IRUMMAMD EII o Liar fito E de e af Y10 tl A ye a e. IS 7 a Edvard. Starntords, 6. Churing Cross eS AA MU Aoc IA AOS PAIN EIN a Nal ¡YN NUDE DE CHILE PUBLÍCASE MENSUALMENTE EL 30 DE CADA MES, DICIEMBRE. SANTIAGO DE CHILE, 2) IMPRENTA CHILENA, CALLE DE SANCARLOS, os ENERO 30 DE 1854. A AS A dt 8 NADA pa El domingo 11 de diciembre fué celebrada la funcion aniversaria de la Universi. dad. Asistieron a ella el Exmo. señor Patrono, los señores Ministros del Interior i Relaciones esteriores, de Justicia e Instruccion pública 1 de Hacienda, muchos miem- bros universitarios i algunas otras personas. Se dió principio por la lectura de la si- guiente momoria, presentada por el Secretario jeneral interino, EXMO. SEÑOR PATRONO. Señores: o Encargado recientemente de Ja secretaria jeneral de esta ¡lustre corporacion, i te- niendo necesidad de atender a los diversos asuntos anejos a tal destino, no me es dado trazaros un cuadro completo i prolijo de los trabajos a que ella se ha dedicado en el año que va a espirar. No he tenido el tiempo ni la quietud suficientes para me- ditar con detencion las reformas emprendidas, i los demas negocios que son de la incumbencia de la Universidad. Asi, no haré otra cosa que presentarosjuna reseña rá» pida ¡ suscinta de las materias que debe abrazar esta memoria, implorando primera- mente vuestra indu)ljencia. Comenzaré dándoos cuenta del movimiento que se ha efectuado en el personal de la Universidad i de sus brazos ausiliares. La reciente renuncia del señor don Salvador Sanfuentes, que con tanto acierto 1 por tan largo tiempo habia ejercido el cargo de Secretario jeneral, ha sido una pér- dida que el Consejo universitario ha deplorado mui sincéramente. La notoria laborio sidad, sólidos conocimientos i acrisolada honradez de aquel funcionario, le han gran- jeado un verdadero titulo a la gratitud de la Universidad i de la juventud dedicada al estudio. Su separacion es, pues, justamente sentida, i el Consejo se complace en darle por mi conducto este público testimonio de simpáticos recuerdos, Oportunamente procedió la Universidad a formar la terna necesaria para la elec- cion de Rector. Figuró en primer lugar el sabio que ha estado a la cabeza de la .cor- poracion desde que fué fundada; en 2,” el señor don José Hipólito Salas, i en 3.0 el señor don Francisco de B, Solar, La elcccion recayó en el primero. yl —466— Todas las Facultades han formado tambien la respectiva terga para ses decanatos, 1 los nombramientos del Supremo Gobierno han designado a las mismas personas que antes obtenian aquellos destinos. Solo en la Facultad de Ciencias sagradas se hizo una escepcion, elijiéndose al señor don José Manuel Orrego en reemplazo del señor Salas, a quien otras graves atenciones habian obligado de antemano a separarse de su Cargo. La Universidad ha tenido que deplorar en este año la muerte de murhos mieni- bros suyos, entre los cuáles se cuentan algunos mutí notables; pero tambien han sido clejidos, ya por las Faculiades, ya por el Supremo Gobierno, algunos otros de cuya cooperacion podemos prometernos provecho. Algunos de estos últimos han verificado ya su incorporacion, il otros están todavía por hacerlo. Á este propósito debo hace- ros presente que aunque los decretos de 23 ¡27 de octubre de 1843 p evienen que Jas incorporaciones se hagan en claustro pleno, en li raayor parte de las que han te-. nido lugar este año no ha podido observarse tal requisito por las dificultades que pa= ra su cumplimiento se presentan. Ási es que apénas ha habido dos ineorporagiones en que se ha guardado. El Consejo ha fijado ya su atencion en este punto, 1 ha dis- culido si convendrá suprimir la solemnidad, estableciendo que las incorporaciones se hagan ante la Facultad respectiva; pero no ha llegado aun a adoptar un partido cierto, i se ha limitado a solicitar del Supremo Gobierno un privilejio especial para cada caso que se ha ido presentando. De este modo, tanto el Supremo Gobierno co- mo el Consejo lienen que contraer a menudo su atencion a estos asuntos, que en sí no son de grande interes positivo. Verdad es que la supresion de la solemnidad er las incorporaciones priva al cuerpo universitario de unos actos que por su misma pu- blicidad i gravedad le dan vida e importancia; pero sí no es posible observar seme- jante estatuto, seguramente vale mas abolirlo. Las Juntas provinciales i las Inspeceiones establecidas por el reglamento del Gon- sejo han tenido algunas alteraciones en su personal. En este caso se hallan las Jun. tas de Gopiapó, Valparaiso ¡ Concepcion, ¿la Inspeccion de: Curitó. En Araueo se ha instalado recientemente la Junta. La Universidad mantiene relaciones con algunos cuerpos cientiticos + personas dis> tinguidas, residentos en el estranjero, i me cumple daros nolicia del pie en que ellas se encuentran. : El acreditado Instituto Smilhsoniano. de Washington nos ha brindado su amistad, enviándonos un: presente de varias de las: publicaciones interesantes que se hacen en los Estados-Unidos, ise ha ofresido para obrar como: medio de comunicacion entre los cuerpos cientificos de Europa i América. Tambien ha mani> festado deseos de eonocer nuestro movimiento intelectual, i al efecto nos ha pedida una coleccion de todas las publicaciones que se hacen entre nosotros, i de cuanto sea de una naturaleza literaria o cientifica. La Universidad se ha apresurado a corres- ponder a esta invitacion, i mediante los ausilios del Supremo Gobierno, ha puesto: ya en camino para aquel instituto un cajon de cuantas obras interesantes ha podido reunir. Por medio de estos mutuos cambios lograremos tener datos del movimiento intelectual 1 material qne se obra en Estados Unidos, dar a conocer nuestra naciente literatura, estender el nombre de nuestra Universidad, i darla así solidez i esplen- dor. Igualmente se ha puesto en relacion eon nosotros la Olicina de Patentes, estable- cida en Washington. A mediados del presente año nos ha dirijido una comunicacion en que nos propone que entablemos cambios reciprocos i sucesivos de plantas, semi- llas, hortalizas, frutos i demas objetos análogos. La Universidad, no desconociendo las ventajas que puede el pais reportar de mantener este jénero de relaciones con un pueblo en que la agricultura prospera tan asombrosamente, ha accedido mui gustosa — Ab 7— a la peticion de la Oficina de Patentes, i en. consecuencia se ha dirijido al Director de la Quinta Normal de Agricultura, pidiéndole que prepare los objetos que deben servir para los indicados cambios. El jefe de aquel establecimiento se ha prestado muijenerosamente a los deseos de la Universidad, i ha prometido llenarlos con la mayor prontitud. El señor Gilliss, que tan gratos recuerdos ha dejado entre nosotros, continúa su «orrespondencia con el jefe de nuestra corporacion. No cesa este distinguido norte- americano de darnos pruebas del afecto que nos tiene, remitiendo para la Universi- dad 1 para varias personas cientificas de Chile multitud de útiles escritos publicados en su patria, i sujiriendonos noticias importantes para el progreso de las ciencias. Por indicación suya ha comprado el Supremo Gobierno un electro-cronógrafo de es- quisila construccion, que coniribuirá en gran manera al adelantaraiento de la astro- nomía, que está comenzando a cultivarse en nuestro suelo, Á sus instancias es tam- bien debido el viaje que por órden del Supremo Gobierno ha hecho al Perú el Direc- tor de nuestro Observatorio astronómico, a fin de observar desde un punto conve- niente el eclipse de sol que en estos dias hemos presenci«do. Chile ha tenido asi oca- sion de prestar a la ciencia este señalado servicio. El Director del Observatorio nacional de Washington ha entablado recientemente «comunicaciones con nuestra Universidad, convidándola a que coopere por su parte al establecimiento de un sistema universal de observaciones meteorolójicas que se proyecta. Nos ha remitido un curderno sobre esta materia i una coleccion de mapas «¿le vientos i corrientes. Nosotros hemos aceptado la invitacion, proponiéndonos coad. yuvar con nuestras luces al progreso de las ciencias naturales. La Real Universidad de Gristiania en Moruega ha remitido a la nuestra, en señal de consideracion, varios escritos académicos. Nosotros, en retorno, le hemos enviado una coleccion de nuestros Ánaies i la manifestacion de nuestras simpalias. No puedo dejar de mencionar aquí las buenas relaciones que nuestra Universidad mantiene con el señor Gónsul de Chile en Paris don José Marcó del Pont. Este je- neroso arjentino ha manifestado constantemente deseos de servirnos, 1 ha dado repe- tidas pruebas de que ellos son mui positivos i sinceros. Mediante su celo, esta cor. poracion se halla suscriba a los principales periódicos cientificos que se publican en Francia, i recibe con regularidad las remesas que de ellos se le hacen. De este modo hemos conseguido formar una buena coleccion de escritos interesantes, por cuyo me- dio los chilenos amantes de ¡a ciencia encontrarán páxulo para su noble avidez, ise pondrán al cabo del movimiento intelectual del mundo en la época presente. Para facilitar la consecución de este objeto, se ha establecido en la seccion univer- sitaria un gabinete de lectura, adonde podrán concurrir cuantas personas lo apelez- can. Al mismo tiempo se hin dictado algunas disposiciones provisionales, dirijidas evitar la pérdida de libros e impresos, i a arreglar la economia de la sala. No podreis, señores, dejar de conocer, por el suscinto cuadro que acabo de pre- sentaros, cuán importantes son las relaciones que mantiene nuestra Universidad, ¡ «cuánto se va estendiendo su nombre fuera de nuestra patria. Voi ahora a daros cuenta de la instruccion primaria, preparatoria i superior. Por lo que respecta a la primera, la medida mas notable que para fomentarla se ha tomado en este año, es la contenida en el supremo decreto de 12 de julio. Repú- cese a ofrecer un premio de mil pesos a la obra en que mejor se desenvuelvan los puntos siguientes: 1.?, influencia de la instruccion primaria, en las costumbres, en la moral pú blica, en laindustria ¡en el desarrollo dela prosperidad nacional: 2.9, organizacion que conviene darle, alendidas las circunstancias del pais; i 3.9, sistema que conviene adop- tar para procurarle rentas con que costearla. Como el mismo decreto encarga al Gon- sejo universitario que determine ia forma cn que deba adjudicarse el premio, este —468— h cuerpo deliberó oportonamente sobre el- particular, i acordó hacer la adjudicacion en la misma forma en que se hace la de los premios anuales de las Facultades. El acuerdo fué elevado al Supremo Gobierno, quien le dió su aprobacion. ¡Ojalá está benéfica medida logre estimular algunos talentos felices a prestar sus servicios en fa- vor de la educación de la parte mas numerosa i desvalida de nuestra sociedad! Otro paso importante que se ha dado en esta materia, es un proyecto de reglamen- to en que se designan las atribuciones de los visitadores de escuelas. Trabajólo la Fa= cultad de Humanidades; i pasado oportunamente al Consejo, fué aprobado con algu- nas lijeras modificaciones. En él se han fijado reglas a las cuales deben ajustar su conducta los visitadores i maestros en sus reciprocas relaciones; punto en que hasta aquí ha habido una vagucdad sumamente perjudicial a los fines que la lei se propuso en la institucion de las visitas. Los visitadores son revestidos por el Reglamento de ciertas facultades jurisdiccionales sobre los preceptores primarios, las que, siendo ejer= cidas con prudencia i discrecion, servirán a correjir inmediatamente abusos que de otro modo solo podrían recigir un remedio tardío. La aprobacion de este reglamento no ha sido aun dada por el Supremo Gobierno. El sopremo decreto de 2 de agosto de 1849, que instituye premios en favor de los preceptores primarios en cuyos establecimientos se atienda con mayor esmero a la educacion moral i relijiosa del pueblo, encarga al Consejo universitario que propon- ga al Supremo Gobierno, previos los informes convenientes, los individuos que se hayan hecho acreedores a esta distincion. En los años anteriores el Consejo no habia podido recojer informes sobre todos los precepiores de la República, siño solamente sobre los de la provincia de Santiago; lo que privaba a los demas de la opcion a un premio que ha sido creado para todos. Con el objeto de poner remedio a este mal, se acordó, a mediados del año de que doi cuenta, pedir a los Intendentes que reunie- sen cuantos datos les fuese posible sobre los méritos de los preceptores primarios de sus respectivas provincias, i que los trasmitiesen con oportunidad al Consejo para que se hiciese de ellos el uso conveniente. En consecuencia, se han recibido informes de varias provincias; pero es sensible que la llegada de muchos de ellos fuese tab, Lars día, que no se alcanzasen a tomar en consideracion al hacerse las propuestas al Su- premo Gobierno. Es de esperar, con todo, que para el año venidero la medida escoji= tada por cl Consejo será mas fecunda en sus resaltados. Acerca del estado en que actualmente se encuentran las escuelas primarias, casi nada hai de que poderos dar cuenta. A mediados del año que va á espirar, el Snpre- mo Gobierno dispuso que los datos que anteriormente debian remitirse al Consejo, relativos a la materia, se pasasen en lo sucesivo al Ministerio de instruccion pública, para que se utilizase de ellos la redaccion del Monitor. Tal medida parece que rele- va al Consejo de las obligaciones que ántes le incumbian a este respecto, lrasfirién- dolas a la persona que se halla a la cabeza de aquella publicacion. Por esta causa i por la inexactitud con que en la primera mitad del año se remitieron al Consejo los estados de las escuelas primarias, vo me es posible suministraros sobre ellas noticia alguna interesante. Las Juntas provinciales se han portado remisas en el cumplimien- to de las obligaciones que sobre el particular lesimponen los decretos vijentes; 1 aun- que el Consejo ha deseado vivamente establecer reglas que garanticen la puntual re- mision de los estados, hasta el presente no ha podido hacerlo por las dificultades que la materia presenta. El Supremo Gobierno mismo ha dictado en diversos tiempos medidas ordenadas a la consecución de este objeto, 1 es doloroso decir que todas ellas han sido enteramente ineficaces o poco fructuosas, En órden a la instruccion preparatoria de las carreras profesionales, tampoco es posible daros cuenta minuciosa de cómo ha marchado en todos los colejios de la Re- pública. Tan neglijentes se han portado las Juntas provinciales en la remision de los —409— estados correspondientes a los establecimientos de esta clase, como en la de los rela, tivos a las escuelas primarias, Así es que el Gonsejo carece absolutamente de los da- tos necesarios para juzgar del pié en que se halla la instruccion preparatoria en los colejios de fuera de la capital. Me limitaré, por tanto, a hablar de las mejoras ¡ re- formas que se han hecho o proyectado en el Iustituto nacional i algun otro estable- cimiento. En la instruccion preparatoria del curso de Humanidades no se ha hecho innova- cion alguna. Plantado en todas sus partes el plan de estudios que la arregló, se ha seguido en este particular una marcha constante 1 ajustada a los decretos vijentes. En el Seminario conciliar de esta diócesis, por obstaculos insuperables que lo han impedido, no se han instalado aun las clases de algunos de los ramos que abraza el plan de estudios decretado para el instituto nacional; circunstancia que ha obligado al Consejo a otorgar varias dispensas de exámenes que se le han pedido por aspiran- tes al bachillerato en Humanidades, que han hecho sus estudios en aquel estable= cimiento; pero como en él deben enseñarse todos los ramos que se enseñan en el Ins- tituto, es preciso que cuanto antes se instalen las clases que faltan. Gon este objeto el Consejo ha hecho saber al respectivo Rector que a los alumnos que principien sus cursos despues del año de 14854 se les exijirán rigurosamente todos los exáme- nes que el reglamento de grados requiere para el bachillerato en la espresada Fa- cultad. La instruccion preparatoria de la carrera de matemáticas no está sujeta a regla= mentos tan terminantes i precisos como la que se da a los alumnos del curso de hu- maanidades. El supremo decreto de 13 de marzo de 1843 ordenó que aquella instruc- cion durase cuatro años; mas no especificó qué ramos de matemáticas debian estu- diarse en ese tiempo. La costumbre, sin embargo, ha suplido lo que aquel decreto no hizo, i ha establecido que los cuatro años terminen por el estudio de la jeometría elemental i trigonometria rectilinea. El supremo decreto de 22 de noviembre de 1847, al mencionar los ramos de matemáticas que están escluidos de la instruccion univer- sitaria, enumera entre eilos la jeometria analitica hasta las secciones cónicas; con lo que se quiso hacer que este ramo perteneciese a la instruccion preparatoria, Mas no pudiendo ser enseñado en los cuatro años que designa "el decreto de 1843 sin perjui- cio de los demas ramos que deben estudiarse en el mismo tiempo, el Consejo, a in- dicacion de uno de sus miembros, determinó solicitar del Supremo Gobierno que el curso preparatorio de matemáticas dure en lo sucesivo cinco años, a fin de que pue- da darse cabida al estudio de la jeometria analitica hasta las secciones cónicas. Habíase notado de algun tiempo atras que en el curso de que voi hablando no se hallaba comprendido el estudio de la cosmografíaz por lo que muchos de los cursan- tes de matemáticas, llegaban a los ramos superiores sin conocer ni aun los circulos de la esfera. El Consejo, con la mira de poner oportuno remedio a este mal, solicitó del Supremo Gobierno que se estableciese una clase de Cosmografía para aquellos alumnos. La idea fué acojida, i la clase quedó plantada a mediados del año de que doi cuenta. El ya citado decreto de 13 de marzo ha dado márjen a una duda que se ha pro- puesto el Gonsejo, i elevádose al Supremo Gobierno para que la resuelva. Como, segun lo dejo insinuado, ese. decreto no especifica los ramos de matemáticas de que debe constar la instruccion preparatoria, i solo determina el tiempo que ella debe durar, parece que ho quiso dictar disposiciones jenerales para todos los alumnos que siguen este curso en los diversos colejios nacionales o particulares de la Repúb:ica, sino tan solo un simple reglamento para el Instituto nacional. Pero entendido el de» ereto de este modo, resulta que los alumnos que hacen sus cursos fuera de aquel €es- tablecimiento no están obligados a estudiar todos los ramos que en él se enseñan, por - —A70— manera que los alamnos del Instituto vendrian a ser, bajo cierlo aspecto, de peor condicion que los de otros colejios, los cuales podrian obtener con ménos trabajo los mismos grados i titulos. Para zanjar esta duda se ha consultado al Supremo Gobier - no si los ramos de que consta la instruccion preparatoria del Instituto obligan o nó a todos los jóvenes, cualquiera que sea el establecimiento en que hagan su curso. La resolucion de este negocio está todavia pendiente. Tambien han ocupado la atencion del Consejo dos reglamentos, el uno para el Instituto literario de Goncepcion, i el otro para el Liceo de Curicó. Ambos, despues de discutidos, han sido elevados al Supremo Gobierno, quien les ha prestado su apro- bacion. ó Pasando ahora a la instruccion superior, debo deciros que ella ha seguido en este” año la misma marcha regular que en el anterior. Dividido definitivamente el Instituto nacional en las dos secciones de instruccion preparatoria i profesional o cientifica, i puesta la ultima bajo la direccion inmediata de la Universidad, este cuerpo ha de- sempeñado las atribuciones que le designa el supremo decreto de 2 de noviembre de 1847, que es el reglamento del caso. Con motivo de esta separacion se han suscitado algunas dudas sobre las atribuciones del Delegado universitario; pero todas ellas han sido a su tiempo resueltas por la autoridad competente. La 'oposicion a la clase de patolojia i clínica interna, que tuvo lugar a mediados del año que corre, dió pié a discusiones que ocuparon varias veces la atencion del Consejo. Allanados todos los entorpecimientos, i verificada la oposicion, fué instalado el profesor que obtuvo la cátedra, En los estudios legales i médicos no se ha hecho variacion alguna. En los male- máticos, el Consejo, a indicacion del Decano respectivo, ha acordado una me- jora de importancia. Los jóvenes que se dedicaban a la carrera de agrimen- sor, eran obligados, para obtener este titulo, a asistir a scis operaciones topográficas practicadas por agrimensores recibidos. Esta manera de adquirir conocimien- tos prácticos en la profesion, es bastante defectuosa; porque el practicante no hace mas que ver ejecutar las operaciones, sin recibir esplicacion alguna so- bre los métodos que en ellas se emplean, ni sobre el modo de resolver los problemas que se presentan en el curso del trabajo. Con la mira de correjir este mal, se estable- ció a principios de esta año una clase de jeodesia para los jóvenes que habiendo con- cluido el estudio de los ramos prescritos para ser agrimensor, se hallaban en el caso de recibirse a la práctica de esta profesion. La enseñanza ha sido dirijida por el mis- mo Decano de Matemáticas, bajo cuya direccion los alumnos han levantado un plano topográfico, recibiendo las competentes esplicaciones. El Supremo Gobierno, a Soli- citud del Consejo, ha espedido, mo há mucho, un decreto ca que se dispo- ne que el año de práclica prescrito por los estatutos vijentes'para los jóvenes que se dedican a la carrera de agrimensor, pueda ser sustituido en lo sucesivo por el estu- dio de la jeodesia, siempre que el aspirante acredite haber sido aprobado en el exá- men de este ramo, i presente el plano de algun fundo, trabajado bajo la inspeccion i direccion del respectivo profesor. En materia de instruccion superior, el trabajo mas importante de la Universidad es el nuevo plan de estudios que ha acordado i elevado al Supremo Gobierno. En él se han determinado los ramos que deben aprender los que se dediquen a las distin- tas carreras profesionales conocidas entre nosotros, i al mismo tiempo se ha arregla- do el órden en que debe hacerse el aprendizaje. Toda la parte del plan relativa a los estudios médicos, matemáticos i fisicos, habia sido trabajada el año anterior por las Facultades respectivas; i en el presente el Consejo ha empleado varias sesiones en la organizacion de los estudios legales i en la revision de los demas. Al fin hr conse- guido dar a la obra la última mano. En este plan de estudios se ha procurado que la Facultad de Humanidades Lenga en lo sucesivo algunos ramos de enseñanza en la seccion universitaria, creando para los alumnos de derecho público e internacional i de economía política una clase su- perior de filosofia 1 otra de literatura. De estos dos ramos solo se dará un curso elemental a los alumuos de la instruccion preparatoria, i asi se les dejará'mas tiempo que dedicar al imporiante estudio de las lenguas i a los demas de que aquella instrue- cion se compone. Por lo que respecta a los estudios legales, no se ha agregado ningun nuevo ramo a los que actualmente se enseñan; pero se ha cuidado de organizarlos de modo que todos los años haya cursos abiertos para los alumnos que pasen de la seccion prepa- ratoria a la superior, Para conseguir este objeto, el proyecto crea dos cátedras de derecho romano concordado con el patrio, las cuales deben funcionar al mismo tiempo i durar dos años. Con este arbitrio se consigue otra ventaja mas, cual es aumentar el número de profesores de la Facultad de Leyes, que son las personas de que mas necesita para los trabajos anejos a la enseñanza. e En la organizacion de los estudios médicos, lo que el Consejo se ha propuesto ha sido, en primer lugar, dar mas desarrollo al estudio de las ciencias naturales, que sirven de base al de las médicas; en segundo, darlo igualmente a ciertos estudios de la medicina misma, que por su importancia lo exijen asi, distribuyéndolos entre mayor número de profesores, con la agregacion de uno o los tres que hai en la actua- lidad; í en tercero, facilitar a mayor número de jóvenes la dedicacion a esta útil carrera, haciendo por ahora principiar los cursos de ella siquiera cada dos años. El Consejo cree haber llenado estos fines en el proyecto de que hablo. Pero donde ha habido mas que organizar, esen los estudios concernientes a la Fa- cultad de Ciencias malemáticas i fisicas, respecto de los cuales es mui poco lo que hai determinado por los decretos vijentes. Al cultivo de estas ciencias está vinculada la prosperidad material de nuestra patria, i era preciso prestarles una séria atencion, i darles todo el ensanche posible. Asi es que el proyecto, despues de clasificar las di- versas carreras que pueden abrazar los alumnos de esta seccion universitaria, deter- mina para cada una de ellas los ramos que deben constituirla, procurando formar profesores intelijentes i profundos. Estas carreras son las de injeniero ¡jeógrafo, Injeniero civil, injeniero de minas, ensayador ¡jeneral i arquitecto. Si la juventud estudiosa corresponde, como es de esperarlo, a las miras que han animado a la Fa- eultad de Matemáticas i al Consejo al formar esta parte del proyecto, es indudable que al cabo de poco tiempo tendremos hombres bien capaces de prestar provechosos servicios al pais en todos los ramos que aquellas carreras abrazan. Esle proyecto pende en la actualidad ante el Supremo Gobierno, i es de esperar que mui breve le dé su aprobacion, sea conservando todas las disposiciones que contiene, sea modificándolo en algunas de sus partes; i en lal caso puede comenzar a plantarse para el próximo año escolar. ó Una de las atribuciones del cuerpo universitario es surtir a la enseñanza de bue- nos testos, i examinar los libros que se le presenten como adecuados a este fin. En el año de que doi cuenta, la Universidad ha examinado varias obras de esta clase. Se le han presentado tres testos de aritmética elemental, trabajados por jóvenes eslu- diosos ; cinco de historia, uno de ellos trabajado por un alumno del Instituto nacio- nal, i los restantes escritos en frances por Victor Boreau, de los cuales se está haciendo traduccion; un testo de cosmografía, mejorado i adicionado por su autor. Todos ellos han sido examinados por la Universidad, ia excepcion de dos, han sido aproba- dos para la enseñanza. Tambien se han presentado un testo de fisiolojía e hijiene, trabajado por un profesor de la Facultad de Medicina, i otro de derecho canónico, que es un compendio de la conocida obra del señor Donoso. Estos dos leslos se están 0 manera que los alamnos del Instituto vendrian a ser, bajo cierto aspecto, de peor condicion que los de otros colejios, los cuales podrian obtener con ménos trabajo los mismos grados i titulos. Para zanjar esta duda se ha consultado al Supremo Gobier- no si los ramos de que consta la instruccion preparatoria del Instituto obligan o nó a todos los jóvenes, cualquiera que sea el establecimiento en que hagan su curso. La resolucion de este negocio está todavia pendiente. Tambien han ocupado la atencion del Consejo «dos reglamentos, el uno para el Instituto literario de Concepcion, i el otro para el Liceo de Curicó. Ambos, despues de discutidos, han sido elevados al Supremo Gobierno, quien les ha prestado su apro- bacion. ¡ Pasando ahora a la instruccion superior, debo deciros que clla ha seguido en este” año la misma marcha regular que en el anterior. Dividido definitivamente el Instituto nacional en las dos secciones de instruccion preparatoria i profesional o cientifica, i puesta la ultima bajo la direccion inmediata de la Universidad, este cuerpo ha de- sempeñado las atribuciones que le designa el supremo decreto de 2 de noviembre de 1847, que es el reglamento del caso. Con motivo de esta separacion se han suscitado algunas dudas sobre las atribuciones del Delegado universitario; pero todas ellas han sido a su tiempo resueltas por la autoridad competente. La oposicion a la clase de patolojia i clínica interna, que tuvo lugar a mediados del año que corre, dió pié a discusiones que ocuparon varias veces la atencion del Consejo. Allanados todos los entorpecimientos, i verificada la oposicion, fué instalado el profesor que obtuvo la cáledra. En los estudios legales i médicos no se ha hecho variacion alguna. En los mate- málicos, el Consejo, a indicacion del Decano respectivo, ha acordado una me- jora de importancia. Los jóvenes que se dedicaban a la carrera de agrimen- sor, eran obligados, para obtener este titulo, a asistir a seis operaciones topográficas practicadas por agrimensores recibidos. Esta manera de adquirir conocimien- tos prácticos en la profesion, es bastante defectuosa; porque el practicante no hace mas que ver ejecutar las operaciones, sin recibir esplicacion alguna So- bre los métodos que en ellas se emplean, ni sobre el modo de resolver los problemas que se presentan en el curso del trabajo. Con la mira de correjir este mal, se estable- ció a principios de esta año una clase de jeodesia para los jóvenes que habiendo con- cluido el estudio de los ramos prescritos para ser agrimensor, se hallaban en el caso de recibirse a la práctica de esta profesion. La enseñanza ha sido dirijida por el mis- mo Decano de Matemáticas, bajo cuya direccion los alumnos han levantado un plano topográfico, recibiendo las competentes esplicaciones. El Supremo Gobierno, a Soli- citud del Consejo, ha espedido, mo há mucho, un decreto en que se dispo- ne que el año de práclica prescrito por los estatutos vijentes'para los jóvenes que se dedican a la carrera de agrimensor, pueda ser sustituido en lo sucesivo por el estu- dio de la jeodesia, siempre que el aspirante acredite haber sido aprobado en el exá- men de este ramo, i presente el plano de algun fundo, trabajado bajo la inspeccion i direccion del respectivo profesor. En materia de instruccion superior, el trabajo mas importante de la Universidad es el nuevo plan de estudios que ha acordado i elevado al Supremo Gobierno. En él se han determinado los ramos que deben aprender los que se dediquen a las distin- tas carreras profesionales conocidas entre nosotros, i al mismo tiempo se ha arregla- do el órden en que debe hacerse el aprendizaje. Toda la parte del plan relativa a los estudios médicos, matemáticos i físicos, habia sido trabajada el año anterior por las Facultades respectivas; i en el presente el Consejo ha empleado varias sesiones en la organizacion de los estudios legales i en la revision de los demas. Al fin ha conse- guido dar a la obra la última mano. —411— En este plan de estudios se ha procurado que la Facultad de Humanidades lenga en lo sucesivo algunos ramos de enseñanza en la seccion universitaria, creando para los alumnos de derecho público e internacional i de economía política una clase su- perior de filosofia i otra de literatura, De estos dos ramos solo se dará un curso elemental a los alumnos de la instruccion preparatoria, i asi se Jes dejará'mas tiempo que dedicar al importanteestudio de las lenguas i a los demas de que aquella instrue- cion se compone. Por lo que respecta a los estudios legales, no se ha agregado ningun nuevo ramo a los que actualmente se enseñan; pero se ha cuidado de organizarlos de modo que todos los años haya cursos abiertos para los alumnos que pasen de la seccion prepa- ratoria a la superior, Para conseguir este objeto, el proyecto crea dos cátedras de derecho romano concordado con el patrio, las cuales deben funcionar al mismo tiempo i durar dos años. Con este arbitrio se consigue otra ventaja mas, cual es aumentar el número de profesores de la Facultad de Leyes, que son las personas de que mas necesita para los trabajos anejos a la enseñanza. En la organizacion de los estudios médicos, loque el Consejo se ha propuesto ha sido, en primer lugar, dar mas desarrollo al estudio de las ciencias naturales, que sirven de base al de las médicas; en segundo, darlo igualmente a ciertos estudios de Ja medicina misma, que por su importancia lo exijen asi, distribuyéndolos entre mayor número de profesores, con la agregacion de uno o los tres que hai en la actua- lidad; i en tercero, facilitar a mayor número de jóvenes la dedicacion a esta útil carrera, haciendo por ahora principiar los cursos de ella siquiera cada dos años. El Consejo cree haber llenado estos fines en el proyecto de que hablo. Pero donde ha habido mas que organizar, esen los estudios concernientes a la Fa= cultad de Ciencias matemáticas i fisicas, respecto de los cuales es mui poco lo que hai determinado por los decretos vijentes. Al cultivo de estas ciencias está vinculada la prosperidad material de nuestra patria, i era preciso prestarles una séria atencion, i darles todo el ensanche posible. Asi es que el proyecto, despues de clasificar las di- versas carreras que pueden abrazar los alumnos de esta seccion universitaria, deter- mina para cada una de ellas los “ramos que deben constituirla, procurando formar profesores intelijentes i profundos. Estas carreras son las de injeniero jeógrafo, injeniero civil, injeniero de minas, ensayador ¡jeneral i arquitecto. Si la juventud estudiosa corresponde, como es de esperarlo, a las miras que han animado a la Fa- eultad de Matemáticas í al Conséjo al formar esta parte del proyecto, es indudable que al cabo de poco tiempo tendremos hombres bien capaces de prestar provechosos servicios al pais en todos los ramos que aquellas carreras abrazan. Esle proyecto pende en la actualidad ante el Supremo Gobierno, i es de esperar que mui breve le dé su aprobacion, sea conservando todas las disposiciones que contiene, sea modificándolo en algunas de sus parles; i en tal caso puede comenzar a plantarse para el próximo año escolar. hi Una de las atribuciones del cuerpo universitario es surtir a la enseñanza de bue- nos lestos, i examinar los libros que se le presenten como adecuados a este fin. En el año de que doi cuenta, la Universidad ha examinado varias obras de esta clase. Se le han presentado tres testos de aritmética elemental, trabajados por jóvenes estu- diosos ; cinco de historia, uno de ellos trabajado por un alumno del Instituto nacio- nal, i los restantes escritos en frances por Victor Boreau, de los cuales se está haciendo traduccion; un testo de cosmografía, mejorado i adicionado por su antor. Todos ellos han sido examinados por la Universidad, ia excepcion de dos, han sido aproba- dos para la enseñanza, Tambien se han presentado un testo de fisiolojía e hijiene, trabajado por un profesor de la Facultad de Medicina, i otro de derecho canónico, que es un compendio de la conocida obra del señor Donoso. Estos dos leslos se están : —M2—= exáminando. Finalmente, se ha encargado al Decano de Teolojía procure la foriir. cion de un testo para la enseñanza de los fundamentos de la fé, por haberse reco- nocido que el actual es inadecuado para el objeto. Un acuerdo importante ha celebrado el Consejo, no há muchos dias, sobre esta materia. Se notaba la falta de una coleccion de autores clásicos latinos, que sirviese de testo para las traducciones. El sabio humanista don Luis Antonio Vendel-Heyl habia sido en otro tiempo encargado por el Supremo Gubierno de ejecutar este tras bajo; pero por motivos que no es del caso esplicar, hubo de quedar suspenso apénas comenzó a publicarse. El Gonsejo, para llenar esta necesidad tan sentida i urjente, ha representado al Supremo Gobierno la conveniencia de encargar nuevamente del trabajo al espresado humanista, tomándose precauciones para alejar las causas que en otro tiempo lo entorpecieron. Esta representacion ha encontrado acojida, 1 se ha espedido un decreto que ordena se forme la coleceion indicada i un curso de temas graduados i adaptados a la gramática latina del señor don Francisco Bello. El «señor Vendel-Heyl está desempeñando actualmente su comision. Otro acuerdo interesante sobre el particular, ha sido el haber encargado a todos los Decanos que de tiempo en tiempo pasen al Consejo una lista de las obras que juzguen adecuadas para servir de testos en los ramos sometidos ala direccion de sus respectivas Facultades. Por tal medio se conseguirá reunir al fin una buena coleccion de libros de esta clase, emtre los cuales podrán elejirse los mas aparentes para ser adoptados en nuestros colejios. Por lo que respecta a la colacion de grados universitarios, hé aqui un estado de los que se han conferido en el presente año: licenciados en Leyes 22; licenciados en Medicina 11; bachilleres.en Teolojía 5; bachilleres en Leyes 33; bachilleres en . Medicina 6; bachilleres en Humanidades 39. 'Fotal de licenciados 33; total de bachi- Meres 87; total de los grados conferidos 120. Para la colacion de estos grados el Consejo ha tenido que otorgar dispensa de varios de los exámenes requeridos por reglamento. La causa principal que ha moli- vado estas dispensas, ha sido la incapacidad en que los aspirantes se han hallado de estudiar en el tiempo debido ciertos ramos de los cursos preparatorios. Como el plan de estudios se ha realizado por partes, segun lo han ido permitiendo las cireunstan- cias, ha habido épocas en que algunas de las clases comprendidas en él no se han enseñado en el Instituto naciona!, ¡los alumnos que debieron concurrir a ellas se vieron en la imposibilidad de hacerlo. El Consejo ha creido siempre justas las dispensas fundadas en esta causa, En lo sucesivo han de ser precisamente menores en número, i al fin desaparecerán del todo. ' Otro asunto que con frecuencia ha ocupado la atencion del Consejo en ma- teria de colacion de grados, som las pruebas e informes que los aspirantes han presentado para acreditar exámenes de que no hai constancia en los lis bros del Instituto nacional. El Consejo ha deferido en estos casos a los testimo- nios de personas competentes, que le han persuadido dela verdad. Para prevenir en lo posible las ocurrencias de esta clase, i proveer a los, alumnos de una prueba con que en todo tiempo puedan hacer constar los exámenes que rindan, se ha acordado que tanto en la seccion universitaria como en la preparatoria se de a todo alumno, inmediatamente despues de rendido el exámen, una papeleta en que se esprese la votacion que obluviere: Concluiré esta relacion dandoos cuenta de los trabajos especiales se las Facul- tades. La de Teolojía ha celebrado en este año cuatro sesiones, que han tenido por objeto formar ternas para el Decanato, señalar tema para su premio, oir un discurso de incorporacion 1 elejir un miembro honorario. —413— La Academúa de ciencias sagradas, dependiente del Decano de esta Facultad, ha continuado sus tareas; mas no ha podido dedicarse a los ejercicios prácticos que previene su reglamento, por no haber tenido competente número de académicos, a pesar de haber recibido algunos nuevos en su seno. La Facultad de Leyes i ciencias politicas se ha ocupado principalmente en recibir exámmenes de Jicenciados i bachilleres, que han ascendido a cerca de 50. Ma cele- brado dos sesiones, que han tenido por objelo oir discursos de incorporacion. La de Medicina se ha contraido a los asuntos que le encomienda la lei orgánica. Ha tratado de los medios de mejorar la salubridad pública, haciendo aplicaciones prácticas. Nada ha podido hacer sobre estadistica médica, porque el estado actual de nuestros hospitales ¡ su servicio interior no permiten la introduccion de un sistema uniforme de investigaciones que dé a conocer con claridad las enfermedades reinantes 1 Sus Causas. Ha cuidado del adelantamiento i mejora delos estudios médicos, sujetos a su enseñanza, i le ha cabido el honor de la iniciativa en el establecimiento de un Curso de obstetricia para formar matronas instruidas. La Facultad se propone entrar en relacion con las corporaciones análozas de las Repúblicas vecinas, a fin de reunir mayor copia de Enociientas en las materias de su competencia. La Facultad de Ciencias matemáticas i fisicas ha celebrado tres sesiones, en las cuales ha formado terna para su decanato, ha elejido seis miembros, ha oido los discursos de incorporacion de dos de ellos, i ha designado tema para el concurso del año próximo. El Museo de Historia natural, que la lei orgánica encomienda al Decano de esta Facultad, ha sido puesto bajo la direccion inmediata de un naturalista distinguido, que debe prestar sus servicios bajo la inspeccion del mismo Decano. Esta Facultad ha celebrado tres sesiones en union con la de Medicina, i en ellas se han leido memorias i comunicaciones sobre objetos de astronomía, mineralojia, jeolojía, quimica i meteorotojía de Chile. Estos trabajos han visto ya la luz pública en los Anales. La Facultad de Filosofia i Humanidades ha celebrado cudtró sesiones; i en ellas, ademas de haberse ocupado en la formacion de la terna para el decanato, en la eleccion de nuevos miembros, en oir discursos de incorporacion i en designar tema para el concurso literario venidero, ha discutido el reglamento para los visitadores de escuelas, de que dejo hecha mencion, i ha tratado de los medios de descubrir ¡ recojer monumentos manuscritos e impresos de la historia del pais. Todas las Facultades nombraron oportunamente comisiones de su seno para que - presenciasen los exámencs del Instituto nacional i demas establecimientos. Los infor- mes dados por estas comisiones son, en jeneral, bastante satisfactorios. Es sensible tener que anunciaros que en este año no se ha presentado ningun tra- bajo para los concursos literarios de las Facultades. Esta es, señores, la historia de la Universidad en el año de 1853. En seguida el señor Amunátegui, que habia sido encargado de la Memoria histórica gue, segun la lei orgánica, debe presentarse en esta funcion, leyó la siguiente intro- ducción de su obra. y EXCMO. SEÑOR PATRONO DE LA UNIVERSIDAD: Señores: La república esel gobierno que mejor corresponde al espiritu del siglo diez i nueve, 58 —474= De ahi resulta que es el massólido, el mas razonable, el mas duradero, el único post- ble en las nuevas naciones que se constituyan. Todo muevo estado que aparezca, todo pueblo que se emancipe, ha de ser necesa» riamente republicano. A las monarquías se les ha pasado su tiempo. Esa forma de gobierno está basada sobre un absurdo que repugna a la razon, que degrada a la dignidad humana. Su principio de existencia es un error reconocido, una preocupacion estúpida. Desde que no se admite el derecho divino de los reyes, las monarquías están minadas en sús cimientos. Para ser acatados como ántes, nece- sitarian los monarcas que tambien como ántes el aceite sagrado se derramase sobre sus Cabezas. o En el dia la igualdad de los hombres es un dogma ¡eneralmente respetado. Son pocos, mui pocos, los que creen aún que Dios ha dotado a ciertas familias con el privilejio de rejir a las naciones. Ese error garrafal constituia todos los titulos de los reyes a la soberania de tos pueblos; era ese el diplóma apócrifo con que justifi- caban su dominacion. La f»Isedad de semejantes despachos está demostrada, es evi- dente. ¿Qué fundamentos podrán en adelante alegar para sostener sus pretensiones? ¿Por qué motiyo los demas hombres, sus iguales en todo, en naturaleza i en derechos; habrán de acatar su poder, habrán de conformarse con ser sus súbditos? Solo la creencia en el derecho divino convierte el trono en el pedestal de un idolo; sin eso no son mas que cuatro tablas cubiertas de terciopelo color de púrpura, donde se sienta ua hombre. En los pueblos que no miran ya a sus reyes como alos unjidos del Señor, la monarquía puede subsistir durante algunos años, apoyada por el im. perio del hábito i ek egoismo de los intereses existentes, haciendo concesiones; adoptando ciertas formas e instituciones republicanas, pero no conservará sino una: sombra de su antigua autoridad, i su existencia rc será larga. A la creencia en la supremacia de ciertas razas, de ciertas familias, de ciertos individuos, ha sucedido la creencia en la igualdad de todas las razas, de todas las familias, de todos los individuos. Las ideas son las que determinan Jos hechos. Es indispensable, pues, que a los gobiernos fundados en el privilejio, que correspondiar: a la primera de esas creencias se sustituyan los gobiernos fundados en la igualdad de derechos, que corresponden a la segunda; es inevitablemente preeiso que a las monarquías hereditarias o presidencias yitalicias sucedan las repúblicas basadas en la soberania popular, i en las cuales los cargos públicos son electivos i alternativos. "Todos los esfuerzos que se hagan para impedir ese resultado, serán impotentes; todos ellos no servirán sino para: derramar sangre, para producir trastornos, para causar la desgracia momentánea de las nociones. No hai hombre bastante sabio, no hai pucblo bastante poderoso para contener el torrente de las ideas de una época. La revolucion de la independencia americana es una prueba irrefutable de mis asertos. Si en el siglo diez i nueve las monarquías hereditarias o electivas hubieran sido posilJes, esa revolucion las habria enjendrado- No habia paises peor preparados para la república que las colonias españolas. Por las venas de sus moradores corria la sangre del pueblo mas monárquico dela Europa, de un pueblo que profesa idolatria a sus reyes, de un pueblo que talvez ha hecho mas sacrificios para defender el absolutismo de sus soberanos, que otros para con- quistar la libertad. La educacion dei coloniaje habia: robustecido, en-lugar de comba- tirlas, esas tendencias de raza. El gobierno mas despótico i arbitrario habia creado en el nuevo mundo costumbres e ideas favorables a la forma monárquica. Asi, los americanos por su orijen, por el atrazo de su civilizacion, por sus hábitos, parecian > LAN ID DAS o amd ke — 15 — predestinados a darse un nuevo amo en el momento de reñegar a la España como » dura i desapiadada madrastra. Sin embargo, la revolucion de 1810, en véz de dos o tres monarquías, como alyu- nos lo aguardaban, crea en América diez u once ocanIicaS ¿Por qué, señores? Durante aquella época memorable, "no faltan los partidarios de esa forma de eobierno. Ese sistema cuenta con hombres de ciencia i con hombres de espada, con hombres que ponen a su servicio todo el prestijio del saber, todas las intrigas de Ta diplomacia, con hombres que pascen la fuerza, que mandan ejércitos! La mayoría de los criollos está educada para la tirania, está habituada al servilismo. ¿Cómo es en- tónces que no triunfa ese sistema? La razon es mui sencilla. Eso depende de que, por mas que los buscan, no encuentran en ninguna parte ni monarca que sentar sobre el trauo, ni nobles que compongan su corte. Todos los americanos se consideran iguales entre si, se consideran iguales a los europeos, ¡gua les a todos los hombres. Nadie cree en las castas; nadie admite la predestinación de de ciertas familias i de ciertos individuos para el mando. Cuando en una socie- dad hai tales convicciones, no puede colocarse a una sola persona bajo el solio; es preciso que todos los ciudadanos se coloquen a su sombra. El pueblo es el único soberano posible. : Bé ahí el motivo que impidió, que impedirá siempre en América, el establecimiento de monarquias o de cosas que se le parezcan. Estimándose todos iguales, hai muchos que sé creen con derecho de aspirar al honor de dirijir a su nacion. Con semejante convencimiento, la reyedad 1 cualquiera otro gobierno de por vida son una quimera, un absurdo. Para que no quedara la menor duda sobre esta verdad, quiso Dios que desde el principio de nuestra revolucion se intentara sin fruto i sin consecuencias saludables sel ensayo de las des combinaciones conocidas de esa forma de gobierno, i que tuvieran por padrinos a los dos hombres mas grandes de la independencia, a los dos héroes mas ilustres de la América moderna. Bolivar i San-Martin no eran republicanos. El primero trabajó por constituir en las colonias emancipadas presidencias vitalicias, creadas en favor de los jefes milita- Tes que mas habian sobresalido enla guerra contra la metrópoli, es decir, en provecho suyo. El segundo deseó fundar monarquias' constitucionales con principes traidos de las dinastias europeas. El uno se lisonjeó de improvisar reyes por la gracia de la victoria, i buscó sus titulos en los grandes servicios prestados a la patria: el otro procuró continuar en el muevo-mundo 1 en el siglo diez i nueve los reyes por la gracia de Dios, i buscó un apoyo a sus tronos en el principio gastado de la lejitama- dad. Los dos quedaron burlados en sus planes. i los dos llevaron a la tumba, como justo castigo de su error, el pesar de un triste desengaño. El sistema de San-Martin, ménos ambicioso, pero mas quimérico que el de su ¿mulo, no fué sino el pensamiento, el sueño de: ciertos políticos que, como sucede a veces, por ser demasiado previsotes, demasiado sabios, no supieron apreciar conve- nientemente la marcha de la revolucion i el estado de las ideas. Notarón las dificul- tades que se ofrecian para que la América fuera republicana, i no vieron que las habia mayores para que fuese monárquica. Ese falso juicio los precipitó en una erasa equivocación: La esperiencia no tardó en darasus ilusiones un completo desmentido. Asi es que la historia de esos proyectos monárquicos está reducida a unas cuantas negociaciones estériles. Podo. el poder de los soberanos europeos que los fomentaban, todo el jenio de Chateaubriand que los patrocinaba, no alcanzaron a hacerlos triunfar, —416— : El gobierno de Buenos-Aires ofreció la corona primero al infante don Francisco de Paula, hijo de Cárlos IV, i en seguida a un príncipe de Luca. Despues de varias notas cambiadas i de algunas estipulaciones, uno i otro rebusaron el regalo. Entre tantos vástagos de sangre real sin patrimonio, no se presentó uno solo que quisiera admitir. el obsequio de un reino! Es que la donacion no era gratuita; es que ese reino tenian que conquistarlo a la tabeza de un ejército; es que para empuñar el cetro que se les prometia, necesitaban sostener una guerra larga, sangrienta, de resultados mas que dudosos para el principe aventurero que lo pretendiese, ¿De dónde sacaba ese ejército? ¿de donde desenterraba los, millones que habia menester para la empresa? ¿dónde envontraba los hombres que habian de formar su cortejo? Ese monarca que a despecho de las cosas se trataba. de improvisar, o era un Borbon, o se escojia entre las demas familias reales del viejo mundo. En el primer caso, ¿cómo habian jamas los criollos de doblar la rodilla ante unu de los miembros de esa dinastia que detestaban, contra la cual habian combatido a costa. de tantos sacrificios, que habian vencido en los campos de batalla? En el segundo caso, ¿cóma habian de obedecer a un principe estranjero, cuyo idioma no entenderian, que profe- saria talvez una relijion distinta, que no tendria con ellos ninguna de las. relaciones que ligan a los hombres? Se presta a Bolivar una frase espiritual que envuelve la critica. mas completa de semejante sistema. “Un rei europeo en América, decia el fundador de Colombia, será el rei de las ranas,” Efectivamente, un monarca como lo concebia San-Martin, no habria podido gobernar, porque no habria hallado súbditos que le respetasen. La duracion de su reinado se habria contado por meses,i no por años. Pero si este plan era. irrealizable, el de Bolívar lo.era poco ménos. ¿Quién seria el presidente vitalicio entre tantos jefes de un mérito poco mas o ménos igual, ambi- ciosos, llenos de un noble orgullo por sus servicios, que no estaban. dispuestos por ningun pienso a reconocer superiores? Si álguien lo hubiera merecido habria sido Bolivar, el primer guerrero americano, el libertador de cinco repúblicas. Bolivar lo intentó, pero su pronta caida suministró una prueba irrecusable. de la. vanidad de sus proyectos. Ese grande hombre, cuyas sienes, rodeaba una tan brillante auréola de gloria, fué a morir escura i miserable- mente en un destierro, olvidado de, sus antiguos compañeros de armas, maldecido quizá por los pueblos mismos que habia emancipado, ¡éi que habia soñado para sí la dominacion, de toda la América del sud! I todavia en sus últimos momentos pudo mui bien dar gracias al cielo de que no hubiera cambiado en un cadalso, el. trono que habia ambicionado. Lo que Bolivar no consiguió, ¿quién lo conseguiria? Frescos están los ejemplos, de las espantosas caidas, que han dado cuantos despues, han tenido la, pretension de imitarle. La triste suerte que han tenido todos esos ambiciosos imprevisores i visionarios, deb eser un escarmicnto para los que partici» pen de sus ideas. La desgracia que los ha seguido en sus empresas, como el remor» dimiento al culpable, debe infundirles el convencimiento de que en América las dictaduras, las presidencias vitalicias, son imposibles. Los semidioses no son de este tiempo. Desde que el mérito personal, i no la casualidad del nacimiento, es el único titulo lejltimo para obtener los honoresi las dignidades, hai muchos que se creen con derecho de alcanzarlos, i esos no tolerarán nunca que otro, quienquiera que sea, se los arrebate para siempre. En esta época el monopolio del poder no puede ser duradero. La creencia en la 4 IZ] 0, igualdad de todos los hombres trae consigo la participacion de todos, segun sus capacidades ¡ virtudes, en el gobierno de las sociedades. Ni la monarquía hereditaria, ni la monarquía electiva o presidencia vitalicia cumplen con esa condicion. Esas dos formas de gobierno tienen por base el privilejio, la esclusion. Es eso lo que las condena, lo que hace de ellas un anacronismo en el siglo diez ¡i mueve, lo que las convierte, para la América, sobre todo, en un plajio impracticable. He dicho mas arriba que Bolivar hibia resumido.en una corta frase la crítica del sistema propuesto por San-Martin. Este último le pagó la deuda, i le criticó el suyo en otra frase mas pintoresca ino ménos profunda. “No podremos nunca, decia San-Martin hablando de las dictaduras soñadas por Bolivar, obedecer como a soberano a un individuo con quien habremos fumado nuestro cigarro en el campamento.” Este pensamiento, trivial en su espresion, comprensivo en su significado, envuelve una verdad incontestable, La esperiencia ha probado con hechos toda la exactitud i todo el alcance de esa sagaz observacion. Bolivar 1 San-Martin, el uno con su proyecto de monarquías exóticas, el otro con su plan de presidencias vitalicias, se equivocaban grandemente. La América no podia, no puede ser sino republicana, El gran Washington, mas hábil, mas moral que San-Martin i que Bolivar, lo comprendió asi, iluminado porsu admirable buen sentido, i guiado por la austeridad desu conciencia. Siálguien en un pueblo moderno hubiera contado con probabilidades “de ser rei, habria sido ese santo de la democracia, ese guerrero esforzado, ese varon respetable que habia conducido sus compatriotas a-la gloria i a la libertad. Si álguien hubiera podido alegar titulos para mandar perpetuamente, habria sido por cierto ese hombre sobre cuya tumba se pronunciaron por oracion fúnebre estas palabras, estas palabras que seguramente merecia: “Ha sido el primero en la guerra, el primero en la paz, el primero en el amor de sus conciudadanos.” Sin embargo, Washington, - que disponia de tantos recursos para sostenerse, recibió con horror, i desechó con Indignacion la propuesta que le hizo su ejército de proclamarle rei. Habria mirado su admision no solo como nn crímen de lesa-patria, sino tambien como una torpeza política. La verdad es que Washington mismo no se habria sostenido sobre un trono. Para que se perciba en toda su grandeza el contraste que forma la conducta del héroe del norte con la que han observado sobre el mismo particular algunos jefes militares del sud, conviene recordar las circunstancias favorables para su ambicion en que aquel se encontraba, i las nobles palabras con las cuales rechazó como un grave insulto el ofrecimiento de una corona. y Corría el año de 1782. Washington se hallaba en el apojeo de su poder i de su populvridad. Estaba al frente de un ejército que le amaba con entusiasmo. Todo el mundo reconocia la magnitud de sus servicios ide sus talentos; nadie se atrevia a poner en duda que era el hombre necesario de la revolucion. Una porcion considerable del pueblo estaba disgustada con el congreso i la forma repub'icana, a la cual alribuia las lentitudes i embarazos de la guerra. Las tropas estaban mal pagadas i murmuraban. Esto fué causa de que comenzara a cundir entre los oficiales i soldados una opinion monárquica mui pronunciada. Muchos de los primeros se reunieron en coneiliábulos, i despues de haber creido descubrir en la organizacion del estado el orijen de todos los males, convinieron en proponer a Washington que se dejara coronar. Uno de los coroneles mas respetables por su edad i su carácter fué designado para comunicar al jeneral en jefe los senti- mientos del ejército. Como la severidad de ese ¡lustre republicano era conocida, el comisionado no tuvo la osadía suficiente para manifestarle el penswmiento en toda su desnudez, i se valió —480— fianza del mayor número; haced por este medio, innecesarias las revueltas, i las re- vueltas no vendrán. La república es la única forma de gobierno que puede llenar esas condiciones; es la única que no sumerje en la desesperacion a los vencidos en las luchas políticas, Siendo los mandatarios alternativos i periódicos, todos los ciydadanos, aun los que han sufrido una repulsa, pueden abrigar una espectativa fundada de triunfar en otra ocasion; solo necesitan para eso una constitucion que asegure las garantías i los de- rechos de todos. Hé ahi por que la república bien organizada es el órden, es la paz, es el unico go- bierno que corresponda perfectamente a ese sentimiento .de igualdad que se ha desa- rrollado en los pueblos modernos. No puede decirse otro tanto ni de la monarquia ni de la dictadura, que entregan el mando a un circulo determinado de individuos, i condenan a todos los demas ala nulidad. Ese defecto orgánico es el jérmen de ruina que Jlevan en sí mismas esas formas de gobierno, / Para subsistir sin contradiccion isin derramamiento de sangre, necesitan por guar- dianes una preocupacion relijiosa i una ignorancia supina. Es en los paises como la Rusia i el Paraguai donde florecen con todo su esplendor. En las naciones adelanta- das, donde la fuerza de ciertos intereses existentes i con rieices profundas en uha so- ciedad vieja, ha hecho necesaria su conservacion, se han visto sin embargo obligadas, para no caer, a adoptar ciertas instituciones republicanas que modifican notablemen- te su principio constitutivo. En los pueblos modernos, en los pueblos sin pasado, en los pueblos americanos en una palabra, ni aun con esas concesiones, serian posibles las monarquías. Su establecimiento seria efimero, i ocasionaria desastres sin cuento. Fuera de la república no hai salvación para la América. : No se objeten contra este aserto las convulsiones que desde su emancipación han ajitado a las antiguas colonias españolas, i que han causado nuestro descrédito a los ojos del mundo. Esas convulsiones no traen su orijen del sistema democrático, sinó que al contrario han provenido de esa funesta pretension de fundar dictaduras, per fas o per nefas. Léjos de ser una acusación contra la república, son un argumento poderoso contra esas presidencias indefinidas, creadas por la gracia del sable. Reco- rred huestra historia contemporánea, i vereis que casi todos esos desórdenes han sido orijinados por la ambicion de los caudillos, por sus rivalidades entre si, por el em- peño de los unos en conservar el poder como sj fuera su patrimonio, por la impa- ciencia de los otros por atraparlo, como si fuera una propiedad que se les hubiera arrebatado. Ha habido anarquia, porque hemos tenido miedo a las instituciones republicanas, i las hemos establecido a medias. Hai hombres de bien que para consolidar el órden, esa condicion de toda sociabilidad, han querido les gobiernos de larga duracion, ino ban reparado que precisamente eso era el desorden, “porque no dejaban a los demas pretendientes olra esperanza de medrar que la conspiracion, i porque ningun man- “datario tiene titulos suficientes i reconocidos para distincion tan desmedida. Los gobiernos no pueden tener otro fundamento sólido que las creencias de cada época. Es preciso organizarlos en conformidad con ellas. Cuando se creia en la leji- timidad, en razás privilejiadas, la monarquia era admisible; pero en los tiempos 1 paises donde ese rancio principio ha sido reemplazado por el dogma de la ignaldad de todos los miembros del jénero humano, no hai otro gobierno estable, no hai otro gobierno posible que la república cuyos majistrados son electivos i alternativos. Descoso de corroborar con la esperiencia de nuestra propia nacion lo que acabo de decir, he escojido para tema de la Memoria que por encargo del rector de la uni- versidad de Chile he compuesto con arreglo a los estatutos del cuerpo para la solem- Ñ > » —481— nidad de este dia, la historia de la única época en la cual se ha intentado entre no. Sotros la fundacion de una dictadura. Espero que si teneis la paciencia de leer este trabajo, la simple narracion de los hechos os hará palpables la imposibilidad de que ella se establezca jamas, i la multitud de males que arrastra consigo el mero conato de esa quimera. Ese periodo comprende desde la batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817) has- ta la caida del capitan jeneral don Bernardo O'Higgins (28 de enero de 1823). Si hubiera habido un hombre capaz de plantear la dictadura de un modo algo du- radero, ese hombre babria sido seguramente O'Higgins. Era la primera reputacion militar de su liempo: su valor era proverbial; sus hazañas formaban la conversacion del soldado en los cuarteles; su arrojo habia asustado en mas de una ocasion a San. Martin mismo, que contipuamente se veia forzado a calmar la impetuosidad de su amigo en la pelea, Los militares le admiraban, porque nunca se habia contentado con ordenar una carga, sino que siempre habia dado el ejemplo marchando a la cabeza, Habia combatido en seis campañas por la libertad de la patria, i habia tenido la gloria de firmar la proclamacion de su independencia. Con un erario exhausto habia levantado ejércitos i creado una marina. Bajo su do- minación la bandera de la revolucion habia dominado en la tierra i en el mar; la guerra se habia convertido de defensiva e ofensiva; el Perú habia sido invadido, 1 los chilenos habian cesado de contemplar el humo del campamento enemigo. El pres- tijio de la gloria se unia para engrandecerle a los ojos de sus conciudadanos con el afecto de la gratitud inspirada por sus servicios. Contaba ademas con un ejército que habia formado; todos sus oficiales, desde el primero hasta el último, tenian sus despachos firmados por su mano. Pues bien, O'Higgins dió indicios, solamente indicios, de aspirar a la dictadura, i esperimentó la caida mas miserable de que haya ejemplo en nuestra historia. El norte i el sur de la república, la capital i las provincias, el pueblo i el ejército, se su- blevaron contra el; ni siquiera su escolta le permaneció bien fiel en su desgracia. A pesar de su fama, a pesar de sus incontestables méritos, luvo gue espiar su falta muriendo en el destierro, sin haber tenido el consuelo de admirar en sus últimos dias el cielo azul de su querido Chile, Ese escarmiento memorable, no lo dudo, será una leccion bastante elocuente para contener a cuantos intenten renovar semejantes pretensiones. Mas confío que en el porvenir no habrá, como no lo ha habido en el pasado, ningun ambicioso tan insen» sato, que se alreva a repetir el ensayo. Hai, señores, una cosa que honra a los chilenos i que con orgullo importa recor- dar en este dia. Jamas en Chile ningun partido ha inscrito en sus banderas la pala- bra monarguía; nunca ningun escritor, ningun publicista, ningun orador se ha pro- clamado el campeon de esa añeja i absurda idea. La dictadura misma, nadie ha osa- do sostenerla en alta voz. Ha habido conatos, pensamiento secreto de llevarla cabo, pero se ha tenido pudor, o miedo de revelar el proyecto con franqueza i sin disfraz. Si eso ha sucedido en las épocas anteriores, con mayor razon sucede en la presen- te. Estamos divididos sobre la organizacion que conviene dar a la república, pero to” dos somos republicanos. - Esta falta de preocupaciones politicas es un bien inmenso, cuyos saludables efectos esperimentaremos alguna vez. La Europa nos aventaja incomparablemente en ciencia, en industria, en riqueza; pero en cambio nosotros la ganamos con usura en el reconocimiento por todos de una gran verdad que ella no ha logrado propagar entre sus hijos tanto como es de- bido, la creencia en la igualdad de todos los hombres, 99 —482— Debemos gracias a Dios, de que nuestro espiritu se halle libre de esas supersticio= nes políticas, i de que esté tan virjen como el suelo feraz de la América. La funcion terminó con la lectura de los temas señalados por las Facultades uni- versitarias para los concursos del año de 1854. Fueron los siguientes: La Facultad de Teolojia: «Un curso de derecho eclesiástico administrativo.» La de Leyes: «En que jénero de causas debe admitirse la prueba testimonial, i a qué reglas debe sujetarse en las causas en que se admita.» La de Medicina: «Una tésis sobre la patolojía de las afecciones hepáticas que despiertan i ejercen conexiones mórbidas sobre el pulmon, su sintomatolojía i trata= miento.» La de Matemáticas: «Exámen de las causas de las inundaciones de los terrenos cerca de la capital, 1 los mejores medios de prevenirlas.» La de Filosofia ¿ Humanidades: «Una memoria sobre losaños 131 14, considerados particularmente por el aspecio administrativo i político, sin olvidar los acontecimientos militares que se verificaron en la República por aquella épeca,» MEMORIA presentada ante la Facultad de Medicina de la Uszt= versidad de Chile por el DOCTOR GERMAN SCHNEIDER para oblener el grado de Licenciado en dicha Facultad, el dia 30 de noviem- bre de 1853. | OBSERVACIONES PATOLOJICO-TERAPÉUTICO-ESTATÍSTICAS SOBRE ALGUNAS ENFERMEDADES DE WALDIVÍA. Señores: i Despues de haber permanecido como médico de la colonia en el interior de la Pro- vincia de Valdivia en el mes de Abril del año pasado, fui llamado a desempeñar el destino de médico de la ciudad i cirujano de la Guarnicion de Valdivia. Desde en- tónces he vivido allá sin interrupcion, i presento ahora una memoria sobre las ob- servaciones e investigaciones que con la mayor curiosidad i exactitud posible he he- cho incesantemente tanto sobre la salubridad de la Provincia en jeneral, como sobre formas interesantes de enfermedades en particular. No hai muchos auxilios 1 recur- sos cientificos en Valdivia, 1 esta falta no deja a este trabajo otro valor que el de una fiel observacion, i como la provincia de Valdivia ha comenzado ya a llamar la aten- cion, pudiera ser que esta memoria ofreciese tambien algun interes a uno que otro. Con razon el clima de la provincia de Valdivia se considera mui convenieute a la salud; no se conocen enfermedades endémicas ni en la ciudad de Valdivia ni en el interior de la provincia; epidemias son raras, i la forma de enfermedades que apa- —AB3— tecen, tienen por lo comun un curso benigno; la mortalidad no es considerable, por término medio, como de !/4 hasta 1/2 por ciento; una proporcion que no se encuen- %ra en muchos paises, se entiende que en Valdivia como en todas partes la mortali- dad es mayor en la niñez. De un exámen de los datos estadísticos resulta que en cuanto a la frecuencia de las muertes, el órden de los meses es el siguiente: octubre, noviembre, agosto, se- tiembre, julio, junio, diciembre, enero, febrero, mayo, marzo, abril.—En cuanto al mayor número de los partos, la serie de la siguiente: noviembre, diciembre, enero, 'octubre, agosto, setiembre, febrero, abril, julio, marzo, mayo, junio. ' Examinando los datos estadísticos sobre los muertos, encontré dos puntos: 1.2 Que como dejo dicho, la mortalidad en jeneral, guarda una proporcion mui ventajosa. 2.2 Que siendo pequeño el número de habitantes se presenta un número estraor- dinario de muertes despues de los cincuenta años; el cual excede casi por la mitad el termino medio en otros paises; i aun por dos terceras partes aquel de las muertes «que suceden despues de los setenta años.—Hombres de mas edad que cien años co- nozco tres, i sin embargo no conozco la cuarta parie de la poblacion. Es claro pues, que la máxima que los números hacen prueba, se puede aplicar con sobrada razon a la edad a que llegan o pueden llegar los hombres en Valdivia. Como la causa principal de esto, se ha de considerar el clima, el cual sin duda es ménos agradable que saludable. Frio continuo, como calor excesivo, son igualmente desconocidos, i aun por las incesantes lluvias del invierno no esperimenta alteracion- la salud, porque suele acompañarlas una temperatura snave. Lo manifiesta tambien la proporcion de la mortalidad arriba espuesta en cuanto a la serie de los meses, se- gun la cual, el mayor número de muertes no ocurre sino a fines del invierno, don- de pasando de repente los vientos de norte a noroeste a oeste, sud-oeste a sud i de este a norte; i siguiéndase alternativamente los vientos de tierra i las virasones. tiene muchas variaciones la temperatura del aire; así mismo resulta del estado susodicho ser el otoño la estacion mas saludable. Tanto mas sorprendente es el estado de salu- bridad-de esta provincia, en cuanto que una multitud de condiciones o causas de en- fermedades, que suelen enumerar nuestros compendios de patolojía í terapéutica,son «dadas por el modo desarreglado de vivir, por la falta de alimentos vigorosos i salu- bles, por la suma miseria de las habitaciones, cuyas circunstancias son tanto mas Importantes cuanto que se aumentan por el sumamente defectuoso modo de vestirse o cubrirse de la manera del pueblo. Postes colocados en hilera, que dejan entre si espacios considerables, forman lág habitaciones de la mayoria de los pobres, careciendo muchas de puertas i casi todas de buenas ventanas con vidrios, los que suplen algunas veces pedazos de tocuyo: los techos suelen ser mui defectuosos i las paredes como los techos dan libre paso, no so- lamente al aire, sino tambien a las aguas que entran mui a menudo. En medio de un rancho como el que pinto vemos encendido un fuego cuyo humo llena toda la atmós- fera. Los alimentos ordinarios son harina, papas, queso i de cuando en cuando arroz “0 carne de bueyes o vacas, La ropa con que se viste la jente pobre se compone mu- chas veces de un poncho, camisa i pantalones, i el primero sirve a la noche tambien de cama con un pellejo, sin mas ni ménos. Mudar los vestidos cuando están mojados, es cosa rara; el robusto hijo del pais, se sienta junto al fuego, i alzando el poncho procura secar en el cuerpo mismo los vestidos húmedos i mojados. ¡Cuánto mas abundantes serian las cosechas que hiciera la hoz de la muerte, si los hijos de la civilizacion i de los salones hubiesen de ocupar el lugar de eslos hijos de la naturaleza aun por un solo invierno! No puede negarse que la embriaguez reside tambien en esta provincia, Mui cierto ". —484— es que la chicha no raras veces se toma en exceso, i es de séntirlo; el aguardiente tam= poco hace papel insignificante, pero con todo, sus electos todavía no son lan lamen- tables como en otros lugares i algunos paises de Europa. Habiendo puesto con razon el clima como la primera i principal causa de estado de salubridad de esta provincia, tengo que nombrar como segundo ajente principal el temperamento de los habitantes. Si puede definirse la voz del temperamento, es en estos términos: temperamento es la espresion del carácter de la fuerza vital o de la individualidad en relacion cov la universalidad; i si bien en la vida ordinaria pare- ce cosa facilisima el determinar superficialmente el temperamento de un individuo o de un pueblo, no deja sin embargo de haber frecuentes dificultades para el filósofo i el médico. Dividiendo los lemperamentos en dos clases principales; 4.2 Temperamentos de los vasos Z a, prevaleciendo el sistema de los vasos arteriales—tempe- ramento sanguineo. b, prevaleciendo el sistema de los vasos venosos: —temnera- mento femúttco. 2.2 Temperamento de los nervios a, prevaleciendo el sistema de los nervios del cerebro: — temperamento colérico— b, prevaleciendo el sistema de los ganglios: —-temperamen- to melanculico. No tengo la menor dificultad en clasificar el temperamento de la poblacion de Val» divia con la mas justa razon, con toda seguridad, entre Jos de primera clase, los de los vasos; mas dificultoso es colocarlo en una u otra de las dossubdivisiones de esta clasi- ficacion. El hijo de Waldivia es de suyo lijero, habla mucho, tiene gusto de bailar Í cantar, posce un tesoro de facultades mentales ide talento, abraza cualquiera cosa con fervor, pero tambien se cansa pronio; es sociable, complaciente ¡ cortés, entrega- do a los placeres sensuales, tiene aversion a cualesquiera fatigas ino mucha firmeza de carácter. Mui notable se hace su disposicion de soportar fácilmente toda clase de privaciones, aun cuando acaba de vivir en abundancia, como tambien una filosofía natural, injénua i acertada. A la cooicacion que he hecho entre los temperamentos de vasos, corresponden natu- ralmente enfermedades como inflamaciones, ien jeneral agudas; pero enfermedades del cerebro, hipocondria o melancolia, aunque ocurrena veces $on mui raras; una so- la excepcion es frecuente; formas de histerismo en las mujeres, pero casi esclusi va- mente en las de la primera clase.—Enfermedades inlelectuales, innatas, no he obser- vado aqui mas de tres casos. Para dar fin a las observaciones jenerales sobre el estado de sanidad de la provin- cia de Valdivia, resta decir solamente que para precaver las enfermedades, son úti- les ia gran facilidad de ganar la subsistencia, la absoluta falta de cuidados, afanes i de fuertes fatigas, asi como principalmente la carencia de todos los goces del mundo demasiado civilizado. ) Antes de pasar a enumerar ¡examinar algunas enfermedades ocurridas especial- mente, tengo que ofrecer el tributo de la gratitud i del reconocimiento a la amiga del médico, cuya fuerza 1 ausilio he tenido que apreciar en Valdivia, muchisimas amas veces, que durante una práctica de doce años que he ejercitado en Alemania di- go a la «vis naturae medicatur.» Comenzando con. el principio del año, lo mas que he tenido que observar han sido lijeras inflamaciones, calarros i Giebres intermitentes, ien el año pasado el syphus —A8h— particularmente entre los alemanes recien llegados; a fines de Febrero, en Marzo ¡ Abril ocurrian disenterias 1 fiebres gástricas, que poco a poco fueron reemplazadas por fiebres catarrales i reumáticas; hasta que el invierno trajo en su comitiva, prin- cipalmente erisipelosas, arginos, parótidas i poco a poco inflamaciones mas recias que duraban hasta en la primavera. Se entiende qne las enfermedades de un mes se pro- longaban hasta el otro, i que enfermedades crónicas se ofrecian a la observacion en cualquiera estacion; en cuanto a los males crónicos se dejaba observar mejoría que saltaba a la vista en los últimos meses de verano i en otoño, se empeoraban en ¡n- vierno hasta llegar a la primavera a su «asme.» Esto puede decirse particularmente de algunas neuralgias i arthritides. Paso a nombrar las enfermedades que he observado. Principio con la tos convulsi- va, que se mostró en el mes de Mayo del año pasado. El año de 1852 se ha hecho notable en Valdivia por una mortalidad por un tercio mayor, cuya causa ha sido so- lamente la epidemia antedicha. En los inviernos anteriores, segun se me dijo, habian acontecido algunos casos esporádicos de la tos convulsiva, pero no se hizo epidémica sino en el último, la que desde este punto se fué estendiendo poco a poco sobre toda la provincia. Sus señales eran las comunes que se dividian fácilmente en tres estu- dios. 1.2 Studium catarrhale. 2,2 Studium nervosum. 3.2 Studium secretionis. Fué esta la quinta vez que en mi carrera de médico he observado toda enfermedad Aumiéntase el suéldo de la escuéla fiscal del Portezuelo, departamento de Itata, «hasta la cantidad de doscientos cuarenta pesos anuales. 2.2 El preceptor que dirija este establecimiento estará obligado a enseñar los ra- mos siguientes : lectura, escritura, catecismo, aritmética, gramática castellana i jeo- grafía. Refréndese, tómese razón i comuniquesc.—MoNTT.— Silvestre Ochagavía. 62 —506— Escuela del Caracel, en la provincia de Valdivia. Santiago, octubre 19 de 1853. Con lo espuesto por el intendente de Valdivia en su nota precedente, i en vista de la adjunta del gobernador del departamento de Osorno; - He acordado i decreto : 1.2 Se establece una escuela primaria para hombres en el distrito del Caracol, subdelegacion de Pilmayquen, departamento de Osorno. En esta escuela, que fun- cionará en el local que proporcionen los vecinos, se enseñará gratuitamente, lectura, escritura, aritmética, relijion, gramática easteliana 1 jeografía. 2.2 Se autoriza al intendente de Valdivia para que nombre la persona que debe rejir este establecimiento, dando cuenta del nombramiento que haga; dicho precep- tor gozará el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales, que se le abonarán desde el dia que principie a prestar sus servicios. 3.2 Para proveer esta escuela de los muebles i útiles necesarios, se concede la can- tidad de cincuenta pesos, que la respectiva Tenencia de Ministros, entregará al pre- ceptor que se nombre, debiendo darse cuenta de su inversion. 4.0 'Tanto el sueldo decretado, como la cantidad concedida para muebles i útiles se imputarán, por lo que queda de este año, a la partida 41 del presupuesto del Minis- terio de Instruccion pública. Refréndese, tómese razon i comuniquese.—montTT—Silvestre Ochagavía. Escuela de Khimares. Santiago, noviembre 14 de 1853. Con lo espuesto por el Intendente del Maule, en su nota precedente, i en vista de los documentos que se acompañan ; He acordado i decreto : 4. Se establece en el pueblo de Linares una nueva escuela primaria para hombres, que funcionará en el local que proporcione la Municipalidad, ieu la que se enseña- rá gratuitamente , lectura, escritura, aritmética, relijion, gramática castellana ijeo- grafía. 2.2 Se autoriza al Intendente del Maule, para que nombre la persona que debe re- jir esta escuela, dando"cuenta del mombramiento que haga. Dicho preceptor gozará el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales, desde el dia que principie a prestar sus servicios. 3.2 Para proveer este establecimiento de los muebles i útiles necesarios, se conce- de la cantidad de eincuenta pesos, que la Tesorería i Aduana unidas de Constitucion por medio de la Tenencia de Ministros respectiva, entregará al preceptor que se nom- bre; debiendo darse cuenta de su inversion. ¡ 4.2 Tanto esta suma como el sueldo expresado se imputaran a la partida 41 del presupuesto del Ministerio de Instruccion pública. Refréndese, tomese razon i comuniquest.—moNTT.—Silvestre Ochagavia; O Eszuela de Melipilla, Santiago, noviembre 6 de 1853. Careciendo el pueblo de Melipilla de escuelas primarias para mujeres; He acordado i decreto: 1.2 Se establece en el pueblo de Melipilla una escuela de primeras letras para mu- jeres, en que se enseñará gratuitamente, lectura, escritura, aritmética, relijion, gra- mática castellana, costura i bordado. 2,2 Se nombra precentora de este establecimiento, a doña Rafaela Leon, a quien se abonará el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales, desde el dia que principie a funcionar la escuela. 3.2 La Tesoreria Jeneral, por medio de la Tenencia de Ministros respectiva, entre- gará a dicha preceptora la cantidad de veinte pesos para completar los muebles i úti- les de sea necesario proveer esta escuela i de cuya inversion se dará cuenta, ile hará abonar ademas la cantidad de diez pesos mensuales para pago de la casa en que fun- cione el establecimiento. 8.2 Las cantidades espresadas en los artículos anteriores, se imputarán a la parti da 41 del presupuesto del Ministerio de Instruccion pública. Refréndese, tómese razon i comuniquese.—monTT.—Silvestre Ochagavía. Escucla de las Posillas. Santiago, noviembre 19 de 1833. 2n vista de la nota que precede del Intendente del Maule; He acordado i decreto: 1.2 Se establece en la poblacion de las Posillas, una escuela primaria para mujeres; que funcionará en el local que proporcionen los vecinos, i en Ja cual se enseñará graluitamente, lectura, escritura, aritmética, relijion, gramática castellana i bordado. 2,2 Se autoriza al Intendente del Maule para que nombre la persona que debe re- yir esta escuela, dando cuenta del nombramiento que haga. Esta preceptora gozará el sueldo de doscientos currenta pesos anuales, desde el dia en que comienze a servir. 3.2 Para proveer este este establecimiento de los muebles ¡i útiles necesarios, se con- cede la cantidad de cuarenta pesos, que la Tesorería i Aduana unidas de Constitucion, por medio de la respectiva Tenencia de Ministros, entregará a la preceptora que se nombre, debiendo darse cuenta de su inversion. 4.9 Las sumas expresadas, se imputarán a la partida 41 del presupuesto del Minis- terio de Instruccion pública. Refréndese, tómese razon'i comuniquese.-—MoNTT --Silvestre Ochagavía. —508— Eacuela establecida en el barrío de San Pablo. Santiago, noviembre 28 de 1853. No existiendo escuelas primarias para mujeres en el poblado i barrio de San Pa- blo de esta Capital; He acordado i decreto: 4.9 Se establece en el barrio de San Pablo de esta Capital, una escuela primaria para mujeres en la que se enseñará gratuitamente lectura, escritura, aritmética, re- lijion, gramática castellana, costura i bordado. 2.2 Se nombra preceptor de este establecimiento a doña Cármen Palacios, con el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales que se le abonarán desde el dia en que principie a servir. 3.2 La Tesoreria Jeneral entregará a la mencionada preceptora la cantidad de vein- te i cinco pesos, para completar los muebles i útiles que necesite esta escuela dando cuenta de su inversion, i le abonarán ademas la cantidad de diez pesos mensuales para pago de la casa en que funcione este establecimieuto. 4.0 Las cantidades espresadas, se imputarán a la partida 41 del presupuesto del Ministerio de Instruccion pública. Refréndese, tomese razon i comuniquese.—mMoNTT.—Silvestre Ochagavía. Derecho de mandas forzosas concedidas al pueblo de Ealcaluamno. Santiago, noviembre 16 de 1853. En vista del acuerdo de la Municipalidad de Falcahuano que se adjunta a la pre- cedente nota del Intendente de Concepcion; He acordado i decreto: Le Se declara a beneficio del pueblo de Talcahuano el producto de los derechos de imandas forzosas, que establece la lei de 11 de marzo de 1819, correspondientes al espresado departamento, a fin de que se invierta por la Municipalidad en el fomen- to de la Instruccion primaria en dicho departamento. Comuniquese.—MOoNTT.—Silvestre Ochegavía. Santiago, diciembre 19 de 18534. Considerando: A..>, Que uno de los medios mas elicaces de fomentar la instruccion primaria i de promover la educacion del pueblo, es poner al alcance de todos los habitantes de la República, los métodos recomendados como mas venlajosos para la enseñanza de las primeras letras 1 textos de lectura morales e instructivos. 5 2.2 Que para conseguir estos fines se han hecho i continúan haciendo por cuenta del Gobierno, ediciones numerosas de libros como los indicados, que pueden pro- porcionarse grátis, mediante un gravamen fiscal de poca consideracion, a los alum- nos de escuelas que no tienen medios para comprarlos, i ser adquiridos con poco sa- crificio por todos los que no se hayan en este caso, 1 3,2 Que es preciso lijar reglas estables para la' venta de este jénero de publicacio- nes i para la inversion de su producto; 7 He venido en acondar i decreto: * 1.2 Se remitirá periódicamente por el Ministerio de Instruccion pública a todos los Intendentes de la Republica el número que se juzgue conveniente de ejemplares de textos de lectura i demas publicaciones elementales, para el uso de las escuelas, que existen en el archivo de esta Secretaria, 1 de las que en adelante se hicieren por cuen- ta del Erario Nacional, , 2.2 Los Intendentes distribuirán las espresadas publicaciones, en la proporcion que juzguen oportuna a los respectivos Gobernadores. para que éstos las hagan vender, por medio de los administradores de correos a los precios que cuestan ai Gobierno í que se le designará oportunamente. 3.2 En los departamentos donde no hubiere administradores de correos se encarga- rán dichas ventas al Tesorero de la: respectiva - Municipalidad, i donde no hubiere Municipalidad al Subdelegado que el intendente de acuerdo con el Gobernador de: partamental designe al efecto. 4. Los Intendentes i Gobernadores en su caso podrán dar grátis los mencionados libros a los niños que cursan en las escuelas i que por sus escasos recursos no pueden proporcionárselos. Los Intendentes i Gobernadores no podrán hacer uso de la facultad que les dé este artículo sino en vista de un informe del Subdelegado de la localidad en que está la escuela i por el cual se compruebe que los padres o tutores del alumno que solicita se le provea de libros gratuitamente carecen en realidad de medios para proporcio- narselos. 5.2 Los funcionarios a quienes este decreto encarga la venta de libros para la ins- truccion primaria, rendirán cuenta cada tres meses a la Intendencia respectiva de las ventas que hubieren hecho i percibirán por ellas una comision del seis por ciento so- bre su valor. Para que les sea de abono el valor de los libros dados por los Intendentes i Gober- madores deben presentar la órden de entrega librada por estos funcionarios en la cual se espresará el nombre del agraciado i los libros dados. y 6.2 El producto de eslas ventas se empleará en cada departamento en el sosten ¡ mejora de las escuelas establecidas en él, segun las órdenes que por el Ministerio de Instruccion pública se dé a los Intendentes. Tómese razon ¡ comuníquese.—moNTI—Silvestre Ochagavía. Santiago, diciembre 9 de 1853. El Presidente de la República en acuerdo de hoi, ha decretado lo que sigue: Con lo espuesto en la nota que precede, remitanse, por las secrelarias correspon. dientes, al Rector de la Universidad, para el uso de la Biblioteca de esta corporacion, un ejemplar de cada número que se dé a luz en lo sucesivo del periódico oficial, del Boletin de las Leyes i Gaceta de Jos Tribunales. Comuniquese i publiquese.—moNTT.—Selvestre Ochagavía. —b10— Santiago, diciembre 29 de 1853. El Presidente de la República en acuerdo de hoi, ha decretado lo que sigue: Siendo reconocidos los inconvenientes que se presentan para que la incorporacion de los miembros de la Universidad se verifique en claustro pleno, segun está dispues- to por el artículo 6.9 del supremo decreto de 23 de octubre de 1843; a propuesta del Consejo de la Universidad; vengo en acordar i decreto: La incorporacion de los miembros de la Universidad, se hará en lo sucesivo, Je- yendo el clecto el discurso que se le exije por la disposicion citada, ante la Facultad respectiva, i prestando su juramento ante el Consejo de la Universidad. Tómese razon i comuniquese. —moNTT.—Silvestre Ochagavía. ABRIL DE 1855. DÍ SCUR. SO de incorporación a la Facultad de T. eoloía i Cien- cias Sagradas de la Universidad de Ulule, pronunciado por el Licenciado DON JOSÉ JOAQUIN PACHECO, el miércoles 11 de abril de 1855. y Señores. Llamado por log estatutos universitarios a cumplir en estos momentos solemnes un deber que me es altamente satisfactorio, vengo tambien a significaros mi profun- do reconocimiento por la distinción i confinmza que me habeis conferido, elijiéndo- mie para que sea uno de los miembros de la Facultad de Teolojía de la Universidad de Chile. Colocado en el templo de lá sabiduria, siento la estension de las obliga- ciones que pesan sobre mi, comprendo la magnitud de los esfuerzos que ellas exijen; ves por esto, que me éreo tan indieno de los favores con que me habeis honrado, que apeñas si me decido a daros las gracias por acojida tan benévola; i al motivo mas fuerte que en toda mi vida he tenido para sentir una noble ¡ elevada satisfac- cion, quedarán vinculados animosos i agradables recuerdos, Alumno de esta ilustre asamblea, únome a vuestras inspiraciónes, para fendir culto a la verdad que ocupa las meditaciones de los sabios: i apoyado eri la razon teolójica, i ven la solidez de la fé divina, debo en cumplimiento de la lei orgánica, prestar una atencion constante al cultivo i enseñanza de las ciencias eclesiásticas, 1 dedicar un cuidado partienlar a los trabajos que se encomendaren por el Supremo Gobierno, relativos a este departamento. Esta empresa es árdua, es difícil : ella en- vuelve uba gran responsabilidad que me confunde, i que seria capaz de abrumar mi intelijencia escasa de coñocimientos, sino me alentara la poderosa esperanza, en la sabiduria 1 cooperation de mis distinguidos colegas. ¿Sin dudo, que esta satisfaccion es grande para el que abriga el deseo de adquirir en union vuestra, alguna parte de los conocimientos que os distinguen. No obstante, en el acto en que me encueñtro, si solo debiera conerelarme a pagar un tributo de reconocimiento al beneficio que me habeis concedido, quizá asi pudiera sofocar las emociones que me llenan de satisfaccion; pero hai algo mas, tengo el sentimiento 49 — 138 — que la eleccion que habeis hecho en mí, es debida a la muerte de un ¡lustre sacer- dote, que buscó en el retiro de los claustros, las humildes esperanzas que un cora- zon escojido no pide en vano a la soledad ; vengo a ocupar el lugar del KR. P. Dr, Fr. Francisco Alvarez, í la mediocridad de mis conocimientos en la ciencia teosójica, nunca podrá llenar el vacio, que mi predecesor ha dejado entre vosotros. Asi lo ha- beis querido i gustoso voi a esparcir algunas flores sobre l» tumba que encierra ls gran memoria de una sombra veneranda. Si aqui me fuera posible levantar el velo que cubre mi ilustre finado : si me fue- ra dado consultarle sobre su indole, sus ideas, sus acciones; ese corazon grande 1 verdaderameute cristiano, nunca permitiria que se le juzgase con uma sola mirada, con la simple luz natural del espiritu, sino con la claridad absoluta, completa, eficaz de la verdad, que es el objeto de la filosofia como del cristianismo. Su existencia fué humilde i pura, í aunque llevada en la soledad de los clauslros, siempre descubrió el sentimiento de sus propias fuerzas, i se dejó conocer el jénio que oscilaba en su men- te. Esto envuelve sin duda el principio de grandes acciones, porque se encuentran la modestia i la confianza de la verdad, nacidas de su pureza 1 vigor : ella nada te- me porque es inherente a la dignidad del hombre, i ya sea que su luz fulgurante, se distinga en grandes personajes, o enel corazon de pobres relijiosos, siempre es admirable í digna de obsecuentes respetos; i por lo mismo, para hacer la aprecia- cion del-R. P. Alvarez, es indispensable formarla conforme a los: distintos sentimien- tos que ennoblecieron su corazon, i a los pensamientos que albergó en su eerebro. En el curso de una vida santa i ejemplar, condensada en la carid ad i ennobiecida por el amor de Dios, hai algo mas que una conducta regular i coherente 5 es la vida de algunos seres llenos de abnegacion, que ardientes por hacer el bien sin límites, son siempre respetados i bendecidos por la humanidad. No tuve el honor de gozar de la amistad del R. P.-Alvarez, ni tocar de cerca sus acciones; pero admiro altamente sus virtudes, porque no ha mucho tiempo una plu= ma bien preparada, ha desenvuelto con destreza, en un excelente opúsculo, los mas relevantes rasgos de su importante vida (4). Ademas, las acciones heróicas de los que fueron, despues de su existencia, se sublevan por decirlo asi, con la imperiosidad propia de quien rompe una insoportable cadena, i la celebridad de su fama se hace imperecedera, porque es el resultado práctico de ideas allas ¡ jenerosas. El R. P. Fr. Francisco Alvarez nació en Mendoza. La santa piedad vivificada ¡ fe- cundada por la gracia, no tardó en revelarle en sus primeros años, una vocacion ver= dadera i animosa al estado eclesiástico. Ese noble pensamiento 'hervia en su frente,. i desatandolo sin rebozo, mereció con la aprobacion de sus virtuosos padres, entrar de relijioso a la Sagrada Orden de Predicadores. Como el viajero que léjos de su pa- tria camina penosamente por un valle de lágrimas, al traves de esa sombra de tris- téza derramada sobre el retiro i la soledad de la vida relijiosa, acabó por hacer su consagración. a Dios, solemnizando los votos perpétuos, de pobreza, obediencia i castidad. e ; - Con una particular disposicion para las letras, eoneluyó con provecho su curso de filosofia. Nutrido su entendimiento con los preceptos de esta ciencia, i bien dispues- to ya para llegar al conocimiento de la verdad, emprendió sus estudios. de teolojía ¡ ciencias sagradas, i como era de esperarlo, hizo rápidos e importantes progresos. Bajo la direccion de aventajados profesores, sus conocimientos teolójicos adquirieron variedad i acrecentamiento, i para hacerjsu fé cientifica, no solo se limitó a admitir las afirmaciones divinas, sino que supo esclarecer las relaciones de esta tradicion: con ay Para el presente trabajo, en lo relativo al R.P. Fr Francisco Alvarez il de w 1 : y P. Fr. Fro ez, me he valido del cúa- rno que sobre la vida de este personaje, ha escrito con bastante maestria, el R. P. Er. Deia Aracena. Me habria escusado, si no me obligara a ello la lei orgánica de la Universidad. > o 139 — los hechos del universo, porque la teolojia asocia al elemento divino el elemento hu- mano, 1 se lanza hasta los limites de Ja certidumbre, Mediante el estudio, habia da- do alas a su injenio, direccion a sus pasiones, i entusiasmo a su carácter, Enriquecido de conocimientos, ¡ animado de una fé amorosa, recibió la sagrada: uncion del presbiterado, i eon el exámen satisfactorio que rindió para órdenes, fué: desde luego aprobado por la autoridad eclesiástica para confesar personas de ámbos sexos, porque ya era sobradamente capaz de derramar sobre los. espiritus abatidos, el dulce bálsamo de celestiales consuelos. "Desde entónces comienzan para el R. P. Alvarez los mas importantes periodos de su vida, d datan sus trabajos i continuos. desvelos por el bien espiritual ¡ material de sus semejantes. En medio de una exislencia dulce i apacible, debida a la suavi- dad de sus costumbres, virtuoso, instruido i ardiente en grandes deseos, siempre es- taba dispuesto para las frecuentes ocupaciones que se. ofrecen en una comunidad de eclesiásticos, siendo una de ellas, el cargo de maestro de novicios, que desempeñó con el mayor tino i esmero. En suconvento de Mendoza, rejentó con buen éxito la catedra de filosofía, 1 su conocido talento i alta nombradía, le mereció del jeneral San Martin, la eonfianza de ser comisionado para instruir al pueblo sobre los debe- res republicanos. En el desempeño de tan crítica e importante mision, con la eleva- cion de su entendimiento, seguridad i acierto de su juicio, alcanzó con la sagacidad tambien de sus combinaciones, mas necesaria aun en las crísis politicag, a adquirirse una aprobacion jeneral. La mision augusta del sacerdote cristiano sancionada por el Salvador del mundo, i coronada en todos tiempos con maravillosos sucesos, tiene por objeto manifestar las glorias del Criador, i comunicar a los mortales los inefables consuelos, que a la wez solo se consiguen a los pies del ministro del Altísimo. Así lo comprendió el R. P. Alvarez, i siendo las funciones del sacramento de la penitencia, una de las tareas amas penosas del santo ministerio, sus ocupaciones no le impedian administrarlo con «celo apostólico, ni asistir al moribundo, para auxiliarlo con los beneficios vivifican- tes de la relijion. Unia en ese tiempo, al cargo enunciado, el de rejente de estudios, oficio conocidamente gravoso para quien desea llenarlo con exactitud por los gran- des cuidados que pide, hasta llegar a la vez al heroismo de la paciencia. «En nada seais propietarios, sino que vuestras cosas sean comunes a todos, i de lo comun se provea a cada uno lo necesario........» A estas notables palabras de la regla que habia profesado el KB. P. Alvarez, tenia vinculado un fuerte deseo, cual era el de la vida comun, hasta que venciendo grandes obstáculos i resistencias, me- reció trasladarse a esta Recoleta. Llenado el objeto de sus deseos, asomó para el mua nueva luz que guió su espiritu a la pascua de un venturoso porvenir, pues co- menzó a gozar de la tranquilidad de conciencia porque tanto habia inspirado; i favorecido por la mano del Hacedor Supremo, halló aqui el dulce reposo que en el - silencio da, la verdadera fraternidad. Amado i respetado de cuantos le trataban, se hizo cargo de la cátedra de filosofia que estaba vacante, i en seguida de la de teolojía agregando el derecho canónico, i en su desempeño, correspondió a las cualidades que habian señalado su nombre, En eslas ocupaciones graves por Jos esfuerzos que exijen, parece que el R. P. Alvarez como orador sagrado ensayaba tambien el eco que con dignidad i meestría debia re- sonar en Jos púlpitos sagrados, porque convencido que la relijion de Jesucristo no puede ser estimada debidamente por los que la profesan, si no se penetran de su verdadero espiritu, dedieóse a la predicacion evanjélica, como el medio más eficaz para conseguir este objeto i atacar los vicios que degradan al ser humano; i como recursos mas fecundos en buenos resultados, aspiraba a las misiones, i a los ejerci* cios espirituales. Ocupado frecuentemente en este santo ejercicio, adquirió una dic- Ss 140 — ( cion facil i nataral, que unida a una instruccion sólida, recreaba a la multitud que escuchaba su palabra, Imájenes Moridas i majestuosas no componian su elocuencia, pero era natural, real i verdadera, es decir, aquella elocuencia que procede del al- ma, ¡que nos entusiasma porque domina nuestros sentimientos , Peldehue i.Apo- quindo recordarán con alegría, esta santa obra a que el B. P. Alvarez consagraba sus desvelos : lo.mismo que será grata su memoria para los habitantes de varios curatos de afuera donde misiobó con. frecuencia, haciendo «oir sus discursos sencillos, aun- que no dejaban de ser vehementes e irresistibles cuando la ocasion lo requeria, El R, P. Er. Francisco Alvarez era hombre de mérito. Este nombre implica cierta fuerza, cuya accion prepotente nos humilla i doblega, hasta el estremo de rendir los debidos elojios a las personas que lo poseen, i señalar a la virtud el verdadero distin- tivo a que es acreedora, Asi, atendidas las virtudes 'del R. P, Alvarez, él era el la- mado a suceder en el gobierno de la Recoleta, al R, P. M. Fr. Matias Fuenzalida que habia finado; i habiendo pedido la comunidad nuevo prelado, fué nombrado i confirmado por la Santa Sede, Prior i Vicario jeneral., Circunstancias difíciles rodearon el principio de su carrera gubernaliva ; pero con su espiritu práctico, admirable i conocedor” de los hombres, supo sacar la comunis dad de grandes embarazos. Golocado en mejor terreno, con la fuerza de su jenio in- sinuante, se contrajo a introducir mejoras de toda elasez i la Recoleta Dominica, conservará siempre sentidos recuerdos del prelado benemérito, cuya pérdida ha obli gado a verter ardorosas lágrimas sobre su sepulcro. Allí, en los claustros de esa casa, existe una coleccion de cuadros, que representan los mas célebres i distinguidos per- sonajes, que en sanidad i doctrina, ha tenido la Provincia de San Lorenzo Martin de Predicadores, Esos monumentos debidos a los esfuerzos i empeños del R. P. Al- varez, harán eterna su memoría, porque han salvado del olvido a muchos de aque- llos relijiosos venerados, que cuando corria la mejor época de ¿quella provincias eran admirados por su eminente saber i ejemplares virtudes. La biblioteca le mere- ció una buena parte de sus cuidados, pues la aumentó con obras clásicas i funda- mentales, - Su celo era llevado al estremo por la observancia de las constituciones de su ór- den, i por la rijidez de la vida comun. El comprendió mu1 bien el objeto de los ins- titutos relijiosos ; conocedor del corazon humano, supo calcular que el individuo es mas exacto en el desempeño de los deberes a que se ha ligado espontáneamente* cuando es mas severo en la estrictez con que observa la lei que los regula í estatuye, Esto sc halla en la naturaleza del ser humano ; porque el hombre en todas las con- diciones sociales, en todas las circunstancias de la vida, es siempre honubre, es decir una cosa mui pequeña ; i por lo mismo, necesita de esperanzas i temores para mar- char con paso certero, en el estado, que la Divina Providencia, se dignará colocarlos, En las órdenes regulares hai algo mas ; deben caminar por un sendero mas dificil que el comun de los cristianos, porque ellas estrañan siempre la idea de la perfec- cion evanjélica, idea que templa los goces de su existencia con la imájen del sepu!- cro, e ilumina la lobreguez de la tumba con los rayos de la esperanza; ¡ es por esto, que cuando leemos las vidas de los antiguos cenobitas nos conmovemos, nos senti- mos poseidos de una admiracion, que ajita profundamente el ala, 1 comunica ¡m>= pulsos al pensamiento. dl El espiritu de fraternidad es el alma de las comunidades re gulares, el principio de su fuerza, de su vida ¡de sus adelantos; i el E, P, Alvarez, sentia la mas grata sa» tisfaccion al ver en su Recoleta, el verdadero espiritu relijioso, tan radicado ¡ lan integro, Por esta integridad talvez esa casa de estricta observancia, se ha escapado de la tremenda tempestad, que llevará en sus negras alas el violento huracan, que por desgracia quizá soplara en el seno de las corporaciones regulares. Su esplosion — J4l — debe derruir aquel edificio, i cuando se ha lamentado este descalábro, parece que $08 miembros pierden la penetracion bastante para conocer el bien, i la: fuerza para ha- cerlo o quererlo. Cuando han legado a su.colmo las hostilidades disimuladas del co- razon, entónces la impaciencia ocupa su jugar, i ya no se puede analizar porque ha perdido su prestijio: no hai jenio donde pueda traslucirse el alma piadosa, i hasta el imperio santo de la verdad se repele con desden, porque se ha adormecido una de las mas dulces e interesantes virtudes—la caridad. El KR. Fr. Francisco Alvarez, vi- jilando continuamente por la observancia regular, mandó al corazon de sus relijio- sos 1 compañeros, una obra, que formando un intervalo entre las tempestades del mundo i el silencio de la tumba, será la; cosecha de los sacrificios padecidos por un buen padre, que deberá redundar en proevcho de sus hijos. El personaje de que me ocupo gobernaba lacomunidad de su cargocon una fuerza robusta, que no quitaba a su carácter festivo i jovial, los rasgos que mos muestran el padre i el amigo. A todos procuraba inspirar aquella confianza que da la neutra- lidad de los modales, ¡que aleja de sí toda ficcion i disimulo; i aunque suave e insis nuante, no dejaba de ser mui enérjico, cuando ocasiones mui precisas lo exijian. En órden a la correccion, no era como algunos seres imprudentes, que cuando es nece: sario valerse de ella, hacen uso de una aspereza estudiada; cada palabra es un golpe, cada frase una flecha; al contrario, el R. P. Alvarez segun las circunstancias, adop- taba una observacion pasajera, una refleccion indirecta, una sola mirada, i los re- sultados correspondian maravillosamente a esta práctica. Una mansedumbre heroica decoraba su aspecto moral, i era tal la grandeza de su espiritu, que aun en los lan= ces mas apurados, carecia de aquel sentimiento de avidez i de rencor, que subleva las viles pasiones del corazon hnmano, conservando en su fisonomía aquella serenidad i dulzura que se convierte facilmente en alegria. En la carrera de la vida de las almas grandes llenas de entusiasmo por hacer el bien sin término, se observan hechos consumados en abnegacion i sacrificio, que co* mo una palabra sucesiva, 1 de una manera mas o ménos clara, revela los favores de la Providencia. Esta honrosa carrera ha ocupado la vida entera del R. P. Alvarez: al terminarla pudo decir—estoi fatigado por los continuos trabajos que he practicado, pero no estor cansado; próximo Lalvez a dejar de existir, pero palpitante en espe- ranzas i salvo el tesoro de mis convicciones. Parece, que conociendo su fujitiva du- —racion sobre la Lierra, como impaciente hubiera querido que se cumplieran sus bue= nos deseos en aquel rápido instante, en que el hombre llega, para sufrir, espiar, mejorar i morir. Su indole, sus ideas, sus acciones, causarán siempre poderosas exi- taciones de amor i de admiracion, que dispertarán a la vez, aun la indiferencia mas perezosa. La muerte vio a arrebatarle de entre sus hermanos, cnando apénas comenzaba a gozar del placer de ver realizado su valiente, proyecto de edificar una nueva iglesia; habiendo agregado ántes otro recuerdo de su amor a la Recoleta, pues escribió la historia de esta casa de observancia, bajo el litulo de : Apuntes para la historia de la Recoleta Dominica. La herencia de sus filantrópicas acciones i pensamientos, ha venido junto con la prelacia, a manos de un relijioso apreciabilisimo, que desplega por segundarlos, el. mismo ardor que hasta sus últimos momentos manifestó el R.P. Alvarez, por todo lo que propendia al adelanto de la recoleccion dominicana. ¡Quiera el cielo favorecerlo de un modo especial en su gobierno! Os he bosquejado el retrato de un hombre que bajó al sepulcro con una reputa- cion inmaculada, que ocupó los dias de su existencia en santificarsei en procurar el bien de sus hermanos, espaciándose con ellos en el «alborozo 1condenándose en la alliccion porque poveyó una gran magnanimidad de alma. Aqui hai algo mas que ambicion í amor; existe sin duda un principio robusto de accion que ejerce pode- — 149 — roso ascendiente sobre el corazon humano, que centraliza sus sentimientos i lo hace penetrar en el porvenir. : No solo de pan vive el hombre, nos dice la Santa Escritura. A la verdad, él vive tambien de ideas que le comunican vigor, vive dela palabra que procede de Dios, de la fé ide la esperanza, de ese don divino, que mo podemos adquirir por solas las inspiraciones de nuestro espiritu i los esfuerzos de nuestra voluntad, 1 solo nos viene de la liberalidad de nuestro Padre celestial. El Verbo increado, enjendrado en el esplendor de su gloria, se ha hecho hombre por salvar a su criatura, euyo ser todo entero ha tenido parte en la herencia de las miserías que le legara un padre preva- ricador. Nuestro Señor Jesucristo salvando lo que habia perecido, eomunicó a la bu- manidad su vida divina, vida de gracia, de verdad, de santidad en el tiempo de glo» ria i dicha en la eternidad. Existe pues, una alianza de paz 1 de amor. Se opera un cambio en Jas ideas, en las costumbres, en las acciones, en los sentimientos de los pueblos cristianos, a medida que la fé se hace mas viva, mas sencilla, mas univer. sal. Siguiendo la doctrina de Jesueristo, existe union con él, que es el camino del cielo que está patente a nuestra vista por el ejemplo de su vida, que alienta nuestra voluntad para unirla econ Dios por su gracia. . El Mesias prometido, en su clemencia, mos ha traido el mayor de los bienes—la relijion cristiana, Los deberes morales i sociales, las esperanzas de la humanidad, la conducta entera de la vida del hombre, depende de ella, porque sabiendo lo que debe ereer, sabe lo que debe obrar, esperar i temer, Intereses¿grandes, objetos interesan- tes. ideas sublimes respecto de Dios i de nuestro fin, son cosas bastante importantes para oeupar la verdadera ciencia del hombre, para merecer todos los homenajes del entendimiento ¡i del corazon, ya que Dios se ha dignado poner en él, un don infinito en su naturaleza í en sus efectos, cual es la fe, que lo santifica en el amor i la cari- dad, i santifica tambien su entendimiento, haciendo sus pensamientos conforme a los pensamientos divinos. Poda razon debe humillarse ante ¡su fuerza, porque se descubre el sello de una autoridad Suprema, que debe reunir todos los cerazones, subyugar todos los espiritus, estirpar lodos los vicios. ; La (é, esa limosna que nos ba hecho el Supremo Hacedor de todas las eosas, por la que ereemos firmemente todo lo que la Iglesia mos enseña, porque Dios que €s la eterna verdad lo ha revelado, agregada a la esperanza ia la caridad, componen tres lazos misteriosos, que en nuestro espiritu, nuestro eorazon i nuestro Cuerpo, nos unen a Jesucristo, haciéndonos sus hijos respetuosos i obedientes. Es verdad que ella exije con el sacrificio de la voluntad i del corazon, el del enten- dimiento; i la razon misma descubre los motivos de la almegacion que pide. Una compasion profunda i un secreto temor se apoderan del alma, cuando divisan que en el serhumano, solo pareee que resuenan las notas graves de la pasion i de la desgracia. Postrado en la degradacion, su entendimiento está cubierto de tinieblas: ignorar es su gozo, su paz, su alegría, i aparenta haber perdido hasta el deseo de conocer lo que mas le interesa. La ignorancia en su espiritu, ha eoncupiscencia en la voluntad, sus desgracias, todo significa la parte que le ha tocado delas miserias paternales; por lo que jime bajo el peso de grandes angustias i molestias. Cayeron Jas alas de su espiritu por el pecado, quedó sumido i abatido en un estado aflijente i angustioso de desesperacion, ¡mo pudo lucir el vigor i la ajilidad de su inocencia, porque las pasiones se sublevaron contra él; pero legó al mundo el libertador que esperaban los hijos de Jacob, que, dando perfeccion i cumplimiento a la lei, i reali- zando Jas sombras i figuras antiguas, recibió la humanidad su verdadero consuelo, i desde entónces fueron mas seguros los suspiros de esperanza, por que la lierra rega- da con la sangre del justo, quedó inundada con los raudales de las divinas gracias. Creyendo que Jesucristo fué el pacificador del eiclo:con la tierra, el mediador entre a 143 — Dios i los hombres, según su santa humanidad subsistente en él Verbo, como ños lo enseña la divina relijion, la fé puede curar la luga profunda que acongoja sin cesar la criatura racional, ella le hate conocer las verdades que están fuera del imperio de los sentidos ide la razon, porque son de un órden sobrenatural; le hate vivirla vida de la gracia, para hacerlo vivir en la eternidad, la vida de la gloria; ¡ disipando las tinieblas que las pasiones se esfuerzan eh levantar Continuameñte a su rededor, lo conducen a la certidumbre por caminos desconocidos a su intelijencia, hasta hacerlo entrar en participacion de ese sentimiento interior que le proporciona un verdadero goce en las verdades reveladas por esencia. Entónces los hijos de Adan bajo el triste yugo de sus vicios, la contemplan como el astro del dia que despide tranquilamente su luz vivísima ¡ saludable, ¡la admiran con espanto, porque su hermosura i fuerza los subyuga. La fé, no solo nos pone en posesion de la verdad que habiamos perdido, sino que uniéndonos a Jesucristo por una sumision absoluta, espía la rebelion de nuestro or- gullo, de nuestras pasiones; porque el cristiano que ama a Jesucristo, que observa lo que manda i de manera que lo ordena, posee ya el amor perfecto, icon el corazon unido a la santa caridad, este amor se convierte en mas vivo, mas sencillo, mas uni- versal; ¡ haciendo la union mas perfecta, nos libra de caer en los lazos que en todas partes nos tendiera la concupiscencia del espíritu i de la carne. Tambien es verdad, que el cristiano de fé ardorosa, porque son profundas sus convicciones, muestra una resignacion i un coraje verdaderos en medio de las angustias de la vida, i basta la muerte misma, se le hace deseable i dulce, por que en el lenguaje maternal de la Relijion, ha cambiado de nombre; es un sueño, es el principio de una vida mejor, Favorecido aun el ser humano en sus esperanzas, con las doctrinas que contiéne la Relijion que Jesucristo se dignara establecer en el mundo; aqui, solamente reporta los frutos de la redencion, pero no recibe su plenitud, porque la obra de esa reden= cion, no será perfecta sino en la eternidad: i es poresto, quelas consecuencias del pecado en el hombre, Ja ignorancia, la coneupiscencia, los males temporales, no han desaparecido del todo en esta vida. Si la existencia del hombre sobre la tierra des- pues del pecado, no es ya el principio delicioso de urra eternidad mas deliciosa aún, porque su vida ha cambiado de naturaleza; i Dios, en su infinita misericordia, 1 en vista de los méritos de su hijo amado, ha querido otorgarle un favor, un plazo, un término, a fin de animarlo i Jevantarlo en su caida. El tiempo, la vida misma, se le ha concedido. para la prueba, que teniendo por objeto alcanzar el cielo que habiá perdido, debe ser meritoria i por consiguiente laboriosa, acompañada de una fé viva que animada por la caridad, se encuentra unida a la práctica de las buenas obras. > La fé, es una antorcha coloeada por el Salvador del mundo, en las manos del hom= bre estraviado, que lo gaia, por la verdadera ruta que conduce ala felicidad. porque en la tierra de peregrinacion, las plantas del viajero que aun está lejos de la amada patria por la cual suspira, se hallan al borde de profundos abismos. Sirr la fées ims posible agradar a Dios; i los que creen en su nombre, adquirieren derecho para la= marse sus hijos queridos, porque someten su razon a fa palabra de Jesucristo, reci- ben las verdades que leg enseña, las guardan, i las eolocan en el fondo de su inteli- jencia. La fé nos instruye de las misteriosas relaciones que unen al hombre con su Hacedor, al cielo con la tierra. Las doctrinas jenerosas i fecundas que contiene la relijion cristiana, están sometidas a su imperio, cuya fuerza templa los árimos sin abatirlos, porque el elemento humano del raciocinio, se apoya en el elemento: divi- no, i el alma se tranquiliza entónces reposando en la autoridad divina tambien. 