia y de letras, representantes de la cultura intelectual y artística, y por todas partes, hermosas y distinguidas damas, realzando, con su distinción y belleza, aquel cuadro gran- dioso y conmovedor. Allí estaban Pasteur, Jules Simon, Sardou, Dumas, Berthelot, Bertrand, Mascart, Duclaux, Bouguerot, Détaille, Falguiéres, Gar- nier, Massenel, Saint-Saéns, y otros que sería largo enumerar. Puede decirse que el anfiteatro de la Sorbona condensaba en esa ocasión todas las fuerzas intelectuales de la Francia. Abrió el acto el presidente en turno, Ambrosio Thomás, delegado de la Academia de Bellas Artes, con breves y sentidas palabras im- pregnadas de modestia y reconocimiento porque fuera un músico el que presidiera aquella asamblea. El ministro Poincaré, de Instrucción Pública, á nombre del go- XXX ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN 101 bierno, hizo el elogio del Instituto; y Jules Simon contestó en nom- bre de los académicos. — Aquel anciano septagenario, con palabra firme y ademán nervioso y resuelto, historió la marcha del Insti- tuto en el último siglo de su existencia, realzando la acción bené- fica que había ejercitado en la marcha del pensamiento á través el mundo entero, haciendo vibrar de admiración y reconocimiento el alma de todo el auditorio conmovido, y casi diría agobiado por la contemplación de tanta obra realizada y de tanta grandeza. ¡Cuán débiles y apagados aparecían en mis recuerdos nuestras manifestaciones intelectuales, ante el brillo destumbrador de aquel foco luminoso de la idea y de la acción ! ¡ Con qué fervor íntimo pedí al Dios de la inteligencia dejara caer en nuestro suelo algunas chispas de aquel colosal fuego, que incen- diara en el alma de nuestro pueblo el estímulo y la energía para las luchas del pensamiento ! Pero no debemos desalentarnos, señores, si los estudios cientí- ficos y la producción intelectual no han seguido entre nosotros el desarrollo rápido quese observa en obras públicas, industrias, artes y otras manifestaciones del progreso material y de la cultura social. Llegamos al principio de la evolución : el pensamiento se agita, muchos hombres, fatigados por las rudas tareas de la polí- tica y del comercio, se recogen á la vida tranquila del estudio, el ambiente propicio se prepara, y todo augura una era de resurgi- miento y de prosperidad para las tareas del pensamiento. La semilla sembrada en nuestro suelo por Burmeister, Gould, Beuf, Rawson, Balbín, Berg, para no citar sino á nuestros ilustres muertos, germina y fructifica en las distintas zonas de la intelec- tualidad nacional, y hombres jóvenes, instruídos por ejemplo de aquellos maestros, se entregan con ardor al estudio de las distintas especialidades científicas en que se ramifica el árbol cultivado por sus maestros y antecesores. Y al rememorar de paso la obra de los que nos abandonaron, se presenta á mi recuerdo un nombre que no habrán seguramente olvidado las personas, que en otras solemnidades como esta, nos honraron con su presencia. Apenas si debo nombrar al malogrado doctor Berg, arrebatado hace poco por la muerte al afecto desus dis- cípulos y amigos, á la estimación de cuantos le conocieron, y á la ciencia, especialmente nacional, cuyo campo cultivó profusamente con inteligencia y abnegación. Su persona fina y aristocrática se uU presentó más de una vez en este escenario y su voz dulce encantó 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA al auditorio con las sonoridades simpáticas de su elocuencia inge- nua, brillante é intencionada. Antes que Berg había caido Balbín, otro sabio ilustre, que por una injusticia irritante del destino, no alcanzó entre nosotros el grado de consideración y encumbramiento á que fué acreedor por sus cualidades y méritos. El doctor Balbín fué entre nosotros el matemático más erudito y concienzudo; profundizó el estudio de esta ciencia hasta sus raíces con una constancia y abnegación sin ejemplo. Estudiaba sóio lo que nadie en el país estudiaba ni cono- cía; su biblioteca, en la que invertía todos sus recursos, hubiera sido envidiada por el más insigne matemático. Al doctor Balbín debe la Facultad de matemáticas muchas inicia- tivas progresistas, muchas reformas saludables, y los que fuimos sus discípulos y amigos el estímulo de su palabra ilustrada y el ejemplo de sus virtudes espartanas. En Francia, Inglaterra ó Alemania, Balbín, cuya pasión domi- nante fué la enseñanza en todas sus ramificaciones, hubiera sido una eminencia universitaria. Entre nosotros no pudo mantenerse en los cargos de protesor y académico. La Sociedad Cientifica le debe importantes servicios, que premió oportunamente con el diploma de socio honorario, y ha perdido con su muerte, y con la del doctor Berg, el apoyo material y moral que ambos le prodigaron en vida con el más puro desinterés. La Sociedad Científica se ha sentido hondamente conmovida por estos rudos golpes asestados por la muerte á sus miembros predi- lectos; y en su aspiración de recuperar lo perdido, ha recordado que tiene en su seno otros hombres de talla intelectual y que han trabajado en tudo tiempo por el progreso científico del país, y en primera línea, doctor Zeballos, ha encontrado vuestro nombre, li- gado á los treinta años de su vida institucional, sin faltar un solo día, por vínculos nobles y desinteresados. Os pertenece la primera inspiración de fundar esta sociedad, de encender en los alumnos de la Facultad de Matemáticas el ardor que os animaba por la generosa empresa; de redactar las bases que debían concretar la idea, no obstante ser el más joven y de in- ferior grado universitario de los que formaban el grupo iniciador; y también de haberos eliminado deliberadamente con vuestros com- pañeros, para entregarla ya formada y con vida á una comisión de ingenieros de representación que la lanzaron al escenario de nues- tra actividad intelectual. Bastaría este solo hecho, doctor Zeballos, XXX” ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN 103 para que la Sociedad Científica os declarara digno de su gra- titud. Pero vuestra acción ha ido más lejos y es más trascendental : co- laboráis, en los primeros años de establecida, con febril actividad en todas las cuestiones que la preocupan : el estudio de nuestras obras públicas y de nuestras industrias incipientes, los estudios geológicos en la provincia de Buenos Aires, y sobre elnografía que- randina; el empeño con que contribuistéis á la realización de las primeras exposiciones industriales de los años 1875 y 1876, y des- pués vuestra activa colaboración en los Anales, en los que con in- quebrantable constancia revistabáis todas las publicaciones de indole científica ó administrativa; en fin la ayuda eficaz que conin- teligencia y actividad le habéis prestado en todos los cargos, desde la presidencia y la secretaría, hasta la dirección de los Anales en los treinta años transcurridos, con el más absoluto desinterés ; la cooperación prestadaá la geografía, á las industrias, ála enseñanza con vuestra producción constante en libros, diarios y revistas, todo esto, doctor Zeballos, os ha hecho acreedor á la gratitud de vuestros consocios. Y es interpretando este sentimiento unánime, que la Asamblea del 11 de julio os ha discernido por aclamación el título de socio honorario, que es el más alto premio con que la Sociedad Científica, muy parca en discernir honores, paga á los servidores de la ciencia. Y á fin de dar la repercusión debida á este acontecimiento de su vida social, ha querido que os entregara vuestro diploma en el día de mayor solemnidad, para que todas las personas aquí reunidas puedan juzgar de vuestros servicios prestados al progreso científico de la República, y asociarlos así ála gratitud que os tributo en nombre de todos nuestros consocios. Señores: en nombre de la Sociedad Científica Argentina proclamo socio honorario al doctor Estanislao S. Zeballos. 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DISCURSO DEL DOCTOR ESTANISLAO S. ZEBALLOS (1) Señor presidente, Señoras, Señores consocios : Los hombres son accidentes en la vida de las civilizaciones su- periores. Pasan más ó menos rápidamente en su recuerdo, según la identificación de cada uno con los anhelos de su época y de los acontecimientos á que se mezclan. Y cuando contemplamos una congregación de hombres distinguidos por la inteligencia y por la ciencia, y verlos reunidos en la cantidad y en el volumen indi- vidual en que están á vuestro frente, es un honor para el país, se comprende que no personalizan actos de esta naturaleza; que su reunión es más trascendental, que celebran el aniversario de una institución y entregan el diploma honorífico á un soldado, para afianzar una tendencia nacida en 1872, en época de grandes au- gurios para la patria, para declararla más necesaria en estos mo- mentos de transición, de zozobras, de esperanzas y de incertidum - bres para todos. El señor ingeniero Echagúe exponía esta tendencia, cuyo nombre es la cultura. La cultura es la expresión vulgar del predominio de la ciencia, de la ciencia señoras, de la ciencia señores, que, en el siglo en que vivimos, es la única fuerza de gobierno tolerable para los hombres libres, dado el desenvolvimiento intelectual que goza la humanidad. La ciencia no es la caricatura de los caracteres ridículos del al- quimista encerrado entre los objetos vulgares de su taller. La ciencia es la substancia misma de la civilización, y los pueblos que no viven dirigidos por la ciencia, los pueblos que se apartan en su vida política de las direcciones de la ciencia, constituyen civiliza- ciones inferiores y por más que nos duela decirlo, sus ejemplos no son escasos en Sud América. Ninguna ciencia, en efecto, es más complicada ni más difícil que la de gobierno, porque ella comprende todas las otras ciencias. (1) Versión taquigráfica /N. de la D.). XXX” ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN 105 El sabio de gabinete tiene sus horas de reposo, durante las cuales, por necesidad orgánica y por higiene intelectual adormece en el cerebro todas las especulaciones, todas las sugestiones del cálculo del gabinete y de los instrumentos, y entrega su alma á la música, á los deleites de la familia, á los goces fortalecientes del hogar. El hombre de gobierno, el que pertenece á la estirpe de los hombres de estado y ha recibido la educación necesaria, es un mártir de la sociedad. Su espíritu es el único que no tiene desa- hogos placenteros, que no vibra para la alegría y el sensualismo individual, siempre en tensión terrible bajo aquel cúmulo de deberes, de responsabilidades, de iniciativas, de resistencias, de luchas, de zozobras, de éxitos, de desfallecimientos, de injusticias, de derrotas, de injurias y de calumnias, á que lo somete el anhelo de realizar la felicidad y la gloria de su patria. El hombre de estado es el único hombre de ciencia, que, durante las veinticuatro horas del día, no tiene un instante de desahogo cerebral, acaso ni en sueños, si duerme siempre, porque en el des- pacho, en el hogar, en el paseo, en el banquete, en sociedad, no puede eliminar la prufunda actividad cerebral y de conciencia. Y cuando las naciones son gobernadas frivolamente, sin la inme- diata acción de la influencia científica en sus destinos, cuando á la ciencia se substituye el empirismo, cuando sobre los principios tutelares de la civilización predominan los caprichos ó las ineptitu- des personales, los gobiernos son desgraciados y más desgraciados aún los pueblos, porque no recogen las satisfacciones de la gloria los que mandan, ni las fruiciones del patriotismo los que obedecen. En estos países de América, como países nuevos, naturalmente expuestos al error ó á las deficiencias en la educación necesaria en las clases que dirigen su desarrollo, naturalmente es más frecuente suprimir la ciencia en el gobierno y sustituirla por el empirismo, cuya forma práctica es el personalismo, el cual ha hecho perder un siglo á la América del Sud, que lo ha ganado la América del Norte anglo-sajona, simplemente por ser educado, el personalismo que confunde las nociones del gobierno con las idiosineracias privadas, que no es realmente el personalismo europeo. El personalismo europeo tiene hoy su representación más genuina en ese arrogante y joven monarca, el emperador de Alemania, cuyo concepto del go- bierno es el concepto medioeval del siglo de hierro y mano de acero, y, sin embargo, es siempre sumiso á su pueblo, á los dicta- dos de la ciencia, porque el fuerte emperador se inclina ante el 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Parlamento, nacido del sufragio universal, que es la operación matemática más transcendental en la civilización política. Yo recuerdo, señores, un personaje, amigo mío de provincia, que tenía por entonces grande influencia militante y activa sobre sus conciudadanos. Cuando aquel hombre me hablaba de las am- biciones de su alma, me parecían tan rudimentarias sus tenden— cias, tan atrasadas sus ideas, cuaudo me hablaba de la cultura y del progreso de la ciudad de Buenos Aires, como de un robo hecho por los porteños á los provinciaros, yo me estremecía pensando cuán desgraciados hemos sido que tales cerebros lo eran de cau- dillos dirigentes. Ese hombre era modesto y sin embargo gran ambicioso político y todo su programa de ambiciones estaba expresado en esta for- mula que le oí muchas veces : doctor Zehallos, no me he de morir sin mandar ma provincia. Era un patriarca intolerante en el hogar, que quería ser patriarca omnimodo de la tribu; tales eran sus conceptos del gobierno y de la sociedad!!! Nosotros debemos fomentar la cultura de los individuos, para que la cultura de los individuos se refleje en la acción política, se traduzca en gobiernos que sucesivamente vayan perfeccionándose, para levantará la República Argentina de una vez, á una altura muy superior á la de todos los pueblos de América, en la práctica de la política y de la moral, ya que tan arriba nos levantan nuestro clima y nuestro suelo. Pero la ciencia, señores, no sólo tiene esta misión relativa cuando se ejercita por pueblos, en la acción del gobierno. Para que esta acción se produzca, ha de ser la resultante de la acción individual, para que la acción individual desarrolle una atmósfera propicia al ambiente nacional, es necesario que la diosa de los hogares, es necesario que la mujer, se reconcilie con la ciencia en nuestro país. No sé si por una tradición equivocada de nuestros hábitos socia les, ó si poruna imprevisión gubernativa, nosotros mantenemos la mujer en una condición deprimida en cierto punto de vista, con relación al progreso; por más que en el hogar sea nuestra heroína. Pero ¿por qué no hemos de reconocer en la mujer lo que el mundo entero reconoce? ¿por qué no hemos de darle el lugar que le corres- ponde ocupar en la preparación del porvenir de la nación, en el cual influyen, cada una y todas las mujeres, por modesta que sea XXX" ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN 107 su posición, cuando su influencia y su espíritu ilumina los hoga- reSi0S. Donde las mujeres tienen su carácter fortalecido y su sensibilidad equilibrada por la cultura científica, se advierte una superioridad indiscutible en la clase gobernante; y es un hecho estadístico que la mayor parte de los hombres célebres han tenido por madres mu- jeres superiores. Hoy, los inmensos recursos de la educación, per- miten serlo á todas las mujeres de espíritu fuerte. Donde el hogar influye de esa manera en los destinos comunes, los gobiernos son más libres, más morales y más moderados. Esto es evidente, y entonces os pregunto: ¿porqué hemos de man- tener á la mujer reducida á las labores domésticas, á la caridad ostentosa y á las caricias del hogar, y no hemos de armarla para que despliegue su fuerza social, moderada y conciliando sus encan- tos de dama, con sus trascendentales deberes de ciudadana?... Permitidme, señores, que no os hable como hombre galante, per- mitidme que os hable como hijo, porque no concibo criatura más dignificada, ni de alma más sublime, que la mujer cuando recibe las bendiciones de la maternidad. La madre es la expresión suprema del sér; la madre es la fuente inagotable de toda ternura, de la susceptibilidad más delicada, de las alegrías más íntimas, de las previsiones más hondas y de los temores más delicados; la madre es la criatura más fuerte del uni- verso en el organismo más débil, tan fuerte que el frío, la sed, el hambre, el fuego, no la detienen cuando ella renuncia y resiste á todo para entregarlo ó defender al hijo amado. La madre es la abnegación suprema que suprime la propia per- sona, que salva el alma de las pasiones, que no tiene amor propio, que ignora la vanidad, y se entrega á las delicias del infinito perdón, aún para el hijo que no le corresponde, que la olvida, que la humi- lla, que no la ama quizá, que es ingrato; la madre, si me obligarais á decirlo en dos palabras, como la concibo, os diría: es Dios mismo transformado en mujer, derramando sus bendiciones en los hoga- res. Y bien, vedla al lado de la cuna donde hay un niño, ese niño está enfermo, porque la enfermedad ataca con mayor é implacable voracidad estos organismos mal desarrollados aún, que resisten débilmente las acciones extrañas. Los niños se pronuncian por ru- mores que no son articulaciones perceptibles, sino para la madre que los descifra como un lenguaje misterioso que sólo su alma adi- 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vina y que nada dice á los otros. Ella penetra el tierno y amado organismo como los rayos X; localiza la dolencia desu hijo y cuan- do llega el médico, amigo amable, grave y reservado, porque quiere consolar y al propio tiempo evitar el error, vacila, contempla el niño que gime y que no se expresa, que es un enigma para la ciencia positiva, cuando una palabra de la madre ilumina su talento y descubre el foco, lo combate y triunfa. Y decidme ahora, siá nuestras mujeres les enseñáramos un poco más de ciencia doméstica, para que esos instintos sublimes de su sensibilidad fueran guiados por el criterio de la ciencia, ¿no arre- batarían nuestras madres á la muerte una parte de las legiones de niños que desaparecen, como desaparecen las ilusiones y las espe— ranzas dejando desoladas las almas? La mujer ¿no sería también más feliz en el hogar, si con la fuer- za de una preparación científica moderada conociera seriamente cuál es su posición jurídica en la sociedad y hasta en el mismo hogar?... Pues que, ¿aquella que lleva nuestro nombre, que es la deposi- taria de nuestro honor ó que nos ha dado su honor y su sangre á nosotros mismos, ¿no debe tener el criterio necesario para gober- narse, para no vivir como una criatura permanentemente tute- lada? Se habla, señoras, de la reforma del Código Civil para mejorar vuestra condición social y vuestros derechos. El asunto es cierta- mente grave y no es el momento de discutirlo. La independencia de la mujer, en mayor grado de la que tiene en nuestro país es, sip dnda, necesaria, pero yo os hago una revelación que vuestros abo- gados tal vez no os harán, confiad: vuestra condición jurídica, vuestra situación en nuestras leyes civiles, especialmente respecto de vuestros propios bienes, noes tan dependiente ni tan humilde, porque sin vuestra firma no hay transmisión de derechos, sois las dueñas de vuestras fortunas y si aprendeis á resistir algo que no sabeis resistir, ruegos insistentes en un momento de lágrimas, po- deis con ese rasgo de carácter, con ese sufrimiento de un instante, asegurar la felicidad futura para el marido, para los hijos, para la familia. No es, pues, este un problema legislativo, sino de educación : de disciplina de vuestro carácter. Es necesario equilibrar vuestra indole exquisitamente sensible y elegante, con una educación que robustezca vuestra inteligencia, XXX” ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN 109 para que podais desempeñar vuestra misión social ayudando con mayor eficacia al hombre, porque es una verdad que se agita en los corazones de todos cuantos me escuchan: la mujer en materia de negocios y de intereses de familia, tiene la previsión, la susceptibi- lidad maravillosa de los desastres, cuaudo el hombre se obstina y corre ciego á ellos. Esta tendencia de cultura que he querido ilustrar con dos ejem- plos—del gobierno y del hogar —es la tendencia que la Sociedad Científica Argentina abrazó como bandera de propaganda al ser fundada en 1872 con el anhelo nobilísimo de contribuir á impul- sar á nuestra patria en la corriente de la civilización universal que tiene por inspiración y por medios: el culto científico, porque el mundo moral y físico no es sino una inmensa condensación cien- tífica. La Sociedad Científica Argentina fundada con este objeto, considera, sin duda, que en el perívdo que atraviesa actualmente la República Argentina, las ideas de cultura deben preocupar más gravemente á todos los corazones, porque indiscutiblemente des- de el año 1872 hasta ahora, la República Argentina ha retroce- dido. Me contestareis con el aumento de los rodeos de vacas, con los rebaños refinados y con los buques que exportan los cereales, y yo os respondo: ha retrocedido! 1!!! Y sino fuera inoportuna la oca- sión, si esta fuera una asamblea académica, os probaría un hecho que tengo muy meditado y documentado en mi cerebro; os proba- ría que el progreso de un país no se mide por la vanidad de sus habitantes: nosotros nos engañamos con vanidad exagerada!! El progreso nacional, se mide por medio de la comparación con otros pueblos, que, en condiciones naturales inferiores á las nuestras, han realizado mucho más que nosotrosl!... Esos pueblos son: las colonias de la Australia con el mismo nú- mero de habitantes que nosotros, con un suelo de arena en que no es posible apacentar más de cinco mil ovejas por legua. El Canadá que tiene siete meses de nieve sobre el suelo fértil del Oeste, du- rante cuyos siete meses tienen que calentar sus casas los colonos, para no morirse de frío. La Nueva Zelandia, en fin, esos pueblos en una absoluta inferioridad de clima y de suelo al nuestro; á catorce mil millas de Europa, las oceánicas; á doble distancia que la Re- pública Argentina, prosperan, producen y exportan, sin embargo, mayor suma de riquezas que ella, y son sociedades felices, con jus- 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sidad de Buenos Aires lo designó Académico honorario el 13 de Agosto de 1890. Poco después de su partida á Montevideo la Sociedad Científica Argentina, en reconocimiento de los importantísimos servicios que le había prestado en todas las ocasiones y como recompensa por su vasta obra científica lo elevó á la más alta categoria que acuerdan sus estatutos designándolo unánimente socio honorario el 28 de Julio de 1890, con ocasión del aniversario de la instalación de la sociedad. Además era miembro honorario de la sociedad de Naturalistas de Riga, de la sociedad Rural Argentina, del Instituto Pasteur de Bue- nos Aires, del Ateneo, del Círculo Farmacéutico argentino y de va- rias asociaciones de estudiantes. Muchas academias y sociedades cientificas de Europa y Amé- tica le adjudicaron el diploma de miembro activo Ó correspon- diente. Además de las dos medallas que le valieron sus trabajos para aclimatar el bómbice de seda japonés y de la medalla de plata que le votó la Sociedad Científica Argentina porsus estudios sobre las orugas acuáticas (Palustra Burmerster? Berg), de que ya hemos ha- blado, fué premiado con una medalla de bronce el 12 de Mayo de 1891, por la comisión Directiva de la Sección Argentina de la Expo- sición Universal de París de 1889 y en su aniversario social de 1885 la Sociedad Científica Argentina le entregó una placa de oro acom- pañada de'un diploma artistiícamente ejecutado en reconocimiento de los múltiples servicios que le llevaba prestados. En el tercer Con- greso Geográfico Internacional de Venecia de 1881 y en la Exposi- ción Universal de Paris de 1889 obtuvo menciones honoríficas por sus obras y en la Exposición Colombiana de Chicago de 1892 fué premiado con una medalla de bronce «en vista del método de tra- tamiento exacto, las discusiones claras y los resultados de investi- gación de grande importancia científica» como se enuncia en el correspondiente diploma. La Sección de Ciencias Físico-Químicas y Naturales del primer Congreso Científico Latino Americano celebrado en Buenos Aires en Abril de 1898 lo nombró su presidente por unanimidad de votos. En su último viaje á Europa en 1897 representó á la Universi- dad Nacional de Buenos Aires ante los Congresos de la Sociedad Alemana de Zoología en Kiel, Internacional de Geología en San Petersburgo y de naturalistas y médicos alemanes en Brubsvique, EL DOCTOR CARLOS BERG 141 recibiendo en todos ellos merecidos agasajos y distinciones. En el Congreso de San Petersburgo fué nombrado vice-presidente. Con motivo desu viaje á Montevideo en 1890 sus alumnos y ex- alumnos le ofrecieron un album con sus firmas, haciéndole entrega de este obsequio en acto público en el anfiteatro de física del Cole- gio Nacional. Para despedirlo antes de su viaje á Europa y festejando al mismo tiempo su reciente incorporación á la nacionalidad argentina el Ins- tituto Geográfico Argentino celebró en honor del sabio naturalista una velada pública en la noche del 3 de Mayo de 1897. Dos días después la Sociedad Cientifica Argentina lo despedía también con un suntuoso banquete en el Café de París. En ambos actos se pro- nunciaron elogiosos discursos en honor del obsequiado. Era Caballero de la Orden Imperial Rusa de Santa Ana desde 1885 y Caballero de la Real Orden de la Estrella del Norte de Suecia y Noruega desde el 21 de Enero de 1899. Pocos días antes de su muerte recibió las insignias y diplomas que lo acreditaban como Caballero de la Orden Imperial Rusa de San Estanislao y la gran medalla de oro de von Baer conferida por la Academia Imperial de Ciencias de San Petersburgo á los sabios eminentes. Este fué uno de los últimos placeres de su vida al ver reconocida tan ampliamente la importancia de su carrera científi- ca en su patria de origen. El nombre del doctor Berg que está ligado á los centenares de especies por él descriptas figura también en cerca de 50 especies de animales y unas 25 de plantas que le han sido dedicadas por numerosos naturalistas deseosos de honrar así á su ilustre co- lega. Le han sido dedicados también los géneros Berga (dos veces), Bergrella, Bergidria, Bergrana, Carolibergiía y Bergiaria. Sería interminable la lista de los cargos y comisiones científicas que le han sido confiados en diversas ocasiones por el poder le- gislativo y las autoridades nacionales, provinciales, municipales y universitarias, así como por diversas asociaciones y en los cuales ha puesto siempre sin limitaciones su ciencia y su trabajo al ser- vicio del pais. Por los breves rasgos que dejamos apuntados respecto del sabio puede deducirse cuán excelente era el hombre. De estatura proporcionada, de ojos pequeños y de mirada pene- trante y escrutadora, coronada su amplia y despejada frente de 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Presentó no sólo los adelantos materiales de Buenos Aires sino que pasó en revista prolijamente los usos, las costumbres, las bi- zarras modas y las inocentes diversiones de nuestros tatarabuelos, de ese Buenos Aires simpático que ha desaparecido, de ese Bue- nos Aires queaún no era el inmenso centro de nuestros días, á donde han convergido representantes de todas las sociedades de la tierra. La conferencia del doctor Morales fué ilustrada con hermosísi- mas proyecciones luminosas, muchas de ellas coloreadas, que re- presentaban escenas de costumbres, monumentos y paseos de la capital argentina. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL EN EL TERRITORIO ARGENTINO (1) (1527-1902) NOTICIA HISTÓRICO-GEOGRÁFICA Por FÉLIX F. OUTES Miembro de la Junta de Historia y Numismática Americanas, correspondiente de la Sociedad Geográfica de Lima, etc. A mi querido amigo el doctor Joaquín V. González. Esindudable que Sebastián Caboto recibió las primeras noticias que le compelieron á dejar su itinerario de viaje, cuyo objetivo (1) Era mi deseo el hacer una monografía sobre Sancti Spíritus, agotando la materia, tarea bien fácil por cierto, pues existen en Buenos Aires los documentos necesarios para ella, siendo la inmensa mayoría de éstos, desconocidos aún para los que como Harrisse se han ocupado especialmente del asunto (HENRY HARRISSE,. John Cabot the discoverer of North America and Sebastian his son, 1 vol. in 8”, Lóndres, 1896). Desde luego, incuria hubiera sido de mi parte si no hubiese tra— tado por todos los medios á mi alcance de conseguir la consulta de tan valiosa como interesante documentación, la que se halla en poder de la familia del senor Eduardo Madero, el autor de la Historia del Puerto de Buenos Atres. Con dicho objeto dirigí al señor Eduardo B. Madero la siguientecarta : «Muy señor mio: En el deseo de presentar dos estudios que estoy preparando, — uno sobre la muerte de Juan de Garay y el otro sobre la probable ubicación del tercer establecimiento fundado por Caboto, — con el mayor número de argumentos posibles, yen los que trato de demostrar la verdad de las afirmaciones del señor don Eduardo Madero en la parte pertinente, me tomo Ja libertad de solicitar de usted me permita consultar las copias de documentos que debe conservar como pertenecientes á su senor padre. Dichas copias no las tiene el General Mitre, pues así me lo ha ma- nifestado, ni se hallan en la Biblioteca Nacional, ni en la de San Fernando, ni en la Oficina Hidrográfica, por lo tanto deben hallarse en poder de usted, lo que me ha sido confirmado por su hermano Juan José. Me he resuelto á fastidiarle AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV S 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA principal era la exploración de las Molucas (1) á su llegada á Per- nambuco (6 de junio de 1526). Las referencias del encargado de la factoría, Manuel de Braga, sobre las supuestas riquezas del país descubierto por Juan Díaz de Solís, fueron en un todo confirmadas por los datos que suministró á Caboto un individuo llamado Gómez Arbolancha, portugués des- terrado en aquel villorrio (2). nuevamente como una última instancia antes de verme obligado á pedir dichas copias al Archivo de Indias, lo que implica para mí una gran pérdida de tiempo y un gasto que desgraciadamente no puedo hacer sin realizar un verdadero tour de force. Inoficioso me parece el decir á usted el señalado servicio que me hará dado el caso que me permita la consulta pedida y para la cual, fuera de algún inconveniente material, no veo otro mayor, pues su señor padre se expre- saba sin reticencias áese respecto; en la página XVII del prólogo á la Historia del Puerto de Buenos Atres, dice: « Muy agradable me será exhibir á los amantes de estos estudios, cualesquiera copias Ó extractos de los que poseo, para que puedan consultarlos y tomar los datos que deseen ». Las copias que me es necesa- rio ver son todas del tipo de la que adjunto, la que me ha sido facilitada por el señor Enrique Peña y que luego mandaré buscar. Espero que usted se dignará dar una contestación á mi pedido y créame, vuelvo á repetirle, que mucho será mi agradecimiento si es afirmativa, Me suscribo, etc.» Las líneas antecedentes no fueron contestadas y se me ocurre que nadie me- jor que los lectores de este opúsculo harán los comentarios más pertinentes sobre este detalle gráfico de civilidad criolla. De ahí la pobreza franciscana de esta breve noticia, cuyo único mérito, si lo tiene, está constituido por las observa— ciones que personalmente he recogido en mi último viaje á la región del Carca- raná, viaje que he realizado debido al apoyo eficiente que me ha prestado mi querido amigo el doctor Joaquín V. González. (1) « al descubrimiento de las islas de Tarsis é Ofir é al Catayo Oriental». Real Cédula de Octubre 25 de 1525. (2) HARRISSE, John Cabot the discoverer of North America and Sebastian his son, VI, 205. Mabero, Historia del Puerto de Buenos Atres, I, 58. Respecto del tal individuo Gómez Arbolancha existen dudas sobre su naciona- lidad y motivos de su permanencia en Pernambuco. Madero (Ibid., 1, 30 y passim! afirma fué dejado en la costa del Brasil por la armada de Juan Díaz de Solís á su regreso á España. Sin embargo de esta afirmación casi perentoria José Toribio Medina (Juan Díaz de Solís, I, viu, CCXCIL, nota 91) con argumentos perfecta- mente bien fundados cree que la recalada de la armada de Solís en Pernam- buco nunca se realizó, mientras que demuestra que el tal Gómez era un portugués desterrado, conclusión á que llega utilizando las declaraciones que figuran en los procesos á Caboto, los mismos que sirvieron á Madero (sic) para hacer su anterior afirmación. Me inclino á lo que supone Medina, pues este distinguido historió- grafo realiza sus investigaciones con un criterio perfectamante científico. Además, Luis Ramírez, en su notable carta (Madero, Ibid, 1, 331) dice que cuando llegó EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 115 Continuando Cabolo su interrumpido viaje, llegó á la parte norte de la isla de Santa Catalina (19 de octubre de 1526). Nuevamente allí salieron á recibirle un grupo de marineros y soldados portu- gueses desertores de la «nao» San Gabriel, que fué de la armada de Loaysa, y que dos años antes regresaba á España al mando de Ro- drigo de Acuña (1). Ellos dieron aviso á Caboto de la presencia en aquel lugar de dos sobrevivientes de la armada de Juan Díaz de Solís. Al presentarse éstos al jefe de la expedición creyeronse obligados á ponderarle las decantadas riquezas del Rio de la Plata, pero no ya en la forma vaga de las noticias suministradas por Braga y (Gómez Arbolancha, sino precisando de una manera clara todos aquellos datos que habían recogido en su desgraciado descubrimiento. Es indudablemente curioso el miraje de que padecieron los prime— ros viajeros que llegaron al Río de la Plata; ilusionados por los re- latos, quizás interesados, de los primitivos habitantes de la comar- ca, crearon, allá en el centro de la región bañada por el Paraná, un verdadero El Dorado, suposición que perduró en las primeras épo- cas de la conquista, hasta que poco á poco la verdad desalentado- ra de la Pampa solitaria fué esfumando lentamente ese verdadero lenitivo que utilizabau aquellos admirables conquistadores para mitigar sus fatigas y pobrezas. Los dos compañeros de Solís, Enrique Montes y Melchor Ramírez, hablaron á Caboto no sólo del Río de la Plata, sino que le mencio- naron por primera vez el nombre del caudaloso Paraná y el de otros afluentes queá él se reunían, los que tenían nacimiento en las montañas de su país del oro (2). Caboto á Pernambuco « vino á la nao capitana de esta armada una canoa de yndios en la cual venía vn xpiano », lo que se halla confirmado por la declaración de Gre- gorio Caro (MEDINA, 1bid., 1, yn, CCXCHUI), « e asimismo oyó decir á un portugués que se dice Jorge Gomez que estaba en la fatoria de Pernambuco, desterrado de Portugal, que fué el primero que fué á la nao capitana ». (1) MebDIxa, Colección de documentos para la Historia de Chile, 1, 53, 60, 61 161. HarrissE, (bid, VI, 210. Luis Ramírez, carta, passim. 2) Ramírez, Carta (MADERO, 1bid, 1,334); Harrisse, Ibid. VI, 210. Tanto Enrique Montes como Melchor Ramírez fueron de los naúfragos de la ca- rabela de Solís que se perdió en la costaaustral de la isla de Santa Catalina, en la punta llamada actualmente « Ponta dos Naufragados ». Me inclino á creer lo an- terior, que es lo que supone Madero sin probarlo, por las siguientes razones. En primer término, Ramírez (Luis) dice claramente que fué en la isla de Santa Cata- 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Caboto ya impresionado por las noticias recibidas en Pernambu- lina donde hallaron á los desertores de Loaysa y á los companeros de Solís, lo que se halla confirmado por la referencia que trae Santa Cruz en su Islario, por las declaraciones que figuran en las Probanzas de los pleitos com Caboto, etc. Ahora bien, objeta Medina (Ibid. L, ym, CCXC), argumentando en presencia de la relación de Francisco Dávila, de la armada de Loaysa, que Montes v Ramírez fueron hallados por la San Gabriel en el « Puerto de los Patos », llegando á la conclusión que dicho puerto es en la costa continental. Yo, por el contrario, opino que el Puerto de los Patos era en la isla de Santa Catalina. Voy á tratar de de- mostrarlo. Por lo pronto Santa Cruz dice en su Islario, refiriéndose á Santa Catalina, « la qual es dicha de los patos por los muchos dellos que allí se vieron la primera vez que fué descubierta » (HarrisseE, Ibid, Syllabus, 411). Ahora bien, fué en la isla de Santa Catalina donde Caboto perdió la mejor de sus naves, La Victoria, afirmación que hacen claramente todos los códices de la época. Pues bien, Santa Cruz refiriéndose á este suceso dice como declarante en la informa ción levantada en Sevilla ála llegada de la Santa María del Espinar, « fasta el puerto de los patos e alli perdió la nao capitana » (HarrissE, Ibid, Syllabus, 420). Fué también en la mencionada isla, donde se desarrollaron los sucesos que ter- minaron con el abandono de Rojas, Rodas y Méndez. Respecto á estos hechos dice Caboto en su declaración, en el sumario á que he hecho referencia con ante- rioridad, que «dexo en santa catalina junto al puerto de los patos al capitan Francisco de Rojas e a Martin Mendes e a Miguel de Rodas» (Harrisse, Syllabus, 424). La declaración de Casimiro Nuremberguer es aún más amplia, dice así: « fueron su viaje fasta el puerto que dizen delos patos ques en la misma costa del brasyl que en aquel puerto de los patos ques una ysla poblada de yndios », ete. Y más adelante añade el mismo Nuremberguer « que toda la gente hera dozientos e diez o dozientos e veynte hombres y enel puerto de los patos tomaron otros quinze e diez e seys cristianos, dos del armada de Solis e los otros de don Ro- drigo (Harnisse, 1bid, Syllabus, 418). Creo que las citas que he intercalado son suficientes para probar mi tesis, ya que Madero hacía su afirmación casi a prior. El mismo Pero Lópes de Souza, tan cuidadoso de los datos que suministra, refiriéndose al Puerto de los Patos, lo hace de una manera general, sin explicar claramente si se hallaba en la costa continental ó en la isla de Santa Catalina (Pero LópEs de Sousa, Diario da navegacao da armada, que foi a terra do Bra- sil em 1530,30 y 56). Bien poco han adelantado las últimas publicaciones apareci- das sobre el particular, ninguno de los autores se ha tomado el trabajo de estudiar comparativamente los códices de la época. Ni aún aquellos escritores que han podido escribir con los documentos originales al alcance de la mano han tra- tado de demostrar lo que yo acabo de hacer: sin ir más lejos, en una obra recien- temente aparecida (MANUEL DE LA PUENTE Y OLEA, Los trabajos geográficos de la casa de Contratación, Sevilla, 1900, 162; se afirma.que la carabela de Solís perdida al regresar á España se estrelló en la costa enfrente á la isla de Santa Catalina ! Por lo demás, en todas las declaraciones hay referencias bien claras que de- muestran que el Puerto de los Patos era en la isla de Santa Catalina y que fué allí por lo tanto donde se perdió la «nao» de Solís, donde Rodrigo de Acuña EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 447 co (1) por la pérdida de La Victoria y por los disturbios que divi- dieron á sus capitanes, decidió dejar abiertamente el viaje á las Moluscas y dirigirse en cambio al río de Solís. Luego que hubo so- lacionado en Santa Catalina las rencillas con sus oficiales y deha- ber construído en reemplazo de La Victoria una «galera » apta pa- ra navegar el peligroso estuario del Plata hizo rumbo hacia el cabo de Santa María, donde llegó el 21 de febrero de 1527. Navegaron casi sio dificultad el curso inferior y medio del Río de la Plata has- ta que fondearon en la actual costa oriental, en un lugar frente á la isla de Martín García y al que llamaron San Lázaro (17 de abril de 1527) (2). dejó buena parte de su gente y donde por último Caboto halló á Melchor Ramí- rez y á Enrique Montes. No me explico cómo el distinguido historiador chileno, tan cuidadoso de sus datos, ha supuestoque el Puerto de los Patos fuera en la cos- ta continental, tanto más cuanto que existen minuciosísimas referencias para probar lo contrario, las que no presento por no alargar más esta nota. Los que quieran conocer más detalles sobre los dos compañeros de Solís los hallarán en la mencionada obra de Medina (Sol+s, [, 1x, CCCXVIL y siguientes). (1) Harrisse, [bid, VII, 237 y siguientes. sobre este punto se equivoca Medina pues afirma que las primeras noticias las recibió Caboto en Santa Catalina (Solís I, vii, CCLXX!I). (2) Ramírezen su carta (MADERO, 1bid. 1, 338) da como fecha de la llegada el 6 de abril; Harrisse, 7 de abril (Ibid. VI, 212, nota 1). No creo, como Madero que San Lázaro haya sido próximo á la Punta Gorda oriental. Aquel autor, para ha— cer tal afirmación se basa en las referencias que contiene el plano de Alonso de Santa Cruz, « que es el primero que se levantó del Río de la Plata, y cuya copia auténtica poseo ». No conozco —pues la admirable discreción de los herederos del constructor é historiador del puerto de Buenos Aires me lo ha impedido— la mencionada « copia auténtica», pero no obstante esto, estoy seguro de ello, el senor Madero no deja de equivocarse en este caso, como en muchos otros. ll hecho de que el plano de Santa Cruz < determina algunas de las inflexiones de la costa que quedan arriba de la Punta Gorda oriental » (MADERO, Ibid. 1, 63) no prueba en manera alguna que fuese por allí San Lázaro. Es inutil, la buena fé de honrado comerciante del señor Madero ha sido en esta ocasión sorprendida. Si se hubiese tomado el trabajo de estudiar el texto de Oviedo, se hubiera convencido de lo antojadizo de su afirmación. Este último autor dice : « e fueron adelante una tierra e río que llamaron de Sanct Lácaro, enfrente del qual está una isla que se dice la isla de Martín García » (Ovieno y VaLbéz, Historia general y natural de las Indias, islas y tierra firme del mar Océano, IL, lib. XXHIIL, cap. IL, 172). Fuera de que la referencia de Oviedo es perfectamente explícita, es en este caso, y en general en los que se refiere al Río de la Plata, de suma importancia, pues sabido es que todos los datos que presenta le fueron proporcionados por Alonso de Santa Cruz. Creo yo por lo tanto, que el sitio probable donde se ubicó á San Lázaro era en las proximidades de la punta llamada actualmente de Martín Chi- 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Y fué precisamente en San Lázaro donde todas aquellas noticias recibidas por Caboto en el curso de su viaje, llegaron á tomar su forma más definida. Los naturales contáronle que haciendo vida común con ellos existía un sobreviviente de los que acompaña- ban al descubridor del Río de la Plata cuando tomó tierra en la costa oriental donde halló su muerte. El individuo á que se re- ferían los indios llamábase Francisco del Puerto y debido á su lar- ga permanencia en el país había tenido oportunidad para apren- der el idioma de los primitivos habitantes (1). Entrevistado con Ca- boto, le manifestó que el verdadero camino para llegar al país del oro sería remontando el curso del Paraná hasta hallar la desembo- cadura de otro río llamado Carcarañá, el cual descendía de las mon- tañas del interior (2). No me toca estudiar los sucesos que mediaron entre la llegada á San Lázaro y el momento en que penetró Caboto al Paraná por la canal de las Palmas ó del Espíritu Santo, como también después se la Namó (3). co, en la desembocadura del arroyo Santo Domingo. Allí la costa forma unas inflexiones que bien podrían ser las que señala Santa Cruz en su carta. Además la profundidad del agua permite acercarse á la costa la que presenta un reparo me- diocre. Por la carta de Ramírez se comprende que el puerto de San Lázaro era poco seguro y que Caboto fué aconsejado por Francisco del Puerto para que escogiera otro más cómodo donde dejar los buques mayores que no podían re-- montar el Paraná. De ahí la fundación de San Salvador. Las referencias que trae Rui Diáz de Guzmán sobre el particular son completamente inexactas y no vale el trabajo de tomarlas en cuenta (La Argentina, in Angelis, lib. I, cap. vr, 21). Tampoco en este caso puedo utilizar á Herrera por ser también sus datos inexac— tos y vagos(HERRERA, Descripción de las islas y tierra firme del Mar Océano, ete. Década HIT, lib. IX, cap. TIL, 260). Ni de Punta Gorda ni del río San Juan se divisa á Martín Garcia, en cambio el arroyo Santo Domingo distará legua y media de aquella isla. Hay otro dato que confirma mis suposiciones. Dice Oviedo que de San Lázaro al río de los Querandíes, habrá treinta leguas y de allí al Carcaraná otras treinta (Ovieno, [bid, lib. XXLIIL, cap. IL, 173 y Ramírez [MaDE- RO, Ibid. 1,339,] en la última parte). He demostrado en otra publicación que el río de los Querandíes, era el actual de Arrecifes. /OureEs, Los Querandíes, 132). Bien, del río de Arrecifes á Martín Chico hay treinta leguas casi exactas y del Carcaraná al mismo punto sesenta leguas. (1) Ramírez, Carta (Madero, Ibid., 1, 338). Declaración de Caboto (HarrIssE, Ibid., Syllabus, 422). (2) Respecto de Francisco del Puerto se hallarán datos interesantes en la obra mencionada de Medina (Solis, I, 1x, página CCCXXXII y siguientes). 3) No opino como lo piensa Madero que Caboto penetrara por la boca del EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 119 Siguiendo, pues, las indicaciones de Francisco del Puerto remon- tó, sin inconveniente alguno, el curso del Paraná hasta llegar á la desembocadura del deseado Carcarañá (27 de mayo de 1527), don- de fundó el tercer establecimiento español en las regiones del Río de la Plata, la fortaleza de Sancti Spíritus. La fundación de este fortín se explica perfectamente, el río Car-- caraña era la vía que conducía al interior del país donde se suponía existian las minas de oro, desde luego era necesario que los expe- dicionarios, que debían internarse en busca de aquéllas, dejasen resguardadas no sólo sus espaldas, sino en sitio seguro á los dos bareos de la expedición. Sabido es que los naturales pusieron en conocimiento de Caboto quela empresa de penetrar al interior era difícil, por la carencia de agua y lo largo de la travesía. Bravo, nicomo Harrisse que lo interna por el Guazú. Estoy convencido que los dos barcos, la Santa Catalina y el bergantín de Rifos remontaron el curso del brazo de las Palmas. Trataré de demostrarlo brevemente. El texto de Oviedo es bien claro á este respecto, pues dice: « La caravela é la galea (que eran los dos buques que decidió llevar Caboto para remontar el Paraná) atravesaron desde el río e puerto de Sanct Lácaro á la otra costa del mesmo río de la Plata al Sur» (Ibid., 11, lib. XXILL, cap. 111, 173. Es de notar que admitiendo mi suposición de que San Lázaro fuera en Martín Chico, en la desembocadura del arroyo Santo Domingo, la única boca del Paraná que encontraría Caboto en la dirección indicada por Oviedo, dato que le fué dado seguramente á éste por San- ta Cruz, es la de las Palmas, la que es lo suficientemente ancha para que cre- yese se trataba de la principal de lo que ellos conocían por Paraná Guazú. Las personas que han navegado el estuario del Plata saben perfectamente que la boca de las Palmas es mucho más ancha que la del Bravo, si bien la profundi- dad de las aguas menor. Tanto Rui Díaz de Guzmán (/bid., lib. I, cap. VI, 22) como Lozano ¡Historia de la conquista del Paraguay, Río de la Plata y Tucu- mán, 1, 18) admiten sin reticencias algunas que Caboto haya seguido el itine— rario que indica Oviedo. Bien, existe un dato que confirma plenamente mi supo- sición y que se encuentra también en el interesante libro de Oviedo. Me refiero al pasaje de los barcos de la expedición de Caboto por la boca del río «que se dice de los Guyrandos ». Este río está demostrado que es el actual de Arrecifes, naturalmente que si Caboto hubiese remontado el curso del Bravo ó del Guazú, nunca habría tenido ocasión de marcar á babor de sus naves al mencionado río, que es sabido desemboca en el del Baradero, siendo este último una de las comunicaciones más seguras y rápidas para pasar de las Palmas al curso princi- pal del Paraná. El dato de Oviedo, de que Caboto pasara frente á la desemboca— dura del río de los Querandíes, no puede ser en manera alguna falso, pues el explorador del río Paraná senala claramente en su mapa-mundi de 1544 al men- cionado río. Si bien sobre este punto no tengo duda alguna, volveré sobre él en una memoria gue próximamente publicaré, en uno de cuyos parágrafos estudio los itinerarios de los primeros descubridores del Río de la Plata. 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ahora bien. ¿En qué consistió el establecimiento recién funda- do? Los relatos de la época y de los escritores contemporáneas ha- cen suponer en una buena fortaleza con el consiguiente aparato guerrero obligatorio en esos casos. Bien por el contrario; Caboto mandó construir para la gente de la expedición una serie de peque- ñas cabañas con techo de paja, las que se hallaban fuera del recin- to fortificado. En cuanto al fuerte en sí, estaba formado por unos baluartes de tierra, protegidos por maderos, teniendo en los extre- mos dos torreones de groseros adobes, naturalmente que resguar- dado por un ancho foso (1). Caboto, antes de explorar junto con Diego García el curso superior del Paraná, resolvió reforzar el for- tín, para lo que reconstruyó los baluartes, colocó en ellos dos «pasamuros » y los artilló con doce « bersos ». Y fué en aquel lugar donde se desarrollaron los hechos sangrien- tos que obligaron á Caboto á regresar á España (1529). Tales son, considerados brevemente, los antecedentes históricos dela fundación del fuerte del Espíritu Santo. 0 Me toca ahora estudiar la geografía de los lugares próximos al sitio donde fué ubicado Saneti Spíritus, pero en el momento preciso desu fundación. De la lectura de los documentos de la época, proban- zas, cartas, etc., como también de lo escrito por autores primitivos, se deduce que el río Carcarañá desembocaba directamente en el Paraná. Ramírez se expresa bien elaro á ese respecto, « llegamos al carcarañal ques vn Río que entra en el parana». Los mapas de la época, el de Diego Ribero (1529) y del mismo Caboto (1544), como también el publicado por Levinus Hulsius en la edición latina de la obra de Ulderico Schmidel (1599), dibujan al río en iguales condi- ciones que las que indica Ramirez (fig. 1, 2, 3). Ahora bien, la única particularidad que presentaba por entonces la gran «cancha» del Paraná en la que desembocaba el Carcara- ñá, era una isla que había frente mismo á la fortaleza, bastante extensa, deshabitada cuando llegaron los conquistadores pero en la que, meses después, se refugiaron algunos indios guaraníes (11 Todas estas referencias se deducen de los escritos de la época, especial- WU mente de las declaraciones de testigos. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 121 que fueron perseguidos. Continuando hacia el Norte y á muy poca distancia de Sancti Spiritus comenzaba la extremidad Sud ¡Cha 16 Jal ve velo Sel e e ¡a aca AN aqabeto eras hizoesa | / É D noe m hara fa Fic. 1. — Fragmento del Mapa—Mundi de Diego Ribero (1529). Región del Rio de la Plata y Carcarañá de lo que se llamaba «estero de los Timbúes », es decir los te- rrenos anegadizos que bordeaban por el lado Este al brazo del Pa- raná que actualmente se llama impropiamente río de Coronda (1). (1) Véase las Instrucciones dejadas por Domingo Martínez de Irala al des- poblar á Buenos Aires en 1541. Fueron publicadas por el doctor Estanislao S. Zeballos en el Boletin del Instituto Geográfico Argentino, XIX, 261 y siguientes. 199 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dicho brazo tenía su margen derecha formada en parte por altas barrancas y playas bajas y su margen izquierda por terrenos ane- 1544). Región del Rio de la Plata y Carcarañá D ANS NS w041mb fp FiG. 2. — Fragmento del Mapa-Mundi de Sebastian Caboto ( gadizos á través de los cuales comunicaba con el curso principal del Paraná en la época de las grandes crecidas. Por la profun- didad de sus aguas y lo seguro de la navegación fué por mucho tiempo la vía preferida por los primitivos navegantes para 11 EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 193 hacia el Norte, á la primitiva Santa Fe (Cayastá), á la Asunción, etc. Y por último, en el curso principal del Paraná también á muy poca distancia del fortín, una isla á la que llamó Caboto cuando la descubrió Año Nuevo y á la que actualmente se conoce por de Los Pájaros, la que no obstante el haberla hecho desaparecer el señor Madero, permanece, aunque maltrecha, desafiando á la i¡m- petuosa corriente del caudaloso río. Tal era la geografía del histórico lugar; y es con los datos que acabo de exponer— y que por cierto he verificado cuidadosa- FiG. 3. — Fragmento del Mapa de Sud-America publicado en la edición latina de la obra de Ulderico Schmidel, por Levinus Hulsius (1599). Región del Rio de la Plata y Carcarañá. mente —que he trazado el croquis que acompaña á estas líneas (fig. 4). 1 Nadie 0só, después de la destrucción de Sancti Spiritus por los primitivos habitantes del lugar, el tentar de reedificarlo, el mismo Caboto se consideró impotente para tal empresa pues la población indígena era numerosa y se hallaba envalentonada por el reciente triunfo, esta fué la causa que lo obligó á regresar á España (1529). Los expedicionarios de Pedro de Mendoza al remontar el Paraná 124 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dd no se detuvieron en la boca del Carcarañá, así por lo menos lo da áentender Schmidel, pero en cambio eligieron un lugar próximo donde fundaron á Buena Esperanza ó Corpus Christi en «el estero de los Timbúes » (1536). Recién, pasados muchos años, se le ocurrió á alguien el pre- - ESTERO / ) N TIMBÚUES / Y FG. 4. — Croquis de la región próxima á Sancti Spiritus en el momento histórico de la llegada de los conquistadores (1527), levantado por Félix F. OVutes. A. Isla á que hacen referencia los documentos de la época. B. Isla en formación. tender se construyese en el histórico sitio un puerto que fuese la escala obligada de los navegantes del Paraná y que diese salida á los productos del Tucumán, etc. (1566). Esta ocurrencia del Oidor de Charcas, el licenciado Juan de Matienzo, no pasó deuna excelen- te insinuación (1). No obstante todo esto, el nombre de Fortaleza de Caboto, rincón de Caboto y aún el de Sancti Spiritus se conservó en las primeras (1) Relaciones geográficas de Indias ¡Perú), II, apéndice número III, XLI. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 195 épocas de la conquista y, cosa rara, se ha perpetuado hasta el pre- sente. Las ruinas de la primitiva población quedaron por largo tiempo, y aún hasta el día se hallan vestigios, de los que luego me ocuparé. Lozano dice que en su época se notaban restos del fortín; sabido es que el distinguido ¡jesuíta terminó su historia en 1745 (1). Ría Carcarañáa Í ¿ Pomo Fuerte Sancti Spiritus dos N y E) 5 WS>===A SES q E 0] — a o E [02 hs) [a] o 5 sl o O O* 3 o SN Fi6. 5. — Croquis de Sancti Spiritus levantado sobre el terreno por los doctores Estanislao S. Zeballos y Ramón J. Lassaga (13, XI, 1885) En un artículo que vió la luz pública en el « Telégrafo Mercantil » (1801) se hace idéntica afirmación (2). Por último, Azara es más explícito, pues da bastante detalle sobre el particular (1806) (3). ¡1) Zbra. 11, 20. (2) Relación histórica del pueblo y jurisdicción del Rosario de los Arroyos, etc., por Pedro Tuella, en el Telégrafo Mercantil, TI; publicada también en el vo- lumen Memorias y noticias históricas para servir ú la historia antigua de la Re- pública Argentina, de la Revista de Buenos Atres, 123 y siguientes. (3) Descripción é historia del Paraguay y Rio de la Plata, edición de Uri- be, II, 18. 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tales son las referen- cias que conozco en es- critores antiguos, sobre los vestigios del primer establecimiento español fundado en el territorio 19 N argentino. El 13 de noviembre de 1885, los doctores Esta- nislao S. Zeballos y Ra- món J. Lassaga tuvieron ocasión de visitar el pue- blo de Caboto y con este motivo trataron de vi- sitar el sitio donde se hallaban las ruinas del fortín. No fué mucho, por cierto, el resultado obte- nido pues dice el doctor Lassaga : « Descubrimos un foso ancho, ya casi cubierto de vegetación, y que denotaba datar de muchos años la época en que fué cavado ». « Lo que del foso quedaba ten- dría seis pies de ancho ». «A distancia de 50 varas uno de otro, demarcá- banse perfectamente los torreones y hacia el Para- ná notábase el endureci- miento del suelo en un espacio de dos varas, lo que nos hizo suponer que Fis. 6. — Croquis de la boca y curso inferior del brazo fyera la puerta de la for- de Coronda, levantado por Félix F. Outes (18, VI, 1902). y dí A. Estancia de Copello. B. Rancho. taleza » (1 ) . Anñadía e | S S 4 Ly 9 GS y (Z =! VZIAVIINVVASI (1) Ramon J. Lassaca, Tradiciones y recuerdos históricos, 271. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 127 PUEBLO = =y = SPiRITUS a Bram TTD W E Ú a a TS WMONTE.DE 2, GRONDONA % ” E y py Y LD Y 77019 Y ey Fi. 7. — Croquis del curso superior del brazo de Coronda y proximidades de Sancti Spiritus, levantado por Félix F. Outes (19, VI, 1902). A, A”, construcciones modernas. B, B', B”, «paraderos » indígenas. 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA autor un planito que he creído conveniente reproducir para que se noten las diferencias que pudiera tener con el mío (fig. 5). IV Ultimamente he realizado un detenido viaje en el que he recorrido todo el sistema fluvial del Delta paranaense, aunque su objeto era investigaciones arqueológicas y la confirmación de varios datos his- tóricos para un estudio que tengo en preparación. Como me sobrase tiempo creí conveniente hacer una breve ex- cursión por el Paraná medio hasta llegar á la boca del Carcarañá, pa- ra deese modo estudiar la arqueología de la región, de cuya riqueza tenía referencias, tratar de visitar el! sitio en que fué fundado Sancti Spíritus y con especialidad conocer la geografía del lugar. Al emprender el viaje al Carcarañá sabía, como lo he dicho, por la lectura de los documentos de la época, escritores primitivos y modernos, que Sancti Spíritus había sido fundado en la confluencia del Carcarañá con el Paraná, lo que me había sido confirmado por el croquis moderno publicado por Lassaga. También sabía, por los «admirables » mapas del « Instituto Geográfico Argentino » levan- tados bajo el cuidadoso contralor de toda una «comisión especial », no sólo lo anterior, sino que el pueblo Caboto ó Puerto Gómez era sobre las márgenes del Paraná (1) (1). Aceptando, pues, bona fide todo este cúmulo de datos fué que llegué en la mañana del 18 de junio ála boca de un caudaloso río que desaguaba en el Paraná, algo más al Norte de Punta Quebracho, y que, según me dijeron los prácticos, era el Carcarañá. La barranca que al partir del Rosario forma sin solución de continuidad la margen derecha del Paraná, presentaba al llegar á la mencionada boca una punta algo saliente con un corte casi á pique de 25 metros de altura; luego cam- 11) Atlas de la República Argentina construído y publicado por el Instituto Geográfico Argentino bajo los auspicios del Exmo Gobierno Nacional, Buenos Aires, 1892, láminas VIII y XI. Observando los mencionados mapas del Instituto se notará que la geografia de la región próxima á la desembocadura del Carcarañá, es idéntica á la que su- pongo como existente en la época de la conquista, de la que presento un croquis en la figura 4. ¿Coincidencia? Los comentarios los dejo librados á la buena vo- luntad de los lectores. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL biaba de dirección y bordeando la margen derecha del nuevo río se 129 perdía de vista á la distancia. La margen izquierda, porel contrario, estaba formada por tierras bajas de formación moderna, suma- mente reciente. Se me ocurrió que en la punta saliente, en la con- fluencia del Carcarañá con el Paraná, hubiese sido Sancti Spíritus ; el sitio, por lo demás, era excelente. Bajé á tierra y subí á lo alto de la barranca, ascención que presentaba las condiciones más inme- 0) O F BUSOWE DIE IA ESPN ADOS ALGARROBOS g£ SAUCOS mi UN an Y, ES Y) y, 0017, % AO NOAA 77 DIN BRAZO il CORONDA FiG. 8. — Croquis del emplazamiento de Sancti Spiritus, levantado por Félix F. Outes (19, VI, 1902). A. Construcción moderna. B. Recinto «elipsoidal » en que se levantaba el fortin. C, C*. Lugares donde el foso se halla casi cegado. D Playa sobre el Carcarañá con mechones de sauces criollos (Salix Humboldtiana). F. « Paraderos » indigenas. jorables para despeñarse. Pasado el mal rato traté de informarme lo que se sabía en el lugar sobre el objetivo de mi visita. El encar- gado de una estancia próxima me manifestó que no tenía noticias sobre lo que le preguntaba, que el riacho en que había fondeado el Resguardo se llamaba, según él, el Correntoso, que á siete le- guas por tierra de allí se hallaba Puerto Gómez, y que el Carcarañá, por lo tanto, quedaba más al interior. Esto hubo de hacerme desistir de mi visita, pero pensé en mis lecturas sobre el particular, en el atlas del Instituto subvencionado por el Estado, etc., y creí entonces más conveniente que nunca el AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA visitar á Caboto, verificar la ubicación de Sancti Spíritus, y muy especialmente levantar un croquis, si posible fuera, de la región en que me hallaba, la que indudablemente había sufrido modifica- ciones importantísimas. En un par de horas de navegación franquee la distancia que media entre la boca y el pueblito de Caboto (1). El encargado de la subprefectura del villorrio me manifestó que el río que habíamos SA ñ Y o PE SN Ni BO Wi" im po NUS 1 U, SEGA NAAA IZA Ara >> + lia UU, GS yA E ae yA ZA , WAY 7% Aa, h ha. ch N SS VEAS E AS ES VO Ñ Z DS 3 GA GS AS GDA SA : GÍA Y PARQUE AA y gue E O GE Fig. 9. — La supuesta bajada vista desde la parte superior de la barranca (Dibujo tomado de fotografía por Aurelio Giménez) navegado era el Coronda, y que el Carcarañá desembocaba en aquél unos mil doscientos metros aguas abajo. El brazo del Coronda desde su desembocadura hasta la población de Caboto ó Puerto Gómez, presenta las siguientes particularidades. Para facilitar la descripción lo dividiré, en lo que de él he recorrido, en tres partes. La primera ó superior, desde el Paraná hastalas Dos Bocas (cinco kilómetros). La segunda ó media desde las Dos Bocas. hasta el Carcaraná (ocho kilómetros) y por último la superior desde aquél hasta la población de Caboto mil á mil doscientos metros. En la primera parte su ancho medio es de unos 150 metros; su margen derecha está formada por altas barrancas de pampeano rojo con (1) Por el tiempo empleado calculo en catorce y medio kilómetros la dis- tancia recorrida. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 131 nódulos y estratos de loba, las que presentan un corte casi vertical que tendrá unos 23 metros aproximadamente de potencia. La margen izquierda es una isla que se prolonga hasta las Dos Bocas, de formación modernísima, anegable á la menor creciente y que proyecta un banco hacia el Paraná. Esta isla data de muy pocos años y se halla en plena formación (fig. 6). En la segunda parte, el ancho del río presenta una media casi constante de 100 metros, las barrancas de la margen derecha comienzan á disminuir su altura, retirándose algo al interior, 5% Sh Ñ v7 Ú py a, e : Y A 2 o a. SIATEAO ; Vi AE Dl des PELA 2D E A y E |. AZ ECHAN E Ln pl A 7 p ODA A A 21% E, NA f. AN ze 2 EPGDTICA ES 12% E y ERAN Ml y A = las 7 77 EE A AS j Y ÍA Eh Y A Fra. 10. — La supuesta bajada vista desde el plano de la playa (Dibujo tomado de fotografía por Aurelio Gimenez) dejando una estrecha faja costera que va pronunciándose más á medida que se aproxima al Carcarañná. La playa se halla cubierta por un espeso bosque de sauces criollos (Salve Humboldtrana W.), siendo su ancho al llegar al Carcaraná, de unas tres cuadras próximamente. La margen izquierda es de formación moderna aunque algo más antigua que la isla á que he hecho referencia an- teriormente y de la que se halla separada por un arroyuelo que nace en el Paraná y que al llegar con su aporte de agua al Coronda se bifurca dando lugar á una pequeña islita, «Las Dos Bocas». En la tercera parte, el ancho del río es casi constante salvo dos pe- queñas « canchas » que forma, una frente á la boca del Carcarañá y la otra en Puerto Caboto. En la margen derecha la barranca vuelve nuevamente hacia la costa, pero mucho más baja, unos seis metros 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA término medio; en la izquierda continúa la formación moderna, pero ya tierras perfectamente consolidadas y que por cierto tienen su relativa antigúedad. La población de Caboto ó Puerto Gómez —nombre este último que por una ironía perfectamente criolla ha prevalecido y que figura en las cartas geográficas de ciertas instituciones sabias — se halla situado á doce cuadras del Carcaraná ó del sitio en que se ubicó á Sancti Spíritus (1). He visitado varias veces el histórico lugar y he recogido las siguientes observaciones. Sancti Spíritus fué fundado en la margen izquierda del Carcarañá en el ángulo formado por la actual confluencia de este río con el brazo de Coronda en una extremidad de barranca saliente de seis metros de altura, la que domina sobre el Carcarañá una vasta superficie plana de ciento cincuenta metros de ancho, con una altura, ésta, de dos metros sobre el nivel ordinario de las aguas del río; y sobre el Coronda un playaje en forma de semicírculo, pero de uno 40 metros de ancho máximo (fig. 8) (2). El plano de lo alto de la' barranca presenta en primer término un foso perfectamente bien señalado de tres metros de ancho y cuarenta metros de largo, el que traza una especie de semicírculo para terminar casi cegado en la barranca del lado del Carcarana, llegando en su profundidad hasta el plano de la playa. El foso y la línea de la barranca sobre aquel río forman algo así como una elipse dentro de cuyo recinto se ha elevado la modesta fortificación. Esta se hallaba perfectamente defendida de un lado por el corte á pique de la barranca y del otro por el foso. A poca distancia de este último, unos siete metros, existe una bajada hacia la playa, bajada que indudablemente es artificial, pero sobre cuya antigúe- dad no quiero pronunciarme; es utilizada actualmente por los ha- (1) «Caboto, San Jerónimo, Santa Fe, tiene 732 habitantes (censo). Está si- tuado en la desembocadura del Carcaraná en el rio Coronda (brazo del Paraná.... Estación del ferrocarril santafecino, ramal de Santa Fe á Rosario, del cual se desprende en Maciel otro ramal de 8 kilómetros que conduce á Caboto. Dista 61 kilómetros del Rosario, 106 de Santa Fé y 372 de Buenos Aires, Molino á vapor 4 =120 metros C. T. E. 4 (Francisco Latzina, Diccionario Geográfico Ar- gentino, 262), Sobre el Carcaraná se hallarán datos importantes en Martín de Moussy, Description géographique et statistique de la Conféderation Argentine, L 152, y en L atzi na,Diccionario, etc., 92. (2) Las coordenadas geográficas de la boca del Carcaraná son 329 33' de latitud Sud y 60? 