rar ARTS E ed qero NI pd ha pe daba po h ce 2d 2 pepe? raro.) HEN ¿ . dei dego jad Pi Pte ! ' SEDES] > 1 $ ntañet £s, 9 . e ; ce $e pri ei 4 , y ! el qa Hasta y . ye Na aereos: a. nt 2. Misco dal ida pad Mia $ dns : t emitdsi aoe i dde NA 44 E Dep CTA eh ore jaa q ie A] A ele ON A jade dee 40. dele ladaici a sjaz RI ; ED y y E E s pa eo dad Aro ne PES A9h pia y qiás AS e CAEN ne et 719! pe . ANA bes X ( Gir e Ae re9 arq dos 4h Ojal ends DA dea ds +8 evito! Y ¿ada eye , E j qe Vea sad PA 4 yu Y As 24 qa we ATT 3 TRA y pos Mis sE AS 4 Gt o e XA y" wo” “ve AE eu" Vigm y Hub SS : s á ds AIN 5 E (0 E e _ "Y Ú Ad po AÑ 4 Ls 4 SV gra Y A NA > 1 AREA Puya nel yr? vu y5> u” PRA NA - vr Ys 0 AN ESE A yr" AT «e > TEN 0 dde MAA. AHH 00 AA ads ha y A A VA CA 20" Darpan” Mn ona ete - AR yen UD A A] 7 gi » Wi y LO IA Aga! e 48 Pa Lg hs ls aL CAS E q SS yan : PA 00 EX r ES SNA e yl eh" bh =y Sea“ O, 15EN ; A PE “Ub ¿wi AU y My a - ya * WWA MS e Y Y TN Nx Do ww e Mol gin TA yin e E 7 MA Ms TS IO SANA A du» Y» SÍ se E ; $ VU y $ AS “ r. “wep Ab Att dl be HA ; Ss MIA O ALTE ON Y YE E ¡aa A Ñ ul => qe p e: Aspe 44) 4 “ms a $». EN Y dobla $ a >. ; E “y. : 1 e a "7 p Ian eo m7 Ú LA AN ARAS A p ! EN JAIR y” ET e ES d Ñ Win" ll AA » E y da? y LA AA SS En nas $ = HU dyi a wyY: (ve AA qa A HERA Ll pte: EE as AQ LESA el Min e NS a one A A 3 EJES ME , Ar ¿A SOI 0 A “os 7 pa LA S TIAS 44 | “wd “Y.. Voy “wii .> Se w > NN Wy UL th Y 4 JO A Euyfit .wv ol Y DITA PARA E per $ AY vw E Mí 3 ON Vu Ac ml Pe A ml PA | wal Ace pt? A UA o > wey, e Yu E “y A LIA EAST ASAS IA ALS Sy VIT" A AT ed : A > y WI A o yO) dy Po O A YY A a MS voy 0 SINE A. Wi Muse + ASIA Min y» hd be al PS A MDL y 'Vuiyad voy Ide PA 1 gd Nido AU N Maida A JA cnn) AE MU A el AB ENANA EN AN e! A , Vu Y poro |] ag AU a Y 1h .* PUSE in SN A - Y Eo Ls A $. eos MBE, e vÍ AS í o L J AMARA y NN O A A IAN eN ca WN a ¿ ha AA o a ' A Sa Wi » | a dl SL Yye- Ad e: y Mé y PR op aa : IN ¿ON y AN A pr e Uy AA A LAT z Y TO Ñ q eN ¿e Des HARAA4 AD ATT DES Vw HL NN we jeje quis A suyo ES AL y A PA II > 1114, A. | 4 ==. SES + o Ade rr AR ES A UTA Lal AA Id Ae A y IL AAA SAD Re 44 ] v yoo i / NR Wo nd Ped gr” Dx ys ls E O tr A ( | PL A DAA A a, ia a Y + A Wéh 9 4, > 7 “No Su «de y E yor” E 0] | dt TO AL : y Ei] Avid y ” 'UUBITX ñ : | qn no jane pi A > rd ES AJENOS Jean EA a IIA ondaa gervy: OT UNA Wo vy Pr Es | 4 ca. ÓN In ODO q - w Y Yoo vÚy- AS MINA a y] 7 40p A j ia Aa A A > e 2 ON 5 A 11 MM o E pesas [Jietas O AA LO caia Cuan io a NN L das Ju qero q ar ey .. HL EN e N a IAE 41 Wo «DUDO E "TIA A A q TEA A AI AO parado N ETORE Can A Mbs elo A TN It AO HP Al AA + ne IIH FEE FIS 0d das da 8 É ANALES y, 4 6 APA DE LA << SUCIEDAD CUENTIFICA ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO JULIO 1910. — ENTREGA I. — TOMO LXX o % SAM ys o = JULIZ 126 == ÍNDICE eTCoSÍ eS : ATOmAL MUEE Congreso Científico Internacional Americano. Antecedentes.................oom AN EEN BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1910 7 JUNTA DIRECTIVA PrRedenter cosita ate ena Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente 4..ooooooo.ooo.. Ingeniero Vicente Castro ñ Vicepresidente 2....... id Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actdS............ Doctor "Comás J. Rumú ¿ : Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco ps ADA A O E O DIES Ingeniero Alejandro Guesulaga no Bibliotecario... e... Doctor Abel sánchez Díaz iS Ingeniero Horacio Anasagasti Ea Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo - A E ES O ISA Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mamberto e Contra Almirante Manuel J. García Manusills ¿Ingeniero Pedro Aguirre Gerente...... ISS comcrccin. Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Atilio Bado, doctor Juan A. Dominguez, doctor Ange; Gallardo, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, ingeniero Jos$ A. Medina, doctor Francisco P. Moreno, ingeniero Jorge Newbery, doctor Horacio 6. Piñero, general Pablo Riccherí, ingeniero Domingo Selva, ingeniero Alberto Schne:-- dewind, teniente de navío Segundo R. Storni, ingeniero Eduardo Volpatti. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AMADERO y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus a;- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglament»- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse eon los editores señores Com; hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. : Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolom:«+ Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POR Mes do ao ONPE de 1.00 POTRO. ds a QUE NAAA UE AS 12.00 Número: atrasado. cdi 2.00 .- para los SOCIOS.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SK PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano EN ANALES SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO TOMO EXX Segundo semestre de 1910 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 “110 CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO BUENOS ATRES, 10 4 25 DE JULIO DE 1910 - ANTECEDENTES Terminada la preparación, publicación y distribución de las diver- sas ediciones del boletín del Congreso científico internacional ameri- cano, que mayor premura requería para dar á conocer la organización de las comisiones directiva y de propaganda y de las secciones y sub- secciones que lo forman, así como de los temas oficiales para que sir- van de norma á los señores adherentes, ha llegado la oportunidad de publicar los antecedentes de nuestro congreso, comenzando por la ley número 6286 del honorable congreso nacional que lo sanciona : LEY Art. 1%. — El poder ejecutivo nombrará una comisión que proceda á preparar la celebración del centenario de la revolución de mayo, disponiendo al efecto : 1% La erección en la plaza de Mayo de la capital, del monumento conmemorativo que sea aceptado por la comisión ; 2” Realizar la apertura y ornato de una plaza enfrente del edificio del congreso nacional, comprendida entre las calles Entre Ríos y pla- Za Lorea y las calles Rivadavia y Victoria, debiendo hacer al efecto las expropiaciones necesarias y levantar en ella dos monumentos con- memorativos, uno de la asamblea nacional de 15813 y otro del con- oreso de 1516; 3 Erigir un monumento dedicado á España; 4” Erigir en algunas de las plazas públicas (ley número 3515) las 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA estatuas de Mariano Moreno, de Bernardino Rivadavia, del Almiran- te Brown y del general Alvear; - 5” Erección en la plaza San José de Flores de una estatua á Puey- rredón (ley número 4741); 6 Levantar en la plaza General San Martín, un monumento á los ejércitos de la independencia, y en la isla de Martín García otro mo- numento á la marina de guerra argentina ; 7% Establecer una escuela agrícola regional modelo en Yapeyú, lu- gar del nacimiento del general San Martín ; 8 Contribuir á la erección en Boulogne-sur-Mer, de un monumento á San Martín; 9% Adquirir la casa en Boulogne-sur-Mer, en que falleció el general San Martín; 10% Levantar en el Rosario de Santa Fe un monumento á la ban- dera nacional ; 11" Erigir en la ciudad de Córdoba una estatua al deán Funes: 2 Construir en las ciudades de La Plata, Santa Fe, Santiago del Estero, Catamarca, San Juan, Paraná y Corrientes, un edificio monu- mental destinado á escuela primaria superior, para un mínimum de 450 alumnos y un máximum de 700, dotado de locales para gimnasia, biblioteca pública y sala de conferencias, debiendo adoptarse un tipo arquitectónico uniforme y dedicarse al « centenario de la independen- cia nacional 1810-1910». Estos edificios serán construídos en par- ques ó manzanas, completamente aislados y se entregará en propie- dad á la respectiva provincia; 13% Erigir un monumento á la batalla del 24 de septiembre de 1812, en el sitio donde aquella tuvo lugar, denominado « Campo de las Ca- rreras », hoy plaza Belgrano, ciudad de Tucumán ; 14* Erigir en la ciudad de Salta una estatua escuestre al general Gliemes ; 15" Construir en la ciudad de Jujay un monumento destinado á la conservación de la bandera donada por el general Manuel Belgrano á esa ciudad ; 16% Construir en la ciudad de La Rioja un edificio destinado á es- cuela del tipo designado en el inciso 12% y en las mismas condiciones respecto de la propiedad, colocando á su frente la estatua del doctor Pedro Ienacio de Castro Barros ; 17* Erigir en la ciudad de San Luis una estatua á Pringles; 18" Levantar en la ciudad de Mendoza un monumento al ejército delos Andes; ñ CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 19” Erigir un polígono modelo de tiro, con plaza de ejercicios físi- cos y frente monumental en la ciudad de Bahía Blanca, en terrenos cedidos por la municipalidad de la misma, dedicado al centenario de la independencia; 20 Erigir un monumento al general Mariano Necochea en la plaza principal del pueblo del partido de la provincia de Buenos Aires, que lleva su nombre. Art. 2%. — La comisión propenderá á la celebración en la capital de la República, de una exposición agrícola, ganadera é industrial, con- tribuyendo el poder ejecutivo con los fondos necesarios para su rea- lización. Art. 3”. — Se realizará una exposición ferroviaria y demás trans- portes terrestres, solicitándose el concurso de todas las compañías de ferrocarriles establecidas en el país y de las naciones extranjeras. Art. 4%. — La comisión hará la publicación en facsímiles de los do- cumentos más importantes relacionados con la revolución de mayo y con la guerra de la independencia. Art. 5%. — El poder ejecutivo promoverá un concurso para la pro- ducción de tres cuadros, uno sobre asuntos «le la época de la inde- pendencia, otro sobre costumbres nacionales y un retrato histórico, los que serán destinados al museo nacional de bellas artes, y la ce- lebración de una exposición internacional de bellas artes. Art. 6”. — La comisión propenderá á la celebración en la capital de la República de un Congreso cientifico internacio- nal americano y de una exposición de higiene. Art. 71%. — El poder ejecutivo estimulará con recursos apropiados la celebración de certámenes ó concursos de obras literarias referen- tes á la época y sucesos de la revolución de mayo y la de juegos olím- picos. Art. S%. — El poder ejecutivo contribuirá para la adquisición, cons- trucción é instalación en la capital federal de una casa modelo para la práctica de ejercicios físicos que entregará al Club de Gimnasia y Esgrima, conservando el Estado el dominio absoluto de ese inmueble en el caso de que, por cualquier motivo, dejase de usarse para el ob- jeto exclusivo para el que se adquiere. Art. 9%. — El poder ejecutivo ayudará con los recursos necesarios á las universidades nacionales y á la Junta de historia y numismáti- ca, para la impresión y difusión de obras y trabajos cientificos, histó- ricos ó literarios con que se resuelva contribuir á la conmemoración dle la independencia y para la adjudicación de premios con tal objeto, la) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y encargará al Instituto Geográfico Argentino las publicación de una carta de la república y un libro de geografía nacional. Art. 10. — El poder ejecutivo contribuirá con la suma de 302.970 pesos moneda nacional á la terminación de las obras de reparación y ornato de la iglesia metropolitana de la capital de la República y mausoleo del general San Martín. Art. 11. — El poder ejecutivo invitará á los gobiernos de las na- ciones americanas y á los de Europa que se hallen representados en ia república y especialmente al de España, á asociarse á la celebra- ción del centenario de la revolución. Art. 12. — Destínase de rentas generales para el cumplimiento de esta ley la suma de 6.500.000 pesos moneda nacional, de los cuales 500.000 pesos se imputarán á la presente; 3.000.000 de pesos se in- cluirán en el presupuesto ordinario para el ejercicio de 1909 y pesos 3.000.000 en el del correspondiente al ejercicio de 1910; y el costo de las expropiaciones para la apertura y ornato de la plaza del Congreso, se imputará á los recursos creados por la ley número 5296. Art. 13. — Declárase de utilidad pública y expropiables por cuen- ta de la Nación, todos los terrenos y fincas que fueran necesarias ocupar para la ejecución de las obras autorizadas por la presente ley. Art. 14. — Comuníquese al poder ejecutivo. Dada en la sala de sesiones del congreso argentino, en Buenos Aires, á 8 de fe- brero de 1909. Para cumplir el artículo 6* de la ley precedente, la comisión nacio- nal del centenario por ella creada, designó á la Sociedad Científica Ar- gentina en la forma que expresan las siguientes notas : Buenos Aires, 26 de mayo de 1909. Señor presidente de la comisión nacional del centenario de la Revolución de Mayo, don Marco Avellaneda. La Sociedad Científica Argentina, la institución científica nacional más arraigada y difundida, deseosa de asociarse dentro de su capaci- dad, á la conmemoración del centenario de los más grandes días de la patria, me ha encargado de hacerlo así presente á la honorable co- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 9 misión nacional de su digna presidencia, á la que le cabe el alto ho- nor de organizar y dirigir esa conmemoración en toda la República. Esta sociedad presta servicios á la Nación desde su fundación en 1572. Ha publicado sesenta y seis volúmenes de sus Anales, que re- flejan el movimiento científico del país, en todas sas manifestaciones y aplicaciones; ha promovido y realizado las primeras exposiciones científicas é industriales, en 1875 y en 1876; costeó la primera expe- dición á los Andes de Patagonia, en 1875, y es la iniciadora de los con- eresos científicos latino-americanos que han tenido lugar en esta capi- tal, en Montevideo, en Río de Janeiro y últimamente en Santiago de Chile, convertido ya en primer congreso cientifico panamericano por las conveniencias de su programa. Esta acción le ha dado preeminen- cia entre las asociaciones intelectuales y permitido intimar cada vez más las relaciones entre los hombres de pensamiento y de estudio que conducirán á la tan necesaria armonía de miras entre las nacio- nes de América, en cuya región meridional debe influir en primera línea la República Argentina, porsus condiciones geográficas, étnicas y económicas. Esta acción, se impone hoy nuevamente, con motivo de los actos y fiestas de 1910, los que congregarán en esta capital eran número de hombres distinguidos en todas las ramas del saber, que han de tratar de apreciar por sus resultados la transcendencia de la Revolución de Mayo, y procurarán orientarse en el conocimiento de las condiciones físicas del suelo argentino y de su potencialidad económica tanto por sus riquezas naturales como por las que puede desarrollar la ciencia y la industria, para juzgar el valor del porvenir argentino ; pero tal afluencia extraordinaria de observadores encon- traráá la capital desprevenida para atenderla, si no nos preparamos desde ya con toda actividad y energía. En este sentido, la Sociedad Científica Argentina cree que puede facilitar la tarea de la honora- ble comisión nacional. La ley número 6286 dispone en su artículo 6* que la Comisión na- cional del centenario « propenderá á la celebración en la capital de la república de un Congreso científico internacional americano y de una exposición de higiene. La última se está preparando, habiéndose- le agregado un congreso médico que la completa. El ministerio de jus- ticia é instrueción pública ha proyectado y la Comisión nacional acep- tado, un congreso de ciencias jurídicas y sociales; la Asociación del profesorado ha propuesto otro de pedagogía, y la Sociedad de inge- nieros agrónomos uno de agronomía y Zootecnia. Estos cuatro con- eresos podrían ser considerados como otras tantas secciones autóno- 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mas del Congreso científico internacional americano de que habla la ley, y la Sociedad Científica Argentina tomaría bajo su dirección las demás secciones que generalmente hacen parte de esta clase de con- eresos : matemáticas puras y aplicadas, ciencias físicas, químicas y naturales, ingeniería y ciencias antropológicas, á la que eorresponde- ría el congreso de americanistas, el cual, de acuerdo con lo resuelto en la última sesión del de Viena, á propuesta de la delegación de las universidades de Buenos Aires y de la Plata. debe reunirse en 1910 en esta ciudad. Si bien el tiempo disponible es reducido, esta Sociedad pondría el mayor empeño en aprovecharlo. Este congreso tal vez no tenga gran resonancia universal, pero llenará los fines de la ley, la que induda- blemente ha tenido presente la conveniencia de que en las fiestas del centenario participen debidamente las fuerzas físicas y mentaies de los argentinos. Sin un congreso científico general, primarán extraor- dinariamente los juegos olímpicos (art. 79), la casa de ejercicios físi- cos (art. 8%), el polígono de tiro y la plaza de ejercicios físicos de Ba- hía Blanca (art. 1% inciso 19). Es, pues, indispensable que la menta- lidad argentina ocupe un lugar prominente en la celebración del centenario, y nada más adecuado para ello que las manifestaciones de las ciencias, cuya aplicación harán cada vez más grande y fuer- te á la Nación. Actualmente preocupan al gobierno y al pueblo gran- diosas obras públicas cuya ejecución tiene importancia vital, habien- do la Sociedad Científica contribuido no poco á llamar la atención sobre su conveniencia y sobre la necesidad de investigar profunda- mente el medio en que deben ser ejecutados para que sus resultados sean seguros y mayores; y esta contribución profesional de la inge- niería nacional, que comprende nuevos ferrocarriles, canales de nave- gación, puertos, irrigación, etc., requiere estudios y discusiones que tienen un lugar indicado en las varias secciones del congreso proyee- tado para 1910, adonde podrán concurrir los visitantes interesados. El gasto que requerirá la organización de las secciones que esta sociedad desea tomar á su cargo, no será crecido porque el congreso no exigirá construcciones especiales, desde que podrán reunirse es- tas en diferentes locales públicos; sólo las sesiones de apertura y clausura necesitarán uno de mayor amplitud, que ha de encontrarse oportunamente. La Sociedad Científica Argentina posee local propio, y una buena biblioteca ; y la competencia, buena voluntad y actividad de sus qui- nientos miembros activos la habilitan para facilitar, durante los fes- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 11 tejos, todas las informaciones especiales que necesiten los investiga- dores nacionales y extranjeros que visiten la capital en esetiempo. En cuanto á la faz, económica, la comisión directiva, que me honro en pre- sidir, considera que con la suma de 100.000 pesos moneda nacional, distribuida durante el año corriente y el próximo, podrá hacer frente á esos gastos, cuyos comprobantes presentaría en la debidad oportunidad. La Sociedad Científica Argentina podrá llenar así un vacío ya sentido en las solemnidades próximas del centenario, por lo que pide á la honorable comisión nacional quiera dar preferente atención al ofrecimiento que hace por la presente. Saludo al señor presidente con mi más alta consideración. VICENTE CASTRO. Raúl E. Pasman, Rodolfo Santángelo, Secretarios. En esta nota recayó el siguiente informe de la subcomisión espe- cial de la Comisión nacional del centenario: Hemos examinado la comunicación que acaba de leerse. Como ella dice, concurrirán á esta ciudad, en 1910, gran número de personas de estudio que llegarán deseosas de conocer los lugares en que se produjeron los sucesos de 1810 y la guerra de la independencia, lo mismo que los factores que han intervenido principalmente en la construcción de nuestra nacionalidad actual; y hay conveniencias nacionales de todo género en que lo consigan. Vamos á solemnizar los hechos más grandes de nuestra historia, y debemos desear que la concurrencia del visitante sea mayor en calidad que en cantidad. Esta concurrencia selecta obligaráá una hospitalidad excepcional, durante la cual, sin exageraciones aparatosas, debemos tratar de que nues- tros huéspedes sientan en todo momento la preocupación nacional de que su visita les sea agradable y provechosa. Debemos exteriorizar nuestra amabilidad en forma práctica, aprovechando el cambio de ideas en ambientes llanos, donde no se imponga el convencionalismo de las fiestas oficiales. Esta comisión, está obligada á obtener que los feste- jos de 1910 correspondan á los grandes hechos que conmemortarán, y á cooperar con ellos á levantar el sentimiento nacional, hoy tan ador- mecido. Nada hace amar á la patria como el conocimiento de su histo- ria, de su grandeza, de su riqueza. Sabemos que para hacerla aun £ más grande, necesitamos el concurso del exterior, en hombres, en Es 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ideas, en recursos, en mayor divulgación de la excelencia de nuestro suelo; y presentándola amable á nuestros visitantes, sus buenas impresiones, difundidas en nuestro ambiente actual, tan apático, han de contribuir no poco á despertar ese sentimiento. Á esto mucho pue- de coadyuvar la iniciativa de la Sociedad Científica Argentina. Lle- vada á la práctica, evitará que hombres de vasta ilustración, anhelo- sos (le investigación, se encuentren aquí sin tener dónde satisfacerla, y ánosotros nos hará el beneficio de que nuestra historia, nuestras potencialidades económicas, nuestras lógicas aspiraciones de gran- deza, sean discutidas y divulgadas por observadores desapasionados que cambiarán con nosotros ideas en centros donde no alcance el bullicio de la calle y de la política casera. La reunión de un congreso, como el que se nos propone, comple- mentando los demás que se tramitan, puede dar lugar al principio de una nueva era en la orientación de la Nación, porque contribuirá á la cooperación más efectiva entre los diferentes grupos de la actividad politica, científica y económica y al reconocimiento del valor de la acción colectiva: acortando mucho las distancias entre los centros oficiales y populares donde se discuten los intereses de la nación. El mutuo contralor será más inteligente, dará resultados más prácticos y la prensa no será, como hoy, la única fuente de juicio é información. Los grandes problemas del país, que resultan de sus condiciones geográficas, de la riqueza del suelo, de la composición étnica de su tipo nacional en formación, ocuparán la atención de gobernantes y gobernados. La voz de la inteligencia práctica será más escuchada en los actos de la Nación ; y el gobierno antes de producirlos podrá tomar en cuenta la opinión de los hombres de experiencia. Á este resul- tado han de contribuir no pocos huéspedes de tanto valimiento, desde que estando latente el anhelo nacional de exteriorizar la grandeza de la obra realizada desde 1810, ninguna oportunidad mejor que 1910 porque intervendrá el ambiente patriótico, producto de lógicas expan- siones entre propios y extraños ante tales evocaciones. En 1905 el actual director de la oficina internacional de las repú- blicas americanas en Washington, el señor John Barret dijo aquí, al presentar sus credenciales de ministro plenipotenciario de Estados Unidos de la América del Norte : « La República Argentina consti- tuye la contraparte sudamericana de los anales históricos y de las condiciones físicas y económicas de los Estados Unidos de la Améri- ca del Norte». Debemos aprovechar de 1910 para divulgar práctica- mente una opinión de esa importancia, emitida por persona de tan CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO ME) alta autoridad, haciendo reconocer que esta capital tiene que ser un centro de acción en el sur, análogo á Washington, en el norte. La Sociedad Científica Argentina, con sus valiosos elementos inte- lectuales, será un poderoso medio de concentración de ideas, de esfuerzos hoy dispersos, donde puedan discutirse y elucidarse los vastos problemas que corresponden á nuestro activo desarrollo econó- mico, social y político, y á sus correspondientes vistas para el futuro en la expansión natural de la vación iniciada en 1510, y que debe- mos consolidar en 1910 haciéndola fuerte y útil á la vez. Esto lo podrán decir, al regreso á sus países respectivos, nuestros visitantes, si los acogemos como queda dicho, y la República Argen- tina contará con la propaganda exterior más extendida, más sana, más barata. Ha hecho bien la Sociedad Científica en recordar en su nota la necesidad de que al músculo sano se agregue el cerebro que utilice ese músculo. £lla merece el apoyo nacional, tanto como el Club de gimnasia y esgrima. Son dos instituciones que se completan en el desarrollo del organismo nacional, y esta comisión especial, que siente que no le sea dado informar sobre un pedido de ayuda á la Sociedad Científica, igual á la acordada al Club de gimnasia y esgrima, por el artículo S* de la ley, aconseja á la comisión central la aceptación de la propuesta que informa, y proporcionarle los recursos que se le pide para celebrar el congreso científico á que se refiere el artículo 6” dle la misma ley, en las secciones de su competencia; con la seguridad deque este número de las fiestas del centenario tendrá gran transcen- dencia nacional. Francisco P. Moreno. — Carlos A. Estrada. — Pedro Olaechea y Alcorta. En vista de este informe la comisión nacional accedió á los deseos dle la Sociedad Científica Argentina dirigiéndole la siguiente comuni- cación : Buenos Aires, 7 de junio de 1909. Señor presidente de la Sociedad Científica Argentina, ingeniero Vicente Oastro. La Comisión nacional del centenario ha tomado en consideración la atenta nota de usted en que comunica el pensamiento de esa socie- 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA dad de organizar y presidir un Congreso científico internacional ame- ricano, para 1910, que facilite la investigación de los hombres de estudio que concurran á nuestro país en esa fecha. Tal pensamiento abonado por los antecedentes y servicios pres- tados al país por la Sociedad Científica Argentina, está previsto por la ley del centenario y cumple entonces aceptarlo por el doble motivo de su oportunidad y de los prestigios de la sociedad que lo señala. Esta comisión, pues, ha resuelto poner á las órdenes de la Sociedad Científica Argentina la suma de cien mil pesos nacionales (100.000), en cuotas periódicas de 20.000 pesos cada una, á los fines de su inte- resante proyecto y expresar á usted los mejores votos por su comple- to éxito. Saludo al señor presidente con las seguridades de mi más atenta consideración. MARCO AVELLANEDA. David Peña, Secretario. En el desempeño de este cometido, la Sociedad Cientifica Argenti- na, convocó á una reunión á los siguientes miembros de la misma : Ingenieros: Eduardo Aguirre, Pedro Aguirre, Santiago E. Bara- bino, Guillermo Dominico, Sebastián Ghigliazza, Agustín González, Enrique Hermitte, Luis A. Huergo, Carlos Maschwitz, Oarlos Mas- sini, Agustín Mercau, Evaristo V. Moreno, Juan Molina Civit, Jorge Newbery, Domingo Noceti, Carlos Nystrómer, Rómulo Otamendi, Atilio Otanelli, Alejandro de Ortúzar, Emilio Palacio, Juan Pelles- chi, Julián Romero, Juan F. Sarhy, Alberto Schneidewind, Fernan- do Segovia, Domingo Selva, Ricardo Silveyra, Luis Valiente Noai- lles, Carlos Wauters. Doctores : Florentino Ameghino, Pedro N. Arata, Ignacio Aztiria, Marcial R. Candioti, Claro €. Dassen, Emilio M. Flores, Enrique Fynn, Angel Gallardo, Cristóbal M. Hicken, Eduardo L. Holmberg, Luciano Hauman Merck, Juan J. J. Kyle, Carlos M. Morales, Fran- cisco P. Moreno, Francisco Porro de Somenzi, Miguel M. Puiggari, Atanasio (Quiroga, Idefonso P. Ramos Mejía, Francisco de Veiga, Antonio Vidal, Roberto Wernicke, Estanislao S. Zeballos. Señores : general Pablo Riccheri, arquitecto Juan A. Buschiazzo, profesor Juan B. Ambrosetti, teniente coronel Salvador Velazco, ma- yor ingeniero Enrique Mosconi, mayor ingeniero Arenales Uriburu y 'apitán Rodolfo Martínez. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 15 La asamblea realizada por estos señores llegó á formular un plan seneral respecto del grupo de ciencias que debían constituir el con- ereso, teniéndose para ello en vista los diversos congresos especiales que se reunirían en Buenos Aires, en el mismo año del centenario ; fi- nalmente se delegó en la junta directiva de la Sociedad Científica Argentina la definitiva organización del certamen, esto es, indicar el número de secciones y hacer la designación de las comisiones, que tendrán á su cargo inmediato la labor de preparar el programa, cons- tituir cada sección, fijar los temas oficiales, y efectuar la propaganda. La junta directiva creó las doce secciones que actualmente consti- tuyen el congreso, designó las personas que debían presidirlas, así como las comisiones honorarias, directiva y redactora y de propagan- da. Las primeras comisiones designadas, por razones de diversas ín- dole, sufrieron algunos cambios, quedando definitivamente constituí- das las comisiones honoraria, directiva y de propaganda en la forma que indica este boletín. La comisión directiva, invitando al concurso á los hombres de cien- cia, pasó la siguiente circular : Señor: De acuerdo con la ley 62856 del Congreso argentino, y por disposi- ción de la Comisión nacional creada por dicha ley, la Sociedad Cien- tífica Argentina, ha sido honrada en el encargo de organizar el Con- ereso científico internacional americano, que se reunirá en esta ciudad de Buenos Aires el año 1910, constituyendo uno de los números del programa con que se conmemorará el centenario de la revolución de mayo de 1810, iniciadora de la independencia de la Nación argentina y de las otras naciones sudamericanas. Para llenar su cometido, la Sociedad Científica Argentina ha nom- brado una comisión especial que deberá correr con todo lo que se re- fiera á la organización y celebración del Congreso científico interna- cional americano, la que ha quedado constituida en la forma que se indica más adelante. Me permito pedir á usted quiera tomar parte en este congreso, en las diferentes secciones que correspondan á los ramos de la ciencia de su preferencia y contribuir así á su mejor éxito, con lo que mucho ganarán los conocimientos científicos y con ellos las relaciones de to- do orden entre las naciones de este continente. 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El congreso científico celebrará sus sesiones entre los días 10 y 25 de julio de 1910. Anticipéndole nuestro agradecimiento por la cooperación que no dudamos nos ha de prestar, presentamos á usted la seguridad de nuestra mayor consideración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, E. Marcó del Pont, Secretarios generales. RESOLUCIONES DE LA COMISIÓN DIRECTIVA La comisión directiva del congreso ha sesionado semanalmente desde el 22 de junio de 1909 hasta el presente, habiendo tomado nu- merosas resoluciones tendientes á la organización del mismo, entre los cuales figuran los siguientes, de carácter general : (Juedaron sancionados como idiomas oficiales del congreso, el cas- tellano, francés, inglés, portugués, italiano y alemán. En virtud de haber manifestado el doctor Horacio G. Piñero, pre- sidente de la sección Ciencias psicológicas, que el doctor Christian Jackob, es autor de un importante trabajos titulado Anatomía compa- rada del cerebro de los animales, cuya impresión sería de grande utili- dad para el congreso, se resolvió que este trabajo,. como los demás que á juicio de la comisión directiva lo merecieran, se harían impri- mir desde ya, para que pudieran estar listos para las sesiones de julio. Contribuir con la suma de 1000 pesos moneda nacional para una expedición al gran ventisquero del Juncal, la que fué realizada opor- tunamente por los señores Hebling, Reicher y Bade, quienes presen- tarán al congreso una memoria del estudio realizado, así como los resultados científicos de sus investigaciones. hnprimir el vocabulario tehuelche-inglés del misionero Teófilo Sehmid, agregándole una versión castellana. De esta obra se hará una tirada de 1000 ejemplares. Orear una «bibliografía de ciencias », la que tendrá asiento en la Sociedad Científica Argentina, debiendo presentarse al congreso los trabajos que ésta realice antes de la fecha de apertura del mismo. Se resolvió nombrar relatores de los temas oficiales, los que opor- tunamente fueron propuestos por los señores presidentes de sección y que figuran en las secciones respectivas. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 17 Se fijó como amplitud máxima de las memorias presentadas al con- ereso la de 8 páginas en octavo, impresas en tipo 10 interlineado. Para aquellas que no se presenten impresas se fijó el plazo de 15 minutos para ser leídas. Los libros ya impresos que se presenten al congreso, quedarán en la secretaría general á disposición de los señores adherentes, debien- do presentarse á las sesiones, en caso que los autores de los mismos deseen someterlos á discusión, un extracto de ellos que satisfaga á la resolución anterior. La sesión inaugural del congreso tendrá lugar el 11 de julio próxi- mo en el teatro Colón. Durante las sesiones del congreso se realizarán excursiones y visi- tas á La Plata: museo, universidad, observatorio astronómico, etc. ; al Open Door (Luján) ; al puerto de la capital (mercado de frutos, fri- goríficos, elevadores de granos, usina eléctrica del Dock Sur, de 100.000 HP de fuerza, talleres del Riachuelo, talleres de marina, etc), y á las obras de salubridad de la capital. Una vez terminadas las sesiones del congreso se realizarán excur- siones al interior de la República, entre las cuales posiblemente se llevará á cabo una á los saltos del Iguazú, situados en la goberna- ción de Misiones, los que son una de las más grandes maravillas de América. CORRESPONDENCIA Y PROPAGANDA Millares de notas se han dirigido á gobiernos, instituciones cientí- ficas, oficiales y privadas, hombres de ciencia, profesores, ete., de las que sólo indicaremos algunas : Buenos Aires, 31 de diciembre de 1909. Señor presidente de la Sociedad Científica Argentina, ingeniero don Vicente Castro. Tengo el honor de dirigirme al señor presidente, comunicándole que la comisión directiva del Congreso científico internacional ameri- 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA cano, en el desempeño del patriótico mandato que le confirió la Socie- dad Científica Argentina, que usted tan dignamente preside, ha publi- cado el primer boletín de propaganda que contiene los temas de las diversas subsecciones y el comité organizador del congreso. Vencidas las dificultades que encontrara á su paso esta comisión en el desenvolvimiento del cometido que se le confiara, merced á la buena voluntad y energía desplegada por Jos señores presidentes de sección y el vigoroso apoyo de esa Sociedad, puedo presentar al señor presidente el convencimiento de que el camino que nos resta por recorrer hasta el día de la apertura de las sesiones del congreso, se presenta amplio y libre; que la labor realizada será fértil en sus re- sultados, y que, en fin, el congreso constituye ya un organismo ro- busto, que ofrece á la Sociedad Científica Argentina, su creadora, un éxito firme y sin sombras. Acompaño los primeros 25 ejemplares de la publicación, con el fin de que se sirva conservar unos en los archivos de la Sociedad, y si lo juzga conveniente, hacer llegar otros á la honorable comisión del centenario. Al felicitar al señor presidente por este primer paso dado por el congreso y más que todo por sus perspectivas y promesas auspicio- sas, me es grato saludarlo con mi consideración más distinguida. Luls A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 12 de enero de 1910. Excelentisimo señor ministro... La comisión directiva del Congreso científico internacional ameri- cano considera que el mejor éxito del mismo dependerá en gran parte del valioso apoyo moral y material que V. E. se digne acordarle, no sólo por el elevado cargo que inviste, sino que también por su carác- ter de vicepresidente honorario del mismo. La Sociedad Científica Argentina está empeñada por deber y pa- triotismo en que este torneo internacional resulte un timbre de ho- nor para la República Argentina, y es por esto mismo que, dados el patriotismo y la ilustración de vuestra excelencia, tiene la seguridad CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO LE) de que ese ministerio dispensará su protección á esta grande y fra- ternal fiesta del saber. A Aprovecho esta oportunidad para saludar á V. E. con mi conside- ración más distinguida. WE Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 15 de enero de 1910. Excelentísimo señor mimistro de relaciones exteriores, doctor don Victo- rino de la Plaza. La comisión directiva de este congreso científico internacional ame- ricano cuya realización, ordenada por la ley número 62856, encomenda- ra la honorable comisión del centenario á la Sociedad Científica Ar- sentina, ha considerado que el mejor éxito del congreso, depende en especial modo del apoyo material que V. E. se digna acordarle des- de el elevado cargo que inviste, por el carácter esencialmente inter- nacional que aquella ley ha dado á este certamen. En tal virtud, en representación de la comisión directiva del con- ereso, que me honro en presidir, y aprovechando la circunstancia de ser V. E. digno vicepresidente honorario de la misma, solicítole quiera coadyuvar con los medios de que ese ministerio dispone, al éxito más grande de este torneo científico en que se halla empeñada la República Argentina y que será sin disputa de considerable trans- cendencia para la mayor vinculación de los hombres de Améri- ca, mejor manera, acaso, para estrechar las relaciones entre los países. El patriotismo y la ilustración de V. E. son las mejores garantías de que ese ministerio dispensará su protección á esta grande y frater- nal fiesta del saber. Aprovecho esta oportunidad para saludar á V. E. con mi conside- ración más distinguida. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. AN..SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Circular) Buenos Aires, 20 de enero de 1910. Senor : Me es grato dirigirme á usted en mi carácter de presidente de la. comisión de propaganda del Congreso científico internacional ameri-* cano, que se celebrará en conmemoración del glorioso centenario de la revolución de mayo, del 10 al 25 de julio próximo, pidiéndole se. sirva conceder, como es de práctica mundial, un descuento en los pa- sajes que solicitaren los senores miembros y adherentes de dicho £on- oreso y las personas de su familia. De tal manera habrá usted con- tribuído al éxito de este Congreso y, por tanto, al mayor brillo de la fiesta centenaria que realiza la República. Convencido de que accederá usted gustoso á nuestro pedido, me complazco en saludarle con mi consideración distinguida. S. E. BARABINO, N. Besio Moreno, Secretario general. CIRCULAR PASADA Á LOS SEÑORES RECTORES DE UNIVERSIDADES Buenos Aires, enero 23 de 1910. El congreso cientifico internacional americano, que se organiza bajo los auspicios de la Sociedad Científica Argentina, en cumpli- miento de la ley nacional número 6286, del centenario de la fecha culminante de nuestra emancipación, tiende á evidenciar ante los países civilizados de la tierra, el estado de desenvolvimiento científi- co que alcanzamos, más alto, por cierto, que su renombre. Por esto la universidad que usted tan dignamente preside, es- tá destinada á desempeñar un papel importante en este congreso, Mevando á élla labor científica desarrollada por sus institutos y los métodos de enseñanza y planes de organización que la individua- lizan. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 21 En virtud de tales circunstancias y por encargo de la comisión di- rectiva, me permito solicitar de usted quiera disponer que todos los organismos que la constituyen y esa universidad misma como corpo- ración, sean miembros del congreso; así como recabar de su personal docente que igualmente se adhiera á él. La representación de la universidad estaría entoncesá cargo de uno ó varios delegados que se sirviera designar, de acuerdo con el artícu- lo 2* del reglamento adjunto. Con este motivo me es grato saludar á usted con mi consideración más distinguida. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 26 de enero de 1910. ÁS. E. el señor ministro del interior, doctor Marco Avellaneda, vice- presidente honorario del Congreso científico internacional ameri- Cano. La comisión directiva del Congreso científico internacional ameri- cano tiene el honor de dirigirse por mi intermedio á V. E. consideran- do Negada la oportunidad de buscar en las esferas oficiales del país la misma auspiciosa acogida que encontrara entre los hombres de cien- cia de América. El congreso que se realiza bajo el patrocinio de la Sociedad Científica Argentina, en cumplimiento de la ley 6206, del centenario de la fecha culminante de nuestra emancipación, tiende á evidenciar ante los países civilizados de la tierra el estado de desen- volvimiento científico que alcanzamos, más alto, por cierto, que su renombre. Las investigaciones sistemáticas que se efectúan en los laborato- rios y gabinetes dependientes del gobierno nacional; los estudios científicos cuyo centro reside en las universidades del país ; los datos de observación y experimentales interesantes que se reunen y catalo- gan en las oficinas técnicas; la literatura superior de los museos; y enfin, la numerosa contribución en los varios ramos del saber huma- no que el estado procura (estudios geográficos, económicos, de inge- niería, psicológicos, astronómicos, ete., entre otros, para referirme al 22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA erupo de ciencias que constituirán el congreso), deben presentarse en la ocasión del centenario como verdaderos especímenes del estado de florecimiento en que se halla la ciencia nacional. El departamento al digno cargo de V. E. está destinado á des- empeñar un papel importante en este congreso; por esto me per- mito solicitar de V. E. quiera disponer que todas las oficinas técnicas de ese ministerio, y ese ministerio mismo como corporación, sean miembros del congreso, para presentar á él la labor realizada, desig- nando á la vez uno ó varios delegados de ese departamento al torneo, para que lo representen con carácter oficial. Una importante ventaja de la aceptación de estas ideas, consisti- ría en que las oficinas aludidas, por su calidad de adherentes recibi- rían todas las publicaciones del congreso, entre las que se hallarán algunas de valor inestimable, dado que, además de la producción lo- cal, tendremos la extranjera, en virtud de haber sido invitadas ofi- cialmente á concurrir todos los países de América y Europa, por el elevado conducto del ministerio de relaciones exteriores. La exigiñi- dad de las cuotas de adherentes quedará, pues, por demás compensa- da, por los impresos que se recibirán. Con este motivo me es grato presentar á V. E. las seguridades de mi más distinguida consideración. LUIS A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Remitida á todos los ministerios nacionales. Buenos Aires, 28 de enero de 1910. Señor presidente de la universidad nacional de La Plata doctor don Joa- quín V. González, vicepresidente honorario del Congreso científico internacional americano. El Congreso científico internacional americano, que se organiza. bajo los auspicios de la Sociedad Científica Argentina, en cumplimien- to le la ley número 6286, del Centenario de la fecha culminante de nuestra emancipación, tiende á evidenciar ante los países civilizados de la tierra, el estado de desenvolvimiento científico que alcanzamos, más alto, por cierto que su renombre. Por esto la universidad que 37 CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 25 usted tan dignamente preside, está destinada á desempeñar un papel importante en este congreso, llevando á él la labor científica desarro- Nada por sus institutos y los métodos de enseñanza y planes de or- vanización que la individualizan. En virtud de tales circunstancias y por encargo la comisión direc- tiva, me permito solicitar de usted quiera disponer que todos los or- sanismos que la constituyen, y esa universidad misma como corpora- ción, sean miembros del congreso; así como recabar de su personal docente igualmente que se adhiera á él. La representación de la universidad estará entonces á cargo de uno ó varios delegados que se sirva designar, de acuerdo con el ar- tículo 2* del reglamento adjunto. Con este motivo me es grato saludar á usted con mi consideración más distinguida. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Igual nota se remitió á los rectores de Buenos Aires y Córdoba. La misma comunicación se pasó á los señores rectores de las uni- versidades de Barcelona, Granada, Madrid, Oviedo, Salamanca, Santiago, Sevilla, Valencia, Valladolid, Zaragoza, Bologna, Cagliari, Venezuela, Cataña, Coimbra, Ferrara, Génova, Habana, Asunción, Bogotá, Quito, Santiago, Montevideo, Río de Janeiro, San Carlos (Lima), San Salvador, Guatemala, Pavía, Pisa, Luca, Padova, Siena, Palermo, Santo Tomás, Mesina y Parma. (Circular) Buenos Aires, febrero 12 de 1910. Señor ministro de la República Argentina en... Excelentísimo señor : Tengo el honor de dirigirme á V. E. en mi carácter de presidente de la Comisión de propaganda y por decisión de la comisión directiva del Congreso científico internacional americano, que se celebrará en 24: ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Buenos Aires del 10 al 25 del mes de julio próximo, en conmemora- ción del gentenario de la revolución de Mayo, para pedir al señor ministro que, sin perjuicio de las comunicaciones oficiales que reciba ó haya recibido al respecto, quiera particularmente empeñarse en la propaganda en esa nación, donde V. E. tan dignamente representa la república, para el más feliz resultado de dicho certamen, el que hon- rará tanto más á nuestro país, cuanto más grande sea su éxito. Convencido de que V. E. se halla poseído del mismo interés pa- triótico que importa nuestra solicitud, salúdole con mi consideración más distinguida. SANTIAGO E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, febrero 21 de 1910. Señor presidente de la Sociedad Científica Argentina, ingeniero Vicente Castro. Me es muy honroso dirigirme al señor presidente, adjuntándole los primeros 25 ejemplares de la segunda edición del primer boletín del congreso, para el archivo de esa sociedad. En dicha edición fi- guran nuevos temas, completándose el comité organizador, con algu- nas designaciones hechas por los señores vicepresidentes de sub- sección. Á la vez, me complazco en hacer saber al señor presidente, que el número de miembros adherentes al congreso, alcanzan ya á 380 y á 125 el número de trabajos anunciados en las diferentes secciones, á pesar de no haber cumplido aun dos meses que se ha iniciado la efee- tiva propaganda en pro del congreso, y que se ha repartido el primer boletín. Aprovecho esta oportunidad para saludar al señor presidente con mi consideración más distinguida. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. 189) Ol CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO Dirección general de escuelas de la provincia de Buenos Aires. La Plata, febrero 21 de 1910. Al señor presidente del Uongreso científico internacional americano, in- geniero Lwis A. Huergo. Tengo la satisfacción de dirigirme al señor presidente, comunicán- dole que esta dirección general adhiere con todo entusiasmo al Con- oreso científico internacional americano. Los temas propuestos para él revisten la mayor importancia ; y es- pecialmente los de la sección ciencias pedagógicas (psicología infan- til, comparativa, pedagógica, antropométrica, didáctica, etc.), de ver- dadera utilidad para la mejor orientación de la institución escolar. Estas razones, unidas á la convicción de que esta institución, por su índole, está, con especialidad, obligada á fomentar actos de tal transcendencia para la cultura pública, han influído pues, para que es- ta dirección general, no trepide en adherir desde el primer momento á ese Congreso. Con este motivo saludo al señor presidente con toda consideración. ANGEL GARAY. A. Condomáí Alcorta, Secretario. Ministerio de relaciones exteriores. Buenos Aires, febrero 23 de 1910. Al señor Francisco P. Moreno, vicepresidente del congreso científico ¿n- ternacional americano. Señor presidente : Debido á haber estado ausente de esta capital, he demorado en contestar la nota del señor presidente de fecha 15 de enero, en la cual se sirve manifestarme que la comisión directiva del Congreso cienti- fico internacional americano considera que el mejor éxito depende especialmente del apoyo material y moral que este ministerio tengaá bien acordarle, por el carácter esencialmente internacional que la ley 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ha dado á ese certamen, y en tal virtud solicita la cooperación que pueda prestársele con los medios de que dispone este ministerio, para asegurar el resultado del torneo científico en que se halla empeñado la república y que será sin duda de considerables transcendencias. Me es grato manifestar á usted que este ministerio coadyuvará sin tropiezo por todoslos medios á su alcance á fin de que la celebración del congreso tenga el brillo que es de desear, y de que los propósitos de la ley y el buen nombre de la república tengan debida satisfacción ; pero, debo hacerle presente, que para llenar este propósito es indis- pensable que el señor presidente se sirva indicar las medidas ó actos de cooperación que considere necesarios, contando de antemano, como digo, con la mejor disposición de este ministerio. Me complazeo en saludar al señor presidente con mi distinguida consideración. VICTORINO DE LA PLAZA. Buenos Aires, febrero 23 de 1910. Monsieur le president du GEroupement des umiversités et grandes écoles de France powr les rapports avec Y Amérique latine, M. Liard, membre de Y Institut. Tengo el honor de dirigirme al señor presidente, como presidente de la comisión directiva del Congreso científico internacional america- no, del centenario de la revolución de Mayo, iniciadora de la indepen- dencia de la República Argentina, para comunicarle que á la cele- bración de este congreso, que se reunirá del 10 al 25 de julio próximo, ha sido invitada á concurrir oficialmente, por el conducto de nuestro ministerio de relaciones exteriores, la república francesa, y que en él se encontrarán representadas la mayor parte de las universidades americanas y un buen erupo de las europeas. | Las universidades francesas son en la actualidad centros positivos de investigación y por lo tanto no pueden hallarse ausentes en un certámen científico de la importancia del que se celebrará en Buenos Aires. Círculos de verdadera cultura intelectual en donde la ense- nanza superior se ha desarrollado hasta alcanzar relieves vigorosos y fecundísimos, las universidades y grandes colegios de Francia son el más hermoso exponente de la intelectualidad de ese glorioso país. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 2 Por tales motivos, me complazco muy especialmente en invitarlas por su elevado conducto á concurrir á este congreso y para que se incorporen á él haciéndole llegar los robustos especímenes de la labor científica que realizan y que será para nuestra nacionalidad, tan vin- culada por muy diversos conceptos con el pueblo francés, de los más felices resultados. Remito al señor presidente, conjuntamente, un número de ejem- plares del Boletín del congreso, el que también ha sido remitido, no solamente á todas las universidades y grandes colegios de Francia, sino además, á todos los miembros del consejo que usted tan digna- mente preside. En la seguridad de que el señor presidente quiera interponer su poderosa influencia para que esas instituciones se adhieran y se hagan representar en el congreso — dado que es la manera de conseguir el objeto que se propone el Grouwpement, — me complazco en saludarle con mi consideración más distinguida. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, marzo 8 de 1910. Excelentísimo señor ministro de relaciones exteriores doctor don Victo- rino de la Plaza, vicepresidente honorario del Oongreso científico internacional americano. Me es muy honroso dirigirme á V. E. acusando recibo de su atenta fecha 23 de febrero próximo pasado, en que se sirve comunicarme que ese ministerio coadyuvará por todos los medios á su alcance al mayor éxito de este congreso, pero que es necesario indicar las medidas ó actos de cooperación que se consideran necesarios, contando de an- temano con la mejor disposición de ese ministerio. Revela la actitud de V. E. el patriotismo y el espíritu de progreso que presiden todos sus actos en el orden científico y ella ha compla- cido vivamente la comisión directiva del congreso ; la que considera que V. E. podría interesarse con el alto prestigio de su investidura para que los países de América y Europa que invitará especialmente con anterioridad á concurrir al certamen, hagan efectiva su adhesión 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y designen los delegados que han de representarlos en sus sesiones. Estas delegaciones, podrán ser unitarias y numerosas, dado que una práctica generalizada las admite por igual. Del mismo modo, podría V. E. disponer que los señores ministros plenipotenciarios ó cónsules argentinos en el extranjero, presidan la propaganda en pro del Congreso científico internacional americano, para conseguir la adhesión de las corporaciones científicas y de los estudiosos de Europa y América, así como su concurrencia á las se- siones que tendrán lugar del 10 al 25 del mes de julio próximo. De este modo V. E. habrá contribuido de una nobilísima manera al éxito de la conmemoración de nuestro glorioso centenario. Aprovecho la oportunidad para reiterar á V. E. las seguridades de mi más alta consideración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 26 de febrero de 1910. Señor presidente del Consejo nacional de educación, doctor José Maria Ramos Mejía. Tengo el agrado de dirigirme al señor presidente, en nombre de la comisión directiva de este congreso — que se organiza en cumpli- miento de la ley 6286 en la Sociedad Científica Argentina — invitan- do la institución á su digno cargo á que se adhiera á este torneo de la cultura argentina, con el patriotismo y la ilustración que presiden todos los actos que de esa procedencia emanan. La enseñanza primaria ha sido y seguirá siendo el problema que con más cariño y entusiasmo han afrontado todos los hombres supe- riores del país, desde la iniciación de la independencia nacional, cu- yo glorioso centenario conmemorará este congreso, hasta nuestros días ; porque creyeron con la visión superior de nuestras necesidades, que al través de su crisol, se forjaban los ciudadanos patriotas y los hombres honestos. Y al llegar la fecha centenaria, es el momento de presentar la labor realizada en este importantísimo capítulo de la vida institucional argentina. Por estos motivos se ha pensado que se debía formular una invita- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 29 ción especial al consejo nacional de educación, que no puede faltar en un certamen oficial de esta naturaleza. Con este motivo saludo al senor presidente con mi consideración más distinguida. LuIs A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, febrero 26 de 1910. Señor ministro de obras públicas de la provincia de Buenos Aires, inge- niero Angel Etcheverry. Señor ministro : Sin perjuicio de las comunicaciones cambiadas entre el gobierno de esa provincia y la comisión directiva del Congreso científico inter- nacional americano, me dirijo á S. S., en nombre de la comisión re- dactora y de propaganda, para hacerle presente que el concurso de ese ministerio al indicado congreso — dadas las importantes obras públicas que ha estudiado y realizado ó tiene aun en estudio y en construcción — aportará un contributo de la mayor importancia para el mejor resultado del próximo certamen. En este concepto, pido al señor ministro quiera resolver la adhe- sión especial de ese importante ministerio al Congreso científico del centenario, nombrando un delegado especial y ordenando á la vez, á las reparticiones técnicas de su alta dependencia su participación amplia al mismo, coadyuvando así á presentarnos ante propios y ex- traños en forma digna de nuestros verdaderos adelantos científicos. Con este motivo, me es grato saludar al señor ministro con mi mayor consideración. SANTIAGO E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Universidad nacional de Buenos Aires. : Buenos Aires, febrero 28 de 1910. Señor presidente del Oongreso científico internacional americano, inge- miero Luis A. Huergo. En contestación á la nota número 279 del señor presidente me es erato manifestarle que estimo como un deber, á la vez que honrosa tarea, el concurso de la universidad con sus diversas facultades al certamen intelectual que se organiza bajo los auspicios de la Sociedad científica argentina. En tal concepto me he dirigido á los señores de- :'anos informándoles debidamente, para que difundiendo en los insti- tutos universitarios que presiden, los propósitos de la sociedad orga- nizadora del Congreso científico del centenario reciban la adhesión del respectivo personal docente. Me complazco, con este motivo, en saludar al señor presidente con mi consideración distinguida. EUFEMIO UBALLES. N. Nirenstein, Secretario. Buenos Aires, 1 de marzo de 1910. Señor director general de escuelas de la provincia, doctor Angel Garay. Tengo el agrado de dirigirme al director general en respuesta de su conceptuosa nota (Exp. 892, núm. 123, febrero 21) en que se sirve comunicarme que esa dirección general adhiere con todo entusiasmo á este congreso, en vista del interés que presentan los temas de la sección ciencias psicológicas. La comisión directiva del congreso ha tomado conocimiento de los términos de esa nota, con la más viva complacencia; las institucio- nes de la índole de las que usted tan dignamente preside, al adoptar actitudes tan patrióticas, prueban que las guía un intenso espíritu científico y un definido propósito de perseguir el progreso de la ense- ñanza pública, orientándola hacia los más fecundos métodos. Todas CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 31 las cumbres de la intelectualidad argentina, han dedicado á la instrue- ción primaria sus energias más eficaces, comprendiendo que es el fac- tor fundamental de nuestra nacionalidad. En la fecha centenaria, como lo ha comprendido muy bien esa di- rección, es la hora de presentar el estado de desenvolvimiento y por eso, la comisión directiva del congreso vería con satisfacción que el señor director general, gestionara del distinguido personal técnico á sus órdenes que desarrollara algunos de los temas cuya importancia ha llamado la atención del señor director y que á la vez designe el ó los delegados que han de representar á esa importante corporación, con carácter oficial en el congreso. Con este motivo, saludo al señor director general con toda conside- ración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Congreso internacional americano de medicina é higiene. Buenos Aires, marzo 2 de 1910. Señor presidente del Congreso científico internacional americano. La importancia intelectual que está llamada á revestir la celebra- ción de los certámenes internacionales con que se conmemorará el primer centenario de nuestra independencia política, va á dejar pro- bablemente huellas indelebles en la república, por la índole de los asuntos á debatirse y por la representación científica de los congre- sales de toda América que auspiciarán sus reuniones. Entendiendo que la mejor forma de conocer á fondo la labor á que individualmente se consagrarán los congresos á celebrarse, es facilitan- do el canje de las publicaciones á que ellos dieren lugar, me complaz- co en solicitar del señor presidente la remisión, cuando lo considere oportuno de dichas publicaciones á cambio de las realizadas por nosotros, en cuanto ambas sean testimonio evidente de la transcenden- cia de los problemas sobre los cuales se diserte. Este intercambio permitirá á las instituciones fundar un voto de verdadera solidaridad espiritual, dado que, por opuestas que sean las materias privativas de cada congreso, constituirán el más elevado 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA exponente del progreso de las ciencias y sus aplicaciones á la socie- dad y á la vida. Saludo al señor presidente con mi consideración más distinguida. E. CANTÓN. Luis Ayote, Secretario general. Buenos Aires, S de marzo de 1910. Excelentísimo señor ministro de relaciones doctor don Victorino de la Plaza, vicepresidente honorario del congreso científico internacional americano. Me es muy honroso dirigirme á V. E. acusando recibo de su aten- ta fecha 23 de febrero próximo pasado, en que se sirve comunicarme que ese ministerio coadyuvará sin tropiezos por todos los medios á su alcance al mayor éxito de este congreso, pero que es necesario indicar las medidas ó actos de cooperación que se consideran necesarios de antemano con la mejor disposición de ese ministerio. Revela la actitud de V. E. el patriotismo y el espíritu del progre- so que presiden todos sus actos en el orden científico y ella ha com- placido vivamente á la comisión directiva del congreso; la que consi- dera que V. E. podría interesarse con el alto prestigio de su investi- dura para que los países de América y Europa que invitara especial- mente con anterioridad á concurrir al certamen, hagan efectiva su ad- hesión y designe los delegados que han de representarlos en sus se- siones. Estas delegaciones, podrán ser unitarias ó numerosas dado que una práctica generalizada las admite por igual. Del mismo modo podría V. E. disponer que los señores ministros plenipotenciarios ó cónsules argentinos en el extranjero presidan la propaganda en pro del congreso científico internacional americano para conseguir la adhesión de las corporaciones científicas y de los estudiosos de Europa y América, así como su concurrencia á las se- siones que tendrán lugar del 10 al 25 del mes de julio próximo. De este modo, V. E. habrá contribuído de una nobilísima manera más al éxito de la conmemoración de nuestro glorioso centenario. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 33 Aprovecho esta oportunidad para reiterar á V. E. las seguridades de mi más alta consideración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 11 de marzo de 1910. Señor doctor Emilio Prers, presidente de la Sociedad Rural Argentina. Pongo en su conocimiento que el congreso científico internacional americano, acaba de crear una nueva sección « Agronomía y zootec- nia», cuyo presidente es el doctor Pedro N. Arata. Me es grato — como presidente de la comisión redactora y de pro- paganda — dirigirme á usted pidiéndole quiera coadyuvar al mejor resultado del próximo certamen internacional en la forma que crea usted más eficaz, prestándonos no sólo su apoyo personal sino que también el de la importantísima Sociedad Rural que usted tan digna- mente preside. Es menester poner de manifiesto ante los representantes de las na- ciones americanas que tomarán parte en el próximo congreso, la vetr- dadera importancia de la Argentina, para cuyo fin debemos los argen - tinos aunar nuestros esfuerzos, poniendo nuestra acción y nuestra inteligencia al servicio de tan patriótico ideal. Con este motivo me es grato saludar á usted con mi mayor estima- ción. SANTIAGO E. BARABINO, N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, marzo 21 de 1910. Excelentísimo señor ministro de guerra, teniente general don Eduardo Racedo. La comisión directiva del Congreso científico internacional ameri- cano, en su sesión del 19 del corriente y por unanimidad de votos, ha nombrado á V. E. vicepresidente honorario del mismo. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Qu usd Tengo el grato deber de comunicar á V. E. dicho nombramiento en la creencia que se digne aceptarlo prestándonos así su inestimable concurso moral. Siendo este congreso el primero que posee una sección de ciencias militares, creemos que su concurso será de gran eficacia, dado que V. E. con su ilustrado criterio podrá llevarlo á seguro destino. Las ciencias militares han alcanzado entre nosotros y en el antiguo continente un adelanto tal, que era necesario darles cabida en las discusiones de tan importante torneo; nadie mejor que V. E. podrá corresponder con más eficacia al fin que nos proponemos. Con tal motivo, tengo el honor de ofrecer á V. E. las seguridades de mi más distinguida consideración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Centro nacional de ingenieros. Buenos Aires, marzo 21 de 1910. Señor presidente de la comisión directiva del Congreso científico inter- nacional americano, ingeniero Luis A. Huergo. : Tengo el agrado de manifestar á usted, que la comisión directiva que presido, en su última sesión, ha resuelto poner á disposición del Congreso científico internacional americano su local social, Florida 248, tercer piso alto, para que efectúe en él sus sesiones una de las subsecciones. Esperando que la comisión directiva que usted dignamente preside, aceptará este ofrecimiento, me es grato saludar á usted con mi mayor consideración. ALEJANDRO DE ORTÚZAR, Vicepresidente primero. N. Martella, Prosecretario. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 35 Ministerio de guerra. Buenos Aires, marzo 30 de 1910. Al señor presidente de la comisión directiva del Congreso científico in- ternacional americano, ingeniero Luis A. Huergo. He tenido el mayor agrado de recibir la atenta comunicación de usted, fecha 7 del corriente, en la cual manifiesta los móviles cienti- ficos con que se llevará á cabo el Congreso internacional americano que dignamente preside. En contestación y de acuerdo con la invitación para que se adhie- ran las reparticiones técnicas del departamento de guerra, me es su- mamente grato hacer saber á usted, que este ministerio acepta com- placido su adhesión, pues considera que el ejército debe estar repre- sentado y prestar su cooperación á todo aquello que signifique la labor de la intelectualidad argentina en el progreso científico de las instituciones del país y es por esta razón que en la fecha se dispone que las distintas reparticiones militares que pudieran tener un interés directo en conocer las conclusiones y trabajos de ese congreso, pres- ten su adhesión al mismo, pudiendo desde ya anotar á este ministerio en la lista de los adherentes á fin de poder recibir las publicaciones que se hace referencia en su nota. Oportunamente me será grato comunicar á esa comisión directiva el nombre de los delegados que se designen para que representen al ejército en el carácter oficial. Aprovecho esta oportunidad para saludar á usted, con las expre- siones de mi mayor consideración. . RACEDO. Universidad de Montevideo. Montevideo, abril 4 de 1910. Señor presidente de la comisión directiva del Congreso científico interna- cional americano. Me es sumamente grato comunicar á usted que el consejo universi- tario resolvió, en la sesión celebrada el 17 de marzo próximo pasado, adherirse al Congreso científico internacional americano que bajo los auspicios de la Sociedad Científica Argentina y que usted preside tan AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 3 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dignamente, se realizará en esa ciudad del 10 al 25 de julio de este año. Los delegados que han de representar al consejo universitario serán designados oportunamente. Por si desean adherirse también las distintas facultades y la sec- ción enseñanza secundaria y preparatoria de esta universidad, le he pasado una circular transcribiéndoles la atenta invitación que usted se sirvió dirigirme con fecha 10 de marzo próximo pasado. Acompaño á la presente un cheque contra el Banco Francés del Río de la Plata, á la orden del señor tesorero del congreso y por valor de una libra esterlina, importe de la cuota de adhesión que correspon- de abonar al consejo universitario. Saludo al señor presidente con la más distinguida consideración. PABLO DE MARÍA. Carlos María Somi, Secretario. Buenos Aires, abril 5 de 1910. Señor rector de la universidad de Chile, doctor Valentín Letelier. Tengo el honor de acusar recibo de su nota fecha 30 marzo pró- ximo pasado en que se sirve comunicar que han resuelto adherirse á este Congreso : 1% La universidad de Chile. 2 La Facultad de filosofía, humanidades y bellas artes. 3 Doctor don Valentín Letelier. La valiosa cooperación que representa para el Congreso estas adhe- siones, ha sido debidamente apreciada por esta comisión directiva, que me encarga transmitir al señor rector, la satisfacción que el hecho le ha producido; la actitud del señor rector, concuerda por en- tero con su brillante actuación en la presidencia de la comisión orga- nizadora del congreso cientifico panamericano de Santiago y con la indudable orientación científica de la universidad que tan dignamente preside. . La comisión directiva del congreso, considera además de verda- dera importancia, que la universidad de Chile se encuentre repre- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 31 sentada en sus sesiones y la invita por tanto á que se sirva designar los delegados que tendrán la representación con carácter oficial. Saludo al señor rector con mi más distinguida consideración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Alres, abril 5 de 1910. Señor vicepresidente primero del Centro nacional de imgenieros, imye- miero Alejandro de Ortúzar. Tengo el agrado de acusar recibo de su nota fecha 21 de marzo próximo pasado en que me comunican que la comisión directiva de ese centro ha resuelto poner á disposición de este congreso el local social para que efectúe en él sus sesiones una de las subsecciones. La comisión directiva del congreso, que me honro en presidir en presencia del espontáneo ofrecimiento de esa importante institución nacional, ha resuelto aceptarlo y considera de su deber expresarle su eratitud, una vez más, por el espíritu patriótico con que concurre al mayor éxito de este torneo, que será con tan valiosas ayudas, un po- sitivo espécimen del estado de nuestra evolución científica al finalizar el primer siglo de vida independiente de la República. Con este motivo, saludo á usted con mi consideración distinguida, Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. (Circular) Buenos Aires, 5 de abril de 1910. Señor : Por disposición de la comisión directiva del Congreso científico internacional americano, y en mi carácter de presidente de la comi- sión de propaganda, me es grato dirigirme á usted para comunicarle que se ha resuelto designar algunos de los más distinguidos hom- 3 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bres de ciencias del país, y de las diversas naciones hermanas de América y Europa para que se dignen hacer empeñosa propaganda en pro de dicho congreso, convencido de que contribuirán por espíri- tu de solidaridad científica al mejor éxito del mismo, conquistando adherentes y consiguiendo trabajos que pongan de manifiesto ante el mundo científico el adelanto intelectual de la República y demás na- ciones de este continente. Me complazco en participar á usted que ha sido designado con ese objeto, sin perjuicio de la propaganda oficial que se organice en virtud de la invitación dirigida por nuestro ministro de rela- ciones exteriores. Contando con su aceptación me permito enviarle algunos ejemplares del boletín relativo á la organización de este CONgTeso. S. E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. Nota. — lgual comunicación se pasó á los señores: ingeniero Jorge Delpech, doctor R. O. Leguizamón, Juan P. Garat, Centro provincial de ingeniería (La Plata), profesor Juan G. Gez, Academia nacional de ciencias (Córdoba), ingeniero Francisco Alric, ingeniero Luis Luiggi, profesor William James, Leo S. Rowe, Cattel, Mauricio de Madeiro, A. Guayanas Fonseca, Elvira Díaz, Vas Ferreira, Alfredo Giribaldi, Pra- do Ugarteche, Guasch Leguizamón, J. Porro de Somenzi, Maximiliano Navas, Jorge Vargas Salcedo, Juan Guiteras, E. Rodríguez Bendian, Gabriel Cassuso, Luis de Arozarena, M. Maldonado, Federico Saca- ssa, Francisco Espinal, Alfonso Ayon, Carlos J. Lisson, Miguel kR. Machado, Vicente S. Izquierdo, Eduardo Poirier, Paul Apell, Geor- ge Dumas, Gley, Martinenche. (Circular) Buenos Aires, 12 de abril de 1910. Señor presidente : Me complazco en dirigirme á usted en mi carácter de presidente de la comisión de propaganda de este congreso, solicitándole la adhe- sión de la importante institución que tan dignamente preside, á los CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 39 fines del certamen que en conmemoración del centenario de nuestra eloriosa emancipación se celebrará en el mes de julio próximo. La importancia científica de esa corporación, hace que sea de posi- tivo interés para la ciencia americana, que figure en el Congreso cien- tífico internacional americano, aportándole su elevado prestigio y con- curriendo así á un torneo de verdadera solidaridad científica. La comisión directiva del congreso, recibiría complacida la desig- nación de delegados que se sirviera usted efectuar, para las sesiones de julio, en representación de ese centro de cultura y de labor. Jon este motivo me es grato saludar al señor presidente con mi consideración distinguida. S. E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. Nota. — Esta comunicación se pasó á Círculo de la Prensa, Socie- dad médica argentina, Círeulo médico argentino, Asociación nacional de profesorado, Sociedad central de arquitectos, Aero-club argentino, Touring club argentino, Yacht club argentino, Junta de historia y numimástica americana, Sociedad de medicina y veterinaria, Centro nacional de ingenieros agrónomos. República Oriental del Uruguay. — Ministerio de obras públicas, Ministerio de instrucción pública, industria y trabajo, Instituto me- teorológico nacional, Dirección de salubridad, Departamento nacional de ingenieros, Dirección general de estadística, Asociación nacional de profesorado, Cuerpo de sanidad militar, Asociación de ingenieros y arquitectos, Dirección general de instrucción pública. Perú. — Instituto técnico industrial, Sociedad de ingenieros, Es- cuela especial de ingenieros, Inspección sanitaria de ferrocarriles, Sanidad naval y militar, Escuela militar, Sociedad geográfica de Lima. Brasil. — Olub de ingeniería de Río Janeiro, Sanidad militar, Sa- nidad naval, Sociedad nacional de arquitectura de Río Janeiro, Di- rección general de sanidad, Servicio meteorológico nacional, Escuela politéenica, Sociedad de medicina de Minas Geraes, Sociedad de geo- erafía, Academia nacional de medicina. Bolivia. — Instituto nacional de veterinaria, Dirección general de salubridad, Comité central boliviano, Comité médico nacional, Socie- dad geográfica, Instituto médico. 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Chile. — Sociedad médica, Instituto de ingenieros, Sociedad cien- tífica de Chile, Servicio sanitario del ejército, Laboratorio municipal de química, Municipalidad de Santiago, Dirección de sanidad militar, Instituto de ingenieros electricistas, Sociedad nacional de agricul- tura, Asociación de educación nacional, Instituto agrícola de Chile. Paraguay. — Sociedad médica, Instituto paraguayo, Consejo na- cional de higiene, Buenos Aires. 13 de abril de 1910. Señor presidente de la Academia nacional de ciencias, doctor Oscar Doeriny. Córdoba. Tengo el agrado de dirigirme á usted, en mi carácter de presidente de la comisión de propaganda del Congreso científico internacional americano, para requerir su valioso concurso para el mayor éxito de nuestro futuro certamen, que será una exposición ante propios y ex- traños del adelanto científico alcanzado por nuestro país durante la primer centuria de nuestra independencia. La docta academia, que tan dignamente usted preside, cuenta con elementos de orden superior, que pueden figurar con brillo en nuestro próximo certamen; y es indudable que una propaganda empeñosa de su meritorio presidente, que es á la vez vicepresidente honorario del Congreso científico internacional americano, puede darnos numerosos adherentes y una muy importante colaboración científica. El honor del país así lo demanda y es por eso que la Sociedad Científica Argentina y la comisión directiva del congreso cuentan con el valioso concurso del señor presidente. Me es grato saludar á usted con mi consideración más distinguida. S. E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 41 Buenos Aires, abril 13 de 1910. Mr. John Barret, director de la oficina de las Repúblicas Americanas. Washington. Autorizado por la comisión directiva del Congreso científico inter- nacional americano, en mi carácter de presidente de la comisión de propaganda, me es grato dirigirme á usted que tan empenñosamente se preocupa de cuanto concierne á la vida progresiva de las repúblicas americanas, para que se digne prestarnos el concurso de sus energías en pro de nuestro Congreso, asumiendo su personería, para conseguir la adhesión moral y material de las intelectualidades de la sabia na- ción americana para el mayor éxito internacional del mismo. Remito á usted con ese objeto 200 ejemplares del primer boletín en idioma inglés, relativo á dicho Congreso. Mucho esperamos de su eficaz propaganda en esa república her- mana, que con tanto brillo ha figurado en todos los congresos inter- nacionales. Con este motivo saludo al señor Barret con mi mayor considera- ción. SANTIAGO E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. 3uenos Aires, abril 25 de 1910. Señor rector de la Universidad de Chile, doctor Valentín Letelier. La comisión directiva de este Congreso, ha tomado conocimiento dle la nota del señor rector del 9 de abril 1910, en que comunica que el consejo de Instrucción pública acordó designar al señor don Tori- bio Medina, secretario de la facultad de humanidades para que re- presente á esa universidad en nuestro Congreso. La Universidad de Chile, al entrar así á formar parte de este Con- ereso, con tan distinguido y erudito delegado, demuestra la orienta- 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción indudablemente científica de su mecanismo y se hace acreedora á la gratitud y aplausos argentinos. Con este motivo hago votos por la creciente prosperidad de la fa- mosa institución y del noble Consejo y sabio rector que la preside. Luis A. HUERGO. NM. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 27 de abril de 1910. Excelentísimo señor ministro argentino ante el gobierno de Italia, doctor Roque Sáenz Peña. Ha llegado la oportunidad de acusar recibo de la atenta nota de V. E. fecha 2 de marzo de 1910, en la cual manifestaba su calurosa adhesión al Congreso científico internacional americano, reserván- dose á su retorno á Roma coadyuvar al mejor éxito del mismo, de conformidad con nuestra solicitud. AMÍ habrá encontrado ya V. E. una nota análoga á la que contes- tara de Montevideo, y, aun cuando queda ya poco tiempo para las sesiones de julio, acaso pueda conseguirse el concurso de no pocos intelectuales italianos, que den realce á nuestro certamen, estre- chando cada vez más los vínculos que nos unen á Italia con la patr- ticipación de la misma á nuestros festejos del centenario. Goza V. E. de merecido prestigio no sólo en el mundo oficial ita- liano, sino que también en las esferas intelectuales, por lo tanto está en condiciones favorables para obtener un importante concurso para el Congreso científico que se reunirá del 10 al 25 de julio próximo; y en la plena seguridad de que V. E. nos prestará su valioso apoyo me es grato saludarle con mi consideración más distinguida. S. E. BARABINO. N. Besio Moreno, Secretario general. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 43 Buenos Aires, abril 30 de 1910. Al señor presidente de la Sociedad Científica Argentina, doctor Fran- cisco P. Moreno. Tengo la honra de dirigirme al señor presidente, para llevar una vez más al conocimiento de la junta directiva que tan dignamente preside, el estado en que se encuentran los trabajos de organización de este Congreso, que se realiza bajo los auspicios de esa gloriosa sociedad. Ya en la nota anterior del 21 de febrero de 1910 me fué dado infor- mar á esa corporación, que se habían vencido todas las dificultades inherentes á la iniciación y que por lo tanto el certamen se hallaba encaminado por el firme sendero de un éxito auspicioso para los sen- timientos argentinos y para la ciencia nacional. Y tendrá la Sociedad Científica Argentina, el mérito de haber probado que nuestros hom- bres de estudio abarcan ya todo el horizonte científico y que la espe- cialización no excluye ni los conocimientos generales que llevan á menudo caracteres de verdadera erudición en nuestros estudiosos que han adquirido fama mundial, ni los estudios más lisongeros en la juventud que se forma y sale de nuestros institutos de enseñanza su- perior. Alcanza actualmente á 500 el número de miembros del Congreso de los cuales la mayoría son argentinos y son ya 250 los trabajos anunciados que se distribuyen en el siguiente modo en las diversas secciones : SECCIÓN CC A 24 Sección ciencias físicas y matemáticas..........0. 24 =— AULA IC 61 — RECAE A 11 =— E O o 21 = MALES A A 8 — jurídicas y sociales........ DTO: 1 — psico CAS 50 — UIMICAS A 0 2 = biolo ica A a 12 — veográficas é históricas.......... 25 — agrarias. 9 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA HS E Es igualmente considerable el número de delegados que represen- tarán á los países de América, ministerios nacionales, gobiernos de provincias, universidades, asociaciones y centros científicos america- nOs y europeos, instituciones oficiales, ete., con cuya nómina fatiga- ría la atención del señor presidente, sin contar con que aparecerá circunstanciadamente en el segundo boletín del Congreso, que pre- para, por encargo de esta comisión directiva, la comisión redactora y de propaganda. La sección de ciencias agrarias, que creara recientemente esa junta directiva á solicitud nuestra, se ha organizado con tal rapidez, que no pueden ya abrigarse dudas con respecto á la suerte que le espera; es un éxito más por agregar á los que proporcionarán la mayor parte de las demás secciones. Finalmente, para dar cabida á algunos trabajos especiales que no estaban en el plan del Congreso, ni de ninguno de los otros que se celebrarán en nuestro centenario, ha sido necesario ampliar la sección ciencias económicas y estadísticas, agregándole la subsección de ciencias jurídicas, lo que ha obligado á cambiar aquella designación por la de sección Ciencias jurídicas y sociales. En la aurora de mayo del centenario de nuestra emancipación glo- riosa y al contemplar el luminoso espectáculo de la prosperidad de la República, hago votos porque la Sociedad Científica Argentina con- tinúe su marcha fecundísima y encumbrada. Quiera el señor presidente aceptar las seguridades de mi más dis- tineuida consideración. Luis A. HUERGO. N. Besio Moreno, Secretario general. Buenos Aires, 30 de junio de 1910. Señores presidente de la comisión de propaganda y redactora del Congre- so científico internacional americano ingeniero Santiago E. Barabino, y secretario general del mismo congreso ingeniero N. Besio Moreno. Muy apreciados señores : De vuelta de mi viaje á Europa. y habiendo realizado los trabajos más urgentes que preparaba para el congreso científico, me apresuro á comunicarles la forma y el resultado de la propaganda que efectué CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 45 durante mi estadía en Alemania, con previa autorización de ustedes por nota del 27, I, 1900. Llegado á Alemania principié con una propaganda verbal no de- jando pasar ninguna ocasión de entrevistas, ete., que tenía con mis relaciones científicas y personales en hablarles de nuestro congreso y entusiasmarles de participar en algún modo, sea viniendo ellos mis- mos, ó mandando encargados ó trabajos científicos que se relacio- nan en alguna forma con los intereses de la América. Ejecuté tal propaganda especialmente en el ministerio de agricultura y el de hacienda de Prusia, en los observatorios astronómicos y geodésicos de Berlín y de Potsdam, en las academias técnicas y de agricultura de Berlín, Danzig, Freiburg, Charlottenburg y Bonn, en la Physika- lisch Technischen Reichsanstalt, en el directorio central de las colo- nias alemanas, en el estado mayor prusiano y en varios círculos y sociedades de profesores é ingenieros, aprovechando igualmente de una conferencia sobre la Argentina que dí en Berlín delante de una numerosa concurrencia de hombres de ciencia. Á esta propaganda verbal hice seguir otra por eserito enviando los boletines, que ustedes habían tenido la amabilidad de entregarme, acompañándoles por una carta explicativa, en la cual llamé la aten- ción á las respectivas secciones, y además por otro folleto que demues- tra en forma estadística, los progresos de la república y que agradezco á la amabilidad del ministro argentino en Berlín, doctor 1. Gómez. Han recibido esta invitación entre otras las siguientes personas, con las cuales había conversado antes sobre el mismo asunto, como lo expliqué arriba : Geh-Rat. Doctor Vogler, profesor de la academia de agricultura de Berlín. Rat Bohler, jefe de la oficina central para los levantamientos en las colonias alemanas (ministerio del exterior). S. Exc. Oberregierunesrat Thiel, director en el ministerio de agri- cultura. ; Doctor Helmert, director del Centralbureau d. Int. Erdmessung « des Kgl. Preuss. Geodátischen Institutes. Á los jefes de las secciones de trigonometría y topografía, corone- les von Bertrap y von Harbou, en el estado mayor prusiano. S. Exc. Gauss, en el ministerio de hacienda. Profesor doctor Miiller de la academia de agricultura en Bonn. S. Exc. doctor Auwers, secretario perpetuo de la Academia real prusiana de ciencias. 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Profesor doctor Struve, director del observatorio astronómico en Berlín, etc. En todo mandé 24 invitaciones. Hasta ahora recibí 18 contestaciones en parte verbales, otras por escrito. Entre éstas se encuentran cinco que prometían una colabora- ción en forma de trabajos por mandar al congreso, siendo las demás negativas, motivadas por el poco tiempo que restaba al congreso y la poca intimidad que tenían los señores con los intereses de los países sudamericanos. Siento, que por el corto tiempo de mi estadía en Ale- mania, una parte del cual tuve que dedicar á otros asuntos de índole científica diversa y familiar, me haya sido imposible disipar este escaso conocimiento y llamar la atención sobre temas de interés para ambas partes. De las cinco contribuciones prometidas he recibido hasta ahora tres y para la cuarta el material para poder componer el trabajo yo. Consisten en: 1* Una colección completa (en 13 cuadernos) de los resultados de las observaciones efectuadas en el observatorio astronómico real de Prusia en Berlín, conteniendo entre otros trabajos fundamentales el célebre del profesor Kuestner: Neue Methoden ¿ur Bestimmung der Aberrations Konstante nebst Untersuchungen ueber die Veraenderlich- keit der Polhoehe; en el cual se probó por primera vez, por medio de observaciones, el movimiento del polo terrestre, la investigación del cual forma hoy en día uno de los esfuerzos principales de la Sociedad internacional para la medida de la tierra. Me mandó estos trabajos el director del observatorio astronómico real de Prusia en Berlín, profesor doctor Hermann Struve, en nombre del instituto que dirige; el título de ellos es: Beobachtungsergebnisse der Kygl. Sternwarte in Berlin. 2% Una colección de proyectos de trabajos hidráulicos y de riego, con sus respectivos informes explicativos. Está editado por el Verein der Vermessungsbeamten der Preussischen Landwirtschaftlichen Ver- waltuny y me fué remitido por el presidente de la sociedad, el señor Plaehn. 32 Un trabajo del profesor filósofo y doctor ingeniero F. KR. Hel- mert, director de la oficina central de la Sociedad internacional para la medida de la tierra y del Instituto real prusiano de geodesia. Me fué remitido por él y se titula : Die Bedeutung der Schwerkraft in Argen- tinien (La importancia de las mediciones de la gravedad en la Argen- tina). Está escrito á máquina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO E 4* Los datos y el material para un trabajo: Ux ejemplo de la apli- cación del método estereofotogramétrico en la antropología (antropome- tría), me fueron entregados por el señor Seliger, del estado mayor prusiano. 5* La quinta colaboración prometida por el señor Boehler y que trata de Experiencias propias en levantamientos geo y topográficos en países de grandes extensiones, no la he recibido todavía. Les sería muy agradecido quieran indicarme la forma como podría entregar al honorable congreso los trabajos arriba indicados. El pro- fesor Helmert, en una carta acompañante, expresa el deseo que tra- duzca su trabajo al españo! y lo lea en la sesión respectiva. Lo mismo me sería grato si ustedes quieren facilitarme la ocasión para expresar al señor presidente del congreso los saludos que para él me encarga el profesor Helmert. Al fin les agradezco su atenta carta del 23 de abril que de vuelta de Europa recibí en ésta. Esperando haber correspondido en algo á los deberes con los cua- les ustedes por su encargo me honraron, me es grato saludarles con mi mayor consideracion. S. S. S. DR. W. SCHULZ. ORGANIZACION DEFINITIVA DEL CONGRESO COMISIÓN HONORARIA Presidente Doctor José FIGUEROA ALCORTA, presidente de la República Ar- ventina Vicepresidentes Doctor José GÁLVEZ, ministro del interior. Doctor Victorino DE LA PLAZA, ministro de relaciones exteriores y culto. Doctor Rómulo S. NAÓN, ministro de justicia é instrucción pública. Señor Ezequiel RAMOS MEJÍA, ministro de obras públicas. Teniente general Eduardo RACEDO, ministro de guerra. Contralmirante Onofre BETBEDER, ministro de marina. Ingeniero Pedro EZCURRA, ministro de agricultura. Doctor Manuel de IRIONDO, ministro de hacienda. Señor Manuel J. GUIRALDESs, intendente municipal de la capital federal. Doctor Eufemio UBALLES, rector de la universidad nacional de Bue- nos Aires. Doctor Joaquín V. GONZÁLEZ, presidente de la universidad nacio- nal de La Plata. Doctor Julio DEHEZA, rector de la universidad nacional de Córdoba. Señor Oscar DOERING, presidente de la Academia nacional de cien- cias de Córdoba. Doctor Estanislao S. ZEBALLOS, ex ministro de relaciones exterio- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 49 res y culto; académico de la facultad de derecho y ciencias so- ciales, profesor de derecho internacional privado de la misma. Ingeniero Luis A. HUERGO, académico, consejero y ex decano de la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales. Doctor Florentino AMEGHINO, director del museo nacional de Bue- nos Aires. Doctor Juan J. J. KYLE, profesor jubilado de química inorgánica en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales. Doctor Pedro N. ARATA, decano de la facultad de agronomía y vete- rinaria, profesor de química en la facultad de medicina, etc. Coronel Ingeniero Luis J. DELLEPIANE, consejero y profesor de geo- desia en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, ins- pector del arma de ingenieros. COMISIÓN DIRECTIVA Presidente Ingeniero Luis A. HUERGO, presidente de la sección Ingeniería. Vicepresidentes Ingeniero Vicente CASTRO, ex presidente de la Sociedad Científica Argentina; profesor de construcciones en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales ; inspector general de la dirección de puentes y caminos. Doctor Francisco P. MORENO, fundador y ex director del museo de La Plata; ex perito argentino en la demarcación de límites con Chile. Vocales Doctor Estanislao S. ZEBALLOS, presidente de la sección Ciencias jurídicas y sociales. General de Brigada Pablo RICCHIERI, ex ministro de guerra, ex jefe del gran estado mayor; presidente de la sección Ciencias mili- tares. Contralmirante Manuel J. GARCÍA MANSILLA, director de la escuela naval; presidente de la sección Ciencias navales. Doctor Atanasio QUIROGA, académico y profesor de química en las 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA facultades de ciencias exactas, físicas y naturales y de ciencias médicas ; presidente de la sección Ciencias químicas. Doctor Florentino AMEGHINO, presidente de la sección Ciencias an- tropológicas. Doctor Francisco P. MORENO, presidente de la sección Ciencias geo- gráficas é históricas. Ingeniero Eduardo AGUIRRE, ex decano de la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales; profesor de geología y mineralo- eía en la misma facultad ; presidente de la sección Ciencias gyeo- lógicas. Doctor Ingeniero Marcial R. CANDIOTI, diputado al congreso de la Nación ex profesor de matemáticas en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales; presidente de la sección Ciencias físicas y matemáticas. Doctor Ingeniero Angel GALLARDO, académico, profesor de Zzoolo- gía en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales; profesor de zoología, anatomía y fisiología comparadas en la fa- cultad de ciencias médicas; presidente de a sección Ciencias biológicas. Doctor Horacio G. PINERO, académico y consejero; profesor de fisio- logía en la facultad de medicina y profesor de psicología en la facultad de filosofía y letras; presidente de la sección Ciencias psicológicas. Doctor Pedro N. ARATA, presidente de la sección Ciencias Agrarias. Inseniero Santiago E. BARABINO, director de los Anales de la Socie- dad científica argentina; presidente de la Comisión de Propagan- da y Redactora. Secretarios generales Ingeniero Nicolás BEsIO MORENO, académico ; profesor en las uni- versidades de La Plata y Buenos Aires. Ingeniero Enrique MARCÓ DEL PoNr. Prosecretario general Doctor Jorge MAGNIX, director del laboratorio químico del departa- mento nacional de higiene; profesor en el instituto nacional del profesorado. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO Tesorero Ingeniero Arturo GRIEBEN, inspector de las obras complementarias del puerto de la Capital. Protesorero Arquitecto Raúl G. PASMAN. COMISIÓN DE PROPAGANDA Y REDACTORA Presidente Ingeniero Santiago E. BARABINO. Vicepresidentes Ingeniero Eduardo LATZINA. Ingeniero Domingo SELVA. Tesorero Ingeniero Rodolfo SANTANGELO. Vocales Mayor Pedro PADILLA. Teniente de navío Nicolás BARBARÁ. niero José DEBENEDETTI. Ingeniero Benito MAMBERTO niero Agustín MERCAU. Ingeniero Evaristo V. MORENO Inge- . Inge- . Capi- tán de fragata Enrique MORENO. Mayor ingeniero Enrique Mosconx1. Teniente de fragata Segundo STORNI. Mayor ingenie- ro Arenales URIBURU. Doctor Antonio VIDAL. Ingeniero do VOLPATTI. Ingeniero Carlos WAUTERS. AN. SOC. CIENT. ARG.—T. LXX Eduar- 52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SECCIONES. SUB-SECCIONES. TEMAS (*) INGENIERÍA Presidente : Ingeniero Luis A. Huergo. Secretario General : Ingeniero Alfredo J. Orfila. Profesor de cálculo de construcciones, de dibujo y lavado de planos de la facul- tad de Ciencias exactas, físicas y naturales. AERONÁUTICA. Vicepresidentes : Ingeniero Horacio Anasagasti. Ingeniero Jorge Newbery. Presidente del Aereo Club Argen- tino. Secretario : Mayor ingeniero Waldino Correa, 2” jefe del regimiento número 1 de ingenieros. Profesor de comunicaciones milita- res de la escuela superior de guerra Temas : 4) AEROSTACIÓN. 1. Globos cautivos y libres. 2. Aparatos productores de hidrógeno, fijos y portátiles. Purificado- res. Compresores. y 3. Fabricación económica del hidrógeno. 4. Parques y maniobras aerostáticas militares. 5. Globos cometas (cerf-volants). 6. Aplicaciones. Geodesia y fotografía aeronáuticas. 7. Globos dirigibles. Suspensiones. 3. Meteorología. 9. Instrumentos científicos. 10. Ascensiones internacionales científicas. 11. Globos sondas. (1) Véase el artículo 10 del reglamento. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 53 D) AVIACIÓN. 1. Ornitópteros. Helicópteros. 2. Aeroplanos. 3. Soluciones mixtas. 4. Motores especiales. 5. Hélices. ARQUITECTURA. Vicepresidente : Ingeniero Mauricio Durrieu. Profesor de proyectos, dirección de obras y legislación en la facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales. Secretario : Arquitecto Luis P. Esteves. Profesor de historia de la arquitectura en la facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales. Temas : 1. Desenvolvimiento del arte arquitectónico en los países de Amé- rica. Influencias de la arquitectura americana y de la de los paí- ses conquistadores en ese desarrollo. 2. Tendencias modernas de la arquitectura en las naciones america- nas. ¿ Están ellas bien diseñadas ? 3. Monografías de edificios ó partes de edificios importantes públicos y privados. 4. Monografías de sistemas de construcción nuevos ó perfeccionados. 5. Edificación obrera. Conveniencia de reservar espacios destinados á edificios de habitación económica, en las zonas que se expro- pien para transformaciones edilicias. 6. Casa propia para el obrero. 1. Edificación resistente á los terremotos : sistemas económicos en particular. S. Reglamentación general de la edificación en las regiones asoladas por temblores de tierra. 9. Formas más acertadas para hacer proyectar edificios importantes, públicos y privados. -10. Instrucción teórica y práctica del arquitecto. Diploma. 11. Medios de propender eficazmente á la educación del público en arquitectura. 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA: ARGENTINA ELECTROTÉCNICA. Vicepresidente : Ingeniero Eduardo Latzina. Profesor de turbinas y reguladores de la facultad de Ciencias exactas, físicas y na- turales. Vicedirector de la Escuela industrial de la nación. Secretario : Doctor ingeniero Germán Nieburh. Profesor de electro- técnica en la Escuela industrial de la nación. Segundo jefe de las usinas de electricidad de la Compañía alemana tras- atlántica de Buenos Aires. Temas : 1. Elementos galvánicos y acumuladores. 2. Generadores y motores de corriente continua y alternada. 3: Centrales eléctricas de vapor, gas y fuerza hidráulica. 4. Transformadores y estaciones de transformación. 5. Alumbrado eléctrico. 6. Tracción eléctrica. 7. Líneas para corrientes de baja y alta tensión. S. Transporte de energía eléctrica á grandes distancias. 9. Telegrafía. 10. Telefonía. 11. Mediciones eléctricas; métodos é instrumentos. Laboratorios. 12. Electrometalurgla. 13. Galvanoplastía. 14. Dispositivos de seguridad contra accidentes producidos por la corriente eléctrica. 15. Aplicaciones diversas de la electrotécnica á las máquinas en ge- neral. 16. Sistemas de tarifas para el suministro de energía eléctrica. 17. Reglamentación general para la ejecución de instalaciones elée- tricas en las ciudades. 18. Monografías de instalaciones eléctricas realizadas en la Repú- blica Argentina y demás naciones americanas. FERROCARRILES. Vicepresidente : Ingeniero Pedro Aguirre. Profesor de ferrocarriles en la. facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales, ex director de las obras del F. €. de Serrezuela á San Juan. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO E 55 Secretario : Ingeniero Simón Goldenhorn. Director de trabajos práe- ticos de cálculo de construcciones en la facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales. Ingeniero de primera clase en la dirección general de ferrocarriles. Vocales : Ingenieros Arturo Hoyo, Emilio Rebuelto, Luis M. Lódola, Arturo Guzmán y Amato E. López. Temas : 4) VÍAS Y OBRAS. 1. Infraestructura. (Constitución del plano de formación). 2. Superestructura. a) Vía y accesorios. b) Estaciones y anexos. c) Señales. b) TRACCIÓN Y MATERIAL. 1. Locomotoras. 2. Material rodante. 3. Atalajes. 4. Frenos. 5. Talleres y depósitos. 6. Varios. C) EXPLOTACIÓN. 1. Movimiento. 2. Explotación comercial. .» 35. Tarifas. 4. Estadística. 5. Varios. d) VARIOS. 1. Ferrocarriles secundarios. Monoriel. Cablecarriles, ete. Temas especiales : 1. Protección de la vía contra la arena de los médanos. Limpieza. 2. Empleo del petróleo en las locomotoras. 36 A ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3. Utilización del peso del tren como adherente para la tracción (tre- nes Renard y semejantes). 4. Aumento de capacidad de los vehículos. 5. Tipos de vagones para el transporte de animales en pie. 6. Tipos de vagones frigoríficos. 7. Tráfico sobre trochás diferentes. Estaciones de trasbordo; vehícu- los especiales. S. Electrificación de líneas generales (con excepción de las de servi- cios locales y suburbanos). 9. Ferrocarriles económicos tipo Decauville y semejantes) para el servicio de pequeñas zonas de afluencia á una estación de ferro- carril. 10. Ferrocarriles económicos para explotación de bosques. 11. Explotación por el Estado y por empresa privada. 12. Tarificación. 13. Red general de ferrocarriles en la República Argentina. HIDRÁULICA AGRÍCOLA E INGENIERÍA RURAL. Vicepresidente : Ingeniero Agustín Mercau. Consejero y profesor de hidráulica agrícola en la facultad de Ciencias exactas, físi- cas y naturales. Secretario : Ingeniero Jorge Dobranich. Profesor en la escuela indus- trial y en el colegio militar de la nación. Temas : 4) HIDRÁULICA AGRÍCOLA. 1. Hidrología agrícola. Meteorología. 2. Calidad y cantidad de agua necesaria para el riego. Aforo de los cursos de agua. Reguladores y partidores. 3. Derivación, conducción y distribución de las aguas. 4. Riego. Estaciones experimentales. Medios de fomentar el riego. Legislación. 5. Mejoramiento de los terrenos. Saneamiento y desecación. 6. Trabajos fluviales. Obras de corrección y de defensa. Hidrografía. 71. Aprovechamiento de la energía hidráulica. S.: Descripción de las obras de riego realizadas en la República Ar- gentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 97 9. Descripción de las obras de riego realizadas en los demás países americanos. b) INGENIERÍA RURAL. Construcciones rurales. 1. Organización é instalación de establecimientos agrícolas. 2. Instalación para bodegas, ingenios, lecherías, etc. 3. Habitaciones rurales. 4. Depósitos para cosechas y productos. 5. Caminos, puentes, cercos, etc. 6. Legislación rural. Economía rural. Estadística. Mecánica rural. 1. Bombas. Máquinas perforadoras. 2. Máquinas niveladoras, excavadoras para conservación de cana- les, ete. 3. Máquinas de labranza, siembra, cosecha; medios de transporte de los productos. 4. Máquinas elaboradoras de los mismos. 5. Motores hidráulicos, eólicos, térmicos, á explosión, ete. 6. Monografías de instalaciones hidroeléctricas en la República Ar- eentina y demás países americanos. Explotación técnica de los bosques. 1. Corte; útiles y medios de transporte. 2. Desecación, conservación, aserrado, etc., de las maderas. 3. Las maderas americanas como material de construeción. Resisten- cia de las mismas, . Cultivo y explotación de yerbales. . Repoblación artificial de los bosques. . Legislación. Estadística. SO O Hp Contabilidad rural. al 1. Asociaciones agrícolas, sindicatos y cooperativas. Seguros. 2. Contabilidad rural. Avaluación. Métodos aplicables y usados en la República Argentina y demás países americanos. 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA HIGIENE Y EMBELLECIMIENTO DE CIUDADES. Vicepresidente : Doctor ingeniero Carlos M. Morales. Consejero y profesor de mecánica en la facultad de Ciencias exactas, fí- sicas y naturales. Ex director de obras públicas de la muni- cipalidad de la capital. : Secretario : Ingeniero Manuel R. Baliña. Ingeniero en la inspección general de arquitectura de la municipalidad de la Capital. Temas : 1. Defensa contra el polvo, el humo y el ruído. 2. Descentralización y reglamentación de las industrias incómodas é insalubres. 3. Parques y paseos: a) Parques, paseos y plazas públicas. b) Parques y paseos atléticos. c) Jardines de infantes. d) Ídem de escuelas. e) Ídem de obreros. F) Estadios, etc. 4. Trazados de calles y avenidas. 5. Baños públicos : a) Instalaciones en las riberas de los ríos y costas del mar. b) Instalaciones en el interior de las plantas urbanas. 6. Construcciones hospitalarias : a) Policlínicos. b) Hospitales y sanatorios para tuberculosos. c) Hospitales especiales. d) Hospitales vecinales y regionales. 7. Lavaderos públicos. S. Alumbrado público. 9. Mataderos públicos. INGENIERÍA MECÁNICA. Vicepresidente : Ingeniero Evaristo V. Moreno, jefe de la división de máquinas y materiales de la dirección general de obras hidráulicas, profesor de máquinas y mecanismos en la facul- tad de Ciencias exactas, físicas y naturales. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 59 Secretario : Ingeniero Ricardo J. Gutiérrez, jefe de la sección máqui- nas de la dirección general de vías de comunicación. Temas : 1. Talleres de construcciones mecánicas. 2. Máquinas motrices. Generadores de vapor. Gasógenos. 3. Mecánica agrícola. 4. Elevadores y transportadores mecánicos. 5. Bombas. 6. Aplicaciones mecánicas de la electricidad. 7. Mecánica aplicada á las industrias. S. Máquinas y aparatos de locomoción. 9. Metalurgia. 10. Construcciones metálicas. Temas especiales : 1. Máquinas para trabajar las maderas duras. 2. Máquinas de tracción para las máquinas agrícolas. 3. Máquinas para molinos. 4. Máquinas para frigoríficos. 5. Comparación de los distintos sistemas de fuerza motriz, para pe- queñas, medianas y grandes potencias. 6. Utilización de combustibles argentinos. INGENIERÍA INDUSTRIAL. Vicepresidente: Ingeniero Otto Krause, decano y profesor de cons- trucciones de máquinas en la facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales; director de la escuela industrial de la nación. Secretario: Ingeniero Pedro Torre Bertueci, profesor de tecnología mecánica en la facultad de Ciencias exactas, físicas y natu- rales ; profesor de la escuela industrial de la nación. Temas : 1. Aprovechamiento industrial de las salinas y borateras. 2. Métodos é instalaciones más convenientes para el aprovechamiento de los minerales de cobre, hierro, ete. 60 _ ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3. Explotación racional de las maderas americanas, bajo el punto de vista de la destilación y el aprovechamiento de la celulosa y pasta de madera. Fabricación de extractos de cortezas y made- ras para curtiembres. 4. Aprovechamiento de los cereales para la fabricación de almidón y glucosa en gran escala. 5. Mejoramientos prácticos en la fabricación de las harinas. 6. Frigoríficos y métodos más convenientes para el transporte de cat- nes congeladas. . Manufacturas de lana, algodón, hilo y seda. wm -1 . Aprovechamiento de las fibras de lino, palma, cáñamo, caran- day, etc. 9. Ingenios de azúcar. 10. Enseñanza industrial. INGENIERÍA SANITARIA. Vicepresidente: Ingeniero Agustín González, ingeniero jefe de las obras de salubridad de la nación. Secretario: Ingeniero Antonio Paitoví y Oliveras, inspector general de explotación en la dirección de obras de salubridad. Temas : 1. Provisión de agua potable á los centros de población : a) Fuentes de provisión aceptables. b) Depuración y clarificación del agua. c) Elevación y distribución. d) Instalaciones hechas en la República Argentina. e) Instalaciones hechas en otros países de América. 2. Desagiies dle aguas servidas y de lluvia : a) Sistemas empleados en la recolección de las aguas servidas y de lluvia. b) Destino final de los líquidos cloacales. Diferentes sistemas de depuración de los mismos. c) Instalaciones hechas en la República Argentina. d) Instalaciones hechas en otros países de América. 3. Funcionamiento de las obras de provisión de agua y desagie de las servidas y pluviales. 4. Oloacas domiciliarias. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 61 5. Calefacción de las habitaciones. 6. Recolección, tratamiento y eliminación de las basuras. 1. Pavimentación. S. Construcción de túneles para instalación de cañerías, cables, etc. 9. Vialidad. PUENTES, CAMINOS, TÚNELES Y FUNDACIONES. Vicepresidente: Ingeniero Vicente Castro. Secretario: Ingeniero Rodolfo Santángelo, profesor en la facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales; ingeniero de primera clase en la dirección general de puentes y caminos. Temas : 4) PUENTES. 1. Puentes metálicos. 2. Puentes de cemento armado. 3. Puentes de mampostería. 4, Puentes de madera. b) CAMINOS CARRETEROS. 1. El camino actual con calzada de tierra. 2. El camino futuro. 3. Construcción y conservación. Plantaciones. 4. Tráfico. 5. El camino y los servicios de transportes; transportes en común. Transportes industriales. Vías de tranvía y ferrocarriles econó- micos. C) TÚNELES. 1. Construcción y conservación. d) FUNDACIONES. 1. Fundaciones en general. €) MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN. 1. Estudio de los materiales de construcción. 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas especiales : 1. Tableros para puentes metálicos. 2. Tipos de puentes metálicos más convenientes para regiones poco pobladas, con transportes costosos y de escasos elementos para la construcción de los puentes de armamento. 5. Red general de caminos en la provincia de Buenos Aires y acceso á la capital federal. 4. Tipos más convenientes de automóviles para caminos de tierra. 5. Túneles en terrenos de arcilla y arenas acuíferas. 6. Reconocimiento y medios de cimentación en terrenos compresibles y socavables. . Sistemas de fundación para edificios de gran altura. S. Tanto del punto de vista fisiológico como del económico, ¿cuál sería la profundidad máxima racional para adoptar en las fundaciones hidráulicas por el aire comprimido? PUERTOS, CANALES Y CONSTRUCCIONES FLUVIALES. Vicepresidente : Ingeniero Santiago E. Barabino, ex inspector gene- ral de obras hidráulicas de la Nación. Secretario: Ingeniero Eduardo Huergo, jefe de la división estudios del río Paraná ; ex inspector jefe de las obras del puerto del Rosario. Temas : (41) PUERTOS. 1. Física del mar en las costas de América. 2. Regimentación de las costas marinas. 3. Dunas; medios de combatirlas ó aprovecharlas. 4. Emplazamiento, sistema de construcción y disposición más apro- piada á nuestros puertos fluviales y marítimos. 5. Regimentación aluvial: conservación de los canales de acceso y doques de un puerto. 6. Doques de carena flotantes y fijos. 1. Telegrafía portuaria. Señales diurnas y nocturnas. Ss. Explotación de puertos. 9. Acceso á los puertos. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 63 10. Barcas transbordadoras (ferri-boats). 11. Tema especial: Ensanche del puerto de Buenos Aires. b) CANALES. 1. Canales de navegación. 2. Conservación de canales. Sistemas de tracción. 3. Tema especial : ¿Es preferible, para la comunicación el estuario del Plata Superior y el río Paraná de las Palmas, un canal lateral, Ó el dragado de un canal en el lecho mismo del estuario, ú obras de encauzamiento? Cc) RÍOS. 1. Cursos de agua navegables. 2. Estuarios y deltas. d) LAGOS. 1. Aprovechamiento de los lagos. CIENCIAS FÍSICAS Y MATEMÁTICAS Presidente: Ingeniero Marcial R. Candiotti. Secretario general: Ingeniero Agustín Delgado, profesor en las uni- versidades de La Plata y Buenos Alres. CIENCIAS MATEMÁTICAS. Vicepresidente: Ingeniero Benjamín Sal, presidente del departamen- to de ingenieros de la provincia de Buenos Aires y decano de la Facultad de matemáticas de La Plata. Secretario : Ingeniero V. Añón Suárez, profesor en la universidad de La Plata. Temas : 1. Notaciones racionales para el sistema vectorial. 2. Sistema de notación matemática general y especialmente de geo- 641 [ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA metría proyectiva y descriptiva, pura y aplicada, para la lengua castellana. 3. Conveniencia de la fusión de las geometrías plana y del espacio en la enseñanza secundaria, y del mayor uso posible del principio de dualidad. 4. Plan de estudios para la formación del profesorado en matemáticas y física. 5. Metodología de las matemáticas en general. 6. Importancia de la enseñanza matemática actuarial y comercial. 7. Papel de la noción de derivada y diferencial en la interpretación de los fenómenos naturales. CIENCIAS FÍSICAS. Vicepresidente: Doctor ingeniero Manuel B. Bahía, académico y pro- fesor de física en la facultad de Ciencias exactas, físicas y naturales. Temas : 1. Aparatos de demostración para la enseñanza secundaria y para la enseñanza superior. 2. Instrumentos de medida de precisión. Oportunidad de la creación de una oficina meteorológica en Sud América. 3. Fotometría industrial. 4. Empleo de las construcciones gráficas para demostración y resolu- ción de problemas. 5. Electricidad atmosférica y pararrayos. 6. Fotografía. 7. Telegrafía y telefonía. S. Corrientes alternativas. 9. Acumuladores eléctricos. 10. Metodología de la enseñanza de la física. CIENCIAS ASTRONÓMICAS. Vicepresidentes: Doctor Francisco Porro de Somenzi. Director del observatorio astronómico y decano de la facultad de Cien- cias físicas, matemáticas y astronómicas de La Plata. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 65 Doctor Carlos Perrine. Director del observatorio astronómico de Córdoba. Secretario : ingeniero Raúl Gómez, astrónomo del observatorio de La Plata. Temas : 1. Organización de una oficina para la institución de una efeméride austral. 2. Medición del arco de meridiano sudamericano. Ejecución de las re- soluciones tomadas en el congreso de Santiago de Chile. 3. Determinaciones de la gravedad en el hemisferio austral. CIENCIAS QUÍMICAS Presidente : Doctor Atanasio Quiroga. Secretario general : Doctor Miguel Puiggari. QUÍMICA GENERAL. Vicepresidente: Doctor Pedro J. Pando, jefe de la oficina química de la municipalidad de La Plata. Secretario: Doctor Juan A. Sánchez, jefe de sección del laboratorio químico del ministerio de agricultura. QUÍMICA TECNOLÓGICA. Vicepresidente : Teniente primero de artillería, Emilio M. Flores. Secretario : Profesor diplomado de química, farmacéutico David L. Quiroga, jefe «klel laboratorio químico de la facultad de Ciencias médicas. 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Parte General ENSEÑANZA. Temas (1) : 1. Enseñanza de la química: química física, química general, analí- tíca y tecnológica. 2. Modelos de laboratorios. QUÍMICA FÍSICA. Temas : z 1. Energía. Materia. Evolución. 2. Fundamentos, leyes y reglas generales que rigen á los cuerpos bajo el concepto químico-físico. | 3. Estado de los cuerpos. 4. Radioactividad. Electrónica. 5. Aplicación de los principios de termodinámica. 6. Estática y dinámica química. 7. Sobre el potencial químico y las faces. S. Procedimientos de experimentación. 9. Aplicación de la química-física á las ciencias puras, experimenta- les y á la industria. Fotoquímica. Electroquímica. 10. Química matemática. QUÍMICA GENERAL. Temas : 1. Métodos que deben emplear en el estudio de su parte inorgánica y Orgánica. 2. Fenómenos químicos. (1) Estas proposiciones abrazan términos cuya generalidad fácilmente se ad- vierte, y, al consienarlas, se ha tenido en cuenta facilitar la distribución de sus trabajos á los estudios teóricos ó de aplicación especial y de informarles que no se les limita en sentido alguno. La parte relativa 4% las ciencias médicas se trata en el congreso respectivo. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 67 3. Cuerpos elementales, simples, transmutables y compuestos. 4. Sistemáticas. 5. Olasificación y desarrollo de los métodos de obtención de los cuer- pos, según á lo que se debe aplicar. 6. Modelos, aparatos, útiles y procedimientos demostrativos, utiliza- dos en los cursos de enseñanza general y especial. QUIMICA ANALÍTICA. Temas : 1. Estudio de la especie, género, familia y agrupaciones de los cuer- pos, utilizando, metódicamente ó por separado, todos los medios demostrativos bajo el concepto de la calidad y de la cantidad. 2. Teorías y fundamentos de la acción de los cuerpos entre sí y con los agentes dinámicos externos, cualquiera que sea el estado en que se encuentren. 3. Métodos de análisis. 4. Aplicación del análisis químico al descubrimiento de nuevos cuet- pos y de nuevos procedimientos científicos é industriales. QUÍMICA TECNOLÓGICA. Temas : 1. ¿ Conviene estudiar la química tecnológica con el orden que se adopte para la química general, ó según lo requieran las agrupa- ciones de los cuerpos en la naturaleza, ó teniendo en cuenta so- lamente la clase de productos elaborados y el estado social de la región ó país productor ó del que deba consumitlas ? Actitud de los americanos al respecto. 2. Grandes divisiones de la química tecnológica. 5. Características correspondientes á las diversas naciones de activo intercambio comercial. 4. Materias primas y elaboración. Unidad de acción en que deben desarrollar las naciones latino-americanas. 5. Elementos de criterio para la fundación de establecimientos fa- briles. AN. SOC. CIENT. ARG.— T. LXX a) 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Parte aplicada Temas : 1, Agua natural y servida. 2. Aguas minerales naturales y artificiales. 3. Hielo. 4. Fabricación y aplicación del frío para conservación de la materia Orgánica. 5. Procedimientos asépticos para el mismo objeto. 6. Condiciones de exportación, importación, recepción y circulación de las mismas. 7. Combustibles naturales y artificiales. s. Alumbrado. Calefacción. Fumivoridad. 9. Industria química de los metaloides y sus derivados de fábrica. 10. Cloro é hipocloritos. Bromo, iodo y sus sales. 11. Azutre, sulfuros, ácido sulfúrico : ácidos en general y sales resi- duales; sulfuro de carbono. 12. Ácido bórico, bórax y derivados. 13. Amoníaco, sales amoniacales y abonos nitrogenados. 14. Fósforos y abonos fosfatados. 15. Cloruro y anhidrido carbónico. Aguas gaseosas. 16. Anhidrido silícico, Vidrio. Oristal. Vidrio soluble. 17. Industria química de los compuestos metálicos y derivados de fá- brica. 18. Compuestos de sodio, potasio y calcio, naturales y artificiales. Salinas. Nitreras. 19. Cal. Cemento. 20. Compuesto de los metales útiles. 21. Compuesto de los metales nobles. 22. Compuesto de los metales raros. 23. Sulfato de alúmina utilizado para la purificación del agua pota- ble. Alumbres. Cerámica. Colores de ultramar. 24. Colores para la obtención de pinturas, esmaltes, lacas, etc. 25. Productos refractarios y destinados á la incandescencia. 5. Industria de los cianuros. 27. Tudustria de la destilación de la hulla, de la madera, petróleo, re- sinas y esencias. 28. Fabricación de los compuestos halogénicos orgánicos. 29. Industria de los alcoholes y del éter común. 90. al. 4. D. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 69 Industria que reposa en los procedimientos de fermentación. Ácidos orgánicos. Aceites, grasas, glicerina, jabones, bujías. Lubrificantes. Glucosa y afines. Azúcar. Almidón. Féculas. Pastas para la fabricación del papel. Nitrocelulosas y afines. Productos tánicos. Productos gelatinosos y albuminosos. Cueros. Leche y productos derivados. Caseína. Gluten. Fabricación de productos alimenticios concentrados. Fabricación del caucho, gutaperca y similares. Fibras vegetales y animales : naturales y artificiales. Colores naturales y artificiales orgánicos. Fabricación de pinturas, barnices y afines. Alcanfor, resinas y gomas. Fabricación de alcaloides y glucosidos. Elaboración de productos vegetales. Yerba mate, tabaco, coca, ete. Fabricación de productos destinados á las construcciones en ge- neral y á su ornamentación. Elaboración de abonos. Fabricación de productos químicos en general para ser utilizados en las ciencias, artes é industrias. Metalurgia por vía seca, húmeda y por intervención de la elee- tricidad. Electro-química aplicada á obtención de los cuerpos elementales compuestos ; productos de fábrica. Explosivos simples, inorgánicos, orgánicos y sus combinaciones y mezclas. Clasificación y preparación de los explosivos según las aplicacio- nes á que se les dedique. Fábricas americanas. Modelos de fábricas, instrumentos y apa- 'atos. 70 _ (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Parte especial (1) Temas : 1. Elección y unificación de los métodos científicos empleados por las oficinas nacionales, provinciales y municipales en general, y en particular de la República Argentina, destinados á la admisibi- lidad de productos, cualquiera que sea su aplicación ó las deter- minaciones específicas que requiera su intervención. 2. Leyes, decretos, reglamentación y documentos oficiales referentes á los productos que se comprendan en el párrafo anterior. ANÁLISIS APLICADOS Á LA HIGIENE. 1. Aire. 2. Suelo. 3. Habitaciones comunes y colectivas. 4. Calefacción. Alumbrado. 5. Aguas potables. 6. Harinas. Pan. Pastas alimenticias. 7. Carne. Pescado. Moluscos. Aves. Huevos. S. Leche. Manteca. Queso. 9. Grasa. Aceite. 10. Legumbres. Papas. Mandioca, etc. 11. Vinos. Alcoholes. Bebidas alcohólicas. 12. Bebidas fermentadas : Cerveza. Sidra. Vinagre, etc. 13. Mate. Café. Té. Chocolate. Achicoria. 14. Azúcar. Miel. Jarabes. Contfites. 15. Condimentos y especies. 16. Conservas y sus envases. (1) Esta Sección opina que en la descripción de los procedimientos de los aná- lisis que se practique á propósito de lo mencionado en esta parte, para ser adop- tado en general, es conveniente expresar no sólo las determinaciones cualitativas y cuantitativas con sus oportunos métodos, sino también, teniendo en cuenta su aplicación, las circunstancias que han de caracterizar la muestra oficial, sus lími- tes de clasificación, y, cuando sea el caso, las correlaciones que deban existir, estableciendo claramente el criterio que debe presidir. Esto no obsta á que el autor de una memoria se especialice al detalle único ó á la observación detenida dle cualquiera de las partes que constituyen el informe completo sobre un análi- sis determinado. E] (A CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 17. Materias colorantes artificiales perjudiciales á la salud. 15. Materias colorantes artificiales no perjudiciales á la salud y que podrán ser empleadas como condimentos en las substancias ali- menticias. 19. Vestidos. 20. Productos cloacales. 21. Basuras. 22. Purificación de las aguas cloacales. 23. Desinfección. ANÁLISIS APLICADOS Á LA AGRICULTURA. 1. Modelos de laboratorios. 2. Aire. 3. Aguas. 4. Tierras. o. Vegetales. 6. Principios inmediatos y productos de elaboración de los vegetales. 7. Textiles vegetales y animales. 3, Substancias grasas. 9. Productos fermentados. 10. Abonos. Cenizas. CIENCIAS GEOLÓGICAS Presidente : Ingeniero Eduardo Aguirre. Secretario general: Doctor Cristóbal M. Hicken. GEOLOGÍA. Vicepresidente : Ingeniero Eduardo A guirre. Secretario : Doctor Jorge Magnin. Temas : 1. Hidrología subterránea. 2. Yacimientos petrolíferos americanos. T2 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3. Pozos artesianos ; material de perforación. 4. Loess americano. 5. Relaciones del terciario americano. 6. Formaciones glaciales americanas. PALEONTOLOGÍA. Vicepresidente: Doctor Florentino Ameghino. Secretarió : Doctor Carlos A. Marelli. Temas : ¡| . Vertebrados mesozoicos. 2. Relación de la fauna fósil del cretáceo y del terciario en Norte y Sud América. 3. Estado actual de la paleofitología americana. 4. Desarrollo y evolución de los primates en América. MINERALOGÍA Y MINAS. Vicepresidente: Ingeniero Enrique Hermitte, jefe de la división de minas, geología é hidrología del ministerio de agricultura. Profesor de mineralogía y geología en la facultad de Agro- nomía y veterinaria. Secretario: Ingeniero Leopoldo Sol. Jefe de la sección minas de la división de minas, geología é hidrología. Temas : 1. Estado actual de la minería en América; su porvenir; datos esta- dísticos ; principales explotaciones. 2. Explotación del cobre. 3. Explotación del salitre. 4. Salinas. 5. Útiles y métodos para descubrir capas de agua y yacimientos mi- nerales en general. 6. Aplicación de las máquinas perforadoras al reconocimiento y ex- plotación de agua, petróleo y demás yacimientos minerales. Condiciones de las perforaciones á eran profundidad. —] . Aplicación de los motores eléctricos y de aire comprimido en la CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 713 explotación de minas. Su empleo en caso de insuficiencia de la mano de obra. 8. Métodos económicos de remblayage y de enmaderamiento. Caso en que no se puede emplear madera. 9. Explotación, aplicaciones y métodos de aprovechamiento de los productos de la minería. En particular: piedras de construcción y de ornamento; mi- nerales para fertilizar; turba, lignita, carbón bituminoso; pe- tróleo, su utilización como combustible industrial y su empleo en metalurgia. 10. Aplicación de la electricidad á la metalurgia y preparación del hierro, cobre, oro, etc. Condiciones de la mano de obra en las minas. Medidas ten- dientes á luchar contra su insuficiencia. Legislación. SISMOLOGÍA. Vicepresidentes : Gualterio Davis. Doctor Carlos Perrine. Director del observatorio de Córdoba. Señor Ricardo H. Tucker, encargado del observatorio astronó- mico de San Luis, dependiente del instituto Carnegie de Washington. Doctor EF. Porro de Somenzi. Secretarios: Jorge A. Wiggin. Doctor Galdino Negri. Jefe de la sección sismológica del obser- vatorio de La Plata. Temas : 1. Estaciones sismológicas americanas. 2. Estaciones sísmicas, instrumentos y métodos de observación. 3. Conveniencia de uniformar las observaciones y su comunicación recíproca. 4, Frecuencia cronológica de los temblores americanos. 5. Relación de los terremotos con otros fenómenos fÍSICOs. 6. Determinación de los epicentros. 7. Puntos más débiles de la corteza terrestre y de la región suboceá- nica. S. Deducciones teóricas sobre la corteza terrestre. 9. Velocidad de la onda sísmica. TL ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS Presidente: Doctor Florentino Ameghino. Secretarios generales: Profesor Rodolfo Senet. Profesor Luis María Torres. ANTROPOLOGÍA Y PALEOANTROPOLOGÍA. Vicepresidente: Doctor Francisco P. Moreno. Doctor Roberto Lehmann-Nitsche. Doctor Christian Jakob. Médico interno del hospicio de las Mer- cedes. Profesor Rodolfo Senet. Profesor Luis María Torres. Doctor Fernando Thibon. Temas generales : 1. La antigiiedad del hombreen América deducida de sus restos óseos (hombre fósil). 2. ¿Cómo se ha poblado el continente americano ? o 3. Parentesco de las razas americanas recientes con las de los otros continentes. S 4. Relaciones de las faunas mamalógicas extinguidas de América con los primates. 5. Relaciones de los monos americanos con los cercopitecideos, los hominideos, los antropomorfos, y el origen probable del hombre. 6. El problema de los enanos en América. 7. El problema indígena. Necesidad de destinar territorios reserva- dos para los indígenas de Patagonia, Tierra del Fuego y Cha- co, según el proceder de los Estados Unidos de Norte Amé- rica. ES] QQ CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO Temas especiales : 1. La cuestión de los precursores del hombre en la Argentina. Homo pampaeus, Prothomo, Diprothomo, Tetraprothomo y Homo neo- vaeus. Homunculideos. 2. La antigiiedad geológica del yacimiento antropolítico de Monte Hermoso. 3. Caracteres de las distintas razas fósiles de la formación pam- peana. 4. Las razas y tribus que actualmente habitan el Chaco argentino, boliviano y paraguayo. 5. Parentesco de los tehuelches con otros indios americanos. 6. Las razas actuales más primitivas del Brasil meridional, Paraguay y región nordeste de la Argentina. ARQUEOLOGÍA Y PALEOARQUEOLOGÍA. Vicepresidente: Doctor Roberto Lehmann-Nitsche, del museo de La Plata. Señorita Juliana Dillenius. Adjunta al museo etnográfico de la Facultad de filosofía y letras. Profesor Carlos Bruch. Jefe de la sección zoológica del museo de La Plata. Profesor Benigno T. Martínez. Profesor en el colegio nacional de Concepción del Uruguay. Padre A. Larrouy. Doctor Ramón J. Lassaga. Ministro de gobierno de la provincia de Santa Fe. Señor Aníbal Cardoso. Encargado de la sección namismática del museo nacional de historia natural. Temas generales : 1. La mayor antigiiedad del hombre en América según los vestigios industriales. 2. Las antiguas industrias de la piedra anteriores á la época neolí- tica. 3. Distintos tipos de hachas de piedra pulida y su distribución en América. 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ql . La metalurgía americana de la época precolombiana. . Origen de las civilizaciones precolombiana de Norte y Sud Amé- rica. . Relaciones de la civilización calchaquí con las civilizaciones del Perú y con «los pueblos » de la América del Norte. Temas especiales : . El problema de las escorias y tierras cocidas en las formaciones sedimentarias neógenas de la República Argentina. . Los más antiguos vestigios industriales en las formaciones tercia- rias de la Argentina. 3. La industria del hueso en los tiempos prehistóricos de esta parte de América. 4. Extensión de la industria y civilización incásica. . Industria de los guaraníes y su área de dispersión geográfica. 3. El problema del bronce en la Argentina. ETNOGRAFÍA. Vicepresidente: Señor Juan B. Ambrosetti. Director del museo et- nográfico de la facultad de filosofía y letras. Doctor Rafael Obligado. Académico publicista. Doctor Juan Alvarez. Académico y publicista. Doctor Roberto Dabbene. Encargado de la sección zoológica del museo nacional de historia natural. Señor Salvador Debenedetti. Adjunto al museo etnográfico de la facultad de Filosofía y letras. Señor Eduardo A. Holmberg. Etnógrafo y publicista. Coronel Luis Jorge Fontana. Director del museo regional de San Juan. Señor Filiberto Oliveira Cézar. Temas generales : . Armas y utensilios de los indígenas actuales. . Ceremonias fúnebres y religiosas entre los indígenas de America. . Mitos (Folklore) americanos. . Migraciones de los pueblos americanos. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO “UT 5. Relaciones entre los pueblos del Norte y Sud América antes de la conquista. 6. La industria de la alfarería entre los indígenas de América. Temas especiales : 1. Provincias etnográficas y etnológicas argentinas. 2. Usos y costumbres de los tehuelches. 3. Industrias textiles indígenas de la República Argentina. 4. Usos, costumbres é industria de los indios patagones y fueguinos. 5. Ornamentos y adornos araucanos. o 6. La navegación entre los fueguinos y los antiguos guaraníes. 7. Folklore de los pueblos de la cuenca del Plata y de la Patagonia. LINGUÍSTICA. Vicepresidente : Señor Samuel Lafone Quevedo. Director del museo de La Plata. Doctor Carlos Spegazzini. Ingeniero Juan Pelleschi. Escritor. Profesor Matías Calandrelli. Filólogo. Ex rector del colegio pro- vincial. Profesor Juan B. Selva. Vicedirector de la escuela normal na- cional de Dolores. Profesor Ricardo Monner Sanz. Profesor de enseñanza secunda- ria y escritor. Profesor Pedro Scalabrini. Profesor jubilado de la escuela nacio- nal del Paraná. Temas generales : 1. Estado actual de los estudios lingiiísticos referentes á las lenguas americanas. 2. ¿ Existen relaciones entre las lenguas americanas y algunas del antigno continente ? 3. ¿Qué relaciones hay entre las lenguas indígenas de la América del Norte y las de la América del Sur ? 4. Lenguaje figurado é ideográfico. Geroglíficos, petroglifos, pictográ- fías, simbolismos, quipus y otros sistemas mnemónicos en Amé- rica. 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas especiales : 1. Provincias lingilísticas argentinas. 2. Provincias lingiiísticas del Brasil meridional, Uruguay y Para- guay. . Estudio sobre las lenguas patagónicas y fueguinas. 4. ¿Qué es lo que se sabe de la lengua que hablaban los calchaquíes, los charrúas y los querandíes ? (Wu) CIENCIAS BIOLÓGICAS Presidente: Doctor ingeniero Angel Gallardo. Secretarios generales : Profesor farmacéutico Augusto Scala. Profe- sor de botánica en la universidad de La Plata. Profesor Juan Nielsen. Profesor de ciencias naturales y jefe de los laboratorios de ciencias naturales del colegio nacional central. , BIOLOGIA GENERAL. Vicepresidente : Doctor Roberto Wernicke. Ex académico de la Fa- cultad de ciencias médicas. Profesor honorario en la misma facultad. Temas : 1. Estudios experimentales sobre cruzamiento. 2. Antrópodos que sirven de vehículo á gérmenes patógenos. 3. Parásitos del hombre. 4. Parásitos de los animales domésticos y plantas cultivadas. ZOOLOGÍA. Vicepresidente: Doctor Fernando Lahille. Jefe de la sección de zoo- logía del ministerio de agricultura. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 1%) Temas : 1; Estudios generales ó locales sobre la fauna americana. 2. Utilización de los enemigos naturales de la langosta y otras pla- gas para luchar contra ellas. 3. Explotación de la fauna marítima. BOTÁNICA. Vicepresidente: Doctor Carlos Spegazzini. Profesor de botánica en la universidad de La Plata. Jefe de la sección de biología vegetal del ministerio de agricultura. Temas : 1. Estudios generales ó locales sobre flora americana. 2. Plantas medicinales americanas. 3. Plantas industriales y su utilización. CIENCIAS GEOGRÁFICAS É HISTÓRICAS Presidente : Doctor Francisco P. Moreno. GEODESIA. TOPOGRAFÍA Y CARTOGRAFÍA. GEOGRAFÍA FÍSICA. GEOGRAFÍA BIOLÓGICA. GEOGRAFÍA DESCRIPTIVA É HISTÓ- RICA. GEOGRAFÍA ECONÓMICA Y SOCIAL. EXPLORACIONES. ENSEÑANZA DE LA GEOGRAFÍA Y NOMENCLATURA. GEOGRA- FÍA APLICADA Y ANTROPOGEOGRAFÍA. Vicepresidentes : Ingeniero Gualterio G. Davis. Director de la ofici- na meteorológica argentina. Profesor de meteorología en la facultad de Agronomía y veterinaria. Doctor Francisco Porro de Somenzi. Director del observatorio astronómico de La Plata. Doctor Fernando Lahille. Director de la sección de zooJogía, ca- Ss0 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA za y pesca del ministerio de agricultura. Profesor en la es- cuela normal de profesores. Doctor Santiago Roth. Jefe de sección del museo de La Plata. Profesor de geografía física en la universidad de La Plata. Señor Gunardo Lange. Ex jefe de la sección hidrométrica de la oficina meteorológica. Señor Alejandro Rosa. Director del museo Mitre. Señor Enrique Peña. Presidente de la junta de historia y numis- mática americanas. Doctor José León Suárez. Jefe de la división de ganadería y zoología del ministerio de agricultura. Secretarios generales : Señora Elina González A. de Correa Morales. Profesora de geografía en el liceo de señoritas. Ingeniero Enrique Wolff. Jefe de la sección hidrométrica de la oficina meteorológica argentina. Señor Luis M. Torres. Encargado de sección del museo Mitre. Profesor en la universidad de La Plata. Señor Clemente Onelli. Director del jardín zoológico de la ciu- dad de Buenos Aires. Doctor José Marcó del Pont. Secretario de la junta de historia y numismática americanas. Doctor Alfredo P. Drocchi. Vicedirector de la escuela superior de comercio. Temas : 1. Métodos rápidos y económicos para el levantamiento de las cartas geográficas en América. 2. Reseña del desarrollo de los conocimientos geográficos en el conti- nente americano y adyacencias hasta 1510. 3. Reseña del desarrollo de los conocimientos geográficos en el conti- nente americano y adyacencias, entre 1510 y 1910. 4. Reseña de los conocimientos geográficos de la América española, entre 1810 y 1825. 5. Conocimiento geográfico de los virreinatos del Río de la Plata y Perú. Capitán general de Chile durante la guerra de la indepen- dencia. Distribución y recursos de las poblaciones y medios de comunicación. ; 6. influencia de las condiciones geográficas en la formación de las na- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO Sl ciones actuales de América y sus vinculaciones económicas, po- líticas y sociales. 7. Aprovechamiento de las condiciones geográficas de la República Argentina. CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES Presidente: Doctor Estanislao S. Zeballos. Secretarios generales : Doctores Antonio Rodríguez del Busto y Ma- riano Molla Villanueva. CIENCIAS ECONÓMICAS EN GENERAL. Vicepresidente: Doctor Adolfo E. Dávila, redactor en jefe del diario La Prensa, ex diputado al congreso de la nación. Secretario: Doctor César de Tezanos Pintos. Temas : libres. CIENCIAS JURÍDICAS. Vicepresidente: Doctor Antonio E. Dellepiane. Secretario: Doctor Juan A. Errecart. Temas : libres. ESTADÍSTICA AGRARIA. Vicepresidente: Doctor Emilio Lahitte, director de la división de es- tadística rural del ministerio de agricultura. Secretario: Doctor Carlos Menéndez Behety. Temas : libres. 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ESTADÍSTICA COMERCIAL É INDUSTRIAL. Vicepresidente: Señor Ricardo Pillado, director de la división de comercio é industria del ministerio de agricultura. Secretario: Doctor Andrés G. Llamazares. Temas : libres. ESTADÍSTICA DE LA POBLACIÓN, COMPRENDIENDO LA INS- TRUCCIÓN PÚBLICA. Vicepresidente: Senor Alberto B. Martínez, director general de la división estadística de la municipalidad de la capital. Temas : libres. CIENCIAS MILITARES Presidente: General de brigada Pablo Riccheri. Secretarios generales: Teniente coronel diplomado de estado mayor Julio Chipont, del gran estado mayor general. Mayor de artillería Luis E. Villanueva, subdirector de la es- cuela de clases. Teniente primero de infantería doctor Rodrigo Amorortu. Capitán Manuel Belgrano. INGENIERÍA MILITAR. Vicepresidente: Coronel ingeniero Luis J. Dellepiane. Secretario: Capitán ingeniero Juan Iturbide. AERONÁUTICA. Vicepresidente 2%: Mayor ingeniero Waldino Correa. Mayor ingeniero Felipe Perlasca. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO S3 Temas : 1. Globos cautivos, su aplicación en la guerra. 2. Aparatos productores de gas hidrógeno más convenientes para 'ampaña. 3. Forma más conveniente que debe tener el elobo dirigible; su apli- cación á la guerra. 4. La aviación aplicable á la guerra. 5. Formación de aeronautas y aviadores. CONSTRUCCIONES MILITARES. Vicepresidente 2”: Teniente coronel ingeniero Daniel Fernández, jefe de la 5* división, construcciones militares, del gabinete mi- litar del ministerio de guerra. Teniente coronel ingeniero Salvador Velazco. Temas : 1. Tipos de cuarteles para cada arma en las diferentes regiones de América. Materiales de construcción apropiados para cada uno de estos tipos, reuniendo condiciones de seguridad, comodidad y economía. FORTIFICACIONES. Vicepresidente 2%: Coronel ingeniero Andrés E. Rodríguez, ex direc- tor del colegio militar de la nación. Temas : 1. Estudios de proyectos de fuertes de mar. Fortificaciones en las costas. 2. Fortificaciones interiores. Fortificaciones en regiones de montaña. 5. Materiales de construcción para las diferentes obras. 4. Útiles de zapa y carros adecuados para las compañías de zapado- res. Transportes en país de montaña de los mismos elementos. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 6 si ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA COMUNICACIONES MILITARES. Vicepresidente 2”: Coronel ingeniero Gerardo Aranzadi, ex jefe de la división transportes militares del eran estado mayor. Temas : 1. Los ferrocarriles americanos del punto de vista del transporte de tropas. 2. Red de ferrocarriles más apropiada para vincular los diferentes países. . Ferrocarriles económicos; su construcción y explotación rápida [ds antes y durante una guerra. 4. Caminos carreteros; su estudio dentro de cada país y unión con los de diferentes países. GEODESLIA. Vicepresidente 2”: Teniente coronel ingeniero Arenales Uriburu, ex 2" jefe del regimiento de ferrocarrileros. Temas : al . Triangulación en los diferentes países americanos. 2. Forma y naturaleza de las señales para la triangulación. 53. Unión de las redes internacionales en las triangulaciones. 4. Conveniencia de realizar trabajos que contribuyan al mismo tiem- po al conocimiento de la verdadera forma de la Tierra. > MINAS MILITARES. Vicepresidente 2%: Teniente coronel ingeniero Belisario Villegas, jefe del regimiento número 4 de ingenieros. Temas : de . Empleo de las minas militares en la guerra de posición y de sitio. 2. Organización de un plan de minas y contraminas aplicado á un > caso particular. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 35 PUENTES MILITARES. Vicepresidente 2%: Mayor ingeniero Carlos González, director de la usina eléctrica del campo de mayo, ex jefe de la sección de veodesia del gran estado mayor. Capitán ingeniero Enrique Jáuregui. Temas : 1. Material de puentes de campaña y de montaña. 2. ¿Son indispensables los puentes de montaña como material por- tátil? 3. ¿Ouál es el máximum de ancho, profundidad y velocidad de corrien- te á que podrán aplicarse los puentes improvisados en los ríos de América? Tipos de estos puentes. TELEGRAFÍA. Vicepresidente 2%: Mayor ingeniero Enrique Mosconi, 2" jefe del re- eimiento número 2 de ingenieros. Teniente coronel ingeniero Agustín P. Justo. Temas : ¡| . Material portátil de telegrafía eléctrica de campaña y montaña, convenientes para los diferentes países de América. . Material portátil de telegrafía óptica. €) Du . Estaciones portátiles de telegrafía sin hilos. Teléfonos con y sin hilos. Redes internacionales convenientes. ARTILLERÍA. Vicepresidente: Coronel diplomado de estado mayor Ramón Ruíz. Secretarios : Capitán diplomado de estado mayor Juan Beverina. Teniente 1 de artillería Manuel G. Fernández, jefe de la seec- ción de geodesia del eran estado mayor. Temas : 1. Dadas las condiciones topográficas del territorio americano, ¿cuál de las dos cuestiones es más importante para el material de arti- 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA llería de campaña : ¿aliviar el peso del material en perjuicio de los efectos balísticos 6 conservar los efectos balísticos del simi- lar europeo en perjuicio de la movilidad ? 2. ¿Deben poseer los ejércitos americanos material de artillería pesa- da del ejército en campaña? ¿Cuál es el tipo más conveniente (cañones largos, obuses 6 morteros)? . ¿Vuál es el sistema de blancos más apropiado para los ejercicios e» de tiro de la artillería? Se podrá presentar los modelos corres- pondientes. 4. Artillería 4 caballo : Características de las baterías á caballo afec- tadas á la caballería independiente, teniendo en cuenta las pecu- liaridades del territorio americano. Aprovisionamiento de muni- ciones. Método de tiro para las mismas. 5. Artillería de montaña : Agrupación, táctica más conveniente de la batería del erupo. ¿Cuál debe ser la unidad superior de esta arma en campaña? Aprovisionamiento de municiones. 6. Puntería de noche. Mejores dispositivos para hacerla exacta. INFANTERÍA. Vicepresidente: Coronel Eduardo H. Ruiz, inspector de infantería. Secretarios : Teniente coronel Elías O. Paz, auxiliar de la inspección de infantería. Capitán Casildo A. Rosillo. Temas : 1. La nueva doctrina táctica y los procedimientos de combate de 1n- fantería. 2. Lineamientos generales de un regimiento de maniobras para la in- fantería. 3. Importancia del suboficial de infantería, é instrucción que requiere. MS . Tiempo y método de instrucción indispensables para las reservas de infantería. CABALLERÍA. Vicepresidente: Coronel Isaac de Oliveira Cézar. Inspector de caba- llería. Ex director de la escuela de caballería. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO sí7 Secretario: Mayor Benjamín T. González. Segundo jefe del regimiento número 2* de caballería. Temas : 1. Características particulares del servicio de la caballería en cam- paña, en países de grande extensión y escasas vías de comuni- cación. Grado de aplicabilidad, en tales países, de las pres- ecripciones contenidas en los reglamentos europeos, para el desempeño de la. caballería. ¿ Deben variar muchas de ellas, fundamentalmente ? > 2. Tipo de caballo de guerra que más conviene á los ejércitos ameri- canos en general, del punto de vista de las atenciones que se les puede prodigar en campaña; su resistencia, masa y velocidad. 3. Los deportes hípicos en sus aplicaciones militares. ¿Onáles son los que deben estimularse ? : 4. Dadas las características del combate moderno, ¿cuál es el arma- mamento que más conviene á la caballería ? Qu . Composición de las divisiones de caballería independiente más apropiada á su desempeño en el campo estratégico, dadas las características particulares de los países americanos. 6. ¿ Es necesario, en los países americanos, tener organizada desde tiempo de paz, las divisiones de caballería independiente ? En caso afirmativo indicar normas para su instrucción, conducción y empleo en la guerra. 7. La proporción en que generalmente entra la caballería en la orga- nización de los ejércitos modernos, ¿no deberá variar para los americanos en relación con los europeos, por razón de los servi- cios que aquélla deberá prestar y la dificultad de poseer buenas cartas que faciliten las tareas del comando? TÁCTICA DE LAS TRES ARMAS. Vicepresidente : Coronel de infantería Cornelio Gutiérrez. Director del colegio militar de la nación. Secretario: Capitán de artillería Francisco de Arteaga. Oficial ins- tructor del colegio militar de la nación. 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas : 1. Evolución de la táctica delas tres armas en los ejércitos america- nos desde el año 1860 hasta nuestros días. Estudio analítico comparativo. 2. Para la preparación de la batalla en grandes unidades, ¿conviene la vanguardia general ? 3. Marcha de aproche. Su ejecución. 4. Cooperación de las armas. Medios más apropiados para asegurarla durante el combate : suinfluencia sobre la evolución de la táctica. 5. ¿ Debe el combate ir precedido de un reconocimiento ofensivo que permita al comando conocer exactamente las fuerzas y disposi- ciones del adversario ? 6. Ataque envolvente y ataque frontal. Enseñanzas de la guerra ruso- "Japonesa. : ¡. ¿Debe buscarse la decisión por la acción de una reserva general ? S. Cambio de posición de la artillería durante el combate de las gran- des unidades. 9. Combate de noche. Enseñanzas de la guerra ruso-japonesa. 10. Consecuencias que derivan de la guerra ruso-japonesa respecto al empleo de la artillería pesada (calibres mayores de 12 em.). 11. Empleo de la ametralladora en el combate. 12. Empleo de los destacamentos de contacto en la guerra ruso-Japo- nesa. 13. Táctica de montaña. 14. Fisonomía probable del combate en una guerra americana. ESTRATEGIA. Vicepresidentes: Teniente coronel Pascual Quiroz. Secretario: Capitán Eduardo Fernández Valdez. ORGANIZACIÓN MILITAR. Vicepresidente: Coronel diplomado de estado mayor Alfredo Freixa. Ex profesor de organización militar de la escuela superior de guerra. Secretarios: Tenientes coronel Nicasio F. Adalid. Subdirector del colegio militar de la nación. ile 2. Excepciones al servicio obligatorio. Estudio analítico de las diver- d. —1 CONGRESO CIENTÍFICO. INTERNACIONAL AMERICANO 89 Capitán diplomado de estado mayor Emilio Maligne, del gran estado mayor. Temas : Reclutamiento más conveniente para el servicio militar obligato- rio en los países sudamericanos. sas causas de excepción de ventajosa aplicación en el país, te- niendo en cuenta los intereses del estado y los sociales. . Actuación de los militares en la política. Medios para asegurar un buen reclutamiento de clases para el ejér- cio permanente, y conveniente permanencia en servicio de los suboficiales. ¿ Hasta qué grado debe conservarse la proporcionalidad por armas para la provisión de las vacantes que se produzcan en el escala- fón general de jefes y oficiales del ejército permanente, teniendo en cuenta las características orgánicas de éste ? . ¿ Conviene organizar nuestras baterías de tiro rápido en baterías de cuatro ó en baterías de seis piezas ? . ¿Oonvendrían en nuestro país la organización de cuerpos de infan- tería montada? S ¿Cómo se debe organizar las unidades de ametralladoras, en cuetr- 9. pos á pie con ellas en arrastre ó en cuerpos montados con ellas cargadas á lomo ? Dada la clase de terreno de algunas regiones de nuestro país, poco aptas para la maniobra de la artillería montada. ¿ no convendría tener en ellos unidades de artillería de montaña y propender á aumentar las baterías de esta especialidad más bien que á dis- minuitrlas ? MATERIAL Y ARMAS DE GUERRA. Vicepresidente: Teniente coronel Luis E. Vicat. Jefe de la fábrica de proyectiles. Secretarios: Mayor Pedro Uhart. Ex jefe de la sección de geodesia del gran estado mayor. Capitán diplomado del estado mayor Antenor Petit de Murat. Mayor Julián B. Falcato. 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas : 1. Mejor organización interior y exterior de los proyectiles y sus es- poletas y vainas metálicas, teniendo en cuenta el objeto á que están destinados los proyectiles de la artillería de campaña y montaña, así como de los obuses de campaña y cañones de sitio de nuestro ejército. 2. Mejor organización de un freno para las cureñas del cañon de cam- paña y del canón de montaña, teniendo en cuenta las necesida- des de los ejércitos americanos y las condiciones en que se des- arrollaría una campaña. 3. Dispositivos de puntería para un cañón de campaña y sobre los aparatos más convenientes para la observación y corrección del tiro. 4, Fusil para la infantería, sus municiones, teniendo en cuenta las necesidades de los ejércitos americanos y las condiciones en que se desarrollaría una campaña. 5. Mejor organización de un parque transportable, que podría lla- marse parque de reparaciones, cuya misión sería la de efectuar en el material de artillería en servicio en un cuerpo de ejército en campaña, todas las reparaciones posibles, teniendo en cuenta que cada batería de artillería tiene ya una fragua de campaña y numerosos repuestos y teniendo igualmente en cuenta una campaña por desarrollarse lejos de los principales centros de re- cursos y elementos. EXPLOSIVOS. Vicepresidente: Teniente coronel ingeniero Dionisio €. Mesa. Jefe del regimiento número 1 de ingenieros. Secretario: Teniente primero Carlos R. Santillán. Temas : 1. Fórmula para un explosivo sólido, en el cual el volumen es re- ducido al minimum posible. 2. Explosivo más ventajoso para la caballería del punto de vista de la seguridad en su manejo, transporte y efectos destructores. 3. Modelo de polvorín teniendo en cuenta la naturaleza de los explo- CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 91 vos por almacenar y las variaciones climatéricas del lugar de su ubicación. 4. Causas de alterabilidad de los explosivos. Reglamentación sobre precauciones generales y particulares por tomar para asegurar la buena conservación de los explosivos almacenados. 5. Bombas de mano y su empleo en la guerra. 6. Pólvoras ó explosivos, cuyos componentes sean tales que, en el acto de la combustión ó explosión, se trausformen por completo en gases. 7. Estudio comparativo de las pólvoras modernas. Sus efectos quími- cos en el ánima de las armas. S. Empleo de explosivos en minas militares. ADMINISTRACION MILITAR. Vicepresidente : Teniente coronel ingeniero Martín Rodríguez. Se- cretario general de la intendencia de guerra. Secretario : Capitán de infantería Emilio Kinkelin. Profesor de la es- cuela superior de guerra. Temas : 1. ¿¡Convienen los depósitos de movilización en los cuerpos ó los de- pósitos regionales ? 2. Tipo de equipo de campaña más conveniente para las distintas armas. 3. Plan general del mejor sistema de administración militar en los ejércitos americanos. SANIDAD MILITAR. Vicepresidente : Cirujano de ejército doctor Nicomedes Antelo. Jete de la sección técnica de la inspección general de sanidad. Jefe de cirugía del hospital militar central. Secretarios : Cirujano de regimiento doctor Carlos M. Albarracín. Cirujano de regimiento doctor Alberto Levene. 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas : 1. Función de escalones sanitarios en el combate. 2. La simulación de las enfermedades en el ejército ante la sanción penal. 3. La radiología en el servicio sanitario en campaña. 4. La lucha contra la tuberculosis en las tropas. 5. Profilaxis del paludismo en el ejército. 6. El paquete de curación individual y los paquetes asépticos prepa- rados en el tratamiento de los heridos de guerra. 7. El diagnóstico precoz de la tuberculosis en el ejército. Ss. Reclutamiento de enfermos militares. Escuela de enfermeros. 9. La ración de guerra. 10. La enseñanza de la higiene militar en el ejército. 11. La sífilis y las enfermedades venéreas en el medio militar. 12. El calzado para la infantería, la caballería y la artillería. 13. Organización del servicio de estadística en la sanidad militar. 14. Funciones de la Oruz Roja y de las sociedades voluntarias de ser- vicios á los heridos en tiempo de guerra. 15. El coup de chaleur en las tropas. 16. Higiene de la cavidad bucal y del sistema dentario en el soldado. 17. Instalaciones improvisadas en el servicio sanitario en campaña. 18. Los medicamentos comprimidos en el servicio en campaña. 19. La yerba mate en la alimentación del soldado. LEYES MILITARES. Secretarios : Teniente primero de infantería doctor Rodrigo Amo- rortu. Teniente de caballería doctor Carlos Rodríguez Egaña. Temas : 1. Estudio jurídico militar sobre el servicio obligatorio en los países de América. 2. ¿ Es conveniente la intervención de los militares en la política ? 3. ¿Qué organización es más conveniente para los tribunales milita- res de justicia ? 4. Amplitud de la defensa en el juicio militar. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 93 HISTORIA MILITAR AMERICANA. Vicepresidente : Profesor José Juan Biedma. Director del archivo general de la nación. Profesor de historia argentina en el colegio militar. Secretario : Capitán doctor Guillermo Teobaldi. Tema : 1. Historia del ejército argentino. 2. Influencia civilizadora del ejército argentino. 5. Estudio crítico estratégico y táctico de la campaña continental de San Martín. 4, Igual estudio sobre la de Bolívar. 5. Estudio científico de la guerra de la independencia de los Estados Unidos del Norte. 6. Desarrollo y progresos de la ciencia militar en América. LOGÍSTICA. Vicepresidente : Coronel diplomado de estado mayor José F. Uri- buru. Director de la escuela superior de guerra. Secretarios : Capitán diplomado de estado mayor Carlos Funes, del eran estado mayor. Japitán diplomado del estado mayor E. Weiss. Instructor del colegio militar. 1. ; De qué elementos en material de transporte debe constar un tren depósito, adscripto á la compañía del tren y radicado en el asien- to del comando de la región, para que con arreglo á las necesi- dades de la división regional, pueda contribuir eficazmente en caso de movilización á la formación de las columnas y trenes de “una división de Ejército ? 2. Consideraciones sobre la mejor organización de la gendarmería de campaña en nuestro país para su aprovechamiento en tiempo de guerra. 3. Organización de los Arsenales regionales bajo el punto de vista de la reposición y refuerzo del material de artillería y reaprovisio- namiento de municiones, ete., para el caso de movilización y la 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA formación de los parques de artillería de campaña durante las operaciones. 4. Ventajas que reportaría á la instrucción táctica de las tropas la buena ubicación de los campos de maniobras y campo de tiro, respecto á las guarniciones existentes dentro de cada región mi- litar, para aprovecharlas en toda época del año, sin efectuar erandes marchas desde cada guarnición. 5. Solución más racional y conveniente de un sistema de alimentación en campaña desde los primeros días de la movilización y durante el curso de las operaciones, teniendo en cuenta los diferentes teatros de operaciones que puedan presentarse. CTENCIAS NAVALES Presidente : Contraalmirante Manuel J. García Mansilla. Director de la escuela naval militar. Secretarios generales : Teniente de navío Daniel P. Velázquez. Teniente de fragata Enrique G. Plate. NAVEGACIÓN. Vicepresidente : Contraalmirante Manuel J. Garcia Mansilla. Secretario : Alférez de navío Eleazar Videla. Temas : 1. Métodos modernos de navegación. Rectas de altura. Soluciones rá- pidas. 2. Aplicaciones del giróscopo á la navegación. 3. Nuevos instrumentos náuticos. HIDROGRAFÍA. Vicepresidente : Capitán de navío Juan Pablo Sáenz Valiente. Jefe del estado mayor del ministerio de marina. - Secretario : Alférez de fragata Jorge Games. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 95 Temas : 1. Procedimientos especiales para el levantamiento de grandes estua- rios de poco fondo. 2. Instrumentos de sondeos y perfilógrafos. 3. Sistema para uniformar la cartografía y valizamientos de las costas. 4. Plan de una cooperación internacional americana pava el estudio oceanográfico de las dos Américas. 5. Estudios de las mareas por el análisis armónico. BALÍSTICA. Vicepresidente : Capitán de fragata Enrique €. Fliess. Secretario : Teniente de fragata Joaquín Arnau. Temas : 1. Nuevos métodos para determinar la trayectoria de los proyectiles en la atmósfera. ARTILLERÍA Y EXPLOSIVOS. Vicepresidente : Capitán de fragata ingeniero Juan S. Grierson. Secretario : Teniente de fragata Julio Ayala Torales. Temas : 1. Conservación, almacenaje y restauración de las pólvoras sin humo. 2. Comparación del sunchaje de alambre y del enterizo en los gran- des cañones. CONSTRUCCIÓN NAVAL. Vicepresidente : Capitán de navío ingeniero Gustavo Sundblad Ro- setti. Director de la sección material en el ministerio de martina. Secretario : Ingeniero Edward Stella. 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas : 1. Propulsores más adecuados para ríos de poco calado. 2. Aplicaciones del giróscopo para disminuir el rolido. 3. Métodos más modernos para determinar la resistencia de carenas. ELECTRICIDAD Y MÁQUINAS. Vicepresidente: Capitán de navío ingeniero José E. Durand. Jefe de la dirección general de electricidad en el ministerio de marina. Secretario : Ingeniero Juan A. Frichart. Temas : 1. Motores de explosión aplicados á los grandes desplazamientos. 2. Aplicaciones recientes de la fuerza eléctrica á bordo. RADIOGRAFLIA. Vicepresidente : Teniente de navío Pedro L. Padilla. Inspector gene- ral del servicio de radiografía en el ministerio de marina. Secretario : Teniente de fragata Francisco A. de la Fuente. Temas : 1. Utilización de la radiografía para el establecimiento de una red internacional americana. 2. Recientes progresos de la radiografía. —e TORPEDOS. Vicepresidente : Capitán de fragata Carlos EG. Daireaux. Secretario : Teniente de fragata Eduardo Harriott. Temas : 1. Perfeccionamiento en la propulsión y dirección de los torpedos. 2. Lanzamiento en poca agua. 3. Recientes tipos de minas. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 97 SANIDAD: NAVAL. Vicepresidente : Cirujano inspector doctor Mario Cornero. Secretario : Cirujano principal doctor Juan G. del Castillo. Temas : 1. La profilaxis de las enfermedades infecciosas en la marina de querra. 2. La sanidad naval durante el combate. 3. Ventilación en los buques modernos. 4. La toilette del marinero. CIENCIAS PSICOLÓGICAS Presidente : Doctor Horacio G. Pinero. Secretarios generales : Profesor Victor Mercante. Director y profesor en la facultad de pedagogía de la universidad de La Plata. Doctor Horacio P. Areco. Profesor en la facultad de derecho de la universidad de Buenos Aires. Doctor Pablo Cárdenas. Profesor en la facultad de filosofía y letras.- Profesor Rodolfo Senet. Profesor de psicología mórbida en la uni- versidad de La Plata. Vicepresidentes : Doctor Rodolfo Rivarola. Académico, consejero y profesor de ciencias jurídicas en la universidad de La Plata y en la facultad de filosofía y letras de la capital. PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL, GENERAL, FISIOLÓGICA, PSICO- FÍSICA. Vicepresidentes : Doctor Carlos Rodríguez Echart. Profesor de le- eislación escolar en la universidad de La Plata y de psico- logía en la escuela normal de profesores. 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA General de brigada doctor Francisco de Veyga. Inspector gene- ral de sanidad del ejército. Profesor de medicina legal en la facultad de ciencias médicas. Doctor Nicolás Roveda. Profesor de anatomía del sistema ner- vioso, en la universidad de La Plata. Profesor Guillermo Navarro. Jefe de trabajos de psicología de la facultad de filosofía y letras. Doctor Pastor Anarguiros. Jefe de trabajos del laboratorio de psicología de la facultad de filosofía y letras. Doctor Virgilio Duceschi. Profesor de psicología en la univer- sidad de Córdoba. Doctor Luis Reyna Almandos. Subasesor de gobierno de la pro- vincia de Buenos Alres. Señor Juan Vucetich. Director de la oficina de identificación de la provincia de Buenos Aires. Profesor Christian Jakob. Director del laboratorio de psiquia- tria, de la facultad de ciencias médicas. Doctor Manuel Beatti. Profesor en la universidad de La Plata. Doctora Clotilde Guillen. Profesora de psicología. Directora de la escuela normal de Barracas al Norte. Señorita Raquel Caamaña. Profesora en la escuela normal de Barracas al Norte. Doctor Frank L. Soler. Jefe de trabajos del laboratorio de fisio- logía de la facultad de ciencias médicas. Temas : 1. Organización de un plan de estudio anátomo-histológico de los centros nerviosos (especialmente de la corteza cerebral) y de los órganos de los sentidos en las razas puras aborígenes de Sud América. 2. Las teorías de la emoción ; su valor cientifico actual. 3. Psico-fisiología y explicación gráfica de la atención (experimental). 4. Concepto actual dela doctrina de las localizaciones cerebrales. 5. Influencia del trabajo mental sobre las funciones orgánicas. 6. La teoría de los neurones. Hechos nuevos que pueden determinar su revisión. Estado actual. Jo) o) CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO Para sesión plena : El hombre sin cerebro. Estudio anátomo-bio-patológico. Trabajo del profesor CU. JAKOB, jefe del laboratorio de psiquiatria. (De la facultad de medicina). PSICOLOGÍA INFANTIL, COMPARATIVA, PEDAGÓGICA, AN- TROPOMÉTRICA, PSICOLOGÍA DIDÁCTICA. Vicepresidentes: Doctor Antonio Vidal. Director de la sección hi- gsiene escolar del departamento nacional de higiene. Profe- sor de psicología en la escuela normal de profesores. Doctor Carlos O. Bunge. Consejero. Profesor en las universida- des de Buenos Aires y de La Plata. Señor OUlemente Onelli. Director del jardín zoológico. Profesor Víctor Mercante. Profesor en la universidad de La Plata. Profesor Rodolfo Senet. Profesor en la universidad de La Plata y en la escuela normal de profesores. Doctor F. Guasch Leguizamón. Diputado nacional. Profesor de psicología. Profesor Pablo Pizzurno. Director de la escuela normal de pro- fesores. Profesor Leopoldo Herrera. Inspector de enseñanza secundaria. Señor Juan B. Zubiaur. Miembro del consejo nacional de edu- cación. Doctora Ernestina López. Directora del liceo nacional de seño- ritas. Doctor Jorge Mirey. Profesor de psicología. Doctor Adolfo Valdez. Profesor doctor Genaro Sisto. Doctor Juan €. Jara. Secretario: P. Guagliannone. Inspector de enseñanza secundaria. Temas : 1. Antropología psicológica; antropometría, empleo y aplicaciones escolares. Presentación de un plan aplicable al sistema pedagó- gica, según la nacionalidad de los ponentes designados. 2. La fatiga escolar. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 7 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 4) Determinación en lo individual; métodos experimentales ; apli- cabilidad. b) Determinaciones en lo colectivo; métodos de apreciación apli- cables á los conjuntos escolares. c) La fatiga en el actual régimen de las escuelas argentinas (ó de otra nación según seala nacionalidad del ponente designado). 3. Medida de la inteligencia-calificación y cuantificación, clasificación y selección con fines pedagógicos. 4. La retardación mental: Medida, clasificación, pedagogía especial, con particular referencia al organismo escolar argentino (ó de otra nación). 5. Educación de la voluntad. Base psicológica: ¿cómo constituirla ? ¿qué elementos la forman ? ¿ cómo utilizarlos en el estado actual dela educación y desarrollo social y político de este país (ó de otra nación)? 6. La vida afectiva en el niño. 7. La psicología pedagógica ¿ es hoy una ciencia constituída ? ¿tiene métodos propios ? S. Alteraciones, defectos y enfermedades del lenguaje. Psico-peda- gogía. 9. Los juegos y el carácter. Psico-pedagogía general y especial (te- niendo en vista la educación argentina ó de otro país). 10. Psicología diferencial de los sexos. El problema de la coeduca- ción. 11. La crisis de la pubertad en la evolución mental del alumno. 12. Valor pedagógico de la psico-estadística comparada. 13. Los estudios de psicología animal. Su significación y valor. Su es- tado actual. ¿ Cómo fomentarlos ? 14. La inteligencia animal. Su estudio experimental. Metodología. PSICOLOGÍA SUBJETIVA, HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA PSI- COLOGÍA, METAPSÍQUICA. Vicepresidentes : Doctor Alejandro Korn. Profesor de historia de la filosofía en la universidad de Buenos Altres. Doctor Amadeo Gras Goyena. Profesor de psicología en la fa- cultad de derecho en la universidad de Buenos Aires. Doctor Camilo Morel. Profesor en la facultad de filosofía y le- tras en la universidad de Buenos Aires. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 101 Doctor Guillermo Keyper. Director del instituto del profesora- do secundario. Profesor Otto Schultse. Profesor en el instituto del profesorado secundario. Profesor Carlos Zuberbiihler. Profesor en la facultad de filosofía y letras. Doctora Alcides de los Llanos. Profesora en la escuela normal. Doctora Sofía A. de Lopez. Profesora en la escuela normal. Profesor Jorge Selva. Subsecretario de la dirección general de escuelas de la provincia de Buenos Aires. Secretario: Doctor Elías Martínez Buteler. Temas : . Valor del YO en las escuelas psicológicas. ¡SAS . La doctrina de la evolución en psicología. . Los precursores de Darwin y Spencer. EP 0 . Clasificación de las Ciencias. Criterio filosófico y criterio científico actual. . El dualismo Kantiano; el paralelismo científico y el monismo evo- lucionista como doctrinas psicológico-científicas. . Los conceptos éticos ante la psicología actual. QU Sy 7. Los fenómenos metapsíquicos y las nuevas formas de la energía ; radiaciones, vibraciones, emisiones, etc. S. La historia del arte considerada según la doctrina de la evolución. S . La psicología del tiempo: Concepto del tiempo objetivo y percep- ción sentimental del tiempo vivido. (BERGSON, Percepción y con- cepción del tiempo.) PSICOLOGÍA APLICADA Á LAS CIENCIAS JURÍDICAS, CRIMI- NAL, LEGAL, ETC. Vicepresidentes : Doctor Carlos Melo. Profesor de psicología en la universidad de La Plata y de filosofía del derecho en la de Buenos Aires. Doctor Favio López García. Doctor Osvaldo M. Piñero. Profesor de derecho penal en la uni- versidad de Buenos Aires. Doctor Virgilio Tedín Uriburu. Profesor de psicología en el ins- tituto del profesorado secundario. 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Doctor Carlos Ibarguren. Profesor de derecho romano en la fa- cultad de derecho y ciencias sociales. Doctor Carlos A. Becú. Profesor en la universidad de Buenos Aires. Doctor Rafael Herrera Vegas. Profesor en la facultad de derecho en la universidad de Buenos Aires. Doctor Matías Sánchez Sorondo. Profesor en la facultad de de- recho en la universidad de Buenos Aires. Doctor Ricardo Cranwell. Profesor en la facultad de filosofía y letras de la universidad de Buenos Aires. Doctor Rodolfo Moreno, hijo. Profesor de la universidad de Bue- nos Aires. Secretario: Doctor César Pascarella. Temas : 1. Génesis, elementos y evolución del sentimiento jurídico. ed 2. Fundamentos psicológicos de la incapacidad en las relaciones de familia. a) en el derecho romano. b) en el derecho moderno. 3. Fundamentos psicológicos de la legítima. 4. La prueba desde el punto de vista psicológico. 5. Fundamentos psicológicos de la irresponsabilidad criminal. PSICOLOGÍA APLICADA Á LA PSIQUIATRÍA, PSICOLOGÍA MÓR- BIDA. Vicepresidentes : Doctor José A. Esteves. Profesor en la facultad de medicina. Director del hospital nacional de alienadas. Doctor J. M. Ramos Mejía. Académico. Consejero y profesor en la facultad de medicina. Presidente del consejo nacional de educación. Doctor Lucas Ayarragaray. Médico del hospital nacional de alie- nadas. Doctor José Ingegnieros. Profesor de psicología en la universi- dad de Buenos Aires. Doctor Domingo Cabred. Director del hospicio de las Mercedes. Profesor de psiquiatria en la facultad de medicina. Doctor Amable Jones. Médico del hospicio de las Mercedes. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 103 Doctor Julio Nougues. Médico del hospicio de las Mercedes. Doctor Agustín J. Drago. Médico de los tribunales y del hos- picio nacional de alienadas. Doctor Lucio V. López. Médico alienista de policía. Doctor Domingo O. Cavia. Médico del hospicio nacional de alie- nadas y del cuerpo médico escolar. Doctor Helvio Fernández. Médico del hospicio de las Mercedes. Temas : . La idiocía. Caracteres psicológicos especiales, clasificación psico- fisiológica de los idiotas. . La psicología del imbécil. . Caracteres psicológicos del débil mental. Clasificación, responsabi- lidad, etc. . Psicosis de la vida afectiva y psicosis de la vida intelectual. . Psico-patología legal de la locura simultánea, á dos, comunicada, etc. Capacidad civil y responsabilidad del actor, confidente, ete. . La locura en la mujer y en el hombre. Elementos comunes y espe- cíficos propios de la psicología y fisiología del sexo (del medio, del trabajo, de la sociedad, etc.). PSICOLOGÍA COLECTIVA, SOCIAL, DE LAS RELIGIONES. Vicepresidentes : Doctor Antonio Dellepiane. Consejero y profesor de filosofía del derecho en la facultad de derecho y ciencias sociales. Profesor de historia universal en la facultad de fi- losofía y letras de la universidad de Buenos Aires. Doctor Ernesto Quesada. Consejero. Profesor de sociología en la facultad defilosofía y letras delauniversidad de Buenos Aires. Doctor Juan A. García. Consejero. Profesor de historia y de so- ciología en la universidad de Buenos Aires. Doctor Alfredo L. Palacios. Ex diputado nacional. Doctor Leopoldo Maupas. Profesor libre en la facultad de dere- cho de la universidad de Buenos Aires. Doctor Ricardo Levene. Profesor de enseñanza secundaria. Doctor César Iglesias Paz. Profesor de enseñanza secundaria. Doctor Arturo Condomí Alcorta. Profesor de enseñanza secun- daria. Secretario: Doctor Ernesto O'Dena. 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Temas : 1. La psicología de nuestras multitudes. Psicología del actor, conduce- tor, comparsa, etc. 2. La psicología general de nuestro medio obrero. Psicología gre- mial, etc. 3. La psicología especial de nuestro medio político. Psicologías, indi- viduales específicas, etc. 4. La psicología de los fenómenos religiosos. (Del sexto Congreso de Psicología de Ginebra, agosto 1909). 5. Psicología de los pueblos americanos. La raza, el medio propio y general, cosmopolitismo, etc. 6. El lado individual y el social de la psicología. 7. Las creencias, mitos, costumbres y sentimientos de las razas indí- genas del Nuevo Continente, y la evolución é historia de los pueblos americanos. CIENCIAS AGRARIAS Presidente: Doctor Pedro N. Arata, decano de la facultad de agrono- mía y veterinaria de Buenos Aires. Secretario general: Ingeniero Tomás Amadeo, profesor de economía rural en las universidades de Buenos Aires y La Plata. AGRONOMÍA — 1. Vicepresidentes: Ingeniero agrónomo Pedro J. Issouribehere, jefe de la división de enseñanza agrícola del ministerio de agri- cultura. Doctor Moldo Montanari, profesor de agricultura y anexos en la universidad de Buenos Aires. Vocales: Ingeniero L. Hauman Merck, profesor de botánica y micro- biología en la universidad de Buenos Aires. Ingeniero Julio J. Bolla, agrónomo adseripto del ministerio de agricultura. CONGRESO. CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 105 Ingeniero Gustavo de Murneffe, inspector general de ense- nanza agrícola. Secretario: Ingeniero Fernando Luna. Temas generales : 1. Campos experimentales y cultivo racional. 2. Los problemas prácticos de las semillas de reproducción (cualida- des de la semilla, variedades más convenientes en cada comarca ó región, cómo se obtienen y determinan; selección fisiológica). 3. Las restituciones fosfáticas en los cultivos extensivos. 4. Los abonos de los cultivos intensivos. 5. Necesidad de adoptar rotaciones agrícolas. 6. Ventajas del sistema mixto de explotación agrícola ganadero. 7. Utilidad del cultivo sideral en las tierras pobres ó agotadas. S. Ventajas de la agricultura y medios de fomentarla. 9. Mejoramiento y extensión del cultivo del tabaco; adopción de sis- temas racionales de elaboración y tecnología de la hoja. 10. Posibilidad y conveniencia de extender la producción hortícola; comercio interno y externo. 11. La producción de estiércol en las ciudades y principalmente en Buenos Aires y su utilización; los residuos y las basuras. 12. La evolución de la agricultura hacia los sistemas intensivos; la misión de los poderes públicos. 15. Los abonos verdes en la explotación de terrenos áridos y en los cultivos industriales. 14. Los análisis de suelos y subsuelos; las determinaciones que deben comprender, su valor y su interpretación. 15. Determinar en los cultivos en secano, la parte que corresponde á una preparación racional, cómo se efectúa en los países conoci- dos por su agricultura intensiva, con los instrumentos ordinarios, y el papel que corresponde á los instrumentos especiales que ofre- cen los fabricantes americanos. 16. La enseñanza agrícola en la escuela primaria rural. 17. La enseñanza agrícola en los conscriptos del ejército; organiza- ción de chacras militares. 15. Mejores métodos de instalación y organización de estaciones agro- nómicas especiales. 19. Formas en que pueden hacer extensiva su enseñanza las escuelas 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de agricultura; cursos temporarios, conferencias, consultas, con- tralor de semillas, ete. 20. Agrónomos regionales y cátedras ambulantes. 21. Edad más apropiada para el ingreso en las escuelas prácticas de agricultura; régimen escolar y duración de los cursos en las mismas. 22. Museos agrícolas escolares. 23. Literatura agrícola didáctica. Bases para su producción y fomento. AGRONOMÍA — II. Vicepresidentes : Ingeniero José Cilley Vernet, adscripto al ministe- rio de agricultura y profesor de la universidad de La Plata. Doctor Marcelo Conti, profesor de hidráulica y mecánica agrí- cola de la universidad de Buenos Aires. Vocales: Ingeniero Enrique Nelson, profesor de hidráulica y cons- trucciones en la universidad de La Plata. Doctor Federico Reichert, profesor de química agrícola en la universidad de Buenos Aires. Ingeniero Sebastián Godoy, profesor de maquinaria agrícola en la universidad de La Plata. Temas : 1. Aplicación de las ciencias agronómicas al levantamiento de un catastro. 2. Conveniencia de organizar estaciones experimentales de hidráu- lica agrícola (riego, desagiies, etc.). 3. Enfermedades y plagas de las plantas frutales. 4. Enfermedades y plagas de las plantas de cultivo extensivo. 5. Capacidad económica de la República Argentina para la produc- ción y comercio de la uva de mesa. 6. Cuáles son las especies forestales que más convienen para formar “abrigos y cercos vivos en las regiones donde éstos son venta- JOSos. 7. Influencia de las grandes extensiones de bosques sobre las inun- daciones y la necesidad de una organización para fomentar las plantaciones forestales: creación de una estación forestal expe- rimental y de viveros regionales. Fijación de zonas con planta- ción obligatoria en las ventas de terrenos fiscales. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 107 S. El peligro de la escasez de combustible y las plantaciones fores- tales. 9. Sistemas de explotación racional de los montes naturales. 10. Acción de los gobiernos provinciales y comunales en el fomento de la población forestal del territorio. 11. Motores animados é inanimados. 12. Necesidad de una estación de ensayos de máquinas agrícolas. 13. Construcciones económicas para el alojamiento de los obreros permanentes y temporarios, de una explotación rural. 14. Construcciones económicas para los animales de trabajo. 15. Sindicalismo agrario: su rol social y económico y acción que co- rresponde á los gobiernos para su fomento. 16. Aplicabilidad de las cajas rurales de crédito agrícola, sistema Raiffeisen, en los países sudamericanos. 17. Seguros contra los riesgos agrícolas á bases de cooperativas locales. 18. Seguros y reseguros contra la muerte de los animales domésticos. 19. Sistemas de contabilidad agrícola dentro de una máxima simplifi- cación, acompañados de modelos correspondientes á los libros principales y auxiliares. 20. Modelo de sociedad local de agricultores. 21. La defensa agrícola mediante la acción particular de los agricul- tores. 22. Reglamentación y contralor del comercio de los abonos ó materias fertilizantes. 23. ¿Onáles son las causas verdaderas de la decadencia total en que se halla el cultivo del tabaco en las regiones del norte y noroeste de la República? 24. Medidas que deben adoptar los poderes públicos para la repobla- ción de los yerbales argentinos. La colonización de la zona fiscal yerbatera como preliminar de esa medida. INDUSTRIAS AGRÍCOLAS. Vicepresidentes: Ingeniero José M. Huergo, profesor de industrias agrícolas en las universidades de Buenos Aires y La Plata. Ingeniero Carlos D. Girola, profesor de cultivos industriales en la universidad de La Plata. Vocales : Ingeniero Pedro Ricchieri. 108 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ingeniero Rodolfo Peepert, profesor de sacaritecnia y destila- ción en la escuela superior de sacaritecnia de Tucumán. Ingeniero Alejandro Botto, profesor y jefe de trabajos en la universidad de La Plata. Secretario: Ingeniero Jorge E. Bosch, jefe de sección y profesor de la universidad de La Plata. Temas : 1. Mejoras en la fermentación de melazas de caña de azúcar conside- radas del punto de vista técnico y económico. 2. La sacarificación y fermentación alcohólica por las mucedíneas en Sud América. 3. Elaboración del azúcar de remolacha en la República Argentina; su posibilidad y conveniencia técnica y económica. 4. Depuración de los aceites vegetales. 5. El frigorífico y la desecación en la industria fructícola. 6. ¿Afecta á la higiene la acidez de la fruta desecada que ha sufrido el blanqueo? Su prevención en caso afirmativo. 7. Los intereses de los productores de leche, en presencia de las orde- nanzas y decretos sobre control é inspección del artículo. ¿Son compatibles con las exigencias de los consumidores (higiene, clase y precio) y con la posibilidad material de satisfacerlas? S. Mejores medios para el fomento de la industria lechera. 9. La higienización (filtración y pasteurización) industrial de la leche del punto de vista técnico, práctico é higiénico. 10. La budhización; su aplicación práctica, sola ó complementaria. 11. Mejoras de las mantecas impropias para exportación. 2. Corrección de los mostos de uva. 13. Levaduras vínicas seleccionadas. 14. Las cubas de sidero-cemento. 15. La vinificación de vinos superiores (finos) en la región de Cuyo. 16. Condiciones de la vinicultura en la provincia de Buenos Aires y territorios del sur, del punto de vista técnico y económico. 17. La vinificación del cabernet, la predisposición al amargo y su pre- vención. 18. Aplicaciones del frío en enología. 19. Fomento de la industria azucarera. 20. La difusión en la industria azucarera de caña. 21. Sistema de defecación (sacaritecnia). CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 109 22. Fenómenos y efectos del « polvillo », « barreno » (taladro) y hela- das de la caña de azúcar en la industria azucarera y la mejor utilización industrial de estas cañas. 23. La industria cervecera tributaria del extranjero en malta y lú- pulo. 24. Producción y utilización en las industrias agrícolas, del ácido carbónico. 25. Biología de los microorganismos no patógenos que alteran la leche. 26. Naturaleza y prevención de la causa productora del ácido sulf- hídrico en la leche. ZOOTECNIA. Vicepresidentes: Doctor Ramón J. Cárcano, académico de la facul- tad nacional de agronomía y veterinaria de Buenos Aires. Doctor Cayetano Martinoli, profesor de zootecnia é higiene en la universidad de Buenos Aires. Vocales: Doctor Joaquín Zavala, jefe de la inspección técnica de productos alimenticios. Doctor Kurt Wolffhiisel, profesor de parasitología en la uni- versidad de Buenos Aires. Doctor Ramón J. Bidart, profesor de policía sanitaria é Ins- pección de carnes en la universidad de Buenos Aires. Doctor Luis Van de Pas, profesor de anatomía en la universi- dad de Buenos Aires. Secretario : Doctor Emilio Solanet. Temas : 1. La cría de caballos de tiro pesado. Rumbos y necesidades. 2. La producción de la media sangre de silla y de tiro liviano. Nece- sidad de fijar los tipos que se precisan, de seleccionarlos y de ponerlos en relación con los pedidos del mercado mundial. 3. Estudios comparados sobre las razas Vacunas que mejor conven- dría explotar en el norte de la República Argentina. 4. La producción lechera y los medios aptos para mejorarla é inten- sificarla. 5. Estudios sobre razas y especies poco conocidas que podrían útil- mente ensayarse y criarse en los países sudamericanos. 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 6. Las cabras y las ovejas lecheras. Su importancia para la elabora- ción de los quesos. 7. La cría de los cerdos y el porvenir de esta industria. S. Las aves de corral pueden representar una notable fuente de recur- sos para los agricultores. 9. La importancia de las estaciones experimentales y de los parques zootécnicos, como factores del adelanto de la producción animal de un país. 10. Sistemas racionales de alimentación para los animales en las cabañas. 11. La domesticación y cría racional de ganados indígenas (guana- cos, vicuñas, alpacas, etc.). Necesidad de una estación de ensayos. 12. Importancia de la cría de avestruces. 13. Función mejoradora de la pura sangre de carrera y ventajas que por su medio pueden obtenerse. 14. Conveniencia de la selección fisiológica para mejorar los tipos de animales explotados. 15. Necesidad de intensificar la alimentación de nuestros animales domésticos. 16. Mejores tipos de marcas y señales; condiciones ideales que deben presentar. 17. ¿Es eficaz y económico el uso de las ordenadoras mecánicas ? ¿Pueden aplicarse con provecho en Sud América los modernos tipos norteamericanos? 15. Estudio comparativo sobre los diferentes tipos de ovinos produc- tores de lana. Observación : La primera subsección de agronomía entenderá en las siguientes materias: procedimientos culturales generales, agro- ogía y meteorología agrícola; enseñanza agrícola, cultivos de cereales, praticultura, horticultura, jardinería, cultivos indus- triales. La segunda subsección de agronomía, entenderá en las siguientes materias : ingeniería rural, fitopatología vegetal, eco- nomía rural y contabilidad, arboricultura frutal, forestal é indus- trial, viticultura. == CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO JUALaL REGLAMENTO DEL CONGRESO Art. 1”. — El Congreso Científico Internacional Americano tendrá lugar en la ciudad de Buenos Aires, del 10 al 25 de julio de 1910, y se ocupará de los estudios que se presenten á cada uno de las once sec- ciones en que se ha subdividido. Art. 2%. — Son miembros del Congreso : los delegados oficiales de la capital federal, provincias, territorios y municipios de la Repú- blica Argentina : los de los gobiernos de los países de América; los de las sociedades ó corporaciones científicas, argentinas y extranje- ras, que tengan relación con los fines del Congreso, y todas las perso- nas que se adhieran al mismo, previo pago de cinco pesos argenti- nos oro ó sea una libra esterlina. Art. 3%. — Á cada miembro del Congreso se la entregará una tar- Jeta que le acredite en tal carácter y le habilite para tomar parte en las secciones y en las excursiones oficiales y particulares. Se concederán tarjetas á señoras para asistir á las deliberaciones como oyentes, y á las excursiones oficiales, mediante el pago de un peso argentino oro. Art. 4%. — Las disposiciones posteriores, las adhesiones que se re- ciba, los nuevos temas que se agregue, etc., serán publicados en los boletines subsiguientes: El orden cronológico de las sesiones del Congreso y de las excut- siones será publicado con la anticipación necesaria. Art. 5”. — Los adherentes deben indicar en la boleta de adhesión las secciones en que desean tomar parte. Las cuestiones y comunicaciones que se desee someter á discusión en las sesiones de este Vongreso, deberán ser entregadas á la Secre- taría general antes del 20 de junio de 1910. La Comisión Directiva queda autorizada para resolver la admisión 0 rechazo de las comunicaciones que lleguen con retardo ó versen so- bre cuestiones no previstas. Art. 6% — Tendrán lugar dos sesiones plenarias, una de apertura y otra de clausura. Dos sesiones para cada sección, una al prinei- pio y otra al final de las sesiones de las subsecciones, y cinco días de sesión para la discusión de los trabajos científicos presentados. 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cada Presidente de sección fijará en la orden del día de cada se- sión los trabajos por discutirse. Esta orden será remitida á los miem- bros de las respectivas secciones. | En las sesiones del Congreso podrá hacerse uso de los idiomas cas- tellano, alemán, francés, inglés, italiano y portugués. Art. 7”. — Las sesiones plenarias, serán presididas por el Presi- dente de la Comisión Directiva. Los presidentes de las secciones presidirán la sesión inaugural y final y respectivas y los vicepresidentes, las de las subsecciones, sin perjuicio de que estos últimos puedan ceder la presidencia á miem- bros conspicuos del Congreso. Siempre que fuere posible los discursos y discusiones de las sesio- nes serán tomadas taquisgráficamente. Diariamente se publicará en los periódicos las deliberaciones más importantes del Congreso. Art. 8% — La Comisión Directiva del Congreso formulará el pro- erama de las excursiones y fijará el monto de la cuota individual para las que no tengan carácter oficial. Art. 9. — La Comisión Directiva funcionará hasta dejar definiti- vamente solucionados todos los asuntos relativos á la organización y realización del Congreso. Será secundada en sus trabajos por todas las secciones y por la Comisión de Redacción y Propaganda, lo mis- mo que en la confección é impresión de la memoria general, después de la clausura de dicho Congreso. Art. 10. — Los temas propuestos en las diversas secciones, consigna- dos en este primer boletín, no excluyen otros que deseen presentar los se- nores adherentes, los que serán agregados en los futuros boletines. Art. 11. — La Comisión Directiva decidirá, en última instancia, todas cuestiones que no estén previstas en este Reglamento. Nota. — Las comunicaciones podrán dirigirse al Presidente de la Comisión Directiva ó al Presidente de la Comisión de Propaganda, según los casos, á la calle Cevallos, 269 (Sociedad Científica Argen- tina), Buenos Aires. : Luis A. HUERGO, Presidente. N. Besio Moreno. Enrique Marcó del Pont, Secretarios generales. DELEGADOS DELEGADOS EXTRANJEROS OFICIALES Francia. — Profesor Calmette, director del instituto Pasteur de Lille. Doctor Fernando Widal. Profesor Enrique Vallée, profesor en la escuela de veterinaria de Alfort, miembro del Instituto permanente de la tuberculosis. - Italia. — General Alfredo Dall” Olio, jefe de la artillería de campaña en Nápoles, delegado del ministerio de guerra. Ingeniero Luis Luiggi, inspector superior del departamento de ingenieros civiles, delegado del ministerio de obras públicas. Capitán de corbeta Bautista Tanca, oficial del Etruria, delegado del ministerio de marina. Senador profesor Vito Volterra, delegado del ministerio de ins- trucción pública. - Profesor José Colombo, senador «del reino, delegado del ministe- rio de agricultura, industria y comercio. Méjico. — L. de Guelfreire. Perú. — Doctor Carlos Rey de Castro, cónsul general del Perú en el Brasil. El Salvador. — Marco Jamestown, cónsul general de El Salvador en Inglaterra. Colombia. — Doctor Roberto Ancízar, delegado á la IV conferencia panamericana. Ecuador. — Doctor Carlos R. Tobar. 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ohile. — Doctor Miguel Oruchaga Tocornal, presidente. Ingeniero Santiago Marín Vicuña, secretario. Doctor Domingo Amunátegui. Profesor Carlos E. Porter. Ingeniero Luis Risso Patrón. Eduardo Moore. Luis E. Zegers. Adeodato García V. Clodomiro Pérez Canto. Ingeniero José del €. Fuenzalida. Santo Domingo. — Licenciado Américo Lugo. UNIVERSIDADES Universidad de París: M. de Martinenche, jefe de conferencias de español. Universidad de Burdeos : Profesor Hery Lorin. Universidad de Roma: Profesor Vito Volterra, senador del reino, pre- sidente de la Facultad de ciencias matemáticas, físicas y na- turales de Roma. Profesor Luiggi Concetti. Universidad de Padua: Doctor Eufemio Uballes, rector de la Univer- sidad de Buenos Aires. Columbia university : Profesor John B. Moore. Profesor William KR. Shepherd. Universidad del Paraguay : José P. Montero, decano de la Facultad de viencias médicas. Universidad de Chile: José Toribio Medina. SOCIEDADES CIENTÍFICAS Y CENTROS Accademia dei lincei: Senador doctor Vito Volterra. Societá Ligustica de Scienze naturali e geografiche : Profesor Gaetano Rovereto. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 115 Societá degli ingegneri e degli architetti italian : Ingeniero Juan Pelleschi. Ingeniero Decio Severin. Ingeniero Domingo Selva. Comendador Luis Luiggi, profesor en la escuela de ingenieros de Roma. Sociedade de geographia de Río de Janeiro : Doctor Joaquín Francisco de Assis Brasil, socio correspondiente de la sociedad. Doctor Antonio Carlos Simoens de Silva, secretario de la socie- dad. Asociación de educación de Santiago de Chile : Doctor Adeodato García Valenzuela, profesor de la Universidad de Chile. Sociedad jurídico-literaria de Quito : Doctor Leonidas García. Doctor Aníbal Viteri Lafronté. Doctor Estanislao S. Zeballos. American philosophical society : Doctor Louis A. Bauer. Director del departamento de magnetis- mo de la «Carnegie Institution of Washington ». Washington academy of sciences : Bailey Willis. ] Doctor Louis A. Bauer. Smithsonian institution : Bailey Willis. Inspección sanitaria de ferrocarriles del Perú: Doctor Miguel Aljoriu. Sociedad de ingenieros de Lima: Ingeniero Julio B. Figueroa. Ateneo de Lima. Carlos Rey de Castro. Sociedad geográfica de Lima: Eugenio Lanabure y Unanue, vicepresidente del Perú. Aníbal Maúrtua, secretario de la delegación á la IV conferencia panamericana. Reale accademia di scienze, lettere ed arti degli agiati. Rovereto. Ingeniero Luis A. Huergo. AN. SOC. CIENT, ARG. — T. LXX S 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DELEGADOS ARGENTINOS PROVINCIAS Buenos Aires. — Ingeniero Enrique de Madrid, director del ferro- 'arril al meridiano V. Santa Fe. — Entre Ríos. — Ingeniero Alberto Méndez Casariego, diputado na- cional. Corrientes. — Doctor David Speroni, profesor en la universidad de Buenos Alres. Córdoba. — Doctor Jerónimo del Barco, diputado nacional. San Luis. — Ingeniero Agustín Mercau, académico y consejero, pro- fesor en las universidades de Buenos Aires y La Plata. Santiago del Estero. — Ingeniero Manuel Ordóñez, profesor en la universidad de Buenos Aires. Doctor Miguel Garmendia. Tucumán. — Ingeniero Miguel Olmos, académico, profesor en la uni- versidad de La Plata. Catamarca. — Doctor Carlos G. Malbrán, senador nacional. La Rioja. — San Juan. — Doctor Carlos Conforti, diputado nacional. Mendoza. — Salta. — Doctor Marcos Alsina, diputado nacional. Doctor Felipe Guasch Leguizamón, diputado nacional. Doctor David Zambrano (hijo), diputado nacional. Doctor Carlos Serrey, diputado nacional. Jujuy. — Ingeniero Miguel Iturbe, director de los ferrocarriles nacio- nales. Ingeniero Atanasio Iturbe, secretario de obras públicas de la municipalidad de Buenos Aires. Teniente coronel ingeniero Arenales Uriburu. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 117 MINISTERIOS NACIONALES MINISTERIO DE GUERRA Coronel Ramos Ruiz, jefe de estado mayor del ejército, presidente de la delegación. Teniente coronel Carlos Moret, jefe de la 3* división del estado ma- yor dlel ejército. Doctor Ramón Jiménez, director del hospital militar central. Doctor Carlos Risso Domínguez, auditor general de guerra y marina. Coronel Ricardo Solá, director de la escuela de tiro. Coronel Eduardo Munilla, director general de la instrucción de tiro gimnasia. Coronel Antonio Giménez, intendente general de guerra. Coronel Gerardo Aranzadi, director general de arsenales. Coronel Cornelio Gutiérrez, director del colegio militar. Teniente coronel Martín Rodríguez, jefe de la secretaría del minis- terio. Coronel Tomás Vallée, inspector de artillería. Coronel Carlos R. Sarmiento, inspector de ingenieros. Coronel José F. Uriburu, director de la escuela superior de guerra. Teniente coronel ingeniero Arenales Uriburu, jefe de la V división del gabinete militar. Ingeniero Pablo Lavenir, jefe de la sección química. Doctor Ramón Bidart, inspector general de policía sanitaria de los animales. Profesor José Lignieres, director del instituto bacteriológico nacional. Ingeniero José S. Sarhy, jefe de la división de geodesia. Doctor Enrique Fynn, jefe de la división de agricultura. Juan A. Alsina, jefe de la división de inmigración. Máximo Eguía, jefe de división de la subsecretaría. Doctor Emilio Labitte, jefe de división de estadística y economía rural. Doctor José León Suárez, jefe de la división de ganadería. Ingeniero Carlos D. Girola, jefe de la oficina de concursos y exposi- ciones agrícolas. 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ingeniero Pedro J. Issourebehere, jefe de la división de enseñanza agrícola. Ingeniero Enrique Hermitte, jefe de la división de minas, geología é hidrología. Gualterio G. Davis, jefe de la oficina meteorológica argentina. Doctor Fernando Lahille, jefe de la sección zoológica. Ricardo Pillado, jefe de la división de comercio é industria. Doctor Carlos Spegazzini, jefe de la sección biológica. MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS Ingeniero Enrique M. Lange, director general de obras hidráulicas. Ingeniero Juan Molina Civit, director general de puentes y caminos. Ingeniero Carlos Massini, director general de arquitectura. Ingeniero Julián Romero, director general de irrigación. UNIVERSIDADES NACIONALES UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA Doctor Virgilio Ducceschi, profesor en la universidad de Córdoba. Doctor Félix Garzón Maceda, académico y profesor en la universidad de Córdoba. Ingeniero Ferrucio A. Soldano, académico de la universidad de Cór- doba. UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES Ingeniero Otto Krause, decano de la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales. Doctor Angel Gallardo, académico, profesor en las facultades de ciencias médicas y ciencias exactas, físicas y naturales. Ingeniero doctor Carlos M. Morales, profesor en la facultad de cien- cias exactas, físicas y naturales. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO REPARTICIONES PÚBLICAS ARGENTINAS MUNICIPALIDAD DEL ROSARIO Doctor Antonio Cafferata. Ingeniero Ramón Araya. MUNICIPALIDAD DE LA PLATA LE) Ingeniero Vicente Añón Suárez, director general de obras públicas, profesor en la universidad de La Plata. INSTITUTO NACIONAL DEL PROFESORADO SECUNDARIO Doctor G. Berndt. Doctor P. Franek. Doctor W. Sorkan. DIRECCIÓN GENERAL DE ESCUELAS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Jorge Selva, subsecretario de la dirección. Carlos L. Massa, jefe de estadística. Profesor Luis Morzone, director de la escuela de tartamudos. Edelmiro Calvo, inspector general. Doctor Alberto Cabaut, inspector. Doctor Carlos A. Cometto, inspector. Doctor Ambrosio Quadri, inspector. Francisco Jáuregui, inspector. José T. Ojeda, inspector. 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CUERPO MÉDICO ESCOLAR DE BUENOS AIRES Doctor A. Valdez, presidente del cuerpo médico escolar. DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE Doctor Jorge Magnin, jefe de la oficina de química. Doctor Antonio Vidal, director de la sección escolar. POLICÍA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Doctor Agustín B. Gambier, abogado asesor. Doctor Vicente Centurión, director de la sala de primeros auxilios. Señor Juan Vucetich, director de la oficina de identificación. Señor Carlos Barros Conde, comisario inspector. INSTITUCIONES CIENTÍFICAS Y CENTROS CENTRO NACIONAL DE INGENIEROS Ingeniero Valentín Virasoro, senador nacional, presidente de la de- legación. Ingeniero doctor Claro C. Dassen, profesor en la universidad de Bue- nos Aires, director general de niveles y calzadas, vicepresidente de la delegación. Ingeniero Alberto Fernández Poblet, secretario de la delegación. Ingeniero Humberto Canale. Ingeniero Domingo Nogués. Ingeniero Jorge Ulaypole. Ingeniero Carlos Wauters, profesor en la universidad de Buenos Alres. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 121 Ingeniero Francisco A. Mermoz. Ingeniero Eduardo Volpatti. Ingeniero Nicolás Martelli. Arquitecto Miguel Estrada. Ingeniero Alejandro Ortúzar, ex presidente de la comisión de obras públicas del concejo deliberante. Ingeniero Benito Mamberto. Ingeniero Miguel Iturbe, director de los ferrocarriles de la Nación. INSTITUTO GEOGRÁFICO ARGENTINO Ingeniero Valentín Virasoro, senador nacional. Doctor Rodolfo Moreno, profesor en las universidades de La Plata y Buenos Aires. Señora Elina G. A. de Correa Morales, profesora de geografía en el Liceo secundario de señoritas. Doctor Nicanor Sarmiento. CENTRO PROVINCIAL DE INGENIERÍA Ingeniero Rodolfo Moreno, ex presidente de la cámara de diputados de La Plata, presidente del Centro provincial de ingeniería. Ingeniero Benjamín Sal, presidente del departamento de ingenieros de La Plata, decano de la facultad de ingeniería de la misma. CENTRO NAVAL Capitán de navío Julián Irizar. Arturo Virasoro, ingeniero maquinista principal. Capitán de navío José Moneta. Capitán de fragata Horacio Ballvé. Capitán de navío Manuel Barraza. Capitán de navío Ramón González Fernández. Capitán de navío Juan A. Martín. Capitán de navío Vicente Montes. 122 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CÍRCULO MILITAR ARGENTINO Coronel Tomás Vallée. Teniente coronel Ramón Jiménez. Mayor Julián Falcato. Mayor Juan R. Abelo. Mayor Felipe Perlazco. Capitán Rodolfo Martínez Pita. Capitán Justo E. Diana. Capitán Eusebio Oro. Teniente primero Juan Pistarini. INSTITUTO DE ENSEÑANZA GENERAL Juan B. Ambrosetti, profesor en la universidad de Buenos Aires. Ingeniero doctor Angel Gallardo, académico, profesor en la universi- dad de Buenos Aires. Doctor Ricardo E. Cranwell. Carlos Zuberbiihler. AERO-CLUB ARGENTINO Ingeniero Horacio Anasagasti. Ingeniero Augusto Bana. Ingeniero Justino Thierry. Ingeniero Alejandro Amoretti. Gervasio Videla Dorna. MASONERÍA ARGENTINA Eduardo A. Holmberg. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO UNIVERSITARIAS ARGENTINAS Doctora M. A. C. de Rosales. SOCIEDAD CIENTÍFICA ALEMANA Doctor P. Franck, presidente de la sociedad. Doctor Schulz, vicepresidente de la sociedad. 123 MIEMBROS DEL CONGRESO 0 Albarracín, Carlos M., ingeniero, ingeniero de las Obras de salubri- dad, Argentina. Artaza, Evaristo, ingeniero, ingeniero de las Obras de salubridad, Argentina. Amespil, Lorenzo, ingeniero, consejero y profesor en la Facultad de ciencias exactas físicas y naturales, Argentina. Alberdi, Francisco, ingeniero, inspector de las Obras complementa- rias del puerto, Argentina. Araya, Rogelio, abogado, Argentina. Arroyo, Rufino, ingeniero, ex director de ferrocarriles del Departa- mento de ingenieros de La Plata, Argentina. Antelo, Nicomedes, médico, jefe de la sección técnica de la Inspec- ción general de sanidad, Argentina. Aguirre, Pedro, ingeniero, profesor en la Universidad de Buenos Ai- res, Argentina. Adamoli, Pedro, arquitecto, Argentina. Adamoli, Santos S., Argentina. Adamoli, Arturo L., Argentina. Arechavaleta, José, naturalista, director del museo de Montevideo, Uruguay. Acuña, Isaac Pío, médico, Argentina. Anasagasti, Horacio, ingeniero, ex vicepresidente en la Sociedad científica argentina, Argentina. Alonso Criado, Matías, abogado, Argentina. (1) En esta lista se ha seguido el orden cronológico de adherencia. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 125 Arce, Manuel J., ingeniero, Argentina. Asociación de ingenieros y arquitectos, Uruguay. Arnaut, Joaquín, teniente de fragata, Argentina. Álvarez, Juan, abogado, profesor, Argentina. Aguirre, Eduardo, ingeniero, académico, profesor de la Facultad de ciencias exactas físicas y naturales, Argentina. Arauzadi, Gerardo, coronel ingeniero, director del arsenal de guerra, Argentina. Amicón Pascual, profesor de enseñanza secundaria, Argentina. Aguiar, Camilo, ingeniero, Argentina. Añón, Suárez, Vicente, ingeniero, director de obras públicas de la municipalidad de La Plata, profesor en la Universidad, Argentina. Arditi, Horacio, doctor, profesor en las universidades de Buenos Ai- res y La Plata, Argentina. Ardoino, Enrique E., ingeniero, Argentina. Almanza, Felipe G-., Argentina. Albarracín, Alberto L., ingeniero, segundo jefe de la comisión de es- tudios de los puertos en el Atlántico, Argentina. Avellaneda, Mareo, senador nacional, ex ministro del poder ejecuti- vo, Argentina. Aguirre, Rafael M., general, ex ministro de guerra del poder ejecu- tivo, Argentina. Aldunate, Julio S., técnico mecánico, Argentina. Ayala Torales, Julio, teniente de fragata, Argentina. Anello, Antonio, 4rgentina. Alemanni, Emilio, arquitecto, jefe de la sala de proyectos en la Dirección de alumbrado municipal, Argentina. Arenaza, Emilio de, abogado, Argentina. Adalid, Nicasio F., teniente coronel, subdirector del Colegio militar, Argentina. Areco, Horacio P., abogado, Argentina. Albarracín, Carlos F., teniente 1”, Argentina. Ávila Méndez, Delfín, ingeniero, ingeniero de la Dirección de ferro- carriles, Argentina. Aizpuru, Aizpurú, subsecretario de gobierno y justicia, Panamá. Amézola, Juan, ingeniero, inspector de las obras del puerto militar, Argentina. Amézola, Domingo, ingeniero, Argentina. Ariza, Francisco 1., Argentina. Artiria, Ignacio, doctor ingeniero, profesor en la Facultad de cien- 126 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cias exactas, físicas y naturales é inspector de enseñanza se- cundaria y normal, Argentina. Ameghino, Florentino, doctor, director del Museo nacional, Argen- tina. Agois, José M., constructor, Argentina. Agrelo, Adolfo, artista, Argentina. Argarañás, José M., capitán, Argentina. Amoretti, Alejandro R., Argentina. Álvarez del Barco, Ernesto, Argentina. Angli, Jerónimo, Argentina. Ayala Torales, Ramón, médico, Argentina. Alfonso, Paulino, abogado, diputado al congreso de Chile y profesor, Chile. Alves, Thomas, médico, Brasil. Azevedo Lima, Joao B., médico, jefe del laboratorio de la Liga bra- silera contra la tuberculosis, Brasil. Alric, Francisco, ingeniero, Argentina. Artaza, Miguel, ingeniero, Argentina. Arias, Pedro F., médico, Argentina. Álvarez Prado, Luis, abogado, Argentina. Amorortu, Rodrigo, teniente 1%, abogado, Argentina. Amoretti, Alejandro, Argentina. Ambelicopoulus, Dionisio, Argentina. Angelis, Virgilio de, farmacéutico, profesor, Argentina. Arsenales de guerra, Argentina. Aráuz, Aníbal V., ingeniero de minas, Argentina. Aguado, Tomás J., ingeniero, Argentina. Arata, Pablo C., doctor, Argentina. Andreoni, Luis, ingeniero profesor, Uruguay. Ambrosetti, Juan B., profesor, Argentina. Abeille, Luciano, profesor, Argentina. Ancizar, Guillermo, ingeniero, Argentina. Berrino, Juan B., ingeniero, Argentina. Berrino, Agustín, constructor, Argentina. Beltrame, Emilio J., teniente de fragata, Argentina. Beltrame, Federico, ingeniero, jefe de la comisión de estudios del Paraná superior, Argentina. Besio Moreno, Nicolás, ingeniero, académico, profesor en las univer- sidades de La Plata y Buenos Aires, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 127 Besio Moreno, Baltasar, ingeniero, jefe de la oficina de máquinas de la municipalidad de Buenos Aires, Argentina. Besio Moreno, Pedro, Argentina. Baldí, Jacinto, ingeniero, ingeniero de la Dirección general de puen- tes y caminos en el ministerio de obras públicas, Argentina. Borus Adriano, ingeniero, ingeniero de la Dirección general de puen- tes y caminos del ministerio de obras públicas, Argentina. Brian, Santiago, ingeniero, presidente del Directorio del ferrocarril oeste de Buenos Aires, académico de la Facultad de ciencias exac- tas, físicas y naturales, Argentina. Boatti, Ernesto C., Argentina. Buschiazzo, Juan A., arquitecto, Argentina. Buschiazzo, Juan C., arquitecto, Argentina. Buschiazzo, Carlos, Argentina. Baez, Juan R., subsecretario de obras públicas en la municipalidad de Buenos Aires, Argentina. Birabén, Federico, ingeniero, director de la Oficina bibliográfica na- cional, bibliotecario del ministerio de obras públicas, Argentina. Bonneo Ibero, León, agrimensor, Argentina. Bachmann, Alois, médico, profesor en la Facultad de ciencias médi- cas de Buenos Aires, Argentina. Brunet, Francisco, profesor, director de la Revista de instrucción primaria, Argentina. Barabino Amadeo, Santiago, estudiante, Argentina. Bordenave E., Pablo, Argentina. Bayhurtz, Ernesto, ingeniero, Argentina. Bado, Atilio A., doctor, Argentina. Barbará, Nicolás, teniente de navío, Argentina. Bahía, Manuel B., ingeniero, doctor, académico, profesor en la Fa- cultad de ciencias exactas, físicas y naturales, ex ministro de gobierno de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Bianchi, Pedro, profesor, Argentina. Baldino, Blas, agrimensor, rector del Colegio nacional de San Luis, Argentina. Boizot, Enrique, ingeniero, ingeniero de las obras ferroviarias del Chaco, Argentina. Bolfo, José, profesor normal, Argentina. Bosch, Jorge E., ingeniero, profesor de meteorología agrícola, At- gentina. Bernaola, Víctor J., doctor en química, Argentina. 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Berndt, Georg, doctor, profesor de física en la Universidad de Halle (Alemania), Argentina. Bellocq, Teodoro M., Argentina. Bottaro, Juan Carlos, Argentina. Benoit, Pedro J., ingeniero, Argentina. Bernabé, Juan Fernando, ingeniero, inspector nacional de minas, Argentina. Barabino, Santiago E., ingeniero, director de los Anales de la socie- dad científica argentina, presidente de la Comisión de propaganda y redactora del Congreso científico internacional americano, Argen- tina. Buegni, Juan J., agrimensor, inspector general de la sección geodesia del Departamento de ingenieros de La Plata, Argentina. Berghmans, Roberto, perito calígrafo, profesor de la Universidad de La Plata, Argentina. Backhaus, Alejandro, médico, director del Instituto de agronomía, Uruguay. Bazzi, Federico P., jefe de la comisión de estudios del Río de la Plata superior, Argentina. Berro Madero, Carlos, ingeniero, ingeniero jefe de instalaciones y máquinas del puerto de la capital, Argentina. Badano, Pedro V., profesor normal, Argentina. Belloc, Paul, ingeniero, Argentina. Badía, Delfín, Argentina. Bolognini, Héctor, profesor, Argentina. Borus, Agustín, ingeniero, Argentina. Bell, Carlos H., ingeniero, ingeniero en la Dirección de puentes y caminos del ministerio de obras públicas, Argentina. Berges, Pedro, profesor de patología general en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Benítez, Luis Carlos, abogado, Argentina. Betbeder, Onofre, contralmirante, ministro de marina, Argentina. Bernard, Julio, profesor de zootecnia, Chile. Brindani, Medardo, constructor, Argentina. Bimbi, José L., ingeniero, Argentina. Barrié, Gastón, ingeniero, inspector nacional de minas, Argentina. Buatto, Juan H., médico, Argentina. Bosch, Francisco V., capitán, auxiliar en la Inspección de infantería, Argentina. Barueda, Joaquín J., ingeniero agrónomo, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 129 Baliña, Manuel K., ingeniero, Argentina. Barahona Vega, Clemente, profesor escritor, Chile. Brock, R. W., director de Geological Survey, Canadá. Bodenbender, Guillermo, doctor, profesor de mineralogía y geología en la Universidad de Córdoba, Argentina. Ballvé, Horacio, capitán de fragata, Argentina. Bernardo, Lorenzo, Argentina. Brethes, Juan, profesor de ciencias en la Escuela normal de seño- ritas, Argentina. Barrera, Federico, agrimensor, Argentina. Barrera Pizarro, Fermín, teniente coronel, jefe del Regimiento 4* de infantería, Argentina. Barrionuevo, Benjamín, capitán, Argentina. Brunet, Alberto D., aspirante de marina, Argentina. Blaud, J. C., ingeniero, Estados Unidos. Briauthe, Octavio, periodista, Argentina. Berger, Camilo, ingeniero, Argentina. Belgrano, Manuel R., capitán, Argentina. Bruch, Carlos, profesor de zoología, jefe de la sección zoológica del Museo de La Plata, Argentina. Bergara, Ulises, Argentina. Bondenari, Emilio F., médico, Argentina. Borda, José T., médico, Argentina. Berraondo, Adolfo, abogado, secretario del Tribunal civil, Argen- tina. Bertoni, Moisés L., naturalista, Paraguay. Barcos, Justo, abogado, Argentina. Bunge, Alejandro E., ingeniero, Argentina. Barlaro, Pedro M., médico, Argentina. Bidau, Eduardo L., abogado, decano de la Facultad de derecho y ciencias sociales, Argentina. Bovet, Pedro A., ingeniero agrónomo, Argentina. Burmeister, Carlos, Argentina. Brandam, Javier, médico, Argentina. Broggi, Hugo, doctor en matemáticas, Argentina. Bianchi, Angel, profesor, Ecuador. Bade Fritz, director del laboratorio de química de la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. Becker, María I., doctora en medicina, Argentina. Borja, Luis Felipe, abogado, Ecuador. 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Beccar Varela, Adrián, abogado, Argentina. Butty, Enrique, Argentina. Ohiocci, Icilio, ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales de Buenos Aires, Argentina. Cúneo, Carlos, doctor, profesor, Argentina. Calandrelli, Matías, doctor, profesor, Argentina. Calandrelli, Alcides, doctor, Argentina. Caselli, Carlos F., agrimensor, Argentina. Carty, Carlos L., ingeniero, Argentina. Corbet France, Eugenio, profesor en el Instituto nacional del profeso- rado, Argentina. Cárdenas, Emilio F., abogado, Argentina. Carullo, Juan, gerente del Banco Español en Mendoza, Argentina. Orimin, Demetrio, ingeniero, Argentina. Castillo, Enrique del, ingeniero, Argentina. Cecchini Pugnali, Aquiles, ingeniero, ingeniero en la sección Puen- tes y caminos, Argentina. Corte, Angel, ingeniero, Argentina. Jerrano, Luis, industrial, Argentina. Cassagne Serres, Alberto, contador público, profesor en la Escuela superior de comercio, Argentina. Cagnoni, Juan M., ingeniero, Argentina. Jongreso internacional de los americanistas, Argentina. Chanourdie, Enrique, arquitecto, profesor, director de la Revista téc- nica, Argentina. Chaudet, Augusto, Argentina. Cárdenas, Mariano, Argentina. Carballo, Raúl, ingeniero, Argentina. Castiglione, Ludovico, profesor, Argentina. Cárdenas, Pablo, abogado, Argentina. Cabred, Domingo, médico, Argentina. Coll, Carlos M., abogado, Argentina. Canale, Humberto, ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, jefe de división en el ministerio de obras públicas, Argentina. Cuomo, Miguel, agrimensor, Argentina. Castro, Vicente, ingeniero, ex presidente de la Sociedad científica argentina, profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO ll Casas, Bernardo, comerciante, Argentina. Catalá, Alberto F., agrimensor, inspector técnico del Departamento de ingenieros de La Plata, Argentina. Cavello, Pedro, periodista, secretario de la Cámara de diputados de La Plata, Argentina. Chueca, Tomás A., ingeniero, Argentina. Carelli, Humberto H., médico, Argentina. Carabelli, Juan J., ingeniero, ingeniero en la Dirección de obras bi- dráulicas, Argentina. Caspersen, Arturo, ingeniero, jefe de división del Ministerio de obras públicas, Argentina. Cottini, Arístides, Argentina. Cuesta, José M. de la, electricista, inspector del servicio eléctrico del puerto, Argentina. Cucullu, Carlos, ingeniero, Argentina. Chiarini, Alejandro, ingeniero, Argentina. Corti, José S., Ingeniero, Argentina. Cornejo, Pedro José F., ingeniero, Argentina. Chaumeil, Arturo, ingeniero, Argentina. Cuello, Elías Juan, ingeniero geógrafo, Argentina. Carrique, Domingo, inspector de las obras del puerto del Rosario, Argentina. Carosino, Jacinto F., ingeniero, Argentina. Curto, Carlos H., subsecretario municipal de hacienda, Argentina. Claypole, Jorge, ingeniero, Argentina. Jámara, Federico, Argentina. Castiñeiras, Julio R., Argentina. Céspedes, Guillermo, Argentina. Cardoso, Aníbal, encargado honorario de la sección numismática del Museo Nacional, Argentina. Cametto, Carlos S., médico, subdirector del cuerpo médico de La Plata, Argentina. Curutchet, Gabriel, agrimensor, Argentina. Celesia, Ernesto H., abogado, Argentina. Carrasco, Benito J., ingeniero agrónomo, vicedirector de paseos pú- blicos, Argentina. Calaza, José María, coronel, jefe del cuerpo de bomberos de la capi- tal, Argentina. Jarvajal, Melitón M., contralmirante, Perú. Caretti, Eduardo, médico veterinario, Argentina. AN. SOC. CIENT, ARG. — T. LXX 9 132 . ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Coello, Guillermo, Argentina. Chervin, doctor, Francia. Caplain, Luciano, inspector nacional de minas, Argentina. Conrado, Alberto, doctor, Argentina. Campbell, Juan, ingeniero, ingeniero de minas, Argentina. * Cernadas, Ricardo, abogado, profesor en el Instituto libre de ense- ñanza secundaria, Argentina. Caminos, Jacinto Z., ingeniero, subinspector de la marina argentina, Inglaterra. Chaves, Manuel, comerciante, Argentina. Carranza, Pastor M., Argentina. Corti, Ceferino, arquitecto, Argentina. Casalis, Julio, ingeniero, Argentina. Centro provincial de ingenieros, Argentina. Courty, Jorge, profesor de geología aplicada en la Escuela de obras públicas de París, Francia. Codino, Leopoldo, Argentina. Córdoba, Félix, ingeniero, Argentina. Camusso, José, agrimensor, Argentina. Compte Rique, Julio, ingeniero electricista, Argentina. Cigogna, Juan B., arquitecto, Argentina. Conti, Marcelo, ingeniero agrónomo, Argentina. Cittadini, Tito, Argentina. Cassinelli, Luis R., médico, Argentina. Campos, Isidoro, astrónomo meteorologista, Argentina. Courtier, Jules, doctor, chef de travaux au Laboratoire de Physiologie a la Sorbonne, Francia. Calatayud, Alfredo P., abogado, Argentina. Carbó, Carlos, arquitecto, Argentina. Countaret, Emilio B., ingeniero agrónomo, profesor en la Universi- dad de La Plata, Argentina. Cichero, Manuel Arturo, abogado, Argentina. Colavecehia, Domingo, agrimensor, Argentina. Corthell, Elmer L., ingeniero, Suiza. Chas Warreu, Hunt, ingeniero, Estados Unidos. Jhapas, Raúl, agrimensor, Argentina. Centro nacional de ingenieros, Argentina. Coni, Emilio R., doctor, Argentina. Centro de ingenieros de Mendoza, Argentina. Cejas, José María, agrimensor, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 133 Capurro, Enrique A., médico veterinario, Argentina. Calceua, Augusto, ingeniero, Argentina. Carbone, Agustín P., ingeniero, Argentina. Correa Morales, Elina G. A., profesora, Argentina. Centro estudiantes de ingeniería, Argentina. Carbonel, José, Argentina. Carcagno, Alberto, Argentina. Chaves, Octavio F., médico, Argentina. Centro de estudiantes de agronomía y veterinaria, Argentina. Cencil, José C., abogado profesor, Argentina. Durrieu, Mauricio, ingeniero, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Dasso, Ricardo L., ingeniero, jefe del Establecimiento Recoleta de las obras de salubridad de la nación, Argentina. Duhart, Martín, ingeniero, Argentina. Dueceschi, Virgilio, profesor de psicología en la Universidad de Córdoba, Argentina. Darquier, Juan A., ingeniero, vicedirector de obras hidráulicas del ministerio de obras públicas, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Dinelli, Luis, naturalista, Argentina. Duffau, Adrian, Argentina. Debenedetti, José, ingeniero, jefe de la comisión de estudios de los puertos del Atlántico, Argentina. Dassen, Claro C., doctor, ingeniero, director general de niveles y cal- zadas, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Diana, José C., Argentina. Dirección general de obras hidráulicas, Argentina. Dozal, Pedro J., ingeniero, Argentina. Dillenius, Juliana A., profesora, Argentina. Dellepiane, Luis J., coronel ingeniero, consejero y profesor en la Fa- cultad de ciencias exactas, físicas y naturales de Buenos Aires, jefe de policía, Argentina. Doering, Oscar, doctor, profesor, Argentina. Deheza, Julio, doctor, rector de la Universidad de Córdoba, Argen- tina. Dirección general del Departamento de obras públicas municipal, Argentina. Duhau, Luis, ingeniero, Argentina. 154 t ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Damianovich, Horacio, doctor, profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales de Buenos Aires, Argentina. Drocchi, Alfredo P., profesor, ex vicerector del Colegio nacional sur, vicedirector de la Escuela nacional de comercio, Argentina. Dávila, Adolfo E., abogado, Argentina. Ducco, Camilo L., farmacéutico, adscripto á la cátedra de química analítica de la Facultad de medicina, Argentina. Departamento topográfico y de obras públicas de San Luis, Argentina. Dellepiane, Antonio, abogado, Argentina. Duarte, Jorge N., ingeniero, Argentina. Devoto, Juan C., ingeniero, segundo jefe de la comisión de estudios del Río de la Plata superior, Argentina. Debenedetti, Salvador, abogado, doctor en filosofía y letras, Argen- tina. Dastuque, José, profesor, Argentina. Dedeu, Martín, profesor, Argentina. Daireaux, Carlos G., capitán de fragata, Argentina. Delgado, Agustín, profesor, académico y profesor en la Universidad * de La Plata, Argentina. Duncan, Carlos D., ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. Doblas, Rodolfo, abogado, tesorero del gobierno de la provincia de Buenos Aires, asesor municipal de Morón, Argentina. Duarte, Manuel José, marino, Argentina. Durelli, Amílcar, arquitecto, Argentina. Domínguez, Enrique, ingeniero, vicedirector del alumbrado munici- pal, Argentina. Dorado, Arturo, abogado, Argentina. Dorado, Enrique, ingeniero, Argentina. Doello Jurado, Martín, estudiante, Argentina. Davel, Ricardo José, doctor en química, jefe del laboratorio químico de la provincia, decano y académico de la Facultad de agronomía y veterinaria, Argentina. Devoto, Juan €., ingeniero agrónomo, profesor normal, Argentina. Dobranich, Jorge W., ingeniero, profesor en el Colegio militar, Ar- gentina. Dirección general de alumbrado, Argentina. Dorado, Carlos, Argentina. Duvoy Longepied, Pablo, ingeniero, Argentina. Dengremont, Enrique, ingeniero, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 135 Díaz Lemos, Angel M., profesor, miembro honorario de la Sociedad de geografía de Manchester, Colombia. Dubarry, Blas L., farmacéutico, Argentina. Duclout, Jorge, ingeniero, Argentina. Delfino, Víctor, director del Anuario científico é industrial, Argentina. Estrada, Miguel, arquitecto, Argentina. Esteves, Luis P., arquitecto, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Escudero, W. E., médico, Argentina. Ezcurra, Pedro, ingeniero, ministro de agricultura, Argentina. Esteves, José ¿NS médico, Argentina. Echeverría, Juan, Argentina. Espíndola, Ramón R., teniente 1”, Argentina. Espeche, J. M., médico, Argentina. Elissegaray, Enrique, ingeniero agrónomo, Argentina. Eppens, Gustavo, ingeniero, Argentina. Escuela superior de ciencias matemáticas de La Plata, Argentina. Escuela superior de ciencias físicas, Argentina. Esteva Berga, Lorenzo, Argentina. Enward Stella, Humberto, Argentina. Even, V., veterinario, Francia. Fernández Poblet, Alberto, ingeniero, Argentina. Fernández, Alberto J., ingeniero, secretario de las Obras de salubri- dad, Argentina. Ferrari, Rómulo, ingeniero, Argentina. Ferrari, Ricardo, ingeniero, Argentina. Figueredo, Juan M., ingeniero, Argentina. Ferrari, Santiago, escultor, Argentina. Faverio, Fernando, ingeniero, jefe de los talleres de la comisión del Plata superior, Argentina. Fuschini, José, ingeniero, Argentina. Farengo, Adolfo P., ingeniero, Argentina. Frasquelli, Carlos, ingeniero, jefe de la sección Rosario de la comisión de estudios del Paraná inferior, Argentina. Figueroa, Alcorta, José, doctor, presidente de la República Argen- tina. Frumento, Antonio R., profesor normal y de enseñanza secundaria, Argentina. 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Figini, Angel, ingeniero, Argentina. Freixá, Alfredo J., coronel, Argentina. Fliess, Enrique G., capitán de fragata, Argentina. Fliess, Felipe, teniente de navío, Inglaterra. Finne Emilio, ingeniero, Argentina. Fernández, Elvio, médico, Argentina. Figueira, Juan H., preparador del Museo nacional, Uruguay. Frank, Paul, doctor, profesor, Argentina. Funes, Carlos, Argentina. Furque, Hilarión, irrigacionista, Argentina. Fernández Poblet, Eva R. de, doctora en química, Argentina. Flores, Alberto, estudiante, Argentina. Fernández Basualdo, Gerardo, abogado, Argentina. Figueira, José A., publicista, Uruguay. Foster, Alejandro, ingeniero, Argentina. Fumasoli, Roque Héctor, farmacéutico, Argentina. Flairoto, Matilde D., doctora en filosofía y letras, directora de Unión y Labor, Argentina. Francbini, Carlos L. G., Argentina. Fumasoli, Rogelio, médico, Argentina. Fernández, Miguel, doctor en ciencias naturales, Argentina. Fernández, Armando, estudiante, Argentina. Fuente, Francisco A. de la, teniente de fragata, Argentina. Fourcade, Luis, ingeniero, Argentina. Flores, Emilio M., doctor en química, Argentina. Flores, Agustina J., Argentina. Fernández, Juan Segundo, doctor, Argentina. Falini, Juan P., Uruguay. Facio, Juan P., ingeniero, Argentina. Facultad de matemáticas, Uruguay. Gallardo, Angel, doctor ingeniero, académico, profesor en la univer- sidad de Buenos Aires, presidente de la sección ciencias biológicas del Congreso cientifico internacional americano. González, Agustín, ingeniero, jefe de las Obras de salubridad de la Nación, Argentina. González Galé, José, profesor, Argentina. Ghigliazza, Sebastián, ingeniero, inspector general en las Obras de salubridad de la Nación, profesor en la universidad de Buenos Aires. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 137 Genta, Pedro, ingeniero, jefe de la comisión de estudios del Paraná inferior. Grieben, Arturo, ingeniero, inspector de las obras complementarias del puerto de Buenos Aires. Garat, Enrique, ingeniero de las Obras del Riachuelo, Argentina. Gómez, Benjamín, químico, director de la oficina química del Rosario, Argentina. Godoy, Juan A., ingeniero, Argentina. Gómez, Ignacio M., abogado, Argentina. Gotuzzo, Luis E., ingeniero, jefe de la sección calzadas en la Munici- palidad de Buenos Aires. Guasch, Leguizamón, Jorge, profesor de enseñanza secundaria, Ar- gentina. Galtero, Alfredo, ingeniero, director general de arquitectura y profe- sor en la universidad de Buenos Aires, Argentina. Grieben, Otto, arquitecto, profesor jubilado de la Escuela Naval Mi- litar, Argentina. Grandi, Fortunato, ingeniero de la Dirección de caminos, Argentina. Gamberale, Humberto, ingeniero de la Dirección general de obras hidráulicas, Argentina. Godínez, Mariano, Argentina. Guillen, Clotilde, profesora, directora de la Escuela Normal de Ba- rracas al Norte, Argentina. Gutiérrez, Eudoro F., ingeniero, Argentina. Guerrero, Pedro A., médico, Argentina. Giiraldez, Manuel J., intendente municipal de la Capital, Argentina. González, Joaquín V., doctor, senador nacional, rector de la univer- sidad de La Plata, ex ministro del poder ejecutivo, Argentina. Guesalaga, Alejandro, ingeniero, tesorero de la Sociedad Científica Argentina, Argentina. González Garaño, Alfredo, Argentina. García Mansilla, Manuel, contralmirante, director de la Escuela Naval Militar, presidente de la sección ciencias navales del Congreso científico internacional americano, Argentina. Guayanas da Fonseca, Alonso, abogado, Brasil. González, Telémaco, abogado, Argentina. Grierson Juan S., capitán de fragata, ingeniero de minas y pólvora, Argentina. González, Calderón, Arturo, Argentina. García, Saturnmnio, médico, Argentina. 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA García, Pedro J., médico, director del laboratorio bacteriológico de Tucumán, Argentina. Gallego, Manuel, agrimensor, Argentina. Gamba, Primitivo, ingeniero, Argentina. Gutiérrez, Ricardo J., ingeniero de la Dirección general de ferroca- rriles, profesor en la Escuela Industrial de la Nación, Argentina. Goldenhorn, Simón, ingeniero, de la Dirección general de ferroca- rriles, Argentina. Gutiérrez, Cornelio, coronel, Argentina. Gámez, Jorge, alférez de navío, Argentina. Garro, Juan M., abogado, Argentina. González, Arturo, ingeniero, Argentina. Groussac, Paul, director de la biblioteca nacional, Argentina. Guagliastegui, Eleodoro, abogado, Argentina. Griante, Luis, Argentina. Gómez, Carlos A., teniente primero, Argentina. Gras, Martín, teniente primero, Argentina. Gintarte, Manuel, Argentina. Giagnoni, Bartolomé E., ingeniero, Argentina. Gramondo, Ernesto, agrimensor, Argentina. Gordillo, Pedro A., coronel, Argentina. Giberga, Eliseo, abogado, Cuba. Gleunie, Guillermo, inspector municipal de máquinas, Argentina. Greco, Nicolás V., médico, Argentina. - Guerrico, Federico, teniente de fragata, ingeniero, Argentina. González, Eustoquio, Argentina. Glade, Alfredo F., ingeniero, Argentina. Goncalvez Junnior, Joaquín Francisco, ingeniero, ex secretario de Estado dos negocios das obras publicas no Paraná, Brasil. Gutiérrez, Quiterio, veterinario militar, profesor de hipología, arte de herrar, en la Escuela de caballería, Argentina. Griffero, Manuel L., Argentina. Gilardi, Eduardo, ingeniero, Argentina. Giardelli, Virgilio, ingeniero, Argentina. Guzmán, Arturo, ingeniero, Argentina. Guridi Bazerque, Alberto, inspector sanitario en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Garzón Maceda, Félix, médico, Argentina. Gallegos, Santiago R., abogado, Argentina. Gómez, Langenhein, abogado, Argentina. o CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 139 Greiss, Otto, doctor, ayudante en el Instituto de agronomía, Uruguay. García, Leonidas, abogado, delegado de la Sociedad jurídica literaria de Quito, Argentina. Gaudino, Nicolás M., estudiante, Argentina. Garbers, Emilio, estudiante, Argentina. Gaspio, Ramón, industrial, Argentina. Giuria, Juan, arquitecto, Uruguay. Gardane, Juan Aníbal, ingeniero, Uruguay. Gómez, Eusebio E., doctor, Argentina. Garbín Guerra, Eduardo, abogado, Argentina. Facio, Juan P., ingeniero, Argentina. González Llamazares, Andrés, doctor, Argentina. Guagnini, Andrés, farmacéutico, Argentina. Godoy, Sebastián, ingeniero, Argentina. García, Vicente L., ingeniero, Uruguay. Gaminara, Donato, ingeniero profesor, Uruguay. Gorriti, Fernando, médico, Argentina. Godery, Sebastián, ingeniero, Argentina. Giusti, Armando, estudiante, Argentina. Huergo, Luis A., ingeniero, presidente del Congreso científico inter- nacional americano, ex decano de la facultad de ciencias exactas, física y naturales de Buenos Aires, Argentina. Huergo, Eduardo, ingeniero, jefe de la sección estudios del río Para- ná, ex inspector del puerto del Rosario, Argentina. Huergo, Enrique L., abogado, Argentina. Huergo, Rafael C., abogado, Argentina. Huergo, José María, ingeniero agronómo, profesor en las Universida- des de La Plata y Buenos Aires. Hicken, Cristóbal M., doctor en ciencias naturales, profesor en la uni- versidad de Buenos Aires, inspector de enseñanza secundaria y normal, Argentina. Henry, Julio, ingeniero, jefe de la comisión de estudios del río Berme- Jo, Argentina. Herrera Vegas, Marcelino, médico, Argentina. Hoyo, Arturo, ingeniero de la dirección general de ferrocarriles, Argentina. Hermitte, Enrique, ingeniero, profesor en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, director general de minas, geología é hidrología, Argentina. 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Herrera Vegas, Rafael, médico, Argentina. Holmberg, Eduardo A., etnográfo, periodista, Argentina. Haynard, Jorge, ingeniero, Argentina. Heilberg de Bose, Margarita, profesora, Argentina. Herrero Ducloux, Leopoldo, doctor en química, profesor en la Uni- versidad de La Plata, Argentina. Honorato, Alfredo, Chile. Henry Philip, Walter, ingeniero, Estados Unidos. Hansemann, Pablo, gerente de la Gran lechería central, Argentina. Huergo, Raúl R., comerciante, Argentina. Hauman Merck, Lucien, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. : Huergo (hijo), Luis A., ingeniero, Argentina. Iturbe, Atanasio, ingeniero, secretario de la Intendencia municipal, Argentina. Isbert, Casimiro V., ingeniero de la dirección de puentes y caminos, Argentina. Ivanissevich, Ludovico, Argentina. Iches, Luciano, naturalista del Ministerio de agricultura, Argentina. Isnardi, Vicente, ingeniero, Argentina. Iriondo, Manuel de, doctor, ministro de hacienda de la Nación, Ar- gentina. Inspección general de calzadas, Argentina. Inspección general de estudios y proyectos, Argentina. Inspección general de arquitectura, Argentina. Iriarte, Juan, Argentina. Ingegnieros, José, médico, profesor de psicología en la Universidad de Buenos Aires, director de la revista de Psiquiatria y Medicina Legal, Argentina. Iglesias Paz, César, abogado, Argentina. Issouribehere, Pedro J., ingeniero agrónomo, Argentina. Inspección de artillería, Argentina. Iruscher, Carlos, ingeniero, jefe del laboratorio eléctrico municipal, Argentina. Ibarguren, Carlos, médico, Argentina. Inspección general de niveles y trazados, Argentina. Iturbe Miguel, ingeniero, Argentina. Instituto de agronomía de Montevideo, Uruguay. I. R. accademia di scienze, lettere ed arti degli Aggiati, Austria. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 14 Ingegnoli, Antonio, doctor, Argentina. Iolesias Hijis, Francisco, ingeniero, Uruguay. Tzard, Eugenio E., arquitecto, Argentina. Intendencia municipal: Dirección de obras, Uruguay. Jones, Juan, agrimensor, Argentina. Jolly, Gustavo, ingeniero, ex jefe de la sección estudios del Plata su- perior, Argentina. Jost, Juan José, profesor, Argentina. Jones, Amable, médico, Argentina. Jones Brown, Guillermo, capitán de fragata, Argentina. Jorge, Enrique, abogado, Argentina. Jaudin, León, capitán de fragata, Argentina. Jakob, Christian, médico, Argentina. Jordán, Alberto, abogado, Argentina. Justo, Sara, dentista, Argentina. Jara, Juan C., doctor, profesor de filosofía y letras, Argentina. Jorge, José M., doctor, Argentina. Jachesky, Juana, Argentina. Kleyn, Herman, Argentina. Korn, Alejandro, médico, profesor en la facultad de filosofía y letras, director del hospital Melchor Romero, Argentina. Kyle, Juan J. J., doctor químico, académico y profesor jubilado de la facultad de ciencias exactas, físicas, y naturales, vicepresidente honorario del Congreso científico internacional americano, socio honorario de la Sociedad científica Argentina, Argentina. Kinkelin, Emilio, capitán, Argentina. Koeck, Víctor, ingeniero, Argentina. Kiilm, Franz, doctor, Argentina. Kasdorf, Otto, ingeniero, Uruguay. Kundsen, Augusto, doctor, Chile. Krause, Otto, ingeniero, decano de la Facultad de ciencias exactas, fí- sicas y naturales; director de la Escuela industrial de la Nación, etc. Lange, Enrique M., ingeniero, director general de Obras hidráulicas - M. O. R., Argentina. Lavarello, Pedro, ingeniero, jefe de sección de la Dirección de alum- brado, Argentina. Lederer, Osvaldo, Argentina. 142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Letiche, Enrique, doctor en química, Argentina. Linch Arribalzaga, Enrique, Argentina. Lucca, Mario, ingeniero, Argentina, Lépori, Lorenzo, Ingeniero, Argentina. Leviglieri, Enrique M., ingeniero inspector de caminos del M. O. P., Argentina. Lange, Leonardo, ingeniero, profesor en la Universidad de La Plata, Argentina. Laporte, Luis B., ingeniero, director de la escuela Industrial del Rosa- rio, Argentina. Leguina, Ezequiel, abogado, Argentina. Lignieres, José, director del Instituto nacional de bacteriología del M. de Agricultura, Argentina. Lara, Carlos A., médico, Argentina. Lonecau, Enrique P., Argentina. Lea, Allan B., ingeniero, Argentina. Lanedon, Juan A., ingeniero, Argentina. López, Aniceto E., ingeniero de la dirección general de ferro- carriles, Argentina. Leguizamón, Martiniano M., doctor en química, Argentina. Larco, Esteban, ingeniero, secretario de la Sociedad científica argenti- na, Argentina. Lillo, Miguel, químico naturalista, director de la oficina química de Tucumán, Argentina. Lutz, Guillermo, Argentina. Lederer, Julio, ingeniero, profesor de filosofía y letras, Argentina. León, Agustín, Argentina. Longobardi, Ernesto, doctor en química, Argentina. Larochelle, Pedro, Argentina. Laval Ramón A., secretario y jefe de sección dela biblioteca de Chile Santiago. López, Martín J., mayor, jefe del cuerpo de cadetes, Argentina. Loza, Alfredo, teniente primero, Argentina. Lenz, Rodolfo, doctor, profesor del Instituto pedagógico, Chile. López, Ernestina, doctora, profesora en filosofía y letras, Argentina. Luiggi, Luis, ingeniero, inspector del genio civil italiano, profesor de construcciones marítimas en la escuela de ingenieros de Roma, Italia. López García, Félix, abogado, Argentina. López, José M., Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 143 Levene, Alberto, médico, Argentina. Lucena, Fernando, profesor, Argentina. Levene, Ricardo, abogado, Argentina. León, Numa P., capitán de fragata, Perú. Lizer, Carlos, Argentina. Lahitte, Emilio, doctor, Argentina. Lafferriere, Arturo, ingeniero, Argentina. Llames, Antonio de, médico, Argentina. Lehmann-Nitsche, Roberto, doctor, Argentina. Lafone Quevedo, Samuel, doctor, Argentina. ; Laboratorio de física y electrotecnia de la Escuela politéenica de Río Janeiro, Brasil. Lodola, Luis M., ingeniero, Argentina. Landi, Hugo, profesor de física matemática, Argentina. Larrabure y Unanue, E., doctor, vicepresidente del Perú. Perú. Longhi, Fernando, técnico mecánico, Argentina. Leguizamón, Ramón Onésimo, abogado, profesor de psicología gene- ral en la Escuela normal de profesores de Paraná, Argentina. Linch, Ricardo, médico, Argentina. Lavalle, Francisco P., doctor en química, Argentina. Lueca, Fernando, ingeniero agrónomo, Argentina. Lemos, Carlos, ingeniero, Argentina. Lagunas, Carlos, arquitecto, Argentina. Lavigné, Pedro G., estudiante, Argentina. Llerena, Baldomero, abogado, profesor de derecho en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Lafuente Machain, Ricardo de, Argentina. Lenoble, Pedro, Argentina. Lanfranco, Silvio, Argentina. Lleras Codazzi, Ricardo, profesor, Colombia. Magnin, Jorge, doctor en química, director del Laboratorio químico del departamento nacional de higiene, Argentina. Mamberto Benito, ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exac- bas, físicas y naturales de Buenos Aires, jefe de la sección de la dirección general de puentes y caminos, Argentina. Maza, Benedicto, ingeniero principal en las obras de salubridad de la nación, Argentina. ' Molino, Torres Alejandro, ingeniero en las obras de salubridad de la nación, Argentina. 144 E ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Monis, Alberto S., ingeniero en las obras de salubridad de la nación, Argentina. Moreno, Evaristo V., ingeniero, jefe de máquinas en el M. de O. P., profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Mermos, Francisco A., ingeniero, ingeniero en la Dirección de obras hidráulicas del M. de O. P., Argentina. Morra, Carlos, arquitecto, Argentina. Marcó del Pont, Enrique, ingeniero, secretario general del €. GC. L. A. Argentina. Martínez, Juan A., escribano, Argentina. Marti, Ricardo 3J., arquitecto, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Moreno, Francisco P., doctor, fundador del Museo de La Plata, ex pe- rito en la demarcación de límites con Chile, presidente de la Socie- dad científica argentina, Argentina. Marcó del Pont, Antonio, comerciante, Argentina. Marcó del Pont, Ricardo, abogado, Argentina. Marcó del Pont, Antonio (hijo), médico, Argentina. Massa, Carlos F., profesor normal, jefe de estadística escolar (La Plata), Argentina. Museo Nacional de Montevideo, Uruguay. Mattos, Manuel E. de, mecánico, Argentina. Molina Civit, Juan, ingeniero, director general de Puentes y Caminos, del M. O. P., Argentina. Marcó del Pont, Ernesto, hacendado, Argentina. Mon, Josué R., ingeniero, jefe de sección en el M. de O. P., Argentina. Museo nacional de historia natural, Argentina. Medina, José A., ingeniero, profesor en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Méndez Casariego, Alberto, ingeniero, diputado nacional, Argen- tina. Martínez Farías, Teófilo, ingeniero, profesor de física y matemática, Argentina. Marcó del Pont, José, abogado, secretario de lajunta de historia y numismática, Argentina, Morales Torres, Juan, ingeniero, Argentina. Monti Antonio F., agrimensor, Argentina. j Mercau Agustín, ingeniero, consejero y profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales de Buenos Aires, Argen- tina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 145 Massini, Carlos, ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exactas físicas y naturales de Buenos Aires, Argentina. Maillard Norbert, arquitecto, Argentina. Moreno, Jorge, ingeniero, Argentina. Mateo, Carlos J., farmacéutico, Argentina. Martínez, Marcial, abogado, Chile. Marcó del Pont, Ricardo (hijo), abogado, Argentina. Marcó del Pont, Ernesto (hijo), Argentina. Marcó del Pont, Augusto, abogado, Argentina. Massa, Manuel A., agrimensor, Argentina. Muñoz Reyes, Juan, ingeniero, Bolivia. Monner Sanz, Ricardo, Argentina. Maligne, Ercilio, capitán, Argentina. Mormes, Andrés, químico, Argentina. Morello, Santiago V., abogado, Argentina. Morel, Camilo, doctor profesor, profesor en la Facultad de filosofía y letras y en la escuela normal del profesorado en lenguas vivas, Argentina. Maupas, Leopoldo, abogado, Argentina. Miguez, Victor E., médico, Argentina. Monge, M. Arturo, ingeniero, Argentina. Marcó, Alejandro, médico, Argentina. Mussini, José A., Argentina. Moreno, Constantino, comerciante, Argentina. Moreno, Luis, Argentina. Massioti, Antonio B., físico-médico, Argentina. Madrid, Enrique de., ingeniero, Argentina. Morales, Carlos M., doctor ingeniero, ex director del Departamento de obras públicas municipales, académico y profesor en la Facultad de ciencias exactas físicas y naturales, ex presidente de la Socie- dad científica argentina, Argentina. Molino, Waldino, agrimensor, Argentina. Morteo, Ienacio J., químico, Argentina. Molla Villanueva, Mariano, abogado, Argentina. Mirey, Jorge, doctor profesor Argentiua. Monterrey, Luis, Agrimensor, Argentina. Melo, Carlos F., abogado, Argentina. Moreno, Rodolfo (hijo), abogado, Argentina. Meana, Gerardo, abogado profesor, Argentina. Masonería Universal « Familia Argentina », Argentina. 146 Z ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Morzone, Luis, profesor de sordo mudos, director de la escuela de anormales, Argentina. Moreno, Josué F., Argentina. Mazzucchi, Carlos Delta, teniente primero, farmacéutico, Argen- tina. Meyer Arana, Felipe, ingeniero, Argentina. Martelli, Nicolás, ingeniero, Argentina. Mercau, Nicasio, abogado, Argentina. Mena, Juan, ingeniero, inspector nacional de minas, Argentina. Mallea, Julio C., coronel de caballería, jefe de la primera brigada de la primera región, Argentina. Marenco, Eleodoro, ingeniero, Argentina. Marueffe, Gustavo de, ingeniero agronómo, Argentina. Matteuzzi, Augusto, doctor, abogado, Argentina. Marcó del Pont, José A., escribano, Argentina. Marcó del Pont, Ventura, estudiante, Argentina. Martinoli, Cayetano, profesor de zootecnia en la Facultad de agrono- mía y veterinaria, Argentina. Medrano, Horacio $S., capitán de marina, Argentina. Morize, Enrique, doctor profesor, director del Observatorio de Río Janeiro, profesor en la escuela politécnica, Brasil. Mallol, Benito J., ingeniero, Argentina. Manzzini, Carlos C., Argentina. Museo nacional, Argentina. Manzano, Diego, Argentina. Máculus, A., ingeniero, Argentina. Maligne, Augusto A., teniente coronel, Argentina. Miguens, José C., Argentina. Martínez, Roberto P., ingeniero agrónomo, Argentina. Meaurio, Víctor L., estudiante, Argentina. Mouchet, Enrique, doctor en filosofía, Argentina. Mouchet, José A., Argentina. Maldones, Estanislao, teniente coronel, Argentina. Muñoz González, Luis, ingeniero, Argentina. Martínez, Rufino Vicente, abogado, Argentina. Marotta, F. Pedro, ingeniero agrónomo, Argentina. Martínez, Martín A., abogado, Argentina. Mujica, Eduardo, médico, Argentina. Morixe, José B., ingeniero agrónomo, Argentina. Molina, Horacio, estudiante, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 147 Moreno, Julio del G., profesor, Argentina. Miguens, Luis, ingeniero, Argentina. Martínez, Juan Angel, abogado, profesor, Argentina. Molinas, Florencio E., inspector general de estadística y economía rural, Argentina. Mattia, Enrique, doctor en química, Argentina. Mosto, Andrés, doctor en medicina y veterinaria, Argentina. Marelli, Carlos A., doctor, Argentina. Monteverde, Juan, ingeniero, Uruguay. Martínez, Francisco, doctor, Argentina. Magnon, Pedro B. ingeniero, Uruguay. Mossman, Roberto C., doctor en meteorología, Argentina. Nelson, Ernesto, escritor, director del Museo pedagógico, Argentina. Negri, Galdino, doctor en física, jefe de la sección sísmica del obser- vatorio astronómico de La Plata, Argentina. Naón, Rómulo $S., doctor en jurisprudencia, ministro de Instrucción pública, Argentina. Navarro, Guillermo, electricista, educacionista, Argentina. Nielsen, Juan, profesor de ciencias naturales en el colegio Nacional Central, Argentina. Nougués, Julio G.., médico, Argentina. Noel, Martín S., arquitecto, Argentina. Nystrómer, Carlos, ingeniero, Argentina. Norona, Manuel, médico del servicio sanitario de Córdoba, Argen- tina. Newbery, Ernesto, ingeniero, jefe de electricidad municipal, Argen- tina. Núnez, Guillermo, estudiante, Argentina. Novaes, Julio, médico ingeniero, profesor en ciencias físicas y natu- rales, Brasil. Nagera, Juan G., profesor, Argentina. Newbery, Jorge, ingeniero, director del alumbrado municipal, Atr- gentina. Nogues, Domingo, ingeniero civil y de minas, Argentina. Nazarres, Alberto, doctor, Argentina. Niebuhr, Germán, doctor, ingeniero, Argentina. Newton, Artemio R., agrimensor, Argentina. Nilo Civit, Julio, ingeniero, Argentina. AN. SOC. CIEN'T. ARG. — T. LXX 10 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ottanelli, Atilio, ingeniero, Argentina. Ortúzar, Alejandro, ingeniero, Argentina. Orús, José María, Argentina. Oltolina, Luis, agrimensor, Argentina. Orfila, Alfredo J., ingeniero, profesor en la Universidad de Buenos Aires, secretario general de la sección ingeniería del congreso científico internacional americano, Argentina. Olivieri, Alfredo E., ingeniero, Argentina. Oyuela, Horacio, teniente de fragata, Argentina. Oliveros Escola, Eduardo, coronel, Argentina. Olivera, Belisario S., Argentina. O'"Dena, Ernesto, abogado, Argentina. Orcayen, Francisco F., ingeniero, Argentina. Ordóñez, Alfredo, Argentina. Otamendi, Alberto D., ingeniero, Argentina. Olmos Miguel, ingeniero, Argentina. Obarrio, Francisco D., médico Argentina. Obarrio, Juan M., médico, Argentina. Obligado, Rafael, abogado, Argentina. Ocampo, Jorge, Argentina. Olivera, J. M. capitán de corbeta, Argentina. Orús, Antonio, estudiante, Perú. Olaechea y Alcorta, Pedro, abogado, senador nacional, Argentina. Oeffeutl Wettes dieust Dienstelle Meteorologiste, Observatorium de Aachen, Alemania. Observatorio nacional de Río Janeiro, Brasil. Oliveira, Ricardo B., dentista, jefe del servicio odontológico del Hos- pital militar, Argentina. Olascoaga, Laurentino, abogado, profesor, Argentina. Otamendi, Eduardo, ingeniero, vicerrector del Colegio nacional, Ar- gentina. Otero, Pacífico, eclesiástico, Argentina. Onelli, Clemente, profesor, director del Jardín Zoológico, Argentina. Oliverio Pascual, Luis, doctor, Argentina. Orbea, Ramón, doctor, Argentina. Paitoví Oliveras, Antonio, ingeniero, Argentina. Pestile Otton, Argentina. Páez, José M”, ingeniero, Argentina. Pérez Redondo, Severiano, médico, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 149 Perazza, Alfredo G., Argentina. Pissani, Mario C., ingeniero, Argentina. Pacheco, Román, médico, Argentina. Paz, Ercilio A., Argentina. Pellet, Emilio (hijo), periodista, Argentina. Padulo, Humberto, ingeniero, Argentina. Pastoriza, Luis, ingeniero, Argentina. Palacios, José A., agrimensor, director de la sección geodesia, del departamento de ingenieros de La Plata, Argentina. Pera, Celestino E., periodista, diputado nacional, Argentina. Palma, Edmundo G., ingeniero, Argentina. Pasman, Raúl G., arquitecto, Argentina. Petersen, Teodoro H., agrimensor, Argentina. Pelosi, Elías, naturalista, ayudante en la Facultad de ciencias exac- tas, físicas y naturales, Argentina. Paglieri, Alejandro $., ingeniero, Argentina. Parera, José M*, profesor normal, Argentina. Plaza, Victorino de la, abogado, ministro de relacioues exteriores, Argentina. Paoli, Julio Humberto, químico, Argentina. Piana, Juan S., farmacéutico, Argentina. Posadas, Carlos, ingeniero, Argentina. Pereyra, Manuel, ingeniero, Argentina. Pueyrredón, Carlos A., Argentina. Parodi, Edmundo, ingeniero, Argentina. Pouyssegur, Hipólito B., Argentina. Piñero, Horacio G., médico, Argentina. -—Penteado, Alberto, abogado, Brasil. Pages Lincoln, ingeniero de minas, Argentina. Pozzi, Humberto, Argentina. Passalacqua, Juan V., ingeniero, profesor de matemáticas en la Fa- cultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. Packolt, Gustavo, químico, Argentina. Puchulo, Florencio, ingeniero, Argentina. Perrine, Carlos, astrónomo, Argentina. Porter, Carlos E., zoólogo, director del museo de Valparaíso, Chile. Palacios, Alfredo L., abogado, Argentina. Pettiz, José Antonio, Argentina. Prudhomme, Pierre, ingeniero, Argentina. Páez, José P., capitán, Argentina. 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Podestá, Santiago, Argentina. Puiggari, Miguel, doctor en química, profesor, Argentina. Pereyra, Manuel F., Argentina. Piñero, Osvaldo M., abogado, Argentina. Plate, Enrique G., teniente de fragata, Argentina. Pingel, Juan E., Argentina. Pastore, Franco, profesor, Argentina. Parkinson, Pedro P., Argentina. Peralta Ramos, Enrique, Argentina. Pires Moniz de Carvalho, Joaquín, abogado, Brasil. Piérola, M. C., médico, Perú. Pueblo, Arturo, agrimensor, Argentina. Picado, José S., médico, Argentina. Pereyra, Horacio, ingeniero, profesor de arquitectura en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. Poch, Ramón A., aspirante de marina, Argentina. Pas, Luis Van de, profesor en la Facultad de agronomía y veterina- ria, Argentina. Pena, Carlos M* de, doctor, profesor, ex ministro de hacienda y fo: mento, Montevideo. Parodi, Pernecco, F., periodista, Argentina. Pietranera Enrique, médico, jefe de la sección material en la inspec- ción de sanidad del ejército, Argentina. Pereyra Rego, Oscar de, estudiante, Argentina. Pujols, Emilio, Argentina. Prudhomme, Pierre, ingeniero, Argentina. Polis, doctor, Alemania. Puig y Nattino, Juan, profesor, Uruguay. Pascarella, Luis, abogado, Argentina. Piaggio, José, médico, Argentina. Palacios, Carlos V., abogado, Argentina. Paz, José M., Argentina. Paula Souza, Antonio F., ingeniero, profesor y director da Escuela politécnica de San Paulo, Brasil. Prayones, Eduardo, abogado. profesor, Argentina. Poussart, Enrique, doctor en química, Argentina. Palet, Luciano, químico, Argentina. Peñaherra, Víctor Manuel, profesor, Quito. Padilla, Pedro L., mayor, Argentina. Paquet, Carlos, ingeniero, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 151 —Pattin, Miguel, Argentina. Poirier, Eduardo, enviado extraordinario de Guatemala en Ohile, Chile. Ponce, Luis P., ingeniero, Uruguay. Pascual, José E., Argentina. Peuco, Roberto, ingeniero, Uruguay. Piccione, Enrico, doctor, Chile. Quiroga, Pedro A., capitán de caballería, secretario de los jueces de instrucción de la primera región, Argentina. (Quinzio Augolino, Camilo, profesor, Chile. Quiroga, Ricardo J., capitán, Argentina. Quartino, José, Argentina. Quiroga, Atanasio, doctor en ciencias naturales, académico y profe- sor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argen- tina. Quiroga. David L., profesor, Argentina. Quesada, Ernesto, abogado, Argentina. Quintercio, Armando, estudiante, Argentina. Quiroga, Eduardo R., ingeniero, Argentina. Ramírez, Eugenio F., médico, senador por Buenos Aires, médico del departamento nacional de higiene, Argentina. Repossini, José, ingeniero, Argentina. Rabinovich, Delfín, ingeniero, Argentina. Rabbi Baldi, León, ingeniero, Argentina. Rodríguez del Busto, Antonio, ingeniero, Argentina. Ruíz Moreno, Adrián, mayor ingeniero, jefe del 2” batallón del regi- miento 5 de infantería, Argentina. Riccheri, Anibal J., agrimensor, Argentina. Rosa, Alejandro, director del Museo Mitre, Argentina. Rivarola, Rodolfo, abogado, Argentina. Reolin, Benjamín A., ingeniero, Argentina. Ramos Mejía, Ildefonso P., ingeniero, doctor y profesor en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. Rocco, Pedro J., teniente primero, Argentina. Ramírez Juárez, Pedro, teniente primero, Argentina. Riva, Juan, ingeniero, Argentina. Real academia de ciencias exactas, físicas y naturales, España. Raver, Ienacio, Argentina. 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ruíz, Ramón, coronel, Argentina. Ruíz, Eduardo H., coronel, inspector del arma de infantería, Argen- tina. Romano, Mario, ingeniero, Argentina. Romero, Julian, ingeniero, académico y profesor en la facultad de ciencias exactas, físicas y naturales; director de irrigación del mi- nisterio de obras públicas, Argentina. Reyna Almandos, Alberto, comerciante, Argentina. Rodríguez, José A., capitán, auxiliar de la inspección del arma de infantería, Argentina. Repetto, Luis M., ingeniero, Argentina. Rospide, Juan, ingeniero, Argentina. Rebuelto, Emilio, ingeniero, Argentina. Rebuelto, Antonio, ingeniero, Argentina. Rodríguez Martín, teniente coronel ingeniero, Argentina. Romero, Félix R., ingeniero, Argentina. Rossi, Enrique O., director de la Revista municipal, Argentina. Ricaldoni, Teobaldo J., ingeniero, ex decano de la Facultad de ciencias físicas de la universidad de La Plata, profesor, Argentina. Rodríguez, Andrés E., Coronel de ingenieros, argentina. Ringuelet, Valbert E., agrimensor de la primera á cuarta sección is- las, provincia de Buenos Aires, Argentina. Reyna Almandos, Luis, abogado, Argentina. Romero, Antonio A., teniente coronel, Argentina. Repetto, Agustin, agrimensor, Argentina. Romero Brest, Enrique, médico, profesor, Argentina. Rovereto, Cayetano, profesor y geólogo del ministerio de obras pú- blicas, Argentina. Rojas, Félix R., ingeniero, Argentina. Ramos Mexía, Ezequiel, ingeniero, ministro de obras públicas, Ar- gentina. Rúa, José M. de la, profesor, Argentina. Rojas, Esteban C., agrimensor, Argentina. Romero, Gabriel, teniente primero, Argentina. Rosendi, José H., mayor, profesor de geografía é historia, Argentina. Ravenan, Matías, mecánico, Argentina. Reybaud, Emilio, teniente coronel, Argentina. Richard Lavalle, Arturo, sub-jefe de electricidad y alumbrado, Ar- gentina. Roog von den Berg, Mauricio, ingeniero, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO NS Rigoli, Leopoldo, ingeniero, Argentina. Raffinetti, Virgilio, ingeniero, Argentina. Ramírez Juárez, Evaristo, capitán, Argentina. Riccheri, Pablo, general, Argentina. Raveneau, Louis, Francia. . Reale Universita degli studi di Padova, Italia. Raffo, Bartolomé M., arquitecto, Argentina. Roveda, Nicolás, médico, Argentina. Renacco, Ricardo, ingeniero agrónomo, Argentina. Roth, Santiago, doctor, Argentina. Rawson de Dellepiane, Elvira, médica, inspectora del Departamento nacional de higiene, Argentina. Richter, Juan, entomólogo, Argentina. Roccatagliata, Ricardo L., profesor, jefe del laboratorio de técnica farmacéutica de la Facultad de ciencias médicas de Buenos Aires, Argentina. Ríos, Cornelio, abogado, Argentina. Ristempart, Federico Guillermo, director del Observatorio meteoro- lógico de Santiago y profesor, Chile. Rodríguez Saráchaga, C., abogado, Argentina. Rumi, Tomás I., doctor en química, Argentina. Rundsen, Augusto, doctor, Chile. Riecheri, Ovidio, capitán, Argentina. Riccheri, Pedro, ingeniero agrónomo, Argentina. Rivas, Augusto R., doctor, Argentina. Reichert, Federico, Argentina. Storni, Segundo R., teniente de navío, miembro de la comisión na- val en Estados Unidos de América del norte, Estados Unidos. Senet, Rodolfo, profesor, Argentina. Sola, Juan E., ingeniero, Argentina. Soage, Eliseo, médico, profesor de oto-rino-laringología, Argentina. Sisson, Enrique, educacionista, director del colegio Lacordaire, Ar- gentina. | Schlatter, Eduardo, ingeniero, director de la construcción del ferro- carril del Este, Argentina. Sánchez, Zacarías, agrimensor, Argentina. Sarrabayrousse, Eugenio, ingeniero, Argentina. Schaefer, Guillermo, doctor en química, Argentina. Sorkan, Walter, doctor profesor, Argentina. 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Seckt, Hans, profesor en el instituto nacional del profesorado secun- dario, Argentina. Soto, José P., Argentina. Sánchez Díaz, Abel, doctor en química, Argentina. Sánchez, Miguel A., capitán, Argentina. Soldano Ferruccio, A., ingeniero, Argentina. Sánchez, José R., Argentina. Sáenz Valiente, Anselmo, ingeniero, Argentina. Sociedad geológica mejicana, Méjico. Soler, Frank L., médico, Argentina. Santa María, Ignacio, profesor, Argentina. Societá degli ingegneri é degli architetti italiani, Italia. Silva, Julio H., abogado, Argentina. Seurot, Alfredo, ingeniero, Argentina. Sagasta, Eduardo, ingeniero, Argentina. Stuckert, Teodoro, ex profesor de química y ciencias naturales, Ar- gentina. Sal, Benjamín, ingeniero, profesor y ex decano de la facultad de ciencias físicas y presidente dlel departamento de ingenieros de La Plata, Argentina. Spinetto, Silvio J., estudiante, Argentina. Serna, Raúl de la, secretario de la Escuela superior de ciencias ma- temáticas de la universidad de La Plata, Argentina. Spurr, José M., Argentina. Seitun, Emilio, Argentina. Santángelo, Rodolfo, ingeniero, Argentina. Schickendantz, Emilio, Ingeniero, subsecretario del ministerio de obras públicas, Argentina. Schmack, Benno J., ingeniero, Argentina. Selva, Domingo, ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exac- tas, físicas y naturales, Argentina. Segovia, Fernando, ingeniero, profesor en la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, Argentina. Serna, Jerónimo de la, ingeniero, Argentina. Senillosa, Juan A., industrial, Argentina. Senillosa, Felipe, abogado, Argentina. Silva, Angel, agrimensor, Argentina. Santillán, Oarlos R., químico, Argentina. Sáenz Valiente, Eduardo, Argentina. Sol, Leopoldo, ingeniero, Argentina, CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 155 Suárez, Francisco M., farmacéutico, Argentina. Sociedad de geografía de Lisboa, Portugal. Scalabrini, Pedro, doctor, Argentina. Spangenber, Silvio, azrónomo, Argentina. Sánchez, Juan A., doctor en química, Argentina. Sacco, Federico, doctor, Italia. Silva, L. Manuel, industrial, Chile. Sotil, Manuel A., teniente primero, Perú. Stolyhwo, Kazúmierz, profesor, director del laboratorio de antropo- logía Varsovia, Rusia. Sehnedewind, Alberto, ingeniero, director general de vías de comu- nicación, profesor en la facultad de ciencias exactas, físicas y na- turales, Argentina. Silva, Oscar B., farmacéutico, Argentina. Solari, Antonio (hijo), Argentina. Sanroman, Iberio, ingeniero, Argentina. Sporeni, Augusto, ingeniero, profesor, en el Instituto Técnico de Gé- nova, Italia. Scala, Augusto O., profesor, farmacéutico, Argentina. Salgado, Enrique L., ingeniero profesor, Perú. Sánchez, Gregorio L., estudiante, Argentina. Senillosa, Guillermo, estudiante, Argentina. Samengo, Angel, farmacéutico, Argentina. Salazar, Raimundo, técnico mecánico, Argentina. Selva, Juan B., profesor, vicedirector y profesor en la Escuela nor- mal de Dolores, Argentina. Societá ligustica italiana, Roma (Italia). Schulse, Adolfo F., ingeniero agrónomo, Argentina. Sarno, Antonio, médico, Argentina. Schulz, Wilhelm, doctor en geodesia, Argentina. Sobral, Domingo G., ingeniero geólogo, Argentina. Stegman Rigal, Remigio, estudiante, Argentina. Sabaria, Enrique, ingeniero, Argentina. Silvestri, Juan, ingeniero, Argentina. Sobral, José M., doctor en matemáticas, Argentina. Salustio, Alberto, alférez de navío, Argentina. Santos, José Américo dos, ingeniero, Brasil. Sanz Barrera, Pascual, arquitecto profesor, Argentina. Spika, Augusto, teniente coronel, Argentina. Sociedad de ingenieros de Lima, Perú. 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Schultze Otto, profesor, Argentina, Sánchez Díaz, Raul, doctor, Argentina. Sciurano, Carlos M., aspirante de marina, Argentina. Tello, Wenceslao, médico, Argentina. Trovatti, Francisco, Argentina. Torre Bertucci, Pedro, ingeniero, Argentina. Thays, Carlos, director general de paseos, director del jardín botánico de Buenos Aires, Argentina. Tucker, R. H., astrónomo del Departamento de obras públicas muni- cipal, Argentina. Toro, Carlos de., ingeniero, Argentina. Treglia, Horacio F., ingeniero, director del departamento de obras públicas municipales, Argentina. Toepcke, Ernesto, Argentina. Trelles, Francisco M., ingeniero, Argentina. Turner Piedra Buena, Guillermo, Argentina. Torranzo, Alejandro, ingeniero, Argentina. Teobaldi, Guillermo, capitán doctor, Argentina. Tedín Uriburu, Virgilio, abogado, Argentina. Tessierl, Dante, ingeniero, Argentina. Tieghi, Segundo J., doctor en química, Argentina. Tatti, Silvio, jefe de pabellón en el hospital Rivadavia, director del laboratorio de bacteriología en la dirección de las obras de salu- bridad, Argentina. Teisaire, Alberto, aspirante de marina, Argentina. Torres, Pedro Avelino, abogado, profesor, Argentina. Tiscornia, Luis D., profesor de derecho, Argentina. Thompson, Valentín, ingeniero, Argentina. Thamier, Arsenio, profesor de educación física, Argentina. Tornquist, Eduardo A., estudiante, Argentina. Tintoré, Marcos, estudiante, Argentina. Thierry, Justino C., ingeniero de minas, Argentina. Uriarte Castro, Alfredo, ingeniero, Argentina. Urtubey, Martín, subsecretario de hacienda y seguridad de la muni- cipalidad de Buenos Aires, Argentina. Uriburu Arenales, teniente coronel ingeniero, Argentina. Uballes, Eufemio, doctor, rector de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. | CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 15 Universitarias argentinas, Argentina. Universidad de Montevideo, Uruguay. Urraco, Elías, jefe de inspección municipal de tranvías, Argentina. Uriburu, David, Argentina. Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. Uriburu, Julio V., médico, Argentina. Ugarte, Trifón, estudiante, Argentina. Urquiza, José A. de, alférez de navío, Argentina. Uriburu, Enrique, Argentina. Viladerbó, Miguel, ingeniero, Argentina. Volpatti, Eduardo, ingeniero, Argentina. Villanueva, Bernardo, ingeniero, Argentina. Vila, Manual A., ingeniero, Argentina. Vergara, Carlos M., abogado, Argentina. Vazquez de Novoa, Vicente, ingeniero, Argentina. Villafañe, Alfredo M., ingeniero de primera clase en la Comisión del Plata superior. Vassalli, Miguel E., Argentina. Villate, Adolfo G., comerciante, Argentina. Viton, Juan José, médico, Argentina. Videla, Eleazar, alférez de navío, Argentina. Valentini, Argentino, farmacéutico, Argentina. Velázquez, Daniel P., teniente de navío, Argentina. Vattuone, Ildefonso, farmacéutico, profesor de ciencias naturales, Argentina. Vigliano, Carlos A., farmacéutico, profesor normal de educación fí- sica, Argentina. Valiente Noailles, Luis, ingeniero, Argentina. Vicuña Cifuentes, Julio, abogado, profesor, Chile. Velazco, Salvador, teniente coronel ingeniero, Argentina. Villanueva, Guillermo A., Argentina. Virasoro, Valentín (hijo), ingeniero, Argentina. Vucetich, Juan, director de la oficina dactiloscópica de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Vatin, Julio, ingeniero, jete de la inspección y estadística de la divi- sión de minas, geología é hidrología, Argentina. Valle, Eduardo M., Argentina. Villanueva, Augusto, ingeniero, Argentina. Vidal, Antonio, médico, Argentina. 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Vogt, Federico, cura vicario de Posadas, Argentina. Velasco, Valentin, ingeniero, Argentina. Vargas, Jorge, profesor, Italia. Volterra, Vito, profesor de la Universidad Roma y senador, Italia. Veyga, Tomás de, abogado, juez del crimen, profesor en la facultad de derecho, Argentina, Villanueva, Luis E., mayor, Argentina. Valle Ibarlucea, Enrique del, abogado, Argentina. Villar Sáenz Peña, Luis, abogado, Argentina. Vienne, Georges, ingeniero, Argentina. Visart, Enrico de, doctor, Argentina. Venturi, Santiago, Argentina. Vanoli, Silo F., ingeniero geógrafo, Argentina. Vergara y Velasco F. J., ingeniero geógrafo, Colombia. Vergara y Vergara, Julio C., Colombia. Veyga, Francisco de, doctor, general de brigada, Argentina. Vitoria, Gonzalo, ingeniero agrónomo, Argentina. Vilho Martini, Francisco, abogado, Brasil. Viteri Lafronte, Aníbal, abogado, delegado de la Sociedad jurídico- literaria de Quito, Ecuador. Vassalli, Nemesia, Argentina. Venturino, José F., farmacéutico, Argentina. White, Guillermo J., ingeniero, Argentina. Weigel, Emilio C., abogado, Argentina. Wauters, Carlos, ingeniero, profesor de construcciones y estática grá- fica en la Facultad de ciencias exactas físicas y naturales de Bue- nos Aires, Argentina. Walls, León E,, ingeniero, profesor normal, Argentina. Weiss, Eduardo, capitán, Argentina. Winkebried Bertoni, A. de, zoólogo, Paraguay. Williams, Adolfo T., Argentina. Wernicke, Roberto, médico, Argentina. Wolffhiigel, Kurt, doctor, profesor de parasitología y anatomía pato- lógica de la Facultad de agronomía y veterinaria, Argentina. Wernicke, Raúl, químico, Argentina. Wernicke, Berta, profesora, Argentina. Wernicke, Federico, ingeniero agrónomo, Argentina. Wechsler, Teófilo, médico, catedrático de la Facultad de filosofía y letras, Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 159 Yanzi, Amadeo, químico industrial, Argentina. Zaldívar, Pedro F., administrador general de limpieza de la munici- palidad de Buenos Aires, Argentina. Zakrzewski, Bernardo de, ingeniero, Argentina. Zeballos, Estanislao S., abogado, ex ministro de relaciones exteriores y profesor de la facultad de derecho, Argentina. Zubiaur, José B., profesor, educacionista, doctor en ciencias jurídi- cas y sociales, Argentina. Zambianchi, Federico, capitán, Argentina. Zorrilla, Benjamín, doctor, diputado nacional, Argentina. Zamora, Clemente (hijo), estudiante, Argentina. Zuloaga, José S., aspirante de marina, Argentina. Zucker, Alfredo, ingeniero, Argentina. Zuberbúhler, Carlos, profesor en la Facultad de filosofía y letras, Ar- gentina. Ziino, Sibaldo, ingeniero, profesor suplente en la Universidad de Ro- ma, Argentina. Zappi, Enrique V., estudiante, Argentina. Zeilan, Luis von, ingeniero, Argentina. Zemborain, Saturnino, ingeniero agrónomo, Argentina. Zanocco, Italo, agrimensor, Argentina. TRABAJOS ANUNCIADOS SECCIÓN INGENIERÍA ARQ. JULIO MOLINA Y VEDIA. Medios de propender eficazmente á la educación del público en arquitectura. ARQ. ENRIQUE CHANOURDIE. Formas más acertadas para hacer proyectar edificios impor- tantes, públicos y privados. : ARQ. CARLOS CARBÓ. Instrucción teórica y práctica del arquitecto. Diploma. ARQ. JUAN A. BUSCHIAZZO. Desenvolvimiento del arte arquitectónico en los países de América. Tendencias modernas de la arquitectura en las naciones ame- ricanas. ING. DOMINGO SELVA. Edificación obrera. Conveniencia de reservar espacios desti- nados á edificios de habitación económica, en las Zonas que se expropien para transformaciones edilicias. Casa propia para el obrero. Edificación resistente á los terremotos : sistemas económicos en particular. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 161 Reglamentación general de la edificación en las regiones aso- ladas por temblores de tierra. Dr. PEDRO BERGES. Condiciones que deben reunir los desagiies de los mataderos sudamericanos. Ventajas que existen para favorecer la construcción de mata- deros regionales. Necesidad de fomentar en la América latina la construcción de vagones frigoríficos. Tipos que deben adoptarse. IsG. JORGE VARGAS SALCEDO. Sobre ferrocarriles andinos. Dr. CELESTINO PERA. Redención de los ferrocarriles en la República Argentina. Is6G. CARLOS WAUTERS. Nuestras instituciones de riego. Estudio crítico de la ley nacional de riego en la Argentina. Ix6G. FERRUCIO A. SOLDANO. La Irrigación en la Argentina. Zona de riego de río Seco (Córdoba). Dique subterráneo de Quilino. Cor. JOSÉ MARÍA CALAZA. Teatros. Su construcción, sus incendios y su seguridad (análi- sis histórico del asunto). IxG. H. GAMBERALE. Instalación de la usina de gas de aceite (Pintch”s) y acetileno comprimido para el balizamiento luminoso del río Paraná. Resul- tado del gas acetileno comprimido. ING. MIGUEL OLMOS. La hulla blanca de la provincia de Tucumán. IxG. LUIS LUIGGI. Idee sulla sistemazione dei moderni porti di commercio. Aplicazione recenti del cemento armato alle opere portuali. 162 Ixe. Ing. Ive. Inc. Ine. Ine. Ixe. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SANTIAGO E. BARABINO. Estudio de puertos. JULIO COMPTE RIQUE. Tracción ferroviaria por locomotora independiente del tren. GUSTAVO JOLLY. Ferri-boats argentinos. JOSÉ REPOSSINI. Aplicabilidad del acetileno en sus distintas formas á los sis- temas generales de señalamiento marítimos y fluviales. Río Paraná. Puertos fluviales para cabotaje. Monografía del puerto de La Paz. LORENZO AMESPIL. Memoria sobre el puerto de Concordia. PEDRO GENTA. Proposición sobre un canal de riego de río Colorado á Bahía Blanca. SIBALDO ZIINO. Proyecto de reforzamiento del dique de San Roque. Pror. LUIS DINELLI. INE. Ix6. ING. Breves informes sobre el vuelo plano de los Cathartes. DEMETRIO CRININ. Cemento armado. Cálculos de las vigas con doble armadura. ADRIANO BORCÉS. Nueva disposición de las viguetas transversales en los puen- tes sistema Scherrer. LUIS PASTORIZA. Caminos de tierra. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 1653 ING. ATILIO OTANELLI. Tipo económico de puente metálico hasta 30 metros de luz, su aplicación á valles anchos. IngG. AQUILES CECCHINI PUGNALI. Cálculo de vigas de cemento armado. ING. JUAN C. DEVOTO. Aparato mecánico para mareógrafo auto-indicador. Inc. EVARISTO V. MORENO, F. A. MERMOS y A. TAIANA. Ensayos del petróleo de Comodoro Rivadavia como combus- tible. IxscG. EVARISTO V. MORENO. Comparación de los distintos sistemas de fuerza motriz para erandes, pequeñas y medianas potencias. Is6G. DOMINGO SELVA. Contribución al estudio de la seguridad en los pasos á nivel de ferrocarriles y caminos ordinarios. Plateas de cemento armado para armamento de vías férreas. ARQ. JUAN CICOGNA. Entrepisos de cemento armado con tirantes triangulares sis- tema Cicogna. Ix6G. PRIMITIVO GAMBA. Eliminación de basuras. Buenos Aires. HILARIÓN FURQUE. Memoria sobre aforo y distribución de aguas de riego y des- cripción de un aparato. Memorias sobre diques de defensa contra las erosiones produ- cidas por cauces de agua. Memorias sobre desarenadores en los canales. Dr. W. SCHULZ. Contribución á la navegación aérea en la Argentina. AN. SOC. CIEN'T. ARG. — T. LXX 11 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ix6. AGUSTÍN GONZÁLEZ. Las obras de saneamiento de la República Argentina. ING. EDUARDO REYES COX. Mejoramiento del río Valdivia y de la bahía de Corral. InG. Dr. CLARO C. DASSEN. Pavimentación. Ixe. Dr. CARLOS M. MORALES. Eliminación de basuras. In6G. BENEDICTO MAZA Y EVARISTO ARTAZA. Cloacas domiciliarias. Ine. ANTONIO PAITOVÍ Y OLIVERAS. Funcionamiento de las obras de provisión de agua y de des- agite. Inc. SEBASTIÁN GHIGLIAZZA. Depuración de líquidos cloacales. ING. KENNEDY. Memoria sobre los ríos Tunuyán, Diamante y Atuel. Ixe. LUIS MUÑOZ GONZÁLEZ. Memoria sobre el embellecimiento de la ciudad de Buenos Aires. Un nuevo sistema económico de edificación. Estilo nacional argentino de arquitectura. IxcG. SIBALDO ZIINO. Sobre el proyecto de un dique en el arroyo Santa Ana (Cór- doba). InúG. ALEJANDRO FOSTER. El dique de toma del río San Juan. IsG. JOSÉ L. BIMBI. Contribución al estudio del cáleulo de canales. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 16 IxsG. JULIAN ROMERO. Presas sumergibles. Estudio analítico del perfil de un dique sumergible. Qu ProrF. EMILIO B. COUTARET. El dibujo en la enseñanza industrial. Inc. JUAN MONTEVERDE. Consideraciones sobre el puerto de Montevideo. DIONISIO G. AMBELICOPOULOS. Explotación de basuras en los pueblos. Pror. PLAEHN. Una colección de proyectos de trabajos hidráulicos y de riego con sus respectivos informes explicativos. Ixe. JACINTO ANZORENA. Estudio sobre irrigación. VIENCIAS FÍSICAS Y MATEMÁTICAS Dr. PAUL FRANCK. De la superficie de segundo orden de Lie relacionada á un punto de una superficie cualquiera. PROF. CAMILO MAYER. El potencial en el espacio de n dimensiones. Dr. WALTER SORKAU. Estudios experimentales sobre el frotamiento hidráulico de va- rias substancias. Pror. CAMILO MAYER. Importancia de la enseñanza de la física matemática en las facultades y escuelas superiores de ingeniería. 166 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA . ANTONIO B. MASCIOTTI. Corrección fundamental al enunciado del corolario de Newton, acerca de la gravitación de los cuerpos. D lo Dr. AUGUSTO KNUDEN. Energética racional. ING. CARLOS HESSE. Modificación del calendario y de la esfera horaria de los relojes. Inc. DANTE TESIERI. Las incongruencias físicas de la ley de Newton y las superfi- cies equipotenciales del espacio. Dr. 6. BERNDT. Histeresis (especialmente en algunas combinaciones químicas del hierro). Electricidad atmosférica y pararrayos (con proyecciones lumi- nosas). JOSÉ C. DIANA. Contribución á la determinación, cálculo y discusión de las posiciones geográficas. Pror. JOSÉ GONZÁLEZ GALÉ. Importancia de la enseñanza matemática actuarial y comer- clal. RICARDO H. TUCKER. El sistema fundamental de las estrellas. Pror. W. SORKAU. Sobre el frotamiento interno de ciertos líquidos orgánicos (con - proyecciones luminosas). Pror. L. A. BAUER. The work of the magnetic survey vessel « Carnegie ». Dr. CARLOS D. PERRINE. El trabajo del observatorio nacional argentino. Unas fotografías del cometa Halley. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 167 HAWKINS Y MARTÍN. El nuevo círculo meridiano Repsold del observatorio nacional. ESTEBAN Y CHAUDET. Observaciones de estrellas en la zona —23* á —3 SYMONDS Y WINTER. Unas modificaciones en el telescopio astrográtfico. LUIS MORANDI. Resultados de los primeros lanzamientos de globos pilotos, efectuados desde el Instituto Nacional Físico-climatológico, para el estudio de la dirección y velocidad de las corrientes atmosfé- rICAS. Dr. PEDRO J. PANDO. Investigación del bromuro de etilo en los casos de envenena- miento. Acetona y su significación semiológica. InG. PABLO LAVENIR. Estudio de los maíces argentinos bajo el concepto de su com- posición y de sus aplicaciones á la alimentación general. Sobre hidrología en la República Argentina. DR. GABRIEL MEOLI. Creosota. ProF. ENRIQUE E. MATTIA. Toduros comerciales. Dr. JUAN A. SÁNCHEZ. Sistematización y determinación cualitativa y cuantitativa de las ácidos del azufre. Dr. FEDERICO LANDOLPH. Desdoblamiento de la lactosa por precipitaciones fraccionadas. Dr. ALBERTO LONGARINI. Caseínas. Procedimientos industriales para su preparación. Su importancia comercial en la República Argentina. 168 ; ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dr. ATANASIO QUIROGA. Nuevo procedimiento barotérmico para extraer los gases de de sus soluciones, especialmente las contenidas en las aguas na- turales. Dr. JUAN VILAR. Leyes referentes al funcionamiento de las oficinas químicas nacionales y municipales. F. W. RISTEMPART. Reorganización del observatorio de Santiago de Chile. Dr. PHIL y Dr. Is. F. R. HELMERT. La importancia de las mediciones de la gravedad en la Argen- tina. PROF. KUESTNER. Neue methoden zur bestimung der aberration konstante nebst untersuchungen neber die veraen derlichkeit der Polhoehe. . HERMANN STRUVE. Beobachtungssergebrisse der Klse Sternuvarte en Berlín. ING. EMILIO REBUELTO. Nuevo concepto de la geometría descriptiva. ING. RICARDO FERRARI. Imaginarias analíticas. SYMONDS Y WINTER. Unas modificaciones en el telescopio astrográfico. HAUKINS Y MARTÍN. El nuevo círculo meridiano Repsold del observatorio nacional de Córdoba. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 169 CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES Dr. CELESTINO PERA. El proteccionismo y el libre cambio en la República Argen- tina. ALBERTO CASAGNE SERRÉS. Comercio de nuestros frutos. GENARO GIACOBINI. La prostitución y el lenocinio. BRIANTE Y V. P. PARODI. Comercio, estadística y legislación comercial. Dr. WENCESLAO TELLO. La educación moral argentina. Dr. OTTO GREISS. La organización económica y su prensa en la República Orien- tal del Uruguay. Dr. E. DEL VALLE IBERLUCEA. Política americana de las cortes de Cádiz. E. S. ZEBALLOS. Derecho Internacional Privado. Teoría Argentina. ABOG. CORNELIO RÍOS. Derecho de propiedad literaria. JUAN A. ALSINA. La inmigración europea en el primer centenario de la indepen- dencia. 170 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CIENCIAS QUÍMICAS Dr. UMBERTO GIULIO PAOLI. Appareil de concentration de Pacide sulfurique. Pror. ANÍBAL CHACÓN. El núcleo aromático: su representación gráfica y su concep- ción en el espacio. Pror. Dr. G. BERNDT. Hysteresis, especialmente en algunas combinaciones químicas del hierro (con proyecciones luminosas). CAMILO L. DUCCO. Nuevo procedimiento de fotograbado. Contribución al estudio de la acción fotogénesis del zinc. Nuevas aplicaciones de la micrografía á la plasofenia. Algunas aplicaciones de la acción fotogénica del zinc á la pla- sofenia. ENRIQUE L. FYNN. Sobre la presencia de compuestos con radicales sulfurosos há- biles en la leche y el huevo y su papel biológico. O VIENCIAS GEOLÓGICAS Dr. UMBERTO JULIO PAOLI. Une nouvelle classification générale minéralogique. Dr. GALDINO NEGRI. Nota de sísmica. Dos leyes de sísmica. InG. ENRIQUE HERMITTE. Estadística minera de la República Argentina. Investigaciones mineralógicas é hidrológicas en la República Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO aural JULIO VATIN Y GASTÓN BARRIE. Estado de la minería en los distritos de Millamichico y Malal- caballo. Dr. W. SCHILLER. La alta cordillera de San Juan y San Pedro. Dr. JUAN KEIDEL. Condiciones geológicas de los alrededores del Cajón del Ca-' dillal. Sobre la nieve penitente de los Andes argentinos. ProF. JUSTINO C. THIERRY, IxcG. JORGE NEWBERY. El petróleo : Geología, investigación, explotación, comercio, .legislación. JUAN MENA. Sobre la cantera de mármol « Centenario ». CoroN. ANTONIO A. ROMERO. Contribución al estudio litológico y paleontológico del meso- ZO01CO argentino. Formaciones petrolíferas de la Argentina. Pror. GAETANO ROVERETO. Note di Geomorfologia sopra la sierra di Córdoba. Ixe. DOMINGO NOGUÉS. Informe sobre el distrito minero de sierra de minas de la pro- vincia de La Rioja. JUAN CAMPBELL. Métodos económicos de remblayage y de enmaderamiento ; caso en queno se pueda emplear madera. ING. MIGUEL R. MACHADO. Petróleo de Chile. Carbón en la Argentina. 172 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS Pror. JULIO VICUÑA CIFUENTES. Supersticiones de Chile. Dr. R. LEHMANN-NITSCHE. Folklore Argentino. Clasificación de las adivinanzas riopla- tenses. RAMÓN A. LAVAL. Oraciones populares, ensalmos y conjuros que se dicen en Chile. ProrF. JUAN B. SELVA. Porvenir del habla castellana en América. Dr. ANTONIO DE LLAMAS. Paleoarqueantropología. Dr. R. LEHMANN-NITSCHE. El problema indígena. Necesidad de destinar territorios reser- vados para los indígenas de Patagonia, Tierra del Fuego y Chaco según el proceder de los Estados Unidos de Norte América. Pror. LUIS MARÍA TORRES. La mayor antigiiedad del hombre en América según los vesti- ios industriales. Antropología y arqueología de los primitivos habitantes del delta del Paraná. Provincias etnográficas y etnológicas argentinas. Dr. FLORENTINO AMEGHINO. La antigiiedad geológica del yacimiento antropolítico de Monte Hermoso. Dos esqueletos humanos fósiles encontrados en el pampeano superior de El Moro, 60 kilómetros al norte de Necochea. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO NS Un esqueleto fósil humano de un tipo extinguido encontrado en el pampeano superior del arroyo Siasgo. Vestigios industriales en la formación entrerriana (oligoceno superior ó mioceno el más inferior). Vestigios industriales en el eoceno superior de Patagonia. Cor. ANTONIO A. ROMERO. El problema de las escorias y tierras cocidas en las formacio- nes sedimentarias neogenas de la República Argentina. Dr. SANTIAGO ROTH. Relaciones de las faunas mamalógicas extinguidas de América con los primates. Dr. SALVADOR DEBENEDETTI. La industria de la alfarería entre los indígenas de América. Dr. ROBERTO DABBENE. Usos, costumbres é industria de los indios patagones y fue- guinos. Pror. ELINA G. A. DE CORREA MORALES. Usos y costumbres de los tehuelches. Dr. CARLOS SPEGAZZINI. Estudios sobre las lenguas patagónicas y fueguinas. Parentesco de los tehuelches con otros indios americanos. Pror. JUAN B. AMBROSETTI. Relaciones de la civilización calchaquí con las civilizaciones del Perú y con los pueblos de la América del Norte. El problema del bronce en la Argentina. El problema de los enanos en América. Sobre un objeto de uso ceremonial de los indios tains (Alto Paraná) perteneciente al Museo Nacional de Buenos Aires. Pror. SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO. Provincias lingúísticas del Brasil, Uruguay y Paraguay. ¿ Qué es lo que se sabe de la lengua que hablaban los calcha- quíes, los charrúas y los querandíes ? Provincias lingiísticas argentinas. 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pror. RODOLFO SENET. La cuestión de los precursores del hombre en la Argentina, Homo pampaeus, Prothomo, Diprothomo, Tetraprothomo y Ho- moneogaens. Homunculídeos. Clasificación filogenética de los estigmas somáticos de dege- neración. Dr. FERNANDO LAHILLE. Los Onas. ANÍBAL CARDOSO. Buenos Aires en 1556. Tres siglos de moneda columnaria en el Plata. Dr. CHRISTIAN JAKOB. Apuntes provisorios para la filogenia del cerebro humano. STa. JULIANA DILLENIUS. Anomalías anatómicas y atávicas del cráneo calchaquí como contribución al estudio somático de la tribu del mismo nombre. ProF. CARLOS BRUCH. Relevamientos antropológicos de cuatro naturales del valle Calchaquí. PEDRO SCALABRINI. El esperanto como idioma auxiliar internacional realiza anti- guas aspiraciones históricas y satisface numerosas necesidades contemporáneas de acuerdo con la naturaleza, destinación y evolución del lenguaje humano. Dr. ESTANISLAO $S. ZEBALLOS. Historia de la República Argentina. Orígenes prehistóricos (resumen). ProFr. CLEMENTE ONELLI. Canales perforantes, emisarios y sutura metópica en indíge- nas de la Patagonia. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO e HUGOLINO QUINZIO. Utilidad y conveniencia de que la lengua castellana sea uni- versal: medio para obtener esta universalidad. QQ Dr. AUGUSTO MATTEUZZI. D'infuence du milieu physique et tellurique de hérédité des caracteres acquis dans lévolution et la dissolution des peuples. E. LARRABURE Y UNANUE. Sobre las antiguas civilizaciones indígenas del Perú, y de las cuales la titulada Civilización calchaquí no es sino un pálido reflejo. Necesidad de un acuerdo internacional americano para la con- servación, explotación y el estudio de los monumentos arqueoló- gicos indígenas. Dr. TEÓFILO WEXHSLER. El papel sociológico de la antropología. El castellano como idioma universal. Antropología lingiística. ANTONIO DE LLAMAS. Paleoantropología (Uakambabelté). Arqueoantropología. Dr. MOISÉS BERTONI. El origen probable de las razas americanas. Necesidad de una mejor orientación para el estudio lingiiís- tico é histórico de la lengua guaraní. VÍCTOR MERCANTE. Variación del indíce cefálico según el sexo y la edad. CARLOS REY DE CASTRO. El papel pedagógico delos idiomas primitivos americanos. Tribus de Putumayo, usos y costumbres. Dr. FLORENTINO AMEGHINO. La industria de la piedra quebrada en el mioceno superior de Monte Hermoso. 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ADAN QUIROGA. Petroglifos y otros trabajos póstumos. Sr. SELIGER. Un ejemplo de la aplicación del método estereofotogramétrico en la antropología. CARLOS REY DE CASTRO. Tribus del Rutumayo, usos y costumbres. FLORENTINO AMEGHINO. La industria de la piedra quebrada en el mioceno superior de Monte Hermoso. CARLOS REY DE CASTRO. El papel pedagógico de los idiomas primitivos americanos. Prop. ANTONIO DE LLAMAS. Paleoarqueología. LUIS M. TORRES. Antropología y arqueología del Delta del Paraná. CIENCIAS GEOGRÁFICAS Dr. FRANCISCO P. MORENO. La carta topográfica y geológica de la provincia de Buenos Aires. Valor de los límites políticos y de los límites naturales de la América del Sur. Reseña del conocimiento geográfico del territorio argentino desde su descubrimiento al presente. : Organización del estudio del suelo argentino y de sus recur- sos naturales. Dr. ADOLFO FLORES. Antropogeografía del oriente de Bolivia. = CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO du R. C. MOSSMAN. La meteorología de Sud América en relación con las corrien- tes antárticas. HANS KEIDEL. - Observaciones sobre la distribución de algunos ventisqueros y de sus depósitos en el norte y centro de los Andes argentinos. TEN. DE FRAaG. EMILIO J. BELTRAMI. Los puertos y fondeaderos entre Buenos Aires y cabo Pilar y su aprovechamiento de acuerdo con las condiciones geográfico- económicas de las regiones que deben servir. R. HEBLING, F. RICHERT y F. BADE. Estudio sobre la región glacial del macizo del nevado Juncal (cordillera de los Andes). PADRE A. LARROUY. Primer siglo de la geografía histórica de las costas argentitias. ING. ARTURO CASPERSEN. Cálculo de la latitud y el azimut por tres observaciones cua- lesquiera de una misma estrella cualquiera. Taquimetría de puntos muy alejados, especialmente de sonda- jes fluviales y marítimos. Pror. CLEMENTE ONELLI. Geografía médica argentina. ING. G. LANGE y E. WOLFF. Estudios hidrométricos en la República Argentina. Ixe. NICOLÁS BESIO MORENO y R. GÓMEZ. Estudio sistemático de los ventisqueros del Aconcagua. Dr. SANTIAGO ROTH. La llanura argentina. IG. WALTERIO G. DAVIS. Temperatura de la República Argentina comparadas con las de los demás países de la tierra. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA p E] 00 Datos sobre los hielos flotantes del Atlántico austral. El clima de la República Argentina y de la cuenca del Plata. Dr. FERNANDO LAHILLE. Investigaciones sobre la zoogeografía argentina y sus aplica- ciones económicas. Estudios batimétricos y meteorológicos sobre el mar territo- rial argentino. ULRICO GREINER. La cartografía argentina. ANÍBAL MAÚRTUA. La labor geográfica del Perú. CLEMENTE ONELLI. Algunos datos de geografía médica argentina poco conocidos. LUIS MARÍA TORRES. La isla del Pillo, causas que determinan su fisonomía especial. ProrF. LUIS MORANDTI. Lanzamiento de globos pilotos para el estudio de las altas co- rrientes aéreas. Pror. HENRY DORIN. La formación de la nacionalidad Argentina. HEIEAS ONO M: Ciclones y anticiclones en la América del sur. H. H. CLAYTON: Nuevo método de predecir el tiempo. Exploración en las capas superiores. L. G. SCHULTZ. Historia de los trabajos magnéticos de la oficina meteoroló- gica. Inc. G. LANGE Y E. WOLFF. Estudios hidrométricos en la República Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 179 Valor económico y militar de la región de la bahía de San Blas (costa argentina). Pror. FEDERICO REICHERT. Los Andes entre Mendoza y Chile (expondrá fotografías este- reoscópicas del eran ventisquero descubierto y de nieves peni- tentes). Dr. FRANZ KUHN. Estudios sobre configuración del suelo y morfología de la Puna Argentina, territorio de los Andes. InqG. FELIX CÓRDOBA y Acr. JOSÉ CARRUSO. Plano catastral del territorio de la Pampa. EDUARDO POIRIER. Ohile en 1910. SRA. ELINA G. A. DE CORREA MORALES. Comercio de sal en la época del coloniaje. Descripción geográfica de la gobernación de la Pampa. Enseñanza de la geografía en la República Argentina. El arte y la geografía. JOSÉ H. ROSENDI. vesumen geográfico-histórico-militar del Chaco argentino. PROF. Dr. F. KUHN. Jonfiguración del suelo y morfología de la Puna de Atacama (con proyecciones luminosas). DR. W. SCHULZ. Tablas para determinaciones rápidas de tiempo y de azimut. Ixq. LUIS FOURCADE. Lluvia artificial. DRAE. SCHULTZ: Consideraciones generales sobre levantamiento geográficos en la República y proporcion de un método rápido y económico para efectuarlas. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX lo 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SR. BOEHLER. Experiencias propias en levantamientos geográficos y topo- eráficos en países de grandes extensiones. ANÍBAL MAÚRTUA. La labor geográfica del Perú. Pror. HENRY LORIN. La formación en la nacionalidad argentina. LUIS MORANDI. Lanzamiento de globos pilotos para el estudio de las altas co- rrientes aéreas. CH. JAKOB y CLEMENTE ONELLI. Algunos datos de geografía médica argentina poco cono- cidos. Dr. FRANZ KUNH. Observaciones morfológicas en la puna de Atacama. AGA CH WEDZ: Historia de los trabajos magnéticos de la oficina meteoroló- gica. H. H. CLAY TON. Nuevo método de predecir el tiempo. Exploraciones de las capas superiores. H. T. SOLYON. Ciclones y anti-ciclones de la América del Sur. LUIS MARÍA TORRES. La Isla del Pillo, causas que determinaron su fisonomía es- pecial. Papre PACÍFICO OTERO. Presentación de documentos coloniales. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 1851 CIENCIAS BIOLÓGICAS Dk. FRANCISCO D. OBARRIO. Un nuevo concepto de la célula. Dr. ANGEL GALLARDO. Comprobación experimental de fenómenos eléctricos durante la división cariocinética. Pror. AUGUSTO C. SCALA. Líquido de montaje para preparaciones microscópicas desti- nadas á proyección. Dr. CARLOS SPEGAZZINLI. Secreciones de las plantas xerófilas. Pror. HORACIO ARDITI. Apuntes sobre laboratorios de biología acuática. Dr. CARLOS SPEGAZZINI. Fitoparásitos fanerogámicos. Pror. PEDRO BERGÉS. Propagación de enfermedades contagiosas por los insectos. Dr. FERNANDO WIDAL (París). Sur le sérodiagnostic de Pactinomyeose et sur les coagulations et cofixation MYycostque. Dk. ENRIQUE FEINMANN. Aplicación de la biología á la clínica. PROF. CARLOS E. PORTER. Las ciencias antropológicas y biológicas en Chile. (Bosquejo histórico, desarrollo y estado actual.) Pror. CARLOS E. PORTER. Bibliografía chilena de ciencias naturales. 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pror. AUGUSTO C. SCALA. Acción de los principales alcaloides sobre los protozoarios. Dr. F. LAHILLE. Los zirripedios argentinos. Pror. CARLOS E. PORTER. Contribución al estudio de algunos antrópodos chileno-argen- binos. Pror. CARLOS BRUCH. : Reseña sobre la fauna entomológica de la República Argen- tina. Pror. CARLOS BRUCH. Biología de algunos coleópteros argentinos. Los mosquitos argentinos. JUAN BRETHES. Los Tabanidos argentinos. ¡DIRA LAHILLE. Primeros ensayos de ostricultura en Puerto Militar. Pror. CARLOS E. PORTER. Estudios sobre algunos peces comestibles de Chile. Dr. F. LAHILLE. Notas y teológicas. PROBE PAID: Notas sobre el Chtonepeton. JUAN BRETHES. Las serpientes argentinas. Dr. ROBERTO DABBENE. Catálogo sistemático y descriptivo de las aves de la Repbli- ca Argentina y de las regiones limítrofes. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 153 SANTIAGO VENTURI. Apuntes sobre la fauna ornitológica argentina. LUIS DINELLL. Apuntes biológicos sobre las aves de la fauna argentina norte. Pror. CARLOS E. PORTER. Vocabulario ornitológico de Chile. Pror. CARLOS E. PORTER. Sinopsis de los Podicipidaes. Dr. RICARDO LYNCH. La alimentación y el instinto de la alimentación en el hombre y en los animales. Alimentación natural y alimentación racio- nal, etc. Pror. J. LIGNIERES. Estudio sobre la destrucción de las liebres. Acción abortiva de los bacilos de Ebberth y del colibacilo. Dr. LUIS GRIMAUD. Destrucción de las liebres y gorriones. "CRISTÓBAL M. HICKEN. S E Flora bonaerense. Pror. AUGUSTO C. SCALA. Esbozo de una nueva nomenclatura de las hojas compuestas. Necesidad y método de la enseñanza teórico-práctica de l: fitobistología. Sobre una nueva acción coloreada de las gomas. Pror. AUGUSTO C. SCALA. La estructura morfológica del grano de alemona. TEODORO STUCKERT. Enumeración sistemática de las plantas vasculares argentinas. Aplicaciones de las plantas argentinas. 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA RO. Dir Jal ¡IBCIKCID, Contribución al conocimiento de la vegetación del noroeste de la República Argentina (valles Calchaquí y Punta de Ata- cama). Pror. CARLOS E. PORTER. Las leguminosas de Chile desde el punto de vista médico- agrícola. Dx. MOISÉS S. BERTONTI. Resumen de la geografía botánica del Paraguay. CAS CERO MDI: La distribución geográfica de los himenópteros argentinos. Dr. MIGUEL FERNÁNDEZ. La formación de varios embriones en un solo huevo. Dr. JULIO A. LÓPEZ. Telegonía ó6 herencia por influjo. Pror. ANDRÉS BOUYAT. Contribución al estudio de la pesca marítima en la república del Uruguay Proyecto de establecimiento de una carta de profundidades de pesca en las costas orientales de la América del Sur. GUSTAVO PECKOLTZ. Plantas medicinales americanas. CARLOS LINZER. Nota biológica sobre un coleóptero galícola. L. HAUMAN MERCK. La flora de los valles y la flora de las cumbres en la región del Tronador. Sobre un caso de parasitismo facultativo de un mucor. Observaciones sobre las adaptaciones erófilas y á las grandes altitudes. Contribución al estudio de la nitrificación. Dr. DE Dr. Dr. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 185 CIENCIAS MILITARES . FRANCISCO RAMÍREZ. El diagnóstico precoz de la tuberculosis en el ejército. ARTURO SCHNEIBEL. Reclutamiento de enfermos militares. Escuela de enfermeros. . ABERTO LEVENE. La enseñanza de la higiene militar en el ejército. CAYETANO MASSI. Función de escalones sanitarios en el combate. La yerba mate en la alimentación del soldado. . V. IDOYAGA. El paquete de curación individual y los paquetes asépticos preparados, en el tratamiento de los heridos de guerra. . PACÍFICO DÍAZ. Las sífilis y las enfermedades véneregas en el medio militar. PEDRO BARBIERI. Organización del servicio de estadística en la sanidad militar. SMN IO STADE: Funciones de la Cruz roja y de las sociedades sanitarias de socorros á los heridos en tiempo de guerra: PEDRO BUASSO. El coup de chalewr en las tropas. . ENRIQUE PIETRANERA. Función de escalones sanitarios en el combate. . RICARDO OLIVERA. Higiene de la cavidad bucal y del sistema dentario en el sol- dado. 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dr Dr. . EMILIO CABELLO. Instalaciones improvisadas en el servicio sanitario de cam- paña. CARLOS DELTA MAZUCHI. Los medicamentos comprimidos en el servicio sanitario en 'aMmpanña. Dr. JUAN J. GALIANO. La radiología en el servicio sanitario en campaña. Dr. PIO J. ACUÑA. La lucha contra la tuberculosis en las tropas. Dr. BENJAMÍN MARTÍNEZ. La lucha contra la tuberculosis en las tropas. Alimentación regional del ejército argentino. Dr. DOMINGO CAVIA. Las simulaciones delas enfermedades en el ejército ante la sanción penal. : Dr. CARLOS M. ALBARRACÍN. Profilaxis del paludismo en el ejército. Dr. JULIO GARINO. Sobre el uso de carnes congeladas en las tropas. Dr. NEOCLE RAGUCIN. Sobre el tratamiento de las sífilis en el ejército. Dr. PEDRO BERGES. Conveniencias de abastecer el ejército y la armada con carnes de frigorífico. MAYor Inc. FELIPE PERLASCA. Temas tácticos sencillos para tropas de ingenieros en campaña. Importancia del suboficial de infantería é instrueción que re- quiere. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 187 Dr. ROGELIO D*OVIDIO. Tratamiento de la fiebre tifoidea por el piramidón y el ácido láctico. Dr. LEOPOLDO R. CASAL. Locomoción por las vías férreas del tren rodante de sanidad militar. Dr. FRANCISCO NINO. Influencia del servicio militar obligatorio sobre la salud del soldado. Dr. JOSÉ M. CABEZÓN. Sobre primeros auxilios. Cap. EVARISTO RAMÍREZ JUÁREZ. Dadas las características del combate moderno ¿ cuál es el ar- mamento que más conviene á la caballería ? ARSENIO THAMIER. Educación física militar. TEN. CORONEL LUIS PERLÍNGUEZ. Lineamientos generales de un reglamento de maniobras para la infantería. Dr. JULIO A. LÓPEZ. Doble finalidad de la enseñanza de la higiene. Ten. CoroNEL JOSÉ E. RODRÍGUEZ. La nueva doctrina táctica y los procedimientos de combate de infantería. Importancia del suboficial de infantería é instrucción que re- quiere. Lineamientos generales de un reglamento de infantería. Táctica de las tres armas. Medios para asegurar un buen reclutamiento de clase para el ejército y conveniente permanencia en servicio de los suboticia- les. AN. SOC. CIENT. RG. — T. LXX iS 18 (09) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANITERIO GUTIÉRREZ. Contribución al estudio del caballo de guerra. Cap. Inc. ENRIQUE JÁUREGUI. Transforma ción de la táctica de guerra en los últimos 40 años. La guerra de zapa. CAP. EUSEBIO ORO. Para la preparación de la batalla en grandes unidades, ¿con- viene la vanguardia general ? CIENCIAS NAVALES Dr. GREGORIO TEJERINA. La toilette del marinero. z TEN. DE FRAG. JUSTINO RIOBO. Observaciones sobre las mareas en el canal de Beagle. Dr. MARIO CORNERO. La profilaxis de las enfermedades infecciosas en la marina de guerra. La sanidad durante el combate. Transporte y cuidado de los heridos de combate. Dr. PRUDENCIO PLAZA. Ventilación en los buques modernos. CONTRALM. MANUEL J. GARCÍA MANSILLA. Método ortogonopolar para la determinación del punto en la mar, con un instrumento llamado Altiazimutómetro que da con rapidez la altura y el azimut. TEN. DE Frac. JOSÉ O. MAVEROFF. Turbinas y su aplicación á los buques de guerra modernos. Isnc. V. H. EWRARD STELLA. Aplicación del cálculo de las diferencias finitas para determi- nar el empuje sobre los propulsores de ruedas. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 189 Rotura especial del espolón. Resistencia de carenas. Empleo de las maderas del país en las construcciones navales. CAP. DE FRAG. GUILLERMO JONES BROWN. Almacenajes de pólvoras y explosivos. CAP. DE FRAG. HORACIO BALLVÉ. Magnetismo. CAP. BERNARDO RIQUELME N.: Conservación, almacenaje y restauración de las pólvoras sin humo. ING. JUAN FRIKART. Laboratorio de electricidad de la armada. Aparato de puntería. TEN. DE Nav. EDUARDO RAMÍREZ. Explosivos. TEN. DE FRAG. FRANCISCO ARNAUT. Comparación entre cañones de sunchajes tubulares y de alam- bres. ALF. DE Nav. JORGE GÁMEZ. Mareas en el río de la Plata. Sobre estaciones flotantes especiales en una triangulación. TEN. DE FRAG. EMILIO J. BELTRAME. Estudio sobre la formación del personal para la escuela. Estudio de la costa sur y proyecto completo de valizamiento. Nueva fórmula para calcular las superficies de las líneas de agua. CAP. DE Frac. LEÓN JAUDIN. Propulsores más adecuados para ríos de poco calado. ING. JUAN FRICHART. Laboratorio eléctrico de la armada. 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CIENCIAS PSICOLÓGICAS Pror. JOSEPH JASTROW. Medida de la inteligencia, calificación y cuantificación, clasifi- cación y selección con fines pedagógicos. Pror. OTTO SCHULTZE. S La fatiga escolar. Determinación en lo individual. Métodos experimentales. Pror. VICTOR MERCANTE. Valor pedagógico de la psicoestadística comparada. Significa- ción y formas de la audición coloreada. Pror. STAULEY HALL. La vida afectiva en el niño. Dr. CARLOS RODRÍGUEZ ETCHART. La Conciencia. Las teorías de la emoción. Su valor científico actual. ASOCIACIÓN DEL PROFESORADO. La vida afectiva en el niño. Pror. CLEMENTE ONELLI. Los estudios de psicología animal. Su significación y valor. Estado actual. ¿Cómo fomentarlos en la República Argentina ó en otro país ? ProF. CARLOS E. PORTER. -—Lainteligencia animal. Su estudio experimental. Metodología. Pror. LEOPOLDO HERRERA. Educación de la voluntad. Dr. E. MOUCHET. Psicología del concepto de identidad. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 191 Dr. J. JARA. Bases y conclusiones de la síntesis psicológica de la revolu- ción de Mayo. Dr. GUELFREIRE (de Méjico). Estudio práctico de la vida psíquica, la educación y el talento en general y particularmente en la república mejicana. Dr. JULIO A. LÓPEZ. Nuevas ideas que explican las relaciones entre las anomalías físicas y la mentalidad del que las lleva. ABÉE ROUSSELOF Y R. CABALLERO. Contribution a la connaissance de la phonétique guaraní (ex- périmental). Dr. PASTOR ANARGUIROS. Influencia del trabajo cerebral sobre la circulación (con el guante de Patrizz. Laboratorio de la facultad de filosofía, profe- sor Piñero). ProF. C. JAKOB Y C. ONELLI. Anatomía comparada del cerebro de los mamiferos «de la Re- pública Argentina. PROF. C. JAKOB. El hombre sin cerebro. Estudio anátomo-patológico. (Sesión plena). Pror. RAMÓN V. CABALLERO. La nueva psicología animal. Dr. VIRGILIO DUCCESCHI. El registrador mental, aparato para el estudio del trabajo in- telectual en el hombre. Observaciones anatómicas y [psicológicas sobre los aparatos sensitivos del cutis humano. Dr. P. BARLARO. Concepto actual de la doctrina de las localizaciones cere” brales. 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dr. JOSÉ T. BORDA. Organización de un plan de estudio anátomo-histológico de - los centros nerviosos (especialmente de la corteza cerebral) y de los órganos de los sentidos en las razas puras aborígenes de Sud América. STA. JULIANA DILLENIUS. Examen psicológico del niño. Formulario antropométrico y psíquico. STA. CATALINA GRIFFERO. Examen crítico sobre los diagramas convencionales para el estudio de los fenómenos psicológicos. STA. JULIANA DILLENIUS. Proscexigramas ó gráfica psicometría de la atención (labora- torio de la Facultad de filosofía y letras, profesor Pinero).. A. CARCHENA, NÚNEZ, ETC. Un método de estudio experimental de lo memoria (laborato- rio de psicología experimental, profesor Piñero). R. CAAMANA, AILA Y ACEVEDO. Ensayo experimental sobre la ley dle Weber (laboratorio de psicología experimental, profesor Piñero). Dr. H. G. PINERO. Explicación fisiológica de la atención. Importancia de su explo- ración gráfica, etc. (trabajo de laboratorio). G. NAVARRO. Noticia descriptiva del laboratorio de psicología experimental de la Facultad de filosofía y letras (profesor y director Horacio G. Piñero). Síntesis de los trabajos prácticos realizados en el laboratorio de psicología de la Facultad de filosofía y letras (profesor H. G. Piñero), desde 1902 á 1909. ALBERTO GURIDI BAZERQUE. La defensa social y el texto de lectura. CONGRESO OIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO : 193 R. P. ENRIQUE SISSON El humanitarismo en la civilización argentina. Dr. VICTOR GODHINO. La fatiga en el actual régimen de las escuelas brasileras. Dr. PABLO A. PIZZURNO. La fatiga en el actual régimen de las escuelas argentinas. Pror. DOMINGO AMUNÁTEGUI. La fatiga en el actual régimen de las escuelas chilenas. Dr. LUIS MIRA QUESADA. La fatiga en el actual régimen de las escuelas peruanas. Dr. HORACIO G. PINERO. Concepto médico-psico-pedagógico de la retardación mental. Nomenclatura ecléctica provisional. CUERPO MÉDICO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Concepto médico-psico-pedagógico de la retardación mental. Pror. OLAVO BILAC. Psicología diferencial de los sexos. El problema de la coedu- cación. Pror. R. O. LEGUIZAMÓN. Sistemación de la actividad psíquica. Pror. LUIS MORZONE. Escuela especial para niños anormales. Dr. GUILLERMO MANN. Psicología experimental. Trabajo de laboratorio de Santiago de Chile. Dr. ENRIQUE ROMERO BREST. Los juegos y el carácter, psicopedagogía general y especial, teniendo en vista la educación argentina. Dr. JOAO BAPTISTA DE AZEVEDO LIMA. Os jogos é o carácter. O AN ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pror. Dr. JOAQUÍN CABEZA. Los juegos y el carácter, psico-pedagogía general y especial, teniendo en vista la educación chilena. CUERPO MÉDICO DEL CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN. Antropología psicológica. Antropometría. Empleo y aplicacio- nes. Presentación de un plan aplicable al sistema pedagógico. SECCIÓN ESCOLAR DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE. Antropología psicológica. Antropometría. Empleo y aplicacio- nes escolares. Presentación de un plan aplicable al sistema peda- YSÓgico. ING. Dr. JULIO NOVAES. Antropología psicológica. Antropometría. Empleo y aplicacio- nes escolares. Presentación de un plan aplicable al sistema peda- gSóÓgico. Dr. ANTONIO VIDAL. Medida de la inteligencia, calificación y cuantificación, clasifi- cación y selección con fines pedagógicos. Pror. DR. CAMILO MOREL. La educación de la voluntad. N. ROVEDA. Atlas de histología de la medula espinal y ganglios raquídeos en los mamíferos. Pror. DR. ANTONIO VIDAL. Discusión sobre antropometría psicológica. Exámenes y pruebas. La pedagogía y las ciencias del niño en América. Dos proposiciones, Pror. VÍCTOR MERCANTE. Afectividad del niño. (Á través de sus composiciones escritas). Pror. R. SENET. Investigaciones antropométricas en los escolares. Lenguaje estoplósico. Teoría sobre el origen de las palabras. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 195 Pror. VICTORIO DELFINO. Investigaciones cefalométricas por edades y sexos. Pror. ISABEL SCHAMANN. La visión de los colores (investigación sobre 300 sujetos). Pror. VÍCTOR MERCANTE. Aptitudes ortográficas de los alumnos. Síntesis de los trabajos del laboratorio de psico-pedagogía de la universidad de La Plata. ProrF. J. DEL C. MORENO. Las endofasias. Pror. ELÍAS MARTÍNEZ BUTELER. Creación de cursos de introducción á la filosofía. Pror. Mc. LAUGLIN. Psicología y religión. Pror. SCHIRREL. Enseñanza de la psicología en Estados Unidos. El contingen- bismo. Dr. CARLOS E. ZUBERBUHLER. La historia del arte considerada según la doctrina de la evo- lución. PROF. DR. W. KEYPER. Estudio crítico de las tendencias de la pedagogía contempo- ránea. Dr. CARLOS VAZ FERREIRA. Educación de la voluntad. Dr. CARLOS N. VERGARA. La ley de la evolución y la psicología para llegar á la unidad sociológica. 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pror. ALBERTO GÓMEZ IZQUIERDO. Objeto de la psicología según Remacle. Dr. W. THOMPSON. Psicología de la creencia. Dr. LUIS C. PASCARELLA. Génesis, elementos y evoluciones del sentimiento jurídico. Dr. FRANCISCO DE VEIGA. Valor del yo en las escuelas psicológicas. RODOLFO SENET. La psicología anormal y la educación. Pror. DR. DOMINGO CABRED. Dos trabajos : temas reservados. PROF. Dr. J. A. ESTEVES. Influencias endócrinas sobre el sistema nervioso. Pror. MELCHOR LASSO DE LA VEGA. Psicología diferencial de los sexos. El problema de la coedu- cación. Pror. PASCUAL GUAGLIANONE. Psicología diferencial de los sexos. El problema de la coedu- cación. ProrF. MOISÉS VARGAS. Psicología diferencial de los sexos. El problema de la coedu- cación. STA. FRANCISCA JACQUES. Psicología diferencial de los sexos. El problema de la coedu- cación. Dr. FERNANDO LAHILLE. . La inteligencia animal. Su estudio experimental, metodología. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO lo Pror. H. VON TIHERING. La inteligencia animal. Su estudio experimental, metodología. Pror. P. S. SHEPHERD. Valor pedagógico de la psico-estadística comparada. Dr. CARLOS MALAGARRIGA. Psicología y estética musical. DIEGO MOLINARI. Escuela psicológica en economía política. Dr. J. PEÓN DEL VALLE. La crisis de la pubertad en la evolución del alumno. Dr. JOSÉ INGEGNIEROS. La crisis de la pubertad en la evolución mental del alumno. Pror. G. RONNA. Alteraciones, defectos y enfermedades del lenguaje; psico- pedagogía. Dr. CARLOS A. COMETTO. Alteraciones, defectos y enfermedades del lenguaje; psico- pedagogía. DR. €. E. MOLINA. Alteraciones, defectos y enfermedades del lenguaje; psico- pedagogía. GENARO GIACOBINI. La jerarquía psíquica de los animales en general es concor- dante con una mayor ó menor reconcentración central del siste- ma nervioso. El delincuente político. El alcoholismo. Ligas antialcohólicas. El genio y la locura. La pena de muerte á la luz de la ciencia médica. Dr. H. MANN. Reseña de los estudios verificados por el laboratorio de psico- logía de Santiago de Chile. 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ProrF. JULIO C. MORENO. Tipos endofásicos. GENARO GIACOBINLI. Examen anatómico comparativo del sistema nervioso en la es- cala animal. Pror. ISABEL J. CHAMAUS. Visión de los colores. Nota. —Se hace presente que habrá una sesión plena de esta sección, para oir el trabajo del doctor Jakob : El hombre sin cerebro. CIENCIAS AGRARIAS Dr. W. SCHILLER. Los factores de la producción agropecuaria en la República Oriental del Uruguay. A. BACHBAU. Los factores de la producción agropecuaria en la República Oriental del Uruguay. ING. RODOLFO PEPPERT. Sobre el empleo de abonos para la caña de azúcar en la pro- vincia de Tucumán. Inc. JORGE A. RENÓN. El régimen alimenticio en las cabañas. ANDRÉS BALMACEDA. Fruticultura mendocina. CARLOS SPEGAZZINI. Plantas forrajeras venenosas en su relación con la ganadería y el medio ambiente. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 199 MATÍAS ALONSO CRIADO. Acción internacional conjunta para la extinción de la langosta en la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Dr. PEDRO BERGES. La higienización (filtración y pasteurización) industrial de la leche del punto de vista téenico práctico é higiénico. Dr. PEDRO BERGES. Mejores medios para el fomento de la industria lechera. IxG. MIGUEL ANGEL TOBAL. Enseñanza agrícola en la República Argentina. Inc. L. HAUMAN MERCK. Observaciones sobre la fermentación vizcosa del azúcar. Estudio sobre la putrefacción de la patata dulce. Contribución á la microbiología de las aguas profundas de la provincia de Buenos Aires. La americanización de los estudios agrarios. Dr. NICANOR DE ELÍA. Explotación de bosques. Inc. ROBERTO P. MARTÍNEZ. Crédito agrícola. Inc. FRANCISCO J. FERNÁNDEZ. La enseñanza agrícola en la escuela primaria. ING. CARLOS D. GIROLA. Los principales forrajes indígenas y aclimatados y el porve- nir de la alfalfa. El porvenir del cultivo del algodonero en la República Argen- tina. Enseñanza agrícola en la República Argentina y en el exterior y la verdad sobre las chacras experimentales. GREGORIO SALABERT. Una sociedad local de agricultores; enseñanza y conclusiones que surgen de una experiencia. ZO 07% ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Inc. SEBASTIÁN GODOY. Alimentación de las vacas lecheras. Inc. GUILLERMO ANCÍZAR. La crisis lechera en la República Argentina. Ina. PEDRO RICCHIERTI. Industria del azúcar de remolacha en la provincia de Buenos A¡res. Ivc. TOMÁS AMADEO. Sindicalismo agrario. Profr. MOLDO MONTANARTI. Experimentación y racionalidad en la agricultura en la Repú- blica Argentina. ING. GUSTAVO DE MARNEFFE. Reglamentación y contralor de los abonos ó materias fertili- Zantes. Pror. JOSÉ CILLEY VERNET. La cebada cervecera. Inc. JULIO J. BOLLA. Promología argentina. Pror. MARCELO CONTI. Estaciones experimentales de riegos y máquinas agrícolas. Inc. CARLOS HENRÍQUEZ. La influencia del suelo en la agricultura. Pror. JOSÉ M. HUERGO. Teoría mecánica de la acción de las soluciones de jabón. Inc. PEDRO J. ISSOURIBEHERE. La enseñanza agrícola en la República Argentina. CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO 201 PROF. CAYETANO MARTINOLI. Necesidad de intensificar la producción de la leche en la Re- pública Argentina. Pror. KURT WOLFFHUGEL. Zooparásitos de los animales domésticos en la República Ar- gentina. Pror. ANDRÉS BOUYAT. La enseñanza agrícola en la escuela primaria. ING. AGR. GUSTAVO DE MARNEFFE. Instalación de experiencias sobre el cultivo intensivo de ce- reales en la República Argentina. Reglamentación y control del comercio de abonos. DR. ANTONIO SCHULZ. Estudio sobre el maní. Pror. JUAN BRUNNER. Industria de la fruta. ING. AGR. MARIANO F. JURADO. Protección y aprovechamiento de nuestros camélidos de la Pa- tagonla. ING. OTTO KARDORF. La enseñanza de la maquinaria agrícola. ING. CARLOS LEMOS. Ley de bosques y creación de una selva en la cordillera de los Andes. : H. REBORI Y M. ROTHKOPF. Azúcar de remolacha en Entre Ríos. ALFREDO F. PLOT. Avicultura práctica; razas que más conviene criar en el país y que más se adaptan á su suelo y clima. 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Inc. LEOPOLDO SUARES. Contribución al cultivo de la viña y la vinificación en Men- doza. Dr. JOSÉ V. VIVARES. La maquinaria aplicada al cultivo de as grandes extensio- nes. Elevadores de granos. Dr. MARCELO CONTI. Estaciones experimentales de la hidráulica agrícola. Control y reglamentación de la potencia en los motores agrí- colas. IxcG. JOAQUÍN J. BARNEDA. La enseñanza en las escuelas prácticas de agricultura. Inc. LEOPOLDO SUÁREZ. Corrección de los mostos de uvas. Pror. JOSÉ ALAZRRAQUI. Levaduras vinícolas seleccionadas y bisulfitaje. Pror. Carlos S. REED. Formación de museos agrícolas escolares. y BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS Alemania Zeftschrift der Gesellschaf fur Erdkunde, Berlin. — Verhandlungen des Naturhisto= rischen Vereins der preussischen Rhina= lande-Westfalens,etc., Bonn. —Abhandlungen herausgegeben von Naturwissenschaftiichen - Verein, Bremen. — Deutsche Geographische Clátter, Bremen. -- Abh. der Kaiserl. Leop. - Barol. Deuischen Akademie der Naturforscher, Halle. — Nachrichten von der Konigl Ges- -—lelschaft der Wissenschaften, Gottingen. — Sitzunesberichte und Abhandlungen der Na- -—turwissenschaftlichen Gesellschaft, Dresden. -— Naturforschenden Gesellschaft, Leipzig. — Mitheilungen aus dem Naturhistorischen Museum, Hamburg. — Berichte uber die Verhandlungen der Koniglich Sachsischen Gesellschaft der Wissenschaften, Leipzig. — -——Mittheilungen der geographischen' Gesells- chaft, Hamburg. — Berichte der Natur forschenden Gesellschaft, Freiburg. — Jahres Berfchte des Naturwissenschaftlichen, El- berield. — Mathematisch Naturwissenschaf- tlichen Mitheilungen, Stuttgart. — Schriften der Phisikalisch — Okonomischen gesells- -—Chaft, Konigsberg. Australia Records of the geological Survey, Sydney. E Austria-Hungría Verhandlungen des naturforschen des Ve- reines, Brúnn. — (Agram) Societe Archeologi- ches « Croate », Zagreb. — Annalen des K. K. Naturhistorischen of Museums, Viena. — Verhandlungen der K. K. Zoologisch Botanis- chen gesellschaft, Wien — Sitzungsberichte des deutschen naturwissenchaftlich Medi- -——cinischen Vereines fur-Bohmen, « Lotos > Praga. — Jarhbuch des Ungarischen Kapathen -—Vereines, Iglo, q Bélgica Acad. Royale des Sciences, des Letres et des Beaux Arts, Bruxelles. — Ann. de la Soc. _Entomologique, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Royale Malacologique, Bruxelles. — Bull. de l'Assoc. des Ing. Electriciens Institute Mon- tefiore. — Liége. Brasil Boletim da Sociedade de Geographia, Rio Janeiro. — Bol. do Museo Paraense, Pará. — Rev. do Centro de Sciencias.Letras e Artes, Campinas. — Rev. da Federacao de Estudian- tes Brasileiros, Rio Janeiro. — Bol. da Agri- cultura, S. Paulo. — Rev. de Sciencias, [n= dustria, Politica é Artes, Rio Janeiro. — Rev. do Museo Paulista, S. Paulo. — Bol. da Co- missao Geográphica é Geologica do Estado de Minas Geraes, San Joao del Rei — Co- missao Geográphica é Geologica, San Paulo. — Bol. do Observ. Metereológico, Rio Ja- neiro. — Bol. do Inst. Geographico é Etno= graphico, Rio Janeiro. — Escola de Minas, Ouro Preto. Colombia An. de Ingenieria. Soc. Colombiana de Ingenieros, Bogotá. Costarica Oficina de Depósito y Cange de Publica-= ciones, San José. — An. del Museo Naciona) San José. — An. del Inst. Físico Geográfico Nacional, — San José. Cuba Universidad de la Habana, Cuba. Chile Rev. de la Soc. Médica, Santiago. — El: Pensamiento Latino, Santiago. — Verhan- dlungen des Deutschen Wissenschaftlichen Vereines, Santiago. — Actas de la Soc. Cien- tífica de Chile, Santiago. — Rev. Chilena de Hijiene, Santiago. — Ofic. Hidrográfica de la Marina de Chile, Valparaíso. — Rev. Chi- lena de Historia Natural, Valparaíso. Ecuador Rev, de la Soc. Jurídico-Literaria, Quito. — An. de la Universidad Central del Ecua dor, Quito. ñ BOL de la E. cua: de Cienei arcelona. — R. Acad. de Ciencias, Madrid. — Rev. de la Unión Ibero-Americana, Madrid. — Rev. de Obras Públicas, Madrid. — Rev. Tecnológica Industrial. Barcelona. Rev. Industria é invenciones, Barcelona. — Rev. Arqnitectura y Construcciones, Barcelona. — Rev. Minera ——Metarlúrgica y de Ingeniería, Madrid. — La Fotografía, Madrid. Estados Unidos - Bull. of the Scientific Laboratoires of De- -nison University, Granville, Ohio. — Bull. of the Exxex Institute, Salem Mas. — Bull. Phi losophical Society, Washington. — Bull. of the Lloid Library of Botany, Pharmarcy and Materia Medica, Cincinati, Ohio. — Bull. of University of Montana, Missoula, Montana. — Bull. of the Minesota Academy of Natural Sciences, Minesota — Bull. of the New York Botanical Garden, New York. — Bull. of the U. S. Geological and geographical Survey of the territoires, Washington. — Bull, of the Wisconsin Natural History Society Milwankee, Wis.— Bull. of the University, Kansas. — Bull. of the American Geographical Society, New York. — Journal of “the New Jersey Natural History, New Jersery, Trenton. — Journal of the Military Service Institution. of the U. States. — Journal of the Elisha Mitchell Scientific Society, Chapel Hill. Nord-Carolina. — « La América Cientifica », New York. — Librarian Augustana College, RockIslad, New York. — Memoirs of the National Academy of Sciences, Washington. — M. Zoological Gar- den, New York. — Proceeding of the En- gineers Club, Filadelfia. — Proceeding of the Boston Society of Natural History, Bos- ton. — Ann. Report Missouri Botanical Gar- den. San Luis M. 0. — Ann Report of the Board of trustes of the Public Museum, Mil- a — Association of Engineering So- ciety, San Louis, Mas. — Ann. Report of the Bureau of Ethnology, Washington. — Ame- — rican Museum of Natóral History, Ne v York. — Bull. of the Museum of Comparative Zoo= -logy, Cambridge-Mas. — Bull. of the Ameri- can Mathematical Society, New York. — Trasaction of the Wisconsin Academy of Sciences, Arts and Letters, Madison Wis. — Trasaction of the Academ. of Sciences, San Louis. — Transactions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. _—Trensactions Kansas Academy of Scierces, Topekas, Kansas. — The Engineering Ma- gazine, New York. — Sixtenth Annual Re- port of the Agricultural Experiment Station, Nebraska. — The Library American Asso- ciation for - the Advancement of Sciences. Care of the University, Cincinati Ohio. — N. Y. Vassar Brothers Institutes, Ponghtepsie. == Secretary Board of Commisioners Se- cond Geological Survey of Pensylvania, Phi- ladelphia. — The Engineering and Mining Journal, New York. — “Smithsonians Institu- tion, - The Ohio Mechanics Institu Washington. vey, Washington. Brooklin Institute of Art University of California Pu ley. — Proceeding of Enginneer Western, Pensylvania. — Proc Davemport Academy, Jowa. - and transaction of the Association, Meride, Conn. — Proceeding of the Portland S: of Natural History, Portlad, Maine. — ceeding American Society Engineers, E York. — Proceeding of the Academy. of Natu: ral Sciences, Philadelphia. Proceeding of the American Philosophical Society, Philadel phía. — Proceeding of the Indiana Acade: of Sciences, Indianopolis. — Proceeding of the California Academy of Science, — San Francisco. — The University of Colorado. « Studies ». Colorado. S Filipivas Bol, del Observ. Metereológico. — Manila ; Francia Bull. de la Soc. Linnennée du Nord de la E France, Amiéns. — Bull. de la Soc. d'Etud Scientfiques, Angers. — Bull de la Soc. d Ingénieurs Civils de France, Paris. — Bu de L'Université, Toulouse. — Ann. de la Fa- culté des Sciences, Marseille. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Pari Bull. de la Acad. des Sciences et Lettres, Montpelier. — Bull. de la Soc. de Topograph de France, Paris. — Rev. Générale des Sciel ces, Paris. — Bull. de la Soc. de Géographie, Marseille. — Recueil de Médecine Vétéri- naire, AHort. — Travaux Scientifiques de Université, Rennes. — Bull. de la Soc. de Géographie 'Commerciale, Bordeaux. — Bull. de la Soc. des Sciences Naturelles et M thematiques, Cherbourg. — Ann. des Mines. Paris. — Min. de Tinstruction Public et des Beaux Arts, Paris. — La Feuille des Je Naturalistes. Paris. — Rev. Géographique In ternationale, Paris. — Ann. de la Soc. Lin: néenne, Lyon. — Bull. de la Soc. de Géogra phie Commerciale, Havre. — Bull. de la Soc dEtude des Sciences Naturelles, Reims. Holanda pS Acad. R. des Sciences, Amsterdam. — Ne derlandche Entomolog. Verseg, Rotterdam. Inglaterra ÑE The Geological Society, London. Maa of Proceeding of the Institution of Civi Engineers, London. — Institution of Civ Engineers of Ireland, Dublin. — The Mine ralogical Magazine Prof. W. J. Lewis M. A F. a S. the New Museums, Cambridge. - The Geographical Journal, London. — Bris-. tish Association for the Advancement of Science, Glasgow. — The Guateriy Journal of the Geological Society, London. (Concluirá en el próximo número.) SE ENTREGA. Tí — TOMO LXX eo e > da o E 0 a -. BUENOS AIRES Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 4 — CALLE. PE ÉRÚ — 684 : ¿o N | JUNTA DIRECTIVA Presidente....ooooomoo.. vo Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente Mc Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente 2............. Doctor Horacio G. Pinero E Secretario de actas....... coco. Doctor "Comás J. Rumi : Secretario de correspondencia... Ingeniero Esteban Larco NESONERO. mató PO: o... Ingeniero Alejandro Guesalaga PUBLIO LEC ario ERSe E: Doctor Abel =ánchez Díaz “Ingeniero Horacio Anasagasti | Ingeniero alfredo Galtero | Ingeniero Rodolfo Santangelo Poca al Veo ¿ Arquitecto Raúl G. Pa=man : | Ingeniero Benito Mamberto ' Ingeniero Nicolás Besio Moreno ' Ingeniero Pedro Aguirre PARAÍSO nd a ES Has Senor Juan Botto REDACTORES ES Doctor Florentino Ameghino, doctor Atilio Bado. doctor Juan A. Dominguez, doctor Angel Gallardo, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, ingeniero José A. Medina, doctor Francisco P. Moreno, ingeniero Jorge Newbery, doctor Horacio G. Piñero, general Pablo Riccheri, ingeniero Domingo Selva. ingeniero Alberto Schnei-- dewind, teniente de navío Segundo R. Storni, ingeniero Eduardo Volpatti. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amabro y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- > - rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni: hermanos. : Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc, deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN a Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional PORN Es do e a o R RÓS 1.00 PA E AS AUREA 12.00 Número atrasado E 2.00 :— para los socios..... Ei 1.00 “LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano — SGMAN 14577 Sn, e JU 121926 + A onaL musevY CONTRALMIRANTE MANUEL JOSÉ GARCIA MANSILLA EL 18 DE AGOSTO DE 1910 Triste cosa es tener que dar cuenta del prematuro fallecimiento de una personalidad nacional de primera fila; pero lo es aún más cuan- do el llorado estinto era como un hermano nuestro por el corazón 1 la mente, que ha pasado el último año de su existencia en consorcio diario con nosotros, compartiendo los afanes de la labor común, al calor de nobles ideales altruístas, confortados por una amistad afee- buosa, Sin reservas. Manuel José García Mansilla, el gallardo, el simpático con- tralmirante, el marino eminente, nos fué de improvisa i rápida- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 14 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente arrebatado por la despiadada parca, el 15 de agosto próximo pasado. Profundo ijeneral estupor causó la inesperada noticia de su falle- cimiento, que se tradujo luego en un intenso sentimiento de condo- lencia en toda la República, ide acerbo dolor 1 protesta airada en sus amigos — que lo fuimos todos los que le tratamos i conocimos — contra esa lei implacable de la evolución de la vida, equitativa, si se quiere, porque a nadie escluye, pero repulsiva por su torpe incons- ciencia. Grande es la pérdida sufrida por el país con la desaparición del malogrado contralmirante García Mansilla, pues hoi que la fatalidad le ha eliminado del mundo de los vivos, puede decirse sin menoscabo para nadie, que era el más elevado esponente intelectual de nuestra armada, el más docto marino que poseía la Nación. Su pericia naval, su competencia técnica, han sido demostradas brillantemente por él en los elevados cargos que ejerciera en la admi- nistración 1 comando de nuestra incipiente escuadra. En la Escuela naval, de la que era tan digno director, perdurará por mucho tiempo el eco de su enseñanza provechosa. Su patriotismo sincero, libre de miras especulativas, de interés personal, está compendiado en su apostolado en pro de la constitu- ción de una flota digna del presente 1 del porvenir de la Argentina, discutiendo científicamente las bases a que debe obedecer la creación i desarrollo de nuestra potencialidad naval. Su digna entereza como hombre i como militar está rejistrada en no pocas ocasiones, sin que hayan podido doblegarle ni los ataques, ni los coups de force de algunas autoridades molestadas por sus opi- niones, manifestadas con la franqueza del soldado i con la conciencia del que sabe lo que dice. I no fué sólo un marino eminente por su pericia, por su saber, por su patriotismo, el malogrado almirante Manuel J. García Mansilla ; algo más había en él: en el campo de las creaciones intelectuales ha conseguido plantar algunos jalones más, que no sólo honran a él como obrero del pensamiento, sino que irradian su valer sobre toda la oficia- lidad dela armada argentina. García Mansilla ha creado nuevos instru- mentos, ha formulado teorías nuevas de utilísima aplicación para la navegación en alta mar. Su altazímetro, presentado al reciente Con- oereso científico internacional americano, fué mui favorablemente apreciado, mereciendo los elojios de personalidades tan serias, tan autorizadas como los señores almirante Horacio M. Field, de la arma- NECROLOGÍA 205 da inglesa, i comandantes norteamericanos Bradley A. Fiske 1 A. P. Niblack (1). Bajo otra faz, García Mansilla era lo que en términos cariñosos llama- mos un buen camarada, un buen amigo. En él no prosperaba la semilla (1) Léase al respecto las siguientes cartas de los mencionados marinos. United Estates Ship Tennessee, Río de Janeiro, julio 22 de 1910. Mi querido almirante García Mansilla : He examinado muy detenidamente su libro Método ortonogopolar, etc., y espe- cialmente su altazémetro, en él descripto. Como inventor, me intereso naturalmente por todo mecanismo que haga más efi- caz y más rápidas las variadas operaciones científicas que tenemos que efec- tuar á bordo. Estoy convencido que su altazímetro prestará erandes servicios á los marinos y que pronto lo emplearemos en nuestros buques. Felicito á usted por haber hecho un invento tan importante. Siempre suyo afectísimo. — Bradley 4. Fiske (%), capitán comandante. He aquí la carta que el señor vicealmirante A. Mostyn Field, de la marina real inglesa, delegado de la Gran Bretaña al Congreso científico internacional americano, ha enviado al señor comandante A. P. Niblack, de la marina de los Estados Unidos, delegado al mismo congreso : United Service Club, Pall Mall S. W. London, septiembre 18 de 1910. — Esti- mado comandante Niblack : Su carta con la triste nueva de la muerte repentina (le nuestro común amigo el señor contralmirante García Mansilla, me ha apenado mucho más de lo que puedo expresar. Aunque mi amistad era de reciente data, me sentía singularmente atraído hacia él, así como nadie podía dejar de admi- rar su personalidad. Sus cordiales maneras y grandes dotes sociales no eran me- nos que sus conocimientos y habilidad profesional. Su temprana muerte será muy sentida por sus conciudadanos en general y especialmente por la marina argentina, de la cual era un miembro tan brillante. Tenía el proyecto de venir pronto á Inglaterra, y yo esperaba tener el gran pla- cer de verlo y recibirlo aquí. Si se encuentra con alguno de los oficiales argen- tinos que conocí allí, le agradeceré le manifieste cuánto siento su muerte y cuánto aprecio su gran competencia y carácter. Cuando recibí su carta la semana pasada me encontraba visitando á un amigo en Escocia que posee el español, así que pude enterarme de los recortes de los diarios que me mandó usted con las noticias de su muerte. Me enteré con sumo interés de los detalles de su distinguida carrera. El único servicio que puedo prestar á su memoria es llevar 4 cabo el deseó (*) El comandante Fiske es uno de los más doctos marinos del mundo. La marina le debe im- portantísimas invenciones. (V. de la D.) 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ingrata de la envidia; en él no jerminaba el orgullo que empequeñece; su altruísmo era innato ; gozaba en ayudar al amigo, al compañero de armas, aun al desconocido que apelaba a su espíritu benévolo. Algún hecho que pudo desprestijiar a una parte de la oficialidad arjentina, tuvo en nuestro malogrado amigo un abnegado defensor, cuya acción eficaz atestiguó hasta donde puede alcanzar la intelijencia i el corazón hermanados, cuando conviene desvanecer sombras que se condensan alrededor de una institución que, por su naturaleza, debe ser intacha- que me expresó á mi partida de Buenos Aires, de que escribiese un artículo so- bre su invento en una de las revistas náuticas inglesas, artículo que aparecerá en breye. Sinceramente suyo. — 4. Mostyn Field. Legación de los Estados Unidos de América. Buenos Aires, octubre 28 de 1910. Señor ingeniero Santiago E. Barabino, presidente de la Comisión de propaganda del Congreso científico internacional americano. Al remitir á usted la carta que recibí del vicealmirante Field, de la marina in- vlesa, lamentando el prematuro fallecimiento del contralmirante García Mansilla, deseo añadir mi tributo á la memoria del genial, brillante y buen amigo, 4 quien conocí algunos años antes del Congreso científico internacional americano, cuya sección Ciencias navales organizó y presidió con tan distinguida habilidad. Mamuel J. García Mansilla sirvió durante cinco años en la marina francesa; el sobierno argentino le confió muchas comisiones en Europa; aportó á su profesión una valiosa contribución; y dió á la marina y al país, que amó sincera y honra- damente, los servicios de su gran corazón. Perfecto poligloto, hábil inventor, estudioso, distinguido oficial naval, esposo modelo, leal amigo, falleció como había vivido, en la mayor actividad de su tra- bajo profesional, en lo mejor de su carrera. Su muerte, ocurrida en vísperas de recibir la recompensa á que se había hecho acreedor por su distinguida carrera, es una gran pérdida para la Argentina que le confiara tantos cargos llenados por él tan cumplidamente. De los varios inventos del contralmirante García Mansilla, el 4/tazímetro tiene asegurado su éxito como instrumento náutico, pues resuelve mecánicamente mu- chos de los problemas de la navegación. Es indiscutiblemente un aparato de pre- cisión, de eran aplicación para los buques. Agradezco á usted el haberme proporcionado la ocasión de manifestar pública- mente mi alta estima por las grandes cualidades de talento y corazón del con- tralmirante García Mansilla y pagar éste mi tributo á su apreciable memoria. Saludo á usted con mi mayor consideración. — 4. P. Niblack, Comandante en la marina de los Estados Unidos y agregado naval. NECROLOGÍA 207 ble; cuando se trata de salvar a un núcleo de compañeros a quienes la fatalidad ha comprometido. Del punto de vista social, descendiente de familias patricias (1), García Mansilla había heredado ese dón peculiar de los bien nacidos que saben despreciar a los presuntuosos, ser urbano con los corteses, afablecon los humildes. Cumplido caballero, fué altivo sin orgullo; hon- rado por naturaleza, no por sistema; estudioso por inclinación. Amó a su patria con sincero afecto; dedicóle todas sus enerjías, dándole has- ta el día de su muerte, sin reservas, sin desfallecimientos, el tributo de su intelectualidad i de su acción personal. Hasta su último momento hemos dicho, porque la muerte nos (1) En estos momentos, distinguidos caballeros arjentinos han iniciado traba- jos tendientes a erijir por suscrición pública, un monumento a los cuatro Gar- cias. No creo, pues, fuera de lugar agregar algunos datos biográficos relativos a los tres antepasados de nuestro llorado estinto : DoN PEDRO ANDRÉS GARCÍA, nacido en España en 1758, educado en el real co- lejio de nobles militares, vino a América como teniente coronel de injenieros. Combatió contra los ingleses ise plegó al movimiento revolucionario de mayo. En 1813, estudió la navegación del río Tercero 1 afluentes del Paraná. En 1821, esploró las fronteras, llegando hasta la sierra de la Ventana. Planeó la contribu- ción para la manutención de un ejército; estudió la razón estadística de los par- tidos de campaña; hizo un reconocimiento científico del río de Las Conchas; for- muló un padrón de los habitantes de la campaña; confeccionó un mapa topográ- tico de la provincia de Tucumán hasta el Desagiiadero i otro del virreinato de Buenos Aires, etc., etc. Falleció en 18353. DoN MaANurL JosÉ García, estadista i abogado, nació en 1784. Estudió en el colegio de San Carlos i pasó a la Universidad de Charcas. Tomó parte en la defensa de Buenos Aires contra los ingleses, mereciendo por su comportamiento que el virrei Liniers le nombrara capitán graduado. En 1807, fué enviado como subdelegado de Pasco en la provincia de Potosí, pasando luego a la delegación de Chayanta, en cuyo cargo le halló la revolución de mayo. En 1812, el gobierno le nombró miembro de la municipalidad de Buenos Aires; luego ministro de hacienda, cargo que renunció, siendo nombrado miembro del consejo de Estado. Á fines de 1814, le envió el gobierno al Brasil como ajente especial, retirándose en 1820. En 1821, ocupó el ministerio de hacienda en el gobierno de Rodríguez. Du- rante su actuación, se procedió a crear la contaduría, la tesorería i la recepto- ría que dependían hasta entonces del tribunal de cuentas; se fundó la institu- ción del crédito público i la eaja de amortización ; se abolió las contribuciones forzosas; se sancionó la lei de contribución sobre la renta; se organizó la admi- nistración de aduanas, etc. El jeneral Las Heras, elevado al gobierno, le llamó por tercera vez á ocupar el mismo ministerio, durante el cual cúpole la honra de negociar el primer tra- tado de comercio con la Gran Bretaña. 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA le ha llevado cuando el Congreso científico internacional ameri- cano 1 las pesadas tareas de la Escuela naval embargaban toda su actividad. Sobre su acción pedagójica, la organización de esa brillante escue- la profesional i la distinguida falanje de jóvenes oficiales que de año en año egresa de la misma, no sólo con brios, sino, lo que más importa, con una preparación científica i práctica i una disciplina militar que prometen, si llegara el caso de ponerles a prueba, días de gloria a nues- tra armada (1). En 1826, el erande estadista Rivadavia le tuvo como uno de sus mayores cola- boradores. Fué decidido partidario de la reforma relijiosa. Nombrado enviado especial para negociar la paz con el Brasil, estando en desacuerdo al respecto con el gobierno, retiróse de la vida pública. En 1829, llamado por el jeneral Lavalle, consiguió la suspensión de hostili- dades entre éste i Rozas. Bajo la gobernación del jeneral Viamonte, éste le nombró nuevamente minis- tro de hacienda. Rozas, á su vez, le confió el ministerio, que García renunció en 1835. Más tarde, para no manchar sus honrosos antecedentes, rehusó una misión que el mismo Rozas quería confiarle ante el gobierno del Perú. Falleció en esta capital en 1848. El DOCTrOR DON MANUEL RAFAEL GARCÍA, nació en Buenos Aires en 1827. Gra- duóse brillantemente en nuestra universidad. Á los 24 años ocupaba ya un alto puesto en la majistratura. Publicó un notable manual del juez de paz, que aun se consulta hoi. En 1861, fué en misión á los Estados Unidos; estudió el código civil de esta nación, pasando luego con igual objeto 4 Italia. Sus observaciones sobre los mismos han sido tenidas en cuenta en nuestro código vijente. En 1864, fué nombrado secretario del doctor M. Balcarce, ministro arjentino en París, descollando por su actuación eficaz. En 1869, el presidente Sarmiento, le mandó á4 Estados Unidos como enviado estraordinario i ministro plenipotenciario, en cuyo cargo consiguió estrechar los vínculos de amistad entre las dos repúblicas ; estudió el sistema educacional norteamericano para aplicarlo en nuestras escuelas. En 1875, fué nombrado ministro en Londres, teniendo á su cargo con tal mo- tivo el cuidado de nuestros intereses financieros 1 de la construcción de nues- tros primeros buques de guerra modernos, así como del material de tropa, artille- - ría, etc. Durante diez años (1874 á 1884) ha estado ligado al progreso de nues- tra marina de guerra. En 1886, fué enviado como ministro á Viena donde falleció en 1887. Sus res- tos fueron reimpatriados por el crucero 25 de Mayo. (1) Con verdadera complacencia agregamos la siguiente nota, noble por el fondo, simpática por la forma, que pone de manifiesto cómo el malogrado maes- tro sabía granjearse el respetuoso aprecio 1 la gratitud de sus alumnos, para NECROLOGÍA 209 En cuanto al Congreso científico, como compañeros de tarea, pode- mos certificar que el almirante García Mansilla ha sido uno de los elementos más valiosos entre los que hau contribuído al escelente resultado del mismo. Le ha prestado no solo su contributo intelectual, tan considerado por los miembros del congreso, sino que le ha dedi- cado toda su actividad, en una propaganda constante, oral i escrita, conquistando adherentes i colaboradores valiosos para la tratación de los temas más interesantes para los estudiosos de ciencias navales militares. I esto no lo ha realizado sin amarguras, pues lamentaba con nosotros que aquéllos que más pudieron ayudarle por el carác- quienes no fué sólo un sabio mentor, sino que también un superior cireunspecto iun amigo afectuoso. Ella revela, á la vez, cuan triste impresión ha producido en los jóvenes aspirantes el fallecimiento de su eximio director. Filadelfia. 7 de octubre de 1910. Señora Angélica García de García Mansilla. Distinguida señora : La noticia inesperada de la pérdida irreparable del contralmirante García, vuestro noble esposo, ha causado entre nosotros los aspirantes embarcados en la Sarmiento, que hemos tenido el honor de ser sus discípulos y un poco sus hijos, un sentimiento de profundo dolor y consternación. El contralmirante García, fué siempre para nosotros, á la vez que padre bon- dadoso y solícito, modelo acabado de cualidades y virtudes militares, y durante las vicisitudes de nuestra profesión, evocaremos siempre con orgullo y agrado la figura caballeresca y distinguida del almirante director que guió nuestros pri- meros pasos en la carrera de las armas y supo inculcar con el ejemplo en nues- tras conciencias juveniles el noble culto á la patria, al deber y el amor al estudio. Al enviaros, en cumplimiento de un sagrado deber de gratitud y simpatía, la expresión de nuestra sincera condolencia, nos alienta la esperanza de que ella contribuirá quizás á suavizar un poco la impresión del rudo golpe recibido por vos y vuestra atribulada familia. Al mismo tiempo que nuestro pésame os enviamos, señora, las expresiones de nuestra más respetuosa consideración. — Gregorio Baez. Rafael Miranda, Miguel Ferreyra. E. B. García. Valerio Macchi Zubiaurre. Mario L. Villa. Alfredo Ordóñez. Andrés Chelly. Pastor Tapia. C. Marcos Poculian. Juan G. Chehigacen. Alfredo 1. Martínez. E. M. Carranza. Héctor Venengo Suña. J. Alfredo Colmegna. Juan B. Galfrascoli. Marcos 4. Savón. Eduardo Yofrey. Roberto Chevalier. Manuel Morandi. Marcos A. Zar. Raúl Quiroga. Enrique Navim. 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ter que investían, que por patriotismo «debieron» ayudarle, para que los cultores de las ciencias navales en la Arjentina figura- ran en el Congreso científico en todo su valer, no sólo no lo hicieron, sino que más bien le pusieron obstáculos en el camino. Pero tuvo la alta satisfacción de ver felizmente coronados sus esfuerzos a pesar de todas las rémoras, pues la sección Ciencias navales de nuestro con- greso fué una de las más lucidas. Ahora, he aquí la foja de servicios de nuestro malogrado consocio 1 compañero : Manuel J. García Mansilla nació en Buenos Aires el 17 de febrero de 15359, siendo sus padres el doctor Manuel Rafael García 1 doña Eduarda Mansilla. En 1875, siendo guardia marina, ingresó en la escuela naval de Brest en calidad de aspirante; de ésta egresó en 1878 para embar- carse en la fragata de guerra lore, en la que viajó durante nueve meses, navegando 12.500 millas por.el Atlántico norte, Antillas, costas de África i Mediterráneo, mereciendo por su laboriosidad i disciplina las felicitaciones de Mr. Pothuan, ministro de marina de Francia, i el segundo puesto en la promoción. No le fué concedido el primero por su calidad de estranjero, según declaración de dicho señor ministro (1). (1) A este respecto son interesantes las siguientes notas : París, agosto 8 de 1878. Señor vicealmirante : Le acuso recibo del informe sobre los exámenes finales de los aspirantes de la fragata escuela de aplicación La Flore, así como de los cuadros de clasificación que usted me ha transmitido en la carta del 1% de este mes. He visto con satisfacción que el joven García Mansilla, ciudadano de la Repú- blica Argentina que seguía á título de aspirante extranjero los cursos de la es- cuela naval y de la escuela de aplicación, ha aprovechado de una brillante ma- nera la instrucción que le ha sido dada en esas dos escuelas. Informo al señor ministro de relaciones exteriores, de cómo el señor García Mansilla ha rendido sus exámenes de fin de curso, rogándole dé aviso al señor encargado de negocios de la República Argentina haciéndole saber al mismo tiempo que este joven está á la disposición de su gobierno. Agradeceré haga conocer al señor García Mansilla la forma en que le hago esta notificación. Saluda á usted. — Pothuan. Transmitido con mis afectuosas felicitaciones al señor García Mansilla, clasifi- NECROLOGÍA 20 Al Como guardia marina de primera clase, pasó en 1878 a la fragata acorazada La Victorieuse, a las órdenes del contralmirante Dupetit- Thouars, recorriendo el Mediterráneo, el canal de Suez, los mares de la India 1 del Pacífico sur, visitando la Australia i llegando ala costa de Chile cuando éste se hallaba en guerra con el Perú. En este viaje, en su paso por el Mar Rojo, García Mansilla tuvo cado, por ser extranjero, número 2 en la promoción de los aspirantes de primera clase desembarcados de La Flore en 1878, lamentando solamente que sea extran- jero, pues habría hecho honor á nuestra marina. — 17 de abril de 1878. El co- mandante de La Flore. Pierre. Ministerio de relaciones exteriores de Francia. París, agosto Y de 1878. Al señor don Mariano Balcarce, ministro de la República Argentina. Señor ministro : Por nota fecha 8 del corriente me avisa mi colega el señor ministro de marina que el joven García Mansilla, ciudadano argentino, ha rendido de la manera más satisfactoria los exámenes de ingreso de la escuela naval de aplicación, cuyos cursos había sido autorizado á seguir en calidad de alumno extranjero, y me com- plazco en anunciaros que ha obtenido la clasificación de segundo de la promo- ción en esos exámenes. El señor almirante Pothuan me previene al mismo tiempo que el señor García Mansilla se encuentra desde ahora á disposición del gobierno arjentino. Aprovecho esta ocasión para reiteraros las seguridades de mi especial conside- ración. — Waddington. Legación Argentina. París, 19 de agosto de 1878. Á su excelencia el señor ministro de guerra y marina de la República Arjentina je- neral Julio A. Roca. Señor ministro : Tengo mucha satisfacción en remitir á V. E. la adjunta copia legalizada de la comunicación que me ha sido dirigida por el señor ministro de relaciones exte- riores de este gobierno, participándome que nuestro joven y aventajado com- patriota don Manuel J. García Mansilla, hijo de nuestro digno ministro ple- nipotenciario en Washington, había sufrido los exámenes de salida de la escuela naval de aplicaciones, cuyos cursos seguía á bordo de la fragata Flore, como alumno extranjero, de la manera más honorífica, habiendo obtenido el número segundo de toda la promoción de ese año. Excusado es que yo encarezca á V. E. cuanto honra á nuestro joven compa- triota este resultado y cuán alto habla en favor de su inteligencia, de su aplica 212 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ocasión de salvar la vida de un marinero caído al agua. Este rasgo de abnegación le valió el ser puesto en la orden del día i que el go- bierno francés le concediera la cruz de la Legión de honor, la que le fué colocada en el pecho por el almirante francés ante toda la tripu- lación formada (1). Fué tal la confianza que en él depositaron los oficia- les franceses, que le dieron el cargo de guardia en la mar. Á los dos años García Mansilla regresó á Francia en la corbeta ción y de sus conocimientos. Él muestra que la marina argentina cuenta desde ahora con un oficial de un mérito poco común. El joven García desea continuar todavía durante dos años sus estudios prácti- cos en la marina de guerra francesa. Creo un deber de justicia recomendar á V. E. esta solicitud y que á la vez se le conceda el grado inmediato al de aspi- rante de marina de primera clase que es en Francia. Sería ésta una merecida re- compensa á su aplicación y un estímulo para este joven que cuenta ya tres años de servicio que se vería de esta manera alevtado en sus propósitos. Para terminar y como en ruego apoyo de esta solicitud, manifestaré á Y. E. que en todos los cursos ha merecido las mejores notas de concepto, según V. E. podrá verlo en la hoja de estudios que pido al señor ministro de marina de esta república y que remitiré á V. E. lo antes posible. Me es grato con este motivo reiterar á V. E. las seguridades de mi más dis- tinguida consideración. — M. Balcarce. Departamento de Marina. Buenos Aires, 4' de octubre de 1878. — Por lo ex- puesto en la nota que precede y como un testimonio del aprecio que merecen al gobierno los adelantos hechos por el guardia marina don Manuel J. García Man- silla en la escuela naval de aplicación de Francia, concédesele la licencia que solicita para continuar por dos años sus estudios prácticos en la marina francesa y extiéndansele los despachos de subteniente de la armada argentina á que se ha hecho acreedor por el satisfactorio resultado de sus últimas pruebas escolares. Avísese en respuesta al señor ministro en París, con encargo de que agradezca al gobierno de Francia sus buenos oficios ejercitados en favor de un ciudadano de la República. Comuníquese á la comandancia de marina, á la comisaría de guerra y á la contaduría y publíquese. — AVELLANEDA. Juro A. Roca. (1) A este abnegado rasgo del guardia marina García Mansilla, se refiere la siguiente nota : Vietorieuse. Canal de Suez, 9 de noviembre de 1878. Almirante : Vuestro joven protegido se ha empeñado en ¡justificar la buena opinión que tenéis de él. Ayer, marchando por el canal, cayó por la proa un hombre al agua i pasó de- batiéndose en el fuerte remanso producido á lo largo del casco por el movimien- NECROLOGÍA 21 mista Hugon, pasando por el estrecho de Magallanes, realizando asi una verdadera vuelta alrededor del mundo. En 1880, siendo alférez de navío, volvió a su patria en el Villarino cuando trajo los restos del jeneral José de San Martín. En 1881 fué nombrado, en comisión con el injeniero Davidson, para levantar el plano del puerto interior de Bahía Blanca, trabajo que mereció la aprobación de sus superiores; luego embarcóse en la Maipú como injeniero torpedista. Enviado despuésá Fiume para recibir una partida de torpedos Whi- tehead, volvió con ellos en la Maipú, a las órdenes del capitán de navío Ceferino Ramírez, siendo encargado del remolque de la torpedera Comodoro Py, cuya construcción había él mismo vijilado. En 1882 mereció ser puesto en la orden del día por haber salvado al bergantín alemán Theodor, que en la noche del 30 de agosto, rei- nando un violento temporal, peligraba naufragar. Hallándose García Mansilla a bordo de Los Andes, anclado en Los Pozos, pidió 1 obtuvo autorización para ir en su auxilio, con cuyo objeto en un bote del acorazado se dirijió al barco que pedía socorro, asumió el mando del mismo i le condujo a puerto seguro. Por esta brillante acción el go- bierno argentino le ascendió a teniente de fragata; 1 el conde de Bismark, en nombre del gobierno alemán, le remitió una sentida nota de agradecimiento (1). to del navío en este canal estrecho. García Mansilla, que se hallaba en la toldilla, arrojóse inmediatamente al agua. Como lo manifesté al ministro, el peligro, sino era extremo, era por lo menos erave, il me parece justifica debidamente el pedido de una medalla de salvataje de primera clase que hice para él. | Cual me lo dice usted, es un simpático joven. Ha recibido vuestro despacho anunciándole su nombramiento de alferez de na- vío pero á mí no me fué aún comunicado. Él desea seguir con nosotros conservan- do el puesto con sus camaradas, hasta las costas de Chile. Opino que tiene razón. Adiós, almirante, os renuevo las seguridades de mi más respetuosa conside- ración. — E. Dupetit Thowars. (1) Londres, 2 de noviembre de 1883. Á su excelencia el señor Manuel R. Garcia, enviado extraordinario y ministro pleni- potenciario de la República Argentina. Señor ministro : He cumplido poniendo en conocimiento de mi gobierno la comunicación que os habéis dignado dirigir á esta embajada relativa al auxilio prestado al buque 214 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En 1886, nombrado director de la División de torpedos, se hizo cargo de la voladura de cascos en los ríos Plata, Paraná ¡1 Uruguai, entre otros los de los barcos Esperanza, Maranga, Patagonia, Camba- cuá, Pontón número 1, Fulminante, ete. Á él se deben la instalación de la Escuela de torpedistas i mine- ros, en el Tigre, i un pequeño arsenal. Fué nombrado profesor de torpedos en la Escuela naval. Más tarde el gobierno le envió á Europa para que estudiara los adelantos nava- les modernos i su mejor aplicación entre nosotros. En 1888, siendo teniente de navío, volvió á la dirección de la Divi- sión de torpedos. En mayo de 1889 se le confió la contratación en Europa, de acuer- do con sus informes, de las construcciones por él proyectadas, que comprendían las torpederas de división Espora i Rosales ; dos de mar, la Murature 1 la Py; seis más de primera clase 1 ocho de se- eunda; i el material necesario de torpedos 1 artillería de tiro rápido. Estudió la defensa de esta capital, de La Plata, Martín García 1 Ba- hía Blanca, cuyos planos i presupuestos remitió desde Europa al gobierno. En estas construcciones hizo adoptar el tipo nuevo de tor- pedo de cinco metros (más tarde aceptado por la marina inglesa). También hizo aceptar el lanzamiento de torpedos con pólvora, en vez del aire comprimido, fundado en los buenos resultados que había ob- tenido en sus ensayos en la División de torpedos, de acuerdo con sus estudios técnicos proseguidos durante cuatro años. Para ésto envió a los señores Whitehead los dibujos necesarios relativos a los tubos lanzatorpedos. De conformidad con sus vistas al respecto, aplicó la inflamación mecánica de fricción, por ser la más sensible i resistente. Los señores Elliot hermanos, de Londres, a indicación i de acuerdo con los diseños de García Mansilla, fabricaron aparatos de corrección alemán Theodor por el capitán de la marina argentina, señor García Mansilla. Ahora, de orden del canciller del Imperio, vengo á expresaros señor ministro, la viva satisfacción con la cual el Gobierno Imperial se ha impuesto dé la con- ducta valerosa y heroica de vuestro señor hijo. Vuestra excelencia debe saber sin duda que nuestro representante en Buenos Aires, ha sido encargado también de hacerse intérprete ante S. E. el ministro dle relaciones exteriores de la República Argentina, de los sentimientos de apre- cio y agradecimiento que la valerosa acción del capitán García Mansilla ha pro- ducido en Alemania. Aceptad, señor ministro, las seguridades de mi más alta consideración. — Conde Bismark. NECROLOGÍA 215 A puntería para el tiro en marcha, los que ban dado mui buen resul- tado. En 1891, capitán de fragata ya, el gobierno le nombró para que vijilara el cumplimiento de los contratos celebrados para el cambio de la artillería i reformas del acorazado Almirante Brown, i volvió al país mandando el Espora en 1882 1 trayendo la Rosales. Después de dar cuenta de su misión, el gobierno, plenamente sa- tisfecho de la competencia demostrada por el capitán García Mansilla en el cumplimiento de la misma, le hizo poner en la orden del día. Durante el mismo año se le confió el sondeo del puerto de La Plata 1 canal sur del puerto dela Capital, conservando al mismo tiem- po la jefatura de la División de torpedos. Durante la revolución estallada en 1893, siendo comandante del Espora, tomó parte en el combate del Espinillo contra el acorazado Los Andes, sublevado. Desembarcado con cincuenta hombres i algu- na artillería, se posesionó de la ciudad del Rosario, la que entregó al veneral Bosch. Esta acción le valió ser puesto, en términos mui elo- jiosos, en la orden del día (10 de octubre). En 1894, continuando en la jefatura de la División de torpedos, es nombrado jefe de la tercera división de la escuadra de evoluciones. En 1895 es designado Jefe de Estado Mayor de la escuadra de evolu- ciones en Golfo Nuevo. En agosto del mismo año, ascendido á capitán de navío, fué nombrado jefe del Estado Mayor general de marina, cargo que renunció en mayo de 1897. Durante su administración se construyeron el dique de carena, el puerto militar en Bahía Blanca, el arsenal del río de la Plata, el apos- tadero de torpederas en Río Santiago; organizó dos escuadras de ins- trucción, una activa, la otra de repuesto, para que la oficialidad estu- viera en continua actividad, haciendo ejercicios de zafarrancho, com- bate nocturno, etc., de acuerdo con los reglamentos por él formulados ; creó la comisión inspectora de máquinas i calderas para conocer su estado en todo momento; reglamentó el ejercicio a vela tan nece- sario para tener marineros de verdad; estableció el almacenaje uni- forme de los pertrechos de guerra embarcados; reglamentó el trans- porte de pólvora, el consumo de máquinas de la flota; creó la oficina de «fojas de servicio» i «escalafón matrícula de la armada»; dictó instrucciones jenerales para el tiro al blanco; dispuso la confección de todos los aparatos eléctricos de a bordo i la unificación de los tipos ; estableció las condiciones de ingreso i ascenso para el personal su- balterno; modificó el reglamento de consumos , reglamentó los ejer- 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cicios de tiro; las insignias para el personal subalterno ; la escuela de grumetes; la inspección de instalaciones eléctricas ; los uniformes de jefes, oficiales i tropas; los turnos de servicio de la oficialidad; el servicio médico a bordo; el uso de la espada; uniformó el servicio de señales; aplicó nuevos métodos de navegación i maniobras en conjunto ; reglamentó los ejercicios de tiro al blanco de torpedos ; es- tableció el orden de navegación de escuadra en evoluciones 1 en com- bate; creó la escuela de cabos de cañón ; dividió las tareas del estado mayor jeneral, creando «direcciones técnicas» de artillería, torpe- dos, máquinas, electricidad, hidrografía, personal, faros, fiscalía, ete. ; creó la Intendencia de marina que hizo posible i seguro el abaste- cimiento de la escuadra en víveres, armamento, materiales, vestua- rios, etc. ; organizó la oficina hidrográfica ; reglamentó los diarios de navegación, compases i cronómetros ; dió instrucciones secretas para puertos de refujio, estaciones carboneras 1 apostaderos ; confeccionó los manuales del torpedista minero, del foguista, del alumno artille- ro ; ercó el modelo del diario de navegación. Bueno es recordar la vijilancia, el contralor constante con que el contralmirante García conseguía el completo cumplimiento de sus ór- denes. En 1897 fué encargado por el gobierno de la inspección del acora- zado Jeneral San Martín, en construcción en Europa, el que trajo al país, como comandante del mismo. En 1898, nombrado presidente de la comisión naval, fué otra vez a Europa, encargado de la compra del acorazado General Belgrano, que trajo al país una vez concluído. En esa ocasión el gobierno italiano le nombró comendador de la corona de Italia. En 1899, nombrado jefe de la división Bahía Blanca, compuesta de los acorazados San Martín, Belgrano, Pueyrredón, Garibaldi 1 crucero Buenos Aires, navegó 1 evolucionó con ella hasta el Cabo de Hornos, siendo ésta la primera escuadra del mundo que lo doblara. En 1900 se le confió la dirección de la Escuela naval. En 1901, nombrado contralmirante, García Mansilla fué designa- do para estudiar el valizamiento é iluminación del canal de acceso al puerto militar. En 1902 se le confirió la jefatura de la segunda divi- sión de mar en evoluciones, conservando la dirección de la Escuela naval militar, en la que procedió a reglamentar los estudios. En 1904 fué nombrado jefe del arsenal del Río de la Plata; en 1905, jefe de la comisión naval en Europa; en 1906, otra vez direc- tor de la Escuela naval; i en 1909, como jefe de:la escuadra de eyo- NECROLOGÍA 217 luciones, aplicó en éstas métodos nuevos de navegación 1 maniobras, tiros curvos, ete. ;1 volvió a la dirección de la Escuela, que conservó hasta el día de su lamentado fallecimiento. En las fiestas del centenario, el 25 de mayo de 1910, comandó la brigada de marina nacional i estranjera que formó en la plaza de Mayo. El almirante Manuel José García Mansilla que murió a los 51 años de edad, contaba con 45 años, diez meses 1 ocho días de servicio acti- vo. En todo el transcurso de su carrera solo pidió una licencia de dos meses i medio, con motivo del fallecimiento de su señor padre, distin- euidoministro argentino en Viena. Para completar estos datos que, gracias a la benévola deferencia de la distinguida dama señora Angélica García de García Mansilla, pu- dimos estractar de la honrosa foja de servicios de su malogrado es- poso, vamos a agregar una mui sujerenté : Sin tomar en cuenta sus viajes en torpederas i buques de la carrera, el contralmirante García Mansilla ha navegado cerca de 110.000 millas marinas! Damos a continuación una lista incompleta de las publicaciones del malogrado marino : Tratado de táctica naval (1897), preconizando las órdenes de comba- tel evoluciones modernas. Este trabajo fué el precursor de los estu- dios que debía realizar más tarde, aplicando en los comandos que le fueran confiados una táctica especial. Conferencia en el centro naval sobre torpedos, puerto Bahía Blanca, etc. Conferencia sobre táctica naval, dada en la escuela de aplicación, implantando un sistema completamente nuevo que no pudo concluir dle desarrollar, pero que tenía ya esbozado para una nueva conferen- cia que preparaba con el objeto de darlo a conocer. Trabajos sobre tiros, bombardeos, curvos, etc. Altazímetro, instrumento de su invención, el cual da fácil i rápi- damente la posición de la nave en el mar. Oírculos secantes i tablas reducidas para simplificar los cálculos náu- ticos, empleando apenas dos logaritmos, de los cuales sólo uno hai que buscar en las tablas. Esta obra fué dedicada por García Mansilla a los que deben dar el rumbo en alta mar « como un tributo de sim- patía por sus desvelos i graves responsabilidades ». Pobre García Mansilla, siempre jeneroso ! Diseños de los tubos lanzatorpedos, entregados a los señores W'hite- head (colocados en el Espora, etc). 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Aparatos de corrección i puntería, cuyos dibujos entregó a los seño- res Elliot de Londres (colocados en el Espora, etc.). Hai que agregar a estos los numerosos informes producidos duran- te su actuación oficial, que bien merecen el honor de ser editados por el gobierno para su consulta, por las enseñanzas verdaderamente pro- vechosas que contienen. No hablaremos aquí de los numerosos escritos literarios sobre es- cenas marineras, algunos de positivo mérito, como La vela, el Hombre al agua, ete; ni los técnicos, entregados anónimamente a la prensa diaria o periódica. Para terminar con esta sumaria noticia sobre la actuación del almi- rante García Mansilla agregaremos que fué presidente i fundador del Centro naval i del Yacht club ; iniciador del Asilo naval, tomando co- mo modelo el Sailors Home inglés. Hemos sido compañeros de tareas con el almirante García Mansilla en el último año de su fecunda existencia. En el Instituto Jeográfico Arjentino formaba parte de la comisión nombrada para inspeccionar el mapa de la República Arjentina, que el Instituto debe publicar en cumplimiento de una lei del Centenario de mayo. Indicar la acción eficaz del malogrado contralmirante en la preparación del mismo es tarea inútil; sus compañeros de trabajo lamentaremos siempre su prematura desaparición que nos ha privado de un consejero tan es- perto como laborioso. En justo homenaje al ilustre estinto el Instituto jeográfico arjen- tino resolvió conservar su nombre entre los miembros de dicha co- misión i pasar nota de pésame á la familia (1). Pero donde el almirante García Mansilla pudo desarrollar más am- (1) He aquí el acta correspondiente : INSTITUTO GEOGRÁFICO ARGENTINO Sesión del 21 de agosto de 1910 En la capital de la República, á 21 de agosto de 1910, reunidos en el local del Instituto geográfico argentino los miembros de la comisión especial del mapa, señores Alejandro Sorondo, ingeniero Valentin Virasoro, ingeniero Santiago E. Barabino y coronel Juan F. Moscarda, bajo la presidencia del primero, mani- festó el señor Sorondo que había citado especialmente á la comisión del mapa para que tomara alguna resolución en homenaje á la memoria del malogrado NECROLOGÍA 219 pliamente su acción, fué en el Congreso científico internacional ame- ricano 1 éste, por resolución unánime de la comisión directiva, resol- vió premiar los importantes servicios prestados al mismo por aquél dedicándole una artística placa de bronce por colocar en su tumba, poner al frente del volumen destinado á los trabajos de la sección Ciencias navales, su retrato i su biografía, i publicar el acta de la sesión en que se tomaron tales resoluciones (1). compañero de comisión, contralmirante Manuel García Mansilla, fallecido el 20 del mes. Á moción del señor Barabino se resolvió : 1% Dejar sin reemplazo la vacante producida en la comisión, á fin de que el nombre del contralmirante García figure en el mapa que publicará el instituto ; 2% Enviar una nota á la señora viuda del contralmirante García expresando el sentimiento de la comisión del mapa y comunicándole la resolución adoptada en homenaje á su memoria ; 30 Enviar una nota á la comisión de homenaje al contralmirante García, que preside el doctor Norberto Quirno Costa, comunicándole también la resolución de la comisión del Instituto y adhiriéndose á cualquier homenaje que resuelva aquella comisión tributar al contralmirante García; 40 Levantar la presente sesión. Así se hizo, siendo las 6 p. m. — ALESANDRO SORONDO. Juan EF. Moscarda. secretario. (1) He aquí el acta indicada : Sesión extraordinaria en homenaje á la memoria del contralmirante MANUEL JosÉ García MANSILLA. Presidencia del ingeniero Luis A. Huergo Eduardo Aguirre. En la ciudad de Buenos Aires á veinticuatro dias del Florentino Ameghino. mes de agosto de mil novecientos diez, reunidos los seño- Pedro N. Arata. Santiago E. Barabino. Nicolás Besio Moreno. Vicente Castro. Angel Gallardo, Arturo Grieben. Jorge Magnin. Francisco P. Moreno. Raúl G. Pasman. Horacio G. Piñero. Atanasio Quiroga. Pablo Riccheri. Benjamín Sal. Estanislao S. Zeballos. Ausente en Europa res miembros de la Comisión directiva plena del congreso al margen anotados, el señor presidente declaró abierta la sesión á las cinco pasado meridiano. El señor presidente invita á la comisión á ponerse de pie en homenaje á la memoria del vocal contralmirante Manuel José García Mansilla. Así se hace. Manifiesta el señor presidente que la sesión á que ha sido citada la Comisión directiva es extraordinaria y con el exclusivo objeto de honrar de un modo especial la me- moria del distinguido hombre de ciencia desaparecido, arrebatado bruscamente á la armada argentina y á la patria en el período más brillante de su vida; recuerda , z la actuación del contralmirante García en la marina Enrique Marcó del Pont. ; a Z E o : nacional y especialmente en la Comisión directiva del congreso, en la que se había hecho notar por su dedicación y patriotismo, así como durante las sesiones de la sección Ciencias navales había determinado con su solo prestigio, la concurrencia de numerosas personalidades del país y del AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 15 220 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Manuel José García Mansilla!... Como marino fuiste docto, valien- te ; como ciudadano, intégerrimo patriota; como hombre, caballero, extranjero, cuyas producciones iban á figurar con honor entre las publicaciones del congreso. (Que era de opinión que la Comisión directiva debía discernir al malogrado jefe un homenaje duradero y solemne y que en tal sentido se había pensado ya en que podría recordarse su vinculación á nuestro certamen científi- co, colocando una placa en su tumba. Que acababa de tener conocimiento que se había constituído una comisión de amigos del contralmirante García Mansilla, para perpetuar su recuerdo, elevando un monumento á su memoria, cuya comi- sión era presidida por el doctor Norberto Quirno Costa. Que en presencia de este hecho, podía disponerse que se comunicara á la mencionada comisión lo resuelto á fin de que más adelante pudiera acaso trasladarse la placa del Congreso cien- tífico de la tumba al monumento público. Que proponía finalmente que todos los miembros de la Comisión directiva se adhirieran personalmente á las resolu- ciones de la comisión de amigos que presidía el doctor Quirno Costa. El ingeniero Vicente Castro propone que la placa se haga fundir sin pérdida de momento y que se designe una comisión compuesta por los señores general Pablo Riccheri, ingeniero Santiago E. Barabino y doctor Ángel Gallardo, para que dispongan todo lo relativo á ella. Todas estas ideas son aceptadas por unanimidad y sin discusión. El general Pablo Riccheri usa á su vez de la palabra para recordar la valía intelectual y moral del contralmirante García, así como la de sus antepasados recientes, todos ellos merecedores de la gratitud de la República, especialmente nuestro malogrado colega de comisión, al que clasifica de primer hombre de ciencia de nuestra armada. El doctor Atanasio Quiroga hace moción en el sentido de que la ofrenda de la placa se haga en nombre de todos los miembros adherentes del congreso y que en tal virtud se decida que los gastos que se eroguen con motivo de este homenaje, se imputen especialmente á la partida de adhesiones. Se acepta por unanimidad. El doctor Ángel Gallardo propone que el primer tomo de las publicaciones de la sección Ciencias navales, sea encabezado con el retrato y la biografía del ilus- tre muerto; el ingeniero Santiago E. Barabino manifiesta que la Comisión de publicaciones había pensado rendir ese homenaje en el primer volumen por pu- blicarse, esto es, en el de relación del desarrollo del congreso. Se resuelve enton- ces á moción del ingeniero Besio Moreno, publicar la presente acta en el primer volumen en prensa y encabezar los de Ciencias navales en la forma propuesta por el doctor Gallardo. La comisión designada para hacer fundir la placa de homenaje adopta para ella la siguiente inscripción : Homenaje del Congreso Científico Internacional Americano. al eminente marino argentino MANUEL JOSÉ GARCÍA MANSILLA Presidente de la Sección Ciencias Navales 1859-1910 Se resuelve finalmente : invitar á todos los miembros del congreso á adherirse NECROLOGÍA 221 —altruísta, afectuoso; como funcionario, laborioso, intelijente i honra- do. El ave inmortal del recuerdo batirá perennemente sus alas sobre tua nombre querido i apreciado, mientras en la Argentina se rin- da culto á la virtud i al talento de sus hijos ! Descansa en paz malogrado amigo i compañero, i pueda el eco del duelo público nacional por tu partida sin retorno consolar a tu deso- lada familia ! S. E. BARABINO. á la idea de levantar un monumento al distinguido ciudadano; no llenar el car- vo vacante en la Comisión directiva, á fin de que su nombre continúe al frente de la sección Ciencias navales; dirigir á la viuda una nota de pésame, á la que se agregará copia de esta acta. Acto continuo se declaró levantada la sesión siendo las 7 p. m. — Luis A. HUERGO. Jorge Magnin, secretario general. INGENIERO ALBERTO L. ALBARRACÍN | 5 DE AGOSTO DE 1910 Una nueva y dolorosa pérdida acaba de experimentar la Sociedad Científica Argentina, por el repentino fallecimiento del joven y estu- dioso ingeniero Alberto L. Albarracín, ocurrida el 5 de agostopróximo pasado. Apena cuando la naturaleza troncha una vida querida en plena actividad. Todo parecía sonreir al joven ingeniero, sus dotes inte- lectuales, sus conocimientos profesionales, la simpatía que á todos inspiraba su trato caballeresco, su natural modestia y sincero altruís- mo, le conducían progresivamente á alcanzar una envidiable meta, merecido galardón de sus reales virtudes. x Nacido el 21 de junio de 1881 en San Juan, pasó después á la capi- tal federal donde cursó los estudios secundarios en el Colegio nacional y los superiores en la Facultad de ciencias exactas, físicas y natu- rales, de la que recibió su título de ingeniero civil en el año 1906. Salido de la Facultad entró al servicio del ministerio de obras públi- cas, en la sección muelles y afirmados, consagrando todas sus activi- dades á la construcción de los malecones de defensa de la dársena norte y luego á la construcción de los muelles de hormigón armado en el Riachuelo. Últimamente había pasado á la comisión de estudios de los puer- tos en el Atlántico como segundo jefe, haciendo los estudios com- pletos para proyectar los puertos de Quequén y Mar del Plata. Ha sido un constante colaborador de la Sociedad Científica Argen- tina, en cuya junta directiva desempeñó el cargo de vocal, y formó parte de la comisión de propaganda del Congreso científico internacio- nal americano en sus comienzos, hasta que sus tareas profesionales le alejaron de Buenos Aires. Albarracín deja numerosos amigos, que apreciaban la virtud é independencia de su carácter, su tenacidad y constancia para el tra- bajo y su absoluta intransigencia para todo aquello que su delicada susceptibilidad consideraba incorrecto ó deprimente. ¡ Paz en su tumba! ARTURO GRIEBEN. ESPACIO, TIEMPO 1 MASA SEGÚN LAS IDEAS MODERNAS CONFERENCIA LEÍDA EN EL SALÓN DE ACTOS EN LA ESCUELA INDUSTRIAL DE LA NACIÓN EL 16 DE JULIO DE 1910 (1) Todos sabemos que en estos momentos atravesamos una profunda erísis en el campo de las investigaciones i disciplinas científicas. El actual período histórico se diferencia de los precedentes en que no sólo algunas hipótesis, sino que también grandes principios — de los cuales algunos universalmente aceptados, no se discutían ya — han sido súbitamente objeto de nuevas discusiones i críticas, mien- tras viejos sistemas que se reputaban definitivamente desestimados, resurjen de repente. Puede decirse que hemos presenciado el progreso 1 difusión de una nueva disciplina en casi todos los campos de las ciencias físicas 1 biolójicas : la enerjética, la que ha conmovido el antiguo fundamento mecánico de los fenómenos naturales creado por la filosofía cartesiana. Hemos visto también nacer nuevas ramas vigorosas de ciencias, como la físico-química las cuales han dado lugar a las más opuestas tenden- cias. Al mismo tiempo hemos asistido al descubrimiento de innúme- ros hechos en los clásicos campos de la ciencia, i tanto en el cielo como en la tierra, han sido reveladas muchas cosas que la filosofía no sospechaba siquiera, desde las nuevas fuentes del calor terrestre hasta la acción de la luz sobre los astros; desde las ondas eléctricas hasta la disociación de los átomos. (1) Versión del italiano por el injeniero S. E. Barabino. 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las nuevas orientaciones de la actividad científica, los nuevos hallazgos, sus interesantes aplicaciones, han dado lugar a contro- versias entre los matemáticos, físicos i naturalistas ; pero en los últi- mos tiempos se produjo algo mui fundamental que ocasionó una grave revolución en el pensamiento crítico moderno. Esta perturbación constituye la preocupación dominante en los sabios de hoi día, 1 es precisamente de esto que vol a hablaros. 1 Los conceptos fundamentales de la filosofía natural son indiscuti- blemente los de espacio, tiempo 1 materia. Para convencerse de ello, basta pensar que todas las medidas se resuelven en la determinación de estos tres elementos, i que todas las unidades de medida pueden hacerse depender de las fundamentales, tiempo, espacio 1 masa; li basta reflexionar que no se alcanza ninguna lei cuantitativa, ni una concepción exacta del mundo, sin la medida; 1 no puede hacerse nin- euna aplicación de las matemáticas — instrumento poderoso i deli- cado de la mente humana si las entidades examinadas no entran en el campo de las comensurables. Ahora bien, estos tres conceptos fundamentales han sufrido en los últimos tiempos una transformación grandísima. Las ideas corrientes hoi se diferencian notablemente de las que hasta hace poco se acepta- ban, i principios que parecían no poder removerse del sitio en que los colocara Newton, son objeto de una crítica implacable, 1 admira- ble a la vez, que los quebranta por completo. 100! Empecemos por examinar cuáles han sido los factores que impu- sieron este orden de ideas, comenzando por estudiar del modo más breve posible, por falta de tiempo, la evolución de la teoría de las ondas, los fundamentos de las modernas teorías electrodinámicas 1 especialmente las consecuencias a que ha conducido recientemente el concepto de los electrones. Si examinamos el desarrollo de la teoría de las ondas veremos que. a medida que este estudio ha ido estendiéndose bajo la denomina- ESPACIO, TIEMPO I MASA 225 ción de teoría ondulatoría, se ha abarcado categorías más amplias de fenómenos, su sentido se ha hecho más vago, perdiendo fatalmente aquella determinación que inicialmente tenía. Huyghens empieza su tratado sobre la luz observando que el soni- do se propaga, alrededor del punto donde se produce, por medio del aire, cuerpo impalpable e invisible, con igual velocidad en todo sen- tido, por cuya razón deben formarse superficies esféricas cada Vez mayores, las que alcanzan a herir nuestro oído; 1 agrega que la luz debe llegarnos, igualmente, de los cuerpos luminosos, mediante un movimiento impreso á una materia, el éter, el cual debe á su vez propagarse análogamente mediante superficies esféricas, que deben llamarse ondas esféricas, por el estilo de las que se forman en el agua cuando se arroja a ésta una piedra. Lo dicho no deja duda alguna sobre la significación que Huyghens daba a la teoría de las ondulaciones. En el concepto jeneral de los fenómenos luminosos le precedieron Cartesio, Hooke i otros, pero fué él que aplicó la palabra onda. De modo que con esta sola palabra ha coligado tres clases de fenómenos esencialmente distintos entre sí, vale decir, los fenómenos visibles en la superficie de los líquidos, los ocultos en el interior de los fluídos elásticos 1, merced á una atrevida hipótesis, los luminosos. La fuerza de una tal coligación debida al empleo acertado de la palabra onda es uno de los hechos más memo- rables en la historia de las ciencias i un ejemplo típico que conviene hacer conocer. Al crear Huyghens la locución sistema de las ondas, se refería tan sólo a los fluídos, es decir a los líquidos' 1 gases; limitación que se mantuvo por algún tiempo, pero que dió lugar a insuperables dificul- tades, pues no era exacto comparar el mecanismo de la propagación de la luz con el del sonido, siendo así que los fenómenos de la polari- zación de la luz no son compatibles con los movimientos de los gases. Por lo demás, en el sonido no hai ningún fenómeno de polarización. El doctor Young no consiguió vencer la dificultad; Fresnel, con un rasgo verdaderamente jenial, la superó después de largos años de trabajo i meditación, estableciendo que las vibraciones luminosas deben ser trasversales i no lonjitudinales. Los fluídos elásticos gaseosos no son capaces de trasmitir sino vibraciones lonjitudinales, luego la teoría de las ondas limitada á los fluídos no puede abarcar los fenómenos luminosos. Se hizo necesario ampliarla considerable- mente de manera que la teoría de las ondulaciones comprendiera todos los fenómenos de los pequeños movimientos de los cuerpos 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fluídos i sólidos de modo tal, que todo fenómeno que pueda esplicarse mediante tales movimientos queda comprendido en esta teoría. De este punto de vista se han desarrollado los célebres trabajos de Cauchy, Lamé, Green, Neumann, Stockes, Kirchhoffi otros jeómetras i físicos que han estudiado en sus diversos aspectos la teoría de los pequeños movimientos. De este modo la teoría elástica de la luz se formó i desarrolló de una manera admirable, mediante el análisis matemático más profundo. Pero ¿qué se entiende por onda, en vista de que la simple seme- Janza entre la de los fluídos i la de los sólidos da lugar, como vimos, a dificultades ? Si examinamos un cuerpo de tres dimensiones, ¿sótropo, es decir, igualmente constituído en todos sus sentidos, cualquier perturbación lonjitudinal o trasversal, limitada inicialmente entre dos esferas con- céntricas, se propaga con velocidad uniforme conservándose siempre entre dos esferas concéntricas. La onda esférica simple es, pues, una perturbación que pasa sin dejar rastro tras de sí. Pero si examinamos un medio isótropo de dos dimensiones, por ejemplo una membrana elástica, no pueden conseguirse ondas circula- res que pasen sin dejar tras de sí perturbaciones. Análogamente, en todo medio elástico que posea una resistencia de rozamiento, las ondas esféricas dejan trazas de su paso. Es, pues, natural, espontánea, la distinción entre ondas con i sin residuo. Para estas vale el principio de Huyghens en su primitivo concepto. Para las otras, no, pues hai que modificar a su respecto la forma del prin- cipio mismo, o decir, con Hadamard, que tal principio no subsiste. Establecido así este punto fundamental, apresurémonos en esta breve noticia histórica a alcanzar el período que puede caracterizarse con los dos grandes nombres de Maxwell 1 Hertz. IV Me falta tiempo para indicar aquí cómo se ha llegado a coligar entre sílos fenómenos eléctricos con los luminosos. Por una sucesión de esfuerzos, a partir de Faraday, que han conducido a la bellas esperiencias de Righbi, se llegó a ello, i, preciso es convenir, que la parte más brillante en todas estas investigaciones estaba reservada al análisis matemático. ESPACIO, TIEMPO I MASA 227 En efecto, las analojías analíticas descubiertas por Maxwell entre las ecuaciones diferenciales del campo eléctrico-dinámico i las de la óptica, han precedido á todos los otros resultados i dieron lugar á las investigaciones esperimentales. Maxwell creó así la teoría electromagnética de la luz, monumento grandioso cuya importancia sólo puede equipararse a la de los maegnos sistemas de la filosofía natural. Hertz la comparó con un puente magnífico que une dos campos de la física antes completamente sepa- rados. La impresión que produce este resultado aun prima facie es gran- ísima ; pero si se examina más de cerca i si reflexiona, se descubre que la revolución causada por la teoría de Maxwell es mayor aun de lo que pudo creerse al principio. En efecto, los fenómenos electromagnéticos no entran en la teoría jeneral de los fenómenos elásticos, i es por ésto que la teoría electro- magnética de la luz ha hecho retirar la óptica del campo de la elasti- cidad. Las palabras, sin embargo, no han cambiado, continuándose a ha blar de vibraciones, ondas, ete.; pero su sentido primitivo ha sido mo- dificado, quedándole tan solo la interpretación analítica. Como lo ha demostrado majistralmente Hertz, no hai sino vectores variables con el tiempo i la posición, vinculados por ecuaciones diferenciales. En otros términos: la teoría de las ondas aplicada a los fenómenos electromagnéticos, en las que se incluye los luminosos, ha perdido su base mecánica. Lo que queda como vínculo entre los varios fenómenos que entran en la teoría de las ondas, es un ligamen analítico que sólo las ecua- ciones pueden hacer conocer, pues tanto las vibraciones de los cuer- pos elásticos como las electromagnéticas , dependen de ecuaciones diferenciales, llamadas por los jeómetras de tipo hiperbólico, las que tienen propiedades bien netas i definidas. En efecto, lo que domina la teoría analítica son las características reales propias de las ecua- ciones diferenciales hiperbólicas, cuya interpretación del punto de vista físico puede hacerse de una manera completa i plenamente lú- cida. Pero debe agregarse que, en tal caso, dlel campo de la teoría de las ondas quedan eliminadas las que el mismo Huyghens había to- mado como tipo, más aún, que habían dado nombre a las demás : en tuna palabra, que eran las jeneradoras de toda la familia : quiero decir que se elimina las ondas líquidas. Estas, en efecto, no dependen de ecuaciones de tipo hiperbólico, ni 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sus leyes de propagación son semejantes á las elásticas i electromag- néticas. Siguen otras leyes, reveladas i enunciadas por la hidrodiná- mica. Singular contraste que, en verdad, no es el primero, ni será el últi- mo en la historia de la ciencia, i que es un ejemplo típico de la evolu- ción del lenguaje científico. V Las ecuaciones establecidas por Hertz como base de la electrodiná- mica constituyen, por una parte, la síntesis de gran número de teo- rías 1, por la otra, han marcado nuevos rumbos a las subsiguientes investigaciones. Ellas compendian las leyes de la electroestática 1 del magnetismo, las de las acciones ponderomotrices de las corrientes, las de la inducción electrodinámica 1, en fin, de la óptica. Si se quisiera enunciar en pocas palabras lo que las mismas ecua- ciones nos expresan, se podría decir que el estado de un campo elec- tromagnético está definido en cada instante i lugar por dos vectores los cuales nos dan respectivamente las fuerzas eléctricas 1 magnéti- cas. La variación de cada uno de estos elementos se puede calcular mediante el valor de los elementos mismos en los alrededores de los puntos que se consideran. Es de este nodo que el estado futuro de- pende del presente con normas perfectamente determinadas. Pero las ecuaciones de que hemos hablado se refieren a los medios inmóviles. Las mayores dificultades se presentaron cuando se quiso pasaral caso de un sistema en movimiento. Poco tiempo después de haber publicado Hertz su primer memorable trabajo sobre electrodi námica, dió á luz otra memoria titulada La electrodinámica de los sis- temas en movimiento, en la que establecía un postulado fundamental, sumamente simple, mediante el cual podía efectuarse el paso del re- poso al movimiento. Establecido dicho postulado, era fácil para los matemáticos dedu- cir de las conocidas ecuaciones de la electrodinámica de los sistemas en reposo la de los sistemas en movimiento, lo que ocurrió en reali- dad, dándonos el sistema de ecuaciones de Hertz para los cuerpos en movimiento. Antes de pasar adelante hubo que someter estas ecuaciones a un examen minucioso 1 profundo para ver si correspondían a los hechos que la observación revelaba, como se hace en jeneral en todas las ESPACIO, TIEMPO I MASA 229 investigaciones físico- matemáticas. En primer término, la inducción nos conduce á las leyes elementales con las que se desea caracterizar el fenómeno (en nuestro caso el postulado que acabamos de enunciar) ; luego, con un proceso deductivo, en el que interviene con toda su efi- cacia el medio matemático, se reconstituye el fenómeno i se estudia sus particularidades; por fin, las previsiones del cálculo le someten a un contralor esperimental — directo o indirecto — lo que constituye la verificación de que trataremos en seguida. Ahora, los principios de la conservación de la electricidad 1 del magnetismo, son comprobados por las ecuaciones de Hertz ; 1 lo mis- mo ocurre con los de la conservación de la enerjía i de la acción 1 reacción ; pero si confrontamos los resultados a que conducen las ecuaciones de Hertz para la óptica con los que da la observación di- recta nos encontramos en completa discrepancia. En efecto, dichas ecuaciones no concuerdan con las esperiencias de Fizeau que prue- ban el arrastre parcial de las ondas luminosas, o, lo que es lo mismo, de las ondas eléctricas transversales. Esta fué la causa por la cual el postulado i las ecuaciones de Hertz fueron abandonados. vI Actualmente existe otra teoría, la más universalmente aplicada al estudio i esplicación de los fenómenos de la electrodinámica de la óptica en los cuerpos en movimiento, la establecida 1 desarrollada por Lorentz, quien partió de algunos postulados elementales que expresó en forma analítica, mediante las ecuaciones que llevan su nombre. Si analizamos estas ecuaciones, como hicimos con las de Hertz, lle- gamos a la conclusión de que no existe ninguna contradicción con los principios de la conservación de la electricidad, del magnetismo i de la enerjía. Además, para los fenómenos ópticos podemos decir que el de Zeeman, por lo menos en su forma más simple i primitiva, fué pre- visto por el mismo Lorentz, siendo, tal vez, este el primer triunfo no- table de su teoría. En cuanto a los fenómenos luminosos para los cuerpos en movi- miento (a cuya prueba no resistió la teoría de Hertz), dieron lugar a un gran número de estudios e investigaciones que condujeron preci- samente a los grandes e importantes resultados a que aludí al comen- 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA zar esta conferencia, dando orijen a las nuevas vistas sobre los fun- damentales conceptos de espacio 1 tiempo. ¿ Es posible evidenciar el movimiento absoluto mediante fenómenos ópticos o electromagnéticos ? Esta es la cuestión que se impuso desde el primer momento. Primero se reconoció que la teoría de Lorentz explica bien todos los hechos ; pero si se quiere que los fenómenos ópticos no sean in- fluenciados por el movimiento de la tierra, hai que despreciar en las fórmulas, términos del orden del cuadrado de la aberración (es decir 05) 108 del orden La memorable esperiencia realizada por Michelson i Morley, cuyas condiciones debían hacer sensibles los términos del orden del cuadra- do de la aberración, dió resultados negativos, contrariamente a lo que lateoría de Lorentz, i demás teorías ópticas, hacían prever. Entonces Lorentz imajinó una hipótesis suplementaria: según ella todos los cuerpos sufrían — en el sentido del movimiento de la tierra — un acortamiento de O en su lonjitud. >< Esta hipótesis impresionó extraordinariamente ; muchos fueron los inerédulos al principio; pero paulatinamente han ido modificándose las ideas, i la crítica hizo en este sentido grandes progresos. El pos- tulado de la relatividad, vinculado a la transformación de Lorentz, vale decir, el principio según el cual no puede llegarse al conocimien- to del movimiento absoluto, ha sido casi por todos aceptado. Pasaremos a desarrollar este argumento ; pero, abandonando el es- tudio orijinal de Lorentz, nos colocaremos en el punto de vista de Einstein, 0, mejor aun, nos apoyaremos directamente en las más re- cientes consideraciones de Minkowsky, quien consiguió construir so- bre una base jeométrica la moderna teoría del espacio 1 del tiempo, cuya primera esposición figura en una memoria que publicó en las actas de la academia de Gotinga, espuesta más tarde, en forma más simple i popular, en una memorable conferencia dada por él ante el Congreso de médicos ¿ naturalistas alemanes en 1908, pocos meses antes de morir. El fin prematuro de este joven e ilustre sabio ha ma- logrado el conjunto de ideas que se había formado relativamente a este punto, las que entendía esteriorizar oportunamente, tanto que de ello sólo nos queda su iniciación. Antes de abandonar las ecuaciones de Lorentz i su confrontación con los hechos reales, debemos hacer referencia al punto débil de to- ESPACIO, TIEMPO 1 MASA 231 da su teoría. Vimos ya que las ecuaciones de Hertz correspondían al principio de la acción i reacción. No puede decirse lo mismo de las ecuaciones de Lorentz: discrepancia que en esta grandiosa concep- ción queda aún sin resolver. vIL Muchos de vosotros habréis leído, ciertamente, un romance inglés que tuvo en Europa mucho éxito, orijinando un sentimiento de viva curiosidad : me refiero a El viaje en el tiempo, novela de Wells, inte- lijencia aguda, bizarra i nutrida de seria cultura. Podemos cambiar de posición en la superficie terrestre, bajar a sus profundidas, elevarnos en la atmósfera, en una palabra, podemos 'ambiar de posición en el espacio. Según Wells, un inventor ha ideado una máquina singular me- diante la cual podemos retroceder en el tiempo recorriendo las épo- cas pasadas, pero conservando siempre en el espacio la misma posi- ción, 1 así, con .la misma máquina, invirtiendo su marcha, puede proseguir i proceder en los tiempos futuros, con la rapidez que a uno plazca, manteniéndose siempre en la misma posición del espacio. Los que le circundan la ven desaparecer porque la máquina lo conduce a otros tiempos, anteriores o posteriores i puede ver todo lo que ha su- cedido en el pasado, todo lo que sucederá en el porvenir. El tiempo es, pues, considerado por Wells como otra coordenada por agregar a las tres que determinan nuestra posición en el espacio, 1 yo, respecto de este elemental concepto, no puedo más que repetir lo que él hace decir al imajinario protagonista desu historia, en sus disputas ó conversaciones con sus contradictores ó amigos. Por otra parte, es éste un concepto familiar desde hace mucho tiempo á las matemáticas, tanto que, poco antes, hablando de las ecuaciones dife- renciales que se refieren a las vibraciones elásticas i a las oscilacio- nes eléctricas (que clasifiqué en el tipo de las hiperbólicas), dije que el vínculo entre los hechos i la teoría era formado por algunos ele- mentos llamados características. No se habría podido imajinar i tratar tales elementos por los matemáticos si éstos no hubieran tenido la visión de que el tiempo podía considerarse como una cuarta coorde- nada. Pero ¿es posible separar los conceptos de espacio i tiempo ? Todo lugar es observado en cierto tiempo i cada tiempo está determinado 232 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en un lugar dado ; luego el espacio i el tiempo están ligados indiso- lublemente en nuestro espíritu 1 en todas nuestras acciones. Supongamos, como usamos en la jeometría, que fijamos la posición de un punto mediante sus tres coordenadas x, Y, 2. Llamando t el tiempo, un punto del espacio, considerado en un instante dado, esta- rá determinado por los valores x, y, 21 t. Á este conjunto de cuatro ralores, le llamaremos un punto del mundo; 1 a la totalidad de los valores que pueden tener x, y, 2 1t, Universo. Si seguimos a una partícula de materia en la infinita sucesión de los acontecimientos, vale decir, en todos los tiempos que fueron i en todos los por venir, tendremos una línea que depende de todos los valores posibles de x, y, ¿1t relativos á dicha partícula determinada. Minkowsky concibe una línea tal, á la que denomina línea universal, como la imajen del curso perpetuo de la vida de aquella partícula sustancial en el Universo, i este mismo como el conjunto de las líneas universales relativas a todas las partículas sustanciales existentes. Ahora bien: en todo lo dicho he empleado términos suministrados por la jeometría, como punto, línea, ete.; pero debe entenderse que tal lenguaje se refiere a un espacio que no es el de tres, sino el de cuatro dimensiones. En efecto, si un punto del mundo está indivi- dualizado por los cuatro parámetros x, y, 21t,1el Universo por todo el conjunto de valores de los mismos, quiere decir que el universo de Minskowsky es un espacio de cuatro dimensiones. Esto no crea dificultades a los matemáticos, que están habituados a tratar las cuestiones jeométricas en los espacios de cuatro, de cinco, de un número cualquiera de dimensiones, con la misma facili- dad i desenvoltura que en el ordinario de tres. El lenguaje jeomé- trico, más bien, es un medio de facilitar las investigaciones 1 deseu- brimientos, así como el de enunciar simple 1 claramente los resulta- dos obtenidos. Lo que se observa en el espacio de tres dimensiones, según Min- kowsky, no es más que la sombra o la proyección de un espacio con una dimensión más, o, mejor aun, una sección de este mismo espacio. Pero, si queremos vulgarizar los conceptos mismos i volverlos in- tuitivos, poniéndolos al alcance de todos, es menester recurrir a un artificio que ha servido con notables ventajas en otras circunstan- cias. Helmholtz i Olifford, queriendo aclarar elementalmente el con- cepto de curvatura del espacio, imajinaron seres de dos i de una di mensiones. El primero, por ejemplo, ideó un sér sumamente chato que podía resbalar sobre una superficie; el segundo, forjó un sér yer- ESPACIO, TIEMPO I MASA 235 miforme que podía escurrirse á lo largo de una línea. El ser chato de Helmholtz tiene dos dimensiones i como suponemos que no puede salir de una dada superficie, el espacio que puede recorrer debe ser también de dos dimensiones. Análogamente, el sér vermiforme de Olifford tiene una dimensión 1 el espacio que anda, una sola también. Ahora bien, ¿que será para el Universo de Minkowsky el ente chato ? Si caracterizamos cada partícula material que puede concebirse por medio de las dos coordenadas relativas a su espacio de dos di- mensiones 1 el tiempo en que, las considera, tendremos que su uni- verso será evidentemente de tres dimensiones. Análogamente el universo del sér vermiforme tendrá dos dimensiones. S1 nos limitamos, pues, a estos seres más simples que nosotros, tendremos universos más simples que, siendo representables por es- pacios a tres o dos dimensiones, nos darán inmediata i directamente la visión de la marcha de sus eventos, mientras las construcciones jeométricas que podremos formar en estos universos serán perfecta- mente apreciados por nuestros sentidos. Sólo después, con un es- fuerzo mental de abstracción 1 jeneralización, podremos pasar de estos espacios a nuestro universo de cuatro dimensiones i formarnos un hábito intelectual capaz de concebir los eventos en el espacio mismo. Mas aun, si principiamos por el sér más simple, como su universo tiene dos dimensiones, podremos trazar efectivamente todas las ope- taciones jeométricas, a que nos hemos referido, en una hoja de papel, facilitando de este modo muchísimo las operaciones mismas i tenién- dolas constantemente a la vista, completamente materializadas 1 con- cretas. Para familiarizarnos con estos conceptos, consideramos la posición de una dimensión, caracterizada por una coordenada « (por ejemplo, su distancia á un punto dado), mientras el tiempo quedará determi- nado por otra coordenada t, por consiguiente la imajen del Universo OS será dada por el plano xt. Si la partícula está en reposo, su ima- jen estará representada por una recta paralela a €, la que nos indi cará que, con el cambiar de los tiempos, la posición, o sea, la coorde- nada , no cambia. Si la partícula se moviera, su imagen sería una línea, que espresaría como con el cambiar de los tiempos cambiaría Y, esto es, su posición en el espacio. Si el movimiento fuera uniforme la línea sería una recta, cuya mayor o menor inclinación respecto del eje de los tiempos, indicaría una mayor ó menor velocidad ; i que ésta 234 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA será igual a 1 cuando estuviera igualmente inclinada respecto de los ejes. Con referencia a cuanto hemos dicho precedentemente, para tener en un instante la imajen ó la sombra de lo que ocurre en su espacio, el verme deberá hacer una sección de estas varias líneas con una recta perpendicular al tiempo i que diste del eje tanto como es el tiempo transcurrido. Tales secciones nos darán las posiciones de la partícula que se observa. Cada partícula sustancial estando caracterizada por un punto en el eje de las x, por cada uno de estos puntos pasará una línea uni- versal de Minkowsky que nos dirá la historia o la vida de la partí- cula. El Universo es el conjunto de estas líneas que se aproximan o se alejan sin intersecarse jamás, puesto que cada partícula sustancial conserva su propia individualidad. e 0 A as Figura 1 Para el ente vermiforme todas las leyes de la naturaleza se redu- cen á las mutuas relaciones entre estas líneas, puesto que ellas resu- men para él todos los eventos pasados, presentes 1 futuros del Uni- verso. Si deseamos pasar al universo del sér chato tendremos que consi- derar dos ejes del espacio x, y, i un eje del tiempo; i en el universo de tres dimensiones referidas a e, y, t podremos razonar análogamente a lo que hemos hecho hasta aquí. En fin, con un esfuerzo agregamos una dimensión ulterior i llegaremos a nuestro universo il a nuestras leyes físicas. Pasemos, ahora, al mecanismo de la propagación de las ondas luminosas o, lo que es lo mismo para nosotros, electromagnéticas. Tomemos un centro luminoso A (fig. 1) en el universo de dos di- mensiones, i supongamos que las unidades de tiempo 1 lonjitud se ESPACIO, TIEMPO I MASA 235 hayan elejido de modo que la velocidad de propagación de la luz sea unitaria. Por A tracemos dos líneas igualmente inclinadas con res- pecto a los ejes X, t. Las ondas que parten de A i se propagan, tanto de un lado como del otro, son sin residuo ; luego, si trazamos desde A dos rectas igualmente inclinadas sobre los ejes, nos darán todos los puntos del universo iluminados por un rayo partido de dicho centro luminoso. Si consideramos, en cambio, el universo de tres dimensiones i un centro luminoso A (fig. 2), trazando el cono cuyo vértice es A, cuyo Figura 2 eje es paralelo a ti cuya jeneratriz está inclinada de 45* respecto del eje t, obtendremos en él la imajen de la onda; pero como ésta es de las que dejan residuo, toda la rejión interna del cono nos indicará la parte iluminada por el rayo partido de A. Las rectas 1 el cono trazados en las dos figuras precedentes, no son sino la línea i la superficie características de las cuales hablamos an- teriormente. En fin, queriendo pasar a las ondas luminosas en nuestro espacio, sería necesario imajinar un universo de cuatro dimensiones ; i puesto que, como hemos dicho, en este caso las ondas no dejan residuo, el Mecanismo de su propagación se aproximará al indicado para el uni- verso de dos dimensiones. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX : É 16 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA VIII Entraremos, ahora, a considerar el movimiento relativo. ¿Qué transformación deberá hacerse, si el observador se mueve con velocidad uniforme ? Bastará evidentemente, según los principios de la mecánica newto- niana, cambiar el eje de las £ por otro inclinado t”, conservando el mismo eje X, en la hipótesis más simple del universo de dos «limen- siones. En efecto, todos los puntos A de velocidad uniforme igual, estarán representados por una paralela a t- i, por consiguiente, pa- recerán inmóviles al observador. Por otra parte, es sabido que las ecuaciones de la mecánica newtoniana no se modifican cambiando las coordenadas x, ten « — at, t, lo cual, según los principios jeométricos, equivale a cambiar los ejes X, t por los X, t”. Pero consideremos la propagación de la luz, para lo cual recorde- mos las caracteristicas que hemos considerado anteriormente. Siendo unitaria la velocidad de la luz, ellas constituirán las bisectrices ¿, 7, de los ángulos formados por los ejes. Establezcamos, ahora, como postulado, en virtud de las leyes ópti- cas de que hemos hablado ya, que la velocidad de la luz no debe cam- biar cualquiera sean los sistemas de referencia. ESPACIO, TIEMPO I MAZA 237 Es evidente que tal postulado está en contradicción con el princi- pio de relatividad newtoniana, pues las rectas 2, j no siendo ya las bisectrices de los ángulos de los ejes x, t', la velocidad de la luz res- pecto del nuevo sistema de referencia habrá cambiado. ¿ Cómo, pues, se deberá transformar el principio de relatividad, queriendo eliminar esta contradicción ? Se ve inmediatamente que cambiando el eje t por el t” habrá que sustituir el x por el «” de modo que las rectas 2, ) se conserven bisec- trices de los ángulos de los ejes t' 2”, lo que equivale á hacer una transformación tal que el binomio x? — t* se cambia en w/?—¿'?, Del mismo modo puede reconocerse, pasando del universo de dos dimensiones al de cuatro, que mientras el grupo de transformaciones que representa el principio de relatividad newtoniana es el que cambia aX, Y, 2,ten x — at, y — bt, 2 — ct, t, el postulado fundamental que hemos establecido se verificará reemplazando dicho grupo por el otro que cambia la espresión cuadrática 4% + y? +2 —t en sí misma. Ahora bien: es precisamente este grupo de transformaciones el que no cambia las ecuaciones de Lorentz de las que nos ocupamos anteriormente. Existen, pues, dos principios diversos de relatividad : uno, propio de la mecánica newtoniana; el otro, de la electrodinámica lorentzia- na. Están en contradicción, por lo que, si aceptamos el segundo, ten- dremos que modificar los principios de la mecánica para ponerlos de acuerdo con dicho principio. Es lo que muchos autores (en primera línea Poincaré i Minkowsky) han tratado de hacer. El nuevo principio de relatividad establece un ligamen más íntimo entre el espacio i el tiempo, pues éstos no pueden en manera alguna modificarse sin que la alteración de uno no influya sobre el otro; 1, en efecto, el cambio del eje de los tiempos importa la alteración de la dirección del eje de los espacios. De este conjunto de conceptos, mediante un fácil desarrollo jeomé- trico, se deduce la contracción lorentziana de que hablamos prece- dentemente. Las consideraciones espuestas nos conducen a la importante cues- tión de la contemporaneidad de los acontecimientos. ¿Cuándo puede decirse contemporáneos dos hechos que aconte- cen en puntos diversos ? La crítica moderna, basada en la teoría que hemos espuesto, res- ponde de una manera nueva li singular a esta fundamental pregunta. 238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sean A, B, €, puntos que se mueven según una recta OX. Según Minkowsky las imájenes en el universo de dos dimensiones serán rectas a, b, c. Tracemos las características 1, ), las cuales — como hemos visto — representan la propagación de la luz. Supongamos, ahora, que cada observador posea un reloj cuya marcha sea uni- forme. Para arreglar los relojes consideramos como normal el del obser- vador A. Cuando éste se halla en A,, en el instante £,, hace una señal 0 A 8 E xa Figura 4 luminosa que el segundo observador nota cuando se halla en B. Éste retribuye la señal al primer observador, el cual la percibe cuando ya se halla en A,, en el instante t,. Las rectas A,B ¡ BA, deben ser res- pectivamente paralelas á las 21). Supóngase que en el momento en que el segundo observador Bb t, a Y y z Ú j recibe la señal su reloj marca el tiempo se tendrá que la recta 2 AB (siendo A punto medio del segmento A, A), i por consecuencia todas las rectas a ella paralelas, representan puntos de contempora- neidad respecto del reloj normal A. Ahora, se reconoce fácilmente que si se considera a «a como la di- rección del eje de los tiempos, la recta AB es la dirección del eje de ESPACIO, TIEMPO 1 MASA 239 los espacios (según la construcción que hicimos antes). Luego, si to- mamos como reloj normal el de B, los puntos de econtemporaneidad estarán determinados por las rectas paralelas a .1,, es decir, a aquella recta que forma el eje de los espacios cuando se considera a b como eje de los tiempos. Pero las direcciones x,, %, no coinciden, pues los angulos 2, e, 1 ab deben ser iguales, como es fácil probarlo. De ello deducimos que, fenómenos contemporáneos respecto del primer reloj, no lo son ya respecto del segundo. Como conclusión podemos decir: 1% Que la velocidad de la luz representa el límite de velocida- des posibles, puesto que el eje de los espacios i el de los tiempos deben siempre, necesariamente, estar situados respectivamente den- tro de los ángulos xi 11%; 2 Que dos acontecimientos cualesquiera podrán considerarse como contemporáneos, siempre que correspondan a dos puntos A, B, del universo, tales que la recta AB tenga respecto del eje de las % una inclinación menor de 45” Es inútil aplicar estos conceptos al universo de 4 dimensiones, en el que conservan formas análogas a las del de dos dimensiones, 1, por lo tanto, un pequeño esfuerzo de imajinación basta para que podamos situarlos en este espacio más extenso. Es también inútil insistir sobre la orijinalidad de estos resultados ¡sobre la profunda revolución que causan en las ideas de espacio 1 tiempo a que estamos habituados. En efecto, destruyen los conceptos del antes i después, reduciéndolos a algo que depende de nosotros MISMOS. IX + No podríamos terminar estas consideraciones jenerales sobre la mudanza ocasionada en los conceptos fundamentales por las más mo- dernas teorías de la física sin hablar de la cuestión de la masa, que mencionamos al comenzar. Por otra parte, todos conocemos la teoría de los electrones 1 de la masa electromagnética al que está vinculado el nombre de Abraham. No me detendré a esponer aquí en detalle cuales fueron las razo- nes que condujeron a establecer la teoría de los electrones. Los fenó- menos eléctricos 1 las memorables leyes de Faraday hicieron estable- 240 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA cer que a cada átomo de los cuerpos se asociaba una carga eléctric: de magnitud independiente de la del átomo mismo 1 que sólo depen- día de su valencia. Los fenómenos de la conducción en los gases i sus leyes conduje- ron a la hipótesis de la ionización, i las célebres esperiencias de J. J. Thomson confirmaron por una vía completamente diversa, la indivi- dualidad de aquella carga eléctrica asociada a los átomos de los cuer- pos 1 sujerida por los fenómenos electrolíticos. Finalmente, el estu- dio de las descargas eléctricas en los gases enrarecidos condujeron a la hipótesis electrónica, esto es, que los rayos catódicos están consti- tuidos por un cúmulo de corpúsculos electrizados negativamente que parten del cátodo con grandísima velocidad. Las desviaciones que su- fren en un campo eléctrico i en un campo magnético permitieron calcular la relación entre la carga de cada uno i su masa; relación obtenida i confirmada también por otros medios, la que resultó inde- pendiente de la naturaleza del gas enrarecido i de la de los elec- trodos. : Ahora, la misma relación entre la carga 1 la masa en los corpúscu- :0s electrizados, sujerida por los fenómenos de la electrólisis, resultaba mucho más pequeña para el hidrójeno que tiene el menor peso ató- mico. Se trataba, pues, de determinar la causa que influía sobre la notable diferencia que existe en los dos casos. Las esperiencias de Lenard i una larga discusión hicieron necesaria la hipótesis de que la carga eléctrica de cada corpúsculo era la misma en ambos casos ; pero que la masa de los corpúsculos catódicos era mucho menor que la de los átomos materiales, como para compensar el valor que se ha- llaba en la relación mencionada. Pero entonces se interpuso un nuevo orden de ideas de muchísima - importancia al que queremos referirnos más especialmente, el que surjió de la consideración de la masa electromagnética. Las célebres esperiencias de Rowland confirmadas por Roentgen. Cremieux, Ponder, han probado que una carga eléctrica en movi- miento es comparable con una corriente eléctrica, enjendrando por tanto un campo magnético. Basta esta simple consideración para que los principios energéticos nos hagan pronto prever que un cuerpo electrizado en movimiento se comporta como si su masa fuera mayor. En efecto, el trabajo por realizar para variar la velocidad debe ser igual al incremento de la fuerza viva, es decir, al trabajo que debería realizarse si no estuviera electrizado, más el necesario para cambiar el campo magnético. Un cuerpo electrizado presenta, por consi- ESPACIO, TIEMPO I MASA , 241 guiente, respecto del mismo no electrizado, una inercia mayor i, por ende, un aumento aparente de su masa. Ahora, los corpúsculos catódicos estando electrizados negativa- mente i en movimiento deberán tener por lo menos una parte de su masa de orijen electromagnético. Surjió entonces esta idea atrevida : ¿no tendrá tal vez tal orijen la masa total de los mismos corpúsculos (ya reconocida tenuísima respecto de las masas atómicas) ? Obsérvese que en tal caso se quitaba a dichos corpúsculos toda consistencia material considerándoseles, por tanto, como simples cargas eléc- tricas. Sería mui largo esponer las razones que militaron en favor de esta hipótesis, aceptada universalmente, 1 que dió orijen al concepto del electrón o sea del átomo de electricidad constituído por una simple carga eléctrica negativa, sin algún substrato material. Como conse- cuencia se dedujo que los rayos catódicos están constituídos por elec- trones móviles con una velocidad (medida directamente por Viechert) de un tercio próximamente de la de la luz; ¡1 que los electrones aso- ciados a los átomos materiales constituyen los ¡ones negativos, reco- nocidos en los fenómenos electrolíticos i en las descargas de los gases 1, por fin, que la electricidad está constituída por estos átomos, ¡ale decir, por esas porciones elementales definidas respecto de las suales todas las cargas son múltiples según números enteros. Pero los electrones no son emitidos tan sólo por el cátodo en los tubos vacíos, ellos son emitidos también por el radio, constituyendo los rayos llamados B. El primero que calculó la masa aparente de un electrón para di- versas velocidades, fundándose en la hipótesis de que ella sea toda de orijen electromagnético, fué Abraham en 1902, quien pudo reconocer la existencia de dos masas especiales : la lonjitudinal, esto es, en el sentido del movimiento, i la transversal, en sentido normal al mismo. Las esperiencias de Kaufmann, hechas en el mismo período de tiempo, sobre los rayos Bi su desvío obtenido mediante campos elée- bricos i magnéticos, confirmaron la hipótesis electromagnética de la masa. Aquí conviene ligar la cuestión que tratamos con la desarrolla- da antes relativa a la contracción debida, según Lorentz, al movi- miento. Abraham suponía que el electrón era esférico, invariable, no some- tido, por lo tanto, a la contracción lorentziana, lo que importaba es- tablecer que la observación de los fenómenos ópticos debía revelar el 242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA movimiento absoluto de la tierra; pero hemos demostrado ya que las esperiencias han dado resultado negativo, tanto que fuimos conduci- dos a establecer el postulado de la relatividad, es decir, a enunciar la imposibilidad de reconocer el movimiento absoluto. Dicho postulado, como vimos, conduce á la contracción lorentzia- na; el electrón, pues, no es ríjido, como lo suponía Abraham ; de manera que si es esférico estando en reposo, se deforma puesto en movimiento; i entonces, calculando la lei de la dependencia de su masa relativamente a su velocidad, se halla un resultado diferente del obtenido por Abraham. Era necesario establecer sobre bases esperimentales cual de las dos teorías, de Abraham i Lorentz, aplicadas al electrón, daba resul- tados aceptables. Kaufmann se impuso esta delicada tarea estudiando las desviaciones de los rayos B para diversas velocidades sometidas á la acción de campos electroestátitos 1 electromagnéticos. Sus espe- riencias, admirables por su finura i precisión, complementadas con cálculos laboriosos 1 difíciles, condujeron a resultados que confirma: ban las teorías de Abraham. Pero, en seguida, en 1908, Biicherer, empleando un método suma- mente injenioso, sometió las fórmulas de Abraham i Lorentz a sus propias esperiencias, resultand que las primeras daban errores sis- temáticos; mientras las lorentzianas daban resultados completamente exactos. La teoría de Lorentz obtuvo, pues, un nuevo triunfo i el postulado fundamental de la relatividad una nueva confirmación. El principio de la masa electromagnética, establecido como base de la inercia, i las teorías electrónicas han conducido a nuevas i singu- lares teorías, en las cuales el gran físico inglés J. J. Thomson intro- dujo jeniales i atrevidas hipótesis. ¿ Puede representarse la materia con un modelo electromagnético ? Los átomos ¿están constituídos por una nebulosa positiva en la que están inmerjidos uno o más electrones negativos ? Los fenómenos químicos e hiperquímicos ¿pueden explicarse mediante la colisión 'atastrófica de estos mundos eléctricos infinitesimales ? Los fenóme- nos de radioactividad ¿son debidos a la liberación de los electrones de esos microcosmos ? Árduas i fundamentales cuestiones que, por cierto, no trataré de solucionar, ni siquiera de predecir cómo serán resueltas en el porve- nir, pero que fácil es suponer deberán pasar por estados provisio- nales. ESPACIO, TIEMPO 1 MASA 243 La gloriosa historia de la ciencia nos enseña que ésta avanza mer- ced a una continua, incesante i más o menos rápida sucesión de hipó- tesis i teorías que se desvanecen unas después de otras, dejando tan sólo un breve recuerdo; pero cuya acción es fecunda, útil. Son ellas las que clasifican 1 vinculan los diversos fenómenos naturales; son ellas las que crean el lenguaje científico; ellas las que tienen la vir- tud de dirijir a los hombres de ciencia en el camino de los deseubri- mientos de nuevos hechos i que los conocimientos humanos se enri- quezcan con nuevos resultados positivos 1 aplicaciones admirables. Buenos Aires, julio 16 de 1910. PROF. VITO VOLTERRA, Senador del Reino de Italia. NOTA SOBRE UNA CASITERITA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Los diversos métodos utilizados para la dosificación del estaño en las casiteritas dejan que desear desde el punto de vista de la exactitud de los resultados. Para la disolución del óxido de estaño natural es menester emplear ciertos procedimientos especiales que no siempre conducen á un re- sultado exacto ; en efecto, es sumamente difícil solubilizar la totalidad del estaño en la casiterita, ya sea empleando el método de la fusión con potasa cáustica en crisol de plata; ya reduciéndola en polvo muy fino y calentándola en crisol de porcelana con tres partes de Na,CO, seco y tres partes de azufre (1). Moissenet (2) trata el mineral con agua regia y disuelve el estaño metálico en ácido clorhídrico, pre- cipitándolo luego con cinc. Level trata la casiterita con agua regia, lava el residuo recogido sobre un filtro con agua y lo calcina luego en un pequeño crisol de porcelana recubierto por una capa de carbón; ataca de nuevo ese re- siduo con agua regia y precipita el estaño en el líquido filtrado con una lámina de cinc. Con el mismo objeto W. Hampe pesa el mineral pulverizado en una navecilla de porcelana, luego lo reduce calentando por espacio de dos horas en una corriente de hidrógeno seco y por último resuelve el es- taño libre en ácido clorhídrico. Evidentemente, si el mineral carece de substancias volátiles ó capaces de ser reducidas por el hidrógeno, de la diferencia de peso de la navecilla antes y después de la operación se obtendrá la cantidad de oxígeno combinado al estaño y por consi- euiente se llegará al porcentaje del óxido de estaño. (1) PRESENIUS. (2) Comptes-rendus de 1? Académie de sciences, t. IL, pág. 205. París. NOTA SOBRE UNA CASITERITA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 245 Todos estos métodos no son aplicables indistintamente á todos los minerales de estaño y sus resultados, la mayoría de las veces, son po- co satisfactorios, debido á varias causas que pudimos observar al analizar una casiterita de la provincia de Catamarca. Para su análisis completo empleamos de preferencia el método de Fresenius (1): El mineral perfectamente porfidizado se sometió á la fusión con tres partes de Na,CO, seco y tres partes de S, se dejó enfriar obteniendo, previo tratamiento con agua caliente, un residuo que contenía óxido de estaño y las bases al estado de sulfuros con la mayor parte de estaño disuelto bajo la forma de sulfoestanato. El residuo insoluble se trató con ácido nítrico al 20 por ciento, que disolvió las bases quedado insoluble la ganga y el óxido de estaño no atacado. Según Fresenius bastan dos fusiones para quitar la to- talidad del estaño de ese residuo; pero hemos podido comprobar que es necesario fundirlo hasta la eliminación completa de la casite- rita, lo que se consigue después de una serie de fusiones cuyo número varía para cada mineral. Si dos fusiones fueran suficiente para eli- minar todo el estaño, al fundir el residuo con bisulfato de potasio hu- biérase disuelto el aluminio y la sílice quedaría como residuo; pero si tratamos por ácido fluorhídrico y sulfúrico ese residuo, solo una pe- queña parte se transforma en fluoruro de silicio, lo que nos induce á creer que una pequenísima porción de sílice está libre y que la tota- lidad se encuentra combinada al estaño. En el cuadro siguiente están expresadas la cantidades de óxido de estaño que se disuelven en cada fusión. Sn0? disuelto SnO? disuelto Fusiones por ciento de mineral por ciento IR e 22.93 74.74 Y A a 10.96 15.48 REO ONU IS 3.71 9.24 cad Cda EA e 1597 2.18 A taa ca 1.24 1.89 a LA vestigios Como se ve, no bastan dos fusiones para solubilizar la totalidad del estaño contenido en ciertos minerales. De todas estas observaciones se podría deducir que la dificultad en (1) FRESENIUS, loc. cit. 246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los análisis de las casiteritas estriba en que elóxido de estaño forma- ría combinaciones sumamente estables con la sílice, las cuales solo mediante una serie de fusiones, cuyo número varía según la cantidad y calidad del mineral, pueden ser destruídas en su totalidad. Esto es lo que nos ha ocurrido al analizar una casiterita prove- niente del primer yacimiento de minerales de estaño descubierta ha- ce poco en la República-Argentina, situado en la provincia de Cata- marca. Se está actualmente haciendo el estudio geológico de esa re- gión y los análisis químicos hasta ahora efectuados demuestran que se está en posesión de un mineral de estaño muy rico. El análisis que de ese mineral efectuamos ha dado el siguiente re- sultado : Por ciento BLÓxIAOASNESAM OA A 70.81 Oxido ptórri co io a SA ee 2.36 A A A 0.94 SÚICO 7 HUICALOS E E 24.29 Carbonatordercalcio Oe 0.98 Estaño metálico 55.80 ATILIO A. BADO. TRANSCRIPCIÓN PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA (1) LA ATENCIÓN Y LA INTELIGENCIA. MOTRICIDAD É INHIBICIÓN. EXPLICACIÓN FISIOLÓGICA Y EXPLORACIÓN GRÁFICA EN EL SUJETO SANO, DEGENERADO Y ALIENADO Los progresos que ha conquistado en estos últimos veinte años el estudio de la vida de relación, y con éstos el mejor conocimiento de la vida del espíritu por la aplicación de los métodos experimentales que las ciencias biológicas, y en particular la fisiología, usa y aplica sistemáticamente desde hace más de medio siglo, son hoy conocidos y vulgarizados por la psicología experimental, que ha conseguido de- mostrar que las funciones psíquicas, como manifestación de la acti- vidad de órganos determinados, pueden ser en parte analizadas y sometidas á la observación experimental, y deben ser consideradas como actos, propiedades y funciones de los seres vivos que la dife- renciación orgánica, provocada por la división del trabajo fisiológico en la evolución de las especies, reviste con caracteres aparentemente nuevos y complejos que harían suponer causas y fenómenos total- mente desconocidos. Los cuerpos organizados, que afirman su existencia por expresio- nes motrices de su propio cuerpo, deben buscar adaptarse al medio, porque los elementos exteriores, á que están eternamente sometidos, son modalidades de fuerza, excitantes y estímulos permanentes, re- presentan la energía bajo la forma de la luz solar, calor, grave- dad, etc.; ondulaciones, vibraciones, radiaciones, que como unidades ultramicroscópicas desconocidas constituían antes : el éter, la atmós- fera que nos rodea. (1) Por lo interesante 1 bien tratado del tema, hacemos una escepción trascri- biendo este artículo de nuestro ilustrado consocio, el doctor H. G. Piñero, de «quien los 4nales deben esperar su colaboración orijinal. (La Dirección.) 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los cuerpos vivos obedecen á las leyes universales de la correla- ción de las fuerzas y de la conservación de la energía, y hacen, Cre- cen, se desarrollan y perpetúan cuando su organización les ha permitido establecer sus relaciones externas en ese recambio constante de ac- ciones y reacciones, impresiones y movimientos que caracterizan la vida universal. Nada es creado en el organismo y nada es perdido en la eterna circulación de la energías todo se transforma y la solidaridad reci- proca-de los seres vivos que en los más inferiores condiciona su exis- tencia bajo la forma gregaria del conglomerado indefinido ú homogé- neo, aunque cada unidad pueda gozar de actividades propias y cada parte de la entidad individual pueda vivir fragmentada: esa solida- ridad concentra y refuerza los vínculos que la complexidad de los organismos superiores tiende á acrecentar dentro de la unidad del individuo superior, constituyendo entidades zoológicas que viven in- divisas en un consorcio orgánico que sólo la muerte somática puede disgregar. Así constituídos los organismos superiores nacen, se nutren y re- producen ; pero reciben del exterior por el suelo, por el agua y por el alre sus alimentos y energía que hacen nutrimentos y energía viva, orgánica; transformando substancias y fuerza, gastando ó reteniendo reservas bajo todas formas, materiales y energéticas, que guardan para elaborar y consumir conforme á sus necesidades, dentro de la armo- nía interna y externa y bajo la dirección de un consensus orgámico presidido por el sistema nervioso. Es el movimiento la característica general de la energética univer- sal y la manifestación específica y real de la materia organizada. Ro- lland, en un notable estudio crítico sobre la Teoría motriz de los Fenómenos mentales (Rev. Se., 1889), del que tomamos esta parte, dice: «el movimiento es expresión de vida, es una de las formas con que responden los cuerpos vivos á los excitantes exteriores; ó mejor: es la modalidad de energía que los organismos restituyen como trans- formación del excitante recibido. No es el movimiento un privilegio, una característica exclusiva del cuerpo vivo, no es tampoco una ex- presión de animalidad, ni tipo ó índice de organizaciones superiores y más perfeccionadas, porque no es posible hablar de perfección del hombre y de los primatos en la serie excluyendo otras especies infe- riores que son tanto y más perfectas aun en su vida que el hombre. mismo. Un organismo es más simple que otro; pero ésto no supone la idea de que es mejor el más complejo y más completo; ambos pue- TRANSCRIPCIÓN 249 «len ser aptos igualmente para vivir y perpetuarse, y si el movimiento es una de las más generales é importantes formas energéticas del cuerpo vivo, entre las otras formas: luz, calor, electricidad, soni- do, etc., no puede calificarse tampoco de más perfecto aquél que es producido por órganos diferenciados, como los músculos, comparado con el de las células de Kleinemberg ó los movimientos prehensiles de los seudopodios de los amibos. Es propio, el movimiento, de la energía nerviosa y muscular, cuya naturaleza íntima no se conoce; es propio de la actividad y propiedades del tejido nervioso y de sus órganos periféricos y centrales, que no por exteriorizarse en formas más complejas á medida que se asciende en la escala zoológica pueda ser considerada más perfecta. Es de notar con Rolland, que no todas las modalidades energéticas apuntadas tienen una importancia igual en la escala biológica, pues es evidente que la función fotogénica es menos importante en el hombre que en la noctiluca; la función motriz es también menos im- portante en los vegetales que en los animales superiores ; en cambio, la función nerviosa es de importancia mucho mayor en el hombre que en los vegetales y animales inferiores. Estas variaciones que impone la organización á la energética tienen, seguramente, sus le- yes que la ciencia procura verificar en todo momento; pero que las dificultades de la experimentación ¿n vivo tarda en sancionar, porque si bien los hechos son comprobados, como la producción de calor sin órganos especiales, por ejemplo, no es posible aun determinar en los polkilotermos, por insuficiencia (le medios de experimentación, cómo y en qué relación producen calor, trabajo ó actividad nutritiva. Otro tanto puede decirse de la electrogénesis en el hombre, que carece de órganos eléctricos de que están provistas otras especies: salvo que se consideren análogos los fenómenos de la contracción muscular é inflajo nervioso, y que la neurilidad represente una etapa ulterior de la función electrógena, como la fotogénesis, parece ser propia de se- res inferiores, vegetales é invertebrados, y decrece en los superiores, sin que sea fácil revelarla. Por otra parte, la función motriz, si se considera en la serie biológica, adquiere importancia en losanimales; pero no tanto en el hombre, como en las otras especies, si se procura avaluar la producción de energía que se produce bajo la forma de movimiento y de trabajo en cada grado de la escala zoológica ». Ahora bien; en los seres en que la organización ha especializado la función de recepción, conducción y acumulación ó restitución trans- formada de modalidades de la fuerza exterior, por órganos que res- 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ponden á la función nerviosa, «es ésta la que hace de intermediaria entre la excitación y la reacción correspondiente (luminosa, eléctrica, motriz, etc.), porque es la que constituye esencialmente la función refleja. El sistema nervioso en su desarrollo evolutivo se complica progresivamente, y aunque conserva siempre su carácter de interme- diario transformador, las vías de conducción se multiplican, aumen- tan las articulaciones de los neurones entre sí, formando estaciones de paso, que dividen sus direcciones, conexionan trayectorias, retie- nen y acumulan la energía recibida, y en esta retención ó captación del influjo nervioso, creado por el excitante exterior en el órgano receptor periférico, está la inhibición, como en la transformación ex- plosiva de la excitación en movimiento está la dinamogenia de los centros nerviosos ». La fuerza ó energía exterior, que el sistema nervioso recibe y trans- forma por sus aparatos y órganos en energía nerviosa, excitabilidad ó sensibilidad, adquiere nuevos caracteres en el organismo, que la diferencian de las modalidades energéticas más conocidas, y su acti- vidad se rige por leyes generales y especiales del funcionamiento del sistema. El acto reflejo, simple en sistema nervioso primitivo, con vías y receptores únicos, se complica al realizarse á través de vías y comunicaciones con centros intermediarios ó terminales y sus carac- teres propios : instantaneidad, finalidad, fatalidad, ete., dejan de ser tales, aun subsistiendo el principio, pues se hacen más lentos, más complejos y generalizados por la complejidad anatómica, se hacen coordinados y ponderados y hasta apropiados á fin determinado, y, por último, el retardo es mayor, los medios para realizarlos son, al parecer, variados y no permiten sospechar el acto mismo; hay elec- ción, memoria, inteligencia, y el reflejo se hace instinto y el instinto voluntad. No podemos afirmar que haya reacción motriz espontánea que ex- cluya la transformación de la excitación exterior. Circula ésta como energía nerviosa, se acumula en los centros que la ceden á los órga- nos de su dependencia y es distribuída por la función nerviosa gene- al. Los órganos nerviosos centrales reciben, pues, esta provisión energética del exterior por órganos de recepción perfeccionados, y por la inextricable red de comunicaciones la distribuyen á músculos, elándulas, ete., que no cesan en su actividad siempre que no falte el excitante, porque los neurones, los ganglios y aun los órganos más superiores, cerebro y medula, no crean si no que reciben y transtor- man el influjo energético del medio externo. TRANSCRIPCIÓN 251 En la organización superior, las vías de recepción aumentan en número : la vía sensitiva Ó centrípeta que es exogénea con relación al eje medular, tiene su origen fisiológico enla periferia, en el primer neurón receptor que está fuera de los centros, como en el ganglio raquídeo, en los ganglios de los pares craneanos mixtos, en los órga- nos de los sentidos, y en su trayecto ofrece cuatro articulaciones de neurones si se termina en el bulbo ó cerebelo, y cinco si va al cere- bro; son cuatro estaciones de relaz, llaves de paso, que garantizan la mejor recepción del excitante exterior, su más amplia conducción y distribución, en mayor cantidad para proveer los centros, tener en acción los Órganos, mantener el tonismo necesario á las funciones de nutrición por intermedio del gran simpático, que no tiene provisión especial, y de locomoción, trabajo muscular, etc., que dirige directa- mente el sistema cerebromedular. Es la vía centrípeta la que lleva las sensaciones del trabajo orgánico que pondera y regula la energé- tica neuromuscular para orientar y adaptar el organismo á su medio; es por su conducto en el simpático que nos llega un eco indistinto, pero suficiente para darnos esa sensación de bienestar normal, y son éstas, aquéllas y todas las sensaciones que recibimos las que, totali- Zadas y sin mayor interpretación, crean en nosotros ese estado de adaptación del momento, de actualización que condiciona nuestra conciencia personal. La vía centrífuga es más simple: procede de los centros cerebroespinales (protoneurón motor superior é inferior), y con sólo una estación ó llave de paso en la substancia gris anterior de la medula termina en los músculos y glándulas, ete.; es la vía mo- triz, es la que conduce la actividad nerviosa acumulada en los cen- tros á los órganos de movimiento, es la vía de la voluntad. Pero no son tan simples las relaciones entre ambas vías, ni las transformaciones estokinéticas se realizan tan directamente; la co- rriente nerviosa no encuentra siempre expedita la vía que debe re- correr, de la que se desprenden ó á la que convergen otras y muchas vías, procedentes de otras regiones ó centros próximos ó lejanos de conducción central ó periférica, vale decir, de sensibilidad ó movi- miento, que entorpecen, retardan, desvían ó interrumpen su marcha, Ó encausan la corriente por vías nuevas, poco consolidadas, recientes, muy jóvenes, que ofrecen resistencia mayor al pasaje y disminuyen Ó aniquilan su intensidad. Estos recorridos obligados, largos, nuevos y resistentes porque atraviesa conductores y zonas vírgenes, son los Que trazan nuevas vías de comunicación, de asociaciones que conso- lidará la repetición y el hábito; pero en su comienzo crean grandes AN. SOC. CIEN'T. ARG. — T. LXX 17 252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA resistencias que detienen el pasaje de la corriente nerviosa é ¿nliben el proceso de transformación motriz. ¿No sería éste el proceso fisiológico que determina el despertar de las aptitudes tan complejas del cerebro del nino? Si el excitante ex- terior es transformado en estímulo específico por cada órgano senso- rial, y éstos están en inmediata relación con el cerebro, que trae en latencia las propiedades funcionales que la ascendencia garantiza, es el cerebro el que ha de ofrecer un campo más vasto á las vías de asociación, de recepción y de restitución ó proyección, que vendrán á agregarse, según el medio, á las viejas y generales vías de comuni- cación que corresponde á la especie, y en este caso al niño; vías que creará la instrucción como excitante nuevo, que moldeará la plastici- dad del órgano y que afirmará la educación. No podremos decir que cuanto más vasto el campo mayores asocia- ciones serán posibles, pues la condición única que las favorece y provoca es la integridad de la corteza y su riqueza en células ó neu- rones, «como la tierra no es rica sino por los elementos de nutrición que encierra, y el agricultor como el puericultor deben conocer la com- posición del medio antes de sembrar los gérmenes para asegurar sus productos ». Si el cerebro se interpone en el trayecto de la corriente sensorial centrípeta y entra en actividad por el pasaje del excitante, obligará á éste á recorrer múltiples vías y Zonas interpuestas, cada una de las que representará actividades distintas, retendrá la excitación, la transformará, y entrando por último en trabajo parcial ó total, exte- riorizará ó no una acción determinada, producirá ó inhibirá un acto voluntario, despertará un recuerdo, creará una idea, ete. Es la cerebración tan compleja del hombre, como función de un órgano más complejo y diferenciado en sus actividades, lo que justi- fica que su función motriz sea más reducida que en el animal, como toda agilidad, dice Rolland, es menor también en el hombre de gabi- nete, en el hombre de estudio, que en el sportman, que aprende y se entrena para hacer automáticos sus movimientos sin ponerle la preocu pación y el esfuerzo intelectual que fatiga y entorpece en todo ejerci- elo físico. Así se explica cómo los actos y trabajos manuales son más perfee- tos cuanto más maquinales, y por qué el niño aprende y realiza mucho más rápidamente que el hombre cualquier ejercicio : cómo adquiere los idiomás más fácilmente, por qué la corteza cerebral menos rica en asociaciones aun, no se interpone en el trayecto y elaboración de sen- "TRANSCRIPCIÓN 253 saciones, percepciones, y el trabajo cerebral es simple, de primera in- tención, si se quiere, en «órgano sano y nuevo, bien nutrido, cuya plasticidad retendrá el dinamismo ideativo y fonético del lenguaje, con la tonalidad musical, etc., que le sea propia. No hay todavía en el niño esa red inextricable de vías y estaciones asociativas que tiene ya el hombre en su cerebro con toda la resistencia que sus activida- des parciales pasadas y presentes oponen al momento actual; es su corteza, rica en percepciones y representaciones, que asocia todo su contenido á la sensación presente; es el juicio, es la voluntad, es el self-control que sólo en gérmenes y en fragmentos pueden exteriori- zarse en el niño y en el salvaje; pero que aparecen dentro de la uni- dad de la función psíquica, conexas con la personalidad consciente y superior. La voluntad, pues, no ha de ser simple expresión de acción, movimiento, fuerza, etc., puesto que aparece también como conten- ción ó inhibición provisoria ó definitiva de toda acción. Jomo corolario á todas las consideraciones que preceden podemos establecer entonces que, teniendo en cuenta el desarrollo de los cen- bros superiores, ontogenéticamente del niño al hombre adulto, y filo- venéticamente del animal al hombre, que aparece progresivamente complicado en su estructura íntima y en sus funciones (sin decir por esto más perfecto), la acción refleja en el animal y su instintividad — que no es sino reflectividad específica — es más considerable que en el hombre, porque los centros superiores del primero son menos desarrollados, y que lo que habría de ser puro movimiento en el hom- bre, como en las especies inferiores, es retenida como energía psíquica á medida que los centros nerviosos y las funciones psíquicas acusan mayor desarrollo. En resumen, pues, diremos con Rolland : «la función nerviosa cre- ce en el sentido de la evolución hasta la función psíquica, y la fun- ción motriz disminuye en el mismo sentido. No hay paralelismo entre la función motriz y la función mental, y no es con fenómenos moto- res, exclusión hecha de todo otro fenómeno fisiológico, con los que debemos explicar los hechos psíquicos, sino en los fenómenos nervio- sos en sí mismos y en relación con las demás funciones del organis- mo, pues la función psíquica es una función orgánica, y su estudio es y será un problema de pura fisiología ». 254 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA MECANISMO ATENCIONAL Estas ideas, que hoy son aceptadas por médicos, fisiólogos, psicó- logos, alienistas y hasta por aquellos filósofos que hacen ciencia na- tural, tan precisa y claramente expuesta por aquél en la hermosa crítica que hemos citado, nos llevan á buscar en el fenómeno de la atención las condiciones y mecanismos fisiológicos de una forma de la adaptación superior del hombre y de los animales más próximos, y determinar por cuanto entra en ella el movimiento en el conjunto de signos que la exteriorizan, ó si, por el contrario, el mecanismo de la atención, como el de la voluntad, tiene por contenido no energías desplegadas ó restituídas, sino acumuladas y retenidas, siendo como es un hecho adquirido que la atención es más objetiva y visible cuan- to menos movimientos la acompañan. Si con Rolland hemos visto que el movimiento, por más importante modalidad energética que represente en la vida del cuerpo y del espí- rita, no es la expresión más alta de la gerarquía zoológica, y que la inhibición, que consideraremos en seguida, es más bien una forma energética más superior y más generalizada en la vida psíquica del hombre; veamos, estudiando la atención y su mecanismo fisiológico, si puede ésta ser un signo de superioridad psicológica en los funciones psíquicas en general, y si su desviación ó perversión puede revelar es- tados mentales inferiorizados ó enfermizos, cuya clasificación pueda ser desvelada por el examen psicofisiológico. Nos hemos propuesto estudiar la atención en esta forma, como in- troducción al estudio de la Retardación mental (trabajo que presenta- mos, conjuntamente con éste, al Congreso del Centenario), porque el ex- ceso de movimientos, de explosividad, desarmonía é incoordinaciones, en acciones, gestos y actitudes de un sujeto en general y de un niño en particular, puede, como hemos visto, denunciar un signo de infe- rioridad psíquica, pues, la exuberancia de motricidad, locomotividad, automatismo, etc., es más propia de la instintividad animal que de- muestra : carencia dle dominio y contralor por centros cerebrales su- periores. Al considerar, pues, el mecanismo de la atención y las teorías dis- tintas que pretenden explicarla, hemos de precisar la acción ¿mhibito- TRANSCRIPCIÓN 255 ría, que para nosotros es preponderante en el fenómeno que estudia- mos. Teorías. — El mecanismo de la atención es para Nayrac (Physiologie et Psychologie de Pattention. Alcan, París, 1906) un mecanismo ¿nhi- bitoactivo que implica la participación general de fuerzas nerviosas y musculares, y constituye la obra compleja y delicada de los centros de elaboración, y lo define como el sentimiento de tensión psíquica que nace, por una parte, de la acción de fenómenos corticales, y por otra parte, de la contracción tónica general ó espontánea de nuestros músculos, y se manifiesta en su origen por fenómenos orgánicos y cerebrales, acompañados de fenómenos periféricos, condicionada por un mecanismo inhibitoactivo que, unido al esfuerzo y á la voluntad, :onstituye nuestra facultad de adaptación mental. Es por sí y en todo un fenómeno activo; á pesar de la aparente inactividad del sujeto atento, representa un papel esencial en toda función psíquica, y sea sensorial ó intelectual en sus distintos grados es siempre un esfuerzo, una tensión de nuestro espíritu que, localizada en el cortex psíquico, extiende su acción sobre los sistemas reflexosensoriales, sobre la res- plración y la circulación, sobre todas las funciones de nutrición, ter mogénesis y calorificación, etc. La atención es, ante todo, un fenó- meno de actividad nerviosa, de origen central, que se inicia por un período de concentración inbibitoria, seguido por otro mayor de actividad ¿nvisible, y que constituye la atención propiamente dicha. Desde el momento que la atención se debilita, dice Nayrac, las de- más funciones psíquicas sufren también en su propia actividad, por- que la atención es el motor de la vida del espíritu, y cuando la enfer- medad ataca los centros psíquicos y corticales de la atención, ésta se destruye progresivamente, todas las demás funciones son alteradas, porque si el sentimiento diserega y fragmenta los elementos psicoló- gicos, la atención, por el contrario, los unifica y sintetiza. | Según James Mill, que ha elevado una condición ocasional de la atención al rango de una explicación general, como dice Pillsbury (L?attention. Bibl. de psy. expér., collec. Trouluse); ésta no es otra cosa que el estímulo para las sensaciones, y la fuerza de la asociación para las ideas es la única condición de entrada en la conciencia y claridad de las percepciones: estar atento á una idea y tener esta idea es un hecho idéntico. | Para Ribot, la atención es un fenómeno motor, rico en variados movimientos internos y externos de adaptación de los órganos de los sentidos, de la respiración y circulación que dan mayor cantidad de 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sangre al cerebro en actividad. La atención, según Ribot, es en mu- chos casos una ¿nhibición de movimientos, más que de estados cere- brales. Siempre su mecanismo es motor y puede ser condicionada por la afectividad en sus dos formas: espontánea y voluntaria, obede- ciendo la primera á un mecanismo dinamogénico, y la segunda á un mecanismo inhibitorio. Esta teoría motriz de la atención ha sido acep- tada por la mayoría de los psicólogos contemporáneos : Bain, Ward, Munstenbere, Lange, Janet, Stout y otros citados por Nayrac. Sin embargo, Bain como Horwiez y Stumpf y Bastian, sostienen que la condición de la atención es el sentimiento pero reconocen en la afec- tividad un elemento motor que existe, por otra parte, en todo proceso mental y en su origen es una modalidad del sentimiento, como el acto voluntario y la conciencia misma, que controla la atención, sigue el sentimiento de lo agradable, el interés que atrae y subyuga, que es- timula la adaptación y crea el placer, acrecentando las funciones y ereando sus estados expansivos, cuya base orgánica asegura la exis- tencia. No puede estar supeditado el sentimiento á la atención, como pien- sa Pillsbury, porque la vida afectiva es la primera, es lo orgánico, y la vida intelectual ó voluntaria es posterior en la organización; de modo que la atención, que busca la adaptación espontánea ó artificial por mecanismos especiales, es una función derivada y no esencial, en la que el hecho primo es la sensación, como quiere Waller, y su con- secuencia inmediata : el movimiento, ó el esfuerzo y la tensión de ac- tividad psíquica sobre un hecho dado, pero consciente, lo que supone que la atención, con James y Ch. Richet, es una reducción, simplifi- cación ó síntesis de otros elementos primordiales de la vida del espí- ritu. Por estas mismas eonsideraciones de antecedencia, demostradas plenamente por la embriogenia de la vida psicológica, no podemos aceptar, como Wundt y Herbart, que el sentimiento en general, como el interés, tengan por base la atención. Otro tanto puede decirse de aquellos psicólogos que hacen de la atención una forma de la voluntad, confundiendo el contenido motor de ambos estados, la tensión sentida y el esfuerzo latente ó realizado, sin precisar el concepto psicológico de la voluntad como función de inhibición. Sully confunde la conciencia del acto en potencia con las sensaciones motrices del acto ejecutado y su expresión exterior, que es una. de las fases de la atención consciente, pero no la atención misma. Es posible que estas y otras confusiones dependan, como dice Pill- TRANSCRIPCIÓN 237 sbury, de la imprecisión de los conceptos de actividad y voluntad que deben ser esclarecidos en el naciente lenguaje de la psicología científica. La noción de movimiento y el movimento en sí, tan real y objetivo, ha querido, como hemos dicho al principio con Rolland, do- minar las concepciones del principio espiritual, que basta á muchos, como á Lipps, para negar la faculté bien divisoire de la volonté, prin- cipio de actividad del espíritu ó fuerza inconsciente, que no son sino conceptos filosóficos sin existencia real y que crean la ilusión de ob- jetivaciones falsas disculpables, en el lenguaje popular, pero perjudi- ciales en el vocabulario científico. Si dijéramos que en la conacción de Stout y en la apercepción de Wundt hay la idea y el hecho que reune-la atención-voluntad, esta- ríamos en el comienzo de explicar la atención, pues en el primer con- cepto debe entenderse que existe la conciencia de la tensión del espí- ritu en acción, y con el segundo, que la conciencia separa ó compara, diserimina entre las percepciones sobre cuál aplicará el esfuerzo de atención. No significa esta explicación que la atención y la conciencia sean idénticas, como quiere Kohn, porque no basta la concurrencia de dos acciones, propiedades ó funciones para que sean iguales, ni tampoco cuando un proceso complejo es el resultado de otros más simples, soli- darios ó sinérgicos, y puedan éstos substituirse en todo ó en parte al primero, ó viceversa, sean declarados idénticos y de igual naturaleza. Hay en la atención una serie de elementos primordiales fisio-psico- lógicos : impresiones, sensaciones, representaciones, etc., que la deter- minan como proceso cerebral á realizarse, en varias etapas, en un tiempo dado, cuya tonalidad (sentimiento, interés, afectividad), cua- lidad (inteligencia), é intensidad (voluntad), despierta y provoca la totalización y generalización cortical del proceso cerebral que la me- motización asociativa condiciona y la consciencia reduce, simplifica, sintetiza en función de la personalidad. Es evidente que las dificultades deinterpretación teórica tiene por causa la falta de nociones biológicas fundamentales y precisas. La eran mayoría de los psicólogos no fisiologistas quieren despojarse de la escolástica, creando neologismos sin contenido positivo y caen en el exceso teórico-filosófico que mantiene los errores de concepto. Por otra parte, los fisiologistas psicólogos buscan la objetivación real y evidente del hecho y su expresión en mecanismos visibles, cre- yendo resolver los problemas de la psiquis con reducirlos á fenóme- nos de movimiento. DOS E ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTÍNA Así han surgido las teorías motrices de los fenómenos mentales, tan bien criticadas por Rolland, y las llamadas teorías periféricas que en la exteriorización ó producción de movimientos internos ó ex- ternos encuentran la base física sobre la cual la conciencia crea el estado mental : teorías de Sergi, Lange, James, de la emoción; de Ribot sobre la atención, etc. ; pero éstos no son fisiologistas psicólo- 205: son psicologistas evolucionistas que buscan mostrar objetiva- mente el contenido de los estados de consciencia. En cambio, los fisiólogos son los que contribuyen, como los psieó- logos puros, y sin saberlo quizá, 4 mantener y profundizar el dualis- mo científico, la separación del hecho fisiológico y del psicológico, lo que no pasa ya felizmente entre el fisiologista y el químicofisico, que siendo ambos fisiologistas, han convenido en la identidad de origen y naturaleza de los fenómenos de la vida, lo que debe constituir un postulado científico irrecusable de la psicología actual (Rolland.. Así se explica cómo la mayoría de los psicólogos modernos procu- ran apoyar sus teorías primeramente sobre hechos visibles: los mo- vimientos, sobre los que constituyen la base objetiva de actividades nerviosas centrales que complementan el fenómeno, dando unos, los fisiologistas, la precedencia 4 aquéllos, y otros, los psicólogos inte- lectualistas, á estas últimas. Algunos hay, como Sollier y D'Allonnes, que interpretando el mecanismo de la atención como engendrado en "los centros cerebrales por el excitante externo ó interno, determinan las diversas vías neuromusculares recorridas por la corriente nervio- sa centrífuga y centrípetamente, totalizadas por centros también centrífugos y centrípetos, á los que atribuyen una sensibilidad espe- cial subconsciente á los más inferiores y consciente al cerebro, por ejemplo, sobre lo que Sollier establece su teoría cerebralista de la emoción. (V. R. D'Allonnes, Les inclinations. Alcan, París, 1908). Dada la unidad que caracteriza todos los procesos fisiológicos en los organismos superiores, no procede este distingo que hace perdu- rar la separación dogmática entre lo orgánico y fisiológico de las fun- ciones de la vida y lo psicológico y consciente, que debe desaparecer porque la vida del espíritu no es otra cosa que la función de mecanis- mos orgánicos y naturales de relación y adaptación superior. TRANSCRIPCIÓN 259 PROCESO CEREBRAL DE LA IDEACIÓN El proceso cerebral de la inteligencia ó de ideación es una de las formas esenciales de la función psíquica, y como todo proceso fisioló- vico, tiene sus aparatos y Órganos asociados en trabajo que entran en actividad simultánea y sinérgicamente, ó sucediéndose en etapas regulares subconscientes ó conscientes que su propio trabajo determina, estimulado al principio por su excitante normal, y en todo momento de su desarrollo por el producto mismo que elabora. En la digestión,” por ejemplo, el mejor estimulante y regulador del proceso digestivo es su propia actividad en las distintas etapas que recorre, pues su interrupción en la cavidad bucal ó gástrica trae como consecuencia, no sólo trastornos debidos á los alimentos insuficientemente trans- formados y mal preparados para sufrir la acción del mismo proceso en el intestino, sino también se producirán reabsorciones infeeciosas y pútridas que el proceso de digestión interrumpido no ha podido estirilizar y destruir. Á la indigestión se agrega, pues, la infección ó intoxicación que da la fiebre, etc., etc. En la función nerviosa el proceso que determina es de mucha ana- logía, porque se realiza en órganos, formados, nutridos y que viven y trabajan como los demás, y su mejor estímulo será siempre su pro- pia actividad. Todo proceso intelectual tendrá, pues, comienzo provocado por su excitante externo : la energía exterior en sus variadas formas, ó in- terno : percepción, idea, imagen, ete., que pone en marcha todo el mecanismo cerebral subcortical ó cortical : la memoria, la asociación subconsciente, el razonamiento y la conciencia total, sucesivamente, hasta que el producto final, que es la síntesis psicológica del ó de los estados de conciencia, tenga la unidad personal del acto mental, consciente y superior, es decir, inteligente, reflexivo, bien ponderado en el presente y en el futuro, etc. Este proceso de cerebración ha re- corrido desde su iniciación varias etapas en el campo de la subcon- ciencia, á las que concurren elementos primarios de la intelección, como las percepciones presentes y representaciones pasadas, que multiplica, rememora y asocia su misma actividad; pero después, la función consciente selecciona aquellos elementos apropiados ó necesa: rios á la clase de trabajo que realiza, aislándolos, avivándolos por el 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA discernimiento, fijándolos con todos ó la mayor parte de los caracte- res que tuvieron en su origen, simplificando y reduciendo cada vez el proceso cerebral hasta elaborar el producto total, que es el conoci- miento, y referirlo á la personalidad actualizada en ese momento y en ese medio. Interrumpido el proceso fisiológico de la cerebración en cualquiera de las etapas apuntadas, el producto imagen, idea, ete., no podrá sufrir la elaboración normal que requiere y resultará incompleto ó de mala confección, causando alteraciones 6 perturbaciones, más ó me- nos marcadas, en la función psíquica: alucinaciones, confusiones, ilusiones, seudoinvenciones, desviaciones imaginativas, intelectua- les, etc. Ahora bien: la continuidad de este proceso está garantizada por la asociación orgánico-funcional de los sentidos, del encéfalo y medula espinal que le está subordinada en el estado normal, con el sistema nervioso periférico y del gran simpático. Es el sistema nervioso y sus células ó neurones, que se articulan entre sí, los que constituyen los nervios, ganglios y centros de recepción, retención, acumulación, transformación y emisión ó restitución de la excitabilidad, sensibili- dad, neurilidad que se hace motricidad, energía inhibitoria, actividad cerebromedular, etc., mantenida y renovada constantemente por el recambio de energías con el medio exterior. Toda esta actividad está condicionada por mecanismos especiales de recepción, elaboración y restitución de la energía, cuya unidad funcional caracteriza la vida psicológica individual; pero aunque están en trabajo semiconstante muchos de ellos, según el papel que desempeñan, y todos funcionan siguiendo la ley del ritmo, se hace necesario siempre un tiempo de preparación previa, que ha sido llamado tiempo perdido 6 de energía latente, porque, en verdad, no es perdido, sino ganado en los prepa- rativos que van á disponer los elementos anátomofisiológicos, listos para entrar en acción. Por ejemplo: los músculos no se contraen y las elándulas no segregan sus productos en el acto mismo que reciben la excitación nerviosa, sino centésimas de segundo más tarde, cuando en su interior se han producido reacciones parciales que recíproca- mente estimulan los elementos anatómicos que la forman, excitacio- nes que, reunidas, constituyen á su vez su mejor estímulo y una fuente de energía que puede ser relevada y hasta medida cómo es la corriente interna, propia del músculo y del nervio que han sido excei- tados y que entran en acción. En los órganos de los sentidos, que son como avanzadas estratégi- TRANSCRIPCIÓN 261 cas (lel sistema nervioso con cuyo material están constituidos, y es- pecialmente del cerebro, del que son una continuación directa hacia el mundo exterior, encontramos también un excitante fisiológico para cada órgano Ó aparato, es decir, una modalidad especial de energía que pone en juego sus propiedades, estímulo que, una vez captado, pone en marcha la función y su proceso que sigue esti- mulándose á sí mismo por todo el recorrido, hasta el acto final de la cerebración consciente, previos los preparativos latentes que determinan la pronta y mejor ejecución del proceso fisiológico de la per- cepción. Si la mayoría de los psicólogos actuales ha creído conveniente bus- car la base fisiológica de la atención en fenómenos de movimiento ó de inhibición, reconociendo la existencia de un proceso activo neuro- muscular y orgánico, también James, sin dejar de lado los fenómenos objetivos que acompañan la atención, no desconoce su iniciación ce- rebral y nos habla de preparación previa de la corteza para recibir y apercibir mejor las sensaciones (James, Prineipii di psicologia, tra- ducción de Ferrari. The text. book of psychology, hoy traducido al francés por Baudin y Bertier, 1909). Bien; dentro de este concepto * del gran psicólogo de Haward-University, y basándonos en la anato- mía fisiológica que condiciona el proceso que estudiamos, nos permi- timos proponer una explicación fisiológica de la atención, que enseña- mos en nuestros cursos de Psicología en la Universidad y que creemos suficientemente clara y científica. Nuestra explicación parte de la disposición de las vias centrípetas de recepción, cuyo primer neurón sensitivo periférico está en la piel y demás órganos de los sentidos para recibir las excitaciones exte- riores de sus estímulos fisiológicos : laz, sonido, etc., las que una vez captadas por la céluala-nmeurón específica, vale decir, destinada al efec- to, es transformada en impresión nerviosa, recorre todos los elemen- tos y órganos que la hacen sensación sensorial hasta llegar al cerebro, cuya corteza, rica en neurones asociados en función, entra en acti- vidad en parte ó en todo, agregando á la sensación que ingresa otras sensaciones pasadas, como una cohorte de imágenes, que permite inter- pretarla, es decir, percibirla, proyectarla á su sitio de origen por el órgano del sentido en trabajo, objetivarla y localizarla, refiriéndola al agente que la produce. Esta proyección que exterioriza la sensa- ción, es la percepción real: un proceso de síntesis cerebral que ac- tualiza sensaciones, que reproduce la memoria, asociándolas con ó sin intervención de la consciencia superior. 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Todo este proceso ha tenido por base ejecutiva la corteza cerebral y el órgano del sentido en actividad, vinculados por neurones recep- tores, de transformación y elaboración cerebral, y neurones centrífu- gos, que exteriorizan el acto mental; pero la cerebración que lo en- gendra, por función propia de la corteza cerebral, ha debido propa- gar la corriente nerviosa en muchos sentidos, irradiar y provocar otras actividades de centros y mecanismos que le están subordina- dos, y si esta irradiación se ha limitado á las zonas vecinas de la excitada 6 abarca todo el cerebro, aparecerá la conciencia parcial primero y después total y completa del acto percibido, sentido, com- prendido ó detenido en su transformación automática Óó voluntaria, y en otros casos deliberado, determinado y ejecutado. Las distintas etapas que recorre este proceso, pueden ser simplificadas cuando el acto es una percepción sensorial, en el que la sensación llega al cere- bro con tantos elementos originales y unificados por la función espe- cial : visión, audición, etc., que es ya una percepción, sin mayores actividades cerebrales que las de la zona cortical correspondiente. Hay, pues, una concentración de actividad cerebral en la zona sen- sorial excitada; no se irradia más lejos la corriente de actividad por- que se producen ¿interferencias recíprocas entre los neurones de la zona de recepción y de la zona de asociación que la derivan á la zona de proyección, reduciendo el recorrido y precisando ó aislando la par- te ó partes que deben actuar. Estas interferencias (del concepto dado por Cl. Bernard) de accio- nes corticales, concentran la energía ó la cerebración y detienen su difusión á los músculos, al aparato locomotor, cuyo tonismo perma- nente es disminuido, ó mantenido y exagerado en una adaptación ocasional y necesaria al mejor aprovechamiento de la actividad cere- bral. Así, en la atención sensorial, y aun en la voluntaria, el sujeto no hace movimiento alguno; á veces, quieto y en reposo, conserva su equilibrio estático sin mayor esfuerzo muscular; otras adopta actitu- des y expresiones fisonómicas especiales que requieren actividades musculares, más ó menos complejas, y representan un esfuerzo, pro- duciéndose fatiga en ambos casos : nerviosa en el primero y nerviosa y muscular en el segundo, etc. En todos estos actos, expresiones y cestos hay movimientos; pero hay también detención de mecanismos que inician ó esbozan actitudes que no llegan á definirse ó, por el contrario, provocan otras bien definidas y evidentes, que persisten y si se hacen habituales, dejan su huella en la fisonom ía, ete. Deten- ción de movimientos que han comenzado á realizarse, ó en vías ó en TRANSCRIPCIÓN 263 medio de su ejecución, supone un proceso fisiológico que es propio del sistema nervioso : la ¿nhibición. INHIBICIÓN Brown-Séquard, creador del término, definía así la inhibición : «una acción especial por la cual una propiedad ó una actividad, y secundariamente una función ó un acto, cesa completa ó parcialmen- te, le un modo lento ó rápido, temporaria ó definitivamente, en una o más partes del organismo á distancia de un punto determinado del sistema nervioso y en virtud de una influencia especial debida á la irritación transmitida de aquel punto á la parte ó partes donde la cesación se ha producido ». Es, pues, una actividad que disminuye ó detiene otra actividad que haya comenzado, concepto análogo al legal, para el que inhibir es una decisión que detiene, suspende ó destruye otra decisión. No es, pues, un grand mot, como dice Lourie, propio para ocultar la vacui- dad del pensamiento, sino la expresión real de un hecho positivo que la fisiología experimental explica y verifica en la provocación de se- ereciones y movimientos que estudia y reproduce. No obstante, se hace necesario aclarar con Oddi el concepto y la definición de Brown-Séquard, que atribuía á la irritación la causa de- la inhibición. Partiendo de las consecuencias producidas en los miem- bros, por ejemplo, después de las intervenciones sobre el sistema ner- vioso creía que las parálisis, por resección de una zona cerebral, eran producidas por irritación operatoria, es decir, la mortificación, des- trucción ó excitación extraña ó excesiva, podía suprimir el movi- miento, que reaparecería un tiempo después de cesar la irritación. Lo que ignoraba el ilustre fisiologista era que la actividad propia de todo órgano produce en su interior reacciones físico-químicas que sus penden su excitabilidad y conductibilidad ó interfieren aquélla, hasta suprimirla como una propiedad que le es específica, sin que haya es- tado anormal de mortificación ó destrucción, porque la sola desinte- egración de las acciones moleculares puede determinar la inhibición, y todo órgano en trabajo destruye, consume y desintegra sus princi- pios inmediatos. (Contimúará,) BIBLIOGRAFÍA CASA EDITORIAL DE GAUTHIER-VILLARS, PARÍS. Les cartes géographiques et leurs projections usuelles par L. Drrossrz, professeur. 1 vol. in 16 (19 X 12) de vir-118 pages, avec 23 figures dans le texte et 2 planches. Gauthier-Villars, editenr. Paris,1910. Broché, 2,75 franes. La imposibilidad de representar sobre la superficie plana de un mapa, la indes- arrollable de la esfera terrestre, ha conducido a los jeodestas 1 jeógrafos a buscar un sistema, o más bien, los sistemas de proyección más adecuados según los casos. El profesor Defossez trata precisamente en sa manual, de dar a conocer cuáles son hoi día los métodos de proyección más convenientes para la preparación de cartas jeográficas. Dejando a los matemáticos la discusión analítica, que en ¡jeneral conduce a conclusiones poco prácticas, reconoce, sin embargo, que la loxodromía i la lei de Mercator no pueden resolverse por medios elementales. El autor estudia e indica los medios de efectuar el cálenlo mui importante de las deformaciones máximas; y espone elementalmente, prácticamente, la cuestión de las proyecciones jeográficas. Analiza los elementos jeográficos i gráficos de los mapas, 1 estudia las proyec- ciones azimutales, ortográficas, ortodrómicas equivalentes, estereográficas, inter- mediarias, azimutales, ecuatoriales i trasversales, etc., 1 las compara luego entre sí; pasa a las proyecciones cónicas : de Tolomeo, de lIsle, equivalentes diversas, conformes, normales, etc., cuya comparación también hace; trata luego de las proyecciones cilíndricas : equidistantes, equivalentes, de Mercator; comparándo- las a su vez. Termina su trabajo estudiando las proyecciones empleadas en los mapamundis, como el canevás azimutal equivalente, el de Flamsteed, el homolográfico. Las dos planchas del testo se refieren a estas proyecciones, Nos parece que en nuestro país, donde la jeografía está aún por hacer, traba- jos de esta índole pueden ser mui útiles. L'action électrique du soleil, son róle dans les phénoménes cosmiques et terres- tres, par A. NODON, docteur es sciences, ingénieur chimiste E. S. R. ex-adjoimú á 1Observatoire d'astronomie physique de Paris, officier de 1”Instruction pu- blique. 1 volume in 16 (19 X 12) de xv-200 pages, avec 18 figures dans le texte et 4 planches. Gauthiers-Villars, éditeur. Paris, 1910. Prix broché, 2,25 frances. BIBLIOGRAFÍA 265 El tema tratado por el doctor Nodon es de palpitante actualidad científica i su trabajo será leído con verdadero interés. En el conocimiento de la naturaleza, vamos progresando merced a las constantes, a las pacientes investigaciones de los sabios del mundo entero, gracias a esa ciencia que pretendió vilipendiar el amatewr-scientifique Brunetiere, ciencia que procede sin desfallecimientos al es- tudio de los misterios de la síntesis cósmica. El estudio del sol imvorta descorrer en parte el denso velo que aun envuelve no pocas de las cuestiones que tienen relación con el orijen i desarrollo del sis- tema solar, tanto del punto de vista material, enerjético, como del biolójico. El doctor Nodon, que es un astrónomo distinguido, ha dedicado gran parte de su tiempo al estudio del astro cuya enerjía se espande por todo nuestro sistema planetario, con resultados que han llamado la atención de los sabios que se ocu- pan de astrofísica. M. Lecaplain, en el prefacio de la obra, dice : «Desde 1885, el señor Nodon viene haciendo útiles investigaciones en la Sor- bona 1 en el colegio de Francia sobre la electrización solar, esperiencias mui delicadas que exijen ponerse, ante todo, al abrigo de cualquier causa de error que pueda desvirtuar los resultados, las que el hábil físico consiguió eliminar. En 25 de agosto de 1899, el malogrado Mascort, hacía conocer a la Academia los hechos concienzudamente observados de 1885 a 1889, resumidos así : «10 Las radiaciones solares comunican a un conductor aislado una carga positiva; «20 La magnitud de la carga aumenta con la intensidad de las radiaciones i disminuye con el estado higrométrico ; «32 El paso de nubes ante el sol hace cesar el fenómeno. » Estas conclusiones no fueron debidamente consideradas al principio; con todo, algunos sabios, especialmente M. Baldet, confirmaron el hecho fundamental in- dicado por el doctor Nodon. Arrhenius, Goldstein, Deslandres, etc., opinan que el sol emite rayos catódi- cos capaces de influenciar a los planetas que jiran a su alrededor; Quet i Siemens atribuyen las perturbaciones magnéticas telúricas a una emisión de ondas emana- das del sol; Heen i Zenger sostienen que ellas son debidas a variaciones eléctri- cas del mismo. Pero tales teorías, por injeniosas que sean, carecen del sello fehaciente de la observación 1 esperimentación. El señor Lecaplain agrega : «Sólo la esperiencia puede zanjar la cuestión. M. Bernard Brunhes, director lel Observatorio de Puy de Dóme, ha comprobado por vía diferente los impor- tantes resultados obtenidos por Nodon. No puede ya negarse que los rayos sola- res producen electricidad positiva. » El autor, que ha ideado aparatos especiales mui apropiados para su objeto, da cuenta de los mismos i de las esperiencias realizadas para evidenciar tanto la acción eléctrica del Sol como de la Luna, i de una teoría propia para esplicar la llel Sol sobre los fenómenos terrestres (variaciones magnéticas, borrascas magné- ticas, auroras polares, seismos, etc.). Zl autor ha planeado su obra así: Histórico. Los hechos (esperimentación). Teoría 1 aplicaciones. Deducciones. La acción solar en la física del globo terres- tre i en la meteorolojía (seismos, ciclones, tempestades, etc.). Acciones cósmicas (carga lunar, ídem de Mercurio, cometas). Acciones electromagnéticas (induecio- 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ($) nes solares, carga terrestre, ondas hercianas, campo 1 acción electromagnética solares; acción sobre las nebulosas, sobre los cometas). El autor concluye : La acción eléctrica del Sol representa un papel mui importante en los fenóme- nos cósmicos i terrestres. En efecto, a ella debe atribuirse las perturbaciones i movimientos inesplica- bles de la superficie solar i el aspecto convulso i cambiante de la corona; a ella debe imputarse la jénesis de los caprichosos cometas: su acción perturbadora pa- rece esplicar las variaciones del movimiento sideral de los planetas i sus satélites ; i probablemente a ella se deben relacionar gran parte de los fenómenos terrestres. s Carnet photographique. (Juinze ans de pratique de la photogralie par A. CHAR- ver. In 16 (19 < 12) de vi-88 pages, avec 11 figures dans le texte. Gauthier- 7 Villars, éditeur. Paris, 1910. Prix broché, 2,75 francs. Obrita útil por lo práctica i moderna, resume los conocimientos necesarios para hacer buenas fotografías. El autor da al lector los datos necesarios para saber elejir un buen objetivo; servirse debidamente de los diafragmas i obturadores; escojer buenos aparatos, placas i papeles; revelarlos i fijarlos, ete. ; así como un recetario i modos de operar. Acompañan a la obra ocho hermosas planchas fotográficas, dadas como mode- los al lector. Les cubilots américains. (Extraits du Manuel du mouleuwr) par THoMaAs D. Wesr, ancien mouleur et directeur de fonderie, membre de la Société améri- caine des ingénieurs mécaniciens, de l1'Association des fondeurs américains. Traduit d'apres la neuvieme édition américaine par P. Aubié, anmcien éleve de Vécole nationale des Arts et Métiers, etc., ete. 1 volume in 8% (23 X 14) de viu-210 pages, avec 49 figures. Gauthier-Villars, éditeurs. Paris, 1910. Prix, broché, 7 frances. El injeniero Aubié se ha concretado a traducir de la clásica obra del inje- niero West la parte referente a los cubilotes, tanto porque ya los señores Breueil e Imbeaux habían traducido el primer volumen, cuanto porque del segundo vo- lumen una parte, la relativa al modelo, es tratada con amplitud en muchas obras, comprendida la traducción indicada. En cambio, los cubilotes a pesar de ser aparatos mui empleados, en realidad son mal conocidos, por cuya razón es obra útil la realizada por el señor Aubié, al traducir la parte de la obra de West que les concierne. En cuanto a la bondad de la obra traducida basta observar — como lo observa el traductor — que ha alcanzado en poco tiempo nueve ediciones en Norte América. El autor estudia en ellas los pequeños cubilotes, su construcción, limpia, su resultado en la práctica americana, eubilotes de ventilación central, Stott, cons- trucción de éstos, cubilotes de tiro natural, secciones equivalentes, redondas, cuadradas i rectangulares, ete. En fin, los datos relativos al yiento, carga, fu- sión, combustibles, conservación, etc. Los numerosos casos prácticos hacen de esta obra un elemento mui aprovecha- ble para los injenieres o dueños de funderías. S. E. BARABINO. ; Italia : -Atti della I. R. Accad. di Scienze Lettere ed Arti degli Agiati. Rovereto — -tti della -R. Accad. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- -gure, Genova. — Riv di Artiglieria e Genio, - Roma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, Roma. — Ann. della Soc. degli Ing. e degli -Architetti, Roma. — <«!l Politecnico», Milano -= Boll della Soc Zoologica italiana. Ro- ma. — bazz. Chimica Italiana, Roma. — L'E- lettricitá, Milano. — Boll. Scientifico, Pavia. — Riv. Italiana di Scienze Naturali e Boll. del Naturalista ollettore, etc., Siena. — Atti della Soc. dei Naturalistj, Modena — Boll. della Soc. Entomologica Italiana, Firenze. — Boll. della Soc. Médico Chirurgica, Pavia. — -Atti della Soc. Linguistica, Genova. — Boll. del R. Comtato Geologico d Utalia, Roma — - Boll. della R. Scuola Super. d'Agricultura, - —Portici. — Atti della Assoc. Elettiotecnica o Jtaliana, Roma — Il monitore Tecnico. Mi- -lano. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. - — Gommissione Speciale d'igiene del Muni- -—Cipio, Roma. — voll Mensuale dell'Osserva= - torio Centrale del R. Colegio Alberto in Moncalieri, Torino. — Atti del R. Instituto -Pincoraggiamento, Napoli. —"Accad delle -—Scienze, Torino. — Atti della Soc. Toscana di Scienze Naturali, Pisa. — Ann del Museo - Civico di Storia Naturale, Genova — Osserva- torio Vaticano, Roma. — Rass. delle Scienze -—Geologiche in Italia, Roma. — L'Ingegneria Ferroviaria, Roma. — Atti della R. Accad. di Scienze, Lettere ed Arti, Modena.- — Studi - Sassaresi, Sassari — Riv. Tecnica Italiana, Roma. — Osservatorio della K. Universitá, Torino. — Atti del Gollegio degli Ingegneri e Architetti, Palermo. 7 -—Loological Society, Tokyo. Méjico Bol. del Observ. Astronómico Magnético - —Metereológico Central Méjico. — Bol. del Ds Japón The Botanical Mayazine, Tokyo. — The Journal. of Geography, Tokyo. — Annota- -tions Zoological Japaness, Tokyo. — The 0 PUBLICACIONES: RECIBIDAS EN (ANG EXTRANJERAS (conclusión) Observ. Nacional, Tacuhaya. — An. del Museo Nacional, Méjico. — La medicina científica, Méjico. — Memoria y Rev. ¿dde la Soc. cientí= fica, Antonio Alzate. — La Farmacia, Mejico. - An. del Inst. Médico Nacional, Méjico — Bol. del Inst. Geológico, Méjico. Natal Geological Survey of the Colony, Natal. Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soe. Broteriana, Coimbra. — Jor-= nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R das Sciencias, Lisboa. — Bol. da Soc. de Geographia, Lisboa. —— O Insttiuto Rev Scient. é Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico é Magnetico, Coim bra — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Cormbra. — Bol. do Observ. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Obsery. Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de la Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio- nes y Memorias de la Soc de Ingenieros del Perú. — Rev. de Ciencias. Rumania Bol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. Rusia Soc. de Sciences Experimentales, Khar=- kow. — Bul. de la Suc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. Imper. des Sciences, San Petershourg. — Bull. de la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rev. des Sciences Mathématiques, Moscow. — La Bi- blioteca Po'iteenica, San Petersbourg. — Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — Soc. pro Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors, Rusia. — Ball. de la Soc. Impér. des Naturalistes, Moscow. — An. de la Soc. Phisico Chimique,- San Petershourg. — Bull. de la Soc. Imper. de Geographie, San e — Phisi calische Central Observatorium, San l eters- burg. — Bull du Jardin Imper San Petersbuig. Natufors Vereins, Riga. — Bull. Géologique, San Petersburg. — Bull. du Comité Odesa. San Salvador Observ. ia y Astronómico, e P Salvador. Suecia y Noruega Sveriges geologisca Underskning, Stoc= - An. de la Universidad. — An. del Muse -kolm. — Bull of the Geological Inst. Uni- ES Nacional. — Bol. del Observ. Metereorológico. versity of Upsala, Suecia — “Kongl. Vetens- — Municipal. — An. del ta. den La: kaps. Akademiens. Acad. des Sciences, | naderia y Agricultura. NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y Veterina- ria, La Plata — Rev. del Centro Universi= ' tario. La Plata. Bol. de Pública, La Pla! a. — e del Museo, La Plata — Oficina Químico Agrícola, La Plata — An. del Observ Astronómico, La Plata. — Rev. Mensual'de-la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. * Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar- chivos de Criminalogía, Medicina legal “Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geogrático Ar- -gentino. — Bol. de Estadística Municipal — Rev Farmacéntica. — La Iugenieriía. — An. del Depart Nacional de Higiene. — Rev. Nacional — Rev. Técnica — An. de la Soc - Rural Argentina. — An del Museo Nacional de Buenos Alres. Bol. SUBSCRIPCIONES Paris Annales des Ponts et ( haussées. — « Re= | des | vue » — Contes Rendus de l'1cadémie des Sciences. — Annales de GChimie et de Physi= que. — Nouvelles Annales de Mathématiques. — Nouvelles Annalesde la — « La Nature ». Construction (Oppermann). — Revue Scien- tifique. — Revue de Deux Mondes. - de Botanique, |. = Korrespondensblat: de de la de Soc des o. de la Nouvelle Russie, la Biblioteca | Stockolm. Vidensk Selskabel, Cristiania. a Sciences Naturelles, ; | -Soc. Neufchateloise de Geographie. | Rural. | Bol. -— Rev. de la Asociacion Estudiantes de In IS A eS Ll EN ly. ES ed y e y poses : E Scentiaran e = Reggía Soc, Porhandl y ¡itterarum, Góteborgensis. : “Suiza Bull. Teomigucade la 5uisse Romande, Lau ssanne — Geographich- Ethnographiche: ge “sellschaft. Zurich. — Soc. Hevéltique des Berna. Bull. de Ll Uruguay (Montevideo) Vida Moderna. Rev de la Asociacion — Bol. de la Ensenanza Primaria, - del Observ Metereológico, Villa Colón gentino. — Rev de la Soc. Médica Argentina, geniería. — Rev de la Liga Agraria. — Rev. Jurídica y de Ciencias sociales. = la Union Industrial Argentina. el Centro Naval. El Monitor de La a Educacion Común. — Enciclopedia Militar. — La Se= | mana Médica. — Anuario de la Direccion: d - Estadistica. — Rey. del Lírculo Militar. Córdoba NS Demográfico Ar- |. Bol. de la Acad. Nac. de Ciencias. Entre-Hios An. de la Soc. Rural. Tucumán Anuario Estadístico. Roma Trattato Generale dell Arte dell Ingegnere, — biornale del Genio uivile. Milano E Il Costruttore — L'Elettricitá. —¡Londres The Builder. ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO. E A o JEMBRE 1910. — ENTREGA 1IL. — TOMO LX E TOl 121926. « l TON AL MUSEE E Bosquejo Me ete y estado actual de los estudt ota, flora y fauna cenas de EA Eo 961 Progresos y tendencias actuales de la teratología vegetal.. 310. ÍNDICE 684 — CALLE PERÚ — 684 o OO | - JUNTA DIRECTIVA Presidente....... e pe “Doctor Francisco P. Moreno Vaceprescaente o a Ingeniero Vicente Castro Veceprestdente E: ¡Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas... oo. ... Doctor Tomás J. Rumi - Secretario de correspondencia... Ingeniero Esteban Larco TOSCO AS EOS Ingeniero Alejandro Guesilaga BIIEN q A Doctor Abel =ánchez Diaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero alfredo Galtero ] Ingeniero Rodolfo Santangelo Mosales a o Rp Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mam berto Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre (Renente neos A as - Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Atilio Bado, doctor Juan A. Dominguez, doctor Angel Gallardo, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, ingeniero José A. Medina, doctor Francisco P. Moreno, ingeniero Jorge Newbery, doctor Horacio G.- Piñero, general Pablo Riccheri, ingeniero Domingo Selva. ingeniero Alberto Schnei= dewind, teniente de navío Segundo R. Storni, ingeniero Eduardo Volpatti. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmaDro y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen arado aparte de 50 ejemplares de sus ar- y tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores coa hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1 960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. E PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y. principales librerias Pesos moneda nacional DOME A Len , 1.00 Porno e a IO O 12.00 Número alas ado e 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano | do BOSQUEJO HISTÓRICO, DESARROLLO Y ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS SOBRE ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS POR EL PROF. CARLOS E. PORTER, C. M. Z. S. Los primeros exploradores. El primer naturalista chileno y su obra. Don Claudio Gay y su Historia física y política de Chile. El doctor R. A. Philippi y su labor. Museos chilenos. Los estudios antropológicos y etnológicos ; culti- vadores de los mismos y sus obras más notables. Los estudios botánicos de los continuadores de Gay y Philippi; importancia de la flora chilena ; necesidad de impulsar los estudios criptogámicos y los de biologia y botánica aplicada. Los estudios zoológicos posteriores á la obra de Gay ; estado actual de nues- tros conocimientos sobre el reino animal de Chile y necesidad de una obra moderna sobre la fauna de Chile. Bibliografía. Señor presidente, Señoras, Señores: Desde hace doscientos años comenzó Chile á atraer la atención de gobiernos y naturalistas europeos, siendo muchas las expediciones científicas realizadas con el fin de explorar nuestro territorio y dar á conocer sus productos naturales. Con la concisión propia de un trabajo como el presente, entraré desde luego en materia, recordando ante todo por orden cronológico los nombres de los primeros y célebres exploradores que, para estu- diar la flora y fauna — principal objeto de esta conferencia — visi- taron á Chile, recogiendo innumerables y valiosas noticias en el terreno mismo y formando notables colecciones. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 18 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El padre Luis Feuillé, religioso de Provenza, que cultivaba con ardor las matemáticas, la hidrografía, la astronomía y la historia natural, llegó á Chile en misión especial el año de 1709. Publicó varias obras, entre las cuales mencionaré Histoire des plantes médici- nales qui sont les plus en usage aux royaumes du Pérou et du Chili (1825). Amadeo Francisco Frezier recorrió algunas partes de Chile entre los años 1712 y 1714 y publicó poco después su importante obra Relation du voyage de la mer du sud aux cótes du Chili pendant les années 1712, 1713 et 1714. Los botánicos españoles Hipólito Ruíz y José Pavón hicieron en Chile y en el Perú una importante expe- dición científica de orden del gobierno español, siendo resultado de sus estudios la notable obra Flora peruviame et chi- lensis prodromus, editada en Madrid, 1798-1802. José Dombey, médico y naturalista, nació en Macon en 1742. Fué miembro de la expedición científica de los botáni- cos españoles que acabamos de citar. Desembarcó en el Callao el 7 de abril de 1778. En marzo de 1782 se trasladó á Chile á continuar en este país los estu- a dios que el rey de Francia, Luis XVI, le había encomendado en América española, recorriendo parte de nues- tro territorio durante veinte meses (1). Varios naturalistas célebres, como Hooker, Lacepede, Lamark, Jussieu, Mirbel y otros, perpetua- ron su nombre en multitud de especies zoológicas y botánicas que le dedicaron. Según Philippi (Elementos de Botánica, 1869, p. 504), el valeroso excursionista y sabio botánico Dombey fué tomado, en 1793, por corsarios ingleses y llevado á España, muriendo en la cár- cel de Montserrat. Todos saben que el primer naturalista chileno fué el célebre abate (1) Las personas que se interesen por la vidz, relación de los viajes, etc., de Dombey, podrán consultar la importante obra, publicada en 1905 por el doctor E. T. Hamy, titulada : Joseph Dombey, médecin, archéologue, explorateur du Pérou. du Chili et du Brésil, sa vie, son ceuvre, sa correspondance. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 269 don Juan lgnacio Molina, sobre cuya vida y obras diremos algunas palabras. Nació Molina en la Hacienda de Guaraculén, situada en la ribera sur del río Maule, el 23 de junio de 1757. Dotado de gran genio observador y de gran amor por las ciencias de la Naturaleza, dedicóse durante muchos años á estudiar y des- cribir los productos naturales de Chile. Expulsado con otros padres jesuítas, á cuya orden pertenecía, llegó el año de 1774 á Bolonia (Italia), ciu- dad en que residió cincuenta y cinco años, con cortas interrupciones. En 1776 publicó anónima y en ita- liano su primera obra científica con el nombre de Compendio de la Historia geográfica, natural y civil del reino de Chile, libro que unos atribuyeron al padre Miguel de Olivares y otros al abate Felipe de Vidaurre. En 1782 rehizo su obra, aprove- chando de ampliarla, y fué publicada también en italiano, pero esta vez ba- jo el título de Ensayo sobre la Histo- ria natural de Chile, que llamó la atención de los sabios europeos, su cediéndose unos tras otros importantes viajes de exploración científi- ca á Chile y á Sud América en general. Tenemos noticia de 17 ediciones de las obras de Molina, publicadas en distintos idiomas y países. Por vía ilustrativa transcribiremos de la Revista chilena de Historia natural, año VI (1902), páginas 3 y 4, la siguiente é interesante nota bibliográfica debida á nuestro finado amigo don Enrique O"Ryan : 1. Compendio della storia geografica, naturale e civile del regno del Chile. Bologna, MDCOCLXXVI. Nella Stamperia di S. Tommaso (Aquino. Con licenza dei Superiori. S'. Don Juan Ignacio Molina 2. Des Herrn Abts Vidaure kuregefaszte geographische natirliche und birgerliche Geschichte des Konigreichs Chile, aus dem Italienis- chen ins Deusche úibersetz von E. J. J... Mit einer Charte. Hamburg, NS Z. SS: Traducido por E. J. Jageman, quien lo atribuyó equivocadamente al jesuita Vidaurre. 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3. Saggio sulla storia naturale del Chili del signor abate Giovanni Ignazio Molina. In Bologna. MDCOCLXXXII. Nella Stamperia di S. Tommaso d'Aquino. Con licenza dei Superiori. S” 4. Versuch eimer Naturgeschichte von Olhili. Von Abbe J. lenatz Molina. Aus dem Italienischen úbersetzt, von J. D. Brandis, Doctor der Arzneywissenschaft. Mit einer Landcharte. Mit Ehurfiiratl. Sách- sischer Freyheit. Leipzig, bey Friedrich Gotthold Jacobáer. 1786. 8S*. 5. Saggio sulla storia civile del Ohili del signor abate Giovanmi Ignazio Molina. ln Bologna, MDOCLXXXVII. Nella Stamperia di S. Tommaso d'Aquino. Con licenza dei Superiori. S”. 6. Compendio de la Historia geográfica, natural y civil del reino de Chile, escrito en italiano por el abate don Juan Ienacio Molina. Primera parte, que abraza la historia geográfica y natural, traducida al español por don Domingo Joseph de Arquellada Mendoza, indi- viduo de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y Maes- trante de Ronda. En Madrid. Por don Antonio de Sancha. Año MDCCLXXXVIII. 8S?. 7. Essar sur Uhistorwre naturelle du Chili, par M. VAbbé Molina ; traduit de Pitalien, et enrichi de notes, par M. Gruvel, D. M. A Paris, Chez Née de la Rochelle, Libraire, MDCOXXXIX. Avec appro- bation et privilege du Roi. S'. S. Geschichte der Eroberung von Ohili durch die Spanier. Nach dem Italienischen des Herrn Abbe J. J. Molina. Leipzig, bey Friedrich Gotthold Jacobáer, 1791. 8S'. 9. Compendio de la historia civil del reino de Chile, escrito en ita- liano por el abate don Juan Ignacio Molina. Parte segunda, tradu- cida al español y aumentada con varias notas por don Nicolás de la Cruz y Bahomondes. En Madrid. En la imprenta de Sancha. Año de MDCCXOCV. 8. 10. El viajero universal ó noticia del mundo antiguo y nuevo. Obra recopilada de los viajeros, por D. P. E. P. Tomo XV. Madrid, im- prenta de Villalpando, 1798. 8%; por don Pedro Estala, presbítero. El presente tomo contiene la versión castellana de las dos partes de la obra de Molina. 11. The geographical, natural and. civil history of Chili. Ulustrated by a half sheet of the country. With notes from the spanish and french versions and an appendix, containing copious extracts from the Araucana of don Alonzo de Ercilla. Translated from the original italian, by an american gentleman. Middletown. Connecticut 1808, 2 vol. en 8. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 271 12. The geographical, natural and civil history of Ohili. Translated from the original italian of the abbe don J. Ignatius Molina. Po which are added, notes from the spanish and french versions, and two appendixes, by the english editor; the first an account of the archi- pelago of Chiloé, from the description historial of P. F. Pedro Gon- zález de Agiieros; the second an account of the native tribes who inhabit the southern extremity of South America, extracted chiefly from Falkner's Description of Patagonia, in two volumes. Printed for Longman, Hurst and Orme, 1809, 2 vol. in S'. Edición de Londres. 13. Saggio sulla storia natuwrale del Chill di Gio. Ignazio Mol- na. Seconda edizione aceresciuta e arricchita di una nuova carta geo- erafica e del ritratto dellautore. Bologna, 1810. Tipografia dei Frate- Ili Masi e Comp. 4”. 14. Memorie di storia naturale lette in Bologna nelle adunanze dell? Instituto dall abate Gioan Ignazio Molina, americano, membro dell” Instituto Pontificio. Bologna, 1821. Tipografía Marsigli. Con appro- vazione, 2 vol. in S'. Con motivo de aleunas opiniones sustentadas en la memoria Ana- logie meno osservate dei tre regni della natura, inserta en la presente obra, Molina fué acusado de heterodoxo á la curia romana, y suspendi- do del profesorado y de sus funciones sacerdotales. De este anatema sólo vióse libre el desdichado jesuíta después de grandes protestas de su adhesión á la doctrina católica y de hacer pública explicación de las ideas contenidas en el trabajo. 15. Compendio de la historia geográfica, natural y civil del reino de Ohile. Publicado anónimo en Bolonia en 1776 y traducido por Nar- ciso Cueto, 4. : Publicado por don Luis Montt en la Colección de historiadores de Ohile, tomo XI, páginas 185-304. 16. Compendio de la historia geográfica, natural y civil del reino de Chile escrito en italiano por el abate don Juan Ignacio Molina. Pri mera parte que abraza la historia geográfica y natural, traducida al español por don Domingo José Arquellada Mendoza, individuo de la real academia de buenas letras de Sevilla y maestrante de Ronda, 4”. Publicado por el mismo señor Montt en el citado tomo de los His- toriadores de Ohile, páginas 305-515. Estas dos últimas ediciones de las obras de Molina, además de lo esmerado de ellas, se recomiendan por la notable introducción y eruditas notas con que las ha acompa- nado su ilustrado editor. 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 17. Compendio de la historia civil del reino de Chile escrito en ita- liano por el abate don Juan Ignacio Molina. Segunda parte, tradu- cida al español y aumentada con varias notas por don Nicolás de la Cruz y Bahomonde. 4”. En los Historiadores de Chile, tomo XXVI, páginas 103-376. Publi- cado por don José Toribio Medina. La edición más conocida en la mayor parte de las bibliotecas de Chile es la que lleva en la enumeración anterior el número... Á ella se refiere la breve noticia que reproduzco en seguida de mi Ensayo de una bibliografía chilena de Historia Natural (en prensa). Se divide la obra en dos partes : Primera parte: Historia geográfica y natwral. Traducida al castellano por don Domingo Josef de Arquellada Mendoza, individuo de la real academia de buenas letras de Sevilla y maestrante de Ronda. Madrid. Por don Antonio de Sancha. Año MDCCEXXX VIII. Consta esta parte de los siguientes libros : Libro primero (páginas 1-42) : Se ocupa de la situación, meteoros y temperamento de Chile. | Libro segundo (páginas 43-124): Trátase en él de las aguas. tie- rras, piedras, sales, betunes y metales del reino de Chile (1). Libro tercero (páginas 125-212): Trata de las yerbas, arbustos y árboles del reino de Chile. Describe el autor en este libro un buen número de géneros y es- pecies. Éstas se encuentran al fin de la obra, ordenadas según el sis- tema de Linneo, en el catálogo I, páginas 397-406. He aquí el índice de las clases, con indicación de los géneros y es- pecies que á cada una corresponde : I. Diandria, página 397, dos géneros con dos especies. £ IT. Triandria, página 397, cuatro géneros con seis especies. TIT. Pentandria, página 398, nueve géneros con nueve especies. IV. Hexandria, página 399, dos géneros con cinco especies. V. Octandria, página 399, un género con dos especies. VI. Enneandria, página 400, tres géneros con cuatro especies. VII. Decandria, página 400, tres géneros con cuatro especies. VIII. Icosandria, página 401, tres géneros con nueve especies. IX. Polyandria, página 402, un género con una especie. (1) Las rocas y minerales aparecen ordenados sistemáticamente al final del ca- tálogo número 1 (página 406). ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 273 X. Didynamia, página 402, dos géneros con dos especies. XI. Monadelpbia, página 402, un género con una especie. XII. Diadelphia, página 402, tres géneros con cuatro especies. XIII. Polyadelphia, página 403, un género con una especie. XIV. Syngensia, página 403, cinco géneros con seis especies. XV. Monoecia, página 404, cinco géneros con siete especies. XVI. Dioecia, página 405, dos géneros con dos especies. XVII. Polygamia, página 405, dos géneros con tres especies. XVIII. Palmae, página 405, un género con una especie. Libro cuarto (páginas 213-387). Danse en él descripciones de los gusanos, insectos, reptiles, peces, pájaros y caadrúpedos de Chile. Damos á continuación un índice de las clases con indicación del nú- mero de géneros y especies que el ilustre abate describe en el Com- pendio de que nos ocupamos (Catálogo I) : : o I. Mammalia, página 388, trece géneros con veinte y nueve es- pecies. IT. Aves, página 390, diecinueve géneros con treinta y dos espe- cles. TIT. Amphibia, página 393, dos géneros con tres especies. IV. Peces, página 393, ocho géneros con once especies. V. Insecta (1), página 394, nueve géneros con dieciseis espe- cies. VI. Vermes (2), página 396, diez géneros con trece especies. Termina la primera parte del Compendio con el catálogo II, que contiene algunos vocablos chilenos pertenecientes á la Historia Na- tural. El número de vocablos anotados es de 314. En la columna de la derecha se encuentra la palabra chilena y á la izquierda su equiva- lente en idioma castellano. Segunda parte. Comprende la Historia civil. Traducida al español y aumentada con varias notas por don Nico- lás de la Oruz Bahomonde. Madrid, imprenta de Sancha. Año MDCCXCV. Forma un volumen de 3582 páginas, acompañado de 4 mapas. Dado el objeto de nuestra bibliografía dejamos de la mano esta se- gunda parte. (1) Debe recordarse que en esta clase se incluyen, en la obra de que tratamos, los insectos propiamente dichos y los Arácnidos y Crustáceos. (2) Aquí están incluídos los moluscos, equinodermos, etc. 274 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El barón de Humboldt que tuvo ocasión de visitar á Molina lo respetó mucho por su ciencia y le dispensó su amistad. La uni- versidad de Bolonia lo hizo miembro honorario. El célebre natu- ralista é historiador murió en Bolonia el 12 de septiembre de 1829. Á las colectas y estudios en el territorio chileno llevados á cabo por los exploradores y naturalistas que acabamos de citar, siguieron los del sabio Gay, sobre cuya vida y trabajos nos deten- dremos por breves instan- Les. Nació don Claudio Gay en Draguignan, capital del departamento de Var, el 15 de marzo de 1800. Sus padres, que eran agricul- tores, tenían su propiedad en los alrededores de di- cha ciudad. Hizo Gay sus estudios clásicos en su ciudad na- tal, siendo enviado por su familia á la edad de 18 años á París con el fin de que cursara medicina y farmacia. Á pesar de la in- Dl tención de sus padres de darle una carrera titulada, el joven Gay abandonó bien pronto los es- tudios médicos á que su familia lo destinara, entregándose por comple- to á las ciencias naturales y muy particularmente á la botánica, asis- tiendo en el museo de París á las lecciones y escuchando los sabios con- sejos de los eminentes profesores Fee, Cuvier, Desfontaine y Jussieu. Bajo la dirección del botanista italiano Juan Bautista Balbis her- borizó en los Alpes franceses, penetrando en seguida en Italia hasta Carrara, en 1822. Ayudó á dicho naturalista en la recolección de ma- teriales para la Flora Lyonnaise, obra de importancia publicada en 1828. Hizo Gay además colecciones en Grecia y en algunas islas del occidente y parte septentrional del Asia menor, por encargo de sus profesores de París. De regreso á Francia en 1828, fué invitado por el periodista fran- ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 275 cés Pedro Chapuis para venir á Chile á enseñar la física y la historia natural en un colegio que debía fundar en Santiago. Gay juntamente con Chapuis y los otros profesores que éste contra- tara para su colegio, se embarcaron en Brest á fines de mayo de 1528 en 17 Adour, transporte de la armada francesa. Habiendo tenido que arri- bar L?*Adour á Río Janeiro, aprovechó Gay de coleccionar muestras de la flora de los alrededores que envió al museo de París; entre es- tas muestras — en número de 400 — se encontraron muchas especies nuevas para la ciencia, varias de las cuales vinieron á aumentar el número de las que por esa época deseribían Jussieu y Cambessedes en la obra Flora brasilie. No dejó Gay de hacer también algunas im- portantes observaciones Zoológicas en Río Janeiro. El £? Adowr hizo escala, al continuar su viaje al Pacífico, en los puertos de Montevideo y Buenos Aires, ofreciéndosele de esta mane- ra, al entusiasta naturalista y viajero científico, la magnífica oportu- nidad de recoger también en estos lugares muchos objetos más de historia natural. El transporte francés fondeó en la bahía de Valpa- raíso el 8 de diciembre de 1828. Vivió Gay dedicado tranquilamente durante varios años á las no- bles tareas del profesorado en el Colegio Santiago, instalado en el convento de San Agustín, según el distinguido biógrafo de Gay, don Diego Barros Arana. Las horas francas que le dejaban la enseñanza, ocupábalas provechosamente el joven naturalista y futuro explorador de nuestras tierras, en recolectar pacientemente ejemplares de nuestra fauna y flora, haciendo al efecto varias excursiones en los alrededores de nuestra capital; llegó de este modo á formar una rica colección de animales y plantas que estudiaba cuidadosamente, haciendo vida re- tirada y sin cultivar más relaciones: que con las escasas personas que se interesaban por la ciencia á la cual él tanto amaba; entre estas personas figuraban el médico francés y cirujano del ejército don Car- los Buston y el conocido boticario de Santiago don José Vicente Bus- tillos, decidido amante de la botánica, quien llegó á adquirir grandes conocimientos en el ramo, sin más maestros que sus libros, y alcanzó á enseñar la «amable ciencia» y la farmacia en el instituto nacional. Como con sobrada razón lo dice el señor Barros Arana «un hom- bre del mérito de don Claudio Gay no podía quedar desconocido en un país en que había tan pocos aficionados á aquel orden de estudios. Apenas restablecida la tranquilidad del país, después de la batalla de Lircay, Bustillos habló de él al ministro Portales como de un hom- bre de quien Chile podía sacar gran provecho. El nuevo gobierno 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA deseando hacer estudiar científicamente la topografía y las produc- ciones de nuestro suelo, y queriendo utilizar los conocimientos y la actividad de Gay, celebró con él un contrato memorable que fué el origen de la obra monumental cuya ejecución no llegó á su término sino después de 40 años de asiduo trabajo. » El contrato en referencia, hecho entre el ministro don Diego Por- tales y don Claudio Gay, fué aprobado y firmado por el presidente Ovalle, el mismo día, es decir, el 14 de septiembre de 1830, documen- to que se dió á conocer al país por medio de su publicación en El Araucano, periódico oficial que comenzaba á salir á luz. Luego dió comienzo Gay á sus exploraciones con el fin de recoger en el terreno mismo los datos para su preciosa obra. El primer relato ó memoria del joven naturalista fué escrita en la ciudad de San Fernando el 20 de marzo de 1831, la que fué pu- blicada en El Araucano, como varias otras. Esta primera memoria es muy interesante y amena y la reproduce íntegra el señor Barros Arana (páginas 43-55). Después de las excursiones que motivaron la primera memoria á que acabamos de hacer referencia, Gay se dirigió á practicar estu- dios en la costa de la provincia de Colchagua, dando cuenta del re- sultado de ellos en una comunicación dirigida, con fecha 17 de abril del mismo año, á los señores José A. Bezanilla, Francisco García Huidobro y José Vicente Bustillos (1). Las excursiones que desde su llegada á Chile había efectuado en la provincia de Santiago y los resultados de sus estudios en la pro- vincia de Colchagua, dejaron á Gay en posesión de preciosos datos para la deducción de algnnas conclusiones generales. Á causa de la falta de instrumentos y ayudantes para continuar su ardua empresa, para la cual no le flaqueaba un ápice su entusiasmo del principio, creyó necesario buscar el apoyo del gobierno para ha- cer un viaje á Francia en busca de esos otros elementos. Gay, á quien el gobierno tenía en muy buen concepto á causa de su seriedad, com- petencia y actividad, resolvió atender su solicitud en cuanto era po- sible dentro del estado del erario nacional. Concedióle el gobierno 5000 pesos para su transporte á Francia y para la adquisición de los instrumentos más indispensables. (1) Estas tres ilustradas personas componían la comisión nombrada por el go- bierno para recibir los informes de don Claudio Gay y vigilar el cumplimiento de los compromisos contraídos por éste en su contrato con el gobierno. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS | 217 Trasladóse á Valparaíso en diciembre de 1831 para embarcarse en este puerto con destino á Europa. Antes que se presentara la oportunidad de embarcarse para el vie- jo continente aprovechó la salida inesperada de la goleta Colocolo (1) hacia Juan Fernández, con el fin de conocer dicha isla. Valiosas observaciones é importantes objetos recogió Gay en su exploración á Juan Fernández. De regreso de esta excursión se ocupó de hacer sus bultos con los numerosos objetos colectados en Chile para el museo de París. El 14 de marzo de 1832 salió para Burdeos en la fragata francesa (Edipe. Tan pronto como llegó á Burdeos se dirigió á París, á cuyo museo hizo el valiosísimo obsequio de objetos de Jos tres reinos que para dicho establecimiento había recogido. Á principios de 1833, publicaba en el tomo XX VIIL páginas 369-393 de los Annales des Sciences Naturelles un resumen de sus estudios ba- jo el título de Apercu sur les recherches d'histoire natwrelle faites dans 1 Amérique du sud, et principalement dans le Chili, pendant les an- nées 1830 et 1831. Esta memoria leída por Gay en la Academia de ciencias en su se- sión del 25 de marzo de 1833, fué debidamente apreciada por tan sa- bia corporación, la cual nombró una comisión de cuatro especialistas para que dieran su fallo sobre los trabajos científicos de Gay en América, los cuales se sintetizaban en la Memoria de la referencia. El 25 de junio del mismo año los académicos designados que lo eran los señores De Blainville, Brogniart, Jussieu y Savaty, infor- maban encomiásticamente á la Academia sobre los trabajos de Gay y estimulaban al mismo tiempo al naturalista á perseverar en sus es- tudios en un país todavía poco conocido desde el punto de vista de la geografía física y la historia natural; también lo recomendaban mucho al Ministerio de instrucción por sus importantes trabajos en América. La Sociedad geográfica de París tuvo palabras de aplauso y prestó positivo apoyo al entusiasta explorador. (1) La Colocolo fué despachada el 21 de enero de 1832 con una guarnición para el presidio Juan Férnández, pues el 20 de diciembre del año anterior, los presi- diarios en número de 108, se habían sublevado y apoderándose de un buque nor- teamericano se habían escapado de la isla sin que las autoridades supiesen simo algo después el paradero de los fugitivos; éstos desembarcaron en la costa de Copiapó y, pasando la Cordillera, fueron á asilarse en la República Argentina. (Barros Arana, Gay, su vida y sus obras, páginas 69 y 70). 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Antes de ocuparnos de su segundo viaje á Chile, vamos á reprodu- cir aquí un párrafo de una carta de don Diego Portales á un amigo residente en Santiago, que se refiere á la permanencia de don Clau- dio Gay en Valparaíso, cuando vino de Santiago para embarcarse con destino á Burdeos : «En el tiempo que está aquí ha gastado más de 150 pesos en pagar á peso cada objeto nuevo que le han presentado. Con ésto ha puesto en alarma á todos los muchachos que trasnochan buscando pescaditos, conchas, pájaros, cucarachas, mariposas y demonios, y salen á expedicionar hasta San Antonio por el sud y hasta Quinte- ros por el norte. El dueño de la posada donde reside ya está loco, porque todo el día hay en ella un cardúmen de muchachos y hombres que andan en busca de M. Gay. Siempre que salen á la calle los mu- chachos le andan gritando mostrándole alguna cosa: señor, ésto es nuevo, nunca visto, usted no lo conoce, y anda más contento con algu- nas adquisiciones que ha hecho, que lo que usted podría estar con 100.000 pesos y platónicamente querido de todas las señoritas de Santiago » (1). Á fines de 1833, habiendo reunido alguna literatura científica é instrumentos y con regular bagaje de útiles consejos de varios sabios de quienes recibió siempre palabras de aliento, encontrábase Gay lis" to para regresar á Chile, aunque sin haber obtenido los ayudantes que para él había solicitado del ministerio la Academia de ciencias. Ya que el gobierno francés no pudo acceder á esta petición, quiso manifestar su satisfacción y estimular al joven sabio á continuar sus estudios, concediéndole la Cruz de la Legión de honor. Trasladóse á Burdeos á mediados de enero de 1834 y se embarcó en ese puerto el 1% de febrero del mismo año en la barca francesa Sylphide. Este buque que traía á su bordo algunos comerciantes que venían á establecerse en Chile, fondeó en Valparaíso el 13 de mayo. Tan pronto como llegó á Santiago, comenzó la instalación de los instrumentos traídos de Francia, y continuó sus estudios interrumpi- dos por su viaje al viejo mundo. Hacia fines de octubre del mismo año, se dirigió á las provincias de Valdivia y Chiloé, en las cuales, hizo interesantes investigaciones de todo género sobre lá fauna, flora, geología y meteorología. El 4 de julio de 1836, dirigió al Ministerio del interior un informe en que hacía el resumen de los estudios practicados en las provincias (1) B. VicuÑa MAKENNA, Don Diego Portales, tomo 1, página 108. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 279 de Valdivia y Chiloé. De este importante documento, reproducido por el señor Barros Arana (pág. 96-100), tomamos sólo la enumera- ción que hace el laborioso naturalista de los trabajados en dichas provincias : : 1* Cuatro volúmenes de manuscritos sobre la historia natural, la física, magnetismo terrestre, la estadística, la geografía, ete. ; | 2% Un diario meteorológico que contiene todas mis observaciones relativas al clima, á la humedad, á las presiones atmosféricas, á las variaciones diurnas de la aguja, á la dirección y fuerza de los vientos, á la cantidad de agua suministrada por la lluvia y, enfín, á cuanto puede dar á conocer el clima de esas provincias y todas las perturba- ciones atmosféricas á que están sujetas ; 3 Dos volúmenes grandes de dibujos iluminados en presencia del prototipo ; 4 Dos cartas geológicas, una de Valdivia y otra de la provincia de Chiloé. Mis colecciones se componen de las especies siguientes : ACUISTA O 5 A a e DM 213 A E a O AS 21 LC o o e OS 47 50 Insectos y otros animales sin vértebras. .. 2557 OSEA ASA A TIO El 1520 AMA dera ESPECIES 35 SR ESMAS NES PECES A 3 Todos estos objetos unidos á los ya colectados en otras provincias deben formar un núcleo bien precioso para establecer un museo en la capital de la República y poner á la juventud chilena en situación dle conocer y de estudiar las producciones naturales de Chile y sacar de ellas toda la utilidad que de un estudio continuo y un análisis pro- lijo las harán susceptibles. Bien pronto se dirigió Gay á la provincia de Coquimbo, pasando su primer informe desde la Serena el 9 de diciembre. Después de los estudios practicados en la provincia de Coquimbo, se trasladó Gay á Santiago internándose en sus cordilleras para ob- servarlas de cerca y estudiar el volcán de San José. Á fines del mismo año (1836) trasladóse á Santa Rosa de los An- des, continuando el estudio de las cordilleras. Después de esta ex- ploración había reunido el activo naturalista los documentos más 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA importantes para adquirir una idea general de la constitución geoló- gica de Chile. El resultado de estos estudios geológicos los comunicó por carta al ilustre geólogo Élie de Beaumont, quien á su vez trans- mitió las observaciones de Gay á la Academia de ciencias (París) en su sesión de 25 de junio de 1838. En febrero de este año inició sus exploraciones en las provincias de Talca, Maule, Concepción y parte del territorio araucano. Á fines del año 1838 comenzó Gay á distribuir y clasificar los nu- merosos objetos recogidos para el museo, para cuya fundación el go- bierno había destinado una gran sala provista de una estantería más ó menos apropiada. Comisionado por el ministro don Mariano Egaña para hacer algu- nas investigaciones históricas respecto á Chile en los archivos del antiguo virreinato del Perú, se trasladó á Lima en marzo de 1839 y aprovechó de hacer exploraciones científicas en el interior del país. De regreso á Chile continuó sus trabajos ordenando los datos para su notable obra Historia física y política de Chile; ocupó también parte del tiempo en continuar el arreglo del Museo de historia na- tural. En enero de 1841 daba Gay á la publicidad el prospecto de su obra, el que se publicó no sólo en El Araucano, sino en pliego suelto. Si se toma en cuenta; como lo hace notar el señor Barros Arana, el estado de pobreza y la escasa ilustración del país por aquella época, don Claudio Gay obtuvo un verdadero triunfo al buscar subscriptores para su obra, pues el proyecto del infatigable explorador de nuestro país y fundador del Museo nacional, despertó tal entusiasmo que «á los pocos meses de publicado el prospecto se recogieron 605 subserip- ciones ». Buscó Gay, además, el auxilio del Estado para llevar á cabo la pu- blicación de su obra, elevando al efecto, con fecha 6 de septiembre de 1841, una solicitud en la que enumeraba todos las trabajos ejecu- tados por él desde 1830. Con fecha 11 del mismo mes el ministro de instrucción pública don Manuel Montt, pidió informes á la comisión encargada de inspeccionar el cumplimiento del contrato y trabajos de Gay. El 21 de octubre, la comisión informaba al gobierno emi- tiendo los más lisonjeros conceptos, respecto á la labor del distingui- do naturalista. En vista de esteinforme el presidente de la República don Manuel Bulnes, envió al congreso un mensaje en el que solicitaba para don Claudio Gay, como premio de sus trabajos, el título de ciudada. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 281 no chileno y los fondos necesarios para la publicación de sus obras. El congreso aprobó este proyecto del presidente, pasando á ser ley de la República el 29 de diciembre del mismo año. Luego comenzó Gay á hacer sus preparativos para irse á Europa con el objeto de publicar su obra, y cuando llegó el momento de ha- cer la entrega del museo de historia natural á don Francisco García Huidobro (1), el gobierno expidió con fecha 3 de febrero de 1842, un decreto que disponía colocar un retrato de don Claudio Gay en la sala del Museo nacional, retrato que debía ser costeado por el Estado. En los primeros días de junio de 1842, se trasladó á Valparaíso, embarcándose para Burdeos el 24 del mismo mes en la fragata fran- cesa Arequipa. En octubre del mismo año se encontraba ya en París y daba cuen- ta á la Academia de ciencias y á la sociedad geográfica de los estu- dios realizados en Chile y regiones del Perú por él visitadas. La So- ciedad geográfica le concedió una medalla de oro por sus estudios. Después de desempeñar algunas importantes comisiones de nues- tro gobierno, se ocupó activamente de buscar un cuerpo de especia- listas como colaboradores de su obra, entre los que debía distribuir los abundantes materiales de estudio (especies) y datos por él reco- gidos en el terreno mismo. Pasó muchos años entregado á la publicación de su monumental obra. Fué elegido mienibro de Instituto de Francia en 1856. Á principios de 1863 volvió á Chile, regresando á su país á media- dos de diciembre del mismo año. El gobierno arregló con él ciertas dificultades que se habían susci- tado para continuar ayudándole en parte á la terminación de la im- presión de su obra, y deseando darle un testimonio de gratitud por los servicios prestados á la ciencia patria, le asignó una renta vitalicia de 2000 pesos anuales de la que disfrutó hasta el día de su muerte, acaecida el 29 de noviembre de 18753. He aquí ahora la enumeración de los tomos de la fauna y flora de Gay, indicando la fecha de la publicación, número de páginas y las clases ú órdenes que comprende cada uno : Parte zoológica, consta de ocho volúmenes de texto en 8% y un atlas en folio : : (1) Este caballero quedó encargado del museo con el título de conservador. 282 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tomo I (1847). 496 páginas. Contiene este tomo los mamiferos y las aves. Tomo II (1848). 372 páginas. Contiene este tomo los reptiles y los peces, clases ambas tratadas por M. Guichenot, del museo de París. Tomo III (15849). Este tomo de 547 páginas, contiene los gusanos, los crustáceos y parte de los arácnidos. Tomo IV (1849). 511 páginas. Continúan. en este tomo los arácni- dos comenzados en el anterior y se estudian además los miriapodos y parte de los insectos. Tomo V (1851). Todo el tomo se ocupa solo de los coleópteros, co- menzados en el anterior. Tomo VI (1851). 572 páginas. Insectos (continuación). En este to- mo se estudian los órdenes siguientes : Ortópteros, nevrópteros, tisa- nópteros é himenópteros. : Tomo VII (1852). 471 páginas. Contiene este tomo los órdenes si- guientes de la clase de los insectos: Lepidópteros, hemiípteros, afa- nípteros y dípteros. Tomo VIII (1854). 449 páginas. Este tomo, el último de la zoología, comprende los muluscos y los zoófitos. Parte botánica, se compone como la parte zoológica, de ocho tomos en S”* y de un magnífico atlas. Las plantas descriptas en esta impor- tante flora se hallan repartidas en dos grandes secciones: Fanerógamas y eriptógamas. Fueron colaboradores del ilustre Gay en la parte bo- tánica de su obra los distinguidos botanistas Brogniart, Gaudichaud, Decaisne, Richard, Barneaud, Naudin, Montagne y varios otros com- petentes y entusiastas cultivadores de la «amable ciencia » : Tomo1 (1845). 496 páginas. Comienzan en este tomo lasfanerógamas, divididas en dos grandes clases, las dicotiledóneas y monocotiledóneas. Tomo II (1846). 534 páginas. Continúan las dicotiledóneas en el presente tomo. Tomo III (1547). Contiene este tomo catorce familias de dicotile- dóneas. Tomo IV (1549). En este tomo se tratan las sinantéreas comenza- das en el anterior y veinte familias más. Tomo V (1849). 479 páginas. En este tomo termina la descripción delas dicotiledóneas y comienza la de las monocotiledóneas. Tomo VI( +). En este tomo, de 551 páginas, terminan las mono- cotiledóneas y comienzan las criptógamas. Tomo VII (1850). El presente tomo, de 515 páginas, contiene los musgos, las hepáticas y parte de los hongos. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 283 Tomo VIII (1852). Este tomo de 448 páginas, contiene los trece úl- timos géneros de hongos comenzados en el tomo anterior y además los líquenes, los colemáceos y las algas. Después de la publicación de la obra de Gay son numerosos los trabajos publicados casi sin interrupción, como resultados de nota- bles viajes científicos efectuados de orden de gobiernos extranjeros, sin contar los que tenían lugar al mismo tiempo que Claudio Gay re- corría nuestro territorio y publicaba por tomos, en París, su inmortal Historia física y política de Chile. Citaremos sólo algunos nombres, á causa del poco tiempo y espacio de que disponemos para entrar en detalles. Estos célebres viajes son los del buque inglés Beagle, que traía como naturalista á Darwin, quien estudió los archipiélagos maga- llánicos, la Patagonia occidental, una buena parte de la costa de Chi- le y algunas provincias en el interior; el Astrolabe y Zelée (1826 á 1829); la Bonite (1836-1837); la Eugémie(1851-1853); la Novara (1857 - 1859); la Magenta ; la Nassau (1866-1869), que traía como naturalista á Roberto O. Cumingham ; los buques ingleses Alert y Challenger; la misión científica al cabo de Hornos, encomendada á la Romanche y recientemente la del Bélgica. Han propendido de una manera notable al adelanto de la zoología chilena, especialmente para el conocimien- to de la fauna marina, los importantes viajes de los sabios alemanes Michaelsen (1892-1893), el resultado de cuyos estudios se ha exterio- rizado en una obra que hace poco ha terminado de publicarse en tres tomos y que se titula Ergebnisse der Hamburger Magelhaensischen Sammelreise ; y el del doctor Plate, que también en tres voluminosos tomos publicados entre 1598 y 1905, como suplemento al Zoologische Jahrbucher, ha descripto ayudado por notables especialistas, los ani- males de nuestra fauna colectados por él desde 1893 á 1895. Recor- daremos también que entre los años 1895 y 1896 recorrió las regiones magallánicas, con fines geológicos y botánicos, una comisión científica sueca, y de 1838 á 1552 hizo estudios en las costas de Chile la expe- dición norteamericana, que dirigía Wilkes, y la U. S. naval astrono- mical expedition. En la historia de las ciencias en Chile ocupa un lugar sobresalien- te el sabio naturalista alemán doctor Rodulfo Armando Philippi que consagró todos los días desde su llegada á Chile, su talento y su pro- digiosa actividad á continuar los estudios emprendidos por el ilustre Gay. Tan eminentes servicios debe al doctor Rodulfo Amando Phi- lippi la ciencia de mi patria que es justo que aproveche esta oca- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 19 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sión para dar algunos rasgos biográficos y bibliográficos respecto dle él. Nació este sabio el 14 de septiembre de 15808 en Charlottembourg, ciudad situada al oeste y á pocos kilómetros de Berlín. Fueron sus padres don Guillermo Everardo Philippi, capitán retirado del ejército (que en ese año ocupaba un empleo en el tribunal de cuentas de Berlín) y doña María Krumwiede, señora muy ilustrada y de un espí- ritu superior. Hizo Philippi sus primeros estudios en el célebre instituto funda- do y dirigido por el célebre pedagogo suizo Juan Enrique Pestalozzi, pasando en seguida á estudiar las humanidades en el gimnasio de Berlín, que se conocía con el nombre de « Convento Gris.» En ambos colegios figuró entre los alumnos más sobresalientes desde todo punto de a. =>h vista. Entre los años 1826 á 1830 cursó es- : E ) tudios posteriores de medicina en la uni- ho a versidad de Berlín, dedicándose con vivo E o interés á profundizar la botánica y zoo- EE logía, ramos ambos en los que ya poseía es buenos conocimientos por sus anteriores estudios en el Instituto Pestalozzi y en el gimnasio. Sa memoria de prueba para obtener el título de médico-cirujano versó sobre un tema de historia natural, ciencia á la cual dedicó des- de entonces todos los días de su vida. Dicha memoria, que fué su pri- mer trabajo, se titula Orthoptera berolinensia (los ortópteros de Ber- lín) y fué publicado en Berlín (1530) en un tomo en 4”, ilustrado con dos láminas en colores. En el mismo año (1830) se trasladó á Italia, efectuando provecho- sísimas excursiones científicas, especialmente en Sicilia, cuyos mo- luscos (vivientes y fósiles) estudió con preferente interés sin dejar de dedicarse también á las demás clases del reino animal, á la botánica y geología. Aparte del gran número de datos que recogió en Italia sobre la historia natural, ha Hlamado la atención de los inteligentes, la riquí- sima colección de conchas que formó en este largo y fructífero viaje por Italia, tanto en tierra firme como en las islas. De regreso en Alemania comenzó la clasificación de sus moJuscos, ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 285 cuyas descripciones se dieron en un extenso trabajo ilustrado con lámi- nas litografiadas, dibujadas por el autor, y titulado Enumeratio mol- luscorum Siciliae, publicado en Berlín en 1836. Desde 1835 desempeñó la cátedra de Historia natural en la escue- la politécnica de Cassel (Alemania), llegando á ser su director pocos años después. Atraído por las alabanzas que de mi país le hiciera su hermano Bernardo Philippi, el sabio cuya pérdida lamenta con justicia la ciencia, se trasladó á Chile, en 15851, desempeñando, en servicio de este país, incansable labor desde entonces. Bajo el ilustrado gobierno de don Manuel Montt se hizo cargo de la dirección del Museo nacional y comenzó á dictar sus lecciones de his- toria natural en el Instituto nacional y la universidad. Fecundas en sus resultados para el adelanto de la historia natural han sido sus numerosas exploraciones en diversas provincias del país, enriqueciendo gracias á ellas de una manera notable las colecciones zoológicas, botánicas, geológicas y etnológicas del Museo nacional, cuyos principios, como se sabe, se deben al ilustre Gay. El cuadro completo de la fisiografía, fauna y flora de la provincia de Tarapacá es uno de sus trabajos de mayor importancia debido ex- clusivamente al sabio de que nos ocupamos. Todos sus alumnos, muchos hoy altamente colocados en la ense- nanza, en puestos públicos ó ejerciendo la profesión de médico, re- cuerdan con cariño sus brillantes y amenas lecciones, como la bondad de su carácter. Philippi era uno de esos pocos espíritus levantados que están siem- pre dispuestos á enseñar todo lo que saben y á resolver las dudas de los que sienten amor por el estudio de la naturaleza y á estimularlos en esos mismos estudios. Á este respecto jamás olvidaré la cariñosa atención que siempre supo dispensarnos, cuando desde Copiapó algunos compañeros míos y yo le enviábamos, hace ya unos años, objetos que recogíamos para él, ó cuando le hacíamos alguna consulta por correspondencia. Nunca dejaba de contestar una carta de carácter científico, dándose tiempo para ello en medio de su pasmosa labor en el museo. Tampoco dejó de trabajar en zoología, botánica y paleontología, aun después de jubilado de la dirección del museo y de sus clases y con su vista gas- tada ya. La actividad del doctor Philippi como escritor es asombrosa. En la imposibilidad de dar cabida en este breve trabajo á la lista 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dle las obras del doctor Philippi, pues ya, en el libro de don Diego Barros Arana, El doctor don Rodulfo Amando Phalippi, su vida y sus obras (Santiago de Chile, 1904), el doctor don Carlos Reiche insertó una bibliografía completa, nos limitaremos sólo á decir que las obras folletos y artículos publicados, tanto en el extranjero como en Chile, alcanzan á 349 y versan sobre todos los ramos de la historia natu- ral, sobresaliendo entre ellos los relativos á la flora y á la paleonto- logía de Chile y los sobre moluscos del antiguo y del nuevo con- tinente. Los Anales del Museo Nacional fueron fundados por el sabio Philip- pi, y de las 18 entregas publicadas 15 las ocupó él sólo. Naturalmente algunos de los trabajos del doctor Philippi necesitan revisión. Las breves líneas que anteceden dan apenas un pálido bosquejo de su obra colosal en beneficio de la ciencia que tanto amó durante su larga vida. Pasan de cincuenta las corporaciones sabias que lo nombraron miembro activo honorario. La Academia internacional de geografía botánica de Le Mans le eligió su presidente para el añode 1902. El 11 de septiembre del año 1898, con ocasión de que debía cumplir en tres días más 90 años, todos sas alumnos y admiradores residentes en Santiago quisieron manifestarle que en Chile se sabía apreciar los grandes servicios que esa región del continente americano le debía en el adelanto y propa- vación de las ciencias, y al efecto ese día se le hizo en la universidad la más hermosa de las manifestaciones de gratitud y cariño. Una me- dalla de plata conmemora aquella fiesta. Poco antes de las 3,30 p. m. del 23 de julio de 1904 el eminente naturalista se quedó dormido para siempre, dejando recuerdo impere- cedero de su ciencia y sus virtudes. Muskos. — Para el estudio de las producciones naturales del país y para las instrucción del pueblo, Chile posee hasta ahora tres mu- seos de historia natural que, por orden cronológico de su creación, son : el Museo nacional, el de Valparaíso y el de Concepción. Museo nacional. — Este importante establecimiento, creado en 1530 y que tuvo por base las colecciones hechas por el ilustre Gay, funcio- naba en un palacio ubicado en la quinta normal de agricultura. Tomó un eran impulso desde el año de 1853 en que fué nom- brado director de él el eminente naturalista don Rodolfo Amando Philippi, de quien acabamos de ocuparnos. Fué él quien consiguió ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 287 del supremo gobierno la traslación del material acumulado en la antigua casa ocupada por el Museo nacional al actual edificio que, como se sabe, fué construído para la Exposición de septiembre de 1875. Está demás hacer notar cuanta conveniencia existe siempre en que las instituciones científicas tengan edificios propios y cómo- dos. Progresos de todo género hizo el museo nacional bajo la direc- ción de don Rodulfo A. Philippi, á quien se jubiló el año de 1897, sien- Museo Nacional do reemplazado por su hijo don Federico, nacido en 15838 en Italia y fallecido el 16 de enero del presente año. Don Federico Philippi, después de haber recibido las primeras enseñanzas científicas en Alemania, se vino á Chile donde al lado de su padre profundizó las ciencias naturales y muy especialmente la botánica y la entomología. Desempeñó clases de historia natural en el Instituto nacional é Instituto agrícola; también dirigió algunos años el Jardín botánico y cerca de 30 años dictó la asignatura botá- nica en la universidad de Chile. Hizo muchas excursiones científicas á distintas regiones dela Repú- 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Prof. Federico Philippi blica, contribuyendo de una manera notable al conocimiento de la flora, siendo sus principales exploraciones las efectuadas en la provincia de Ta- rapacá (1880) y en el desierto de Ata- cama (1886). Muchos son los trabajos que ha da- do á luz el señor Philippi, los que no enumeraremos en este lugar por ha- berlo hecho ya en una necrología que hemos publicado en el mes de marzo próximo pasado en los Anales de la Sociedad Científica Argentina. El pri- mero que conocemos es del año de 1877 y se titula Los jardines botáni- cos, interesante discurso leido por él al incorporarse á la Facultad de ciencias físicas y mate- máticas. Recientemente el su- premo gobierno, de- seando que el Museo nacional continúe su vi- da de progreso, acaba de nombrar director del establecimiento al ilus- trado profesor de la Facultad de medicina doctor Eduardo Moo- re. El Museo nacional comprende secuiones de zoología, botánica, mi- neralogía, geología y entomología, todas las cuales tienen interesan- tes colecciones que es- tán á cargo de jefes de sección. Museo de Valparat- so. — Fué creado por Gran sala del Museo de Valparaíso (antes del terremoto) 76 metros de largo ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 289 decreto supremo en 1897, siendo nombrado director de él el infras- eripto. Debo declarar que este museo contó con una excelente base acumu- lada en años an- : teriores en una sala del liceo de Valparaíso, del queantesdeaquel año dependía. Lascolecciones que en él encon- tramos y el gran incremento que tumó el estable- cimiento ¡ininte- rrumpidamente, gracias al entu- siasmo del públi- co porteño y de los jefes y oficia- les de la armada nacional, hicie- Uno de los estantes del Museo de Valparaíso con Huacos peruanos (Fotografía tomada en diciembre de 1905) ron que el terremoto que asoló al primer puerto de la República el 16 de agosto de 1906 lo encontrara con un importante desarrollo, Edwyn C. R tanto en colecciones como en biblioteca, lasquefueron destruídas totalmente por el fuego la noche de la catástrofe. Desde comienzos de 1907 y por decisión supe- rior volvemos á echar las bases de un nuevo museo en las salas desocupadas del liceo Amunátegui, donde hay ya reu- nido un buen material de ejemplares de los tres reinos de la naturaleza y cerca de 2000 volúmenes, folletos y revistas deimportancia. Sirve deórgano al museo nuestra Revista Ohiiena de Historia Na- tural, que también fundamos en 1897. Museo de Concepción. — Fundado en 1902, nombrándese director de él al conocido y activo naturalista don Edwyn O. Reed, quien en una casa particular arrendada y en un 290 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA departamento del Liceo de hombres, ha reunido desde entonces abun- dantes colecciones y la base de una biblioteca. No tiene todavía un órgano de publicidad. ¡ CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS.— En Chile hay un inmenso campo para el investigador interesado en el estudio de la antropología, ó sea la historia natural del hombre. En cualquier ramo de ella á que se dirijan nuestras investigaciones en el país, hay la certeza de entrar en un terreno casi virgen. De la antropología ó sea la descripción anatómica, física y patoló- gica del hombre de estatierra, casi nada conocemos ; de la etnografía ó descripción de los pueblos, sólo tenemos algunos estudios parciales de tribus ó naciones aisladas, algunos de los cuales son de mucho mé- rito; pero no conocemos una sola obra que trate-en conjunto de las diversas razas que pueblan hoy, ó que han poblado en tiempos remo- tos, el territorio chileno. La lingitística tampoco ha sido muy estudiada, aunque en los últi- mos años ha habido una pequeña reacción en este ramo; pero de una manera fragmentaria. Otro tanto puede decirse de la arqueología y de la prehistoria del país. Salvo por algunos párrafos aislados de las obras de diversos au- tores y uno que otro tratado sobre un punto especial, casi nada se sa- be de estas cosas. No sólo ésto, sino que hasta hace dos años ni siquiera existía en el país una bibliografía de estas materias, falta que hemos procurado en parte subsanar con la publicación de un artículo titulado Literatura antropológica y etnológica de Chile (1). Dicha bibliografía contiene la nómina de 72 artículos publicados en los periódicos y revistas del país desde el año 1343; 21 obras que contienen citas etnológicas, y cuatro libros de historia que mencionan la etnología de las razas del país. Aun cuando no consideramos completa dicha lista, quisimos dar, en 1906, un primer paso en el sentido de facilitar la busca de datos á los que se dediquen á semejantes estudios. Como fuera uno de los temas del cuarto Congreso científico (1% pan- americano), Una bibliografía completa de antropología chilena, nos de- dicamos á completar nuestra mencionada obrita, ya que en Santiago (1) CarLos E. PorTER, Literatura antropológica y etnológica de Chile, publicada en el tomo X (1906), página 101 á 127 de la Revista chilena de historia natural. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 291 contamos para ello con la excelente buena voluntad de nuestros ami- gos, el señor Ramón Laval (de la biblioteca nacional), don Alejandro Cañas Pinochet, que cortesmente puso á nuestra disposición libros y artículos raros que aun no habíamos visto, y el señor R. E. Latcham, que nos proporcionó un valioso contingente para dicho trabajo (1). Poco grato es tener que confesar que por más que hemos hecho to- da clase de empeños, apenas se ha podido hacer llegar á poco más de 200 el número de artículos publicados en Chile sobre estos temas en los últimos veinte años, incluyendo todos los publicados en la prensa ó traducidos de otro idioma. De éstos, la mitad al menos han sido contribuciones de extranjeros residentes en el país. De aquí resulta que, con la excepción de unas pocas obras naciona- les de indiscutible mérito y unas breves narraciones esparcidas por los periódicos y revistas, la gran fuente de información de los que de- seen abordar la etnología chilena, son los antiguos cronistas y los trabajos publicados en el extranjero, que son más numerosos y más nutridos de informaciones sobre estas materias que la literatura na- cional. Entrando á particularizarnos respecto de lo que se ha publicado, principiaremos con la antropografía. En este ramo de la ciencia, donde se abre tan vasto horizonte, son muy contadas las personas que se han ocupado de ella. Descuella en primer término el doctor Luis Vergara Flores, de Tocopilla, cuyos trabajos y estudios originales sobre la craneología de las diversas ra- zas del valle del Loa merecen especial mención. Este autor también ha descripto unos cráneos hallados en la isla de Mocha, traídos por la expedición científica que, bajo la dirección del doctor Carlos Reiche, exploró la isla. Otra persona que ha escrito sobre la craneología chilena es el doc- tor Luis A. Solís Varela, haciendo un estudio sobre S4 cráneos en los hospitales de la capital. El señor Tomás Guevara, en su meritoria obra titulada Historia de la civilización de la Araucania, dedica un capítulo á la antropología física de los araucanos. Nuestro distinguido amigo Ricardo E. Latcham ha publicado el re- sultado de sus estudios sobre algunos cráneos y otros restos prehis- (1) Este trabajo ha sido galantemente inserto en los 4nales del Museo nacional de Buenos Aires, en el tomo del año en curso. 292 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tóricos, hallados por él en la vecindad de la Serena; estos cráneos, según el autor, tienen mucha semejanza con el tipo esquimoide y con los antiguos cráneos dolicocéfalos de algunos de los paraderos de la Patagonia. Hallamos también algunos datos descriptivos de las razas del país, sobre todo las de la parte austral, esparcidos en los escritos de los señores Alejandro Cañas Pinochet, doctor Rodulfo A. Philippi, Pe- dro N. Herrera, Francisco Vidal Gormaz, capitán Enrique Simpson, Carlos Juliet y otros, como también en una obra anónima publicada hace pocos años con el título de Raza chilena. La etnografía está mejor representada, aun cuando está muy lejos de ser completa, y consiste en su mayor parte en impresiones de via- ' je. De aquí resulta que aparecen frecuente- mente descripciones encontradas, lo que hace difícil llegar á conclusiones precisas. En este ramo podemos citar dos obras que sobresalen, no sólo por el eran acopio de datos, sino también por la forma metó- dica y científica en que están concebidas. Ellas son: Los aborígenes de Chile, por don José Toribio Medina, que ha sido por mu- chos años el vade mécum de todos los que deseaban informarse sobre los aborígenes del sur del país, y La historia de la civili- zación de la Araucania, por don Tomás José Toribio Medina Guevara. Esta última obra puede considerarse como la primera de su clase, tratando netamente de la etnografía araucana, y marca una época en el estudio de esta ciencia en Chile. Trabajos sobre la etnografía de los fueguinos son relativamente numerosos, como tambien de los isleños del archipiélago de Chiloé y de la parte austral del país. La mayoría de estos trabajos los debe- mos á nuestrosilustres marinos, varios de los cuales han sido ya men- cionados, debiendo agregarse á esta lista: Ramón Serrano Montaner, Enrique Ibar S., J. Tomás Roger, Roberto Maldonado y otros. El doctor Reiche nos ha hecho una breve relación de los antiguos habitantes de la isla Mocha ; y los de la isla de Pascua han sido re- tratados por el doctor Rodulfo A. Philippi, comandante Ignacio L. Gana, doctor Guillermo Bate, José Ramón Ballesteros y otros. e De los habitantes del norte del país, sólo tenemos breves noticias en las obras del doctor Rodulfo A. Philippi, Alejandro Beltrand, doc- ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 295 tor Vergara Flores, y mención casual de ellos en uno que otro traba. jo de otros autores. La lingiiística indígena ha recibido un impulso considerable por las investigaciones del doctor Rodolfo Lenz, hechas de una manera cien- tífica y de acuerdo con los adelantos modernos en este ramo. El sabio autor de Estudios araucanos, que hace poco vino á esta culta capital con motivo del Congreso de americanistas y que acaba de fundar en Chile la sociedad de Folklore, ha dejado la huella trillada de recoger palabras sueltas y traducciones literales de frases escogidas que muchas ve- ces, tanto en materia como en expresión, son ajenas al idioma y modo de pensar del indí gena, para recurrir al dictado libre de diálo- sos, cuentos, recuerdos, tradiciones, ete., ta- les como ellos las cuentan, traduciéndolas en seguida y dándoles simplemente una trans- cripción fonética. Hecho un acopio conside- rable de materiales tomados de esta manera y de primera mano, se ha dedicado.al estudio eramatical del idioma. El resultado ha sido un análisis lógico del vocabulario y pensa- Rodolfo Lenz miento del indio araucano. Forman una fuen- te preciosa del folklore de la raza, de descripciones de fiestas y Cere- monias y de los incidentes de la vida diaria de este interesante pueblo. Otras obras que debe la lingiiística chilena á este mismo autor son el Diccionario etnológico de las voces chilenas derivadas de las lenguas indígenas americanas y la Lingiiística americana, hecha en colabora- ción con nuestro sabio historiador don Diego Barros Arana. Este ramo ha sido enriquecido también, durante los últimos años, por otros estudios de mérito. Citaremos especialmente el Estudio eti- mológico de las palabras de origen indigena usadas en el lenguaje vulgar que se habla en Chile, por don Alejandro Cañas Pinochet; Sobre raza y lengua Veliche, por el mismo autor. El señor don Tomás Guevara en su ya citada obra Historia de la civilización de la Araucania, dedica un capítulo al estudio de la len- gua y literatura araucanas y otro á la etimología de los nombres geo- eráficos ; y el señor R. R. Schiiller trata de una manera lucida los idiomas Chaco-guaycurú y Tupi-guaraní en su réplica al doctor Fre- derici, de Leipzig, en un trabajo titulado Sobre el origen de los Cha- rrúas. 294 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tampoco debemos olvidar el tratado de F. J. San Román sobre la lengua de los naturales de Atacama, ni los trabajos del distinguido ju- risconsulto Aníbal Echevarría y Reyes sobre la misma lengua. La arqueología y la prehistoria de Chile, esa rica fuente que tanta laz nos daría sobre los orígenes de las antiguas razas del país, se en- cuentran tan descuidadas que da lástima, lo que parece inverosímil en un país culto como el nuestro. Lo poco que conocemos sobre estos temas versa sobre los mismos puntos : las piedras escritas ó grabadas y las que han sido objeto de culto ; las piedras horadadas ; y unos estudios incompletos de las armas, sobre todo las puntas de flechas que en tanta abundancia se encuentran en diversas regiones del país. De vez en cuando la prensa habla del descubrimiento de algún antiguo cementerio, Ó sepultura aislada de indígenas; pero rara vez acompañado de una descripción detallada y conci- sa de los objetos encontrados, los cua- les desaparecen ó quedan ocultos en colecciones particulares, fuera del conocimiento ó del alcance de los investigadores. Ricardo E. Latcham Entre los trabajos más conocidos de este ramo debemos mencionar los del señor Daniel Barros Grez, sobre las piedras grabadas y escri- tas del país, y los del señor A. Cañas Pinochet, sobre las piedras ho- radadas y sobre el culto de la piedra en Chile. Estos mismos temas son tratados á la ligera en las obras de Medi- na, Guevara y Vergara Flores. El primero también ha hecho una breve descripción de algunos ob- jetos hallados en los conchales de las playas de Cartagena. Otra corta mención de objetos encontrados en los antiguos cemen- terios se hace en una publicación de R. E. Latchan, sobre cráneos prehistóricos y otras piezas de interés descubiertas cerca de la Se- rena. : La arqueología de la isla de Pascua ha sido tratada por varios au- tores, algunos de los cuales hemos ya citado, pudiéndose agregar á la lista los nombres de los señores Ricardo Beaugency, Agustín Prat y el reverendo padre Pacomio Oliviez. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 295 De trabajos antropológicos y etnológicos publicados en el país, pero que versan sobre otros pueblos extranjeros, tenemos: Noticias sobre los guajiros, por A. Cañas Pinochet; La Patagonia, por Benja- mín Vicuña Mackenna; Estudios de la parte austral de la Patagonia, por Enrique Ibar S., Noticias de los indios de la Patagonia, por Mar- cial A. Cordovez ; doctor Francisco Fonck, Pedro Nolasco Herrera, y Juan Serapio Lois; de los indios del Perú y Bolivia, por los señores A. Cañas Pinochet, Philibert Germain, doctor Rodulfo A. Philippi y doctor Vergara Flores. Sobre el origen de los Charrúas, por R. R. Schiil- ler, y sobre los vascos, por el señor KR. E. Latehan. Breves noticias sobre éstos y otros trabajos se hallarán en la bibliografía ya mencio- nada, escrita por el que habla. FLORA. — En la introducción hemos hecho referencia á los prime- ros exploradores que, como enviados de gobiernos europeos y con fines histórico-naturales, recorrieron nuestro territorio y editaron en Euro- pa los resultados de sus estudios, atraídos por la publicación de la obra del primer naturalista chileno, cuya estatua adorna la avenida de las Delicias frente ála universidad del Estado. También dejamos constancia, aunque somera, de los trabajos botánicos del sabio Gay, estando fuera de duda que la parte relativa á la flora (nos referimos á las plantas fanerógamas) es mucho más completa y mejor estudiada que la correspondiente á la fauna, en su Historia física y política de Chile. Enumeró Gay cerca de 3500 especies. El infatigable naturalis- ta alemán, doctor don Rodulfo Amando Philippi, nacido en 1808 y muerto en 1904, exploró tambien mucho nuestro territorio y colectó y describió varios centenares de especies, publicando sus deseripcio- nes en los Anales de la universidad de Ohile y en los Anales del museo nacional principalmente. Su ilustre hijo don Federico Philippi que le sucedió en la cátedra de botánica de la escuela de medicina durante algunos años y que ocupó despues su puesto como director del museo nacional, hizo algunas exploraciones botánicas de importancia en Ta- rapacá y en Atacama principalmente y, entre los trabajos botánicos por él publicados, merece mencionarse su Catalogus plantarium vascula- rium chilenstum publicado en 18851, en el que enumera 5359 especies. El botánico sueco P. Dusen que exploró botánica y geológica- mente la región magallánica, publicó en Suecia importantes estu- dios fitogeográficos y sistemáticos sobre la flora de aquellas regio- nes, habiéndose descripto de lo colectado por Dusen muchas especies nuevas. 296 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Mencionaremos también á los botánicos alemanes F. W. Neger, á quien se deben estudios fitogeográficos en la hoya del Bío-Bío, y al doctor don Federico Yohow que ha enriquecido la literatura científica nacional con su magnífica obra Flora de Juan Fernández, un volumen en 4* de 288 páginas, ilustrado con 18 hermosas lámi- nas y 2 mapas : obra publicada bajo los auspicios del supremo gobier- no en 1896. Los trabajos sistemáticos y fitogeográficos sobre la república de "Chile se coronan al cerrarse el año de 1909 con dos obras de conjun- to, hechas con una perseverancia y un co- nocimiento de la materia que hacen grande honor á su autor, el laborioso jefe de la sec- ción botánica del museo nacional, doctor don Carlos Reiche, Estudios críticos sobre la fora de Chile, comenzados en 1896, de que van impresos cuatro tomos y la mitad del quinto, y Grandzuge Pflanzenverbreitung in Chile, publicada en Leipzig en 1907. Parece que en materia de fanerógamas quedará poco por descubrir para los aficio- nados á la sistemática; pero hay en cambio mucho por hacer en materia de criptóga- Carlos Reiche mas, como lo prueban las importantes colectas llenas de novedades, que los distinguidos botánicos doctores Carlos Spegazzini y Cristóbal M. Hicken (de la República Argentina), hicieron durante los breves días que pasaron entre nosotros cuando vinieron al primer Congreso científico panamericano. En la flora y vegetación de nuestro país se han establecido por el señor Reiche las siguientes subdivisiones geográficas : La flora chilena (con 685 géneros fanerogámicos en 130 familias), es tributaria á dos imperios florales. La flora del norte y centro y, en parte, de las cordilleras australes, pertenece á la región andina del imperio sudamericano. La flora del sud ca. desde el grado 40 hasta las regiones magallánicas, es del imperio austral antártico. La familia más numerosa en géneros y especies es la de las com- puestas (con ca. 118 géneros), el género más rico en especies es Se- necio (ca. 250). Todo el territorio, desde el límite con el Perú hasta el archipiéla- go de la Tierra del Fuego, se subdivide en las tres porciones princi- pales, que son : ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA OHILENAS 297 1* La región desde el grado 18 hasta el 30 y medio, caracterizada por su clima seco y caluroso. Desierto y oasis. Estepas. Grandes ex- tensiones desprovistas de vegetación. Plantas xerófilas. Matorrales de compuestas. Quenopodiáceas. Nolanáceas. Cactáceas ; 2% La región central de Chile desde la parte austral de la pro- vincia de Coquimbo hasta la latitud de Chillán-Concepción, cerca desT?; El verano seco, el invierno siempre más lluvioso á medida que se avanza al sur. Plantas xerófilas y mesófilas. Montes, estepas (es- pinales); 3 Chile austral. Desde el grado 37 hasta el extremo del conti- nente. Las lluvias distribuidas sobre todo el año. Montes extensos. Ve- setaciones mesófilas é higrófilas. Epífitos y helechos en la zona li- toral. Cada una de estas tres regiones se subdivide en dos fajas longitu- dinales según su ubicación en el litoral ó en el interior. La Botánica aplicada ha merecido la atención de algunos hombres de estudio, interés exteriorizado en las obras de Alonso Ovalle, Gon- zález de Nájera, Diego de Rosales y el abate Molina; y, en los últimos tiempos, en los trabajos de Medina (Los aborígenes de Chile), Guajar- do, Murillo y Reiche. Hay mucho que hacer en esta máteria todavía en Chile, así como en biología vegetal. Como un dato ilustrativo transcribiremos de la Geografía Botánica de Chile del mismo señor Reiche, la siguiente estadística de la flora fanerogámica de Chile. Dicho botánico anota 130 familias con 685 géneros y más de 4200 especies. He aquí el número de géneros con que cuentan las familias siguien- tes, que son las que los tienen en mayor número: Compuestas, 118 (de los cuales el género Senecio tiene 250 espe- cies). Gramináceas, 47 géneros. Crucíferas y Umbelíferas, cada una 23 géneros. Leguminosas, 22 géneros (el género Adesmia tiene él sólo 140 es- pecies). Liliáceas, 21 géneros, etc. FAUNA. — Es imposible dar ni una idea aproximada del número 298 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de especies de nuestra fauna hasta hoy descriptas, por no haberse pu- blicado hasta ahora una revisión sino de uno que otro orden ó fami- lia del reino animal desde que salió á luz la parte zoológica de la Historia física y política de Chile del ilustre Olaudio Gay, pues sabido es que, exceptuados los Mamiferos y las Aves, todos los grupos se han aumentado desde entonces considerablemente, como por ejemplo los miriápodos, que en la citada obra figuran con 12 especies, número que hasta fines de 1909 elevábase á 64; otro tanto ha pasado con los arácnidos, los crustáceos y la mayoría de las familias de ¿n- sectos. En Chile no hay animales ponzoñosos, si exceptuamos el Latrodec- tus mactans. Vertebrados. — Los vertebrados ocupan los dos primeros tomos de la parte zoológica (1847-1848) de la obra de Gay. Mamiferos. — Ya Gervais, en el tomo I de la Historia física y poli- tica de Chile, describía 39 géneros con unas 70 especies, contando al- gunas introducidas. Aunque la clase com- prende animales gran- des y de regular tama- ño y, si de reducida estatura, fáciles de ver, no por eso se ha dejado de describir desde la publicación de aquella memorable obra, en el extranjero y en el país, algunas especies nuevas por Llaca 6 Comadreja el doctor Philippi, últimamente una nueva Llaca por don Federico Philippi y, para no citar más, una Vizcacha por el señor Thomas, de Londres, debida á la sagacidad del mamálogo señor John A. Wolf- fsohn. El señor A. Cabrera Latorre publicó en 1903 un excelente estudio sobre los Ontópteros de Chile. Aves. — El tomo I de la obra de Gay describe 124 géneros con 262 especies. La clase de las aves fué estudiada en dicha obra por Desmurs. Después L. Landbeck y el doctor R. A. Philippi describieron algu- nas especies más, y no hace mucho este último se ocupaba de aves ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 299 chilenas en un cuaderno de los Anales del Museo nacional. Mencio- naremos también una lista de Aves chilenas publicada por E. O. Reed; el profesor Fernand Lataste se ocupó de la zooética y de la distribu- ción geográfica de las aves chilenas; y recordaremos por último, que - el señor Federico Albert ha emprendido la publicación por familias sueltas, de un trabajo titulado Contribución al estudio de las aves chilenas, del cual hay com- pleto ya el tomo Ide 343 páginas. Parece que tenemos unas 290 especies de aves entre residentes y visitantes. Reptiles y batracios. — Guichenot en la pri- mera parte del tomo IL! de la obra de Gay, se ocupó de estas dos clases de animales, que se han aumentado algo desde entonces. Bástenos citar que los señores Werner, R. A. Philippi y F. Lataste trabajaron con ellas. Entre los Batracios merece mención especial la Rhino- derma Darwint por presentar el fenómeno de Fernand Lataste la neomelia. Peces. — Tratados en la obra de Gay, tomo II de la parte zoológi- ca, esta clase se ha enriquecido bastante en los últimos tiempos, por Federico T. Delfín expediciones científicas que han dado lugar á trabajos de Steindachner, Lónnberg y Philip- pi; mencionaremos también al doctor Clodo- miro Pérez Cauto, que describió algunos Sela- cios y al señor Luis Castillo que comienza á ocuparse con entusiasmo de la biología de nuestros peces. Pero al que en época reciente debe más la ictiología chilena es al especia- lista doctor Federico T. Delfín, quien no sólo publicó los trabajos sistemáticos y biológicos sobre peces chilenos, sino que, antes de su prematura muerte, alcanzó á dar á luz un Catálogo en que enumera unas 250 especies. Después hemos visto descripciones de algunas especies más. No aleanzando el espacio para más, nos limitaremos á enumerar nuestros peces que más comunmente se usan como alimento : cabinza, lesa, cabrilla, jurel, anguila, jerguilla, congrio, vieja, sardina, trucha, lenguado, sierra, albacora, corbina, blanguillo, corbinilla, ete., ete. Protovertebrados. — Chile posee algunos. La Fauna de Gay deseri- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 20 300 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA € be muy pocas especies, pero éstas se han aumentado considerable- mente con las últimas expediciones científicas y hace cuatro años en- contré, entre un material encargado á los pescadores de la bahía de Valparaíso, un Leptocardio : el Branehiostoma elongatum que se cono- cía antes en las aguas del Perú. Moluscos. — Gran parte del tomo VIII (1854) de la obra de Gay se ocupa de los Moluscos, estudiados por Huppe. Desde entonces se han publicado varios trabajos por el doctor Philippi y otros. Es indudable que una revisión de este importante tipo se hace muy necesaria. Com- prendiéndolo así el sabio profesor doctor Holmberg, de Buenos Aires, presentó al primer Congreso panamericano (enero 1909) un Catálogo de los moluscos gastrópodos pulmonados de Chile, con lo cual se ha du- plicado el número de las especies catalogadas como de Chile en este 2rupo. Artrópodos. — Estos animales, los más numerosos, tienen represen- tantes de seis de las siete clases en que se dividen según las clasifi- caciones modernas. Insectos. —Ocupan los insectos en la obra de Gay la última parte del tomo IV (1849) y los tomos V, VI y VII (1851-52), esta clase es tan vasta y ha hecho tantos progresos desde la última fecha citada, que se necesitaría muchísimo espacio para citar tan sólolos nombres de autores y los de sus monografías y artículos. Mencionaremos siquie- ra 4 R. A. Philippi, Fed. Philippi, E. €. Redd y su hijo Carlos Sa- muel, Filiberto Germain (gran especialista de nuestros coleópteros), w. B. Calvert, doctor V. Izquierdo y algunos extranjeros que duran- te muchos años han ocupado las páginas de los Anales de la Univer- sidad de Chile y las Actes de la Société scientifique du Chili, describien- do numerosos géneros y especies nuevas. No resistimos, al ocuparnos de la Entomología en Chile, al justo deseo de decir algunas palabras sobre el sabio entomólogo M. Phili- bert Germain, á quien más debe el estudio de los insectes chilenos, especialmente el de los Coleópteros. Don Filiberto Germain, nació en la ciudad de Lyon el 25 de enero de 1827. Al decir de las personas que le conocieron desde su infan- cia,á la edad de cuatro años sabía ya leer y á los ocho había adquiri- do un caudal de conocimientos poco comunes á esa edad, siendo en aquella época colocado en un colegio de padres jesuitas. Permaneció en este instituto cinco años y de allí pasó en seguida á un liceo del Estado, donde en dos años terminó sus estudios de humanidades. De manera que en 1542 estaba preparado para presentarse al bachille- ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 301 rato pero como sólo había completado 15 años de edad y la ley exi- gía para optar á dicho grado, tener á lo menos 16, hubo necesidad de esperar que se cumpliese el plazo requerido. El joven Germain ocupó debidamente este tiempo en estudios ornitológicos y entomo- lógicos. Su afición por la entomología, que tan hondas raíces echó en su corazón durante la corta espera, se había despertado, sin embargo, antes, á la edad de 11 años, cuando su padre le compró un microscopio y tres tomos de una obra que trataba sobre los in- sectos de Francia. Admirador incansable de la naturaleza, la mayor satisfac- ción de su vida ha sido estudiar- la y procurar descubrir sus se- eretos. Al que ama de corazón el es- tudio de la naturaleza no le bas- tan los libros que, por otra par- te, no dejan en ocasiones de contener errores, ya originales, ya reproducidos de otros auto- res. M. Germain ha leído mucho, muchísimo en el libro de la na- Filiberto Germain turaleza, cuyas páginas son tan inagotables por su número como ame- nas y sorprendentes en su agradable variedad. Basta leer tan sólo unos pocos párrafos de sus trabajos para con- vencerse que M. Germain ha visto todo lo que dice en ellos. Su estilo es fácil, atrayente y su crítica recta, justiciera y en ocasiones ace- rada. En sus relaciones de viajes, en el prólogo de muchos de sus traba- jos se admira, reunidos en una sola persona, al explorador infatiga- ble, al filósofo y al poeta. Juando se pasa al estudio sistemático de la familia, del género y de la especie, aparece á nuestra vista el observador que no perdona detalle sirviéndose con maestría del microscopio y del escalpelo, y que, siguiendo por la senda que se ha trazado, descubre diferencias y establece analogías. Pasaré ahora á enumerar algunos de sus más importantes trabajos 302 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dados á luz en Chile, los que en su mayor parte han sido publicados en los Anales de la Universidad de Chile y en las Actes de la Société scientifique du Chile (1). En los Anales de la Universidad, entre muchos otros, ha publicado los siguientes : Los COarabus Chilenos, Los longicornios, El género Brachidia, Los Lophotus, Los listroderitos, El género Oryctomorphaus, Los heloforidos chilenos, El género Nycterinus, el género UCyphonotus, Los Tauwroceras- tidae, El género Phanodesta, Datos sobre el género Cnemalobus, El géne- ro Phytolaema, El sistema tarsal de los Coleópteros, Rectificaciones, anotaciones complementarias y descripciones de siete especies nuevas de coleópteros, etc., ete. En las Actes de la société Scientifique du Chili, entre otros, los si- guientes : Notes sur les coléopteres du Ohili, Le genre Brachidia, Une excursion entomologique dans la Cordillere de Chillan, Voyage d* Asuncion (Pa- raguay a Mollendo (Pérow), de Curumba a Santa Cruz de la Sierra, La Bolivie Orientale, ete., etc. En todos, menos en los tres últimos trabajos, el sabio entomólogo ha descripto muchas especies nuevas, complementando y mejorando las deseripciones de otros entomólogos, contribuyendo asimismo de manera importante á la geografía entomológica de nuestro país. También ha publicado, en coloboración de L. M. Fairmaire, estu- dios sobre coleópteros de Chile en los Anales de la Sociedad Entomó- logica de Francia desde 1858 hasta 1862. No resistimos al deseo de dejar constancia en este lugar, para conocimiento de las personas que no tengan á la mano el estudio de M. Germain sobre nuestros longicornios, de un hecho muy importante para la entomología nacional. Chile posee entre sus coleópteros una especie muy notable no sólo por ser la de mayor tamaño, sino por su marcadísimo dimorfismo sexual; tanto es así que en el tomo V (1851) de la parte zoológica de la obra del ilustre Gay, la hembra figura en un género (Amallopo- des), y el macho en otro (Malloderes). Á nuestro concienzudo entomólogo debe la ciencia desde 1854 la noción de que Amallopodes scabrosus, Led. y Malloderes microcephalus, (1) Un catálogo razonado completo de sus trabnjos podrán consultarlo los lee- tores en nuestra obra Ensayo de una bibliografía chilena de Historia Natural en publicación en la Revista chilena de Historia. Natural desde 1900. ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 303 Dup. no son respectivamente sino la Y y el o” de la Acanthinodera cummingúi Hope. Pero por aquel año (1554) M. Germain sólo sospechó el asunto en mes de noviembre, en un viaje al Tomé cuando, encontrándolos en el relativa abundancia, se propuso conocer sus costumbres. Aunque no pudo observar la cópula — cosa muy difícil pues el macho es noc- turno y la hembra diurna — le llamó vivamente la atención el hecho de que los Malloderes eran machos y todos los ejemplares de Amallo- podes eran hembras. En su importantísimo trabajo sobre los Priónidos de Chile (4. Univ. de Chile, de abril, 1897), M. Germain refiere que, encontrán- dose á fines del año 1563 en París, tuvo el honor de conversar con el célebre Lacordaire, en una sesión de la Sociedad Entomólogica de Francia, respecto á este importante tópico. El eminente autor del Genera Coléopteres adoptó la opinión de M. Germain en la página 83 del tomo VIIT que se ocupa de los longi- cornios, y que fué publicado el año 1869. Ha sido sólo en 1893, en Pemehue, cuando habiendo amarrado una hembra que á las tres de la tarde salia de la tierra llena de huevos (con su cuerpo de color amarillento por acabar de efectuarse la trausforma- ción), pudo observar en la noche, al acercarse con su linterna, «á cin- co ó seis centímetros detrás de ella dos machos que agarrados como dos toros luchaban ciegamente para conquistarla. Desgraciadamente esta luz repentina puso un brusco término al duelo, pues cada uno huyó en sentido contrario y luego echó á volar con suma precipitación ». Don Filiberto Germain es un entomólogo sagaz, un explorador como pocos, un trabajador infatigable. Á cargo de la división entomo- lógica del museo nacional (Santiago de Chile) ha sabido arreglar y clasificar sus colecciones con gran cariño y con espíritu verdadera- mente científico. Como lo hemos visto antes, los Anales de la Universidad y las Actes de la Société scientifique du Chili contienen muchos trabajos sistemá- ticos y no pocas relaciones de sus viajes científicos en Bolivia, Para- guay y Chile en que no sólo se ocupa de entomología sino que, con estilo atrayente, trata del aspecto, clima, geografía zoológica y botá- nica, de las costumbres de algunos pueblos, de las propiedades de algunas plantas, etc. El gobierno de la progresista nación francesa premió su labor cien- tífica el año pasado confiriéndole el título de Caballero del mérito agrícola (V. Rev. ch. de hist. nat., t. VI, 1902, pág. 270). e 304 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En los últimos años se ha ocupado con fruto de la biología de los insectos chilenos el joven entomólogo Manuel J. Rivera, á quien se deben ya algunas publicaciones de importancia. Aunque pequemos de poco modestos, citaremos nuestra Revista chilena de historia natural que fundamos en 1897 y en la cual son muchísimos los géneros y especies descriptas por especialistas tan competentes como Reed, Bolívar, Pérez, Cockerell, Howard, Reginbart, Kieffer, Rothschild, Fletiaux, Brethes, Pic, Montandon, Navas, Bezzi, etc. Arácnidos. — Fueron descriptos por Gervais en el tomo HIT (1849) de la obra de Gay y comienzos del IV (Zoología). Se describen 47 géneros con 328 especies solamente. Desde entonces las colectas de M. Lataste, de M. Germain y las nuestras en Chile central y provin- cia de Atacama, han aumentado enormemente el número de géneros y especies y contribuído asimismo al mejor conocimiento del área de dispersión de las especies. La mayor parte de estas colectas han sido estudiadas por el especialista M. Eugene Simon, quien ha publicado el resultado de sus estudios en las Actes de la Soc. se. du Chili y en nuestra Revista chilena de historia natural. Miriápodos. — Desde 1849, en que Paul Gervais describió los miriápodos en el tomo V de la Fauna de Chile por Gay, ningún naturalista había vuelto á ocuparse de estos ar- trópodos hasta 1899, en que el doctor Filippo Silvestri, en una rápida ex- cursión por nuestro territorio, descu- brió muchos géneros y especies nue- vas, describiéndolas ese mismo año en nuestra Revista chilena de historia natural. Desde 1901 los señores At- tems, Silvestri, Hansen y Kraepelin se ocuparon también de esta intere- sante clase, tan injustamente olvida- Filippo Silvestri da durante 50 años, y así no es raro ver que, de siete géneros con 12 es- pecies descriptas en la obra de Gay en 1849, nuestra fauna miriapo- dológica se haya enriquecido hasta contar hoy 35 géneros represen- tados por 64 especies. Á fin de despertar el gusto por el estudio de los miriápodos, publi- camos en 1908 un trabajito de conjunto sobre ellos (un folleto en 8”, de 80 pág., ilustrado con 3 láminas y 19 figuras intercaladas). ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 305 Onicóforos. — Chile posee una sola especie observada hasta hoy en la madera podrida, el Opisthopatus Blaimvilles. Una hermosa monografía de los Onicóforos se debe al sabio profe- sor del museo de París doctor E. L. Bouvier; en ella describe de paso detalladamente nuestra especie. Pienogónidos. — Poco sabemos sobre estos artrópodos marinos que habitan nuestros mares. Los pasaremos por alto. Orustáceos. — Esta clase, tan descuidada por los naturalistas del país desde la publicación del tomo III (1540) de la parte zoológica de la obra de Gay, clase que fué redactada por Nicolet, comprendía en- tonces 90 géneros con 125 especies. Sólo el doctor R. A. Philippi publicó cinco ó seis bre- vestrabajos sobrela cla- se, distribuídos entre los Anales de la Uni- versidad y una revista alemana de Berlín. Sin embargo son infinitas las descripciones de género y especies nuevas, dispersas en obras correspondientes á viajes científicos como el de Wilkes, de la Nassau, de D*Orbigny, la Novara y los del doctor Plate, Michaelsen, ete., etc. Por otra parte, el establecimiento de nuevas familias y el desmembramiento de los géneros han hecho que en la obra de Gay la parte de los Crustáceos sea una de las más pobres y anticuadas para las necesidades de la ciencia moderna. Comprendiéndolo así y deseando despertar la atención hacia estos Java Mora animales (entre los cuales se encuentran varias especies comestibles como la centolla, langosta de Juan Fernández, jaiva mora, jaiva blanca, peluda, camarones de río y de mar, picos, etc., etc.) comen- zamos, en 1902, la publicación de estudios carcinológicos referentes á nuestra fauna y, en breve plazo, esperamos presentar en un volú- men impreso el trabajo que, sobre dichos artrópodos branquiales, sometimos al primer Congreso científico panamericano en su sesión de 3 de enero de 1909. En nuestra Revista chilena de historia natu- ral se han descripto varias formas por los especialistas Nobili y Ratbbun y por nosotros. Vermes ó gusanos. — Fueron descriptos en el tomolIIT (1849) de la 306 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA obra de Gay por Emilio Blanchard, quien limitábase á deseribir 42 géneros con 60 especies, agrupadas en siete clases. Desde 1549 se han publicado en Chile unos 13 trabajos sobre vermes y fuera del país muchos, debiéndose la mayor parte á las colectas del doctor Plate y de la Hamb. Magahl. Samm. Á no dudarlo queda mucho por conocer todavía en materia de vermes chilenos. Equinodermos. — Tratados estos invertebrados en el tomo VIII (1854) de la obra de Gay, en ella se enumera sólo siete géneros con 11 especies. Los viajes de la Challenger, del Alert del Hamb. Magahl. Samm, el del doctor Plate y varios trabajos del doctor Philippi en Alemania y en nuestra Revista chilena de historia natural, han aumentado bastante el número de equinodermos á partir de la obra de Gay. Celentéreos. — Fueron descriptos hacia el final del tomo VIII, de la mencionada fauna de Gay. No son muchos; y hay bastante por ha- cer en esta interesante división del reino anima), que no cuenta con ningún especialista en Chile. Se han descripto por el doctor Philippi algunas especies y en Alemania, en el Zool. Jahrbuch Suppl., 1894, por el doctor P. Mc. Murrich, varios géneros y especies de actinarios. Nuestros marinos harían un gran servicio á la ciencia colectando para los museos del país material correspondiente á dicho tipo del reino animal. Protozoos. — En el tomo VIII y último de la fauna de Gay los protozoos descriptos son nueve géneros con 16 especies, todos Rizó- podos. Nadie volvió á ocuparse durante muchos años de éstos seres microscópicos hasta que en 1907 aparecen los siguientes importantes trabajos : V. Izquierdo S.: Ensayo sobre los protoz00s de las aguas dulces de Chile, con 14 magníficas láminas ; y doctor Otto Birger: Estudio so- bre los Protozoos chilenos del agua dulce, con 10 láminas. Más tarde, en 1908, el mismo Birger publicó Nuevos estudios sobre Protozoos chilenos con 15 láminas. En estos tres trabajos se describen muchísi- mos géneros y especies nuevas colectadas en la provincia de Santia- zo; lo que prueba que los protozoos forman otro de los varios tipos del reino animal que la obra de Gay tocó someramente; pero ello tiene en parte disculpa, desde que los estudios de esos diminutos seres re- quieren el uso de microscopios de gran poder y una técnica especial que sólo en los últimos años ha permitido estudiar ventajosamente dichos organismos, proporcionando así al naturalista la hermosa oca- sión de admirar lo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño. € ANTROPOLOGÍA, FLORA Y FAUNA CHILENAS 307 BIBLIOGRAFÍA Como los interesados en el estudio ó conocimiento de nuestra lite- ratura de historia natural, van á tener á su disposición muy pronto una obra nuestra (1) que lleva ya cerca de diez y ocho años de tra- bajo, dado el pequeño espacio de que disponemos, nos limitaremos á señalar en la nota que va á continuación tan solo unas pocas de las obras principales que en las bibliotecas de nuestro país pueden consultar los que se interesen por la antropología, fauna y flora de Chile : OBRAS SOBRE ANTROPOLOGÍA Y ETNOLOGÍA ANRIQUE Y SILVA, Ensayo de una bibliografía histórica y geográfica de Chile, 1 tomo en 8%. — Santiago, 1902. Actes de la Société scientifique du Chili, con varios trabajos del señor Da- niel Barros Grez. CAÑas PINOCHET, ALEJANDRO, Estudios arqueológicos sobre las piedras horadadas. La deformación artificial de los cráneos humanos. La raza y la lengua Veliche. GUEVARA, Tomás, Historia de la civilización de la Araucania, 2 tomos en 8%. — Santiago, 1900. ñ LarcHam, RicarDO E., Notes on some ancient Chilian Skulls and other remains. El comercio precolombiano en Chile y otros países de América. — Santiago, 1900. Antropología chilena. — Buenos Aires, 1909. MEDINA, J. TorIBI0, Los aborigenes de Chile. — Santiago, 1882. PhiLrepr, R. A., Descripción de los ídolos peruanos del Museo nacional. — Santiago, 1879. PuiLippP1, FEDERICO, Arqueología de la isla Mocha, en el cuaderuo 16 de los Anales del Museo nacional. — Santiago, 19053. PORTER, CARLOS E., Literatura antropológica y etnológica de Chile. — San- tiago, 1906. Revista chilena de historia natwral, fundada en 1897. En va- rios de sus tomos ha publicado artículos de antropología y etnología. (1) CarLos E. PORTER, Ensayo de una bibliografía chilena de historia natural. Catálogo razonado de todos los trabajos sobre antropología, fauna, flora, geolo- vía y mineralogía dados á luz en Chile desde Molina hasta 1909. Cuatro tomos srandes en 8%, con retratos y biografías de los naturalistas que más han escrito sobre la historia natural del país, y que tuvimos el honor de presentar manus- crita en sesión del 12 del mes próximo pasado de la sección de Ciencias biológi- cas del Congreso científico internacional americano. 308 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ROSALES, PADRE DIEGO DE, Historia general del reino de Chile, 3 tomos en 4%. — Valparaíso, 1877. ECHEVERRÍA REYES, ANÍBAL, La lengua de los naturales de Atacama. * SoLís VARELA, Luis A., Algunas medidas del eráneo y de la cara tomadas en chilenos. — Santiago, 1894. SCHULLER, R. R., Sobre el origen de los charrúas. — Santiago, 1907. VERGARA FLORES, DOCTOR Luis, Oráneos de paredes gruesas (1905) ; Crá- neos de indígenas bolivianos (1894) ; Piedras escritas en Quillahua. FONEK, DOCTOR FRANCISCO, Diarios de fray Francisco Menéndez, 2 tomos, Valparaíso, 1596 á 1900. CORDOVÉs, MARCIAL, Los indios chonquis de la Patagonia. — Santiago, 1906. ; LENZ, DOCTOR RODOLFO, Estudios araucanos, ete. PRINCIPALES OBRAS QUE SE OCUPAN DE LA FAUNA DE CHILE Anales de la Universidad de Uhile, Actes de la Société scientifique du Chili, Anales del Museo nacional, fundado por el doctor R. A. Philippi; Revista chilena de historia natuwral, fandada en 1897, por C. E. Porter. CLAUDIO GAY, Historia física y política de Chile. MOLINA, JUAN IGNACIO, Compendio de la historia geográfica, natural y ci- vil del reino de Chile. En las publicaciones periódicas nombradas más arriba hay traba- jos numerosos de naturalistas nacionales y extranjeros sobre todas las clases del reino animal y muy especialmente sobre vertebrados é insectos, trabajos que por su abundancia no osamos dar una lista, ni seleccionada de ellos. Diremos sí que se destacan las publicaciones de D. R. A. Philippi, E. C. Reed, Fernando Lataste, Filiberto Ger- main, V. Izquierdo, Simón, Delfín, Albert, Silvestri, Wolffsohn y varios otros. PRINCIPALES OBRAS QUE SE OCUPAN DE LA FLORA DE CHILE Las publicaciones periódicas primera, tercera y cuarta de la lista anterior, comprenden también un número más ó menos crecido de trabajos botánicos. Mencionaremos también la misma obra del abate Molina y la parte botánica de la Historia física y política de Chile, de Claudio Gay (S tomos en 8”, con atlas, 1845 á 1852). ANTROPOLOGÍA, FAUNA Y FLORA CHILENAS 309 PhiLipPI, R. A., Viaje al desierto de Atacama, 1860. PuiLiPpP1I, FEDERICO, Catalogus Plantarum Vascularium Ohilensium, 1881. REICHE, CARLOS, Flora de Chile, volumen I á IV. REICHE, CARLOS, Grandzúge des Pflanzenverbreitung in Chile, Leipzig, 1907. HeEmsLEY, Report on the botany of Juan Fernández, 1885. JoHow, F., Flora de Juan Fernández, 1896. SPEGAZZINI, CARLOS, Fungi chilensis, Buenos Aires, 1910. Buenos Aires, 1% de agosto de 1910. PROGRESOS TENDENCIAS ACTUALES DE LA TERATOLOGÍA VEGETAL Por ANGEL GALLARDO He creído que puede tener algún interés para los lectores de los Anales de la Sociedad Científica Argentina un breve resumen de las ideas antiguas y modernas acerca de la teratología vegetal, materia de la cual me ocupo desde hace varios años, y que va saliendo hoy del período descriptivo, para comenzar á deducir de los hechos acu- mulados conclusiones generales de cierta importancia. Las anomalías ó monstruosidades de las plantas, cuyo estudio constituye el objeto de la teratología vegetal, fueron consideradas antiguamente como simples curiosidades, indignas de llamar la aten- ción de los botánicos serios, quienes miraban con desprecio estas formas extrañas, buenas á lo más para provocar la sorpresa del vulgo. Si los monstruos humanos y animales siempre han inspirado un sentimiento de horror, en cambio las anomalías vegetales se miran con simpatía por los aficionados á la buena mesa, con tal que au- menten el tamaño ó la suculencia de los frutos y verduras. Monstra in animantibus horremus, amamus in pomis, decía Ferrari en 1646. El estudio científico de los monstruos animales comenzó antes que el de los vegetales, pues mientras Isidoro Geoffroy Saint-Hilaire fundaba la teratología animal ya á principios del siglo pasado, la teratología vegetal forma sólo un cuerpo de doctrina desde mediados del mismo, con la publicación del clásico libro de Moquin-Tandon, en 1841. En esa obra expresa Moquin-Tandon su concepto científico TENDENCIAS DE LA TERATOLOGÍA VEGETAL 311 de la anomalía ; las leyes de la teratología son para él las mismas de la organografía. « Entre una flor monstruosa y una flor normal no hay á menudo otra diferencia que el estado accidental de la primera y el estado ha- bitual de la segunda. La monstruosidad es, pues, en general, la apli- cación insólita á un individuo 6 á un aparato, de la estructura nor- mal de otro aparato ó de otro individuo.» Para Moquin-Tandon la anomalía es así una organización transpuesta, una ley cambiada de lugar. <« La monstruosidad no se encuentra fuera de la naturaleza sino sólo fuera de la costumbre. » Moquin-Tandon fué quien estableció la clasificación de las ano- malías, agrupándolas en cuatro clases: 1% cambio de volumen; 2% cambios de forma; 3* cambios de disposición, y 4* modificaciones del número de órganos. Esta clasificación, bastante artificial, considera las anomalías como entes de razón, que se aplican á tales ó cuales órganos, sin investigar en absoluto las causas que las originan, de modo que un mismo caso teratológico se puede clasificar simultáneamente en varias categorías, según sea el punto de vista en que nos coloquemos. Con todo, numerosos observadores se dedicaron desde entonces á recoger y describir las anomalías que llegaban á su conocimiento, haciéndolas entrar en las divisiones establecidas que permitían, por lo menos, catalogar y denominar los casos estudiados. Los aficionados, jardineros y horticultores han prestado en este trabajo tan buenos ó mejores servicios que los botánicos profesio- nales. La publicación de la obra de Masters, en 1869, señala un nuevo progreso en esta rama de la biología. Masters se da perfecta cuenta de la artificiosidad de la clasificación de Moquin-Tandon y aspira á modificarla. «La clasificación más satisfactoria de las malformaciones sería aquella fundada sobre la naturaleza de las causas que determinan los diversos cambios. < En la práctica, sin embargo, hay tantas objeciones á este plan, que no es practicable el llevarlo á cabo. La dificultad surge en gran parte de nuestra ignorancia de aquello que debe atribuirse á deten- ción de crecimiento, cual á exceso de desarrollo y así sucesivamente. Además, el estudioso que se halla en presencia de una planta mal- formada, debe saber primero de qué modo está deformada antes de 312 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Z é que pretenda comprender cómo ha llegado á deformarse, y para este objeto cualquier esquema que le permita encontrar rápidamente la clase de monstruosidad que está examinando, aun cuando sea artifi- cial é imperfecto, será preferible á un arreglo más filosófico que las circunstancias le impidan utilizar ». : Se decide, pues, por modificar en parte el plan de Moquin-Tandon, al que agrega varias categorías. Con estas clasificaciones más ó menos artificiales se ha reunido hasta la fecha un número considerable de observaciones que permiten entrever en ciertos casos algunas conclusiones generales. El estudio de las plantas de desarrollo anormal ha permitido en muchos casos esclarecer por comparación la morfología y morfogenia normales. Las deformaciones, lejos de escapar á las leyes generales, como creían los antiguos botánicos, dan á veces oportunidad de sor- prender su acción y pueden considerarse como experimentos que ilustran las modificaciones morfológicas que pueden resultar del cambio en las condiciones de existencia. Pero para aprovechar la enseñanza que se desprende de los casos teratológicos, sería necesario conocer exactamente las condiciones del desarrollo normal y anormal. Esto es imposible en la mayor parte de los casos que se presentan fortuitamente, y por ello, la interpretación de las anomalías está aun muy poco avanzada y en la mayor parte de los casos se ignora por completo las causas teratogénicas. Se ha comprobado, sin embargo, la acción deformante de varios hongos parásitos, de picaduras de artrópodos galícolas, etc., y en estos últimos años se ha iniciado el estudio metódico de las anoma- lías de las plantas, variando las condiciones de cultivo y haciendo ensayos de teratogenia experimental. Así, Blaringhem, provoca por traumatismos mutaciones más ó menos teratológicas del maíz y de otras plantas, según puede verse en su interesante libro Mutation et traumatisme. Puede decirse, en general, que toda modificación de las condiciones de nutrición de la planta, como los traumatismos, el transplante, el riego y abono abundantes, el exceso ó la falta de ilu- minación, ete., viene á ser teratogénica, pues el organismo debe en- contrar una nueva forma de equilibrio para adaptarse al ambiente modificado. Vemos así cuan bien fundado era el concepto de mi querido y la- mentado maestro el profesor Giard, quien sostenía que los organismos pueden adoptar diversos estados de equilibrio estable, entre los cua- TENDENCIAS DE LA TERATOLOGÍA VEGETAL 313 les no existen pasajes graduales continuos, pues las formas interme- dias no se realizan por no corresponder á estados de estabilidad suti- ciente. « Pour me servir d'une comparaison triviale, agrega Giard, quí fera mieux comprendre ma pensée, on ne peut monter la moitie ou une Ffraction quelconque d'une marche dlescalier. » Sea cuales fueran las causas íntimas de producción de las anoma- lías vegetales, se ha comprobado que una vez adquirido el nuevo estado de equilibrio se puede transmitir hereditariamente á un cierto número de descendientes. De aquí se deduce la posibilidad de perpetuar formas vegetales originadas por vía teratogénica, como efectivamente se observa en muchas razas hortícolas, pomicolas y de jardinería. Estas ideas han sido generalizadas por el profesor de Vries, exten- diéndolas al origen de las especies por mutación ó variación saltato- ria. Según de Vries, las pequeñas variaciones no son acumulativas sino oscilatorias, de manera que la selección no puede conservarlas y acrecentarlas, como sostenía Darwin. Después de un período más ó menos largo de equilibrio estable, las especies entrarían en un pe- ríodo de equilibrio inestable ó de mutación que engendra las nuevas formas, conservadas luego hereditariamente desde la primera genera- ción. La evolución, según de Vries, procede por saltos ó de una ma- nera discontinua, mientras para Lamarck y Darwin es paulatina y continua. La teoría de de Vries se funda en los cultivos por él realizados en el jardín botánico de Amsterdam, y particularmente sobre las muta- ciones de la Oenothera lamarckiana, y es el resultado más general alcanzado por la teratología vegetal. Sea cual fuese la suerte futura de la teoría de de Vries, no puede negarse la importancia de los estu- dios fitoteratológicos cuando permiten abordar problemas de tanta transcendencia. Después de un período descriptivo, ha entrado la teratología vege- tal en el camino mucho más interesante de la teratogenia experi- mental, que permite vislumbrar la influencia de ciertos factores que alteran las condiciones de nutrición de la planta y provocan así nue- vas adaptaciones morfológicas, las cuales, por diferir de las ordina- rias, son designadas bajo el nombre de anomalías ó monstruosidades. Cuando las modificaciones del ambiente son demasiado profundas llegan á ser incompatibles con la vida y dan por resultado la muerte del individuo en vez del desarrollo teratológico. El método teratogénico se relaciona por consiguiente con muchos 314 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA € problemas de biología general, como la adaptación al medio, la adqui- sición y herencia de los caracteres, la variación y la producción de nuevas formas, etc., que, á parte de su interés teórico y filosófico, tienen importancia práctica para el criador y el cultivador. Conviene dirigir en el sentido de la teratogenia experimental las futuras investigaciones, sin abandonar por eso la tarea más modesta dle completar los catálogos descriptivos, de los cuales es posible que surjan más tarde generalizaciones interesantes. Es 2 SOCIOS HONORARIOS Dr. Juan J. J. Kyle. — Ing. Luis A. Huergo (padre). — Dr. Florentino Ameghino. — Ing. J . Mendizábal Tamborrel. — Dr. Estanislao S. Zeballos. Dr. César Lombroso. — Ing. Guillermo Marconi SOCIOS CORRESPONDIENTES Acmlar, Rafaeli... Arechavaleta, José......... Arteaga, Rodolfo de....... Ave-Lallemant, German.... - Alfonso Paulino........... Bale Horacio os Bodenbender, Guillermo. . Bolívar, lenacio........... Bertoni, Moisés.:.......... Balley, Wills ias Bruce, William............ Carvalho, José Carlos...... MOTOS LAS Conte lIments tsa Delage, Yves. Fuenzalida, José del C..... Fontana, Luis Jorge....... Guignard, León..-........ Guimaráes, Rodolfo........ ze o ii Kinart, Fernando.......... Lafone Quevedo, Samuel A. Bilo Miu Laa daa UA RAMEN COS O A o Larrabure y Unánue Eugenio Moran di Luis Acevedo Ramos, R. de. Adamoli, Pedro A. Adamoli, Santos S. Adamo, Manuel. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Aguirre, Rafael M. Aita, Antonio. Alberdi, Francisco. P. Bertoni (P.). Washingtón. Edimburgo. Rio Janeiro. Mendoza. New York. París. Sgo. de Chile. San Júan. París. Amadora (P.). Corrientes. Amberes. La Plata. Tucumán. Roma. Santo Domingo Bordeos. Lima. Villa Colón (U). Frladelfía. Méjico. Moretti, Cayetano... 200.0. Montevideo. Martinenche. Ernesto...... Montevideo. Moore 0 DAD Mendoza. Montané, LUIS... 00... .. Sgo de Chile. Medina, José Toribio....... TE de Año N. Montessus de Ballore...... Córdoba. Nordenskjiold, Otto........ Madrid. Paterno, Manuel........... Patrón, Pablo ras unas Porter, Carlos arar Pena, Carlos M. de........ Bolwier Eduardo. os Pérez Verdia, Luis ........ Reid Walter Et oo Ristempart, Federico ...... RejchesiCa nio e Spegazzini, Carlos......... Shepberd, Williams R..-..- Uhle. Mars OE a Von lhering, Hermán...... Volterra Mido SOCIOS ACTIVOS — Enrique Ferri París. Nueva York. Habana. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Gothemburgo. Palermo (lt.). Lima. Valparaíso. Montevideo, Sgo. de Chile. Méjico. Londres. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Corrientes. París. La Plata. Colum. Univer. Nueva York. Lima. Roma. Albert, Francisco. Aldunate, Julio €. Almanza, Felipe G. Alric, Francisco. Alvarez, Fernando. Alzaga, Federico. Amadeo, Tomás. Amoretti, Alejandro. Anasagasti, Horacio. Ambrosetti, Juan B. Anello, Antonio. Angelis, Virgilio de. Angli, Geronimo. Arambarri, Alberto. Aráoz, Alfaro Gregorio. Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Artaza, Evaristo. Artaza, Miguel. Arigós. Máximo. Arce, Manuel J. Arcansol, Adolfo. Arce, Santiago. Arditi, Horacio. Arroyo, Franklin. Astrada Pape, Ismael, Atarez, Guillermo. Aubone, Carlos. Avila Mendez, Delfín, Avila, Alberto. Ayerza, Rómalo. Aztiría, Ignacio. Aztiz, Julio M. Babacci, Juan. Bado, Atilio A. Bade, Fritz. Bachmann, Alois. Ballester, Rodolfo E. Baldi, Jacinto. Barabino, Santiago E. Barhará, Nicolás. Barbieri, Antonio. Barilari, Mariano S. Barzi, Federico: Battilana, Pedro. Baudrix, Manuel €. Bazán, Pedro. Bernaola, Víctor J. Bell, Carlos H. Bargara, Ulises. Besio Moreno, Nicolás. Besio Moreno, 'Baltasar. Biraben. Federico. Boatti, Ernesto €. Bolognini, Héctor. Bordenave, Pablo E. Bosch, Benito S. Bosch, Eliseo P. Bosch, Aureliano R. Bosisio, Anecto. Bonanni, Cayetano. Bonneu Ibero, León M. Bosque y Reyes, F. Borús, Adriano. Brané, Eugenio. Breyer Trant, Adolfo. Breyer Trant, Alberto. Brian, Santiago. Brindani, Medardo. Bruch, Carlos. Broggi, Hugo. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Butty, Enrique. ¿AN Caimi, Ramón. «Candiani, Emilio. Cálcena, Augusto. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M. Camus, Nicolás. Candioti, Marcial R. Canale, Umberto. Ganonica, Mauricio. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) ¿z AS z Capelle, Raúl. Cano, Roberto. Cantón, Lorenzo. Carranza, Marcelo. Carrasco; Benito J. Cardoso, Ramón. Carbonell, José. Carossino, Jacinto T. Carvallo, Raúl. Lasas, Bernardo. Castellanos, Carlos T. Castro, Vicente Carelli, Amadeo. : Carelli, Humberto H. Carette, Eduardo. Castro, Eduardo B. ulaypole, Jorge. - Cerri, César. Cevallos Socas, l. M. Cerdena, Fernando. Cilley, Luis P. Civit, Julio Nilo. Chanourdie, Enrique. Chapaz, Raul. Chapiroff, Nicolás de. Chaudet, Augusto. Chiappe, Leopoldo J. Chiocci, Icilio. Chueca, Tomás A. Clara, Angel. Clérice. Eduardo E. Cobos, Francisco.- Cock, Guillermo. Cogliatti, Alejandro. Collet, Larlos. , Contin, Diego T. R. | Compte, Riqué Julio. Correa Morales, Elina 6. A. de. Coria, Valentín F. Cornejo, Nolasco F. Corvalán, Manuel S. Coronel, Policarpo. Cottini, Arístides. Courtois, U. | Cremona, Andrés. Cremona, Víctor. Crinin, Demetrio. Cucullu, Carlos. Cuomo, Miguel. Curutchet, Luis. Curutchet, Pedro. Curutchet, Gabriel. Damianovich, E. A. Damianovich, Horacio. Danieri, Bartolomé. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. Dates, Germán. Doello Jurado, Martín. Dobranich, Jorge W. Domínico, Guillermo. Domínguez, Juan A. Debenedetti, José. Dellepiane, Luis J. Demarchi, Torcuato T. A. Demarchi, Marco. Demarchi, Alfredo (hijo). ; Delgado, Fausto. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhau, Luis. Duarte. Jorge N. Dubois, Alfredo E. Ducco, Camilo L. Ducros, Pablo. Duncán, Carlos D. Durrieu, Mauricio. Durán, José £. Duranona, Ricardo. Eguia, Máximo. Eppens, Gustavo. Elías, Adolfo (hijo). Escudero, W. E. Esteves, Luis P. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Faverio, Fernando. Fernández, Alberto J. Fernández Díaz, A. Fernández, Pedro A. Fernández, Poblet A. Fernández, Daniel. Ferreyra, Miguel. Ferrari, Ricardo. Fynn, Enrique. Fliess, Alois. Flores, Emilio M. Flores. Agustina J. Fornati, Vicente. Forragini, Augusto. Fortt, Pedro P. Franchini, Carlos É. Frank, Paul. Friedel, Alfredo. Frumento, Antonio KR. Fuschini, José. Fumasoli, Roque H. Gainza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Angel. Gallardo, Carlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gandára, Federico W. Garat, Enrique. Garay, José de. García, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Gerardi. Donato. Geyer, Carlos, Ghigliazza, Sebastián. Giménez, Angel M. Giuliani, José. Girado, José L. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. Gonzíúlez, Arturo. González, Agustín. A EDITORA DE CONI HERMANOS CALLE PERÚ — 684 E ¿Cro Ixcenteno SANTIAGO E. BARABINO, A JUNTA DIRECTIVA AREA a Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente M..o..o.o..ooo..... Ingeniero Vicente Castro VARAS bas Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas..... eS Doctor "Comás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco TESORERO ta E a e Ingeniero Alejandro Guesulaga BEDEC noc Doctor Abel Sánchez Díaz /Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Focal aa < Arquitecto Raúl G. Pasman | Ingeniero Benito Mamberto Ingeniero Nicolás Besio Moreno - ¡Ingeniero Pedro Aguirre É ; CNCA Nes Senor Juan Botto E REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Atilio Bado, doctor Juan A. Dominguez, doctor Angel Gallardo, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, ingeniero José A. Medina, doctor Francisco P. Moreno, ingeniero Jorge Newbery, doctor Horacio (G. Pinero, general Pablo Riccheri, ingeniero Domingo Selva, ingeniero Alberto Schnei- dewind, teniente de navío Segundo R. Storni, ingeniero Eduardo Volpatti. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmADrEO y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. F : ES Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. : Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolome Mitre, 1960. : Cada colaborador es personalmente responsable de la. tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional PM E a can 1.00 DOTA O O EE 12.00 Números dlrasadon 2.00 = para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano TRANSCRIPCIÓN PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA LA ATENCIÓN Y LA INTELIGENCIA. MOTRICIDAD É INHIBICIÓN. EXPLICACIÓN FISIOLÓGICA Y EXPLORACIÓN GRÁFICA EN EL SUJETO SANO. DEGENERADO Y ALIENADO (Conclusión) Nervios hay que regulan la nutrición y el trabajo: así el nervio vago Óó neumogástrico provee y regulariza el trabajo del corazón, co- si fuera un freno de sus movimientos y desgastes. Excitado el vago de un conejo en el cuello, detiene el corazón y el nervio sensitivo de Ludwig, que nace en las paredes de este órgano, excitado por una presión exagerada intracardíaca (esfuerzo, corazón forzado de los ci- clistas), provoca una congestión de las vísceras intestinales, por va- sodilatación inhibitoria de la vasoconstricción permanente del sim- pático, y descarga así al corazón de un exceso de presión sanguínea. ¡Cuántas emociones angustian el corazón y mueven el intestino! Una impresión fría (de agua) sobre la piel, provoca por reflejo una detención inspiratoria de la respiración; una emoción, un susto, de- tiene la respiración y la circulacion y hasta la palabra. Muchas ve- ces determina un desmayo, un vértigo por inhibición vasomotriz de los centros nerviosos, como si á las excitaciones que descargan las células nerviosas opusieran éstas una resistencia, una fuerza negati- va que apreciamos por la cesación de un acto, de una propiedad ó de una función. Á la dinamogenia tendremos, pues, que oponer la inhibición, como quiere Mercier, aunque no discutiremos si estas dos formas de aeti- vidad fisiológica son propias del sistema nervioso exclusivo, de sus células, ganglios y nervios, ó si existen órganos y aparatos nerviosos AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 31 316 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA especiales, frenadores del movimiento, como pretenden Weber, Mo- rat y otros, con el deseo de localizar « fortiori en el sistema nervioso acciones que son el resultado de su función general, sin necesidad de centros y nervios específicos de inhibición, como se ha querido admi- tir nervios y centros caloríferos y frigoríferos, etc. Nosotros creemos con el profesor Oddi (1 Inhibizione, Broca, 1901), que la acción dinamógena como inhibitoria es realizada por las mis- mas células y centros nerviosos, y que, según sus reacciones trans- miten, centrífuga ó centrípetamente sus estímulos motores ó inhibi- torios, sin resolver, por cierto, lo que es en sí la inhibición. En todas las manifestaciones orgánicas y en las asociaciones fun- cionales encontramos al lado de fenómenos de movimientos los de inhibición, y en lo que á la vida psíquica se refiere hay quienes sos- tienen que: la intensidad del acto psíquico está: «in ragione diretta del valore dei processi d'arresto; que la acción inhibitoria, por su na- turaleza anabólica é integrativa, explicaría la memoria y la concien- cia, y que el pensamiento, la voluntad, no serían sino fenómenos de inhibición (Fano). > Es interesante conocer la enumeración y clasificación que hizo Brown-Séquard de los fenómenos de inhibición, para darse cuenta de la generalización del proceso : A. Inhibición de propiedades orgánicas 1. Inhibición de la excitabilidad y acción de los nervios. 2. Inhibición de la irritabilidad de músculos y glándulas. 3. Inhibición de las propiedades de los centros nerviosos. B. Inhibición de actividades 6 pérdida de funciones 1. Inhibición de actividad del corazón. . Inhibicion de actividad motriz respiratoria. 3. Inhibición de recambio entre la sangre y los tejidos. 4. Inhibición de las secreciones. 5. Inhibición de la actividad intelectual (vértigo, sueño, ete.) 6. Inhibición de la potencia motriz voluntaria. 7. Inhibición de la sensibilidad general específica. 8. Inhibición de todas las actividades orgánicas aisladas ó asocia- (8) das (muerte aparente. letargo, fakirismo, etc.). TRANSCRIPCIÓN li 9. Inhibición de los mecanismos digestivos, génito- urinarios, loco- motor, vasomotor especial y general, especialmente del encéfalo y medula espinal. O. Inhibición en los estados mórbidos 1. Inhibición por estado de enfermedad de fenómenos respiratorios (tos, estornudo, sollozo, angina de pecho, etc.). 2. Inhibición de menifestaciones convulsivas de toda especie (epi- lepsia, histeria, corea, catalepsia, etc.). 3. Inhibición de temblores, ataxias, contracturas, etc. 4. Inhibición de la ebriedad, delirio, locura. 5. Inhibición de todas las neurosis. 6. Inhibición de causas de inhibición (en la anestesia, parálisis, etc.). 7. Inhibición del vómito, de la fiebre, de dolores, etc. Esta clasificación que tomamos de Oddi (pub. cit.), se explica por- que Brown-Séquard hacía de la inhibición la propiedad fundamental del sistema nervioso, tanto ó más importante que la de manifestacio- nes motrices y sensitivas en la interpretación de los problemas de la vida animal, y justifica, por otra parte, las teorías que ha formulado, que sólo consideran unos hechos solamente ó una parte de éstos, en desacuerdo completo con el resto, y que no resisten la crítica experi- mental. : Es evidente que la principal dificultad para sentar una teoría seria sobre la acción d'arresto, dice Oddi, no sólo depende de que no cono- cemos aun la naturaleza de la actividad nerviosa, sino también de que no tenemos concepto claro y definitivo de lo que es un acto inhi- bitorio, cuya interpretación teórica, siguiendo á Lourie, reduce á cuatro grupos : 1% La inhibición es una función propia de aparatos nerviosos espe- ciales (aceptada por Setschenow, Languerdoff, Morat); 2% No hay aparatos especiales, pero sí distinto proceso: uno activo de excitación, el otro depresivo de inhibición (Wundt, Beaunis, Hein- denhain); 3 No hay aparatos ni procesos especiales: la actividad nerviosa es una y siempre la misma; pero sus efectos serían diversos, según el momento de reposo ó actividad en que llegue el estímulo (Munk, Duval, ete.): 315 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 4% La inhibición es un simple fenómeno de fatiga, de sobrexcita- ción, de agotamiento pasajero de la fuerza nerviosa; Y agrega Oddi: >” La inhibición consiste muy probablemente en una transforma. ción de fuerza (Brown-Séquard); 6% Los actos inhibitores serían, sobre todo, expresiones de orden químico (Fano). Esta agrupación no nos explica tampoco en qué consiste la ¿nhibi- ción, y cabe toda dentro de la teoría general del autor, que la inhibi- ción es una transformación de fuerzas realizada en y por el sistema nervioso central y periférico. No obstante reconocer con Fano que en el proceso de inhibición hay algo de recambio positivo ó de asimilación orgánica, puesto que detiene ó modera el movimiento que es causa de desintegración y con- sumo de materia y energía, no aceptamos, con Oddi, estos hechos co- mo una doctrina, puesto que siempre queda en pie el por qué del fenómeno, que, por otra parte, según Morat, debe realizarse fuera del sistema nervioso y antes de comenzar toda actividad muscular y se- cretoria, que lo haría más oneroso é inútil para el organismo. En otros muchos casos la inhibición es una fuerza activa que neutraliza otra fuerza opuesta, provocando desasimilación y desgaste como el movimiento y hasta sumarse ambas, y si no hay trabajo habrá calor con excreción de residuos de combustión orgánica, que ni la químice biológica ni la mecánica molecular de Wundt alcanzan á determinar mejor. En el cerebro no es menos difícil fijar hechos que, en las funciones psíquicas, puedan autorizar teorizacioues más fundadas sobre la ac- ción inhibitoria de distintas zonas, porque si bien es cierto que la fisiología experimental ha hecho, de los centros superiores, modera- dores de la vida refleja desde Setschenow hasta Hitzurig, Ferrier, Stefani y Bianchi, puede ser explicada esta acción, como hemos di- cho ya, por la mayor distancia, el campo más extenso, virgen á ve- ces, demasiado intrincado otras, á través del cual debe pasar la exci- tación nerviosa venciendo mayores resistencias que retardan la marcha toda del proceso cerebral. « No pensamos que la teoría de la interferencia de Lander Brunton, á la que dió de Cyon su sentido fí- sico, nos enseñe hoy cómo el excitante exterior, que es fuente única de toda nuestra energía, va 4 detenerse largo tiempo en el sensoróuwm y provocar, como dice Fano, esa serie de fenómenos conscientes que se sobreponen y dominan la vida motriz y sensorial. Además, dice el TRANSCRIPCIÓN 319 ilustrado fisiólogo de Florencia: el proceso inhibitorio, por su natu- raleza integrativa, explicaría la memoria (sic), sin la cual no se com- prende la conciencia, y tanto cuanto la intensidad del acto psíquico está en razón directa del valor del proceso inhibitorio. Conocidas son las experiencias del profesor Bianchi en el mono, al que había resecado el lóbulo frontal, que se hizo después irritable, pendenciero y agresivo, pensando Bianchi que faltándole el freno ó inhibición cerebral, por falta del lóbulo extirpado, se explicaba tam- bién la inquietud, la falta de atención y hasta el descariño del ope- rado. Ferrier atribuía al lóbulo prefrontal el asiento también de la atención, porque su función principal es inhibitoria, de concentración, de relevamiento de los centros excitados y no de otros que son obnu- bilados, para dejar surgir percepciones, imágenes ó ideas iluminadas sólo por la actividad cortical de las zonas excitadas. Así la reflexión no sería otra cosa que la concentración de toda actividad cortical so- bre representaciones presentes ó pasadas que la cerebración aisla, compara y asocia, para transformarse en conocimiento adquirido, ex- presado, voluntad sentida ó ejecutada, etc. De aquí es determinada, previa deliberación, la experiencia, y así como la asociación de sensa- ciones esta subordinada á la confluencia de vías nerviosas, asi la reflexión supone el poder de la función psíquica de desviar la excita- ción de tales Zonas del cerebro hacia otras, deteniendo y estacionan- do la marcha del proceso cerebral de la ideación. Así piensa Stefani que la atención, como la reflexión, son acciones de inhibición, ejerci- tadas por el cerebro en sus funciones de contralor y descriminación consciente y superior : « Oome per Dattenzione si arresta il lavorio fun- zionale della corteccia cerebrale, concentrandosi tutto nella zona in atti- vita, rimanendo quasi il sistema nervoso isolato dal mondo esterno, cost per la reflessione si arrestano le eccitazione nervose in una zona cortica- le intermedia tra quelle del sensorio e quelle destinate al movimento, ó per lo meno se ne rallenta il corso, obligandole a percorrere vie piu lunghe e che offrono uma resistenza maggiore. » Todas las actividades cerebrales se desarrollan, como dice Oddi, á base de dinamogenia ó de inhibición, y de su perfecta igualdad y pon- deración resulta el equilibrio dinámico de las funciones psíquicas. 320 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EXPLICACIÓN FISIOLÓGICA DE LA ATENCIÓN Hemos creído necesarios estos antecedentes sobre las dos modali- dades esenciales bajo las cuales se muestra la función nerviosa para tratar de despejar uno de los problemas más controvertidos de la psicofisiología: la génesis y mecanismo de la atención. Podemos desde ya preguntarnos sies una función especial del cen- tro psíquico, independiente de los órganos receptores, como quieren algunos, ó si se trata de un reflejo provocado por las excitaciones órga- no-periféricas, como quieren otros, determinando en uno ú otro caso la actividad de mecanismos inhibitoactivos Ó activo-inhibidores, se- gún el predominio de una ú otra modalidad de la energía nerviosa. (Véanse teorías Nayrac, Ribot, Waller, Wundt, Stout y otros cita- dos.) Nosotros nos permitimos explicar el fenómeno de la atención como una función previa de la cerebración sensorial ó intelectiva, cuyo mecanismo cerebral puede ser puesto en actividad por excitantes sensoriales periféricos y por excitantes psíquicos centrales (atención sensorial, 6 primitiva, Ó espontánea, y atención voluntaria, ó aper- ceptiva), que determinan los preparativos de la corteza cerebral para recibir las sensaciones, asociarle representaciones pasadas y hacer las percepciones que el proceso cerebral intelectivo clasificará y ubicará en su dinamismo funcional (1). La embriología enseña la dependencia genética de los órganos de los sentidos del cerebro, del que no parecen ser sino prolongaciones hacia el exterior para afirmar mejor su adaptación superior, y así co- mo el cuerpo estriado es aun invaginación de la corteza cerebral, la retina y el nervio óptico no son sino prolongaciones del tálamo óptico justificando el primero, por su origen embriogénico, sus funciones motrices, y el último, sus funciones sensoriales. Los órganos de los sentidos, aparatos nerviosos de recepción, for- mados por elementos anatómicos análogos á los que constituyen los (1) El profesor R. Senet, de la universidad de La Plata, ha bosquejado tuna ex- plicación fisiodinámica de la atención, que 1os parece ingeniosa, aunque incom- pleta para comprender todo el mecanismo anátomo-tisiológico del proceso. En otra oportunidad hemos de estudiarla con más detención, como merece su dlistin- guido autor. TRANSCRIPCIÓN 321 centros nerviosos, pero dispuestos en forma de órganos receptores de las excitaciones externas, nos permiten ponernos en relación y adaptarnos al mundo exterior. Los ojos y los oídos, principalmente, y en segundo término la piel, la mucosa pituitaria y de la lengua tienen entre las células de sus tejidos las radículas de la cabellera protoplasmática del neurón sensi- tivo periférico, receptor celulípeto, que transforma en su textura el excitante que estimula su función, dándole un carácter especial y único : su especificidad. Por eso la retina y el nervio óptico no condu- cen al cerebro sino las vibraciones luminosas transformadas en on- das nerviosas de longitud determinada; las crestas acústicas y las cuerdas del aparato de Corti del oído, no llevan al nervio acústico, por su rama coclear, sino excitaciones de cuerpos vibrantes bajo la forma de ondas nerviosas, que son ondas sonoras transformadas; los corpúsculos de Dogiel, Rubini, de Vater-Pacini, de Meisner, etc., de la piel, reciben las impresiones y sensaciones del tacto, de peso, de temperatura, etc., que se hacen de dolor en el cerebro según su to- nalidad, intensidad ó calidad, así como las papilas de la lengua y las células pituitarias sólo responden á substancias disueltas en la sali- va ó partículas desprendidas de cuerpos olorosos. Todos estos órganos, pues, están constituidos y adaptados para re- cibir cierta clase de ¿impresiones que transforman en sensaciones por su mecanismo funcional, las que reunen, á su vez, tales condiciones del excitante que casi son percepciones, por su perfección; así se di- ce: todas las sensaciones de los órganos de los sentidos, llamados también fenómenos sensoriales, son percepciones. Es decir, que el aparato receptor imprime á la excitación externa recibida los carac- teres sensoriales propios del agente que la produce, propagándose al cerebro que la interpreta, que la percibe; ésta es la percepción, que indica ya actividad de la corteza cerebral, cerebración, 6 lo que es igual, inteligencia. Pero no termina aquí el proceso que sigue la adquisición del cono- cimiento, aunque sea incompleto. Los órganos de los sentidos, como formados de tejido nervioso, tienen la propiedad fisiológica de ser im- presionables por los agentes exteriores y como aparatos dispuestos en cavidades ó excrecencias, asientos de fenómenos físicos ó quími- cos, gozan de otra propiedad que también les permite los elementos nerviosos que los constituyen : la de proyección, dirección y exteriori- zación de la sensación y su ubicación en el espacio. El ojo es una cámara obscura, con sus lentes objetivos centrados 322 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que refractan la luz proyectando la imagen del objetivo invertida en la retina, sobre los conos y bastoncillos ó sea el neurón receptor. Pero esta pantalla refleja los rayos en la misma dirección de su entrada, se refractan de nuevo al salir por los lentes y van á su punto de par- tida, que es el objeto mismo : se objetiva así la sensación percibida y se ubica, localizándola en el espacio. Esta propiedad se observa tam- bién en el oído, que retleja las ondas sonoras en el sentido que le han impresionado, y aunque el ojo y el oído son órganos perceptivos por sí mismos, lo propio sucede con las reacciones físicas y químicas de los demás sentidos. Ahora bien, la propiedad de ¿impresión de estos órganos no les pel- tenece; es caracteristica del tejido nervioso en cualquiera de sus va- riedades anatómicas y no tiene nada de especial; pero la propiedad de proyección es única del órgano del sentido como aparato nervioso receptor. Proyecta el ojo la imagen recibida al punto donde está el objeto, porque al impresionarse con sus rayos, ha dispuesto sus len- tes, movidos por músculos especiales, de tal modo, que el foco de esta lente pinta la imagen precisamente en la pantalla retiniana y el ob- jeto se ve distintamente. Este movimiento muscular, que aumenta 0 disminuye la curvatura del cristalino para que su foco caiga sobre la retina siempre y la visión sea clara, representa un esfuerzo de los - músculos ciliares, mayor para la visión próxima, mínimo, hasta ne- gado por algunos, para la visión lejana. La membrana del timpano, es tendida ó relajada por músculos tam- bién especiales; músculos del martillo y del estribo, según tenga que recibir sonidos agudos ó graves; las papilas de la lengua se yerguen como las células de Sehultje de la membrana pituitaria y los corpús- rulos del tacto, y los pelos mismos de la piel se erízan para impresio- narse mejor. Estos preparativos de los órganos de los sentidos para realizar sus funciones, estas contracciones de los músculos que preparan los ór- eanos para recibir bien las impresiones, es una propiedad superior del tejido nervioso, del neurón receptor, que al recibir la impresión primera, reacciona y la refleja como movimiento preparatorio sobre músculos que disponen el órgano en condiciones de ser bien excitado. Esta propiedad se llama «acomodación »; los órganos de los sentidos acomodan, pues, para recibir las impresiones y transformarlas en sen- saciones. Los músculos que preparan los órganos de estos aparatos receptores, tienen á su vez elementos nerviosos que los mueven y di- rigen (nervios motores), así como también fibras de sensibilidad que TRANSCRIPCIÓN SO nacen en ellos y van á los centros (bulbo, protuberancia ó cerebro) llevando las impresiones de sus movimientos para dar la noción del trabajo realizado. El esfuerzo de la acomodación, que nos revela la cantidad del tra- bajo realizado por los músculos, es un elemento primordial, impor- tantísimo para nuestras percepciones. Esta sensibilidad muscular — llamada por unos sentido muscular, por otros sensibilidad kinestésica — es la que permite coordinar los movimientos de la marcha y la es- tática del equilibrio; es la sensibilidad de los músculos que mueven los óreanos sensoriales, la que nos permite adquirir la noción de la tercera dimensión del espacio y el relieve de los cuerpos, sentido este- reognóstico, ete., etc. Podríamos ahora preguntarnos, si la causa determinante de estos preparativos de acomodación es externa ó interna, es decir, si el exci- tante que impresiona el sentido, determina los preparativos por retle- jo simplemente, ó si la voluntad que quiere ver ú oir bien, es la causa de la acomodación. Lo uno no excluye lo otro, aunque la propiedad de adaptación al excitante, principio de lo que más tarde €es acomo- dación, es dirigida por el tejido nervioso, aun el más elemental y en los animales que no tienen óreanos de los sentidos especializados, todas las excitaciones las reciben porun solo aparato y éste tiene formas varias de adaptación á cada excitante, hasta que la multipli- cidad y variaciones del medio va trazando la división del trabajo fisiológico y la creación de órganos nuevos. Luego la acomodación, en su origen, no necesita más que el neurón receptor sensitivo, la célula central y el neurón productor motor; es un simple reflejo. El acto reflejo, la reflectibilidad de la sensación, es condición primera para la acomodación, aunque no sea todo en los organismos superiores. Así el ojo puede acomodar á la luz, aun des- truídos los hemisferios cerebrales, hecho experimental bien compro- bado. Es el excitante exterior, pues, el que impresionando el órgano re- ceptor del sentido determina la acomodación, y es esta actividad, también del órgano sensorial, que estimula al cerebro porque irradia la corriente nerviosa desde la base á su corteza. El cerebro, estimulado por una irritación ó excitación sensorial, recibe la corriente nerviosa que á su paso hace entrar en acción las células de recepción cuyas prolongaciones articuladas entre sí, propa- gan el excitante, le transforman á su paso por los centros de proyec- ción y de asociación, y la corteza toda activa sus elementos que la 324 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA corriente nerviosa recorre en todo sentido por múltiples vías sensorio- motrices, ya por las más inferiores en jerarquía fisiológica, como los centros primarios, con cierto automatismo inferior, ó pasan á los ele- mentos más superiores, más conscientes y voluntarios: los centros corticales del psiquismo superior y dentro la unidad de la función psi- qUuICAa. En ambos casos el cerebro es activo y solicitado por el estímulo sensorial, prepara sus órganos, centros de percepción ; provoca sus conexiones y se dispone á recibir mejor la sensación. Estos preparati- vos, esta disposición determinada por una sensación, es también una propiedad del sistema, la misma que reconocida y demostrada en los órganos de los sentidos podemos también admitir en el cerebro: la «acomodación ». E Es posible, pues, decir: el cerebro acomoda al estímulo externo, sies un fenómeno sensorial que provoca su actividad; al estímulo interno, recuerdo, idea, emoción, ete., si es un fenómeno mental puro que despierta su acción. Pero la condición sine qua non para que la corteza cerebral sea capaz de hacer estos preparativos y acomodar para recibir mejor las sensaciones, es la más absoluta integridad de sus elementos anatómicos : las células de la corteza ó neuwrones, cuyas prolongaciones cilindroáxiles deben continuarse con las prolongacio- nes protoplasmáticas del neurón siguiente y así sucesivamente orien- tar sus comunicaciones transitorias, que permitan el pasaje del influ- Jo nervioso (el loco no acomoda, no atiende, porque su corteza está enferma). Una luz intensa y fugaz hiere la retina (neurón receptor) produciendo en su tejido reacciones químicas ó físicas que engendran una corriente nerviosa que por el nervio óptico va á los ganglios de la base del cerebro (tubérculos cuadrigéminos, cuerpos geniculados y tálamos ópticos) donde es transformada y enviada al lóbulo occipli- tal del cerebro que percibe, si previamente los neuwrones de proyección y los de asociación se han puesto en relaciones funcionales que permitan la sinergia y el trabajo de todo ó una buena parte del cerebro. Esta disposición de la corteza, preparada á recibir la sensación, provoca otras actividades habituales, otras percepciones, ideas, emociones. etc., que tiene archivadas, y asocia éstas á la recién llegada para in- terpretarla establecer comparaciones, abstracciones, en una palabra : realiza operaciones intelectuales más superiores. No queremos decir con ésto que la memoria sea una enorme colec- ción de negativos fotográficos, no; queremos sí explicar la propiedad de fijación y reproducción que las células nerviosas, los neurones cor- TRANSCRIPCIÓN 32) ticales, tienen de su dinamismo molecular. El neurón, una vez excita- do en un sentido cualquiera por un estímulo A, se coloca en la condi- ción número 1 y no vuelve á su estado de reposo completo sino al cabo de algún tiempo, durante el cual puede en todo momento y por cualquier estímulo A, B 6 GC, reproducir su primitivo estado, máxime cuando fuera la misma excitación A que despertara su acción. De modo que la corteza fija su dinamismo funcional, su modo de percibir ; las imágenes é ideas que elabora las retiene, y reproduce ordenadamen- te en el tiempo y en el espacio, como los músculos y los nervios que mueven los dedos de un pianista realizan infinidad de movimientos coordinados que en el estado de reposo de las manos no se sospechan. Parece, pues, que la acomodación del cerebro 4 la sensación, es el preparativo obligado para interpretarla y fijar la percepción. Si no acomodamos á una impresión luminosa, no la interpretamos y que- dará siempre como simple sensación, sin tener nosotros noción del agente, de la causa que la produce; pero sí, por el contrario, nos pre- paramos para recibirla, acomodando 4 la visión impresionada, no sólo conoceremos la sensación sino conjuntamente el agente ú objeto que la causa, su ubicación en el espacio, y hasta su localización en el tiempo. Realizamos instantánea y súbitamente un acto de cerebración, por- que adquirimos una imagen 6 producimos una idea que fijamos, y en cualquier momento la reproducimos; pero ante todo ha debido prepa- rarse la corteza, acomodar á la sensacien presente, á la imagen ó re- suerdo evocado, y esta acomodación es la que elige y determina aque- Has sensaciones-percepciones que merecen «atención ». Podemos decir entonces, con verdad, después de lo que antecede, que la atención es la acomodación de la corteza cerebral al esténulo in- terno 6 externo que provoca su actividad. La psicología antigua contentábase en decirnos que : Ad-tendere es: dirigirse hacia algo, dirigir la mente á un objeto con exclusión de los demás; es querer fijarse en alguna cosa para sa- ber lo que es, etc. Bien; dirigir la mente por querer fijarla en un ob- jeto, supone la existencia previa del objeto-estímulo y sino hay objeto, habrá recuerdo ó idea-estímulo, y en ambos casos es un acto cerebral. La corteza entra en trabajo por este excitante y se dispone, con los neurones correspondientes á la clase de estímulo, á recibir é irradiar la corriente nerviosa. ¿La excitación es muy intensa y se ha acompa- ñado de fenómenos afectivos? (corrientes nerviosas de longitud dis- 326 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tinta, ondas herzianas «, b, Ó rayos N ó Z quizá), los neurones per- sisten en su condición de actividad prolongada que se hace persistente si la emoción ha sido grande ó el interés mayor. La sensación-percepción con emoción, perdura mucho tiempo, soli- cita constantemente la acomodación mental, que á veces la exagera, porque siendo siempre ésta un trabajo, un esfuerzo mental del que nos damos cuenta, apreciamos el estado emotivo equivocadamente por la acomodación forzada que provoca y nos creamos ilusiones por falsa interpretación del acto psíquico verdadero: ésta es la preocu- pación. El que está preocupado con una idea, mas aun si es emotiva, tiene su corteza cerebral en trabajo permanente, acomodada á ese estímulo, y el campo de la conciencia no admite, no da entrada á otra excitación, á otra idea, porque no hay vía libre. De este trabajo de acomodación forzada nace la exageración de la idea-emoción y se establece un círculo vicioso entre el cerebro y el sistema visceral del simpático que da la tonalidad afectiva emocional que impera en el sujeto, que necesita un fuerte sacudimiento, otras ideas, otros estímulos, pero de distinta calidad para hacerlo cesar: es decir, necesita distraerse. Pero no se distrae el que quiere, sino el que puede: luego la volun- tad no basta sola para despreocuparse, para desacomodar, sino que es necesario un nuevo estímulo externo ó interno de intensidad sufi- ciente como para forzar la entrada al campo de la conciencia y orien- tar la ideación ó la acomodación cerebral hacia otra cosa, hacia otro estimulante. Distracción significa desacomodación; las células corti- cales dejan de estar en relaciones funcionales, modifican su estado y se aislan é interrumpen en la conducción nerviosa. Cuando varían los estímulos, los neurones acomodan á las distintas sensaciones, rápida y transitoriamente, ya sean fenómenos sensoriales, Ó psíquicos pura- mente: idea, recuerdo, ete., á las que asocia otras ideas y juicios, compara é imagina, es decir, multiplica un trabajo mental variado, algo como una gimnasia suave, metódica si se quiere, que pone en juego la agilidad de las células, y favorece y vigoriza su mejor nutri- ción sanguínea. Por eso la distracción es todo lo contrario de la preocupación; la primera es una atención que no es fijada, que no está firme, es la falta de acomodación mental; la segunda es una atención que no se puede dejar de fijar, es una contractura de la acomodación, ó mejor, es una acomodación forzada, como el calambre doloroso que inmoviliza una pierna es causado por mala y persistente posición comparado con el TRANSCRIPCIÓN 2 movimiento ágil, mesurado de un miembro que alterna con el reposo: aquél produce fatiga, adormecimiento é impotencia; éste, por el con- trario, mayor fuerza y mejor destreza. Así la preocupación fatiga el cerebro por eretismo funcional, reduce el campo de la conciencia á la idea fija y obsesión que hacen siempre emotividad exagerada, y concluye por absorber el sujeto pensante, que pierde la conciencia de su personalidad actual, se aisla del mun- do exterior, y termina por caer en un estado funcional que puede ser moderado, en el que todo el organismo se excita ó en una quietud es- tereotipada en que los centros inferiores exageran su actividad. En el sujeto sano, el sueño que sigue á la actividad mental exagera- da es siempre reparador, porque permite al cerebro restaurar sus pérdidas; pero en el sujeto nervioso, emotivo, histérico, neurasténi- co, etc., suele exagerar y excitar el funcionamiento de los centros subordinados, subconscientes, provocando su automatismo éxito re- tlejo. La integridad de la corteza cerebral es la condición absoluta de la acomodación mental, pero también lo es su desarrollo definitivo, el establecimiento de múltiples vías de asociación para la conducción nerviosa, lo que no pasa en el niño en su primera edad, en que los centros ó zonas de asociación son escasos y la corriente nerviosa, dis- persada en centros aislados, embrionarios aun, impide la acción con- junta de toda la corteza. Ésta es la razón fisiológica de por qué el niño no atiende en sus primeros años, ó si atiende es por instantes y sólo á estímulos externos intensos; sus pocos centros de asociación no alcanzan á poner en relaciones funcionales los centros de percej- ción sensorio-motriz y la corriente no pasa: no hay acomodación to- tal de la corteza, no puede haber, y el niño es distraído, generalmen- te, Ó se distrae por cualquier estímulo, por más simple que sea: su atención es puramente ocasional y exclusivamente sensorial y emotiva como vuelve á ser en el viejo. Como el niño muy niño, el salvaje y el ignorante no son atentos, porque en su corteza no ha formado la ¿instrucción vías de asociación para unir centros de acción y de estímulo, y toda su psiquis consiste en la vida afectiva, instintiva á base de tendencias sentidas por nece- sidades y apetitos que mueven mecanismos nerviosos inferiores : sub- corticales y subconscientes habitualmente. En estos casos la acomo- dación mental es difícil; un estímulo aun exterior, una sensación aun intensa, no basta para despertar la actividad de toda la corteza y no hay atención; por eso el sueño hipnótico no es fácil provocarlo en un 32 0,2) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ( niño antes de los seis años, ni es posible en los locos, en los idiotas, ete., porque, para obtenerle es necesario la acomodación cerebral for- zada, la fatiga mental que inhibe la actividad celular que produce el sueño en unos y la necesidad de distracción en otros. Por el contrario, la sugestibilidad mental suele realizarse con fácil rapidez en los niños, en los salvajes é ignorantes y anun en los sujetos inteligentes, porque no es indispensable la acomodación total del ee- rebro, ni menos su fatiga, sino un estado de pasividad del sujeto consciente, de hipotaxia, que aun en vigilia, ofrece una corteza im- presionable poco coherente, cuya actividad pueda ser orientada con excitantes suaves y monótonos, provocando la derivación por otras vías, otros centros de acción ó de inhibición que puedan dominar im- pulsos ó modifique vicios ó rarezas (ortopedia mental). No existe tampoco en el niño. ni en los enfermos de la corteza ce- rebral, la cohesión indispensable de sus elementos celulares, para que su actividad parcial transitoria segeneralice (idea) y pueda provocar la acomodación atencional más ó menos persistente (preocupación), condiciones que se realizan, ¿n totum, en los cerebros mejor provistos del adolescente, del imstruído y del inteligente. El valor de la atención en la interpretación de las sensaciones, en la percepción, no es, pues, discutible si se tiene presente su condición fisiológica, que dejamos estudiada. La adquisición del conocimiento, aun incompleto, noción, no es posible sin esa acomodación preparato- ria del cerebro que en la ¿ideación adquiere su mayor desarrollo. He- mos dicho ya que la instrucción forma las vías y zonas, de conducción y elaboración psiconerviosa en la corteza, que multiplicarán los esti- mulos de la acomodación : por ésto la atención no es sólo condición previa del conocimiento, sino también una consecuencia. El sujeto inteligente es capaz de atender, pero no es de rigor atender para ser inteligente, y se observa con frecuencia que los inteligentes son dis- traídos: pero pueden acomodar con rapidez y persistencia, sin fati- garse, á estímulos muy variados que pueden ocupar, simultánea ó sucesivamente, el campo de la conciencia. El grado y el tiempo de atención que es capaz de desarrollar un sujeto, puede ser un criterio bastante aproximado para medir su cerebración, así como también la posibilidad de atender á varios estímulos á la vez, suele ser propia de cerebros robustos y fisiológicamente superiores, de aquéllos que acomodan sólo su corteza cerebral y no hacen contracciones de múscu- los de los miembros, de la cabeza y del cuello, con actitudes y movi- mientos del sujeto que acompañan el trabajo mental, complicando y TRANSCRIPCIÓN 229 solidarizando diversos mecanismos que consumen energía en esfuer- zZ0S fatigosos é inútiles. No obstante, la atención suele perturbar la realización de ciertos actos, y la perfección con que éstos pueden ser ejecutados. Los mo- vimientos maquinales que un pianista ejecuta al tocar una pieza, por música Ó sin ella, parecen ser más duros y más lentos cuando se preo- cupa de la agilidad de sus dedos y los mira, que cuando prescinde por completo de sus manos y del teclado, alejando su pensamiento, y se distrae, mirando otracosa ótarareando lo mismo que está tocando. Son movimientos que se han hecho automáticos por su repetición ; que al principio han requerido la intervención del cerebro, de la aco- modación, para aprender á ejecutarlos, y se les ha adquirido cuando los centros y los nerviós que mueven los múseulos han formado vías propias de condueción por caminos cortos y consolidados, casi desti- nados á esa sola actividad. Establecidas estas vías, que persisten y se perfeccionan por el hábito, deja de intervenir el cerebro en el acto maquinal y en el acto automático, no siempre absolutamente incons- ciente, cuya coordinación es superior á la del acto voluntario. El canto del operario en su trabajo, no es otra cosa que un estímulo que ocupa su corteza, parcial ó totalmente, y deja los centros automáticos del psiquismo inferior trabajar ordenadamente, y el trabajo hecho can- tando suele ser, muchas veces, superior (en las artes manuales) á aquél que se hace con los cónco sentidos, expresión corriente que sio- nifica la realización de un acto con toda atención y conciencia, pues en este caso los movimientos maquinales que el artista puede reali- zar con sólo sus centros inferiores, son interrumpidos por la inter- vención del cerebro superior que acomodando (atendiendo) modifica la intensidad y orientación de la corriente nerviosa sensorio-motriz ; habitualmente dirigida por vías especializadas para esos actos. Es un hecho perfectamente demostrado, que la atención modifica notablemente la rapidez y la nitidez de las percepciones, como que prepara y estimula la cerebración, pero esta influencia es aun más evidente en la duración del tiempo de reacción. Se llama tiempo de reacción la unidad de tiempo que tarda un sujeto en transformar una sensación en movimiento. Por ejemplo : se provoca una excitación eléctrica en la piel de la mano y se encarga al sujeto que una vez percibida la sensación, mueva, con la otra mano, — una llave de te- légrafo, un manipulador; — el tiempo que pasa desde el momento que recibe la excitación hasta dar la respuesta por el manipulador es el tiempo de reacción. 330 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ahora bien; como las unidades cronométricas de los actos psiqui- cos son muy pequeñas, centésimos y milésimos de segundo, se hace indispensable fijar exactamente el momento preciso de la excitación, el momento preciso en que el sujeto hace el movimiento y los centé- simos de segundo que dura el fenómeno. El procedimiento usado pue- de ser gráfico, ó simplemente objetivo con el cronómetro d'Arsonval ó con el eronoscopio de Hipp. En nuestro laboratorio usamos indistintamente uno y otro, porque el primero permite conservar el trazado eráfico, y el segundo es mu- cho más sencillo y más rápido en sus preparativos, siendo ambos de jeual valor experimental. No deseribiré el dispositivo experimental que exigen estas expe- riencias, porque no es posible darse cuenta de la colocación de los aparatos y sus conexiones con hilos y resistencias, aun acompañando con figuras la descripción, por lo menos con esquemas, que por otra parte, conocen la mayoría de los que han seguido el curso de psico- logía experimental. Sólo sí diré que prefiero el método gráfico en el que se escribe el fenómeno y se mide exactamente el tiempo en cen- tésimos de segundo, cuando se trata de realizar investigaciones es- peciales comparativas sobre los tres elementos del tiempo de reac- ción; pero basta el aparato 'Arsonval: una aguja que se mueve en un cuadrante cuando se hace la excitación y que el sujeto la detiene con el manipulador, para averiguar el tiempo total de reaccion. El cronoscopio de Hipp, que parece ser el clon de todo laboratorio de psicología, es un instrumento de lujo y hasta cierto punto superfluo. Tiene el inconveniente que debe graduarse previamente con un apa- rato de Wundt cada vez que ha de usarse, siendo ambos instrumen- tos complicados y caros, porque está construído el cronoscopio para dar centésimos y milésimos de segundo, unidad pequeña que no nos interesa tanto, desde el momento que en los fenómenos psicológicos las medidas deben ser relativas y no absolutas, pues cada sujeto, mo- difica á cada instante su propia ecuación personal. Es desde luego, más ruidoso sa mecanismo de engranaje que el del cronómetro d'A1- sonval y distrae, por ésto, al sujeto en experiencia. El tiempo medio de reacción de un sujeto normal que recibe una impresión en la piel y contesta con un movimiento de la mano, es de 0,08 á 07,12 (centésimos de segundo). Ésta es la media de todas las experiencias realizadas, en igualdad de condiciones, con alumnos de 14 4 18 años, del colegio nacional en los tres últimos años. (Existe en el laboratorio la colección de trazados gráficos que han sido motivo TRANSCRIPCIÓN 33 de un estudio especial. Son las únicas informaciones que tomamos aquí en cuenta.) Sentado, pues, el sujeto, al que previamente explicamos grosso mo- do la experiencia, recibe la excitación en el dorso de la mano izquier- da, colocada, por ejemplo, sobre la mesa de trabajo, y contesta apre- tando el manipulador con la derecha; tiempo que tarda en general 07,10. No hablamos ni decimos otra cosa al sujeto que : ahora va, con el objeto de provocar su atención, su acomodación mental, haciendo intervenir su cerebro en el fenómeno y evitar que sea la acción mo- triz un simple acto reflejo. El sujeto atiende entonces, pero atiende á todo el fenómeno, tan pronto á la sensación, que espera recibir, como al movimiento que debe hacer, y también atiende al acto mental que le permitirá transformar la sensación en movimiento. Son tres tiem- pos de actividad nerviosa á los que se puede reducir el proceso de reacción : sensación, apercepción y movimiento. Si se trata de medir el tiempo de elección (discriminación) se dan al sujeto dos ó más excita- siones sensoriales alterna ó sucesivamente, cuyo momento se marca y se le previene que : si es táctil responderá con un golpe, dos si es auditiva, y tres si visual; así el sujeto percibe, delibera, resuelve y eje- cuta. Atento el sujeto á los tres tiempos responde á una sensación diez centésimos de segundos después de haberla recibido; si debe elegir la respuesta entre dos sensaciones tardará 20 á 40 centésimos de segun- do. Distraído, desatento á la experiencia, desacomodado por otro es- tímulo que se hace concurrir expresamente (por ejemplo, haciéndole hacer una simple multiplicación de dos cifras por una que se ha con- venido, previamente, en el momento mismo de provocar la sensación) tarda dos, tres y hasta cuatro veces más. (Véase serie CO, D, E, de tra- zados). Luego la atención, la acomodación mental favorece: 1% la ra- pidez de la recepción de la sensación; 2% la interpretación de esta sensación ó sea de la percepción (que puede ser sólo percepción sim- ple sin noción); y 3% la transformación sensorio-motriz, que se exte- rioriza por el movimiento de la mano. Clasificando los tres tiempos de que consta el acto total, será el: 1% momento centrípeto 6 sensorial ; 2% momento de cerebración ó central y 3” momento centriífugo Ó motor. Bien; vamos á ver que estos tres tiempos pueden caracterizar tres categorías de individuos, cuyo tiem- po de reacción será mayor ó menor, según que atiendan á la sensación. á la cerebración, ó al movimiento, y que constituyen tres tipos dis- tintos : sensoriales, cerebrales y motores. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 332 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Primera serie de experiencias. — Repitiendo las experiencias ante- riores, pero encargando á cada sujeto de atender sólo á la sensación que va á recibir, es decir, acomodando su corteza cerebral á la zona de recepción de la sensibilidad táctil, el tiempo de reacción es de 05,32, 0*,10, 0*,07. (Véase series trazados A, B, E.) Segunda serie. — Previniendo al sujeto que prescinda de la sensa- ción y atienda sólo al movimiento que debe hacer, el tiempo de reac- ción disminuye á la mitad, en término medio (véase trazado A y B, línea número 2) de 07,32 4 0*,15 como medio. Tercera serie. — Haciéndole pensar y elegir una sensación para tal respuesta, tarda de 07,25 á 0*,60. Ouarta serie. Distrayéndole simultáneamente con una multiplica- ción, ó no responde ó tarda de 07,304.07, 60 (véanse series F. 6. 12/35 y H. J. 33 ú 42). No puede ser más evidente, pues, la influencia de la atención como acto preparatorio de la actividad mental, que dispone las células y fibras de conducción nerviosa en apropiada orientación, según su nú- mero y clase, para responder á los variados estímulos que provocan su intervención, vías que pueden estar bien trazadas y consolidadas. para el movimiento, si éste ha sido su excitante habitual, ó abundan- temente ramificadas y vigorizadas para la conductibilidad sensorial, si la emotividad ha sido el acompañante obligado de las excitaciones. Son dos modalidades, de reacción distintas, que la psicometría reve- la experimentalmente. La generalidad de los sujetos son motores; su tiempo de reacción es menor cuando atienden al movimiento que cuando atienden á la sensación, porque en este último caso la corteza cerebra, acomodada á la región sensorial, debe desacomodar á ésta y acomodar á la zona motriz para producir el movimiento: hay, pues, un tiempo de más. Mientras que atendiendo al movimiento, si la sensación á recibir pro- cede de un órgano de los sentidos, es casi percepción y no necesita acomodar; no habrá desacomodación; se gana un tiempo, y dispuesta la corteza al movimiento, la rapidez de la conducción nerviosa será mayor; hay, pues, un tiempo de menos. Por eso, cuando atendemos al movimiento, el tiempo de reacción es la mitad menor que cuando atendemos á la sensación, y tres Ó cuatro veces mayor cuando aper- cibimos para discernir. En los tipos sensoriales puros, auditivos y visuales, el tiempo de reacción acomodando al movimiento es casi igual al de la sensación; mientras que cuando es explorado el tiempo de reacción con elección, TRANSCRIPCIÓN 39353 es decir, con más cerebración, en tipos nerviosos excitables las res- puestas se retardan mucho ó se anticipan á la misma excitación (véase trazado alumno Pandolfo, septiembre 14, 1910, y serie Marti). Nota. — Estas experiencias demostrativas las hemos realizado con alumnos del colegio nacional y con algunos universitarios, que se dignaron seguir nuestro curso experimental en la Facultad de Filo- sofía y concurrir á los trabajos prácticos del laboratorio. LA ATENCIÓN Y DISTRACCIÓN EN EL ESTADO ANORMAL Y PATOLÓGICO Si la condición expresa del mecanismo atencional, que hemos es- tudiado, es la integridad anátomo-+tisiológica de la corteza cerebral cuyas células deberán orientar sus elementos y asociarse en la aco- modación funcional, es evidente que: una corteza pobre en células psíquicas (clasif. de Ramón y Cajal), como la del niño en su primera edad, 0 desprovista de ellas como la del idiota, 6 que teniendo mu- chas, el tejido nervioso que las rodea sirviéndoles de apoyo y prolic- ción (neuroglia) ha proliferado irritativamente en exceso aislándolas ó sofocándolas como ocurre en la meningo-encefalitis difusa intersti- cial de la parálisis general progresiva y en las lesiones que acompa- nan otros estados demenciales y vesánicos, en todos estos casos no habrá, no puede haber atención por la imposibilidad orgánica de aco- modación cerebral. El loco paralítico es el tipe del sujeto perenne- mente distraído y habitualmente inconsciente ; porque la acomodación parcial de la corteza en el trabajo sensorio-cerebral es la atención sensorial ó espontánea; la acomodación total del cerebro en el traba- Jo psicosensorial y perceptivo y psicorepresentativo (sobre imágenes, ideas, ete.), es la atención voluntaria y, podemos decir ya, perfecta- mente consciente y superior. La cerebración es, pues, consciente, cuan- do el mecanismo atencional pone en actividad todo el cerebro y surge con la inteligencia el sentimiento de la personalidad. (V. H. G. Pi- nero, Atención y Conciencia en Anales del Círculo Médico Argentino, 1901). Es un hecho de observación que los niños físicamente débiles, in- suficientes, atrasados, retardados y degenerados, ya sean apáticos, excitados ó simplemente inquietos, movedizos ó indisciplinados, ofrecen un rasgo psicológico común: son incápaces de atención inte- 394 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ligente, sostenida y eficaz; están constantemente desatentos, no MUues- tran el menor deseo ni agrado en conocer algo. y, por el contrario, revelan un desgano visible para todo trabajo mental. Estos mismos niños, reunidos en erupos pequeños de 10 á 15 en clases especiales (véase trabajo sobre Retardación mental), y sometidos á una educación metódica, individual y objetiva, que estimula los órganos de los sen- tidos, provoca agradablemente la atención sensorial primero y volun- taria después, comienzan á estar quietos, inmóviles y atentos «d ratos», después más tiempo y aprenden á leer y dibujar, contar, recitar, ha- cer trabajos manuales y se instruyen, por fin, con eran satisfacción y contento. Está, pues, indicada la exploración de la atención como medio de averiguar las aptitudes fisiológicas del sujeto, y como ésta es un pre- parativo de la acción intelectiva, que es función cerebral, orienta el examen psicológico y nos permite d"emblée sospechar el grado y cla- se de mentalidad, por la diminución, aumento ó desviación del pro- ceso normal. En nuestro laboratorio de psicología de la Facultad de Filosofía y Letras, hemos modificado últimamente el dispositivo á que antes hemos hecho referencia en nuestras primeras experiencias del labo- ratorio del colegio nacional, adoptando el método de Patrizzi y siem- pre prefiriendo el método gráfico, que nos deja el documento escrito por el hecho mismo, lo que no se obtiene con los eronoscopios ni los métodos de Ebbinghaus; el de Bourdon (contar vocales de una pági- na) usado por Morselli, en el examen de los hermanos Murri. (Véase series de trazados de 1908 y 1909, etc.) Uno de nuestros discípulos, el doctor Luis Pascarella, por encargo nuestro y ayudado por personal del laboratorio, practicó un examen de la atención de dos criminales de la penitenciaría nacional, explo- rando la ecuación personal. Este trabajo, publicado con sus diagra- mas correspondientes en la Revista Jurídica de marzo-abril de 1906, revela como coincidencia curiosa que la ecuación personal del crimi- nal pasional examinado (€. P., matador del marido de su amante), era jeual al tiempo de reacción del célebre Musolino estudiado por Patrizzi (257 milésimas de segundo, 0*,257). En los alienados, especialmente en el paralítico general, la aten- ción es muy difícil de provocar en el dispositivo complejo para obte- ner prosexigramas; pero educando el paciente se consiguen muchos diagramas demostrativos. Tamburini, en Módena, cuando trabajaba allí Ferrari, que hoy está en Bolonia, instalaron un pequeño labora- TRANSCRIPCIÓN 335 torio de psicología psiquiátrica, algunas de cuyas Investigaciones publicaron (como la influencia de la música en la dinamogenia, ete.) Acabamos de recibir los instrumentos necesarios para estas investi- gaciones que iniciaremos muy pronto en nuestro servicio del Hospi- clio nacional de alienadas. | Patrizzi obtiene sus diagramas «sometiendo el sujeto á una serie de estímulos que se sucedan con un intervalo breve y constante (2 a, por ejemplo), y ordenándole que concentre lo más que pueda su atención y exteriorice lo antes posible la percepción; así pueden ob- tenerse diagramas (oper. cit.) como los que se llaman prosexigra- mas Ó gráficas psicométricas de la atención. En esta figura se ven cincuenta reacciones, una sobre la otra, de abajo á arriba. En Ese produce el estímulo, el sujeto contesta en R y luego todas las res- puestas se unen por medio de la línea blanca gruesa que se traza á mano. Las distancias entre la E y la R se miden por las vibraciones de un diapasón D. En nuestro laboratorio tenemos archivados nume- rosos trazados análogos á disposición de los interesados. El tiempo del fenómeno psíquico vase gradualmente abreviando y 356 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la curva reentrando á través de pequeñas oscilaciones, delinea el au- mento progresivo de la energía de la atención, aproximándose á la vertical E pero se aleja nuevamente cuando la energía, después de haber tocado el optimum, comienza á detenerse y se fatiga. En el mis- mo trazado de una niña de seis años, el tiempo de reacción se alarga pronto, y ésto agregando que de una á otra reacción existen oseila- ciones enormes, es decir, el zig-zag propio de quien no está habituado á fijar su atención. Curvas análogas ha obtenido el profesor Janet, de París, midiendo la capacidad de atención de las mujeres asiladas en la Salpétriere, constatando que es débil en las melancólicas, oscilante en las neuras- ténicas, fácilmente agotable en las histéricas. Nuestros diagramas corresponden á niños normales y niños dege- nerados, de los que hemos elegido cuatro de los más demostrativos, y que, comparados con prosexigramas de niños sanos de la misma edad, evidencian las características de un trazado bien definido por una línea ¿rregular en zig-zag, excesivamente amplia, con ángulos muy agudos y numerosos que contrasta con la línea en zig-zag not- mal de muy corta excursión y con ángulos menos agudos que los an- teriores. Estos diagramas han sido obtenidos por el método de Patrizzi que, en síntesis, consiste en anir por líneas continuas una serie de ecua- ciones personales medias, tactiles, viscerales y auditivas, puesto que el dispositivo es el mismo para todas y sólo cambia el excitante. Nos- Otros, para marcar bien el momento preciso de la excitación, preferi- mos usar la excitación tactil y visual, en cuyo circuito interponemos la señal Deprez (electromagnética) y la respuesta siempre con el ma- nipulador de Morse ó interruptor á mercurio en el circuito de otra señal. El poligrafo de Baltzer con movimiento rápido en segundos y perfectamente uniforme, y el sujeto aislado en una garita ad hoc, recibe la excitación, transmitida ásu piel ó una luz súbita, por el experimentador, que está fuera, y aquél debe.responder por uno ó dos golpes, según si la atención es simple ó con elección entre las dos | sensaciones-percepciones. El diagrama número 1 corresponde á un niño sano de nueve años de edad, que comenzaba en la escuela las primeras letras y mostraba aptitudes comunes escolares. Sus antecedentes familiares y persona- les no autorizaban á pensar nada especial en su desarrollo psicofísico. La línea del prosexigrama es fisiológica. Sus excursiones son re- egulares, y salvo un pequeño exceso de amplitud en la quinta explo- TRANSCRIPCIÓN 337 ración, las restantes entran perfectamente en la amplitud normal: 39 excitaciones, cuya ecuación media de reacción da 3,22, y expo- nente de oscilación 3,52. Compárese con el diagrama número 2 obtenido de un niño, J. A., de nueve años de edad, degenerado psíquico, sin escolaridad, pero bien conformado físicamente. Era el cuarto de sus hermanos, todos mayores que éste, sanos, robustos, inteligentes, útiles y buenos; mientras que J. era inútil para hacer algo, malo, vivo para hacer pi- DIAGRAMA DEL. TIEMPÓO-Y FORMA DEA PE UN JOVEN ANGRMAL DE 14 AÑAS o DESEMERADO PENEDITARIO, cardías, etc. Parece que la madre en su embarazo tuvo disgustos se- rios, ete., y el marido se dió á la bebida, según informaciones poco precisas. Es tan significativo el contraste por la enorme amplitud é ¡rregu- laridad de la línea zig-zag, que no requiere explicación ni comenta- rio. Corresponde á 50 excitaciones con una variación media de 61,50, doble del normal, y un exponente de oscilación de 23,24, diez veces el fisiológico, que es 2,52. El número 3 es un prosexigrama de un joven sano, muy inteligen- te, estudioso y de bien ponderada disposición psicofísica; hijo de un 338 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA distinguido educacionista ; siempre se distinguió en sus estudios ele- mentales y secundarios, y con excelentes condiciones de trabajador, afectivo, etc. Á la edad de diecisiete años, todo un caballerito educa- do, es un fotógrafo hábil y estudia al terminar sus preparatorios. La regularidad del zig-zag es bien visible: en la tercera exploración y en la décimaquinta se ve la amplitud exceder el límite regular; «al principio, se ve con frecuencia, temor y duda; en la mitad del exa- men, ligera fatiga é inquietud; 56 excitaciones; media de exeitación, 0*,30; oscilación media, de 07,04 (estos dos factores son distintos de los del primer cuadro, porque aquí señalan el tiempo medio de per- cepción sensorial). El tiempo medio normal es de 15 4 20 centésimas de segundo. Contrasta con este diagrama el número 4, perteneciente á J. A., de diecinueve años de edad, de 1,30 metros de altura y de sólo 29 ki- logramos de peso. Este nino fué aquel jovencito precoz que'se pre- sentó al presidente de la república y de la cámara de diputados soli- citando empleo para mantener su familia, llamando la atención de todos por su inteligente conversación, su fácil dicción en una orato- ria brillante y muy florida que catequizaba á cuantos le escuchaban. Era un sujeto, aparentemente bien formado, pero muy reducido para su edad, falto de un ojo que le fué enucleado por una enferme- dad probablemente específica (sífilis hereditaria?). Tenía pies muy orandes para su talla (calzaba números 41-42), aunque no mal forma- dos, paladar semiojival, dientes y muelas mal implantados, orejas erandes y en solapa, con tubérculo de Darwin, ligera asimetría facial, dtolicocefalia mediana. En realidad hablaba bien y sostenía una con- versación familiar correctamente; pronunciaba un sermón con ade- manes imitados y fraseología vulgar de púlpito; era simpático, risue- no, consciente de su viveza, que había sido admirada, y dispuesto á que se le tratara, porque tenía ciertos días que se sentía mal, nervio- so, irascible, sin deseos de hacer nada, sino de andar fuera, vagando con pillos que lo buscaban, y con quienes pasaba muchas horas. Su- fría, á veces, de su estómago y de fuertes dolores de cabeza, que le obligaban á tomar la cama; pero la familia protestaba sus haragane- rías y mañas, que hacían de él una carga, dada la pobreza de sus pa- dres, que debían mantener otros hijos con su trabajo único. J., á pesar de su apostura, resultó un degenerado psicofísico, tipo ; no había aprendido nada bien en el colegio, y siempre en sus leccio- nes y deberes fué el último de su clase, quedando en su instrucción por detrás de sus hermanos menores. TRANSCRIPCIÓN 339 Era instable, no podía atender y no fijaba el conocimiento aun ob- jetivo de las clases infantiles; era incapaz de hacer una copia regular de un dibujo sencillo y nunca acertaba en cálculo simple de sumas ó de restas... Pretendió trabajar de aprendiz en cualquier cosa, y no supo salvar las dificultades de su primer aprendizaje, porque no seguía ni atendía, sino por momentos, la enseñanza que, ni por imitación, llegó á adquirir en su comienzo. Salió así de todas partes muy delgado y achicado físicamente por su estado gastro-intestinal, hasta solicitar alojarse en un hospital que le diera nutrición y fuerza para resistir la vida por su deficiencia orgánica. El diagrama número 4 demuestra la irregularidad y el retardo de su atención. Después de una ó dos ecuaciones que no se apartan de la fisiológica, viene una excesivamente amplia, para seguir una dece- na casi normales; vuelve una tercera serie excesiva, con dos ó cuatro retardos muy grandes, que terminan después en dos ecuaciones poco desviadas, evidente prueba de la ¿nstabilidad é irregularidad de su atención, dentro de la característica general de la amplitud excesiva de la línea de zig-24y que parece denunciar la falta de selfinhibición, necesaria al mecanismo atencional... Jreemos, pues, que la exploración gráfica de la atención, que orien- ta y determina las condiciones de un examen médico-psicológico, me- tódicamente dispuesto por los conocimientos actuales, debe ser la primer prueba á que debe ser sometido un sujeto cuyas aptitudes psicológicas se desea averiguar, y, por tanto, constituirá el primer documento psíquico á obtener para comprobar la retardación y anor- malidad mental (1). El doctor Rodolfo Rivarola ha eserito últimamente en La Nación un interesante artículo, como todos los suyos, en que hace constar la atención continuada y grata del auditorio en las conferencias del profesor Ferri, hecho que es exacto y de fácil observación, durante dos ó más horas que habla ó hablara el ilustre maestro. Ésto se ex- plica dentro de nuestras ideas, porque en la oratoria como en la en- señanza que interesa la tonalidad del lenguaje y la mímica expresiva (de los latinos en general) crea en los que oyen un estado expansivo de contento que determina mejor sanguificación de los centros nervio- sos, y de aquí su mejor función; de modo que si la atención es el re- (1) Véase Contribución al estudio de los niños anormales y retardados. Examen psicofísico y concepto médico de la Retardación mental, por H. G. Piñero. Tra- bajo presentado al congreso del centenario, 1910. 340 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sultado de un mecanismo de acomodación cerebral, la corteza bien irrigada puede mantener su tonismo funcional mucho más tiempo. Agréguese á ésto la variedad musical de la entonación, el timbre de la voz, la elegancia en la dicción, en la expresión y en las actitudes; las pausas bien ubicadas y el cambio del lenguaje y su cortejo natu- ral, al intercalar una anécdota oportuna y espiritual que nunca olvi- da, permite al auditorio, en estado de placer, distraer el esfuerzo men- tal que acumula energía nerviosa en el cerebro, y acomodar ó aten- der al cuento que provoca la risa como descarga energética hacia otros mecanismos, evitando el exceso de carga en los centros de la atención y el drenaje de los residuos — en materia y energía — de un trabajo cerebral continuado. (N. del A.) VARIEDADES EXPOSICIÓN DE ROMA Recomendamos á nuestros consocios arquitectos é injenieros la lectura de las siguientes notas del Comité ejecutivo de la esposi- ción por realizarse en Roma dentro de algunos meses, en el Castel Sant Angelo, creyendo inútil indicarles la conveniencia moral de su participación en la próxima muestra artística, para hacer conocer los progresos de la arquitectura en nuestro país. «Comité ejecutivo de la Exposición de Roma en 1911. «Koma, agosto 9 de 1910. «Señor don Jerónimo Zilbri, comisionado de la República Argentina en la Exposición de Roma de 1911. «Señor comisionado: «Nuestro comité desea organizar en el recinto de la Exposición de bellas artes una exposición internacional de arquitectura, con miras muy diferentes de las que generalmente se adoptan con la simple acumulación de fotografías, planos y dibujos, miras que usted verá expuestas en el artículo 4” del reglamento que tengo el honor de re- mitirle. Tengo la seguridad, señor comisionado, que después que us- ted se haya enterado de los artículos de este reglamento, que se refie- ren á la participación de los arquitectos y de las naciones extranjeras 342 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA á nuestra exposición de arquitectura, usted querrá interesarse á fin de que la arquitectura nacional de su país ocupe en ella el lugar. que merece, ya en su pabellón propio, ya en las valerías provisionales del Palacio de bellas artes. Usted aumentará de esta manera el lustre de nuestra exposición y dará á uno de los ramos más característicos del arte de su país la ocasión de afirmarse con más solemnidad. Á la espera de una contestación al respecto y anticipándole todo mi agra- decimiento, le confirmo la seguridad de toda mi consideración. Enrico di San Martino. Sottocommissione per le mostre retrospettive. Roma, marzo 1910, Castel S. Angelo. EXPOSITION DES «ÉTRANGERS A ROME» Pour les fétes commémoratives quí auront lieu a Rome en 1911,0n a pensé a organiser au Oháteau Saint Ange une exposition rétrospecti- ve quí puisse nous donner une idée de la vie a Rome depuis le moyen agejusqu'a la moitie du xIx” siecle. Or, nous avons Pintention de préparer dans cette exposition une section spéciale concernant la vie des étrangers a Rome, oú seraient réunis, dans des cadres modestes, presque une série de petits tableaux évoquant des souvenirs intéressants de quelques-uns de plus grands hommes de chaque nation ayant vécu et travaillé a Rome et quí ont eu des rapports avec Rome. Il ne Sagit pas une collection prétendant le moins du monde d'étre complete: on désire seulement réunir dans un ensemble mo- deste mais vivant les souvenirs se rettachant particulierement a des artistes, a des poetes, a des litérateurs, a certaines sociétés spéciales, a des coutumes et a des traditions. Rien de sévérement réglementé, aucune série chronologique: mais de souvenirs persomnels, des épi- sodes détachés, quí pourront cependant y étre facilement groupés et unis en un cadre d'une grande variété et une vif intérét. Nous voudrions que Pon tienne particulierement compte (une chose VARIEDADES 343 dans cette exposition: a savoir, des influences que Rome et sa cam- pagne ont exercé sur la peinture de paysage dans les divers pays; et ¡ci nous désirerions vralment réussir a obtenir de chacune des nations exposantes quelques peintures de paysage les plus caractéristiques, permettant de comprendre comment les peintres des différents pays ont vu, senti et reproduit le paysage romain, quí fut longtemps pris pour modele et pour exemple partout. Cette section de Exposition, consacrée a la vie des étrangers a Rome, doit avoir un caractere autant que possible intime, et se composer (objets quí ne soient pas trop egrands; de méme que peu grandes, mais disposées pour contenir, séparés les uns des autres, les divers groupes nationaux, sont les petites salles quí lul sont réservées dans une des anciennes casernes d'Urbain VIII, dans Penceinte bas- tionnée du Cháteau Saint Ange. La sécurité absolue du local, entie- rement construit en pierre et en voúte supprime toute possibilité, tout risque d'incendie; de plus, le comité prendra toutes les mesures dle sécurité nécessailes pour garantir les objets exposés contre tous dangers. Le président de la comission rétrospective au Cháteau Saint Ange MARIANO BORGATTLI. Les commissaires Federico Hermanin, Antomio Muñoz. BIBLIOGRAFÍA Botánica, por Lucirx HauMAN-MERCK. Obra adaptada á los programas uni- versitarios. Angel Estrada compañía. Buenos Aires, 1910. o . , En medio de la indiferencia por la producción intelectual del país, que des- eraciadamente reina entre nosotros, ha pasado casi desapercibida, fuera del estre- cho círculo de especialistas, la aparición del interesante y notable libro de botá- nica del ingeniero agrónomo Hauman-Merck, profesor de la Universidad de Buenos Aires en las Facultades de ciencias exactas, físicas y naturales y de agronomía y veterinaria. Es, sin embargo, una obra digna de llamar la atención por más de un concepto, tanto por el espíritu moderno que la inspira en todas sus partes como por la perfecta adaptación á las necesidades del país, de cuya flora ofrece el primer resumen elemental completo que haya sido publicado. Para que pueda juzgarse de la enorme cantidad de nociones y de datos que en- cierra este libro bajo un pequeño volumen, gracias á su estilo condensado y á la disposición del material, vamos á pasar en revista los diversos capítulos del libro. La primera parte ó botánica general comprende la histología, anatomía y or- ganografía, tisiología y etología, comenzando por las definiciones de la biología, la vida y la botánica y los caracteres diferenciales del reino vegetal y reino ani- mal entre los cuales, como se sabe, no hay límite neto ni carácter distintivo ab- soluto. Después de dar el concepto general de evolución, con la enunciación de la ley biogenética fundamental y de indicar elementalmente las cuatro grandes divisio- nes de las plantas, se sintetiza la utilidad del estudio de las ciencias botánicas en la acertada forma siguiente : 1% Conocer las leyes biológicas, el papel y la evolución de los seres vivientes llamados plantas, adquiriendo así un conocimiento más amplio del mundo donde vivimos ; 99 Utilidad práctica : conocer y comprender las múltiples aplicaciones de los productos vegetales en la alimentación, la industria y la terapéutica, constitu- yendo además la botánica, una de las bases científicas de la agricultura moderna ; BIBLIOGRAFÍA 345 30 Utilidad pedagógica: aprender á ver y juzgar con ojos clarovidentes y es- píritu imparcial los objetos y los hechos de la naturaleza y de la vida. El capítulo primero de histología se ocupa de la célula, su estructura y vida, con una atinada indicación de trabajos prácticos elementales, para los cuales ha encontrado Hauman-Merck un objeto de primer orden en la pulpa de las bayas de huevo de gallo (Salpichroa rhomboidea). El capítulo segundo estudia los productos de la actividad celular y está prece- z dido de las palabras que 4 continuación transcribimos, á objecto de mostrar el espíritu eminentemente científico en que está concebido el libro. « El reino vegetal suministra al hombre la materia prima y la energía, combus- tibles (incluso el carbón de piedra) indispensables, tanto para la vida de su pro- pio organismo como para las necesidades de sus innumerables industrias. Del punto de vista utilitario y práctico, las plantas aparecen, pues, como manufac- turas químicas y energéticas. Este concepto, antes de cualquier otro, debería ser- vir de base ú la enseñanza elemental de la botánica, la cual debiera dedicarse al estudio de esta maravillosa actividad creadora y no consistir en nociones super- ficialmente morfológicas, fastidiosas y vanas, cuando no las siguen inmediata- mente estudios más profundizados sobre sistemática, evolución y etología. » En el capítulo tercero se trata de los tejidos vegetales, con abundancia de ex- celentes figuras originales y con indicación de trabajos prácticos elementales sobre plantas que se encuentran con facilidad. La morfología se trata en forma abreviada, dedicándose el capítulo cuarto á la raíz, el quinto al tallo, el sexto á las hojas, el séptimo ú4 la flor en general, con indicación de la fisiología de la reproducción, el octavo á la organografía de la flor y de la inflorescencia, el noveno al fruto y la semilla. De gran interés es la parte fisiológica que, en el capítulo décimo comienza con el estudio de las propiedades físico-químicas, dando los resultados de los estu- dios más modernos sobre las substancias coloidales y sobre los fenómenos osmó- ticos, de tanta importancia para la mejor inteligencia de las manifestaciones vi- tales de las plantas. El estudio de la nutrición ocupa cuatro capítulos, tratando la asimilación del :arbono, del nitrógeno (detallando especialmente el caso de las leguminosas), de los elementos de las cenizas y la entrada de los alimentos en la planta; circula- ción, transpiración, respiración y transformación de los alimentos ingeridos, etc. En el sitio oportuno se dan indicaciones prácticas sobre los abonos, riqueza de los suelos argentinos, etc. Con ciertos detalles se indican las diferentes diastasas vegetales, sus propieda- des y clasificación. El capítulo quince, trata del crecimiento, explicando en esa oportunidad la división celular, y el décimosexto de la irritabilidad. La reproducción se estudia con toda generalidad en el capítulo décimoséptimo. Muy interesantes son los capítulos siguientes que tratan de los factores de la evolución (variabilidad, herencia y selección) y de la etología. Constituyen un excelente resumen elemental de estas nociones modernas que generalmente no se tratan en las obras que llegan 4 manos de los estudiantes. La botánica general termina con un buen capítulo de patología, con indicación de las principales formas teratológicas. La segunda parte del libro, ó botánica especial, comprende la sistemática, pa- 346 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA leobotánica y fitogeografía. Después de una excelente introducción sobre el ob- jeto, evolución y valor de las clasificaciones, entra 4 estudiar el reino vegetal dividido en talófitas, briófitas, pteridófitas y fanerógamas, según Enoler. La clasificación seguida para las fanerógamas es la de Engler, tomándose los órdenes como base sistemática del estudio. Sólo figuran los caracteres de las fa- milias exigidas por los programas universitarios y se citan en su sitio evolutivo las que contienen especies de interés científico ó práctico y las que se hallan re- presentadas en la flora argentina. ¿sta parte sistemática, que constituye como hemos dicho la primera presenta- ción elemental completa de la flora del país. es una verdadera enciclopedia bo- tánica en que puede encontrarse mencionada con sus propiedades cualquier planta de cierta importancia, tanto entre las indígenas como las exóticas. Su consulta es facilitada por un nutrido y completo índice alfabético colocado al final del volumen. Nociones de paleobotánica y de fitoyeografía, especialmente sobre las forma- ciones fitogeográficas argentinas, cierran esta obra que podemos recomendar como excelente desde cualquier punto de vista y que está ilustrada admirable- mente con 81 figuras originales, dibujadas por el distinguido artista C. Villalo- bos, ea su mayor parte del natural y de preparaciones del autor ó bien inspiradas en las de respetados botánicos. Gracias ú4 la botánica de Hauman-Merck, los jóvenes argentinos disponen de una preciosa obra elemental donde pueden encontrar una exposición concisa de los principios teóricos en el estado actual de las ciencias botánicas y de las apli- caciones prácticas de las plantas, obra genuinamente adoptada á las condiciones del país y que podemos considerar como argentina, pues aunque su autor no es ha- cido en esta tierra se ha adaptado á ella de una manera realmente maravillosa. ÁNGEL GALLARDO. Corso di idraulica teoretica e pratica, dlettato da U. MASONI, professore or- dinario e direttore del gabinetto di idraulica nella R. Scuola superiore poli- tecnica di Napoli; socio della R. Accademia delle scienze fisiche e matemati- che, del R. Istituto d*Incoroaggiamanto e della Accademia Pontaniana, deputa- do al parlamento italiano. Terzae dizione, notevolmente ampliata. Napoli, 1908. El injeniero Udalrigo Masoni ocupa un lugar prominente entre los cultores de las disciplinas hidráulicas. Distinguido profesor de hidráulica teórico-práctica en la reputada escuela de injenieros de Nápoles, descolló pronto como enseñante. ¡cuando a pedido de sus alumuos, publicó las lecciones dictadas en su cáte- dra, se colocó en primera fila entre los escritores de ciencias hidráulicas. El haber llegado a su tercera edición la obra del distineuido hidráulico italia- no, abona mui en favor de la bondad real de su trabajo. Conociendo los méritos del ilustrado profesor Masoni, le escribimos solicitando su valioso concurso para el mejor éxito de nuestro Congreso científico del cente- nario de mayo. El reputado hidráulico lamentando, por sus múltiples ocupaciones í lo precario del tiempo, no poder corresponder a nuestro llamado nos ha obsequiado con un ejemplar de su notable curso de hidráulica. BIBLIOGRAFÍA 347 Para corresponder a esta atención del egrejio maestro, vamos tan solo a recor- dar el plan de la obra que abarca las cinco secciones siguientes : I, Nociones jenerales de hidrostática e hidrodinámica (equilibrio interno de los cuerpos i de los fluídos en particular, equilibrio de los líquidos, presión de los líquidos en equilibrio sobre las paredes, equilibrio de los cuerpos flotamtes, mo- vimiento de los fluídos perfectos, movimiento de los fluídos pesados en forma de corrientes, desestimando i teniendo en cuenta las resistencias, acciones recíprocas entre sólidos i líquidos en movimiento, movimientos ondulatorios ; IL, Foronomía. Boca de batiente, bocas vertederos, réjimen variable en los re- cipientes ; TIT, Caños de conducción. Principios i fórmulas fundamentales sobre el movi- miento del agua en las cañerías de conducción; problemas sobre conducciones sin- ples i complejas, máxima economía en las conducciones tubulares, espesor de los caños de una conducción forzada, nociones jenerales sobre distribución de agua por conducto forzado en las ciudades. IV. Canales o rios rejimentados. Jeneralidad sobre los cursos de agua, princi- pios 1 fórmulas fundamentales, fórmulas 1 aplicaciones relativas al réjimen uni- forme en los canales i los ríos, determinación del caudal en los canales i ríos. reómetros hidráulicos, problema jeneral del remanso en los cauces regularizados, problema del remanso cn los troncos de ríos o canales cuyo alveo es irregular, por variaciones graduales o bruscas ; algunas indicaciones jenerales sobre el mo- vimiento no permanente en los canales descubiertos. V, Cursos naturales de agua ; hidráulica fuvial. Jeneralidades, relación entre los caudales, las alturas hidrométricas i las de las lluvias; fenómenos principales de las corrientes fluviales; configuración jeneral de los álveos; crecidas de los cur- sos naturales; unión de ríos; desembocadura en mares de alta o baja marea; re- jímenes de los lagos; estadística de ríos de Italia; mociones sobre el movimiento del agua a través de terrenos permeables. Para facilitar las aplicaciones, el autor agrega al final las tablas de los valo- 2 res numéricos de h= o defoi= 2 gh; la de los logaritmos hiperbólicos i la dle la quinta »>tencia de los números de 0,01 a 1. Complemento de este curso de hidráulica es la otra obra del mismo profesor Masoni : Idraulica sanitaria ed agricola, que comprende el estudio de las aguas superficiales ; las de abastecimiento de los centros habitados; su distribución ur- bana; las nocivas para las poblaciones; el alcantarillado; la utilización agrícola del agua; el riego; las aguas nocivas para los terrenos de cultivo i el sanea- miento de éstos. im- puesto por su propia bondad a los que aspiran al conocimiento de la ciencia hi- dráulica i de sus útiles aplicaciones. El curso de hidráulica del profesor Masoni no necesita de elojios : se ha S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL DE U. HOEPLI, MILAN. Motori a scoppio, loro applicazzione pratica all'automovile, a lPautoscafo, all” aeroplano, nell'agricoltura e nella industria, per lVingegnere E. GARUFFA, li- bero docente per la meccanica industriale nel R. Istituto tecnico superiore di AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 23 348 ANALES DE LA “SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Milano, Un volume di xrr-460 pagine, con 381 incisioni nel testo. U. Hoepli, editore. Milano, 1910, Prezzo legato. 5,50 lire. El inmenso desarrollo del automovilismo con fuerzas motrices diversas, espe- cialmente en lo que concierne a la locomoción terrestre, sin ser pequeña la que a la marina se refiere, i prometiendo ser importantísima también la relativa a la aeronáutica, hace de esta obra del reputado profesor milanés, injeniero Garutfa, un libro de actualidad, de utilísima aplicación. El autor da, ante todo, una serie de detalles, tratando en jeneral sobre los mo- tores a grande velocidad i de cilindros múltiples ; luego analiza los automóviles terrestres (resistencia, trabajo, adherencia, trasmisión potencial, ete.); pasa en seguida a estudiar la navegación automóvil (tipos de motores, de bencina, de pe- tróleo, submarinos, ete. ; propulsores automóviles, navegación fluvial, ete.; en- tra después a considerar la navegación aérea en sus diversos aparatos más lije- ros o más pesados que el aire : ortópteros, helicópteros, aeroplanos, monoplanos, biplanos, dirijibles, ete., especialmente en lo que concierne a los sistemas moto- res; i termina con un interesante capítulo sobre el empleo de los motores rápi- dos de esplosión, con cilindros simples o múltiples, en la industria i en la agri- cultura. Dada la novedad, la oportunidad de su aparición, no es difícil augurar a la obra del injeniero Garutffa una pronta segunda edición. Prontuario dell'agricoltore e dell'ingegnere rurale, del ingegnere Vrrro- RIO NICCOLI, professore nella Regia Universita di Pisa. Quinta edizione, rive- duta ed ampliata. 1 volume di XL-573 pagine con 37 figure nel testo. U. Hoepli, editore. Milano, 1911. Prezzo legato, 6,50 lire. El conocido profesor Niccoli fué requerido por el famoso editor, señor Hoepli, para preparar un manual para los agricultores, injenieros, peritos, etc., que res- pondiera más que a la parte especulativa, a la práctica, es decir, que diera nor- mas para el empleo de los capitales, los gastos, la producción, utilidades, etc., de las empresas rurales. h Aceptado el encargo i dada a luz la primera edición en 1897, lleva ya cinco ediciones, aumentadas i correjidas : no puede hacerse mayor elojio de la obra del injeniero Niecoli. Para que los lectores puedan darse cuenta del plan de la obra voi a indicar sucintamente las materias en ella tratadas : I, Formulario matemático (cuadros, cubos, ete., de 1 a 1000), aritmética, áljebra, jeometría, trigonometría); IL, Medidas (unidades, sistema métrico i antiguos, mo- nedas, tablas de conversión); ML, Capitales rurales (clasificación, rendimiento); IV, Capitales invertidos en el suelo (mejora fundiaria, colmataje, avenamiento, al- cantarillados, riego, distribución de la tierra llana i montuosa, plantaciones leño- sas, fábricas rurales, construcciones enotécnicas, olearias, caseosas, materiales de construcción, economía de las construcciones rurales, etc.); V, Capitales agra- rios o industriales (cantidad, cualidad, peso de los animales necesarios en una granja, zootecnia relativa a los mismos, costo, producto, gusanos de seda, ete., máquinas i útiles, motores animados, térmicos, eolios, hidráulicos, máquina e instrumentos para laborear el terreno para las cosechas i preparación de los pro- ductos, grupos reproductores, abonos naturales i artificiales, presupuestos de la BIBLIOGRAFÍA 349 mano de obra para azadonar, arar, limpiar, sembrar, plantar, cosechar, traspor- tar los productos, gastos de seguros, conservación, dirección, etc. Casos prácti- cos; VI, Noticias económico-agrarias sobre los principales cultivos herbáceos ¡-le- ñosos (cereales, leguminosas, plantas alimenticias, testiles, industriales, forraje- ras, etc.) ; vides, olivos, moreras, árboles frutales, para leña, ete. ; VIL, Industrias rurales (caseosa i enotécnica); VIII, Economía rural (circunstancias intrínsecas 1 estrínsecas que influyen sobre el valor de un fondo rural, estima, ete.); IX, Le- Jislación. No puede ser más interesante el programa desarrollado por el autor, con abun- dllante acopio de conocimientos teóricos i datos prácticos. Nuestros injenieros agrónomos 1 los estudiantes de la Facultad de agronomía, hallarán en él mucho que utilizar. Este manual i el que le precede, aparte de su bondad técnica abonada por el nombre de sus autores, están impresos en los talleres de Hoépli de una manera irreprochable, con la nitidez i arte esquisita que son inherentes a esta casa edi- torial. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL CH. BÉRANGER, PARIS. Cours de mécanique, rédigé conformément aux nouveaux programmes des écoles nationales d'arts et métiers, par L. GUILLOT. professeur de mécanique a Yécole nationale d*arts et métiers et a lécole régionale des beaux-arts. Tome I. Principes et théoremes généraux de la mécanique, statique graphique, résis- tance des matériaux. Un volume de 320 pages, avec 280 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. París, 1911. Es un libro bello por la forma i útil por el fondo. Bien impreso i bien planea- do i desarrollado. El autor estudia : I, Punto material (inercia, fuerza, masa ; com- posición de las fuerzas, momento, trabajo ; dinámica del punto libre i vinculado, movimiento i equilibrio relativos); IL, Sistemas materiales (trabajo virtual, redue- ción de las fuerzas, pares, baricentros, máquinas simples, dinámica de los siste- mas materiales, momentos de inercia; III, Resistencias pasivas (trasmisión del trabajo, choque, roce de deslizamiento, ídem de rotación); IV, Grafostática (fuer- zas en un plano, momentos de las fuerzas i de flexión en las vigas, tensiones i compresiones en los sistemas articulados); V, Resistencia de materiales (tracción, compresión, corte, flexión, torsión, mecanismos). Podríamos lamentar que el autor no haya agregado en cada caso ejemplos nu- méricos, pero como puede ser que lo haga en el segundo tomo, nos reservamos para entonces la crítica, si cabe. Guide de lajusteur. Manuel de l'ouvrier mécanicien, comprenant le tracage, le burinage ou dégrossissage, le polissage, le marbrage, le différents modes Vajustage, le forages, l'alésage, le filetage et le taraudage, le martélage, les jauges, les tableaux des filetages, etc.; a l'usage des mécaniciens, des éleyes des écoles d'apprentissage, des écoles industrielles, des cours techniques, des 350 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ouvriers, des contremaítres et des chefs d'atelier, par JUuLes MERLOT, ingé- nieur mecanicien, chargé du cours de technologie du constructeur et de la di- rection des travaux d'atelier a la Faculté technique de Université de Liége. Deuxiéme édition. Un volume de 360 pages, avec 570 figures dans la texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 9 franes. Nos hemos ocupado en estos mismos Anales de la presente obra en su primera edición. Al ratificarnos en el juicio favorable que de la misma hicimos oportuna- mente, sólo agregaremos que en esta segunda edición el autor ha conservado el plan de la obra primitiva, pero corrijiendo i ampliando los capítulos que lo re- querían por el estado actual de la mecánica. Traité pratique de menuiserie. par E. BARBEROT, architecte (S. C.). Un vo- lume grand in 8%, de 316 pages, avec 864 figures dessinées par l'auteur. Ch. - Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 20 frances. La carpintería que podríamos llamar artística, vulgarmente dicha de obra blan- ca, vale decir aquella parte de este arte que tiene por objeto el revestimiento de los paramentos en los edificios, la construcción de puertas, ventanas, ete., está tra- tada en esta obra del arquitecto Barberot en forma concisa, pero clara i práctica. El autor divide su trabajo en dos grandes secciones : carpintería fija (revesti- mientos, cielorrasos, pisos, bóvedas, etc.) i carpintería móvil (puertas, ventanas, persianas, ete.). En consecuencia, ocúpase de las maderas empleadas (duras, blan- cas, resinosas, preciosas), luego de las ensambladuras, molduras, zócalos, frisos, tabiques, puertas, bastidores, postigos, persianas, cabezas de postes, colgantes, empalizadas, cierres, consolas, calados, chimeneas, cielorrasos, escaleras, balaus- tradas, vidrieras de negocios, pavimentos, ete. Como se ve, abarca lo más esencial en el arte del carpintero de obras, i puede servir de norma 1 guía a los constructores i arquitectos. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL GAUTHIER-VILLARS, PARIS. Notions élémentaires sur le probabilite des erreurs, par MAURICE D?'OCA- GNE, ingénieur en chef de ponts et chaussées, professeur a l'école de ponts et chaussées, Gauthier-Villars, éditeur. Paris, 1910. En un folleto de 30 pájinas, formato mayor, el reputado profesor d'Ocagne, espone la teoría elemental por él dictada en la escuela de puentes i calzadas, so- bre la teoría de los errores probables, con especial aplicación a las medidas de precisión que los injenieros tienen que efectuar frecuentemente. El autor ha tra- tado de ser conciso i claro, agregando oportunos ejemplos de aplicación. Después de recordar los elementos del cáleulo de las probabilidades, espone la teoría de la probabilidad de los errores, comparándola con la esperiencia; 1 termina desarrollando el principio del método de los cuadrados mínimos, existan o no ecuaciones de condición. Instruction sur l'usage de la regle a caleul, par MAURICE D'OCAGNE, ingé- nieur en chef de ponts et chaussées, professeur a l'école de ponts et chaus- sées, répétiteur a lécole polytechnique. Gauthier-Villars, éditeur. Paris, 1910. BIBLIOGRAFÍA 351 Folleto de ocho pájinas, esencialmente práctico, destinado «a facilitar el ma- nejo de la regla logarítmica del tipo Mannhein, construído por la casa Tayer- nier-Gravet. Se comprende que con poco esfuerzo de observación puede aplicarse lo dicho por el autor a las reglas análogas de otras casas. El uso de la regla de calcular va difundiéndose cada vez más, especialmente en cálculos aproximativos o comprobantes de los analíticos. El folleto del profe- sor d'Ocagne, es pues, de práctica aplicación. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES ARJENTINAS. Montaneia anthropomorpha, jénero de monos hoi estinguido en Cuba. Nota preliminar por FLORENTINO AMEGHINO. Buenos Aires, 16 de febrero de 1910. Es una nota estracta de los 4nales del Museo Nacional de Buenos Aires [tomo XX (serie TIL, tomo XII), páj. 317 i 5318]. El doctor Luis Montané, delegado cubano al Congreso científico internacional americano del Centenario, trajo 16 dientes de mono, de un jénero desconocido, encontrados en la misma cueva Saneti Spiritu donde se halló la mandíbula del Homo cubensis. El doctor Ameghino, que acaba de analizarlos, designa al mono a que perte- necieron, con el nombre Montaneia, en honor de su descubridor, agregando la designación específica de antropomorfa para indicar su parecido con los antropo- morfos i el hombre. Se trata de un mono relativamente corpulento que por su fórmula dentaria formaría entre los monos americanos, mientras por la conformación de las coro- nas de las muelas persistentes se parece a los antropomorfos i al hombre. El descubrimiento de la Montaneia anthropomorpha, es tanto más notable, dice el doctor Ameghino, cuanto que hoi no existen monos en la isla de Cuba. De- seable sería que el doctor Montané tratara de conseguir mayores elementos para que el doctor Ameghino pueda completar el estudio de tan interesante jénero de monos estinguidos. S. E. BARABINO. Sur l'orientation de la calotte du diprothomo par FLORENTINO ÁMEGHINO. Buenos Aires, 1910. Trabajo publicado en el tomo XX (serie HI, tomo XIIL), pájinas 319 a 327 de los Anales del Museo Nacional de Buenos Aires. El doctor Ameghino publicó una memoria sobre Le diprothomo platensis, de la que nos hemos ocupado oportunamente en esta misma sección. Las opiniones ma- nifestadas por el autor no han sido aceptadas por todos los naturalistas. Los hombres de ciencia que concurrieron a los congresos realizados últimamente en Buenos Aires, el de 4mericanistas i el Científico internacional americano, examina- ron con sumo interés los documentos fósiles existentes en nuestro importante Museo i mui particularmente la calota del Diprothomo. En este su trabajo, el doctor Ameghino ratifícase en sus opiniones i discute 1 refuta la del profesor Mocchi, de Florencia. No seguiremos al doctor Ameghino en su discusión, porque tendríamos que 392 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA publicar íntegro su trabajo, no siendo posible reducirlo sin perjuicio para la cla- ridad. Los que se interesen saben donde hallarle. Daremos solo la conclusión. Dice el doctor Ameghino : « Se trata de diferencias determinadas por procedimientos precisos i de una exactitud matemática; su existencia es, pues, real ¿ no aparente. Ahora, a pesar de los caracteres que aproximan el Diprothomo al Hombre, por las que acabo de examinar, se aleja de éste más que los antropomorfos i la mayor parte de los otros monos. Los antropólogos podrán clasificarlo en el jénero Homo; pero del punto de vista de los zoólogos i de los paleontólogos, constituye un jénero distinto que se aleja mucho de aquél. » Se imicia, como se ve, una controversia paleo-antropológica que promete ser interesante. S. E. BARABINO. El laborioso i sabio director del Museo nacional de la Capital, doctor Floren- tino Ameghino, nos remite los siguientes folletos, sobre otros tantos trabajos por él presentados a la consideración de los miembros del Congreso científico inter- nacional americano, celebrado del 10 al 25 de julio próximo pasado, sección Cien- cias antropolójicas i biolójicas : Descubrimiento de un esqueleto humano fósil en el Pampeano superior del «arroyo Siasgo. La antigiiedad jeolójica del yacimiento antropolttico de Monte Hermoso. Otra nueva especie estinguida del jénero Homo. La industria de la piedra quebrada en el mioceno superior de Monte Hermoso. Vestijios industriales en el eoceno superior de Patagonia. Vestijios industriales en la formación entrerriana (oligoceno superior o miocene el más inferior). Descubrimiento de dos esqueletos humanos fósiles en el pampeano inferior del Moro. En las 4ctas de las sección antropolójica del congreso mencionado, actualmente en prensa, hallarán nuestros lectores que no hayan tomado parte en ella, las re- soluciones adoptadas por dicha sección, respecto de estas interesantes miono- orafías del doctor Ameghino, lo que nos exime de entrar en el detalle de los mismos. S. E. BARABINO. Conversación esponiendo i aclarando los puntos principales de los informes producidos por los miembros de la delega ión comercial enviada « Chile por el gobierno arjentino en abril de 1908, por Luis A. HUERGO. Buenos Aires, 1910. Es una vibrante refutación de las teorías sostenidas por los señores García i- Pawlosky referente al tratado de comercio internacional que se está discutiendo entre las cancillerías arjentina i chilena. Como en todos los trabajos del señor Huergo que tratan del bien de su país, se destacan dos notas honrosas, características del anciano injeniero, su buena fe, 1 sus propósitos acrisoladamente honrados i patrióticos. No nos toca discutir el punto, terciando en la controversia; pero dado el pro- BIBLIOGRAFÍA 3533 verbial buen criterio del respetado decano de los injenieros arjentinos ; su estu- diosidad incansable, su predisposición injénita para la información estadística, por su espíritu analítico i crítico ; 1 el cúmulo de datos i consideraciones perti- nentes que presenta, creemos al injeniero Huergo en el buen terreno. TI entendemos que igual opinión tienen los poderes públicos que han confiado al señor Huergo la presidencia de la comisión que fué a estudiar de visu las con- diciones productivas de Chile, para confrontarlas con las arjentinas 1 aconsejar lo que los intereses recíprocos de las dos naciones de allende i aquende los An- «des, demandan para estrechar cada vez más los lazos de unión internacional 1 fomentar el intercambio comercial. S. E. BARABINO. Sur la structurs des scories et « terres cuites », trouvées dans la serie pam- péenne et quelques éléments de comparaison, por FéLtx F. Ou'rEs, secrétaire et directeur des publications du Musée de La Plata, professeur aux universi- tés de Buenos Aires et La Plata avec la collaboration du docteur A. Búcking. directeur de 1'Institut minéralogique et pétrographique de l'Université de Strasburg. Paru le 2 septembre, 1910. Estracto de la Revista del Museo de La Plata, tomo XVII, segunda serie, tomo 1V, pájinas 78 á 85. Es una nueva contribución del profesor Outes sobre la naturaleza de las esco- rias i tierras cocidas halladas en los sedimentos de la serie pampeana, que com- plementa las anteriores del propio autor sobre el mismo tema. Figuran en esta memoria las descriciones i microfotografías de un grupo de muestras elejidas entre una serie numerosa, también estudiada ya i que se pro- pone dar a conocer más tarde. Nos hemos ocupado ya de la controversia suscitada entre el doctor Ameghino i el profesor Outes al respecto. Como lo manifestamos oportunamente, nos con- cretamos a anunciar los trabajos que por ambas partes se produzcan a la espera que los entendidos tercien i juzguen, sin apasionamiento, el punto controvertido. S. E. BARABINO. Método ortogonopolar para la determinación del punto en la mar, por MANUEL J. García MANSILLA, contralmirante, director de la escuela naval mi- litar. Buenos Aires, 1910. La distinguida señora Angélica G. de García Mansilla, viuda del malogrado almirante, nos ha enviado un ejemplar del último trabajo científico de nuestro llorado consocio. Al agradecer la atención, vamos a decir pocas palabras sobre el mismo, ya que ha sido tan favorablemente juzgado por autoridades más competentes, como lo. son los miembros de la sección Ciencias navales de nuestro Congreso científico internacional americano i en particular los señores vicealmirante H. M. Field, de la marina inglesa, i comandante B. A. Fiske i A. P. Niblack, de la norteame- ricana. La opinión del congreso aparecerá en el volumen primero de las publicaciones correspondientes; por cuya razón transcribiré tan sólo la de los distinguidos ma- rinos mencionados. 394 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En una carta dirijida al contralmirante García. Mansilla, dice el comandante Fiske : «He examinado mui detenidamente su libro Método ortogonopolar 1 especial- mente su altazímetro. « Estoi convencido que su altazímetro prestará grande servicios a los marinos ¡ que pronto lo emplearemos en nuestros buques. «Felicito a usted por haber hecho un invento tan importante ». El comandante Niblack, en carta a nosotros dirijida, dice : «De los varios inventos del contralmirante García Mansilla el altazímetro tiene asegurado su éxito como instrumento náutico, pues resuelve mecánicamente mu- chos de los problemas de navegación. Es indiscutiblemente un aparato de preci- sión, de gran aplicación para los buques. En cuanto al vicealmirante Field a estas horas debe haber publicado su juicio favorable en una revista náutica inglesa, como se lo escribía en setiembre próxi- mo pasado al señor comandante Niblack. Por nuestra parte ya nos ocupamos del método ortósonopolar del almirante García Mansilla en esta misma sección de los 4nales, haciendo resaltar la bondad del mismo i trascribiendo la teoría del método. S. E. BARABINO. Contribucion al estudio de los ninos retardatarios i anormales. Examen i boletín psico-físico, instrucción i educación ; censo escolar; encuestas euro- peas, nomenclatura i clasificación provisional; trabajo presentado como rela- tor al Congreso científico internacional americano del centenario, por el doc- tor HORACIO G. PINERO, académico ¡1 profesor en la Facultad de medicina, con- sejero i profesor en la Facultad de filosofía i letras, médico del hospital nacional de alienados. Buenos Aires, 1910. Objeto del interesante trabajo de nuestro ilustrado consocio el doctor H. G. Piñero al presentarle, como relator, al congreso científico que acaba de efectuarse en nuestra capital. con motivo del centenario de mayo, fué dar a conocer las publicaciones más fundamentales que en la última década se han ocupado de la retardación mental, reproduciendo programas i métodos de examen, fichas 1 bo- letines para que se las compare con los que el autor propone. Presenta asimismo una clasificación administrativa provisional, momenclatura ecléctica de tipos mentales inferiores. El doctor Piñero, sin desconocer el mérito de los autores de otras nacionali- dades, se ha guiado más por los especialistas franceses, los que, á su juicio, ocu- pan el primer puesto en la producción científica sobre el particular. Por otra parte, como relator oficial, ante el congreso, el ilustrado profesor dice : «... he preferido reunir i presentar de sus propias fuentes las distintas fases en que ha sido considerado el estudio de los niños anormales, procurando fijar el criterio cualitativo que debe agruparlos con propósitos educativos i plantear así el vasto problema de su clasificación médico psicopedagójica ». En las 4etas de la sección psicolójica del congreso, que se hallan ya en prensa, hallará el lector lo pertinente a la consideración de este trabajo del ilustrado psicólogo. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 355 VARIAS. Rapida visita á Republica Argentina por el coronel GABRIEL SALGADO. Río de Janeiro, 1910. El excelentísimo señor coronel don Gabriel Salgado, nos ha remitido, con una atenta dedicatoria, un folleto de 65 pájinas, formato menor, en el que hace pú- blicas sus impresiones sobre la Arjentina, recibidas en un rápido viaje á la misma. Dice el distinguido coronel brasileño : «Na impossibilidade absoluta de concorrer ao Congresso scientifico interna- cional americano que ora funeciona em Buenos Aires, e como retribucáio á gen- tileza de sua digna commissáo directora, convidando-me para tomar parte em uma das seccoes de que se compóe o mesmo congresso, resolvi aquí reunir as notas que na imprensa desta capital publiquei sob o titulo : Rapida visita d. Re- publica Argentina em 1907-1908. « Ainda que ligeiro, este trabalho náo deixará, estou certo, de claro patentear o meu pensamento de extrema sympatia e admiracáo pela grande e poderosa na- cáo, cujo centenario foi ha pouco com tanto brilho e pompa festejado; nacáo por assim dizzer desconhecida de nós brazileiros que entretanto debiamos procurar conhecel-a. « Se isso fizessemos acredito que as prevencoes, por desventura existentes entre argentinos e brazileiros, desaparecerian por completo e com ellas os incidentes que de quando em vez se produzem como que amenacando romper as cordialida- des que sempre houve entre os respectivos paizes, senáo attestaudo un estado de civilizacáo, contrario ao que de facto attingiram ambos no grande concerto das nacoes cultas. » Esta introducción que es un himno a la cordialidad arjentino-brasileña, deja entrever con cuanta simpatía se entretiene en su narración sobre la Arjentina i los arjentinos el valeroso i amable coronel brasileño. El noble móvil de esta publicación resulta mayor por haber sido dedicada al lustre señor presidente del Brasil, doctor Nilo Pecanha. S. E. BARABINO. Les mathématiques en Portugal par RODOLPHE GUIMARAES, capitaine du génie, etc., etc. Deuxieme edition, solgneusement revu et tres considérablement augmentée. Coimbre, 1909. Nuestro distinguido socio correspondiente en Portugal, capitán injenieros Ro- dlolfo Guimaraes, nos remite un ejemplar de la segunda edición de su interesan- tísima obra sobre las publicaciones matemáticas "aparecidas en su adelantado país. En la primera parte, dedica unas cien pájinas a la historia sumaria de las mma- temáticas en Portugal, en la que desfilan nombres altamente apreciados en los anales de estas ciencias, i la que demuestra cuán honrosa parte han tomado los portugueses en los progresos efectuados por las mismas. En la segunda, da una abundosa bibliografía, la que constituye un catálogo Jeneral de la literatura matemática portuguesa. El autor ha adoptado en dicho índice de obras la clasificación, notación i observaciones adoptadas en el Réper- toire bibliographique des sciences mathématiques. 356 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Varios distinguidos matemáticos lusitanos han contribuído al mejor resultado de la obra, como caballerosamente lo reconoce el autor. Las obras catalogadas abarcan el análisis matemático, la jeometría 1 las mate- máticas aplicadas. Termina el volumen una lista de abreviaciones convencionales para designar las revistas matemáticas de las diveras naciones. Nuestro consocio, el capitán Guimaraes, ha hecho, como se ve, una obra de real utilidad, que demuestra en el autor no sólo erudición 1 competencia, sino que también una laboriosidad diena de encomio. S. E. BARABINO, Memoria de la división de miuas, jeolojia e hidrolojía. con 34 láminas litografiadas. 1908. Buenos Aires, 1910. Constituye el número 2 del tomo V (sección jeolojía, mineralojía 1 minería) de los 4males del ministerio de agricultura. Grande es la labor realizada ya por la división de minas; pero lo sería mucho más si el gobierno le suministrara los elementos que requiere la amplitud de los trabajos por efectuar para poder conocer i aprovechar las riquezas mineras que la naturaleza ha distribuído en nuestro país, desde el agua que fecunda los cam- pos. hasta las entrañas de la tierra que se transforman en oro efectivo bajo el brazo del obrero. La hidrografía i la jea de un estado son el verdadero fundamento de toda es- plotación racional agrícola o minera; corresponde, pues, que los poderes pú- blicos le den la intensidad correspondiente a su potencialidad en nuestros terri- torios. Es lo que pide el señor injeniero Hermitte, jefe de la división, quien mani- fiesta que para conseguirlo, es necesario antes de verificar las perforaciones pro- ceder a nombrar : 1% Una comisión a cargo de un jeólogo especialista que estudie detalladamente las condiciones tectónicas de la cordillera y precordillera ila hidrografía sub- terránea; 20 Otra comisión análoga que haga iguales estudios en la inmensa llanura si- tuada al este de las sierras pampeanas; 3 Otras comisiones que estudien las capas de agua surjente conocidas ya. como las del Balde (San Luis), de las Tortugas (Córdoba); de Lamadrid (Tueu- mán), ete. En sustancia : se necesitan dos jeólogos especialistas, mayor personal técnico ¡ material de sondeo más completo. Sólo así se podrá realizar el estudio nacio- nal de las aguas subterráneas. Mui atinadas nos parecen las indicaciones de la división de minas. Estado de la minería en la provincia de San Luis, por el inspector nacio- nal de minas GASTON BARRIÉ. Buenos Aires, 1910. Informe publicado en el número 4, tomo 1V, de los Anales del ministerio de agricultura (sección jeolojía, mineralojía 1 minería). El injeniero Sol, jefe de la sección minas, al elevar al señor jefe de la división, injeniero Hermitte, este interesante informe del señor inspector Barrié, hace ob- BIBLIOGRAFÍA 397 servar que es el primer trabajo de este jénero que se publica en el país, lo que esplica la carencia de algunos detalles, tanto más justificados si se tiene en cuenta que antes de este informe nada se sabía sobre la minería en San Luis, por lo que se reputa bien aprovechados por el señor Barrié el tiempo i el dinero invertidos, 59 días 1 692,78 pesos respectivamente. Llamamos la atención sobre la exigua cifra de 692 pesos invertidos en dos me- ses en una inspección científica de real utilidad, porque desgraciadamente son mui escasos hechos iguales. El injeniero informante hace primeramente una reseña jeográfica de la provin- cia de San Luis; analiza en seguida la legislación minera local, correlacionán- dola con la nacional a que debe ajustarse, como es lójico. Luego historia la minería en la misma provincia; enumera las minas existen- tes, clasificándolas por distritos mineros; estudia económicamente los distritos mineros de los Cóndores i la Carolina i sus minas existentes. Termina el injeniero Barrié, deduciendo que la minería en San Luis, no se halla a la altura que debiera estar i que merece la atención de los mineros por la variedad 1 abundancia de la mineralización. Tlustran este trabajo, tres láminas en colores. Estado de la minería en los distritos de Famatina i Guandacol (Rioja), por el inspector nacional de minas PABLO VITEAU. Buenos Aires, 1910. Constituye el número 1 del tomo V, de los Anales del ministerio de agricultura (sección jeolojia, mineralojía i minería) i es otra de las ya importantes contribu- ciones de la división, que dirije el injeniero Hermitte, al conocimiento del estado de la industria minera arjentina. El injeniero Sol, al elevar el informe del inspector Viteau, hace notar las ven- tajas de estas esploraciones jeolójicas 6, mejor, inspecciones de minas, que evi- tarán los abusos de seudocompañías mineras, que en sustancia no son sino aso- ciaciones especuladoras, incompetentes, que sólo piden concesiones para vender- las, dejándolas caducar sino lo consiguen, con perjuicio — como se comprende para los verdaderos mineros 1 para el país. Análogo trabajo tiene en preparación la División de minas, relativo a la provin- cia de Catamarca, según lo indica el injeniero ¡efe, señor Hermitte, al minis- tro del ramo. El inspector Viteau comienza su trabajo dando una breve reseña jeográfica dle La Rioja; luego analiza los distritos mineros de la misma i los minerales co- rrespondientes a cada uno; hace la historia de la minería en la provincia; da nua idea sucinta de la constitución ¡jeolójica del cerro de Famatina; establece la división del distrito minero de Famatina en minerales; describe las varias minas de plata, cobre i oro del cerro homónimo. Se ocupa, en seguida, del distrito mi- nero de Guandacol i de las condiciones de la minería en la provincia (trasportes, esplotación, combustibles, lejislación, etc.). Tlustran esta memoria cinco grandes mapas rejionales. Nos place ver a la importante División que dirije el injeniero Hermitte, bien secundado por los altos empleados de la misma, puesta en tan buen terreno. Es así como llegaremos paulatinamente a reconocer las verdaderas condiciones jeo- físicas de nuestro propio país. S. E. BARABINO. 398 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Recopilación de leyes, decretos i resoluciones, referentes a materia mine- ra la asuntos que se relacionen con las funciones de la División, por Juan R. MONTES DE OCA, secretario, segundo jefe de la División de minas, jeolojía e hidrolojía. Buenos Aires, 1910. En un folleto de 32 pájinas en 16% mayor, el autor ha recopilado la lejisla- ción vijente, en lo que se refiere a minería. Constituye el número 3 del tomo V de los 4nales del ministerio de agricultura, sección jeolojía, mineralojía 1 minería, i como los números anteriores es una nueva contribución de esta división del ministerio para el mejor conocimiento del estado de la industria minera en la Arjentina. El recopilador, señor Montes de Oca, en la nota que eleva al jefe de la división injeniero E. Hermitte, dice que se ha dado mayor amplitud a este trabajo, inclu- yendo no sólo las disposiciones relativas a minas, sino que también las que se relacionan con los demás ramos a cargo de la División, figurando en orden ero- nolójico 1 relacionados por medio de observaciones pertinentes. Nos place hacer constar que la División que preside el injeniero Hermitte 1 que tan buenos colaboradores cuenta, persevera en la buena vía emprendida para organizar i hacer conocer debidamente la industria minera del país. S. E. BARABINO. Les facteurs de l'évolution des peuples ou l'influence du milieu physique et tellurique et de l1hérédité des caracteres acquis dans l'évolution et la disso- lution des peuples, par le docteur AUGUSTE MATTEUZZ1, traduit de Vitalien par = MUle 7. Gatti de Gamond. Un volume de 420 pages. F. Alcan, éditeur. París. Cumplimos con el deber de dar cuenta de esta traducción de la conocida obra del doctor Matteuzzi, que acabamos de recibir, aunque su aparición data de al- gunos años atrás. El autor estudia con espíritu filosófico las principales escuelas, agrupándolas en tres núcleos : las teolójica, la metafísica i la positivista. Inscribe en la pri- mera las obras de Bossueti de Maistre que atribuyen la causa de los fenóme- nos históricos a una divinidad; en la segunda. las de Aristóteles, Vico, Kant, Herder i Condorcet, que los atribuyen al espíritu humano, escuela apriorística que no tiene en cuenta las causas reales i jenerales ; en la tercera, en fin, cuyo orijen se remonta a la época de los grandes filósofos Hipócrates 1 Eratóstenes, pero cuyo desarrollo se ha iniciado en época más reciente. En este grupo deben considerarse a Montesquieu, Buckle, ete. La conclusión del doctor Matteuzzi es que, ni la escuela teolójica, ni la meta- física han dado autoridad científica a la filosofía de la historia, que requiere le- yes conocidas, ciertas, por aplicar a la sucesión de los fenómenos sociolójicos que modifican a los pueblos. Sólo podrá llegar a este resultado, abandonando las teo- rías metafísicas, que sólo estudian los fenómenos morales, 1 apelando al concurso de las ciencias naturales, biolójicas, sicofisiolójicas. Para demostrar su tesis, el autor analiza la influencia de los ajentes esteriores en la evolución de las civilizaciones ; la progresiva trasformación histórica de los ejipcios, asirios, babilonios, indios, fenicios, persas, hebreos, griegos, romanos, italianos del renacimiento 1 pueblos del norte; estudia, también, las leyes de la BIBLIOGRAFIA 359 «lisolución de los pueblos i la manera de impedir la decadencia de los mismos. Para las primeras establece las tres causas siguientes : el parasitismo social; la herencia de caracteres síquicos; la aparición de pueblos nuevos con otras ideas e instituciones. Para la segunda indica la supresión de la lucha económica entre los pueblos i la armonía entre los grupos étnicos. S. E. BARABINO. Censo jeneral de educación, levantado el 23 de mayo de 1909, á cargo del señor ALBERTO B. MARTÍNEZ. Buenos Aires, 1910. Consta de tres grandes tomos en 8% mayor, con más de 1500 pájinas, exornadas dle numerosas láminas, cuadros, ete. Acompañan a la obra grandes láminas rela- tivas a la Universidad de La Plata 1 sus anexos. El primer tomo trata de la Población escolar; el segundo de la Estadística esco- lar; i el tercero contiene una serie de importantes monografías escritas por per- sonas de reconocida competencia. Por ahora nos coneretamos a anunciar la aparición de esta obra tan importante. Más tarde nos ocuparemos de ella con la detención que se merece. S. E. B. Prescrizioni normali per la fornitura, le prove e l'uso delle puzzolane. Relazione della commissione ad hoc, composta degli ingegneri Comm. prof. Luigi Luiggi, cav. Luigi Cazza, cav. Ettore Mattirolo, cav. Cesare Verdinois, e dei dottori prof. cav. Giovanni Giorgis e prof. cav. Orazio Rebuftat e del relatore ing. cav. uff. Claudio Segré. Roma 1910. Nuestro consocio correspondiente, el reputado injeniero profesor Luis Luiggi, que acaba de partir para Europa, ha obsequiado a la biblioteca social esta interesante publicación hecha por la comisión de injenieres i doctores mencio- nados, bajo el patrocinio de la Associaziove ¡italiana per gli Studi sui materiali da costruzioni. : La memoria de la comisión es una verdadera monografía sobre la puzolana como material de construcción, del punto de vista de su provisión, ensayo 1 aplicaciones a las construcciones, especialmente en las hidráulicas, en las que tan grandes servicios presta. El relator de dicha comisión consiguió que la sección «aglomerados hidráu- licos, hormigones, piedras » del congreso realizado en Copenhague por la Aso- ciación internacional de los métodos de ensayo de los materiales, donde actuó oficialmente, postergara la consideración del tema, para el próximo congreso, que tendrá lugar en 1912 en los Estados Unidos de Norte América, pues no era ló- Jico, según la comisión italiana, uniformar los métodos de ensayo respecto de los materiales compactos que deben ser pulverizados, como el trass en Alemania, i los naturalmente gramulosos, simplemente zarandeados, como la puzolana en Italia. Según la comisión italiana, deben establecerse dos prescriciones al respecto : 1% prescriciones normales para las materias puzolánicas que existen naturalmente en estado compacto i que hai que reducir artificialmente en polvo para ser en- pleados; 2% presericiones para las materias puzolánicas naturalmente granulosas 360 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¡ que se emplean, consecuentemente, tales como se las halla en los depósitos na- turales. La comisión ha estudiado la puzolana de todos los puntos de vista: yacimien- tos, físico-química del material, es decir, su jénesis, composición, micrografía, combinaciones, fraguado, resistencia, durabilidad, etc. Es un estudio mui serio, esperimentalmente fundadoi que contribuirá al más racional empleo de la puzolana en los morteros tanto de las construcciones aéreas como de las hidráulicas. Acompañan a esta memoria una plancha de las estructuras microscópicas de varios tipos de puzolana i una carta jeográfica indicando la distribución de este material en Italia, numerosos cuadros estadísticos, etc. Aconsejamos su lectura a nuestros colegas. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES CHILENAS La lucha económica. Estudio de economía social presentada al IV Congreso científico americano reunido en Santiago de Chile en 1908 por el señor Mala- quias Concha. Imprenta Nacional. Santiago, 1909. En un folleto de más de 150 pájinas, el señor Malaquias Concha desarrolla un problema importantisimo de sociolojía económica que no puede menos que inte- resar a cuantos se preocupan de la solución más humana posible de las diver- jencias que ajitan a los pueblos modernos. El autor ha dividido su trabajo en tres grandes secciones. En la primera, Teorias económicas, discurre sobre las teorías teolójicas, desde los filósofos paganos hasta los predicadores cristianos; sobre las metafísicas desde la escuela utilitaria (sistema mercantil) hasta la cosmopolita (sistemas fisiócratas 1 dlel valor cambiable); sobre las positivas, que abarcan la escuela nacionalista (in- dustrial); la socialista (propiedad colectiva) i la economía social (ciencias positi- vas, sociolójicas). En la segunda, Economia biolójica, trata de la nutrición biolójica, de la lucha en- tre las células i entre los organismos 1 de su forma, selección, supervivencia de los más aptos; pasando luego a la economia sociolójica (lucha entre las naciones, triunfo de las mejor preparadas). En la tercera, Cooperación i alianza, diserta sobre la lucha continental, sistema coloniales, zollverein aduanero, monopolio industrial, ídem de trasportes, ídem del capital, alianza sudamericana para la lucha, tarifa aduanera común, unión monetaria, federación económica sudamericana, etc. El autor llega a la conclusión de que la lucha por la existencia es lei universal del mundo organizado. En el terreno biolójico social tiene por móvil el alimento, la riqueza, la satisfacción meutal o material ; económicamente, es el interés per- sonal o nacional quienes mantienen viva la lucha entre hombres o naciones; es- tos se atacan ise defienden, mediante la concurrencia 1 el protecccionismo, 1 el que se deja superar, perece o, por lo menos, languidece. Por ésto cada nación debe defender su economía. Sud América al emanciparse políticamente, no lo hizo del punto de vista econó- mico : está subordinada aún a la preponderancia estranjera. Su industria es venci- BIBLIOGRAFÍA 361 da por la concurrencia esterior. Su estado es por ésto aún el pastoril i agrícola. La federación económica, pues, de los diversos países de Sud América, será la verdadera fuente de donde manarán su civilización i prosperidad, qne alcan- zarán a rivalizar con ventaja con la cultura i riqueza del viejo continente. El congreso mencionado, después de tomar en cuenta 1 discutir la tesis del se- ñor Concha, hizo las dos declaraciones siguientes : a) Que para afianzar el poder político, la independencia i soberanía de las na- ciones sudamericanas, deben procurar la creación de un sistema propio de indus- trias, navegación, comercio i crédito que las independice de la dominación estranjera. b) Que debe propenderse a la federación aduanera de los pueblos sudamericanos sobre bases de reciprocidad comercial entre síi de defensa común de sus intereses frente a las naciones estranjeras. En sustancia la vida es la lucha: en las sociedades, entre sus diversos ele-. mentos; en las naciones, entre sus grandes colectividades. Es ura lei universal. ¡ Ai de los débiles ! ¡ Ai de los inertes ! Para los primeros, la federación; para los segundos, la acción, son los únicos medios de salvación. ¡Ai de los sentimentales, de los románticos, la realidad les hará despertar de sus ensueños económicos cuande llame a sus puertas la pobreza, mientras fuera imperarán los hábiles, los prácticos, los positivistas ! Estamos, en materia económica, de acuerdo con el señor Concha. S. E. BaRABINO. Lecciones de enerjética racional dadas en la universidad de Chile durante el año 1909, por AUGUSTO KNUDSON, injeniero i profesor. Sautiago de Chile, 1910. Con motivo del reciente Congreso cientifico internacional americano, el inje- niero Knudson ha enviado al mismo parte de las lecciones de enerjética por él dadas en Santiago de Chile, durante el año pasado, impresas en un folleto de unas 50 pájinas, formato mayor. La terminación de las mismas la dará oportuna- mente, de manera que el trabajo completo abarcará los siguientes capítulos : I, Preliminares : Definiciones, alcance i porvenir de la enerjética; fundamentos + ventajas de la misma; propiedades de la enerjía, su diferencia con la materia; independencia de la enerjía i de la materia 1 sua mutua inconvertibilidad ; II, Deducción de nuevas propiedades enerjétieas : otras propiedades jenerales de la materia i de la enerjía (ubicación, incompatibilidad e inmanencia; conjuga- ción, concurrencia, transformación i disipación de la enerjía); Í TII, Revista del estado actual de los conocimientos ¿su significado enerjético : leyes de Euclides, Newton, Lavoisier, Proust, Dalton, Richter, Gay-Lussac, Mendela- joff, Dulong, Petit, Newmann, Joule, Thomson o Clausius, Berthelot. La psiquia 1 los superorganismos ; IV, Aplicaciones de las teorías enerjéticas a los fenómenos conocidos. En este su folleto que anunciamos llega el autor hasta las leyes de Gay-Lussac indicadas en el capítulo III. Nos limitamos, pues, a dar esta breve noticia, para ocuparnos del trabajo del profesor Knudson más tarde, cuando esté terminado. S. E. BARABINO. 362 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El tasi i sus propiedades galactójenas. tesis presentada para optar al grado de doctor en medicina veterinaria, por LEOPOLDO GIUSTI. ex ayudante del la- boratorio de fisiolojía (1808-1809), jefe de trabajos prácticos del mismo (1910). Buenos Aires, 1910. El señor Giusti, uno de los más estudiosos 1 aprovechados alumnos de la Fa- cultad de agronomía i veterinaria, terminada brillantemente la etapa estudian- til, ha cumplido con el último requisito que los reglamentos universitarios impo- ned para graduarse, presentando una interesante disertación sobre las propieda- des galactójenas de la morremia brachystephana, vulgo, tasi. Las virtudes de esta planta habían sido esperimentadas ya por varios médicos en la mujer lactante; pero no en los animales domésticos. El señor Giusti se pro- puso llenar esta laguna, realizando personalmente ensayos sobre cabras, caballos, conejos, burras 1 yeguas. Sus esperimentos concurren a demostrar fehaciente- mente que es jeneral el fenómeno fisiológico del aumento de secreción láctea, producido en las hembras mamiferas por la inyección o injestión del tasi, en forma de solución o infusión. Las conclusiones a que arriba el señor Giusti son : 1% Que el tasi tiene mucha importancia como galactójeno, siendo un medica- mento ideal en los casos de agalaxia; 20 Que su toxicidad es casi nula; 3% Que la calidad de la leche, por lo que se refiere á la materia grasa, no va- ría sensiblemente ; 40 Que no modifica los caracteres organolépticos de la leche; 5% Que por su poco costo i su abundancia está al alcance de todos. Como se ve, la tesis del doctor Giusti presenta dos fases a cual más favorables : el merito científico del trabajo 1 su utilísima aplicación. S. E. BARABINO. Notas descriptivas de la provincia de Corrientes, complementarias de la carta geográfica, con un registro general de las propiedades rurales por Za- CARÍAS SÁNCHEZ. Buenos Aires, 1895. Acusamos recibo de este folleto del señor Sánchez, en el:que describe física, política 1 administrativamente la provincia de Corrientes tal cual era en 1894, Si bien hoi se resiente este trabajo del tiempo trascurrido, no deja de presentar datos que aun interesan iun antecedente de valor para establecer los progresos alcanzados por ese estado en los dieciseis años trascurridos. S. E. BARABINO. González, Castano R. González, Calderón A. González, Juan B. Granero, Miguel. Gradin, Carlos. Gregorio, Juan. Gegorini, Juan A. Grieben, Arturo. Grianta, Luis. Groizard, Alfonso. Guido, Miguel. Guidi, José. Guasco, Carlos. Guglielmi, Cayetano M. Guglialmelli, Luis C. Gutiérrez, Ricardo J. - Guesalaga, Alejandro. - Hauman, Merck Lucien. Haffter, Rodrigo. Harrington, Daniel. Hermite, Enrique. Herrera Vega, Rafael. Herrera Vega, Marcelino. Herrera, Nicolás M.. Herrero, Ducloux E. Henry, Julio. - Hicken. Cristóbal M. - Holmberg, Eduardo KR. Hoyo, Arturo. Huergo, Luis A. (hijo) Huergo, Eduardo. Hughes, Miguel. - Ibarra, Luis de. Iriarte, Juan. Iibarne, Pedro. Isbert, Casimiro Y. Issouribehere, Pedro J. Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo €. Iturbe, Miguel. Ivanissevich, Ludovico. " Jatho, Alfredo. Jacobacei, Guido. Jonas, Godofredo L.. Jonas, Justo B. Jurado, Ricardo. Ketzelman, Feda: Kock, Víctor. Krause, Otto. Krause, Julio. Klein, Hermán. Kreusberg, Jorge. Lafone Quevedo, Samuel A. Labarthe, Julio. Lahille, Fernando. Langdon. Juan A. Landeira, Pedro Y. Laporte, Luis B. Larreguy, José. Larco, Estebán. Larguía, Carlos. Lassalle, León. Lathan Urtubey, Augusto. Latzina, Eduardo. Lavarello, Pedro. Lavergne, Agustín. Lea, Allan B. Lederer, Osvaldo. Leguizamón, Martín M. Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de. Lesage, Julio. Letiche, Enrique. Levylier, H. M. López, José M. López, Martín J. Longobardi, Ernesto. Lovigne, Pedro 6. Lugones, Lorenzo. Lugones, Arturo M. Lucero, Octavio. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Lutscher, Andrés A. Madrid, Enrique de. Magy, Luis A. Magnin, Jorge. _Magliano, Augusto. Malbran, Carlos. Maligne, Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Manzanarez, Enrique. Maradona, Santiago. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marotta, Pedro. Marino, Alfredo. Martínez Pita, Rodolfo. Marti, Ricardo. : Massini, Estéban. Maupas, Ernesto. Mattos, Manuel E. de. Mazza, Aurelio F. Medina, José A. Meoli, Gabriel. Mercáu, Agustín. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. * Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. Molina y Vedia, Delfina. Molina y Vedia, Adolfo. Monge Munoz, Arturo. Moeller, Eduardo. Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. Mon, Josué R. Morales, Carlos María. Morel, Camilo. Moreno, Francisco P. Moreno, Jorge. Moreno, Evaristo Y. Moreno, Josué F. Morón, Ventura. Mormes. Andrés. Morón, Teodor +» F. Morteo, Carlos F. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Morteo, Ignacio A. Mosconi, Enrique. Mugica, Adolfo. Mussini, José A. Narbondo, Juan L. Nagera, Juan José. Navarro Viola, Jorge. Natale, Alfredo. Negri, César. Newton, Artemio KR. Niebubr, Adolfo. Nielsen. Juan. Nystrómer, Carlos. Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. Noceti, Domingo. Nogués, Domingo. Nougues, Luis PF. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. Nunez, Guillermo. Ocampo, Jorge. Ochoa. Arturo. Olivera, Carlos E. Oliveri. Alfredo. Orcoyen, Francisco. Orús, José M. Orús, Antonio (hijo). Otanelli, Atilio. Ortúzar, Alejandro de. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otamendi, Belisario. Outes. Felix F. Padilla, José. Padilla, Isaías. Paganini, Carlos. Paita, Pedro J. Palacio, Emilio. Palet, Luciano. Panelo, Estéban. Palmarinj, Armando. Paoli, Humberto. Parodi, Edmundo. Pascali, Justo. | Pasman, Raúl G. Pastore, Franco. Páquet, Carlos. Parckinson, Pedro P. Pascual, José L. Pastore, Franco. | Pattín, Enrique. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelosi, Elías: Pelleschi, Juan. Perazza, Alfredo. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Ssntiago. Pjana, Juan. - - Puiggari, Pío. “ SOCIOS. ACTIVOS (Continuación) : Puno. Antonio. Él Pingel, Juan. Piñero, Horacio 6. - Pouyssegur, AS B. vo Pisani, Mario. Podestá, Santiago. Pol, Víctor de. sl Ponte, Federico. -—Popolizio, Fernando. Porro de Zomenvzi, F. Posadas, Carlos. Puente, 'Guillermo A. Pueyrredón, Carlos A Ss Puiggari, Miguel M. - Prins, Arturo. - Quiroga, Atanasio. - Rabinovich, Delfín. - Raffo, Jaciuto T. Ramos Mejía, Ildefonso P. - Razenhofler. Oscar. Recagorri, Pedro S. - Rebuelto, Emilio. Rebuelto, Antonio. - Retes, Antonio. Repetto, Agustín N. - Repetto, Roberto. Repossini, José. - Reynoso, Higinio. - Riccheri. Pablo: —Rivara, Juan. — Roasenda, Carlos L. - Roflo, Juan. Rojas, Estéban €. Rojas, Félix. Romero, Julián. - Romero, Antonio. Rossel Soler, Pedro A. Rospide, Juan. Rouge, Marcos. E Ronquette, Augusto. Rouquette, Augusto (hijo). Rubio. José M. Rua, Jose M de la. Rumi, Tomás J. Rus, Pablo. Sabatini, Angel. Sáenz Valiente, Edmundo. Sáenz Valiente, Aselmo. Sagastume, José M. Sánchez Díaz, Abel. Sánchez, Juan A. Sánchez, Zacarías. Sanglas, Rodolfo. Sanromán, lberio. a Rodolfo. Santillán, Carlos R Segovia. Fernando. Sáuze, Eduardo. Segovia, Vicente. Sarmiento, Nicanor. Saralegui, Luis. Sarhy, José S. Sarhy, Juan F. Saubidet, Alberto. Scala, Augusto. Schaefer, Guillermo F.. sehneidewind, Alberto. Seguf, Francisco. Sejtun, Emilio. Seeber, Raúl E. Selva, Domingo. Sella, Federico. Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Severini, D. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. Simonazzi, Guillermo. Sires. Marcelo €. Sirí, Juan M. Sisson, Enrique D. Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Soldati, José. Sordelli, Alfredo. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio Spinedi. Hermeneg F. Storni, Segundo. Tallibart, Benjamín. Tamini Granvuel, L. A, Taiana. Alberto. Taina, Hugo. Tarelli, Carlos A. Tejada Sorzano, Carlos. Tello, Eugenio. Tieghi, Segundo. | Thedy, Héctor. Tobal, Miguel A. Toepecke, Ernesto. Toledo, Enrique A. de. Torres Armengol, M. Torres, Luis M Torre, Bertucci Pedro. Torrado, Samuel : q Turner Piedra Buena, Geró- nimo. Trovati, Francisco. z Traverso, Nicolás. E Ugarte, Trifón. Uriarte Castro, Alfredo. Uriburu, Arenales. Uriburu, David. Vallebella, Colón B. Vaccario, Pedro. Vilar, Juan. Valenzuela, Moisés, Valentini, Argentino. - Valerga, Orente A. Valiente Noailies, Luis. Valle, Pastor del Varela, Rufino (hijo). "Vassalli, Miguel E, Velasco, Salv ador. Veyga. Francisco de. Vignau, Pedro T. Vidal, Antonio. Videla, Baldomero. Villanova Sanz, Florencio. Virasoro, Valentín. ; Vivot, Eduardo. Volpatti, Eduardo. Wauters, Carlos. Willams, Adolfo. "Wernicke, Roberto. Wernicke. Raúl. White, Guillermo. White, Guillermo J Zakrzewski, Bernardo. Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zappi, Enrique V. Zavalla Carbó, José M. : E Zuberbúbler, Carlos E. DIRECTOR : ÍN G ¿NTREGA V. — e estudio de la laguna Iberá. asino, Bibliografía....... A Me 5 s 4 E A E BUENOS AIRES ; CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 84 — CALLE PERÚ — 684 : JUNTA DIRECTIVA Presidentes. cia oe Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente Mo. .oo....ooo.. Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente Y............- Doctor Horacio G. Pinero Secretario de uctas........ 2... Doctor "FComás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco EIA AD SS RS ES po Ingeniero Alejandro Guesulaga Bibliotecario... .o.oooo...... Doctor Abel Sánchez Díaz ¡Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero : Ingeniero Rodolfo Santangelo Mortales o E ¡ Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mam'berto - | Ingeniero Nicolás Besio Moreno ' Ingeniero Pedro Aguirre. EPM. RA e Senor Juan Botto REDACTORES - Doctor Florentino Ameghino, doctor Atilio Bado, doctor Juan A. Dominguez e: Angel Gallárdo, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, ingeniero José - A. Medina, doctor Francisco P. Moreno, ingeniero Jorge Newbery, doctor Horacio G. Pinero, general Pablo Riccheri, ingeniero Domingo Selva, ingeniero Alberto Schnei- dewind, teniente de navío Segundo R. Storni, ingeniero Eduardo Volpatti. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AMADEO y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores 0 E hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. ; PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POMO o ENE 1.00 PARO AE A 12.00 Número atrasado A o 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ * (PROVINCIA DE CORRIENTES) jientífica Argentina, en vista del alto interés que para el buen nom- bre del país resultaría de efectuar la exploración de la laguna Iberá, considerada como una parte desconocida de nuestro territorio y, en consecuencia, no incorporada á las actividades que se desarrollan en el resto del país, y teniendo en cuenta, por otra parte, que no se han hecho aún estudios científicos en tan vasta región, resolvió en su sesión del 11 de agosto de 1905 (anexo l) iniciar los trabajos necesa- rios para llevar á cabo la exploración y estudios consiguientes de la (1) Las tareas i publicaciones orijinadas por la organización i realización del Congreso científico internacional americano, celebrado en homenaje al cen- tenario de Mayo bajo los auspicios de la Sociedad Científica Arjentina, han te- tardado la publicación en los 4nales de estos interesantes antecedentes sobre la esploración científica de la lejendaria laguna correntina. Al hacerlo hoi para llevar a conocimiento de los señores consocios la meritoria actuación de nuestro centro social en estas manifestaciones de la actividad intelectual arjentina, nos complacemos en esteriorizar nuestro modesto voto de aplauso a la honorable junta directiva que iniciara esta esploración importante de cualquier punto de vista se la considere, jeográfico, natural, político, económico, ete., imai espe- cialmente, a nuestros consocios injenieros Lugones i Castro que con tanto em- peño tramitaron su realización. Injustos seríamos si nuestros plácemes no alcan- Zaran al señor senador Virasoro, paladín de la idea en nuestro Congreso nacional 1 los señores ministros del poder ejecutivo que contribuyeron a su efectuación ; así como a los señores mayor Pedro Uhart, jefe, H. Pouyssegur, naturalista, 1 demás miembros de la comisión de estudios. — (S. E. Barabino.) AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 24 364 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA laguna Iberá, á cuyo efecto designó en comisión al coronel ingeniero Arturo M. Lugones é ingeniero Vicente Oastro para que propusieran las primeras medidas con el fin apuntado. La comisión nombrada sometió á la junta directiva por intermedio del coronel Lugones (anexo II) un programa de exploración, el cual fué aprobado, resolviéndose se continuasen los trabajos. Como de costumbre, al iniciarse el período de vacaciones, la junta directiva dejó de sesionar y, en consecuencia, los trabajos se retar- daron. Durante el año 1906, el coronel ingeniero Arturo M. Lugones, pre- sidente entonces de la Sociedad Científica Argentina, queriendo im- pulsar las gestiones para obtener fondos con qué costear la explora- ción, designó una nueva comisión compuesta del doctor Cristobal M. Hicken é ingenieros teniente coronel Agustín P. Justo y Vicente Castro, encomendándoles preparar el programa de los estudios por realizar y el presupuesto y medios para llevar á cabo la explora- ción. Informe de la comisión ; programa de la exploración. — La comisión se expidió en septiembre de 1906, elevando al presidente de la Socie- dad Científica Argentina, coronel ingeniero Arturo M. Lugones el informe respectivo (anexo 111), el cual comprendía el plano general de la región por estudiar, una serie de consideraciones generales respec: to á la conveniencia de que la Sociedad Científica Argentina tomase á su cargo la exploración y estudio de la laguna Iberá, y el programa de estudios que era el siguiente: 1. ¡Existe alguna relación entre las crecientes del río Paraná y el aumento del agua de la laguna ? 2. ¿Existen vertientes en el lecho? 3. ¿ Existen huellas de algún cauce antiguo del río Paraná, en proxi- midad de la laguna? 4. Naturaleza de la faja de tierra entre la laguna y el pueblo de Ttuzaingó. 5. Relación aproximada entre la superficie libre del agua y la que está cubierta por pajonales, ete. 6. Afloramiento del terreno terciario. 7. ¿Sería conveniente un drenaje de los fondos de la laguna? Ss. Temperatura del agua, para alimentación posible de peces. 9. Colección de peces y animales vivientes en sus aguas, para poder apreciar la posibilidad económica de su explotación ó utilidad. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 365 10. Colección de plantas de las riberas é islas. 11. ¿ En los terrenos drenados, podría cultivarse arroz ? 12. Presencia del ombú en aquellas regiones. 15. ¿ La reducción ó desaparición de la laguna, podría modificar las condiciones climatéricas de la región? 14. Paludismo y fiebres infecciosas. El informe también indica el itinerario que debía seguirse en la exploración, aconseja que el mando de la exploración se confíe al mayor de artillería señor Pedro Uhart, y termina con algunas consi- deraciones respecto al material y medios que podrán ser empleados para llevar á cabo la exploración, cuyo presupuesto de gastos estima en pesos 61.523,00 moneda nacional. Primera gestión de fondos. — La junta directiva, utilizando el infor- me y presupuesto preparados para la exploración, resolvió solicitar del honorable congreso los fondos necesarios para llevarla á cabo. Al efecto, en septiembre 6 de 1906, presentó á la honorable cámara de diputados la solicitud correspondiente (anexo IV), la que no pros- peró por no haber sido tratada en las sesiones ordinarias, ni incluída en las de prórroga. Segunda gestión de fondos. — Nuevamente la junta directiva en se- sión de noviembre 16 de 1906 (anexo V), convencida de que sus ges- tiones ante el honorable congreso no darían resultado inmediato, resolvió dirigir nota (anexo VI) á la honorable comisión nacional del centenario de Mayo, poniendo á su disposición el proyecto preparado por la Sociedad Cientifica Argentina para la exploración de la laguna Iberá, á fin de que la honorable comisión llevase á cabo por su cuenta la exploración. La segunda gestión no fué más afortunada que la primera, no lle- gando el pedido á ser considerado por la honorable comisión del cen- tenario, por haberse manifestado extraoficialmente que la solicitud no encuadraba dentro de las atribuciones de la comisión. Años de 1907 y 1908. — Durante los años de 1907 y 1908, no se presentó ninguna solicitud para conseguir fondos con destino á la exploración, pues las gestiones privadas, hechas ante varios miem- bros de las cámaras nacionales, llevaron el convencimiento á la junta directiva, de que el pedido no prosperaría. 366 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Grestiones de fondos en el año 1909. — En este año la junta directiva encaminó sus gestiones privadas ante el señor senador nacional inge- niero Valentín Virasoro quien manifestó estar dispuesto á contribuir con todo su contingente de hombre de gobierno para que la inicia- tiva de la Sociedad Científica Argentina, de explorar y estudiar la laguna Iberá, recibiese la ayuda necesaria de los poderes públi- COS. El ingeniero señor Virasoro hizo sentir su acción en pro de la ex- ploración, interesando en favor del proyecto á los miembros de la diputación nacional por la provincia de Corrientes, quienes prometie- ron coadyuvar en pro del pedido que haría la Sociedad Científica Argentina. En base á esta buena disposición de los miembros del honorable congreso antes citados, la junta directiva presentó al honorable sena- do nacional en septiembre 18 de 1909 la solicitud respectiva (anexo VID, pidiendo que por una ley especial se acordara á la Sociedad Jientífica Argentina la suma de 50.000,00 pesos moneda nacional para costear la exploración de la laguna Iberá. Como de práctica, la solicitud pasó á comisión y no obstante la enorme cantidad de asuntos á despachar, la comisión de agricultara «lel senado, estudió el pedido y se expidió favorablemente. El 29 de septiembre de 1909, tuvo lugar la última sesión del hono- rable senado y, como el pedido de la Sociedad Científica Argentina no estaba incluído en la orden del día, la gestión habría fracasado, á no mediar la patriótica y bien intencionada intervención del senador señor Virasoro. Al ocuparse la honorable cámara del anexo de agricultura el sena- dor señor Virasoro formuló una moción para que se votasen 50.000,00 pesos moneda nacional destinados á «estudios especiales de los este- ros del Iberá», suma que se entregaría á la Sociedad Científica Atr- gventina, con tal objeto (anexo VIII). El senador señor Virasoro invitó á S. E. el senor ministro de agri- cultura, presente á la sesión, para que emitiese su opinión respecto á la conveniencia de efectuar los estudios y de que éstos se encomen- dlasen á la Sociedad Científica Argentina, la que ofrece garantía plena de buen estudio y grandes economías, sobre todo en lo relativo al tra- bajo profesional. : S. E. el señor ministro de agricultura, ingeniero Pedro Ezcurra «on espíritu elevado y de alta justicia, se adhirió calurosamente al pedido formulado, manifestando que la Sociedad Científica Argentina EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 367 compuesta de personas dedicadas á la ciencia, era la indicada por su preparación y antecedentes y por su dignidad, á poder reunir un cú- mulo de datos suficientemente completos para llegar á conclusiones definitivas. La alta cámara, ante tales manifestaciones, prestó su asentimiento incluyendo en la ley de presupuesto para el año 1910 la partida de 50.000,00 pesos moneda nacional propuesta por el senador señor Virasoro. La cámara de diputados, sancionó á su vez la planilla respee- tiva, en que el honorable senado había incluído la partida de 50.000,00 pesos moneda nacional destinada á estudios de la laguna Iberá. La junta directiva, contando con que al ponerse en vigencia el pre- supuesto de 1910, dispondría de los fondos necesarios para la explo- ración, se preocupó inmediatamente de organizar la comisión científica que debía llevarla á cabo y, al efecto, al mismo tiempo que disponía se revisase el plan de estudios por realizar, á cuyo efecto nombro una comisión constituída por el doctor Ángel Gallardo € ingenieros Va- lentín Virasoro y Vicente Castro, preparó las instrucciones necesa- rias para la buena marcha de la exploración (anexo IX). La designación del jefe de la exploración teniendo en cuenta lo informado por la comisión que preparó el programa que debía des- arrollarse, se hizo en la persona del mayor de artillería senor Pedro Uhart. Para hacer este nombramiento, la junta directiva solicitó previa- mente de S. E. el señor ministro de guerra, general Rafael M. Agui- rre (anexo X), por tratarse de un miembro del ejército, concediese el permiso respectivo al mayor señor Uhart, el que fué concedido inmediatamente (anexo XI), como también un amplia promesa de ayuda. Á fin de reducir los gastos de la exploración se solicitó (anexo XII) de S. E. el ministro de obras públicas señor Ezequiel Ramos Mexía, facilitara, en calidad de préstamo, á la Sociedad Científica el vapor 105 B, del ministerio, como también varios instrumentos para estu- dios topográficos y gran cantidad de otros elementos necesarios para la exploración. S. E. el señor ministro prestó preferente atención al pedido y, si bien no pudo facilitar el vapor 105 B por ser indispensable á los es- tudios del Paraná superior, en cambio, dispuso que por la dirección general de obras hidráulicas (anexo XIII) se entregasen á la Sociedad Científica los instrumentos y demás elementos que hubiese disponi- bles, los que fueron recibidos en su oportunidad. 368 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Inmediatamente de promulgada la ley de presupuesto para 1910, la junta directiva solicitó (anexo XIV) del ministerio de Agricultura la entrega de la suma de pesos 50.000 moneda nacional que el presu- puesto asignaba á la Sociedad Científica para estudios de los esteros del Iberá. S. E. el señor ministro de agricultura, consecuente con ha- ber contribuido á la sanción en el honorable senado de la partida para los estudios, prestó también su asentimiento á la pronta entrega de los fondos. La junta directiva en sus sesiones de enero 26 y febrero 9 de 1910 (anexos XV y XVI), aprobó las instrucciones para el jefe y demás miembros de la comisión é hizo la designación del personal de la.mis- ma, quedando ésta organizada en la forma siguiente : Jefe: mayor de artillería Pedro Ubart ; Naturalista : Senor Hipólito Pouyssegur ; Ingeniero ayudante: Armando Esteve; Preparador: Alejo Tinaos ; Capataz : E. Ruffert ; Peones : cinco. Por su parte, la comisión revisora del programa de la exploración informó que nada tenía que agregar á dicho programa, con excepción de la indicación del doctor Ángel Gallardo, que debían hacerse estu- dios sobre el planotin. Los señores ingenieros Valentín Virasoro y doctor Ángel Gallar- do, como miembros de dicha comisión, prestaron todo el contingente de su alta preparación, tanto del punto de vista del conocimiento de la zona por explorar, como también para la designación del personal científico que formaría parte de la exploración. El ingeniero Virasoro, por su parte, indicó al mayor Uhart, la con- veniencia, dada la forma en que se allegaban los elementos de trans- porte,, de que el punto de arranque de los estudios fuese Itatí Rin- cón, lo que, como es consiguiente, fué aceptado. Habiendo con ésto quedado terminada la organización de la comi- sión, se dispuso que el jefe tomase las disposiciones necesarias para la partida de la misma á la mayor brevedad, la que tuvo lugar el 15 de marzo de 1910, desde San Fernando, anticipándose así á la entre- ga de los fondos solicitados del ministerio de Agricultura, para cos- tear la exploración. : El punto de reunión fijado por el mayor Uhart era Esquina, para donde se embarcaron en la Dársena sud los demás miembros de la co- misión. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERA 369 El 19 de abril de 1910, vencidas todas las dificultades para que el ministerio de Hacienda pudiese entregar los fondos y equipada ya la comisión, el mayor Uhart comunicó desde Esquina que se ponía en marcha hacia Chavarría, remontando el río Corrientes, proponiéndo- se llegar á Itatí Rincón, y desde allí comenzar la exploración con las embarcaciones y elementos de que disponía. Publicaciones de la prensa diaria. — La prensa de la capital ha se- guido todas las fases de las gestiones hechas para organizar la comi- sión que explorará y estudiará la laguna Iberá, y en el anexo XVII, se consignan las principales publicaciones hechas. Mayo de 1910. ANEXO III Buenos Aires, 1% de septiembre de 1906. Señor presidente de la Sociedad Científica Argentina temiente coronel ingeniero civil don Arturo M. Lugones. Elevamos á usted el proyecto que se sirvió hacernos confeccio- nar, á fin de que la Sociedad Científica Argentina realice la iniciativa de llevar á cabo la exploración de la laguna Iberá, con el fin de reco- nocer dicha región y establecer las estaciones necesarias, con las cua- les quede inequívocamente establecido, cuál sea el régimen de sus aguas y obtener los demás datos y antecedentes científicos que aun se ignoran, constituyendo un lunar geográfico; informes que se im- pone sean obtenidos para que dicha zona, completamente virgen, no resulte por más tiempo, una severa crítica al buen nombre de nuestra época intelectual, á cuyo fin estamos seguros que se llegará, después dle realizado el programa que establece esta comisión, el que tenemos el honor de elevar para su sanción. Cuantas expediciones han pretendido explorar la laguna Iberá han fracasado á poco de iniciar sus trabajos, debido á los relatos fan- tasmagóricos, quizá interesados, forjados con mitos que los morado- res que la circundan, desde la época colonial hasta hoy día se han empeñado en propalar, con cuyos inconvenientes han obtenido que esas comarcas no hayan sido libradas á la civilización. 370 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las sociedades é institutos científicos europeos que han enviado sus sabios para estudiar la fauna y la flora de nuestro suelo jamás pu- dieron realizarlo en aquella región, de la cual sólo se tenían, como hasta el presente, descripciones deficientes, ó el relato confuso y lle- no de supersticiones de viajero, que desde siglos anteriores, decían no haber podido jamás reconocerla. Y si bien es cierto que desde que se inició el estudio del continente americano, de una manera notable por Alejandro de Humboldt, fué eradualmente interesando á personas que antes no se habían dedica- do á él. Así siguieron á Humboldt, los Rengger, d'Orbigny, Castella- ni, Natherer, Spix, Martins, v. d. Steinen, verdaderos pioneers de la ciencia, que afrontaban la muerte que á cada paso los amenazaba, viajando por los llanos bajo un sol abrasador; penetrando en las sel- vas vírgenes con bosques húmedos y malsanos delazonatórrida, ósu- biendo á las altiplanicies andinas, pero ninguno de ellos pudorealizarlo con les esteros de Iberá, como lo atestiguan los archivos de dichos céle- bres exploradores, no obstante haberlo tentado repetidas veces. Pero ¿ acaso por estar despoblada será difícil que á ella pueda arri- bar el explorador ? ¿ Quiénes son aquellos fantasmas queligeros como el venado que corrían, merodean por sus inmensos esteros ? ¿ Quiénes son aquellas gentes extrañas, de costumbres las más exó- ticas y de hábitos hasta hoy desconocidos, que llevan una vida tan uraña ? ¿Serán éstos, las solas y únicas causas por las que no pudieron es- tudiarlas los exploradores que lo han tentado ? ¿No es de desearse que de una vez quede despejada su fabulosa existencia, y convencer así á los pocos atávicos de charrúas ó de gua- raníes, de aquellas comarcas, que no es allí tampoco donde se ha re- fugiado el Wigwam ambulante de sus usurpados lares ? ¿ Y qué se ha hecho desde entonces para ello ? Cuán triste es ver que aun permanecen inexploradas dos terceras partes de la provincia de Corrientes, de la que no se sabe nada de las formas singulares de una fauna y flora exuberante, subtropical, en pro de la ciencia. Y ésto sucede no obstante el impulso que ha sugerido al resto de la república, lo que aumenta el contraste, cuya causa ha obligado á esta sociedad científica que usted preside, á resolver este problema. Con la única compensación que colmará su misión al constatar el interés que dicha idea ha de despertar, dado el objeto científico de esta expedición, en lus hombres de ciencia que le han consagrado sus EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 371 cerebros privilegiados, por haber procurado dar cima á una obra lla- mada á arrojar un rayo de luz, en esta importante exploración, de la' laguna Iberá tan extensa como importante. No reclama, por consiguiente, para ella mayor gloria ni recom- pensa. Y en el deseo de haber cumplido con un deber de patriotismo, so- metemos este proyecto al ilustrado criterio del señor presidente, en la convicción de que su apoyo merecerá ciertamente el aplauso de los hombres de estudio en particular y de la nación, en general, para sus patrocinadores del poder ejecutivo. Saludamos al señor presidente de la Sociedad Científica Argentina con nuestra mayor consideración. Vicente Castro. — Uristóbal. M. Hicken. — Agustín P. Justo. EXPLORACIÓN DE LA LAGUNA IBERÁ Es de pública notoriedad que la laguna Iberá no ha sido cruzada hasta la fecha, de modo que se ignora todo lo que á ella se refiere y que por uno ú otro concepto, puede interesar á nuestro comercio é industrias. En el presente siglo y en posesión de todo su territorio el gobierno de la república, no es posible admitir la existencia de una tan vasta zona de la cual se ignora absolutamente para qué puede utilizársele. Reconocido este estado de cosas, corresponde proceder á la inme- diata exploración de la laguna Iberá, iniciativa que lanza la Sociedad Científica Argentina para que todos los que se interesen en el verda- dero adelanto de la República, contribuyan á despejar la incógnita inconcebible de la existencia de una zona sin explorar de nuestro te- rritorio, hecho inexplicable en medio del progreso actual. Impónese, en consecuencia, el envío de una comisión de explora- ción, que arranque á la región su secreto y que disipe la sombra que proyecta la indiferencia de extender el dominio sobre lo que pertene- ce á la nación. La Sociedad Científica Argentina al plantear este problema, cuya solución indubitablemente contribuye al engrandecimiento de la pa- tria, ha recogido todos los antecedentes que se refieren al problema 312 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA planteado y en posesión de ellos, ha buscado la manera más práctica y expeditiva, para que la exploración pueda llevarse á feliz término, y en consecuencia, en un plazo relativamente corto, la luz de la civi- lización irradie en medio y de uno á otro extremo de la zona que hos pertenece. La Sociedad Científica Argentina tiene fundadas esperanzas que tanto el gobierno como el pueblo de la República, sabrán interpretar tan elevados ideales, prestando por consiguiente su apoyo moral y material para que la exploración pueda organizarse y llevar á cabo su desinteresado objeto. En sus lineamientos generales la exploración tendrá por objeto, 'ontribuir al estudio de las siguientes cuestiones : 1* ¡Existe alguna relación entre las crecientes del río Paraná y el aumento del agua de la laguna? 2* ¿ Existen vertientes en el lecho? 9” ¿Existen huellas de un cauce antiguo del río Paraná, en proxi- midad de la laguna ? 4” Naturaleza de la faja de tierra entre la laguna y el pueblo de Ituzaingó; 5” Relación aproximada entre la superficie libre del agua y la que está cubierta por pajonales, etc., ete.; 6* Afloramientos del terreno terciario; 7* ¿Sería conveniente un drenaje de los fondos de la laguna? s* Temperatura del agua para aclimatación posible de peces; 9? Colección de peces y animales vivientes en sus aguas para po- der apreciar la posibilidad económica de su explotación ó utilidad; 10* Colección de plantas de las riberas é islas; 11* ¿En los terrenos drenados podría cultivarse arroz? 12* Presencia del ombú en aquellas regiones; 15* ¿La reducción ó desaparición de la laguna, podría modificar las condiciones climatéricas de la región ? 14* Paludismo y fiebres infecciosas. PLAN Y ELEMENTOS DE LA EXPEDICIÓN Del itinerario seguido por Azara resulta demostrado que todas las orillas de la laguna Iberá son fácilmente abordables, así como tam- bién que en ellas abundan los recursos. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 373 Una vez trató dicho explorador de hacer penetrar peones á pie al interior de la laguna con el fin de reconocerla, pero á poca distancia de la orilla volviéronse éstos, diciendo que debajo de las camalotes y malezas, había agua. De Moussy, dice que de la costa occidental de la laguna Iberá, se ven grandes superficies de agua libre, y que llegó á comprobar que ciertas islas, cambian de sitio. El mismo explorador asegura la exis- tencia de tacuarales é isletas de bosques en el interior de la laguna. Y como Azara no dice nada de ésto, ni sobre la clase de camalotes, ¿no lo compondrán carrizales? Con estos someros detalles, se impone suponer que sea forzoso el empleo de canoas, y de mucha aplicación, en esta circunstancia, la sirga, como medio de propulsión. Dicho camino podrá ser de bastidores transportables, análogos á los de una vía Decauville, ó bien podría emplearse, un tablero seme- jante al que usan los pontoneros en nuestro ejército, el cual se colo- caría sobre cierto número de canoas y permitiría retirar las de de- trás, para colocarlas adelante. Tal vez resulte posible, después de la primera inspección, emplear un sistema de balsas con dos motores, uno á cada banda, que arro- llaran una cadena sin fin, la que libre continuamente por la proa es recogida por la popa. Medio de locomoción desde mucho empleado en el Ródano, y cuyo principio es el utilizado, actualmente, por el mayor Buonaparte (ejército italiano) en su Rotaio cingolo. No necesita discutirse mayormente la causa por la que resulta in- cómodo iniciar la exploración con remolcadores á vapor, sobre todo si han de ser de hélice. Pero si no faltan medios de ganar poco ó mucho camino diariamen- te, la comunicación con lo reconocido queda, sea cual fuere el em- pleado, interrumpida, cada vez que se avanza, por cuyo motivo será forzoso emplear un andarivel de alambre, sostenido por pilotes ó por tlotantes, donde fuera necesario, con lo que se remediarían aquellos inconvenientes. Y como no se trata de hacer un viaje de aventuras, se impone un personal numeroso para las maniobras de fuerza, que será cosa de cada momento. Y como circulan tantas leyendas acerca de lo que existe en el interior de la laguna, que la gente de los alrededores, debe estar dispuesta á exagerar los riesgos y dificultades, convendría llevar personal que ni aun por referencia, si posible fuese, conociera los parajes en cuestión. 374 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es así como podría contarse con las probabilidades de éxito, con úna expedición formada como sigue: 1* Un jefe de comisión, encargado, del itinerario, reconocimientos, diario y memoria detallada; 2” Un segundo jefe encargado del estudio de historia natural, del botiquín de campaña y fotografía; 3" Un sargento de Zapadores, un cabo ídem, y veinte soldados ídem, provistos de útiles reglamentarios y su armamento. Á primera vista puede parecer demasiado el personal que se indi- ca; se propone así, para poder establecer turnos de descanso, vigi- lancia y trabajo; tal vez sean el incendio y la extenuación, los peligros más serios. Falta exponer el itinerario que se deberá seguir y detallar los prin- cipales objetos de dicha exploración. Partiendo de Ituzaingó con rumbo hacia al sureste se tratará de llegar á las casas de Santa Rosa, cerca de la boca del arroyo Itá, la distancia es próximamente de treinta kilómetros. De Santa Rosa con rumbo al oeste hasta el paraje llamado el Tacuaralito, un campo de Silvio Amadeo; distancia 35 kilómetros, poco más ó menos. De allíá las casas del campo de Ramón Contreras, en la boca del bañado Cu- ruzú, distancia 30 kilómetros. Desde allí al campo de Manuel Jara, casi la misma distancia. Del campo de Jara hasta Montenegro, otro tanto. De Montenegro á campo de Juan Aguirre, 45 kilómetros. Siguiendo este poligonal, que puede seguirse en el mapa su tra- zado, muy poca extensión del estero quedaría desconocida, al mismo tiempo que las señales dejadas, serían las utilizadas para los traba- jos posteriores de triangulación. COSTO DE LA EXPLORACIÓN Á continuación se detallan los útiles y herramientas que son ne- cesarios para la exploración : Su provisión debería hacerse porlos ministerios de Guerra y Marina y en cuanto á los fondos necesarios para transportes y mantención, el ministerio de guerra podría proporcionarlos, teniendo en cuenta que todo el personal pertenece al ejército. Por lo que respecta al segundo jefe de la comisión exploradora, el cual estaría encargado de los estudios de historia natural, del boti- quín de campaña y fotografías, podría destacarse del museo. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ SO Por lo que respecta al jefe de la comisión exploradora, la comisión por unarimidad opina que debería ser solicitado del ministerio co- rrespondiente, el mayor de ingenieros don Pedro Uhart, á quien se le conferiría del itinerario y memoria de la expedición. En cuanto á su segundo jefe, el cual estaría encargado de los estudios de historia natural, botiquín de campaña y de la colección de fotografías, podría solicitar del Museo nacional uno de sus empleados caracterizados. Además de los elementos expresados en los documentos que se acompañan, será necesario arbitrar una sama de 70.000 pesos mone- da nacional para atender los gastos inherentes á una exploración de este género y cuyo detalle va especificado en el presupuesto adjunto, suma que se reputa por esta comisión, imprescindible para llevar á fin, una obra tan importante. PRESUPUESTO DE GASTOS Ae de Indicación de las as Eee: Canto ES Eto orden unidad dades unitario parcial 1 CO no 8 80.00 640.00 2 Monturas á bastos completos ..... = 8 60.00 180.00 3 MAS e a Al 7 16 1.00 16.00 4 Cabestros de cadena... .......... — 24 1.00 24.00 2 LM = 3 10.00 30.00 6 Amllos do ANO. oo sae = 12 1.00 12.00 7 Canoas grandes de 5 metros de lar- go, impermeables. ............. = 6 100.00 600.00 8 Toldosimpermeables paralas mismas — 24 40.00 960.00 9 Tableros para puentes, ó de caminos CAS das ala deu mi. 3 4.00 120.00 10 Soga para maniobras de 30 metros de largo y 20 milímetros de diá- O o A e n0 12 5.00 60.00 11 Caballetes desarmados, sea para pi- lar de observaciones, izar las em- barcaciones ó el tablero ........ a 6 40.00 240.00 12 Rollos de alambre de 2 milímetros de MAMI. one tae = 12 20.00 240.00 Ue os demo tones —= 6 15.00 90.00 IS varias Oi = 6 15.00 90.00 15 Bombas de incendio 0.000.000. — 6 15.00 90.00 10 a e dd da A el = 6 30.00 180.00 arpas oe -— 3 100.00 300.00 18 Mosquiteros.. — 24 9.00 216.00 19 Mosquiteros de trabajo. — 25 5.00 125.00 No de orden DD 0 00 yN NN y A SN O AS | Yo DN ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Indicación de las obras Guantes y caretas de trabajo Cascos, argelinas, ebC............ Martinete, según plano adjunto... Elementos para colecciones de his- toria natural BO Garfios de hierro, según plano.... Herramientas de carpintero Hachas de mango largo Hachas de mano Picos y palas Piedrasid ena la O Instrumentos de topografía, sondas, según plano adjunto........... Utiles ide aseo o Enseres de cocina y servicio de mesa Cajas de hojalata de 25tm* de ca- Sueldos mensuales del personal... Dinero en efectivo. Imprevistos, 20 por ciento Costo total de la exploración .. INSTRUCCIONES Desig. unidad n (0) » n (0) meses » Canti- dades 12 24 12 Precio unitario 10. .00 .00 .00 .00 .00 1EZA 00 00 .00 Costo parcial 120. 120. 240. 360. 360. 150. 5300. TAS, 200. 00 00 00 00 00 00 00 00 00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 Jefe y Reserva. — Art. 1%. El jefe de la expedición mayor Pedro Uhart, pondrá toda su actividad, preparación y energías al servicio de la comisión que se le ha conferido por la Sociedad Científica Argen- tina, la que espera, que el jefe sabrá llevarla á buen término, reco- mendándosele que todos los resultados que se obtengan de la expe- dición y estudios deberán mantenerse en reserva, pues serán publi- cados en los Anales de la Sociedad Científica Argentina. Disciplina y celo. — Art. 2". El jefe tratará por todos los medios á su alcance que la máxima disciplina y celo reine entre todo el personal de la comisión. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 377 Parte diario y remisión. — Art. 3%. El jefe llevará un diario detallado, consignando todas las incidencias de la exploración y estudio, en los cuadernos ad hoc que se le entregarán. El duplicado en carbónico será remitido semanalmente á la Sociedad Científica Argentina para su publicación inmediata en los Anales de la sociedad. Plano del recorrido y libretas. — Art. 4%. El jefe llevará un plano en el cual se hará constar el recorrido efectuado, como así también lle- vará las libretas de operaciones topográficas que deberá realizar. Libretas de estudios. — Art. 5%. Eljefe llevará por separado libretas de operaciones que se refieran á los diferentes estudios, que la comi- sión tiene que realizar. Firma de libretas. — Art. 6” Toda libreta deberá ser firmada por el empleado á cuyo cargo esté el estudio ú operación de que forme parte la libreta y llevará además el visto bueno del jefe. Libretas en limpio. — Art. 7”. Siempre que sea posible el jefe lleva- rá libretas en limpio, para facilitar su examen en la Sociedad Científica Argentina. Fotografías. — Art. 8”. El jefe procurará tomar el mayor número de vistas fotográficas que crea necesario para ilustrar los informes sobre la región explorada, pues estos documentos son necesarios, á las publicaciones que hará la Sociedad Científica Argentina. Informe mensual. — Art. 9%. El jefe remitirá el último día de cada mes á la Sociedad Científica Argentina, un informe detallado de la marcha de la exploración y estudios realizados hasta la fecha. Comumicaciones. — Art. 10. En principio el jefe deberá penetrarse que la Sociedad Científica Argentina, necesita estar perfectamente al corriente de la marcha de la exploración y en consecuencia el jefe adoptará todas las medidas del caso para que sus comunicaciones lle- enen á la Sociedad Científica Argentina con la debida rapidez. Atribuciones del jefe. — Art. 11. Todo el personal de la exploración queda á las órdenes exclusivas del jefe, quien está autorizado por la 318 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sociedad Científica Argentina para tomar y despachar á cualquier miembro de la comisión. Elección del personal. — Art 12. Se recomienda especialmente al jefe que la elección del personal, cualquiera sean sus funciones, deberá hacerla entre personas dignas, que no puedan dar motivo por sus actos dentro ó fuera de la comisión á crítica de ningún género. Organización interna. — Art. 13. La organización interna de la co- misión queda en absoluto librada al buen criterio del jefe, quien sabrá asignar á cada miembro de la comisión, las funciones que convengan, según sean sus aptitudes y preparación. Ordenes del jefe. — Art. 14. Todo el personal de la comisión está obligado á dar cumplimiento inmediato y sin observación á las dispo- siciones que tome el jefe, cualquiera sea el sitio Ó circunstancias en que el jefe dé la orden. Personal científico. — Art. 15. El personal de preparación científica especial que la Sociedad Científica Argentina, juzgue conveniente agregar á la expedición estará también á las órdenes del jefe, no pudiendo sin embargo ser utilizado sino accidentalmeute en servicios ajenos á la especialidad á que se dedican. Jefe y personal científico. — Art. 16. Eljefe se preocupará especial- mente de facilitar todo lo posible el buen éxito de la misión científic: «le la expedición ya seapermaneciendo en unlugar más tiempo del pre- visto, como así también variando el itinerario quese hubiese fijado de antemano ó en cualquier forma que resulte conveniente, pues el jefe deberá tener en cuenta que una gran parte del éxito de la expedición se funda en los estudios que realizarán y en las colecciones y obser- vaciones que recojan del terreno. Deberes del personal científico. — Art. 17. La Sociedad Científica Argentina, espera que el personal de preparación científica hará honor á la misión que se le confiere, poniendo de su parte toda su prepara- ción y celo para que la expedición resulte útil á los fines de la ciencia. Diario, muestras, restos y fotografías. — Art. 18. El personal de pre- paración científica deberá llevar un diario detallado de todos los estu- EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 3719 dios y observaciones que realice, como así también coleccionará las muestras, restos, ete., y tomará todas las vistas fotográficas que para el mejor éxito de sus trabajos convenga. Comunicación mensual. — Art. 19. El personal de preparación científica, remitirá mensualmente á la Sociedad Científica Argen- tina, una comunicación detallada de sus estudios y observaciones para que la sociedad esté al corriente de la marcha de los trabajos. Cuadernos para comunicaciones. — Art. 20. Toda comunicación á la Sociedad Científica Argentina, será hecha en los cuadernos que al afecto se entregarán al personal científico, de modo que á éste le quede una copia de sus comunicaciones; las comunicaciones para la Sociedad Científica Argentina serán entregadas al jefe para que éste las envie á su destino. Transporte de muestras. — Art. 21. El jefe y el personal científico se preocuparán especialmente del conveniente transporte de ejempla- res de la fauna, flora, etc., como así también de restos de civiliza- ción indígena, para ser éstos entregados á la Sociedad Científica Argentina. Reserva de los estudios. — Art. 22. Se recomienda así también al personal científico que mantenga la mayor reserva respecto al resul- tado de sus estudios y observaciones, pues el órgano de su difusión serán los Anales de la Sociedad Científica Argentina. Destino de los fondos. — Art. 23. El jefe deberá tener presente que los fondos que recibe para los gastos de la exploración deberán inver- tirse absolutamente en gastos perfectamente comprobados como nece- sarios para la exploración y estudio de la laguna Iberá. Compras. -- Art. 23. El jefe de la expedición hará en plaza ó sobre el terreno todas las compras de elementos que sean necesarios para la movilidad, estudios y gastos de vida que requieren el personal de la expedición. Recibos pura pagos. — Art. 25. Como los fondos para costear la exploración han sido entregados á la Sociedad Científica Argentina, ésta tendrá que rendir cuenta de su inversión á la Contaduría gene- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 25 380 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ral de la nación y en consecuencia el jefe al hacer cualquier pago por “sueldos, elementos ó cualquier gasto que demande el cumplimiento de su cometido, deberá hacerlo en duplicado en la forma establecida por la contaduría general de la nación, á cuyo efecto la Sociedad Cientí- fica Argentina, eutrega al jefe los formularios impresos, que el jefe deberá utilizar al efectuar cualquier pago. Rendición de cuentas. — Art. 26. El último día de cada mes, el jefe remitirá en duplicado á la Sociedad Científica Argentina, por carta certificada, la rendición de cuentas del mes, acompañada de los com- probantes respectivos. El jefe deberá retener en su poder un tripli- cado de los documentos que remita. Duplicado de recibos. — Art. 27. Se llama la atención al jefe res- pecto á que todos los duplicados de las rendiciones de cuentas y res- pectivos recibos y facturas, los necesita la Sociedad Científica Argen- tina para su archivo y contralor como persona jurídica, debiendo el original entregarlo á la contaduría general de la nación. Devolución del plantel. — Art. 28. Una vez terminada la expedi- ción el jefe entregará bajo inventario á la Sociedad Científica Argen- tina todo el plantel de la expedición, sin exclusión de objeto alguno, para que la Sociedad Científica Argentina devuelva al gobierno todo aquello que le haya facilitado y rematar ó vender lo que se haya com- prado con fondos de la expedición. Declaración firmada. — Art. 29. El jefe y todo el personal de la expedición dejará firmada en la Sociedad Científica Argentina una declaración por la cual se comprometen bajo su fe de caballeros á mantener en reserva los resultados de sus estudios de la laguna Iberá, los que únicamente deben llegar á conocimiento del público por intermedio de los Anales de la Sociedad Científica Argentina. Reserva. — Art. 30. La Sociedad Científica Argentina, se reserva el derecho de modificar, ampliando ó disminuyendo, lo establecido en las presentes instrucciones y será obligación del jefe y del personal científico dar cumplimiento á lo que se establezca. Designación de jefe y personal científico. — Art. 31. Todas las veces que en estas instrucciones se menciona la palabra « Jefe » se refiere EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 381 al señor mayor Pedro Uhart. Todas las veces que en estas instruc- ciones se mencionan las palabras « personal científico » estas se refie- ren al profesional ó profesionales que estime conveniente agregar la Sociedad Científica Argentina á la expedición. Buenos Aires, enero 26 de 1910. VICENTE CASTRO. Raúl G. Pasman, Secretario Buenos Aires, octubre 6 de 1909. Señor senador nacional ingeniero Valentín Virasoro. Tengo el honor de dirigirme al señor senador y en nombre de la junta directiva de la Sociedad Científica Argentina manifestándole que ésta en su sesión de la fecha ha resuelto, interpretando los deseos de nuestros consocios agradecer efusivamente la actitud llena de mé- ritos que para el progreso científico y material del país ha asumido el senor senador, al hacer moción en la sesión del honorable Senado de fecha 29 de septiembre próximo pasado á fin de que se incluyese en el presupuesto del año 1910 una partida de 50.000 pesos moneda na- cional destinada á la exploración de la laguna Iberá. Este acto, señor senador, lleno de fines benéficos, condigno de cons- tante labor en la gestión de los verdaderos intereses del país relacio- nados con sus progresos, es para la Sociedad Científica Argentina eratísimo reconocerlo y en consecuencia agrega su felicitación á otras que seguramente reciba el señor senador por su decidida labor en pro del adelanto. Esta meritoria solicitud del señor senador propiciando medidas de progreso, lo vinculan una vez más con nuestra asociación, á la que espero no le negará el señor senador el concurso de su alta experien- cia y preparación cuando llegue el momento de organizar y llevar á cabo la exploración y estudio de la laguna Iberá. Es, pues, para la junta directiva de la Sociedad Científica Argenti- na un acto de estricta justicia, presentar al señor senador su felicita- ción y agradecimiento por su oportuna intervención, haciendo que sea un hecho la exploración y estudio de la laguna Iberá, recono- ciendo con satisfacción tal mérito que implica la elevación de miras 382 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que lo han guiado, á proponer que se voten los fondos para Hevar á cabo la exploración. Aprovecho la oportunidad para saludar al señor senador con las se- guridades de mi consideración más distinguida. VICENTE CASTRO. Raúl G. Pasman, Secretario. Buenos Aires, octubre 5 de 1909. Al excelentísimo señor ministro de agricultura ingeniero Pedro Es- CUYYO. En nombre de la junta directiva de la Sociedad Científica Argen- tina, tengo el honor de dirigirme á V. E. llevando á su conocimiento, que dicha junta directiva en su sesión de la fecha ha resuelto, inter- pretando los deseos de sus consocios presentar su sincero agradeci- miento y al mismo tiempo su felicitación á V. E. por su elevada acti- | tud en la sesión del honorable Senado de fecha 29 del pasado al tra- tarse la moción presentada por el señor senador ingeniero Valentín Virasoro para que se entregue á la Sociedad Científica Argentina 50.000 pesos moneda nacional destinados á la exploración de estudios de la laguna Iberá. El alto espíritu de progreso que involucra la acción de V. E. pro- piciando la exploración de la laguna Iberá es una prueba más de la dedicación de V. E. hacia todo lo que representa una medida de pro- ereso para el país, y á la junta directiva de la Sociedad Científica Argentina le es altamente honroso así reconocerlo. La Sociedad Científica Argentina espera del reconocido patriotis- mo de V. E. que así como se ha dignado prestar su valioso contin- sente para que se voten los fondos destinados á la expedición, que- rrá también completar su obra aportando en el momento debido toda la poderosa ayuda que del Ejecutivo Nacional necesitará la Sociedad Científica Argentina para llevar á término la feliz iniciativa que cie- rra el primer siglo de nuestra emancipación y en la cual le ha cabido á V. E. tomar una parte tan decisiva, sin la que seguramente habría sido difícil obtener una rápida resolución. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 383 Es, pues, dentro de estas ideas de estricta justicia respecto á la pa- triótica cooperación de V. E. que la junta directiva de la Sociedad Científica Argentina cumple reiterando su felicitación y agradeci- miento á V. E. por su decidida ayuda en la realización de la explora- ción y estudio de la laguna Iberá, haciendo votos porque no sea és- ta la única cooperación que se dignará prestar á la exploración á la que ya V. E. ha ligado tan honrosamente su nombre. Con este motivo me es grato presentar á V. E. las seguridades de mi mayor consideración. VICENTE CASTRO. Raúl E. Pasman, Secretario. Buenos Aires, enero 26 de 1910. Al excelentísimo señor presidente de la República doctor don José PFi- gueroa Alcorta. Excelentísimo señor presidente : Me es altamente honroso dirigirme á V. E. en nombre de la junta directiva de la Sociedad Científica Argentina, que tengo el honor de presidir, llevando al conocimiento de V. E. que con los fondos vota- dos por el honorable Congreso pata el corriente año, que serán entre- gados á la Sociedad Científica Argentina, ésta organiza en estos mo- mentos la exploración y estudio de la laguna Iberá (Corrientes). Ya el ilustrado gobierno de V. E. ha contribuído por intermedio de sus dignos ministros de Agricultura y Guerra á prestar la cooperación decidida en favor de la expedición de estudio á la laguna Iberá, para incorporar la vasta extensión que ocupa al mayor engrandecimiento de nuestra riqueza ; y al penetrarse la Sociedad Científica Argentina de esta inteligente y útil medida de gobierno, cumplo con el honroso deber de agradecerá V. E. su alta intervención, por haber prestado su ayuda á los fines que desde hace varios años se proponía realizar la Sociedad Científica Argentina. on el objeto de hacer menos onerosa para el erario nacional la exploración y estudio de la laguna Iberá la Sociedad Científica Ar- 384 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA gentina acaba de presentar una solicitud para que el ministerio de Obras públicas facilite en calidad de préstamo la embarcación 105 B y algunos instrumentos topográficos y herramientas que espera serán concedidos y mucho más si V. E. considera digno de sus múl- tiples atenciones, contribuir con su valiosa influencia para que el pe- dido no sea desestimado. La Sociedad Científica Argentina cuenta en su haber, desde la épo- ca de su fundación en 1872, con iniciativas análogas á la presente y hoy además de la exploración y estudio de la laguna Iberá organiza bajo el alto patrocinio de la honorable comisión del centenario el Congreso Científico Internacional Americano, por realizarse con moti- vo del glorioso centenario de la revolución de Mayo. Cumplido, pues, el honroso deber de llevar al conocimiento de V. E. la grata nueva de que en breve debe partir para llenar su cometido, la comisión que explorará y estudiará la laguna Iberá sólo me resta pedir nuevamente, quiera V. E. continuar prestando su apoyo á la expedición, como hasta ahora se ha dignado concederlo. Dios guarde á V. E. VICENTE CASTRO. Raúl GE. Pasman, Secretario. Buenos Aires, enero 19 de 1910. Excelentísimo señor gobernador de la provincia de Corrientes doctor Juan R. Vidal. Tengo el honor de dirigirme á V. E. llevando á su ilustrado cono- cimiento que la Sociedad Científica Argentina cuya junta directiva tengo el honor de presidir, organiza en estos momentos la explora- ción y estudio de la laguna Iberá y sus esteros, la que se llevará á cabo con la suma de 50.000 pesos moneda nacional que el Congresa votó para el presupuesto vigente. Como seguramente ya se habrá impuesto V. E., la iniciativa pa- triótica de S. E. el señor ministro de agricultura ingeniero Pedro Es curra y del senador nacional ingeniero Valentín Virasoro ha obteni- do la unánime aceptación del honorable Congreso, quien en su última sesión del año pasado y en atención á la solicitud presentada por la EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 385 Sociedad Científica Argentina, votó para el ministerio de agricultura la suma de 50.000 pesos moneda nacional que serían entregados á la Sociedad Científica Argentina para realizar varios estudios en la la- euna Iberá. La Sociedad Científica Argentina, se ha puesto inmediatamente á la tarea de llevar á cabo la expedición á cuyo efecto con la anuencia de S. E. el señor ministro de Guerra, general don Rafael M. Aguirre, ha designado jefe de la expedición al distinguido mayor de artillería señor Pedro Uhart á quien acompañará el personal científico corres- pondiente, y en estos momentos ha solicitado ya del ministerio de Agricultura la entrega de los fondos votados por el honorable Congre- so y al mismo tiempo prepara los elementos de personal y material necesario á la expedición. La junta directiva, ha creído de su deber poner oficialmente estos hechos en conocimiento de V. E., pues no ignora que el ilustrado go- bierno de V. E. sigue con interés la realización de estos estudios des- tinados al enerandecimiento y progreso de la provincia. Cuenta como es consiguiente que si llegara el caso de necesitar la comisión exploradora y de estudio de la laguna Iberá el apoyo de las autoridades de la provincia del digno mando de V. E. se facilitará todo aquello que esté en manos de V. E. conceder. Dejando así terminada la honrosa misión que me había conferido la Sociedad Científica Argentina, permítame V. E. presentarle las segu- ridades demi mayor consideración. VICENTE CASTRO. Raúl EG. Pasman, Secretario. LA LAGUNA IBERÁ Las fiestas del centenario de la independencia argentina, deberán solemnizarse de todos modos. Los elementos científicos y sabios del país, han querido tomar también una parte activa en la campaña de patriotismo emprendido por todos y para el día en que se conmemore el centenario de la manumisión de la nación Argentina y de su naci- miento entre los pueblos libres, se espera poder dar como definitiva- mente resuelto el gran problema geográfico de nuestro país, tan des- eonocido hoy como en los tiempos de los misioneros. La superficie que se asigna á esta laguna, más grande que algu- 386 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA [ARGENTINA nas provincias de los estados europeos, es de 4195 kilómetros cua- drados, por más que el conjunto de esteros, pantanos y lagunas de menores dimensiones que por lo general se engloban en la denomina- ción de laguna Iberá, suba á 9662 kilómetros de superficie. Respecto á esta laguna existen infinitas leyendas que la imagina- ción popular de los habitantes de los países próximos han ido forjan- do á compás, que el menor hecho incomprensible para ellos les hacía pensar en cosas maravillosas, para explicar los fenómenos que esca- paban á su penetración. Es cosa corriente oir hablar allí de islas flotantes, de árboles que nadan, de tañidos misteriosos de campanas que nadie ha visto nun- ca, de fieras de tamaño increíble y de seres humanos de formas espe- ciales. Lo misterioso de todo aquel país donde lo movedizo de los li- mos hace que desaparezcan hombres y caballos con rapidez asombro- sa, ha dado origen á mil consejas que han de desaparecer por fin para que la civilización se posesione de las riquísimas extensiones ocupa- das ahora por las aguas. Á la laguna Iberá se han hecho varias expediciones curiosas. En- tre los estudios que se ocupan de este importantísimo problema geo- oráfico argentino, merecen citarse los de Azara, Basaldúa, Morel y Virasoro, documentos de importancia inmensa que servirán ahora á la expedición que está á punto de salir para Corrientes, enviada por la Sociedad Científica Argentina para despejar las nebulosidades que se ciernen sobre tan valiosa parte del territorio nacional. La gran laguna Iberá es el verdadero corazón hidrográfico de la provincia de Corrientes, cuyas poderosas arterias después de recorrer extensos territorios, distribuyen sus aguas entre el Paraná y el Uru- guay. La Iberá se extiende de noreste á suroeste entre los paralelos 27 * 35' y 28” 41” de latitud sur y los meridianos 58* 58 y 60” de lon- eitud occidental de París. En esta dirección se inclina al sur y al este afectando así la forma de un prolongado arco de círculo. Comienza al oeste del pueblo de Ituzaingó, muy cerca del río Paraná, del cual Ja separa una angosta calzada natural. Desde ese punto hasta la extre- midad sureste donde tiene su origen el río Corrientes, mide 170 kiló- metros con una anchura variable entre 16 y 40. No se conocen sino muy limitadas regiones de la Iberá. La parte sureste hasta el meridiano 59” 25” oeste de París, es la única que, aunque de una manera muy incompleta, ha sido explorada y recono- cida hasta hoy. Los datos consignados anteriormente son los muy li- EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 387 mitados que suministran las diversas tentativas de exploración de la Iberá. Lo demás es completamente inexplorado. Sólo se sabe que se en- cuentran en el interior numerosas é importantes lagunas como la de Galarza y otras y que caudalosos riachos surcan los esteros y embal- sados en todas direcciones, entre ellos uno que viene de la gran lagu- na situada junto al rincón del Socorro á desaguar en Itatí Rincón. Desde su extremidad noreste hasta el punto donde tiene su origen el río Mirinay, la costa oriental de la Iberá se presenta por lo gene- ral desprovista de monte, con una cadena de colinas cuya anchura varía entre dos y cuatro kilómetros y cortada de trecho en trecho por fuertes esteros y bañados. Es la parte más accesible que presenta la laguna para penetrar en su interior y se podría hacerlo sin dificulta- des á no ser la gran cantidad de plantas acuáticas y fuertes embalsa- dos que cubren sus aguas. Entre el Mirinay y el Corrientes la costa se presenta también perfectamente marcada, surcada por ramificacio- nes de la Cuchilla grande y cubierta de grandes bosques de ñandu- bay. La margen occidental en toda su extensión es por el contrario baja y anegadiza. Hacia el oeste se extiende un importante sistema de es- teros, cuyo caudal principal se derrama hacia el suroeste por medio del río Carambola. Empezando por el norte se encuentra primero el estero San Patri- cio, que comienza dos leguas al suroeste del pueblo de Ituzaingó, con el nombre de Rosario. Se dirige primero hacia el suroeste comuni- cándose con los bañados de Iberá, después al noroeste y en seguida al suroeste, llevando desde que toma esta última dirección el nombre de Tataré. Éste se une más adelante con el Loretito que nace en el San Joaquín y juntos desembocan en la Iberá, confluyendo casi con el Santo Domingo, con el cual encierra una extensa isla conocida con el nombre de rincón de San Patricio. El no menos extenso rincón de San Nicolás está encerrado entre los esteros San Patricio, Tataré y Loretito. El estero Santo Domingo nace también en el San Joaquín, junto al Loretito, próximo al cual desagua en la Iberá, dando origen á la for- mación de un fuerte riacho que corriendo cerca de la margen oriental del rincón de Nupí va á desembocar en el río Carambola con el nom- bre de Tebiroinsá. El rincón de Nupí es una extensa y prolongada isla encerrada por los esteros Ipueú-Guazú, San Joaquín, Santo Domingo y la laguna Iberá. Se (09) 9) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El gran estero Ipucú-Guazú tiene su origen al sur dela isla de Api- pé, cerca del río Paraná, con el cual se comunica por medio del arro- yo Ibicuy. Se dirige al suroeste y recibe más adelante las aguas del estero San Joaquín. Este estero viene con la misma dirección y en su extremidad noroeste se comunica también con el Paraná por el arro- yo colorado. El Ipucú Guazú por cuyo centro, como hemos dicho ya, corre el río Carambola, después de recibir por su margen derecha los importantes esteros Ayucú é Ipucú-Miní, une sus aguas con la laguna Iberá próximamente 4130 kilómetros de su origen. Es conveniente advertir que á pesar de lo que se ha creído y escri- to, este sistema de esteros no tiene conexión de ninguna clase con el otro no menos importante que se extiende al oeste y noroeste de la Iberá y que forma con sus aguas los ríos Santa Lucía, Ambrosio, San Lorenzo, Empedrado y Riachuelo. (El Diario, 21 de enero de 1910.) UN ENIGMA GEOGRÁFICO POR RESOLVER. — LA LAGUNA IBERÁ SU EXPLORACIÓN POR LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La Sociedad Científica Argentina organiza en estos momentos los elementos necesarios para realizar la exploración y estudio de la la- euna Iberá, que como es sabido, ocupa casi una cuarta parte del te- rritorio de la provincia de Corrientes. Ya se han llevado á cabo otras exploraciones, sin conseguir atra- vesar la laguna que á la fecha se encuentra inexplorada. Subsisten, pues, los problemas que se han planteado respecto á la naturaleza de su lecho y su posible comunicación con el río Paraná, ésto sin con. tar que se desconoce su flora y su fauna. El ministro de Agricultura y el senador Virasoro han puesto al ser- vicio de la exploración de la laguna Iberá todo el contingente de su influencia para que el congreso votase los fondos necesarios, de modo que hoy es un hecho la iniciación de los estudios, á cuyo frente irá el mayor de artillería Pedro Uhart, á quien el ministro de guerra ha concedido el permiso correspondiente, como si estuviese al mando de tropa, mientras dure la expedición. La preparación y energía del mayor Uhart, así como la cooperación de la Sociedad Científica Argentina, son garantías suficientes de que EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 389 la exploración será esta vez un hecho, y es de esperar que al cele- brarse el centenario, la incógnita que rodea á la laguna Iberá habrá desaparecido. El programa de los estudios á realizarse, confeccionado por la So- ciedad Científica Argentina abarca todas las cuestiones que el interés científico reclama. (La Nación, 28 de enero de 1910.) LA LAGUNA IBERÁ. — EXPLORACIÓN Y ESTUDIO. — PROYECTO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. — SU PRONTA REALIZA- CIÓN. — LOS EXPEDICIONARIOS. La Sociedad Científica Argentina, que desde hace tres años se preo- cupa de allegar fondos para costear una expedición á la laguna Ibe- rá, á fin de descorrer el velo que oculta los misterios de aquella vasta región de nuestro territorio, ha conseguido al fin que el congreso vote los fondos necesarios á tal objeto, gracias á los esfuerzos patrióticos dlel ministro, ingeniero Ezcurra, y del senador Virasoro. En consecuencia, dicha institución, hallándose habilitada para lle- var á la práctica su proyecto, ha empezado á organizar la expedición al Iberá, que se realizará en el corriente año. El ministro de guerra ha prometido su concurso, concediendo li- cencia al mayor de artillería señor Pedro Uhart, para que se ponga al frente de la expedición, de cuyo personal también formarán parte los hombres de ciencia que designe de su seno el Museo nacional. La Sociedad Científica Argentina ha comisionado á los señores doc- tor Ángel Gallardo é ingenieros Valentín Virasoro y Vicente Castro, para que modifiquen y amplíen en la mejor forma el programa prepa- rado para la exploración y estudio de la laguna Iberá, á tin de que pueda obtenerse el mayor éxito en los trabajos á realizarse. Además, gestiona actualmente de los ministerios de guerra y ma- rina, algunos elementos necesarios para completar el equipo de la expedición, á fin de que ésta se ponga en marcha hacia Corrientes á la brevedad posible. Hay fundadas esperanzas en que se encuentre para la fiesta de nuestro centenario completamente descubierto todo el misterio con que la fantasía popular rodea á la gran laguna, con lo cual ésta que- dará de hecho entregada al estudio de los hombres de ciencia y de 390 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA iniciativas, quienes, con sus investigaciones y trabajos, darán la cla- ve dle los problemas esbozados por los primeros que dedicaron esfuer- zos meritorios á la utilización de aquella extensa zona cubierta de agua, en las diversas formas en que, desde hace algunos años se vie- ne planteando el problema. El esfuerzo loable que realiza la Sociedad Científica Argentina, es digno de los antecedentes meritorios de esta institución, respecto á su labor en pro de nuestro engrandecimiento como nación civilizada. Poniéndose ahora al frente de la exploración y estudios de la laguna Iberá, llena uno de los últimos vacíos que aun quedan en las cuestio- nes relacionadas con el conocimiento de nuestro territorio y su mejor aprovechamiento para la industria y el comercio. De la exploración y estudio á realizarse, resultarán las bases que más adelante utilizarán los ministerios de Agricultura y Obras pú- blicas, que son los llamados á intervenir en los problemas relaciona- dos con la laguna Iberá, para utilizar sus esteros y los ríos Corrien- tes y Miriñay como vías de navegación interior, y para desecar aque- lla zona, según otra de las cuestiones en debate que á ella se refieren conservando, únicamente, los canales profundos que existen, según se dlice, pues debe haber, como se ha llegado á afirmar, una comuni- cación entre el fondo de la laguna y el Alto Paraná. Los paisanos de los alrededores de la famosa laguna admiten en su ignorancia la existencia de una fauna ya extinguida. La leyenda, por otra parte, contribuye á hacer más interesante el misterio con que la imaginación popular cubre aquella enorme masa de agua, que actual- mente inutiliza casi la cuarta parte de la provincia de Corrientes. Hay, pues, un alto interés científico y de progreso material en los fines que se propone realizar la exploración organizada por la Socie- dad Científica Argentina. De desear es, por consiguiente, que se lleve á la práctica á la mayor brevedad posible. Se tiene el propósito de publicar todos los trabajos de la comisión exploradora en los Anales de la Sociedad Científica Argentina, y de po- ner en el local de la misma las colecciones de la flora y la fauna, convenientemente clasificadas, donde podrán estar, seguramente, á disposición de los miembros del Congreso científico internacional americano, que la misma sociedad ha organizado, bajo el patrocinio de la comisión del centenario, y cuyas sesiones tendrán lugar des- pués del mes de mayo del corriente año. (La Prensa, 23 de enero de 1910.) EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 391 UN ENIGMA GEOGRÁFICO ARGENTINO. — LA LAGUNA IBERÁ Es probable que la expedición que irá á explorar la laguna Iberá quede organizada y lista para salir á fin de febrero. Se aprovecharía de este modo la época más favorable para los trabajos: porque du- rante el otoño las gasas de la niebla cubren 4 menudo sus aguas y. en otros Casos, la fuerte refracción dificulta las observaciones con instrumentos. Esta expedición, proyectada por la Sociedad Científica, bajo la se- gunda presidencia Castro, y dirigida por un distinguido oficial de artillería, el mayor Pedro Uhart, no va para realizar una hazaña de turistas. Por consiguiente, tiene como base un programa científico, especialmente en lo que respecta á hidrología, y el que se seguirá hasta donde sea posible. La historia natural, no será descuidada : y en efecto la comisión comprenderá un naturalista, cuyo nombramien- to no se ha fijado todavía. : Desde Azara á Martín de Moussy, la misteriosa laguna, que con sus esterales cubre casi la quinta parte de la provincia de Corrientes, ha despertado el interés de los sabios y de los viajeros. Más tarde el señor Virasoro comunicó los resultados, desgraciadamente parciales, de la expedición Vargas. Otra y difundida descripción hizo de ella don Florencio Basaldúa. Pero nadie, creemos, la cruzó enteramente. Nadie supo adelantar más que hipótesis. El mayor Uhart se propone entrar á ella por el río Corrientes y salir por el río Mirinay, después de sacar un perfil longitudinal y ocho perfiles transversales de la parte navegable. Es sabido que la laguna tiene 120 kilómetros de largo, más unos 70 del Miriñay, por 30 kilómetros de ancho. El explorador se muestra, « priort, reacio á creer que la forman las aguas pluviales. Una simple proporción entre el área de su cuen- ca y el coeficiente de evaporación parece eliminar esa hipótesis. Ade- más, es difícil admitir que con las solas aguas pluviales ella pueda alimentar tantos ríos y arroyos, como el de Corrientes, el Miriñay, el Patel, el Santa Lucía, el Carambola grande y el Carambola chico. Más probable es que la laguna se alimente principalmente con aguas del Alto Paraná, con el que casi llega á confundirse á la altura de Santa Tecla. Los estudios encomendados al mayor Uhart despejarán esta incóg- 392 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nita, y revelarán si es técnicamente posible una comunicación entre el Paraná y el Uruguay, aprovechando la depresión formada por la laguna del Iberá y sus emisarios. Bajo este punto de vista, los es- fuerzos y las fatigas que aguardan sin duda al explorador y á sus compañeros, podrían considerarse brillantemente coronados por el éxito, si esta posibilidad queda demostrada, echándose las bases pa- ra una gran obra futura. (La Nación, 30 de enero de 1910.) LA LAGUNA IBERÁ EN CORRIENTES DATOS SOBRE ANTERIORES EXPLORACIONES El señor Enrique Roibón, diputado á la legislatura correntina, editó hace algún tiempo un folleto conteniendo un proyecto y los funda- mentos correspondientes, para la canalización de la laguna Iberá, que se propone explorar el Instituto geográfico argentino. Siendo de actualidad algunos datos del enunciado folleto, transeri- bimos la parte substancial de él, en lo referente á exploraciones ante- riores. Dice asi: «El agrimensor senor Dulgeon, don Pedro Bargas y el ingeniero señor Basaldúa, son los que proporcionan algunos datos, deficientes y vagos, pero de alguna importancia dada la calidad de las personas que lo saministran. = «La del primero, por tratarse de la opinión de un náutico — pues, el señor Dulgeon, era también piloto de altura — es de peso cuando dice: «que abandonó la exploración por la fragilidad de sus embar- caciones », lo que hace suponer que se trata de una gran extensión de agua despejada, pues, dada la competencia del señor Dulgeon, debió emprender la marcha de la exploración con embarcaciones de mayor porte de los que actualmente emplean los cazadores de garzas sus- ceptibles de ser transportadas por entre plantas acuáticas, y suponién- dolas así, resultaron frágiles: debiendo notarse que en materia de navegación, el vocablo frágil, se interpreta más considerando el porte, que la solidez de las embarcaciones. «El señor Bargas, en su exploración por las lagunas Medina, Chiquito Cué, Tunas é Itatí- Rincón ; lagunas que son verda- EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DE LA LAGUNA IBERÁ 393 deros lagos, pues miden longitudes de 20 á 40 kilómetros, por un promedio de «siete» de ancho y con profundidad de «cuatro» metros, nos da también noticias interesantes de las canales Carambola y Tebiroinsá, hoy navegados por un vaporcito, hasta las inmediacio- nes del pueblo de Concepción, así como datos referentes á grandes islas con maderas de construcción. «Los canales citados y otros aparentes desagiies directos del Iberá al río Corrientes, con ramificaciones en las lagunas citadas, induce á suponer la fácil realización de la exploración del lago, pene- trando á él por el lado del sur. « Por el norte, el senor de Basaldúa practica una excursión, partien- do de un puerto del campo del señor Bereystain, relativamente libre de plantas acuáticas, llegando hasta un mogote ó isleta, que la denomina «Instituto geográfico », pernoctando á inmediaciones de ésta. «Es opinión general que, con sólo el dragado del río Corrientes, y el desembarazo de embalsados de los canales adyacentes al Iberá, ésta operación produciría su mayor y más rápido desagiie, las aguas del lago bajarían á su nivel primitivo, bonificándose así alrededor de 200 leguas de tierra. «Á producirse este hecho, el valor de las mismas, representaría millones, serían más que suficientes para sufragar los gastos que de- mandan empresas de esta naturaleza. «Es sabido que los jesuítas, antiguos pobladores de las Misiones, tenían establecimientos en varios puntos de la costa del Iberá, y se supone que también en las islas. « La existencia de poblaciones, en puntos hoy inundadosse comprue- ba por los restos de tiestos y aun de enterratorios que se hallan bajo el nivel normal del lago: explicándose el mayor nivel actual é inun- dación de gran parte de tierras que en otros tiempos no se anegaban, por la detención del curso regular de las aguas que afluyen al Co- rrientes, debido á la inmensidad de embalsados que obstruyeron los canales. et 20 metres par seconde, en ne dépensant pas plus de 70 chevaux (fig. 1 et 2). Appareils permettant la meswre des réactions de l'arr.