'Si la luz de la fé asoma como la aurora de un hermoso dia, si es un consuelo en medio de las miserias de la vida, un precioso tesoro, un don de Dios que encierra en si grandes tendencias para el bien de la humanidad, es por lo mismo altamente dig- 1 pa na de albergarse en el corazon cristiano. Es cierto, que los misterios que nos enseña sob inpenetrables, i queriéndolos sondear, nuestra imajinacion se pierde, como las gotas del rocio en la inmensidad del Océano; i sometiendo nuestro entendimiento a la autoridad de la Iglesia en materias reveladas, en nada se quebranta el vuelo del espiritu humano, porque aun así, es capaz de una filosofía elevada e independiente: en nada se cercena la libertad justa i razonable, que se espresa en aquellas palabras del sagrado testo: Entregó el mando a las disputas de los hombres. Si el bomenaje tributado a los dogmas revelados por Dios, no es una torpe escla- vitud, sino el mas noble ejercicio que puede hacerse de la libertad, porque el católi- cosin dejar la brújula de la mano, es decir la fé, para dirijir su rambo cual convie- ne, tambien examina, duda, i se engolf: en el piélago de las investigaciones, la im- diferencia, el eceptisismo relijioso, la pereza en materias de Relijion, sí mees per= mitido usar esta palabra, no pueden ser escusables, justificables, porque en la Relijion se halla el consuelo del alma, ¡están compendiados los mas importantes destinos de Ja humanidad. Parece que una furia rencorosa sale impetuosamente de los profundos senos del corazon humano,-i se dirije contra los dogmas sacrogantos: pero serán sus esfuerzos ilusorios, len vano divagará por las rejiones de la incertidumbre, porque la obra está escudada por la mano poderosa del Hacedor Supremo, i no perecera jamas. Cuando el hombre está dispuesto a arrostrar todos los sinsabores que vuelan en pos de una pasion reprobada por las leyes; cuando corrompido el corazon, mira con eyentualidad lejana el terrible trance, porque los heraldos de la muerte, no lo indi- can aun, entónces la indiferencia se alberga tranquilamente en él, i pretende ahogar la verdad entre un soberbio desden í una ironia insultante: pero no obstante, ha si- do creado para recibir la verdad i la virtud, i aun en el curso ordinario de la vida, en medio de los acontecimientos mas comunes, en esos momentos en que la existen- cia se arrastra sobre un tiempo que camina con lentitud perezosa porque el mundo le fastidia, entónces siente mil veces, cual cae gota a gota sobre su corazon el veneno de la víbora que en su seno abriga. ¡Es imposible una ausencia absoluta de toda ess peranza, una incertidumbre sobre Dios, sobre el oríjen i destino del hombre! El cristiano que somete su razon a la fé, ha encontrado la realidad, i para obrar, no necesita empeñarse en seguir algunos tipos melafísicos, que señala la humana sas biduría, los cuales podrian llevarlo a un esmero rebuscado 1 vano, que seria un ver- dadero suplicio de la intelijencia. El mejor móvil regulador que da una lejítima 1 poderosa impulsion a las acciones del hombre cristiano, es la fé viva universal ¡ sen- cilla, conforme a la idea que de ella nos dejó el Salvador, cuando llamó a un niño, i poniéndole en medio de sus discipulos, les dijo: El que no se someta al evanjelio con la sencillez del párvulo, jamas entrara en el reino de los cielos. Aunque el hombre abatiendo la furiosa pasion del orgullo, está obligado por la fé, a creer lo que no puede comprender, esta somision importa la observancia de una lei sagrada, inmaculada i universal, cual es la Relijion cristiana. En el hombre que ha sido favorecido con el regalo inestimable de la' fé, cualquiera que sea su Ca: tegoría, se encuentra el verdadero valor, la fuerza bastante para el desempeño de sus deberes morales i sociales, porque da cumplidamente a un precepto, que signado con sello divino, no solamente regula fos actos esteriores, sino que su fuerza alcanza a la conciencia, a los pensamientos, a los menores movimientos del alma. Entónces, sin= | tiendo aquella paz lena i perfecta del entendimiento saciado con la verdad infinita, -| cual es la posesion de la fé, conoce que su razon no es la fuente de la verdad, ¡su= perando todos los obstáculos que opone una falsa sabiduria, cesará tambien de lu- char contra si mismo, en la soledad violenta de su corazon. La verdad debe ser la reina de! mundo; i dependiendo el órden de los adios del | — 145 — órden de las ideas, i encontrándose aquella en toda su hermosura, en el seno de la Relijion, dedúcese lejitimamente, que el hombre de corazon cristiano, enguentra en, ésta, un principio robusto que imitar, ¡ sus acciones no pueden dejar de ser buenas i heróicas a la vez, Conservando alegre, la guia luminosa de la fé, percibe con mas claridad la im- portancia de los esfuerzos que exije la Relijion, porque ellos se dirijen a santíficar el corazon, que está destinado para volver al seno de su criador. Así como el hom- bre que pierde la relijion se hice supersticioso i crédulo, asi el que amolda sus ac- ciones a los preceptos evanjélicos, se hace mas enérjico eirresistible porque une a su Imajinacion a la razon, dá amor a su fé, uncion a su oracion, prestijio a su piedad, 1 descubre con mas claridad las armonías misteriosas que tienen el cielo 1 la tierra, con la existencia humana. Libre de las ilasiones que se asemejan al sarcasmo del implo, que sin exámen acepta, elojia ¡ crítica a la ventura, arrostra con gusto los sacrificios de la vida, porque sus creencias le presentan a Jesucristo, como el modelo. más perfecto que debe imitar en sus acciones. Es necesario que el hombre, despues de haber abrazado todo lo pasado. ¡i sufrido, en lo presente, se detenga siquiera en los límites del porvenir, porque la humanidad se halla sembrada de ruinas, ies bastante noble i demasiado desgraciada, para que, sino se le respeta, se le tenga al menos compasion. Anchuroso es el campo por don- de puede espaciarse el entendimiento humano, pero es necesario adquirirse la ener- jia bastante para retener la impresion jenuina de un hecho o de una idea, que pide el sacrificio del corazon ide la voluntad. No es dificil; porque el ser humano, no puede quedar en un estado de completa inercia, i saluda con alborozo el dia afor* tunado, cn que libre de las luchas. engañosas 1 restrictas, se-sacia en el goze la ver” dad. Si la espresion dolorosa de una sociedad enferma por indiferentismo, es bastan- te poderosa para hacer vacilante su voluntad, sin vigor entónces para entrar al san- tuario de la fé, es ya un cadáver destinado. a los cuervos, como los hombres corrom- pidos, están predestinados a la tiranía. UN TRIBUNAL DE MINERIA.=Memoria leida por vON w4- HAN SIREDEY para oblener el grado de licenciado en Leyes. Señores : Basta arrojar una mirada rapida al campo de la industria de nuestra República, para divisar en el objetos altamente dignos de la observacion i estudio del juriscon- sulto i del lejislador. í Si la lei lo abraza todo, si todas las cosas que son objeto de ocupacion para la in- telijeucia humana se hallan ligadas por relaciones sin término, la industria en jene- ral no puede ménos de reclamar incesantemente la accion protectora de la lei, que lo mismo que el derecho, no significa otra cosa en sus resultados, mas que prolec- cion i salvaguardia del bienestar individual i social; i el enlace necesario que une : 20 — 146 — , una ciencia a otra ciencia, una industria a otra indastría, una institucion a otra, somete precisamente al dominio de la ciencia del derecho, la consideracion ¡exámen del cuadro variado e interesesamte de todo lo que puede llamarse fuente de bienestar i riqueza, de todo lo que puede llevar a un pueblo sabio i laborioso por un desarro- llo facil ¡ progresivo hácia un diguo porvenir. Bajo este punto de vista, escusado es notarlo, la parte principal de esa accion de la lek está en la aplicacion de eba mis- ma a la distribucion del derecho, quiero decir, en: la administracion de justicia; pero, si en este concepto fijamos nuestra atencion en la administracion jeneral de justicia, no se puede ménos de hallar muchos defectos que remediar F necesidades que salis- facer, i que merecen un lugar preferente entre los importantes trabajos que en el día ocupan: a nuestro Gobierno ¡a la lejislatura; ahora, sobre todo, que se proyee- tan códigos, que se disculen estos, que se anhelan mejoras ¡ que todo parece decir-: nos que debemos esperar lener no mui tarde una lejislacion mas propia e institucio nes mas adecuadas a nuestra circunstancias actuales. Sobre este particular, refiriéndome a la industria, en lo que se nota mayor vacio: es el ramo de mineria. Yo: me he dicho desde luego : la industria principal de Chile es, sio disputa, la industria minera; pues podemos dividir el territorio en bres par= tes: desde la parte meridional hasta la provincia de Santiago, la industria dominante es la agricultura; desde esta provincia inclusive hasta la de Aconcagua inclusive, se: manifiesta la industria agricola i minera en un término medio ; i de allí para ade- Jante hasta Atacama, mo se conoce, podemos decir casi oLra industria qué la minera. Cuanto:al comercio, partiendo desde Valparaiso, que es su centro ¡emporio para el norte ¡ para el surse hralla mas o ménos desarrollado, pero con mas estension que la agricul- tura, pues esta se halla en la infancia, i apénas podemos decir que existe en Chile. De manera que solo el eomercio i la minería constituyen propiamente un cuerpo o esfera industrial que merezca una especial lejislacion; i esta última, digo, es ma- nifiestanrente de suma importancia para nosotrós, por cuanto ha producido i pro- duce la mayor parte de la riqueza nacional, i continuará siendo sw manantial mas: copioso si se la protejei dirije de la manera mas conforme a su naturaleza. Profec- cion ¡ direccion esto es lo que ella reclama, i esto envuelve la ¡idea de mi tema, es decir, «Un tribunal de mineria.» | Bajo este litulo, señores, me propongo desarroMar la idea de la importancia i aun necesidad que entre mosotros se hace sentir de un tribunal especial de minas; i en: este pequeño trabajo, con que pretendo cumplir lo prescrito por vuestros estatutos, no tanto me asiste la presuncion de llenar cumplidamente mi propósito, cuanto la esperanza de presentar a vuestra ilustrada consideracion algunos principios i hechos que puedan por si solos granjearse en vuestro ánimo la importancia que merccen. Despues de esplanar «lgunos pensamientos sobre el objeto indicado, concluiré mani- festando el modo i las bases en que, a mi modo: de entender, convendria plantear una institucion de esta especie. : Desde luego-se me ofrece una dificultad; pues se dirá gacómo puede convenir un tribunal especial a mas de otros tambien especiales que tenemos, cuando aun estos. debieran suprimirse i someter el conocimiento de toda causa a los juzgados i tribu- nales ordinarios?» Dos palabras me permitiré sobre esto. , Es cierto que tal objecion, jeneralmente hablando, -es fundada en bastantes Tazo- nos, sobre todo en la conveniencia manifiesta de simplificar la administracion ; pero, no me parece asi en algunas especialidades, en cierto órden de cosas i hechos que, por mas que se diga i se quiera, no pueden siempre tener en el ánimo de los jueces ordinarios aquella exacta apreciacion que la justicia requiere. Se dice ademas ¿«qué necesidad hai de jueces prácticos? Bastaria i seria mas espedito, i por lo misuio mas conveniente, que en todo juicio práctico conociese el juez ordinario valiéndose: únit- — 141 — camente del informe de peritos sobre la cosa disputada.» Yo creo que en efecto esto es espedito; se evitaria ademas cualquier embrollo en la tramitacion, a que da lugar muchas veces la ignorancia de los jueces prácticos en materia de derecho: así por ejemplo: se ofrece un litijio entre dos hacendados sobre el restablecimiento de una £apia divisioria ¿qué es lo que se hace? El juez de letras decide previamente que tal pleito debe seguirse ante peritos compromisarios, quienes, con conocimiéntos profe- sionales, pueden mejor que un letrado enterarse plenamente de los hechos í circuns- tancias indispensables para deslindar el derecho de las partes: En este caso, el mis- mo ¡ talvez mejor resultado se obtuviera conociendo el juez letrado, apoyado en el informe de uno o varios agrimensores, sin que estos tuvieran intervencion alguna ni en tramitar ni en calificar derechos : esto es mui natural i conforme a los principios que fijan toda jurisdiccion. Empero, no es conveniente ni lójico comprender todos los casos indistintamente bajo una sola regla; esc modo de proceder no debe esten- derse a cualquier circunstancia en que se requiera conocimientos especiales para po- der fallar; pues, si no hai inconveniente en el juicio criminal, por ejemplo, en que un médico o cirujano informa sobre el estado de un herido, puede haberlo en algu- nos civiles que versen sobre asuntos tales, que ni seria prudente confiar a jueces prácticos, ni de enterajusticia a los jueces ordinarios que careciesen de nociones es- peciales ivesclusivas a la materia controvertida. Sirvame de ejemplo la industria co- mercial. Los negocios mercantiles se desvian algo delos negocios comunes de la vida; son de tal naturaleza que, por lo ¡eneral, solo el que se halla versido en ellos por una práctica de algunos años, es capaz de formarse juicio exacto de todas las inci dencias icircunstancias que los complican i dificultan. Por otra parte, es de ventaja jeneral para todo pueblo protejer i ensanchar el comercio; se le proleje i ensancha con franquicias, buenos reglamentos, procedimientos espeditos para la resolucion de los pleitos mercantiles, ete. : de manera que, necesidad de hombres ¿idóncos para co- nocer estas causas + utilidad evidente de favorecer esta industria, som dos ideas que no podian ménos que producir una institucion sei generis, un tribunal de comercio. Existe, pues, el consulado; cuerpo comercial compuesto de comerciantes intelijentes; pero como no hai hecho o negocie, por aislado i desnudo que parezca que no se halle relacionado directa o indirectamente con el derecho i lejislacion, a ese cuerpo, de espiritu esencialmente mercantil, le fué indispensable tener una potencia jurídica: tiene un letrado asesor. Pero, se encuentran razones para opinar por la supresion del Consulado, se cree que es un lujo de tribunales, que su subsistencia es innecesaria, por cuante ¿no pro- duce otras ventajas que las que se oblendrian si su jurisdiccion se refundiese:en la de, los jueces civiles erdinarios. Supongo que asi sea; sim embargo, si las razones ya es- puestas han servido de fundamento o por lo ménos de. preteste a su existencia ¿con cuánta mayor fuerza no reclaman ellas da creacion de un tribunal de mineria? Para convencerse de esta necesidad es preciso hacerse bien cargo de lo que actualmente sucede, i:palpar de cerca la dificultad que hai de administrar cumplidamente justi- cia. en las frecuentes i complicadas causas de minas. ' Si se tralare de compra o venta de una mina, de embargo de sus frutos, de suce- ger en ella por testamento o ab-intestato sobre el crédito privilejiado de los aviado- res, elc.; en este 1 otros casos análogos, en que solo se trata de deslindar un derecho, no sería racional que el conocimiento de estos asuntos se encomendase a otros jue- ces que los ordinarios. Pero sería de distinto modo como convendria proceder si se tratase de delerminar pertenencias, o de internaciones de las labores de una mina en la pertenencia ajena, sobre demasias i su adjudicacion, sobre desagúes, derrum - bes, etc., ¡en lodo lo que requiera los conocimientos prácticos i cientificos del inje- nicro de minas, Supongamos, por ejemplo, que se trate de medidas de una perie- — 148 —- nencia: un minero reclama el derecho A por entender la medida en tal o cual sen= tido; el otro reclama el derecho B opuesto, por entenderla de una manera diversa- ¿la resolucion de la dificultad, siendo el asunto contencioso. se someterá al juez les trado; este, para hacerse cargo de la cuestion, hará que ¡informen peritos; los peri- tos informarán, acompañando planos de la mina, planos bien trabajados, si se re= quiere, i pcrfeetamente detallados; ie) juez, con los hechos, informes, plauos, etc. que tiene ante sus ojos, se formará naturalmente una idea del objeto disputado 1 sus circunstancias. Ahora bien, esa idea será exacta o verdadera en algunos'casos, € inexacta o falsa en muchos; pero, como quiera que sea, el juez no decidirá sino se- gun la idea que se ha formado de la cuestion; pues nadie juzga sino como entiende las cosas; i ¿qué mas se puede exijir? La intelijencia de un hombre, escusado es decirlo, no puede abrazar todos los conocimientos humanos; por consiguiente, por estensa que supongamos la erudicion de un letrado, por profundo su saber en la ciencia del derecho i de las leyes, no es posible, hum>namente hablando, que com= prenda todas las especialidades i casos prácticos de ciencias estrañas'a su pro- fesion. Por otra párte, aun sup»niendo que las razones espuestas no luvieran fuerza alguna, que no fueran razones, hai sin embargo un hecho manifiesto. innegable, que a mi juicio bastaria par apoyar siquiera la idea de la conveniencia de un tribunal de mi- nería. Este hecho es que «las causas de minas, se prolongan mucho,» contra el espi- - ritu i espreso mandato de la ordenanza, que en el art. 5 tit. 3 dice: «Mediante que se deben determinar las dichas clases de pleitos i diferencia de entre partes breye ¡ sumariamente, la verdad sabida ¡ la buena fé guardada por estilo de-comercio, sin dilaciones, etc.» La brevedad, pues, es el carácter dominante en todo lo que prescri- be este código; sin embargo, ejemplos frecuentes nos están diciendo que no es po- sible satisfacer a esa exijencia de la leiz i así vemos que los pleitos de minas, espe= cialmente los que se refieren a casos prácticos, se complican i enmarañan aunque sean en si sencillos, de tal suerte que al mismo tiempo que duplican el trabajo de un juzgado o tribunal, duran otro tanto quizá de lo que debieran. Tan ciertos son los inconvenientes indicados, tan cierta la “necesidad de que trato 3 que existe en todo pais bastante minero, que ántes de dar para la Nueva España las nuevas ordenanzas, que tambien rijen en Chile, la primera atencion del Soberano español es mandar la eréccion de un Tribunal de Minería en aquella parte de sus «dlominios, i asi se espresa: «. . . En su vista, i de lo que sobre ello me consultó mi Consejo Supremo de las Indias con fecha 23 de abril de 1776, fui servido resoiver, entre etras cosas. i mandar por mi real cédula de 1.» de julio del mismo año, que el importante gremio de minería de la Nueva España se pudiese crijir, i erijiese en cuerpo formal como los Consulados de comercio de mis dominios, dándole para ello mi rejio consentimiento i necesario permiso, ¡concediéndole ¡a facultad de imponerse sobre sus platas la mitad o dos terceras partes del duplicado derecho de señoriaje que contribuia a mi real hacienda, i de que le relevé por la misma cédula: a eonsecuencia de todo lo cual, en.acta que los diputados representantes del enun- ciado gremio celebraron el 4 de mayo de 1777 se procedió a su ereccion en cuer= po formal, a determinar los empleos de que debia componerse el correspondiente tribunal, ¡ al nombramiento de los sujetos que debian ejercerlos; i de lo que acor= daron dieron parte al Virei, que en mi real nombre i por su decreto de 21 de junio del propio año, lo aprobó, permitiendo al erijido Tribunal! interin yo resol+= viese lo que fuese de mi soberano agrado, el uso de todo el poder i facultad en lo gubernativo, directivo i económico que gozan los Consulados de la monarquía segun: las leyes, en lo que fuesen adaptables conforme a mi real voluntad, suspendiéndole por entonces solamente el ejercicio de la jurisdiccion contenciosai privativa decla- — 149 — rada a los Tribunales de los Consulados de comercio; i entretanto que al de Minería se formasen, como estaba mandado las nueyas ordenanzas, í yo me dignase aprobar- las.» ¿Bor qué, pues, el monarca hubo de proceder a crear una institucion que no fuera conveniente o necesaria i de cuya utilidad no estuvicra plenamente convencido? En efecto, no podia ménos de hacerse cargo de todas las dificultades que encontrara la industria cuyo desarrollo j progreso, sea por ambicion u otro motivo, seempeñaha con mas ahinco en promover en sus colonias mas mineras de América; pues las re- presentaciones que recibiera de su Virci de Nueva España, que en presencia de los lugares i de los hechos, los conocia mejor; representaciones ademas apoyadas en las observaciones e ilustraciones de los diputados del importante gremio de minería, de= biau precisamente ponerle al corriente de las exijencias de la industria favorita, i de- terminarle a la autorizacion de todas las medidas que contribuyesen a protejerla i di- -rijirla en el sentido de su mayor prosperidad. Para este fin, nada mas eficaz que una lejislacion especial sabiamente meditada i un tribunal propio, organizado de la ma- nera mais adecuada i conveniente. Si ponemos, pues, en parangon a Chile i Méjico, porque esindudable que ambos son notables por la industria de que se trata, vemos por una parte lo acertado de adoptar entre nosotros, aun interinamente, las urde- nanzas dadas para este último país; i por otra parte la falta de una institucion que guardase armonía con estas leyes, en las que no puede ménos de notarse aquel ca- rácter de prudencia i cordura que hace el mas recomendable mérito de la Jejislacion española. Lo uno sin lo otro no puede llenar todas las condiciones que la convenien- cia reclama, porque solo ambas cosas a un tiempo pueden prestar una proteccion i una direccion provechosa al ramo mas importante de la industria nacional. Proteccion ¿ direccion, repito, es la gran necesidad que se siente por lo que res. pecta al objeto en cuestion. Está quizá de mas el decir que Chile es esencialmente mioero, pues es evidente lo mucho que debe a la minería, i mucho lo que aun tiene que esperar de ella; allí están las provincias del norte; que digan a qué deben el adelanto en que se hallan, particularmente Atacama; consúltese la estadistica, i no se podrá dudar de que esta industria ha sido ies un manantial fecundo i perenne de la rígueza nacional. Esta consideracion, señores, que no debe perderse de vista, es un poderoso moliyo para inquirir sobre los medios que mas venlajosamente pu- dieran emplearse para que la referida industria sea bien dirijida i evitar que los in- convenientes con que tropieza lleguen talvez a ocasionrr su decadencia. Pregunlemos a cualquier intelijente que haya visitado nnestras minas, i nos dirá que, con excep- cion de pocas, se hallan mui mal esplotadas ; porque, a la verdad, el arte de esplotar, podemos decir, no es aun conocido entre Hs Aunque haya, como efectivamente hai personas capaces de dirijir diestramente un laborio, i empresas que siguen un buen sistema de esplotacion, esta se halla sin embargo léjos de producir todas las ventajas deseables ; pues las preocupaciones inveteradas de nuestra ¡jente minera, su poca fé en las verdades de la ciencia, sus malos hábitos i el espiritu de rutina que los domina, son otros tantos escollos en que tienen que fracasar a cada paso los es. fuerzos individuales. De aquí la inexactitud de la observancia, de la ordenanza de minas; de aquí, los atrasos que se verifican en minas naturalmente buenas; de aquí las lastimosas pérdidas que a menudo tienen que lamentar los mineros a causa de Sus trabajos mal dirijidos i de los pleitos enmarañados que ellos suelen ocasionarles; i por fin, todas las funestas consecuencias que son naturales, absorcion infructuosa de cap:tales itiempo, temores i desaliento para la industria en jeneral, i un mal po- sitivo i verdadero para la nacioni el Estado. Í todo esto ¿por qué? Greo no aventurar mucho con decir que por falta de un cuerpo gubernativo, directivo, económico i jurisdiccional, esclusiva i especialmente encargado de velar i administrar todo loque corresponde privativamente ala minería. «La esplotacion de las minas, dice Blavier — 150 = (hábil espositor de la jurisprudencia de minas en Alemania) no puede ofrecer a un ¿gobierno ilustrado las preciosas ventajas que debe esperar de ellas, sino mediante leyes sabias i una administracion especial convenientemente organizada» (1). Fuera de las razones espresadas, creo encontrar un apoyo a mi opinion en el ejemplo que nos presentan varias naciones de las mas civilizadas de Europa, parti- cularmente Alemania, donde se hallan mejor organizados tribunales de minas. Si esto mo prueba la necesidad prueba al ménos la grande utilidad que, sobre todo para un pais como el muestro, reportariz un tribunal dejesta clase. Si las minas son propiedad de la nacion, cuyo usufructo, diremos asi, es otorgado a los particulares por el representante de ella, esto es, el Estado; si su beneficio i trabajo, segun sea huero o malo, tiende directa e indirectamente al aumento:o a la disminucion de la riqueza nacional; parece'conforme con los principios del derecho público, que debe haber para ellas no solo una lejislacion especial i protectora, sino tambien una ad- ministración que constituya una rama principal de la administracion jeneral del Es- tado. Que ellas son i han sido objeto de atencion para un gobierno, bien sea por interes egoista de un mandatario, bien por el interes jeneral de una nacion, lo prue- ba la historia de los pueblos civilizados desde tiempos remotos. Efectivamente, las sabias investigaciones del autor de la riqueza mineral, Me. Heron Villefosse, nos muestran que aun en la República de Atenas estaba sancionado el Derecho de Re-' galía, porel quecorrespondia al estado la 24.2 parte del producto bruto de las minas de plata que se concedian a los particulares, i cuya vijilancia se confinba a admi- nistradores elejidos por el Estado para este efecto. Lo mismo mas o menos entre los Romanos: «las minas i los injenios se confiaban especialmente a la inspeccion in- mediata de los Procuratores Metallorum, quienes estaban encargados de asegurar la recaudacion de los impuestos i protejer el ejercicio del derecho de preferencia que los emperadores se reservaban para la compra de los metales. » Manifestada. señores, en cuanto me ha sido posible, la importancia i convenien- cia de,un tribunal especial de minas entre nosotros, no creo haber llenado el objeto de mi memoria sin presentaros en compendio una especie de modelo de tal institu- cion, concebida segun los principios mas conformes con la lejislacion actual i orga- nizada de la manera que, a mi entender, pueda ser mas provechosa. Con este fin, los puntos capitales en que fijaré vuestra atencion i que diseutiré brevemente en lo restante de este discurso, son: 1.?, sobre las personas que deben componer el tribu- nal; 2.9, atribuciones que le corresponden; 3.%, ajentes subalternos; 4.?, modos de proceder que debe observar pira mejor cumplir con su fin. * L. Desdé luego, se ocurre que no pueden fijarse las cualidades de las personas o funcionarios que han de componer el cuerpo de un tribunal, sin determinarse cual deba ser la mision que están llamados a desempeñar. Esta, como ya he dejado ver de un modo jeneral, no debe consistir sino en el gobierno, direccion, economía, i administracion de las minas: el gobierno, en cumplir i hacer que se cumplan las or- denanzas, ya por medidas preventivas de cualquiera infraccion, ya por medios coer- citivos que la autoridad pública ácbiera poner a su disposicion en los casos reque- ridos; la direccion, en velar sobre que el laborio de las minas se practique de una ma- nera conforme con las rezlas de espletacion, adoptándose de esta los métodos mas adecuados a las circunstancias locales; la economía, en cuidar que los viveres i com- bustibles en los asientos de minas, no escaseen ni falten; i finalmente, la adminis- tracion, que en sentido jeneral comprende todo lo enumerado, se refiere en este pun- to especialmente a la administracion de la justicia. Por consiguiente, se deduce que ' (1) Tomo L.> páj. 149. (Ksteacto de una memoria de Mr. Karsten.) — 15) ou no serán aptos para el destino en cuestion, sino los individuos en quienes concurra conocimientos cientificos i prácticos sobre esplotacion i en todo lo que concierna a li minería, en una palabra, que sean injenieros de minas recibidos, con titulos O diploma otorgados en [orma por la autoridad competente; i adviértase de paso, que personas de esta calidad no será dificil encontrar en Chile, porque sin embargo de que en la actualidad casi no los hai debemos esperar tenerlos dentro de poco, me= diante la creacion de un cuerpo de Injenieros que el Gobierno se propone i cuyog estudios se prescriben i reglamentan por el supremo decreto de 7 de diciembre de 1853. (2) Empero, un hombre con todos estos requisitos sería todavia insuficiente sino se hallase perfectamente instruido en las Ordenanzas de minas; porque en efecto ¿cómo podria cumplir í hacer cumplir leyes de que no tuviese un exacto conocimiento”? Con este objeto, a todo aquel que hubiera de formar parte del tríbanal de Mineria, deberia precisamente someterse a un exámen prolijo de las disposiciones del Código de minas, comprendiendo los decretos i las costumbres del pais relativamente a es- ta misma materia. Por otra parte, para desempeñar bien su destino, debería tambien Ser conocedor de la riqueza agricola de los principales distritos mineros í de las cir= cunstancias de los combustibles en esas mismas localidades; porque solo de este mo- do pudiera el tribunal, con una mirada rápida a lasexijencias de cada punto, tomar todas las medidas convenientes para impedir o remediar la carestia de los artículos indispensables para el sosten del trabajo en un real de minas i coya falta no pue: de menos de ocasionar paralizaciones i retardos perjudiciales. : El tribunal se compondrá de tres personas dotadas de las cualidades indicadas; una de ellas será el Presidente, que servirá para dictar las providencias del momen- to, sobre todo en un proceso, i este cargo recaerá por turno en todos los miembros sucesivamente, durando cada cual en su desempeño por el término de un.año. Su residencia será o Santiago, o, lo que parece mejor, alguna de las ciudades del Norte. IL. Supuestos los requisitos de que acabo de hablar ¿ cuáles serán las atribucio- nes del tribunal? Ante todo, conviene decir que no deben ni basta indicarse de una minera jeneral o abstracta los objetos a que ellas se refieren; no deben consignarse en reglas, porque esto, en casos poco comunes i dificiles que ocurriesen, daria lu- gara dudas sobre si se hallan o no comprendidos en .la regla, i los conflictos i di- ficultades consiguientes a la perplejidad de los jueces, comprometerian a pesar su- yo el acierto apetecible en sus actos. Lo mas prudente seria, sobre todo en lo con- tencioso, determinar de una manera fija i detallada los casos que deben someterse a su juridiccion, como lo hace la ordenanza de minas dada para Méjico i que rije en- tre nosotros: i así dice, por ejemplo, en el ya citado art. 2 del tit. 3: « Ademas han de ser del privativo conocimiento del real tribunal jeneral las causas en que se bra> tare ¡ fuere la cuestion sobre descubrimientos, denuncios, pertenencias, medidas, desagúes, deserciones i despilairamientos de minas, i todo lo que se hiciere en ellas en perjuicio de su laborío, i contraviniendo a estas ordenanzas, i tambien lo relati- vo a avios de minas, rescates de metales en piedra etc. » Esta manera de designa- cion es preferible a toda regla, asi como en otras cosas es mas sencillo i útil una regla jeneral que la enumeracion de casos particulares, i sobre todo en estas mate- rias, tanto por ser de suyo peligrosas las definiciones, cuanto porque muchas veces no es posible dar una definicion elara i exacta tratándose de casos esceptuados de la juridiccion ordinaria. No puede ser sino esta necesidad de precision el motivo porque la lei del Consulado de comercio se espresa de un modo análogo a las dichas 4 (2) Araucano núm. 1468. — 152 — ordenanzas; pues que, no siendo posible o fácil una definicion precisa de lo que se entiende por causa mercantil, para comprender todos los casos que debian someter- sea su conocimiento, era indispensable decir como dice especificamente la citada lei: « Corresponde a los Consulados de la República conocer privativamente en pri- mera instancia de los pleitos i diferencias que ocnrran entre comerciantes o merca- deres, sus compañeros i factores sobre sus neggcinciones de comercio, compras i ventas de frutos i mercaderias; contratos de manufacturas i comisiones por tierra i por agua: las empresas de provisiones, ajencias, tiendas o mostradores de efectos mercantiles; establecimientos de ventas de mercaderias o martillos etc. » Para deslindar mejor las atribuciones del tribunal de mineria, conviene hacer en la administracion que le atañe, una distincion necesaria que tiene su fundamento en la naturaleza misma de las cosas, es a saber; lo meramente gubernativo i lo juris- dicional en asuntos contenciosos. En cuanto a lo primero, será de su resorte man- tener en completa subordinación a todos los funcionarios inferiores que desempe- ñen, como esplicaré despues, total administracion de las minas en una esfera menor determinada por él; recibir anualmente de dichos funcionarios avisos e informes re- lativos al estado de la minería en cada distrito, a fin de poder, con conocimiento de causa, providenciar medidas conducentes.a su mejoramiento; pasar al Gobier- no, cada vez que crea conveniente, representaciones fundadas i discutidas por la misma corporacion sobre las modificaciones útiles o necesarias que la esperiencia i las circunstancias aconsejan verificar en la lejislacion de minas; en fin, proceder en toda materia de minas, que no sea contenciosa, conforme a lo prescrito por la Or- denanza, ejerciendo una superintendencia jeneral sobre toda la minería de la Rept- -plica, por instrucciones, correcciones, amonestaciones i residencias, dirijidas a los subalternos para atajar sus abusos i mantenerlos en completa observancia de sus de- beres i de las prescripciones legales. Respecto de lo segundo, la jurisdiccion del tri- bunal se ha de circunscribir al conocimiento en 2.* instancia de los asuntos que se hicieren contenciosos i versaren sobre puntos que delerminada i privativamente se hallan sometidos a ella por la Ordenanza; i ademas de estos casos en que hai con- tencion o contradiccion de partes, su autoridad, como que es correccional, se esten- derá al conocimiento de causas criminales por delitos cometidos por personas minc- ras o no mineras que se hallen en las minas, calificandose de delito todo acto con que se infrinja maliciosamente una disposicion terminante del Código especial i de- mas leyes de la mineria. TI. Como una corporacion tal cual ésta, única en su especie i compuesta solo de tres individuos, seria a todas luces insuficiente para- desempeñar por si la adminis- tracion jeneral i especial a un tiempo sobre todas las minas de la República, se de- ja fácilmente entender que es indispensable la institucion de majistrados subalternos que, dentro de cierto territorio designado a cada cual en todo asiento o real de mi-= nas, estén encargados tambien de lo gubernativo, directivo i económico de ellas, ejerciendo facultades idénticas a las del Tribunal Jeneral, Estos majistrados cons- tituirán otros tantos juzgados de 1.* instancia: sus atribuciones, se refieran o no a asuntos contenciosos, serán las mismas que ya espuse hablando del tribunal del cual serán dependientes, i todo lo que este pueda o deba hacer en la total estension del | territorio, han de poderlo ellos en los mismos términos dentro de su respectivo dis- trito. Por consiguiente, corresponderá a dichos jueces entender en los pedimentos que se hagan de minas o vetas nuevas o de pertenencias, en los denuncios por d>spue- ble, en los desagúes, ventilaciones, haciendas de beneficio, corta de leñas etc., i en suma les competirán todas las facultades i el ejercicio de todas las funciones que las nuevas ordenanzas de Méjico otorgaban a las diputaciones ia los jueces de minas. Se sigue de lo dicho que debiendo ejercer facultades análogas a las del tribunal, sus — 153 — cualidades deberán ser las mismas que deben coricutrir “en los mieribros de estes 1 no puede ser de otro modo, puesto que solo siendo injenieros de minas sabrán cum- plir como es debido la obligacion que la lei impone de visitar las minas de cada dis. trito, para que se hagan cargo del modo como se siguen los trabajos i correjir la direccion que se les diere de una mañera contraria al arte de esplotarj i en conse- cuencia, podrán reprender, conminar ¡dun castigar a los dueños de minas que por descuido culpable, ignorancia, avaricia, permiten que el estado de su laborlo ofreza ca peligros a los trabajadores. Solo siendo injenieros de minas, podrán pasar al tri= bunal, como conviene que' lo hagan, planos topográficos i jeolójicos de su distrito mineral, acompañados de notas e indicaciones referentes al estado de cada mina. La jurisdicción contenciosa, que tambien atribuyo a los injenieros de cada distrito como jueces de 1.* instancia, la ejercerán en aquellos casos en que hubiere contro- versia 1 fueren relativas a descubrimientos, denuncios, pertenencias, avios de mi- nas cte., i demas señalados por la ordenanza tantas veces citada. Por fin, espuestas ya las obligaciones ¡ facultades de los Ministros inferiores, para comprender algunas que quizá no están consignadas en dicho Gódigo i leyes de minas, ¡ poder formar- nos una idea completa de sus atribuciones, permitaseme sentar aquí el fin esencial de la administracion de las minas, señalado los puntos siguientes— «1.2 Mantener un justo equilibrio entre la ¿inclinacion natural que induce a los esplotadores a hacer fructificar con la mayor celeridad posible sus fondos inverti- dos, i la necesidad de amparar i abastecer convenientemente las minas, como fuente de prosperidad pública, sin inquietarse mucho por el desco de sacar de ellas en po- co tiempo beneficios considerables—2." Asegurar el éxito de las esplotationes por trabajos regulares, i estimular a la investigacion de nuevos lechos minerales—3.2 Velar a un tiempo por la seguridad de los mineros i de los propietarios del terreno en que se esplota una mina—=4.* Impedir toda usurpación de parte de los esplota- dores vecinos—5.% Formar oficiales i obreros hábiles que unan la moralidad a la instruccion mas completa en todos los procedimieñtos de su arte, debiendo ser ade- mas dóciles, temperantes, susceptibles de moverse por el sentimiento del honor i siempne ajenos del espiritu “de querella i discordia—6.0 Promover el perfecciona- miento del arte por la aplicacion de los nuevos descubrimientos en los trabajos de la esplotacion o de los injenios—7.* Protejer los intereses de los dueños de minas, asegurándoles su libre goce, en cuanto lo permitan una buena esplotacion, las dis- posiciones de la lei i los intereses del estad o» (3). Para completar la esposicion del plan propuesto de un tribunal especial de Mine- ria, relativamente a su organizacion i ramificaciones, como tambien a las funciones que debe ejercer ya mediata, ya inmediatamente. solo me resta manifestar el órden iy modo de tramitacion que deberia seguirse en toda causa controvertida ante esta au- toridad judicial. Por consiguiente, paso al último punto de discusion. IV. Nada diré para el caso en que se tratare de pedimentos, dennncios, disfrute ete,, no siendo el asunto contencioso, pues en lodo esto conocerán los injenieros de minas del respectivo distrito conforme a lo que dispone la ordenanza de Jos Diputados i jueces de minas. Habiendo contradiccion de partes, será tambien la tramitacion mas o menos como la establece la misma ordenanza, con las diferencias que, segun mi sistema, parezca conveniente introducir i que noto a continuacion. El espiritu do- minante de la ordenanza es « que se saque de las minas cuanto provecho sea posible, en consecuencia prohibe estrictamente la suspension de su laborio, i manda que los pleitos que recaen sobre ellas se terminen con la mayor brevedad. Por esta ra- zon prescribe un órden de tramitacion i procedimientos los mas espedilos, encar- (3) Blavier tom. 1 páj. 150. 21 al — 154 — gnndo a los jueces procedan a verdad sabida i buena fé guardada, desentendiéndo- se de los ápices i puras formalidades de los juicios. Esto es mui conforme con el fin que, hablando del tribunal, he asignado a la administracion jeneral de la mineria; pero, desgraciadamente, apesar de que asi lo manda el mencionado Código, ¡ de que es importantísimo i deseable la pronta terminacion de pleitos de esta clase, su- cede lo contrario; pues estos jeneralmente se prolongan tanto quizá como cualquier jai- cio ordinario: la causa e inconvenientes de esto, he manifestado al principio. ¿Cómo evitar estos inconvenientes? A mi modo de ver, ellos subsistirán miéntras subsista el actual sistema de procedimientos i no se dé vigor a lo que dispone la ordenanza re- Jativamente a los jueces de minas ia la tramitacion. Suscitada, pues, controversia sobre alguno de los objetos espresamente determina - dos por las leyes de minas, en vez de entablar el pleito ante los jueees ordinarios, esto es, el Subdelezado o el Juez de Letras, como actualmente se hace, se llevará la causa, segun ri proyecto, al injeniero de minas del correspondiente distrito. La de- manda podrá ser escrita, o verbal hasta la suma de 200 ps. (conformándome con la ordenanza); pues si hai alguna conveniencia para la sencillez ¡ celeridad del juicio en fijar un limite hasta el cual únicamente ha de admitirse jestion verbal, ese limi- te debe circunscribir solo asuntos cuya importancia sea de pequeña o mediana con- sideracion, tal como de 200 ps. entre nosotros, aunque, en estricta justicia, no de- heria haber diferencia alguna entre una causa ¡ otra segun su cuantía, por lo que respecta a mayores ventajas que se den a una sobre la otra, Empero, admitiendo en esto el procedimiento del citado Codigo, lo admitirémos sin el prévio trámite de la. conciliacion, por creerlo inútil i por lo mismo perjudicial; porque, en efecto, ¿qué objeto se propone? no lo alcanzo; pues, si los contendientes se haltasen dispuestos a avenirse pacificamente, parece mui natural que no iria ninguno de ellos a empeñarse en un pleito para conseguir Jo mismo que podria voluntaria i extrajudicialmente obtener; i en este caso, semejante requisito, que la lei hace indispensable, solo vie- ne a servir de verdadero estorbo para las partes que se hallen urjidas e impacientes para entrar de lleno en el litijio. Puesta la demanda de cualquier modo que sea, ¿ citada la contraparte para dentro del término que sele asigne, oirá el juez sus ale- gatos verbales o escritos, acompañados de los medios probatorios correspondientes; j en seguida, despues de citarlos para la vista ocular del objeto disputado, lo que tambien tendrá lugar antes de los alegatos, se procederá al pronunciamiento del fa- Jlo. El escribiwno que tendrá el juzgado ¡ que será hombre intelijente en las prácti- cas forenses, asistirá al Juez en todas sus funciones, i levantará actas de lodo lo obrado en la causa. En caso de ser necesaria la informacion de testigos, deberá siem- pre tomarles sus declaraciones el Escribano, el cual como instruido que debe estar en las causales de tachas tanto personales como las que afectan a las declaraciones, podrá por si mismo admitir o desechar los testigos que adolezcan de las primeras, j en el momento del alegato hacer presente al Juez si las alegadas por las partes son o no admisibles. No habrá contra la sentencia recurso de nulidad ni otro alguno, escepto el de apelacion, que será jeneral para toda sentencia cualquiera que sea sin consideracion ala cuantía. La apelacion se interpondrá de palabra o por escrito, simplemente di- ciendo que se apela, i conocerá en 2,* instancia el Fribunal Jeneral de minas, fuera del cual no habrá otra ninguna instancia. El tribunal no hará mas que revisar el proceso, examinar maduramente el caso, i si este es dificil, Mamará a su seno algu- nos otros peritos que crea podrán darle luces sobre el particular, i con citación de las partes, oidas nuevamente si quisieren alegar, procederá a sentenciar confirmando, o revocando o modificando la sentencia de la 1.* instancia. No es posible entrar en mas delalles de la Lramitacion de estos juicios por no permitirio los límites de una — 11) — memoria, sobre todo como esta, que es comprensiva de varios puntos que reclaman cada uno por su parte un exámen detenido i especial. De todo lo dicho hasta aquí resulta, que el Tribunal Jeneral de minas es el cen- tro del poder administrativo i judicial de las minas, i sus ramificaciones o depen- dencias, los injenieros de minas tituladas por el Gobierno i que constituyan verda- deras Diputaciones, entre las quese hallen repartidas la autoridad í funciones de aquel en los lugares donde no pueda ejercerlas por sí mismo. Tales, señores, el ideal que me he formado de una creacion protectora del im- portante ramo de minería i que he procurado presentaros en su forma mas simple; su importancia i el interes que debe inspirarnos, por ser aquella industria en Chile una verdadera fuerza impulsiva que da movimiento a las demas, lo dejo ya manifes- tado; i ahora, no obstante, agregaré por via de apéndice una corta refleccion, a sa- ber: que merece fijar nuestra atencion el hecho de haberse introducido con tan buen exito en Méjico a fines del siglo 18 en las Nuevas Ordenanzas tantas veces ci- tadas, la Lejislacion de Sajonia, que es una de las partes de Europ1 en que mas de- sarrollada i mejor organizada se halla la minería. En virtud de los pocos principios ¡hechos que he traido a colacion en el cuerpo de esta memoria, me asiste una entera convicción de que si se crease un Tribunal especial de minas, organizado mas o menos como he indicado, con tal que se componga de hombres especiales i so evite toda competencia con los juzgados ordinarios, si se dictan reglamentos sábios í bien meditados para la minería; i si el Estado presta por su parte una vijilancia ac- tiva a los trabajos de las minas, estas entónces asegurarán a Chile riquezas inmen- 3as, prosperidad i progreso de toda industria con sus goces consiguientes, i la grata salistaccion de no haber despreciado los abundantes tesoros que por do quiera abriga con profusion este suelo tan benignamente favorecido por la Providencia. MEMORIA leída por DON EMILIO OVALLE. ante la Facultad de Le- yes el 18 de abril de 1855, para obtener en esa Facultad el grado de Licenciado. 1 OBSERVACIONES SOBRE RECURSOS DE FUERZA. Cuando tratamos, señor, de darnos una lejislacion propia que basada sobre los nuevos conocimientos que la intelijencia ha conquistado, se ponga en armonía con nuestro modo de ser político i social, no parece fuera de propósito examinar con ojo imparcial i severo nuestras prescripciones legales relativas a los recursos de fuerza; esa institucion cuyo solo nombre es ya bastante significativo para reclamar un exámen prolijo sobre su naturaleza i sus efectos. Investigacion tanto mas importante cuanto que versa sobre un punto que es el jermen de frecuentes conflictos entre las dos au- toridades soberanas que se reparten el imperio del hombre en sociedad. Trátase de fijar teóricamente los límites respectivos de esas autoridades; límites confundidos a menudo, ya por los avances de la una sobre la otra, ya porque siendo unos mismos — 156 — los súbditos de ambas, no es fácil, aun de buena fé, en muchas circunstancias hacer una demarcacion categórica de sus atribuciones. 'Fodos los espositores de nuestro derecho que han tratado de esta materia, han obrado bajo'la impresion de ideas i circunstancias que los obligaban a mirar la cues- tion bajo un solo punto de vista, reduciéndose casi sus trabajos a la tarea de encon- trar razones para sostener una idea convenida de antemano, contra la cual no sabrian rebelarse; regalistas ardientes, vasallos humildes que talvez vinculaban al engrande- cimiento de su soberano el de su propia nacionalidad ; cortesanos Litulados que por fidelidad o afeccion quizá desearian agregar un brillante mas a la corona por la cual ellos tambien brillaban. He aquí las circunstancias que en su mayor parte obligaron a esos jurisconsultos a pensar todos de la misma manera en este solo punto, cuando difieren i se combaten en tantos otros en que la verdad aparece mas fácil de descu- brir. Libres nosotros de influencias que pudieran arrastrarnos a uno u otro partido; bajo un sistema de gobierno republicano, sin formar el pedestal de ningun trono si no es el de la libertad, podemos dilucidar con imparcialidad cuestiones que si bien lie- nen resultados prácticos, no son bastante a coartar la libertad del juicio individual. Con esta conviccion entro en materia. El recurso de fuerza, en su esencia, es el reclamo que se entabla contra los avan= ces de la jurisdiccion eclesiástica sobre los derechos de la jurisdiccion civil, i contra los avances de ésta en perjuicio de los derechos de aquella. Tal recurso debia por consiguiente estar destinado a conservar los verdaderos limites de las dos jurisdiccio- nes, porque si bien el juez eclesiástico puede exceder sus atribuciones mezclándose en asuntos puramente civiles, el juez civil a su vez puede cometer avances contra la jurisdiccion eclesiástica. Sin embargo de esto, en práctica, solo se ha hecho uso de él contra las usurpaciones del poder espiritual, ¡ en este sentido lo han considerado Lo- dos los autores que han tratado sobre el particular. Fe Para proceder con órden, me propongo examinar en esta disertación dos puntos, en que pueden resumirse las diversas cuestiones de este ¡importante asunto: su orijen histórico—su naturaleza i aplicacion práctica. 2 Oríjen histórico de los recursos de fuerza. IL. Tratándose del orijen de los recursos de fuerza, se ha pretendido hacerlo subir a la mas remota antigúedad cristiana, como para sacar de aquí la siguiente deduccion: no podemos dudar ahora del derecho con que el soberano temporal interviene en los abusos de la jurisdiccion eclesiástica, cuando en épocas en que la Iglesia casi absor- vía al Estado, se ejercia ese mismo derecho con la aquiescencia, al ménos tácita de aquella. Este aserto tiene su contestacion en si mismo: cuando la Iglesia loera todo, cuando ejercia aun los «derechos de la soberanía temporal, ¿no es verdad que repugna al buen sentido suponer que permitiese cercenar sus atribuciones mas sagradas, su propia jurisdiccion? : Yo me propongo probar que la verdadera causa de los recursos de fuerza es una especie de rechazo contra la autoridad espiritual por sus avances sobre la autoridad civil, una venganza disimulada de las humillaciones a que la tiara pontificia some- tió en ciertas épocas a las testas coronadas. Hai en el corazon humano una falta de equilibrio que tiende constantemente a arrojarlo a los estremos, i raras veces le per- — 151 — mile quedarse en el justo medio en que se halla la verdad: cuando se persuade de un error, marcha por una especie de fatalidad hasta el punto diametralmente opuesto que seguramente es otro error. Asi como los legos «apelaban en otro tiempo de las injurias inferidas por los emperadores a un concilio de obispos o al Papa, en el otro .estremo de la reaccion se llevan al poder temporal hasta las cuestiones mas espiritua- Jes. Demos una ojeada a la historia para demostrar esta proposicion; en ella veremos Ja marcha ascendente i descendente del poder espiritual ; el apojeo de ese poder con Gregorio VIL, i su abatimiento con el cauliverio de Pio VIL, Esa marcha sin embargo no ha sido siempre uniforme: tambien ántes de Gregorio VII algunos reyes hicieron sufrir humillaciones al jefe de la Iglesia a quien temian, pero la opinion pública era un tremendo fallo contra los avances de la fuerza material; al reves cuando el pro- testantismo invadió la Europa, las demostraciones de adhesion de algunos fieles ca- tólicos distaban mucho de compensar la nulidad politica iaun moral a que estaba reducida la influencia pontificia. En cuanto a la epoca del establecimiento de los resursos de fuerza, se demostrará que no sube del siglo catorce, i todo su incremento no lo tuvieron hasta el siglo diez i seis con la propagación del protestantismo. En la reseña histórica que voi a trazar, me propongo demostrar la espansion gra- dual-de la Iglesia, hasta absorver casi al Estado, i comeler avances por su parte, a no dudarlo, injustos; i la decadencia de ese mismo poder hasta verse abatido, humi- Jlado; abrumado por mil trabas que impiden su marcha, sabiamente combinadas para reducirlo a la nulidad. Desde la conversion de Constantino el grande, los emperadores se declararon pro- tectores sinceros de la Iglesia; i aun cuando lejislaban sobre materias eclesiásticas corroborando los cánones, ia veces alterándolos, esto procedia o de la ignorancia de principios que apénas comprendian, ode la confusion necesaria en una época en que la Iglesia empezaba a organizarse esteriormente. Pero podria asegurarse que al menos la mala fé no se mezcló a sus errores; ¡esto lo prueban bien claro las fre- cuentes protestas de sumision i respeto, las cuantiosas donaciones que hicieron a la Iglesia, i sobre todo las estensas facultades que-otorgaron a sus ministros. Constan- tino eximió al clero de todo servicio públice, de todo empleo oneroso; impuso a ¡os majistrados seglares la obligacion de abandonar parte desu autoridad para aumen- tar la de los obispos, a cuyas decisiones atribuyó tanta fuerza como a las suyas pro= pins. En una ocasion contestó a los obispos que le habian remitido numerosos me moriales en favor i en contra de la cuestion de Arrio: «No debeis ser juzgados por los hombres vosotros que teneis de Dios la facultad de juzgarnos a nosotros: remitid pues a él, el cuidado de terminar vuestras diferencias, ireunios para deliberar sobre Jas cosas de la fé.» Era un hombre de talento i verdadero creyente, i la vanidad de verse nombrado árbitro de los intereses vitales delarelijion no le cegó para descono- cer su incompetencia en esta materia: ¡bella leccion sin duda para otros reyes ni tan grandes ní tan dignos como él! —Concedió a los eclesiásticos el fuero para sus asun- tos civiles, lo que Justiniano hizo estensivo a todas sus causas con los legos, reservan= do el derecho dx apelacion a los tribunales ordinarios. Honorio al abrazar la causa de la verdadera Iglesia, quitó a los donatistas sus privilejios, i prohibió sus reunio- nes con la excesiva pena de muerte. Teodosio promulgó severisimos castigos contra Jos herejes, declarándolos infames e :inhábiles para desempeñar destinos públicos. Heraclio atribuyó a los obispos la jurisdiccion penal sobre el clero. Estas ¡ otras muchas disposiciones imperiales manifiestan el espiritu que los ani- maba de protejer una asociacion simpática que estaba organizándose, i que habiendo abrazado la verdad que ella predicaba, no podian ménos que desear fomentarla. Pero el desarrollo de esa asociacion iba verificándose con la espansion prodijiosa de la verdad; i pronto adquirirá esa importancia política que si bien no entra en los fines — 158 — inmediatos de su institucion es una consecuencia lójica de la influencia moral que ejerce. da Los obispos cristianos por su mansedumbre, austeridad i benevolencia empezaban a ser los verdaderos padres del pueblo, por cuyas desgraciasse interesaban como por las suyas propias. La condicion miserable de los tiempos de la decadencia del impe- rio romano les obligó a echar sobre sus hombros una carga que eludian por debili- dad las autoridades. Entónces el obispo asume un carácter público; administra los bienes del clero, falla como árbitro i conciliador, inviste el cargo de embajador, in- terviene cerca de los bárbaros o de los usurpadores para apaciguarlos; en suma, reune Ja influencia del filósofo a la autoridad política i literaria. Hallandose abandonada la administracion municipal por los decuriones, se encargaron de ella los sacerdotes i los obispos ; dande quiera que se necesitase vijilar, dirijir, prodigar consuelos, ha- bia seguridad de hallar a aquellos hombres. Se acercaban a la miseria para soco- rrerla, al poder para dirijirlo, eran los tutores de la sociedad; estraño habria sido que no adquiriesen ascendiente moral i aun politico sobre los mismos a quienes fa- vorecian. Una prueba de ese ascendiente eran las inmensas riquezas que una piedad indiscreta acumulaba en sus manos, relajando hasta cierto punto esa austeridad de costumbres que habia formado su principal timbre: cada iglesia catedral era pro- pietaria de estensos dominios, i sus rentas estaban mui distantes de invertirse todas en los objetos del culto. Estas riquezas hicieron decir con burlona ironía a un pre- fecto pazano, Pretexto : «Hacedme obispo de Roma, i me haré cristiano.» La influencia de los obispos creció notablemente despues de la irrupcion de los bár- “baros. Estos hombres de hierro invencibles en las batallas, cedian a la fuerza de un nuevo ejercito cuyas armas eran la persuasion; que seducian la imajinacion con ceremonias augustas ¡ les intimaban en el nombre de Dios que cesaran el esterminio de los hombres. Era una felicidad el que hubiese enmedio del desquiciamiento uni- versal una institucion que suavizára las costumbres de los invasores, icon cuya éjida se cubrian los debiles, los perseguidos i aun los reyes destronados. Fácil es suponer la gratitud del pueblo hácia unos hombres que le prestaban tamaños servicios. Cuando las doctrinas de Arrio trastornaron las creencias de tantos millones de cristianos, los emperadores de oriente fueron por lo comun herejes, de donde se si- guió que los católicos de toda la Europa miraban al Papa como jefe i protector uni- versal; i ocurrían a él para obtener “consejos, dirijir su conciencia i aun salvar su vida. Cuando los longobardos bajaron a italia, los romanos avasallados no tenian otro personaje eminente que el Papa a quien volver los ojos; i ya ántes en la irrup- cion de Atila es bien sabido que la grave dulzura de San Leon supo apaciguar al azote de Dios que parecia querer esterminar a sangre i fuezo a sus enemigos. Pero a la influencia moral de los Papas se unia la que procede de la posesion de estensos dominios en toda la Italia, los cuales eran cultivados por colonos sobre quienes ejercia una jurisdiccion legal, nombrando sus empleados ¡i prescribiendo las órdenes que reclamaba el buen servicio. Las rentas que percibia le colocaban en aptitud de atender asus necesidades en tiempo de carestía, de dar asilo a los refujiados i de pagar tropas. Cuando la conquista interrumpió las comunicaciones entre Roma 1 el exarca de Rávena, quedó de hecho el Papa como jefe politico de la ciudad; estuvo en correspondencia directa con la corte de Bizancio, hizo la paz i la guerra con los reyes longobardos, i vino a ser el representante del partido nacional ias a sus conquistadores, Mis no comprendian aun los Papas la categoría i i la importancia que de hecho tenia ya su cargo, adquirida en parte por el mérito de algunos de sus predecesores, en parte por las concesiones de los emperadores, i sobre todo por los trastornos de la época que to presentaban como el único a quien podia acojerse el pueblo para ser — 159 — protejido. Un hombre vino a asumir esa importancia, i a darle el impulso de que era susceptible. Gregorio de Anicia, despues de haber ocupado los primeros puestos politicos por su saber i posicion social, fistidiado de ese continuo vaiven de las épo- cas ajitadas, se retira a un claustro, i robuslecida su alma con la enerjía que la so- ledad i la meditacion saben tan bien infundir, se vió con sorpresa arrebatado a su dulce retiro para ser colocado en la cátedra del Pescador, donde mereció el epiteto de grande. Empuñando las riendas del gobierno político que se Je dejaban sin vio. lencia, ejecutó actos de pura soberania temporal sobre los pueblos que estaban st» jetos a su gobierno espiritual enviando un gobernador a Nepi con facultades omni- modas, un tribuno a Nápoles encargado de la defensa de aquella gran ciudad, i re- comendando al obispo de Terracina no permitiese que nadie se eximiera de Ja obli. gacion de montar la guardia de las murallas (1). Cuando el poder de los francos creció en términos de llegar a ser la nacion mas poderosa de Europa, cuando Pipino a la edad de treinta i seis años se hallaba sin rivales, vencedor en muchas batallas i querido del pueblo i de los soldados, pensó en hacerse rei; ¡el pueblo que hasta entonces habia escojido sus reyes, por costum- bre, en la raza de los Merovingios, quiso colocarlo en ese puesto; i despues de ha- ber consultado al Papa Zacarias, con su contestacion lo elijió en el campo de Sois- sons en 752. Esta es talvez la primera intervencion directa del Papa en la eleccion “de un soberano temporal: desde esta época empiezan a estrecharse con precipitacion las relaciones entre la Iglesia 1 el Estado. Hasta ahora el Papa habia sido al ménos confirmado por el rei, la tutela del Estado sobre la Iglesia habia sido mas: v' ménos directa segun el carácter e ideas de los reyes; desde ahora empieza el Papa a inter- venir en los destinos politicos de lis naciones, no en virtud de la usurpacion o la violencia, sino por las circunstancias de Ja época, las ideas, el modo de ser en fin de la sociedad entera: desde ahora va a empezar de un modo mas marcado esa mezcla, o.mas bien confusion de poderes, en la cual obtendrá la preferencia el elemento reli- jioso hasta un cierto punto en que empezará a descender hasta abandonar no solo el terreno ajeno que habia ocupado, sino tambien el suyo propio, en que no puede sos- tenerse porque carece de la espada que ciñe el que le intima desalojar sus do- minios. Colocado Pipino sobre el trono, por gratitud o afeccion, hizo donación al Papa (756) de veintiuna ciudades de Italia que tormaban el antiguo exarcato de Rávena i la Pentápolis; ide aqui data el orijen de la soberanía temporal de los Papas. Uno de los emperadores que fué mas pródigo en concesiones al clero fué Carlo- magno, ese hombre estraordinario, tan ferviente cristiano como valienle guerrero. El incluyó en su lejislacion una prescripcion que se dice contenia el códizo teodusiano: «Sea conducido inmediatamente ante el obispo el querellante, o el acusado, que en cualquier estado de la causa hiyan elejido su fullo, no obstante la oposicion de su adversario; i ejecútese cuanto el obispo resuelva. Sea admitido sin rescrva el testi- monio de un obispo por los jueces, i despues del suyo no se admita otro en:el mismo negocio.» No es dificil comprender cuánto ensanche daria esto a la jurisdiccion de los obispos. El derecho público los reconoció como los dispensadores de las coronas i árbitros en la causa de los reyes; i mas de una vez ejercieron estas facultades tan amplias que se les otorgaba. : Luis el benigno, sucesor de Carlomagno, por disensiones politicas con sus hijos i hermanos fué depuesto por un concilio, i entregado al poder eclesiástico para ser degradado. Esta deposicion fué una iniquidad, no porque la Iglesia careciese de fa- [) C. Cantu.—A quien sigo tambien en la narracion de los hcchosabistóricos. SAA “— 160 —= cultades, segun el derecho público de entónces, para deponer a un soberano, sino porque Luis fué condenado por delitos imajinarios sin ser vido. Molesto seria hacer una revista detenida de los hechos que probasen la influencia politica de la Iglesia; bastará solo recordar que Lotario, sucesor de Luis el benigno, fué depuesto por los obispos que declararon que el juicio de Dios lo habia rechazado, i trasferido el poder a sus hermanos; que Carlos el Calvo reconoció paladinamente ante el concilio de Toul que el reino lo tenia por la voluntad de Diosila de los obispos sus representantes en la tierra, a cuyos fallos estaba pronto a somcterse; ue Demetrio rei de los rusos envió a su hijo a rogar a Gregorio recibicse su reino cono feudo de San Pedro; que Guillermo el conquistador reclamó de él la bandera que debia lejitimar la invasion de la Inglaterra; que Boleslao rei de Polonia fué depuesto de su trono por haber dado muerte al pié de los altares al obispo de Gracovia. Pero el acto mas ruidoso ia la vez mas humillante que haya ejecutado jamas el Papa sobre un soberano temporal fué la destitucion de Enrique IV por Gregorio VIT. Este gran pontificc impregnado de las ideas de su época respecto de la supremacía de la Iglesia sobre el Estado, quiso dar a aquella toda la independencia de que nece- sitaba para intentar la dificil tarea de rejenerar al clero que hacia mas de dos siglos que con pocas excepciones se manchaba con toda claso de excesos. Esa relajacion jeneral habia procedido en gran parte de que atribuyéndose el emperador la eleccion de los obispos, colocaba en estos puestos mas bien adalides bizarros O cortesanos complacientes que sacerdotes austeros; los cuales entraban en la nueva carrera solo por lucrar las cuantiosas rentas del obispado, i cúya condurta era una consecuencia del fin que los impulsaba: era pues necesario para reformar, cortar el mal en su raiz ¡arrebatar al emperador esa autoridad tan funesta para la Iglesia: el choque era inevitable, debia ser violento; uno de los dos debia quedar vencido, los hechos lo dirán. Gregorio, a instancia de los sajones, de Tos grandes i del pueblo a quienes Enrique tiranizaba, citó a éste a justificarse a Roma en virtud de un derecho, que si ahora pucde aparecer como una insensatez, era entóñices reconocido como lejítimo. Enfurecido el emperador con una citacion que creyó insultante, contesto con una carta cuyo tenor podrá colejirse por su encabezamiento que dice asi: «Enrique, rei, no por la violencia, sino por la voluntad de Dios, a Hildebrando, no Papa, sino falSO monje.» Despues de esto. no habia avenimicnto posible. Una escomunion era el arma perrible de la Iglesia: segun el derecho de jentes, ella importaba el destronamiento del principe i la relajacion del juramento de obediencia de 'sus súbditos. Esta no se hizo esperar macho tiempo, habiéndose leido en pleno concilio la insultante carta de Enrique, los padres por unanimidad fulminaron la escomunion. Los asuntos po- liticos se complican , los grandes del” imperio se reunen en Tribur para elejir un nuevo emperador, Forzado Enrique por la inmensa mayoria de la nacion a entrar en negociaciones, se sometió a la decision del mismo Pontifice, i se estipuló que en- tre tanto viviria como simple particular en Espira. Estaba consignado en la constis tucion jermánica que los príncipes podian deponer al emperador i nombrar el tri- bunal que lo juzgase; habian pues elejido al Papa. Ni el mismo Enrique pensó»jamas en negar la incompetencia del juez; i léjos de eso, se dirijió enel rigor del invierno a Italia a pedir la absolucion: llegó a Canosa donde se encontraba Gregorio, en traje de penitente, i despues de haber dado una reparacion ruidosa de ruidosos desmanes, obtuvo la absolucion, a condicion de comparecer ante la asamblea de los principes alemanes i esperar alli la resolucion del Papa; despues de haberlo prometido, tomó Gregorio una forma consagrada i partiéndola consumió la mitad de ella, apelando al juicio de Dios si era culpable de los crimenes que se le imputaban, e invitó al empe- rador a hacer otro tanto si.se creia inocente; prevaleció la conciencia sobre los con- sejos de la politica i retrocedió ante un acto que hubicra resuelto toda cuestion, ise — 461 — negó al juicio de Dios (1977). Los sucesos politicos se sucedieron con mui diferentes spectos, pero la humillación de la curona ante el altar estaba consumada en su mas ayor escala. - Permitaseme ahora agregar dos palabras para examinar este hecho tan notable de la historia. Los escritores de aquella época son casi uniformes en su apreciacion:; las ideas dominantes colocaban el altar sobre-el trono, i la destitucion de Enrique era un acto lójico que nadie podia estrañar: los posteriores han variado hasta los estremos, segun la bandera bajo la cual se han colocado. Los apolojistas de los pa- pas han sostenido la lejitimidad del proceder de Gregorio VII; sus desafectos han mirado a este pontífice como intruso, ambicioso i soberbio; han puesto el grito en el cielo para reclamar la censura de la posteridad sobre un pontífice que se presen- taba con la fiereza del leon en lugar de la mansedumbre del cordero propia de su mision. Sin emharzo para juzgar con acierto, no debe apelarse a los principios que la civilizacion moderna ha consagrado para amoldar a ellos, actos que han pasado bajo una epoca i civilizacion mui diferentes. Asi como la moralidad de un acto de- pende de la intencion del que lo ejecuta, para apreciar los de una nacion deben to- marse en cuenía susideas, sus creencias; lo queen una época se ha creido santo i jus- lo, en olra se mira como absurdo i ridiculo. Miramos con una especie de compa- sion insultante la sencillez.o ignorancia de nuestros padres, sin advertir que úna je- neracion posterior imitará nuestro ejemplo: i al obrar así, ellos estarán en su dere. cho como nosotros lo estamos respecto de nuestros mayores; i riendo i blasfemando los unos de lo que acatan i veneran los otros, seguirá el mundo su misteriosa carre- ra hasta tocar el destino que le trazara su aulor. Ahora bien, si queremos apreciar la deposicion de Enrique IV, cual es en si, es preciso trasladarnos a aquella época, y examinar si las cosas pudieron pasar de otra manera. La Iglesia habia ido tomando un ascendiente gradual i efectivo sole el pue- blo, como. una consecuencia lójica de-ser la única ¡institucion inmoble en medio de Ja instabilidad de todas las otras, como el lazo suave i poderoso que acercaba-el ven- ecdor al vencido ile imponia el yugo de la civilizacion. Dominada la sociedad por la idea de gratitud hácia ella ¿qué estraño es entónces que exajerára las atribuciones de la autoridad que habia salvado a la humanidad de la barbarie? ¿podia mostrarse celosa. de sus derechos para con el que reconocia como protector de su existencia? ¿Podria negarle lo. menos a quien lo debia todo? Se me agradecerá talvez que inclu. ya aquí un pasaje de un insigoe historiador moderno, Gesar Gantu, apreciando pres cisamente estos mismos hechos, dice asi: «No siendo el emperador solamente jefe del « imperio sino de la Italia i de toda la cristiandad, la razon exijió dirijirse al ponti- «*fice para que diera a la elcecion su aprobacion i consentimiento. El elejido juraba «en manos del clero observar las reglas de la justicia i las leyes positivas, porque « esta era la condicion de la coronacion. Guando la violaban los emperadores, ¡ es- «pecialmente cuando atentaban contra la fé de la cual debian ser defensores, per- « dian todo título: a la obediencia. Esto es lo quese debe tener fijo en la mente si se « quiere comprender la historia de la edad media, y conocer la causa de actos, que «a vistos bajo otro aspecto, han parerido manchados de usurpacion i arbitrariedad. » La supremacía pontificia se mantuvo por algunos siglos con mas o menos éxito segun el carácler del emperador de Alemania, que era el que mas de cerca sentia sus efectos. 1 todavia en 1167 Alejandro UI fulminaba desde Francia, donde habia entrado, sostenidos sus estribos por los reyes de Francia e Inglaterra, el rayo de la escomunion contra Federico Barbaroja, que en su ambicion se habia propuesto pof modelos a Constantino:i Justiniano, i pretendia sin embargo reducir al papa a la humildad apostólica, privandolo de todo derecho temporal. Esa escomunion, aunque no llevaba toda la fuerza de la de Gregorio VIL, no dejó por eso de hacer que Fede- 22 — 16% — rico desempeñara en Venecia las funciones de ujier ante el papa, a quien precedió separando loz muchachos a su. paso con una varilla en la mano; que pas despues del credo el pié al pontifice i le tuviera el estribo al montar. Federico IL, se empeñó en quitar alos obispos el poder público que ¿urea privandoles de la facultad de administrar justicia: ese poder sin embargo debia sos- tenerse poco mas: Tos sintomas de decadencia eran ya mareirdos, i un siglo mas tar- de la reaccion tendrátoda su fuerza. Federico fue escomulgado como sactílego ¡ hé- reje por Inocencio 1V, ¿aunque ya esto no ocasionó su a le suscitó graves difi- -—cultades. Despues de Luis de Baviera ningun emperador pensó ya en destituir a un pontifi- ce, pretension que varios habian abrigado ántes; pero en breve los redujeron a lá impotencia, dispensándose de ir a recibir la corona imperial de su mano; i no hábia de pasar mucho tiempo sin ver las tropas imperiales ed la eapital del cristi4- nismo. Corría el siglo catorce i el poder espiritual ha perdido ya grin parte de su influen- cia: ¿Cuáles son las causas de esta decadencia?; no será talvez dificil ¿puntar las mas poderosas. Es indudable que el clero trabia perdido su antigua austeridad de costumbres, i el pueblo no podia ménos que sentir una viva impresión de escándalo, al ver reproducidos sus vicios en los mismos que estaban encargados de reprendér- selos; i de este modo se ib1r predisponiendo para recibir mas tarde influencias que 1€ serian poco favorables. Otra causa i mui poderosa de esta reaccion fue el gran cisma que duró cincuenta años. Los fíeles que veian a dos i hasta tres papas disputarse los derechos del pontificado, empleando para ello los medios mas chocantes; que 36 es- comulgaban reciprocamente, ltamándose antecristos, intrusos, malvados, ño podían menos que perder el respeto ¡14 confianza que ántes les habian sabido inspirar. LoS reyes por otra parte, a quienes acudian a menudo para ser sostenidos, se aprovecha” ban de tan bella ocasion para disminuir su autoridad. Durante su permanencia en Aviñon, fueron verdaderos esclavos de los reyes de Francia; i esta esclavitud prolon= gada fué nras eficaz para desprestijiarlos que los esfuerzos de sus mas obstinados ene- migos. Las sátiras contra el papado que ántes se habian mirado como ejercicios lite rarios, i que se aplaudian para ser pronto olvidadas, adquirieron peso cuando salie- ron de boca de los mismos pontifices que se las dirijian unos a otros. Se bicieron colecciones de estas criticas mordaces, que si bien tenian muctro fundamento en la eorrupcion del clero, no se publicabaw sin embargo con el ánimo recto de obtener una reforma legal, sino con el de desprestijiar al papado. La impresion que esto haria en la imajinacion del pueblo, que todo lo exajera, puede fácilmente compren- derse; ¡aun cuando no hubiese habido otra causa que esta del decaimiento del poder espiritual habria sido mas que suficiente para debilitarlo hasta aniquilar su influen= cia política. E Llega por fín el siglo diez £ seis: Dato trastorna las creencias de la mayor parte de la Europa i su enseña es el odio contra el papa. Las universidades se vieron pla=- gadas de protestantes, + lo eran tambien el mayor número de los maestros de escue- * las, resultando de esto que la juventud mamaba con la leche el odio a las instibucio= nes papales. Profundos abusos, es verdad, se habian arraigado en la Íglesia, el alto elero se mostrabx opulento, orgulloso, disoluto; habian relajado su disciplima-Tas or- dones monásticas, de las cuales unas escitaban el escándalo por:su ociosa opulencia, i las otras las burlas por su pobreza dejenerada en suciedad, por su sencillez con= vertida en erasa ignorancia, i por su injenuo celo que no distinguia tiempos, mi ad=' mitia dudas ni cuestion. Estos escesos servian de pretesto i facilitaban la propaganda protestante que se gozaba en secreto con el esterminio del: catolicismo. Los; refor- mudores veian con placer bambolear el edificio de la Iglesia; la tormenta que se les — 163 — vantaba no, podia, ser mas recia, mo porque los errores descubiertos Luviesen. mas fuerza que los muchos anteriores que habian formado el catálogo de las herejías, sino porque las, cireunstancias, especiales en que el mundo se encontraba entónces,, les habia dado un carácter trascendental que en si no tenian. La Iglesia se encontra- ba opulenta, sus ministros dejenerados, el pueblo escandalizado, los reyes ambicio. naban el oro que veian brillar en los altares; en tal conyuntura, cualquiera institu- cion heleredoja mo podía dejar de tener un éxito brillante, i las flexibles doctrinas del protestantismo la hicieron servir sabiamente a su favor. Se disfrazaron de mil maneras, penetraron hasta Jos, tronos, a quienes se alhagó con la posesion de in- ' mensas riquezas, al propio tiempo que seles hizo concebir recelos contra el poder del papa: sabian mui bien que ese poder no era ya temible ¡que decaia sensiblemente; pero léjos de cooperar a una reforma racional que lo conservase depuráudolo, se pensaba en. su esterminio, i para esto se ensayaron los debates, la violencia, el ridiculo. Pero mada de esto era bastante eficaz; en la discusion se sentian debiles, en la violencia encontraban una resistencia invencible, el ridículo se ceba poco en las cosas sagra- das: se pensó, en otro camino; se hizo entender a los reyes que era llegado el caso «de recuperar sus atribuciones perdidas, ise:inventó un sistema para hacerlo sin rui- do, pero.de tal manera concebido, que debia, concluir no solo por quitar a la Igle- sia lo que tenia de mas, sino por dejarle mucho. de ménos de lo que le era propio. ' Procediendo con lealtad podria haberse arribado a un avenimiento justo; la Iglesia tenia atribuciones puramente civiles, que no entraban en su institucion; habia un, derecho, perfecto, parareclamarlas, i quizá no habria: sentido.mucha violencia'en aban- denar un, terreno que:noera suyo, Pero no se proeedió: con esta.franqueza.de miras: al reves, se declararon los:reyes celoses proteetores de los, cánones i de la disciplina eclesiástica; ia. esa proteceion:se le fué dando tal elaslícidad hasta llegara: asumir el. protector: la jurisdiccion, del protejido;. ise.inventaron, o:mas bien, se palrocina- ron los; recursos de fuerza, ataque tan certero como¡simulado contra el. mismo poder: que se trataba de protejer. t Esta fué la táctica de los Parlamentos en Francia. Cuando Cárlos VI! promulgó su pragmática en 1433 para. correjir ciertos abusos. introducidos en la Iglesia de Fran- «cia, colocó su observancia bajo la proteccion de Jos Parlamentos; i aunque esto no amportaba la autorizacion de las apelaciones per abuso (que es el nombre con que son conocidos en Francia nuestros recursos de fuerza) por la infraceion de una lei «canónica cualquiera, siendo mui limitados los. casos de la pragmática, se aprovecha- ron-sin embargo del camino que se lesabria, ¡les dieron, mucha, mayor estension; de modo que 15, años despues, el rei se vió precisado a, reprimir. con: palabras enérjicas: la estension, arbitraria que se habia, dado a.la nueya. lei. Algunos años mas tarde esa pragmática fue derogada, ¡terminó por consiguiente aun el. prelesto para reci- bir las apelaciones: por abuso; pero. esto. solo sirvió para. hacerlas, mas frecuentes. i mas penosas, como que: eran mas. injustas. En fin Franciseo L al.quitar a los tri- bunales eclesiásticos.el conocimiento; de las causas reales. i de las personales de los legos, estableció, formalmente el recurso de apelacion por: abuso a. los parlamentos, Esta designación vaga de causas. reales:i personales abrió,la puerta. a los,mas: cho- cantes abusos por parte de estas corporaciones, que: hasta :entónees, como. se.ha: vis- to, habian, usurpado: un derecho que ahora, se les. concedia; 1.se.les vió conocer en Jas. causas mas. estrañas a. su institucion; como si el que se. suicida debe ono consi- derarse como separado. de la comunion de la Iglesia o si Liene derecho a sus oracio- nes; si los cabildos pueden rehusar el breviario prescrito por el obispo; si los canó- nigos tenian o no motivos suficientes para ausentarse del coro; si la aprobacion del obispo era necesaria para autorizar la primera comunion; si un sacerdote tiene:el — 164 — : derecho de abandonar nna parroquia o cualquier otro beneficio. (1) Estos avances escandalosos sobre la autoridad eclesiástica se hacian sin embargo alegando la pro- teccion del estado a la Iglesia, como defensores de los cánones i de la disciplina eclesiástica, agregando asi la ironía a la opresion i esclavitud. " Samejante estado de cosas hizo decir a Fenelon: « El rei en Francia es, práctica- « mente, mas jefe de la Iglesia que el papa: libertades respecto del papa, esclavi- « tud respecto del rei. Autoridad del rei sobre la Iglesia delegada a los jueces legos. « Los legos dominan a los obispos....Enorme abuso de la apelacion por abuso.» (2) Asi Fenelon, en una época en que esos recursos habian disminuido considerable- menle, si bien solo por accidente, llamaba abuso enorme este estraño modo de re- primir los abusos. El mismo Obispo compara la libertad de la Iglesia bajo el réjimen de estas apelaciones a la que goza bajo el sultan i los reyes protestantes; i en ciertos respectos prefiere la libertad otorgada por estos últimos. «El gran Turco, dice, de- « ja a los cristianos libres para elejir i deponer sus pastores. Colocando a la Iglesia « de Francia en el mismo estado, tendriamos la libertad, que no tenemos, de elejir, « deponer, reunirnos. » Montesquieu escribia en su espiritu de las leyes que la constitucion del reino estaba amenazada por estos avances de los parlamentos. « Yo « no quiero, dice, censurar a majistrados tan sabios; pero dejamos por decidir has. « ta que punto pueda ser trastornada la Constitucion.» He aqui lo que dice un pu- blicista filósofo de las cortes de justicia, que atacaban hacia dos siglos la jurisdic- cion eclesiástica, como dice en otra parte. Se necesitaban sin duda abusos mui sé- rios para arrancar semejante confesion. La Iglesia combatida sistemáticamente por enemigos sagaces que empleaban el sofisma, el ridículo i cuantos medios podia su-' jerir una imajinacion rica con un corazon dañado, sufria “una persecución mas aso- ladora que bajo los tiranos de los primeros siglos. Voltaire, Rousseau, Bayle i to- dos los demas filósofos del siglo XVII al minar los cimientos¡de la organizacion ecle=> siástica, distaban talvez mucho de creer que con esto zapaban tambien los funda- mentos de la constitucion política, i que el abismo en que se sumió la Francia en la gran revolucion, no era sino la fosa que ellos mismos habian abierto para sepul- tar los restos de la nave de San Pedro. En fin, el grande hombre que surjió de la revolucion de 89 quiso hacerse tan for-- midable a la Ixlesia como lo era ya para los reyes. Pretendió del papa concesiones que su conciencia rechazaba, pero encontró en Pio VII una enerjia de carácter a que no estaba acostumbrado; lo amenaza con el esterminio, ise le contesta con el rayo de la escomunion: i ántes que autorizar la iniquidad de un repudio, prefiere ser lle= vado prisionero a Francia, i tratado como un delincuente, recibiendo una asignación de 75 centavos diarios; (3) ver perseguidos a sus adictos, a quienes se les pasaba un tomo de Vo'taire cuando pedian un breviario. Estrechado en su desgracia para que ' consintiera en ciertas proposiciones insidiosas, al rechazarlas contestó con sentida enerjia: Dejadme morir digno de los males que he sufrido. Napoleon cegado por el humo de la gloria, insultaba así al que siglos ántes hacia temblar los tronos: i desde su campamento de Viena declaró incorporados al imperio frances los estados ponti- ficios, que su augusto predecesor Carlomagno habia solo concedido en feudo. He aquí el otro estremo de la reaccion contra el poder espiritual: ese poder, que en otro tiempo habia traspasado sus límites absorviendo al Estado, se ve ahora abatido ' hasta la humillacion: despojado de sus dominios el que concedia a su arbitrio las coronas: levado prisionero el que bacia comparecer ante si a los emperadores para justificarse. , (1) De Appel comme d'abus. París, 1845. (2) Histoire de Fenelon, tom. 4.2 páj. 429, (3) €. Cantu. dl 100 En la reseña hiotórica que se ha trazado, ha podido percibirse la marcha ascer- ' dente i descendente del poder espiritual; el ensanche excesivo que tomó por las cór. cunstancias de cierta época, ¡su caimiento gradual ocasionado en parte, por las faltas cometidas en el ejercicio de ese mismo poder. La Iglesia absorve al Estado, í depone a los reyes, 1 rije los destinos de las naciones: pierde su influencia temporal, í para arrancarle atribuciones que no eran suyas, se la humilla, se ataca su jurisdicción, se altera su disciplina. Uno i otro es un mal; la verdad está en el justo medio; cotiga- grar sus principios es la mision de una lejislacion justa i sabia. En las observaciones precedentes queda tambien trazada la historia de nuestros recursos de fuerza. La España que casi siempre no hace mas que imitar a la Francia, ha seguido en esto tambien los pasos de su maestra, i estableció una especie de ape- lacion por abuso, dos siglos despues que los parlamentos franceses le trazaron el _modelo. Veamos ahora cuales son nuestras leyes a este respecto. 3 Su naturaleza i aplicacion práctica. 11. Antes de esplicar en lo que consiste cada una de las especies de fuerza que reco- nocen nuestras leyes, es conveniente hacer un análisis de los principios en que se fundan. Los espositores , españoles que han tratado exprofeso de esta materia, han alegado todos, poco mas o menos las mismas razones para sostener esta regalía del Arono, el mas hermoso brillante de su corona, como la llama uno: de ellos. El señor Cobarrubias, sin disputa, el mas sábio i eminente de los regalistas, ha recopilado cuanto pudiera decirse en favor de estos recursos, i lo ha hecho con tal erudicion í maestria, que basta ocurrir a él para tener a la mano cuanta razon de algun peso pudiera alegarse en su favor: a él, pues, me contraeré en este análisis. Empieza este sábio autor por sentar el principio de la independencia de la Iyle- sla i el Estado; i despues de esta verdad inconcusa empieza ya a desarrollar su sis- tema, sosteniendo que el Soberano puede lejislar sobre objetos de la relijion a favor de su cullo i observancia de sus cánones; lo que nada tendria de particular sino fuese haciendo dejenerar gradual i estudiosamente este principio, hasta decir en el capitulo 8." que: «en lo que toca al gobierno o policia esterior i a la disciplina de « costumbres, pueden los soberanos no solo mandar que se observe lo que la « Tolesia establece en estos particulares, sino que pueden tambien, usando de las « regulias inherentes a su corona, establecer por si leyes i ordenanzas..... para la « direccion de costumbres ¿ conducta esterna del clero i pueblos sujetos a su domi- « nacion.» Para que resalte mas la distancia que hai entre una i otra proposicion, citaré a la letra lo que habia dicho en el $ 2.2 del discurso preliminar. « El sostener « que los Príncipes no pueden hacer ni promulgar lei alguna relativa a la relijion, es « un error que San Agustin combatió con toda la eficacia de su entendimiento con- tra los donatistas.... Si es propio, pues, de su obligacion el hacer reinar a Dios, tambien debe ser propio de su poulestad establecer leyes a favor de su culto 1 0b- « servancia de la relijion etc. » Esto es mui racional i conforme con el principio sentado de la independencia recíproca: porque así como Chile, por ejemplo, podria . «dictar una lei haciendo reconocer los derechos de esclavatura en los súbditos pe- ¡ruanos que fuesen de tránsito, dando fuerza en su territorio a una lei estranjera, sin renunciar por esto a su soberania; así tambien puede el Estado agregar la coae- ES ROA — 166 — cion a una lei canónica, haciéndola lei civil, i esto seria una verdadera, proteccion a la Iglesia. Pero el sostener que puede dictar leyes. para la direccion de costumbres i, conducta esterna del clero + del pueblo, es trastornar las. ideas, i negar abiertamente, el principio, de la, independencia de la Iglesia: es sostener que el soberano, podria,, por ejemplo, prescribir a los clérigos la vida comun, o, dispensar a las monjas de la. clausura, o mandar trabajar en. tales dias festivos, porque todas estas leyes; se refen: ririan a la direccion de costumbres i i conducta esterna del clero i del pueblo., Véase: hasta donde conduce el escribir bajo la impresion de una ¡idea adoptada: de antemar no; a la sombra de un trono, cuya proteccion se anhela. e Pasa en seguida el señor Covarrubias al punto escabroso, como: el lo. Mama, de a reglas para fijar los límites entre las dos autoridades, i¡ consigna las. siguientes: 1.% Cuando la autoridad eclesiástica manda alguna cosa que es absolutamente necesaria En Ja salvacion, como sucede en todo lo que es de fé, misterios i doctrina... debe ser obe-. decida apesar del interes contrario del Eslado. 2.* Cuando la potestad temporal or- dena alguna cosa puramente temporal, en este caso debemos obedecerla con prefe- rencia, como tomar las armas contra un principe enemigo. 3.* En los objetos mistos, si las dos potestades tienen intereses contrarios, es necesario, distinguir. Si el inte- res de la Izlesia es mayor que el del Estado, no hai duda alguna que el interes o utilidad del Estado debe ceder, digámoslo así al de Dios. Al contrario, si lo que se manda no interesa a la Iglesia sino para su mayor perfeccion, ise perjudica al Estado, el bien i conservacion de éste deberá preferirse a la mayor perfeccion de la Iglesia, He aqui, unas reglas, que,parecen, mui sencillas i conformes con la.ragon. Las dos primeras no admiten cuestion; cuando cada,autoridad manda. en un terreno es-. clusivamente suyo, no, hai duda que.debe, ser obedecida, Pero esa, distincion del ma», yor interes, Cuando, se trala de objetos mistos, al, paso que alucina,con un, barniz de, justicia ostensible, tiene, a mi entender, flacos mui vulnerables, Ante.todo: habria, deseado que el autor, que tan minucioso es en jeneral, para esplicar, con. ejemplos todas sms, teorias, no se hubiese olvidado de hacerlo en.ésta, quesin. duda, es una, de- Jas de mas, bulto. Francamente confieso que no, he podido. formar, un, ejemplo. para, la tercera regla; no encuentro una lei de disciplina eclesiástica, que. no siendo un: avance de autoridad pudiese hacer peligrar al Estado, apesar de las, precauciones, que éste tomara en la parle puramente, temporal. El culo. de los santos, la observancia del ayuno, la reunion de concilios, la creacion de obispados o, dignidades eclesiástis, cas, ésta, o aqueJla tramitacion en los juicios, que se apele dos, o,tres veces, i. ante, el; metropolitano o el obispo. mas inmediato, entiendo yo que interesa tanto al Esta-. do, como interesa a la Iglesia que se, erija una provincia en Arauco, que se mande. celebrar el, aniversario. de la independencia con tales, o cuales festividades,que se es-. tablezcan dos. instancias, sol: amente en todo juicio, o,se mande pagar el catastro,so-. bre el cánon calculado delos fundos. Si se. trata de la adquisicion de bienes de las. manos muertas, esa piedra de escándalo para todos los regalistas, que se asustan de. la opulencia de los obispos de la edad media i pasan por sobre la miseria de la; ma- yyr parte de las ¡Agiesjas de ahora, i reclaman fuertes. restricciones contra abusos que, no: existen, como si las ideas que, propalaron Lutero i Voltaire fueran las mismas, que dominaban en “aquella época; si se trata, digo, de los, males, que: podria traer al, Estado la acumulacion de grandes bienes,en las manos, muertas, ¿quién ha negado. a éste la facultad de tomar las medidas, que salven. esos/inconyenientes? sujéteselos, a, las mismas contribuciones que los. demas bienes, que sigan la suerte comun, ¡.en.. tónces al Estado le importa un bledo que sea ho g el dueño de un fundo que le pa- ga corrientemente catastro, diezmo i alcabala, ¿[ no se, ha dado, hace poco, Un. ejemplo análago a,esto mismo?; se vió por esperiencia que la vinculacion en' los mas yorazgos_perjudicaba realmente al interes público; se quitó la, vinculacion respetando. = 10 = los derechós del amado, ¡ el mal desapareció. Pocas veces, cuando se procede de bue. na fé, se encuentra un mal sin remedio. Péro examinando la tercera regla en sí misma, creó yó que deja lá cúestion en él mismo estado qué ántés. Aun en el supuesto que púdiése encontrátse una lei, que perjudicnse tanto al Estado tomo aprovéchára a la Iglesia, ¿cuál sería entónces el tribunal encargado de tomar el fiel en su mañtó pára colutar én una Balanza el perjuicio del Estado, ¡en lá otra el bien de la Iglesiá a fin de ver a que lado se in- elinaba? ¿lo haria cada autoridad por si?, pero emtónces la cuestion estaba yá pre- juzzada, i cada una veria inclinarse el ll asu favor. Sino hai, pues, tribunal l que aplique esa rezla, la teoria es superflua, i nó hace adelantar un paso la cuestión. En este punto, cualquiera opinivn que se avance queda sujeta al argumento anté- rior; dese la regla que se quiera para fijar los justos límites dé las dos auloridades, i mo se podrá preguntar ¿quién es él encargado de hacer esa demarcacion? En cuanto a las otras cuestiones que el señor Covarrubias pasá a dilucidar, sobre la inmunidad personal de los clérigos, derecho i i capacidad de las comunidades para adquirir, siendo estos puntos de derecho canónico i fuera del alcance de esta diser- tacion, mé abstendré de tocarlos, pára entrar de lleno al exámen de los casos de fuerza que consagran nuestra lejislacion. “Aunque se conocen muchas clases de recursos de fuerza, como el de nuevos diez- mos, de denegación de justicia, de proteccion a los regulares, de relencion de bú- Tas, etc., en nuestros tribunales solo se acostumbran los tres más comunes conocidos cón los nombres de fuerza én conocer, en el modo de conocer, i en no otorgar. Ll recurso de fuerza en conocer es el reclamo entablado ante la corte suprema por el que ha sido citado ante un tribunal eclesiástico sobre en negotio profano no sujeto a su jurisdiccion. El recurrenté puede introducir este reclamo sin necesidad de pre- pararlo, esto es, sin haber pedido ántes revocatoria protestando el recurso: la Corte d su vez puede tambien de oficio, i en cualquier estado de la causa espedir la ordi- naria eclesiástica pará que se le remitán los autos i decidir si ún asunto es o nopro- fino. Esta facilidad én la trámitacion parece haberse introducido para conservar mas intactos los derechos de la jurisdiccion laical. El señor Covártabiás, para fundar este reclámo, adopta las ideas del Hustre Cole jio de Abogados de España, que copia i dicen asi: «Dentro de la Iglesia i de un rei. « no católico reside la potestad suprema independiente de los Principés para resis. d tir el uso de la disciplina, cuando perjudica verdaderalnente al Estado... De suérte «a que para verificar que la potestad de la Iglesia está dada im eedificationem ino ta in destructionem..... Quiso el Autor divino dejar dentro de su cuerpo fijos los li- « mites con una potestad independiente, cual és la de los Principes, que contuvie- ¡se el exceso de los que ejercen la eclesiástica. « Mas adelarite dice: » ¡Qué excelen- « cia la de los Principes! ¡Qué potestad tan grandiosa, dimanada del mismo Dios! 4 Todo es grande, i en nada mas resplandece que comparándola con la Iolesia. » Veamos qué pesa este argimento, que mias parece laudatoria dirijida a un Principe, que razones filosóficas de un colejio de abogados. Se dice que Dios dejó dentro del cuerpo de la Iglesia una potestad independiente cuales la de los Printipes, qué contuviese los excesos de los que ejercen la eclesiástica. Mui de desear habria sido gue el ilustre Colejio se hubiese tomado la pension de rejistrat ese pasaje de la es- 'erítura, que de ese modo i siu mas argumento estaria cortada la cuestion. Pero ese - | pasaje que seria sin duda eurioso, deberia contener una distincion mui inportantez ¡porque refiriéndose en jencral a los soberanos teimporales, debió decir, si Son cris- | tanos, los constituyo celadorés de lá conducta juridica de mis ministros, pero si son infieles, les quito esa prerrogativa; porque a fé que entónces no estarian mui bien Cuidados sus ministros. Í no se crea que es ésta una contestacion búrlone a ut ar- s — 168 — gumento no muí serio, porque sosteniendo el Iastre Colejio que esta prerrogativa tiene un orijen divino, cree que es un derecho inherente a la soberania real en sí, pues no es de. presumir que por revelacion especial se le haya acordado solo a los reyes de España; ¡ es claro que tanta soberania tienen los reyes de España sobre sus estados, como la que tiene el Autócrata co las Rusias, el Sultan en la Turquia, i el emperador en la China o en el Japon. Ni como Jesucristo podia haber puesto a la Iglesia bajo la tutela del Estado, cuan- do él mismo dió el ejemplo, en la independencia absoluta que observó para estable= cerla: ¿ignoraria acaso las convulsiones que debian sufrir las sociedades humanas, o querria que su obra pereciese o se transformase como ellas?; ¿igmoraria que de- bia existir un Federico Ml, un Enrique VII, un directorio frances? ¿cuá! habria si- do la suerte de la Iglesia librada a sus mas encarnizados enemigos? Si reconociéndo= se el principio de la independencia reciproca han abrigado los Estados tantas pre= 'tensiones, hasta llegar a formar una Iglesia civil como en Inglaterra, pudiendo re- clamar una inspeccion legal sobre ésta ¿existiria ya la obra de Jesucristo?, conteste el buen sentido.—Parece, pues, que vel [lustre Colejio se ha remontado demasiado, queriendo hacer descender mada ménos que de Dios el orijen de esta prerrogati- va real. - Ménos encumbrado i mas fuerte es el argumento que hace en otra parte el señor Covarrubias: el Soberano, dice, ha recibido con el trono la obligacion sagrada de velar por la defensa i tranquilidad de sus vasallos; si un juez eclesiástico traspasando sus limites, va a poner su mano en las cosas temporales, perturba el órden 1 la felici=, dad de los súbditos: tiene, pues, el Soberano un derecho perfecto para reprimir por si los avances de los jueces eclesiásticos. Aceptando el principio, i negando la aplicacion puede contestarse el argu- mento de este modo. Es un principio de derecho natural que en toda sociedad organizada hai una autoridad suprema encargada de juzgar en última escala, la conducta de sus súbditos, i que miéntras ésta no desbarre en términos de atacar directamente a las demas, solo es responsable a Dios de sus actos. Esta teoría no solo la dicta la razon, sino tambien la conveniencia jeneral. ¿Cuál seria de otro modo la suerte de las naciones si las unas pudieran intervenir en la conducta de las otras, si el Soberano pudiese ser residenciado por los otros en el ejercicio de su au-= toridad? ¿qué barreras tendria entónces la ambicion, que sin este camino, sabe in- ventar tantos otros para abrirse paso a la conquista? A esta verdad debemos ahora agregar otra no ya natural sino de fé, a saber, que la Izlesia es una sociedad per- fecta, independiente de la civil: i uniendo ambas verdades natural i de fé, se sigue por una hilacion lejítima, que como tal debe tener una autoridad suprema; que esta debe estar a la mira de protejer a sus súbditos; que éstos deben acudir a ella en sus conflictos; que si acabada la gradería de su jurisdiccion no hallan remedio, deben sacrificar su derecho al bien comun, sin acudir a una autoridad estraña, con detrimento de la libertad propia, i de la subordinacion necesaria en la sociedad a que pertenecen. Si el Soberano temporal ha recibido, pues, con el trono el encargo de protejer a sus súbditos, no está ménos oblizado a ello el soberano espiritual; i el órden exije que cada uno en su esfera sea independiente i esclusivo en sn accion. Ahora bien, si entre estos dos estados, o poderes independientes, se suscita una cuestion de competencia, tan absurdo será dejar la resolucion al uno como al otro; ¿qué derecho podria alegar éste para reclamar es aprerrogativa que no pudiese apro; piarse aquel? Tratándose de una cuestion de límites, mas que en cualquiera otra, tiene una aplicacion rigorosa el principio de que nadie puede ser juez ¡ parte al mismo tiempo; porque entónces el amor propio, ese sentimiento tan sutil como exi- jente, exajera las pretensiones de cada cual para dar mas ensanche a sus atribu: / «== 169 = ciones; Porque es preciso observar una cosa en que poco se hh hecho alto. Se parte del supuesto que el juez eclesiástico usurpe la jurisdicción del Tego, i sobre esta base se raciocina í se sacan como santos los recursos de fuerza: pero ¿no será lícito dudar de la base? ¿ ¿no podrá concebirse que la cosá sea al reves?; si el juez eclesiás- tico no es intalible en la apreciación de los hechos, como lo hice notar el señor Covarrubias, ¿de dónde habria sacado el juez lego la infalibilidad de que aquel ca ecc? Puede suponerse mas saber, rectitud, probidad en el uno que en el otro? Re- sulta de aquí que así como puede ser el juez eclesiástico el “que usurpe los derechog del lego, puede ser éste el que invada los de aquel: í habiendo tal duda, ¿no es un contrasentido dejar a uno de los contendientes la resolucion de la cuestion? Porque debe suponerse que cuando un ¡juez eelesiástico se avoca el conocimiento de una - Causa, es porque tendrá al ménos algun fundamento para creer que le pertenece; imui dificil éreo que alguna vez un provisor, por ejemplo, haya querido conocer en cau- sas sobre internaciones de minas. Por punto jeneral las cosas ño se presentan en práctica tan sencillas de resolver como en teoría, i de aqui procede que se engañaria mucho el que creyese que en todo juicio uno de los litigantes ¡ba de mala da porque solo uno puede tener la justicia. ¿Y qué partido queda entónces en esta competencia de jurisdicciones? Dos poderes independientes se reclaman el conocimiento de un asunto, ¿quién resolverá la cues- tion? En punto tan delicado i en que las dificultades proceden en gran parte de las susceptibilidades de ambos contendientes, un tribunal misto que fallase sin ulterior recurso, seria el partido mas prudente i el más justo, consultándose en él los intere- ses de ambos poderes, su resolucion sería, a no dudarlo, imparcial. Su organizacion: podria ser sumamente sencilla; cada vez que llegase el caso de una competencia, se for- maria el tribunal compuesto del provisori el presidente de la Suprema Corte, i en caso ve diverjencia, la suerte decidiria cuál de los dos intereses debia representar el ter. tero en discordia. Parece que seria una ventaja el que se compusiese de las mismas personas que habian intervenido en Ja competencia, porque instruidos por si mis- mios de los fundamentos de una i otra opinion, evitarian nuevas controversias entre las partes, 1 por consiguiente las recriminaciones a que ordinariamente dan lugar; al paso que lá respetabilidad de los funciorrwrios quelo constituyesen, alejaria el temor de debates porfiados que retardasen un avenimiento; i talvez no serian muchas las veces que se necesitase de un tercero. Otro arbitrio mas seguro ¡ radical para salvar toda dificultad sería un concordato, en que se procurase evitar las competencias por medio de una nomenclatura lo mas completo posible de las causas que corresponden a una í otra jurisdiccion. Siempre es mejor partido evitar los conflictos que resolverlos despues. Esta es la conducta que observan jeneralmente las naciones entre si, arreglando sus relaciones mutua= por medio de tratados que fijen de un modo preciso los pincipios jenerales del dere- vho de jentes. Entre la Iglesia i el Estado es el mismo caso, las mismas dificulta- des, la misma vaguedad de principios para resolverlos; ¿por qué no seguir entónces el mismo camino? Dificil seria dar” un apoyo racional al proceder contrario. Pero 'miéntras no pueda o no quiera practicarse este arbitrio, no queda otro que el indi- cado anteriormente, si se ha de proceder con lealtad. Sin embargo, pasa en esto uua cosa mui notable. Miéntras un hombre se halla.en la esfera de hombre privado, jeneralmente su conducta es lójica, es el resultado de sus convicciones. Proponedle por ejemplo que sea juez en la misma causa que él ventila ante un tribunal, i se avergonzaria de aceptar tal proposicion; diariamente “huestros jueces se declaran implicados aun por causas que ignoraban las partes; i “esto no es sino porque están convencidos que el que tiene algun interes en una causa no puede ser juez bastante imparcial. Pero colocad a ese mismo hombre en el po- 23 Jr der, ¡i los papeles se cambian enteramente ;lo que ántes le parecía un contrasentido, ahora lo encuentra mui racional i justo; no da la razon de este cambio en su proceder o alega miserables pretestos, pero lo sigue sin vacilar, + con una serenidad tal, que se le creeria el hombre mas convencido : i sostierre que las cuestiones entre la Iglesia i el Estado las debe decidir solo éste, i tolera i apoya los recursos de fuerza i pasa por sobre la desorganizacion que esto produce en la jurisdicción eclesiástica; ino atiende a que sus actos carecen de lójica, de imparcialidad. Esto es lo que se vé en práctica; el por qué de esta anomalía es para mí un misterio. Pasaré ahora a examinar las otras dosespecies de fuerza, que consisten en el mo- do de conocer ¡en no otorgar. Ambas suponen la competencia en el juez eclesiástico, í solo se trata de examinar si ha observado la tramitacion prescrita por las leyes canó: nicas. Los fundamentos que alegan los regalistas para justificar estos recursos son los: mismos queen el anterior, a saber, la obligacion ¡ el derecho del soberano para prote- jera sus súbditos contra las estorsiones de los jueces eclesiásticos. Sin embargo, es una cosa bien estraña que escritores tan ilustrados como esos no se hayah hecho cargo de unajobservacion que salta al ojo desde luego; ¡es que ese vasallo a quien se trata de protejer tiene los mismos recursos legales en los tribunales eclesiásticos que tendria en los civiles en casos análogos. ¿Qué hace un litigante cuando el juez de letrasen lu- gar de comunicar traslado, manda traer los autos para sentenciar? pide revocatoria de este auto i en subsidio apela; precisamente lo mismo puede haeer en el juzgado eclesiástico, i el tribunal de alzada repararia la falta que habia cometido el juez a quo. Si el litigante, no queda, pues, ¡indefenso contra el juez que lo perjudica ¿a qué entónces ese recurso a una autoridad estraña, que probablemente no hará sino lo mismo que el juez de alzada eclesiástico? ¿Para qué perturbar ¡mútilmente la ju= risdiccion eclesiástica, abriendo un ancho camino_a los litigantes de mala fé para en- torpecer la accion de la justicia, fomentando, puede decirse; la insubordinacion en- tre los súbditos de la Iglesia? Esta es una reflexion tan sencilla i tan justa, que no creo pueda dársele una contestacion “satisfactoria. Pero se dira, i sí el juez de alzada sostiene al juez que ha faltado a la tramitacion, ¿quien podrá deshacer este agravio sino el soberano? A esto responderé con otrá pre= gunta, isila corte de apelaciones sostiene al juez que ha faltado a la tramitacion, ¿quién remediará ese daño? Nadie : hai males que no tienen remedio, i que es pre- ciso tolerar en obsequio del bien comun. A mas de que si dos tribunales que no tie» nen interes personal en una cuestion, convienen en resolverla en un mismo sentido, es mas que probable que no sean ellos los engañados sino la parte, que naturalmente se preocupa en favor del interes que representa. La misma tranquilidad pública pide por otra parte que tengan alguna vez término las exijencias. de los litigantes, i no será de estrañar si no siempre quedan satisfechos sus deseos. Hai mas, un reclamo o apelacion de un tribunal eciesiástico a otro lego es una cosa tan chocante, como seria el' que se diese de un tribunal lezo a otro eclesiásticos, Siendo tan diferentes en jeneral las materias de que ambos conocen ¡ las leyes por que se rijen, no puede, o al ménos, no debe suponerse en el uno, los conocimientos especiales que posee el otro; i asi es que en este. recurso casi siempre se verifica que lo actos de un juez conocedor de su lejistacion vienen a ser revisados por otro que de seguro no ha hecho un estudio tan detenido de la especialidad de aquel;-i esta es, prescindiendo de cualquiera otra consideracion, una falta de lójica imperdonable. Pero dice el señor Covarrubias, que «el órden de losjuicios es una parte esencial del derecho público», concluyendo seguramente de aquí que el soberano debe velar por si de su mas exacta observancia. Confieso que no alcanzo el sentido de estas espre- siones: siempre he creido que el derecho público es aqnel que regla las relaciones entre el Estado í los ciudadanos, o la forma de gobierno propiamente dicho de una 0 == nacion, por lo que casi siempre se hallan consignados sus principios en la carta fan- «damental. Siendo asi, no veo cómo el órden de los juicios, es decir, que despues de la demanda se provea traslado ¡ne autos, por cuyainfraccion se concede este recurso, pueda ser una parte esencial del derecho público. Que las garantias personales del ciudadano se estampen en la lei fundamental, ya lo entiendo; porque al resignar en manos de la autoridad pública el derecho natural de su propia defensa, es claro que no querrá hacerlo sino reservándose ciertas garantías que lo protejan contra los ex- cesos de esa misma autoridad; pero que sea parte del derecho público, i pas esen- Cial, el órden de los juicios, no lo creo. Se dice tambien, para atenuar la intervencion del juez lego en materias eclesiásti- -cas, que al llamar a cuenta al eclesiástico para examinar su proceder en la tramita- cion, le deja intacta su jurisdiccion, i solo. entra a decidir si ha observado o no le órden prescrito por los cánones, «cuyo punto es de hecho i temporal.» Estas son su- tilezas que no resisten la mas leve objecion. Todas las cosas en este "mundo seredu- «cen a hechos, sino se quedan en la cabeza del que las concibe; ¡ así cuando el Papa ¡ha-resuelto como punto de fé que María fué concebida en gracia, se ha verificado un hecho i de bastante bulo; cuando un obispo consagra a un sacerdote, i cuando éste absuelve a un penitente lo ejecutan por medio de operaciones esteriores que constituyen verdaderos hechos; i en tales hechos, que son temporales, porque no se conocen hechos espirituales, no me atrevo a creer que el señor Covarrubias atribu- “yese al juez lego jurisdiccion para conocer de ellos, sin embargo de que segun su regla deberia suceder asi; porque dejando intacta al obispo la facultad de ordenar, solo se trataria de averiguar si habia observado el rito prescrito por los cánones, lo que es «un hecho 1 temporal», i todo lo que es de hecho está dentro de la esfera del poder civil. Separar la jurisdiccion eclesiástica de los hechos por los cuales se mani” fiesta, es un alambicamiento de ideas que solo consiente una mala causa; es lo que se llama, escolásticamente hablando, reunir hilachas a falta de argumentos. Se dice aun: los recursos de fuerza pueden mirarse como una restriccion al privi- Jejio del fuero concedido por el Estado a los ministros de la Iglesia; estando éstos naturalmente sujetos a los tribunales legos en sus causas civiles i criminales, el Es tado, al concederles un fuero especial para ellas, estaba en su derecho reservándose esta intervencion como condicion de la gracia qne hacia.