38' de longitud Oeste de Greenwich (Latzina). 133 - EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPANOL "0S0J [9 Sa *OLIBIIOS [OE UN SA IS AIPUOP OYdURAI [9p Rpaaimbz1 e] e “epe[eq e] se OPequeus [9p eqalap e] e 0139u ua 18/NSueray u0OIsaadap e] :(Z9u9 ura) oran y 1odje138130305 3p Opeuuoy ofnqrq) «saynidg 1490U8S OJURA9] IS IPUOP ABN] [9P BOLURIOURA RISIA — “HL “DIA 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bitantes de un rancho que hay en las inmediaciones. Debo de ad- vertir que no se trata de una torrentera, no sólo por su forma sino porque los declives no convergen á ella (fig. 9 y 10). Todo el terre- no, el foso, la bajada, etc., se hallan cubiertos por un tupido bos- que de talas (Celtis), espinillos (Acacia), algarrobos (Prosopts) y saucos (Sambucus), el que indudablemente es muy moderno, no tendrá más de veinte años. A pesar de mis minuciosas investigaciones no he hallado los res- r 6 tos de torreones á que hace referencia el doctor Lassaga. Fic. 12, — Fragmento del Mapa del Ministerio de Obras Públicas Región de la boca del Carcarañá (1901) Ahora bien, considerando en conjunto el terreno en que se ha ele- vado Sancti Spíritus se nota que tiene condiciones inmejorables para el objeto con que fué escogido, pues no sólo se halla en parte defen- dido naturalmente, como lo he dicho, sino que sobre el Coronda pre- senta una hermosa playa de arena, que por su forma es un excelente varadero para embarcaciones pequeñas como las que llevaba Ca- boto y las que luego construyó junto con Diego García en aquel mis- mo lugar (fig. 11). Por qué los conquistadores eligieron la margen izquierda y no la derecha de Carcarañá también tiene su explica- ción ; fué sencillamente porque la barranca está mucho más al inte- rior, unos tres ó cuatrocientos metros. EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 135 No he dispuesto del tiempo suficiente para hacer excavaciones enlas proximidades del fortín, pero en cambio se me refirió que úl- timamente fueron halladas una gran cantidad de armas antiguas y un pequeño santo (?) de barro cocido. Por lo demás la región es"riquísima en objetos arqueológicos. En los claros que presenta el tupido monte que cubre todo el lugar, en las cuevas que hacen las vizcachas (Lagostomus trichodacty lus) y aún entre las raíces de los espinillos se hallan millares de alfare- rías lisas, grabadas, pintadas, muchas zoomorfas, otras afectando A = Puerto|Gomez) dis; , : V r V V Fic. 13. — Fragmento del Mapa del Instituto Geográfico Argentino Región del Carcarañá (1885) formas rarísimas, en fin una arqueología completamente distinta de la que se conocía en las provincias del litoral y que merece ser estudiada con detenimiento. Los hallazgos más interesantes fueron hechos en la margen derecha del Carcarañá en un paraje llamado «Monte de Grondona», entre una tupida y centenaria «montaña», como llaman por allí, de algarrobos y espinillos. Y téngase en cuenta que sólo se recogió lo que se encontraba superti- cialmente pues por desgracia el tiempo escaseaba (1). Es indudable que en ambas márgenes del Carcarañá han existi- do numerosísimos núcleos de población indígena, no sólo á la lle- gada de los conquistadores sino en la primera época después de la destrucción de Sancti Spíritus. (1) Sobre la arqueología de la región se ocupará mi compañero de viaje el senor Luis María Torres. 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Llegado al final de esta breve noticia y al recapitular las obser- vaciones geográficas que he reunido en el terreno puedo arribar á las dos conclusiones siguientes : |" Que el curso que he llamado inferior del Coronda no ha exis- tido en el momento histórico de la conquista española, puesto que la margen izquierda que he descripto, de este brazo, es de forma- ción completamente moderna; 2 Que parte de la margen izquierda del curso medio tampoco ha existido, siendoseguramente una isla en formación. Desde luego el terreno ocupado por el mencionado brazo era una gran «cancha» del Paraná en la que desaguaba el Carcarañá. Respecto del Coronda la inmensa mayoría incurre en el error de creer que se trata de un río completamente aparte cuando en rea- lidad es un brazo del Paraná y un brazo importantísimo por el gran caudal de agua que aporta (1). Respecto á los mapas modernos el único que puede señalarse como exacto pero que desgraciadamente sólo se refiere á las proxi- midades del Paraná, es el levantado por el Ministerio de Obras Públicas (fig. 12). En cuanto al del Instituto Geográfico Argentino es sencillamente falso (fig. 13). Los clichés que presento á conti- nuación servirán para ilustrar las afirmaciones que acabo de hacer. Escrito lo anterior y ya compuesto por la imprenta, llegan á mis manos los varios volúmenes que forman el concurso del puerto del Rosario. En uno de ellos figura un hermoso mapa de|navegación (1) Moussy, £bid, UI, 157 y 171. Latzina, Geographie de la République Argen- tine, 241, y Diccionario, etc., 130 dice: « Coronda, brazo del Paraná llamado ¡m- propiamente rio de Coronda; San Jerónimo, Santa Fe. Se desprende del tronco en Santa Fe y vuelve á reunirse en él un poco más abajo de la desembocadura del Carcarañná. Recibe de N. á S. yen su margen derecha, los arroyos Colastiné y del Naranjo y el rio Carcaraná. Donde desemboca el Colastiné forma el riacho una laguna que se llama Coronda ». Naturalmente que el doctor Lassaga se ha equivocado al decir que el pueblo Ca- boto es sobre el Paraná, EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ESPAÑOL 137 del río Paraná entre Buenos Aires y la ciudad de Santa Fé (1). Al revisarlo he notado con sorpresa errores importantes en la región de la desembocadura del brazo de Coronda, errores que no apare- cen en el mapa del mismo ministerio de Obras Públicas que he reproducido en la figura 12. En primer término se llama río Car- carañá al curso inferior del Coronda, aunque para los ingenieros de aquel ministerio la boca del Carcarañá estaría en la confluencia de las Dos Bocas con el Coronda. Esto, como es natural, es una lamentable equivocación que no hace más que perpetuar errores antiguos. La topografía del curso del Coronda indica claramente que es el thalweg de este brazo el que predomina hasta llegar al Paraná, además el caudal de agua que aporta es muchísimo mayor que el del Carcarañá, observacio- nes que creo harán los ingenieros del ministerio citado cuando se les ocurra continuar navegando el Coronda hasta llegar á la verda- dera boca del Carcarañá. Buenos Aires, S de Septiembre de 1902. (1) Concurso para la construcción y explotación de un puerto comercial en la ciudad del Rosario. Informe general, anexo B-I, B-I, a. ESTUDIO SOBRE LA ESTERILIZACIÓN DE LA LECHE Por EL dbocror ENRIQUE FYNN Dado el poco conocimiento que aún tenemos de los compuestos proteínicos, es por el momento solución lejana el problema de igualar la leche de vaca ú otro mamífero á la de mujer. Los cono— cimientos que momentáneamente poseemos acerca de los compo- nentes de dicha secreción, sólo nos permiten establecer para la mejor economía, una igualdad cuantitativa entre las proporciones de materias grasas, nitrogenadas, sales y lactosa, quedando aún otros compuestos como ser los de hierro, fuera de nuestro alcance ; los cuales, á pesar de la teoría formada por Bunge (1) por la que el sér recibe la cantidad necesaria de los compuestos de dicho me- tal para el tiempo de lactación, no se le puede dejar de atribuir un rol importante en el organismo como el principio activo de las enzimas y de la substancia viva, pues si su presencia en la leche fuera meramente casual, no se explicaría la complejidad de sus compuestos con grupos orgánicos en aquella. Si bien lo antedicho ya constituye un inconveniente, la atrofiación siempre creciente de las glándulas mamarias en la mujer (2) obliga á persistir en el es- tudio de la alimentación artificial del niño. Aparte de las dificultades mencionadas, se presenta otra de suma importancia : la esterilización de la leche. La obtención de ésta en condiciones asépticas, resolveria este problema, pero está ya de- mostrado que ésto es algo imposible (3), no quedando otro recurso 1) Zeitschriftfuer physiologische chemie, 1892, tomos 16 y 17. (2) Buxce, Die zunchmende Unfaehigkeit der Frauenihre Kinderzustillen, 1900. (3) WE16GMANN, Milchzeitung, 1896, página 148. ESTERILIZACIÓN DE LA LECHE 139 que el de la esterilización del líquido una vez puesto en envases con cierre hermético. Sin embargo, Flúegge (1) y Weber (2), han puesto de manifiesto que en la leche esterilizada en botellas se encuentra un cierto número de ellas que contienen gérmenes; y es indudable que en la leche actúan factores que protegen á los microorganismos, hasta cierto punto, contra la acción del calor. Así, por ejemplo, han demostrado Russel y Hastings (3), que la membrana (nata) que se forma en la superficie de la leche al ser éste calentada, constituye uno de esos medios. Como el calor actúa al mismo tiempo en la leche sobre sus compuestos según la gra- duación, su acción tiene que ser limitada; con todo, se observa especialmente, en leche esterilizada en envases de vidrio un color pardo, debido á la caramelización de la lactosa, y el sabor pecu- liar que toma. Aparte de estas alteraciones que resaltan inmediata- mente, existen otras múltiples cuya demostración exige un estudio . más detenido, como ser la destrucción de ciertos fermentos y de la lecitina, el aumento de acidez (4) etc., etc. Weber en su investi- gación citada llama la atención sobre el hecho de haber encontrado Niemann (5) en leche completamente esterilizada, hidrógeno sulfu- rado, cuya presencia atribuye Weber á la acción de microorganis- mos que han desarrollado su acción al comenzar la esterilización parcial. Habiendo sin embargo encontrado nosotros dicho gas en leche esterilizada por el método continuo, nos hizo esto presumir que su presencia era debida á la acción del calor. El hecho de no existir en los trabajos científicos de la materia pormenores sobre las circunstancias en que dicho gas se desprende de la leche por la acción de ese agente, nos indujo á estudiar este punto. Con este objeto”se llenó una botella hasta sus tres cuartas partes con leche recién obtenida, introduciéndole una tira de papel de acetato de plomo, de tal manera, que no tocara ni la leche, ni las paredes de la botella; ésta, tapada herméticamente, se sumergió en un baño de agua, el cual se calentó lentamente. En una segunda bo- tella, con la misma cantidad de leche que la anterior, se medía la (1) Zeitschrififuer Hygiene und Infektions Krankheiten, 1894, tomo 17. (2) Arbeilen ausdem Kaiserlichen gesundheitsamtes, 1900, tomo 17. (3) Centralblattí fuer Bakterien u. Parasiten, tomo 2. (4) A. WROBLEWSKI, Ostereichische chemische zeitung, tomo 1. (5) Hygienische Rundschau, tomo 4. 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA temperatura. Cuando ésta subía entre los 81? y 82? €. seempezó á notar en la extremidad del papel una coloración obscura, señal de la presencia del hidrógeno sulfurado. En pruebas posteriores se sostuvo la calefacción de la leche durante 20 minutos á 80%, con resultado negativo; en otras á 81? ; recién cuando la temperatura se aproximaba á los 82? se podía verificar el desarrollo del hidró- geno sulfurado. Con la elevación de la temperatura, el obscureci- miento del papel de acetato de plomo se hacía más intenso, y se puede admitir que el desarrollo del hidrógeno sulfurado en la le- che es proporcional á la temperatura y al espacio de tiempo que dura la calefacción. Thomsen (1) indica como procedimiento para la determinación de la aldehida fórmica en la leche, destilar una parte de ésta, agre- gando al líquido destilado una solución amoniacal de nitrato de plata; en presencia de formol se producirá un obscurecimiento ó precipitado negro. En experiencias hechas hemos encontrado que toda leche, ya sea destilada directamente ó por medio de vapor de agua, da la reacción descripta debidoá la formación de sulfuro de plata. Si en lugar de una solución de sales de este metal se agrega al destilado en cuestión una solución de acetato de plomo, se pro- ducirá una reacción análoga, lo que demuestra lo erróneo del mé- todo de Thomsen . Conradi (2) ha encontrado que la caseína de la leche que ha sido sometida á una temperatura superior á 80? sufre una depresión en su punto de coagulación de 8á 129; esta circunstancia parecía hacer existir una conexión entre la caseína y el desarrollo de hidró- geno sulfurado. A fin de aclarar este punto se calentó una solución anfotera de caseína, obtenida según la prescripción de Hammer- ten (3), de la manera mencionada para la leche; aún á la tempera tu ra de 100% no se pudo comprobar el desarrollo de hidrógeno sulfu- rado, lo que indica que este gas debe proceder de la descomposi- ción de algún otro compuesto. Es de notar que en cinco porciones de leche de diferentes muje- res, con un período de lactación de 2, 4 y 5 meses, que hemos expe- rimentado hasta la temperatura de 1007, no pudimos verificar el (1) The chemical News, tomo 71. (2) Muenchener medicinische Wochenschrift, tomo 48. (3) Zeitschrift fuer physiologische Chemie, tomo 7. ESTERILIZACIÓN DE LA LECHE 141 desarrollo de hidrógeno sulfurado, lo que marca una diferencia entre dicha leche y la de vaca. El hecho de desaparecer el hidrógeno sulfurado después de algún tiempo en la leche esterilizada podría parecer raro, lo que se expli- ca teniendo en cuenta la facilidad con que dicho gas, especialmente en presencia de la luz, se descompone en sus elementos. Sartori (1) ha encontrado en leche esterilizada azufre libre ; él mismo diceque no se explica las causas de este extraño caso, lo que después de las experiencias detalladas, tiene ahora su solución. Experiencias hechas para determinar la cantidad de hidrógeno sulturado desarrollado en la leche por la acción de la temperatura á diferentes grados, nohan dado resultados satisfactorios; sin em- bargo, es de esperar encontrar un método que nos permita la solu- ción del problema. Aceptando como límite para el desarrollo del hidrógeno sulfurado en la leche, la temperatura de 82”, á fin de1mpedir la formación de este gas, la esterilización se debería efectuar abajo de dicha tempe- ratura en la forma discontinua. Con tal objeto se sometieron 3 envases metálicos, cada una con 250 centímetros cúbicos de leche, de la manera siguiente á la esterilización parcial : 25 minutos á 81* enfriada y hora y media á 37”. 25 minutos á 81? enfriada y dos horas á 37”. 25 minutos á 81? enfriada y doce horas á 37”. Antes de la esterilización, se había determinado la acidez de la leche con 1/4 normal hidrato potásico y fenolftaleina, necesitando para su neutralización 3.41 centímetros cúbicos. Después de estar las latas durante 48 horas en la incubadora fueron abiertas y exa- minadas con los siguientes resultados : 1* envase, grado de acidez 3.70, aspecto viscoso y sabor amargo, contiene bacterias. 2* envase, grado de acidez 4.05, aspecto coagulado y olor ácido, contiene bacterias. : 3* envase, grado de acidez 3.10, aspecto coagulado y olor á heno putrefacto, contiene bacterias. Llama la atención la gran diferencia que presenta la leche de las tres latas, tanto que en la última es de suponer que primero ha habido producción de ácido, á la que ha seguido el desarrollo de O: (1) Chemische Zeitung, tomo 17. 142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA amoníaco y sus derivados, lo que asegura el hecho de desarro- llar dicha leche con hidrato de magnesio abundante amoníaco. Como se ve, no son temperaturas en las cuales no se desprende hidrógeno sulfurado, suficientes para destruir los gérmenes de la leche. Pero, que asímismo la esterilización parcial de la leche no llena el objeto deseado, como lo demuestra la experiencia á conti- nuación. 3 botellas de 250 gramos se trataron como sigue : 25' 4 100”, enfriadas hora y media á 39”. 25' 4.1007, enfriadas dos horas y media á 397. 1002, enfriadas doce horas y media á 399. 25' 41007, enfriadas y puestas en la incubadora. Después de seis días de estadía en ese aparato se empezó á notar en ellas, debajo de la crema acumulada en la superficie, la forma- mación de una zuna transparente, signo de la presencia de las bac- terias peptonizantes de Fluegge (1). La tercera botella se abrió después de un año; en ella la pepto- nización abarcaba dos terceras partes de su contenido, siendo el sabor normal y resistiendo la prueba del cocimiento y del alcohol á 68 por ciento. En esta experiencia hubo que desistir de la titula- ción debido al color obscuro que;la leche había tomado por efecto del calor. Pruebas hechas después con botellas de 150 gramos y con tubos de vidrio con tapón de algodón, previamenteesterilizado á 120 grados y con 13 centímetros cúbicos de leche, dieron resultado aná- logo al anterior; lo mismo los tubos en los cuales el cierre era sus- tituído porla fusión delasextremidades. En todos ellos se podía notar el desarrollo de las bacterias peptonizantes de Flúegge. Es de hacer notar, que el desarrollodeestos microorganismos (aerobios)enaque- llostubos en los cuales no se impide la evaporación del agua de la leche, no forman la zona transparente, lo que atribuimos á que la concentración del líquido lo impide. Como se ve, no hemos podido constatar las manifestaciones de muchos autores según los cuales se obtiene por medio de la esteri- lización parcial, una leche libre de gérmenes aún á temperaturas más bajas que las que hemos usado (2). Estas circunstancias nos hacen recurrir á la esterilización con- 25” 50 O: (2) Dam citado en Koenigs Lehrbuch der Nahrungsmittel, página 245, tomo 2”, 1894. ESTERILIZACIÓN DE LA LECHE 143 tínua á altas temperaturas; desgraciadamente en los envases de vidrio, sobre todo, toma la leche con suma facilidad un color obs- curo que hace poner un límite á la graduación de la temperatura, habiendo notado que en unas botellas es más intenso que en otras. En el estudio de esta causa hemos observado que aquellas botellas cuya leche adquiere el color más pronunciado, una vez vaciadas, lavadas y secadas, toma el vidrio un aspecto turbio (corroído) ha- biéndose convertido la reacción primitiva anfotera de la leche en alcalina, lo que nos indujo á efectuar un análisis doble del vidrio. El primero ha sido hecho por el doctor Herrero Ducloux, el segun- do por nosotros. I KM MD ARE 70.421 70.246 O io Ed: ls 6.979 6.795 FEO, NO vestigios vestigios MO SS vestigios vestigios COURIER o 12.724 12.973 NOT TI 9.808 9.691 Dota. ar , 99.932 99.405 Estas cifras demuestran que la proporción entre los diferentes óxidos es la siguiente : 12040 : (13 K20. 15 Na, 0) : 17 SiO, cuando en vidrios resistentes estas cifras deben acercarse á las siguientes : 1 Ca0: 1 (K20. Naz20): 6 SiO, (1). Los análisis efectuados nos demuestran que el vidrio usado es de mala calidad y no es de ad- mirar que bajo la acción del calor desprenda álcali, siendo un hecho conocido que al ser calentada la lactosa en solución alcalina se obscurece con suma facilidad (2). Como se ve, la esterilización de la leche tiene que luchar con circunstancias completamente especiales, ocasionadas por la mul- titud de sus compuestos; y es de esperar que con los estudios ya realizados y los adelantos continuos de la ciencia en la materia, se consiga dominar por completo este vasto campo sobre el cual se basa especialmente la lactancia artificial. (1) SLOHMANN, Musprats Chemie, tomo 3”, 1891. (2) BerLsTEIN, Handbuch der organischen Chemie, página 162, tomo 1”, 1893. LENGUAS AMERICANAS (SECCIÓN BOLIVIA) LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA INTRODUCCIÓN Por SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO M. A. Encargado de la Sección Lingúística del Museo de La Plata NOTICIAS GENERALES Y VOCABULARIOS Por EL P. Fr. NICOLAS ARMENTIA Obispo electo de La Paz Ingiique — Fué concebido. Insiqui, Intziqui — Tigre. Inzis, Intchis, Iques—Maduro. lomo, Zeyeye — De noche. lomoi, Togmai — Anochecer. lomuye — Año. loñ — Coto (corteza de un ár- bol medicinal). loque — Aguja. Toti — Espina. lovi — Anzuelo. Tovitchi — Tirar anzuelo. Toy, hiqui — Bañarse. Ipa, Ipanye — Terreno llano. Ipanac — Criar los guaguas, los hijos. Ipanaqni — Criar. Ipenti — Soberbio, Engreido. Ique — Terminación de tiem- po pasado. Iques, itchis — Maduro. Iria, Iriarai — Ir juntos. Iris — Una, sola, primero. Trit — Uno, solo. Isine — Raya, pescado. Isyi — Peinar. [tama — Cedro. Itchequentieme — Responder. Itchi, Itsi — No hay, No está, Falta. Itchis, Iques — Maduro. ltchiyes — Morado. Es una planta parecida al café en el tamaño y en la hoja. Con esta hoja verde, ma- chacada, tiñen los chunchos sus vestidos de un hermoso color azul; prende el color en el algodón y en lalana, sin necesidad de mordiente. Cerca de la misión de Mu- chanes existe silvestre, en abundancia, en algunas le- guas de extensión. Se culti- va más fácilmente que el café. Se pueden hacer al año cuatro cosechas de su hoja. La hoja seca no pierde su materia colorante; al con- trario, molida, apenas tiene materia leñosa, convirtién- dose toda en tintura; con los LOS: INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA ácidos y álcalis, como reacti- vos, produce los mismos efectos que el añil. Itehiyibanñ —Está madurando. Itei, Hteme — Mandar, Manda. lis — Mujer ajena. Iisanye, Mamal — Jugar. Hsanye — Jugar, Divertirse. Iitiya — Corto, no alcanza. Iza — Humo. Za. Iyi — Pasado; At ¡yi— Domin- go, pasado el domingo, ó J Esta ¡es gutural, y para dis- tinguirla la doblamos. Jjachiqui — Bostezar con las narices. Jjajari — Sed. Jjcke, Echetei—Tomar, recibir. Jjemsi — Mejor. Jjensi tupu quin? — ¿Qué hora es? Jjeñte, Ñiñete, Ñiñacsi — Bur- larse. M Mabbet — Gordo. Mac, Maques — Cocido, cocer. Maj, Maji. — Crecer el rio. Maj oñi — Lugar profundo en el agua. : Maje — Querer, Consentir. Majoi — Contento, Alegre. Mamai — Jugar, Divertirse. Mami — Camino, Senda. AN, SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 145 después del domingo; Pat 1yi pazi cañ—Que pasen el agua por el colador, cernidor ó el filtro. Iza — Humo. Izare, Mirbabai — Neblina. Izchacs1,Itsacsi, Eremii—Mor- der. Izitai, Bitehicchic — Sapacala. Izutti — Esperar. Itzo — Anguila. Jjeyaqui — Bostezar con la bo- ca. Jjicoyac-seva — Muestra. Jjinjoi — Sudar, Sudor. Jjinyi — Concebir la mujer. Jjin — Hueso. Jjosac — Oler. Jjutcha — Pecado. (Hemos descuidado en esta copia el poner el signo indica- do en medio de la dicción). Manai — Motacu. Mani — Gusano. Mape — Goma. Mara — Costilla. Marai — Flaco. Masc:— Pues. Mayege — Cielo, Dia. Mayet — Amanecer. Mayenge — Dia. 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Mayengeche — Cielo. Me, Mei, Así. Meinas — Asi pues. Mec, Enomo — Tábano. Mec, Mequer — Cocer; Mac, Maques — Cocer, cocido. Meeve — Por tanto. Mei — Así; Meimomo — Así no más. Meinas — Así pues. Meira, Meyera — Así ha de ser. Mejyei — Apartar, Retirar. Mejyeva — Retira, Aparta. Men — Tiempo; At men—Ha- ce tiempo. Meniya — Media noche. Merique — Piña. Mesi — Basta; Pat mesi — Su- ficiente. Mestiye — Criado, Servir. Mestiyeya — Sirviendo. Metche, schoscho — Ratón. Metsei — Azul morado. Mevet— Flojo, bueno. Meyitchica — Aparta. Mi — Tú; Miin — Vosotros; Mi- intchi — Vuestro. Miba aqui — Nacer pollitos. Mibacsi — Picar los mosqui- Los. Mic — Palabra, Idioma, Cuen- to, Chisme. Micsaye — Barreno. Micta — Plato. Mische — Eslabón; Mij — Pie- dra. Mitchgi, Michigi — Ayunar. Mii — Caminar, Andar. Miin — Vosotros; Miinyes -— Para vosotros. Mimi mama — Caimán. Minbeyete — Perdonar. Minsi, Miinsi — Vuestra. Miñ miñ, Minaaqui — Torcer, hacer cordel. Mirigri — Espalda. Misare — Goma. Misare, Misire — Otra clase de gomas. Misi m; — Habla, Explícate. Misi ze — Tu madre. Mizzi— Gato. Mo — Aquel; Moin — Aque- llos. Mocañ — Allá dentro. Moch — Lejos. Moche — Arriba. Mocheas — Grande, Alto, Lar= g0. Mochoyein — Mandones. Mochoye — Mandón. Moin — Aquellos. Mointchiin — Gente, hombres. Moji — Llano, Pampa. Momo — No más. Momoñi, Majye — Javalí. Moñi — Perder, Resbalar. Moniai — Perderse. Moriti — Chorrearse la vela. Morojoi — Diarrea, Disentería. Mosac, Mosaca — Moler. Mosi — De ese. Motac, Moctac — Afilar. Move — Allí. Moyal — Mayor. Moyoco — Conejo. Mubeñ — Tirar, Arrastrar. Muche — Encima. Mumu — Padre. Muna — Ayer. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA Muñacan — Antes de ayer. Muñi, Muñaque — Se hizo. Muñmeñ—Entero, Todoentero. Musi, Chom — Pulgas, Mos- quitos. Naba — Víbora muy venenosa. Nai, Naai — Volar. Naitaquiye — Espejo. Namechai — Cuadrado. Nana — Yeso, Estuco. Nanas — Muchacha. Nanat— Muchacho. Nanatin — Muchachos. Nanyeva, Natsyeva — Extiende. Naquin, Ñate — Enterrar. Nas — Pues. Nataque — Nació. Natechi — Nacer. Ñabaqui — Gallina clueca. Ñacha — Palos para hacer casa. Ñajari — Tranca, cerco. Ñapu — Amigo. Ñate — Enterrar. Ñe — Ni. Ñechiti — Ayudar. Nechumbicam — Espera un poco. Neges — Sola. Nepu — Beber de un trago. Nesñei — Amarillo. Nicche — Ir rio arriba. Nic nievac — Apóyate. Nis — Línea, raya. 2 147 Musumu — Manta, Frazada. Muya — Estar, Haber. Muyera Chivoy ya — Voy á Cha- voy. Nayoque — Buenos días. Naz — Víbora, culebra. Nechumbicam Bisaqui, — Es- pera. Nem — Lengua. Nemche — En la lengua. Nimbeibutica — Perdónanos. Nimbe ittige — Perdón. Nimbeacge — Misericordiosa. Nirbabay — Neblina. Nochochoi— Temblar, temblor. Noyii — Asustar, asustarse. Nuctehi — Otro. Ñitsi — Gotear, Nobbi — Cansado. Ñocve — Al otro lado. Nogño — Mañana. Nogñoquirai — Hasta mañana. Nogñorai — Mañana. Noiyi — Asustarse. Ñoño — Madre. Ñop — Beber. Ñopeve —A la otra banda del rio. Nopyes — Malvas. Nuesi — Otro. Ñucchiti — Ayudar. Ñuchitica — Ayuda. 148 Oc — Mancha. Ocañ — Adentro, Abajo. Occane — El zorro, zorra. Osch — Perico ligero, el pere- ZOSO. Oche — Arriba. Oschi — Asa de olla. Occhichi — Gusanera, lombri- ces. Oscho — Vestido, ropa. Ococo — Vainilla. Ojcoco. Ocooco — Sapo. Octum — Sucio; Oc-mancha. Oddo — Mono negro. Of — Antes; Ofereya, Orojcañ — Dia claro. Ogea — Entonces, después. Ohi — Yuca. 01 — Esta, esto, este. Oica — Entonces. Omoye — Olla. Oña — Donde. Pacañ — Cortar. Pacnac — Hacer la camisa de Bibosi. Pacsacye, Patsal — Basura, Suciedad. Pacsis, dabba — Mani pelado. Pacsoi, pecsei— Mancha, Sucio Pactac — Clavar, Remachar. Pach — Agrio. Pagnac -- Hacer ambaibo. Pai — ver Ere. camisa de O ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Onan — Adonde. Oñas — De donde. Oñas atsi mi — De donde vie- nes? Oñat in cam — De dónde es? Oñi — Agua. Oñi baiñi — Agua hervida. Oñi sivuaquis — Agua fresca. Oñive -— Al rio. Oño — Cabeza. Onye — Cuando. Oppa — Pájaro grande. Opito — Arco Iris. Orita, Onita — Estrella. Orojcan — Dia claro. Otchac, Ochai — Caer. Otchi — Loro. Otte — Lástima. Ottere, Ogtere — Gallo. Oya — Aqui. Oyaya, Ocanya — Engañar. Oyayaebañ — Está engañando. Paijoi — Brincar. Paminyes — Por la mañana. Pana — Dos. Panaaqui — Tejer. Pané — Aparte, Separado, Dis- tinto. Pane ensi — Otra cosa, Unos á otros. Pañ — Pluma, Lana. Pasacye, Patsai— Sucia la cara. Pat — Que, indica el subjun- tivo. 1.0S INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 149 Pat chiei — Que lo tome. Pat atsi — Que venga. Pat muya chum — Que lo de- jen ahí. Patsa — Aunque, Mas que. Patsacpatsac — Pedazos, á pe- dazos. Patsai — Basura, Suciedad. Pattchiei — Apagar. Pava — Ala de ave. Pazyete — Pegar, Golpear. Pecces — Mancha. Peferei — Ampolla de quema- dura. Pey, Neyeyei, Emseho — Es- peso. Peigtacsi, Peyaqui — Predicar, hablar. Pei oñi — Agua sucia. Peivacacsi — Murmurar. Peivacacsit — Murmurador. Peivacacseye — Murmuración. Pen momo — De un solo lado. 'Pene — Balsa; Cañere — El palo de que se hace la balsa. Peniat — Casado, Penpen — Relámpago. Pere — Plátano. Peya-qui Honre — Confesar. Peyei — Avisar. Phe — Plaza. Phen —Mujer; Phen uentchias — Casada. Phen muñes — Viuda. Peñi — Aburrirse. Pigcaquiye — Herrería. Piñinye — Medicina, Remedio. Piñitete — Curar, medicinar. Pipitac — Lavar la ropa. Pique — Correr. Piqueva — Corre. Pirigri — Trueno, Rayo, Esco- peta. Pisnaca, Pisnaqui — Fumar. Pitigti —- Viento. Pivatiye — Enemigo. uaj Pivatiye — Son enemigos. Pochtacsi — Cornear. Pochtaquiye — Arma punzante Poesete — Besar. Poeva — Besa. Poijoi — Desleido, Claro, Le- chada. Poroma — De antes, Antiguo. Potch — Punzar. Potcho — Isla; Potso — Greda para ollas. Potsal — Cosa blanda para co- mer. Potso — Greda para ollas. Potsovi — Orcón, columna de madera. Potzanye — Viruela. Pueschei — Corcovear.. Pueñe— Cántaro. Pueñepe — Lacre vegetal. Pufe — Oladas. Puijdai — Polvo. Pujei — Soplar. Pujeva — Sopla. Púñe púñe — Amasar barro. Púñi ojtere — Cantar el gallo. 150 Quei-tchin-mic — Cuenta. Quechei —Ahorcarse. Quejtesin — Hermosura, be- lleza. Quenai — Remangarse los brazos. Quencan — El octavo. Quep quep — Ordeñar. Quer — Cerrado; Querevac — Cierra. Querecha Tcheñet — Dinero, plata. Querevac — Cierra. Querquer — Afeitar, Raspar. Quertaquiye — Puerta. Quevac, queve — Buscar. Queveye, Suche — Pescado. Queti — Doier, Padecer. Quetinye — Epidemia, Plaga, Dolores. Quetiy — Plantar, Sembrar. Quetiye — Siembra, Sembrado. Quets — Dolor. Q ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Quetti-¡que — Padeció. Queyaquis — Raspar. Quibañn — Tener sueño. Quibi — Berruga. Quibyey — Apagar la vela. Quibyive, Catsyebe —En el rincón. Quich — Derecho, Recto, Claro. Quich can — Mediodía. Quiecsi, Quiqsi — Atolladero. Quii, Quety — Sembrar. Quijnac, Quijnaqui — Tener miedo. Quijquiyel — Llamar con el tambor. Quin— Ahora, hoy. Quinves — La izquierda. Quiñete — Respetar. Quirica — Libro, Papel, Carta. Quirycal — Leer. Quisbai — Arruga. Quitti — Javalí, Taitetu. Quiza — Lagarto. (Continuará). MISCELÁNEA Los indígenas de la Tierra del Fuego (conclusión). —Sobre los Onas el senor Nordenskjóld da interesantes informes que nos parece conveniente traducir. Estos fueguinos son esencialmente nómades. Aunque pertenecen á una misma raza y hablan dialectos que no difieren notablemente, forman sin embargo muchas tribus que la más de las veces son enemigas. Muy rara vezlos miembros de una misma tribu se reunen. Generalmente viven por grupos de algunas fa- milias. Su principal ocupación es la busca de los alimentos, especialmente la caza del guanaco. Para tomar estos animales los mejores arqueros se emboscan en los bordes de los caminos que siguen aquellos cuadrúpedos, mientras que otros rodean á la caza y la compelen hacia los cazadores. Rara vez los tiradores fallan al animal, si un accidente de esta clase sobreviene los perros lo persiguen y pronto lo toman. Como en todos los primitivos las mujeres son las que tienen que hacer las más pesadas tareas. Naturalmente tienen que cuidar á los muchachos y preocuparse de los quehaceres domésticos, además pescan los moluscos y capturan los tu= cutucos. Con un largo palo puntiagudo escarban el suelo, para descubrir la posición de las cuevas, una vez que la han encontrado colocan en la entrada una piedra ó algún otro signo que la distinga; el animal azorado por este ruido se refugia en lo más profundo de su retiro. Después de algún tiempo vuelven á hurtadillas y golpeando violentamente el suelo con los pies hunden la galería de la cueva, de modo que para tomar la caza sólo tienen que desen— terrarla. Como todos los pueblos, los fueguinos han imaginado una historia del origen del hombre, es decir, de su raza. En otros tiempos, cuentan, el país estaba ha- bitado por hombres barbudos parecidos á los blancos. Entonces el sol y la luna, que se hallaban casados, vivían sobre la tierra. Los hombres se habían vuelto malos y habiendo comenzado á hacerse la guerra, la pareja celeste se retiró al cie— 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lo, desde donde expidió sobre la tierra una gran estrella roja brillante (Marte), que para este viaje tomó la forma de un gigante. El enviado llegó provisto de un saco enorme «mucho más grande que aquel en el cual se encierran las galletas que distribuyen los misioneros ». Todos los hombres que vivian entonces, fueron encerrados y masacrados. El mensajero construyó luego dos montones de arcilla, los colocó uno al lado de otro y después de tres lunas salió un hombre y una mujer que fueron los antecesores de los fueguinos. No se tiene todavía ninguna noción sobre los sentimientos religiosos de estas tribus. El sol y sobre todo la luna son, en sus creencias, poderosos soberanos que ejercen una influencia importante sobre las acciones de los hombres pero, cómo se manifiesta esa influencia, no tenemos á ese respecto ningún informe. Los fueguinos son excelentes padres de familia, tratan siempre con dulzu- ra y afección á sus mujeres y á sus hijos. La poligamia existe en la Tierra del Fuego, casi siempre un marido posee tres mujeres que son otras tantas obreras laboriosas. A sus ojos es la mujer un servidor que se le carga de los más duros quehace- res. La reflexión de un indio á este respecto es característica. ¿No puedo com-= prender, decía, qué placer encuentran los blancos en trabajar siempre, por qué no hacen como nosotros y toman varias mujeres que ocupen su lugar? La medicina de estos salvajes es poco complicada. Cuando tienen un enfermo, todos aquellos que habitan en la misma cabaña, se sientan alrrededor de él, co- mienzan sortilegios esperando la llegada del « charlatán », el sólo hombre de la tribu que tiene sobre los indígenas una cierta autoridad. El único tratamiento que aquel conoce es el masaje, una vez practicada esta operación, el « artista » salta con los pies desnudos sobre el pecho del paciente y lo patalea vigorosamente lo mismo que en la cabeza. En su ingenuidad los fue- guinos creen que la enfermedad se halla determinada por la introducción de un espíritu malo en el cuerpo, que por lo tanto hay que expulsarlo, lo mismo que se hace con el pus de un grano, apretándolo. Estos indígenas tienen ritos funerarios muy simples, entierran al hombre en- vuelto en su manto en el lugar en que ha muerto y en seguida retiran la ca- baña. Los sobrevivientes, á lo menos las viudas, patentizan su dolor practicando sobre sus piernas un tatuaje con piedras puntiagudas, operación que les hace perder gran cantidad de sangre. Si los Onas se hallan amenazados de una próxima desaparición debida á la crueldad de los civilizados, los Yaghanes se hallan en cambio casi enteramenta exterminados. Hacia 1870 los Yaghanes alcanzaban todavía á un efectivo de 3000 individuos, catorce años más tarde eran alrededor de 940, en 1895 y 1896 su número ha bío quedado reducido á 300 como máximum. Como en todas las otras partes del mundo los indígenas, al contacto con los blancos, han contraído enfermedades que les han diezmado. En 1887, algunas semanas después que fueron establecidas comunicaciones entre Ushuaia y el mundo exterior, una epidemia de sarampión hizo desaparecer la mitad de los habitantes de esa localidad. Los Yaghanes ya no son los salvajes descriptos por los antiguos viajeros : bajo MISCELÁNEA 153 la influencia de los misioneros han adquirido un cierto grado de civilización. Actualmente no se encuentran indígenas que permanezcan en estado primitivo sino en las márgenes del estrecho de Darwin. Si bien algunos viven todavía en cabañas, la mayoría se han instalado en pe- queñas casas de madera. Han abandonado igualmente las canoas de corteza de sus antepasados y las han reemplazado por piraguas excavadas con el hacha en un tronco de árbol; estas embarcaciones, más rápidas que las antiguas, no tie— nen su estabilidad. Un detalle mostrará el estado actual de estos indígenas : han aprendido á jugar al billar y no es raro el verles en Ushuaia pasar la tarde en interminables partidos. BIBLIOGRAFÍA Dusén, Zur Kenntniss der Gefasspflanzen des súdlichen Patagonien, en: Ofversigt af Kongl. Velenskaps-Akademiens Fórhandlingar, número 4, 1901. Se enumeran en este trabajo las plantas recogidas cerca del Seno dela Ultima Esperanza, por el botánico sueco doctor O. Borge que acompañó á Erland Nor- denskjóld en su expedición en busca de losrestos del Neomylodon Listar Amegh. En el artículo se describen dos nuevas especies : Oxalis loricata Dus y Pota- mogeton linguatus Hagstr. Las especies enumeradas se distribuyen en la siguiente forma, según familias : 26 Compuestas, 1 Calicerácea, 3 Rubiáceas, 2 Plantagináceas, 3 Escrofulariáceas, 2 Labiadas, 1 Verbenácea, 2 Boragináceas, 1 Hidrofilácea, 1 Polemoniácea, 1 Plumbaginácea, 1 Ericácea, 7 Umbeliferas, 2 Halorragidáceas, 2 Onagráceas, 1 Hoasácea, 1 Violácea, 1 Ramnácea, 1 Celastrácea. 1 Empetrácea, 1 Oxalidácea, 1 Geraniácea, 5 Leguminosas, 3 Rosáceas, 7 Saxifragáceas, 7 Cruciferas, 3 Ber- beridáceas, 3 Ranunculáceas, 3 Canofiláceas, 1 Quenopodiácea, 2 Poligonáceas, 1 Santalácea, 3 Mizodendráceas, 1 Proteácea, 1 Urticácea, 3 Fagáceas, 1 Iridácea, ] Ciperácea, 2 Gramíneas, 1 Pomatomogetonácea, 1 Conífera, 1 Licopodiácea, 1 Selaginelácea, 5 Polipodiáceas. A. GALLARDO. Domínguez (Juan A... Contribución al estudio micrográfico de los / medicamentos simples de origen vegetal. Buenos Aires, 1902. El laborioso y competente director del Museo de Farmacología de la Facultad de Medicina acaba de publicar un importante trabajo que será de gran utilidad para los estudiantes, los farmacéuticos y todos los que tengan necesidad de re- conocer é identificar drogas vegetales. En la presente contribución expone los caracteres micrográficos de los rizomas de helecho macho, de calaguala, de podofilo y de valeriana, de las raices de acó- nito, belladona, ipecacuana, rubia, regaliz, genciana, jalapa, paciencia y fraxi- nela, de los de dulcamara y cáñamo Índico, de las cortezas de diferentes qui- nas (gris linanneo, de Loxa, de Guayaquil, Calisayas, rojas, de condurango, de BIBLIOGRAFÍA 159 Angostura, de frángulo, cáscara sagrada, de cascarilla de raíz de granado, de canela blanca y de China y de las hojas de naranjo amargo, laurel rosa, eucalip- tus, digital, laurel cerezo y yerba mate, de la cápsula de adormidera, de la cor- teza de naranja amarga y de la nuez vómica. A. GALLARDO. Macé de Lépinay (J). Franges d'Interférence, 1 vol. in 8”, París, 1902. En este volumen, editado por G. Naud como el 14? de la biblioteca Scientia, el profesor Macé de Lépinay, de la Facultad de Ciencias en Marsella, estudia de un modo completo el problema de Física superior que preocupa por la impor- tancia de su alcance á los matemáticos, desde que en 1864, Fizeau lo planteó diciendo : « Un rayo de luz con sus series de ondulaciones de una tenuidad ex- trema pero perfectamente regulares, puede ser considerado como un maicrómetro natural, de la mayor perfección expecialmente apropiado á la medida de lon— gitudes ». Las aplicaciones metrológicas de las franjas de interferencia son hoy tan nu- “merosas, los aparatos combinados para hacer las medidas son tan distintos, los métodos mismos son tan variados, encierran una suma de trabajo tan enorme, que la serie de experiencias clásicas de gabinete, constituye ya un libro nuevo, una sección particular, una rama poderosa dentro de la Física. Desde la determi- nación de los coeficientes de dilatación en los cristales naturales por el dilató- metro Fizeau, hasta la medida de los diámetros aparentes de los pequeños astros con anteojos astronómicos ó telescopios interferenciales por Stéphan, Michelson y Hanuy, existe un encadenamiento progresivo de inteligentes esfuerzos, que conducidos con riguroso método, nos entregan un sistema metrológico de una exactitud extrema y por su naturaleza inmutable. Fundado este método en el empleo de un étalon, de un tipo tan pequeño como lo son las longitudes de onda (1/2000 de milímetro), importa conocer las ventajas que encierra, sin que esto signifique la exclusión del sistema actual, basado en el metro y kilógramo como unidades de longitud y masa, para la medición de gran- des cantidades en los casos comunes. Se trata, como cuestión que posee un alto interés científico, de conocer la relación exacta entre las antiguas y las nuevas unidades de longitud, masa y tiempo, desde que la orientación de estos estudios promete para muy pronto estos tres étalons inmutables, suficientes por sí solos para consolidar un sistema ideal : 1? Unidad de longitud, la que posee la onda de la radiación roja simple del cadmio, en el vacío; 2% Unidad de masa, la de un cubo de agua destilada, sin aire, á 4? C., teniendo esa unidad de longitud por arista; 3" Unidad de tiempo, la duración de esta vibración, verdadera unidad abso- luta. Si se tiene en cuenta que la exactitud de una medida está en razón inversa de la magnitud del étalon al cual se compara, y que el límite máximo de esta exac- titud no pasa de 1/20 en la apreciación de fracciones, es evidente que tratándose de una unidad tan pequeña como la propuesta, el error posible es nulo. Además las longitudes de onda de una radiación dada, con tal que se establezcan las con- 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA diciones de medio, presión y temperatura, son invariables en absoluto y pueden ser reproducidas en todos los laboratorios del mundo sin necesidad de ningún étalon material. Macé de Lépinay, en su interesante obra, estudia todas las investigaciones rea- lizadas en este campo fecundo, describe los métodos que permiten medir las lon- gitudes en longitudes de onda y expresarlas en función del metro, hace conocer los trabajos tendentes á determinar la masa del kilógramo en el mismo sistema, y como introducción indispensable, hace una brillante exposición de los métodos clásicos y modernos de producción, observación y cálculo de los fenómenos de interferencia, tan alejados de los primeros investigadores Arago, Young y Fresnel entre otros, como las doctrinas químicas de Lavoisier, Dalton y Bertholet lo son de las de Berthelot, van t'Hoff, Raoult y Thompson, en esa vertiginosa marcha de la ciencia en la conquista de la Verdad. ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. Raoult de Grenoble (EF. M.), Cryoscopie, 1 vol. in 8”, París, 1902. Con este título ha publicado la casa de G. Naud un pequeño volumen, como todos los de la colección Scientia, que contiene un completo resumen de la gran- de obra realizada por Raoult y sus sucesores, en ese capítulo fecundísimo de la Físico-Química, conocido universalmente bajo el nombre de Cryoscopía. El estudio de las soluciones fundado en su punto de congelación, desde que Blagden estableció la influencia ejercida en el descenso del punto de solidificación de un líquido por las substancias disueltas en él, ha adquirido tan extraordinario desarrollo, que los problemas planteados alrededor de fenómeno tan nimio al parecer, los métodos de experimentación ideados, los aparatos que la exactitud de las medidas exige y las consecuencias, ramificaciones y fases de la cuestión, son por sí solas materia suficiente para entretener la vida entera de un hombre. Ha creado la ciencia moderna tres vías paralelas en el estudio de las disolu- ciones: la ósmosis, la tonometría y la cryoscopía, sin contar la que se funda en la medida de conductibilidades eléctricas. En la primera los nombres de Dutrochet, Graham, Dubrunfaut, Pfeffer, de Vries, Van Hoff Naegelli, Traube, Ostwald y Nerust forman el núcleo de sabios á cuyo esfuerzo se deben los apa- ratos ingeniosos, los experimentos, las teorías y sus leyes; en la tonometría muchos de estos mismos han figurado en primera línea con Babo, Wulner y Maxwell: en la cryoscopía, Blagden, Despretz, Dufour, Rúdorft y Coppet son los iniciadores, Raoult la cimenta, la constituye y la hace suya con teorías propias, crea una experimentación original y abre á los Ciamician, Ponsot, Loomis, Jones, Beckman, Morris, Magnanini, Paterno, Meyer, Rolofft, Wilderman, Tollens y Van Bijlert, entre otros, los luminosos rumbos donde pueden conquistar laureles de verdadero mérito en la física y en la química. El volumen que motiva estas líneas sólo se ocupa de esta última rama de la química, que bien podría llamarse la ciencia de Raoult. Está dispuesto en cuatro partes que pueden explicarse así : 1* Principios generales, con una exposición de los símbolos empleados, tem- peraturas de congelación é influencias extrañas sobre las mismas, precedidos de una ligera reseña histórica; 2* Métodos de observación, con descripciones completas de los modelos más BIBLIOGRAFÍA 157 modernos de cryoscopios, cuya precisión llega á poder apreciar variaciones de 0.0002 de grado centígrado, mereciendo citarse los de Raoult, Obegg, Loomis, Wilderman, Jones y Roloft; 3* Cryoscopía de las substancias orgánicas, capítulo doblemente interesante desde el punto de vista de la química pura y de la aplicada, pues las substan- cias que no son electrólitos, no prestándose á las teorías de la ionización y presen- tando anomalías derivadas de su condensación, de su descomposición en el disolvente y de la posible existencia de « soluciones sólidas » (van t'Hoff), han exigido una muy larga experimentación para que las leyes formuladas por Raoult y van t'Hoff pudiesen tener el carácter de tales ; 4* Cryoscopía de los electrólitos, es decir, de las soluciones salinas, objeto de los primeros trabajos de Blagden y Rudorff, motivo de ardientes polémicas ante las irregularidades y excepciones que se presentaban en los resultados, y cuyas aplicaciones actuales — fuera de la determinación de pesos moleculares — son tan numerosas, que las medidas eryoscópicas en los laboratorios han llegado á ser operaciones de uso común, casi diario.en muchos casos. La eryoscopía, apoyándose en la tonometría, ha permitido constituir la teoría de las disoluciones sobre la sólida base de la experimentación, sintetizando en expresiones matemáticas los resultados generales, convenciendo así á los que aún dudasen de que muy pronto la química y la física, mecánicas de los átomos y de las moléculas respectivamente, llegarán á determinar una fórmula mate— mática, mediante la cual puedan deducirse las leyes que rigen á las modifica- ciones en el estado dinámico interno de las masas elementales, al pasar los cuerpos de un estado cualquiera inicial á otro final, como opina un sabio profesor moderno. ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. MOVIMIENTO SOCIAL Resoluciones de la Junta Directiva. — SESIÓN DEL 23 DE MAYO DE 1902 (Presidencia del ingeniero Juan C. Buschiazzo). — Nota del presidente electo señor ingeniero Carlos Echaguúe, aceptando el cargo. Al Archivo. — El Ministro de Justicia é Instrucción Pública de la Nación dirige una nota á la Sociedad invitándola á enviar un representante al Congreso Internacional de Americanistas que se reunirá en New York el 20 de octubre del corriente año. Se resuelve esperar la contestación del señor Lafone Quevedo á quien el inge- niero Buschiazzo ofrecerá la representación. —El señor Vanelli presenta un proyecto de aereonave dirigible. Se rechaza por falta de datos. — El doctor Florentino Ameghino anuncia el próximo envío de un trabajo ori- ginal. — La comisión encargada de recoger fondos para constituir el premio acadé— mico Carlos Berg pide el concurso de los socios y envía una lista. Se comunicará álossocios por circular y se publicará en los Anales, quedando la lista en la ge- rencia. — Se reciben pedidos de canje de varias revistas extranjeras, Otras acusan re- cibo de los Anales y varias sociedades científicas europeas envían notas de con— dolencia por la muerte del doctor Berg. SESIÓN DEL 30 DE MAYO DE 1902.— Presidencia del ingeniero Carlos Echagúe. — El ingeniero Humberto Canale acepta el cargo de bibliotecario de la sociedad. —El señor Luis M. Torres pide autorización para dar una conferencia sobre «Prehistoria y Protohistoria». Se acepta y se fija el miércoles 4 de junio para que tenga lugar. — Se acepta al ingeniero Mauro Herlitzka como socio activo. — Monseñor Vilanova Sawz da á conocer el resultado de las gestiones de explora- ción entre las sociedades científicas á que pertenece, respecto del proyecto de Federación ya promovida en sesiones anteriores, produciéndose con este motivo un cambio de ideas en que tomaron parte los senores Echagúe, Barabino, Selva y Ambrosetti, decidiendo que para tener base de discusión del proyecto, una comisión de cinco miembros informase á la Junta Directiva después de estudiar el asunto. Para constituirla se designó á los ingenieros Morales, Buschiazzo, Barabino, Arce y monseñor Vilanova Sanz. MOVIMIENTO SOCIAL 159 — El ingeniero Selva pide á la Junta Directiva tome en consideración, de acuer- do con lo resuelto por la asamblea, su proyecto de asociación «Pro Obreros», que- dando convenido que así se haría en la sesión próxima, invitándose especial- mente, —El ingeniero Santiago E. Barabino, como miembro de la comisión del mo- numento al ingeniero Giagnani, manifiesta que el sobrante de 450 pesos moneda nacional obtenido, fué destinado por dicha comisión para establecer bajo la di- rección de la Sociedad Cientifica Argentina, tres ó cuatro premios, consistentes en medallas ó diplomas, á los mejores trabajos que se presentasen sobre temas que se fijarán en materia de ferrocarriles. Se acepta y se posterga su considera— ción. — Se designa á los miembros que han de formar parte de la comisión organi- zadora de la fiesta social, quedando así constituida: doctores Morales y Gallardo, ingenieros Prins, Arce, Besio Moreno, Miguens y doctor Herrero Ducloux. — El señor presidente propone una visita á las Usinas de la Compañía Ale- mana Transatlántica de Electricidad, para el domingo 8 de junio. SESIÓN DEL 9 DE JUNIO DE 1902. — Presidencia del ingeniero Carlos Echague. — Proyecto de asociación nacional, «Pro Obreros >» del ingeniero Selva, tratado ya en asamblea y aprobado en general y en particular por ella. El señor Ambro- setli propuso la reimpresión del folleto del autor para ser repartido entre las personas pudientes que se eligiesen; el señor Selva habló de gestiones iniciadas ásu pedido por los doctores Reyes y Piñero; ofreció el ingeniero Seguí su con- curso en la Unión Industrial y tras un breve cambio de ideas, se aceptó la del señor presidente, designando una comisión encargada de invitar á un núcleo de personas determinadas : esta comisión quedó constituída por los señores doctor Morales é ingenieros Seguí, Selva y Ambrosetti. — El señor presidente da á conocer el resultado de su gestión cerca del señor Groussac, para poder disponer del salón de la Biblioteca para algunas confe- rencias. Se decide contestar agradeciendo. — Los senores Frigerio y Baiget presentan un estudio de su «motor» que utiliza el movimiento de las olas. Pasa á estudios del ingeniero Manuel J. Arce. —El instituto Central de Minas de Franckfort pide la cooperación de la So- ciedad Cientifica Argentina. Se decide pasar notas al Museo de La Plata, Instituto Geográfico, á la Academia de Ciencias de Córdoba y al doctor H. D. Hoskold. — Son aceptados como socios activos los senores ingenieros Eduardo Moeller, Carlos Cernadas, Alejandro Molas y Alberto F. Pérez, SESIÓN DEL 16 DE JUNIO DE 1902. Presidencia del ingeniero Carlos Echague.— Se fija el 22 de junio para realizar una visita á las instalaciones del Tramway Anglo-Argentino, por indicación del señor presidente - — Se aceptan como socios activos los senores siguientes: ingeniero Juan Mo- lina Civit é ingeniero Marengo. — Se recibe propuesta de alquilar páginas de los Anales para anuncios. Pasa á la comisión redactora. — Se reciben [notas de condolencia por la muerte del doctor Berg, de varias sociedades extranjeras. 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SESIÓN DEL 23 DE JUNIO DE 1902. Presidencia del ingeniero Santiago E. Bara- bino. — Se dedicó á revisación de balances y cuentas de tesorería, presentadas por el señor Huergo. — El doctor F. B. Reyes se ausenta á Europa. SESIÓN DEL 30 DE JUNIO DE 1902. Presidencia del ingeniero Carlos Echagúe. — Cartas de los ingenieros P. Benoit, E. C. Rojas y E. Candiani, comunicando que se reincorporan á la Sociedad Cientifica Argentina como socios activos, con= testando al senor presidente. —El doctor Claro €. Dassen envía un trabajo de matemáticas superiores. A la comisión redactora. — Se pide al señor Buschiazzo el resultado de sus gestiones cerca del señor Lafone Quevedo, como representante de la Sociedad Científica Argentina, en el Congreso de Americanistas de New York. — Nota del doctor Claro C. Dassen pidiendo el nombramiento de un delegado de la Sociedad Cientifíca Argentina á la comisión de adherentes de la « Lengua Internacional ». Previo extenso informe del mismo doctor Dassen se decidió pos- tergar la decisión de la Junta Directiva hasta la próxima sesión, después que se hubiese realizado la conferencia del doctor Abeille sobre el mismo tema. — Se aceptan como socios activos á los señores : Victor de la Zerda, Pío Trelles, R. González Guzmán, E. Vivot, J. Bimbí, J. Carrosini, J. Spinetto, J. M. Rubí, G. Duhau é ingeniero Alberto Beverini. IS UN E A AS AA A] ANALES CDE UN EDAD CIENTÍ ARGENTINA KA — : DirEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CRISTOBAL M. FickeN y señor Luis M”* Torres REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata. ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis r Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique 4 Herrero Ducloux, EEES 1902. — ENTREGA IV. — TOMO LIV OCTUBRE A . PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 209, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS DOME e ade 001: IA $ m/s 1.00 ¡A DE o A » 12.00 Número atrasados. oe e. . - AOS » 2.00 — para los SOCIOS........ » 1.00 La suscripción se paga anticipada El local social permanece abierto de 4 4 6 y media y de S á 10 y media pasado meridiano BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 4902 a JUNTA DIRECTIVA Presidente........ Ingeniero CarLOSs EGHAGUE. Vice-Presidente 1” Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Id. 22 Ingeniero SanTIaGO E. BARABI!NO. Secretario de actas Doctor ExNkRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS. IRA A Ingeniero Luis A. Huerco (hijo). Bibliotecario...... Ingeniero HumMBERTO CANALE. ¡ Monseñor F. VILANOVA Sanz. | Señor Juan B. AMBROSETT!. Ingeniero NicoLás Besio MORENO. HOC OS ( Arquitecto Juan A. BuscHIAZZO. Ingeniero DomMINGO SELVA. ¡| Ingeniero MANUEL J. ARCE. | T'* Coronel Ingen. ARTURO M. LUGONES. ORERADO 0 ae Señor Juan BoTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los 4nales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los senores autores. por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los senores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas. manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m. á 12m. La Dirección. 4 INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA FLORENTINO AMEGHINO, L'áge des formations sédimentaires de Patagonie /Suite).. 161 SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO, Los indios Mosetenes y su lengua /Continuación)... 181 BIBLIOGRAFÍA : Anales del Museo Nacional de Montevideo. — Carrasco, De Buenos Aires al Neuquén. — MAGNANIN1, Deformaciones congénitas de los cuatro miem- bros. — Boletín de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. — BODENBEN- DER, El oro, — LEHMANN NiTSCHE, Un caso raro de hendidura media congénita de la parte facial superior. — BARBARIN, La géometrie non eucludienne. — SPEGAZZINI, Nova addenda ad Floram Patagonicam. — CONSTANTIN, L'hérédité- acquise. — ImBErRT, Mode de fonctionnement économique de Porganisme...... 202 PAG E DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE Par FLORENTINO AMEGHINO (Suite) (1) Bittium sp. Scalariía rugulosa Sow. (L. N.). Turritella ambulacrum Sow. (P. L. N). Turritella Iheringi Coss. = T. tricincta Ih. préoccupé. Turritella affiniss Hupé (P. L. etcrétacé d'Algarrobo). Aeton semilaevas Ort. Bulla patagonica Ih. Struthrolaria rugulosa Sow. Struthiolaría Ameghinor Th. Confondue a tort par Ortmann avec S. chilensis Ph. Elle ne se rencontre pas dans le patagonien comme en suivant Hatcher, je l'ai indiqué plus haut. Crepidula gregaría Sow. (P. L. N.). Sigapatella americana Ort. Trochita corrugata Reeve. Espéce encore vivante. Trochita (Infundibulum) clypeolum Reev. Espéce encore vivante et= T. magellanica Gray. Trochita Meriami Ort. (M.N.). =7. costellata Ph. préoccupé. Trichotropis patayonica Loss. Natica Darwini Hutton (L. N. et tertiaire de la Nouvelle Zélande) = N. solida Sow. préoccupé. Natica Hupeana Ph. (N.). Natica consimalas Th. Natica obtecta Ph. (P. L. N.). (1) Véase tomo LIT, página 245. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV Jl 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Natica subtenuas 1h. Triton oblrteratum Coss. Triton (Argobuccinum) Dautzenberga Th. Siphonalia aff. noachina Sow. (P?). Ficula carolina Orb. (P. N.). Trophon laciniatus Mart. (P.). Espéce vivante. var. santacruzensis Ih. Selon Ortmann = Trophon (Fussus) patagonicus Sow. Trophon pyriformas 1h. (P.). Peratotoma Therimngr Loss. Urosalpine Cossmanni Ort. = Trophon (Triton) leucostomordes Coss. non Sow. Columbella (Anachis sp. Murez sp. Marginella quemadensys Th. Marginella gracihior 1h. Marginella plicrfera Th. Voluta quemadensas Th. (P.). Voluta Ameghainor Th. Terebra costellata Sow. (N.), var. quemadensts Th. Terebra costellata Sow. (N.), var. santacruzens:s 1h. Pleurotoma (Fusus) discors Sow. (N.), var. unifascialas Th. Selon Ortmann, Pleurotoma untfascialis Th. espéece distincte. Prillta sp. Raphatoma sp. Cancellaría Ameghino! Ih. Cancellaria gracilas Th. Cancellaria aff. Medinae Ph. (N.). BRACHIOPODA Terebratella patagonica Sow. (P. et tertiaire de la Nouvelle Zélande). CRUSTACEA Cancer Patagonicus Ph. Selon Ortmann = Carcinus (Geryon) peruvianus Orb. actuel. Balanus laevis? Brug. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 163 Balanus varians Sow. (P.). Chthamalus antiquus Ph. (M.). ECHINODERMATA Iheringiana patagonica (Desh.) Berg. = Seutella patagonica Desh. Cette faune de mollusques differe beaucoup de celle qui caracte- rise la formation patagonienne qui se trouve au-dessous puisqu'il ny a que 12 espéces de cette derniére formation dans le superpata- gonien. Malgré la distance, les rapports sont plus étroits avec le tertiaire de Navidad de Pautre cóté de la cordillére, puisque 15 es- peces de cette localité on les trouvent aussi dans le superpatago- nien tandis qu'il ny aque 8 espéces superpatagoniennes dans la faune de Lebú. Ceci prouve que la formation santacruzienne está peu pres de méme áge que le tertiaire de Navidad el plus moder- ne que le lebuvien, ce quí est d'accord avec la rélation que ce der- nier présente avec le Patagonien. L'examen des formes génériques estáce sujet encore plus décisif. Les mollusques du superpatagonien se distribuent dans 59 genres desquels ou en trouve 16 dans le lebuvien et 30 dans le tertraire de Navidad; mais ces 16 genres du lebuvien avec la seule exception de deux on les trouvent aussi dans la formation patagonienne et dans le tertiaire de Navidad; ce sont donc des genres qu'au commence- ment du tertiaire vivaient á la méme époque a l'Est (palagonien) eta l'Ouest (lebuvien) de la cordillére, et sur les deux cótés ont per- sistés jusqu'a l'éocéne supérieur (Navidad et superpatagonien). Ces 16 genres mis de cóté il en reste encore ¡4 qu'on trouve dans le su- perpatagonien et dans le tertiaire de Navidad, et prouvent qu'on esten présence de deux formations d'une méme époque. Á ce point de vue, le genre Iheringia (Amathusia antea) présente un intérél tout spécial; au Chili on ne le trouve ni dans les formations anté- rieures nidans celles postérieures au sysiéme de Navidad; dans VArgentine on ne le trouve ni dans les formations antérieures ni dans celles posterieures, au systeme santacruzien; en outre, aussi bien a Navidad comme á Santa-Cruz, le genre se trouve représenté par la méme espéce, la 7. angulata, un des plus grands lamelli- branches et des plus fréquents dans les deux formations. Ces rela- tions ne permettent pas de conserver aucun doute légitime sur le 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA synchronisme de ces deux formations. Pourtant, 1l est possible que la partie la plus supérieure du systeme de Navidad scit un peu plus récente que le systéme santacruzien, car on y volt apparaitre des genres d'un aspect plus récent (Littorina, Rissoa, Oliva, Monoceros, etc.) quí manquent á Santa Cruz. La faune de mollusques de cette époque est profondément diffé- rente de la faune de P'époque actuelle. La faune superpatagonienne de la région de Santa Cruz comprend une centaine d'especes, el sur ce nombre il n'y ena que deux qui soient identiques a des espéces vivantes; c'est donc une faune qu'on peut considérer comme étant presque absolument éteinte, et par conséquent on ne peut pas la référer a une époque plus récente que l'eocéene supérieur. Quoique á cette époque, les faunes locales étaient déja constituées et malgré l'énorme distance qui sépare la Patagonie de l'Europe centrale, on constate dans la faune superpatagonienne des aflinités evidentes avec la faune éocene du nord de la France. Une espece du genre Pectunculus est considerée par Ihering comme identique au P. pulvnatus Lam. de lVéocéne du bassin de Paris. Le genre Cucu- llaria est un genre éteint dont les derniéres espéces se trouvent aussi dans l'éocene parisien. Solariella Dautzenberga, Crassatella longior, Voluta quemadensis et quelques autre espéces sont repré- sentées par des formes similaires dans l'éocéne supérieur de Paris. Un petit nombre d'espéces présentent des affinités avec des formes de Poligocéne d'Europe, ces rélations devenant encore plus rares avec les especes miocénes. L'ensemble de la faune du superpatagonien parait correspondre aun climat différent tres peu de celui de l'epoque patagonienne, soit, un climat sous-tropical a peu pres egal a celui qu'indique la faune marine de lVeocéne supérieur de l'Europe centrale el méri- dionale. L'ÉTAGE MAGELLANIEN ET LE TEKRTIAIRE DE MAGALLANES EN GÉNÉRAL Dans lVextrémité méridionale de la Patagon1e, au détroit de Maga- llanes, a Punta Arenas el Skyring Watter, le terrain tertiaire est tres développé, présentant dans son épaisseur des dépóts de lignite qui sonten exploitation depuis longlemps. Le tertiaire de Magallanes a toujours étéconsidérécomme appartenantalaformation patagonien- ne dans le sens le plus large de son ancienne acception. En 1896 L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 165 (7, p. 101), J'ai attribué ce terrain á la formation santacruzienne. M. Hatcher (2, p. 97-99) prétend qw'une partie du tertiaire de Punta Arenasreprésente une formation antérieureá la patagonienne : ses déductions apparemment de quelque importance Pont conduit aconsidérer le patagonien comme d'áge miocéene. La détermination de Páge des terrains tertiaires de Magallanes a donc a présent une grande importance, soit pour confirmer les vues de ce naturaliste sur l'áge des formations tertiatres de Patagonte, soil pour les rejetter définitivement. Je vais donc examiner cette question en détail, pour démontrer que, dans ce cas aussi, M. Hatcher s'est trompé el qu'il a méme ren- versé la superposition des couches puisqu'il place au-dessous du patagonien une formation quí s'y trouve au-dessus. Les premiéres données précises sur la stratigraphie du tertiaire de Magallanes se trouvent dans le travail de MM. Maillard et E. Fuchs (92, p. 91-97) (1). Ces auteurs rapportent ces terrains a la formation patagonienne, tout en reconnalssant qu'áa Punta Are- nas les couches á lignites ne constituent pas la base du tertiaire. Les premiéres coquilles fossiles de Magallanes ont été déter- minées par M. R. A. Philippi; cet auteur, en 1886, donne la des- eription de 16 especes provenant de Punta Arenas el Skyring Walter. Ce sont : Turritella Patagonmica Sow. C'est á tort que M. Ortmann (73, p. 481) affirme que cette espece a été incluse dans la liste par erreur. Philine magellanica Ph. Haliotiss amperforata Ph. D'apres M. Ortmann, une Crepidula géante. Venus Rodrigueza Ph. Venus chailoensis Ph. Panopaea Ibari Ph. Panopaea Torresi Ph. Cardium magellanicum Ph. Pectunculus Ibari Ph. Pectunculus magellanicus Ph. Mytilus subeylindricus Ph. Modrola Schyther Ph. Ostrea Bourgeois R.de Corbineau. Cette identification n'est pas (1) 92, MarLLarD et E. Fucns., Notes sur quelques points de la géologie du Chili, in Annales des Mines, septiéme série, HI, 1873, p. 67-102. 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA exacte; il s'agit d'une espéce nouvelle qui a recu le nom d'Ostrea Philippu Ort. Ostrea patagonica Orb. Ostrea Torresi Ph. Chthamalus antiquus Ph. La description rest accompagnée d'aucun renseignement qui puisse indiquer si ces fossiles viennent d'une méme couche ou de plusicurs étages différents. L'année suivante, M. Szajnocha (93) (1) donna aussi la déter- mination de plusieurs especes recueillies par le D" Zúber, dans les couches lignitiferes supérieures. En Décembre 1897, M. Hatcher explora les environs de Punta Arenas el fit une collection de coquilles fossiles qu'il envoya au D" Ortmann avec les renseignements correspondants; M. Ort- mann publia ces renseignements (73), et la description des espé- ces (74). La série des dépóts tertiaires a découvert sur les falaises du petit cours d'eau quí porte le nom de Río de las Minas présente une épaisseur de plus de 300 métres; dans cette série, M. Hatcher dis- tingue 8 horizons différents (73, p. 478-481) qui, a partir du plus ancien, sont: IT. Le plus inférieur avec des débris de végétaux, lignites, feuilles, etc., principalement des impressions de Fagus ; ll. Couche avec des coquilles marines, en partie nouvelles et en partie déja connues du tertiaire du Chili; HIT. Couche contenant des coquilles marines presque toutes nou- velles, mélangées avec l'Ostrea Torresi Ph; IV. Couche de lignite constituant le charbon de Punta Arenas; c'est la seule couche de lignite qui a été en exploitation a difléren- tes réprises ; Va. Couche avec Ostrea Phailippii Ort. = (O. Bourgeorws1 Ph., nec Bourgeorst R. de Corbineau); Vb. Couche avec coquilles marines égales á celles de l'étage superpatagonien de Santa Cruz; Ve. Couche avec des huítres égales á celles de la formation tehuelche (0. Patagomca). (1) 93, Szasnocua, L., Ueber die von docteur R. Zúber in Sud Argentina und Patagonien gesammelten Fossilien, in Verhandlungen der k. k. Geologis- chen Reichsanstalt. Wienn, 1888. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 1617 Selon Ortmann (73, p. 482), la couche Y, avec ses subdivj- sions a, b, représenterait le superpatagonien de Santa Cruz, Ve, serait Péquivalent des couches du Cap Fairweather, tandis que les couches II et TIT, avec faune marine en partie nouvelle, repré- senterait un horizon nouveau plus ancien que le patagonien et par conséquent d'áge éocene. Cet horizon nouveau a recu de M. Ort- mann le nom de Magellanien (Magellanian beds). Aprés un examen de la petite note de M. Ortmann et avant qu'il eút publié la description des espéces nouvelles, ¡'étais arrivé (14, p. 12-13) a la conclusion que le Magellanien devait correspondre en partieaux couches les plus supérieures de la formation patago- nienne, el le restant devait représenter P'hiatus que l'on constate á Santa Cruz entre la formation patagonienne et la santacru- zienne. M. Hatcher, dans son dernier rapport (2, p. 98-99), insiste d'une maniére toute spéciale sur Pantiquité des couches lá HI; aprées un certain nombre de considérations dont la valeur me pa- rait assez pauvre, il croit avoir démontré que le magellanien, aussi bien au point de vu stratigraphique que paléontologique, re- présente une formation plus ancienne que le patagonien : elle se trouverait donc au-dessous de ce dernier. De mon cóté, aprés un examen sérieux des arguments de MM. Hatcher et Ortmann, je trouve que ces auteurs n'ont rien démontré, et j'arrive á un résultat complétement opposé. Le magellanien ne se trouve pas au-dessous de la formation patagonienne, mais au- dessus, el toute la série du tertiarre de Punta Arenas, depuis Pétage IT jusqu'a létage Vb, fait partie de la formation santacruzienne. Les prétendues preuves stratigraphiques que M. Hatcher présente á Pappui de sa thése sont : 1% que le magellanien représente le tertiaire le plus ancien de Pata ¿onie el repose, quoique en discor- dance, sur le crétacé (2, p. 108); 2 que le magellanien est couvert par les couches de la formation patagonienne. M. Hatcher (2, p. 99), nous dit que le magellanien descend jusqu'a une profondeur inconnue et qu'il n'en connaít pas la base. Comment peut-il donc aflirmer que ces dépóts sont le tertiaire le plus ancien de Patagonie? Comment sait-1l que ces dépóts reposent directement sur le crétacé? En ce qui concerne la deuxiéme preuve, pour arriver á la con- clusion que le magellanien se trouve au-dessous du patagonien, il est obligé de considérer la couche Y comme représentant la for- 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mation patagonienne, tandis qu'en réalité la couche en question appartientá la formation santacruzienne. Ceci avait été reconnu inmédiatement par M. Ortmann, qui identifia cette couche, el avec raison, avec le superpatagonien de Santa Cruz (73, p. 479). Pour- tant, aux fossiles determinés par M. Ortmann, il faut en ajouter en- core d'autres, d'un aspect plus moderne et quí indiquent que la cou- che en question est d'époque encore plus récente : elle représente un horizon marin nouveau, que j'ai désigné sous le nom d'arénaen (94, p. 3) (1) et quí constitue Pétage le plus récent de la formation santacruzienne. M. Hatcher, n'ayant done rencontré ni le crétacé au-dessous, ni le patagonien lypique au-dessus, n'a donc pas le droit de parler de preuves stratigraphiques en faveur de Pidée que le magellanien soit plus ancien que le patagonien. Celte idée n'est pas fondée, du moins au point de vu stratigraphique. Voyons si les prétendues preuves paléontologiques ont plus de valeur. Preuves paléontologiques. — Les arguments de cet ordre ont été fournis par M. Ortmann qui a fait la détermination des coquilles. Pour pouvoir discuter ces arguments et en apprécier la véritable valeur, 1l nous faut connaítre les fossiles de chacun des étages dont nous avons parlé. Dans cette liste, IL, veut dire que Pespéce se trouve dans l'étage II; III, que l'espece se trouve dans l'étage III: S. que l'espéece se dans la formation santacruzienne; N. que Vespéce se trouve a Na- vidad; L. que Pespéce se trouve a Lebu; P. que Pespece se trouve dans le patagonien. Ostrea Philipp Ort. TIL, S. Cette espece dans le magellanien n'est pas mentionnée par Ortmann, mais elle a été rencontrée au- dessous de la couche IV, par M. Otto Nordenskjóld qui la men— tionne sous le nom d'Ostrea Bourgeo1s1 comme étant mélangée dans la méme couche avec l'Ostrea Torres? (95, p. 24) (2), el avant lui par Maillard et Fuch (92, p. 97). (1) 94, Amecnino Fl. Cuadro sinóptico de las formaciones sedimentarias, terciarias y cretáceas de la Argentina, en relación con el desarrolle y descen- dencia de los mamiferos, im Anales del Museo Nacional de Buenos Atres, tomo VIIL, p. 1 y sig. a. 1902. 2) 95, NORDENSKJÓLD Orto, Ueber die postlertiaren Ablagerungen der Ma- gellanslander nebst einer kurzen ubersicht ihren tertiaren gebilde, in Wissen— schaftliche beobachtungen wáhrem d. schwedischen exp. nach den Magellans- landern, 1895-97. p. 13-77, et VI planches. Stokholm. a. 1898. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 169 Ostrea Torresi Ph. IT. S. On P'a rencontrée au Chubut á Monte Triste, au-dessus du Patagonien, dans la formation santacruzienne. Cardita elegantordes Ort. S. Venus dafficilas Ort. HL. UL. Venus arenosa Ort. 1I!L. Cytherea pseudocrassa Ort. IL. Dosinta (Artemis) complanata Ph. N. Glycimeris Ibari Ph. TI. S. On la rencontre aussi dans la couche V. Glycimeris subsimetrica Ort. 11L. Lutraria undatordes Ort. 1. Patella pygmaea Ort. HI. Trochus Phalippa Ort. UL. Turritella exigua Ort. HL. Trochita Merriama Ort. 1. TIT. L. S? N. = Trochita costellata Ph. préoccupé; mentionnée de la formation santacruzienne par Ortmann (12, p. 338). Natica chiloensis Ph. HL. TI, N. Struthiolaria Hatcher: Ort. TL. Aaeton chilensis Ph. IL. N. Bulla Remondi Ph. H. L. N. Chihamalus antiquus Sow. TIT. S. Cette espéece n'est pas mentionnée par Ortmann, mais M. Philippi en fait mention (86, p. 218) comme étant altachée aux exemplaires d'Ostrea Torrest. Dans la couche Vb, au-dessus de la couche de charbon en ex- ploitation, M. Hatcher n'a rencontré que les espéces suivantes : Ostrea Philippa Ort. S. Pectunculus Ibari Ph. Lucina promaucana Sow. S. P. Venus chiloensis Ph. Cytherea Iheringi Cos. =C. splendida Th. préoccupé. $. Crepidula gregaría Sow. S. P. L. N. La liste des espéeces des deux couches inférieures II et ML, qui se trouvent au-dessous du charbon (IV) ne contient pas une seule des six espéces rencontrées dans la couche Vb; c'est sans doute cette cir- constance qui a conduit MM. Ortmann et Hatcher a considérer ces couches comme appartenant á une série distincte de celle du syste= me santacruzien. En outre, comme au-dessous de cette couche V6 manque le patagonien typique, ¡ls en ont tiré la conséquence qu'il doit étre représenté par cette couche Vb, référant les couches Il et ML á une formation distincte el beaucoup plus ancienne, 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En réalité 1ls font dire aux fossiles ce qu'ils ne disent pas. Toujours á difíérents niveaux d'une grande formation on recontre des cou- ches contenant quelques espéces que l'on ne trouvent pas dans les couches voisines supérieures On inférieures; ces variations, dans la plupart des cas ne dépendent que de la nature du fond de la mer ou de diflérences de profondeur. Remarquons aussi que le nombre des espéces recueillies dans Vétage Vó est trop restreint pour que l'on puisse en tirer des déductions de ce genre. En effet, si l'on compare les espéces des étages IT et TI, dont le nombre es de 18, on voitqu'il n'y a que trois espéces communes aux deux étages, ciesttá dire un sixiéme. ll est doncá peu pres certain que daus une collection ou les espe- ces de l'étage V6 seralent mieux représentées on y trouverait des espéces communes aux étages II el HT. M. Ortmann remarque que la faune du magellanien possede quel- ques especes communes avec celle de Navidad au Chili tandis que WVapres lui elle n'en possede pas en commun avec le santacruzien et le patagonien, ce quí indique que la série de Navidad doit appar- tenir a deux époques, une correspondante au santacruzien (super- patagonien) et patagonien, et Pautre au magellanien. Dans ce cas aussi, on est en présence d'une supposition en contradiction avec toutes les observations. Aussi bien Darwin (96, p. 127) (1) que Philipp (86, p. 12 el 238) n'y ont reconnu qu'une seule formation avec une seule faune. En plus, les travaux de Nogués (76, p. 34-52) et mes investigations (11, p. 130-132) ont dé- montré avec la plus grande évidence que la série de Lebu est plus ancienne que celle de Navidad. Les travaux de Darwin (96), Phi- lippi (86), Steinmann (75), Moricke (75), Ihering (8) et les miens (12) ont démontré, sans qu'il puisse rester ancun doute, que la série de Navidad est contemporaine du santacruzien (su- perpatagonien) de Patagonie, tandis que pour la formation patago- nienne, j'al prouvé qu'elle correspond au tertialre de Lebu. Quan1 á la série de Navidad, bien loin d'y avoir des étages plus anciens que le santacruzien, il y en a certamement de plus récents puis- quion y voitapparaitre des genres comme Olwwa, Monoceros, Lat- torina, Purpura, etc., quí, de ce cóté des Andes, n'appararssent que dans des formations plus récentes (Entrerienne), el sur la cóte du (1)96, Darwin, Ch., Geological Observations on Coral Reefs, Volcanics Island and on South America, part. II, p. 127, a. 1851. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 1471 Pacifique se trouvent dans les dépots également plus récents de Coquimbo el Caldera. Etant constaté que les couches de Navidad sont de la méme épo- que que celles de la formation santacruzienne, les rapports entre les fossiles de Navidad et ceux du magellanien démontrent tout simplement que ce dernier aussi fait partie de la formation san- tacruzienne. L'autre argument de M. Ortmann, que la faune du Magellanien présente des rapports avec celle de Navidad, et non avec celle du santacruzien (superpatagonien), est inexact. 1l fait mention de quatre espéces du Magellanien qui se trouvent également a Na- vidad, mais d'aprés mes investigations on a vu qu'il y en a au moins cinq, peut-étre six, quí se trouvent aussi dans le santacru- zien. En rappellant que la faune de Navidad compte déja pres de 300 espéces, tandis que celle du santacruzien (superpatagonien) nen posséde quía peu pres une centaine, 11 en résulte que les rapports sont plus étroits avec le santacruzien qu'avec le gisement de Navi- dad. M. Ortmann insiste beaucoup sur le fait que la faune du Mage- llanien est tres différente de celle de la formation patagonienne, donnant comme cause de cette différence P'áge plus ancien du ma- gellanien. La différence existe, mais la cause en est au contraire, que le patagonien est plus ancien que le magellanien, la preuve évidente en estquesur plusieurs points on a trouvé la base du ma- gellanien, soit Pétage I, reposant sur le patagonien, tandis que MM. Ortmann et Hatcher ne pourronf pas me ciler une seule localité ou Pon trouve le vrai patagonien au-dessus du magella- nien. En concordance avec cette succession, je remarque encore que les cinq especes du magellanien qw'on rencontre aussi dans le santacruzien dont pas encore été rencontrées dans le patagonien : ce quí confirme encore que cette derniére est une formation indé- pendante el plus ancienne. Maintenant, en comparant la faune de Pétage magellanien avec les deux formations éogénes du Chili, celle de Navidad et celle de Lebu, on constate que les rapports les plus étroits existent avec celle de Navidad qui est de la méme époque de celle de Santa Cruz, tandis qu'elle nen présente presque pas aveccelle plus ancienne de Lebu. Tout ceci démontre que le lebuvien el le patagonien sont deux formations anciennes d'une méme époque, et que le santacruzien 172 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA et le navidadien sont deux formations plus modernes également d'une méme époque, le magellanien représentant la partie la plus ancienne de celle époque plus moderne. Parmi les fossiles du magellanien, une espéce (Bulla Remonda) se trouve dans les gisements néogenes de Coquimbo et Cal- dera. Les observations des voyageurs et des naturalistes prouvent que le magellanten est plus récent que le patagomien. Les renseignements que ¡'alexposés prouvent clairement que le magellanien, au lieu de se trouverau-dessous du patagonien comme le veulent MM. Hatcher et Ortmann, s' y trouve au-dessus, ne constituantqu'une phaselocale, émisodique, comme disent les géologues, de la base de la formation santacruzienne. Pourtant, pour qu'il ne reste pas le moindre doute sur ce sujet, je vais faire encore mention des observations de plusieurs voyageurs et naturalistes qui mettent ce fait hors de doute. MM. Mallard et Fuchs (92, p. 97-98) disent qu'a Punta Arenas au-dessous de la couche de charbon en exploitation (c'est-a-dire la couche TV de Hatcher-Ortmann), dans les gres verdátres et glauco- niens (couche III de Ortmann-Hatcher) on trouve de mombreux fossiles, parmi lesquels une huíitre de grande talle qu'ils ont pris pour P'O. patagontza Orb. Certamement il ne s'agit pas de 1'0. Torre- si quí est plutót petite, mince et d'une forme différente, sinon de PO. Philippú Ort., espece caractéristique du santacruzien et quía cette époque-lá on confondait avec P'O. patagonica. M. Ortmann pour détruire cette assertion en contre de ses faus— ses idées cherche áluidonner une interprétation capricieuse el 1m- possible. Il dit (74, p. 432) : « A section of this localvty has been deseribed as early as in 1873 by Mallard and Fuchs (Ann. des Mines, sér. 7, v. 3, p. 97), but this represents only deposits above the coal. Mallard and Fuchs mention the occurrence of a large 0ys- ter and a Pectunculus in the lower part of thew section, whale two such fossils in association are found only in the uppermost hori- zon (V) of Mr. Hatcher's profile. Thus this section seems to begin where Mr. Hatcher's ends. » Or, le fait absolument hors de doute, est que Mallard et Fuchs dans Pouvrage et la page citée, mentionnent comme superposées, d'en haut vers le bas, 14 couches au-dessus du charbon en exploitation el quí par conséquent corres- pondent á la couche Y de MM. Ortmann el Hatcher. Aprés, comme venantau-dessous des précédentes, ¡is font mention de la puissante L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 173 couche de lignite en exploitation quí est précisement la couche IV, el comme venant su-dessous du charbon 1ls font mention des gres verts el glauconiens quí correspondent á la couche III et quí con- tiennent les fossiles dont il font mention, inclus celui consideré comme étant Ostrea patagonica. Ces renseignements sont tellement précis qu'il n'est guére possi- ble de comprendre pourquo1 on cherche á les tergiverser. Les faits exposés par Mallard et Fuchs sont confirmés par M. Nordenskjóld, dont les observations publiées avant que cette con- troverse eut pris pied, ont une importance exceptionnelle. Il a rélevé la coupe du tertiaire de Punta Arenas que je transcris litté- ralement dans sa langue originale (95, p. 24). « Sand, Sandstein und Geróll in machtigen Schichten; unten mit elwas Lignit». (Couche V de O. et H.). « Schieferthon mit Lignitund Pflanzenresten (Araucaria) » (Cou- che IV, de O. et H.). « Sandstein mit einer muschelfuhrenden Bank; reichlige Scha- len von Ostrea Bourgeows1, Rem. und Torrest, Phil ». (Couche TI de O. et H.). «Sand mit kalkigen Einlagerungen (mit Steinkernen schlecht erhaltener moilusken)». « Muschelnfúbrende Bank (Ostrea fehlt; Turritella u. andere Gasteropoden reichlich vorhanden)». (Couche II, de O. et H.). «Sand und Sandstein mit kalkigen Konkretionen, die schlecht erhaltene Pflanzenversteinerungen entalten (Fagus)». (Couche I, de Over H:). « Lignitiszhe Schicht ». Tous les observateurs sont d'accord sur le fait qu'a Punta Are- nas il y a deux couches de lignite; une supérieure, la couche de charbon en exploitation, et quí constitue la couche IV de MM. Ortmann et Hatcher, se caractérisant en outre par la présence d'im- pressions de feuilles d'Araucaria; Pautre inférieure, non exploi- tée, dont la partie supérieure correspond a la couche 1 de Hatcher- Ortmann; les nombreuses impressions de Fagus contenues dans cette derniére couche, ont donné origineau nom de «zoneá Fa- gus » sous lequel on la désigne souvent. Les deux couches de ligni- te sont séparées par des depóts marins constituant les couches II et III. M. Nordenskjóold, dans son profil, fait mention comme se trouvant au-dessous de la couche IV, ou du charbon en exploitation, d'une couche marine (couche HI) contenant l'Ostrea Torrest, et en 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA plus P'Ostrea Bourgeors», que l'on sait étre Ostrea Philippi carac- téristique du santacruzien. J'ajoutera1 aussi que cette Ostrea Torres: que M. Ortmann pré- tend étre caractéristique d'une formation beaucoup plus ancienne que le santacruzien (el aussi que le patagonien !!), et que M. Philippi (86, p. 208) dit étre si bien conservée comme si elle étail fraiche, est mentionnée également par M. Mercerat (24, p. 111 et passim) comme se trouvant dans des terralnms pro- bablement encore plus récents que ceux de la formation santa- cruzienne. Elle a été recuerlllie aussi par Valentin, beaucoup plus au Nord, dans le territoire du Chubut, a Monte Triste, dans la for- mation santacruzienne, au-dessus du patagonien; les exemplaires recueillis, anmsi que la description de la localité et les observa— tions correspondantes se trouvent au Musée National de Buenos Arres. L'éminent botaniste suédois M. P. Dusén a visité Punta Arenas et a exploré la méme localité oú travailla M. Hatcher, faisant une importante collection de plantes fossiles dont il donne la des- eription dans l'ouvrage contenant les résultats de lPexpédition suédoise aux terres magellaniques (97) (1). Dans ''introduction il fait une rapide description géologique de la localité; dans cette description Pauteur reconnait les horizons établis par M. Hatcher, et il les met en corrélation avec ses observations, donnant soigneu- sement la provenance de ses échantillons. La couche I de Hatcher (= V de Dusén), a fourai a Pauteur de nombreux échantillons de plusieurs especes de Pagus, ce quí Pa con- duitá désigner cet étage sous le nom de «zone á Fagus ». Discutant Page géologique de cet horizon, 1] nese prononce pas d'une maniére définitive, mais il croit probable que cet horizon soit oligocéene; or comme cetle «zone a Fagus» est postérieure á la formation pata- gonienne, il en résulte que cet auteur ne s'éloigne pas beaucoup de mes opinions (2). Dans cette question, Pouvrage de M. Dusén a une importance (1; 97. Duséx, P. Ueber die tertiarre Flora der Mayellanslander, in Svens— ka Expeditionen Till Magellanslanderna, Bd. I, n? 4, p. 87-108, a. 1899. (2) Dans cet ouvrage, M. Dusén (p. 89) dit que mon opinion d'apres laquelle, la formation patagonienne appartiendrait au crétacé, ne s'est pas confirmée. Mais oú ai-je dit cela?... Voila les résultats des affirmations légéres de M. Hatcher, qu'on s'est trop empressé de recueillir. L'AGE DES FORMATIONS SEDIMENTAIRES DE PATAGONIE 1475 capitale, parce que, en outre des fossiles de Punta Arenas procédant des couches I el IV de Hatcher, il donne aussi la description et la liste des fossiles semblables trouvés dans d'autres localités, ce qui permet de contróler les données de sources différentes que Pon possede. La plus importante de ces collections de plantes fossiles est celle recueillie dans la Terre de Feu, á la baie de San Sebas- tian, dans les Barrancas de Carmen Sylva; dans cetle localité, les falaises sont constituées par une série de couches tertiaires avec de nombreux fossiles el plus rarement de débris végétaux, ces derniers se trouvant spécialement dans les couches supérieures (97, p. 91). Ces plantes fossiles de Carmen Sylva appartiennent aux mémes espéces el constituentla méme flore de la couche I, de Punta Arenas, que MM. Hatcher-Ortmann prétendent se trouver bien au-dessous du patagonien. Eh bien : les fossiles marins de ces couches d'aprés Vexamen qu'en a fait M. Steiumano (95, p. 21) correspondent a ceux de Navidad et de la formation santacruzienne. Cela veut dire que la couche LI, en place de se trouver au-dessous du patagonien, s'y trouve au-dessus. Une autre série de plantes fossiles décrites par Dusén, provient de la partie S. O. de la Patagonie australe, de la régicn de Bagua- les. Par les especes qu'on y trouve l'horizon esta peu pres le méme de la «zone á Fagus ». Celte région a été explorée assez sojgneuse- ment par le géologue M. Hauthal quí a relevé la succession com- pléte des couches á partir du crétacé moyen jusqu'aux galets de la formation tehuelche. Voici, en abrégé, la partie essentielle du relevé géologique du travail de M. Hauthal (57, p. 44). D'en haut, vers le bas, 11 men- tionne les séries de couches suivantes : ¿ 2,10. Galets tehuelches. Epaisseur de 100 a 150 métres. 2 3/9. Grés et tufs. Epaisseur de 150 a 200 metres. / / 8. Couches de grés tin, verdátre, ferrugineux, avec de | nombreux vestiges de végétaux, surtout des Fagus (Río Guillermo). Plus au Nord, les mémes couches contiennent Ostrea Phalippr, et les autres fossiles marins caractéristiques du santacru- zien. Epaisseur de 200 a 300 metres. 7. Grés grisátres avec vestiges de végétaux. Couches calcaires Y avec Ostrea Hatcher2, Cucullaea, etc. Epaisseur de 150 á l 200 métres. Miocéne | Eocéne 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 6. Grés grossier, verdátre, souvent plus clair, presque S l blanc, avec des arbres pétrifiés, conglomérats, etc. S . Partie supérieure avec des banes de calcaire nor, contenant E / des dents de Lamna, de coquille, etc. Epaisseur de 200 a L 300 metres. - | 5. Grés verdátre et grisátre, avec des végétaux fossiles des 2 genres Salix Populus, Quercus, etc. Epaisseur de 50 a 60 = | métres. = 4. Grés jaunátre avec Asteroides, Toxasler, etc. el bancs 5] calcalres minces et noirs avec Acanthoceras, Baculrtes, Hamites, etc. Epaisseur de 80 a 100 metres. 3. Grés gris-verdátre avec des vestiges de plantes mal con- servées el quelques bancs avec des mollusques. Partie inférieure avec bancs de conglomerats pas trops épais. Epaisseur de 500 a 600 métres. 2. Couches noires sablonneuses-argileuses, avec de minces bancs calcaires contenant des Inoceramus (commun), Anan- chytes (rare), etc. Epaisseur de 600 a S00 metres. A. Grés quartzeux et dur. Crétacé Il faut encore ajouter que M. Hauthal s'est assuré ici que la suc- cession et la transition du crétacé au tertiaire est compléte et sans aucune discordance. En ce qui regarde la corrélation de ces séries de couches il est tres explicite; les couches désignées avec le numéro 8 représentent la formation santacruzienne, el celles désignées avec le numéro 7 correspondent a la formation patagonienne. La flore de cette région, décrite par M. Dusén, vient de la couche numéro 8, c'est-a-dire de la formation santacruzienne. M. Kurtz, qui a dans ses mains les matériaux recueilles par Hau- thal, ajoute en note : ; «Sobre las plantas fósiles de las localidades mencionadas en la capa 8, véase el trabajo recién publicado por el señor Pehr Dusén, etc. » (65, p. 45). Il me paraít que tout ce quiprécede est assez concluant, et si MM. Hatcher-Ortmann ne veulent pas avouer franchement leur erreur, le conseil que je puis leur donner, est de ne plus s'occuper de la question. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 4717 ÉTAGE ARÉNAEN Pour termineravec les terrains marins de l'époque santacruzien- ve, il m> reste encore a parler des couches marines qui áa Punta Arenasel dans le territoire environnan!, reposentimmédialementau- dessus de la couche IV, ou du charbon en exploitation. Ces couches sont désignées Va et V6. Une autre couche supéricure désignée Ve, contient une faune différente et fail partie d'une autre formation. Les deux couches inférieures Va el Vo ont fourni a M. Hatcher les six espéeces de mollusques suivantes. Ostrea Philipp Ortm. Pectunculus (Glycimeris) Phil. Lucina promaucana Phil. Venus chiloensis Phil. Cytherea (Merethriv) splendida Th. Crepidula gregaria Sow. M. Ortmann rapporte ces couches a l'étage superpatagonien, par- ce que d'aprés lui ces espéces se retrouveraient a Santa Cruz dans les couches de ce dernier étage, el deux ou trois especes également dans le Patagonien. Cette corrélation ne me paraít pas probable. La raison en est que ces couches marines, a Magallanes, se trouvent toutá fait au som- met de la formation santacruzienne, au-dessus de couches d origine sous-aérienne ou d'eau douce, tandis que le superpatagonien de Santa Cruz se trouve au-dessous des mémes couches; il ne me parait done pas possible de considérer comme constituant un seul étage géologique deux couches, d'une grande formation, dont Pune se trouve presque a la base et l'autre tout a fait au sommet. Cela est d'autant plus impossible que les dépóts de lignite de Punta Arenas ou couche IV, vers le Nord, se fond graduellement dans les couches du santacruzien. Ces considérations me conduisent a regarder les couches mari- nes quí a Punta Arenas se trouvent au-dessus du charbon ou san- tacruzien comme représentant un nouvel étage que d'apres la loca- lité Jal désigné sous le nom d'étage «arénaen» (94, p. 3); cet étage constitue le sommet de la formation santacruzienne. Cette séparation de l'arénaen comme étage distinct se just:fie AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA aussi au point de vue paléontologique, car les déductions de Ort- mann, non seulement sont fondées sur un matériel assez incom- plet, mais en plus dans ce cas, comme dans les précédents, ses interprétations ne sont pas tout a fail correctes. D'apres lui, les trois especes de Parénaen qu'il détermine com- me Ostrea Philipp, Luena promaucana el Crepidula gregaría se trouveraient aussi dans la formation patagonienne. Mais, c'est le cas que Ostrea Phihippu ne se rencontre pas dans le patagonien. La présence de Lucia promaucana n'est pas certaime, eten tout cas, les échantillons que Von a rapportés á cetle espéce ne viendraient que du patagonien tout a fait supérieur, el pour cequi regarde Cre- pidula gregarta il faut se rappeler que les individusde larénaen représentent une forme géante désignée par Philippi sous le nom de Crepidula (Haliotrs imperforata). ll en arrive de méme quand lPauteur attribue les especes de Paré - naen a celles du superpatagonien ; sur les cinq espéces quíil eroit identiques (Ostrea Philippar, Pectunculus Ibari, Luena promaucana, Cytherea (Merethriz) splendida, Crepidula gregaria), au moins trois sont sujettes aux mémes objections. Crepidula greyaria du superpa- tagonien de Santa Cruz n'est pas identique a Crepidula imperfo- ratade lVarénaen de Magallanes; Pectunculus Ibari Ph. de Paré- naen de Magallanes n'est pas identique á Pectunculus cuevensis Ib. du superpatagonien de Santa Cruz. Quant a VOstrea Philapprr 11 s'agiteertamementde la méme espece, mais les individus de Paré- naen de Magallanes, sont á contour plus régulieretá coquille plus mince constituantalnsi une variété distincte de celle de Santa Cruz. J'ai dit que le nombre des espéces recueillies par Hatcher est trop restreint pour que l'on puisse en tirer des déductions a peu pres exactes. Heureusement, Parénaen fournit beaucoup d'autres espéces quí pour la plus grande partie ne se rencontrent pas dans le superpatagonien, indiquant ainsi que ces deux élages ne peuvent pas étre synchroniques. Ces espéces on ne les rencontre pas dans les étages plus anciens el présentent un aspect décidément plus récent. Voici Pénumération des espéces que, jusquía présent il est possible de rapporter á cel élage. Dans cette liste, M. veut dire que lP'espéce a été rencontrée aussi dans les couches inférieures de la méme localité, constituant l'éta- ge magellanien ; S. que l'espece se trouve dans le superpatagonien de Santa Cruz, P. dans le patagonien; L. dans le lebuvien et N. dans le navidadien. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 179 Ostrea Philipp Ort. (S. M.) = Bourgeois: Ph. non Remond. Les échantillons de Parénaen sont plus minces, constituant une variété. Modiola Schyther Ph. Pectunculus Ibari Ph. Pectunculus magellanicus Ph. Lucia promaucana, Sow. (L. N. S.). Cardium magellameum Ph. Venus chiloensis Ph. (N.). Venus Rodriguezt Ph. Merethriz (Cytherea) Iheringt Cos. (S.). =C. splendida Ih., préoc- cupé. Panopaea Ivar: Ph. (M.). Panopaea Torresi Ph. Psammobra Darwin: Ph. (Rio Rappel, N?). Photinula detecta Roch. et Mab. Photinula margimalis Roch. et Mab. Philine patagonica Ph. Crepidula amperforata Ph. Sigapatella americana Ort. (S.). Trochita colchaguensis Ph. (Cueva, N?), voisine de T. calceolum, Rev., actuelle. Sur ces 17 espéces on n'en trouve aucune dans le patagonien, deux se rencontrent dans le magellanien et seulement quatre dans le superpatagonien, ce quí est d'accord avec la succession paléonto- logique, le patagonien étant le plus ancien, le magellanien plus récent, le superpatagonien encore plus récent, et l'arénaen encore plus récent que le superpatagonien. Quand la faunede Parénaen sera mieux connue et plus comple- te, cette différence d'áge se montrera sans donte avec plus d'évi- dence. Passons maintenant aux lerrains d'origine sous-aériennes ou d'eau douce, de la formation santacruzienne. ETAGE NOTOHIPPIDIEN Dans le territoire de Santa Cruz, principalement dans la région que parcourt la riviére de ce nom, la formation santacruzienne se trouve représentée surtout pardes couches d'origine sous-aériennes ou d'éeau douce qui á partir de la cóte de PAtlantique s'étendent 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA jusqu'au pied des Andes. A Pest, dans la partie inférieure, ces couches se trouvent interstratifiées avec les couches marines de létage superpatagonien; en avancant vers l'ouest, l'interstratifica- tion cesse, la base étant exclusivement marine (superpatagonien) el la partie supéricure exclusivement sous-aérienne (santacruzien). Encore plus a Pouést toutes ces couches disparaissent graduelle- ment, premiérement les sous-aériennes de l'étage santacruzien, et aprés les marines de l'étage superpatagonien, laissant alors á decou- vert des dépols sous-aériens plus anciens; tout á fait au commen- cement des explorations on considéra ces derniers comme faisant partie du santacruzien. Ces dépóts apparaissent pres du Lago Ar- gentino, et leur position au-dessous du superpatagonien el au- dessus du patagonien, indique clairement quíils correspondent á l'hiatus que P'on constate vers l'Est entre le sommet du patagonien et le superpatagonien. (A survre). LENGUAS AMERICANAS (SECCIÓN BOLIVIA) LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA INTRODUCCIÓN Por SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO M. A. Encargado de la Sección Lingúística del Museo de La Plata NOTICIAS GENERALES Y VOCABULARIOS Por EL P. Fr. NICOLAS ARMENTIA Obispo electo de La Paz Quei-tchin-mic — Cuenta. Quechei — Ahorcarse. Quejtesiñ — Hermosura, be- lleza. Quenai -— Remangarse los brazos. Quencan — El octavo. Quep quep — Ordeñar. Quer — Cerrado; Querevac — Cierra. Querecha Tcheñet — Dinero, plata. Querevac — Cierra. Querquer — Afeitar, Raspar. Quertaquiye — Puerta. Quevac, queve — Buscar. Queveye, Suche — Pescado. Queti — Doier, Padecer. Quetinye — Epidemia, Plaga, Dolores. Quetiy — Plantar, Sembrar. Quetiye — Siembra, Sembrado. Queis — Dolor. Quetti-1que — Padeció. Queyaquis — Raspar. Quibañ — Tener sueño. Quibi— Berruga. Quibyey — Apagar la vela. Quibyive, Catsyebe — En el rincón . Quich — Derecho, Recto, Claro. Quich cañ — Mediodía. Quiecsi, Quiqsi — Atolladero. Quit, Quety — Sembrar. Quijnac, Quijnaqui — Tener miedo. Quijquiye: — Llamar con el tambor. Quin— Ahora, hoy. Quinves — La izquierda. Quiñete — Respetar. Quirica — Libro, Papel, Carta. Quirycal — Leer. Quisbal — Arruga. Quitti — Javalí, Taitetu. Quiza — Lagarto. 182 Racam — Lleva más allá. Rai — Subfijo de futuro. Raise, Raisete—Amar, Querer. Rap—Pegarseuna cosa con otra Reicacail — Estar parado. Resii — Vencer en pelea. Ricarica quijquieme — Toca el tambor. Sac— Levantarse. Sacan sacan — Desgranar. Sacaoye — Fruta. Sama, Samai — Humedecer, húmedo. Sambaqui — Sin sal. Sañac, Sañaqui — Escribir. Sap — Atar, Amarrar. Sapa — Traspasar. Sapeñi — Mal de costado. Sapinye — Cresta de gallo. Saptacye — Nudo, Atadura. Saquebadaque — Resucitó. Saqueva — Levántate. Saquiebañ — Resucitar. Saquiyejja — Levantaremos. Sarai, Marico — Alforja. Schavi-in — Gimiendo. Secseye — Comida. atnam Secseye? — Está la co- mida? Secsi, Ebe1 — Comer. Seii — Rico. Senyeye — Enfermedad, En- fermo. Senyeyeltchin — Enfermos. Sen — Pescado, Sábalo. R ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Rigi — Enterrar. Ritar — Puntapie, Patada. Ritiei — Echar tierra, Relle- nar. Roboye— Brujerías. Roiroi, Roraqui, Royaqui — Bailar. Sena — Muertos. Seni — Muerte, Morir. Seni tzon — Eclipsarse el sol. Senye — Muerte. Sequenaca — Violín. Sequi —Malo. Sevac — Oir. Seve, Sevaqui, Chiquei — Oir, Escuchar. Sibacye — Látigo; Sipiei — Azotar. Sicque — Laguna. Siñac, Sinaqui — Limpiar, Ba- rrer. Siñaquit — Escoba. Siñeve incal — Irá la orilla, Abordar, Encostar. Sipiei — Azotar. Sipitac — Tapar la botella. Sipitacye — Tapón de botella. Silapa —Canasta para plumas. Siti, Sisnac— Entrar. Siupqueti — Oriente. Siupqui, Siupbañ — Salir. Sobevayoque cañ — Enebra la aguja. Somac — Rollo de tabaco. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 183 Somacsi, Somei — Dar. Somei — Dar. Somyii, Damocoi — Desmayo. Soñ — Arbol, Palo, Leña. Soño, Chep— Saliva. Ta —Ají pimiento. Taa — Mora, Bejuco. Taari — Pesar. Taca, Tacanye — Siempre. Tacananye, Chonye — Rueda. Tacche — Arriba. Tach — Golpear, Tropezar. Tach tach — Clavar, remachar. Tascha — Playa. Tache, Oche, Moche, Cheve, Fanche — Arriba. Taschesche — Resplandecer. Tascheschei — Cielo despejado. Tachi — Ir delante; Tasche — Delante. Tachye1, Choque — Cortar. Tacves — La derecha. Tahari por Tari — Triste. Tambai — Podrido. Tambenye — Pescado. Tamiñi — Soñar. Tanactehi — Techo de hojas de charo. Tanyet, Omoye — Olla. Tap, Chabagme — Agarrar. Taqui — Hacer. Tara — Maiz. Tari — Triste. Tasche — Delante. Tataye, Chamas — Quirquin- cho, Tatú. Soquiti — Abordar, Encostar, Atracar. Soquitiye — Puerto. Sovaqui — Visitar. Soni — Hombre. Tazo¡, Tazjjo1 - - Secar el rio. Echanjor — Morir en cama. Tche — Higo silvestre. Tcheeme, Farajyeme — Dale. Tchem tchem, Enom enom — Chupar, lamer. Tchenet, Querecha — Dinero, Plata. Tchetehi — Alma. Tehi dachmo ? — Quién es pues ese ? Tchie1, Tchiea — Tomar. Tchieibañ — Está bebiendo. Tchiensi, Alavua — Gallina. Tchifcac — Sacudir. Tchif, Tif tif — Sacudir el mantel etc. ' Telhijos —Mezquino, Tchimuse — Veneno. Tehiñi —Murciélago. Tehio, Ogcho — Avispa. Tchisinca 01? — De quién será esto? Tchitchic? — Quién será? Tchitchiecha? — Cómo? Cuál? Tchinca — Quién ? Tchivigui, Tchiva— Contar, numerar, Tchoiñoi — Colorado. Tchotcho, Tchuñe — Sobrino suegro. 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tchoros oy — Yuca pasada. Teey, Tejteje: — Golpear. Teibuñe — Enano. Tenaqui, Imuse — Ocultarse. Tenevachu, oican — Ven acá dentro. Teñecte — Saludar. Tereret— Garganta. Tets, Fets — Cortar. Teya — Mancorna. Ti — Nombre; Ege timo mi ?— Qué te llamas? Tibui — Redondo, Pelota. Tifactige — Abogada. Tifati — Amparar, Librar. Ti — Nido de aves. Tijte — Tocar. Timo — Nombre. Tinye — Cordel. Titzo — Colgar, colgado. To — Agujero. Toh! vocablo de admiración. Tocacs — Corte de cuchillo. Tochaquis — Apuntador. Tofet — Ciego, Tuerto. Togma1, Yomo — Obscuro, De noche. Proleger, Ua ua — Paladar. Uag cots — Igual en edad, y en tamano. Uag ere miin— Juntos todos vosotros. Uajmu — Vivir juntos. Uajpivati — Enemigos. Uajpivatiye, Pivatiye — Ene- mistad. Tojyei, Tojyeme, Tojyeva — Apuntar, Disparar. Tojyeme — ver: Tojyel. Tojyeva — ver Tojyei. Tomi, Ep — Naufragar, Aho- garse. Tondoc — Refugiarse. Toot — Tonto, Insensato. Toot am chicacsi — Sordo. Topo — Alfiler. Toro — Plátano seco. Totch — Un pedazo. Tsa — Vida. (Véase : Za). Tsaebabacha — Resurrección. Tsaebadaque — Resucilo. Tsaichi-in — Vivos (los) Tsi — Fuego. Tsimac, Tsimaqui — Recoger. Tsin — Cuero, corteza. Tsis Uagpenge — El cuarto. Tsoñ — El sol. Tum — Con (subfijo). Tunei — Cosa lisa, suave igual. Tupu — Cabal, alcanza, señal. Tupuye — Medida, peso. Tuvo — Estera. Tzuñtchi — Molesto. Uajveye — Cosas, Provisiones, Efectos. Uatcheque — De improviso, De: repente. Ubañ, Tchieban — Madurando. Ubañ Itchiebañ — Está madu- rando. Ucha, Jjucha — Pecado. Uechis — Palo dentado con que 1.08 INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 185 benefician la cáscara del Bi- boá para hacer camisa. Uecho — Molde de sal, sebo, etc. Uejqui — Ladrar. Uemi, Vuemi — Casarse. Uenchias — Casada. Ueñei — Mentir. Uesi, Uesequi —Hacerde cuerpo Ueuegñiti—Ingrato, mentiroso. Ueuetiche, Mayenyeche, Maye- yeche — Cielo. Vac vac — Echarse agua al cuerpo con las manos. Vajtata — Mariposa. Vanaquiei, Vanaqui — Abrir. Varaijti — Arañar. Varvaryei — Pelar. Ve — Ojo; Vein — Los ojos. Ve — A; post. Por. Vecdai — Torcido, v. g. un pa- lo. Vecoñ, Querevac, Niquievac — Cierra, Vedaqui — Cosechar, recoger. Vejmu — Semilla. Venjjoi, Venchubañ, Atatsi — Llega, ha llegado. Vequeyete, Equinete: — Ame- nazar. Verejei — Romper. Veyac, Veyaqui — Borrar. Vi — Cuñado. Vigi — Nadar; Yiqui — Ba- narse. Vioeva — Araña. Viqui — Hilar. Viraqui, Bitzac — Desgranar maíz. Uiro — Caña de azúcar. Ujjuma, Za — Pero. Unbañ — Irse, Marcharse. Uoi — Chirimoya del monte. Uoñ — Caracol. Uoton — Quirquincho, Tatú pequeño. Uru — Monocoloradocon coto. Uts — Este. Uun — Manos, Brazos. Viro, Uiro — Caña de azúcar. Vite — Provisión para viaje, Carga. Vitseñeil — Sacar. Vitsinaquit — Mañoso, ratero. Vivua — Tocar. Voco — Vientre, Barriga. Vodami — Andar de cuatro pies. Vogco, Vogecomo — Cáscara de huevo. Vogis — Hermana. Vogit — Hermano. Vondai — Inclinado. Voori — Gritar; Eeya miin — Gritad. Voragye — Agujeroen madera. Voraqui — Barrenar, Taladrar. Voraquiye — Barreno, Taladro. Vorvacsi — Nombrar. Vorver — Llamar. Vorveacsim — Suspiramos. Vuacañ, Vuanac — Descubrir. Vuati, Guati — Llorar. Vueñel, Ueñei — Mentir. Vueñeye — Mentira. Vuoi — Chirimoya. 186 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Y Ya — post. Por. Yes — post. Por. Z Za — Vida, Vivo. Zimac, Zinqui, Zivuac — Re— Za, Ujuma — Pero, empero. coger. Zacayemo — Los de ambos ex- Lincae — Negro, color negro. tremos. Zincal — Vergúenza. Zajjajja — Toldeta, Mosquitero. Zinqui — Recoger. Lajji — Red para pescar. Zinaqui — Barrer. Zañaqui, Sañaqui — Escribir. Ziñaquit — Escoba. Zaquieral — Noslevantaremos. Zita — Sauce. Zayaye, tuira mi cafe — Cuan- Ziupban, Siupqui — Mejor, Es- do,me despierte ó levante, tá sabiendo. me traerás café. ZLivuac — Recoger. Laza — Sesos. Zo — Pájaro negro como el tor- Ze, Ñoño — Madre. do. Zet — Apretado, Estrecho. Zomemes — Piojo de gallina. Ziaimal, Echam — Punta. Zoñi — Hombre, Varón, Ma- Zibete — Pegar con azote. cho. Zii— Piojo; Zomeme — Piojo Zon1, Tson — El sol. de gallina. Zoso, Yebaqui — Coser. Zicta — Chala de maíz. DOCTRINA CRISTIANA PREFACIO Se advierte queesta lengua así como casi todas las de América carecen de términos abstractos, y de aquellos que significan las afecciones del ánimo, sin duda por la incuria y falta de ilustra- ción de aquellas gentes. Con más razón carecen de todos aquellos LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 187 términos, que tocan á Dios, al Cielo, y á cosas espirituales, de todo lo cual no tenían más que una idea muy escasa y confusa; por lo quese hace preciso tomarlos del español, pero acomodándolos siempre con la gramática propia del idioma. También se usa frecuentemente de la figura hipérbaton, traspo- niendo los términos de un modo muy diferente del que se usa en español, sin duda por atender á la fluidez de la pronunciación, evi- tando la aspereza y violencia que resultaría de seguir el orden y colocación natural de las palabras de la oración. La doctrina contenida en las preguntas, y respuestas, es la que el Concilio Limense tiene aprobada para enseñar á los indios, y efectivamente es la misma que se enseña en todas las Iglesias del Eeru: ICHEITIGE CRISTIANA DOCTRINA CRISTIANA MUSETENO, CHI CASTEYANO MIC-YA MUSETENCE Y CASTELLANO EN LENGUA SANTA CRUSI EL PERSIGNARSE t Santa Crusi $ tupu-ya tsuntehi + Chovisintchi-in, tifacticami De la Santa Cruz por la senal de nuestros enemigos libranos tú tsuntchi y; Ayo Dojit Mumus, Auamus 7 Espiritu Santos timo=ya. nuestro Senor Dios Del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo enel nombre Amen Jesus. Amen Jesus, ISUNTCHI MUMU NUESTRO PADRE Tsuntchi Mumu Mayege-che beitchi, mis Santo Ti pat bem Nuestro Padre que en el cielo estás tuyo Santo nombre que bien peya quí tsuñ mis Reino pal tsuñ ve atsi ege mi raise mej honre mos nosotros tuyo Reyno que nos venga loque tu quierescomo hem-tchieva eñe mayege-che, chime ac-che. Tsunsi (1) tanta así hazlo como enel cielo así en la tierra. Nuestro pan de (1) Tsuntchi. 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ere mayeges tsun ve someme-quin, tsunsi hucha-in nimbeibutica-mi cada diaá nosotros da hoy: nuestros pecados perdonanos tú eñe guajmu nimbeisin tsuñn, patachi-cañ ham huch:i tsuñ así como entre nosotros nos perdonamos, que malas dentro no pecar nos nuchitica-mi; chime ere achi meyitchica-mi Amen Jesus. ayudanos tu; tambien de todo mal apartanos tu Amen Jesus (1'. AVE MARÍA Ave Maria : gracia-ya boeñ; Ayo Dojit mi tum boei, ere Ave María gracia de llena el Señor Dios contigo está; todas phen-in-si mi ñeges annic hem; chiannie hun mis vo-cocañ - si mujeres las de tu sola deveras buena y deveras bueno tuyo vientre dentro de Auamu Jesus. Santa Maria : Dojit si ñoño tsuñve hucha-tum Hijo Jesús. Santa María Dios de Madre nosotros para pecadores por congitica-mi quin chime señaya tsuñ. Amen Jesus. ruega tú ahora también en nuestra muerte. Amen Jesús. SALVE REGINA Salve Regina tsunsi ñoño annic ¡nimbeacge, tsunsi tsa ham Salve ¿Regina nuestra Madre muy misericordiosa, nuestra vida y hettejun tsunsiijitige(2), salve: ere Mointchi-in teun Evas Auamu dulzura nuestra esperanza, salve: todos hombres los Eva de hijos emoñac miive vorveacsim schavi-in autisim hoicañ tahari hac-ya. desterrados tíá suspiramos gimiendo, llorando esta triste tierra en. Meeve tsunsi Ayo tifactige tsuñ-ve tecoñ yeva mis annic majoisin Por tanto nuestra Senora Abogada nosotros á vuelvenos tus muy alegres ve-ya: Chime atral señi Isuñ annicogea jicoyac-seva ojos tambien despues de muerte nuestra O entonces muestra — nos mis voco-cañ-si.. Auamo Jesus. Annic nimbeacge, Annic de tuyo vientre adentro de Hijo Jesus. 0 Clemente 0 choifoige, Annic hem Maria, tsun ges Dojit congeeme piadosa, O Virgen buena Naria, nosotros por Dios ruega pat jequijeoj sin tsuñ ege jayaqui tsuntchi mis Auamo Jesus Cristo que alcancemos nosotros las promesas de nuestro tuyo hijo Jesus Cristo A men. Amen. (1) Ver comparación de Padre Nuestros, etc., al fin de la Doctrina. 2) Vocabulario da Izitiye (yóg,. LOS INDIOS MOSECENES Y SU LENGUA 189 CHICACSI DOJIT-VE CREO EN DIOS Chiata ye chicacsi Dojit Mumu ere hem-taquitehi mayese chi En verdad yo creoen Dios Padre todo hacedor cielo y hac ere hem tche; chime chicacsi ye Jesus Cristo cuitchi Auamu tierra todo lo ha hecho; también creo yo Jesus Cristo su hijo isumpsi Ayo meñ Espíritu Santo-ya eyacsi ingiique Santa nuestro Señor el Espíritu Santo de mandamiento fué concebido de Santa María annic-hem-si nataque chittai quetti-ique Poncio Pilato achi María, Virgen nació, mucho padeció de Poncio Pilato malo eyacsi-ya, Cruz-che Pactac hejalte rigijette-i¡que chime mandato por la cruz sobre fué clavado muerto en el sepulero lo pusieron también Infierno-in-caú chambadaque chibbin mayege-ya tsaebadaque Infiernos los á bajó tercero dia al resucitó cheve mayeje-ya bei, Dios Mumus tacves-ya ber, cubi tsuñ-ve arriba cielos en está, Dios Padre de diestraá la está otra vez nosotros á atsi aral meñemoñ obbañ-i ya mayege, ere mointehi-in chi volver ha de tiempo último (?) llegando dia todos hombres los así tsailtchi-im chi seña quei-tchinmic congetterar chimechi cacsi ye vivos loscomo muertos cuenta pedirá también creo yo Espíritu Santo-ya, chi Santa Iglesia Católica, chi Santos Espíritu Santo enel también Santa Iglesia Católica, y Santos guagmuya chime hucha-insi nimbe-ittige, chi moinchi in si de comunión en la también pecados los de perdón y hombres los de schuse tsae-bacha tacan-ge (ye?) bejaral. Amen. la resurrección para siempre vivir. Amen. TAC MIC MUMUS DOJIT-ST DIEZ MANDATOS DEL PADRE DIOS Tac mic-ya Mumu Dojit eyacsi pal hem bey, amic-rai chicasiin Diez palabras en el Padre Dios manda para bien vivir, en verdad entender sun. nosotros. Iris - yi: Am-rai egege majete mi-im, Dojitmomocotchi-can El primero dice: No cosa querais mucho vosotros, á Dios no más corazón de ralsetteral mi-in. amareis vosotros. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Am-rai fibbin vorvacsi mi-in Santo Ti-mo de vano nombrareis vosotros el Santo Nombre 190 Pana - yl: El segundo dice: No Doj1t-si. de Dios. Chibbin - yi: Domingoin, chi fiesta-in mayege, ya El te:cero dice: Domingos los, y fiestas los dias, en icheeitticaral, he cari-tac-ral mi- in. atendereis ni trabajareis vosotros. Tsis Uagpenge - y1: Mumu, moño hem quiñet-ral, mi-In. El Padre, la madre respetareis vosotros. mointehi-in hejalte mi-1n. matar vosotros. El cuarto dice : Caman-yi: Am-ral El quinto dice: No habeis de Ebbeun - yi: Am-rai chuesi mi-in. El sesto dice: No fornicareis vosotros. levettige - yl El séptimo dice: Quencan - yi: Am-ral pelvacacsi mi-In, ñe ueñeral mi-In. El octavo dice: No murmurareis vosotros, ni mentireis vosotros. Aractac-yi: Nuetehis phen mo am-rai majette mi-in. El noveno dice: querais vosotros. Tac-y1 El decimo dice : gente : Am-ral egeges schoal mi-in. No cosa alguna robareis vosotros. Otro mujer la no... Nuetchis guajegege am-rai majette schoal mi-in. Otros de las cosas... no... deseareis robar vosotros. MAYEGEYA SANTA IGLESIAS MANDATOS DE LA SANTA IGLESIA CANNAM CINCO ÑOÑO IGLESIA EYACSI HEM-RAI CHICACSI TSUÑ CANAM MIC-YA SANTA IGLESIA MANDA ES BUENO... OBEDECER NOSOTROS. CINCO MANDATOS LA SANTA MADRE Domingoin chi Fiestain Misa hem sevac-ral mi-in. Fiestas Misa bien oireis... vosotros. chifer señarai chime comulgasi comulgar... Iris - yl: El prímero dice: Domingos y Puma-yi: Cuaresma-ya, El segundo dice: Cuaresma por cuando muy para morir, y Ges hucha-in peyaral mi-in mumu sacerdote tum. por los pecados... confesareis vosotros Padre sacerdote con. Chibbin-yi: Pascua-ya comulgasi-aral mi-1n. El tercero dice: Pascua por comulgareis... VOSOtros. Uapenge-yi: Michgirai mi-in Santa Noño Iglesia eacsi-ya. El cuarto dice: Ayunareis vosotros la Santa Madre Iglesia cuando manda LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 191 Caman -yi: Diesmo-in chi Primicia-in sometterai mi-in Iglesia El quinto dice : Diezmos... y Primicias... dareis... vosotros á Iglesia Dojit-s!. de Dios de. SACRAMENTO-IN LOS SACRAMENTOS SANTA IGLESIAS SACRAMENTO-IN YEVETTIGE ATTO DE LA SANTA IGEESIA LOS SACRAMENTOS SIETE... SON Irit — Bautismo. Cannam — Extremauncion. El primero — Bautismo. El quinto — Extremaunción. Pana — Confirmacion. Ebbeuú — Orden Sacerdotal El segundo — Confirmación. El sesto — Orden Sacerdotal Chibbin — Penitencia. levettige — Matrimonio. El tercero — Penitencia. El septimo — Matrimonio. sis Óó Uapenge — Comunion. El cuarto — Comunión. YE HUCHATUM-SI YO PECADOR Ye hucha-tum-si confesasim peyaquim Dojit tum ere Yo pecador... me confieso... digo... Dios... á todo hemtaquitehi, chi Bienaventurada amic-hem María, chi S. Miguel poderoso... y ála Bienaventurada Virgen... María, yá S. Miguel Arcangel, chi San Juan Bautista chi Santo-in Apostol-in San Arcangel, yá San Juan Bautista yá Santos Apostoles... San Pedro San Pablo, chi ere Santo-in, chime mi Mumu tum atnas Pedro San Pablo, yátodos los Santos, tambien ti Padre á que ya hucha ique ye giyi-ya, mic-ya hem tche-ya. ye-tchi hucha pecado he yocon pensamiento, palabra con obra con mi, mia culpa ye-tehi hucha, ye-tehi hucha dersi. Meevé quin congetterai ye mia... culpa, mia... Culpa grande. Por eso ahora pido... yo á Bienaventurada amic-hem Maria chi San Miguel Arcangel, chi la Bienaventurada Virgen... María yá San Miguel Arcangel, yá San Juan Bautista, chi Santo-in Apostol-in San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, yálos Santos Apostoles... San Pedro, San Pablo, chi ere Santo-in chime mi Mumu congeeme mi yetchi Ayo Dojit, y á todos los Santos, tambien á tí Padre pidas... tu mio Señor Dios, Amen. Amen. 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA TCHEITTIGE CRISTIANA CATECISMO CRISTIANO P. ¿Aua-in peyvaca mi-in muyage Dojit ? ¿Hijos decid vosotros hay Dios ? R. Muyage. Hay. P. ¿Hoñotehi muyage Dojit? ¿Cuantos hay Dioses ? R. Irit momo. Uno no más. P. ¿Oñam bei Dojit? ¿Dónde está Dios? R. Che-ve hac-che ere pal bel. En el cielo, tierra y en todo igual está. >. ¿Chiuca Dojit? ¿Quién es Dios? R. Santísima Trinidad, Dojit Mumu, Dojit Auamu, Dojit La Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo chibbin Personas Divinas, irit momo Dojit. Espíritu Santo tres Personas Divinas, yum solo Dios. o] o) ¿Dojit at Mumu? ¿Dios es el Padre? ES Dojit chiatta. Dios en verdad. P. ¿Dojit Auamu? ¿Dios es el Hijo? R. Dojit chiatta. Dios... en verdad. P. ¿Dojit at Espíritu Santo? ¿Dios... es el Espíritu Santo? R. Dojit chiatta. Dios... en verdad. P. ¿Dojit Mumu, soñi at muñi? El Dios Padre, hombre se hizo? R. Am soñi muñl. No hombre se hizo. P. ¿Dojit Espíritu Santo soñi at muñi? ¿El Dios Espíritu Santo hombre se hizo? LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 193 R. Am soñi muñi. No hombre se hizo. P. ¿Chiuca soñi muñaque? ¿Quién hombrese hizo? R. Dojit-si Auamu, soñi muñaque. El Dios de Hijo... hombre se hizo. P. ¿Oñam soñi muñaque? ¿Dónde hombre se hizo? R. María Santísima(s) voco can. María Santísima (de) vientre en el. P. ¿Chiuca hem-tche María Santísimas voco can? ¿Quién lo hizo... María Santísimas de vientre en el? R. Am mointehi-in hem-the Dojil Espíritu Santo momo at No hombre... lo hizo... Dios Espíritu Santo no mas por su hem - tche, ogea soñiI muñaque. obra lo ha hecho, entonces hombre se hizo. P. ¿Dojit-sií Auamu soñi muñaque-ya tchitchiecha timo? ¿El Dios de Hijo hombre se hizo... cuando qué se llama? R. Jesu Gristo timo. Jesu Cristo se llama. P. ¿Dojit, at chime Jesu Cristo? ¿Dios es también Jesu Cristo? R. Dojit chiatta. Dios en verdad. P. ¿Soñi at chime Jesu Cristo? ¿Hombre es también Jesu Cristo? R. Soñi chiatta. Hombre en verdad. P. ¿Ege tsun-ges(1) Jesu Cristo isuntchi-st Ayo hem-taca-que - ¿Que cosa por nosotros Jesu Cristo nuestro... Señor ha he- 1que? cho?... R. Chittaí quetti-ique, chime tsunsi hucha-in-ges (1) Cruz-che Mucho padeció... también nuestros pecados por la Cruz sobre pactac, ha señaque. fué clavado, ha muerto. P. ¿Jesu Cristo eñe Dojit at señaque? Jesu Cristo como Dios ha muerto? (1) En el Vocabulario, yes es por ó para. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA R. Am eñe Dojit at señaque, eñe soni momo at señaque.. No como Dios ha muerto, como hombre no más ha muerto. P. ¿Ogea cuvi tsaebadaque? a o) ¿Después volvió á resucitar?... R. Tsaebadaque. Resucitó. P. ¿Oñam incaque? ¿Dónde fué? R. Cheve mayege-che-1ncaque. Arriba cielo al se fué, P. ¿Cuvirai alsi? ¿Otra vez vendrá? R. Atsi-ral. Vendrá. P. ¿Unsige cuvi-rai atsi? ¿Cuándo otra vez vendrá? R. Meñn-emoñ-oban-ya mayege alsi-ral. Del juicio... el día vendrá. P. ¿Egeve atsi aral? Porqué vendrá? R. Ere mointehi-in vorvisin-rar chime juicio-aral. A todos los hombres llamará, también hará juicio. P. ¿Ogea ere tsuñ tsaebascha-rai? ¿Entonces todos nosotros resucitaremos? R. Tsaebascha-rai. Resucitaremos. P. ¿Hem mointchi-in oñam-rai inca-1n? ¿Los buenos hombres... adónde... irán ? R. Cheve mayege-che-rai Dojit tum tacange bejarai. Arriba cielo... al... Dios... con siempre vivirán. P. ¿Achichi-tin oñam-rai inca-in? ¿Los malos adónde irán ? R. Tsicañ-rai inca-i¡n soyo tum tacañge coschai-ral. Fuego en el ¡tán Demonio con el siempre arderán. P. ¿Isuntehi Ayo Jesu Cristo, onam bei quin? ¿Nuestro Señor Jesu Cristo, adónde está ahora? R. Cheve mayege-che, chime Sañtísimo Sagramento cañ. Arriba cielo en el también Santísimo Sacramento en el. P. ¿Egenca Santísimo Sacramento? ¿Qué cosa es el Santísimo Sacramento ? R, E: LOS INDIOS MOSETE£N£S Y SU LENGUA 195 Hostia, vino tum consagrado Sacerdote mic-ya. Hostia vino con consagrado del Sacerdote palabras por las. ¿Am misa-y) Sacerdote, 1lsí Jesu Cristo Hostia can, ¿No misa diciendo el Sacerdote, no está Jesu Cristo Hostia en la, chime vino can? también vino en el? LE 1538 Es R. Ambe 1tsi. Todavía no está. ¿Egeve ambe itsi? ¿Porqué todavía no está? Egeve caca, tanta ñheges chi vino neges chiatta. Porque siempre, pan solo es también vino solo es en verdad. ¿Honsiche tanta Jesu Gristos schux-mo muñi? ¿Cuándo el pan Jesu Cristo de cuerpo se convierto ? Misa yi-ya, chi consagra-ya Hostia Sacerdote. Misa diciendo, y consagrando Hostia el Sacerdote. ¿Honsiche vino Jesu Cristos choxmu muñi? ¿Cuándo el vino Jesu Cristo de sangre se convierie? Misa-yi-ya, chi consagra-ya vino Caliz-can Sacerdote. RO, SO, Misa diciendo, y consagrando cl vino dentro el Caliz el Sacerdote. ¿Chetac-ya Hostia Sacerdote, Jesu Cristo schux-mo chetti-1t? ¿Partiendo Hostia el Sacerdote, Jesu Cristo de el cuerpo se divide ? Ambe chetti-1t. Nose divide. ¿Egeve am chetti-11? ¿Porqué no se divide ? Egeve cacai Jesu Cristo, ere Hostia-cah muñ-meh cui bei, Porque siempre Jesu Cristo toda la Hostia en todo entero su está chime ere chettugecaá mun-men Jesu Cristo bel. y Le R. BS R. P: todas las partículas en todo entero Jesu Cristo está. ¿Ere quin at ¡cheacsi chiata? ¿Todo ahora he enseñado, es cierto? Chiata. Cierto es. ¿Egeve chiata? ¿Porqué es cierto? Dojit nas at yii, chi Santa Noño Iglesia mei ichiacsi. Dios pues lo ha dicho, y la Santa Madre Iglesia asílo enseña. ¿Egeve Cristiano-in hucha-in peye Mumu Sacerdote tum? ¿Porqué cristianos los pecados los confiesan el Padre Sacerdote con? 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA R. Dojit mase minbeibusin cuisi hucha-in. Dios pues asíles perdona sus pecados. P. ¿Am confesa-in-ya Cristiano-in am-rai Mayege-che inca-1n? ¿No confesando Cristianos los no Cielo... en el entrarán ? R. Am-rai mayege-che Inca-in. No cielo en entrarán. P. ¿Hsi-ya sacerdote-tchis-lum confesasi-ral Cristiano-1n? ¿No habiendo sacerdote quien con se confesarán los cristianos? R. Dojit tum hucha-i0 confesasirai anic cotehi-cah congetteral Dios con pecados los confesarán y verdadero corazón de pedirán para pat nimbei-sin. que les perdone. JETCHLl AYO JESU CRISTO MI SENOR JESU CRISTO Tetchi Ayo Jesu Cristo, Dojit guaj soni chiata, ere hemtaqui-tch1. Mi SenorJesu Cristo, Dios y hombre verdadero creador... Mumu jequicattige, chittar nimbei-tehi mi; chitai raise ye; Meeve Padre y Redentor mui miser.cordioso tú: en verdad Os amo yo; por eso annie cotehi-can taari ye, annie cotchi-can cayutehitive huchain- verdadero corazón de pesa me, verdadero corazón de arrepiéntome de los pecados ges(1), am-raicuvihuchai-ye, confesasi-rai y epenitencia-ral ye; ege no volver á pecar yo, me confesaré yo penitencia haré yo; ytodo hottojinca Pae confesor. letchi Ayo nimbei-buttica misi annicfer lo que diga el Padre confesor. Mi Senor perdóname tuyos muy fuertes quetti-inges(1).let-chi Dojit dotroyeva, cacal am-ral cuvi huchal-ye padecimientos por. Mi Dios mírame pues no volveré á pecar yo; Miteh-momo mestige-rail ye quin men tacange. Amen. á tí. nomás he de servir yo ahora siempre para siempre. Amén. BENDITO EL BENDITO Bendito, chi alabado Santisimo Sagramento Altar-si chi annic- Bendito, y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la en verdad hem María Santisima Dojit-si Noño tsunsi Ayo-men ingi-ique, chime buena María Santísima Dios de Madre, nuestra Señora fué concebida y itsi annic pecces huchas original. Amen. sin ninguna mancha de pecado original. Amén. (1) En Vocabulario, yes, por ó para. — A LOS INDIOS MOSEFENES Y SU LENGUA 197 Chicacsi ye Mumu Dojit Creo yo en Padre Dios Raiselte ve Mumu Dojit Amo yo al Padre Dios zitti ye Mumu Dojit. Espero yo en el Padre Dios (1). Mumu Dojit somei ye eje chuc giyiral, mic-rai, hem-tche-ral Padre Dios te ofrezco todo lo que pensaré, hablaré, hiciere yo... lesi Noño Maria Santisima nitebitica-mi tifactica-mi pat am dam mi Madre María Santisima ayúdame tú, defiéndeme tú para que ni un hucha hoí-caú mayege. Ave María Purísima. Sin pecado concebida. YU l) poco peque eneste día. Ave María Purísima. Sin pecado concebida. HEM TACSI CHICACSI-GES ACTO PARA CREER letchi Dojit, ye annic chicacsi ege peya quí Santa Noño Iglesia, Mi Dios, yoen verdad creo lo que dice la Santa Madre Iglesia, egeve mi cacal at icheacst, chime ye chicacsi mi ere hem-taquitehi; porque tu pues lo has enseñado, también yo creo tu eres del todo hacedor; chime hembei ya Cristiano-in moyege semelteral mi; chime también bien viviendo los Cristianos el cielo les darás tú; también achitehitin eristiano-in juctacsiral infierno-cañ. Chime chicasi ye, á malos cristianos los mandarás al infierno. También creo yo, mi annie irit Dojit chichibbin Personas Divinas Dojit Mumu, tu en verdad eres un solo Dios en tres Personas Divinas, Dios Padre Dojit Auamu, Dojit Espiritu Santo : chime Jesu Cristo mitehi Dios Hijo, Dios Espíritu Santo: también que Jesu Cristo tuyo Auasoñi at inmunte. Ye gracias somei Dojit, ye at nimbejetemi, Hijo Hombre se hizo. Yo gracias tedoy Dios, me has favorecido tú, quin cacal at cristiano ye, mel tacan maje bei, chi tacañ maje ahora pues soy cristiano yo, así siempre quiere vivir y siempre quiero señi. Amen. morir. Amén. (1) Hasta aquí corregido por el autor. 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA HEM-TACSI IZITI-GES ACTO PARA ESPERAR Yetchi Dojit ye chicacsi annic ege mi at peyette, mi cacal Mi Dios yo creo en verdad lo que tu has dicho, tú pues en annic nimbe acsi Cristiano-1n; chime iziti ye huchave nimbeittin- verdad perdonasálos Cristianos; también espero yo de los pecados el perdón ges (1) Jesu Cristos quettin-ges (1). Chime izitti ye mi somette-ral por Jesu Cristo los padecimientos. También espero yo tú me darás gracia pat hem-bei tacan-ge; chime seña-ya ye mitum bejarai gracia para bien vivir siempre; también al morir yo contigo viviré tacan-ge. Amen. siempre. Amén. HEM TACSI RAISE-GES ACTO DE AMOR Ye-tchi Dojit anmnic cotchi cañ raisette ye; meeve cacal Mi Dios, en verdad de corazon te amo yo; poreso pues me cajutchiti ye, taari ye ye-tchi hucha-ve, quin annic fer cotchican arrepiento yo pésame de mis pecados, ahora en verdad muy de corazón yl, amaral cuvi hucha ye mitehi Santa gracia ya; chime digo, no volveré á pecar yo vuestra Santa gracia...con: tambien huchave amaral annic g1yI-ye. Amen. pecados á los no he de en verdad pensar yo. Amen. SACRANTO-IN CHICACSE-GE DE LOS SACRAMENTOS PARA ENTENDER CHOCTA-GE BAUTISMO P. ¿Egenca Sagramento choctac-ges? ¿Qué cosa es el Sacramento del Bautismo ? R, Iris Sagramento hun ttac tsuñ natchi Cristiano-in Dojitges (1), Un Sacramento que nos hace nacer Cristianos Dios para, chi mayege-ges (1). y Cielo para. (1) En Vocabulario, yes, es por ó para. 1.08 INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 199 P. ¿Ege somei uts sagramento ? ¿Qué da este Sacramento? R. Somei gracia pat hem bei. Da gracia para el bien vivir. P. ¿Ege vayac uts Sagramento ? ¿Qué borra este Sacramento ? R. Hucha original, chime nucsi-in muya-ya. El pecado original, tambien otros silos hay. P. ¿Egenca hucha original? ¿Qué cosa es el pecado original ? R. Adam=s1, chi Evas meyas hucha. De Adan y Eva el primer pecado. P. — ¿Hsi-ya Sacerdote chiuca choctac-si-rai ? ¿No habiendo Sacerdote quién bautizará ? R. Chiuca aunic chi, pat za soni pat phen. Quien en verdad sabe ó que sea hombre Ó mujer. P. ¿Choctac-ya, ege hemtaquirai ? ¿En bautizando qué hará ? R. Chojerai oñi oño che natique ge yiral: Yotebautizo en Derramará agua sobre la cabeza al mismo tiempo dirá: Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. CHAMAC-GES CONFIRMACIÓN . ¿ESence dagre 1iAMa-28es P. ¿Egenca Sagramento chama-ges? (1 ¿Qué cosa es el Sacramento de la confirmación ? R. Iris Sagramento, at hem-tac tsuntchi Ayo Jesu Cristo pat Un Sacramento que ha instituido nuestro Señor Jesu Cristo para damgefefer chicacsi Cristiano-in, chime pat dange fefer mas y mas creer los Cristianos tambien para mas y mas hem-bei. bien vivir. P. ¿Egehemtaquirai Cristiano-in hetchete-ges (1) utsSagramento? ¿Qué cosa harán los Cristianos para recibir este Sacramento ? R. Hem confesasi-ral. Bien se confesarán. (1) En el Vocabulario, yes, por, para, etc. 200 E Sa E: E ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¿Pana qui etchetei ya uts Sagramento huchai-ral Cristiano-in? ¿Dos veces recibiendo este Sacramento pecar han de Cristianos los ? Hucharai annic. Pecarán ciertamente. Am henya confesasi Cristiano-in, ege-ral ? No pudiendo confesar los Cristianos que harán ? Ter cotchican peyeral Dojit tum, pat nimbeisin De verdadero corazón exclamarán Dios para, que les perdone cuisi hucha-in. sus pecados. ¿Egeve Compaire, chi Comaire, choctac-ya chi schamac-ya ? ¿ Para qué el compadre y la comadre, en Bautizando y confirmando? Pat hem concai eñe cuisi Aua chime icheacsirai ¡ichettige Para que bien lo cuide como á su hijo, tambien le enseñará la doctrina cristiana, am icheacsi, ya cuitchi Eó ñec cuisi ñoño. cristiana, no ensenándole su padre ni su madre. CAJUTCHITI-GES PENITENCIA ¿Egenca Sagramento cajutechi-ge? ¿Qué cosa es Sacramento de la Penitencia ? Irit Sagramento at hem thic tsuntchi Ayo Jesu Cristo Un Sacramento que ha instituido nuestro Señor Jesu Cristo nimbeisin-ges (1) hucha-in Uristiano-1n=s1. para perdonar les pecados de los Cristianos. ¿Ege hemtaquiral Cristiano-in hem confesasi-ges ? (1) ¿Qué cosa harán los Cristianos bien confesarse para? Cannam ege aral. Cinco cosas harán. Iris: Grijerai cuisi hucha-in. Primero: Pensará sus pecados. Puna: lariral cuisi hucha-ve. Segundo: Se dolerá de sus pecados. Chibbin: Cotchi cañ annic peyeral, amrai cuvi hucha ye. Tercero: Corazón de verdadero dirá, no volveréá pecar yo. (1) En el Vocabulario, yes, por, para, etc. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA Cuepenge: Cuisi hucha-in peyerai Mumu Sacerdote tum, Cuarto : Sus pecados dirá el Padre Sacerdote con nimbei-s1. perdone. Camam: Hemtaquirai ege otoginca Pae Confesor. Quinto : Hará lo que diga el Padre Confesor. P. ¿Somei-ya absolucion ege hem taquirai Cristiano ? ¿Dándole la absolución que hará el Cristiano? 201 pat que R. Ichettica rai onnic cotchi-cañ. Tetehi Ayo Jesu Cristo agea Rezará verdadero corazón de. Mi Senor Jesu Cristo despues pane gracias someteral Dojit, cacal nimbeisi cuisi hucha-in. aparte gracias daráá Dios, pues le ha perdonado sus pecados. (Contanuará.) BIBLIOGRAFÍA Anales del Museo Nacional de Montevideo, tomo IV, entrega I. Montevideo 1902. Describe el señor J. Arechavaleta, director del Museo Nacional de Montevideo, varias especies nuevas y otras poco conocidas, pertenecientes á la flora uru- guaya. FeLix F. OUTEs. Carrasco (Gabriel. De Buenos Aires al Neuquén, 1 vol. in. $”. Bue- nos Aires 1902. Esta es la publicación que el activojefe de la segunda sección del Ministerio del Interior, doctor Gabriel Carrasco, nos prometía como complementa- ria de su informe presentado á ese Ministerio poco tiempo ha y que corre im- preso con el título de El Territorio Nacional del Neuquén. Como lo decía el conocido estadígrafo, su reseña geográfica, industrial y admi- nistrativa llegará á ser muy útil. Es uno de los pocos informes de esta índole que ha sabido transparentar clara y oportuna observación, que saliendo de ese molde obligado, de esa uniformidad sistemática é ilógica ha revelado verdadera origina- lidad ; bien se sabe que la especialidad es innata. Desde los diferentes puntos de vista que considera á su reseña, consigue hacer notar una serie de datos y proporciona deta!les curiosos, que mucho apreciarán las personas encargadas de poner en vías de un rápido progreso á esas pobla- ciones de la Patagonia. La parte fundamental de este libro está en sus últimos capítulos donde trata de la riqueza extractiva de esos territorios. Las minas, han arrancado al autor una serie de apreciaciones oportunas, y esos pocos capítulos podrían ser á vuestro modo de ver, objeto de una publicación es— pecial y más completa; tarea ésta que no desdenará el señor Carrasco, pues se trata de cosas que domina perfectamente, y máxime cuando en sus entusiasmos, llega á proclamar á esa riqueza con tales virtudes y venerables atributos, que bien se podría afirmar que con su exclusivo impulso podrá resolver el problema de la incorporación verdadera de esas faldas orientales de los Andes á la vida de BIBLIOGRAFÍA 203 la nación á que pertenecen, y que por una serie de circunstancias especiales, lo están más bién á la vida chilena. Como corolario del fomento de esa industria, vendría la construcción de ferro- carriles y otros medios de comunicación; porque sin riqueza que extraer no pue- de haber aliciente para el capital. En último caso estará el Estado para llevar esa gran promesa á los pueblos pobres y aislados; llevaría riqueza y población en cambio de... denuncias poco honrosas para sus gobernadores. Podemos recomendar este libroá todos los que se interesen por esos ricos re- tazos de nuestra tierra, y especialmente á los viajeros trashumantes, siempre que Do sean ingleses de buena cepa, es decir serios, porque nose amoldaría el indi- vidualismo de su carácter con el espíritu de reforma que sus páginas encierran. Luis M* Torres. Magnanini (N.). Deformaciones congénitas de los cuatro miembros, lesiones simétricas de las manos y de los pies. 1 folleto in-8S”. Buenos Aires 1902. El doctor Magnanini, cirujano del Patronato de la Infancia, describe dos casos de lesiones simétricas de las manos y de los pies, presentando en uno de ellos el manual operatorio seguido para corregir el defecto. Fix F. Oures. Boletín de la Academia Nacional de Ciencias en Cór- doba (R. A.', tomo XVII, entrega 1*, Buenos Aires 1902, Trae tres interesantes estudios la entrega que me ocupa, dos de ellos, de que es autorel doctor Florentino Ameghino, ya los he analizado someramente en estos Anales (Sobre mamiferos del cretáceo y faunas de las capas de Colpodon), siendo el tercero una erudita monografía del doctor Guillermo Bodenbender sobre El car- bón rhético de las Higueras en la provincia de Mendoza. Se trata de un nuevo descubrimiento de carbón hecho en la provincia de Mendoza por el doctor José A. Salas en un lugar muy próximo á la capital de la provincia, en el departamento de Las Heras, distrito de las Higueras. Los trabajos de reconocimiento recién han sido comenzados siendo el pique principal de unos veinte metros de profundidad, habiéndose obtenido casi super- ficialmente un « carbón lustroso en capitas delgadas entre las pizarras negras », á los veinte metros se ha hallado carbón de mejor calidad llegando á un espesor de un metro. «Su estructura es esquistosa, alternando capitas de hulla negra lus- trosa compacta y de fractura concoidea con otras de menor lustre, compuestas evidentemente de substancia más terrosa. Contiene algo de yeso y pirita. Arde, hinchándose con una llama larga, exhalando un olor y humo desagradables ». « El residuo que queda por la combustión es, las más de las veces, de la misma forma del carbón crudo (como la del carbón de madera quemada) poniéndose pulverulento. Se puede clasificarlo como hulla seca de llama larga. Si la hulla es muy bituminosa nada hay que permita declararla como un esquisto bitumi- nOSs0». Los análisis verificados por el doctor Kyle han dado el resultado siguiente: 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Muestras varias Agua bISroscópica... O oo 5.65 7.05 Materias volátiles ............ RR 25.15 24.42 CATDOO MO oo e as 38.20 38.78 COn iras o A 30.40 28.15 Calorías (método de Berthier).......... 3936 3948 Muestras elegidas Agua higroscópica...... ado 8.40 10.65 Materias volátiles..... A e 92.80 27.41 Carbono des A te SOS 42.64 Cenizas CAS ess o AA 5.8) 19.30 CalonlaSicas os. HS 0 A 5167 4036 El carbón extraído ha sido ensayado en la usina de gas de Mendoza y ha dado 230 metros cúbicos de gas por tonelada. Opina el doctor Bodenbender— y téngase en cuenta que su opinión es de valor — que dada la poca profundidad á que se han obtenido las muestras, el resultado de los ensayos es satisfactorio. Es de desear que esta afirmación no sea una mera promesa, pues las minas de las Higueras tienen hasta la ventaja de no estar incomunicadas por difíciles caminos, todo lo contrario, la horizontalidad de la llanura permite un fácil transporte hasta la misma Mendoza, de la que distan ocho leguas. El estudio del doctor Bodenbender está lleno de interesantísimas referen— cias sobre la geología de la región, el desarrollo del terreno en San Juan y la Rioja terminando con unas consideraciones comparativas sobre la probabilidad de la existencia de depósitos decarbón en el terreno rhético y permo carbónico. FÉLIX F, OUTES. Bodenbender (Guillermo. El oro, 1 vol. in-8S”. Córdoba, 1902. El conocido profesor de la Universidad de Córdoba doctor G. Bodenbender, leyó á fines del año próximo pasado en los salones de la biblioteca de la Univer sidad, la interesante conferencia sobre esa riqueza extractiva, y que ahora publica considerablemente aumentada, para darle mayor valor práctico al trabajo. En una introducción breve, nos ofrece algunos datos sobre los lugares y pro= ducción del oro en la antignedad y en los cinco capítulos de que consta el libro, estudia la naturaleza, procedimientos y resultados de la industria, en Norte Amé- rica, Canadá, Transvaal, Australia oriental y occidental y en varias naciones de centro y sud-américa. Termina con algunas generalidades sobre el origen de los criaderos, propieda- des del oro nativo, vetas de cuarzo y pláceres, y con un cuadro de la producción BIBLIOGRAFÍA 9205 total de oro en el año 1900, que agrega como una necesaria conclusión á la mono- grafía. Luis M* Torres. Lehmann Nitsche (R.). Un caso raro de hendidura media congénita de la parte facial superior, l folleto in-S”. La Plata, 1902. Estudia el doctor Lehmann Nitsche un curioso caso de hendidura facial que ha tenido ocasión de observar en La Plata, presentando un detenido examen de las condiciones físicas y morales del sujeto. FéLiIx F. OUTEs. Barbarin (P... La géometrie non euclidienne, volumen uv” 15, de la colección Scientia de la librería C. Naud. Esta obrita de unas 80 páginas, tiene desarrollada elementalmente y con mucha claridad las teorías distintas de geometría no-euclideas. Contiene una repro ducción de algunas láminas de la Historwre des Mathématiques de Boyer, á saber: un facsímil de una página de los manuscritos de los Elementos de Euclides y los retratos de Lobatschensky y de Riemann. El estudio detallado de las grandes obras de estos autores así como de las de Bolyai, de Beltrami, De Tilly y otros, es tarea bastante ingrata debido á que esta geometría no-euclídea, siendo con— traria á la experiencia no tiene sino interés filosólico, pues sirve para demostrar que la geometría euclidiana no tiene certeza apodíctica como le suponia Kant en su teoría sobre el espacio que él suponía existente a priori fundándose en esa razón. Un librito como el de Barbarin, de extensión limitada y muy claro, pue- de pues reportar útiles servicios á los que interesándose en estas cuestiones no deseen sin embargo hacer estudios líricos, prácticamente hablando. ACE: Spegazzini (C.). Nova addenda ad Floram Patagonicam, III, IV, en: Anales del Museo Nacional de Buenos Atres, t. VIT, p. 135-308, 1902. Ha continuado el doctor Spegazzini en los Anales del Museo Nacional, la pu- blicación de sus importantes contribuciones á la flora patagónica, con cuyas dos primeras partes honró las páginas de esta revista. En estas partes III y IV se indica en latin la estación y otros datos de interés acerca de 504 especies, entre las cuales se cuentan las 70 nuevas especies siguientes cuyas diagnosis latinas forman parte del valioso trabajo que analizamos: [1L. Amarantus vulgatissimus, Chenopodium Ameghinoi Ch. scabricaule, Atri- plex frigida, A. Ameghinor, A. macrostyla, Spirostachys olivascens, Erigonum Ameghinoi, Arjona Ameghinot, Myzodendrum patagonicum, Aontkena patago- nica, Euphorbia pseudopeplus, Zephyranthes melanopotamica, Tristagma ere- mophala, T. pulchella, Echinodorus patagonicus, Heleocharis funebris, Carex subantarctica, Agrostis tehuelcha, A. sancia cruzensis, Deyeuxia Ameghinet. D. patagonica, Monanthochloé australis, Poa chubutensis, P. erinacea, P. pu- gionifolia; IV, Anemones? myriophylla, Ranunculus oligocarpus, Cardamine 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA callitrichoides, Draba chubutensis, Sisymbrium Ameghinoi, S. tehuelches, Des- curainea heterotricha, Braya glebaria, B. pectinata, Delpinoella patagonica. Menonvillea patagonica, Polygala oreophila, P. vedipus, P. desiderata, Fran— kenta chubutensis, Stellaria chubutensis, Calandrina chubutensis, Sida chubu- tensis, Sida tehuelches, Sphaeralcea australis, Gerantum melanopotamicaus, Anarthrophyllum subandinun, A. patagonicum, Astragalus Ameghinor, A. chubutensis, A. tehuelches, Patagontum aphananthum, P. graminideum, P. Silvetriz, Eucryphía patagonica, Maihuenia tehuelches, M. Valentini, Opun- tia pentcilligera, Azorella plantaginea, A. patagonica, Sanicula patagonica. Valeriana chubutensis. Boopis chubutensis B. patagonica. Gamocarpha caleo- fuensis, G. patagonica. (G. Subandina. Nastanthus chubutensis y N. patago- NICUS. Nuevos son los géneros Halophytum. Aonikena y Delpinoella. Además de las especies nuevas que dejamos enumeradas, se indican también sin descripción, con sólo algunas observaciones y su estación, las especies nue— vas siguientes del género Chloraea: albo-rosea, leontogiossa, hystrix, pleisto— dactyla, ferrubrinea y chica Krnzl y Speg y Chloraea Speyazzintana Krnzl, cuyas descripciones aparecerán en breve en la monografía del género por el profesor F. Kraenzlin. A. GALLARDO. Costantin ¡M.J.). L'hérédité acquise. París, octubre, 1901, número 12 de la serie biológica de la Biblioteca Scientia, editada por C. Naud. Aboga el actor en pro de la herencia de los caracteres adquiridos bajo la in— fluencia del medio exterior y del uso y desuso de los órganos, de modo que per- tenece á la escuela neolamarkista que admite y proclama dicha herencia en con- tra de los neodarwinistas, acaudillados por Weismann, que la niegan en abso- luto. Después de exponer el estado actual de la cuestión y de extractar la célebre teo- ría del plasma germinativo de Weismann, presenta Costantin varios argumentos en favor de la herencia de los caracteres adquiridos, término que define en un capítulo especial. Muestra luego las aplicaciones prácticas á la agronomía y á la ganadería á que conduce la aceptación de la herencia de dichos caracteres. Se hace cargo en seguida de algunas objeciones formuladas por los neodarwi- nistas y las rebate con ejemplos tomados principalmente del reino vegetal, ex- puestos ya anteriormente por el autor en su libro sobre la influencia de los medios cósmicosen los vegetales. Extiende luego el concepto de la herencia de los ca- racteres adquiridos á la herencia mórbida y á la herencia vacinal ó de la inmu- nidad conferida por la vacunación. Cierra el libro una exposición y crítica de la teoría de la selección germinativa de Weismann. Tanto se ha escrito en esta controversia sobre la herencia de los caracteres ad- quiridos que es difícil decir mucho de nuevo acerca de la cuestión. El libro de Costantin, escrito en estilo correcto, de fácil y agradable lectura, presenta buenos argumentos, pero hay que confesar que ninguno de ellos es de- cisivo. La cuestión es, en efecto, muy sutil. Es difícil sino imposible determinar si un carácter dado ha sido adquirido bajo lainfluencia del medio ó si ésta se ha re- BIBLIOGRAFÍA 9207 ducido á exteriorizar un carácter innato que requiere ciertas condiciones especia- les para manifestarse. Hay también cierta falta de lógica al admitir, como lo hace Costantin, que una modificación causada por un medio cósmico es capaz de perpeluarse en otro me- dio diferente del primero una vez que la modificación ha sido fijada. Si la acción de los medios es tan poderosa como él lo admite, el cambio debe ser capaz de modificar nuevamente al carácter considerado, y si no lo acepta en el segun- do caso no veo por qué se ha de admitir con tanta facilidad en el primero. Las influencias exteriores ejercen siu duda una acción modificadora sobre los organismos pero no son omnipotentes como pretenden ciertos neolamarkistas, sin que debamos creer por esto en la absoluta separación del Gérmen y del Soma que proclaman los neodarwinistas. Mientras no se defina con precisión absoluta lo que se entiende por carácter adquirido y hasta que se pueda medir con exactitud la extensión é importancia de las variaciones determinadas por la acción del medio ambiente, la discusión continuará siendo, como es hoy día, un mero ejercicio de dialéctica en el cual los dos bandos se devuelven hasta el cansancio los mismos ejemplos, interpreta— dos por unos y otros desde su punto de vista particular para probar una ú otra tesis, según el caso. En esta cuestión, como en todas las discusiones humanas, hay mucho de apreciación ó de simpatía personal. Nosotros los argentinos, por ejemplo, que vemos transformarse este país á nues- tros ojos y asistimos á la rápida asimilación del elemento extranjero estamos na- turalmente inclinados á exagerar la influencia del medio ambiente. Idéntica cosa sucede con los neolamarkistas norteamericanos que marchan á la vanguardia de esa teoría. En cambio Weismann, que vive en Friburgo en Brisgau, contemplando la arquitectura gótica de su catedral y el aspecto medioeval de toda la ciudad, tiende á exagerar hasta sus últimos extremos la influencia conservadora de la herencia y no admite otra fuente de novedad,que las variadas combinaciones de los mismos plasmas ancestrales que se vienen legando de una generación á la siguiente como depósito inviolable é intangible, como un capital sagrado de la especie, del cual no puede disponer ningún individuo, facultado á lo sumo á usar de la renta somática de ese capital germinativo de las futuras generaciones. Estas ideas serán también, si se quiere, influencias del medio ambiente. A. GALLARDO. Imbert (A). Mode de fonctionnement économique de l'Organisme, París, mayo de 1902, n” 14 de la serie biológica de la Biblioteca Scientia, editada por C. Naud. Después de un interesante estudio sobre el funcionamiento económico del orga- nismo, en el cual se hace resaltar la importancia de la obra de Chauveau, llega el autor á las siguientes conclusiones. El funcionamiento del organismo como motor determina gastos de diversas energías cuya forma y equivalencia son aun imperfecta é incompletamente cono- cidas. 203 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No es posible, por consiguiente, determinar de una manera precisa el grado de economía energética que realizamos voluntariamente en la ejecución de un gran número de actos mecánicos. En los actos mecánicos generales, como en la manera de intervención de los músculos antagonistas, se reconoce, sin embargo, con seguridad la preocupación inconsciente y constante de reducirá un mínimum de gasto total de energía así como la realización voluntaria de las condiciones mecánicas que corresponden á este gasto mínimo. Parece, por otra parte, que la manera según la cual ejecutamos ciertos actos mecánicos corresponde á la preocupación de reducir, en la medida de lo posible, el consumo de la energía fisiológica propia del músculo. El organismo parece ser capaz de apreciar la influencia de dos órdenes de con- diciones: las unas exteriores y de naturaleza mecánica, las otras interiores y de naturaleza fisiológica. El funcionamiento del motor animado está influenciado por su funcionamiento mismo; en razón de la naturaleza y de la autonomía de este motor; todo trabajo suficientemente considerable en duración ó en cantidad por unidad de tiempo produce fatiga y regulamos en realidad nuestro funcionamiento con la preocupa= ción de huir de la fatiga. Inexpertos, al principio, desde el punto de vista energético en la realización de un acto mecánico nuevo malbaratamos inútilmente nuestras fuerzas como el que comienza á andar en bicicleta que oprime con fuerza y sin necesidad los manubrios. La experiencia nos instruye por las sensaciones de fatiga que aparecen después de la producción del trabajo. Parece desprenderse de las investigaciones de Chauveau que la resistencia exterior contra la cual se ejerce la fuerza de contracción de los músculos puede ser considerada como un excitante y que resulta de ello para nosotros un pro- cedimiento especial, gracias al cual podemos reconocer, por una parte, aquellos de nuestros músculos que son inútiles para la realización de un acto mecánico determinado y por otra parte la intensidad de contracción que debe realizar cada uno de ellos para que, en ningún caso, gastemos inútilmente energía. Nada se oponeá que aun podamos por este procedimiento regular la contrac- ción de haces musculares vecinos que forman parle de una sola unidad muscular desde el punto de vista anatómico y suprimir así todo gasto energético inútil de- terminado por la forma misma del músculo. Se puede en suma poner fuera de duda, porel análisis de un cierto número de actos mecánicos, la realización voluntaria de las condiciones que comprenden á un gasto máximo de energía de acuerdo con la naturaleza y la forma del motor que constituimos. La insuficiencia de nuestros conocimientos actuales sobre la naturaleza, las leyes de variación y la equivalencia de las energías diversas que consume simul- táneamente el organismo entero, considerado como motor, no permite llegar á una conclusión segura respecto de otros actos más complejos. A. GALLARDO. a. e PANA 07, MEN ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍE ARGENTINA -—— a —_—_—— DirEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CristoBAL M. HickeN y señor Luis M* Torres REDACTORES Ingeniero Angel Gallardo, señor Juan B. Ambrosetti, ingeniero José S. Corti, in- geniero Santiago E. Barabino, ingeniero Federico Birabén, doctor Pedro N. Arata, ingeniero Carlos Paquet, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Claro C. Dassen, ingeniero Carlos Nystrómer, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Luis Luiggi, ingeniero Eduardo Latzina, doctor Atanasio Quiroga, doctor Enrique Herrero Ducloux. NOVIEMBRE 1902. — ENTREGA V. — TOMO LIV PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE LA SOCIEDAD, CEVALLOS 269, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Porres o ecos ero O $ m4 1.00 POL ALADO A ss A » 12.00 Numero"atrasadO ns ¿0 o a lata » 2.00 = para los socios........ » 1.00 La suscripción se paga anticipada El local social permanece abierto de S á 10 y media pasado meridiano ———— OA A A A AA BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 14902 EA AA 0 y ja TN JUNTA DIRECTIVA Presidentes Ingeniero CarLOSs EGHAGUE. Vice-Presidente 1” Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Id. 22 Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario de actas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS. OS OTC a Ingeniero Luis A. HuerGo (hijo). Bibliotecario...... Ingeniero HumBERTO CANALE. Monseñor F. VILANOVA SANZ. ¡| Señor Juan B. AMBROSETTI. Ingeniero NicoLás BEsio MORENO. MOE LES e Arquitecto Juan A. BUscHIAZZO. Ingeniero DOMINGO SELVA. | Ingeniero MANUEL J. ARCE. | | T'* Coronel Ingen. ARTURO M. LUGONES. ERARIO PESE Señor JuAn BoTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem— plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m. á 12m. La DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA FERNANDO SEGOVIA, La República Argentina en el 1X” Congreso Internacional de Nayegación de Dusseldort: is E o e ora O 209 FLORENTINO AMEGHINO, L'áge des formations sédimentaires de Patagonie (Suite).. 220 IISERDANEA casera o ca al cio rada cas NA 250 LA REPÚBLICA ARGENTINA IX CONGRESO INTERNACIONAL DE NAVEGACIÓN DE DUSSELDORE POR EL INGENIERO FERNANDO SEGOVIA CONFERENCIA LEIDA EN EL SALÓN DE ACTOS PÚBLICOS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL 10 DE OCTUBRE DE 1902 Señor Presidente : Señores : En el mes de febrero del corriente año tuve el alto honor de ser nombrado, en unión del señor Corthell, delegado del gobierno argentino al IX? Congreso de Navegación quehabía de celebrarse en Dusseldorf (Alemania) ; al mismo tiempo me cupo la no menor dis- tinción, yuo menosagradable para mí, deser igualmente designado delegado de la Sociedad Científica Argentina al mismo Congreso de Navegación. Cumplo, por consiguiente, con un «deber al presentarme delante de esta Asamblea y al dar cuenta de cómo se ha desarrollado este IX- Congreso de Navegación, tan util ha sido para los intereses cien- tíficos y por ende de otros de mayor cuantía, de la República Ar- gentina. La costumbre de reunir congresos internacionales es muy co- mún en Europa y sumamente provechosa, no sólo por las discu- siones que tienen lugar, sino porel número de memorias y folle— tos que se presentan á la consideración del Congreso y por el acercamiento individual de tantas personas que ocupadas en las investigación de altas cuestiones se relacionan y traban amistades provechosas para la ciencia, en los días en quese vive íntimamente reunidos. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV ¡e 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El VIT? Congreso de Navegación se reunió en París, en junio de 1900 y allí se decidió que el 1X* tuviera lugar en Dusseldorf en el año 1902 y en los momentos en que se verificase en esa hermosa erudad, una exposición industrial. Se dividió el Congreso en dos secciones: Sección Interior y Sec- ción Marítima, y cada una de estas tuvo tres cuestiones que tratar fijadas de antemano. En esta conferencia me ocuparé de : 1” Las cuestiones tratadas en el Congreso de Navegación ; 20 El papel desempeñado por la República Argentina en el mismo Congreso. PRIMERA SECCIÓN NAVEGACIÓN INTERIOR PRIMERA CUESTIÓN Medios para salvar las grandes diferencias de nivel Discusión técnica y económica sobre las instalaciones las más apropiadas para hacer desaparecer las grandes diferencias de ni- vel en la construcción de una vía navegable artificial. Las memo- rias se pueden hacer sobre el conjunto de la cuestión ó sobre cier tas disposiciones particulares, especializándose en los planos inclinados, ascensores verticales y esclusas de gran caída. La posi- bilidad de establecer túneles yla necesidad de procurarse el agua de alimentación, se pueden tener en cuenta en la discusión ge- neral. Sobre esta cuestión presentaron trabajos los señores Gerard, Denil, Lefebre, de Bélgica; Gerdau, Ofmann, Schnapp, de Alema- nia; Báibet, de Francia; Saner y Thomas, de Inglaterra; Kuhn y Schónbach de Austria; Cherassimoff de Russia; Laurell, de Suecia, y Raymond, de Holanda. Resolución del Congreso. — 1” Las esclusas son los medios más IX CONGRESO DE NAVEGACIÓN DE DUSSELDORF 911 sencillos y eficaces para franquear las caídas de agua en los canales. Los diques de reserva permiten reducir muy notablemente el gasto de agua, sin aumento exagerado de la duración del esclusaje. Es conveniente estimular los estudios que tengan por objeto dismi- nuireste gasto. 2% Los planos inclinados, aplicados relativamente hasta ahora á barcos de pequeñas dimensiones, han sido proyectados para bar- ens de fuerte tonelaje; el Congreso “emite el voto de que pronto se lleve á la práctica una de estas construcciones. SEGUNDA CUESTION Derechos de navegación Discusión bajo aspecto económico y financiero. El examen de las siguientes cuestiones es de desear : a) ¿Se puede por la creación de derechos de navegación sobre las vías navegables interiores y en los puertos interiores, cubrir los vastos de explotación y de conservación y amortizar moderadamente el capital primeramente establecido ? b) ¿En qué medida, este objetivo se ha llevado á cabo y alcan- zado ? c) ¿Cuáles son las circunstancias que han permitido ó impe- dido alcanzar este fin ? d) ¿En qué medida y en cuáles casos se ha obtenido un rendi- miento, por el hecho de que los propietarios de las vías navegables han emprendido ellos mismos, la tracción de los barcos ó la ex- plotación entera de la navegación, y han puesto estos servicios á la disposición del tráfico mediante impuestos tarifados ? e) ¿Cuáles son los gastos de construcción para el establecimien- to y mejoramiento de las vías navegables, que no deban ser tenidos en cuenta en el cálculo de los derechos de navegación, por la ra- zón que el monto de estos gastos no ha sido destinado á la nave- gación ? Se ocuparon de esta cuestión los ingenieros Bertrand, de Schry- ver, Zine, de Bélgica; doctor Behreud, doctor Henbach, Peters, de Alemania; Chargueraud, de Francia; Hunter de Inglaterra, y De- king-Dura, de Holanda. Resolución del Congreso. — 1” Lus derechos de navegación sobre 912 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA las vías navegables artiliciales no deben alcanzar un valor tal que haga desaparecer el objeto de la economía en los transportes que se propone la vía navegable, ó que le causen un perjuicio serio que paralice ó restrinja la navegación. 2% En los países donde está reconocido por las leyes ó por la opinión que los derechos de navegación sobre los ríos navegables artificiales, deberán cubrir cuando más los gastos de mantenimien- to y de explotación, así como el interés anual y la amortización del capital, parece natural que al establecerse la cifra de los derechos, se tenga en cuenta también el beneficio financiero indirecto que resulta para las finanzas del Estado, de la elevación de la capaci- dad contributiva operada por las vías navegables. No habrá que abstenerse sino cuando consideraciones políticas obligaran á sacar de la vía navegable un mayor rendimiento financiero directo. 3 Los derechos que cubren los gastos antes mencionados de- penden : de la longitud y capacidad de la vía navegable, conside- rada la importancia de su tráfico, de las tarifas de los ferrocarriles y de los sistemas de percepción y de contabilidad. TERCERA CUESTION Dimmnución del valordel carbón y del cok á consecuencia del transporte por barcos Exponer principalmente los deterioros que sufren el carbón y el coke utilizando la vía navegable, por el trasbordo, el transporte y la estadía prolongada en los lugares de depósito: hay que avaluar la importancia del daño y conviene proponer los medios propios que remedien esa situación, como aparatos de báscula, etc. Se puede también tratar los medios para evitar ó disminuir indirec- tamente los inconvenientes, por ejemplo: por la carbonización del carbón menudo, por la preparación del cok en el lugar del empleo, en vez de en la mina, etc. Se discutirá también la diminución del valor del carbón y del cok á consecuencia del transporte por ferro- carril. Se ocuparon de la cuestión los ingenieros Rischowski y Stelkens, de Alemania; Gruner, de Francia. Resolución Gel Congreso. — Para los carbones friables, que tienen una tendencia á disminuir de valor en el transporte, las instalacio- £ Ix% CONGRESO DE NAVEGACIÓN DE DUSSELDORF 913 nes actuales, por ejemplo, las carretillas y aparatos á báscula y las combinaciones con otros aparatos, no han dado resultados sa- tisfactorios, en consecuencia, el Congreso vota porque las diferen - tes asociaciones ó compañías abran concursos con el objeto de buscar las mejoras á introducir para realizar sea la carga, descarga ó trasbordo de los carbones y cok de una manera más satisfac- toria. Además de estas tres cuestiones, se presentaron numerosas Co- municaciones, sobre instalaciones de barrajes, perfeccionamientos introducidos en la tracción mecánica de los barcos sobre los cana- les, barcos de río de menos de 0.75 metros de calado, ensayos de la resistencia á la tracción de los barcos sobre los canales, los puer- tos Renanos, ete., etc., y finalmente los ríos de la Plata, Paraná y Uruguay, memoria presentada conjuntamente por los dos delegados argentinos. SEGUNDA SECCIÓN NAVEGACIÓN MARÍTIMA PRIMERA CUESTION Gastos de construcción y de conservación de los puertos de esclusas de hierro y de madera Presentaron trabajos : Pierrot, Melotte, de Bélgica ; Brand y Ho- topp, de Alemania; Jolly, de Francia; Hunter y Squire, de Ingla- terra; Melemares, de Holanda. Resolución del Congreso. — 1” Sobre la cuestión de saber si se debe preferir el hierro ó la madera, para la construcción de puer- tos de esclusas, el congreso es de opinión que no puede darse una conclusión absoluta. 2% La elección entre las dos soluciones debe hacerse en cada caso particular, según las circunstancias financieras y técnicas del asunto. 3 Para las grandes luces, las consideraciones siguientes militan en favor de las puertas metálicas : es más fácil asegurar su resis- tencia y su estabilidad ; la maniobra puede ejecutarse más fácil y 2914 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rápidamente : en fin, el levantamiento y la colocación en su lugar son más rápidas y menos costosas que para las puertas de ma- dera. SEGUNDA” CUESTION Tráfico por chalanas maritimas Se desea la discusión de las cuestiones siguientes : a) ¿Con qué extensión se hace el tráfico por chalanas marítimas ? Considera especialmente el tráfico con las chalanas preparadas de manera que puedan circular igualmente sobre los ríos y canales que desembocan en el mar. b) Modo de construcción y explotación los más apropiados para las chalanas marítimas, así como los gastos y los fletes que re- sulten. c) ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas bajo el punto de vista de los intereses públicos y económicos, inherentes con el trá- fico por chalanas marítimas ? d) ¿En qué circunstancias se puede esperar las mayores venta- jas, y cuáles son los límites del empleo económico de las chalanas marítimas que pueden circular igualmente sobre los canales y ríos, en concurrencia con la navegación interior propiamente dicha y las navegaciones interiores y marítimas combinadas, inclu- yendo el trasbordo en los puertos marítimos ? e) ¿Cuál debe ser la actitud del gobierno en relación al desarro- llo del tráfico por chalanas márilimas (cálculo de derechos, etc.) ? Se ocuparon de está cuestión: Hage, de Dinamarca; Geck y de Thierry, de Alemania; Guerard, de Francia y Philippeo, de Rusia. Resolución del Congreso. — 1? El empleo de las chalanas maríti- mas presenta un interés considerable para el comercio y la explo- tación de los puertos y el Congreso cree que esta importancia au- mentará. Es de opinión que debe evitarse toda reglamentación especial suceptible de incomodar la circulación de las chalanas en los canales y en los puertos. 2% En cuanto á las dimensiones de las chalanas, conviene pro- porcionarlas á las dimensiones de los canales. Es de desear que los ríos navegables que desembocan directa- mente en el mar, tengan una profundidad de 3 metros y una an- chura correspondiente. IX CONGRESO DE NAVEGACIÓN DE DUSSELDORF 915 La magnitud de las chalanas no esta limitada sino por la poten- cia de los remolcadores. TERCERA CUESTION Instalación de diques de carena Construcción y explotación de diques fijos, flotantes y de ca- rena para la conservación y mejoramiento de los grandes buques modernos. Su utilidad práctica y su oportunidad económica. Presentaron trabajos : Howalat y Rudloff, de Alemania; Desprez, de Francia y Nobel, de Holanda. Resolución del Congreso. — 1” Para elegir el sistema á emplear en un obrador de reparación de barcos que se quiere establecer, la primera cuestión que se presenta es la de saber si este obrador debe servir como complemento del puerto, en el interés general de la navegación, ó si debe producir beneficios ¡nmediatos, como instalación explotada independiente. En el primer caso los diques secos son casi siempre preferibles á todo otro sistema, teniendo en cuenta la sencillez y la duración que ofrecen: en el segundo, ins- talaciones menos costosas pueden ser más ventajosas, 22 Para la reparación de los grandes buques, solamente los di- ques secos, los diques flotantes son de tenerse en cuenta. 3" La preferencia de uno de estos sistemas se tiene en cuen- la por: a) La potencia que se exige al dique enlo que concierne á velo- cidad, seguridad y diversidad de trabajos á efectuar. b) El tiempo acordado para la construcción . c) La economía de la construcción. Además de estas tres cuestio- nes, se presentaron al congreso numerosas comunicaciones sobre el entretenimiento de los puertos marítimos, protección de faros, dragas, progresos hechos en la organización de las señales marí- timas. Trabajos de dragado en el canal marítimo de San Peters- burgo y sus puertos, supresión de los bancos de arena por la utili- zación de la fuerza de la corriente, dique de carena de Bahía Blanca por el ingeniero Luiggi, etc. 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Il En un local anexo al congreso, en el mismo Tonhalle en donde se celebraban las sesiones, se dispusieron las exposiciones de tra- bajos hidráulicos, con que las diferentes naciones asistentes al congreso, concurrían al mejor realce del IX” Congreso de Na- vegación. Puedo decir, señores, con orgullo, que entre las 24 naciones adherentes á este torneo científico, la República Argentina ocupó el tercer lugar en cuanto al número de planos y objetos expuestos y el primero en cuanto á la novedad de los mismos. Instalada nuestra exposición, enfrente de la entrada de los salo- nes en donde habían de reunirse los congresales, y al lado de las oficinas de los directores del Congreso, ocupaba lugar preminente y era: el paso casi obligado de todos los congresistas. Llamó principalmente la atención de alguno de ellos el que una nación sudamericana tan lejana concurriera al Congreso de Nave- gación; nos vieron á Corthell, Jolly, Curuchet, Nieburg y el que tiene el honor de dirigiros la palabra, atareados arreglando nues- tros planos, desembalaudo mapas en relieve y arreglando artísti- camente hermosas fotografías; se acercaron, pidieron explicacio- nes, se las dimos atentamente, quedaron entusiasmados y á las pocas horas corría la voz entre los 1500 miembros del congreso que la República Argentina concurría de una manera especial al con— greso de Navegación y que era necesario irá ver y estudiar la expo- sición delos argentinos, honrando de ese modo los esfuerzos rea- lizados. Días, señores, de verdadero júbilo he pasado, cuando hombres eminentes como Timonoff, Francius, Lefebre, Guerard, Nélemans, Jolles, Melotte, Churruca y cien otros, venían complacidos á estu- diar nuestros trabajos científicos. Mil acciones de gracias he dado á nuestros colaboradores Luiggi, Beltruni, Huergo, Wauters, Duclout, Darquier, Lauge, Speluzzi, Mercaú Piaggio, Soulages, Barzi, Amespil, Henry, Ducor, Cogorno, Pigazzi, Robin, Fernández, Fos- tor, Canale, etc., por los hermosos trabajos realizados que nos per- mitían enseñar, discutir, y, permítaseme la palabra, asombrar á nuestros sabios visitantes. Ix% CONGRESO DE NAVEGACIÓN DE DUSSELDORF 317 El plano de relieve del Río de la Plata superior les llenó de asom- bro, pues no se podían dar cuenta de que dispusiéramos derío tan inmenso; el valizamiento luminoso, el tercero en el mundo (pri- mero el Támesis, segundo el de Suez) les hizo comprender el esta- do de adelanto de nuestra navegación; el plano en relieve del río Paraná como complemento del gran trabajo para el concurso del puerto del Rosario fué examinado y estudiado detenidamente, siendo inmensa la atención de los congresistas al saber que en aguas ordinarias pasan 25.000"* por segundo enfrente de la in- dustriosa ciudad; los estudios del Río de la Plata, esa hermosa y brillante página de hidrografía sudamericana, les hizo comprender nuestro adelanto en la materia, siendo los cortes geológicos, las observaciones de velocidades, corrientes y mareas que se han lle- vado á cabo con precisión y método, la demostración palpable de nuestros esfuerzos en pro de la investigación de tan arduos pro- blemas ; el estudio del rio Uruguay y las obras resultantes de estos estudios fueron debidamente apreciadas, siendo admirados los pla- nos de los pasos hasta por el mismo ministro de Obras Públicas del imperio alemán. El estudio del río Paraná y de las obras llevadas á cabo en esta espléndida arteria de nuestro sistema fluvial, llamó la atención debidamente, siendo muy admirada nuestra nivelación de precision, nuestra determinación de ejes hidráulicos y nuestros exactos levantamientos; todo lo del puerto militar atrajo por la grandeza de las obras y la perfección de la ejecución y finalmente las fotografias de los trenes de dragado del ministerio de Obras Pú- blicas, del dique de carena de Bahía Blanea, del nivelador de San Juan, demostraron la grandiosidad de las obras ejecutadas y de los medios con que se llevan á cabo. Y llovieron las felicitaciones á nuestro alrededor, los dos delega- dos argentinos fueron llevados á los sillones de la vice-presidencia de la sección marítima y del congreso reunido ; en todas las demos- traciones oficiales ocupamos lugar preferente, y en todos los ban- quetes siempre se alzó una copa que brindaba por la salud y pros- peridad de la República Argentina. Dias de júbilo he dicho, señores, y siempre lo repitiré, días de entusiasmo hemos vivido, pues el ver honrada á la nación que se representa es el colmo de las felicidades y yo transmito á ustedes y á todos los colaboradores que aquí no están presentes toda la parte de felicitaciones y saludos que le corresponde. Pero pensando en este hecho significativo, se me viene á la men- 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA te que sila República Argentina ha podido lucir como lo ha hecho en el IX? Congreso de Navegación, es porque suciencia tiene vida propia; es porque ha pasado la época en que necesitaba tutela, cuando sus pasos aún débiles en los campos de las investi yacio- nes científicas, recurrían al apoyo del brazo robusto del viejo con- tinente ; es que ya tiene vida propia, como he dicho, se indepen- diza, forma cuerpo y núcleo de mantenedores; en una palabra la ingeniería nacional surgecomo aureola brillante y nonecesita de na- dieque le diga «levántate y anda », pues como nueva, viene no del sepulcro sino de lasregiones en donde las fuerzas viriles nacen es- plendentes á la vida del trabajo. La ingenieria nacional es un hecho y me complazco en decirlo, y estoy seguro que ustedes señores que me oyen participan de mis ideas; somos muchos ya los que hemos salido de esas aulas bendi- tas en donde nos enseñaron los principios de la ciencia que luego se han desarrollado tan portentosamente entre nosotros, somos muchos los que congregamos nuestros esfuerzos al bien común, al desenvolvimiento del progreso del país, bien bajo la forma de obras hidráulicas ó de salubridad ; somos muchos los que no nos asuslta- mos porel espiritu invasor de la ciencia moderna, y somos muchos los que sin darnos cuenta trabajamos para el encumbramiento de esta ingeniería nacional. La ingeniería nacional surge, como dije, cual aureola brillante, alumbrando con luz vivísima la accion de un hombre, que siempre se preocupó de su acción vivaz; de un hombre que dió su tiempo, su inteligencia y su fortuna á la investigación de todos los proble - mas que en algo atañen á la ciencia argentina, y así como en Ale - mania, llaman al notable Francius el padre de la ingeniería, yo reclamo para don Luis A. Huergo el dictado de padre de la inge- niería nacional. Voy á terminar, señores, pues no quiero molestar por más tiempo vuestra benévola atención, y además me he apartado un poco del objeto primitivo de mi conferencia, aunque no me arrepiento. El éxito que hemos alcanzado en el IX” Congreso de Navegación debe servirnos de poderoso acicate para continuar en el camino tan valientemente emprendido, no hay que desmayar, y para probar nuestra adhesión á la causa de la ingenieria nacional, debemos contribuir (cada cual en la medida de sus fuerzas) al mejor éxito del próximo torneo científico que ha de celebrarse en San Luis (Es- tados Unidos) en 1904. Comolo pide el señor subsecretario del Mi- IX? CONGRESO DE NAVEGACIÓN DE DUSSELDORF 219 tro de Obras Públicas, ingeniero H. Bustos Morón, en una circular pasada á todas las dependencias del mismo, todos debemos pre- pararnos á contribuir al lucimiento de la República Argentina. Para entonces, es de desear que el levantamiento definitivo de los rios Paraná y Uruguay, permitan presentar al Congreso los nuevos mapas de navegación, desterrando los ingleses usados hasta hoy en día; que el dragado y valizamiento de los malos pasos que entorpecen la navegación de los ríos mencionados sea un hecho san- cionado por la práctica; que la ciudad del Rosario quede dotada de parte de su puerto, trabajándose activamente en la conclusión del mismo; que la nivelación de precisión haya llegado hasta Asun- ción del Paraguay; que los puertos de Santa Fe, Corrientes, Para- ná, San Nicolás, Villa Constitución, Concepción del Uruguay, Gua- leguaychú, Colón y Concordia estén en vias de terminación y explotación próspera; que la linea á Bolivia sea un hecho; que las prolongaciones del Ferrocarril del Sud vayan á internarse en las tierras patagónicas para vivificar tanta región hermosa, que los estudios hidrográficos permitan llevar la cultura á tierras antes es- tériles; en una palabra, que las manifestaciones de la ingeniería nacional se extiendan en todos los ramos del saber humano; y que en el Congreso de 1904 puedan decir los que representen á la Re- pública Argentina : « He aqui lo que en materia de trabajo sabemos hacer, he aquí lo que hemos hecho y he aqui lo que haremos con el concurso de todos, con el amor á la ciencia, con el amor al des- arrollo del progreso y la industria de la nación ». 126, E, DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE Par FLORENTINO AMEGHINO (Suite) Ces relations stratigraphiques étant absolument les mémes que présentent les couches 1 a 3 du Magellaniea de Punta Arenas il en résulte que les dépóts correspondants de ces deux localités ne sont que des facies d'un méme étage quí constitue la base de la forma- tion santacruzienne. C'est Karaiken, au nord du Rio Santa Cruz, pres du Lago Argentino, la localité pour observer les couches du Notohippidien typique et en collectionner des fossiles. Les fossiles indiquent une faune différente de celle du santacruzien et d'un aspect plus ancien. Malheureusement, les fossiles de cette provenance, aussi bien ceux qui se trouvent dans mes collections que ceux du Musée de La Plata, furent considérés comme appartenant a l'étage santacruzien. Pour- tant, je me suis bientót apercu que ces fossiles venaient d'un horizon plus ancien (98, p. 47) (1), et comme la provenance de la plupart des échantillons était bien indiquée, j'ai pu faire un relevé des espéces de cet horizon dont voici la liste. (1) 98, AmecuiNo, F., Sur les ongulés fossiles de l' Argentine. Examen crili—- que de Pouvrage de M. R. Lydekker, «A study of [he extinct ungulates of Ar— gentina», de 111 pages et 19 figures, Buenos Aires, a. 1894. L'AGE DES FORMATIONS SEDIMENTAIRES DE PATAGONIE 221 Mammalia UNGULATA Protypothervum claudum Amgh. » attenuatum Amgh. Patriarchus palmidens Amgh. Icochilus excavatus Amgh. » undulatus Amgh. Hegetotherium strmigatum Amgh, (Sr.) » convecum Amgh. Selatherrum pachymorphum Amgh. Nesodon andvum Amgh. Xotoprodon soludus Amgh. Adinothertum magister Amgh. (Sr.) » splendidum Amgh. » robustum Amgh. Acrothertum kararkense Amgh. Stenotephanos speciosus Amglh. Phoberothervum sylvaticum Amgh. Astrapotherium delamitatum Ameh. Planodus ursinus Amgh. Proterotherium australe (Burm.) Protherotherium cavum? Amgh. (S.) » cingulatum Amgh. Licaphrium parvulum (St.) Amgh. » tenuae Amgh. Thoathervum minusculum Amgh. (Sr.) Adrantus bucatus Amgh. (Sr.) Notohrppus toxodontordes Amgh. Diorotherium aegregium Amgh. RODENTIA Sterromys duplicatus Amgh. (St.) Acaremys kararkensis Amgh. ads ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Neoreomys australis Amgh. (S.) » indivisus Amgh. » limatus Amgh. Perimys erutus Amgh. (S.) » procerus Amglh. » puellus Amgh. » zonatus Amgh. (Sr.) Eocardiía elliptica Amgh. Pricardia crassidens Amgh. Sehistomys erro Amgh. Phanomys mixtus Amgh. Phanomys vetulus Amgh. Hedimys integrus Amgh. (S.) DIPROTODONTA Mannodon trisulcatus Amgh. Abderites merrdionalas Amgh. (S.) Dipilus Spegazzintanus Amgh. » Bergí Amgh. Metaépanorthus Holmberga Amgh. Paraépanorthus minutus Amgh. (S.) Pichiprlus Osborni Amgh. SARCOBORA Mierobrotherrum tehuelchum Amgh. Borhyaena sanguinaria Amgh. Cladosictais Trouessarta Amgh. EDENTATA Hapalops rectangularis Amgh. (S.) » indi /ferens Amgh. (S.) Pseudhapalops Ruetimeyer: Amgh. » circularis Amgh. Hyperleptus Garzontanus Amgh. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 223 Xyophorus andinus Amglh. Zamicrus admirabilis Amgh. Prepothertum Pilholi Amgh. » Moyant Amgh. Propalaehoplophorus incisivus Amgh. (Sr.) Cochlops muricatus Amgh. (Sr.) Melopotoxus laevatus Amgh. Vetelia puncta Amgh. Prodasypus patagonicus Amgh. (S.) Prozaédyus prowwmus Amgh. (S.) Proéutatus deleo Amgh. » oenophorum Amgh. (S.) Peltephilus giganteus Amgh. » pumilus Amgh. (Sr.) Stegotherium tessellatum Amgh. (S1.) Ce sont 72 espéces, des quelles 22 passent a létage santacruzien, mais de ces derniéres, il n'y en a que 11 (signalées par S.) quí arrivent jusqu'au santacruzien supérieur, tandis que les 11 (signa- lées par Si.) restantes v'ont encore été trouvées que dans le santa- eruzien inférieur. On ne trouve ancune de ces especes dans les terrains plus anciens que le Notohippidien, ou plus récents que le santacruzien. Cette distribution des espéces démontre que le notobippidien et le santacruzien sont deux étages qui se succedent Pun á Pautre graduellement et par conséquent sans aucun hiatus intermé- diaire. Un examen de la distribution des genres de létage notohippi-. dien, permet des déductions encore plus précises, surtoul en ce quí regarde les rapports d'áge avec les horizons des formations immédialtes. Dans cette liste, P. veut dire que le genre se trouve déja dans le pyrothérien; €. que le genre existe dans le patagonien inférieur ou colpodonien; A, dans le patagonien supérieur ou astrapothériculien; S. dans le santacruzien; E. dans la forma- tion entrerienne. Protypotherium (A.), Patriarchus (S.), Icochilus (A. S.), Hegeto- thertum (€. S.), Selatherium, Nesodon (A. S.), Adinotherium (A. S.), Xotoprodon, Acrotherium, Stenotephanos (E.), Astrapothe- rium(C. A. S.), Planodus, Proterotherium (A. S. E.), Licaphrium 924 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (S.), Thoathertum(C.), Adiantus (S.), Phoberothertum, Notohippus, Diorotherium (€. A.), Sterromys (€. A. S.), Acaremys (S.), Neo- reomys (S.), Perimys (C. A. S. E.), Eocardía (A. S.), Schistosmys, Hedimys (S), Phanomys, Mannodon, Abderites (€. S.), Dipilus, Me- taépanorthus (S.), Paraépanorthus (S.), Pichaipilus, Microbiotherium (S.) Borhyaena (S.), Cladosictis (U. S.), Hapalops (A. S.), Pseudha- palops (S.), Hyperleptus (S.), Xyophorus (S.), Zamaicrus, Prepothe- rium (A. S.), Propalehoplophorus (€. A. S.), Cochlops (A. S.), Me- tapotoxus, Vetelia, Proeutatus (€. A. S.), Prozaédyus (P. €. S.), Prodasypus (P. €. S.), Peltephilus (P. €. S.), Stegotherium (UC. S.). De ces 51 genres, il "yen a que 3 qui apparaissent déja dans le pyrothérien; 12 se trouvent dans le patagonien inférieur (Col- podonien), et 15 dans le supérieur (Astrapothericulien); 14 genres se trouvent, du moins jusqu'áa maintenant, exclusivement dans le Notohippidien, tandis que 34 passent au santacruzien et seule- ment 3 arriventjusquía la formation entrerienne. Sans tenir compte des renseignements straligraphiques, cette distribution, á elle seule, suffit pour démontrer que les étages pyrothérien, colpodonien, astrapothériculien, notohippidienetsan- tacruzien se sont bien succédé Pun a Vautre dans le méme ordre que j'ai établi. Cest dans les couches du notohippidien qui se rencontrent les derniers représentants du groupe des notohippidés, sí abondants dans la base du tertiaire et dans les couches supérieures de l'é- poque crétacée. ETAGE SANTACRUZIEN Dans la région du Rio Santa Cruz, jusquía Gallegos, au-dessus de Pétage marin superpatagonien, se succedent une série de cou- ches sous-aériennes ou d'eau douce d'une épaisseur de 150 a 200 metres, contenant de nombreux débris de vertébrés, surtout de mammiféeres. Nous avons déja dit que ces couches constituent l'é- tage santacruzien proprement dit. Le passage des couches marines du superpatagonien aux couches terrestres du santacruzien est graduel, ces couches étant souvent interstratifiées el contenant du hautjusqu'en bas a peu pres les mémes fossiles. Il est done évident qu'il s'agit d'un systeme de couches appartenant á une méme époque géologique, les unes représentant le facies marin et les autres le facies terrestre ou sous-aérien. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 225 Dans son premier travail (12, p. 338) M. Hatcher combat vive- ment mon opinion, et sépare le santacruzien comme constituant une série distincte, c'est-á-dire comme une formation indépendante du superpatagonien el appartenant á une autre époque. Il appuie son opinion sur des observations pratiquées prés de la Cordiliére oú il aurait vu les couches superpatagoniennes relevées et forte- ment inclinées, tandis que les couches santacruziennes conser- veraient leur position horizontale. 1l dit en outre ne pas avoir trouvé de débris de mammiféres terrestres dans les couches ma- rines superpatagoniennes, ce quí est tout naturel et rentre dans Ja regle générale. En plas, il remarque lexistence de discordances de superposition entre le santacruzien et le superpatagonien, ce quí lui fait croire que la surface de ce dernier a été fortement de- nudée avant la déposition du santacruzien. Comme derniére preuve il ajoute qu'il ny a pas d'interstratification entre les couches marines el les couches sous-aériennes. Enfin, il divise le santa- cruzien en deux horizons distincts avec une faune mammalogique presque completement différente. Des 1894 'avais annoncé (4, p. +) que dans le santacruzien, on ve remarque pas de différences appréciables dans la faune mammalo- gique des couches inférieures comparées aux supérieures, et de- puis lors les matériaux recueillis n'ont fait que confirmer les pre- miéres observations. En ce qui regarde les discordances, il suffit de la description de lauteur pour s'apercevoir qu'il s'agitde discordances locales, pro- duites par des dénudations, également locales; ces discordances localisées se rencontrent toujours dans toute grande formation d'origine sous-aérienne et e'est aussi un fait bien connu que de ces discordances locales on ne peut pas tirer de renseigments pour la séparation des grandes formations. Quant á linterstratification, elle existe et ¡Jen avais fait mention des 1894 (4, p. 4 el 7). Aussitót que le travail de M. Hatcher eut paru je me suis empressé de réfuter son assertion (26, p. 78) ou je dis: «Pour M. Hatcher, lVétage santacruzien doit étre rapporté á une série ou á une époque distincte de l'étage superpatagonien (l. c., p. 338-339), parce qu'il n'a pas observé d'interstratification entre ces deux étages, el cela le conduit á considérer Pétage santacruzien comme «tres récent». « Malgré cette aflirmation, je suis en mesure de prouver que l'in- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 15 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA terstratification existe et que les deux faunes (marine el terrestre) sont contemporaines. En effet, sur la cóte de PAtlantique, 44 0u 5 lieues au sud de 'embouchure du Rio Coyle (ou Coy Inlet), les fa- laises ne sont constituées que par la formation santacruzienne. La partie inférieure, au niveau des basses marées, est constitué par Pétage superpatagonien. Au-dessus, la base des falaises est formée par des dépóts terrestres ou d'eau douce qui ont fourni des débris de la presque totalité des genres et des espéces de mammifeéres de la formation santacruzienne. Plus haut encore, á une quinzaine de métres au-dessus du niveau de la mer, existe une couche marine de médioere épaisseur, mais tres facile á observer, car elle se prolonge sur toute la cóte, et qui contient les mémes espéces de coquilles fossiles que l'on trouve á la base, dans lVétage super- patagonien. L'interstratification et la contemporanéité sont donc ici de la derniére évidence ». Dans son dernier mémoire (2, p. 105), M. Hatcher reconnait qu'il s'était trompé, que Pinterstratification entre le superpatago- nien el le santacruzien existe et qu'il a pula constater sur plusieurs endroits. D'apres cela, il paraítrait tout naturel qu'il aurait reconnu qu'il s'agit de couches appartenant á une méme série et áune méme époque géologique; bien loin de cela, il continue á référer les couches marines et lescouches terrestres á deux forma- tions différentes, le superpatagonien a Poligocene et au miocéne ancien, el le santacruzien, au miocéne moyen et supérieur! (2, p. 107). Cest a se demander si lauteur s'est rendu compte de ce qu'il a écrit (1). Dans la région du Rio Santa Cruz et sur la cóte de PAtlantique, les couches terrestres á mammiféres á leur base reposent sur les couches marines contenant la faune superpatagonienne. Pourtant, dú a Pinterstratification des couches marines el terrestres il en (1; A la méme page (2, p. 107) je trouve une autre affirmation qui donne une idée de la précision des observations de cet auteur en Patagonie. Il dit: « The Santa Cruz beds are firts seen in the Atlantic coast section near M'" Observa- tions south of the Santa-Cruz River, where they form the summils of the higher blufs borderiny the coasts.» Les couches de l'étage santacruzien commencent á se montrer au sud du Rio Santa Cruz, sur les Colinas de] Leon, 60 kilométres au nord de Monte Observacion, et apparaissent sur les falaises de l'Atlantique sur la cóte nord de Monte Leon avec 200 metres d'épaisseur, 30 kilometres an nord de Monte Observacion; de Monte Leon s'étendent vers le sud sans interrup- tion et avec la méme puissancejusqu'a Gallegos. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 927 resulte qu'au-dessous des couches marines contenant la faune su- perpatagonienne on trouve tous les mammiféres de Pétage san- tacruzien. M. Hatcher mentionne comme région particuliérement riche en débris de mammiferes santacruziens (2, p. 106) la plage marine qui s'étend de Coy-Inletá Gallegos ou il a recueilli une nom- breuse collection. Or cette collection, comme celle que ¡'ai de la méme provenance viennent des couches terrestres qui se trouvent au-dessous de couches marines contenant la faune superpatago- nienne. Les nombreux mollusques de la faune superpatagonienne habitaient done les mémes eaux qui baignaient les rives de la terre ferme qui a la méme époque était foulée par les mammiféres san- tacruziens. Ceci est un fail absolument certain et que j'avais déja établi (11, p. 134). Je medemande donc, sic'est scientifique, si c'est méme sérieux, de référer des animaux quí ont vécu a la méme épo- que dans le sens le plus rigoureux, lesunsá Poligocéne, et les autres au miocéne. Le plus curieux, c'est que les nombreux débris de mammiféres recueillis par Hatcher a Corriguen Kaik, toutá fait á la base des falaises, appartiendraient d'apres luiau miocéne mo- yen ou supérieur, tandis que les coquilles marines superpatago- niennes qui se trouvent au méme endroit, sur la méme falaise, mais une vingtaine de métres au-dessus, remonteraient á Poligo— céne supérieur ou au miocene inférieur. C'est un comble! Je cherche inutilement les raisons qui peuven! avoir conduit M. Hatcher á référer les couches terrestres de la formation santacru- zienne áune époque beaucoup plus récente que les couches mari- nes dites superpalagoniennes, et je n'en trouve absolument aucu- ne, sauf le besoin peut-étre de rajeunir l'áge de la faune mamma- logique santacruzienne pour la faire concorder avec les théories du développement des mammiféres établies sur les matériaux recueil- lis dans l'Amérique du Nord. L'áge éocéne supérieur ou oligocene de la faune mammalogique santacruzienne aurait en effet ébranlé ces lhéories. Si cela était le but, il s'est donné beaucoup de peine inutile- ment, cara ce point de vue l'áge du santacruzien n'a plus guére d'importance; des lors, quoique la date so1t si récente on a trouvé et l'on vient de trouver tant de faunes mammalogiques anlérieu- resá la santacruzienne que l'écroulement de ces théories, celle dela trituberculie el complication graduelle incluse, est un fait absolument inévitable. Il ne me reste á dire que quelques molts sur la faune si riche du 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA santacruzien, quoique constiluée surtoul par des mammiferes et des oiseaux; les reptiles sont peu nombreux et presque tous du groupe des lézards. Pourtant cette faune étant déja assez connue 1l p'est pas bien utile d'en donner ici la liste complete des espéeces. Je me contente done de donner une liste des genres de la classe des mammiféeres pour que Pon aitune idée des rapports de celte faune avec celles quí l'on immédiatemen!t suivie et précédée. Dans cette liste, P. veut dire que le genre a été trouvé aussi dans le pyrothérien, €. dans le colpodonien, A. dans Pastra- pothériculien, Np. dans le notohippidien, E. dans la formation entrerienne. Homunculus, Anthropops, Prtheculus, Homocentrus, Pachyrucos (C. Np.), Hegetotherium (€. A. Np.), Protypotherium (C. A. Np. E.), Patriarchus (Np.), Icochilus (Np.), Interathertum, Adinotherium (A. Np.), Rhadinothervum, Gronotherium, Palaeolithops, Nesodon (A. Np.), 4drantus (Np.), Proterothernum (A. Np. E.), Tetramerorh1- nus, Licaphrium (Np.), Tichodon, Heptaconus (A.), Diadraphorus (E.); Thoatherium (Np.), Theosodon, Pseudocoelosoma, Astrapothe- rium (€. A. Np.). Astrapodon, Homalodontotherium, Sterromys (€. A. Np.), Acaremys, Siamys, Olenops1s (E.?), Seleromys, Neoreomys (Np.), Pseudoneoreomys, Lomomys, Adelphomys, Stichomys, (tr1g- nophus, Graphimys, Spaniomys, Sphaeromys, Sphodromys, Peri- mys(C. A. Np. E.), Pliolagostomus, Scotaeumys, Eocardra (A. Np.), Procardia, Dicardra, Tricardia, Hedimys (Np.), Abderttes (C. Np.), Decastis, Acdestis, Metrrodromus, Halmadromus, Callomenus, Epa- northus, Metaépanorthus (Np.), Paraépanorthus (Np.). Prepanor- thus, Halmaselus, Essoprion, Garzonra, Phonoedromus, Parhalmar- hiphus, Strlotherrum, Cladoclinus, Stylognathus, Microbiolhervum (Np.), Eodidelphys, Prodidelphys, Hadrorhynchus, Necrolestes, Bor- hyaena (Np.), Acrocyon, Conodonictis, Prothylacynus, Napodonte= tis, Hathliacynus, Anatherium, Cladosictis (C. Np.), Amplhaprovi- verra, Agustilus, Perathereuthes, Sipalocyon, Ictroborus, Entelops, Tremathervum, Hapalops (P. A. Np.), Parhapalops, Amarorhyn- chus, Mecorhinus, Pseudhapalops (Np.), Amphrhapalops, Hyperlep- tus(Np.), Eucholoeops, Xyophorus (Np.), Metopothertum, Pelecyodon, Schismotherrum, Uranokyrtus, Adrastemus, Prepothertum (A. Np.), Planops, Paraplanops, Analewmorphus, Nemathertum, Lymodon, Analertherium, Ammotherrum, Propalaehoplophorus (€. A. Np.), Cochlops (A. Np.), Asterostemma, Eucimepeltus, Prodasypus (P. C. Np.), Prozaédyus (P. €. Np.), Praeuphractus (E.), Proégutatus (C. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 229 A. Np.), Stegotherium (Np.), Peltephilus (P. €. Np.), Anantiosodon, Dideilotherium, Adrastaltus, Plagrocoelus, Anathttus. De ces 129 genres, 4 apparaissent déja dans le pyrothériem, 13 dans le colpodonien, 13 dans Pastrapothériculien et 35 dans le no- tohippidien, tandis que 88 genres se présentent du moins jus- -qu'á maintenant, comme exclusifs du santacruzien. De la faune santacruzienne on ne connaíl que 6 genres qui passent a la for- mation plus récente dite entrerrienne ou du Paraná, diflérence comparable á celle qui sépare cette faune santacruzienne de celle du Pyrotherium. Nous avons vu qu'entre la faune pyrolhérienne et la santacru- zienne il y a trois faunes mammalogiques différentes déja connues etun hiatus indiquant une quatriemefaune encore inconnue qui doit se placer entre la pyrothérienne et la colpodonienne; de cela, nous en tirons la conséquence que, entre-la faune santacruzienne el la faune entrerienne, 1l doit y avoirau moins trois faunes mamma- logiques différentes quí nous sontencore completement inconnues. Dans la faune mammalogique santacruzienne, sur les 129 gen- res susmentionnés il n'y en a pas un seul quí soit encore vivant. Ces genres se distribuent en 34 familles, dont seulement 4 sont encore vivantes, trois de Pordre des rongeurs (Coendidae, Myo- castordae, Vizcacidae) et la quatrieme (Dasypidae) du groupe des édentés. Dans l'hémisphére nord, pour rencontrer un stade de P'évolution des mammiféres aussi différent de celui de notre époque il faut re- monter jusqu'áa Péocene. Il ya done accord parfait entre les ren- seignements stratigraphiques, les fails fournis par la faune mala- cologique, el ceux qu'on tire de la faune mammalogique : le san- tacruzien fait partie des terrains du systeme éocéne. CORREÉLATION DES ÉTAGES ET FACIES DE LA FORMATION SANTACRUZIENNE Pendant Pépoque de la formation santacruzienne, la terre ferme et la mer dans la Patagonie australe ont expérimenté des change- ments successifs, pour la plupart de caractére local, de sorte que les étages avec leurs faunes caractéristiques ne s'étendent pas uni- formément sur toute la région. Un étage marin, par exemple, a peu de distance peut étre représenté par des couches d'eau douce ou sous-aériennes, ou par des hiatus dans la série. Comme la trés 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bien reconnu M. Hauthal (57, p. 43-45), l'extrémite sud de la Pa- tagonie qui avance entre les deux océans a été spécialement sou- mise á ces changements de sorte que les dépóts sédimentaires de celte région présentent une plus grande variabilité, les couches marines el terrestres se succédant alternativement avec plus de fréquence. Quoiqu'il soit indubitable que le magellanien de Punta Arenas rentre dans la formation santacruzienne, ses couches contiennent un nombre assez considérable d'especes distinctes pour qu'on puis- se lexpliquer par le simple facteur de la distance. Une partie de ces difflérences provient sans doute de la circonstance que le magel- lanien, du moins l'étage II et la partie inférieure de l'étage IM sont des dépóts d'eau profonde; ceci est évident puisque la plupart des espéces rentrent dans des genres caractéristiques des grandes profondeurs; ce n'est qu'a la partie snpérieure de la couche III, qu'apparaissent des genres littorauxcomme Ostrea, Chthamalus el Patella. A cóté de cette cause il doit y en avoir encore une autre, car en comparant la faune du magellanien avec celle du superpatagonien et celle du tertiaire du Chili nous trouvons que la plupart des es- peces présentent une plus grande ressemblance avec les espé- ces tertiaires chiliennes qu'avec celles de la faune superpatago- nienne. Cela nous conduit a considerer la faune du magellanien comme une faune qui habitait les eaux du Pacifique et non celles deP'Atlantique. La position géographique et topographique de la localité autorise cette explication, et ce quila confirme compléte- ment, c'est que les couches constituant le magellanien sontinclinées aPouest, c'est-a-dire vers le cóté du Pacifique, tandis que les cou- ches du patagonien el du superpatagonien sont partout et toujours penchées vers Pest, c'est-a-dire vers l'Atlantique (Ortmann, 73, p. 478). La différence entre la faune dusuperpatagonien de Santa Cruz, el du magellanien de Punta Arenas ne résulte donc pas d'une différeuce d'époque, mais elle indique que "une représente la faune du Pacifique el Pautre celle de PAtlantique, dans une méme époque géologique. Maintenant, il nous est relativement facile d'établir la corrélation des différents horizons de la formation santacruzienne de Santa Cruz avec celle de'Punta Arenas. 1* période. La base ou repose la formation santacruzienne, vssi bien á Santa Lruz qu'a Magallanes est la formation pa- Y L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 231 tagonienne; cette superposition n'est pas visible á Punta Arenas méme, mais on lPobserve plus au nord. (Voir Hauthal, 57 et 77, et Mercerat, 24 et 25). La fin de la déposition du patagonien fut sul- vie d'une élévation continentale. Dans la région comprise entre Santa Cruz et Gallegos, cette élévation est représentée par un hia- tus entre la cuspide du patagonien el la base du superpatagonien, Vexistence de ce hiatus se prouve par la tres grande différence entre les deux faunes superposées, el aussi par des discordances locales qui démontren! que cette région était alors exposée á un grand procés de dénudation. Vers lPouest, les matériaux que la dénudation des eaux arrachaient aux montagnes se déposaient aux pieds des Cordilléres constituan! les couches sous-aériennes de Vétage notobippidien. Au sud, dans la région de Magallanes, la terre ferme étant plus basse, au lieu d'un procés de dénudation y il eut un procés de sédimentation qui donna origine a la forma- tion de la couche lignitiféere 1 de Punta Arenas avec plus de 100 metres d'éparsseur. ame période. Cette époque d'exhaussement fut suivie par un affaissement continental du sud au nord jusqu'au dela de Deseado. L'océan Atlantique occupa la presque totalité du territoire de San- ta Cruz et dans ses eaux se deposérent les couches de l'étage super- patagonien contenant une faune marine á facies Atlantique. Dans Pextrémité méridionale, la région de Magallanes fut envahie par Pocéan Pacifique qui avanca vers l'Est jusqu'á Punta Arenas; dans les eaux de cette mer se déposérent les couches de l'étage mage- llanien (1 et HI) contenant une faune marine a facies Pacifi- que. 3u* période. Deuxieme élévation continentale postérieure a la formation patagonienne, plus faible que la précédente, mais plus uniforme. Pendant cette période d'exhaussement eut lieu un grand prucés de sédimentation de couches d'eau douce el sous- aériennes. Á Santa Cruz, ces couches constituent l'étage santacru- zien proprement dit, avec de nombreux débris de mammiféres. A Magallanes, le méme étage est représenté par la formation lig- nitifere désignée par Ortmann comme couche IV, et constituant le dépót de charbon en exploitation á Punta Arenas. Cette formation lignitifere a été considérée par Ortmann et Hatcher comme étant aussi au-dessous de la formation patagonienne, tandis qu'elle s'y trouve au-dessus et appartient á une époque beaucoup plus ré- cente. En la suivant vers le Nord on la voit changer graduellement 1392 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA d'aspect; la lignite diminue, dans les argiles on trouve une plus grande proportion d'impressions de feuilles, ces impressions dimi- nuentá leur tour et Pensemble de la formation passe graduellement aux dépóts contenant les mammiféres du santracruzien. Le pas- sage d'un facies a Pautre s'accomplit dans la région de Rio Galle- gos. we période. Mouvement continental ondulatoire. Pendant cette période le mouvement ascensionnel continua dans la région de Santa Cruz; sur ce territoire le procés de sédimentation cessa el fut remplacé par un gran procés de dénudation donnant ainsi origine á un grand hiatus que P'on constate entre les couches supérieures du santacruzien et les plus anciennes couches de la formation te- huelche quí viennentau-dessus. Dans le sud, a Magallanes, la région au contraire s'affaissa et l'Atlantique avanca vers Pouest jusqu'au delá de Punta Arenas; dans les eaux de cette mer se déposérent les couches de létage arenaen (couches Va, V6, de Hatcher-Ort- mann) avec une faune marine encore assez semblable á celle du superpatagonien etá facies Atlantique. FORMATION ENTRERRIENNE Contrairement aux falts qu'il avait constatés dans son premier voyage et a Pexplication qu'il en avait donné, M. Hatcher au- jourd'hui fait suivre sans aucune interruption aux couches du santacruzien les couches marines de la formation tehuelche qu'il désigne avec le nom de Cape Fairweather bed (2, p. 107-108). Il ne fait plus mention du grand hiatus entre ces deux formations dont il avait longuement parlé (12, p. 345-346), ni de la forte érosion subie par la formation santacruzienne aprés sa déposition. Dans ce cas, comme dans les précédents, il ne donne pas la raison de ce changement d'avis qui reste inexplicable, á moins qu'il n'ait eu le besoin ou le désir de rapprocher autant que possible le santa- eruzien du pliocene. Dailleurs, 11 a tort de ne tenir compte que de ce qu'il a vu dans la partie assez restreinte de la Patagonie quiil a pu parcourir. Sil avait procédé avec un peu plus de raisonnement, 1l se serail certainement apercu que dans l'Argentine ¡l existe L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 233 d'autres formations plus récentes que le santacruzien et plus anciennes que le tehuelche, formations quí correspondent a l'hiatus qu'il avail reconnu autrefois en raisonnant plus sagement. La plus importante de ces formations, c'est le tertiaire de Entre Rios (formation entrerrienne) qui se présente a decouvert le long des rives du Paraná, depuis La Paz au nord jusqu'au delá de Dia- mante au sud, sur une ligne longitudinale de plus de 300 kilome- tres, présentant une épaisseur visible de 20450 métres, la base restant complétement inconnuc. Celte formation, quí présente une inclinaison réguliére vers lesud, passe au-dessous de la formation pampéenne de la province de Buenos Aires, el reparail une autre fois plus au sud, á la base des falaises de Pembouchure du Rio Negro, s'étendant jusqu'au Chubut (Ameghino 11, p. 134 et 136), pour disparaítre complétement á la vue, couverte par les couches de la formation tehuelche. Plus haut, en tracant Phistorique de la formation santacruzienne, Jal déjá dit que le tertiaire de Entre-Rios a toujours été considéré comme faisant partie de la formation patagonienne. Depuis Darwin (96, part. III, p. 76-139) et D'Orbigny (99, p. 70-72 (1), jusqu'á Bravard (100, p. 46etpassim) (2), Burmeister (101, p.221 el passim) (3), etStelzner (102, p. 139-142) (4), non seulement personne n'avait avancé le moindre doute sur l'identité du patagonien de Patagonie etle tertiaire de Entre Rios, sinon que les environs de Paraná étaient considérés comme la localité typique pour P'étude de la for- mation patagonienne (Stelzner, Burmeister, d'Orbigny). Derniérementon prétendail méme que le patagonien des cótes de Patagonie correspondait á la partie tout á fait supérieure du ter- tialre de Paraná. Commeje lP'ai également dit plus haut, cefut cette erreur de mes prédécesseurs quí me conduisit á considérer le san- tacruzien comme plus ancien que le patagonien, tel comme se (1) 99, D'OrbienY ALcipe, Voyage dans l'Amérique Méridionale, 3, 3* partie, Géologie, Paris, 1842. (2) 100, BravarD, A., Monografía de los terrenos lerciarios del Parand, Buenos Aires, 1858, (ouvrage excessivement rare etreimprimé in Anal. Mus. Nac. B. Atres, t. Il, p. 45-94, a. 1884. (3) 101, BurmersTER, G., Description Physique de la République Argentine, Il, a. 1876. (4) 102, STELZNER, A., Beitrage zur Geologie und Palaeontologie der Argenti- nisches Republiks. Cassel und Berlin, 1885, in 4”. 