-- Nous venons de montrer comment on peut réaliser le mouvement relatif d'un corps dans Pair. Quels sont les appareils qui vont nous permettre de mesu- rer les réactions engendrées par un tel mouvement ? Afin de simplifier notre exposé, nous considérerons uniquement le cas ou ces réactions se réduissent a une force unique située dans un plan de symétrie du corps ou de la voilure étudiée. Des appareils quí permettent de déterminer cette force appartiennent a deux types: les uns enregistrent les diverses phases du mouvement du corps, les autres, dénommés plus particulierement balances aérodynamiques, me- surent statiquement la réaction en VPéquilibrant par VPaction dun poids placé dans le plateau d'une balance. Enregistrement des diverses phases du mouvement. Appareil Enfrel pour la chute libre. — Comme exemple (Pappareil enregistreur pre- nons celui qui aservi á M. Eiftel dans ses expériences en chute libre. Il est fondé sur le principe suivant. La surface en expérience, un plan par exemple, tombe en chute 416 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA libre en restant horizontale. Elle est supporté par un resort dont les mouvements son enrégistrés sur un eylindre tournant avec une vi- tesse proportionnelle a la vitesse de chute du systeme étudié. La compression du ressort par lVeffet de la résistance de Pair donne nais- sance a une force qu'un tarage convenable permet de connaítre en fonction des déplacements de ce resort (fig. 3). Cette force fait équilibre : une part au poids du systeme, Vautre part aux forces d'inertie qui agissent sur lui, enfin a la résistance de Pair. Il est donc facile de calculer cette derniere force, lorsqu'on con- nait lacélération du systeme a chaque instant de sa chute. Il suffit pour cela d'inscrire au moyen d'un diapason, les durées de la chute sur le cylindre méme, ou se trouvent repérées les compressions du ressort. Dans une expérience ou le poids du systeme mobile était de 4497 kilogrammes on a fait les observations suivantes : une part au bout de 60 metres de chute, (autre part au bout de 95 metres : Kilogrammes odo clica de ely olloja polo bra.o-o 3.76 Apres 60 metres y tEnSION ULESS 4.15 ( résistance de Val 4.90 LOC AAN 3.36 Apres 95 metres ; tension du ressorb.............. 6.15 resi tanco de Ma Oe 7.50 Balance aérodynamique de M. Rateau. — KR. Rateau coustitue June des parties de sa balance par un cadre équilibré par de contrepoids et portant la surface a étudier placée dans un courant air. Des poids mesurent d'une part la composante verticale de la réaction de Pair (poussée), de Vautre la composante horizontale (trainée). Des expériences préliminaires ont (VPailleurs permis de suspendre la sur- face en essai, de maniére que la réaction de Vair passe par Paxe de suspension. Balance aérodynamique de M. Eiffel. — M. Eiffel détermine directe- ment la réaction de Pair en mesurant les moments par rapport a deux axes, autour desquels est mobile la surface étudiée. Trois axes de ro- tation seraient nécessaires pour connaitre compléetement la grandeur étudiée, mais si on donne á la surface étudiée deux positions symé- triques par rapport a la direction du vent, on démontre que Vemploie de deux axes est suffisant. Ces axes de rotation sont Vailleurs les arétes des couteaux (une balance. Diayhragr cellulacre Plague, J) dessar g ! AGE ==> ooo -- o ÁS Fig. 2. — Laboratoire aérodynamique de M. Eiffel. Coupe horizontale GH LÉGENDES DES FIGURES 1 ET 2 a, Partie antérieure du hangar formant réservoir (air. b, Ajutage pour Varrivée d'air. Cc, Chambre d'expérience. A, Balance aérodynamique portant la plaque d'essai. e, Chássis mobile servantaux essais manométriques. F, Entrée au ventilateur. Y, Ventilateur centrifuge Sirocco de 1,75 m. de diamétre V'aubage. h, Dynamo de 50 Kw. ou 70 HP. (Le courant est fourni par le groupe électrogéne de la Tour Eiffel). 1, Couloir pour échappement de Vair. j, Passage de sortie de Vair. k, Grande cloison de séparation. l, Chambre d'éclusage, nécessaire pour pénétrer dans la chambre d'expérience, ou il se pro- duit souvent une dépression de 20 mm. eau. M, Logement du gardien. 1, Sous-sol formant magasin. Fig. 3. — Vue schématique de l'appa- reil de M. Eiffel pour la résistance de Vair sur les corps tombant en chute libre. 5, Surface en expérience. r, r, Ressorts. C, Cylindre enregistreur mis en mou- vement par la molette G qui roule sur le cáble et la vis sans fin Rh. T, Renflement du cáble déterminant Varrét au bas de la course par 1'in- termédiaire des ressorts freins Ra. d, Diapason. t,, Tube fixe sur lequel est serré le collier solidaire des ressorts ?. 7. t,. Tige-support de la surface $. SCIENCE ET TECHNIQUE DE L?AVIATION 419 Trois series Vexpériences sont nécessaires. Dans la premiere ou le vent est nul on équilibre le poids de Pappareil porteur de la sur- face en question en faisant reposer le fléau de la balance successi- vement sur ses deux couteaux. Dans les deux autres séries ('expé- riences on refait les mémes opérations que dans la premiere série, en prenant en méme temps les vitesses du vent qui agit sur la surface. Ces deux derniéres séries portent d'ailleurs sur deux positions diffé- rentes de la surface symétriques par rapport a la direction du vent. La connaisance des poids équilibreurs que 1'on doit placer successi- vement dans les plateaux de la balance permet, par une construction eraphique de connaítre completement, la réaction exercée par Pair sur la surface. Dans une expérience sur une plaque courbe eylindrique [dimen- sions : 090 (perpendiculaire au vent) < 0,15 (fleche) 1/13,5] dans la- quelle le plan joignant les deux bords faisant un angle de 15* avec la direction du vent, M. Eiffel a trouvé pour les poids équilibreurs les valeurs suivantes : Equilibre par Granmmes rapport au o y ler axe 1577.5 le sémio,. vam mulls ooo dao o 4 ooo 0 lo pola blo o lO alo oa o ae EN ) 22 axe 9258.5 4 7 18 axe 1521.0 2£ série, vent 10 metres par seconde.............. y 7 > E | 22 axe 8928.0 3* série, vent 10 metres par seconde surface, dans une position a 180” de la premiere ............. 1 axe 1511.5 Valeur de la réaction de all ...........oooo.oo... 1.062 kg. Point oú cette réaction recontre la surface : a 55 millimetres du bord dattaque de Pair. Expériences de M. Eifel. Pressions et dépressions en chaque point dVPune plaque. — Cette réaction totale que mesure la balance aérody- namique est la résultante des réactions partielles exercés par Pair en chaque point de la surface. Chacune de ces réactions partielles est Vailleurs la somme de la pression exercée directement sur la face exposée au vent et de la dépression produite au méme point sur la face opposée. Ces pressions et dépressions sont mesurées directement au moyen des manomeétres mis en relation par des tubes fins avec les points étudies. Leur composition donne la résultante totale fournie par la balance, comme Pa vérifié M. Eiffel. Expériences de M. Eiffel. Détermination directe des centres de poussée et des directions des filets d?air. — La position du centre de poussée ou 420 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA point Vapplicattion de la résultante est donnée par la balance, mais peut étre obtenue directement en laissant la surface libre de tourner sur deux pivots placés sur la méme verticale, et en répérant la posi- tion d'équilibre. Le centre de poussée se trouve alors sur Paxe de rotation. Entin la direction des courants d'air dans toute la masse voisine de la surface se déduit des directions prises par un fil tres léger porté a Vextrémité une tige mince. Quels sont les résultats obtenus par les méthodes que nows venons de décrire? — Considérons le quotient obtenu en divisant la réaction totale de Pair par le produit obtenu en multipliant la surface étudié par le carré de la vitesse de translation. Ue quotient est en gsénéral fonction du degré de poli de la surface, de sa forme, de la nature de son contour, de sa position par rapport au courant (Pair, de sa gran- deur et de la vitesse de translation. Si on considere un plan mince, parfaitement poli, qui se déplace normalement a la vitesse de translation (plan orthogonal) les expérien- ces en chute libre de M. Eiffel conduisent a la conclusion souivante : Pour des plaques dont les surfaces varient de 1/16 de métre carre d 1 métre carré et powr des vitesses comprises entre 18 et 40 metres par seconde le quotient K, = 90 est une constante o égale 4 0,075. Lorsquw'au liea d'une plaque se déplacant orthogonalement a la vi- tesse de translation, on étudie une plaque carrée parfaitement polie inclinée (un angle ¿ sur la trajectoire, 11 convient de remarquer que le quotient K;, est une fonction de Pangle ¿. De ses expériences en chute libre M. Eiffel a déduit la proposition suivante : Pour les angles i inferieurs 4 30* le coefficient K;, est égal au coeffi- : Al La ab z cient y (plan orthogonal) multiplié par 30 (7 exprimé en degrés); powr les angles supérieurs 4 30” K, = o. Plan rectangulaire incliné sur la trajectoire. — Si du plan carré nous passons au plan rectangulaire le coefficient K, devient en outre une fonetion de la situation du contour par rapport a la vitesse de transla- tion. On ne sait rien de bien précis sur la nature de cette fonction. M. Soreau a proposé une formule qui convient bien á la représenta- tion de quelques expériences de Langley. On sait seulement que, toutes choses égales VPailleurs, le coefficient K, est plus grand lorsque le grand cóté du rectangle est normal a la trajectoire que lorsqwil lui est parallele. C'est le principe de Penvergure, qui se présente comme un des fondements de lPaviation. Viveaze des corldencr Gatreprolegearí la - y ES Eranche vertecalte V) contre Lucian Lavene Fig. 4. — Balance aérodynamique de M. Eiffel PRINCIPE Le bras vertical D de la balance supporte, par l'intermédiaire d'une tige mobile C la surface plane ou courbe en expérience S. Il est fixé á un chássis horizontal E qwon fait osciller successive- ment autour des couteaux A et B, d'apres la position quw'on donne á Vexcentrique G. L'effort sur le chássis est reporté, par les couteaux H et J, sur le fléam K portant le plateau L qui recoit les poids établissant 1'équilibre. Une troisieme expérience faite avec la plaque retournée de 180? autour de axe de la tige (position S,) acheve la détermination en grandeur, direction et point d'application. de la résultante projetée sur le plan de la fieure. sl NO == — og Fig. 5. — Expériences de M. Eifel. Centres de poussée sur la pla- 2 , p que plane de 85 X 15 cm. (Les points marqués o sont ceux qui sont directement déterminés par lexpérience. 20 O l | 1 l A | | A / Ad Verne / pa / A / . Tegron Lane Lazio 15* 1 de poussée o Fig.) 6. — Expériences de M. Eigel. Centres de poussée sur une plaque courbe cylindrique de 90 X 15 em. (fléche 135). (Les points marqués o indiquent les positions des points déterminés dans les expériences. SCIENCE ET TECHNIQUE DE L”AVIATION 423 Quant au point d'application de la réaction totale ou centre de poussée, il coincide d'abord avec le centre de figure quand le plan est normal á la trajectoire, puis se rapproche constamment du bord WVPattaque lorsque angle d'inclinaison devient plus faible que 90? et tend vers zéro. En opérant sur un plan de 85 < 15 centimetres (pl. erand cóté normal au vent) M. Eiffel a constaté que, pour des va- leurs de l'angle (inclinaison inférieures a 157, les variations du cen- tre de poussée étaient beaucoup plus accentuées qu'avec les angles supérieurs a 157 (fig. 5). Plans orthogonauzx et paralleles. — Au lieu un seul plan normal a sa trajectoire considérons deux plans orthogonaux identiques et pla- cés un devant Pautre. Des expériences récentes de M. Eiffel, fai- tes avec la balance aérodynamique, conduisent a des résultats inté- ressanúts. Le coefficient K,, relatif a VPensemble des deux surfaces depend de lewr distance. Lorsqwelle augmente a partir de zéro, le coefficient K, part de la valeur y relative 4 une seule surface, diminue, passe par un mini- mum, puis augmente. Pour des plaques de 40/20 centimetres (pl. grand cóté normal au vent) le coefficient K,, ne redevient égal á o que lorsque la distance des surfaces est égale a 80 centimetres, c/est-a-dire lorsqw elle est no- tablement supérieure a la plus grande dimension des plaques. En méme temps que la pression sur Pensemble des plaques diminue «Pabord lorsque leur distance augmente, la pression sur la plaque expo- sée directement au vent va en augmentant légerement. La plaque située en arriere (par rapport au mouvement) a done WVabord un effet nuisible. Son effet utile ne se fait sentir qua partir du moment oú les plaques sont a une distance suffisamment erande Vune de Pautre. Expériences de M. Eiffel sur les surfaces courbes. — Passons main- tenant a Vétude des surfaces couwrbes. Les expériences de M. Eiftel ont porté sur une plaque constituée par un rectangle de 90/15 centi- metres, courbé en arc de cercle parallelement á sa longueur de facon a avoir une fleche de 10,8 millimetres soit 1/15,5 de la corde. L'angle de la corde et des tangentes est de 16“. Les angles ¿ sont les angles avec la trajectoire du plant reliant les deux bords. Le vecteur K;, est décomposé en deux composantes, Pune K,, parallele 4 la vitesse de translation et sens inverse de cette vitesse, caractérise la résistance a Vavancement ou la traínée; Vautre K,, normale a la vitesse de translation, est un coefficient de sustentation ou de poussée. Lorsque 494 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¿i part de zéro, la poussée eroit d'abord pour passer par un maximum, la trainée va constamment en croisant, la poussée P'abord supérieure a la trainée lui devient inférieure pour des angles ¿ supérieurs a 45”. Quant au coefficient K il atteint un maximum 0,078 au moment ou la tangente au bord d'attaque est parallele a la trajectoire (1== 167). Expériences de M. Eiffel. Centre de poussée. — Le centre de poussée, WVabord au centre de la plaque pour ¿= 90” se rapproche d'abord du bord d'attaque, lorsque lPangle ¿ est supérieur a environ 15%. A ce moment il s'éloigne rapidement du bord d'attaque pour venir coinci- der avec le centre de la surface, lorsque angle ? est nul. Lorsque la surface présente au vent sa face convexe, le centre de poussée n'a pas de position bien définie eutre 0 et —9”; pour les angles inférieures, il éloigne constamment du bord d'attaque pour venir coincider avec le centre de la plaque, lorsque Pangle ¿ est égal a —90” (fig. 6). Ainsi dans la région des angles qui intéressent plus particuliere- ment les aviateurs, entre 0 et 157, le centre de poussée rétrograde vers le centre de la plaque lorsque Pangle 2% diminue. Son déplace- ment est done en sens inverse de celui quwon observe avec le plan. Cette particularité des surfaces courbes, déja signalée par M. Ratteau et par les freres Wright, a été directement observé sur les aéroplanes par M. Robert Esnault-Pelterie dans ses études sur son appareil, pour lequel les angles d'attaque des ailes sont variables. La comparaison des plaques planes et curbes conduit a cette autre proposition : Toutes choses égales d'ailleurs, 4 une méme résistance 4 Vavancement correspond une poussée plus grande avec la surface cowrbe qu?avec la surface plane. C?est la vérification directe par Vexpérience de ce principe admis par tous les aviateurs qu'au point de vue de la sustentation les voi- lures courbes sont supérieures aux voilures planes. Distributions des pressions et des dépressions sur les plaques. — La détermination directe des pressions sur la face exposée au vent et des dépressions sur la partie dorsale, détermination qui a été faite pour la premiere fois par M. Eiffel, Va conduit a des conclusions tres inté- ressantes. Lorsque les angles ¿ sont compris entre 10 et 20” la pression moyenne a Vavant de la surface courbe est environ le 1/3 de la pression totale alors que la dépresion moyenne a larriere en est les 2/3. Pour la plaque plane la pressión moyemne a Vavant vest que le 1/5 de la pression totale et la dépression arriere les 4/5. Cette étude montre SCIENCE ET TECHNIQUE DE L?AVIATION 425 nettement que: Powr les petites valewrs de l"angle ¡ (comprises entre 10 et 20") Peffet de Pair sur la plaque est surtout du a la grande pression qqi se produit a Parriére. Cest dans le voisinage du bord Vattaque que ces phénoménes de compression et de dépression sont les plus accentués. La dépression a VParriere est aussi tres forte dans le voisinage des bords latérauz. Une autre conclusion a tirer de cette étude est qu'il faut se garder, comme Pont fait certains expérimentateurs, d'étendre a toute la pla- que les résultats obtenus dans la seule section médiane. En particu- lier pour les angles ¿ compris entre 10 et 20”, il existe dans le voisi- nage des bords latéraux de grandes dépressions, qui augmentent WVune quantité notable Peffet de Pair sur la plaque, et que examen des phénomenes quí se passent dans la section médiane ne peut faire prévoir. Les résultats que nous venons d'exposer sont a peu pres les seules connaissances précises que nous avont actuellement sur laérodyna- mique. Ce domaine est encore peu exploré. Les expérimentateurs qui se sont eforcés dy pénétrer ont eu le tort de ne faire qu'un trop petit nombre d'essais qui les ont conduits a des résultats incomplets et souvent contestables. M. Eiffel au contraire, s'est préoccupé de faire sur une série de modeles des monographies détaillées, du type de celles que je viens de signaler. C'est de cette analyse minutieuse de tous les phénomenes présen- tés par un corps en mouvement relatif par rapport a Pair, qu'il faut attendre la constitution d'une aérodinamyque fondée sur de bases seientifiques. Expériences swr des planewrs. Capitaine Ferber. — Comme on vient dle le voir, M. Eiffel s'est contenté jusquw'ici de faire des expériences sur de petits modeles. Quelques savants ont pensé á opérer sur de véritables aéroplanes. Ils se propossent VPutiliser les propriétés des planeurs en enregis- trant la marche de Pappareil au moyen d'instruments chronophoto- eraphiques. On ne peu encore que signaler cette méthode, qui n'est pas encore mise au point. Elle a (Vailleurs été appliquée d'une ma- niére un peu rudimentaire par le regretté capitaine Ferber, qui en avalt déduit quelques remarques intéressantes sur les caractéristi- ques des aéroplanes. Nous laissons de cóté la question des hélices aériennes que, pour étre complets nous devrions étudier. C*est lá un sujet excessivement 426 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ample, qui a déja fait Pobjet des travaux (un grand nombre d'ingé- nieurs. La plupart (entre eux se sont préoccupés de déterminer, au moyen de balances convenables, les effets d'une hélice fonctionnant au point fixe. Il ne semble pas que ces expériences, souvent tres soignées, puissent étre d'une grand utilité pour la construction des hélices de navires aériens. Si comme on vient de le voir, laviation doit encore peu aux recher- ches de laboratoire, elle est au contraire redevable de ses progres les plus importants aux patientes recherches des techniciens. Il ne semble pas nécessaire de rappeler ici les patientes recherches et les essais systématiques des freres Wright, de Blériot, les études pratiques et fructueuses des Voisin, des Farman, des Levasseur, des freres Seguin, etc., etc. 11 n'est pas non plus indispensable de re- prendre la description détaillée des types Wright (biplan) Farman (bi- plan, Voisin (biplan), Antoinette (monoplan), L. Blériot (monoplan). Tous les aéroplanes actuels dérivent de ces premiers appareils qui ont été popularisés par image. Il importe d'indiquer quelles modifi- cations ont été récemment introduites dans ces types fondamentaux. La división en types á queu et sans queue tend á disparaitre. La compagnie francaise de navigation aérienne est en train de mettre au point un appareil sans queue. Ce nouvel appareil est pourvua un eouvernail de profondeur placé a Parriére et jouant le róle de queue; ce gouvernail est installé de maniere a combiner son action avec le eouvernail avant. En méme temps cet aéroplane, au lieu Vutiliser le pylone comme moyen de lancement, est uni (un train de roues lui permettant de rouler sur le sol. Tendance 4 diminuer la fixité des empennages de queue. — La ten- dance á diminuer la fixité des surfaces de la queue apparait dans un certain nombre d(appareils qui avaient jusqw'ici un empennage de stabilité longitudinal absolument fixe. Cest ainsi que dans le biplan Sommer issu du type Farman, la queue d'arriere formée (un seul plan, est a incidence variable au gré du pilote, au moyen d'un volant antoloque, mancesuvré par la main droite du pilote. Les freres Voisin ont aussi essayé un biplan dans lequel Pensemble de la cellule stabilisa- trice Varriére est mobile, soit dans un plan vertical, soit dans un plan horizontal, de maniere a jouer a la fois le role de gouvernail de pro- fondeur et celui de gouvernail de direction. Santos-Dumont dans sa demoiselle, avait Vailleurs déja adopté un dispositif analogue de queue monoplane. En méme temps qwelle devient plus mobile, la queue se simplifie. SCIENCE ET TECHNIQUE DE L”AVIATION 4927 - Tous les appareils a queue biplane et concave, se présentent mainte- nant avec une queue monoplane, analogue a celle qui a été adoptée par Curtiss. C'est ce que Pon voit dans le nouveau type avec lequel Farman a établi le record de la durée du vol avec trois passagers; dans les types Voisin pilotés par Rougier et Metrot. On rencontre (Vailleurs encore la queue biplane dans le biplan Maurice Farman. L'envergure de la queue est généralement inférieure a celle des sur- faces de sustentation. Toutefois M. César a construit un biplan tandem caractérisé par deux grandes cellules identiques. Dans ces aéroplanes le gouvernail de profondeur est a Vavant, a une grande distance de la cellule sustentatrice, afin (avoir un effet suffisamment puissant. Il est généralement monoplan. Dans le Wright, le Farman, le Sommer, sa commande se fait par le déplacement lon- eitudinal un levier. Dans le Voisin sa commande a toujours lieu au moyen du volant que le pilotte pousse ou tire. Dans le moncplans, qui dérivent tous du type Blériot ou du type Antoneitte, le gouvernail de profondeur est a Varriére. Le gouvernail de direction est monoplan ou biplan. Dans le type avec lequel Henry Farman a remporté la coupe Michelin et sur le- quel Paulhan a effectué Londres-Manchester, ce gouvernail est cons- titué par les deux panneaux de la cellule stabilisatrice d'arriere. 11 en est de méme dans le biplan Maurice Farman. Dans le nouveau type Henry Farman ce gouvernail est monoplan comme dans le Curtiss. L'emploi du gauchissement ou des allerons se généralise. On le rencontre dans le Voisin, dont la stabilité latérale était jusqw'ici obte- nue par Paction combinée des plans de cloisonnement dans la grande cellule sustentatrice et du gouvernail de direction. Dans les nouveaux types Voisin (types de course) la stabilité transversale est obtenue au moyen d'ailerons horizontaux, larges de 90 centimetres, longs de 2*80, placés entre les plans sustentateurs. ls son actionnés par un balancier sur lequel s'appuient les pieds de Paviateur. Le changement d'incidence des ailes rest réalisé que dans 1Es- nault-Pelterie. Un méme levier permet par son déplacement transver- sal, de produire le gauchissement. Fuselage. — Le corps principal ou fuselage est en forme de coque de bateau dans l'Antoinette, sa section est triangulaire. Dans un grand nombre d'autres monoplans, le Tellier, le Saulmier, Y Albatros AN: SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 28 428 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Mallet) le fuselage est constitué par une poutre armée, entretoisée dle fils acier, comme dans le Blériot XI; la section est rectangulai- re, présentant une partie carrée a avant pour se terminer a Varriéere par une ligne verticale. Cest sur cet arriéere que sont montés les gou- vernails. Pour diminuer la résistance a lavancement le fuselage est entoilé, soit sur la partie avant, sojt sur toute sa longueur, comme dans le nouveau type Blériot. Les matériaux que Pon emploie dans le fuselage sont, le sapin pour les parties de faible travail et le fréne pour les endroits qui ont a supporter un travail violent. Pour Vatterrissage, lammortissement est obtenu soit par de simples ressorts avec roues orientables (Voisin) ou triangles indéformables (Bleriot, Tellier, Maurice Farman). Dans 1 Antoinette 1amortissement est á air comprimé. Dans "Henry Farman il y a une combinaison de patins et de roues quí leur sont reliées par des bandes de caoutehouc. Dans le Sommer on trouve un tel dispositif de patins et de roues avec un appareil amortisseur spécial qui les relie ensemble. Les monoplans Rossel-Peugeot présentent aussi la combinaison de patins et de routes. Forme des ailes. — En projection horizontale, les ailes ont un con- tour rectangulaire ou trapézoidal, elles sont souvent arrondies a leurs extrémités, surtout a Parriere, comme dans le Maurice Farman V.An- toinette, le Tellter. L”ossature est constituée généralement par deux longerons princi- paux réliant une série de fermes paralleles. Entre celles-ci sont ré- partis sur les faces supérieures et inférieures des bois a faible section et tres légers quí servent de soutien au tissu caoutchouté tendu sur cette membrure. Dans les monoplans Antomette, Bleriot, Tellier, des haubans sont situés au-dessous et au-dessus de chaque aile. Tls viennent se fixer les uns a des mats de haubannage, les autres au chassis porteur avant. Henry Farman emploie dans son biplan deux ailes d'enver- cure différentes, laile inférieure étant plus petite que autre. Hélice- Moteur. — l'appareil moto-propulser se compose (un mo- teur actionnant généralement une hélice en prise directe. L'hélice est le plus souvent a deux branches. Esnault-Pelterie emploie seul une hélice á quatre pales. L'hélice est en acier et aluminium dans 1'4n- toinette, completement en acier dans 1 Esnault- Pelterie. L'hélice en bois est préférée dans un grand nombre (aéroplanes. Dans les mo- noplans Vhélice est a Pavant de Pappareil (Antoinette, Bleriot, Te- Mier...); dans les biplans elle est généralement placé derriere la gran- SCIENCE ET TECHNIQUE DE L”AVIATION 429 de cellule sustentatrice (Henry et Maurice Farman, Sommer, Voisin) cependant dans un biplan contrult par Voisin elle est a Pavant. Le moteur a explosións est a cylindres fixes et arbre mobile ou a arbre fixe et cylindres tournant (Gnome). y) Dans le moteur Gnome, il y a 7 cylindres, disposés en étoile autour de Paxe, Parbre comporte un manneton de manivelle fixe dans Ves- pace. Sur celui-ci sont centrés deux roulement á billes, sur lesquels s'appuient la bielle maitresse. Cette bielle commande Pun des pis- tons, les autres pistons sont commandés par les biellettes articulées sur la bielle maítresse. Les eylindres sont en acier nickel et entiére- ment pris dans la masse. A leur sommet se trouve la boite des sou- papes Véchappement. Le Carter est composé d'une boite eylindri- que dont les bases sont constitués a lParriere par une flasque de butée, a Pavant par une flasque de distribution. Sur la partie eylin- drique du carter sont sept pénétrations eylindriques, dans lesquelles entrent a frotement dur les cylindres maintenus en place par des segments VPacier et des clavettes paralleles aux génératrices de la surface cylindrique du carter. L'assemblage ainsi constitué est tel que son serrage est effectué par Peffet méme de la force centrifuge. La fasque de distribution renferme les roulements a bille d'avant, puis les organes de distribution. Les soupapes V'aspiration sont auto- matiques et placées dans le fond des pistons; le mélange gazeux pé- netre en eftet a linterieur du carter par Parbre creux. Ces soupapes VPaspiration sont équilibrées par un systeme de contrepoids afin que, pendant la marche, leur ouverture ne soit pas influencée par la force centrifuge. Dans la flasque de distribution sont placés les engrenages de dé- multiplication et les Y cames qui commandent par traction les soupa- pes d'echappement. Un double culbuteur portant des masses d'équili- brage, destinées a éviter la fatigue des cames sous Pinfluence de la force centrifuge sur les soupapes, commande les soupapes d'échape- ment. Un ressort rappelle sur leur tige la soupape Véchappement, et les masses Véquilibrage sont réglées de telle facon que, si Vun des ressorts d'échappement venait á se brisser, laction de la force cen- trifuge sur la soupape se manifesterait encore suffissamment pour que le fonctionnement du moteur restát assuré. Le carburatewr est placé au bout de Parbre ereux; la dépresion causée par le déplacement des pistons a Pintérieur de la partie cen- trale du Carter, provoque Pappel Pair par cet arbre creux a Vinté- rieur du carburateur. 430 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Les eylindres sont munis Vailettes perpendiculares á leur axe. Le moteur ne comporte pas de ventilateur et sont refroidissement est as- suré par le seul déplacement des eylindres dans Pair. Les moteurs a cylindres fixes appartiennent a divers types suivant la disposition des axes de ces cylindres. Ces axes peuvent étre verti- caux comme les moteurs ordinaires d'automobile; horizontaux et oppo- sés comme dans le moteur construit par Darracq pour la Demoiselle de Santos-Dumont; en éventail comme dans les moteur R. E. P. et Anzani, avec lequel Blériot a traversé la Manche; enfin en V comme dans le moteur Antoinette, quí a rendu possibles les premiers vols mécaniques effectués en France (Santos-Dumont, a Bagatelle; Henry Farman, bouclant le premier la boucle de un kilometre, Lagrange, etc. Moteur Panhard-Levassor. Comme moteur a cylindres verticaux nous citerons le moteur Panhard-Levassor avec lequel E. Dubonnet sur monoplan Tellier a gagné le prix de la Nature et a pu voler au-dessus de Paris. Oe moteur est caractérisé par les soupapes dW'admission et d*échap- pement. Ces soupapes concentriques sont commandées par une seule tige soulevée par une came a double profil. La soupape (Véchappe- ment coulisse a frottement doux dans la culasse vissée sur le fond du eylindre. Elle a Paspect un tube terminé á sa partie inférieure par un pavillon dont le bord s'applique hermétiquement sur la paroi du eylindre. L'extrémité supérieure de ce tube se termine par une embase plane, sur laquelle s'appuie le ressort qui, comprimé entre cette base et la culasse, tend a soulever la soupape et Papplique alnsi fortement sur son siege. La soupape VPaspiration a Paspect ordinaire des clapets d'automo- bile. La tige port deux renflements, dont Pun limite son mouvement vers le haut en butant contre la soupape (échappement, et Pautre situé au-dessus du précédent, sert Pappui au ressort de rappel, qui tend á soulever la soupape vers le haut. Les deux clapets sont ainsi suspendus, l'un:et Pautre a des ressorts, quí tendent a les soulever dle bas en haut. En appuyant sur Vembase de la soupape d'échappement, on fait descendre Vun bloc les deux soupapes, ce quí correspond a la phase WVéchappement. Au contraire, si Pon appuie seulement sur la tige du clapet Pas- piration, on comprime simplement le ressort de la surface (Vaspira- tion. Ce double résultat est obtenu par Pintermédiaire Vune tige porte SCIENCE ET TECHNIQUE DE L?”AVIATION 431 galet qui est soulevée par la came correspondant au eylindre consi- déré et qu'un ressort de rappel maintient en contac avec cette came. La tige est articulée avec un balancier, quí se termine par une sorte de fourche á bras inégaux. Quand la tige se souléeve, elle appuie le petit bras de la fourche sur le clapet Véchappement. Les deux sou- papes descendent, Véchappement s'ouvre, Vaspiration reste fermée. Quand la tige redescend dans le ereux de la came, sous lPaction du ressort de rappel, le balancier se souleve, le grand bras de la fourche vient prendre par dessous le petit culbuteur, appuie son talon sur la tige du clapet Vaspiration, qui descend seul; le support de ce cul- buteur, fixé sur l'embase de la soupape Véchappement, tend en effet a soulever celle-ci et a Pappuyer sur son siege. Oe dispositif présente Pavantage de supprimer les chapelles latéra- les, nids á gaz inertes. Les eylindres sont tournés intérieurement et extérieurement. Le passage des gaz a Ventrée eta la sortie est aussi grand que possible. Moteur Antoinette.— Ce motenr, a huit eylindres en V, est le premier qui ait fonctionné avec un nombre de cylindres supérieur a quatre. TD'alimentation se fait au moyen d'une pompe actionnée par le mo- teur lui-méme et dont la vitesse de rotation varie done comme celle de celui-ci. La course de cette pompe peu Vailleurs étre réglée par la varia- tion de calage d'un excentrique. Un volant qui se trouve placé en face du pilote permet de commander ce réglage. L'essence poussée par le pompe coule goutte á goutte au travers (un tube capillaire dans une petite chapelle, V'oú elle est aspirée par le moteur, dont Vaspiration est automatique. DPallumage s'obtient au moyen Vune série de plots isolés sur une couronne en ébonite. Chaque plot est en relation avec la bougie d'un des cylindres. Sur cette série de plots vient frotter un contact en re- lation avec une source Vénergie électrique. Ce contact est assez large pour étre en relation avec le plot suivant au moment ou il quite Pun Veux. L'allumage se fait donc d'une maniére en quelque sorte conti- nue et non par une étincelle phasée. On évite ainsi des allumages a contre-temps. La circulation (eau comporte un radiateur quí condense la vapeur formée dans la circulation de Veau de réfrigération. Les récentes performances des aviateurs. — En terminant disons un mot des récentes performances qui marquent les progres si rapides de la nouvelle locomotion. 432 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Les aérodromes semblent de pius en plus ne devoir étre utilisés que pour la formation des pilotes. Ceux-ci, une fois en possession de Vart de voler, ne tardent pas a quitter les enceintes a atterrissage facile au-dessus desquelles ils tournent en rond, pour sélancer au-dessus des divers obstacles, qui jalonnent la surface du globe. Est-il besoin de rappeler que le premier voyage de ce genre a été accompli par L. Blériot, qui le 21 octobre 1905 exécute avec son numéro $ ter le premier voyage aérien par escale de Toury a Arthenay et retour. Deux jours apres, le 30 octobre, Henry Farman sur un biplan Voisin va de Bouy a Reims. Les quelques kilometres alhsi parcourus son ac- tuellement bien dépassés. Le 3 avril 1910 M. E. Dubonnet pilotant le monoplan Tellier, dont nous avons souvent parlé, gagne le prix du journal La Nature en parcourant a travers champ 109 kilometres en 1'50. C'est avec cet appareil que le méme aviateur réussit le 23 avril la traversée de Paris de Juvisy a Bagatelle. Il complete ainsi exploit du comte de Lambert quí au mois de octobre 1909 était, partant de Juvisy, venu virer autour de la tonr Eiffel. Au cours de cet exploit. le célebre aviateur s'était élevé a environ 600 metres de hauteur. Cette altitude va pas tardé du reste a étre dépasée. Au mois de janvier 1910, au lendemain de la mort de Delagrange, Latham, pilotant un monoplan Antoinette, monte a environ 1000 me- tres. Mais Paulhan sur un bi-plan Farman établit a Los Angeles le record de Paltitude en s'élevant a 1250 metres. D'ailleurs la plupart des aviateurs s'efforcent maintenant d'éviter les remous produits par le voisinage du sol en s'élevant rapidementa au moins 300 metres. C'est ce quí caractérise les vols exécutés par Rougier a Monaco (5-17 mars 1910) au-dessus de la baie et de la contrée enviromnante, dans une région présentant de grands accidents de terrain et Woffrant a Paviateur que des emplacements peu propres a Vatterrissage. Le 9 mars notamment, Rougier part du port de Monaco, va virer en mer, descend fairer deux boucles an-dessus du Casino, puis pique droit en Sélevant toujours, au-dessus du mont Egel a S00 metres Valtitude. Il franchit alors la montagne, se rend a la turbie, ou il vire a 100 me- tres du sol et revient enfin atterrir a sont point de départ. Mais les plus beaux exploits de tourisme aérien sont accomplis durant le mois Vavril 1910. Le 17, Henry Farman part VÉtampes, vole au-dessus de la campagne et atteint Chevilly a 15 kilometres de Orléans. Mettant son projet de camping en plein air a exécution, SCIENCE ET TECHNIQUE DE L”AVIATION 433 - Henry Farman laisse son bi-plan dans la campagne, le fixant a terre avec un pieux et une corde. Le lendemain Paulhan prend possession de Pappareil et vient atterrir a Arcis-sur-Aube aprés avoir parcouru 190 kilometres. Laissant son appareil passer la nuit a Pabri Pun bois de sapins, Paulhan le reprend le lendemain, s'éleve a 700 me- tres et fait un parcours de 75 kilometres pour atterrir enfin á Mour- melon. Paulhan parcourt ainsi en deux étapes 165 kilometres. Quand a VPappareil il effectue ainsi hors de son hangar et au-dessus de la cam- pagne plus de 300 kilometxes. Le parcours Londres-Manchester encore présent a toutes les me- moires, est effectué les 27 et 28 avril. L'an dernier le Daily Mail dé- sirant provoquer un grand progres de la navigation aérienne, avait fondé un prix de 250.000 franes qui serait donné a Paviateur, accom- plissant en 24 heures le parcours Londres-Manchester (297 kil.) avec au plus deux escales. Le 23 avril un aviateur anglais de grand mérite Graham White tente un premier essals et s'arréte a 190 kilometres du point de depart. Le 27 avril Paulhan d'une pont et Graham White autre part (tous deux sur biplan Henry Farman) partent a la tombée de la nuit entre 5"30 (Paulhan) et 650 (White) Paulhan atterrit une premiere fois a S*10 du soir a 188 kilometres de sont point de départ. 1l repart le lendemain a 4*9 du matin et arrive a Manchester a 5"32 apres avoir parcouru 109 kilométres en 71 minutes. White qui »avait parcouru a la premiere étape que 96 kilometres ne peut a cause du vent, atteindre le lendemain Manchester. Un autre éleve de Henry Farman, Roger Sommer, sur un biplan dérivé du type Farman, mais présentant de nombreuses modifications originales, multiplie ses exploits. Apres avoir avec 3 passagers volé au-dessus de la campagne, il vient de faire un remarquable voyage allant de sont aérodrome de Mouzon jusqu'a Verdun (160 kil.). Le 22 mai, J. de Lesseps, pilotant un monoplan Blériot XI, renou- velle apres quelques mois d'apprentissage de pilote, la superbe tenta- tive qui a valu a Blériot le prix de 25.000 franes du Daily Mail. En 42 minutes il serend des Baraques (cóte francaise) au phare de South Foreland (cote anglaise, sud de Douvres). Il gagne ainsi le prix de 12.500 franes fondée par Ruinart il y a deux ans, pour Paviateur ayant accompli un samedi ou un dimanche, la traversée soit de France en Angleterre soit d' Angleterre en France. 434 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cet exploit ne tarde pas á étre dépassé. Le 2 juin Vanglais Rolls, sur biplan Wright, part de Douvres, traverse la Manche, vire au-des- sus de la cóte francaise, puis revient atterrira Douvres. Il parcourt alnsi, au-dessus de la mer 85 kilometres environs en 1*36”. Enfin, Varmée francaise, qui vient á peine de s'adonner a la prati- que de Paviation, se signale par un voyage aérien sensationnel. Le 9 juin deux officiers, le lieutenant Fequant et le capitaine Mar- connet, partent de Mourmelon (camp de Chalons) et par la voie des alrs gagnent le polygone de Vincennes. Ils effectuent ainsi en 2210 un parcours d'environ 140 kilometres. Pendant ce parcous le capitaine Marconnet joue le róle qui in- combe a VPofficier (état-major. Il prend notamment des vues pho- tographiques. Ce voyage montre que les services de reconnaissance militaire au moyen des aéroplanes sont bien pres d'entrer dans la pratique des armées. Paris, le 10 juin 1910. OCULTACIONES DE ESTRELLAS OBSERVADAS DURANTE EL ECLIPSE TOTAL DE LUNA EL 16 DE NOVIEMBRE DE 1910 (1) Durante todo el día 16 de noviembre el cielo estuvo nublado y el tiempo tormentoso, pero al ponerse el sol fué aclarando. El primer contacto no pudo ser observado. Sólo poco tiempo antes de empezar la totalidad, la luna apareció libre y bastante obscurecida ya. Los tiempos de las fases del eclipse, exceptuando el primer contacto, coin- cidieron aproximadamente con los tiempos calculados, dentro de la exactitud que permite la observación. Las siguientes ocultaciones de estrellas fueron observadas durante la totalidad en el ecuatorial de 12 pulgadas de este observatorio, de acuerdo con la lista mandada por la Sociedad astronómica rusa. Número 552 de la Bonner Durchmusterung : magnitud 9,5; ascen- "¡sión recta: 3”28"37*:; declinación + 19*38'8”. El ingreso de esta estrella fué observado 4 7”46"25*, tiempo medio de Córdoba. Número 557 de la Bonner Durchmusterung : magnitud 9,1; ascen- sión recta: 3"30"1*; declinación + 19*55'32". El ingreso de esta estrella fué observado 4 8*27"22*, tiempo medio de Córdoba. Algunas otras estrellas del programa no pudieron ser vistas, debi- do seguramente á la no perfecta diafanidad de la atmósfera y ser muy débiles. E. CHAUDET. (1) El señor director del Observatorio astronómico de Córdoba, C. D. Perrine, nos envía, para su publicación en los 4nales, las siguientes observaciones, relati- vas á ocultaciones de estrellas, hechas por el señor Chaudet durante el eclipse del 16 de noviembre de 1910, prometiendo continuar su valiosa colaboración en dbuestra revista, lo que consignamos con placer. (La Dirección.) OBSERVACIONES Y NOTAS SOBRE EL KURYADES DUPONCHELI LUCAS (PAPILIONIDAE) POR EUGENIO GIACOMELLI Doctor en Ciencias Naturales Esta notabilísima especie, aunque no puede considerarse abun- dante, es frecuente en las quintas y chacras de los alrededores de la ciudad de La Rioja, donde suele asentarse sobre las flores de alfalfa (Medicago) y de zizaquillo (Verbesina australis Bkr.). Se encuentra también, y no en pequeño número, en las quebradas de la Sierra de Velazco. Dice el doctor Burmeister en la Entomologische Zeitung de Stettin (1870), que estas dos especies (refiriéndose al E. Duponcheli Luc. y al E. Corethrus Boisd.): «rn existent pas dans tout VPouest et dans Pextré- me nord de la République Argentine; je ne les ai rencontrées mi pres de Mendoza, ni dans les environs de Tucumán ». Por mi parte, puedo asegurar que nunca encontré en La Rioja al E. Corethrus Boisd., pero he conocido á E. Duponcheli Lucas desde mi infancia, aunque ignorando entonces su nombre técnico. Varias veces me acuerdo haberlo cazado, cuando pequeño, en el Saladillo, en la Sierra, á dos leguas de la capital, donde es frecuente. Mi excelente amigo el doctor Miguel Lillo, de Tucumán, me ha enviado en regalo algunos ejemplares de esta especie; no es, por con- siguiente, improbable que este lepidóptero se encuentre en toda la región andina y quizá en casi toda la República, excepto tal vez el extremo sur. Ha sido encontrado hasta ahora en las siguientes pro- vincias : NOTAS SOBRE EL EURYADES DUPONCHELI LUCAS 437 Buenos Aires, un macho fué capturado por el señor Ruschewey cerca de Quilmes. Entre Ríos, cerca de Paraná, por Burmeister. Santiago del Estero, Burmeister. Santa Fe, en Rosario, según Burmeister. Tucumán, doctor M. Lillo. La Rioja, E. Giacomelli y A. Carreras. Se encuentra también además en la República del Paraguay, Ber- toni y Sehrottky. Su distribución geográfica es, pues, sumamente vasta. Relativamente á la famosa cuestión del aparato genital de las hem- bras de esta especie, puedo decir que he observado, como los natura- listas anteriores, hembras desprovistas de los apéndices abdominales ó hembras vírgenes (según Burmeister y otros) y hembras provistas de apéndice ó hembras fecundadas : poseo de ambas varios ejempla- res en mi colección. Parece que está probado por los estudios de varios naturalistas, que las hembras nacidas de crisálidas por ellos poseídas y que cuando imágenes nunca efectuaron la cópula, no «les- arrollaron jamás los apéndices abdominales en forma de gancho v Ó forceps, como muy acertadamente lo llama Burmeister. M. €. Ober- thiir, que ha hecho este estudio, dice que las dos láminas no son sino el resultado de la efusión del líquido seminal del macho durante la cópula. Esta teoría ha sido antes que él, sostenida por M. V. de Sie- boldt (Stettin. Entom. Zeitung, pág. 176. 1851) y Oberthiir y Burmeis- ter lo repiten (Oberthiir, Études d'Entomologie, 4 lib., pág. 109. 1579; Burmeister, Description physique de la Rép. Argentine, t. V, pág. 68, etc.). Sin embargo ésto no ha sido todavía demostrado ¿n natura, y por mi parte, no puedo explicarme cómo un líquido de consistencia gomosa, al chorrear y secarse por la acción del aire, pueda asumir una forma perfectamente simétrica como indiscutiblemente tienen las láminas genitales ya citadas (1). El profesor Stefanelli, de Florencia, (1) Th. v. Sieboldt, dice que en los Parnassius hembra, que poseen una bolsa abdominal (que como veremos más adelante es morfológicamente comparable con las láminas en forma de forceps de la hembra de Zuryades), al efectuarse la cópula, el macho vierte desde el interior de su abdomen un líquido de consistencia gomosa, que al moldearse y pegarse sobre el aparato genital femenino y solidifi- cándose rápidamente después, viene á constituir la bolsa abdominal de las hem- bras de Parnassius. 438 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bien conocido por sus trabajos lepidopterológicos, que recibió algu- nos E. Duponchela riojanos que yo le envié, me escribía en una carta del 10 de julio de 1903, respecto á este argumento, lo siguiente: «... Relativamente á su origen, es no solamente extraño, sino tam- bién ridículo, creer que puedan ser un producto de la rápida solidifi- cación del líquido fecundante por efecto del aire. Estos apéndices probablemente preexisten en otra posición, no siendo visibles antes del momento de la cópula y tal vez desde el momento en que las hem- bras salen de la erisálida. De todos modos ¿para qué sirven? Podrían constituir un ovopositor, pero me inclino más vale á creer que sean Fig. A. Euryades Duponcheli macho y hembra ¿in copula aumentado pocas veces. — 1, 12, Vál- vulas genitales externas del macho; 2, Forceps ó aparato laminar genital externo de la hemhra. Los puntos indican la posición que ocupa dentro del abdomen del macho; 3, Uncus ó gancho genital externo del macho ya descripto por Burmeister; 4, Tubérculo genital externo del ma- cho; 5, Orificio anal de la hembra; 6, Orificio vulvar de la hembra. Vota. — El órgano copulador del macho no puede verse, pero ocupa internamente una posición intermedia entre el forceps de la hembra y el tubérculo genital marcado con el número 4. El órgano copulador está animado de un movimiento rítmico de propulsión. una especie de tenaza de la cual se sirve la hembra para sujetar al macho durante la cópula ... » Después de siete años de excursiones y estudios para poder sorpren- der el Furyades Duponcheli Luc., macho y hembra ¿n copula, una feliz casualidad hizo que en uno de mis paseos á las fincas, un muchacho me trajera un macho y una hembra de esa especie que estaban sexual- mente unidos. Los observé diligentemente varias horas y si no he re- suelto por completo el problema, ereo que he llegadoca si á su solución. Aquí van expuestas mis observaciones personales y añado también una figura demostrativa. Que juzguen los estudiosos de esta materia y opongan, si lo creen necesario, todas las objeciones que les parezcan oportunas, y que yo tendré en cuenta para ulteriores observaciones. NOTAS SOBRE: EL EURYADES DUPONCHELI LUCAS 439 1” Son las válvulas genitales externas del macho las que sujetan á la hembra durante la cópula, como muy bien lo había observado Bur- meister para la especie Corethrus Boisd.; en el E. Duponcheli aun no se había observado esta función; yo la publico por primera vez dando una sencilla figura que la demuestra con suficiente claridad aunque «le un modo esquemático (fig. A) y (fig. B). 2% La hembra no puede estrechar al macho con su aparato lamelar en forma de forceps, porque este último es casi inmóvil y no es una e Fig. B. Muy esquemática y muy aumentada. — 1, 13, Válvulas genitales externas del macho Forceps de la hembra. Los puntos indican lo mismo que en la figura A; 3, Gancho genital externo del macho (uncus); 4, Tubérculo genital externo del macho que no debe confundirse con el órgano copulador (6); 5, Orificio anal; 6, Orificio vulvar; 7, Órgano copulador masculino en su posición natural dentro del abdomen del macho y pronto á proyectarse en el orificio de la vulva (6) que está colocado perfectamente al frente. Nota. — En esta figura se ve como el contacto es ya más íntimo y todos los órganos ocupan su lugar real en el momento de la fecundación. tenaza para sujetar al macho sino, más bien, una prolongación del octavo segmento abdominal (Burmeister) (no del 7” como errónea- mente dijo Guenée), que sirve para ser sujetada ella por el macho, no para sujetar á él. Es claro que el rol fisiológico de la hembra en la cópula debe ser y es en realidad, pasivo, como sucede en la mayor parte 6 quizá en todos los animales á sexos separados. Y al decir Burmeister «les valvules du mále doivent étre mobiles pour accomplir Pacte de saisiv et maintenir la femelle » hace una obser- 440 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ración perfecta; yo mismo he visto en realidad en mis ejemplares macho y hembra de E. Duponcheli in copula, que el macho, aun mori- bundo, movía rítmicamente sus valvas externas (1), sujetando así el forceps de la hembra en el interior de su propio cuerpo, obligando las dos láminas del forceps de la hembra, metidas dentro del 2bdomen masculino á aproximarse entre ellas, lo que hacía más íntimo el con- tacto y mayor la proximidad del orificio genital de la hembra al óreano copulador del macho, que como he observado en ejemplares aislados de este sexo, es peniforme y se desenvagina como las vergas de los Oeceticus 6 bichos de canasto (véase fig. B). Respecto de lo que me escribía mi amigo el profesor P. Stefanelli, de que el forceps pudiera ser una tenaza para sujetar al macho en la cópula, yo no niego que las láminas del forceps de la hembra, al apro- ximarse por efecto de las repetidas contracciones que observé en el abdomen del macho y de la presión externa que ejercen las válvulas venitales externas de éste, ejerzan también un poco de presión en el interior del abdomen masculino y aseguren mayormente la intimidad del contacto; pero el rol fisiológico activo de la cópula es evidente que es ejercido casi en su totalidad por el macho y no por la hembra. El forceps es en realidad inmóvil, pero siendo las láminas que lo cons- tituyen aleo blandas y elásticas en los ejemplares vivos, como los que yo observé, éstas pueden en realidad aproximarse la una á la otra en sus extremos libres, cooperando así á hacer más íntimo el contacto y más estrecha la unión. Pero estas observaciones son delicadas y como yo pudiera equivocarme en aleún detalle, necesitan repetirse y veri- ficarse exactamente, lo que trataré de hacer en lo sucesivo, pues me propongo dar á luz en algunos años más una monografía completa del género Huryades Teld., que aun necesita ser estudiado desde el punto de vista embriológico y biológico, no siendo la larva del E. Co- rethrus Boisd. aun descubierta, ó si lo ha sido,(lo que no creo), es sin duda aleuna muy poco conocida. Ninguno de los autores que directa ó indirectamente pude consultar nada hablan al respecto; la del £, Duponcheli Luc. al contrario parece ser algo conocida, pero debe ser difícil de encontrarse; aun no pude hallar ninguna durante mi larga residencia aquí; debe vivir sobre alguna planta escasa y rara; aquí (1) Para poder darse mejor cuenta de las relaciones de los órganos sexuales del macho y de la hembra y de todos los detalles del aparato genital externo en am- bos sexos véase la plancha TIT del Atlas de Burmeister (Description Plysique de la Rép. Áng., 5: WM NOTAS SOBRE EL EURYADES DUPONCHELI LUCAS 441 no creo se encuentre la Aristolochia fimbriata, planta que en el litoral argentino alimenta, según Burmeister la última especie citada. -32 M. H. Lucas en su trabajo (Quelques remarques sur les E. Core- thrus et Duponcheli (oct.. 1572), dice á propósito de las láminas del Jforceps de la hembra de E. Duponcheli (pág. 226, nota) : «on remarque quiils sont tres minces, d'un noir foncé... etc. ». Esto no es exacto; seguramente el naturalista citado, no tuvo la ocasión de verá la especie en cuestión al estado vivo; esas lámi- nas, cuando la mariposa está viva, son de un color verde oliva bri- lante, tanto del lado que miran el abdomen como del exterior; este color se conserva aún después de un año, pero va gradualmente apa- eándose con el tiempo; primero se pone negro el lado exterior y des- pués, el que mira al abdomen del insecto; sólo en los ejemplares extre- madamente viejos, se pone todo el forceps completamente negro; así debían ser los que observó M. H. Lucas y que eran del museo de París. Sería muy interesante conocer la composición química de esas lámi- nas (1), cosa que me propongo hacer analizar, cuando posea mayor número de ejemplares; si resultare ser una substancia idéntica á la quitina, como las capas externas del cuerpo del insecto, quedaría des- truída para siempre la teoría del fluído gomoso coagulado del macho de que anteriormente hablamos, y que sostienen Oberthiir, Sieboldt y Burmeister. Pero sobre ésto no se ha dicho aun la última palabra, y para destruir por completo esas opiniones, hay que estudiar la for- mación y evolución de esas láminas en el cuerpe de la hembra virgen. Probablemente, como opina el profesor Stefanelli, y como puede creerse, preexisten en la hembra virgen, y deben estar como escondi- das ó enroscadas dentro de su abdomen, siendo proyectadas afuera, sólo al momento oportuno, es decir, cuando la hembra virgen vaá efectuar por primera vez el himeneo. Pero éste “es un punto obscuro que todavía queda por resolver, y á esto debe dirigirse los esfuerzos (1) N. Sieboldt hizo analizar químicamente las bolsas de las hembras de /ar- nassius, y se reconoció no ser absolutamente « quitina» ni otra substancia aná- loga á ésta; el resultado del análisis demostró tratarse de algo como un líquido de consistencia pastosa ó gomosa que saliera del cuerpo de los individuos in copula, y más probablemente del macho; habría que verificar en Euryades, lo cual es muy difícil, siendo esta especie escasa y valiosa, sin embargo lo intentaré después. Para mayor detalles véase el trabajo de Sieboldt, citado al fin de este opúsculo. 442 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de los naturalistas que estudien sucesivamente la biología de Euryades. 4* ¿Son ó no las valvas genitales hembras de Euryades análogas fisiológicamente ó morfológicamente á las bolsas ó sacos de las hem- bras del género Parnassius? Morfológicamente, sí; no hay duda alguna y si no está uno convencido de ello, examine con detención las explén- didas figuras de la obra Rhopalocera Palaearctica del profesor R. Ve- rity, plancha XV, y podrá asegurarse del inmenso parecido de forma de las láminas del E. Duponcheli hembra con la bolsa ó saco del género Parnassius, poseído por las hembras de sus numerosas especies. El parecido es más resaltante en las hembras de las especies siguientes : P. apollo L., apollontus Evers., honrathti Stgr., bremeri Brem., actius Evers., jacquemonti Boisd., thibetanus Leech., etc., pero sobre todo en el primero de los citados que es el más común y conocido. Desde el punto de vista fisiológico nada se puede decir : la bolsa ó saco de las hembras del género Parnassius, es aun para la ciencia y tal vez lo será por mucho tiempo, un órgano misterioso, y en el nota- ble trabajo ya citado del profesor Verity, actualmente en publicación, - hay un pasaje del lepidopterólogo Groum-Grshimailo que dice: «les poches des femelles, dont nous ne connaissons encore avec précision mi la nature, ni le but, ni le mode de formation...» (pág. 43). De manera que sólo pueden hacerse sobre ésto conjeturas más 6 menos probables ó repetir las ideas y teorías de los naturalistas ante- riores, algunos de los cuales la consideran como una bolsa incubadora. Pero, repito, nada hay seguro al respecto, sino nuestra completa igno- rancia en la materia; así que sería arriesgado el comparar fisiológica- mente las bolsas de los Parnassius hembra con el forceps de la hembra de los Euryades, á pesar de su parecido morfológico. Habría que observar á las hembras de E. Duponcheli después de fecundadas para ver cómo y dónde depositan sus huevos, y ver si el forceps sirve ó no de coadyuvante á la postura, lo que dudo mucho; lo único que yo he observado (y otros vieron antes en Parnassius) es que las hembras muy viejas y gastadas pierden ó rompen á fuerza de volar su forceps algún tiempo después de la fecundación, y éste queda reducido á un residuo. Oreo que el huevo de E. Duponcheli no ha sido descripto, ó es poco conocido; una vez yo pude observarlo. Es pequeño (1/2 mm. de diá- metro) y cubierto de un cascarón rojizo-obscuro y bastante duro; el contenido del huevo es color hez de vino. Yo no dispuse sino de uno solo y habría que estudiarlo mejor. Paso á otra observación, de carácter muy distinto : NOTAS SOBRE EL EURYADES DUPONCHELLI LUCAS 443 Parece haber dentro del tipo una variedad de la hembra de Eurya- des Duponcheli Luc., de color muchísimo más claro. Al principio, al ver esta variedad, que es color paja, ó bayo-claro, creí que se trataba de ejemplares desgastados y pobres de escamas, pero después al reco- ger varios más, me he convencido de que se trata de ejemplares en perfecto estado de conservación pero de coloración anormal; en éstos, todos los dibujos obscuros del tipo hembra se atenúan en intensidad y hasta las manchas y lúnulas rosadas del ala del segundo par se hacen más claras, y en algunos individuos casi invisibles. Propongo para esta variedad, que parece no haber sido observada por los auto- res que estudiaron la especie, el nombre de Euryades Duponcheli Lue. var. hembra straminea Giac.; pero debo prevenir que este nombre lo aplico á los ejemplares extremos de color sumamente claro, casi color crema, pues tengo en mi numerosa colección de E. Duponcheli ejem- plares intermedios que conducen al tipo obscuro. En el macho nunca encontré individuos más claros que el tipo, que pudieran corresponder en este sexo á la variedad ó ab.? straminea, ya citada, á pesar de poseer varios y haber examinado muchísimos. En cuanto á la var. citada de la hembra, no hay que creer que pudiera tratarse ni de la hembra de Corethrus ni de ninguna especie seme- _Jante; sólo es un verdadero E. Duponcheli hembra muy claro, del color que en pintura llámase amarillo de Nápoles. Como se ve por este trabajito sobre Huryades, he podido dar un pequeño paso en el conocimiento de este interesante género de Papi- liónidos. Mucho queda que hacer aún, y esto será, si no surgen inconvenien- tes, objeto de mis futuros estudios. EUGENIO GIACOMELLI. La Rioja (Rep. Argentina), diciembre de 1909. AN: SOC. CIENT. ARG. — T. LXX 29 444 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA BIBLIOGRAFÍA Y LISTA DE AUTORES H. Lucas, Quelques remarques sur les Euryades Corethrus et Duponcheli, 1872; Ann. Soc. Ent. Fr., 1881. O. STAUDINGER, Exrotische Schmetterlinge, 1884-88. R. VeritY, Ehopalocera palaearctica. Florencia, 1905. H. BURMEISTER, Description physique de la République Argentine, t. V: Lepidopteres. Buenos Aires, 1878 y Atlas. C. SCHROTTKY, Las mariposas argentinas. 1, Papiliónidos. Anales de la Sociedad Científica Argentina, t. LXVIIL, pág. 249, etc. C. TH. v. SieBOoLDT, Ueber den taschenfórmigen Hinterleibsanhang der weibl. Sehmetterlinge von Parnassius. Stett. Entomol. Zeitung, pág. 176. 1851. Lucas, Felder, Staudinger, Verity, Burmeister, Stefanelli, Sieboldt, Ober- thiúr, Boisduval, Guenée, Groum, Grshimailo, Giacomelli. VARIEDADES ACERCA DE LA PRIORIDAD EN LA INVENCIÓN DE LA TELEGRAFÍA SIN HILOS (1) He visto transerito por la prensa, la opinión de una comisión rusa, según la cual debe atribuirse a Popoff la prioridad en la invención de la telegrafía sin hilos. Dicha comisión cree poder establecer la prioridad de Popoff, fijando (1) Acabamos de recibir un folleto con el artículo que trascribimos traducido, estracto de la Rivista marittima (fascículo de octubre próximo pasado). Supone- mos que con esta aclaración del ilustrado colaborador de Marconi, marqués Solari, cesará la emulación envidiosa que pretende disputar al joven inventor italiano, la gloria de haber descubierto la telegrafía inalámbrica. En estos mismos 4nales, en 1903, publicamos un artículo Marconi i sus... precur- . sores, que concuerda en su fondo con éste del injeniero Solari i que nos permi- timos pedir que lean, o vuelvan a leer nuestros consocios, no por lo que él vale, sino como una comprobación más de lo que puede la envidia aun en las rejiones científicas, donde sólo debiera reinar la verdad i la confraternidad intelectuales. I no sólo corresponde a Guillermo Marconi la gloria de esta grandiosa inven- ción sino que, lo cual no es menos importante, le corresponde también el mérito de superar en sus condiciones prácticas, especialmente en lo que a distancia atañe, a cuantos sistemas se han creado hasta la fecha por los físicos del mundo entero ! Todos recordamos aquí que, durante la estadía de Marconi en Buenos Aires, se recibió en Bernal un marconigrama remitido de Inglaterra a la Arjentina. A él se refiere el marqués injeniero Solari cuando establece la cifra de más de 10.000 kilómetros como alcance de la marconigrafía en estos días! (S. E. Barabino.) 446 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA como fecha de la primera idea de Marconi al respecto, la del 1” de junio de 1597, mientras que Popoff concibió la telegrafía inalámbrica en 1895. La comisión, sin embargo, no da prueba alguna en pro de su aserto. Yo puedo, en cambio, afirmar que Popoff, durante una conferencia que tuvo en Cronstadt con Marconi, en mi presencia, en agosto de 1902, declaró que él nunca se había servido de una antena ligada a tierra en la estación trasmisora, antes de que Marconi hubiese de- mostrado que precisamente en dicha antena, así ligada, se fundaba el primer secreto de la telegrafía sin hilos. En esa ocasión, Popoff declaró, además, que él jamás había trasmitido siquiera fuera una pa- labra por medio de la telegrafía sin hilos antes de las esperiencias realizadas a este respecto por Marconi, a quien él llamó padre de la radiotelegrafía. La invención de Guillermo Marconi no remonta al mes de junio de 1897, sino a 1895;1 hai quien puede testimoniar acerca de las esperiencias relativas a esta invención, realizadas por Marconi en Pontecchio, cerca de Bologna, precisamente en ese año. En efecto, Guillermo Marconi, después de haber efectuado sus pri- meros esperimentos de telegrafía inalámbrica, en 1895, se trasladó a Inglaterra en 1896 para patentar su invención. Mui sabido es que para obtener una patente, especialmente en Alemania i en Inglaterra, donde se procede al examen de las inven- ciones, se necesitan varios meses i algunas veces años. Esto sin agre- gar el muchísimo tiempo que requiere la preparación del pedido de una patente de tanta importancia. Ahora bien, la patente de invención de la telegrafía sin hilos fué acordada definitivamente a Guillermo Marconi por todas las nacio- nes en 1897, sin que haya surjido la más pequeña oposición, a pesar de la gran resonancia que oportunamente tuvo la noticia de tal in- vención en toda Europa i en ambas américas. La dirección de la conocida revista francesa Cosmos, al trascribir las conclusiones de la comisión rusa, se ha visto obligada a observar que las investigaciones de dicha comisión fueron incompletas; pues mientras declara que los trabajos de Marconi fueron hechos públicos por primera vez por el Electricien, en junio de 1897, el Cosmos había mencionado ya dichos trabajos en enero del mismo año. Lord Kelvin, Righi, Edison, Fleming, las principales academias de ciencia, el Comité international des Savants para el premio Nobel, los tribunales de New York (los cuales después de haber examinado VARIEDADES 447 durante dos años el jénesis de la telegrafía sin hilos, en el proceso iniciado por la compañía Marceni contra la compañía de Forest, de- mostraron la orijinalidad ¿ la prioridad absoluta de la invención de G. Marconi), todos están contestes en reconocer, de la manera más ca- tegórica, que el mérito de haber descubierto este nuevo jénero de co- municación corresponde a G. Marconi. Por último, debe notarse qne antes del pedido de patente hecho por Marconi, no existían otros relativos a la telegrafía sin hilos me- diante oscilaciones eléctricas; mientras que después de la publica- ción de la primera patente Marconi, tales pedidos, todos basados en el descubrimiento del joven inventor de Boloña, se cuentan por 1mi- llares. Después de catorce años de investigaciones i tentativas hechas en todos los países para perfeccionar la invención de Marconi, éste ha demostrado una vez más, en estos días, mediante las comunicaciones radiotelegráficas establecidas entre Inglaterra i Canadá, por una parte 1 la Arjentina por la otra, a una distancia de 10.000 kilómetros, que la invención i el rápido desarrollo de la telegrafía sin hilos son obra de su jenio. LUIS SOLARI. BIBLIOGRAFÍA Construcciones de mampostería. Muros, chimeneas, faros, bóvedas i puen- tes. Apuntes del curso dictado en la Facultad de ciencias exactas, físicas 1 naturales, por el injeniero VICENTE CASTRO. Publicados por el Centro de estu- diantes de injeniería. Tomos Ii IT i un atlas. Segunda edición. Casa editora, Juan A. Alsina. Buenos Aires, 1910. : El Centro de estudiantes de injenieros ha obsequiado a la biblioteca de la So- ciedad Científica Arjentina, un ejemplar de la segunda edición de la obra que contiene el resumen de las lecciones dictadas por el profesor Castro en nuestra Facultad de ciencias exactas. El injeniero Castro, que viene dictando desde hace años el curso de construc- ciones de mampostería en nuestra bien reputada escuela de injenieros, tiene un grave defecto para los tiempos que corren : es injénitamente modesto, escesiva- mente modesto. Los mejores jueces, sus ex alumnos, injenieros hoi, saben que sabe ; le juzgan uno de los más eficaces profesores de su difícil carrera; personalmente le profe- san una verdadera simpatía; como maestro le respetan sinceramente. Pero más allá de las aulas 1 de la Facultad, fuera del gremio, el público ignora, en su mayoría, que entre los enseñantes de nuestra Facultad de injeniería, des- cuella en primera fila un profesor, caballero como hombre, intelijente, estudioso como maestro, sin más aspiración que cumplir noblemente su misión en' el ma- jisterio superior, sin pedanterías que perjudican porigual al pedante i al alumno. I bien, ese maestro, ese hombre de ciencia modesto, caballero i altruista, cuya modalidad no permite que sa nombre brille ante el público con la intensidad que se merece, es el injeniero Vicente Castro a quien he querido esteriorizar mi estimación, aun a trueque de disgustarle. 1 conste que no entiendo alabar al amigo, sino realizar un acto de merecida justicia al profesional. Ahora, al libro. Los apuntes publicados por el laborioso Centro de estudiantes de injeniería forman dos gruesos volúmenes en 8% mayor, de 490 i 384 pájinas respectivamente a los que acompaña un atlas con 31 láminas continentes más de 650 figuras. BIBLIOGRAFÍA 449 El injeniero Castro desarrolla en la primera parte las siguientes materias : I, Preliminares (propiedades mecánicas de las mamposterías, su pesoi sus di- versas resistencias); II, Estabilidad de un sistema de materiales yustapuestos (com- presión, rotación, deslizamiento, roce, principio de Moseley, etc.); TIL, Reparti- ción de las presiones entre dos cuerpos que se comprimen mutuamente (lei del plano, lei del trapecio, regla del pentágono, solución jeneral, núcleo central, principio dle la superposición de las fuerzas, ete.) ; 1V, Empuje de las tierras, muros de sos- tén (plano de fractura, empuje, terraplén con sobrecarga, numerosos casos prác- ticos; muros con contrafuerte, en media ladera, dimensiones; comparación de los tipos; V, Teoría matemática del empuje de las tierras (equilibrio elástico de un cuerpo sin cohesión i de un macizo indefinido. Aplicaciones); VI, Obras someti- das a la presión del agua, muros de estanque (presión del agua, situación de los estanques, diversos tipos de estanques, techos, ventilación, etc.); VIL, Muros de atraque (dimensiones, tipos de los varios puertos arjentinos, choque del agua, canales); VIII, Muros de embalse (embalses, empuje del agua, sección de los mu- ros, perfiles Delocre, Bouvier, Levy, cálculos, fundaciones, toma de agua, ver- tederos, elección del tipo, muros de Chartrain, Chirlmere, Periyar, Mariembad, Croton, Burrator, San Roque, etc.); IX, Muros de embalse, método de Levy (datos prácticos, ídem teóricos : a) cálculos previos; b)cálculos complementarios; c) caso de paramento inclinado a monte; X, Muros curvos de embalse (dimensiones, apli- cación, perfil, presiones i subpresiones, altura máxima, comparación con los otros tipos, casos diversos, en valles variados; X!, Obras sometidas a la acción del viento (presión, estabilidad, chimenea de oficina, dimensiones, construcción, fa- ros); XII, Obras sujetas a cargas verticales (fórmulas de Rondelet, muros de habi- tación, presión del viento, empuje de los techos, resistencia de los materiales, espesor de los muros, etc.). ANEXO. — Cuadros : cargas de fractura; empuje tierras : método exacto. El segundo tomo abarca las bóvedas de edificios i puentes: I, Nociones relativas al empuje ¿ curva de las presiones (bóvedas, carga, sobre- carga, reacciones, curva, presiones, método gráfico, juntas de fractura, deforma- ciones, centros de gravedad, etc.) ; IL, Estabilidad de bóvedas, curvas hipotéticas (métodos de Méry, Ritter, presiones mínimas, Scheffler, trazado de la curva de las presiones, ete.); UL, Cálculo por la deformación de las piezas curvas (fórmulas jenerales, sobrecarga simétrica, flexión de las piezas curvas, reacciones en los apoyos, deformación de arcos, aplicación a las bóvedas de mampostería, bari- centros, momentos, integrales definidos, empuje, curva de las presiones, trabajo, Junta de fractura, corte, etc.); IV, Aplicaciones de la teoría de las bóvedas (tempe- ratura, curva de las presiones, dibujos de estabilidad, relación entre la curva, perfil i la bóveda, espesor, repartición de la carga, bóvedas rebajadas, arran- ques, cimbras, asiento, etc.); V, Consideraciones jenerales relativas a la construc- ción de las bóvedas (grandes puentes, perfil, fórmula Flamant, aparejos, etc.); VI, Tímpanos (muros de tímpano, aparejo, chapa, desagiie, alivianamiento de los tímpanos ; sistema de tímpano, ete.); VII, Piederechos o estribos (estabilidad, al- tura i límite de los estribos, curvas de las presiones, diversos tipos de estribos, fundaciones, empujes de la tierra i pasivo, aparejo, muros en ala i en vuelta, alivianamiento, pilas estribos, etc.) ; VII, Pilas (sección de los tajamares, al- tura, coronamiento, aparejo, dimensiones, alivianamiento, pilas i estribos de puentes colgantes, esfuerzos, condiciones de estabilidad, anclaje de los ca- 450 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bles, etc.); IX, Puentes de mampostería (sistema por adoptar, de mampostería, ma- dera, fundición, hierro, cemento armado, réjimen del curso de agua, aguas de estiaje, medias ialtas, deshielo, crecidas, remansos, caudal, etc.); X, Determi- nación de la desembocadura (por el remanso, por analojía, por la amplitud de la cuenca hidrográfica, por aforo directo, mediante fórmulas empíricas); XI, Pro- blemas de hidráulica por aplicar (aforo de un curso de agua, caudal); XII, Cál- culo de la desembocadura (lecho regular, lecho variable, verificación, etc.); XIII, Situación (orientación i lonjitud del puente, desvíos, afluentes, fundaciones, vallas sumerjibles, arcos de descarga, etc.); XIV, Disposiciones jenerales i acceso- rias de los puentes (altura, ancho, arcos, inclinados 1 curvos, comparación entre los metálicos i los de fábrica, accesos, refujios, arquitectura. Amplio programa, desarrollado con acopio de datos i con ese estilo parco pero convincente que es peculiar en el injeniero Castro. La bondad científica del curso del profesor Castro, puede deducirse de la que ponen de manifiesto estos apuntes publicados por sus alumnos más aventajados, aunque su mérito ha tiempo que ha pasado a la categoría de cosa juzgada, desde la aparición de la primera edición. Felicitamos sinceramente al profesor contraído, al colega estudioso, al amigo laborioso. S. E. BARABINO. L'hygiéne scolaire. La psychologie et la physiologie pédagogiques au Congrés scientifique du Chili (1 congrés pan-américain, »antiago, 1908-1909). par le docteur ANTONIO VIDAL. Extrait des Archives internationales d'hygiene scolaire. VI Band 3 Heft, 1910. Es una memoria relativa al cuarto Congreso latino-americano realizado en Santiago de Chile a fines de diciembre de 1908 i principios de 1909, publicada por el doctor Vidal, delegado de la República Arjentina, director de la sección escolar del departamento nacional de hijiene, profesor en la escuela normal de profesores de Buenos Aires, etc., en el periódico indicado, dando cuenta suma- ria de lo discutido en aquel congreso en lo pertinente a la psico-fisiolojía peda- jójica. Aplaudimos esta idea de llevar a conocimiento de los centros educacionales europeos la actuación de los profesionales americanos, pues haciendo valer nuestra intelectualidad es como hemos de granjearnos el respeto i la simpatía de los hombres de ciencia de los países más adelantados. El doctor Antonio Vidal, uno de nuestros hombres de ciencia más intelijentes, más estudiosos i que más va destacándose en nuestros centros científicos por su importante contribución personal, ha hecho obra buena i por ello le felicitamos deveras. S. E. BARABINO. Documentos del archivo de San Martín. Ocho volúmenes en 8% mayor. Im- prenta de Coni hermanos. Buenos Aires, 1910. El señor Alejandro Rosa, director del museo Mitre, dice en el prefacio de esta publicación, que por encargo de la comisión nacional del centenario publica los BIBLIOGRAFÍA 451 manuscritos relativos a la revolución e independeucia arjentinas recopilados por el jeneral Mitre. Comienza la tarea publicando el archivo del jeneral San Martín en el que figuran millares de documentos, inéditos en su mayor parte; entendiendo hacer luego lo mismo con los de Belgrano, Pueyrredón, etc. El orden de la publicación es el establecido por Mitre. Más tarde se publicará cuanto se refiere a justicia militar i al réjimen interno del ejército de los Andes. Hacemos propias las palabras del señor Rosas cuando dice : « Inútil nos parece puntualizar la importancia que encierran estos preciosos papeles en que flotan las virtudes, patriotismo i abnegación de los beneméritos hombres de nuestra epopeya, i la comisión nacional del centenario hace obra buena al ofrecer esta publicación a los estudiosos e investigadores del pasado, rindiendo al mismo tiempo justiciero homenaje a la memoria de los autores de la emancipación, al finalizar la primera centuria de la independencia de la patria. » Ocho son los volúmenes publicados hasta la fecha. El tomo 1 abarca los ante- cedentes i papeles de familia; los servicios militares de San Martín en Europa i en América. El tomo II, trata de guerra i política (1813-18): Reglamento de granaderos. Combate de San Lorenzo. Correspondencia oficial i confidencial de San Martín. Ídem del coronel Posadas. Actas del Cabildo i jefes militares en Mendoza. Corres- pondencia del congreso de Tucumán con San Martín. Gobierno de Cuyo 1814 a 1817, intendencia de Cuyo 1817 a 1819. El tomo III, comprende : Antecedentes secretos en Chile (1815-17). Paso de los Andes. Reconquista de Chile. Chacabuco. San Martín ilos Carrera (1814-20). El tomo IV, se refiere a la campaña de Cancha Rayada i batalla de Maipú. Correspondencia arjentino-chilena. Correspondencia reservada. San Martín i Pueyrredón. El tomo V, encierra : Correspondencia interceptada. Repaso de los Andes. San Martín i O”Higgins. Correspondencia de San Martín con Godoy Cruz. Co- rrespondencia con varios (1817-1819). El tomo VI, contiene: Correspondencia de San Martín, Belgrano, Balcarce i Monteagudo. Guerra i política (1817-20). San Martín i Guido (1817-1846). El tomo VII, incluye : Ajentes secretos del Perú (1817-20). Espedición al Perú (1819-22). Protectorado del Perú. El tomo VII, publica : Correspondencia de San Martín, Cochrane i Miller so- bre espedición a puertos intermedios del sur del Perú (1821). Segunda campaña de intermedios. Torata i Moquegua (1822-23). Marina de guerra (1817-22). Co- chrane 1 San Martín. La obra está lujosamente impresa, con ese arte especial que es una de las ca- racterísticas más salientes de la casa Coni; es digna de las entidades nacionales en cuyo homenaje ha sido emprendida esta publicación ; corrobora una vez más la paciente labor i el tacto majistral del jeneral Mitre para la recopilación orde- nada de nuestra documentación histórica ; i pone de manifiesto la labor personal del señor Rosa, en la dirección i revisión esmerada de publicación tan volumi- nosa que en sus ocho tomos alcanza a más de cuatro mil 'seiscientas pájinas. Tenemos la seguridad que a ningún arjentino intelectual dejará de atraer esta compilación de documentos que constituyen los materiales que permiten recons- 452 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA truir nuestro secular edificio histórico de la independencia nacional; documentos que en gran parte, por su carácter íntimo, dejan traslucir el alma, la psiquis de aquellos nuestros grandes conciudadanos que tuvieron la fortuna, la ocasión de actuar en una época histórica en que las vírjenes tierras americanas pedían a sus hijos el sacrificio de sus personas, ofreciéndoles en compensación la gloria, la inmortalidad, el culto eterno de los hijos de la nueva patria, de las nuevasi glo- riosas naciones que supieron levantar a la faz de la tierra, vertiendo en el te- soro nacional sus escasos peculios, sacrificando la paz de sus hogares i dando en holocausto sus propias vidas. El desarrollo de la grande epopeya de la independencia sudamericana, las difi- cultades de su preparación, las penalidades de su realización, el choque san- griento de dos patriotismos encontrados, el americano i el español, las esperan- zas, los desalientos, las confortaciones vibran en esos miles de pájinas históricas con el acento de la época; es una sesión más que cinematográfica, fonográfica de aquellos ilustres varones que parecen narrarnos como errando, acertando, venciendo o vencidos, pero triunfantes al fin, constituyeron las nuevas naciona- lidades cuyo glorioso centenario acabamos de celebrar en la Arjentina i Chile, rindiéndoles el más profundo homenaje, en la forma que los progresos de nuestra civilización nos ha inspirado. TI uno de los actos más considerados del agradecimiento nacional, que puede llamarse concurrente con el admirable Congreso científico internacional americano que los intelectuales celebraron, dedicado a los próceres de mayo, es sin duda alguna esta publicación del archivo histórico, que otro procer ha constituído para instrucción i ejemplo de los hijos de Sud América. Las publicaciones emprendidas por la comisión del centenario, salvo tal vez una escepción, son uno de los números más meritorios de aplauso entre los que constituyeron las grandes fiestas de la secular efeméride maya. Nuestro efusivo aplauso a la indicada comisión i, en este caso concreto, tam- bién el señor Alejandro Rosa. S. E. BARABINO. Trabajos de laboratorio, reunidos i publicados con motivo del Congreso mé- dico del centenario (1917-1910). Un grueso volumen de 680 pájinas formato ma- yor, con numerosos diagramas i figuras intercaladas en el testo. Buenos Aires, 1910. Nuestro ilustrado consocio el profesor doctor Horacio G. Piñero ha obsequiado a la biblioteca de la Sociedad un ejemplar de la interesante obra recopilación de trabajos de laboratorio realizados por el personal 1 los alumnos de la Facultad de ciencias médicas. Imútil creo hacer resaltar la conveniencia de esta jimnasia intelectual de los jóvenes alumnos, que palpando, por decir así, el fruto de sus propios desvelos, encuentran en ello nuevo aliciente para perseverar en el estudio i en sus aplica- ciones esperimentales, con ventaja moral para ellos i material para los enfermos. Para que los lectores puedan darse cuenta de la importancia de los estudios realizados por el laboratorio de fisiolojía esperimental daremos la nómina de los mismos : Aberastury, A. F., Contribución al estudio de la orina en el perro. BIBLIOGRAFÍA 453 Arrillaga, F. C., Colmegna J., Irazu E., Leiva Daza M., Ferrari M. E., Con- tribución al estudio de la función del diafragma en la respiración. Badia, J. L., Madrazo, V. D., Contribución al estudio de la fisiolojía del neumo- gástrico. Borzone, R. A., Mori, N. B., Estudio radiográfico de la motricidad dijestiva. Castaño C. A., Arias A., Trucco A., Contribución al estudio de la especificidad de los jugos dijestivos. Gastritis ulcerosa esperimental. Castaño, C. A., Signos esteriores de la pulsación cardíaca o choque de la punta. La pulsación cardíaca esterna es de orijen sistólico; demostración fisiolójica, esperi- mental i clínica. : Cogorno, G., Solari, N., Gourdy, C. A., Novoa, G., El bolo alimenticio «a través del tubo dijestivo observado por medio de los rayos X. Frogone, J. A., Baasch, S., Cuerpos tiroides. Giacomo, L., Beron, R., Bordarrampé, J., Giménez Zapiola, H., Los coloides ¡ los estados coloidales en el recambio orgánico. Acción i propiedad de los metales coloi- dales. El protalgol. Gómez, J. F., Williams, H., 4plicaciones del método de Mett al examen del jugo- gástrico. Hardoy, P. J., Jolde Villar, H., Argiiello, D. M., Becco, R., Biturro, J., Va- rela, T. S., De Cusatis, H., Verificación esperimental de la acción fisiolójica del jugo intestinal por medio de la fístula de Thirry- Bella. Houssay, B. A., a) La hipófisis de la rana; b) Ritmo del corazón ¡ pulso lento permanente. Fisiolojía normal i patolojía del haz de His. Londet, O., Merello, M., La especialidad de las secreciones dijestivas ¿ la alimen- tación. La secreción salivar. Madero, G., Weiler, E., Donovan, C., Contribución al estudio de las funciones del neumogástrico ¡del espinal. Maqueda, J. L., Omunés, P., Pagniez, E. A., Esteves, M., La función hematopoié- tica. Reacción mieloidea esperimental en el perro. Martínez, B. D. (hijo), Cisneros, R. Crocco, A. A., El bazo como órgano he- matopoiético. Restauración sanguinea esperimental. Esplenectomía, La inyección de es- tracto de pulpa esplénica. Martínez Bisso, L., Lhoustalet, A., Tavolaro, V., Roca, F., Contribución al estudio de la vagotomía esperimental en el perro (perro que sobrevive). Moraschi, V., Ruiz, F. R., Natale, A., El proceso de la dijestión i la toxicidad del contenido intestinal (oclusiones esperimentales, hipotoxía fecal relativa). Moreau, A., Rojas, N. A., Hemolisis esperimental. Hemacitojénesis consecutiva, Sueros normales hemasitolíticos.. Pesagno, R., Marugo, F. M., Artussi, E. J., Contribución al estudio esperimental de las glándulas tirodeas ¡ paratiroideas.. Piñero, H. G., Contribución al estudio esperimental de las secreciones internas. Mu- tualismo glandular orgánico. Ramírez, E. B., Tufró, E., 4lgunas observaciones de animales en inanición. Rébora, A., Parenó, R. D., Tintori, J., Berra, S. N., La isotonia del agua de mar ¿del suero de la sangre. Vitalidad i resisteneia globular en soluciones salinas 1 en agua de mar. Rivarola, R. A., a) Asfixia, sus diversas formas ; b) Contribución al estudio esperi- mental de las funciones del bazo. 454 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Seitún, J., Bosch, G., Díaz Arana, R., Lesiones específicas, esperimentales, apen- diculares en el conejo 1 gastrointestinales en el perro. Soler, F. L., El método ruso en las investigaciones sobre la función dijestiva. Pe- queño estómago de Pawlow. Procedimiento de Melte. Soler, F. L., Castaño, C. A., Tres esperiencias del curso. Plantas artificiales. Electrólisis medicamentosa. Sueño eléctrico, electrocución i reviviscencia. Como se ve, han trabajado en común el personal del laboratorio, el profesor director i los alumnos, lo que es mui plausible por la solidaridad que crea entre los profesores i sus discípulos, los futuros colegas en la profesión i en la cátedra. S. E. BARABINO. El Paraguay católico por el padre JosÉ SÁNCHEZ LABRADOR, Buenos Aires 1910. Obra inédita del padre jesuíta Sánchez Labrador que la Universidad de La Plata ha publicado en homenaje al cuartc Congreso internacional de los ameri- canistas, realizado en Buenos Aires del 16 al 21 de mayo próximo pasado, cum- pliendo al mismo tiempo su programa de engrosar el caudal bibliográfico arjen- tino iuniversal de la historia de América i de sus riquezas, relativas a la época colonial i a la que le siguió de inmediato, decidida cual lo está a trabajar — co- mo lo certifica su presidente, el ilustrado doctor Joaquín V. González — «con .el pensamiento fijo en la cultura universal i en constante labor de solidaridad con todos los hombres, institutos, universidades i naciones que consagran sus esfuer- zos a estos silenciosos pero fecundísimos estudios, que tienen el inmenso valor de los bloques angulares sobre los cuales las nacionalidades edifican su propia vida 1 civilización ». La obra consta de dos tomos, de 317 i 325 pájinas respectivamente, i contiene una parte de los trabajos del padre Sánchez Labrador sobre el Paraguai, en lo que se refiere a los indios Guaicurú-Mbayá o Eyiguayegui o Caduveo, etc. El conocido etnógrafo señor Lafone Quevedo ha escrito un interesante prólogo, con datos bio-bibliográficos del autor i consideraciones sobre la índole i esten- sión de la obra. 4 Esta discurre sobre el viaje realizado por el padre Sánchez Labrador desde la reducción de Belén hasta las misiones de los Chiquitos (1766) i desde el pueblo del Santo Corazón de Jesús hasta Belén (1768); da noticias de las misiones de los indios chiquitos; trata de la población india de América, dando las diversas opiniones reinantes a su respecto; continúa con la descrición del país de los in- dios eyiguayeguis, de los puntos de vista etnográfico, físico, botánico, zoológico 1 mineralójico. Interesantísimas resultan las noticias que el autor da respecto de la vida social de estos indios. Continúa la obra dando cuenta de otros viajes del padre Sánchez, de sus dia- rios, cartas, i concluye describiendo la nación Chaná, el pueblo de San Juan de Nepomuceno, la villa de Jesús (Cuyabá). Acompañan a la obra varios croquis de cartas jeo-topográficas i láminas sobre plantas.1 animales locales, costumbres indígenas, etc. BIBLIOGRAFÍA 455 Es una contribución importante para el conocimiento del folklore, o más am- pliamente, etnográfico 1 físico de las rejiones visitadas por el padre Sánchez La- brador i, por lo tanto, obvio nos parece agregar que ha hecho obra buena la Universidad de La Plata al publicar este trabajo. S. E. BARABINO. La détermination des longitudes et l'histoire des chronomeétres. Déter- mination des longitudes, études sur les chronomeétres, campagne de la Flore, par JEAN MAsCcArRT, docteur és sciences, astronome a 1"Observatoire de Paris. Extrait du journal £*horloger. París, 1910. Folleto de 62 pájinas en la que el autor trata de establecer la verdad respecto de algunos puntos de astronomía náutica i esclarecer un problema de prioridad sobre una cuestión ecronométrica que ha causado acaloradas polémicas entre los relojeros. Sabido es que la determinación de la lonjitud — diferencia horaria entre dos meridianos, uno de orijen i otro del punto en que se halla el observador — puede obtenerse o por observaciones directas de los astros, o por la de un cronómetro arreglado a otro cronómetro normal. El autor en su monografía trata de historiar los métodos astronómicos, las so- luciones tentadas, comenzando por el profesor E. N. Blondeau (| 1783) i Tre- mergat i continuando con Silvabelle, Charniéres, Romme, Jeanne, Berthoud Veson, Borda, etc.; pasa luego al estudio de los eronómetros con el mismo objeto 1 menciona a Sully, Graham Harrison, Berthoudi, Leroy i Borda. Luego recuerda la campaña de la Flore (1772) i hace resaltar los méritos de los que han intervenido en el perfeccionamiento de los métodos de astronomía náutica. S. E. BARABINO. ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO SEPTUAGÉSIMO Congreso científico internacional americano. Antecedentes... cocos Contralmirante Manuel José García Mansilla (necrolojía), por el injeniero SAaN- TACO ES BARABINO a sl o e EA Injeniero Alberto L. Albarracín (necrolojía), por el injeniero ARTURO GRIEBEN. Espacio, tiempo i masa, por el profesor VITO VOLTERRA......o.ocooooooooo oo Nota sobre una casiterita de la República Arjentina, por el doctor ATILIO A. BAD Oe e tera e ale o Psicolojía fisiolójica, por el doctor Horacio Gr. PINERO....ococcccccco 247, Bosquejo histórico, desarrollo i estado actual de los estudios sobre antropolojía, flora i fauna chilenas, por el doctor CarLOos E. POSTER. .......o..oooocoo.o.... Progresos i tendencias actuales de la teratolojía vejetal, por el doctor ANGEL FADDARD O a e a a a O Esploración 1 estudiosde la laguna Iba Science et technique de l'aviation par le professeur L. MARCHIS....o.oo.o.oo..... Ocultaciones de estrellas observadas durante el eclipse total de Luna el 16 de noviembre de 1910, por el astrónomo E. CHAUDET.........c.oococooooroc...o Observaciones 1 notas sobre el Zuryades Duponcheli Lucas (papilionidae), por el LOCO GLACOMEL A ar lA o e VARIEDADES ESposiciónide Roma Elusos horarios: Hora lea O Acerca de la prioridad de la invención de la telegrafía sin hilos, por el injeniero MAL QUES A 341 397 445 ÍNDICE BIBLIOGRAFÍA POR EL INJENIERO S. E. BARABINO Les caries géographiques et leurs projections usuelles, por L. Defossez.......... L'action électrique du soleil, por A. Nord0OM. ooo Carnet photographique, por A. Charvet......oooooccocooooo Les cubilets américains, por Thomás D. West.....0ooooooooo.o.o... Botánica, por Lucien Hauman-Merck (Angel Gallardo)... oo... Corso d' idraulica teoretica e pratica, del profesor U. MasoMl.......o........... Motori a scoppio, per 1” ingegnere E. Garulla......ooocooconcccco cc Prontuario de 1 agricoltore e dell? imgegnere rurale, dell” ingegnere Vittorio NACO a A a A VASO : Cours de mécanique, par L. Guillot, tomo Ll... coc audende dia justern, par Jules Meno Traité pratique de menwuiserie, par E. Barberot.....o.ooococococccoccc eo Notions élementaires sur la probabilité des erreurs, par Maurice d'Ocagne...... Instruction sur Pusage de la regle 4 calerml, par Maurice d'Ocagne............. Montaneia anthropomorpha, por F. Ameghino....oooocccocococ Sur Porientation de la calotte du diprothomo, par F. Ameghido.....0ooo........ Otras monografías del doctor F. Ameghino : Descubrimiento de un esqueleto humano fósil en el pampeano superior del arroyo LPRA EAS EE daa ola AS a ES La antigúedad ¡jeolójica del yacimento antropolítico de Monte Hermos0.......... Otra especie estinguida del jénero HOMO cocino La industria de la piedra quebrada en el mioceno superior de Monte Hermoso... Vestijios industriales en el eoceno superior de Patagonia Vestijios industriales en la formación entrerriano Descubrimiento de dos esqueletos humanos fósiles en el pampeano inferior del Método ortógonopolar para la determinación del punto en la mar, por Manuel Y. Cora MEE ooo esoo EN a Contribución al estudio de los niños retardatarios i anormales, por el doctor loma. En Ia pee ai A aaa O So Rápida visita 4 la República Argentina, por el coronel Gabriel Salgado..... ad Les mathématiques en Portugal, por Rodolphe Guimaraes....... AA Mos Memoria de la División de minas, jeolojía e hidrolojíd. coo... Estado de la minería en San Lwis, por Gastón Bartié......oooo.oooooo.oooooo o... Estado de la minería en los distritos de Famatina i Guandacol, por Pablo Viteau. Recopilación de leyes, decretos i resoluciones, por J. R. Montes de Oca......... Les facteurs de l'évolution des peuples, par le docteur A. Matteuzzi............ Censo jeneral de educación, por A. B. Martídez.....ooocoococooo oro Prescrizioni normali per la fornitura, la prove e l' uso delle puzzolane, degli in- segneri L. Luiggi, L. Cazza, E. Mattirolo, C. Verdinois e dottori G. Giorgis, O A A O La lucha económica, por Malaquías ConcCha.....oooooocoororooo Lecciones de enerjética racional, por A. KRMUdsoOd. ...ooooococoononoe ro 457 45 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (9,9) El tasi i sus propiedades galactójenas, por TU. Gus Notas descriptivas de la provincia de Corrientes, por Zacarías Sánchez......... Les substances isolantes et les méthodes d'isolement, par l'ingénieur Jean Escard. Les enroulements industriels des machines, par l'ingénieur Eugene Marec...... Lignes électriques aériennes, par lVingenieur Ph. Girardet....cocococcoco.o.oc..- Lignes électriques souterraines, par les ingénieurs Ph. Girasdet et W. Dubi... Description et usage de Pastrolabe ú4 prisme, par A. Claude et L. Driencourt... Précis de mécanique rationnelle, par les professeurs Paul Appel et S. Dauthe- Machines frigorifiques, par les docteurs H. Lorenz et C. Heinel, traduit par les noeneurs CCA Béton et cement armé, par N. de Tedesco et A. Maurel.......oocooc.oocoo La sécurité dans les mines, par l'ingénieur H. Schmerber ..........o.o.oo..... Traité de physique, par O. Chwolson, traduit par E. Davaux, avec une note sur la physiquentbhéorique paros cra Les roches et leurs éléments minéralogiques, par Ed. Jannettaz, 4e édition...... Eléments de caleul vectoriel, par les professeurs C. Burali-Forti et A. Marcolon- COMETA UA A AS O a Traité complet d'analyse chimique, par 1. Post et B. Neumamn, traduit par G«. Ehénueb) Man Bellet o o a a A Patentes de invención, publicación oca Construcciones de mampostería, por el ingeniero Vicente Castro. ....o.oo.o...... L'hygitne scolaire, par le docteur Antonio Vidal... Documentos del archivo de San Martín, publicados por la Comisión nacional del Centenario bajo la dirección de don Alejandro Rosa... .....ooo.ooooocooooooo o... Trabajos de laboratorio de la Facultad de Ciencias médicas publicados por el doctor Horacio GAP e A El Paraguay católico, por el P. José Sánchez Labrador .....ooooooocoooo ooo —>DNO=3=— 362 362 400 401. 402 402 403 405 405 406 406 407 408 453 455 Htalía gli Agiati, Rovereto — Atti della d. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- a. — Riv. di Artiglieria e Genio, “Boll. della Soc. Geografica Italiana, Ann. della Soc. degli Ing. e degli oma. — «ll Politecnico », Milano. . della Soc Zoologica Italiana. Ro- E 12. O Italiana, Roma. — L'E- a — Boll. Scientilico, Pavia. ta Collettore, etc., Siena. — Atti dez ¡ Naturalisó. Monena. — Boll. Sos. oca Genova. — Bol!. omtato Geologico d Utalia, Roma. — la R. Scuola Super. d'Agricultura, Atti della Assoc. Elettrotecnica 9. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. missione Speciale d'Igiene del Muni- ma — Boll. Mensuale dell'Osserva- rale del R. Colegio Alberto in eri, Torino. — Atti del R. Instituto aggiamento, Napoli. — Accad. delle orino. — Atti della Soc. Toscana e Naturali, Pisa. — Ann. del Museo 1S ria Naturale, Genova. — Osserva- o, Roma. — Rass. delle Scienze e Lettere ed E Modena.-. — Studi , Sassari. — Riv. Tecnica Italiana, - Osservatorio della R. Universitá, — Atti del Collegio degli Ingegneri tt, Palermo. Japón ] anical Magazine, Tokyo. — The f Geography, Tokyo. — Annota- ological Japaness, Tokyo. — The Society, Tokyo. Je Méjico bserv. Astronómico da gico Central Méjico. — Bol. del a A R. Accad. di Scienze lato na, Roma — Il monitore Tecnico, Mi- BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS (conclusión) Observ. Nacional, Tacubaya. — An. del Museo Nacional, Méjico. — La medicina científica, Méjico. — Memoria y Rev. de Ja Soc. cientí- fica, Antonio Alzate. — La Farmacia, Mejico. — An. del Inst. Médico Nacional, Méjico. = Bol. del Inst. Geológico, Méjico. Natal ñ Geological Survey of the Colony, Natal. > Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soc. Broteriana, Coimbra. — Jor- nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R. das Sciencias, Lishoa. — Bol. da Soc. de Geographia, Lisboa. -- 0 Insttiuto Rev. Scient. é Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico € Magnético, Goim- bra. — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Coimbra. — Bol. do Observ. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Obsery. Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de la Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio- nes y Memorias de la Soc. de Ingenieros del Perú. — Rev. de Ciencias. 1 Rumania ol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. Rusia Soc. de Sciences Expérimentales, Khar- kow. — Bul. de la Soc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. A des Sciences, San Petersbourg. — Bull. la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rey. de Sciences Mathématiques, Moscow. — La Bi- blioteca Politecnica, San Petersbourg. — Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — Soc. pro Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors, Rusia. — 5 E $ pe Bull. de la 50d: Impér. des Naturalistes, | Moscow. — An. de la Soc. Phisico Chi San Petersbourg. — Bull. de la Soc. 1 de Geographie, San Petersbourg. calische Central Observatorium, San Peters- burg. — Bull. du Jardin Imper. de Botanique, San Petersburg. — Korrespondensblat de Natufors Vereins, Riga. — Bull. du Comité: Géologique, San Petersburg. — Bull. de la Soc des Naturalistse de la Nouvelle Russie, - Odesa. E San Salvador Observ. Meteorológico y Astronómico, El. Salvador. s : Suecia y Noruega —Sciences Naturelles, “Stockolm Ñ Li CS Bull. Tecnique de e Suisse | omai ssanne. — ón Ethnog h sellschaft. Zurich. S pe veltiqu Bull Vida Moderna. a Rural. — Bol. de la Enscra za Prir Bol. del Observ. Metereológi Sveriges geologisca Underskning, Stoc- | — An. de la Universidad. — Ar - kolm. — Bull. of the Geological Inst. Uni- | Nacional. — Bol. del Observ. Meterea ológ; versity of Upsala, Suecia — “Kongl Vetens- | Municipal. — An. del Dep de kaps. Akademiens. Acad. des Sciences, | naderia y Agricultura. NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y e ria, La Plata. — A del Centro Universi- tario. La Plata. Bol. de la Biblioteca Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. — Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Observ Astronómico, La pa = Rev. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar- chivos de Criminalogía, Medicina legal y Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar- gentino. — Bol. de Estadística Municipal. += Rev. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An. del Depart Nacionsl de Higiene. — Rev. Nacional. — Rev. Técnica. — An. de la Soc. Rural Argentina. — An. del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- e SUBSCRIPCIONES -_ Paris Annales des Ponts et Chaussées. — « Re- vue >». — Contes Rendus de l'Académie des Sciences. — Annales de Chimie et de Pbysi- que. —- NouveJles Annales de Mathématiques. — « La Nature ». — Nouvelles Annalesde la Construction (Oppermamn). tifique. — Revue de Deux Mondes. la Union Industrial Argenti — Revue Scien- | geniería. — Rev. de la Liga A Jurídica y de Ciencias Sociale Centro Naval. — El Monitor de Común. — Enciclopedia M ltar mana Médica. — Anuario di Estadística. — Rev. del Círe Entre-Kíios An. de la Soc. Rural. Tucumá Anuario Estadístico. Roma Trattato Generale dell' Arte — Giornale del Genio Civile Milano Il-Costruttore — L' Elettri Londres The Builder. ARGENTINA —DimgcTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO a, pe y — ENTREGA 1. — TOMO LX 'ERO 1911. — 684 684 — CALLE PERÚ 1911 O JUNTAS DIRECTIVA o Presidente.......- norccana Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente 4... o... Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente Vorooonn...... Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas. ........... Doctor "Comás J. Rumi Secretario de correspondencia... Ingeniero Esteban Larco TESORO e . Doctor Antonio Vidal BIC Doctor Abel Sánchez Díaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Ocalest a O ES Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mamberto. Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre E (AO ooreoa a Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, ee doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Sal ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AMADEO y doctor HORACIO DamiaNovica ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares dE sus ar- e tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite regla nta- Al rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Con hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. : S : pes z PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías : Pesos moneda nacional Por mes....... TRES A Ne A 1.00 PORO ia OS iS 12.00 Número AMAS ALO A oe ALDO A : == caca los socios.......... al 00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano Eo ) ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANALES DE LA e. SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO TOMO LXXI Primer semestre de 1911 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 Só UNIVERSITÉ DE RENNES TRAVAUX DU LABORATOIRE DE ZOOLOGIE ET DE LA STATION ENTOMOLOGIQUE PRÉSENTATION DE DOCUMENTS CONCERNANT LA FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE “ La publication des catalogues régionaux, dans toutes les branches de Phistoire naturelle, a toujours été considérée comme une des bases essentielles de la systématique; c'est cette considération qui nous a conduit a entreprendre, il y a quelques années, létude métho- dique des insectes bretons. La publication une Faune entomologique armoricaine, se justifiait Vailleurs d'elle-méme; elle était réclamée depuis longtemps par un grand nombre de naturalistes et devait combler une lacune regretta- ble dans les documents de faunistique relatifs a l'ensemble de la zoo- logie francaise. Dans le précieux manuserit qwil a laissée et quí a presque toujours servi de base á notre travail, un savant anglais, S. W. Griffith, énu- mére les principaux motifs qui faisaient déja, de son temps, désirer Pétablissement de cette faune. Elle devait, dans sa pensée, offrir un intérét tout particulier, non seulement au point de vue local, mais encore au point de vue des comparaisons qwelle permettrait de faire avec les autres régions de la France. (1) Trabajo enviado con retardo al Congreso Científico Internacional America- no por €. Houlbert, subdirector de la Estación entomológica de la Facultad de ciencias de Rennes. 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La Bretagne, en effet, surtout dans sa partie péninsulaire, c/est-a- dire, dans la vieille terre d?Armor, est fort peu connue au point de vue entomologique, malgré le talent des naturalistes quí l'ont explo- rée; les publications relatives aux insectes y sont peu nombreuses, - alnsi que le montrera le petit tableau placé a la fin de cette notice. D'autre part, la température toujours clémente, la nature géologi- que du sol, presque exclusivement siliceux, paraissent avoir influé VPune facon tres notable sur la composition de la flore et de la faune; la taille, la forme générale et méme la coloration des individus y pren- nent des caracteres particuliers, a tel point que, lorsqu'on examine des séries nombreuses d'especes, de provenances diverses, ainsi que nous avons pu le faire dans les merveilleuses collections de MM. René et Charles Oberthiir, on peut constater que les insectes — les coléop- teres tout au moins — prennent un facies qui permettrait presque, a un entomologiste exercé, de les reconnaitre au premier coup (Veil. 11 est probable aussi que, sous les influences combinées du sol et du climat, des variétés locales ont dú prendre naissance (1); 1l est certain, dans tous les cas, que les insectes spéciaux aux rivages mari- times y sont plus nombreux que partout ailleurs en France, gráce au erand développement des cótes; la différence méme qui existe, au point de vue du climat, entre les cótes septentrionales et les cótes méridionales de la presqwile, a encore contribué a accentuer ces dif férences et ces variations. Nous pouvons ajouter qwá ces raisons, dV'ordre zoologique, qui semblent avoir aussi, a juste titre, préoccupé nos prédécesseuts, s'a- joutent encore aujourd'hui une foule de raisons économiques, telles que la diversité des transactions commerciales par voie maritime et le progres constant des opérations agricoles. TI D'étude pratique des insectes prend, de jour en jour, en France, une importance plus grande; on peut méme dire qw'elle devient d'une (1) Parmi ces formes locales, nous pouvons citer les curieuses variations de Carabus auronictens de la Forét de Lorges (Cótes-du-nord), décrites par M. René Oberthiir en 1884; ainsi que les variations. de Cicindela germanica, récemment observées par M. Vabbé O. Pasquet, dans la baie du mont Saint-Michel. FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 7 _impérieuse nécessité dans les régions agricoles comme la Bretagne. T'insecte ne peut se passer de la plante; tres souvent il vit a ses dépens, a tel point que si sa propagation vest pas combattue ou entravée, 1l peut devenir un ennemi redoutable pour le cultivateur, Vhorticulteur ou PVindustriel; il nous suffira de citer dans cet ordre Vidées, la larve du Hanneton (Ver blanc), V Authonome du pommier, le Ver-gris, le Ver des pommes, le Liparis chrysorrhea, ete. Plusieurs pays Pont déja reconnu et pour ne citer qu'un exemple, tout le monde sait que, dans 1 Amérique du Nord, les États-Unis ont organisé, dans les universités et sur divers points de leur territoire, un grand nom- bre de stations agronomiques, qui sont en méme temps des laboratoi- res Ventomologie appliquée, admirablement outillés pour Vétude de la biologie des insectes. En France, on commence a comprendre Pimportance de Pentomo- logie économique, mais nous sommes bien loin des américains, car nous n/avons jusqw ici que quatre centres entomologiques officiels : Paris, Montpellier, Rouen et Rennes. La Bretagne qui représente Pune des régions agricoles les plus vastes de la France, ne pouvait pas rester indifférente a ces préoccu- pations; il appartenait a notre Université de prendre la direction de ce mouvement et de donner, comme il a été dit dans les circonstances quwil est ¡nutile de rappeler, «une orientation nouvelle a ses efforts pour rester léducatrice de Pagriculture bretonne ». C'est avec un intérét tres vif que, des le premier jour, nous avons sulvi le développement de cette ceuvre; mais nous tenons a le dire hautement, si nos voeux ont pu petit a petit se réaliser, si nos efforts ne sont pas restés vains, le mérite en revient tout entier a M. le doc- teur Louis Joubin, professeur au Museum d'histoire naturelle de Paris, alors qu'il était le doyen de notre Faculté des sciences, et a son tres distingué successeur M. le professeur Frédéric Guitel, profes- seur de zoologie a Université de Rennes. C'est gráce a initiative éclairée de ces deux savants, que la station naissante a pu étre ratta- chée au laboratoire de zoologie de la Faculté de sciences; c'est gráce a Vactivité infatigable qwils ont déployée, aux démarches qwils ont faites que nous voyons enfin s'accomplir le vou des Griffith et des Taslé. Pour notre part nous les remercions vivement de TPhonneur qwils nous ont fait, en nous offrant Vétre Vun des premiers ouvriers de la Faune entomologique armoricaine. Tel que nous lentendons ici, le massif armoricain s'étend sur treize départements; il renferme en entier, cela va sans dire, les cinq dépar- S ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tements bretons : Hlle-et- Vilaine, Morbihan, Finistere, Cótes-du-Nord, Loire-Inférieure, plus la Mayenne. Vers le nord, il empiete sur la Normandie; il englobe le départe- ment de la Manche presque tout entier; VOrne pour la moitié de son territoire environ; et, dans le Calvados, les arrondissements de Vire et de Falaise. Vers le sud, la Vendée, le Maine-et-Loire, les Deux-Sevres (arron- dissement de Bressuire et de Parthenay) en font également partie. Enfin vers Pest, un peu au-dela de la Mayemne, la limite des dépóts primaires intéresse une bande étroite du département de la Sarthe; cette limite, ainsi que Va indiqué M. CEhlert, marque la direction des falaises contre lesquelles se sont déposées les formations jurassiques et crétacées qui ont pas, ou á peine, pénétré sur le sol armoricain (1). Par conséquent la Bretagne telle que nous la comprenons dans ce travail, est plus la Bretagne administrative; mais c/est la Bretagne agrandie, c/est-a-dire limmense pénéplanie paléozoique que la mer enferme de trois cótés, et que bordent, dans trois autres directions, les assises calcaires du bassin de Paris et du bassin d”Aquitaine. TI Bien que ordre des coléopteres soit lun des mieux connus de la classe entiére des insectes, il serait évidemment prémature d'essayer, méme une simple esquisse de la distribution géographique de ces insectes en Bretagne; nous ne pourrons aborder cette importante question que lorsque nous aurons réuni un tres grand nombre de ma- tériaux. Cependant, dapres les indications extrémement précises qu'ont bien voulu nous donner MM. René et Charles Oberthiir, ainsi que plusieurs de nos collegues, nous pouvons croire des aujourd'hui que la géonémie des coléopteres bretons nous ménage plus d'une surprise. Nous nous bornerons a donner ici PVintéressant document quí suit : c'est la préface que S. W. Griffith avait préparée pour son Catalogue raisonné des coléopteres de Bretagne. Ce catalogue, pour des raisons qui nous sont inconnues était toujours resté a Vétat de manuscrit; (1) D. EnLErT, Notes géologiques sur le département de la Mayenne, page 15. Angers, 1882. FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 9 - mais nous avons des raisons de croire qu'il résume avec assez ('exac- titude, Vétat des connaissances entomologiques en Bretagne jusqu'en 1877 (1). «Jusqu'a présent, dit Griffith, il n'a été publié que deux ouvrages sur la faune coléopterique de Bretagne: 1 Histoire et description des insectes coléopteres du département de la Lotre-Inférieure, par M. Pra- dal, Nantes, 1859, et le Catalogue des coléopteres d*Ille-et- Vilaine, par Vabbé de la Godelinais et M. André, publié dans les mémoires de la Société des sciences physiques et naturelles du département d'Ille-et- Vilaine, 1865. « Les catalogues départementaux sont, sans contredit, d'une grande utilité; mais, les limites départementales sont souvent tout a fait arbi- traires et ne peuvent avoir, en conséquence, aucune influence sur la faune ou sur la flore, si le sol est le méme que dans les départements limitrophes. J?ai done pensé qw'il ne serait pas inutile de dresser un catalogue des coléopteres jusqw'ici observés dans les cinq départe- ments qui forment lPancienne province de Bretagne; non seulement parce que la presqwile armoricaine est la terre la plus occidentale de France, mais parce qw'elle offre, á cause de son sol granitique, un contraste frappant avec les autres parties du nord de la France. «Dans le chapitre magistral traitant de géographie (2). M. Fau- vel (3) divise la faune gallo-rhénane en quatre régions: septentrio- nale, centrale, méridionale et océanique. La région septentrionale, celle qui nous occupe, est subdivisée en deux sous-régions : la sous- région rhénane et la sous-région neustrienne. Dans la derniére se trouve la Bretagne et le savant auteur en écrit ainsi (4): «La faune armoricaine est également curieuse et frappe par le contraste subit qu'elle offre avec celle dite des environs de Paris. Les especes multipliées du terrain calcaire qu'on recueillait tout a Pheure disparaissent et ne sont plus représentées que par un petit nombre de formes; nous sommes sur le sol schisteux et bientót sur le granit, toujours pauvre en insectes et en plantes. Ces landes, ces bruyeres (1) C“est notre ami M. T. Bézier, conservateur du Musée d'histoire naturelle de la ville de Rennes, qui, avec son amabilité habituelle nous a signalé ce ma- nuscrit et nous a fourni les moyens de l'utiliser. (2) Lu a la réunion des sociétés savantes á la Sorbonne, le 1% avril 1864. (3) Faune gallo-rhénane, vol. I, page 22. (4) Nous rappelons que S. W. Griffith était d*origine anglaise, ce quí explique la tournure de cette phrase. 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA arides, ces foréts froides et humides, ou se montrent a nu les roches primitives du globe, "on recu qu'une population végétale et animale restreintes; c'est la rude et morne région par excellence. Mais cette pauvreté et cette spécialité méme de productions ont leur charme, et Pami de la science ne considere pas sans intérét cette antique Bre- tagne, presque séparée du monde entomologique, et qui, peut-étre, lui ménage dans Vavenir des découvertes inespérées (A. Fauvel, page 31). <« Mais, si notre faune est pauvre a cause de son sol schisteux et eranitique, »oublions pas que la Bretagne est baignée de trois cótés par la mer et possede un long littoral varié de roches primitives et de plages sablonneuses; la région océanique, done, nous fournit son contingent, contingent d'autant plus intéressant par suite du chan- sgement de température du au Gulf- Stream quí se fait sentir sur nos cótes. «Comme je Vai déja dit, il existe jusqu'a présent, a ma connais- sance du moins, que deux essais sur la faune coléopterique de la Bre- tagne, Pun traitant du département de la Loire-Inférieure, autre du département d'Ille-et-Vilaine. Néanmoins, des recherches ont été faltes sur d'autres points. Gráce aux recherches patientes de M. Tas- lé, du docteur Fouquet et du général Pradier, malheureusement enle- vés tous les trois dernierement a la science, le premier nommé a pu dresser une liste des coléopteres observés dans le département du Morbihan (2), et les fruits de mes chasses pendant quatre ans, dan le méme département, mont permis dy ajouter un nombre considé- rable d'especes. J?ai pu aussi ajouter bon nombre d'especes au cata- logue d'Mlle-et-Vilaine, soit par suite de mes propres chasses, pen- dant les quatre ans que j'ai habité Rennes, soit par les renseignements bienveillants que Ya donnés M. René Oberthiir. Il v'en est pas de méme pour les autres départements, c'est-a-dire les Cótes-du-Nord et le Finistere; j'ai eu a réunir les notes puisées pendant cinq ans dans diverses publications á ce que j'ai pu apprendre par des envois de mes correspondants. « Pour ce qui concerne Pordre des familles, j'ai suivi Pordre adopté par Jacquelin-du-Val dans son Catalogue des coléopteres di Europe (1868); et, pour ce qui concerne Pordre des genres et la nomenclature (2) Une copie de cette liste, remaniée et augmentée par moi, se trouye dans les archives de la Société philomatique du Morbihan. FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 11 des especes, le Catalogue des coléoptéres de France et de la faune gallo- rhénane par M. Maurice des Gozis (1875), parce que, dans cet ouvra- ge, la loi de priorité est respectée,. suivant Vavis de la plupart des entomologistes (Paujourd'hui. «Je dois bien des remerciements a M. E. Hervé, de Morlaix, qui non-seulement m'a envoyé bon nombre Vespeces de son voisinage, mais quí a eu la complaisance de revoir un nombre considérable de mes Staphylinides, famille qui offre tant de difficultés au point de vue de la détermination exacte des especes; á M. René Oberthiir pour les bonnes indications qu'il a bien voulu me donner sur les environs de Rennes; a M. J. Réveliere, auquel je suis redevable de presque tous les reuseignements que j/al pu me procurer sur les Psélapbides et les Scydménides, et a MM. Boyer et Rémy, de Lorient, qui nYont fait plusieurs envois riches en especes de la zone maritime. IV | Voici maintenant, pour les treize départements du massif breton, la liste des documents que nous avons consultés ou dont Vexistence nous a été indiquée. Cette liste est incomplete, nous le savons; aussi prions-no0us avec instance tous les naturalistes que cette question intéresse de vouloir bien nous aider a Vétendre et a la compléter (1). 1. Ille-et-Vilaine DOCUMENTS ÉCRITS: 1” De la Godelinais et André, Catalogue des coléopteres d'Ille-et- Vilaine. (Mémoires de la Soc. des sciences phys. et nat. d'Llle-et- Vilaine, 1865.) 2% W. Griffith, Catalogue raisonné des coléopteres observés jusqu'ici en Bretagne, 1877. (Manuscrit du Musée de Rennes.) : 3" R. Oberthiir, Coléoptéres récoltés en Ille-et- Vilaine. (Ann. entomol., 1875, p. 86; 1876, p. 99; 1877, p. 86.) (1) Nous ne mentionnons, dans cette liste. que les travaux relatifs aux coléop- téres. : 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 4% (. E. Leprieur, Coléoptéres des environs de Cancale. (Bull. de la Soc. entom. de France, 1876, p. CLXVI, CLXXVI, CCXVI.) 5 A. Fauvel, Coléopteres capturés en Bretagne. (Ann. entomol., 1880, p. 102; 1881, p. 92.) 6% Le Boul, Catalogue des coléopteres les plus communs de la France, avec leur habitat et lewr saison. (Manuscrit. Communication bienveil- lante de Pauteur.) COLLECTIONS: W. Griffith, au Musée de Rennes. M. René Ober- thiir (une des collections les plas importantes du monde). L. Bleuse, Le Boul, André, Musée de Rennes. Laboratoire de zoologie de la Fa- culté des sciences. Cette collection renferme quelques types des plus intéressants dus a la liberalité de M. René Oberthiir. €. Houlbert, Coléopteres mayennais. M. Kerforne, maitre de conférences a la Facul- té des sciences. 2. Finistere DOCUMENTS ÉCRITS : 1% E. Hervé, Notes entomologiques. Enumérat de quelques especes intéressantes de la faune entomologique des environs de Morlaix. (Bull. de la Soc. Vétudes scientif. du Finistére, 1, 1879-80, p. 54-58.) 2” E. Hervé, Notes entomologiques. (Bull. de la Soc. d"études scientif. du Finistere, 1879, t. HI, 1” fasc., p. 145-148; 1882, t. IV, 1% fase., p. 13-75.) 3 E. Hervé, Enumération des insectes des genres Harpalus et Amara, recueillis aux environs de Morlaix. (Bull. de la Soc. d'études scientif. du Finistere, 1883, t. V, 1* fasc., p. 122-124.) 4 E. Hervé, Description d'une nowevelle espece de Seydmenus (Neu- raptes Hervei). (Bull. de la Soc. d'études scientif. du Finistere, 1884, t. VI, 1” fasc., p. 39-41.) 5 E. Hervé, Catalogue des coléoptéres du Finistere. (Bull. de la Soc. dVétudes scientif. du Finistére. Morlaix, 1885-1892, avec supplément in-S?, p. 132.) 6 Docteur Ch. Coquerel, Notes pour servir «4 Vhistoire del Alpus Robini et description de sa larve. Obs. faites 4 Brest. (Ann. de la Soc. entomol. de France, 1850, p. 529-532, pl. 6, n* LEI.) 7 H. Lucas, Coléoptéres recueillis awe environs de Roscoff. (Bull. de la Soc. entomol. de France, 1870, p. LV.) COLLECTIONS: M. E. Hervé, a Morlaix. FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 13 3. Morbihan DOCUMENTS ÉCRITS : 1% Taslé, Liste des coléopteres observés dans le département du Morbihan. (Manuscrit. Archives de la Soc. polymathique du Morbihan, 1873.) 2% Fouquet, Catalogue des Carabiques du Morbihan. Catalogue des Hydrocanthares du Morbihan. (Insérés tous les deux dans les Annales de la Soc. limicenne d? Angers, 1874.) 3 W. Griffith, Catalogue des coléoptéres jusqu'ici observés dans la presquiile armoricaiíne. (Manuscrit. Archives de la Soc. polymathique du Morbihan, 1875.) 4. Cótes-du-Nord DOCUMENTS ÉCRITS : 1 H. Lucas, Larve et nymphe de Y Opatrum sabulosum, observées 4 Portrieux. (Butl. de la Soc. entomol. de France, 1STO, p. LXXXIT.) 2" René Oberthiir, Sur les Carabus awuronitens de la Forét-de- Lorges. (Bull. de la Soc. entomol. de France, 1884, p. OXLL-CXLVUI.) 5. Loire-Inférieure DOCUMENTS ÉCRITS (1): 1” Ed. Richer, Voyage pittoresque dans le département de la Loire-Inferieure. Nantes, 1823. 2% Ed. Richer, Compte-rendu de Vétat de U histoire natwrelle en Bre- tagne. (Lycée armoricain, 1826, t. VIT, p. 12.) 3 J. Pradal, Histoire et description des insectes coléoptéres du dépar- tement de la Loire-Inférieure. (Ann. de la Soc. académique de Nantes, 1859, t. XXX, p. 224-456.) 4% Ch. Ménier, Récit d'une invasion de Silvanus unidentatus a Riallé. (Ann. de la Soc. académ. de Nantes, 1877.) 5” Alb. Fauvel, OCompte-rendu de excursion faíte par la Société fran- caise d'entomologie dans la Loire-Inférieure et la Vendée, en 1883. (Re- vue dPentomologie. Caen, 1885, t. IV.) (1) La plupart des documents bibliographiques indiqués ici, nous ont été four- nis par le Catalogue des coléoptéres de la Loire-Inférieure de M. J. Péneau. 1£ ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 6% Ad. Dollfus, Les plages du Croisic. Compte-rendu d'une excursion sur ces plages. (Feville des jeunes naturalistes, Paris, 1887, p. 18-93.) 71 J. Dominique, Chasses dans la Loire-Inférieure. Sur un vol de Harpales. (Bull. Soc. scient. de U' Quest de la France, 1896, t. VIL, p. 57 et 311.) 8 L. Bureau, Coup d'eil sur la faune du département de la Loire- Inférienre; les insectes. (Assoc. franc. pour Pavancem. des sciences. Uon- gres de Nantes, 1898, p. 87.) 9 L. Bureau, Le Lycte canaliculé et les ravages quiil fait dans les parquets et autres bois owvrés. (Bull. Soc. sciences nat. de lowest de la France. Nantes, 1900, t. X, p. 92.) 10 J. Péneau, A propos de Vinvasion d'un quartier du port de Nan- tes par Dermestes vulpinus. (Bull. Soc. scien. nat. de Powest, 1903, 2* serie, t. III, p. 48.) 11% J. Péneau, Coléopteres intéressants des environs de Nantes. (Bull. Soc. sciences nat. de lowest, 1905, 2* serie, t. V, p. 101. 12” J. Péneau, Catalogue des coléopteres de la Loire-Infériewre. (Bull. Soc. scien. nat. de Powest de la France, 1906-1909, 2* serie, t. VI, VIL VIII e Exe) M. J. Péneau indique encore, dans la préface de son Catalogue, p. 121 a 125, un certain nombre de Notules concernant la découver- te de coléopteres intéressants et publiées dans 1 Annuaire entomolo- gique de Fauvel, 1978, 1880, 1881; la Fewille des jeunes naturalistes et Miscellanea entomologica. COLLECTIONS: Collection des coléopteres de Pradal, au Musée de Nantes. Collection provenant des dons de MM. Citerne, Ed. Bureau, Chau- vel, Piel de Churcheville, etc. Collection de M. Godart. Collection de M. Maurice de la Roche-Macé. Collection de M. Joseph Péneau. Musée de Nantes : Collection régionale de coléopteres. 6. Mayenne DOCUMENTS ÉCRITS: 1% A. de Marseul, Découwverte de U Orchestes G-maculata 4 Fougerolles-du-Plessis. (Bull. de la Soc. entom. de France, 1868, p. LXX VI.) FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 15 2% A. de Marseul, Inmsectes nuisibles aux. plantes potageres dans la Mayenne. (Bull. de la Soc. entom. de France, 1870, p. LXIX.) 3 E. Labbé, Catalogue des coléopteres recueillis aux environs de Laval pendant les années 1890-91-92-93. (Manuserit. Communication bien- veillante de Pauteur.) 4% Abbé Nuque, Liste des Cérambycides recueillis dans le nord du département de la Mayenne. (Manuscrit contenant Vintéressants dé- tails sur habitat des Longicornes. Communication bienveillante de Vauteur.) 5% C. Houlbert, Liste des coléopteres observés dans les cantons d? Evron et de Sainte-Suzanne. (Manuscrit, 1885.) 6% J. Daniel, Liste des coléopteres observés aux environs de Chémeré- le-Roti. (Manuscrit. Communication bienveillante de Pauteur, 1905.) COLLECTIONS: M. Labbe, docteur en pharmacie a Laval. M. lPabbé Nugue a Couptrain. M. Louis Bignon a Lassay. J. Daniel, percepteur a Chémeré-le-Roi. €. Houlbert, a Rennes. 7. Maine-et-Loire DOCUMENTS ÉCRITS: 1” Béraud, Liste des coléoptéres trouvés par M”* de Buzelet. (Mém. de la Soc. d'agricul. sciences et arts. Angers, 1855.) 2” Courtilles, Ackermann, P. Lambert, Catalogue des coléopteres du Summerais. (Ann. de la Soc. limiéenne de Maine-et- Loire. Angers, 1857.) 3” De Roman, Liste des coléopteres de sa collection et de celle de M. de la Perraudiere. (Ann. de la Soc. lim. de Maine-et- Loire. Angers, 1865-64-65.) 4 Millet de la Turtaudiere, Indicateur de Maine-et- Loire. (Notes sur les insectes de tous les ordres, 1864.) 5” Millet de la Turtaudiere, Faune des invertébrés du département de Maine-et- Loire, 1870, t. I et II, in-S”. Angers.) 62 J. Gallois, Matériaux powr une faune entomologique de Maine-et- Loire. (Bull. de la Soc. d'études scient. d' Angers, 1872-85.) TJ. Gallois, Excursion entomologique 4 Baugé. (Bull. de la Société Wétudes scien. d' Angers, 3* année, 1873, p. 54-60.) Ss” J. Gallois, Les imsectes destructeurs de nos meubles. (Bull. de la Soc. Vétudes scient. d' Angers, t. IV, 1876.) 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 9% J. Gallois, Catalogue des coléoptéres de Maine-et- Loire. (Bull. de la Soc. d'études scient. d? Angers, 1588-90.) 10% R. de la Perraudiere, Note sur les coléopteres d' Anjou. Longicor- nes et Lamellicornes. (Manuscrit tres intéressant contenant de nom- breuses observations biologiques. Communication bienveillante de Pauteur.) COLLECTIONS : Collection de M”* de Buzelet, musée d' Angers. Collection de M. de Romans, musée d'Angers. Collection de M. de la Perraudiere, musée d'Angers. 8. Vendée DOCUMENTS ÉCRITS: 1” A. Fauvel, Compte-rendu de Pexcursion faite par la Société francaise d'entomologie dans la Lotre-Infériewre et la Vendée, en 1883. (Revue d'entomologie. Caen, 1885, t. IV.) 2% Ch. Blaud, Coléopteres de la Vendée. (Revue des sciences naturelles de l'ouest, 1895, t. V, p. 1.) 9. Manche DOCUMENTS ÉCRITS: 1% L. Reiche, Sur les coléoptéres des environs de Granville. (Bull. de la Soc. entom. de France, 1858, p. CLXXIL) 2% A. Fauvel, Compte-rendu entomologique de Vexcursion limiéenne de Normandie, 1369-70, t. V.) 3 A. Fauvel, Compte-rendu de VPexcursion limiéenne ú Jobowry et « Gatteville. (Bull. de la Soc. limiéenne de Normandie, t. VILL, 1874, p. 487 eb 495.) 4% M. Girard, Insectes des environs de Granville. (Bull. de la Soc. entom. de France, 1873, p. CLXXXV1I et COVIL.) 5 J. Bourgeois, Sur un Chrysomélide de la Manche (Granville). (Bull. de la Soc. entom. de France, 1879, p. LXXUL) 6 F. Nicollet, Liste des coléopteres trouvés dans les environs de Cher- bourgy, 1892-93., t. IX, p. 53-78) 7” E. Monnot, Liste des coléoptéres observés aux environs de Coutan- ces. (Manuserit, 1900.) COLLECTIONS: M. E. Monnot a Bourges (cher). FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 17 10. Orne (Arrondissements de Domfront, Argentan et Alencon) DOCumMENts ÉCRITS: 1” L. Bédel, Quelques coléoptéeres de 1 Orne. (Bull. de la Soc. entom. de France, 1874, p. CLXXIV.) 2% L. Bédel, Coléoptéres de Lhome-Chamondot (Orne). (Bull. de la Soc. entom. de France, 1884, p. CXIL.) 3 A. Dupont, Les Carabes de l"Orne. (L?ami des sciences naturelles, n” 6. Rouen, 1594, p. 65.) 4% A. Dupont, Liste des Cérambycides recueillis dans "Orne. (Manus- crit contenant une foule de remarques intéressantes, 1903. Commu- nication de Pauteur.) 5” R. Le Sénéchal, Catalogue des coléopteres de la famille des Cara- biques recueillis dans le département de "Orne. (Bull. de la Soc. lim. de Normandie, p. 3-43, 1389.) COLLECTIONS: MM. A. Dupont a Montmerrey. Raoul Le Sénéchal au Merlerault. 11. Deux-Sevres (Arrondissements de Bressuire et de Parthenay) DOCUMENTS ÉCRITS : ... COLLECTIONS: ... 12. Calvados (Arrondissements de Vire et de Falaise) DOCUMENTS ÉCRITS : 1% L. Bédel, Sur quelques coléoptéres du Cal- vados. (Bull. de la Soc. entom. de France, 187 9, P. CXCIL.) 2” H. Lucas, Coléoptéres du Calvados. (Bull. de la Soc. entomol. de France, 1876, p. CLXXVIH1; 1878, p. 241.) 3” M. Girard, Quelques excursions entomologiques sur les dunes nor- mandes (Calvados). (Bull. de la Soc. entomol. de France, 1878, p. 241.) 4 A. Fauvel, Annuaire entomologique. Caen, 1573 a 1881. Tout paru. (Chaque année renferme un chapitre tres intéressant consacré 0) 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA aux especes nouvelles ou non encore signalée dans les divers dépar- tements de la France.) 5” A, Fauvel, Revue d' Entomologyie. Caen, depuis 1882. (Revue fort précieuse avec articles de fonds et oú sont résumées chaque année, avec une grande autorité, toutes les questions se rapportant a Pento- mologie.) COLLECTIONS : M. A. Fauvel, á Caen. 13. Sarthe ¡Arrondissements de Sablé, Brulon, Sellé-le-Guillaume et Fresnay) DOCUMENTS ÉCRITS : 1 E. Monnot, Catalogue des coléopteres de la Sarthe. (Bull. de la Soc. d* Agr. sciences et arts, p. 24, in-S”. Le Mans, 1885.) COLLECTIONS: M. E. Monnot a Bourges, Cher. A la suite des documents laissés par Griffith, et de ceux, tant fau- niques que bibliographiques, recueillis par nos soins en Bretagne depuis 1903 et énumérés ci-dessus, je me bornerai seulement, en ter- minant, á signaler les lacunes qui existent encore dans notre docu- mentation et a établir le bilan des publications de la Faune entomolo- yique armoricame. 1” En ce qui concerne les observations locales, nous ne possédons que des indications éparses et tres peu nombreuses, relatives a la distribution des insectes dans les départements suivants : Cótes-du- Nord, Deux-Sevres et Vendée. Nous nous permettons donc d'insister, pres de nos collegues entomologistes habitant ces régions, pour qu/ils veuillent bien, par des observations méthodiques et suivies, nous aider a établir la récensement complet des insectes armoricains. 2% En ce qui concerne notre publication, dix fascienles importants de la Faune entomologique armoricaine ont déja paru dans le Bulletin de la Société scientifique et médicale de lowest; pour trois autres, les manuscrits sont terminés et préts a étre livrés a Vimpression. FAUNE ENTOMOLOGIQUE ARMORICAINE 19 Six de ces fascicules concernent les coléopteres, ce sont : 1% C. Houlbert et E. Monnot, Généralités sur les coléopteres : Céram- bycides (16* famille), VII + 96 pages, 146 figures, 1904; Le méme, 2* édition, 1909. 2% O. Houlbert et E. Monnot, Coléopteres : Cicindélides (1* famille), 11 pages, 9 figures, 1905. 3 C. Houlbert et E. Monnot, Coléoptéres : Carabides (2* fam.), 345 pages, env. 268 figures, 1908-10. 4% C. Houlbert et L. Bétis, Coléopteres : Clérides (52* fam.), 22 pages, 45 figures, 1905. 5% O. Houlbert et L. Bétis, Coléopteres : Méloides (65* fam.), 36 pages, 69 figures, 1905. 6” €. Houlbert et E. Monnot, Coléopteres : Lamellicornes (43* et 44* fam.), 1910, en cours de publication. Trois fascicules se rapportent aux Hémipteres. 1 J. Guérin et J. Péneau, Hémipteres : Pertatomides, Coréides, Bé- rybides (1*, 2* et 3* fam.), XVur + 94 pages, 172 figures, 1905. s* J. Guérin et J. Péneau, Hémipteres : Lygdéides (4* fam.), 84 pages,. 166 figures, 1906. 9% J. Guérin et J. Péneau, Hémipteres : Familles des Phymatides.. Aradides, Hébrides, Réduvides, Cimicides, 3* fascicule, en cours de publication. Prochainement nous espérons méme pouvoir commencer la publi- cation d'un important fascicule concernant les Lepidopteres de Bre- tagne, avec la collaboration de M. Charles Oberthiir, le savant lépi- doptérologiste rennais, dont lPautorité est universelle. Enfin, je me plais á espérer que cette breve communication portera: quelques fruits et qwelle encouragera les jeunes, ceux pour qui les ceuvres de la nature conservent encore quelque beauté, ajoindre leurs efforts aux nótres pour la réalisation de l'ozuvre commencée. Tous les entomologistes qui se sont appliqués a dresser des catalo- gues régionaux savent combien cette táche est ingrate; on y rencon- tre souvent des difficultés insurmontables; c'est pourquoi nous ne nous excusons méme pas des lacunes et des inexactitudes involontai- res quí peuvent, et qui pourront encore a Pavenir étre relevées dans nótre travail. Nous demandons seulement á ceux qui ont le bonheur WVétre mieux documentés que nous, de vouloir bien nous faire part de leurs observations; nous nous empresserons d'en tenir compte dans la mesure du possible. Cela dit, nous tenons encore á rappeler que la Faune entomologique 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA armoricaine, wa pas la prétention Vétre un ouvrage définitif; c'est un essai, le premier en date sur une région relativement vaste et inté- ressante a plus d'un point de vue. Nous espérons bien que autres, dans Pavenir, completeront ce travail et le perfectionneront. Quant a nous, fiers d'avoir été des premiers á oser le tenter, nous réclamons instamment la bienveillance de tous nos collegues, sil ne leur plait pas de nous accorder leur approbation et leurs encourage- menús. Je ne veux pas terminer cette communication sans rendre un juste hommage aux collaborateurs zélés qui ont bien voulu faire bénéficier notre travail de leurs loisirs et de leur expérience. Je veux tout VPabord citer M. E. Monnot, le coléoptériste distin- guée, petit-fils de Villustre Berce, quí sa1t analyser avec tant de péné- tration et de clarté les especes critiques de notre faune. M. L. Bétis, pharmacien au Muy (Var) qui, en plus de ses observa- tions fauniques sur les Hétéromeres, a bien voulu assumer la lourde táche de tenir constamment nos catalogues au courant des découver- tes nouvelles. | MM. J. Guérin et J. Péneau, dont les recherches sur les Hémipte- res bretons, vont sans aucun doute ramener lPattention des entomo- logistes vers ce groupe jusqwici trop négligé. J'adresserai enfin les tres vifs remerciements du comité de la faune a MM. Charles et René Oberthiir, toujours si bienveillants pour nous, ainsi qua tous ceux qui, de pres ou de loin, ont bien voulu s'intéres- ser aux progres de l'entomologie armoricaine. C. HOULBERT, Professeur á V École de médecine et de pharmacie; Correspondant du ministére de l'instruction publique á Rennes (France). ESTUDIO GEOLÓGICO DE NUESTRO CONTINENTE % (NOTAS) Á la Sociedad geológica de Londres, creada en 1807, se debe la ini- ciativa del sistema de investigación que sirviera para fijar sobre só- lidos cimientos la historia de la Tierra. Sus miembros fueron los pri- meros en comprender la necesidad del estudio sistemático de los terrenos, sentando las bases de la clasificación de las formaciones por el estudio del secundario, cuya nomenclatura, con pequeñas diferen- cias, es adoptada por el mundo científico. Cuvier, Brongniart y Deshayes, siguiendo el sendero trazado, esta- blecieron la clasificación de los terrenos terciarios de París y Sus relaciones con el vicentino de Italia, dando á conocer un número considerable de fósiles, cuyo estudio, relacionado á la anatomía com- parada elevada ya al rango de ciencia, sirviera al gran Cuvier para fundar la paleontología, el apoyo más firme de la historia de la Tierra. Al gran Humboldt debemos, más tarde, el cuadro de la clasificación de los materiales de nuestro globo, dejando establecida de esta ma- nera la serie cronológica de las formaciones y creando la estratigrafía que, con la paleontología, constituyen la base fundamental de la geo- logía. Á la Europa, punto inicial de este movimiento científico y hoy la región mejor estudiada del globo del punto de vista geológico, siguie- ron los Estados Unidos de Norte América, que después de ella, es el (1) Trabajo presentado al Congreso Científico Internacional Americano. 22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA país mejor conocido geológicamente, á pesar de la extensión de su te- rritorio. La Argentina ha seguido con poca diferencia la senda de los de- más estados del continente; su progreso geológico es también limi- tado; los trabajos de investigación que tiene realizados, de positiva importancia, se relacionan al cenozoico ; trabajos éstos de indiscuti- ble mérito y de gran esfuerzo por su enorme labor, que han suminis- trado intensa luz sobre las formaciones cuaternaria y terciaria; que han puesto de manifiesto errores, destruído muchas hipótesis y acla- rado puntos obseuros y dudosos sobre la historia y evolución de los seres extinguidos durante esos dos grandes períodos de la Tierra, y que despiertan, con justa razón, el interés de todas las corporaciones sabias del mundo. En la sección de antropología del Congreso Cientí- fico Internacional Americano se presentaron temas relacionados con ellos, de la más alta importancia. En cuanto á otras formaciones se khan llevado á cabo trabajos muy apreciables por distinguidos geólogos y paleontólogos; pero éstos se relacionan únicamente á trabajos parciales, á investigaciones aisla- das, al estudio de estratos discontinuos encontrados por accidente en distintas exploraciones, á la determinación de fósiles recogidos aquí y allá por naturalistas ó curiosos, nada que responda áun plan tra- zado, que represente un trabajo sistemático de estratigrafía general estudiando la representación en serie de los terrenos, nada que con- tribuya á fijar el jalón ó punto de partida que pueda servirnos pata realizar paulatinamente en el país el estudio de correlación, detenido y completo, de todas sus formaciones, para la confección de su mapa geológico. : Relativamente al estudio de los terrenos más antiguos, contamos con trabajos de positiva importancia, realizados porilustrados profeso- res y otros hombres de ciencia Lel país y extranjeros ; pero, sostenien- do mi tesis, tales trabajos no aportan, en mi concepto, más que investi- gaciones locales de valor relativo y sus fósiles no siempre han sido bien determinados; porque la distinción y clasificación que es de su- yo tan delicada, dice De Launay, en muchos casos está librada al eri- terio preconcebido del sabio. Un distinguido hombre de ciencia americano, el doctor Lisson, decía en un trabajo sobre amonitas del Perú, presentado al último Congreso científico latino-americano celebrado en Chile, que, «dado el momen- to de la evolución científica de nuestro continente, lo que urge es in- ventariar y dar á conocer con descripciones técnicas, el abundante ESTUDIO GEOLÓGICO DE NUESTRO CONTINENTE 23 - material de su paleontología ; establecer relaciones filogenéticas entre sus más importantes fósiles y anotar poco á poco la fauna de sus pi- sos». Tal proposición en rigor está en desacuerdo con los principios de evolución científica que evoca. Son bien conocidas á este respecto las controversias suscitadas á propósito de la edad de algunos pisos ú horizontes paleontológicos del eretáceo y jurásico, motivadas por la distinta manera de apreciar la localización de un fósil. Hemos visto que fósiles relacionados por unos á la fauna del kimerigico, otros los comprendían en la del aptia- no; en una palabra, los fósiles del cretáceo y jurásico, viviendo en nuestras formaciones en continua discordancia estratigráfica, debido tal hecho sin duda alguna, á la falta de estudios de los sedimentos en su orden de superposición. El ilustre naturalista doctor Adolfo Doe- ring, miembro de la Comisión científica de la expedición al Río Negro, decía á este respecto en su informe que : «El surgimiento periódico ó secular de grandes cadenas serráneas; las frecuentes, y á veces enormes acciones volcánicas consecutivas ; la traslación de las costas oceánicas, ó sea la emersión de tierra firme alrededor de las islas con- tinentales, y los cambios profundos que semejantes evoluciones de- bían provocar necesariamente sobre el clima, las condiciones hidro- gráficas, ete., de los distintos continentes, no pueden haberse verifi- cado sin dejar hondas impresiones particulares de la naturaleza pa- leontológica y estratigráfica de las sedimentaciones del período en que sucedieron: produciendo horizontes naturales con sus faunas distintas, con límites que nos son en extremo útiles para la clasifi- cación natural de las formaciones contiguas de un complejo continen- tal ». Más de un cuarto de siglo ha dedicado al estudio de la fauna fósil de Chile, el ilustre y laborioso doctor Rodolfo A. Philippi, cuya pér- dida es por todos lamentada, y, sin embargo, tan importante trabajo no aportó al país vecino el conocimiento completo de la estratigrafía de sus formaciones secundarias, y al afirmar tal hecho, sostengo que no hay quien pueda fijar en serio el horizonte local de las numerosas especies que ha determinado. Para caracterizar la edad de un terreno no basta un fósil, serequie- re un conjunto numeroso de ellos, porque la particularización de la variedad, es la que puede garantir el momento de evolución. Así, pues, creo con los grandes maestros, que debemos iniciar estudios sistemáticos que nos permitan seguir sin interrupción la su- cesión estratigráfica de los terrenos en forma escalonada y continua, 24 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de manera que, como las hojas de un libro, pudiéramos sucesivamen- te estudiar estrato por estrato y recoger ó coleccionar todos los ejem- plares fósiles de las faunas terrestres ó marinas que guardaran, agre- eándolos á los elementos mineralógicos de cada estrato y agrupándo- los separadamente en el mismo orden de sucesión, para su examen y detenido estudio en el gabinete. | No es posible dado el estado actual de nuestros conocimientos, es- tablecer satisfactoriamente relaciones filogenéticas, ni conocer el pro- ceso de transformación de las especies señalado por su evolución pro- gresiva, sin seguir este sistema. Desgraciadamente nuestros trabajos tienen que ser lentos y de re- sultados precarios, puesto que carecemos de elementos de compara- ción y especialistas para el estudio de nuestra fauna malacólogica tan numerosa en nuestras formaciones como rica en especies nuevas, como carecemos también de elementos y especialistas para el estudio de su flora fósil. Remitir al especialista europeo los elementos de es- tudio coleccionados para su determinación, es aplazar indefinidamen- te la solución de nuestros trabajos, enajenando á la vez las pruebas documentales de su comprobación. En virtud de los argumentos expuestos, me permito formular un voto : Que se presente al Congreso panamericano que concrete este propósito : Los estados sudamericanos estimularán ó iniciarán el estudio geológico de su suelo en forma sistemática, relacionándolo en lo posible con los trabajos que en el mismo orden se realicen en los estados vecinos; estableciendo el intercambio de los trabajos reali- zados por cada uno para su conocimiento y estudio de correlación respectivo. ANTONIO A. ROMERO, Teniente coronel. ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL Una de las cuestiones de primordial interés para los sabios y téeni- cos del mundo entero es, puede afirmarse sin vacilaciones, la adopción de una lengua única de relación, que permita á cada uno limitar á dos solamente los idiomas de imprescindible conocimiento : el propio, y aquel que un acuerdo internacional reconociera como idioma auxiliar. Desde luego, queda evidenciado el enorme obstáculo que la diver- sidad de idiomas opone al progreso en las relaciones ordinarias de los que viajan ; pero es sobre todo en las relaciones del pensamiento en- bre extranjeros cuando ese obstáculo aparece poco menos que insupe- rable; pues el desarrollo del intercambio de las ideas por medio de las revistas, los libros, los congresos, etc., pone al sabio y al técnico en relación con todas las nacionalidades á la vez. Para la documenta- ción, el mismo grave inconveniente se hace sentir; pues no pocas me- morias publicadas en un idioma no internacional permanecen ignora- das, con gran perjuicio del autor y de los que podrían sacar buen provecho. Nadie podría poner en duda la inmensa ventaja que para los estudiosos representaría la publicación sistemática, en un solo idioma, del resumen de todos los trabajos científicos. Son estas verdades de una evidencia tal, que en realidad no se ex- plicaría á primera vista la causa que ha venido retardando ese acuer- do por tanto tiempo. La razón debe buscarse en el hecho de haberse esperado un acuerdo semejante como proveniente de los gobiernos ó de los pueblos, cuando son en vez los hombres de ciencia los únicos competentes para resolver definitivamente tales dificultades. En efecto, son los hombres de ciencia los que más perjuicios reci- (1) Relación del « Comité de la unión científica internacional » ; trabajo pre- sentado al Congreso Científico Internacional Americano. La dirección de los 4na- les, en discordancia relativa con lo solicitado por dicho comité, tratará el mismo - tema en un próximo número. 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ben por ese estado de cosas, siendo también los más habilitados, por su cultura é independencia, para sobreponerse á las mezquinas pre- tensiones nacionalistas. La cuestión del idioma internacional examinada del punto de vista general, suele dar lugar á controversias; pero encarado el asunto del punto de vista de las clases dirigentes tan sólo, se simplifica singular- mente. En otra época, ya la alta sociedad europea había sabido obviar la dificultad lingúística adoptando de hecho el idioma francés; y las clases dirigentes modernas, más numerosas, han podido regularizar en lo posible sus relaciones internacionales mediante el uso indistin- to de uno de los tres idiomas principales. Aunque todo el mundo esté convencido que cada día se impone más la adopción de una lengua única para las relaciones internacionales, el temor del respectivo amor propio nacional paraliza á menudo las mejores voluntades. Es oportuno hacer notar aquí que todo esfuerzo intentado hasta el presente para amenguar las susceptibilidades na- cionales en materia de idiomas en las reuniones internacionales han tenido un resultado diametralmente opuesto al que se deseaba; pues la admisión en algunos congresos del italiano, del español, etc., como idiomas oficiales, ha tenido la rara virtud de suscitar en cada una de estas naciones y aun entre las de menor importancia, el deseo de ha- cer admitir igualmente su respectivo idioma nacional ; lo que prueba suficientemente que con tan extrañas pretensiones hay la tendencia de embarcarse en una confusión lingiiística que es la propia negación de todo internacionalismo. No obstante, una reacción se opera felizmente contra esta política disolvente; varios congresos mantienen una estricta limitación al uso de los tres idiomas principales, y las protestas contra el aumento del número de los idiomas por admitirse en tales casos surgen cada vez más numerosas. Tan viva fué la oposición en Alemania cuando se decidió la admisión del italiano en el congreso de química de Roma en 1906, que bien puede decirse que se pagó muy cara esa débil satisfacción concedida á los italianos instruídos que conocen perfectamente el francés. En cuanto á los congresos de medicina, tan numerosos y fre- cuentes, puede aseverarse que lejos de caer en el error enunciado de la multiplicación de idiomas, muestran más bien una marcada ten- dencia á preferir uno sólo: el francés. En el congreso de medicina reunido en Budapest en 1909, una comisión, en que cada país estaba representado, instituída para organizar la enseñanza complementaria de los estudios de medicina, á pedido expreso de los delegados ingle- ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 27 “ses, las deliberaciones, que habían comenzado en idioma alemán, fue- ron continuadas en francés. En el congreso interparlamentario de Berlín, el príncipe Schoenach- Carolatz pronunció en francés su alocución presidencial y el canciller del Imperio Alemán respondió en el mismo idioma, pudiendo agregar á ésto que los trabajos del congreso se hicieron casi todos en francés. Los trabajos de la conferencia internacional de la paz reunidos en La Haya se hicieron exclusivamente en idioma francés, lo mismo que se hará en la Unión interparlamentaria que se reunirá en Bruselas en el corriente mes. Exigiendo las relaciones internacionales, sin pérdida de tiempo, la limitación del número de los idiomas oficiales, no sería exagerado pe- dir, en el interés común, á las naciones nuevas incorporadas á las transacciones internacionales, que acepten la costumbre ya estable- cida. Tomemos por ejemplo el caso típico del Japón. Es incuestiona- ble que el desarrollo económico tan notable de este país ha podido efectuarse á expensas de la ciencia occidental que los japoneses asi- milaron por medio de los idiomas inglés, alemán y francés; y no se le ocurriría ciertamente á un japonés de servirse de su propio idioma para comunicarse con el exterior. El caso tan característico del Ja- pón debe hacer reconocer que la preferencia acordada á las tres len- suas principales es el resultado de los hechos consumados y contra los cuales no sería posible luchar. Por otra parte, en el estudio actual de este asunto toda la cuestión se reduciría á la elección de uno de los tres idiomas generalmente en uso sin la probable intervención de los de otras naciones; todo lo cual traería como consecuencia la eli- minación de lo que se ha dado en llamar amor propio nacional, y la adopción definitiva, por mayoría de votos entre todas las naciones del mundo, de uno de esos tres idiomas. En presencia de esta reconfortante perspectiva resulta mayor aún el contraste que presenta en la actualidad la lucha sin cuartel decla- rada entre los partidarios de la adopción de idiomas artificiales. La in- teresada agitación creada por editores parisienses acerca de algunos de estos idiomas, pudo hacer creer por momentos la probabilidad de resolver las dificultades á satisfacción de todos; pero la profunda escisión producida recientemente en el seno mismo de los partidarios del esperanto viene á confirmar una vez más las certeras previsiones de tantos estudios que con mucha anticipación anunciaron al fracaso seguro de tales idiomas. Según M. Richard Lorenz, profesor de la Escuela politécnica de 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Zurich y esperantista de nota, «el esperanto está muy lejos de pre- sentar la solución de la cuestión. Todos los jefes inteligentes del movimiento esperantista se han formado de ello un juicio tanto más exacto cuanto mejor y con más perfección conocen dicho idioma ». Ninguna de las doscientas lenguas artificiales creadas hasta el pre- sente responde á las condiciones requeridas por un idioma internacio- nal y no queda esperanza de que algunas de las que podrán propo- nerse en adelante pueda satisfacer á tales condiciones. No siendo posible agregar aquí las numerosas exposiciones que desde ha tiempo han aparecido sobre la materia, nos limitaremos á señalar dos memo- rias que resumen todas estas cuestiones y que aparecieron en la ke- vue des Idées del 15 de octubre de 1908 y del 15 de febrero de 1910. Ya en dos épocas distintas de la historia (en los siglos XII y XVI), el idioma francés fué admitido en primer rango; y fué á pedido de Federico el Grande que Rivarol escribió su famosa memoria sobre la universalidad de la lengua francesa. Entre los grandes beneficios de la evolución democrática moderna, se produjo no obstante una incidencia cuyos efectos fueron en cierto. modo perjudiciales para la generalidad: fué la de dejar perder los beneficios del tácito acuerdo formado entre las aristocracias europeas para dotar al mundo de un mismo idioma auxiliar. El idioma francés queda sin embargo como lengua diplomática universal, siendo además adoptado como segundo idioma por la « Unión postal universal », por el «Comité international de medidas eléctricas », etc. Su analitismo, su claridad, la belleza de su literatura, todo contribuye á señalar á la lengua francesa como merecedora del primer rango entre los idiomas internacionales. Novicow en Rusia, Wells, Brereton en Inglaterra, Cameron en los Estados Unidos, Vising en Suecia, la proclaman co- mo la más indicada ; y ese es en general el juicio de todas las personas ilustradas y sinceramente deseosas de ver resuelto definitivamente el problema de los idiomas. Es oportuno agregar que el movimiento in- ternacionalista que cada día se manifiesta con mayor fuerza, tiende á poner aun más de relieve la supremacía del idioma francés. En efecto sobre 112 asociaciones internacionales que poseen oficinas per- manentes, 70 tienen su asiento en país de habla francesa (42 en Bru- selas, 15 en París y 13 en Suiza), mientras que apenas hay 8 en Ale- mania y 3 en Inglaterra. En virtud de las razones expuestas, solicitamos que el honorable Congreso científico internacional americano de Buenos Aires, adopte el siguiente voto : ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 29 Considerando: Que el aumento del número de idiomas oficiales admitidos en las reuniones internacionales conduciría sucesivamente átodas las demás nacionalidades á exigir la admisión de su respecti- vo idioma particular, mientras que el interés común exige al contra- rio que se reduzca al mínimum el número de los idiomas interna- cionales y si posible fuera elegir uno solo como idioma auxiliar; Que el amor propio nacional respectivo no puede ser lesionado por el reconocimiento de la situación adquirida en el mundo por los tres idiomas principales, sobre todo si se manifiesta la intención de limi- tarse en el porvenir á uno solo de estos idiomas; Que es á los hombres de ciencia á quienes pertenece manifestar su opinión acerca de la adopción del idioma auxiliar en Jas ciencias; El Congreso científico internacional americano de Buenos Aires emite el voto de ver con agrado que los idiomas francés, inglés y ale- mán sean los únicos reconocidos oficialmente en las diversas reunio- nes internacionales, siendo dada la preeminencia al idioma francés : Invita á las asociaciones científicas á emplear lo más comunmente posible el francés en sus relaciones con las asociaciones similares ex- tranjeras ; : Invita á las sociedades y revistas científicas á publicar un resumen en francés de todas sus memorias ó trabajos; Solicita además de los hombres de ciencia y técnicos rehusar su apoyo á todo movimiento cuya tendencia fuera opuesta á la expresa- da en el presente voto. El comité de acercamiento científico internacional para la adopción de un idioma auxiliar. A. Abetti, directeur de PObservatoire de Florence; A. Andres, professeur de zoologie a "Université de Parme; M. Ansiaux, professeur de zoologie a 1U- niversité de Bruxelles; N. Apostolides, professeur de zoologie a Université d'Athenes ; +. Barbier?, professeur de chimie a Université de Ferrare; M. Bedot, professeur de zoologie a 1” Université de Ge- neve; G. Bodgan, professeur de médicine légale a Université de Jassy (Roumanie) ; J. Bolívar, pro- fesseur de zoologie a Université de Madrid ; L£. Borri, professeur de médicine légale a "Université de Florence; £. Bucalioni, directeur de V Institut 30 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de botanique de Catane; P. Bajor, professeur de morphologie a PUniversité de Jassy (Roumanie); O. Bujwid, professeur (hygiene a P Université de Cracovie (Galicie); P. Canalis, professeur d'hy-- giene a Université de Génes ; J. Oarnetro de Cam- pos, professeur d'anatomie a Université de Bahia (Brésil); M. Catsaras, professeur de neurologie a PUniversité d'Athenes; F. Cavara, directeur du Jardin botanique de Naples; 4. Celli, professeur dhygiene a VUniversité de Rome; Ch. Coquette, professeur de physique au college de Saint-Hya- cinthe (Canada); 0. Chwolson, professeur de ma- thématiques a Université de Saint-Pétersbourg ; G. Clementi, directeur de la clinique chirurgicale a Université de Catane; N. Coculesco, directeur de PObservatoire de Bucarest ; A. Corona, professeur de physiologie a VUniversité de Parme ; L. Cosmo- vici, professeur de zoologie a "Université de Jassy (Roumanie) ; F. da Costa Lobo, professeur 'anato- mie a Université de Coimbre (Portugal); P. da Cuhna, professeur d'anatomie a Université de Lisbonne ; J. Demoor, professeur de physiologie a PUniversité de Bruxelles; E. di Mattei, directeur de PV Institut (hygiene a Université de Catane; Y. Dvorak, professeur de physique a "Université de Agram (Autriche-Hongrie); D. Eginitis, directeur de PObservatoire d'Athenes ; Ol. Fermi, professeur Vhygiene á Université de Sassari (Sardaigne); E. Ferrero, historien a Turin; J. Fúrstenhoff, pro- fesseur de extension universitaire a Bruxelles; E. Galvagni, Chef de clinique médicale a 1" Univer- sité de Modene; G. Gatterani, professeur de zoo0- logie á VUniversité de Camerino (Italie); Girard, directeur du musée du Roi á Lisbonne; P. Gravé, professeur de matématiques a Université de Jur- jew (Livonie); Hermitte, directeur-général des mines á Buenos Aires (R. Argentine); G. Horvath, directeur de la section zoologique du musée a Bu- da-Pesth; A. Kauliabko, profeseur de physiologie á PUniversité de Tomsk (Sibérie); Y. Laflamme, ADOPCIÓN DE UN IDIOMA IMTERNACIONAL 31 professeur de géologie a "Université Laval, á Qué- bec (Canada); Y. Lebedinsky, professeur de zoolo- gilea Université d'Odessa (Russie); Magalhaes, professeur a la Faculté de médicine a 1” Université Oporto (Portugal); G. Marinesco, professeur de neurologie a Université de Bucarest ; F. Mattozo- Santos, directeur du musée zoologique a PUniver- sité de Lisbonne; €. Mittag-Leffler, professeur de mathématiques a Université de Stockholm ; G. Mitzopoulos, professeur de géologie a Université WAthenes; E. Morselli, directeur de elinique a PUniversité de Génes; £. Novicow, publiciste a Odessa; R. Pampanini, directeur de Vinstitut de botanique a Université de Florence; N. Paulesco, professeur de physiologie a ”Université de Buca- rest; P. Pelseneer, membre de Académie de Bel- gique a Gand ; M. Pozzi-Escout, professeur a 1PE- cole nationale d'agriculture á Lima (Pérou); Em. Racovitza, sous-directeur du laboratoire Arago, a Paris; V. Raffinetti, professeur de mathématiques a PUniversité de La Plata (R. Argentine); M. Raj- na, directeur de "Observatoire de Bologne; GQ. Ro- miti, professeur ('anatomie a "Université de Pise; P. Saccardo, professeur de botanique a lUniversi- sité de Padoue; J. Seosería, directeur de Vinstitút de chimiede Université de Montevideo (Uruguay); P. Sollier, directeur du sanatorium de Boulogne- sur-Seine ; G. Stanogeviteh, profeseur de physique a PUniversité de Belgrade (Serbie); A. Suner, pro- feseur de physiologie a Université de Barcelone (Espagne); E. Tanzi, professeur de neurologie a Université de Florence; HA. Van Laer, professeur á PÉcole de mines du Hainaut, a Bruxelles; 7. Vediovskij, professeur de zoologie a Université de Prague (Bohéme); M. Wilmotte, membre de Aca- démie de Belgique, a Bruxelles. J. A, Fiirstenhoff, Secrétaire. 28, rue de Pologne á Bruxelles (Belgique). DETERMINACIÓN DE LA INTENSIDAD DE COLORACIÓN DE LOS PIMENTONES Y SU APLICACIÓN COMO BASE PARA LA CLASIFICACIÓN DE LOS MISMOS (1) No siempre al determinar la composición química de los diversos tipos de pimentones existentes en el comercio, se comprueba la cali- dad de ellos, de acuerdo con su análisis químico. En la mayoría de los casos, al efectuarlo, se obtienen resultados que no coinciden con la buena ó mala calidad de dicho producto y entonces hay que clasi- ficarlos por el aspecto físico. Como esta clasificación está basada en la mayor ó menor cantidad de extracto alcohólico, me he dedicado preferentemente á buscar un método que indique exacta ó aproximadamente la proporción de ma- teria colorante contenida en los pimentones. Empleando el procedimiento de extracción por medio del alcohol y calculando gravimétricamente la cantidad extraída, se obtiene un dato poco exacto, puesto que éste no concuerda en una serie de mues- tras diferentes, con la calidad de cada una y se llega casi siempre á considerar medianos á los buenos pimentones y buenos á los que en realidad son colocados como medianos en el comercio. Ésto me ha inducido á creer que el alcohol no extrae únicamente los principios colorantes, sino otras substancias que nada tienen que ver con el poder tintóreo de los mismos. En vista de ésto, he pensado que el método colorimétrico podría darnos la clave de un nuevo sistema de análisis de este producto, y con tal objeto he escogido entre las materias colorantes artificiales, la que me ha parecido presenta mayor semejanza en sus propiedades fí- (1) Memoria presentada al Congreso internacional de medicina é higiene. Buenos Aires, 1910. INTENSIDAD DE COLORACIÓN DE LOS PIMENTONES 33 “sicas con el extracto alcohólico de los pimentones. El orangé I en so- lución hidro-alcohólica presenta una coloración semejante á la de los extractos que nos ocupan, siendo una solución de ésta la que he em- pleado como solución tipo en los ensayos al colorímetro. Este líquido tipo, ha sido preparado disolviendo un gramo de oran- vé L en 100 centímetros cúbicos de agua destilada y completando el volumen á 1000 centímetros cúbicos con alcohol á 95”. Al líquido así obtenido le he asignado después de filtrado, el valor 10 de una escala comparativa entre éste y los extractos alcohólicos por determinar. Una vez preparado el líquido tipo en la forma indicada, se extrae por medio del alcohol los principios solubles contenidos en las mues- tras de pimentones que se ensayan, operando sobre 2 gramos de subs- tancia y empleando en esta operación menos 100 centímetros cúbi- cos de alcohol. El volumen del líquido con las materias extractivas en disolución se completa á 100 centímetros cúbicos, estando desde este momento en condiciones de ser utilizado para el ensayo comparativo que ha de dar el valor colorimétrico de los extractos en cuestión. El ensayo al colorímetro debe efectuarse en la forma siguiente : En uno de los recipientes del colorímetro de Duboseq, se colocan 10 centímetros cúbicos del líquido tipo y se dispone el cero del ver- nier de modo que coincida con el diez de la escala del aparato ; inme- diatamente se introducen en el otro recipiente, 10 centímetros cúbi- cos de! extracto alcohólico preparado en la forma anteriormente in- dicada y se hace correr el vernier de la escala que corresponde á este recipiente, hasta que se observe que los dos semicírculos iluminados presentan igual coloración. Igualados los tintes en el campo del colorímetro, se hace la lectura y se establece la proporción obteniéndose de esta manera la relación que existe entre el poder colorante del extracto alcohólico del pimen- tón analizado y el del líquido tipo. Supongamos que el cero del vernier en el extracto ensayado, haya coincidido en colorímetro, con el número 20 de la escala correspon- diente, entonces se hace la proporción siguiente : ZOO O a y se diría que el índice colorimétrico de la muestra en cuestión es 5 (cinco). En los ensayos que con este objeto he llevado á cabo, han coinci- dido siempre los resultados obtenidos, con las diversas calidades de AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 3 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pimentones analizados, habiendo obtenido en los pimentones de bue- na calidad, índices mayores que 8 (ocho). Aplicando el método colorimétrico expresado, podría también re- - ducirse una clasificaeión racional de los pimentones para el comercio - los cuales podrían ser divididos en cuatro grupos: pimentones ordi- narios, medianos, buenos y superiores. Entre los pimentones de mala calidad estarían comprendidos todos aquellos cuyo índice colorimé- trico fuera menor que 5. Entre los medianos, aquéllos cuyo índice variare entre 5 y 6,5; buenos pimentones podrían ser los que tnvie- ran un índice comprendido entre 6,5 y S y se reservaría la clasifica- ción de superiores á todos aquellos que tuvieran un índice colorimé- trico mayor que s. CONCLUSIONES Al proponer el procedimiento de clasificación de los pimentones mediante el ensayo colorimétrico que tan brevemente he reseñado, ha sido con el objeto de abreviar los múltiples errores que con el análisis. químico se cometen, puesto que éste, como he tenido ocasión de decir en párrafos anteriores, da para el extracto alcohólico cifras que no euardan relación con el poder colorante de la muestra. Es natural que no debemos olvidar la importancia que representan para esta clasificación la cantidad de agua existente en cada uno de os pimentones, así como también el tanto por ciento de sales minera- les contenidas y la cantidad de estas sales que no se disuelven en ácido clorhídrico. Por eso es que al clasificar dicho producto, debemos tener en cuen- ta, además del índice colorimétrico, despreciando el dato de humedad en los casos que ésta haya sido determinada por desalojo del agua - mediante el calor, puesto que en esta forma una gran parte de la esen- cia se descompone y es desalojada conjuntamente con el agua. Si entre los pimentones á analizar hubiera algunos adulterados con colorantes artificiales, se sabe que la sola presencia de éstos basta para desecharlos. ] Tales serían las bases de la clasificación comercial que propongo para los pimentones ; sin desconocer que es artificial, creo que puede utilizarse con provecho y preferentemente sobre los métodos practi- cados hasta hoy, hasta tanto nuevas investigaciones permitan llegar á un procedimiento de determinacion más riguroso del extracto, en los diversos tipos de pimentones. VARIEDADES CONGRES INTERNATIONAL DES APPLICATIONS ÉLECTRIQUES, TURÍN, 1911 (1) A Poccasion de PExposition internationale de Vindustrie et du tra- vail qui seraouverte a Turin, cette année, 1” Association electrotechni- que italienne etle Comité electrotechnique italien prennent Vinitiative de convoquer un Congrés international des applications de Vélectricité, quí aura lieu sous leurs auspices, entre le 9 et le 20 septembre pro- chain dans la ville susnommée. Dans le but d'assurer sous tous les rapports la bonne réussite de ce Congres, on a constitué : a) Un comité d"honnewr, dont S. A. R. le Duc des Abruzzes a dai- gné agréer le haut patronnage, et quí est composé des ministres du royaume (PItalie pour Pinstruction publique, les travaux publics, Vagriculture et le commerce, la guerre, la marine et les postes et té- légraphes; des principales autorités locales, civiles et militaires ; des recteurs des universités et de Pecole polytechnique ; des présidents de PAcadémie des sciences et des principales autres sociétés techni- (1) Nos complacemos en llevar a conocimiento de nuestros lectores la próxima realización de este Congresointernacional de la electricidad aplicada. El distinguido personal de la comision de organización, el programa preliminar i los interesan- bísimos temas oficiales establecidos por la comisión mencionada, permiten prever la importancia que revestirá este nuevo certamen científico industrial, al que no deben dejar de concurrir nuestros injenieros i nuestros industriales, por las úti- les enseñanzas que podrán sin duda alguna recabar del mismo. (La Dirección.) 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ques et scientifiques ; du président de 1 Association eleetrotechnique italienne et du président et du seerétaire honoraire de la commission electrotechnique internationale; b) Un comité d'organisation formé de plusieurs des membres de la présidence de la Association electrotechnique italienne et du Comité electrotechnique italien ; des présidents et directeurs des plus impor- tantes associations industrielles ; des présidents de tous les comités electrotechniques des nations étrangeres; enfin, des présidents des principales associations electrotechniques des pays qui ne possedent pas encore un comité electrotechnique organisé ; c) Une commission exécutive, quí comprend le président et plusieurs membres de la Association electrotechnique italienne, aussi que les représentants des principaux egroupes industriels de la localité. Chargé de la rédaction du programme du congres, le Comité (VPor- ganisation s/est surtout attaché a lui faire donner a ses séances un caractere nettement international. A cette préoccupation repond singulierement la coineidence de la premiere réunion de la Commission electrotechnique de Standardisa- tion, qui aura lieu a la méme époque — du 11 au 16 septembre — et rassemblera á Turinles délégués officiels des comités electrotechniques des diverses nations, parmi lesquels figurent des nombreuses et im- portantes notabilités de Pelectrotechnique. Il résulte des compte-rendus des délibérations du Comité d'organi- sation que celui-ci s'est assuré la coopération des présidents des co- mités electrotechniques et des associations techniques, cest-a-dire «dVéléments locaux de grande efficacité, pour la recherche des rappot- teurs officiels, et qw'il n'épargne pas ses efforts pour que les nations, au sein desquelles Velectrotechnie est développée, prennent sous cette forme une part active au congres. Il est, en outre, occupé de fournir au Congrés un programme dé- terminé et complet de travaux, en rédigeant une liste de themes offi- ciels á Vegard desquels il nommera des rapporteurs. L'ensemble des travaux qwil s'assurera de cette maniere devra constituer une sorte de noyau autour duquel s'adjoindront, il en a déja Vassurance, de nombreuses communications originales, qui présenteront de leur pro- pre initiative, les membres du Congrés. Par la présente, il s'adresse á tous les présidents des comités et des associations, ainsi qwaux directions des principaux journaux et revues Velectrotechnie et de sciences analogues, et les pries de donner la plus grande publicité au présent prospectus et aux délibérations pré- VARIEDADES Sd -_liminaires du comité, y compris la liste de themes qui laccompagne. Le comité a établi son siege dans les locaux du bureau central de P Association electrotechnique italienne, a Milan, via San Paolo; il y recevra toutes les communications relatives au Congrés qu'on voudra bien lui adresser. Le président du comité d'organisation : L. LOMBARDI. Les secrétaires : G. Semenza, O. A. Ourti. DÉLIBÉRATIONS PRÉLIMINAIRES PRISES DANS LA SÉANCE DU 28 DÉCEMBRE 1910 1. L'inauguration du congres aura lieu un jour, qui sera fixé ulté- rieurement, mais qui sera compris entre le 9 etle 11 septembre 1911. 2. Pourront faire partie du congrés toutes les personnes qui, ayant envoyé leur adhésion, auront, en outre, versé leur cotisation de 25 franes avant Pinauguration des travaux. Les membres du congres jouiront de la faculté d'assister a ses séances, de prendre part aux votes et dle recevoir un exemplaire des actes. Les membres de leur fa- mille pourront également assister aux séances du congres, participer aux visites, aux excursions et aux réceptions, moyennant une taxe WVinseription de 10 frances par personne ; maisil 1auront pas droit au vote. 3. De concert avec MM. les présidents des comités étrangers elec- trotechniques et avec MM. les présidents des sociétés electrotechni- ques des états qui ne possedent pas encore un comité electrotechnique, la présidence du Comité d organisation établirala liste des rapporteurs officiels sur les themes du congrées, dont une copie est annexé aux présentes, et invitera ces rapporteurs á présenter au congres leur considérations sur les arguments préétablis. 4. MM. les rapporteurs seront priés de développer les themes, qui leur seront proposées, dans un sens pratique et conforme au caracte- re du congrés, et de résumer, aussi objectivement que possible, Vétat des questions qwils auront a traiter. Unesemblable direction qu'on leur 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA indique West pas exclusive et ne leur empéchera nullement dVexpri- mer leurs opinions personnelles sur les arguments qui leur seront pré- sentés. Qwils veuillent se pénétrer de Pidée que leurs rapports sont destinés a servir de base a une discussion des plus amples et des plus. completes. 5. Les rapports devront parvenir au secrétariat du comité (a Milan, via San Paolo, 10) avant le 30 de juin 1911. 6. En outre des rapports officiels, le congres accueillera les commu- nications et propositions de ses membres ou des associations electro- techniques, lorsque ces communications auront été soumisesa PV appro- bations préalable du Comité Vorganisation. 7. Le Comité d*organisation pourvoira en temps utile a Vimpression des rapports officiels qui devront étre distribuées aux séances du con- gres, aussi bien qu'a celle des communications et propositions, qu'il jugera de nature a étre présentées, pourvu que les uns ou les autres solent consignés a son secrétariat avant le 30 de juin 1911. S. Les rapports et communications pourront étre indifftéremment rédigés en italien, en francais, en anglais ou en allemand. Tous ceux. quí seront écrits en d'autre idiomes, devront étre accompagnés, soit (une traduction intégrale, soit d'un résumé étendu en langue fran- caise. Pour les publications en langue allemande on devra employer exclusivement les caracteres latins. 9. Les quatre idiomes sus cité seront admis dans les discussions verbales. 10. Chaque rapport ou communication paraítra, dans le texte des actes, dans la langue oú il aura été présenté. Ceux qui seront impri- més en italien, en anglais ou en allemand seront suivis de leur tra- duction ou d'un résumé en langue francaise. 11. Le Comité se réserve de rédiger etde publier ultérieurementlé reglement complet du Congrés, de déterminer le nombre des sections qwil faudra éventuellement établir et de tracer, Vaecord avec la com- missión exécutive, le programme de séances. LISTE DE THEMES OFFICIELS 1. Caractéristique électriques et mécaniques des générateurs élec- triques modernes et considérations spéciales sur ceux á tres grande vitesse. VARIEDADES 39 2. État actuel de la technique de Paceumulateur électrique fixe ou servant a la traction. 3. Marche simultanée de plusieurs centrales qui alimentent un mé- me groupe de réseaux. 4. De la tensión a choisir et de la construction des tableaux et des sous-station dans les grandes installations électriques sous le point de vue de léconomie des frais (installation et sous celui de la conti- nuité du service. 5. Des réseaux souterrains a haute tension reliés métalliquement aux lignes aériennes. 6. État actuel de études sur les surtensions et sur les systemes de prévention et de protection quí sy rapportent. 7. De la construction et de Pemploi des interrupteurs automati- ques. S. Le probleme du refroidissement dans le transformateurs de di- mensions moyennes. 9. Convertisseurs, redresseurs et moteurs-genérateurs. 10. Le probleme de la transformation de la fréquence. 11. Le moteur triphasé a vitesse variable, considéré spécialement dans son application aux laminoirs et aux machines a papler. 12. De Vinfluence technique et économique des lampes a filement métallique et des lampes á are avec charbons métallisées, sur Pin- dustrie de Péclairage. 13. La traction monophasée et la traction triphasée sur lignes de grand trafic. 14. La traction monophasée et la tractión á courant continu a hau- te tension sur les lignes interurbaines. 15. La ligne de prise de courant dans les chemins de fer électri- ques. 16. De Pacier obtenu directement du minerai par Vemploi de fours électriques. -17. De la stérilisation de Peau par les procédés qui utilisent Pelec- tricité. 18. Le compteur électrique, eu égard a la nature et aux différents régimes de charge. 19. Du timbrage des compteurs électriques. 20. Méthodes rationnelles pour la mesure commerciale de Vénergie électrique. 21. Le probléeme de Paugmentation du facteur de charge dans les centrales électriques. 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 22. Les applications de Vélectricité aux bateaux submersibles. 23. Téléphonie ordinaire á grandes distances. 24. La téléphonie sans fils. 25. Les systemes téléphoniques automatiques et semi-automatiques sous leurs rapports avec lPéconomie et le perfectionnement des com- munications dans les grandes villes. 26. Le probleme du secret dans les communications radiotélégrafi- ques. 27. État actuel et développement futur du chauffage électrique. 28. Étude comparative de la fiscalité directe et indirecte sur Véner- gie électrique dans les différents pays. 29. La legislation sur la transmision électrique de lénergie. 30. De la distribution de lénergie électrique pour les travaux agri- coles. 31. Divers sistemes de télégraphie multiple. BIBLIOGRAFÍA PUBLICACIONES FRANCESAS. Geéologie nouvelle. Théorie chimique de la formation de la Terre et des roches terrestres, par HENRI LENICQUE, ingénieur des arts et manufactures. Un vo- lume de xvi1-270 pages. Avec 56 figures dans le texte. A. Hermann et fils, éditeurs. Prix broché, 7 frances. El injeniero Lenicque presentó en 1906 a la Sociedad de injenieros civiles de Francia una nueva teoría química de la formación de las rocas terrestres. Entre los jeólogos e injenieros de minas halló partidarios i adversarios, i, lo que es de lamentar, el desdén de los sabios redactores de periódicos científicos i de los jeólogos pontífices. Sin entrar a juzgar ahora las nuevas vistas del injeniero Lenieque, sólo entiendo protestar contra la conspiración del silencio con que la pedantería majisterial com- bate a los que errónea o acertadamente se atrevan a tocar los dogmas de las sectas científicas. Pocas teorías han entrado sin dificultad en el cambiante escenario de la ciencia; en ésta, como en las artes o en las industrias, la rutina es una gran Témora ; otras veces son el fanatismo, la supertición, la simple sujestión religiosa, los que luchan desesperadamente por desvirtuar conceptos científicos que chocan contra creencias seculares que arrastran al torbellino de las violentas controversias é inducen en error a hombres indiscutiblemente doctos como Moigno, Lapparent, ete. I, sin embargo, ¿qué va quedando de algunos principios científicos reputados inconcusos i que los iones, los electrones, los rayos X, los N, el radio, el helio, el uranio, han sacudido i desmembrado, dando marjen a nuevas concepciones sobre la constitución de la materia, que van conquistando a los sabios del mundo entero ? La ciencia no es una entidad jenial fija, invariable, cristalizada; es una eterna condensación multiforme, progresiva, de la intelectualidad mundial, debida a las constantes investigaciones, a la discusión razonada i a la esperimentación metó- dica de los estudiosos del mundo entero; es hija de la mente i del laboratorio. il tal cual la intelijencia se desarrolla i los laboratorios se perfeccionan, así se perfecciona i desarrolla el producto de ese lójico connubio. I basta de protesta. 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El hecho es que el injeniero Lenicque, ampliando su primer concepto ¡tomando en cuenta las objeciones que le hicieron, espone nuevas vistas jeojénicas funda- das en la acciones químicas a altas temperaturas, teoría que no podemos ni es- poner, ni analizar en una corta bibliografía; pero que reputamos dignas de ser tomadas en cuenta por los señores jeólogos, como lo ha hecho con singular inde- pendencia el distinguido injeniero señor F. Bunau-Varilla, quien dice al autor : « Vuestra teoría tendrá su hora de triunfo; pero ¿cuándo llegará? El cálculo de las resistencias pasivas de la intelijencia humana no ha encontrado aun su Poncelet... Armaos de paciencia. » Veamos el plan de la obra. En su primera parte estudia las propiedades químicas de los cuerpos a altas temperaturas i sostiene que en ésta las combinaciones son binarias ino oxijena- das; discute las causas que la enseñanza actual atribuye a los fenómentos jeoló- jicos ia la formación de las rocas; i discurre sobre la formación de cuarzos, sílices 1 otros diversos minerales. En la segunda parte, trata de la formación de la tierra, que sostiene haber pa- sado por los estados de nebulosa, sol i planeta; entra luego en el estudio de las formaciones calcáreas ; atribuye a orijen eruptivo los esquistos 1 las marnas: a sedimentario las arcillas i gres, ia metamórfico los mármoles: investiga el ori- gen de la hulla i demás combustibles minerales; analiza la relación existente entre la progresión de la vida orgánica i las formaciones de las rocas. En se- guida se ocupa de la vida de la tierra, de los volcanes i terremotosi de la luna, desprendida violentamente de la tierra. : Constituyen la tercera parte del libro, una serie de anexos, diez, en los que figuran adhesiones i refutaciones hechas a la teoría química Lenicque, interesan- tes por cierto porque sirven para aclarar el punto controvertido. Nos guardaremos de entrar, como dijimos ya, en el detalle de la tesis del inje- niero Lenicque, en esta simple nota bibliográfica, pero sí deseamos dejar cons- tancia de nuestra conformidad de vistas relativamente a la acción físico-química en la jeobiogenia cósmica. S. E. BARABINO. La photographie des couleurs par VICTOR CRÉMIER. Un volume in 16, (19 « 12), de vri-111 pages. Gauthier Villars, éditeur. París, 1911. Prix bro- ché, 2,75 frances. A pesar de los grandes progresos realizados por el arte fotográfico, tanto en sus aparatos (cámaras, lentes, mecanismos), cuanto en sus placas ó películas im- presionables, en sus elementos químicos de revelación i fijación, queda aún en pie, no del todo resuelto, el interesantísimo problema de la iluminación de las vistas (paisajes, retratos, etc.). La verdad es que ese tinte claroscuro monótono no podía satisfacer al es- píritu de perfeccionamiento innato en el hombre. La química i la física fotográ- fica han sido castigadas con tesón por los profesionales, en busca de un método que permitiera dar a las imájenes su policromía natural. Desde Seebeck (1810), Daguerre, Becquerel (1848), Nieppe, Poitevin, Saint Florent, etc., que no consi- guieron triunfar, hasta el profesor Lippmann, cuyo método interferencial causó BIBLIOGRAFÍA 43 la admiración de sus colegas, bien que en la práctica no haya correspondido á su perfección teórica; desde el método de dispersión espectral, sin resultados real- mente prácticos, pasando por el método tricromo por superposición de Cros i Du- cos de Hauron, fundados en la reconstitución de todos los colores del iris por la mezcla apropiada de sólo tres colores (rojo naranjado-verde i azul violeta), por cuya razón empleaban tres placas de los indicados colores; llegamos al método también tricromo pero por yustaposición del propio Ducos du Hauron, con una sola placa, que ha permitido á los señores Lumiére, preparar sus placas autocro- mas, de elementos microscópicos policromos. Sin embargo, el empleo de estas placas autocromas no ha entrado aún de lleno en las práticas de los aficionados. El señor Crémier se ha propuesto darlas a conocer debidamente para que el sistema sea por todos adoptado sin reservas. He aquí el índice de los capítulos tratados : a) El problema de la fotografía de colores. 1, Histórico; II, La placa autocroma ; b) Práctica de la autocromía. 1, Preliminares; 11, Colocación i esposición ; 111, Tra- tamiento de las placas; IV, Reforzamiento de la imajen; V, Insucesos i acciden- tes; VI, Operaciones complementarias; VII, Estereoscopía de colores; VIII, Mul- tiplicación de las imájenes ; e) Importancia de la autocromía. 1. Colores, su impor- tancia.. Para terminar, agregaremos que este manual forma parte de le enciclopedia fotográfica que publica la casa Gauthier-Villars, bajo la denominación de Biblio- theque photograplique, la que comprende ya un buen número de publicaciones mui interesantes. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES CHILENAS. Lejislación minera carbonífera, por José DEL C. FUENZALIDA GRANDÓN i EDUARDO LEMAITRE, injenieros de minas. Santiago de Chile, 1910. El injeniero Fuenzalida Grandón, presentó un resumen de este trabajo al Con- greso científico internacional americano, indicando cuáles materias debía com- prender la Lejislación minera carbonifera chilena i establecía las siguientes con- clusiones : a) Necesidad de declarar que el subsuelo en las pertenencias de carbón, de petróleo, etc., debe ser propiedad del Estado ; b) Necesidad de recomendar a los gobiernos el estudio de una lejislación am- plia i liberal que proteja la vida de los operarios que trabajan en el interior de las minas; ec) Conveniencia de que la lejislación minera sea estudiada por comisiones mistas de injenieros de minas i abogados, nombradas ad hoc, no pudiendo los lejisladores modificar las bases técnicas formuladas por los injenieros. Estas conclusiones fueron aprobadas por unanimidad por la sección ciencias jeolójicas del indicado congreso. En el folleto que analizamos el injeniero Fuenzalida, asociado al injeniero Le- maítre; presenta ahora codificada i reglamentada en detalle la lejislación minera. 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es un estudio interesante de dos especialistas que leerán con interés en nues- tro propio país los que de minas se interesan, empezando por nuestra división de minas del ministerio de Agricultura. S. E. BARABINO. Astrónomos alemanes en Chile, por el doctor F. W. RISTENPART, director del Observotorio astronómico nacional. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1910. Folleto estracto de Los alemanes en Chile, publicación de la Sociedad científica alemana de Santiago para la celebración del centenario de la independencia de Chile. El autor rememora los astrónomos alemanes que han actuado en Chile, a partir del doctor Carlos Moesta en 1852, que catalogó 999 estrellas [V. Observaciones astronómicas (1853 a 55) por el doctor C. G. Moesta. Santiago, 1859] e hizo tras- ladar el observatorio a la quinta Normal, donde aun se halla para evitar la im- fluencia que el cerro de Santa Lucía ejercía en las observaciones azimutales, si- tuación hoi inconveniente debido a los progresos de la capital chilena. De 1856 a 1860 catalogó otras 2309 estrellas, que hizo públicas en 1875, hallándose ya en Dresden. Ayudóle en estas observaciones otro alemán don Ricardo Schuma- cher. La mayor parte de los trabajos del doctor Moesta se han perdido, pues los llevó a Alemania i no han sido hallados. Otros dos astrónomos alemanes Wickman i Marcuse, fallaron. Otro alemán don Luis Grosch trabajó con Wickmann i se ocupó de observaciones meteoro- lójicas. El observatorio chileno vejetaba sin dar frutos apreciables hasta que el finado presidente Montt, llamó al actual director, profesor Ristenpart, quien, dándose cuenta del estado de inanición en que se hallaba esa institución científica, pro- cedió a reformarla, a levantarla, a hacerla útil, con cuyo objeto contrató al doctor Gualterio Zurhellen para encomendarle la carta celeste i al doctor Ricardo Prager, dándole la jefatura de las secciones de cálculos i de los ecuatoriales; 1 creó una escuela especial para preparar astrónomos teórico-prácticos. Ya se ha contratado un refractor de 60 centímetros, el mayor de Sud Amé- rica; un círculo meridiano de 175 milímetros de abertura; dos máquinas para medir las planchas topográficas de la carta celeste; un gran espectógrafo, etc. Como mecánico fué contratado Ricardo Wust, de la casa Zeiss de Jena. El nuevo edificio para observatorio está ya construyéndose con todas las innovaciones que impone de la ciencia moderna. Se le anexará, aunque independiente, un obser- vatorio meteorolójico. El actual director del observatorio, profesor Ristenpart, procede consciente i empeñosamente al estudio del cielo austral. Para el centenario debía tener listas ocho mil observaciones de estrellas; antes había observado el eclipse anular de sol, desde Buena Vista (Corrientes, Arjentina) realizando observaciones de mu- cho mérito científico (51 planchas fotográficas); predijo la aparición del Cometa Perrine b; las publicaciones del observatorio alcanzan ya a cuatro tomos; pu- blicó en 1910 un almanaque astronómico; se ha introducido en Chile la hora cinco de atraso con Greenwich, husos horarios, los que pronto serán un hecho también en la Arjentina (hora 4). BIBLIOGRAFÍA 45 En el observatorio actual chileno, con los medios que posee no se puede hacer más. Para terminar haremos un cargo al profesor Ristenpart: al comenzar su me- moria menciona como creadores de la astronomía moderna a Copérnico, a Ke- pleri a Newton i abandona en las tinieblas del olvido al inventor del telescopio, al grande Galileo, verdadero creador de la astronomía esperimental. S. E. BARABINO. La lei de regadío de la República Arjentina, por SANTIAGO MARÍN VICUÑA, miembro del Instituto de injenieros de Chile. Santiago de Chile, 1910. Acusamos recibo de este folleto en el que el autor reproduce un artículo so- bre política hidráulica en la Arjentina. En él analiza atinadamente nuestra lei de riego poniendo de manifiesto su bondad i sus deficiencias. El injeniero Marín Vicuña, que fué nuestro apreciado huésped durante las fies- tas centenarias mayas, pudo personalmente imponerse 1 ponderar, no sólo la lei de riego, objeto de su monografía, sino que también de otros problemas de inje- niería resueltos o por resolver aun entre nosotros, por lo que es de esperar que al actual sigan otros trabajos de análisis i crítica profesional, para lo que está habilitado por su competencia personal. S. E. BARABINO. Calendario astronómico para la parte austral de la América del Sur (Argentina, Chile, Paragua 1 Uurguai). Buenos Aires, 1911. El distinguido astrónomo que dirije el observatorio astronómico en Santiago de Chile, doctor F. W. Ristenpart, de acuerdo con decisiones tomadas por la sección ciencias físicas 1 matemáticas del Congreso científico internacional ameri- cano, realizado en julio de 1910 en esta ciudad de Buenos Aires, con motivo del centenario de la revolución de mayo, procedió, coadyuvado eficazmente por el calculista doctor Ricardo Prager i los astrónomos auxiliares Rosauro Castro, Rómulo Grandón i Juan Waidele, 4 confeccionar este almanaque astronómico, haciendo uso de los husos horarios (1) que van adoptando todos las naciones civilizadas, con aplicación a las cuatro repúblicas australes Arjertina, Chile, Uruguai i Paraguai. Es el primero que se publica en su jénero, i su compilador, el doctor Risten- part, tiene la certeza de que, sin ser completo, puede prestar útiles servicios, los que podrán ser mayores con el concurso de los entendidos que se sirvan indicar las mejoras o agregados que a juicio de ellos convenga introducir en esta nueva efeméride, con cuyo objeto se ruega a los mismos envíen sus observaciones a cualquiera de los miembros de la Comisión antes del 1% de abril de 1911. Es digna de aplauso la iniciativa del doctor Ristenpart i es de desear que con (1) Corresponde “la hora —4,respecto del meridiano de Greenwich, a la Argentina, Bolivia, parte interior del Brasil, Venezuela, Uruguay, Guayanas i Paraguai; la hora —5 a Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Paraná; la —6 a las repúblicas centroamericanas; las —6 i —7 a Méjico ; ide --5a —8 a Estados Unidos. (Vota de la Dirección.) 