—Ante todo haré notar que es falsa la base del argumento; i la prueba que el lejislador no ha tenido intencion de poner restriccion a su gracia, es que no limita los recursos de fuerza a las causas civiles i criminales de los clérigos, i tanto se puede reclamar en una causa sobre un contrato de venta, como en la que se siguierasobre la administracion de un sacramen” to; ia ser cierto el supuesto del argumento, esto seria un despropósito. Por otra parte, las restriceiones a un favor se imponen «antes de hacerlo o en la misma conce- sion3 despues de ésta el favorecido. tiene derecho a resistirlas, o.al ménos a que no se impongan sin su consentimiento; ies constante que los recursos de fuerza son posteriores en muchos siglos a aquella concesion. Por esto es que los regalistas espa- moles que tanto han sutilizado sobre esta materia, «en la cual se han ejercitado en todos tiempos los mayores injenios», como dice el señor Covarrubias .en su prólogo, ninguno de ellos ha hecho valer este argumento; haciendo todos derivar esta regalía de la proteccion que debe el soberano a sus vasallos; razon tantas veces contestada i siempre repetida. Pero se sostiene lisa i llamamente que el fuero eclesiástico en materias civiles i criminales, es de orijen puramente civil, esto es, que es pura gracia del poder tem- poral. En cuanto a las causas civiles, esto puede ser cierto (preseindo por ahora de la opinion de algunos canonistas fundados en ciertos testos del Concilio de Trento, para mirar la cuestion solamente en su carácter filosófico). Mas en cuanto a las cuu- , ==" PEJE da sas criminales .no me parece la proposicion tan exacta, La independencia. de Ja Igle- sia envuelve en si todas las condiciones necesarias, para que exista; esta es una lei jeneral ; todo fin supone los medios que conducen a alcanzarlo. Véase ahora, ¿a qué quedaria reducida esa independencia si los ministros de la Iglesia no gozasen de in- munidad en sus personas? Si a cualquier desavenencia entre ambas autoridades yié- semos conducir de un momento a otro a una cárcel pública a un obispo o su vicario, o a una dignidad eclesiástica, ¿podria decirse que tenian la independencia necesaria para ejercer las fuuciones de su ministerio, para reclamar contra los escándalos pú- blicos, para resistir a su vez a los avances del poder, i decirle con enerjia cuando tocase las cosas sagradas, non licet? Paso por alto la impresion que dejaria en el pueblo el ver confundido a un sacerdole, a quien estaba acostumbrado a respetar, con los criminales mas abandonados : tal ¡sacerdote estaba ya perdido para ese pue- blo; i al exortarle quizá despues a la práctica de la virtud, encontraria na predis- posicion desfavorable a su persona mui dificil de reparar. I no se crea que ésta es una idea nueva. En nuestras instituciones republicanas, ¿cuya base es la igualdad, tenemos mil especies de inmunidades personales. A los jueces letrados los declaran las leyes inmunes, durante sus funciones, los Senadores i diputados no pueden ser acusados sino despues de muchas trabas, ¡ en cuanto a sus opiniones son inyiolales; cuánto no necesita afanarse el ofendido por un ministro del despacho para obtener la reparacion de su ofensa; el Presidente de la República no puede ser acusado sino un año despues de sus funciones; ¡en las monarquías esta inmunidad es perpetua, declarando al rei canonizado, ¡mas que canonizado, impecable. ¿Qué significan, todas estas trabas, verdaderas inmunidades personales? Ellas están basadas sobre el principio incuestionable, de que para asegurar al fun- cionario público la independencia que necesita para el desempeñode su cargo, es ne- ,Cesario ponerle a salvo contra los ataques de Jos enemigos que sa mismo ministerio le granjea, revestir su persona de cierto aparato esterior, i.como. levantarlo del -comun de los hombres para dejarle mas franca i¡ espedita su esfera de accion. Esto es mui justo; el consentimiento de todos los pueblos i la razon natural consagran este -proceder.—Estos son cabalmente los mismos principios en que se apoya la necesidad «del fuero eclesiástico en materias criminales: el mismo caso, la misma necesidad de independencia; con la circunstancia de que tratándose ¡quí de la independencia de la autoridad eclesiástica respecto de la autoridad civil la inmunidad que proteje esa independencia, debe ser tambien de autoridad a autoridad.—Al argumento de que' el ciudadano por el hecho de entrar en relijion no deja de serlo, i de estar por cone siguiente sometido a las leyes comunes, solo contestaré que esa es una regla jeneral, de la cual, por las razones antedichas, .es esta una excepcion. Creo, pues, que noes tan sencillo resolver que el fuero. eclesiástico en materias Criminales trae su orijen de una pura concesion temporal. Es verdad que esa conce- sion existe, 1 que ha existido casi en todos los pueblos i en todas las épocas; pero .este mismo consentimiento casi unánime prueba que esta es una verdad que bulle en todas las cabezas que no quieren ofuscarla ; i que la lei consagra muchas veces cier- tos principios naturales, que no dejarian de serlo porque no estuviesen consignados en ella. Se agrega aun otra razon que es preciso.examinar. El Concilio de Trento, se dice, declaró a los reyes protectores de los cánones i de la disciplina eclesiástica: i he aquí un nuevo título que obliga al soberano a velar por su observancia, para satisfacer así el cargo de confianza que se le dió.—Este argumento es un verdadero comodin que toma todas las formas, i para todo sirve, esta es la ventaja de las palabras mui jene- rales; su sentido es tan elástico que alcanza muchas veces a tocar el estremo opuesto, ¿Qué se llama proteccion en buen lenguaje? Proleje el que presta auxilio a su ami- da — Pi 80 en un conflicto; jo el que abraza con jenerosidad la-causa del débil contra el fuerte; proteje un ejército a una ciudad indetensaz un hombre movido: por la £a. ridad proteje al huérfano, al anciano que reclaman sy socorro ; pero en todos estos actos de proteccion se subentiende la condicion de ser solicitados, o al ménos admi- tidos con gusto, porque a nadie se le hace un favor contra su voluntad ; el consens timiento es una parte esencial de la proteccion. Sin embargo el Estado ha entendido muchas veces la cosa, de mui diferente modo, en sus relaciones con la Iglesia; 1 por proteccion le ha quitado la eleccion de sus jefes, ha lejislado en. materias eclesiásti- cas, Je ha arrebatado sus bienes, ¡i quien sabe si por proteccion tambien ha degollado a centenares de sacerdotes, sin duda para defender la disciplina eclesiástica i los cá- pones de que es el protector, segun el Concilio! Estas protecciones se asemejan a _cierlos compañeros sospechosos que en los malos caminos se prestan oficiosamente a acompañar al viajero infortunado que en mala hora acertó a tomar ese rumbo; ta- .Jes caminantes darian la bolsa de antemano por verse libres de aquellos amables «camaradas. ¿Qué significa la proteccion asi entendida? Ella no importa otra cosa que una yer- dadera tiranía, Cuando so pretesto de proteccion, se ha puesto trabas ala Izlesia, que ella rechaza; se ha atacado la jurisdicción de sus tribunales, dolo ala nulidad o al desprecio, ¿qué otra cosa se ha hecho que valerse de su debilidad para convertirse en su amo en yez de protector, i amo muchas veces despótico? Se habla de prolejer sus cánones i su disciplina; ¿i cómo se puede favorecer la parte atacando el todo a que pertenece? Í esos mismos cánones ¿no reprueban ¡aun condenan tal ¿proteccion? ¿No reclaman contra ella los Papas, los teólogos, los canonistas, los obis- pos? ¿Qué favores son estos que exitan lan enérjica resistencia de parte de los mis- mos favorecidos? O es una horrible ingratitud de parte de éstos; .o tales favores de- bian sepultarse para no aparecer como un sarcasmo agregado a la usurpacion ¡al despotismo. , Examinados los principales argumentos con que los regalistas españoles pretenden cohoneslar los recursos de fuerza; permitaseme una palabra mas, para acabar, sobre ¡los efectos de. esta institucion. La administracion de justicia es, en el estado de sociedad, la mas benéfica ¡ ¡ subli. me, de las instituciones; protejer la hacienda, la vida, la honra del ciudadano. Todo proyecto qne tienda a debilitar su influencia, a desprestijiarla, es un proyecto anti- social que ataca la base de la moralidad pública : estas son verdades de que no es posible dudar. Pues bien, los recursos de fuerza bajo una apariencia falsa de pro- teccion a la justicia, la hieren de muerte, debilitando el prestijio de que debiera ro- deársela, No negará este aserto quien recuerde el orijen de estos recursos : descono- cidos en los primeros siglos de la Iglesia, macidos en el siglo XIV para arrancar a los tribunales eclesiásticos el exceso de jurisdiccion que los tiempos habian ido aglo- merando en ellos, fueron una arma terrible en manos de los reformadores para debi- litar la influencia del catolicismo. Los monarcas españoles los aceptaron, por imita- cion, o porque siempre halaga todo lo que tiende a aumentar el poder. Mas para nosotros no-han pasado aun aquellas circunstancias que les sirvieron entónces de pre- testo; reducida la jurisdiccion eclesiástica a sus justos limites, o mas estrechos aun, viviendo como por favor, languidece bajo el peso de esta institucion, que le pone trabas a cada paso, la debilita, la mata en fin. Porque en efecto, cuál es el papel que representa un juez eclesiástico en presencia de estos recursos? ¿Cuando en medio de la tramitacion oye a un litigante que le dice—reformad tal providencia, porque recla- | ¿amaré de:ella, no ante vuestro superior natural, lo que no euvolvepia una vergúenza ¿para vos, sino ante una corte de legos que os enseñarán a conocer los cánones? Ese papel es el mas triste; esa humillacion es excesiva en mi concepto, Porque a la yer- = 174 — dad, los tales recursos, bajo el pretesto de conservar el órden de los juicios, son de hecho una apelacion disimulada en que se corrije al Provisor la plana sobre la inter- pretacion de los cánones, ise resuelven cuestiones arduas que trabajan a los mas eminentes canonistas. ¿No hemos visto a nuestras cortes entrar a resolver sobre las interpretaciones diverjentes que se daban al cap. 14 sess. 25 del Concilio de Trento? ¿Sobre si la sacristía es parte del templo o del claustro? Cuando se dice un delito cometido extraclaustra, ¿Cuáles son los casos en que los regulares están sujetos a la jurisdiccion del Ordinario, etc? Porque todas estas cuestiones era preciso tomar en cuenta ántes de decir, hace o no hace fuerza; i en fin, aceptar en otras ocasiones recursos que se fundaban en la nulidad de una sentencia, atendidas las leyes de par- tidas, de la novisima o patrias, que eran las que desempeñaban el primer rol en la cuestion, yendo por tierra aquello de que los recursos de fuerza se fundan en la pro- teccion a los cánones? Lejos de mi, sin embargo, la idea de censurar la conducta de nuestros tribunales; los respetoldemasiado para abrigar tal pretension ; solo he'querido dara entender que son tan defetuosas las leyes españolas en este punto, que su sola influencia bastaria para aniquilar la jurisdiccion eclesiáslica 5 i estoi intimamente persuadido que a no ser por la notoria probidad de esos altes funcionarios, esa lejislacion habria produ- cido todos sús efectos ; los provisores serian un trampantojo, cuya jurisdiccion esta- ria a merced delos litigantes de mala fé, i los recursos de fuerza la palanca poderosa para trastornar la organizacion de la Iglesia en una de sus principales faces, Ja judicatura. No ha sucedido hasta ahora asi, pero no es imposible que suceda, es- pecialmente si observamos la conducta de ciertas repúblicas del norte, cuyas ideas podrán encontrar con el tiempo mas o ménos eco entre nosotros. Sobre todo, la jus- ticia no permite que a nadie se le deje la posibilidad siquiera de cometer impune- mente un mal. Nuestros lejisladores llenarán cumplidamente su mision si tienen bastante enerjía para desprenderse de ciertas preocupaciones vulgares, de ciertos te- mores ridiculos contra el poder de la Iglesia, como si los que lo desempeñan fueran de otra raza de hombres malvados, Sin afecciones por su patria, i quesolo maquinaran la destruccion del Estado; para ser lójicos consigo mismos, porque si aceptan el principio de la Independencia de la Iztesia, deben aceptar tambien con franqueza todas sus consecuencias, sin poner restricciones cobardes que revelan estrechez de miras, o debilidad; sin reservarse, en fin, protecciones gue no tienen de tal sino la amarga ironia con que se usa de ellas para oprimir i bumillar al protejido. MEMORIA presentada ante la Facultad de Leyes de la Univer- sidad de Ghile. por DON JOSÉ ALFONSO, para obtener el grado de licenciado en dicha Facultad. Jwicio sobre la lei de implicancias i recusaciones. / . : Para que la administracion de justicia pueda llenar sus altos fines, no basta que la lei proporcione todos los medios como sea posible descubrir la verdad, el juez en cuyo ánimo domina un vivo interes i declarada aversion por alguna de las partes, - — A — puede mui bien no aplicar el principio de derecho que corresponda en justicia, des- de que sus pasiones pueden hablar mas alto que su razon ¿no es de temer que no alcance una apreciacion equitativa? Í conseguida esta ¿quién aseguraria sin peligro de engañarse obtener una resolucion imparcial, cuando no eran sus únicos móviles la equidad i la justicia? Es por consiguiente necesario poner al alcance de los que pretenden hacer efectivos sus derechos en un juicio, arbitrios legales por euyo me- dio puedan separar del conocimiento de la causa al juez en que obra algun motivo que puede inducirlo a no seguir las reglas de equidad. Puro si es una neegesidad vital el que la justicia sea imparcialmente administrada, no debe perderse de vista cuanto importa al bien jeneral el pronto arreglo de todas las diferencias; el buen criterio debe determinar pues con precision aquellos únicos motivos que influyan de tal suerte en elánimo de un juez, que no le dejen imparcialidad en su decision, estri- vando el acierto en tal caso en encontrar ese justo medio en que al propio tiempo que se consulta la justicia de la resolucion, no se descuida en manera alguna su pronto despacho. Al fijar las causales suficientes para separar al juez del conocimiento del proceso, las leyes españolas no .llenaron' estu doble necesidad; dejaron a los litigantes una libertad demasiado ámplia, inconciliable con la prontitud, era fácil encontrar en ellas un recurso legal que pudiera prolongar los pleitos. Para evitar los abusos consiguien- tes aeste órden, se dictó la lei patria de 2 de febrero de 1337 sobre implicancias 1 re- cusaciones. ¿Consiguió esta lei su objeto? Es lo que nos proponemos examinar. La lei sobre implicancias i recusaciones está dividida en dos partes; la primera trata de las implicancias, la segunda de las recusaciones. ¿Tenia necesidad el lejis- lador de hacer esta distincion? ¿Habia alguna razon en qué apoyarla? Creemos que no; i nos asiste un argumento bien sencillo: implicancias i recusaciones no significan mas que una misma e idéntica cosa; a:amwbas podriamos definirlas, «los remedios legales de que pueden echar mano los litigantes para inhibir del conocimiento de una causa al juez u otro ministro, del que con fundado motivo no se espera una resolucion imparcial.» Siendo asi, habiéndose formado el lejislador una falsa idea del asunto que se propuso formular en una lei, no podia ménos de serlo el plan queadop- tase, el: cual, basado sobre un error, debia necesariamente producir malas conse- cuencias. Mas sencillo í lójico habria sido tratar en un solo cuerpo materias por sa naturaleza unidas, i que no pueden separarse. Asi es que señalándose para las re- cusaciones causas distintas de las de implicancias, adoptándose un método de tra- mitacion diferente, i no llamándose unos mismos jueces para que conozcan de am- bas, no se hace mas que conducir a contradicciones, i hacer penoso i confuso el es- tudio de la lei, La primera causa de implicancia es el parentesco, en linea recta hasta el infinito, ¡ el que se tiene con los hermanos, sobrinos por consanguinidad i afinidad, primos hermanos, tios, suegros, yernos icuñados. A la simple lectura resaltan los vietos de esta enumeracion;. ella señala como implicancia legal el cuarto grado en el paren- tesco consanguineo colateral, pues es el que existe entre los primos hermanos; i no es implicancia legal el parentesco que uno puede tener con el hijo de su sobrino, que existe tambien en el cuarto grado.:Si la fuerza del afectose gradúa por la proxi- midad del parentesco, si ese afecto natural en las relaciones de familia es:el que im- pide que el pariente conozca de las causas del pariente; no se divisa qué Fazon pueda existir para reconocer implicancia en la causa de un primo hermano, ino en la del hijo de su sobrino. Igual observacion puede hacerse sobre el parentesco de afinidad: un juez puede declararse implicado en las causas de su sobrino, suegro, yerno i cu- _ñado, es decir, hasta el tercer grado inclusive; pero si se tratara de lacausa de un tio, ya no existiria implicancia, i se halla sin embargo en el mismo grado que el so — 416 — brino: Bien a las claras $e divisan pues los defectos de esta parte de la lei, defectos por olra parte fáciles de evitar señalando jenerálmente el parentesco hasta ciérto gra- do conio causa de implicancias El parentesco es tambien causa de recusación, i se estiende hasta los hijos de los primos hermanos por consanguinidad o afinidad o ser el juez cuñado de alguna de las pártes. St hubiesé sido corisceuente el lejislador con el error que le indujo a dis- tinguir implicancias de recusaciones, debió guardarse bien de asignarles causas aná. logas, como se nota en el parentesco eolateral; porque desde que señalaba distinta tramitacion, la parte interesada elejiria lá mas espedita, fijándose por lo tanto una éausa inútil. Debió hacer lo que con el parentesco en linea recta, que señalado como implicancia no podía ser recusacion; asi es que ño se encuentra en la causa que nos ocupa. Mas lójico habria sido señalar el parentesco como recusación desde el grado én que no era implicancia. Se sienta ademas que es recusacion ser el juez cuñado de álguna de las partes, en el mismo inciso en que se señalaba como tal el parentesco de afinidad hasra el sesto grado. Si no se considera que hubo equivocación, nada jus- tífica la existencia de esas palabras; están demas i deben suprimirse. Por nuestra parte, no distinguiendo diferencia alguna entre implicancias i recusaciones, escusado parece decir que opinamos por un solo artículo, que comprendiese el parentesco en linea recta hasta el infinito, el cuarto grado en el colateral consanguíneo, 1 segundo de afinidad. La segunda implicancia demuestra que el Tejislador ha buscado causas mas eficaces para las implicancias que para las recusaciones; pues que si es implicancia suficiente para que un juez pueda ser separado del conocimiento de la causa, el que se siga actualmente otra civil o criminal con él, sus ascendientes, descendientes, suegros, yer- ños, hermanos o cuñados, deja de serlo si la causa existente ha principiado dos me= ses ántes de comenzarse el pleito en que se supone implicado al juez; miéntras gue basta para recusarlo que se haya seguido causa civil en los tres, i criminal en los seis años anteriores con el juez o alguno de los parientes enumerados. La misma ob- scevacion pudo hacerse sobre las causas de parentesco, pues que las recusaciones llegan a un grado mas remoto que las implicancias. Recorriendo las causas de recusacion notamos que en el número 8.9 del artículo 2? se señala como suficiente haber recibido dádivas el juez; ¡en el 4.2 del mismo ar: tículo, un beneficio de tal importancia que empeñe sú gratitud, Estas dos causas deberian refundirse en una sola. Es uno mismo el significado de ambas. No importá que se diga respecto de las dádivas, que es preciso hayan sido hechas despues de co- menzado el pleito, i que de esta suerte se establece una disposicion distinta, porque Ja regla relativa al beneficio que empeñe la gratitud del juez, es jeneral, i es justo que comprenda asi los beneficios recibidos ántes de: comenzarse e)' pleito, como los hechos durante él. Tampoco puede alegarse para sostener la diferencia de ambas causas, que es preciso que el beneficio sea de importancia i no la dádiva, bastando cualquiera para poder recusar: restableceria en tal caso ua motivo levisimo que nó puede dar la suficiente fuerza para apartar a un juez del conocimiento de la causa, un motivo tal que no hará suponer existiese en él ánimo alguno de favorecer a una de las partes, motivo por último tan frecuente i casual, que daria campo a los liti. gantes para repetidas recusaciones. Es causa de recusación haber el juez acometido, acechado, injuriado, amenazado de palabra o hecho al recusante, i lo es igualmente el odío o resentimiento que pueda tenerle, indicado por hechos conocidos i causas graves; una de estas causas deberia suprimirse ; hai ana redundancia desde que no significan mas que una misma cosa: Si existe odio o resentimiento hi1 de haber sido producido por injurias, amena- zas, etc. En la alternativa de clejir una de ellas, no trepidamos en adoptar la pri- ' ER Mera, porque carece de la vaguedad de la segunda, lo que puede dar lugar a arbi- trariedades, no quedando mas que al albedrio del juez, decidir si la causa que se alega es hastante o no pura producir el odio o resentimiento de que habla esta parte del artículo, La última causa de la recusación es el inlgres que puede tener el juez, cualquiera que sea la causa o relacion de que provenga, en que el éxito del pleito sea contrario al recusante; i he agui cómo con dos renglones se echa por tierra el laudable pro- 'pósito que tuvo en vista el lejislador al dictar la presente lei. No necesitamos valer- nos de otras palabras que las suyas propias; él mismo lo dice en el preámbulo; ha dictado esta lei como un remedio que evite la morosidad en la administracion de Justicia, siendo éste un abuso que entorpece el curso de los juicios, i ofrece ocasio- nes a los litigantes de mala fé para burlar las acciones mas lejitimas en los juicios civiles, i diferir el castigo o buscar la impunidad en los criminales. 1 en verdad que el arbitrio mas sencillo que se presentaba para oblener semejante resultado, erá fijar con precision las causas únicas que pudieran alegarse, así se encerraba a los litigan- tes en un circulo forzoso, que no les era posible traspasar, no pudiendo presentar otros motivos que los especificados en la lci. Con la causa de recusacion que anali- zamos se alcanza un resultado enteramente diverso; ella facilita a los litigantes una libertad completa para relardar los juicios, formando artículo de recusacion por un motivo cualquiera; basta que pueda inclinar a su juicio el ánimo del juez del lado de su contendor. No parece sino que en esta parte el lejislador olvidó los móviles que le determinaron para emprender su trabajo. Habiendo terminado el exámen de las causales de implicancias i recusaciones, nos cumple analizar el modo de proceder. Consecuente en esta parte el lejislador con su idea, les dió distinta tramitacion. La implicancia se interpone anteel mismo juez que conoce de la causa principal, excepto el único caso en que se ofrezca como tal la in- capacidad legal del juez por haber incurrido en alguno de los motivos por que debe ser suspenso o separado de sus funcioues judiciales; el artículo de recusacion se re- serva al conocimiento de otro tribunal señalado por la lei; para la recusación se necesita escrito separado ; el juez puede declararse implicado de oficio, no puede ser recusado sino a peticion de parte; para interponerse la recusacion debe acompañarse boleta legal de haberse consignado la multa, que segun los diferentes casos exije la lei; en la implicancia no es necesaria la boleta, ménos cuando se apele de la senten- cia; interpuesta la implicancia no puede conocer el juez de la causa principal hasta la resolucion del articulo; i si la recusacion no se termina:en quince dias puede continuar adelante en la causa principal dos dias despues de haber espedido un de- creto en que lo haga presente a las partes. ¿Será preferible que entienda de las implicancias i recusaciones el mismo juez que conoce de la causa principal, o deberá llamarse otro distinto? Siendo la que se.ven- tila una cuestion relativa a la persona del juez, a primera vista aparece mas fundado el sistema que se sigue en las recusaciones; llamándose al conocimiento del articulo una persona distinta, se salva el inconveniente de que alguien pueda ser juez i parte al propio tiempo. ¿Pero es esto acaso lo único a que debe atenderse? El artículo de I recusación presentado ante el juez que conoce o debe conocer de la causa princi- pal, es dirijido incontinenti por éste al tribunal que corresponde; este tramita el articulo i lo falla; de su decision puede apelarse en ciertos casos, lo que depende unas veces de la naturaleza de la misma decision, otras de la especie de tribunal. Mas adelante nos detendremos en esta peculiaridad de la lei. La implicancia, por el contrario, se hace presente al mismo juez que conoce de la causa principal; de un fallo puede apelarse, ménos en aquellos casos en que con justicia se niega la apela- cion; como sucede cuando da lugar a la implicancia, o la rechaza por no haberse in- 24 = 118 —= terpuesto en tiempo. Por consiguiente, no puede existir temor alguno de la justicia de la sentencia: la lei da remedio para evitar la arbitrariedad, permitiendo en cier- - tos casos la revision de la causa. Estas reglas relativas a las implicancias son confor- mes a los sanos principios. I si por otra parte se atiende a que el peligro de ser el artículo suscitado personal al juez, es mas imajinario que positivo, desde el momento en que resuelto aun en el sentido en que lo pide la parte que lo entabla, no encie- rra por punto jeneral ninguna significacion contraria al juez, puesto que éste no puede tener temor alguno en declarar que es amigo, pariente con una de las partes, que tiene con ella tales o cuales relaciones; si atiende a que la misma delicadeza, el decoro del juez le aconsejarán que se separe del conocimiento que puede mui bien no resolver con imparcialidad ; no cabe duda que es mas ve ntajoso el método seña= Jado para las implicancias. Interviniendo en él, por otra parte, a lo mas dos tribu- nales, presenta las ventajas de la mayor espedicion sin quitar las suficientes garan- tias a la justicia. De estos mismos principios, fácil es deducir que establecemos una excepcion para el caso en que la implicancia equivalga a una acusacion contra el juez, de esta im- plicancia debe conocer un tribunal distinto; acusado por el solo hecho de ser inter- puesta, debe impedirse que el juez tome desde entónces la menor injerencia en esa materia; es inverosímil creer que alguien pueda condenarse a si mismo. Pero estas mismas consideraciones que hicieron dar a la causa de implicancia que nos ocupa la tramitacion señalada a las recusaciones, debieron mas bien influir para que hu- biese sido colocada entre estas. La causa es grave en verdad ; como tal, atendiendo a lo que hemos espuesto mas arriba, pertenece a las implicancias ; pero debió tener- se presente que toda excepcion es un mal en la lei, que este mal es justificable cuando lo exije la necesidad. Mas mo lo es en el caso presente desde que esa causa pudo ser enumerada entre las recusacionos, debió encontrarse en ellas, vale mas evitar una excepcion, que establecerla siguiendo sutilezas que no conducen a ningun resultado provechoso. No llama ménos la atencion el término que fija la lei para concluir el artículo de implicancia i recusacion. La implicancia no debe durar mas de diez dias, ocho con- cedidos para probarla, i dos que Liene el juez para fallar. Para la recusacion se Con= ceden quinee dias, pasados los cuales sin haberse terminado el artículo, puede el juez recusado continuar conociendo en el pleito. No vemos inconveniente alguno que pueda prolongar el término señalado para la tramitacion de la implicancia, sino es la demora del juez, que puede tomarse para sentenciar mas tiempo del prescrito por la Jei; pero en todo caso no conocerá en el pleito principal hasta haber terminado el artículo de implicancia : los ocho dias para la prueba son fatales e improrogables. No se puede asegurar otro tanto de la recusación : es eierto que, lo mismo que para la implicancia, haí ocho dias fatales para la prueba; pero aun suponiendo que el juez a quien se remite el artículo principie a conoeer de él el mismo dia en que se presenta el escrito por el recusante; suponiendo que solo se demore dos dias en sen- tenciar, tendremos que van corridos dicz dias; i si aestos se agregan cinco que liene : el recusante para apelar, habrán pasado los quince, que son los únicos que puede | esperar el juez recusado; de suerte que se autoriza a que el juez a quien se recusa | conozca del asunto principal ántes que se haya decidido el artículo de recusacion. En mas de una ocasion será por consiguiente ilusorio el beneficio concedido po! esta lei a los litigantes: él no los salva de que conozca de sus diferencias una persona: que no puede fallar con imparcialidad. La leí ha tratado sin' duda de castigar la ma- licia, que procura prolongar los litijios, sin advertir que no está en manos de los contendientes hacer que la decision se retarde un «solo dia. I no se diga que este mal deja de existir siendo inapelables muchas de las sentencias que recacn sobre los ar- — (M0 — fículos de recusacion, porque de tal suerte la misma lei establecería una desigualdad que no tiene fundamento alguno racional. Lo. que prueba hasta qué punto lleya la ventaja el método seguido en las implicancias. I no es esto todo: presentada al juez la causa de implicancia, ¡apareciendo noto- ria, puede declararse implicado en el acto, i he aquí terminado el artículo, miéntras que para las recusaciones siempre se hace conceder ocho dias para la prueba; lo que no puede ser de otro modo, desde que es distinto el juez llamado a conocer del ar- - tículo. Hemos dicho que el juez puede declararse implicado de oficio, i que no puede ser recusado sino a peticion de parte, Esta disposicion, no hi duda, es lójica con el mandato de la Ici, que llama a un juez distinto a conocer de la recusacion: pero siempre es perniciosa la lójica del error, ella no hace mas que prolongar en la acu- sacion el espacio que duraria un asunto, que en muchas ocasiones puede acabar casi en el mismo momento en que empieza, Supongamos que se trata de recusar al juez por Intima amistad con la parte contraria, el hecho es manifiesto. indudable, el juez el primero en reconocerlo; es elaro, que así que esta causa fuera presentada, se de- clararia aquel recusado, evitándose a los litigantes pérdida de tiempo i de dinero, ii siguiendo la justicia su marcha sin encontrar tropiezo alguno. Sin embargo, aunque reconozcamos la superioridad del método seguido en las implicancias, mo estamos conformes con él. Cierto es que el juez puede declararse implicado de oficio, pero la parte es la que decide si se conforma o no con esta declaracion; este derecho conce- dido a los litigantes tiene serías desventajas; mas justo seria obligarlos a confor- marse siempre con la implicancia declarada de oficio, í asi se evitaria que personas» a quienes la delicadeza aconseja separarse del conocimiento de ciertos asuntos, se viesen en la precision de emitirlos, sintiendo una repugnancia invencible para pro- ceder. Es racional la lei al fijar las épocas en que pueden hacerse presentes las implican- cias i recusaciones; estas épocas son unas mismas para ambas: el actor al tiempo de ¡presentar su demanda, el reoal tiempo de contestarla. Si ocurre la causa de impli, eancia, o jura la parte que ha llegado a su noticia despues de interpuesta la deman- da, si fuere actor, o despues de contestada, si fuere reo, podrá representarla luego que fué sabedor de ella, con tal que lo haga ántes de mandarse traer los autos a la vista para definitiva. Mandados traer los autos a la vista para definitiva, no podrá interponerse implicancia o recusacion; cuya causa no hubiese ocurrido despues de este trámite. Hasta aqui los preceptos de la lei son los que la sana razon aconseja: quita a los litigantes todo arbitrio malicioso para interponer estos recursos: si consi- dera al juramento de las partes como suficiente garantía para ser admitidos, es por- que seria un mal mucho peor la disposicion contraria. Sin embargo al continuar, se espresa asi: «estando la causa en acuerdo para definitiva no puede absolutamente declararse implicancia.» Esta disposicinn no guarda armonía con la equidad de las anteriores; si solo entónces ocurre la causa de implicancia o recusacion, ¿Por qué no permitir a las paries representarla? ¿Se teme acaso su malicia? No puede existir; ¿o no se quiere entorpecer el curso del juicio, estando: próximo a lerminar? La justicia merece mayores sacrificios; no es pues razon bastante poderosa, el que la causa esté A punto de resolverse, para que se someta a los litigantes al juicio de una persona que puede estar prevenida contra ellos. La recusacion no puede interponerse en ciertos casos sino habiendo constancia de que se ha consignado la multa prescrila por la lei; por eso es que para ser admi. tido necesita ir acompañado el escrito de recusacion con la boleta de consignacion; en las implicancias solo se exije multa cuando se apela de la sentencia; mas como la lei no fija cuál deba ser la cantidad que se consigna, no se ha hecho nunca efec- f — 180 — tiva esa disposicion. Prescindiendo de este error, siempre es preferible lo prescrito para las implicancias. Si alguna vez es útil exijir multa, solo pue de establecerse para cuando se apele de la sentencia. La multa no tiene otro objeto patente que castigar las interposiciones maliciosas de estos recursos: esto supuesto, pongamos el caso de que, entablados, el juez declare hallarse comprendido en alguna causa de impli- cancia o recusación. ¿Qué objeto pudo tener entónces la consignacion de esa canti- - dad? Ninguno; ha sido un trámite inútil i perjudicial. Por el contrario, el juez dice «no ha lugar al recurso,» i se apela; entónces sí que puede existir con mucha mas razon malicia; va a removerse un asunto sobre el que ha caido ya una resolucion, Que si no irrevocable, desde que se permite la apelacion, lleva sin embargo consigo las probabilidades del acierto de un exámen. Si puede pues existir malicia, justo es castigarla, haciendo perd er al apelante la suma consignada, siempre que se confirme la sentencia. Gon todo, mejor seria suprimir completamente estas multas, que en nada alivian al litigante de buena fé. No es justo ni racional que sea el fisco quien Jucre a consecuencia de un proceder, que solo afecta a una persona determinada, en cuyo único beneficio deberian redundar los manejos fraudulentos de su contrario» No hai masrazon para exijir multa en este caso, que para exijirlaen todas las apelacio= nes: por consiguiente, condenar en costas al promovedor del artículo, una vez con- firmada la sentencia, seria mucho mas conforme al objeto de la lei, Mas adelante hemos espuesto que las decisiones que recaen sobre los artículos de, recusación son tambien inapelables por la naturaleza de los jueces que las dictan. Así lo vemos dispuesto en el articulo 66 que trata de las recusaciones del coman- dante jeneral de armas, dal auditor i miembros de los consejos de guerra: Jos llama= dos a conocer en ellos lo hacen en única instancia. Igual disposicion se establece acerca de la recusacion de Jos Intendentes i Gobernadores, del Rejente 1 Ministros de ambas Cortes, miembros del Consejo de Estado, Senadores i Comision Conservas dora ; por último, se hace estensiva la misma doctrina a las sentencias de los alcal des, que conocen de la recusacion de los inspectores i subdelegados. Natural es que ambas Cartes de justicia decidan en única instancia la recusación de sus ministros ' | respectivos, porque no hai tribunal competente que pueda recusar sus disposiciones : natural es tambien seguir el mismo principio respecto de la Corte Suprema que co- noce de la recusacion de los miembros del Senado ¡ Comision Conservadora; pero que sea el Senado quien tramite la de los Consejeros de Estado, es ciertamente irre= gular i arbitrario; es confundir las atribuciones de los diversos cuerpos constituidos, disponiendo que el lejislativo se mezcle en la esfera destinada al judicial; aunque es. preciso confesar que el mal viene en este punto de mas alto, Hacer por otra parte inapelables las decisiones del alcaide, oficial de mayor gra- duacion i Comandante Jeneral de Armas, es establecer una disposicion caprichosa, i algo mas que caprichosa, funesta a las garantiasindividuales. Si no hubiese un tris bunal competente de apelacion que pudiese rever la causa, díctese enhorabuena una disposicion de la manera espresada ; pero ese Lribunal existe o puede existir sin gran trabajo. ; El alcalde es el que conoce en única instancia de la recusacion del subdelegado e inspector ; salta a la vista el inconveniente que puede resultar de establecer esta gra- duacion: el inspector o subdelegado puede residir en un punto bien distante de aquel en que se encuentre el alcalde : i segun dicha graduacion se verán obligadas las partes, o bien a renunciar a su derecho, o a perseguirlo haciendo un gasto crecido por una demanda insignificante. ] Del articulo de recusacion de les alcaldes i rejidores conoce el Gobernador depar-- tamental con apelacion al juez letrado. ¿Qué objeto pudo tenerse en vista al llamar al Gobernador un asunto judicial de que no puede estar- instruido por la. naturaleza — 1891, — de sus funciones? Por punto jeneral, bien ignorantes deben ser los (+obernadores en asuntos de tramitacion. Mejor seria que conociesen los alcaldes i rejidores con ape- lacion al juez de letras. Del articulo de recusacion de un miembro de los consulados ¡ juez compromisario conocen los alcaldes ¡ en su defecto los rejidores con apelacion al juez letrado. Si no podemos negar qne los alcaldes i rejidores pueden ser masaptos qne los Gobernado- res en materias de esta especie, en que pueden tener alguna 'esperiencia, no deben mos tampoco pasar por alto que hai otros funcionarios capaces de desempeñar mejor que ellos estos cargos, i estos son los jueces letrados. Los alcaldes i rejidores, jueces legos, no son por cierto los que pueden dar a la lei su mas justa aplicacion. De la recusacion de los miembros del consulado i jueces compromisarios deberian conocer ellos mismos con apelacion al juez letrado, De la recusacion del juez letrado conoce el alcalde ordinario o rejidor: parece es. cusado decir que seria preferente que conociera el mismo con apelacion a la lHlustri., sima Corte. - Terminando, debemos llamar la atencion sobre esta parte final de la lei ; está sem- brada de defectos: ya llama a ejercer funciones judiciales a personas incompetentes para servir de jueces, ya a otras que pueden mui bien ser incapaces de desempeñar- jas. L todo proviene del falso sistema de hacer intervenir tres órdenes de jueces. Como consecuencia jeneral de todo lo espuesto (Iuyela certidumbre de cuán vicio- sa es la lei sobre implicancias i recusaciones: defectuoso es el plan que las distingue ¡las separa: defectuosa la tramitacion señalada alas recusaciones, que por una parte se opone a la celeridad, i pretende,por otra conseguirla privando a los litigantes del beneficio que esta lei les concede; defectuosas por último las causales prelijadas: ya porque existen algunas comunes, como por encontrarse otras repetidas, ¡ ser la últi- ma de las recusaciones tan demasiado jeneral i vaga, que contraría en su base el ob- jeto de una lei de esta especie, Por las ideas emitidas puede igualmente haberse visto que es bajo todos aspectos superior i mas completo el método señalado alas implicancias: salvo pequeñas varia- ciones puede servir de fundamento a la lei, tal cual debe existir, i esta, a nuestro juicio, es la siguiente: Art. 1.2 Queda abolida toda distincion entre implicancias i recusaciones. ¿ Art. 2.2 Los jueces se inhiben de conocer en losjuicios porimplicancia legalmente declarada o admitida: fuera de estos casos ningun juez puede escusarse de conocer en la instancia o recurso judicial deferido por la lei a su conocimiento. Art. 3.2 Son implicancias legales: 1.2 El parentesco, en linea recta hasta el infinito; hasta el cuarto grado en el cola- teral consanguineo i segundo de afinidad. No importa que el consorte por quien procede la afinidad hubiere fenecido. No es implicancia tener el juez igual paren- "tesco con ambos litigantes. 2,2 Seguir actualmente o haber seguido pleito criminal dentro de seis años ante- riores a la demanda, i civil dentro de tres con el juez, sus ascendientes, descendien» tes, consortes, suegros, yernos, hermanos o cuñados, ya sea en nombre propio o de Otro, como tutor, curador, apoderado, albacea, sindico, administrador o represen- tante de algun establecimiento público. 3:* Ser el juez tutor, curador, jefe o empleado de algun menor, establecimiento o corporacion que fuere parte en la causa, o ser alguna de las partes Su sirviente. 4.2 Haber sido el juez abogado o apoderado de alguna de las partes en la misma causa, haber alegado en ella o haber manifestado de palabras o por escrito su dictá- men, despues de haber tomado conocimiento del pleito, o ántes si lo hizo cun. cono- cimiento de causa, — 182 — Haber concurrido como juez al pronunciamiento de la sentencia sobre que pende el juicio, o haber declarado en la causa como testigo en la cuestion principal, ino en las incidencias o artículos pronunciados en la misma causa, i que no tuvieren conexion inmediata con el punto pendiente. No se entiende el juez implicado por solo haber estendido decretos de sustanciacion o autos interlocutorios, cuya decision no in/luya en la cuestion principal. Tampoco se entienden implicados los jueces de os tribunales superiores para conocer en recursos de súplica, por haber juzgado en primera instancia. 6.” Tener el juez, su consorte, ascendientes, descendientes, suegros, yernos, her- manos o cuñados pleito pendiente, en que se ajite la misma cuestion, i sostengan estos el mismo derecho que se litiga. 7.* Ser la parte contraria deudor o acreedor del juez, su consorte, ascendientes, descendientes, suegros, yernos o hermanos, 8.” Ser el juez ascendiente, descendiente, suegro, yerno, hermano o cuñado del abogado de alguna de las partes. , a Tener el juez, su consorte, ascendientes, descendientes, suegros yernos o her- manos causa pendiente, en la que deba fallar como juez o como compromisario al- guna de las partes. 10.2 La incapacidad legal del juez por haber incurrido en alguno de los casos en que debe ser.suspenso o separado de sus funciones judiciales, aunque no haya recaido vicio formal sobre la separacion o suspensión, si la parte se ofrece'a probarlo den- tro del término legal. 11.2 Ser el juez heredero instituido en testamento, donatario, patron, comensal o compañero en alguna negociacion de la parte contraria: o ser esta tambien heredero del juez instituido en testamento. 42.2 Haber recibido el juez de la parte contraria beneficio de importancia, para si o su familia, que empeñe su gratitud. 13.2 Conservar el juez con la parte contraria amistad, que se manifiesta por actos de estrecha familiaridad. 14.2 Haber el juez ajitado como parte las dilijencias del pleito, contribuido a los gastos del proceso, o recomendado su buen despacho. 15.2 Ser el juez compadre, ahijado o padrino de la parte contraria. 16.2 Haber el juez acometido, acechado, imjuriado o amenazado de hecho, palabra e escrito al recusante. 17.* Si el recusante hubiere interpuesto recursos de vejacion contra el puez ¡el tribunal hubiere encontrado justa la queja. Art. 4.2 Pueden declararse implicados todos los fupcionarios llamados a conccer en un pleito como jueces o comisarios, o a intervenir en él como peritos, tasadores, liquidadores, asesores, contadores entre partes o subalternos del juzgado en cual- quiera instancia o recurso judicial. Art. 5.2 No son implicables los funcionarios destinados a protejer o coadyuvar al derecho de alguna de las partes. ni los que desempeñan el ministerio público o ejercen Ja defensa de los derechos fiscales. Art. 6.” Solo puede entablar implicancia el que fuere parte formal o directa en la e O recurso judicial. Art. 7.9 La implicancia se interpone, o con espresion de la causa legal en que se funda, o esponiendo simplemente que se interpone la implicancia en los casos en que asi lo permite la lei. Pero en ambos casos debe siempre el recusante prestar el juramento de que no procede de malicia. Art. 8.2 Encontrando el juez que está legalmente implicado para conocer en el pleito, proycerá de oficio un auto, en que esponiendo la causa de implicancia que — 183 — tiene i haciendo mencion espresa de la lei que la declara tal, mande hacerlo saber a las partes, a fin de que continuen el juicio ante el juez que debe subrogarle. Siendo el juez miembro de tribunal colejiado hará presenteja este la implicancia, para que estienda el auto en que se le separa del tribunal en la cuestion en que está “implicado. Art. 9.2 No habiéndose declarado la implicancia de oficio, pueden hacerla presente las partes, el actor al presentar su demanda, i el reo en sn contestacion. Art. 10.2 Si ocurre la causa de implicancia, o jura la parte que ha llegado a su nolicia despues de interpuesta la demanda si fuere actor, i despues de contestada si vere, podrá representarla luego que fuere sabedora de clla, con tal que lo haga án- fles de mandarse traer los autos a la vista para definitiva. Art. 41. Mandados traer los autos a la vista para definitiva i estando la causa en acuerdo, no podrá representarse implicancía, cuya causa 20 hubiere ocurrido despues de estos trámites. Art. 12. La parte que reclamare la implicancia: la hará presente por escrito O verbalmente, especificando la causa i la lei que la declara tal, presentando los doca- mentos que la comprueben, u ofreciendo probarla en cnso necesario. Art. 13. Si la causa que se reclama fuere noteria, o constare del proceso o de los documentos que presenta la parte, o el mismo juez la reconociere efectiva, proveerá un decreto declarándose implicado. Art. 15. Si la causa de implicancia necesitare de prueba, el juez provecrá—a prue- ba por el término de la lei. Art. 15. El término para probar la implicancia es de ocho dias fatales, a cuyo vencimiento traida a la vista la probanza, el juez resolverá como estime de justicia, Art. 16. La sentencia en que se declara el juez legalmente implicado, o no deberse oir la reclamacion por haberse interpuesto contra lo dispuesto en los artículos 9". 40.2 1 11.9 es inapelable. En los demas casos es apelable en la forma ordinaria. Art. 17. La apelacion deberá interponerse para ante el tribunal a quien corres. ponde la segunda instancia en el negocio principal. Art. 18. Los tribunales supremos i de apelaciones conocerán en única instancia de la implicancia de sus ministros. Art. 19. La implicancia no embarazará en manera alguna el inmediato cumpli- miento i efecto de las disposiciones dictadas por el juez ántes de ser implicado. Art. 20. Si durante el artículo de recusacion ocurrieren providencias urjentes que tomar en el pleito principal, que sin peligro o daño no admitan espera, el juez impli- cado nombrándose en el acto un acompañado ad hoc, dictará con su acuerdo las pro= videncias que correspondan en justicia, con la calidad de provisionales, i solo para evitar el perjuicio de la demora. El acompañante será un letrado o un vecino de co- nocida honradez. En caso de discordia mombrarán un tercero que la dirima; í no aviniéndose en este nombramiento lo hará el alcalde del lugar. Art. 21. Interpuesto el articulo de implicancia en los juicios sumarios, el juez procederá con citacion de los interesados en la forma prescritu en el art. anterior. Art, 22. Las implicancias en segunda instancia se interpondrán por el apelante al tiempo de espresar agravios, i por la parte contraria al contestarlos. Si la segunda instancia versa sobre sentencia interlocutoria, deberán interponerse ánles que se se- - Male día para la vista de la causa, í lo mismo se observará en los demas casos en que no haya espresion de agravios. : Art. 23. En los recursos i juicios estraordinarios se interpondra la implicancia por el actor al tiempo de presentar su demanda o promover el juicio; i por el reo en la primera jestion judicial que hiciere, i si no fuere Jlamado a hacerla, dentro de — 184 — ¡os dos dias siguientes al vencimiento del em plazamieuto, o de la citacion que se le hiciere. Art. 24. Siendo varios los demandantes o demandados, la implicancia entablada por cualquiera de ellos, se entenderá como si la hubiese hecho absolutamente el ac- tor o el reo. Art. 25. Cuando saliere al juicio un tercero, coadyuvando el derecho de alguna de las partes solo podrá implicar en los casos i en la forma en que podrá hacerlo la parte coadyuvada. Art. 26. El implicado para ejercer las funciones de un determinado cargo, no se entiende quedarlo para desempeñar las de otro diverso, que requiere diferentes ap- titudes. : Art. 27. Si se implica para un determinado pleito, el juez lo quedará solo para ese pleito. a Art. 23. Siempre que se implique al que preside un tribunal no obstará la im- plicancia para que ejerza las funciones directivas ¿ económicas que como jefe le co- 'Tresponden. Art. 29. Si la causa de implicancia es la señalada en el n. 10 delart. 3.2 conocerá de ella la Corte de Apelaciones con apelacion a la Suprema, si se tratare de jueces de primera instanciaen mayor cuantía. La misma conocerá de la de los Ministros de la Suprema en única instancia. ; El inspector siguiente en número de la del inspector, con apelacion al subde- legado. El subdelegado siguiente en número de la del subelegado con apelacion al juez de letras. La Corte de Apelaciones de la de los miembros del Senado, Comision Conserva- dora, i Consejo de Estado, con apelacion a la Corte Suprema. La Corte Suprema en única instancia de la de los Ministros de la Corte de Ape- laciones. El Consejo de la Universidad ha aprobado el siguiente PROGRAMA DEL CURSO DIE ESPLOTACION DE MINAS, PRIMERA PARTE. HACER 1 FORTIFICAR ESCAVACIONES. De la operacion de picar.—¿Qué instrumentos se usan ¡en qué casos se ejecuta esta operacion? : y De la operacion de quebrantar por medio de barrenos cargados de pólvora: —Opes racion de barrenar; ¿qué reglas se observan en el acto de abrir el barreno? (22 23). De las barretas (barrenas) (25, 26, 21, 30, 31); modo de cargar el barreno (32, 33), de atacarlo (36, 37, 38) ¡ de pegarlo (39—44), — 185 — De la fortificacion cn jeneral (51—60). Entivacion o ademacion (enmaderacion) la madera que se usa i los diversos modos de que se coloca (76—77). Colocacion de un estemple (78,79 fig. 31, 32); de un puente (80) i de un estemple «dintelado (81 —[ig. 33). disilllado (85, 84). Ademas auxiliares. —Varios ajustes de las adunas (86, 87, fig. 39—46). Mamposteria.—Materiales que se usan 90—91), de qué pende la resistencia (92); Muros de revestimiento (113—110). Muros de sostenimiento (117—118). Arcos i bó» vedas (119—431). Fortificacion de los socabones i galerias ¿Qué dimensiones i qué inclinaciones deben tener las galerias segun el destino que se les da? (142—145). Galerías en una roca estraficada (146); entivacion de ellas; portada; media portada i acope (147—157); ¿qué se hace cuando el piso no es bastante consistente? ¿Cómo se hace la labor en avance o de franqueo? (155—158). ¿Cómo se renueva la entivacion? ¿Cómo se pro- cede en atravesar los trabajos viejos”? (161). Forticaciones en mampostería 162—164). ¿Cómo se abren los pozos i cómo se fortifican (166—174)? Revestimiento hidráulico i mamposteria en los pozos. Cómo se hace la mamposteria por hundimiento i la mamposteria colgada. Escavaciones de beneficio.—¿Cómo se efectúan labores a cielo abierto? Cómo se abren las escavaciones en un filon o capa levantada? Qué es labor de cortar altu- ras? Cómo sc fortifican los puentes, i en qué casos no es necesario fortificarlos! (200 —210). Qué disposicion se dá. a las labores en un filon? (214—219) Labor de arranque; ¡las reservas (519—220)—Cómo se efectúa la labor en bancos descenden* tes?—Cómo se lleva la labor acendente? Labor atravesada. Qué disposicion se da a Jas labores en unos criaderos en capas? Labor en macizos cortos, labor en macizos prolongados: qué precauciones se toman /255—271). Qué disposicion se da en unos criaderos en masa o stock werk? (ui; 210): Labor de cámara por disolucion (284 —289. SEGUNDA PARTE. HACER TRANSITABLES 1 HABITABLES LAS ESCAVACIONES» ¿Cómo se construyeñ los caminos en galerias? Caminos por pozos verticales (306, 307, 309, 311, 312, 315). Caminos por escavaciones inclinadas 316—318). Dol desagúe. Desagite natural por medio de caños de desagúe (322—336). Desagúe artificial 1.2 por medio del Torno; 2. por medio de las Bombas. En qué caso se construye el spindel. De la ventilacion. De las causas que inficionan el aire en los subterráneos (370 372, 373, 374, 3Y5, 376, 378, 379). Ventilacion natural: en qué se funda (381) ¿Có- mio se efcctúa (382, 383, 384, 386, 390). Eumbreras, diafragmss 392, 394, 399)a Ventilacion arttficial : ventilador de Harz (403), ventilador de tambor (404). La trompa o roncadera (407). Los hornos ventiladores (408, 409, 410, 411 hasta 414). Auxilios que se han de dar a un minero asfixiado (416). Del aseo i policia interior de los subterráneos 417--520). De la iluminacion deo aól diferentes aparatos que se usan (427 hasta 435) ¡Lámpara de Davy (4 (us ra or — 186 — TERCERA PARTE. ESTRAER LOS MINERALES EE LAS ESCAVACIONES. Estraccion de los minerales por las galerias.—Medios de trasporte : carretillas (454.5-6 457), carros (158). Caminos : caminos ordinarios (461—462). Caminos de hierro. Estraccion de los minerales por escavaciones verticales. —Medios de trasporte: sa» cos, cubas, toneles (521—522). Tiros o cinteros (535—526). Dimensiones i disposi- ciones que se deben dar a los pozos verticales para la estraccion (558—545). Máqui- nas empleadas; el torno (544—547); malacates (548—556). > Estracciones minerales por escavaciones inclinadas : Pozos inclinados (564 —569); planos inclinados (574—595); frenos o prensas (570). Galerías diagonales u oblicuas (576—519). Ignacio Domeyko. (Secretario de la Facultad). DELEGACIÓN UNIVERSITARIA. PROGRAMA de las clases que se han abierto este año escolar | de 1855 en la Instruccion Universitaria y número de alumnos que cursan en este departamento. Se abrió este año el libro de matriculas el 1.2 de márzo í a excepción de unos - diez alumnos que por causa de enfermedad o de la gran distancia del lugar de donde + han venido no pudieron inscribirse en el tiempo señalado por la Jei, todos los demas se han matriculado en el mes de marzo. | Sesenta i cinco alumnos se han matriculado este año por la primera vez en este / 0 departamento i de ellos 46 se han incorporado en las clases pertenecientes a la Fa-: cultad de Leyes; 15 en las de Ciencias Físicas i Matemáticas; 4 con otros dos se hau 1, presentado con el deseo de incorporarse en las clases de Medicina, i tuvieron que [y desistir de sus intenciones por no haberse podido abrir un: curso nuevo de Medicina este JJ año, con lo que dos de ellos pasaron a las clases de Derecho Romano i Natural, Ef, otros dos estudian las Ciencias Naturales. 3 A mas de los 65 alumnos arriba citados, 131 alumnos, matriculados en los años anteriores, continúan sus estudios en la Instruccion Universitaria. De estos 151 alumnos: 101 se dededican a los estudios legales; 36 a las Ciencias Físicas i Matemáticas; 11 a la Medicina. — 187 — En totalidad ek número de alumnos que pertenecen a la instruccion superior este año (sin contar a los que estudian en clases privadas i no se han matriculado) es 216. Se hallan repartidos entre las tres Facultades en proporcion siguiente : Alamos de Derecho . . ..... E A AT Id. de Giencias Fisicas/ | Matemáticas: e E y E MEA A AOS 7 Paso ahora al programa de las clases que se ban abierto este año. FAGULTAD DE LEYES. Clase de Práctica Forense.—Profesor don Miguel María Giiemes. Clase diaria, de las 9 a las 10 dela mañana Alumnos, 48. Derecho Romano. primer año.—Profesor don Eujenio Vergara. Clase diaria, de las 9 a las 10 de la mañana. Enseña los dos primeros de la Instituta. Alumnos, 48. Derecho Romano, segundo año..—Profesor don Cosme Campillo. Todos los dias, de las 2 a las 3 de la tarde. Enseña este año los dos segundos libros. Alumnos, 27. Derecho de Jentes.—Profesor don Santiago Prado. Todos los dias, de las 10 a las 11 de la mañana. Alumnos, 22. Derecho Nutural.—Profesor don Ramon Briseño, Los lúnes miércoles i viérnes, de las 10 a las 11 de la mañana. Alumnos, 25. FACULTAD DE CIENCIAS FISICAS TI MATEMATICAS. Il Clase de Jeodecia.—Profesor don Francisco de Borja Ssolar. Clase diaria, de las Il 9 alas 10 la mañana. Alumnos, 8. l— Jeometría Descriptiva.—Profesor don Ignacio Valdivia. os diaria, de las 9 a las310 de la mañana. Alumnos, 18. Oyente, l. Mecánica. —Profesor don Julio Jarriez. Enseña los lúnes, ón i viernes, de las 2 i media a las 4. Alumnos 18. —Zoolojía. —Profesor don Rodolfo Philippi. Tres veces a la semana, los lúues, miér- coles i viérnes, de las 2 i media a las 4, en el Museo Nacional. Alumnos, 12. Docimacia + Metalurjia.—Profesor don Ignacio Domeyko. Clase tres veces a la semana, los mártes, juéves 1 sabados de las 12, a la 1 i media, i manipulaciones en el Laboratorio todos los dias i¡ a toda hora. Alumnos, 18. Mineralojía, Jeolojía ¿ Mensura de minas .—Profesor don Ignacio Domeyko. Clase tres veces a la semana, los lúnes miércoles i viérnes, delas 12 a la 1 i media. Alum- nos, 19. Astronomia.—Profesor don Cárlos Moesta. Clase tres veces a la semana, los már- tes, juéves i sábados, de las 3 a lat 4 de la tarde. Alumnos, 9, Arquitectura.—Profesor don Francisco Brunet de Baines, Arquitecto del Gobier- no. Enseña tres veces a la semana, los mártes, juéves i sábados, de las 2 a las 3 1 media de la tarde. Alumnos, 5. Química Orgánica—Profesor don vicente Bustillos. Los lúnes, miércoles i viér nes, de las 9 i media a las 41 de la mañana. Alumnos, 13. 188: —=. FACULTAD DE MEDICINA. Clase de Fistojia.—Profesor don Vicente Padin. Los lúnes, miércoles i viérnes, de las 8 a las 9 1 media de la mañana. Alumnos, 7. Patolojía 1 Clinica Interna—Profesor don Juan Miquel. De las 7 i media a las 8» ¡ media Clinica en el Hospital, i de las 8 i media a las 9 i media curso teórico en el. Instituto. Alumnos, 7. Patolojía Clínica Esterna i Obstetricia, —Los lúnes, ES i viérnes, de las 3 alas 4 i media en el Hospital, Alumnos, 7. Se cursan, por consiguiente, este año en el departamento de Instruccion Univer- sitaria 17 clases; de las cuales : 5 pertenecen a la Facultad de Leyes; 9 a la de Ciencias Físicas 1 Matemáticas; 3 a la de Medicina. Santiago, mayo 5 de 1855. Ignacio Domeyko. OBSERVACIONES METEOROLOJICAS hechas en el Instituto Nacional de Santiago ABRIL DE 1855 Dias: =I O) Ot tulo. — R a Y [3] 16 Horas. ATA EE EE EEE E CIS ESAS S o =] ; ES : E PSICRÓMETRO. EJ A E E sa a EEE MEME E ada INE ds Ss |.3 ea e | 2 | E [SecoHúmedo| E E 717.201192.6| 6.0 13.0|10.0| 7.55/0.66/ Despejado todo el dia. 714.56/18. 18.6112.6) 7.24/0.64 7414.55/12.5 715.07/135.9| 8.0 14.4/11.0| 7.74/0.65| Lo mismo que el dia 4 .* 714.56/20.4 -120.6/15.8| 7.59/0.41 715.85/13.8 716.47/235.7 21.6|15.6110.13/0 55| Lo mismo que el dia 1..> 717.74/15.2 716.21/15.2| 9.0 15.8/12.2| 8.4210.62| Cielo despejado. 713.64/23.7 23.6115.2] 7.90/0. 39 Celajeo. 713 91/25.4 Eespejado. 712,57/29.7 22.6115.5| 8.49/0.49| 1d. 716.52/14.5110.5 11.4/18.2| 8.56/0.85]| Nublado. 718.06115.8|10.4] 15.8113.2/44.15/0. Bal Despejado. 716.12/18.5 18.6/14.0| 8.26/0.47| Celajado. 718.1013.8 Despejado. 717,74/14.2 10.5 15.1112.8] 9.3310.76| Id. 716,47/91.0 20.4|15.4/10.10/0.57, Celajado. 717.48/15.2 Despejado. 716.87 Celajado. Lo restante 716.21117.5)11.0 18.2114.0| 8.2610.47| del dia cielo despe- 714.45/22.9 92 6/15.9, 9.280.44] jado. 715.96118.0 : | 715.95118.1/112.0 18.3/14.2] 9.43/0.69| Despejado. -1715.08/922.4 22.1|16.0| 9.88/0.50| Celajado. 716,85117.0 Despejado. 745 75 ld. 01717.295117.5114.5 17.7|15.6| 9.15/0.55| Celajado. 715,58/22 6 22.5/16.0| 9.6310 31| Despejado. í16.09/16.8 1d. 716.85118,0/12.0 18.6|14.4| 9.67/0.60| Todo el dia, cielo des: 715 08/95.9 25.71/16.8/10 1110.45| pejado. 716.54/17.1 713/63 despejado hasta las 6 716.85/17.5/12.0 17.5114.210.60/0.62! —¡ media de la tarde. 116.54/20.7 21.1 [20.1/15.8 10.78|0.45 747.62/15.6 Nublado. 715.74 ld. 717.87/17.8/12.5 47.6/15.4111.3210.46] ld. 717.86118.5 21.0 118 4/14.5'10.08/0.65 ld. 718.12/15.9 Dospejado. 715,65 Todo el dia despejado, 717.87115.8/10.5 16.2113.8/11.80/0.76 717.88/21,8 22.8/91,4]15.7| 9.S5|0 51 718.58/16.4 [716,05 Despejado. ABRIL DE 1855. E : 3 = E = S 2 S z E Z |PSICNOMETRO.|S ; 3 o ps E > o. o pa = ss íS pe SS ES 3 o > = E s 2 3 Z 3 ES . = o E Sl ez A IS 9 E o, 5 a O Al E Sl a SS ls S E E E o 5 z S 3 SS ls ale Pa E 5 E [Seco Húmedo! 3 ñ E > |[S pa ES E (E 5 [T18.S9|1T.Z [114.0 ¡711140 | 9.72[0.65|Despejado. 2 9 7147.11/92.9 23.5125.2/16.8| 9.99/0.48|ld. id. 9 715.61/17.4 Celajado. 47/4 715.94 Despejado. * 9 717.62116.7112.5 16.8/14.0 [10.920.792 |Celajado. 3 716.60123.0 94.7/22.8116.0 | 9.59/0.45|Despejado. 9 7117.56/17.1 4 Id. id. 9814 [715.55 Todo el dia nublado. 9 714.57/15.9/15.0 15.7,15.4 | 9.99/0 57 Es) 715.04/120.9 95.1 [120.8/10 8 [10.42/0.55 9 714.52/16.2 49/9 715.08/15.7/15.0 15.4115.4 [10.27/0 78 Nublado. 5 715.82119.7 90.5119.4|15.2 |10.50/0.61|Celajado. 9 715.81/14.2 Despejado. ; 90/4 715.44 -—|Todo el dia cielo 9 [717.96/14.4 114.0 14.511.9| 9.07/0.75/ despejado. 5) 715.58/16.0 20.2 118.4/15.7 | S.86/0.56 9 715 84113 6 : 91|4 715.45 Lo mismo que el 9 714.45'15.8110.0 13.8110.8| 7.85/0.66| dia 15. 3 715.04/20.7 921.4120.6/15.0 | 9.29/0.51 9 715.55114,5 904 [715.94 Despejado. 9 716.89/14.5/10.5 14.6 114.4] 8.44/0.65|ld. id. 3 7115.55/20.7 91.1 120.2 14.4 | 8.66/0.49|Ld. id. y 715.58/145.61 Celajado. 959 1714 45/15.5 14.0 15.2140.4| 7.71/0.68|Nublado. 3 712.87118.9| 20.0 /18.5/13.4¡ 8.1610.50] Lluvia 9 (715.65 14.2 l desdela 944 |71065 6 1/4 de 9 712.43114.0.10.0 13.9111.6| S.88|0.57 la mañ. 7 715.93117.7 18.8117.2,13.6| 9.40/0.64 hasta las y 714.69/15.4 7 14/2; 9519 717 29/15.4 114.9 15.0,12.0| 9.85/0.88|Celajes puesto el - 5 715.99/18.4 19.5/18.0/15.8| 9.17/0.59/Despejado, Pluvióm. ANO 716.97/12.9 ld. a las 61 2619 718 10/15.2| 9.0 15.4/11.2 | 8.60/0.79 [/2no se 5 717 50119.3 19.5 |19.0/13.4| 9.04/0.49 ha hecho 9 718.50/15.0 e sensible 9279 |717.08154| 9.0 13.8111.2| 8.36/0.71 el agua 3 714.69/20.4 21.1 119.8/15.6| 7.82/0.45 caida. 9 715.44/15.1 289 |71531/14.0110.0 14.8/14.4| S.02/0.63|Despejado. 3 7114,69121.5] 22.8 121.8115.0 1 3.56/0.44|l4. Dias. Horas. ABRIL DE 1855. Fraccion de saturacion, a 9 | ES y NN E E |rsicrómErnO.| E o E Z 4 3 sar ra 35 E . =] [2] Da O E E UN ION IE El E 5 E = SP a E 5 E [Seco Húmedo| 5 2 E E E [3 116.21115.4 E 15.13/14.4/11.0 14.0/19.2/9,51 715.00/15.0 17.2115.0/13.0 ¡9.95 7115.67 718.10/12.01 90 11.6110.8/9.16 715.56 15.7 15.0115.6/192.2 9.75 718 58110.0 | Celajado. Dia nublado. Lluvia por la noche. Plu- biómetro 0.508. Nublado. ld. id. ld. id. RESUMEN de las Observaciones Meteorolojicas hechas en er Ins- titalo de Santiago en el mes de abril de 1855. Presion atmosférica.—Término medio del 4.2 a 10 715.91 n. de observ. 26 41 a 20 116.31 38 2 a 31 715.00 33 de todo el mes 715.82 97 El máximo de presion: el 27 a las Y de la noche "718.50 El minimo de presion: el 1.2 a las 3:de la mañana 710.65 La mayor amplitud de variacion: entre las 9 i las 3 del día, 3.54 milim. Número de inversiones de los periodos : una sola vez el 24. Temperatura.—Término medio de todo el mes 160 8. El minimo 6.0 el 1:% i 89.0 el 2. El máximo 24.7 entre las 2 i las 3 el 17. ; La mayor variacion entre las 3 de la tarde i i las Y de la noche 80.3 (el 4). Estado Higrómetrico. —Entre las 9 de la mañana Í 3 de la tarde: Fuerza elástica del vapor en milímetros: Término medio a las 9 de la. mañ. 9, A6 milím. observ. 98. a las 3 de la tarde 9 31 29 Humedad relativa o o fraccion de saturacion: Término medio a las yg de la mañaña 0. 63, observac. 28. a las 3 de larde 0,51, 29. Término medio da todo el dia: de la fuerza elástica del vapor 9.26 iros: Id id. de la humedad relativa 0,59 El menor grado de saturacion (la mayor sequedad) 0. 31, bar. 713, term. libre 222.6 a las 3 de la tarpe el día 11. Dias nublados 10. Dos lluvias: la cantidad de agua caida 0.008 milimetros. 1. D. ADVERTENCIA.—Ha servido para el calculo de la fuerza elástica del vapor de ggiua como tambien para el cálculo de la humedad relativa o fraccion de saturación ide las reducciones de las alturas barométricas observadas a la temperatura de cero grados en milimetros la coleccion de las tablas mcteorolójicas preparadas por. órden de la Institucion Smitsoniana por Arnold Guyot ¿ publicadas por esta misma Insti- tucion (A collection of meteorolosical tables with other tables useful in practical me- teorology, prepared by order of the smithsonian institution by Arnold Guyot. Was- hington published by the smithsonian institution 1852). Esta obra preciosisima para los que cultivan este ramo i cuyo uso contribuye al ahorro de mucho tiempo i tras bajo en los cálculos meteorolójicos, ha sido mandada con muchas otras obras de gran precio e interes por la masttación Smilsoniana para la biblioteca de la Univer= sidad. — 193 — ACT AS CONSEJO DE LA UNIVERSIDAD SESION DEL 1% DE ABRIL DE 1855, Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Tocorhal, Solar, Blanco, Domeyko i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Juan Manuel Carrasco, ¡el de bachiller en Humanidades a don José Arrieta, a quienes se entregó su respec- tivo diplóma, Despues de esto don José Joaquin Patheco, que habia leido su dis- curso de incorporacion a la Facultad de Teolojia, fué presentado al Consejo por el señor Decano, i prestado que hubo el juramento de estilo, el señor Rector le declaró miembro de la Universidad. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, por el cual avisa que - remite a la Universidad dus ejemplares de los tomos 6.* i 7.2 de botánica, 7.2 1 8.2 de zoolojia, ¡-1.% ¡2.2 de atlas de la historia fisica i política de Chile por don Clau- dio Gay; advirtiendo que uno de dichos ejemplares es para el archivo de esta cor- poracion, i el otro para que la misma lo remita ál Instituto Smithsoniabo de los E. U. Mandóse acusar recibo i dar las gracias al Supremo Gobierno. 2.0 De un oficio del Intendente del Maule, con el cual remite la renuncia que don Anjel Agustin Toro hace de su cargo de Inspector de Educacion del departamento de Linares. En el mismo oficio propone, para que reemplace al renunciante, a don José Dionisio Tapia, agrimensor residente en dicho departamento, que se ha hecho recomendable por el interes que ha manifestado en favor de la educacion primaria, La renuncia de Toro está fundada en que sus numerosas ocupaciones no le permi- ten contraerse al desempeño de su cargo. El Consejo admitió esta renuncia, i nom- bró para el destino vacante al espresado don José Dionisio Tapia, mandando ponerlo todo en conocimiento del Intendente del Maule para los fines consiguientes i en | contestacion a su nota. | 3,2 De un oficio del Cónsul COn de Chile en Paris; con el cual remite la cuenta | jeneral de los gastos hechos a nombre de la Universidad en el año de 1854 con oca= l sion de suscripciones a periódicos europeos. Asciende lo gastado a mil trescientos | cuarenta i siete francos cinco céntimos; i deducida esta cantidad de la de dos mil | setecientos cincuenta i cuatro francos setenta céntimos que se remitió al señor Marcó | del Pont el año próximo pasado, queda a favor de la Universidad un saldo de mil || cuatrocientos seis francos ochenta i cinco céntimos. Mandóse acusar recibo i pasar la cuenta a la comision respectiva para su exámen, 4.2 De dos cuentas del Secretario de Leyes, relativas, la una a los gastos de su secretaría en el último cuadrimestre de 1854, i la otra a los derechos percibidos por ll yazon de exámenes de bachillores i licenciados en el mismo tiempo. La primera dá l 26 1 —= 194 = un sobrante de cincuenta i cuatro, pesos cinco i medio reales a favor de la caja, ¡ la segunda de veinte pesos seis i medio reales. Ambas pasaron a comision. 5.2 De una cuenta del Secretario de 'Peolojía sobre las entradas i gastos de su se- cretaria en el último cuadrimestre del año anterior. Su sobrante es de cincuenta i nueve pesos. Pasó igualmente a comision. 6.2 De una solicitud de don Miguel Fernandez, en que pide se le dispensen abso- lutamente, para optar el grado de bachiller en Humanidades, los exámenes de fisica, historia eclesiástica i vida de Jesucristo, en atencion a no haberse enseñado estos ramos en el Instituto Nacional cuando le correspondió estudiarlos. Pide igualmente se le dispense el exámen de catecismo, obligáandose a rendirlo en el próximo mes de agosto. El Consejo otorgó llanamente ambas dispensas en los términos indicados. El Secretario hizo presente haberse recibido por-Ja Universidad un ejemplar de un número del periódico español titulado «Revista de los progresos de las ciencias exac- tas, fisicas i naturales.» Se mandó pasar a la biblioteca universitaria. ' Finalmente, se hizo de nuevo relacion del éspediente en que don Carlos Rosas solicita se le dispensen varios exámenes requeridos para el bachillerato en Humani- dades, i que él no ha rendido por no haberse enseñado los respectivos ramos en el liceo de Concepcion, donde hizo sus estudios preparatorios. Como el solicitante ha justificado que él fué uno de los alumnos de derecha que pidieron la dispensa de que se trató en las sesiones de 10 i 31 de julio de 1852, el Consejo mandó traer a la vista las actas de aquellas sesiones, que fueron leidas en la parte concerniente a este asunto. Losramos de que los alumnos de derecho pedian dispensa eran los de fisica, historia griega ¡ romana, parte de la historia de la edad media i moderna, historia de América i de Chile i métrica castellana; i los que faltan a Rosas son los de álje- bra, jeometria, fisica, historia griega, historia moderna, funda mentos de la fe, vida de Jesucristo e historia eclesiástica. El Consejo tuvo a bien dispensarlos todos abso- Jutamente, ménos el de fundamentos dela fe, del cual debera Rosas rendir exámen du» rante la práctica forense; habiéndose tenido presente, para otorgar esta dispensa, no solo las razones aducidas por el solicitante; sino tambien el buen resultado de los exámenes que rindió en el liceo de Concepcion. Se levantó la sesion. SESION DEL 21 DE ABRIL DE 1855. Presidió el señor Rector, i asistieron los señores Orrego, Tocornal, Solar, Blanco, Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior; el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Emilio Ovalle, a quien se entregó su diplóma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Decano de Humanidades, con el cual remite copia del acta de la sesion celebrada por su Facultad el 18 del que rije. De esta acta consta haber sido electos miembros de la Universidad los señores don Diego Barros Arama i don Hermójenes Irisarri, el primero en la plaza de don Luis Antonio Vendel- Heyl, i el segundo en la de don Gárlos Bello. Se mandó comunicar esta eleccion al Supremo Gobierno para los efectos ulteriores. 2.2 De dos informes de la comision de cuentas, plot de las dos que se pre- sentaron en la sesion anterior. Fueron Aeon a a su ad 1 se ndo poret los sobrantes en tesoreria. — 495 — 3.2 De un oficio del tesorero universitario, com el eual acompaña un estado de as entradas i salidas que ha tenido la tesorerta desde el 10 de octubre de 1854 has- ta el 20 del presente abril. De este documento aparece una existencia de dos mil Cuatrocientos cincuenta ¡ tres pesos, cuarenta i tres i medio centavos. Se mandó pa- sar a comision para su exámen, - Con ocasion de este asunto el señor Rector indicó seria conveniente se examinase la cuenta jeneral que debe presentar el tesorero sobre las entradas i gastos que ha tenido la caja en todo el tiempo desu administracion; que comienza en octubre de 1853. Asi quedó acordado. 4.2 De un informe del Rector del Instituto Nacional sobre la solicitud de don Ab- don Cifuentes i siete jóvenes mas, de que se dió cuenta en la sesion del 17 de marzo último. De dicho informe aparece que «la historia moderna desde la muerte de Luis XIV hasta la caida de Napoleon principió a estudiarse en el establecimiento el año próximo pasado, siendo alumnos de este ramo los solicitantes; que en el año mencionado no hubo clase de historia de Chile por falta de tiempo; i que a pesar de esto los solicitantes han podido rendir el correspondiente exámen, como lo han hecho algunos de sus condiscipulos.» En vista de este informe el Consejo declaró no haber lugar a la solicitud. 5.7 De una solicitud de don Quempio Benjamin Leon i don Juan Pablo Vargas, en que exponen que habiéndose presentado a rendir exámen de derecho canónico en la seccion universitaria del Instituto Nacional el mes de marzo último, no lo rindieron por haberse salido accidentalmente de la sala de exámenes en la hora en que debie- ron ser llamados ; que han hecho presente esta ocurrencia al señor Decano de Leyes la los profesores que componian la comision examinadora, pidiéndoles se sirviesen recibir el exámen; que estos señores, convencidos de la justicia de la peticion, han estado dispuestos a acceder a ella; pero que no se ha podido verificar el acto, por- que no-lo ha permitido el Delegado Universitario, quien ha diferido la recepcion de este examen para el mes de agosto venidero. Los solicitantes concluyen pidiendo que no se ponga embarazo por el espresado funcionario para que se reuna la comision examinadora, si esta quiere voluntariamente recibir el exámen. Esta solicitud fué latamente discutida; i para impugnarla se dijo por: algunos señores que era preciso | observar rigurosamente el articulo del reglamento del Instituto Nacional que deler- mina las épocas en que deben tomarse los exámenes, perque si se introduce alguna relajacion a este respecto, se abre la puerta a una infinidad de abusos que distraerán a los profesores de sus ocupaciones diarias con perjuicio de la enseñanza. Contra esta observacion se dijo que los solicitantes no pedian precisamente que - sy Jes admitisso el exámen que están pura rendir, sino tan solo que no se ponga óbice para que la comision examinadora se reuna, en caso que voluntariamente quiera ha- lcerlo; que otorgada la peticion en estos términos, no podria dar márjen a los abu- sos que se temen, ni se perjudicaria tamp ,co el servicio de las clases por las ausen- cias de los profesores; i linilmente, que no existiendo este perjuicio, cesaba la razon las épocas que él designa. Los sostenedores de la primera opinion dijeron entonces que el reglamento del ¡Enstituto Nacional confiere al Delegado Universitario la atribucion de nombrar la comision examinadora, ide admitir los alumnos a exámen, i que dicha comision no i podria reunirse contra el consentimiento del Delegado sin contravenir a esta dispo- sicion. Tomada votacion, resultó desechada la solicitud por siete votos contra uno. | 6.2 De una solicitud de don Juan Herrera i de don Rufael Muñoz, en que piden Ise les dispensen absolutamente, para graduarse de licenciados en Leyes, los exáme- nes de áljebra i jeometria. En apoyo de esta peticion hacen presente que cuando se — 196 — : graduaron de bachilleres en Humanidades, se les otorgó dispensa de los espresados exámenes con la condicion de que los rindieran durante la práctica forense; que el estúdio de esta misma práctica i el de los códigos militar, de mineria i¡ de comercio no les ha dejado el tiempo suficiente para cumplir con la condicion de la dispensa, i que estando ya para recibirse de abogados, se les irrogaria un grave perjuicio si se les obligase a dar los exámenes de áljebra i jeometria. El Consejo desechó por una- nimidad esta solicitud, fundándose en que la condicion con que se otorgo la dispen- sa era una cosa ya consumada, i no podia violarse sin abrir la puerta a la licencia 1 a los abusos. 7.0 De una solicitud de don Lindor Castillo, en que pide se le dispensen, para recibir el grado de bachiller en Humanidades, los exámenes de segundo año de fran- ces i fisica, i que se declare válido el exámen de aritmética que rindió en el liceo de San Felipe. Respecto del exámen de frances, dice que rindió el del primer año, 1 que el final o del segundo año no lo dió a causa de haberse visto impedido por una enfermedad de hacer la traduccion al castellano de una comedia francesa, trabajo que se requeria para poder presentarse a examen; todo lo cual aparece comprobado con un certificado del profesor de este ramo don: M. J. Guillou. Elexámen de aritmética se acredita con un certificado de don Manuel Antonio Carmona, ex-rector del liceo de San Felipe. La dispensa del exámen de fisica la funda el solicitante en que no se enseñó este ramo en el Instituto Nacional cuando le correspondió estudiarlo. El Con- sejo declaró válido el exámen de aritmética, dispensó el de fisica, i negó lugar a la dispensa del de frances. Despues de esto, el señor Domeyko O se siguiese discutiendo la forma en que hayan de admitirse en la seccion universitaria los exámenes de los estudiantes en clase privada; punto que se habia dilucidado en una de las sesiones de los últimos meses del año anterior. Comenzada la discusion, hubo de suspenderse por ser la hora avanzada, quedando este asunto' en tabla” pa da sesion venidera; despues de lo cual se Da la Ji SESION DEL 28-DE ABRIL DÉ 1855. y No habiendo podido concurrir el señor Rector, presidió el señor Meneses con asis- tencia de los señoces Tocornal, Solar, Blanco, Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Vice-rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Abraham Siredey i aidon José Alfonso, el de bachiller en la misma Facultad a don Juan Merino i a don José Arrieta, 1 el mismo grado en Humanidades a don Miguel Cuadra, don Miguel Fernandez, don Gabriel Vidal i don E. Juan de Dios Morandé, a todos los cuales se les entrenó su respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De una nota del señor Decano de Matemáticas, con la cual remite en copia el acta de la sesion celebrada por la comision de profesores de su Facultad con el: objeto de examinar el programa del ramo de laboreo de minas, cuya formacion se * habia encargado por el Consejo al señor Domeyko en una de las últimas sesiones del | año que acaba de espirar. De esta acta resulta haber sido aprobado el programa. Este mismo trabajo fué leido al Consejo, quien le dió igualmente su aprobacion, Man. dando se publicase en los Anales. — 197 — o De una solicitud de don Federico Palomera,.en que pide se admita al concurso en que debe premiarse la mejor obra sobre instruccion primaria, que quedó cerrado el 4.» de.marzo último, un trabajo sobre este asunto, del cual dice ser dueño. Su peticion la funda en que padeció error acerca de la fecha en que fué cerrado el men- cionado concurso. Teuiendo presente el Consejo que el término dentro del cual de- bieron presentarse todos los trabajos concurrentes fué fijado por un decreto supremo, 1 que no está en sus atribuciones alterar lo establecido por la autoridad superior, declaró no haber lugar a lo solicitado por Palomera. 3. De una solicitud de don Salvador 2.2 Castillo, en que pide se le dispense el exámen de aritmética elemental para optar el grado de bachiller en Humanidades. Funda su peticion: 1.2 en que a otros sulicitantes se les ha otorgado la misma dis- pensa; 2 2 en que en el liceo de San Felipe, del cual fué alumno el solicitante, no hubo clase de este ramo cuando le correspondió estudiarlo; i 3.2 en que cuando cur- só el segundo año de humanidades se halló en la imposibilidad de asistir a la clúse de aritmética, cuya enseñanza correspondia al primero. En la misma solicitud pide se le dispense el examen de historia de Chile, fundándose en los mismos motivos aducidos por don Abdon Cifuentes i otros jóvenes en la solicitud de que se hizo refe- rencia en la sesion anterior. Tomada votacion sobre una i otra E resultaron ambas desechadas por unanimidad de sufrajios, 15) De una solicitud de don Juan Herrera i don Rafael Muñoz, en que piden lo mismo que en la que presentaron en la sesion anterior. El Consejo declaró por una- nimidad de sufrajios que di nueva solicitud no debia ni aun tomarse en conside- racion. 5.2 De una solicitud de don Lindor Castillo, en que pide se le dispense el exámen de frances, no. ya absolutamente, como lo. habia pretendido en la solicitud que presentó en la sesion anterior, sino con la obligacion de rendirlo durante la práctica forense. El Consejo, teniendo eu consideracion que Castillo ha estudiado el frances, como consta del certificado del profesor, i que este exámen es el único que le falta para graduarse de bachiller en Humanidades, otorgó la dispensa en los términos in- dicados. 6.2 De una solicitud de don Cárlos Rosas, en que hace presente que habiéndole cabido en suerte la cédula de latin para graduarse de bachiller en Humanidades, tuvo la desgracia de ser reprobado en el exámen; accidente que él esplica diciendo que hace ya cerca de ocho años que estudió este ramo, i que ántes de proceder al sorteo dé estilo renunció una pirte del término que el reglamento de grados le con- cedía para prepararse a rendir su prueba. Concluye pidiendo que en atencion a lo espuesto ¡a que en el exámen de latin que rindió en el liceo de Concepcion mercció salir distinguido, se le permita rendir su prueba ántes de los seis meses que señala el articulo 9.» del citado reglamento para los casos de reprobacion. El Consejo, con- forme a lo prevenido por dicho artículo, acordó pedir informe reservado a la comi- sion examinadora. 7.0 De una solicitud de don Quempio Benjamin Leoni don Juan Pablo Várvas, en que piden se les permita recibir el grado de bachiller en Leyes, obligándose a rendir durante la práctica forense el exámen de derecho canónico que no pudieron dar en el mes de marzo último por los motivos que hicieron presentes en la sesion anterior, a pesar de haberse preparado competentemente. Varios señores del Consejo hicieron algunas indicaciones con el ohjeto de evitar el atraso i perjuicio que estos ¡Jóvenes van a sufrir en su carrera sin culpa suya; pero ninguno de ellos fué de la aceptacion jeneral. Reducido el asunto a votacion, resultaron 3 votos en favor de la solicitud ¡4 en contra; quedando por consiguiente desechada. Se levantó la sesion. — 198 — LEYES 1 DECRETOS SUPREMO GOBIERNO, DEPARTAMENTO DE JUSTICIA CULTO E INSTRUCCION PÚBLICA. Santiago, abril 2 de 1855. Considerando que conviene determinar las reglas a que deben someterse las dili- jencias i suplencias de los profesores del liceo de Concepcion, decreto: Se hacen estensivas al liceo de Concepcion las disposiciones del decreto de 15 de enero de 1846, relativo a licencias i suplencias de los profesores del liceo de Talca. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT—Antonio Varas. Santiago, abril 12 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente. apruébase el nombramiento hecho por el Roctor del Instituto Nacional, en don Nicanor Letelier, para inspector de esternog de dicho establecimiento. Abónese al nombrado el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. «Tómese razon i cuimuniquesec.—Mox1T.—Antonio Varas. Santiago, abril 12 de 1855 Con lo espuesto en la nota precedente, nómbranse profesores auxiliares del Insti- tulo Nacional a don Bernardo Lira para la.segunda clase del curso de Humanidades, a don Nicanor Saavedra, don Manuel José Olavarrieta i don Lorenzo Guzman para las tres secciones de la primera del mismo curso, iva don Liborio Manterola i don Jorje Fiunneus para las dos primeras preparatorias de matemáticas. Abónese a los nombrados el sueido correspondiente desde que hayan principiado a prestar sus ser» vicios. Tómese razon ¡ comuniquese.—monTT—Ántonio Varas, Santiago, abril 12 de 1853 Con lo espuesto en la nota precedente, apruébase el nombramiento que el Rector del Instituto Nacional ha hecho en don Manuel Domingo Bravo, don José Maria Bar- celó i don Manuel Eulojto Vasquez, para inspectores de internos del mismo estable- cimiento. Abónese a los nombrados el sueldo correspondiente desde ce hayan os cipiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquesc—moNTT-—-Antonio Varas, — 199 — O Santiago, abril 43 de 1855, Debiendo establecerse en Talca una escuela de artesi oficios he acordado ide. creto : 4,0 Se comisiona al Direétor de la Escuela de Artes i Oficios de Santiago don Ju- lio Jarriez para que se traslade a Talca 1 prepare en esta ciudad el local en que debe establecerse la escuela. 2.0 La casa fiscal que se compró para cuartelen Talca será entregada al espresado don Julio Jariez, con este objeto. 3.0 El Intendente de la provincia librará contra la Tenencia de sabs las can- tidades que fueren precisas para preparar la casa i las sumas que decretare, i de que se dará cuenta oportunamente, se imputarán a la partida 56 del presupuesto del Mi- nisterio de Instruccion Pública. Refrendese, tómese razon icomuníquese.—MoNTT.—Ántonio Varas. Santiago, abril 14 de 1855. Apruébase el decreto espedido con fecha 29 de marzo último por la Intendencia de Arauco, nombrando preceptor de la escuela de Quilleco a don Pedro Maria Mellado, a quien se abonará el sueldo currespondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Ántonio Varas. Santiago, abril 16 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, apruébase el decreto espedido con fecha” 7 «del corriente por la Intendencia de Colchagua, nombrando preceptora interina de la escuela de mujeres establecida en Santa Cruz a doña Isabel Alcaide, a quien se abo- hará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese—moNtI—Antonio Varas. Santiago, arbil 17 de 1855. Vista la solicitud precedente, admitese a don Domingo Faustino Sarmiento, la res nuncia que hace del cargo de redactor del «Monitor de las escuelas primarias.» Tómese razon i unólese—mMoNTT—Ántonio Varas. Santiago, abril 18 de 1855. Con lo espuesto en la nota del Rector del liceo de Talca adjunta a la precedente, nómbrase profesor de una de las clases de Humanidades del espresado liceo a don Rolando Duran, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde el 1.0 de enero último. Refréndese, tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Ántonio Varas. Santiago, abril 23 de 1855. Apruébase el decreto espedido con fecha 11 del actual por la Intendencia de Cond SU cepcion, nombrando dyudante de la escuela de Talcahuano a don Perfecto Gamboa, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MONTT.—Ántonio Maras Santiago, abril 24 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, nómbrase auxiliar del Observatorio Ástro- nómico, con el sueldo de seiscientos pesos anuales, a don Gabriel Izquierdo, debien- desempeñar las mismas obligaciones impuestas por el decreto de 20 de noviembre de 1852, al ayudante del mismo establecimiento. Impútese al item 4 de la partida 26 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Refréndese, tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Antonio Varas. A MAYO DE 1855. ZOOLOJIA.—Observaciones sobre las conchas de Magallanes por DON R. PHILIPPL, lezdas en la sesion del 23 de mayo. Habiendo recibido el Museo Nacional en estos dias un número de conchas recoji- idas en la colonia de Magallanes por el digno Gobernador de ella el señor don Jorje ¡Schythe, me ecupé luego en clasificarlas, i me permito de presentar ahora algunas observaciones a que esta ocupacion dió lugar. : Si buscamos en las obras de conquiliolojía escritas en los años anteriores a este «siglo, encontramos un número mui pequeño de especies dJe esta clase interesantes _hindicadas como existentes en el Estrecho. Son las siguientes 13: Buccinum geversiamum Pall. —fimbriatum Martyn—Murex magellanicus Gm. Buccinum laciniatum Martyn —Murex lamellosus Gm. Murex magellanicus Chemn.—Tritonium cancellatum Lamk, Buceinum monoceros Chemn=-Monoceros imbricatum Enc. Buccinum unicorne Brug—Monoceros crasilabrum Lamk. Voluta magellanica Chemn, Voluta spectabilis Gm.—V* ancilla Sol. Patella picta Gm.—Pissurella picta Lamk. Patella magellanica Gm. Patella deaurata Gm. MyliJus magellanicus L. Modiola trapezina Lamk,—Phaseolicama trapezina Hupé. Venus exalbida Gm. He estrañado mucho que el señor Hupé, el cual ha tratado de la clase de los Mo- Juscos en la obra del señor Gay,haya omitido la Patella magellanicai deaurata, espe- [cies conocidas desde tanto tiempo í sumamente frecuentes en el Estrecho. Cuando el Gobierno ingles hizo esplorar las costas de la América del Sur en la espedicion que fué primero al mando del capitan don Felipe Parker King i'despues ¡del capitan Roberto Fitzroy, espedicion a la cual debemos los bellos mapas de nues- iras costas, los naturalistas i varios oficiales de la espedicion recojieron con empeño los objetos de historía natural que se presentaron a ellos, el señor King describió un buen número de las especies nuevas en el primer volúmen de la «Narrative of the 21 — 204 — Surveying Voyages of H. M. Ships Adventure and Beagle between the years 1826 and 1836,» i reprodujo la misma memoria en el Jormal Zoolójico de Lóndres. Des- graciadamente estas descripciones son mui cortas, de modo que es a veces dificil ave” riguar el objeto descrito, pero muchas de estas especies muevas se hallan descritas con mas detalle i aun figuradas en varias publicaciones posteriores. Encontramos en el libro citado a la p. 345 la enumeracion de 66 especies nuevas de conchas, entre las cuales las 14 siguientes son del Estrecho : Mactra edulis King. Erycina solenoides King—Lutraria tenuis Ph. Venus inflata King. : ' Pecten patagonicus King. Pecten vitreus King. Terebratula flexuosa King. —Sowerbyi King Chiton setiger King. —Boweni King. Limnaeus diaphanus King. Natica globosa King. Margarita violacea King. Margarita cacrulescens Kiug. Buccinum muriciforme King. El señor Hupé cuando en la obra de Gay hizo la compilacion de los Moluscos de Chile no ha conocido el célebre viaje que acabo de citar, cosa que me ha sucedido a mi igualmente cuando publiqué las descripciones de un número de conchas de Ma- gallanes que juzgué nuevas. Pero lo que se debe admirar mas es que ni tampoco log señores Hombron et Jacquinet cuando publicaron la parte Zoolójica del «Voyage au pole sud etc sur les corvettes l'Astrolabe et la: Zéleé» han consultado los importantes viajes de King i Fitzroy, pues que no los citan i deseriben varias conchas como nue- vas que el señor King habia descrito 15 años ántes. Entre otras creyeron haber des- eubierlo ura nueva especie eo su Margarita magellanica, aquel caracolito que sirve a los indijenas para hacer sus bonitos collares i que es idéntica con la Margarita violacea de King.—De las 14 especies nuevas del Estrecho descritas por el capitan King faltan nueve en la compilacion del señor Hupé que trata de los Moluscos chi- Jenos, i son: Eryeina solenoides, Venus' inflata, Terebratula flexyosa, 'P. Sowerbyi, Limnaeus diaphanus, Natica globosa, Margarita violacea, M. caerulescens, Buccinum moniliforme (1). La tercera publicacion sobre las conchas del Estrecho es la que dí a-Juz en el año - de 1845 en los Archivos de la historia natural que se publica en Alemania. Mi des- graciado hermano Bernardo había acompañado de voluntario a la primera espedicion 7; del Gobierno que bajo el mando del señor Williams echó los fundamentos devla colo- -nia de Magallanes, i me habia enviado las conchas que pudo recojer en ese viaje. | Describi entónces 32 especies del Estrecho que me parecieron nuevas para la ciencia: Lutraria tenuis. Sealaría magellanica, Cyamiun antarcticunz. Terebratula eximia, Kellia bullata. Terebratula lupinus. (1) La descripcion de esta especie es tan corta que no basta a hacerla conocer; probablemente % es un Fusus de los descritos posteriormente. E : Kellia miliaris. Saxicava antarctica. Venus agrestis. Pectunculus miliaris. Lima pygmaca. Pecten australis. Pecten natans. Crepidula decipiens. Calypiraea costellata. Natica atrocyanea. Natica patagónica. Natica acula. Natica impervia. — 205 — Terebratula rhombea. Chiton argyrostictus. Patella hyalina, Patella cymbrium. Patella yitrea. Fissurella australis. Fissurella alba. Trochus nudus. Trochus lineatus. Cerithium pullum. Pusus cancellinus. Fusus decolor. Buccinum patagonicum. A estas añadi mas tarde el Buccinum magellanicum en el Jornal de Malacozoo- ¡lojía del señor Menke año de 1848 p. 138. Como ya lo he indicado arriba, no como- cia entónces las publicaciones inglesas del capitan King, i por eso he descrito por la segunda vez algunas especies descubiertas por aquel. Notaré los sinónimos: Lutraria—Erycina solenoides King. Pecten natans Ph.—Pecten vitreus King. Patella cymbrium Ph.—Patclla cymbularia Lamk. Fissurella australis Ph.—Fissurella fulvescens King. Natica patagonica Ph.—N. globosa King. Trochus lineatus Ph.—Margarita carulescens King. Sin embargo, las dos primeras especies se han de quedar con mi nombre aunque iposterior. El señor King, describiendo la Erycina solenoides, se ha equivocado en 'el jonero, siendo esta especie sin duda una Lutraria i no una Erycina, i como existe iya una Lutraria solenoides es claro que la especie de Magallanes no puede recibir el nombre trivial del autor ingles, i por consiguiente debe conservar el mio.—El Pec- llen vitreus de King debe igualmente ceder su nombre al mio, pues que existen no iménos que tres Pecten vitreus anteriores al Pecten vitreus de King. El mas antiguo 3s el P. vitreus de Chemnitz, el segundo es el P. vitreus de Risso—P. hyalinus Ph., li el tercero es el P. vitreus Gray—P. groenlandicus Sow. Notaré ademas que el nom- ¡dre de Natica acuta estaba ya impuesto a una especie fosil, por el cual motivo el se- ¡or Nyst cambió este nombre en el de N. Philippiana. ¡El señor Hupé admitió en su descripcion de los Moluscos chilenos casi todas estas species mias citando los Archivos de la historia natural, pero omitió las siguientes liele especies, sin indicar los motivos que le han inducido a tener ménos confianza lin estas siete especies que en las demas; son: Lutraria elliptica Cyamium antarcticuna. Kellia bullata. Kellia miliaris. Saxicava antarclicas Venus agrestis. Chiton argyrostictus. Probablemente falta a este naturalista el conocimiento del idioma aleman, en el icual he dado una descripcion mas detallada que en la frasis latina; i por este mo- ¡liyo tal vez vino a opinar que la Lima pygmaca i la Fissurella alba, ambas especies = 206 = que nunca vió, eran bien distintas de sus congéneres ; puedo asegúrnr que se ha equivocado las dos veces en esta suposicion. La cuarta noticia sobre las conchas magallánicas se halla en el «Voyage au Pole sud et dans lOcéanie sur les corvetes 1'Astrolabe et la Zéleé exécutée pendant les an- nées 1834—1840 sous le commandement de J. Dumont d'Urville,» obra que conozco únicamente por el estracto que dió de ella el señor Hupé en el mencionado octavo volúmen de la parte Zoolójica de la historia de Chile del señor Gay. Segun éste, los señores Hombron i Jaquinot describen las especies siguientes comoó nuevas: 08 : S - Margarita magellanica—Margarita violacea.King. Margarita maxima—Margarita caerulescens King.—Lrochus lineatus Ph. Nalica magellanica Ph. Fusus rufus Hombr. et Jacq. —textilosus Hombr. et Jacq. -—fasciculatus Hombr. et Jacq. —roseus Hombr. et Jacq. —fimbriatus Hombr. et Jacq. —intermedius Hombr- et Jacq. Tengo que hacer varias observaciones sobre la nomenclatura. En primer lugar no he descrito nunca una Natica magellanica, i por consiguiente mo puedo admitir la paternidad de esta hija que me atribuyen. En segundo lugar, dos de los nombres de Fusus se hallan ya ocupados. Existe un Fusus rufus Gould i un F. rufus Reeve, por consiguiente el mismo nombre no puede conservarse a la especie del Estrecho, a la cual propongo de dar el nombre de Fusus Hombroni. Se conoce igualmente desde varios años un F. textilosus, que es una especie fosil del terreno terciario de Paris, por el cual motivo.se debe cambiar el nombre de los señores Hombron i Jacquinot, la denomino F. Jacquinoti. | . Algunas especies del Estrecho de Magallanes fueron descritas en varias otras obras jenerales o periódicas, como se verá luego, pero no puedo omitir de advertir, que otras se indicaron por equivocacion como indíjenas del Estrecho. El Pecten magel- lanicus, p. e., hermosa i grande especie de ostion, es un habitante de los mares del Canadá, i debo creer que la Pyrula spirillus, que el señor Hupé indica como viviendo en Magallanes, le es igualmente estranjera. Todos los autores anteriores di- cen que esta Pyrula habita los mares de India i especialmente el Tranquebar, i por eso el señor Hupé habria debido fortalecer su opinion contraria con citar al autor quien dice haberla hallado en el Estrecho, o con dar otras pruebas. Pero faltando | estas en la obra del señor Gay, me parece mas e borrar esa especie del catá- | logo de las conchas magallánicas. Paso ahora a dar la lista de las especies que el señor don Jorje Sehythe envió al. Museo, siguiendo el mismo órden sistemático como en la obra del señor Gay. Margarita violacea King (magellanica Hombr. et Jacq.) mui comun. —caerulescens King (maxima Hombr. et Jacq.) rara. —taeniata Sow. un solo ejemplar. * Cerithium pullum Ph.. un solo ejemplar. Fusus intermedius Hupé, múi comun. —geversianus Pall. comun. —laciniatus Martyn, mas raro. —fimbriatus Hupé, algo raro. —cancellinus Ph, —decolor Ph, —= 207 — —plumbeus Ph. Cancellaria Schythei Ph. n. sp. —australis Ph. n. sp., ambas especies raras, Tritonium magellanicum (Murex m. Chemn, Triton cancellatáam Lamk, raro, Monoceros imbricatum Lamk. Voluta ancilla Sol. Natica globosa Kin. (N. patagónica Ph.) —magellanica Hombr. ei Jacq. —impervia Ph. —oblurata Ph. n. sp. Todas estas especies algo raras, ¡los ejemplares peque- ños 1 maltratados. . Calyptraea costellata Ph. bastante frecuente; hai una vada sin costillas, que no habia visto ántes. Crepidula decipiens Ph. comun. Fissurella picta Gm. Mui comun. El señor Hupé omite de mencionarla como habitante del Estrecho, i dice que se halla en Valparaiso, lo que me pa- rece una equivocacion. Fisfurella exquisita Reeve. —Darwinii Reeve, algo rara. —alba Ph. rara. —fulvescens Sow. rara. —flavida Ph. n. sp. un solo ejemplar. Siphonaria magellanica Ph. n. sp. Acmaea varians Sow. rara. A —cecilleana d'Orb. rara. Patella magellanica Gm. mui comun. —deaurata Gm. igualmente comun. —llammea Gm. algo mas rara. (Esta especie se indica como habitante de las Indias, pero mis ejemplares de Chilvé i del Estrecho convienen perfecta» mente con la figura i descripcion orijinal de Martini). —cymbularia Lamk. bastante comun. —vitrea Ph. comun. Chiton setiger King, comun. ] —fastigiatus King. var. raro. > Pecten patagonicus King, algo raro. —natans Ph. mui comun. Peclen australis Ph. comun. Lima pygmaea Ph. algo rara. Mytilus magellanicus L. algo raro. —Chilensis Hupé, comun. Phaseolicama (Hupé) trapezina Lamk, comun, Venus exalbida Chemn. mui comun. —Dombeyi Lamk. rara. Mactra edulis King, mui comun. —donacilormis Gray. rara. Lutraria tenuis Ph. mui comun. Lucina antarctica n. sp. Ph. ux solo ejemplar. Solen gladiolus Grag. comun. Saxicava antarclira Ph. bastante comun. Terebratula magellanica Ph. un solo ejemplar. - Daré ahora las descripciones de las siete especies nuevas. = — 208 — 1. Cancellaria Schythei Ph. C. testa imperforata tenui, alba, epidermide tenui fuscescente vestita, oblongo-fu- siformi, transversim profunde striata seu sulcata, ecostata; anfractibus 6, convexis, praesertim ad suturam, ultimo spiram fere superante; apertura oblonga; plica unica columellae parum distincta ; labio albo, nitido. Alt. 7 1/2 lin.; crass. 4 2/3 lin.; alt. apert. 4 1/2 lin. Su afinidad con las especies de los mares arcticos la GC. ciliata i la C. Couthouyi es manifiesta. Hai tres ejemplares. 2. Cancellaria australis Ph. C. testa tenui, alba, epidermide tenui fuscescente vestita, ovato-fusiformi, trans- versim sulcata, in anfractibus superioribus costis frequentibus radiantibus munita; anfractibus tumidis, ad suturam fere horizontalibus, ultimo spiram superante, supe- rius ventricoso; apertura oblonga, lamina labialí crassa, eburnea; plicis duabus in columella. Alt. 6 lin, crass: 4 1/3 lin; alt. apert. 3 3/4 lin. Esta especie se diferencia de la anterior por ser mas gruesa, por tener los surcos transversales mas fuertes i en número menor, por dos pliegos mucho mas distintos, por una especie de sisura umbilical en la cola, etc. 3. Natica obturata Ph. e N. teste*ovata, acutiuscula, lactea, epidermide tenuissima flavescente vestita; spira conica, quartam totius longitudinis partem occupante; apertura semiorbiculari, an- gulis rotundatis, labio crasso, calloso ; callo semicirculari cum labio confluente um- bilicum opplente. Alt. 8 9/3 lin., diam. 8 lin.; alt. aperturae int. 5 lin. Esta especie conviene con la N. impervia Ph. por su labio incrasado i por el callo que llena el ombligo, pero se gs facilmente de ella por su espira elevada i aguda. 4. Fisswrella flavida Ph. F. testa ellíptica, utrinque aeque lata, modice convexa, fulva, obscurius radiata, ad centrum alba, striis radiantibus elevatis tenuibus, striisque incrementi decussata; foramine mediocri, medio dilatatoz margine intus limbo satis lato, fulvo cinereo cincto. Long. 41 1/2 lin., lat. 7 lin.; alt. 3 lin. Esta especie, de la cual iadarene tenemos unsolo ejemplar, es mas sólida que la F. fulvescens, mas ancha, i no estrechada en la parte anterior. 5. Sipkonaria magellanica Ph. S. testa tenui, ovato oblonga, costis radiantibus pluribus, laevibus, mox evanes- centibus cinereis interstitiisque castaneis picta ; vertice valde excentrico, in juniori- hus adunco, saepe margini incumbente; angulo siphonali yvalde prominente; pagina — 209 — interna atro-purpurea ; margine integro, albo, nigro-articulato. Long. 10 1/2lin., lat. 9 lin.z alt. 5 2/3 lin. Esta especie se distingue con facilidad de la S. Lessons Blainv. porque es mucho mas delgada, el ángulo del sifone mas prominente i la punta mucho mas excen- trica. 6. Lucina? antarctica Ph: L. testa valde inaequilatera, compressa, laevissima, alba; epidermide ad margi- nem ventralem incrassata, lamellosa, fuscescente; apicibus acutis subaduncis; latere anali brevissimo rotundato, sensim in latus ventrale abeunte; latere buccali triplo longiori, rotundato; margine dorsali antico fere concavo; ligamento sub-externo; cardine tuberculum parum elevatum valvulae dextrae exhibente, caeteram edentulo; impressione palliari simplicé, muscularibus? Long. 3 lin; alt. 3 lin.; crass. 1 1/2 lin. La cara interna es tan lustrosa, que es imposible ver las impresioues musculares; sin embargo, no creo haberme equivocado en el jénero. 7. Terebratula magellanica Ph. T. testa ovato-elongata, laevi, albida; valva dorsali medio vix earimataz rostro | permagno, obtuso; apertura magna, usque ad apicem valvae ventralis producto; del- tidiis latis, discretis. | Esta especie de la cual igualmente he visto un solo ejemplar, se distingue com mu- cha facilidad de todas las demas especies magallánicas por el carácter de la abertura | de su pico, Séeame permitido concluir este trabajo con algunas observaciones sobre la fiso- i nomia de la fauna conquiolójica del Estrecho. El número de las especies que habita aquellos lugares lo demuestra el cuadro siguiente : GASTROPODAS. Y 1. Margarita violacea King. 32. —festiva. S 2. —caerulescens King. 33. Natica patagonica Ph. (globosa 3. —taeniata Sow. ' King?) 4. Trochus nudus Ph. 34. —atrocyanea Ph. 5. —ater Less.? (1) 35. —magellanica Homb. et Jacq. | 6. Scalaria magellanica Ph, 36. Natica Philippiana Nyst. | 7, Cerithium pullum Ph. 37. —impervia Ph. 8. Cancellaria Schythei Ph. 38. —obturata Ph. 9. —australis Ph. 39. Crepidula decipiens Ph. k 10. Fusus»geversianus Pall. 40. Calyptraea costellata Ph. 11. Fusus laciniatus Martym. / 41. Fissurella picta Gm, 12. —intermedius Hupé. 42. —exquisita Reeve. 13. —Hombroni Ph. 43. —Darwinii Reeve, 14. —Jacquinoti Ph. 44. —fulvescens Sow: 45. —fasciculatus Hombr. et Jacq 45. —alba Ph. 16. —roseus Hombr, et Jacq. 46. —flayida Ph. 17. 21. MO == — fimbriatus Hombr: et Jacq Tritonium magellanicum Ch. 47. Siphonaria magellanica Ph. . 18. —plumbeus Ph. "48. Acnranaea Cecilleana d'Orb. 19. —cancellinus Ph, - 49. —yarians Sow. 20. —decolor Ph. 50. Patella magellanica Gm. 51. —deaurata Gm. 22. Monoceros imbricatum Lam. 52. —flammea Gm. 23. —striatum Lam. 713. —cymbularia Lamk. 2%. —glabratum Lam. 54. —vitrea Ph. 25. Buccinum taenialatum Ph. 55. —hyalina Ph. -26. —patagonicum Ph, 56. Chiton setiger King, 27. —magellañicum Ph, 57. —Bowenii King, 28. —payteuse Lesson? (1) 58. —fastiglatus Gray. “29. —citrinum Reeve. (2) 59. —illuminatus Reeve. 30. Voluta magellanica Gm. 60, —argyrostictus Ph. 31. —spectabilis Gm. BÍVALVES. 12. Venus agrestis Ph. 13. Mactra edulis King. 14. —donaciformis. 15. Lutraria tenuis Ph. 16. Lucina? antarctica Ph. 17. Gyamium antarcticum Ph. 18. Kellia bullata Ph. 49- —miliaris Ph. 20. Solen gladiolus Gray. 21. Saxicava antarctica Ph. 22. Teredo gigas Gray. . Pecten patagonicus King. . —natans Ph. . —australis Ph. . Lima pygmaea Ph. . Pectunculus miliaris Ph. . Mytilus magellanicus L. . —Chilensis Hupé. . Phaseolicama trapezina Lam. 9. Venus exalbida Chem. 40. —Dombeyi Lamk. 11. —inflataKing. 0 50 Nina Ny > BRAQUIOPODA., 1. Terebratula eximia Ph. 2: —lupinus Ph, 3. —rhombea Ph. 4. Terebratula flexuosa King. 5. —Sowerbyi King. 6. —magellanica Ph. El número total de las conchas Magallánicas que se conocen hasta el dia es de 88, número mui pequeño cuando lo comparamos con la fauna conquiolójica de otros “paises, pero que guarda proporcion con la pobreza de formás que vemos en toda la costa de Chile. | De veras Ja costa de Chile, que se estiende desde el grado 23 hasta el grado 56, 0 | sea por 34 grados de latitud que son 750 leguas de 25 por grado, alimenta segun (| la enumeracion del señor Hupé, no mas de 141 Univalves i 60 Bivalves marinas, i | encontramos solo 48 Univalves terrestres i de agua dulce i 6 Bivalves de agua dulee, | total 255 especies; miéntras he descrito ec mi Enumeratio Mollus corum utriusque (1) Individuos pequeños que probablemente pertenecen a esta especie se hallan en uno de los $ collares que existen en el Museo. h ' ¡ (2) Estas dos especies se hallaban-entre las conchas que mi finado hermano recojió en la primera $ espedicion chilena al Estrecho, : | ii 214 E Siciliae, que abraza unn estension tan pequeña de terreno, 268 Univalves marino 198 Bivalves marinos, 180 Univalves terrestresi de agua dulce, 11 Bivalves de agua | dulce i 10 Braquiopodos, total 667. Supongamos aunque descubrimientos posteriores "vengan a doblar el número de los Moluscos chilenos actualmente conocidos, lo que | difículto mucho, no por eso se alterárá el hecho, que Chile es mui pobre en especies Ñ de esta clase, como lo es igualmente en insectos, Esta lei ¡eneral, como dejé adver- tido, se aplica igualmente al Estrecho, i el número escaso de especies que lo habitan no está en proporcion con su clima aunque mucho mas rijido que en las partes ha- l bitadas de la república. El Groenland, situado bajo el grado 70” de latitud, adonde l el mismo mar queda helado por meses, pais que parece ofrecer mucho ménos opor* | tunidad para la vida de estos animales que el Estrecho que guarda eontinuumente % una temperatura comparativamente suave, ofrece un número mas considerable de | especies, pues que el señor H. P. GC. Mbller en su excelente Iudex Molluscorum | “Groenlandiac, pudo enumerar 72 especies de Univalves marinos i 36 de Bivalves. Siendo el Gabo de Buena Esperanza situado bajo el mismo paralelo que la capital Il de Chile, es obvio que no podamos comparar su fauna con la del Estrecho, pero mui ' bien con la de toda la República, o mas bien todavia con la de las provincias del l norte de esta. Poseemos una lista de los Moluscos del Cabo debida a mi amigo Krauss de Stutteart, que residió varios:años en aquel lugar. Este catálogo abraza uni número total de trescientas sesenta i una especies, numero mas grande que el de Chile, pero escaso igualmente cuando la comparamos con la riqueza de la fauna eu- l'ropea. Todo en la fauna del Caho indica mares mas calientes. Entre los Bivalves ¡encontramos allí los jéneros Perna, Avicula, Plicatula, todos particulares principal- ¡mente a la Zona Tórrida, i entré los Univalves seis especies de Nerita, dos de Sto- l' matella, una de Jos jéneros Delphinula, Solarium, Turbinella. tres de Slromqus» una de Harpa i de Eburna, ocho de Couus, veinte i cinco de Cypraea, miéntras que Ide todos estos jéneros Chile no ofrece ni una sola muestra. La fauna del Cabo de Buena Esperanza ofrece unas quince especies idénticas con | especies europeas, ise verifica el fenómeno singular pero bien conocido, que las conchas bivalves, que carecen casi enteramente de locomocion son precisamente las l_que tienen mas estendida su habitacion, pues que entre estas quince especies diez son ¡bivalves 1 solo cinco son caracoles univalves, Ahora hallamos el Cabo de Buena Esperanza como Chile en el hemisferio austral bajo la misma latitud seria permitido creer que habrá un número todavia mayor de moluscos comunes a ambas localidades. Pero sucede precisamente el contrario, no ha¡ ni una sola especie idéntica, si exceptuamos el Mytilus chorus Mol. que el señor Kraus no supo distinguir de ningun modo de una especie del Cabo, a la cual dió el nom- bre de M. meridionalis, i la Saxicava antarctica, que quizás no merece ser distin- guida de la Saxicava del Cabo, que el señor Krauss juzgó idéntica con la especie europea. Conozco un solo caso de analojía i es la Ranella argus del Cabo tan pare- cida a la R. vexillum de Ghile. Hai una cierta analojia entre los dos paises en la circunstancia que en ambos se encuentra un número grande de Fissurella i de Chi= ton, pero en todo lo demas la fisonomía de la fauna es mui diferente, como se verá Isi colocamos enfrente los jéneros mas ricos en especies en ambos paises. . CHILE. ; EL CABO. p q » Uypraca 25 especies. li Chiton 22 especies. Chiton 17 id. ip Fissurella 21 id, Fissurella 10 id. 28 Patella 1 Acnraca 17 id: Fusus 13' id. Calyptraca i Crepidula 12 id. Trochus 9 kl. Subgenus Margarita 3 id. (1) Natica. 