234 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA présentait dans la localité qu'on donnait comme typique : le Pa- raná. La faune mammalogique du santacruzien indiquait un stade d'évolution moins avancé que celui de la faune du soi-disant pa- tagonien de Paraná, et en cela je ne m'étais pas trompé: ce que je ne pouvais pas deviner sans le connaítre ou en comnaitre des fos- siles, C'est que le patagonien de Patagonie n'était pas identique ni comme formation ni comme époque, au soit-disant patagonien de Paraná. Ce ne fut qu'en 1892-1893, quand Charles Ameghino eut decou- vert que le santacruzien reposait sur la formation marine de la cóte de Patagonie désignée sous le nom de formation patagonienne, que je compris que sous ce nom on confondait au moios (1) trois formations d'áge trés différent, lasantacruzienne, une autre plus an- cienne que la santacruziene, el une troisieme plus récente consti- tuée par le tertiaire d'Entre Rios. Jen fis alors la séparation, conservant le nom de formation pa- tagonienne pour les dépóts marins tertiaires plus anciens des cótes de Patagonie et donnant a celle plus récente représentée par le ter- tiaire de Paraná le nom de formation eutrerrienne, ce nom indi- quant qu'elle s'étend sur la plus grande partie du territoire de la province de Entre Rios (4, p. 5, et 11, p. 134-137). Les coquilles fossiles de la formation entrerrienne sont presque toutes Vespéces éteintes, el les premiers malacologistes et géolo- gues quí étudiérent ces fossiles, Sowerby, d'Orbigny, Darwin, Bra- vard, Philippi, etc., les ont considérées comme appartenant au ter- tiaire ancien; la plupart des malacologistes et des géologues qui se sont occupés du tertiaire de Paraná, Pont considéré comme pouvant correspondre á peu prés au calcaire grossier du bassin parisien. De mon cóté, la premiére fois que je m'en suis occupé, je l'ai considé- ré conme étant miocéne (103, p.361-362) (2), et c'estaussi l'áge que lui attribue Burmeister. Doering (19, p. 456 et passim) qui, plus tard étudia la question le rapporta á Voligocéne, tandis que M. 11) La confusion en realité allait encore beaucoups plus loin, car on réunissait aussi á la formation patagonienne tout les dépóts du crétacé supérieur de Patago- nie, et aussi les dépóts marins plus récents de la formation tehuelche. (2) 103, AMEGHINO F., La formation pampeana, in S* de p. 376, Paris et Bue- nos Aires, 1880. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 235 Ihering (8, p. 346 et 104, p. 111 (1) le regarde comme miocéne. L'áge de cette formation est aujourd'hui tres discuté; encore tout derniérement vient de paraltre untravail sur les coquilles fossi- les de Paravá dans lequel on arrive á la conclusion que ces fossiles indiquent un áge pliocene; dans un autre travail, également récent, sur les poissons fossiles, on arrive aussi á la conclusion qu'ils im- diquent un áge pliocéne, tandis qu'un autre auteur récent d'apres lVétude des mémes fossiles, rapporte la formation a l'éocéne. L'áge pliocéne est insoutenable. Je compte étudier prochaine- ment cette question dans tous ses détails et á tous les points de vue; ici je nen feral qu'un examen rapide. Constatons d'abord qu'au point de vue stratigraphique la for- mation entrerrienne est séparée de la formation pampéenne par un hratus énorme. La formation entrerrienne est couverte par la for- mation pampéenne en stratification discordante. Aprés la déposi- tion du tertiaire de Entre Rios, toute cette région fut exposée á un trés grand et tres long procés de dénudation qui creusa des ravins profonds et de trés larges vallées, donnant á la surface du sol le relief topographique actuel, constitué par des séries de collines peu hautes séparées par des vallées peu profondes. A cette période d'exhaussement et ravinement succéda une période d'affaissement durant laquelle se déposa la formation pampéenne couvrant d'une épaisseur á peu prés uniforme toutes les inégalités du sol. Ce grand hiatus géologique correspond aussi á la différence énorme qui sépare les deux faunes, entrerrienne et pampéenne. Entre la faune mammalogique des couches supérieures de la for- mation entrerrienne (mésopotamien) et la faune des couches infé- rieures de la formation pampéenne (ensénadien) il y a trois faunes mammalogiques différentes, puelchéenne, hermosienne el arauca- nienne. En outre, entre la faune mesopotamienne et la faune araucanienne, entre cette derniére et la faune hermosienne, il y a assez de différences pour indiquer existence de deux faunes in- termédiaires encore inconnues. Bref, en ajoutant les faunes pam- péennes et postpampéennes, nous constatons que depuis la fin de la formation entrerrienne la faune mammalogique s'est renouvelée une dizaine de fois. Est-il possible que toute cette succession de faunes ait eu lieu (1) 104, Iner1NG H., Historia de las Ostras argentinas, en Anal. Mus. Nac. de B. Atres., t. VII, p. 109-123, a, 1902. 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dans les limites géologiques assez restreintes qui nous séparent du pliocene ancien? C'est absolument invraisemblable. Dans l'hémis- phéere boréal, un renouvelement semblable nous conduirait aux temps éogénes les plus récents, soit á Voligocene, Pourquoi ne doit-1l pas en étre de méme dans l'hémisphiére austral ? La faune mammalogique de la formation entrerrienne comparée a celles quí Pont précédée et succédée conduil aux mémes résultats. Comme dans le cas de la formation santacruzienne et pour les mémes raisons je ne donne ici que la liste des genres, et parmi ceux-ci laissant aussi de coté plusieurs douteux mais quí »'ont pas certainement de relation avec la faune vivante. Dans cette liste, S. veut dire que le genre se trouve déja dans la formation santacruzienne, Ct. dans Pétage araucanien de Cata- marca, Mh. dans lVétage hermosien, Pp. dans la formation pam- péenne, V., que le genre est encore vivant. Protypothertum (S. Mh.), Stenotephanos (S.?), Xotodon (Ct. Mh.), Haplodontotherrum, Toxodontotherium, Toxodon (Mh. Pp.), Prothe- rotherium (S.), Diadraphorus (S.), Brachytherium, Oxyodontothe- rium, Mesorhinus, Scalabrimitherium, Paradoxomys, Potamarchus, Olenopsts (S.?), Morenia, Colpostemma, Orthomys, Perimys (S.), Viz- cacta (Mh. Pp. V.), Tetrastylus (Ct.), Megamys (Mh?), Neoepiblema, Euphilus, Briaromys. Gyriabrus, Cardiomys, Eucardiodon, Car- diodon, Anchamys, Procardiotherrum, Cardrotherium, Plexochoerus, Caviodon (Mh.), Strata, Zygolestes, Apera, Achlysictis, Notrctas, Arctotherium (1) (Pp.), Cyonasua (Ct.), Octodontotherium, Ortothe- ríum, Pliomorphus, Menilaus, Interodon, Promegatherium, Mega- thertum, (Ct. Mh.), Scelidodon (Ct. Mh. Pp.), Nephotherrum, Pseu- dolestodon (Mh. Pp.), Promylodon, Ranculcus, Strabossodon, Lestodon (Pp.), Sclaerocalyptus (Mh. Pp.), Palaehoplophorus (Mh.), Plohophorus (Ct. Mh.), Protoglyptodon, Neuryurus (Mh.), Pseudo- neuryurus, Chlamydotherium (€t. Mh. Pp.), Tatu (Pp. V.), Praeu- phractus (S. Ct. Mh.). Sur ces 64 genres, il n'y en a que 6 que on trouve déja dans la /1) Pendant longtemps on a considéré les Ursidés, quoique á tort, comme étant d'origine trés récente, et la présence d'Arctotheríium a contribué á que plusieurs paléontologistes rapportent le tertiaire de Paraná au pliocene. Cependant ce genre et ceux quis'en rapprochent(Hyaenarctos, Tremarcios, Hemicyon) ont eu leur point de départ dans l'Amérique du Sud. Parmi les fossiles de Paraná je viens de décou- vrir un genre du groupe des Amphicyon et qui constitue certainement la souche des Arctotherinae. Un véritable Amphicyon se trouve aussi a Monte Hermoso. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE O formation santacruzienne, 17 genres passent á la formation arau- canienne de Catamarca et Monte Hermoso, et 10 genres arrivent jusqu'a la formation pampéenne. Les représentants de cette faune se distribuent en 20 familles et 10 ordres. Une comparaison avecla faune vivante montre que sur ces 64 gen- res 1l n'y ena que 2, Vizcacia el Tatu quí soient encore vivanls; sur les 20 familles seulement 8 (Coendidae, Myocastoridae, Vizca- eidae, Cavirdae, Cenolestidae, Procyonidae, Tatuidae, Dasypidae), sont encore vivantes, dont 4 (précisément la moitié), appartiennent a Pordre des rongeurs. Sur les 10 ordres, seulement 4, Rodent1a, Diprotodonta, Carnívora et Dasypoda, sont encore vivants. Nous sommes done en présence d'une faune dont toutes les espéces, la presque totalité des genres, et plus de la moitie des familles et des ordres, sont éteints. Dans lhémisphere nord, pour trouver un sta- de ressemblant á peu pres á celui de la formation entrerrienne il nous faut remonter jusquía l'éocéene. En jugeant donc d'apres los changements que nous constatons dans les enchainements de la faune mammalogique, l'áge oligocene que nous attribuons a la formation entrerrienne se trouve parfaitemenf justifié. Parmi les genres de Paraná 11 n'y en a qu'un seul, l'Octodonto- theríum, quí aitapparu avant la faune santacruzienne. Daprés les relations qu'on peut établir sur les genres qui pas- sent d'une formation a Pautre, nous pouvons reconnaítre que la for- mation entrerrienne est un peu plus rapprochée de la formation santacruzienne que des depóts sédimentaires correspondants a P'é- poque actuelle. Nous avons dit plus haut que le santacruzien, par sa faune, parait aussi éloigné du pyrothérien que de l'en- trerrien, c'est-á-dire comme occupant dans les temps géolo- giques un point intermédiaire et équidistant entre ces deux dernie- res formations. Il en résulterait que les temps éogénes compre- nani les terrains du patagonien inférieur jusquía l'entrerrien supé- rieur représenteraient une durée á peu pres double de celle des temps néogénes comprenant tous les dépóts sédimentaires posté- rieursá la formation entrerrienne jusqu'a ceux de l'époque actuelle. Clestá peu pres exactement la méme proportion relative que pré- sentent entre eux l'éogéne el le néogene dans l'hémisphere sep- tentrional. Passons maintenant aux mollusques. Les premiers échantillons ont été recueillis el déterminés par D'Orbigny. Cherchant a abréger 238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA autant que possible, je me contente d'ajouter que la liste primitive de D'Orbigny comprenant 7 espéces fut successivement augmen- tée par les recherches de Darwin, Burmeister, Bravard, Philippi, et je marréterar a la derniére publiée par M. Ihering, la plus complete, ne tenant pas compte de celle plus récente publiée par Borchert pour les raisons que je donneral. Voici la liste publiée par Thering (8, p. 347). Ostrea patagonica. Orb. incluant O. Burmerster?, Bravards, lon- ga, adglutinans el adsociata de Philippi (on la rencontre aussi á Rio Negro, Patagones, San José, Puerto Madryn, Golfo San Jorge, Deseado, Magallanes, et Navidad au Chili), T. Ostrea Alvarezt, Orb. (Patagones, San José et Coquimbo an Chi- |) pk: Placunanomiía papyracea, Ph. = Osteophorus typus, Br. Pecten oblongus, Ph. Pecten paranensts, Orb. (San José, San Jorge, Deseado), T. Amusstum Darwintanum, Orb. (San José), T. Lithodomus platensis, Ph. = L. Ostricola, Br. Modiola lepida. Ph. Modiola platensis, Ph. Arca Bonplandiana, Orb. = Arca lirata, Ph. (Patagones), T. Arca platensis, Ph. Cardium platense, Orb. Cardium bonaerense, Ph. Cardium Bravarda, Ph. Lueina symmetrica, Ph. Cytherea oblonga, Brav., Ph. Venus Muenstert, Orb. = Venus pacheta, Ph. (Patagones, Desea- do, San Jorge), T. Venus Bravard:, Ph. Dosinia meridionalas ? Th. (Santa Cruz), S. Mactra bonaertensis, Ph. Tellina platensas, Ph. Corbula pulchella, Ph. Trochus lepidus, Ph. Turritella aff. Sternmann?? Ih., S. Oliva platensis, Ph. Voluta alta? Sow, P. N. Strophochetlos oblongus, Múll. var. crassa, Orb. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 239 Dans cette liste figuralent aussi plusieurs especes vivantes, mais Vauteur s'apercut plus tard que ces échantillons n'étaient pas fos- siles, leur présence avec les fossiles de Paraná étant due á un mé- lange accidentel (8, p. 444, et 88, p. 42). De ces 27 espéceson nen trouve que deux dans la formation santacruzienne, el encore leur détermination est douteuse; six espéeces (signalées avec un T.) passent á la formation tehuelche, tandis qu'il n'y en a qu'une seule vivante, le Strophochetlos oblon- gus. Entre la faune malacologique de la formation entrerrienne ct celles de Santa Cruz et de lP'époque actuelle, on constate la méme différence que nous avons trouvée dans les trois faunes mamma- logiques correspondantes. Comme dans le cas des formations patagonienne et santacru- zienne, la faune malacologique de la formation entrerienne est une faune éteinte dont les espéces encore vivantes sont tres rares; on est donc certainement en présence d'une formation éogéne, et qu'on ne peut reférer á un áge plus récent que Voligocéne. Tout récemment. M. Borchert (1) a publié un mémoire sur les coquilles fossiles du tertiaire de Paraná d'apres la riche collection que Bravard avait reunie dans cette derniére localité ; la collection en question contiendrait un nombre considérable d'espéces encore vivantes et pour ce motifPauteur considere la formation entrerrien- ne comme d'áge pliocene. Les nombreux matérianx paléontologiques recueillis par Bravard font partie des collections du Musée National de Buenos Aires, et la collection malacologique du tertiaire de Paraná fut envoyée par mon prédécesseur feu le D' Berg il y a déja plus de cinq ans, a M. Steinmann, pour étre étudiée el retournée aprés á Bue- nos Aires. M. Steinmann en confia l'étude a M. Borchert. Quand ¡'eus pris connaisance du mémoire de cet auteur je me suis immédiatement rendu compte que la collection avait dú étre mélangée et je me suis adressé á M. Steinmann le priant de la retourner dans le plus bref délal possible afin de pouvoir éclaircir les doutes sur la véritable provenance d'une partie considérable des especes récentes. Malheureusement, quoique il y a de cela déja plus de six mois la collection n'a pas encore été retour- née. (1) 105, BorcHerT, ALoYs, Die Molluskenfauna und das Alter de Parand. Stufe, in-8” de 78 pages avec cinq planches doubles. Stuttgart, 1901. 240 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En attendant cette dévolution qui me permeltra de reconnaítre tous les mélanges avec précision je transcris la liste que M. Borchert donne des espéces, en la faisant suivre des observations indispen- sables pour en fixer la véritable valeur. Dans cette liste, les espéces considérées comme étant encore vivantes, sont précédées d'un V. Ostrea patagonica Orb. » Alvarez1 Orb. W: » puelchana Orb. Placunanomia papyracea Ph. Pecten paranensis Orb. » — Dariwimanus Orb. » oblongus Ph. Mytilus trigonus Br. V? Modiola aff. tulipa Lam. = M. platensas Ph. » lepida Ph. » contorta Bor. Arca Bonplandiana Orb. = A. hirata Ph. » platensas Ph. Pectunculus symmetricus (Ph.) » mainutus Bor. V Nucula puelchana Orb. V Leda patagontica Orb. Venericardia crassicostata Bor. Cardita paranensis Bor. ? Cardium magnum Born. = platense Orb. = Bravardi Ph. Cardium bonariense Ph. Dosinta patagonica Ph. V Tivela argentina Sow. » trigona Bor. Venus Muensteri Orb. = pachera Ph. » paranensis Borch. v » brasiiana Gmel. » Burmeistera Borch. V Dione purpurata Lam. V Solecurtus platensis Orb. V Mactra patagonica Orb. Corbula pulchella Ph. » stmatula Borch. V » patagonica Orb. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 9241 V Ltthodomus patagonicus Orb. = platensis Ph. Panopaea truncata Bor. Pholas ornata Bor. Diplodonta platensis Bor. V? Bulla aff. elegans Gray. Oliva reticularis Lam. var. brasiliana Bor. V? Margimnella aff. prunum Gmel. Voluta nodulifera Bor. Turbinella suberaticulata Orb. V Columbella acuta Stearns. Y? Trophon att. patagonicus Orb. » paranensis Bor. Strombus Bravardr Bor. Turnmtella indetermmnata Bor. » americana Brav. Littorina paranensis Bor. » unicostalas Bor. Rissoa testa Bor. Dispotaea argentina (Ph.) Bor. Crepidula paranensas Bor. Natica entrerriana Bor. V Scalaria elegans Orb. Gibbula laevigata Bor. Calliostoma puelchanum Bor. » punciulatum Bor. » Bravarda Bor. Monophora Darwini Des. Ce sont 62 espéces; sur ce nombre, d'apres M. Borchert, 12 es- peces seralentencore vivantes el 5 douteuses, tandis que 36 especes (les 17 précédentes incluses), présenteraient des relations avec des espéces actuelles. D'apres ces relations, selon M. Borchert, le tertiaire de Paraná (formation entrerrienne) doit étre plio- cene. Méme en supposant que toutes les déterminations précédentes soient exactes el qu'il ny ait pas de mélange dans la collection, les conclusions que l'auteur en tire ne sont pas justes. Affinité ne veut pas dire identité. Les especes vivantes reconnues par Borchert ne donnent qu'une proportion de 19 a 20 pour cent. On est donc bien loin du pliocene dont les couches les plus ancien- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 16 242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nes contiennent un 50 pour cent d'espéces vivantes. Le miocéne contient de 18 a 20, jusqu'a 40 ou 43 pour cent d'especes récentes, selon l'ancienneté des couches. D'apres la proportion des espéces vivantes selon la liste de Borchert, le tertiaire de Paraná ou forma- tion entrerrienne représenterait la base du miocéene. Le miocéne su- périeur de "Europe, si bien connu, possede encore de 404 45 pour cent d'espéces vivantes, eltparmi lesespeces éteintes ¡len posséde au- tant quí présentent des affinités avec des espéces existantes. La faune malacologique miocéne d'Europe présente plus d'affinités avec la faune vivante que n'en présente celle de Paraná, et par conséquent, on ne peut pas considérer celle-ci comme d'une épo- que plus récente que celle-lá. Tout ceci, en supposant que M. Borchert ne se soit pas trom pé dans les déterminations des espéces et qu'il ny ait pas eu de mélan- ge dans la collection. caril parait quíl s'est produit lun et Pautre et que par conséquent le nombre des espéeces vivantes serait plus restreint. Bravard qui, dans sa monografie des terrains tertiaires de Para- ná, donne une liste des especes fossiles de coquilles qu'il avait re- cueillies dans cette localité (100, p. 64-65) ne reconnaíil aucune espéece vivante; ce n'est certalnement pas par ignorance, car quel- ques-unes de ces espéeces vivantes comme Venus brasihiana et Or- trea puelchana, Bravard en fait mention comme les ayant ren- contrées en plusieurs localités mais dans des terrains toujours. beaucoup plus récents, pampéens ou post pampéens. Ni d'Orbigny, ni Darwin, ni Burmeister, ni Philippi ne parlent d'aucune espéce vivante. M. Ihering, qui a fait faire dans la méme localité des collections assez nombreuses, n'a rencontré parmi ces fossiles aucune des es- peces vivantes reconnue par M. Borchert. En ce qui me concerne, non seulement ¡'ai fait á Paraná des collections á plusieurs repri- ses, mais al en outre examiné presque toutes les collections soit de PEtat, soit de propriété particuliére, provenantes de la méme localité et je ne me rappelle pas d'avoir jamais vu un seul échan- tillon dV'Ostrea puelchana Orb. ou de Venus brasiliana Gmel. (= Cryptogramma flexuosa L.) especes d'apres Borchert tres abon- dantesá Paraná et dont la forme m'est bien familiére. J'en tire la conclusion que la collection Bravard qu'on a envoyée a M. Stein- mann a été mélangée. Bravard avait fait des collections de coquilles dans beaucoup de L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 9243 localités différentes, mais spécialement dans le gisement pampéen de Belgrano a Buenos Aires, etil a publié aussi une liste des espéces recueillies dans cette derniére localité (1) (106, p. 25-27) et une autre de celles recueillies á Punta Alta (106, p. 40-43) également pampéennes (2). Une partie des coquilles du gisement de Belgrano sont renfermées dans un calcaire aussi dur et compact que celui de Paraná et beaucoup de coquilles par leur étal présentent un as- pect 'antiquité comparable á celles provenant de cette derniére localité. Aprés la mort imprévue de Bravard arrivée a Mendoza, ses col- lections qui se trouvaient á Buenos Aires ont passé par plusieurs mains, etilen a été aussi de méme depuis qu'elles sont devenues la propriété du Musée National, surtout apres la mort de Burmeister, pendant les quelques années qu'aucun géologue ni paléontologue ne faisart partie du personnel de cet établissement. Le regretté doc- ieur Valentin quí fit un catalogue de la collection el Pemballa pour Penvoyer a M. Steinmann, était nouveau dans le pays, et ne pou- vait connaítre tous les antécédants correspondants aux collections el les recherches pratiquées avant lui. Le fait en est que la collection de Belgrano dans sa presque to- talité ne se retrouve plus au Musée National. J'en al trouvé une pe- tite partie dans un tiroir contenant aussi des objets de Paraná et avec une étiquette quí donnait le tout commede cette derniére localité. Voila Pexplication de lexistence d'une partie au moins des espéces vivantes dans la collection étudiée par Borchert; cette collection contient des fossiles de Paraná et de plusieurs autres gi- sements de date géologique plus récente. Borchert méme s'est apercu de ce mélange quoique seulement pour quelques formes (Strophocherlus, Bulimulus, 103, p. 17), tandis que le nombre doil en étre considérable, comprenant peul-étre méme quelques-unes des espéces décrites comme nou- velles. Borchert, par exemple, décrit une Crepidula paranensis; Bra- (1) BRAVARD AUGUSTO, Observaciones geológicas sobre diferentes terrenos de transporte en la Hoya del Plata, en 8* de 80 p. Buenos Aires, 1857 (trés rare). (2) Bravard considérait ces gisements comme d'époque postérieure á la for mation pampéenne mais les recherches postérieures (Ameghino, 3, p. 28-32) ont demontré que les couches de coquilles sont intercalées entre les couches de la formation pampéenne. 944 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vard, dans sa Monografía, ne fait pas mention d'aucune espéce de ce genre parmi les fossiles de Paraná, mais sur sa liste des fossiles de Belgrano (106, p. 25) on trouve une Crepidula hemio- vata, Br. Borchert trouve dans la collection Bravard, Nucula puelchana, Orb. et Mactra patagonica, Orb. especes récentes; Bravard dans sa liste des espéces quíil a recueillies á Paraná ne fait pas mention de ces deux genres mais on les rencontre sur sa liste des fossiles de Punta Alta (106, p. 42). Mactra patagonica, Orb. espece vivante mentionnée par Borchert dans les fossiles de Paraná, n'est pas citée par Bravard dans la liste des fossiles de cette localité, mais on trouve une Mactra Isabeller sur la liste des fossiles du gisement pampéen de Belgrano. Un cas encore plus précis c'est celui de Dione purpurata, Lam. espéce actuelle, mentionnés par Borchert parmi les fossiles de Pa- raná provenant de la collection Bravard. On ne trouve pas cette es- péce sur la liste des fossiles de Paraná dressée par Bravard, quoi- que cet auleur la connaissait puisqu'on la trouve sur la liste des fossiles qu'il avait recueillis á Punta Alta (106, p. 43) et il est plus que probable que c'est l'exemplaire de cette derniére localité qu'á examiné Borchert. L'exemplaire de Di0ne (Venus) Purpurata, Lam. recueilli par Bravard á Punta Alta ne se trouve plus dans la collec- tion que de cette localité 11 avait déposée au Musée National. Un cas encore plus singulier c'est celui de Venus brasiliana Gmel. (Cryptogramma flexuosa L.) mentionnée par Borchert com- me étant tres fréquente á Paraná, et que malgré cette abondance personne nel'a trouvée dans cette localité. Cette especene se trouve pas non plussur la liste des fossiles de Paraná dressée par Bravard, mais cet auteur dit Pavoir recueillie en grande abondance dans les terrains récents qui se trouvent sur les cótes de l'Uruguay, el ces ont certainement les échantillons de cette provenance qu'on a mélés avec les fossiles de Paraná. Le cas d'Ostrea puelchana, Orb. a peut-étre une autre explica- tion. Cette espece que M. Borchert dit étre tres fréquente a Para- ná, n'est pas mentionnée de cette localité, ni par Bravard ni par aucun autre naturaliste. L'exemplaire qu'avec ce nom figure M. Borchert est absolument différent d'Ostrea puelchana et ressemble aux individus jeunes d'Ostrea patagonica. L'Ostrea puelchana ac- tuelle se trouve en abondance dans les dépóts marins postpam- péens (étage querandinien) mais fait completement défaut dans les L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 945 dépóts marins que renferme la formation pampéenne; c'est done une espece tres récente et ce n'est pas possible qu'on la trouve dans la formation entrerrienne. J'attends la dévolution au Musée National de la collection Bra- vard étudiée par Borchert a fin d'en faire un examen minutieux, surtout au point de vue des provenances, quoique les conclusions que dés maintenant on peut en tirer ne seront certainement pas invalidées. Au point de vue malacologique, letravail de M. Borchert laissant de cóté les quelques erreurs de déterminations et les espé- ces récentes mélangées a tort avec les anciennes, ne fera que con- firmer Páge oligocéne de la formation entrerrienne. Examinons maintenant la lumiére que sur cetle question ¡ette létude des poissons de la formation entrerrienne. Jusqu'a ces derniéres années on ne possédait sur les poissons fossiles de Paraná que les déterminationsassez insuffisantes de Bra- vard (100, p. 62-63) et un travail de Larrazet sur les genres Raja et Dynatobatas (1). Tout dernierement, la littérature correspondante s'est enrichie de trois travaux qui permettent de nous faire une idée de la faune ichthyologique fossile de Paraná, surtout en ce qui regarde les sé- laciens. Ces trois travaux sont de trois auteurs différents (MM. Giulio de Alessandri, Arthur Smith Woodward et Domenico San Giorgi) et 1l est trás curieux que se basant sur des objets similaires ¡ls arri- vent a des conclusions qui ne peuvent étre plus opposées; M. de Alessandri croit que les poissons fossiles de Parana conduise á pla= cer la formation entrerrienne dans l'éocene, tandis que dV'aprés Smith Woodward ¡ls indiquentle pliocéne, M. San Giorgi se tenant dans un point intermédiaire. Je vais faire une critique comparée de ces trois travaux, m'aidant des nombreux malériaux de ma collection et de ceux également nombreux du Musée National afin d'en tirer la con- clusion la plus juste. Le premier en date c'est celui de G. de Alessandri (2), basé sur (1) 107, Larrazer, Des pieces de la peau de quelques Sélaciens fossiles, Bull Soc. Géol. de France, ser. III, v. XIV, p. 255, Paris, a. 1886. (2) 108, ALESSANDRI, GIULIO DE. Ricerche sui pesci fossili de Parana, in Atti della Reale Accademia delle Scienze di Torino, vol. XXXI, a. 1896, et extrait a partin 8” de 17 pages et une planche. 946 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA des collections de Paraná qui se conservent au Musée Géologiquede Université de Turin et il contient la description des espéces sul- vantes. Odontaspis elegans Ag. Odontaspis Hopet Ag. Carcharias (Aprionodon) gibbesíi Sm. Wood. Corax aff. falcatus Ag. Acrodus paranense Ales. Myhiobates americanus Brav. Myliobates sp. Lepidosteus sp. Chrysophrys sp. Protautoga longadens Ales. Voici maintenant, les déductions qu'en tire l'auteur. «Questi Pesci appartengono a tre sotto-classi. Elasmobranchi, Ganoidi, Teleostei; rappresentati, 1 primi da cinque generi el selte specie, 1 secondi da un genere ed una specie, i terzi da tre generi el tre specie. Questa ittiofauna pare Eocemwca; infatti VOdontaspis elegans raccolta finora solo nel eocene € una delle spe- cie piu caractteristiche delle formazioni terziarie; di piu il Car- charias (Aprionodon) gibbestí € pure una specie essenzialmente eocenica; il genere Lepidosteus fu finora raccolto solamente nelle formazioni eoceniche di acqua dolce del Messico et 1'Od. Hoper € specie comparsa nei eocene e che persistette anche nel miocene. «Restano i due generi Acrodus el Corax, dalla maggior parte degli ittiologi considerati come spettanti al secondario superiore. Tulta- via per lo speciale modo di fossilizzazione essi evidentemente appartengono allo stesso giacimento degli altri fossili paranensi qui descritti et sarebbero cosi parte dei rarissimi esemplari raccol- ti finora ne terziario. «Lo studio di questi avanzi fossili de Pesci, sembra quindi confermare il concetto del D'Orbigny, del Bravard, del Doering et del Ameghino, secondoilquale, il piano paranense (ad Ostrea Ferra- ris1) facente parte della formazione Patagonica D'Orb. corrispon- derebbe al nostro Eocene ». Le deuxiéme en date, est d'Arthur Smith Woodward (1) basé (1; 109, Smith WoobwarD, A., On some Fish-remains from the Parana For- L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 947 surtout sur des matériaux du Musée National de Buenos Aires que lui avail communiqués feu le D" Berg, et quelques échantillons du Musée de la Plata, du Musée de Sao Paulo et du British Museum. Les débris examinés par cet auteur se distribuent dans la liste d'especes qui suit. Raja Agyassuz1 Larr. Dynatobatis paranensis Larr. Myhobatis americanus Br. Cestracion paranensis (Ales.) Sm. Wood. Odontaspas elegans (Agas.). Oxyrhina hastalis (Agaz.). Carcharodon megalodon Agas. Carcharias (Prionodon) obliquidens (Br.). Galeocerdo aduncus Agas. Hemapristis serra Agas. A part les trois premiéres especes de cette liste, connues de cette localité depuis longlemps, M. Smith Woodward ajoute quatre espéces que n'avait pas examinécs M. de Alessandri, Oxyrhimna hastalis, Carcharodon meyalodon, Galeocerdo aduncus et Hema- pristis serra. L'Odontaspis Hoper mentionnée par Alessandri est rapporté a 0. elegans. Carcharias (Aprionodon) Gaibbesi et Corax aff. falcatus da méme auteur, sont considérés comme une espéece nouvelle de Carcharzas (Prionodon) pour laquelle 11 adopte le nom de obliquidens que lui avait donné Bravard quoique sans la dé- crire. L'espece d'Acrodus décrite par de Alessandri, il la rapporte au genre Cestracion. Le troisieme travail, tout récent de M. Domenico Sangiorgi (1) est fondé sur des fossiles de Paraná qui se conservent au Musée Géologique de l'Université de Parme et parmi lesquels il a reconnu les especes suivantes : Raja Agassiz1 Larr. Myliobatis amertcanus Brav. mation, Argentine Republic in Annals and Magazine of Natural History, ser. 7, vol. V, 1900, et a part, in 8* de 7 pages et une planche. (1) 110, SanciorcrI DOMENICO, Nuove forme di pesci fossili del Parand, in Revista italiana di Paleontología, a. 1901, vol. VII, fascicolo TIL, p. 61-68, avec 1 planche. 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Odontaspas elegans Agas. Odontaspis cuspidata Agas. Oxyrhina Desori Ag. Lamna trigonata Agas. Carcharias Egerton: Agas. Carcharias Gabbesi Sm. Wood. Dans cetle liste se trouvent trois especes, Oxyrhima Desora, Lamna trigonata et Carcharias Egertoni quí ne sont mentionnées ni par de Alessandri ni par A. Smith Woodward tandis que P'espece quí figure dans cette liste sous le nom de Odontaspis cuspi- data est la méme mentionnée par de Alessandri sous celui de 0. Hope:. Il "y a pas longtemps que de mon cóté ¡'al ajouté aux fossiles de Paraná Sphirna prisca de Agassiz (11, p. 243) et tout derniére- ment ¡'ar déterminé deux autres especes de squales du tertiaire ancien de P'ancien continent, qui se trouvent également a Paraná; Galeocerdo minor Ag., facile á reconnaítre par sa petite taille, et Carcharias frequens Dames, également facile á reconnaítre par Vélargissement particulier de la racine, et dont les débris sont rela- tivement abondants. Y'ai dit plus haut, que M. Smith-Woodward arrive á un résultat completement opposé á celui de Alessandri, et pourque l'on puisse se faire une idée exacte de la manicre trés différente qu'on inter- préte ces matériaux, je transcris litteralement aussi les conelu- sions du premier de ces auteurs. «If the foregoing determinations of the fish-remains from the Paraná formation be accepted, it is evident that Alessandri's ar- gument fort the Eocene age of this deposit as no foundation in fact. The so-called teeth of Acrodus and Corax (wich are typically Mesozoic genera) become, on renewed examination, evidence of Cestracióon and Carcharias, wich range trougth the Tertiary for- mations and survive at the present day. Ifis by no means certain that the teeth determined as Odontaspis eleyans in the Paraná col- lection belong to the same fish as those originally thus named in European Eocene colleciions; and even if Carcharias (Aprio- nodon) (mbbesi were correctly identified, the Phosphates of South Carolina, from wich the type specimens of that species were obtai- ned, seem to include fossils of all Tertiary ages from the Eocene to the pleistocene. In fact, the only species in the Paraná collection L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 249 wich seem to be of real importance for statigraphical purposes are Oxyrhina hastalis, Carcharodon megalodon and Hemapristis serra : All these in Europa are exclusively Miocene and Pliocene fossils, while the only teeth from the undoubted Eocene of North America (Alabama) commonly referred to the same species are comparatively small, no of typical size like those from Paraná. Moreover, it is to be noted that several teeth of Oxyrhina hastalis and Carcharodon megalodon were dredged from the bed of the South Pacific Ocean by the «Challenger expedition », this discovery probably implying that these great sharks dit not become extinct until quite latest geological times. I therefore conclude, with Burmeister and Stelzner, that the Paraná formation is truly of late Tertiary age, an may probably be correlated with the pliocene of the northern hemisphere » (109, p. 6-7). (A suvre). MISCELÁNEA Informe del señor ingeniero D. E. L. Corthell, delegado argentino en el Congreso internacioual de navegación de Dusseldorf. A S. E. el señor Ministro de obras públicas de la Nación, doctor Emilio Civit. Cumplo con el deber de elevar á V. E. un informe preliminar sobre el IX” Con- greso Internacional de Navegación que ha tenido lugar en Dusseldorf (Alemania) en junio de 1902, No habiendo llegado todavía los datos necesarios para la confección de un informe técnico completo, tendré que limitarme por ahora á un informe princi- palmente descriptivo. Objetos expuestos. En el mes de mayo mi colega el ingeniero Fernando Se- govia, preparó en Madrid una memoria descriptiva de los varios objetos presen- tados por la inspección general de navegación y puertos de vuestro ministerio. Nuestra exposición respondió al deseo expresado por el gobierno alemán y por el congreso, de tener datos relativos á nuestras obras hidráulicas y á nuestros trabajos en las materias de que debía tratar el congreso. De las dos Américas, sólo la República Argentina contestó al llamado, lo que ha contribuído sin duda á realizar el interés con que ha sido tomada en consideración nuestra exposicion. Las naciones europeas y especialmente Alemania, expusieron gran cantidad de objetos muy buenos é interesantes. En un principio se nos había destinado un espacio limitado y poco adecuado para los objetos que trajimos, pero gracias especialmente á la hábil táctica des- plegada por los senores ingenieros Jolly y Curuchet á quienes pedí fueran al congreso antes de su apertura, obtuvimos un espacio más amplio y mejor ubica- do. Es justo reconocer que fuimos eficazmente ayudados por el señor Hagen, en- cargado de los objetos expuestos, quien hizo gala de mucha amabilidad. Nuestra exposicion quedó muy favorablemente ubicada, al lado de la oficina del correo, á cuyas 2000 casillas tenían que ocurrir diariamente los miembros del congreso para buscar su correspondencia. Para ir de las oficinas del correo á MISCELÁNEA 951 las salas de las sesiones y á las demás exposiciones, los congresistas tenían for- zosamente que pasar por delante de nuestra instalación, cuyos atractivos, aumen- tados por el hecho de ser la única exposición americana, hacían detener con mucho interés á los transeuntes. Llamó mucho la atención general el gran mo- delo en relieve del Rio de la Plata y el otro del Paraná frente al Rosario. Muy observados fueron también los hermosos planos; del puerto militar y las esplén- didas fotografías del mismo, que adornaban las paredes. Sobre nuestras mesas, en el centro de la sala, habían los folletos impresos que describían los objetos, los porta-folios de planos de los ríos, las fotografías, varias relativas á nuestros rios y el album con fotografías de las obras de irrigación. Los folletos descriptivos que yo hice traducir en Berna durante el mes de ju- nio, fueron impresos en alemán, francés é inglés, y se distribuyeron profusa- mente. Alguno de nosotros, y generalmente los señores Jolly y Curuchet Ó Hiehbur estaba siempre presente. atendiendo á los señores visitantes, y dando todas las explicaciones que se requerían. El catálogo de los objetos expuestos en el Congreso (Anexo Aj, que acompaña el presente informe, indicará á V. E. lo que hemos puesto en exposición, y el memorandum que lo acompaña (Anexo B), pondrá en conocimiento de V. E. lo que se halla en poder de los señores Harriel y Lueg. esperando las órdenes de V. E. Aprovecho esta oportunidad para hacer constar que los señores Harriel y Lueg, y el ingeniero jefe de la casa, señor Guerdean, nos prestaron en todo va- liosa ayuda, al recibir nuestros objetos y al facilitarnos los empleados para el manejo y transporte de ellos. En la previsión que toda nuestra exposición sería enviada á los Estados Unidos para la Exposición Universal de San Luis, hice imprimir un número suficiente de copias adicionales del folleto explicativo para su utilización allá. Pienso que no habrá necesidad de imprímir otras. Creo oportuno que, á pesar de haber sido postergada hasta 1904 la Exposición de San Luis, se llevó á cabo igualmente la idea de mandar á ésta todos los objetos que estuvieron expuestos en Dusseldorf, pues la dirección de la Exposición se propone formar una sección especial de las obras de ingeniería del mundo, siendo necesario sea bien representada la República Argentina. A este fin, á los objetos que figuraron en Dusseldorf, habría que agregar otros que ya poseemos y que son muy interesantes, no solamente relativos á obrus hidráulicas sino á todos los trabajos que dependen del Ministerio á cargode V. E., como ferrocarriles, vías de comunicación, arquitectura, etc., planos en relieve y modelos de obras de irrigación, ingeniería naval, etc. Me permito también proponer que se manden objetos relativos á los trabajos técnicos llevados á cabo por los ministerios de Hacienda, y á los de minería, de- pendientes del ministerio de Agricultura. Además, sería conveniente hacer un modelo completo en relieve de las obras del Puerto militar, con indicación de las obras construidas y á construirse. Sin duda alguna las companías de ferrocarriles prestarían su ayuda proveyendo mapas, perfiles, planos de edificios, etc., que hicieran falta á la Dirección de vías de comunicación. Probablemente las obras del puerto del Rosario estarán suficientemente adelantadas el año que viene para permitirnos hacer un buen plano de esta importante obra. 952 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Para mostrar el buen éxito obtenido por nuestra exposición, doy á continua— ción un extracto del Engineering del 25 de julio de 1902, en que el reporter después de ocuparse de todos los Rapports presentados al Congreso, hace la si= guiente y única observación del gran número de comunicaciones presentadas. « Lamentamos no poder considerar por separado el número restante de infor- mes presentados. Este es especialmente el caso con respecto á la memoria de los señores E. L. Corthell y F. Segovia sobre los rios de la Plata, Paraná y Uru— guay para los cuales el gobierno argentino ha invertido sumas ingentes. (Los her- mosos y grandes mapas de relieve de estos ríos y estuarios formaban parte de la exposición del Congreso), y un índice muy bien compilado (Indice descrip- tivo), los hace muy instructivos ». Al terminar esta parte de mi informe deseo expresar mi satisfacción por los buenos servicios prestados por los señores Jolly y Curutchet en relación con la Exposición. Ni el senor Segovia, ni yo hubiéramos podido atender simultá- neamente á los objetos expuestos y á nuestras tareas de congresistas sin el auxilio eficaz de estos jóvenes que se hicieron completamente cargo de nues- tra exposición desplegando mucha actividad y un celo digno del mayor elogio. El Congreso. — En cuanto al número de miembros, por lo menos, este Con- greso ha eclipsado á todos los precedentes y también al de 1900 que ha tenido lugar durante la gran Exposición de París, donde el mundo entero estaba re— presentado. El desarrollo de estos congresos y el mayor interés que se va tomando en ellos puede comprobarse por los datos estadisticos siguientes: El primer congreso se reunió en Bruselas en 1885 con 407 miembros. Sigue : Miembros RAS MUS o ata o 1042 La, Haya, 1894... IA 1048 Bruselas: 18H AS 1374 Paris, 1900... A io do 1332 finalmente en el de Duss-Idorf, 1902, hubo 1776 miembros sin contar unas 350 señoras. Fué una tarea enorme para el congreso, cuidar el alojamiento conveniente de cerca de 2000 personas. Tuvieron mucha importancia las excursiones, fiestas y recibos que se iban sucediendo rápidamente, poniendo á prueba la fuerza de resistencia de los con— gresistas y de la administración. Para las excursiones fueron elegidos los puntos más interesantes para la navegación en esta parte de Alemania y se pusieron á disposición de los congresistas, todas las comodidades como: trenes especiales, vapores fluviales y marítimos, etc. No sólo la dirección del congreso sino tam- bién las ciudades que visitamos, y las dos grandes compañías de navegación North Herman Lloyd y Hambuerger Súdamerikanische), dieron espléndidas fies- tas en nuestro honor y nos proporcionaron toda clase de facilidades para ims— peccionar las instalaciones de Eremerhaven y Hamburgo. Estas fiestas contribuirán á hacernos recordar siempre con agrado y placer el congreso de Dusseldorf. V. E. verá, por lo tanto, que el agradecimiento que he expresado á la Direc- ción del congreso, era justificado. MISCELÁNEA 9253 A pesar del mayor número de congresistas que concurrieron, las excursiones fueron combinadas del mejor modo posible y también admirablemente dirigidas por el señor Sympher, secretario general, quien no escaseó sus esfuerzos, ten- diendo á la mejor marcha de las cosas. Mi colega el señor Segovia, tuvo el honor de ser nombrado vice-presidente de la sección segunda (navegación marítima) y formaba parte de la mesa direc- tiva en las sesiones del congreso. Yo, tuve el honor de ser nombrado vice-pre- sidente del congreso y como tal ocupé asiento en la estrada en las dos sesio- nes generales y en la final. Invitado por el señor Presidente, hablé en repre- sentacion de la República Argentina. Como era el inglés uno de los idiomas del congreso, hice uso de él en mi discurso, pero como sólo una pequena parte del auditorio comprendía dicho idioma, tuve la precaución de suministrar con anticipación á uno de los secretarios honorarios del congreso, una breve si- nopsis de lo que me proponía decir. Terminada la alocución, el señor secretario leyó el resumen en francés y alemán. Uno de estos resúmenes lo he enviado al señor sub-secretario inye- niero Horacio Bustos Morón, para que sea traducido al español y ruego á V. E. se acompañe á este informe como anexo €. De acuerdo con el pedido verbal que me hizo V. E. á mi salida de Buenos Aires, invité á los miembros del Congreso en nombre de la República Argen=- tina, á reunirse en esa Capital y celebrar allí un congreso en una época con— veniente. Muchos congresistas aceptaron mi idea sumamente complacidos. En el intervalo de las sesiones del Congreso, la comisión internacional per— manente, de la cual se hallaban presentes dos presidentes y el secretario gene- ral, celebró una conferencia que duró tres horas y media, y á la cuál como miembro de dicha comisión, tuve el honor de asistir, tomando parte en la dis- cusión. En esta se trató de todo lo concerniente á la constitución general, re- glas y reglamentaciones; de modo que de aquí en adelante el Congreso Inter- nacional de Navegación será una institución permanente. Caracteres técnicos del Congreso. Para el uso de los miembros del Congreso se distribuyeron las «memorias » y comunicaciones recibidas hasta la fecha. Sección 1* : Navegación Interior. 2) memorias y 16 comunicaciones. Sección 2 : Navegación Maritima. Dos informes generales por los miembros informantes del Congreso, señores Franzius y Fuischer, 10 memorias y 12 co- municaciones. En total 60 documentos. Estos folletos mencionados constituían sólo una parte de los impresos pre— sentados al Congreso y se repartieron con el objeto de que los congresales se pudieran formar una idea de los trabajos remitidos. No hubo tiempo, sin em- bargo, para traducir todos los folletos, del idioma que estaban escritos á los dos otros idiomas del Congreso. Yo había solicitado que los informes me fueran remitidos en inglés, pero re- cibí los siguientes: 33 en inglés, 23 en alemán y 4 en francés. Cuando los tenga todos en francés ó inglés, podré hacer un informe completo. Se entregó también á los miembros del Congreso. a) El catálogo de los objetos en exposición (anexo A). b) El programa general del Congreso y las sesiones y excursiones con una lista de las comisiones y autoridades. c) Un folleto descriptivo de la ciudad de Dusseldorf, con un plano gráfico. 954 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA d) Un folleto sobre los canales de Prusia. e) Un folleto describiendo el canal del emperador Guillermo y las ciudades de la Hansa, Hamburgo, Bremen y Lubeck. Además había gran cantidad de opúsculos describiendo las diferentes ciuda— des y puentes que visitamos. Los asuntos tratados y votados por el Congreso fueron limitados en cantidad, á causa de que en otros Congresos se habían discutido asuntos de interés más general. Se espera queen el próximo se tratarán los rasgos más importantes de la navegación interior, pues estas cuestiones han tenido gran desarrollo y han pasado por cambios radicales en los últimos seis años. Los asuntos propuestos para tratar en el Congreso de Dusseldorf fueron los siguientes: PRIMERA SECCION : NAVEGACION INTERIOR TEMA I Modo más conveniente para salvar las grandes diferencias de nivel en los canales artificiales, bajo el punto de vista económico y técnico Los informes pueden tratar la cuestión en general 6 sólo indicando solucio— nes particulares, especializándose en los planos inclinados, esclusas á gran caida y ascensores hidráulicos. La posibilidad de hacer túneles y la necesidad de proveer agua de alimentación para las esclusas pueden incluirse en el estudio. TEMA Il Derechos de navegación Discusión bajo la faz económica. Interesa especialmente el examen de las cues- tiones que siguen ; a) ¿Es posible cubrir los gastos de explotación y conservación de las vías na— vegables internas y de los puertos internos, y amortizar paulatinamente el capi- tal de primera instalación, por medio de derechos de navegación ? b) Este objeto ha sido conseguido ¿ hasta qué punto ? c) Qué circunstancias han permitido ú obstaculizado conseguir este objeto. d) ¿Hasta qué punto y en cuáles condiciones se ha obtenido un resultado en el sentido antedicho, por el hecho que los propietarios ó concesionarios de las vaís navegables hayan emprendido ellos mismos: 1* El remolque. 2? La explotación entera de la navegación, y hayan puesto estos servicios á disposición del tráfico por medio de tarifas determinadas ? . MISCELÁNEA 255 e) ¿Cuáles son los gastos de construcción para el establecimiento y el mejora- miento de las vías navegables, que no deben tomarse en cuenta en el cálculo de los derechos de navegación, por el hecho de que estos gastos no han sido direc— tamente aplicados á la navegación ? TEMA III Diminución de valor del carbón y del cok 4 causa del transporte por embarcaciones Exponer principalmente las deterioraciones á que están sometidos el carbón y el cok por la utilización de las vías navegables, por los trasbordos, el trans- porte y la demora prolongada en los depósitos. Debe estimarse la importancia de las pérdidas, y conviene proponer los me- dios propios para remediarlas, como ser: aparatos de báscula, etc. Hay igual- mente que considerar los métodos para evitar indirectamente los inconvenientes, por ejemplo : por la carbonización del carbóu menudo, por la preparación del cok en el lugar de empleo más bien que en las minas, etc., también debe de- terminarse en lo posible la diminución de valor del carbón y del cok debida al transporte en ferrocarril. SEGUNDA SECCION : NAVEGACION MARITIMA TEMA 1 Gastos de construcción y de conservación en los puertos de la esclusa de fierro y madera Se hará mención de su durabilidad, facilidad de reparación, conservación y métodos para su colocación y remoción. TEMA 11 Comercio por lanchas Se dejan discutir las cuestiones siguientes: a) ¿Cuál es la importancia actual del comercio por lanchas ? Debe considerar- se especialmente el tráfico de las lanchas oportunamente dispuestas para poderse emplear en rios, y en canales que desembocan en el mar. 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA b) Mejor sistema de construcción y explotación de las lanchas. (Gastos, tari- fas y fletes resultantes). c) Ventajas y desventajas para losintereses públicos y económicos del trá- fico por lanchas marítimas. d) ¿En qué circunstancias pueden esperarse las mejores ventajas, y cuáles son los límites del uso económico de las lanchas marítimas que puedan igualmente circular en ríos y canales, en competencia con la navegación interior propia- mente dicha, y con las navegaciones interna y marítima combinadas con tras- bordos en los puertos marítimos ? e) Qué actitud corresponde á los gobiernos frente al desarrollo del tráfico por lanchas marítimas ? (Cálculo de derechos, etc.). TEMA III Diques Construcción y explotación de diques de carena, flotantes, y de varaderos para la conservación y mejoramiento de los grandes buques modernos de ultramar. Su utilidad práctica y oportunidad económica. No hemos recibido aún el informe de la primera sección, pero los informes relativos á la segunda sección, por los señores Franzius y Fulcher, fueron pre- parados é impresos de antemano, habiendo sido leídos y discutidos en las se- siones seccionales. En la sesion final del Congreso se votaron en sesión plenaria las resolucio— ner de las dos secciones. Sería prematuro hablar aquí de ellas, pues aparecerán en los Comptes rendus des travaux du Congrés que tendré el placer de remitir á V. E. en cuanto los reciba, así como una coleccion completa de los Rapports et comunications que espero obtener en francés. Esperando que este breve informe, forzosamente fragmentario, sea de alguna utilidad soy su muy respetuoso. E. L. CORTHELL, Delegado Honorario del Ministerio de Obras Públicas. “Pa? Ñ ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTI ARGENTINA IT a A ———— DirEcTOR : Señor FÉLIX F. OUTES SECRETARIOS : Agrimensor CrisToBAL M. HickeN y señor Luis M* TorRES REDACTORES Ingeniero Eduardo Aguirre, doctor Ignacio Aztiria, doctor Enrique Fynn, ingeniero Carlos Maschwitz, ingeniero Emilio Palacio, doctor Carlos M. Morales, ingeniero Julio Labarthe, ingeniero Emilio Candiani, ingeniero Alberto Schneidewind doctor Angel Gallardo, doctor Pedro N. Arata, ingeniero José S. Corti, ingeniero Federico Birabén, ingeniero Vicente Castro, ingeniero Eduardo Latzina, DICIEMBRE 1902. — ENTREGA VI. — TOMO LIV PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN LOCAL DE-LA SOCIEDAD, CEVALLOS 269, Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por meto asia... .. O o $ m4a 1.00 A A » 12.00 NUMmero atrasados... 000 «0 els iaa de » 2.00 , — para los socios........ » 1.00 e La suscripción se paga anticipada El local social permanece abierto de S á £0 y media pasado meridiano —_————_4A— —_—_——_—— BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 — 14902 iS Leds A ds 10S . JUNTA DIRECTIVA Ñ Presidente. e Ingeniero CarLos EcHAGÚE. Vice-Presidente 1% Ingeniero FRANCISCO SEGUÍ. Id. 22 Ingeniero SANTIAGO E. BARABINO. Secretario de actas Doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX. — correspondencia Ingeniero Luis MIGUENS. METRO USA Ingeniero Luis A. HUERGO (hijo). Bibliotecario...... Ingeniero HumBERTO CANALE. ' Monseñor F. VILANOVA SANZ. Señor JuAN B. AMBROSETTI. Ingeniero NicoLÁás BeEsio MORENO. Vocales. ao Arquitecto Juan A. BUSCHIAZZO. Ingeniero DomMINGO SELVA. Ingeniero MANUEL J. ARCE. | T** Coronel Ingen. ARTURO M. LUGONES. INEA e Señor Juan BoTTO. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en lus Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que esta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser consi- derados. La Dirección de los Anales sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejem-— plares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente á dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Direc- ción, Florida 832 de 10.30 a. m. á 12m. LA DIRECCIÓN. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA Domin6o SELVA, El cemento armado y los poderes públicoS.............o.o..... 257 SAMUEL LAFONE QUEVEDO, Los indios Mosetenes y su lengua (Conclusión) ...... 212 FLORENTINO AMEGHINO, L'áge des formations sédimentaires de Patagonie (Fin)... 283 MOVIMIENTO SOCIAL A A lo o el ita aa ION CNEA: 343 V EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS Por DOMINGO SELVA Ingeniero civil CONFERENCIA LEÍDA EN EL SALÓN DE ACTOS PÚBLICOS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL 4 DE SEPTIEMBRE DE 1902 Señor Presidente : Señores consocios: Antes de entrar en materia os debo una declaración previa, que servirá para que juzguéis esta conversación de media hora con el eriterio exacto que corresponde. No esperéis de mí una conferencia científica en el sentido usual de esta palabra. No os figuréis salir luego de aquí, pasmados por una de esas revelaciones que hacen época en los anales de la cien- cia, ni que váis á acompañarme en una de esas investigaciones pacientes y laboriosas que se proponen, como resultado final, des- garrar en parte el tupido velo con que se encubren las más pre- ciosas palpitaciones de la naturaleza. Nada de eso. Voy á leeros una conferencia que quizá podrá llamarse de pro- paganda. Voy á recordaros algo que ya conocéis, voy á refrescaros la memoria con el recuerdo de teorías, hechos y aplicaciones que habéis visto mencionados en muchas publicaciones, para llegar á una deducción práctica que importa la formulación de un voto. Voy á pasar reseña á las críticas razonadas que en toda época se ha hecho á la construcción exclusivamente metálica ó exclusiva- mente cementicia. Transcribiré un resumen de cuanto se ha dicho repecto al vínculo que liga tan indisolublemente dos seres tan he- terogéneos cuales son el fierro y el cemento. Recordaré las aplica- ciones colosales y numerosas que desde diez años á esta parte se han ejecutado en todo el mundo, basados en esas teorías ó en el AN. SOC. CIEN T. T. ARG. — LIV 17 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA coup de génie de constructores afortunados cuya intuición les ha conducido á crear sistemas de vinculación entre esos materiales, sin razón, sin explicación teórica entonces, pero habiendo conse- guido la sanción de la práctica. Demostraré las ventajas del nuevo sistema de construcción para nuestro país y la economía inmensa que su implantación ha de reportar. Creo llegar, en fin, á conven- cer á estos distinguidos consocios de que el cemento-armado debe ser el método de construcción ¿mpuesto para las obras públicas, no solamente por razones técnicas sino también por razones económi- cas. Formularé un voto en este sentido, y ya que en general los poderes públicos poco se someten á las exigencias de la técnica porque en general no la entienden, me figuro, que haciéndoles en- trever beneficios de carácter económico han de dejarse convencer, han de dejarse arrastrar en la corriente y de este modo, insensi- blemente, habremos contribuido al fomento de la riqueza na- cional. Como ven, señores, el programa es vasto. Tanto, que no debe pretenderse sea desenvuelto como es debido en una corta sesión como ésta. Lo que haré, será tan sólo orillar las cuestiones. Sal- taré de un libro á otro, de una revista á otra, de un folleto á otro, condensando en frases el trabajo contenido en capítulos enteros. Haré un resumen resumen, en una palabra, de cuanto debiera ex- ponerse en obsequio del programa indicado, sin pretensiones de innovador ni mucho menos. Saludado de este modo á este distinguido auditorio, entraré en materia. Hasta hace 60 años, las obras públicas, los grandes trabajos que deben hacer frente á la inclemencia del tiempo durante decenas de años, se hacían de mampostería. Donde existían rocas resistentes era la piedra el material primo de esta mampostería. Donde fal- taban las piedras naturales era el ladrillo, la única piedra artificial usada, vinculándose las partes con morteros más ó menos buenos, más ó menos resistentes. Los maestros de la construcción, los Romanos, han levantado obras colosales de este género, por doquier llevaron el águila de sus legiones. Puentes, viaductos, torres, canalizaciones, acueduc- tos, arcos de triunfo, monumentos conmemorativos, han sido sem- brados en todo el continente durante la dominación romana. Algunas de estas obras colosales han alcanzado nuestros días. EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 259 Sobre sus paramentos, el sol ha paseado sus rayos de fuego du- rante veinte siglos alternándose con la intemperie, con las lluvias, las nieves, y, loque es peor, con la barbarie del hombre en muchos casos, — sin olvidar los modernos que como trofeo de guerra, pa- seaban de un extremo al otro de Europa, obeliscos, estatuas, grupos alegóricos, etc., — desdeñando la protesta muda de esas creaciones del genio y de la energía de una raza de leones en inteligencia, en arte, en construcción. Pero, ¡ cuántas de esas construcciones han sido vencidas por el tiempo! ¡Cuántas nosadmiran hoy tan sólo por las ruinas que han quedado, llamándonos la atención, no se sabe si la majestad de éstas Ó la de la obra completa desaparecida ! Y sin embargo, el sistema de construcción de los romanos era siempre el mismo. La construcción no se concebía sino colosal. Grandes bloques, enormes pies derechos, bóvedas de espesores fantásticos, la mole siempre |! Es que todo lo hacían, todo lo medían con el metro de su gran- deza, de su insuperable poder. Y bien, ¿cómo no debían estas obras desafiar á los siglos? Ya lo creo que los desafiaban, pero muchas veces también caían ven- cidos! Pero, ¿será posible que hoy tomáramos como modelos de cons- trucción rápida y económica lo que nos queda de esa época? No! No hay esclavos ya que puedan acumularse por decenas de miles alrededor de una obra pública, — la mano de obra que costaba algo más que cero, hoy cuesta lo que todos sabemos. Sería ridículo pretender que es esa la construcción de mampostería que debemos estudiar en nuestros días para compararla con otros medios de construcción. Muerta la grandeza de Roma, pasado el reinado de las hordas del Norte, encausada la humanidad en ese tubo estrecho de la edad media, todo se simplificó. Se simplificó también la construcción de mampostería. Se hizo más esbelta ; se confió más en la estruc- tura de las construcciones, que en el material. Surgió la técnica de la construcción y con ella, obras que admiraron las generaciones desde dos ó tres siglos atrás, y muchas de ellas nos admiran hoy aún. Más tarde se perfeccionó la construcción de mampostería. Con la introducción de nuevos materiales cementicios se hizo más esbelta también, más en armonía con el ambiente en que vive la humani- 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dad. La mole desaparece. Se reemplaza por la ordenación sistemada de los pequeños elementos. Ultimamente hemos llevado este adelgazamiento de la construe- ción de mampostería, hasta un extremo nunca soñado. Luchando la mampostería con el fierro, ha llegado á atribuirse propiedades de éste que parece inverosímil las tenga en verdad. Las obras de mampostería de fines del siglo pasado han sido concebidas casi con el mismo criterio técnico que las obras metálicas. Se han aplicado á su cálculo los mismos principios ; han regido á su orde- nación las mismas reglas. Pero es precisamente aquí que comienza la crítica de la mam- postería. Hemos hecho trabajar á ésta á esfuerzos inadecuados y cuando no, cuando el cálculo nos ha aconsejado, por ejemplo, un arco de tal espesor, en base á esas teorías, prudentemente nos he- mos alejado del cálculo y hemos forzado la medida, con cualquier pretexto más ó menos plausible. Es el estudio de esta mampostería, la que nos sugiere observa- ciones fundamentales para una crítica. ¿ Hay homogeneidad en ellas? Difícilmente se asienta una hilada de ladrillos en las mismas condiciones, que la siguiente. Las jun- tas sufren variaciones de espesor, de mortero, de condiciones quí- micas. El ladrillo no ofrece una constante uniformidad de resis- tencia. La resistencia á la compresión no es pareja entonces. La adherencia entre los planos dejuntas tampoco es constante, luego, no hay uniformidad de resistencia al resbalamiento y á la tracción, Conjuntamente la rotura, la deformación, es fácil y según direc- ciones variables, siendo un factor favorable, la misma regularidad de las hiladas de ladrillo ó piedra. Y cuando estudiamos la cuestión bajo el punto de vista de la flexión, el resultado es peor. Los elementos que se aglomeran, los ladrillos, son demasiado grandes. La teoría de la flexión fué creada para los cuerpos de constitución molecular, homogéneos. No se pue- de pretender que sea aplicable á un muro ó á un arco ó á un pilar de ladrillos ó piedra. Entonces, es esta falta de homogeneidad la que más debemos criticaren la mampostería. Nosotros, por experiencias personales, hemos constatado que un ladrillo tal, soporta un peso de 3 6 4 kilogramos por centímetro cuadrado, que el mortero tal soporta á la tracción, 6 ú 8 kilogramos por centímetro cuadrado, etc.; pero esos coeficientes los hemos deducido de ensayos en escala reducida. EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 261 ¿Y quién nos asegura que en la construcción general eso no ocurra con todas las partes de la misma? ¿quién nos asegura que no habrán partes donde este material trabaje mucho más ? He ahí el punto vulnerable de la mampostería. No se pueden adoptar coeficientes de resistencia con la misma seguridad con que se adoptan en las construcciones metálicas. No se debe confiar igualmente. Y entonces, ¿qué remedio para esta dificultad ? Hacer lo que se hace, ólo que debiera hacerse; calcular la obra en base de los coeficientes teóricos ó de una práctica limitada, y luego, aumen- tar las dimensiones en proporción al propio coeficiente personal de prudencia de cada proyectista. No es hacer lo delos romanos, pero es aplicar un criterio aná- logo. Y esta falta de homogeneidad de la mampostería es causa de que los desastres no se anuncien precisamente con la suficiente antici- pación. Se grieta una obra, se apuntala, el peligro está salvado y manos á la reconstrucción ó á la reparación, pero ello ocurre cuan- do ya la estructura ha sido muerta, por decir así. Cuando no bas- ta una reparación barata. En construcciones urbanas, la mampostería ofrece otros incon- venientes. Exigiendo espesores de consideración, ocupa mucho es- pacio, y donde el terreno se paga de 100 á 1000 pesos el metro cua- drado, es un contrasentido ocuparlo con un pilar ó con un muro secundario de un espesor impuesto muchas veces tan sólo por la dimensión del material, no por una razón técnica. Se ha reemplazado la mampostería por el hormigón, el cual siendo compuesto de elementos más pequeños, ofrece ciertamente más homogeneidad y de consiguiente reune mejores condiciones que la mampostería común. Resiste mejor á la flexión, habiendo sido posible por ello, construir arcadas de hormigón, de mucha luz, sujetas á vibraciones repetidas como ser en puentes de ferro- carril, pero sujetos siempre al coeficiente personal de prudencia del proyectista, es decir, con dimensiones respetables. Es evidente entonces que con la mampostería común, ó con el hormigón, podremos construir muros, puentes, arcos, viaductos, acueductos, etc., pero ha de ser con un derroche de material im- propio de la época, sometidos á la esclavitud de exigencias propias del sistema, que no dicen con el afán de rapidez, economía y sencillez en que se inspira hoy toda obra humana. 