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el concurso i consejos de sus colegas, dé a esta obra internacional sudamericana la importancia técnica que debe tener. S. E. BARABINO. VARIAS. Noticia dos estudos e obras contra os effeitos da secca por ANTONIO OLYNTO DOS SANTOS PrrES (extrahido do Boletín do ministerio da viacdo e obras públicas, tomo 111, anno 2% n% 3, abril de 1910, con un capítulo addicional en resposta «aos censores daquellas obras). Imprensa nacional. Río de Janeiro, 1910. Un volumen en 8% mayor, con 12 grandes planchas i nueve fotografías. Como el título lo dice, es un estracto del Boletín del ministerio de obras públi- cas brasileño. E En su trabajo el señor Olyntho dos Santos Pires, en su carácter de superinten- dente de los estudios 1 obras contra los efectos de la seca, espone las diversas obras que a su juicio deben evitar los perjuicios de la seca; pero el doctor Tho- maz Pompeu de Souza Brasil, en su obra denominada O Ceará no comego do se- culo XX, critica los trabajos que la mencionada superintendencia había hecho en ese Estado. A su vez, en la cámara de diputados, el representante de Minas Geraes, señor Pandiá Cologeras, censuró los indicados trabajos de la superitendencia. Debido a ello, el señor Antonio Olintho dos Santos Pires, ha hecho esta tirada aparte de su memoria publicada, agregándole un capítulo Resposta a os censores, en el que refuta a ambos críticos. He aquí los puntos que trata el autor con acopio de datos científicos 1 esta- dísticos : ESTADO DO CEARÁ. — Clima, regiáo arida do Brasil. Seccas e inundacoes. Chu-= vas no Ceará. Alvitres propostos para conjurar os etffeitos da secca. Acude do Quixadá (con 6 planchas). Obras feitas pelo governo. Acude Acarahu-Mirin. Pe- queños acudes. Sondagens e pocos tubulares. RÍO GRANDE DO NORTE. — Desobstruecáo do valle do Ceará-mirim. Desobs- truccáo do Maxaranguape. Acudes. Pocos. Esrapo DE PARAHYBA. — Datos sobre a construccáo de acudes, probando que como no Cereará e no Río Grande do norte o unico recurso para enfrentar com a calamidade das seccas, 8 o acude ou a cacimba, muito embora náo exista alli um só acude de importancia. EsTADO DE PIANHY. — Confirma el autor sus anteriores opiniones relativas a los otros Estados. I termina con un frase que encierra un concepto que tiene aplicación en todos los países del mundo donde existen aristarcos de buena o mala fe. « Pretender suggerir alvitres — dice — aconselhar obras ou criticar o esforgo alheio, sem conhecer e estudiar pessoalmente as condicoes locales, é um mán servico que se faz aos habitantes da zona arida. E esses doutrinadores theoricos pululam, desde as primeiras tentativas para a solucáo do problema da secca; € BIBLIOGRAFÍA 47 a elles em grande parte cabe a responsabilidade de: maioria dos erros commettidos e do retardamento das obras planejadas »... El autor concluye levantando las observaciones hechas a su trabajo: por los señores ya indicados. Cuando la crítica es sana, cuando en ella no va involucrada la idea de dañar personalmente a los que trabajan, sino el deseo de contribuir a la más acertada solución de los trascendentales problemas que afectan las obras públicas, dicha crítica es la « bienvenida ». Tal auguramos que ocurra en este caso para bien dle los estados brasileños interesados. | S. E. BARABINO. Manual de química moderna por el padre EDUARDO VITORIA. Un volumen de unas 400 pájinas formato menor, con 170 figuras en el testo. Tipografía católica. Barcelona. 1910. La industria química de Barcelona, ocupándose de esta obrita dice : «Formando un elegante volumen de impecable presentación, acaba de ver la luz el Manual del padre Vitoria; va dirigido especialmente á los escolares que por primera vez saludan á la hermosa ciencia de Lavoisier, de modo que su plan y método expositivo han sido magistralmente adaptados á tal objeto. Después de los preliminares de rúbrica, entra el libro en el estudio de los metaloides, á la cabeza de los cuales coloca el hidrógeno, siguiendo la tradición establecida; en «cada epígrafe importante, ha dispuesto el autor un apartado en el cual expone algunas experiencias de cátedra, útiles para aclarar las ideas de los alumnos en el asunto descripto. Á continuación resume las aplicaciones de que es susceptible el cuerpo estudiado. Dedica una parte de la obra á la química del carbono, que expone teniendo en cuenta los últimos adelantos de la ciencia. Sigue á esta parte del libro, la química de los metales, que traza con sobriedad y precisión, cuali- dades que, por así decirlo, establecen el verdadero valor de una obra didáctica elemental. Termina la obra con una exposición razonada de las teorías funda- mentales de la química general y de la físico-química, teorías fácilmente asequi- bles al estudiante, después que, en el curso de la parte descriptiva, se ha hecho cargo de las propiedades de los cuerpos, del mecanismo de las reacciones, etc. Á nuestro entender, la idea de colocar esta parte de la obra al final, resulta ati- nadísima, y, sin duda alguna, es el fruto de la experiencia adquirida en la prác- tica de la enseñanza. El libro del padre Vitoria ya profusamente ilustrado con un verdadero lujo de grabados, de trazado clarísimo y pulcra ejecución. Bien venido sea el volumen del padre Vitoria, que ha de contribuir sin duda aleuna al lucimiento de nuestros escolares, tan faltados de libros de estudio, que á la brevedad, unan la claridad y estén desarrollados según un plan relativamente completo. » Por nuestra parte sólo agregaremos que este manual del padre jesuita Vitoria adolece el defecto inherente a toda obra escrita por los profesionales de un culto relijioso, cualquiera sea éste, vale decir, que sujestionados por sus creencias rTelijiosas no trepidan en sentar aforismos científicos anacrónicos que chocan con los progresos realizados por la ciencia moderna. Todos hemos observados i observamos este fenómeno, mui sujerente por cierto. Aquí, en Buenos Aires, hemos visto obritas didácticas, mui bien planeadas ides- 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA arrolladas por algunos maestros de las Escuelas cristianas, que adolecían del mismo mal apuntado, en aquellos pasos en los cuales la ciencia moderna podría real o aparentemente discrepar de los preceptos establecidos como verdades inconcusas por la iglesia católica. En este caso del padre jesuita Vitoria nos bastará trascribir el primer párrafo de la obra en la que sienta una monstruosidad biolójica. “Dice el autor : « 1. CUERPOS. MATERIA. A los seres que nos rodean perceptibles por nuestros sentidos, los llamamos cuerpos : todos ellos son materiales, es decir, formados por una substancia especial llamada materia, la cual es enteramente distinta de otra substancia incomparablemente más noble (*) en su sér 1 en sus operaciones, que se llama espíritu. El hombre es un compuesto de materia 1 espíritu (*): los demás seres, los minerales, las plantas, LOS ANIMALES, carecen de espíritu (*), por lo cual se le llaman simplemente materiales. » Huelgan los comentarios. pl . E. BARABINO. IN ( (*) Subrayado por esta Dirección. Ambrosetti, Juan B. Anello, Antonio. Angelis, Virgilio de. Angli, Gerouimo. Arambarri, 'Alberto. -| Arata, Pedro N. Araya, Agustín. . Artaza, Evaristo. Artaza, Miguel. -Arigós, Máximo. Arce, Manuel J. Arcansol, Adolfo. Arce, Santiago. Arditi, Horacio. Arroyo, Franklin. ¿Astrada Pape, Ismael, ¡Atarez, Guillermo. SOCIOS ACTIVOS Aráoz, Alfaro Gregorio. SOCIOS HONORARIOS Juan Td, Kyle. — Ing. Luis Le Huergo (padre). — Dr. Florentino | Ing. J. Mendizábal Tamborrel. — Dr. Estanislao S. Zeballos. — Enrique Ferri Dr. César Lombroso. — Ing. Guillermo Marconi socios CORRESPONDIENTES uilar Rafal ed Méjico. Moretti, Cayetano A e Milán. AS Montevideo. Martinenche, Ernesto...... París. e o... Montevideo. Moore, John B............ Nueva York. nant, German.... Mendoza. Montane Bus ao - Habana. TO NS E Sgo. de Chile. | Medina, José Toribio....... Sgo. de Chile. IO e. . L de Año N. Montessus de Ballore...... Sgo. de Chile. .. Córdoba | Nordenskjiold, Otto........ Gothemburgo. 1 Madrid. : Paterno, Manuel........... Palermo (It.). a eb Bertoni (Bos ibatrón: Pablo ace: Lima. ao... Washingtón. Porter Carlos pesca Valparaíso. MUS al Edimburgo. - Pena, Carlos M. de........ Montevideo. ETA Río Janeiro. Poirier, Eduardo .......... Sgo. de Chile. e E Mendoza. Pérez Verdia, Luis ........ Méjico. Elmer... ERA New York. Reid, Walter F....... Ed Londres. o Aris: Risso Patrón, Luis......... Sgo. de Chile. : Sgo. de Chile. Ristempart, Federico ...... Sgo. de Chile. o . San Juan. Reiche, Carlos............ Sgo. de Chile. ia París. Scalabrini, Peero.......... Corrientes. : ES Amadora (P.). | Sklodonska, Curie......... París. O Corrientes. Spegazzini, Carlos......... La Plata. dass dape Amberes. Shepherd, Williams R..... Colum. Univer. vedo, Samuel A. La Plata. - y Nueva York. A Tucumán. Tobar, Carlos R........... Quito. SA AS .. Roma. Torres Quevedo, Leonardo.. Madrid. sa santo Domingos Ulle Max ii Lima. AS - Bordeos. Villareal, Federico......... Lima. re y! Unánue Eugenio Lima. Von Ihering, Hermán...... San Paulo (Bo. RS Villa Colón (U). Volterra Vito e Roma. RA - Filadelfía. Aubone, Carlos. Avila Méndez, Delfín, Avila, Alberto. Aye1za, Rómulo. Aztiria, Ignacio. Aztiz, Julio M. 'Babacci, Juan. Bado, Atilio A. Bade, Fritz. Bachmanmn, Alois, Ballester, Rodolfo E. Baldi, Jacinto. Barabino, Santiago E. Barbará, Nicolás. Barbieri, Antonio. Barilari, Mariano $. Barzi, Federico. Battilana, Pedro. Baudrix, Manuel 00 E Bazán, Pedro. Bernaola, Víctor J. Bell, Carlos H. Bargara, Ulises. | Besio Moreno, Nicolás. Besio Moreno, Baltasar. Biraben, Federico. Boatti, Ernesto €. Bolognini, Héctor. Bordenave, Pablo E. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. - Bosch, Aureliano R. Bosisio, Anecto. Bonanni, Cayetano. Bonneu Ibero, León M. Bosque y Reyes, F. Borús, Adriano. Brané, Eugenio. Breyer. Trant, Adolfo. : Breyer Trant, Alberto. Brian, Santiago. Brindani, Medardo. Bruch, Carlos. Broggi, Hugo. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Butty, Enrique. Caimi, Ramón. Candiani, Emilio. Cálcena, Augusto. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M. Camus, Nicolás. Candioti, Marcial R. Canale, Umberto. Canonica, Mauricio. Capelle, Raúl. Cano, Roberto. Cantón, Lorenzo. Carranza, Marcelo. Carrasco, Benito J. Cardoso, Ramón. Carbonell, José. Carossino, Jacinto T. Carvallo, Raúl. Casas, Bernardo. Castellanos, Carlos T. Castro, Vicente. Carelli, Amadeo. Carelli, Humberto H. Carette, Eduardo. Castro, Eduardo B. “laypole, Jorge. Cerri, César. Olohara E A | Chapiroff, Nicolás de. -|Chaudet, Augusto. | Chiappe, Leopoldo J. | Chiocci, Icilio. ¡ Chueca, Tomás A. | Cottini, Arístides. Dassen, Claro C. Clara, Angel. pitos Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Cogliatti, Alejandro. Collet, Carlos. Contin, Diego T. R. Compte, Riqué Julio. | Ferre Correa Morales, Elina 6. A de. | Fer Coria, Valentín F. Cornejo, Nolasco F. Corvalán, Manuel S. Coronel, Policarpo. Courtois, U. Cremona, Andres. Cremona, Víctor. Crinin, Demetrio. Cucullu, Carlos. Cuomo, Miguel. Curutchet, Luis. Curutchet, Pedro. Curutchet, Gabriel. Damianovich, E. A. Damianovich, Horacio. Danieri, Bartolomé. Darquier, Juan A. Galtero, Alfredo. Gallardo, Ange Gallardo, Carlos. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gandára, Fede "Garat, Enrique. Garay, José de. García, Carlos A. García, Jesús ) Gatti, Julio J. Gentilini, Pasc: Gerardi, Donat Geyer, Carlos, Ghigliazza, Sebas Giménez, Angel | Giuliani, José, Girado, José L. Dates, Germán. Debenedetti, José. Dellepiane, Luis J. Demarchi, Torcuato T. A. Demarchi, Marco. Demarchi, Alfredo (hijo). Delgado, Fausto. Doello Jurado, Martín. Dobranich, Jorge W. Domínico, Guillermo. Domínguez, Juan A. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhau, Luis. Duarte, Jorge N. Dubois, Alfredo F. Ducco, Camilo L. Girado, Alejandro. :18 Girondo, AN ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABI -— FEBRERO 1911. — ENTREGA Il. — TOMO LXXI z ÍNDICE -—FÉLix PernNor, Théorie des foyers dans les sections coniques............ A 49 AouiLeSs Cecminr PucnaLr, La economía en los proyectos de construcciones de ce- O e a od DE Sri eS OO 64 SANA CO ESB RABINO: VATIe dades ias dao da oe o EA 85 SANTIAGO E. BARABINO, Bibliografía............ O Ds paa ASES O 88 -—_—_ AA = BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 LOMA : te TS) JUNTA DIRECTIVA Presente a TE Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente 4%...... Aia Ingeniero Vicente Castro Vicepres lente. Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas............ Doctor Tomás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco ¡PLEOSORCTO: AS O Doctor Antonio Vidal Bibliotecario .....- o . Doctor Abel Sánchez Díaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero : Ingeniero Rodolfo Santangelo - Vocales tas ties tios «$ Arquitecto Raúl G. Pasman -/ Ingeniero Benito Mamberto Ingeniero Nicolás Besio Moreno ; : Ingeniero Pedro Aguirre Ceres Aa Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro €. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer - nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara, - Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmADEO y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA ¡Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- . tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores 'señores Coni hermanos. : : : : z a YN Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. .. z, NS Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. OR o A Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sús escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional Por MESE CN a : 1.00 Por ancoios ER AS ci 12.00 . ¿NUMerocalrasado. O Ras 2.00 o - paralos socios.......... «1.00 E LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano A INE pa pia A hs ze EA AS A ES 15 A A A MT A THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES “ La théorie des coniques, telle qw'elle est exposée dans les traités de géométrie élémentaire, et ensuite dans ceux de géométrie analyti- que, ne permet. pas de découvrir facilement, dans la pratique des problemes, que le lieu géométrique (un point est une courbe du se- cond degré. Il nous a semblé plus logique d'étudier ces courbes comme sections planes d'une surface du second degré, et en particulier du cóne de révolution. Cette étude ne nécessite que la connaissanse des propriétés élé- mentaires des divisions homographiques et involutives, dont Pensei- - gnement, des le début de la géométrie analytique, ne présente aucune -difficulté. (1) Nos complacemos en publicar este interesante capítulo de jeometría analí- tica que forma parte de la obra Lecciones de jeometría analítica moderna, próxima a aparecer, i cuyo autor es el distinguido injeniero don Félix Pernot, asesor técnico en el ministerio de guerra de la República Oriental. Nos ha sido remitida, por nuestro consocio el doctor C. M. Morales, quien nos manifiesta que el injeniero Pernot seguirá colaborando en nuestros 4nales, adop- tando la lengua castellana. Como notarán nuestros lectores, el señor Pernot emplea un estilo claro, llano. 1 conciso a la vez, mérito mui apreciable en obras didáticas, i que sólo se consigue cuando se posee la materia tratada. (La Dirección.) AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 4 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA On peut ainsi conserver á la géométrie analytique son vrai carac- tere, c/est-a-dire appliquer lalgebre a la géométrie apres avoir épuisé toutes les considérations géométriques. D'avantage qui en résulte est une grande simplification dans les calculs nécessaires, gráce á un choix heureux d'axes de coordonnées et de systeme de coordonnées. La génération du cóne du second degré s'explique par VPintersec- tion de plans qui passent par deux droites fixes concourantes, ces plans se correspondant homographiquement. La section plane, ren- contrée par une droite en deux points, c'est-a-dire du second degré, prend le nom de conique; on en déduit les trois genres, ellipse, hy- perbole, parabole par la considération des points a Pinfini. Cela posé, nous étudions la conique dans son plan. Tétude de la polaire d'un point devient celle du diametre (une direction, quand le point s'éloigne a V'infini dans cette direction : on établit existence d'un centre unique, póle de la droite a Pinfini. La constatation de VPinvolution du faisceau de directions conjuguées conduit a la déconverte des directions principales, rayons rectangu- laires de Pinvolution. Sachant que la conique a deux axes de symétrie, considérons en particulier le cóne du second degré bitangent au cóne isotrope de méme sommet, et étudions ses sections planes. Nous employons la représentation de la descriptive, plus commode pour les démonstra- tions que la perspective, en prenant comme plan vertical le plan passant par Paxe du cóne perpendiculairement au plan sécant, et un plan horizontal parallele au plan sécant, de facon que la conique se projette en vraie grandeur. La figure correspond au cas de la section elliptique, mais la démonstration est la méme dans tous les cas. Ayant pour but de découvrir les propriétés focales, si commodes peur les constructions relatives aux coniques, nous cherchons a dé- duire de considérations purement géométriques la définition de Pliicker qui, en interprétant Véquation focale, appelle foyer «un cercle de rayon nul bitangent á la conique aux points d'intersection imaginaires avec la directrice» ou un point d'oú4 Von peut mener a la conique deux tangentes isotropes. Nous allons justifier cette définition en la généralisant, ce qui per- mettra de démontrer toute une série de théoremes nouveaux, et en méme temps Vexpliquer a priori les lois de la réflexion de la lumiere. Soient e” et e”, les cereles de contour apparent de deux spheres quelconques inserites dans le cóne le long des paralleles p' et p”, (fig. 1). Le plan sécant Q” coupe la sphére c' suivant un cercle of” THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES Sl bitangent a la section plane du cóne aux points d'intersection avec la droite debout +”; de méme Q ' coupe c”, suivant un cercle bitangent a la conique. Soit M un point de la section plane, projeté en m'm. SM la géné- ratrice correspondante du cóne, tangente aux spheres c' etc”, aux points projetés en 9', 0” ;,: Une tangente menée de M au cercle a 'f , est tangente a la sphere Fig. 1 c'; elle est donc égale a autre tangente a la sphere projetée suivant m'o”; de méme la tangente menée de M a Pautre cercle a',0*, a pour longueur la vraie grandeur de m'¿',. On en conclut que la somme de ces deux tangentes mt + mt, est égale á la vraie grandeur de 90”, c/est-a-dire a p'p',. Cette somme est indépendante de la position de M sur la section plane. Si le point est y, p.' en dehors de Pintervalle des cordes de contact, c'est la diftérence des tangentes qui est constante. D'oú le théoreme suivant : Théoreme. — Si Pon considere deux cercles bitangents á une coni- 52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que, la somme ou la différence des tangentes menées (un point de la conique a chacun des deux cercles est constante. Théoreme. — Le rapport entre la longueur d'une tangente et la distance a la corde des contacts correspondante est constant. La lon- gueur de la tangente mt est la vrale grandeur de m'o”, c'est-a-dire m,p'(obtenue en amenant par rotation autour de Vaxe la génératrice SM en S'm, dans le plan vertical) la distance md a la corde des con- tacts a pour vraie grandeur m'+y'. Nous voulons démontrer que: m,p' = constante. m'y' J yp et mm, étant paralleles par construction, No O A'M, A m' ou A'p' A IA O A c"est-a-dire A'p só LA m,p My ce quí peut s'écrire ORIO A'p' EEE sa EE = constante. Mix LS Foyers. — Considérons un plan R' bitangent aux deux spheres aux points f' et f',. Le point f” correspondant au cercle x'B' précé- dent, doit étre considéré comme un cercle de rayon nul bitangent a la conique R' aux points d'intersection, imaginalres dans ce cas, avec la droite debout 2' (fig. 1). Les théoremes précédents s'appliquent évidemment. Les longueurs des tangentes aux cercles de rayon nul sont Mf et Mf, ; dans le cas de Vellipse, le point M est toujours entre les cordes de contact; donc MF + Mf, = constante = K.* En appliquant aux sommets A et B: Af + Af =K | : Qu O THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES Bf E Bf, =KE Af + Bf + Af, + Bf, =2K =2AB = 4a 1 == 20% On voit aisément que, dans le cas de la section hyperbolique, A MP == Le second théoreme donne MF ME = constante = €. Cette constante s'appelle Pexcentricité ; il est aisé de voir qu'elle est inférieure á 1 dans le cas de VPellipse, supérieure á 1 dans le cas de l"hyperbole, et égale a 1 pour la parabole; il suffit (étudier la va- / 1 leur du rapport établie précédemment : dans les différents cas. Nous Winsistons pas pour ne pas allonger inutilement cet article; on retombe sur le théoreme bien connu de Dudelin, qui se trouve étre un cas particulier du théoreme que nous avons démontré. Toutes les autres propriétés des foyers et des directrices se déduisent des pré- cédentes par les méthodes connues. Autres théoremes. — Les théoremes que on peut déduire des pré- cédents sont tres nombreux ; nous nous contenterons d'en augmen- ter quelques-uns a titre d'exemple. Considérons le cercle bitangent a une ellipse aux sommets du petit axe. Appliquant le premier théoreme a ce cercle et au cercle de rayon mul E (fig. 2): MU > UL 1 en particulier, pour B IN = IE donc K = «a (1) MF + MT = a; pour le point A NS A AF =a=—cC Por (2) ANO 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Leraz Lo pita ode 8) volen der bie APPO = constante =— (3) valeur de Vexcentric a Pr Mi AO onstante E 3) valeur de Pexcentricité. Si Pon considere le cercle osculateur en A,, de centre w, on trouve de méme la somme des tangentes au cercle o et au cercle o : (4) MT + M6 = AT'=cC. En prenant les deux cercles uv y w” osculateurs en A et A! MT + MO =C M6" — MT =C (5) Mo + Mo: = 2c. On trouve des théoremes analogues pour le cas de Phyperbole. Dans le cas de la parabole, si Pon prend le cercle osculateur au sommet, ayant comme centre w, tel que IN) == AE on a (fig. 3) MF — MT = K En appliquant cette relation au point A, la longueur de la tangente est nulle ; il reste e E ANO AM KE Yest-a-dire K ==> Cette relation permet de construire un appareil simple pour le tra- cé continu de la parabole. THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES [a QU On voit également que = 1, valeur de Vextrémité de la para- MI bole, de méme que dans le cas de Pellipse (fig. 2) excentricité de lPellipse. La considération des tangentes communes a deux cercles bitan- eents fournit un autre ensemble de théoremes dont la démonstration est immédiate. Cette conception des foyers permet dexpliquer, jusqu/a un certain point, pourquoi les ondes sphériques, lumineuses ou sonores, s'adap- tant á une surface de révolution, par exemple, produisent un maxi- mum de concentration au foyer de la méridienne, considéré comme une sphere de rayons nul de raccordement avec la surface. Au point de vue des ondes attractives, on sait que leur sphéricité résulte de la loi de Vinverse du carré de la distance; on arrive ainsi a concevoir le centre d'émanation comme un cercle de rayon nul, bitangent a la trajectoire, c'est-4-dire que le corps attirant ne peut étre placé qw'au foyer de la trayectoire. La théorie des courbes focales dans les surfaces du second degré, devient une conséquence naturelle des théories précédentes. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Sl O) ÉTUDE DIRECTE DES PROPRIÉTÉS FOCALES DANS LE PLAN Il nous semble préférable de commencer Penseignement de la géo- métrie analytique par la géométrie a trois dimensions ; cependant, il est possible comme nous allons le montrer, (introduire les idées pré- cédemment exposées dans létude directe des courbes du second de- eré, qu'on démontre ensuite étre identiques aux sections planes du cóne du second degré. Pour cela étudions d'abord lés propriétés des cereles bitangents a une conique; ces cercles ont évidemment leur centre sur Pun des axes ; les points de contact sont aux pieds des normales menées du centre du cercle á la conique. Pour mener les normales Vun point extérieur P á une ellipse, par exemple (fig. 4), soit PN une des normales; le point N est Vintersec- Fig. 4 tion du diametre ON avec la perpendiculaire PN au diametre conju- gué ON ' de ON, parallele a la tengente NT. Prenons deux diametres conjugués OM, OM; alerones le lieu de Vintersection de Pun des diametres avec la perpendiculaire a Pautre diameéetre menée par P; le point N appartiendra a ce lieu. Comme les rayons OM et PN se correspondent homographique- THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 57 ment, le lieu de M est une conique qui passe par O et P; ses direc- - tions asymptotiques sont celles des axes de Pellipse. On retrouve ainsi ”hyperbole connue sous le nom Vhyperbole PA - pollonius, ou hyperbole équilatere aux pieds des normales. Si le point P est sur un axe (fig. 5) Phyperbole en question pas- sant par O, P et le point a Pinfini sur OP, se décompose en cette droite OP et une autre perpendiculaire. Pour obtenir cette seconde droite, considérons les diagonales du rectangle OABG, quí forment, comme on le sait, un systeme de di- rections conjuguées. En menant de P une perpendiculaire sur AB, on obtient en I, a Vintersection avec OO, un point de Phyperbole (VApollonius, quí se réduit ainsi a OP et IQ perpendiculaires. 10 Fig.5 TY) Els rencontre Pellipse en N et N cercle de centre P et de rayon PN est bitangent a Vellipse. Soit T le , pieds des normales issues de P:; le point ou la tangente en N rencontre OA. On voit que si on se donne P, QN et par suite NT sont déterminées uniquement ; si Pon se donne T, la polaire NN” et par suite NP est déterminée uniquement; done les points P et T se correspondent homographiquement. Si T yéloigne a Vinfini, P vient en O; si P sSéloigne a Vinfini, il en est de méme de NN'; le póle T de NN' devient le póle de la droite a Pinfini, c/est-a-dire le centre O. vemme les homologues des points a Pinfini dans les deux divisions coincident, la correspondance homographique de P et T est involu- tive. Les points doubles de Vinvolution sont ceux en lesquels P et T sont confondus : or PN'= PQ . PT 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PT =o0 et PQ) reste fini; donc PN, rayon du cercle bitangent, de- vient nul quand P et T se confondent. Les deux points doubles de Pinvolution sont donc les centres de cercles de rayon nul bitangents a Vellipse. Ce sont ces points que nous appelons foyers de la conique. P et T étant confondus, les tangentes TN, TN” sont les tangentes menées a un cercle depuis son centre; ce sont les asymptotes du cer- cle ou les droites isotropes issues de son centre. On peut done dire aussi bien que le foyer est un point d'oú Pon peut mener á une coni- que deux tangentes Isotropes. Pour construire les foyers, il suftit de falre passer un cercle quel- conque par P et T; OF? est la puissance de O par rapport a ce cer- cle. La corde des contacts des tangentes NN ' est la polaire du point T. Quand T est au foyer, la corde des contacts imaginaires, appelée directrice, reste la polaire du foyer. On la construit aisément en em- ployant le procédé qui a servi pour déterminer NN ' en partant de P. De EF nous abaissons une perpendiculaire sur AB jusqu'a la rencon- tre en D avec 00; la perpendiculaire DD” menée de D menée sur Vaxe est la directrice. En appliquant les mémes considérations a Vaxe OB, on voit que les points doubles de Pinvolution sont imaginaires ; il y a donc sur le petit axe deux foyers imaginaires. PROPRIÉTÉS DES FOYERS ET DIRECTRICES Les propriétés connues se déduisent facilement de la théorie pré- cédente. Nous allons en citer quelques-unes a titre exemple. Théoreéme. — La normale et la tangente sont les bissectrices des rayons vecteurs qui joignent les foyers au point considéré. En eftet les points P et T, en involution, sont conjugués harmoniques pat rap- port aux points doubles F et F'. Done le faisceau N(FE 'PT) est harmonique: comme NP et NT sont rectangulaires par construction, ce sont les bisectrices des deux autres droites NF et NE”. Théoreme. — Le rapport des distances un point de la conique au foyer et a la directrice correspondante est constant. Soit K le point oú MM ' quelconque rencontre la directrice (fig. 6): la polaire de K passe par F, póle de la directrice; soit FL cette po- laire; les droites FK et FL sont en involution; les rayons doubles THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 59 de cette involution sont les tangentes menées de F a la conique, c*est- a-dire les droites isotropes de Fon sait que, dans ce cas, les rayons homologues de Pinvolution sont rectangulaires, KF est perpendicu- laire a FL. Nous démontrons incidemment de cette maniere un autre théoreme connu. Fig. 6 Il Yen suit que FK et FI sont les bissectrices des droites MF et MF ';on a done MF KM MF KM! ! propriété de la bissectrice extérieure. D'autre part KM MD FONDA Von ME MD MF M'D:' ou MF —M'F o MD constante. Cette constante est lexcentricité. On en déduit la propriété MEME Comme on peut le voir dans les traités de géométrie élémentaire, et toutes les autres propriétés en découlent. A ce moment, on peut passer á la démonstration des théoremes de Daudelin. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En suivant cet ordre d'idées, on est amené a justifier la définition employée pour les foyers en démontrant directement, mais beaucoup moins simplement, la propriété générale des cercles bitangents que nous avons établie au début. Cette démonstration directe nous a fourni ('intéressantes proprié- tés relatives a la génération des quadriques de révolution et au tracé mécanique des coniques. ; Jnerchons le lieu des points M, tels que la somme ou la différence des longueurs des tangentes menées a deux cercles € et OC” reste constante (fig. 7) MM Soit une tangente quelconque au cercle €”; T” son contact. Pre- nons T'I = 2K, K étant donné. Le lieu du point l est une circonférence concentrique a GC ' de ra- yon O 'I. Cette circonférence coupe le cercle € en deux points P et Q), réels ou imaginaires, quí appartiennent évidemment au lieu cherché. Il faut trouver, sur la tangente T''I, les points M tels que MT = MI, MT étant tangente au cercle O. On aura bien ainsi: MDAC MTM MI AZ IRO Le point M, tel que MI — MT, appartient at lieu des puints d'égale puissanee par rapport au cercle O et au cercle de rayon nul I, cest-a- dire a Paxe radical de ces deux cercles; cet axe radical, perpendicu- laire á 1O, ligne des centres, passe par le point R, intersection de la tangente IR avec la corde PQ. C'est la droite RM, quí fournit un seul point M du lieu. De Pautre cóté, on obtient de méme un autre point M' du lien. Sur une intinité de droites tangentes au cercle C', on vobtient que deux points du lieu. Étant donné que chaque point se trouve né- cessairement sur une tangente, on peut conclure que le lieu est une courbe du second degré. En P, comme en Q, il y a deux points confondus sur la circonfé- rence €; done la conique-lienu est bitangente au cercle C en P et Q. On trouve de méme que le lieu est bitangent a O” en P' et Q' a Pin- tersection aves la circonférence concentrique a C. Si Pon prend une tangente en T,, en dehors de Vintervalle compTis entre PQ et PQ”, la méme construction fournit le point M, tei que la diftérence des longueurs des tangentes soit constante. THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 61 Si les points P, Q, P', Q”, sont imaginaires, une seule génération, soit par la somme, soit par la différence des tangentes constantes, convient. C'est ce qui arrive en particulier si O et O sont de rayon nul, c/est-a-dire si les points C et C' sont les foyers. Pour Vellipse, le point est toujours entre les cordes des contacts, c'est la somme des rayons vecteurs quí est constante. Pour Pkhyperbole, c/est la différence quí est constante. Points a Pinfini. — M s'éloigne a Pinfini quand RM et MT ' sont paralleles, ou quand CI et T'M sont perpendiculaires. Nous allons voir comment se distribuent les droites perpendicu- laires en la T'I et nous chercherons celles qui passent par O. Ces droites enveloppent évidemment un cercle de centre O” tan- gent a la corde IS, perpendiculaire a IT. Si du point € on peut tra- cer des tangentes á ce cerecle, ¿l y a deux points a Pinfini, la conique est une hyperbole; si C est intérieur au cercle, la conique est une ellipse; si € est sur la circonférence, comme cela se vérifie par ha- Ssard dans le cas de la figure, la conique est une parabole. te ) 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Done si la distance des centres CC" > 2K hyperbole COm=2 | 5 parabole COAGBRK ellipse Vérification analytique. — Prenons CC pour axe des x, avec une origine quelconque. Les équations de € et 0” sont C=a* + y — 202 + c=0 OC” =X4 + y —= 2 xa + ec =0. La longueur d'une tangente a € est la racine carrée de la puissance du point M(x, y), 'est-a-dire , (; on aura done pour un point du lieu OE O AR OC =4K* + 0: H4KyC" 0 O RO (2a' — aja — 4K*) = 16K? (a? + y? — 2a'x +0”) équation une conique dont un axe est Ox. Le genre de la conique dépend du signe du coefficient de x* puis- que celui de y? est toujours positif. Le coefticient de ax” est 16K”? — 4(4 — ay QK + a —a') QK + a! — a) On peut supposer origine telle que a — a' > 0 et K > 0; done, si 2K + a —a>0 ou A LS ou COPR 2K hiperbole 00: =92K parabole THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 63 ce quí est bien d'accord avec la discussion géométrique précédente. Il west pas facile, par le calcul, de distinguer les points de la coni- que qui correspondent a la somme des longueurs des tangentes cons- tantes de celles qui correspondent a la différence constante. Conclusion. — Cette théorie des foyers, que nous croyons nouvelle au point de vue purement géométrique, et sur laquelle nous serions heureux Pavoir Pavis des professeurs, nous parait utile pour mon- trer que la définition de Pliicker, présentée sous forme WVinterpréta- tion de Véquation focale, loin dVétre artificielle, correspond mieux que les définitions élémentaires usuelles aux propriétés essentielles des toyers. D'autre part, elle nous a permis Vexpliquer (une facon plus logique, et par suite plus mnémonique, la génération des quadriques le révolution et Vétude de leur intersection. FÉLIX PERNOT, Ancien éleve de l'École Polytechnique de Paris. LA ECONOMÍA EN LOS PROYECTOS DE CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO Las construcciones de cemento armado, consideradas en su con- junto, presentan una característica casi exclusiva. Tal es la gran va- riedad de sistemas, cada uno de los cuales tiene detractores y admira- dores, pues, por regla general, cada constructor pregona ser el sistema por él adoptado el que mayores ventajas reune. Esas ventajas se con- centran principalmente en el orden económico, pues en lo relativo á la resistencia, dos construcciones igualmente bien calculadas y bien construídas deben ser equivalentes. Pero hay aún más. Cuando en el cálculo de un elemento construc- tivo, tras largas y laboriosas operaciones, se llega á obtener las di- mensiones que dan á la pieza calculada una determinada resistencia, queda la duda de si no habrá otra disposición de los materiales, Ó, en general, otras relaciones entre las variables, que permitan á igualdad de resistencia, reducir el coste. Lo mismo puede decirse cuando el cálculo se base sobre ábacos Ó sobre cantidades tabulares. Hay, sin embargo, la posibilidad de evitar esa incertidumbre, pe- culiar del cemento armado, por medio de los cálculos que á continua- ción iremos exponiendo. CONSIDERACIONES GENERALES Los elementos principales de una construcción en cemento armado, pueden dividirse y subdividirse así : CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 65 | a) vigas; / b) plataformas ; 2 Piezas sometidas á la compresión : pilares, Vigas. — Adoptando para los cálculos la teoría límite superior, ad- mitiremos que el cemento presente una resistencia nula á la extensión, descargando tal esfuerzo sobre una armazón de hierro conveniente- mente colocada. 1% Piezas sometidas á la flexión En tal hipótesis, consideremos la forma general de una sección trans- versal de una viga horizontal cargada de un determinado sistema de pesos. El corte será de la forma que indica el siguiente croquis: Para simplificar el cálculo, haremos siempre abstracción de las ar- maduras secundarias, introduciendo, cuando el caso se presente, los oportunos coeficientes de corrección. Sea AA la posición del eje neutro, el que estará á una distancia .. de la fibra superior de la sección; sea b el ancho de la viga y h la al- tura comprendida entre la fibra superior y el baricentro de la sección del hierro que se emplea. En lo sucesivo consideraremos nula la cantidad £, lo que simplifi- cará notablemente los cálculos en su desarrollo, sin influir en los re- sultados dentro de los límites de las aproximaciones de los mismos. De la disposición del croquis resulta que en la parte rasgueada el cemento resistirá á la compresión, mientras inferiormente á la línea AA solo el hierro (de área s) resistirá á la extensión. Aplicando la ley de Hooke, según la cual las secciones planas que- dan tales después de la deformación originada por la flexión, esta- blezeamos la relación que expresa que el momento estático total de la sección respecto del eje neutro AA es nulo. De tal modo quedará fi- Jada la posición de dicho eje neutro. Teniendo presente que la relación entre los módulos de elasticidad AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 5 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (o de Joung) del hierro y del cemento es próximamente 10, escribi- remos: b 2 (1) — 10s (h — x) = 0. 2 Llamemos ahora R = resistencia unitaria del cemento á la compresión en kilogra- mos por centímetro cuadrado. R' = resistencia unitaria del hierro á la extensión en kilogramos por centímetro cuadrado. s = área de la sección del hierro en centímetros cuadrados. M =— momento de flexión, debido á las fuerzas agentes en kilogra- mos por centímetro. m = coeficiente relativo al momento de flexión, debido al peso pro- pio en kilogramos por centímetro. p, = precio del hormigón de cemento en pesos, por centímetro cú- bico. p, = precio del hierro en pesos, por centímetro cúbico. Pp, = precio de la armadura necesaria de madera en pesos, por cen- tímetro cuadrado. : Igualando el momento total de flexión al de las fuerzas elásticas, tendremos E NDA E / (2) M + mbh = KR 7 E 105 z ' ba* (3) M + mbh = K' aa OS 0 == 0) donde mbh es el momento de flexión debido al peso propio de la viga. Llamando P el peso de 1 centímetro cúbico de hormigón y siendo L la longitud de la viga en centímetros, dicho momento será : (a) Pbh — para una viga simplemente apoyada ; (0) POh — para una viga empotr: da en sus extremidades; dd (e) P0h — para una viga semi empodrada en sus extremidades; 10 ó simplificando : CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 67 10% (a) 0 = s 1? (b) 1 E 10? QUE Eo OEA (c) 10== ]E 0 El segundo miembro de la (2) es el producto del coeficiente de resis- tencia unitaria del cemento por la relación entre el momento ideal de mercia de la sección y la distancia de la fibra más comprimida al eje neutro AA; análogamente, el segundo miembro de la (3) es el producto del coeficiente de resistencia unitaria del hierro por la relación entre el momento ideal de inercia de la sección y la distancia del baricentro de la sección del hierro al eje neutro AA. Se llama, en este caso, momento ¿deal de inercia por haberse obte- nido considerando el área del hierro como décupla de su valor (105) para mantenerse en las condiciones relativas á la fórmula (1). Con las fórmulas (1), (2) y (3) es posible obtener el valor de x; b;s; cuando sean determinadas las cantidades R; R'; M;m; h; es decir que: « Para una viga de determinada altura h, en dadas condiciones fí- sicas (apoyo; empotramiento; semi empotramiento), sujeta á un deter- minado momento de flexión M, es posible determinar el ancho b y la sección s del hierro necesarios para que la viga resista á la carga acci- dental, sin que sobre el cemento y el hierro actúe una carga unitaria superior á sus respectivas cargas de seguridad R y R/ ». Se obtiene en efecto : 4 => 10 Pp de a a a M (EEE (5) == 4 > _—— > AT 1 R?M RR (6) $ == a dl 5 TE 18 RN A NE E A El costo OU de esta viga, por unidad de longitud, será : (7) p,Rb + p,s +ps2 (h + b) = C. Nuestro estudio tiene por fin hacer mínima esta cantidad O, que- 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dando siempre en las condiciones del problema; es decir, encontrar en cada caso, cuáles son los valores de las variables que dan el mínimo costo de la viga de que se trata, sin que, en ninguna de sus partes, el esfuerzo unitario sobrepase al que se establezca como carga de segu- ridad. Como se ve, el valor de € está formado por tres cantidades : p,hb precio del hormigón; p,s precio del hierro ocupado en la viga y p,2 (h + b) precio de la armazón de madera que se necesita para moldear y construir la viga, siendo éste último proporcional al perímetro de la sección transversal. Así planteado, el problema puede subdividirse en dos casos que son los que usualmente se presentan en la práctica, según que h sea va- riable ó constante. Primer caso : h variable. Suele presentarse en las construcciones, principalmente en los cl- mientos de las mismas, en los que, por no haber trabas originadas por razones arquitectónicas, puede darse á la viga la forma y dimensiones que se quiere (dentro de ciertos límites), siendo la economía una de las principales causas directivas. Si en la (7) se eliminan los valores b y s, se obtiene : (S) p,4M Co + Ñ A A 1 R? E MS BIE PAS dd (BR: + BR Ma A E RR A que es la forma bajo la que consideraremos en lo sucesivo la expre- sión del costo. Examinando la (S) se ve que el costo € es función de tres variables: h; R; R/. Es digno de notarse en efecto, que R y R” son verdaderas variables. El cálculo nos dirá en adelante, y el simple raciocinio lo indica « priori, que no siempre el mínimo valor de € corresponde al contem- poráneo máximo admisible de R y KR”. Seguramente, una de esas dos cantidades, Ró R', deberá tener su CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 69 máximo valor. pero la otra en general tendrá un valor inferior al es- fuerzo unitario máximo de seguridad correspondiente. Llevando, en efecto, el razonamiento al límite, si el hierro fuese gratuito (p, = 0), no habría razón alguna para someterlo á su resistencia máxima, y, si al mismo tiempo fuese p, = 0, convendría hacer la viga totalmente de hierro, adoptando para R” cualquiera valor. Entonces podremos considerar alternativamente cada una de las dos cantidades indicadas como igual á su máximo valor, es decir, á una constante. De esto se desprende que, para resolver el caso presente, deben con- siderarse dos solas variables á un tiempo, las que serán : (a) hy R* (R = constante) (D) hy R(R' = constante). Para mayor simplicidad, resolveremos el problema en la forma si- guiente : (a) Buscaremos una ecuación f (h) = 0, que de el valor de h corres- pondiente al mínimo GC, para R' = constante; en seguida otra ecuación F(R') = 0, que nos dé el valor de R' al que corresponde el mínimo O para h = constante. (b) Análogamente F"(h) = 0 para R = constante F" (KR) = 0 para h = constante. Cada ecuación de las indicadas representa algebraicamente una línea que puede construirse por puntos; y cada par de ecuaciones dará pun- tos de intersección de dichas líneas, puntos que resuelven el problema, como indican los siguientes diagramas : En los casos (a) y (b) los respectivos valores h = QT; R' = OT y h=0Q'T'";R= 0O'T' resolverán el problema propuesto de la máxi- ma economía. Subdivisión (a). — Supongamos en la (S) R' = constante, R = constante y h variable independiente. Para obtener el valor de h, altura de la viga á la que corresponde la máxima economía (es decir el mínimo costo O) bastará efectuar la de- rivada de la (S) con respecto á h é igualarla á cero. > Ejecutando esta operación, las simplificaciones algebraicas consi- 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA guientes y ordenando según las potencias decrecientes de h, se ob- tiene : oa ES ah ] (9) hi $ hi4 E RR'—2m(R'+R) ' + IR z | A ) A RR E) + 16mp, (R' + BY — PE a 0 PP: 2 9) NP3/(P: 1 M re ( — 16MRR 'p, (R' + KR)" — 29 ,MR"(R'+R)— Oe NT M ME A : ES e AS En (Re + By RR — 2m(R' +R)= 0: Esta es la ecuación general que para cada valor de R' y de R da la altura h de la viga á la que corresponde la máxima economía. Si en esta ecuación consideramos h = F(R') podremos construir por puntos (y por tangentes si se desea) la curva que en el diagrama (a) hemos indicado con £ (h) = 0. Volviendo ahora á la ecuación (S), consideremos en ella h constante y R' variable independiente. Pero R' tiene un campo de variación limitado, pues no puede ser negativo ni superior al máximo admisible. Esas dos condiciones se expresan á un tiempo substituyendo á R' por R' — « donde 10 50 0 CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 71 En esta desigualdad R' ya no es variable, sino que representa el máximo trabajo unitario admisible en el hierro; «+ será la variable in- dependiente. Si se efectúa en la (S) la substitución indicada, se deriva con res- pecto á x, se iguala á cero la derivada, se hacen las reducciones opor- tunas y se ordena según las potencias decrecientes de x, se obtiene la siguiente ecuación : 1 ph 10 p,h + 2p, 0 e a a 3R'? + 2RR'h + 2RR'+(2RR'+ R?— 3mR — 1 p,h ( z . E a — mk ' - RR'h— R'" — RR'* —(RR'* mi”) al + KR '*h x (E da ph E RR" — 3MRR' — MR* — 2mMkR '*) E 10 p,h + 2p, En esta ecuación debe ponerse por R y R' sus respectivos valores máximos aceptables; entonces, considerando á x- como función de h y haciendo variar este última, podremos construir una curva que para 'ada valor de h dé el valor ó los valores de x que responden á la má- xima economía; y si buscamos los correspondientes valores de R'— x, tendremos la curva F(R') = 0, indicada en el diagrama (a). Como hemos dicho, las intersecciones de £ (h) y F(K”) resuelven el problema propuesto para el caso que estamos tratando. Con respecto á la ecuación (10) deben hacerse las siguientes obser- vaciones : De los 3 valores de x, que en general se pueden obtener para cada valor de h, deben eliminarse las raíces negativas por condición, porque ellas aumentarían el valor de R' más allá del límite máximo, de modo que la solución sería imposible porque no podemos, para llegar á la máxima economía, hacer trabajar el hierro á un esfuerzo unitario R'— x > R' máximo. Deben asimismo rechazarse las raíces que den —> R” porque la cantidad R' — x no puede ser negativa, por condición también. Además, la misma ecuación (10) confirma lo que antes hemos dicho, que : « La máxima economía no corresponde siempre al caso en que am- bos materiales de la viga trabajen á su esfuerzo unitario máximo, 72 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA siendo al contrario ese un caso particular », posible sólo cuando se ve- rifique la ecuación siguiente : R' AÓ =Ñ + 1+(RR?+R“R'—3mRR' — mR* — 2mkR '?) no, sal pa ph 10 RR'?" > p,h=2p, cuyo valor de h es al mismo tiempo raíz de la (9). La (11) se obtiene igua- lando á cero el término de la (10) independiente de «. Otro hecho digno de notarse, y que no podía preverse « priori, es que ni la (10) ni la (11) contienen el momento de las fuerzas externas M. Es decir que se puede sacar la siguiente conclusión : « En general, para una viga de determinada altura h, la máxima eco- nomía se realiza cuando uno de sus componentes (en este caso el ce- mento) trabaja á su máxima resistencia R y el otro (en este caso el hierro) soporta un esfuerzo unitario inferior al máximo aceptable R' en una cantidad que depende solamente de los precios de las varias partes de la viga y de las condiciones físicas de la misma (apoyo, em- potramiento, semiempotramiento, y no de las fuerzas externas agen- tes sobre la viga misma. » Puede, no obstante, presentarse el caso de que la (10) no admita nin- guna raíz real positiva inferior á R'* máximo. Eso indicaría que el caso hasta ahora estudiado no rige y que debe considerarse la subdi- visión (6). Subdivisión (b). — Refiriéndonos al diagrama (0), se obtiene fácil- mente la curva f”* (h) = 0 basándonos en la (9), poniendo en ella por R*' su máximo valor aceptable, y considerando h como función de R, a cuyo variable se dan sucesivos valores diversos. Para obtener ahora la f” (R) = 0 se procede análogamente á lo que se hizo para la subdivisión (a). Es decir, se considera, en la (8), h constante y R variable, pero substituyendo en lugar de esta última cantidad R — x, con la condi- ción de que sea siempre R > x > 0 porque, análogamente al caso anterior, R no puede cambiar de signo por tener que resistir el cemento á la compresión, ni puede superar el máximo valor R aceptable. Efectuada la substitución en la (S) se la deriva con respecto á , se simplifica, se ordena según las potencias decrecientes de « y se ob- tiene : CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO TS (12 (R— w0)' 2p,h + 4p, — ps (2kR" — 12m — hk') | — (ds ' 10 R' 3 O 5 2 P, 12 O ( + (R— 2) Sk" (ph +29) — 3, (8 —8mB' + 2m) ( + Y) Tu S - 2 2 / A) o Jl ] 2 6 Se o a A Vo Y) >5R 9) y M7 ón E e 2P3 4 pm — 10mk + ¿mk (+ (69) SE DN o R c+ + 4R'* 2 == Esta ecuación, si se considera h constante, dará el valor de R — x al que corresponde la máxima economía ; y, si se considera KR — x fun- ción de h, nos dará el modo de construir la curva f' (R) =0 del dia- erama (0). Del mismo modo podemos obtener de la (12) la condición para que la máxima economía corresponda á la máxima solicitación de los ma- teriales, condición expresada por la » 1 4 3 2 5) : (13) 17%, ,RB' + PB +Sp RE? + Op, RR (+ ) 1 7 E > - 2 ==) 4p,R'R' —-=p,R*(R' — 6m) + 16p,R*R'* —- p,R* (R'* — 9) - )) ñ : s 1 >? 2 — SMR' + 2m) + 4p,RR'* + 12p,R*R'* — - p,RR' (R'* — Di — 10mR' + 4m) + Sp ,RR* — PMR + 4p,R'? ' ES + Sp,RR'* + 16p,RR '*+8SR'*p, = 0; la que se obtiene haciendo en la (13) » = 0. Debe al mismo tiempo quedar satisfecha la (9). Sobre las ecuaciones (12) y (13) se pueden hacer análogas conside- raciones y deducir análogas conclusiones á las expuestas tratando de las (10) y (11). De lo que hemos expuesto resulta el siguiente corolario : « La condición necesaria y suficiente, para que la máxima economía 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA corresponda al caso del trabajo máximo admisible en los dos mate- riales que constituyen una viga de cemento armado, es que las ecua- ciones (9), (11) y (13) admitan una raíz común real y positiva ». En este caso la raíz h será la altura de la viga á la que corresponde la máxima economía, y depende de todas las condiciones del problema propuesto. Ahora, como en general el espesor de las armaduras secundarias es proporcional al esfuerzo de resbalamiento que se puede considerar constante, aun variando las dimensiones de la viga, el costo de dichas armaduras puede considerarse proporcional á la altura de la viga y expresarse con p,h, término que introducido en el costo, no afectará á las ecuaciones (10), (11), (12) y (13) pues sólo actúa sobre la (9). Pero, en la práctica conviene subdividir la sección del hierro ten- dido á fin de aumentar la adherencia. Es lo que induce, en las vigas anchas, á componer la sección total con secciones menores, las que indirectamente vienen á aumentar el costo de las armaduras secunda- rias proporcionalmente al ancho de la viga misma. Se puede entonces, con un pequeño error, considerar el costo de es- tas armaduras proporcional al perímetro de la viga, lo que nos pone con respecto á este precio en iguales condiciones que las del precio de la armazón de madera, de costo p,. Basta entonces, al calcular p,, aumentarlo de modo que quede in- cluído p,, con lo que rigen perfectamente los cálculos anteriores en su totalidad. Lo mismo puede decirse para el caso siguiente. Segundo caso : h = constante. — Puede ocurrir muchas veces, por razones constructivas ó estéticas, que no se pueda dar á la viga una altura cualquiera, si no que sea dada a priori. Como es fácil ver, esa faz del problema está ya resuelta en la trata- ción que hemos hecho del primer caso (h variable). Basta, entonces, descartar la fórmula (9) y aplicar sólo las (10), (11), (12) y (153), según el caso. : Pero esta faz de la cuestión se presta á ulteriores consideraciones. Las cuatro ecuaciones indicadas son independientes del momento M de las fuerzas externas, es decir que, para una serie de vigas en condiciones iguales, pero diversamente sobrecargadas, cuando tengan igual altura, basta encontrar las condiciones que dan la máxima eco- nomía y después hacer el ancho de cada una y el área de la sección del hierro directamente proporcionales al momento M. Entonces, cuando por razones constructivas Ak sea suficientemente CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 75 pequeña con respecto á M, conviene más un tipo de plataforma única (caso de un piso en una construcción civil) y no uno de vigas con pla- taformas entre ellas. Ejemplo : Calcular una viga simplemente apoyada en sus extremos, de longitud L = 4 metros, entre las verticales de apoyo. Sean : R = 45 kg/cm”; == 00040 cms Pp, = 30 $/m* = 0,00003 $/cm”; Pp, = 1425 $/m” = 0,001425 $/cm”; Py, = 4,50 $/m* = 0,00045 $/cm”; = 1000 kg/m = 10 ke/em == carga accidental. Resulta : = 200000 km/cm; m == 50 kg. Aplicando la (9) se obtiene : h = metros 0,116. Si substituímos este valor en la (10) se obtiene a* — 24614” + 3981416x — 602568913 = 0; la que admite una raíz real y positiva comprendida entre 0 y 1000. Por otra parte la (11) y la (13) no admiten una raíz común con la (9), por consiguiente, en este caso, el máximum de economía no corres- ponde á una viga en la que los materiales soporten el esfuerzo máxi- mo, si no á una disposición tal que el hierro soporte un esfuerzo infe- rior á ese máximo, cuyo valor podrá encontrarse construyendo las dos curvas del diagrama (a). Plataforma. — Para el cálculo de una plataforma tomemos en con- sideración una faja de la misma de ancho igual á la unidad; no ten- dremos en cuenta la acción que cada faja ejerce sobre las colaterales. En general, el croquis de la sección transversal de dicha faja será como el de la figura 3. Manteniendo las anotaciones anteriores, AA será el eje neutro, á distancia x de la fibra más comprimida; / la altura de la plataforma, comprendida entre la fibra más comprimida y el baricentro del hierro, cuya sección tiene un área s. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA =] O Con un procedimiento análogo al que hemos empleado para una viga, podremos establecer las condiciones de resistencia con las fór- mulas siguientes : (1) 7 105 (==) = 0 que MR 207 (2) M + mh= R3=— + 108 =— > 4 % | E Y q y (3) M + mh = R' aa + 10s (h — x) de las que se obtiene: E 4 => y) A (4) X 0 RUE , A ¿ h = 2m (5) 1 mM R(R+2R”) R'"+R — ¿mMaR' + RY+ MR (BF2B)> PENAS a R'"+R ( ; (6) 1 1 1 - + ym (R' + Ry + MR” (R —2kR') 10R'(R+2kR') Asegurada así, por medio de las (5) y (6), la resistencia, pasemos á considerar la máxima economía. El costo de una longitud unitaria de la faja considerada será : p PE=p,s = € a --] == Ó, más exactamente, será la cantidad que debemos hacer mínima. En ella no se incluye el costo de la armazón de madera, pues de- biendo ésta extenderse sólo en la parte inferior, es decir, sobre una su- perficie constante, no puede sufrir modificación. Ciertamente, ese costo depende también de la altura h porque es función del peso por sopot- tar, pero descuidando la influencia de la variación de ese término, quedamos en el orden de las aproximaciones que haremos más ade- lante. CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO Gi Siendo, en general, el peso propio suficientemente pequeño compa- rado con la carga accidental, substituímos en la (7) los valores de h y s, considerando á m = 0. Ahora, en lugar de hacer mínima la cantidad O, conviene, para eli- minar el radical, buscar el mínimo de C?. A A NE Sh de o o do a A A bir LA y , TB IA da | Je Con las simplificaciones indicadas, resulta : =) M el 159 2518 1 Ry” S A == E A (S) Z a A O En esta función existen dos cantidades que pueden considerarse co- mo variables : R y R', las que, sin embargo, en el caso que tratamos no pueden serlo simultáneamete. Caso (a). — Consideremos á R constante é igual á su máximo valor yá R' variable independiente. Conviene, como en los casos anteriores, modificar la variable po- niendo en lugar de R' la cantidad R' — x con la condición que se tenga ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA —] (0.0) OA Efectuando la substitución indicada en la (S) y derivándola con £ e . . £ £ . ! .s respecto á «, simplificando, igualándola á cero, se obtiene una ecuación de segundo grado en x, la que resuelta da: A a | pK A A A la raíz debe dársele el signo negativo para mantenernos en los límites impuestos por la condición (10) 1 E como asimismo debe resultar R a 9 << yo y, por ende, R* DE NS p,R' y (11 — <Á——A. y — | RH — ) AO | e lo que en las condiciones usuales queda realizado. Caso (b). — Ahora, si en la (S) queremos considerar á R como varia- ble, obtendremos análogamente : 0 A a A — 0/68 0) MS Sul == 0 ecuación de tercer grado en R — x, que nos da directamente el valor más económico por adoptar en este caso para la resistencia del ce- mento. De la (12) resulta que la condición necesaria y suficiente para que la máxima economía corresponda al caso de la máxima solicitación de ambos materiales es que entre los varios precios y las resistencias (*) Análogamente á lo que se hizo anteriormente, esta variable x no debe con- fundirse con la otra x de las (1), (2), (3) y (4). CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 10 máximas unitarias subsista la relación expresada por la siguiente ecuación : 6] E 1 : a , E (15) =a 2 p, + 2R7R' (50 +p,) — 6p,R “RR — sp,R'* ==0% De lo que antecede se desprenden las siguientes conclusiones : <« En el caso de una plataforma la máxima economía corresponde veneralmente á una disposición tal que el cemento trabaje al máximo aceptable y el hierro soporte un esfuerzo unitario inferior á su máximo de una cantidad que depende de los materiales empleados y de sus precios y no del conjunto de fuerzas externas que accionan sobre la plataforma ». Es decir que, en una localidad donde sean constantes los precios y la calidad de los materiales, el cálculo de la máxima economía se hace una vez por todas, aplicando la (9) ó la (12), según el caso, y dedu- ciendo después la altura h y la sección total, por metro de faja, del hierro por medio de las (5) y (6) para cada caso particular, substitu- yendo en estas últimas por R' ó R respectivamente una cantidad R'—x6 R — x en la que R'ó R son el máximo aceptable y «lo que resulte de la (9) ó de la (12). PIEZAS COMPRIMIDAS Pilares. — La sección horizontal de un pilar de cemento armado, cargado de punta y sometido á compresión simple, en general corres- ponderá al croquis de la figura 4: Es decir, un cuadrado de lado b, de cemento que contiene una can- tidad de hierro, cuya área total de la sección indicaremos con s. Sea P la carga total que grava sobre el pilar; fundándonos en la S0 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA relación existente entre los módulos de elasticidad de los materiales, que es igual á 10, podremos establecer la fórmula (1) P=R (0? + 95) donde R es un coeficiente que expresa la carga unitaria de seguridad aplicable á la superficie ideal formada por el área de la sección total del cemento y por el décuplo del área del hierro. Es importante esta definición, porque si el pilar fuese únicamente de cemento, no podría R superar los 25 kilogramos por centímetro cua- drado; mientras en el caso de que se trata puede alcanzar con toda seguridad á 50 kilogramos por centímetro cuadrado como se ha visto en varias construcciones. El costo de una longitud unitaria del pilar de que se trata será (2) pb? +p,s + 4p,b = UC que es la cantidad que debemos hacer mínima. Si en la (2) substituímos b ó s por el valor que resulta de la (1) se obtiene : P — Rb* (3) p,d? + p, 9 + 4p,b= C siendo b la variable independiente. Efectuando la derivación se obtiene que el valor de la variable que , hace mínima la (3) es una constante 15p, Di 9P; Pero si observamos las variaciones en el campo de la derivada 2* dl NES se nota que TE es negativa en las condiciones usuales del mercado, ab? el A e , porque p, < y P, lo que indica que la curva dirige su concavidad ha- cia abajo ó hacia el eje de las x, en la representación cartesiana; por consiguiente la (4) no representa un mínimo sino un máximo. Cambiamos, entonces, la variable. Tomemos una cantidad tal que se tenga (5) $ == 04 CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO s1 deduciremos : 9 pe P 16) a Si en la (2) se substituye los valores b y s en función de q, se deriva con respecto á q, y se simplifica, se obtiene la siguiente ecuación que resuelve el problema : (1) 65614" (p,p, — 18p,P, + z : : pe ] z P h ; Pp ) y P ; + 8147 (Bo, + 36p”, E s1p*, E a PD» E 18p, E) 5 Oo E + Slg R (4p, DP, ar 108p, p, ar SP») am Esta ecuación indica también que no siempre es económico un pilar de cemento armado, pues puede costar menos otro equivalente de hierro ó de cemento ó de hormigón solamente. En este último caso s = 0 ó lo que es lo mismo q = 0. La condición para que ésta sea la forma más económica se obtiene igualando á cero en la (7) el término independiente de la variable q, lo que, efectuando las simplificaciones oportunas, da: / >, 2 (S) Po 9P; Pai Pero por la observación que hemos hecho anteriormente, la cantidad R de la (5) no podrá ser la misma R de la (7), pues en la (5) es la carga unitaria de seguridad del pilar sin armaduras, es decir, del cemento ú hormigón. Si no se verificara la condición (S) y la (7) no admitiera raíces reales positivas, convendría más hacer el pilar exclusivamente de hierro, siempre que no sobreviniera la posibilidad de la flexopresión, lo que falsearía los cálculos. Debe observarse además, que los resultados de estas fórmulas no pueden acatarse como definitivos por las razones que vamos á exponer. Si de la (7) resultase un valor demasiado pequeño de q con respecto AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXVI 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA á b, no podría ser adoptado, pues la práctica ha demostrado que si la relación entre b?* y s es mayor que 100, no puede darse á R el valor que hemos asignado de 45 450 kilogramos por centímetro cúbico, si no que debe reducirse. En tal caso, conviene proceder por falsa posición haciendo variar á R según el valor de q hasta obtenerse dos valores de q y KR concordantes. Si al contrario el valor de q resulta excesivo con respecto á b, la economía buscada podría resultar ilusoria, porque la resistencia uni- taria del hierro es en realidad mucho mayor que 10 veces la del ce- mento. En el caso presente debemos admitirla como tal porque, para evitar agrietaduras, las deformaciones de los dos materiales deben ser iguales; pero convendría entonces verificar si no sería más conve- niente un pilar de hierro solamente, en el que este material pudiese desarrollar todo el trabajo de que es capaz, dándole un simple re- vestimiento de cemento para que resulte resistente contra el fuego (five proof). APÉNDICE Es ahora oportuno volver á considerar el caso de una viga. Muchas veces varios constructores no ponen hierro solamente en la parte tendida de la viga de cemento armado, si no que agregan una armadura de hierro también en la parte comprimida. El objeto es, na- turalmente, reducir la cantidad de cemento de que la viga está for- mada, descargando parte del esfuerzo de compresión sobre la nueva armadura interpuesta. Aquí también se presenta el problema de co- nocer cuándo es económica la introducción de dicha armadura y en qué proporción debe introducirse para obtener la máxima economía. Supongamos haber calculado una viga determinada, con los méto- dos anteriormente expuestos, de modo que sus dimensiones, forma, superficie del hierro tendido, etc., sean las que dan el mínimo gasto. Nuestro propósito es calcular otra viga, equivalente pero más econó- mica, en la que exista una armadura de hierro también en la parte comprimida. Conservando las anotaciones anteriores, el croquis de la sección transversal de las dos vigas será del tipo de la figura 5 : al La viga (a) es la que se ha calculado ya; la (4) es la de que se bus- can las dimensiones y que debe ser equivalente á la (a). La diferencia entre una y otra consiste en que en la segunda se ha CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 83 introducido una armadura de hierro, en la parte comprimida, cuya área total de sección se expresa con s” y, en consecuencia, se ha redu- cido el ancho de bá b”, dejando iguales todas las demás dimensiones. Cantidades incógnitas b” y s”. . 7 Y Y pen A po MZA O Para no alterar la posición del eje neutro, la armadura s' se coloca de modo que su baricentro quede á una distancia 7 de la fibra más 3) comprimida. Basándonos en las hipótesis anteriormente hechas para establecer la equivalencia de las secciones comprimidas en una y otra viga, po- dremos escribir : (1) ba=b'x+98'. El costo de una longitud unitaria de la viga (d) se expresa con : (2) p,b'h + p.s' + 2p,b'h = O0' que es la cantidad que se debe hacer mínima. Tomemos ahora, una cantidad q, tal que resulte : s4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA donde y serála variable independiente y s'y b'funciones de q. En efecto, 11 » (4) PE qe 18 y sq y / 1 r 1 a+) (5 at — — =p 1 a a al 109 "189 E Procediendo con el mismo sistema hasta ahora usado, derivemos € ' con respecto á q é igualemos á cero la derivada. Resultará una función (6) Los valores de las derivadas de b' y s” se obtienen de las (4) y (5) y se substituyen en las (6); simplificando y eliminando las raíces cua- «dradas (con una elevación al cuadrado), se obtiene : e E o SO 4 (7) y Lp, 00* + qb (52 — 4p,h — Sp, ) En D,2 DI 2d == Us la que es de cuarto grado aparente en q; si se pone q” = 2¿ se ve que la (7) resulta de segundo grado en 2, la cual para ser nula, requiere que (S) y p, — Y18p, 9P, Si de la (7) resultase ¿ un número imaginario, no habría convenien- cia en introducir hierro en la zona comprimida. No puede entonces hacerse cuestión de sistema con respecto á la introducción ó no de una armadura en la parte comprimida; si no que cuando no medien consideraciones extrañas á la economía, debe con- siderarse cada caso práctico aisladamente. Córdoba, octubre 28 de 1909, Aquiles Cechini Pugnals, Ingeniero en la Dirección general de puentes y caminos de la Nación. VARIEDADES UNIÓN INTERNACIONAL HISPANO-AMERICANA DE BIBLIOGRAFÍA Y TECNOLOGÍA CIENTÍFICAS Á las importantes reparticiones públicas y hombres de ciencia, nacionales y extranjeros, que se han adherido con vivo interés al proyecto de los ingenieros Torres Quevedo y Barabino, sobre creación de una oficina internacional hispano-americana encargada de fomen- tar las publicaciones de carácter científico, reeditar las agotadas y traducir las extranjeras que lo merecieren, así como la compilación de un diccionario tecnológico, tenemos que agregar las siguientes que damos en orden de fechas : Circulo de la prensa de Buenos Aires. — Manifiesta que: « Unifor- formar el tecnicismo científico es á la vez que facilitar la compren- sión, cultivar la pureza del lenguaje, dar á los vocablos expresión exacta y verdadera, propósitos en los cuales esa Junta será á no du- darlo secundada por todas las intelectualidades. » Instituto Central Metereolójico 1 jeofísico de Uhile; el cual «ofrece su colaboración en lo posible. » Museo Nacional de Montevideo, cuyo director nos comunica que tan- to el museo de su dirección como él personalmente prestarán su apo- yo al proyecto, deseando sua más inmediata realización. Real Academia de la Historia de Madrid, cuyo secretario nos esecri- be que dicha ilustre corporación «considera oportuno prestar su apoyo al proyecto de Bibliografía y tecnología científicas ». Centro Nacional de Ingenieros de Buenos Atres, declarando : que dicho proyecto es de la mayor utilidad para los países del habla cas- tellana y que el Centro Nacional de Ingenieros vería con agrado que fuera un hecho antes de mucho, para lo cual se puede contar con su decidido apoyo. Asociación Rural del Uruguay, de Montevideo, la cual dice: «La Comisión Directiva se complace en manifestar que esa comisión de 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA propaganda puede contar con el apoyo moral, que sin reserva le ofre- ce esta asociación, para cooperar en la conquista de los elevados fines que persigue, y que desea conocer la forma en que pudiera colaborar á fin de hacer efectivo su ofrecimiento... » Oficina hidrográfica de Valparaíso, la cual manifiesta: «La sola enunciación de este proyecto basta para hacer ver su importancia, y es de desear que se lleve á cabo cuanto antes su realización entre todas las repúblicas americanas. Si la oficina de mi cargo pudiese prestar no sólo su adhesión, sino su cooperación material al importante proyecto que patrocina, sería indudablemente para su personal una gran satis- facción hacerlo en la medida que le permitieran sus elementos. » Sociedad Geográfica de Lima, cuyo presidente nos escribe: « Puesta en conocimiento de la Junta Directiva de esta sociedad su estima- ble comunicación, me es grato manifestarle que sus indicaciones han sido bien acogidas y que desde luego ha resuelto que la Sociedad Geográfica de Lima se adhiera á ellos. » Dirección General del Instituto Geográfico y estadístico. Ministerio de Instrucción pública y bellas artes de España, comunica : «Me es muy erato manifestar á usted que esta Dirección general prestará toda la ayuda que las circunstancias permitan, al laudable proyecto de Bi- bliografía 1 Tecnología científicas... » Instituto médico nacional de México : su Director nos escribe mani- festando que: «con gran satisfacción me he impuesto del proyecto de Bibliografía y tecnología científicas, y que este instituto y personal- mente yo, lo aplaudimos... » Observatorio Meteorológico de Veracruz, Méjico: « ofrece su apoyo y cooperación para llevar á cabo tan hermosa idea. » Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid. — El señor secretario nos comunica que esta ilustre corporación acordó en sesión general : «prestar todo su apoyo moral á dicho pro- yecto, que, una vez realizado, tanto ha de contribuir á estrechar los lazos de unión entre los hombres de ciencia de ambos países. Proyeec- to tanto más interesante para la Academia cuanto que su delegado en el Congreso Científico Internacional Americano, señor Torres y Quevedo, ha sido uno de los iniciadores de tan feliz pensamiento. » Es tanto más importante esta adhesión cuanto que precisamente se trata de publicaciones científicas que son de la incumbencia de este centro colegiado. Observatorio meteorológico de León, Guanajuato, Méjico: «Aplaude de toda buena voluntad el proyecto de Bibliografía y tecnología científicas VARIEDADES 87 que estima de grandísima importancia y procurará, hasta donde sea posible, ayudar á la realización de tan bella idea. » Instituto Geográfico Argentino. — Se adhiere al proyecto de Biblio- grafía y tecnología científicas y pone á disposición de los encargados de llevar á la práctica la obra, todos los elementos de que dispone la bi- blioteca del Instituto. Museo Nacional de Caracas, Venezuela. — Expresa que le es alta- mente satisfactorio participar que con el mayor gusto é interés pres- tará todo su apoyo moral á dicho proyecto, cuya realización considera de gran importancia para todos los países que hablan la lengua caste- llana. » Museo de historia nacional de Lima, Perú. -— El señor director de es- te museo nos comunica su adhesión á la idea capital de nuestro proyec- to de Unión internacional bibliográfica y tecnológica; pero disiente en algunos detalles. Por ejemplo: entiende que no conviene radicar en Madrid sino en Buenos Ajres la sede principal de la oficina proyec- tada, y que debe concretarse á publicaciones científicas, ete., de la América latina tan sólo. No podemos aceptar la indicación, porque sería desvirtuar el fun damento primordial que hemos tenido en vista al proyectar esta unión internacional hispano-americana.. Universidad Nacional de San Salvador. — Comunica que « está dis- puesta á prestar en lo que vale su apoyo moral al referido proyecto. » Real Sociedad Geográfica de Madrid. — Remite un ejemplar del bo- letín Revista de Geografía, etc., en el que se insertó el acta de la sesión en que se dió cuenta del proyecto de Bibliografía, ete., «feliz inicia- tiva en favor de la lengua castellana y del fomento y desarrollo de la labor científica que realizan todos los que hablan en aquel idioma. » Por consiguiente, la Real sociedad geográfica ofrece su Concurso moral á la comisión encargada de realizar el proyecto y está dispuesta á cooperar en los trabajos de la misma con decisión y entusiasmo. Como se ve, la idea de esta unión internacional entre los elemen- tos estudiosos de América latina y España, en pro del mayor lustre de nuestra hermosa lengua, encuentra apoyo y simpatía en todos los intelectuales, colegiados ó particulares. Esperamos de nuestro conso- cio y compañero de tareas, el ilustrado ingeniero Torres Quevedo, co- municaciones relativas al apoyo prestado al mismo proyecto en la ma- dre patria, las que no pueden ser sino favorables. De de 1 BIBLIOGRAFÍA CASA EDITORIAL CH. BÉRANGER, PARIS. La géologie et les richesses minerales de 1'Asie. Historique, industrie, pro- duction, avenir, métallogénie [Sibérie, Oural, Caucase, Turkestan, Mer Egée, Asie mineure, Perse, Inde, Insulinde, Indo-chine, Chine, Japon, etc., par L. DE LAUNAY, ingénieur en chef des mines, professeur á 1"École supérieure des mi- nes eta École de ponts et chaussées. Un volume in 8%, de 816 pages, avec 82 figures dans le texte et 10 planches hors texte, dont 3 en couleur. Ch. Béran- ger, éditeur. París, 1911. Prix relié, 55 frances. Es una obra voluminosa, continuación de la otra homóloga, publicada con igual fin en 1903, sobre Les richesses minérales de l' Afrique. El autor hace 25 años que viene ocupándose en un trabajo sintético de conjunto, sobre vetas metalíferas o sea un tratado de metalojenia, rama de la ¡jeolojía que requiere para afirmarse para progresar e imponerse, que se sistematicen los conocimientos parciales, lo- cales, jeneralizándolos especialmente del punto de vista tectónico, 1 teniendo pre- sente las leyes de la físicoquímica más modernas. El trabajo actual del profesor De Launay es una fuerte contribución en ese sentido; aunque el propio autor no desconoce que puede presentar lagunas, fá- cilmente esplicables, dada la localización de los estudios. Su obra abarca la economía industrial i la metalojenia. En la primera diserta sobre la evolución de la industria minera asiática desde antaño hasta el presente, i sobre los caracteres jenerales de esta industria, el desarrollo económico del Asia, la estensión progresiva de su red ferroviaria, la división en grandes Zonas de in- fluencia 1 el movimiento autóctono nacionalista, cada vez más marcado, i, por fin, las condiciones especiales de los centros de estracción. En la segunda — la esencialmente jeolójica — hace la historia jeolójica del Asia, estableciendo cómo con el correr del tiempo se han modificado los contornos i relieves de los conti- nentes; trata jeográficamente de. la división del Asia en grandes provincias na- turales, de historia independiente, correspondiendo a condiciones medias diferen- tes de plegado, disjunción, inyección ignea, metamorfismo i erosión: estudia las riquezas metalíferas teniendo en vista los fenómenos ígneos o hidrotermales i las acciones sedimentarias. En resumen, el libro consta de tres grandes secciones : industria, jeolojía (es- BIBLIOGRAFÍA 89 tratierafía 1 tectónica) 1 metalojenia rejional. La primera abarca : historia de la industria minera en Asia, caracteres jenerales del desarrollo minero actual, re- partición estadística, estudio especial de la industria minera en cada rejión. La segunda, comprende la jeolojía del Asia (estratigrafía i tectónica) estudiada en su conjunto 1 rejionalmente. La tercera se ocupa de la metalojenia rejional, descri- biendo las principales rejiones metalíferas. S. E. BARABINO. Traité de chimie organique par R. ANSCHUÚTZ, professeur a 1/Université de Bonn, directeur de 1"Institut chimique de 1"Université de Bonn et G. SCHRATER, professeur a 1Université de Bonn. Premiere édition francaise traduite d'apres la onzieme édition allemande par HE. Gault, chargé de cours a la Faculté des Sciences de 1"Université de Besancon. Tome premier, serie acyclique. Un vo- lume in-80 de XxxXIV-884 pages. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 25 frances. ] Su traductor, el profesor Gault, dice en su introducción : « El tratado de quí- mica orgánica de Richter-Anschiitz goza de renombre universal; hemos creído que una traducción de esta obra podrá prestar reales servicios 4 los químicos »... Por su parte, el profesor Haller, de la Universidad de París i miembro del Instituto, ratifica la precedente opinión, diciendo que pocos tratados de químic: como el actual, cuyo primer autor fué V. Von RICHTER han alcanzado de 30 años a esta parte, un éxito tan lejítimo i tan constante, por lo ordenado, la ¡juiciosa elección de las cuestiones expuestas, redacción sobria i su concisión sin perjuicio para la claridad. En las sucesivas ediciones la obra, siguiendo paso a paso los progresos de la química, haido aumentando de doctrina 1, por ende, de mole, talmente, que la 112 edición ha debido aparecer en dos grandes volúmenes. Hai que confesar que en la nueva disposición dada a la obra de Richter por sus doctos continuadores, los profesores Anschiitz i Schreter, éstos han conse- euido, no sólo ponerla al día, sino conservarle sus buenas cualidades. Veamos el programa desarrollado en este primer volumen : Introducción (composición de las combinaciones orgánicas, establecimiento de la fórmula química, constitución de las combinaciones orgánicas, nomenclatura 1 propiedades físicas o de las combinaciones orgánicas, acción de la luz, del calor 1 de la electricidad, combinación directa del carbono con los otros elementos, clasificación de las combinaciones orgánicas). Combinaciones actelicas o de cadena abierta. Serie actelica, grasa o asfáltica. — [Carburos de hidrójeno, hidrocarburos, derivados halójenos de los carburos]. Derivados oxijenados de los carburos saturados. — [Alcoholes monovalentes i pro- ductos de oxidación correspondientes, dialcoholes, alcoholes bivalentes i produc- tos de oxidación correspondientes. Trialcoholes, alcoholes trivalentes : glicerinas i productos de oxidación correspondientes, alcoholes tetravalentes i productos de oxidación correspondientes, alcoholes pentavalentes, pentitas i productos de oxi- dación correspondientes, alcoholes exa i polivalentes (polialcoholes) i productos de oxidación correspondientes. Apéndice : Éteres de los poliácidos superiores, sustancias animales i vejetales dle constitución desconocida. 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No me detendré a hacer resaltar lo bondad de esta obra : la autorizada opinión de los profesores Haller i Gault, i sobre todo, la aceptación pública del trabajo que, aun conservándose en una lengua poco difusa como la alemana, ha alcan- zado once ediciones, son garantías más que suficientes para establecer su posi- tiva utilidad. S. E. BARABINO. Poussée dos terres. Deuxieme partie. Théorie des terres cohérentes, applica- tions, tables numériques, par JraN RÉsaL, inspecteur général, professeur a PÉcole de ponts et chaussées. Un volume grand in-8% de x1-340 pages, avec 115 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix broché, 15 franes. Constituye la segunda parte de la obra que el mismo autor publicó en 1903, sobre el equilibrio de las tierras sin cohesión, como las arenas o gravas puras; pasa como en la mayoría de los casos, las tierras por sostener que encuentra en su práctica el injeniero, están dotadas, poco o mucho, de cohesión, las condicio- nes de empuje i de resistencia 1, por ende, de equilibrio, cambian sensiblemente. El injeniero Résal, protesta contra el consejo dado por Rankine; i que en mérito a los méritos del consejero, es seguido por la mayor parte de los injenieros de «no tomar en cuenta la cohesión de las tierras al calcular el empuje de las mismas ». Resal asevera que en vez de conseguir un exceso de estabilidad siguiendo es: prescrición, la práctica de estas obras prueba lo contrario. A la regla de Rankine atribuye la causa de los desperfectos que con frecuencia ocurren. Í agrega : «Si en los terrenos arcillosos se despreciara en absoluto la cohesión habría que darlas un talud de cuatro i aun mismo de seis de base por uno de altura; a los muros de sostén, espesores enormes, con un coste elevadísimo, que no justificaría la razón de la seguridad. » También protesta el autor contra la costumbre reinante entre los constructo- res de dar a priori a una clase de tierra determinada un ángulo único de roza- miento, cualquiera sean la disposición i dimensiones de una obra, siendo así que puede oscilar entre límites mui sensibles por causas diversas, especialmente por la altura de las tierras por contrarrestrar. Por estos fundamentos, el autor se ha decidido a emprender el estudio racio- nal del empuje de las tierras admitiendo la cohesión. Tal es el objeto de esta se- gunda parte de su trabajo. Creemos útil seguir someramente al autor en sus observaciones al respecto. Adopta la opinión de Coulomb, vale decir que para las tierras coherentes la resistencia al deslizamiento es proporcional a la 'extensión de la superficie de fractura (fuerza de cohesión), i proporcional también a la presión normal de las dos superficies desunidas (fuerza de rozamiento), i llega a una solución rigu- rosa del problema, deduciendo fórmulas prácticas aplicables al estricto equili- brio, actuando el rozamiento 1 la cohesión; es decir, al cálculo de los muros de sostén, de acuerdo con las condiciones de estabilidad de los macizos de tierra. El profesor Résal declara que en ninguno de los tratados científicos o técni- cos que pudo consultar ha hallado normas aceptables sobre la coherencia i án- eulo de fricción de las tierras arcillosas. Los valores atribuídos a la cohesión BIBLIOGRAFÍA 91 on bajos i los del ángulo de frotamiento elevados (triples o cuádruples de su valor real), por cuya razón, a falta de un valor esperimental, adoptó en sus ejemplos numéricos un tipo hipotético de tierra coherente 1, por ende, de su co- hesión 1 ángulo de rozamiento. Sin embargo, las experiencias que están reali- zando al respecto los injenieros Jacquinot i Frontard, relativas a dichos coefi- cientes, parecen justificar la apreciación de Résal. Resulta de dichas experiencias : a) que la definición de Coulomb relativa a las tierras coherentes es exacta, anun sobrepasando la carga máxima de 5 kg/cm” adoptado en la práctica; b) que en el ángulo de rozamiento para las tierras arci- llosas (que Résal presentía no debe llegar a 15”) en ningún caso le hallaron aque- llos esperimentadores, inferior a 8”, ni superior a 10? 30”; e) que los ángulos de 25% a 40%, indicados en los tratados, están en contradicción con la realidad ; d) que la cohesión c, a la que Résal da un valor 24 en sus aplicaciones, no fué hallada inferior a A ni superior a 34, es decir, que la media de dichos valores, concuerda con la apreciación del autor; e) no está probado que la proporción de agua influya sobre el ángulo de rozamiento. Tal vez influya pero mui poco : los valores estremos hallados para el ángulo 2 nunca fueron < 8 (tierra mui mojada) ni > 10% 3” (tierra casi seca), este último dato, inseguro; f) en cambio, el agua mucho influye sobre la cohesión ec, que, en dichas esperiencias, varió entre A, para las tierras empapadas, hasta 1,54, o mejor, 24, para las casi secas; 9) la compacidad de las tierras parece no influir en el ángulo de rozamiento pero sí sobre la cohesión. La relación Ñ = 1 para tierra comprimida a mano, ascendió a 21 aun a 3 para tierras enérgica 1 prolongadamente comprimida, es decir, que el apisonado i el batido aumentarían la cohesión sin modificar la fricción. El profesor Résal ha dividido su trabajo en tres secciones. En la primera, Teoria del equilibrio de las tierras dotadas de cohesión, estudia las propiedades de éstas, su equilibrio, línea de rotura, equilibrio de los macizos, ete. ; en la segun- da, Movimientos de tierra, su deslizamiento, los taludes, etc.; en la tercera, Mu- ros de sostén, los terraplenes libres, inclinados, el cálculo del empuje, la resisten- cia al deslizamiento en su base, su estabilidad, ete. Agrega cuatro tablas numéricas para la práctica aplicación de sus fórmulas, i termina con una nota sobre la presa de tierra del reservatorio de Charmes (Haute Marne). S. E. BARABINO. Traité de topographie, par ANDRÉ PELLETAN, inspecteur général des mines, professeur a 1”École nationale supérieure des mines. Denxieme édition, revue et considérablement augmentée. Un volume grand in-8% de xI-528 pages, avec 348 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Es conocido de los injenieros el tratado de topografía del profesor Pelletan, obra de carácter científico, fundamental, a la vez que práctica. Esta nueva edición ha sido convenientemente ampliada por el autor hasta su 82 sección (fotogrametría), la cual por el inesperado i lamentable fallecimiento del mismo, fué revisada i puesta al día por el señor Mouronval, amigo i colabo- rador del profesor Pelletan. Para los que no conozcan esta obra daremos algunos datos al respecto. 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Está dividida en dos grandes secciones : la primera trata de las ciencias que necesita conocer el topógrafo; la segunda, de los instrumentos i métodos topo- vráficos. En la primera, están comprendidas la óptica jeométrica (teoría de Gauss i de sus continuadores Hamilton, Seidel i Schwarzschild): es decir, abarca las leyes de la óptica, propiedades principales de un haz de rayos, homografía óptica, sistemas isoaxiales, jeometría de las superficies de ondas, el eikonal, aberraciones jeométricas cromáticas, lentes, anteojo astronómico, óptica de las lentes ¡ objetivos fotográficos. Siguen varios capítulos dedicados a la astronomía del punto de vista de las aplicaciones : nociones de astronomía, tiempos i coordenadas astronómicas diver- sas, problemas de astronomía, determinación de la meridiana, ídem de las coor- denas jeográficas de un lugar por observaciones astronómicas. Pasa el autor a estudiar con algún detalle, la teoría de los errores, cuyo co- nocimiento es tan útil en los cálculos : comienza por dar nociones sobre el cálculo de las probabilidades, la lei de la repartición de los errores, los principios funda- mentales de la teoría de los errores, de la compensación en jeneral i de una trian- eulación, método simplificado. En la segunda sección dedicada, como dijimos, a los instrumentos i operaciones figuran los métodos topográficos, teniendo ó no en cuenta la curvatura terres- tre; el análisis de los instrumentos, limbos, niveles, anteojos 1 sus elementos característicos, teodolitos, instrumentos de reflexión, brájulas, declinatorios, aparatos para medir lonjitudes, telémetros, niveles, instrumentos de agrimen- sura, i por lo que a levantamientos se refiere, triangulación (preliminares, me- dida de bases i ángulos, orientación, coordenadas) ; levantamiento de los detalles, nivelaciones (ordinaria i de precisión); levantamiento subterráneo (con teodo- lito, con brújula); nivelación de las minas, orientación de los planos subte- Iráneos. I termina con los capítulos relativos a la fotogrametría 1 los levantamientos panorámicos. Es un interesante trabajo. S. E. BARABINO. Lecons sir lexoloitation dos mines et en particulier sur lexrploitation des houilléves par F. Hrrsk, professeur et directeur de 1”École des mines de Bo- chum et F. HerBsr, professeur a l'École technique supérieure d'Aix-la-Cha- pelle. Tome I, traduit de l'allemand par /. G. Bousquet, ingénieur des arts et manufactures, avec la collaboration de MM. P. Bouzanquet, ingénieur des arts et manufactures ; C. Dupont, ingénieur civil des mines et E. Lécrivain, ingé- nieur civil des mines. Un volume grand-in-89, de Xx11-727 pages, avec 583 fign- res dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Los profesores Heise i Herbst dicen que no es posible, ni sería conveniente, una obra completa que abarcara todo el complejo arte de las minas: lo primero, por lo enorme amplitud del trabajo; lo segundo, porque son tan rápidos los pro- egresos en este ramo que, terminada la obra, resultaría ya vieja... Mui justa la observación. Es lo que ocurre con ciertas enciclopedias, especial- mente españolas, que tardan varios años en ser publicadas: cuando concluyen » son viejas. BIBLIOGRAFÍA 93 Por eso los autores se ham decidido a hacer obra esclusivamente relativa a la esplotación de las hulleras, destinada más que a los hombres del oficio, alos estudiantes de las escuelas de minas, para que les sirva de guía, dán- doles a conocer los hechos permanentes e importantes basados científicamente i Juzgándolos a la luz de una crítica seria; i estudiando en cambio, someramente los casos de explotaciones de minas destinadas á sufrir pronto modificaciones. Los traductores hacen notar que, aparte de los tratados clásicos, se hacía sen- tir la necesidad de una obra elemental como la presente, en la cual el estudiante hallara tras de la teoría, un ejemplo de aplicación práctica en cada caso. La obra comprende: I, Jeolojía 1 yacimiento; II, Investigación de los yacimientos; III, Derribo (estracción); IV, Esplotación; V, Ventilación. Estas cinco grandes secciones están desarrolladas con la necesaria amplitud, menos la primera que, como es lójico, se concreta a dar los conocimientos jeo- lójicos, mineralójicos 1 meteorolójicos necesarios para la mejor comprensión del testo. Para terminar, agregaremos que son dignas de encomio las figuras, esque- mas, etc., intercaladas en la obra, por su notable perfección. S. E. BaRABINO. L'année électrique, électrothérapique et radiographique. Revue annuelle des pro- gres électriques en 1910, par le docteur FOVEAU DE COURMELLES, lauréat de l1”Académie de médecine, membre de diverses sociétés savantes, professeur d'électrologie etradiologie médicales, etc., etc. Onzieme année. Un volume de 315 pages. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix 3,50. Bien conocido es el anuario del doctor Foveau de Courmelles, recopilación sin- tética de cuanto de mayor interés se ha producido durante el año fenecido en el campo de las aplicaciones eléctricas. Nos concretaremos, pues, a indicar los ca- pítulos que lo constituyen : I, Aparatos i hechos nuevos; II, Electroquímica; III, Luz; IV, Calefacción : V, Tracción eléctrica; VI, Telégrafos i señales ; VII, Marconigrafía; VII, Elec- tricidad atmosférica; IX, Fuentes diversas de electricidad; X, Aplicaciones di- versas; XI, Hijiene 1 seguridad eléctricas; XIL, Electrofisiolojía i electroterapia; XIII, Radiografía; XIV, Radioterapia; XV, Fototerapia ; XVI, El radio i la ra- dioactividad; XVIT, Jurisprudencia; XVIII, Necrolojía i noticias. Etude théorique et pratique sur le transport etla manutentión mécani- ques des matériaux et marchandises dans les usines, las magasins, les chantiers, les mines, etc. par GEORG VON HÁNFFSTENGEL, traduit de l”allemand par Maurice Chavane, ingénieur civil des mines. Tome deuxieme : Transport par charges isolées. Un volume de 11-292 pages, grand in-8%avec 445 figures dans le texte. Ch. Bé- ranger, éditeur. París, 1911. Prix relié, 15 frances. Recordarán nuestros lectores que, en la entrega de abril de 1910, nos ocupamos > , > 1 favorablemente del primer tomo de esta importante obra del profesor von Hanff- stengel, de la escuela real técaica de Berlín. La misma opinión nos hemos for- 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mado al examinar esta segunda parte de su trabajo, i con tanta mayor razón cuanto que aborda problemas de más difícil solución analítica, por las complica- ciones que importan las variaciones en la dirección i en la velocidad de los mo- vimientos de los mecanismos, pues estudia los llamados trasportadores disconti- nuos, mientras el primer tomo lo dedicó a los continuos. Como era lójico, el autor teniendo en vista esencialmente la economía de los trasportes no entra en detalles de construcción de los mecanismos sino en cuanto importa conocer para conseguir aquélla. Las materias tratadas son las siguientes : I, Vías férreas : vagones para mercaderías, volcadores de vagones, vía de dos rieles sin tracción continua, vía monoriel, sistema inglés de vía de cable (cablecarril); II, Montacargas : montacargas accionadas con moyimiento continuo, ídem de movimiento alterno; III, Gruas i puentes rodantes : de trasporte, disposi- ción del cable, torno i carro rodante, armazón de la erúa, utilización de las grúas. Repetiremos aquí la crítica de detalle que hicimos al dar cuenta del primer tomo de esta obra. Decíamos : «Si el autor alemán procedió mal dando las siglas a su antojo, de conformidad con su propia lengua, el traductor debió corregirlas, sustituyéndolas con las universalmente adoptadas. Así hora no es st sino h; ni minuto, mín sino m; segundo s i no sek; el caballo vapor se indica en todas par- tes con HP (horse power) i no con PS; el peso específico por = ino Y; con f representamos el rozamiento i no superficie; 1 así varias de las otras anotaciones 1 abreviaciones. Estas siglas caprichosas sino desfavorecen al fondo del trabajo, son por lo menos fastidiosas para los que deben estudiar el testo. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL U. HOEPLI, MILÁN. Trattato teorico pratico di costruzioni, civili, rurali, stradali e idrauliche. Volume II. Lavori in terra, strade, opere d'arti stradali, costruzioni idrauli- che, condotta dei lavori, legislazione, per l'ingegnere €. Levi. Un volume di 720 pagine, con 377 incisioni nel testo. Ulrico Hoepli, editore. Milano, 1911. Prezzo, 12 lire. Es el segundo volumen de la obra emprendida por el profesor Levi, conocido ya ventajosamente por otros trabajos de positivo mérito, que figuran en los bien nutridos catálogos de la grande casa editora milanesa de Ulrico Hoepli. El autor explica la demora en aparecer este segundo volumen con un hecho que importa el mejor elojio que puede hacerse a su trabajo. Dice el profesor Levi : « Pido escusas a los corteses lectores por la prolongada demora con que, a pe- sar mío, he hecho aparecer este segundo volumen, pues habiéndose agotado la edición del volumen primero, tuve que atender también a la preparación de una nueva edición del mismo, notablemente aumentada. » Solo cuando una obra es de positivo interés, puede merecer del público profe- sional tan notable aceptación como para ser agotada sin dar tiempo a que apa- rezca el segundo volumen de la misma; porque hai que tener en cuenta que los BIBLIOGRAFÍA 95 cultores de la ciencia de la construcción son relativamente pocos i que el coste dle estas publicaciones, siempre elevado por las ilustraciones, no está, especial- mente en Europa, al alcance de todos los bolsillos. No conocemos dicho primer volumen, razón por la cual nos reservamos dar cuenta del mismo en la anunciada próxima aparición de la segunda edición. En cuanto al volumen segundo que acabamos de examinar, debemos ante todo hacer resaltar la admirable impresión, clara, nítida, a pesar del tipo pequeño empleado (cuerpo 8), i con figuras bien diseñadas i grabadas, presentando un as- pecto simpático que convida a leerlo. Nos recuerda las publicaciones de nuestros editores, señores Coni hermanos, los que, como es sabido, rivalizan con las mejores casas editoriales de Europa i Norte América. En cuanto al fondo dela obra, el profesor Levi, desarrolla en este volumen las siguientes materias : 1, Movimientos de tierra i carreteras (nociones ¡jenerales, caminos, su trazado, proyecto, construcción, superestructura); Il, Obras de arte viales (fundaciones, muros de sostenimiento, túneles, nociones constructivas de puentes de mampostería, estabilidad de los mismos, puentes oblicuos, cimbra- miento i descimbramiento de las bóvedas, nociones sobre puentes de hierro, puentes «de tramos rectilíneos, ídem, ídem, continuo, tramos curvilíneos, puentes de hierro, arco, ídem colgantes, puentes de madera; III, Construcciones hidráwli- cas (canales i obras de arte correspondientes, datos de construcción pertinentes a los diversos jéneros de canales, conductos cloacales, acueductos, obras de reji- mentación 1 de defensa en torrentes i ríos); IV, Ejecución de los trabajos, leyes ¡ reglamentos, pliegos de condiciones (marcha de los trabajos, legislación rela- tiva a trabajos realizados por el Estado, legislación sobre carreteras i ferroca- rriles, legislación sobre aguas, espropiaciones, pericias, arbitrajes, pliego de con- diciones en los diversos casos). Amplio programa que justifica lo voluminoso de la obra. En el desarrollo de la misma, el autor ha puesto a contribución a los más reputados tratadistas 1 profesores, cuyos nombres cita, lo que da mayor autoridad a su trabajo. Como el título lo indica, a la teoría acompaña, cuando es necesario, el ejemplo numérico que hace práctica la enseñanza del testo. Manuale di livellazione pratica, compilato da Mano VEGLIO, asistente nel corpo del Genio Civile. Un volume di pagine xIr-150, con 47 incisioni nel testo. Ulrico Hoepli, editore. Milano, 1911. Lire 2. El objeto del autor es presentar en un libro manual, compendiadamente, los métodos prácticos para proyectar i efectuar una nivelación ordinaria, los que, en jeneral, se hallan involucrados en las obras jenerales de topografía. El trabajo está dividido en tres secciones : 4) Descripción de los diversas sis- temas de niveles jeneralmente empleados; b) procedimientos 1 criterios por se- guir para verificar una operación altimétrica; c) nivelación taquimétrica. Dada la importancia de las nivelaciones en los estudios de injeniería lójico es admitir que un libro destinado a facilitar su ejecución i asegurar su exactitud en forma realmente práctica, ofrece ventajas que fomentarán su adquisición por los profesionales. El manual del señor Veglio forma parte de la valiosa colección de Mamuali 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hoepli, de reputación mundial, la que cuesta ya con más de 1100 volúmenes, sobre todas las ramas del saber humano. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL HERMANN A. FILS, PARIS. Traite de chimie générale, par W. NERrNST, professeur a 1Université et di- recteur de chimie-physique de 14Université de Berlin. Ouvrage traduit sur la 6* édition allemande par 4. Corvisy, professeur agrégé des sciences physiques au lycée Gay-Lussac, professeur suppléant a 1'École de medecine et de pharma- cie de Limoges. Premiere partie : Propriétés générales des corps. dtome et molé- cule. Un volume de 510 pages, grand in-8% avec 33 figures dans le texte. A. Hermmann et fils, éditeurs. París. 1911. Prix broché, 12 frances. Seis ediciones alemanas de la obra del profesor Nernst justifican plenamente la publicación de una edición francesa. Su traductor, el profesor Corvisy, hace notar que la favorabilísima acojida que el trabajo del profesor Nernst ha tenido en el mundo científico no estriba sólo en el mérito personal del sabio autor, sino que también en las sobresalientes cualidades del tratado, el cual ha servido de norma a muchos otros posterior- mente aparecidos en Europai América. El autor divide su trabajo en cuatro libros : en el primero, se ocupa de las propiedades jenerales de la materia, fundado en hechos reales establecidos por la experiencia ; en el segundo, se consagra al desarrollo de la hipótesis molecular 1 así como en el anterior predomina el estudio físico, este segundo libro entra más especialmente en el dominio de la química. Los dos últimos libros se ocuparán del estudio de la afinidad química en esta forma : el tercero tratará de la trans- formación de la materia i el cuarto de la transformación de la enerjía. Ahora, he aquí el índice en síntesis : Introducción a algunos principios fundamentales de la física moderna, estados gaseoso, líquido i sólido, mezclas físicas, soluciones diluídas, teoría atómica, teo- vía cinética de las moléculas, determinación del peso molecular constitución de las moléculas, propiedades físicas 1 arquitectura molecular, disociación de los sases, disociación electrolítica, propiedades físicas de las soluciones salinas, teo- ría atómica de la electricidad, el estado metálico, la radioactividad, estado eoloi- dal, magnitud absoluta de las moléculas. Los temas tratados, como se ve, no pueden ser ni más modernos ni más atrayentes; 1 tratados majistralmente por elautor aseguran un éxito envidiable a esta vulgarización francesa, que pone ala obra al alcance de la mayoría de los estudiosos, que desconocen el alemán. S. E. BARABINO. OMISIÓN ¿n el número anterior de los ANALES, apareció sin firma al pié, un artículo “sobre la Determinación de la intensidad de la coloración de los pimentones ¿su apli- cación como base para la clasificación de los mismos. Dicho trabajo es debido al doctor F. AureELIO Mazza, quien, como ya lo hicimos constar lo presentó al Congreso de Medicina é Higiene en mayo del año pasado. La Dirección. González, Castaño R. González, Calderón A. González, Juan B. - Granero, Miguel. - -« Gradin, Carlos. « Gregorino, Juan. - Gegorini, Juan A. Grieben, Arturo. -——Grianta, Luis. - Groizard, Alfonso. - Guido, Miguel. -—Guidi, José. - Guasco, Carlos. - Guglielmi, Cayetano M. Guglialmelli, Luis (. Gutiérrez, Ricardo J. -—Guesalaga, Alejandro. — Hauman, Merck Lucien. ;: Haffter, Rodrigo. Harrington, Daniel. Hermite, Enrique. Herrera Vega, Rafael. : Herrera Vega, Marcelino. Herrera, Nicolás M. - - Herrero, Ducloux E. Henry, Julio. Hicken. Cristóbal M. Holmberg, Eduardo R. Hoyo, Arturo. Huergo, Luis A. (hijo) Huergo, Eduardo. Hughes, Miguel. Ibarra, Luis de. Iriarte, Juan. Libarne, Pedro. Isbert, Casimiro Y. Issouribehere, Pedro J. Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo G. lturbe, Miguel. Ivanissevich, Ludovico. —Jatho, Alfredo. —: “Jacobacci, Guido. Jonas, Godofredo L.- Jonas, Justo B. - Jurado, Ricardo. -Ketzelman, Feda Kock, Víctór. Krause, Otto. Krause, Julio. Klein, Hermán. - Kreusberg, Jorge. Lafone Quevedo, Samuel A. -— Labarthe, Julio. - Lahille, Fernando. Langdon, Juan A. . Landeira, Pedro V. ja e SOCIOS. ACTIVOS (Continuación Laporte, Luis B. Larreguy, José. Larco, Estebán. Larguía, Carlos. Lassalle, León. Lathan Urtubey, Augusto. Latzina, Eduardo. Lavarello, Pedro. Lavergne, Agustín. Lea, Allan B. Lederer, Osvaldo. Leguizamón, Martín M. Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo-de. Lesage, Julio.. Letiche, Enrique. Levylier, H. M. López, José M. López, Martín J. Longobardi, Ernesto. Lovigne, Pedro 6. Lugones, Lorenzo. Lugones, Arturo M. Lucero, Octavio. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Lutscher, Andrés A. Madrid, Enrique de. Magy, Luis A. Magnin, Jorge. Magliano, Augusto. Malbran, Carlos. Maligne, Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Manzanarez, Enrique. Maradona, Santiago. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. _Marotta, Pedro. Marino, Alfredo. Martínez Pita, Rodolfo. Marti, Ricardo. Massini, Estéban. Maupas, Ernesto. Mattos, Manuel E. de. Mazza, Aurelio F. Medina, José A. Meoli, Gabriel. Mercáu, Agustín. | Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. . Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. Molina y Vedia, Delfina. Molina y Vedia, Adolfo. Monge Muñoz, Arturo. _Moeller, Eduardo. Molina, Waldino. . Molina Civit, Juan. Mon, Josué R. Morales, Carlos María. | Morel, Camilo. Moreno, Francisco P. Moreno, Jorge. Moreno, Evaristo Y. Moreno, Josué F. Morón, Ventura. Mormes. Andrés. Morón, Teodor» F. Morteo, Carlos F. Morteo, Ignacio A. Mosconi, Enrique. Mugica, Adolfo. Mussini, José A. Narbondo, Juan L. Nagera, Juan José. Navarro Viola, Jorge. Natale, Alfredo. Negri, César. Newton, Artemio R. Niebuhr, Adolfo. Nielsen. Juan. Nystrómer, Carlos. - Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. Noceti, Domingo. Nogués, Domingo. Nougues, Luis F. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. Nuñez, Guillermo. Ocampo, Jorge. Ochoa. Arturo. Olivera, Carlos E. Oliveri. Alfredo. Orcoyen, Francisco. Orús, José M. Orús, Antonio (hijo). Otanelli, Atilio. Ortúzar, Alejandro de. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto, Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otamendi, Belisario. Outes, Felix F. Padilla, José. Padilla, Isaías. Paganini, Carlos. . Paita, Pedro J. Palacio, Emilio. Palet, Luciano. Panelo, Estéban. Palmarini, Armando. Paoli, Humberto. Parodi, Edmundo. Pascali, Justo. Pasman, Raúl! 6. Pastore, Franco. Páquet, Carlos. Parckinson, Pedro P. Pascual, José L. Pastore, Franco. Pattín, Enrique. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelosi, Elías. Pelleschi, Juan. _Perazza, Alfredo. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Ssutiago. Piana, Juan. Piaggio, Antonio. Pingel, Juan. Pinero, Horacio G. Pouyssegur, Hipólito B. Pisani, Mario. , Podestá, Santiago. Pol, Víctor de. Ponte, Federico. Popolizio, Fernando. Porro de Zomenzi, F. Posadas, Carlos. Puente, Guillermo A. Pueyrredón, Carlos A Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. z Quiroga, Atanasio. Rabinovich, Delfín. Raffo, Jacinto T. Ramos Mejía, Ildefonso P. Razenhoffer, Oscar. Recagorri, Pedro S. Rebuelto, Emilio. Rebuelto, Antonio. Retes, Antonio. Repetto, Agustín N. Repetto, Roberto. Repossini, José. Reynoso, Higinio. Riccheri, Pablo. Rivara, Juan. Roasenda, Carlos L. Roffo, Juan. SOCIOS ACTIV US Continuación] Rojas, Maaban C. Rojas, Félix. E Romero, Julián. Romero, Antonio. Rossel Soler, Pedro A. Rospide, Juan. Rouge, Marcos. Rouquette, Augusto. Rouquette, Augusto (hijo). Rubio, José M. : Rua, José M. de la. Rumi, Tomás J. Rus, Pablo. Sabatini, Angel. Sáenz Valiente, Edmundo. Sáenz Valiente, Aselmo. Sagastume, José M. “|Sánchez Díaz, Abel. Sánchez, Juan A. Sánchez, Zacarías. Sanglas, Rodolfo. Sanromán, Iberio. Santangelo,-Rodolfo. Santillán, Carlos R. Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. - Segovia, Vicente. Sarmiento, Nicanor. Saralegui, Luis. Sarhy, José S. Sarhy, Juan F.. Saubidet, Alberto. Scala, Augusto. Schaefer, Guillermo F. Schneidewind, Alberto. Seguí, Francisco. Seitun, Emilio. Seeber, Raúl E. Selva, Domingo. Sella, Federico. Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Severini, D. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. : Simonazzi, Guillermo., Sires, Marcelo €, Sirí, Juan M. Sisson, Enrique D, Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Soldati, José. Sordelli, Alfredo. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio. Spinedi, Hermeneg F. Storni, Segundo. Tallibart, Benjamín. Tamini Crannuel, E. E : Taiana. Alberto. Taina, Hugo. Tarelli, Carlos A. Tejada Sorzano, Carlos. Tello, Eugenio. - Tieghi, Segundo. - Thedy, Héctor. Tobal, Miguel A. Toepecke, Ernesto. Cd Toledo, Enrique A. de. Torres Armengol, M. Torres, Luis M. Torre, Bertucci Pedro. Torrado, Samuel Turner Piedra Buena, Geró- nimo. Trovati, Francisco. Traverso, Nicolás. Ugarte, Trifón. Uriarte Castro, Alfredo. Uriburu, Arenales. Uriburu, David. Vallebella, Colón B. Vaccario, Pedro. Vilar, Juan. - Valenzuela, Moisés. Valentini, Argentino. Valerga, Orente A. Valiente Noailles, Luis. Valle, Pastor del Varela, Rufino (hijo). Vassalli, Miguel E, Velasco, Salvador. Veyga, Francisco de. Vignau, Pedro T. Vidal, Antonio. Videla, Baldomero. Villanova Sanz, Florencio. Virasoro, Valentín. Vivot, Eduardo. Volpatti, Eduardo. Wauters, Carlos. Willams, Adolfo. Wernicke, Roberto. Wernicke, Raúl. White, Guillermo. White, Guillermo J Zakrzewski, Bernarda. Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zappi, Enrique V. Zavalla Carbó, José M. Zuberbúbler, Carlos E. A O RD A e A PI O o AS es 7 ANALES SOCIEDAD CIENTÍRICA Mi ARGENTINA MS / e y z Dirgoror : Ivceniero SANTIAGO E. BARABINO MARZO 1911. — ENTREGA III. + TOMO LXXI ÍNDICE ; L. Mancuis, L'industrie sidérurgique et les grands moteurs á gaz............... SA AQUILES CECHINI PUENALI, Algunas consideraciones sobre las relaciones entre las leyes de Guest y Hook............. e MIO VS Aaa AAA 126 VARIEDADES... .. A O O a o ME A SANTIAGO E. BARABINO, Bibliografía................ a AE eo cae O ba ——— BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS Eo 684 — CALLE PERÚ — 684 y —- | ¿21.981 JUNTA DIRECTIVA Presidente aio oe Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente M...o.ooo....... Ingeniero Vicente Castro VAce presente Doctor Horacio G. Piñero Secretario de actas. ........... Doctor "Comás J. Rumi y Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco TESORO A ica REE Doctor Antonio Vidal - ODIO LLanes Doctor Abel sánchez Díaz / Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Vocales o ada (ACA ¿ Arquitecto Raúl G. Pasman ena Benito Mamberto : Ingeniero Nicolás Besio Moreno ' Ingeniero Pedro Aguirre Ent A NEON Señor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmaDzo y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolome Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POR Meson A CES DUE IAN 1.00 POMO O O SO 12.00 Número atrasado..........o.o.oo.oooooo.. 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano. L'INDUSTRIE SIDERURGIOUE ET LES GRANDS MOTEURS Á GAZ (1) PAR L. MARCHIS Professeur á la Faculté des Sciences de Paris 1. Développement de la production de la force motrice par les motewrs 4 gaz. — La production de la force motrice par les moteurs á gaz a pris depuis quelques années un développement considérable. Les multiples applications de Vélectricité a léclairage, á4 la commande des machines-outils, a la manutention des appareils de levage, et méme a la mise en marche des laminoits, ont conduit les industriels a créer des usines centrales électriques, distribuant la puissanee mo- trice a distance, et permettant ainsi de supprimer les machines mo- (1) ALLEN, Construction el fonctionnement des grands motewrs Q4 gaz. Enginee- ring, 1908, LXXXV. Revue de Meétallurgie, Extraits, 5% année, aoút 1908, n0 8, p. 601; DeraYs-LaUSsER, Épurateur Sépulehre. Revue de Métallurgie, 5% année, mars 1908, n 5; DURAND-PERROUX, La nowvelle usine électrique du chemin de fer d"Orléans a Towrs. Génie Civil, 30% année, t. LVI, n* 2, 13 novembre 1909 ; GRADEWITZ, Un dispositif d'épwration des gaz de hauts-fourneaux. Gvenesci Zei- tung, 1907, Revue de Métallurgie, 4 année, juin 1907; L. GREINER, Production économique de la force motrice dans les usines métallurgiques pouwr Uutilisation du gaz des hawts-fowrneaux et des fouwrs a coke. Revue Unmiverselle des Mines, 51% am- née, 4* série, t. XVIII, avril 1907 ; E. CUVELETTE, Note sur Uutilisation directe du gaz de fowr ú coke dans les moteuwrs a explosion. — Bulletin de la Société des In- génieurs Civils, février 1909; LEroMBE, Les moteurs ú yaz de grande puissance. — Bulletin de la Société des Ingémieurs Civils, LXI, 6* série, 1908; MarHor, Les pro- gres de la construction des moteuwrs 4 gaz. Bulletin de la Société des Imgénieurs Ci- vils, LXIL, 6% série, 1909. AN. SOC. CIEN'T. ARG. — T. LXXI 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA trices isolées, si couteuses au point de vue de la conduite et de Ven- tretient. l y a dix ans a peine, aucun ingénieur 1'eut songé á utiliser le gaz pauvre comme source d'énergie capable dV'actionner les dyna- mos de ces usines centrales. Aujourd'hui le nombre de ces installa- tions ne se compte plus et je vais vous en citer quelques-unes de caractéristiques. 2. Installations de production de la force motrice par les moteurs ú yaz. — La Compagnie d'Orléans a récemment installé á Tours une usine électrique destinée a desservir lensemble des services de ses deux gares de Tours et de Saint-Pierre-des-Corps, qui constituent actuellement le centre le plus actif de la compagnie. Neuf lignes y convergent, ce quí a conduit a y placer un dépót tres important et, par suite, des ateliers de montage et de réparations tres bien outil- lés ; Vintensité du mouvement des marchandises y a fait multiplier les organes de manutention mécanique et créer tout un systeme «dé- clairage a incandescence et a are, dont on peut comprendre Pimpor- tance, si on remarque que le développement total des voies dans les deux gares atteint environ 70 kilometres. Les quatre dynamos West- inghouse (160 amperes, 525 volts) de Pusine de Tours sont comman- dées par quatre moteurs a gaz du type Niiremberg, a deux eylindres en tandem, chacun a double effet; chacun de ces moteurs est capable de produire 600 chevaux, ce qui porte a 2400 chevaux la puissance motrice de installation. Le gaz nécessaire a Valimentation de ces moteurs est produit par huit groupes de gazogenes Fideel et Steur- tey, a sole tournante, consommant des charbons anthraciteux du Nord et du Pas-de-Calais; un gazogene du type Ridré, utilisant les co- peaux et déchets de toutes sortes produits par les machines a bois des ateliers, est adjoint aux gazogenes précédents. La Société Cockerill a Seraing (Belgique) commande á distance les 550 moteurs électriques de ses ateliers, au moyen de deux stations centrales d'électricité, dans lesquelles la force motrice est produite par des moteurs a gaz alimentés, les uns par les gaz des hauts-four- neaux, les autres par des gaz de fours a coke métallurgique. Mise en marche en 1901, la centrale á gaz des hauts-fourneaux a vu augmen- ter Vannée en année le nombre de ses unités; elle peut développer actuellement environ une puissance de 6500 kilowatts, fournie par deux moteurs de 700 HP, quatre moteurs de 1400 HP et un moteur de 2000 HP. La puissance de la centrale á gaz des fours á coke est de 800 kilowatts ; elle comprend deux moteurs de 550 HP. La Société Cockerill dispose done actuellement de 7300 kilowatts, soit pres de L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 99 10.000 chevaux effectifs, produits par les gaz de ses hauts-fourneaux et de ses fours a coke. La Compagnie des Mines d'Eschwerler, a Alsdorf, pres Aix-la- Chapelle, a commencé en 1904 a supprimer ses machines á4 vapeur isolées et á installer une grande station contenant des dynamos ac- tionnées par des meteurs a gaz, alimentés par des fours a coke. On mit Vabord en marche deux moteurs de 500 HP, du type Núremberg, accouplés directement a des dynamos pour courant tripolarisé a 500 volts. Ces machines furent bientót suivies, de 1904 a 1907, de trois autres, deux de 1000 HP et une de 1200 HP; en 1907, de deux mo- teurs tandem jumeaux de 2400 a 2600 HP chacun; en 1908, de deux moteurs de 2600 a 2500 HP chacun. Actuellement la puissance totale des moteurs á gaz en service dépasse 15.000 HP. Outre le service des points qui se trouvent a proximité de la station centrale dVélec- tricité, celle-c1 commande les machines de points situés a une grande distance. C'est ainsi qw'une partie du courant, transformé de la ten- sion de 5500 volts a celle de 35.000, est transmise a la mine (Exh- werler, a 18 kilometres de distance, pour servir a divers usages, épui- sement des eaux, etc. ] Ces exemples, que je pourrais multiplier, montrent importance prise, dans ces cinq dernieres années, par la production de la force motrice au moyen des moteurs a gaz. Les appareils capables d'ali- menter des moteurs de grande puissance appartiennent a des types tres nombreux, suivant quils utilisent des charbons anthraciteux, des combustibles goudronneux, ou de ces charbons bitumineux, qui permettent la récupération de sous-produits ammoniacaux. Il serait trop long de passer tous ces appareils en revue. Je me contenterai WVétudier le róle que les moteurs a gaz jouent dans Pindustrie sidé- rurgique, en utilisant non-seulement le gaz des hautsfourneaux et des fours ú coke, mais encore celui que produit les fouwrs 4 cutre. 3. Plan de Vétude. — Nous examinerons donc successivement les points suivants: 1% Intensité de production et nature des gaz combustibles fournis par Pindustrie sidérurgique ; 2% Modes d'épuration de ces gaz suivant leur utilisation, et notam- ment powr leur emploi a la production de la force motrice ; 3 Moteurs de grande puissance qui permettent Pautilisation de ces gaz ; 4% Prix de revient de la force motrice et influence de Putilisation de ces gaz sur la marche économique des usines métallurgiques et des char- bonnages. 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 4. Gaz de haut-fourneau. Composition. Volume. Produit. Puissance calorifique. — Les gaz quí sortent a la partie supérieure du haut- fourneau, ou gueulard comme on dit dans Pindustrie, sont combusti- bles; 1ls contiennent environ 25 pour cent d'oxyde de carbonne et 4 pour cent /hydrogene. Par tonne de coke brúlé dans le haut-four- neau, ou par tonne de fonte, on peut compter sur une production moyenne de 4500 metres cubes de ces gaz, mesurés a 07€ et sous une pression de 76 centimetres de mercure. Un haut-fourneau, produi- sant 100 tonnes de fonte par 24 heures, produit done pendant ce temps 450.000 metres cubes de gaz ou 18.750 metres cubes par heure. : La quantité de chaleur dégagée par la combustion complete de ce vaz est égale a environ 900 calories-kilogrammes par metre cube me- suré a 0” centigrade et sous la pression normale. La combustion de la production horaire d'un fourneau de 100 tonnes produit environ 16.000.000 de calories, eest-a-dire la quantité de chaleur qui serait suf- fisante pour élever de 100 degrés la température de 160 tonnes (eau. Comment va-t-on utiliser cette source énorme d'énergie, qui cor- respond a un développement de 100 millions de chevaux ? | 5. Gaz de haut-fourneau. Combustion dans les Cowper. — En pre- mier lieu, pour réaliser une économie notable de combustible, il con- vient de chauffer a 600 ou S00* Pair insufflé par les tuyeres. On y parvient en faisant passer ce vent dans des chambres dont les parois réfractaires ont été portées a une tres haute température par la com- bustion (une partie des gaz du gueulard. Cette consommation de vaz atteint par heure environ 40 a 45 pour cent de la production du haut-fourneau, soit environ 7500 metres cubes de gaz. 6. Gaz de haut-fourneau. Excédent «a utiliser powr la force motrice. — Il reste donc 55 a 60 pour cent du gaz produit. Si on compte 10 pour cent pour les fuites, lexcédent de gaz, apres le chauffage du vent, s'éleve a 50 pour cent environ de la produetion du fourneau. Qe sont ces 50 pour cent que Pon va utiliser pour la production de la force motrice. A ce point de vue, il faut d'abord songer a la puissance motrice nécessaire pour actionner les souffleries, donner de Pair aux tuyeres, les pompes, tous les services accessolres d'un haut-fourneau. Lorsque cette puissance aura été évaluée, la puissance restante constituera vraiment un excédent utilisable. Or, pour produire de Pénergie mécanique avec le gaz de haut- fourneau, on peut employer deux méthodes. Ou bien, on peut pro- L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 101 duire de la vapeur (eau en brúlant ce gaz sous des chaudieres; ou bien on peut Vemployer directement dans les moteurs a gaz. 7. Gaz de haut-fourneau. Soufflantes 4 vapeur. — La premiere mé- thode (combustion du gaz sous des chaudieres) a été Pabord emplo- yée. Elle a permis de constater que le service du haut-fourneau exi- " gveait dans ces conditions 35 pour cent environ du gaz produit. Ce chiffre élevé provient de ce que beaucoup de machines souftlantes a vapeur ont une marche peu économique et de ce que toutes les au- tres machines, souvent dispersées et situées a de grandes distances des générateurs, consomment énormément de vapeur et donnent lieu á de grandes pertes par condensation. De plus, le rendement des chaudiéres est peu élevé, surtout lorsque le gaz y est envoyé sans épuration préalable, comme cela a lieu dhabitude. Lorsqwon emploie la vapeur pour produire la puissance motrice nécessaire au service un haut-fourneau, il reste environ 15 pour cent de gaz disponible, soit 2800 metres cubes par heure. Si on compte aún faut brúler environ 17 metres cubes de gaz sous les chaudieres pour produire dans les machines a vapeur un cheval-heure effectif, on voit que les 2800 metres cubes de gaz seralient capables de produire = 165 chevaux-heures effectifs, soit 1,65 chevaux-hewres effectifs par tonne de fonte prodwite en 24 heu- res. Lorsqw'on épure le gaz avant de l'envoyer aux Cowper (chambres de échauffage du vent) et aux chaudieres, la quantité du gaz disponi- ble devient un peu plus grande. Mais le travail correspondant atteint difficilement 3 4 3.5 chevaux-heures effectifs par tonne de fonte produite en 24 heures. Ss Graz de haut-fourneau. Soufflantes 4 gaz. — 11 wen est plus de méme si on utilise directement la combustion du gaz de haut-fout- neax dans des moteurs a gaz. Considérons le 50 pour cent de gaz que Pon peut utiliser pour la production de la force motrice. Ils correspondent a une production horaire de 9575 metres cubes de gaz. Or, en marche industrielle, on peut actuellement produire dans un moteur a gaz le cheval-heure effectif avec une dépense de trois metres cubes de gaz a ADN calories par metre cube. D'autre part, si on a des soufflantes actionnées directement par 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA des moteurs á gaz; si les pompes, treuils..., sont commandés par des électromoteurs recevant le courant d'une usine centrale Vélectricité, dans laquelle les dynamos sont également actionnés une maniere directe par des moteurs a gaz, le service complet du haut-fourneau absorbe plus que 15 pour cent du gaz produit. - Il reste donc en excédent 35 pour cent du gaz produit, soit par heure 6560 PURA OA EA , =37 = 2200 chevaux-heures effectifs environ, ) sott 22 chevaux heures effectifs par tonne de fonte produite en 24 hewres. Avec des soufflantes á gaz et une centrale électrique desservie par des moteurs a gaz, on dispose (un excédent de puissance au moins 7 fois plus grand, qw'avee des soufflantes á vapeur et des machines a vapeur disséminées dans les divers services du haut-fourneau. Ce rapport entre les deux excédents de puissance est certalnement moindre, si on a une centrale électrique avec dynamos comman- dées par des turbines a vapeur, et si le service des hauts-fourneaux est fait depuis la centrale au moyen d'électromoteurs. On peut comp- ter quWavec une turbine á vapeur de 2000 kilowats, tournant á 1500 tours et alimentée avec de la vapeur surchauffée a 300 degrés, on pro- duit un kilowatt-heure avec 8500 calories environ (a peu pres 6,5 kilos a 7 kilos de vapeur par kilowatt). Or, avee un moteur á gaz de haut-fourneau on produit le kilowatt-heure avec 3700 calories. On peut donc énoncer la proportion suivante : Disposant d'une certaine quantité de gaz de haut-fowrneau, son utili- sation directe dans des moteurs 4 combustion permet de développer 2 4 2.5 fois la puissance que produiraient des turbines ow les machines « piston les plus économiques, si cette méme quantité de gaz était brúlée sous des chauditres. 9. Gaz de fours ú coke. Composition. Volume prodwit. Powvoir calo- rifique. — Nous venons Vétudier la production directe de la force motrice au moyen du gaz des hauts-fourneaux ; mais ceux-cl ne cons- tituent pas la seule source ('énergie susceptible d'étre utilisée dans les moteurs a gaz. Le combustible employé dans le haut-fourneau est du coke métallurgique. Celui-ci est obtenu par la distillation en vase L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 103 elos du charbon ; sa fabrication est analogue a celle du gaz d'éclai- rage; le produit principal, au lieu Vétre le gaz, est le coke. Mais le gaz dégagé dans ces conditions est, nous venons de le dire, un produit analogue au gaz déclairage. 1 est beaucoup plus riche en hydrogene que le gaz de haut-fourneau; il contient en outre du métbane, de Poxyde de carbonne, des carbures lourds, ete. La com- position en volume correspond a 40 ou 45 pour cent dVhydrogene, et 20 a 25 pour cent de méthane. En brálant, ce gaz dégage par metre cube, environ 4000 calories-kilogrammes (vapeur dP'eau non conden- sée); et par kilogramme, environ 85900 calories-kilogrammes (vapeur Veau non condensée) (poids spécifique = 0,45 kilogramme). La distillation Vune tonne d'houille a coke produit en moyenne 220 metres cubes de gaz, vapeur (eau condensée. Si on admet que le rendement en coke est égal a S0 pour cent, on voit que Pon obtient 275 metres cubes de gaz par tonne de eoke produit, soit 1.100.000 calories-kilogrammes, ou une énergie de plus de 2500 chevaux. La plus grande partie de ces gaz combustibles est employée au chauffage des fours. Nous ne pouvons entrer ici dans le détail des modes de construction des fours a coke. Nous devons seulement signaler qu/on a réalisé un grand perfectionnement en chauffant Palr nécessaire a la combustion, au moyen des gaz brúlés, comme dans les Cowper des hauts-fourneaux et dans les fours Siemens-Martin. Dans les batteries de four ainsi comprises, on envoit les produits de la combustion qui s'effectue dans les carneaux, alternativement dans deux carneaux paralleles, garnis de briques réfractaires disposées de maniere a offrir une grande surface de contact. Lorsque la tempéra- ture une de ces chambres á briques a atteint celle du gaz brálé, c'est-a-dire 600 a 800 degrés, on fait passer ce gaz dans Pautre cham- bre, et au moyen un systeme de vannes, on admet, dans la premie- re, Pair quí s'échauffe ainsi, avant son introduction dans les carneaux des fours. Proposons-nous maintenant de nous rendre compte de la quantité de gaz qui va pouvoir étre utilisée a la production de la puissance motrice. 10. Gaz des fowrs a coke. Proportion nécessaire au chauffage des fours. Excédent apres ce chauffage pour la production de la force mo- trice. — Le volume de gaz qui doit brúler dans les carneaux pour produire la cokéfaction, varie avec le degré de perfection du four, la nature du combustible, ete. Toutefois on peut évaluer a environ 65 pour cent de la production totale le volume de gaz nécessaire. Apres 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA le chauffage des fours, sur le volume de gaz quí reste en excédent, il faut prélever : a) La puissance nécessaire aux différents appareils VPenfourne- ment et Vextinction ; : b) Celle quí est nécessaire aux pompes et aux extincteurs du gaz. Il faut également déduire une petite partie du gaz qui doit pro- duire la vapeur nécessaire aux colonnes de distillation des sous- produits. D'un autre cóté le gaz disponible diminue, si le degré d'humidité des charbons augmente; car la quantité de gaz admise dans les car- neaux doit étre plus grande par tonne de charbon, ce qui correspond a une augmentation de la durée de cuisson. C'est ainsi que chaque pour cent (eau que contient le charbon, absorbe le 0,7 pour cent de tout le gaz produit. Pour ces différentes raisons, 11 est prudent de ne compter, comme volume de gaz réellement disponible, que sur 30 pour cent du volu- me total produit par les fours, soit 66 metres cubes par tonne de houille enfournée ou 85 metres cubes par tonne de coke produite. Si or. admet une cokéfaction moyenne de 28 a 30 heures, on voit que le volume réellement disponible par 24 heures, qui correspond a la production une tonne de coke, West pas supérieur a 66 metres cu- bes ou a 66 < 4000 = 264.000 calories-kilogrammes. Si on admet quwun moteur a yaz produit le kilowatt-heure effectif avec 3700 calo- ries-kilogrammes, les 264.000 calories-kilogrammes donnent nais- 264.000 AN AD A , sance a OO kilowatts-hewre effectifs ow environ 4 chevaux- hewre effectifs par tonne de coke produite. Telle est la véritable puissance disponible dont on peut disposer, quand on utilise directement les gaz de fours a coke dans les moteurs a gaz. a | Nous venons de montrer a quel degré les gaz de hauts-fourneaux et les gaz de fours a coke constituent des sources d'énergie disponi- ble quand on les emploie a Palimentation des fours a gaz. Mais il West possible de faire une telle utilisation qu'a la condi- tion de faire une épuration suffisante de ces gaz. C'est cette épura- tion que nous allons maintenant étudier. 11. Epuration du gaz de haut-fourneauw. Poussiéres. — La grande difficulté que Pon ait a vainere dans Putilisation du gaz de haut.four- neau réside dans VPélimination des poussiéres quíil contient en suspen- si0N. : L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 105 Ces poussieres sont de trois sortes. Les poussieres grosses, se dépu- rent aisément dans des épurateurs a sec, dans des conduites ou dans des caisses tout pres du haut-fourneau ; les poussieres moyennes peu- vent séliminer facilement avec des serubbers, des colonnes a coke a circulation d('eau. Ces poussiéres, assez peu génantes, se rencontrent dans les gaz des usines qui font des fontes hématites avec des minerais durs en morceaux ou en mélange avec des purple ores (minerais powr- pres). Mais dans les usines qui traitent des minerais oolithiques dont la gangue est une sorte d?*argile que la chaleur desseche, les gaz produits tiennent en suspension des poussieres tres fines, qui ne se déposent ni dans les conduites de plusieurs centaines de metres, ni dans les serubbers les plus perfectionnés. Ces poussieres (une finesse extré- me, qui forment avec le gaz une sorte d'émulsion, se déposent en partie dans les boites de soupapes d('admission qwelles obstruent, sintroduisent dans le cylindre et arrétent bientót le fonctionnement du moteur. 12. Épuration du gaz de haut-fowrneau. Teneur maxima des fines poussieres pour Pemploi dans les motewrs 4 gaz. — Pour utiliser le gaz de haut-fourneau dans les moteurs a gaz, 1l estindispensable Yabais- ser la teneur de ces poussiéres á un maximun qui ne dépasse pas 0502 par metre cube de gaz. Encore dans ces conditions, est-on obligé de nettoyer tous les mois les boites des soupapes (admission. 13. Epuration du gaz de haut-fouwrneau. Formation de Pémulsion eau-poussiere. — Or le seul moyen pratique (Varréter ces poussiéres fines consiste dans la circulation du gaz au travers (dun brouillard formé eau liquide amenée a un état de division extréme et compa- rable comme finesse a celui de la poussiere. L'expérience montre que, dans ees conditions, les vésicules (P'eau du brouillard retiennent les poussiéres, forment avec elles une sorte d'émulsion, qw1l suffit ensuite de séparer du gaz pour obtenir une épuration suffisante. T“enlevement des poussiéres fines du gaz comporte done denx opé- rations : 1” Le mélange a Pémulsion gaz-poussiere d'une quantité de brouil- lard eau suffisante pour la saturation de toute la poussiere ; 2” La séparation de lémulsion poussiere-eau de la masse gazeuse. La -bremiere opération se fait dans des appareils auxquels on peut donner le nom de saturateurs ; la seconde a lieu dans les saturatenurs. Mais il importe, pour réussir une telle opération, que les gaz sor- tant du guenlard soient suffisamment refroidis avant VParriver aux sa- ] turatewrs. Si, en effet, on envoyait des gaz chauds au travers du 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA brouillard des saturateurs, il se produirait de la vapeur eau et 'épu- ration ne se produirait pas. De plus, on enverrait aux moteurs des gaz trop chargés de vapeur V'eau qui, en se condensant, au moment de la mise en marche, sur les pieces isolées des appareils d'allumage, produirait des courts-circuits et des ratés d'allumage. 14. Epuration des gaz de hauts-fowrneaux. Epuwration en deux temps. — Nous venons de parler de Vépuration des gaz envoyés dans les moteurs. Mais il y a aussi intérét a envoyer au COowper des gaz qui ne soient pas trop chargés de poussiéres. Celles-ci, en effet, en se déposant sur les parois intérieures des chambres a chauffage du vent, y forment un enduit mauvais conducteur de la chaleur, qui diminue beaucoup Vefficacité et le rendement de ces appareils. La regle adoptée par les maitres de forges est actuellement la sulvante : 1% Epuration de la totalité des gaz produits jusqu'a une teneur de 0%%5 par metre cube ; 22 Epuwration plus complete des gaz envoyés dans les motewrs jusquia la teneur de 0%02 par métre cube. Quels sont maintenant les appareils qui permettent de réaliser ces deux phases de Pépuration ? Nous citerons quelques-uns de ceux qui ont donné jusqwici les meilleurs résultats. 15. Epuration des gaz de hauts-fourneaux. Appareil Bian. — Lap- pareil Bian semble répondre parfaitement au but tout spécial du refroidissement des gaz et de leur premiere épuration jusqu'a la teneur qui convient aux Corwper. Il consiste essentiellement en une carcasse métallique a Vintérieur de laquelle tourne lentement un arbre hori- zontal muni Pune série de disques verticaux de 320 de diameétre constitués par des treillis métalliques. Ues disques plongent jusqu'a la moitié de leur diameétre dans de l'eau qui est constamment renou- _velée. En circulant au travers des lamelles d'eau adhérentes aux treillis, le gaz non-seulement se refroidit, mais abandonne une partie dle ses poussieres. Un appareil quí tourne a 10 tours par minute per- met de ramener a 30” la température du gaz quí vient du haut-four- neau. Quand il est couplé un ventilateur a injection eau, il exige environ 3 litres (eau par metre cube de gaz épuré (2 litres pour le Bian et 1 litre pour le ventilateur) ; Vensemble de ces deux appareils demande a peine 45 HP, pour lPépuration de la totalité des gaz pro- duits par un fourneau de 100 tonnes de fonte (par 24 heures). Pour un tel fourneau, Vinstallation un Bian avec son ventilateur et son moteur électrique, coúte environ 44.000 franes. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 107 Le gaz quí sort du Bian peut étre envoyé aux Cowper, mais il doit subir une épuration plus complete quand on doit Putiliser dans les moteurs. 16. Épuration des gaz de haut-fourneau. Epurateurs dynamiques : ventilatewrs a injection ; épurateurs Q détente dun gaz comprimé au contact d'un jet d'eau. — Les appareils qui réalisent cette derniere épuration appartiennent a deux classes principales : 1% Les épuratewrs statiques ; 2% Les épurateurs dynamiques. Nous laisserons de coté les épurateurs statiques, dans lesquels on débarasse le gaz de ses poussieres en le faisant passer au travers de filtres appropriés, pour ne nous occuper que des épurateurs dyna- miques, quí sont les seuls vraiment efficaces. Dans ces épurateurs, on lance en quelque sorte les unes contre les autres les minuscules gouttes d'eau du brouillard saturateur et les particules des poussiéeres contenues dans le gaz á épurer. Ces multi- ples chocs favorisent l'absorption instantanée de la poussiere par le brouillard. Pour donner naissace á ce brouillard d'eau liquide, dont les diver- ses vésicules d'eau sont animées d'une grande vitesse, on peut em- ployer deux méthodes : a) Dans le ventilatewr a injection d'eau, le brouillard nécessatre est obtenu par la pulvérisation de Veau injectée, sous le choe extréme- ment violent des palettes de la turbine tournant a une tres grande vitesse. b) Cette pulvérisation est réalisée, dans Pépurateur systeme Sé- pulchre, par la détente Yun gaz comprimé au contact dun jet Veau. Dans le premier type Vépurateurs (ventilateurs a injection d'eau) c'est la force centrifuge qui, en projetant le brouillard chargé de pous- siere contre lenveloppe du ventilateur, en agelutine les grains en gouttes et assure ainsi la séparation. Dans le second type (épurateur Sépulchre) le gaz chargé de l'émul- sion eau-poussiére est amené á une tres faible distance de la surface Vune masse (eau, sous forme d'une lame tres mince, d'un dévelop- pement considérable et animée une grande vitesse. Le choc violent que subit cette lame contre la surface de Peau, au moment ou elle subit un brusque changement de direction, a pour effet de provo- quer la séparation de Pémulsion eau-poussiere, qui est absorbée par Peau. 17. Épuration des gaz de haut-fournean. Epurateur dynamique 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Theisen. — Le prototype des ventilateurs a injection (eau est Pépura- teur Theisen, actuellement tres répandu dans Vindustrie métallur- o 1que. Il se compose essentiellement d'un tambour tournant sur des pa- liers a trellis avec une tres grande vitesse (40 metres par seconde a la périphérie). Sa surface porte implantées presque normalement des allettes tres courtes. Le gaz entre par une des extrémités du tam- bour et un courant d'eau entre par Vextrémité opposée. L'eau char- gée de poussiéres est projetée contre les parois du ventilateur et se rend dans des bacs convenables; le gaz sortant ne rencontre que de Peau propre et ne peut pas entraáiner d'eau chargée de poussieres. Cet épurateur, qui ne fonctionne bien qwa la condition de ne re- cevoir que des gaz froids (4 une température ne dépassant pas 307) présente divers inconvénients qu'il convient de signaler. 1% Il est couteux, car il nécessite Pemploi de matériaux de tout premier choix et une construction extrémement soignée; 2% Les frais Ventretien et de réparation sont tres élevés et le taux Vamortissement est tres considérable, a cause de la grande vitesse de rotation et de Pusure rapide due aux poussieres ; 3 La dépense de force motrice est tres élevée et estimée de 3 a 5 pour cent de la puissance des moteurs a gaz qu'il alimente; 4 La dépense d'eau est considérable et atteint en moyenne deux litres par métre cube de gaz épuré. 18. Épuration des gaz de haut-fourneau. Epurateur Sépulehre d dé- tente d'un gaz comprimé. — Dans Vappareil Sépulchre le gaz com- primé, agent de pulvérisation, est le gaz de haut-fourneau lui-méme, préalablement épuré. De plus Vécoulement simultané du gaz détendu et de Peau pulvérisée produit lPaspiration du gaz a épurer et assute son écoulement. Dans des essais exécutés aux usines d'Homécourt de la Société des Forges et Aciéries de la Marine. on a constaté que cet épurateur présentait sur le Theisen les avantages suivants : La consommation d'eau (eau au serubber et eau vaporisée) est égale á peu pres a un litre par metre cube de gaz épuré ; elle está peu pres moindre qwavec le Theisen. Quant a la dépense de force motrice (absorbée au compresseur) elle est égale a un pour cent de la puissance des moteurs a gaz alimentés. La conduite de Pappareil est (Pailleurs tres facile et les dépenses (entretien assez minimes. Comme le Thei- sen, traduit Vailleurs la teneur en poussieres a 0,03 grammes par metre cube. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 109 On voit done qu'avec un laveur Bian suivi un Theisen ou un épurateur Sépulchre, on obtient un gaz de haut-fourneau assez pur pour étre employé dans les moteurs. 19. Gaz de fours «€ coke. Sous-produits. — Étudions maintenant Vé- puration des gaz de fouwrs a coke. Oe gaz entraine avec lui des goudrons, des composés ammonia- caux, des benzols, de Vhydrogene sulfuré, du sulfure de carbone, des composés cyanés, dont il est absolument nécessaire de le débarrasser, avant de Venvoyer aux moteurs. En particulier, a son entrée dans le moteur, le gaz ne doit contenir que de 0,02 a 0,05 erammes de gou- «drons par metre cube et 0,2 a 0,5 grammes de soufre. Le goudron a pour effet Vencrasser les soupapes ('admission ; par les résidus char- bonneux et incandescents auxquels donnerait lieu sa combustion incomplete, il pouwrrait produire des allumages intempestifs, déplora- bles pour la conservation des moteurs. L'hydrogene sulfuré et le sul- fure de carbone, en se transformant en anhydride sulfureux, puis en acide sulfurique en présence de Peau, donnent lieu a une attaque des métaux. Le cuivre et le bronze sont rapidement rongés ; la fonte Pest moins; le nickel et Pacier au nickel résistent mieux; les sieges des soupapes sont VPailleurs les parties les plus attaquées. Ce cyanogene et les composés cyanés attaquent les gazometres, les canalisations et les éléments des machines. D'ailleurs la séparation des sous-produits (composés ammoniacaux, benzols) est une source de bénéfices pour le maítre de forges. Le charbon a coke contient de 16 a 30 pour cent de matieres vola- tiles. A la limite inférieure, on retire en général d'une tonne de houille seche: 7 kilogrammes de sulfate d'ammoniaque, 18 kilogram- mes de goudron et 340 kilogrammes de coke. A la limite supérieure, on obtient 17 kilogrammes de sulfate d'ammoniaque, 60 kilogrammes dle goudron et 650 kilogrammes de coke. On retire ésgalement de 250 a 1000 grammes de benzol (tonne de charbon sec). 20. Epuration des gaz de fowrs ú coke. Épuration en deux temps. — Au sortir des fours, le gaz passe Vabord dans un barillet, ou il est refroidi par Veau, de maniere a éviter le plus possible le dépóot des brais dans les conduites qui Pamene aux condenseurs des sous-pro- dults. Ce gaz, repris par des extracteurs, est refoulé au travers des ajp- pareils quí le débarrassent des sous-produits (goudrons, eaux ammo- niacales, benzols). Aprés cette premiere épuration, et au sortir de Pusine de récupéra- 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tion des sous-prodwits, une partie du gaz est envoyée aux fowrs pour le chaufage. TD'autre partie, qui est utilisée dans les moteurs, doit subir une secon- de opération physique et chimique, capable de réduire aux proportions indiquées plus haut les goudrons et les composés sulfurés et cyanés. 21. Epuratewrs des gaz de fowrs ú coke. Récupérateurs des sous-pro- duits. — Nous vWentrerons pas dans tous les détails de la premiere éparation (récupération des sous-produits). Nous ferons seulement remarquer qwelle doit contenir des réfrigérants, des séparateurs de egoudron (type Pelouse-Audouin), des laveurs á benzols, indispensa- bles pour arréter les goudrons. On emploi aussi souvent des laveurs rotatifs (appareil Eschocke) a liquide appropriés pour retenir, en méme temps que le goudron, une partie de la naphtaline, du benzol, de Vhydrogene sulfuré et du cyanogene. 22. Epuration du gaz de fours coke. Epuration du gaz qui doit étre utilisé dans les moteurs. — Au sortir de Pusine de récupération des sous-produits, le gaz qui doit étre utilisé dans les moteurs, se rend a Pusine d'épuration, quí a pour but de réduire autant que possible les proportions d'hydrogene sulfuré, de sulfure de carbonne et de cyano- gene. La teneur du gaz en hydrogene sulfuré et sulfure de carbone est Vautant plus faible que la récupération de Pammoniaque et du ben- zol a été plus complete dans Vusine de récupération, c'est-a-dire que la température du gaz est plus basse. Dans ces conditions les sulfu- res et sulfocyanures se disolvent mieux dans le laveur á ammonia- que, ainsi que le sulfure de carbone dans le laveur a benzol. T'épuration chimique du gaz destiné aux moteurs se fait a sec au moyen de mélange Laming, ou de minerai de fer des praieries (Rasen- cisenery, des allemands) seul ou mélangé de sciure de bois ou de tan- née. Ce mélange Laming a pour composition moyenne : Kilogrammes AIM o a EN 112 CLAS A E A MES 6 Sultaterde ter a aros a LR 15 Le minerai de fer des praieries ou lominite brune contieut oo ta fio ala E 50 a 60 pour cent Mablerestoro am ques ada tele 20 a 25 — IU do oo ob Duo doo loa Oda ooo ldía de 1025 =— Silice, alumine, chaux, magnésie....... Reste L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE TL La masse épurante est placée dans de larges cuves en couches 30 a 60 centimetres d'épaisseur. Le gaz, en la traversant, donne du sul- fure de fer, du sulfocyanure de fer, du ferrocyanure ferreux. La masse est revivifiée en la soumettant a Plaction de Pair dont Voxygene trans- forme le sulfure de fer, suivant la formule : Fe?S? + 30 + 3H%0 =— Fe'(OH? + 38. Le ferrocyanure ferreux est transformé par oxydation en bleu de Prusse. La masse peut étre revivifiée 10 fois en moyenne. Chargée de sou. fre et appauvrie en oxyde de fer (transformé en bleu de Prusse) elle est vendue aux fabricants de bleu de Prusse ou de prussiates. On en extrait le soufre, le sulfure (Pammonium et les composés cya- nés. Le mineral des prairies peut se charger de 30 pour cent de sou- fre et de 10 pour cent de bleu de Prusse et sulfocyanure d'ammo- nium. Oes masses d'épuration sont Vailleurs tres encombrantes. On le comprendra facilement, si on se représente que, pour installation de 15.000 chevaux des mines d'Alsdorf, Eschwerler ('/, en réserve, soit 12.000 en fonctionnement) il est nécessaire de traiter aux épu- 'ateurs 200.000 metres cubes de gaz par jour. Aux mines de Lens, ou se trouve également une installation importante de moteurs á gaz de coke, il faut traiter jusqu'a 100.000 metres cubes de gaz par jour. Quels sont maintenant les moteurs dans lesquels on peut utiliser, apres épuration préalable, les gaz de hauts-fourneaux et les gaz de fours a coke? 23. Moteurs utilisant les gaz de hauts.fourneaux et les gaz de fours « coke. — Ces moteurs appartiennent a deux types principaux : a) Les moteurs a quatre temps; b) lees moteurs a deux temps. 24. Motewrs ú quatre temps. Types employés. — Le premier grand moteur á quatre temps a gaz de hauts-fourneaux est le moteur mono- ecylindrique a simple effet de 600 chevaux, exposé a Paris en 1900 pur la Société Cockerill. Ce moteur, qui fonctionne encore, a 1"30 Valésage et 1”50 de course; il a un volant de 33 tonnes et un poids total de 127 tonnes. Pour obtenir la régularité nécessaire a la commande des dynamos 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Véclairage, les constructeurs de grands moteurs a gaz »emploient plus aujourd'hui que les moteurs a double effet jumelles ou en tan- dem, ou méme a la fois tandem et jumelles. En eroisant les temps, on peut avoir une course motrice par course du piston, ce qui arrive au maximum de régularité dans la marche. Examinons quelques points de la construction de ces moteurs a quatre temps. 25. Moteurs ú quatre temps. Báti Oockerill. Báti de Núremberg. — Les grands moteurs a gaz sont généralement horizontaux. On ren- contre généralement deux types principaux de bátis: le type Cockerill, dans lequel les deux cylindres tandem sont en quelque sorte emboités entre deux longerons, et le type ú collerette de la So- ciété d'Augsbourg, Niiremberg. Dans le type Cockerill, les cylindres placés entre les deux longe- rons en fonte, sont attachés par une de leurs extrémités. La partie qui porte les paliers de Vautre coude, est seule fixée solidement sur la fondation : les longerons 1y sont pas attachés ; ils sont seulement portés, a lendroit du milieu de chaque ceylindre, sur des pieds en fonte, sur lesquels ils peuvent glisser en s/allongeant. Les eylindres, reposant sur les longerons par lPintermédiaire des saillies cloisonnées dont ils sont munis, y sont fixés longitudinalement par des clavettes doubles et latéralement par des vis quí empechent les longerons de s'écarter. Ce mode de construction présente de tres grands avantages, solt au point de vue de la transmission des efforts, qui se fait suivant les longerons dont Paxe coincide avec celuai du moteur; solt a celui de la parfaite accessibilité de tous les organes (nettoyages des soupapes, visites des guides et des patins, enlevement facile d'une piece au moyen un pont roulant). Le báti du moteur de Niiremberg est caractérisé par une forte col- lerette sur laquelle peut s'assembler le cylindre. 1l est fixé aux fon- dations sur toute sa longueur: a peu pres symétrique par rapport a Paxe longitudinal de la machine, il porte les deux coussinets de lar- bre moteur. Dans les machines tandem, les deux cylindres sont reliés entre eux par une entretoise munie (d'une glissiere, dans laquelle se déplace la erone quí réunit et soutient les deux pistons. Cette glissie- re présente a la partie supérieure une large ouverture, quí permet de sortir les fonds des eylindres et facilite la visite des soupapes. 26. Motewrs d quatre temps. Refroidissement des cylindres des pis- tons, des tiges de pistons et souwpapes. — La principale difficulté que L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 115 Pon rencontre dans la construction des grands moteurs a gaz est ve- nue de la nécessité de refroidir suffisamment les cylindres et les pis- tons. Or les grands eylindres sont plus difficiles a refroidir que ceux de petites dimensions pour les deux raisons suivantes : a) Les surfaces sont plus réduites par rapport aux volumes; b) Les augmentations de diametre entrainent un acroissement d'é- paisseur des parois. Méme en faisant circuler beaucoup eau dans les enveloppes, de telle facon que Vélévation de température de cette eau ne dépasse pas 154 207, il subsiste cependant une différence de température parfois considérable entre les parois interne et externe des cylindres. Si alors certaines parties sont mal refroidies, le métal est soumis a des dilatations inégales qui amenent des ruptures. D'autre part un refroidissement insuffisant produit un graissage imparfait et des allumages anticipés, qui génent la marche et causent des ruptures Vorganes. Il devient done nécessaire non-seulement de conduire par des tuyaux intérieurs eau jusquwaux endroits les moins accessibles des enveloppes, mais encore de refroidir par des circulations eau les pistons, tiges de pistons et soupapes. Les cylindres doivent étre faits en fonte, sans surépaisseurs dans les chambres explosion, et avec des enveloppes d'eau á circulation aisée. On a essayé sans succes de substituer Pacier coulé á la fonte. Comme Pacier donne un frottement tres défectueux, on est alors obligé de garnir les eylindres, sur toute Pétendue de leur alésage, avec une chemise mince en fonte. Outre Pinconvénient Pun prix de revient élevé, la double épaisseur des parois rend le refroidissement presque impossible. 27. Moteurs 4 quatre temps. Boites de soupape. — Pour éviter les tensions initiales de fonderie, il y a intérét a répartir uniformément sur les surfaces des cylindres les orifices des lumieres dont ils doivent étre garnis. Dans ce but les boites admission et d'échappement sont, le plus souvent, placées en regard aux extrémités d'un méme diamétre ver- tical, suivant Pusage adopté pour la construction des machines á va- peur a soupapes. Les soupapes d'admission sont généralement au- dessus des eylindres ; les soupapes Véchappement au-dessous. Cette disposition rend assez laborieuse Vopération du démontage de ces soupapes. 28. Moteurs ú quatre temps. Double allumage. — Les chambres de AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXVI 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA compression de ces moteurs sont tres étendues. De plus, comme pour le gaz de haut-fourneau, on a intérét a pousser la compression jus- qua 13 et méme jusqu'a 15 kilogrammes, le piston doit étre amené tres pres du fond du cylindre. Le mélange comprimé est alors divisé en deux parties, ce quí nuit a la propagation de Vexplosion au mo- ment de V'allumage. De plus, pour éviter de trop découper les eylin- dres on laisse les soupapes d'admission et d'échappement a quelque distance de Palésage; on constitue ainsi dans la chambre de com- pression des recoins, dans lesquels le mélange gazeux s'allume diffi- cilement. Aussi est-il nécessaire de déterminer Pallumage de la charge a la fois dans les deux boites de soupapes par deux inflammateurs distincts fonctionnant en méme temps. L'importance de ce double allumage est telle que, si on arréte momentanément le fonctionne- ment de Pun des inflammateurs, on voit par une réduction de la sur- face des diagrammes, qu'une partie du mélange passe a Péchappe- ment sans avoir brúlé. 29. Moteurs d quatre temps. Oylindres. Pistons. Tiges de pistons. — Les cylindres sont généralement faits en trois pieces; une partie ey- lindrique centrale, a laquelle on raccorde les tétes de eylindres sur lesquelles se trouvent les boítes de distribution. Les pistons sont des cylindres creux fermés aux deux bouts, dans lesquels on fait une circulation eau sous une pression de 4, 5 et 6 kilogrammes, suivant la vitesse. On évite ainsi les coups de bélier qui résulteraient du mouvement alternatif du piston, si la continuité de Pécoulement vn était pas assurée. T'acier au nickel est fréquemment employé pour les tiges de piston. Pour éviter les usures des cylindres on a été amené a faire porter les pistons par leurs tiges. Dans certains cas, celles-ci sont droites et présentent une section suffisante ; dans (autres elles sont légerement courbées, de maniere a se trouver rectifiées par Paction du poids du piston, qui flotte en quelque sorte dans le cylindre, étanchéité étant assurée par les segments. Dans les moteurs á un seul cylindre, les tiges sont le plus souvent portées sur deux glissiéres, une a avant et une a Varriere. Dans les cylindres en tandem, il y a trois glissie- res ; une a Pavant, une au milieu et la troisieme a Parriere. 1l est bon de faire ces glissieres plates et assez lasses, de facon qu'elles ne soient pas une géne pour Penlevement des fonds des cylindres. Le nettoya- ve des chambres Vexplosion peut se faire ailnsi parfaitement; et, pour huiler les pistons, il suftit de les amener sur les glissieres. Les garnitures des tiges de pistons se font entierement métalliques L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 115 au moyen Panneaux en fonte, fendus comme des cercles de piston, mais dont la tension est en sens inverse de ceux-ci. Les arbres sont presque toujours coudés. lsrésistent mieux ainsiaux efforts anormaux qui peuvent se produire par des allumages anticipés. 30. Motewrs 4 quatre temps. Soupapes. — Dans chaque demi-eylin- dre, la distribution du mélange gazeux est effectuée au moyen de trois ou quatre soupapes a axe vertical, la soupape déchappement et les deux soupapes d'admission. De ces deux derniéres soupapes, l'une sert á fermer compléetement le cylindre a la fin de Vaspiration, pendant les périodes de compres- sion, de détente et d'échappement. Nous lui donnons plus particulie- rement le nom de soupape dadmission. autre soupape admission est une soupape a double siége équili- brée. Dans certains moteurs, elle sert a la fois pour Varrivée de Pair et du gaz (moteur Ehrhardt et Schmer). Dans d'autres (moteur de Núremberg, moteur Cockerill) cette soupape a donble siége sert uni- quement a Parrivée du gaz; on lui donne le nom de soupape á gaz; un organe spécial, dit obturateur 4 atr, sert pour Varrivée de Pair. La soupape équilibrée double siéege est généralement sous la dépen- dance du régulateur ; la commande se fait au moyen Vexcentriques et de votes a rouleaux, quí rendent doux et silencieux le mouvement de distribution et diminuent les réactions sur ses organes. 31. Motewrs 4 quatre temps. Régulation. — Une question impotr- tante a examiner est celle de la régulation des moteurs, c'est-á-dire Popération quí consiste a réduire la surface des diagrammes, de facon que la vitesse reste constante, quelles que soient les variations de la puissance. [l convient d'ailleurs de remarquer, avec M. Letombe, que la régulation, pour étre économique, doit étre telle que la surface des diagrammes solt diminuée, mais sans que leur forme soit modi- fiée. En particulier, il importe que la régulation soit telle que le régime de la combustion ne soit pas changé, que Pexplosion se pro- page aussi bien a puissance réduite qua pleine charge. Deux modes de réglage sont actuellement usés dans les grands moteurs a gaz : 1% Le réglage 4 compression variable, admission totale et compression constante ; 2% Le réglage d compression constante, admission variable et compres- sion variable. 32. Réglage 4 compression variable, admission totale et compression constante. — Dans le premier mode de réglage, on agit sur la quan- 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tité du gaz combustible admis á chaque aspiration. On VPapplique actuellement de la maniere salivante. On fait une admission (Pair pur, que Pon fait suivre (une admission variable de plus en plus retar- dlée, avec la diminution de la charge, d'un mélange de compression constante. Ce mélange Vair et de gaz doit étre admis jusquwa la fin de la course du piston, de maniere a former au fond du eylindre une couche bien inflammable au voisinage des allumeurs. La soupape équilibrée a deux sieges se ferme toujours a la fin de la course Vaspira- tion, mais s”ouvre pendant la course du piston a des moments varia- bles. Dans ces conditions, on voit que le eylindre est toujours com- pletement rempli et que la compression reste constante. Si, malgré les mouvements du piston, le mélange combustible ne se mélange pas trop avec Pair pur; si, comme on le dit souvent, la stratification se fait bien, il y a pas de ratés, méme aux plus faibles admissions du mélange combustible. Les moteurs de Núremberg et certains mo- teurs Cockerill fonetionnent avec ce mode de réglage; les ingénieurs dle Seraing les préconisent pour les moteurs «4 grande vitesse et pour ceux quí exigent une tres grande régularité de marche, comme les mo- teurs actionnant les alternateurs. M. Letombe critique beaucoup ce procédé de réglage. Il fait remart- quer avec raison que l'hypothese (une bonne stratification est un peu hasardée. Gráce au mouvement du piston, le mélange combusti- ble s'appauvrit nécessalrement en se mélangeant a Pair. Les mélan- ves introduits brúlent alors plas ou moins lentement; les diagram- mes se déforment. La flamme ne se propage pas dans toute lPétendue du mélange tonnant, et ne rejette a Péchappement une partie du gaz combustible admis. Il résulte de la des consommations plus grandes aux faibles charges. 33. Réglage a composition constante. Admission variable et compres- sion variable. — Dans Pautre mode de réglage (composition constante, admission variable et compression variable) Pair et le gaz sont admis dans une proportion toujours constante. Abstraction faite de la diffu- sion dans les gaz résiduaires, le mélange introduit présente done une composition uniforme. Aux faibles charges, la quantité de mélange est réduite par Paction du régulateur, soit sur la section de passage, solt sur la durée de Padmission du mélange, en coupant cette admis- sion par Pemploi d'une valve spéciale. Il convient de remarquer qwil est difficile de faire des admissions variables d'un mélange de composition constante. En effet, quand on aspire en méme temps deux gaz de densités différentes, comme de L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 117 Pair et du gaz, les moindres variations de perte de charge dans les conduites ou dans les lumiéres du eylindre déterminent des déchets sen- siblement variables des deux éléments qui doivent constituer le mé- lange. C'est ce qui arrive notamment lorsqw'il y a réduction d'admis- sion par laminage, les soupapes de mélange restant ouvertes pendant le maximum du temps Vaspiration, mais s'ouvrant (Vautant moins que la machine est plus déchargée. Dans ces conditions la composition du mélange tonnant ne reste pas constante, parce que les laminages causent dans les orifices des pertes de charge variables. Sur les dia- erammes, on voit que les combustions se font Pune facon de plus en plus ralentie, et au fur et á mesure que les dépressions a Vadmission augmentent dans les eylindres. Il ne semble pas qu'on puisse accorder une grande supériorité au systeme qui consiste á mouvoir les soupapes par Vintermédiaire de leviers á déclic, on provoque le déclanchement de ceux-ci a un mo- ment variable de leur course, de facon a couper brusquement les ad- missions. Les organes de distribution sont soulevés d'un mouvement continu; c'est par la rencontre d'un obstacle dont la position dépend des mouvements du régulateur que le déclic se produit. Des lors, pendant toute la durée des admissions, les lumieres sont découvertes de quantités qui varient suivant la charge du moteur. Ces variations Vouverture suffisent á troubler le mélange et á conduire a des dia- grammes déformés. Le dispositif, préconisé par M. Letombe, semble le seul capable Vintroduire dans le moteur un mélange de composition invariable. La soupape de mélange est commandée par le mouvement méme de la soupape Vadmission. Ce mouvement est disposé de telle maniere que Pouverture de la soupape de mélange soit tres accélérée, pour arriver en un temps aussi court que possible a Pouverture maxima et a y rester á un état de repos, en attendant le moment ou le déclic refer- me brusquement la soupape. La soupape de mélange, méme aux plus faibles charges, s'ouvre done toujours en grand, mais le déclic se produit Vautant plus vite que la charge est plus faible. Méme pour de tres courtes admissions, pendant le temps que durent les aspira- tions, il ne peut y avoir aucune modification de pertes de charge dans les conduites ou lumiéeres, soit V'air, soit de gaz, du fait méme de la distribution. Quand la charge diminue, la surface du diagram- me se réduit, mais la forme de ce diagramme ne change pas. Les com- bustions se font (une maniére plus parfaite qu'avec le mode de ré- elage á composition variable. 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ce mode de réglage est particulierement adopté dans les moteurs a marche lente quí actionnent des machines soufflantes et qui doivent étre soumis a de grandes variations de vitesse. Il présente quelques inconvénients. 1% Il faut varier la compression dans de larges limites. Or les effets Vinertie des masses en mouvement doivent étre équilibrés par la compression ; c'est pourquoi ce réslage convient bien á la commande des machines soufflantes, la pression dans le soufflet s'ajoutant a la compression dans le eylindre a gaz. Toutefois si les coussinets des tétes de bielle 1"ont pas été ajustés avec soin, cette marche a com- pression variable donne lieu a des chocs. 2” Il exige, en raison de la production aux faibles charges, un vide considérable a la fin des aspirations, des ressorts tres forts aux soupapes (ressorts accusant, une fois montés, une tension centrale de 500 grammes environ par centimetre carré de section utile de sou- pape) ou un verrouillage convenable. 34. Moteurs ú deux temps. Introduction du mélange tonnant. — A cóté des moteurs a quatre temps, on utilise dans Pindustrie sidérur- gique, les moteurs a deux temps, soit du type CEchelháuser, soit du type Korting. Au point de vue théorique, le fonctionnement des moteurs a deux temps est le méme que celu des moteurs a quatre temps; dans un méme cylindre, on réalise admission, la compression, Vallumage et la détente un mélange combustible. Ces deux types de moteurs ne se différencient que par la facon Vintroduire le mélange tonnant dans les cylindres apres explosion et la détente des gaz brálés. Dans le moteur a quatre temps, deux courses sont employées a cet effet : la course d'échappement et la course d'admission. Dans le moteur a deux temps, lexpulsion des gaz brúlés et Pad- mission du mélange combustible se fait a la fin de la course de dé- tente et au début de la course de retour du piston, durant laquelle se produit la compression. A la fin de la course de détente, et pendant la durée de */, de tour de manivelle environ, ces deux opérations se font par Pemploi de pompes explosives. Les gaz brúlés sont dabord expulsés ; cette phase est suivie (une admission d'air pur (phase de rincage) ; enfin le cylindre recoit le mélange combustible, qui est alors comprimé. 35. Moteurs ú deux temps. Nécessité de tres larges surfaces d”échap- pement. — Comme la phase ('admission suit presque immédiatement la phase de détente, alors qw'elle en est séparée par une course de L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE JLS) piston dans les moteurs á quatre temps, Pair introduit n/a pas seule- ment pour but de refroidir le cylindre, mais encore de jouer le róle de tampon inerte entre les gaz brálés qui s'échappent du ceylindre et le mélange combustible qui y est introduit. Pour qu'il en soit ainsi, 1l est nécessaire que cet air arrive pas avec une grande vitesse, qui aurait pour eftet de produire des tourbillonnements favorisant un mélange avec les gaz brúlés. La pression de Pair foúrni par une pon.- pe spéciale 1Wexcédant que de 0,4 a 0,6 (atmosphere la pression atmosphérique, il faut que Vexces de pression des gaz brálés soit lui- méme réduit a environ */, atmosphere. Or, cet abaissement de pres- sion doit se faire pendant un temps tres court, quí peut atteindre, dans certains cas, */,,, de seconde. L'échappement ne peut donc se faire que par de tres larges surfaces, comme des couromnes de lumieres percées dans les parois du cylindre, couronnes en relation avec un espa- ce suffisamment grand, pour annuler autant que possible la contre-pres- sion 4 VPéchappement. Il est impossible d('employer comme organe «WVé- chappement une soupape a laquelle on serait obligé de donner une section incompatible avec la sécurité d'un bon fonctionnement. 35. Motewrs 4 deux temps. Moindre rendement que les moteurs « qua- tre temps. —- Les pompes (une pour Pair, l'autre pour le gaz) jouant le róle ('organes d'alimentation et de distribution, et non le róle de compresseuts, la puissance absorbée West pas tres considérable. Ce- pendant elle atteint parfois 13 pour cent de la puissance totale de la machine et rest jamais descendue au-dessus de S pour cent. Or dans le moteur a quatre temps, cette puissance passive de changement ne dépasse pas 3 pour cent de la puissance totale dans les machines bien établies. D'autre part, la stratification (séparation tres accusée de Pair et du mélange combustible) ne se fait pas avec la régularité que suppose la théorie; il peut y avoir mélange avec cet air et par suite appau- vrissement du mélange tonnant ; il peut méme se produire des pertes de mélange combustible par Péchappement. Les moteurs a deux temps ont done un rendement inférieur a celui des moteurs a quatre temps. Ue genre de machines ne sera vraiment intéressant qua partir du moment ou il sera vendu aun prix notable- ment inférieur a celui du moteur a quatre temps, car on pourra con- sidérer comme négligeable la différence des consommations. Or il Wapparait pas que Pon soit entré dans cette voie de construction éco- nomique. 36. Moteurs d deux temps. Moteur (Echelhiuser. — Le moteur 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Echelháuser est un moteur a simple effet, dans lequel deux pistons s'écartent ou se rapprochent un de Pautre. D'admission et Véchap- pement se font par des couronnes de lumiéres percées dans la paroi du eylindre et placées a ses deux extrémités; les pistons, en décou- vrant ou recouvrant ces lumiéres, rendent possibles les diverses pha- ses de la distribution. Une pompe a double effet, dont axe coincide avec celui du eylindre principal, comprime Pair d'un cóté et le gaz de VPautre; ces gaz ayant une compression de 0'*30 a 0'50, passent dans des réservoirs en relation avec les lumieres d'admission. Le réglage du moteur en faisant varier le volume de Pair de bala- yage et la composition du mélange tonnant. Nous vinsisterons pas sur les détails; nous signalerons seulement, pour en donner une idée, que le diametre de son eylindre est égal a 675 millimetres pour 500 chevaux, 915 millimetres pour 1000 che- vaux et 1100 millimetres pour 1500 chevaux. 31. Motewrs a deux temps. Moteur Koerting. — Le moteur Koerting est un moteur á deux temps a double effet. Les orifices d'évacuation sont des couronnes de lumieres percées dans la paroi du cylindre; celles-ci sont situées dans la partie médiane; le piston moteur vient les ouvrir et les fermer. Les orifices d'admission, situés aux deux ex- trémités du cylindre, sont constitués par deux soupapes a large ou- verture ; Pintroduction de Pair de rincage et du mélange de gaz et Vair se fait au moyen de deux pompes, une a air, Pautre a gaz, qui se trouvent sur les cótés du cylindre. La régulation se fait encore iel en faisant varier (une part le volume de Pair de rincage, et d'autre part la composition du mélange tonnant. Il nous reste, pour terminer cette étude, a comparer le prix ('ins- tallation une centrale électrique-turbine et celui (une centrale avec moteurs á gaz; enfin a déterminer le prix de revient du kilowatt- heure obtenu dans ces dernieres conditions. Ce sont lá des questions assez délicates, sur lesquelles les divers ingénieurs ne sont pas en- tierement Paccord. Pour le cas particulier de Pindustrie sidérurgique, nous suivons les indications que M. L. Greiner a données dans le remarquable mémoire que nous avons déja eu plusieurs fois 1'occa- sion de citer. 38. Comparaisons pour des unités de 2000 chevaux, des encombre- ments d'une installation de machines d vapeur et d'une installation de moteurs d gaz. — Si on compare des installations modernes et impor- tantes, utilisant d'une part des machines ou des turbines a vapeur avec leurs chaudieres, et autre part des moteurs a gaz de puissance L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 121 sensiblement égale, on constate que la surface occupée est sensible- ment la méme dans les deux cas. Pour des unités de 2000 chevaux, il est pas raisonnable de des- cendre au-dessous des nombres suivants : Décimetres carrés par cheval effectif (EHP) Chaudiéres, surchauffeurs, réchauffeurs, pompes et CASIMICOS Yo. o no 0aba o eo aa ola Ola diola a/a dolio to 9/9 ore 15 Machine á vapeur horizontale avec dyhamo......... 10 Turbo-dynamo avec condenseur, Bbl....ooooomomoo... 4 Moteur 4 Saz avec ÁyDaMmo.......o.ooooo ooo 12 Appareils d'épuration du gaz, pompes et tuyautieres . 6 T"encombrement total minimum est done: Pour des installations comprenant machines a piston ANECHCNAUALCES ME tao SI: 25 Pour des installations comprenant des turbo-dynamo ANECACHAUMCES ELA eos: 1) Pour des installations comprenant des moteurs a gaz ANEP EA O Na 18 Dans cette comparaison, il 1"est pas tenu compte des appareils qui effectuent un premier nettoyage des gaz des hauts-fourneaux, car cette opération est aussi utile aux chaudieres qu'aux moteurs a gaz. Les chiffres s'appliquent aux appareils quí completent Pépuration et qui sont nécessaires pour obtenir le degré de propreté exigé pour la bonne marche des moteurs a gaz. 39. Frais d'installation pour des motewrs de 2000 chevaue. — Quant aux frais (installation, ils sont approximativement les sulivants, pour des unités de 2000 chevaux : Frances par EHP Turbo-dynamo avec condenaseUT.....oomcocooroooo.. 120 Chaudiéeres, surchauffeur, déchaufteur, ete......... 80 e ella daa A ON POTS lOE 200 Moteur a gaz avec ÍÚyDaMO....o..ooooooooomro.o..- 140 Tuyauteries d'appareils d'épuratiod.........oooo... 35 O Edi ral lite lo ID faut ajouter á ees dépenses les bátiments et les fondations, qui représentent une somme plus élevée pour les moteurs a gaz que pour les installations a vapeur. 122 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 11 reste toutefois une économie V'environ 10 pour cent en faveur de Putilisation directe du gaz dans des moteurs. 40. Prix de revient de la force motrice par moteurs ú gaz de hauts fourneaux et de fouwrs ú coke. — Le prix de revient de la force motrice résulte : 1” Des dépenses directes dVexploitation ; 2” Des charges d'amortissement ; 3 Des frais généraux. I. Dépenses directes d'exploitation. — Elles comprennent : a) La main (ceuvre; b) Le graissage ; c) Le nettoyage, lentretien courant et les réparations. a) Main d'euvre. — Pour assurer le service d'un moteur a gaz de grande puissance, il suftit d'un homme gagnant de 3,1544 frances par jour et dun gamin ne recevant que 1,75 a 2 frances par jour. Pour une turbine, 1l suftit certainement d'un seul machiniste; mais 1l faut un personnel spécial pour les appareils de condensation et les chaudieres. La mise en marche d'un moteur a gaz est moins délicate que celle (VPune turbine; dans ce dernier cas, il faut agir lentement et avec prudence, lorsqu'on veut éviter les fácheux effets de la dilatation. A la main d'ouvre propre a chaque unité, il faut ajouter, dans une station centrale d'électricité, la main-d'oeuvre des électriciens et du contre-maitre en chef. Oette dépense totale de main-d*euwvre est égale a. environ 45 powr cent de la dépense totale d'exploitation. b) Graissage. — Les consommations (huile sont les suivantes : Grammes par HP-heure Machine a vapeur a piston de grande puissance . 1,542 Turbine a vapeur de grande puissance ......... 0,1 Mot UTA A STO: 1,5 En comptant Phuile pour les machines et les turbines a vapeur au prix de 50 frances les 100 kilos ; et 'huile pour les moteurs á gaz au prix de 25 franes les 100 kilos, on trouve les dépenses suivantes pour une marche a pleine charge. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 123 Centimes par HP-heure ROUTE iu ie oda ie 0,005 RourTestimna chain es late (0,1 ROUTAL ESPANOL UE O ICI 0,0375 En service courant, la dépense occasionnée par le graissage des motewrs € yaz, dynamos et appareils d"épuration Vune station centrale Wélectricité représente environ 20 pour cent de la dépense totale d*explot- tation. c) Nettoyage, entretien courant et réparations. — Us v'interviennent pas pour plus de 35 pour cent dans la dépense totale d'exploitation. En résumé, on peut répartir de la maniére suivante les dépenses directes V'exploitation pour une centrale électrique mue par des mo- teurs a gaz de grande puissance. Pour cent de la dépense totale d'exploitation Personnel mécanicien et électricied..........oooo... 45 CMA, o vos ooo 40.000 aaa pla ooo oo sos 20 Nettoyage, entretien et réparati0DS................. 35 IL. Dépenses Vinstallation. Frances par kilowatt Moteur á gaz, dynamo, fondations, tuyauteries LEEN cn sia 225 a 250 Moteur á gaz, dynamo, fondations, appareils d'épuration, pompes de circulation d'eau, ¡NAUICI yop oo aaa lato oca ias 300 a 350 Ces dépenses se répartissent alnsi : Pour cent MIOUQUIAS E) LEY. 0.0 ajo do 0.008.698 859.0.00)0 0h 0090 op plo e 45 DO 15 Bátiment. Pont-roulant et aménagement intérieur.... 15 DOncanomno.v.o0000000000 4000 aMoo plo dobla a e lololola la 5 purationftuyantenies ta edi 15 ¡BOmMpesLUYa utensilio: 5 TIL. Oharges déamortissement. Les usines métallurgiques prévoyant Pamortissement de leur ou- tillage en 10 ans, la charge d'amortissement annuelle correspond a 13 pour cent du capital immobilisé, celui-ci portant intérét a 5 pour cent. 124 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 41. Prix de revient du kilowatt-hewre. — Soit une installation de K kilowatts qui marche n < 835760 heures par an; soient (autre part A Pamortissement et E la dépense d'exploitation, on auta : A =E E n >s8s760 < K Prix du kilowatt-heure = n est le coefficient d'utilisation de Vinstallation, eest-a-dire entre le nombre de kilowatts-heure produits annuellement et le nombre de kilowatt-heure quí auraient été produits, si toutes les unités avalent fonctionné pendant les 8760 heures de année, en développant régu- lierement une puissance normale. Les valeurs du coefticient utilisation n sont assez variables. Éclairage électrique Villes de 20.000 a 100.000 habitants........ 0,08 a 0,09 Uses meca 0,25 Force motrice Industries qui travaillent jour et nuit sans arrét hebdomadaire, comme les hauts-four- E TO li le 0,90 Industries qui travaillent jour et nuit, mais avec arréts hebdomadaires, comme les acié- A A e Aielo 0,70 Industries quí travaillent le jour seulement, comme les ateliers de construction....... 0,35 Usines comprenant des charbonnages, hants- fourneaux, laminoirs, ateliers (force motri- CREE CAMA A Si: 0,60 42. Prix du kilowatt-an. — Souvent on prend n = 1 et on consi- dere le quotient A+ E K auquel on donne le nom de prix de revient du lilowatt-an. Aux usines Cockerill, en 1906-1907, le prix de revient du kilo- watt-heure, pour n = 0,50 a été égal a 1,55 centimes [0,653 centimes pour les dépenses Vexploitation|, ce qui donne pour le kilowatt-an 1,53 < 0,50 < 85760 = 50,15 frances. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 125 43. Influence de Putilisation du gaz de hawts-fourneaux et de fours « coke sur la marche économique des usines métallurgiques. — Les dispo- nibilités de 22 chevaux-heure effectifs par tonne de fonte produite (gaz de haut-fourneau) et de 4 chevaux-heures effectifs par tonne de coke (gaz de fours a coke) que nous avons citées plus haut, peuvent avoir une grande influence sur la marche économique des usines mé- tallurgiques. Prenons, par exemple, une usine métallurgique qui lamine annnuel- lement 300.000 tonnes Vacier. Elle trouve dans le gaz de ses hauts- fourneaux et celui de ses fours á coke une puissance disponible de 23.000 a 24.000 chevaux. Or, pour produire les 1000 tonnes d'acier par jour, il lui faut une puissance de 15 a 17.000 chevaux environ. On voit qu'apres avoir fait le service de Vaciérie, Pusine centrale électrique disposera encore (un excédent de puissance important, quí lui permettra non-seulement (VPéclairer Pusine, mais encore Pac tionner des fours électriques, dont Pemploi se généralise de plus en plus pour la production de Vacier. On sait, en effet, que la tendance actuelle est de commencer la production de Pacier sur sole ou dans un convertisseur et de la finir dans un four électrique, ou le métal est maintenu pendant une demi-hbeure á une heure, a la température de 2000 degrés et a Pabri de tout courant gazeux. Cette production de force motrice par les moteurs a gaz alimentés par les gaz de hauts-fourneaux et les gaz de fours a coke, permet de réunir dans un méme groupement : La fabrication du coke métallurgique; La production de la fonte; Daffinage et le laminage. Or un tel groupement présente de grands avantages économiques, soit par la vente des sous-produits, soit par la production de toute la force motrice nécessalre a Paciérie et aux laminoirs. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK Tres hipótesis principales se han dado hasta ahora para explicar el fenómeno complejo del trabajo elástico de las piezas sujetas á soli- citaciones mixtas de flexión, torsión, compresión, tensión, ete. La primera, que es aún la más generalmente aceptada, es la de rankine, la que enuncia el siguiente principio: «Cuando un material elástico es solicitado hasta la rotura por un sistema de fuerzas externas, se rompe bajo la acción del esfuerzo unitario máximo originado por el conjunto de fuerzas agentes. » Esa hipótesis aparece á primera vista como la más plausible cuan- do el material de que se trata es homogéneo ó puede considerarse tal. La segunda hipótesis es la de Saint-Venant, la que puede expre- sarse del modo siguiente : «Un material elástico, sujeto á una solicitación mixta, se rompe por efecto del máximo alargamiento (positivo Ó negativo) unitario causado por el conjunto de las fuerzas agentes. » La última ley de Guest, afirma que en esos casos «la rotura sobre- viene por efecto del máximo esfuerzo unitario de resbalamiento y por efecto del máximo resbalamiento relativo unitario que son concomi- tantes. » Los experimentos de Guest y los de L. B. Turner, efectuados sobre caños, confirman esta última hipótesis; que corrobora á su vez las experiencias llevadas á cabo en la Universidad de Londres por el profesor €. A. Smith utilizando barras de acero de sección llena. RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 127 En todas esas experiencias los esfuerzos á que fué sometido el ma- terial han sido : torsión, tensión-torsión y compresión ; y todo induce á creer que, por lo menos dentro de los límites de los experimentos efectuados, la ley de Guest es exacta. Pueden ponerse de relieve las diferencias principales entre las tres hipótesis indicadas expresándolas por medio de fórmulas del modo siguiente : Llamemos : E, el coeficiente de elasticidad ; R, el esfuerzo unitario de tensión ó de compresión, según el caso; R,, el esfuerzo unitario de escurrimiento generado por la torsión ; 1, el alargamiento máximo unitario ;. 1,, el escurrimiento máximo unitario; R,,, el esfuerzo unitario máximo resultante ; KR, my el esfuerzo máximo de escurrimiento unitario. Por la hipótesis de Rankine, se tendría 1 Tos a a == 5 SE 4 R* + R," = constante; Según Saint-Venant R,, == E .%= constante ; Según Guest TA : di v 7 KR” + R,* = constante; v al mismo tiempo Rom - 2 = constante S. para todas las experiencias que se efectúen sobre piezas de un mismo material. De las últimas y más cuidadosas experiencias resulta que estas fórmulas son las que responden mayormente á la realidad del fenó- meno, y, por consiguiente, en base á ellas debería calcularse toda pieza sujeta á solicitaciones mixtas. Existe, sin embargo, una repugnancia muy marcada de parte de la seneralidad de los ingenieros en aceptar esa última hipótesis, por varias razones, principalmente por la de haberse efectuado las expe- (0,9) 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riencias en su mayor parte sobre caños, faltando confirmar la misma ley de un modo general. Pero se puede dar otra razón, tal vez de mayor peso que la ante- rior: Si se somete un material á un esfuerzo de simple tensión hasta provocar la fractura, se dice que se rompe bajo el esfuerzo de tensión. Ahora si se hace entrar en juego aunque sea una pequeña fuerza de escurrimiento ó cizalla (bajo forma de torsión) junto con una gran fuerza de tensión, resultará, según la ley de Guest, que la rotura se produce no ya por tensión sino por resbalamiento. Un cambio tan importante y substancial por una causa á veces de apariencia nimia, es lo más difícil de aceptar; por eso más nos ineli- namos á creer justa la hipótesis de Rankine, la que nos mantiene en el curso usual de nuestras ideas de que la rotura sea efecto del es- fuerzo máximo resultante. La causa principal de esta reluctancia reside justamente en la ley de Hoock; tan es cierto que si se admite que esta última es falsa ó sólo groseramente aproximada, la ley de Guest, comprobada por las experiencias, resulta perfectamente aceptable. Según Hoock las secciones planas de un sólido quedan planas des- pués de las deformaciones que en él producen las fuerzas que accio- nan sobre el mismo. Para que ésto sea posible en el caso de un sólido sujeto á tensión simple se necesita que el esfuerzo total de tensión se reparta igual- mente en toda el área de la sección normal, es decir, que el esfuerzo máximo unitario de tensión resulte igual al esfuerzo medio : UN D TA, A A ea: AÑ A donde T es la tensión total y A el área de la sección normal. Pero si ahora se admite por un momento que la ley de repartición de la tensión (en el caso de un cilindro recto circular) sea, por ejem- plo, parabólica, los varios puntos de la sección circular plana primi- tiva vendrían á formar después de la deformación un paraboloide de revolución alrededor del eje del cilindro, como indica la figura 1. En este caso, si se divide la sección circular en zonas circulares de ancho infinitésimo dr, el esfuerzo específico de tensión será igual para todos los puntos de una misma zona, pero será diferente de zona á zona y máximo en la zona externa. RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 129 Resulta que, á lo largo de las superficies cilíndricas que tienen por generatrices las varias circunferencias de separación de las varias Zonas, se generarán esfuerzos de escurrimiento: por consiguiente, aun en el caso de la simple solicitación por tensión se presentaría un esfuerzo de resbalamiento. Se podría concebir entonces cómo, llegando á producirse la rotura del sólido, ésta sobrevendría ó por haberse superado en igual tiempo la resistencia unitaria á la rotura por tensión y resbalamiento, res- pectivamente en la zona externa de ancho dr y en el cilindro cuya directriz tiene un radio r-dr; ó por haberse superado el límite de elasticidad del resbalamiento en ese último cilindro si el material es Fig. 1 de estructura fibrosa, y después, en consecuencia, el de tensión en la Zona externa, la que no está ya como antes sostenida por las zonas más internas. Entonces, si esa fuera la distribución del esfuerzo de tensión, la rotura del sólido sería efecto de la fuerza de resbalamiento máxima generada y la ley de Guest no sólo sería aplicable al caso especial de las solicitaciones mixtas, sino que sería justa para cualquier forma de solicitación en general. Veamos ahora si entre los hechos conocidos existe algún indicio de la posibilidad de esa hipótesis de distribución de los esfuerzos inter- nos y sl es lógicamente admisible. Supongamos que aplicamos un esfuerzo de tensión simple á la su- perficie externa de un sólido cilíndrico. Para que fuese admisible la hipótesis de Hoock sería necesario su- poner que el sólido estuviese constituído por segmentos cilíndricos AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA infinitésimos de substancia perfectamente rígida, alternados con seg- mentos de materia elástica. De este modo podría el sólido sufrir mo- vimientos elásticos tales que la posición relativa de sus moléculas varíe en el sentido axial y quede invariable en el sentido radial. Como se ve, esa suposición está muy lejos de la realidad. Si, al contrario, se supone que la distribución de los esfuerzos es la que se indica en el diagrama anterior, equivale á admitir que á un movimiento axial relativo de las moléculas de un cilindro kueco infi- nitésimo corresponde otro movimiento relativo de la misma natura- leza entre dos moléculas de dos zonas concéntricas consecutivas, lo que es más lógico, puesto que según nuestras nociones actuales no existe una conexión invariable de dos moléculas de un cuerpo, y las acciones se ejercen de cerca. En este caso cada zona transmitiría á la Zona inmediata interna parte del esfuerzo recibido y ayudaría, por así decir, á la zona inme- diata externa á soportar el esfuerzo que sobre ella se ejerce, descar- gándola parcialmente. Veamos las consecuencias : Es notorio que la resistencia de un sólido es mucho mayor en una acción instantánea que no en una acción prolongada. Este fenómeno no tiene una explicación satisfactoria si se admite como justa la ley de Hoock, mientras se explica fácilmente si se ad- mite la hipótesis que hemos hecho. En efecto, en este caso, aunque con el esfuerzo instantáneo se su- pere el límite de elasticidad para la zona ó las zonas externas, las internas, que quedan inalteradas, porque el esfuerzo no ha tenido el tiempo de transmitirse á ellas, reaccionan sobre las primeras atra- yendo nuevamente las moléculas que á ellas pertenecen á la primitiva distancia relativa, renovando así la cohesión preexistente y, por ende, la elasticidad del sólido, la que aparece así no haber sido alterada. De este modo puede también explicarse el desaparecer de las de- formaciones permanentes cuando sean de un orden relativamente pequeño respecto de las dimensiones del sólido y cuando se deje á este último en descanso por un tiempo suficiente. En este caso las Zonas internas del sólido, que no han sufrido una solicitación anormal, efectuarían una acción de llamada sucesiva so- bre las zonas más externas, hasta reconducirlas al estado primitivo. Un alambre de acero tiene siempre una resistencia notablemente superior, en igualdad de condiciones, á la de un prisma del mismo material. RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 131 Por lo general, se atribuye ésto al efecto de la laminación ; pero la diferencia es muchas veces demasiado notable para que se pueda aceptar esa sola explicación ; mientras muy bien podría aceptarse la que ese hecho depende de que en el alambre, dada su pequeña di- mensión transversal, actúa prácticamente la sola solicitación por tensión, mientras en el prisma subsiste también la de escurrimiento, á la que el material resiste menos por su estructura fibrosa. El tratamiento térmico mejora las cualidades mecánicas de los ma- teriales de hierro y de acero. Hasta puede duplicarse la resistencia elástica; lo que es mucho más explicable con nuestra hipótesis que no con las otras. En efecto, el tratamiento térmico destruye el en- crudecimiento superficial, y, como la zona superficial es la que so- porta el esfuerzo máximo, es la que debe encontrarse en mejores condiciones de resistencia, para que pueda eficazmente transmitir ese esfuerzo á las internas. Pero hay también otros hechos de orden diferente que hacen, «a priori, nuestra hipótesis lógicamente posible. Los fenómenos de la compresión de los materiales, cuando se ex- cluya la flexopresión, son correlativos de los de la tensión. Ahora, la práctica ha aceptado y reconocido implícitamente nues- tra hipótesis en un caso notorio. Los ejes de las hélices marinas, y, en general, los pernos destinados á transmitir un esfuerzo axial y uno de torsión, se construyen de sección cilíndrica hueca y no llena. Eso se hace porque, mientras el esfuerzo de torsión se distribuye principalmente en la periferia del eje, en la parte central resulta má- xuno el calentamiento y máximo el desgaste de eje y cojinete, y se aumenta la resistencia unitaria á la compresión, lo que se explica con nuestra hipótesis, pues en la parte central es mínima la compre- sión unitaria. Eso indica que en la compresión los esfuerzos deben repartirse según una ley curvilínea, y, por consiguiente, los acortamientos de las fibras deben transformar la sección primitivamente plana en una superficie de revolución si el esfuerzo es perfectamente axial y el só- lido un cilindro recto circular. Lógico resulta, por consiguiente, admitir a priori que en el caso de la tensión se verifiquen los mismos fenómenos que en el de la com- presión, según una ley invertida, como la que hemos expuesto. Entre las varias leyes curvilíneas posibles de distribución de los esfuerzos internos, resulta lógico admitir una distribución parabó- lica, por lo menos como primera aproximación. Á eso induce también 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la observación de los fenómenos de rotura de los cuerpos de estrue- tura fibrosa, los que nunca se rompen según una sección plana, sino según una superficie curva que manifiesta claramente haberse pro- ducido un movimiento relativo de las fibras poco antes ó al mismo tiempo que la rotura por tensión. Interesante sería seguir realizando una serie de experiencias par: comprobar la exactitud de la hipótesis recién expuesta. Esas expe- riencias deberían realizarse ante todo en las solicitaciones simples y especialmente de la de tensión. La primera de dichas experiencias debería tender á la comprobación de una consecuencia lógica de la hipótesis indicada, que es la siguiente : Una barra de acero laminado de suficientes dimensiones transver- sales y longitud, debe romperse, si es de sección constante, con pre ferencia cerca de sus extremidades en el caso de que se la solicite por tensión. Debe presentar una resistencia igual á la primitiva, aunque en la parte central se practique una cavidad axial. Obtenida la rotura, examinando microscópicamente una seccion transversal efectuada entre la zona de rotura y el extremo más pró- ximo de la barra, deben observarse signos de escurrimiento longitu- dinal de las fibras. Interesa efectuar los experimentos indicados y los que son su con- secuencia, pues si por la ley de Guest se demuestra que, á igual coe- ficiente de seguridad, nuestras calderas son demasiado pesadas y nuestros ejes demasiado livianos, por nuestra hipótesis, que puede considerarse una consecuencia de la de Guest, si fuese confirmada, resultarían demasiado pesados nuestros mayores puentes. 108 Buscaremos ahora las fórmulas alrededor de las que deben des- arrollarse los experimentos para obtener la comprobación de la hipó- tesis que hemos hecho. Consideremos el caso de un sólido homogéneo de forma cilíndrica, sujeto á un esfuerzo de tensión simple, y otro sólido en iguales con- diciones pero de diámetro distinto. AA y A'A' son dos secciones planas efectuadas en los sólidos 1) y 2) antes de la deformación. Estas secciones planas se transformarán RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 133 según nuestra hipótesis en dos paraboloides de revolución alrededor del eje del cilindro, respectivamente QOS y Q'O'5S'. Estas dos su- perficies pueden interpretarse como diagramas de distribución de los esfuerzos internos ó como diagramas de los alargamientos de las 1 ' l Fig. 2 fibras que constituyen el sólido, por ser estas dos cantidades propot- cionales entre sí. La cantidad 1 será entonces igual para los dos sólidos si imagina- mos que se los someta hasta el límite de elasticidad del material de que están constituídos, y las dos superficies deformadas deberán te- ner iguales parámetros; por consiguiente, las dos parábolas indicadas en la figura, referidas á sus vértices, se expresarán con la fórmula : pa” = y. Será entonces 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA d? Ves == 0 = Umáx. 12 4 D? Y, máx. == P UN Las ordenadas de k y k” en valor absoluto serán : y e 4 sh pD” e MO Jl Y "Y, = ¿2D — d*). Asumiendo ahora como origen de lo ejes repectivamente k y k' dos parábolas serán : d? y =p 1% 4 3 pD* o a Las ordenadas medias del paraboloide referidas al vertice Jl Yin == o” Umáx. sad serán : e Un — ¿ DU a Yim — g PD" y las mismas referidas á k y á lb” respectivamente : Mi 01 z md? Y IATA s? pD' Wii = 1 S C las RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 135 y por consiguiente : 7 il 2 y' Mm == Y => S pd” (1) a DD” Yu = Y, + (2) de donde resulta : 7) 7 7 V 1 2 2 e A (0) De las (a) y (b) se deduce: E A O Yin Ed POR P D? AS d? y substituyendo los valores de las resistencias R,, medias unitarias, se obtiene: Ro — E E == 10 Pp D*? — d* Las primeras experiencias deben, por consiguiente, tender á ave- riguar si existe efectivamente esta relación constante de proporcio- nalidad entre las resistencias medias unitarias y los diámetros de los sólidos que se examinen, ó, más exactamente, entre las diferencias de las resistencias medias unitarias y de los cuadrados de los diá- metros. Consideremos ahora algunas consecuencias matemáticas de la hi- pótesis que hemos admitido y encontraremos la explicación de algu- nos fenómenos que la práctica ha revelado y que hasta hoy no tienen una justificación satisfactoria. Si se ejerce un esfuerzo de flexión sobre un sólido de sección rec- tangular, como se indica en la figura 3, conservando las condiciones del caso anterior, una sección plana AA se transformará en dos su- perficies cilíndricas que tendrán por directriz respectivamente los dos troncos de parábola indicados en el croquis. La práctica enseña que la resistencia unitaria á la flexión debe asumirse como una fracción de la correspondiente á la tensión, prin- cipalmente para piezas de dimensiones notables. Se acepta en ge- neral : 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA R,= R, | -A C siendo ésta una fórmula puramente empírica. Creemos interesante considerar á qué resultado conduce en este caso la hipótesis que he- mos hecho. El momento resistente de la pieza indicada será : b b P+- Er ia ; 2 Mil == 2 J 2deyx = 22 yxdz ; pero, siendo o el origen de las coordenadas, será a : b? Y =P Y — Pp A y por consiguiente: (0) ) 2) 3 2 y Dee b* ML, = 49 Ñ (pa y =P = ») de=2e =|Yy4' —j a el 2 isa Ln DN PE lo que se puede escribir : b?