6 id. Purpera 6 id. Monoceros 5. id. Buccinum 5 id, Venus i Cytherea 12 id. Mytilus i Modiola 7 id. Pecten 3 id. Ostrea 3 1d. — 113 — Patella ¡ Ácmaca 21 id. Fusus 5 id. Calyptraea 4 id. Trochus 22 id. Subgenus Margarita 0 Watica 5 id. Purpura 20 id. Monoceros 0 Buccinum 22 id. Venus i Cytherea 8 id. Mytilus i Modiola 8 id. Pecten 1 id. Ostrea 4 id. Como he dicho arriba, se encuentra en el Cabo de Buena Esperanza un número de especies idénticas con las de Europa, por eso no sería estraño, si tuviésemos igualmente en Chile ua número de especies idénticas a las de América del Norte, pero esta hipótesis no se verifica: no hai ninguna especie idéntica, pero hai algunas análogas, i estas se hallan precisamente en el Estrecho. Las dos Cancellarias del Estrecho son mui parecidas a la C. Couthoyi de los Es- tados-Unidos que es la misma que la Admete crispa de Groenland. La Natica imipervía del Estrecho ala N. consolidata de los E. U. Crepidula decipiens de id. » Crepidula unguis L. de E. U. í Europa. Calyptraea costellata de id. » Cal. chinensis L. de id. id. Lima pygmea de id. » Lima sulcata Leack de Groenland. Mytilos ctrilensis de id. » Mytilus edulis de E. U.i Europa. Saxicava antarctica de id. » Saxicava aretica de id. Kellia miliaris de id, » Kellia rubra de Europa. - No puedé compararse la fauna chilena con la de la costa homóloga de la América del Norte situada sobre el Pacifico, porque nos falta todavia un calálogo de los Mo- Juscos de aquellas rejiones del globo, pero si comparamos la clásica obra del señor A. A. Gould sobre los Invertebrados de Massachusets vemos que las costas de los Es- tados-Unidos ofrecen poca semejanza, en su fauna conquiolójica con las de Chile como lo demuestra el cuadro comparativo de los jéneros mas ricos em especies. CHILE. ÉSTADOS UNIDOS. Chiton 22 especies. Fissurella 21 id. Patella 17 id. Fusus13 id. Calyptraea et Crepidula 42 ido 'Trochus 9 id. Subg. Margarita 3 id, Naticá 6 id. Purpura 5 id. Chiton 6 especies. Fissurella 1 id. Patella 3 1d. Fusus 41 id. Calyptraea et Crepidula 4 id. Trochus 0 id. Subgen. Margarita 5 id. Nalica 8 id. : Purpura 4 id. (2) Todas del Estrecho: — 13 — Monoceros 5 id. Monoceros 0 id, Buccinum 5 id. Buccinum 9 id. Bulla 0 * y E Bulla 9 id. Cerithium 2 id. Cerithium 5 id. Venus el Cytherca 12 id. Venus et Cytherea 5 id. Mytilus et Modiola 7 id. Mytilus et /Modiola 8 id. Pecten 3 id. Pecten 3 id. Ostrea 3 id. Ostrea 2 1d. Nucula 2 id. Nucula 7 id. Cardium 0 Cardium ¿4 id. Aistarte 0 Astarte 4 id. Si queremos indicar finalmente los caracteres mas conspicuos de la fauna con= quiolójica de Chile se nos ofrece el número i el gran tamaño de las especies de Fissu- rella i de Chiton, de Crepidula i de Calyptraea, la falta total de los jéneros Bulla, Cardium, que son esparcidos casi sobre todo el mundo, la escasez o la falta de aque- llos pequeños caracolitos que abundan tanto en los mares de Europa i que pertene- cen a los jéneros Rissoa, Chemnitzia, Mangilia, Odostomia, etc. A eso podemos agre- gar la frecuencia de las especies del jénero Monoceros, particular a Chile, i la exis- tencia de dos o tres especies del jénero Volula, Ya he advertido poco ántes que faltan enteramente los jéneros que suelen abundar en los mares calientes, i notaré ademas que no hainingunas especias que lleguen al tamaño del Triton nodiferum, del Dolium Galea, de las Pinnas o de la Panopaea Aldrovandi del Mediterraneo. OBSERVACIONES sobre las especies del jénero Helix por DON R. PHILIPPI. ' El señor Hupé, al cual debemos easi todo el volumen octavo de la Zoolojíia chilena en la obra del señor don Claudio Gay, enumera solo seis especies chilenas del gran Jénero de caracoles terrestres, al cual los naturalistas modernos 'han dejado el nom- bre de Helix, i que en la excelente monografia de mi'amigo don Luis Pfeiffer .com- prende 4,132 especies. Estas seis especies son 1.* la H. dissimilis d'Orb., 2.* H, Gra- tioletti Hupé, 3.2 H. laxata Fer., 4.* H. Gayi Hupé, 5.2 H. chilensis Muhlf., 6.2 H. epidermia Ant.—El señor Hupé dice en el testo, que las mencionadas dos especies nuevas son figuradas en la cuarta lámina de Malacolojia, pero abriendo el atlas ve. | mos que esa lámina contiene únicamente especies de Trochus ¡ otros jéneros, i de “balde buscamos en todo el atlas estas dos especies de Helix. Sin embarzo, he reco. nocido la H. Gratioleti i me he podido convencer que la G. ayi Hupé se debe bo- Frar, pues que sin ninguna duda es únicamente el estado incompleto de la H. laxa. ía Ter., el mismo estado que Lamarek describió bajo el nombre de H. peruviana, 1 Anton bajo el de H. umbilicata, de modo que las Helices chilenas quedan reduci, das solo a cinco especies. Pero el número de las especies de este jónero que 'habitan nuestra Republica, es mayor, ivrecorriendo a la lijera la monografia del señor;Pfeiffer he conocido que el señor Hupé ha omitido de mencionar otras cinco especies «chile- nas, descritas desde varios años; son: — 214 — 1.» Helix Binneyana Pf. descrita por la primera vez en 1847 en el Jornal de Malacozoolojía del señor Menke, i que se halla en la citada monografía p. 115 nú- mero 294. El autor describió esta especie segun un ejemplar que mi hermano Bernardo habia recojido en Chiloé. En el verano pasado he encontrado igualmente esta especie en la provincia de Valdivia. 2.3 Helix quadrata Desh. in Téruss. hist. nat. p. 20. t. 69. 6. Pleiffer Monogr. p. 116 n. 298, 2,2 Helia tessellata Muchlf. apud Anton droit p. 36 véase igualmente Pfeif. Symb. 1 p. 40 i Monogr. p. 147 n. 301. 4.2 Helix arctispira Pfeif. descrita la primera vez en los Proceed. Zool. Soc. 1846 i despues Monogr. p. 106 n. 260. - 5.2 Helix pusio King, descrita en 1832 en el Zoolojical Journ. vol V, p, 239, es- pecies que por ser su descripcion demasiado corta queda dudosa, pero qe tos mente es o la H. quadrata o la H. tessellata. hol Todas estas tres o cuatro especies son de la isla de Juan Fernandez. Será preciso pues agregar estas cinco especies a las cinco que quedan, flo que doblará el nú- mero de las Helices chilenas. De estas diez especies chilenas existia una sola, la H. laxata, en el Museo Nacio- nal, cuando me hice cargo de él. Puedo agregar ahora 13 especies nuevas a las 10 conocidas. El mayor número de ellas son especies sumamente pequeñas, que apénas alcanzan al tamaño de una cabeza de alfiler, i que encontré entre la barba de monte i los musgos que cubren en tanta abundancia los troncos de los árboles, principalmente de los manzanos en la provin- cia de Valdivia; algunas viven bajo la cáscara de árboles muertos, i dos especies del mismo tamaño fueron halladas por el señor Germain bajo las piedras en la cordilera de Pirque. La especie mas interesante por su tamaño regular í su forma se me ofre- ció en mi viaje al desierto de Atacama cerca de Paposo, a donde no es rara al pié de Jos quiscos. 1. Helix Reentsii Ph.! H. testa umbilicata, depressa, utrinque rugoso-costellata, alba, cretacea; anfracti- bus 5 1/2, primis laevibus, mamillaetormibus; reliquis acute carinatis, ultimo valde descendente, superius spiraliter striato, circa umbilicaum mediocrem spiralem acute carinato, inter carinas fere concavo; apertura fere triangulari ; peristomate simplici, labio arcuato, subreflexo. Diam. major 6 lin., minor 5 lin.; alt. 5 lin. Habitat in litorali deserti Atacamensis ad canos sub lapididibus et ad radices Ce= rerum. Pagina superior anfractuum ultimorum ante carinam concaviuscula est; rugae ra- diatac in pagina inferiore multo magis conspicuae sunt. Dixi in memoriam amici Christophori Reents, Hamburyensis. 9. Helix coman Ph. H. testa anguste ueabilicatos eloboso-depressa, tenui, pellucida, laevissima, hinc inde striis radiantibus sublamallaribus sculpta, rufo-cornea; anfractibus quatuor con- vexis, sutbra subcanaliculata divisis; umbilico satis angusto, pervio; apertura luar peristomale simplici, acuto. Diam. major 4 4/3 lin., alt. yix. 3/4 lin. Habitat in Cordillera dicta de Pirque in provincia Santiagina Ripublicae Ella sis, sub lapidibus, — 215 — Ab H. chilensi Muhlf. statura multo minore, testa laevissima etc.; ab H. coiguecana H. testa magis depressa, rufo-cornea, suturis canaliculatis etc. differt, 3. Helix tenuistria Ph. H. testa late et profunde umbilicata, discoidea, pallide cornea, costulis radianti- bus confertissimis eleganter sculpta; spira planiuscula; anfractibus quatuor, sensim crescentibus, rotundatis; sutura profunda, late. canaliculata; apertura vix obliqua, ere circulari, altiore quam lata; peristomate simplici acuto, marginibus approxima- tis” Diam. major 5/6 lin. Habitat com priore, Similis H. epidermiae Anton, sed facile distinguitur statura minore, anfractibus Jentius crescentibus, umbilico ampliore, costulis magis confertis et longe elegantiori- bus, Similior H. bryophilae Ph. 4. Helix Ochsenti Ph. H. testa perforata vel potius angustissime umbilicata, depressa, tenui, fragili, le- vissima, pallide cornea, lineis rufis radiantibus, in ziczac flexis, parallelis, confertis ornata; anfractibus 3 1/2, convexis, ultimo lato; apertura late lunari, vix obliqua; pe- ristomate simplici, recto, aculoz margine columellari vix reflexiusculo, Diam, major 4 1/5 lin.; minor 3 4/2 lin., apertura 2 1/4 lin. lata, 2 lin. alta. Habitat in provincia Valdivia reip. chilensis rarissima, specimen unicum in prae- dio meo S. Juan sub arbore putrescenti legi. 5. Helix zebrina Ph. H. testa umbilicata, depressa tenui, tenuiter transversim striata, lineisque lamel- laribus distantibus radiata, pallide cornea, radiis rufis basi angustati et in ziczac flexis ornata; spira plana; sutura profunda, canaliculata; anfractibus 4 1/2, convexis; umbilico magno, pervio; apertura vix obliqua, rotundato-lunari, superius prop suturam subangulata; peristomate tenui, acuto. Diam. major2 1/4 lin.; alt. 4 1/3 line Mabitad in provincia Valdivta Reipublicae chilensis sub cortice arborum rara; ad flumea Rahue specimina quatuor inveni. Lineis elevatis vel potius lamellis brevibns radiantibus nee non lineis elevatiscon. centricis cum HA. binneyana Pfr. convenit, sed praeter magnitudinem apertura per- pendiculari, nota gravissima,[differt. Ab H. dissimili d'Orb. testa duplo minore, basi rufo radiata dittert, sed apertura perpendiculari convenit. | Observatio. An sub nomine AH. dissimilis variac species confusae sunt? Secundum d. Deshayes anfractus ejus superne striis longitudinalibus tenuibus transversalibus- ¡queexilissimis decussati, secundum d. d'Orbigny vero modo «striati», el secundum d. Pfeiffer modo «confertim plicatuli» sunt. d, pino pr con Eon in 6. Helix hypophloea Ph. Chlon: . testa minima, umbilicata, depressa, tenuissima, Cornea, opaca, striis radianti- - ¡bus elevatis confertis, tenuissimis sculpta; anfractibus quatuor, terctibus, satis rapide — 216 — crescentibus, sutura profunda, fere canaliculata divisis; umbilico fere 1/3 diametri occupante; apertura semilunari, parum obliqua; peristomate simplici, recto. Diam- 5/6 lin. y : Habiiat in provincia Valdivia sub cortice arborum emortuarum ad flumen Coigueco. 7. Helix corticaria Ph. -—H, testa parvula, umbilicata, depressa, tenuissima, cornea, opaca, striis radianti- bus elevatis grossis confertis aspera; anfractibus 4 1/2, rapide crescentibus, teretibus, sutura profunda, fere canaliculata divisis, umbilico 1/3 diametri superante, aper- tura semilunari, parum obliqua; peristemate simplici, recto. Diam. 1 1/3 lin. In provincia Valdivia sub cortice arberis emortuae ad flumen Coigueco specimen unicum inveni. E Dilfert ab H. hypophloea statura fere duplo major; striis radiantibus longe fortiori- bus, umbilico ampliore. 8. Golix coiguecana Ph. H. testa parvula, angusta umbilicata, depressa, tenuissima, opaca, cornea, radiís lacteis frequentissimis picta, striis elevatis radiantibus, striisque concentricis impres- sis, lenuissimis, confertissimis lente quaeredois in pagina superiore decussata; an- fractibus 4 1/2 teretibus, sutura profunda divisis: uúmbilico circa 1/9 diametri occu- y pante; apertura semilunari, parum obliqua; peristomate simplici, recto. has Tn provincia Valdivia specimen unicum cum pullo sub cortice arboris cujusdam emortuae latens reperi. : 9. Helix muscicola Ph. h fo, 0 boda, H. testa parvola, umbilicata, depressa, cornea, nivida, stviis radiantibus elevatis, br - Salis distantibus, costaeformiqus aspera; anfractibus 4 1/2-5, teretibus, lente crescen- Bi £ibus, sutura profunda fere canaliculala divisis; umbilico fere dimidium diametrumf . occupanle; apertura parum obliqua, semilunari; peristomate simplici, recto. Diam. lar ix 1 lin. : Frequens conspicitur inter muscos in cortice arborum prope oppidum Valdivia, praesertim loco los Canelos dicto. Differt ab H corticaria statura fere duplo minore, striis radiantibus fortioribus, magis dissantibus, anfractibus lente crescentibus, umbilico ampliore. Anfractus ulti mus dorso depressus, apertura igitur satis angusta. ; 107 10. Helix bryophila Ph, pa : e H. testa minima, umbilicata, depressa, pallida cornea, nitida, striis radiantibus elevatis tenuissimis sculpta; anfractibus 4 112, teretibus, lente crescentibus. suturafk lí, profunda divisis; umbilico tertiam diametri partem aequantez apertura simplici, pafH uy rum obliqua. semilunari; peristomate simplici recto. Diam. 3/4 lin. Una cum H ln muscicola vivit, UN Diífert ab H, hypophloca statura minore, anfractibus lente crescentibus, testa mas. —= 217 — gls depressa: nitida; ab H. muscicola statura minore, striís clevatis longe tenuioribus, umbilico longe angustiore, etc. 11. Heliz exigua Ph. BH. testa parvula, umbilicata, depress», cornea, nitida, striis radiantibus, elevatis, costaeformibus aspera; anfractibus 4 1/2-5, teretibus, sutura profunda, fere canali- culata divisis, lente crescentibus, ultimo demum dilatatoz umbilico amplissimo, di- midium diametrum superante; aperlura dilatata, triangulari-rotundata; peristomate simplici, recto. Diam 1 1/4 lin. Etiam hanc ad oppidum Valdiviae in muscís truncos arborum ohtegentibus inveni. Differt ab H. muscicola cuisimillima, anfracta ultimo dorso magis rotundato, unde apertura multo latior, fere tam lata quam alta fit, nec non umbilico ampliore. 12. Helix abscondita Ph. H. testa minima, umbilicata, depresso-conoidea, tenuissirma, cornea, nitíidissima, sub lente fortiori radiatim striata; anfractibus quatuor, teretibus, sutura profunda divisis; umbilico vix 1/6 diametri aequante; apertura parum obligua, semilunarí, ' magna, peristomate simplici, recto. Diam. 5/6 lin. Speimina tría in umbra sylvarum ad litus fluminis Valdiviae inveni. —Difíert ab H. hypophloea testa nitidiore, fere laeviz anfractibus rapide erescenti= bus; umbilico angusto; apertura majore. 13. Helix Jungermanniarum Ph. | JH. testa parvula, umbilicata, depressa, striis radiantibus elevatis confertis scul= pla, cornea, radiis ruíis in ziczac flexis pictaz anfractibus 4 1/2, teretibus, sutura pro- funda, fere canaliculata divisis; umbilico vix quintam diametri partem superante; apertura vix obliqua, semilunari; peristomate simplici recto. Diam. 1 1/8 lin. + Habitat ut priores inter muscos in truncis arborom prope oppidum Valdivia. Coloribus cum H. binneyana, zebrina etc., convenit, a quibus staturaete., valde dits 'Hert, a reliquis Helicibus valdiyianis aeque pygmaeis pictura facillime distinguitur. BOTANICA.---Observaciones sobre la Huidobria frulícosa, es pecie de planta de la Jamilia de las Loáseas, POr DON R. PHILIPPEs deida en la sesion de 23 de ma yo. Un fenómeno mui digno de ocupar la meditacion de los naturalistas filósofos es la 'ircunstancia singular, de que algunas familias de plantas se hallan esparcidas por todas as zonas, todos los climas, el antiguo i el nuevo mundo; miéntras que otras son li- nitadas a una sola zona. a un solo hemisferio, al antiguo mundo o al nuevo, i que veces están restreñidas a partes aun mas pequeñas de nuestro globo, = 218 — > América cuenta con muchas familias que le pertenecen esclusivamente, v. gr. las Vivianaceas, las Tropeóleas, Papayáceas, Malesherbiáceas, Loáseas, Cácteas, Caly=. céreas, Hydrophylleas, Nolanáceas, etc. Una de las mas interesantes entre las fami- lias enumeradas es la de las Loáseas, que se compone de plantas herbáceas, derechas o volubles, por lo comun vellosas i cargadas de varios pelos sedosos, tuberculados, urticanos i a veces gloquidianos, causando lo mas al tocarlas un escozor como el de las: ortigas, por el cual motivo suelen llevar en Chile el nombre de Ortiga macho u Ortiga brava. Estas plantas, sin embargo, se diferencian mucho de las Ortigas ver- daderas, aun a los ojos de las personas que no entienden la botánica, por tener las flores bastante grandes i viscosas, de modo que algunas han merecido en Europa un lugar entre las flores de adorno. LOA LO adi dle Son diez jéneros los que componen actualmente esta interesante esla, de los cuales el uno ha sido creado por el señor don Claudio Gay o uno de sus colabora- dores i dedicado al finado don Francisco Garcia de Huidobro, cuya memoria será siempre cara a los chilenos; Acrolasia Presl. Mentzelía L. Bartonia Sims., Klasp= rothia H. B. K., olaa Presl. Grammatocarpus Presl. (Scyphanthus Don), Loasa L., Catophora Presl., Blumenbachia Schrad. i Huidobria Gay. En el desierto de Atacama, en dos lugares, en el valle del Puanillo, cerca de Pa- poso, a la elevacion de 600 met. i en la bajada que conduce del alto de Pingo- pingo a la gran laguna de sal que se estiende por 25 leguas entre Tilopozo i el pue= blo de San Pedro de Atacama a una elevacion de 2,500 met. he hallado una Loás ea mui particular. Tiene 5 divisiones del cáliz i 5 pétalos, 1 por eso no puede hacer parte de los jéneros Klaprothia i Sclerothrix. que tienen sus órganós florales en el número cuaternario, es decir cuatro lacinias del ealiz, cuatro petalos i cuatro pla- centas. Examinemos ahora si convienen o no a nuestra planta los caracteres asignados a los otros jéneros que quedan. Ella tiene un carácter que la aleja de los jéneros Acro= lasia, Grammatocarpus, Loasa, Caiophora i Huidobria, ¡es el número de las placentas que es decinco, miéntras que los mentados jéneros ofrecen constantemente nada mas que tres placentas. Cinco placentas se hallan en la tercera seccion de las Ment- zelias, a la cual el señor Hooker dió el nombre de Microsperma,i la planta que nos ocupa tiene un carácter comun con estas Microspermas, el gran número i la peque” ñez de las semillas. Pero ella se distingue esencialmenle de todas las Mentzelias, porque tiene cinco escamas opuestas a las lacinias del cáliz, que faltan enteramente en las Mentzelias. Aqui me será permitido intercalar una observacion relativa 3 la naturaleza de es- tas escamas. Algunos botánicos, entre otros el célebre Endlicher, atribuyen diez pé- talos a las Bartonias, Grammatocarpus, Loasa, Caiophora, Blumenbachia, cinco regu- lates, alternas con las divisiones del cáliz, i cinco de forma mui diferente provistas de apéndices filiformes, etc., situadas entre los pétalos regulares i por consiguiente opuestos a las divisiones del cáliz, i ademas situados mas al interior de la flor. Yo no me puedo conformar con este modo de ver, i mas bien me parece que los órga- nos que ellos llaman pétalos opuestos a las lacinias del cáliz, se han de considerar. como fasciculos de estambres unidos entre sí. Las razones en que apoyo esta opinion gon las siguientes: 1.* la disposicion de los estambres en hacecillos se observa en va- rios jéneros de la familia; 2 * la ocurrencia de estambres estériles es igualmente fre- cuente en las Loáseas; 3.2 la circunstancia que los órganos en cuestion ofrecen a menudo apéndices filiformes parecidos a filamentos es mas en favor de mi opinion que de la otra; 4.2 la forma se aleja mucho de la forma vulgar de los pétalos i ofrece con frecuencia rayas i divisiones que indican que son formados de varios órganos uni- dos; 6.* en el jenero Bartonia estos órganos llevan anteras, lo que no me parece q 29) e, convenir a pétalos:—Los que no han querido pronunciarse sobre la naturaleza de dichos órganos los llaman simplemente escamas, i Lineo los llamaria simplemente nectários. Pero vuelvo de esta digresion para examinar si nuestra planta acaso se puede atri- buir a los jéneros Blumenbachia i Bartonia. El primero tiene cinco placentas, pero es mui distinguido por lo dehiscencia espiral de su capsula que no se observa en la planta que nos ocupa. En el segundo se hallan tres o siete placentas, i por consi-. guiente se puede creer mui bien que siendo el número de estos órganos variable en las Bartonias, la planta del Desierto de Atacama provista de cinco placentas de- biese hallar un lugar en este jénero. Pero dos caracteres la distinguen bastante; el primero es, que las Bartonias tienenen 5 escamas anteriferas i no estériles como en nuestra especie; i el segundo es, que las placentas de las Bartonias son nerviformes, 1 que son lamelliforme en la planta del Desierto.—A estas diferencias esenciales aña- diré otras dos que se encuentran en órganos ménos importantes para la clasificacion pero que son muí interesantes i salen mas a la vista. En primer lugar la nueva Loásea del desierto es el primero i hasta ahora el único ejemplo de una plan:a leño. sa, de un arbusto entre todas las Loáseas; ¡en segundo lugar sus pelos son ramosos 1 verticilados, forma mui rara en todo el reino vejetal i que no ocurre en ningun otro jénero de esta familia. Por los indicados motivos creí mucho tiempo que la planta en cuestion debia: for- mar un nuevo jénero, mui parecido al de Huidobria, pero diferente por el número de las placentas, que es de cinco, miéntras que en las Huidobrias es solo de tres como en las Loáseas. Pero habiendo examinado el ejemplar de la Huidobria chilensis que hallé en el Desierto de Atacama conocí que esta tenia igualmente cinto placentas i no tres como dice el señor Gay vol. II de la botánica p. 439, i comparando las figu- ras que el señor Gay da de esta planta, ví con grande sorpresa que la lámina igual- mente muestra cinco placentas. Por consiguiente, debemos considerarlo un error, si el testo atribuye solo tres placentas a este jénero, i ántes el número quinario de las placentas se debe colocar al primer rango de los caracteres que distinguen la Huido- bria de los demas jéneros de las Loáseas. La descripcion técnica de la nueva especie es la siguiente: Huidobria fruticosa Ph. Frutex ramosissimus, tripedalis, pilis brevibus, rigidiss verticillatim ramosis, confertissimis, erectis asper. Folía alterna, breviter petiolatas triangulari-ovata, margine repanda, vel sinuato-crenata, circa 10 1/2 lin., longa, 8 lineas lata, crassa, fere pannosa, albida, fragilia; crenae utrinque circiter octo vel pauciores. Flores ad apices ramorum cymas paucifloras formant. Pedunculus brevis, vix ultra 1 1/2 lineas longus, plerumque bractea paullo majore oblongo-lineari, ob- “P tusa fultus. Flos magnus, diametri fere 11 linearum. Calyx turbinatus, sepalis 5, tubum aequantibus, fere lanceolatis. Petala 5, calycis lacinias bis aequantia, aliquan. talum cucullata, e luteo alba, suborbicularia, extus pubescentia. Sguamae 5, pe- talis duplo fere minora lutescentes, apice glanduloso-incrassatae, infra apicem extus setis quatuor instructae. Sfamina petalis aliquantum minora; plurima, cum petalis Inserta, per decem fasciculos disposita, in fasciculis qui petalis oppossita sunt, bis- seriata; in fasciculis squamis oppossitis vero uniseriata, staminibas duobus interme- diis sterilibus. Filamenta filiformia, stylus iis paullo major Habitat in deserto Atacamensi in valle Puanillo dicto prope Paposo, ibique ad limi- tem vegelationis, et in valle ad Orientem fontis Tiloposo dicti. Obs, Ab H. chilensi Gay caule fruticoso, foliorum forma etc. facillime distibguitur: — 220 = NEMORIA presentada ante la Facultad de Leyes de la Univer- sidad de Chile por DON FRANCISCO DEMETBIO PEÑA, para oblener el grado de licenciado en dicha Facultad. , DE LAS MUMICIPALIDADES EN CHIEE I DE SU ORGANIZACION I ATRIBUCIONES. Señores: «La unidad siempre ha dominado en el gobierno de Chile, como consecuencia ló- jica de sus antecedentes. El sistema gubernativo adoptado durante la larga época del coloniaje solo nos dejaba mantenernos de nuestra vida interior. La prohibicion bajo las mas severas penas de negociar con los estranjeros ¡la dificultad de la co- municacion de las colonias entre sí, hacia que solo en el interior se reparliesen sus escasas producciones. El comercio con el Perú, que era el único permitido estaba en manos de unos pocos capitalistas monopolizadores. Estos antecedentes estrecha- ban las relaciones de pueblo a pueblo i hacian que el sistema colonial quedase re= ducido a una rigorosa unidad. Si seguimos nuestra marcha como nacion indepen-- diente vemos que siempre prevalece la unidad i cuando algunes voces respetables pero sistemáticas, han aclamado la federacion les ha respondido la reprobación pú- “blica i sus ideas no han salido del embrion de un proyecto. «Trescientos años de union, decia el señor Exgara en 1826, han estrechado e iden- tificado nuestras relaciones 1 quince de ravolucion i lucha por la libertad siempre unidos, han consolidado las presentes instituciones, de modo que seria inmenso e ¿naxequible por muchos años el trabajo para una division local que desde el mas pe- gueño ramo público, necesitaria nueva organizacion. Pero la unidad, no es la centralizacion absoluta, no es la suma del poder público en manos del gobierno jeneral. En todo estremo hai vicio i en estas materias seria dificil decidir si el despotismo o la anarquía han causado mayores males a la hu- manidad. Un prudente justo medio que ni anule el poder local ni debilite el poder central es el problema que cada lejislador debe tratar de rosolver para su patria, ista Cuestion no es de aquellas que puede reducirse a reglas fijas: los principios ten- drán una aplicacion sumamente variada. El espíritu de actividad e independencia mas o menos pronunciado en cada pueblo, la mayor o. menor ilustracion jeneral otros muchos antecedentes que la observacion traerá a luz, pueden servir para de- terminar el mayor o menor grado de contralizacion conveniente a cada pueblo. Es una medicina preciosa que solo debe usarse en la dósis necesaria para dar la vida. «Que jamas la centralización administrativa, ha dicho un eminente publicista, de= jenere en abusos ni que un principio de órden se convierta en instrumento de tira- nía ni en máxima de monopolio. La verdadera centralizacion estriba en la existencia de nn poder central destinado a imprimir un movimiento uniforme a todas las par» tes del estado.» El modo de conocer hasta que punto se ha establecido en cada-pueblo ese prin- .eipio de centralizacion, consiste en examinar cual es la existencia de la comunidad, cual es la organizacion i atribuciones del poder municipal. Tal es el objeto de la presente memoria tomando de punto de partida la lei de noviembre de 1354. La existencia de las Municipalidades o Ayuntamientos se eleva en España ala mas e remota antigúedad. El trascurso de los tiempos debió necesariamente ¡Amprimirles diferente carácter i modificar continuamente sus facultades, hasta que la desgraciada Jornada de Villalar con la derrota de las comunidades sepultó para siempre las fran- quicias municipales. Los sucesores de Cárlos V siguieron su sistema i el mundo, di- ce Blanqui, todavía esperimenta las consecuencias de los errores que cometió este poderoso monarca. No cometemos en el día, continúa, ninguna falta ni obedecemos a una sola preocupacion industrial que no haya sido legada por aquel poder malé- fico bastante fuerte para convertir en leyes sus mas funestas aberraciones. Felipe II de siniestra memoría no ha hecho mas que sacar las consecuencias: Cárlos Y fue quien sentó las bases. En cuanto a la América, su conquista fué en gran parte obra de aventureros que Solo sacaban autoridad de sí mismos i de la fuerza de su brazo. Asi es que apenas fundaban una nueva poblacion, cuando su primer cuidado era elejir un ayunta- miento que en ausencia de otra autoridad, ejercia en todas materias un poder ám- plio. Vemos en efecto a jefes distinguidos, como el conquistador de Mejico, deponer el poder en manos del Ayuntamiento para recibirlo nuevamente de manos de este, quedando asi lejilimado pues venia deuna autoridad emanada del pueblo. Pero es: te estado no podia ser duradero i pronto. cuando la España vino a tomar posecion del pais conquistado, los Ayuntamientos como en la madre patria quedaron reduci- pos a una completa nulidad, llegando a ser una carga que los europeos desdeñaban i solo recaia en los criollos. El cabildo se componia como ahora de alcaldes i rejidores pero miéntras los al- Caldes eran nombrados por el mismo cabildo los empleos de rejidores se vendiau públicamente al mejor postor, introduciendo de este modo en la administracion un muevo principio de inmoralidad. Pero hubo un momento en que el Cabildo de San- tiago solo destinado a figurar en las funciones públicas, cobró un principio de vida i asu enerjía i resolucion se deben en gran parte los beneficios de la independencia, Posteriormente se han dictado diferentes leyes alterando poco o nada los prime - Tos principios hasta que la lei de 14 de noviembre de 1854 ha venido a fijar la le- jislacion en este punto. Es digna de notarse la vaguedad con que jeneralmente hablan los publicistas so- bre la organizacion i atribuciones del poder municipal. Miéntras al trazar la forma de los demas poderes politicos se detallan minuciosamente sus facultades i los limi- tes en que deben contenerse, llegando al poder municipal solo se sientan principios jenerales i abstractos. Se aconseja al lejislador, como dice Lastarria, que atienda al sistema de gobierno i a las costumbres i preocupaciones del pueblo, impidiendo de este modo todo progreso i justificando todo lo existente, tan solo porque existe: siendo asi a los ejos de la ciencia tan conforme al derecho i tan conveniente al sis” tema adoptado en Rusia, como el de los Estados-Unidos por ejemplo. Pero la lei no debe profesar un respeto ciego a las costumbres ni mucho menos a las preocupacio- «ciones: debe llevar en sí misma el principio de las reformas. Apegarse con esceso a los antiguos usos, dice Colmeiro, invocar el ejemplo de nuestros mayores i condenar en nombre de lo pasado toda reforma presente, equivaldria a combatir todo pro- greso oponiendo el hecho al derecho ia la razon las tradiciones. Mai, pues, principios jeneralmente reconocidos que tener presentes en estas cues- tiones, independientemente de las costumbres i de la forma de gobierno. La teoria del poder municipal en sus relaciones con el gobierno central no exije una absoluta independencia: la superioridad de la administracion jeneral sobre la administracion local, cs una lei necesaria en sus relaciones. El gobierno central goza de entera libertad en el ejercicio de sus funciones: pero el gobierno municipal no tiene ni debe tener una accion tan independiente. Sin esa especie de subordinación —222 — no es posible la unidad, puesen lugar de conocer un solo centro, habriamos de ad- mitir tantos soberanos cuantas fuesen las municipalidades. Pero aun admitidos estos principios jenerales queda la dificultad de la aplicacion. Vamos, pues, a examinar lo que la lei nuestra ha establecido. Al examinarla se encuentran tres puntos que llaman principalmente la atencion 1 a ellos nos contraeremos únicamente: 1. organizacion de las municipalidades, 2.2, sus atribuciones 1 3.2, facultades de intervencion que el gobierno central ejerce tanto por medio de los gobernadores o subdelegados, que son presidentes de las mu- nicipalidades, como directamente por medio del Presidente de la República o de los intendentes. á En cuanto a la organizacion de las municipalidades, hai que notar primeramente- la nueva forma dada por la lei que cambia enteramente lo existente. Las sesiones serán periódicas en cuatro épocas del año, debiendo cada sesion durar doce dias, término que a veces podrá estenderse hasta veinte. Sabido es que a escepcion de Santiago, Valparaiso o una o dos poblaciones mas donde las municipalidades funcionan con alguna regularidad en todo el resto de la República reina la mayor indiferencia por el cumplimiento de estas obligaciones. La incuria en unos, la preferencia por sus negocios propios en otros i en algunos la conviccion de que la limitada esfera de accion de las municipalidades nada útil les permite intentar para la mejora local, hacen que en [muchas partes la Municipali- dad no exista mas que de nombre i que sus trabajos se reduzcan únicamente a pro- curar el triunfo de un partido en las épocas electorales, poniendo en juego toda cla- se de manejos licitos o ilicitos con tal queconduzcan al objeto deseado. De este aban- dono es fácil presumir las funestas consecuencias que precisamente emanan: las medidas de salubridad i ornato jeneralmente desatendidas, la policia marchando por si sola i las nuevas medidas que el interes procomunal talvez reclame urjentemente, durmiendo años enteros en las carpetas de las secretarias. La nueva distribucion de las sesiones i la multa impuesta a los inasistentes son remedios que no alcanzarán ciertamente a destruir el mal, pero que algo le minorarán. La constitucion del estado ha fijado las condiciones jenerales para ser elector ¡ aunque tambien fija las necesarias para ser elejido municipal, cuales son, ser ciuda- dano activo 1 habcr estado avecindado cinco años en el territorio de la municipali- dad, la nueva lei ha creido insuficiente estas garantias de capacidad i se ha tomado la libertad de adicionar la constitucion, exijiendo ademas veinte i cinco años de edad. La lei pues, ha venido a privar del derecho de elejibles a los ciudadanos que antes de esa edad son activos i que en virtud de la constitucion tenian derechos ad- quiridos. La innovacion no puede pues, ménos de caducar ante el precepto claro de la constitucion que será obligatorio miéntras no sea derogado en la forma legal. Las repúblicas americanas que sienten antes que todo la necesidad de llamar la inmigracion que pueble i fertilize sus inmensos desiertos, se han manifestado siem- pre mui parcas para conceder la incorporacion de los estranjeros, considerando sin duda la ciudadanía como un tesoro mul precioso que no debe prodigarse. Mui na- tural es entónces el ser consecuentes a este principio i asi como nuestras leyes exi- jen al estranjero diez años de permanencia para llegar a ser ciudadano, debian tam- bien exijir una larga permanencia al que no ha vivido en una municipalidad para que llegue a representar sus intereses. Las leyes de partidos por lo jeneral tan res- trictivas de toda libertad, si bien exijen diez años de residencia para adquirir los de- rechos i privilejios de vecinos, lo conceden antes de ese tiempo cuando se han eje- cutado actos que manifiesten el ánimo de permanecer o cuando ha prestado servicios i la comunidad lo admite como vecino. Pero por nuestra lei el trascurso de los cin- co años es inflexible, cualesquiera que sean los servicios prestados. La España que o ES algunos consideran todavia atrasada en su estado social i politico, solo exije ac- tualmente un año i un dia de permanencia para optar a los empleos municipales, Nuestra lei, pues, se manifiesta demasiado restrictiva. En efecto en nuestros pue- blos tan escasos de hombres competentes i conocedores de nuestros verdaderos inte- reses, sobre todo en las provincias distantes del centro mo, hai peligros en ampliar en esta sentido la esfera de la elejibilidad. No haí que temer los males que sobre- 'vendrian si se aumentase el número de electores, pues el sufrajio universal entre “nosotros seria una verdadera calamidad. Limitar pues a uno o dos años de residen- cia, seria a mi entender suficiente, porque seria bastante para hacerse cargo de las necesidades de la comunidad i de los remedios oportunos. La lei fija ademas varios casos de la incompatibilidad en que los que tienen las cualidades requeridas, no pueden, sin embargo, ser municipales; tales son ciertos parientes a un mismo tiempo; los que administran fondos municipales, i los que cobran sueldo de su tesoro. Esta última incompatibilidad parece ser el principio de una reforma. En casi todos los paises constituciomales se ha reconocido la conve- niencia de no llevar a las camaras lejislativas a ciertos empleados del gobierno por no gozar de entera independencia. En algunos paises i entre otros en España se ha estendido la misma prohibicion para ser municipal. I en efecto la razon de la pro- hibicion de los empleados que perciben sueldo del tesoro municipal cualquiera que haya sido enel ánimo del gobierno, mo puede menos de obrar tambicn sobre los empleados que perciben su renta del fisco. Prescindiendo de la incompatibilidad que a veces suele haber entre sus dobles funciones, cualquiera que sea la moralidad de algunos empleados, se ha tenido por punto jeneral la falta de independencia i se ha creido indudable que el Gobierno dominará infinitamente mas, en una corpo- racion compuesta de empleados interesados en mantener lo existente de donde sacar su utilidad, que en otra que se componga de hombres independientes que no temerán perder su subsistencia al emitir su voto. En cuanto a los parientes si bien es mui prudente evitas que el egoismo de fami- lia sea trasportado al cuerpo municipal, dando cabida a muchos a un tiempo, puede por otra parte temerse el inconveniente de separar de las funciones adminis- tralivas a hombres aptos para qne sean mal reemplazados, sobre todo en las muni- cipalidades de poca poblacion. Entonces, como tambien respecto. de los empleados de que se acaba de hablar, talvez seria conveniente darles cabida. En Francia las leyes no han establecido la incompalibilidad de los parientes mas que en las comu- midades que por su poblacion, ofrecen recursos numerosos para la eleccion pero en las que no existen estas circunstancias, pueden los parientes prohibididos ser a un tiempo miembros del Consejo Municipal. Respecto de los miembros de que debe componerse la municipalidad, la lei dis- tingue entre las capitales de provincia que tendrán tres alcaldes i nueve rejidores, 1 las cabeceras de departamento i demas poblaciones en que se estableciesen Manicipa- didudes, que solo tendrán tres alcaldes i cinco rejidores. Pero esto es en ambos casos cuando la poblacion no pasa de sesenta mil almas, pues si excede se elejirán dos rejidores mas por cada veinte mil habitantes. Debe tambien en todo caso elejírse tres suplentes. La diferencia establecida en cuanto al número de municipales no puede - Ser mas puesta en razor, porque no es tanto el número de miembros lo que debe “buscarse sino su idoneidad, i sabido es lo escaso “que son en ciertas provincias las personas que sean capaces de desempeñar estas funciones siqniera medianamente. La segunda cuestion que debe examinarse, a saber las atribuciones que la lei con- cede a las Municipalidades es con mucho mas importante que la anterior: esel todo, esla vida o muerte del poder municipal. —Jeneralmente se ha creido necesario que el poder municipal se mantenga en un a estado de pupilaje respecto del gobierno central; se ha considerado indispensable que un poder superior vele sobre sus menores acciones para que no ciegue a sus miembros un interes esclusivamente local. Muchas veces cuando se ha querido averiguar qué facultades deben concederse. a las Municipalidades, se ha respondido: ved todo lo que puede hacer una de las per- sonas que las leyes civiles consideran incapaces de dirijirse por si mismas, ved que actos judiciales o estrajudiciales puede ejercer un menor, por ejemplo, i tendreis una regla segura para saber lo que puede hacer el poder local. Entre nosotros, puede decirse que estos han sido los principios vijentes, 1 manifiestas son las faltas de lójica i de justicia en que se fundan. La comunidad no es incapaz de marchar por si mis- ma, es una verdadera persona que tiene opcion alos derechos necesarios para lograr su fin i ser útil al pueblo. La comunidad es el orijen de muestras primeras afeccio- nes, el plantel en que se forman los buenos ciudaddnos ino es conveniente acos- tumbrarlos a la vista de una dependencia absoluta. Pero como dice Tocqueville, en- tre todas los libertades, la de la comunidad que se establece tan dificilmente, es tambien la que está mas espuesta a las invasiones del poder. Entregadas a si mismas las instituciones comunales no pueden luchar contra un gobierno emprendedor i poderoso, i para defenderse con buen éxito es preciso que hayan adquirido todo su desarrollo i que se hayan encarnado en las ideas i costumbres nacionales. Esta es pues la obra del lejislador, i en Chile, donde hemos visto la facilidad con que se han establecido i connaturalizado instituciones enteramente opuestas al siste- ma que nos rijió por tres siglos, debe tratar de crearse i mantenerse por medio de Jeyes bien. entendidas ese espiritu de libertad comunal orijen i causa principal de los progresos de los Estados-Unidos. La centralizacion administrativa no produce sino males, que cuando mas una prosperidad aparente puede encubrir, pero que a la larga, produce sus lójicos resultados. La centralizacion política fué el instrumento de que se valió la Convencion francesa para salvar la revolucion i su independencia: pero la centralizacion administrativa nunca la hemos visto obrando el bien de las naciones. Las facultades que en el titulo 3.2 de la lei de noviembre, se concede a las Muni- cipalidades si fueran verdad, seria talvez tudo lo que la teoría podria exijir de nos- otros; la esfera de accion es estensa; pero no pasa de ser una bella enumeracion que o queda restrinjida en todas sus partes por artículos posteriores o por nuestras cir- cunstancias no pueden talvez realizarse. Las Municipalidades, dice la lei, sen cuerpos aos de los intereses co- munales, ¡'como tales les corresponde: 1.2 promover el adelantamiento i mejora de las localidades; 2. la policía administrativa local del departamento i 3.” la direc cion i administracion de sus bienes i rentas. De cada una de estas facultades emanan otras varias que no son mas que sus consecuencias. Asi es que deben fomentar los establecimientos e instituciones destinadas a las mejoras de las costummbres, promo. ver el desarrollo de la instruccion pública i las mejoras en la agricultura i minería, favorecer las mejoras en las artes liberales e industriales: asi es que tambien les corresponde cuidar de la salubridad i aseo de las poblaciones i de su comodidad i ornato. Asi es que finalmente se le conceden amplias facultades respecto de las ren- tas i bienes del municipio. Todo esto es indudablemente liberal, pero para esto es preciso que sea realidad. ¿Qué medios tienen en sus manos nuestras pobres Munici- palidades para promover la instruccion pública, la industria i el comercio? Obliga= «das a recurrir al Gobierno para los menores gastos que tengan que hacer, “onocido es lo que cuesta obiener fondos para los gastos mas urjentes. En muchas partes, 1 aun en ciudades principales, vemos en efecto edificios municipales a medio concluir por la negativa del Gobierno para conceder recursos. 1, si segun la nueya lei, segui — 225 — mos poco mas o ménos en el mismo estado, ¿cuándo llegará el tiempo en que pue- dan hacerse efectivas las atribuciones que a las Manicipalidades se conceden? En cuanto a la administracion de sus bienes i rentas, la lei dá a las Municipalida- des las facultades de prescribir reglas para la enajenacion, arriendo o subasta de sus entradas i propios, de atender con los fondos municipales a las necesidades de salu- bridad, comodidad i seguridad; acordar el presupuesto anual de gastos, las obras públicas que deben coustruirce con fondos municipales, proponer la creacion de nuevas contribuciones a favor de las Municipalidades i la suspension o modificacion “de las existentes; etc., etc., ¡ Como dijimos anteriormente, la Municipalidad con la libertad de hacer todo lo que se ha enumerado podria trabajar fructuosamente por el bien de nuestras locali- dades, Pero todas estas facultades son una farsa. En cuanto a los presupuestos de gastos ¿qué es lo que en resamidas cuentas puede hacer? El Gobernador forma el presupuesto i la Municipalidad aprueba : pero no está todo concluido, pues es preciso que el Presidente de la República tambien se conforme, de modo que a casi nada quedan reducidas en este punto sus facultades. Respecto de los obras de comodidad, utilidad u ornato que segun estetitulo puede emprender, es preciso tambien que ob- tenga la aprobacion del Gobierno Supremo si el nuevo gasto sale del presupuesto. La superior confirmacion que para todos los actos de la Municipalidad es circustancia indispensable, amengua considerablemente si es que no destruye enteramente la bon- dad de lo espuesto en este titulo 3.” j Posteriormente tambien se.couceden a las Municipalidades ciertas facultades lejis- lativas dentro de la comanidad, autorizándola para que dicte varias disposiciones que la lei divide en ordenanzas, reglamentos i simples acuerdos. Esto no es mas que el medio para hacer efectivas i llevar a debido efecto las facultades que la leí con- cede, principalmente en lo relativo a polícia i órden público. En las epocas del receso de las Municipalidades, queda en pié una especie de co- mision conservadora, llamada comision de alcaldes, que se compone del Gobsanador, los alcaldes i el Procurador municipal con voz i volo. Los alcaldes mo son ya como en la antigua lei los municipales que han obte- nido mas votos, sino que son elejidos por la misma Municipalidad de entre sus miembros, en la primera reunion que tenga la corporacion. En esta reunion debe tam- «bien fijarse el órden de precedencia de los rejidores. El Procurador municipal es un funcionario nombrado por el Gobierno a propuesta de la Municipalidad para que seasu representante principalmente en las ¡estíones judiciales. Las atribuciones de esta .comision de alcaldes debe fijarlas en cada departamento una ordenanza municipal: pero son poco mas o ménos las mismas de la Municipalidad, exijiéndose respecto de albunas medidas la aprobacion subsiguiente de la Municipalidad para que sigan te- niendo efecto. La última cuestion que me propongo resolver, parece intimamente ligada con la anterior, pues las facultades concedidas al Gobernador como jefe de las Municipali- dades 1 las que el Presidente de la República se ha reservado, son complemento mu- chas veces de las que goza la Municipalidad, ya que jeneralmente se exije una apro- baciou superior. : Las facultades que se dan a los Gobernadores o subdelegados en su caso como ¿presidentes de las Municipalidades están por lo jeneral contenidas dentro de mui jus- «tos limites, Estos funcionarios como cabezas de la corporacion i ademas como repre- sentantes del poder central i depositarios de la fuerza pública, son los ejecutores de las resoluciones municipales; asi es que entre otras atribuciones les corresponde dic- tar los reglamentos que sean necesarios para dar cumplimiento a las ordenanzas mu- Nicipales. La accion de la Municipalidad cesa cuando ha dictado una resolucion — 226 — cualquiera, i entonces principian las funciones de su presidente encargado de cum- Plirlas. Los sanos principios, en efecto, dictan que es conveniente que la deliberacion sea obra de muchos, pero que la ejecucion esté en manos de uno solo. Pero el Gobernador o subdelegado no es un instrumento ciego de las voluntades - de la corporacion : tiene tambien una especie de voto suspensivo que se convierte a veces en absoluto. Guando cree que una resolucion de la Municipalidad es contraria a las leyes o a los intereses de la localidad no está obligado a ejecutarla sino que debe devolverla con las observaciones que: crea conveniente. La Municipalidad re- considerará el proyecto, atendiendo a las observaciones, ¡en caso de que insista con los dos tercios de sus miembros, pasará la cuestion al Consejo de Estado para su definitiva resolucion: Si no se obtiene mayoria de dos tercios la resolucion no tiena lugar. Esta amplia facultad concedida al Gobernador será jeneralmente orijen de muchos abusos, pues es un medio espedito para inutilizar, aunque no sea mas que temporal- mente las medidas que no cuenten con las simpatías del (Gobierno. El simple voto del presidente Gobernador vale en este caso mas que una mayoría que no alcance a dos tercios, que en casi todas partes se compondrá de hombres conocedores del inte- res de cada localidad. Ya que sea necesario conceder en estas materias algunas facul- tades al Gobernador, parece mui racional que si consideradas las observaciones del Gobernador insistiese la simple mayoría anterior, tambien se eleve la cuestion al Consejo de Estado, ino que, como ahora sucede, quede anulada: sin ocurrir a otra autoridad superior. El indicado tambien parece ser el espiritu de la Constitucion cuando da a los Gobernadores la facultad de suspender las resoluciones municipales: la Constitucion habla «solo de suspension, mientras otra autoridad decide, 1 i no de rechazo absoluto del acuerdo, El Gobernador está tambien encargado de formar el presupuesto anual que cae sabemos debe presentarse a la aprobacion de la Municipalidad i posteriormente a la del Supremo Gobierno: debe tambien presentar en las primeras sesiones la cuenta de inversion de los fondos municipales. A él, como encargado de la parte activa de la administracion, le corresponde el nombramiento de los empleados municipales, excepto los de la secretaria, como tambien el suspenderios o daresl licencia con acuerdo de la Municipalidad. Forma tambien parte de la Municipalidad, aunque no tiene voto en sus acuerdos el funcionario llamado Procurador Municipal que entre otras atribuciones tiene una parecida a otra del Gobernador de que hemos hablado. A mas de las funciones de su oficio que consiste en representar a la Municipalidad en sus asuntos confeneiosos, puede hacer observaciones a los acuerdos municipales que encontrare ¡legales o per- judiciales. Si no obstante su representacion insistiere la Municipalidad en llevar a efecto su resolucion, deberá el Procurador dirijirse al Intendente de la provinciz, para que si creyere fundado el reclamo haga uso de la facultad que ya se ha visto que corresponde al Gobernador o subdelegado. A mas de la intervencion del Gobernador como jefe de la Municipalidad i ejecu- tor de sus acuerdos, está tambien esta corporacion sujeta a la del Gobierno jeneral, que o bien por el intermedio del Presidente de la República o por los Intendentes de provincia ejerce una accion continua i de todo momento sobre la administracion - de sus bienes i rentas. Ya anteriormente la lei ha concedido a las Municipalidades la administracion de estas rentas i bienes: pero en el titulo 7.2 establece como debe entenderse esta administracion, fijando reglas, que por decirlo asi, derogan lo an- terior. Esto no puede ménos de parecer evidente, al leer las siguientes prescripciones. Los, bienes públicos son por su naturaleza inenajenables, pero si resulta gran utilidad, me 2] podrán ser enajenados con la aprobacion del Presidente. de la República. Cuando sea conveniente enajenar los bienes propios de la Municipalidad de cualquier modo que no sea por subasta, es preciso qué el Intendente apruebe el contrato : la compra de propiedades que no sea para agrandar plazas o calles, debe ser aprobada por cl Presidente de la República. El arriendo de los bienes municipales debe ser por seis años, i cuando haya motivos para estenderlo a mas tiempo, debe aprobarlo el Inten- dente. La Municipalidad no puede conceder rebajas en sus arriendos o créditos, ni alterar los contratos que ella misma hubiere celebrado sin acuerdo del Presidente de la República. Guando tenga que levantar empréstitos para obras de utilidad pública, debe ante todo obtener la aprobacion del Presidente de la República. No puede la Municipalidad celebrar una transaccion sin la aprobacion del Intendente, si la canti- dad no llega a mil pesos, i sin la del presidente de la República si excede de esta suma, tett,, etc. - La tutela, como se vé, está rigurosamente mantenida. La Municipalidad tiene las manos atadas para obrar por si sola. Pero algo se ha ganado ya que a veces solo basta la aprobacion del Intendente, que como mas a la mano, podra resolver ántes que haya pasado la conveniencia de una medida, como sucederá con frecuencia con la consulta al Presidente de la República. Pero el mal, atinque asi minorado, no deja de ser mal, i siempre será contrario a los principios de una buena administracion esa intervencion continua, odiosa en muchos casos e innecesaria en los restantes. Admi- tiendo aun la necesidad de esa consulta superior, munca lo será para casos de tan poca trascendencia como son muchos de los enumerados. En cuanto a la formacion de presupuestos, hemos visto que la aprobacion del Presidente de la República es condicion necesaria. Aprobados por la Municipalidad, deben ser elevados al Gobierno, i soloen el caso que éste nada dijese pasados 2 meses del nuevo año, pueden hacerse los gastos con arreglo a sus partidas sin que nada diga la lei acerca de lo que debe hacerse enesos dos meses en que no hai presupuesto, pues el anterior concluyó i el otro no está aprobado. El Presidente de la República, es, pues, en último resultado, quien forma los presupuestos, porque lo que él resol-= viere, cualesquiera que sean «las alteraciones, es lo (que debe observarse como tal. Los principios de dependencia absoluta en que jeneralmente se ha mantenido a las Municipalidades, podrian autorizar el anterior modo de proceder; pero una vez introducida la mano de la reforma en estas importantes cuestiones, nada hai que pueda justificarlo. La Municipalidad para existir i desarrollarse no necesita de esa tutela, que por el contrario solo sirve para entrabar sg movimientos. La misma lei señala ciertos gastos que deben entrar precisamente en todo presu- puesto; i reconociendo suexistencia necesaria, parece una redundancia que se exijeso anualmente la consulta i aprobacion superior de partidas que deben necesariamente €xistir. Por lo ménos, en cuanto a estos gastos, debia ser suficiente la aprobacion de la Municipalidad. Por otra parte, la intervencion del Gobernador, ajente del Presidente de la Re- pública, en la formacion del presupuesto, da seguridad de que los intereses del poder Central no sean desatendidos. El temor de que sean mal invertidas las rentas por hombres aptos i bien intencionados, como debe suponerse que sean los que la elee- cion envia a representar la comunidad, es mucho menor que el de que dejándolo todo en manos del Gobierno, no pueda obtenerse su aprobacion cuando se trata tal- vez de gastos mui necesarios. Este temor, en efecto, está mas conforme con lo que vemos entre nosotros, al paso que nos sentimos sobrecojidos de admiracion par los inmensos adelantos de otros pueblos mas favorecidos en que la comunidad es todo. La lucha diaria con el Gobierno para las menores necesidades, desanima con frecuen- cia a hombres que no estén dotados de un gran fondo de fé i paciencia, i se entre- 30 —12281== gan al abandono ya que nada útil les es permitido a por el pueblo de su naci- miento, el lugar de sus mas caras afecciones. E Tales son las principales observaciones que he crido deber hacer notar sobre la lei de noviembre. En las obras humanas hai jeneralmente un mérito relativo que no satisface sino como punto de descanso para un mejor órden de cosas. La teoria, el ideal, aun despues de examinados por la intelijencia i despues de admitida su con- veniencia, encuentran resistencias que no le dejan tomar su vuelo. En politica, je- neralmente se verifica lo que dice un proverbio vulgar en el Oriente: «Cuando se tiene que andar diez pasos, los mueve primeros solo son la mitad del camino.»La difi- cultad, en efecto, está en dar el último paso,, Todos los esfuerzos con que la rutina o nn ciego espiritu de sistema pueden oponerse a la marcha de a verdad, se reunen entonces para no ceder sino cuando mas paso a paso. Las comunidades, por lo regular se encuentran en Sud-América bajo tutela, i edu-* cadas bajo principios restrictivos, cada nuevo progreso despierta antipatias i resis- tencias que casi hacen impasible una reforma radical. Ya que la presente lei entre nosotros ha quitado algunas trabas, es preciso reconocerle este mérito : ha levantado algo del polvo, aunque todavia mui poco, a lo que ántes estaba redueido a la nuli- dad i solo era un instrumento ciego, una máquina organizada para obedecer. Pero esto no debe ser mas que un descanso para seguir com nuevos brios la obra de ade- Janto í de progreso. _El órden i la libertad han sido las banderas bajo las que se han alistado i por cuya existencia simultanea han combatido todos los nobles trabajadores de lá huma= nidad. E En las Repúblicas hispano-americanas donde el desencadenamiento de las pasio- nes ide las ambiciones personales, ha causado tan largas luchas que la sociedad pare= cia próxima a caer en un abismo, de que sus propios esfuerzos no podian apartarla, el órden debia haber sido el primer elemento que se tratase de constituir. Gasi pur todas partes veiamos las luchas sucederse unas a otras en cadena interminable, sir mas intervalo que el reposo que exijia el cansancio de los combatientes : entónces el órden era el pabellon sagrado que nos libraba de la anarquía. Pero cesada la lucha, constituida regularmente la sociedad, restablecido el sita su noble hermana reclama un puesto en la organizacion, i los intereses que favorece son demasiado elevados para no darles cabida. Mas hai cierta libertad que ántes que todo debe tratarse de constituir, ¡esta es la de la comunidad. La comunidad es la forma mas sencilla i primitiva de la sociedad; existe en todos los pueblos cualesquiera que sean sus usos 1 sus leyes. El hombre, dice Tocqueville, forma los reinos i crea las : repúblicas; pero la comunidad parece salir | directamente de las manos de Dios. Pero apesar de este orijen universal i elevado, la h vemos con frecuencia desconocida ¡ debilitada, ¡ es que las libertades comunales exi jen esfuerzos jenerosos para establecerse i aclimatarse. Es preciso que -desciendan a los habitos populares, para lo que se necesitan circunstancias que la lei no podria erear de un solo golpe. Pero apesar que para que surta buenos efectos, es preciso que S no haga mas que reconocer lo establecido, puedo tambien la lei crearlo cuando no. existe, i esta es una de sus mas nobles atribuciones. Su imflojo será jeneralmente lento, pues siempre lo es el de un sistema nuevo, pero traerá en pos de si las mejo= el ras i las reformas. Nunca es perdido un trabajo en beneficio de los pueblos, 1 el estas materias es manifiesta la conveniencia de iniciar desde temprano al pueblo k a acostumbrarlo al goce de una libertad, por decirlo asi, casera. Viendó por otra parte. mas amplias facultades en los empleados locales, conociendo en ellos las facultades para hacer el bien, adquiere mas fuerza el principio de autoridad. 7 O pl MEMORIA presentada ante la Facultad de Leyes de la Univer- sidad de Chule POr DON RAFAEL FERNANDEZ CONCHA) Para obtener el grado de licenciado en dicha Facultad. SOBRE LA FACULTAD DE TESTAR U EL ART. 1345 DEL PROYECTO DE CÓDIGO CIVIL. Señores : a La marcha progresiva de la civilizacion, el perfeccionamiento ¡ensanche de las re- laciones jurídicas de la vida del hombre, han ocasionado en las naciones modernas la Formacion de nuevos códigos. Tal es la época de Chile, época de trabajo en todas las ramas de su lejislacion. Dejando a un lado el derecho público i ciñéndome al priva. «do, creo basta una ojeada reflexiva sobre sus lugares ¡su contenido para ver la nece- 1 : sidad. de una codificacion en materia civil, criminal i procesal. La presente disper- “sion del derechoen un sin número de lugares ; la faita de precision i claridad en su conleslo; la elereojeneidad de las leyes que contiene cada uno; la inutilidad, imper- tinencia o desuso de muchas; la contradiccion entre algunas; lo absurdo de tantas, ya “absolutamente, ya con relacion al grado de civilizacion que alcanzamos; el vacio en ciertas materias; todas estas causas concurriendo a la vez hicen de nuestras leyes Una masa mas vasta, mas helereojenea i defectuosa que la que presentaba la lejisla- cion romana ántes de Justiniano; masa acumulada en el espacio de algunos siglos, | _desde. que principió la dominacion goda en la peninsula Ibérica hasta el dia de muestra emancipacion política, i desde enlónces hasta el año corriente. El juez, el | abogado, el litigante, toda la sociedad espera la codificacion: en ella se piensa i se Arabaja. —Ya ha visto la luz pública el Proyecto de Gódigo civil; i muchos ¡i cuales- quiera que sean sus defectos, siquiera es un ensayo, una base para trabajos secun- ci darios,, si bien de imporlancia i suma necesidad en toda obra de esta clase. No me | propongo ocupar la atencion de vosotros examinándolo en su todo: me propongo me- ) ¿Famente analizar en toda le estension de mis ideas la reforma que introduce 'en ma. Aecria de lejitima, esto es, de aquella cuota de los bienes de un difunto que la lei asigna a determinadas personas, Sobre esta parte, el derecho escrito presenta mucha variedad en las disposiciones “que consigna, ya se comparen lejislaciones de distintos pueblos, ya se circunscriba Ja vista a distintas épocas en la lejislacion de cada uno; hecho este que es efecto i euusa a la vez de las cuestiones qne ofrece la filosofia ste la lejitima, de alta tras- «cendencia para la sociedad, de dificultades sérias para el que quiere descubrir la verdadera causa eficiente de algunos fenómenos del corazon i de la historia del derecho. En la lejislacion mas antisua de qe romanos, abrazaba la lejítima la totalidad de la herencia. Las leyes de las Doce Tablas la innovaron, estableciendo una disposicion diameltral: Pater familia uti legassit. . .., ita jus esto. En el derecho novisimo se regulaba atendiendo al número de lejitimarios: si estos pasaban de cuatro era la Milad ; sino, el tercio. — 230 — Y El código de las Partidas, trasunto del derecho romano, adoptó esta última dispo- sicion. Vinieron las leyes de Toro a reformarla, fijando los dos tercios por lejíitima de los ascendientes; de la descendencia en comun los cuatro quintos; de cada des- cendiente la parte que le tocara sucediendo ab intestato deducido el tercio i el quinto. Si se da una ojeada sobre los demas pueblos, se vé que por lo jeneral reconocen la lejitima, aunque no la determinan igualmente. Empero, paises hai tan adelanta- dos i respetables por sus instituciones, como Inglaterra i Estados Unidos, que no la admiten : sus códigos consignan el principio de las Doce Tablas, Finalmente, publicistas ha habido en estos últimos tiempos, miembros de una escuela a que la humanidad debe ideas grandes, fecundas, i trabajos de importancia, quienes han predicado la abolicion de la herencia. Todas estas disposiciones o ideas variasse resuelven en tres: 1.* abolicion de la he- rencia; 2.* facultad omnimoda de testar ; 3.* facultad de testar restrinjida mediante el establecimiento de lejítima. El Proyecto consigna esta última. Yo me propongo exami- «mar si es preferible a las. otras ; i como en la regulacion de la porcion lejítima, modifica el derecho vijente, reduciéndola a la mitad de la herencia, me propongo asi mismo discutir si es aceptable esta reforma. ¿Para venira las entrañas de la cuestion, debo preliminarmente sentar un princi- pio, porque su negacion aniquila la discordia de las ideas inutilizando todo debate. Necesitamos saber hasta dónde se estienden las facultades de la lei sobre la materia que va a ocuparnos : si le cs dable abolir la herencia quitandojuntamente con el derecho de testar, el derecho de heredar la propiedad; si le es dable restrinjir la facultad de testar mediante la institucion de lejítima. En una palabra, quiero saber si la su- cesion, testada o.intestada, es de derecho natural, o de derecho escrito. Si lo pri- mero, se establece el principio de las Doce Tablas; i en este supuesto, la abolicion de la herencia i la restriccion de la facultad de testar son un ataque a los derechos que da la naturaleza al hombre. Porque es evidente que si la testamentifaccion es de- derecho natural, el lejislador no puede destruirla en el todoo en parte; la destruye enel todo, aboliendo la propiedad hereditaria; la destruye en parte, instituyendo lejí- tima forzosa. De manera que las cuestiones cuyo desarrollo forma mi propósito, no son en lójica aceptables sino en el mero supuesto de ser la testamentifaccion una creacion del derecho escrito. bal es la cuestion que paso a tratar como preliminar obligado de mi discurso, Cuando nos despojamos de toda la ilusion que produce la contemplación incesante del respeto sagrado que prestan las leyes a las últimas voluntades; cuando, libre la mente, vamos a la esencia de las cosas, vemos con claridad que la testa mentifaccion, si bien consulta el órden social, no es un dictado de la naturaleza. La propiedad, es cierto, es anterior a la leiz pero, tanto por su causa eficiente como por su causa final, se limita al tiempo de la existencia en todos los derechos que implica. Destinados por la Providencia los bienes de la tierra al mantenimiento i goces de los vivos, nu es natural que en su transmision i en su condicion social, si me es lícito espresarme. asi, estén sujetos a la voluntad de los muertos. Miéntras vive, puede el hombre dís-- poner de ellos a su talante sin mas restricciones que aquellas qne exije el fin de la sociedad ; mas no está en el órden de la naturaleza que conserve esa facultad, cuan= do ya no es, cuando resuelto en los elementos que le componen, ha entrado i con- fundídose en el mundo de la inercia. Si la propiedad se funda en la relacion necesa= ria i perpétua en que nuestro ser físico nos pone con los bienes del mundo, i en la armonía de esta relacion entre todos los seres humanos mediante la ocupacion i el trabajo ; es inconcuso que aquella o los derechos que importa, espiran conjuntamente: con ese vinculo o relacion. Que estoi demostrando lo que no necesita demostracion Dl — dirá el que no haya visto dónde voi a parar; que estoi diciendo una cosa tan sencilla como esta: los muertos no tienen derechos ní voluntades. 1 sin embargo, tal es la manera con que concluye la cuestion, con esa respuesta tan sencilla ; ¡al contemplar sencillez tanta, cautiva la existencia de la disputa, i todavía mas la argumentacion con que se la ha alimentado. Efectivamente, si testar es ordenar lo que ha de ha- cerse de nuestros bienes despues de la muerte; por tal acto se hace disposicion de cosa no propia, puesto que se dispone para un tiempo en que se deja de ser dueño. ¿La muerte, límite fatal de todas las facultades humanas, viene a ser un principio de accion en el testador; lo cual es absurdo en el órden de la naturaleza. La muerte rompe, pues, los vínculos de la propiedad; sin la intervencion de la lei civil, los bienes del “difunto serian cosa nullvus, pertenecerian al primer ocupante, volviendo de esta manera la incertidumbre, el azar í otros graves males que la lei ha desterra- do renovando los vinculos de la propiedad al ordenar i arreglar su trasmision: la sucesion, pues, testada o intestada, es creacion de la lei civil, que le ha dado vida, foraxvi aplicacion. L 7 A fin de sentar mas sólidamente esta conclusion, voi a hacerme cargo de las alega- ciones queen adverso deduce Vinnio, el sabio comentador de la Institata. Comiebza por negar queel testador dispone de cosa no suya. «Esta asercion, dice, es falsa. El tes- tador dispone i ordena su. voluntad, no sobre cosa ajena sino sobre propia, puestó que lo hace. en, una;época en que todavia es ducño: no importa que suspenda la ejecucion hasta el tiempo de su muerte. Es lo mismo que si alguno diera a otro todas sus co- sas bajo condicion de retener durante su vida el uso i posesion de las mismas. En sí ¡el testamento noes mas que una enajenación para el caso de muerte, ántes de esta revocable, reteniendo entretanto el derecho de poseer i usufructuar. Por la misma razon que es de derecho comun la sucesion lejítima de los parientes del difunto, es ¡del mismo derecho disponer de nuestros bienes por últimas voluntades. Porque no es justo que los bienes del difunto se trasmitan sencillamente a sus parientes, sino en defecto de última voluntad de aquel que fué dueño. La lei de las Doce Tablas, siguió, pues, en la trasmision de la propiedad el órden de la naturaleza.» Esta es “toda la defensa de Vinnio. En mi concepto, sufre un paralojismo verdadero, des. ¡conoce en, cierta manera la cuestion, olvida en parte las nociunes rudimentales del - derecho. Su primera alegacion es que el testador dispone de cosa 'suya, siendo que lo hace en un tiempo en que es dueño, suspendiendo si el cumplimiento de su voluntid. Em. pero, ¿quién ha podido negar que el testador dispone siendo dueño, esto es, estando vivo? Muerto, ¿cómo habia de disponer? Lo alegado es cosa sustancialmente diversa, se dice que una disposicion testamentaria es póstuma, no presente, que para tener lugar se requiere la muerte del que la hizo, es decir, la pérdida del derecho de pro- piedad, su causa eficiente. Un ejemplo pondrá en claro esta diferencia. En la cons- titucion primitiva de la pretura romana, los majistrados que la ejercian, tuvieron facultad de dictar las seglas para el ejercicio de sus funciones judiciales; i como esta facaltad, lejislativa en cierta manera, duraba por solo un año, pasado este, las re- glas emanadas del pretor perdian su imperio. Supóngase que uno de estos prelores “hubiera promulgado ciertas leyes, suspendiendo su ejecucion hasta el tiempo en que dejára de serlo. Pregunto ¿llegado este dia, hubiéraselas prestado la mas pequeña atencion? Evidentemente no; i sin embargo las dictó cuando tenia facultad para ello. Igualmente el testador, aunque ordena su voluntad siendo aun dueño, como reserva su ejecucion para el tiempo en que no lo sea, aquella independientemente de ¡la lei civil carece de todo valor. Gosa idéntica pasaria en todo caso en que dispusié- semos algo, suspendiendo su ejecucion para el tiempo en que espirase el derecho Supuesto. Por ejemplo, yo le digo a Pedro: te regalo, o te doi en arrendamiento mi 1 — 12 — £asa; pero suspendo el cumplimiento de mi voluntad hasta el dia en que la venda, o pierda de otra manera. Absurdo, evidente absurdo. Vinnio continúa, «Es lo mismo que si alguno diera a otro todos sus bienes bajo condicion de retener durante su vida el uso i posesion de los mismos. En si el tes- «lamento no es otra cosa que una enajenacion para el caso de muerte, ántes de esta .revocable, reteniendo entre tanto el derecho de poseer i usufructuar.» Llevado Vin- nio de una falsa distincion entre la propiedad i el dominio, deja la cuestion sin re- solverla, o la resuelve con ella misma. ¿Quién podrá concebir esa enajenacion en que .el testador, e se reserva lo mismo que da, o da lo que no tiene? Fácil es verlo. Pro- piedad es la facultad de gozar esclusivamente de las ventajas de una cosa; la cual ¡no importa mas, como medios de este fin, que los derechos de poseer, de adminis- trar, de vindicar, de enajenar. El testador en la hipótesis de Vinnio se reserva todos estos derechos, i sin embargo enajena la propiedad, que consiste en esos mismos de- rechos reservados. Yo tengo un campo, mi propiedad consiste en los derecho de po- seerlo, de administrarlo, de enajenarlo, de vindicarlo, en una palabra, en la facultad «de gozar esclusivamiente de sus ventajas. Al testar, en la hipótesis de Vinnio, me re- "servo sobre mi campo todos estos derechos, i enajeno su propiedad en ese mismo acto. Empasro, ¿por ventura esta propiedad que se dice enajenada, importa para mi “otra cosa que esos derechos reservados? El testador se reserva pues lo mismo que da, Absurdo.—Lo que el testador enajena en realidad de verdad es esa misma propie- «dad que se le niega, es decir, la facultad de gozar despues de la vida suya, de las ventajas que le pertenecen solo entre tanto vive. La propiedad, tanto por su fin, «cual es usufructuar con esclusion de los demas, como por sus medios, cuales son los derechos indicados, concluye con nuestra vida; i si doi esta propiedad, o lo que es equivalente, las cosas en que consiste, las doi, digo, para despues de mi vida, doi derechos que no tengo En última resultado, Vinnio ha puesto en toda claridad que el testador dispone de cosa no suya, aunque ordene su voluntad en Mesa en: que es dueño todavía. Al considerar bajo esta fase el razonamiento de Vinnio, contestaré la opinion de algunos que, comprendiendo en la propiedad el derecho de destruir la cosa, derivan de él el fundamento de la testamentifaccion. El testador dicen, pudo aniquilar sus bienes; i privar así a todos de su goce aun en el tiempo en qne ya no existiese él. I si teniá esta facultad, pudo renunciarla a favor de cierta persona; ide esta manera en vez de privar a todos del goce dicho, lo hizo con excepcion de uno o varios ; por- que quien puede lo mas, puede lo ménos. Argumento falso, tanto en su maleria co- mo en su forma.—Esa estension tan ilimitada del derecho de propiedad es absurda, £l que destruye sus bienes, es culpable ante Dios i la sociedad. Si el derecho escrito no consigna este crimen en todas las maneras en que puede cometerse, porque la razon i bien individual son garantía bastante, no ha dejado de reconocerlo cuando castiga i pone coto a la prodigalidad. Mas, aun dando tal facultad al dueño de una cosa, como al testar no existe en acto sino en potencia, no despoja a las últimas vo- luntades de su condicion póstuma; lo cual forma la sólida materia de muestro razo- namiento. Seguiré en la impugnacion comenzada. Vinnio, es de notar, da la died esencial entre las disposiciones testamentarias i las enajenaciones entre vivos. En es- tas últimas interviene el enajenante i alguna otra persona; en aquellas solo uno, el testador Diferencia que subministra una contestacion tan categórica como la prece- dente. Toda enajenacion implica el concurso simultáneo de dos voluntades, dand “una, aceptando otra. Yo hago una donacion, la estiendo, si se quiere, por escritur pública; mas, entretanto no concurra la voluntad del donatario, éste no adquier derecho, ni yo contraiigo obligacion. Abstrayendo ahora la intervencion de la lei — 233 — el testamento, i aplicando el principio recordado, resulta que la enajenacion que aquel importa en concepto de Vinnio, no existe en realidad. Enhorabuena, sea el testamento una donacion; como la aceptacion requerida de parte del beneficiado no interviene sino despues de morir el que la hizo, esto es, despues de perder la fa- cultad de dar ¡'enajenar de todo modo, i ser ya sus bienes cosa nullius, la donacion sujeta no ha existido jamas. 1 tanta verdad es esta conclusion, que el derecho finje, ficcion que pugna con la naluraleza pero lójica sobre manera, ser una misma la época de la aceptacion de la herencia con la del otorgamiento de las voluntades supremas i la de la muerte del testador. Llevemos mas adelante nuestras concesiones. Exista en realidad la enajenacion supuesta por Vinnio; i si no se quiere pugnar con los principios jurídicos, hágase para este efecto concurrir al heredero en el testamento. En rigor de derecho, ¿qué importaria para éste enajenacion semejante? En manera alguna el derecho in re, - llamado herencia, que constituye toda la sucesion, sea testada, sea intestada, Lo de- mostraré, La herencia. o el patrimonio de un difunto, se divide en dos partes: bienes cor- porales i derechos ad personam, obligaciones. En la hipótesis, bajo la cual voi a ra-. ciocinar, esta universidad de cosas se trasmite mediante una enajenacion del testa= dor asu heredero. A esta euajenacion por supuesto han de aplicarse los principios: jurídicos universales ; pues léjos de ser meras creaciones de la lei civil, descansan en el órden natural distinguiéndose por su necesidad lójica. Comenzando por los bienes corporales que puede contener el patrimonio del di- 'funto, sencillamente manifestaré que la. enajenacion supuesta importa para el here- der» un titulo derisorio. Considerando queel derecho natural no reconoce mas modo de adquirir que la ocupacion, el civil ha escrito: titulo sin tradicion no confiere do- “minio. Yo celebro, por ejemplo, un contrato de compra-venta; empero, si no: media la tradicion tengo solo titulo, no dominio, un derevho ad rem, no ¿n re. De aquí es que si, entretanto únicamente me asiste el titulo, el vendedor de la cosa la enajena i hace tradicion a otro, mi título no basta a realizar la adquisicion a que se refiere. De la misma manera, esta nueva enajenacion que nos ocupa, llama- da testamento, importaria para el heredero nada mas que un titulo ántes de la' tradicion. Empero, esta no tiene lugar durante la vida del testador que se reserva el uso i posesion de sus cosas hasta el último suspiro. El testador ha muerto, los bienes que deja, ¿de quién son en el momento presente? Absolutamente del heredero, pues el título que le confiere la enajenacion otorgada en favor suyo no importa de por si solo el dominio. Luezo, pues, tales bienes son res nullius* ¿Qué accion podria deducir el beredero contra el primer ocupante? Ninguna; la que importa su título, ho es real. Pasando ahora a la trasmision de los derechos personales i obligaciones del muerto, si se la da por fundamento la enajenacion supuesta, no conduce esta a un resultado mas dositivo que el visto respecto de los derechos reales. Como todas las personas son distintas en la naturaleza, debo al raciocinar bajo la hipótesis pre- | sente, hacer abstraccion de aquella ficcion del derecho civil, en cuya virtud el here. e) dero se considera la misma persona del difunto, dándose a i contra aquel las accio. mes que se dan ai contra este. Siendo pues el testador i su heredero dos personas mente. Este principio se traduce en este otro: toda transferencia de un derecho per. sonal i de una obligacion requiere el concurso de la voluntad de aquel en favor o en contra de quien está constituido el derecho u obligacion. Yo, por ejemplo, tengo jen arrendamiento una casa de la pertenencia de Pedro; en virtud del principio re- ¡cordado, no puedo transferir a un tercero mis derechos i obligaciones de conductor, — 234 — sino mediante el consentimiento del locador. Igurimente, si he dado o recibido en mutuo cierta cantidad de dinero, no puedo transferir a un tercero mi acreencía o m¡ denda sino mediando la voluntad del deudor en el primer caso, del acreedor en el segundo. Sin esta novacion de contrato mediante la voluntad de las partes que in- tervinieron primitivamente, la transferencia que supongo es nula de todo punto. He aquí lo que pasaria, haciendo abstraccion de la continuacion de la persona jurídica del difunto finjida por el derecho civili i esplicándola como Vinnio por la virtud de una enajenacion. Asi en el primer ejemplo de los puestos, muerto el conductor, su heredero no podria sostenerse en el arrendamiento ni hacer alegacion alguna al due- ño que no contrajo con él. De la misma msnera en el segundo ejemplo, el heredero no tendria accion contra los acreedores del difunto ; ni estos en su caso podrian di- rijirse, ni contra los bienes del difunto ; porque su accion no es real; ni contra la persona del heredero, porque este no ha contraido con ellos, Concluyamos. Por medio de una falsa esplicacion del testamento, Vinnio nos ha conducido a una discusion que da por resultado que el único i verdadero fundamento del derecho in re llamado herencia, es una ficcion; la continuacion de la persona juridica del difunto en el que se llama heredero, la identidad de dos personas. Fic- cion en pugna abierta con la naturaleza, en cuya virtud el hombre ausente del mundo continúa en el ejercicia de susderechos ¡en el desempeño desus obligaciones, . En coadyuvacion de todo esto recordaré las mismas restricciones de esta represen= tacion creada por el derecho civil. Guandoel heredero teme que le perjudique, puede limitarla al valor de-los bienes que dejó el difunto. En segundo lugar, está limitada por la misma lei a los derechos i obligaciones que alcanzaron a radicar en el muer- to. Asi es que, si Pedro estando vivo hubiera tenido derecho a una herencia o a otro beneficio, o contraido una obligacion como la de alimentar un hermano caido recien en pobreza, tal obligacion ¡ tal derecho no se trasmiten a su heredero; sino fuera asi, la persona difunta no desapareceria de entre los vivos jamás. Restrinjiendo la repre- sentacion en este caso, la lei se ha conformado con el órden de la naturaleza, que dice: nadie muerto puede adquirir derechos ni obligaciones. —Lo dicho hasta aqui conduce solo a la demostracion de mi tesis. Empero, observaré de paso la sabiduria de la lei civil al introducir esta representacion de la persona juridica del difunto» El hombre se halla en relacion perpétua con los seres semejabtes suyos; Í su ausen- cia repentina produciria graves males en el órden social. No seria dable que los derechos del que fallece se entregasen a la rebatiña de los vivos; no seria justo que sus obligaciones quedasen insolutas burlando los derechos perfectos del acreedor. Convenia púes hacer que la desaparicion del hombre no se sintiese eu el órden so= || cial; ia este fin estableció la lei que el individuo que viajara del tiempo a la eler- nidad, dejase rreeplazada su persona jurídica, para lo cual le permite designar i en ciertas veces ella misma designa, los individuos en quienes se ha de verificar esta transmigracion ; la que debe durar hasta que deje en buena paz a todos aquellos cu- yos actos concurrieren con los suyos formando nn/vinculo de derecho. | Vinnio, dice por último, que siendo de derecho comun la sucesion lejítima de Jos derechos del difunto, lo es con mas razon la facultad de testar. La materia de este argumento es falsa. La sucesion, sea testada, sea intestada, es una creacion de la leí civil; i siendo asi la deduccion quesaca Vinnio de ser la segunda de derecho natural; es tan inaceptable como este antecedeute. iÑ De todas sus premisas, concluye Viunio, que el principio de las Doce Tablas es la lei de la naturaleza. Yo debo sentar una conclusion contraria : la sociedad está en | sus atribuciones consultando al ordenar la sucesion nó un derecho del individuo sino su mejor organizacion. He llegado por consiguiente al examen de las cuestiones que Propongo en el principio de mi discurso. Ñ y — 235 — He dicho que es una necesidad social que el hombre al morir fisicimente deje reemplazada su persona jurídica. Empero ¿quién debe ser este representante? Unos quieren que la sociedad misma; otros, que los individuos designados por el difunto, i cuando soloesta desiznacion falte, los llamados por la lei suponiendo o interpretan. do la voluntad de aquel; otros, que los ascendientes o descendientes del muerto con prescindencia de los deseos de este. Quieren los primeros la abolicion de la heren- cia; los segundos, la facultad omnimoda de testar; los últimos, la institucion de le- Jitima. Comenzando por la primera doctrina, espondré i contestaré breve las razones en que la fundan sus autores. Tales se proponen que la propiedad no se trasmita por accidente, debiendo ser en todo caso el fruto del trabajo cuyo estimulo es el fin que llevó la sociedad al consagrarla; que mediante la propiedad hereditaria no se au- menten las desigualdades humanas, haciendo que un hijo perezoso e incapaz, por- que ha heredado la fortuna levantada por la actividad i talento de su padre, viva ¡ en holganza, al paso quea su lado hombres capaces i laboriosos caminan tristes bajo el peso; de miseria profunda; que jamas la riqueza de un padre cause en los hijos 'ansiedad por ver el fin de sus dias.—La consecuencia inmediata de esta teoría, vista ij aceptada con escándalo del corazon, es la relajacion de la familia; pues al quitar | la propiedad hereditaria se rompe uno de sus mas poderosos vinculos, esa comuni- idad de miras, de intereses, ese condominio, esa ciudad verdadera, que hace de la l familia un centro de afecciones formando «el bien del individuo, i de la sociedad. la A armonía fundamental.—En segundo lugar. la prohibicion del lejislador sería burlada casi siempre. ¿A quién que tuviera hijos u otros seres queridos faltarianle tentacio- Ñ nes i medios de trasmitirles en vida todos sus bienes? I esta trasmision fraudulenta Ai estemporánea. o mas bien por esta razon de ser estemporánea'i fraudulenta, pro- 4 duciria males mas graves que los que puede causar alguna vez el sistema de la he- rencia. En tercer lugar, la interdiccion dela herencia destruiria el estimulo indefinido 1 del trabajo. Si no se diese al individuo la facultad de trasmitir sus bienes a los ob- 1 jetos de su cariño, limitaria su labor a lo bastante para satisfacer sus necesidades i deseos; i dando que levantase una fortuna, en vez de cuidar por su conservacion i aumento, la disiparia en vida. Tambien es falso que los bienes heredados sean para % el hijo la ocasion de una vida ociosa; por lo jeneral esa fortuna del padre es un ele- mento de su propio trabajo, pues, en la misma manera que aquel se siente ajitado por ¡el estimulo de preparar i hacer la felicidad de los suyos. Quitando la herencia, el | padre se detendria, el hijo tambien. En el sistema de la herencia el padre trabaja ¡hasta el fin de su vida, el hijo a su turno; porque en esta escala indefinida del tiem- po, el hombre es a la vez producto i autor de un ser semejante a sí, objeto i sujeto de idéntico amor, amor idéntico en su razon de ser, i en su trascendencia para la vida de la humanidad. De esta manera la sucesion hereditaria, léjos de contrariar el trabajo. fin de la propiedad personal, lo estimula indefinidamente; por lo cual la sociedad al introducirla no ha hecho mas que oir los dictados de la naturaleza. Cuan= | do me espreso en estos términos, manifestando que la sucesion consulta el bien social, ¡no creo destruir mi trabajo anterior dirijido a establecer que no es consecuencia de ¡un derecho del individuo; lo que es sustancialmente diverso.—En cuarto lugar, me- | diante la interdiccion de la herencia no se consigue el propósito de repartir la ri- | queza proporcionalmente al trabajo i necesidades de cada individuo. Subsisten siem- pre obstando a esa reparticion proporcional los caprichos de la fortuna i cien Otras ' cansas que no necesito apuntar.—Ultimamente, supóngase que la sociedad se decla- | Tase heredera universal. Todas estas riquezas habia de distribuirlas entre sus miem- bros. ¿Cómo haria esta distribucion? ¿En qué proporcion? ¿Seguiria a la escuela E) sansimoníana dando a cada uno segun lo bue produce, o seguiria a M. Louis Blanc al — 236 — dando a cada cual en proporcion a lo que consume? Distribucion que ofrecería inconvenientes graves, insuperables. He aquí otra razon de ser para la propiedad hereditaria.—Esta teoría socialista no necesita impugnarse al presente. Yo he po- dido limitarme a enunciar la cuestion, i a endosarla despues a los tiempos por venir en la misma manera que lo hace la filosofia humanitaria, que Ja suscitada, con todos sus problemas sociales, con todas sus conclusiones históricas. Empero» he creido que el apuntar las ideas dominantes en esta discusion, era el mejor modo de patentizar la sabiduria de la lei al consagrar la sucesion testada, esto es, la facultad de disponer de nuestros bienes por última voluntad, 1 la sucesion lejitima que, en defeclo de esta, la supone o interpreta. De lo precedente se colije que la sociedad ha consultado meramente su propio bien al atender los impulsos naturales del corazon del hombre. Paso ahora a consi- derar la lójica de la lejislacion al introducirse aquí donde domina el amor encami- nando sus voluntades hácia aquellos seres que segun el órden de la naturaleza des ben ser sus primeros objetos. ¿Conviene a la sociedad, o necesita la lei, compeler al testador a pensar i cuidar de aquellas personas que le están inmediatamente uni- das por vinculo de sangre? Sobre esta materia no faltan algunos qué afirman sin mucha hesitacion que el establecimiento de lejitima es vicioso de todo punto. En mi concepto, los dos estremos se tocan; i aunque los abolicionistas de la lejitima lleven el sincéro i loable propósito de robustecer los vinculos de familia, su sistema con- duce de un modo inevitable a la consecuencia vista i aceptada por los abolicionistas de la herencia: la relajacion de aquellos vinculos. El mismo autor del Proyecto de código civil, en las notas del' tit, 5.2 del lib. 3.2 nos dice que, si no se hubiese de transijir con ciertas preocupaciones, propusiera por regla el principio de las doce tablas. Ha. escrito en pro de su doctrina cuanto pudiera decirse, con toda precision i sentimiento. Me propongo impugnarle trozo a trozo a fin de sacar la conclusion que acabo de poner, Comenzando la materia dice: «En el corazon de los de tiene el interes de los descendientes una garantia mucho mas eficaz que cuantas puede dar la lei, ¡ el bene- ficioque deben estos alguna vez a la intervencion del lejislador es mas que contrape- sadopor la relajacion de la discidlina doméstica, consecuencia necesaria del derecho delos hijos i su descendencia sobre casi todos los bienes del padre.» En esta frase se encuentran reunidos i confrontados con la maestria del pensador i del gramátteo los fundamentos principales de los abolicionistas de la lejitima : la poderosa virtud de los afectos del corazon, la ineficacia de la lei, la relajacion de la disciplina do- méslica. Afirmase, pues, que las prescripciones legales son estériles en buenos resultados cnando anterior i superiormente imperan los sentimientos dulces e inestinguibles de tla naturaleza. La lei, se dice, no necesita mandar lo que hace el amor por su propia virtud icon mejores efectos. Mucha verdad es que en el seno de la familia, constiuida por un vin- culo que la sociedad sanciona i la relijion santifica, el amor lo es todo, el derecho 1 Ja obligacion, el precepto i la sancion,el mas sublime i santo regulador. Sin embargo, las leyes tanto civiles como canónicas han penetrado en este recinto sagrado deslindando las relaciones jurídicas entre los esposos, entre padres e hijos, entre el hermano i el hermano. ¿I por qué no? El derecho, derivándose del fin del hombre, emana del amor i conduce a él: en el amor se resuelve todo lo bueno, todo lo que existe: el que obra justicia, obra en amor. La lei, de consiguiente, introduciénd ose en el seno | de la familia, no perjudica los afectos que importa, los implica, i.por esa virtud | de coaccion que está en su esencia, los suple cuando se estinguen, los endereza cuan- do se descaminan, o los ilustra cuando son mal ntendidos. 'Pal es la obra de la lel — 2371 — cuando establece lejitimas. No ha encontrado garantía suficiente en el corazon, por. que no es de suponer que al hombre le basta ser padre porla naturaleza para poseer la yirtud, i la fortaleza i sabiduria que la acompañan, para ser un justo distribuidor de su cariño i de sus bienes. Mucho hace el amor es verdad, i todo lo puede hacer; empero, no seria un casomui raro el que se viese un padre dominado por preferencias exajeradas o sin fundamento; un padre débil influenciado por la astucia de una ma- drastra, o de un hijo de sentimientos poco fraternales; un padre de mala vida que preliriese el vicio que le disculpa a la virtud que le reprende; un padre pronuncian” do fallo siniestro sobre su sangre a virtud de un ódio antinatural o infundado, del estravio de su entendimiento, de la exajeracion o creencia equivocada de algunas faltas de sus hijos. Digo lo mismo del hijo de familia a quien se permitiera testar con prescindencia absoluta de aquellos que le trasmitieron el ser. Envano agrega el señor Bello que «a la hora de la muerté cuando callan las pasiones maléficas i revive el imperio de la conciencia, es cuando ménos se necesita la intervenaion del lejislador.» ¡La ordenacion del testamento no se hace precisamente a la hora dela muerte; i cuando asi fuese siempre, ¿por quéseria dificil que una creencia equivocada o una influencia maligna indujesen un fallo adverso, cabalmente en esos momentos en que, aunque mas vivo el imperio de la conciencia, es ménos despejado el entendimiento, i mus l fiaca la voluntad? Finalmente, concluyamos la cuestion con una pregunta: ¿esta fa- | cultad que se quiere conceder a todo testador, es para que no la ejerza jamas? o mas bien, ¿se le da bajo el supuesto de que el afecto paternal o filial impedirá su ejerci- i cio en eontra de alguno o de todos sus descendientes? Siendo así, ¿se adelanta algo icon otorgarla? La lejitima subsistirá siempre asegurada porel cariño paternal o filial, l ya que no por la lei, Mas, sea la lei, sea el corazon, quien impida usar en esa manera «de la facultad omnimoda de testar. la cosa es idéntica. Í así, la innovacion reclama- da como útil, como necesaria aun, es estéril en últimos resultados. Empero nou es de este modo: ese poder ilimitado conferido al testador es para que lo use en esta for- ima; se le da bajo el supuesto de este ejercicio; i bajo de él pues se debe raciocinar. | Ahora es de preguntar; ¿el corazon es garantía del buen uso de esta fuculyad? Se- '¡guramente que no; el corazon podrá si se requiere impedir su ejercicio con daño de los hijos; pero una vez que tenga lugar, no es el corazon quien juzgará de su bondad. ¡Aqui el señor Bello ha padecido, perdóneseme este desacato, un error sicolójico. El ¡corazon es móvil dela voluntad; la razon, el juez de los actos que implica. Í pop consiguicnte, no es en el corazon sino en la razon del testador, donde debe buscarse una garantía del buen uso de la facultad que se le quiere conferir. 1 siendo asi, la ¡garantía ofrecida no existe porque no basta ser hijo o. padre para tener razon lójica 1 libre de todo estravio, Si un padre prefiere los estraños a sus hijos, o establece entre ¡estos notable difererícia, dándolo todo, por ejemplo, al hijo rico, i nada al pobre, ¡¿lodo esto ha de ser bien hecho porque lo hice un padre, a pesar de que el corazon debió dictarle otras voluntades? No es asi seguramente. Lo que es verdad es la fala- cia sufrida al hallar una garantia en el corazon raciocinándose en el supucsto de haberse procedido contra sus naturales impulsos. En segundo lugar, mediante la omnimoda facultad de testar se quiere hacer mas poderosa la noble judicatura conferida a los padres; se quisiera con tal aumento dé poder equilibrar la desigualdad que la naturaleza puso sabiamente haciendo mas vivo € inalterable el afecto patrio que el filial, como de mas trascendencia para el órden ¡de la sociedad. El derecho de los hijos ¡su deseendencia sobre casi todos los bienes del padre relaja, dice el señor Bello, la disciplina doméstica. Empero, ¿qué ha que- rido decir en estos términos? ¿Que se restrinje la autoridad patria? —Es uu hecho; pero infecundo, pues se trata de saber si esa diminucion de poder conviene a la fe- | licidad de la fumilía i al bien de la sociedad.—¿ Quiere decir que relaja los vinculos de familia?—No es verdad. Como dije al principio, este mal es precisamente conse- cuencia de la abolicion de la lejitima. Una disposicion como esta destruye el condo- minio, la suidad, foco de la vida de familia, sosten de las afecciones domésticas, móvil de esfuerzos i aspiraciones comunes. El bien de todos los miembros de la z familia ya no es uno, es independiente sino opuesto; cada. cual para si: el egoismo Pf con sus odios, quejas i disturbios.—No es esto todo. Un hombre, supóngase, ha vi- Pf vido con el respeto que le daba la casa de sus padres, en medio de las comodidades A" que permitia la fortuna de los mismos. A su muerte se contempla desheredado. La fi" miseria le rodea ¡el fallo inevitable de la sociedad viene a consumar su pérdida. He Me aquí un hombre objeto de todos desprecios: i de temores quizás, ha perdido su exis. MY tencia civil. De'consiguiente, por mas confianza que ofrezca el corazon de los padres, Mo el lejislador contando con los abusos inseparables de la fiaqueza humana, ha debido £ compelerles a cumplir con lo que deben a la sociedad. ¡Con cuanta verdad se dice que Pos la lejitima es de derecho público! hd No es pues el despotismo del padre, quiero decir, la omnipotencia de su voluntad, fl el cimiento en que debe constituir el lejislador el órden de familia. Lo que ha de [fis hacer es cultivar la buena educacion, ilustrando el amor, único fundamento lejitimo Ay de toda autoridad, i móvil mas verdadero i nobledel hijo obediente que el temor de fl un castigo incierto i remoto. En mi concepto, el sistema mejor combinado es aquel fir en que se cohibe al padre, dentro de limites prudentes, i se le da al mismo tiempo Fl. una latitud racional para que pueda premiar la adhesion, los servicios 1 las virtudes fu de algunos de sus hijos en particular, para reparar en lo posible desgracias, i para Pú equilibrar la desigual condicion de los hijos; lo que en vano podria hacer la lei en An el espiritu jeneral con que formula sus preceptos. Tal es el sistema que nos rije, Mu sistema indijena del pais castellano i que desconocen todos los códigos estran= Mini jeros. (ai Empero ¿i cuando el hijo o padre ha cometido en el seno de la familia algun Py. desacato de gravedad tanta que no pueda quedar impune sin escandalizar la justicia ji 1 el corazon? Entonces, el único remedio es la desheredacion con espresion de causa Pú verdadera i justa. Aquí nos espera el autor del Proyecto de código civil. «No se diga, Mis dice, que la desheredacion legal remedie este inconveniente. ¿Qué padre, con entra= (fl ñas de tal, querrá sacar a la luz pública'la criminalidad de su hijo, criminalidad Hu. cuya afrenta recae sobre él mismo i sobre toda una familia.» —La publicidad de los Mus secrotos domésticos, a que no dará lugar un padre con entrañas de tal, hace de la Mi desheredacion legal, en concepto del señor Bello, un remedio inútil. Empero, ¿cómo Mi salva este inconveniente mediante la facultad ilimitada de testar? Los motivos im-= Mu: pulsivos del ejercicio de esta en daño de un padre o de un hijo, serán públicos o Hu) secretos. Si públicos, su espresion por el desheredante no puede” causar un mal exis- M4 tente ya. Si son secretos, Ja desheredacion los saca a la luz pública aunque seexonere Hi, al desheredante de su paladina espresion. Supóngase un hijo o un padre deshere= le dado: lasociedad que vé este hecho en contradiccion con los fenómenos naturales ¡n> * dagará la causa; i si no puede descubrirla, la inventará; i si no se engañaria siem- Hi, pre en sus indagaciones o presunciones, mas de una vez verá un crimen donde haiH ya una falta venial, o un odio o desamor infundado, o una creencia equivocada, o una KK /, simple preferencia. I ese padre o hijo inocente se verá en la sociedad confundido conH +. los malvados; llevará sobre su frente la nota misteriosa de un pecado de familia : 1 1 la lei inflexible no le permitirávindicarse para lavar esa afrenta. Es preciso puesiW ju convenir en que la desheredacion simple, total o parcial, es un hecho público en la'H misma manera que la desheredacion formal. En esta última si se sabrá siempre la(H iy causa verdadera: en esta nó con certidumbre; i entonces puede suceder que el des-H 4 heredante inocente i justiciero se yea Culpado en su justicia, o el desheredado reo deH | — 239. — un pecado que no ha cometido. Hai pues una diferencia : en la desheredacion formal se procede a virtud de probanza cicrtaide la ?riminalidad; en la simple, el individuo que la sufre con injusticia, no tiene otro remedio de un fallo tan trascendental física 1 moralmente que la buena paz de su conciencia. Esta consideracion basta para dese- char la deheredacion simple; yo diria «con Montesquieu: es preferible la impunidad de cien delincuentes al castigo de un inocente. Lo que verdaderamente necesita rea formarse es aquella parte en que las leyes hacen gravitar Jos males de la deshereda- cion sobre los hijos del que dió cuausa a ella. Envano se alegaría en adverso de esta reforma que no es posible admitir la representacion de una persona viva, pues, como he demostrado ántes, es una ficcion en pugna no ménos abierta con la naturaleza la representacion de una persona difunta. El señor Bello continúa: «Las lejitimas no fueron conocidas en Roma, mientras a la sombra de las virtudes republicanas se mantuvieron puras las costumbres i severa la disciplina doméstica. Las lejítimas no son conocidas en la mayor parte de la Gran Bretaña 1 de los Estados-Unidos de América; i talvez no hai paises donde sean mas afectuosas i tiernas las relaciones de familia, mas santo el hogar doméstico, mus res= petados los padres, o procurada con mas ansia la educacion ¡ establecimiento de los hijos.» Esta misma enseñanza de la historia la invoco en contra de la teoria del se= ñor Bello. Aquella omnimoda facultad que las doce tablas daban al padre de fami- lia, considerándole como un lejislador que dictaba leyes a los suyos, estaba en armo- mia con la constitucion de la familia rmana, era consecuencia de ese poder ilimitado ij despótico que otorgaban a su jefe. El padre, único propietario de cuanto corres- pondia a la sociedad doméstica, con el derecho de vida i muerte sobre sus hijos, tenia, hc era pues estraño, facultades amplisimas para testar. Mas a medida que fil- traban en el derecho principios mas humanos i sociales, i que la familia se consli> tula mas racionalmente, la facultad de testar iba restrinjiéndose; reforma que eomen- zó el derecho honorario, este derecho que invocando la equidad se encargó en la le= jislacion del pueblo romano de sustituir la verdad de la naturaleza a la inflexibili- dad de sus principios; reforma que consumó Justiniano estableciendo la lejitima i la desheredacion como la mutuaron las Partidas. Puede verse enel tit. 43 lib, 2." de la Institula el órdeu gradual en quese verificó esta reforma en el espacio de algunos siglos. Este hecho, que se vé claramente en la historia i cuerpo del derecho romano, es la confirmacion mas espléndida de la teoría aceptada por mí. Cada grado de ci- vilizacion presenta una nueva cortapisa de la facultad ilimitada de testar: trozo a trozo va esta desmembrándose: i cada limitacion indica como causa los males que la seguian, mostrándolos una diaria esperiencia. Se dirá talvez que no se niegan estos hechos; que solo se dice que miéntras se mantuvieron puras las cosiumbres i severa la disciplina doméstica, las lejitimas no fueron conocidas en Roma. Empero, de aqui fluye una consecuencia distinta, a saber, que la facultad omnimoda de testar es aceptable solo cuando media una sociabilidad pura i severa. Descendiendo al ejem-= plo de las instituciones inglesas i norte-americanas, si es cierto que en estos paises se desconocen los males que siguen la facultad ¡limitada de testar, este hecho no puede interpretarse sino como un efecto de su' sociabilidad. El mismo señor Bello ha reconocido esta, verdad cuando mas adelante se espresa en los términos siguien- tes: «Que el lejislador difunda las luces, estimule la industria, refrene por medios Wndirectos la disipacion i el lujo (pues los medios directos está demostrado que nada pueden); i habrá proveido suficientemente al bienestar de las descendencias i de la ¡ancianidad sobreviviente.» A mi manera de ver, todo esto significa que la interven- cion del lejisladoy no es menester solo cuando la suple una sociabilidad rijida i SANA. El Sr. Bello continúa: «¿1 cómo suplir el afecto paternal o filial, sil lega alguna vez — 240 — : a estinguirse? Si pasiones depravadas hacen olvidar lo que se debe a aquellos de quienes hemos recibido el ser a quienes lo hemos trasmitido, ¿de qué sirven las precauciones del lejistador? A los hombres en cuyo pecho no habla con bastante enerjía la naturaleza, no faltarán jamás ni tentaciones ni medios de frustrar las restricciones legales? «No es dificil manifestar la suma exajeracion de este concepto. Si al parecer del señor Bello jamas faltáran al padre de familia las tentaciones i medios de frustrar la lei, ¿cómo nos ha dicho ántes que relajaba la disciplina doméstica? Puesto que todo su propósito es robustecer la judicatura patria, lejos de alegar la ineficacia del estable. cimiento de lejitimas, debía manifestar la manera en que debilita la autoridad del padre. Su modo de raciocinar es distinto. o el corazon está sano, o se ha corrompi- do. En el primer caso, ofrece una garantía suficiente; i por consecuencia la aboli- cion de la lejitima no conduce a resultados ulteriores. Guaudo el corazon se ha per- vertido, la intervencion del lejislador, fácil de burlar i burlada siempre, es de todo punto ineficaz; de que fluye una consecuencia semejante a la que antecede. Estas contradicciones, los mismos esfuerzos del señor Bello, enseñan que la institucion de lejitima no es tan infecunda como parece creerla: que el corazon no ofrece garantid bastante, i que en la jeneralidad de los casos faltarán las tentaciones i medios de frustar las prescripciones legales. No desconozco que viniéndose a depravacion suma pueda intentarse la burla de la lei. Empero la lei, para este caso como para todos aquellos en que existe una enajenación fraudulenta, ha introdncido las acciones res- cisorias; i si este remedio puede burlarse alguna vez, los casos en que acontece son tan raros que no puede concluirse la ineficacia de la lei i la consiguiente razon para derogarla, El señor Bello continúa: «El establecimienio de lejítimas no solo es vicioso por- que es innecesario, (pues no deben multiplicarse las leyes sin necesidad), sino por- que complicando las particiones, suscitando rencillas i pleitos en el seno de las fami- lias, retardando el goce de los bienes hereditarios, ocasiona a los herederos un daño mui superior al beneficio que pudiera alguna vez acarrearles.» Al comentar esta frase me ceñiré a observar que los males de que hace mérito el señor Bello, aunque ciertos, no son consecuencia de la lejitima, luego que no los salva la facultad omni- moda de testar. ¿Porqué habia de ser mas sencilla aquella particion en que el testa- dor dispusiese de sus bienes a su talante, haciendo quizás una division irregular, mas sencilla, digo. «ne esta otra en que la lei hice de antemano una division justa i sim- ple en partes intelectuales? Si esta division legal es defectuosa, vale mas introducir en ella la reforma cunvenienle que el dejarla a li capacidad o capricho del individuo, pues no es de presumir que este en la jeneralidad de los casos sepa bien apreciar las condiciones de su haber para ordenar la mas justa i-ménos embarazosa, ¿Por qué ha de producir mas rencillas i pleitos la division intelectual preestablecida de la lei que la ordenada arbitrariamente por el testador que puede ser de una igualdad o des- igualdad injusta segun los casos, ique aunque fuese justa, seria pocas veces estimada tal por las personas a que atañe? Asi como no es de snponer que todo testador posea la virtud de no intentar el daño de sus hijos, tampoco es de suponerle con la capaci- dad de dividir sus bienes en una manera que simplifique las particiones i aleje to- dos pleitos i rencillas. Ultimamente; ¿es verdad que la lejitima retarda, como se dice, el goce de los bienes hereditarios? No, porque la particion, causa de esta demo- ra, tiene lugar igualmente en el caso de la facultad ¡limitada de testar, i como llevo observado, puedeser mas complicada i dar márjen a mas lítis. Por otra parte, la le= jitima no corría las facultades del padre sobre este punto; puede si está asi en su voluntad hacer él mismo la particion de sus bienes, i la entrega tambien. El goce mas 0 ménos anticipado pende en ambos casos de su voluntad; a no ser que quisiese evitar la particion, dejando todos sus bienes a una sola persona, o distribuyéndolos en — 241 — especie sin atender a la diferencia que puede existir en su valor, en cuyo caso la leí permitiéndolo acarrearia un mal mas grave que aquel que se habia propuesto alejar. Pasando ahora a la sucesion intestada, ¿qué mejora produce la abolición de la lejíti- ma respecto a lo que nos ocupa al presente? Ninguna. De todos los inconvenientes apuntados por el señor Bello, el único verdadero a mijuicio es la necesidad de tomar en cuenta todos aquellos bienes de que se ha dispuesto inmoderadamente por dona- ciones entre vivos a favor de cualesquiera personas; mal que es de aceptarse como consecuencia necesaria de una disposicion que produca un bien sobre manera sape- rior. Todos los otros males que apunta el señor Belio, la apreciacion de los derechos de cada heredero, las litis grandes o leves, la demora en el goce de los bienes here- ditarios, son consiguiéntes a toda comunion de cosa. Para destruirlos radicalmente sería preciso invertir el órden social, no imajino cómo, pero de manera que el pa- trimonio del individuo estuviese siempre liquido, deslindado, libre de toda contra- diccion. He contestado trozo a trozo todo el razonamiento del señor Bello, i si bíen su es- presion es lierna, elegante i concisa, la idea a mi parecer no debe consignarse en el Código. El lejislador, debo concluir para pasara otra cuestion, se introduce en el seno de la familia asignando lejítima por necesidad i con eficacia. En cuanto e la regulacion de la porcion lejitima, el señor Bello nos dice: «Este proyecto ha conservado las lejílimas, aunque acercándose mas al nivel de las Parti- das i de la lejislacion romana, que al del Fuero Juzgo, el Fuero Real i las leyes de Toro. Se puede siempre disponer libremente, aun entre estraños, de la mitad de los bienes, pero se debe dividir la otra mitad entre los lejitimarios.» No es de mucha importancia la mayor latitud que por el Proyecto se da al testador en el circulo de su descendencia: del tercio i quinto que establecen las Jeyes de Toro a la mitad que propone el señor Bello, la diferencia mo llama nuestra atencion. La reforma con- siste en que se deroga la restriccion que tiene la libertad del testador para disponer del tercio de sus bienes. No necesito hacer nuevos esfuerzos de razonamiento para no aceptar el Proyecto; de todo lo que he espuesto sobre esta materia de lejitima, puede colejirse que el lejislador debe asegurar, en cuanto se pueda sin perjudicar la auto- ¡cridad patria, el porvenir de los hijos que bajo la cabeza de su padre forman una comunidad, fundamento de la armonía social. Creo nuestro sistema de mejoras mejor combinado que el propuesto: .ya en otro lugar he observado sus ventajas. Aquí me limitaré a indicar qne es defectuoso en cuanto prescinde absolutamente del nú- mero de hijos; punto de vista que han considerado los códigos de casi todos los pueblos para establecer la mayor o menor latitud que habia de darse a las facultades de los padres. Empero, las consideraciones i cálculos que haria necesarios un pro- yecto sobre la materia, no han enlrado en el propósito de mi memoria que ya cuenta con la debida estension. : ¡Tal es el trabajo que presento a vosotros. Si he conseguido establecer lo que me ¡he propuesto en él, si he cumplido con la obligacion que me-imponian los estalutos | universitarios, no a mi, a vosotros toca decirlo. ESTADO del Instituto Nacional conforme al articulo 67 del Reglamento del Consejo Universitario. Las clases que abraza la instruccion preparatoria son cuarenta i una, i los profe- sores los que a continuacion se designan en las respectivas clases. Las épocas de exámenes para todas las clases, son las fijadas por el Reglamento; tres primeras semanas de cuaresma, quince primeros dias de agosto, fin de año, o cuando el Rector del establecimiento lo ordene. Los esternos se educan gratuitamente, i los internos, o son agraciados con beca o media beca, o pagan ciento cincuenta i dos pesos anuales. CURSO DE HUMANIDADES. Clase 13? auxiliar para internos. Dotada con trescientos pesos anuales, profesor don Manuel José Olayarrieta. Consta de veinticinco alumnos, cuya edad, máxima es 13 años i la mínima 9. Estudian: latin ¡gramática castellana por Bello, jeografía por Lastarria, aritmé=- | tica por Basterrica; i las horas de clase son de ocho i cuarto a mueve i media, de | diez a once i de tres i media a cinco de la tarde... : Distinguidos. D. José David Zamora. » Rafael Zamora. » Jelasio Dávila. » Belisario Labbé. » Jerman Beza. Otra id. para esternos. Dotada con trescientos pesos anuales, profesor don Nicanor Saavedra, Consta de cuarenta i siete alumnos, cuya edad, horas de enseñanza i libros de que hacen uso, son los mismos que los de la anterior. Distinguidos. D. Cruz Carmona. » Carlos. Wassard. » Juan Francisco Moreno: » Pedro José Moreno. » Miguel Tagle. — 243 — Otra id. para id. , Dotada con trescientos pesos anuales, profesor don José Lorenzo Guzman. Consta de cuarenta ¡i seis alumnos cuya edad, libros de enseñanza i horas de clase, son los mismos que los de la anterior. Distinguidos. D. Francisco Novoa, » Vicente Reyes. » Belisario Sangúesa. » Ezequiel Sangúesa. » Zenon Garcés. » Pedro Reyes, Viase 2.2 de humanidades para internos. Dotada con ochocientos pesos anuales, profesor don Antonio Franco. Í Consta de veintinueve alumnos, cuya edad máxima es quince años i la mini- ma diez. Estudian : latin i gramática castellana por Bello, aritmética por Basterrica, histo- ria antigua por Boreau e historia griega por Fleury; siendo las horas de clase de ochoi cuarto a nueve i media, de diez a once i de tres i media a cinco de la tarde. Distinguidos. Otra id. pará esternos. Dotada con trescientos pesos anuales, profesor don Bernardo Lira. Consta de treinta i ocho alumnos, cuya edad, libros de enseñanza i horas de clase, son los mismos que los de la anterior. Distinguidos. D. Cárlos Renjifo. » Osvaldo Renjifos » Pedro Quintana. » Adonis Ollaneder. Clase 3.2 de humanidades. Dotada con ochocientos pesos anuales, profesor don Domingo Bravo, por don Rai- mundo Silva, Consta de sesenta i un aluimnos, veintinueve internos i treinta i dos esternos, cuya edad máxima es yeinte añor i la nrinima doce. 32 — Uk — Estudian: latin i gramatica castellana por Bello, historia romana por Fleury 1 áljebra por Basterrica. Las horas de clase son las mismas que las de la anterior. D. » » Distinguidos. Francisco Bernales. Ramon Rivera. Justiniano Adrover. Salustio Guajardo. Wenceslao Ramos. José Antonio Tagle. Manuel José Fernandez; Juan Domingo Tagle. Clase 4.2? de humanidades. Dotada con ochocientos pesos anuales. profesor don Baldomero Pizarro. Consta de cuarenta i tres alumnos, veintiun internos i veintidos esternos, cuya edad máxima es veintiun años i la 'minima trece. Estudian : latin por Bello, historia de la edad media por Boreau, jeometria por Basterrica i jeografía por Izquierdo. Las horas, las mismas que las de la anterior. Distinguidos. D. Luis Antonio Cantos. » Fidel Ignacio Rodriguez. » Guillermo Eloi Rodriguez. » José Agustin Fuentes. » Alejandro Fuenzalida. » Francisco Javier Muñoz. Clase 5.2? de humanidades Dotada con ochocientos pesos anuales, profesor don Nasario Soto, por don José Manuel Espinosa. Consta de treínta i seis alumnos, diez i nueve internos i diez i siete eletgos cuya edad maxima es veinte años 1 la minima catorce. Estudian: latin por Bello, historia moderna por Michelet i oie. por Bas- terrica. Las horas de clase son las mismas que las de la añterior. D. » » Distinguidos. José Antonio Lira. Diego Donoso. Juan José Rojas. Andres Rojas. Tulio Renjifo. Clase de física para los anteriores. Dotada con cuatrocientos pesos anuales, profesor don Antonio Ramirez. El número de alumnos i la edad es el mismo que en la anterior, — 245 — Estudian : fisica estractada de la obra del señor Avendaño. La clase es de ocho ¡ cuarto a nueve i media los lúnes, miércoles 1 viérnes; | Distinguidos. D. José Antonio Lira. » Diego Donoso. » "Andres Rojas. Clase de filosofía para los de la 6.: de humanidades. Dotada con ochocientos pesos anuales , profesor don Ramon Briceño. Consta de treinta i dos alumnos, diez i scis internos i diez ¡ seis esternos, cuya ¡edad máxima es veintidos años i la mínima diez i seis. La hora de clase es de ocho ¡cuarto a nueve i media. Distinguidos. D. Sandalio Letelier. » Ramon Irarrázaval. » Enrique Deputron. » Miguel Barra. » Narciso Goicolea. » José Antonio Gandarillas. » Benjamin Pereira. Clase de latin final para los de la clase amterior. Dotada con novecientos pesos anuales, profesor don Domingo Tagle. La edad í el número de alumnos son los mismos que en la anterior. Estudian: latin por Bello, con traduccion de Tito Livio i Horacio, i la clase es de tres i media a cinco de la tarde. % 2 Distinguidos. D. Narciso Goicolea. » Ramon Irarrázaval. » Victor Carrasco. » Juan José Aldunate. » Alejandro Zúñiga. » David Campusano. Clase de literatura e historia moderna para los mismos. Dotada con novecientos pesos anuales, profesor don Miguel Luis Amunátegui, La edad i el número de alumnos es el mismo que en la anterior Estudian: literatura por Jil de Zárate e historia moderna por Michelet, siendo las ¡horas de clase, para la primera, los lúnes, miércoles i viérnes de diez a once, i para la segunda los mártes, juéves i sábados de diez a once tambien, bo Distinguidos. | D. José Antonio Gandarillas, » Narciso Goicolea, - — 246 — D. Enrique Deputron. ; » Rafael Campino. » Telésforo Vergara. » Juan José Aldunate. CURSO DE MATEMATICAS. Clase auxiliar de la 1.2 prepatoria para i¡uternos i esternos. PDotada con trescientos pesos anuales, profesor don Liborio Manterola. Consta de setenta i tres alumnos, veinticinco internos i treinta i ocho esternos; cuya edad máxima es diez i ocho años i la minima nueve. Estudian: aritmética por Basterrica, gramática castellana por Bello i jeografía por Lastarria. Las horas de clase son de Ocho i cuarto a nueve i media, de diez a once i de tres i media a cinco de la tarde. Distinguidos. D. Enrique Fonseca. » Sabino Muñoz. » Tristan Pantoja. » Avilio Arancibia. » Mariano Ugarte. » Arturo Vial. Otra 1d, para estermos. Dotada con trescientos pesos anuales, profesor don Jorje 2. Huneeus. Consta de cuarenta i tres alumnos, cuya edad, horas de clase i libros de enseñanzaz son los mismos que en la anterior. Distinguidos. D. José Perez. » Augusto Nordenflicht. » Pantaleon Rosas. » Daniel Mourgues. » Lorenzo Flores. » José Zárate. Aljebra i jeometría para los de la segunda prepa= raloria. Dotada con cuatrocientos pesos anuales profesor don Gabriel Izquierdo. Consta de cincuenta i cinco alumnos de los cuales diez 1 ocho son internos i treinta i siete esternos: la edad máxima es veinte años i la minima diez. Estudian: áljebra i jeometría por Basterrica, i la hora de clase es de tres i medi a cinco de la tarde, — 241 — Distinguidos. D. Francisco Guerra. » Juan de Dios Donoso. » Enrique Santiago Concha. » Demetrio Vildósola. » Julio Vildósola. . » Froilan Pantoja. Gramática Castellana segundo año para los, de la clase amierior. Dotada con seiscientos pesos anuales, profesor don Ignacio Zenteno. Consta de cuarenta i siete alumnos quince internos i treinta i dos esternos, cuya edad es la misma que en la anterior. Distinguidos. D. Francisco Guerra. » Luis Hunceus. » Ariístipo Escala. » Lauro Medina. » Juan de Dios Donoso. » Evaristo Galvez. Clase de historia antigua i griega para los mismo8. Dotada con quinientos pesos anuales, profesor don Domingo Munita por don Ra" fael Munita. La edad i el número de alumnos de que consta esta clase son los mismos que en la anterior. Distinguidos. D. Teodoro Gacitúa., ) » Juan de la C. Solar. » Ruperto Solar. » Enrique Santiago. Concha. » Maximo R. Bravo. Clase de aritmética i ¿ljebra para los del primer año científico. Dotada con cuatrocientos pesos anuales, profesor don Gabriel Izquierdo. Consta de veintiseis alumnos, doce internos i catorce esternos, cuya edad máxima es veinte años i la mínima catorce. Estudian aritmética 1 aljebra por Francoeur i la hora de clase es de ocho i cuar- to a nueve i media. Distinguidos. D. Pedro Lucio Cuadra, » José María Silva, — 243 — » Nicanor Arellano. » Joaquin Bascuñan. Clase de gramática castellana final para los nismos. Profesor don Ignacio Zenteno. La edad i el número de alumnos de que consta esta clase es el mismo que en la anterior. Estudian: gramática castellana por Bello, i la hora de clase es de diez a once los lunes, miercoles i viernes, Distinguidos. de D. Nicanor Arellano. » Nolverto Bustamante. » Miguel Whithaker. » Nicanor Cerda. Clase de historia romana para los anteriores. Profesor don Domingo Munita. La edad i el número de alumnos de que consta esta clase, son los mismos que en la anterior. Distinguidos. D. José Maria Baraona. » Nicanor Arellano. » Nicanor Cerda. » José Maria Lira. Clase de jeometría i trigomometriía para los del segundo año científico. : Dotada con ochocientos pesos anuales, profesor don Francisco por don José Bas- terrica. Consta de veintitres alumnos; seis internos i diez i siete esternos, cuya edad máxima es veintidos años i la minima diez ¡ siete. Estudian: jeometria i trigonometria por Francoeur, i la hora de clase es de tres i medía a cinco de la tarde. Distinguidos. 