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¿Y cuál será entonces el resultado final de esta enquéte sobre la construcción de mampostería ? El que nos revelan los hechos. La vida de aquellas será limitada. Lo es. Las construcciones romanas han necesitados diez siglos para derrumbarse. Las de la edad media han necesitado cinco ó seis. (Prueba de ello el campanile de Venezia y la catedral de Burgos, si mal no recuerdo). Las construcciones modernas, la del siglo xvii y principios del xix necesitarán tan sólo uno, y las que hacemos hoy, no vivirán tal vez cincuenta años. Entonces, en obras públicas, cuya vida debiera posiblemente ser el de las naciones mismas, no debería olvidarse esta conclusión y ser parcos en el empleo de un procedimiento de construcción dis- pendioso y de tan corta vida. No es extraño entonces que en cuanto apareciese el fierro como elemento usual de construcción, necesitase lan poco tiempo para imponerse. Pero, debemos precisar. Se ha hecho un uso tan extenso de este material; se ha prescripto la mampostería para tantas obras, reemplazando EA por el hierro, debido á muchas razones. En primer lugar, este material tiene esa gran propiedad que no hemos encontrado en la mampostería, la homogeneidad. Es un cuerpo simple, con una constitución química definida, con pro- piedades siempre iguales en igualdad de condiciones. Esto per- mite estudiar sus propiedades de resistencia en pequeño, aplicando las conclusiones en gran escala, aunque con ciertas reservas. El cálculo de estas obras puede encuadrarse más dentro de una teoría práctica. La propiedad característica del fierro, la elasticidad, permite aplicar la técnica de la construcción en toda su extensión. Permite construcciones más rápidas, más esbeltas, más económicas. Satisface más al vulgo. Se cree que resiste 21 eterno; que una obra de hierro es inmortal. Y sin embargo, ¡qué error más grande! No solamente no es eterna una construcción de hierro sino que dura quizá menos que la mampostería. Resistirá más las cargas rodantes, las vibra- ciones, los choques, pero no resistirá al tiempo | Es increíble para el profano, cuantas causas de deficiencia en- cierra una construcción metálica, pero no debe serlo para nosotros. Y es fácil comprenderlo. Una barra de acero resistirá por su sección, un esfuerzo tal de tracción, ó compresión ó flexión. La ponemos en obra ensamblada con otras, calculadas individual- EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 263 mente para otros esfuerzos. Pero esa ensambladura ha de vincular un esfuerzo con otro. Y he ahí el mal. La ensambladura importa una remachadura ó un bolonado con toda su cohorte de inconve- nientes é imperfecciones. Imperfección del pomconnage de las chapas; imperfección del vástago del remache; imperfección de la compresión hidráulica óá mano en la remachadura. El vástago del remache trabaja diferentemente en cada uno de sus puntos. Siendo homogéneo el material, siendo aplicable con todo rigor los coeficientes de trabajo á las barras unidas, no lo son á la unión. Falla entonces toda la seguridad del cálculo. La obra es tan defec- tuosa como si fuera heterogéneo el material. Por otra parte, el hierro tiene desgraciadamente demasiadas afinidades químicas. En este sentido es más débil que el zinc, que el plomo. Estos por la acción atmosférica son atacados, en un principio, pero luego se cubren de una capa de un compuesto (un óxido, un hidrato) que los preserva de ulteriores acciones. El fierro se cubre por la misma causa, de una capa de orín que activa la combustión lenta y destruye rápidamente el metal. Y lo que es peor, muchas veces esto no se ve. Esto ocurre en dos chapas super- puestas, retenidas por una remachadura que no ha impedido el paso á la humedad ; en un remache, en una charnela, en un apoyo. El ojo no puede penetrar la materia.Ve el exterior, pero no descubre la corroción interior. El ingeniero confía, las administraciones públicas confían también, y un buen día, la menor causa produce una catástrofe. Y entonces el ingeniero confiado, el gobierno más confiado aún, descubren que la carcoma minaba la obra desde años atrás y todo se arregla, todo se acomoda con una explicación de forma. Caso fortuito, la fuerza mayor que sólo representa la tan- gente de la legislación codificada de todos los países. Y es fácil comprender que esto es muy posible. Con pintura se evita la eroción del metal, pero la pintura no llega á todas partes. Y cuanto la eroción comienza, sigue debajo de la pintura y ésta con- tribuye á algo, efectivamente: á aumentar el engaño. Esta es la causa por la cual muy previsoramente, el 25 de enero de este año el ministerio de obras públicas de Francia pasaba una circular á todos los prefectos de los Departamentos encareciéndo- les una vigilancia constante de las obras metálicas, con sujeción á una reglamentación que adjuntaba. Esta circular se dictaba á raíz del hundimiento del techo de la gran estación de Valencia, el 1% de febrero del año anterior. 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pero, no es todo. La construcción metálica tiene otro pecado de origen; además de afinidades químicas, tiene propirdades físicas en su contra. La sensibilidad á las variaciones de temperatura, es un factor colosal de deficiencia en las construcciones metálicas. Es cierto que en las grandes obras se preveen aparatos dispen- diosos que se dice contrarrestan los efectos de la dilatación. Pero en todos los casos se ha notado que los rodillos de fricción han sufrido achatamientos en una misma arista, prueba palpable de que nunca han rodado, lo que quiere decir que las deformaciones debidas á la dilatación la ha soportado la construcción bajo for- ma de esfuerzos excepcionales. Se ha dicho que la articulación de los apoyos, el arco con tres ar- ticulaciones, por ejemplo, que determina reacciones definidas en su dirección, salva el inconveniente. Puede ser asi en la articulación misma, es, decir, considerando que la mitad del arco es una sola pieza, al dilatarse las articulaciones funcionan y evitan la defor- mación. Pero la mitad del arco no es una sola pieza. Es un con- junto de piezas que se dilatan á su vez. Entonces, para contrarrestar los efectos de esta dilatación debieran multiplicarse las articulacio- nes al infinito y esto no se hace, ni puede hacerse. La construcción metálica ofrece también, como consecuencia de esta sensibilidad, peligros reales en caso de incendio. Y esto lo sabemos todos. Una construcción de fierro, sujeta á un fuego in- tenso, equivale áun desastre, á perderlo todo. Técnicamente pues, el fierro, al lado de propiedades precio- sas ofrece inconvenientes y peligros que los poderes públicos deben considerar. Entre nosotros, el empleo del fierro tiene otro inconveniente que indicaré más adelante. Pero he ahí que la suerte ha querido que también en este caso se realice aquel adagio : Punion fart la force. Lo que no puede la mampostería sola, lo que no puede tampoco el fierro solo, lo pueden juntos. El resultado de su uni ón, el ce- mento armado, reune todas las buenas cualidades del uno y del otro, sin tenersus inconvinientes. Los señores presentes saben en qué consiste la idea madre de este cemento armado. Toda construcción está sujeta á esfuerzos de tracción y de compre- sión. El cemento, el hormigón, resiste perfectamente estos últimos, EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 265 en una proporción variable, según su composición. El fierro es el material indicado para resistir á la tracción. Pues bien, hacer toda la construcción de hormigón, digamos de mampostería, y colo- car fierros en forma razonada, en la parte donde se desarrollan es- fuerzos de tracción, eso es hacer cemento armado. La técnica de este nuevo sistema de construcción consiste en la forma de distribuir el fierro en la parte extendida de la obra, en la forma de armar ésta, como se dice generalmente, y de ahí el sinnú- mero de sistemas que se han ideado respondiendo todos, por lo demás, al mismo principio. He dicho que el cemento armado goza de las buenas cualidades del fierro y de la mampostería sin tener sus defectos, y es real- mente así. Lo han demostrado la experiencias de Coignet y de Tedesco, de Harel de la Noé, de Rézal, de Considére, de Rabut, de tantos otros. Hablo de experiencias de tres ó cuatro años á esta parte, hasta de hace tres meses. Técnicamente, es toda una revelación. El hierro sólo resiste á 106 12 kilogramos por milímetro cuadrado á la tracción. El ce- mento á 25 ó 30 kilogramos por centímetro cuadrado á la compre- sión, en condiciones de seguridad absoluta. Pues bien, el fierro envuelto en un núcleo de cemento, resiste hasta 15 y 20 kilogra- mos por milímetro cuadrado. El cemento hasta 40 y más. Y la razón se ha encontrado en una propiedad desconocida hasta entonces, en la adherencia que el fierro tiene con el cemento, cuan- do este ha sido regularmente comprimido contra de aquel. Esta adherencia que se ha determinado colgando pesos de una barra encerrada en un bloc de cemento, hasta separarla, ha resultado ser de 40 á 45 kilogramos por centímetro cuadrado, variable por otra parte desde un mínimun de cero. Y véase qué hecho curioso! Sa- ben ustedes á qué condiciones de ensayo corresponde el límite 0? pues á aquel en que la barra antes de encerrarla en el bloc de ce- mento, fué perfectamente pulida con petróleo al punto de dejarla brillante, y el límite máximo de 40 kilogramos ha correspondido al caso de una barra oxidada, como se oxidan cuando se colocan á la intemperie, sin cuidado ninguno! Esto es debido á que el fierro oxidado, introducido en el mortero, abandona la capa de este ul- timo, la cual es absorbida por el cemento, adquiriendo éste una mayor resistencia. Ahora bien, debido á esta íntima unión del fierro con el cemen- to, este último acompaña á aquel en sus deformaciones, adqui- 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riendo de consiguiente propiedades elásticas que no tendría sólo. El fierro por su parte, al deformarse, debe vencer la fuerza mo- lecular que le liga al cemento, á fin de hacerle sufrir á éste una de- formación análoga y esta resistencia del cemento á su disgrega- ción elástica, se traduce en un aumento de resistencia del fierro para el esfuerzo exterior : tira conjuntamente al fierro, por decir así, en sentido contrario del esfuerzo exterior. Para dar una idea de lo que importa para un hormigón el ser armado ó no, para resistirá la compresión, se debiera acudir á los resultados de losensayos colosales ejecutados por la asccia- ción de Ingenieros y Arquitectos de Viena, cuyo resumen consigno á continuación, haciendo notar que las cifras se refieren á la rotura de blocs, de 0,30 ><0,30 < 1.00, después de 3ó 4 meses de haber sido moldeados. Kilogramos Mampostería de piedra labrada, granito y mortero de 1'><2 (cemento yA). 0... ISO Mampostería de piedra bruta............ SERAN 250 Mampostería de la ladrillos y mortero 1<3,5.... 180 Hormigón de cemento, arena, canto rodado pro- porcion 12 E ZO Hormigón proporcion SIB... ..... o... 65 Hormigón proporcion 1 X<6......... AS 50 Cemento armado (cemento y arena 1 < 3,5) con barras verticales en la proporción de uno por ciento de la sección del bloc.............. EEN Quiere, pues, decir que bajo el punto de vista de la resistencia el cemento armado es insuperable. Como observación importante debo hacer notar que las construe- ciones de cemento armado nunca exigen más de un tres ó cuatro por ciento de su sección de fierro. Así, por ejemplo, un pilar de 20 < 20 = +00 centímetros cuadrados de sección, no requiere más de cuatro barras de fierro de 12 milímetros de diámetro, para formar un conjunto razonable y resistente. Otras de las ventajas del cemento armado consiste en su insensl- bilidad para las variaciones de temperatura y la propagación de las vibraciones. Así, mientras se ha constatado que las vibraciones que en un puente metálico duran 2 segundos, en una construcción de cemento armado no duran */, de segundo; por otra parte, se ha >= EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 267 comprobado que mientras una construcción metálica sujeta á una variación de temperatura de 100 grados es una construcción casi perdida, la de cemento armado soporta variaciones bruscas de 1200 á 15007 sin sufrir en la más mínimo, aún estando cargada. Es natural, entonces, que las variaciones de temperaturascomunes deben ser inócuas para estas construcciones. Y eso está favorecido por otrapropiedad, la de que tanto el cemento como el fierro tienen un mismo coeficiente de dilatación, lo que salva la objeción fun- damental que se pretendió hacer al cemento armado, de que la variación de temperatura rompería esa adherencia entre ce- mento y fierro, que constituye la base primordial del mérito de este sistema de construcción. El cemento armado ofrece otra ventaja impagable. Es la solida- ridad entre todas las partes de una construcción. Pero para convencer de esto, debo decir cómo se hace una cons- trucción de cemento armado. Supongamos que se piense hacer un galpón con entrepisos á cargar en cualquier forma. Se hacen con tablas, moldes que rellenados sean más tarde los muros, los pilares, las vigas, los tirantillos, el entrepiso y el te= cho. Hecho ese molde, se colocan los fierros, con las dimensiones y la disposición que el cálculo enseña, entrelazando los extremos de estos en forma conveniente. Luego de una manera continua se cuela el hormigón por capas y se apisona, no interrumpiéndose el trabajo hasta tanto no se haya terminado de moldear las partes vI- tales de la construcción. Se deja secar y despues de quince días ó 20 se quita el molde y se tiene hecha la oradura vital del edi- ficio. Es claro que con este procedimiento se ha hecho un monolito. Esto unido á las propiedades elásticasdel cemento armado, hará que cargando un punto, el esfuerzo se comunique á todo el resto. Y entonces se comprende que desaparecen de hecho los efectos de las cargas aisladas; las piezashan de calcularse sujetas á cargas repar- tidas uniformemente y como el momento de flexión es siempre el elemento que interviene en las fórmulas de cálculo de aquellos, dado la forma de construcción, dada la solidaridad de las par- tes de ésta, en general se deberán considerar éstos como empotra- das, y entonces el momento de flexión disminuye, y con esto, las dimensiones de la pieza, y de consiguiente su costo. No olvidemos 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que el momento máximo de flexión de una viga simplemente apo- 9 2 yada es = y el de una empotrada es pa Los fierros que se emplean para armar el cemento en general son redondos. Ahora bien, es sabido que el fierro laminado, el fie- rro perfilado, pierde en cualidades de resistencia, mientras que el barrote redondo por el estirado, aumenta aquella, tanto más, cuento menores su diámetro, es decir, cuantas más veces ha pasa- do por la hilera. Ello es debido á que el fierro se hace más pastoso, más fibroso, siendo admisible tomar como coeficiente de resistencia 12 kilos ó aún 14 por milímetro cuadrado, mientras que en el per- filado no se debepasar de 9 4 10. Es entonces claro que el cemento armado utilizando fierro de mayor coeficiente de resistencia, permitirá emplear menor peso de éste, de consiguiente la obra resultará más económica. Se han hecho objeciones formidables al cemento armado. Seha di- cho queexige una mano de obra esmerada lo que encarece la cons- trucción y la expone á contingencias. Pero, ¿qué extrañoes esto? Para montar un puente metálico nose puede emplear gente que no haya alcanzado la práctica necesaria. Las ensambladuras han de ser he- chas con cuidado, pues sino el puente se cae. Aquí pasa lo mismo. Hay queesmerar la mano de obra, pero heahí el secreto del sistema. Con carpinteros comunes que hacen el co/frage, con herreros comu- nes que preparan los fierros, los cuales no exigen más que unas torceduras en tal ó cual forma, se acabó el personal especial. El relleno con el hormigón es la operación delicada, es cierto, pero en este sentido, en que es preciso apisonar bien y parejo á fin de que la adherencia entre metal y cemento sea perfecta. Pero esto lo hace un peón, esto lo hace cualquiera; es cuestión de vigilarlo y nada más. Otras grandes cualidades del cemento armado es la deque su mó- dulo de elasticidad aumenta con la repetición de la carga; noexis- ten esfuerzos secundarios en las armaduras; los esfuerzos dinámicos en elcemento armado se reducen de más del 50 por ciento, debido á su mayor masa, con respecto áuna construcción metálica, etc. Y por último, una construcción de cemento armado no se desploma de golpe. Debido al núcleo metálico que contiene, bajo la acción de una car- ga excesiva, la deformación crece, hasta superar el límite de elasti- cidad en cuyo caso se acusan grietas muy visibles: y á pesar de eso, sigue la construcción, resistiendo por mucho tiempo hasta EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 269 que al fin se desagrega paulatinamente, cuando ya se ha tenido el tiempo de prevenir el accidente. ¿Pídase eso á las construciones de fierro? Será imposible. Y es precisamente debido á estas propiedades preciosas reunidas á la de la economía que el cemento armado se ha impuesto en Euro- pa y Norte América. Han surgido empresas colosales; Hennebique, Coignet, Bordenave, Bona, Wayss, Sanden, y muchos otros tienen establecimientos grandiosos. Se han hecho aplicaciones en todo sentido, en las construcciones urbanas, para chapas de cimiento, muros, vigas, entrepisos, te- chos, escaleras. Se han hecho pilotes de cemento armado, tablas esta- cas, etc. para construir muelles admirables como los de Southamp- ton, en el cual se han usado pilotes de 60 pies de largo, resistiendo perfectamente el clavado con el martinete. Se ha empleado en la construcción de pasarelas y puentes, de todos los tipos y sistemas, habiéndose llegado á construir en España uno con tres articulacio- nes, de 120 metros de luz; en acueductos, en muros de sosteni- miento, con una gran economía sobre los de mampostería. En las canalizaciones es donde el cemento armado ha dado re- sultados sorprendentes, con diámetros increíbles, perfectamente impermeables ; se han hecho depósitos de agua de 3000 metros cúbicos; se han construído hospitales, cuarteles, edificios imdus- triales. En fin, no hay obra hoy que no se proyecte con este sistema. Véase este dato sugestivo. La sola casa Hennebique ha construído durante el año 1901, las siguientes obras : Entrepisos; lerrasas; elc.. AM. 365 Edificios publicosio...... ¡ARCE M3 Construcciones industriales......... 137 Depósitos, caballerizas, etC.......... 127 Diversas... .. A O O La marcha ascendente de las aplicaciones del cemento armado (dice Le Ciment) de esta sola casa en los diferentes años ha sido como sigue : 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A 127 A o AA 290 IM A 473 A A A 2 A 1129 Mia IA ido a 1229 O A o o . 1341 No se dirá entonces que el cemento armado es una novedad que debemos considerar con toda reserva. Debemos decir, que como siempre, nos preocupamos tanto de lo que en otros países ha sido la preocupación de años, con tardío éxito, con grandes resultados. Ahora bien, vamos á la deducción lógica de todo lo que precede. Resulta de ello, que para hacer cemento armado sólo se necesita fierro redondo ó perfilado, arena, cemento ó cal hidráulica exce- lente. Que el fierro no entra sino en un 4 por ciento de la sección del cemento; que el peso de fierro en una construcción de cemento armado, no es ni la décima parte del necesario para la obra análo- ga hecha con fierro ó acero. Que la mano de obra ha de ser cuidada pero que no es una cosa del otro mundo. En fin, que el cemento armado resulta económico, es más seguro, más durable, más con- veniente en general. Pero entre nosotros, reviste este asunto una importancia capital. Estamos habituados á hacerlo todo con fierro; columnas, vigas, techos, puentes, viaductos, cañerías, todo, todo, todo. Y este fierro lo traemos del exterior. Anualmente pagamos millones y millones al extranjero en concepto de fierro. Y como además, una buena parte de las obras se hacen en el interior, pagamos al extranjero, á los ferrocarriles sendos pesos por el transporte de la cargas co- losales que representan. El montaje de esas obras exige personal especial, y mientras el obrero argentino y el peón de provincia clama por un plato de locro, sin trabajo, sin amparo, bajo sus ojos se levantan construcciones costosas, con operarios especiales bien remunerados, mal acos- tumbrados, huelguistas y engreidos. El país exporta sus frutos pero no ve el oro, pues se pierde en pago de fierro y acero, de per- sonal especial, de obreros idóneos... ó no. Supongamos que en cambio se resolviese hacer todas esas obras en cemento armado. Que el gobierno impusiera el sistema, y que entonces los puentes, los galpones, los depósitos de agua, los talle- EL CEMENTO ARMADO Y LOS PODERES PÚBLICOS 92714 res de los ferrocarriles, los puentes, los muelles, los hospitales, los edificios públicos, emplearan en sus partes vitales este sistema ¿no es cierto que el país no habría exportado una enorme suma de dinero como hoy sucede; que el criollo tendría trabajo, se haría fácilmente idóneo, que los transportes saldrían menos costosos por el menor precio y que en definitiva, haciendo obra más barata, la haríamos más segura, más duradera, más racional, dando además trabajo al natural y acrecentando la riqueza nacional ? Si las obras de arte de los ferrocarriles cuestan menos, menos será el capital invertido, menos el gasto por intereses y amorliza- ciones de capital, menor la tarifa. Ferrocarriles baratos, canales, vías de comuninación fácil y económica, eso es lo que nos falta para prosperar como se merece nuestro país. El error de antaño, los ferrocarriles de lujo, cuestan al país su estancamiento actual — y loque digo de los ferrocarriles, lo digo de los puertos, lo digo de las grandes usinas, de las obras públicas. Cuesten menos éstos, y menores serán los gravámenes que pesen sobre la Nación. Menos oro irá á Europa. Más oro tendremos aquí. Más riqueza, más holgura en la vida. Y era á esto á lo que yo quería llegar. Quería demostrar que el cemento armado es el sistema de construcción que conviene al país por sus condiciones técnicas, de higiene, de seguridad y de econo= mía. Que convenía porque representaba una diminución en las importaciones de nuestro país, un aumento de la riqueza nacional. Que era entonces necesario que los poderes públicos se posesiona- ren de esta verdad y que así como se ha impuesto que en los ferro- carriles ha de usarse durmientes de madera argentina, tambien se establezca en las obras públicas se use el cemento armado, — en todo lo que sea posible. Y si resulta cierto cuanto se anuncia, de que Edison, acaba de encontrar un procedimiento de fabricación del cemento que perm1- tiría producir en las minas de New Village (canton de New Jersey), más de 1.300.000 toneladas por año, por menos de la mitad de lo que vale hoy, piénsese si será ó no oportuno insistir desde esta cá- tedra en la necesidad de que los poderes públicos se den cuenta de la situación y una vez siquiera den oídos á la técnica y procedan en consecuencia. La Sociedad Científica Argentina habrá tenido el honor y el mérito de haber sustentado este voto con todo el peso de su autoridad y de su espectabilidad. He dicho. LENGUAS AMERICANAS (SECCIÓN BOLIVIA) LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA INTRODUCCIÓN Por SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO M. A. Encargado de la Sección Lingúística del Museo de La Plata NOTICIAS GENERALES Y VOCABULARIOS Por EL P. Fr. NICOLAS ARMENTIA Obispo electo de La Paz COMULGASI-GE COMUNIÓN P. ¿Egenca Sagramento comulgasi-ge? ¿ Qué cosa es el Sacramento dela comunión ? R. Irit Sagramento at hem-tac tsunchi Ayo Jesu Cristo agi Un Sacramento que ha instituido nuestro Señor Jesu Cristo en la quives Secsege; somei tsuñ cuisisi chiuxmo chime última cena; enque da á nosotros su cuerpo y cuisicho-xmo. su sangre. P. ¿Ege hem taquirai Cristiano-in hem comulgasi-ges? (1) ¿Qué harán Cristianos los bien comulgar... para? R. Uapenge ege hemtaquiral. Cuatro cosas harán. Iris: At-rai men-ya, amarai damse csi, chi amarai dan Primero: Desde media noche, ni un poco comerán, y ni un poco de ege tehei antique comulgasi-ral. que beberán hasta despues de la comunión. Pana: Amaral hucha tun comulgasi-in. Segundo: Sin pecado se comulgarán. (1) En el Vocabulario, yes, por ó para. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 273 Chibbin: Chicacsiral annie cotchi cañ Hostia cañ muya Tercero: Creerá verdadero corazón de Hostia en la está isutchi Ayo Jesu Cristo eñe mayegeche-bei. nuestro Señor Jesu Cristo como en el cielo está. P. ¿Ege hetchete: Cristiano-in comulgasi-ya? ¿Qué reciben Cristianos los al comulgarse? R. Hetcheteí Jesu Cristo schuxmo chi cuitehi tehetehi, chi Recibende Jesu Cristo el cuerpo y su alma, — yla Divinidad. Divinidad. P. ¿Comulgasi-ya Cristiano-in hucha-tum huchai-ra1 ? ¿Comulgandose Cristianos los pecado con pecarán ? R. Hucheairal annic. Pecarán en verdad. P. ¿Egenca ti-mo uts hucha ? ¿Que se llama ese pecado? R. Sacrilegio ti-mo. Sacrilegio se llama. ) ? rm ] 1 > P. ¿Egencta sacrilegio? ¿Qus es sacrilegio? R. Zequisisi hucha. Es un gran pecado. P. ¿Nuesi muya zequisis hucha ? ¿Otros hay grandes pecados ? R. Guapenge muya. Cuatro hay. Iris: Hucha ya Mointchi-in Iglesia cañ. Primero: En pecando hombres los Iglesia en la. Pana: Schoai guajegeges Iglesia-cansi1. Segundo: En robando las cosas de la Iglesia. Chibbin: Fer tapeacsi ya Sacerdote-1n. Tercero: Fuerte pegando á los Sacerdotes. Guapenge: Comulgasi ya Cristiano-in hucha tum. Annic, fer Cuarto : Comulgándose Cristianos los pecado con. Con todas las majeral hetchetei Jesu Cristo cuisi cotchi can. veras quiera recibir á Jesu Cristo su corazon en ó dentro). P. ¿Mesi comulgasi, ege hem-taquirai Cristiano-1n? ¿Después de la comunión, — qué harán los Cristianos ? R. Giyerai, athetchetei tsuntchi Áyo: someteral gracias cacal Pensará, que han recibido á nuestro Señor: se darán gracias pues AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 18 974 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cui annic bei cuitehi cotchi cañ, chime congetterai, El en verdad viva ensus corazones dentro tambien le pedirán, pat concai cuitchi tchetchi. para que cuide á sus almas. SCHAMAC SCHAMAC-GE ESTREMA UNCIÓN P. ¿Egenca Sagramento schama schamac-ge? ¿Quées Sacramento de la Extrema Unción ? R. Iris Sagramento at hem-tac tsunchi Ayo Jesu Cristo Un Sacramenro instituido por nuestro Señor Jesu Cristo nimbeitinges itsanqui hucha-in, chime vayaqui-ges (1) para perdonar los pequeños pecados, tambien borrar para las pecces hucha-in-si dersi. manchas de los pecados grandes. P. ¿Ege ñuesi so mel? ¿Qué otra cosa más da? R. Nutchiti tsuñ pat hem señi. Nos ayuda á nosotros para bien morir. P. ¿Chiuca etchete uts Sagramento ? ¿Quién recibe este Sacramento ? R. Cristiano-in sengegeit-in. Los Cristianos enfermos. P. ¿Egeve Sacerdote schamac Santos Oleos ya vein-che? ¿Porqué el Sacerdote unta los Santos Oleos con ojosencima? R. Pat Mumu Dojit nimbesi hucha-in ve-ya. Para que el Padre Dios le perdone los pecados de ojos. P. ¿Egeve choñ-che? ¿Porqué en las orejas? R. Pat Mumu Dojit nimbesi hucha-in choñ ya. Para que el Padre Dios le perdone los pecados de orejas. P. ¿Egeve cho che? ¿Porqué en las narices? R. Pat MumuDojit nimbeisi hucha-in cho ya. Porque el Padre Dios le perdone los pecados de narices. (1. En el Vocabulario, yes, por ó para. P: Pp. PB: R. pe LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 275 ¿Egeve uñ che? ¿Porqué en los labios, Ó boca ? Pat Mumu Dojit nimbeisi huíha-in un ya. Porque el Padre Dios le perdone los pecados de boca. ¿Egeve un che? ¿Porqué en las manos ? Pat Mumu Dojit nimbeisi hucha-in un ya. Porque el Padre Vios le perdone los pecados de manos. ¿Egeve Yu che? ¿Porqué en los pies? Pat Mumu Dojit nimbeisi hucha-in Yuga. Porque el Padre Dios le perdone los pecados de pies. ¿Arajge soni ya Cristiano sangegeit etche-ral uts Sagramento? ¿Cual al morir el Cristiano enfermo recibirá este Sacramento ? Am-rail, giege tum tacca ectche-rai uts Sagramento. No, estando juicio con siempre recibirá este Sacramento. ¿Ege hem taquirai Cristiano sengegeit hetchetei ya uts ¿Qué hará el Cristiano enfermo recibiendo este Sagramento? Sacramento ? Hem confesasirai cuisi hucha-in am jeñ ya icheiti-ral annic Bien confesará sus pecados no pudiendo dirá de verdadero cotchi cañ. Yetchi Ayo Jesu Cristo etc. corazón. Mi Senor Jesu Cristo etc. ORDEN SACERDOTAL ORDEN SACERDOTAL ¿Egenca uts Sagramento Orden-si ? ¿Qué es este Sacramento del Orden ? Iris Sagramento at hemtac tsunchi Ayo Jesu Cristo Un Sacramento instituido por nuestro Señor Jesu Cristo agiquives secsege hemtaqui-ge Sacerdote-in. en la última cena para hacer Sacerdotes. ¿Egege Sacerdote-in? ¿Para qué los Sacerdotes ? . Tcheacsi-ges (1) Cristiano-in patam moñi tchelchi-in: chime Para enseñar Cristianos para que no se pierdan las almas: también En el Vocabulario, yes, por ó para. 276 Es R. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA consagrar-ges (1) Hostia, chivine chime nimbeisi-ges (1) para consagrar Hostia y vino tambien para perdonar de los Cristiano insi hucha-in. Cristianos los pecados. ¿Usi ya Sacerdote in hac che ege arai ere mointchi? ¿No habiendo Sacerdotes sobre la tierra que sería de los hombres? Annic-rai fernimbé: a1tsirai nas chirica ichencacsiral, 1tsi En verdad serian muy pobres: no habría pues quien enseñare, no rai chiuca nimbeisirail, itsi rai chime chiuca icheitticaral habría quien nos perdonase, no habría tambien quien rogar ha de moinchi-in-ges (1); annic ciata nimbe-ral. hombres los por: en verdad, en verdad serian pobres. ¿Egen hem taquiral Cristiano-in Sacerdote-in tum ? ¿Qné harán los Cristianos con los Sacerdotes ? Quine-rai eñe Jesu Cristo ache. Los respetarán como á Jesu Cristo en tierra. ¿Ipentiya Cristiano Sacerdote tum huchairai? ¿Ensoberbiéndose el Cristiano con el Sacerdote pecará? Huchai-ral annic cacal at impenii eñe Jesu Cristo tum. Pecará en verdad seha ensoberbecido como con Jesu Cristo. ¿Fer tapeacsi ya Sacerdote, ege arai Dojit Cristiono tum? ¿Maltratando al Sacerdote que hará Dios con el Cristiano ? Uattique maldicion roirai cuiche, chime cuisi aua-in che, Luego la maldición caerá sobre él, tambien sus hijos y chime, auain auain nimberal. tambien, los hijos de sus hijos serán pobres. APÉNDICE A En mérito de lo que se dijo en la sección VI, se reproducen ínte- gros el Padre Nuestro y el Ave Maria con algunasfrases del Catecismo. Como se verá, las diferencias que se notan no autorizan la generali- zación del señor Payne, según y como ella se ha reproducido en el capítulo citado. Las diferencias, en muchos casos resultan del modo de oir y de escribir, y sobre todo de las modificaciones con- siguientes al mejor modo de expresar proposiciones tan ajenas al modo de pensar de los Indios. (1) En el Vocabulario, yes, por ó para. 1.08 INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 2151 PADRE NUESTRO Padre T. Andrés Herrero, Misionero Apostólico. Roma, 1834 Il. Tsumsi Mumu cheve Nuestro (1) Padre cielo en (2) boití; estar; 2. Mis Santo Timmo (3) pat Tuyo Santo Nombre que jom peyaquin tsum; bien honrar nosotros; 3. Mis Reino pat tsumve ayi; Tuyo Reino que nos ávenir; 4 Uñec mi magee (4) mel Así tú querer así jomchieba, uñec cheve chigme hacer, como cielo en también jacché; tierra en; 5. Tsumsi tanta erog mayen- Nuestro pan todo día yes (5) tsummum someba (6) de nosá (ócon) da quin; hoy; 6. Tsumsi uchaa nivestica- Nuestros pecados perdona (1) Sí terminación de femenino, tchi de masculino. (2) Cheve — arriba. (3) Ti y Timo ó Timmo — nombre. (4) Maje — querer, consentir; raise — amar, querer. (5) Debería ser mayenges. (6) Nivesticami y nimberbuticami Padre N. Armentia. La Paz, Bolivia, 1900 Il. Tsuntchi Mumu Mayege Nuestro (1) Padre Cielo che ber; en estar? 2. Mis Santo Ti (2) pat hem Tuyo Santo Nombre que bien peyaqui tsun; honrar nosotros; 3. Mis Reino pat tsuñ ve Tuyo Reino que nos á atst; venir; 4. Ege mi raise (1) mei Lo que tú querer así hem-tchieva eñe mayege-che, haz como Cielo en, chime ac-che; también tierra en; 5. Tsunsi tanta ere mayeges Nuestro pan todo día de tsuñ ve someme-quin; nos á dar hoy; 6. Tsunsi hucha-in nimbei- Nuestros pecados perdo— (1) Uazmu — vivir juntos. 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mi (1), uñec guagmunsis (1) tú así como entre nosotros de hiveltsim tsum; perdonar nosotros; 7. Dac (7) achi ochaintsum mal caer nosotros nuctitica mi; ayuda tú; 8. Chigme erog achiiti meil- También todo maligno apar- tica mi. Amen. ta tú. Amén. butica-mi (1) eñe- guajmu (1) na tu asíicomoentrenosotros nimbeisin tsun; perdonar nosotros; 7. Pat achi-cañ ham hucha Que males en no pecar tsuñ nuchitida (1) mi; nosotros ayuda tú; 8. Chime ere achi meyit- También todo mal aparta chica-mi (1). Amen. tú. Amén. AVE MARÍA Padre T. Andrés Herrero, Misionero Apostólico. Roma, 1834 Il. Ave María gracia va bon; Ave María gracia de llena; 2. Aiyo Dios mi mum boin; El señor Dios ti con está; 3. Erogsi pen mi (8) mo- Todas de mujeres tu no mo (9) annic jom; más de veras buena; 4. Chig mis guococamsi También tuyo vientre de Abamu Jesus; Hijo Jesús; — diferentes combinaciones de la mis- ma raíz. (7) Parece que falta algo en el texto según Herrero : según él dac dice — « pára que — no ». (8) Las dos frases son iguales me- nos en el orden de la partícula si. (9) Momo —no más; neges Ó niyes (9?) — solo, sin mezcla. Padre N. Armentia. La Paz, Bolivia, 1900 l. Ave Maria : gracia ya Ave María : gracia de boen ; llena; 2. Ayo Dojit mi tum boel; ElSeñor Dios ti con está; 3. Ere phen-in=si mi (1) Todas mujeres las de tu ñeges (1) annie hun; sola de veras buena; 4. Mis vococan-si Auamu Tuyo vientre de Hijo Jesus; Jesús; (1) El chicheo del sonido ti es cu— rioso, pero frecuente es estos idiomas de Indios. Chicheo llamo hacer sonar la £ como ch. LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 279 5. Santa Maria Diosi Nono Santa María Dios de Madre tsumve uchaatumsi conyíti— nosotros por pecadores ruega ca (1) mi quin, chig soñiarail tú ahora, también por morir ya tsum. Amen. en nosotros. 5: Santa Maria Santa María Dojit- si Dios de Ñoño tsuñve hucha-tum con- Madre nosotros por pecadores ruega gitica(1)miquin chime seña tú ahora también muriendo ya tsuñ. Amen Jesus. en nosotros. DOCTRINA CRISTIANA Padre T. Andrés Herrero, Misionero Apostólico. Roma, 1834 1. P. ¿Nusi Abamu miin Míos Hijos vosotros yehache (1), moyayem Dios? decir hay Dios? 2. R. Moyayem. Si hay. 3. P.¿Unugsi moyayem Dios? ¿Cuántos hay Dios? 4. R. Seret momo moyayem. Uno solo hay. 3. P. ¿Uñan boin Dios? ¿Dónde está Dios? 6. R. Chevé (2) jacche, chig- Cielo en, tierra en, y me erog boetyeche boin. todo lugar en está. 9. P. ¿Quitchugsa tsoñi ¿Quién por ventura hombre munaque? se hizo? (1) Verbo compuesto de Yi decir. (2) Chevé es « arriba ». Padre N. Armentia. La Paz, Bolivia, 1900 4. P. ¿Aua-in peyaca (1) ¿Hij-os confesa mi-in muyage Dojit? OS hay Dios ? 2. R. Muyage. Hay. 3. P. ¿Hoñotchi muyage ¿Cuántos hay Dojit? Dios ? 4. R. Irit momo. Uno no más. 5. P. ¿Oñam bei Dojit? ¿Dónde está Dios? 6. R.Che-ve, hac-che ere pal Arriba, tierra en todo lugar bel. está. 9. P. ¿Chiuca soñ1 muñaque? ¿Quién hombre se hizo? (1) El MS. da congítica en la doc- trina y conyete en el vocabulario; pero la y bien puede ser una y. He— rrero pone y, pero ésta también puede ser por error. 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 11. ¿Unam tsoñ1 munaque? ¿Dónde hombre se hizo ? 12. R. M. Santisimas guoco M. Santísima de vientre cam. en. 19. P. ¿Ujate yá, am cubi ¿Muerto habiendo, no otra vez isaebadaque ? levantóse vivo ? 20. R. Chiata tsaebadaqué. Si por cierto vivo se levantó. 21. P. ¿Unam ondep incaqué? ¿Adónde después — fué? 22. R. Chevé incaqué. Al cielo fué. 23. P. ¿Am cubí jacche ¿No otra vez tierra á la atsiara1? vendrá? 2%. R. Atsi Iral. Vendrá (Está por venir). 11. P. ¿Onñam soñ1 muñaque? ¿Dóndehombre se hizo? 12. R. M. Santisimas voco M. Santísima de vientre can. en. 19. P. ¿Ogea cuya 4sae= ¿Después otra vez resu- badaque? citó ? 20. R. Tsaebadaque. Resucitó. 21. P. ¿Oñam incaque? ¿Dónde fué? 22. R. Cheve mayege-che Arriba, cielo al incaque. fué. 23. P. ¿Cuviral+ atsi? ¿Otra vez está por venir? 119) Ll R. Atsi-ral. Vendrá. APÉNDICE B LAS MISIONES FRANCISCANAS POR EL REVERENDO PADRE FRAY JOSÉ CARDÚS SAN JOSÉ DE TARATA. BOLIVIA. BARCELONA, 1886 P. 307. « La (lengua) mosetena la hablan los neófitos de Cobendo, Santa Ana y Muchanes, Misiones del Colegio de la Paz, y también los Chimanes. Existe en dicha lengua un catecismo compuesto por el padre Andrés Herrero, una gramática y un diccionario, pero muy reducidos é incompletos. Dicha lengua tiene una 2 parecida á la u francesa, y vocales nasales; la ¿se pronuncia casi como en guarayo, y la y como en francés ». LOS INDIOS MOSETENES Y SU LENGUA 281 En el Mapa que acompaña el padre Cardús (1883), constan las siguieutes alturas (meridiano de París) : Latitud Longitud O a ao deca 16230 ' 70930" Co ae 162 710835 ' Sa DES." 70250 ' MAA 15910" 12 o Ñ 2 692 CRimmanesa ia ade ale. 15220 69230" Los Mosetenes separan á los Araona-tacanas de los Yuracarés entre la cuenca del río Madera y las cordilleras que conducen al Cuzco, y en que se hallan esos valles y sus altiplanicies. VOCABULARIO MOSETEN (PÁGINAS 310 Y 311) 1. Yo — Yé. 2. Tú — Mi. 3. Éló Aquel — Mo. 4. Nosotros — Tzin. 3. Vosotros — Miin. 6. Ellos — Moin. 7. No — Am. 8. Si — Héheé. 9. Hay — Muyana. 10. No hay — Itzi. 11. Agua — Oña. 12, Fuego — Tsi. 13. Matiz — Tara. 14. Chicha — Chocge. 15. Comida — Secsiye. 16. Sol — Tzin. 17. Luna — Ivuá. 18. Estrella — Oritá. 19. Tierra — Ac. 20. Tigre — Intsiqui. Il. Llueve — Añeel. 22. Siéntate — Bebac. 9) [o 2) 15) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA o 23. ¿Cómo estás? — Bien — ¿Hemge mi? — Hemge. 24. ¿Cómo te llamas? — ¿Tchi misti? Voy — Umban. . No voy — Amqui (0 amaral) umban ye. Fui esta mañana — Pamim at incal yé. Mañana iré — Nonoral incal. . ¿Adónde vas? — ¿Oñam incal mi? De wm . ¡SICO O ON O 22) =i O) de] 30. ¿Qué dices? — Ege peyaqui mi? 31. Mi padre murió ayer — Muña at señi yetchi jen. 32. ¿Qué buscas? — Ege quehaqui mi? 33. ¿Qué quieres? — ¿Ege maje mi ? 34. Quiero cuchillo — Cuchino raise (0 be). 35. Deseo pescado — Tambeñe raise. 36. Yo maté un tigre con la flecha — Yé at éjaé intsiqui igme tim. 37. ¿Hay Diw0s? — Hay — ¿Muyage Dojit? — Muyage. 38. ¿En dónde está Di0s? — ¿Oñam bei Dojit? 39. Mos está en el cielo — Dojit mayemgeché bei. 40. ¿Quién creó el cielo y la tierra? — ¿Chinca at hemtche ma- yemge chi ac? 41. Dios los creó — Dojit at hemtché. 42. Yo amo á Dros — Ye raise Dojit. 43. Yo tré al cielo con Dios — Yerai incai mayemgeche Dojit tim. 44. Anda á tu casa y vuelve luego — Coisi conaca, chi cavin atsiaral. 45. Vámonos de aqui — Dotchica zin. 46. Id ó andad — Tal miin. 47. Entiendo tu lengua — At chicacsi yé colsi mic. 48. No entiendo tu lengua — Amqui chicacsi coisi mic. E A G E DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE Par FLORENTINO AMEGHINO (Suite) Ces conclusions ne concordent pas avec les faits. Le raisorne- ment de mon excellent ami et éminent collegue, me paraíit bien curieux. Un fossile, Odontaspis elegans, quí partout ailleurs est éocene et oligocéne, indiquant ainsi un áge ancien est mis de cóté comme »'ayant pas d'importance dans la question (1). Trois autres fossiles, Oryrhina hastalis, Galeocerdo aduncus et Henapristas serra, quiil dit étre éocenes dans l'Amérique du Nord, miocénes et pliocé- nes en Europe, sont acceptés comme les seuls qui peuvent indiquer Vaáge des dépóts fossiliferes de Paraná, et d'apres ces fossiles les dépóts en question appartiendraient au pliocéne. Pourquoi ces fossiles ne pourraient pas indiquer aussi bien un áge oligocene ou miocéne? Il ne le dit pas. La présence de dents de Oxyrhima hastalis et Carcharodon megalodon sur le fond de l'Océan Pacifique n'a pas beaucoup de rapports avec cette question, surtout depuis que lP'on sait que loin des cótes dans les grandes profondeurs de P'Océan la déposition sédimentaire est nulle ou presque nulle. En ce qui regarde Burmeister et Stelzner a l'opinion desquels M. Smith-Woodward dit se rallier, je dois rappeller qu'aucun d'eux na dit que la formation entrerrienne soit pliocene. Burmeister dit simplement (104, p. 153) quele tertiaire d'Entre Rios paraít corres- pondre en partie au miocéne et au pliocéene d'Europe, mais dans ses derniers travaux (111, p. 154) (2), 1l dit quíl n'est pas fixé sur (1) Parmi les squales, cette espéce est celle que précisément a Parana a laissé plus de débris. (2) 111, BurmelsTER, G., Examen crítico de los mamiferos y reptiles fósiles 984 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Váge de la formation et que pour lui c'est une question ouverte celle de savoir si Pon doit la rapporter a Péocéne, au miocéne ou au pliocéne : Stelzner ne reféere pas non plus le tertiaire de Paraná au pliocene; il le considere comme le tertiaire supérieur par rapport á la formation guaranienne qui est référée au tertialreinférieur (1), et il penche, d'accord avec Doering, pour un áge oligocéene (102, p. 137-143). A toutes les époques, les espéces de squales ont eu une tres large disteibution géographique et sont considérées avec raison comme donnant des indications précises sur l'áge des formations. Mais, avantd'examineráce point de vue celles du tertiaire de Paraná, J'al quelques observatioos á faire aux déterminations de M. Smith- Woodward, les unes confirmant ses vues el d'aulres en dissidence avec lul. Acrodus paranensis de M. de Alessandri est reféré a Cestracion. En plus des dents semblables de ma collection j'ai vu aussi les deux exemplarres examinés par M. Woodward. Tous les échantillons sont indubitablement du genre Cestracion, mais contrairement á lVopinion de mon éminent collégue, je crois que la présence de ce genre donne au gisement de Paraná un aspect ancien. Ce genre est commun dans les terrains secondaires, et quoique encore vi- vant, ses rares représentants sont limités aux eaux du Pacifique. Dans les régions de l'Atlantique ce genre a disparu depuis long- temps. Dans le tertiaire d'Europe il Wa laissé des vestiges que dans l'éocéne, et sa présence dans le tertiaire de Paraná qui fait aussi partie de la region Atlantique ne fait que confirmer l'áge ancien de la formation entrerrienne. Quant á Acrodus le genre n'est pasexclu- sivement secondaire; tout derniérement ¡ai pu constater sa pré- sence parmi les fossiles provenant de l'étage julien de la formation patagonienne (2). denominados por Augusto Bravard, in Anal. Mus. Nac., t. MI, p. 95 et suivan- tes, 1891. (1) A cette époque-láa on n'en connaissait pas les fossiles. Aujourd'hui on sait que le guaranien est crétacé. (2) Dans la figure de la dent de Cestracion /Acrodus/ paranensís que donne M. de Alessandri je crois que les arétes transversales ont été exagérées, car tous les échantillons que je posséde ont la surface de la couronne réticulée et quand il y a quelques stries transversales celles-ci sont á peine visibles. Il n'en est pas de méme des dents de véritable Acrodus de la formation patagonienne: celles-ci sont plus convexes dans le sens longitudinal, avec la créte médiane longitudinale L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 285 Odontaspis Hopet mentionnée par M. de Alessandri est rapportée par M. Smith-Woodward a Odontaspis elegans, supposant que les échantillons désignés sous ce nom ont perdu par le roulement les stries de la face interne caractéristiques de cette derniere espéce. Je possede de nombreux échantillons qui ne présenteni aucun ves- tige de roulement, et malgré cette condition ne presentent non plus aucun vestige de la striation si caractéristique de 0. elegans. Je considere done la détermination de M. de Alessandri comme exacte, quoique lVespéce doive porter lenom de Odontasprs cuspidata. Cette espéce, sous le méme nom est mentionnée aussi par M. San Gior- gi comme existant dans le tertiaire de Paraná. Sous le nom de Carchartas (Prionodon) obliquidens que lui avart donné Bravard (Lamna oblaquadens Br.), M. Smith-Woodward réu- nitde nombreux échantillons d'une espéce de Carcharias á laquelle il réfere aussi les dents décrites et figurées par Alessandri sous le nom de Carcharias (Aprionodon) (mbbes: et Corax aff. falcatus. Evidemment, Véchantillon figuré par Alessandri comme étant de Carcharias (Aprionodon) (mbbes: 1appartient pas a cette espece, quoique elle se trouve représentée dans les mémes gisements par de nombreux échanullons de forme assez semblable et a bord non denticulé. L'existence de cette espece a Paraná est reconnue aussi par M. San Giorgi. Quant á Corax aff. falcatus le cas est plus difficile et certaine- ment donnera lieu á beaucoup de discussions. Toutes les dents de cetle forme avaient été réunies par Bravard sous lenom de Lamna obliquadens. D'Alessandri ayant fait la section d'une de ces dents, et la trouvant solide, référa tous les échantillons au genre Corax. A son tour, M. Smith-Woodward pratiqua la section de plusieurs dents semblables et trouvant que le centre en était occupé par une vacuité, référa tous les echantillons au genre Carcharias. En face de ces assertions je me suis trouvé assez intrigué. Il me paraissait impossible que d'Alessandri eút vu une dent solide dans une dent creuse; je ne pouvais pas non plus avoir le moindre dou- te sur Paffirmation de Smith-Woodward, que toutes les dents par lui sectionnées étalent creuses. Je pensais que peut-étre les deux pouvaientavoir raison et tortá la fois. Disposant d'une considéra- ble série ¡'al commencé a choisir et casser des échantillons. Pen gonflée au milieu en cóne mousse duquel partent de nombreuses arétes transver- sales tres bien accentuées. 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA avais coupé á peu pres une douzaine et les trouvant tous pourvus d'une cavité interne j/allais m'arréter lá donnant la raison a M. smith-Woodward, quand je suis tombé sur un échantillon abso- lument solide, sans aucun vestige de vacuité. Aprés j¡'en découvris d'autres se trouvant á peu pres dans la proportion d'un sur quin- ze. ll est absolument impossible de les distinguer par leur forme externe; cependant, ce caractére servant á distinguer Carcharias de Corax, il faut accepter les faits commeils se présentent, et ad- mettre que dans le tertiaire de Paraná Corax et Carchamas existent ala fois (1). Quant au plus grand nombre de ces dents á vacuité interne réu- nies par M. Smith-Woodward sous le nom de Carcharias oblaqua- dens, sauf la taille généralement plus petite, je ne trouve pas qu'il soit possible deles séparer de celles de Carcharias (Prionodon) Eger- ton?, dont Pexistencea Paraná estaussi reconnue par M. San Giorgi. ll est curieux qu'en Europe et dans l'Amérique du Nord on ait aussi confondu plusieurs fois Carcharias Egertont avec Corax. Laissant de cóté les espéces ou les genres exclusifs de Paraná, et qui á cause de cela vnt peu d'importance dans la question, nous avons: Cestracion Cuv. Les débris de ce genre sont communs dans les formations mésozoiques, mais pendant le tertiaire dans la région atlantique on ne les trouve que dans l'éocéene; dans le tertiaire de Paraná 1ls sont assez fréquents. Corax Ag. Ce genre est généralement considéré comme exclusive- ment crétacé. La présence de quelques dents, rapportées á ce genre, donne au tertiaire de Entre-Rios un aspect manifestement ancien. Odontaspis elegans Ag. Les premiers représentants de cette es- pece apparaissent dans le crétacé le plus supérieur (danien) d'Eu- rope, et ses dents sont parmi celles de Squales les plus nombreu- ses el les plus caractéristiques des terraims éocenes d'Europe et de l'Amérique du Nord. On eu trouve encore, quoique en moindre abondance, dans lPoligocene ancien. On v'en trouve plus dans le miocene. A Paraná, les dents de O. elegans sort les plus communes et donnent évidemment á la formation un aspect ancien. Il est tres /(1) Probablement on trouvera une transition complete entre ces deux types, et peut-étre parmi les dents crétaciques du genre Corax il sen trouve quelques- unes plus ou moins creuses, ce qui diminuerait beaucoup l'importance qu'on accorde á P'existence ou non existence de la vacuité interne. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 287 curieux que parmi les quelques centaines de dents de squales de la formation patagonienne que ¡je posséde, il n'y enait pas une qu'on puisse rapporter a celte espéce. Odontaspis cuspidata Ag. Dans l'Amérique du Nord elle a été trouvée dans l'éocéene; en Europe, dans l'éocene, loligocéne et le miocéne; dans l'Amérique du Sud dans la formation patagonienne. Oxyrhina hastalis Ag. Espece distribuée sur presque toute la surface de la terre. Dans l'Amérique du Nord, on la trouve a partir de léocéne; en Europe, depuis loligocéene jusqu'au pliocéne ¡nférieur, quoique dans cette derniére époque elle n'est pas abon- dante. On la trouve aussi en abondance dans le patagonien supé- rieur. Oxyrhina Desori Ag. En Europe on la trouve depuis l'éocene supérieur jusqu'au pliocéne inférieur, quoique rare dans les ter- rains de cette derniére époque. Lamna trigonata Ag. En dehors du Paraná l'espece ne se connait que de l'éocéne supérieur d'Europe. Carcharodon megalodon Ag. Dans VAmérique du Nord on la trouve depuis lVéocéne; en Europe depuis Poligocéne jusqu'au pliocene; au Chili dans le tertiaire néogéne; on ne la rencontre pas dans le palagonien. Galeocerdo aduncus Ag. Dans l'Amérique du Nord il apparait dans l'éocene ; en Europe on le trouve depuis lPoligocene jusqu'au pliocéne. (zaleocerdo minor Ag. On le trouve dans l'Amérique du Nord dans léocene; en Europe depuis l'éocéne jusqu'au miocéne. Hemapristis serra Ag. Dans 'Amérique du Nord on le trouve de- puis Péocéne jusqu'au miocéne; en Europe dans Poligocene et le miocéne. Carcharias (2bbesy Sm. Wood. Dans Pamérique du Nord on la trouve dans l'éocene (Alabama) et peut-étre aussi dans Poligocéne (South Carolina). Carcharias Egertoní Ag. Dans l'Amérique du Nord on la trouve depuis l'éocéne jusqu'au miocéne; en Afrique (Egypte) dans l'éo- céne moyen; en Europe dans le miocéne et le pliocéne. Carcharias frequens Dames. En dehors du Paraná on ne la con- naissait que de l'éocéne d'Egypte. Sphirna prisca Ag. Dans l'Amérique du Nord on l'a trouvée dans l'éocéne et le miocéne (Maryland) et peut-étre aussi dans Poligocéne (South Carolina). 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Toutes ces données se trouvent dans le tableau ci-joint de sorte que l'on peut se rendre compte au premier coup d*oil des déduc- tions que l'on peut en tirer. ÉOCENE PLIOCENE "a. SECONDAIRE OLIGOCENE MIOCENE Inférieur | Infériecur / | Supérieur Í CESTEACIOn Tear ia =- ES E A —- Odontaspis elegans..... = | — Odontaspis cuspidata... == = 2 Se Oxyrhina hastalis...... = = Es 70% Oxyrhina Desori...... pis = ele ls Lamna trigonata....... =- Carcharodon megalodon. pz = SE e Galeocerdo aduncus.... <= == cla LA Galeocerdo minor...... q = 2 Hemipristis serra...... —= = o pan Carcharias Gibbesi..... — => Carcharias Egertoni.... — == = == Carcharias frequens.... — ¡SPIEn A PrISCA 2 cre dies os. = 145 = = Dans ce tableau on voit immédiatement que la colonne la plus compléte est celle correspondante a l”oligocéne. Toutes les especes mentionnées apparaissent dans l'éocene, mais la plus grande par- tie dans l'éocéne supérieur; il est donc évident que la formation ve peut pas étre de l'éocéene inférieur, quoique la présence de Ces- tración, Corax et Odontaspis elegans, ne laissent aucun doute que nous sommes en présence d'une formation éogene. L'áge pliocene reste aussi hors de discussion, car nous voyons qu'une partie de cesespeces n'arrivent pas á cette époque ou elles y sont rares. D'ailleurs, un áge néogene quelconque est également impossible puisqu'on n”y trouve pas représentée aucune des espéces exclusi- vement néogénes comme Odontaspis voraz, Oxyrhina vantert, com- munes dans le miocene el le pliocene d'Europe, ou le Carcharodon Rondelettr actuel, tres fréquent dans le miocéne et pliocene d'Euro- pe et dans les formations néogénes du Chili et de Argentine; j'al cherché avec le plus grand soin si parmi les squales fossiles de Paraná il y avait quelque espéce néogéne ou récente, mais inutile- L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 289 ment. La présence d'Odontaspis elegyans, Carcharias Gibbesi, Car- charias frequens et Lamna trigonata, quí partout sont caractéristi- ques de terrains plus anciens, prouvent que la formation estanté- rieure au miocéne. On est donc certainement en présence d'une formation éogéne, qu'il n'est pas possible de rapporteráa un époque plus récente que Poligocéne. En 1897 ¡'al designée cette formation sous le nom d entrerrienne (10, p. 111) pour la distinguer des deux formations éogénes plus anciennes, dites patagonienne et santa- cruzienne. Ma premiere référence de lentrerrien comme formation indépendante du patagonien date de 1894 (4, p. 5). FORMATION TEHUELCHE On sait que sur toute la surface de la Patagonie s'étend un dépót immense de cailloux roulés qui couvre toutes les formations plus anciennes. Celte couche caillouteuse décrite premiérement par Darwin quí lui attribua une origine marine (96, p. 22) fut plus tard désignée par Doering sous le nom de formation tehuel- che. L'opinion prédominante considérait cette formation comme d'origine glaciaire. En 1889 (3, p. 36), d'apres les renseignements que m'avalent fourni Carlos Ameghino, j'ar démontré que Pétat des cailloux indi- quait qu'ils avaient été transportés par P'eau. J'émis aussi Popinion que ciétait un dépót transporté par des cours d'eau qui autrefois descendaient de la Cordillere; les matériaux que sous la forme de moraines les glaciers entassaient aux pieds des montagnes, les cours d'eaux les auraient transportés el dispersés sur toute la surface du territoire, et cela á une époque oú n'existaient pas encores les grandes vallées transversales par ou descendent le Rio Negro, Chubut et Santa Cruz. En outre, étant prouvé que la Pata- gonie constitue une terre émergée depuis une époque géologique trés éloignée, j'al reconnu que la formation de ce grand dépót de callloux a pu commencer á une époque trés ancienne. En 1895, M. Carlos Ameghino me communiquait une déecouverte trés intéressante : la présence de coquilles marines dans la forma- tion tehuelche. J'ai publié sa communication en 1896 (7, p.105) que je transcris ici littéralement : «Otro de los hechos también definiti- vamente adquiridos en este viaje, es la constatación de que la AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 19 290 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA formación tehuelche ó de los rodados patagónicos, es efectivamente un sedimento de origen marino como primeramente lo dijo Darwin, pues ahora he encontrado pruebas directas positivas como lo son los moluscos marinos de esa época, con la sola diferencia que, en vez de ser una formación de época relativamente reciente como hasta aquí se había creído, habrá que hacerla remontar á una épo- ca mucho más antigua, anteriorá la formación pampeana, pues la especie de Ostrea que contiene, es sobre el mismo tipo y dimensio- nes de la Ostrea Bourgeorst de la formación santacruzeña. La razón por qué estos depósitos de moluscos fósiles han pasado desaperci- bidos hasta ahora á todos los exploradores de Patagonia, es por- que están completamente aislados en el terreno, y es sólo recorriendo enormes extensiones superficiales de la formación, que hay proba- bilidades de dar por casualidad con algunos de ellos. Ocupan estos depósitos las cumbres de ciertos residuos de mesetas que han que- dado aislados, y sólo sobresalen de unos pocos metros sobre el nivel de la llanura circunvecina, de manera que parece que estos fósiles en un tiempo han estado distribuidos sobre todo el resto de la for- mación, pero que sólo se han conservado hasta el día en estos puntos privilegiados y debido á causas que hasta ahora no he po- dido explicarme satisfactoriamente ». A cette transcription j'ajoutais le commentaire qui suit: «Según esto, los rodados se depositaron en el fondo del mar, y sobre ellos extendíase en otras épocas una vasta formación de conchas marinas de las que sólo quedan reducidos vestigios en ciertos y determinados puntos. Hubo entonces, después de la época de la formación santa- eruzeña, una inmersión de la Patagonia durante la cual las aguas marinas penetraron hasta el pie de la cordillera ; la emersión defi- nitiva de esos territorios es posterior á la época de la formación de los rodados y de los bancos de conchas marinas que le están sobre- puestos, ya mencionados. Por otra parte, como las ostras de estos bancos son de grandes dimensiones y de una especie parecida á la que es característica de la formación santacruzeña, tenemos todas las probabilidades de que la formación de los rodados sea mioce- na » (7, p. 105). Dans ce paragraphe j'ai mal interprété la communication de €. Ameghino. Pai cru que les coquilles se trouvaient sur la couche caillouteuse tandis qu'au contraire, dans le cas en question elles sontá la base, mais j'ai rectifié cette erreur d'interprétation peu de temps apres (10, p. 408). L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 291 En septembre de Pannée suivante (1897) parut la petite note de M. Hatcher annoncant la découverte d'un dépót de coquilles á la base de la formation tehuelche (112, p. 246-248) (1); Pauteur ué- signa ce dépót sous le nom de Fairweatherien (Cape Fairweather Beds), le considérant comme une formation indépendante de la coucne de galets roulés, et reposant sur le santacruzien en discor- dance. D'apres les fossiles déterminés par le professeur Pilsbry, ce dépót serait d'áge pliocéne, tandis que dans Pappendice géolo- gique á mon mémoire sur les mammiféres crétacés de l'Argentine, (10, p. 520), paru presque en méme temps, j'Insiste sur l'áge pro- bablement miocene de la formation tehuelche. Il est nécessaire d'nsister sur le fait que M. Hatcher dans sa premiére note sur les couches marines de Cape Fairweather (112, p. 246), reconnait non seulement que ces couches reposent sur la surface dénudée de la formation santacruzienne, mails aussi qw'elles passentá la formation des galets roulés d'une manitre si graduelle qu'on ne peut en tracer les limites que par la présence ou labsence de coquilles marines. Il dit : «These new marine deposits are of no very great thickness, so far as observed, only 30 to 40 feet. They consist below of a finegrained incoherent sand- stone; and above ofa rather coarse, usually loose, but in places, extremely hard conglomerate wich passes insensibly into the overlyng great Patagonian Shingle formation, from wich it can only be distinguished by the fossils 1t contains. Both the sands- tone and conglomerates are fairly continous, but the latter are frequently intruded into the former, and the sandstone sometimes entirely replace the conglomerates. In both, marine invertebrates are quite abundant, and according to professor Henry A. Pitsbry they point to a pliocene age for the beds». Dans son deuxiéme rapport paru deux mois aprés (12, p. 343- 345), il insiste encore sur les mémes faits concernant la position et láge des couches marines du Cape Fairweather, donnant la liste des espéces déterminées par Pilsbry (113, p. 329-330) (2). 11 insiste aussi sur une opinion qu'il avait avancée dans sa note précéden- 1) 112, Harcuer, J. B., The Cape Fairweather Beds; a new marine Tertiary Horizon in Southern Patagonia, in American Journal of Science, vol. 1V, p. 246, 248, septembre 1897, (2) 113, PirseBrY, H. A., Patagontan Tertiary Fosstls, in Proceed. Acad. Nat. Science. Philadelphia, a. 1897, p. 329-330. 292 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA te, corrélationnant ces couches avec les dépóts tertialres de la baie de San Sebastian a la Terre de Feu, mais c'est a tort, car comme je Vai déja dit plus haut, ces dépóts sont indiscutablement éogénes et non néogenes. Il continue á croire que les galets tehuelches constituent une formation indépendante du Fairweatherien, el sur la relation de ces dépóts (galets tehuelches et Fairveatherien) 11 exprime dans ces termes : «From these facts and others to be mentioned later, I con- clude that after the deposition of the Santa Cruz beds and prior to the deposition of the Cape Fairweather beds this region was for a considerable period abone sea level and subjected to erosion; during this period of erosión all the more important water courses and many of the minor ones, wich none exist, were outlined. After this, there was a subsidence sufficient to cause a submergence of this region beneath the sea, wich prevailed im Pliocenes times for a period ample for the deposition of the Cape Fairweather beds. Toward the close of the Pliocene there begon a gradual elevation of this area, during wich the great bowlder formation was deposi- ted by the combined action of ice and water, and wich resulted in bringing this region permanently above sea level ». (12, p. 345-346.) Les observations sur lesquelles se basent les considérations qui précédent sont completement exactes; aprés le santacruzien, la presque totalité de la Patagonie australe a été soumise a un trés vaste procés de dénudation, qui explique que dans certaines régions comme á Santa Cruz, par exemple, il y ait un tres grand hiatus entre le santacruzien et le fairweatherien dont la faune marine est si différente non seulement de celle du superpatagonien mais aussi de celle de Parénaen. Aprés cette grande période d'érosion dont les traces s'observent sur toute la Patagonie, 11 y eut un grand affais- sement penda nt lequel la mer recouvrit une autre fois une parte considérable de la contrée, et ce ne fut qu'avec les couches les plus récentes des galets tehuelches que le continent reprit á peu pres son relief actuel. C'est donc avec la plus grande surprise que je vois maintenant M. Hatcher changer radicalement d'opinion sans en donner la raison ; il renverse complétement ses observations antérieures sans en dire le pourquoi. Ainsi, parexemple, il fait suivre sans discon- tinuité le Fairweatherien au santacruzien (2, p. 108). Il ne dit plus un mot de la grande période d'érosion, et du grand hiatus qui L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 293 d'apres les observations de son premier voyage séparait ces deux formations (1). La transition insensible entre le fairweatherien et la formation des galets n'existe plus, celle-c1 reposant sur le fair- wealherien en discordance. « Distributed over almost the entire surface of the Patagonian plaims and resting unconformably upon the various sedimentary deposits mentioned above, is the great Shingle formation of Plistocene age and ofcombined ice and aqueux origin. » (Ibid.) En vue de ces changements, il est tout naturel qu'on sedemande, quand est-ce qu'il y a vu plus clair. Quand il constatait le ravine- ment de la surface du santacruzien indiquant un hiatus géolo- e1que entre celui-ci el le fairweatherien, ou maintenant, qu'il fait suivre les deux formations sans solution de continuité? Quand il reconnaissalt le passage graduel des couches marines fairweathe- riennes aux couches de galets d'une maniére si insensible qu'il ne pouvait distinguer les premiéres que par la présence des fos- siles, ou aujourd'hui qu'il croit á deux formations en superposi- tion discordante? Toutes les observations de son premier voyage, incluses les coupes géologiques, etc., ne seralent que de la fantaisie, mais dans ce cas il devrait nous donner en détail les observations nouvelles quí détruisent les antérieures, ce qu'il ne fait pas. Le ravinement de la surface du santacruzien et l'hiatus géologique entre ce dernier et le tehuelche existent. Pour le prouver il suffit de rappeller que les couches marines tehuelches se trouvent tantót sur le santacruzien, tantót sur le patagonien ou méme sur le guaranien a des niveaux tres différents. Au Sud de San Julian, ces couches marines du tehuelche comblent une vallée d'érosion creusée a travers la formation patagonienne et descendent jusqu'au-dessous du niveau de lPAtlantique, la base restant cachée par les eaux de Vocéan. A Rio Gallegos, les couches marines du Cap Fairweather (1) Pour étre juste je dois rappeler qu'il y a trois ou quatre lignes disant que le fairweatherien avec son maximum de développement se trouve au lac Pueyrre- don pres de la Cordillére, avec une épaisseur de 300 pieds et reposant en con- curdance sur le santacruzien. De ce prétendu fairweatherien il n'a rapporté que deux fossiles, une huitre et un Pecten qui se rapportent aux espéces patagonien- nes. L'erreur dans ce cas est encore plus grave, puisque ce qu'il a considéré comme du santacruzien c'est le patagonien de nature sousaérienne, et les 300 pieds de couches marines qu'avec tout l'aplomb possible il identifie avec le fairweatherien correspondent aux couches les plus récentes de la formation pata- gonienne. 