/ p? 2 = Runa — P= 4 ( Max. Pp 8 ) NS ó también, introduciendo el valor del momento de inercia de la see- £ ción (1) y la distancia del eje neutro á la fibra más solicitada (0): RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 137 3 1 M., E > 7% (o o 9 pu ) Discusión de la fórmula El número p es bastante pequeño para que en la práctica pueda descuidarse el término por restar. Por consiguiente, cuando se deba calcular piezas pequeñas hay lugar á aumentar el coeficiente de resistencia unitaria hasta de un 50 por ciento. Si ahora las dimensiones de la pieza son tales que los puntos k y k”' coincidan con O, resultará : 2 Rináx. o pu y por consiguiente: li, ==! dv Rináx. resultando así excesivo para las grandes piezas inflexas el coeficiente adoptado en la práctica. Se concibe entonces y se explica fácilmente que para las piezas usuales este coeficiente dé resultados satisfactorios y se llegue así á conocer su origen. Pasando ahora á otro orden de ideas, consideremos los fenómenos que acompañan la rotura por flexión de una pieza de madera. Este material se presta muy bien á la observación porque en él los esfuerzos de resbalamiento de las fibras se ponen de manifiesto muy claramente. Si la pieza de madera es de pequeñas dimensiones se no- tará que primeramente el límite de elasticidad es superado por el escurrimiento de las fibras próximas al eje neutro, lo que se explica con nuestra hipótesis, porque en este punto el esfuerzo de escurri- miento será : == Euar. no po” y cuando v sea pequeño puede F resultar bastante grande para ven- cer la cohesión de las fibras. Para una pieza de mayores dimensiones se notará al contrario que el máximo escurrimiento de las fibras tiene lugar en la proximidad de las más distantes del eje neutro. 00 1) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esto es porque en la madera el número p debe ser suficientemente grande para caer fácilmente bajo la observación, dado que es inver- samente proporcional al módulo de elasticidad de los materiales. Por consiguiente, cuando se trate de piezas de madera al aumentar las dimensiones nos acercamos rápidamente al caso en que resulte Bmnáx. = PW y entonces será F = 0; y la rotura será causada por el resbalamiento de las fibras extremas. Consideremos nuevamente el caso de la figura 1 y su proyección 1' para estudiar á qué esfuerzo de escurrimiento da lugar una dis- tribución de los esfuerzos internos como la indicada en nuestra hipó- tesis. Consideremos la parábola como diagrama de los alargamientos de las fibras. En la proximidad de la cireunferencia de diámetro d, el esfuerzo de escurrimiento (es decir, la variación del esfuerzo de tensión) en correspondencia de un elemento superficial de la sección, será d: Erdz Se = 9px dEr y para toda la circunferencia será: F = 2px . dE que se ejerce sobre un área lzd: por consiguiente, el esfuerzo unita- rio será: 2px pd E l l E pero, siendo R A == E t. máx. (donde E es el módulo de elasticidad) YU resulta : pd R = 19 = escurr. máx. R t. máx. La cantidad p que aparece en esta fórmula no es la misma que se RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 139 encontró al principio de este estudio, sino proporcional á ella, como lo es el alargamiento de la fuerza. Para darle el mismo valor debemos por consiguiente, dividirla por E, y la fórmula resulta : pd n J % cara má E 5 Vt. máx. siendo »] PO Mv Er —( d? (p para un mismo material es constante sólo cuando Rx == CONS- tante). La fórmula c) indica que para un material determinado el esfuerzo unitario de escurrimiento será directamente proporcional al diámetro de la pieza que se examine, cuando se le carga hasta su límite de elasticidad. Cuando se trate de dos piezas de materiales distintos, el esfuerzo unitario de escurrimiento variará dependiendo de cuatro cantidades á la vez E; p; R;,; d, cuyo efecto no puede asignarse a prior!. Dada entonces la facilidad con que nuestra hipótesis explica mu- chos fenómenos cuya explicación resultaría imposible con la de Hoock, la que opinamos deba considerarse como aproximada sólo grosso modo, estimamos que revestiría interés una serie de experien- cias tendientes á comprobar la exactitud de la fórmula : E li D*? — d* m p=8 lo que representa el punto de partida de una nueva serie de estu- dios. Buenos Aires, 20 de noviembre de 1909. Aquiles Cechini Pugnali, Ingeniero en la Dirección general de puentes y caminos de la Nación. VARIEDADES EL DIRIGIBLE ESPAÑOL «TORRES QUEVEDO » (1) El dirigible tripulado é ideado por don Leonardo Torres Quevedo, ha sido muy bien acogido por las revistas técnicas francesas, que pon- deran las novísimas disposiciones en él adoptadas, citándose como: prueba de la importancia de la invención el hecho de que la Société de: constructions aéronautiques Astra ha comprado todas las patentes ex- tranjeras á su inventor. El señor Torres Quevedo, ya desde hace cinco años, se venía preo- zupando del importante problema de la construcción naval aérea, ob- teniendo, en 1906, una primera patente de invención y construyendo: en Guadalajara, por el año 1908, un primer dirigible de experimenta- ción, de reducidas dimensiones, con una capacidad de 1000 metros cúbicos, cuyos resultados satisfactorios hicieron concebir muy buenas esperanzas sobre las innovaciones introducidas en su construcción, - encaminadas, principalmente, á obtener una gran estabilidad y, sobre todo, la rigidez, sin necesidad de emplear armazón metálico. | En 1909 hubo de acudir á Francia para construir un nuevo dirigi- ble de mayor cubicación, unos 4000 metros cúbicos, añadirle una cola neumática y ultimar ciertos pormenores dle construcción, verificán- dose la primera prueba en los talleres de la sociedad « Astra», en 22 de octubre pasado. (1) Trascribimos complacidos el siguiente elojioso artículo que publica El Co- mercio de New Yorki que se refiere á nuestro estimado consocio el injeniero don L. Torres Quevedo. Agregaremos que los telegramas publicados por nuestros gran- des diarios han dado cuenta del triunfo del señor Torres Quevedo en los ensayos que están haciéndose en Francia con el dirijible que lleva su nombre. (La Direc- ción). VARIEDADES 141 Este dirigible se caracteriza por tener en su interior una especie de armazón ó de viga armada, formada, exclusivamente con cables y que tiene la forma de un prisma triangular, terminado por sus extremos por tetraedros de aristas curvas tangentes á las del prisma. Las tres aristas de este prisma de cables, están unidas entre sí por otros cables dispuestos según una serie de secciones rectas equidis- tantes. Sobre esta armazón de cables va fijada la envolvente, formando so- bre las tres caras del prisma central, tres lóbulos semicilíndricos, terminando cada uno de ellos en dos semiconos, de modo que la sección transversal del dirigible está formado por un triángulo equilátero y tres semicircunferencias iguales, trazadas sobre sus lados como diá- metros. La armazón de cables queda tensa por la misma presión del gas, re- sultando, de esta manera un conjunto perfectamente rígido ú pesar de no serlo ninguno de los elementos que lo forman. También es muy curioso el método de suspensión de la barquilla. En los dirigibles no rígidos es un problema difícil la unión de la bar- quilla con el envolvente, por falta de elementos rígidos de donde sus- pender la barquilla, cuyos puntos de suspensión deben resistir, sin de. formar el globo, no sólo el peso de la barquilla, sino también los efec. tos del sistema motopropulsor. Por esto en este dirigible constituye un eran mérito la solución de este problema, pues la barquilla es sumamente corta y ligera, próxi- ma al cuerpo y, sobre todo, el sistema de cuerdas exteriores de sus- pensión queda reducido al mínimo. Para ello, cuatro pares de cables unen los cuatro vértices superio- res de la barquilla con cuatro puntos de la arista inferior del tetrae- (lro, y de cada uno de estos puntos parten cinco ramificaciones por cada lado que se dirigen á puntos de las aristas superiores. Los movimientos de dirección y de estabilidad están encomendados á una cola neumática. Esta cola tiene la misma sección y forma tri- lobulada que el cuerpo del dirigible, y en sus tres aristas entrantes ó cables van colocados tres bastidores triangulares cubiertos de lona. Esta cola, además, presenta otra particularidad importante, que consiste en su movilidad, lo cual permite utilizarla, ya como timón de altura, por su movimiento ascendente ó descendente, ya como ti- món lateral por su movimiento de izquierda á derecha, ó bien como es- tabilizador transversal por el alabeamiento de las aletas triangulares. Estos movimientos se logran á voluntad del piloto, por medio de va- 142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rios cables que terminan en la extremidad de la cola y van á parar á la barquilla, atravesando por dentro del globo en el interior de una manga de caucho. El sistema motopropulsor está constituído por dos motores « An- toinette », de ocho cilindros y cuarenta caballos, que accionan cada uno una hélice de acero de dos palas y 160 de diámetro. Este dirigible, por su forma especial, tiene dos balones de aire, compensadores de las pérdidas de gas por difusión, situados en los dos lóbulos inferiores, el de la derecha hacia adelante y el de la izquierda hacia atrás, y en los cuales se inyecta el aire por un ventilador movi- do por el motor de la derecha. Además, también lleva un saco de lastre de veinte kilogramos, que sirve de contrapeso móvil y que desde la barquilla puede ser dirigido, por medio de cuerdas, hacia varios puntos, sirviendo también de esta- bilizador longitudinal. BIBLIOGRAFÍA Practicas administrativas, por el doctor MANUEL M. ZoORkILLa. Buenos Ai- res, 1911. Un volumen de 330 pájinas, formato menor, que comprende una serie de capí- tulos atinentes a las prácticas administrativas arjentinas. Parte de este trabajo ha sido ya publicado en forma de artículos en los diarios bonaerenses. El doctor Zorrilla, cuya brillante actuación en los importantes cargos públicos que ha desempeñado, entre otros, la subsecretaría del ministerio del interior 1 la intendencia municipal, es notoria, es voz autorizada para determinar las máculas que afean nuestro organismo administrativo oficial i los desperfectos que entor- pecen su funcionamiento i, por ende, sus observaciones i sus consejos, son las del clínico competente que hace el diagnóstico i el pronóstico del morbo que produce disturbios serios 1 perjudiciales en la marcha de nuestras oficinas públicas. El fomento agrícola, especialmente en la zona del río Negro, es otro de los temas desarrollados por el autor, fundado en su conocimiento personal de dicha región. Pero lo que hace más simpática la obra del doctor Zorrilla es la sinceridad con que manifiesta sus ideas, siempre impersonales, teniendo constantemente en vista el bien jeneral del país. He aquí el índice : Advertencia. El espediente. Los documentos oficiales. El presupuesto. Refun- dición de oficinas. Trabajos inútiles. El inciso está agotado. Los empleados pú- blicos. El público en las oficinas. Pasajes oficiales. Pensiones i jubilaciones. La licitación pública. El ejército. Centralización administrativa. El público i las autoridades administrativas. Territorios nacionales. La tierra pública (primeras medidas, enajenación, latifundio, reservas, facilidades a la población). El río Ne- ero (primeros trabajos, ganadería, agricultura, colonia Roca, últimos progresos). Como se ve, no pueden ser más sujerentes los temas tratados por el doctor Zorrilla, 1, por nuestra parte, nos reservamos volver sobre ese trabajo de nues- tro distinguido amigo, para discurrir sobre algunos de los temas indicados. Indudablemente, el doctor Zorrilla ha hecho una obra beneficiosa, sobre la cual creemos mui propio llamar la atención de nuestros hombres públicos, los que constituyen nuestros poderes lejislativo i administrativo, pues hallarán en ella no pocos buenos consejos que le permitieran más conscientemente proyectar, decretar i hacer cumplir un buen número de las reformas que requieren el bien- estar 1 el más rápido progreso de nuestro país. S. E. BARABINO. 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La frontera arjentina brasilena. Estudios i demarcación jeneral. 1887-1904. División de límites internacionales. Buenos Aires, 1910. La obra consta de dos tomos respectivamente de 600 1 316 pájinas, formato mayor, con varios planos i figuras en el testo, i una carpeta de planos sueltos. El trabajo ha sido preparado por el reputado jeógrafo señor Zacarías Sánchez, de acuerdo con el decreto del poder ejecutivo de 30 de enero de 1906. El primer tomo contiene en seis capítulos el proceso de la demarcación, del principio al fin, i en un sétimo capítulo un examen del Mapa de las cortes. El se- vundo tomo comprende la documentación internacional correspondiente i las ac- tas de los trabajos realizados por las comisiones reales españolas 1 portuguesas (1752-1801) i por las arjentinas i brasileñas de 1887 a 1904. Los planos son 41. Siete van en el primer tomo (mapa de las costas, portugués, 1749); plano topográfico de Varela y Ulloa (español, 1789); plano de Misiones i otro de las posesiones españoles en 1800; dos ilustrativos de las embocaduras de los ríos Pepiry-Guazú (de los demarcadores de 1759) 1 Pepiry de la Carta (des- cubierto por Gundin en 1788); i, por fin, uno de las cabeceras de este último río 1 del San Antonio de Oyarvide. Los otros 34 planos, que encierra la carpeta, son : 1% límite oriental entre el Uruguai i el Iguazú; 2% i 3% límite del río Uruguay con el Brasil, desde la boca del Cuareim hasta el Pepiry ; 4% salto del Iguazú; 5% frontera entre el Pepiry i el San Antonio, con las partes altas del terreno comprendida entre ellas; 6% je- neral de toda la frontera; 7% río Iguazú, desde la boca del San Antonio 1 27 planos topográficos más (del 8% al 349) de las islas arjentinas en el Uruguai i en el Iguazú. Las materias tratadas sou: Tomo I. Capítulo 1%: Antecedentes históricos, las tierras del Amazonas, el te- rritorio de la Colonia. Capítulo 2%: Primera demarcación (1759). Capítulo 30: Segunda demarcación (1789-1791), primera subdivisión, demarcación de Chuy, demarcación del Tahim; segunda subdivisión, navegación i reconocimiento del Paraná. competencia, reconocimiento de los ríos Iguazú i San Antonio, reco- cimiento del Pequiry o Pepiry-Guazú, descrición del río Pequiry, nueva discu- sión. Capítulo 4%: Notas, la cuestión Misiones. Capítulo 5%: Reconocimiento de los ríos i territorio litijioso, tratado para la esploración del territorio litijioso, organización i trabajos preliminares de la comisión mista, trabajos principales dle la comisión mista i sus resultados, armonías i diverjencias, estensión e im- portancia del territorio cuestionado, informe jeneral del primer comisario arjen- tino, memorias de las comisiones demarcadoras, diario de la comisión mista. Ca- pítulo 6%: Demarcación definitiva, resultado jeneral, los hitos, descrición ¡eneral de la línea, los planos. Capítulo 7%: El alegato del Brasil. Tomo IT. Tratados i documentos diplomáticos, actas de las conferencias (1886 a 88), notas i decretos, actas parciales, decretos i actas de la demarcación defi- nitiva, actas principales. La obra publicada importa, pues, el archivo de lo actuado por los gobiernos primero español i portugués i luego axrjentino i brasileño, sobre el secular litijio relativo a nuestra frontera con el Brasil, hoi bien o mal terminada, pero feliz- mente terminada. . E. BARABINO. ( Museum, ó md Alemania _Zeftschrift der Gesellschaf fur Erdkunde, Berlin. — Verhandlungen des Naturhisto- rischen Vereins der preussischen Rhina- - lande-Westfalens,etc.. Bonn. —Abhandlungen herausgegeben von Naturwissenschaftiichen Verein, Bremen. — Deutsche Geographische - Clátter, Bremen. -- Abh. der Kaiserl. Leop. - Barol. DeuischenAkademie der Naturforscher, Halle. — Nachrichten von der Konigl Ges- lelschaft der Wissenschaften, Gottingen. — Sitzungsberichte und Abhandlungen der Na- turwissenschaftlichen Gesellschaft, Dresden. — Naturforschenden Gesellschaft, Leipzig. -— Mitheilungen aus dem Naturhistorischen Hamburg. — Berichte uber die Verhandlungen der Koniglich Sachsischen Gesellschaft der Wissenschaften, Leipzig. — - Mittheilungen der geographischen Gesells- chaft, Hamburg. — Berichte der Natur- - forschenden Gesellschaft, Freiburg. — Jahres -—Beríchte des Naturwissenschaftlichen, El- berield. — Mathematisch Naturwissenschaf- tlichen Mitheilungen, Stuttgart. — Schriften der Phisikalisch — Okonomischen gesells- . chaft, Kónigsberg. Au stralia Records of the geological Survey, Sydney. , Austria-Hungría i Verhandlungen des naturforschen des Ve- reines, Brúnn. — (Agram)Societe Archeologi- ches « Croate », Zagreb. — Annalen des K. K. Naturhistorischen of Museums, Viena. — Verhandlungen der K. K. Zoologisch Botanis- chen gesellschaft, Wien — Sitzungsberichte des deutschen naturwissenchaftlich Medi- cinischen Vereines fur-Bohmen, « Lotos » - Praga. — Jarhbuch des Ungarischen Kapathen -Vereines, Iglo. : Bélgica Acad. Royale des Sciences, des Letres et des Beaux Arts, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Entomologique, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Royale Malacologique, Bruxelles. — Bull. de PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE 7 ; BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EXTRANJERAS l'Assoc. des Ing. Electriciens Institute Mon- tefiore. — Liége. . Brasil _ Boletim da Sociedade de Geographia, Rio - Janeiro. — Bol. do Museo Paraense, Pará. — Rev. do Centro de Sciencias.Letras e Artes, Campinas. — Rev. da Federacao de Estudian- tes Brasileiros, Rio Janeiro. — Bol. da Agri- cultura, S. Paulo. — Rev. de Sciencias, [n= dustria, Politica é Artes, Rio Janeiro. — Rev. do Museo Paulista, S. Paulo. — Bol. da Co- missao Geográphica é Geologica do Estado de Minas Geraes, San Joao del Rei. — Co- missao Geográphica é Geologica, San Paulo. — Bol. do Observ. Metereológico, Rio Ja- neiro. — Bol. do Inst. Geographico é Etno- graphico, Rio Janeiro. — Escola de Minas, Ouro Preto. ? Colombia An. de Ingenieria. Soc. Colombiana de Ingenieros, Bogotá. Costarica Oficina de Depósito y Cange de Publica- ciones, San José. — An. del Museo Nacional San José. — An. del Inst. Físico Geográfico Nacional, — San José. Cuba Universidad de la Habana, Cuba. sa! Chile Rev. de la Soc. Médica, Santiago. — El Pensamiento Latino, Santiago. — Verhan- dlungen des Deutsrhen Wissenschaftlichen Vereines, Santiago. — Actas de la Soc. Le n tífica de Chile, Santiago. — Rev. Chilena de Hijiene, Santiago. — Ofic. Hidrográfica de la Marina de Chile, Valparaíso. — Rev. Chi- lena de Historia Natural, Valparaíso. Ecuador Rev. de la Soc. Jurídico-Literaria, Quito. — An. de la Universidad Central del Ecua dor, Quito. 7 España Bol. de la Soc. Geográfica, Madrid. — Bol. de la R. Acad. de Ciencias, Barcelona. — R. Acad. de Ciencias, Madrid. — Rev. de la Unión Ibero=Americana, Madrid. — Rev. de Obras Públicas, Madrid. — Rev. Tecnológica Industrial. Barcelona. — Rev. Industria é invenciones, Barcelona. — Rev. Arquitectura y Construcciones, Barcelona. — Rev. Minera Metarlúrgica y de Ingeniería, Madrid. — La Fotografía, Madrid. Estados Unidos Bull. of the Scientific Laboratoires of De- nison University, Granville, Ohio. — Bull. of the Exxex Institute, Salem Mas. — Bull. Phi- losophical Society, Washington. — Bull. of the Lloid Library of Botany, Pharmarcy and Materia Medica, Cincinati, Ohio. — Bull. of University of Montana, Missoula, Montana. — Bull. of the Minesota Academy of Natural Sciences, Minesota. — Bull. of the New York Botanical Garden, New York. — Bull. of the U. S. Geological and geographical Survey of the territoires, Washington. — Bull. of the Wisconsin Natural History Society Milwankee, Wis. — Bull. of the University, Kansas. — Bull. of the American Geographical Society, New York. — Jonrnal of the New Jersey Natural History, New Jersery, Trenton. — Journal of the Military Service Institution. of the Ú. States. — Journal of the Elisha Mitchell Scientific Society, Chapel Hill. Nord-Carolina. — « La América Cientifica », New York. — Librarian Augustana College, RocklIslad, New York. — Memoirs of the National Academy of Sciences, Washington. — M. Zoological Gar— den, New York. — Proceeding of the En- gineers Club, Filadelfia. — Proceeding of the Boston Society of Natural History, Bos- ton. — Ann. Report Missouri Botanical Gar den, San Luis M. 0. — Ann. Report of the Board of trustes of the Public Museum, Mil- wankee. — Association of Engineering So- ciety, San Louis, Mas. — Ann. Report of the Bureau of Ethnology, Washington. — Ame- rican Museum of Natural History, Ne w York. — Bull. of the Museum of Comparative Zoo— logy, Cambridge-Mas. —'Bull. of the Ameri- can Mathematical Society, New York. — Trasaction of the Wisconsin Academy of Sciences, Arts and Letters, Madison Wis.. — Trasaction of the Academ. of Sciences, San Louis. — Transactions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. — Transactions Kansas Academy of Sciences, Topekas, Kansas. — The Engineering Ma- gazine, New York. — Sixtenth Annual Re- port of the Agricultural Experiment Station, Nebráska. — The Library American Asso- ciation for the Advancement of Sciences. Care of the University, Cincinati Ohio. — N. Y. Vassar Brothers Institutes, Ponghtepsie. — Secretary Board of Commisioners Se- cond Geological Survey of Pensylvania, Phi-- ladelphia. — The Engineering and Mining Journal, New York. — Smithsonians Institu- tion, Washington. — U. S. Geological Sur- vey, Washington. — The Museum of the - Brooklin Institute of Arts and Sciences. —- The Ohio Mechanics Institute, Cincinati — University of California Publications, Berke- ley. — Proceeding of Enginneer Society of Western, Pensylvania. — Proceeding of the Davemport Academy, Jowa. — Proceeding and transaction of the Association, Meride. Conn. — Proceeding of the Portland Society. of Natural History, Portlad. Maine. — Pro- ceeding American Society Engineers, New York. — Proceeding of the Academy of Natu- ral Sciences, Philadelphia. Proceeding of the American Philosophical Society, Philadel- phia. — Proceeding of the Indiana Academy of Sciences, Indianopolis. — Proceeding of - the California Academy of Science, — San Francisco. — The University of Colorado. ea « Studies ». Colorado. ; Filipinas Bol. del Observ. Meteorológico. — Manila Francia Bull. de la Soc. Linnennée du Nord de la France, Amiéns. — Bull. de la Soc. d'Etudes Scientfiques, Angers. — Bull de la Soc. des Ingénieurs Civils de France, Paris. — Bull. - de L'Université, Toulouse. — Ann. de la Fa-= culté des Sciences, Marseille. — Bull. de la Soc. de Geographie Commerciale, Paris. — Bull. de la Acad. des Sciences et Lettres, Montpelier. — Bull. de la Soc. de Topográphie de France, Paris. — Rev. Générale des Scien— ces, Paris. — Bull. de la Soc. de Géographie, Marseille. — Recueil de Médecine Vétéri- naire, Alfort. — Travaux Scientifiques de PUniversité, Rennes. — Bull. de la Soc. de. Géographie Commerciale, Bordeaux. — Bull. de la Soc. des Sciences Naturelles et Ma- - thematiques, Cherbourg. — Ann. des Mines, Paris. — Min. de l'Instruction Public et des Beaux Arts, Paris. — La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. — Rev. Géographique In- ternationale, Paris. — Ann. de la Soc. Lin- néenne, Lyon. — Bull. de la Soc. de Géogra phie Commerciale, Havre. — Bull. de la Soc. d'Etude des Sciences Naturelles, Reims. Holanda Acad. R. des Sciences, Amsterdam Nes derlandche Entomolog. -Verseg, Rotterdam. Inglaterra The Geological Society, London. — Minutes of Proceeding of the Institution of Civil Engineers, London. — Institution: of Civil Engineers of Ireland, Dublin. — The Mine- ralogical Magazine Prof. W. J. Lewis M. A. F. C. S. the New Museums, Cambridge. — The Geographical Journal, London. — Bris- tish Association for the Advancement of Science, Glasgow. — The Guaterly Journal of - the Geological Society, London. - (Concluirá en el próximo número.) ES E Ns A E ES A E SET E A A A a E IA á A PG PAE ANALES SOOIEDAD CIEN E ARGENTINA NES a ¡ === A TU IO E o ds, : Dinecrón : Incesero SANTIAGO E. BARABINO 1% JUL 193 Ar, S a On ONAL MU | ABRIL 1911. — ENTREGA IV. — TOMO LXXI E ÍNDICE Memoria anual correspondiente al AREA ECO AO HoRACIO DAMIANOVICH, La generación espontánea : su evolución y estado actual... 153 ——— Y BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 6834 — CALLE PERÚ — 684 1911 JUNTA DIRECTIVA Presentes cana ela Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente Ml... o... 0. Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente Pc Doctor Horacio G. Piñero Secretario de actas............ Doctor "Comás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco MAD A Sao Doctor Antonio Vidal BAbI LO LLCanO o Doctor Abel Sánchez Díaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Vocales al paa Arquitecto Raúl G. Pasman ) ingeniero Benito Mamberto Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre ALA tl USES opt NBI A Señor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secreíarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmMADEO y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA ' Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 13960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias - ol Pesos moneda nacional POT MES o UI lao Mi aC Ue a 1.00 POr O 12.00 Número atrasado... .....0..ooco.ooo.oooco 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 440 pasado meridiano A MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CORRESPONDIENTE AL XXXVII” PERÍODO (1% ABRIL DE 1910 Á 31 DE MARZO DE 1911) LEÍDA EN LA ASAMBLEA DE ABRIL DE 1911 Señores Consocios : De acuerdo con los prescripciones reglamentarias voy á daros cuen- ta de la gestión de la Junta directiva que he tenido el honor de pre- sidir. Junta directiva. — En la asamblea del 1” de abril del año próximo pasado quedó constituida en la siguiente forma: Presidente : Doctor Ángel Gallardo. Vicepresidente 1”: Ingeniero Vicente Castro. Vicepresidente 2” : Doctor Horacio G. Pinero. Secretario de actas : Doctor Tomás J. Runi. Secretario de correspondencia : Ingeniero Esteban Larco. Tesorero : Ingeniero Alejandro Guesalaga. Bibliotecario : Doctor Abel Sánchez Díaz. Vocales : Ingenieros Horacio Anasagasti, Alfredo Galtero y Rodol- fo Santángelo, arquitecto Raúl G. Pasman, ingeniero Benito Mam- berto, contralmirante Manuel J. García Mansilla é ingeniero Pedro Aguirre. Por renuncia del doctor Ángel Gallardo del cargo de presidente, del ingeniero Alejandro Guesalaga del de tesorero y por fallecimiento del vocal contralmirante García Mansilla, fueron designados para des- empenar dichos cargos, respectivamente, los señores doctores Fran- cisco P. Moreno y Antonio Vidal é ingeniero Nicolás Besio Moreno, AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en las asambleas del 20 de abril, 22 de junio y 31 de agosto del año próximo pasado. En las veintitrés sesiones celebradas, la atención de la Junta direc- tiva ha debido recaer en asuntos diversos, pero debo manifestaros, desde luego, que la celebración del Congreso científico internacional americano, cuyo éxito era la preocupación general, ha impedido que dedicáramos mayores esfuerzos tendientes á que la sociedad conti- nuase progresando en la forma á que es acreedora por el papel que ha desempeñado hasta el presente en las cuestiones científicas del país. En primer término, debo manifestaros que el brillo alcanzado por dicho certamen científico y que es ya de todos vosotros conocidos, es el resultado del esfuerzo realizado por la comisión organizadora del mismo, cuya incansable actividad y raro acierto han justificado ampliamente la confianza que en ella depositara la sociedad. La exploración de la laguna Iberá, de cuya organización se dió cuenta detallada en la memoria correspondiente al período anterior, está á punto de terminarse; y después de la conferencia que sobre dicha expedieción diera el teniente coronel Uhart, en la que expuso los primeros trabajos realizados, la Junta directiva espera el informe completo que en breve presentará, llegando entonces la oportunidad de haceros conocer al resultado de la última parte de los estudios practicados. Una de las principales preocupaciones de la Junta fué, sin duda, la celebración de conferencias que al mismo tiempo que sirvieran de ex- ponente de nuestra vida intelectual, contribuyeran á vincular á los asociados. De acuerdo con estas ideas, se resolvió facilitar la acción de instituciones análogas poniendo á su disposición el local social, y, para estrechar la relación con dichas sociedades, se acordó enviarles invitaciones para las conferencias que auspiciaba la sociedad. El nú- mero de ellas alcanzó á once, de las cuales tres fueron patrocinadas por el « Instituto de enseñanza general >», una por el « Ateneo popu- lar >» y las restantes por nuestra sociedad, habiendo estado á cargo de los ingenieros Domingo Selva y Luciano Haumann-Merck; doctores Antonio de Gregoris, Eduardo Imbeaux, Fernando Lahille y Horacio Damianovich ; profesores Carlos E. Porter y Ernesto Nelson y el te- niente coronel don Pedro Uhart. La cireunstancia de necesitarse para dos de estas conferencias, un epidiescopio que la sociedad no posee aun, dió ocasión á que el Centro nacional de ingenieros, con la mayor eentileza, ofreciese su local para hacer uso de ese aparato. MEMORIA DEL PRESIDENTE 147 La razón ya apuntada al comienzo de esta memoria no ha permiti- do que fueran más numerosas las conferencias durante el ejercicio transcurrido, aunque la Junta directiva contaba con la cooperación de varios socios que habían prometido su concurso. Otra cuestión que mereció nuestra preferente atención fué el fo- mento de la biblioteca. Teniendo en cuenta los pocos recursos con que cuenta la Sociedad, la Junta directiva inspirada en el deseo de au- mentar las obras existentes, solicitó de los ministerios nacionales, gobiernos provinciales, Comisión nacional del centenario, Intendencia municipal, Museo Mitre y diferentes reparticiones nacionales, el envío de las publicaciones que hubiesen editado, y tengo la satisfacción de comunicaros que en todas partes nuestro pedido tuvo la más favora- ble acogida. Con las obras así recibidas y las remitidas por las casas editoras de Ch. Beranger, Hermann et fils, Gauthier-Villars y Felix Alcan de Paris y otras donaciones, el total de publicaciones ingresadas alcanza a 194 volúmenes, 76 folletos y 4 mapas y planos. Entre las donacio- nes más importantes figuran las de la mayor parte de los delegados chilenos al certamen científico de julio, de la Universidad portuguesa de Coimbra y de los socios señores Luis Luiggi, Francisco P. More- no, Florentino Ameghino, etc. Considerando que este aumento, siendo apreciable, no basta para satisfacer las necesidades de los socios, la Junta directiva se propuso arbitrar medios para llenar los claros que el tiempo y el adelanto de las ciencias han producido en nuestra biblioteca, dirigiéndose al efecto á la honorable Cámara de diputados de la nación, solicitando un sub- sidio para el fomento de aquélla, impulsar los trabajos científicos que pudiera iniciar la sociedad y, al mismo tiempo, dar cumplimiento á los votos formulados por el Congreso científico internacional americano. Es satisfactorio dejar constancia del resultado de tal gestión en vir- tud de la cual se asignó á la sociedad un subsidio de quinientos pesos mensuales. Compenetrada de laimportancia que, para instituciones como lanues- tra, tienen los congresos científicos, ha concurrido, ó resuelto concu- rrir á un buen número de ellos, nombrando, cuando ha sido posible, sus representantes ; es así que para el XVII Congreso internacional de los americanistas reunido en esta capital, fueron designados en tal carácter los socios doctores Florentino Ameghino, Francisco P. Mo- reno y los señores Samuel A. Lafone Quevedo y Juan B. Ambrosetti ; al adherirse al XI Congreso geológico internacional y á la II Conferen- 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cia agrogeológica internacional por celebrarse en Suecia, nombróse re- presentante al socio correspondiente doctor Otto Nordenskjiold ; ade- más se adhirió al Congreso internacional de medicina é higiene de Buenos Aires nombrando al señor doctor Horacio G. Piñero para que la representase; al Universal races congress por reunirse en Londres en julio de 1911, al Il Congreso nacional de bibliotecas; al X Congreso internacional de geografía por celebrarse en Roma en octubre de 1911; al Congreso internacional de higiene de Bruselas y al II Congreso internacional del frío, en Viena. Entre otras resoluciones importantes, pueden mencionarse las si- guientes : Cooperar, en unión de otras asociaciones, á los festejos oficiales ofrecidos á los delegados extranjeros que vinieron á esta capital con motivo de nuestro centenario. rear un archivo fotográfico, de láminas, mapas, etc., referente al suelo del país y la actividad del hombre en él, dirigiéndose á los so- cios pidiendo su cooperación en tal sentido. Adherirse á los trabajos de la Comisión popular pro monumento á Rivadavia resolviendo al efecto asistir en corporación al acto de la colocación de una placa en la tumba del esclarecido estadista é iniciar entre los asociados una recolección de fondos, encabezado por la so- ciedad con la suma de cien pesos moneda nacional. De acuerdo con el voto formulado por la sección de ciencias físi- cas y matemáticas del Congreso científico internacional americano se designó delegado argentino ante el Comité internacional de tablas de físico-químicas de Paris, al doctor Horacio Damianovich. Con motivo de haber solicitado el diputado nacional don Eduardo Castex la opinión de la sociedad respecto del proyecto de ley que ha presentado á la cámara de que forma parte, en el sentido de establecer como hora oficial de la República, la del tiempo medio de Greenwich disminuido de cuatro horas, se resolvió encomendar el estudio de este asunto á los señores ingenieros Nicolás Besio Moreno y Esteban Lar- co, quienes se expidieron en un bien meditado informe aconsejando propiciar la iniciativa de dicho legislador ; la Junta acordó hacer suyo dicho informe y publicarlo en los Anales. Habiendo el tesorero doctor Antonio Vidal, solicitado licencia, por ausentarse al interior de la República, se designó al vocal arquitecto Raul €. Pasman para desempeñar dicho cargo mientras dure la au- sencia del titular. MEMORIA DEL PRESIDENTE 149 Socios. — El número de socios activos el 31 de marzo de 1910 era de 510, el de honorarios 6 y el de correspondientes 31. Han ingresado durante el período terminado 56 socios activos, se han reincorporado 3 y han salido 14, quedando actualmente un total de 555 socios activos. Los socios honorarios alcanzan á 7 y los correspondientes á. 96. Á este respecto debo haceros notar que, teniendo en cuenta la uti- lidad evidente que significa para la sociedad la incorporación de hom- bres de estudio que radicados en el extranjero y en el interior del país le ofrecen el concurso de su inteligencia para la mejor realización de los fines á que aquella responde, la Junta directiva propició compla- cida la iniciativa de varios socios que propusieron el nombramiento de 25 miembros correspondientes, muchos de los cuales, al quedar en esa forma vinculados á nuestra asociación han remitido ya diversas publicaciones. Durante el período transcurrido la sociedad ha tenido que lamentar el fallecimiento de los socios : contralmirante Manuel J. García Man- silla, ingenieros Alberto L. Albarracín é Higinio Reinoso, doctor Rafael Herrera y general Arturo Orzábal. Teniendo conocimiento de que algunos socios que figuraban como ausentes se hallaban de regreso en la capital, la junta directiva se di- rigió á ellos, por circular, invitándolos á reincorporarse. Asambleas. — La sociedad ha celebrado ocho asambleas generales en el transcurso del período que fenece hoy, en las cuales se ha proce- dido á la lectura y aprobación de la memoria anual correspondiente al XXXVIT período administrativo, renovación de la Junta directiva, integración de la misma por renuncia del presidente doctor Angel Gallardo, tesorero ingeniero Alejandro Guesalaga y por fallecimiento del vocal contralmirante Manuel J. García Mansilla, nombramiento de un miembro honorario y veinticinco miembros correspondientes y renovación del cuerpo de redactores de los Anales. Anales. — En la asamblea de 30 de noviembre próximo pasado que- daron constituídos los cuerpos de dirección y redacción en la forma que se expresa á continuación : Director : Ingeniero Santiago E. Barabino. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amadeo y doctor Hora- cio Damianovich. Redactores : Doctor Florentino Ameghino, coronel Arturo M. Lu- 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA gones, doctor Jorge Magnin, ingenieros Juan José Carabelli y Guiller- mo Cock, doctor Claro O. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fernando Lahille, ingeniero Jorge W. Dobranieh, profesor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Federico W. Gándara, señor Juan A. Domínguez y doctor Er- nesto Longobardi. La acertada gestión del ingeniero Barabino al frente de esta pu- blicación merece mencionarse y ha permitido la aparición regular de la misma. En vista del aumento de socios y de nuevos canges admitidos, fué menester aumentar á 1000 los ejemplares de cada número de los Ana- les, de los cuales 108 corresponden á subseripciones. Secretarías : Desempeñadas, la de actas por el doctor Tomás J. Ru- mi y la de correspondencia por el ingeniero Esteban Larco, han debi- do atender y despachar todos los asuntos entrados y considerados por la Junta directiva y asambleas, como así también la correspon- deneia oficial, lo que representa una ardua labor, significada, en par- te, por el número de 234 notas y 20 comunicaciones varias envia- das. Tesorería : Estuvo á cargo del ingeniero Alejandro Guesalaga has- ta el 15 de junio próximo pasado en cuya fecha presentó su renuncia por tener que ausentarse de la capital. Nombróse en su lugar al doc- tor Antonio Vidal quien desempeñó dicho puesto hasta el 19 de oe- tubre en que solicitó licencia por la circunstancia de que, en desem- peño de una comisión oficial en las provincias, debió alejarse de esta ciudad. La Junta directiva en sesión de la misma fecha, nombró al vocal arquitecto Raúl G. Pasman para hacerse cargo interinamente de la te- sorería. Los cuadros que se agregan á esta memoria demuestran el estado financiero de nuestra sociedad. En ellos no figura la partida de cien mil pesos que entregara la Comisión nacional del centenario para la organización y realización del Congreso científico internacional ameri- 'ano como tampoco la de cincuenta mil pesos que el gobierno de la nación suministró para la exploración de la laguna Iberá, por cuanto cada una de estas cuentas se lleva por separado. El estado de dichas cuentas es el siguiente : MEMORIA DEL PRESIDENTE 151 Congreso científico internacional americano. Importe recibido de la honorable Comisión nacional del centenario para gastos de organi- zación y realización del referido congreso... $ 100.000,00 Importe de lo pagado por sueldos, impresiones, fiestas, excursiones, acuñación de medallas me —] O) conmemorativas y varios otros gastos...... .958,28 Cuentas en carpeta por: Impresión del primer volumen. (Relación general del congreso)... » 6.500,00 Cuenta por 50 calendarios astronómicos para o IS a ao poca aa » 85,00 83.563,28 saldo en depósito en el Banco de la Nación Argentina afectado al pa- go de la publicación de los trabajos del congreso. Exploración y estudio de la laguna Iberá. Importe recibido de la Tesorería general de la Nación para gastos de exploración y estudios de la laguna Iberá ........o.o.o.o.... $ 50.000,00 Importe de lo pagado por sueldo del personal de la comisión ex- ploradora, compra de embarcaciones, herramientas y demás úti- les de cuyo importe se ha rendido cuenta documentada á la contaduría general de la Dación. o... » 41.962,23 quedando asado e ei re Dele o ooo lead SOS que ha sido invertido posteriormente á dicha rendición, en gastos re- lativos á la exploración, y de cuyo importe se rendirá cuenta docu- mentada á la Contaduría general de la Nación en el presente mes de abril. Con el propósito de subsanar algunas deficiencias y atrasos obsetr- vados en el cobro de las cuotas mensuales de cierto número de so- cios, se envió á éstos una nota circular encareciéndoles la regulariza- ción de su situación, con lo cual, sino se alcanzó aún todo el resultado deseado, se ha obtenido un mejoramiento apreciable, debido, en pri- mer término á la actividad del señor Pasman durante su interinato. Biblioteca y archivo. — El doctor Abel Sánchez Díaz desempeñó el cargo de bibliotecario y ha continuado la ordenación del Archivo so- cial, cuya clasificación estaba suspendida desde 20 años atrás, con lo cual, en breve plazo, será posible tener catalogados todos nuestros documentos. 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La biblioteca es frecuentemente consultada por los señores socios, cuya tarea de investigación se ha facilitado permitiéndoles retirar temporalmente las obras que les interesasen y en tal concepto fueron solicitadas 175 publicaciones. Alcanza á 336 el número de revistas que se reciben en virtud del cange establecido con los Anales, procediendo aquellas de 34 países diferentes. La catalogación de la Biblioteca por el sistema decimal, iniciada ya en el período anterior, ha continuado efectuándose y llega en la fecha á 1115 el total de volúmenes así clasificados. Con el objeto de terminar ese trabajo se ha encargado al ingeniero Federico Birabén y tres empleados más la tarea de concluir dicha catalogación dentro de un plazo que vence el día 30 del corriente mes. Gerencia. — El señor Juan Botto que la ocupa ha colaborado efi- cazmente en los trabajos de secretaría y tesorería, estando también á su cargo la contabilidad social. De acuerdo con el artículo 16 del reglamento, los miembros salien- tes de la Junta directiva son los siguientes : Ingenieros Vicente Cas- tro, Horacio Anasagasti, Alfredo Galtero, Rodolfo Santángelo, Benito Mamberto, Pedro Aguirre, Nicolás Besio Moreno ; arquitecto Raúl G Pasman. Quedando como vocales los señores : Doctores Francisco P. More- no, Horacio G. Piñero y Tomás J. Rumi; ingeniero Esteban Larco, y doctores Antonio Vidal y Abel Sánchez Díaz. En consecuencia en la presente asamblea hay que elegir los seño- res socios que han de desempeñar durante el XXXIX período admi- nistrativo los cargos de presidente, vicepresidente 1? y 2%, secreta- rios de actas y de correspondencia, tesorero, bibliotecario y un vocal. Senores consocios : Al terminar mi gestión en la presidencia de esta sociedad, de la que acabo de dar cuenta en forma sucinta, agradezco la colaboración de mis compañeros de la Junta directiva y hago votos para que la co- misión que ha de continuar nuestra tarea, realice una labor profi- cua que afiance los éxitos que hasta la fecha han coronado las distin- tas iniciativas auspiciadas por la Sociedad Científica Argentina. F. P. MORENO. LA DOCTRINA LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA: SU EVOLUCIÓN Y ESTADO ACTUAL Por HORACIO DAMIANOVICH La tisio-química, con sus preciosos métodos de investigación. llegará á establecer experimen- talmente la evolución de la vida, que acompaña á la organización gradual de la materia. INTRODUCCIÓN El problema de la generación de los seres vivos á expensas de la materia inorgánica y de las fuerzas físico-químicas que sobre ella ac- túan, es tan antiguo como la humanidad misma. Desde que el hombre empezó á hacer sus primeras reflexiones so- bre los seres y fenómenos de la naturaleza que impresionaban direc- tamente sus sentidos, germinó en su espíritu investigador, la idea de una posible explicación, de uno de los fenómenos más maravillosos : el origen de los seres vivos. Germinar esta atrevida idea en la imaginación despierta del hom- bre que trata de escudriñar los misterios de la naturaleza y comenzar la fatigosa marcha por los atrayentes senderos que conducen á lo ig- noto, todo fué obra de un momento en la historia de la evolución del pensamiento humano. Sabios, filósofos, metafísicos y poetas impulsa- dos por el irresistible deseo de sumergirse en las bellas regiones que ofrece al espíritu la armónica obra de la naturaleza, tratan de unificar sus tendencias en una sola entidad y haciendo un supremo esfuerzo (1) Conferencia organizada por el Instituto de Enseñanza General y dada en los salones de la Sociedad Científica Argentina. 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de síntesis, comienzan á extraer de las entrañas de la gran creadora, el secreto de la vida. Y después de largo sueño de 24 siglos en las regiones de lo ideal y de lo bello, el amargo despertar de la realidad hace al hombre positi- vo de nuestra época, lanzar la escéptica exclamación, ese ¿gnoramus que brota espontáneo de los labios de todo espíritu realmente supe- rior. Y dirán los escépticos, ¿á qué tantos afanes y desvelos si después de 24 siglos el gran adelanto de la ciencia y de la filosofía en este problema, se reduce sólo á un paso imperceptible hacia lo infinito? ¿no vale más renunciar á los problemas metafísicos que surgen de los diferentes capítulos del libro de la ciencia, á esos problemas que se denominan génesis y evolución de la materia cósmica, constitución y unidad de la materia y de las fuerzas, origen y evolución de la ma- teria viva, génesis y evolución de las fuerzas psíquicas, que son del dominio de las ciencias físico-químicas, de la biología y de la psico- logía? Éste es el eterno problema que plantean los decepcionados cuando algún entusiasta por el estudio, se empecina en demostrar la gran utilidad que al hombre culto prestan esas especulaciones que se apat- tan de las cosas materiales y de los objetivos inmediatos de la vida diaria. Ante él no creo que deba pretenderse buscar una solución sa- tisfactoria y menos aun verdadera; en efecto, es tan discutible, cuan- do se colocan las personas en un terreno absoluto, la utilidad de las altas especulaciones de la ciencia y de la filosofía, como la de nuestra vida misma. ¿Qué valemos? ¿Para qué sirven nuestras producciones, si después ha de venir una nueva capa de tierra á darnos un abrazo terrible y á destruir en un minuto todos los afanes, todas las mise- rias, todas las vanidades que condecoran desde hace siglos, la socie- dad de los hombres? Á pesar de la partícula de verdad que encierra tanto escepticismo, es nuestro deber luchar contra ese enemigo temible que apaga los más acariciados deseos, y aun cuando no podamos probar de un mo- do absoluto, la utilidad de semejantes esfuerzos, nos quedará siempre el consuelo de estimularnos á nosotros mismos, diciendo que lo hace- mos simplemente porque nos causa placer. Tal es el problema que á mi se me presenta en este momento difí- cil, al pretender exponeros un tema tan escabroso como el de la ge- neración espontánea. No sé hasta qué punto puede seros útil esta disertación, pero me LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 155 anima el pensar que no me guía la más mínima idea de ser original, al modo de ciertas personas, que desconociendo casi en absoluto la historia del asunto, se atreven á emitir como nuevas, ideas sobre la continuidad de la vida en los diferentes estados de evolución de la materia que ya habían sido expuestas de un modo admirable por Leibnitz. Descartando esta pretensión se ve claramente mi objeto: exponer en la forma más sintética y ordenada posible, el examen de una serie de hechos aislados sobre el origen de los seres vivos, que necesitan ser armonizados y luego presentar algunas conclusiones que lógica- mente se deducen de ellos. Y si no es útil materialmente para vos- otros esta exposición, por lo menos espero que el tema, atrayente por más de un concepto, despertará en vuestro espíritu la necesaria in- quietud que despiertan los asuntos que dejan en pie más incógnitas que las que modestamente resuelven. Si no logro este intento la culpa será mía. En la primera parte seguiremos paso á paso el examen de las di- ferentes etapas que constituyen el ciclo completo de la evolución de la doctrina de la generación espontánea, edificada por los filósofos eriegos, pues sólo así podremos formarnos una idea exacta del origen y alcance de esta doctrina y de las acepciones más variadas que ha tenido aquella expresión. En la segunda parte, haremos un examen dle conjunto de los hechos que demuestran las analogías y diferencias entre los organismos y los inorganismos, desde el triple punto de vis- ta de la materia, forma y fuerza, y las principales experiencias físico- químicas modernas, llevadas á cabo con el objeto de producir artifi- clalmente algo que se asemeje por sus caracteres fundamentales á los seres vivos inferiores. PRIMERA PARTE LA DOCTRINA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA LIGERA RESEÑA DE SU EVOLUCIÓN Desde que se emitieron las primeras ideas acerca del origen de los seres vivos, dos grandes hipótesis dominaron el campo de acción del pensamiento científico y filosófico : la de la Biogénesis y la de la Abio- génesis (generatio equivoca) Ó generación espontánea. Los defensores de la primera admitían que la existencia de un sér vivo por rudimen- tario que fuera se debe á otro ser ancestral análogo; por el contrario los partidarios de la última afirmaban que el sér vivo proviene di- rectamente de la materia inorgánica. Es fácil cerciorarse de que am- bas hipótesis han dominado alternativamente desde la época de los eriegos hasta nuestros días. Adoptando el plan desarrollado por el profesor Osborn en una de sus últimas obras (1), dividiremos esta ligera reseña histórica de la doctrina de la generación espontánea, en dos partes correspondientes respectivamente, al períodu de evolucionismo griego y al período de evolucionismo moderno que comprende á su vez la fase filosófica y la fase científica. PERÍODO GRIEGO Tales de Mileto (624-548 a. C.), de la escuela Jónica, emitió la idea de que los seres vivos tenían su origen en las aguas de los grandes Océanos, y viene á ser por consiguiente, el fundador de una de las teo- rías actualmente más aceptadas. Más ó menos en la misma época, Anaximandro (588-524 a. €.) que (1) E. F. OsBORN, Dai Grecia Darwin, disegno storico dello sviluppo dell”idea dell? Evoluzione, página 10, traducción del doctor G. Nobili, 1901. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 157 según Haeckel es el precursor de Kant y Laplace en cosmogonia y de Lamarck y Darwin en biología (1) expone por primera vez las bases de la teoría de la abiogénesis. Á pesar de lo grosero de las ideas de Anaximandro, pues admitía que las anguilas y otras formas análo- gas eran producidas directamente por la materia desprovista de vida, él dió un paso hacia adelante con relación á algunos mitos de los tiempos primitivos, según los cuales era el hombre el que surgía di- rectamente de la tierra como si fuera una planta. Más tarde su discípulo Anaximenes (588-524 a. O.) atribuyó al aire la causa primera de todas las cosas (2). Este elemento según él toma- ba la forma de espíritu y difundía vida, movimiento y pensamiento en los animales. También introdujo la idea del primitivo barro terres- tre mezcla de tierra y agua, del cual, bajo la influencia del calor solar se desarrollaban directamente de un modo abiogenético, las plantas, los animales y los hombres. Diógenes, también de la escuela Jónica, participaba de estas ideas. Xenofanes (576-480 a. €.), fundador de la escuela eleática y según se cree discípulo de Anaximandro y su discí- pulo Parménides, sostenían esa misma idea de la existencia de un ba- rro primitivo del cual surgían, las plantas, los animales y el hombre. En la escuela de los materialistas primitivos (Eráclito, Empédocles Demóerito y Anaxágoras) se nota una transformación bien manifies- ta de las vagas nociones de metamórfisis y de abiogénesis de origen Jónico, en elementos integrantes de la verdadera doctrina de la evo- lución (3). Empédocles de Agrigento (495-435 a. UC.) que fué á la vez físico, fi- lósofo, poeta, biólogo y músico, sobrepasó en mucho á sus predeceso- res y puede ser llamado con justicia según Osborn, el padre de la idea de la evolución. Él trató de explicar el origen de la vida apo- yándose en la abiogénesis ó generación espontánea, pero al mismo tiempo hizo notar que la naturaleza no debía producir las formas ele- vadas y las inferiores simultáneamente: primero surge la vida vege- tal, y la vida animal se desarrolla sólo después de una larga serie de tentativas. Todos los organismos se han ido generando de un modo eradual por la acción de dos fuerzas, una combinante ó amor y otro separante ú odio, sobre los cuatro elementos, el fuego, el aire, el agua y la tierra. (1) Loc. cit, pág. 33. (2) Loc. cit., pág. 33. (5) Loc. cit., pág. 37. 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Según este filósofo los animales aparecían primeramente como in- dividuos incompletos, como partes de individuos y recién después de vencido el odio ó fuerza disociante por el amor ó fuerza combinante, estas partes se atraen para engendrar un organismo completo. Con estas ideas él intentó una interpretación de ciertas creaciones de la mitología griega (animales de naturaleza extraordinaria: hombres con cabeza de animal, etc.) como resulta de la interpretación que más tarde dió Lucrecio, exponiendo en verso aquellas hipótesis (1). Haciendo abstracción de esto último, encontramos en las ideas de Empédocles el germen de la teoría moderna de la fecundación. En efecto, el espermatozoide y el óvulo por separado, son dos individuos incompletos incapaces de asimilar, en tanto que por su atracción que se considera como la resultante de las cargas eléctricas de signo contrario (negativa para el espermatozoide y positiva para el óvulo), engendra una célula ó individuo completo (con las dos polaridades) susceptible de asimilar y desarrollarse. ¿ Estas dos fuerzas denomina- das por Empédocles el amor y el odio, la una asociante y la otra di- sociante, no son acaso las que el biólogo y el químico moderno invo- can á cada paso para la interpretación de la metamórfosis de la materia inorganizada y de los seres vivos? Demócrito (450 a. C.), el que presentó las bases de la filosofía ato- mista, no llegó á la altura de Empédocles en la interpretación del ori- gen de los seres vivos, puesto que aceptó la primitiva hipótesis del barro terrestre (hipótesis de Anaxímenes) y Anaxágoras (500-428 a GC.) radicó el origen de los animales, de las plantas en los gérmenes que preexistían en el aire y en el éter (2). Después Aristóteles (354-322 a. C.), imbuído en las ideas de sus an- tecesores que discute á cada paso, emite su célebre «principio pet- feccionante » de la naturaleza y acepta de lleno la hipótesis de la ge- neración espontánea. Según él, la naturaleza procede constantemente por transiciones graduales de lo que es más imperfecto á lo que es más perfecto y constituye una unidad en lo que se refiere á su causa- lidad. « El estado más ínfimo es el inorgánico el cual pasa al orgáni- co por metamórfosis directa dando lugar á la aparición de la vida (3). (1) Véase Osborn, loc. cít., pág. 38. (2) Loe. cit., pág. 42. (3) Loc. cit., pág. 49. «Se debe á la resistencia de la materia á la forma el que la naturaleza sólo pueda pasar por grados de las formas inferiores á las superio- res. » Loc. cit., pág. 52. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 159 Sin embargo él admitía la abiogénesis de Anaxímenes y sostenía que no sólo los animales inferiores, sino tambien las ranas, las serpientes y las anguilas surgían espontáneamente del barro. Entre los continuadores de la obra de los griegos, que precedieron al período moderno del evolucionismo citaremos especialmente á Lu- crecio (99-55 a. O.) áSan Agustín (353-430) y á J. Bruno (1548-1600) que pertenecieron á épocas muy distintas. El primero, poeta y filóso- fo al mismo tiempo, resucitó en su célebre poema De rerum natura, la doctrina de Epicuro y las ideas de Empédocles, sobre la evolución de la vida, pero sostuvo como Parménides, Demóerito y Anaxágoras la hipótesis de la generación espontánea de los animales superiores. San Agustín adoptó según Osborn un temperamento medio entre la biogénesis y la abiogénesis y supuso la existencia de dos clases de gérmenes de los seres vivos, los gérmenes visibles eran puestos por primera vez por el creador en los animales y las plantas y los gérme- nes invisibles ó latentes, que pasan á ser activos bajo ciertas condi- iones de combinación y de temperatura (loc. cit., pág. 72): estos últimos son los que producen los animales y las plantas sin ninguna cooperación de seres vivos. Bruno, continuador de Aristóteles en ideas científicas, precedió á Bacon (loc. cit., pág. 79) en el método in- ductivo : su lema era que la investigación de la naturaleza en las lu- ces libres de la razón, constituirá la única guía hacia la verdad. Admitía el surgimiento de la vida animal y vegetal de la materia i¡NOTgáNiCA. PERÍODO MODERNO La larga serie de especulaciones de los filósofos griegos, deja pre- parado el terreno al evolucionismo inductivo moderno, cuyo punto de partida, fueron las concepciones de los filósofos de la naturaleza, entre los cuales figuran Bacon, Descartes, Leibnitz, Houme, Kant, Lessing y Scheling. Después de esta primera parte del período moderno (que compren- de desde 1600 á 1800), el rápido progreso de la botánica, zoología y paleontología, provoca el evolucionismo inductivo que se prolonga desde Buffon y Lamareck á Saint-Hilaire y sufre luego una decaden- cia para dar nacimiento á una nueva fase en la que se establece la evolución como ley de la naturaleza, á la vez por el método deducti- 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vo é inductivo. Aquí aparecen los grandes naturalistas Lamarck, Darwin, Wallace y Haeckel. En lo que sigue de nuestro desarrollo mencionaremos lo más rápi- damente posible, las principales ideas emitidas sobre el origen de los seres vivos y las tentativas de orden experimental que se han llevado á cabo para demostrar la generación espontánea, hasta la época de las célebres discusiones de Pouchet con Pasteur en Francia, y Bas- tián con Tyndall en Inglaterra. Leibnitz, el autor del célebre aforismo natura non facit saltum (1) que sirvió de lema á toda una escuela de filósofos naturalistas, mar- ca una nueva etapa con su genial principio de continuidad. Alfredo Fouillée resumió el pensamiento de Leibnitz más ó menos en los si- guientes términos (2). La continuidad existe en todas las cosas del mundo y la vida existe donde quiera que haya organización. El mi- neral se halla ya organizado en sus elementos primitivos; nada se ha- lla ¡inerte en la naturaleza, la vida es universal. Lo que denominamos en particular seres vivos, son concentraciones de energías vitales es- parcidas por el universo y que constituyen un conjunto con las fuer- zas motrices. Oausa de movimiento, fuerza, actividad, vida, son sinó- nimos en el fondo. Según esta doctrina no hay reino inorgánico pero sí, un solo reino orgánico, cuyas formas minerales, vegetales y anima- les, son desarrollos diversos. Estas ideas de Leibnitz se hallan de acuerdo en gran parte, con la doctrina moderna de la generación espontánea (representada por Haeckel y su escuela) que no admite el surgimiento brusco de los seres vivos superiores de la materia orgánica, como lo suponían los anti- guos, ni tampoco acepta la idea errónea de algunos modernos, que sostienen que cualquier precipitado químico con forma más Ó menos parecida á la de un organismo tiene vida. En una palabra, se halla en armonía con la doctrina que trata de demostrar que la ciencia actual es capaz, por sus métodos perfeccionados de investigación, de esta- blecer artificialmente esa continuidad, ese desarrollo diverso de la vida de los diferentes reinos que se halla íntimamente ligado al des- arrollo gradual de su organización físico-química y anatómica. (1) Según Perrier, Lineo hizo suyo este aforismo. (Véase OSBORN, Dai Grecia Darwin, traducida del inelés por G. Nobili, pág. 1353, 1901.) (2) A. FouILLÉE, Le mouvement positiviste et la conception sociologique du monde, pág. 110, 1896. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 161 Más tarde Bonet (1) (1720-1793) y Robinet (1635-1720) se encargan de continuar la doctrina Leibnitz. Bonet se inspiró en la ley de con- tinuidad y después de una serie de razonamientos llegó á las mimas conclusiones que el filósofo alemán (2). Para él, toda la creación for- ma una cadena continua desde el mineral al término de la escala ani- mal, desde el átomo hasta el hombre y el pasaje gradual de un térmi- no al otro, de una especie á la otra, á través de los eslabones (varieda- des), se hace á expensas de las fuerzas internas del universo (« prin- cipio perfeccionante interno» de Aristóteles). Esta doctrina la des- arrolló en dos obras fundamentales publicadas respectivamente en 1764 y 1768: Contemplations de la nature y la Palingénesie philosophi- que ou idées sur VPétat passé et sur Pétat futur des étres (Osborn, loc. cit., pág. 125). Robinet desarrolló su doctrina en dos obras: De la Nature (1786) y Considérations philosophiques sur la gradation naturelle des formes de Vétre (1768) en las cuales según la opinión del profesor Osborn (3), tuvo notables conceptos de la evolución. Aplicó el principio de Leib- nitz al origen de la vida, negando toda diferencia entre los cuerpos inorgánicos y los orgánicos y supuso la existencias de gérmenes que seguían la ley de continuidad ya sea que ellos pertenecieran á la ma- teria animada ó á la inanimada. Según él, estos gérmenes son capaces de desarrollarse en todas las formas posibles: toda la materia es vi- viente y existe un solo reino, el reino animal. Oken (1776-1851) contribuyó también al adelanto de la doctrina de la generación espontánea y se le puede considerar como un conti- nuador de la teoría de Anaximandro (4). '$5u manual de filosofía de la naturaleza apareció en 1809 (5), es decir en el mismo año en que La- mark publicó su obra fundamental de Filosofía z00lógica. Al decir de Haeckel, en la obra de Oken se encuentra un gran núme- ro de ideas justas y profundas mezcladas con otras erróneas y fantás- ticas. Como entre las primeras existen algunas que Haeckel conside- ra proféticas, las transcribimos de la obra donde este renombrado na- buralista las interpreta (Historia de la creación de los seres: teoría de evolución de Goethe 4 Oken, 70). (1) Osborn, loc. cit., pág. 121. (2) Osborn, pág. 123. (3) Loc. cit., pág. 125. (4) Loc. cit. págino 127. (5) Ya en 1802 él había publicado un esquema de esta obra (Osborn, pág. 228). AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 11 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Oken sostenía que el punto de partida de los fenómenos vitales de todos los órganos á substratum químico común, era una especie de substancia viva general y simple que él denominó substancia coloide primitiva (Urschleim). Todo lo que es organizado proviene según él, dle una substancia coloide: es simplemente materia coloide diversa- mente modelada. Esta substancia primitiva se produce en el mar ó dle la materia inorgánica, durante la evolución del planeta y evolucio- na cambiando constantemente de forma, engendrando los diferentes organismos. La base del mundo orgánico está constituída por una in- finidad de vesículas del coloide primitivo y los organismos más sim- ples no son otra cosa que vesículas aisladas y todo organismo desarro- Nado de un rango elevado es una agregación ó síntesis de las mismas. Cada vesícula ó imfusorio como él le denominaba, tiene forma esférica y se desarrolla del modo siguiente: primero es un agregado de un nú- mero casi infinito de puntos orgánicos y luego debido á un proceso de oxidación la forma fluída original es substituída por una vesícula con líquido interior y una periferia sólida (1). Por lo expuesto se ve que Oken no sólo viene á ser el precursor de la teoría celular de Schleiden y Schwann, sino que ha previsto la im- portancia grande del coloide protoplasmático como unidad físico-quí- mica de la materia viva. Erasmo Darwin (1731-1802), que pertenece al grupo de los grandes naturalistas del siglo XVIII y también según Osborn al de los poetas de la evolución, como Empédocles, Lucrecio y Goethe, sostuvo la hipótesis de la generación espontánea basándose en ideas análogas á las de Oken. En una de sus obras (Temple of nature, publicada en 1502 después de su muerte é interpretada por el doctor Ernesto Krau- se) expone en forma poética sus ideas que difieren de la de los filóso- fos griegos porque considera la generación espontánea aplicable sólo á los seres infinitamente pequeños (2). Transcribimos textualmente de la obra del profesor Osborn, las siguientes ideas de Erasmo Darwin, por lo significativas que son desde el punto de vista de la filosofía bio- lógica: «Sin progenitores, por generación espontánea se han formado los primeros puntos de materia animada... La vida orgánica nació bajo las ondas marinas y creció en las límpicas grutas del océano ; primero, formas no visibles con lente alguna, se movieron en el fango y navegaron (1) Osborn, loc. cit. pág. 129. (2) Loc. cit., pág. 144. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 163 en la masa acuosa y cuando sucesivas generaciones surgieron, adqui- rieron nuevas facultades y órganos más grandes; entonces aparecieron innumerables grupos de vegetales y animales capaces de respirar y provistos de plumas, garras y alas. Después vinieron formas interme- dias entre las marinas y las terrestres (anfibios) y por último las for- mas terrestres de la vida. Gradualmente se fueron adquiriendo nue- vas facultades. » Lamarck (1744-1529) que puede considerarse como el fundador de la teoría moderna de la evolución, primero pareció rechazar la doctrina de la abiogénesis pero más tarde, en 1802, colocó como base de su es- cala de «Evolución», el origen y generación continua de las formas ínfimas de la vida á expensas de la materia orgánica. «En el agua se reunen pequeñísimas masas de materia mucilaginosa. Bajo la influen- cia de la luz, ciertos elementos como el calor y la electricidad, entran en estos corpúsculos. Ellos se hacen capaces de recibir y emitir gases: comienzan los movimientos vitales y de tal manera surge á la vid: una planta ó un animal elemental. Probablemente aun las formas más elevadas de la vida, como los parásitos intestinales, se originan de tal suerte. La naturaleza se halla entonces en continua creación...» «De estas masas de materia agrupadas en conjunto por atracción, se formó un tejido celular, que contenía y se hallaba dotado de movimientos vitales; que estas pequeñas formas de vida fueron los habitantes pri- mitivos del globo y además, que la generación espontánea de tales otr- ganismos se producía todavía continuamente». COomo lo hace notar Osborn (1), esta teoría fué expuesta primero que la análoga de Oken. Treviranus, naturalista alemán (1776-1837), que conjuntamente con Lamarck en 1502 tuvo la idea de reunir bajo la denominación general de biología los principios fundamentales de la botánica y de la zoolo- gía, admitía también la producción de las formas vivientes por la ac- ción de las fuerzas físicas sobre la materia inorgánica (amorfa) (2). En el siglo XIX Ernesto Haeckel, Pfluger y Leo Herrera clausura- ron la fase filosófica del período moderno, con una hipótesis que cons- tituye un perfeccionamiento ó complemento de la doctrina de la gene- ración espontánea, tal como la han entendido Oken y Lamarck. Esta nueva tendencia se halla en armonía, como ya hemos tenido ocasión de manifestarlo, con el principio de continuidad de Leibnitz. (1) Loc. cit., pág. 183. =s* (2) Loc. cit. pág. 197. 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Haeckel supone que en tiempos muy lejanos, cuando la tierra había dejado de ser una masa ignea y el agua comenzaba á formarse, la ma- teria inorgánica se organizó por la acción de las fuerzas físicas, dando por resultado la aparición espontánea de las formas inferiores de la vida. Esta hipótesis y la del «carbono» relativa á la naturaleza de las funciones vitales de la materia (emitida en 1866), ha tenido por origen los notables estudios que este naturalista hizo en 15944 sobre las mo- neras, organismos extremadamente simples, constituídos por peque- ños corpúsculos vivos, de naturaleza albuminoidea, aparentemente sin vestigios de organización (1) véase la descripción de la Protomixa aurantiaca y el árbol genealógico unitario de las protistas (Historia de la creación). Haeckel se opuso abiertamente y con sobradas razones, contr: aquellos que buscaban un refugio en el milagro de una creación sobre- natural, incomprensible, desechando todos los datos positivos y espe- culativos que la ciencia y la filosofía les proporcionaban. Desde un principio se declaró partidario decidido de la generación espontánea y podemos decir con justicia, que de los contemporáneos, él es el que ha planteado este problema de un modo más claro y preciso y sobre todo, el que lo ha defendido con más empeño sosteniendo esas luchas apasionadas características de los espíritus convencidos. En su Historia de la creación de los seres comienza por determinar de un modo sumario las propiedades fundamentales de los cuerpos con- siderados sin vida y de los cuerpos vivos, con el objeto de hacer re- saltar lo que es común y lo que es especial á cada uno, teniendo en cuenta para ello el triple aspecto de la materia forma y fuerza. Insiste en este punto generalmente descuidado, porque es necesario para te- ner una idea unitaria y monista del conjunto de la naturaleza. Según la teoría del carbono de Haeckel, los fenómenos característi- cos del movimiento y la forma de la vida orgánica no son la manifes- tación de una fuerza vital especial, sino simplemente modos de acti- vidad (inmediata ó mediata) de los cuerpos albuminoideos (combina- ciones del plasma) y las otras combinaciones más complicadas del carbono (Morfología general, 1866 y Enigmas del universo, 1899). Esta teoría formulada en el año 1866 se apoya en los principios fundamen- tales siguientes, establecidos por la química fisiológica y que el men- (1) Las primeras observaciones hechas por el profesor Haeckel tuvieron lugar en 1860 en Niza: más tarde él descubrió otras moneras en las aguas de las islas Canarias y en el estrecho de Gibraltar. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 165 cionado filósofo enumera en sus Enigmas del universo (traducción de Camille Bos, Théorie carbogéne, pág 205, 1903) : I. En los cuerpos naturales orgánicos no entran elementos que no sean Inorgánicos. IT. Las combinaciones de elementos pertenecientes á organismos y que determinan sus «fenómenos vitales», consisten en plasma, del erupo de los albuminoides. TIL. La vida orgánica es un proceso físico-químico, engendrado por cambios nutritivos entre los plasmas albuminoideos. IV. El único elemento que es capaz de construir albuminoides con- plejos combinándose con otros elementos (oxígeno, hidrógeno, nitró- geno, ete.) es el carbono. V. Estas combinaciones de plasma á base de carbono se distinguen de la mayor parte delas otras combinaciones químicas por su estrue- tura molecular muy compleja, por su instabilidad y por el estado gela- tinoso de sus agregados. Haeckel entiende por «generación espontánea », la producción de un individuo orgánico sin parientes, sin el concurso de un organismo generador y admite dos variedades de este fenómeno: la autogonia (ge- neración de sí mismo) y plasmogonia (generación del plasma). Por auto- agonia él designa la producción de un individuo orgánico muy simple en una solución generatriz inorgánica, es decir en un líquido que con- tenga al estado de disolución y bajo forma de combinaciones simples y estables, los materiales necesarios á la composición del organismo (ácido carbónico, amoníaco, sales binarias, etc.). Y por plasmogonía la generación espontánea de un organismo en un líquido que contiene las substancias necesarias bajo forma de compuestos del carbono, :omplejos, é inestables, por ejemplo albúmina, grasa, hidratos de cat- bono, ete. (1). Las experiencias hechas hasta ahora se han relacionado más con la plasmogonia que con la autogonia. « Estos ensayos de autogonia, dice Haeckel, no han dado hasta el presente, resultado positivo. Por consiguiente, tenemos derecho de afirmar que estas experiencias no han demostrado de ninguna manera la generación espontánea. La mayor parte de los naturalistas que han tratado de resolver estas cuestiones experimentalmente y que, después de haber tomado las precauciones más minuciosas y operado en con- diciones bien determinadas, no han visto aparecer organismo alguno, (1) E. HarckeEL, Historia de la creación. 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA han afirmado, basándose en este resultado negativo que ningún orga- nismo puede nacer espontáneamente sin parientes. « Esta afirmación temeraria é irreflexiva se apoya únicamente en un resultado experimental negativo, que sólo prueba que en tales ó cuales condiciones artificiales en que se han colocado los experimen- tadores, ningún organismo se ha formado. Pero de estos ensayos ten- tados en condiciones puramente artificiales no estamos autorizados á concluir de un modo general que la generación espontánea sea impo- sible. La imposibilidad del hecho no puede establecerse. En efecto, ¿qué medios tenemos para saber si, durante aquellas épocas primiti- vas, infinitamente lejanas, no existían condiciones muy diferentes de las actuales, condiciones en cuyo seno la generación espontánea era posible ?... Más bien nos hallamos en el derecho de afirmar que, en las edades primitivas, las condiciones generales de la vida han debido diferir absolutamente de las condiciones actuales. Tengamos presente que las enormes cantidades de carbono del período hullero, acumuladas en los terrenos carboníferos, han sido fijados únicamente por el fun- cionamiento de la vida vegetal y son los residuos prodigiosamente comprimidos, de innumerables plantas acumuladas durante millones de años. Ahora, en la época en que el agua se depositó al estado líquido sobre la corteza terrestre enfriada y los organismos se formaron por la primera vez por generación espontánea, estas inmensas cantidades de carbono existían bajo otra forma probablemente, en gran parte al estado anhidrido carbónico mezclado con la atmósfera. La compo- sición de la atmósfera difería entonces mucho de la composición actual. Además, como se puede deducir de consideraciones químicas, físicas y geológicas, la densidad y el estado eléctrico de la atmósfera eran distintos. El mar que eunvolvía entonces la superficie terrestre por completo, tenía igualmente una constitución química y física parti- culares. La temperátura, la densidad, el estado salino, etc., de este mar debía diferir mucho de lo que se observa en los mares actuales. En todo caso y sin que sea necesario invocar otras razones, no se puede negar, que una generación espontánea, posible entonces, en condicio- nes distintas, pueda realizarse hoy. » Después de hacer notar que debido al maravilloso progreso de la química será posible tarde ó temprano llegar á obtener artificialmente en el laboratorio las substancias protoplasmáticas y de poner de re- lieve la importancia grande de las moneras, primitivos antepasados de todos los otros organismos (véase árbol genealógico unitario de las protistas), Haeckel termina sus consideraciones generales sobre la LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 167 doctrina de la generación espontánea con las siguientes frases (1). « Si se desecha la hipótesis de la generación espontánea, es forzoso re- currir para este punto solamente, de la teoría de la evolución al mila- ero de una creación sobrenatural. El creador habría producido, en su estado actual, los primeros organismos de los cuales todos los demás han descendido, por lo menos la más simple de las moneras, los cito- dos primitivos y luego le habría dado la facultad se desarrollarse me- cánicamente. Dejaré á cada uno de vosotros elegir entre esta idea y la hipótesis de la generación espontánea. Suponer que en este solo punto de la evolución regular de la materia el Creador haya interve- nido caprichosamente, cuando todo marcha sin su cooperación, es ésto, me parece (dice Haeckel) una hipótesis poco satisfactoria tanto para el corazón del creyente como para la razón del sabio. Expliquemos al contrario, el origen de los primeros organismos por la generación es- pontánea (hipótesis que apoyada por los argumentos precedentes y sobre todo por el descubrimiento de las moneras, no ofrece serias difi- cultades) y entonces habremos ligado por un encadenamiento ininterrum- pido y natural la evolución de la tierra y de los seres engendrados por ella y aquí donde subsisten puntos dudosos, nosotros proclamaremos la unidad de la naturaleza entera, la unidad de las leyes de su des- arrollo ». (Loc. cit. y Morfología general, L, pág. 164) (2). Más tarde en sus Enigmas del universo (1899), hace notar que el concepto de procreación ó « generación espontánea » es todavía em- pleado en sentidos muy diferentes : la obscuridad de este término y su aplicación contradictoria á distintas hipótesis antiguas y modernas, muy diferentes, son precisamente las causas de que este importante problema se cuente entre las cuestiones más confusas y debatidas de las ciencias naturales (3). Por esta razón, Haeckel limita el término de arquegonta 6 abiogénesis á la primera aparición del plasma vivo que sucede á las primeras combinaciones inorgánicas del carbono y dis- tingue en este comienzo de la abiogénesis ó despertar de la vida orgá- mica dos períodos : 1* La autogonia Ó aparición de los cuerpos plásmicos más simples en un líquido generador inorgánico. (1) Osborn, loc. cit., pág. 144. (2) Véase : LEIBNITZ, Principio de continuidad. (3) Es éste uno de los motivos que nos ha inducido á hacer esta reseña históri- ca, que al mismo tiempo nos pone en evidencia las diferentes acepciones de aque- lla expresión y el desarrollo gradual de la doctrina que nos ocupa. 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 00 2" La plasmogonia ó individualización en organismos primitivos, de estas combinaciones del plasma bajo forma de moneras. Estas ideas de Haeckel, como vemos, tienen muchos puntos de con- tacto con las emitidas por Oken en 1805, á quien él defiende con em - peño en la obra mencionada. (Hist. de la création. Théorie de l'évolu- tion de Goethe a Oken, 1* edic.). Como justameute lo observa Henry de Variegny en su interesante obra La naturaleza y la vida (trad. de E. Lozano), la biología actual re- chaza la hipótesis de « la generación espontánea » tal como la enten- dlían Aristóteles, Van Helmont y Pouchet, pero no tiene opinión ca- tegóricamente hostil á la doctrina presentada por Haeckel y otros naturalistas. El célebre botánico belya Leo Herrera defiende también en su En- sayos de filosofía botánica (2* eurso, 1900) esta doctrina y llega á afirmar que «si la generación espontánea no se ha realizado hasta el presente en el laboratorio, no quiere decir que no sea realizable » (1). Pasemos ahora á examinar brevemente las tentativas que se han llevado á cabo (hasta la célebre discusión de Pasteur y Pouchet), con el objeto de demostrar experimentalmente la realidad de la generación espontánea. Como hemos visto en la exposición histórica, la mayor parte de los partidarios de la doctrina de la generación espontánea del período eriego, admitían que seres superiores en organización como las an- guilas, los peces, etc., surgían directamente del barro. Esta creencia en la generación espontánea de los organismos superiores, se encuen- tra en el siglo XVI y aun en el siglo xvritr. Van Helmont célebre mé- dico alquimista del siglo XVI admitía que el agua cristalina de la fuente más pura, al contacto de un fermento, engendraba gusanos y la albahaca fermentada, se convertía en verdaderos escorpiones y el trigo envuelto en una camisa y hecho fermentar daba lugar al naci- miento de ratones. Button (1707-1788) sostenía que las moléculas or- cánicas provenientes de los cuerpos putrefactos eran capaces de en- eendrar por asociaciones diversas, animales ó vegetales relativamente erandes (gusanos, hongos etc.). Según se cree (2) el primero que se levantó contra esta creencia (1) Henry de Varigny, loc. cit., pág. 19. (2) Enciclopedia umiversal ilustrada europeo-americana, editada por J. Espasa, t. L. Abiogenesia, pág. 442. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 169 general fué el médico italiano Redi, perteneciente al siglo xVIL, quien demostró, que los gusanos observados en la carne putrefacta eran lar- vas nacidas de huevos de moscas. Impidiendo el acceso de estos ani- males á la carne por medio de una simple gasa fina, los gusanos no aparecieron. Swammerdann (1657-1650) demostró que las abejas nacían de hue- vos como las moscas y en vista de ello se declaró contrario acértri- mo de la abiogénesis. Sus experiencias fueron confirmadas más tarde por Malpighi, Ramur y Geer. Debido al descubrimiento del microscopio, hecho que fué realizado á fines del siglo xVvII por Lewenhocek (1652-1733) y Hartsoekir, la faz experimental del problema cambió considerablemente, iniciándose una nueva era llena de alternativas, de discusiones apasionadas y de resultados fecundos para la microbiología. El primero de estos inves- tigadores lleva la discusión al mundo de los infinitamente pequeños: observa una gota del líquido proveniente de una infusión orgánica, la encuentra poblada de seres extremadamente pequeños (infusorios) é inmediatamente se lanza contra los abiogenistas. Pero éstos por su parte se defienden y encuentran en el hecho anterior, un nuevo argu- mento en apoyo de su hipótesis: la existencia de esos seres micros- cópicos no podía explicarse según ellos, sino se admitía la generación espontánea. Poco después, Spallanzani (1) puso en evidencia que introduciendo una infusión de héno dentro de un recipiente con agua pura, después de haber sometido á la ebullición el vegetal, manteniéndolo privado del contacto del aire, se observaba un número muchísimo menor de infusorios que en las condiciones normales (agua fría y contacto con el aire). Como fácilmente se comprende, estas experiencias lejos de resolver la cuestión, excitó más el entusiasmo de los abiogenistas. Los descubrimientos que tuvieron lugar á principios del siglo pa- sado sobre fermentaciones, hicieron renacer con más apasionamiento aun, las eélebres discusiones sobre generación espontánea, ocupando intensamente la atención del público por espacio de siete años (1858 a 1865). Boulet, en su interesante obra sobre Pasteur y sus discípulos, comenta la impaciencia que experimentaba este genial investigador, por responder á las diferentes preguntas que se le dirigían acerca de las generaciones espontáneas. Aguijoneado por la curiosidad, Pasteur (1) Loc. cit. 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA no tardó en poner manos á la obra y con la idea anticipada de que se podría impedir las fermentaciones, usando un método apropiado, co- mo lo era el de Redi respecto de los gusanos de la carne, emprendió una serie de experiencias minuciosas que fueron coronadas por el éxi- to. Sometió el líquido fermentescible previamente calentado á más de 1007, á la acción del aire y comprobó que en él no tenía lugar la for- mación del fermento láctico, ni butírico. La fermentación no se pro- dujo tampoco cuando él colocó las uvas libres de polvo ó su jugo es- terilizado, debajo de una campana llena de aire filtrado á través de algodón. Demostró, además, que el fenómeno de las fermentaciones era producido por pequeños organismos vivos que provenían del alre. : Á partir de este momento interviene Pouchet, quien intenta poner en evidene:a la generación espontánea valiéndose de una experiencia sencilla, análoga á la efectuada anteriormente por Spallanzani, par: demostrar lo contrario. Dentro de la cuba de mercurio colocó un fras- co tapado con la boca invertida, en el cual había introducido agua hirviendo y una vez enfriada ésta, hizo llegar á dicho frasco una mez- cla de oxígeno y nitrógeno en las proporciones que estos elementos se encuentran en el aire y añadió al mismo tiempo un haz de heno pre- viamente sometido á una temperatura de 1007, durante veinte minu- tos (1). Transcurridos ocho días se observaron microorganismos en la infusión de heno así formada (mohos, infusorios, etc.). Tanto Pouchet que comunicó este resultado á la academia de ciencias de París en 1858, como Joly y Musset que á él se habían asociado, vieron en di- cha experiencia, una prueba irrefutable de las generaciones espontá- neas (2). Tal fué el entusiasmo con que tomaron Pasteur y Pouchet y sus co- laboradores, este importante problema experimental, que no vacilaron en hacer ascensiones peligrosas á las montañas (los abiogenistas á la Maladetta que es una de las más altas de los Pirineos españoles : 3400 metros y Pasteur á Montauvert), con el objeto de recoger aire á diver- sas alturas y poder así, proseguir su discusión sobre la teoría de los Sérmenes (panspermia y semi-panspermia). (1) Boutur, Pasteur y sus discípulos, traducción de N. Estévanez, 1899. Capítulo VII, generaciones espontáneas, materialismo y espiritualismo, una lección magis- tral de Pasteur. (2) Loc. cit. pág. 109 y Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana (ed. Espasa), Abiogenesia, t. 1., pág. 443. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 171 Después de una larga lucha de seis años, Pasteur se decide cerrar la discusión dando una conferencia en la Sorbona, cuyas conclusiones principales extractamos de la obra de Boutet. En ella comienza haciendo una breve reseña histórica, sobre todo de las opiniones de Van Helmont, Buften y Michelet y después de afirmar que su auditorio saldría con el cabal convencimiento «le que la generación espontánea de los seres microscópicos era una quimera, comunica el resultado de sus experiencias más importantes. Por ellas puso en evidencia, que era el mercurio usado en la cuba, el que había inducido en error á Pouchet: en efecto, todo el polvo atmosférico que se hallaba adherido á la superficie libre del metal, se reconcentraba en la parte donde se introducía un objeto (varilla de vidric) por capi- laridad y los gérmenes microscópicos penetrando por la boca del fras- co engendraban más tarde los microorganismos. En presencia del au- ditorio demostró experimentalmente, que si se hiciera hervir una in- fusión de materia orgánica en un recipiente de cuello retorcido y des- pués se le dejara enfriar no se alteraría el líquido de la infusión. La prueba de ello es que él había conseguido por ese medio, conservar durante algunos años los infusiones orgánicas sin observar la más mí- nima alteración: la curvatura del cuello impedía la penetración del polvo atmosférico (1). Como vemos en esta célebre discusión, Pasteur sale vencedor, de- mostrando el error en que habían incurrido Pouchet y sus colaborado- res, pero el debate queda aun abierto, puesto que él no demostró de ninguna manera la imposibilidad de la generación espontánea tal como la concibe Haeckel y su escuela. Más tarde, en Inglaterra, Tyndall demuestra la inexactitud de las experiencias de Bastian en favor de la abiogénesis Ó heterogénesis como este último le denomina. (1) Pasteur desde un principio abandonó el mercurio á causa de este inconve- niente. SEGUNDA PARTE LAS INVESTIGACIONES MODERNAS SOBRE GENERACIÓN ESPONTÁNEA En esta segunda parte de nuestro trabajo, haremos un estudio crí- tico de las investigaciones experimentales modernas, de índole quími- ca y físico-química, tendientes á dilucidar el problema de las analogías y diferencias entre seres vivos é inorganismos y el relativo á la gene- ración de la materia viva organica y organizada á expensas de la ma- teria denominada «inerte ». Analogías y diferencias entre los organismos y los inorganismos (1) Estas analogías y diferencias las consideramos desde el doble pun- to de vista estático (materia y forma) y dinámico (fuerza y funciones), teniendo en cuenta los datos suministrados por la bioquímica y por la físico-química de las soluciones verdaderas y coloidales. PUNTO DE VISTA ESTÁTICO (2) $ L. Constitución química y física de los organismos elementales : y de los inorganismos Ya Buffon (1707-1788) habiendo notado ciertas diferencias entre la «materia bruta» y la «materia viva» emitió la idea de que una subs- (1) Adoptamos esta denominación de Haeckel para expresar agrupaciones de materia bruta que aparentemente manifiestan los atributos esenciales de la vida orgánica elemental. (2) La materia y forma en los organismos é inorganismos o LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA MS tancia particular, las moléculas orgánicas, constituían los seres vivos, animales y plantas. (Leo Herrera, Une force vitale ? Extension de Vuni- versité libre de Bruxelles, 1599-1900, lec. TIL, pág. 2.) Después de los adelantos sorprendentes de la bioquímica ha que- dado demostrado que el protoplasma ó substratum de la materia viva, es un sistema complejo constituído por substancias albuminoideas y substancias minerales disueltas en el jugo protoplasmático. Este sis- tema es capaz de efectuar la operación fundamental de los seres vivos; la asimilación, es decir, capaz de llegar por síntesis sucesivas á partir los elementos C, H, O, N hasta constituir las especies químicas orgáni- cas de más en más evolucionadas, con desarrollo de energía. Es por esta razón, que se ha llegado á considerar á los albuminoides como los por- tadores de la vida y á suponer la existencia de moléculas vivientes (A. Gautier y Le Dantec). En lo que sigue daremos una idea sumaria de las principales teorías emitidas en estos últimos tiempos acerca de la constitución química del protoplasma vivo. Según Amstrong (1) (1505), el protoplasma debe presentar puntos activos reunidos en forma de cadenas: la actividad del protoplasma vivo estaría entonces íntimamente ligada al encadenamiento de cier- tas agrupaciones. «Es evidente, dice Le Dantec (2), que para hablar con conocimiento de causa de las substancias vivientes, será necesario saber cuál es su constitución atómica. Ahora bien, la química está bien lejos todavía «le hacerlo. Los protoplasmas son compuestos muy delicados en los cuales una acción química un poco enérgica, destruye precisamente la Función protoplasma; una vez destruída esta función, los cuerpos de los platidas quedan como substancias muertas que aun asimismo, son extremadamente complicadas: ellas parecen pertenecer al grupo de los compuestos llamados albuminoides á causa de cierta semejanza con la albúmina de huevo. No conocemos todavía la constitución atómica de estos albuminoides muertos que parecen ser cuerpos muy vecinos de los protoplasmas, no podemos entonces esperar á conocer tan pronto la química de las substancias vivas». Más adelante, agrega: «Todo sucede como si los protoplasmas tu- vieran además de los caracteres comunes debidos al grupo atómico P, (1) Lorw Y Pozzi Escort, L'énergie chimique primaire de la matiere vivante. (2) La matiere vivante, pág. 32. 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA caracteres específicos debidos á los grupos funcionados específicos que existen en su constitución química general; por ejemplo, un con- junto de protoplasmas que tienen en común un grupo correspondiente á la síntesis de la celulosa, constituirán los protoplasmas vegetales; si tienen un grupo correspondiente á la síntesis de la quitina serán los protoplasmas de los atropodos, etc. «De una manera general, pa- rece establecido que todas las propiedades de un sér vivo son inhe- rentes á la composición química del protoplasma de su huevo, que todos los fenómenos considerados como misteriosos, por ejemplo, la adaptación, son reductibles á fenómenos químicos. Tal es según Le Dantec, la base química de la teoría de las funciones vitales. Armando Gautier (1), al estudiar el funcionamiento y organización general de la célula, hace ver que se ignoran aún las relaciones que ligan cada uno de los modos de fusionamiento con la organización que caracteriza á cada clase de materia viva. Sin embargo, este mismo autor nos muestra claramente, que es posible sacar partido de algu- nas consideraciones generales que en química permiten ligar la cons- titución de la molécula con las funciones que ella desempeña, para aclarar algo el problema de la función vital del protoplasma. Efecti- vamente, todo edificio químico, toda especie química definida está formada de grupos atómicos que por su modo de arreglo y naturaleza imprimen á todo el conjunto ó á cada sección importante de dicha arquitectura molecular, propiedades y modo de actuar específicos. Un ejemplo sencillo bastará para precisar la idea fundamental de Gautier y es el que nos proporciona la leucina, ácido amidado de cons- titución bien establecida: (H?N—C""H*—C000H) que encierra un erupo central 0?H*” unido por un lado á un amidógeno y por otro á un carboxilo. Examinando esta fórmula dice el citado autor: « Estas dos aptitudes opuestas, estas dos funciones, la función amina ó alcalina y la función ácida, aunque diferentes y aun hasta contrarias, pertenecen una y otraá la vezá la leucina y cada una de estas funciones distintas poseen en esta substancia su órgano propio, á saber, el radical espe- cífico NH? que lleva la función básica y el grupo COOH que introdu- ce la función ácida; estas dos funciones diferentes y contrarias coexis- ten en la molécula de leucina. » Los párrafos siguientes ponen de manifiesto la idea fundamental que perseguía Gautier al tomar á dicho compuesto de constitución simple como ejemplo de organización molecular. (1) A. GAUTIER, La chimique de la célule vivante, pág. 12. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 175 «El modo de actuar, de funcionar de la molécula química, es decir, su manera de influenciar la materia ambiente y de ser influenciada por ella, es correlativa á su organización química porque lo que acabamos dle decir de la leucina se dirá de otra substancia. Los diversos modos según los cuales cada molécula definida nos revela su actividad, de- penden, en efecto, como se ha establecido suficientemente, de estas partes específicas, amidógenos, carboxilos, oxhidrilo, carbonilo, sulfu- rilo, etc., de los cuales ella está constituida y de las relaciones de es- tas partes con el resto del edificio. En una palabra, cada uno de estos grupos ó radicales que el químico puede transportar de un ser quími- co al otro, son los órganos elementales de este organismo ya complejo, la molécula. Observemos sin embargo, que en todos los seres vivos, desde los más simples que encierran una multitud de células diferenciadas que conservan su función común, los órganos verdaderamente activos y específicos, están esencialmente formados por materiales albuminoides. < Ahora, éstas son las más complicadas de las substancias, en las cuales el peso molecular es el más elevado, los elementos más nume- rosos, los grupos radicales más diversos, aquellos que son los más ines- tables, que el calor, las sales, los reactivos más débiles modifican fácil- mente, aquellos en los cuales los arreglos atómicos específicos son los más numerosos y los más delicados. Se comprende entonces a priori, según las consideraciones precedentes, quela organización puramente química delas substancias albuminoides ofrece un conjunto defunciones moleculares múltiples muy delicadas, es decir, una aptitud de actuar según los modos más diversos, según que intervengan tales ó cuales agentes químicos ó físicos. Esta aptitud relacionada á la comprobación dle que las substancias albuminoideas forman siempre la trama de cada célula, basta para explicar lo delicada y múltiple de las acciones pro- vocadas en el protoplasma vivo por los agentes físicos ó químicos más diversos. «¿Las funciones del protoplasma son simplemente la consecuencia y como la suma de las funciones químicas propias de los albuminoides y de las otras substancias de las cuales está constituído ? Nos guarda- mos ir tan lejos, dice Gautier; pero se entreve aquí, cómo el funcio- namiento de la célula está ligado al de sus moléculas integrantes fun- dlamentales y cómo la organización físico-química del protoplasma influye sobre su funcionamiento general en virtud de esta ley que es- tablece, que el modo de funcionamiento deriva de su modo de organi- zación... (loc. cit., pág. 15). 176 ANALES DE.LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA <« (Cómo el protoplasma llega á modificar específicamente la mate- ria inerte ? ¿ qué relaciones existen entre su organización compleja y sus funciones? Es difícil precisarlo. Observemos solamente que los protoplasmas están formados de partes desemejantes, de substancias líquidas contenidas en una trama fibrilar y que en virtud del princi- pio del electrotonus capilar, cada vez que tales arreglos vienen á cam- biar de forma aparecen fenómenos eléctricos. Estas masas proto- plasmáticas no homogéneas, cuando se deforman se hacen fuertes de electricidad á débil tensión. Es muy probable que la energía así pro- «lucida en el seno de la célula, sea una de las causas directas de estas reacciones llamadas vitales, nacidas en el protoplasma albuminoi de. » Vemos, pues, que tanto Haeckel, como Le Dantee, ¿omo Gautier, dan á los albuminoideos protoplasmáticos una intervención directa é importante en la producción de los fenómenos vitales. Según Piluger, el carácter químico de los albuminoides muertos se modifica cuando entran á formar parte de la célula viva. Latham admite que durante el pasaje de la materia del estado vivo al estado inerte se produce un cambio químico de la estructura molecular. Nene- ki atribuye un papel importantísimo á la formación de las moléculas albuminoideas labiles durante el proceso vital. Ehrlich supone que en el protoplasma existe un núcleo fundamental que da carácter propio ó individualidad á las moléculas protoplasmá- ticas y ramificaciones del mismo, cadenas laterales ó grupos funciona- les secundarios, capaces de desempeñar funciones diversas y de contri- buir por lo tanto á mantener intacto el complejo atómico central. Los cambios del medio hacen variar la naturaleza de las cadenas laterales y con ello el sentido de la función protoplasma. Con esta concepción de las cadenas laterales, Ehrlich sienta las bases fundamentales de una teoría general sobre las funciones vitales de la materia y queda reservada al químico biólogo la tarea de descubrir en cada caso el ca- rácter íntimo de dichas agrupaciones atómicas. Según Loew, las materias proteicas se encuentran bajo dos formas isoméricas, una estable que constituye los albuminoides ordinarios y la otra labil característica de la materia viva. Este investigador y Bo- korny han podido aislar una variedad de albúmina activa, que por la acción de las bases orgánicas, se conglomera en forma de esferitas ó proteosomas, las cuales encierran en sus moléculas grupos aldeídicos y amidógenos provistos de gran labilidad. Por trasposición molecular estos erupos pierden su labilidad y engendran la forma isomérica es- LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA Toto table característica de los albuminoides muertos. Todo agente quími- co ó físico capaz de provocar la transposición molecular anterior, puede considerarse como nocivo para el protoplasma. Loew (1) sostie- ne que no es en los átomos mismos sino en su posición labil, donde re- side el origen de la energía vital. El coloide protoplasmático está constituído por la substancia inter- eranular y por las partículas coloidales que se hallan en suspensión debido á las cargas eléctricas de igual signo que adquieren por el con- tacto con el líquido. Estos hechos justifican la idea de Loew, quien asegura que el protoplasma vivo es un edificio de estructura ¿mesta- ble construído con materiales á su vez individualmente inestables. En resumen, la función protoplasma parece depender del estado de equilibrio coloidal de los agregados moleculares albuminoideos y del estado de equilibrio labil de los grupos atómicos de la molécula de proteína. Cualquier agente físico ó químico capaz de modificar ó des- truir á uno de estos estados de equilibrio, modifica ó destruye la fun- ción de ser el protoplasma vivo. Vemos por todo lo expuesto hasta aquí, que la casi totalidad de los investigadores que han estudiado á fondo la constitución de la mate- ria viva orgánica y organizada representada en su forma más simple por el protoplasma, consideran á los albuminoides como el substra- tum fundamental del conjunto de propiedades que denominamos vi- tales. : En vista de ésto, si se quieren establecer comparaciones entre los inorganismos y los organismos, desde el punto de vista de su consti- tución físico-química, lo más lógico será elegir entre los compuestos orgánicos, los más evolucionados en cuanto á su estructura y á sus fun- ciones. Y con mayor razón se deberán acudir á estos compuestos cuya asociación físico-química con los electrolitos disueltos forman el pro- toplasma, si se pretende llegar, aprovechando de los adelantos de la química y de la físico-química, á la síntesis misma de los complejos vitales. | Sin embargo, ésto que parece elemental y lógico, es precisamente lo que más han descuidado ciertos experimentadores modernos, que se han imaginado demasiado fácil el problema de la génesis de la ma- teria viva. En efecto, á ellos les ha parecido que la parte química es la de menor importancia, puesto que llegan hasta admitir, que un eris- tal ó un corpúsculo cualquiera que sea su naturaleza química, es casi (1) Loew Y Pozz1, Escor, L'énergie chimique primaire de la matiére vivante. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 12 0,9) 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un verdadero sér vivo que nace espontáneamente y ven en ellos la asi- milación, la reproducción y hasta la posibilidad de la transmisión por herencia de los caracteres adquiridos (!) cuando en realidad en lo úni- co que se asemejan á los seres vivos, es en su forma y movimientos elementales. Esta idea no resiste á un examen un poco atento y podemos asegu- rar que ella ha sido el resultado de un error de observación y de in- terpretación. Todas las investigaciones modernas de la química, mues- tran que la hipótesis más aceptable de la génesis de los complejos vi- tales, es la que supone una evolución lenta y gradual de las especies químicas. La organización de los verdaderos complejos vitales y des- arrollo pleno de sus principales funciones no es un fenómeno brusco, sino más bien el resultado de la acumulación progresiva de los elemen- tos primordiales diferentemente coordinados y de las fuerzas físico- químicas conocidas y de otras que aun ignoramos. Afirmar lo contra- rio sería negar completamente la evolución y relegar la doctrina de La- marck y Darwin, solamente al período transcurrido entre las moneras de Haeckel representadas por el protoplasma albuminoideo y el hombre. Estas consideraciones nos lleva á admitir en el período preproto- plasmático, una verdadera evolución de las especies químicas más sim- ples, originada por la asociación física y química de los elementos, hasta los compuestos de estructura molecular y funciones más diver- sificadas como los albuminoides; en una palabra, ellas nos inducen á admitir como muy probable una verdadera jilogénesis química y una ontogénesis química. Los términos filogénesis y ontogénesis química han sido ya aplica- dos por Danilewsky y el distinguido fisiólogo italiano Virgilio Due- ceschi (actualmente profesor de la universidad de Córdoba, República Argentina), para interpretar los datos químicos obtenidos en el campo de la morfología comparada. En lo que sigue daremos á conocer á grandes rasgos esta doctrina desarrollada por Ducceschi en una obra reciente (1). En esta importante obra, Ducceschi aborda el aspecto químico de la doctrina de la evolución apoyándose en los datos suministrados por la química fisiológica comparada y examina la hipótesis de Danilews- ky (2) sobre el desarrollo filogenético de la molécula albuminoidea. (1) VircrLIO Duccrschi, Evoluzione chimica e evoluzione morfologica, 1904. (2) Expuesta en el congreso médico internacional de 1895. La sostanza fonda- mentale del protoplasma. Atti : volumen 1, 1895, pág. 307. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 179 “Según este investigador ruso, los compuestos albuminoideos, que en el protoplasma de los organismos inferiores, no contienen todos los erupos fundamentales propios de la albúmina tipo, sufren un desarro- llo filogenético, que consiste en la agregación sucesiva de nuevos erupos correspondientes á una forma de adaptación de la molécula á las condiciones químicas del ambiente (loc., cit., pág. 72: Lo sviluppo fi- logenetico della sostanza proteica secondo il Danilerwsky). Los albuminoides que componen algunos organismos inferiores ca- recen comolosostiene Danilewsky, de los grupos dela serie aromática, en tanto, que en los organismos superiores ellos forman parte integran- te y se han hecho tan indispensables que no se podría admitir la vida sin su existencia. Ducceschi después de examinar los hechos mencionados anterior- mente y de tratar de averiguar, si correlativamente á la evolución morfológica existe una evolución química de los organismos, llega á las siguientes conclusiones que transcribimos por su interés : 1” « Existe una filogénesis química que se nos revela como un au- mento numérico delas substancias proteicas contenidas en los organis- mos, en relación á la mayor diferenciación del protoplasma de los te- jidos. 2% «La diferenciación química de las substancias proteicas, que acompaña á la diferenciación estructural, es debida más probablemen- te, á modificaciones en las relaciones cuantitativas de los grupos ele- mentales que constituyen la molécula proteica y á variaciones isomé- ricas en la posición relativa de aquellos grupos, que á una agregación progresiva de ellos. 3 « Á la diferenciación y adaptación de la estructura citológica, parece corresponder fenómenos análogos en la constitución química de las substancias proteicas, en el sentido de una participación cuali- tativa y de una disposición estéreo-química más útil de los grupos elementales según su aptitud química; á la división funcional del tra- bajo sirve probablemente de base la diferenciación entre las propieda- des químicas de los núcleos elementales que componen la molécula proteica. » En resumen : la diferenciación estructural de los organismos en su evolución, está acompañada de una diferenciación química, en la cual se verifica una verdadera adaptación de los constituyentes fundamen- tales del protoplasma ó sealde las substancias proteicas. Un fenómeno semejante de diferenciación y adaptación tiene lugar en el desarrollo actual ontogenético de los seres organizados. 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Según Ducceschi se puede dar un paso más respecto á la interpre- tación del aspecto químico de los fenómenos evolutivos del organismo tomando como base el estudio de la constitución de las substancias proteicas, pero una doctrina de las relaciones de los fenómenos obser- vados en la filogénesis y ontogénesis, no podría ser formulada hasta que nuestros conocimientos sobre la constitución química del proto- plasma estén más avanzados. Es, pues, á la química fisiológica que le está reservado el papel de integrar el aspecto morfológico, por el. cual se revelan á nosotros los fenómenos evolutivos, con el aspecto funcional y químico. El examen de los más superficiales problemas bioquímicos de la doctrina de la evolución, basta según Ducceschi, para demos- trar cuán lejos nos hallamos de la posesión de los elementos de estu- dio necesarios para la conquista de las leyes generales de la vida. Si la doctrina de la evolución presenta grandes lagunas en lo que se refiere á la diferenciación química estructural y fundamental de los organismos, no nos debe extrañar que su aplicación á los desarrollos estructurales y funcionales que tienen lugar probablemente en las especies químicas, presente mayores dificultades aun. Es quizá por esta razón que la doctrina de la evolución de las especies químicas no ha sido formulada todavía. Falta poner en evidencia la parte de la evolución comprendida en- tre el elemento y la molécula albuminoidea viviente, que no es menos importante que la comprendida entre los seres unicelulares y el hom- bre. Si se pretende con sobradas razones, reproducir artificialmente un complejo orgánico y organizado como el protoplasma, ésto sólo podrá realizarse cuando se hayan acumulado los datos necesarios sobre asi- milación vital (oxidaciones orgánicas provocadas por los agentes dias- tásicos, síntesis por reducciones y deshidrataciones, etc.), como para poder reconstruir teórica y experimentalmente la molécula proteica y su asociación físico-química, á partir de los elementos tales como el O, N, O, H, etc. La clave de este primer problema, la tenemos en el estudio bioquímico de la asimilación y en las experiencias de labora- torio sobre síntesis de las substancias albuminoideas tan admirable- mente inauguradas por Fischer y otros investigadores. Los que han pretendido crear una ciencia nueva (plasmogénesis?), llegan la mayor parte de las veces á comparar con la materia viva, substancias químicas cualesquiera de las más simples, guiados exclu- sivamente por el empirismo y la observación más superficial basada en la sóla inspección de las formas y movimientos elementales. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 181 Seguir este camino, implica nada menos que despreciar toda la par- te química de la evolución, sin la cual no es posible interpretar la génesis de los complejos vitales (1). Como conclusión de esta parte podemos afirmar, que á pesar de los heroicos y dignos esfuerzos de los químicos, no es posible por ahora, establecer una analogía legítima entre la materia de los organismos rudimentarios y la de los inorganismos obtenidos artificialmente. Sin embargo, esperanzas bastante fundadas halagan en estos mo- mentos, al espíritu del investigador, haciendo postergar sus desfalleci- mientos á veces prematuros por lo menos hasta un lejano futuro. Sólo una confianza grande en el porvenir de la química podrá ayudar á estos héroes de la ciencia en la grandiosa tarea que se han impuesto. Los bellos trabajos de Fischer, Abderhalden y sus escuelas, hacen esperar en una verdadera realización del problema de la síntesis de los albuminoides protoplasmáticos, de la cual dependen en gran parte la obtención artificial de la materia viva. $ IM. La forma en los organismos y en los ¡nOrgyanismos En este campo, el número de datos experimentales acumulados en los últimos tiempos es verdaderamente inmenso. Ha sido posible, por medio de experiencias bien combinadas operando con soluciones ver- daderas ó cristaloideas y con soluciones coloidales, obtener imitacio- nes, desde las estructuras más simples de las membranas hasta las formas tejidos y de organismos inferiores. En lo que sigue expondremos las más importantes, consultando para ello los trabajos recientes de Benedikt (2) y de Leduc. Transcribimos en este lugar, de una publicación reciente que el profesor Leduc á tenido á bien enviarnos (3), una ligera reseña histó- rica sobre la obtención de formas organizadas, hecha por el profesor Quincke (de Hidelberg) en 1902. (1) En la excelente obra de Jacques Duclaux se encuentran ideas generales acertadas sobre el estado actual de la química de la materia viva. Véase especial- mente el capítulo XI, que trata sobre algunos caracteres químicos de la vida y de la muerte. (La chimique de la matiere vivante, 1910.) (2) BENEDIKT, Biomécanisme ou néovitalisme en médicine et en biologie. — 2* par- tie (la formation des cristaux et le biomécanisme du developpement des tissus), tra- ducción de Robert Tessot, París, 1904. (3) LeDUO, Les croissances osmotisques et Porigine des étres vivants, 1909. 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Gustavo Rose en 15837 observó la formación de esferocristales en el precipitado determinado por la acción de los carbonatos alcalinos so- bre el cloruro de calcio. Estos cristales á veces con forma de estre- llitas y rosetas y discos con bordes ondulados aumentaban de volumen antes de pasar á ser romboedros. Más tarde (1839 y 1855) Linke y Benige describen la formación de ciertos precipitados granulares de sulfuros y ferrocianuros coloidales. Del examen de sus preparados sobre el papel del filtro, Benige cree legítimo sacar la conclusión de que en ellos intervienen además de la capilaridad otra fuerza que puede considerarse como representante elemental de la fuerza vital en acción en los animales y plantas. En el año 15865, Rud Bottger obtuvo vegetaciones inorgánicas in- troduciendo cristales de cloruros de fierro y de cobalto, sulfato de manganeso y nitrato de cobre en soluciones acuosas de silicato de sodio de densidad 1.18. Un año más tarde, Moritz Traube consiguió imitar algunas formas celulares con precipitados coloidales, por la acción de tanino sobre gelatina, el acetato de cobre y plomo sobre soluciones de silicato y de cloruro de cobre, acetato de plomo y cobre y nitrato mercúrico sobre soluciones acuosas de ferrocianuros. Las células y membranas artificiales de Traube fueron estudiadas sucesivamente por Hugo de Vries, Reinke, Cohon y Leduc, quienes observaron su transformación gradual hasta perder sus propiedades osmóticas. Estas membranas no están constituídas por mallas de subs- tancias sólidas, como el mismo Traube creía, sino que son precipitados coloidales ricos en agua que luego Pluiffer utilizó para reemplazar en el osmómetro las membranas de origen animal y vegetal. Aquí mere- cen especial mención las experiencias de Tamaun, que consistían en poner en contacto soluciones de cloruros y sulfatos de metales pesa- dos con soluciones de fosfatos, silicatos, ferrocianuros y otras sales : las membranas obtenidas eran permeables y podían compararse con sus propiedades y membranas líquidas. Butchli que se ha ocupado de la imitación de la estructura del protoplasma por medio de emulsio- nes, ha efectuado observaciones microscópicas de las membranas de ferrocianuros de cobre. Harting, de Holanda, estuvo observando durante treinta años las transformaciones ofrecidas por los cuerpos inorgánicos, en el momento de su pasaje del estado de solución al estado sólido (1). Él pudo produ- o (1) BexueDIkKr, loc. cit., pág. 37. Los trabajos de Harting fueron comunica- LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 1853 cir formas análogas á las orgánicas precipitando una solución de sal de calcio (C1*0a) por un carbonato alcalino (de Na ó K). En la superficie de contacto se formó una masa gelatinosa, transparente y plegada que se asemejaba á una membrana. Dicha membrana (fig. 1, a) perdía poco á poco su transparencia y daba lugar después de su contracción, á la formación de corpúsculos refringentes, al principio muy pequeños y agrupados (b), y luego de mayor volumen (c). Los corpúsculos más grandes poseen una especie de núcleos y contenido granuloso que se aglutinan como los glóbulos rojos de la sangre (d) y cuando son radia- dos, su aspecto morfológico se asemeja á células. Estas células inor- gánicas de Harting presentan á menudo el fenómeno de división (e), un esfero-cristal radiado da lugar á la formación de varios individuos cristalinos. Conjuntamente con estos corpúsculos se observan crista- les romboédricos de aspecto calcáreo. Estos fenómenos de formación cristalina son influenciados por di- ferentes factores como la concentración de las soluciones, la tempera- tura, el movimiento, el tiempo y la adición de substancias extrañas. Las soluciones diluídas favorecen la formación del estado floconoso. El reposo y el frío retardan el proceso: el movimiento y el calor lo aceleran. Cuanto más lento es el fenómeno mayor es el tamaño de los corpúsculos y menor su número (1). La adición de líquidos vegetales mucilaginosos como la goma arábiga y el almidón no tiene influencia : si dichas substancias son de origen animal el efecto es muy grande. Estas últimas experiencias de Harting, cuyos resultados á continua- dos á la Academia de ciencias de Amsterdam en 1873, en una memoria sobre Investigaciones de morfología sintética. (1) Loc. cit., pág. 40. 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción enumeramos, se hallan descriptos con bastante detenimiento en la obra de Benedikt en el capítulo tercero, referente á Plasma y mor- Fogénesis. Después de dos semanas próximamente del contacto de las solucio- nes de cloruro de calcio y de bicarbonato de sodio, en el seno coloidal de albúmina de huevo diluída, se observa que el precipitado membra- noso de carbonato de calcio está constituído por corpúsculos, cuyo diámetro llega hasta 150 y. Estos son generalmente redondeados y algunos encierran un núcleo: muchos de los de mayor tamaño se hallan formados por una serie de anillos concéntricos (tig. 2 «), y con- tenido granular. Otros contienen un cuerpo celular nucleado, una de cuyas regiones ¡la correspondiente al nivel del líquido) se halla trun- cada y luego prolongada en un reborde en forma de copa (fig. 2 b). Existen también algunos que además de esta particularidad, presen- tan prolongaciones en forma de espinas de gran tamaño (fig. 2 c). Más adelante veremos el significado importante que tienen estas formacio- nes desde el punto de vista geológico. Las formas anteriores están constituidas por una mezcla de albú- mina y carbonato de calcio. Este último desaparece cuando sobre ellas se hace actuar ácido acético, pero queda el molde albuminoide llama- do por Harting globulina. Las reacciones químicas de esta globulina se asemejan á las de la quitina. Operando con fluoruros después de la desaparición del fluoruro de calcio formado en la doble descomposición queda un cilindro hueco que sobrepasa el nivel del líquido y cuyo borde superior es duro como cartílago y sólo contiene vestigios de carbonato de calcio bajo forma de células grandes con núcleos, la parte de la masa privada de cal se LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 185 halla horadada por pequeños agujeros visibles á simple vista (1) que se hallan rodeados por láminas membranosas: estas láminas poseen fibrillas que se asemejan á las del tejido conjuntivo. Debajo del nivel del líquido las laminillas se hallan fuertemente plegadas y contienen corpúsculos redondeados ó poliédricos nucleados. Después de elimi- nar el compuesto cálcico, el tejido que queda se parece de un modo notable al tejido glandular, como Harting lo hace notar (fig. 3). Vogelsang ha podido probar que los globuloides que constituyen el precipitado de CO*Ca, aumentan de número á medida que se agre- ga gelatina. Hansen, continuando las experiencias de Hartay consi- dera la gelatina y albúmina que retardan la cristalización, como me- dios apropiados á la formación de esfero-cristales. Pero como Butchli Fig. 3 ha demostrado, la presencia de estos agentes coloidales no es necesa- ria para la formación de los esfero-eristales de CO*Oa. Hace próximamente 21 años, el profesor Otto von Schroen, de Ná- poles, emprendió una serie de interesantes investigaciones sobre los fenómenos de cristalización en las soluciones concentradas de un gran número de sales y sebre la morfología y fisiología de los individuos cristalinos así obtenidos. En vista de su importancia para los estudios de estructura del es- tado cristalino (morfología mineral) y para la físico-química de la gé- nesis del cristal en su solución madre, resumiremos brevemente la teoría de Schroen extractando los puntos esenciales que el profesor Benedikt desarrolla en la obra ya mencionada. Sehroen empieza por dar mucha importancia al estado precristalino (1) Benedikt, loc. cit., pág. 69. 1 J (0,9) 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en el proceso de la génesis de los cristales. Al principio se forma una masa de aspecto finamente granuloso, denominada por él petroplasma y después aparecen redes y espesamientos. El llama petroblastos á los elementos más pequeños conocidos del reino mineral y divide en dos fases principales la evolución morfoló- gica del petroplasma hasta constituír la petrocélula. En la primera fase, en un momento dado de la evolución de la petrocélula madre, se forman petroblastos por la conjunción de los filamentos del protolito- plasma (que constituyen su envoltura) y de deuterolitoplasma (que cons- tituye el centro ó contenido) provenientes de la diferenciación del pe- troplasma. En la seguda fase, correspondiente al estado precristalino, los petrobastos contenidos en células semejantes á esporangios, for- man núcleos que expulsados por la petrocélula madre, vienen á engen- drar células nuevas. Éstas á su vez crecen atrayendo material, se multiplican por división y producen petrobastos que son expulsados. La figura 4 muestra una petrocélula de ácido salicílico expulsando un núcleo, y la figura 5 representa el estado precristalino del mismo com- puesto donde se observa netamente la fase celular (división celular y formación de cristales en el interior de las células). Como lo observa Benedikt, si no se supiera que estos fenómenos tienen lugar en una solución de ácido salicílico, uno se creería en presencia de células orgá- nicas. En resumen: Schroen se opone abiertamente y con sobradas razones, contra aquellos que guiados por una idea preconcebida, admiten que el cristal se forma instantáneamente y que posee por consiguiente desde el principio una forma característica y matemática. El cristal se forma, según él, paso á paso, recorriendo una serie de fases que tie- nen cada una su morfología propia. Estas ideas del profesor Schroen, LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 187 tienen la importancia de ponernos de relieve, que la evolución morfo- lógica no es un fenómeno aislado relegado solamente al reino de la mate- ria viva orgánica y organizada. Alfonso Herrera, de Méjico, ha conseguido unos precipitados inot- eánicos que no tienen nada de común con los organismos que él ha pretendido imitar (1). En ciertos casos ellos afectan formas de lo más diversas, que pueden asemejarse tanto á un infusorio como á un pre- cipitado químico tan frecuente en las dobles descomposiciones que dan nacimiento á un compuesto insoluble y coloidal. Insistimos, por nuestra parte, en afirmar que en ciertas ocasiones se ha querido dar un valor exagerado á estas formas inorgánicas de Herrera, que nada tie- nen que ver con los organismos vivos. Las experiencias del profesor Leduc que vamos á describir en seguida, son más ingeniosas y dan un esquema sencillo y bastante aproximado de cómo pueden actuar las fuerzas osmóticas imprimiendo formas orgánicas á la materia. Las primitivas experiencias de Ledue se llevaban á cabo de una manera análoga á las de Traube, con la diferencia que el primero de estos investigadores utiliza sacarosa para desarrollar grandes pre- siones osmóticas, que sin ella no se podrían obtener. Para ello se pre- paran granos ó «semillas» compuestas de una parte de azúcar y una ó dos partes de SO*Cu y luego se les «siembra» á la temperatura de 407, en un líquido formado por una parte de agua, 10 6 20 de solución de gelatina al 10 por ciento, 5 á 10 partes de una solución saturada de ferrocianuro de potasio y 5 á 10 partes de solución saturada de cloruro de sodio. Operando de este modo se obtienen crecimientos 0s- móticos de grandes dimensiones y que al decir de Leduc (2) presentan formas de órganos análogas á las que se observan en los vegetales : rizomas, raíces, tallos ramificados, hojas, ete. (fig. 6, 7, 85, 9 y 10). (3). La gelatina tiene la ventaja de solificarse y de dar preparados que (1) Basta ver las fotografías insertas en uno de sus trabajos (Sur l'imitation des organismes et de la matiére vivante, Méjico, 1904) para cerciorarse de lo ante- rior : los precipitados de silicato de calcio afectan formas variadas según las condiciones de la experiencia y uno puede hallar en ellos las analogías que más desea. (2) S. Lupuc, Les croissances osmotiques et Porigine des étres vivants. 1909. (3) Estas fotografías han sido reproducidas por el señor Luis Navarro de las originales del doctor Leduc, que me fueron cedidas amablemente por el señor Víctor Delfino. 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fácilmente se pueden transportar. Leduc observa que el fenómeno de crecimiento osmótico es uno de los que ha desempeñado un papel pre- ponderante en el pasado de la tierra. Después de describir sus ingeniosas imitaciones de forma obteni- Fig. 7 Fig. S das con cloruro de calcio y carbonato de sodio (1), hace ver la influen- cia grande que tiene la alteración de las condiciones físicas de la expe- riencia, que haciendo variar la presión osmótica, determina también Fig. 9 Fig. 10 el cambio de forma. El crecimiento es tanto más rápido y los tallos tanto más ramificados cuanto más concentradas son las soluciones : lo contrario sucede con las soluciones diluídas. La adición de sales tiene también influencia. (1) Loc. cit. y Biochemische Zeichrift, 1908. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 189 Leduc, se ha dedicado, sobre todo en estos últimos tiempos, á ex- perimentar con sales de calcio, debido al papel preponderante que ellas desempeñan en la formación de esqueletos ó caparazones de seres vivos. Entre ellos podemos citar los que se relacionan con la imita- ción de la estructura física del nacar y de las coquillas de ciertos moluscos (véase loc. cit., pág. 2). Se pueden aceptar sin inconveniente, las conclusiones de este au- tor, de que los fenómenos de ósmosis han intervenido en la adquisición de la forma de los seres inferiores, que se admite con sobradas razo- nes hayan surgido del fondo de los mares (teoría de Anaximandro y (le la mayor parte de los filósofos griegos); pero afirmar que estos se- res vivos son erecimientos osmóticos, es afirmar una cosa que no tie- ne sentido, es sostener algo demasiado vago. ¿Crecimientos osmóti- cos, de qué? ¿ De cualquier precipitado mineral formado por combina- ción química? Esto implicaría, en primer lugar, creer demasiado sencillo el problema del origen de los seres vivos, puesto que bastaría provocar un precipitado de silicato de calcio, carbonato de calcio, ete., para engendrar estos seres, que con toda probabilidad se han forma- do por la lenta evolución necesaria para que la materia mineral se transforme en orgánica y organizada y manifieste los atributos esen- ciales de la vida, y en segundo lugar, sería confundir una fuerza que desempeña un papel preponderante en algunos fenómenos secundarios «le la vida de los organismos, con la fuerza que ha dado origen á estos últimos. : Esta sería una afirmación errónea que debemos evitar si no quere. mos que aquellas experiencias pierdan aun la poca importancia que tienen desde el punto de vista de la biogénesis. Su importancia estri- ba solamente en que permitirán interpretar ciertos fenómenos de ós- mosis, de redistribución de la materia proveniente de la asimilación, dle formación de membranas y estructuras parecidas á las organiza- «las, etc. Hay que tener presente que á un hecho relativamente senci- llo no puede exigírsele más de lo que legítimamente puede darnos; de lo contrario, incurriremos en exageraciones perjudiciales para la im- portante causa que la biología moderna persigue. Las nuevas investigaciones de Leduc y de otros autores, son útiles, “sobre todo porque en ellas ponen en guardia á los que basándose pu- ramente en las apariencias, pretenden descubrir bajo las formas inor- egánicas, seres provistos de vida. La forma es la resultante de las ac- ciones de la fuerza sobre la materia; estos últimos factores son los esenciales de la producción de los seres vivos y aquella es la con- 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA secuencia y muchas veces suele ser un accidente completamente se- cundario. Por otra parte, fuerzas exteriores completamente distintas, actuando sobre cuerpos de diferente constitución química, pueden engendrar formas análogas. En la historia de la doctrina de la generación espontánea existen casos realmente interesantes que han dado lugar á que se tomen como formas de organismos lo que era simplemente el resultado de una acción química ó física sobre la materia inorgánica. Sólo mencionare- mos en este lugar los casos del Bathybius Haekelli y del Bozoons canadiensis. En el año 1872, el célebre zoólogo inglés Huxley descubrió un agre- gado material que por su forma se semejaba á una simple monera, en vista de lo cual le asignó el nombre de Bathybius Haekelli (del grie- g0, que significa que vive en las grandes profundidades). Este in- vestigador, estudiando los materiales recogidos en 15872 por el Cha- llenger (1) halló una materia gelatinosa, provista de movimientos, con corpúsculos calcáreos en su interior, que á veces constituían verda- deras redes. Haeckel y Huxley consideraron á aquellas masas como protoplasma dotado de un especie de vida difusa. En vista de todo esto, se creyó que ellos representaban la gelatina primitiva de Oken, que debiera recubrir de una delgada película vi- viente, las grandes profundidades del mar. Al decir de algunos, era el primer esfuerzo de la materia bruta para conquistar su organiza- ción. Más tarde, M. Buchanan (Prev. Royal, lec XXIV), demostró que dicha substancia gelatinosa no contenía materia orgánica y que esta- ba exclusivamente constituída por sulfato de calcio amorfo, cuya pre- cipitación se debía al alcohol empleado en los recipientes de la expe- dición del Challenger. Además, esta substancia se disolvía nuevamente y podía precipitar otra vez por la adición de un nuevo volumen de alcohol, bajo forma de pequeñas agujas cristalinas, correspondientes á la forma cristalográfica del sulfato de calcio natural (2). Con estas experiencias queda desalojado el Bathybius del grupo de las moneras de Haeckel, donde se le había ubicado. (1) La expedición del Challenger ha sido la expedición científica más magna del siglo pasado. Fué dirigida por W. Thompson y duró tres años y medio. (2) LAPPARENT, Géologie, pág. 140. En la Enciclopedia universal ilustrada de Ispasa dice que este punto se dilucidó en el Congreso científico reunido en Seffield en el año 1879. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 191 Mac Mullen (1) en el año 18653, descubrió en el Laurentico un agrega- do material que Dawison después describió como de naturaleza ani- mal, dándole el nombre de Eozoon. Hahn y Weinland (2) en 1879 y 15880, llamaron momentáneamente la atención de los paleontologistas y de los naturalistas, con un descubrimiento que ellos creyeron haber realizado: anunciaban el hallazgo de todo un yacimiento de plantas y animales primitivos en las rocas más antiguas y en los me- teoritos. Hahn (abogado alemán), los consideraba como vegetales y por eso le dió el nombre de eofilios y no de eozoon: el calcáreo del Cana- dá se considera como el sedimento más antiguo de la tierra, razón por la cual se admitía, que el eofilio era el primer testimonio de la creación de los seres vivos. Estos mismos agregados se observaron más tarde en el granito, en el gneiss, en la serpentina, en el talco, en ciertas arenas, en el basalto y hasta en el fierro meteórico (Benedikt, loc. cit., pág. 15). Como lo establece Lapparent en su tratado de geología (pág. 677) á los paleontologistas mas competentes (Zittel, Hanbuch der Pa- leontologie, 1, pág. 132) y el estudio minucioso efectuado por Mobius, han hecho descender definitivamente al eozoon al rango de un simple accidente mineralógico, susceptible de producirse en todas las mez- clas de calcita con un piroxeno. Estas confusiones no se deben como lo cree Leduc á la falta de defi- niciones de la vida, que en general son inútiles y á veces hasta perju- diciales porque llevan á los investigadores á ocultar bajo las palabras, la ignorancia que se tiene acerca de las causas íntimas de los fenóme- nos, sino más bien á la falta de datos relativos á las formas diferentes que la materia inorgánica puede afectar por la acción de los diversas agentes. Si las experiencias de este autor y las demás que se han rea- lizado en el terreno de la morfología mineral, consiguen evitar en el fu- buro, semejantes confusiones (que sólo tienen lugar cuando se consi- dera únicamente las apariencias ó el aspecto externo de los objetos estudiados), habrá prestado un inmenso servicio. Leduc también cree que se ha confundido la producción de la vida con la síntesis de los albuminoides y se opone abiertamente á la teoría que se basa en este proceso, diciendo que la vida es de carácter diná- mico, un fenómeno físico Ó mecánico. (1) LAPPARENT, pág. 667. (2) BENEDIKT, loc. cit., pág. 41 y 75. Según este autor, en dicho fenómeno pa- rece haber intervenido las formas de Harting, que ya hemos examinado (conos- batos). 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lo que en realidad pretenden Jos que como Haeckel dan tanta im- portancia á los albuminoides, es producir artificialmente un subs- tratum material, análogo al que constituye el protoplasma y lo sufi- cientemente evolucionado desde el punto de vista de su estructura física y química, como para poder desempeñar las funciones de la materia viva. Esta tendencia es perfectamente lógica, pues es sabido (como ya lo ha sostenido Gautier) que á la diversificación de funcio- nes, acompaña siempre, una diversificación de estructura molecular de la materia que sirve de sostén á aquéllas, y por otra parte, es también acertado, que si se quiere imitar la vida del protoplasma, se empiece por imitar su constitución química y físico-química que servirá de base á sus funciones vitales. En resumen, las ingeniosas experiencias efectuadas hasta aquí en este campo de investigación, son útiles para esquematizar ciertas es- tructuras y ciertos fenómenos físico-químicos que tienen lugar en el seno de los seres vivos, sin que ello implique, por ejemplo, que los organismos sean simples crecimientos osmóticos de cualquier subs- tancia inorgánica. Admitir esto sería, como ya lo hemos observado más de una vez, descuidar la fase química del problema de la evolu- ción, esto es, lo parte quizá más esencial. Dichas esquematizaciones de estructura servirán también para po- ner en alerta á los investigadores y evitar así que se cometan errores al considerar los agregados materiales sólo por sus apariencias mor- fológicas, ya sean éstos Mmacroscópicos ó microscópicos. En efecto, todos los trabajos de estos últimos años, muestran de un modo evidente, que en cuanto á su forma, en muchos casos, no existen di- Ferencias esenciales entre los organismos vivos inferiores y los inorganis- mos ; entre las estructuras orgánicas y las inorgánicas. PUNTO DE VISTA DINÁMICO. LA FISIOLOGÍA DE LOS ORGANISMOS Y DE LOS INORGANISMOS En este lugar, haremos un examen de los principales hechos que ponen en evidencia las analogías y diferencias que existen entre los organismos inferiores y los inorganismos, desde el punto de vista de las fuerzas que ellos manifiestan. Movimientos. — Quincke ha podido imitar con gotas de aceite en soluciones diluídas de carbonato de sodio, los movimientos de emisión «le seudopodios de las amibas y los movimientos de las partículas BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ' PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS (conclusión) Mtalia Atti della I. R. Accad. di Scienze Lettere ed Arti degli Agiati, Rovereto. — Atti della R. Accad. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- gure, Genova. — Riv. di Artiglieriá e Genio, Roma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, Roma. — Ann. della Soc. degli Ing. e degli Architetti, Roma. — «Il Politecnico », Milano. — Boll. della Soc. Zoologica Italiana. Ro- ma. — Gazz. Chimica Italiana, Roma. — L'E- lettricitá, Milano. — Boll. Scientifico, Pavia. — Riv. Italiana di Scienze Naturali e Boll. del Naturalista Collettore, etc., Siena. — Atti della Soc. dei NaturaJisti, Modena. — Boll. della Soc. Entomologica Italiana, Firenze. — Boll. della Soc. Médico Chirurgica, Pavia. — Atti della Soc. Linguistica, Genova. — Boll. del R. Comtato Geologico d Utalia, Roma. — - Boll. della R. Scuola Super. d'Agricultura, Portici. — Atti della Assoc. Elettrotecnica Italiana, Roma — Il monitore Tecnico, Mi- lano. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. — Commissione Speciale d'Igiene del Muni- cipio, Roma — Boll. Mensuale dell'Osserva- torio Centrale del R. Colegio Alberto in Moncalieri, Torino. — Atti del R. Instituto d'Incoragsiamento, Napoli. — Accad. delle Scienze, Torino. — Atti della Soc. Toscana di Scienze Naturali, Pisa. — Ann. del Museo - Civico di Storia Naturale, Genova. — Osserva- torio Vaticano, Roma. — Rass. delle Scienze Geologiche in Italia, Roma. — L'Ingegneria- Ferroviaria, Roma. — Atti della R. Accad. di Scienze, Lettere ed Arti, Modena.- — Studi Sassaresi, Sassari- — Riv. Tecnica Italiana, Roma. — Osservatorio della R. Universitá, Torino. — Atti del Collegio degli Ingegneri e Architetti, Palermo. Japón The Botanical Magazine, Tokyo. — The Journal. of Geography, Tokyo. — Annota- tions Zoological Japaness, Tokyo. — The Zoological Society, Tokyo. re. Méjico Bol. del Observ. Astronómico Magnético Metereológico Central Méjico. — Bol. del . Observ. Nacional, Tacubaya. — An. del Museo Nacional, Méjico. — La medicina científica, Méjico. — Memoria y Rev. de la Soc. cientí- fica, Antonio Alzate. — La Farmacia, Mejico. — An. del Inst. Médico Nacional, Méjico. — Bol. del Inst. Geológico, Méjico. Natal Geological Survey of the Colony, Natal. Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soc. Broteriana, Coimbra. — Jor- nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R. das Sciencias, Lisboa. — Bol. da Soc. de Geographia, Lisboa. — 0 Insttiuto Rev. Scient. é Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico é Magnético, Goim- bra. — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Coimbra. — Bol. do Observ. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Observ. Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de lá Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio-- nes y Memorias de la Soc. de Ingenieros del “Perú. — Rev. de Ciencias. Ñ Rumania Bol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. Rusia Soc. de Sciences Expérimentales, Khar- kow. — Bul. de la Soc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. Imper. des Sciences, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rev. des Sciences Mathématiques, Moscow. — La Bi- blioteca Politecnica, San Petersbourg. — Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — Soc. pro Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors, Rusia. — Bull. de la Soc. Impér. Moscow. San Petershourg. — Bull. de la Soc. Imper. de Geographie, San Petersbourg. — Phisi- calische Central Observatorium, San Peters burg. — Bull. du Jardin Imper. de Botanique. San Petersburg. — Korrespondensblat de Natufors Vereins, Riga. — Bull. du Comité Géologique, San Petersburg. — Bull. de la Soc des Naturalistse de Ja Nouvelle Russie, Odesa. Ñ / ot San Salvador Observ. Meteorológico y Astronómico, El Salvador. Suecia y Noruega Sveriges geologisca Un dere! Stoc- | — An. de la Universidad. — E — Bull. of íhe Geological Inst. Uni- | Nacional. — Bol. del Observ. M tereorológ Sity of Upsala, Suecia. — “Kongl Vetens- | Municipal. — An. del cia. Lap. Akademiens. Acad. des Sciences, madena y Ena: Abs e NACIONALES Buenos Aires El de la Fac. de Agronomía y Veterina- ria, La Plata. — Le del Centro Universi- tario. La Plata. - Bol. de la Biblioteca Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. — Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Obsery. Astronómico, La Plata. — Rev. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar-: chivos de Criminalogía, Medicina legal y | Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar- gentino. — Bol. de Estadística Municipal. — Rev. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An. del Depart Nacional de Higiene. — Rev. Nacional. — Rev. Técnica. — An. de la Soc. Rural Argentina. — An. del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- y SUBSCRIPCIONES. Paris Annales des Ponts et Chaussées. — « Re- vue ». — Contes Rendus de l'Académie des Sciences. — Annales de Chimie et de Physi- que. — Nouvelles Annales de Mathématiques. — « La Nature ». — Nouvelles Annales de la Construction (Oppermann). — Revue Scien- tifique. — Reyue de Deux Mondes. des Naturalistes, 4 — An. de la Soc. Phisico Chimique, sellschaft. Bull. Tecnique de la Suisse. ssanne. — Geographich_ Ethno Zurich. — Soc. He: Sciences Naturelles, Berna. pa Neufchateloise de Seographie. Rural. — Bol. de la nsonean 8 Bol. del Observ. Metereológic: gentino. — Rev. de la Sub! Médica Arg — Rev. de la Asociacion Estudadipa geniería. — Rev. de la Liga Agraria. — Jurídica y de Ciencias Sociales. — Bo Y la Union Industrial Argentina. — Centro Naval. — El Monitor de La Ed Común. — Enciclopedia Militar. - mana Médica. — Anuario de la Direcci Estadística. — Rev. paa decia Militar. Córdoba Bol. de Ya Acad. Nac. de Ci Ec Entre -Hios: DE Ai An. de la Soc. Rural. Tucumán AñSrÓ Estadístico. Roma A Trattato Generale dell'Arte deliugega — Giornale del Genio Civile. ) Milano Il Costruttore. — L'Elettricitá. Londres The Builder. Ls ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ESUMIAN STE o ARGENTINA * JUL 121926 *<) v Sy ITIONAL MUSE> DIRECTOR : ÍNGENIERO SANTIAGO E. BARABINO MAYO 1911. — ENTREGA V. — TOMO LXXI ES ÍNDICE Horacio DAMIANOVICH, La generación espontánea : su evolución y estado actual CAOS A A SR SN A EIA 193 JORGE MAGNIN, Nuevo método de destrucción de la materia orgánica por el bromo. 231 NB ESIOF MORENO BiDlOgraba aca loo loa oia dan aa 235 SANTIAGO Eb ARABINO: BlDlOSTafa o os e a ae lod leal a dele dd 238 Í RA BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONÍ HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1911 JUNTA DIRECTIVA Presidente Se Doctor Francisco P. Moreno Vacepresilente Av iia: sio Ingeniero Vicente Castro - Vicepresidente Mo .....oo..... Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actdS.......... . Doctor Tomás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco TESORERO ra SA Doctor Antonio Vidal Bibliotecario .-.... O - Doctor Abel sánchez Díaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo oculto ES , Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mamberto ' Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre y Eorenta in ao la cda Ca Señor Juan Botto : REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan 3. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro (. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico 4. “Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AMADEO y doctor. HORACIO: DAmIANOVICH A Los colaboradores de los Anales, que descen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, Ja que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. : e Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Hartolome Mitre, 1960. : Cada rabo Fadon es personalmente ronaldo de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias Pesos moneda nacional PONE o a E NEEO a 1.00 POR ADO AS Ad ea 12.00 Numero atrasado A 2.00 — - 'paralos sotios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto. deS 440 pasado meridiano LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 193 protoplasmáticas (corrientes protoplasmáticas) y al mismo tiempo ha tratado de dar una interpretación de ellos basándose en estos esque- mas algo defectuosos pero útiles. Con alcohol amílico ó anilina sobre agua hemos conseguido algo parecido. En las experiencias de Ledue se observan también, algnnos movimientos osmóticos, que podrán uti- lizarse para imitar ciertos fenómenos que tienen lugar en los vege- tales. Asimilación. — Este fenómeno fundamental que se opera en el seno del protoplasma vivo, no es una simple adición de materia semejante, sino el resultado de verdaderos fenómenos de análisis y síntesis que tienden á mantener constantes entre ciertos lómites la composición del protoplasma. « Es el conjunto de estos fenómenos vitales, cuyo resul- tado es la constancia dela composición y la conservación de todas las propiedades del sér vivo, que se puede llamar asimilación en el sentido etimológico de la palabra. » (Le Dantec, La matiére vivante, pág. 108). Al mismo tiempo que hay síntesis de la materia específica, puede ha- ber en ciertas plástidas, otras síntesis de cuerpos más simples, de cuer- pos ternarios, por ejemplo (almidón, celulosa, etc.), (substancias de re- serva) que se hallan esparcidos en el seno del protoplasma al estado de vida elemental manifiesta. En resumen, una gran parte de la ener- gía procedente de la destrucción de las substancias específicas de su plástida en las reacciones de la vida elemental, es empleada precisa- mente en la síntesis de una nueva cantidad de esta substancia especí- fica y es esto lo que constituye el fenómero de asimilación. Estas sín- tesis se pueden hacer en ciertos casos directamente por medio de elementos químicos simples (caso del aspergilius) ; en los vegetales en general, se constata la misma posibilidad hasta cierto punto, en tan- to que los animales no pueden asimilar en general más que substan- cias complejas... (loc. cit.) A. Gautier, después de examinar á grandes rasgos el fenómeno de asimilación concluye (y en esto están de acuerdo todos los bioquímicos) que el mecanismo por el cual una célula crece no es un simple fenóme- no de intusucepción, un fenómeno de endósmosis física, ni como lo han denominado á menudo, una especie de atracción electiva que cada célula ejerce sobre los materiales disueltos en conjunto, en el medio heterogéneo nutritivo que le ofrece el plasma sanguíneo ó linfático que lo baña. « Introduciendo tres cristales, de alumbre, de cloruro de sodio y de nitrato de sodio, en una solución saturada á la vez de es- tas tres sales, cada una de ellas, según su naturaleza, se apropiará la materia que le convenga ásu crecimiento y dejará las otras dos (y esto AN. SOC. CIEN'T. ARG. — T. LXXI 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lo hará sin provocar desdoblamientos, ni síntesis, ni grandes despren- dimientos de energía): el alumbre atraerá al sulfato de aluminio y de potasio; la sal marina crecerá á expensas del cloruro de sodio; el ni- trato de sodio á expensas del nitro, sin que ni uno ni otro eristal to- que las otras sales disueltas (salvo en el caso de substancias 1somot- fas que dan cristales de mezcla). Las cosas no pasan así en la economía vital. Tenemos la prueba en el hecho de que las substancias alimen- ticias las más diversas, cuando han penetrado en el organismo, se transforman en especies químicas á menudo muy lejanas de las que habían dado los alimentos. Bien diferente del cristal que crece, el sér vivo se nutre modificando, transformando las materias alimenticias, identificándolas, las asímila en una palabra, á sus propias substan- clas constitutivas » (1). <« Cualquiera que sea la idea que se tenga sobre la constitución de la molécula viva (expresión defectuosa), esta molécula es por sí mis- ma inerte como todas las moléculas químicas... Pero mientras que las moléculas químicas de los cuerpos brutos no se pueden encontrar más que en dos condiciones : la indiferencia y la destrucción, las molé- culas vivas pueden encontrarse bajo una tercera condición de síntesis, esto es de vida manifiesta. Es cierto que las moléculas minerales, también toman nacimiento cuando ciertas condiciones se hallan reu- nidas; pero cuando ellas se forman así, no son ellas las que manities- tan su propiedad, sino las substancias de donde provienen. En las moléculas vivas no sucede ésto ; cuando ellas se sintetizan es cuando manifiestan sus propiedades, aunque haya simultáneamente destrue- ción parcial de ciertas de susagrupaciones atómicas. Se puede obser- var, por otra parte, que los cristales fragmentados ó truncados, colo- ados en su agua madre, reparan el trozo afectado (regeneración) y crecen, pero en este tubo no existe reacción alguna de síntesis, puesto que sus moléculas preexisten en el agua madre, ni manifestación de sus propiedades específicas. Es por esto que nosotros decimos que sólo las moléculas vivas pueden encontrarse en tres condiciones : la condición de síntesis, la condición de destrucción y la de indiferencia química. Es á esto que se denomina comunmente, pero no con exacti- tud, la vida activa, la muerte y la vida latente » (2). La condición de síntesis y de desdoblamiento característicos res- (1) A. GAUTIER, La chimie de la célule vivante, pág. 71. (2) LAUMONIER, La physiologie générale: réactions chimiques internes des étres vivants, cap. TIL, pág. 59. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 195 pectivamente de los vegetales y de los animales pueden ser represen - tados de un modo simbólico por las ecuaciones siguientes : que expresan las dos leyes fundamentales de la bioquímica. T. CO? + HO + N 0 —- albuminoides — hidrato de carbono + orasas. IL. Albuminoides + hidrato de carbono + grasas + O CO”? + H*0 + N... E Estos son como vemos dos operaciones inversas (1) que se compen- san: la materia se restablece y la energía total absorbida durante el proceso fotoclorofiliano es liberada bajo forma de calor, movimiento, fuerza nerviosa, ete., por el organismo animal. No está demás adver- tir, que en los vegetales se observa también los procesos analíticos y en los animales los sintéticos, pero tanto en uno como en otro caso adquieren un carácter secundario. Benedikt, de Viena, en un trabajo reciente (titulado el Biomecanis- mo ó neovitalismo en medicina y en biología, traducción de E. Robert Tissot, 1904), inspirado por las notables investigaciones del profesor- Schroen (que ya hemos examinado en parte), después de examinar detenidamente ia teoría de este último, concluye diciendo que es á los mineralogistas más que á los biólogos á los que corresponde hacer el homenaje 4 su método perfecto y luego agrega : « Existe una diferencia esencial entre el cristal y el sér vivo. El cristal es el cadá- ver rígido de una sal. Disuelto de nuevo, este cristal, como el fénix, resucitará. El cadáver de un animal ó de un vegetal, cuando más, se conserva, pero no resucita. Además, el cristal es incapaz de emplear para formarse substancias extrañas que él transforma en cuerpos que se hacen semejantes á su propia substancia : el cristal no puede, como hace la célula, asimilar los materiales nutritivos y las energías que ellos contienen. Él tampoco es capaz de producir trabajo desecompo- niéndose : él no se reproduce. Su vida ó más bien la vida de la sal de donde deriva es entonces una vida distinta de la de la célula. Si se tienen en cuenta estas diferencias se hace posible á cada uno juzgar, hasta qué punto los fenómenos que tienen lugar en las soluciones pueden ser considerados como vitales » (2). Pero el hecho de que no haya ninguna semejanza entre el creci- miento de un cristal y el crecimiento de un organismo por asimila- (1) En la primera intervienen los fenómenos de reducción, deshidratación y sinte- tesis y en la segunda intervienen los fenómenos de oxidación, hidratación y análisis. (2) BENEDIKT, loc. cit., pág. 62. 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción (1), ¿nos autoriza á negar que actualmente sea posible imitar es- te complicado é importante proceso funcional de los organismos ? Es precisamente lo contrario lo que puede observarse en vista de los adelantos recientes de la bioquímica y físico-química. Las experien- cias siguientes ponen en evidencia que es posible imitar por separado algunos procesos bioquímicos de asimilación que hasta hace poco se creía imposible reproducir en el laboratorio. a) Sintesis vegetal. — Daniel Berthelot y Herry Gaudechon en una nota presentada á la Academia de ciencias de París, el 13 de junio de 1910, describen las experiencias que confirman las hipótesis sos- tenidas por Boussingault, Berthelot y Bayer (hipótesis de la aldehida). Estos investigadores han realizado por vía foto-quémica con la luz ultravioleta las principales reacciones que tienen lugar durante este proceso bioquímico á saber: 1% descomposición reversible del CO? en 00 y O; 200? =200 + O0*?; 2% descomposición reversible del vapor de agua : 2H*0 =2H”* + O*; 3 combinación reversible de COH para dar aldeida fórmica : CO + H”* = 0H*0 y 4” polimerización de la aldeida fórmica para dar hidratos de carbono. Con todo esto se demues- tra que la síntesis de los hidratos de carbono es un fenómeno físico- químico que la luz puede producir fuera de las plantas y se aclara por lo tanto el mecanismo de la asimilación clorofiliana. Ellos han conseguido además la síntesis de la formámida (H—CO—N H”) por la acción de CO + NH? y la luz ultravioleta, lo cual les permitirá pensar que ella representa el punto de partida de la formación de las materias albuminoideas en las plantas. Los partidarios de la teoría que admitía la intervención constante de la fuerza vital, creían que no era posible que en el laboratorio se realizara la síntesis de los compuestos elaborados por aquella fuerza en el seno de los organismos animales y vegetales, ni mucho menos imitar procesos bioquímicos. Ambas afirmaciones han perdido su valor ante los recientes progresos de la química y físico-química : en efecto, Wohler y Berthelot desterraron la primera creencia y actual. mente se ha conseguido imitar una serie de procesos como las accio- nes diastásicas (kinasas artificiales y oxidaciones y reducciones cata- líticas, la síntesis fotoclorofiliana, la fecundación, el eruzamiento, ete., que en seguida pasaremos en revista. (1) Algunos ignorando los datos más elementales de la química de los seres yi- vos han llegado hasta pretender que un cristal asimila en la misma forma que un organismo ! LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 197 b) Acciones diastásicas : analogías entre las acciones bioquímicas de las diastasas naturales y artificiales : oxidaciones catalíticas. — Desde que comenzó el florecimiento de la físico-química de los coloides, los investigadores dieron mucha importancia al estudio de las acciones que ellos provocaban, para la interpretación de ciertos fenómenos que tienen lugar en el organismo vivo. Se afirmaba á cada paso que las soluciones coloidales eran indispensables para la inteligencia de los procesos de defensa, de nutrición y de desarrollo de los orga- nismos vivos. Se estudiaba las acciones ofrecidas por coloides de los más diversos sobre los líquidos del organismo, los glóbulos rojos, los microbios (1), etc. Pero, á pesar de aquellos adelantos, siempre existía la duda y se preguntaba á menudo si era posible con los coloides artificiales, repro- ducir una de las acciones que no habían podido ser reproducidas hasta entonces, más que en los cuerpos que el organismo vivo elabo- raba. No se creía, por ejemplo, que fuese posible volver activo un jugo pancreático puro sin agregarle quinasa elaborada por un orga- nismo vivo. Este último problema ha sido resuelto por Largier des Bancels, quien en una serie de experiencias realizadas en el laboratorio de fisiología de la Sorbona, ha conseguido volver activo el jugo pan- creático por adición de coloides y electrolitos convenientemente ele- gidos. Lo interesante es hacer notar, que para llegar á este resultado, Largier des Bancels, no ha hecho más que aplicar directamente al jugo pancreático y á la albúmina, los resultados de sus investiga- ciones sobre la influencia producida por los electrolitos en las accio- nes recíprocas de diferentes coloides. Es sabido que el jugo pancreático puro no es capaz de digerir la albúmina de huevo y sólo lo hace cuando se le vuelve activo, agre- eándole una diastasa ó fermento soluble denominado quinasa (que se encuentra en los glóbulos blancos, en la levadura de cerveza, en los venenos de serpientes y en muchos bacterios). Se considera además que estas quinasas se hallan en el jugo pancreático al estado de pro- fermento cuyo complemento es la quinasa. (La acción completa estaría representada por el esquema : protripsina + quinasa = tripsina). Uno de los métodos empleados por Largier de Bancels es el si- (1) Actualmente en el terreno de la inmunidad están dando resultados bas- tante halagadores los estudios físico-químicos sobre coloides (véase investiga- ciones de Víctor Henry y otros). 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA guiente : Se sumergen cubos de albúmina durante varias horas en la solución de coloides positivos, tales como el azul de toluidina, el azul dle metilo, el rojo de magdala, etc., y luego que haya absorbido una débil cantidad de coloide se le lava y se le introduce en el jugo pan- creático al cual se le ha agregado una débil cantidad de electrolito (NO,),Ba, etc.) Después de 12 horas, el cubo es digerido por el ju- So pancreático. Se ha conseguido de este modo activar el jueo pancreático, sin adi- ción de quinasa natural y solo por la acción combinada del coloide arti- AÁicial y del electrolito. Parece, según Henry, que el coloide colorante fijado sobre la albúmina desempeña el papel de qguinasa y el electro- lito el de mordiente. Lo que sorprende en este hecho es la cantidad mínima de colorante fijado sobre la albúmina (un cubo de albúmina de 0%25 fija un cen- tésimo de miligramo de azul de toluídina). Y sin embargo, esta can- tidad mínima es capaz de provocar la digestión pancreática de la albúmina cuando se le agrega el electrolito (1). Recientemente Henry y otros investigadores han aplicado este método de experimentación al estudio del fenómeno de inmunidad con resultados bastante positivos, que hacen entrever un adelanto considerable de la terapéutica racional. e) Los fermentos metálicos. — Los fermentos son, como sabemos, pro- ductos de actividad de la célula viva y pertenecen al grupo de los albuminoides. Ellos son muy sensibles á la acción del calor y del alcohol y sufren verdaderas intoxicaciones con los venenos. Debido á las bellas investigaciones de Bredig y de sus continuadores, se ha podido probar que los llamados fermentos metálicos ó inorgánicos pre- sentan muchas semejanzas con los naturales (2). Estas soluciones coloidales metálicas que están constituídas por suspensiones de partículas finísimas del metal, tienen un poder ca- talítico muy grande. Ya Berzelius, en 18530, había mostrado que la esponja y el musgo de platino descomponían el agua oxigenada, tal como lo hacía la fibrina de la sangre. (1) V. HENRY, Découverte des kinases artificielles: Revue générale des sciences, pág. 640, 1905; A. GALLARDO, Importancia del estudio de las soluciones coloi- dales para las ciencias biológicas: Anales de la Sociedad científica argentina, pág. 113, 1906. (2) Véase ROBIN, Les ferments métalliques en thérapeutique, pág. 36; DUCLAUX, La chimie de la matiére vivante, pág. 112, 1910; Suplemento de Selmi, año 1901; VARIGNY, La naturaleza y la vida, pág. 39. > LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 199 Este investigador llegó á la conclusión de que la mayor parte de las acciones vitales que se operan en el seno del organismo tienen por causa probablemente las acciones catalíticas que se operaba entre los tejidos y líquidos constituyentes de aquellos. Más tarde (Deville y Dehaz, Hoppe-Seyler : Robin, loc. cit., pág. 36, 1904), se pudo operar la transformación del formiato de calcio en H0O*? y CO*Ca por el iridio y rodio finamente dividido, tal como lo hacen ciertos bacterios. Se ha probado también la posibilidad de la ¿nversión hidrolítica de la sacarosa por el paladio, platino y oro al estado de extrema división y la oxidación del alcohol por el musgo de platino, como lo hace el micoderma acets. Todos estos hechos que demuestran la semejanza grande que existe entre ciertas diastasas naturales y los metales divididos, han sido continuados con éxito por Bredig en 1901, quien en vista de ello in- trodujo la denominación de fermentos metálicos. Tanto las diastasas elaboradas durante la vida celular de los fermentos figurados, como las soluciones coloidales metálicas, azulean la tintura de guayaco, transforman la hidroquinona en quinona, el pirogalol en productos humicos. Según Bredig, los metales coloidales pueden ser consi- derados como los modelos de las diastasas inorgánicas (1). Además, todas estas transformaciones provocadas por los fer- mentos metálicos pueden ser aceleradas, retardadas ó inhibidas por los agentes capaces de influenciar las acciones de las diastasas natu- rales: ellos tienen también sus agentes nocivos y sufren verdade- deras intoxicaciones. Así, por ejemplo, Bredig y Muller v. Berneck ha demostrado que el platino coloidal adicionado de 13 diez milloné- simos de miligramo de ioduro de cianógeno, posee menos acción sobre el H?*0? y una dosis de un millonésimo de miligramo mata completa- mente (si se permite la expresión) al fermento metálico. Si la dosis es inferior á 20 millonésimos el fermento metálico puede «curarse », esto es, recuperar las propiedades primitivas después de eliminación del veneno. Existen coloides y electrolitos que actúan « protegiendo » (como agente inmunizante) á un coloide metálico contra la acción tóxica de otro electrolito, y en ciertos casos (solución coloidal de sul- furo de arsénico + Cl*Ba! se observa que el coloide se «acostum- bra» á la acción del electrolito, sopertando (como el organismo en el caso de las toxinas) una dosis mayor que la dosis tóxica, siempre que (1) Comptes-rendus de la 4c. des Scien. de Paris, pág. 476, 1901; Robry, loc. cib., pág. 37. 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se tenga la precaución de añadir á este último en dosis sucesivas en vez de agregarlo completamente desde el primer momento. Lo más sorprendente es que, si se construyen dos tablas numéri- cas que representen las dosis tóxicas de ciertos cuerpos, respecto á los fermentos metálicos y á los fermentos naturales, se observa que ambos guarismos son análogos (!): la dosis en que ciertos agentes actúan como tóxicos de las diastasas protoplasmáticas, corresponden á los que se refieren á los fermentos artificiales. También las sabstan- cias que activan (álealis) las acciones de unos, activan las del otro. Y todos estos actos son los que hasta hace poco se creía imposibles de reproducir fuera del dominio de la fuerza vital del organismo ! Como lo ha demostrado Gabriel Bertrand el manganeso viene á constituir el principio activo de ciertas oxidasas del grupo de la lacasa (extraída de la laca del Japón): la adición de pequeñas can- tidades de protóxido de manganeso á una oxidasa pobre en manga- neso y poco activa, ha determinado un aumento considerable de sw actividad. Trillat basándose en estos estudios de Bertrand puso en evidencia la acción favorable de la albúmina, gelatina ó suero sanguíneo sobre la oxidación producida por el manganeso (en presencia de álcalis). Este mismo autor ha preparado soluciones órgano-metálicas (á base de manganeso) que muestran las principales propiedades de las oxida- sas de origen vital. Introduciendo una esponja impregnada de esta solu- ción en una de tanino contenida en una probeta con mercurio y aire, se observa primeramente absorción de oxígeno y luego desprendi- miento de CO?. Todo sucede como si el ácido tánico hubiese respirado un instante. Las anteriores experiencias prueban la importancia que tienen los elementos inorgánicos que se hallan al estado de trazas en la célula viva y al mismo tiempo demuestran la posibilidad de reproducir arti- ficialmente una serie de transformaciones que se cretan exclusivas de los organismos. Bach (1), en estos últimos años, basándose en una serie de minu- ciosas investigaciones, se opone á la teoría de Bertrand que admite al manganeso como el único principio activo de las oxidasas. Par- tiendo de ciertas hojas él ha podido preparar oxidasas por un método especial, muy activas y que sin embargo no encerraban ni fierro ni (1) Revue générale de sciences : Chimie biologique (1910) : La théorie des oxidases, y Archives des sciences physiques et naturelles, 4% sér., tomo XXIX, pág. 640. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 201 manganeso. No puede entonces atribuirse la acción oxidásica á estos elementos. Pero las mismas experiencias de Bach demuestran que las sales de fierro y de manganeso aceleran la acción de las oxidasas exactamente como el sulfato ferroso acelera la acción oxidante del agua oxigenada. Existe un paralelismo evidente entre las acciones producidas por este compuesto y las oxidaciones diastásicas donde las diastasas actúan dando verdaderos peróxidos con el oxígeno del aire. En todas estas acciones predominan las transformaciones de descomposición ó desdoblamiento (1) (análisis), y se hace por lo tanto necesario investigar mucho todavía con el objeto de hallar diastasas artificiales capaces de provocar los fenómenos de síntesis, que dan por resultado la formación de las substancias amiláceas, grasas y albu- minoideas. d) Fermentación alcohólica. — Al principio se atribuía la fermenta- ión alcohólica á la acción de la fuerza vital porque no se conocía en la química transformación alguna que se asemejara á ella. Traube (1858) y Berthelot (1860) supusieron que la fermentación alcohólica era producida por una diastasa capaz de desdoblar la glucosa en alcohol y anhidrido carbónico, así como el almidón bajo la influencia de la amilasa puede transformarse en maltosa. Pero en vista de las difi- cultades de orden experimental, ésta hipótesis suscitó una viva dis- cusión entre Berthelot y Pasteur, el último de los cuales admitía la necesidad de la célula viva de levadura. La idea fundamental de Pasteur era que las fermentaciones en vez de ser originadas como lo sostenía Liebig, por reaciones químicas, se debía a organismos vivos. De manera que el descubrimiento de la zimasa de Buchner (1597) no venía á echar por tierra la teoría de Pasteur (2), puesto que ella era producida por la célula viva de levadura y porque, según J. Duelaux (loc. cit., pág. 121), el jugo que se obtiene comprimiendo la levadura es protoplasma apenas modificado y no una solución de diastasa. La zimasa no ha sido separada de la substancia viva: ella queda aún por descubrirse (Duclaux). Las experiencias recientes de H. Schade. (Biochem. Zeitschr., $. 7, pág. 299-326, 1908), han resuelto en parte el problema de la produc- ción artificial de la fermentación alcohólica. Este autor en un intere- (1) JACQUES DUCLAUX, La chimie de la matiére vivante, pág. 179, 1810. (2) Según Ronx, Pasteur hizo ensayos para aislar la alcoholasa, y aunque sus tentativas no dieron resultado, él creía posible su existencia, aunque no la consi- deraba una realidad. (J. DuCcLAux, loc. cit., pág. 113.) 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sante artículo titulado: Sobre los procesos de fermentación alcohólica considerados desde el punto de vista de la catalisis, prueba que los cata- lizadores minerales transforman el azúcar en alcohol en tres fases su- cesivas : 1% glucosa en ácido láctico (por la acción de los álcalis) : 2* ácido láctico en aldehida + ácido fórmico (por la acción del ácido sulfárico diluido); 3% aldehida +— ácido fórmico en alcohol + anhi- drido carbónico (por la acción del musgo de rodio). Según Schade, éstas son las tres fases más importantes del proceso natural de la fer- mentación alcohólica. Estas primeras tentativas aun cuando no hayan resuelto definiti- vamente el problema tan calurosamente discutido, abre por lo menos un nuevo rumbo á la investigación que con toda seguridad ha de ser muy fructuoso en resultados. División celular Es al doctor Angel Gallardo al que cabe el honor de haber impues- to una orientación definida á este difícil problema. Con la introduc- ción de la noción de la bipolaridad de las fuerzas físicas, él ha hecho adelantar una de las partes más importantes de la biología : el capí- tulo de la división celular. Recientemente, apoyándose en los estudios de Lilie y en las investigaciones físico-químicas sobre coloides, ha conseguido dar una interpretación bastante acertada del proceso mencionado. Con la atribución de una carga negativa al coloide cro- matina y una positiva al coloide citoplasmático radicado en ambos centrosomas, explica según la opinión autorizada de J. Delage, hasta en sus más mínimos detalles el espectro cariocinético. Pero ésto, á pesar de ser ya mucho,no es lo único que á su teoría se debe : ella ha tenido la virtud de provocar una serie de investiga- ciones que han venido á constituir las primeras tentativas en la re- producción artificial de las figuras cariocinéticas. En unas se han utilizado las fuerzas de difusión (espectro de difusión y huso acro- mático de Leduc) y en otras se ha hecho intervenir la misma fuerza bipolar eléctrica, la cual ha sido capaz de segmentar un coloide, cuando se ha adoptado un dispositivo de acuerdo con aquella teoría (honopolaridad de los centrosomas y bipolaridad del fenómeno de di- visión celular). Recientemente Pentimalli ha demostrado experimentalmente, ope- rando con las células de las raicesillas de jacintos, que el polo positi- LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 203 vo atrae á la cromatina y con tanto más energía cuanto más avan- zado se halla el proceso de cariocinesis. Con ésto la teoría del doctor Gallardo ha pasado á ser un hecho demostrado. No podemos dejar de llamar la atención en este lugar, sobre el sig- nificado que aquellos hechos tienen desde el punto de vista de la metodología. Ellos vienen á constituir, tal como se han ido produ- ciendo, un verdadero éxito de la aplicación del método deductivo á las ciencias biológicas: de la teoría se pasó á la experimentación y Juego se llegó á la observación. Este hecho no debe pasar desapercibido y debe más bien alentar á los experimentadores en las futuras aplica- ciones de este método de investigación á los delicados problemas de la biología celular. Fecundación artificial y cruzamiento Loeb se opone á las « explicaciones » simplistas que se han querido dar del fenómeno de la fecundación y sostiene que el método más seguro para llegar á una concepción experimental de la acción fe- cundante del esparmatozoide, consiste en investigar si ciertos agen- tes físicos y químicos la reproducen en sus rasgos esenciales. Ya en 18586 Tichomiroff había mostrado que los huevos no fecun- dados del gusano de seda (Bombyx morix) pueden ser conducidos á su desarrollo si se les frota ligeramente con un cepillo ó si se les coloca durante un cierto tiempo en ácido sulfúrico concentrado, Pero más tarde se probó que esos huevos podían desarrollarse partenogenética- mente sin la intervención de aquellos agentes, por lo cual el anterior descubrimiento perdió mucho de su importancia. Para asegurarse de que la acción fecundante del espermatozoide pue- de ser reproducida por medios físicos ó químicos, Loeb experimentó so- bre huevos que en las condiciones naturales no se desarrollaba parte- nogéenéticamente. Hertwig (en 1895) pudo demostrar que si se colocaban huevos de erizos no fecundados en una solución al 0,1 por ciento de sulfato de estricnina y luego se les trasladaba al agua de mar, los huevos pre- sentaban las figuras cariocinéticas y algunos se segmentaban. Mead (en 1898) observó que los huevos de ciertos anélidos marinos (Chae- topterus), que normalmente no expulsaban sus glóbulos polares sino después de haber sido fecundados, pueden hacerlo sin necesidad de que haya verdadera fecundación, si se añaden pequeñas cantidades 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de cloruro de potasio al agua de mar. El cloruro de sodio no produce el mismo efecto. Morgan también emprendió una serie de experien- cias comenzadas ya por Loeb, sobre la acción del agua de mar hiper- tónica sobre los huevos de erizo fecundados, pero según este autor las segmentaciones no llegaban jamás á la formación de embriones. Loeb (1), que comenzó sus experiencias en 1899, hahallado que es posible obtener larvas normales con huevos de erizo de mar no fe- cundados en los cuales no se notaban partenogenesis alguna en las condiciones naturales. Para conseguir ésto, bastaba dejar los hue- vos no fecundados de arbacia durante dos horas en agua de mar cuya concentración se había elevado á 40 Ó 50 por ciento (el au- mento de concentración se obtiene agregando substancias diver- sas (cloruros de sodio, potasio, 6, magnesio, urea, azúcar). Cuando los huevos son fecundados se colocan en agua de mar hipertómica, por efecto de osmosis pierde agua y se contraen, pero cuando se les vuelve á colocar en agua de mar normal, ellos vuelven á absorber el agua. Según las experiencias sólo el primer fenómeno es esencial. Para atenuar la diferencia grande que se observaba entre el por- centaje dle la segmentación de los huevos fecundados y de los huevos tratados por agua de mar hipertómica (de 100 á 20 %/, y hasta 1 %,). Loeb trató de perfeccionar el método, empleando ácidos de la serie erasa en soluciones décimo normales (50 cm” de HO de mar + 3 cm? TN de ácido fórmico, acético, etc., 5) - Si después de cinco minutos de la formación de la membrana se trasladan los huevos al agua de mar hipertónica (100 cm” de agua de mar + 0,5 em? OlNa 2,5 N) y se dejan unos 40 á 45 minutos (á la temperatura de 18”) se ven segmen- tar todos ó casi todos los huevos y cierto número de ellos se dlesarro- lla rápidamente en larvas normales que nadan sobre la superficie. Los huevos que habían sido tratados primero con agua de mar hiper- tónica y después por el ácido, no se desarrollaban : se portaban como si hubieran sido tratados solamente por ácidos y se destruyen al cabo de, algunas horas. La formación de la membrana desempeña papel importante en este proceso. Como se ve, ya se posee un método por medio del cual podemos re- producir, en sus rasgos esenciales el proceso que resulta de la pene- tración del espermatozoide en el óvulo. (1) LorB, 4m. Jou., of Physiology, vol. YI, pág. 135. 1899; pág. 4534, 1900; vol. IV, pág. 178. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 205 También Loeb ha podido aplicar los procedimientos de partenoge- nesis artificial á los huevos de estrella de mar. Se introducen los hue- vos de asterina durante un minuto y medio en una solución formada por 50 centímetros cúbicos de H*0 de mar + 50 centímetros cúbicos N de ácido acético ó butírico 0 Para que cuando se les coloque en agua de mar se forme la membrana. Se ha conseguido además aumentar el porcentaje de segmentaciones de los huevos de asterias ya natural- mente partenogenéticos, tratándolos durante diez minutos por el agua de mar acidulada. Delage ha descubierto que el tratamiento de los huevos de asterias por el agua saturada de CO? produce un número extremadamente elevado de larvas partenogenéticas. En estos últimos años Lefevre (1905) ha comprobado que los hue- vos no fecundados de un gusano (Thalaosema mellita), después de una estadía de algunos minutos en agua de mar acidulada, forma una membrana y se desarrolla cuando se les sumerge en el agua de mar normal. Las larvas eran tan rigorosas como las que provenían de huevos fecundados (1). Un hecho curioso: cuando la segmentación se hace normalmente las larvas obtenidas en el agua de mar hipertónica sola no son tan vi- vaces como aquellas cuyo desarrollo se ha provocado después de la formación de una membrana. Loeb ha operado con moluscos (Lottia gigantea) y obtenido larvas que sólo vivían poco tiempo; aplicando el procedimiento del doble tratamiento por agua hipertónica y ácido este mismo investigador llegó á resultados más halagadores aún. Por lo expuesto en estos últimos párrafos se ve que el adelanto de este problema de fecundación artificial, está íntimamente ligado al perfeccionamiento de la técnica: al principio sólo se conseguía pro- vocar la formación de membranas, después, segmentaciones sucesi- vas, luego aumento del porcentaje de estas últimas y en fin, aumento «lel número y tiempo de vitalidad de las larvas producidas reempla- zando el espermatozoide por un ácido. Este agente actúa proba- blemente dando al óvulo la carga eléctrica negativa que le falta para producir losfenómenos bipolares de la cariocinesis que dan por resul- tado las segmentaciones sucesivas. En 1908 Delage ha conseguido obtener la partenogenesis artificial- (1) Jacques, LoEB, La dynamique des phénomexes de la vie, 1908, pág. 310. 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por las descargas eléctricas, dando á los huevos sucesivamente una carga positiva y otra negativa. Las experiencias que hemos tenido ocasión de hacer permitirán quizá interpretar el hecho anterior pues- to que ellas demuestran que es posible la segmentación de un coloide por la acción bipolar de la corriente eléctrica. Cruzamiento. — Una vez que se hubo probado que en general la fe- cundación resultaba de la unión del óvulo ó germen femenino con el espermatozoide (salvo los huevos partenogenéticos), diferentes inves- tigadores trataron de resolver experimentalmente el problema del cruzamiento de las especies. Los primeros ensayos se deben á Spa- llanzani. Pfluger, Bonn, Hertuzy, Direseh, Boreri y Berscon, que ópe- raron con diferentes especies, pero recién en 1903 Loeb pudo dar al problema un verdadero viso experimental. En efecto, todas las tentativas para fecundar los óvulos de, erí- ZOS con espermatozoides de estrellas de mar fracasaron hasta que Loeb (1) tuvo la idea de modificar la constitución química del agua de mar. Agregando pequeñas cantidades de carbonato de sodio al agua de mar neutra, Loeb ha conseguido la fecundación artificial de huevos de erizo (Strongylocentratus purpuratus) por los espermato- zo01des de estrellas de mar. Basta agregar uno á dos centímetros cúbi- SADA ; - 0d cos de solución 10 de Na (OH) á 100 centímetros cúbicos de agua de mar para obtener resultados positivos. Las proporciones de huevos fecundados varía según la especie de espermatozoides empleados. Estas experiencias se han generalizado y en 1906 el doctor Kupel- wecer en el laboratorio de Loeb pudo fecundar huevos de erizo con espermatozoides de moluscos (Mytilus). Se ve, pues, por este procedimiento de experimentación que la fe- cundación depende de la constitución del medio líquido en el cual se produce la atracción del óvulo y el espermatozoide y que ella no es específica, puesto que no sólo se ha llegado á provocar el cruzamiento entre especies vecinas, sino también entre especies alejadas, como la rana y la salamandra, los erizos y las estrellas de mar. La biofotogénesis ó producción de luz por los animales. — Hasta el año 1886 el mecanismo de la producción de luz por los animales (gu- (1) LorB, University of Californican publications, vol. I, pág. I, abril 1903; PFLUGERS, Archif, vol. XCIX, pág. 323 y 657, 1903 y CIV, pág. 325, 1904 ; J. LorB, La dynamique des phénomenes de la vie traducción de Dadin y G. Schaef- fer, 1908, pág. 293. ; LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 207 Z sanos de luz, ciertos moluscos, etc.), se consideraba uno de los fenó- menos más impenetrables á las investigaciones más perspicaces y pacientes. Se veía en la fosforescencia animal la luz que exterioriza- ba la misteriosa fuerza vital, que sólo podría realizarse en los seres provistos de vida y que el hombre en su laboratorio no podía repro- ducir. Sin embargo, el profesor Rafael Dubois, después de sus célebres investigaciones sobre los Elateridios luminosos (París, 1586), consiguió demostrar que el fenómeno luminoso se debía al conflicto de dos subs- tancias contenidas en el órgano fotógeno. La existencia de estas dos substancias que él había previsto y denominado respectivamente luci- Ferina y luciferasa, ha sido confirmada por numerosos trabajos hechos sobre ese molusco : el Pholade dactyle. Introduciendo los órganos fotó- venos de este animal en un embudo que se halla colocado sobre un frasco con alcohol absoluto y encerrando el conjunto en un vaso com- pletamente tapado cuyo aire ha sido reemplazado por vapores de cloroformo (emanados de un cristalizador), se observa, al cabo de cierto tiempo, que escurre de dichos órganos un líquido que forma con el alcohol un coágulo soluble en agua una vez libre de alcohol. La disolución acuosa agitada al contacto del aire no produce efecto alguno, pero si se añade una partícula de permanganato de potasio, aparece en seguida una luz neta. Si en vez de cloroformo, se emple: éter, el coágulo encierra á su vez las dos substancias (el principio oxi- dante luciferasa y el principio oxidable) y brilla sin adición de subs- tancia alguna en el agua y en el aire (1). Dubois, en vista de ésto, admite que el fenómeno de biofotogéne- sis que no difiere en los animales y vegetales, se reduce en último análisis á una acción diastásica. Si se tiene presente que las propiedades principales de las diasta- sas se han podido producir sin la intervención de la materia viva, no miraremos desde ahora con tanto misterio el fenómeno de la biofoto- vénesis, que el hombre puede producir, arrebatando esa luz de la vida á los seres que la ostentan, para estudiarla más de cerca junto con los otros fenómenos de fosforescencia observados en los cuerpos MOrgánicos. De todo lo expuesto en esta última parte se deduce que ha sido posible imitar ó reproducir artificialmente con más ó menos aproxi- (1) R. Dubo1s, Comptes-rendus de la Soc. de biologie, n% 24, t. MI, 1901 y Phy- sique biologique, D' Arsonval, 1903. 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mación un gran número de las funciones desempeñadas por los seres vivos, pero aun á pesar de ello, no se puede establecer la menor ana- logía entre el organismo más rudimentario imaginable y un complejo artificial constituído por una asociación conveniente de substancias orgánicas é inorgánicas. Es necesario emprender nada menos que la laboriosa tarea de asociar los fenómenos elementales, de un modo consciente y escrupu- loso, para poder llegar á concentrar en un sistema material dado las fuerzas físico-químicas que concurren á la producción del acto vital complejísimo en su aparente simplicidad. Los delicados métodos que la físico-química utiliza para investigar la constitución y funcionamiento de los diferentes sistemas materia- les (constitución y propiedades de los cuerpos puros y de las mez- clas), servirán de auxiliar poderoso para conseguir aquel resultado y podemos llegar hasta asegurar, que mientras esta aplicación no se intente de un modo riguroso, las iniciativas permanecerán estériles ó por lo menos no darán los frutos que de ellas esperan frecuentemente los experimentadores que se conforman con el simple examen super- ficial de los hechos. El juicio que puede sacarse de la sola observa- ción de la forma y movimientos externos, casi siempre ha llevado y seguirá llevando á estos últimos á concepciones groseras y erróneas. ALGUNAS EXPERIENCIAS RECIENTES SOBRE GENERACIÓN ESPONTÁNEA (1) En este lugar sólo examinaremos las contribuciones experimenta- les de Bastian y de Dubois, Burke y Kuckuck, que han llamado úl- timamente la atención del mundo científico. Experiencias de Bastian sobre soluciones salinas sobrecalentadas. — Este investigador, en el año 1872, llevó á cabo una defensa enérgica de la doctrina de la arquebiosis (nombre adoptado por el autor para indicar producción primordial á partir de la materia bruta) en su libro titulado El comienzo de la vida (The begining of life). El trabajo fué objeto de una ruda crítica que duró varios años, á la cual no contestó debido á que, según él, las personas que la hacían (1) Sólo por comodidad y por ser más conocido seguimos usando este término incorrecto, que no expresa fielmente la naturaleza del fenómeno. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 209 no se dienaban repetir sus experiencias. En el año 1877, Bastian tuvo una fuerte discusión, especialmente con Tyndall en Inglaterra y con Pasteur en Francia. Después de esta época él guardó silencio durante veinticinco años y recientemente, en 1907, dió á la publicidad una interesante obra titulada La evolución de la vida. En esta obra, después de dar una reseña general sobre el aspecto actual del problema (la tierra como mundo habitado en medio de una multitud de mundos habitados, la constitución de la materia, la evo- lución orgánica, consecuencia natural de la evolución inorgánica, las condiciones del problema y los métodos de investigación, etc.), re- plica los resultados experimentales de Pasteur y de Tyndall y pasaá describir las nuevas experiencias efectuadas en soluciones salinas sobrecalentadas. Partiendo de la idea de que dadas las condiciones de nuestro pla- neta en el período de aparición de la vida, ésta debía haber surgido directamente de la materia inorgánica, Bastian elige las soluciones salinas libres de materia orgánica como medio de realizar las condi- ciones requeridas. Los tubos empleados eran primeramente esterilizados y tenían una altura de 7,5 centímetros y 2,5 centímetros de diámetro. La tempera- tura apropiada la obtenía con baños de Cl*0a (115” hasta 130%) 6 aceite. Una vez introducidas las soluciones á experimentar, los tubos eran colocados durante cierto tiempo en los baños á diferentes tem.- peraturas (1007, 115%, etc.), cerrados á la lámpara y por último man- tenidos durante un tiempo variable (10 días á 2 meses) á 32-37” en estufa Ó incubadora. Con la idea de reemplazar el carbono del protoplasma por otros elementos, ensaya con soluciones salinas que contienen N, O, H y otros elementos como el silicio, el bario, cromo, aluminio y fierro. Se- cún Bastian, con excepción de aquéllas en que el carbono era reem- plazado por el silicio, ninguna de las soluciones contenía seres vivos después de hervirla y de cerrar los tubos que las contenían. Experiencias con nitrato férrico y silicato de sodio. — Una solución que contenía diez gotas de solución débil de nitrato de fierro y siete sotas de la solución de silicato de sodio en 30 centímetros cúbicos de agua destilada, sometida á la ebullición durante quince minutos y cerrada á la lámpara produjo grumos semigelatinosos amarillo na- ranja que se depositaba durante la ebullición. Después de treinta días la reacción era ligeramente ácida y sobre uno de los grumos se AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA encontraba una pequeña masa blanca del tamaño de la cabeza de un alfiler, la cual, examinada al mieroscopio se presentaba bajo forma de pequeños filamentos sin trazas de fructificación. Según Bastian, este es un organismo que tiene la apariencia de un hongo vivo. Con otras soluciones (30 centímetros cúbicos de H*0 + 0%1 de fosfato de amonio + 3 gotas de solución concentrada de silicato de sodio), obtuvo resultados diferentes según que ellas fueran ácidas ó alcalinas. «La adición de ácido fosfórico parece modificar los resul- tados, porque cuatro soluciones ligeramente alcalinas con las cuales se habían hecho las experiencias, quedaron absolutamente estériles, mientras que tres soluciones sobre cinco, cuya alcalinidad había sido neutralizada por un ácido, contenían organismos ó masas especiales de fibras (1). Entre ellos, Bastian halla algunos corpúsculos de natura- leza incierta. Experiencias con silicato de sodio, fosfato de amonio y ácido fosfó- rico. — La reacción de la solución tiene mucha importancia: «Los que se hallan ligeramente ácidos se han mostrado más productivos que los otros que sólo diferían de ella en que contenían una á dos eotas menos de ácido fosfórico diluído, ó lo que es lo mismo, un poco más de la solución alcalina de silicato. La solución ácida hervida es más productiva mientras que la solución ligeramente alcalina hervida es estéril lo más á menudo, lo cual (según Bastian) contradice de nuevo los datos de Pasteur fundados en un estudio más limitado de hechos de este género ». Las soluciones empleadas en estas experiencias son las siguientes : A. Silicato de sodio 2 Ó 5 gotas (solución concentrada), fosfato dle Es (1) Bastrax, £*évolution de la vie, pág. 209, 1908. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 211 amonio (0256 á 0384), ácido fosfórico diluído 4 ó 5 gotas y 30 cen- tímetros cúbicos de agua destilada. AA. Silicato de sodio 4 ó 5 gotas, fosfato de amonio (0%256 á 0384), ácido fosfórico diluído 4 ó 5 gotas y 30 centímetros de agua destilada. B. Silicato de sodio 3 gotas solución nitrato férrico (farmacopea in- elesa) S gotas y 30 centímetros cúbicos de agua destilada. BB. Silicato de sodio 6 gotas, solución de nitrato férrico S gotas y 30 centímetros cúbicos de agua destilada. Á continuación enumeramos los principales resultados obtenidos Fig. 14 en estas condiciones por Bastian (1), de cuya obra reproducimos algu- nas microfotografías. 12 Á 100? durante 10 minutos en frascos cerrados. — Bacterios y 26 3 tórulas sobre grumos de SiO” en solución A (plancha IL, figura >) A de Bastian (tiempo, 2 semanas). Corpúsculos de tórulas rodeados de bacterios hallados en soluciones L (1) Bastian, L*évolution de la vie, 52 partie. Nouvelles expériences avec des solutions salines surchauffées, pág. 199 y siguiente. 212 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA AA después de dos meses á la luz (plancha IL, fig. 5 B de Bastian). Bacilos coma ó vibriones de solución A y 3 semanas á la luz (plancha IT, fig. 6 de Bastian) vease (fig. 11). Tórulas y micrtococus de solución BB después de 14 días á la luz (plancha UL, fig. 7 de Bastian). (fig. 12) Tórulas asociadas, de solución B (plancha Il, fia. Y B de Bastian. En la materia eranulosa del precipitado se encuentran, según Bastian, numerosos mierococos libres, en A un loculo coloreado con eosina (1) y en B tres lóculos no coloreados (plancha HIT, fig. 9 A y B de Bastian) (fig. 153). Largos filamentos provenientes de microorganismos (plancha III, fig. 9 O de Bastian. En ciertas soluciones calentadas á 1307, Bastian cree encontrar mierococos de igual especie, pero él no ha hallado en ninguno de los tratados de bacteriología que ba consultado, la descripción de microorganismos de este género (loc. cit., fig. 220). 2% Á 100” en tubos herméticamente cerrados durante 10 minutos. — Efectuando experiencias más exactas en tubos previamente esterili- zados, en los cuales se calentaba la solución á ensayar durante diez minutos á la ebullición del agua después de cerrarlos completamente, Bastian encontró en solución A, erumos de SiO” recubierta de bacte- rios, mezclados con conereciones inorgánicas mucho más refringentes, pero difícil de distinguirlas de los numerosos Microorganismos «aislados (loc. cit., fig. 221). En el caso de las soluciones de silicato de sodio los organismos de Bastian se hallan siempre inmóviles en grumos Ó so- bre ellos y engendrados al parecer en el mismo sitio en que se les en- contro al observarles (loc. c16.). ln un tubo que contenía solución AA, el líquido fué llevado á la ebullición calentándolo directamente á la llama con el objeto de ex- pulsar el aire, después se cerró y por último se sometió á la acción del agua hirviendo durante siete minutos. Transcurridas cinco sema- nas (tiempo durante el cual fueron expuestos á la luz), Bastian los examinó y halló grumos de sílice recubiertos de cuerpos análogos á los micrococos, y llegó á la conclusión de que era imposible decir por las apariencias sí los cuerpos cociformes eran de naturaleza orgánica 6 inorgánica. Sin embargo, él cree que la mayor parte eran corpúsculos inorgánicos (2). La figura 15 muestra, según él (en A, B y €), los tres (1) La sílice coloidal y en polvo tiene la propiedad de absorber las materias colorantes. (2) Loc. cit., pág. 222. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 213 primeros estados de crecimiento de un moho (plancha V, fig. 15 A, B y O de Bastian): él cree además que el corpúsculo que se encuen- tra en B es de naturaleza inorgánica (« C*était probablement dans les deux cas une particule inorgamique »). 