1.0 D. Manuel Montes. 2.2 » Tomas Ureta. | » Pedro Salas. » Demetrio Cuadra. » Adolfo Bruna. | » Nolverto Bustamante. — 249 — Clase de historia de la edad media para los mismoS. Profesor don Ignacio Zenteno. La edad ¡ el número de alumnos de esta clase, son los mismos que en la anterior. Estudian: historia de la edad media por Boreau; i la hora de clase es de diez a once los mártes, juéves i sábados: y Distinguidos. D. Manuel Montes. » Alejandro Andonaegui. » Francisco Javier Leon. y : » Uldaricio Prado, Jeometría analítica i secciones cónicas para los del 3.1 año cientifico. Profesor don Francisco por don José Basterrica. Consta de ocho alumnos, cuya edad máxima es veinte i seis años, i la mínima diez i ocho. 1 Estudian : jeometria analitica i secciones cónicas por Franceur, i la hora de clase Il, es de diez a once. E Distinguidos. D. Juan Antonio Montes. » Benancio Escanilla. Clase de literatura e historia moderna para los mismos anteriores, Profesor don Miguel Luis Amunátegui. La edad i el número de alumnos de esta clase, es el mismo que en la anterior. Estudian: literatura por Jil de Zárate e historia moderna por Michelet. La hora de clase, para la primera es de ocho i cuarto a mueve i media los mártes, juéves i sábados; i para la segunda a la misma hora los lúnes, miércoles i viérnes. egos: Distinguidos. D. Juan Antonio Montes. Clase de cosmografía para los mismos. Profesor do Gabriel Izquierdo. La edad i el número de alumnos de esta clase, es el mismo que en la anterior. Estudian : cosmografía por Bello; i la hora de clase es de diez a once los miércos ies i sábados, Distinguidos. D. Juan Antonio Montes. » Benancio Escanilla. » Joaquin Castro. CURSO DE RELIDION. Fundamentos de la fé para los de la 6.2? de humanidades, Dotada con ochocientos pesos anuales, profesor Frai José Benitez. Consta de treinta i dos alumnos, catorce internos i diezi ocho esternos, cuya edad máxima es veinte años i la minima diez i seis. Estudian: fundamentos de la fé por Garcia; i la hora de clase es de doce a una los miércoles i sábados. Distinguidos. D. Narciso Goicolea, » Miguel Barra. » Juan José Aldunate. » Ejidio Jara. » Telésforo Vergara. » Alejandro Zúñiga. » Sandalio Letelier. Clase de fundamentos de la fé para los del 3.Taño científico. Profesor Frai José Benitez. ' Consta de seis alumnos, tres internos i tres esternos, cuya edad máxima es veinte ji seis años i la minima diez i ocho. Estudian: fundamentos de la fé por García; i la hora de clase es de doce a una los lúnes i juéves. Distinguidos. D, Juan Antonio Montes. ». Luis Barros. » Rafael Ahumada. Historia eclesi4stica í vida de J.-C, para los imternos de la 4.2 de humanidades i 2.0 año cientifico. Profesor Frai Jose Benitez. Consta de treinta alumnos, cuya edad máxima es veintidos años, i la minima diez i siete. Estudian: vida de Jesucristo por Sarmiento e historia eclesiástica por Didon. La hora de clase, es de doce a una los mártes i viérnes. Distinguidos. | : D. Eleodoro Urela. » Francisco Javier Leon. ' , e DEN as D, Eduardo Alvarez: » Pedro Urzúa. » Rafael Urrejola. . » Caupolican Lastarria. Otra id. para los estermos de la 4.212. año cientifico. Dotada con quinientos pesos anuales, profesor Frai Benjamin Rencoret. Consta de treinta i nueve alumnos, cuyá edad; horas de clase i libros de enseñan. za son los mismos que en la anterior. Distinguidos. D, Claudio Acuña. » Luis Antonio Cantos: » Manuel Montes: » Guillermo Eloi Rodriguez. V e Clase de hisioria sagrada para los internos de la 3:14 de humanidades i primer año cientifico. Profesor Frai José Benitez. Consta de treinta i un alumnos, cuya edad máxima es veinte años i la mínima catorce, Estudian: historia sagrada por Didon, i la hora de clase es de una'a dos los már- tes i viérness Distinguidos. D. Manuel Barra. » Gárlos Astaburuaga. » Benjamin Bascuñan. » Mariano Ramirez. l » Baldomero Herrera, » José Maria Montt. If 04 , Otra id. para los esternos de las misiias, Profesor Frai Benjamin Rencoret. Consta de cuarenta i cinco alumnos, cuya edad, hora de clase i libros de ehseñan- za, son los mismos que en la anterior. Distinguidos, 1). Francisco Bernales: » José Luis Reyes. » José Antonio Tagle. » Antonio Gonzalez. — 201 — Clase de catecismo final para les internos de ln 2.* de humanidades i 2.* preparatoria. Profesor Frai José Benitez. Consta de 26 alumnos, cuya edad máxima es veinte años i la mínima diez, Estudian: catecismo de relijion por Benitez, ¿la hora de clase es de una a dos los miércoles + sábados, Distinguidos. Federico Castro. Juan de Dios Donoso. Abelardo Donoso. Eujenio Ramirez. Y y YN Otra id. para los esternos de las mismas clases. Profesor Frai Benjamin Rencoret. Consta de sesenta i un alumnos, cuya edad, dias i horas de clase i libros de ense- ñanza son los mismos que en la anterior. ] Distinguidos, : D. Carlos Renjilo. ; » Domingo Cádiz. » Ruperto Solar. » Máximo R. Bravo. Catecismo 1.9 año para los internos de la 1.2 de humoanidades i 1.? preparatoria. Profesor Frai José Benitez. Consta de cuarenta i dos aluranos, cuya Eno horas de clase i libros de enseñanza, son Jos mismos que en la clase anterior. Distinguidos. D. Juan José Palacios. » Felipe Aleérrica. » Miguel Alcérriea. Cesario Peñailillo. Tristan Pantoja. » Bernardo Letelier. Otra 1d, para los esternos de la 1, de humanidades. Profesor Frai Benjamin Rencoret. Consta de cincuenta idos alumnos, cuya edad, horas de clase i libros de Y ñanza, son los mismos que para la anterior, — 253 — Distinguidos. D. Francisco Novoa. » Eulojio Novoa. » Ramon Cerda. » Nicolas Rodriguez. Otra id. para los esternos de la 2,? preparatoria, Profesor Frai Benjamin Rencoret. Consta de cincuenta i seis alumnos, cuya edad 1 libros de enseñanza son los mis- mos que en la anterior.—La. hora de clase es de doce a una los Júnes i juéves. Distinguidos. D. Ramon Perez. » Rafael Arancibia, » Roberto Baeza. » Enrique Fonseca. Otra id. para algunos esternos de la 1.2 de humanidades 1.2 preparatoria. Profesor Frai Benjamin Rencoret. Consta de cincuenta i dos alumnos, cuya edad i libros de enseñanza son los mis- mos que en la clase anterior. La hora de clase es de 12 a 1 los miércoles'i sábados: Distinguidos. D. Ricardo Puelma. » Fernando Vergara. » Federico Maturana. CURSO DE IDIOMAS. Frances 2.2 año para los internos de la 4.2 de humanidades i 2.0 año cientifico. Dotada con cuatrocientos pesos anuales, profesor M. Francisco Guillou. Consta de veintinueve alumnos, cuya edad máxima es diez i ocho años i la mínima trece. Estudian: frances por Guillou, i la hora de clase es de una a dos, los lúnes, miér- coles i viérnes. Distinguidos. D. José Agustin Fuentes. » Rafael Ahumada. — 254 —= Otra id. para los esternmos de las mismas, Profesor M. Francisco Guillou. Consta de veintiocho alumnos, cuya edad i libros de enseñanza, son los mismos que en Ja anterior. Distinguidos. D. Adolfo H. Zegers. » Fidel Ignacio Rodriguez. » Guillermo Eloi Rodriguez. » Alejandro Andonaegui. Frances primer año para los intermos de la 3.2 de huma. midades i primer año cientifico. Profesor M. Francisco Guillou., : Consta de treinta i cinco alumnos, cuya edad máxima es diez i seis años i la mi- nima diez. Estudian; frances por Guillou ¡la hora de clase es de doce a una los mártes, juéves i sábados. Distinguidos. D. Teodoro Errázuriz. » Carlos Barros. » Ricardo Echaes. » Antonio Rodriguez. Otra id. para los estermos de las mismas clases. Profesor don Francisco Guillou. Consta de cincuentasi dos alumnos, cuya edad 1 libros de enseñanza, son los mis. mos que en la anterior. Distinguidos. D. Rafael Campino, » Ramon Rivera. » Nolverto Bustamante. Miguel Olivares, S Ingles segundo año para los de la 4.2 de humanidades. Dotada con cuatrocientos pesos anuales, profesor don Ricardo Javier Murphy. Consta de diez alumnos todos esternos, cuya edad máxima es diez i ocho años i la minima diez. ) Estudian: ingles por Urcullu, i la hora de close es de doce a una los lunes, miér- coles i viernes. -— 255 =— Distinguidos. D. José Miguel Melo. » Ricardo Huidobro. » Domingo Sarmiento. » Adolfo Murillo, Clase de ingles primer año para los intermos de la 3. de hmmanidades i primer año cientifico. / . Dotada con doscientos pesos anuales, profesor don Cárlos B. Black, Consta de quince alumnos, cuya edad máxima es diez i siele panes illa mini- ma diez, Estudian: ingles por Black, i la hora de clase es de doce a una los lúnes, miér- coles i viérnes. Distinguidos. -_D. Adolfo Zegers. » Caupolican Lastarria. » Indalicio Ureta. Otra 1d, para esternmos. Profesor don Francisco Javier Murphy. Consta de veintitres alumnos, cuya edad es la misma que la de los de la anterior. Estudian: ingles por Urcullu i la hora de clase es de doce a una los lunes, miér- ¡coles ¡ viernes. Distinguidos. D. Francisco Benavides, > Manuel Antonio Villarruel. » Maunuel Valdes, » Ramon Vega. CURSO DE DIBUJO. Dibujo natural segundo año para los de la 3.2 de hu. marridades. Dotada con trescientos pesos anuales, profesor don Juan Bianchi. Consta de veintitres alumnos, cuya edad máxima es quince años i la minima diez. Estudian: dibujo natural por o i la hora de clase es de doce a una los mar- tes, jueves i sábados. Distinguidos. D. Alejo Palma. » Francisco Javier Rosales. » Paulino Labarca. Dibujo natural primer año para los internos de la 1.*, de humanidades, Profesor den Juan Bianchi. Consta de veintiseis alumnos, cuya edad máxima es catorce años i la minima nueve. Estudian: dibujo natural por Julien ¡i la hora de clase es de doce a una los lunes miércoles i viernes. Distinguidos. D. José David Zamora. Dibujo lineal para los del primer año cientifico. Dotada con trescientos pesos, profesor don Juan Bianchi. Consta de veintitres alumnos, once internos i doce esternos, cuya edad máxima es diez i ocho años i la minima trece. Estudian: el dibujo lineal por Buillou i la hora de clase es de diez a once los martes, jueves i sábados. Distinguidos. D. Indalicio Ureta. Manuel Loaiza. Pedro Lucio Guadra. » Manuel Villarruel. y Ss Dibujo de paisaje para los de la 2.* preparatoria. Profesor don Juan Bianchi. Consta de cuarenta ¡ seis alumnos diez i siete internos i vientinueve esternos, cu- ya edad máxima es diez i ocho años i la mínima once. Estudian: el dibujo de paisaje por Jacolet i Bilordeau i la hora de clase es de diez a once, los lunes, miércoles i viernes. Distinguidos. D. Domingo Cadiz. » Manuel Moreira. » Joaquin Villar, pm QT — D. Jacinto Villar. -» Belisario Diaz. Dibujo lineal i de adorno para artesanos. Dotada con doscientos pesos anuales, profesor don Juan Bianchi. Consta de cuarenta alumnos, cuya edad máxima es treinta i cinco años i la mini- ma doce. Estudian : el dibujo por Bouillon i Julien, i la hora de.clase es de las oraciones una hora para adelante. Distinguidos. 1.2 D. Nicanor Aranda. 2. » Manuel Aguila. 3.2 » José del Carmen Gonzalez. !En el de adorno. 4.2 D. José Antonio Diaz. 2.2 » Pascual Ortega. 3.2 » Manuel Damane. 4.2 » Vicente Macias. Clase de partida doble. Detada con trescientos pesos anuales, profesor don Francisco Herrera. Consta de cincuenta i ocho alumnos, tres internos ¡cincuenta i cinco esternos, cu- | ya edad máxima es veinticuatro años, i la minima doce, Estudian : por las esplicaciones del profesor, i la hora de clase es de siete a ocho de la mañana. Distinguidos. D. Joaquin Mateluna, » Vicente Silva. OBSERVACIONES METEOROLOJICAS hechas en el Instituto Nacional de Santiago a E 3 E PSICRÓMETRO. Ss AS ca Mes 38 |3 o E alí E Slds 3 als a Sie Ju a 2 E E Seco Húmedo| E <= 1,9 116.71/10.0] 9.0 5.5597 ¡Nublado. 3 713.10116.2 16.66/16.2 8.70169 ld. 9 714.55/19.7 ld. 2 |9 714.41/11.8/10.0 8.6885 |Id. El 20 a las 10 i 20 E) 745.60/15.6 16.11 9.64/68 minutos de la noche 9 715.70 111.5 se hizo sentir un 3 |9 746.70111.4] 9.0 8.5287 temblor. 3 714.47/146.7 17. 9.8871 [Nublado. 9 715.34/12.8 ld. 9 716.50/12.3| 9.0 7.96/14 [Celajado. A las 14 110 3 714.55/116.8 18. 9.50167 min. de la noche se 9 1715.14/14.5 hizo sentir un tem- |] 5/9 [716.19 14.8| 9.2 S.52165 | blor anunciado por 3 1713.32/91.0 DN 15.8/10.148/60 [| un gtan ruido. 19 —[714.13|16.2 E - ¡Despejado. 6 |9 744.16117.9/10.0 21 9.24166 Id. 5 712.80/93.0 99.11 2110.29153 ld. 9 715.81115,0 ld. 7 |9 744.68| 8.61 7.5 7.67197 |Neblina.. 3 1715.91111.8 19.77 8.92/86- ¡Eublado. 9 716.24|10 9 ld. 8 [9 716.50/11.5/10.0 S.56186 ld. 5 715.76/16.5 17. 9.98164 [Despejado. 9 717.55/112.4 Id. 3015 717 05/17.2 15: 9.26/64 ld. ) 717.52]19.5 ld. 41|9 716.56/19.41 8.0 S:20174 Id. 3 714.20118.0 18.55 8.91 157 ld. 715.27/144.6| 7.0 6.7765 ld. 199 —(712.75/18.92 19.44 7.553,49 |[Nublado. Dos temblo- Y 3 712.67116 2 res, uno a las 51 54/4/144.47/12 8 | 40 min. de la tarde 4 9 7115.30/14.0| 9.0 142/1109 7.7764 ¡otro a las 1015 f 43/9 714,93/17.2 18.55116.6 |192.4| 8/19/58 min. de la noche. 3 715,00/12.2 ¡Despejado. 9 714.32/112.0| S.0 20.01 9.71 767175 pedo: 1 4419 —1715.49/15.8 17.77115.8 112.01 S.15161 | ld: 3 114.77/12.7| - Despejado. e 9 745.331192.01 8.5 12.8 |10.01 7.47/68 ld. A 45/19 713.70120.0 20.55/19.8/15.8| 8.0846 ld. : 18 3 744,47/14.7 ld. | Y 1715.81/12.5| 8.5 13 2|11.51 8.8899 |Nublado. | 46/9 716.2813.5 12,17115.5/11.91 8.76177 Id. 7 3 | | MAYO DE 1855. DS HDADOSDADODONS Ii Barómetro a O. 710.58 714.52 716.60 715.81 716.61) 716.56 718.09 T1S.14 117.32 716.67 715.55 714.84 713.23 712.85 Termóm. libre. 115.88 |! 714.99 714.15 |: 714.69 715.55 119.792 |: 714.62 714.26 719 74 714.74 715.28 713.98 715.72 || 7115.75 714.93 717.20 | 717.55 746 04 716.68 712.90 712.38 715.68 716.68 716 48 718.46 718.52 718.28 719,01 Termóm.? minimum, MAYO DE 1855. o o anal | E PSICNOMETRO. Ss E 3 És E NA E WE E Ste E E E S [E 12.0/10.8/8.92/85 ]Nublado. > 20.0116.9115.519.55166 La. 11.51 9,717.91177 ld. 16.66 ld. 14.41 9.6/8.09/89 ld. 18.55/16.0/12.4/8.56/62 |Celajado. Despejado. 11.4| 9.7118.03/80 |ld. A las 9 37 minu- 16.66/16.2111.8/7.61155 tos se hizo sentir 11.41 9.017.13/71 un temblor. 17.77/15.211.6/7.97/61 |Despejado. ld. 10.8| 8.016.35/65 ld. 17.77/116.0/11.417.25/55 Id. Id. 7.61 6.0/6.04177 ld, 15.858/10.8| 9.618.21/84 Id. ld. |10.0| 8.8|7.69/84 | 1d. 15,88/15.4| 9.8/6.88/59 |Nublado. Despejado. | 9.61 7.616.59/73 |Nublado. A las 4 50 14.441142.2) 9.8/7.61171 minutos de la tarde hubo un temblor. 10.5/ 9.4/7.97/82 |Despejado. 16.14 /14.6/15.419.40/76 ld. Td. 15.0111.4/17.85161 ¡ld. Ala 4 197 minu- 17.771/115.0/11.818.54[(65 tos “de la mañana se hizo sentir un 13.58111.219.63/82 temblor. 18.88/15.2119.8/8.96/64 [Nublado. ld. 12.0111.419.67/95 Id. 17.22114.0/19.3/9.51180 Id. Principió a llover, i 11.6/11.219.67/95 terminada la lluvia, 17.22/15.2111.8/9.45183 Jel Pluviómetro mar= cabs 0,006. [11.0 14.0/7.74163 jEnteramente nublado 10.0!'11.6/11.6 10.3|y7 Lloviendo. | Id. Plav. 0,043, 34 RESUMEN de las Observaciones Meteorolójicas hechas en el Ins- titulo de Santiago en el mes de mayo de 1855. Presion atmosférica.—Término medio del 4.2 a 10 715.20 observ. 26 de 11 a 20 7115.21 id. de 2 a 31 715.11 33 de todo el mes TASAS 85 El máximo de presion en todo el mes 718.32 el 31 de mayo a las Y de la mañana, El min.mo 712.67 el 12 a las 5 30” T. La mayor amplitud de variacion entre las 9 i las 3 del mismo dia : El 1.2 de mayo bajó 3.61 milim.;—en la noche hubo temblor. Número de inversiones en los periodos diurnos 3. Temperatura.—Término medio de todo el mes 13%2. número de observaciones 85. El mínimo 3.5 El máximo 22.3 La mayor variacion de temperatura entre las 3 i las 9 dela noche 7.> (el 6 de mayo). Estado Higrómetrico.—Fuerza elástica del vapor contenido en el aire. : Término *medio a las 9 de la mañ. 8 06 bservaciones 28. a las 3 de la tarde 8.71 id. Humedad relativa del aire (tomada la cantidad de vapor que corresponde al punto de saturacion, es decir, a la mayor humedad posible por ciento): Término medio, a las 9 de la mañana 81, observac. — 28. 4 a las 3 de la tarde 66, id. Término medio de todo el mes: fuerza elástica 8.39, , ld id. de la humedad relativa 7h. La fraccion de saturacion que corresponde a la mayor sequedad en lodo el mes 0.53 (a las 3 de la tarde del 22 de mayo). ; Dias nublados 15. Llovió los dias 29 1 31; 5 agua caida 0.024. Temblores: Tembló siete veces. 1. D, l a ACTAS CONSEJO DE LA UNIVERSIDAD, SESION DEL-5 DE MAYO DE 1855, Presidió el señor Rector, con asistencia de los señores Orrego, Tocornal, Blanco, ¡Ramirez i el Secretario. Los señores Solar, Meneses i Domeyko avisaron no poder concurrir por enfermedad. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, se dió cuenta: 1." De una nota del señor Decano de Teolojia con la cual remite en copia el acta de la sesion celebrada por su Facultad el 3 del que rije con el objeta de elejir-el miembro que debe reemplazar al finado Fr. Francisco Briceño. De dicha acta apare- ¡Ce no haber habido eleccion por no haber reunido ninguno de los candidatos el nú- mero de sufrajios requerido por los reglamentos, quedando en consecuencia diferida para cuatro meses despues, conforme a lo prevenido por los estatutos. ¡2.9 De una nota del señor Delegado Universitario, con la cual remite uma razon de las clases que se han abierto el presente año en la seccion de su cargo, de los dias i horas en que funcionan, de los profesores que la desempeñan, i del número de alum- nos que se han incorporado en ellas. Se mandó acusar recibo i publicar este docu: me en los Anales. ." De dos cuentas del Secretario de la Facultad de Leyes, la una sobre la inver- sion de los fondos asignados para gastos de secretaría, i la otra sobre las entradas ¡ gastos que ha habido por razon de exámenes de licenciados + bachilleres. Ambas son ¡relativas al primer cundrimestre del presente año. La primera da un sobrante de 59 pesos, 1 la segunda de 138 pesos 6 ¡ 1/2 reales a favor de la caja universitaria. Una ¡obra pasaron a comision para su exámen. ¡5.9 De una cuenta del Secretario de la Facultad de Teolojia sobre la inversion de /0s fondos asignados para gastos de secretaria en el primer cuadrimestre del presente ño. Da un sobrante de cincuenta i siete pesos sicie reales. Pasó igualmente a co- mision. 5. De un informe de la comision que examinó 2 don Cárlos Rosas, aspirante a — 262 — bachiller en Humanidades, espedido a consecuencia de la solicitud de que se dió cuenta en la sesion anterior. La comision confirma en un todo los hechos espuestos por Rosas, i opina que seria justo dispensarle la mitad del término señalado por el artículo 9.2 del reglamento de grados para los casos de reprobacion como el presente. El Consejo otorgó la dispensa por unanimidad de sufrajios: 6.2 De una solicitud de don Cárlos G-. Huidobro, estudiante de medicina, en que pide se le dispense el exámen de historia de Chile para graduarse de bachiller en Humanidades. Funda su peticion en la circuustancia de no haberse enseñado este ramo a los alumnos de su curso, i en lo dispuesto por el supremo decreto de 10 de junio de 1854, que autoriza al Consejo por cierto tiempo para dispensar los ramos de historia a los estudiantes de medicina que se gradúen de bachilleres en Humani- dades. Puesta a votacion la solicitud, resultó admitida por cinco votos contra uno, - uedando en consecuencia otorgada la dispensa. q =) 7.2 De una solicitud de don Macario Vial, en que pide se le dispensen para gra- duarse de bachiller en Humanidades, los exámenes de fisica, historia eclesiástica ¡ ' vida de Jesucristo, por no haberse enseñado estos ramos en el Instituto Nacional | cuando le correspondió estudiarlos. Cerciorado el Consejo de la verdad de este aserto, otorgó la dispensa por unanimidad de sufrajios. 8.2 De una solicitud de don Santiago Cortines, en que pide se le dispensen, para | recibir el grado de bachiller en Humanidades, los exámenes de historia de América | i de Chile i de catecismo de relijion; fundándose en que habiendo sido alumno del li- | ceo de la Serena, no pudo rendir los indicados exámenes por no haberse enseñado los respectivos ramos cuando le correspondió estudiarlos. El Secretario hizo presente que, segun recordaba, este jóven habia solicitado en otro tiempo igual dispensa, i que seguramente se le habria denegado, puesto que ahora repetia su solicitud. Con: esta advertencia, el. Consejo acordó no deliberar nada sobre el particular hasta que se le trajesen a la vista Jos antecedentes, quedando el Secretario encargado de presen- | tarlos. Se levantó la sesion. SESION DEL 12 DE MAYO DE 1855. E Presidió el señor Rector, con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Tocornal, Solar, Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion an: | terior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Aniceto i don Francisco Antonio Vergara, el de bachiller en la misma Facultad a don Miguel Fer- nandez, i el debachiller en Humanidades a don Lindor Castillo i don Wenceslao DIS | a todos los cuales se entregó su respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta : 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un decreto supremo por el cual se manda estender el título de miembros de la Univer- sidad en la Facultad de Filosofia i Humanidades a favor de don Hermójenes [Irisarri ¡don Diego Barros Arana, elejidos para llenar las plazas que vacaron por muerte de don Cárlos Bello i don Luis Antonio Vendel-Heyl. Se mandó comunicar al soñor Decano respecLivo. de 2. De otro oficio del mismo señor Ministro, con el cual remite para que sea 50 metido al exámen de la Facultad de Matemáticas, un ejemplar de un opúsculo tilu- — 263 — lado «Cuadratura del cirenlo», compuesto por don Agustin Corasao. Se acordo pasar dicho ejemplar al señor Decano respectivo para que informe sobre su mérito. 3. De un decreto.del mismo; señor Ministro, en que pide informe acerca de una solicitud de don Federico¡A. Palomera para que se admita al concurso sobre instruc- cion primaria una obra de su propiedad que por equivococion no fué presentada oportunamente. El Conscjo, atendiendo a: que la comision examinadora no ha pro- nunciado todavía ningun juicio sobre las memorias que han concurrido al indicado certámen, opinó que no habia inconveniente para que se accediese a la peticion del solicitante. 1.2 De una cuenta del Secretario Jeneral sobre las entradas i gastos de su secreta- ria en el último cuadrimestre del año anterior i en el primero del que rije. Da un brante de veinte pesos seis i medio reales. Pasó a comision para su exámen. 5.2 De dos informes de la comision de cuentas, aprobalorios de los del Secre- tario de Teolojía i del Secretario de Leyes, que se presentaron en la sesion anterior. Fuerou aprobados dichos informes, ise mandarow poner los sobrantes en tesorería. A indicacion del señor Orrego e: Consejo acordó por unanimidad que se destina- ran veinticinco pesos, del sobrante que habia quedado en la Facultad de Teolojía, para atender a los gastos de la Academia de Ciencias Sagradas en los seis meses próximos venideros, Se levantó la sesion. SESION DEL 19 DE MAYO DE 1855. Presidió el señor Rector, con asistencia de los señores Orrego, Tocornal, Solar, Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Rafael Fernandez Con- cha ¡a don Francisco Peña, a quienes se entregó su respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta : 1.2 De una nota del señor Decano de Leyes, con la cual remite en copia el acta de la sesion celebrada por su Facultad el 16 del que rije con el objeto de elejir su- cesor al finado señor don Manuel Novoa. De dicha acta resulta que la eleccion reca- yó en don Francisco Várgas Fontecilla, i el Consejo acordó elevar los antecedentes al Supremo Gobierno para que, si lo tiene a bien, espida al nombrado el correspon- diente título. 2.2 De una solicitud del presbitero don Raimundo Cisternas, en que pide que, pre- vió el exámen respectivo, se apruebe para testo de enseñanza un catecismo de la doctrina cristiana, de que es autor. Se mandó pasar este trabajo al señor Decano de Teolojía para que informe sobre su mérito. 3.2 De una solicitud que don Agustin A. Alcérrica hace al Supremo Gobierno, en que pide se le dispensen, para optar el título de agrimensor jeneral los exámenes de | gramálica castellana, literatura i segundo año de frances, obligándose a rendirlos durante el año de práctica, i aduciendo por único fundamento de su peticion el ha- ber estudiado algunos ramos delos que no se exijen para la indicada profe- sion. Sobre esta solicitud el Supremo Gobierno pide informe al Consejo Univer- sitario. Puesto en discusion este asunto, se dividieron los pareceres de los miembros del — 264. —= Consejo, Algunos opinaron que no debia otorgarse la dispensa, apoyándose en que el fundamento alegado por el solicitante es de poco momento para eximirle del estudio de tres ramos, dos de los cuales son casi indispensables para el ejercicio de toda pro- fesion. Hicieron presente ademas que si se accedia a la dispensa:sin un motivo bas- tante calificado , se abriria la puerta para otras peticiones semejantes, i el Consejo se veria en la necesidad de autorizar muchos abusos. Los que opinaron en favor de la dispensa dijeron: que el título de agrimensor no era un grado universitario sino una autorizacion concedida por el Gobierno para ejercer esta profesion; que no habia decreto ni estatuto alguno que determinase los ramos que deben estudia rse para ob” tener dicho título, i que solo la costumbre es la que ha guiado al Gobierno en este punto; que en esta virtud no podía decirse que los ramos de cuya dispensa se trata son rigorosamente obligatorios para la profesion de agrimensor, pudiendo el Go- bierno exijirlos o nó, segun las circunstancias de cada caso. Por otra parte, hicieron presente los mismos señores que la dispensa solicitada no era absoluta, sino tempo- ral, alejándose asi el temor de que el agraciado carezca en el ejercicio de su profe- sion de los conocimientos que debe tener. Por lo que respecta a los abusos a que se teme dar márjen con la dispensa, dijeron que la profesion de agrimensor iba a quedar, dentro de poco tiempo, abolida i reemplazada por una de las cinco que ha creado el decreto de 7 de diciembre de 1853; i que por consiguiente no era de temer Se presentasen muchos otros solicitantes con la misma demanda. A estas considera: ciones añadieron que si no se accedia a la dispensa, Alcérrica no alcanzaria quizas a gozar del término concedido por un supremo decrelo reciente para pedir i obtener el titulo de practicante en la profesion de agrimensor; lo que seria irrogarle un grave perjuicio. Finalmente, alegaron los sostenedores de esta opinion quesi bien la cir- cunstancia invocada por el solicitante en su peticion no era suficiente por si sola para otorgar la dispensa, debia con todo tomarse en consideracion al dar el informe pedido por el Supremo Gobierno. Estando ya bastante discutida la materia, se procedió a tomar votacion, ¡resultaron cuatro votos en favor de la solicitud, i tres en contra. En consecuencia quedó acor- dado espedir el informe con arreglo al parecer de la mayoria. 4.9 De una solicitud de don Manuel Antonio Foral, bachiller en Medicina de la Universidad de San Marcos de Lima, en la cual pide se le permita continuar sus es» tudios profesionales en esta Universidad; para lo cual presenta su título de bachi- ler, espedido i legalizado en la forma competente. Despues de una lijera discusion, que no produjo un resultado definilivo, se acordó pedir informe al señor Decano da Medicina. 5.2 De una solicitud de don Tadeo Reyes, alumno de la clase de práctica forense, en la cual hace presente que habiendo cumplido los dos años que dura el curso de práctica, i tratando de rendir su exámen, se le hizo saber por el profesor que tenia tres meses perdidos por haber cometido en cada uno de ellos cuatro faltas de asis. tencia a la clase; que el solicitante incurrió en ellas, porque, sin tener noticia de la pena con que por disposicion del profesor se castigan, entró en una especulacion que demandaba su cuidado personal, i que le obligó a cometer las indicadas faltas; i final» mente, que el año próximo pasado se permitió a un bachiller Sangúesa que se reci- : biese de-licenciado cuando todavia le faltaban tres meses prra completar los dos años de práctica. Concluye pidiendo se le dispense el tiempo que debia perder a conse- cuencia de las faltas cometidas. Leida esta solicitud, el Consejo tuvo dudas acerca de si el profesor de práctica forense se hallaba investido de facultad para postergar el exámen de los alumnos que falten a la clase. Dijose que la pena ea que ha incurrido Reyes estaba establecide por el antiguo reglamento de la Academia de Leyes; i habiéndose leido el decreto — 265 — que redujo este establecimiento a la condicion de una clase del Instituto Nacional, "se notó que se hacia una derogación formal del mencionado. reglamento, i que por consiguiente estaba abolida la pena de los alumnos inasistentes, i el profesor des- nudo de facultad para imponerla. Apesar de esto, se creyó conveniente oir el infor- me del señor Decano de Leyes sobre esta solicitud, i se acordó pasársela para que lo evacue. l Despues de esto, el señor Rector dijo que el señor Ochagavia habia trabajado con bastante empeño en favor de la instruccion pública durante el tiempo que fué minis- tro de este ramo, i que el Consejo se hallaba en el deber de darle oficialmente las gracias por su contracción i celo. Así quedó acordado, levantándose en seguida la sesion. "SESION DEL 26 DE MAYO DÉ 1855. - Presidió el señor Rector, con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Tocornal, Solar, Minvielle (en reemplazo del señor Blanco, enfermo), Domeyko, Ramirez i el Secrelario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Lindor Castillo, i el mismo en Humanidades a ¡don Macario Vial i a don Cárlos Garcia Huidobro, a todos los cuales se entregó su | respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta : 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un supremo decreto por el cual se concede al director del lizeo de Chillan don Pedro Matus permiso para practicar en la profesion de abogado con el juez letrado del Ñuble, quedando exento de la obligacion de asistir a la clase de práctica forense '¡miéntras desempeñe el cargo que actualmente ejerce. Se mandó acusar recibo i tras _cribir el decreto al señor Decano de Leyes. 2.9 De otro oficio del mismo señor Ministro en que trascribe un supremo decreto ¿por el cual se manda admitir al concurso sobreinstruccion primaria la memoria de don Federico A. Palomera de que se trató en la sesion del 12 del presente, con la condi" ¡cion de que dicho trabajo no podrá optar el premio en caso de ser de un mérito igual al de cualquiera de los que han sido presentados en tiempo oportuno. Se mandó archivar. 3.2 De un oficio del señor don Rafael Minvielle en que acusa recibo del que se le dirijió para avisarle que le tocaba subrogar al señor Blanco durante su enferme- dad, con arreglo a lo dispuesto porel art. 21 de la lei orgánica El señor Minvielle acepta el cargo de Decano interino de Humanidades. Se mandó archivar. 4.2 De un informe de la comision de cuentas, aprobatorio de la presentada por el Secretario Jeneral en la sesion del 12 del que rije. Se aprobó a su vez, i se mandó í poner el sobrante en tesoreria. 3.2 De una carta que el presbítero don Joaquin Larrain Gandarillas dirije al Se- “crelario Jeneral, en la cual hace presente que le es de todo punto imposible desem- peñar el cargo de examinador de Jas memorias presentadas al concurso sobre ins- ¡ Iruccion primaria, porque sus multiplicadas atenciones no le permiten contraerse a — 266 — la lectura i exámen de dichos trabajos. En consecuencia renuncia su cargo, i pide al Secretario lo haiga así presente al Consejo para que nombre otro examinador en su lugar. El Consejo, enatencion a los motivos aducidos por el señor Larrain, admitió la renuncia, i nombró para el mismo cargo por unanimidad de sufrajios, al señor don Mwnuel Carvallo, a quien se acordó comunicarle este nombramiento. 6.2 De un oficio del Rector del Instituto Nacional, con el cual remite un estado del establecimiento arreglado a lo que previene el art. 67 del reglamenlo del Con- sejo. Este documento, fué leido, i no habiéndose encontrado ninguna observacion que hacer, se mandó publicar en los Anales. 7.2 De una solicitud que don Iznacio Prado dirije al Supremo Gobierno, en la cual pide se le admita a la práctica en la profesion de agrimensor, dispensándosele el exámen de trigonometría esférica. Funda su peticion en que, sin embargo de que este ramo se exije para la indicada profesion por el supremo decreto de 30 de abril de 4842, cree el solicitante que él no se halla comprendido en lo dispuesto por ese decreto, por haber concluido sus estudios mucho tiempo ántes de que se dictase, i porque luego que los hubo concluido, fué destinado por el Gobierno a servir en el ejército, quedando por esta circunstancia impedido de continuar su carrera. Añade que continuamente ha estado desempeñando comisiones concernientes a la profesion de agrimensor, i cultivando por tanto los ramos que son necesarios para su ejercicio. Despues de todo lo cual pide que si no se le dispensa absolutamente el exámen de trigonometría esférica, se le dispense siquiera con la condicion de rendirlo du- rante el año de práctica. Sobre esta solicitud el Supremo Gobierno pide informe a Consejo. Discutido suficientemente este asunto, se pusieron de acuerdo todos los miembro- del Consejo en que no debia otorgarse la dispensa, por ser la trigonometría esférica un ramo mui esencial para el acertado ejercicio de la profesion de agrimensor, 1 por- que el decreto de 3á de abril de 4842 lo exije en términos mui perentorios. La cir- cunstancia de haber el solicitante hecho sus estudios ántes de la promulgacion del decreto, no la estimó el Consejo como un motivo legal de dispensa. Quedó en conse- cuencia acordado espedir el informe en este sentido. Despues de esto el Secretario instruyó al Consejo de todas las solicitudes que en diversos tiempos habia hecho don Santiago Cortines para obtener dispensas de exá- menes, i de los decretos que se habian librado en la materia; instruccion que el Consejo consideró necesaria para despachar la solicitud que el mismo Cortines pre- sentó en la sesion del 5 del que rije. Entre esos decretos se leyó uno que declara no haber lugar a la dispensa del exámen de historia de América i de Chile, i en conse= cnencia el Consejo rechazó la nueva peticion que a este respecto hace el solicitante. En cuanto al exámen de catecismo se acordó dispensárselo con la condicion de que lo paa durante el tiempo de práctica forense. Se levantó la sesion. sm. - LEYES I DECRETOS SUPREMO GOBIERNO, Santiago, abril 30 de 1855. - Con lo espuesto en la nota precedente, estiendanse los correspondientes titulos de miembros de la Universidad de Chile en la Facultad de Filosofia i Humanidades a don Diego Barros Arana i don Hermójenes Irisarri, elejidos por dicha facultad en la se- sion de 18 del actual, para llenar las vacantes que quedaron en ella por los falleci- mientos de don Luis Antonio Vendel-Heyl i don Cárlos Bello. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—AÁntonio Varas. Santiago, abril 30 de 1855. Apruébase el decreto espedido con fecha 21 del corriente por la intendencia de Concepcion aceptando la renuncia que ha hecho don Ramon Gutierrez del cargo de preceptor de la escuela de la Florida, imombrando para que le reemplace en dicho empleo a don Nolberto Sea Godoi, a quien se abonará el sueldo correspondiente des- de que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon'i comuniquese.—moNTT.—Ántonio Varas. Santiago, mayo 1." de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, nómbrase preceptor de la escuela de Lon- gomilla al ayudante de la de Linares don Juan Revolledo, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Ántonio Varas. Santiago, abril 13 de 1855. Con lo espuesto en la hota precedente, se nombra ecónomo de la Escuela Normal de preceptores a don Gregorio Mujica, quien rendirá previamente una fianza del — 268 — valor de mil quinientos pesos, a satisfaccion de los ministros del tesoro, i percibirá el sueldo correspondiente desde que prineipie a prestar sus serviciOSa Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Ántonio. Varas. Santiago, mayo 12 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, se nombra profesor interino de la tercera clase de humanidades i de la clase de frances del liceo de Talca, al presbitero don Renato Borrez a quien se le abonará el sueldo correspondiente desde que haya pria- cipiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Francisco Favier Ovalle. Santiago, mayo 12 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, trasládase a la villa cabegera del departa-" mento de Vallenar la escuela de mujeres mandada establecer por decreto de 17 de agosto de 1853 en la Plaza del Tránsito. Tómese razon i comuniquese.—mMoNTT.—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, mayo 14 de 1855. Apruébanse Jos nombramientos hechos por la Intendencia de Coquimbo, con fecha 9 del corriente en don Alfredo Elieléfebre, para profesor interino de las clases de gramática castellana, historia i jeografía del liceo de la Serena, i en don Antonio Tirado para profesor auxiliar de matemáticas del mismo establecimiento. Abónese a Jos nombrados el sueldo correspondiente desde que hayan principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, mayo 15 de 1855, Estando vacante la primera clase del curso de matemáticas del liceo de Concep- [E | cion, se nombra para que la desempeñe a don Joaquin Villarino, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus servicios. "Tómese razon i comuniquese—moNTr—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, mayo 16 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente 1. la solicitud adjunta, establécese una plaza de ayudante con el sueldo de noventa i seis pesos anuales, en la escuela anexa al liceo de Cauquenes, i autorizase al Intendente del Maule para que, dando cuenta, nombre una persona idónea que desempeñe dicha plaza. Impútese el sueldo decre- E tado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Refréndese, tómese razon i comuniquese.—MoNtT—Prancisco Javier Ovalle. - Santiago, mayo 16 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, he venido en acordar ¡ decreto: ¡IM 4,2 Destitúyese al preceptor de la escuela de Pulú don Hipólito de Gourt, ise nom- — 269 — bra para que le reemplace en dicho cargo al preceptor de Casa-Blanca don Santiago Vergara. 2," Nómbrase preceptor de la escuela de Casa-Blanca, departamento de Lontué, al de la Lemávida, don José del Tránsito Luna, i preceptor de la última a don Eusebio - Cifuentes, 3. Abónese a los nombrados el sueldo correspondiente desde que principien a prestar sus servicios. 3 Vómese razon i comuniquese.——M0NTT.—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, mayo 18 de 1855. Con lo espuesto en la nota del subdelegado de Curepto, adjunta a la anterior; i Considerando que el lugar de la provincia de Talca, denominado Curepto, contiene un vecindario numeroso que exije la creacion de una escuela de mujeres, he venido pen acordar i decreto : 1.9 Se establece en el lugar denominado Curepto, departamento de Talca, una escuela primaria para mujeres que funcionará en el local provisto de los útiles ne- cesarios que proporcionen los vecinos, ¡en la cual se enseñarán gratuitamente los ramos siguientes: lectura, escritura, catecismo, aritmética, costura i bordado. 2.9 Autorizase al Intendente de Talca para que nombre, dando cuenta, una pre- ceptora idónea que desempeñe dicha escuela, con el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales. 3,0 Impútese el sueldo decretado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de ¿Instruccion Pública. Refréndese, tómese razon i comuníquese. —MoNTT.—Francisco Savier Ovalle, Santiago, mayo 18 de 18553. En vista de la nota precedente, se nombra a don Joaquin Villarino profesor inte= Timo de fisica en el liceo de Concepcion, abonándosele el sueldo correspondiente "desde que principie a prestar sus servicios. Tómese razon i comuníquese.—moN1T.—Franciseo Javier Ovalle. Santiago, mayo 19 de 1855. Con lo espuesto en la nota precedente, i en la adjunta del Gobernador de Osorno; emirato gus la poblacion de dicha ciudad exije el establecimiento de una es- ' ES p loans al Intendente de Valdivia para que nombre, dando cuenta, una pre- A ceplora idónea que desempeñe la indicada escuela, con el sueldo de doscientos diez seis pesos anuales. 3. Concédese la asignacion de cuarenta ¡ocho pesos anuales para arriendo del local en que funcione la referida escuela. 4.2 Entreguese por la oficina de hacienda respectiva a la preceptora que se nom- ase, la cantidad de cincuenta pesos, para que provea a la escuela mencionada de os úliles nceosarios, rindiendo la correspondiente cuenta, — 0 — 5.9 Impútense las cantidades decretadas a la partida 56 del presupuesto del Minis-. terio de Instruccion Pública. Reflréndese, tómese razon i comuniquese.—moNtT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, mayo 19 de 1855. Por renuncia de don Domingo Sarmiento, encárgase a don Santiago Lindsay la direccion del periódico mensual, titulado «Monitor de las Escuelas Primarias», con- forme a lo dispuesto en el decreto de 6 de agosto de 1852, i con una asignación de mil pesos anuales. Impútese a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Ins- truccion Pública. Refréndese, tómese razon i comuniquese. —MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. 9 / Santiago, mayo 16 de 1855. Vista la solicitud adjunta a la nota que precede, concédese al director del liceo de Chillan don Pedro Matus, el permiso que solicita para practicar con el Juez de Le- tras del Ñuble, quedando eximido de la asistencia a la clase de práctica forense miéntras desempeñe el espresado cargo de director. Comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, mayo 16 de 1855. En vista del acuerdo del Consejo Universitario que precede; i Considerando: 1.2 Que la comision examinadora de las memorias presentadas al concurso para la instruccion primaria, no ha pronunciado todavía ningun juicio acerca desu mérito; i 2.2 Que conviene para la dilucidacion de la importante materia, objeto del espre- sado concurso, la presentacion del mayor número de memorias referentes al asunto, He acordado i decreto : y E Admitese al concurso para la instruccion primaria, la memoria que posee don Fe- derico A. Palomera, con la condicion de que no podrá optar al premio establecido por decreto de 12 de julio de 1853, en caso de ser de un mérito igual al de cual= quiera de las que hayan sido presentadas en tiempo oportuno, Comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. i y | SETIEMBRE DE 1855. ( ¿ DISCURSO PRONUNCIADO POR 1 DELEGADO DNNVERSIFARIO l EN EL ACTO SOLEMNE DE LA DISTRIBUCION DE PREMIOS EN EL INSTITUTO NACIONAL, EN PRESENCIA DE S. E. EL SENOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. Excelentísimo Señor : Impedido por sus graves ocupaciones i el delicado estado de su salud el señor Rec- tor de la Universidad me ha encargado que supliese por él en el deber que le in- en el Departamento de Instruccion Universitaria. Al cumplir con esta honrosa mi- sion principiaré por tributar con toda la juventud reunida en este recinto la mas “fervorosa gratitud al Todopoderoso por todos los dones i favores-que nos dispensó en estos dos años deestudios, i luego haré un justo homenaje derespetoi reconocimiento “al gobierno de V, E. i la cooperacion de las altas autoridades del Estado, bajo cuyos auspicios celo i sabia proteccion la instruccion pública adquiere cada año un nuevo Justre ¡ i esplendor. Hijas de la pazi del dominio de la lei, las letras i las ciencias huyen de todo arrebato de las pasiones i buscan un cielo puro i tranquilo para echar tallos i ramajes que en su tiempo darán el abundante fruto a que aspira toda nacion noble i feliz. Cada nuevo año de estudios para lajuventud es un nuevo escalon para la futura grandeza del pais, un nuevo elemento con que se afianza la ventura i glo: ia de Chile. El Instituto Nacional que con justo orgullo cuenta sus años de existencia a la par con los de la independencia i prosperidad de Chile, recibió hace tres años una lijera «modificacion en su réjimen interior, por la cual toda la instruccion'superior profe- sional se colocó bajo la inmediata inspecion de la Universidad. Enriquecido de du — 536 — muchos años ántes este establecimiento con los elementos necesarios para un arreglo universitario, dotado de hábitos de órden, método i trabajo, introducidos por hom- bres eminentes que habian presidido a su destino ia quienes quedará para siempre reconocida la patria, facil ha sido efectuar la mencionada separacion, i en suvirtud nació una Universidad docente, compuesta de tres Facultades: Facultad de Leyes, Facultad de Ciencias Fisicas i Matemáticas i Facultad de Medicina. Despues de lo que espuso el señor Rector en su memoria de 15 de enero del año pasado sobre el primer desarrollo de la instruccion universitaria bajo este nuevo réjimen, es poco mas que una serie de datos numéricos lo que me queda que reunir actualmente, mí 1. Se han matriculado por primera vez en las clases universitarias en 1853 33 alum- nos, i en 1854 55; de los cuales pertenecian a la Facultad de Leyes en 1853 23, en 1854 43; a la Facultad de Ciencias Fisicas i Matemáticas en 1882 2, en 1854 12; u la de Medicina en 1853 8,:en 1354 ninguno. Podrá parecer estraño que se hayan incorporado: «dos alumnos 'para'el estudio de las ciencias Malemáticas i Fisicas en 1853. Pero esta aparente escasez se debia al nuevo órden introducido por el Decreto Supremo de 14 de diciembre del año ante- rior, qne colocó entre los ramos de instruccion preparatoria el de secciones cónicas, que ántes se contaba entre los de instruccion superior. Los que estaban en aquel tiempo en actitud de pasar a las clases universitarias han tenido pues que LE ese * estudio ántes de incorporarse en ellas. No se ha incorporado ningun jóven en la Facultad de Medicina el año último pasado, por no haberse abierto ningun curso nuevo en esta Facultad. Los alumnos que en estos dos años continuaron asistiendo « las clases de imstruc cion universitaria i los que se habian matriculado en los años anteriores ascendie ron: en 1853 a 93, en 1855 a 148. Si a los alumnos recien matriculados í a los mas adelantados que continuaban su estudios se añaden 15-oyentes en 1853 i 38 en 1854 que no han hecho los estudio! preparatorios necesarios ¡para matricularse en calidad de alumnos i pertenecen ¿ diversos cursos, resulta que asciende a 141 el número de jóvenes que recibia la ims truccion cientifica profesional en las clases del Instituto en 18531 a 211 el númer de alumnos de esta misma instruccion en 1854. s Estos 211 alumnos del último año se hallaban repartidos.entre las tres Facultade £n proporcion siguiente : Aiumnos derDerechor ej e aten aa a LS 1d. de Giencias “Fisicas 1 Matemáticas... . 5 20... oo. . gl 1d desMedicin ai alt ae A sE (LEN Practicantes de farmacia que se inscribieron para estudiar la quimica 25 Oyentes, los mas dedicados al estudio de las ciencias físicas i naturales 13. 1. La Facultad de Leyes presentó en 1853 el cuadro siguiente : Han cursado la clase de práctica forense i códizos especiales 36 alumnos; la derecho romano 33 i 7 oyentes; la de lejislacion 26 15 oyentes; la de economía lítica 30, a es a A E as : e : SR E De los informes que los profesores de los mencionados ramos han pasado al Dele- gado Universitario en la mitad del año, resulta que entre los 36 alumuos de prác- tica forense se han distinguido por su aplicacion 19; entre los 26 de lejislacion, 4; entre los 30 de economia politica se han señalado como sobresalientes, 9. De los alumnos de derecho romano solo 20 dieron exámen. a fin del año; de los de lejislacion 21; de los de economia política 17, El número de exámenes recibidos el mismo. año, contando los de jóvenes ester- nos, ascendió a 124, en que hubo solo dos casos de reprobacion, uno de empale, cuatro de aprobacion con dos votos contrarios i ocho: con uno. La misma Facultad, con la incorporacion de un crecido número de alumnos nue- vos, 1 puesto en practica el nuevo arreglo de estudios legales decretado en el mes de diciembre de 1853, presentó en 1854 un cuadro mas halagúeño. En efecto, habién- dose estendido por el mencionado arreglo el estudio de derecho romano a dos años, el Supremo Gobierno ha tenido a bien dotar nuestro Instiluto de un nuevo profesor ' distinguido, el que abrió para los alumnos que acababan de concluir los estudios, preparatorios, un curso de derecho romano de primer año. d Han cursado este año la clase de práctica forense i códigos, 49 alúmnos. La de derecho caaónico 11 alumnos i 15 oyentes. La de derecho español 10 alumnos i 16 oyentes, La de derecho romano primer año 43 alumnos. La de derecho de jentes 16 alumnos i 2 oyentes. - Se comprenden en el número de oyentes de las clases de derecho canónico i dere- cho español los jóvenes que habian estudiado derecho romano en 1853 i no alcan- zaron a dar exámen a fin del año. Los informes que los profesores de esta Facultad presentaron en los meses de ju- mio i setiembre sobre el estado de sus respectivas clases, manifiestan queen la clase Mido práctica forense i códigos especiales se han distinguido por su aplicacion 29 alumnos, pa En la de derecho canónico 8 0, En la de derecho español de 0 En la de derecho romano 1.*r año 8 5 En la de derecho de jentes 6 El número de exámenes recibidos en este año, contando los de jóvenes esternos, "ascendió a 148; en que hubo casos de reprobacion 13, 4 de empate i 17 de aproba- cion por mayoria de votos. Es tambien sensible confesar que en el curso de este año hubo 15 casos en que se retiraron los jóvenes de sus clases sin haber dado razon a sus profesores de los mo- tivos del retiro, ¡un número crecido de. alumnos no se ha presentado al exámen. En cuanto a las necesidades que sufre esta Facultad, el señor Rector es de opinion «que habiendo el Supremo Gobierno dado mas ensanche a los estudios legales 1 cs- tendido a dos años el de derecho romano, es una consecuencia necesaria de esta disposicion ampliar el programa1, de manera que haya en ellos bastante en que ocu- par la atencion de los alumnos. Podria con esie objeto recimprimirse, traduciéndolo al castellano en casoznecesario, alguno de los excelentes cursos de Instituta que se han publicado recientemente en Europa. Fáltannos tambien, para dar cumplimiento al mencionado arreglo decretado en diciembre de 1853, las clases de literatura superior i de alta filosofía, cuyos cursos se hallan incluidos en el cuadro de ¿os estudios superiores obligatorios para la profe- sion de abogado. — $38 — TI. La Facultad de Ciencias Fisicas i Matemáticas ofreció en 1853 los resultados nu-' méricos que siguen: 4: La clase de jeodesia contaba 8 alumnos; todos los cuales rindieron exámen a fin de año. , La de jeometria descriptiva 12 ¡2 oyentes; 10 de los cuales rindieron exámen. A la clase de cálculo diferencial e integral solo asistió un alumno ise hizo nece- sario cerrarla. S La clase de mecánica pudo solo contar tres alumnos, todos de una aplicacion mui distinguida. Ninguno de ellos se presentó a exámen, porque ántes de la promulga- cion del Supremo Decreto de 7 de diciembre de 1854 no se miraba como obligatorio el conocimiento de esta ciencia. La docimasia i metalurjía contaban 20 alumnos; 13 dicron exámen i 2 del curso anterior trabajaron asiduamente en el laboratorio durante todo el año. Los trabajos de estos últimos tuvieron por objeto el, análisis de las sustancias minerales del suelo chileno i se hallan en gran parte consignadas en el libro del laboratorio. La mineralojia, jeolojía i mensura de minas, tenian 49 A 8 fueron exami- nados a fin de año, Once alumnos. se incorporaron en. la clase de quimica orgánica a principio del año, de los cuales 3, dieron exámen: el profesor se quejó de la falta de asistencia de los alumnos. En fin, la clase de arquitectura contaba 8 alumnos, de los que 4 de aplicacion distinguida presentaron-sus trabajos al exámen. En esta Facultad se rindieron 65 ¿exámenes en «varias épocas del año 1853, i en ellos no ocurrióómas que un caso de reprobacion i cuatro de aprobacion con un voto contrario. En jeneral, satisfactorios han sido los Peters que los mas profesores de esta Fa- cultad pasaron al Delegado durante este año sobre el estado de sus respectivas cla- ses. Solo con pena se hacia sentir la falta de alumnos en el curso de auálisis supe- rior, abierto por nuestro sabio jefe del Observatorio, como tambien el reducido número de jóvenes que asistian al curso de mecánica, reuniendo el profesor que está encargado de su enseñanza todas las condiciones apetecibles para su cultivo i pro- greso. Esta falta, fuerza es confesar, se sentirá irremediablemente miéntras no se ponga en práctica con todo su rigor el citado decreto de 47 de de diciembre. No menos sensible ha sido la poca dedicacion de los alumnos al estudio de química orgánica, cuyo conocimiento es de suma ulilidad e indispensable para la profesion de los farmacéuticos. Esta falta ha decidido a un profesor celoso por el cultivo de esta ciencia a presentar al Supremo Gobierno un proyecto para la organizacion de Jos estudios relativos a dicha profesion, en consecuencia de lo cual el Supremo Go- bierno ha tenido a bien ordenar medidas que obligaron desde luego mas de veinte jóvenes practicantes en farmacia. a entrar a principio ae año siguiente en la clase: de química jeneral. Iv. ; sil Bajo mui buenos auspicios i esperanzas se abrió el año escolar de 1854 para esta Facultad. — 539 — El cuerpo de profesores recibió en su ceno a un distinguido naturalista, conocido por sus descubrimientos i obras en Alemania, a quien el Supremo Gobierno ha te- nido'a bien confiar la clase de historia natural i el cual principió su tarea por el curso de botánica. Esta disposicion permitió. exonerar al profesor de quimica orgánica i de farma- cia de la enseñanza de botánica que por muchos años con distincion habia profesa- do,i dar mayor desarrollo al estudio especial de farmacia: de manera que para lo futuro un año entero se destinará a este, estudio iun año al de química osgánica. Ningun farmacéutico podrá recibirse sin pasar por estos estudios precedidos por el de quimica jeneral. p : Por otra parte, puesto en ejecucion el decreto supremo del 17 de 1853, llamó a los jóvenes mas distinguidos por su aplicacion a las clases que hasta entónces habian quedado sin alumnos. Hé aquí el cuadro de los estudios que presenta el año 1854 en esta Facultad: Catorce aJumnos asistieron a la clase de topografía i acompañaron al benemérito profesor, nuestro decano, en las mensuras prácticas que bajo su immediata direc=: cion e inspeccion ejecutaron a fiu del año en las inmediaciones de la capital; 13 dieron exámen i han sido aprobados unánimemente. La clase de aljebra superior contaba nueve alumnos, de los cuales cinco dieron exámen. Doce jóvenes se inscribieron en la clase de cálculo diferencial e integral a prin- cipio del año; de ellos cuatro asistieron en todo el año i dieron exámen. De los once alumnos incorporados en la: de mecánica siete se han dedicado a este estudio i dieron exámen. La clase de física contaba treinta i siete alumnos, los mas dedicados a este estu- dio por pura aficion: diez de ellos dieron exámen a fin del año. La de química jeneral contaba cuarenta í nueve alumnos, entre los cuales unos se dedicaban al estudio con el ánimo de adquirir«la profesion de injenieros de mi- nas o la de ensayadores, otros pertenecian a los estudios médicos ia la farmacia, OLros sin objeto bien determinado; diez ¡ seis dieron exámen a fin del año. A mas de los indicados cuarenta ¡nueve alumnos del primer año, contaba esta Clase 9 jóvenes del curso anterior que se ejercitaban especialmente en las manipula- ciones prácticas i ayudaron al profesor en el arreglo i ejecucion de los esperimentos que exhibia durante las clases. y Catorce alumnos contaba la clase de botánica i cinto de ellos dieron exámen. La clase de farmacia contaba cuatro alumnos i todos dieron exámen. El reducido número de jóvenes en esta clase ha sido la consecuencia naturál de la falta de alum- nos en la de química orgánica del año anterior; pues a nadie se ha admitido al es- tudio de farmacia que no haya dado exámen del último ramo. En fin, seis alumnos ha tenido en todo el año el profesor de arquitectura, mas ninguno se ba presentado al exámen. A setenta i dos ascendió el número de exámenes rendidos en esta Facultad du- rante el año, i a excepcion de cuatro dados por alumnos esternos, los demas han sido de las mismas clases del Instituto. En todos estos exámenes apénas cinco casos hubo de aprobacion con un voto contrario, los demas han sido aprobados unáni- memente; pero varios casos se han presentado en que sin pasar a votacion se ha suspendido el exámen, para dar tiempo al alumno que volviese a hacer el estudio del mismo ramo con mayor empeño ¡mas detenidamente. : Al presentar este cuadro de estudios matemáticos i fisicos del año 1854, sésme permitido hacer algunas observaciones relativas a algunas necesidades que con ma- yor urjencia se dan a conocer en esta Facultad. — 540 — El Supremo Decreto que establece el nuevo arreglo de estudios profesionales para injenieros jeógrafos, injeníeros de puentes i caminos e injeuieros de minas, ha le= nido por objeto dar a estos estudios tendencias eminentemente prácticas i provecho= sas al pais. Nadie desconoce lo que ganarán con este nuevo arreglo las menciona- das profesiones, tanto en el respeto que inspirarán al público como en la maestría i la instruccion mas sólida que adquirirán los aspirantes a ellas. Mas para que se dé cumplimiento a todas las medidas prescritas en el citado Decreto, dos clases nos faltan todavia de aplicacion inmediata, de las cuales una es de puentes i caminos, i otra de esplotacion. o laboreo de minas, abriéndose una i olra en años alternativos. Se hacg tambien desear mucho un buen taller de dibujo que en todas las escuelas politécnicas i de aplicacion forma la base de la enseñanza práctica. Un buen dibujo de eonstrucciones de máquinas, hornos, puentes, edificios, etc, acompañados de circunstanciados presupuestos, con todos los pormenores de ejecucion, es la mejor muestra de capacidad e instruccion que por lo comun se exije a los que abrazan las mencionados carreras, 1 es lo que constituye los verdaderos ejercicios práciicos. Por esta razon, reunida la comision de la Facultad el dia 8 de mayo+de 1854 determinó hacer presente al Consejo de la Universidad tan sensible vacio, i el Consejo ha ele- vado el asunto a lo consideracion del Supremo Gobierno. Compláceme tambien recordar que en el curso: de estos dos años varios testos que sirven hoi dia de enseñanza en esta Facultad se han publicado por los mismos profesores de ella. Asi en este tiempo se. ha dado a luz una traduccion de mecánica que el profesor del. ramo habia arreglado i publicado en Francia para el uso de los colejios de artes i oficias, El profesor de química orgánica enseñó tambien por un ¡testo recien escrito i publicado por él, ¡el profesor de arquitectura, cuya muerte amentamos profundamente, ha legado para nuestra juventud un corto testo de constreccion, claro i de utilidad práctica, que le servirá de recuerdo de sus scrvis cios pasados i del interes que unia a su autor al pais. ” Y. Quédame que hablar todavia de la Facultad de Medicina, la mas limitada de Lo: das, tanto en número de alumnos como de profesores. Habiéndose abierto los cursos de esta Facultad eu 1853 no ha variado notable- mente ni podrá variar el número de alumnos hasta el año 1856 en que volverán a principiar los estudios médicos por un nuevo curso de anatomia. Entretanto, cn dos categorias se dividen los catorce alumnos que se dedican a esta profesion eminente: mente útil: a la primera pertenecen los de anatomia i fisiolojía cuyos estudios duran los tres primeros años de los cursos médicos, a la segunda los de patolojía i clínica esternas e internas cuyos ramos ocupan otros tres años. Siete jóvenes asislian en todo el año 1853 1 en 1854 a la clase de anatomía i el mismo número de alumnos en estos dos años contaban las de patolojía interna i esterna. El número de exámes nes rendidos en esta Facultad ha sido 46 en 1853 i 20 en 1854, todos unánimemente | aprobados. Es sensible que entre la juventud tan numerosa, ávida de ilustracion en todos los | ramos del saber humano, mo habiendo mas que una Universidad en todo Chile, sola | catorce alumnos cuente el estudio de la Medicina; a pesar de que los primeros chilez | nos a quienes cupo en-sucrle el dedicarse a esta ciencia ocupan hoi dia un lugar| mui honroso i gozan de buena fama al lado de los mas habiles facultativos venidos de las universidades estranjeras; i a pesar de hallarse muchas poblaciones de lá Re- — 34 — pública sin médicos i varios de sus distritos en manos de curanderos. Si he de emi- tir mi humilde perecer en esta materia, creo que una de las causas que mas se opo- pen a un progreso mas rápido en estos estudios es que no pudiendo principiar los nuevos cursos de medicina sino cada tres años, los jóvenes de instruccion prepara- toria que concluyen sus cursos de humanidades a fin del primar año de anatomía, j quieren dedicarse a la medicina, tienen que esperar dos años sin poder principiar los estudios médicos: lo que por lo comun les hace tomar otra carrera i otra profesion. ¿Para remediar esta falta i dar a los estudios médicos un nuevo vigor i ensanche, presentó la Facultad de Medicina, hace dos años, al Consejo Universitario un pro- yecto para el arreglo de un nuevo plan de estudios, cuyo proyecto aprobado por el Consejo se elevó a la consideracion del Supremo Gobierno. Conforme al mencio- nado proyecto, con la creacion de una nueva cátedra en esta Facultad i líjera varia- cion en el órden actual de estudios, seria posible dar a ciertos ramos como la hi- jiene i la materia médica mayor estension que la que se les da ahora i reducir los intervalos entre las aperturas de dos nuevos cursos a dos años, lo que haria aumen- tar sin duda el número de alumnos i mejoraría el rejimen actual en esta Facultad. Antes de terminar mis observaciones relativas a la Facultad de Medicina, me tomaré la libertad de señalar el servicio que ha rendido a fin del año pasado a la enseñanza superior el profesor de fisiolojía, publicando un nuevo tratado de esta ciencia que sirve de testo en la clase que desempeña. He ahí una lijera reseña del estado de la enseñanza en la seccion universitaria del Instituto Nacional en los dos años trascurridos. Mas de doscientos alumnos per- tenecen a ella: en este momento los Secretarios de las Facultades respectivas darán a conocer a V. E. los nombres de Jos que han "merecido 'premios o una mencion honrosa por su grande aplicacion i aprovechamiento. Cada año nos trae nuevos ele- mentos de civilizacion i prosperidad nacional, entre los cuales no'es el menor el que se advierte en el amor que manifiesta la juventud al-estudio¡ goces intelectuales. Fodo anuncia que el limitado número de los que se dedican a la instruccion superior irá creciendo con el desarrollo de la imtelijencia i riqueza en la masa de la nacion. Un eran porvenir nos prometen las ciencias i las letras con tal que empeñado en e] estudio i cultivo de ellas el jenio de la juventud no se deje seducir por el mayor enemigo de ellas, el orgullo; i'siempre firme í modesto, perseverante i laborioso, no se aparte de la fe i de sus eternas verdades; las que en cada palabra revelan ma- yor asombro de sabiduría, mayor luz i grandeza que todo lo que hasta ahora ha podido descubrir el hombre i lo que jamás descubrirá por sí solo. MEMORIA LEIDA POR EL RECTOR DEL INSTITUTO NACIONAL EN EL ACTO SOLEMNE DE LA DISTRIBUCION DE PREMIOS EN SETIEMBRE DE 1955, Al manifestar la marcha que en los años anteriores ha seguido el establecimiento en los diversos ramos de la seccion de mi cargo, tengo la satisfaccion de poder ase- gurar que por la constante contraccion de los empleados al cumplimiento de sus de- beres, el réjimen i la disciplina ha mejorado considerablemente, que se nota en los jóvenes ideas de órden i moralidad, que no dejando ya nada que desear, son un justo título de halagiieñas esperanzas. . CURSO DE HUMANIDADES. V En las cuatro primeras clases de este curso han estudiado los jóvenes todos los ramos prescritos por el supremo decreto de 1845, siguiendo el órden establecido en Jos años anteriores, El resultado de sus exámenes ha sido satisfactorio, 1 el aprove- chamiento tan jeneral en todos los ramos comprendidos por cada clase, que han ido mas allá de lo que se les exijia, ilustrado las preposiciones de exámen con la espo- sicion de las doctrinas de diversos autores, hecho que por otra parte destruye el infundado temor de que perjudica la instruccion por los ramos que abraza. El latin mismo, sujeto en su estudio a una escala gradual, participa de las ven- tajas del sistema. Se traducen en todo el tiempo que dura su aprendizaje, trozos escojidos de los mejores clásicos i se dá al mismo tiempo un conocimiento completo de Virjilio, Ciceron i Cesar. únicos autores que ántes de rejir el nuevo plan, se ponia al alcance de los alumnos. Para regularizar tan impor'ante estudio, el Supre- mo Gobierno encargó en 1853 a don Luis Antonio Vendel-Heyl, formase una colec- | cion de los mejores clásicos latinos, entresacando de ellos los trozos mas selectos; que a la vez que sirviera para aplicar progresivamente las reglas gramaticales de aquel idioma, diese al jóven alumno una idea completa de su jenio i sus bellezas, i dispertara en él el gusto por el estudio del latin. Pero tan útil trabajo ha quedado sin terminar por la sensible pérdida del señor Vendel-Heyl. El estudio de la historia se hizo por los mismos testos adoptados ánles, a excep- cion del de Lefrane, que fué reemplazado por el de Victor Boreau, que a la clari- — 543 — dad, al método ia otras muchas ventajas que lo hacen preferible a todos los testos hasta hoi conocidos, reune la de ser un curso completo de historia que uniformará la enseñanza de esta ciencia en todas las épocas que abraza. En 1853, se dió prin- cipio por uno de los profesores de humanidades, a la traduccion de la historia amti- gua del mismo autor, cuyo trabajo era ya indispensable por la falta absoluta del de Fleury. Segun el plan de estudios, la jeografía se enseña a lus cursantes de humanidades en los dos primeros años, tiempo mas que suficiente para la estension que se ha dado al estudio de este ramo. En el primer año «aprenden losjóvenes toda la jeografía en sus detalles mas jenerales, abrazando la poblacion, principales producciones, relijion i gobierno de cada Estado, la designacion de: los rios, puertos, mares i €s- trechos con todas sus particularidades. En el segundo año vuelven a repetir el mis: mo estudio, i adquieren conocimientos mas minuciosos; pero que ninguna impor- tancia tienen para el comercio ni la historia i que olvidan fácilmente. El quinto año de humanidades continua bajo la direccion de los profesores de rolacion. ; A La falta de un testo elemental para la clase de filosofia, que permite dara los alumnos en un año las nociones jenerales de dicho ramo, habia obligado a que con- Linuase enseñándose esta ciencia en el sesto isétimo año, junto con el latin, historia, literatura i fundamentos de la fé. Pero aun cuando este inconveniente hubiera po- dido salvarse, como.existia tambien la dificultad del órden con que se hacian los estudios superiores (que principiando solo de dosen dos años) afectaba a la ins- truccion preparatoria, obligando, a los alumnos que cursaban el siguiente año de humanidades al terminar el primero de filosofia, a permanecer en, la misma clase por un año mas, o a principiar el estudio de la filosofía, terminado el cuarto de humanidades, ha sido indispensable para dar cumplimiento al supremo decreto de 1845 en todas sus partes, aguardar que principiara en la instruccion superior, cada año. una serie de estudios legales para los jóvenes que terminando las humanidades, quisieran. dedicarse a la carrera forense, tal como se ha establecido por el supremo decreto de 1853, el cual relaciona los estudios preparatorios con la instruccion su- perior i hace desaparecer los inconvenientes que, «sin ser mas que de órden o de método. en la distribucion del tiempo, se atribuian a «la naturaleza del actual plan de estudios. No llamaria en este acto vuestra atencion hácia una materia estraña a la obliga- cion que me imponen los estatutos de la casa, si no se insistiera alguna: vez, por jenorancia de los hechos, encreer existentes las dificultades” que debieron embara- zar en su principio la observancia de los supremos decretos de 1843 1 45, que regla- mentaron los estudios preparatorios. Tales dificultades ya no existen i sin ningun esfuerzo se vé abrazar al mismo liempo a los jóvenes alumnos «el estudio de los diversos ramos designados para cada clase, Hai diferencia es verdad entre e] número de jóvenes que anualmente se matriculan comparados con los que terminan sus estudios. Pero sucedia de otro modo bajo el antiguo sistema? ¿De año en añono se les veia abandonar las carreras profesionales para dedicarse al estudio de ramos especiales al comercio i que ahora están incorporados en el curso preparatorio? Bajo los antiguos estatutos no habia para los jóvenes mas porvenir que la terminacion de su carrera, sus trabajos eran perdidos sino llegaban al fin; fuera de la profesion de abogado no habia campo en qué aplicar sus conocimientos, i despues de ocho años de estudio, ignoraba los problemas mas sencillos de la aritmética. La instruccion relijiosa es completa, plálicas morales i doctrinales avivan i arrai- gan en el corazon del joven alumno los sentimientos virtuosos que han de dirijir mas tarde todos los actos de su vida. 36 — 544 — El consejo de profesores, conforme a lo dispuesto en el artículo 131 del regla- mento determinó la prueba que debian rendir sobre latinidad los aspirantes al tercer premio. Esta prueba a que se sometió don Sandalio Letelier como aspirante al premio, consistió en la version del español al latin de una composicion designada dos horas ánles por los examinadores, en un exámen riguroso de lodas las partes de la gramática, ¡el análisis de una cédula sacada a la suerte de entre varias, forma- das de los mejores clásicos latinos. El interesado se desempeño satisfactoriamente i la comision le otorgó el premio. bu ESTUDIOS PREPARATORIOS. A virtud de lo dispuesto en el supremo detreto de 1848, el curso preparatorio ha durado dos años i comprendido en matenráticas, aritmética, áljebra ijeometria, en- señadas bajo un sistema práctico que solo exije aquellas demostraciones sencillas al alcance de la debil intelijencia del alumno. Despues de estos estudios principian los jóvenes las carreras profesionales, inquieren el fundamento de las cuestiones que se les presentan, las aprecian porque están capaces de comprenderlas, i deducen de ellas consecuencias que en muchos casos simplifican los cáleulos, ¡cuyo conocimiento solo puede adquirir la jeneralidad de los alumnos con el ouxilio de los estudios 1] preparatorios. Grande es la diferencia que se observa en el número de alumnos que | se contraen a las ciencias exactas respecto de los que abrazan los estudios humani- tarios, i esta diferencia que es tanto mas notable cuonto mas elevados son los ramos | que cursan, desapareceria en parte estableciendo que cada profesor de matemáticas no tenga a su cargo la enseftanza de un ramo especial, sino que los recorra todos marchando con los mismos alumnos desde el principio hasta el fin. Las mismas ventajas que la esperiencia ha manifestado en los estudios humanitarios con el sis- tema de que contínuen con un mismo profesor, creo se lograrian en los estudios de matemáticas. A principios del año de 1853 se fijó por límite de los estudios que previamente | debian hacer los jóvenes para incorporarse en la instruceion superior, la jeometria analitica hasta la discusion de las ecuaciones de segundo grado. Desde entónces au- mentándose en un año la duracion de los estudios preparatorios, i diminuyéndose el mismo tiempo la de los universitarios, los alumnos de aquel eurso han podido . completar el aprendizaje de los ramos que, econ el nombre de accesorios, deben aprender al mismo tiempo que las matemálicas. En agosto de 53, se dió principio por los cursantes de matemáticas, al estudio de la cosmografia. El corto tiempo que pudieron consagrar los jovenes a dicho ramo, por lo avanzado del año escolar, me obligó a recomendar al profesor fijase solo su atencion en los puntos mas principales i necesarios para la intelijencia de los estu- dios de un órden superior. En el siguiente año el estudio se hizo completo. En 1854, se dió principio por los alumnos de matemáticas al estudio del dibuj UM lineal decretado el año anterior, adoptándose por testo la obra de Boúillon i princi- pios elementales de arquitectura estractados por el profesor de dibujo del estableci miento a quien se encarga temporalmente la direccion de la clase. Figura tambien entre las clases del establecimiento la de dibujo lineal para lot artesanos. Esta clase que ántes del año de 53, solo era útil a los carpinteros ia quitectos, se vé frecuentada en el dia por gran número de ebanistas, talladores plateros, etc., por haberse agregado, a indicacion del actual profesor. el de dibuj — 540 — de adorno. Con este nuevo aprendizaje se ao: a formar los diversos artistas que demanda el progreso del pais. En la administracion de los fondos se han hecho arreglos i planteado mejoras importantes. El cuadro que acompaño manifiesta las entradas i gastos que ha tenido el establecimiento en los cuatro últimos años. l ESTADO DE LOS ALUMNOS PREMIADOS EX 1854, Clase de moral i derecho natural. 1.2 D. Jorje Hunens. 2%» Julio Blest. Clase de latin de la 9. de humanidades. 4.2 D. Manuel domingo Bravo. 22.2» Julio Blest. IAS RRAS Fundamentos de la fé 2. año. PS 1.2 D. Jorje Huncus. 2.2 » Mariano Saavedra, Literatura 2. año. . 3.2 D. Julio Blest. yA 2:20» Benjamin Navarrete. Historia de Chile de la 7.1 1.9 D. Julio Blest. 2.» Ramon Murillo. TWilosofía de la G.* 4.2 D. Camilo Cobos. 2.2 » Miguel Gruchaga: 4 Latin de la G.* 1.2 D. Miguel Cruchaga, 2.2 » Domingo Arce. e 546 > -FEunmdameantos de la fé de la G.* 1.2 D. Miguel Cruchaga. 2.2 » Gamilo Concha. ESteratura de la G.? de humanidades. 4-2 D. Miguel Cruchaga. 2.* » Abdon Carrasco. Mistoria de América. 1.2 D. Adolfo Murillo. 2.2 » Emilio Concha. Clase 5.2 de Eumanidades. 1.2 D. Sandalio Letelier, 2.2 ». Pedro Solar. Física elemental. 1.2 D. Sandalio Letelier. 2.2 » Benjamin Pereira. Clase £.? de humamdades, 1.9 D. José Antonio Lira. 2.2 » Andres Rojas- Mistoria eclesiástica i vida de Jesucristo. 10 D. Carlos Infante. 2.2 » Francisco Pinto. Frances 2.5 año. 4.9 D. José Antonio Lira. 2.0 » Alejandro Zúñiga. imgles 2. año. 1.2 D. Luis Rodriguez. . 2.2 » Cárlos Sanchez. Clase 3.2 de humanidades. 1D. Luis Antonio Gantos, 2.2 Fidel Ignacio Rodriguez. V e A - Mistoria samta. ] 1.2 D. Luis Antonio Cantos. 2.2 » Francisco Javier Leon. Frances 1.7 año 1.2 D. Adolfo Zegers. 2.2 » Guillermo Eloi Rodriguez. Emgles 1.7 año. 4.2 D. Adolfo Zegers. Clase 2.2 de humanidades para imiernos, 1.2 D. Justiniano Adrover. 2.2 » Manuel Fernandez Dibujo natural 2.2 año. 1.2 D. Adolfo Valdes. Catecismo fimal. 1.2 D. Mariano Ramirez. 2.2 » Liborio Cuadra. A Clase 3.2 de humanidades para estermos. 1.2 D. Francisco Bernales. 2,2 p Ramon Rivera. Catecismo final. 1.2 D. Ramon Rivera. 2.2 » Francisco Bernales. Clase 2,2 de humanidades para internos. 1.2 D. Federico Castro. 92.2 » Pedro José Barros. Catecismo 1.* año. 7 1.9 D, Polidorio Baeza. 2,0 y Federico Castro, — 548 — Clage 1.? de humanidades para esternos. 1. D. Cárlos Renjifo. 2.2 » Osvaldo Renjifo. Otra id. para 1d. 4.2 D. Juan Silva. 2.2». Adolfo_Kios. Catecismo 1. año. 4.2 D. Cárlos Renjifo. 2.2» Guillermo Middleton. Clase del 3.7 año cientifico. 1.2 D, Francisco Basterrica. 2.2 » Gaspar Vidal. : Fundamentos de la fé fimal. 4.2 D. José Leon Ortiz. 22» Gaspar Vidal. Historia moderna, 4.0 D. José Leon Ortiz. Cosmografía. 4.2 D. Gaspar Vidal. Clase del 2. año ecjentifico. 1.2 D. Juan Antonio Montes. 2.2 » Manuel Antonio Campos. Vida de Jesucristo e historia eclesiastica. 1.2 D. Juan Antonio Montes. 2.2 » José Antonio Lira. Historia de la edad media. 1.5 D. Juan Antonio Montes. 92.2» Rafael Ahumada. Clase del 1." año científico. 1.2 D. Tomas Urela. 2.2 » Pantaleon Quezada, — 049 — Gramática castellana final. 1.2 D. Manuel Montes. 2.2 » Francisco Javier Leon. MWistoria romana, 4.2 D. Tomas Ureta. 2.2» Pedro Salas. Historia santa, 11.9 D. Alejandro Fuenzalida. 2. » Claudio Acuña, Dibujo limeal. v1.9 D, Tomas Ureta. 2.2 » Pedro Salas. Clase 2.2 preparatoria de matemáticas. 4.2 D. Pedro Lucio Cuadra. 2.2» Nicanor Arellano. Gramática castellana 2.2 año. 4.2 D. Nicanor Arellano. 2.2 » Eulojio Pereira. Mistoria ambigua i griega. 1.2 D. José Maria Baraona. 2.2» Jose Maria Lira. Clase 1.* preparatoria para imíernos. 1.2 D. Abelardo Donoso. 2.2 » Froilan Pantoja. Otra id. para esternos. 1.0 D. Santiago Concha. 2.0» Pedro N. Salas, Partida doble. 1.2 D. Manuel Arturo Villarruel. 2.0» Adolfo Zegers, De JO PREMIOS DE CONDUCTA. 4.2 SECCION. D. Federico Castro. , 9.2 SECCION. D. Abelardo Donoso. 5.* SECCION. D. José Agustin Fuentes. 4.3 SECCION. D. Matias Silva. Da SELCION. D. Sandalio Letclier. 6.? SECCION. D. Juan de Dios Morande. 1, SECCION. | D. Francisco Pinto. 8.2 SECCION. D. Adolfo Valdes. - Dibujo limea! para artesanos. 1.2 D. José Antonio Diaz. 2.2» Pascual Ortega. sx ESTADO QUE MANIFIESTA LA ENTRADA I SALIDA DE CAUDALES QUÉ HA TENIDO LA CAJA DEL INSTITUTO NACIONAL EN LOS AÑOS DE 1851, 52, 53 1 54, CONTADOS DE FEBRERO A FEBRERO. 3 CARGO. DATA. Existencia de 1850... . + +. 1,5395 5/8 $ Hacienda en comun +... . .. - 37,353 3 9/8 Entradas; Venta de libros . ... +. +. + . 907 a ( PERSO . 30,551 0 4/8 (69 ai sa NS 36,746 2 1/8 MA Salidas Gastos ordinarios i estraordinarios . 23,999 2 5/8 Devoluciones . . . .». .«. +... 0... 152 ESAS O ce 5,099 5 6/8 70,351 1 3/8 65,995 2 4/8 Sobrante para 1852. . . +. + 4,355 6 1/8 Existencia de 1851 . . . . . +. 4,355 85 1/2 Hacienda en comun... . +. +. +. 91,797 59 Entradas vent de Mibros a Rc 18 Pensiohes. 1. 20, 641429112 eN 22 Sueldos. . . - 41,113 40 1/2 idas AA ordinarios i estraordinarios . ; 29,420 72 1/2 j Devoluciones . . . .... .... 3,800 23 Prestamos pista ida lis j 4,000 83,511 59 78,334 36 Sobrante para 1853. : .. 3 2,416 76 1/2 Existencia de 1852 ..... . . ». 2,416.76 4/2 y Hacienda eh COMUN... +. 1... 30,890: 98 Entradas? Venta de libros. . . . . +... ». 1,339 74 Q Pensiones . A E ADO DAL ap) on Sueldos. . . 38,187 63 1/2 eS Salidas Gastos ordinarios i estraordinarios E 20,751 68 Gastos universitari0S. . . ..... . 4,858 90 1/2 rd A OEA 337 9 1/2 Sobrante para 1854. . . . . 935 35 Existencia de 1853 +. .» . . +. + 935 35 Hacienda en coMUN. +...» ». ». 42,202 73 Entrados de de libros... . . » 1,247 96 1/2 E Pensiones +. 0 aio ea. a 26,660 eS fs Sueldos . . . A S : 43,994 07 eS Gastos ordinarios 1 estraordinarios » 24,919 93 1/2 Salidas. ) Gastos universitari0S, +. +... +. -. o 907 85 Devoluciones IS A US 1,224 04 AA A AA AA A A A AÁÉ ———————— —Á y 711,046 04 1/2 711,045 S9 1/2 Sobrante para 1855, ... . 15 MEMORIA LEIDA POR EL RECTOR DEL LICRO DÉ LA SERENA EN EL ACTO SOLEMNE DE LA DISTRIBUCION DE PREMIOS EN SETIEMBRE DE 1859. Cumpliendo con lo dispuésto en cl reglamento, voi a dar cuenta del estado del Liceo en el año que trascurre. - En mi última memoria espuse el éstado deplorable en quese encontraban las rentas del Liceo, que desde el año anterior han sido parte para embarazar su mar- cha espedita haciendo forzosa una reduccion de clases que imperfecciona los cursos establecidos en su plan de estudios. Dos arbitrios se habian propuesto a la consideracion del Supremo Gobierno para procurar al Liceo el incremento de rentas que necesitaba para vivir. Elevar la mó- dica pension de los alumnos internos a la cantidad que se juzgase suficiente para -cubrir los gastos de su manutencion i demas que reclama el réjimen a que debgn estar sometidos, i distraer a su favor una parte del impuesto fiscal sobre la esporta- cion de minerales en bruto. Mas, temiéndose alejar con el primero el número de cursantes a las aulas del Liceo, i afectando el segundo al sistema jencral de las rentas públicas, fué rechazado por ahora aquel i aplazada para mas tarde la adop- cion del último. | A la apertura del presente año escolar continuaba pues en pié el grave inconve- niente de la carencia de rentas. Consuitados los gastos que demandaria la reinstala- cion de algunas clases suprimidas, i las rentas que se esperaba produjesen los fon= dos propios del Liceo, resultaba un déficit de 6,709 pesos que no habia posibilidad de saldar. En vista de estos antecedentes el Supremo Gobierno decretó en 30 de dis ciembre del pasado un auxilio de 5,000 pesos abonables en mensualidades iguales. Bajo el amparo de este pequeño auxilio, fueron reinstaladas i confiadas a la direccion de un ¿idóneo i competente profesor las clases de catecismo de doc- trina cristiana, historia sagrada i fundamentos de la fé, distribuidas de manera que pudieran cursarse con comodidad por los alumnos de las varias clases del esta- blecimiento. La clase de fundamentos ha llamado particularmente mi atencion en este ramo de conocimientos, estimulando a los jóvenes a que se ded;guen a ella con “interes, pues hasta ahora no se ha finalizado ningun curso en el establecimiento sobre un estudio que tiende tan eficazmente a avivar 1 robustecer la creencia de un católico. , — 553 — La carencia de un testo adecuado a la intelijencia de los cursantes era un grave inconveniente que se levantaba contra la organizacion de esa clase. Las verdades profundas del dogma católico, los fundamentos racionales de su divina enseñanza, la elevada filosofía de sus principios, no se inculcar así no mas por medio de una enseñanza somera i superficial. La demostracion mo puede ser completa si no se desciende al fondo de los principios. Mas la marcha de este procedimiento, abs- tracto por náluraleza i delicado por la materia sobre que se ejerce, no se propor- ciona facilmente a los recursos limitados i débiles de entendimientos no prepara- dos, no robustecidos todavia con el hábito de la refleccion i el raciocinio. Por alguno de estos dos aspectos de oscuridad o superficialidad pecaban a mi ver los pocos testos de que se podia echar mano para la instruccion elemental del ramo de que me ocupo. Conciliar tan opuestos estremos; proporcionar la debilidad de los medios a la dificultad i grandeza del objeto, hé ahi la tarea dificil que está llamado a des- empeñar el profesor de ese ramo. Como el año antecedente, a la apertura del que corre, no se han presentado nue- vos alumnos a enrolarse en las clases de latin, de suerte que de ese ramo no fun- -Cciona mas que la clase des:inada a los alumnos de cuarto año asistida por un cor- tisimo número de alumnos. Este fenómeno cuya repeticion hace crecr ya su perma- mencia, la cual afectará tanto la tendencia i forma que deberá darse a los estudios del Liceo, procede de causas que no es dificil investigar. El aprendizaje de este ramo segun los estatutos vijentes, no conduce sino a profesiones o carreras que no se completan en este establecimiento, 1 que para llevarlas a término los alumnos que se sinticran inclinados a abrazar alguna, se verian obligados a separarse del seno de sus familias ia soportar los gastos e incomodidades consiguientes a una traslacion i larga permanencia en la capital, miéntras que francas i espeditas les ha abierto hasta ahora el mismo Liceo otras carreras que ofrecen una perspectiva de honroso i mas seguro provecho. Esas profesiones cuya aplicacion tiene por objeto la industria principal de la provincia, que tienden a satisfacer necesidades mas jeneral e imperiosamente sentidas en ella, necesidades mas manifiestas, mas inme- diatas, mas materiales, si puedo espresarme asi, deberán pues desarrollar a su favor una aficion decidida, un gusto preferente sobre las que no cuentan con tan favora- bles antecedentes. Para facilitar mayor ensanche al aprendizaje de la historia, he procurado herma- nar la enseñanza de este ramo con el de la jeografía, obligando a los alumnos que deben cursar aquella, a asistir a las lecciones clementales de jeografía antigua que el profesor auxiliar de matemáticas se ha prestado a dar. >oLas demas clases del curso de humanidades sigue por ahora la marcha de que dicuenta el año anterior, debiendo añadir que entre ellas funcionan actualmente las de literatura e historia moderna suprimidas el año anterior acausa de la caren- cia de rentas. “Las clases elementales de matemáticas son las mas concurridas del Liceo, porque a mas de ser su curse obligado por vía de preparacion a los quese dedican al apren- dizaje cientifico de esta facultad, afluyen a ellas multitud de otras personas que solo anhelan adquirir aquellos conocimien tos mas fáciles i comunes que son necesa- rios para el ejercicio de un arte o industria. Aunque el plan de organizacion del Liceo no ha sido consultado para esta clase de personas, he creido sin embargo de mi deber tomar en cuenta su interes para la distribucion de las clases, estableciendo el órden de su diaria sucesion de una manera que pueda conciliarse con el de los demas sin embarazar la marcha ordenada de los,cursos principales. Para el estableci- miento de este arreglo ha sido necesario sin embargo sacrificar algo del buen método de disciplina intorior, lo cual hace desear a este respecto una innovacion en el plan er de estudios que consulte una organizacion adecuada propia i peculiar para la ins- truccion elemental. I desde luego es fácil advertir que la diferencia de objeto de los*que entran a cursar las clases elementales para cerrar con ellas solas toda la instruccion que de- sean adquirir, o a que pueden aspirar, de los que solo atraviesan estos cursos como accesorios o preparatorios de otras carreras cientificas, deberia tambien traer una gran diferencia relativamente a la amplitud i estension que debiera de darse al aprendizaje de cáda uno de esos mismos ramos. El ejercicio del comercio i de la industria exijen tambien conocimientos especia- les. Hai ramos que solo tienen una aplicacion esclusiva sobre ellos, 1 cuya enseñanza podria introducirse a mui poca costa entre la que está destinada a dar aclualmente el Liceo. Cerradas de hecho las clases de latim, como lo dejan temer mui natural- mente los antecedentes que dejo espuestos en lo que concierne a esas clases, no veo inconveniente para sustituir en su lugar el estudio de los ramos de instruccion comercial. De esta suerte habria logrado el Liceo una organizacion perfecta para el desarrollo de la industria principal que se ejercita en el territorio, a cuyas nece- sidades está destinado a servir. Formando ensayadores e injenieros que apliquen las combinaciones sublimes de la ciencia al trabajo i esplotacion de las masas minera- les, el Liceo no serviria sino a medias a ese importante ramo de la riqueza nacional. Se necesita ántes formar el empresario cuyas especulaciones dan el campo, la mate- ria sobre que se han de ejercitar esos preciosos conocimientos. Se necesita formar i desarrollar el espiritu de empresa que es el que sirve para utilizar, para animar ¡ dar vida a los importantes descubrimientos de la ciencia. Sin haberse recibido oportunamente los aparatos encargados a “Europa para componer el gabinete de física, no ha sido posible proceder a la apertura de esta clase en el nuevo curso de ciencias naturales que dió principio el presente año escolar. Para la enseñanza de la quimica era ya urjente sustituir el reducido i compen- dioso testo de Crosnier que se habia seguido hasta ahora, por otro que contuviese una mas amplia doctrina i cuyos principios i teorias reposasen sobre los últimos descubrimientos con que se ha ¡enriquecido esta ciencia. Contando ella apénas un siglo de existencia i abarcando en la inmensa amplitud de su materia una tan va- riada i prodijiosa serie de fenómenos, teniendo por estudio la misma naturaleza, ha debido recibir desde sus principios profundas alteraciones. Por medio de los inago-. tables recursos que ofrecen al naturalista los medios esperimentales, nuevos fenó- menos se ofrecen a su contemplación, i los que ántes quiza pasaban desapercibidos, vienen a servir para deducir leyes i fundar nuevas teorias. Esos rápidos progresos de la ciencia en sus primeros tiempos, léjos de hallarse detenidos en su progresivo camino sin ninguna interrupcion: nuevos descubrimientos se suceden a la par que las investigaciones de los quimicos continuan con una sagacidad i entusiasmo admi- rables. Ya se deja ver por esto solo las ventajas que ofrecerá a la enseñanza de este ramo un testo moderno, euya doctrina repose sobre las mas recientes investigacio= nes, ¿el de M. Regnault, que es el que ha fijado nuestra eleccion, reune a esla ven- taja la de describir con claridad 1 precision la práctica i los es,crimentos e indicar al alumno el camino por donde puede llegar al eonocimiento de nuevos hechos, O al ménos a aclarar otros que no son sino hipotéticos. Otro motivo poderoso influia a mas de aquel para la adopcion del testo de que me ocupo. Carccemos hasta el presente de un tratado de metalurjia que sea cómodo i adecuado al conocimiento que se tiene en el pais de este ramo, que formando parte de las ciencias mecánt- cas, puede ser reunido con el de csplotacion de minas bajo el nombre de ciencia de minas, El testo de M. Regnault llena en porte este gran yacio facilitando el estudio — 555 — de uno de los ramos que mas directamente afecta a los intereses de las provincias: del norte. 5 Cuatro de los alumnos que rindieron el año anterior exámen de mineralojía í tratado de eusayes, se han presentado como aspirantes al titulo de ensayadores jenerales: los demas continúan el curso de los ramos exijidos a los injemieros de minas. Para la rendicion de las pruebas finales exijidas a los aspirantes al título de ensayador, han ocurrido dudas i embarazos que es de desear sean zanjadas por el Supremo Gobierno en una resolucion jeneral para los que hagan su curso de estu- dios en este Liceo. : Cuando la ciencia del ensayador i del injeniero de minas eran todavia descono- cidas en el pais, cuando los reglamentos de estudios jenerales nada determinaban acerca del aprendizaje de las ciencias fisicas, el colejio de Coquimbo daba ya ensa- yadores a la minería i espedia títulos de suficiencia a favor de sus alumnos, los: cuales visados simplemente por el señor Intendente de la provincia recibian toda fé y validez para el ejercicio público de esa profesion. Autorizado solo por la costum- bre este defectuoso modo de espedir los diplómas, el reglamento de estudios dictado para este establecimiento en julio 25 de 850 vino en cierto modo a reglamentarlo; pero solo en lo relativo a los ramos exijidos a los aspirantes i no eo cuanto a las pruebas finales que se rinden en las demas profesiones conocidas, i que era natural j preciso exijir en esta. El decreto de 853 que contiene el plan de estudios de la facultad de ciencias fisicas i matemáticas ha venido a establecer por último la de “un exámen practico rendido precisamente en el laboratorio del Instituto Nacional ante una comision compuesta del Decano i Secretario de la Facultadá dos profesores ¿del ramo. Mas someter a los estudiantes de las provincias a las exijencias de un decreto que, “Jos obiigaria a una costosa i a veces imposible traslacion a la capital no mas que para la rendicion de la última prueba, equivaldria a cerrarles herméticamente esa carrera, a sofocar en ellos toda aficion, todo entusiasmo por la adquisicion de cono- cimientos que no ofrecerian desde enlónces otra recompensa a las fatigas 1 sinsabo-. res que ellos cuestan, que la vana i estéril satisfaccion del deseo. Porque es preciso tener mui presente que el estudio de esas ciencias es emprendido casi-esclusivamen te por aquellos jóvenes poco acomodados que ven en la carrera a que ellas conducen una perspectiva de lucro i de provecho honroso i mas inmediato que no encontrarian en otra cualquiera que pudiesen abrazar. La disposicion de que me ocupo levantando obstáculos pecuniários a los que se dedican al ejercicio del ensayador, establecería una desigualdad manifiesta a favor de aquellas personas pertenecientes a familias acomodadas que cederia en perjuicio de las que justamente necesitan de estímulos i concesiones mas importantes i de parte de quienes deberá esperarse mayores adclantos, un aprovechamiento i con- fraccion mas decididos en el desempeño de las tarcas anexas al ejercicio de su profesion. Cuando la carrera (vel ensayádor no está todavía entre nosotros ni aun en su infancia, cuando quizá puede decirse que todavia no ha nacido, oportuno, necesario parece rodearla de facilidades, allanar su acceso por todos los medios posibles, des- embarazarla de toda clase de obstáculos hasta que haya tomado cierta consistencia i vigor propios que la dispongan a recibir reformas i mejoras a que no podria resistir en los primeros periodos de su existencia. E si es cierto que la aficion, que el gusto por cada ciencia, industria o profesion nace ¡se desarrolla en cada localidad segun la influencia que ejercen sobre sus necesidades, segun la aplicacion mas o ménos Constante a que ellas dan lugar, es preciso convenir que las provincias mineras del — 556 — norte que fueron la causa de las ciencias fisicas en el pais, serán tambien las que mejor sirvan a su completo desarrollo. a Es pues de esperar que el Supremo Gobierno tomará en cuenta tan podcrosos mño- tivos para modificar el decreto de 7 de diciembre en la parte que he examinado. Mas en este órden de estudios quedan todavia otros obstáculos que salvar, nnevas necesidades creadas por esa misma disposicion que el Liceo se halla en el caso de atender i satisfacer. El decreto de 7 de diciembre de 853 ha innovado los ramos de enseñanza que deben cursarse en la Universidad nacional por los alumnos que se dediguen a las diversas profesiones que se hallan bajo el dominio de la facultad de ciencias físicas j matemáticas. Cinco carreras distintas se ofrecen ahora a los jóvenes que se consa- gran a la adquisicion de ese jénero de conocimientos: la de injenieros civiles, inie- nieros de minas, ensayadores jenerales i arquitectos. La carrera del agrimensor ha sido suprimida ¡ sustituida en su lugar la de injeniero jeógrafo. Nuestro plan de estudios reglamenta el curso de ciencias fisicas i matemáticas segun el antiguo sistema en los ramos concernientes a la carrera del agrimensor, del injeniero de minas i del ensayador, la primera de las cuales nodebe contarse ya en el número de las carreras profesionales del pais. Por lo que bace a la segunda, los alumnos no podrian cursar en el Liceo, segun está organizado actualmente, los ramos de aljebra superior, mecánica i nociones de astronomia. últimamente reque- ridas en el supremo decreto citado. Para completar la carrera del coronan falta el establecimiento de una clase de química orgánica, Modelar el plan de estudios del Liceo en le que mira a la organizacion de esos cursos a las exijencias de los estatutos universitarios no costaría mas que la agrega- cion de dos nuevos prolesores a cuya direccion podrian tambien confiarse los cursos de cálculo diferencial e integral, jeodesia, puentes i caminos i«eplicaciones de la jeo- metria descripliva al corte de piedras i de madera exijidas a los injenieros civiles i Jeóurafos. Esta medida es de una importancia vital, ia su adopcion está vinculado el por- venir, la existencia misma del Liceo. Si el presente estado de cosas hubiera de con- tinuar por mas tiempo; si para la *finalizacion de las carreras que abre el Liceo a sus alumnos, les hubiera de será necesario trasladarse a la capital i soportar las incomodidades i gastos consiguientes a una larga permanencia en ella que la mayor partese halla en la imposibilidad de poder sobrellevar, las clases de ciencias fisicas i matemáticas tan concurridas abora, tan llenas de porvenir para lo sucesivo, se verian desiertas por falta de aliciente, seestinguirian porsa propia virtud, quedando reducida la instruccion que dá el Liceo a la de los mas simples ¡ elementales tono- cimientos. 1 no se crea que exajero. No se diga que degrado ese puro entusiasmo que la pien- ela inspira por si misma, reduciéndolo a un cálculo vil de ganancias i pérdidas. Bien sé yo que el saber lleva consigo su recompensa, que la ciencia encierra en si misma placeres intimos, placeres sublimes i duraderos, que para gozarlos el alma ni envejece ni se cansar jamas. Pero esa recompensa está escondida en lo mas pro- fundo de su seno i no se muestra a los profanos ojos de los que no ban sido todavia iniciados en sus secretos. De estas personas es de las que se trata. Para estas que no ven enellas sino la esterioridad poco atractiva del trabajo 1 la vijilia con que se encu- bren, se hace necesario crear intereses estraños talvez; pero que pudiendo verse 1 comprenderse, determinarán a buscar su acceso, penetrar hasta sus mas recónditos mis toros. : Debo insistir todavia, porque nunca se insistira demasiado sobre Aa de tamaña importancia, Si se trata de fomentar el estudio de las ciencias naturales, si a su — 501 — cultivo i desarrollo está vinculado el porvenir, el engrandecimiento de la industria mas importante del pais. ¿Dónde con mas facilidad? ¿En qué otro punto de la Re- pública se podrá propagar ese gusto, esa aficion, ese entusiasmo de que vive la cien- cia, que la anima i la impulsa a su mas completo desenvolvimiento, que aquí, en el centro de sus aplicaciones, aqui donde las necesidades la llaman, donde el interes la sostiene? Esas ciencias no son aqui como en las demas provincias del sud plantas exóticas, cuyo terreno sea necesario preparar i abonar ántes, la mano de la naturaleza lo ba dispuesto para recibir esa especie de cultivo, i solo se necesita arrojar en él las semi- llas para recojer los pingiies i preciosos frutos que está destinado a rendir. Es d esperar pues que el Supremo Gobierno de quien ba logrado este Liceo proteccion tan decidida, no desatenderá tampoco tan premiosa exijencia prestando los auxilios pecuniarios que necesita para alcanzar ese fin. En órden a la disciplina i réjimen interior del Liceo nada puedo agregar a lo que sobre el espuse en mi última memoria, Es conocida la influencia que en este ramo ejercen las condiciones materiales de arreglo i conveniente distribucion del edificio 1 local destinado para la educacion comun de los jóvenes, i las que ofrece el que sirve actualmente para las funciones del Liceo no son seguramente las mejores que puedan apetecerse. Ya en etra ocasion he señalado este inconveniente i descrito las obras mas urjentes que en esta parte convendria emprender. Por ahora solo agre- gare, que si en el discurso de esta compendiada reseña de la marcha del estable- cimiento he señalado útiles reformas que convendria introducir, necesidades urjen- tes que es preciso satisfacer, ninguna mas premiosa que la reparacion del local, nin- guna que reclame una atencion mas inmediata i preferente. Lo diré con franqueza ¡Ci sin temor de incurrir en exajeraciones. Es imposible plantear sistema alguno de ¡mediano arreglo en el actual edificio del Liceo. Porque no es solo la insuficiencia del edificio, no es solo su falta de sistema i desarreglada distribucion, es el deterioro “tambien i la ruina que ofrece a la vista, esese aspecto de desolación i de trastorno que dejarán impresiones tan poco convenientes en la fácil imajinacion de los que van a formar en él su entendimiento i su corazon. Para el remedio de estas necesidades nada pueden desgraciadamente los esfuerzos de los que están encargados de dirijir i velar por el arreglo del establecimiento; pero hai un mandatario ilustrado a quien es deudora la provincia entera de preciosas instituciones, de útiles reformas, i a quien el Liceo ha debido una particular aten- cion, un esmero cuidadoso; hai un gobierno paternal promovedor celoso de la ins- truccion pública, que no mirará con desden o indiferencia la representacion de urjentes necesidades en aquella rama de la administracion cuyos intereses cuida mas particularmente de desenvolver. Serena, setiembre 47 de 1855. 'M. SALDIAS, SECCION UNIVERSITARIA, LISTA de los alumnos que la comision de profesores de la Facultad de Ciencias Ficicas ¿ Matemáticas en su sesion del 14 de setiembre de este año ha declarado dignos de ser premiados por el año escolar de 1854. TOPOGRAFIA. 1.* premio a D. Francisco Perez. 2.0. »-= a» Francisco Javier Navarrete. Observando la costumbre que ha prevalecido en los años pasados de no proponer para premios al alumno que desempeñaba alguna clase en .este establecimiento, ho se ha propuesto a don José Zegers que ha sido mui distinguido por su aplicacion i aprovechamiento. A mas de los anteriores, los que han merecido una mencion honrosa en esta clase han sido D. Gavino Vieytes. 6 » Agustin Alcérricas » Cinforiano Ossa. » Augusto Jil. ALJEBRA SUPERIOR. 1.* premio a D. Fernando Llona. 2.2 » a» Manuel Dominguez. ñ -—Mencion honrosa. D. Livorio Manterola. » José Fidel Velez. CALCULO DIFERENCIAL E INTEGRAL. Psemio único a D. Francisco Perez. Mencion honrosa. D. Gabino Vieytes. — 109 — MECANICA. 4. premio a D. Vicente Avasolo. 9,2 » a» Ancelmo Herrera. Mencion honrosu. D. Celestino Pereira, » Joaquin Villarino. » (Gavino Vieytez. w» Olegario Olivares. FISICA. 1. premio a D. Francisco Perez. 20 » 25» Enrique Carneiro. Mencion honrosa. . Wenceslao Diaz. Fernando Llona. Manuel Dominguez. Gavino Vieytez. LU Te) QUIMICA. 