9294 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA reposent sur le santacruzien á une centaine de métres au-dessus du niveau de la mer. A Sierra Laziar, au Nord de Deseado, les mémes couches reposent sur la formation patagonienne a 150 métres au- dessus de la mer. Cette disposition prouve que la formation marine tehuelche s'est déposée sur une surface continentale fortement dénudée et profondément ravinée. Que dans la Patagonie australe cette époque de ravinement cons- titue un grand hiatus géologique entre le santacruzien et le tehuel- che, c'est tout clair. Plus au Nord ce hiatus est rempli par la formation entrerrienne que je viens d'examiner plus haut; nous avons vu que la faune de cette formation est plus récente que celle de la formation santacruzienne, tandis que la faune de la forma- tion tehuelche est plus récente que celle de la formation entrerrienne. A Punta Ninfas, au nord du Rio Chubut on voit la formation entre- rienne passer au-dessous de la formation tehuelche. Pendant Vépoque de ravinement du continent santacruzien, la Patagonie australe était une contrée fortement élevée au-dessus de la mer et par conséquent exposée a la dénudation; au contraire la partie orientale de l'Argentine qui s'étend au nord du Chubut jusqu'a La Paz, constituait une grande dépression occuppée par la mer dans le fond de laquelle se déposait la formation entrer- rienne. Maintenant il reste la question de savoir si les couches marines font partie de la formation tehuelche ou si au contraire elles repré- sentent une formation plus ancienne comme le prétend maintenant M. Hatcher. Le passage graduel des couches marines aux galets tehuelches fut reconnu par €. Ameghino. Le passage graduel fut réconnu par M. Hatcher en 1897, quand il ignorait encore la découverte de C. Ameghino et il croyait étre le premier á découvrir ces dépóts. La contemporaneité de mollusques des couches marines avec les ga- lets tehuelches est évidente puisque les huitres, balanus, etc., se trouvent tres souvent fixés aux galets. Les dépóts de coquilles de la formation tehuelche sont limités á la région orientale de la Patagonie jusquí'a une hauteur de 150 métres au-dessus de la mer; la région occidentale en est dépour- vue, la mer de l'époque tehuelche n'ayant pas pénetré jusque-lá. Parmi ces dépóts de coquilles marines il y en a qui correspondent á tous les horizons possibles de la formation, depuis ceux qui cor- respondent á la base jusqu'á ceux quí correspondent au sommet. Il L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 995 y en a de plus modernes, correspondant á la formation pam- péenne, el d'autres encore plus récents, postpampéens ou de Pépoque actuelle. Darwin (46, p. 54/12, 96 et passim) avait déja fait mention de ces coquilles marines qui se trouvent sur la surface de la formation des galets ou dans sa partie supérieure. Tout en insistant sur le fait que les coquilles marines font partie de la formation tehuelche, je dois reconnaítre que lPorigine et l'áge de cette formation sont des questions sur lesquelles on n'est pas encore pres d'avoir une réponse définitive. L'áge géologique en relation avec les formations de l'hémisphere septentrional n'est pas facile á établir, mais heureusement On peut déterminer assez exactement l'áge géologique en relatior. avec les autres formations sédimentaires de l'Argentine. Ce qui est un fait certain, c'est que la déposition des galets roulés de la Patagonie commenca pendant le miocéne aprés la formation entrerrienne; cette déposition continua pendant tout le pliocene, et elle continue encore aujourd'hui dans la région des Cordilléeres ou dans les eaux océaniques qui en baignent le pied. C'est pour cela que dans mon récent tableau synoptique des for- mations sédimentaires, je fais suivre la formation tehuelche jusqu'a Pépoque actuelle (94, p. 2). L'ensemble de la formation tehuelche, envisagée de la sorte, correspond á toutes les formations sédimentaires de la région sep- tentrionale postérieures á la formation entrerrienne. Ces formations sédimentaires se partagent en deux grandes sections : une ancienne constituée par la formation araucanienne, et autre moderne com- prenant la formation pampéene et les dépóts encore plus récents jusqu'á Pépoque actuelle. Il serait done utile de partager la for- mation tehuelche en deux sections correspondantes, une ancienne et l'autre moderne. FORMATION TEHUELCHE ANCIENNE OU ARAUCANIENNE Cette section ancienne se présente bien développée surtout dans la région littorale jusqu'á une distance de 25 a 30 lieues de la cóte. Les dépóts de coquilles marines que Pon trouve dans cette section nous offrent des points de repére précieux pour la distinction des étages et leur corrélation. En partant de Rio Negro vers le Sud, nous voyons la formation 296 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA des galets se développer graduellement au-dessus des couches de létage rionegréen, celui-c1 constituant la partie la plus supérieure de la formation entrerrienne 0u la base de la formation tehuelche. Sur cette formation de galets contenant ca et la des dépóts de co- quilles marines, on trouve, depuis Rio Negro jusqu'a Gallegos des dépóts de loes pampéen, présentant le méme aspect et la méme faune de la formation pampéenne typique de la province de Buenos Aires. Par leur faune plusieurs de ces dépóts de loes correspondent au pampéen inférieur ou étage ensénadien. Nous sommes alns1 en mesure de déterminer les limites précises de la formation tehuelche; celle-ci, en Patagonie comprend tous les dépóts de galets roulés et toutes les couches de coquilles marines postsantacruziennes qui se trouvent entre l'entrerrien le plus supérieur et le pampéen le plus inférieur. A partir du Rio Chubut vers le Nord, la formation tehuelche di- minue graduellement d'épaisseur jusqu'a disparaitre avant d'ar- river au rio Colorado. Mais, á mesure que la formation des galets dimivue, se développe graduellement un systeme de couches sédi- mentaires parfois assez semblables au pampéen quoique toujours plus sablonneuses; ces couches constituent la formation arauca- nienne, qui du rio Colorado s'étend jusqu'a Catamarca; les plus récentes se trouvent placées immédiatement au-dessous de la base de la formation pampéenne, tandis que les plus anciennes sont plus récentes que la formation entrerrienne dans le Nord. La formation araucanienne, par sa position entre lentrerrien et le pampéen cor- respond donc exactement a la formation tehuelche du Sud. La question de Porigine de la formation des galets tehuelches est peut-étre plus difficile a résoudre. Darwin pensait que seuleument l'action des eaux de Vocéan avait pu donner á la grande couche des galets l'uniformité qw'elle pré- sente (96, p. 19-24). La plupart des auteurs plus récents Pont considérée comme étant une formation d'origine exclusivement glaciaire. La découverte de' banes de coquilles marines fit croire a €. Ameghino et aussi a M. Mercerat, que Darwin avalt eu raison de considérer la couche de galets comme ayant été déposée au fond de la mer, el jusqu'á un certain point j'ai partagé cette Opinion. L'origine glaciaire, du moins directe, n'est pas admisible pour les couches de galets qui couvrent les plateaux éloignés des Cordilléres, Vautant plus que les observations de C. Ameghino nous ont appris L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 2917 qu'il s'agit non de cailloux anguleux, polis ou striés, sinon de callloux roulés par eau, souven: stratifiés, présentant quelque fois des couches de sable dans lesquelles on a méme trouvé des os Je grands édentés (3, p. 36). On ne peut pas non plus parler d'une intervention des eaux de lPocéan pour les couches de l'intérieur dans lesquelles on ne trouve pas de coquilles marines el qui se trouvent en outre placées á des hauteurs que na jamais atteint la mer de l'époque tehuelche. Nous en concluons que la formation tehuelche est le résultat de Pactiun combinée de Pocéan, des eaux douces de pluie, des courants d'eau quí descendaient des Cordilléres et des glaciers des Andes. Si intervention de ces forces différentes est tres facile á prou—- ver, ce 1'est pas aussi facile d'expliquer la grande uniformité de la couche de cailloux quí s'étend sans solution de continuité depuis le fond des vallées jusque sur le sommet des plateaux les plus élevés. L'existence des terrasses patagoniennes échelonnées en hauteur de la cóte jusqu'aux Andes et couvertes partout de la méme couche de galets et toujours avec la méme uniformité est difficile á expli- quer; la présence de dépóts de coquilles marines sur les terrasses inférieures complique encore davantage le probléme. D'aprés la théorie dominante, ces terrasses représenteralentautant de plages soulevées, de sorte que les plus hautes et placées plus á Pintérieur seraien! les plus anciennes; et les plus basses et plus voi- sines de la cóte seraient les plus récentes. Cependant, dans le cas des terrasses patagoniennes, il parait que les choses se sont passées autrement, car les coquilles qui se trouvent sur les terrasses plus hautes paraissent plus récentes que celles qui se trouvent sur les plus basses. Il est vrai que sur les terrasses inférieures il y a aussi des dépóts res récents de coquilles marines, mais dans ce cas ¡ls se trouvent sur des couches tehuelches plus anciennes, el sont d'époque plus récente que les dépóts similaires qui se trouvent sur les terrasses supérieures; ces dépóts n'ontdone pas de relation avec la question de Porigine des terrasses, car ¡ls sont d'une date si récente que la topographie générale de la région était déja á peu pres égale á celle de notre époque. La distribution des galets tehuelches, les glaciers el Paction gla— ciaire, les terrasses patagoniennes et la présence de dépóts de co- quilles marines sont une suite de phénoménes relationnés les uns avec les autres; en cherchan! leur origine, pour s'approcher de la 298 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vérité, il faut une théorie par laquelle tous ces phénoménes puissent s'expliquer sans contradictions. Cette explication me parait relativement facile si, au lieu de sup- poser que les terrasses patagoniennes sont le résultat de plusieurs souléevements successifs pendant une époque d'exhaussement, nous admettons le fail absolument contraire : que les terrasses patago- niennes fussent le résultat de plusieurs affaissements successifs pendant une longue époque d'affaissement général de la contrée, apres la grande époque d'exhaussement continental et de ravine- ment qui succéda a Pépoque de la formation santacruzienne. Une fois concue, cette explication parait bien simple et naturelle, dVautant plus qu'elle est en concordance avec les faits. La dénuda- tion de la Patagonie pendant lépoque postsantacruzienne (dénu- dation contemporaine de la formation entrerrienne) fut si grande, que des grands fleuves creuserent leurs lits traversant completement les couches des formations plus anciennes, santacruzienne et pata- gonienne jusqu'au niveau de la mer. Les couches marines tehuel- ches sont une preuve incontestable qu'á cette époque d'exhausse- ment et de ravinement succéda une époque d'affaissement pendant laquelle Pocéan avanca graduellement vers l'intérieur du continent. Dans cet avancement de Pocéan vers l'ouest, les premiers points qu'il occupa furent précisement les lits des anciens fleuves, alnsi que le fond des vallées et des ravins; ceci est si évident que toute insistance est superflue. Donc, les dépóts tehuelches les plus an- ciens sont précisément ceux qui comblent les anciennes vallées et ravins creusés á travers le santacruzien et le patagonien. Pendant cette premiére invasion, les eaux de la mer rongeant les cótes pro- duisirent une premiére terrasse littorale. Les matériaux que les vagues de P'océan arrachaient á la terrasse allaient se déposer dans les eaux cótiéres avec les coquilles qui vivaient pres de la cóté el avec les galets roulés que les courants d'eaux transportaient du continent. Dans un deuxiéme affaissement les eaux de l'océan péné- trerent plus á Pintérieur donnant origine a la formation d'une deuxiéme terrasse avec les dépóts de coquilles et galets correspon- dants; ce deuxiéme affaissement fut suivi d'un troisiéme et ainsi de suite jusqu'au dernier qui donna origine a la derniére terrasse. A chaque stade d'aflaissement, les vagues distribuaient lelong des cótes et d'une maniére réguliére les galets el autres matériaux que les courants d'eau transportaient du continent et qui provenalenten partie de la dénudation directe des eaux et en partie de Paction L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 299 des glaciers. Pendant que la mer avancait, les plateaux de |'Ouest qui restaient encore émergés se couvraient d'une couche de galets et de sable provenant des matériaux que les glaciers des Andes transportaient au pied des montagnes, sans aucune intervention des eaux de l'océan. Avec le dernier stade d'affaissement, toutes les terrasses, la der- nitre seule exceptée, se trouvaient sumergées, et l'océan continuait á en régulariser la surface. A cette époque d'affaissement par stades suecessifs succéda un nouvel exhaussement général qui produisit le relief actuel; le soulévement fut beaucoup plus rapide que Paffaissement et les eaux de P'océan dans leur rapide rétrogradation terminérent de re- gulariser la distribution des matériaux de la formation tehuelche sur les terrasses el leurs flancs, sans avoir le temps de produire de nouveaux dépóts de coquilles. Ce ne fut qu'apres la derniére phase de cette rétrogradation, qu'ont pu se déposer, sur la terrasse la plus inférieure, des dépóts de coquilles marines d'époque beau- coup plus récente. Le procés d'affaissement et d'exhaussement que je viens d'ex- poser explique aussi pourquoi les dépóts de coquilles marines de la formation tebuelche ne peuvent pas appartenir á une méme époque comme je P'ai cru au commencement; beaucoup de ces dépóts représentent autant d'époques ou étages différents de la formation tehuelche, et on doit les examiner séparément. Je vais essayer de les disposer suivant leur áge, en commencant par les plus anciens, m'aidant de la position qu'ils cccupent et de la proportion des especes éteintes qu'on y trouve en relation avec celles encore vivantes. Je dois rappeler que tous les dépóts de coquilles, appartenant á la formation tehuelche dont je vais m'ocecupper, ont été découverts par Carlos Ameghino, avec la seule exception de celui du Cap Fair- weather dont la découverte est due á M. Hatcher. RosaEN. — Cet élage constitue la base de la formation tehuel - che. La localité typique est placée inmédiatement au nord du Cañadon de Santa Rosa, une vingtaine de kilométres au sud de Punta Desengaño, dans le Puerto San Julian. Ici on voit le lit tres profond d'un ancien fleuve, large de trois kilometres, compléte- ment comblé par des couches de galets et de sable de la formation tehuelche, contenantá tous les niveaux des coquilles marines. Ce lit est creusé dans l'épaisseur de ia formation patagonienne qu'il 300 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA traverse compléetement; les couches tehuelches descendent jusqu'aá la base de la falaise el passent au-dessous du niveau de la mer jusqu'a une profondeur inconnue, la partie visible au-dessus de lPeau ayant une épaisseur d'une centaine de métres. Au-dessus de ces couches de galets et coquilles qui comblent Pancienne vallée s'étend le grand manteau de cailloux tehuelches qui couvre le plateau. D'apreés les observations de €. Ameghino, les couches sédimen- tatres quí remplissent l'ancienne vallée ne s'étendent pas en bassin sur les pentes de la vallée mais au contraire elles se trouvent placées horizontalement et transversalement d'un bout á Vautre. Cette disposition est une preuve évidente que le comblement s'est ef- fectué par un avancement des eaux océaniques pendant une époque d'affaissement de la contrée. Les coquilles marines de ces dépóts qw'on a déterminés sont. Ostrea patagonica Orb. var. Tehuelcha Ih., Ostrea Ferrarisi Orb., Pecten actinodes Sow., Scalaría rugulosa Sow. var. obsoleta Ih., Trophon varians Orb., Terebratella ygigantea Ortm. Sur ces six especes, il n'y a que le Trophon varians quí soit encore vivant. L'Ostrea patagonica de la formation entrerrienne est représentée par une variété. Sealaria rugulosa du santacru- zien esl représentée aussi par une variété. Deux especes, Ostrea Ferraris1 et Pecten actinodes se présentent dans les couches de Rio Negro et San José, qui représente le sommet de la formation entre- rienne. Les données paléontologiques sont done ici en concordance avec la position stratigraphique, pour indiquer que le Rosaen a succédé immédiatement a l'étage supérieur de la formation entrerienne. Un autre gisement de coquilles tehuelches occupe une grande dépressioón quí se trouve au nord de Deseado, connue sous le nom de Bajo de la Pava. On y a trouvé Ostrea patagontca (E.) var. tehuel- cha., Ostrea Ferrarisi (E.), Pecten actinodes, Pecten aff. centralas Sow. (S.) et Venus Muenstera Orb. (E.). Ce sont cinq espéces, toutes éteintes, et dont trois se trouvent dans l'entrerrien (E.) le plus récent, et une espéce dans le santacruzien (S.). Un peu plus au Nord, dans la partie méridionale du golfo de San Jorge, on trouve un troisieme gisement placé á un niveau un peu supérieur et quí parait un peu plus récent. On y a trouvé : Ostrea patagontca var. tehuelcha, Ostrea Ferraristr, Pecten para- nensis Orb. var. deseadensis Th., Pecten aff. nodosus L. Venus Muens- L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 301 teri (variété) et Trophon varians Orb. var. gradata Th. Sur ces six espéces, 11 y en a deux qui ressemblent aux espéeces vivantes, el les quatre restantes présentent des ressemblances avec des especes de Pentrerrien le plus supérieur. Ce gisement parait constituer une transition du Rosaen a l'étage qui suit. Le rosaen, étant en Patagonie l'étage tehuelche le plus ancien, je le corrélationne avec l'étage le plus ancien de la formation arau- canienne de la région septentrionale de la République, tres déve- loppé dans la province de Catamarca et constituant l'étage arau- canien proprement dit. LAZIARÉEN. — La localité typique est la Sierra Laziar, au Nord du Rio Deseado. Les couches marines de la formation tehuelche mélangées avec les galets, se trouvent a une hauteur de 130 a 150 métres. On y a trouvé Ostrea Ferraris1, Pecten (Chlamys) actanodes, Pecten (Chlamys) deseadensts 1h., Pecten (Chlamys) aff. tehuelchana Orb., Pseudamussium Laziarmum ITh., V. Venus (Chione) antiqua King., Cytherea Laziarima Ih., Cardita tehuelchana Ih., Psammobra tehuelcha Th., V. Mytilus ovalis Janet, Y. Omphalius corrugatus Koch, V. Trophon varians, V. Trophon geversianus Pal., Terebratella gigantea Ortm. L'aspect plus récent de cette faune consiste dans l'absence de toute espece avec affinité avec quelques unes de celles caractéristiques de la formation santacruzienne. Il n'ya pas non plus aucune espece de celles quí se trouvent dans l'entrerrien typique de Paraná. Les seules espéces d'aspect plus ancien sont POstrea Ferraris1 et Pecten actinodes des couches les plus récentes de Pentrerrien de Rio Ne- gro. Sur les 14 especes de cette liste, six, presque la moitié, sont exclusives de la formation tehuelche, et cinq especes (précedées d'un V.) existent encore, une sixieme élant assez volisine mais pas identique a Pespece vivante correspondante. Les espéces éteintes sont dans la proportion de 64 pour cent, ce quí correspond au miocéene supérieur. Monte Espejo, au nord de Rio Seco, est encore une autre localité oú Pon trouve les coquilles marines mélangées aux galets tehuel- ches, mais a une hauteur un peu inférieure á celle de Sierra Laziar. On y a recueilli quatre especes : Ostrea Ferrarisr, Pecten actinodes, Terebratella gigantea et Sealarra magellanica Ph., desquelles seu— lement la derniére est encore vivante. L'étage laziaréen présente avec le tehuelche le plus supérieur les mémes rapports que le hermosoen avec l'araucanien le plus supé- 302 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rieur, etje les considére comme des étages á peu pres synchroniques. FAIRWEATHÉREEN. La localité typique est le Cap Fatrrweather sur la rive nord de lembouchure du Rio Gallegos. Ce gisement a été découvert parM. Hatcher et se trouve placé á une hauteur de 330 pieds, c'est-á-direun peu plus bas que le gisement de Sierra Laziar. Cela n'empéche pas de le considérer comme d'époque plus récente, car ici manquent les terrasses supérieures de la région de San Ju- lian et de San Jorge, le soulévement a été plus limité, la terrasse á coquilles tehuelches de Sierra Laziar s'étant élevée au-dessus de la mer bien plus que la terrasse á coquilles tehuelches du Cap Fairweather, La derniére liste de coquilles de cette localité, que vient de pu- blier M. Ortmann contient : Ostrea amgens Zitt. (1), Ostrea patago- meca (2), Pecten actinodes, V. Mytilus aff. chorus Mol., V. Merethriz rostrata Koch, Dosinia meridionalis Ih., Panopaea Prlsbry? Ort., V. Galerus mammalaris Brod., V. Crepidula dilatata Lm., Turritella innotabilisPils., Y. Trophon lacintatus Mart., Trophon lacimatus var. inornatus Pils., Terebratella gigantea Ort., V. Balanus aff. psittacus Mol., V. Balanus aff. trigonus Darw., V. Balanus laevis Brug. A peu présune moitié des espéces (V)sont encore vivantes, de sorle que nous sommes dans le miocéne toutá fait le plus supérieur ou a la base du pliocéne. Comme á plusieurs endroits sur le tehuelche, reposentdes dépóts de loess référable an pampéen le plus inférieur (ensénadeen), je corrélationue le Fairweathéréen avec les sables in- frapampéens de la province de Buenos Aires constituant l'étage puelchéen. FORMATION TEHUELCHE MODERNE, PAMPÉENNE ET POST-PAMPÉENNE Le grand exhaussement qui fit émerger les terrasses patagonien- nes avec leurs couches de coquilles du tehuelche ancien fut plus considérable que ne l'indique la hauteur actuelle de ces terrasses. Ce soulevement fut suivi d'une autre période d'affaissement mais assez court; á cel affaissement succéda un dernier soulévement peu intense et á une époque trés récente el quí fit émerger les banes 1) Je ne crois absolument pas a cette détermination de M. Ortmann. 2) C'est certainement l'Ostrea Ferrarisi déja reconnue par M. Pilsbry, ou Os- trea patayonica var. tehuelcha Ih. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 303 de coquilles marines qui sont interstratifiés ou reposent sur des dépóts de loess contenant des débris de mammiféres pampéens. En eftet, en Patagonie, la formation pampéenne, comme j'ai déja eu Poccasion de le démontrer (7, p. 106-107), est représentée par des dépóts de loess presque égal a celui des Pampas, maisces dépóts sont toujours isolés et de peu d'étendue. Ces dépóts, on les trou- vent surtout pres de la cóté, d'un bout a Pautre de la Patagonie. La correspondance de ces dépóts avec la formation pampéenne de Buenos Aires est bien établie, non seulement par la présence des mémes genres, mais le plus souvent aussi par les méme espéces. Je puis faire mention de Mylodon el Glyptodon reticulatus au Sud de Rio Negro ; Selerocalyplus (Hoplophorus antea) ornatus, Glosso- thervum Darwint, etc., ausud du Rio Chubut; Macrauchenta ense- nadensis, Equus rectadens, etc., dans le golfe de San Jorge; Macrau- chenia patachonica, Macrauchema ensenadensis, Typotherium, Hip- pidium neogaeum, ete., a San Julian et plus a l'intérieur; Lagyosto- mus, Auchenia, Glyptodon, etc., aSanta Cruz; Palaeolama leptogna- (ha, Equus rectidens, etc., pres de Gallegos, etc., etc. Ces dépóts reposent presque toujours sur la couche de galets du tehuelche ancien, mais parfois aussi directement sur le patagonien ou le santacruzien; 1ls sont tres souvent interstratifiés, el parfois couverts, soit par les galets du tehuelche moderne ou par des cou- ches de coquilles marines de la méme époque. Le jour ou ces dépóts de coquilles marines el de loess pampéen seront mieux connus, el qu'on aura bien déterminé leur faune, on les utilisera avec profit pour établir la distinction des différents horizons du tehuelche récent. Cette distinction est une question tellementcompliquée, que pour le moment onne posséde pas assez de matériaux méme pour en esquisser les principaux traits. Ainsi, par exemple, je parle d'une époque d'affaissement avec invasion marine, tandis qu'en réalité ces dépóts peuvent correspon- dre a plusieurs périodes d'affaissements. Dans la région des Pampas, durant lépoque qui correspond au tehuelche moderne de Patagonie, c'est-á-dire depuis le commencement de la formation pampéenne jusqu'a l'époque actuelle on constate quatre périodes d'affaissement, séparées par des périodes intermédiaires d'exhaus- sements; trois de ces périodes d'affaissements correspondent a la formation pampéenne, elle quatriéme est d'époque récente. En Patagonie, les dépóts de coquilles marines de cette phase tehuelche plus récente, également de peu d'étendue se présentent 304 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA aussi sous des formes diverses et a des niveaux différents, mais qui ne semblentpas dépasser une quarantaine de métres au-dessus dela mer. Les coquilles tantót sont disposées en couches interstratiliées avec les galets tehuelches, tantót elles sont mélangées avec les valets, ou se présentent interstratifiées avec le loess pampéen, ou reposent sur celui-ci ou sur les galets. Ces dépóts marins peuvent atteindre une épaisseur relativement considérable. A Puerto Deseado, par exemple, a 80u 10 metres au-dessus de la mer, il y a un grand dépót d'une dizaine de mé- tres d'épaisseur, constitué par des galets tehuelches récents mélan- gés avec des coquilles, le tout congloméré par un cément calcaire formant une masse trés dure qui tombe en grand blocs par Vérosion. Parmi les coquilles on y a recueilli Calyptraea (In- fundibulum) merriami Ort., Venus escolbida, Trophon geversianus, Eutaria fasciata, elautres non determinées; les deux premiéres espéces sont éteintes. Ces dépóts correspondent á ceuxdu pampéen inférieur (ensénadéen), contenant Macrauchema ensenadense, etc. A San Jorge, les couches marines interstratifiées avec le loess pampéen supérieur (bonaerense) contenant Macrauchenta patacho- nica, etc., etdes vestiges de la présence de l'homme, présentent également un mélange d'especes existentes et d'especes éteintes ; parmi les premiéres ¡je signalerai Trophon varians, Mytilus edulas patagonicus, el Venus antiqua ; parmi les éteintes, Cytherea Ort- mann: Th. et une espece de Diplodonta non encore décrite. A San Julian, á une vingtaine de kilometres de la cóte, dans des dépóts de loess qui semblent correspondre au pampéen le plus supérieur (lujanten) on a trouvé avec Cardita procera actuelle une espéce éteinte de Venus (Venus pampeana Th.) (1). Au pointde vue paléontologique, les couches marines du tehuel- che moderne se distinguent de celles du tehuelche ancien par la disparition complete des grandes espéces d'huitres du type de Ostrea patagonica el Ostrea Ferraris1, et par la prédominance du nombre des espéces vivantes sur les éleintes. Ce mélange de quelques espéces éteintes au milieu des especes actuelles se retrouve dans tous les dépóts pampéens du tehuelche récent contenant des coquilles marines, ce quí confirme láge (1) Je dois rappeler que M. Nordenskjold (95, p. 52-62) fait aussi mention de Vexistence dans la Terre de Feu et a Magallanes, de couches marines apparte- nant évidemment au tehuelche moderne. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 305 pliocene de la formation pampcenne, question qw'ayant déja traitée assez longuement dans plusieurs travaux (103, 3, 7, 11) 11 est inutile que je m'en occupe plus longuement. [l ne rentre pas non plus dans le but de ce mémoire de m'occu- per de la description détaillée de ces nombreux dépóts pampéens, el je terminerai par quelques mots sur plusieurs phénoménes géologiques de cette époque plus récente. Les naturalistes et géologues qui ont exploré les dépóts glaciai- res quí se trouvent aux pieds des Andes ou a Pextrémité méri- dionale de la Patagonie, parlent de deux époques glaciaires, ou plus proprement, de deux périodes d'extension des glaciers, la plus ancienne, plus étendue que la plus récente. Il está peu pres cer- tain que ces deux périodes doivent coincider avec les deux périodes Waffaissements dont je viens de parler, ce quí serait parfaltement d'accord avec les vues que j'ai exposées il y a déja une quinzaine d'années, car on ne doit jamais oublier que le développement des glaciers n implique pas une période de refroidissement général. L'existence, pendant la premiére grande extension des glaciers deco- quilles (Ostrea patagontca, Ferraris!, etc.) indiquantplutótune tem- pérature plus élevée que l'actuelle, est une confirmation de ce que je disais. «Hay un hecho incontestable que está más arriba de todas las teorías. Si los ventisqueros son el producto directo de las nieves, las nieves son el resultado indirecto del calor que propor- cionó el vapor de agua indispensable. No puede formarse en un punto dado de nuestro globo una inmeusa acumulación de nieve, sin que en algún otro punto hubiera una vastísima evaporación, indicio evidente de una temperatura elevada; y si en nuestra época vo existieran los calores estivales en las zonas templadas y los tro- picales de la tórrida, ni sobre las mismas regiones polares se de- positaría una partícula de nieve. «En las zonas templadas pudieron formarse ventisqueros desde el momento en que hubo montañas que alcanzaron en altitud el límite de las nieves perpétuas. «La Cordillera de los Andes en Patagonia alcanzó al fin del pe- ríodo plioceno un volumen y una altura probablemente triple de la actual. Tan sólo los rodados patagónicos, destrozos de la antigua cordillera, bastarían para formar otra cadena de un volumen igual á la actual y que á ella sobrepuesta le daría doble elevación... «El máximo desarrollo de los Andes, en volumen y en elevación, coexistió precisamente con una temperatura quizás apenas un poco AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 20 306 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA más elevada que la actual, pero con un clima más húmedo como lo demuestran evidentemente los cauces de los grandes ríos, hoy sin una gota de agua, y los grandes lagos desecados que se encuen- tran de un extremo á otro de la República. « Esa gigantesca cadena de montañas se convirtió entonces en un condensador y congelador inmenso, del que descendieron los gran- des ventisqueros que bajaron á la llanura, llevándose á grandes trozos la antigua cordillera para ser desparramada por las aguas en forma de rodados sobre toda la superficie del territorio austral de la República, sin que por eso las mesetas patagónicas estuvie- ran cubiertas por una capa de hielo, ni en la Pampa existiera un clima glacial. » (3, p. 37). Les découvertes postérieures n'ont fait que confirmer d'une ma- niére positive ces inductions. Ce fut pendant la grande époque WV'exhaussement et d'érosion santacruzienne que les Andes de Pata- gonie atteignirent leur maximum de développement et ce fut pen- daut la période suivante d'affaissement du tehuelche ancien avec une température assez haute etun climat humide, que les glaciers prirent leur plus grand développement, correspondant á la pre- miére phase de P'extension glaciaire. En 1896, j'ai exposé que la disposition de la formation tehuelche et des grandes vallées transversales de la Patagonie demontrait que ces derniéres étaient d'époque récente, el postérieurea la forma- tion des galets. Je disais: « Despejada la incógnita del origen de la formación de los rodados, esto nos conduce naturalmente á deter- minar la época de la formación de los valles transversales de la Patagonia. Es evidente que en el fondo del antiguo mar en que se depositaban los rodados, éstos fueron extendidos por las aguas de una manera uniforme, sin formar los barrancos abruptos que pre- sentan en el día en los valles de los ríos. Darwin, hablando de las escarpas del Río Santa Cruz, dijo que las barrancas de basalto de los dos lados opuestos se conoce inmediatamente que en otro tiempo se continuaban formando un solo banco. Lo mismo puede decirse de las capas de rodados queen muchas partes forman las barrancas opuestas de los valles patagónicos; esas capas se conti- nuaban á través de los valles, de los que todavía no existían los vestigios. «Es evidente que si los valles hubieran existido antes de la gran submersión marina mencionada se habrían rellenado por completo con depósitos marinos, que aún suponiendo hubieran sido barridos L'AGE DES FORMATIONS SEDIMENTAIRES DE PATAGONIE 307 posteriormente por las aguas, sizmpre habrían quedado de ellos numerosos vestigios embutidos en los infinitos recodos de las la- deras; pero como no existen tales depósitos, la consecuencia inevi- table, es que la formación de los grandes valles transversales de la Patagonia fué producida por grandes dislocaciones y gigantescas fallas, en época geológica relativamente reciente, posterior á la formación de los rodados y á la última emersión del territorio. » (7, p. 105-106). Les découvertes postérieures quí indiquent plus d'une période d'affaissement et que les galels tehuelches correspondent a deux époques géologiques différentes, m'ont démontré que ce qui pré- cede n'est vral que pour le tehuelche ancien; le creusement de quelques-unes de ces grandes vallées transversales peut étre anté - rieurau tehuelche moderne mais non au tehuelche ancien. M. Hatcher prétend prouver que cela est erroné (12, p. 351), et que le systeme actuel de drainage de la Patagonie en sa totalité est antérieur a la formation tehuelche. Non seulement les grandes vallées transversales, mais aussi les petitsravins profonds et étroits tout a faitsecondaires qui découpent les plateaux el méme ceux de la cóte quí vont a Pocéan, seraient de cette époque éloignée. Comme preuve il donne les coupes de deux petits ravins présentant des dépóts de galets dans les anfractuosités de leurs pentes latérales. Les preuves que ¡ar fournies en faveur de lépoque récente du creusement des vallées restent encore vraies (1). Les petits dépóts de galets sur les angles et les anfractuosilés des pentes latérales dans les petits ravins, ne sont pas 1n situ, mais 1ls sont tombés de la surface du sol; le seul examen des coupes que donne P'auteur, suffit pour sen apercevoir. Si ces ravins étaient anciens, ils auraient dú étre comblés par les galets tehuelches. En outre, vous savons que celte contrée, émergée pendant et apres le santacruzien, s'affaissa apres et fut recouverte par la mer du tehuelche ancien, au fond de laquelle se déposérent les couches marines du fairweathéréen; il est done évident que dans (1) M. Hatcher parait vouloir me faire dire que j'attribue l'origine des vallées transversales exclusivement a des dislocations et á des failles transversales. Peut- étre je me suis mal expliqué; ce que j'ai voulu et je veux dire est que ces val- lées doivent leur premiere origine á des failles qui en ont tracé la direction, mais ces vallées e!lles-mémes sont le résultat de lV'érosion deseaux qui se préci- piterent dans ces failles pour rejoindre P'océan. 308 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA les coupes qu'on nous offre comme preuve de l'ancienneté des ravins, on devrait trouver lescouches du fairweathéréen au-dessous des galets, mais comme il ny ena pas de vestiges, 1l est évident que ces ravins sont récents. Le systeme de drainage antérieur au tehuelche ancien ne coincide pas avec l'actuel, comme le démon- trent les vallées anciennes aujourd'hui completement comblées parles galets tehuelches comme celle du Cañadon de Santa Rosa au sud de San Julian, dont j'ai déja eu Poccasion de parler. Ceux qui sont familiarisés avec l'énorme érosion que les eaux de pluie et celles provenant de la fonte des neiges produisent dans cette région, trouveront tout a fait invraisemblable Pépoque ancienne que Pauteur attribue á ces ravins et vallons; tous sont récents, en voi de formation, et peut-étre ceux dont il donne les coupes n'ont que quelques décades. Souvent aver ces galets roulés qui occupent les angles des pentes on trouve aussi des morceaux de couches su- périeures qui servent d'appul aux galets %n situ, el quí ont été entrai- nées par les eaux avec les galets pour former les dépóts secondaires en question. C'est vraiment imcroyable qu'un homme de l'expé- rience de M. Hatcher ait pu tomber dans des 1llusions semblables. Pour terminer il me reste encore á dire quelques mots sur les étranges théories de lauleurá propos de lorigine des nombreux lacs el lagunes que l'on trouve d'un boutá Pautre de la Patagonte. Les nombreux lacs salés que l'on trouve disséminés un peu par- tout, seraient des résidus des eaux marines de l'océan fairweathé- réen, qui seraient restés isolés dans les parties les plus basses apres léloignement de lPocéan (2, p. 346). Dans une note plus récente, 11 distribue les lacs de la Patagonie en trois classes, selon leur ori- gine: résiduels, tectoniques et glaciaires (1). Les lacs salés cons- titueraient la premiére classe des lacs ou résiduels. Quoique M. Nordenskjold (95, p. 57) lui ait fait remarquer que le sel de ces lacs ne tire pas son origine de Pocéan sinon du terrain méme, 1l insiste sur lorigine marine de cestacs (114, p. 143-144), présen- tant comme preuve á Pappui les nombreux petits lacs salés qui se trouvent dans le fond de la grande dépression de San Julian. Méme dans ce cas il n'est pas dans le vrai, car celte dépression est non un bassin autrefois occupé parla mer sinon une dépression tec- tonique de date trés ancienne; les sels des étangs qui occupent le (1) 114, Harcuer, J. B., The Lakes Systems of Southern Patagonia. in Bulle- tin geograph. Soc. Philadelphia, vol. 11, p. 140-145, a. 1900. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 309 fond de cette dépression proviennent du lessivage des eaux sur le terrain environnant et aussi de quelques pelites sources salées. La région cótiére, dans laquelle pénétre Peau salée pendant les hautes marées, constitue peul-étre la seule exception. Je ne vais pas discuter longuement les opinions de Hatcher sur ce sujet, car á notre époque on peu les considérer comme fossiles, et je me contente de rappeler que dans ces lacs on n'y trouve pas de mollusques récents, ni morts ni vivants; que beaucoup de ces lagunes ne contiennent pas de chlorures mais des sulfates; el en- fin qu'une partie considérable de ces lacs salés se trouvent á des hauteurs quí noat jamais élé alteimtes par la mer de l'époque te- huelche. Souvent ces lacs el lagunes sont groupés en alignements etont pris leur origine dans des effondrements tectoniques. Le phénoméne de la formation de lacs, lagunes et étangs plus ou moins salés dans les bassins dépourvus d'écoulement est un fait universellement connue et en ce quí concerne ceux de l'Argentine, le sujet a été déja traité assez longuement dans les ouvrages de Burmeister (115, p. 170, 180, et passim) (1), (101, p. 182 a 187 et passim), Schickendantz (116, p. 240) (2), (117, p. 143) (3), Ameghino (103, p. 174a 179), etc. Passons aux lacs de la classe qu'il appelle tectoniques. Dans cette classe 1l comprend tous les lacs qui se trouvent au pied du versant oriental des Andes, aligués du Sud au Nord dans la grande vallée longitudinale qui sépare la Cordillére de lPAvant-Cordillére. Les lacs de ce systeme ont été considérés par Moreno (118 el 119) (4), comme le résultat d'une combinaison de causes tecto- (1) 115, BurmelsTER, Description physique de la République Argentine, vol. I, de 392 pages, a. 1876. (2), 116, ScHiCkeNDANTZ, FR., Estudios sobre la fórmación de las salinas, in Bol. Acad. Nac. de Cienc. en Córdoba, [, p. 240 á 248, a. 1874. (3), 117, ScnickeNDANTZ, FR., Physikalisch-geographische Skizze des Nordwest— lichen Thetles der Argentinischen Provinzen von Tucuman und Catamarca, etc. in Petermanw's Geogr. Mitth. a. 1868, p. 41 a55, 137 a145, 200 á 206. (4) 118, Moreno, F. P., Explorations in Patagonia, in The Geographical Journal, vol. XIV, p. 241 á 269, et 353 4373, a. 1899. Voir aussi, traduction espagnole, in Bol. Inst. Geograf. Arg.,t. XX, p. 342 á 394, a 1900. 119, MorEnNo0, F. P., Reconocimiento de la región andina de la República Argentina. Apuntes preliminares sobre una excursión d los territorios del Neuquen, Rio Negro, Chubut y Santa Cruz, in 8* de 180 p. et nombreuses planches, a. 1897. 310 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA niques et glaciaires, les premiéres ayant produit le commencement des effondrements et les deuxiemes ayant complété le creusement des bassins et les barrages morainiques. M. Hatcher combat vivement cette maniére de penser (120, p. 33, el passim) (1) et soutient que ces lacs sont d'origine tectonique et marine, sans intervention glaciatre, donnant comme exemple en faveur de son opinion ce quise passe dans l'extrémité méridionale de la vallée en question, occupée par de nombreux bras de mer qui seraient autant de lacs en formation. Pour soutenir une si étrange théorie 1l faudrait admeltre quedans des époques géologiques récentes et d'un bout a l'autre de la Patagonie, la mer aurait péné- tré jusqu'au pied des Andes, et Pauteur ne vacille pas de Vaffir- mer. «Toward the close of the Pliocene this entire region was again submerged beneath the sea for a short period, but sufficient for the deposition of the marine Cape Fairweather beds. During thes second periode ofsubmergence the Andes would appear as a long archipielago of high mountainous islands ... «I have obtained absolute proof that this elevation in the north along the Andes, has no been less than 5000feets » etc. (1). Comment se fait-il que dans une question si importante 1l ne dit pas quelle est cetle preuve absolue de l'affaissement récent des Andes jusqw'a prendre une forme insulaire, et du soulevement énorme qui en aurait été la conséquence ? Cette omissionestimpar- donnable. Est-cequecette preuve serait les trois cents pieds de dépóts marins du Lac Pueyrredon que Pauteur identifie avec le falrwea- théréen? Il serait alors dans une grave erreur car ces couches font partie de la formation patagonienne. Dans le temps du tertiaire néogene les Andes n'ont jamais eu la forme insulaire et la mer tehuelche n'a jamais pénétré dans la Patagonie jusqu'au pied des Andes avec la seule exception de l'extrémité la plus méridionale. Tous les lacs el lagunes qui se trouvent au pied du versant orien- tal des Andes, entre ceux-ci et lP'Avant-Cordillere, depuis le lac Argentino au sud jusqu'au Nahuel-Huapi au nord, sont en rela- tion avec des anciennes moraines, et sont principalement d'origi- ne glaciaire comme il en est de ceux des Alpes et autres régions semblables. (1,120, HaTrcHEr, J. B., Some geographic features of Southern Patagonia, With a discussion of their origin, in National Geogr. Magaz. vol. XI, p. 41-55, a 1900. L'AGE DES FORMATIONS SEDIMENTAIRES DE PATAGONIE 311 La troisieme classe de lacs de Patagonie sont ceux que l'auteur appelle glaciaires; il place dans cette classe les lacs Musters et Colhué Huapi. M. Hatcher v'a pas visité ni ces lacs ni la région ou 1ls setrouvent. Or, ces deux lacs sont précisément du petit nombre des grands lacs de Patagonie qui ne soient pas d'origine glaciaire. Dans la région du Musters et du Colhué-Huapi 1l n'y a pas de traces de moraines ni d'autres phénoménes glaciaires. Ces lacs occupent un effondrement au pied d'une montagne isolée quí s'éléeve á Pouest jusqu'a une hauteur de mille métres, tandis que vers |'Est le plateau se continue uniformement jusqu'a Pocéan. Ces lacs sont précisément d'origine tectonique. SUPPLÉMENT Ce mémoire fut commencé en aoút 1900, mais occupé par saucoup d'autres travaux, je Wai pu le terminer qu'en décembre 1902. Pendant ce temps les explorations en Patagonie ont con- tinué, augmentant ou modifiant nos connaissances. Je crois done indispensable d'en donner un trés court résumé sous la forme de notes supplémentaires, avec le numéro de la page ou ces diffe- rentes questions sont traitées. Les numéros entre parenthése correspondentá la pagination du tirage á part. T. L, p. 119(p. 13). Le tableau des formations crétaciques a été modifié en ce qui concerne la formation guaranienne, dont la partie d'origine sous-aérienne a été divisée en cinq étages, pehuen- chéen, notostylopéen inférieur, notostylopéen supérieur, astratono- téen. Pour plus de détails voir mon dernier tableau synoptique (94, p. 4) et aussi celuiá la fin de ce mémoire. T. L, p. 120 (p. 14). Au sujet de láge des couches crétaciques constituant l'étage belgranien (Belgrano beds) de Hatcher, le tra- vail complet de Stanton qui vient de paraitre me donne raison car 1l place ces couches dans le crétacé inférieur (121, p. 10) (1). Le nom de cet étage ne peul pas étre conservé parce qu'il a été em- (1) 121, SranroN, T. W., The marine cretaceous invertebrates. Reports of the Princeton Universily Expeditions to Patagonia, 1897-1899. Vol. 1Y, p. 14 43. et pl.IaX, a. 1901. 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ployé antérieurement pour désignerun étage marin de la formation pampéenne (3, p. 31). Je propose pour l'étage crétacique en ques- tion le nom de «tardéen». T. L, p.151 (p. 31). Pal donnéla phylogénie du Pyrothervum avec les illustrations correspondantes dans un mémoire spécial (122) (1). T. L, p. 157 (p. 35). Les fossiles mentionnés para Roth comme étant du genre Tylostoma sont de Strophocherlos. M. Carlos Ame- ehino en a recueilli dans le méme gisement et aussi dans presque tous les étages sous-aériens de la formation guaranienne. T.L, p. 158 (p.38). Dans les coaches stériles qui séparent le pyrothériem du notostylopéen dont parle €. Ameghino, ce voya- geura rencontré plus tard les débris d'une nouvelle faune mamnia- log:que quí porte le nom de «faune des couches a Astraponolus, et lPétage correspondant, celuide Astraponotéen. T.L, p. 164 (p. 38). Voir ce que je dis plus haut dans la note de la page 19 (13 du tirage á part) ou il est dit que les éta- ges sous-aériens de la formation guaranienne sont au nombre de cinqg. T. L, p. 209 4 213(p. 45 a 49). Les recherches plus récentes ont permis de distribuer les espéces par étages avec plus de précision. Les mammiferes suivants quí figurent dans la liste comme de l'é- tage notostylopéen doivent passer a l'étage pyrotherien. ? Notopithecus summus, Euprthecops prosxiwmus, Archaeophylus pa- iríus, Trimerostephanos scabrus, T. scalaris, Pleurocoelodon Wingez, P.eingulatus, Protheosodon consferus, Caliphrium simplex, Pseudhal- mariphus guaraniticus, Pharsophorus mitis, Pharsophorus tenuas. ADDITION A LA LISTE DES MAMMIFERES DU NOTOSTYLOPÉEN La faune mammalogique des couches a Notostylops est d'une richesseetd une variété vralmentinouies. Le nombre desespecesa été quintuplé et je n'ai pas encore délerminé tout le matériel. L'étage notostylopéen représente une longue époque, etla faune parail pré- senter des modifications graduelles a ses différentes hauteurs. Pour le moment on ya reconnu trois horizons principaux: une partie 1, AmecHINO, En., Línea filogenética de los Proboscideos in Anal. Mus. Nac. de Buenos Atres, ser. 3*,t.I. p. 191 43et38 fig., a. 1902. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 313 basale ne contenant que des mammiféres tous excessivement pe- tits (couches á Caroloameghinta), une partie inférieure avec des mammiféres petits el quelques-uns de taille moyenne, une partie supérieure dans laquelle apparaissent quelques mammiféres de taille considérable. Dans les cas dont on a pu déterminer lP'horizon, celui-ci est indiqué parune lettre, B, indiquant la partie basale;I, la partie inférieureetS, la partie supérieure. Les genres, familles et sousordres nouveaux, son! suivis d'un n, entre parenthése. Les dé- terminations et diagnoses de toutes ces formes nouvelles ont été données dans les travaux 123 et 124 (1). PROTUNGULATA (n.) CAROLOAMEGHINIDAE (n.). B Caroloameghima (n.) mater, B te- nue. PRIMATES NOTOPITHECIDAE. Adprthecus (n.) secans, I subtenurs, plenus, re- duncus, Transprthecus (n.) obtentus, Anteptthecus (n.) brachyste- phanos, S plexostephanos, Infrapithecus (n.) cimctus, daiversus, expansus. HENRICOSBORNIDAE (n.). Henricosbornta (n.) lophodonta, 1 Oth- melmarshia (n.) lacunifera, 1 Postpithecus (n.) reflexus. ARCHAEOPITHECIDAE, S Archaeopithecus alternans, S rigidus, S Ultrapithecus (n.) rusticulus, rutilans. HYRACOIDEA ARCHAEOHYRACIDAE. S Eohyrax (n.) rustaicus, praerusticus, S Acoe- lohyrax (n.) coronatus. (1) 123, Amecuino, FL,, Notices preliminaires sur des ongulés nouveaux des terraims crétaces de Patagonie.lin Bol. Acad. Nac. de Cienc. en Cordoba, tom. XVI. p. 349 a 429, juillet, 1901, et á part in-£* de 80 p. 124, Notices preliminatres sur des mammiféres nouveaux des terrains créta- cés de Patagonie. Ibid, t. XVII, p.5 a 73, et á part, in-S” de 68 p. Mai 1902. 314 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ACOELODIDAE (N.). Acoelodus debilitatus, connectus, S proclwus, S terminalis, S microdon, Oldfielthomasia (n.) furcata, cuneata, cin- gulata, margimalis, convfera, parvidens, pulchella, transversa, sep- ta, anfractuosa, S Anchistrum (n.) sulcosum. LITOPTERNA ADIANTIDAE. S Pseudadiantus (n.) secans, imperfectus. PROTEROTHERIDAE. S Eolicaphrium (n.) primarium. PERISSODACTYLA HYRACOTHERIDAE. S Prohyracothertum (n.) patagonicum, S matuta- num, S medralas. LoPHI0DONTIDAE. S Lophiodonticulus (n.) patagonicus, retrover- sus. CONDYLARTHRA PHENACODONTIDAE. S Euprotogonia patagónica, S trigonalas, 1 Di- dolodus erassicuspis, Lambdaconus mamma, porcus, B— Enneoconus (n) parvidens, Cephanodus (n.) colligatus, 1 Nephacodus (n.) latr- gonus, 1 Lonchochonus (n.) lanceolatus, B Asmithwoodwardra (n.) subtrigona, B Ernestokokenia (u) mtida, margimnala. SELENOCONIDAE (0.). Selenoconus (n.) centralas, senew, agilas, spicu- latus. MENISCOTHERIDAE. 1 Errestohaeckelra (n.) aculeata, acutidens, Victorlemometa (n.) labyrinthica, emarginata, S Aniwssolambda (n.) fissidens, S longidens, latidens, 1 Josepholeydra (n.) adunca, decul- ca, 1 Rutimeyeria (n.) conulifera, Aminedwardsiía (n.) brevicula. PROBOSCIDEA CAROLOZITTELIDAE (N.). S Carozitlelia (n.) taprrordes, S Paulo- gervaisia (n.) mnusla. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 315 AMBLYPODA TRIGONOSTYLOPIDAE (N.). Trigonostylops secundartus, integer, mint- mus, trigonus, subtrigonus, insumptus, eximius, scabellum, hemicy- clus, ? duplex. Pleurostylodon (n.) ylebosus, Tychostylops (n.) mar- culus. PANTOLAMBDIDAE. S Ricardolydekkeria (n.) praerupta, profunda, I Guilielmofloweria (n.) plicata. ALBERTOGAUDRYIDAE (0.). S Albertogaudrya (n.) unica, S regia, S tersa, S Scabellra (n.) laticancta, Edvardotrouessartia (n.) sola. ASTRAPOTHERIDAE. S Proplanodus (n.) adnepos. ANCYLOPODA LEONTINIDAE. S Hedralophus (n.) bicostatus. HoMALODONTOTHERIDAE. S Thomashuxleya (n.) rostrata, S artuata, S robusta, externa, principralis, Anissotemnus (n.) distentus. ISOTEMNIDAE. [sotemnus loph1rodontordes, enecatus, cuspidatus, con- sumatus, emundatus. Prostylops apicatus. S Anwsorhizus (n.) atria- mus, Porotemnus (n.) crassiramas, T Maxschlosserra (n.) praeterita, S anatona, Pleurostylodon sumilis, plexus, notabalas, divisus, bico- nus, sunuosus,complanatus, Dialophus (n.) sumus, Paginula (n.) par- ca, Eochalicothervum (n.) cretaceum, crassidens, robustum, minu- tum. S Dimerostephanos (n.) colhuehuapensis, chicoénsas, S attri- lus. TILLODONTA NotosTYLOPIDAE. Notostylops escaridus, complexus, rrregularis, chaicoénsis, ampullaceus, aspectans, Catastylops (n.) pendens, Plios- tylops (n.) magnaficus, Acrostylops (n.) pungiunculus, Homalosty - lops (n.) rageo, anterlissus, Coelostylops (n.) crassus, Tonostylops (n.) spissus, Isostylops (n.) fretus. PANTOSTYLOPIDAE (n.). 1 Pantostylops (n.) typus, 1ncompletus, 1 manutus, completus, Eostylops (n.) diversidens, obliquus, Entelos- 316 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tylops (n.) completus, incolumas, tripartitus, appresus, cestillus, I Merostylops (n.) clarus. RODENTIA ODONTOMYSOPIDAE (N.). I Odontomysops (n.) spiniferus, S Promy- sops (0.) acuminatus. ALLOTHERIA PoLYyboLoPIDAE. Polydolops serra, fur, crassus, clavulus, Pseudo- lolops (n.) princeps, Plrodolops (n.) premulus, Amphadolops (n.) serrula, sermfer, PEDIMANA MICROBIOTHERIDAE. B /deodelphis (n.) microscopicus. SPARASSODONTA ARMINIHERINGIDAE (0.). Armimheringia (n.) auceta, cultrata, Di- lestes (n.) dilobus, HATHLYACYNIDAE. Procladosictis (n.) erecta, determimnabrle. TRICONODONTA SPALACOTHERIDAE. Aryyrolestes (n.) peralestinus, Nemolestes (n.) spalacotherimus. EDENTATA GRAVIGRADA 4 PROTOBRADYDAE (n.). Protobradys (n.) harmonacus. DASYPODA CHLAMYDOTHERIDAE. S Machlydotherium (n.) sparsus. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 310 DasYpPIDAE. S Meteutatus (2.) percarmatus, S Anteutatus (n.) le- ms, Utaétus (n.) buccatus, argos, laxus, S deustus, S Posteutatus (n.) ¿ndentatus, S scabridus, indemnis, chicoénsis, S Parutaétus (n.) clusus, signatus, S Orthutaétus (n.) crenulatus, clavatus, Coe- lutaétus (n.) embellatus. STEGOTHERIDAE. 1 Astegothertum (n.) dichotomus, S Pseudostego- thervum (n.) chubutanum, S notostylopranum, S Prostegothernum (n.) astrifer. M. Roth aussi a publié derniéerement une liste assez longue de mammiféeres du crétecé de Patagonie (125) (1) mais je ne posse- de pas les renseignements nécessaires pour distribuer ces especes par étages. T. L,, p. 216 (p. 52). Aux reptiles de la formation guaranien- ne il faut ajouter un nouveau Mégalosauridé (Genyodectes serus Sm. Wood.) et unophidien gigantesque (Dinilysia patagonica Sm. Wood.) décrits par M. A. Smith Woodward (126) (2). Ces espéces, dont nous possédons des débris, appartiennent aux cou- ches a Notostylops. Dans le méme mémoire, M. A. Smith-Woodward donne une description détaillée de Miolania (Niolamia) argentina provenant des mémes couches; selon lui cette étrange tortue comme genre n'est pas séparable de Miolama d'Australie. M. Nop- esa aussi vient de décrire (127) (3) des débris d'un grand dinosau- rien sauropodede Río Negro qui ressemble au genre Bothriospondy- lus du crétacé d'Angleterre et de Madagascar. T. L, p. 217-218 (p.53 el 54). Parmi les débris de poissons pro- venant des couches á Ostrea pyrotheriorum qui représentent le facies marin des couches sous-aériennes a Notostylops, j'ai déter- miné quatre autres espéces de squales représentées par de nombreuses dents : Scapanorhynchus raphiodon Ag. et Scapa- norhynchus gigas Sm. Wood. du cénomanien et sénonien d'Eu- rope; Lamna semiplicata Ag. du cénomanien d'Europe, et Odon- (1) 125, Rorn, S., Notas sobre algunos nuevos mamiferos fósiles, in Revista del Museo de La Plata, t. X, p. 251 et suiv., décembre, 1901. 9) 126, Smiru-WoopwarD, A., On some Extinct Reptiles from Patagonia of the Genera Miolania, Dinilysia and Genyodectes: in Proceed. Zool. Soc. of Lon- don, 1901, p. 169 á 184, avec 6 planches. (3; 127, Norcsa, F., Notizen úber crelaceische Dinosaurier. 3. Wirbel eines sudamericanische Sauropode, in Sitzungsberichten der Kaes. Akad. der Vissensch : Wien, Febrear, 1902. 318 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA taspis Houzeaur Sm. Wood. du crétacé le plus supérieur (danien) de Belgique. Cette derniére espéce est trés facile a reconnaítre, eten dehors de la Belgique elle n'avait pas encore été signalée. Il résulte que tous les squales de la formation guaranienne sont exclusivement crétacés. Sur douze espéces, dix sont caractéristiques de terrains crétacés de lP'hémisphére nord se distribuant du cénomanien infé- rieur au danien, tandis qu'on n'y a pas encore signalé aucune espece tertiaire. T. L, p. 218 (p. 54). Ostrea pyrotheriorum M. Ihering a recon- nu que celte espéce doit étre transférée au genre Gryphaea etau sous genre Amphidonta (128) (1) qui jusqw'aujourd'hui parait exclusi- vement crétacique. Parmi les nombreux fossiles des mémes cou- ches recueillis par C. Ameghino, M. Ihering a déterminé encore les espéces suivantes : Amphadonta concors Ihrg., A. concors var. ros- imgera Ihrg., Ostrea Ameghinor Ihrg., Turritella chilensis? Sow., T. malaspina Ibrg., Struthiolaria striatissima Thrg. (2), Roste- llaria Cossmanni Thrg., Bouchardia patagonica Ihrg. Les couches marines de Roca, sur le Rio Negro, décrites par Roth (32, p. 9-10), intercalées entre les grés rouges a Dinosaumens de la formation guaranienne sont un peu plus anciennes que les cou- ches á Gryphaea pyrotheriorum du Chubut, San Jorge, etc., el cor respondent a l'étage pehuenche. M. Burckhardt a publié un mémoire avec de nombreuses figu- res de fossiles de cette localité (129) (3), et aprés une comparaison avec des fossiles semblables d'autres régions de la terre, il arrive á la conclusion que ce gisement doit étre placé dans le crétacé supé- rieur. Tout derniérement on y a trouvé des Ammonites. M. le D* Ihering, prépare sur les fossiles des couches á Gryphaea pyrothe- riorum et sur ceux du gisement de Roca une monographie com- plete. Des couches sous-aérienne correspondantes au notostylopeen, M. (1) 128, IneriNG, H., Historia de las ostras argentinas, in Anal. Mus. Nac. de Buenos Atres, t. VII, p. 109á 123, eta part in 8”. Janv., 1902. (2) Dans mon tableau synoptique (94, p. 4), cette espece figure par erreur sous le nom de Struthiolaria densestriata ; Vespéce de ce nom est propre du pata- gonien inférieur (Ibid., p. 3). /3) 129, BurckHARDT, CARL., Le gisement supracrétacique de Roca (Rio Ne- gro), in Rev. Mus. La Plata, t. X, p. 207 a 223, et 4 planches, a. 1901. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 319 Ihering a déterminé Strophocherlus chubutensis Ihrg. et Stropho- cherlus (Porus) Hauthalr Thrg. FAUNE ASTRAPONOTÉENNE Plus haut j'al déja ditque dans les couches jusqu'alors stériles qui séparaient le Pyrothérien du Notostylopéen, dont parle €. Ame- gbhino, T. L. p. 158 (38 du tirage á part), il a plus tard ren- contré les débris d'une faune mammalogique de caracteres inter- médiaires; ces couches constituent létage Astraponotéen. Les mammiféres de cet étage que l'on a determinés jusqu'a maintenant (123 et 124) sont : PRIMATES NOTOPITHECIDAE. Adprthecus amplidens. ARCHAEOPITHECIDAE. Gurlrelmoscoltia (a.) (1) plicaifera HYRACOIDEA ARCHAEOHYRACIDAE. Archaeohyrax nesodontordes, sulerdens, Pseu- dhyrax (n.) eutrachytherordes, Eohyrax strangulatus, brachyodus. TYPOTHERIA HEGETOTHERIDAE. Eohegetotherrum (n.) priscum, Eopachyrucos (n.) pliciferus, Pseudopachyrucos (n.) foluiformas. HIPPOIDEA (n.) NoTOHIPPIDAE. Eomorphaphus (n.) obscurus, rutilatus, Interhippus (n.) deflexus. (1) Les genres, familles et sous-ordres nouveaux sont suivis d'un n entre pa— renthése. 320 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CONDYLARTHRA PHENACODONTIDAE. Lambdaconus (n.) altus, Decaconus (n.) antri- catus. PROBOSCIDEA PYROTHERIDAE. Propyrothertum (n.) saceum. CAROLOZITTELIDAE. Paulogervarsra coelata. AMBLYPODA TRIGONOSTYLOPIDAE. Edvardocopera (n.) sinuosa, Pseudostylops(n.) subquadratus. ASTRAPOTHERIDAE. Astraponotus (n.) assymetrum; Parastrapothe- rium variabale. ANCYLOPODA LEONTINIDAE. Carolodarwinia (n.) pyramidentata, Stenogenmum aemgmalicumn. HoMALODONTOTHERIDAE. Asmodeus circunflewus, Proasmodeus (n.) armatus, exauclus. IsoTEMNIDAE. Trimerostephanos coulitus, coarctatus, sigma, cu- neolus, ultamus. RODENTIA PromMYSOPIDAE. Promysops primarius. SPARASSODONTA HATHLYACYNIDAE. Procladosictas (n.) anomala. + al a - L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 321 GLYPTODONTIA PROPALAEHOPLOPHORIDAE. (rlyptatelus fractus, Lomaphorelus (n.) depstus. PALAEOPELTIDAE. Palaeopeltas tesseratus. DASYPODA CHLAMYDOTHERIDAE. Machlydothertum asperum, alter, i1ntortum. DasYPIDAE. Meteutatus (n.)attonsus, myrdus, Pseudeutatus (n.) cly- peus, Anteutatus (n.) laevus, Sadypus (n.) confluens, ascendens, Isutaétus (n.) depictus, anutaétus (n.) circundatus, Pachyzaédyus (n.) cunerformas. T. L, p. 209 a 213(p.45 4 49). A la faune mammalogique descou- ches a Pyrotherium, en plus des especes déja signalées plus haut il faut ajouter celles découvertes pendant les derniéres années (123 et 124). ARCHAEOHYRACIDAE. Archaeohyrax concentricus, Argyrohyras acu- ticostatus, Notohyrax (n.) contcus. HEGETOTHERIDAE. Propachyrucos aequilobus, Prosothervumquartum. ADIANTIDAE. Proadrantus pungidens, gibbus. NoromirprrDaE. Coresodon cancellatus, Morphippus fraternus, qua- drilobus, Rhynchippus medranus. PyroTHERIDAE. Pyrotherium pluteum, crassidens, Parapyrothe- mum (n.) planum, Ricardowenta (n.) mysteri0sa. CAROLOZITTELIDAE. Carolozittelra eluta. ASTRAPOTHERIDAE. Parastrapothertum martiale, superabrle, insu- perabrle, Loxocoelus obtortus, Henricofilholra lustrata, circundata, imnaequrlatera. LEONTINIDAE. Ancylocoelus lentus, minor. DasYp1DAE. Meteutatus (n.) concavus, anthinus, lucidus, Archaéu- tatus (n.) malaspiensis, Amblytatus (n.) pandus, areolatus, Sa- dypus (n.) nepotulus, Isutaégtus petrinus. Hemiutaétus (n.) constel- latus, Anutaétus tortuosus, Prozaedyus tenuissimus. T. L, p.218 (p. 54). M. Carlos Ameghino a trouvé dans le guara- nien tout á fait le plus supérieur, un nouvel étage marin, avec fos- siles nouveaux presquetous différents de ceux du patagonien et de ceux qui accompagnen! la Gryphaea pyrotheriorum. Dans mon tableau synoptique (94, p. 4) ¡'ai indiqué Pexistence AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV 21 322 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de cet étage sous le nom de Sehuenéen supérieur. Cependant, au point de vue paléontologique il s'agit d'un étage si bien délimité qu'il mérite d'étre désigné avec un nom spécial. La localité ou il se présente sous la forme la plus typique, est Camarones, de sorte que l'étage peut porter le nom de Camaronéen. Sa place stratigra- phique est entre le patagonien inférieur (étage julien) et les cou- ches á Pyrotherium (étage Pyrothérien). Parmi les coquilles fossi- les recueillies dans cet étage M. Ihering me communique la déter- mination des especes suivantes: Ostrea Ameghinor Ihrg., Cardium camaronense Ihrg., Pectunculus camaronensis Thrg., Pectunculus subtrigonus Ihrg., Leda camaronensis lhrg., Natica microstoma Ihrg., Turritella Hauthal: Ihrg. Les dents de squales trouvées dans le méme étage appartien- nent aussi á des espéces crétaciques déja connues. T. L, p. 2184 221 (p.54a 57). Sur le degré d'évolution des mam- miféeres des fannes Notostylops-Pyrotherium. Les découvertes pos- térieures ont fait plus que confirmer ce que je dis plus haut á ce sujet. Ces découvertes prouvent que presque tous les groupes de mammiféres ont pris leur origine dans l'Amérique du Sud, se dé- veloppant graduellement a partir du groupe des Microbiothéridés. T. L, p.222(p. 58).Sur lesanciennesconnexions géographiquesde l'Argentine. Aprés ce que j'ai écrit plus haut ont paru deux autres articles, un de Thering (130) (1) et Pautre de Ortmann (131) (2), traitant aussi la méme question; incidemment on s'en occupe aussi dans plusieurs travaux récents. T. LIL, p. 245-246 (p. 119-120). La question des huitres fossiles de l'Argentine a élé étudiée de nouveau par M. Ihering, d'une ma- niére tres soignée (128) donnant les caractéres pour la distinction des espéces, el les espéces caractéristiques de chaque formation. Dans la formation guaranienne il y a Gryphaea pyrotheriorum Ih. Gryphaea concors Ih., Ostrea guaranitica Ih., Ostrea Ameghino? Ih. Dans la formation patagonienne, Ostrea Hatchera Ort. Dans la formation santacruzienne, Ostrea philippu Ort. Dans la formation entrerrienne, Ostrea patagonia Orb., Ostrea Alvareza, Orb. (1, 130, InerixG, H. von., The History of the Neotropical region, in Science, p. 857 a 864, Décembre, 1900. (2) 131, ORTMANN, ARNOLD E., The theories of the origin of the antartic fau—- nas and floras, in The American Naturalist, vol. 35, p. 139 á 142, a. 1901. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 923 Dans la formation tehuelche, Ostrea ferrarist, Orb. Dans la formation pampéenne, Ostrea arborea Ch. Dans le postpampéen et P'actuel, Ostrea puelchana, Orb. T. LIV, p. 169 (132). Trochtta merriami Ort. de Pétage magel- lanien a été rencontrée aussi dans le tehuelche moderne du De- seado, qui correspond á la formation pampéenne, ce quí confirme láge postpatagonien du magellanien. T. LIV, p. 240-244 (p. 163-167). Dans un article récent (132) (1). M.Thering confirme ce que nous avons dit des déterminations deM. Borchert sur les coquilles de Paraná. Il trouve que des espéces con- sidérées vivantes par Borchiert, au moins, Drone purpurata, Crypto- grammabrasihiana, Lithodomus patagonicus, Modiola tulipa, Nucula puelchana, Tivela argentina, Solecurtus platensis, Marginella pru- nun et Columbella acuta, sont mal déterminées, ce qui change com- pléetement les déductions de Borchert, Dans celte méme note, M. Ihering dit que l'examen du maté- riel nouveau recueilli par €. Ameghino ne concorde pas du tout avec les idées de M. Hatcher, surtout en ce qui regarde la préten- due identité du patagonien avec le superpatagonien. Il vient également de paraítre une note de M. Tournouér á l'Aca- démie de Sciences de Paris (133) (2), donnant un resumé de ses recherches en Patagonie. Les résultats généraux concordent par- faitement avec ceux que Pon trouve dans mes publications d'apres les observations de M. Carlos'Ameghino. L'OUVRAGE DE M. ORTMANN SUR LES INVERTÉBRES FOSSILES DU TERTIAIRE DE PATAGONIE ET LEUR DISTRIBUTION STRATIGRAPHIQUE (3) Au momentoú j'arriveá terminer ce mémoire, je prends con- naissance du volume de M. Ortmann, récemment paru, conte- nant la description complete des invertébres fossiles de Patagonie (1) 132, [uerinG, H. von. On the Molluscan fauna of the Patagomian Ter— tiary, in Proceed. Amer. Philosoph. Soc., vol. XLI, n* 169, p. 132-137, a. 1902. 2) 133, TOURNOUER ANDRE, Recherches paldontologiques en Patagonte, in Comptes Rendus des séances de VAcadémie des Sciences, 6 octobre 1902. /3) 134, ORTMANN, A. E., Tertiary invertebrates, in Reports of The Princeton University. Part. Il, in 4%, page 45 a 332, Plates XI-XXXIX. Princeton, 1902. 