3 Á 1207 y 1307 en tubos herméticamente cerrados durante 10 y 20 Después de seis semanas de reposo, Bas- minutos respectivamente. tian halló en un tubo que había sido calentado á 1207, algunos mi- crococos y mohos diseminados sobre los grumos de sílice: la figura 21 de Bastian, plancha VIL muestra, según él, uno de estos últimos organismos (loc. cit., pág. 228). Á estas experiencias que Bastian trae en apoyo de la arquebiosis óÓ generación espontánea, se les pueden hacer objeciones bastante serias. En primer lugar, él sólo se basa para clasificar entre los seres vivos á los corpúsculos obtenidos, en la forma sumamente variable según las condiciones de temperatura y tiempo. Y este criterio de la forma lo lleva á veces á él mismo á dudar si algunos de los corpúscu- los son ó no organismos, pero al fin se decide sin base firme alguna, unas veces por la afirmativa y otras por la negativa. Si á ésto agre- vamos que dichos seudoorganismos no tienen uno solo de los atri- butos de los verdaderos organismos, á nuestro modo de ver no pode- mos vacilar en considerar las experiencias de Bastian como despro- vistas de fundamento. Por nuestra parte, hemos tenido la oportunidad de repetirlas, con soluciones de silicato de sodio, fosfato de amonio y ácido fosfórico, po- niéndonos en iguales condiciones, y hemos podido comprobar que el se- dimento formado en los diferentes tubos estaba constituído casi exclu- sivamente por sílice (coloidal en unos casos y de aspecto vítreo en otros) capaz de afectar, según el modo de actuar de los agentes exte- riores (calor, luz, etc.), formas de las más diversas (gránulos, baston- cillos, ete.). Desde el punto de vista quémico este resultado no nos debe extrañar si tenemos en cuenta que los silicatos tratados por un ácido dan (con más ó menos rapidez, según la concentración de las soluciones) un precipitado de sílice coloidal. Estos hechos, harto co- nocidos por los químicos, están de acuerdo con lo hallado por Bas- tian, quien pone en evidencia la «fecundidad» de las soluciones ácidas y la «esterilidad » de las soluciones alcalinas. Teniendo pre- sente este hecho, se explica por qué el autor no ha hallado la deserip- ción de estos organismos (?) inmóviles en ningún tratado de bacterio- logía. En resumen, las experiencias de Bastian sobre soluciones salinas 214 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sobrecalentadas carecen por completo de valor desde el punto de vista de la génesis de los seres vivos, por cuanto este investigador ha tomado como único criterio la forma y ha llegado á resultados erróneos, creyendo encontrar organismos donde sólo existe precipita- dos inorgánicos que no desempeñan ninguna de las funciones de los seres vivos (movimiento, nutrición, reproducción, etc.). No pueden aceptarse como probada experimentalmente ni la generación del sér vivo, ni la substitución del carbón por el silicio en el protoplasma, hasta tanto no se lleven á cabo investigaciones verdaderamente minu- ciosas y alejadas de todo error. Las experiencias recientes sobre «cultivos minerales ». Naturaleza química de los eobios y microbiodes de Dubois (1). — Las experiencias sobre «cultivos minerales » fueron emprendidas por primera vez, en 1904, por Rafael Dubois, profesor de la Universidad de Lyun. Depo- sitando un cristal de cloruro de bario y de radio sobre un caldo gela- tinoso para cultura de microbios luminosos, este distinguido fisiólogo observó un fenómeno extraño é interesante: al cabo de un corto in- tervalo de tiempo se formó una cantidad considerable de pequeños corpúsculos que penetraban de más en más en la capa de gelatina, aumentando de volumen y cuyo conjunto constituía una colonia aná- loga á la que dan los mohos al estado de esporos. Observándola al microscopio, él distinguió unas granulaciones redondeadas de diver- sos tamaños, de las cuales las más voluminosas, segmentadas tenían la apariencia de huevos de esporos en el comienzo de la división ce- lular. Dichos corpúsculos coloreables por diferentes reactivos se ase- mejan á vacuolidos (expresión de Dubois) y el mencionado autor los considera como el estado más simple de organización de la materia viva ó bioproteón. Un año más tarde, John Butler Burke (Nature, 25, 1905, pág. 78), director del laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge (Sur Paction spontanée des corps radioactifs sur la gélatine), expuso la gelatina á la acción de las sales de radio y otras sales débil- mente radioactivas y obtuvo en la superficie de aquélla contenida en los tubos, una cultura especial como si los bacterios hubiesen hecho irrupción en ellas. Una de las culturas presentaba el aspecto de cier- tas culturas microbianas y el examen microscópico reveló la presen- (1) Conferencia dada en la sección «ciencias biologicas» del Congreso científi- co internacional realizado en Buenos Aires en julio de 1910. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 215 cia de objetos redondos que no se asemejaban á ninguna forma vital hasta ahora conocida. Contienen núcleos, miden alrededor de dos milésimos de milímetro y cuando alcanzan cierto volumen se subdivi- den. Según Burke, son capaces no sólo de crecer sino de reprodu- cirse y también se observa en ellos una especie de declinación y muerte. Para distinguir estas substancias de los microbios é indicar al mismo tiempo su semejanza con los mismos, éste autor les adjudic: el nombre de radiobios. El profesor S. Woodhead (microbiologista), después de someter los tubos á un examen declaró que ellos no eran bacterios y al mismo tiempo emitió la hipótesis de que eran cristales. Las tentativas de identificación con el carbonato de calcio y los demás resultados obtenidos no han permitido al autor establecer dicha analogía con los cuerpos cristalizados. Además, las microfoto- erafías por ellos obtenidas muestran que estos cuerpos no tienen ninguna simetría propia á las substancias cristalizadas. En resumen: Burke está casi convencido que son cuerpos organi- Zados, aun cuando no sean bacterios. Kenwood, profesor de bacteriología en la Universidad de Cam- bridge, tomó con cierto escepticismo las experiencias de Burke y emitió la opinión de que es imposible después de la experiencia de Pasteur y Tyndall, creer en la realización de la generación espontá- nea, sobre todo si se toman todas las precauciones para evitar el error. Estas experiencias de Burke llamaron intensamente la atención del mundo científico y uno de los primeros en tomarlas en considera- ción fué Dubois, quien en una nota publicada en 1905 en la Revue des idées, reclama la prioridad del descubrimiento (1) y llega á las si- guientes conclusiones: « Al menos por ahora (Le Radium, 1905, agosto 15, página 2 del suplemento), dice Dubois, sólo faltan á estos corpúsculos para ser asimilables á partículas organizadas, la facultad de dar lugar á va- rias generaciones sucesivas de seres semejantes. Parecen desprovis- tos de lo que se llama energía evolutiva ó ancestral. Como ellos, se- gún Dubois, nacen, crecen, se mueven, se segmentan, envejecen y mueren volviendo al estado cristaloidal, como todos los seres vivos, (1) R. Dubois envió una memoria á la Academia de ciencias de París y dos co- municaciones á la Sociedad de biología en 1904. Dió también una conferencia en la Universidad de Lyon con motivo de su apertura el 3 de noviembre de 1904 (La creación del sér vivo y las leyes naturales). 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA propone el nombre genérico de Eobios (aurora de vida), porque el de radiobios que le da Burke no es apropiado, desde el momento que las sales de radio no son necesarias para su producción. El autor termina su nota afirmando que los antisépticos orgánicos perturban considerablemente la formación, el crecimiento y la seg- mentación de los eobios y resume sus conclusiones de la siguiente manera : «1 Por el contacto de ciertos cristaloides con los coloides orgáni- cos, se obtienen granulaciones que presentan los caracteres ópticos y morfológicos del estado más simple, más rudimentario, del biopro- teón ó materia viva « vacuólida »; 2% Estos vacuólidos orgánico-minerales y organizados nacen, cre- cen, se segmentan, envejecen y mueren volviendo al estado cristali- no, como todos los seres vivos; 3 Ellos representan el estado de organización y sobre todo de funcionamiento más simple y quizá más vecino del bioproteón ó ma- teria viva y, por estos motivos, yo propongo el nombre genérico de eobios (aurora de vida). Después de este primer trabajo, el profesor Dubois continuó sus investigaciones y presentó una memoria (1) al congreso de la Associa- tion francaise pour Pavancement des sciences reunido en Lyon en 1906, en la cual llega 4 conclusiones análogas á las anteriores, que hemos tenido ocasión de transcribir. En esta última memoria se nota, sin embargo, una ligera modifica- ción en sus afirmaciones. Sostiene, en efecto, que no parecen repro- ducirse ni multiplicarse y que no son más que corpúsculos eristalinos semejantes á los radiocristales de Harting. Pero como á menudo ofre-: cen una organización, él los sigue considerando como el estado más simple de la materia viva. Según Dubois, los corpúsculos no son vivientes en el propio senti- do de la palabra, puesto que no poseen lo que él ha denominado «energía ancestral evolutiva », pero su descubrimiento demuestra mejor todavía que los del mismo género efectuados anteriormente, que entre el mundo organizado y el mundo inorganizado, no existe abismo alguno y que en ciertas cireunstancias, la materia inanimada puede presentar algunas de las propiedades morfológicas y dinámicas de la substancia animada ó bioproteón. (1) RararL DuBors, Sur la prétendue génération spontanée par les radiobes. Con- eres de Lyon, 1906. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 217 Recientemente (1907), Kuekuek (1), después de hablar en términos generales sobre la resolución del problema de la generación espontá- nea, da un impulso mayor á las experiencias de los eobios de Dubois. Él siembra una sal de bario sobre una mezcla de gelatina, peptona, asparagina, elicerina y agua de mar y obtiene corpúsculos que se parecen del todo á verdaderas células, que presentan como éstas, fe- nómenos de nutrición, de crecimiento, de reproducción, de herencia, de locomoción y que se reunen en colonias. Kuckueck va más allá to- davía y ensaya de buscar cuáles son entre los seres vivos, los más próximos parientes á estos seres artificiales y él designa á ellos un lugar en la clasificación natural. Tal es el estado actua! de la cuestión de los cultivos minerales con Fijo. 14 sales de bario y de los eobios ó microbioides de Dubois. Estos dimi- nutos corpúsculos se hallan ya ubicados en el cuadro general de la clasificación de los seres vivos. ¿Ouéál es la naturaleza quémica de estos cultivos? — Con la inten- ción de repetir las curiosas experiencias de Dubois, preparé una so- lución salina de gelatina del comercio y después de obtener las colo- nias blancas con el cloruro de bario (fig. 15 a), llevé al mieroscopio la preparación sacada de una de las colonias. Pude contemplar en efecto, en el campo de este aparato (fig. 14) (2), una cantidad considerable de (1) Kuckuck, Die Loung des problems der Urzengung, Leipzig, 1907. Gracias á la amabilidad del profesor Augusto Scala, he podido enterarme del trabajo anterior así como del análisis que de él hace la Revue Scientifique (abril 1909). (2) Esta y las otras microfotografías fueron obtenidas en el gabinete fotográfi- 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pequeños corpúsculos de aspecto cristalino, redondos la mayor parte y algo cúbicos otros (provistos de la agitación ya conocida con el nombre de movimientos brownianos), que aumentaban de volumen y que al cabo de varias horas de formados presentaban una línea de división en el medio. En resumen, ellos presentaban todos los carac- teres exteriores descriptos por los autores mencionados. No pudiendo admitir la precipitación de la gelatina por el electroli- to Cl*Ba, pues se trataba de una coloide estable (que á veces se usa como coloide protector para evitar la acción precipitante de las solu- Fig. 15 ciones coloidales inestables como las de oro metálico). ¿qué subs- tancias químicas podían producir estos corpúsculos ? Tampoco podían ser fragmentos del cristal primitivo de Cl*Ba, porque no se disolvían en agua. Necesariamente debía existir en la selatina del comercio alguna substancia capaz de dar con el OlPBa un compuesto insoluble en agua. Como la solución acuosa de Cl*Ba depositado en forma de gotas sobre la gelatina solidificada daba también lugar á la formación de co de la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, por el señor Luis Navarro á quien agradezco en este lugar. ¿LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 219 colonias blancas (fig. 15 d), tuve la idea de tratar la gelatina en so- lución por otra solución de cloruro de bario. Inmediatamente cons- taté un precipitado blanco que tenía todos los caracteres del sul- fato de bario, insoluble en HCl, agua regia, etc. La acidez de la solución daba á su vez á sospechar que ella contuviera ácido sulfú- rico libre. Dado este resultado de las primeras experiencias, era lógico su- poner que las colonias blancas se debían á la combinación del ácido sulfúrico ó sulfatos de la gelatina comercial con el cloruro de bario, Fig. 16 y que los corpúsculos microbioides (?) estaban constituídos por dimi- nutos cristales de sulfato de bario, impregnados probablemente por algo del coloide gelatinoso (por absorción). Para verificar esta suposición efectué las experiencias siguientes : a) Traté la gelatina en solución al 1 por ciento próximamente por una cantidad un poco mayor de Ol?Ba de la que se necesitaba para combinarse con todo el ácido sulfúrico libre y combinado; filtré, eva- poré hasta consistencia siruposa y dejé enfriar hasta solidificación. La solución sólida de gelatina así obtenida no dió lugar á la forma ción de colonias (fig. 15 0). b) Depositando sobre la superficie de esta solución un cristal de SO'Na?, obtuve la formación de colonias del mismo aspecto que las 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de la gelatina primitiva á la cual no se le había eliminado el ácido sulfúrico y sulfatos (fig. 15 e). c) El agar-agar (de Kablbaun) disuelto como para dar una solución sólida, después de un cierto tiempo dió una colonia apenas percepti- ble (fig. 16 a). Agregando á esta solución cantidades crecientes de SO*H”, obtuve al depositar el Cl*Ba sobre la superficie, colonias idénticas á las que se formaban sobre la gelatina comercial y cuya intensidad aumentaba á medida que la cantidad de SO*H" agregada era mayor (fig. 16 b y c). Una vez averiguada la naturaleza química del precipitado blanco de las colonias cristalinas, quedaba aun por interpretar la forma de los cristales que constituían los corpúsculos. Si ellos estaban real- Fie. 17 : Fig. 18 mente constituídos por sulfato de bario, ¿por qué no presentaban una de las formas cristalinas del sistema rómbico que caracteriza á este compuesto ? Este segundo problema no presenta dificultades de orden experi- mental. Basta recorrer uno cualquiera de los tratados de mineralogía para tener una idea de la variedad grande de formas cristalinas del sulfato de bario. Habitualmente él se presenta en cristales de forma prismá tica del sistema rómbico, pero en la naturaleza se observan á menudo cristales en forma de rosetas, de bastoncillos, de losange, de cresta de gallo, etc. El profesor Schroen, de Nápoles, ha estudiado minuciosa- mente la forma globular (véase Benedickt, El biomecanismo y neovita- lismo en medicina y biología). Además de estas variedades naturales pueden producirse otras LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 221 provocando la cristalización en medios viscosos y coloidales. Las mi- crofotografías de las figuras 17 y 18 muestran con eran aumento las formas que afecta el sulfato de bario precipitado en medio coloidal sólido de gelatina y en las colonias de Dubois. La microfotografia de la figura 19 muestra la forma de los cristales de SO,Ba en solución semisolida de gelatina. En la microfotografía de la figura 20 se obser- van los corpusculos de SO,Ba con una diferenciación central que les da la apariencia de nucleos. Pero esto se debe á un fenómeno puramen- te óptico que hemos provocado intencionalmente poniendo fuera de foco á los cristales, con el objeto de demostrar que ese error de téeni- ca microscópica en este caso puede llevarnos asegurar la existencia de núcleos en dichos eorpúsculos. Sin embargo en ciertas preparaciones $ € a Fig. 19 Fio. 20 se observan inclusiones de naturaleza incierta en el centro de los eris- tales deformados de SO, Ba. Provocando la precipitación del SO,Ba en el seno de una solución coloidal de goma se obtienen eristales en forma de losange, algunos alslados y otros en cruz ó formando X (microfotografía de la figura 21). Este hecho de la variación de la forma eristalina por adición de substancias orgánicas á la solución que va á dar origen á aquellos, fué descubierto por Fourecroi y Vauquelin en 1801 (variación de las for- mas del ClINa y CINH? por la adición de urea) y estudiado más tarde por P. Gaubert, quien se ha ocupado mucho de estas cuestiones (Les états physiques de la nature, Ch. Maurian, 1910, página s7). Haciendo cristalizar nitrato de plomo en una solución que contenía azul de me- tileno, Gaubert ha conseguido modificar la forma regular octaédrica : basta 000 de este colorante orgánico para provocar el pasaje hacia 4 222 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la forma cúbica. Á menudo los cristales absorben en pequeña canti- dad las materias extrañas que intervienen coloreando el cristal, si se trata de un caso análogo al anterior. Leduc ha obtenido unas ecurio- sas modificaciones en la forma de los cristales cúbicos del OClNa: la cristalización de este compuesto en una solución coloidal produce rosetas y ramificaciones variadas (Les bases physiques de la vie, 1906, pág. 10), (fig. 22). Como vemos, la modificación de la forma cristalina no es un hecho aislado. En el caso de las colonias de Dubois obtenidas en medio coloidal de gelatina, el sulfato de bario afecta principalmente la for- ma globular (esferocristales análogos á los de Hartins) y de losange (se observan también formas cúbicas). LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 223 Basándonos en esta serie de experiencias, creemos poder sostener que las afirmaciones de Dubois carecen de valor desde el punto de vista de la biogénesis, puesto que si realmente las colonias por él obtenidas están formadas por cristales de sulfato de bario modifica- das en su forma por la acción del coloide é impregnados de pequeñas 'antidades de substancia orgánica, no podemos considerarlas como próximas al estado viviente. En tal caso, las denominaciones de eobios y microbioides no tendrán significado alguno. Al realizar este pequeño trabajo no me ha guiado otra idea que la de investigar la verdad en cuestiones tan apasionantes como son todas aquellas que directa é indirectamente se relacionan con la gé- nesis de la materia viva. Por consiguiente, deseo intensamente que los profesores Dubois, Burke y Kuekuck y todos aquellos que se interesen por tema de tal naturaleza, dediquen un momento á fin de dilucidar el verdadero sig- nificado de aquellas experiencias, así como la naturaleza química de los corpúsculos que constituyen las colonias minerales. Creemos que aun cuando se hubiera tomado al sulfato de bario cristalizado como el representante del estado rudimentario de la materia viva, las expe- riencias de Dubois no pierden su valor, porque si bien es cierto que ellas no tendrían relación ninguna con la biogénesis, no podemos ne- ear que constituirían un capítulo interesante de la físico-química del estado cristalino. De las experiencias que hemos efectuado se deducen las siguientes conclusiones : 1 Cuando se depositan cristales de cloruro de bario ó gotas de una solución de este mismo compuesto sobre la superficie de una solución coloidal sólida de gelatina del comercio, impura, se forman colonias constituídas por pequeños cristales globulares de sulfato de bario, debido al ácido sulfúrico libre y combinado que aquélla contiene. 2% Eliminando el ácido sulfúrico libre y combinado de esta misma cvelatina por el cloruro de bario y evaporando la solución sólida co- loidal, no se producen las colonias cristalinas, operando como en el caso anterior. Si la cantidad de cloruro de bario agregada excedía á la necesaria para precipitar todo el ácido sulfúrico libre y combinado, se produci- rán dichas colonias por la adición de un sulfato soluble ó ácido sul- fúrico sobre la gelatina coloidal, como era fácil preveer. 3 En las condiciones en que se han colocado Dubois y Kuckuek y otros investigadores, es muy probable que hayan tomado al sulfato 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dle bario cristalizado (forma globular, etc.) como al representante del estado rudimentario de la materia viva. En tal caso, las denomina- ciones de eobios, microbioides y otras análogas perderían completa- mente el significado atribuído por estos autores. CONSIDERACIONES GENERALES La doctrina de la generación espontánea en el pasado y en el presente. Algunas reflexiones sobre el origen de los seres vivos y los métodos modernos de investigación. La ligera reseña histórica que hemos tenido ocasión de hacer, basta para mostrarnos que la «doctrina de la generación espontánea », ha sufrido una evolución profunda y significativa desde la época de Anaximandro hasta nuestros días, pasando del dominio de los seres relativamente superiores, al de los infinitamente pequenos. En la primera fase de su evolución (fase biológica, empírica y ra- cional), su adelanto estuvo íntimamente ligado al de las ciencias na- turales que lo consideraron sucesivamente desde los puntos de vista empírico y racional. En el período de empirismo se acudía á la obser- vación simple, la mayor parte de las veces poco escrupulosa, que daba lugar á síntesis incompletas y por consiguiente á un edificio filosófico inestable. Más tarde (período racional) se profundizó el análisis y debido á observaciones numerosas se llegó al descubrimiento de seres verda- deramente interesantes (moneras de Haeckel), lo cual permitió radicar el problema en el estudio de pequeños corpúsculos de substancia albu- minoide. Al mismo tiempo que se produce esta diferenciación en lo que se refiere á la materia viva, se opera otra íntimamente relacionada á las funciones vitales, ó sea á las funciones desempeñadas por aquélla. Como estas funciones desde el principio eran múltiples, el biólogo comenzó á estudiarlas aisladamente para preparar el terreno á las futuras investigaciones químicas. Después sucedió un período más analítico aun, que tuvo como punto de partida los datos suministrados por la química orgánica y la bioquímica. El químico empezó á eseudriñar la composición de la célula animal y vegetal y fué reemplazando poco á poco aquella uni- dad biológica compleja en su aparente simplicidad, por un sistema LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 225 heterogéneo de agregados de moléculas albuminoideas y substancias minerales y por último llegó al albuminoide mismo, que sometió á una serie de procedimientos de descomposición y de análisis. Este proceso de descomposición iniciado por la química, tenía por objeto hacer la diagnosis de los grupos funcionales contenidos á modo de órganos en la molécula compleja de los albuminoides y averiguar al mismo tiem- po, la naturaleza de las funciones que ellos desempeñan. Las investi- gaciones químicas así orientadas se asemejan á las que efectúa el biólogo, cuando lleva á cabo el estudio anatómico de un organismo y el análisis profundo de las funciones que sus diversos órganos cum- plen. Pero los métodos analíticos empezaron á sentirse deficientes debido á que no permitían formar una idea clara y precisa del conjunto al cual ellos se aplicaban, ya sea porque siendo demasiado violentos sólo se podían conseguir fragmentos informes del edificio molecular, ó bien porque surgía la duda de si esos fragmentos obtenidos por desdoblamiento, formaban realmente parte integrante del conjunto primitivo. En efecto, parte de ellos podían haberse formado recién por la acción del agente físico ó químico. _El adelanto grande que experimentaba la química orgánica á me- diados del siglo XIX, en cuya época ya se hallaban en auge los métodos sintéticos, permitió la resolución de una serie de problemas de capi- tal importancia. La aplicación de estos métodos, llevó á la obtención en el laboratorio de un cúmulo de substancias cuya síntesis se creía sólo obra de esa misteriosa fuerza vital que se escondía en las partes más ocultas de los seres vivos para poder efectuar libremente sus hazañas, substrayéndose á la curiosa mirada del químico. Una vez dado este primer paso, se pensó en la síntesis de los cons- tituyentes principales de la substancia de los seres vivos, los albumi- noides, los hidratos de carbón y las grasas, para poder llegar después á la síntesis del protoplasma mismo! Plantear este grave é intere- sante problema y comenzar á su realización, todo fué obra de un se- eundo en el último período de la evolución de la química. Las bellas investigaciones de Schuntzemberger, Fischer, Abderhalden y sus alumnos sobre albuminoides y las que se han inaugurado recientemen- te sobre sintesís vegetal, no dejan duda ya acerca del éxito final que ha de coronar á esta heroica obra. Estos adelantos de la química repercutieron inmediatamente en el terreno de las ciencias naturales y Haeckel, uno de los filósofos natu- ralistas más caracterizados del siglo XIX, supo interpretar fielmente AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 15 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la orientación que tomaba el problema, y formuló basándose en cua- tro principios fundamentales establecidos por la química fisiológica, la teoría de la arquegonia ó generación espontánea (1) más acertada que existe en nuestros días. : Á partir de esta época, el problema de la generación espontánea se liga de más en más íntimamente con las investigaciones relativas á las analogías y diferencias entre los organismos y los ¡norganismos, desde el triple punto de vista de la forma, de la materia y de la fuer- za. Actualmente los abiogenistas tratan de establecer experimental- mente la continuidad de la vida entre la materia inorgánica y la ma- teria orgánica y organizada y armonizan por consiguiente, con el importante principio de Leibnitz. Antes de emprender experimentalmente este problema, los imves- tigadores modernos han averiguado si era posible establecer analo- oías legítimas entre los organismos vivos y la materia bruta, como para poder pensar en la realización de la génesis del sér vivo á ex- pensas de esta última y de las fuerzas físico-químicas. Un breve examen de los descubrimientos realizados en este sentido nos lleva á establecer: 1? que desde el punto de vista de la forma no es posible en muchos casos hallar diferencias netas entre los organismos inferiores y las organizaciones de materia bruta (estructuras artificiales ;) 2% que hasta el presente no se ha conseguido reproducir artificialmente mi la materia ni el conjunto de las funciones vitales de los orgamismos ele- mentales. Las tentativas efectuadas en estos últimos años, demuestran que es posible obtener en el laboratorio, un sistema material semejante al de estos últimos (pero desprovisto de sus propiedades esenciales) y una serie de fenómenos elementales aislados, que se creían caracte- rísticos delos seres vivos. , Falta ahora reunir, asociar de un modo armónico, los fenómenos elementales obtenidos en el anterior proceso de síntesis, empleando un dispositivo físico-químico adecuado para reproducir las tres prin- cipales funciones de un sér vivo elemental: el movimiento, la asimi- lación y la reproducción. La realización de esta árdua tarea constituye nada menos que la cima de las aspiraciones de las ciencias físico-químicas modernas y (1) Como ya hemos visto, Haeckel cambia la expresión « generación espontá- nea » por la de arquegonía ó abiogénesis, debido á las diferentes acepciones que á ella se le ha dado en las teorías antiguas y modernas y que han motivado graves confusiones. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 227 no podrá contemplarse coronada por el éxito hasta tanto no haya transcurrido un gran número de años. Desde ya se hace sentir mucho la necesidad de un método ade- cuado de investigación y tanto más si tenemos presente que existe toda una escuela modernista que cree haber creado una ciencia nueva (la plasmogenia) y que utiliza procedimientos basados puramente en el empirismo y dirigidos por la idea preconcebida de que es facilísima la resolución del problema, hasta el punto de que basta según ellos, producir un precipitado inorgánico cualquiera, con una forma pare- cida á la de un organismo, para no dudar de la génesis artificial del sér vivo. Este método, que tiene cierto valor cuando se le adopta con pruden- cia, se hace verdaderamente pernicioso cuando se halla entre manos de personas inexpertas que á veces ignoran las nociones fundamen- tales de las ciencias físico-químicas. Basándonos en los dátos adquiridos por la físico-química, podemos hacer algunas consideraciones acerca del problema metodológico que debe resolverse antes de emprender la larga serie de experiencias ne- cesarias para llegar á unn resultado positivo. Á los métodos analíticos y sintéticos que utiliza con provecho la química, es necesario agregar otro que es propio de la físico-química moderna, sin el cual no sería posible continuar con éxito las investi- gaciones químicas comenzadas en este sentido. Las leyes estequiométricas, que relacionan las propiedades físicas, químicas y físico-químicas á la constitución de los agregados mate- riales que le sirven de substratum, se establecen como sabemos, comparando una misma propiedad en una serie de compuestos de estructura molecular distinta (se eligen especialmente los compues- tos orgánicos puros cuya constitución se ha establecido perfecta- mente por análisis y síntesis) y en una serie de mezclas homogéneas (soluciones verdaderas, por ejemplo) y heterogéneas (soluciones coloi- dales) de composición físico-química distinta. Ellas, una vez estable- cidas, vienen á dar nacimiento á un nuevo método de investigación de la estructura molecular de los compuestos y de la constitución de las mezclas á estudiar, que utiliza como reactivo de esta constitución, propiedades físicas de fácil experimentación. Procediendo de este modo se ha llegado á establecer las funciones fisiológicas de ciertas agrupaciones de materia (propiedades antitér- micas de los grupos NH” y NH, propiedades anestésicas de los gru- 13 2 (8) 0) Zz 00 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pos C*H”?, etc.), y no es aventurado suponer que él pueda servir de base al establecimiento de las leyes que rigen las funciones vi- tales de la materia y los grupos funcionales que les sirven de sostén. ) Sería necesario ante todo someter al protoplasma, que se nos presenta como una mezcla heterogénea de soluciones coloidales al- buminoideas y de soluciones de electrolitos, á un estudio experi mental prolijo para aplicar por vía analítica aquel método de inves- tigación. : Para ello habrá que modificar á estos últimos de un modo conve- niente, pues de otro modo quizá no sería posible aplicarlos al estudio del protoplasma. Una vez hallado el método experimental se somete- ría á los microorganismos á la acción de las diferentes formas de la energía y de los agentes químicos, con el objeto de seguir paso á pa- so la variación de la función vital de los mismos. Los métodos ópticos y eléctricos serían por ahora los más apropia- dos para tales determinaciones. Así, por ejemplo, el microscopio co- mún sirve cuando se eligen microorganismos provistos de movimien- tos y se hacen actuar sobre ellos agentes tóxicos como las materias colorantes capaces de dejar su rastro en el plasma celular: la combi- nación química ó absorción físico-química del colorante por el proto- plasma de los microorganismos, que acompaña á la muerte de éstos, se exterioriza por una diminución de sus movimientos. El ¡ultrami- eroscopio denotaría los cambios de constitución física de los agrega dos vitales cuando sobre ellos actuaran los agentes tóxicos, porque es capaz de revelarnos las partículas infinitesimales de que están constituídas las soluciones coloidales. El microscopio arreglado para las observaciones fotográficas con luz ultrovioleta (inventado recién en 1904 por Kohler), reemplazando nuestra vista dejaría impresionadas en la placa fotográfica, las varia- ciones íntimas de la constitución molecular del protoplasma de los mi- eroorganismos, que acompañan sin duda á las variaciones de la función vital. También sería conveniente emplear un miero-espectroscopio para la luz ultravioleta especialmente construído, pues él podría eviden- ciar las bandas de absorción ultravioletas provocadas en la luz natural al atravesarlos constituyentes del protoplasma de una amiba, por ejem- plo, y las variaciones posibles de dichas bandas cuando sobre el proto- plasma se hicieran actuar los agentes fisicos capaces de atenuar su función vital. Las aplicaciones del método eléctrico han dado á Loeb, Delage y LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 229 y otros autores, resultados preciosos en el estudio de ciertos fenóme- nos biológicos. Conjuntamente con todas estas aplicaciones y otras más que sería largo enumerar, habría que llevar á cabo el estudio también físico- químico de las principales funciones vitales de un organismo algo desarrollado ; trabajo que apenas está en sus albores (emisión de seudopodios, corrientes protoplasmáticas, fenómenos de quimiotaxis- mo, asimilación, respiración y reproducción). Con todo ésto se conseguiría disociar el fenómeno vital complejo en los fenómenos elementales que lo constituyen. Pero aun faltaría asociar artificialmente y de un modo armónico todos estos factores, para llevar á cabo la síntesis del fenómeno (complejo) primitivo. Esta cons- tituiría la faz físico-química puramente sintética en la cual se apro- vecharían los elementos de estudio recolectados en el proceso de anáú- lists. La química daría todo lo relativo á la materia y la físico-quí- mica tomaría estos datos (sobre constitución íntima de los albumi- noides, etc.), y agregaría los suyos propios relativos á las mezclas heterogéneas que forman el substratum del protoplasma (moléculas de al- buminoides, electrolitos, ete.), y trataría por último de ligar esta cons- titución química y físico-química con las funciones vitales que separada- mente había estudiado. Conseguidas las partes faltaría mucho todavía: faltaría nada me- nos que asociarlas convenientemente para llegar á constituir ese con- junto complejísimo que denominamos protoplasma y que desempeña las funciones primordiales que caracterizan la vida orgánica. Este ligero bosquejo se halla más que todo, destinado á advertir la necesidad imprescindible de adoptar un método para las investiga- ciones físico-químicas sobre el mecanismo de la materia viva, que son las Investigaciones del porvenir. De lo contrario, nuestro espíritu se hallará más de una vez, envuelto en el desorden y la confusión ante el número considerable de hechos aislados, que es necesario correla- cionar siguiendo un plan determinado. No opino que el camino seña- lado sea el único para llegar á la meta, ni tampoco tengo la preten- sión de afirmar que sea el mejor. Adoptemos el método que creemos se halle más en armonia con los recientes adelantos en la ciencia, pues sin un norte, sin una idea di- rectriz destinada á encausar la experimentación por un sendero racio- nal. nos veremos más de una vez expuestos á desfallecer ante las enor- mes dificultades que nos presentará un problema tan difícil. Y después 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA prosigamos con fe por el sendero que nos hemos trazado, seguros de que este importante capítulo común á la físico-química y á la biología, nos ha de proporcionar más de un momento de incertidumbre y de placer, más de un desengaño y de una conquista. Y esperemos también, con resignación, al Franklin que nos ha de brindar con las leyes de estos maravillosos fenómenos, después de haber arrebatado del seno del pro- toplasma el rayo de la vida. $ de octubre de 1910. H. DAMIANOVICH. NUEVO MÉTODO DE DESTRUCCIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA POR EL PROMO APLICABLE ESPECIALMENTE EN TOXICOLOGÍA Y EN CUALQUIER OTRO CASO EN QUE SEA NECESARIO DESTRUIR UNA COMBINACIÓN ORGÁNICA (1) Los métodos empleados para la destrucción de la materia orgánica son muchos y muy variados. En ellos se emplean el ácido sulfúrico, el ácido nítrico, el oxígeno, el cloro y muchos otros agentes capaces de descomponer la materia orgánica transformándola en compuestos minerales. Pasaremos en revista los más importantes : Flandin y Danger emplearon el ácido sulfúrico adicionado luego de ácido nítrico. Dicho método fué modificado por Gautier evitando la formación de cloruros volátiles, especialmente de arsénico, engendra- dos á expensas de los cloruros existentes en las materias á destruir. Gautier invirtió los términos, destruyendo primero por el ácido ní- trico y luego por el sulfúrico, de este modo, los compuestos del arsé- nico eran oxidados y transformados en productos no volátiles (ácido ATSÉNICO). Pouchet empleaba el bisulfato de potasio y el ácido nítrico. Villiers emplea el ácido clorhídrico y el ácido nítrico adicionando la mezcla de algunas gotas de una sal de manganeso, que tiene la propiedad de acelerar la oxidación. Denigés modifica el procedimiento de Villiers, con una técnica es- pecial y agregándole ácido sulfúrico. (1) En este trabajo he sido secundado eficazmente por el señor Amancio Fer- nández, jefe de sección la de oficina química del Departamento nacional de hi- giene. 232 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por el procedimiento de Duflos y Millon, modificado por Fresenius y Babo, se destruye la materia orgánica por el cloro naciente. El elo- ro se obtiene por la acción del ácido clorhídrico sobre el clorato de potasio. Se coloca la materia orgánica á destruir en una cápsula ó en un matraz, se le agrega ácido clorhídrico y poco á poco se le proyec- ta pequeñas cantidades de clorato de potasio. No se forma cloruro de arsénico volátil á causa del poder oxidante del cloro. El antimonio puede transformarse en cloruro volátil debido á su bacisidad. El es- taño se transforma también en cloruro volátil. El mercurio, el plomo, el cobre, el bismuto y la plata se transforman en cloruros no volátiles. Ogier modificó el procedimiento suprimiendo algunos inconvenien- tes. Para evitar el agregado de grandes cantidades de clorato de po- tasio y de ácido clorhídrico coloca la substancia en un matraz agre- gándole el clorato de potasio y hace llegar una corriente dle gas clor- hídrico lavado, el que actúa así más efizcamente. El procedimiento de Ogier es uno de los más usados. Schlagdenhaufen y Pagel emplean el cloruro de cromilo, obtenido por la acción del cloruro de sodio sobre el bicromato de potasio y áci- do sulfúrico, ese cuerpo actúa por el cloro y el oxígeno que deja des- prender al descomponerse, la ecuación es la siguiente: 201001 00 0Y E 0 O El procedimiento de destrucción por el oxígeno bajo presión em- pleando la bomba calorimétrica de Berthelot ó de Maler tiene algunos inconvenientes, entre otros, el de la poca cantidad de substancia que puede ser destruída cada vez. Á pesar de todo, mucho se ha adelantado desde el año 1826 en el cual Devergié empezó á emplear el carbón animal para descolorar la materia objeto del análisis y Ortila empleó el cloro con el mismo obje- to sin darse cuenta de la importancia del método reformado más tarde por Duflos y Millon, Fresenius y Babo y por Ogier. Ya Rapp propo- nía en la misma época que Orfila, un método de destrucción por el fue- g0, proyectando la materia orgánica en un crisol enrojecido; pero el resultado era desastroso, muchos tóxicos, especialmente el arsénico y el mercurio, los tóxicos más usados en aquella época, se perdían al estado de vapor. Recién en 1836, aparece el aparato de Marsh que modifica substancialmente la investigación del arsénico. Todos sabe- mos que su aparato más ó menos modificado se usa aun hoy para in- vestigar dicho tóxico. DESTRUCCIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA POR EL BROMO 233 En 18539 Orfila modifica el procedimiento de Rapp y propone una calcinación moderada en presencia de nitrato de potasio. Barse, substituye, al año siguiente, el nitrato de potasio por el áci- do sulfúrico, método modificado luego en 1841 por Flandin y Danger y ya descripto anteriormente. Todos los métodos mencionados tienen sus inconvenientes y en ge- neral son largos y delicados. Si consideramos el procedimiento de Fresenius y Babo modificado por Ogier, nos encontramos con la ne- cesidad de emplear un aparato relativamente costoso, con rodajes de vidrio y con el mayor inconveniente del cuidado que hay que tener durante todo el tiempo que dura la operación. Se emplean además tres substancias cuyo grado de pureza debemos verificar, el ácido sul- fúrico, el ácido clorhídrico y el clorato de potasio. Para tratar de evitar esos inconvenientes he substituído el cloro por el bromo, el cual debido á su estado líquido es más fácil de ma- nejar. Se opera del modo siguiente: En un matraz de cuello largo se colo- ca la substancia objeto del análisis, se agrega luego una cierta canti- dad de bromo y se coloca al baño-maría. El bromo en esas condicio- nes actúa del mismo modo que el cloro destruyendo la materia orgá- nica. Para mayor precaución puede colocarse al matraz, un refrigerante ascendente ó un tubo de desprendimiento cuya extremidad se sumer- ge en un recipiente con agua, sin embargo creo que esa modificación no es necesaria y los ensayos que hemos efectuado con el arsénico y con el mercurio nos dieron resultados del todo satisfactorios operan- do con un matraz sencillo y de cuello relativamente corto. Actual- mente seguimos estudiando la aplicación del procedimiento á los demás tóxicos, pero por los resultados obtenidos hasta la fecha, creo que puede asegurarse un resultado del todo positivo. Podemos agre- gar también que el líquido obtenido es más claro; por consiguiente más puro que el que hemos conseguido en una infinidad de operacio- nes operando con el cloro. En resumen las ventajas del procedimiento, son las siguientes : Vaayor rapidez en la operación. Facilidad de efectuar varias destruc- lbiones al mismo tiempo en vista del material poco voluminoso y tam- /bién poco costoso. No necesita vigilancia de ninguna clase y se aban- dona la operación que se efectúa sola sin peligro ninguno. Uso de una sola substancia, cuyo grado de pureza se investiga fácilmente. Para eso recomiendo colocar el bromo en un recipiente de cierto ta- maño, para no tener que reconocer su pureza más que una sola vez. 231 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Menos volatilidad de los productos obtenidos, lo que evita pérdidas, tal es el caso del antimonio y del estaño. Esa menor volatilidad de los bromuros sobre los cloruros es de una importancia muy grande y evita así el uso de aparatos costosos é in- cómodos. Se evita también el uso del cloro que es siempre desagradable y se obtiene por último, y eso es el resultado de varias operaciones efec- tuadas por nosotros, un líquido más claro y más puro. Las operaciones subsiguientes se efectúan del mismo modo que en la destrucción por el cloro. Se hace pasar una corriente de anhidrido sulfuroso, se evapora un tiempo al baño maría y se hace pasar una. corriente de hidrógeno sulfurado, para precipitar los sulfuros. Dejo, pues, establecido un método nuevo de destrucción de la ma- teria orgánica que ofrece ventajas indiscutibles sobre los métodos usados hasta el presente. Mayo 15 de 1911. DOCTOR JORGE MAGNIN, Director de la oficina química del Departamento nacional de higiene. BIBLIOGRAFÍA CASA EDITORIAL GAUTHIER-VILLARS, PARIS. Mécanique sociale par SPIRU C. HARET, docteur es-ciences professeur a 1?Uni- versité et a 1"École de ponts et chaussées de Bucarest, membre «de 1"Académie roumaine, ministre d'état. 1 volume de 16 X 24, de 254 pages et nombreuses figures dans le texte. Paris, Gauthier-Villars y Bucarest, Ch. Góbl, 1910. Se trata de una aplicación del método matemático á las investigaciones sociales : estática y dinámica social estudiadas con el rigor de la fórmula y del número. El primer capítulo sólo trata de diversas nociones matemáticas que es indispensable recordar para el desarrollo subsiguiente : en particular presenta el concepto de variable y función, representación de funciones, fórmulas usuales en mecánica, interpolación, asímptotas, método de las aproximaciones sucesivas. Luego entra en materia estudiando los fenómenos sociales y tratándolos por el método mate- mático; deduce una ley de continuidad de los fenómenos sociales; los principios de estabilidad y equilibrio social, centro de gravedad del cuerpo social, axiomas de la dinámica social; sus problemas. Principios de la conservación de la energía y de la menor acción. Difusión de las masas sociales. La vida, la inteligencia, el capital como fuerzas sociales. Noticia general sobre la civilización. Es este el valiente trabajo de un espíritu independiente y aguerrido así en las agitaciones y acciones y reacciones de las multitudes como en la inmutable rigi- dez de las soluciones matemáticas. Para que pueda juzgarse acerca de la impor- tancia del trabajo, me bastará decir que es peligrosa tarea la sola empresa de hacer su bibliografía; en todas las que se hagan del importante trabajo descu- brirá el autor sea la deficiencia de los conocimientos matemáticos, sea la del mecanismo de las fuerzas y movimientos sociales. El contacto que intenta pro- ducir el hombre público qué es autor de este famoso ensayo, reune ó acerca dos ciencias demasiado dislocadas hasta hoy para que los que tienen dominio ó peri- cia en uno de los campos pueda tenerlos en el otro, cuando todavía vivimos en la especialización, creyendo en la unidad de la ciencia. Famoso ensayo hemos dicho y lo es efecto: famoso por el camino que descubre; ensayo, porque en sus páginas se apercibe esa aspereza de lo que no ha adqui- rido el final relieve. Varias veces fué preciso leerlo. 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA per voler esser certo di quella fede que vince ogni errore. Este trabajo — comienza el autor en la introducción — es un ensayo de apli- cación del método científico al estudio de las cuestiones sociales. En realidad debe entenderse que se trata de la aplicación de las matemáticas como método, á la resolución de problemas sociales, pues acaso ninguna ciencia como las socia- les hayan aplicado de tan antiguo, métodos científicos en sus investigaciones. Bien es cierto que, sea por la complejidad de sus cuestiones y por la permanente variabilidad de los principios que las sustenta, no es posible fijar leyes generales ni inmutables La filosofía contemporánea presenta como uno de sus caracteres interesantes el de formular un concepto nueyo sobre las ciencias matemáticas, Ó por lo me- nos, Una faz nueva de su mecanismo : independientemente de su propio proceso de ciencia pura, las matemáticas han invadido el campo de otras ciencias, que parecían enteramente alejadas de ellas, desempeñando en esa intervención el papel de método. Y es dado decir que hasta ahora, ha logrado conducir 4 resul- tados sorprendentes, en particular en las ciencias biológicas y en las psicológi- cas; no alcanzará á tener en ellas el papel preponderante que tienen en las cien- cias físicas y en algunas ramas de las ciencias naturales, pero no hay duda que simplificará considerablemente algunas resoluciones y singularmente, las presen- tará en un lenguaje incontrovertible. Por lo tanto, no puede parecer excesiva- mente aventurado el ensayo de introducirlas en las ciencias sociales. Pero ¿en la obra en estudio hay ya elementos de utilidad apreciable y solucio- nes decisivas ? Sin duda alguna, como se verá, aun cuando sea solo, por hoy, un primer paso. Para dar un ejemplo feliz, elijamos el de la pájina 27 en que con una expre- sión de la forma y = f (x), se trata de determinar la proporción de la mortali- dad para las diferentes edades con datos tomados de la experiencia y de la esta- dística. Los datos, pertenecientes á Deparcieux son los siguientes : Edad Proporción de mortalidad A O Ta iio SO EE 4.86 Mani Bol elo an Eo. 0,64 IA O a e fest 1,09 DN IN e oO a a 2.69 TOO O UL Racial 5,50 La expresión analítica de la ley de mortalidad sería, teniendo en cuenta estos cinco datos : y=a+ a o pa, o? e E uiecl, Luis. a z Lugo, Américo.......... S Lorin, Henri......... AS Larrabure y Unánue Eugenio Morano ós Moore, Clarence........... Acevedo Ramos, R. de. Adamoli, Pedro A. —Adamoli, Santos $. - Adano, Manuel. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Aguirre, Rafael M. Aita, Antonio. Alberdi, Francisco. — Albert, Francisco. Aldunate, Julio C. Almanza, Felipe G. Alric, Francisco. Alvarez, Fernando. Alvarez, Agustín. Alzaga, Federico. 38 Amadeo, Tomás. Amoretti, Alejandro. Anasagasti. Horacio. : Ambrosetti, Juan B. 5 Arechavaleta, José........ E Kinart, Fernando.......... 3 “| Añnon Suarez, Vicente. Ing. Guillermo Marconi | Anello, Antonio... - Angelis, Virgilio de. Angli, Gerovimo. Arambarri, Alberto.. ¡| Aráoz, Alfaro Gregorio. | Arata, Pedro N. | Araya, Agustín. Artaza, Evaristo. Artaza, Miguel. ] Arigós, Máximo. | Arce, Manuel J. | Arcansol, Adolfo. Arce, Santiago. | Arditi, Horacio. Arroyo, Franklin. Astrada Pape, Ismael, Atarez, Guillermo. | Aubone, Carlos. Avila Méndez, Delfín, SOCIOS HONORARIOS ; Dr. Juan J. J. Kyle. — Ing. Luis A. Huergo (padre). — Dr. Florentino - Ameghino. — Ing. J, Mendizábal Tamborrel. — Dr. Estanislao S. Zeballos. — Enrique Ferri SOCIOS CORRESPONDIENTES Méjico. Moretti, Cayetano......... Milán Montevideo. Martinenche, Ernesto...... París Montevideo. Moore. JON MiB Nueva York. Mendoza. Montane ms es Habana. Sgo. de Chile. | Medina, Jose Toribio....... Sgo. de Chile. IL de Ano N. Montessus de Ballore...... Sgo. de Chile. Córdoba. Nordenskjiold, Otto........ Gothemburgo, Madrid. Paterno, Manuel........... Palermo (1t.). PBerton (Paris Patron Pablo ads ido al: Lima. Washingtón. Porter, Carlos E. o Valparaíso. Edimburgo. Pena, Carlos M. de........ Montevideo. Río Janeiro. Poirier, Eduardo .......... Sgo. de Chile. Mendoza. Pérez Verdia, Luis ........ Méjico. New York. Red Londres. París. Risso Patrón, Luis.......... Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Ristempart, Federico ...... Sgo. de Chile. San Juan. | Reiche, Carlos. ...-----2 Sgo. de Chile. París. Scalabrini, Pedro........-- Corrientes. Amadora (P.). | Sklodonska, Curie........- París. - Corrientes. Spegazzini, Carlos. .......- La Plata. Amberes. Shepherd, Williams R..... Colum. Univer. La Plata. : Nueva York. Tucumán. Tobar, Carlos R.........-- Quito. Roma. Torres Quevedo, Leonardo.. Madrid. Santo Domingo UAM na Lima. Bordeos. Villareal, Federico........- Lima. Lima. Von Ihering, Hermán...... San Paulo (B). -Villa Colón (U). | Volterra, Vito.........--- - Roma. - Frladelfía. ['SOCIOS ACTIVOS | Avila, Alberto. | Ayerza, Rómulo. - | Aztiria, Ignacio. | Aztiz, Julio M. : | Babacci, Juan. | Bado, Atilio A. Bade, Fritz. Bachmann, Alois. | Ballester, Rodolfo E. - Baldi, Jacinto. Barabino, Santiago E. Barbará, Nicolás. Barbieri, Antonio. Barilari, Mariano $. Barzi, Federico P. Battilana, Perdo. Baudrix, Manuel C. Bazán, Pedro. Bernaola, Víctor 3. Bell, Carlos H. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Bergara, Ulises. Besio Moreno, Nicolás. Besio Moreno, Baltasar. Bianchedi, Rómulo. Biraben, Federico. Boatti, Ernesto €. Bolognini, Héctor. Bordenave, Pablo E. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. Bosch, Aureliano R. Bosch, Jorge E. Bosisio, Anecto. Bonanni, Cayetano. Bonneu Ibero, León M. Bosque y Reyes, FE. Borús, Adriano. Bouchonville, Alejandro. Brané, Eugenio. Breyer Trant, Adolfo. Breyer Trant, Alberto. Brian, Santiago. Brindani, Medardo. ; Bruch, Carlos. Broggi, Hugo. Bunge, Carlos. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Butty, Enrique. Caimi, Ramón. Candiani, Emilio. Cálcena, Augusto. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M. Camus, Nicolás. Candioti, Marcial R. Canale, Umberto. Canonica, Mauricio. Capelle, Raúl. Cano, Roberto, Cantón, Lorenzo. Carabelli, Juan José. Carranza, Marcelo. Carrasco, Benito J. Cardoso, Ramón. Carbonell, José. Carossino, Jacinto T.. Carballo, Raúl. Casas, Bernardo. Castellanos, Carlos T. Castro, Vicente. Carelli, Amadeo. Carelli, Humberto H. Carette, Eduardo. Castro, Eduardo B. Cassagne Serres, Alberto. Claypole, Jerge. Cerri, César. Cevallos Socas, C. M. Cerdeña, Fernando. Cilley, Luis P. Civit, Julio Nilo. Chanourdie, Enrique. Chapaz, Raul. Chapiroff, Nicolás de. Chaudet, Augusto. Chiappe, Leopoldo J. Chiocci, Icilio. Chueca, Tomás A. Clara, Angel. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock,- Guillermo. Cogliatti, Alejandro. Collet, Carlos. Contin, Diego T. R. Compte, Riqué Julio. Correa Morales, Elina G. A. de. Coria, Valentín F. Cornejo, Nolasco F. Corvalán, Manuel-S. Coronel, Policarpo. Corti, Emilio A. Cottini, Arístides. Contaret, Emilio B. Courtois, Ú. Cremona, Andrés. Cremona, Víctor. Crivnin, Demetrio. Cucullu, Carlos. Cuomo, Miguel. Curutchet, Pedro. Curutchet, Gabriel. Damianovich, E. A. Damianovich, Horacio. Danieri, Bartolomé. Darquier, Juan A. Dassen, Claro C. Dates, Germán. Debenedetti, José. Dellepiane, Luis J. Demarchi, Torcuato T. A. Demarchi, Marco. Demarchi, Alfredo (hijo). Delgado, Fausto. Doello Jurado, Martín. Dobranich, Jorge W. Domínico, Guillermo. Domínguez, Juan A. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhau, Luis. Duarte. Jorge N. - Dubois, Alfredo F. Duecros, Pablo. Duncán, Carlos D. Durrieu, Mauricio. Durán, José C. Durañona, Ricardo. Edo, Juan Manuel. Eguia, Máximo. Eppens, Gustavo. Elías, Adolfo (hijo). Escudero, W. E. Esteves, Luis P. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Faverio, Fernando. Fernández, Alberto J. Fernández Díaz, A. Fernández, Pedro A. Fernández, Poblet A. Fernández, Daniel. Ferreyra, Miguel. Ferrari, Ricardo. Fynn, Enrique. Fliess, Alois. Flores, Emilio M. Flores, Agustina J. Fornati, Vicente. Fortt, Pedro P. Franchini, Carlos L. Frank, Paul. Friedel, Alfredo. Frumento, Antonio R. Fuschini, José. Fumasoli, Roque H. Gainza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Angel. Gallardo, Carlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. - Gandara, Federico W. Garat, Enrique. Garay, José de. García, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Gerardi. Donato. 3 Geyer, Carlos, Ghigliazza, Sebastián. Giménez, Angel M. Girado, José I. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. González, Arturo. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SAS STO; a S o. Dirrcror : Íneeniero SANTIAGO E. BARÁBINO A pe | IRECTOR ta de JUL ] 2 1926 $ Var $ ITonaL li JUNIO 1911. ENTREGA VI. — TOMO LXXI ÍNDICE ROosAUuRo CASTRO, Memoria sobre una comisión en el observatorio astronómico de A AS O A o ad NS IAOn 241 José S. Corr, La latitud de la colonia Alvear (Mendoza) AO 247 SANTIAGO BARABINO: BDO Trata ra lo da all jo a stistraa dele 250 ÍNDICE GENERAL DEL TOMO LXXI......... EE e AS LANA 285 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI[ HERMANOS E 684 — CALLE PERÚ — 684 LOT Fo JUNTA DIRECTIVA RES UEnte es AUCNcAS N U Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente d.......oooo.oo.. Ingeniero Vicente Castro a Vaceprestdentes quo Sri e Doctor Horacio G. Piñero Secretario de actas. ........... Doctor Tomás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Hsteban Larco DOSONCRO CO de REO Doctor Antonio Vidal NAO Doctor Abel Sánchez Díaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo — T_T Vocales de lata eee Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mam'berto Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre nen TO ie o e a Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amabeo y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional AN O A A 1.00 ina ar 12.00 Numeroratras ado ota Te 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano MEMORIA COMISIÓN EN EL OBSERVATORIO ASTRONÓNICO DE LA PLATA * Por ROSAURO CASTRO Astrónomo ayudante de la sección ecuatoriales del Observatorio astronómico de Santiago de Chile Por decreto número 6167, de fecha 4 de octubre de 1910 fuí comi- sionado por el superior gobierno á fin de proseguir el curso del come- ta de Halley perdido para nuestro Observatorio á mediados de agosto dlel mismo año, y por lo tanto era imposible para nosotros continuar la hermosa serie de 118 determinaciones exactas que hemos ejecuta- do con nuestro modesto refractor Repsold de 24 centímetros de aber- tura. El cometa era invisible por su posición detrás del sol. La espectativa de redescubrir al astro con un anteojo más podero- so cuando volviese á aparecer en el cielo matutino, hizo pensar en el eran ecuatorial que posee el Observatorio nacional de La Plata de 43 centímetros, que en tales momentos era el único de Sud América favorable para encontrar el famoso cometa. El presidente de la Universidad de La Plata, doctor J. V. Gonzá- lez, asintió cortesmente al deseo expresado por el profesor Risten- part de continuar la, ruta del astro con el gran refractor Gauthier, y con este fin me trasladé al Observatorio de La Plata. El 17 de octu- bre fuí recibido por el director interino doctor Fortunato Devoto y por los jefes de las secciones anexas al Observatorio. (1) El señor injeniero N. Besio Moreno, encargado del Observatorio astronó- mico de La Plata, nos remite copia de este informe del astrónomo chileno don Rosauro Castro, al cual damos cabida gustosos en los 4nales como un acto de solidaridad científica entre las repúblicas hermanas. (S. E. Barabino.) AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 16 242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las suntuosas construcciones, desparramadas en el vasto terreno que ocupa el Observatorio, impresionan gratamente al que ve por pri- mera vez el estilo elegante de los pabellones que contienen los ins- trumentos destinados á explorar el cielo. La cúpula del gran ecua- torial Gauthier, monumental por su aspecto exterior, encierra el anteojo por el momento más poderoso de Sud América que pronto será superado por el refractor de 60 centímetros que Gubb, en Dublin, construye para nuestro Observatorio. Mi primer cuidado fué corregir el instrumento de los errores que dificultaban la exploración del cielo; felizmente las partes vitales del anteojo, lentes y micrómetro estaban en excelente estado. Los círculos de calaje incorrectamente colocados dieron origen á diversas determinacioues por medio de estrellas brillantes á fin de conocer la graduación instrumental correspondiente al ecuador ce- leste. Asimismo se debió hallar el error de calaje para los ángulos horarios. No fué necesario, como se vió después, hacer una rigurosa determinación de los errores de flexión, inclinación del eje polar y acimut por cuanto era bastante la aproximación dada por el calaje ya corregido para encontrar cualquier astro. El micrómetro del gran anteojo fué estudiado especialmente con mucho cuidado con el objeto de obtener la constante de una revolu- ción del tambor micrométrico. Dicho micrómetro está compuesto de una red de láminas metálicas delgadas en número de tres para ascen- ción recta y otras seis perpendiculares á las primeras para declina- ción : éstas son movibles por medio de un tornillo provisto de un tambor dividido en dos, y en los cuales se leen las vueltas completas del tor- nillo y los milésimos de vuelta. Además de estos seis hilos hay otro paralelo á ellos y fijo que pasa por el centro de la red. Determiné con gran cuidado y por varios métodos el valor de una vuelta de dicho tornillo y me convencí de que es esencialmente libre de errores progresivos y periódicos. El valor medio de mis determinaciones es 14'860. Concluídas las operaciones antedichas preliminares de mi trabajo me dediqué al objeto de mi comisión, esto es, volver á encontrar al cometa Halley : pero fué necesario ensayar la potencia visual del an- teojo con otro cometa débil que afanosamente había sido buscado acá en el Repsold de nuestro Observatorio tres meses antes durante su visibilidad plena sin éxito ninguno para nuestro débil refractor, me refiero al cometa D”Arrest, sólo visible al telescopio é importante por ser uno de la familia Júpiter. COMISIÓN EN EL OBSERVATORIO DE LA PLATA 243 Empleando una extensa efeméride de más de un año de posiciones calculadas por M. Leveau, cuya reciente muerte lamenta el mundo científico, pude descubrir al cometa D”Arrest, con gran facilidad, de- bido á la exacta situación del lugar calculado. El aspecto del astro era el de una nebulosa redondeada y difusa cón una condensación central, esto es, una coma con su núcleo. Pero lo importante no era en este momento conocer los detalles del aspecto, sino fijar su posi- ción en el cielo para poder corregir con exactitud el camino calcula- do, lo que hice determinando la diferencia de sus coordenadas con las de una estrella conocida, del mismo modo que lo había ya hecho muchas veces en Santiago. Una circunstancia que puso de manifiesto la bondad del instru- mento Gauthier es que los haces luminosos de la ciudad y el espesor de la capa de aire en la cercanía del horizonte no influyeron notable- mente al efecto de empañar las imágenes ni la visibilidad del núcleo, pequeñísima condensación de la materia cometaria. Como esta noche del 25 de octubre, en la que tan favorable obser- vación pude llevar á cabo, tuve otras en los días siguientes despeja- dos 30 y 31. Este día 31, el director del Observatorio, señor Devoto, hizo su primera observación de posición en este gran refractor. Tam- bién el señor Devoto con el instrumento de pasaje Repsold determi- naba el valor de la corrección del péndulo patrón con una aproxima- ción suficiente para garantizar el décimo de segundo de la época. Durante los días se leía la cinta del eronógrafo y se hacía la reduc- ción provisoria de las observaciones nocturnas dejando la reducción definitiva para mi vuelta al Observatorio de Santiago donde dispon- dría de todos los elementos. El 10 de noviembre se anunció de la Central-stelle de Kiel que Ce- rulli de Teramo había descubierto un cometa y se daba allí la posi- ción para encontrarlo. El director interino del Observatorio tomó eran interés por observar el nuevo astro; por este motivo á la hora siguiente de la recepción del telegrama tenía el cometa al alcance de mi vista, y fijé su posición inmediatamente. El señor Devoto agregó una observación más á la que yo acababa de completar. Así continuaron las observaciones por todo el mes de noviembre de los dos cometas ya mencionados. Desesperaba ya de hallar á Ha- lley por cuanto se alejaba más y más del sol; pero tenía á mi favor la circunstancia importantísima de que la tierra en su movimiento de traslación se acercaba al cometa de tal modo que su brillo debería permanecer casi invariable durante el tiempo en que ambos astros se 244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA trasladaban en el mismo sentido. También ya se podía contar con la salida del cometa, al amanecer, un poco más temprano que en los pri- meros días de mi trabajo. Así esperé la luna nueva para enfocar al viajero celeste, y en los primeros días de diciembre nada pude ver á causa del mal tiempo. Por fin el 6 de diciembre distinguí al astro Halley ya sumamente de- bilitado, pero fácilmente observable. Determiné su posición esa ma- ñana é inmediatamente envié un telegrama cifrado según el código de números á nuestro director Ristenpart, quien anunció á los demás observatorios del mundo por intermedio de la Central-stelle que el cometa Halley todavía era visible para nuestro hemisferio (1). Las esperanzas renacieron en mí al reconocer que podía acumular aun datos preciosos sobre el célebre cometa desde el instante en que po- día seguirlo ya sin interrupción durante varios meses. En la región en que se movía el cometa al comenzar las observa- ciones ó sea en la constelación del Cuervo, existen numerosas nébu- las telescópicas y el astro de que me ocupo pudo ser comparado en su brillo con aquellas que al mismo tiempo eran visibles en el campo del anteojo. Así sucedió el caso de tener el cometa muy poca distan- cia en sus coordenadas con las de una nebulosa anotada en el catálo- go de Dreyer: para el observador no había diferencia notable en el brillo de ambos astros. Como no era posible perder observaciones del astro errante, hubo casos en que se comparó con una estrella anónima ó indeterminada debido á la ausencia de estrella conocida favorable para hacer las diferencias de la observación. Después se hizo una determinación de la estrella desconocida por medio de otra determinada en catálogo de precisión. Durante el mes de diciembre podía observar los tres cometas que he mencionado. La última observación de D”Arrest tiene fecha 22 de diciembre y la última de Faye, 20 de enero. Desde esta época sólo el cometa Halley podía ser observado cuando la luz lunar lo permitía. (1) Ese telegrama no ha sido despachado á la Central-stelle por falta de "aten- ción de la parte del observatorio de Río Janeiro. Este observatorio recoge todas las noticias que se reciben por el cable de Inglaterra y tiene que comunicarlas á los observatorios de Sud América. Al contrario, él recibe también los telegra- mas que salen de los observatorios sudamericanos para mandarlos á Europa. No es esta la primera vez que ha faltado al cumplimiento de su misión y se ha es- tablecido una reclamación para evitar tal descuido en lo futuro. (Director del Observatorio astronómico de Santiago). COMISIÓN EN EL OBSERVATORIO DE LA PLATA 245 En los intervalos de tiempo en que Halley no se veía, hacía explo- raciones del cielo con ayuda del buscador de cometas Zeiss ó bien con el ecuatorial mismo. Por este medio logré descubrir tres nebulo- sas aun no catalogadas, y determiné sus posiciones. Á fines de marzo era Halley de magnitud cercana á 15, y sólo po- día observarlo cuando estaba próximo á su culminación y durante muy poco tiempo. Entonces hice comparaciones micrométricas tanto en declinación como en ascención recta y para esto último hice mar- char el reloj que imprime al anteojo el movimiento diurno de la esfe- ra celeste. Por último y como punto final á mis observaciones despedí al co- meta Halley del continente sudamericano el 22 de abril de 1911, al astro milenario que ha visto el desarrollo de nuestra humanidad, al silencioso testigo de muchos grandes acontecimientos de la historia. El decano de los cometas, el envejecido astro de las leyendas y tra- diciones se revistió de sus mejores galas, se rejuveneció para asistir al regocijo con que dos hermanos gemelos, la estrella solitaria de Sep- tiembre y el sol de Mayo, festejaban el cumplimiento de sus cien años de vida. Por eso he despedido al astro de mis desvelos con la pena profunda de no volverlo á ver, y ya cuando regrese á visitarnos dentro de 76 años, cuando de la generación presente no queden sino escasos vi- vientes, entonces podremos recibirlo como al antiguo amigo de otros tiempos ; le pediremos que nos revele los secretos de, su viaje y nos descubra los enigmas del infinito en que navega. Las observaciones que, tanto el doctor Devoto como el que subs- cribe, hemos llevado á término en La Plata con el fin de extender la serie de puntos conocidos de la trayectoria serán de gran valor para predecir el retorno del astro al sol con mayor precisión que en la apa- rición pasada. Como resumen numérico de mis observaciones doy el cuadro si- guiente: Des Halley a tetaaieia Sato lede eel lala pet je 25 obser. Da MeyOo.o.0001.s ooo aaa olaa O ol 34 — DORD ADOS De Ad o dean ode 20 — Nebulosas indeterminadas.............. 3 Nebulosasiconocida salt 3 EST laudo alot epa Rolaiods 10 246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Termino dejando constancia de la gentileza con que el presidente de la Universidad de La Plata, doctor J. V. González atendió la comisión que el supremo gobierno me ha otorgado. Asimismo quiero recordar la afabilidad del doctor Devoto y la sincera cordialidad de los demás miembros del Observatorio, especialmente del ingeniero don Jorge E. Bosch, jefe de la sección meteorológica, del doctor Gal- dino Negri, jefe de sismología y del ingeniero don Raúl Gómez, ex director de la oficina internacional de latitud de Oncativo. LA LATITUD DE LA COLONIA ALVEAR (MENDOZA) Por encargo de la empresa del Ferrocarril central Buenos Aires al Pacífico tuve que determinar la latitud astronómica de un punto si- tuado en Colonia Alvear al sur de la provincia de Mendoza. Para ello me valí de un instrumento universal de Bamberg, con cír- culo vertical de 16 centímetros de diámetro, provisto de un nivel Horrebow-Talcott de 2"1, y con micrómetro en el ocular del anteojo. Mi propósito era de trabajar dos noches por el método de Sterneck, tomando cada noche cuatro grupos de 8 estrellas cada uno, dedicando otras dos noches á determinaciones por el método de Talcott. Desgraciadamente el tiempo no me favoreció, y tuve que aprove- char lo mejor que un nublado persistente me ofreciera, observando culminaciones en tres noches, y tomando circunmeridianas otra noche. La noche del 24 de abril sólo pude observar ocho culminaciones, ob- teniendo como latitud del punto observado el valor —34*58'40'7 con un error probable de +0"60. La noche del 27 pude observar 34 culminaciones, con el resultado 426 5 032. La noche del 28 tomé 14 circunmeridianas de £ Orucis al sur y otras tantas de z Virginis al norte, prácticamente ambas series á igual dis- tancia del cénit, con el resultado 43"4 + 064 por B Crucis, y 40"7 = 085 por a Virginis, siendo 42"05 el promedio de las dos series. Por último, la noche del 29 pude observar 258 culminaciones, con el resultado 42"6 + 0'29. 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Combinando los cinco valores observados, dando á cada uno de ellos un peso proporcional á la recíproca del cuadrado del respectivo error probable, adopté como valor final, para latitud del punto obser- vado: —3458'42'4 + 0'25. Mi experiencia con el instrumento empleado, me hace esperar un error probable de +18 en una observación aislada; y calculando, con ésto, el error probable correspondiente al promedio de la diversas series, tengo el cuadro siguiente : Wénicio dle Error probable ; a Ln observaciones e E ss 2 Calculado Obtenid DA Doa Oia ro] 064 0:60 NA TE 256 34 0.31 0.32 O O INS y Ue 14 0.48 0.64 DIN aaa 07 14 0.48 0.85 A UN OO 26 28 0.34 0.29 Promedio final... 98 018 0:25 La comparación de los errores probables calculados, con los real- mente obtenidos, es bastante satisfactoria los días 24 y 27. El día 28 los errores obtenidos son muy superiores á los calculados, á causa, probablemente, de algún error en el estado del cronómetro. El día 29 el error obtenido es inferior al calculado, porque el valor 18 tomado como base del cálculo, es el relativo al ocular que da 25 aumentos, mientras que el 29 trabajé con uno de 35 aumentos. El error del promedio final es superior al calculado, debido á la in- fluencia de las observaciones del 28. Nótese que las dos series del 28, una al norte y otra al sur, difieren en sus resultados, de 2"7, pero su promedio es sólo 035 inferior al promedio general de todas las observaciones. Esto hace suponer algún error en la graduación del círculo vertical, en la parte usada para las circunmeridianas, error que no se siente en las culminaciones, cuyo promedio resulta de un gran número de lecturas hechas en distintas partes del círculo graduado. Ligado, después, por acimut y distancia, el punto de observación al centro del monumento colocado en medio de la plaza de Colonia Alvear, la latitud de este monumento la fijo en: —34*58'39"7 1 0"25. LA LATITUD DE LA COLONIA ALVEAR 249 Tomadas individualmente las observaciones hechas, hay algunas que dan discrepancias un poco fuertes, debido á que en muchos casos la puntería ha sido muy imperfecta, habiendo tenido que adivinar la posición de algunas estrellas entre las partes ralas de las nubes. Pero, en conjunto, y debido precisamente á haber tomado mitad de las ob- servaciones con círculo este y mitad con círculo oeste, y á haber po- dido tomar estrellas tanto al norte como al sur del cénit, el resultado final es bastante satisfactorio, dado el tiempo poco favorable con el cual me he visto obligado á operar. José $. Corti. Mendoza, mayo de 1911. BIBLIOGRAFÍA PUBLICACIONES ARJENTINAS. Esplotación del petróleo de Comodoro Rivadavia. Buenos Aires, 1911. Acusamos recibo de la nota de la dirección jeneral, fundando su pedido de 2.000.000 de pesos para proseguir los trabajos. Entre los miembros de dicha dirección hubo disconformidad de vistas. El doc- tor Arata, en disidencia con sus colegas, al renunciar el cargo manifestó que a su juicio en vez de emplear los 2.000.000 de pesos en intensificar la esplotación de los yacimientos petrolíferos de C. Rivadavia, era más conveniente invertirlos en nuevas investigaciones sobre otros posibles yacimientos de la República, entre- egando los indicados a la esplotación privada. La mayoría de la comisión en cambio opina que debe ampliarse en toda su po- tencialidad la esplotación del yacimiento de Rivadavia, sin perjuicio de realizar cateos en todas las rejiones del país en las que pueda presumirse la existencia del valioso combustible. Firman esta conclusión los señores injenieros Luis A. Huergo, como presidente, ¡ Enrique M. Hermitte como vocal secretario de la comisión. Creemos conveniente, tratándose de una cuestión de tanta trascendencia eco- nómica — 1 hasta diríamos política, teniendo en vista su importancia como com- bustible para los motores de los buques de guerra — publicar las conclusiones de la indicada mayoría de la comisión : Conclusiones. — Con lo dicho, esta comisión piensa haber demostrado, cómo fué ad- quiriendo poco á poco la profunda convicción de que el yacimiento de petróleo de Co- modoro Rivadavia, constituirá, para la República Argentina, una riqueza incalculable y que era indispensable no omitir sacrificio alguno para establecer dentro de un tiem- po prudencial, su verdadero valor, de manera que el país sepa á ciencia cierta el por- venir que le depara la nueva riqueza, que debe, á juicio de esta comisión, ser el punto de partida de futuras investigaciones en numerosos otros puntos de la República, donde se manifiesta el petróleo desde tiempo inmemorial, bajo la forma de manantiales del mismo líquido ó depósitos de asfalto. Y ha de ser Comodoro Rivadavia el punto de partida, porque así lo requiere su privilegiada situación económica y la naturaleza misma del producto. En cuanto á la situación económica, sobre la cual anteriormente se han hecho algu- BIBLIOGRAFÍA 251 nas consideraciones de carácter general, ella representa un ahorro efectivo, según se ha comprobado para los yacimientos similares de Trinidad. En efecto, «lí el yacimiento está situado sobre la costa y se estima el costo de carga del petróleo en los vapores tanques, á seis peniques la tonelada contra siete chelines para la mayor parte de los yacimientos del mundo (Estados Unidos, Rumania, Rusia, etc.), porque exigen la ins- talación de cañerías ó pipe lines hasta la costa, en un trayecto de centenares de kiló- metros; y en cuanto á la naturaleza del mineral, ya hemos visto que está probada su aplicación inmediata á los motores Diesel y á los hogares de las calderas, lo que, por el momento, satisface ampliamente las necesidades del país, sin dejar por eso de re- conocer, que los derivados, que muy posiblemente podrá aprovecharse, constituyen si es posible, mayor riqueza, desde que no invalidan la utilización de los residuos de destilación á los mismos fines que hasta ahora ha sido aplicado al petróleo natural. Es á propósito que esta comisión no ha querido insistir respecto á este último punto, para no verse en el caso de extenderse demasiado y, por eso, nos limitaremos á dejar constancia que en nuestro país á semejanza de lo que sucede en el Canadá, los agri- cultores serán sin duda alguna, fuertes consumidores de nafta y gasolina que utili- zarán para arar, cosechar, trillar y aun llevar al mercado sus productos. En máquinas elevadoras, tan solo la Asociación noroeste de cerealistas de Canadá, ha consumido de agosto á diciembre de 1910, de 8.500.000 litros á 13.300.000 litros de naftas, y ésto puede dar una idea del desarrollo que puede tomar en nuestro país la industria del petróleo bruto. Esta comisión, en resumen, ha concretado sus ideas alrededor de la necesidad de poner de manifiesto el valor del yacimiento de Comodoro Rivadavia en el término de un año ó año y medio, tratando así de recuperar en lo posible el tiempo perdido desde su descubrimiento, y cree para ello, que son necesarias veinte perforaciones de una profundidad media de 600 metros, lo que representa al precio de 50.000 pesos en ci- fras redondas para una perforación, la suma de 1.000.000 de pesos moneda nacional. Asregando á esa suma el costo de los depósitos, cañerías, material de bombeo, se- paradores de gas, instalación de carga y, sobre todo, de extracción de las materias volátiles, se llega á la suma de 2.000.000 de pesos moneda nacional, con los cuales cree indispensable debe contar, por más que las adquisiciones de los últimos elemen- tos sean paulatinas y sólo se producirán en el caso que la producción de los pozos revele su necesidad. Al terminar esta nota, réstanos pedir á V. E. se digne disculpar su extensión La importancia del asunto tratado justifica, sin embargo, á juicio de esta comisión, el abundamiento de datos con que ha querido evidenciarla; pero era necesario, además, desvirtuar opiniones circulantes motivadas, probablemente, por impresiones superfi- ciales y dejar netamente establecido el carácter de este alto interés público que re- viste la resolución del superior gobierno de explotar administrativamente los yakvi- mientos petrolíferos de Comodoro Rivadavia. Saludo al señor ministro con toda consideración. — Luis A. HuerGOo. Enrique M. Hermitte, vocal secretario. No es posible, en esta simple bibliografía, entrar en detalles, pues la memoria de la comisión, que constituye un folleto de 76 pájinas de nutrido material, ilus- trado con un eroquis de ubicación de las perforaciones en Comodoro Rivadavia, en la escala de 1:20.000, levantado por el injeniero E. López Aldana, jefe de la sección hidrolojía, es ya de por sí un resumen de las discusiones habidas ¡1 reso- luciones tomadas por la mayoría de la comisión. Pero el índice de los puntos ventilados en el seno de la misma, bastará par: interesar al lector a leer ponderadamente los utilísimos datos suministrados por el informe relativamente a una cuestión de tanta importancia. 252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sólo sí haremos observar que se nota en esta Memoria una erudición técnica i estadística que pone de manifiesto una vez más la estudiosidad, el empeño del injeniero Huergo para llenar las misiones que se le confían consciente i práctica- mente, dando una vez más el anciano profesional, un ejemplo digno de ser imi- tado por nuestra juventud, en jeneral poco afecta al estudio de los grandes pro- blemas nacionales. Ahora, he aquí el índice : Visita de la comisión a los yacimientos de Comodoro Rivadavia. Sus resultados. — Estado de los trabajos. — Condiciones económi- cas del yacimiento. — Aplicación del petróleo á las locomotoras y otros hogares. — Economía proveniente del uso del petróleo. — Necesidad de proceder á la provisión de agua y construcción del puerto de Comodoro Rivadavia. — Dispo- siciones tomadas por la comisión. — Recursos. — Argumentos sobre los cuales se apoyan las conclusiones de la comisión. — Proporción entre los resultados positivos y negativos. — Estudio jeolójico de la reserva, confirmación de los resultados prácticos. — Profundidad del yacimiento comparado con otros. — Pro- ducción comparativa de los pozos de Comodoro Rivadavia. — Lo que significa un yacimiento de petróleo. — Importancia del mineral. — Necesidad de conocer la importancia real del yacimiento de Comodoro Rivadavia. — Desarrollo de una región petrolífera. — Número de pozos que se construyen en un año. — Condi- ciones de explotación de un nuevo yacimiento. — Condiciones de explotación de Comodoro Rivadavia. — Costo comparativo de los pozos. — Aplicaciones de- petróleo. — Ventajas del petróleo como combustible en jeneral. — En los hoga- res terrestres. — En la marina. — En los buques de guerra. — Diminución del peligro. — Ventajas establecidas en cifra. — En las locomotoras. — Precio que puede pagarse por el petróleo. — Incremento de su empleo. — En los buques mercantes. — En los buques de guerra. — Medidas de previsión tomadas por los gobiernos. — En Inglaterra. — En la República Arjentina. — Estableci- miento de depósitos de aprovechamiento en Inglaterra, Alemania, Italia, etc. — Construcción de buques tanques. — Consideraciones sobre los motores á com- bustión interna. — Sus enormes ventajas. — Primeros buques propulsados por motores á combustión interna. — Progresos recientes. — Aplicación de los mo- tores á combustión interna á los buques de guerra. — Conclusiones. Como se ve, el problema es de real importancia para el país ies de desear el acierto del gobierno al resolverlo. Mui buenos elementos le ha preparado la co- misión que le facilitarán la solución. S. E. BARABINO. Museo social de Buenos Aires. Economía social. Fundamentos i anteproyec- to por el injeniero Tomás AMADEO, profesor de economía rural en las unive,- dades de Buenos Aires i La Plata. Un folleto de 80 pájinas, formato grande. Imprenta de Coni hermanos. Buenos Aires, 1910. El injeniero agrónomo Tomás Amadeo, uno de los jóvenes profesores que más honrosamente actúa en nuestras universidades bonaerenses, por su preparación, por su estudiosidad, por su amor á la rama científica a que ha dedicado su inte- lijente i activa enerjía, se ha propuesto con fe inquebrantable dotar al país de una institución que sería el agitat molem de su economía social, i euya indiscuti- ble utilidad nadie podría negar sino preconcebidamente. BIBLIOGRAFÍA 253 Dice el injeniero Amadeo, que su apostolado tiene por objeto dar forma ma- terial, condensar una idea que flota en nuestro ambiente intelectual; 1 como sus proyecciones son tan grandes, las cuestiones que afecta tan importantes, sólo en- tiende presentar un anteproyecto de creación del Museo social, buscando leal- mente tanto el concurso de los intelectuales i de los hombres de activa potencia- lidad económica, cuanto los auspicios de las autoridades, llamadas en países nue- vos como el nuestro, a fomentar toda iniciativa que importe una fuerza más al servicio del progreso material i moral de la Nación. El profesor Amadeo está decidido a crear el Museo social con los primeros cien cooperadores que quieran acompañarle, convencido que la institución ini- ciada echará profundas raíces, aunque a su patriótica iniciativa hubiere de co- rresponder la indiferencia oficial o social. Observa, 4 la vez, que no pretende haber inventado nada nuevo; sólo acepta como idea orijinal la de hermanar la propaganda a la acción social. No busca en ello el aplauso, sino el éxito de una institución útil al país, per- siguiendo « la satisfacción íntima, son sus palabras, del cumplimiento de un de- ber de solidaridad social i de patriotismo ». Pero cuáles son los propósitos de este Museo social ? Lo dice el autor en la primera parte de su estudio, en el que trata de señalar a grandes rasgos las deficiencias de nuestro ambiente urbano, rural i de relación internacional, en cuanto a organización económico-social ; demostrando a la vez la conveniencia de crear el Museo social de Buenos Aires con fines de investiga- ción 1 altos estudios sociales, por aplicar luego en beneficio del pueblo. Con este objeto desarrolla el siguiente tema : I. Necesidad de un centro de altos estudios 1 de vulgarización de los mismos, Estudia primero la organización social arjentina, en el ambiente urbano, en el rural i en el internacional; pasa luego a analizar la acción de los intelectuales del libro, del periódico i de la cátedra, de los lejisladores i de los iniciadores de obras sociales, los cuales, según las fuentes en que beben, no se armonizan, di- verjen ; otros improvisan, casi todos flaquean ; observa que influye en todo ello, la poca preparación del pueblo, el cual resulta refractario, 1, por ende, establece como base de eficacia la necesidad de educarle, de prepararle para dicho objeto. Deduce lójicamente que es necesario establecer una disciplina al respecto, 1 se pregunta : ¿Quién llenará este fin? A juicio del injeniero Amadeo deben realizarse estudios i observaciones sobre el terreno mismo, vale decir, en el ambiente en que se suscitan 1 desarrollan las cuestiones sociales; i ésto sólo puede realizarlo una entidad representativa que reuniendo todas las fuerzas, todas las energías intelectuales dispersas, diver- jentes o converjentes, las rejimente i utilice aplicándolas al bien del pueblo, a quien deben ser impartidas en forma que pueda asimilarlas. Para establecer quién debe llenar esta misión, pasa previamente a hacer cono- cer instituciones estranjeras euyo fin guarda analojía con el Museo social que proyecta. Entre éstas el de París, creado gracias a la jenerosa donación del conde de Chambrun, que legó toda su fortuna al mismo, i cuyo objeto es : recojer i dar informes sobre economía social; aconsejar a quienes desean fundar instituciones en pro del obrero, del pueblo (sociedades de socorros mutuos, caja de ahorros, de retiro, seguros, cooperativas, etc.). Los medios son: una esposición perma- nente de economía social, bibliotecas, salones de trabajos gratuítos, informacio- 254 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nes, consultas, conferencias de enseñanza i vulgarización, misiones de estudio, publicaciones, premios, etc. A esto debe agregarse otras instituciones : a) los córeulos de estudios, o sean asociaciones de intelectuales que dedican sus estudios al bien del pueblo, abor- dando los problemas sociales i combatiendo los prejuicios, aclarando los equívo- cos, corrijiendo errores i aconsejando a los pueblos la vía evolutiva contra la subversiva o revolucionaria; b) los secretariados, euya acción radica esencialmente en protejer, o sostener los centros sociales creados, previendo sus fracasos o errores para salvarlos; c) los comités de patronatos, o reunión de personas influ- yentes, que tutelan una obra de beneficencia social, estudiando las cuestiones e investigando los hechos, creando 1 entreteniendo el movimiento, propagando las ventajas de la obra, tratando de conseguir el apoyo de adherentes i de los pode- res públicos; d) las bibliotecas que contribuyen a ilustrar al obrero vulgarizando los conocimientos de las profesiones, oficios, etc.); e) los museos profesionales, en los que se esponen cuanto útil o producto atañe a las diversas profesio- nes. Rememora en seguida el injeniero Amadeo el Centro de estudios sudamericano propuesto por el doctor Francisco P. Moreno en el Congreso científico interna- cional americano (julio 1910), asociación que tendría por objeto primordial reunir en su biblioteca i archivo, para estudiar en sus laboratorios i publicar luego, los resultados de la investigación del suelo y de la historia política 1 económica de los países de habla española de América; así, con materiales de primera mano, se daría a conocer la jeografía, la jeolojía, lo biolojía, la historia física del hombre, de las tribus, de los pueblos, de las naciones que habitaron o habitan estas tie- rras hispano americanas, sus recursos, sus actividades. La finalidad del centro propuesto por el doctor Moreno, difiere no poco del Museo social del injeniero Amadeo, pues mientras aquel se refiere más especial- mente al estudio jeoantropolójico de la América latina, éste se relaciona mayor- mente con la faz económica social de los pueblos. Después de dar cuenta de la iniciativa social de los delegados norteamericanos señores Strong i Dangerfield, pasa el injeniero Amadeo a establecer la necesidad de establecer en Buenos Aires una institución de altos estudios de economía so- cial i de vulgarización de los mismos, haciendo notar, a la vez, que sobran entre nosotros los elementos necesarios para sostenerla i hacerla prosperar. Agrega que, una vez instituído, este Museo social tendrá que cumplir dos erandes fines, uno de orden interno, centrípeto, de constitución; otro esterno, centrífugo, de espansión, esteriorización, de aplicación. Ante todo, debe organi- zarse, crear fuerzas, elevar el potencial de la institución acumulando elementos morales, intelectuales i materiales, para luego aplicarlos en beneficio del pueblo aconsejándole, ilustrándole isocorriéndole, según los casos. Pero — dada nuestra idiosincrasia nacional presente — el injeniero Amadeo, agrega a esta misión del Museo — que es análoga a las instituciones similares. estranjeras — la necesidad de que proceda a hacer una propaganda amplia, in- tensiva hasta hacerla integral, con el objeto de darnos á conocer, i llamar al país al elemento trabajador — pensante i obrero — capaz de vigorizar i apresu- rar su progreso. Hace observar cuán mal conocidos somos en el estranjero, por los mismos in- telectuales, que de paso sea dicho, agrego yo, debieran conocernos. Recuerdo al BIBLIOGRAFÍA : 255 respecto que en mi primer viaje a Europa tuve ocasión de leer en una, por otra parte interesante, jeografía, que « Buenos Aires era la capital de la República de Montevideo llamada también confederación por la poca concordia reinante en el país » ! Esta jeografía había sido premiada en un congreso jeográfico ! Esto era en 1877. Hoi han cambiado las cosas, pero mui poco. Por esto encontramos mui racional la idea del injeniero Amadeo de crear un centro de propaganda racio- nal, franco, leal, sin grandes espejismos que luego descorazonan, ni pesimismos que retraen aún a los elementos más resueltos. I esta propaganda debe ser na- cional e internacional, para ilustrar a la vez a las poblaciones arjentinas sobre los elementos que cada una de las otras naciones puede suministrarles, i a las estranjeras sobre las que podemos ofrecerles nosotros, mucho más teniendo en cuenta que por ahora, i por muchos años aún, somos i seremos un país etnográ- ficamente apto para atraer i asimilar grandes masas inmigratorias que confun- diendo, cruzando los elementos étnicos más variados, entrados o por entrar en la Arjentina, nos den la unidad de raza que debe constituir la verdadera fuerza de nuestra nacionalidad en el futuro. Pero para que la propaganda del punto de vista inmigratorio sea racional, es menester seleccionarle en lo posible; i digo «en lo posible» porque desafortunada- mente no es posible evitar que entre la masa inmigratoria espontánea que se dirije a nuestro país, en busca de Jauja o Eldorado, figure un porcentaje, por desgracia importante, de elementos nocivos para el país, ácratas feroces, espe- culadores de la caridad pública, delincuentes profesionales i otros de equiva- lentes raleas; pero la propaganda oficial i, más que la propaganda, la acción oficial pueden elejir los elementos étnicos que necesitamos i traerlos, fomentar su venida al país, destinados ya a rejiones determinadas de la República, facili- tándole los primeros elementos de instalación que le permitan la producción ne- cesaria para independizarse de la férula oficial. Así, nuestras tierras australes de- mandan jente de rejiones frías, del norte de Europa o América; i consecuente- mente nuestras Zonas templadas i cálidas las requieren de otras rejiones isotérmicas. Así nuestras rejiones cafeteras, yerberas, azucareras, vinícolas, tri- gueras, maiceras, piden el concurso de personas, no sólo hábiles en cada caso, sino que también climatéricamente semejantes. Contra lo que afirman no pocos escritores i pensadores nacionales i estranjeros, que la propaganda oficial es desastrosa, concuerdo con el injeniero Amadeo, en que la propaganda oficial es necesaria, inevitable; pero manteniéndola dentro de límites prudenciales de oportunidad i alcance. La buena fe debe ser la base de toda propaganda para ser eficaz. La clientela aumenta con el crédito, no hay que olvidarlo. ¿Cuál deben ser el carácter i forma de la propaganda en el esterior ? Dustrar a los intelectuales mediante publicaciones confiadas a hombres de cien- cia, técnicos, artistas, de reconocida competencia que pongan á aquellos en con- diciones de juzgarnos con conocimiento de causa; hacer conocer de los industria- les, comerciantes, agricultores, etc., cuáles son los elementos que ofrece el país, jeo-topo-hidrográficos, cuáles sus recursos 1 productos, para que puedan aplicar con certeza su potencialidad económico-profesional. El conocimiento de la naturaleza física de los terrenos, de sus accidentes hipso- métricos, de su riqueza acuosa, para un país como el nuestro que debe esperarlo casi todo de su desarrollo agrícola, es un dato de la mayor importancia econó- 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mica que el Museo social podría suministrar sirviendo de garantía al interesado su insospechable autoridad. La propaganda, según el injeniero Amadeo, debe ser permanente sin intermi- tencias, metódica, veraz, centralizada i autorizada. I no pudiendo confiarse al estado, a las compañías i demás entidades interesadas la organización i dirección de la propaganda, claro está que debe llenar esa misión una institución indepen- diente. Concretando : el Museo social. Pero ¿con cuáles recursos podrá llenar éste su trascendente cometido ? La solución de este fundamental problema económico, tienta resolverla el in- jeniero Amadeo en la última parte de su concienzudo trabajo. Indica en 27 artículos las bases para la constitución del museo social, los cua- les, naturalmente, sólo constituyen un proyecto por discutir una vez formalizada la creación del musco; luego, fundado en los datos estadísticos que le suminis- tran las instituciones análogas (Museo social de París, Sociedad humanitaria de Milán, British institute of social service de Londres, Volsksverein alemán, etc.) proyecta la fuente de recursos para hacer frente a los gastos de instalación, sos- tenimiento i fondo de reserva; que no discutiremos porque está esencialmente basado en el contributo de los poderes públicos, nacionales, provinciales i mu- nicipales ; en las cuotas de los asociados i en el apoyo de sociedades poderosas como el Jockey Club. Ciertamente el pueblo i el gobierno arjentino no deberían eludir su deber, porque un deber es para los encargados de velar por el bienestar i progreso del pueblo i para este mismo, que sería el beneficiado, contribuir con buena volun- tad, mas aun, con entusiasmo a la creación de una entidad social — el Museo social — que importaría honra i provecho para todos. Cualquiera sea la suerte que espera al proyecto del intelijente injeniero Ama- deo, me complazco en asegurarle que ha proyectado obra buena, por lo que le felicito de veras. S. E. BARABINO. La irrigacion en la Arjentina por F. A. SOLDANO, injeniero civil, profesor en la Universidad nacional de Córdoba. Buenos Aires, imprenta de G. Kraft. 1910. Más vale tarde... En realidad de verdad, el adagio es racionalmente aplicable al caso; pero nuestra demora en ocuparnos de este trabajo de nuestro estimado colega, el in- jeniero Soldano, está justificada por diversas razones que reputo innecesario es- poner aqui. El hecho es que no queremos pasar en silencio un esfuerzo intelectal, mui in- teresante por cierto, que abarca el estudio de uno de los problemas económica- mente más importantes para el país : el riego de nuestras inmensas tierras de cultivo, mediante el aprovechamiento racional de su potencialidad hidráulica. El trabajo publicado por el injeniero Soldano, i presentado a nuestro Congreso científico internacional americano, formaun volumen de unas 250 pájinas formato mayor, ilustrado con 58 autotipias, un mapa, 21 planos, 4 diagramas i 8 figuras intercaladas en el testo, 1 constituye un estudio descritivo, técnico i crítico a la 4 BIBLIOGRAFÍA O vez, del riego en la Arjentina. Él viene a enriquecer nuestra literatura hidráu- lica, mui escasa hasta la fecha, pues sólo la han cultivado con seriedad los inje- nieros Cassaffousth, Wauters, Romero, Bialet-Massé, Candiani, etc. El injeniero Soldano que como hemos dicho se propuso presentar ante los miembros del congreso del Centenario de mayo, cuáles zonas de regadío existían en nuestro país i las condiciones técnicas en que se habían construído las obras afectadas al riego de las mismas (canales, muros de embalse, represas, mecanis- mos), 1 sus resultados prácticos, no sólo del punto de vista hidráulico, si que también económico, ha dividido su labor en rejiones o provincias. Después de historiar a grandes rasgos el proceso intensivo del riego entre nos- otros 1 dar una síntesis jeográfica, más exactamente físico-jeográfica, vale decir, Jeolójica, hidrográfica, meteórica, etc., del territorio arjentino, pasa a estudiar el delicado problema de la distribución del agua, por volúmenes fijos o propor- cionales, 1 entra en el examen particular de cada zona de riego existente, comen- zando por el riego en Mendoza, a partir de los primitivos trabajos indíjenas hasta los más recientes. Estudia el réjimen del río Mendoza, describe el dique de Luján, su ruptura i reconstrucción, i espone los errores técnicos que produjeron el desperfecto. Ana- liza los diques sobre el canal Zanjón i el sistema de riego a que satisfacen. Otro tanto hace respecto de los ríos Tunuyán i Diamante. En seguida se ocupa al ré- Jimen administrativo i legal. Pasando luego a la provincia de San Juan, procede análogamente, estudiando el réjimen del río homónimo, el arroyo Zonda i el canal Pocito, los diques de San Emiliano, de la Puntilla i de Zonda. Analiza las rupturas del de la Puntilla i su reconstrucción, así como su substitución por otro proyectado por la dirección de irrigación. Otro tanto hace el injeniero Soldano respecto de la provincia de San Luis, en la que actúan los diques del Morro, de los Trenes, del Chorrillos, de Villa Mer- cedes en el que por primera vez en el país se adoptó las compuertas del tipo Stoney. En Córdoba, estudia los ríos Primero, Tercero i Cuarto; el ya famoso embalse de San Roque, tanto por su capacidad estraordinaria en relación a la pequeñez de la azud, cuanto por la diverjencia de opiniones relativas a las dimensiones de ésta; las obras proyectadas en los ríos Tercero i Cuarto i Seco: el dique de Quilino, etc. Pasa luego, a la provincia de Santiago del Estero donde toma en cuenta los ríos Salado 1 Dulce, los canales de Tuama, i de la Cuarteada, cuyas obras ana- liza con algún detalle. Ocupándose de Tucumán describe el sistema hidrográfico de la provincia, el riego en la capital i en Cruz Alta ; historia el fracasado canal de San Miguel, estudia el embalse de 'Timbó, el dique en la Aguadita, el proyecto de dique en El Cadillal, el réjimen del río Salí, las zonas regadas, las de regadío; el réjimen hidráulico administrativo, etc. En Rioja i Catamarca, examina el río del Valle, el riego de Albigsasta, el área regada, los proyectos de diques en Huaco i Chilecito, etc. Después de describir someramente el estado de la irrigación en las provincias dlel noroeste, nos trasporta el autor al Nilo arjentino, según la feliz idea del ma- logrado injeniero Cipolletti, vale decir, al río Negro, donde estudia el sistema AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 17 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA hidrográfico, la cuenca del río Negro, el valle, el réjimen del río, las condiciones físicas del mismo, el embalse de los lagos andinos, la cuenca de Vidal, el dique del Neuquen, los riegos actuales, los riegos en Palazones, etc. / I termina su meritísima obra, el injeniero Soldano, dando un capítulo de sín- tesis que creemos mui oportuno trascribir íntegro : Conclusión. — El análisis que acabamos de trazar, recorriendo la región árida de la República Argentina, nos ha mostrado en todas sus particularidades, la solución que el problema del riego ha tenido en las diversas zonas de esa región, el cuadro geográfico y los rasgos tradicionales propios de cada una, las características más salientes de las obras de riego existentes ó en ejecución, sin descuidar el estudio de las formas variadas y diversas que ofrece la organización administrativa y legal de esos núcleos regados. Hemos anotado los trabajos primitivos y rudimentarios realizados por las antiguas poblaciones indígenas ó por los conquistadores que las dominaron; describimos luego las escasas construcciones llevadas á cabo durante el siglo pasado hasta 1880, lapso de tiempo dedicado á la organización definitiva del país y poco propicio, por lo tanto, para el tranquilo desenvolvimiento del arte de la irrigación, que es arte de la paz, por excelencia. Nos hemos detenido, por último, en el análisis de la obra realizada desde aquella fecha hasta hoy, obra que con todas sus deficiencias, — inevitables por tratarse de un problema nuevo en un país nuevo, también, — y á pesar de haber sido llevada á efecto con escasos conocimientos de los ríos y tierras beneficiadas, y, por ende, jalonada, á veces, con fracasos y errores, acusa, sin embargo, un asiduo trabajo de perfeccionamiento sucesivo y continuo y constituye una interesante página en. la historia del progreso material y moral del país. Del punto de vista constructivo podemos clasificar las obras estudiadas en dos gran- des grupos; diques sumergibles de distribución y diques de embalse. No hemos ha- llado construcciones especiales destinadas al aprovechamiento de aguas subterráneas para el riego, exclusión hecha del dique de afloramiento de Quilino, en la provincia de Córdoba. Las obras del primer grupo, simples diques de distribución, las encontramos de preferencia en los cursos de agua andinos ó en algunos otros que bajan de las sierras centrales, en la región situada al sur del paralelo 32%. Tales ríos, y especialmente los del sistema andino, como el San Juan, Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Río Negro, si bien adolecen de un régimen netamente torrencial, ofrecen estiajes de caudal considerable y suficiente para alimentar, sin especiales obras de almacenamiento, los canales de riego actualmente existentes. Las características de esos diques son uniformes para todos: se trata de simples muros sumergibles, transversales á la corriente y que provocan un remanso ó sobre- elevación del nivel del agua, permitiendo así la provisión de canales de riego en cada margen del río, cuyas boca-tomas, provistas de compuertas están más 6 menos en án- gulo recto con la dirección del muro. Tales son los diques de Luján, sobre el río Men- doza, y de La Carrodilla, sobre el Zanjón; el del río Tunuyán, en Rivadavia; el de La Puntilla, en San Juan y el del río Quinto, en Villa Mercedes. Hemos visto tam- bién un dique de esta clase en Tucumán, sobre el río Salí, próximo á La Aguadita. El escaso éxito de la mayor parte de tales obras, demostrado en tantos años de ex- periencia, reconoce como causa fundamental la errónea disposición de esos muros su- mergibles continuos, desprovistos de aberturas de suficieute luz que permitan el rá- pido escurrimiento de las crecidas estivales, evitando así que la excesiva sobreeleva- ción del nivel del agua produzca, al verterse ésta desde la cresta del muro con una fuerza viva considerable en algunas ocasiones, erosiones en el macizo del muro (dique de Luján), socavaciones en el lecho del río inmediatamente aguas abajo (dique de La Puntilla), y embancamientos de la zona del cauce aguas arriba de tales obras, como hemos visto en la mayor parte de los diques niveladores estudiados. BIBLIOGRAFÍA 259 Los diques recientemente proyectados para el río Diamante y Atuel, el del Neuquen. en Cuenca Vidal y el del Patagones sobre el río Negro, modifican notablemente esa estructura, adoptando el tipo de dique-puente, formado por una serie de galerías ó luces separadas por pilares y cubiertas por un tablero de puente desde el cual son manejadas las compuertas que constituyen el verdadero dique, esencialmente movi- ble como se ve. Levantando más ó menos tales compuertas es posible graduar á vo- luntad el agua que entra en el canal derivado, y abiertas completamente en caso de crecidas, están calculadas aquellas galerías como para dejar pasar íntegramente el caudal de avenidas. Estas nuevas, prestigiadas por muchos años de experiencia en otros países cuyos ríos ofrecen iguales características que los nuestros, vienen á suprimir los defectos de los diques sumergibles en mamposterías y reducen el funcionamiento de tales. obras al de un verdadero y simple edificio regulador. Al norte del paralelo 32% hallamos sistemas hidrográficos de menor importancia, formados por cursos de agua torrenciales, casi secos en invierno, alimentados por fuertes crecidas en verano y que para ser aprovechados para la irrigación requieren trabajos previos de embalse, formando pantanos ó lagos artificiales que regularicen el régimen del río. Responden á ese objeto el dique existente de San Roque, sobre el río Primero, en Córdoba, el del Potrero de Funes, sobre el río Chacras, en San Luis, los pequeños diques de San Bernardo, Ampascachi y Pampa Grande, en Salta, y los di- ques en construcción ó proyectados sobre el río Tercero, rio Seco y río de Los Sauces, en Córdoba; el del Valle, en Catamarca; el del Cadillal, en Tucumán; el del Huaco, en La Rioja; el de Lerma, en Salta y los de Las Maderas y Las Ciénagas, en Jujuy. Hemos analizado la forma y las característica peculiares á cada una de esas obras : ellas son, por lo general, de mampostería, con perfiles variables acusando á veces ex- ceso de espesor y extremada economía otras. Los últimos modelos proyectados reve- lan un notable cuidado respecto del cálculo de las dimensiones transversales del muro habiéndose adoptado, al mismo tiempo, los mejores dispositivos con relación á las distin- tas partes de la construcción: vertederos, galerías descarga ó de toma, compuertas, etc. Las obras secundarias, dársenas de distribución, canales, reguladores, etc., no ofre- cen detalles dignos de mención : recordamos sólo algunos de los canales más largos en explotación, entre los cuales el Canal Zanjón, con 40 kilómetros de longitud y el de La Paz, con 53 kilómetros, ambos en Mendoza; el del sur en los Altos de Córdoba, con 43 kilómetros; el de Santa Rosa, con 60 kilómetros y el de colonia Pinto, con 70 kilómetros; los dos en Santiago del Estero, sin contar los canales actualmente en contrucción, entre los cuales citaremos el del sur de rio Dulce, que, una vez prolon- gado hasta el río Salado, alcanzará una longitud de 95 kilómetros. La explotación de todas esas obras ha dado lugar á la organización de núcleos de regantes, de mayor ó menor importancia, variando notablemente de uno á otro el sis- tema administrativo y legal vigente. Las provincias de Cuyo han adoptado desde hace mucho los antiguos sistemas espa- ñoles, con sus colectividades de regantes, sus inspectores, repartidores, jueces de agua, etc. Hemos recorrido esas zonas de regadío y observado el éxito de tal organización que parece haberse adaptado y aclimatado definitivamente, contituyendo tal sistema el fundamento más sólido de la prosperidad y adelanto de la agricultura en esa región. En el resto del país la organización del riego ha dado lugar al establecimiento de un sistema basado en la acción directa del gobierno, en cuyas manos están concentra- dos todos los resortes de esa explotación. Los regantes no tienen intervención alguna en ella, limitándose á ser clientes del estado, quien les vende el agua por volúmenes fijos, como en Córdoba, 6 proporcionalmente á la extensión regada, según hemos ob- servado en las demás zonas de riego. Hace excepción á esto la provincia de Catamarca, en la cual subsisten, aun los anti- guos derechos de propiedad del agua, habiendo allí rios que pertenecen á particulares 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y cuyo aprovechamiento escapa á la intervención del Estado. Este ejempo de organiza- ción, que en la mayor parte de los casos no tiene más fundamento que la tradición en la transmisión de aquellos derechos, es hoy un contrasentido, legal y económicamente considerado, pues, si por una parte se oponen á esa forma de la constitución de la propiedad del agua las propias prescripciones del Código Civil, por la otra no es me- nos cierto que ella substrae á la riqueza pública uno de sus factores esenciales, espe- cialmente en regiones como Catamarca donde el agua es de importancia capital. Las leyes y reglamentos, anticuados en su mayor parte, que rigen en todos estos organismos autónomos, ofrecen en numerosos casos disposiciones de todo punto con- trarias al espíritu de la ley civil, lo mismo que á las modernas prácticas agrícolas, y no hacen sino dificultar la rápida solución del problema del riego. Todas esas vetustas reglamentaciones necesitan de una manera ineludible una seria reforma en todo lo re- lativo á concesiones de agua, su duración, derechos y servidumbres de los usuarios y demás prescripciones, que deberán basarse en cada caso en las disposiciones funda- mentales del Código. S Esa unidad virtual en la legislación de aguas de todo el territorio, influirá sin duda eficientemeute en los progresos y futuro desarrollo de la irrigación. Contribuyendo á esos progresos y sirviendo de base á la reglamentación técnica de todos esos centros agrícolas, habrá que abordar de una vez el establecimiento en todo el país de numerosas chacras experimentales, donde sea posible estudiar científica- mente las características peculiares á los cultivos de cada zona. En esas chacras se determinará prácticamente las especies de cultivos que más convengan y mejor respon- dan á las condiciones naturales y económicas de cada región, teniendo en cuenta los dos factores esenciales que en ellos intervienen : tierras y clima, y, lo que más im- porta para la solución del problema de que tratamos, se llegará á fijar experimental- mente la cantidad de agua que cada cultivo necesita, indicando el número de riegos, su duración y volumen de agua empleado cn cada uno. Sólo después de obtener una larga serie de datos prolijos sobre tales puntos, será posible establecer de una manera segura y precisa, libre de rutina y empirismos, los consumos unitarios de agua para cada cultivo y las especies vegetales más adapta- bles y de más alto rendimiento para cada Zona de nuestra región árida. Con lo primero se habrá conseguido un más amplio y eficaz aprovechamiento de las aguas de ésa región y, por lo tanto, un considerable aumento en la riqueza de ese vasto territorio; lo segundo indicará rumbos exactos al regante con relación á los cul- tivos á que debe dedicar su actividad, suprimiendo dudas y evitando engañosos mi- rajes, con lo cual quedará definitivamente afianzado el éxito en la explotación agrí- cola de todos esos núcleos regados. Verdaderamente el injeniero Soldano, como el injeniero Wauters, 1 los pocos más que se han empeñado en poner de manifiesto nuestro riego actual, defec- tuoso, irracional en su mayor parte, i que han gastado parte de su enerjía inte- lectual en aconsejar lo que debe hacer el país para intensificar el abono hidráulico, persiguiendo la idea patriótica del riego integral, indicando las necesidades, apuntando las deficiencias, aconsejando lo que debe hacerse para alcanzarlo, ha hecho obra buena, meritoria de aplauso, tanto del punto de vista científico como administrativo. Lástima erande que la penosa labor a que se ha sujetado no sea debidamente apreciada, no digo por el público beneficiado —- cuya indiferencia por sus bene- factores es proverbial — sino por los poderes públicos quienes debieran oficial- mente premiar i fomentar trabajos de esta índole, esto es, que contribuyen efi- cazmente al progreso material de la Nación. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 261 Chloris platensis argentina, par CristróBAL M. HICKEN, doctor en ciencias naturales, profesor de botánica en la Universidad de Buenos Aires i en la Es- cuela normal superior. Trabajo presentado al Congreso científico internacional americano reunido en Buenos Aires en 1910. Tratándose de un trabajo presentado al Congreso científico internacional ame- ricano i publicado ya en los 4puntes de historia natural, repetiremos lo que en dicha publicación dice el eximio naturalista doctor Holmberg, cuya opinión no puede ser más autorizada. « El doctor Hicken — dice —nos presenta un catálogo de la vejetación indíjena i naturalizada que se encuentra en las riberas del Plata arjentino, desde el Tigre hasta La Plata, pero abarcando la faja que estudia unos pocos kilómetros tierra adentro. Al mismo tiempo menciona algunas especies citadas de la comarca por botáaicos precursores, i que no se han vuelto a encontrar aquí, incluyendo a la vez no pocas que han estado figurando como de la misma; pero que en verdad, sólo representan un desconocimiento supino de la jeografía de esta parte de América, como él mismo lo recuerda. : «Su obra no es un repertorio en el sentido estricto de la palabra sino un tra- bajo erítico, protocolizado con los ejemplares de su rico herbario, al que dió co- mienzo hace más de diez años, cuando todavía era alumno de la Facultad de cien- cias, i cuyo estudio ha podido llevar a cabo consultando su biblioteca botánica, la más completa de Buenos Aires, i en particular para la flora arjentina. «Indicar al lector cuáles son las aplicaciones de esta Chloris sería ofensivo para él; tanto valiera esplicarle a un carpintero para que sirve un martillo. «Su método i caracteres de la obra están a la vista; pero debe resaltar tam- bién que el autor desea publicarla como un homenaje al centenario. Ojalá puedan ornar la frente de la patria, en el gran día, millares de laureles como éste, 1 que, cuando resuenen las palabras del himno : 4guí el brazo arjentino triunfó, se levanten estas pájinas como uno de tantos testigos de que también sabe triunfar el cerebro arjentino ! » Por nuestra parte, sólo agregaremos los datos estadísticos que ponen de mani- fiesto la intelijente laboriosidad de nuestro consocio el doctor Hieken, que mar- cha con paso decidido, sin desfallecimientos, escudado por el estudio, hacia la cumbre de las ciencias naturales en la Arjentina. Conviene recordar que el único catálogo botánico existente, publicado en 1889 por Bettfreund, enumera 536 especies distribuídas en 342 ¡éneros i 98 familias ; pero como dicho señor, colecionista pero no botánico, errara al catalogar espe- cies que no correspondían a la flora indíjena, esas cifras, según el señor Hicken quedarían reducidas a 461 especies, distribuídas en 294 jéneros i en 76 familias. Ahora bien, las especies catalogadas por el autor alcanzan : Número total de especies. .....oooooomoorcrrrnroo... 1.261 Número bobal de JÉÓMeros.... evo la el 546 Número total de famillas........oooooooorrorrmr 119 que se distribuyen por grupos, así : 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Grupos Familias Jéneros Especies CAPI 6 19 29 CAM o ob ob doo nos bae dead ae 1 il cal Monoco le dont A 23 111 324 Ampétalasi dialipétalas.. 61 210 477 Gamopétalas SUPeroM- 20 93 207 Gamopétalas into 8 112 223 Doa 119 546 1.261 Como se ve nuestro consocio honra realmente a las ciencias naturales arjen- tinas, las que deben esperar mucho de nuestro joven botánico. S. E. BARABINO. L'áge des formations sédimentaires tertiaires de l'Argentine, en relation avec l1'antiquité de 1"homme, par FLORENTINO AMEGHINO. Buenos Aires, 3 de febrero de 1911. Folleto de 30 pájinas, estracto de los 4nales del Museo Nacional de Buenos Ai- res, tomo XXIT (serie 32, t. XV), pájinas 45 a 75. A propósito de una memoria del doctor Aldobrandino Moechi, publicada por éste en el Archivio per antropologia e l'etnologia (1910) con el título de Appunti sulla paleoantropologia argentina, el doctor Ameghino hace observar que, aunque importante, el trabajo del doctor Mochi demuestra haber sido fundado en obser- vaciones hechas con lijereza, las que han inducido en error al autor. Como el doctor Mochi refuta alguna de las conclusiones del doctor Ameghino, éste, replicándole, defiende sus propias opiniones mediante un cúmulo de razones de orden jeoantropolójico, i cita al respecto las opiniones de otros naturalistas de nota que apoyan las propias. Por nuestra parte, no creyéndonos autorizados para entrar en el fondo de la cuestión, nos concretamos a observar que por lo menos puede preguntarse ¿cómo se permite el doctor Mochi dilucidar puntos de tanta transcendencia sin más au- toridad qué una permanencia de pocos días en Buenos Aires? ¿Cómo, dónde, cuándo pudo examinar las formaciones jeolójicas del país; cómo imponerse de las opiniones de los naturalistas, arjentinos i estranjeros, residentes aquí ? Yo no sé si el doctor Ameghino se ha equivocado o no; pero si este concien- zudo i docto naturalista, con cuarenta años de labor profesional, que ha exami- nado el terreno, que ha recojido elementos de estudio, que los ha estudiado con la intelijencia i dedicación con que procede siempre; si el doctor Ameghino, digo, en condiciones tan favorables pudo errar ¿no es más racional admitir que el doctor Mochi puede haberse equivocado con mayor facilidad ? El doctor Ameghino hace notar al doctor Mochi los errores en que, a su juicio, ha incurrido i le invita a estudiar mejor, con mayores elementos de experimen- ción, el punto controvertido. Es de esperarlo así en pro de la seriedad de la ciencia. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 263 La antigúedad del hombre en la República Arjentina, por FLORENTINO AMEGHINO. Un opúsculo de 52 pájinas, estracto de la revista Atlántida, tomo TI. Coni hermanos, editores. Buenos Aires, 1911. El doctor Mochi, del Museo nazionale d'antropologia de Florencia, a pesar del corto tiempo que estuvo entre nosotros, se ha creído habilitado para opinar defi- nitivamente sobre la orientación del cráneo del diprothomo platensis (Ameghino), i ha publicado en el 4Archivio per antropologia e la etnologia (vol. XL) un estenso artículo sobre dicho tema, discordando con el doctor Ameghino, quien en la me- moria actual refuta á su vez las conclusiones del doctor Mochi. Creo lójico trascribir algunos párrafos del doctor Ameghino : «Es una contribución mui importante — dice — que seguramente contribuirá a dilucidar los diversos problemas relacionados con la cuestión de la antigiiedad del hombre en la América del Sur. Empero, al recorrerla, se advierte en seguida que ha sido redactada según observaciones hechas con demasiada prisa. Esto es mui sensible, porque el autor, al querer hacer crítica, ha caído con bastante fre- cuencia en errores aun más considerables que los que ha pretendido enmendar. Además, se ocupa de cuestiones por demás complicadas; por ejemplo, la de la antigiiedad de las formaciones sedimentarias cenozoicas en la Arjentina, en la que llega a conclusiones mui distintas de los mías, pero tratándola superficial- mente, sin poseer ni un mediocre conocimiento de los hechos, ni de la literatur: correspondiente. « Por lo demás, respecto del Homo pampeus, señala, varios errores en que he incurrido, por lo que le quedo mui agradecido, pues así contribuye a ampliar mis conocimientos ; i supongo que él no tomará á mal que a mi vez corrija los suyos i defienda mis ideas fundadas sobre hechos positivos que él desconoce. » Pasa el doctor Ameghino á discutir la parte jeolójica de la memoria del doctor Mochi i termina diciendo : «Se ve, pues, que desde cualquier punto de vista que nos coloquemos, sea por la antigiiedad i abundancia de huesos humanos fósiles, sea por la variedad i la gran diferenciación de los hominídeos fósiles, sea por la presencia de vestigios óseos de los precursores del hombre i de los hominídeos, que en Europa faltan totalmente, sea, en fin, por los vestigios industriales, la América del Sud posee documentos más antiguos, más numerosos i más probatorios que los suministra- dos hasta ahora por el antiguo continente. « No se trata de fantasías, ni de hipótesis, ni siquiera de teorías, sino de he- chos positivos interpretados á la luz de un criterio lójico, i según un material que será tan insuficiente cuanto se quiera, pero que queda siempre infinitamente superior al que hasta ahora se ha encontrado en las demás rejiones terrestres...» El doctor Ameghino termina su memoria prometiendo ocuparse de la parte an- tropolójica del artículo del doctor Mochi. S. E. BARABINO. La calotte du diprothomo d'apres l'orientation frontoglabellaire par FLOREN- TINO AMEGHINO. 1 folleto de nueve pájinas i cuatro láminas fotografiadas. Bue- nos Aires, 19 de enero de 1911. Artículo estracto de los 4nales del Museo nacional de Buenos Aires. Tomo XXII 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (sec. 32, tomo XV, p. 149). Escrito de polémica a propósito de la orientación que debe darse al casquete del diprothomo para estudiarle. El doctor Ameghino, ratificándose en su opinión al respecto, sostiene que la orientación que en el craneorientador toma el casquete del diprothomo es abso- lutamente la misma de la que le diera en vista de los caracteres morfolójicos. Irage des formations sédimentaires tertiaires de 1'Argentine en relation avec l'antiquité de l*homme. Note supplémentaire par FLORENTINO ÁMEGHINO. Un folleto de diez pájinas. Buenos Aires, 31 de marzo de 1911. Artículo estracto de los _4nales del Museo nacional de Buenos Aires. Tomo XXII (serie 32, tomo XV, páj. 169 a 179). El doctor Ameghino refuta algunas opiniones del doctor Mochi i llega a la conclusión de que la presencia de 4Arctotherium en los depósitos cuaternarios de la América del norte, contrariamente a lo que sostiene el doctor Mochi, consti- tuye una nueva prueba de la grande antigiiedad jeolójica de la formación pam- peana i de las formaciones aun más antiguas que en la Arjentina contienen restos de animales de este mismo grupo. Observations au sujet des notes du docteur Mochi sur la paléoan- thropologie argentine par FLORENTINO AMEGHINO. Un folleto de 50 pájinas, con 16 figuras en el testo. Buenos Aires, 1% de mayo de 1911. En este trabajo estracto de los 4nales del Museo nacional de Buenos Aires. Tomo XXIIT (serie 32, tomo XV, páj. 181 a 230), el doctor Ameghino agradece al doe- tor Mochi su estudio sobre el material del museo nacional, que califica de altamente importante; pero sobre aleunos puntos en que ambos naturalistas están disconformes, el director de nuestro museo refuta las opiniones del doctor Mochi que adolecen, según el doctor Ameghino, de la falta de más detallado co- nocimiento de los mismos. A los que se interesen por este jénero de estudios i deseen entrar en el fondo de la controversia, les recomendamos la lectura de los trabajos siguientes : Nota preventiva sul Diprothomo platensis Ameghino, del dottore Aldobrandino Mochi, del Museo nazionale di antropología di Firenze, in Rivista del Museo de La Plata, tomo XVII, páj. 69-70, Luglio, 1910. Sur Vorientation de la calotte du Diprothomo, par F. Ameghino, en 4nales del Museo Nacional de Buenos Aúres, serie 32, tomo XIII, pájinas 319 1 327. Setiem- bre 1910. D' áge des formations sédimentaires tertiaires de l' Argentine en relation avec l'anti- quité de (homme, por F. Ameghino, en Anales del Museo nacional de Buenos Aires, serie 3%, tomo XV, pájinas 45 i 78. Febrero 1911. Appunti sulla paleoantropologia argentina, per il dottor A. Mochi, en el Archivio per Pantropologia e la etnologia, volume XL, pájinas 203 1 254. 1910. Las escorias i tierras cocidas de las formaciones sedimentarias neóje- nas de la Republica Arjentina, por el teniente coronel ANTONIO A. Ro- MERO, estudio ampliatorio del informe presentado al Congreso científico inter- BIBLIOGRAFÍA 265 nacional americano, sección Ciencias antropolójicas, en su carácter de relator oficial del tema titulado El problema de las escorias 1 tierras cocidas de las forma- ciones sedimentarias neójenas de la República Arjentina. Un folleto de 44 pájinas, en 8% mayor, ilustrado con cinco planchas fotografiadas. Buenos Aires, enero 26 de 1911. En este trabajo el coronel Romero corrobora la opinión manifestada por el doctor Ameghino relativamente a este tema tan controvertido. Dice el autor : «De manera, pues, que la única hipótesis admisible es la planteada por el doctor Ameghino, es decir, la que supone de orijen antrópico a las escorias i tie- rras cocidas. No cabe en el concepto lójico de los hechos ninguna otra, como creo haberlo demostrado. » Tendrá o no razón el señor Romero — no podemos decidirnos — pero nos place sobre manera la forma reposada como discute el punto. Como los lectores no ignoran, el profesor Outes opina, contrariamente, que las tales escorias son de orijen volcánico; ino está solo, pues le acompañan en su opinión los doctores H. Biickins, E. Herrero Ducloux i últimamente el profesor Boule, quien, en £?anthropologie (XXII, 68 i siguientes, París, 1911), de la que es redactor en jefe, sin dejar de rendir el debido honor al talento del doctor Ame- ghino, confirma las conclusiones del joven e intelijente profesor Outes. La controversia seguirá — no lo dudamos — en el terreno calmo, prudente de la ciencia. Es una cuestión de hecho que se impondrá a los que hayan errado, sin que ello importe mengua alguna. Errare humanum est, i solo yerran los dignos de respeto : los que trabajan. S. E. BARABINO. Los tiempos prehistóricos i protohistóricos en la provincia de Córdoba por FÉLIx F. OUrTES, secretario i director de publicaciones del Museo de la Plata, profesor en las universidades de Buenos Aires i La Plata. Buenos Aires. Imprenta de Coni hermanos. 1% de marzo de 1911. El laborioso profesor Outes nos remite éste su trabajo de pre i protohistorias cordobesas, estracto de la Revista del Museo de La Plata, tomo XVII (segunda serie, tomo IV, pájinas 261 a 374). Desde 1906 viene preocupándose el intelijente profesor de reunir en una mo- nografía todos los datos existentes 1 sus propias observaciones antropolójicas re- lativas a la provincia de Córdoba i la demora en presentar esta memoria fué debi- da primero a falta material de tiempo, i, luego, a que ha debido « utilizar un fondo histórico documental harto abigarrado, somero, ambiguo, hasta contradictorio; i aun memorias de especialistas, aparecidas en los últimos tiempos, que se re sienten de falta de dirección ¡ ausencia de método, por cuyas causas sus obser- vaciones aparecen embrolladas ». Debido a ello tuvo que « completar e ilustrar los capítulos referidos, mediante un aparato erudito en cierto modo copioso », que supone sabrán apreciar en su justo valer los que están en condiciones de juzgar la importancia i la estricta disciplina de los procedimientos analíticos críticos aplicados a las investigaciones científicas. 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El material que pudo estudiar fué : 1% El del Museo de La Plata, que comprende las colecciones del doctor Ame- vyhino ; 2% Objetos reunidos por los doctores Cárcano, F. P. Moreno, Roth i Wolff 1 otros ; 3 Piezas selectas del Museo politécnico de Córdoba; 40 El recojido personalmente por el autor en dicha provincia. Hace notar, el autor, que por razones ajenas a su voluntad no pudo aprove- char de la coleción que fué del malogrado doctor Bialet Massé, ni de la mui im- portante reunida por el padre Cabrera, ni de la del museo de la Universidad, a cargo del doctor Bodenbender, por estar ausente. Creeríamos escusado decir lo interesante de esta monografía, importante con- tribución para la etnografía nacional. Nos bastará dar el índice de las materias tratadas : PRIMERA PARTE. — Período paleolítico. 1, Antecedentes; II, Material del Museo La Plata. SEGUNDA PARTE. — Periodo neolítico. 1, Antecedentes; II, Frescos rupestres, petroglifos; III, Material de museos i colecciones : 1. Objetos de piedra (instrumentos, armas, adornos, objetos de uso indetermi- nado, técnico). 2. Objetos de hueso (instrumentos, armas, adornos, indetermina- dos, residuos). 3. Objetos de concha (adornos). 4. Objetos de metal. 5. Alfarería (lisa, con impresiones de textiles, con ornamentos grabados, pesos para el huso, figuras antropomórficas, modelado, adornos, indumentaria. Apéndice : Al testo sirve de complemento una amplia i erudita anotación, que aclara o funda el concepto del autor. S. E. BARABINO. Los aborígenes de la República Argentina. Manual adaptado a los pro- eramas de las escuelas primarias, colegios nacionales i escuelas normales, por FíLix F. OutEs, secretario i director de publicaciones del Museo de La Plata ; profesor en las universidades de Buenos Aires i La Plata; i CarLOSs BRUCH, jefe de la sección zoolójica del Museo i profesor en la Universidad de La Plata. Un pequeño volumen de 150 pájinas, ilustrado con 146 grabados 1 una lámina en color. Buenos Aires, 1910. Como su título lo indica, es una obra de carácter elemental, didáctica, desti- nada a los estudiantes arjentinos, de acuerdo con los programas oficiales. Pequeño manual de etnografía prehistórica arjentina, sumamente interesante, ha sido planeado i desarrollado por sus autores en la siguiente forma : l, Definiciones; 1, Nociones de jeolojía (las rocas, divisiones cronolójicas 1 es- tratigráficas, caracteres de las eras, rocas arcaicas, era terciaria, era cuaternaria, la especie humana durante la era cuaternaria); IL. El tallado intencional 1 la cla- sificación de los tiempos históricos; IV, Las investigaciones antropolójicas en la Repú- blica Arjentina (los tiempos prehistóricos, nociones sobre las series neójenas, pre- histócenas i homolócenas, el tetraprothomo argentinas i el diprothomo platensis, los pobladores prehistóricos. Los pueblos históricos en las montañas del noroeste (el medio físico i el hombre, caracteres físicos de los habitantes, caracteres lin- BIBLIOGRAFÍA 267 etiísticos, caracteres sociológicos). Los pueblos históricos de las selvas chaquen- ses (el medio físico i el hombre, los matacos, los chorotes, los tobas, los chiri- guanos). Los pueblos históricos del litoral de los grandes ríos (el medio físico i el hombre, los charrúas, los cainguás). Los pueblos históricos de las llanuras (el medio físico 1 el hombre, los querandíes, los puelches, los araucanos). Los pue- blos históricos de la Patagonia (el medio físico 1 el hombre, caracteres físicos de los habitantes, caracteres lingiiísticos, caracteres sociolójicos). Los pueblos his- tóricos de los archipiélagos magallánicos (el medio físico i el hombre, los onas, los yamanas o yahganes). Bibliografía esencial, bibliografía accesoria. Es un bello trabajo, lo repetimos, mui interesante. Sin embargo, en su parte teórica, por más elemental que se haya tentado conseguir, mo lo es tanto que pueda ser utilizada por pequeños alumnos de las escuelas primarias: para éstas en cambio, serán de muchísimo provecho, por su propiedad mnemónica, los ma- pas etnográficos que acompañan al manual de los profesores Outes i Bruch, los que deben ser, naturalmente, objeto de la enseñanza oral de los maestros. En cambio, será mui bien aprovechado por los estudiantes de las escuelas normales i colejios nacionales, por amoldarse mayormente a sus conocimientos, tanto en el fondo como en la forma. Por lo demás el trabajo de los profesores Outes i Bruch, es no solo útil para los estudiantes, sino que también para toda persona ilustrada que no sea de esta es- pecialidad. S. E. BARABINO. Algunos datos para el estudio de la tenería i su práctica en la Repú- blica Arjentina. Tesis presentada para optar al grado de doctor en química, por Tomás J. Rumr, farmacéutico, químico de la Oficina química nacional, jefe de trabajos prácticos de física farmacéutica en la facultad de ciencias mé- dicas. Buenos Aires, 1910. Imprenta Juan A. Alsina, 1910. El señor Rumi ha presentado en un folleto de 180 pájinas, formato mayor, una notable disertación a la Facultad de ciencias exactas, físicas 1 naturales, como última prueba de estudiante aprovechado, para doctorarse en química. El tema elejido por el intelijente químico no puede revestir mayor importancia en la Arjentina, país clásico de la tenería, dados sus inmensos ganados. Como resultado de sus estudios i esperiencias el doctor Rumi presenta las si- guientes conclusiones : 19 El mecanismo que preside la formación del cuero presenta dos fases : a) Fijación del curtiente ; b) Insolubilización de las fibras que constituyen la piel. 2% El primero de estos fenómenos puede obedecer a causas físicas o físico- quí- micas; en el segundo, tendrán lugar necesariamente acciones químicas ; 30 En el proceso de insolubilización la piel parece esperimentar una oxidación. Los elementos peroxidados que pueden acompañar a los curtientes, actuarán concurrentemente en esa insolubilización ; 40 Nuestro país cuenta con un buen número de vejetales aplicados al curtido de las pieles. 50 Es de absoluta necesidad efectuar un estudio sistemático que fije la moda- 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lidad de los taninos de esos vejetales 1 determine su influencia en cada una de las propiedades del producto obtenido ; 6% Es mui conveniente ensayar la aclimatación de los vejetales tánicos insusti- tuíbles, de que el país no disponga, para evitar la importación de los mismos. Es posible el curtido del zumaque en el país; 71% La tenería en la Arjentina puede dar actualmente productos de mui buena calidad. Los cueros malos que se observan son probablemente debidos a una cur- tiembre mal conducida, lo que corrobora la necesidad de una enseñanza teórica, oficial o privada, que forme curtidores científicamente idóneos; 8% Las especiales cualidades de los cueros salteños son debidos probablemente al clima i al réjimen de vida de los animales en aquella provincia. Nada nos parecería necesario agregar sobre la interesante tesis del doctor Rumi; pero no podemos resistir al deseo de manifestarle que nadie más indicado que él mismo, con los datos que ha acumulado 1 su predilección por el tema, para abordar el problema cuya solución propone en su conclusión quinta, rela- tiva al estudio sistemático de los vejetales tánicos arjentinos. S. E. BARABINO. Política portuaria de la Republica Arjentina. Conferencia dada en el Cen- tro Naval el 12 de noviembre de 1910, por el injeniero ARTURO CASTAÑO. Buenos Aires, 1940. Imprenta de Coni hermanos. En un folleto de 48 pájinas, el injeviero Arturo Castaño ha publicado su inte- resante conferencia sobre política portuaria, con especial aplicación a nuestro país. b Es admirable el tesón, la constancia de este conocido injeniero arjentino, em- pleados en la consecución de un puerto ultramarino por crear en la ensenada de San Borombón. Conocida es la lucha, realmente desigual, que ha sostenido con empresas estranjeras radicadas en el país, las que, si por una parte son un efi- ciente factor de nuestros progresos materiales, de otros puntos de vista importan una verdadera toxina para toda iniciativa de empresa arjentina en el país. Todo esfuerzo nacional para emprender grandes construcciones, que puedan directa o indirectamente poner en peligro la privilejiada acción de ciertas em- presas estranjeras, halla en éstas un poderosísimo enemigo, pues son precisa- mente ellas las que tienen afectado el capital que debiera servir para fomentar aquellas El injeniero Castaño ha batallado con la fe de un convencido; ha pasado años enteros en los mercados monetarios europeos abogando por la realización de su puerto; ha tenido que romper una a una las barreras que le cerraban el camino de sus aspiraciones, más que personales, patrióticas; i hoi todavía, después de quince años de incansable batallar presenta a la consideración de los políticos, de los marinos i de los injenieros de su país, sus vistas al respecto, coneretándolas en las siguientes conclusiones : 1% La importancia comercial de nuestro país exije imperiosa e inmediatamente un cambio radical en nuestra política portuaria ; 20 Para que esta política esté de:acuerdo con la universalmente aceptada, en BIBLIOGRAFÍA 269 base de los principios e intereses que la amparan, se requieren grandes puertos de fácil acceso para toda capacidad flotante ; 30 Entre las múltiples soluciones que en tal concepto nos ofrece nuestra vasta costa del Atlántico, la ensenada de San Borombón, por su situación i su fácil acceso por mar i tierra, es la más indicada para nuestro gran puerto de ultramar; 40 En cambio, el proyectado ensanche del puerto de la, Capital, en la Zona que se ha elejido, a pesar de exijir inmensos caudales, no salva ni los inconvenientes del actual, ni su defecto absorbente de centralización; antes bien, de los puntos de vista del tráfico i de la hijiene, está en abierta oposición con lo que establecen las autoridades más competentes. Nadie es profeta en su tierra si no para aquellos á quienes pueden aprovechar las profecías. Tuyimos un sólo profeta feliz, el finado señor Madero, otro caso arjentino ra- ro de constancia i de lucha por obtener la concesión de un puerto; i que lo obtu- vo, desgraciadamente mal ideado, incompleto i carísimo. Además, no se trataba de una empresa que corriera el albur de perder en la ejecución de las obras. El pa- gano era el país. El concesionario sólo corría, como corrió, el peligro de perci- bir su enorme comisión, no ya sobre los 20 millones pactados, sino sobre 35 ó 40 millones que costó el puerto. Hacemos, pues, votos porque el injeniero Castaño pueda ver sus esfuerzos co- ronados por el éxito. S. E. BARABINO. Glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico. Tesis presentada para optar al título de ingeniero agrónomo por ALEJANDRO BOoTTO, profesor adjunto de química analítica (primer curso) de la Facultad de ciencias naturales de la Universidad nacional de La Plata. Talleres gráficos de Christmann y Crespo. La Plata, 1910. El señor Botto, uno de los más aventajados ex alumnos de la Facultad de agronomía i veterinaria de La Plata, no se ha concretado a presentar un trabajo pro formula, para cumplir con la cláusula reglamentaria del diplomado, sino que ha querido cerrar dignamente su etapa estudiantil presentando un estudio serio i útil sobre los compuestos elucósidos que enjendran el ácido cianhídrico en las plantas, teniendo en cuenta que las experiencias químicas de los últimos años han demostrado que se hallan en un número mucho mayor de especies que las admitidas hasta hace poco, hecho que reviste no poca importancia para esplicar las intoxicaciones de los animales que injestionan dichos vejetales. El señor Botto ha dividido su trabajo en una introducción, tres secciones i un apéndice. En la introducción, historia el estudio de estos vejetales continentes compues- tos glucósidos 1, por ende, ácido cianhídrico ; analiza las propiedades de los glu- cósidos, sus reacciones i el desdoblamiento de los mismos, su clasificación 1 su función en el organismo vejetal. En la primera sección, describe los glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico conocidos hasta hoi, agregando a éstos los de las Stipas hystricina i levtotachya, 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Heim i Hébert, en Francia) el de la Aymenoxys Tweediíi (Dr Spegazzini) i el del Chloris distichophylla (que sospechó el profesor Spegazzini i confirmó el propio señor Botto); y de los métodos de dosificación para determinar el ácido cianhí- drico, 1 obtener por el cálculo el cuantitativo del glucósido. En la segunda parte discurre sobre los procedimientos para la determinación cualitativa de los eglucósidos en jeneral, especialmente de los ciánicos, presen- tando una serie de importantes observaciones fruto de sus propias esperiencias. En la tercera sección, se ocupa de algunas plantas que contienen glucósidos ciánicos concretándose a dar los principales caracteres morfolójicos i hacer algu- nas consideraciones toxicolójicas. En el 4péndice, da el cuadro sinóptico de las plantas que contienen ácido cian- hídrico, presentado por Greshoff, en 1906, a la 76% asamblea de la British Asso- ciation (New-York), variado en la forma por el doctor Botto, quien presenta las plantas por orden alfabético. El autor llega a las siguientes conclusiones : «Los glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico están mui difundidos en el reino vejetal i todos ellos son tóxicos por el ácido que desprenden al desdoblarse bajo la acción de encimas ó fermentos especiales. Hasta el presente estos cuerpos están repartidos en 85 jéneros de fanerógamas, entre las cuales se encuentran algunas destinadas a usos medicinales (amigdalus communis; primus lauro-cerassis ; corynocarpus loevigata; sambucus nigra; linum usitatrosimum, etc.) ; otras de ali- mentación humana (phaseolus lunatus; sorghum vulgare; jatropha manihot, etc.) ; i otras como forrajeras (lotus arabicus; vicia augusti folia; stida hystricina; stipa leptosta chya; hymenoxis tweedii; chloris distichophylla). En 43 ¡jéneros el ácido cianhídrico va asociado'al aldehido benzoico; en 16 a la acetona; i en los res- tantes a una sustancia indeterminada. » Sobre el mérito científico de la tesis del injeniero Botto, me concretaré a dar: una opinión más autorizada ciertamente que la mía : la de la propia Facultad, la cual de acuerdo con el artículo 46 del reglamento, resolvió costear su impre- sión por su marcado valor científico. S. E. BARABINO. El estudio de la contabilidad desde la cátedra, por el profesor A. CASSAGNE SERRES, contador público nacional, profesor en la Escuela superior de comer- cio de la nación, ete., ete. Un folleto de 27 páginas. Buenos Aires, Cabaut y compañía, 1911. Constituye la conferencia inaugural del curso de cuarto año de peritos mercan- tiles de la Escuela superior de comercio, dada por el autor en marzo de 1911. El profesor Cassagne Serres sintetiza la importancia de la contabilidad en este aforismo : « La contabilidad es la ciencia que trata de la organización de los. capitales para su prosperidad, dándoles el valor moral que les corresponde; con- serva la historia de las evoluciones de dichos capitales i brinda esperiencia para el futuro ». Acompañamos al profesor Cassagne en la importancia que atribuye a la con- tabilidad en todas sus ramas, i en la utilidad que su conocimiento presenta no sólo para los profesionales, contadores, peritos comerciales, etc., sino que tam-- bién — imucha — para el mismo comerciante. BIBLIOGRAFÍA DN I cuando se piensa en el desarrollo. asombroso del comercio arjentino, tanto interno como esterior, se comprende fácilmente por qué los poderes públicos nacio- les se han preocupado con tanto interés de fomentar el estudio de la matemática comercial. S. E. BARABINO. Reglamento italiano de edilidad en rejiones sísmicas (publicación oficial). San Juan, 1911. Folleto de 16 pájinas que contiene el reglamento que rije en Calabria para la construcción de edificios, en vista de los fenómenos sísmicos reinantes en aque- llas rejiones. El gobierno de San Juan, fundado en que las poblaciones donde él fué aplicado los terremotos no han causado daño, i considerando que la adopción de dicho reglamento es de utilidad jeneral para los países situados en zonas sísmicas, como el de esa provincia andina, decretó la traducción i publicación del reglamento mencionado, encargando a la yez al doctor Luis Jorje Fontana la confección de un reglamento especial apropiado a las condiciones i necesidades de la provincia referente a construcciones contra temblores. Es muy posible que tanto el reglamento italiano objeto de este folleto, como el que más tarde confeccione el doctor Fontana, no sean perfectos, vale decir, no eliminen por completo el peligro de los derrumbes; pero siempre será digno de encomio el interés demostrado hacia su pueblo por aquel gobierno, i mui hu- manitario, el disminuir siquiera, en poco o en mucho las fatales consecuencias de tan terribles cataclismos. El gobierno de San Juan, pues, ha hecho obra patriótica, humanitaria. S. E. BARABINO. El señor doctor JosÉ INGEGNIEROS ha remitido a la Sociedad Científica Arjen- tina los siguientes folletos, que mucho agradecemos. Publicados en 1910 : Locura, simulación i criminalidad. El delito i la pena ante la filosofía biolójica. Las bases del derecho penal. El envenedador Castruccio, estudio sicopatolójico. Publicados en 1911: Sistema penitenciario. Clasificación de los delincuentes según su sicopatolojía. La criminolojía. La evolución de la antropolojía criminal. Instituto de criminolojía, fundado en 1907. La defensa social. El doctor Ingegnieros, como nuestros lectores no ignoran, es director del Ins- tituto de criminolojía, profesor en la Universidad de Buenos Aires, director de 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los Archivos de siguiatría 4 criminolojía, etc. Es uno de los jóvenes injenios más po- «dlerosos i fecundos del país. Su nombre, en alas de sus numerosas i meditadas producciones, traspasando las fronteras arjentinas, es conocido mui favorable- mente por los hombres de ciencia de todas las naciones civilizadas, especialmente por los que dedican sus facultades especulativas al estudio de la morbolojía so- «cial, de la antropolojía criminal, de sus causas, efectos i remedios más eficaces. No nos toca a nosotros discutir sus vistas al respecto, sino corroborar aquí lo que es ya axiomático entre nosotros, vale decir, que el doctor Ingegnieros por su intelijencia i laboriosidad honra a su patria. S. E. BARABINO. Sociedad Científica Argentina. Congrero científico internacional ameri- cano. Relación general del funcionamiento del congreso. Volumen 1. Publicación dirigida por los injenieros SANTIAGO E. BARABINO, presidente de la comisión de publicaciones, i NicuLÁs BesiO MORENO, secretario jeneral. Im- prenta de Coni Hermanos. Buenos Aires, 1910. Es este el primer volumen que se publica relativo i bajo los auspicios del con- greso científico que tuvo lugar en esta capital del 10 al 25 de julio de 1910, en homenaje al centenario de mayo. Como su título lo indica en sus 632 pájinas, se da cuenta de la constitución i realización de ese por muchos conceptos notable .certamen científico que, al honrar la grande efeméride patria, ha honrado a la República poniendo de manifiesto ante propios i estraños la potencialidad inte- lectual de la nación Arjentina, al cumplir la primera centuria de su emancipa- «ción política, pero en realidad a los 50 años de su verdadera existencia nacional, institucional. Porque si bien es cierto que un siglo pasara desde el día que arrojó de sí el pesado manto del coloniaje, no lo es menos que solo en 1862 entramos deveras en el concierto de las naciones serias i laboriosas. En este primer volumen, luego de trascribir la lei que autorizara este congreso, se da cuenta de la constitución de las comisiones, honoraria, directiva i de pro- paganda; de los trabajos de organización del certamen; de las diversas comisio- nes i subcomisiones seccionales, relativas a las ciencias : constructivas, físicas, matemáticas i astronómicas, químicas, jeolójicas, antropolójicas, biolójicas, jeo- eráficas e históricas, jurídicas i sociales, militares, navales, psicolójicas i agra- rias, con el reglamento a que se ajustó el certamen. En seguida, figuran la nómina de los delegados al congreso (de los gobiernos, municipios, universidades, institutos, sociedades científicas, etc.), estranjeros i nacionales; la lista de los miembros efectivos; la de los trabajos realmente pre- sentados ; las actas de las sesiones de las diversas secciones 1 las plenas de éstas y del congreso; los discursos pronunciados, fiestas i escursiones celebradas, fac- símil de la medalla conmemorativa del congreso, etc. A través de esas pájinas el observador interesado nota complacido la marcha sin desvíos, la acción sistemática, con rumbo fijo de una organización normal, prevista, que debía conquistar a este congreso científico, el aplauso del pueblo, de las autoridades i, lo que es más característico i honroso a la vez, el aplauso del grau congreso internacional político que actuó simultánaemente al científico «en esta capital. Consuela aun más pensar que si en tan corto plazo como el. contado pudimos BIBLIOGRAFÍA 273 realizar esta potente manifestación intelectual americana, realzada por el con- curso fraternal de los hombres de ciencias de otros continentes, con mayor tiempo más lucida habría sido la actuación del congreso, más real la representa- ción mental del nuevo continente en jeneral i de la Arjentina en particular. Pero no nos quejemos : hemos conseguido hacer obra buena, útil. Basta. Otros harán más. Así sea. S. E. BARABINO. Memoria descritiva de la división bomberos. Policía de la capital federal. Su pasado, su presente i su futuro. Apuntes trazados por el coronel JosÉ MARÍA CALAZA, inspector jeneral de dicha división. Buenos Aires, 1911. El señor coronel Calaza, que, parodiando a Luis XIV, podría decir: el cuerpo de bomberos... c?est moi, tanto es el continjente intelectual i material que desde hace casi medio siglo viene aportándole, hace en las 175 grandes pájinas de texto — formato albrm — en la serie de diferentes cuadros estadísticos que le acompañan ¡en las 104 ermosas fototipías que exornan la obra, la historia documentada del pasado 1 presente de la hoi gallarda institución de bomberos; pone de manifiesto las contingencias que retardaron su desarrollo; indica las deficiencias que aun existen i que salvadas pondrán á este cuerpo selecto de la policía en condicio- nes de eficacia iguales, sino superiores, a los similares estranjeros mejor organi- zados, como serían los norteamericanos, los ingleses, etc. En el desarrollo sintético de su tema — tratado por el coronel Calaza con ma- yor amplitud en las numerosas publicaciones que lleva hechas al respecto — se ocupa de los siguientes puntos: I, Ojeada retrospectiva; Il, El cuartel central hoi; III, Réjimen interno; IV, Del servicio actual i sus diversas formas; V, Ali- mentación 1 uniformes; VI, Materiales del presente ; VII, Plan de defensa i se- guridad contra incendios en la ciudad i puerto de Buenos Aires; VIII, Apéndice con datos sobre incendios ocurridos, causas, vidas salvadas, etc. Es una obra interesante i útil que recuerda dos cosas sabidas; la consagración del señor Calaza al cuerpo que — puede decirse — ha creado i hecho prosperar, i las deficiencias que no permiten al mismo desarrollar la potencialidad necesaria para prevenir o neutralizar con la eficacia deseable, los siniestros que aumentan progresivamente con el crecer de la población i del comercio en nuestra capital. Es de esperar que las autoridades a quienes toca velar por la seguridad e inte- reses de la población traten de satisfacer las justas indicaciones del benemérito coronel Calaza. S. E. BARABINO. Tratamiento quirúrjico de los quistes hidatidicos en jeneral i abdomi- nales en particular. Tesis presentada.a la Facultad de ciencias médicas para obtar al título de doctor en medicina, por ARMANDO GIUSTI, ex practi- cante esterno por concurso en el hospital Cosme Argerich, etc. Un volumen de 110 pájinas, formato mayor. Buenos Aires, 1911. Son conocidos los terribles efectos que produce la tenia equinococo, que vive en el intestino delgado de los perros, gatos, lobos, etc., cuando consigue en- trar en el organismo del hombre, del buey, del carnero, etc., i pasar, venciendo AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 1 (0,2) 274 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA no pocos obstáculos, al sistema circulatorio sanguíneo, para injertarse en los ór- ganos ó tejidos, especialmente en el hígado i en el pulmón, transformándose entonces en una hidátide, vale decir, en una vesícula blanquecina llena de lí- quido claro como el agua, cuando el parásito vive, la cual aumentando de volu- men, reproduciéndose, constituye precisamente el temible quiste hidatídico ó hi- dático. Es este una de las plagas más temibles que agobian a la pobre humanidad i, por ende, el tema elejido por el señor Giusti para su tesis doctoral, no podía ser más útil, no trepido en decir, más humanitario. El estudiante de ayer, el doctor de hoi, es bien conocido; tiene una buena foja de servicio, pues como alumno de la Facultad ha figurado entre los más aven- tajados i como practicante ha demostrado una intelijencia i contracción que mucho le favorecen. Son precisamente estas condiciones de estudioso i observa- dor que dan al médico novel el peso que requiere para ser tratado el difícil tema elejido. He aquí el plan seguido por el doctor Giusti en su tesis : I, Preliminares (el parásito, su desarrollo i localizaciones); Il, Anatomía pato- lójica; TT, Métodos quirúrjicos : a) punción simple; b) punción evacuatriz con tra- tamiento de la cavidad; c) marsupialización i drenaje; d) oclusión sin drenaje; IV, Elección de método : a) hígado; b) pulmón; c) cerebro; d) bazo; e) peritoneo; f) órganos abdominales; y) otras localizaciones. Se trata, como se ve, de un trabajo serio que abona en favor del nuevo escula- pio a quien deseamos persista en la vía del estudio que ha de darle el acierto necesario en su humanitaria profesión. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES AMERICANAS. Sommations par une formule d'Euler. De l'usage qu'on peut en faire pour résoudre de nombreux problemes, por ENRIQUE LEGRAND. Buenos Aires, im- prenta de Coni hermanos, 1911. Se trata de la fórmula b h h? ro ao =1 3,80) (OF) BF) + h* ¡BUM O=10)= empleada como método de cálculo aproximado de integrales definidas, en la cual h es un incremento finito i constante de la variable i B,, B,, B,, ete., los núme- ros de Bernouilli. El injeniero Legrand dice : Esta fórmula invertida, por decirlo así, i empleán- dola, como lo he hecho, para la determinación de 2 f(«), cuando es conocida la integral de la función, es susceptible de numerosas aplicaciones. De ella se deduce b 0=;,/ 1044 10480) 4,0010) h? AMO") D+- BIBLIOGRAFÍA 275 Efectuando las operaciones se obtienen los valores de F(x%) correspondientes a las variables a, a + h, a + 2h... (a + nh), siendo el correspondiente a esta, b. Si las derivadas de f(w) son limitadas, por grande que sea h, el resultado es exacto ; i sólo aproximado si es indefinido el número de derivadas. Cuanto a los números de Bernoulli, aunque aumentan rápidamente, el término complementario resulta mui pequeño para valores de an poco considerables, i, por ende, casi siempre despreciable. Por ejemplo : Bi = 00 9 20 5 = 0,00000 00000 00000 21749. Propónese el injeniero Legrand mostrar cuán vasto es el campo de las aplica- ciones de la indicada fórmula de Eulero. Con este objeto divide las aplicaciones en tres series : las que dan solución exacta en absoluto; las aproximadas i las averiguaciones de límites. Daré una aplicación, la primera, para aclarar esta bibliografía. Sumación de un polinomio de potencias enteras de x, para valores de x en progresión aritmética Sea el polinomio y = am + axm—1 + bam=—= 2 + es donde m es un entero cualquiera i a, b, ... coeficientes numéricos. Averigiiemos la suma de los valores de y correspondientes a los de la variable Pp p+h,p+2h, ...p + nh donde k es un número finito cualquiera que debe satisfacer a la única condición p+Enh=q donde » es entero i q el último término de la progresión. Apliquemos la fórmula de Eulero i se calculará la integral entre p i q le qm 1 Ae EOS ct bim—1x 4 fi vas = == —o Y» Mm DA sn m m— 1 i luego las derivadas sucesivas, siendo las de orden impar las únicas que entran en las fórmulas. Según que m sea par ó impar se irá respectivamente hasta la derivada de orden m — 1 om — 2. enn 7 7 , , ; 14 ñ ll y NÁ Vo» Ya Y», Y a Y p Y a Yo Y*g los valores del polinomio i de sus derivadas impares correspondientes á los valo- res extremos de p i q de la variable; tendremos 1 ( Ny=; e O O (*) Recordamos que ! es el signo factorial. 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Aplicando al caso de un polinomio numérico y=w +2 +0x hallemos la suma de los valores correspondientes a los de x 0, 4, 8 12, 16... 40 vale decir que los tendremos == q =40 h= 1, i¡ — omitiendo las constantes — la integral de y será i las derivadas primera 1 tercera y! = 5at +60 +1; y" = 60x? O Luego el segundo miembro de la (2) dará 1/40 40% 40? 1e* término . (+ a 170 9860860 246 2 2 EA 20 término > (40 + 2 x 40" + 40%) =-+ 51.264.020 1 30 término zx 400 4640) =-4+ 4.269.066 *), 16 x< 402 49 i último ia == 8.533 %/, 3 Suma = 226.512.220 Se ve con qué facilidad la fórmula de Eulero da la suma buscada. El trabajo del señor Legrand es mui interesante, especialmente para los que se dedican a las especulaciones matemáticas. S. E. BD. La instrucción pública primaria, en la República Oriental del Uruguai. Noticia preparada para la Esposición internacional de Turín de 1911, por la Dirección jeneral de instrucción primaria. Montevideo, 1911. En un opúsculo de más de ochenta pájinas la dirección jeneral de instrucción pública da cuenta de la organización i reforma de la instrucción primaria; indica sus caracteres, es decir, los diversos jéneros de escuelas (infantes, urbanos, rura- les, normales, de aplicación, ete.); espone los medios complementarios de ense- ñanza (museos, bibliotecas, edificios, maestros, ete.). Se ocupa del cuerpo mé- dico escolar, de las rentas, de las jubilaciones i pensiones, de la enseñanza do- méstica, agrícola e industrial, de las iniciativas de las autoridades escolares en el decenio 1900-1910 i del estado actual de la instrucción primaria. Como Anexo da el catálogo del material escolar enviado a la mencionada expo- sición de Turín. Acompañan a esta memoria 46 grabados relativos a las escuelas orientales. BIBLIOGRAFÍA 277 Debo agregar que, con mui buen criterio, la dirección jeneral de instrucción primaria ha reunido en un volumen mui manual la edición castellana 1 las ver- siones italiana i francesa, lo que le rinde aprovechable para todos los visitantes de aquella esposición. S. E. BARABINO. Ciencias económicas i sociales. Trabajos de la sétima sección. Volumen IX de los trabajos del cuarto Congreso científico latino americano (1% panameri- cano) celebrado en Santiago de Chile del 25 de diciembre de 1908 al 5 de enero de 1911. Publicado bajo la dirección de Juro PHILIPPI, secretario de la sec- ción i de la subcomisión organizadora respectiva. Tomo II. Santiago de Chile, 1ES)LiLo Acusamos recibo de este bello volumen de 440 pájinas, formato mayor, de nu- trido material, con cuadros i mapas ilustrativos. Comprende 31 memorias de miembros del congreso, entre los que figuran los siguientes de arjentinos : Juan Vucetich : a) Necesidad de crear en cada país una oficina central de ¡denti- ficación ; d) Estadística de. criminalidad; e) Ficha o cédula “informativa de canje uni- versal. Eusebio Gómez, El trabajo carcelario en la penitenciaria de Buenos Ares. Vicente Centurión, Profilaxis pública de la sífilis en la provincia de Buenos Átres ¡utilización de la dactiloscopía. S. E. BARABINO. Flora de Chile por el doctor CarLOs ReICcHE, jefe de la sección botánica del Museo nacional. Un volumen de 176 pájinas, en 8% mayor. Imprenta Barcelona. Santiago de Chile, 1911. Es la undécima entrega, la cual corresponde al tomo VI, parte I, de dicha pu- blicación. Numerosas son las especies, jéneros i familias estudiadas por el doctor Reiche, el sabio naturalista que tuvimos el placer de tratar en esta capital con motivo del Congreso científico internacional americano. Creemos imútil enaltecer el mérito de un trabajo tan concienzudo como impor- tante i útil. I como no es posible dar detalles sobre el mismo, siendo menester estudiarlo con detención, nos concretamos a recomendar su lectura a nuestros naturalistas. S. E. BARABINO. La défense contre l'ophidisme par le docteur ViTaL BRAZIL, directeur de P Institut sérumthérapique de 1état de S. Paul. (Travail de Y Institut de Bu- tantan.) Un volume de 180 pages, avec 31 photogravures dans le texte. Im- primerie Pocai et Weiss. S. Paul, 1911. La lucha contra el ofidismo, vale decir, contra el envenenamiento que tiene por causa la picadura de serpientes, tiene mucha importancia en países, como el Brasil, donde los ofidios venenosos abundan; i también la tiene, siquiera sea re- lativa, en los demás, en los cuales no dejan de existir sierpes victimarias. 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El instituto de Butantan, pues, satisface a una real necesidad al estudiar cuá- les medios terapéuticos son más aptos para neutralizar la acción venenosa de los ofideos. Para que se vea que no se trata tan solo de un problema humanitario sino que también económico, el doctor Brazil observa que siendo las víctimas 4800 por año en todo el Brasil i adoptando la media de cinco contos de reis — 8000 fran- cos — por cada vida perdida, resulta que los ofidios causan una pérdida efectiva para aquel país de 14.000.000 de pesos en vidas humanas, sin contar los demás perjuicios causados en animales, etc. El doctor Brazil, ha dividido su trabajo en una introducción i tres secciones. En la introducción, trata de la defensa contra el ofidismo — resultados obteni- dos en el Instituto de Butantan i en otros puntos del Brasil. — Analiza los acci- dentes, la mortalidad i los perjuicios causados por los ofidios. En la primera parte, estudia las serpientes en jeneral i particularmente las del Brasil, especialmente las venenosas. En la segunda parte, trata de la profi- laxis del ofidismo, medios de protección i destrucción. En la tercera parte, se ocupa de la terapéutica del ofidismo, revista los tratamientos supersticiosos i em- píricos, el tratamiento químico fisiolójico, i por último el específico, el seroterá- pico (preparación del suero, pruebas de su valor preventivo i curativo, etc.). Termina su trabajo con una nutrida bibliografía sobre la materia. S. E. BARABINO. Codigo mnemotelegraphico con applicacio a meteorologia, pelo ingenheiro NUNo DuarrE, chefe de seccáo de meteorologia e physica do globo. Rio de Janeiro, 1911. Typographia Luzinger. El doctor H. Monzi, en el prefacio que ha escrito para esta obra, dice : «O seguinte trabalho, engenhosamente confeccionado pelo doutor Duarte Silva tem por fim facilitar e abreviar a traduccáo dos telegrammas meteorologicos dia- riamente en pedidos pelas muitas estacoes que fazem observacoes simultaneas. Para alcanzar este fim, lancou máo do proceso mnemonico de J. de D. no qual cada algarismo corresponde a uma o duas consoantes, que auxiliadas por vogaes quaesquer, servem a formar palabras que representam cada uma un numero... Além dessa vantagem, que e consideravel, o mesmo codigo offerece a de substi- tuir palavras aos grupos de algarismos ou de lettras habitualmente utilizados, o que torna mais diffiseis os erros de trasmissáo, pois a experiencia telegraphica tem demostrado que estes sáo mais frequentes no segundo caso do que no pri- meiro. Para maior seguranga, os enganos possiveis seráo facilmente descobertos e remediados pelo emprego da palavra de verificacáo, cujo modo de usar se en- contra no respectivo codigo. » Creemos escusado manifestar cuán útiles son en ¡jeneral los métodos mnemó- nicos, 1, por ende, el actual propuesto por el doctor Duarte. I, a propósito, el mismo señor, ha publicado el complemento siguiente : Addenda ao codigo mnemotelegraphico con applicacáo a meteorologia, pelo engenheiro NumOo DUARTE, chefe de seccáo de meteorologia e physica do glo- BIBLIOGRAFÍA 279 bo da directoria de meteorología e astronomia. Rio de Janeiro, 1911. Typogra- phia Leuzinger. Es un folleto de 17 pájinas destinado por el autor para « sanar ainda qualquer duvida relativa ao emprego do nosso Codigo mmemotelegraplico no preparo do te- legramma diario das observagoes simultáneas a sarem transmitidas, correspon- dentes ao meio dia medio de Greenvich, ou 9:07 a. m. T. M. do Rio de Janeiro. resolyemos dar publicidades a este Addenda, contendo un ezemplo typico, deta- lhadamente exposto destinado á servir de guia exclusivamente aos observadores encarregados das estacoes meteorologicas pelo nosso vasto territorio distri- buidas. » Como se ve se trata de un complemento interesante, puesto que aclara con un ejemplo práctico el modo de emplear conscientemente su Código mmemolegráfico. S. E. BARABINO. Revista de Colombia. Volumen del centenario, dirijido por el doctor MIGUEL TRIANA. Publicación patriótica, destinada a manifestar los recursos del país al finalizar su primera centuria independiente, hecha sin apoyo ni carácter oficial, como homenaje particular del director a la patria. Bogotá, 1910. Un volumen de 484 pájinas de nutrido material que comprende: editoriales patrióticos, desericiones del país, asuntos sociolójicos, ciudades de Colombia, vías públicas, industrias, riqueza mineral. Miscelánea. Numerosos e interesantísimos grabados ilustran el testo. Para nosotros que, fuerza es confesarlo, conocemos de Colombia tan poco como ellos de Arjentina, i quizá menos aún, la lectura de esta obra, es altamente ins- tructiva, haciéndonos conocer las condiciones políticas, sociales e intelectuales de la república hermana al celebrar el primer centenario de su independencia. Pero, puesto que el móvil de esta publicación era el de presentar ante el mundo los progresos alcanzados por Colombia en los cien años trascurridos desde el fausto día de su independencia, nos parece que el doctor Triana debió dar mayores informaciones estadísticas de su patria, relativos a la producción total agrícola e industrial, al monto del movimiento comercial de importación i espor- tación, a su superficie territorial ia su población integral i rejional, a las mate- rios primas que son o que esperan aún ser esplotadas, al estado jeneral de los adelantos educacionales, primarios, secundarios i profesionales ; a las condiciones sociales, especialmente por lo que respecta a los problemas políticos, relijiosos, que comprueben como la república amiga ofrece amplia libertad al pueblo para ejercer sus derechos cívicos, para profesar sus creencias relijiosas, para esterio- rizar sus ideas sin previas censuras, ni posteriores molestias. Porque el doctor Triana no nos negará que en cuestión de progresos se re- quieren hechos fehacientes, que demuestren cómo un país ha aprovechado del adelanto universal implantando, dentro de las leyes, la libertad de pensamiento ide acción, sin despotismos oficiales, sin rémoras sectarias, sin imposiciones doctrinarias, como entendemos ocurre en la progresista república hermana, pero que desearíamos ver debidamente establecido, comprobado por los escritores co- lombianos, mediante la prueba convincente del número, de la estadística, con el concurso irrefragable de los hechos. 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De todos modos, el doctor Triana ha hecho obra patriótica i no le negamos nuestro sincero aplauso; sólo sí deseamos podérselo dar amplio, entusiasta, cuando complete las lagunas apuntadas en su Revista de Colombia en 1910, que lo será en la de 1911, sin duda alguna. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL CH. BÉRANGER, PARÍS. Manuel de l'ingénieur. Nouvelle édition francaise du manuel de la SoCIÉTÉ HUTTE. Traduit par L. Desmarest, membre de la Société des ingénieurs civils de France, directeur de papeteries. Deux tomes, de xxxr1-1322 et xx-935 pa- ges, respectivement. Ch. Béranger, editeur. Paris et Liege, 1911. El manual del injeniero de la Sociedad Hiitte, no necesita presentación. Los injenieros del mundo entero le conocen. Sólo nos coneretaremos, pues, á decir que esta nueva edición francesa en dos tomos, hecha sobre la última edición ale- mana, comprende las 21 secciones siguientes: I, Matemáticas : tablas diversas, aritmética, funciones circulares e hiperbólicas, cálculo infinitesimal, probabilida- des i teoría de los errores, jeometría analítica, superficies i volúmenes, perspec- tiva paralela; 11, Mecánica de los cuerpos sólidos ¡ de los fuídos líquidos : foronomía mecánica física, estática i dinámica de los sólidos, rozamientos, estática 1 diná- mica de los fluídos líquidos; III, Calor : propiedades de los cuerpos del punto de vista del calor, trasmisión, termodinámica, gases perfectos, vapores, corrientes de gases i vapores, combustión, presión del viento i resistencia del aire; IV, Teoría de la resistencia de materiales : barras rectas i curvas, resortes, placas i re- cipientes; V, Conocimiento de los materiales : metales, minerales, piedras artificia- les, maderas, morteros, cementos, vidrios, caucho, asfalto, etc. ; VI, Organos de máquinas; VII, Máquinas motrices : motores animados, hidráulicos, calderas, má- quinas de vapor, motores de combustión; VIII, Máquinas de laboreo : útiles, ele- vadores, prensas, estractores, transportadores, bombas i ventiladores, ete. ; IX, Ciencia de las medidas: lonjitudes, ángulos, alturas, triangulación, poligona- ción, etc. ; X, Construcción : fundaciones, mamposterías, cubiertas, obras com- plementarias, obras especiales; XI, Ventilación y calefacción ; XII, Abastecimiento de agua : propiedades, volumen necesario, captación, purificación, depósitos i distribución; XIII, Aleantarillado ; X1V, Caminos : construcción, conservación i lejislación ; XV, Estática de las construcciones: puentes, techos, muros de sos- tén, bóvedas, cemento armado; XVI, Construcción de puentes : infraestructura, superestructura, vías, etc. ; XVII, Construcción de navios 1 de sus maquinarias ; XVIII, Tecnolojía ferroviaria : construcción, material de esplotación, esplotación, cablecarriles, tranvías; XIX, Siderurjia : minerales férreos, fundición, hierro ma- leable, laminadores ; XX, Tecnolojía eléctrica : pilas, dínamos, transformadores, canalizaciones, alumbrado, tranvías, reglamento de la Sociedad de electricistas alemanes, tablas; XXI, Fabricación del gas. Buen programa, como se ve, i conciso, pero majistralmente espuesto. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 281 Conditions et réglementation du travail dans les chemins de fer. Code du travail des agents de chemin de fer. Recneil annoté des lois, décrets et reglements concernant les conditions et la réglamentation du travail, 1'hy- siéne, la sécurité etla retraite des ouvriers et employés de chemin de fer, par L. MEUNIER, contróleur du travail des agents des chemins de fer. Un volume de 185 pages in-8%. Ch. Béranger, éditeur. Paris et Liege, 1911. Este manual tiene por objeto reunir las leyes i reglamentos vijentes relativos a los empleados de ferrocarriles franceses, clasificados de acuerdo con el método adoptado por la comisión de codificación de leyes obreras. Es una recopilación interesante que conviene consultar por lo que pudieran aprovechar nuestras administraciones ferrocarrileras. S. E. BARABINO. Les machines de briqueterie. Leur construction, leur emploi et leurs résul- tats pratiques, par RICHARD PANTZER et RICHARD GALKE, directeur et ingé- nieur en chef des ateliers de construction de machines de briqueterie. Traduit de lYallemand par L. Descroix, ingénieur, ancien éleye de 1”École polytechni- que. Un volume in-8% de vi-354 pages, avec 125 dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 10 franes. Existiendo buenas publicaciones relativas a la cerámica aplicada a las cons- trucciones, los autores se han especializado con lo que atañe a las necesidades de la práctica, vale decir, con lo referente a la maquinaria para hacer ladrillos, no sólo del punto de vista mecánico sino que también económico, para que sirva de guía a los fabricantes de estas cerámicas, para estudiar, proyectar, instalar 1 esplotar racionalmente un plantel de esta especie. He aquí los importantes temas tratados : I, Arcilla, su estracción, propiedades i empleo ; II, Moldeadora; III, Elección de las máquinas, consejos sobre su ma- nejo ; IV, Bases para establecer un proyecto de ladrillería; V, Moldeo mecánico de los ladrillos; VI, Máquinas ladrilleras; VII, Aparatos de transporte; VIII, Aparatos automáticos de alimentación; IX, Despedregadoras; X, Trituradoras mezcladoras; X1, Mojadoras mezcladoras; XII, Granuladoras; XIII, Trituradoras cilíndricas; XIV, Cortadoras de arcilla; XV, Propulsores de hélice; XVI, Má- quinas para ladrillos; XVII, Aparatos cortadores; XVIII, Ídem recortadores; XIX, Hileras; XX, Trasportadores; XXI, Lavadores de arcilla; XXII, Mezclador central; XXII!, Estructura de los ladrillos; XXIV, Prácticas de las máquinas ladrilleras, resultados; XXV, Secamiento i cocción de los productos cerámicos; XXVI, Medios de evitar los accidentes i presericiones relativas. A la bondad de la obra, hai que agregar, no sólo la buena impresión, sino que también las hermosas ilustraciones que la exornan. S. E. BARABINO. Cours de mécanique, rédigé conformement aux nouveaux programmes des écoles nationales d'arts et métiers, par L. GUILLOT, professeur de mécanique a VÉcole nationale d'arts et metiers et á 1École régionale de Beaux-arts. Tome deuxiéme : mécanique spéciale des fluides, hydraulique, thermodinamique 282 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA air comprimé. Un volume de 350 pages grand in-8%, avec 202 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 10 francs. Nos ocupamos ya de esta obra del profesor Guillot, al dar cuenta de la apari- ción del primer tomo de la misma. Es un curso de mecánica especialmente industrial, práctica, redactado de acuer- do con los nuevos programas oficiales franceses de 1910. Nada tenemos que modificar en nuestra opinión ralativa a esta obra que espre- samos oportunamente en los Anales, pues este segundo tomo teóricamente no desmerece del primero, pero prácticamente adolece del mismo defecto de falta de suficientes aplicaciones numéricas. Nos concretaremos, pues, a dar los temas tratados : I, Hidrostática e hidrodinámica; TU, Hidráulica (orificios, vertedores, adicionales, tubos, canales); IL, Máquinas hidráulicas (motores, ruedas, turbinas de diversos tipos, bombas de émboio i rotativas, ariete, centrífugas, ventiladores, aparatos hidráulicos, nociones de termodinámica, aire comprimido, compresores, conduc- ciones de aire, receptores. S. E. BARABINO. Force motrice d'atelier, guide pratique pour le choix et l'instalation de la force motrice dans les ateliers, par E. ALLAIN-LAUNAY. Un volume de 160 pages avec figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. París, 1911. Prix bro- ché, 4 franes. Numerosas son las estaciones centrales de gran poder que proveen de corriente elétrica a la industria privada i las mismas empresas de alumbrado eléctrico i a gas también han estendido su servicio a las oficinas o talleres particulares. Es, pues, un hecho real que el empleo de fuerza motriz ya estendiéndose de las gran- des oficinas a los pequeños talleres. El señor Allain-Launay se ha propuesto con su libro poner a los industriales en condiciones de poder elejir conscientemente la fuerza motriz que pueden utilizar, con la mayor economía posible. Con este objeto trata de los gastos de primera instalación i de los de esplota- ción, agregando una serie de consideraciones pertinentes de real utilidad; luego se ocupa de los motores eléctricos i de la tarificación de la enerjía eléctrica. Como anexo de las instrucciones jenerales para la provisión i recepción de las máquinas 1 trasformadores eléctricos del sindicato de las oficinas eléctricas i el decreto reglamentario de los mecanismos de vapor. Numerosos cuadros hacen más aprovechables las indicaciones de la obra. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL A. HERMANN ET FILS. Traité complet d'analyse chimique appliquee aux essais industrielles, par J. Post, professeur honoraire a 1"Université de Goettingue et B. NEUMANN professeur a la Technique Hochschule de Darmstadt, avec la collaboration de divers chimistes et spécialistes. Deuxiéeme édition francaise, entierement réfondue, traduit d'apres la 3"e édition allemande et augmentée de nombreuses addi- tions, par G. Chenu, ingénieur E. P. C., et M. Pellet, ingénieur I. N. A., li- cenciés es-sciences. Tome 1, 4*%* fascicule. 1 volume de 491 pages, grand in-8%, avec 210 figures dans le texte et 36 planches hors texte comprenant 101 BIBLIOGRAFÍA 283 photographies. A. Hermann et fils, éditeurs. Paris, 1911. Prix broché, 18 frances. Siendo este volumen continuación de la misma obra de la cual mos hemos ocu- pado en estas mismas columnas, sólo tenemos que ratificarnos aquí en lo que ma- nifestamos entonces sobre el mérito escepcional de este trabajo. Nos concretare- mos, pues, a dar los títulos de los capítulos que la constituyen : X, Sales metálicas; XI, Metalografía microscópica; XII, Acidos inorgánicos; XIII, Sosa; XIV, Sales de potasa; XV, Potasa 1 salitre; XVI, Bromo; XVI, Cloro i cloruro de cal; XVIII, Sulfuro de sodio, hiposulfito de sodio, Alúmina i sulfato de alúmina. Apéndice: Análisis espectral. Suplemento al tomo 1: Combus- tibles, gas, aceites minerales, grasas, hierro, fundición, aceros. S. E. BARABINO. Contribution a l'histoire de la chimie, a propos du libre de M. Ladenburg sur 1'histoire du développement de la chimie depuis Lavoisier, par A. COLSON, professeur a 1”École polytechnique. 1 volume de 130 pages, grand in-82 A. Hermann et fils, éditeurs. Paris, 1910. Prix broché, 3 frances. El autor reconoce los grandes méritos científicos del profesor Ladenburg que le capacitan para historiar dignamente a la ciencia química; pero, con todo, hace notar que su obra ha sido vivamente criticada, pues no ha guardado en toda ella la serena imparcialidad de los primeros capítulos. Hai preconcebida preferencia por las obras alemanas, lo que sin duda depende de conocer, como es lójico, mayormente las de s1 connacionales que no las de los profesores es- tranjeros. El autor trata de salvar estos defectos de la obra de Ladenburg, por lo menos por lo que a Francia corresponde. El trabajo del profesor Colson es pequeño de mole, pero substancial, lo que a mi juicio es un mérito. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL GAUTHIER-VILLARS. Précis de télégraphie sans fils. Complément de l*ouvrage. Les oscillation elec- tromagnétiques et la télégraphie sans fils, par le docteur J. ZENNECK, professeur de physique a "École technique supérieure de Brunswick. Ouvrage traduit de Vallemand par P. Blanchin, G. Guerard et E. Picot, officiers de marine. Un volume in-8% (25 X 16) de x-385 pages, avec 333 figures dans le texte. Gau- thier-Villars, éditeurs. Paris, 1911. Prix broché, 12 frances. Como lo observan los traductores i como resulta del mismo título de la obra, los lectores deben previamente proveerse de la otra obra indicada del mismo au- tor, pues ésta es un desarrollo de aquella puesta al día (1% enero 1911). Dicha obra ha sido traducida al francés 1 editada también por la casa Gauthier-Villars. Los capítulos desarrollados en ésta son : I, Las oscilaciones propias de los circuitos con condensador; II, Oscilaciones abiertas; IM, Circuito de corriente alterna de alta frecuencia; IV Sistemas aco- plados ; V, Curvas de resonancia; VI, La entena; VII, Emisor para oscilaciones amortiguadas ; VII, Emisor para escitación por impulsión i por oscilaciones no 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA amortiguadas; IX, Propagación de las ondas a lo largo de la superficie de la tierra; X, Los detentores de ondas; XI, Receptor; XII, Telegrafía dirijida. Con- clusión : Evolución de la telegrafía sin hilos en 1906, 1907 i 1908. S. E. BARABINO. Chemins de fer funiculaires. transports aériens par A. Levy LAMBERT, ingénieur, chef des services de l'éclairage et du chautfage du chemin de fer du nord. Deuxiéme édition, reyvue et augmentée. Un volume de 530 pages, in-80 grand, avec 213 figures dans le texte. Gauthier-Villar, éditeur. Paris, 1911. No se trata de un libro nuevo, pero que lo es si se tiene en cuenta los enormes progresos hechos por este sistema de trasporte, en virtud del asombroso adelanto realizado por los mecanismos para la tracción eléctrica, sistemas de refrena- mienio, etc., que han dado un gran desarrollo a las aplicaciones funiculares. El autor después de historiar i clasificar los diversos sistemas funiculares, trata los siguientes temas : I, Funiculares de movimiento alterno, accionadas por máquinas fijas (principios, teoría, descrición de planos inclinados diversos, vía, poleas, cremallera, cables, motores, material rodante, costo de primer plantel, esplotación); IL, Funiculares de contrapeso de agua (principios, teoría, descrición de varios tipos, vía, crema- llera, mecanismos, material rodante, gastos de primer plantel, esplotación); III, Funiculares de cable sin fin (principios, historia, jeneralidades, descrición de va- rios tipos, vía, cables, motores, gastos de primer establecimiento, esplotación); 1V, Cables trasportadores aéreos (principio, historia, diversos tipos, detalles de construcción, gastos de instalación, esplotación, jeneralidades). Completan la obra ocho anexos : 1, Cuadro comparativo de los diversos siste- mas. 2, Peso i dimensiones de los alambres i aceros, diámetros de los cables en función del de los alambres. 3, Peso por metro lineal de cable helicoidal, com- puesto de seis ramales i seis hilos con alma de cáñamo, etc, etc. Una abundante bibliografía pone al interesado en condiciones de intensificar sus conocimientos al respecto. Este volumen forma parte de la reputada Encyclopédie des travaux publics, fun- dada por M. C. Lechalas, inspector jeneral de puentes i caminos de Francia, la que, como se sabe, ha sido premiada con medalla de oro en la esposición universal de 1889. S. E. BARABINO. Recherche pratique et exploitation des mines d'or par GEORGES PROUST, ingénieur civil. Un volume in 16 (19 X 12) de 1v-112 pages, avec 14 figures dans le texte. Gauthier-Villars, éditeurs. Paris, 1911. Prix broché, 2,75 frances. El autor da las nociones jeolójicas necesarias para la investigación del mine- ral, pasa en revista el cateo, el herramental, la esplotación i el tratamiento del oro; a lo que agrega un pequeño diccionario jeolójico. He aquí la lista de temas tratados : Elementos de mineralojía, rocas, rocas eruptivas, yacimientos, el oro, cateo, estudio, ensayos, copelación, herramental, esplotación, tratamiento. S. E. BARABINO. ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO SEPTUAGÉSIMOPRIMERO Présentation de documents concernant la faune entomologique armoricaine, par CAEIOQUEBER Ta A ed aia aa Et aora e AA A ES 5 Estudio jeológico de nuestro continente, por el teniente coronel ANTONIO A. Ro- MR O a ola lol leia Aedo 21 AO pciónde un dioM AM O a 25 Determinación de la intensidad de coloración de los pimentones, por el doctor 1 AMO MUI oodo oa naaa aan ode aaa ao AO doo os ee 32 Théorie des foyers dans les sections coniques, par l'ingénieur F. PErNOtT....... 49 La economía en los proyectos de construcciones de cemento armado, por el in- REMO PARACE CAINE IS O 64 L'industrie sidérurgique et les grands moteurs á gaz, par le professeur L. Mar- CES AS Oe OOOO rapido E AO Dra ste iO aia Sato E BN a 97 Algunas consideraciones sobre las relaciones entre las leyes de Guest y Hook, porel enero RAE CEN UNA o li 126 Menmoraranua lO CO A iodo AA 145 La ¡jeneración espontánea, su evolución i estado actual, por el doctor H. Da- DUNOVIltledooo0 ola pao o ooo ono ovio ao alo ao OOO cala dae a 153 Nuevo método de la destrucción de la materia orgánica, por el doctor J. MaGNIN. 231 Memoria sobre una comisión en el Observatorio de La Plata, por Rosauro CA a O Ad a SS Y 241 La latitud de la colonia Alvear, por el injeniero JosÉ S. CORTIL............... 247 VARIEDADES Congrés international des applications électriques, Turin, 19l.......oo......... 35 Unión internacional hispano-americana de bibliografía y tecnología científicas, por Se Ji ido'copoessosoadedodenodoseyrragaba dao aloe ble ao pao oa. PEN 85 Bdreple español Mores QUE oi 140 BIBLIOGRAFÍA POR EL INJENIERO S. E. BARABINO Géologie nouvelle, par lVingénieur Henri Lecnique ....oooooorooorrrrorror 41 La photographie des couleurs, par Victor CLOMIE A roo des aho AU OLLE Aa 42 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lejislación minera carbonífera, por J. del C. Fuenzalida Grandón i Eduardo iS ocu A ui6 o ao eo boa aa pol Dacia Er aciloaiaco Dibib bno Dido Astrónomos alemanes en Chile, por el doctor F. W. Ristenpartb.........oooo.o... La lei de regadío de la República Arjentina, por el injeniero S. Marín Vicuña... Calendario astronómico (para la parte austral de la América del Sud), por el doc- PONIA ae rio colo a ER Noticia dos estudos e obras contra os effeitos da secca, por A. O. dos Santos Pires . Manual de química moderna, por el padre E. Vitoria.....oooooooccooronroo o... La géologie et les richesses minérales de 1 Asie, par Vingénieur L. de Launay... Traité de chimie organique, par R. AMmsChUtZ.........ooooooooooooanaa Poussée des terres (2me partie), par l'ingénieur Jean Resal.....oooomoomoomoooo... Traité de topographie, por A. PelletaD......oo.oooooocroorrrrrrrrr rr Lecons sur Uexploitation des mines, par F. Heise et F. Herbst.......ooommo.oo.... L'année électrique, etc., par le docteur Foveau de Courmelles .....oo...oo..... Étude théorique et pratique sur le transport et la manutention mécanique, etc., par G. von Hantistengelo.c..coooooo or Trattato teorico-pratico di costruzioni civili, rurali, stradali e idrauliche, per V'in- fauaro (04 Ibi. Suso daros o uoo osos oo ps Po OS ea desa Sos ds o o9oo09 000: Manuale di livelazione pratica; di Mano Vegli0.......o.oooooororrrrcr Traité de chimie générale, por W. Nernst......o.oooococnoooaero ro Prácticas administrativas, por el doctor M. M. Zorrilla......o.ocooocooocmoooo...- La frontera arjentino-brasileña, por Z. Sánchez.....ooocoocoocncccorcrer rs Mécanique sociale, par Spiru C. Haret (N. Besio Moreno). ..oooococcccrooo oo... Geometria e trigonometria spherica, por Rodolfo GuUIMATA6S...oooooooocoomo.... Proyecciones estereográficas de la bóveda sideral, por J. F. Alia...oooooooooo... Lastarria i su tiempo, por A. Fuenzalida Grandón ..... ale MIST cial bibro diolaio Anales del museo nacional de Buenos Aires, serie III, tomo MT............... Esplotación del petróleo de Comodoro Rivadavia, por los injenieros Luis A. Huergo ER Eler mite Buenos Ame E AS TO ERE Museo social de Buenos Aires, por el injeniero Tomás Amade0....oooooooooo... La irrigación en la Arjentina, por el injeniero F. A. SoldaD0....ooocoorooo o... Chloris platensis argentina, por el doctor Cristóbal M. Hicken ....oooooooommo... L'áge des formations sédimentaires tertiaires de l' Argentine en relation de Can- tiquité de l' homme, por el doctor Florentino AmeghiN0.....ocooocrororrorosos La antigiiedad del hombre en la República Arjentina, por el doctor Florentino AMeBaMOA La calotte du diprothomo d'apres VForientation frontoglabellaire, por el doctor Florentino AMeghiDo.... co... L'áge des formations sédimentaires de Argentine en relation avec 'antiguité de Uhomme, por el doctor Florentino AmeghiD0....oooooooooorrorrrarrr rr Observations au sujet des notes du docteuwr Mochi sur la paléoanthropologie argen- tine, por el doctor F. Ameghil0....oooocoocorrorrorrrr rre Las escorias i tierras cocidas de las formaciones sedimentarias neojenas de la Re- pública Arjentina, por el teniente Coronel APA MROM O NOS ON Los tiempos prehistóricos i protohistóricos en la provincia de Córdoba, por el pro- co 10 18 Owuos bovosoroooponsadareao sono OoOPoOO Lor do0roo Rs aopoa coso Los aboríjenes en la República Arjentina, por los profesores Félix F. Outes SS Oralos IDO o roso ono boo oooO uy OOOO A oa opa as cos aoooao bes: Algunos datos para el estudio de la tenería i su práctica en la República Arjen- tina, por el doctor Rom as JAR UI dld a ado a reolta Sd OR a IE Política portuaria de la República Arjentina, por el injeniero Arturo Castaño. . Glucósidos jeneradores de ácido ciamhídrico, por el injeniero Alejandro Botto.... El estudio de la contabilidad, por el profesor A. Cassagne SelTes....oooooooo.o.. 263 264 264 264 18) Dd Ql ÍNDICE Reglamento italiano de edilidad en rejiones seísmicas, publicado por el gobierno de la provincia de San Juan...... Varias monografías sobre siquiatría i criminolojía, por el doctor José e MC AA le Relación jeneral del funcionamiento del Congreso científico internacional ameri- COMO NUS os di Memoria deseritiva de la división bomberos, por el coronel J. M. Calaza........ Tratamiento quirúrjico de los quistes hidatídicos en jeneral ¿1 abdominales en par- ticular, por el doctor Armando Giusti Sommations par une formule d' Euler, por el injeniero E. Legrand............. La instrucción pública primaria en la República Oriental del Uruguai... ; Ciencias económicas 1 sociales. Vol. IX del 40 Congreso científico americano.... Flora de Chile, por el doctor C. Reiche........oo...o.. o... ..«.. : La défense contre l'ophidisme, por el doctor F. Brazil Código mnemotelegraphico con applicacio «a meteorología, por el injeniero No IDEN 1 dao ade oe o Addenda av codigo mnemotelegraphico, etc., por el injeniero N. Duarte Revista de Colombia, por el doctor M. Triana Manuel de Uingémieur. Société Hiitte... Conditions et réglamentatian du travail dans les chemins de fer, por L. Meunier. Les machines de briqueterie, por los injenieros R. Pantzer i R. Galke Cours de mécanique, por el profesor L. Guillot. Tomo 20 Force motrice d'atelier, por E. Allan-Launay. Contribution a l'histoire de la chimie, por el profesor A. Cols0M......o....o..... Traité complet d'analyse chimique appliquée aux essais industriels, por los pro- HE SOLES AOS ADN O O tell ARE Précis de télégraphie sans fils, por el doctor J. Zenneck Chemins de fer funiculaires, transports aériens, por A. Levy Lambert... Recherche pratique et exploitation des mines d'or, por Georges Proust >=o< 287 N Ny» X1X23A Aa 32 e ACA pl ps De E LA zonzález, Agustín. nzález, Castano R. Granero, Miguel. Gradin, Carlos. Gregorino, Juan. - Gegorini, Juan A. - Grieben, Arturo. po: Grianta, Luis. a Groizard, Alfonso. Guido, Miguel. - Guidi, José. Guglielmi, Cayetano M. —Guglialmelli, Luis €. Gutiérrez, Ricardo J. Guesalaga, Alejandro. 0 Hauman Merck, Lucien. Haffter, Rodrigo. Harrington, Daniel. Hermitte, Enrique. Herrera Vega, Rafael. Herrera Vega, Marcelino. Herrera, Nicolás M. Herrero, Ducloux E. 4 Henry, Julio. Hicken. Cristóbal M. Holmberg, Eduardo L. . Hoyo, Arturo. : Huergo, Luis A. (hijo) Huergo, Eduardo. Hughes, Miguel. Ibarra, Luis de. Iriarte, - uan. Iribarne, Pedro. - Isbert, Casimiro V. Issouribehere, Pedro J. Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo C. Iturbe, Miguel. Ivanissevich, Ludovico. Jatho, Alfredo. Jacobacci, Guido. Jonas, Godofredo L. Jonas, Justo B. Jurado, Ricardo. Ketzelman, Feda. Kock, Víctor. Krause, Otto. Krause, Julio. Us, Klein, Hermán. Kreusberg, Jorge. Bs JE — Labarthe, Julio. y e Lahille, Fernando. Langdon, Juan A. Landeira, Pedro Y. Laporte, Luis B. Lafone Quevedo, Samuel A. Larreguy, José. Larco, Esteban. _Larguía, Carlos. Lassalle, León. Lathan Urtubey, Augusto. ¡Latzina, Eduardo. Lavarello, Pedro. Lavergne, Agustín. Lea, Allan B. Lederer, Osvaldo. Leguizamón, Martín M. Lejeune, Luis M. Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de. | Lesage, Julio. Letiche, Enrique. Levylier, H. M. López, José M. López, Martín J. Longobardi, Ernesto. Lovigne, Pedro 6. Lugones, Lorenzo, Lugones, Arturo M.. Lucero, Octavio. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Lutscher, Andrés A. Madrid, Enrique de. Mégy, Luis A. Magnin, Jorge. Magliano, Augusto. Malbrán, Carlos. Maligne, Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Manzanarez, Enrique. Maradona, Santiago. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marotta, Pedro. Marino, Alfredo. Martínez Pita. Rodolfo. Marti, Ricardo. Massini, Estéban. Maupas, Ernesto. Mattos, Manuel E. de. Mazza, Aurelio F. Medina, José A. Meoli, Gabriel. Mecante, Victor. Mercáu, Agustín. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Molina y Vedia, Delfina. Molina y Vedia, Adolfo. Monge Muñoz, Arturo. Moeller, Eduardo. Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. Mom, Josué R. Morales, Carlos María. Morel, Camilo. Moreno, Francisco P. Moreno, Jorge. Moreno, Evaristo Y. Moreno, Josué F. Morón, Ventura. Mormes. Andrés. Morón, Teodor» F. Morteo, Carlos F. Morteo, Ignacio A. Mosconi, Enrique. Mugica, Adolfo. Munoz Gonzalez, Luis. Mussini, José A. Narbondo, Juan L. Nágera, Juan José. Navarro Viola, Jorge. Natale, Alfredo. Negri, César. Newton, Artemio R. Niebubr, Adolfo. Nielsen. Juan. Nystrómer, Carlos. Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. Noceti, Domingo. Nogués, Domingo. Nougues, Luis F. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. Nunez, Guillermo. "Ocampo, Jorge. Ochoa. Arturo. Olivera, Carlos E. Oliveri. Alfredo. Orcoyen, Francisco. Orús, José M. Orús, Antonio (hijo). Otanelli, Atilio. Ortúzar, Alejandro de. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otamendi, Belisario. Outes, Felix F. Padilla, José. Padilla, Isaías. Paganini, Carlos. Paita, Pedro J. Palacio, Emilio. Palet, Luciano. Panelo, Esteban. Palmarini, Armando. Paoli, Humberto. Parodi, Edmundo. Pascali, Justo. Pasman, Raúl! 6. Pastore, Franco. Paquet, Carlos. Parckinson, Pedro P. Pascual, José L. Pattín, Enrique. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelosi, Elías. Pelleschi. Juan. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Ssnf ago. Piana, Juan: Piaggio, Antonio. Pingel, Juan. Piñero, Horacio 6. Pouyssegur, Hipólito B. Pisani, Mario. Podestá, Santiago. Pol, Víctor de. Ponte, Federico. Popolizio, Fernando. Porro de Somenzi, F. Posadas, Carlos. Puente, Guillermo A. Pueyrredón, Carlos A Puiggari, Pío. Puiggafi, Miguel M. Prins, Arturo. Quiroga, Atanasio. Rabinovich, Delfín. Raffo, Jacinto T. Ramos Mejía, Ildefonso P. Ranzenhoffer, Oscar. Recagorri, Pedro $. Rebuelto, Emilio. Rebuelto, Antonio. Retes, Antonio. Repetto, Agustín N. Repetto, Roberto. Repossini, José. Reynoso, Higinio. Riccheri, Pablo. Rivara, Juan. Rodriguez Etchart, Carlos. Roffo, Juan. Rojas, Estéban €. Rojas, Félix. Romero, Julián. Romero, Antonio. Rossel Soler, Pedro A. Rospide, Juan. Rouge, Marcos. Rouquette, Augusto. Rouquette, Augusto (hijo). Rubio, José M. Rua, José M. de la. Rumi, Tomás J, Rus, Pablo. Sabatini, Angel. Sáenz Valiente, Edmundo. Sáenz Valiente, Anselmo. Sagastume, José M. Sánchez Díaz, Abel. Sánchez, Juan A. Sánchez, Zacarías. Sanglas, Rodolfo. Sanromán, Iberio. Santángelo, Rodolfo. Santillán, Carlos R. Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. Segovia, Vicente. Sarmiento, Nicanor. Saralegui, Luis. Sarhy, José $. Sarhy, Juan EF. Saubidet, Alberto. Scala, Augusto. Schaefer, Guillermo F. Schneidewind, Alberto. Seguí, Francisco. Seitun, Emilio. : Seeber, Raúl E. Selva, Domingo. Sella, Federico. Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Severini, D. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. Simonazzi, Guillermo. Sires, Marcelo C. Sirí, Juan M. Sisson, Enrique D. Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Soldati, José. Sordelli, Alfredo. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio. Spinedi, Hermenegildo F. . Storni, Segundo. : SOCIOS ACTIVOS (Conmtinaiceida' Tallibart, Benji. ; | Tamini Crannuel, L. A. Taiana. Alberto. Taiana, Hugo. Tarelli, Carlos A.. | Tejada Sorzano, Carlos. | Tello, Eugenio. Tieghi, Segundo. Thedy, Héctor. AS Tobal, Miguel A. Toepecke, Ernesto. - Toledo, Enrique A. de. Terragini, Augusto. Torres Armengol, M. Torres, Luis M. Torre, Bertucci Pedro. Torrado, Samuel Turner Piedra Buena, Geró- nimo. Trovati, Francisco. Traverso, Nicolás: Ugarte, Trifón.. Uriarte Castro, Alfredo. Uriburu, Arenales. Uriburu, David. Vallebella, Colón B. Vaccario, Pedro. Vilar, Juan. Valenzuela, Moisés. Valentini, Argentino. - Valerga, Orente A. | Valiente Noailles, Luis Valle, Pastor del Varela, Rufino (hijo). Vassalli, Miguel E, Velasco, Salvador. Veyga, Francisco de. Vignau, Pedro T. Vidal, Antonio. Videla, Baldomero. Villanova Sanz, Florencio. Virasoro, Valentín. Vivot, Eduardo. Volpatti, Eduardo. Wauters, Carlos. Williams, Adolfo. Wernicke, Roberto. Wernicke, Raúl. White, Guillermo. White, Guillermo J. Zakrzewski, Bernardo. Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zappi, Enrique Y. Zavalla Carbó, José M. Zuberbúbler, Carlos E. Ya 5 LANG MEA ISTAR NIAN INSTITUTION LIBRARIES 88 01357 276