1." premio a D. Manuel Dominguez. O » a» Fernando Llona. Mencion honrosa. D. Francisco Perez. » Samuel Valdez. y » Enrique Carneiro. » Adolfo Valderrama. » Federico Godoi. » Wenceslao Diaz. Por las razones espuestas a ocasion delos premiados en la clase de Topografia, no se ha propuesto para premio en.Jas clases de Qnímica i Física a don José Zegers, profesor en la seccion preparatoria del Instituto, el que habia sido tambien alumno de estas dos clases i se ha distinguido por su grande aplicacion i aprovechamiento. e FARMACIA. Premio único a D. Joaqnin Zelaya. Mencion honrosa. D. Adolfo Jaramillo. » Manuel Antonio Solis. BOTANICA. 1.*" premio a D. Adolfo Valderrama. o » a» José Antonio Tiska. — 560 — Mencion honrosa. D. Mateo Donoso. Y » Estevan Arce. » Joaquin Zelaya. » Anlonio Solis. » Federico Godoi. Sanliago 28 de setiembre de 1855. IGNACIO DOMEYKO. MEMORIA LEIDA ANTE LA FACULTAD DE LEYES DE LA UNIVERSIDAD, POR DOM SEVERO VIDAL, PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN DICHA FACULTAD. HBeflexiones sobve la Adiministracion de Justicia» Señores : Solo el deseo del engrandecimiento de mí patria es capaz de hacerme tomar una tarea que mis escasos conocimientos no pueden llenar debidamente; pero el patrio- tismo de esta ilustre corporacion llamada a ejercer un rol importante en la reforma de la administracion de Justicia, me hace esperar que mis débiles esfuerzos serán recibidos benignamente; que su sabiduría i prudencia ena los errores en que he incurrido en el desarrollo de mis ideas. Uno de los ramos de la administracion en que mui poco o nada hemos avanzado desde nuestra emancipacion politica hasta el dia, es el de que ahora me ocupe. Principiaré por los juzgados de menor i minima cuanlia. Cualquiera que se haya puesto con poca detencion a examinar la base de estos juzgados, no podrá ménos que deducir con facilidad los grandes defectos de que adolecen; defectos capitales i mas que bastantes por si solos para enervar el fin mo- ral i sacial de la justicia. Empleados del órden gubernativo, ajentes inmediatos i subalternos de los TntenE dentes i Gobernadores son los encargados de administrar justicia en negocios de 4 — 6! — menor i minima cuantía; esto es, Subdelegados e Inspectores. —Esta union de fa- cultades en un solo iudividao a mas de destruir la rizorososa independencia que debe existir entre el poder judicial í el ejecutivo h1ce que el individuo que es com- petente para lo uno no sea capaz para desempeñar lo otro, lEste defecto capital trae por consecuencia precisa que el Intendente o Gobernador, al elejir al Subdelegado o Inspector, mui poco se fija en el carácter judicial que envuelve esta eleccion. En prueba de lo que digo voi a hacer notar una grave anomalía o mas bien una monstruosidad: hai subleleyaciones que estáú desempeñadas por personas entera- menle destituidas de los conocimientos del derecho e inspecciones servidas por indi- víduos mui competentes; sin embargo el Subdelegado como superior revoca las sen- tencias dadas por los últimos.—Nada dificil es la preferencia entre estas dos decisiones; nada dificil es calcular cual de estos dos jueces inspira esa plena con- fianza que busca el que litiga, i si podrá existir esa armonía tan necesaria entre los diversos empleados del poder judicial. : El desempeño del cargo de Subdelegado o Inspector parece a primera vista mui sencillo, i no pocas veces se mira con indiferencia; pero es necesario convencerse de lo contrario, pues al paso que trae graves dificultades se unen las grandes moles- tias que pesan sobre aquellos buenos ciudadanos que sacrifican su tiempo cen bene- ficio de. la humanidad. —Hubo un tiempo, es verdad, en que se pretendia con empeño el nombramiento de Subdelegado o Inspector; en que un Intendente o Gobernador no tenia que interponer su influjo, sus relaciones para quese admitiese este cargo consejil. Poco a poco se fueron conociendo los gravámenes, la pérdida de tiempo, las dificaltades que de continuo se representan a su buen desempeño, ¡ esos mismos pretendientes se sintieron arrepentidos de su propósito. No hai duda ¿que en la actualidad hai todavia muchos de esos; pero, ¿quiénes son? los ménos a propósito para ejercerlos, aquellos queno tienen pudor para hacer lucrativo un empleo pleo no rentado, aquellos que oprimen sin piedad al menesteroso, al que mas necesita de la proteccion pública. No me avanzaré en decir que hai Subdelegados e Inspectores que en la actualidad i en la misma capital de la República se propor- ciénan una renta. No es tan solo en el campo donde se cometen esas inicuas de- predaciones, donde el infeliz campesino a mas de perder un dia de trabajo, de andar Jeguas por hallar al Subdelegado o Inspector tiene que abrir su bolsa para pedir Justicia; tiene que dejar a sus hijos sin pan a trueque de que se le dé lo que le co- rresponde, encontrando muchos no. la benignidad del juez, sino la del individuo acostumbrado a hacerse obedecer i dispuesto siempre a prestar su proteccion al que Vvo la fuerte de inspirarle una pequeña simpatia. ¡Que el cargo de Subdelegado e Inspector es oneroso ¡i sin aliciente alguno; que su buen desempeño exije conocimientos: nace la dificultad de encontrar personas aptas para desempeñarlos. Es necesario convenir que los juicios quese ventilan ante un Subdelegado o Inspector se llaman de minima i menor cuantía, no por eso dejan desuscitar Yraves Cuestiones de dificil resolucion, i que esa minima cuantía deja de ser tal en razon de los que litigan. ¿Si se exije la probidad i los conocimientos en el individuo que va a decidir del pofvenir de una familia pudiente, con cuanta mas razon no deberá exijirse esto mismo para aquellos que están palpando la miseria? No diviso, señores, la razon de esta gran diferencia, de esa exijencia esmerada para lo primero i el poco cuidado para lo segundo. Mui léjos estoi de querer igualdad de conocimien- tos entre el juez do 1.* instancia ¡ el Subdelezado o luspector; pero sí creo que deben estos últimos tener siquiera idea de los principios mas obvios del derecho; entender por lo ménos nuestra lei de procedimientos ejecutivos que es la que con mas frecuencia tienen que aplicar. Odioso seria enumerar dos despropósitos, las — 362 — absurdas interpretaciones que se dan a cada articulo de la lei,de 8- de febrero de 1887; interpretaciones que estan en armonía con la intelijencia del que las produce. Esta incapacidad produce la desconfianza del que litiga, desconfianza que orijina el continuo nombramiento de asesores, quienes jeneralmente absorven mas de la mitad del valor que se cuestiona. —Este nombramiento de asesor es una arma que se da al litigante de mala fé que no le queda otro recurso que prolongar el juicio o bien un medio de accion para el que quiere alcanzar justicia debidamente o una facultad de que el juez abusa con mucha frecuencia; pues echa mano de ella en las cuestiones mas insignificantes. La dificultad de encontrar personas aptas para desempeñar estos cargos causa la no remocion de los que existen, la forzada tolerancia a que tienen que someterse 1os Intendentes i Gobernadores imas que todo la impunidad de las faltas. que come; ten en el ramo judicial. Seis años be tenido la prolijidad de apuntar revisar las causas o quejas sobre torcida administracion de justicia entabladas ante los ¡uzga- dos de primera instancia. Doscientos i mas espedientes se han tramitado, de estos se han fallado cuatro contra estos funcionarios, motivo por el quees ya un principio admitido en nuestras escribanias i que de cien causas de esta especie noventa ¡ nueve se pierden. He dicho que el cargo es oneroso, porqne al que quiera cumplirlo debidamente Je quita una gran parte de su tiempo sin fruto alguno Esto orijima la morosidad para el que litiga, perjuicio tanto mas trascendental desde el momento que recae en aquellos que mas necesitan de su tiempo para el trabajo; asies que la jeneralidad de los Subdelegados o lospertores no dan audiencia sino en cierto dia de la semana. A esto debo agregar, que es causa de la morosidad la gran estension de territorio señalado a cada subdelegacion o inspeccion, esiension mui conforme i útil al orden gubernativo; pero no al judicial que exije mas laboriosidad. De lo espuesto puedo de- ducir los siguientes defectos capitales: Reunton de cargos enteramente opuestos, inca- pacidad del individuo ¿ morosidad. ; E Paso ahora a esponer los remedios o medios que pueden adoptarse para hacer desaparecer, sino es posible en el todo 'al ménos en una gran parte los defecgos indicados. Primero.—Separacion absoluta de los Subdelegados en el órden gubernativo o mas bien Alcaldes de barrios de los Subdelegados en el órden judicial.—Esta sepa- racion exijida por la misma naturaleza de los cargos se halla tambien apoyada por el buen servicio público, las obligaciones de ambos serán mas bien cumplidas. Es hasta cierto punto óbvio el detenerse en las razones tan concluyentes i fundamen=. tales que aconsejan esta separacion. Quizá Jo único que podria objerarse es la difi- cultad de encontrar personas competentes que se prestasen a $u buen desempeño; esta Gifieultad la encontraremos a cada paso siempre que se trale de empleos no rentados, 1 si fuera bastante para motivar la. no adopcion de cualquiera medida, equivaldria a confesar que en Chile no hai espiritu público. Estoi mui léjos de hacer tal agravio a mis concindadanos, i ántes por el contrario creo que.todos están dispuestos a sacrificarse por el bien comun, a pagar este pequeño tributo a la patria, Por otra parte la misma dificultad existe en el dia i se ha vencido, con mas razon se vencerá ahora que se dividen las obligaciones, desde que el desempeño de Alcalde de barrio no exije otra cosa que la honradez i bucnas costumbres, cualidades fáciles de encontrar en muchos de nuestros laboriosos artesanos, $ Segundo. —lacapacidad del individuo. Esta incapacidad es una consecuencia pre- cisa i necesaria del primer defecto indicado. El Intendente o Gobernador no se fija en si la persona es o nó capaz de ejercer funciones judiciales, su propósito no es o£ro que encontrar una que inspire respeto; el caracter judicial de que inviste all AAN 7 — 63 = Subdelegado :o Inspector es para él secundario. —Es mui fácil comprender la razon de esto.—La institucion de los Alcaldes de barrio no tuvo en su orijen otro fin que hacer guardar el órden público en aquellas épocas en que no existia una policía medianamente organizada, i mui poco o mada se pensó en el carácter judicial que envolvia esta institucion; pero boi dia que hai cuerpos que mo tienen otra obliga- cion que prestar esa seguridad parece hasta cierto punto inútil la institucion de dichos Alcaldes: los Gobernadores e Intendentes están acompañados de numerosos ajentes, quienes trasmiten i hacen cumplir sus órdenes con prontitud. El encontrar individuos que tengan conocimientos, que sepan comprender la mi- sion del juez es dificil, segun nuesiro estado actual, esto es, refiriéndonos a toda la República; pero sí es un obstáculo insuperable en alguna de nuestias poblaciones, hai tambien muchos que se prestaa con prodigalidad a la adopcion de esta medida. El que no se pueda plantear en todo el pais una institucion no'es razon para desecharla. Santiago es donde mas se hacen sentir los defectos del sistema actual, su nume- rosa poblacion, los elementos con que cuenta impulsa a adoptar un temperamento mui fácil de cjecutar.—Un poco de empeño vencerá los obstáculos queen otra parte son ¡usuperables.—La multitud de jóvenes que se dedican a la carrera del foro, aquellos que se encuentran eu el estado de la práctica son los que están llamados a ejercer los cdrgos de Subdelezado e inspector.—Esta eleccion que concilia el interes porliculwr i el jeneral no puede ménos de ser benéfica en resultados: el jóven estu- diante Licne interes en hacer una aplicacion prática de los conocimientos que ha adquirido ¿qué mejor campo puede ofrecérselo que una pegueña judicatura? ella le proporcionará el estudio de muchas importanies cuestiones que pasan desapercibidas por estar en el dominio de intelijencias poco cultivadas. El desempeño de una Subdelegacion o inspeccion es np escuela practica de juz- —gimiento, i desde-el momento que estas se hallasen servidas por las personas ¡indi- cadas, la nacion tendria un hermoso plantel donde elejir los jueces de 1.2 instancia, el hábito de juzgar no es obra del momento o del estudio, solo la práctica puede hacerlo, no basta ser un buen abogado para ser un buen juez. Esa confimza que hemos echado de ménos se dejará ver con todo vigor; el nom- bramiento de asesores se corlará de raiz, la noble mision del que decide las contro- versias de sus semejantes adquirirá la importancia que merece 1 el que litiga estará seguro de que su derecho será comprendido, que se le administrará debidamente justicia. ñ Estatuidas las Subdelegaciones como una yrada que conduce a la majistratura, no se encontrará esa resistencia que ahora se limenta, este pequeño aliciente bastará para compensar la pérdida de tiempo i los sacrificios que exije todo cargo consejil, el individuo alimentará esa esperanza quelo hará ser mas laborioso, 1 ra nacion dará lugar a que muchas capacidades que no pueden vencer Jos obstáculos que se oponen asu desarrollo, no yazgan en el olvido, i sean útiles al suelo que los vió nacer. Ciertamente no seria conveniente prolongar por mas de dos años el nombramiento de los Subdelezados o Inspectores, porque esto redundaria en perjuicio de esta juventud, que pasado ese término tiene quehaceres que ocupan su atencion o bien que regresar al seno de su familia; pero como cada dos años terminan los últimos £ursos de instruccion superior, jamás faltaria un número compelente para llenar las vacantes. Sin embargo, lo mejor seria dejar al arbitrio del empleado el hacer o no su renuncia pasado este término, quizás machos no harian uso de este derecho. En ¡mada se desvirtuará la medida indicada dejando la facultad de nombrar al Inten- dente, siempre que este lo haga en virtud de Jas listas que deberá pasar al Rector del Instituto Nacional. . — 504 — Tercero.—La morosidad tiene dos fundamentos capitales: la falta de emolumen- tos i la gran estension de territorio que abraza cada Subdelegacion o Inspecion. El primero es de aquellos que nuestro estado actual financiero no nos permite atender, i por mas que queremos remediarlo nos faltan los recursos que no es posi- ble sustraer de proyectos mas urjentes, mas importantes i que no pueden realizarse sin el dinero. Dejemos este cargo como una contribucion que pesa sobre el buen ciudadano, lo único que podemos acordarle por ahora es esa preferencia o mejor título para ser elejido juez en paralelo con otros. El territorio asignado a cada Sub- delegacion no guarda proporcion entre sí, reducir esto a una esfera mas limita la seria el mejor medio de evitar la morosidad i aunque el Subdelegado o Inspector no diese audiencia mas que uno o dos dias a la semana, esto bastaria para despachar todos los asuntos que se presentasen. No me he detenido a demostrar cuál seria esta estension, porque esto es obra de un momento i nadie mejor que el Intendente podrá demarcarla. No cumpliria con un deber sino hiciese presente que hai algunos Subdelegados que despachan dos i tres dias a,la semana ocupando en cada audiencia tres 1 cuatro horas, Estos buenos ciudadanos piden alzun alivio, sa constancia no tiene mas ré- compensa que la propia satisfaccion; satisfaccion dulce para el hombre virtuoso 1 qne muchas veces va acompañada de la destitucion de su destino sin merecer la mas pequeña manifestacion por no haberse prestado quizá a órdenes que rechaza su conciencia. No terminaré esta parte de mi memoria sin hacer presente un mal introducido últimamente en los juzgados de menor i mínima cuantia; mal que ha venido a com- plementar los muchos que ya existian nacidos de la misma institucion, viciosa por demas, puesto que en nada tuvo presente el carácter judicial que delegaba en estos funcionarios. Ya no se lamenta tan solo la incapacidad del Subdelegado o Inspector, el poco pudor con que algunos hacen productivo este titulo, sino que tambien ahora se clama por la creacion de los nuevos receptores a quienes se ha señalado por de- rechos la mitad de los señalados por arancel; derechos monstruosos i que puestos en paralelo con los que se cobran en los juzgados superiores hace que la tramitacion de los juicios de que he hablado sea mus dispendiosa que cualquiera otra, Cuatro o seis individuos a quienes se ha conferido este empleo se proporciona cada uno lo ménos una renta mensual de setenta a ochenta pesos. Poloroso es oir esa queja unánime que se deja sentir en nuestra pueblo que no hai para él justicia sino un simulacro; pero un simulacro que arrebata el fruto de su trabajo. JUZGADO DE MAYOR CUANTIA. La marcha progresiva en que nos encontramos, las ideas de mejora que tan pronto nose acaban de discutir, cuando se ponen en ejecucion, la comunicacion periódica que tenemos con la Europa-i el muudo entero nos van enseñando a apreciar lo que es el tiempo, lo que vale en si, la instruccion cuya propaganda nos coloca en el primer lugar de las Repúblicas Sud-Americanas rechaza con vigor el paso lento que invade todos nuestros procedimientos judiciales, lentitud mui conforme con el estado de aislamiento i postracion en que nos hallábamos cuando estábamos bajo la tutela de la madre patria. Es necesario armonizar nuestra marcha, esa vieja rulina anti- poda del actual siglo de progreso, del siglo del vapor, del telégrafo eléctrico ide Jas grandes invenciones deben desaparecer de entre nosotros. Nuestros actuales hombres de estado han dedicado ya una gran parte de su liempo al analisis de algu- y — 565 — nos proyectos que abreviando los largos trámites "del juicio concilie la economia de tiempo i de dinero. Capacidades eximias han sido encargadas de la redaccion de nuestros códigos; i mui poco habremos avanzado en el ramo judicial, muchos de esos laboriosos trabajos no producirán el fin que se proponen si no se corta de una vez los yicios de que adolece la tramitacion. Mui sabida es la necesidad de crear nuevos juzgados en la capital i en muchos puntos de la República El número de causas se multiplica cada año i por mas laboriosos que sean nuestros -majistrados es material i moralmente ¡imposible quo puedan desempeñar debidamente nuestras judicaturas. Nueve escribanos existen en la capital i los jueces por mas que deseen providencias todos los escritos que se en tregan a los primeros mo lo pueden hacer por falta de tiempo. Solo el que ba sido litigante puede valorizar lo que importa una pronta providencia; solo él sabe los perjuicios que se orijinan por un dia de retardo, ya dando tiempo al liti- gante de mala fé para ponerse en salvo o bien a que prepare excepciones con que burlar la accion mas espedita. Cada uno de los escribanos que existen liene una renta anual que no baja de 3,000 pesos, este solo cálculo basta para deducir el nú- mero de causas que se tramitan. Las causas en estado de definitiva duermen en las mesas de los jueces quienes hacen esfuerzos prodijiosos pira fallarlas; las presunciones de que no son bien examinadas, que las cuestiones de derecho no han pasado por el crisol de la lei son mui naturales, pero debemos hacer justicia a esas presunciones que tienen contra sí todas las probabilidades, rara vez se realizan. Muchas disposiciones legales carecen de aplicacion por ese inmenso trabajo que pesa sobre los jueces. ¿Cómo hacer efectiva por ejemplo la de la lei 4.2 tít. 16, dib. 41 de la Novisima Recopilacion, que ordena que las sentencias interlocutorias se pronuncien dentro de seis dias i las definitivas de diez, contados desd: que la causa se halle concluida? Nada estraño es, pues, ver un decreto de Autos con diez meses de fecha anterior a la de la sentencia. Si los retardos de la tramitacion, si la insuficiencia del número de jueces, fuesen los únicos vicios de nuestros juzgados, mui poco tendriamos que pensar para reme- diarlos: pero desgraciadamente existe uno que exije preferentemente la alencion de los lejisladores; uno cuyas funestas consecuencias se lamentan ya por algunas familias. No pudiendo los jueces dedicar las horas de despacho para tomar declaraciones, se ven obligados a cometer esta dilijencia a los escribanos i receptores; estos últimos son los que jeneralmente practican estas dilijencias. La principal prueba 1 la mas usual es la testimonial, esta se halla encomendada esclusivamente a los receptores; quienes son los verdaderos sultanes de nuestros tribunales por la independencia con que ejercen su oficio. ] Para ser receptor, basta tan solo el estudio de una mal formada cartilla reducida a cuatro o seis principios jensrales i el tener honradez. El receptor tomaun interroga. “torio que medianamenle sabe leer, no diré comprender el espiritu de las preguntas ya lo tonemos a cargo de la parte mas delicada de un juicio; viene en seguida la redaccion de las contestaciones que rara vezse entiende porque no es el pensamiento jcnuino del declarante, el que en ella campea, es la esplicacion de lo que el recep- tor alcanza a conocer, o bien aquella esplicacion que él se forja a su modo, ¿Cuán- las veces se necesita comentariar la frase al hacer una deduccion eproximaliva de lo que se ha escrito? Este mal es mas notable todavia si cualesquiera de los litigan- tes tiene que valerse de testigos a quienes es imposible esplicarse con claridad. La verdad de lo que dejo espuesto está comprobada con un hecho práctico; este es que siempre que el declarante es alguna persona. capaz de hacerse comprender, se toma mas bien ei trabajo de leer las preguntas i redaciar su declaracion. No es mucho = 566 = _avanzarse al decir que ell porvenir, la subsistencia dé mña familia se halla en las manos de un receptor. Á esto debo agregar que desde el momento que los jueces no' pueden hacerse cargo de las declaraciones, es uná puerta que se abre al litigante de Inala fé para presentar su' imterrogatorio con frases capciosas, obscuras, ete. He dicho que el receptor es el verdadero sultaú de nuestros tribumales por la independencia con que ejerce su oficio. Al receptor se le entregan o toma los escri- tos sin dejar la mas pequeña constancia; llegado el caso de un estravio cuyo orijen puede ser el descuido o la mala fé, no bai como probarle psa entrega, no hai un medio de hacer efectiva la responsabilidad que debe pesar sobre él. No sucede asi con los procuradores quienes no pueden sacar un espediente de las escribanias sin' dejar recibo, Si el lejislador se hubiese fijado ún poco al establecer esta disposicion, no hai duda que la habria hecho estensiva al caso de los receptores, pues ño hai razon de esta diferencia; tan perjudicial es la pérdida de unos como la de un escrilo, en el primer caso kai quien responda, en el segundo nó i la prueba será mui difícil. La parte interesada en la dilijencia es quien entrega al receptor el escrito para que la practique, 1 como ya han sucedido algunos casos de esta maturaleza los liligantes se han valido de un medio para llenar el vacio de la lei; esto es, no entregar 162 escritos sino a presencia de tres o cuatro personas. Por otra parte el receptor toma cuantas dilijencias le son posibles i sucede comunmente que no tiene el tiempo suficiente para evacuarlas. Lá parte a mas de pagar su dinero tiene que andar tras el recep- tor para que le entregue el escrito, él no ha cumplido ya por falta de tiempo, ya' por tener dilijencias de mayor valor las que ha atendido con preferencia; así es que si tiene dos o tres declaraciones que tomar las prefiere a las notificaciones Y én esto no hace mas que obrar conforme a su interes particular. El es el único em- pleado qué detiene los escritos el tiempo que le place i cuando la parte se aburre no le queda otro recurso que entregarlo a otro. Muchos caminos se presentan para cortar de raiz los defectos que se notan en la institucion de receptores. Me permitiré proponer la que creo mas adaptable, mas fácil de ejecutar, : Ante todo es necesario sentar que cualesquier cla será ineficaz en esta parte sino se quita alos receptores la facultad de tomar declaraciones por ser este el mall principal. Encárguenseles las notificaciones, embargos, posesiones, lanzamientos, etc., actos por su naturaleza sencillos por demas, - Los escribanos, quienes mas bien que nadie debieran ser encargados de tomar de-- claraciones, no pueden hacerlo por falta de tiempo, su ofició no se reduce tan solo' á actuar, sino a estender contratos, testamentos, etc., trabajo que demanda laborjo- Sidad i contraccion. No siendo posible que el juez i escribanos tomen las delaraciones por falta de' tiempo, ni que los receptores estén encargados de' ellis por ser incompelentes, no gueda otro recurso que la ercacion de un nuevo destino que debe provecrse pof medio de un concurso u oposicion, donde se acredite una instruccion superior qué la que se exije al receptor. Las obligaciones de este nuevo erapleado'se reducirán al: tomar declaraciones i a velar sobre los receptores en la forma que paso a esplicar. Este nuevo empleado o jefe de receptores, deberá tener un libro: donde estén'matri+ culados todos los receptores, él será' el único a quien le sea permitido sacar' bajo recibo de poder de los escribanos, terminada la hora del despacho, los: escritos para dilijenciarlos, él deberá entregarlos a los receptores con la misma condician, siendo obligados éstos a dar "cuenta diariamente a una hora determinada delas dilijencias de que se han hecho cargo. A esto se podria' objetar que' la institucion tiene en sí el inconveniente: de dejar al arbitrio del jefe de' receptores el favorecer a algunos cor perjuicio de otros. Creo que eso se evitará estableciendo que ell jefe delos receptores al hacer la entrega de las dilijencias, turne a éstos por órden alfabético, 1 como su númeru no pasa de diez, dificilmente puede suceder que se queden sin trabajo diario; asi si hai veinte escritos que notificar tocarán dos a cada uno. La nacion no tiene que desenvolsar un octavo para la ercacion de este nuevo empleado, la tramitacion de las causas o mos bien la parte de prucba le dará una renta mas gue regular. Al proponer Jos remedios que quedan espuestos sobre los vicios que he podido no tar en la administracion de justicia , he huido siempre de gravar al Erario Nacio- nal. porque creo que toda reforma que se apoye en él sobre el ramo judicial, es mui posible quede sin efecto. A] cumplir con el estatuto universitario, que me ordena lecr una memoria, mi vacilacion fué grande para elojir su tema, he eJejido éste i ya que no me es posible tener la satisfaccion de haberlo analizado con tino, quisiera tenerla a) ménos, el que con su lectura no he fatigado la atencion de la ¡lustre corporacion que ha tenido la bondad de virme. NE OBSERVACIONES METEOROLÓJICAS HECHAS EN EL INSTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO, SETIEMBRE DE 1855. E S E E PSICRÓMETRO. Ss Y 3 Z - E o seg JS A 5 z == E ESTADO DEE CIELO. z E S- | : E Seco Húmedo| E ñ E pe ENE ES IA AN 31319 17182811 2. 2140.0] 12.411£.4| 9.47| 87 ¡(Cielo despejado. 3 (717.19 17.1 O J10.0[13.4| 9.96| 64| la. 219 |7:17.25/10:9| 6.0: 11.5/10:2| 8 501 S4| Td. 3 (714.47119.3 18.4)15.4] 8.44] 55] H. 9 [714.83112.0 12.:[:0.0| 796 76 | ta, 319 |714.41/14.8] 8.0 [14 o 12.41 9.49 76| HL. A 21.4115.6] 9.651 50] Hl. 9 (713.65/19.1 O as Url AN ISO Ma 13.8)/12.6 110.151 S6 | Ha, 3 1715.08/20).9 90.8115.01 6 451 33 [Empañado. 9 (714.43/14.0 14.0/13.0 |10.56| 89 Cielo despejado. 519 (|714.58117.6| 8.0 17.0115.2 14.761 St | Hd. 50 (715.75/29:0 1.0 116.6 (11.21) 61] 1d. 9 1712.67/14.0 14.0/12.0| 9.25| 78| Id. : 619 1712.99/15.5| 9 5 3.5112.4/10 07| 86 ¡Un poco empañado. - 5 ¡712.51 16.4 16.5/14 0110.54] 76 ¡Mui empañado. 9 1713.61 /12.0 12.2141.9/10.94| 96 ¡Niebla mojadora 7 | 9 15.84 115 515.01 125)141.0 | 8.70) 79 Nublado á trosos (sol). | 3 1716.10,17.1 Lu 16.0115.55| 97 [Nublado 9 1716.21 1 L:3p 1-60] 9.45| 93 Sereno, 819 1716.94116.9 8.0/ 15.78. 1 119.44 95 | la. 3 1716.65/17.0 -16.2115.0 | 9.22| 67 [Nu poco nublado: 9 1717.45:130 12,8/12.0 | 9.97] 90 Sereno. 919 1717.87/19.8| 75) [15.6112,01 9.49] s92] Td. 3 175890 Ú 119.5/14.4| 9.25/ 55 [Nublado a trozos. 9 1718:57/14:6 | 14.5113.0110.36/ S3 |ld. 401 9 |718.89,14,6/14.01 15.8/12.21 9.65) 82 [Nublado. - 5 1717.61/117.9 ) 17.016 0/£2.93| 90] lu. 9 1718.23119.5|- 12.0/10.8| 8.92] 83; Hd. 411 97 4717-86/14.9| 9.9 14.7/15.2110.41| $3] 1. 3 1716.96/20.1 19.615 0/ 9.90| 58 Empañado.) El 12a 9 [717.19:41.0 | 11.2/10.0[ 8.44| 83 ¡Sereno. la 4 h. 9 199 716.00/19.2110,0 16 s114.6114.05|* 77 E de la. 5 1715.67/20.5 149.6113.5 110.321 69 'Sereno: — lm.teubló (1) La persona empleada cn hacer estas observaciones es don Adolío Valderrama. Dias. 48 19 90 Horas. 9 DICO po aa elo EL, SETIEMBRE DE Termóm. libre. Barómeiro a O. | Termóm.? Rínimull. | Al ¡ Termómetro muáxim =1 Lal SS a - 19 Ol > Ol). HAS AE ep) (=> En pS -— -— pe poza. -] -1 EN (3 = >) 00 = e ua ro pS DOUE LOL LO DN NN «if <] E -l ou SiN POSO O l= l S Eo Mb. | O e e PÑ E = LO — — pa a (Y a a e 119 01 DINA OSO al —i al — E too - a A 716.35/10.0| 14. OT 43.1 794.44114,2 715:90115.0| 414.0 o A 115 ERAMOS 717.56 TAO 1715.82 7.0 | 714.56148. 714.62|12. 718.19 6.0 716.54| 9.6 716.25| 8.9 | 7.0 715.45| 9. 746.56| 9.0 | 8.9] ' 716.01] 9. 714.681 9.01 5.8 1748 00 Al la 8.0 9.5 7.0 8.0 11.0 10.0 147 05/15.0 PSICROMETRO. Sen so Húmedo! uerza elástica de vapo A 1855. - | Ñ ESTADO DEL CIELO. eu milímetros. z A ¡fraccion de saluracion 144.010 ATA 86 [Sereno 10. 4 9.4| 8.2186 [Nublodo. 18.0115.9 144.74] 72 (Sereno. 12.1141.0| 9.15| 87 [Nublado. 12.6/11 41 9.55,86/ ld. 18.01149.0 115.81 190| 1d. 14.8/10.4| 8.20178| ld. 110.01 9.6] 8.69 901 ld. 11.01 99| 8.5086] 1d. 110.0] 9.0] 7.97) 86 ¡Sereno. 9.01 7.8 7.17)85 Nublado S.1144.6 Mies la ld. 9.81 8.61 7.651 44] Id. 8.71 7.61 6.9584 | id. 17.5112.9| 8.4057 id. 9.01 7.6| 6.93) 81 [Sereno. 9.6| 9.0| 8.211 92 |Lluvia. Pluv. 0.009. 12.8/14.0| 8.70| 79 [Nublado a trozos. 8.81 7.61 7.07, 85 [Sereno. 14.4110.0 8.59) 85 Nublado a trozos. 17.4115.2| 8.1559] 1d. 9.91 8.51 7.83 90 [Sereno. El 90 alas 14.7/13.6/10.97, S7| 10. la b. 1 m. de 19.0145.01 7.52 45] Id. (lat. se sintió 12.0110.4 | 8.08: 77 ld. —/uu temblor. 16.3115.0| 9.16' 66 ¡Nublado. 14.6/12.8| 9.0580] Id. 12.01 98] 7.73 75 ¡Sereno. 17.0114.0 110.08 70 ld. 19.6115.5 140.52 60 ld. 10.6 8.71 731175| lo. 44.6115.4/10.75' 86 [Nublado. 18.0115.2/14.15| 72 [Nublado lijero. 11.7110.0| S.14;¡ 79 [Sereno. pe 15.8114.4 111.38 85] Hd. 90.0/47.2112.89' 74] 1d. 143/1124] 9 19 76|El cielo estaba como 12.4114.6]| 9.73/90| empolvado. 15.0114.6/ 9.37| 83 ¡Nublado. y El 26 9.61 8.5] 7.65| s4lEmpañado. guoas 5 15.0114.8] 9.65| 86 [Nublado. 38 m. 14.0110.7| 7.59 :d ld. dela m 12:6/11.41 8.82181 " 1d. tembló — $10 — SETIEMBRE DE 1855. | ENS S Z dl e E | 2 PSICRÓMETRO. S Í z E 212 E SE 5 = 3 z E E | a ES 2 ESTADO DEL CIELO, E E 6 E E | E [Seco Húmedo 29 3 En Ez ES E f é E A Y [| E 871 9 1714.84111.9] 9.0] 12 5/11£.4| 9.52] 88 [Nublado. 3 1714.8351140 14.0112.91 9.51180 li. 9 1715.12110.2 “111.01 9.6! 8.09/82 |Lluvia. Pluv. 0.009. os| 9 (1719 42112.7| 8.6 12.0110.9| 8.2078 ¡Nublado a tr0z05. 3 1718.S89016.5] + 15.4112.2 8.68| 66 |Sereno. 9 1718.43/110.1 11-01 9.61 8.091 82 ld. 991 9 1717.35114.5] 7.0 15.8/11.6| 8.88] 75 la. 3 716.28118.0 47.6115.01 8.57156 Ta. 9 716 66/10 6 10,01 S7| 7.6582 Id. sol 9 |718.0215.8| 9.0 13.6112.4| 9,62 82] Ta, 3 1714 95/20.4 19.6112.31 6.2456 Id. 9 (1715.10113.1 112.6,10,6 8.321 76 Ld, Y | N 1 RESUMEN DE LAS - OBSIRTACIONES METROROCOJICAS eS EN EL INSTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO EX EL MES DE SETIEMBRE DE 1 8554 ) . Presion atmosférica.—Técmino medio del 4.2 a 40 715.66 observ. 29 de 141 a 20 716.46 30 de 21 a 30 115.96 30 de todo el mes 716.02 $9 El máximo de presion el 28 a las 9 de la mañana 719.42 “El minimo el 6 a las 3 de la tarde 742.51 La mayor amplitud de variaciones entre las 9 de la mañana i las 3 dela tarde: el 20 la bajó el barómetro 3.87 mulim. Número de inversiones en los periodos diurnos, 10. Temperatura. —Término medio de todo el mes 14.4 cent. obs. 89 Ñ El minimo el 7 al amanecer 50 % El máximo a las 3 de la tarde el 20 del mes 23%.4 La mayor variacion entre las3de lat. ilas 9 de lan. 1322 (cl 20) Í Estado Higrométrico: ¡Fuerza elástica del vapor en milimetros: 7 Término medio: a las 9 de la mañana 9.52 Ñ a las 3 de la tarde 9.40 Mumedad relativa (tomado el punto de saturación por ciento): e ' a las 9 de la mañana 83 ¡LEN -= alas 3 de la tarde 66 ¡Término medio de todo el mes: fuerza elástica del vapor 9.48 Me humedad relativa 74.5 El menor grado de saturación (la mayor sequedad): 35, marcando el barómetro 715.08, el termómetro 202.9. Dias nublados 19; llovió 2 veces; agua caida 18 milím. - emblores: Tembló tres veces, o K LD. ACTAS CONSEJO DE LA UNIVERSIDAD, SESION DEL 1.” DE SETIEMBRE DE 1855. Por enfermedad del señor Rector presidió el señor Meneses con asistencia de los señores Orrego, Sazic, Solar, Blanco, Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Vice-rector confirió el grado de jicenciado en leyes a don Esperidion Garrido, i el de bachiller en la misma Facal- tad a don Cárlos Rosas, don Juan Pablo Várgas, don Policarpio Munizaga ¡ don Quempio Benjamin Leon, a todos los cuales se entregó su respectivo diplóma. A continuacion el señor Solar espuso que por un olvido no habia satisfecho el encargo que se le habia dado en la sesion anterior acerca de la solicitud de don Servando Jordan. El señor Meneses dijo que a su parecer podia olorgarse la dis- pensa temporal del examen de jeografía, aduciendo por fundamento el que este ra- mo noes esencial para el grado a que aspira el solicitante, el cual, por otra parte, tenia que sufrir graves perjuicios en caso de no recibirlo pronto. A esta indica= cion se opusieron algunos señores, diciendo que aunque el estudio de la jeografía no era esencial para la carrera de abogado, estaba prescrito por los estatutos, i era menester que se les diese exacto cumplimiento; i por lo que respecta a los per-= juicios a que aludia el señor Meneses, notaron que ellos no constituian un tmo=. tivo legal de dispensa, nicl Consejo debia tomarlos en consideracion para resol- ver cl asunto. Habiéndose volado sobre esta indicacion, resultó rechazada por cinco votos contra tres. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un supremo decreto por el cual se autoriza al Intendente de Coquimbo para que nombre una comision de cinco ensayadores, ante la cual don José Antonio Val- des, don Anionio Tirado idon Tomas Adolfo Alonso puedan rendir el exámen teórico i práctico requerido para esla profésion por el supremo decreto de 7 de diciembre de 1853. Se mandó trascribir al señor Decano de Matemáticas. 2.0 De un oficio del señor Decano de Humanidades, con el cual remite. des informes de comisiones de su Facul tad: el uno sobre el testo do jeografía Ane ls tigua escrito por don Guillermo Antonio Moreno, ¡el otro sobre el testo de cosmografía para las escuelas escrito por don Máximo Argúclles. El primero de estos informes dice que la obra aque se refiere está correjida por el autor con arreglo a las indicaciones que hizo la misma comision en otro tiempo; que es sen= «sible que dicho autor no hay, seguido mas de cerca a Letronne, cuyo curso de ¡cografía es de reconocido mérito; que aunque la obra es demasiado extensa ¿para su objeto, el profesor podrá correjir este defecto, entresacando lo mas útil Á sustancial, i dejando el resto para que lo aprovechen los alumnos mas inte- lijentes i estudiosos; 1 concluye recomendando el trabajo, comu testo de ense- fanza, a la aprobacion dcl Consejo. Puesto en discusion este informe, se observó porel señor Solar que la ¡eo- grafía antigua nose enseñaba en los solejios nacionales, i que por consiguiente era inútil aprobar lestos pira este ramo; mas otros señores dijeron que la apro- bacion no suponia necesariamente la enseñanza actual del ramo, 1 que solo se prestaba para cuando llegase a enseñarse. En este sentido se votó, resultando aprobado el informe por unanimidad. , El segundo documento de esta especie fué igualmente aprobado, ise acordó pasarlo, ¡unto con la obra a que se refiere, al señor Decano de Matemáticas para que informe por su parte. 3.2 De dos oficios de los señores Decanos de Tcolojía i Medicina, en que acu- sin recibo de los supremos decretos que les han conferido sus cargos, dando las gracias al Gobierno ia las respectivas Facultades. Se mandaron trascribir. 4. De un informe del señor Decano de Malemálicas sobre la solicitud de don ugusto Charme de quese dió cuenta en la sesion anterior. El señor Decano ha- ce presente que el diploma de injeniero exhibido por el solicitante i espedido por la Escuela Central delas Artes 1 Manufacturas de Paris, es un titulo mui Do comendable, el cual, atendido el crédito de que goza aquel estalllecimiento: la seric de cursos queen él se enseñan, prueba que el señor Charme ha he- cho todos los estudios matemálicos que se requieren para el acertado ejercicio Ne la profesion de agrimensor; que el mismo solicitante ha sido ocupado por Gabierno en diversos trabajos, muchos de los cuales han necesitado la cien- cia del topógrafo; i finalmente que si al señor Lezaeta se le-otorgó por el Su- premo Gobierno el título de agrimensor, con doble razon debe olorgarse al se- ne so Y or Charme. Este informe fué. aprobado por unanimidad, ise acordó trasmi- y ¡pb tirlo al Supremo Gobierno. 5,2 De un recibo del Tesorero universilario, del cual consta que el primer Bedel ha entregado en Tesoreria la cantidad de doscientos cuarenta pesos, que ha percibido de don José Moría Larrain* por un año de intereses del capital de 3,000 pesos que dicho señor adeuda a la Universidad. Se mando archivar, 6.2 De una solicitud de don José Vicente Bustillos, a la cual acompaña un festo que ha trabajado para la enseñanza de la farmacia, pidiendo se le pres- te aprobacion, previo el exámen respectivo. El señor Bustillos hace en su repre- sentacion «varias esplicaciones acerca de las miras que le han animado al cm- prender este trabajo, Acordóse pedir informe al señor Decano de Medicina. 0.2 De una representacion de don Francisco Solano Donoso, en que espone que el motivo que ha tenido para no rendir el exámen de física elemental en los dos años trascurridos desde agosto de 1853, ha sido el haber estado contrai- do, a los estudios legales quese requieren para la profesion de abogado, a que 8l aspira. El Consejo, con este dato, votó sobre la solicitud que tenia hecha don Francisco Solano Donoso ide que se trató en lo sesion anterior, resultan- do desechada por unanimidad. — $4 — «Despues de leslo el Secretario dió cuenta de haberse presentado dentro del tiempo oportuno una memería sobre el tema propuesto por la Facultad de Ma temálicas para el concurso literario del presente año. Se mando pasar este tra bajo al señor Decano respectivo para los fines consiguientes. : El mismo Sccretario, dando cuenta del encargo que se Je habia hecho en l: sesion anterior respecto del premio de educacion popular, dijo que para reco ger los datos que se necesitaban habia hablado con el jefe de seccion del Mi- misterio de Instruccion Pública don Miguel Luis Amunátegui, quien le habi: indicado que enel Monitor de las Escuelas primarias se encontraban cuantos da tos poseia dicho Ministerio sobre las aptitudes í méritos de los preceptores, que por tanto era inútil irlos a buscar en el archivo. El Consejo acordó reunir- se estraordinariamente el viérnes 7 del que rije para tratar dela formacion de Ja terna que debe pasarse al Supremo Gobierno, quedando el Secretario encar gado de presentar los documentos publicados en el mencionado periódico. Se le- vantó la sesion. SESION EXTRAORDINARIA DEL 7 DE SETIEMBRE DZ 1855. No habiendo podido concurrir el señor Rector, presidio el señor Menese con asistencia de los señores Orrego, Sazie, Solar, Blanco, Ramirez i el Secre tario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Vice-rector confiriólk y ; el grado de bachiller en Humanidades a don Adolfo Valderrama, don Emili Villegas, don Santiago Cumplido i don Abdon Cifuentes, a quienes se entregó su respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascri- be un supremo decreto por el cual se concede a don Policarpio Munizaga per- miso para practicar en la Corte de Apelaciones de la Serena, quedando eximi do dela obligacion de asistir a la clase de práctica forense. Se mandó acusar recibo i trascribir el decreto al señor Decano de leyes. 2.2 De una representacion que el señor Obispo de Concepcion dirije al Supr mo Gobierno, en que pide se declaren valederos para optar grados universita- rios los exámenes que se rindan en el Seminario Conciliar de su diócesis. So- bre este asunto se pide informe al Consejo, El señor Solar opinó que para evacuar el informe era menester pedir “al Su=' premo Gobierno algunas noticias sobre el- estado en quese halla el seminari conciliar de Concepcion en lo relativo al plan de estudios, número de profeso= res i método de enseñanza; porque aunque era de suponer que el establecimien- to estuviese bien arreglado a este respecto atendidos el celo i aptitudes del se=' ñor Obispo, no era sin embargo razonable que el Consejo diese su dictámen sobre el particular sin tomar conocimiento de estos puntos. El señor Sazie di- Jo que a su júicio se podia otorgar el privilejio de que se trata, con la res triccion de que los exámenes que se rindan en el mencionado Seminario sean valederos tam solo para los grados en Teolojía, i mo para los que se trate de obtener en los otras facultades. Ambas indicaciones fueron discutidas; i como se prolongase demasiado el debate, se acordó diferir el nezocio para otra sesion, a fin de poder tratar en la presente de la terna que debe pa al Sapremo fzobierno para el premio de educacion popular. a — 515 — 3. De un oficio del señor Decano de Leyes, en que da las gracias al Supre- mo Gobierno i a su Facultad par haberle elejido para el cargo que ejerce. Esta nota ¡i otra análoga del Secretario Jeneral se mandaron traseribir al Su- premo Gobierno para su conocimiento. 4.2 De un oficio del Rector del Instituto Nacional, en que avisa que el sábado 15 del que rije se hará la distribucion de premios en el establecimiento, i convida a) Consejo para que concurra a solemnizar la ceremonia. Quedó acordadas la asistencia. Despues de esto se pasó a'tralar de la formacion de la terna; ¡cl Secretario, en cumplimiento del encargo que se le habia hecho en la sesion anterior, leyó va- rios informes de visitadores de escuelas i comunicaciones de los intendentes, en los cuales se hace mencion de las aptitudes i méritos de muchos preceptores. Leyó tambien el acta de la sesion del 14 de setiembre del año próximo pasado, en la cual se habla de las personas que en aquel año fueron propuestas al Supremo Gobierno para este mismo premio, i de las que merecieron una mencion hon- rosa. Considerados todos estos documentos, el Consejo procedió a la eléccion de la terna, 1 el resultado dela votacion fué el siguiente: Para el primer lugar obtuvo cinco votos don Hilarion Maria Moreno, precep- tor de una escuela municipal de Santiago, idos don Adrian Araya, preceptor de la escuela fiscal de Talca. Los méritos del primero están consignados en las actas de 10 de setiembre de 1853 i'de 14% de setiembre de 1854; ¡ los del segun- do en el informe del visitador don Pacifico Jimenez, insertoen el núm. 10, tom. 3.2, del Monitor de las Escuelas; donde se lee lo siguiente: “No termina- re mi memoria sin bacer presentea U.S. la especial recomendacion que mere- ce el alumno de la Escuela Normal ¡ preceptor de la escuela fical de esta cíu- dad don Adrian Araya, porsu intachable-conducta, buenas aptitudes i esmera- da contracción a la enseñanza, El constante anhclo con que siempre ha desem- peñado su cargo i el abundante fruto que ha recojido de sus trabajos, lo han hecho acreedor a las mejores consideraciones de todo el pueblo, que unánime confiesa el órden, moralidad i notables adelantos que se advierten en ia jenerali- dad de 160 alumnos que asisten asu escuela. Los exámenes que estos rindie- ron a fines del año escolar próximo pasado, fueron presenciados por el Inten- dente de la provincia, la Municipalidad del departamento i un gran número de personas respetables, en las que incluyo algunas señoras que tambien asistieron, porque dichos exámenes llamaron la atencion del pueblo entero a causa de la in- mejorable reputacion de que goza el mencionado establecimiento, debida al celo desu preceptor.» 0 Para el segundo lugar obtuvo votacion “unánime don Juan Eloi Perez, pre- ¡CC ceptor de una escuela municipal de Valparaiso, de cuyos méritos se hace rela- cion en el acta de 14 de setiembre de 1854. : Para el tercer lugar obtuvo igual unanimidad don Adrian Araya. El Consejo creyó dignos de una mencion honrosa a los preceptores don Pedro Ocaranza, don Gregorio Prado, don Manuel Jesus Letelier i don José Antonio Eijos. De los dos primeros se habla en el acta citada del 14 de setiembre. Del tercero, quecs preceptor de una escuela municipal de Talca, dice lo siguiente el visitador Jimenez, despues del ¡juicio que ha espresado sobre don Adrian Ara- ya: “Don Manuel Jesus Letelier, alumno tambien de la Escuela Normal, merece la misma recomendacion por iguales motivos, i ademas por contar siete años de enseñanza, durante los cuales ha tenido iguales aciertos que el señor Araya, mediante el trabajo asiduo con que ha desempeñado su cargo.» Del cuarto, pre- ceplor de la escuela modelo de Nacimiento, habla cl visitador don Manuel Valen- 60 ii li - pe Y SER * — 316 — 7 zuela en su informe publicado en el núm. 9 tom: 3.2 del citado periódico, don- de dice; “El señor Eijos es un jóven compl letamente idóneo en los ramos de instruccion primaria; a lo que se'agrega que tiene un amor decidido por el pro- “ greso de la educacion, i es uno de los preceptores por vocacion que he conocido.» Acordóse cn consecuencia pasar el correspondiente oficio al Supremo Gobierno para el discernimiento del premio; despues de lo cual se levantó la sesion. 0 SESION DEL 22 DE SETIEMBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Sazie, Solar, Blanco, Ra- mirez ¡el Secretario. El señor Orrego avisó no poder concurrir por enfermedad. Leida i. aprobada el 'acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el gra- de licenciado en Leyes a don Severo Vidal, ¡el de bachiller en la misma Facultad a don Servando Jordan, a quienes se entregó se respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un informe de una comision examinadora de la Facultad de Filosofía i Humanidades, del cual consta que don Miguel Eliodoro Silva, aspirante al grado de bachiller, fué roprobado en'su exámen. Se mandó archivar. 2.2 De dos cuentas del Secretario de Leyes, relativas, la una a la inversion de los fondos asignados para gastos de secretariaen el segundo cuadrimestre de este año, ila otraa las entradas que ha habido por razon de exámenes de bachilleres i licenciados en el mismo tiempo. La primera da un sobrante de cin- cuenta i cuairo pesos cinco i medio reales a favor de la caja universitaria, i la segunda da otro de noventa i cuatro pesos cuatro i medio reales. Ambas pao a comision para su exámen. 3. De una solicitud que don Diego Cavada dirije al Supremo Gobierno, en que pide se le permita rendir ante el Director del liceo de la Serena ¡dos abo- gados de aquella ciudad, los exámenes de códigos especiales i práctica forense: Funda su peticionen que hallándose actualmente a cargo de una de las clases de humanidades de dicho liceo, no lees posible ausentarse para venir a dar sus exámenes en Santiago, porque no se encuentra una persona que le reemplace en su destino, Sobre esta solicitud el Supremo Gobierno pide informe al Consejo. Despues de una lijera discusion se hizo presente que habian ocurrido ya al- gunos casos análogos al actual, pues don Pedro Matus, director del. liceo de Chillan, i otros dos jóvenes empleados en Concepcion, habian solicitado permiso para rendir en aquellas ciudides ciertos exámenes de ramos legales. El Con- sejo encargó al Secrelario que para la sesion venidera le diese cuenta de lo que sa habia: resuelto en estos casos para. mejor deliberar sobre el presente. Siguióse discutiendo despues de esto la representacion del señor Obispo de Concepcion de que se dió cuenta en la sesion anterior. El señor Rector apoyó la indicacion que tenia hecha el señor Solar, la cual fué aprobada por el Con- sejo. En consecuencia quedó acordado. pedir datos al Supremo Gobierno sobre el pié en que se halla el seminario conciliar de Concepcion, para. cyacuer en seguida el informe pendiente. Se levantó la sesion. dE pp SESION DEL 29 DE SETIEMBRE DE 1855, : Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Sazic, Solar, Blanco _ Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida ¡aprobada el acta de la sesion anterior, se dió cuenta: E 4.2 De un oficio del señor Ministro'de Instraccion Pública, en que trascribe un de- creto supremo por el cual se adjudica al preceptor don Hilarion María Moreno el premio de educacion popular que corresponde al año presente. Se mandó archivar. 2.2 De un oficio del Intendente de Concepcion con el cual remite una nota del Gobernador de Lautaro i copia autorizada de una parte de la sesion celebrada por la Municipalidad de aquel departamento el 29 de agosto último. De estos docu- mentos consta que la espresada Municipalidad ha acordado proponer al Conse- jo para Inspector de Educacion del departamento al presbitero don Andres Re- yes. Accedióse a esta propuesta, i se acordó trascribir el nombramiento al Inten- dente en contestacion asu oficio. | 3.2 De un informe del señor Decano de Matemáticas sobre el testo de cosmo- grafía escrito por don Máximo Arzúelles. El señor Decano adhiere al juicio y espresado acerca de esta obra por la comision de la Facultad de Humanidades que la habia examinado de antemano, el cual en sustancia es como sigue: la doctri- ma del señor Argúelles es conforme alos principios jeneralmente recibidos; es- tá ¡ilustrada con símiles tomados de objetos familfares a los niños; el lengua- jees por lo jeneral bueno, aunque se resiente de algunas faltas; la ortografía es- tá bastante descuidada; la obra es demasiado extensa para que sirva de testo a los niños de las escuelas. En consecuencia Opina la comision que puede apro- Darse, mo para que toda ella se enseñe a los alumos, sino para que el profesor la estracte ¡enseñe lo mas esencial. A este juicio añade el señor Decano de Ma- temáticas dos observaciones: la primera es queen una nota de la obra se dice que 1,000 varas son iguales a 848 metros, debiendo decirse a 836 próximamen- tes ila 2.2 que en la- introduccion. se asienta que a la épota de la conquista de Méjico sabian los españoles que la ticera jiraba al rededor del sol, cuando es constante que un siglo despues de aquella conquista no era aun admitido tal sis- tema. Tomada la votacion, fué aprobado el informe, i consiguientemente quedó “aprobada la obra en los términos indicados por la comision de la Facultad de Humanidades. e 4.2 De un oficio del mismo señor Decano, con el cual remite los documentos siguientes: 1.2 copia autorizada del acta de la sesion celebrada por su Facultad el 12 del que rije con el obieto de asignar premio a una de las memorias que se han presentado “al concurso de este año, i de clejir lema para el del año venidero. El premio fué adjudicado al trabajo que lleva por titulo **Memoria sobre los temblores de tierra i sus efectos en jeneral i en especial en Chile,» ¡el tema 'elejido fué “Un trabajo sobre el mejor método de irrigación i reparticion de las | aguas de regadio en Chile:» 2.2un informe de la comision nombrada para exa- minar la memoria premiada: 3.2 otro informe dado por la misma comision sobre otro trabajo presentado al concurso titulado “Investigaciones referentes a un nue- vo fenómeno que proviene del calor del sol durante sa movimiento diurno apa- rente:» 4.2 una mómina de los alumnos premiados i distinguidos, formada por la ¡comision de profesores de la misma Facultad en-sesion del 14 del que rije. Acor- icdóse publicar todos estos documentos ¡tambien las memorias aque son rela- ¡tivos los informes. — $78 — 5.2 De unZinforme de la comision de cuentas, aprobatorio de las del Secretario de Leyes que se presentaron en la sesion anterior, Fué aprobado a su vez i se man- dó poner en tesorería los sobrantes. - : 6.2 De una cuenta del Secretario Jeneral sobre la inversion de los fondos de su secretaria en el segundo cuadrimestre de este año, que da un sobrante de doce pe- sos'cuatro i medio reales a favor de la caja. Pasó a comision. 7.2 De una factura de los periódicos remitidos por el señor Marcó del Pont en el buque frances «Copiapó», a la cual va adjunta una cuenta de los gastos de embalaje i embarque, que ascienden a 42 francos 5 céntimos. Remite tambien el señor Marcó del Pont un conocimiento otorgado por el capitan de dicho buque, 1 se acordó pa- sario a los señores Peña 1 C.2 para que oportunamente recojan la remesa. Con ogasion de este asunto, el señor Rector observó que era mui justo que la Universidad pagase anticipadamente el flete de mar de las remesas que se envian a los Estados Unidos, porque siendo mucho mas copiosas e importantes las que de allá recibe este cuerpo,: es menester que de algun modo se compense esta ventaja, Fué aprobada esta indicacion, i se acordó dar el correspondiente aviso a los señores Peña i C.2 para que así lo hagan cuando liegue el caso, Habiendo e el señor Domeyko que los estantes de la biblioteca de la Uni- versidad eran ya estrechos para guardar las obras existentes i las que sucesivamente se van adquiriendo, se le encargó formase un presupuesto de lo que puede costar la construccion de nuevos estantes que llenen la necesidad indicada. Siguióse dando cuenta: 8. De una solicitud de don Juan de Dios Unda, en que pidese apruebe para testo de enseñanza en las escuelas” previo el exámen correspondiente, un tratado de arit- mética de que es autor. Acordóse pedir informe a los señores Decanos de Matemá- ticas i Humanidades. 9.2 De una solicitud análoga de don Guillermo Zorrilla, en que pide la aproba- cion de un silabario que ha compuesto para las escuelas. Se pidió informe al señor Decano de Humanidades. s 10.2 De un proyecto de lei de reforma del tribunal del protomedicato, sobre el cual el Supremo Gobierno pide informe al Consejo con previa audiencia de la Fa- cultad de Medicina. Acordóse pasarlo al señor Pecano de esta Facultad para los fines consiguientes. Despues de esto, el Secretario dando cuenta de lo que se le había encargado en la sesion anterior relativamente a la solicitud de den Biego Cavada, leyó la parle final de la sesion de 7 de marzo de 1854, en la cual se hace mencion de un permiso otorgado por el Supremo Gobierno a don José Antonio Fernandez i don José de Jos Dolores Garcia, empleados públicos en la provincia de Concepcion, para que rindies.1 en el instituto literario de aquella ciudad varios exámenes de ramos legales, con la condicion de que formasen parte de la comision examinadora uno o dos minis- tros de la Corte de Apelaciones, i de quelos exámenes fuesen rendidos por los respec- tivos programas adoptados en el Instituto Nacional. Con este antecedente se siguió discutiendo la peticion de Cavadaz mos no se arribó a ningun resultado definitivo, - porque el Consejo, para deliberar con mejores luces, acordó que se trajese a la vista el decreto en que se otorgó el indicado permiso, quedando el Secretario encargado$ de hacerlo asi en la seston venidera. Se levantó la presente. y 4 “LEYES 1 DECRETOS SUPREMO GOBIDANO, DEPARTAMENTO DE JUSTICIA, CULTO E INSTRUCCION PÚBLICA, Santiago, agosto 30 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede i documentos adjuntos, He venido en acordar i decreto : 1,2 Se establece en el lugar denominado Navidad, novena subelegacion del depar- tamento de San Fernando, una escuela para hombres, que funcionará en el local pro- visto de los útiles necesarios que proporcionen los vecinos, ¡en la cual se enseñarán ¡gratuitamente los ramos siguientes: lectura, escritura, catecismo, aritmética, gramá- tica castellana í jeografía. 2,9 Autorízase al Intendente de Colchagua para que nombre, dando cuenta, una persona idónea que desempeñe la espresada escuela, “con el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales. Impútese la suma decretada a la partida 56 del presu. puesto del Ministerio de Instruccion Pública. - Tómese razon i comuníquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 10 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, nómbrase interinamente a don Miguel Cambui, maestro mecánico de la Escuela de Artes i Oficios de Santiago, debiendo abonarse al nombrado, desde que principie a prestar sus servicios el sueldo corres- pondiente ¡ la parte do utilidades prescrita en el reglamento de dicha escuela, - Tómese razon i comuniquise.—moNtT.— Francisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 10 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, nómbrase a don Auguste Beaubof profe- sor de frances de la Escuela de Artes i Oficios de Santiago, con el sueldo de cien — 580 — , a pesos anuales, 1 la obligacion de dar tres lecciones por semana. Impútese dicho sueldo al item 10 de la partida 34 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 11 de 1855 Con lo.espuesto en la nota que precede, apruébase el nombramiento hecho por el Rector del Instituto Nacional en don Tomas Perez para inspector de internos de dicho colejio, debiendo abonarse al nombrado el sueldo correspondiente desde el 23 de julio en que principió a prestar sus servicios. 'Tómese razon i comuniíquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 14 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, “apruébase la destitucion del preceptor del Corral don Manuel Maturana, decretada por la Intendencia de Valdivia, ¡ el nombramiento hecho por la misma Intendencia en don José María Rojas para reemplazar al anterior en el citado cargo; debiendo abonarse al nombrado el sueldo correspondiente desde que hiya principiado a prestarsus servicios. Tómese razon i comuniquesec.-—MONTT.—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 13 de 1355. Habiendo sido contratado Mr. H. Courcelles Seneuil, para que dirija la clase de economia politica en el Instituto Nacional, decreto: Nómbrase al espresado Mr. H. Courcelles Seneuil profesor de economia política en el Instituto Nacional con el sueldo de mil pesos anuales que le será abonado por Ja tesorería respectiva, desde el 31 de mayo último. - Tómese razon i comuniquese.—mMoNtT,—Francisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 13 de 1855. Vista la solicitud precedente, i con lo informado por el Decano de la Facultad de Matemáticas, estiéndase a favor de don Augusto Gharme el correspondiente títalo de agrimensor jeneral de la República. Anótese, hágase saber al interesado, devolviéndose los titulos que se ban- acom» | pañado como comprobantes.—moNTT.—Prancisco Javier Ovalle. p Santiago, setiembre 15 de 1855. Habiendo sido recomendado en primer lugar don Hilarion Maria Moreno, precep-. - tor de una de las escuelas municipales de Santiago, porel Recctor de la Universi”. dad, a nombre del Consejo de esta corporacion, en la vota en que, segun el decreto: de 2 de agosto de 1849, debe proponer al Gobierno las personas que por su esmero en la educacion del pueblo merecen el premio de primera clase señalado a la en señanza, decreto: E — 81 — Astemase el mencionado premio de- educacion popular a don Hilarion María Mo- reno, preceptor municipal del depaltamento de Santiago, i estiéndasele el corres- pondiente diplóma. Comuniquese.—MoNTT.—Prancisco Javier Ovalle. h Santiago, setiembre 22 de 1855. Apruébase el decreto espedido por la Intendencia de Concepcion, con fecha 10 del actual, para aceptar la renuncia que hace de su cargo el ayudante de la escuela ¡de Talcahuano don Perfecio Gamboa, i para nombrar en recuplazo del anterior a don Zenon Guajardo, a quien se abonará el sueldo correpondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese. —MoNTT.—Prancisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 22 de 1855. Apruébase el nombramiento hecho por la Intendencia de Concepcion en don Pedro Jose Gulierrez para preceptor interino de la escuela establecida en el barrio de San Agustin de la ciudad de Concepcion. Abónese al nombrado el sueldo corres- ¿pondiente desde que hay1 principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MmoNTT.—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 20 de 1855. Con lo espnesto en la nota precedente i solicitud adjunta, se admite la renuncia ¿que hace de su destino la preceptora de la escuela fiscal de Limache, doña Mercedes 'Suero, i nómbrase para reemplazarla a doña Mercedes Guerrero a quien se abunará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a desempeñar su cargo, Tómese razon i comuniquese.—MmoNtT.—PFrancisco Javer Ovalle. le Santiago, setiembre 24 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, decreto; Establécese en la escuela de niñas de¿Quirihue, departamento de Itata, una Alan ide ayudante con el sueldo de noverta i seis pesos anuales. Autorizase al Intendente lel Maule para que nombre, dando cuenta, una persona idónea que desempeño licha plaza. Impútese el sueldo decretado a la partida 56 del presupuesto del Mi- isterio de Instruccion Pública. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle, 1 le alo com: nece)! iv gecrol . ERA OCTUBRE DE -1855. ss MEMORIA SOBRE 10S TEMBLORES DE TIERRA 1 SUS EFECTOS EN JENERAL 1 EN ESPECIAL LOS DE CHILE. POR D, PAULINO DEL BARRIO. Entre los fenómenos que estudia la física del globo hai uno mui interesante ¡ que, de todos, es el que mas ideas puede suministrar sobre ciertos cambios i dislocacio- nes que se observan por todas partes en la corteza terrestre; dislocaciones que manifiestan desde luego la existencia de una fuerza cuyos electos han sido esen- cialmente dinámicos. Esta fuerza existe aun en nuestros dias, bien que con una intension indudablemente debilitada, siendo los efectos de que es causa consiguien- temente poco considerables pero análogos a los producidos en lo antiguo; los fenómenos a que da lugar se'encierran bajo la denominacion ¡jeneral de temblores de tierra, siendo ellos los que ponen de manifiesto las causas que han de haber obrado antes de los tiempos históricos; 1 bajo este punto de vista prestan imleresantes servi- cios al jeólogo que si bien se habria apercibido de la existencia anterior de esta clase de fuerzas, hubiera carecido del fenómeno actual que sirviera para dar evidencia a sus hipótesis. De aquí la importancia del estudio de este fenómeno en todos sus efectos, tanto los pasajeros como aquellos cuya permanencia es manifiesta. Un temblor de tierra produce en sus sacudimientos oscilaciones harto variadas: unas veces el suelo se ajita cn direccion de la vertical como en 1797 sucedió en Riobamba, adonde las conmociones tenian tal fuerza que los cadáveres de un grau número de habitantes fueron arrojados a la opuesta ribera de un arroyo i hasta una colina alta de algunos centenares de pies *; otras veces el lerreno onduila exacta- 1 Cosmos t. 1 p. 225. ' 61 — 584 — mente como las aguas en la superficie del mar; pero? con mayor rapidez que ellas, como en el terremoto de febrero 20 de 835 se observó en Chillan: alli el «ménos observador sentía correr bajo sus piés un torrente de fluido como podria esperimen- tarlo el que estuviese colocado sobre una tabla en-el salto de la Laja o de Itata. Este fluido corria como a oleadas que se repelian por segundos 1»: ya el movimiento nó sale del plano del terreno ¡ se propaga con rapidez estraordinaria, o mas bien ins- taniáncamente, de la misma manera que si el suelo obedeciera a un golpe dado en uno de sus costados i oscilara tratando de volver a su antigua pocision; ya el movi" miento es jiratorio o afecta mil caprichosas formas. Es raro que en los grandes temblores que devastan los lugares que recorren se sienta uno solo de estos movimientos; por lo regular se suceden unos » otros o llegan juñ- tos a conmover el suelo, produciendo oscilaciones mui variadas. En uno de los últi- mos terremotos de la Guadalupe, M. H. Chocque ha observado a la vista de un cro- nómetro astronómico, que el movimiento fué primero horizontal i rectilíneo, despues circular i por último vertical ?. En otro terremoto acaecido ei 30 de setiembre de 1723, en Peguin, las oscilaciones levantaban las casas en línea vertical priwuero, las inclinaban despues al sudeste e inmediatamente al noroeste 3. Pero en los temblores de poca intension sucede mui pocas veces quese deje sentir mas de un movimiento: cuando mas una primera sacudida se manifiesta en un sen- tido i la tierra se tranquiliza un momento para oscilar en otro despues de algunos segundos. Como es natural los efectos mas o ménos terribles de na lerremoto penden de. la naturaleza de las oscilaciones que él imprime a la superficie de la tierra. Un sa- cudimiento circulares ya por si solo mui temible, mas uniéndosele otro vertical por ejemplo, las casas í todos los objetos de la superficie que tienen que moverse en la direccion de la resultante de la direccion de ambos impulsos pierden su posicion de equilibrio i pasan a ser ruinas. Penden tambien de la duracion. Es cierto que ella no es nunca de muchos minutos, pero pocos segundos bastan a veces para echar por tierra los edificios mejor cimentados. Dicese que el terremoto de 1647 duro en Santiago de un cuarto a media hora; pero otros han causado iguales desastres en mucho ménos tiempo: todos los de estos últimos años han persistido en su ajitacion no mas que por tres o cuatro minutos. Mas el movimiento del suelo no viene solo. por lo regular; es precedido, acompa- ñado o seguido por un ruido subierráneo que afecta como aquel mui variadas modu- Jaciones. Es instantáneo como si resultara de un choque, o sostenido e igual como el de muchos carros pesados que ruedan a un tiempo sobre el pavimento de una calle; es tambien sostenido pero desigual como el de un trueno lejano, o semejante al que produce un gran trozo de roca que rueda por las faldas de una montaña; disminuye gradualmente hasta que deja de oirse o se aaa gradualmente en un ruido mas agudo i retumbante. Este ruido tan caprichoso cn su forma no lo és ménos con respecto al tiempo en que se manifiesta. Casi siempre es el mensajero de los sacudimientos, lo precede de algunos segundos i resuena aun cuando éste ha pasado; llegan juntos otras veces, i por fin, bai ocasiones en que la tierra oscila en silencio, se aquieta, i el ruido o no llega o se hace sentir mucho tiempo despues. El primero i segundo caso son talvez los únicos que se verifican en Chile; pero el tercero tampoco es rato. No acompañó ruido alguno al terremoto que traslornó a Lisboa, ni al que Humboldt 4 Araucano n. 236. ; a l 2 Gomptes rendues de Acad. des Sciences, 1843 t. 11 p. 356, 3 Cartas curiosas i edificantes, t. 12 p. IV: ¡ — 585 — observó en Riobamba, ni a muchos otros; pero ha sucedido en uno de los grandes terremotos de Quito que la detonacion no se ha oido sino «18.0 20 minutos despues de la catástrofe»; i lo mismo acontece en casi todos los terremotos sentidos en el = Ecuador, Nueva Granada i las Antillas. De la misma manera que hai terremotos sin ruido, el ruido retumba tambien por gi solo en el interior de la tierra haciendo oir sus mujidos misteriosos 1 sembrando el espanto porque siembra la duda, i «aunque no vengan acompañados de sacudimien- tos, producen siempre una impresion profunda aun sobre aquellos que han vivido por mucho tiempo sobre un suelo sujeto a frecuentes trastornos, porque se espera con ansiedad lo que deberá seguirse a aquellas detonaciones interiores. Tales fueron los bramidos i truenos sublerráneos de Guanajuato, ciudad mejicana célebre i rica, situada a mucha distancia de todos los volcanes activos. Estos ruidos comenzaron en la media noche del 9 deenero de 1784 i duraron mas de un mes. Del 13 al 16 de enero se habria podido llamar aquella una tempestad subterránea; se escuchaban los estallidos secosi cortos del rayn, alternando con las prolongadas detonaciones de un trueno lejano. El ruido cesó como habia comenzado, es decir, gradualmente. Estaba limitado a un estrecho espacio: en un terreno basáltico situado a algunos miriámetros de alli no se le ola. Muéntras duró este fenómeno no se sintió sacudimiento alguno ni en la superficie pi aun a la profundidad de quinientos metros de las minas próximas. Antes de esta época nunca se habia sentido semejante ruido en Méjico, ni tampoco se ha repetido despues. ¿No podria decirse que en las entrañas de la tierra pueden abrirse o ce- rrarse súbitamente cavernas que niegan o dan acceso a ond»s sonoras que por con- secuencia de algun accidente hayan nacido a la distancia *2» Pero no siempre los temblores de tierra se presentan tan alarmantes: los sacudi- ¡mientos desoiadores que trastornan las obras de los hombres i producen cambios en Ja naturaleza, son por fortuna poco frecuentes, i ménos frecuentes aun esos ruidos espantosos i prolongados de los cuales apénas se pueden citar unos pocos hechos bien observados. Lo mas comun es sentirse una lijera oscilación o un ruido breve que no alarma sino a mui pocos, nolándose que los ruidos solos son todavia mui poco comunes. : Atendiendo, pues, a los efectos que este fenómeno puede producir en sus diferen- * tes faces podria clasificárselos de este modo: 1.2 Terremotos, los de mas imtension, capaces de producir trastornos tanto en las obras de la mano del hombre como en las del mundo fisico. Jamas ellos vienen solos; un gran número de sacudimientos subalternos los siguen de mui cerca. No parece sino que una vezque las fuerzas sublerráneas hubieran roto las vallas que las con- tenian í obrado fatales trastornos, quedaran inquietas i haciendo desesperados esfuerzos por terminar la comenzada obra; o bien que sacado el terreno de su posi- cion normal fuera por trepidacioncs volviendo a su antiguo lugar o por lo ménos tralando de tomar la mas conveniente posicion de equilibrio. Como quiera que. sea, en las observaciones deben colocarse todos estos sacudimientosen un solo grupo como pertenecientes a una sola manifestacion de la causa que los preside. El gran terremoto que a 13 de mayo de 1647 arruinó completamente a Santia- go fué precedido de quince minutos por un pequeño temblor de tierra 1 segui- do hasta el 4.2 de junio por continuas sacudidas: *“'lembló continuamente aquella noche ocho veces i despues todos los dias hasta el 1.2 de junio, dos i lres veces todos los mas dias ¡ noches 2.» Desde noviembre 7 de 1837 no cesaron los sacu- 'dimientos en Valdivia, ¡en Chiloé el primer sacudimiento duró cinco minutos con la particularidad de haberse sentido mui lentamente en su principio; el segundo 1 Cosmos tomo 1 p. 234, 2 Archivos de la Municipalidad de Santiago, - | — 586 — poro ménos gue el primero, i sucesivamente siguieron repitiendo por el espacio de veinte 1 cuatro horas con un iniérvalo de cuatro a ocho minutos, hiciéndose sen- tir hasta el 21 con alguna frecuencia *. El de octubre 8 de 4847, fue seguido en Coquimbo por 17 temblores en ese dia, 7 el dia 9, 2 el dia 10 1el 11 11 en cada dia desde el 12 hasta el 47 de ese mes. Por no citar mas concluiremos con Jos dos de 1851 sentido uno en la parte central i otro en el norte de la Re- pública. El primero (abril 2) fué seguido en Santiago por 42 conmocionés que se sucedieron en todo el mes i parte del entrante?; i el segundo (mayo 26) en el Huasco, de movimientos que en ese día repetian a cada media hora i que duraron por macho tiempo $. Si fuera posibie reunir dotos de esta naturaleza de todos los puntos que han esperimentado el mismo terremoto, podríase entónces juzgar con todo acierto del punto central del sacudimiento 1 de la manera de su distribucion. : 2.2 Temblores de ticrra, sacudimientos mas o ménos débiles pero de alguna du- ración. Cuando tienen una cierta fuerza suelen ser tambien seguidos por algunas sacudidas casi insensibles. Asi el que se manifestó en la tarde del 12 de mayo úl- timo, (fué sucedido por una conmoción en Santiago i por dos en Lampa. ! 3.2 Temblores momentáneos que no admiten medida de tiempo ea la ajitacion producida. El ruido puede prolongarse mas o ménos tiempo, 4.0 Ruidos subterráneos. Los terremotos limitan algunas veces sus efectos a un espacio mui reducido como el que tuvo lugar en la isia de Ischia en 1828 1 que no se sintió en ningu- na otra partes El de Lisboa (noviembre 1.2 de 1755) se estendió a toda la Eu- ropa, norte de Africa i hasta las Antillas; 1 aunque en Inglaterra no fué sensible el sicudimiento lo fué una estraña ajitacion de las aguas del mar que acusa- ba algo de estraordinario. GCitaremos para concluir el que asoló a Valdivia 1 Chi- loé, que aunque no fué sentido en el norte de Chile no por eso dejó de abrazar una estension enorme. AÁconteció el 7 de noviembre de 1837, ¡en ese mismo /( dia el capitan Coste del buque ballenero P' Ocean, estando cerca de tierra i por 432 38” lat. S. sintió conmoverse estrañamente su buque cuya arboladura pa- deció mucho. La conmoción avanzaba, como se vé, hácia el Oeste. “Pues bien, resulta del diario llevado por los misioneros franceses, establecidos en las is- Jas. Gambier, que en estas islas, fué señalado el 7 de noviembre por.un movimien- to estraordinario de las aguas del mar. Entre las doce i la una de la tarde Mrs Chiussen, cura de la isla Taravai, notó que el mar sabía rápidamente; esteblm movimiento ascencional duró poco, 1 tres minutos despues el mar comenzó : bajar, alcanzó el nivel delas mas bajas mareas de equinoccio 1 vólvió a subir. L Verner po 2001 En cuatro horas estas oscilaciones dicron lugar a diez flujos 1 reflujos.» En lasitm, islas de los Navegantes, segun Mr. Mill, misionero ingies establecido en la islaflio Opolon, se sintieron fuertes 1 continuos temblores en. los dias 7 1 8'del rmaismol nt mes de noviembre ¡el Ya las dos de la tarde comenzaron las oscilaciones verA Dry ticales del mar que durarian unas tres horas. En las islas Wavao se notaron tam ti bien oscilaciones estraordinarias que por treinta 1 seis horas se reproducia llos acada diez minutos 4, d l nótese que esos efectos de un sacudimiento sentido apénas en la parle mej |h; ridional de Chile, se hacíam tan sensibles en islas situadas a mus de 42 grados dq 1 4 Araucano núm. 380. 2 Anales de la Univercidad de Chile 1832 p, 234. 3 Copiapino núm. 1083, 4 Comp, rend. 2840 t. L p, 833, ES distancia. ¿Cuántas ruinas habría hecho ese terremoto sien vez de dirijirse por el mar hácia el oeste se hubiera lanzado hácia el norte del continente : ? “Sucede tambien que los circulos de trastorno ganan terreno; basta para esto un temblor de tierra mas violento que los demas. Despues de la destruccion de Cumaná (setiembre 14 de 1797), 1 tam solo despues de esta época, la peninsula de Maniquarez situada en frente de las colinas calcáreas del continente, esperi- mentó en sus capas de mica-esquita todos los sacudimientos de la costa meridio- nal. Las sacudidas que desde 1811 hasta 1813, ajitaronicasi sin interrucpion el suelo de los valles de Misisipi. Arkansas i Oo, ibin avanzando hácia el norte de un modo espantoso. Podria decirse que el movimiento ondulatorio vence su- cesivamente obstáculos subterráneos 'i teniendo un camino libre se propaga por el cada vez que se produce ?.» Una vez que hemos visto alas fuerzas interiores abrirse paso en direcciones determinadas ¡i una vez que observemos que el sacudimiento que en cierta época se estendió a Jugares situados sobre cierta superficie, comprendida por él cuan- tas veces se repite, como en las conmociones que parecen tener su centro en Concepcion i que siempre son fatales al resto de la República; se ocurrirá na- turalmente esta cuestion: la direccion de los sacudimientos ¿tiene alguna relacion con las cadenas de montañas? ¿la tiene con la situacion de los volcanes? Por las ideas que jeneralmente se tienen sobre los terremotos parece desde luego que alguna de esas relaciones, ha de tener lugar; pero examinemos los hechos. El terremoto de Lisboa quizas el mayor de los tiempos modernos, se ha propagado en todos sentidos disminuyendo de su primilivo vigor, por manera que ese pueblo ha: servido como de centro al sacudimiento queluezo ha mar- “chido como las ondas producidas sobre las aguas tranquilas de un estanque por un cuerpo pesado que cae en medio de él. Ahora bien, qué volcan está próximo a Lisboa? qué cadenas de monlañas han servido de conductores de la conmocion? “En Asia los temblores de tierra se han propagado (enero 22 de 1832) desde La- hore i el pié del Himalaya hasta Badalscham i el Oxus superior, aun hasta Bok- hara, atravesando la cadena de montañas del Aindou-Kho.» El terremoto que ajitó a Lima en diciembre 41.9 de 1806 se hizo sentir con igual fuerza en el Callao pero no en Arequipa ni en ninguno de los deprrtamentos del norte, como debiera ha- corlo siguiendo la cordillera de los Andes. 1 lo que acabamos de observar en el Porú se observa igualmente en toda la costa del Pacífico. Citaré tan solo algunos terremolos de Chile. Se ha hablado ya del de Valdivia i Chiloe cuya direccion fué perpendicular a los Andes, sucediendo lo mismo con los de 1822, 291 51 que solo ¿conmovieron fuertemente a Santiago i Valparaiso. Pero el de 1835 corrió parale- lamente alos Andes desde el archipiélazo de los Chonos hasta el desierto de Alacama; 1el de 1847 se trasmitió tambien en esa direccion de Copiapó - hasta puntos mas meridionales que Santiago. Por olra parte, ¡sin salir de Chile, qué voleanes o qué cordilleras están re- Jacionadas con direcciones tan varias como las que observamos no solo en los terre- molos sino aun en los temblores de tierra? De 141 direcciones observadas en Co- ] 1 En la carta que. acompaña esta Memoria se verán trazadas las líneas que encierran las a- reas conmovidas por los terrematos de Chile, i que todos como veremos despues, afectan formas anáalogas.—Los documentos que para trazarlas han servido se encuentran en la obra del Obispo Villarroel titulada «Gobierno eclesiástico pacifico,» en la «Mistoria de Chile,» Ms, per don Yicen= te Carvallo i Goyenechea; en «les Comptes rendus de Y Academie des Sciences;o en las «Cartas edilicantes» escritas por misioneros jesuitas; en los «Viajes» de Fitz-Roy: en los «periódicos oficia- les» de Chile i en algunos diarios, 2 Costos t, 1. p. 239. h BR quimbo, 49 han sido de este a oeste, 32 verticales, 12 de sudeste a noroeste, 9 de noresle a sud oeste, 5 de norte a sud i 6 cirenulares. De estas observaciones cuando mas podria deducirse que si en Chile, las dí- recciones están relacionadas con las cadenas de montañas, esa relacion consiste, no como parece mas oatural en seguir la direccion de las montañas mismas, sino en serie perpendiculares. Mas tarde al hablar de las teorias. ideadas para esplicar esta clase de fenómenos veremos lo que de cierto puede haber sobre lo que se acaba de decir. k. ( Pasemos ahora a estudiar Jos efectos a que los terremotos dan lugar, pues, ellos son los que verdaderamente hacen la importancia de este estudio. Dislocaciones del suelo; grietas—Sacudimientos intensos bastan a veces para cambiar mucho una gran estension de terreno: campos enteros resbalan unos so- bre otros, dando desde luego lugar a estratificacilones discordautes que pudieran hacer dudar mucho sobre la edad relativa de ambos terrenos si las , grietas que en el movimiento resultan no vinieran a advertir que ha habido una accion di- námica posterior a su formacion; si la igualdad de las estratas homólogasi al- gunos otros caracteres no acusaran la simultaneidad de formacion. Tal sucedió en la provincia de Quito en el terremoto de febrero, 4797; tal sucedió en Calabria en 1783. En esle último puuto la ajitacion del suelo era tal que en muchos pun- tos se abrieron grandes grietas; ¡como continuara el sacudimiento se levantaban unos terrenos mientras los adyacentes permanecian al mismo nivel o sufrian una depresion. mas o ménos considerable. He aquí, pues, fenómenos actuales que es- plican algunos de los que han pasado fuera del alcance de la escrutadora mira- da del jeólogo. Supóngase que esta grieta llegue a ser el cauce de una corriente de agua, i pasando el. tiempo, tendremos un valle estrecho análogo bajo todes as- pectos a los que se ven, por ejemplo, en los Andes de Chile. Estas grietas tan comunmente formadas a consecuencia de un terremoto suelen tener dimensiones harto considerables. En un terremoto habido en Pekin en 1723, al oeste de dicha ciudad “la boca que se abrió tenia un li de largo o la déci- ma parte de una legua comun *.» En el de Calabria, ántes citado, muchas de las grietas tenian hasta 150 metros de ancho ?. En Chile eilas se han abierto muchas veces; ya en 1647 se hice mencion de las que se formaron en la misma plaza ¡ calles de Santiago; i de la misma mancra se han producido despues. El año 1835 se dejaron ver tambien en lis calles de Concepcion a consecuencia del terremoto verificado el 20 de febrero a las 14 1 40 minutos de la mañanaz s f) j parece que cn otros puntos de la provincia tuvieron dimensiones estraordina- rias, puesto que el gobernador de Puchacai decia en una mota oficial: “la tierra ' con el movimiento se ha abierto en varias partes i¡ en el distrito de Coyanco, ase= guran sujetos de crédito haberse desaparecido una pequeña montañuela en una quebrada hácia el cerro Bulluquin, quedando en su lugar un considerable ba- 4 en Chiloe a las sicie de la miñana abrió grandes grietas que en algunos puntos A 4 Cart, edif. t. 12 p, Y. 2 Beudant. Geologie p, 20, 3 Araucano núm, 235, a, ; — 689 — de la última provincia tenian hasta 'dos 'cuadras de largo ¡ tres cuartas de ancho *.» Comy estos pudieran citarse infinitos ejemplos de grandes grictas abiertas en “¿el momento de un terremoto, que por otra parle tienen formas mui particula- res: algunas han sido con toda exactitud comporadas a un vidrio golpeado en | uno desus puntos; lo que manifiesta un choque interior que pudiera hacer ercer en la existencia de masas movibles debajo de la corteza del globo; otras son rec- tilineas; i finalmente las hai que afectan (formas enteramente caprichosas, ha- cicádo imajinar cavernas subterráneas cuyos ciclos estuvieran surcados por hen- diguras sobre poco mas o ménos de la misma forma que las grietas de la su- perficie. Porque, en efecto, una fuerza inieríor cualquiera que ella sea, obrará dejando ver de preferencia sus efectos sobre las líneas de menor resistencia que provendrian en este caso de las hendiduras de la hinótesis anterior; i lo que tam- bien hace creer en eso es qué uva vez que han frangueado una salida a las ema- naciones subterráneas, los trozos de lerreno vuelven casi siempre poco a poco a suantigua posicion, mo permaneciendo del efecto primero sino el cambio de mivel de Jos terrenos adyacentes. : Del hecho que acabamos de ver se observa en nuestros dias, de esa formacion de rajaduras que producen estratificaciones discordantes, resulta la esplicacion de las fallas que se encuentran en terrenos relativamente mas antiguos. Ellas han tenido su orijen en terremotos más o ménos intensos i cnteramente análo- gos a los de nuestra época. Las hallamós en todos los: terrenos desde los primi»- tivos cuando las fuerzas interiores eran mui poderosas, hasta los mas modernos cuando el vigor de esas fuerzas estaba mui debilitado. ¿Ni qué necesidad hai de grandes fuerzas para formarlas cuando efectos mayores son ahora producidos por los terremotos? Una primera conmocion ha producido la grieta ¡ las subsiguientes han con- seguido en muchos casos solevantar uno de los terrenos, deprimir el otro o pro- ¡ducir ámbos efectos a la vez: i be aquí formadas las fallas. Cambios de direccion en las rocas.—Los sacudimientos jiratorios dan lugar a esta clase de fenómenos. En el terremoto de Riobamba se observaron estos efectos: ¡algunas murallas cambiaron de orientación sin caer i calles enteras dejaron de ser rectas. Gitase tambien una misa considerable de rocas en las cercanias de Siracusa que despues de un temblor de tierra habia jirado 25 grados del este alusur 2.0" | Lo que da aentender que hai que precaverse de esta clase de efectos en las observaciones que requieren una orientacion perfecta en los instrumentos: en las »bservaciones magnéticas principalmente en que solo lá aguja indica por lo regular la orientacion. No sea que un cambio de direccion del instrumento vaya ser reemplazado porun cambio de declinacion atribuida a una influencia de os terremotos sobre el magnestimo terrestre. 1 esto indica tambien, lo indis- ensab:e que es, ademas de otras razones poderosas, fijar el meridiano magné- fico con respecto a puntos fijos del terreno, en todo levantamiento hecho con brús ula 1 que pueda ser continuado en épocas posteriores. il Cavidades cónicas ¿conos de arena.—Se han encontrado despues de los terre- notos numerosos ejemplos de pequeñas cavidades cónicas que alcanzan hasta '0s metros de diámetro i cuya "profundidad primordial es desconocida a con- cuencia de que siempre se han encontrado ya rellenadas de arena casi Cn tos ¿4 Araucano núm. 382 2 Compt, rend, 1843 t, Il, p, 614, . — 590 — talidad, o por una agua corrompida que surjia.de ellas. Por el contrario se ' han hallado pegueños conos de arena desparramados en las llanuras. Ejemplos de lo primero se han presentado en Murcia (1829), adonde se dice que el agua llevaba consigo pequeños caracolos marinos *, en el cabo de Bue- na Esperanza (diciembre de 1829), adonde estas cavidades ya rellenadas tenian de “scis pulgadas a tres pies de diámetro i una profundidad de cuatro a diez i ocho pulgadas; i los habitantes del valle aseguraron que aguas coloreadas hq- bian saltado de estos agujeros hasta una altura de seis pies, mientras el terre- moto duraba ?.» : Citanse ejemplos de lo segundo en el terremoto de Santiago i Valparaiso en 1822, i en varios terremotos de €hina que har producido el mismo efecto +. Por lo que hace a las gavidades cónicas ellas parecen resultar de los chorros de agua que, como despues veremos, provienen casi siempre de las conmociones lerres- tres. Efectivamente, siempre se ha visto o salir el agua de ellas, o cuando se han observado despues, las señales de haber brotado el agua; ¡ademas el cono cuya forma afectan tiene su cúspide hácia abajo presentando de este modo la forma de la vena fiuida mas coveniente para el derrame del liquido que por sí habrá corroido las paredes de ese caño, tendiendo naturalmente a formar el cono. Solevantamientos ¿ depresiones.—Ninguno de los efectos de un temblor de tierra es tan interesante para la fisica del globo como los solevantamientos i depresiones qae ejercen a menudo sobre inmensas porciones de terrenos, subre paises enleros. Ellos ticeoden a hacer variar de aspectoa los continentes: sacan de debajo de lasfs aguas del mar porciones de terreno que se agregan a las costas antiguas o deprimen éstas dejando avanzar las aguas que formarán golfos en la ribera del mar; hacen salir a flor de agua islas que ántes no eran mas que bancos i arrecifes, o dejan que las olas se enseñoreen de islas cubiertas de vejetacion; cambian el curso de las aguas de los rios, i otras veces hacen navegables partes vadeables ántes o vice-versa. En la mayor parte de los casos es mui dificil verificar desde luego si partes situadas en lo interior de los continentes ham sufrido un cambio de nivel; no obs- tante cuando la parte solevantada o deprimida es pequeña hai casos en que ese cambio se ha hecho visible durante un terremoto. Por ejemplo, el 19 de julio del 1718, miéntras oscilaba (uertemente el suelo de la provincia de Xensi (China) fué mui visible que «se hinchó la llanura i subió mas de seis toesas en alto 4.» Pero cuando son las costas de un pais o lugares bañados por rios las que son ajitadas es entónces mui fácil determinar aun la altura a que ha sido llevado o de que ha descendido el terreno. El violento terremoto que en junio 16 de 1819, hizo tantas ruinas en la delta del Indo i lugares adyacentes suministra excelentes ejemplos. “De las colinas solo algunas grandes masas de rocas fueron echadas a los precipicios; pero el canal derecho 1 casi abandonado del Indo, que limita la provincia de Cutch, sufrió cambios considerables. Este brazo de mar que ánles del terremoto era vadeable hácia Luckput, i que tenia solo un pié de agua en el reflajo i nunca mas de seis en el flujo, adquirió despues del choque frente al fuer- te de Luckput, mas de diez i ocho pies de agua en la baja marea. Sondeando en olros lugares del canal se halló que adonde ántes mo habia nunca mas de uno a dos pies de agua enla pleamar ahora habia desde cuatro hasta diez pics. Por este cambio de nivel ¡otros mo ménos notables una parte de la navegacion del interior del pais que por siglos habia sido imposible se hizo practicable en un momento.» : 1 Lyel's Principles of Geologie, S 2 De la Béchc. Manuel Geologique p. 113. 3Compt. rend. 1839 tomo Ip. 708, d Cart. edif. tomo VIL p. 9. — 591 — Ademas la fortaleza Y ciudad de Sindree, situada sobreel brazo derecho del rio fué inundada en el mismo terremoto i despues de él solo la parte superior de los edi ficios se veia a flor de agua *. Por manera que una ciudad ¡todas sus cercanias han pasado a ser el fondo de un golfo que en nuestra ¿poca ha venido a modifi- car el aspecto de una costa. Pero no se crea que esta conmoción produjo nada mas que depresiones. Mui próximo a la inundada Sindree, alli donde ántes no se veía mas que una llanura, se solevantó una lengua de tierra, el Ullah-Bund, que tenia poco mas o ménos cincuenta millas de este «a oeste i diez i seis de norte a surz i en los años subsignientes al fenómeno el fondo del rio estaba: sensible- mente ajitado: su curso cambiaba a menudo í en 18265, se dirijió sobre el Ullah- Bund ¡lo atravesó buscando un camino para llegar al mar. Hechos análogos se ham observado en diversas épocas; pero indudablemente el mas importante de todos ha sido el solevantamiento de la costa de Chile e islas adyacentes en los terremotos de 1822, 35 1 37. Abundabtes testimonios se encuentran por donde quiera para no dejar el mas leve indicio de duda sobre este fenómeno que de. seguro ha obrado tambien en las partes interiores, adonde faltan casi siempre los puntos de referencia para la averiguación de +la verdad. Desgraciadamente no existen buenas series de obser. vaciones meteorolójicas hechas en aquellas épocas i en los lugares ajitados por los varios terremotos; de manera que hasta nos falta el barómetro que si bien no sir- ve jeneralmente para apreciar tan pequeños cambios de nivel, podria en un ca- so como éste echar alguna luz para esclarecer esta cuestion. Porque supóngase averiguar sien efecto la altitud de ese lugar habia o no cambiado? Ese único medio se presenta a no ser que por medio de nivelaciones jeodésicas cuidado- samente practicadas en dos épocas, una anterior la olra posterior al sacudimien- Ito, se verificara con certeza el solevantamiento o depresion del terreno; mas para «ciertas localidades aunque no ribereáns nada de eso ha sido necesario, como lue- -g0 veremos. Cuando al dia siguiente del terremoto de noviembre (1822) se observó la costa de la bahia de Valparaiso ide sus inmediaciones se vió que en una estension de a jhmas de treinta leguas, habia sufrido un solevantamiento mui visible que era de vol: tres pies en Valparaiso i de cuatro un poco mas al norte en Quinteros. En un mo- 1 | lino situado a algunas distancia de la costa se ganó una caida de catorce pulga- 1H das en poco mas de cien yardas ?; lo que prueba que en esa parte el sole- wa vantamiento fué mayor bácia el interior que hácia la costa. ide rocas unido a la costa 1 terminado del lado del lado del mar que cubrian las mas ¡pequeñas mercas; despues del 20 de febrero de 1835, ha quedado descubierta i apé- ¡en mas las mas altas mareas llevan las aguas asu cima.» El riachuelode Tubul que corre a 22 0 23 leguas de Talcahuano, se hizo vadeable en un trecho en que Pu íntes era navegable; ial mismo tiempo se notó el solevantamiento del fondo de 0 todos los arroyos i riachuelos del interior 3. Pero estos efectos no obraron solo sobre la tierra firme: el fondo del mar i con o 7 ; E A ; 3 algunas islas vecinas se solevantaron igualmente. El mismo capitan del bu- 4 LyelUs Princip. of. Geolog. vol. li ch. XIV, 2 Lyel's Princip. of. Geolog. 3 Compt. rend. 1839 tomo Í, p, 706, — 59 — que l'Oceam, antes citado, echó el ancla el 15 de febrero 1834, en una caleta de la, isla Santa Maria ¡ halló el fondo a 29 pics. El 3 de. mayo del año siguiente volvió al mismo punto i encontró el fondo mo mas que a 20 pies; i muchas ro- cas que no se descobrian en la baja mar ¡a las cuales enviaba a pescar a los hom- bres de su tripulacion con el agua hasta la cintura, quedan ahora descubiertas en las mas altas mareas » Por fin fenómenos análogos se manifestaron despues del terremoto de noviem- bre 7 de 1837. El mismo M. Coste, de euyo diorio se han sacado las preceden- tes observaciones, que había anclado muchas veces cerca de la isla de Lemus (ar- - chipiélago de los Ghonos), volvió el 11 de diciembre a su acostumbrado fondeadero i encontró ocho pies de agua ménos que antes, i rocas que precedentemente es. taban siempre inundadas permanecian entónces descubiertas. He aquí, pues, hechos que hasta la evidencia prueban el solevantamienio de toda la costa de Chile desde Chiloé hasta puntos mis setentrionales que Valpa- paraiso; ien cuanto a las dos provincias del norte de la República, hartos docu- mentos se conservan en las bahías, cerros de la costa e islas adyacentes de sole- vantamientos efectuados sensiblemente por la misma causa. Mr. Lyell se ha propuesto determibar aproximativamente la parte de terreno ganado por las costasde Chile en 1822 con el objeto de hacer ver cuanto mas poderosas son las fuerzas inleriores una vez que momentaneámente manifiestan su accion que otras fuerzas esleriores i constantes que tienden a producir un-efecto contrario. «Para suministrar, dice, alguna idea de la enormidad del cambia que esta sola convulsgion ha ocasionado, vamos a suponer que la estension del país conmovido pueda estimarse en 100.000 millas cuadradas, estension justamente igunl a la mitad del área de la Francia o mas de los cinco restos del árex de la Gran Bre- taña e lrlanda. Si suponemos que la elevacion en término medio ha sido tan sole de tres pies, se verá que la masa de rocas agregada al continente americano por el movimiento, o, en otras palabras, la masa que ántes estaba bajo el nivel del mar i que despues del choque permanece afuera, debe haber contenido un volúmen de cincuenta ¡siete millas cúbicas; lo que bastaría para formar una montaña cónica alta de dos millas (casi como el Etna) teniendo por hase una | circunferencia de cerca de treinta i tres millas. Tomemos por densidad media de la roca 2655, término medio justo en tales cómputos, pues, con esa apreciación | una yarda cúbica pesa dos toneladas. Entónces dando a la gran pirámide de Ejipto, supuesta sólida, i de acuerdo con una estimacion y1 dada, un peso de seis millones de toneladas, podemos sentar que la roca agregada al continente por el terremoto de Chile vale mas de 100.000 pirámides. «Pero es preciso recordar que el peso de roca que consideramos bo es mas que una parte insignificante del total que han tenido que vencer las fuerzas vol- cánicas. El espesor de la roca existente entre la superficie de Chile ¡el foco subterráneo dela accion volcánica debe ser de muchas millas o leguas. Demos ff; que este espesor sea no mas que de dos millas ¡aun en ese caso la masa que ha cambiado de lugar, se ha solevantado tres pies i cuyo volúmen cs 200.000 millas cúbicas debé haber escedido al peso de 363 millones de pirámides. «Puede ser útil considerar estos resultados en coneccion con otros obtenidos de diversa fuente, 1 comparar la obra de estas dos fuerzas antagonistas: el poder ni- velador de las aguas corrientes i la encrjia espansiva del calor subterráneo. ¿Guánto tiempo, podria preguntarse, necesitaría el Ganges, segun los datos precedentes, para transportar al mar una cantidad de materia sólida igual a aquella que se ha agregado al continente por el terremoto de Chile? Como la descarga anual del lodo — 593 — del Ganges es igual al peso de sesenta pirámides, correrian diez ¡ siete siglos i medio ántes que el río llevase del continente al mar una masa igual a la que se ha ganado por el terremoto de que tratamos. Tal vez en la mitad de ese tiempo las aguas unidas del Ganges i del Burramputer podrian efectuar la operacion.» Por mas apartados de la verdad que sean estos cálculos ellos manifiestan cuán infundada es la idea tenida por algunos de que continuando las cosas en el estado actual llegará un dia por mas lejano que sea en que la tierra quedará sin as- peridades. Acostumbrados a ver la accion diaria de las aguas que tan evidentemente tienden a ponerlo todo de nivel, notando que una gota de agua que cae es un nuevo ajente que ayuda a la naturaleza a producir ese efecto; sin ver que hai otras fuerzas cuya tarea es destruirlo, sin poner atencion o sin apreciar sus enormes electos, mada es mas natural que creer que: la tierra llegará a'convertirse en una llanura. Pero cuando vemos a esa fuerza formar en pocas horas el Monte Nuovo, agregar diariamente rocas alos volcanes activos, sacar islas del fondo del mar, solevan- tar en pocos segundos una porcion inmensa de territorio i ocuparse incesante- mente de entregar nuevas costas al dominio del hombre, como principalmente su- cede en Chile i Suecia, i de quitarle otras como en algunos lugares de Escocia; entónces ya nose podrá responder afirmativamente a esta pregunta: ¿llegará un dia en que la superficie de la tierra quede plana? Por otra parte, si el solevantamiento de una gran estension se efectúa ¿no sería posible sacar de aqui una prueba de la existencia de cavernas escondidas cn la corteza terrestre? Natural es creer que si un terreno se levanta una cavidad quedará en la parte abandonada, una caverna que podrá contener los gases des- arrollados en el interior. Aun hai otro hecho que ha tratado de esplicarse por solevantamientos inter- mitentes verificados a consecuencia de terremotos continuados: la formacion de las montañas. El autor de este pensamiento ha creido que de ese modo no solo pueden esplicarse las mesetas de estratas horizontales, sino aun las estratificacionos que se encuentran desviadas desu horizontalidad, pasándose de ahi a las mon- tañas estratificadas quese habrian formado por saltos sucesivos mas o ménos considerables segun la intension de la fuerza que los producia. De la Beche com- bate esta idea; «Si ahora, dejando aun lado lo que de terrible tienen los te- rremotos ¡los volcanes, cesamos de medir su importancia por los efectos que en nuestra imajinacion han producido, veremos que los cambios que han hecho macer en la superficie del globo valen bien poco....... En vano se recurrirá al tiempo; la duracion de una fuerza no la hace mas intensa. Que se ate un ra- ¡ton a una gran pieza de artillería, iaun cuando se le den siglos sobre siglos ¡Jamas la pondrá en movimiento; pero apliquese la fuerza necesaria i la resis- tencia será inmediatamente vencida.» Mas para que el caso fuera igual ¡la razon no adoleciese de debilidad, sería Indispensable que el efecto de los terremotos en cuanto a solevantamientos fuera nulo; i sucede todo lo contrario. Cierto es que ese efecto es mui pequeño, im- significante en presencia del grandor del objeto que con él quiere esplicarse, pero algo vale; i, sise le dan siglos sobre siglos para que llegue a un resultado por mas grande que sea, él alcanzará a producirlo. No obstante eso no quiere decir que el fenómeno de que mos ocupamos haya dado orijen a la formacion de las montañas; asentar que una fuerza relativamen- le débil haya podido obrar un gran efecto, noes asentar que haya dejado de existir otra fuerza que por sí sola jen un momento ha sido capaz del mismo ssesultado, 1 como por otra parte se presentan en la constitucion de una mon- — 594 — taña una iofinidaS de hechos inesplicables hada mas que por un solevantamiento mui prolorgaúo, se puede afirmar que en las cadenas de cerros mo: han obrado como ajenies de fermacion los terremotos considerados esclusivamente. Movimiento a: las aguas del mar.—Otro de los efectos a que da luzar el cambio de nivel en los terrenos producido por las fuerzas subterráneas es cierta ajitacion estraordinaria que se mamfiesta en las aguas del Océano, i que desgraciadamente viene por lo comun a aumentar lo que de terrible tienen por sí solos los terres motos. Comunicándose el sacudimiento del fondo a las aguas del mar, los terre- motos son tan sensibles sobre ese elemento ecencialmente móvil como sobre la tierra llamada firme. Pero no solo es sensible el sacudimiento: el ruido con todas sus modalaciones i las circunstancias mas pasajeras de una sacudida te= rreslre se muestran tambien en alta mar. El 27 de setiembre de 13838, M. Blouet,, capitan de la Claudine, estando por 31. 40” latitud norte i 44.2 30” Jonjitud oeste, sintió el primer sacudimiento de un temblor submarino cuya duracion total fué de tres cuartos de hora. Esta primera concusion fué la mas fuerte i prolongada: duró 30 segundos. Hubo en seguida otras dos un poco ménos inteusas que la primera, entrecortadas por muchas pequeñas que durando de cinco a seis se= gundos se repetian poco mas o ménos a cada cinco minutos; la última tuvo lugar a las cuntro i cinco minulos. El ruido que acompañaba a cada sacudida se parecia mucho al:de un trueno lejano *. A. menudo se cuenta que pasando algunos buques por lugares tenidos como de mucho fondo, han sufrido un choque repentino contra arrecifes desconoci- dos; mientras esto ha sido debido con toda probabilidad a temblores subma- rinos cuyos efectos no han sabido apreciarse. Se vé, pues, que en alta mar los sacudimientos terrestres son tambien sentidos en algunos casos con fuerza suficiente para hacer padecer la arboladura de las embarcaciones. 1 mada mas natural; cuanto mayor hondura tenga el mar en el lugar del fenómeno, tanto mas delgada será la corteza terrestre en aquel punto i mayores efectos serám capaces las fuerzas interiores: commoverán con-mayor vigor las rocas del fondo, 1 siendo el agua tan movible comunicará el movi- miento que saldrá a la superficie manifestándose en todos sentidos. Obrará por consiguiente sobre las costas: se retirarán las olas dejando descu= bierta una parte desu lecho i volverán por efecto de su ajitacion con impetu soberbio, con fuerzas estraordinarias i se arrojarán sobre los lugares ántes res- petados asolando todo lo quea su paso pueda oponerse. Muchos puestos, los de Chile especialmente, han sido victima de este fenómeno. Los ruinas de la infortunada Penco por dos veces destruida de ese modo la= menian tristemente los sufrimientos delos que en un tiempo tenian allí sus ho- gares, i de los cuales una parte encontraron sus sepulcros bajo. su techo. queri= do, abandonando los, demas un lugar tan funesto. El 8 de julio de 1730, dos horas despues de anochecer se sintieron las prime- ros vaivenes de un terremoto, análogo hasta por la estension conmovida al de 1835; 1 fueron seguidos «de una espantosa salida del mar. Dos horas despues vol- vió a sacudirse la tierra con mas vehemencia, i fueron tan horrorosos los sacu- dimientos gue entumecido el mar repitió otra innudacion i envolvió en sus on- das hasta los cimientos ?.» y Pocos años despues, el 25 de mayo de 1751, entre la una i las dos de la ma- 1 Compt, rend, 1839 tomo IL, p, 32, 2 Carvallo, Hist, de Chile, Ms, y j . Ñ K A | l h | — 595 — ana, dos sacudimientos en el segundo de los cuales era casi imposible tenerse en pié, se hicieron sentir de nuevo. «El mar salió por dos veces i arrastraron las aguas con casi todo, pues, cubrieron todo el plano de la ciudad *.» Esos efectos debian repetirse en los mismos lugares. En 1789 a 19 de marzo len 1835 a20 de febrero. En esta última fecha despues de baber destruido el terremoto todos los edificios de Talcahuano, el mar comenzó a retirarse una hora despues del choque ¡marchó dejando descubierto un espacio como de 1500 metros de ancho; détuvose alli; una ola inmensa se alzó i volvió entónces para arrastrar consigo las ruinas que el terremoto ya habia abandonado. Retíróse de de nuevo hasta dejar casi baradas las embarcaciones que allí habia, i pocos mi- nutos despues se vió con espanto que una segunda ola mas impetuosa, mas formi- dable que la primera rodiba hacia los restos de ruinas que yacian en la costa; pero «sus efectos no fueron tan considerables, por la sencilla razon de que ya no habia que destruir, 6 «Despues de algunos minutos de tremenda calma, se vió entre la Quiriquina ila costa una tercera ola, aparentemente mayor que las dos anteriores. Braman- do a medida que con irresistible fuerza se quebrantaba contra cualquiera obs- táculo, se lanzó a lo largo de la costa, destruyendo inundáandolo todo.» «La tierra: l el agua temblaba ¡el cansancio parecia seguirse a esos poderosos esfuerzos ?.» Por muchos días el mar continuó ajitado e inquieto; tres dias despues, aun eran irregulares i continuas las mareas. En los puertos próximos, i particularmente en los septentrionales la ajitacion fué: estrema. En el Tomé, en la misma rada de Talcahuano, sus escursiones fueron lam- bien terribles aunque no de la misma fuerza. En Constitucion fué tal la violencia de las olas que, segun se dice, arrastraron con una parte de la barra del Maule dejando por algun tiempo espedita la entrada de aquel puerto. Aunque no de un carácter tan terrible estos mismos fenómenos se han presentado otras veces. El 19 de noviembre de 1822 en Valparaiso «el mar se balaneeó por la distancia de mas de doce piés de elevacion;>» en 1837, el 7 de noviembre, una vio- lenta marejada habida como a medio dia, fué bastante fuerte para cortar las cadenas de dos navios anclados en una caleta de la isla de Lemus; en 1349 (noviembre 18), diez minutos despues del temblor subió el agua en la bahía de Coquimbo diez i seis piés ingleses mas que en la pleamar, «cuyo primer impulso de las olas tomó la misma dl. reccion de noreste a sudeste que se habia demostrado emel movimiento de la tie- rra»; ¡en 1854 (mayo 26 a la una i siete minutos de la tarde) despues del principal sacudimiento se vió en el puerto del Huasco que «el mar se retiró con una increíble velocidad mas de una cuadra de la playa para adentro; la corriente del agua era tan: rápida que arrastró a los buques sobre sus anclas; la llena subió con mas violencia aun como diez piés sobre las mas altas mareas. . Se observaba este fenómeno mas de media legua en alta mar, repitiéndose varias veces a pequeños interválos.» En otros casos las aguas del mar permanecen quietas i completamente ajenas a las ¡convulsiones de la costa. Despues del terremoto habido en Santiago 1 Valparaiso em 18929 se escribia en esta última ciudad: «La mar ha estado mui quieta en estos dias 4.» Lo que evidencia que el fondo del océano ha tenido muf poco o nada que sufrir en estos sacudimientos cuyas escursiones se han estendido de preferencia sobre la tierra firme. Igual observacion puede hacerse con respecto al de abril 2 de 1851. Degradacion de los montes.—Aunque no con mucha frecuencia son los terremo- 1 Cart. edif, tomo 13 p. 409, 2 Fitz-Roy-Voyages etc. vol, II p, 407, 3 Au: de la Univ. de Chile 1830 p: 148. 4 Mercurio de Valparais0 tomo 1 n, 70. — 596 — tos cansa de este fenómeno: el trastorno que sufren los montes particularmente aquellos mas escarpados i de rápidas pendientes. Las rocas que salen de su superfi- cie se quebrantan i caen con temeroso estrépito a los valles que abrumados de es- -combros, con su vejetacion destruida pierden las galas que los adornaban i toman eel melancólico aspecto de las ruinas. En Yellows (Jamaica) a consecuencia del terre- moto de junio 7 de 1692, una gran montaña se hundió i cayo en el llano cubriendo muchas habitaciones.» Pero eso no es todo; las convulsiones del suelo llegan a ser tales que todo lo dis- Jocan i aun montes enteros cambian de lugar avanzando de distancias mas o ménos «considerables segun el sacudimiento ha sido mas o ménos intenso. El 49 de junio de 1718, a las siete de la tarde, se conmovió el suelo de Lantchen, en China, e inmediatamente acayó la puerta meridional i en cuatro aldeas suyas fueron echadas por tierra las murallas. En Yongnichin, los montes queestaban al norte fueron arro- jados al mediodia, habiendo entre ellos una estension de mas de dos leguas. Este numeroso pueblo fué sepultado sin que quedase señal alguna de casas, hombres ni animales *.» I en el mismo terremoto de Jamaica en 1692 «dos montañas situadas entre Spanish-town 1 Sixten-milewalk se unieron con el sacudimiento privando al sio de su cauce i obligándolo a buscar otro por en medio de los bosque i sa- vanes.» Aluviones.—Por consecuencia precisa, siempre que la topografia del pais se preste a ello, como en el último caso citado, se siguen grandes aluviones que pue- «len orijinar al presente, i sin duda han orijinado en lo antiguo terrenos de una constitucion mui particular. Los árboles arrancados de raiz por las violentas con- mociones o arrastrados por las rocas que se desprenden, forman desde luego: una especie de isla en medio de la laguna que se produce alli donde lós sacudimientos han puesto un dique a las aguas, isla que pudiendo llevar en su superficie grandes trozos de rocas, marchará cuando el agua se haya abierto paso por entre todos los obstáculos e irá a reposar en un punto mas o ménos lejano. Tal sucedió en Jamaica: pocos dias despues del terremoto, cuando las aguas ya habian podido trasportar esos árboles fuertemente entretejidos, la mar en toda la costa hasta una distancia consi- derable de tierra, presentaba serias einsuperables dificultades a las embarcaciones que pretendian entrar en Port-Royal.—Un acontecimiento igual pero de mayores dimen- siones como los ha habido indudablemente ca las primeras épocas del mundo ¿no ha podido ser el orijen de esas piedras erráticas que hacen la admiracion de la edad actual? Pero no solo las aguas de los rios o. de los torrentes producidos en el caso que acabamos de considerar, las del mar son tambien capaces de análogos efectos. Des- pues del terremoto de Valdivia en 1837, en la isla de Lemus, «una enorme cantidad de caracoles i peces en descomposicion llevados a la playa, sea por un brusco sole- vantamiento, sea por las oscilaciones del mar, atestiguan e reciente acontecimiento; j cubren la costa una gran cantidad de árboles, sacados de raiz i arrebatados por el mar en estos trastornos terrestres ?.» Despues de presenciar hechos como este, convirtamos muestra imajinacion a esa época en que poremedio de un ajente todavia misterioso la naturaleza cambió tan- tos vejetales en combustible mineral, i recordemos aun que en muchos casos esos bancos de carbon se componen de troncos echados sin órden i conteniendo fósiles marinos o terrestres, 1 descubriremos cierta analojía de formacion que es mui inte- resante observar. 1 Cartas edificantes tomo 9 p. VI. 2 Compt. rend. 1839 tomo 1, p, 707. - 597 Formacion de lagos, aguas termales 1 pozos artesianos.