324 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA recueillis par M. Hatcher, suivie d'une discussion sur leur distri- bution stratigraphique. La plupart des questions traitées dans ce volume ayant déja été étudiées dans ce mémoire, je me contenteral d'un examen rapide de quelques-uns des points sur lesquels l'auteur insiste d'une ma- niére spéciale. Je ne m'occuperal pas de la partie systématique, quoique je ne puisse pas m'empécher de faire quelques remarques au sujet des huitres fossiles. Quoique M. Ihering ait démontré (128) que O. Hat- chert et U. Philippa sont des espéces diférentes, M. Ortmann conti- nue á les identifier avec O. 2ngens á laquelle 11 rapporte également plusieurs especes du tertiaire du Chili el de Argentine; il décrit et figure Ostrea Torresi qu'il donne comme caractéristique de son magellanien et il admet la possibilité que celle-ci aussi puisse étre identique avec O. 2angens, espéece a laquelle il rapporte également une partie considérable des huitres de la formation tehuelche. Aprées ce mélange il n'est plus possible de se servir des huítres pour la distinction des étages géologiques. Comme preuve incontestable du peu de discernement avec lequel il a traité ce groupe je présente exemple de Ostrea pyrotheriorum quí d'apres lui serait pliocéne et fondée sur deux spécimens anormaux d'0. patagomica, qu'on aurait choisis expressemént!! Or, O, pyrotheriorum est si différente de toutes les especes tertiaires qu'elle ne rentre pas dans le genre Ostrea, sinon dans le genre Gryphaea et dans le sous-genre Amphi- donta dont toutes les espéces sont exclusivement crétacées ; en Pa- tagonie aussi on ne la trouve que dans les terrains crétacés en tres grande abondance et toujours melangée avec des mollusques, pois- sons et reptiles également crétaciques. La partie de l'ouvrage qu'il a destinée a examen des huitres prouve que l'auteur ne posséde pas l'expérience suffisante pour s"occuper avec profit d'un groupe dont la grande difíiculté réside précisément dans les variations de forme que présente une méme espéce. Dans le chapitre destiné aumagellanien (page 303) saufdes phra- ses peu polies desquelles je ne tiendrai pas compte, il n'apporte pas de nouveaux arguments en faveur de l'áge qu'il lui attribue; j'ai suffisamment étudié le point plus haut. Le chapitre sur le fair- wealhéréen (p. 307) ne change absolument rien á ce que j'ai dit de la formation tehuelche. V Dans le chapitre ou 1l s'occupe de l'áge de la formation patago- nienne (page 286) o1 voit que des travaux dont il se plaitá faire L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 325 mention il n'a examiné que les couvertures, car s'il en étall autrement il ne tomberait pas dans une suite d'inexactitudes qu'on trouve dans les pages 286-288, dont presque tous les faitssont défi- gurés á mon préjudice comme si c'était de parti pris. Et je dis ceci parce qu'on ne pourrait pas s'expliquer autrement des assertions comme la suivante; «Ameghino finally (1898-1899) places the patagonian and supra- patagonian beds in the Upper Cretaceous and lower Eocene ». Ou ai-je dit cela ? Toute la discussion porte lempreinte de la méme légereté. Des le commencement lauteur se pose la question de la méthode a employer, si celle de la proportion des espéces vivantes par rap- port aux éteintes, ou si celle de comparer les différentes formes avec celles provenant d'horizons bien déterminés dans des régions bien connues. Plus haut, t. LI, p. 29 432 (p. 74-76), j'ai expliqué pourquoi cette méthode était applicable en Europeod Pon avaltdéja une idée asez exacte des fossiles caractéristiques de chaque étage, tandis qu'on ne pouvait pas en faire usage avec profit dans les régions éloignées et peu connues comme la nótre, possédant des faunes trés différentes pour permettre des comparaisons de ce genre; dans ces derniers cas, la seule méthode applicable était celle de la proportion des espéces vivantes par rapport aux ételntes. C'est une véritable surprised'apprendre que M. Ortmann arrive a un résultat completement opposé; il eroit que la méthode de la proportion des espéces vivantes par rapport aux éteintes est appli- cable á PEurope mais pas du tout aux contrées de l'hémisphére austral. Je m'en tiens a ce que j'ai dit plus haut. Dans le cas de nos formations, l'áge miocéne attribué par Pauteur au patagonien par la méthode de la comparaison des fos- siles, ne peut pas étre pris au sérieux, carce n'est que l'expression des idées personnelles de Pauteur. Un autre malacologiste, avec d'autres idées, pourra trouver autant de relations avec des espéces éocenes. L'application de cette méthode faite par Ortmann pour déterminer l'áge du magellanien, el par laquelle 11 a inverti la succession des formations, prouve définitivement qu'elle n'a aucune valeur scientifique, et je passe outre pour m'arréter au chapitre od lVauteur prétend démontrer (pages 260 á 286) que la formation pa- tagonienne n'est pas divisible en étages et que le patagonien et le superpatagonien sont une méme chose et possedent la méme faune. Ce sont les mémes arguments déja fournis par M. Hatcher et que 326 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA j'ai réduits á néant, mais comme il entre dans plus de détails, ¡"en ferai une analyse rapide. De méme que M. Hatcher, M. Ortmann aussi me reproche de ne pas donner les localités oú Pon peut étudier les trois étages, julien léonéen et superpatagonien. Ces localités, 1l les trouvera indiquées dans le méme ouvrage (11) qu'il critique sans Pavoir lu; á la page 127 il trouvera indiquées les localités typiques pour le julien et le léonéen, etá la page 133 pour le superpatagonien, tout cela sans tenir compte des nombreuses localités que j'ai citées allleurs. Toute Pargumentation de M. Ortmann consiste a demontrer que les quelques espéces que dans un tableau géologique synoptique (11,p.123)j'a1 placées comme caractéristiques du superpatagonien, du léonéen et du julien, se trouvent dans tous les étages el dans tous les gisements, interprétant mes publications d'une maniére capricieuse puisque je n'avais pas dit que tous ces fossiles solent exclusifs de ces étages; un exemple: Terebratella patagonica quiil aurait pu voir que ¡je cite aussi bien du patagonien que du superpatagonien. Si je l'ai placée parmi les fossiles du julien,¡je Val fait avec les autres espéces du méme groupe pour faire voir que le patagonien inférieur se caractérise principalement parle nombre considérable de brachiopodes; cette abondance de brachiopodes est aussi le caractére paléontologique que j'ai donné dans le texte du méme ouvrage (11, p. 127) comme servantá distinguer l'étage julien. En retranchant cette espéce et Siphonalia noachina que j'ai don- nées comme se trouvant dans toute la série, en retranchant Ostrea ingens, nom sous lequel M. Ortmann réunit plusieurs espéces de provenances géologiques et géographiques les plus variées, en re- tranchant Scutella patagonica, Pecten gemmnatus et Turritella am- bulacrum puisque sous ces noms il a réuni des formes hétérogenes caractéristiques d'étages différents, il ne reste que deux ou trois espéces avec lesquelles il est tout á fait ridicule de prétendre prouver Pidentité de plusieurs étages géologiques. Pourquoi n'a-t-11 pas tenu compte des listes plus complétesque j'ar publiées pour chaque étage ? Comme base ou point de départ pour prouver que les trois éta- ges en question n'ont pas de raison d'étre, il donne la liste compléte des espéces recueillies par M. Hatcher á Santa Cruz, qui est de 117, nombre considérable par rapport au nombre total des espéces qwil a recueillies, qui est de 150. Mais, cette base ou point de L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 327 depart, qu'il emploie comme terme de comparaison avec les autres localités, tombe de soi-méme. En effet, il nous dil que M. Hatcher va pas fait de distinction entre les échantillons des niveaux dis- tincts parce qu'il s'est apercu que ce n'étaitpas possible de distin- guer des étages différents ! « he tried at first, in collecting, to distin- guish different horizons, but soon found that this was impossible.» Est-ce que c'est sur le terrain, au moment de collectionner, que l'on peut reconnaítre les petites différences qui servent á distinguer quelques espéces, surtout quand on n'est pas spécialiste? Il y a longtemps que j'ai dit qu'a Santa Cruz, se trouvent repré- sentés les trois étages marins (11, p. 127 et 133), le julien, qui avait déja été reconnu par Darwin (96, p. 112), tout á fait á la base s'élevant peu au-dessus du niveau de la mer; le léonéen quí cons- titue presque tout le restant de la falaise; et le superpatagonien tout á fait en haut, presque au sommet immédiatement au-des- sous des galets tehuelches. Or, comme M. Hatcher d'aprés son propre aveu, n'a pas tenu compte des différents niveaux, ¡il en résulte que ces 117 espéces recueillies á Santa Cruz représentent un mélange d'espéces des trois étages, julien, léonéen et superpatago— nien. D'apres lP'épaisseur relative des couches de chacun de ces éta- ges, nous pouvons en déduire que le nombre le plus considérable appartient au léonéen, et le plus petit au julien. En plus, toutes les localités, avec fossiles patagoniens ou superpatagoniens, doivent contenir des espéces en commun avec Santa Cruz. Donc en prenant comme terme de comparaison une localité avec des fossiles des trois étages confondus tous ensemble, il est absolumen! impossible qu'il puissetrouver une seule localité présentant une faune distincte. Ce seul fait démontre le peu d'expérience de l'auteur sur ces ques- tions, car 1l suffit de comparer ses listes des fossiles des différentes localités pour arriver á un résultat complétement opposé au sien. L'étage superpatagonien, de Monte Observation á Coyle, ou il se présente sous son aspect le plus typique, a fourni á peu pres 75 espéces de coquilles. Parmi les 117 espéces de Santa Cruz, d'a- pres la liste de Ortmann, en ne tenant pas compte de trois ou qua- tre inutilisées pour ce genre de comparaison parce qu'elles repré- sentent des assemblages hétérogénes (1), 1l en reste 30 qui sont (1) Dans le travail de Ortmann, les espéces qui pour cette méme raison restent inutilisées sont: Ostrea ingens, + Hatcheri, + Philippit, + patagonica (in parte), + Ferraris: (in parte), + Nelsontana, + Benecket, + rostrata, + transitoria, 328 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA du superpatagonien ; il y a donc 35 especes de cet étage quí n'ont pas élé rencontrées, a Santa Cruz, différence plus que considérable pour établir la distiuction de deux étages. En outre, comme nous avons dit qu'á Santa Cruz il y a aussi le superpatagonien, nous en concluons que la plus grande partie de ces espéces appartient aux couches de cet étage. Ce qui le prouve encore c'est que de ces 30 espéces, on n'en trouve qu'une seule sur les 20 de Oven Point pres de San Julian, et á peine 4 sur les 26 de San Julian, localités oú la moitié inférieure des falaises représente le julien sans qu'il y ait des vestiges du superpatagonien au sommet. En plus, de ces h espéces, deux comptent parmi celles i¡nutilisées, et les deux res- tantes rentrent dans le nombre de celles que j'avais données com- me étant caractéristiques aux deux formations. La proportion des espéces du julien, léonéen et superpatagonien dans la localité de Santa Cruz, telle qu'elle est établie par l'auteur, est parfaitemen! d'aceord avec le développement proportionnel qui présentent les couches de ces trois étages. Si les números disent quelque chose, MM. Ortmann et Hatcher sont dans le tort. Je ne perdrai pas beaucoup de temps a discuter longuement la signification des fossiles des autres localités, me contentant seule- ment de quelques rectifications et des explications les plus indis- pensables. Paso del Río Santa Cruz. —De la liste des fossiles de cette locali- té, en supprimant une espéce inutilisée, il ne reste comme espéece superpatagonienne que Lucina promaucana quí se trouverait aussi dans le patagonien; c'est d'ailleurs á ce que Pon devait s'attendre puisque ¡'avais indiqué Pespéce comme se trouvaut aussi dans le lebuvéen. Las Salinas. A un niveau un peu supérieur a la partie basale de + latiareata? + oculata? + lunaris? + etc., etc., etc.; Pecten geminatus, + quemadensis, + fissicostalis; Cardita patagonica, + pseudopalagonica ; Cucullaea alta, + multicostata, + Dalli; Cucullaria tridentata, + Darwint; Glycimeris Ibari, + magellanicus. + araucamus ?, + pulvinalus cuevensas; Cardium Philippii, + Pauciradiatum; Turritella ambulacrum, + argentina, + Steinmanni, + Sowerbyana, + affinis etc.: Turritella breantiana, + Ihe- ringi, + indecussata, + Couteaudi?; Struthiolaria ornata, + densestriata ; Trophon patagonicus, + santacruzensis; Voluta gracilior, + quemadensts, + philippiana; Scutella patagonensis, + Echinarachnius juliensis. Dans la presque totalité des cas les formes ainsi réunies sont caractéristiques d'étages différents. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 329 Santa-Cruz. — Sur 12 espéces, en supprimant trois inutilisées, il n'en reste que trois que Von trouve aussi dans le superpatago- nien, Limopsis insolita, Cardita amaequalas et Venus meridionalis, précisément toutes les trois indiquées dans mes travaux comme existant aussi dans le patagonien. La liste des fossiles de cette loca- lité indique que nous sommes dans le patagonien : absolument accord avec mes déterminations. Monte Observación, horizon inférieur.— La liste ne comprend que quatre espéces, dont trois sont patagoniennes et de celles don- nées comme étant caractéristiques de l'étage léonéen. M. Ortmann dit que la prédominance des especes léonéennes est en opposition avec le niveau inférieur de cette couche. J'ai le regret de lui dire qu'il est dans la plus grande erreur. Les couches patagoniennes, dans leur inclinaison au Sud, disparaissent au-dessous du niveau de Pocéan précisément non loin de Monte Observación. Dans cette localité, le niveau ou partie inférieure des falaises correspond á la partie tout á fait supérieure du léonéen. Les fossiles indiqués sont done ceux que Pon doit y trouver d'accord avec ma classification. Monte Observacion, horizon supérieur. — L'auteur suppose que lhorizon supérieur de cette localitté correspond á la partie mo- yenne de la série marine de Santa Cruz. C'est aussi, comme dans le cas précédent, une grave erreur. Ici, cet horizon supérieur représente précisément mon étage superpatagonien; a Santa Cruz 1l n'est représenté que par une couche peu épaisse qui se trouve tout a fait au sommet immédiatement au-dessous des galets tehuel- ches. Sur les 24 espéces qu'il donne de cette localité, une est inutilisée, quoique je sois certain qu'il s'agit de Ostrea Plalappa quí est ici trés abondante, trois especes son! nouvelles, deux espéces mentionnées par Ortmann comme du julien sont précisément les deux espéces que j'ai données comme communes aux deux formations; les 18 espéces restantes se trouvent toutes sans exception dans mes listes de fossiles du superpatagonien. Cette localité, dans cet horizon, est absolument typique pour le superpatagonien el prouve que M. Ortmann est dans le tort. San Jultan. Oven Point. — Cette localité correspond au patago- nien inférieur, soit á Vétage julien. Sur les 20 especes, deux sont inutilisées et parmi les 18 restantes il n'y en a que trois que Pon trouve aussi dans le superpatagonien, et précisément ce sont de celles qu'on a données comme étant communes aux deux forma- 330 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tions. Ce gisement aussi est donc d'accord avec ma classification. San Julran. Darwin Station, — Dans cette localité la moitié in- férieure des falaises correspond aussi au patagonien inférieur ou julien. Sur les 26 especes, une est inutilisée et 7 se trouvent aussi dans le superpatogonien, mais parmi ces derniéres, 5 sont de celles que j'avais données comme étant communes au patagonien et au superpatagonien ; il ne reste que deux especes (Panopaea quema- densiss et Cancellaria yracilis) qu'en supposant exacte la détermi- nation, seraient également communes aux deux formations; aussi bien Pune que Pautre ne sont représentées que par un seul spéci- men á Pétat de moule! Bref, cette localité aussi est parfaitement d'accord avec ma classification. Shore of Salt Lake. — Des trois espéces de cette localité, deux comptent parmi celles inutilisées et la troisieme rentre dans le nombre de celles indiquées comme étant communes aux deux formati0ns. | Upper Rio Chalta. — Cette localité est donnée comme se trouvant immédiatement au-dessous du santacruzien sous-aéréen et a la partie tóut a fait supérieure de la série marine; d'apres ces rensel- gnements stratigraphiques elle représenterait le superpatagonien. Sur les 19 espéeces de cette localité, quatre sont inutilisées, une est nouvelle et des 14 restantes, 13 sont toutes superpatagoniennes ; 3 de ces derniéres comptent parmi celles que j'ai indiquées comme communes aux deux formations. Il n'y a qu'une seule espece pata- gonienne (non encore connue du superpatagonien, Voluta d'Or- bignyana), mais elle ne se trouve représentéequeparunseuléchan- tillon a Pétat de moule. L'ensemble de cette liste est du superpa- tagonien le plus typique. Veut-on une preuve plus convaincante de Verreur de Ortmann en prétendant nier ce qui ressort trés claire- ment de ses propres renseignements? Je trouve qu'en suivant ma classitication, l'évidence paléontologique est d'un parfait accord avec la stratigraphie. 30 males north of upper Rio Chalia. — Le gisement est donné comme étant au sommet de la série marine et immédiatement au- dessous du santacruzien sous-aéréen; ceserait donc du superpata- gonien. Sur les 15 espéces de cette liste, + sont inutilisées (toujours les mémes) quoique il est plusqueprobable que ce soientdes formes superpatagoniennes, et parmi les restantes, 8 ont été trouvées dans le superpatagonien, sans qu'il y ait une seule espéece exclu- sive du patagonien inférieur ou supérieur. On est donc en plein L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 331 superpatagonien, et ici comme dans les autres gisements il y a accord parfait entre ma classification et lévidence paléontologique et stratigraphique. Cañon near Sierra Oveja, Ro Chico. —Le gisement se trouverait tout á fait au sommet de la série marine. Sur les 6 espéces de cette liste, deux sont inutilisées (probablementil s'agit de formes super- palagoniennes), une autre est suivie d'un point d'interrogation, el les trois restantes se sont trouvées dans le superpatagonien, deux de ces derniéres étant de celles que j'ai données commes communes aux deux formations (toujours les mémes, Terebratella patagorica et Siphonalia noachima). Shell Gap, Rio Chaco, upper horizon. — Le gisement est donné comme prés du sommet de la série marine; stratigraphiquement 1l ne serait donc pas du superpatagonien. Sur les 16 espéces de cette liste, une est inutilisée, trois sont douteuses, et seulement cinq ont été trouvées dans le superpatagonien, mais de celles-ci quatre comptent parmi celles que j'avais signalées comme étant communes aux deux formations. L'absence d'espéeces propres au superpatagonien, avec exception d'une seule, el absence d'espe- ces propresá la base du patagonien, nous conduisent á considérer ce gisement comme représentant le patagonien supérjeur ou la transition de celui-ci au superpatagonien. Arroyo (m0. —Sur les 19 especes de cette localité, + sont imuti- lisées, une est douteuse, 7ont ététrouvées dans le superpatagonien et 3 dans le Patagonien. Il n'y a pas d'especes propres au patago- nien inférieur. Comme dans le cas précédent on a donc a faire au patagonien le plus supérieurou á la trausition du patagonien au superpatagonien. East of Lake Pueyrredon. —Sur les cinq especes, troissont pa- tagoniennes, et les autres deux sont inutilisées, mais probablement représentent aussi des formes patagoniennes; on est done en plein patagonien, et jugeant par Rhynchonella plicigera dans Vétage julien. High Blufss S. W. Lake Pueyrredon. A peu pres a 1000 pieds au-dessous du santacruzien sous-aéréen (?). — Les fossiles sont 4 espéces de brachiopodes et 1 (Gryphaea. Par lPabondance de bra- chiopodes qui est caractéristique de lPétage julien (11, p. 127) ce gisement ne peut étre plus récent que la base du patagonien. Lake Pueyrredon. Rio larde section. Base of marine tertrary. — Sur 29 espéces, 6 sont inutilisées, quoiqu'il sort a peu pres 332 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA certain quíil s'agit de formes propres au patagonien inférieur. Il ny a que 4 espéces qu'on ait trouvées aussi dans le superpata- gonien, mais 3 sont de celles que ¡"al données commecommunes au deux formations, tandis que la quatrieme (Crassatella longior) n'est représentée que par une seule valve! Toutes les autres espéces sont patagoniennes, et la grande abondance de brachiopodes prouve qu'on est dans le patagonien inférieur (11, p. 127) ou julien, ce quí est aussi V'aceord avec la stratigraphie, le gisement se trou- vant a la base d'une section marine de 700 pieds. 600, above base (or 100” below the top of marmes series). (Au-des- sus du gisement précédent ce qui est trés important). — Sur les 32 especes de cet horizon, 4 sont inutilisées, et des 28 restantes, 10 ont été trouvées dans le superpatagonien, mais de celles-ci, 7 comptent parmi celles que j'avais données comme étant communes aux deux formations. Les espéces propres de la base du patagonien man- quent; le gisement n'est donc pas julien, etil n'est pas non plus superpatagonien; il correspond au patagonien supérieur ou léo- néen. Je passe par dessus les incongruités de M. Ortmann (page 280), quí nie la paternité de ses ceuvres (voir Ortmann, 73, p. 479) et arrive a la page 281 ou il donne la liste de 28 espéces qui selon lui se trouveraient á la base et au sommel de la série marine. Est-ce que sur plus de 200 espéces, 28 qui se trouveraient (un bout á lautre de la série, prouveraient que celle-ci ne correspond qua un seul étage ? Je plains la naivité feinte ou réelle de M. Ortmann á ce sujet. Mais (bien grave pour la these baroque de M. Ortmann), il est in- exact, que ces 28 especes se trouvent a la base el au sommel de la série. Son tableau est une salade encore plus indigeste que celle des huítres. Il ne s'agit pas d'espéces trouvées á la base el au sommel de la série dans une méme localité, sinon d'espéces trouvées dans des localités différentes, souvent tres éloignées, qui sont référées á la hase ou au sommet selon les convenances de la cause! Sur ces 28 espéces, 7 sont du nombre de celles inutilisées, 8 sont de celles que j'avais données comme étant communes aux deux formations, 6 sont nouvelles pour ces formations etunesuper- patagonienne (Panopaea quemadens1s) est cité de la base sur un seul moule! Les 6 especes restantes sont des espéces patagonien- nes qu'on n'a pas encore rencontrées dans le superpatagonien. L'AGE DES FORMATIONS SEDIMENTAIRES DE PATAGONIE 333 Comment peut-il se faire que l'auteur mentionne pour certaines espéces comme partie basale, la localité de Santa Cruz, aprés nous avoir dit que les fossiles de cette localité ont été mélangés sans tenir compte des différents niveaux? Et s'ils n'ont pas pu tenir compte des différents horizons d'une méme localité, ce quí est relativement facile, comment est-il possible qu'ils puissent reconnaítre les ho- rizons correspondants de localités distinctes et éloignées? Dans le cas de Santa Cruz, méme en supposant qu'ils auraient tenu compte du niveau correspondant a quelques espéeces, il ne peut y en avoir aucune qui soit de la base de la série, par la simple raison que la partie basale n'est pas visible dans cette localité; la partie basale de la falaise de Santa Cruz correspond á la partie tout a fait supérieure de lPétage juléen qui a plus de 150 métres d”épaisseur. Dans ce méme tableau, Las Salinas est mentionnée comme représentant le sommet de la série, tandis que quelques pages en arriére il fait mention de la méme localité comme représen- tant un horizon tres inférieur (a very lower horizon). Ou dit-il vral, ala page 272 ou a la page 281 ? Las Salinas ne représente pas lesommet de la série, sinon létage léonéen. Shel Gap, donné également comme constituant le sommet dela série, ne représen- te pas le sommet ou superpatagonien, sinon le patagonien supé- rieur. L'horizon supérieur (upper horizon 60” above base) du lac Pueyrredon qu'il donne aussi comme constituant le sommet, n'est pas non plus le sommet puisquedans la mémelocalité il y a au-des- sus encore 100 pieds de couches marines el la faune ne correspond pas au superpatagonien sinon au patagonien supérieurou léonéen. Bref: tout le tableau est erroné. Procédant de la méme maniére, je pourrais dire que son fair- wealhéréen est aussi du patagonien, puisqu'il posséede selon lui presque un tiers des espéces de ce dernier. Il me repondra sans doute que dans le fairweathéréen apparaissent une quantité de formes qu'on ne connait pas des formations antérieures. C'est pré- cisément aussi le cas du superpatagonien; á cóté d'un nombre as- sez restreint d'especes qu'on trouve déja dans le patagonien appa- raissent pour la premiére fois un nombre considérable de formes plus modernes qui r'existent pas dans les formations plus an- ciennes. Admettons pourtant que quelques-unes des espéces que j'ai données comme propres d'un étage, se rencontrentaussi dans un au - tre útage, supérieur ou inférieur ; est-ce que cela prouverait que ces 334 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA étages n'existent pas? Ce n'est pas possible que M. Ortmann soit si arriéré en géologie pour le croire ainsi. Cestá ce point de vue que maintenant je vais présenter l'ceuvre critique de cet auteur. : Un géologue fait pour la premiére fois une collection de coquil- les dans une grande formation; il partage la formation en deux horizons et donne une liste préliminaire des fossiles qu'ila trouvés dans chaque étage. Est-ce qu'il peut y avoir un seul géologue ou pa- léontologue de bonne foi qui puisse croire que ces listes ne su- biront pas de modifications par les recherches ultérieures, et que quelques especes trouvées en haut ne se trouveront pas en bas et vice-versa? Est-ce qu'il peut y avoir un seul géologue ou paléontologue de bonne foi qui puisse croire que deux formations qui se sont suc- cédées immédiatement Pune á Pautre doivent posséder des faunes constituées par des espéeces toutes ou presque toutes différentes ? C'est ce que parait prétendre M. Ortmann. Sur mes listes de fos- silesdu patagonien et du santacruzien (superpatagonien) conte- nantá peu pres 260 espéces je n'ai signalé qu'une quinzaine d'es- péces communes aux deux formations. Une telle difference indi- querait, non deux formationsqui se seraient succédées Puneal'au- tre, sinon deux formations séparées par un tres grand intervalle géologique. La ressemblance entre les deux faunes doit nécessal- rement étre plus grande que ne l'indiquent mes listes qui ne don- nent que les résultats acquis jusqu'au jour ou j'en ai fait la publi- cation. Une grande formation dont les différentes couches se sont suc- cédées sans interruption, les organismes se modifiant graduelle- ment, doil présenter au sommet une faune assez différente de cel- le de la base. Tel est le cas de la formation patagonienne. En partageant une formation semblable en deux sections, une su- périeure et Pautre inférieure, la différence entre la faune de lP'étage supérieur el celle de l'étage inférieur ne peut bien ressortir a moins de prendre des précautions spéciales. En effet, la transition étant graduelle, dans la base de Pétage supérieur on trouvera des especes de l'étage inférieur el au sommel de l'étage inférieur on trouvera des especes de l'étage supérieur. Dans des formations semblables, cen est qu'a Paide de recherchessulviesetminutieuses quel'on peut arriver á reconnaitre lesdifférents niveaux d'apparition et de disparition des différentes especes. L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 39d) Un travail de détail de cette nature n'est pas la táche des géolo- gues voyageurs sinon de ceux qui plus tard s'établiront dans la con- trée. Pourtant, les premiers peuvent donner une idée assez exac- te des deux faunes, cuspidale et basale, en partageant la formation en trois sections. Alors dans la section supérieure on trouvera des espéeces qui n'existent pas dans l'inférieure, el vice-versa, tandis que dans la section médiane on trouvera une faune de transition, tout cela á cóté d'espéces qui traversent toujours la série d'un bout a Pautre. C'est cette méthode qu'a employée M. Carlos Ameghino durant trois ans (1897-1899), pour faire la plus grande collection exis- tante de coquilles patagoniennes. Cette grande collection qui il y a déja deux ans, se trouve dansles mains de M. Ihering, sera bientót publiée. M. Ortmann verra alors la grande différence qu'il y a entre la faune du patagonien supérieur et celle du patagonien inférieur, différence encore bien plus considérable que je ne le croyais. Apres avoir écrit les lignes qui précedent, j'ai examiné un petit lot de ces coquilles que m'a retournées M. Ihering aveclesdétermi- nations correspondantes. Ces coquilles proviennent du patagonien inférieur, moyen et supérieur; ¡'en donne tout simplement la liste car tout commentaire est superflu. Patagonien Patagonien Patagonien inférieur moyen supérieur Ostrea HalchermOrb sem oo.... =- = = Placunanomia juliensis Ih... ....... - — patagonica Ih......... — Lima (Limatula) patagonica Ih....... = Chlamys patagonensis Orl........... = CEM AMS AS O aa poo + - —" geminata SOW..oo.o..oo.... — =. nodosoplicatustihd.......... — A a = =— — JU OA tao = SS PEE 0. = Neoinoceramus Ameghinoi Ih........ Pernarquadasulica A — Mytilus magellanicus Ch............. — Lithophagus platensis Ph............ -- | 336 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A A O A A a A A A 5 5 a | Patagonien Patagonien Patagonien inférieur moyen supérieur A Pinna semicostata var. magellanica Ih. = Gucullacaralla O WA ato lr it — Pectunculus cuevensis Ih............ == Limopsis insolita Sow..... o -— Núcala patagónica PO. ome cese ses — Neilo (Nucula) ornata SoWw..........- = Cardita patagonica Sow........ E = GCarditainaequalis Ib. a sota e — == ¿Sulcolanularis Th... == Grassatella Rothol Ib... sao. E = Lucina promaucana Ph.............. — ME Card Pappo. ts ¿2 Venus Darwini Ph..... ES Il Eso Corbula Hatcher Orto. ios ; Ena Dentalium majus Sow........ ASA sE Gibbula cuevensis aequistriata lh... . = AC VAS SO ere Sota sa = Tracia cueyensis Th — Scalaria rugulosa SOW........<.... — Turritella patagonica Sow...... AO — -— steinmanni Ih..... o — — ambulaciumiSo We = = — bucinctanlh. ale Eros -o- Crepidula gregaria SOW... oo... ..m. ss — Natica secunda Roch. et Mab......... = = Natica?subtenuls iso = — Carolodarwini Ih...... HA = Fossarus pilula COS. esa = Struthiolaria densestriata............ — = Ameshinorlh: o. ca ee Bulla patagónica Ih....... o... ISE = Siphonalia dilatata Q. et Gm........ z = Trophon patagonicus S0W........... = = latihiatus Marti — ==" JOFrgensisl. c0 o ofre DESEOS = Marginella quemadensis lh.......... =— Seaphella Ameghinol Th... ea es = — AMAS WS aia — Cancellaria gracilis Ih.......... E = Magellania patagonica S0W........... — == = — Orbmanni 2. osos = Terebratella venter Ih..... ES = = = — dorada e e — L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 331 Patagonien inférieur A A A A A A Rhynchonella plicigera Ih..... ...... — = squamosa: Hut......... = BouchardianZitelll.aa o. o Nautilus Caroloameghinoi Ih......... Echinorachnius juliensis Desh.... ... - Iheringiana patagonica Desh......... | -—- Echinus patagonensis Orb... .:.. - — Schizaster Ameghinoi Ih............. — AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LIV Patagonien moyen Patagonien supérieur 22 338 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tableau synoptique des formations sédimentaires crétacées et tertiaires de 1'Argentine, contenant les résultats des derniéres recherches FORMATION POST-PAMPÉENNE FORMATION PAMPÉENNE FORMATIONS SOUS—AERIENNES ET D'EAU DOUCE Aimaréen. Alluvions récentes. Tous les mammiféeres d'espéces | existantes. Platéen. Dépóts lacustres de ' Lujan, Salto, etc. Mammiféres existants mélangés aux espéces éteintes : Palaeolama mesolithica, Equus rectidens, Mastodon super— bus, Toxodon, Megatherium, My- lodon, etc. A Lujanéen. Depóts lacustres de Rio Lujan, Salto, Arrecifes, ete., contenant des mollusques d'eau douce d'especes éteintes comme Hydrobia Ameghini, Unio luja- mensis. Manwmifeéres éteints : Mas- 'todon Humboldti. Megatherium americanum, Doedicurus clavicau- datus, Palaeolama leptognatha, etc. Bonaéréen. Pampéen supérieur de la plaine de Buenos Aires con- tenant Toxodon platensis, Macrau- chenia patachonica, Hippidium principale, Panochtus tubercula— tus, Sclerocalyptus ornatus, Equus curvidens, Propraopus, Scelido- therium leptocephalum, Lestodon trigonidens, etc. Ensénadéen. Pampéen inférieur de la plaine bonaerense avec Ma- | crauchenia ensenadense, Typothe- rium cristatum, Panochtus bulli- fer, Arctotherium bonaerense, etc. Tehuelche supérieur de la Pa- tagonie australe (Shang-Aiken) avec Typotherium, Macrau— chenia, Auchenia, etc. agoniens Formation Tehuelche moderne ou des galets pat (COMMENCE DANS LE PLIOCENE INFÉRIEUR ET CONTINUE JUSQU'A L'ÉPOQUE ACTUELLE) FORMATIONS MARINES CORRESPONDANTES Aimaréen. Tous les mollusques d'es- Es] peces existantes. (8 1! J Querandinéen. Dépóts marins de la cóte contenant des mollusques d'espéces éga les a celles existantes dans la méme cal gion. Depóts marins de la cóte de San Ju- lian a 'onest de Cabo Curioso, etc., con-| tenant des mollusques éteints. Cardita | prócera, Venus pampeana, etc., mélangés avec des mammiferes éteints comme | Palaeolama leptognata, Equus rectidens, etc. Belgranéen. Dépóts marins du pampéen supérieur de La Plata, Belgrano, etc., contenant des espéces émigrées au nord comme Ostrea arborea, Littorina flava, Nassa polygona, etc. Dépóts marins de la cóte de Patagonie a San Julian, Golfo San San Jorge, ete., avec mollusques actnel- les (Trophon varians, Venus antiqua, etc.) et éteints (Cytherea Ortmanni) mélangés avec des restes de Macrauchenia patacho- nica, Hippidium principale, etc. 2 PILOCENE Ensénadéen. Depóts marins du pam- péen inférieur de Buenos Aires et de La Plata : mollusques non déterminés. Dé - póts marins de la cóte du Deseado avec | Calyptraea Merriami, Trophon geversia- | nus, Venus escolbida, etc., mélangés a des os de Macrauchenia ensenadense, | Auchenia, etc. —_ QUATERNAIRE AAN TERTIAIRE a U NEOGENE L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 339 e 55 5 5 5 5 FORMATIONS SOUS—-AERIENNES ET D'EAU DOUCE Puelchéen. Sable infrapampéen de la région bonaerense, dépóts inférieurs de Tarija, Córdoba, etc., avec Mastodon tari- jensis, Arctotherium Wingei, Palaeocyon tarijensis, Nopachtus Coagmentatus, Selerocalyptus cordubensis. Hermoséen. Monte Hermoso, Mar del Plata au niveau des basses marées, etc. Eutrigonodon Gaudryi, Pachyrucos typi- cus, Xotodon prominens, Epitherium laternarium, Macrauchenia antiqua, Pi- thanotomys, Dicoelophorus, Amphicyon, -Proeuphractus, Plohophorus, Macroeu- phractus, etc. Araucanéen du nord de la République, avec Typotherium internam, Xotodon cristatus, Sphenotherus Zavaletianus, Plohophorus Ameghinii, Cyonasua ar- gentina, Tetrastylus montanus, Eutatus prominens, Proeuphractus Scalabrini, Scelidodon, etc. FORMATION ARAUCANIENNE | Mésopotamien. Sables fossiliferes du ana etc., avec Haplodontotherium, Xotodon foricurvatus, Proterotherium, ' Brachytherium, Euphilus, Tetrastylus, Cardiotherium, Megamys, Eoarctotherium vetustum, Protoglyptodon, Pliomorphus, Ortotherium, Proeuphractus, etc. Paranéen. Arhinolemur Scalabrinii, Me- gamys, Scalabrinitherium, Notamphicyon argentinus, Chlamydotherium, paranen— se, Ribodon, Promegatherium smalta— tum, Ischirorhynchus van Benedeni, Pontistes rectifrons, Pontoplanodes ar- gentinus, Pontivaga Fischeri, Gavialis ' neogaeus, Proalligator australis, etc. | FORMATION ENTRERIENNE ANCIENNE FORMATION TEHUELCHE FORMATIONS MARINES CORRESPONDANTES Fairweathéréen. Téhuelche marin su- périeur du cap Fair Weather dans la Pa— tagonie australe avec mollusques éteints l- dans la proportion de 50 pour cent. E trea Ferrarisi, Chlamys actinodes, Turri- | tella innotabilis, Trophon inornatus, etc / ñ [ES z = [5 m Laziaréen ou Téhuelche inférieur de Monte Espejo, Sierra Laziar, etc., dans la Patagonie, avec des espéces éteintes dans la proportion de 60 pour cent. Chlamys deseadensis, Pseudamussium la- ziarinum, Cardita tehuelcha, Cytherea laziarensis, Psammobia tehuelcha, Tere— bratella gigantea, etc. Rosaen ou Téhuelche, partie basale. ' Dépóts marins du Canadon de Santa Ro— sa, au sud de San Julian, avec une épaisseur de 100 metres et des mollus- ques éteints dans la proportion de 70 pour cent. Dépóts du Bajo de la Pava, au nord du Deseado, etc. Ostrea Ferrarisi, Ostrea patagonica var. tehuelcha, Chla- mys aff. centralis, Venus Muensteri, Sealaria rugulosa var. obsoleta, etc. MIOCENE —— Rionéygréen, de la Patagonie septen- trionnale, avec Ostrea patagonica, Ostrea Alvarezi, Chlamys patagonensis, Amus— sium Darwinianum, Arca Bonplandiana, Venus Muensteri, Unio diluvii, Terebra— tella patagonica, Monophora Darwini, etc. Paranéen. Formation marine du Para- ná avec des mollusques éteints dans la proportion de 85 pour cent. Ostrea pata— gonica typique, Ostrea Alvarezi, Placuna- nomia papyracea, Mactra bonaérensis, Cardium platense, et des poissons eogé- nes typiques comme Odontaspis elegans (tres abondante), Carcharias gibbesi, Odontaspis cuspidata, Carcharias fre- quens, Lamna trigonata, Oxyrhina De- sori, Cestracion paranense, etc. AT == y OLIGOCENE Arénaen. Dépóts marins au-dessus du charbon (lignite, de Magallanes aver Ostrea Philippii (non typique), Cardium f= magellanicum, Modiola Schithey, Venus - Rodriguezi, Psammobia Darwini, Trochita | colchaguensis, Crepidula imperforata. etc. / = a Z ¡a Z | | / | | o r TERTIAIRE NEOGENE y TERTIAIRE EOGÉNE 340 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA FORMATIONS SOUS—AÉRIENNES ET D'EAU DOUCE FORMATION SANTACRUZIENNE FORMATION PATAGONIENNE Santacruzéen. Charbon ¡lignite) de Magallanes, avec Fagus, etc., d'espéces éteintes. Dépóts sous-aériens de Santa Cruz, en partie interstratifiés avec les dé- póts patagoniensetcontenantdenombreux mammiferes fossiles comme Homunculi— dae, Astrapotheridae, Nesodon imbrica- tus, Homalodontotherium, Proterotheri- dae, Sparassodonta, Abderites, Acdestis, Epanorthus, Peltephilus, Propalaehoplo— phorus, etc. FORMATIONS MARINES CORRESPONDANTES Superpatagonien. Dépóts marins au- dessus du patagonien du territoire de Santa Cruz, avec des especes éteintes dans la proportion de 95 pour cent. Ostrea Philippii typique, Cucullaria tridentata, Lahillia angulata, Nucula tricesima, Tel- lina patazonica, Cytherea splendida, Gly- cimeris quemadensis, Gibbula Dalli. Tur- ritella tricincta, Scaphella Ameghinoi, Marginella quemadensis, Cancellaria gra- cilior. etc. Notohippidéen. Dépóts sous-aériens de Santa Cruz. au-dessous du superpatago- nien, avec Notohippus toxodontoides. Ne- sodon andium, Xotoprodon solidus, Man- nodontrisulcatus, Dipilus Spegazzinii, Ste- sotherium tessellatum, Hyperleptus Gar- zonianus, Diorotherium aegregium, etc. Astrapothericuléen. Astrapothericulus Iheringi, Choichephilum, Heptaconus, Morphippus, Nesodon impiguatus, Luan— thus propheticus, Steiromys principalis, Schismotherium binum, Prepotherium deseadense, etc. Colpodonéen. Homunculites, Pithecu— lites, Cochilius, Colpodon, Prochalicothe- rium, Prolicaphrium, Prothoatherium, Cramauchenia. Argyrohippus, Pseudhip- pus, Parabderites. Pachybiotherium, Eo- mannodon, Oligobiotherium, Pseudobo- rhyaena, Pseudothylacynmus, Proclado- ='sictis, Proschismotherium, Pseudostego— ¡| therium, etc. Magellanéen. Dépóts marins au-dessous du charbon /lignite, de Magallanes. avec Ostrea Torresi, Venus difficilis, Venus arenosa, Cytherea pseudocrassa. Glyci- meris subsymetricus, Trochus Philippii, Turritella exigua, Patella Pygmaea, Lu- traria undatoides, etc. Léonéen supérieur. Formation patago- nique de la cóte atlantique, partie la plus supérieure. Scaphella alta, Pinua semi- costata var. magellanica, Gibbula cola- ris, Siphonalia dilatata, Neilo ornata, etc. Léonéen typique. Partie moyenne de la formation patagonienne. Ostrea Hat- cheri, Chlamys espejoana, Chlamys jor- gensis, Cucullaea alta, Cardita sulcolanu- laris, Venus Darwini. Corbula Hatcher, Dentalium majus, Magellania Ortmanni, Nautilus Caroloameghinoi, etc. Julien. — Partie inférieure de la for- mation patagonienne, avec Neoinocera- mus Ameghinoi, Chlamys juliana, Chla- mys geminata, Perna quadrisulcata, Limatula pisum, Trophon jorgensis, Struthiolaria densestriata, placunanomia juliensis. Bouchardia Zitteli, Rhyncho- nella plicigera, Schizaster Ameghinoi, Jheringiana patagonica, Cyrtoma posthu- mum, Prosqualodon, Portheus patagoni- cus, etc. Camaronéen. Parue la plus supérieure de la formation guaranienne, contenant Pectunculus camaronensis, Pectunculus subtrigonus, Cardiam camaronense, Leda camaronense, Natica microstoma, Tur- ritella Hauthali, Ostrea Ameghinol, Odontaspis 'Scapanorhynchus) subulata, etc. ÉOCENE DANIEN AS TERTIAIRE y ÉOGÉNE ORETACÉ —SUPERIEUR L'AGE DES FORMATIONS SÉDIMENTAIRES DE PATAGONIE 341 e FORMATIONS SOUS-AÉRIENNES ET D'EAU DOUCE Pyrothérien.. Pyrotheriam, Archaeo- hyrax, Argyrohyrax, Prosotherium, Pro- pachyrucos, Eutrachytherus, Caliphrium, ' Deuterotheriam, Parastrapotherium, Le- ontinia, Asmodeus, Trimerostephanos, Ehynchippus. Palaeopeltis, Meteutatus, Proborhyaena, Orophodon, Octodonto- | therium, etc. Megalosauridae (Loncosau— Tus, FORMATION GUARANIENNE OU DES GRES ROUGES FORMAT. CHUBUTÉENNE OU DES GRÉS BIGARRES | | etc.). Dinausauriens sauropodes (Clasmodosaurus spatula, etc.). FORMATIONS MARINES CORRESPONDANTES Séhuénéen. Couches guaraniennes su- périeures du Rio Sehuen. etc., contenant Ostrea guaranitica, Ostrea Ameghinoi, Potamides patagonensis, Astarte, Melania, etc. Lamna appendiculata, Oxyrhina Mantelli, Corax falcatus, Sinechodus patagonicus, Lepidotus patogonicus, Ce- ratodus Iheringi, Protosphyraena, etc. Astraponotéen. Pyrotheridae |Propy- rotherium. Astraponotus, Interhippus, Eohyrax, Proasmodeus, Guilielmoscot- tia, Pseudhyrax, Eohegetotherium, Fopa- chyrucos, Pseudopachyrucos, Eomor- phippus, Lambdaconus, Decaconus, Ma— chlydotheriam, Lomaphorellus, etc. Me- galosauridae ¡Genyodectes, etc... Notostylopéen supérieur et inferieur. ¡Couches avec Notostylops!. Notopitheci- dae, Archaeopithecidae, Henricosborni- dae, Carolozittelia, Albertogaudrya, Tho- mashuxleya, Diiolodus, Euprotogonia, Prohyracotherium, Lophiodonticulus, Eo- chalicotherium, Isotemnus, Selenoconus, Nephacodus, Paulogervaisia, Trigonos- tylops, Notostylops, Acelodus, Oldfiield- thomasia, etc. Dinosauriens, (Titanosau- rus, etc.), etc. Miolania argentina. Notostylopéen, partie basale ou cou- ches avec Caroloameghinia. Maxschlos- seria, Ernestokokenia. Amilnedwarsia, Asmithwoodwardia, Rutimeyeria, Poly- dolops, Ideodelphis, Argyrolestes pere- lastinus, Nemolestes spalacotherinus, Dinosauriens, etc. Péhuenchéen. Dinosauriens sauropo- des gigantesques (Argyrosaurus, Titano- saurus. etc., Microcielus, Bothriospon- dylus, Cynodontosuchus, etc. Protéodidelféen. Partie la plus supé- rieure des gres bigarrés du Chubut, De- seado, etc., avec Proteodidelphys pre- cursor, Archaeoplus, édentés primitifs, etc. La séparation entre les ongulés pri- mitifs et les Didelfidés du groupe des Microbiotéridés commence á s'accentuer d'une maniére incipiente. Couches marines correspondantes avec Grypbaea pyrotheriorum, Gryphaea con—- cors, Bouchardia patagonica, Struthiola- ria striatissima, Turritella malaspinensis, etc., Lamna semiplicata, Scapanorhyn- chus raphiodon, Scapanorhynchus gigas. Scapanorhynchus subulatus, Odontaspis Houzeaui, Polyptychodon, Liodon, etc. Couches marines de Roca, sur le Rio Negro, contenant Gryphaea rocana, Ostrea Ameghinoi var. rocana, Ostrea rionegren- sis, Ostrea hemipherica, Ammonites (Hat- chericeras ?), nombreux Nautilidés, etc. Couches marines Calqueque, avec Ammonites, Ostrea, Pec- ten, Serpula Phillipsi, ete. A AE _—— SENONIEN TE CÉNOMANIEN de Portezuelo de' APTIEN CRETACE DANIEN OR TE r CRÉTACÉ SUPÉRIEUR INFERIEUR 342 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA —_—— __—— _ ______ FORMATIONS SOUS—AÉRIENNES ET D'EAU DOUCE FORMATIONS MARINES CORRESPONDANTES Gres bigarrés du Chubut; partie mo- Tardéen. Couches du Rio Tarde, dans yenne et inférieure avec impressions de la Patagonie occidentale, région du lac | végétaux non déterminés, Dinosauriens. Pueyrredon, avec Ammonites (Hatcheri- ceras, etc.) et dents de mammiféres pri- mitifs indéterminés, probablement sarco- bores aquatiques. Calcaire noir et marnes de la riviére Trinqueco, dans le Neuquen, avec Hopli- tes, Exogyra, Panopaea neocomiensis. 3 etc. Marnes brunes et jeaunátres de Quili- ' Malal avec Trigonia transitoria et Corbula neocomiensis, etc. , INFERIEUR , CRETACE NÉOCOMIEN , MOVIMIENTO SOCIAL Resoluciones de la Junta Directiva. — SEsIóN DEL 7 DE JULIO DE 1902 (Presidencia del ingeniero Carlos Echagúe). — Nota firmada por 83 socios activos, solicitando la aceptación del doctor E. S. Zeballos como socio honorario de la Sociedad Científica Argentina. Se acepta por unanimidad, y se convoca á asamblea para el 11 del mismo mes. — Se anuncia la conferencia del ingeniero G. Piaggio sobre provisión de agua á la Capital y gran tanque de distribución. — El ingeniero Fernando Segovia acepta agradecido el cargo de representante «de la Sociedad Científica Argentina en el Congreso de Navegación de Dusseldorff. Al archivo. — El doctor H. D. Hoskold anuncia su próximo envío de folletos y memorias «de minería con destino al Instituto Central de Minas de Francfort. Al archivo. — Se nombra á los ingenieros Santiago E. Barabino, A. Lugones y señor J. B. Ambrosetti para que informen sobre la representación que deba tener la So- ciedad Central en el Comité de la Lengua Internacional. — Se aceptan como socios activos á los señores : ingeniero Ernesto Maupas, Alejandro Amoretti, ingeniero Felipe Cuenca. — Se reciben con destino á la Biblioteca las obras siguientes: Les Phénoménes électriques chez les étres vivants por Mendelshon, L'Electricité déduite de lex- périence por E. Carvallo, Mode de fonctionnement économique de l'organisme par A. Imbert. Se encomienda la redacción de notas bibliográficas al doctor Gallar- do é ingeniero Luis Miguens. SESIÓN DEL 14 DE JULIO DE 1902 (Presidencia del ingeniero Carlos Echague). — Nota del doctor E. S. Zeballos aceptando sumamente complacido su designación como socio honorario y ofreciendo todo su concurso por el futuro engrandeci- miento de la Sociedad. Al Archivo. — La comisión encargada de aconsejar la forma más conveniente de participar en los trabajos del Comité de la Lengua Internacional, se manifiesta en favor de la idea y aconseja la adhesión de la Sociedad Científica Argentina, como la enti- dad moral más considerada que existe en la República. — Se fijó el día 21 para que diese la conferencia anunciada el ingeniero Ba- saldúa, en el salón social, sin que la Sociedad Científica patrocinase el acto. 344 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SESIÓN DEL 18 DE JULIO DE 1902 (Presidencia del ingeniero Carlos Echagie). — Nota de la comisión Monumento Giagnoni comunicando su resolución de des- tinar el sobrante de la suma recolectada á un concurso sobre temas de interés ferroviario, bajo el patrocinio de la Sociedad Científica Argentina. Se resolvió acep- tar la propuesta, agradeciendo á la comisión y postergando para la próxima sesión la consideración detenida del asunto. -— La Junta Directiva se declaró en sesión permanente hasta el 27 del corriente mes, fecha de la fiesta social. -— Se aceptaron como socios activos : señorita Delfina Molina Vedia y señores Enrique A. Ader, Marcos Rougés y Luis P. Esteves. SESIÓN DEL 1” DE AGOSTO DE 1902 (Presidencia del ingeniero Carlos Echague). —Se fijaron los obsequios que debían dedicarse á los señores Bernabei, Bassi y Conti por su participación en la fiesta social. — Se acepta la proposición del señor Hickens de solicitar cange con la revista del Museo de Valparaíso. — Se autoriza á la dirección de los Anales á aceptar ó no los artículos de cierta magnitud para poder organizar de nuevo el material de la revista. — Se aceptan como socios activos, propuestos por los ingenieros Carlos Echa- gue y Arturo Prins, los siguientes señores : P. A. Adamoli, A. S. Areco, A. L. Albarracín, C. H. Bell, J. C. Busschiazzo. A. Borus, R. Canín, A. Elaps, N. Camús, M. Diaz de Vivar, A. Durelli, O. Figueroa, J. M. García, S. Goldenhorn, A. Hoyo, V. Ibarra, E. M. Lanús, E. Marenco, E. Palma, J. Quirno, A. Rem, F. Razari, A. Rebagliati, E. Solari, J. Sánchez Diaz, E. Saenz Valiente, N. Tra- verso, M. Torres Armengo, F. Thibace, A. Ultingrr, C. Vidal, G. J. White. — Se aceptan como socios reincorporados, presentados por los ingenieros Car- los Echagúe y Arturo Prins, los siguientes señores : G. Dattes, G. Eppeus, P. Iribarne, A. Justo, F. Lavalle, M. Millan, J. Padilla, J. Repasinie, A. Retes, D. E. Saria, C. Smith, R. Santangelo, R. Taiana. H. Taiana, P. del Valle y J. de la Zerda. SESIÓN DEL 8 DE AGOSTO DE 1902 [Presidencia del ingeniero Carlos Echague). — Nota del Cónsul general de Suecia y Noruega, enviando el informe del señor An- derson, jefe interino de la expedición sueca al Polo Sur, sobre el viaje del An- tartic á Sud Georgia. Se agradecerá el envío y se pasa ála comisión redactora de los Anales. — Se reciben en donación y con destino á la biblioteca las obras siguientes del socio senor F. Meyer Arana. Revue Universelle des Mines, 11 tomos; Chemical Analysis of Fresentus, 2 tomos; Bulletin de la Société Chimique de Paris, 3 tomos; Diccionario holan- dés-francés, 2 tomos: Meteorología de John Muller, 2 tomos. Se agradecerá el envío y pase á la Biblioteca. — Se nombró al ingeniero Santiago E. Barabino como delegado de la Sociedad Científica Argentina ante el Comité de la Lengua Internacional. — Se designó á los señores ingenieros G. White, A. Schneidewind y Santiago E. Barabino para fijar los temas del concurso Giagnoni. — Invitar á los socios para la visita que realizará la Socieded Científica á las obras del Dock Sud el lunes 11 del corriente. MOVIMIENTO SOCIAL IL) — Se resolvió enviar un memorandum á los socios haciéndole saber que el Go- bierno Nacional ha puesto á disposición de la Sociedad Científica el transporte Pampa, para conducir á sus miembros hasta Bahía Blanca en su visita al Puerto Militar y que tratándose de reducido número de pasajes, es menester proceder al sorteo de los que comuniquen su voluntad de ir — Se aceptaron como socios activos los señores J. J. Alvarez é Ildefonso Otero Rossi. SESIÓN DEL 16 D£ AGOSTO DE 1902 Presidencia del ingeniero Carlos Echague). — Se designa al ingeniero Federico Birabén para redactar la nota biográfica del ingeniero Luis Silveyra. — La facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales envía cinco ejemplares de la nómina oficial de diplomados en ella hasta la fecha. A la Biblioteca. El señor ingeniero Salas propuso que se establezcan conferencias periódicas sobre temas generales y ofrece su primera sobre « Novedades Científicas ». Se acepta. — Se recibe de la Sociedad Geográfica de Tokio una nota de condolencia por la muerte del doctor Carlos Berg. A la colección formada con destino á la corona proyectada. Se aceptan como socios activos los señores A. Molina Vedia, E. Jacobo y E. Garat. — Procedióse al sorteo de los socios que debían efectuar el viaje á Bahia Blanca, resolviéndose pasar una comunicación á cada uno con los datos é indicaciones necesarias. Se resolvió pasar una nota al director del Puerto Militar ingeniero Luis Luiggi, anunciándole la visita. SESIÓN DEL 28 DE AGOSTO DE 1902 (Presidencia del ingeniero Carlos Echague). — El ingeniero Guillermo White acepta el cargo de miembro de la comisión del «Concurso Giagnoni ». Al archivo. El ingeniero Luis Luiggi ofrece su concurso para hacer agradable y útil la visita que los socios van á efectuar en el Puerto Militar. Al archivo. — El ingeniero Elmer L. Corthell, anuncia el próximo envio de todas las publi- caciones del Congreso de Dusseldorf. Contéstase agradeciendo. El doctor E, S. Zeballos presenta á Miss Harriet Bell Merrit, Vicepresidenta de la Sociedad de Ciencias de Wisconsin que viene al país á estudiar la fauna marina. Se resuelve pedir á Miss Merriet una conferencia á su vuelta del Paraguay y darle presentación para autoridades y personalidades de Asunción. Se aceptan como socios activos á los señores A. Espiasse, C. Bosque, D. Vico, Miles Stuart Pennington y E. A. Holemberg. — Se reincorpora el ingeniero Cárlos Maschwitz. — Renuncian los señores D. Carrique y C. Smith Pedernera. SESIÓN DEL 4 DE SEPTIEMBRE DE 1902 'Presidencia del ingeniero Carlos Echa- gue). — Se anuncia la conferencia del doctor Ernesto Frías sobre « Comercio in- ternacional de la República Argentina ». — Nota del señor G. E. Porter del Museo dé Valparaiso pidiendo números de Anales y enviando varios folletos científicos. A la Gerencia. 346 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA — Se resuelve mantener el vliego adicional en los Anales hasta que se hayan publicado todos los artículos que posee la Comisión Redactora. -— Se aceptan como socios activos los señores V. F. Coria y M Allimann. -— Renuncia en igual carácter el señor N. Meana. SESIÓN DEL 29 DE SEPTIEMBRE DE 1902 (presidencia del Ingeniero Santiago E. Barabino). — Nota de la Comisión « Concurso Giagnoni » fijando los temas que han de proponerse. Resérvese para la próxima sesión. — Nota del ingeniero Fernando Segovia dando cuenta de los resultados del Congreso de Dusseldorff. Al archivo. Nota del doctor Luis Conturat manifestando la satisfacción que le ha produci- do la adhesión de la Sociedad Científica y haciendo aclaraciones respecto del papel á desempeñar por el delegado designado. — La Facultad de Ciencias Exactas completa la lista de graduados. — El ingeniero Luis Luiggi envía un muestrario de materiales. Agradézcase el envío. — Pase al archivo la nota oficial de invitación al Congreso de americanistas de New-York, no pudiéndose tomar determinación alguna. — Se aceptan como socios activos los señore E. Naulé, y F. M. Roman. — Renuncian en igual carácter los señores E. Leurot, B. Maza y V. Franco. SESIÓN-DEL 29 DE SEPTIEMBRE DE 1902 (presidencia del ingeniero Carlos Echa- gúe'. — Nota del señor José R. Mon donando cuatro acciones del edificio social. Se acepta la donación. — Nota del comité de la « Luisiana Purchase Exposition» invitando á la Socie- dad Científica Argentina para tomar ¿parte en el certamen. Resérvese hasta que se tengan datos de la participación oficial y contéstese en este sentido. — Se aceptan los temas propuestos por la comisión del Concurso Giagnoni y se comisiona á los ingenieros Barabino y Miguens para redactar la circular des- tinada á los socios y profesionales en general. — Se acepta como socio activo al señor Pedro A. Fernández. SesióN DEL 10 DE OCTUBRE DE 1902 (presidencia del ingeniero Carlos Echague. — Se constituye el jurado que dictaminará acerca de los trabajos que se presen- ten en el concurso Giagnoni con los señores ingenieros Guillermo White, Alber- to Scheneidewind, Luis A. Huergo, Santiago E. Barabino y Juan Pelleschi. — Se resolvió pasar á la Comisión Redactora los originales de la conferencia del ingeniero Fernando Segovia, del mismo día. — Informe del ingeniero Elmer L. Corthell sobre el Congreso de Pusseldorff. A la Comistón Redactora de los Anales. — Nota sobre datos Hidrotrimétricos del doctor E. Herrero Decloux. A la Comisión Redactora de los Anales. — El señor E. Seurot hace donación de dos acciones del edificio social. A la Gerencia. — Nota del doctor Mac Donald de Washington, pidiendo la cooperación de la Sociedad Científica Argentina en sus trabajos de Psicología. Se resuelve po- nerlo en contacto con las sociedades de medicina del país. —Seaceptan como socios activos los señores Francisco Orcayen y Adolfo Barbará. MOVIMIENTO SOCIAL 347 SESIÓN DEL 29 DE OCTUBRE 1902 (presidencia del Ingeniero Carlos Echague). — Se autoriza al señor presidente para ordenar la instalación de cuatro lámparas eléctricas y dos ventiladores eléctricos en el salón de sesiones. — Se suprime el horario diurno que se había fijado durante el invierno. — El señor L. J. Rosso pide copia del acta de la sesión en que la Socie- dad Científica Argentina resolvió colocar el busto del doctor G. Burmeister en el Museo Nacional y la nota que se dirigió al Poder Ejecutivo con tal motivo. Envíese á la brevedad posible. El ingeniero Elmer L. Corthell envia Carte des Stations Centrales d'Electricité en Suisse. A la Biblioteca. Se aceptan como socios activos los señores E. Maligne y Juan Pelleschi. — The Bureau of American Ethnology of Washington, anuncia su nueva se- rie de publicaciones. SESIÓN DEL 13 DE NOVIEMBRE DE 1902 (presidencia del ingeniero Carlos Echa- gue). — Se aceptó el proyecto del Director de los Anales, modificando el tipo á emplear en la impresión de la Revista, cambiándose el actual, por el Didot, y otras reformas de detalle. — Se aceptó el 5” tema propuesto por la Comisión del « Concurso Giagnoni » y que se expresa así : « Mejor sistema de vehículo para transporte de la hacienda en pie ». 3 Ay Lead: LY CI AAA P F AN NA | Az ae y E 5 os Y Y h yume Sell e Hi rob - . j TM UD 3% LO ] AN . e Y” A F 11% e > y? O CE Url «ae y ao a En no: Lua MA ae] 2 PO ds rt) ts E ; Lx RS vd Ue AS REA OA y y ; ' A, A as ñ + e e " í 4 Í ps ] A pa ¡e >” "7 h da ¿Dd e 1 Moab, S > p 7: a nl ) UA ¿7 > > E a - 5Í y , , Es ' ” E HAT e Es z , 1 : ne + ES $ y S, ; ; , =» e de dl TR ' ¿ ' A 94 Ñ y | ' 4 i Y Ñl 1 ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO QUINCUAGÉSIMO CUARTO Páginas Prehistoria y Protohistoria, por Luis María Torres... ....o..o.ooccooccncco coo. 5 Antigúedades calchaqufes. Datos Arqueológicos sobre la provincia de Jujuy, por Juan BR. Ambrosetti (CONCIUSIÓN).......cousssaocconda e ooo aa 20) 64 Los indios Mosetenes y su lengua. Introducción por Samuel A. Lafone Que- vedo. Noticias generales y vocabularios, por el P. Fr. Wicolás Armentia (con- A NS NE aa O aia is 49, 145, 181, - 272 Nota sobre las aguas del mar, por Enrique Herrero DoOuCcloux............... 61 XXX" aniversario de la Sociedad Científica Argentina, 27 de Julio de 1902....... 97 El primer establecimie:to español en el territorio argentino (1527-1902), por Fé- MRE SO Utero ia lolo talados 113 Estudio sobre la esterilización de la leche, por Enrique FyMM................. 138 L'áge des formations sédimentaires de Patagonie, par Florentino Ameghino (SUCIO Notas e oie todas 161, 220, 283 La República Argentina en el IX” Congreso Internacional de Navegación de Dus- seldor pon EecrnandorSegoyia...... tai let nesecita 209 El cemento armado y los poderes públicos, por Domingo Selva.............. 257 MISCELÁNEA 2 Congreso Cientifico Latino Americano. ¿Sus publicaciones? ...oooocemcoccoo... 88 Lostindtgenas” denia RlrerrardelEF ULgO.. ono as slea eta ejele lea 88, 151 Informe del señor ingeniero don Elmer L. Corthell, delegado argentino en el IX' Congreso Internacional de navegación de Dusseldorf... ...oooooooomcoroomooo... 250 BIBLIOGRAFÍA Ciencias exactas, físicas y naturales AMEGHINO (E.). Premiere contribution a la connaissance de la faune mammalogique des ico UCSI ACO DOLINA al NT a o il 92 AMEGHINO (F.). Notices préliminaires sur des mammiferes nouveaux des terrains cnetaces de Bata gone iaa. ls do ooo do ROTOS ona ae 83 350 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA BARBARIN (P.):. Le:geomeirte non icUcl dt aten a oral ainia eta STO BoRGE (0.). Sússewasswalgen aus Súd Patagonien........ooooomoonsorncocinr nooo y COSTANTIN (M. 3.) D'herédite acquase:. qm aida os SN OS Dusen. Zur Kenntniss des Gefasspflanzen des súdlichen Patagonitn....o.oo.oooo.o.. IMBERT (A.). Mode de fonctionnement économique de DPorganismt....oooo...... LemMOoINE (E.). Géométrographie, art des constructions géométriques....oooo.o.o.oo.. MACE DEJNEPINAY (ES): E range anterjenen cas. a seta on RAOULT DE GRENOBLE (EF. M.). Cryoscopie....... A A EDS Subo: SPEGAZZINI. Nova addenda ad floram patagonicAM....ooocooncccco co VARIAS Amales del .Museo "Nacional de Monto de ale BODENBENDER* (6). ELVOTO.. ind a RR a ee io ao ot le Boletín de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. ...oooooococooconommmo.. CARRASCON(G=). De Buenos ATrES AUN CU qUe talado a ala a la E Domín6uEz (J. A.) Contribución al estudio micrográfico de los medicamentos sim- ples de:origenvegelale ce Er. ci clóiola NS NO AS LEBMANN NITSCHE (R.). Un caso de hendidura media congénita de la parte facial SUPE PS a SA oo alos ENT IE MAGNANINI. Deformaciones congénitas de los cuatro miembros, lesiones simétricas de lasimanos y ¿de rlOSIMies: nilo CE o e ele lc red Sue LS | OTERO (M-.B.). El'saneamiento: de Montevideo... 000. osados colla MOVIMIENTO SOCIABLE oo costs lso 95, 158, 206 154 207 92 155 156 205 343 A O A DA SOCIOS HONORARIOS Dr. German Burmeister . — Dr. Benjamin Gould $. —Dr. R.A. Philippi. D,.Guillermo Rawson +.— Dr. Cárlos Berg + — Dr. Juan. J. J. Kyle. —Ing. kuis A. Huergo (padre) Ing. J. Mendizábal Tamborrel. — Dr. Valentin Balbin y. — br. Estanislao S. Zeballos. SOCIOS CORRESPONDIENTES Aguilar, Rafael Ameghino, Florentino Arechavaleta, José Arteaga Rodolfo de Ave-Lallemant, German Brackebusch, Luis............ Carvalho José Cárlos......... Corti, José S Corthell, Elmer L Lafone Quevedo, Samuel A.... Lillo, Miguel Abella Juan Acevedo Ramos, R. de Adamoli, Alberto. Adano, Manuel. Ader. EnriqueA. Aguirre, Eduardo. Albarracin, Alberto L. Alberdi, Francisco N. Albert, Francisco. Alric, Francisco. Alvarez, Fernando. Alvarez, Juan J. Anasagasti, Horacio Ambrosetti, Juan B. Amoretti, Alejandro, Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Arigós, Máximo. Arce, Manuel J, Arce, Santiago. Arditi, Horacio. Areco, Alberto S. Arroyo, Franklin. Aubone, Cárlos. Avila Méndez, Delfin. Avila, Alberto Ayerza, Rómulo Aztiria, Ignacio. Babuglia, Antonio. Badaró, Bugenio. Bahia, Manuel B. Bancalari, Juan. Bancalari, Enrique A. Barabino, Santiago E- Barbará Adolfo. Barilari, Mariano S. Barzi, Federieo. Battilana, Pedro. Baez, Domingo A. ...oo no... | Cagnoni,Juan M. | Castellanos, Cárlos T. SOCIOS ACTIVOS Baudrix, Manuel €. Bazan, Pedro. | Benoit, Pedro (hijo). Berro Madero, Carlos Bimbi, José. Bell, Carlos H. Besio, Moreno Baltaza: Besio, Moreno Nicolas Beverini, Alberto. Biraben, Federico. Bosch, Benito S. Bosch, Eliseo P. Bosch, Anreliano R. Bonanni, Cayetano. Bonus, Adrian. Bosque y Reyes, F. Bosque, Carlos, Brian, Santiago Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Buschiazzo, Juan C. Bustamante, José L. Caimi, Rauon. Candiani, Emilio Cáicena Augusto. Cagnoni, Alejandro N Castro, Vicente. Claps, Andrés. Cernadas, Carlos. Cerri, César. Cilley, Luis P. Chapiroff, Nicolás de Cheraza, Gerónimo. Chiocci Icilio. Chueca, Tomás A. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Collet, Carlos. Coni, Alberto M. , Coquet, Indalecio Coria, Valentin F. Cornejo, Nolasco F. Corvalan Manuel $. ¡ Coronel, Policarpo. Courtois, U. Cremona, Andrés Y Cremona, Victor. Cuenca, Felipe. Curutchet, Luis. Curutchet, Pedro. | Damianovich, E. A. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. Davel, Manuel. Dawney, Carlos. Dates, German. | Diaz de Vivar, M Dominguez, Juan A. Dorado, £nrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhart, Martin. Camus, Nicolas Candioti, Marcial R. Canale, Humberto. Cano, Roberto. Cantilo, Jose L. Canton, Lorenzo. Carranza, Marcelo. Cardoso, Mariano J. Cardoso, Ramon. Carossino, Jacinto F. Castañeda. Ramon Chanourdie, Enrique. Mexico MOLA Villa Colon(U. AA La Plata Nordenskjiold, Otto......... Upsala (S.,) Montevideo. Paterno Manuel. .ssalarata Palermo (1t.).. Montevideo. Patrona Lima. Nr Mendoza. Red Walter SOMA res: Córdoba. Scalabrini, Pedro........... Corrientes... Rio Janeiro. Spegazzini, Carlos........... La Plata Mendoza. TobarCanlos Ri Quito. New York. Villareal, Federico........... -Lima. Catamarca. Von Ihering, Herman......-. San Paulo (B.) ASE Tucuman. Duhau. Luis. Duncan, Cárlos D. Durelli, Amilcar. | Drago, Luis M. Echagúe, Carlos. Elía, Nicauor A. de: | Eppens, Gustavo. | Esteves, Luis. Chevallier Boutell F. H. | Espiasse, Alberto. Espinasse, Jorge. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Fasiolo, Rodolfo |. Fernandez, Alberto J.. Fernandez, Pedro A, Ferrari, Rodolfo. ; Ferreyra, Miguel. | Figueroa, Octavio. | Fynn, Enrique. | Flores. Emilio M. | Foster, Alejandro. | Friedel, Alfredo. Gainza, Alberto de. Gallardo, Angel. Gallardo, José L. Gallardo, Miguel A. | Gallardo, Garlos R. | Gallego, Manuel. Gallivno, Adolfo. Gándara, Federico W. Garat, Enrique. Garay, José de. Garcia, Carlos A. Garcia, M.Jesús | Gardeazabal, Narciso. ' Gentilini, Pascual. | Geyer, Carlos. Ghigliazza, Sebastian. Gimenez, Joaquin. Gimenez, Angel M. Girado, José 1. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. Girondo, Eduardo. Goldemhorn, Simon. Gómez, Pablo E. Gonzales, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez Cazón Vicente. | Gonzalez Carman R. Gotusso, Luis Gradin, Cárlos. Gregorina, Juan Gregorini, Juan A. Guido, Miguel. Gutierrez, Ricardo P. Herrera Vega, Rafael. Herrera Vega, Marcelino Herrera, Nicolas M. Herrero,Ducloux E. Herlitzka, Mauro. Henry. Julio Hicken, Cristobal. Holmberg, Eduardo L. Holmberg Eduardo A. Hoyo, Arturo. Hubert, Juan M. Huergo, Luis A. (hijo). Hughes, Miguel. Ibarra, Vicente. Iriarte, Juan Iribarne, Pedro. isnardi, Vicente. Israel, Alfredo €. Iturbe, Miguel. Jacobo, Cándido. Juni, Antonio. Jurado, Ricardo. Justo, Agustin P. Krause, Otto. Klein, Herman Kliman, Mauricio. Labarthe, Julio. Lacroze, Pedro. Lagos García, Carlos Lagrange, Carios. Lanús, Eduardo M. Langdon, Juan A. Laporte Luis B. Larreguy, José Larguia, Carlos. Latzina, Eduardo. Lavalle, Francisco. Lavergne, Agustin. Lea Allan B. | Medina, Jose A. | Millan, Máximo. | Newton, Nicanor R | Nistrómer, Carlos Eeonardis, Leonardo de Lehmann, Guillermo. Lehemann, Rodolfo López, Aniceto E. Lopez, Martin J. Lopez, Pedro J. Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones Velasco, Sdor, Luiggi, Luis Luro, Rufino. |] ' Nougues, Luis F. | Nouguier, Pablo. | Noulé, Eduardo. | Ocampo, Manuel S. | | 0”Donell, Alberto €. | SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Luro, Pedro 0. Ludwig, Cárlos. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Maligne, Eduardo. Mallol, Benito J. Marin, Placido. Marquestou, Alejandro. Marcet, José A. | Marcó del Pont, E. Marenco, Eleodoro. Marengo, José. Martinez Pita Rodolfo. Martini, Rómulo E. Marty, Ricardo Matharán, Pablo. Maschwitz, Carlos. Massini, Cárlos. Massini, Estevan. Massini, Miguel, Maupas, Ernesto. Maza, Juan. Mattos, Manuel E. de. Mendez, Teófilo EF. Mendizabal, José $. Mercáu Agustin. Merian, Eduardo Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P., Mitre, Luis. Molina y Vedia, Delfina Molina y Vedia, Adolfo. Moeller. Eduardo. Molas, Alejandro. Molina, Waldino. Molina, Civit Juan. Mon, Josué R. Morales, Cárlos Maria. Moreno, Jorge Moreno, Evaristo Y. Moron, Ventura. Moron, Teodoro F. Mosconi, Enrique Mugica, Adolfo. Naon, Alberto Navarro Viola, Jorge. Negrotto, Guillermo. Newton, Artemio R. Niebuhr, Adolfo. Newbery, Jorge. Noceti, Domingo. Nogués, Pablo. Ochoa, Arturo. Olaechea y Alcorta, P Olazabal,Alejando M .| Olivera, Carlos E, Oliveri, Alfredo Orcoyen Francisco. Ortiz, Diolimpio Ortúzar, Alejandro (h.) Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otero Rossi, Ildefonso Outes, Felix F. Outes, Diego E. Padilla, José. | Padilla, Isaias. Pais y Sadoux, C. Paitovi Oliveras A. Palacio, Emilio. Palma, Edmundo. Páquet, Cárlos. Pelizza, José. Pelleschi, Juan. Pereyra, Emilio. Perez, Alberto J. Petersen, TeoJoro H. Pigazzi, Santiago. Piana, Juan. Piaggio, Antonio. Píñero, Antonio F. Pirovano, Juan. Puente, Guillermo Á. Puig, Juan de la €. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. Quirno, Jorge. Quiroga, Atanasio. Raffo, Bartolomé M. Ramos Mejía, lldefonos Razori, Francisco. Rebora, Juan. Rebagliati, Alberto. Recagorri, Pedro S. Retes, Antonio. Repetto, Luis M. Repossini, José. Reynoso, Higinio Riglos, Martiniano. Rivara, Juan Rodriguez, Miguel. Rodriguez Gonzalez, G. Rodriguez dela Torre, € Roffo, Juan. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Armando. Romero, Cárlos L. Romero, Felix R. Ronco, Alfredo. Rosetti, Emilio. | Rospide, Juan. Ronge, Marcos. Rubi», José M. Ruiz Huidobro, Luis. Saenz Valiente, Ed. Saenz, Valiente Anselmo Sagastume, José M. Salovitz, Manuel. Sanchez Diaz, José. Sanglas, Rodolfo. EN! Sarrabayrouse, Eugenio Santangelo, Rodolfo. Segovia, Fernando Sauze, Ed uardo. Segovia, Vicente. Saralegui, Luis. Sarhy, José S. Sarhy, Juan F. Schickendantz,Emilio. Schneidewind, Alberto Seguí,Francisco. Selva, Domingo. Senat, Gabriel, Senillosa, Juan A. Silva, Angel. Simonazzi, Guillermo. Siri, Juan M. Sisson, Enrique D. Solari, Emilio. Soldani, Juan A. Soldano, Ferruccio. Soria, David E. Spinetto, Silvio. Spinedi, Hermeneg. F. Spinola, Nicolas Stuart Penington, M. Swenson, U. í Tamini Crannuel, L. A. Tassi, Antonio Taiana, Alberto. Taiana, Hugo. Tejada Sorzano, Carlos. Texo, Federico Thedy, Hector. Torrcs Armengol, M. Torres, Luis M. Torrado, Samuel. Traverso, Nicolas Trelles, Francisco M. Trelles, Pio. Thibon, Fernando. Uriarte Castro Alfredo. Uttinger, Alberto. Valenzuela, Muisés Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del Varela Rufino (hijo) Vazquez, Pedro. Vico, Domingo. Vidal Carrega, Carlos Videla, Baldomero. Vilanova Sanz, Florenci* | Villegas, Belisario. Vivot, Eduardo. Wauters, Carlos. Wernicke, Roberto White, Guillermo. White. Guillermo J. Wilmart, Raimundo Williams, Orlando E. Yanzi, Amadeo Zamboni, José J. Zavalia, Salustiano. Zamudio, Eugenio Zerda, Victor. de la Zerda, José de la Zunino, Enrique. AN AN IN Wi Ñ y Ñ ACNE 0 e NA A] Ao A 1 7. 15) AR ÓN Ñ UN A A ú Ni AE IU AI TO IET A A EN Ñ ' F: el 4 A IIA ll + 5185 00257 842 > AGR h E Ñ 5 4 o ' ' í ed " f í de Es e yo E Ñ X ¿ 7 A 2) ÉS Ñ x ) % se ES f 3 y: 5 1 . ' , e e A EN ( 5 ES y ¡ 1 , , po: e Se! e y MY , x ) 1 U s % AN y y ( - dl Pe Ñ , ' y = o sd 5 s y > j e . Es 4 4 , l > 1) ? Nro A Ñ A ya s pd > > | y l Y á £ . > A honra 03 E TOS ' E Y n E ha La > E K e , ) $ y % XA ES y Y G 5 1 ; 3 Y y CA l 4 a Ñ gon 4 o , e A a rr , A A ps by E / k JA y pa ¡ ? y E y na ns ñ 0 E d y e Ny ar ( , y . > 3 S ) E e 7 s + e in 4 ES 7 L - A RN O A VENTA 3 ( e É y G S bi Ae on » " É f y A oa Ñ Ñ S f y K > a ' Da E MA ES EN : Ns P 7 , _ ) y z hs = E f f ' - í pi > Ñ 1 É > » 4 E » za A j mi ES $ (7 Ñ ñ b Ñ — + A 7 7] A a - , - Y y > ' - y y y A 7 y - 1 > a 4 4 s— M e 4 Y z í £ br A y Ja é mE E En 4 : pr J á 1 A pS ¡ E ed » > Me de Y l Ps E y E y 2 E 1 G : . 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