—Por lo que queda ob- servado se vé desde luego como pueden formarse ciertos lagos atravesados por rios; pero aun pueden nacer otros en lugares ántes áridos: «en un lugar próximo a Semí- nara (Calabria 1783), se formó repentinamente un lago, abriéndose una gran grieta de cuyo seno brotaba el agua. Dióse a estelago el nombre de Lago del Tolfilo. Tenia 4.185 piés de largo, 937 de ancho i una hondura de 52», i aunque se empeñaron en desaguarlo por medio de canales jamas pudieron a causa de nuevos chorros de agua que surjian del fondo. Aunque de diferente naturaleza, procede del mismo oríjen otro fenómeno que en ciertas ocasiones puede presentarse con caracteres mui importantes, Conmoviendo un terremoto todas las capas del terreno en que se hace sentir, nada mas natural que las venas de agua que surcan el interior de la tierra manifiesten en la superficie que las paredes de los canales porque circulan han sufrido las consecuencias de la conmoción jeneral. Si esos canales adquieren mas estension las aguas se derramarán mas abundantes, ¡si ellas son termales pudiendo marchar con mas lijereza, causarán al salir un exceso de calor sobre su temperatura habitual; por el contrario, si sus acostumbrados caminos se ciegan o se ponen en comunicacion con otros, el fluido podrá dejar de manifestarse sea temporalmente, sea para siempre; i por último des- moronandose las paredes de los conductos, el agua de un surtidor llevará consigo lo que la fuerza de su corriente le permita i trasladará ala superficie lo que ha tomado a grandes profundidades en el seno de la tierra. Ahora bien, todos esos efectos han sido observados. «Grimaldi dice que las aguas termales de Santa Eufemia, en Terra di Amato (Calabria) que surjeron por primera vez en el terremoto de 1638, adquirieron en febrero de 1783 un aumento conside rable tanto en la cantidad como en la temperatura *.» Miéntras duraban los tem- blores de lierra en San Juan de Mauriesme (febrero 27—junio 16, 1839), «el volúmen de lus aguas termales habia aumentado, su temperatura era mas elevada i habia desaparecido su limpidez habitual >.» En el terremoto de Concepcion (1835) las aguas termales de Cato desaparecieron para reaparecer nuevamente un año despues' Ten el mismo lugar 3. Para terminar mencionaremos que M. F. Lefort, ha observado que las aguas del pozo artesiano de Grenelle que al principio llevaban consigo mucha arena, vuelven a arrastrarla, próximamente veinte i cuatro horas despues de acaecer algun temblor de tierra en la Alta Normandía i en la Bretaña. Pero es sen- sible, visto el corto número de observaciones que no se haya averiguado si con la velocidad de estas aguas podria recorrerse en veinte ¡ cuatro horas la distancia que haí entre el punto en que el fenómeno se observa i aquel en que se manifiesta la presunta causa; pues este seria el único medio de resolver desde luego una cuestion tan interesante. Como los pozos ordinarios se hallan bajo este punto de vista en las mismas cir. cunstancias que las fuentes termales i pozos artesianmos, las mismas causas han de producir en ellos los mismos efectos, 1 eso es lo que efectivamente se observa. Emanaciones de agua ¿ lodo, emanaciones gaseosas.—Como las grietas que se abren por la violencia de las conmociones no son otra cosa que canales comunica- dores entre la superficie ¡los puntos situados debajo de ella, dan lugar a idénticos fenómenos siempre que a ello se presta la constitucion fisica del terreno. En efecto, casi no hai una descripcion de terremotos en que no se mencione la circunstancia de chorros de agua que de ellas han surjido; agua que habiendo podido disolver en ciertos casos, grandes cantidades de esos gases interiores de innegable existencia, eo. 1 Lyell's Princip. of geolog. vol. Il ch. XV. 2: Compt. rend, 1839 tomo II pájina 486, 3 An. Univ, de Chile 1830 pajina 249, — 598 — mo tambien diversas clases de sales, pueden ser por lo mismo mas o ménos nau- scabundas i de un sabor mas o ménos determinado. Í como aun son capaces de arrastrar arena 1 arcilla desmoronada, se presentarán entónces verdaderas erupcio- mes de lodo que por su analojía con otras de orijen volcánico harian creer en la similitud de causa. «Pero una observacion mui importante de M. C. Deville *, demuestra que a lo ménos hai algunas cuyo orijen es completamente ajeno a las fuerzas volcánicas. En un lerremoto sentido en las Antillas en febrero 8 de 1843, muchas grietas se abrierun a todas las alturas en medio de un conglomerado calcáreoi muchas de ellas arrojaron lodo hasta el alto de 1/50 metros; pero M. Deville notó que las que esto hacian esta= ban cerca del mar, siendo su altitud casi nula, i como por otra parte hallara que el lodo se componia esclusivamente de los mismos elementos del conglomerado, esplica dichas erupciones de un modo mui natural: al abrirse las grietas el agua del mar penetró en ellas se apoderó del polvo que el sacudimiento produjera, i como segui- damente se unieran con fuerza los trozos de terreno separados, el lodo era impelido hácia afuera con algun vigor. Sin embargo, la circunstancia mo mui rara de verse llamas salidas del interior, hacen tambien mui verosimil la hipótesis que da a esas erupciones un carácter vol- cánico. Cierto es que estas Jlamas mo se han presentado muchas veces, pero ellas se han dejado ver 1 eso es sin duda suficiente para detenerse ántes de concluir que las emanaciones aéreas causadas por los terremotos bo tienen nada que ver con las emaviciones de cerros volcánicos. En Chile se dejó ver una erupcion de llamas el mismo dia que un terremoto arruinaba o Concepcion i otras ciudades, en el lugar llamado punta de Bacalao, distante mas de una milla de Mas-a-tierra (Islas de Juan Fernandez) i en el cual hai una hondura de 50 a 80 brazas. Durante el dia se observó una columna do humo espeso que salia de entre las olas i solo em la noche se hicieron visibles las llamas ?. Aun mas ideas sobre la analojía de causas entre los fenómenos volcánicos i los lemblores de tierra parecen suministrar esas emanaciones gaseosas de quese cuentan numerosos ejemplos. El 27 de octubre de 1835, M. Philippi observó un terremoto en el Circo de Troumouse, situado en terreno primitivo 1 rodeado de fuertes termales sulfurosas: despues de una primera sacudida de cuatro a cinco segundos se levantó una columna de aire sulfurado ¡ardiente que rodeó todo el circo impidiendo la respira- cion. En Chiva, Chatein fué arruinada en el tercer sacudimiento del terremoto de junio 11 de 1720 i «en una aldea se abrió una boca mui ancha, i por ella se eva- poraron las exhalaciones sulfúrecas. «El 30 de setiembre de 1723, «a cuatro leguas de Pekin se abrió la tierra i salió de ella un humo, o por mejor decir, una nicbla espesil,» En la bahía de Talcahuano (1835) al mismo tiempo que se desarrollaban los gases cerca de Mas-a-tierra, se observaron dos esplosiones de la misma naturaleza: una anar adentro, detrás de la Quiriquina, en la cual una espesa columna de humo afec- taba la figura de una torre; i la otra en medio de la bahia de San Vicente, seme-= jando el resoplido de una inmensa imajinaria ballena, siguiéndose a ambas una especic de vorájine que acusaba la ajitacion del fondo. Ademas las aguas de toda la bahía parecian hervir: se escapaban rápidas las burbujas de un gas de olor sulfuro= so; el agua se puso negra, ¡algunos peces emponzoñados o sofucados fueron arroja= dos a la costa 3. ; 1 Compt. rend. 1843 tomo ll pájina 1283. 2 Araucano—18353. 3 Fitz-Roy Voyages, etc. volúmen 1 pájina 410, — 00) — A Por fin, el mismo fenómeno se ha observado a 26 de mayo de 181, poco despues del terremoto sentido privpcipalmente en el norte de la República. El día siguiente se escribia del puerto del Huasco: «La atmóstera está despejada; solo anoche se ob- servó una densa niebla con un olor a azufre mui pronunciado.» Ahora bien, parece resultar que en el mayor número de casos esos gases son sulfurados i que se desarrollan tanto en los lugares vecinos de Jos volcanes como en, aquellos harto distantes. Por otra parte ¿el primer caso citado mo demuestra que estos gases estaban encerrados en receptáculos subterráneos i que se escaparon desde que el movimiento del suelo les abrió camino hasta la superficie? Porque nótese bien que en el lugar hai aguas lermales sulfurosas que acusan la preexistencia de dichos gases sometidos a una presion mas o ménos considerable, pero m»yor que la presion atmosférica, como tambien a esa temperatura elevada que los ha hecho aun mas sofocantes. En vista de lo espuesto ¿seria posible concluir desde luego que esas erupciones gaseosas son enteramente análogas i provenientes de la misma causa que las que forman un periodo de las erupciones volcánicas? TT. Distribucion.—Humbold,ha"dicho «si fuera posible tener noticia del estado diario de toda la superficie terrestre, seria con toda probabilidad fácil de convencerse que dicha superficie es siempre ajitada por sacudimientos en alguño de sus puntos í que sin cesar está sometida a la accion de la masa interior.» Eso que de por si tiene un sólido fundamento, desde que se observa la frecuencia de los temblores de tierra en espacios mui limitados de los continentes ha recibido una nueva sancion por las bellas observaciones de M. A. d'Abadie de cuya esposicion voi a copiar algunos trozos *. «Estas investigaciones han sido hechas en Olinda (Brasil) en 1837; en Gon- daz i Saka en Etiopia (1842, 1843), i por último en Audaux del departamento de los Bajos Pirineos; i ellas han mostrado que un nivel, puesto sobre el suelo, acusa una continua fluctuacion, por decirlo asi, de la posicion relativa del centro atrac- tivo que arregla la estabilidad de Jos liquidos. Las burbujas de niveles colocados asi en el meridiano como en el primer vertical, han manifestado en todas partes variaciones que han alcanzado hasta seis segundos en el término de un mes; i el periodo de estos movimientos parece ligado al de los equinoccios, pues la burbuja marcha hácia el sur desde setiembre hasta abril i vuelve al norte en el siguiente semestre.» «En muchas ocasiones se han observado periodos de inmovilidad, cuya duracion no ha sido mayor de treinta horas. No hai perivdo diurno en los movimientos vbser- yados.» Tienden estos hechos a probar una continua movilidad en la corteza terrestre, ejercida con mas o ménos regularidad por una fuerza interna, que al poner en accion una mayor potencia se hace ya mas sensible; siendo esta faz del fenómeno la que se llama temblor de ticrra. Pues bien, esas manifestaciones se reparten desigualmente sobre la superficie de ¡Ja tierra, guardando el grado de frecuencia de los sacudimientos cierta relacion mui notable, ya sea con la latitud, ya con las circunstancias topográficas de los diferen- tes lugares. 4 Compt. rerd, tomo XXXIV pájina 712. 63 — 600 y Veamos cual es esa relacion, pues ella nos va a suministrar analojías mui intere- santes. Con respecto a la latitud; los temblores de tierra son mas frecuentes e intensos a medida que nos acercamos al Ecuador. T con respecto a las circunstancias topográficas; ellos estienden preferentemente su accion alo larzo de las costas i sobre las islas manifestando la predileccion marcada por las cadenas de montañas i lugares en que la accion volcánica ha ejer. cido su poder. Ahora, aunque hagamos una total prescindencia de la última circunstancia, ¿no nolaremos una similitud entre la distribucion de los temblores de tierra i la de los volcanes que efectuada en todos los casos no puede ser obra de un ciego capricho? J esa analojía que hace pensar en la semejanza de causas se evidencia en otros muchos fenómenos. En efecto, si en los grupos volcánicos se deja ver una línea cen- tral de accion los terremotos tienen igualmente una línea céntrica, partiendo de la cual la oscilacion va debilitándose, hasta morir en los confines de un espacio cuya forma es aproximadamente la de una elipse uno de cuyos ejes es esa linea de trastorno; si equellos parecen buscar en las cordilleras los puntos de la cor- teza terrestre que ménos resistencia puedan presentar a sus erupciones, estos las buscan tambien ide preferencia sacuden las fajas de terreno que parten de su base. Segun una injeniosa observacion de M. Elie de Beaumont, «el eje de la gran cordillera americana 1 el de las principales cadenas Chinas, al este del 106% de lon- jitad, se hallan situados sobre un mismo circulo máximo de-la esfera. El -sis. tema de los Andes tiene por consiguiente relacion con el sistema de las montañas Chinas, i la corteza terreste parece aun imperfectamente solidificada en toda la estension de esta linea jeolójicaz» i sin duda por esta razon es que son tan análo- gos los terremotos de Chile con los de China; analojía quese ha procurado ha- cer notar cada vez que ha sido preciso mostrar los efectos de este fenómeno, ci- tando juntos ejemplos tomados de ambos paises, cuando ellos se encontraban en los pocos datos que sobre aquella nacion he podido reunir. Partiendo de esa identidad entre la distribucion de los lemblores de tierra ¡los volcanes, 1 de la misma manera que estos se han clasificado en grupos, aquellos se han clasificado en rejiones que si bien no son hasta ahora tan perfectas como | desearse pudiera, se han establecido como un primer paso para llegar al resulta- do que solo muchas observaciones pueden hacer alcanzar. He aquí la distribucion admitida *: Temblores de tierra del antigwos continente. 1.2 Rejion del mar Mediterráneo, que uniéndose al este con la rejion del Asía central, se estiende desde las' Azores i Canarias hasta el lago Baikal ¡ forma, como observa Humboldt, la zona de accion volcánica mas estensa i regular en la superficie del globo, siendo mayor que la de los Andes en Sud- América. Los li- mites probables de esta rejion son mas o ménos paralelos a los Pirineos, 'Alpes, Jarpetanos i Cáucaso; por el sur parece estenderse hasta los desiertos de Africa i Arabia ila delta del Nilo. 2.0 Rejion del Asia central—Tomando la linea de Thianchan, las concursiones se estienden a ambos Jados desde Mami i Furfan sobre el Akon i Bokhara, hasta la gran depresion del Turquestan. 3.2 Rejion de Islanda—80n mui dudusos sus límites; pero es probable que se 1 The Physical Allas hy Jhonson. — 601 — incluyan en ella toda la Gran Bretaña i aun el norte de la Francia, Dinamarca 1 Escandinavia, i que de norle a oeste se estienda hasta Groenlandia. En África ápenas en el norte ¡sur se sienten sacudimientos. Temblores de tierra del Nuevo Nundo. Se dejan sentir a lo larza de la costa occidental siguiendo los Andes, i al norle siguiendo las cadenas de Venezuela hasta las Antillas. Ahora por lo que hace al Nuevo Mundo es mui probable que pudiera hacerse una distribucion en esta forma: 1.2 Rejion de la América del norte, comprendiendo principalmente a Méjico i Centro América, que parece unirse por el este con las rejiones de Islanda i del mar Mediterráneo. 2,2 Rejion ecuatorial, en la que se colocaria a Nueva Granada, Venezuela j las Antillas, ligandose hácia el norte con la anterior i al este con Ja rejion me- diterránea. 3. Rejion del Ecuador i Perú. : 4," Rojion meridional, que comprendiendo a Chile i la Confederacion Arjentina se estiende al oeste hasta las islas de la Oceania. 5. Rejion oceánica, cuyo centro se halla hacia las islas Filipinas. Con respecto a Chile la distribucion es bastante regular. El número anual de temblores de tierra disminuye sensiblemente a medida que la latitud aumenta; por manera que siendo el término medio anualen Coquimbo de 44 temblores, en Santiago baja a 30 para ser 10 o 12 en Concepcion i 2 0 3 en Valdivia. Pero esta regularidad se rompe bruscamente ala latitud de San Fernando. No parece sino que los cimientos de la provincia de Colchagua fueran inamovibles, que alguna circunstancia peculiar de la constitucion de su terreno, la hicie- ra completamente sorda a las conmociones que ajitan a las demas provin- cias de la República. Todos los terremotos que tantos males causan entre sus vecinos, al llegar asus límites o mueren 0 amortiguan alli sus fuerzas destruc- toras que en ciertos casos trastornan las provincias limitrofes por el sur i el norte. Despues dei 19 noviembre de 1822 escribian los delegados de la junta gu- bernaliva de Santiago al Director O'Higgins, entónces en Valparaiso: «segun las noticias que han llegado el terremoto ha ejercitado principalmente su accion so- bre los departamentos del norte i los inmediatos a la capital, i poco sobre los del sur. Se sabe que enla Aconcagua ha hecho los mayores estragos, i que en Rancagua no ha sido tanto, 1 casi ningunos en Colchagua 2.» Guando en 1835 todos los pueblos desde Concepcion hasta San Felipe la- mentaban tantas pérdidas por el terremoto, cuando la capital de la provincia de Talca era casi un monton de ruinasi cuando en Rancagua una torre se- desniveló 1 rajó sufriendo varias casas Jos mismos efectos, he aquí lo que se es cribia de la capital de Colchagua situnda entre esos dos puntos: En San Fer- nando «han sufrido poquisimo los edificios i tan solo en los techos ?.» El terremoto de 1837 que partiendo desde un punto de mas alta latitud que Chiloé se estendió tambien hácia el morte; el que diez años despues en 1847 (octubre 8) comenzó sus estragos al norte de Copiapó i ajitó fuertemente el sue- lo de Santiago; i por fin el de 1851 (abril 2) causó tantos daños a todas las 1 Gaceta ministerial t. 3 n. 64, 2 Araucano n, 236, — 602 — poblaciones desde Petorca hasta Melipilla; todos estos sacudimientos que espar: cieron el terror el mar i los Andes, llegaron a los limites de Colchagua i alli quedaron impotentes i exánimes. La misma causa obra sin duda para apartar del suelo deesa parte de Chile las pequeñas sacudidas que denomino temblores de tierra i temblores momen- táneos; pues desde el dos de abril de este año hasta la fecha no se ha sentido mas que un movimiento. Mientras tanto en Rancagua, observaciones comienza- das el 3 de mayo dan por resultado 4 temblores i en Talca en solo tres meses del año pasado hubo tambien 4. Los temblores de tierra ¿se hacen sentir igualmente en todos los terrenos?—= Cuestion es esta que nace naturalmente de las precedentes observaciones; pero desde luego debe establecerse que si ella se ha de discutir es tan solo bajo el punto de vista dela intension relativa delas sacudidas, porque en cuanto a la produccion del fenómeno puede aseverarse que tiene lugar en toda clase de rocas cualquiera que sea su constitucion quimica, i asi «se producen en el granito como en la mica-esquita, en las calizas como en la arenisca, en las traquitas como en las rocas amigdaloides.» Pero basta considerar que un movimiento, cualquiera que sea su naturaleza, ha de modificarse siendo conducido por medios diversamente constituidos, para pensar que los efectos de un terremoto llegaran a la superficie mas 0 menos violentos, maso ménos debiles segun el estado de agregacion del terreno con- ductor del movimiento. I esto es con efecto lo que parece observarse i que es- plica verosimilmente lo que respecto de la provincia de Colchagua hemos obser- vado, como así mismo hechos análogos verificados en muchos otros puntos. En Pequin ¡a 30 de setiembre de 1723, el terremoto acaecido a las once de la ma- ñana, «fué singular i desigual en la linea que corrió. En algunos parajes de la linea hizo grandes estragos, i en algunos espacios como saltándolos, se dejó sen- tir lijeramente; i pasados estos intérvalos recobró todas sus fuerzas *. Ademas, a la época del terremoto de Concepcion en 1835, esta ciudad, Tal- cahuano i algunas otras situadas enel terreno terciario sufrieron grandes tras- tornos: no asi la villa de Rere situada en el terreno granitico de las cordilleras de la costa ni la de Antuco en los Andes. Existe tambien la observacion de algunos otros hechos que aunque pocos, bas= tan para probar hasta la evidencia que hai rocas que conducen mejor el sacudi- miento como hai otras que conducen mejor esos ruidos subterráneos a los cua= les hemos reconocido causas analogas. A principios de este siglo se presentó uno de estos fenómenos en Sajonia: «fuertes sacudidas se hicieron sentir con tanta vio- lencia dentro de las minas de plata de Mariemberg, que atemorizadús los obreros se dieron prisa a salir; entretanto no se habia sentido el ménor movimiento so- bre la superficie. Veamos ahora un fenómene inverso: en noviembre de 1823, los mineros de Falun i Persberg no esperimentaron oscilacion alguna en el instante en que, encima de ellos, un terremoto sembraba el miedo entre los habitantes de la superficie ?. El 18 de febrero de 1756, algunos mineros que trabajaban a 233 metros de pro- fundidad, cerca de Lieja, sintieron un fuerte ruido encima de sus cabezas, miem- tras los que se hallaban sobre la superficie lo sintieron bajo sus pies 3. 1 Cart, edif. t. 12, 2 Gosmos: t. l. p, 52. 3 Compt, rend, 1843 1, IU, p, 614, — 603 — ni. Pasando a estudiar el fenómeno bajo el punto de vista que podemos llamar me- teorolójico, ya se encuentra apénas algo de perfectamente cierto; i sin embargo esta es lá parte en la cual se piensa vulgarmente saber mas: se habla de infinitas re- laciones ya sea con los fenómenos atmosféricos, ya con las posiciones del sol, de la Junaz se cree hasta poder predecir que va a tener lugar un lemblor de tierra, o bien adivinar las variaciones que la verificacion de alguno vaa producir en el estado atmosférico. 1 todo porque se presume haber adquirido práctica despues de hacer muchas observaciones, cuando efectivamente nose ha observado, sino que preocupados por. una idea concebida de antemano o que se conserva como el fruto de una larga esperiencia, se hace hincapié cuando esa idea se verifica echindo al olvido el gran número de veces que la regla ha claudicado. En lo que ahora se va a esponer se verán coincidencias repetidas quizás muchas veces pero que si bien se observa no se han verificado en un número de casos mucho mayor que el de aquellas. No obstante veremos que hai fenómenos me- teorolójicos que sin duda pueden considerarse ligados con los terremotos. Los temblores de tierra ¿tienen alguna relacion con las posiciones del sol? En una obra publicada en la América del Sud a principios de este siglo encontramos ya espresadas relaciones de esa clase que van hasta el periodo diurno del mo- 'wimiento de la tierra. «El fenómeno terrible de los temblores, dice el autor, es mas frecuente entre la primavera ¡el estio que en el resto del año, en el cual si acontecen es porel otoño. Sus horas son las de la noche: dos a tres horas pasa- du el ocaso del sol, i al apagarse la luz zodiacal, i con mas frecuencia en torno de la aurora *.» Sin embargo el que eso escribe acompaña dos años de observaciones que ha hecho en Lima, las cuales basta verlas para cerciorarse de la falsedad de lo que poco ántes se aseverabr con un tono que parecia no dejar lugar a duda. 'M. Alexis Perrey que es quizás el que mas se haya ocupado de estudiar este fenómeno en sus relaciones con la meteorolojía, ha investigado fundándose en nu- ''merosos hechos la influencia que las varias posiciones del sol puedan ejercer so- bre el grado de frecuencia de los temblores de tierra; pero desgraciadamente no ha fundado todo su trabajo en series de observaciones porque talvez no las tenia, Ha ordenado todas aquellas descripciones de terremotos que ha encontrado en Jas antiguas crónicas, en las historias, i todos los temblores de tierra de que hacen mencion los periódicos que han llegado a sus minos. Sin embargo ha encontra- do relaciones interesantes juntando los datos en tablas i discutiéndolos despues, He aquí los resultados que presenta en algunas de sus memorias: «La tabla anterior, dice en una ellas, muestra una desigualdad mui grande en el grado de frecuencia de esta clase de fenómenos en las diversas épocas del año, «El invierno i el otoño han conservado la preponderancia que un primer en- sayo me habia hecho reconocer, preponderancia que se ha mantenido por trece siglos, multiplicando mis observaciones, i que los últimos no han alterado sen- siblemente. Las demas relaciones son tambien casi las mismas. «Asi encuentro para los dos meses de enero i diciembre, solsticio deinvierno. .....,)..... . 178 » » junio i julio, solsticio de verano. ............... 117 » » marzo ¡ abril, equinoccio de primavera. ............ 122 » » setiembre i octubre, equinoccio de Otoñ0. .... +... . . 411 1 Observaciones sobre el clima de Lima etc. por el Dr, Unahúe p. 40. — 604 — : «La tabla inserta en les Compt. rend. t. XIL p. 1187 presenta para los dos meses de enero i diciembre, solsticio de invierno. ........... 49 » » junio ijulio, solsticio de verano. ............... 22 ' . . . . . A » » marzo i abril, equinoccio de primavera. ............ 24 ; » » setiembre i octubre, equinoccio de OtoñO. ........... 32 «El solsticio de ¡invierno conserva su preponderancia pero en un grado inferior, i el equinoccio de otoño ha descendido del segundo punto al último. No obstante, la relacion principal, la de los seis de invierno i otoño con los seis de primavera i '" verano, permanece la misma, es decir, que estos seis últimos meses mo presentan[.. ni las tres cuartas partes de los seis primeros. a «En efecto, en el primer resúmen que acabo de citar des los seis meses de octubre amarzo, otoño e invierno, presentan. ....... 4112 ma » » de abril a setiembre, primavera 1 VETADO. ... oo... ... 79 aqu «Ahora bien 3/4 112=84 1 solo encuéntro 79 la «Al presente, para los quince siglos desde 306 hasta 1800, £ los seis meses de octubre a marzo, otoño e invierno, presentan. ...... 44l. par » » de abril a setiembre, primavera il Veran0. .. ......-... 323. É «Ahora 3/4 441==330.75 ino hallo mas que 323. 06 «En otras palabras, si se representa por 1 el grado de frecuencia de los tem-f L blores para los seis primeros meses para los otros tendremos 0.73321. de «Del mismo modo si para los dos meses de los solsticios 1 equinoccios se com-f il sidera que los números citados mas arriba puedan representar el grado de fre-f cuencia de los temblores en estas cuatro épocas, se tendrá tomando por unidad! el de los solsticios de invierno, los números. ¿ll Diciembre i enero, solsticio de Inviern0. .... o... 9... 0... .«. A. vid Jumio 1 julio, solsticio de verano. ........ o... ....... 0.6573, con Marzo i abril, equinoccio de primavera. ........o.....,.... 0.6855. den Setiembre i octubre, equinoccio de otoño... ............. . 0.6236. Mari «En fin no es inútil notar aun que los dos meses del solsticio de invierno (di-4 mo ciembre i enero) dan por sí solos mas que los tres meses de verano tomados juntos, kh! aun mas que los tres meses de primavera *.» llegan En un tercer ensayo, M. Perrey, ha encontrado resultados análogos, solo si 'el'fh y número 073321, hallado ántes, ha quedado reducido a 0.73227. sidad Veamos ahora si para series de observaciones seguidas en un mismo punto, sel ( conserva esta interesante observacion. 'pini Voi para esto a usar las observaciones “que don Luis 'Troncoso ha hecho en lam Serena, tomando todas las que se han publicado en los Anales de la Universi) E dad de Chile, ven las que desgracindamente faltan algunos meses; ¡las que yolMimp mismo he proseguido en Santingo desde principios de 1852 1 que acompañan all esta memoria. Los resultados que ellas dan son los siguientes: la, 29 Serana. Santiago. que Diciembre ¡ enero, solsticio de verano. ....*:.. 43 16. de ( Junio ¡ijulio, solsticio de verano. .......... 29 21. JN Marzo i abril, equinoccio de oOt0ñ0. ++... ... 45 115% te Seliembre i octubre, equinoccio de primavera. ... 32 17. Me hom Los seis meses de octubre a marzo presentan. . .... 125 46. de » » de abril a setiembre... o... «o... 9 46. li 4 Comp, rend. 1841 t. [. p, 900, — 605 — Ahora bien se ve qué en la Serena ha caido el máximo en “el “equinoccio: de otoño (marzo 1 abril), ¡en Santiago en junio i julio (solsticio de invierno); segun M. Perrey este máximo tiene lugar en los meses de diciembre i enero (solsticio de invierno), por donde se vé que en Santiago se ubtiene el mismo resultado que aquel meteorolojista encuentra. El mínimo ha tenido lugar en el mismo periodo de máximo para Santiago, en cuyo lugar el minimo se ha verificado en marzo i abril; segun el autor citado esto acontece en junio i julio. Se ve, pues, que casi ningun arreglo parece resultar hasta ahora de considerar la frecuencia de los sacudimientos en ámbos solsticios i equinoccios. No parece lo mismo con respecto al principio citado que atribuye a los meses desde abril hasta setiembre una disminucion de mas de un cuarto sobre el nú- mero que dan los otros seis meses. En la Serena ha habido en estos 125 ¡ en aquellos 95, 1 como 3/4.125=93.7 parece que el principio no se aparta mucho de la verdad en cuánto a los meses civiles que no con las épocas astronómicas. Si se toma por unidad el número de temblores en los seis primeros meses hullamos para los segundos 0.76, número que se aparta no poco de 0.73221. En Santiago, a donde no falta un.solo dia de observacion, nada hai que comparar a este respecto. El número de sacudidas es igual en ambos periodos de tiempo. Este principio es con -todo mui digno de nota para que los obsevadores dejen de verificarlo. Al ménos se podrá pronto someterlo a prueba por medio de las observaciones que por mi encargo se hacen ya en varios puntos de Chile, ¿Tienen alguna relacion con la edad, 2 las posiciones de la luna? Si, como mu- chos creen enel dia, el interior dela tierra está líquido a consecuencia de la alta temperatura que allí parece reinar, es mui natural pensar que estando este fluido sometido a las mismas influencias que las aguas del océamo se balanecará como ellas dando lugar a mareas, i obrará sobre la débil corteza terrestre evi- denciando su accion por sacudimientos maso ménos intensos. Tal es la idea manifestada por muchos. M. Ampere se ha servido de ella en su sistema de la for= mación fisica de la lierra para levantar una dificultad contra los que sostienen Ja liquidez interior. Humboldt por otra parte es de opinion que si estas mareas Jlegaren a producirse serian tan insignificantes que no podrian manifestarse en la superficie; i con efecto es verosimil que así sea si se aliende a la gran den- sidad que el fluido interno no puede ménos de tener. Como quiera que sea, muchos años han pasado ya desde que se ha emitido la opinion de que las posiciones de la luna por sí o combinadas con las del sol tienen una gran influencia' sobre la verificacion de los temblores de tierra. Segun M. F. Zantedeschi, Jorje Baglivi lo indicaba en 14703 1 José Toaldo en 1770; i úl- timamente el mismo sabio cuyas investigacioues quedan apuntadas, M. Alexis Perrey, ha llegado despues de cálculos laboriosos a las siguientes conclusiones: 1.2 «Que la frecuencia de los temblores de' tierra aumenta hácia las zizijias. 2, Que su frecuencia aumenta tambien en la proximidad del perijeo de la luna '¡i;que al contrario disminuye hácia el apojco. 3,2 Que los sacudimientos de los temblores de tierra son mas frecuentes cuan- do la luna está próxima al meridiano que cuando está a mas de noventa grados desel..».! > ¡No cabe duda que si juntando un número mucho mayor de observaciones que las que han servido para llegar a ese resultado, estos principios se separan de Jas anomalias que hasta ahora parecen oscurecerlos, entónces un nuevo hecho ven- ¡dria en apoyo de los que sostienen la fluidez inferior del globo. 1 Compt. rend. 1854 tomo Ip. 1044, — 606 — ¿Están ligados con los fenómenos atmosféricos?—Para la jeneralidad no solo de Chile sino de todos los paises donde se dejan sentir continuos sacudimientos este es un hecho innegable; es menester sin embargo admitir esto con mucha reserva i tan solo como un hecho verosímil, pues, aun despues de muchas obser vaciones solo resultan coincidencias, que hasta ahora no podrian de modo al- ¿guno admitirse como leyes; i aun asi ha habido observador que ba negado que tal relacion exista. M. L'Herminier, despues de haber hecho numerosas obser- vaciones en las Antillas, cree poder aseverar que los temblores de tierra i los fe= nómenos atmosféricos no tienen relacion alguna entre si, o a lo ménosen su distribuzion relativa. Mas, si como parece indudable, la ajitacion del suelo, la produccion de ema- naciones gaseosas i otros fenómenos que los acompañan, pueden influir sobre la electricidad atmosférica, es verosimil que ellos produzcan cambios en el estado de la atmósfera, resultando de ese modo una visible dependencia entre ambos fenómenos. Los grandes sacudimientos obrarán con mas enerjia que los pequeños, i esto es con efecto lo que se ofrece al primer golpe de vista. Es indudable como ve- remos luego, que los terremotos son seguidos de variaciones atmosféricas pero es mui dudoso que los temblores de tierra o sacudimientos momentáneos puedan, como vulgarmente se asegura, influir sobre el estado del cielo. No se necesita proseguir observaciones por largo tiempo para ver la falsedad de ese principio, fl como ignalmente lo mucho que se aventura señalando cierto estado del cielo como fil el mas apropiado para la verificacion de movimientos de la tierra. De 220 tem- Hg e blores observados en la Serena, cuyo clima es caraterizado por continuas varia- ciones, solo nueve fueron precedidos de variaciones atmosféricas i no mas que catorce seguidos por ellas. En Santiago de noventa ¿ dos temblores observados en tres años, veinte 2 dos han sido precedidos i diez ¿ nueve seguidos de cambios en el estado del cielo; fl números aun mui reducidos i que juntos no alcanzan a dar siquiera la mitad del número de observaciones. elsa Respecto de la relacion que puedan tener con el estado del cielo he aqui lo que resulta de esas mismas observaciones: Con el cielo despejado. .,......,. 51. » cla O UA m » » nublado... .... o... .. 16 Pero » » Moviendo CA IO LS ON Dque » neblina A RO AA 1 como poco mas o ménos esos números representan el estado atmosférico de Santiago, se deduce que no hai relacion alguna entre la verificacion de los temblo- res de tierra. No sucede lo mismo con respecto a los terremotos que son capaces de obrar sobre la electricidad dol aire; ¡i si bien es cierto que en el instante desu verificacion el cielo puede presentarse así en la mayor pureza como oscurecido por las nubes 0 iluminado por los fulgores del relámpago, es cierto tambien que en todo caso las nubes aparecen pronto i la tormenta estalla. Como pruebas directas de la dependencia que existe entre los violentos temblo- res de tierra i la electricidad de la atmósfera pueden presentarse los hechos si- guientes : M. Chocque, de cuya observacion sobre el terremoto de la Guadalupe se ha ha- — 60) —= blado ya, dice tambien: «un fenómeno de cuya observacion he sido único testigo en el lugar en que me hallaba i, que al decir de muchos, se ha repetido en otros, es que en el momento de caer la casa ¡ de ca,r yo mismo, he visto salir del suelo uva lasma azuleja que se elevó a dus metros 1 medio del piso; podia ser en la base ancha de dos decimetros,» «Eu Angers las personas despertadas por el temblor de 13 de mayo de 1836, han sentido por mucho tiempo una desagradable impresion semejante a la que produce una descarga eléctrica *.» Se ha notado la coincidencia de meteoros luminosos con grandes sacudimien- tos; pero esto es poco comun. De todos los terremotos de Chile, uno solo, el de 1322 ha presentado esta particularidad pero de un modo que aun hace mas no- table la coincidencia. El día 20 (noviembre) «a las tres i cuarenta i dos minulos de la mañona, un meteoro ha corrido en la misma direccion del terremoto, €s decir de noreste a suroeste, bajo la forma de un gran rastro de fuego, que ha producido por espacio de cuatro segundos una claridad igual a la de un crepús- culo ya claro. Segun se refiere, otros varios meteoros poco considerables se han manifestado hácia la cordillera 2.» Si bien esta clase de fenómenos cuya causa no está bien averiguada, pudieran proceder de diversa fuente, pues, tambien so ha manifestado en análogas circunstancias Ja caida de estrellas desfilantes cuyo orijen parece no deberse alribuir de modo alguno a la electricidad. Recientemente se me comunica de Rancagua que en la noche que siguió al tem- 'blor de lierra de 12 de mayo próximo pasado, una nube se vió hácia el sudeste que estaba iluminada j presentando una corona rojiza al lado del occidente. «Se habla tambien a menudo de las acciones inusitadas de algunos animales que parecen preveer la catástrofe. En Concepcion (1835) se vió, próximamente una hora ¡ántes del terremoto de 20 de febrero, que bandadas de pájaros marinos que jamas se separan de la costa, alzaron el vuelo ¡se dirijieron hácia el interior como si hubieran adivinado la próxima ajitacion del mar. Í se dice que en Talcahuato to- udos los perros salieron corriendo de las habitaciones mucho ántes que el ruido o el sacudimiento fueran sensibies; pero si estos hechos prueban cambios en la ¿electricidad del aire es cosa que desde luego no puede resolverse. Por último hai quien atribuye a causas eléctricas unos fenómenos mui particu- lares 1 análogos al que se observó en Ancud el dia del terremoto de 1837. El asta de bandera fué arrojada a gran distancia de su Jugar dejando sin lesion al- guna la cavidad en que estaba introducida. Pero donde se manifiesta la dependencia que nos ocupa con toda evidencia aunque de, una manera indirecta esen las grandes lluvias acompañadas a me- nudo de relámpagos truenos i granizo que vienen inmediatamente despues de los terremotos, cualquiera que sca la época del año en que hacen alarde de sus lestrucioras fuerzas. Veamos lo que a este respecto ha tenido lugar en Chile. El P. Ovalle en su Historia de Chile (páj. 402) describiendo el terremoto de Jarelmapu (Chiloé), el primero de que tengamos noticia haya sobrevenido en im lugar de Chile se espresa de este modo: «Fué el caso que a 14 de mayo de 632 al cuarto del alba; se oyó de repente un tan vehemente i espantoso ruido or todas las casas, i fuerle, que desnudos obligó a los moradores a saltar con ran priesa de sus camas, desamparando las casas, i huyendo afuera para ver lo ue era, porque todo green venirse abajo, i-fué ast que las tres galeras grandes 1 Compt. rend. 1843 tomo Il pajina 614, 2 Gaceta ministerial t. 3 p. 6% 64 — 608 — del fuerte vinieron al suelo con todo un lienzo del malal ete. Todo este destrozo | vieron de repente sin tener ya donde guarecerse de un mui grande aguacero que les caía encima.» Pocos dias despuez del terremoto de mayo 13 de 1647, escribió en los libros del Cabildo de Santiago el escribano de esa corporacion: «i no fué ménos la afliccion que tuvimos con dos aguaceros que ántes de repararse vinieronz» i el Obispo Villarroel decia tambien por aquel tiempo: «duró el temblor recio como medio cuarto de hora: oscurecióse el cielo estando bien alta Ja luna, con unas palpables tinieblas: orasionáronlas el polvo i unas dens»s mubes. ... .» i poco despues, «habiéndose las trojes derribido i despues llovido, i habiendo sucedido lo mismo en Casi cien leguas que corrió el temblor, desde Cauquenes hasta : Limari, ha quedado perdido el pan etc.» » : Del que en julio 8 de 1730 sacudió toda la estension del pais arruinando be principalmente a Penco, no quedan noticias a este respecto; en la única descripcion S que conozco nose hace mencion del estado atmosférico. Pero el que hace esta y descripcion * no hace tampoco mencion alguna del violento terremoto de mayo 25 de 1751, i sin embargo ella cayó en abundancia, a pesar de no haberse verifi-f,, cado como aquel en medio de la estacion de las ¡luvias. Un misionero jesuitaf describiendo este fenómeno dice: «En los dias subsiguientes una continua llu- A vía vino a aumentar los sufrimientos ?.» En la mismv duda quedamos con respecto al que aconteció a 19 de marzo, » cuya descripcion no he podido haber a la mano a pesar de todos mis esfuerzos. a Pero como despues de éste hubo una época de tranquilidad hasta 1822, para los O demas los datos han sido mas fáciles de recojer, pues que hai varias versiones de de ellos i viven aun muchos de aquellos que los esperimentaron. pe Asi, es sabido que pocos dias despues del 19 de noviembre de 1822 una lluvia de copiosa se derramó, a pesar de lo avanzado de la estacion, sobre los misimos cam- e pos que habian sido ajitados por terremoto de aquella fecha. «Cuando principió el primer temblor del sábado (setiembre 26 de 18291, el dia estaba nublado isoplaba con norte suave: Juego empezó a llover con bas? tante calma, i continuó en la noche con alguna fuerza 3.» El terremoto de febrero 20 de 1835, fué tambien seguido de análogos efectos producidos como en todos los demas casos tan solo sobre aquella parte adonde su violencia fué considerable. «Aun nose había preparado mi este reparo, decian de Concepcion, contra e sol abrasador quese hizo notar en los primeros dias, cuando una copiosa llavi que duró muchas horas del quinto dia, con un pegueña suspension para con tibuar parte de la noche, vino a consumar la ruina que causó el terremoto 4. De Chillan con fecha 5 de marzo se escribia ¡gunlmente que se habian seguid fenómenos mui singulares: 1.2 un Zemporal de seis dias; 2.2 un granizo tan gran de quesi no llegaba al tamaño de uni nuez, al ménos escedia al de una ave llanas 13. un temporal de viento que ofreció el espectáculo siguiente: se form a inmediaciones de la villa un remolino tan furioso que quebraba todos lo árboles por donde pasaba: afortunadamente no pasó por la villa $, | Obsérvese bien que esta formacion de gran lluvia ij de ton estraordinari granizo era enel mes de febrero del todo estempuránea, i que ella mas que olréf Él pa senta le; 1 m0 di y los ra los El bre q chns, oibir velan. oDsorri pra e de Da de Cer odos y M0m ment: 1 D. Vicente Carvallo, i Goyeneche. Hist. de Chile, Ms, t.:3: 2 Cart. edif. tomo 45 p, 409. 3 Mercurio de Valparais0 tomo lí n. 70. Araucano núm. 236. Araucano núm. 236. Or e — 609 — cosa nos debe asegurar la gran influencia de los violentos sacudimientos sobre la electricidad atmosférica i por consiguiente sobre la apariencia del cielo, Todavia el de moviembre 7 de 1837, nos suministra datos idénticos. «Hasta el dia 10, dice el Intendente de Valdivia en una nota pasada al Gobierno, no ce- saron nilos sacudimientos, ni la lluvia comenzada en la noche del G;» ¡el de Chiloé en una nota análoza: «La noche antecedente al temblor se esperimentó un fuerte temporal de norte i mucha lluvia, la cual duró todo el dia 7, quedando siempre el tiempo achubascado en los inmediatos *. El dia 20 de octubre de 1847 «fué, en Coquimbo, un día de rigoroso ¿nvier- no con una fuerte garuga,» ¡eso que ya habían pasado algunos dias despues de la primera sacudida del terremoto del dia 8 cuyas oscilaciones duraron has- ta el 17, El 5 de abril de 1851 todos hemos visto una deshecha tempestad acompañada de truenos, relámpagos, granizo 1 abundante lluvia, que se cernió sobre los mismos Jugares que habian llevado lo peor del terremoto del día 2, i tan solo sobre ellos. El mismo año que el anteriori a 26 de mayo; un sacudimiento sensiblemen- te igual, conmovió las provincias del norte de la República. Faltan las obser- vaciones respecto al estado atmosférico 1 solo encuentro alguna -mencion de ello en una carla escrita enel puerto del Muasco ¡en la que se habla de una es» pesa neblina observada een la noche del 26 al 27. Pero lo que queda manifestado parece suficiente. Aungue de los numerosos ejemplos que hxi solo se hu tomado lo verificado en todos los terremotos de Ghile desde el mas remoto de 1633 hasta el último de 1851, eso basta para pre- decir que en cualquiera época del año que ua terremoto tenza lugar, el será se- guido de variaciones atmosféricas o comunmente de lluvias mas o ménos abundan- tes que vendrán a regar el mismo espacio trastornado ino se separarán mucho de él. Parcce tambien que estas Iluvias son las mensajeras de la iranquilidad del suclo. Relacion sobre los temblores de tierra ¿ la presion atmosférica.—La relacion entre la verificacion de la lluvia ida marcha del barómetro aungue no se pre- senta aun con todos los caracteres de un hecho cierto es admitida jencralmen- tez 1 otra idea emitida por M. Zintedeschi de que la forma esferoidal de la tie- rra debe cambiar constantemente por la reaccion de la masa imterior que atrai- da porel sol ¡la luna tendería a producir protuberancias en la direccion de los radios veciores de ámbos astros: ¿no podrian hacer creer en la relacion de los termblores de tierra ¡la columna barométrica? El que primera ha hecko notar que efectivamente ella existe ha sido el hom. bre queen Chile se ha ocupado con mas desinieres i mas anhelo que otros mu- chos, en el estudio de los fenómenos meteorolójicos, aquel cuya mano debió es- eribir esta Memovia 1 cuya muerte reciente deploran con amargura todos los que velan por el porvenir cientifico de Chile. D. Luis Proncoso que por tantos años observó cuidadosamente en la Serena todos los temblores de tierra, anotando para: cada uno, ademas de otros datos, la presion atmosférica, se apercibió pronto de una coincidencia notable i en una nota dirijida al Secretario de la Faculiad de Giencias dela Universidad, con motivo del terremoto de 1847, espresa que todos los grandes sacudimientos se verifican señalando el barómetro en aquel momento la presion media del lugar. Con el objeto de observar la relacion que haber pudiera entre todos los 5a- 1 Araucano núm 382. — 610 — codimientos grandes o pequeños ¡el barómetro, me he servido de todas las 0b- servaciónes que de aquel meteorolojista se han putlicado en los Anales de la Universidad de Chile; he reducido a cero tudas las presiones de los temblores correspondientes a los meses del año i hallado el término medio de ellos, i ha- ciendo lo mismo con la presion media de cada mes he formado la tabla núm. 1. Desde luego no ne podido dejarme de apercibir de lo mucho que dichas canti- dades 5e aproximan unaa otra, lo que viene en apoyo de la opinion del se- ñor Troncoso; pero hallando la diferencia entre la presion media del mes ¡la que en término medio corresponde a los temblores de tierra durante el mismo tempo, he encontrado que esta diferencia es nula en dos casos, negativa en doce 1 positiva en cuarenta lo que indica una causa que hace a la presion en Jos momentos de un temblor algo inferior a la presion media del lugar durante el tiempo quese considera. 1 como por otra parte en el terremoto en cuya descripcion se emiteel principio citado la presion (a cero) (ué 761.742 siendo la presion media 761.754, del mismo modo que en Santiago la primera fué 11339012 1 la segunda se halla entre 7141745, he creido que se debió modificar «] principio enunciado diciendo que «la presion almosférica en el momento de un terremoto o la que corresponde a una serie de tembiores de tierra, aunque se acerca mucho a la presion media del Jugarle es con todo un poco inferior.» ' Sila causa de este fenómeno es la que cree poder existir Zantedeschi o cnal- quiera Otra abb noes posible resolverio i será necesario para ello multiplicar Jas observaciones hasta un número que pueda hacer desaparecer las anomalias i dejar en claro la lei, sies que ella existe. Pero ¿no provendrá esa coincidencia de que los sacndimientos sobrevengan de preferencia en las horas de la presion media o minima del lugar? Para res- ponder a esa pregunta he formado la tabla núm. 2 que, como se verá pare- se resolveria negativamente. Los temblores de tierra, ¿influyen sobre el mneanelismo terrestre? En apoyo de la solucion afirmativa citanse algunos hechos: se ha visto oscilar violenla- inente las agujas, caer pedazos de hierro dulce sostenidos por barrasimanla- das o desarreglarse momentáneamente la limedura de hierro adherida a sus pun- tas; pero todos estos efectos ¿no hansido producidos por las violentas conmo- ciones del suelo? Por lo ménos asi Jo hace ereerso misma naturaleza ¡la cir- ennstancia de volver todo a su situacion normal despues del movimiento. Sin embargo, Humbold observó que pasado el terremoto de Cumaná, en 4799, a pesar de permanecer los mismos todos los demas elementos del magnetismo terrestre la ¿nclínación de la aguja habia cambiado de 48 minuios. En los demas terremotos que él esperimentó en Quifoi Lima no se notó cambio alguno. ¿No sería un cambio de nivel del suelo el que produjo la variacion observada en Comaná? 1 como saliendo de este hecho no hai otro alguno que pueda citarse en apo- vo de esta Opinion, parece que puede concluirse que no hai relacion alguna en- tre el magnetismo del globo i los temblores de tierra. ¿Están sometidos a alguna periodicidad?—Desde Juego podría responderse ne- gativamente a esta cuestion tan interesante 1 que si un dia ¡legase a resolverse de un modo favorable, el que tal hiciera vendria a coronar todos los trabajos ejecutados para estudiar este fenómeno; vendria a prestar un servicio inapreciable a la bumanidad. y En la naturaleza todo está sometido a lei, ha dieho Laplace; ¡en el caso actual dos causas principales podrian obrar para ocoltarla: lo mui largo del periodo i las pocas observaciones seguidas que hasta ahora'se hayan hecho “en — 611 — un mismo punto; o bien las distintas fuentes de que podrán provenir. Por- que, en efecto, supóngase que rija este fenómevo una lei» mui sencilla, pero que esta lei, como es forzoso pensarlo obre sobre muchos pubtos a la vez; para el observador situado en Santiago, por ejemplo, i que considera de la miseia naturaleza los sacudimientos que vienen del este, del ceste, del norte, del sur, ete, no podrá ménos de resultar una confusion que le hará asegurar que el capricho es el único que dirije las fuerzas subterráneas. Si esta hipótesis, fuera una verdad, ella no podría encontrarse sino obser- vando cuidadosamente i con instrumentos apropiados el sentido del sacudimien- to, i construyendo despues de juntar un buen número de observaciones, cur- bas gráficas que manifestarian ala vista si algun arreglo existe en la verifica- cion de los sacudimientos. Este u otros medios podrian tocarce; pero si los periodos mui largos no per- milieran descubrir nada desde luego, el cálculo de las probabilidades daria el l medio de acercarse al punto descado, 1Y. lla inseguridad del dia en que podría trastornmar las ciudades babitaciones de llos hombres, han hecho desde mui antiguo que todos se empeñaran por des- ¡cubrir su orijen. Í com efecto casi todo lo que en los últimos fiempos se ha dicho estaba espresado ha ya largos años. Jas esplicaciones han variado en la forma, se han modificado a medida que el estado de los conocimientos abra- zaba campos mas vastos; pero en la esencia son las mismas de los antiguos. En- tre ellos el azufre, el salitre, las minas de carbon fósil, poniéndose todo en son llagracion i produciendo gases, hacian un gran papel; en nuestros tiempos cuando los diarios descubrimientos de la: ciencia nos han enseñado a ser mas re- servados se habla tan solo de gases; mas la esplicacion no ha variado de fun. “lamento. | Eu el dia existen cuatro esplicaciones diversas de este fenómeno i se le atri- nyez 1.2 Al enfriamiento desigual de la corteza ¡ del interior del globo; 2.9 A un llescenso gradual de las montzñas; 3.2 A la accion del agua i del aire sobre el iy Púcleo no oxidado e incandescente del interior; 4.2 A la accion de gases encerra- a Jos en lo interior i fuertemente comprimidos. 1.2 He aquí como se supone que obre esta causa. Enfriándose paulatinamen- wm J: la tierra cuya corteza es tan hetereojénea, debe haber necesariamente contraccio- y Fes en algunos puntos que producirán depresiones ¡ solevantamientos, el suelo l: conmoverá i grandes grietas deben abrirse. De todos modos para esplicar las y [manaciones gaseosas, las erupciones de llamas i otros fenómenos, habrá que y Pcurrir a Otra de las causas señaladas; la teoría es insuliciente i tiene por y [rico fundamenta un principio tan dudoso como el enfriamiento actual del globo, y 12M. Boussingault es el autor de esta hipótesis. Parte de la idea que lis ontañas han sido formadas por un solevantamiento i que la traquita que cons- —vuye la masa principal de los Andes tropicales se fracturó al solevantarla las ; erzas interiores, ise fracturó en trozos anguiosos. Ahora bien, concíbese que 1h l. este cuso esos fracmentos confusamenle acumulados i dejando entre sí gran, ls vacios, tenderán a caec id arrojarán úluera los gases ali emeerrados COnIDO- — 612 — viendo el suclo i produciendo los demas efectos. —Esta teoria mo puede servir sino para localidades determinadas i el fenómeno que con ella quiere esplicarse es universal; ¿cómo se producirian entónces los temblores de tierra de Chile? 3.2 Esta causa que seria la mas verosimil de todas sise «admite la bella aun- que dadosa teoria de M. Ampere para esplicar la formacion fisica del globo, obraria de una manera mui sencilla. Llegando el aire ¡el agna hasta el núcleo incandescente 1 oxidante, lo metales que lo componen se oxidan i la combi- nacion quimica desarrollando luz i calórico producirian grandes cantidades de gases que se condensarian hasta tener fuerzas suficientes para franguearse una salida; en su marcha por las cavernas interiores podrian dar lugar al ruido i sa- cudimiento, a las grietas, emanaciones gascosas i erupciones de llamas; en in a todus los fenómenos que constituyen o son producidos por los terremotos. 4. Como se ve, esta causa esla misma que acabamos de considerar. Esen- cialmente ambas teorias no tienen diferencia alguna; aquí solamente no se seña= la el orijen de los gases interiores i por eso es probablemente la mejor teoría, pues, como hemos visto todo lo esplica sin hacer suposición alguna. Al que quisiera objetar la existencia de tales gases se le contestaria con todos los vol- canes que diariamente los lanzan, con las vertientes de aguas gascosas, 1 con tantos otros hechos que la verifican. Por otra parte, si existen estos gases, fuerza es que existan tambien los receptáculos donde se condensan, las cavernas sub= terráneas. Ellas deben predominar en las cadenas de montañas i los gases se escaparán por donde encuentran ménos resistencias; hácia los costados; i he aqui porque los temblores de tierra se verifican con mas frecuencia en los paises de cordilleras, avanzando próximamente sobre la perpendicular a la direccion de ellas; j he aqui tambien porque se repiten obrando siempre sobre las mismas áreas de terreno. - ¿Cómo se producen esos gases? quién los sujeta hasta que adquieren fuerzas superiores? La oscuridad que en todo se vé cuando ya se ha marchado mucho i nos acer camos a la esencia de las cosas, es una oscuridad sublime; en medio de ella una luz inmensa que ofusca la vista + nada deja ver se alza majestuosa i nos recuerda que Dios está sentado en medio del gran Todo que marcha imperturba- ble rejido por las leyes que le diera, hacia ese fin misterioso que tambien le ha señalado i que ningun hombre jamas vió. Santiago, julio 31 de 185353. - TABLA NUMERO 4. JUNIO. gls 2 |£ a E EE Diferencia. Pr, m* mes. JULIO. Pr. m. temb. Diferencia. 760.2 [760.4 |—02 [761.0 (760.7 0. 761.1 [760,5 0.6 [762.1 [760.8 160.8 760.0 763.3 [764.2 |—0.9 Y ENERO. FEBRERO. MARZO. ABRIL. MAYO. O A IES E PA e A A 1 E E A E Sos AI A A JE E ls A "q AAA a | > PESAR SNTE a la re a la ASIA A a a E E A === ||==]|) == |===]|===]| = == UK ¡23 ¡===> 1849. 759.8 [760.6 |—0.8 1850. 758.2 [758.3 |—0.1 |7158.6 |758.6 0:0 [758.8 [758.7 | 0.1 [761.2 [758.6 2.6 1851. 759.6 [760.1 [|—0.5 [759.9 [759.2 0.7 [760.5 |760.2 | 0.3 1852, 760.7 |759.3 4.4 (759.1 |758.7 0.4 |760.2 |758.5 1.7 [758.7 (158.8 |—0.1 4853. 761.6 [759.8 1.8 |760.9 |760.2 0.7 [761.3 [759.9 | 1.4 [762.1 [761,3 0.8 [763.5 762.4 1.1 1854. 759.0 [758.2 0.8 (758.8 |159.8 |—1.0 |158 6 [757.1 1.5 [758.6 [758.7 |—0.1 [759.3 [759.1 0,2 Término medio./159,8 159.44] 0.68 1159.54/759.30| 0.24|159.88|758.88| 1.00 |760.15|759.85| 0.80 19 160,92/760.65) 0.27 154.4 [751.8 |—0.4 . 759.64 1759.84 Término medio final. Para los meses... Ao Para los temblores de tierra ..... Diferencia ..... 15) 1.3 [760.6 |759.7 | 0.9 0.8 [761.9 1159. k 2.0 762.1 0.5 162.7 [760.7 2.0 760.7 [758.6 2.1 AGOSTO. SETIEMBRE. OCTUBRE. NOVIEMBRE. DICIEMBRE. ll ! 1 ) E o : € - : E E A EE A E E ES E E 3 = £ E] 3 o iS El E] iS 8 2 iS B = = = a Ss = = s - El NN A E MA A OA A a 2 ; 2 > 2 = iS : ; 2 E | e SS , la ; ES A A RR SSA AA AA NA E a = — | íKZáá=3]á]) | === | | == | 22 ¡>> | — |=== pee =l| == 762.2 [760.95 163.5 [761.0 762.4 [759.4 162.3 764.4 163.4 [762.6 761.0 [759.2 1.25/761.8 |761.2 2.3 [762.5 (760.3 3.0 [162.4 [761.6 —2.1 [763.0 (760.7 0.8 [762.1 (762.4 0.6 [761.7 (762,8 |—1.1 |160.7 |760.4 0.3 [759.3 [758.9 0.4 2.2 [162.6 [762.0 | > 0.6 23 | » »| » »| » »| » »|» »]|» » [762.4 [762.0 04 0.3 [761.4 |761.1 0.3 [760.3 [760.8 |—0.5 [759.6 [759,6 0.0 0.10/761.59/760.22] 1.371762.43)761.26 e. 760.81 760.24 0,60 1.171762,48 1761.44 1.04)769.24 762.04 0.20/760.50 760.60)—0.10/760.43)760.16] 0.27 — 613 — AN o O ela oso OO =p sr | € YA y y ' £ € Ss 6 € S € y ca lol — rá y e — la PES e CS A 70 7700189 ly ea j ' ÉS Y o y 6 £ "NA V WU V Mod mv WIUUV “yd UV ELIO "N o 57 e qe A eN _ o oy Gl _ EN — — - en Gr) ca A _ on — $ _ =- » a] | SA VIIa A yl A qu Vid A" V “Ud A” Ñ les] _ a = 6 = E El 5 El sy Z 5 a =] => 3 ES 3 2 a o a 3 da o ES o = o 2 y pS -S 19 SS = S z = El Z E E S > > ES — o ES) [2 Y O ar SS [55] 19 = = = = = ia DE Er ES A OYIRON VIAYL o Fe orante Or 0 =—_ | | === | | | | | | | | | | | |] | | | | (ó uo tul 2320 = | | E l Kl o | lu | 1' | | *)0.L | ' Ú 2 e Carta de las areas conmovidas por los terremotos de Chile. Lerremotos ae 790,47.27, 2769 €-1830, lirrenoto de 105 7, Lorremnoto de 2647. ==... Lerremolos de 1 6%7, 102 1829 € 100. 7 | APÉNDICE. El 98de enero de 1852, comenzé en Santiago una serie de observaciones 5s0- bre Uemblores de tierra i las circunstancias atmosféricas que Jos acompañaban, precedian o seguian. Confesaré que entónces ignoraba porque i para que hacia es- tas observaciones; pero hallándome poco despues en circunstancias de poder apreciar su importancia las continué con todo el cuidado posible. A fines del año siguiente concebi la ¡idea de estender estas observaciones, i para el efecto “principié a buscar personas que se encargaran en las provincias de tomar nota de todos los sacudimientos sensibles alli donde estuvieran establecidas. Jnútiles fueron mis primeros esfuerzos; las observaciones empezadas cn San Felipe en los primeros dias de 1854 fueron cortadas a mediados de marzo i otras seguidas en Talca desde fines de setiembre no duraron mas que hasta el fin de ese mis- mo año. Solo uno de mis compañeros de estudio que acababa de establecerse en Copiapó ha sido desde el 1.2 de agosto de 1854 hasta la_fecha el mas constan- te delos antiguos colaboradores, Pero en los primeros meses de este año siendo ayudado por personas que conocian el interes de esta clase de observaciones, me he podido dirijir a casi todas Jas provincias; por todas partes he hallado buena voluntad i entusiasmo 1 no tengo ya duda alguna sobre la suerte que en Chile ha de correr este estudio. He aquí los nombres de los que actualmente se ocupan de anotar cuidadosa- mente todos los sacudimientos con las circunstancias que los acompañan; dis- "tinguiéndose muchos de ellos por el interes que toman i por la exactitud con que irasmilen sus observacienes. Copiapó.—D. Ramon Jaras desde el 1.” de agosto de 1894. Freirina.—D. Wenceslao Campusano i don José Antonio Martinez desde el 8 de mayo de 1855. Rancagua.—D. Romualdo Lillo desde el 3 de mayo. San Fernando.—D. Manuel Antonio Mardónes desde el 1.2 de enero. Curacavi.—D. Juan Agustin Berrios desde el 4 de abril. Chillan.—D. Pedro Matus desde el 20 de abril. Lampa.—D. Juan Antonio Cereceda desde el 7 de abril. Pabellon.—D. Telésforo Mandiola desde el 14 de febrero. Chañarcillo.—D. Olegario Olivares desde el 1.» de acosto. Colin.—(20 quilómetros al,O. de Guricó). D. Zoilo Molina desde el 1.* de setiembre. Linares.—D. Dionisio Tapia desde el 5 de junio. Concepcion.—D. Joaquin Villarino desde el 6 de mayo. ¡Áncud.—D. Juan J. Rodriguez desde el 6 de julio, Ultimamente he podido obtener por medio de un amigo las observaciones de San Juan (República Arjentina) que tambien se continuarán. Las observaciones de Valparaiso son tomadas de los periódicos ¡ por lo tanto no merccen entera fé; por lo ménos es seguro que haya dejado de -mencionarse algunos temblores de lierra, Esto último puede tambien aplicarse a las observaciones de Copiapó, pues, el observador se vé a menudo precisado a ausentarse de esta ciudad. Por fin debo las observaciones helemu a un amigo tambien; ámbos las han hecho durante todo el tiempo que en esos lugares han permanecido r. 1 El signo (?l indica duda sobre el elemento a que acompaña; cuando este es el número de la observacion indica que no hai seguridad sobre si el sacudimienio observado ha sido o no un ver- dadero temblor de tierra. OBSERVACIONES » 4JEnero 28., | 41.20% P. M. ao|Febrero 1.2] 6.5 O 31.» 20. |111.40.A. M. AlMarzo 2, 8.0 P.M. 51 » 5. 13.0 » » Cia 4.15 A. M. ¡Abril 23. 111.46 » » 8 Mayo 7 14.51 P. NM. 9 Junio 4.2 144.30 A, M. 10» 11. (11.46 » » MISS ORIO 7 » PS 03 Jal) » o» 3|4ulio 5: 12.50 P.M. 1 IDAS [esserasor ) ES — 614 — de Talca a mi amigo Daniel Burros 1 las de Co- SOBRE :S Estado Z | almosférico, a) a 1* Despejado. [Durante la mañana cielo nublado. —Tres o cuatro dias ánles hubo Otro próximamente a la mis ma hora. Celajado. |En dos prriodos.—Viento S, O.; nubes al sur. A ALGAS Casi insensible pero acompañado o de mucho ruido. 2 Despejado. 3¡Nublado. [Ruido largo.—€omenzó a nublar sea mediodia. 2|Despejado? 3¡Nublado. [El dia anterior tambien estuvo nu Dlado. 3 ¡Celajado. [En dos periodos.—Pronto se nu bió completamente. 5¡Nublado. [En dos periodos. —A 6.30 P. »M» comenzó una lluvia que duró € horas.—En la hora puede babe error hasta de 40 minutos. 2¡Lloviendo, Llovió despues con mas fuerza. 2 Despejado. 7¡Celajado? 7¡Celajado. |Mui recio i precedido de much ruido.—En los dias 2 1 3-hub neblina, el 4 llovió i el 5 ama neció despejado. 1iNeblina. —[Precedido por un ruido prolon gado. sl e 15¡Agosto 6. 16 » 17 » » 42, » 30. 18|¡Setiemb. 13 20 192 » 200Octubre 2. 21 » 1 22¡Noviemb. 5 23 » 19 24 » 21 25 » 28 26|Diciembre 2 27 » 18 28 » 21 30Enero 15. 31|Febrero 1.0 32 » 5. 33|Marzo 10. 34 » 18, 357 O 3% y ES 31 ¡Mayo 4. 38 » 39 » 16. 16. A0|Junio 15. 41 A O — 615 — Sanmtiago—1853, Hora, 12.115" A. M. 12.0 M 9,17 P. M. 8.2 A. M. 5.30 » » .3.23 » » 6.35 » » 6.23 P. M. LAT v » 12 30 A. M. 4.30 » » 1.30 P. M. 1.4» » 11.35 A. M. Estado almosférico. ¿ EZ o . (3) ES E 5 a 3|Despejado. 2/Lloviendo. Lloviendo. 1|Celajado. Despejado. 13¡Nublado. S|¡Nublado. 2|Celajado. 3|Despejado. 4|Despejado. 2 Despejado. 3|Despejado. 4|Despejado. 2 Despejado. CATA AAA AAA En dos periodos precedidos por un fuerte ruido. Luego despues se despejó cl ciclo. Casi insensibie.—Hacia ya cuatro o cinco dias a que llovia. Llovió un poco el dia anterior. Acababa de nublarse el cielo ¡ con- linuó asi por algunos dias. A medio día se despejó enteramente el cielo. Desde la noche anterior hubo fuerte viento sur i garugo; pero luego se despejó. El día fué caloroso i a las 2 de la tarde se nubló con viento. En dos periodos: el primero casi insensible. 3,25 P, M. 1|Despejado. Samtiago—1853. 9,53 P. M. 2/Despejado. ¡El día fué caloroso i hubo nubes 3.16 » » 42.35 A. M. 12.28 P. M. DA TD A 6.13 A. M. 11.54 P. M. 6.20? » » ST AMI 1.40» » 2.24P. M. 6.50 A. M. 12/Despejado, 3|Despejado, 4|Despejado. A7|Celajado, 1|Despejado. G|Despejado, 7¡Celajado. Despejado. al este. Poco recio, pero el ruido mui dis- tinto. El dia i noche precedentes fueron mui calorosos. Nubes cerca del horizonte al este. En li primera mitad de la noche anterior llovió con fuerza.—El dia siguiente se nubló el cielo a 9.30% A. M. Viento sur mui frio.—Luego se nubló completamente. 5|Despejado, [Algo recio.—El cielo continuó des- 4|¡Nublado. 2¡Celajado. pejado o celajado. En dos periodos i acompañado de eran ruido. A 4h P. M. se sere- no el cielo.—Los nublados apa- recieron al amanecer. El dia anterior estuvo el cielo com- pletamente nublado, — 616 — Sanmtiazgo—1853. E $ la a (3) Estado ”, Dia, Hora. Z atmosférico. a | A | AAA | O | A | AAA 42/Junio 24, | 7.25 P. M.| — f/[Despejado. [En la mañana hubo neblina ¡ du- rante el dia el cielo estuvo un poco celajado. Celajady. [En dos periodos i acompañado de gran ruido. —El cielo estaba | empañado por nubes transpa- K=) 43 » 29, (14.26 A. M. rentes. 34 Julio 5 12.152» » 2[Celajado. [Acompañado de mucko ruido. 45» 418. | 5.16 P.M. 12/Celajado. |El dia amaneció nublado. 461 .» 2. [12.45% » » S|[Nublado. |El error en la hora puede alcan- zar a 40 minutos, 47 » 28. | 7.30 » » 5¡Nublado. MS OSLO DAD 1¡Celajado. ¡[En dos periodos.— Durante el dia el cielo estuvo ya despejado ya 0 celajado. 49: » 29. DIV DA 10/Nublado. 50¡Agosto 25. | 9,24 » » 4[Despejado. [Acompañado de ruido.—Dorante el dia estuvo celajado el cielo. 1|Despejado. |Precedido por un ruido breve pero mui sensible, Nublado. [Durante el dia habia llovido. 15 Despejado. 3|Despejado. [Casi insensible pero el ruido pro- longado.—El dia amaneció nu- blado.—En 1831 hubo en este dia varios sacudimientos. T|[Celajado. |El dia amaneció perfectamente se- reno, pero hubo momentos en que el cielo estuvo celajado. 5[Celajado. [Solo a medio dia comenzaron a verse nubes. 2 Despejado. |[Precedido por un ruido prolonga- do i sensib:e:—Veinticuatro ho- ras despues nubes i viento recio. 4 Despejado. [Casi insensible; el ruido prolonga - do.—El error en la hora no puede pasar de 10 m. S Despejado? [Dos horas despues el cielo se cu- brió de nubes que a ¡h. P. M. se habian disipado. 7|Celajado. [Con gran ruido.—El dia estuvo nublado i bochornoso. Un mo- mento ántes se habia dejado sentir un fuerte viento. 5|¡Nublado. [Las nubes se disiparon a medio dia.—El error en la hora puede alcanzar a 20 m. 2%iDespejado. |Este dia i el anterior fueron mui calorosos. 7|Despejado. ¡En dos periodos harto recios, par- ticularmente cl segundo. 10¡Despejado. ¡Con gran ruido. ¡Despejado. | 51 LA 44 » » 52/Setiemb. 9.1 9.14 » » 93 » 181 5.8 » o» 5í » 1912.55 A. M. 5) » 24112.40. » »p 56 ¡Octubre 14] 2.46 P. M, 57 » 14110.13 » » 58 » 161 7.52 » » 09 » 92] 4.58 A. M. 60 » 26/12.39 » » 6N2 y 261 3.15? » » C2|¡Noviem. 21 7.11. » » 63¡Diciem. 10| 2.25 P. M. » 231 1.45 A. M. » 231 2.02 » » ec SS 0 Santiago—1854. = Sl 2 Estado E Dia ss | almosférico, 3 A A 66|Enero 14, | 9.115" A. M.| 7*[Nublado. [Comenzó a nublarse el cielo al manccer. 67 » 19. 112.45 » O» 1¡Despejado. 68) » 19 |». P. M.! 11?/Despejado. [En dos periodo separados por un intérvalo de 41% —Nubes al Este. 69| Febrero 24.111.24 » 3'Despejado. [Bastante recio. 70) » 26. | 6. .M.| 5/Despejado? 71 Marzo 5. , » 50|Despejado. ¡Habia una lijera bruma que se con- virtió en una neblina mui es- | pesa. Dl 0. delo 9, 2j¡Despejado. [El día 10 amaneció nublado el cielo. 73|Abril 10. 507 Nublado? | 74 » 299. > 5¡Nublado. o 7s Mayo 13. |11. P 3|Despejado. 761 » 49. |10. 2|Despejado. |Precedido de un gran ruido que parecia venir de N. E.—Tal vez hubo otro a 7.h 10.m P. M. 77PlJunio 11. | 3.5 A. 1¡Celajado. [Acabuban de aparecer nublados. IA EA . 4|Despejado. ¡En el día ¡parte de la noche: cela- jado. Dos horas despues: viento norte ¡i el cielo se cubrió de nu- bes.—A 3.h P. M. del 23 eo- menzo a llover. 79 Julio 4. 4457 . M. 3¡Lloviendo. ¡Acompañado de ruido.-—Comenzó a llover a 1.h A. M. i continuó durante el dia. 80) » 12. . M| /3¡Nublado. (Poco despues cayó un poco de granizo 1 llovió.—El día conti- nuó ya nublado ya celajado. sil» 13. c .M.|. 7|[Celajado. [Precedido i acompañado de un ruido bien sensible, 827 Agosto 20. | 9. » 1|Celajado. 331 29. 110 5.42 .M.| S|Despejado, [Pocos minutos ántes el cielo estaba celajado. 84)». 3. A. M.| 4[Celajado. [Durante el dia el cielo estuvo ya despejado, ya celajado. 85¡Setiemb. 5.17.807 » » 1¡Despejado. 86] » 23110.21 P. M.| 3|Nublado. Por la mañana hubo truenos 1 Hu- via.—Media hora despues llovió. El dia continuó ya nublado ya . celajado, , E 8íjOctubre 9.1213 A. M.| 8|Despejado. "[ 88? Noviemb. 3| 8.30 P. M. Celajado. IB» 201 2.23.» » 1|Despejado. "oo? Diciemb. 5,| 9.55 » » Despejado. 9 » 8.110.0 A. M. J¡Despejado. 927) >» 19110.55 » » IDespajalio: = — 619 — Santiage—1953. mn 5 | y o A iS Estado E pa Dia, ora $ | atmosférico, 5 a se rn AAA | AAA ATTE a | AAA IATA CP 1*Despejado» [En dos periodos separados por un intérvalo de 4.*—Duranteel dia anterior. el ciclo estuvo celajado. - —93|Enero 24. | 4.a35% A.M 94 Febrero 5| 9.36 » » 2¡Despejado. [A 2.hb P. M. nubes al E. que a 6.h P. M. se habian estendido ff. hasta el zenit. Es c5lMarzo 3. | £.4b » >» 3¡Nublado. [Gran ruido.—El dia continuó nu- ' | blado; poco despues cayeron algunas gotas de agua. 96 » 6. 8.80.» » 2|Celajado. e 4.19 P.M. 2Despejado. í LN 08 » 14. 10.43 » o» 2[Despejado. ¡Poco ruido; pero el sacadimiento f recio, 2 .3) » y 2 A.M. 1 Despejado. Despejado. |El error en la hora no puede al- canzar a 20." 1¡Celajado. ¡Acompañado de un ruido prolon- gado ¡sensible.—Nublado desde el alba; a 6.h P. M. comienza adespejarse. 6 Celajado. [Acompañado de gran ruido.—Doce horasántes el ciclo estaba Com- pletameute nublado. 9¡Celajado. [En tres periodos; acompañado de mucho ruido mui recio.—Poco antes el cielo estaba despejado i tambien se despejó despues. — El 13 amaneció nublado, g9|Abril 27. ¡11.1 100 » 28. 5.10 101 Mayo 2. [10.20 P.M. 402 » 4, 11.12 » O» Celajado. 3¡Despejado. [En dos periodos, el 2.2 mas larg que el 1.—Durante el dia an- terior estuvo celajado el cielo. 9 Celajado?, [En dos periodos. —Antes de (2 he ras el cielo estaba totalmente nublado. 1 Despejado. [Una hora ántes el cielo estaba des pejado i la almósfera en colma A 1h. 14.m P. M. comenzó soplar viento N. O. ia apares cer cirros que a 2.h P. M. cu brian todo el cielo. 2Nublado. — |Precedido de un fuerte ruido; alg recio.—En las horas anteriore el cielo estuvo ya nublado, y despejado. Poco despues low! un poco i el ciclo siguió cela jado, ' 1¡Celajado. [Un momento ántos el cielo estab despejado i poco despues se nu bló enteramente, 104 » 12. [10.3 » o» 105 » 20. 937 A.M. 4.302 A. M. S 2% Qi OZ 1.29 P. M. 108[Junio 4. | 4.04. M. 1091 » 20, 41.35 » » "019 — Santiago—19553. Z Dia, 1440 ¡Junio 21. 411 ¡Julio 41. 112 » 20, 413lAgosto 4. 314 » 11, 415] >» AL, 116|Setiemb. 117 » 118 » 419¡Octubre 120 » 421 » Mora. 1.516m A. M. 12.40 » »p 4.14 » » O » o» 12 .9 » o» 20 1 d. 26| 7.58 A. M. 44 9.22 P. M. VISADO 28110.48 » » Estado atmosférico. E Z o eS E fe) a o | A | ARA | | DNA I¡Despejado. ¡Cuatro segundos ántes del sacudi- Nublado. Nublado, Lloviendo. 18¡Nublado, 20 Celajado. Celajado. Celajado. 19 Nublado, 7|Celajaco. 4 Celajado, 1¡Despejado. miento conmenpzó el ruido se- mejante al de una mas1 que rueda dando saltos. —Guatro horas despues: neblina. Seguido de un ruido prolongado. Precedido i seguido de un ruido intenso.—Dos horas despues ce- só la llvia 1 el cielo continuó celajado. En dos periodos separados por un intérvalo de 1.5—El segundo se terminó mui lentamente.—Un ruido intenso acompañó a todo el fenómeno.—Cinco horas án-. tes: despejado. Acompañado de un ruido sordo comenzó con lentitud 1 terminó con alguna fuerza. —Media hora despues cielo despejado. Sin ruido. Sin ruido. Las nubes aparccidas una hora ántes se hicieron mas abundanies despues. Acompañado i seguido de ruido, Casi insensible. Acompañado de mucho ruido. Recio. —Siete horas ántes el cielo estaba celajado. Pabellon—1i855. 1 Ecbrero 141,110.17 A. M. MM » 23.1) 431 » >» 31» Dm 30... Mi 4» 28.1 8.0 » » 4 ¡Setiamb. 21]10.0 A. M. 2 » DIO 3 » 261 7.40 » » 4 » 261 9.39 » » SA» 2612.30 P. M. A3_hP. M. comenzó un fuerte viento suri3.h 30.m cayeron algunas gotas de agua. Despejado. ¡Mui recio. Mui lijero. Colin—1955. Mui recio.—El «ruido que siguió al sacudimiento fue mui intenso. Lijcro. Tal vez no ha sido mas que ruido 4 Dia, — 620 — Valparaiso—1854., =] o «. Estado Hora, E atmosférico. =) A TRADE ¡ed 94.111.124" P. M 2 3 4 E) Marzo 5. O Mayo 19. 6|setiemb, 2310.21 ¡Octubre 2. 8 » 9. 15) » 11|Diciembre 1 12 » 13 » 44 Enero 15. 1 15 ¡Febrero 7. 46'Marzo 23. 1) » 28. 48¡Abril 8. 19|Mayo 2. 0, » 4, 21 » 12. 22 DD DS 2£lJunio 20. 25 » 21. 26/Julio 5. 27|¡Agoslo 9. 28 OS 29 » 11. 30 De 3HSetiemb. 26 32¡Dctubre 14 » 26| 6.50 A. M. 520 » » MOE: 10.50 » » » O» 2.10 A. 2.13 » » 201 2.50 » » 10|Noviemb 17/12.45 P. 9.45 » » A7T1 9.45 » » 30/12.0 A. M Mui recio ¡acompañado de ruido Precedido de un ruido sordo. Movimiento suave i prolongado. En dos periodos. Harto recio 1 prolongado. Recio i corto. De alguna duracion. Lijero sacudimiento. Valparaiso—- 18505, 1.10 A. M. 1.20» » 6.30 P. DDD 10,20 A. 10.20 P. 14.10» » 510» >» 4.20 A. M. 2.0 » » 1.15 » » 7.45 P. M. De3a4A. M ld. 1 m ba» » 120.35 9» 0 TD) >» » 9.20 P. M. Os Dos sacudimientos suaves ¡ algo prolongados. Dos sacudimientos que duraron al- gunos segundos. Bastante recio pero de corta du- -racion. Lijera pero prolongada oscilacion. Algo recio. Harto sensible. Dos movimientos fuertes i prolon- gados. Mui recio. En dos periodos; algo recio. Mai lijero. Acompañado de mucho ruido. Sacudimiento suave. Este i el anterior acompañados de ruido prolongado. Es el mas fuerte que se haya sen- tido despues del 2 de abril de 1851.—Ajitóse el mar i las ca- denas de las anclas vibraron. Prolongado. Bastante recio i prolongado. a * MI A Lampa—1955. 1¡Abril 12. 2 Mayo 3. 3 » 4 4 » 42. 5 DS 6 » 12, 7 Junio 21. 8 De 9iJulio 5. 1'Mayo 2 2 » 4 3 » 42. ¡Mayo 8 2 » 9 3 » 42 Pe P.M. Estado atmosférico, | Duracion, 4.50m A. M: Despejado. [Acompañado de ruido.—Antes de doce horas: celajado. AMS Despejado. ¡Cuatro o cinco horas ántes: celaja- do.—Poco despues mui nublado. Mm.415 P.M. Despejado. [Bastante recio.—Al amanecer del dia 5: celajado. Tres horas des- pues se despejó. 5.15 » o» Despejado. [Mui recio. 8.0 » O» Despejado. |Momentaneo. 10.5 » » Despejado: [iMomentaneo. El dia 43 el cielo mui nublado al amanecer. 1.16 A.M. Ruido intenso, sacudimiento débil. —Nublóse poco despues el ciclo. 915 » » Nublado. |Momentaneo. 8.20 P.M. Despejado. ¡Momentaneo. Curacavi—1855. 6* |Despejado. ¡En dos periodos casi ¡instantaneos sin ruido. En dos periodostel primero mas largo que el segundo. Ruido ques comenzado ántes del sacu- imiento terminó despues que el.—Antes i despues: despejado. El primer sacudimiento coincidió con el principio de) ruido, el 2. fué mas recio i el 3.2 disminuyó su fuerza 1 terminó por el rui- do. quese hizo mas intenso. Desde la mañana: celajado a 3 P. M. despejado.—Al amanecer del 13: neblina. 41.3 » » Celajado. qm (Despejado. Rancaguan—1855. » 3/Despejado. [Ruido que duró 5.*—A1 amanecer neblina que se disipó entre 9.h : 1 10,.hA M. Despejado. [El ruido duró 10..—El dia 40 co- mo el dia 8 del núm. 1. 8 ¡De spejado, ¡El ruido duró 42.* Por la maña- $ Ne que se deshizo a 11.h —El resto del dia: despe- dial En el momento del sacu- dimiento: viento sur. 66 2.0 A. M. 11.45 P.M. "BAG » o» — 629 — Rancaguea—185%95 E A “3 Estado Dia, Hora. E atmosférico, A E MICA | MIENTAS) | CUT | EAS ASA SA RAT TRAS 4lJunio 3. 3.1457 A. M. 3 A 7.h P.M. del dia 2 fuerte lluvia S[Azosto 4. 245 » o» 6 » 11, 5.15 » » 7|Setiemb 26| 8.15 » » AlMayo 8. 71.12 P. M. 2 3 4 5blJunio 25. | 2.10 A. M. 6|Agosto 11.| 12.0 M. 7 » 29/14.15 A. M. 8'Setiemb. 5.1 7.40 P. M. de 15.m de duracion; despejóse en seguida ¡a 2.h A. M. del 3 nació una lijera niebla que em- pañó el cielo durante el dia. El ruido duró 2.2—En la tarde del 3 llovió; en la noche sopló un fuerte norte i el 4 amaneció despejado. E) En dos períodos. —El ruido duró 10...—Habia estado despejado ú amaneció nublado. 20¡Nublado. [El ruido mui intenso duró /.m Freirina—1955. 5 Desde 7.h A. M, hasta 10.h A. M: cielo nublado. 2, 3 1 4 en las doce horas siguien- tes al núm. 1. 16|Despejado. [El ruido duró 21.* 5 Despejado. |El ruido continuó despues del sa- cudimiento. 4|¡Celajado. [Ruido intenso.—Poco ántes estaba nublado, 3¡Nublado. 3 Sin ruido. 5¡Garugando 9 » 3,111.20 » » Hasta 12.h P. M. hubo tres sacu- dimientos mas. 101» 231 8.49 » » 3|¡Despejado. [Acompañado de ruido.—A. 11.h P. M. se nubló el cielo. 41] o 261 8.45 » » 4lDespejado. Id. id. id. Copiapó—1854. 1] Agosto 41. ] 8.15 A. M. Nublado. (Ruido largo; saicudimiento recio.— Al cabo de tres o cualro horas ; se despejó el cielo, 2Noviemb. 1/12.30? » » Despejado. A 4,111.30 P. M. Gelajado. [Harto recio. 4 » 7.110:0 A.M. Celajado. E » lg 2.0 P. M. Despejado. [Ruido largo, sacudimiento corto, 6 » 26,1 6.45 A. M. Celajado. |Poco sensible. TiDiciemb. 9.) 9.57 P. M. Despejado. |De corta duracion. O 14112.40 A. ML. Despejado. ¡Ruido largo, sacudimiento corto 1 recio. 9d « 161 2.30 P. M. Despejado. |Recio.' — 62% — -Copispóo1958, Estado 10'Enero 10. [12.R10m P, M, Despejado. Mi » 30" | 5.04. M. Despejado. 12 Julio 29. | 4.30» » 13 » 29, 1.05» » 14|¡Agosto 99. | 1.30 » » Nublado. 15 » 29]| 1.39 » » Nublado. 16¡Setiemb.25| 8.40 P. M Despejado. 17 » 301 8.37 » » Nublado. 48 ¡Octubre 14 9.8 » » Despejado. | atmosférico. Ruido cortu, sacudimiento recio. Bastante recio, : Mucho ménos sensible que el. an- terior. Breve; poco ruido. Id. id. poco mas fuerte que el an- terior. Ruido largo, sacudimiento breve. Ruido isaicudimienlo cortos i po- co sensibles. Ruido debil; sacudimiento pro- longado i recio” Concrepeion—1950. 4]Febrero 24 6.32 A. M, Celajado. Ñ 21 24/10.30 » » Despejado. 391» 24/12.0 M. Despejado. 4» 24 2.0 P. M Despejado, 5 » 241 5.0 » »b y [Celajado. 61 0» 24 70 » y Celajado. 7IMarzo 18. | 2.35» » Despejado. 8 » 29.19.43 ».» Nublado, 9/Abril 14. [12,0 A. M. Neblina. 40 » A£. ¡112.45 » » Neblina. 11lAgosto 8. | 7.50 P. M. Celajado, II O SAM: 4(*¡Nublado. 13¡Setiemb. 16'12 20 A. M. Despejado. 14 » 46/114.30 P. M. Nublado. 15 » 26/112.45 A. M. 10[Gelajado. 16» 261 8.45 » » 20|Despejado. 1W7¡Octubre 6.| 1,45 » » Despejado. 18 » 290120» » Bastante recio.—En dos periodos, el segundo mas largo que el pri- mero.—Luecgo se despejó pero a la tarde volvieron a verse nubla- dos. : "Tres horas despues comenzó a nu- blarse.—El dia 19 nublado has- ta mediodia. Algo recio.—Desdeántesde 4h P. M. hasta S.b id. llovió i sopló norte.—Despues del temblor, cielo despejado. Al amanecer, cielo despejado. A3.hA M, del día 9: ltoviendo. Poco despues llovió.—Al amane- cer neblina que se deshizo a 3.h 30.m P. M. Sacudimicnto suave. Mas lijero que el anterior. Acompañado de mucho ruido. Poco despues se nubló el cielo.— Sin ruido (?) Acompañado de un ruido intenso. Al amanecer cielo nublado. Sacudimiento breve; poco ruido.— Los dias auteriores despejados, el siguiente nublado. — EA — Sam Felipe— 1854. Estado - Dia! éri Z a Hora, atmosférico, 7 dz o 3 e 3 a AA | AAA _HAAAAAAAAAAÓAAAÓAÓAÓAÓ AAA HE AlEnero 19. | 2.20% P. M.| 2s|Despejado. [El] ruido mui largo i distinto. 21 » 20. [11.45 A.M. 3|Despejado. |Id. id. id. ¡ ¿[Febrero 24.144.24 P.M. 58 » 26. 6.54 A.M. 4Celajado. |Id. 1d. id. 5 » 26.1 3.0 P. M. Despejado. ¡El ruido i sacudimiento poco sen- sibles. 6 Marzo 5. ISA Ea 50|¡Despejado. ¡Lo mismo que en los núm. !,2 14. Talen=—1854. MOctubre 12[ 8.0 P. M. ¡Despejado. ¡El dia 13 se vieron algunas nu- bes. El 14 despejado durante el dia; en la noche: neblina i re- lámpagos en los Andes. 21 » 311 730 A.M. Despejado. [En los dias anteriores mucho ca- los; llovió un poco. 3¡Noviemb. 6|12.30 » » Ruido con paco sacudimiento.— El dia 5 nubes que dejaban caer algunas gotas de agua. 4 » 201 1.25 “P.M. Nublado. [En dos periodos como de 300 40 segundos de duracion; recio i acompañado de ruido.—El dia 49: celajado, i despues tiempo sereno. Cohelenmu--4 S55. Febrero 2. | 2.02 A.M. 1 UI (LS CI 9|Despejado. [Recio. 3 » 24. [Entre 10144.» Despejado. ¡Ménos recio i mas corto que el núm. 2. » 24.| »2a3P.M. Despejado. Bl» 2. »546» » Despejado. |En todo el dia 24 mo se observó cambio alguno. 6 [Marzo 29.| 9.30 » » 8|Lloviendo. [Poco sensible.—Soplaba un fuerte viento. 7¡Abril 13. [11.30 >» » 1|Celajado. [Sin ruido. gl » 43.11.59 » >» 3 Sin ruido,—Algo recio. San Juan (Bepública arjentina) —1955. 11Abril 22.) 6.30 P.M. 8SiNublado: ¡El ruido mui distinto, el sacudi- miento casi insensible. a 27114.0 » OD 5¡Despejado, 5) Mavo 2.1 4.0 » O» BbINublado. 4 » 121 2:0 | Gixubiado. ¡ — 620 — Linares-—1955; Estado atmosférico. Duracion. AlAgosto 11. 112h,45m A. M.] S|Celajado. Viento norte suave. San Fernando— 19855. AMJunio 20. 11.88 A. M.[ 3 El ruido duró 2 m. 2iSeviemb.26| 7.32 » » 4 Fuerte ruido; sacudimiento cuya intension fué aumentando; prosi- gue el ruido i 40.* despues vuel. ve el sacudimiento mas lento i ménos intenso.—El ruido sigue _Ppor 1.m Chillan—1855. AJAgosto 41, [12.48 A. M. 3]Despejado. Entre 3.h i 4.h A. M. comienza una lluvia copiosa que cesa a 9.h A. M. 2|Setiemb.26) 7.357 » » 2|Despejado. lA 2.h P. M. ya estaba nublado, Chañarciilo— 1855, 1]JOctubre 8. 6.51. P.M | dimiento casi insensible.—Poco Nublado. Can prolongado por 30.*; sacu- despues se despejó. UR $ dd a EIAREs cd JNE ARA SN OBSERVACIONES SOBRE LA ANTIGUA POESIA CASTELLANA, PRESENTADAS A LA FACULTAD DE HUMANIDADES POR D. ANDRES BELLO. v. En este discurso me propongo un nuevo asunío, pero estrechamente enlazado “con el de los cuatro anteriores. Será M. Dozy, eminente orientalista holandés i'mui versado en nuestra antigua literatura, el que en sus Recherches sur U'his” | torre politique et littéravre de 1' Espagne pendant le moyen áge, preste materia a mis Observaciones. Esta interesantisima obra, que tanta luz arroja sobre los dos ¡objetos que abraza, aunque publicada en 1849, no me era conocida, sino por la ¡mencion que de ella hizo don Agustin Duran en el tomo 2.2 de su Romancero ¡Jeneral (XVI de la Biblioteca Española); i con no poca satisfaccion he visto con- firmadas en ella varias opiniones que desde el año de 1827 habia yo empe- ¿zado a emitir acerca de los orijenes de le poesia castellana, Contra lo que universalmente se habia ercido, decia yo que en su mas tem- y drano desarrollo, que era cabalmente la época en que hubiera sido mas poderosa la influencia arábiga, dado que hubiese existido, no habia cabido ninguna parte ala lengua i literatura delos Arabes (Araucano de 23 de mayo de 1834, repro- ducido con algunas modificaciones en mi primer Discurso). M. Dozy sostiene lo mismo con orijinales e irresistibles argumentos. Hé aquí lo que dice a la páj. 609 del primer tomo de dicha obra, único que sepamos se haya publicado has- ta ahora. «El pseudo-orientalismo, segun se expresa M. Wolf, ha hecho el papel de un espectro en la literatura española; i cito estas palabras, no para impugnarlas, sino para darlas mi mas cordial aprobacion. Abandono pues a Gonde el honor de ha- ber descubierto que la forma del romance (1) ha sido tomada de los árabes; a ¡M. de Hammer el de reivindicar para los árabes la invencion de la otfava ri- ma; a M. Fauriel el del capitulo que ha escrito sobre la relacion de la poe- 1 sia de los árabes con la de los provenzales. En verdad nada de esto es cosa séria, (1) Se habla del romance octosilabo. — 628 — El señor Gayangos anunció, no me acuerdo dónde, su intencion de escribir sobre el influjo de la poesia de los árabes en la española. Por el honor del señor Gayangos espero que su obra permanecerá inédita. aÁ priori—i esto es lo que siempre se ha perdido de vista—semejante influjo tiene mui poco de verosímil. La poesia árabe-española, clásica en cuanto imila- ba los antiguos modelos, rebosaba de imájenes inspiradas por la vida del de- sierto, inintelijibles para el comun del pueblo, cuánto mas para los extranjeros. La lengua poética era una lengua muerta, que los árabes no comprendian ni escribivn, sino despues de haber estudiado sériamentei por largu tiempo los viejos, poemas, como los Moallacahs, la Mimasah, i el Diwan de los seis poctas, los comentadores de estas obras, 1 los antiguos lexicógrafos. A veces los poetas mis- mos cometian errores en la acepcion de ciertos lérminos envejecidos. Hija de los palacios no hablaba esta poesía erudita al pueblo sino a los hombres instrui- dos, alos grandes ¡a los principes. ¿Cómo, pues, hubiera presentado modelo: a los humildes 1 groseros juglares castellanos? Jen cuanto a los nobles troba: dores de la Provenza, ¿es de creer que las bellas damas, los festines, los tor: meos i las guerras, les dejaran bastante ocio para ponersea estudiar poesía: árabes por años enteros? Por años enteros, he dicho, i no me retracto. Hoi mis mo se encontrarán no pocos orientalistas que entienden ¡perfectamente el idio- ma arábigo ordinario, el de los historiadores, pero que se engañan, casi a ca: da paso, cuando se trata de traducir un poema. Es un estudio aparte el de l: lengua de los poetas; para leerla corrientemente es preciso ¡haberla estudiado po algunos años. Es cierto que no hai pais en que el lenguaje poético no se dife rencie del de la prosa; pero en ninguna parte es mas señalada esta diferenci: que entre los árabes. «A posteriori, mada justifica la opinion que creo de mi deber impugnar. L: versificacion i poesia españolas son estrañas a la materia por el solo hecho de ser popular i narrativa esta poesia, al paso que la de los árabes es arlística aristocrática 1 lírica. Poemas narrativos compuestos por los árabes de España hai poquisimos; yo no conozco mas que dos» (el señor Dozy los cita). «Per aunque estas piezas son narrativas, en nada se parecen a los romances (1). En cuanto a romances árabes no hai el menor vestijio de ellos.» Dije i, si no me alucino, demostré la antigúedad del asonante en la versificacior latina de la media edad, ¡en las Gestas i Lais de los troveres (tomo 2.2 de Repertorio Americano; Lóndres 1827); i despues he tenido ecasion de corrobora mi aserto en los Discursos 2.2 i 4.2 de estas Observaciones, presentando muestra de que no sé que nadie haya hecho uso ántes que yo. No me habia sido po sible rastrear el asonante en francés sino hasta el siglo XI: M. Dozy (páj. 21 1 siguientes) parece haberse remontado mucho mas en sus Investigaciones. «En los antiguos monumentos de poesia romance (2), comenzando por el bimn: (M) Véase la nota precedente. (2) Poésie romane, dice nuestro Autor. Poesia romana, en castellano, signi ficaria la poesia de los romanos. Langue romane, en frances, es la lengua que se hablaba en Francia en la edad media; ya los dialectos que cultivaron lo: troveres, i de que M. Roquefort dió a luz un excelente Glosario en 1808; y: aquellos en que cantaron los trobadores. Lenguas romances podria ser un; denominacion jeneral en que se comprendieran todos los idiomas que nacieror de la corrupcion del latin, inclusos los dialectos de sé, como el español i el ita liano. Poesía romance, por tanto, seria la de todos estos dialectos. En el sus tantivo romance, que siguilicaba, ya un dialecto, ya una cancion de gesta, | por último una composicion en verso octosilabo asonante, es dificil evitar 1: ambigúedad si nole acompañamos algun modificativo. «— 629 — frances de Santa Eulalia, que es el mas antiguo de todos (siglo 1X), resaltan cinco puntos característicos: 1.2 en vez de emplear un ritmo regular no se bus- caba mas que cierta harmonia; nose contaban las silabas, pero se colocaba un enrle o cesura en medio del verso: 2,2 se empieaban estrofas monorrimas: 3.2 en la rima no se hucia caso de las consonantes; bastaba que fuesen unas mis- mas las vocales: 4.2 las rimas o asonancias eran siempre masculinas; pero: 5.2 las rimas femeninas se empleaban como masculinas.» Notabilisima me parece la existencia de una poesia francesa “contemporánea con el juramento o solemne pacto de alianza entre Cárlos el Galvo 1 Luis el Jermánico (en 842), cuyo texto en uno de los dialectos franweses de aquel tiem- po se ha mirado como el mas antiguo mouvumento en lengua romance (1). Como guiera que sea, tenemos en aquel himno i en otras antiquisimas composiciones, segun el testimonio de M. Dozy, tres particularidades que servirian para dar una ¡idea casi completa del artificio mélrico de la Gesta de Mio Cid: versos su- ¿jetos a cierta harmonia, pero no aun número determinado de sílabas, con un corte 0 cesura en medio: estrofas monorrimas: asonancia. M. Dozy cree que tedos sus cinco caraciéres se conservaron en la antigua poesia castellana, de que la testa de Mio Cid es el tipo por excelencia; pero lo de las rimas o asonan- cias masculinas i femeninas requiere algunas esplicaciones. Primeramente, es incontestable que, por lo ménos, desde fines del siglo XII en frances, i desde el principio del XI en castellano, hubia dos especies dis- tintas de versificacion; la consonante, que exijia una completa semejanza en los finales, de que tenemos ejemplo en las composiciones del anzlo-normando Wace; 3 la asonante, en que se compuso el Viaje de Cárlo Magno a Jerusalen ¡1 la (resta de Mio Cid. La cuarta ¡quinta de las particularidades enumeradas por M. Dozy conciernen, pues, exclusivamente a la versilicacion asonanie. La clasificacion sexual de M. Dozy, recibida, segun parece, en Alemania, tuvo orijen, a lo que yo entiendo, en la rítuxica francesa. Llámase, en esta, masculina la rima que consiste en la semejanza de la última silaba, como entre loin 1 soin. clarté i verité; i femenina la que se extiende a la semejanza de las dos sílabas úl- timas, como entre ¿ucille ¡ oreille, touche, ibouche tétes i tempétes. En esta segunda la vocal de la última silaba es necesariamente una e muda; í por ser lae muda final «caracteristica, en cierto modo, del jénero femenino en frances, dió ocasion a que se denominase femenina la rima que termina en ella. En castellano, como en italiano 1 portugués, no milita 1gual razon para una nomenclatura parecida. Distinguimos rimas agudas, llanas i esdrújulas atendiendo a la situacion del acento. Fin i jardín, fé i pié, vór i estóz hacen rimas agudas, en que el acento cae “sobre la” última silaba; son llanas o graves cántoi llánto, péna i céna, fréno i ciéno, guérras i tiérras, fáusto i holocáusto, en que el acento hiere la silaba pe- múltima; pálido i cálido, orgánica 1 botánica, acentuadasen la antepenúltima, son rimas esdrújulas. No hai aqui nada de masculino ni de femenino. La mnscu- lina de los franceses es monosilaba como la que nosotros llamamos aguda, í la femenina de los franceses es disilaba como la grave o llana de los castellanos. Por lo que toca a la rima esdrújula uno hal nada que se le pueda comparar en (1) Los textos frances i tudesco deeste célebre juramento, que ha dado ma- teria a multitud de disertaciones históricas i filolójicas, se conservan en la «His- toria de las divisiones entre los hijos de Ludovico Pio» por Nithard, nicto«de Cár- ¡Jo Magno, consejero intimo de Gárlos el Calvo, ¡ testigo presencial del acto. El texlo frances puede verse en la Historia de los Franceses de Sismondi, 1 en el Discurso Preliminar al Glosario de la langue romane de Roquefort. 67 — 630 — francés. No habiendo tenido uso alguno en los primeros siglos de nuestra lengua, no hal para qué acordarnos de ella en la ocasion presente. Ee que bemos dicho de la rima comprende por supuesto al'consonante i al asonante. l no esta de mas advertir que, sea cual fuere la rima, ella principia necesariamente por la vocal acentuada: asi río i lábio no som consonantes ni asonantes en castellano, porque la semejanza de los finales no alcanza a la vo- cal acentuada de ambas dieciones, como alcanzaria, por ejemplo, en los consc- nantes río i desafío, lábio i sabio, 1 em los asonanies mirto, narciso, floridos. Esto, entre. nosotros, ha sido práctica invariable en todos tiempos, 1 lo sabe, o por mejor decir, lo siente, hasta la jente del campo, que talvez ni conoce las | letras, i sin embargo obedece en sus rudos cantares a esa instintiva exijencia del oido, Ociosa por tanto parecerá esla prevencion a los lectores catellanos; pero nos atrevemos a recomendarla a los queno han bebido nuestro idioma con la leche materna. El mismo M. Dozy, tan versado en él, desconoce u ol- vida este carácter esencial de toda rima en castellano, cuando (a la paj. 624) supone que puede haber asonancia en ao entre estos dos versos, con que corrije cierto pasaje de la Crónica Rimada (1) «E passó por Astorga e llegó a Monteiráglo; Complió su romería por Sant Salvadór.» Estos versos no podrian asonar en ao sino pronunciando Salvador, como ningun | castellano ha pronunciado ni pronuncia. ¿Qué es lo que M. Dozy llama asonancias masculinas i femeninas? Precisamente | las monosilabas i disilabas; las agudas i graves muestras. Asi la asonaneía en ao, una | de las ménos femeniles i de las mas sonoras 1 robustas que tenemos, es femenina en N la clasificacion de M. Dozy. La cosa me pareció tan peregrina, i sobre todo tan [lt importante para apreciar debidamente sus opiniones, que despues de dudar algun | tiempo si habia acertado a comprenderlas, juzgué necesario reconsiderar unmo por! uno los od en que se trata directa o indirectamente la materia; tales como los : Já mo. Parecióme Le no habérimé nia en a mitin de esta singular clasificación. | Nadie puede disputar a M. Dozy el derecho de clasilicar la rima ¡ denominar sus | varias especies como mejor le convenga; i no nos deluviéramos en ello, si los epite- | tos que adopta, entendidos como él los entiende, no hicieran algo 'osenras, i me E atrevo a decir, erróneas, Ja cuarta i quinta de las cinco parlicularidades con que | caracteriza la antigua versificacion romaucc. «Las asonancias eran siempre masculi: | nas.» ¿Con que en la Gesta de Mio Cid son masculinas las asomancias en do, «a, ía, 10? ¿No pugna esto conla nomenclatura misma de M. Dozy? «Pero las rimas | femeninas se empleaban como masculinas.» ¿1 por qué medio se operaba esa tras- formacion? ¿Por ventura no se hacia caso de la vocal a o de la vocal o de la última silaba inacentuada? Si asi era, no se concibe el empeño de los versificadores en repro-. ducir constantemente la misma vocal inacentuada (la a o la 0), a veces en larguisi- mas estrofas, hasta de selenta i mas versos como la en ao que principia en el 2,215 (1) Asi se ha convenido en llamar el antiguo romance én versos largos, 'pu- blicado por M. Michel, de que hice méncion en mi Discurso segundo (p. 505 de los Anales de 1852), que despues he podido tener a la vista €n el tomo 11 del Romancero Jeneral, XVL de la Biblipteca Española. ; — 631 — del Mio Cid (1). Lo que yo encuentro aquí es la infundada jencralizacion de un hecho parcial incontestable. Y La e grave o inacentuada de la última silaba no se tomaba en cuenta para la a30- nancia. Asonaban, por ejemplo, yantár, heredádes, mádre, há, cárne; sángre; aso- naban corazón, señór, córtes, infanzónes; como se ve a cada paso en el Bio Cid, en la Crónica Rimada, i en los romances viejos. Yo habia ya consignado i expli- cado este hecho en la pájina 116 de mi Ortolojía (segunda edicion); i lo reprodu- je posteriormente en mi primer Discurso (pájinmas 211,212 de los Anales de 1852.) En uno i otro lugar califiqué de erronea la práctica de los colectores de ro- mances viejos, que añadian una ea las dicciones agudas, escribiendo yace, mase vane, i haciendo graves a despecho de la lengua estas dicciones para que parecie, sen asouar con pádre, alcálde, sángre, ete. Ahora encuentro que mi modo de pen- sar ha coincidido en esta parte con el de los señores Wolfi Dozy. «Aunlos editores de los mas antiguos romances» (asi se expresa nuestro Autor a la pájina 615) «igno- raban ser esta» (el empleo de la rima femenina por la masculina) «una faccion carac- teristica de toda la vieja poesta romance; en lugar de conservar las asonancias mas- culinas, las han convertido todas en femeninas por el tan sencillo como ridiculo es- pediente de añadir donde quiera una e muda, escribiendo amare, male, pane, hane, J otras mil formas qne no han existido jamas sino en el cerebro de estos ignorantes colectores. Fué'en 1847 cuando señaló M. Wolf este error grosero, en que han caido, sin excepcion, todos los editores de romances, tanto en España como en otras nacio- nes.» Un solo reparo me ofrecen estas palabras. No se añadió la e a la asonancia mo- nosilaba como una letra muda o meramente orlográfica; consistió el error en que se creia restablecer de ese modo los antiguos sonidos castellanos. Segun la pronuncia- cion contemporánea no podian los editores percibir asonancia entre dicciones graves i dicciones agudas; entre mar i padre, por ejemplo, 0 entre son i corte; 1 esto los condujo a pensar que en los siglos precedentes se pronunciaba mare, sone. Tal fué el empleo de la rima femenina por la masculina, o mas propiamente, de la disilaba por la monosilaba, en lo antiguo. Las asonancias en de, 0e, (como las en de, te, úe), eran necesariamente mouosílabas, una vez que la e inacentuada de la última silaba se consideraba como de ningun valor; no, sin duda, por una práctica arbitraria o convencional, sino porque el sonido de esa letra, al tiempo de compo- nerse los romances, era mas sordo i débil que en las edades posteriores, cuando comenzaron a publicarse los cancioneros i romabceros: hecho comprobado por la frecuentisima omision de la e inacentuada, no solo en los viejos caníares, sino en las sobras en prosa. Ahora bien: ¿se ve ataso que en los cantares antiguos alternuse habitualmente la asonancia disivaba en áo, por ejemplo, (frecuentisima en ellos), con la monosilaba en a, como vemos que alternaba la en á4e? En ediciones tan incorrectas como las de nuestras antiguas poesias mo es de estrañar qne una u otra vez ocurra algun pasaje que parezca prestarse a la doctrina de M. Dozy. Ni pretendo tampoco que en una versificacion tan libre como aquella no se hubiese infrinjido alguna vez la regla. Lo que si sostengo, sia temor de equivocarme, es que la práctica normal, habitual, si no (1) Parece faltar a esta regla el verso 2,261; «Quince dias complidos duraron en las bodas»; pero hai aquí, como en otros lugares, una trasposicion manifiesta, debida al des- cuidadisimo Per Abad ; léase; «Quince dias complidos en las bodas duraron.» — 632 —= invariable, de los versificadores antiguos está em sentido contrario al de nuestro Autor. Algunas veces lo que parece excepcional no consiste sino en que los copian- tes sustituyeron, en ciertos vocablos, una forma contemporánea a otra que habia caido en desuetui. Notamos que Alfonso se emplea como asonante monosilabo en o cn los versos 2,835, 2,914, 3,012, i otros del Mío Cid.Pero a fines del siglo XI so- lia decirse Alfons; asi, por no citar otros ejemplos, se halla escrito este nombre en la Relacion del Tumbo Negro de Santiago, copiada por al obispo Sandoval en sus Cinco Reyes. En el v. 324 mañana parece emplearse como asonante monasilabo en. a. Pero debe leerse man, que significaba lo mismo, 1 se encuentra en otros pa- sajes de la misma i de otras obras. «Entre Minaya e los buenos que hi ha, Acordados fuero cuando vino la man.» (v. 3,069 1 3,070). «Mandáronme que fuese albergar con Joban, ¡ Ca él me daria cena de agua e de pan, Hi toviese el sábado otro dia la man.» (Berceo, Duelo, copla 159). ¿WVemos, por otra parte, que los colectores de romances viejos añadan a, o, a nin- guna rima masculiua para hacerla asonar en áa, áo, éa, éo, etc.? A la e inacen- tuada estaba reducida esclusivamente la añadidura. Cuando dice M. Dozy que las »sonancias femeninas se empleaban como masculinas, es preciso limitar esta asercion (a lo ménos respecto de la versificacion antigua castellama) a las dieciones cuya silaba última constaba de una e inacentuada. Tengo pues por inadmisibles las dos últimas de las cinco particularidadesenume- radas por M. Dozy. Yo en mi sistema diria: «las asonancias eran agudas o graves; pero las graves en que la vocal inacentuada era e, se empleaban como agudas, por- que se miraba la vocal e, cuando no la reforzaba el acento, como nula para la aso- nancia.» En la versificacion acomsonantada era Oltra cosa: se exijia la completa semejanza de los finales, entrando en ellas todas las vocales inacentuadas de la abtima silaba, como puede verse en las poesias de Berceo. Ni pretendo yo que se haya verificado lo mismo que en el nuestro en los otros dialectos romances: al contrario, la inequivalencia de la rima femenina a la masculina era en francés, hasta donde han podido llegar mis observaciones, una regla absoluta. Si la asonan- cia era en a, no se daba lugar a la femenina en de; si era en 2, no tenia cabida la en ie, i asi de las demas vocales. Ni se opone a ello el que se hiciera a veces una hierisima violencia a la pronunciación para sujetarla a la regla, poniendo, v. gr., dir por dire: esto es lo mismo que aun hoi dia se hace en francés; usando indife- rentemente encor i encore; de lo que por cierto nadie deduciria que en la rítmica irancesa moderna la rima femenina se emplea jeneralmente como masculina. La excepcion confirma la regla. No sé en qué sentido hnya dicho M. Wolf (nota a la páj. 612 de Dozy) que la rima masculina es de la poesía popular ila femenina de la poesia culta 1 artística. Segun lo que yo he podido observar, en la poesia francesa se distin- guen perfectamente las dos rimas desde el siglo XII por lo ménos. La rima fe- menina no empezó aser arlíslica en la poesia francesa, sino cuando se la su- jeló a la alternativa constante que se hizo desde entónces una regla invariable, Aun en castellano la consonancia estuvo siempre sujeta a leyes estrictas; la aso- nancía mo tanto: esta no se cuidaba de la e sorda i débil de los finales; aque- lla exijia una identidad absoluta. Los poetas instruidos preferian el jenero de — 633 — composicion mas esmerado ¡ difícil; la poesía vulgar se limitaba al que ofrecia menos dificultades materiales. Segun M. Dozy, seencuentran en la antigua poesia española, i señaladamente en la Gesta de Mio Cid, (que él llama Cancion del Cid), todas las cinco parti. ticularidades que enumera como características de la antigua poesía romance. Así lo sienta ala páj. 615. No deja pues de parecerme algo extraño que en la páj. siguiente nos diga: «Tengo dificultad en concebir que literatos tan distin- 'guidos como M. Wolf hiyam podido considerar la versificacion de la Cancion ¡del Cidi de la Crónica Rimada como calcada sobre la de las canciones de gesta provenzales o francesas: si así es, no hubo jamas imitador que quedase a tanía distancia de su modelo.» Es cierto que comparada la Gesta de Mio Cid con las francesas que se compusieron desde el siglo XII, saltarán a la vista discrepan- cias motables. En estas el versificador se sujeta aun número constante de sila- bas: las infracciones son raras, imputables talvez a Jos copiantes, 1 sobre todo lijeras: redácense por lo comun a una sílaba de mas o de ménos: en el Cíg el ritmo es mucho mas libre. Por otra parte, en las gestas francesas aparecen, co- ¡mo dije arriba, enteramente distintas i separadas las asonancias masculinas i femeninas, que en el Cid (dentro de los limites que he dicho) se confunden. Pero no son sin duda estas diferencias las que han dado motitoa Dozy para disentir del dictamen de Wolf, supuesto que, segun él, en la infancia de los dialectos romances no existian. Ellas, pues, solo sigmificarian que la versifica- cion informe i ruda de los franceses en su primitiva poesía, llegó, uno o dos ¡lesiglos despues, a un grado de perfeccion i pulimento que los poetas vulgares de ¡| Castilla mo imitarou, prefiriendo el ritmo libre i desembarazado de sus antece- sores. Yo habia emitido desde el año de 1827 (Repertorio Americano, tomo 2,” «E páj. 25) una opinion mui semejante a la de M. Wolf, i me propongo someter «Jcen breve al juicio de wiis lectores las ruzones a priori ia posteriori, que me ha- «| cen persistir en ella. Pienso ademas que la indeterminación del ritmo en el texto ¡jenuino del Cid mo era tan grande, ni con mucho, como la representa el erudito holandés, cuan- do dice, que en esta composicion el número de silabas varia desde ocho hasta veinte 1 cuatro. He dicho algo sobre esta materia en mi citado Discurso 2.2 In- diqué allí correcciones obvias queen varios casos reducian a una modesta am- ¡plitud la ticencia del ritmo; ¡espero tener ocasion de añadir a ellas algunas otras de incontestable verosimilitud. Nj es la adulteracion del texto la causa úni- cea de esta aparente irregularidad, cual se muestra en la edicion de Sanchez, Otras dos hai, no observadas hasta ahora, 1 que expondré a su tiempo. Veráse entónces una particularidad notable que subsistió en la versificacion popular ef castellana hasta la edad de Calderon por lo ménos, i que revela un exquisito inbsentimiento de harmonia de que sulo he visto muestras análogas en poestas la inglesas. Que los versificadores mas cultos mirasen como una imperfeccion, como una rima defectuosa como una consonancia mal dotada “Dozy, [páj. 614,614) el aso- ifmante de los poetas vulgares, no tiene nada de estraño: eran dos poesias ri- «Pvales; desde el siglo XV dominsba la una en los palacios, la otra en las ca- lles i plazas. Pero sujetarse a leyes ménos severas noes mas que preferir un «[sistema de versificacion a otro. ¿Se llamará defectuoso el ritmo de Terencio porque es mas libre queel de Aristófines i Menandro? El que cumple lo que promete no es obligado a mas. Esas consonancias mal dotadas son ahora ¡us- 'plamente preferidas a las pretensiosas rimas de los provenzalistas del siglo XVI Ciertos versificadores ramplones - quisieron en mala hora segui la moda, asociando dos elementos incompatibles, el consonante ¡ el monorrimo; pero con qué suceso, dizanlo aquellos romances aconsonantados en ar, ado, ia, que pertenecen a esta época, i donde, a vueltas de un perdurable retintin, que ni siquiera tiene el mérito de la dificultad vencida, ¡qué estrujada la lengua! ¡qué lánguida i rastrera prosa! Í por desgracia son de esta calaña las composiciones! que mas abundan en ciertos romanceros; verdadera escoria que algunos con= funden coa el oro nativo de la antigua poesia popular, Pero esta plaga cuudió ménos de lo que hubiera pedido temerse: el vulgo conservó sus fueros: i los mejores injenios del siglo XVIL, que recibieron de sus manos la asonancia, su- pieron levantarla a la perfeccion, sujetándola a bien entendidos procederes, i dándole formas no ménos artisticas, po ménos difíciles (1), que las de los poe- mas aconsonantados, i (loque merece notarse) jeneralmente esentas de la altiso= nancia, la oscuridad, los relumbrones, con que ellos mismos se delcitaban en otras obras. Esta fué la era de aquel romance que don Agustin Duran ha lla- mado con mucha propiedad sujetivo. Dice M. Dozy que si la asonancia se con- servó en España fué solo por un sentimiento de respeto a los viejos cantares. Algo mas hubo que esto en los grandes poetas de los siglos XVI ¡1 XVIL, que no se desdenaron del asonamte. Lope de Vega, Moreto ¡ Calderon creyeron hallar en la rima papulor una cuerda de que podian sacar melodias exquisi- tas. «Los hallo capaces,» dice Lope de Vega, hablando de los metros asonan- tado, «no solo de exprimir i declarar cualquiera concepto con facil du'zura, pero de seguir toda grave accion de numerosa poesía (2).» En electo, la asonan- tados noes un ritmo informe o defectuoso en sus manos. Es el metro Saturnio trasformado en una oda de Horacio. ¿Hai algo de mas perfecto i acabado en la métrica de idioma alguno, antiguo o moderno, que las Barquillas de Lope? ¿Es fácil componer en asonantes como aquellos? ¿Qué Jector que haya here- dado desus mayores la lengua de Castilla, al leer esas dulcisimas composi- ciones, al leer algunos de los romances de aquella época, se imajinará que em- pleando la consonancia se hubiera podido halagar mas blandamente al oido? Y pasando a otro jénero, ¿cuán superior no se muestra Calderon er muchos de sus diálogos asonantados, a lo que él mismo es ordinariamente en sus redondis llas, décimas, i endecasílabos? Pero es preciso reconocerlo. No es dado a los extranjeros percibir estas delicadas harmonías en una lengua, que por su emi nente vocalidad, por su marcada acentuación, i por la completa separacion d 11) El asonante manejado por Lope de Vexa i otros noes uba rima facil, como han pensado muchos, confundiendo su forma definitiva con la de los ro mances viejos. Siento contar en este número a Mr, Ticknor (véase la nota 4 a la p. 113 desu lomo primero). Parecen haberle hecho gran fuerza las ob: servaciones de Clemencin (Quijote, tomo Hl. nota ala p. 271). Mas para mi e estraño que un escritor tan erudito como el Comentador «lel Quijote haya re: putado por una singularidad el uso que hizo Cervanics de confuso i descuido como asonantes; mo teniendo presente que el diptonzo ui debe asonar una veces en uiotras end segun la colucacion del acento. Puede verse sobre est: materia lo que he dicho en lap. 521 53 de mi Ortolojía (segunda edicion) Cuando el mismo Clemencin sienta que en la asonancia es permitido sSustituil ciertas vocales a Olras, se expresa de un modo demasiado jeneral ¡ vago: se sus tituyen lawalao, la ¿a la e, pero solo cuando carecen de acento, como su propios ejemplos lo manifiestan. Sobre esta práctica, (justificada por la natura cercanía de los sonidos), se me permitirá remitirme otra veza mi Ortolojí (p. 145). Si Sepúlveda pudo reducir, con mui pogo trabajo, la prosa de 1 Grónica Jeneral a romance octosilabo, camo hai notado Mr. Ticknor, ¿qué prue; ba esto? ¿Qué metro noes fácil, cuando se compone en una prosa trivial iras; trera, que no tiene de verso otra cosa que la medida octosilaba? (2) Debo esta cita a Mr. Fickuor, tomo I, p. 115, — 635 — los sonidos vocales entre si, se diferencia de todas las otras, i parece como creada de intento para la versificacion asonante. La parte para nosotros mas ¡importante de los trabajos de M. Dozy es la que se refiere al Gid de la historia, al verdadero carácter, a los hechos auténticos de Rui Diaz. Este asunto ocupa desde la páj, 320 hasta la 604. Me ceñiré a los puntos sobresalientes de esta interesantisima porcion de la obra, Se inserta orijinal 1 traducido un largo pasaje del Dakira (Dhakhirah) de Tbu-Bassam, escritor musulman. Abu-"I-Hasan Ali-ibn-Bassam escribia el año 503 de la Hejira, 1109 dela era vulgar, 10 años solamente despues de la muerte del Gid, ¡se apoya enel testimonio de uba persona que habia conocido al Cid en Valencia. El pasaje de que se trata contiene una relacion de la con- quista de aquella ciudad porel Cid. Ocupida Valencia por las armas cristia- nas, «Desde entónces,» dice Ibn-Bassam, «fué siempre en aumento el poder de este” tirano» (el Gid), «de modo que se hizo sentir en las comarcas altas i bajas, intimidando a los moblesi a la plebe. Me han contado haberle oido decir en un momento en quesus aspiraciones eran vivisimas isu codicia estroma: Bajo ¡un Rodrigo fué conquistada esta Peninsula; otro Rodrigo la libertará: palabra que llenó de espanto los corazones, ¡dió motivo de recelar que los males que tanto se temían iban a llegar bien pronto. Con todo, ese hombre, azote de su tiem- po, era, porsu amor ala gloria, por la prudente firmeza de su carácter, por «su valor heróico, uno de los milagros del Señor. Poco despues murió en Va- Mencia de muerte natural. La victoria seguia siempre a la bandera de Rodrigo '(maldigale Dios!): él triunfó delos principes delos bárbaros» (los cristianos): «combatió en diferentes ocasiones con sus jefes, como Garcia, llamado por apo- do Boquituerto, el conde de Barcelona i el hijo de Ramiro (1); 1 enestos com- bates desbarató sus ejércitos; i les mató mucha jente com un puñado de guerre ros. Cuéntase quese hicia leer las crónicas de los árabes, i que al llegara las Este solo pasaje de la relacion de Iba-Bassam bastaría para rehabilitar de todo punto la historia latina, Gesta Roderici Campidocti, escrita, segun en ella misma aparece (2), ántes de la segunda i definitiva recuperacion de Valencia por las ar- mas cristianas (año 1238); descubierta por:el padre Risco en un códice del Real Convento de San Isidro de Leon; publicada por la primera vez en la Castilla del mismo erudito agustiviano (1792); i denunciada por el abate Masdeu en el y tomo XX desu Historia Crítica de España no solo como indigna de crédito, sino Como una torpe ¡descarada falsificación de fecha reciente: eel adusto catalan Nfse propasa a negar la autenticidad de todos los.monumentos antiguos que ba- %blan del Cid, ¡hasta pone en duda la existencia del héroe. a Es curiosa la historia de este desventurado códice. Habia desaparecido de ¡pila biblioteca de San fsidro cuando Masdeu la visitó, Por julio de 1800 habia névuelto a ella, segun certifica don Manuel José Quintana en un apéndice a su sbiografía del Campeador. El año de 1827 (dicen los traductores castellanos de h Picknor) se guardaba todavia enel colejio de San Isidoro de Leon; i mas tarde sub 0s señores Cortines i ¡Hugalde, traductores de Bouterweck, publicaron un faec- wfimile desu «escritura. Pero estaba destinado a desaparecer olra vez, quizá para “empre. Este precioso monumento participó de la suerte que probablemente cu- lo a'olros muchos en la vandálica devastación delos monasterios de la Penin- (1) Los árabes, dice nuestro Autor, daban siempre a los reyes de Aragon el Méiombre de hijos de Ramiro. (2) Habiendo referido que los sarracenos ocuparon de nuevo a Valencia despues le la muerte de Rui Diaz, añade, et nuaquam eam ulterius perdiderunt. — 636 — sula, i pasó, no se sabe cómo, a manos de un buhonero francés, de quien lo hy» hubo el sabio anticuario alemam M. Heyne, que el año de 1846 lo confió, du- pu rante su corta residencia en Lisboa, al historiador portugues Herculano. Se h¡, ignora su actual paradero (1) ima El abate Masdeu esuno de aquellos criticos que poscidos de un patriotismo fi ¡» fanático pierden los estribos desde que encuentran un hecho, un documento, | y en que se imajinan vulnerado el honor de su nacion, de su provincia, de su ciu- | y dad predilecta. En varias partes de la Historia Critica se deja entrever un es- ff ; critor apasionado, cuyo buen juicio está a la merced de ridiculas antipatias. Py, Masdeu era natural de Barcelona, i la (Gesta Roderict refiere que un conde de fl .,, Barcelona fué dos veces vencido, ilo que es peor, ¡jenerosamente restituido af y; la libertad por el Cid. Hinc illo lacrime. Era menester, en castigo de tamaña e osadía, tiznar con una nota de infamia aquella pretendida historia, i tratar con |, ¡nexorable rigor al personaje historiado, desterráandole al pais de las novelas i di romances, en compañía de Berno»rdo del Carpio i de los Siete Infantes de Lara. A El mismo Misdea, que en el tomo XII de su obra llamaba a Rodrigo «el valien- Ca te guerrero de Castilla, conocido con el nombre de Cid, i estimado del Rei don bb Sancho por su mucho coraje i ciencia militarz» el mismo Masdeu que descar- do tando con imparcialidad i sensatez lo que tenia visos de novelesco, habia admi- A tido varios hechos de este célebre caudillo como suficientemente autorizados; f ese mismo Masdeu, luego que hubo leido la Castilla de Risco, se retracta; hir= Pa viendo en patriótica indignacion Jo rechaza todo; i despues de una prolija cen- fo he sura de la historia leonesa, como él la lkma, ¡delas mas acreditadas hazañas tn del Gid, sin perdonar nia la conquista de Valencia, termina por estas formales 40%) palabras: «De Rodrigo Diaz el Cympeador nada absolutamente sabemos con pro- Cristi babilidad, niaun su misma existencia.» l Ei Masdeu insiste particularmente en las coincidencias de la Gesta Roderici conf y. la Crónica Jeneral del Rei don Alfonso el Sabio, i con la Grónica del Cid, dada deño a luz por Fr. Jam de Velorado, Abad del Monasterio de Cardeña; posterio-f,,. res ambas al año 1238, i totalmente desacreditadas como producciones históri- Sand cas. Estas coincidencias prueban demostrativamente, segun él, queel que com- he puso la (Gesta tuvo las Crónicas ala vista; como sino hubiera podido ser al Di reves; como si no hubieran podido iniroducirse en las Grónicas materias confor- hato mes alas de la (Gesta, sea que los cronistas las sacaran de alli mismo o de otras hisde memorias históricas. Es evidente que semejantes coincidencias ni prueban la le ml posterioridad de la Gesta Roderici, mi hacen sospechosa su veracidad, por si so- ná las. ¡Excelente cánon de critica el que rechazase todo testimonio que tuviese vb algo de comun con otros en que la credulidad hubiera injerido aventuras ima- hit jinarias i hechos falsos! 4 ni Dice Masdeu que el latín dela Gesta Roderici es demasiado bueno i correcto. para un escritor castellano de aquellos tiempos. Pero ¿en qué es superior al def, hi Ja Historia Compostelana. compuesta a principios del siglo XII, i en parte porff),,, ¿ un español, o al de la Crónica del Monje de Silos, que se escribió en el mismo llos siglo? El latin de la Gesta es en jeneral inculto, con resabios, acá i allá, def, h afectada elegancia; i nada tiene que no haya podido escribirse en aquella época q de escasa literatura i depravado gusto. Mo No puede pues razonablemente ponerse en duda que la Gesta Roderici fuéff,... escrita ántes de 1238, pero ¿cuánto tiempo ántes? Cuando el autor de la (resta eo (1) Véase el tomo primero p. 494 de la traduccion castellana de Ticknor por los señores Gayangos i Vedia. — 637 — dico que los sarracenos, Inbiendo recobrado a Valencia (año 1102), nunca def- pues la perdieron, ¿no indica bien claro que para entónces aquella ciudad ha- bia permanecido muchos años, medio siglo, a lo ménos, bajo la dominacion sa- rracena? Por otra parte; me inclino a creer que la Gesta Roderici no fué pos- terior a la Crónica latina de Alfonso VIE, donde ya se da a Rodrigo Diaz el eplteto popular i antonomástico de Mio Cid, de que no se halla vestijio en la Gesta, ni en las memorias musulmanas. El obispo Sandoval inserta en sus Cínco Reyes una breve relacion de los he- chos del Campeador sacadas del Tumbo Negro de Santiago, la cual principia por estas palabras: «Este es el linaje de Rodric Diaz el Campiador, que decian Mio Cid, como vino direitamente del linaje de Lain Calvo, que fo compaynero de Nue- ño Rasuera, e foron amos juices de Gastiella.» 1 termina así: «Estas dos fillas» (de Rodrigo Dias) «la una ovo nome doña Cristiana, la otra doña María. Casó doña Cristiana con el Infant don Ramiro. Gasó doña María con el conde de Bar- celona. E'infant don Ramiro ovo en su moyller la fija de Mio Cid al rei don Garcia de Navarra que dixieron don Garcia Ramirez. El rei don Garcia ovo en su moyller la reiña doña Margerina al rei don Sancho de Navarra, a quien Dios de vida honrada.» Escribióse pues la Relacion del Tumbo Negro en tiempo del rei de Navarra don Sancho Garcés, Hamado el Sabio; es decir, entre 1150 i 1194. Conviene notar que esta misma relacion se halla inserta con algunas altera- ciones en los estractos que del Liber Regum dió el Padre Fr. Enrique Florez al fin del tomo primero de sus Reinas Católicas, copiándolo de un manuscrito ma- tritense. Una de estas alteraciones ocurre en las últimas cláusulas, concebidas así: «De las fillas la una ovo nombre doña Cristina, la otra doña Maria, Casó doña Cristina con el Infant don Ramiro; casó doña Maria con el conde de Barcelona. El infant don Ramiro ovo en doña Cristina fillo al reí don Garcia de Navarra, al que dijieron Garcia Ramirez. El rei dun Garcia tomó por mugiera la reína doño Magelina et ovo della fillo al rei don Sancho de Navarra. Este reci don San- cho tomó por mugier la filla del emperador d”España, et ovo della al rei don Sancho, que agora es rei de Navarra.» Por donde se ve que el manuscrito de que se sirvió ol Padre Florez añade un grado ala descendencia de Rodrigo; se- a 'gun la práctica de los copiantes, que solian adicionar sus orijinales, continuando "A hasta su propio tiempo las noticias que encontraban en ellos, como lo atestigua “mas de una vez el mismo Florez, ilo reconoce nuestro Autor. Comparando las dos relaciones compostelana i matritensese percibe a las claras algo de mas añejo i rancioso en el lenguaje de la primera. i Si hácia los fines del siglo undécimo estaba ya aceptado como histórico el epileto de Mio Cid, puede creersecon alguna probabilidad que la Gesta latina, don- de ni siquiera se alude a él, se compuso algun tiempo ántes; entre 10501 4070. Puede *haber en ella alguna particularidad contestable, algun hecho falso: ¿de cqué historia, i mas escrita por aquelios tiempos, no pudiera decirse lo mismo? Pero el pasaje arriba inserto, de bn Bassam, la acredita de verídica en casi Lo- dos los hechos que con mas calor i acritud ha impugnado Masdeu. No hallo gran fuerza nien los argumentos negativos de Masdeu, cuando en la Gesta Roderici se refieren cosas de que nose tenia noticia (como si debiera esperarse que todas las de alguna importancia hubiesen tenido lugar en los bre- ¡E ves i descarnados apuntes que de aquella época habian podido llegar a nosotros); “mi en la inevactitud de los nombres arábizos, que Masdeu repudia alguna vez por falta de suficientes datos; ni en el escándalo de aquellas alianzas de cris- tianos i mahometanos, quele han parecido tan opuestas a la verdad como ofen- sivas al honor nacional, : 68 — 638 — Se trata de una época de las mas embrolladas i oscuras. Confándense unos | personajes con otros por la frecuente identidad de nombres propios i patroni- micos españoles. ¿lcuán dificil no era retener o aun traseribir, sobretodo en el alfabeto de una lengun occidental, nombres arábigos, herizado3 de artículos, sobrenombres i apodos, que todo ello formaba amenudo una larga frase, como se puedo ver a cada paso en la obra de Conde” Asi es que todas nuestras his- torias los desfizuran. Y peores todavia pasando de lis persomas a los hechos. Aquella Españi medieval es un laberinto de guerras, espediciones i correrías, de sucesos equivocos, de conquistas efimeras, de alianzas Muctuantes. Ahora dos creencias rivales se disputan el campo; ahora hostilizan cristianos a cristianos, musulmanes a masulmines; ahora los campeones i hasta los principes de diversa ge se ligan, i ondean en cada una de las contrarias huestes las banderas i pen- dones de las dos enemigas relijiones i razas. En los aspavientos de Masdeu al en- contrarse con hechos de esta última categoria, no veo mas qne el empeño de sostener un fallo temerario con cuanto le viene alas manos, aun cuando la de- bilidad de sus argumentos no ha podido ocultársele. Varias de las precedentes observaciones con otras muchas relativas 2 sucesos particulares de la historia de Rui Diaz, impugnados por el abate Masden, estaban consignadas entos trabajos que tengo preparados, tiempo hace, para una DUeva edicion de la Gesta de Mio Cid, 1me ha cabido la satisfaccion de que en gran parte de unas ¡otras haya sido confirmado mi juício por el de M. Dozy; que cabalmente refiere la composicion de la Gesta latina al año 1170, apoyándose (p. 439,440) en que la letra del manuscrito era como de fines del siglo 12 0 principios del 13, ¡en que sus erratas i lagunas, segun lo ha publicado Risco, no permiten reputarlo autógrafo. Antes del aparecimiento de las Investigaciones de Dozy la obra de Masdeu ha- bia sido mirada como una autoridad de primer órden sobre esta época de la his- toria de España. De cuantos escritores extranjeros habian tratado de la misma materia, apénas hubo uno que etro que no inclinase la cabeza ante el furibundo anatema fulminado por el abate Masdeu contra la tresta latina. Recházanla como espuria, o por lo ménos, como de mui sospechosa antenticidad, Lardner, Romey, Rossecuw St. Hilaire, Paquis i Dochez, i qué sé yo cuantos otros, aun en la docta i romántica Alemania. En España han sido varias las opiniones. Mientras que Villanueva (el autor del Viaje literario) 1 el ilustre Quintana parecen haber hecho poco caso de las censuras de Masdeu, don Antonio Alcalá Galiano, siguiendo las huellas de Lardneri del atrabiliario catalan, no duda decir que «en ningun es- critor anterior al siglo XHET está siquiera mentado el nombre de Rodrigo de Vi- var,» 1 aunque en cuanto a si hubo o no hubo un Cid Campeador no va tan lejos como el escéptico Jesuita, erce que la (resta Roderici «no tiene visos de desvane- cer las dudas de quienes las abrigan i conservan tocante a la existencia ¡los he- chos del famosísimo campeon castellano.» (Nota a la paj. 97, i Apéndice Y al to- mo 2.2 desu Historia de España). I todo esto es de ia pluma de un escritor que eita la Crónica de Alfonso VII, i ha leido sin duda las palabras textuales con que menciona la muerte del Campeador el Cronicon Maleacense, escrito en el me- diodia de Francia hacia el año 1141; palabras que han sido reproducidas por varios autores, ia pesar de su laconismo figuraban entre Jos mas antiguos docu- mentos de la historia del Cid, Gira importante rehabilitacion que debemos a M. Dozy es la de la Crónica Je- neral en la parte relativa a las operaciones del Cid sobre Valencia, que concuer- da puntualmente, aunque mucho masextensa i circunstanciada, con la narrativa de lbn-Bassam. En mis trabajos para la nueva edicion de la (resta de Mio Cód habia yo alcanzado a columbrar que esa parte de las Grónicas Jeneral i del Cid (la segunda es aqui uva copia casi literal de la primera) se derivaba de alguna fuente arábiga i mahometana: deduciendolo asi de varios trozos de un estilo i co- lorido manifiestamente orientales, i del espíritu anticristiano que se columbra en la narrativa de Jos hechos. A esto alude lo que, refiriéndome a la Crónica del Cid, he dicho al fin de mi Discurso li (p. 143 de los Anales de 1854), sobre el sen- timiento musulman que se trasparenta en ciertos capitulos. El retazo histórico de que se trata es para M. Dozy la mas hella i completa relacion de sitio que se encuentra en historia alguna arábiga, Puede en cfecto compararse con algunos de los cuadros mas palpitantes de la Gonquista de Méjico de Berual Diaz del Casti- llo. Se me permitirá pues detenerme cn varios puntos concernientes a él ia las dos Crómicas Jenerali del Cid. El rei don Alonso el Sabio, enel prólogo de la Grónica Jeneral, se atribuye a si mismo esta obra, 1 dice que, para componerla, hizo juntar todos los libros históricos que pudo. Pero es manifiesto que se sirvió al mismo tiempo de los can- tares del pueblo, ¡, segun M. Dozy, tuvo tambien a la vista escritos arábigos, fidedignos los unos, los otros romancescos. Entre esta variedad de elementos, amalgamados sin el debido discernimiento crHico, desconocido entónces, se co- Jumbran extractos de obras antiguas, que merecen ser restituidos a la historia, 4 fragmentos de viejos Cantares, preciosas reliquias de la poesia castellana primiti- va. La dificultad está en hacer la separacion; i M. Dozy ha dado a conocer todo lo que es dado esperar de semejante trabajo, emprendido por manos idóncas. M. Dozy ensalza el mérito de la Crónica Jeneral por el cuadro que nos ofre- ce del movimiento literario de la Península bajo el reinado de don Alouso el Sabío, ¡” pondera lo que debe la lengua castellana a este principe como autor de dicha Crónica i del Código de las Siete Partidas. Pero bajo este aspecto es acaso. alzo exajerada la apreciacion de nuestro Autor. Prescindo de las dudas que en cuanto ca la ¡parte que hubiese tenido el rei don Alonso cn la Crónica Jeneral, se suscita- ¿ron desde su publicacion por Fiorian de Ocampo: sobre esta materia expondré may adelante lo que pienso, o mas bien, lo que conjeturo. Que el rei don Alonso trabajase i escribiese por si mismo las Siete Partidas es una especie que Martinez Marina [Ensayo Histórico m. 304, nota 3) califica de pa- radoja, i que el erudito Llamas ha refutado con razones incontestables en su Co- mentario de las Leyes de Toro (a la lei 4.3, n. 106 ¡ sig.) Lo que hoi se erce jene- ralmente es que varios juriscomsultos contribuyeron a la redaccion de este cuerpo legal por mandado i bajo la direccion del rei don Alonso, que lo hizo suyo, san- cionáandolo, como han hecho ¡hacen siempre los soberanos con los códigos 1 0f- idenanzas que promulgan. Mas aun cuando esta creencia fuese errónea, Ja lengua aparece ya bastante desarrollada en los poemas de Berceo, bastante rica, bas- tante avezada a formas ijiros regulares, para que no podamos mirar a don Alonso el Sabio como creador de la prosa castellana; el verso presupone la prosa (1). Sabemos par otra parte. que en el Código de las Partidas se encuentran a la le- tra varias de las leyes contenidas en la Suma que por deseo i para el uso del mismo principe compuso Maese Jacobo su ayo. 1 como por el lenjuaje solo no seria fácil distinguirlas de Jo demas del Gódizo, es preciso creer que Maese Ja- vobo escribia prosa castellana poco mas o ménos como la de don Alonso el Sabio; ila carta suya que copia Martinez Marina (Ensayo Histórico, n. 313) no es una ¡mala muestra del punivoa que habia llegado el lenguaje de Castilla cuando don (1) Gonzalo de Berceo firmaba escrituras en 1220 i 1921, i don Alonso el Sabio empezó a reinar en 1252 a la edad de treinta i tres años. Alonso subió al trono. De todos modos, lx gloria de haber contribuido a la formacion de la prosa castellana no pertenece tanto a las Partidas, obra didáctica i forense, comoa la Crónica Jeneral, destinada a circular entre toda clase de lectores.- Ea historia de Rui Diaz ocupa mas de la mitad de la cuarta i última parte de la Crónica Jcneral. Algunos dudan que esa cuarta parte sea verdaderamente del rei don Alonso, 1 sospechan que se añadió despnes de sus dias a las tres pre- cedentes, fundandose enla diferencia de estilo. Yo no he podido hacer un estu- dio particular de la obra, ¡en Chile mo tengo medios de procurármela. M. Huber, juez competente en la antigua literatura castellana, testifica que la diferen- cia noes cosa que salte alos ojos: (nota a lap. 388 de las Investigaciones). Pero M. Dozy la reconoce en un largo retazo que contiene la relacion de la Conquista de Valencia. Segun se expresa (a la p. 394), el estilo de esta relacion desdice del ordinario de la Cronica: es pesado, embrollado, dice muchas veces una cosa por otra, cojea, tiene todo el aire de una traduccion ño solo fiel sino serviiz de una traduccion que quiere verter hasta .la construccion del orijinal; aún haciéndose en ciertos pasajes inintelijible para quien no sepa el árabe. No falta pues razonable motivo de sospechar que, por lo ménos, este retazo históri- co noes dela pluma misma del rei don Alonso. M. Dozy pretende explicar 12 f diferencia de estilos por el hecho de haberse traducido en el demasiado servil- mente una obra arábiga: ¡este hecho los arabismos de que está plagado, ¡gue el mis- mo Dozy ha señalado, mo permiten dudarlo. Pero esto no puede satisfacer al que f tenga presente que don Alonso correjia con esmero el lenguaje de las traduccio- nes que mandaba hacer del árabe ia que daba su nombre. En una nota que el Margués de Mondéjar halló al fin del Libro de las Armellas (Circulos de la esfera celeste) traducido del árabe, se dice que el rei «tollió las razones que non eran en castellano derecho, et puso las. otras (que entendió que cumplian.....et cuanto al lenguaje lo enderezó por sí.» ¿De un purista como el rei don Alonso, es de presumir que en una obra escrita, en jeneral, con toda la elegancia de que entónces era susceptible el idioma, dejase tantas pájinmas salpicadas de frases exó- PP" ticas, de arabismos crudos, como los que señala Dozy? Notaré de paso que algunos no lo son. Pertenece a este número el del pasaje siguientes «Dando grandes voces como el trueno e sus amenazas de los relám- pagos»... «Yo no puedo traducir esto,» dice M. Dozy, «en ninguna lengua, ex- cepio el árabe.» No sé qué especie de anomalia haya ereido percibir M. Dozy en sus amenazas de los relámpagos: la idea de posesion o procedencia, expresada suficientemente por el complemento de los relámpagos, se enuncia tambien por el pronombre posesivo sus: no haimas: en latin se habria dicho sencillamente, mine fulgurum. Pero este pleonasmo era ántes frecuentisimo en castellano. En la misma Cróvica Jeneral, eu un pasaje que no se tradujo ciertamente del orijinal arábigo, se lee: «Segun cuenta la Estoria del Cid, que de aquí adelante compuso Aben Alfarax, su sobrino de (Gril Diaz, en Valencia.» M. Dozy cita (p. 339) este otro pasaje de lv misma Crónica: «Aquel preso que fuera su alguacil del re? e del Cid.» La Trajicomedia- de Calisto i Melibea ofrece varios ejemplos: en el primer prólogo, «Vi. que no tenia su firma del autor:» en el segundo; «Como mi pobre saber nu bastase a mas de roer sus secas cortezas de los dichos de aquellos que por claror de sus injenios merecieron ser aprobados:» en el acto 1V: «Mef parece que es tarde para ira visitara mi hermana, su mujer de Crémes.» Es última frase se extrañaria poco o nada en nuestros dias; noes raro oir en la conversacion familiar su amigo de usted, en su casa de usted. Puede ser que est piconasmo haya sido orijinalmente imitado del árabe; pero por lo ménos noe un arabismo que deba probijarse como una especialidad al traductor de la Re- lacion Valenciana. Un1 metáfora, que sien efecto la hubiera, seria tan conforme al jenio arábí- go, como ajena del gusto castellano de aquella época, ha creido encontrar 1, Dozy en la traduccion de unos mui bellos i sentidos versos que describen el mi- sero estado de Valencia, cercada por el Campeador, 1 se insertan en la Relacion precedente: «El mui nobre e gran rio Guadalaviar salidoes de madre e va ondo non deve.» «Parece,» dice nuestro Autor, «que el poeta llama a Valencia la madre del Guadalaviar, i que el Cid habia torcido su curso.» Como si madre no tuviese en castellano entre varias otras acepciones la de álveo o cauce de un rio, i salir de madre mo fuese una frase corriente que significa dejar las aguas su cauce. Otro, talvez, supuesto arabismo es esté: «No I' tornó cabeza el rei de Zaragoza;» esto es, no le hizo caso. ¿No habría igual razon para creer que este modismo (ue. se sujerido porel respicere de los latinos, que expresaba el mismo movimiento, con la misma intencion? Queda, despues de todo, bastante número de ellos para que lengimos como pasado en autoridad de cosa juzgada que este relazo de la Grónica Jeperal es nna traduccion del arabe, pero una traduccion que estropeó torpemente el castellano, ¡que por consiguiente, induce a dudar que el Rei don Alonso haya podido es- cribirla, A la diferencia en la forma se junta la incongruencia de la materia, El Cid de la Relacion Valenciana no es el Cid de los cantares ni de las tradiciones eristianas, cual aparece en otras porciones de la obra. M. Dozy ha querido expli- car este contraste atribuyéndolo a una intencion política de Aifonso, la de depri- miren el mas célebre de los magnates castellanos, pintado por el escritor musul- man como un conquistador alroz i pérfido, que no repara en medios para saciar su ambicion i codicia, ala clase toda de los Ricos-hombres, de quienes recibió los mas grandes ultrajes. Pero mees duro el ercer que el que recopila. cuanto encuentra de hobroso i noble para darnos en el Cid un modelo de lealtad, de jenerosidad i de todas las virtudes cristianas i caballerescas, se complazea luego en denigrarle, transformándolo en un bandido sin fe i sin entrañas; i luego, por otro capricho semejante, vuelva al tipo primero, i lo realce con nuevos ¡imbres 1 hasta con una auréola de santidad. Talvez Florian de Ocampo nose aleja mucho de la verdad cuando, en una no- ta al fin de la Grónica Jeneral, conjetura que la cuarta parte «estaria primero trabajada ¡escrita a pedazos por otros autores antiguos, i despues los que la re- copilaron no hicieron mas que ponerlos por su órden, sin adornarlos ni pulirlós ni poner otra dilijencia en ellos:» (Berganza, Antigued. p. 390). De estos peda» zon habrá algunos que pertenezcan al rei don Alonso; otros, ¡entre ellos el de la conquista de Valencia, se deberán probablemente a otras plumas. En la relacion de esta conquista se inserta, como poto ántes indiqué, una espe- ele de elejía sobre las calamidades de los sitiados, acompañada de un ridiculo co- menlario en que se da un sentido alegórico a las cuatro piedras angulares de Va- Jencia, a sus muros, torres, almenas, jardines i canales; piezas ambas vertidas del árabe, pero que no sabemos si formaban parte del referido orijinal, o existian sepa- radamenle i se incorporaron en la traduccion castellana: como quiera que sea, M. Dozy encuentra en la primera un estilo i colorido arábigo, ino alcauza'a perci- bir en la segunda nada que se parezca al gusto delicado del rei poeta. El traductor se aparta, de alli a poco, del historiador musulman para conternos de ub modo enteramente desautorizado el trájico fin de Abenjaf, Cadí de Valencia, haciendole morir apedreado por sentencia de los suyos, cuando consta por Hbn-Bassam, i por — 812 — otros escritores árabes, que fué quemado vivo por órden del Cid. Muerto Abenjal desaparece a los ojos de M. Dozy todo rastro del orijinal arábigo. Nuestro Autor cree que la Relacion Valenciana se compuso orijinalmente por el célebre literato Abou Djafar-"I-Batti, natural del territorio de Valencia, que pereció en las llamas con Abenjaf 1 otros, 1 que sin duda se encontraba en la ciudad du- rave el sitio. Esto explicaria el menudo conocimiento de todas las particularidades de aquella conquista, que se echa de ver en la Relacion, i el desaparecimiento ex abrupto de los arab:smos despues de la muerte de Abenjaf. Pero no deja de ser yeparable que los varios pasajes de autores árabes copiados por Dozy, en que se habla de al-Batti, sacados algunos de ellos de compilaciones biográficas que habian consagrado a este literato artículos especiales, solo le mencionan como autor de libros de gramática, diccionarios i poesias, no de obras históricas (p. 409 i sig.). Por otra parte, la Crónica del Gid, manuscrita, que consultó Berganza en el archivo de San Pedro de Cairdeña, i dió a la estampa con algunas alteraciones frai Juan de Velorado, decia, segun el mismo Berganza (Antigúedades, tomo 4.2 p. 390): «En- tonces un moro Abenfax, que escribió esta historia en arábigo, en Valencia, puso «omo valiaa las viandas.» Esto alude, fuera de toda duda, al orijinal arábigo de que se trata, La Relacion, incorporada en las Crónicas Jeneral i del Cid, menciona repetidas veces como circunstancia importante el enorme precio de los víveres den- tro de Valencia, reducida a las últimas exlremidades por el desapiadado sitiador. Aquel Abeníax fué, pues, el autor orijinal de la Relacion, sí algo vale el testimonio del Cronista. Mucho despues de haber abandonado las Grónicas el orijinal arábigo se leian ea el manuscrito de Cardeña estas palabras: «La historia que compuso Aben Alfanje, un moro sobrino de Jil Diaz, cn Valencia.» Pero en el pasaje dela Jeneral a que estas palabras corresponden, se lee: «Segun cuenta la estoria que de aquí adelan- te compuso Aben Alfarax, su sobrino de Jil Diaz, en Valencia.» Se sabe que esie Aben Alfarax tuzo gran parte en los negocios de Valencia como alguacil o lugarteniente de Rodrigo. Nadie, por consiguiente pudo hallarse ea mejor posicion para darnoS una noticia circunstanciada de aquellos sucesos. Parece pues que Abenfax, Aben Alfinje i Aben Alfarax son un mismo nombre mas o ménos desfizurado, i designan una misma persona. Nombres arabigos pedos de esta minera ocurren a cada paso en nuestras historias i crónicas. De Jil Diaz dice la Crónica Jeneral que «era en sí de buen entendimiento, e de tan buen seso, e tan ladino, que semejaba cristiano, e por eso amábale el Cid.» Refiere la misma Crónica que conquistada Valencia pidieron los habitantes a Rodri- go que les diese por alcalde o cadi al autor de la elejía de que arriba dejo hecha mencion, Hamado Alhagí, que convertido a la fe cristiana se llamó Jil Diaz. Pero el verdadero nombre de este moró ántes de su conversion no fué Alhugt, sino Alfa- raxi, que es el que le da la misma Crónica Jeneral en otro pasaje, 1 del que sin du- da es una corrupcion Aya Traxy, que es como le llama la del Cid: (Dozy p. 410). Ignorando el árabe, i esponiéndome, como lantos otros, a algúna de las usuales repri- mendas de M. Dozy, aventuraré sia embargo una conjetura. La grande semejanza de estos dos nombres Aben Alfarax i Alfaraxi ¿no indicaria una cercana relacion de parentesco entre el autor de la elejía i el historiador musulman de los hechos de Rodrizo? ¿Eno daría esto un nuevo viso de consistencia 1 plausibilidad, ya que no de realidad histórica, a los varios pasajes en que las crónicas atribuyen a Aben Alfarax la historia árábiga del Cid, ¡en particular la Relacion de los sucesos de Valencia? Hasta qué punto debamos creer a las Crónicas en esta parte, es lo que falta averiguar. ] Es incontestable qne el compilador de la cuarta parto de la Jeneral, fuese el reí don Alonso u otro, se aprovechó de una o mas memorias arábigas, orijinales o tradu- — 645 — eidas, ¡que por lo ménos una de ellas se compuso cn árabe por un contemporáneo del Gampeador, que tuvo mucho conocimiento de los sucesos que cuenta, Estas me- morias llevarian naturalmente los nombres de sus autores; i cuando el compilador cita uno de ellos, ¡se refiere a él en cosas que tienen manificstamente el sello del jenio árabe de la época, merece sin duda el crédito que en todo lo que ha bebido de otras fuentes no estamos dispuestos a concederle. No eseso lo mismo que con pulsar cantares o injerir tradiciones desautorizadas. No erco, pues, que al Battí ten- ga lan buenos titnlos para la adjudicacion de que estamos tratando como el Aben Alfarax o Aben Alfanje de las Crónicas; pero creo tambien que aunque M. Dozy ha hecho poquisimo caso de esos títulos, es en sus eruditas Investigaciones donde po- demos apreciarlos, i que sin la luz que estas esparcen, el historiador árabe invocado por las Crónicas podria pasar todavia por una de las mil consejas que figuran en ellas. Ñ 7 M. Dozy supone que hub» una leyenda del Gid, compuesta en el monasterio de Cardeña i anterior a la Grónica Jeneral; i que el monje que fraguó la tal leyenda, tuvo la ocurrencia de autorizarla con el nombre de Aben-Alfanje, personaje tan fa- buloso como el Gide Mamete Benengeli de Cervántes. «En árabe,» dice «no hai un: nombre propio Ibno-'l-Fandj.». Pero si hubieran do pasar por fabulosas todas las personas i luzares cuyos nombres arábigos han sufrido iguales alteraciones en nues- tras historias, ¿adónde iriamos a parar? Yo no puedo descubri en favor de la su- puesta leyenda otro apoyo que el de las explicaciones mas o ménos plausibles que suministra a la historia romancesca de Rui Diaz, segun la concibe nuestro Autor. ¡Desde luego era necesario una fuente de donde pudiesen haberse tomado para la Cronica Jeneral las consejas i patrañas de que abunda, muchas delas cuales redun- daban en honor i provecho del monasterio de Cardona: la Crónica del Cid, posterior a la Jeneral, no podia servir a este propósito. En San Pedro de Gardeña tuvo su sepulero Rui Diaz; i a la sombra del héroe vinieron en alas de la tradicion a reu- nirse las de sus principales compañeros de armas, las de su viuda e hijos, la de Jil Diaz, i hasta la del caballo Babieca. San Pedro de Cardeña, dice M. Doy (p. 699), 'acra un vedadero panteon, consagrado a todos los personajes, reales i fabulosos, ¡que habian tenido relacion con el Cid de la historia i el de la poesia popular. En “verdad, aquellas sepulturas «dle personas enterradas ya en otras partes, o que no tu- ¡vieron ¡amas existencia, no hablan mui en favor de la buena fe de los monjes; a lo 'ménos se ve que honraron grandemente la memoria de Rodrigo.» Pero despues de todo, ¿era necesario que alguno de ellos consiznase estas mentirosas tradiciones por escrilo para que pasasena los cantares ia las Crónicas? ¿No era el monasterio ''mismo con sus tumbas ¡-epitafios, auténticos i apócrifos, una verdadera leyenda pa- ra la turba de peregrinos, si asi puede decirse, que la fama del Campeador atracria ha los viejos claustros que le habian hospedado en vida, i donde ciertamente reposa- ban sus reliquias? ¿Qué faltaba para que los juglares i los cronistas se apoderasen de esta leyenda lapidaria, la glosasen, amplificasen i adornasen? M. Dozy se incli- na a creer que la (Gesta de Mio Cid se compuso ántes que la vieja leyenda; i en aquella el monasterio de Cardeña aparece ya estrechamente asociado con la memo= ria del Campeador. No hago alto en que el rei don Alonso no la cita, citando tan- tos otros documentos de que se sirvió parra componer su Crónica; pero ¿cómo es que Berganza, miembro de aquella comunidad, i tan dilijente explorador de sus 'antigúedades i documentos, no tuvo el menor indicio de ella? ¿Gómo es que el rc- idactor de la Grónica del Cid, en vez de reproducir ese libro doméstico, no hace ¡mas que trascribir de la Jeneral casi todo lo que cuenta de su héroe? ¡Dada la vieja leyenda, restaba acomodar su contenido a la teoria por medio de muevas suposiciones. Se le imputa el cuente de la lapidacion de Abenjaf, para que — 644 — lo tomase alli el Real cronista; ise la despoja de la Relacion Valenciana, para gue el rei don Alonso, en odio a los ricos-hombres de Castilla, la lradujese del árabe. Con toda mi admiracion al saber i la sagacidad de M. Dozy, de que tenemos tantas otras pruebas de taejor lei, confesaré que en cuanto al orijinal del elemento arábizo de las Crónicas, esta cadena de suposiciones me inspira harto menor confianza que cel testimonio de ellas mismas. M. Dozy tiene una ojeriza declarada a la Crónica del Cid. Es cierto que el com- pilador por su parte i el editor por la suya, han desfigurado algunas veces lo que han entendido o leido mal; 1 que de la Crónica Jeneral se ha servido tan descuida- damente el compilador, que copia hasta sus referencias a cosas anteriormente narra das o que debian narrarse despues, i que no teniendo nada que ver con Ruí Diaz, nose habian puesto ni podian ponerse en una historia particular dcl Campeon castellano. Sabemos tambien que la edicion de Frai Suan de Velorado difiere en algunas cosas del manuscrito de Cardeña, como lo testifica Berganza. Pero en me- dio de todo esto el mismo M. Dozy admite que en no pocos pasajes el texto de Ve- lorado mejora considerablemente el de la Crónica Jeneral. Los nombres propios es- tán por lo regular ménos alterados en esta; pero a veces sucede lo contrario (1). Lo que puede sacarse en limpio es que el cronista del Cid, traseribiendo la Grónica Je- neral, se aparta de ella de cuando en cuando para seguir otras obras, i que en esta eleccion ha procedíklo a veces muí atinadamente; que en ellono hizo mas que tra- tar a la Crónica Jeneral como esta, segun lo manifiesta el mismo Dozy, habia tra- tado a la Relacion Valenciana; que cuando solo queria reproducir literalmente el texto de la Jeneral, se valióde alguna mano subalterna, la cual copió a bulto cuanto tuvo delante, sin omitir referencias i citas que no venian al caso; i que Fr. Juan de Velorado, alídar a luz esta compilacion la que Berganza aplica el juicio de Florian de Ocampo sobre la cuarta parte de la Crónica Jeneral) introdujo en ella alteracio- nes que no siempre la mejoraron ..Como el Cronista habla en ella proprio nomine, nada tiene de extraño que en su relato exhale acá i allá un sentimiento cristiano (2). M. Dozy trata con sumo desprecio un libro en que a la traduccion de un orijinal ma- hometano (traduccion ajena, que el cronista nos da como una parte de su propia narrativa, autorizada por una historia arábiga) se zurcen interpolaciones como esta; Pero nuestro señor Jesu Cristo no quiso que así fuese; i las equipara, con mas do- naire que justicia, al «Juro como católico cristiano» de Cide Hamete Benengeli en el Quijote, + hasta juzza verosimil que Cervantes en estas palabras aludió principal- mente a la Crónica del Cid! Para mi es harto mas probable que Cervantes creia a pié juntillas, como casi todos sus contemporáneos, las fabulosas hazañas de Rui Diaz, j guejamas le vino a las mientes poner en duda la veracidad de les Crónicas, si por ventura las leyó alguna vez. Habiéndome extendido en el presente. Discurso mucho mas de lo que pensaba, reservo para despues algunas otras vbservi+ciones sobre la obra de M. Dozy. (1) Véase Dozy p. 470 nota 4, p. 487 nota 2, 503 n. 2, 512 n. 2, 514 n. 1, 559 n. 3,564 0.1,566 nn. 1,579 n. 4, 067 n. 4, . (2) Véase Dozy p. 409. ' INFORME QUE LA COMISION NOMBRADA POR EL SEÑOR DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS FISICAS I MATEMÁTICAS PASA SOBRE LA MEMORIA PRESENTADA PARA EL PREMIO DE ESTE AÑO, INTITULADA : Memoria sobre Jos temblores de tierra ¡sus efectos en jencral ¿ em especial los de Chile. La comision encargada de informar sobre la memoria intitulada «Memoria sobre los temblores de tierra i sus efectos en ¡jeneral i en especial los de Chile», ha exa- minado escrupulosamente esa memoria i se complace de poder decir que ha en- contrado un trabajo concienzudo, lleno de juicio i digno en su concepto de ser premiado. Indicaremos con brevedad la marcha que su autor ha seguido para que la Facul- tad pueda juzgar mejor del mérito de la obra, i notaremos algunos casos en donde nuestra comision ha sido de parecer que el autor habria podido desarrollar su tema. La memoria se divide en cinco capitulos, en el primero el autor habla: 1. de la naturaleza del movimiento, segun es vertical, hundulatario, horizontal o jiratorio; 2.2 de la duracion de los sacudimientos. Habria sido a propósito hablar de la frecuencia de los sacudimientos, tan variado en los temblores, de modo que en el terremoto que destruyó a Lisboa todo el fenó- meno no duró mas que 5 minutos ¡en el que desoló a Jamaica en 1692 solo 3 mi- mutos; miéntras que en el año de 1828 en Valencia se sintieron 300 sacudimientos, 1 que en Calabria despues del gran terremoto de 1785, la tierra quedó temblando por cuatro años notándose 949 temblores solo en ei año de 1783. En tercer lugar habla del ruido subterráneo que a veces acompaña alos temblores, a veces se oye sin ellos, fenómeno ya conocido de los antiguos que lo llamaban tempestades subterráneas. Pero el autor no bace relacion de los estragos que a veces, estos ruidos, cuáles terremotos, ocasionan; tales son los que no mui raras veces han acontecido en la Noruega, ¡en especial el espantoso que sin ser acompañado del mas leve movimiento de tierra se oyó el 17 de setiembre de 1854 en la provincia de Ackerhans el cual por noticia de los diarios de Christhiania i reproducida por los de Francia se estendió a 17 leguas francesas i ocasionó en el distrito de Arnaess un hundimiento de la estension de 75 arpantes i de la profundidad de 122 metros. Establece despues una division entre los temblores, distinguiendo: 1. terremotos; 2.0 temblores de tierra; 3.2 temblores momentáneos i ruidos subterráneos. 69 — 646 — Aplaudimos mucho en la division de los terremotos de los temblores porque los efectos que produce son mui diferentes bajo todo punto de vista pero no parece la misma utilidad en separar los temblores de los temblores momentáneos. Despues de haber hablado de la existencia de los terremotos, el autor examina la cuestion si estos fenómenos tienen relacion con la direecion de las cadenas de mon- tañas o con los volcanes i niega que haya tal relacion en todos los casos; i exami- nando los temblores de Chile llega al resultado, que al mas podría deducirse, que si en Chile las direcciones están relacionadas con las cadenas de montañas, esa rela- cion consiste no como parece mas natural en seguir la direccion de las montañas mismas, sino en serle perpendicular.» Un hecho singular que la cadena de alta cor- dillera corta los temblores de Chile i que estos no. se sienten en el lado oriental de estas montañas merece toda la atencion de los fisicos i jeólogos i el autor habria podido dar mas importancia a este hecho. El segundo capítulo está dedicado a considerar los efectos de los terremotos prin- cipalmente bajo el punto de vista jeolójico. Habla de las dislocaciones del suelo i de las grietas, que esplican por lo ménos en parte la formacion. de las vetas, de las fallas, cte., que observa el jeólogo; de la cavidad cónica i de los conos de arena, de los solevantamientos i depresiones del terreno, i discule la cuestion que se levantó entre los célebres jeólogos Liell i Delabéche sobre la parte que se debe atribuir a los temblores en la formacion de las desigualdades de la corteza del globo. Foca a la lijera la parte que pueden tener los temblores en el fenómeno de las piedras errá- ticas, del carbon de tierra, elc. De la debida importancia al movimiento de las aguas del mar en consecuencia de los terremotos; habla de la formacion de lagos, de los fenómenos que presentan las aguas termales i los pozos artesianos, de las emanaciones del agua i lódo, de las llamas, humo i erupciones gaseosasque acompañaron varios temblores. No trata de los efeetos que los temblores producen sobre el organismo, sea de los - animales, sea del hombre. La obra espléndida de la Academia Real de Nápoles sobre el terremoto de Calabria contiene un gran número de hechos singulares e importan- tes relativos a este asunto, pero parece faltar en las bibliotecas de Santiago. El tereer capitulo trata de la distribucion de los temblores 1 hace notar el autor de la memoria que nos ocupa como son mas frecuentes a lo largo de las costas ¡ como tienen uua especie de predilección por cadenas de montañas 1 lugares volcáni_ cos. indica despues las rejiones admitidas jeneralmente i consignadas entre otras en el «Physical Atlas Irhnston». Observaciones que la denominacion de estas rejiones no son siempre lelices. La segunda rejion del Nuevo Mundo que «brasa las Antillas, Venezuela, ete., se llama «Rejion ecuatorial» lo que es mas a propósito 1 la tercera que comprende el Quito «Rejion del Ecuador». Endica la distribucion de los tera- blores en Chile, cuya frecuencia disminuye con cel aumento de localidad, de modo que término medio de los temblores anuales cs en Coquimbo 44 i solo 2/3 en Val- divia. Hace observar el hecho mui singnlar que la provincia de Colchagua poco o nada padece de los tembiores. No omite examinar la influencia de la varia naturaleza de los terrenos sobre la propagación i fuerza de los sacudimientos. El cuarto capitulo es dedicado enteramente a examinar la cuestion si los temblo- res tienen relacion con la posicion dei soli de la luna o con los metéoros de la almósfera, Se sabe que el señor Alexis Perrey dice auber hallado que los temblores son mas frecuentes en el solsticio de invierno, es decir, diciembre i enero; nuestro autor demuestra que este hecho no se observa ni en la Serena ni en Santiago, pues en la Serena cl número mas grande de terremotos se observó en marzo i abril, mientras que en Santiago el máximum fué en junio i julio. (En Palermo el mes de | AE marzo ofrece igualmente el mayor número de temblores). Por lo que toca a la luna todas las observaciones actuales no dan ningun resultado en pro de Ja opinion que creia haber relacion entre los temblores i las posiciones de este astro. Todas las observaciones han probado al autor que los temblores no ofrecen ninguna con los “fenómenos almosféricos, miéntras que los terremotos grandes casi siempre han sido ” seguidos de aguaceros mui fuertes i en consecuencia de estos a veces por fenómenos eléctricos. Por lo. que toca a la presion atmosférica, ya don Luis Troncoso, cuya muerto lamentamos, habia deducido de sus observaciones que los grandes sacudimientos se verifican con la presion media de la atmósfera, i el autor modifica algo esta regla demostrando que en Chile la presion atmosférica en el momento de un terremoto, aunque se acerca mucho a la presion media del lugar Je esen todo un pocoinferior. Sentimos qne el antor no haya podido valerse de las observaciones hechas en Pa- lermo. Alli se observaron en el espacio de 4 años desde 1792—1831-57 casos del temblores, que todos no ofrecian ninguna relacion con los vientos, las tempestades ¡los hidrometéoros de la atmósfera, El barómetro estaba bajando en 20 casos, subiendo en 16, en su minimum ea 7, en su máximum en 3 casos ¡ ofrecia oscila- ciones irregulares en 11 casos. Desde los últimos años se hacian alli las observacio” nes en el sismómetro, instrumento inventado por el señor Bacciatore para indicar la direccion de los movimientos. Esto se averiguó en 27 casos, de éslos 19 seguian la direccion de oriente a poniente (en esta direccion se halla el Etna); el temblor del 30 de junio de 1831 era en la direccion de suroeste al nordeste, i provenia sin duda del volcan submarino que se levantó entónces entre la Sicilia i Africa. El aulor concluye este capitulo con examinar si hai periodicidad o no en las tera- blores, loque niega, i si afectan el magnetismo terrestre. El último capitulo da una breve reseña de las teorias inventadas para esplicar el orijen de los temblores, es decir, 4.2 cl enfriamiento, de la corteza del suclo; 2.2 el Bonsfigautt que busca la causa de los temblores en el descanso gradual de las mon- tañas; 3.2 la teoría que deriva los temblores de la accion del agua i del aire sobre el núcleo no oxidado e incandescente del: globo; i 4.2 la que busca la causa en Ja accion de gases encerrados en las entrañas de nuestro globo, sin euibarazarse del orijen o de le causa motora de los gases. Por supuesto el autor da la preferencia a a esta última, pero se trala de saber si todo temblor tiene esta última causa, O si uno que otro se produce por los motivos espuestos bajo los números 1 ¡ 2. Se ha escapado al autor que al señor L A. Necker. jeólogo de Jinebra, cree en terremotos que no sacan su orijen de fuerzas volcánicas, mas del derrumbamiento de cavernas snbterráneas producida por la dislocacion de salgema, de yeso, etc. A tales causas deben atribuirse entre otros hechos la dislocacion de un grande espacio de terreno que sin ser acompañado ni precedido de fénómeno alguno sensible se verificó ahora uno o dos años, sino nos equivocamos, cerca de Burgos, en España, segun lo anun» ciaron los diarios. De veras, los fenómenos de los terremotos son tan variados, que es mui probable que no todos derivan de la misma causa. Varias tablas" acompañan la memoria, i prueban. la aplicacion i prolijidad del aulor, estas tablas es el resultado de un trabajo mui laborioso, no son la parte ménos meritoria de la obra. En la tabla n. 1, el autor ha reducido a cero todas las observaciones baromátricas “hechas en la Serena por don Luis Troncoso, ha tomado el término medio corres- pondiente al mes, i la presion atmosférica al tiempo de los temblores. La tabla n. 2 indica la frecuencia de los temblores en las varias horas del dia. La tabla n. 3 contiene la série de las observaciones hechas por el autor en San- ¡"iago desde el 28 de enero de 1852 hasta el mes de agosto de 1855, i sun en número — 648 — de 115; los temblores observados en Valparaiso e indicados en el Mercurto i los observados en Copiapó, Concepcion, Lampa, Curacavi, Rancagua, Freirina, San Fe- lipe, Talca, Coelemu i San Juan de la República Arjentina por varios amigos del aulor. Desgraciadamente estos últimos abrazan solo un tiempo mui corto, pero debemos esperar que la importancia de séries no interrumpidas de estas observaciones, etc., inducirá estos señores a perseverar en este trabajo 1 contribuir de este modo pode- rosamevte en nuestro saber sobre un asunto lan interesante en jeneral i especial- mente para Chile. En fin, acompaña a la memoria un pequeño mapa que demuestra el espacio que ocuparon algunos de los terremotos mas notables de Chile. Por lo espuesto, la Facultad ve la prolijidad i la buena disposicion del trabajo, como el buen juicio del autor, que sin dejarse arrastrar por teorias, por brillantes que sean, adoptó la única marcha que conduce en las ciencias exactas a resultados positivos el coordinar los hechos concienzudamente i contentarse con los resultados de este trabajo. Santiago, setiembre Y de 1855. José Vicente Bustillos. R. A. Philippi. — 619 — OCTUBRE DE 1855. — OBSERVACIONES METEOROLÓJICAS MECHAS EN EL JASTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO, s% | NS A O E E |psICRÓMETRO.| Y . | “5 E ES EN E O ES |3. =| E 3 2 e E =|2 ESTADO DEL CIELO. $ Gp 104 id oí E o Je EE | Z NS AS A [18 | E | E [SecoMúmedo| E” | E ALE 4 OR PR E |E la e O 14] 9 1716.08/12.0] 8.5! 12.01 9 9; 7 90176; Nublado. 3 1716.08113 5 15.6112.8110.03/00| Llovizn. Pluv. insens. 9 1715.40/10.1 10.01 8.9! 7.91/84| Lluvia. Pluv. 0.006. 219 1719.6511?2.6| 7.0 12.61114.8| 987190] Nublado. Y) El 3 5 | 5 1716.09115.5 14.8/12.2| 9.553/82| 1d. Jrs 6Gde la 9 1715.95111.5 11.0/10.3| 8.92190| ld. »mañ. Huy. 13] 9 1718.145/10.5| S.4 11.1110.8| 9.48/93| Id. ¡Pluvióme- 3 1717.64113.8 15.1110.01 7.29/64| Id. a troz. /tro 00902 101.9 1794.74] S:4 8.01 6.6| 6.46/80| Cielo despejado. ¡4/9 1720.00| 9.4| 6.0 9.5) 7.2| 6.9717! ld. | 5 1717.49116.2 15.S|11 51 6.27/55 ld. 9 |716.1S/110.0 9.8| 7.01 7.54164| — Jd. 3 ]9 1714.84112.5| 6.4 14.0/11.9| 5.8169 Hd. 3 1714.77/92.7 24.0115.51 8.24155 ld. 9 1712.57/49 4 12.0110.0| 6.70.76| Nuublado. 1.6 | 9 1716.611192.01 8.5 12.41 8.71 7.9659 Hd. 3 1715.84/45.1 14.8S|14.9| 6.59/68| Id. . | 9 1716.19:40.5 10.01 8.71 8.6481 ld. 719 1714.61/143.4| 9.5 15.0114.7| 7.65184 ld. 5 1715.54115 9 15.01135.2| 9.49/81 Id. 9 (716221414 11.0 110.410.295 se ld. 819 1717.54 9.81 8.5 9.6| 9.01 $.64/99 1d. 5 1718:98110.5 10.4] 8.9] 7.65172 1d. 9 1717.34|/19.2 9.51 7.5] 9.49/76| Cielo despejado. 9/19 1718 48114.0| 5.0 10.61 8.6110.25/74 l. S 1715.66117.5 16.6 10 8.68/49 ld 9 1715.48144.5 11.5110 0! 8.21/81| Nublado. 401 9 1714.491145.4| S.5 15.0144.0/ 6.81177 Id. 5 1714.09116.1 16.0114.01 6.66/79 Md. 9 (714.15142.5 192.0110.51 7.17/79 Id. 511] 9 7145.88/12.8 9.0 12.0110.0/ 6.95/76| Un poeo nublado. | 3 1715.57146.5 15.41192.01 8.26164 ld. 19 1715.95114.6 11.0/£0.0! 8.58/86| Casi sereno. lao 9 [714.64/19.71 7.5 12.6110.6110.59/76l Nublado. (1) La persona empleada cn hacer estas observaciones es don Adolfo Valderrama. Dias. Horas. 9 Barómetro a O. 7135.56/14 715.44 719.57/14. 714.85 715.14 716.89 715.46 7115 83 715.08 711.39 716.94 716.99 716 41 716.43 717.97 716.65 716.44 716.44 715.47 715.56 717.74 715.60 715,81 715, 7012 113,85 115,49 749,928 715.20 715.29114. Termóm. libre. Termóm.? mínimum- Termómetro máxim | OS > e QUO LO RR > ODO 7 o -1 — 650 — OCTUBRE DE 1855. o: PSICROMETRO. | Seco Húmedo == 19 TOO Ql A AYER a=--"o- or 0 =105 00 100 00 =1 Oc Puerza elástica de yapo AAA SÉ Ex = ha (9D AZ DNS LIRIOS DIOR ON O RU IO Sosasrnorornescosnocanaiccooonornoanas=oococs.no—-ecoa = co > eS ES > — Ss 19 ICA Mo MES MM EN no 19 Ol js => == o ES) ES nh [ey SAD 1902 > = 14.4 17.0 en milímetros. EOS EE Fracción de saturacion 1-10 3187 [Sereno. 7,40 50 Despejado. 6 112 > O OONANO— Yo ARSNESNS re Sora Nublado. ld. 3|Nublado a trozos. =aÑ=A 35177 Mui nubl. Gran viento, 176 Lluvia. Pluv. 0.1009. 711 [Sereno: y Elida 3165 [Despejado, 75 |Empañado. 192. 77 ¡Nubl. a troz. 77 [¡Sereno. 91 LA El 17a 80 | ld. ¿tembiló. Nublado. ld. 87| metro 0.2004, 64 [Nublado á trozos (sol). 92 [Despejado. 81 ld. 571 la. 861 ld. 82 [Un poco nublado. ld 84 Empañado. 90 ¡Nublado. Son IS 33] 1d. s9 ¡Un poco nublado. 59 [Despejado. g84| id. 76] 1d: ld LO 85 [Empañado. 80 | 1d. 77 ¡Nublado a trozos. 2/86 Despejado. . 8u [Nublado. 86 Despejado. y ESTADO DEL CIEL9. las 5 h. Vs man. 3139 |¡Mui nublado Jtembló. 86 ¡Lluvia, gran viento. — 1475] Pluv. 0.2092. las 3 45m dela tarde Lluvia, calma Pluvió- — 651 — OCTUBRE DE 1855. A E S o E z eee Ss. 3 pS 15%) A E ZE E ESTADO DEL CIELO, A E E E Seco Húmedo 5 3 E SE 3 E CURAR «e PACA | RI A A O RIA IET ME A 9 1715.001 9.77 | |10.0| 9.0] 7.97/86| Lloviznando, Lloviznando, nublado, 9 1716.04| 11.1/10.0 11.29) 9.9 8.538/84 | Nublado. - 35 716.851 14.0 14.1115.0/10.49|87 ld. 9 1716.591 10.3 10,6| 9.01 7.61 180 | Nublado a trozos. 9 (718.111 114.31 97 14.0/11.7| 8.8976 | Nublado. 181 28 a las 5 |7117.95118 9 17.6115.2114.40|76 | Sereno. lion im de 9 1715.79 19.6 12 5111.01] 8.88/82 | Nublado. (lat. sesin- 9 1716.01/15.5| 7.5 15.5112.8/10.20|74| Despejado /tió tembl., 5 1714.66 22.8 22.0114.81 8.1740 ld. 9 ISO AS 7 18.4116.0/12.07|07| 1d. DATOS 5114,0 21.0190.1116.95191 Id, 3 (7111.38 So 4 27.0118.4110.40/59 ld. 9 1719.11/48.1 1S.0115.61 8.49 157 Id. 9 (712.97/17.1116.0 17.0/15.0111.48|80 | Nublado. 3 1715.48117.8 16.4/14.4111.01 179 ld. viento, 9 [114.571 14.6 14.5112.0) 9.06 175) Empañado. RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES METEOROLOJICAS . MECHAS EN EL INSTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO EN EL MES DE OCTUBRE DE 1835, Presion atmosférica.—Término medio del 4.2 a 410 de 146 a 20 de 21 a 31 de todo el mes El máximo de presion el 3 a las 9 de la noche J3l minimo el 6 a las 3 de la tarde 765.32 115.46 715.83 1145.87 121.74 711.38 obsery. 30 30 31 91 La mayor amplitud de variaciones entre las 9 de la mañana ¡ las 3 dela tarde: el 2 bajó el barómetro 3.56 mislim. Número de inversiones en los periodos diurnos, 4. Temperatura. —Término medio de todo el mes 13.97 El minimo el 9 ¡el 16 al amanecer 39 El máximo a las 3 de la tarde el 5 1 el 29 220.8 La mayor variacion entre las3 de lat. ¡las 9 de lam. 10%.6 Estado Higrométrico: Fuerza elástica del vapor en milímetros: Término medio: a Jas 9 de la mañana 9.09 a las 3 de la tarde 8.17 Mlumedad relativa (tomado el punto de saturacion por ciento): a las 9 de la mañana 80 a las 3 de la tarde 66 Término medio de todo el mes: fuerza elástica del vapor 8.63 humedad relativa 73 El menor grado de saluracion (la mayor sequedad): 39 Dias nublados 20; llovió 5 veces; agua caida 32 milimo Temblores: Tembió tres veces. observ, 93 1. D. ACTAS. DEL CONSEJO DE LA UVIVERSIDAD, SESION DEL 7 DE CCTUBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Sazie, Solar, Blanco, Do- | meyko, Ramirez i el Secretario. El señor Orrego avisó no poder concurrir por una urjente ocupacion. Leida i 4 probada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyesa don Jerónimo Balderrama, a quien se entregó su diploma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De dos informes, el uno del señor Decano de Matemáticas i otro de don Julio Jariez, sobre el texto para la enseñanza del sistema métrico decimal, com- puesto por don Manuel José Olavarrieta i presentado al Consejo en la sesion del 4 de agósto último. El señor Jariez, que fué el primero que examinó el trabajo, opina que está arreglado a lo que se ha escrito ya sobre la materia, salvo algu- nas inexactitudes, tales como la de decir que la lonjitud del metro es igual a la lonjitud del péndulo al ecuador, i que el metro cuadrado ¡ el área son iguales. A estas observaciones añade el señor Decano en su informe las siguientes: 1.* que la obra contiene algunos pequeños errores en la reduccion ¿de las antiguas medi- das a las del sistemi métrico decimal, i en la reduccion de éstas a aquellas; 2.* que las relaciones que el autor estableca entre el litro i el almud i entre el litro 1el cuartillo, no están conformes con lo dispuesto por la lei de 29 de enero de 1848; 3.2 que no se asigna exactamente al cóndor el peso en granos i en gra- mos que le da la lei de 9 de enero de 1851; ¡1 4.2 que las relaciones que el autor establece entre la moneda de oro i las de plata i cobre no son las que se derivan de los valores i pesos determinados por dicha lei. Observa ademas el señor Decano que a su juicio el trabajo es demasiado extenso para la enseñanza de las escue- Jas, ien gran parte inútil o redundante para la de los colejios, El fundamento de lo primero es que si bien importa ¡jeneralizar en el pueblo el conocimiento * del sistema métrico decimal, no conviene detener al niñoen todas sus minu- “ciosidades, como lo hace Olavarrieta; i el fundamento de lo segundo es que el texlo contiene la explicacion de muchas cosas gue deben suponerse aprendidas ¡por toda alumno que haya seguido bien un curso de aritmética. La 10 — 654 — Reconociendo el señor Decano en la obra examinada el mérito de la claridad sencillez en la exposicion del sistema métrico decimal, el de la limpieza i co- rreccion de lenguaje, i el de contener aplicaciones útiles i algunos problemas cu- ya resolucion puede servir de excelente ejercicio para los jóvenes, opina que, correjidos los defectos indicados, no habria inconveniente en aprobarla para texto de enseñanza. Tomada la votacion, resultáron aprobados ambos informes por unanimidad. 2. De un informe dela comision de cuentas, aprobatorio de la del Secretario Jeneral quese presentó en la sesion anterior. Fué aprobado a su vez, ¡ se man- dó poner el sobrante en tesoreria. . 3.2 De una cuenta del primer Bedel sobre los derechos de sello que ha per- cibido i gastos que ha hecho desde fines de junio husta printípios de octubre de este año, la cual da un sobrante de sesenta i cuatro pesos setenta i un centavos a favor de la caja universitaria. Pasó a comision. 4 De una solicitud de don M. F. Guillou en que pide se apruebe para texto de enseñanza en los colejios, previo el exámen correspondiente, la segunda parte del «Curso teórico-práctico de la lengua francesa.», cuya primera parte ha sido ya aprobada porla Universidad. Se mandó pasar este trabajo ul señor Decano de Humanidades para que informe sobre su mérito. 5.0 De una solicitud que don Francisco, Charme dirije al Supremo Gobierno, en que pide sele déel titulo de agrimensor jeneral, dispensándosele los estu- dios preparatorios i el año de práctica requeridos para esta profesion. Para fundar su peticion presenta dos diplómas de la Universidad de EFranciz, uno de bachi- ller en letras 1 otro de bachiller en ciencias, ia mas un cerlificado del injeniero bajo cuya direccion ha ejecutado varios trabajos topográficos en Francia, Sobre esta solicitud e: Supremo Gobierno pide informe al Consejo, i para evacuarlo se acordó oir al señor Decano de Matemáticas, a quien deben pasarse los antecedentes. 6. De una solicitud de don Julio Schmidt, alumno de ln Academia Real de Mineria de Friberga en Sajonia, en que pide se le admita a rendir las pruebas ne- cesarias para oplar el título de ensayador jeneral. En apoyo de su peiicion pre- senta certificados de los exámenes que ha rendido en aquel Eo ns Se pidió informe al señor Decano de Matemáticas. 71.7 De una solicitud del escribiente de la secretaría jeneral de la Universidad, en que pide se le aumente el sueldo de dos onzas mensuales de lque goza enla actualidad. Funda su pelicion en que los trabajos de su incumbencia se han acre- centado manifiestamente; en que su destino «carece de purvenir, por cuanto no hal ascensos que premien la buena conducta del empleado; en que la vida cuesta hoi mucho mas caro que antes; i finalmente invoca las razones que en una solicitud analoga alegaron los budeles Caldera i 'Papia, como aparece de la sesion del 4 de agosto último. Interpelado el Secretario para que diese su opinion sobre este asunto, dijo que los trabajos que están a cargo del escribiénte no son ahora ma- yores ni mas pesados de lo que eran ántes; que atendido el modo como en Chi- $ le se remuneran los servicios de los empleados en jeneral, creia que el solicitante * no era una excepcion de la regla; i que en consecuencia opinaba que no debia acce- 1 derse al aumento de sueldo de que se trata. Puesta a votacion la solicitud, resulto: descehada por unanimidad. 8. De una solicitud de don Manuel Antonio Toral, en que pide se considere de nuevo la que presentó en la sesion del 44 de julio último, 1 que fué resuelta en la sesion del 48 de agosto siguiente. Habiéndose hecho relacion de todos los an- tecedentes de este asunto, el señor Sazie dijo que a su juicio el diplóma de ba- chiller en medicina expedido per la Universidad de San Márcos 1 presentado por e ú nm — 655 — Toral, era un justificativo suficiente de que el solicitante ha hecho los correspon= h dientes estudios preparatorios i profesionales, Y que por tanto debia ser admitido a rendir las pruebas necesarias para optar el mismo grado en esta Universidad. Hizo presente en apoyo de su opinion que la Universidad de San Márcos era una corporacion" cientifica de nota en América, que habia producido muchos hombres ilustres, i queen ella se habian cultivado con esmero las ciencias médicas. Esta opinion fué sostenida por algunos señores e impugnada por otros en un largo de- bate. Los que la impugnaban decian que era abiertamente opuesta a los articulos 23124 del reglamento de grados, los cuales previenen que los diplómas expedi- dos por universidades estranjeras sirvan únicamente para probar que el candida- to ha hecho los estudios requeridos por los estatutos de esas universidades para el grado a que dichos diplómas se refieran; de moJo que si el candidato trata de obtener el mismo grado en la Universidad de Ghile, deberá rendir exámen de to- dos lus ramos que no son requeridos por los estatutos de la Universidad estran- jera 1 quelo son por los de ésta. «¿Cómo adquirir conocimiento, «añadian, de cuáles son los ramos que constituyen la diferencia? No hai otro partido que exi- jir al aspirante un certificado. de los exámenes que ha rendido, o bien un ejem- plar delos estatutos de la Universidad que le confirió el grado; i esto es preci- samente lo que se ha hecho encel caso de la cuestion.» Los que apoyaban la indi- cacion del señor Sazic replicaban que el supremo decreto de 18 de enero de 1848 determina ciertas universidades cuyos diplomas sirven de comprobante suficiente de haberse hecho. todos los estudios que, segun los estatutos de la Universidud de Chile, se mecesitan para obtener el grado de que se trata; que la práctica del Con- sejo ha extendido el mismo privilejio.a Universidadas que no esián comprendidas en “aquel decreto; i que a pesar de que la de San Márcos no lo está, no habia in- conveniente para reconocer el diplóma expedido por ella a favor de Toral, obli- gándose este a rendir los exámenes de quimica médica i botánica, que, segun él mismo lo. dice, no ha rendido. En este terreno se continuó la discusion; i ha- ¡biendo advertido algunos señores que «debia haber otro decreto sobre esta mate- iria, posterior al ya citado, i que podria dar mas luz para resolver, se acordó diferir el.-asunto para la sesion venidera. Despues de esto el Secretario expuso que sele hubian entregado dos compo- siciones puélicas en elojio de Pedro Valdivia, que'es el tema propuesto por la Facultad de Humanidades pira el concurso extraordinario que acordó abrir en el presente año. Ambos trabajos pasaron al señor Decano respectivo para su exa- men. Sec levantó la sesion. SESION DEL 13 DE OCTUBRE DE 1855, Presidio el señor Rector con asistencia de los soñores Orrego Sazie, Solar, Blan- '0, Ramirez i el Seeretario. Leida i aprobada el acta de la sesion unterior, se lió cuenta: 1.2 De dos informes, el uno del señor Jarier i el otro del señor Decano de Tatemáticas, sobre el texto para la enseñanza del sistema métrico decimal, cowm- mesto por don N. Maillard i presentado al Consejo en la sesion del 11 de agosto límo. El señor Jarier dice que no encuentra en la obra nada que se oponga a — 656 — su aprobacion; pero al mismo tiempo opina que es demasiado difusa para los ni- ños de las ascuelas, 1 para los de lus colejios inútil cn gran parte, por cuanto se suministran en ella nociones que no pueden ménos de haberse dado en la ins- truccion preparatoria. Á estas observaciones añade el señor Decano las siguientes: 1.2 que la obra está llena de defectos gramaticales, especialmente de galicismos, que la hacen confusa 1 oscura; 2.* que se notan unas pocas i lijeras inexactilu- des en la comparacion de algunis de las amliguas medidas con las nuevas, i que el valor en metros atribuido a la legua se aleja considerablemente de lo que co- rresponde a esta medida itineraria usada entre nosotros; i 3.* que no es exacto lo. que el autor asienta respecto de las operaciones practicadas para la determi” n:c.on del metro. En consecuencia opina el señor Decano que es de todo punto necesario el que se corrijan los vicios de lenguaje i los errores a que alude, i que si ni aun despues de correjidos convendria que la obra fuese aprobada para texLo en las escuelas o en los colejios por la consideracion que aduce el señor Jarier, debe con todo reconocerse en ella el mérito de contener aplicaciones i proble- mas que pueden ser de gran provecho en la enseñanza de la aritmética. Verbalmente expuso el señor Decano que el manucrito estaba lleno de borro- nes, enmiendas ¡ entrerenglonaduras, i que las figuras que acompañan las ex- plicaciones son hechas a pulso i por consiguiente mui imperfectas. Puesto en discusion el informe, algunos señores opinaron que ni aun despues de correjida la obra convenia aprobarla para texto de enseñanza, fundandose en la observacion expuesta por el señor Jarier, i añadiendo que en la actualidad no habia una clase especial, mi en las escuelas ni en los colejios, destinada a la en- señanza del sistema métrico decimal. Otros señores fueron de parecer que no ha- bia inconveniente para la aprobacion, siempre quese hiciesen las correcciones que se dejan indicadas; porque, segun ellos, no era necesario enseñar a los alum- nos todo lo que contiene el libro adoptado por texto, pudiendo el profesor ele- jir la parte o partes que convenga enseñar. «A lo que debe atenderse, añadian, es a si la obra está escrita en estilo didáctico i con la claridad i metodo nece- sarios en un texto de enseñanza. Salisfechas estas condiciones, nada importa que el trabajo sea extenso.» Por lo que respecta a la falta de una clase destinada a la enseñanza «el sistema métrico decimal, decian que tampoco era éste un incon- veniente para quese aprobase la obra, porque la aprobacion no lleva envuclta la necesidad de que actualmente se enseñe el ramo a que el texto se refiere. Durante el debate se trajo a consideracion que el texto trabajado sobre esta mis= ra materia por don Manuel José Olavarrieta habia sido aprobado, a pesar de ser tanexienso como el de Maillard; por lo que seria una inconsecuencia negar la aprobacion al segundo, habiéndola obtenido el primero. “Habiéndose puesto de acuerdo todos los señores del Consejo en que por texto de enseñanza debia entenderse un libro que suministre conocimientos útiles para los profesores 1 alumnos, sin que precisamente deba enseñarse cuanto él contic- ne, se aprobó por unanimidad la obra de Muillard, con la condicion de que pré- viamente se corrijan los defectos a que alude el señor Decano en su ¡uforme. 2.2 Dc una cuenta de los ajentes de don Santos Tornero 1 compañía cn San: tiago, por la que cobran a la Universidad veintiun pesos cincuenta í seis. centa- vos, valor de cinco tomos de la «Biblioteca de Autores Españoles» Habiéndose hecho presente por el Secretario que dichos tomos se habian recibidó reciente! mente, se mandó pagar el valor de la cuenta. 3. De un informe de la comision de cuentas, aprobatorio de la del Bedel que se presentó en la sesion anterior. Fué aprobado asu vez, i se mando poner el sobrante en tesoreria, — 651 — 4.2 De una solicitud que,don Gaspar del Rio, director del liceo de Talca, di- rije al Supremo Gobierno, en que pide se le permita rendir su exámen de prácti- ca forense ante el juez de letras de la provincia i algunos abozados. Funda su peticion en la cirennstancia de no haber persona que le reemplace en cel desti- no que ejerce, i de no serle por tanto posible ausentarse de Talca sin perjui- cio del establecimiento que tiene a su cargo. Sobre esta solicitud «el Supremo (o- bierno pide informe al Consejo; i como se notase que era exactamente análoga a la que tiene hecha don Diego Cavada, sobre la cual hai pendiente otro infor- me, se acordó informar a un tiempo sobre ambas solicitudes,” difiriéndose el asunto para la sesion venidera. El señor Rector indicó al Consejo que convendria mandar grabar quinientos ejemplares de un diseño que acompaña ala memoria presentada por el señor Moesta ¡ titulada «Investigaciones referentés a un uuevo fenómeno que proviene del calor del sol durante su moviniento diurno aparente,» la cual debe publi- carse en los Anales. Se aprobó la indicacion, 1 se encargó al Secretario averi- guase el costo que puede ocasionar el grabado, i diese cuenta en la siguiente sesion, Se levantó la presente. : SESION DEL 20 DE OCTUBRE DE 1855. Presididió el señor Rector con asistencia de los señores Aristigui como Vice- decano de Teolojia, Meneses, Sazic, Blanco, Ramirez ¡el Secretario. Leida í aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de li- cenciado en leyes a don Rafael Muñoz, aquien se entregó su diplóma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del Intendente del Maule, en que trascribe una parte del racta de la sesion celebrada por la Junta Provincial de Educacion el 12 de seticm- bre último. Del documento trascrito aparece haber acordado dicha Junta suspen- der porel término de tres meses a los preceptores primarios del departamen- to del Parral don José Lino Sepúlveda i don Rufino Arias, en razon de haber lestos individuos dado lugar a sérias reconvenciones por lo tocante a su conducta privada. Acompañan a la nota del Intendente un oficio del Inspector de Edu- cacion de dicho departamento, un informe del Gobernador i otro del visitador de escuelas don Tomas Jimenez; documentos en quese da noticia del estado de las escuelas dirijidas por los mencionados preceptores, i de muchos pormenores concernientes asu conducta. Igualmente se asegura en ellos que los preceptores don Isidro Narvaez i don Isidoro Mor1son de todo punto inhábiles para desem- peñar su cargo por su escasez de conocimientos. Impuesto el Consejo del asunto, i considerando que en el dia es mui corta o asi ninguna la intervencion que tiene en la direccion de las escuelas, acordó emitir todos los antecedentes al Supremo Gobierao para que dicte la resolucion jue crea de justicia. 2.0 De un informe del señor Decano de Matemáticas sobre la solicitud de don fulio Schmidt de quese dió cuenta en la sesion del 7 del que rije. Hace pre- ente el señor Decano que de los documentos acompañados por el solicitante re- ulta que ha cursado todos los estudios preparatorios i profesionales requeridos — 658 — para la profesion de ensayador, ¡en consecuencia opina que debe ser admitido a rendir el exámen final téovico 1 práctico prevenido porel decreto de 7 de diciembre de 1853, Fué aprobado el informe, 1 se mandaron pasar de nuevo los antecedentes al señor Decano de Matemáticas para que proceda a la recepcion de la prueba. 3.2 De otro informe del mismo señor Decano sobre la solicitud de Edon Fran- cisco Charme de que se dió cuenta en la indicada sesion del 7 del que rije. Respecto de esta solicitud, opina el señor Decano que Charme ha justificado ha- ber hecho los estudios preparatorios 1 profesionales necesarios para obtener el ti- tulo de agrimensor, a excepcion de los de jeometria descriptiva i topografia; por lo que cree indispensable que rinda estos dos exámenes en Chile. En cuanto a la dispensa del año de practica, juzga el señor Decano que no puede otorgarse, por no haber constancia alguna de la autenticidad del certificado expedido por el injeniero en jefe bajo cuya direccion ha ejecutado el solicitante sus trabajos profesionales. Este informe fué ¡igualmente aprobado, 1 se acordó elevarlo al Su- premo Gobierno. 4.2 De una nota del Director del liceo de la Serena, con la cual remite un ejemplar del número del Correo de la Serena en que se publicó la memoria lei- da por dicho funcionario el 17 de setiembre último en el acto solemne de la dis- tribucion de premios. Se mandó acusar recibo e insertar la memoria en los Anales. 5.2 De una cuenta del Secretario de Medicina sobre la inversion de los fondos de su secretaría en el segundo cuadrimestre de este año, la cual da un sobrante de dos pesos a favor de la caja universitaria. Pasó a comision para su examen. 6. De una solicitud de don Manuel José Olavarrieia, en que hace presente haber correjido su trabajo sobre el sistema métrico decimal con arreglo a las observaciones hechas por el señor Decano de Matemáticas en el informe de que se dió cuenta en la sesion del 7 del que rije, pidiendo en consecuencia se remita el trabajo al señor Decano para que sea examinado de nuevo. Asi se acordó. En seguida el señor Rector dijo: que usando de la autorizacion que el Con- sejo le habia concedido para designar la persona que deba hacerse cargo de trá- bajar el indice jeneral de los Anales Universitarios, habia elejido para este efecto a don Ramon Briceño, i que habiéndose acordado pagar con fondos de la Uni- versidad los gastos de escritura que el indicado trabajo ocasione, convendria en- tregar anticipadamente al señor Briceño cincuenta pesos, con la obligacion def rendir la respectiva cuenta de inversicn. Asi quedó acordado. El Secretario expuso que en cumplimiento delencargo que se le habia hecho! en la sesion anterior, se habia visto con don Narciso Desmadryl, quien le habi pedido diez pesos por el trabajo de grabar los quinientos ejemplares del dise- ño que acompaña a la memoria del señor Moesta. Habiendo el Consejo en- contrado equilativo este estipendio, acordó que se procediese a tratar con Des- madryi en los términos indicados. Despues de esto se pasó a considerar nuevamente las solicitudes de don Dieg Cavada i don Gaspar del Rio, de que se habia dado cuenta en las sesiones an terioros. El Consejo se puso de acuerdo en que no debía otorgarse a los soli citantes el privilejio que piden, por cuanto debiendo forzosamente venir a Santiago para obtener el grado de licenciados en Leyes, no pueden tener em barazo para rendir aquí mismo sus exámenes de práctica forense, i el privileji de que se trata solo debe concederse en los casos en que haya para ello mul calificados motivos. Quedó pues acordado expedir en este sentido el informe qu sobre ambas solicitudes debe darse al Supremo Gobierno. ollad Mo bs Lives ES Mi q de 0 bierno 0s] Dña mu 00) — Finalmente tratándose de tomar aleuna resolucion definitiva acerca de la so- licitud de don Manuel Antonio Toral, que había sido discutida en una de las sesiones anteriores, se acordó que el solicitante fuese admitido a rendir las prue- has necesarias para optar el grado de bachiller en Medicina, debiendo previa- mente rendir los exámenes de química médica i botánica. Ál tomar esta resoln- cion, el Consejo tuvo presente la circunstancia de ser la Universidad de San Márcos una de las que con mas esmero han cultivado Jas ciencias médicas, ¡ al mismo tiempo la recomendacion que el señor Sazie hizo de la aplicacion 1 aptitudes del solicitante, Se levantó la sesion. SESION DEL 27 DE OCTUBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Sazie, Solar, Blanco, Domeyko, Ramirez i el Secretavio. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, se dió cuenta: 1.5 De una solicitud que don Francisco Charme dirije al Supremo Gobierno J sobre la cual se manda que informe el Consejo. En ella pide su autor se le dispense el año de práctica necesario para la profesion de agrimensor a que aspira, en razon de haber estado empleado por el Gobiérno durante dos años en la nivelacion de las calles ¡acequias de Santiago. Hubo una lijera discusion sobre este asunto, en la cual se hizo presente que no habiendo datos para apreciar la naturaleza e importancia de los trabajos ejecutados por Charme, no era posible determinar si ellos equivalian o nó al año de práctica de que se trata. Al fin quedó acordado que el señor Decano de Matemáticas informase sobre la so:icitud, recojiendo ántes los datos convenientes. 2.2 De un informe de la comision de la Facultad de Filosofia i Humanida- des encargada de examinar las composiciones en loor de Pedro Valdivia que fueron presentadas en la sesion del 6 del que rije. La comision opina que, nin- _ guno de aquellos trabajos reune el mérito suficiente para obtener el preriio prometido, i que debe abrirse de nuevo: el concurso: Se acordó pasar este in- forme al señor Decano de la expresada Facultad, a fin de que ésta determine lo que crea conveniente, 3.2 De un informe de la comision de cuentas, aprobatorio de ¿la del Secreta- rio de Medicina, que se presentó enla sesion anterior. Fué aprobado a su vez, 1se mandó poner el sobrante en la tesoreria. 4.2 De una solicitud de don Diego Barros Arana, miembro electo de la Fa- cultad de Filosofia i Humanidades, en que pide al Consejo recabe del Supre- mo Gobierno una próroga de dos meses para verificar su incorporacion en la Universidad. El motivo que aduce para no haber cumplido hasta el presente don esta formalidad, es la necesidad en que se ha visto de escribir a Francia para que sele remitan datos sobre la vida de don Luis Antonio Vendel-Heyl, de quien el solicitante es sucesor. Acordóse elevar la peticion al Supremo Gu- bierno, recomendándole la justicia en que se funda. 5.2 De otra solicitud del mismo don Diego Barros Arana, con la cual acom- paña 120 pájinas mas de la memoria que tiene presentada al concurso de la — (0500 == Facultad de Filosofía i Humanidades, advirtiendo que lo restante del trabajo lo tiene escrito en borradores, i que por este motivo mo lo presenta. Concluye pi- diendo se mande examinar su memoria. Acordóse pasarla al señor Decano res- pectivo para los fines consiguientes. El Secretario hizo presente despues sede esto que habian recibido dos conoci- mientos de las remesas números 25 i 26 de periódicos franceses, conducidas por los buques «Grand Condé» e «Ile Marie.» Se mandó remitir estos documentos a los señores Peña i compañía. A indicacion del señor Rector se acordó por fin continuar por un año mas la suscripcion de la Universidad a la Revista Española de Ambos Mundos. Se le- vantó la sesion. LEYES I DECRETOS DEL SUPREMO GOBIERNO, DEPARTAMENTO DE JUSTICIA, CULTO E INSTRUCCION PÚBLICA. Santiago, setiembre 26 de 1855. Comisiónase a don Silvestce Ochagavia i a don Miguel Luis Amunáteguí para que propongan la manera mas conveniente de reglamentar las «Bibliotecas populares» e informen sobre las obras de que deberán componerse, indicando el costo que de- mandaría su adquisicion, ya sea que estén en castellano, o que haya necesidad de hacerlas traducir. Comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, setiembre 28 de 1855. 0 Apruébase la separacion del preceptor de la escuela de Guenca don Ramon Belisa- rio Fernandez i la del preceptor de la escuela de Panquegúe don Pedro Nolasco Herrera, decretada por la Intendencia de Colchagua con fecha 26 del actual, i el nombramiento. interino hecho por la misma Intendencia con igual fecha en don Filomeno Salas, para reemplazar al primero, ¡en don Tadeo Guajardo para sustituir ai segundo de los preceptores meneionados. * Tómese razon i comuniquesc.—MmoNtT.—Francisco Javer Ovalle. — (61 — Santiago, setiembre 28 de 1855. , Estando vacante la escuela de Barrancas, departamento de Santiago, He venido en acordar i decreto, 1.2 Nómbrase preceptor de la escuela de Barrancas a don Miguel Diaz, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principic a prestar sus servicios. 2.9 La tesorería jeneral entregará por mensualidades al preceptor nombrado la asignacion señalada por decreto de 9 de julio último para arriendo del local en que debe funcionar dicha escuela. Tómese razon 1 comuniquese.—moNTT.—PFrancisco Javier Ovalle, Santiago, octubre 4 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, establécese una plaza de ayudante con el sueldo de noventa i seis pesos anuales en la escuela para mujeres establecida en Casa-Blanca. Autorizase al Intendeute de Valparaiso para que nombre, dando cuenta, una persoua idónea que desempeñe dicha plaza. Imputese el sueldo decre- tado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. 'Tómese razon 1 comuniquese.—MoNTT.—PFrancisco Javier Ovalle, Santiago, octubre 5 de 1855 Apruébase el decreto espedido con fecha 25 de setiembre último por el Intendente | de Concepcion nombrando a don Pedro Crisólogo Vera preceptor de la escuela fiscal de hombres establecida en la Vega de Itata. Abónese al nombrado el sueldo corres- pondiente desde el dia en que principie a servir el cargo. Tómese razon i comuniquese.—mMoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, octubre 5 de 1855. Apruébase el nombramiento hecho con fecha 3 del actual por el Intendente de Colchagua en don Pedro Pablo Silva prra preceptor de la escuela fiscal de la Palmilla. Abónese al nombrado el sueldo correspondiente desde que haya prinek - piado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese—moNTTr—Francisco Javier Ovalle. Santiago, octubre 6 de 1855. o! Con lo espuesto en la nota precedente i en la adjunta, rinase a don Guillermo 'Rochers Clarke, profesorde ingles i partida doble en el Picco de Talca, debiendo abonarse al nombrado el sueldo correspondiente desde cl 10 de setiembre último, día en que principió a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquesc.—montr.—Francisco Javier Ovalle. ae — 662 — ; Santiago, octubre 6 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede i documentos adjuntos, admitese a don Lorenzo Lorca la reuuncia que hace del cargo de preceptor de la escuela de indije- nas, establecida en la reduccion de Goinco, i se nombra para que le reemplace en dicho empleo a don Pedro Herrera, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese..—MoNTtT.—Francisco Javier Ovalle. E NOVIEMBRE DE 1855. e APUNTES JEOLÓJICOS I JEOGRÁFICOS SOBRE LA PROVINCIA DE TARAPACA EN EL PERU, ACOMPAÑADOS DE UNA LIJERA NOTICIA SOBRE LA ESPLOTACION DEL NITRATO DE SUBA, POR DON FRANCISCO PUELMA. Leidos en la Facultad de Ciencias en el mes de octubre. Tarapaca, cl punto mas austral del Perú, es segan la division politica de esta república una de las provincias del departamento litoral de Moquegua. Sus limi- tes som: al morte, la quebrada de Camarones que la separa de la provincia de Arica; al sud, el rio Loa que la divide de Bolivia; al poniente el Pacífico i al naciente Jos Andes que la separan tambien del territorio boliviano. 1 Tarapacá se halla situada entre los 19.9 ¡los 21.0 30." de latitud austral; su lJonjitud es por consiguiente como de ciento cincuenta millas, ¡su anchura media solo. se puede apreciar as, o ménos en cien millas por no hallarse fijada la linea divisoria de la cordillera. El territorio de esta provincia parece ser una ¿continuacion del gran despoblado de Atacama, su vejetacion al ménos es tan re- ducida que no puede tomarse en cuenta para separarla del desierto, ies seguro que sin la existencia del antiguo i famoso mineral de plata de Huantajaya en - frente de Iquique i sin el salitre, talvez su vasto territorio no estaria "aun po- —blado. Tarapacá presenta perfectamente. distintas las tres grandes fajas de terrenos en que se divide toda la parte occidental de la América del sud: es decir, Cor- Ñ Ti DE EZ: — 666 — dilléra de los Andes, valle central ií cordillera de la costa. Cada una de estas di- visiones tiene alli caracteres especiales que hacen que su aspeclo sea enteramen- te del que ofrecen en Chile. Los Andes, esos colosos de nuestro suelo que ele- vando la cabeza mas alta que las nubes, se alreven a mirar casi de frente al ji- gante de la creacion, el encumbrado Himalaya, pierden en el sud del Perú su majestuosa belleza; lejos de presentarse alli cubiertos de perpetuas nieves i de dar esos continuos raudales de abundantes aguas, riqueza principal de nuestra patria, se ofrecen a nuestra vista desnudas i abatidas; rara vez la nieve cubre por poco tiempo sus cimas ¡su configuracion plana i uniforme contrasta sobremanera con las formas atrevidas i caprichosas que a cada paso nos ofrecen aquí sus enipinadas cumbres. Desde la altura del desierto, esta gran cordillera que aquí vemos unida casi en un solo cuerpo comienza a dividirse en varias ramas que se separan hacia el naciente, formando entre ellos esas altas Jlanuras sobre las que se halla situada la mayor parte de Bolivia; poco a poco va asi disminuyendo la altura de la cadena que continúa cercana a la costa, la que al fin vicne a quedar reducida a una elevacion mui secundaria, mientras que las grandes rama- les que se internan en Bolivia producen alli los elevados picos del Zorata, e Ji- mani ¡sus elernas minas son el oríjen de los numerosos tributarios del inmenso Amazonas i caudaloso Plata. di La falta de lluvias, que solo rara vez humedecen aquella rejion, unida al de- fecto de mieves hace mas triste aun el aspecto de aquellas montañas despejadas de toda vejetacion, excepto las orillas de los pocos i pequeños manantiales que brotan de sus costados i de los que los habitantes se aprovechan. para cultivar al- gunos alfalfales tan reducidos como costosos: una hacienda alli, comprende a lo sumo dos, o tres cuadras cuadradas de terreno cultivado i su valor llega a veces hasta ocho mil pesos por cuadra. En Pica sobre todo (lugar situado al sud oeste de Iquique, a 18 leguas de la costa) los terrenos de regadiz tienen precios que al estranjero parecen fabulosos i que provienen sin duda de los inmensos socabo- nes, O trabajos subterráneos que se hacen para obtener el agua para el riego i cuya estension suele sera veces hasta de legua i media. Todos esos manantiales forman pequeñas quebradas de las que solo la de Gamiña conduce sus aguas hasta el mar, desembocando en él cerca de Pizagua, trece leguas al norte de Iquique; los demas, despues de un reducido curso, desaparecen bajo de la arena ison tal vez la causa de los depósitos de agua subterránea que hai en el valle, cerca ya de la cordillera de la costa, i los que muchas veces llegan a aparecer hasta la superficie. ' El valle de Tarapacá es un inmenso planicie que desprendiéndose de los An=- des se estiende decendiendo hasta el pié de la Cordillera de la costa. Su anchura' media es mas, o ménos de diez leguas. Para dar una idea aproximativa de esta vasta llanura, -la consideraré dividida en dos partes: la primera que es la mas cercana a los Andes 1 que abraza como las dos terceras partes del valle, figura va inmenso plano inclinado cuyo declive va disminuyendo a medida que se se- para de los Andes. Inútil seria buscar en este verdadero desierto un solo arbusto, una sola piedra en que pueda descansar el viajero su vista fatigada por la re- fraccion de los rayos del sol sobre la arena que lo cubre en casi toda su esten= sion. Mas insoportables son aun los lugares en que la arena falta; el terreno se halla en ellos cubierto de una capa de tierra suelta que suele tener mas de un pié de espesor, en la que se hunden los pies de las cabalgaduras levantando nubes de polvo menudo cuya excesiva liviandad, color blanquizco i sabor alcalino lo hacen «enteramente semejante a la ceniza. Diaramente se ven en esta parte del valle columnas de polvo i arena que levantándose a impulsos de los fuertes — 651 — vientos que alli soplan, sobre todo en el verano, recorren grandes distancias ji- rando sobre sí mismas. Dos o tres veces he visto durante esta estacion oscurecer- se detal modo la almósfera por la arena i tierra levantada por esos vientos que era imposible divisar objetos no mui lejanos, permaneciendo encapotado el ho- rizonte como por densas nubes durante un dia entero. Reciente está 2un en Pica la memoria de un huracan de esta especie que oscureció enteramente la luz del sol i' en que la atmósfera lera tan caliente i sofocante que era necesario respi- rar atravez de alguna telaz la ciudad permaneció asi por tres o cuatro horas, Jas que los habitantes pasaron encerrados en la iglesia ereyendo que habia llegado su último dia. En los dias de mas calor se presenta tambien alli el “fenómeno del «miraje» en toda su traidora belleza, ofreciendo a nuestra vista grandes la- gunas i árboles de diversas formas ii acercando de tal modo los objetos mas le- janos que es necesario una gran práctica de las Jocalidades para no engañarse en las distancias. La otra parte del valle que se estiende hasta el pié de la cordillera de la eos- ta presenta un aspectó enteramente distinto. Casi toda ella se halla cubierta de WDa costra compuesta de yeso ¡ sal comun cuyo espesores a veces de mas de un pié; hai algunas partes en que la sal se halla perfectamente pura, sobre to- do en los parajes en que el agua subterránea sale, hasta la superficie. En medio de esta laguna salada disecada por los soles se levantan las tamarugas, árbol mui parecido al algarrobo, que han dado su nombre a aquella parte del valle, la que se designa con el mombre de «pampa del tamarugal.» Nada mas triste que el as- pecto de estos árboles secnlares la mayor parte secos i cuya vejetacion en los que están vérdes se reduce a unas pocas hojas; su vejezi decrepitud indica que han exsistido mucho ántes de que se formase a sus pies ese depósilo de sales que los aniquila i cuya causa no puede ser otra que la accion de antiguas lluvias que Ja- vando la cordillera i la parte del valle próxima a ella han arrastrady hasta la cor- dillera de la costa todas las sales que encontraban en su descenso. Bajo esta costra salada es donde se encuentra la boracalcita o bórax, como alli la llaman; su forma es siempre globulosa ¡el tamaño varia desde el porte de la avellana hasta el de una manzana comun. Omitiré el entrar en detalles sobre la composicion i caracteres distintivos de esta sustancia por haberlo hecho ya mi respetado profesor el señor don Igwacio Domeyko en un interesante ¡ luminoso trabajo presentado a la facultad en el año anterior. La boracalcita fué descubierta en Tarapaca hace ya largo tiempo, pero su esplotacion solo se ha hecho en estos últimos cinco años i creo que el número de quintales remitidos hasta ahora a Eu- ropa no pasará de 15.000; últimamente el gobierno del Perú, que al principio habia permitido su esplotacion a los particulares, ha declarado que la boracal- cita era una propiedad nacional i que por lo tanto se prohibia su estraccion. Este decreto i el haberse reducido su precio en Europa a una tercera parte del que tuvo al principio, ha hecho cesar casi del todo su esplotacion. Todo el valle de Tarapacá parece contener, agua a una profundidad mas o mé- nos grande, pero en la parte de que hablo se halla tan somera que suele apare- cer hasta la superficie. Ultimamente se ha procurado utilizar esta circunstancia para cultivar los lugares en que el agua estáa menos de dos varas de hondura, “arramando previamente la costra salada que cubre el terreno. Los resultados ob- ¡Tenidos han sido mui satisfactorios: he visto producirse alli perfectamente el melon ¡dla sandia ¡creo que no habrá inconveniente paraque se dé toda especie de verdura. Sobre esta costra de sales ¡al pié mismo de la cordillera de la costa es donde se hallan los establecimientos de beneficio de salitre; artículo que constituye casi 'oda la industria i riqueza de la provincia. — 008: — El salistre se halla: mativo en forma de capas cuyo grueso suele ser de mas de dos varas, las que a veces salen a la superficie, pero mas jeneralmente se ha= lla cubiertas de una costra bastante dura compuesta de yeso, sal comun, are= na i piedras pequeñas formando asi una especie de conglomerado. Se ha obser- vado que a medida que aumenta el espesor de esta costra superficial es mas rico el caliche (nombre que se da alli al salitre bruto) que se halla debajo, llegando muchas veces a hallarse asi salitre perfectamente puro i de una solidez estraor- dinaria. Las capas de salitre mo son continuas: hai localidades en que no hai salitre, o al ménos no se ha encontrado hasta ahora 1en otras se halla en tal abun- dancia que forma capas casi no interrumpidas de cinco leguas de largo 1 un ancho variable que pasa a veces de mil varas. Las salitreras que actualmente se traba- jaa se dividen en tres grandes grupos: 1.2 las del norte, que comprenden las de Zapiga, Negreros 1 otros ménos considerables, cuyos salitres se esportan por las calelas de Pizagua i Mejillones. 2. Las del ceníro: que son la Norig, Cocing, Ja Peña, Yungai, Arjentina ¡otras varias; la esportacion de todas ellás se hace por Iquique. 3.0 Las del sud; que son, las de Bella vista i Pan de Azúcar que bajan sus salitres la primera ala caleta de Patillas 1 la otra a la de Caramucho. El espacio que media entre las salitreras del norte i las del sud será como de trein- ta leguas; de todo él soto ura décima parte estará ocupado i reconocido por las salitreras actuales ií aunque noes de creer que todo el cordon encierre salitre, es seguro que una tercera parte por lo ménos contiene esta sustancia en gran can- tidad. Bai tambien capas de salitre que han sido descubiertas mas al norie i sud de las existentes, las que a pesar de su riqueza no han sido trabajadas ya por falta de agua ide capitales, o lo es mas probable por la escases de brazos 1 gran- des dificultades que aquel pais ofrece a todo especulador. Pronto volveré a hablar sobre el beneficio del salitre, continuaré por ahora la descripcion del territorio de Tarapacá, La cordillera de la costa es una inmensa loma cuya anchura en el norte de la provincia será como de sicte leguas la que sigue aumentando hácia el sud, hasta tomar en algunas partes un ancao de mas de doce leguas. La subida de esta ca- dena porel lado de los Andes es mui lenta i ya disminuyendo a medida que su elevacion va aumentando: de modo quesu cima forma una vasta llanura cuyo declive para ámbos lados es poco sensible; de esta manera va acercándose a la costa ¡al llegar a ella toma una inclinacion tan pronunciada que es dificil en- conirar localidades por donde pueda subir un animal cargado. 'Podo este cordon se hulla cubierto de arrena, i de una costra semejante a Ja que cubre el salitre; a cada paso se encuentran tambien capas de sal comun las que se estienden hasta la cima de los cerros que se elevan en medio de esta cadena. Son allí co- munes las neblinas que saliendo del mar cubren de tal modo la atmósfera que esiravian a los arrieros, siendo muchas veces causa de sucesos desgraciados. ! La cordillera de la costa Vega en algunas partes hasta tocar el mar, pero lo. je- neral hai entre ella ¡el Océano una playa arenosa cuya anchura variable llega a * ser hasta de dos leguas. Todo este terreno contiene inmensos depósitos de con- chas molidas las que mezcladas con la ceniza de los vejetales marinos que abundan — en aquella costa forman una mezcla, o cemento aproposito para construcciones que — adquiere con el tiempo una solidez estraordimaria, pero que cede siempre con ficilidad a la accion del agua. 0 En fin, a la orilla del mar i sobre los peñascos e'islas cerennas a las costa se halla el huano, producto cuyo inmenso consumo i utilidad reconocida ya en todo el globo lo colocan entre. los principales de aquella rica rejion. Los depósitos de. huano de Tarapacá no son de ningun modo comparables a los.de Chincha; sE e — 669: — embargo hai localidades al sud de Iquique como Pabellon i Huanillos en que esa sustancia existe en cantidades considerables ies seguro que habrá muchos lugares que la contienen que no han sido esplotados, niaun reconocidos hasta ahora, A primera vista parece inconcebible que las capas de huano cuyo espesor pasa a veces de treinta varas puedab ser el producto del escremento de las aves, pero al ver las innumerables cantidades de pájaros que alli se presentan i sobre todo la voracidad de algunas especies principalmente el alcatraz que come en un mo- mento una multitud de peces hasta quedarse sin movimiento por su plenitud i que pocas horas despues vuelve adevorar con igual ansia, entónces lójos de en- contrar dificultad para creer que aquellos terrenos son un produsto animal, pa- rece que su cantidad es poca al pensar que son la obra de esos millones de aves por espacio de muchos siglos. A mas del salitre, del huano i de la sal comun en costras que se encuentra por todas partes, hai tambien en Tarapacá minas de sal gema; las principales estan situadas al sud de Iquique cerca de la caleta de Patillos; la sal que contienen aunque perfectamente blanca tiene a veces un sabor amargoso i no sirve para salar carnes. porque segun dicen en Chile, es débil; sin embargo los pescadores la em- plean allí para su comida i para salar pescado que venden despues en Iquique. En el interior se encuentra tambien el sulfato de soda pero en forma de escrecen- cias; a veces está acompañado del sulfato de magnesia formando una tierra blan- quecina que se emplea alli como purgante. En la cordillera de los Andes cerca del volcan de la Laguna se recoje alumbre que se usa para fijar los colores en los tejidos de Jana. Hai en fin un sinnumero de sales ya puras ya mezcladas con otras, o con materias terrosas de las que no se hace uso alguno. Desde mucho tiempo atras es conocida en Tarapacá una sustancia de color gris verdoso claro llamada alli «barro de Guatacondo»: el tacto, olor i sabor de ella i aun su consistencia la asemejan mucho a nueslro javon ordinario cuyo uso alli reemplaza sirviendo para labar lanas 1 aun la ropa. Me tenido la satisfaccion de traer algunas muestras de esta sustancia que he dado al señor Domeyko para que se sirva examinarilas. Los volcanes de Isluga, Olea ide la Laguna producen azufre bastamie puro que se usa para la fabricacion de la pólvora empleado en la esplotacion del salitre. En fin, al sudeste de Tarapacáen el primer cordon de la cordillera de los An- des se dice que se hulla frecuentemente el hierro metéorico en trozos bastante considerables. | Las minas de oro, plata i cobre parecen abundar tambien en Farapacá, pues pa- san de cincuenta las que se señalan como bastante ricas; sin embarso no conozco niguna que se trabaje con algun empeño ni llame la atencion por sus producios, A decir verdad, Huantajaya es el único mineral que ha sido bastante trabajado i que por sa pasada riqueza merece mencionarse. Huantajaya está situado al este de Iquique como a una i media legua de distancia de este puerto; su descubrimiento es mui antiguo i los grandes trozos de plata nativa i plata córnea que ha producido en tiempos anteriores le hicieron famoso. En la actualidad este mineral se encuen- tra casi abandonando; todas sus. antiguas labores se hallan broceadas por ha- ber llegado a esa roca verdosa, que se encuentra tambien en Chiñarcillo, Tres Puntas, Arqueros, ten casi todos Jos minerales de plata de Chile, interrumpiendo enteramente su beneficio. Otros trabajos han dado en agua, i la falta de capital i de conocimientos, unido al mal sistema de trabajo que se ha seguido, hacen mui difi- cil en la actualidad la continiacion de sus labores. Los antiguos dueños de este mineral seguramente por economia, hacian sus galerias mui bajas i angostas, no se 'Cuidaban Ge la facilidad de los caminos, i Jo que es peor aun, teman Ja costumbre de echar ios desmontes en: las labores que se broceaban, de modo que en la actuali- — 610 —= lidad seria necesario un costo inmenso para habilitar esos trabajos i darles la ventí- lacion 1 comodidad que exije un laboreo profundo. Los cerros de Huantajaya lienen de particular que su formacion es enteramente Cistinta de la del cordon de la costa en medio del que se encuentran. Prescindiendo de la costra superficial que cubre esta cadena, la roca que la constituye es una espe- cie de conglomerado atravesado por cruceros de sal comun que descansa sobre una roca semejante a lo que nuestros mineros llaman tertel; este se halla cruzado por guias de cuarzo con pirita ia veces de anfíbolo con hermosos cristales de óxido de fierro. Hai tambien una especie de roca pizarreña que se sobrepone a aquella i que contiene varias clases de calcedonias. La roca de fuantajaya es porftrica ia poca distancia de este mineral se ven Sus cerros ceñidos con esas fajas de diversos colores que caracterizan a los pórfidos estratificados. En la cadena de la costa predominau las gredas ferrujinosas que le dan un color rojizo, miéntras que cn Huantajaya el terreno es calcáreo i su color amarillo i verdoso lo hoce asemejarse mucho al panizo de Chañarcillo. La poblacion de Tarapacá no pasará de nueve mil habítantes, de los que tres mil viven en la costa ocupados de la pesca, carguio de buques i diversos ramos de co. mercio; las Salitreras tendrán una poblaciou de cerca de dos mil almas sin mas judustria que la esplotacion del salitre. El resto de la poblacion vive en los pueblos situados a la orilla de los mantiales de la cordillera i su ocupacion es la agricultura j el trasporte del salitre de las salitreras a la playa. La industria agricola se limita al cultivo de la alíalfa que es el mas jeneral ¡aun este es tan reducido que no alcanza para mantenerse la décima parte de los animales ocupados en el trasporte del salitre los que alimentan con cebada llevada de Chilé. En Pica se cultiva tam- bien la parra, la higuera i el granado que se producen perfectamente, hai allí tam- bien huallabas, pacayes i algunas verduras. En Huatacon se da el durasno, la man- zana i la pera, pero lan malas que casi no pueden comerse. En Quillagua a orillas del Loa se produce por sí solo el algarrobo cuya semilla es muí apreciada para man- tener animales; se cultiva alli tambien el maiz en pequeña cantidad, su grano es mui sabroso, pero áuro icon el cútis mui grueso. En realidad puede decirse que toda la industria de aquella provincia se reduce al beneficio del salijre, cuya esplo- tacion, trasporle i embarque produce una série de especulaciones mas que suficien- tes para ocupar a toda la poblacion. La estraccion de este artículo ha ido aumentando cada año, pero si se atiende a la facilidad con quese obtiene i a su subido precio en los mercados de todo el mun- do no se comprende porque su esportacion no pasa aun de 900,000 quintales al año, cuyo precio medio puesto a bordo es 17 reales, Como Tarapacá no esporta casi otro producto que salitre, un poco de bórax 1 alganas toneladas de huano que el Go- bierno permite estraer para el consumo interior del departamento de Moquegua, puede apreciarse su esportacion anual en dos millones de pesos, suma considerable si se atiende a su corta poblacion. Comerecios El principal comercio de aquella provincia es con Ghile de donde recibe maderas, cebada, harina, grasa, charqui, manteca i toda especie de comestibless de los que carece absolutamente; de Chile llevaban tambien hace pocos meses la mayor parte de las mercaderías estranjeras que allá se consumen; pero como últimamente se ha hecho a [quique puerto mayor, es probable las reciba directamente Ge Europa, Ta- ' — 611 — rapacá liene tambien un comercio considerable con Bolivia de donde compra coca, charquii animales para su consumo, aunque estos últimos i las bestias de carga para el salitre vienen de la República Arjentina. Jl resto de su comercio es con las demas partes del Perú que la proveen de arros, azúcar, chancaca, aguardienté, elc., etc”, i de algunas manufacturas de lana. Uno de los ramos principales de importa- cion en Tarapacá sen los licores; creo dificil haya en el mundo un pueblo que pro- porcionalmente consuma mas, i esta circunstancia es Lalvez el motivo mas poderosó que influye en la corrupcion de costumbres, atrazo intelectual ¡ frecuentes epide- mias que allí se notau, Esplotación del salitre. Esta industria encierra diversos tr:bajos de los que es necesario dar una idea para “apreciar su importancia i el estado de atraso en que seencuentran. Los establecimien- tos en que se beneficia el salitre se llaman parados i cada una está servida por un barretero, un cargador, un acendrador, i un fundidor; cada parada tiene una espe- cie de hornilla hecha con pedazos de esa costra caliza salada que cubre como he dicho ántes el terreno en que están las salitreras. La hornillasehace de manera que pueda recibir dos fondos de fierro que se calientan por un solo fogon; esto se losra poniendo al horno dos chimeneas i colocando los fondos de manera que cada uno viene a quedar situado entre el fogon i una de ellas. A“los lados del horno hai tres depósitos, o tinas de madera cuyo destino es el siguiente: una para tener agua co- ¡mun para el beneficio la que se saca de pozos; la segunda para recibir Jas aguas ¡madres que quedan de cada fondadada; j la tercera para recibir el liquido caliente al ¡salir de los fondos, despues de concluido el beneficio, en la que se deja un momento para que deponga la parte terrosa que contiene. Enfrente del horno hai una série de ¡bateas de madera cn número desde 6 hasta 10 de las que se pasa el líquido despues de haber estado en la tina anterior, Ultimamente se ha introducido el uso de bateas de fierro, que a la duracion reunen /a ventaja de no dejar filtrar la disolucion, lo que sacede frecuentemente en las bateas de madera, causando pérdidas considera- bles. Cada cinco o seis paradas tienen su fábrica de pólvora, la que se trabaja tan ¡oscamente que una libra de pólvora iuglesa tendrá la fuerza esplosiva de un quin- tp! de aquella. . ¡El beneficio comienza con el trabajo del barretero; este principia por cavar hoyos cuyo diámelro será como de un piéisu hondura igual al grueso de la capa de salitre en que trabaja. Como rara vez esla sale de la superficie, sino que jeneral- mente está cubierto con una costra dura de uua especie de conglomerado compuesto de yeso, sal comun, arena 1 piedras de diversos tamaños que allí llaman banco, el barretero se ve forzado a barrenar primero esta costra i cuando ella es mui espesa ¿la rompe con pólvora para descubrir así el salitre. Una vez que ha logrado atravesar ambas capas, procura, ya sea entrando en el hoyo que suele tener mas de tres varas de hondura, o bien sirviéndose do largas barretas, hacer en el fondo una especie de taza que llaman cola, la que se llena de pólvora, variando la cantidad de estas segun el grueso ¡ calidad de las capas esplotadas; pero el minimum es de tres quintales i el máximum solo veinte. En seguida se echa tierra 1 piedras por pequeñas porcio. nes, las que aprieta con nna pieza de madera sobre la que golpea con un martillo; esta operacion la continua hasta ilenar el hoyo. La esplosion se hace poniendo fuego a una guia que se ha tenido cuidado de poner en contacto con la pólvora por uno de sus estremos, saliendo el otro a la superficie, que es aquel por donde se enciende. A — La terrible esplosion que se produce trastorna las capas de salitre, la divide en gruesos trozos de los que el barretero separa el baneo i parte terroso con la cuña 1 el combo. Viene en seguida el cargador que trasporta en asnos el salitre a la para- da; regularmente los cargadores son “mujeres o niños. El aceudrador procede en- tónces a reducir el caliche a pedazos tanto mas pequeños cuanto mayor seau «soli- dez, teniendo cuidado de separar todas las materias estrañas. Entre tanto el fun- deador tiene ya caliente el agua en los fondos, i ayudado por el acendrador echa en ellos el caliche o salitre en bruto. La cantidad del calich.» que se pone, es toda la que los fondos puedan contener i por consiguiente su peso varia con su solidez; sin embargo puede apreciarse su término medio en diez i ocho o veinte quintales. El fondeador cuida del cocimiento i remueve continuamente con palas a propósito las materias; al cabo de seis u ocho horas de ebullicion principia a retirar los pedazos de piedra, banco i sal comun que siempre pasan, bota tambien el salitre que aun no se ha disuelto, ya sea por su excesiva solidez, o por estar saturada la disolucion; deja en seguida reposar nn momento el liquido aumentando mas aun el fuego para QUe disuelva el salitre que ha quedado en forma de pequeños granos mezclados con tie- rra i arena, i en seguida vacia con un valde el cocimiento en una de las tinas para que deponga el barro i se clarifique, de alli se pasa la diso ucion a las bateasen las que las deja cristalizar durante doce horas o mas: al cubo de este tiempo se retiran las aguas madres que se emplein en el beneficio siguiente ise recoje despues el salitre con palas, se le pone en montones i se le deja asi espuesto al sol para que se seque. Los principales inconveniéntes de este sistema son la gran pérdida de salitre que ocasiona; ella proviene de varias causas que reunidas dan por resultado que el salitre que se obtiene no.equivale de ningun modo al que se pierde. La primera de ellas es la clase de trabajo del barretero; esas cantidades monstruosas de pólvora producien- do esplosiones que elevan en el aire una multitud de grandes trozos de terreno ori- jinan tambien una pérdida enorme de salitre que reducido a polvo o a pedazos pequeños se desparrama por todas partes; las grandes masas de banco cubren de tal modo el terreno que al cabo de pocos dias sehace imposible continuar esplotándolo, 1 es necesario variar de localidad; de manera que casi puede decirse que para sacar cien quintales de salitre se pierden otros tantos; al ménos su esplotacion se hace tan dificil que se dejan asi abandonados hasta que la necesidad obliga a recurrir a ellos, i entonces es preciso un gran trabajo para separar los escombros 1 poder continuar la esplotacion. A mi parecer el sistema de trabajar frontones o labores subterráneas de las mismas capas de salitre. sirviéndose para ello del barreno, como en el laboreo de minas, evitaria casi en su totalidad este inconveniente. El acendrador pierde tambien una gran cantidad de salitre porque solo hace entrar en el beneficio el caliehe de mucha lei, botando todo aquel que contenga ménos de veinte por ciento de salitre; en fin. la pérdida que ocasiona el fondeador es aun mayor al botar los ripios 1 conchas cuva lei munca baja de diez a quince por ciento i que se pierden totalmente despues de haber hecho en ellas todos los costos del beneficio. Ultimamente un señor Gamboni ha tenido la idea de aplicar el vapor al beneficio: del salitre, i segun he oído. a personas que han presenciado sus experimentos, ese sistema tiene la ventaja de aprovechar aun el caliche de baja lei i los residuos que deja solo coutienen un dos o tres por ciento de salitre, de manera que evita las pérdidas anteriores con una economía de calor bastante notable. , Segun parece la idea del señor Gamboni consiste en aplicar directamente el vapor a una fuerte temperatura sobre el caliche colocado en grandes tubos cerrados que se pueden remudar; su ebjeto al hacer la operacion con una temperatura alta es el. disolver con rapidez el salitre 1 evitar le disolucion de la sal comun en cuanto sca a — 613 — posible, logrando asi obtener un salitre mucho mas puro. Este método tendria tam- bien la ventaja de evitar el pronto deterioro que actualmente sufren los fondos en que se hace el beneficio a consecuencia de la sal que se pega a sus paredes, perma- neciendo tan adherida a ellas que el único modo de desaparecerla es calentar el fondo estraordinariamente ¡ echarle en seguida agua fria; la compresion repentina que esperimentan las paredes del fondo a causa del cambio de temperatura hace romperse la costra de sal i facilita la estraccion; pero sucede muchas veces que el fondo se rompe al mismo tiempo, apesar de ser trabajados de fierro batido de exce- lente calidad. o Cuatro son las variedades de salitre bruto: 1.2 el blanco, cuya contextura es casi semejante al marmol; rara vez este caliche es puro, pues casi siempre le acompaña la sal comun; tiene el inconveniente de ser mui dificil su disolucion: 2.2 caliche blanco poroso; su contextura es semejante a la de lá azúcar molida; se disuelve con mucha facilidad, pero tiene el inconveniente de perderse casi todo en el momento de la esplotacion, i ademas su cvcimiento ofrece mucha dificultad para aclararse, pues no deja precipitar la parte terrosa sino al cabo de un largo rato, lo que orijina una pérdida de salitre que queda en el depósito mezclado con la tierra: 3.2 caliche achaincacado, su colur es semejante al de la azúcar prieta i su contextura es un tér- mino medio entre la de los anteriores; este caliche que es el mascomun es reputado tambien como el mas cómodo para el beneficio: 4.2 caliche canario, color amarillo ¡ mui hermoso i contextura igual al caliche blanco maciso; es el mas raro de todos; espuesto al sol pierde su color al cabo de algun tiempo i se vuelve blanco. Las des últimas especies contienen iodo en gran cantidad. Concluiré estos apuntes haciendo observar que, por conversaciones que he tenido con personas que han trabajado minas en la parte de la costa que se halla al sud de Tarapacá, es de creer que el salitre existo en el desierto. Una esploracion con este objeto, que podria abrir talvez a nuestro pais una nueva via de riqueza i prosperi- dad creo que seria mui poco costoso, pero para que sus resultados fuesen satisfacto- rios seria necesario que las personas encargadas de hacerla tuviesen un conocimiento perfecto de las localidades en que se halla el salitre en Farapacá, pues de otro modo es imposible formarse una idea de la clase de terreno en que esa sustancia se encuentra. -Í 19 MEMORIA : LEIDA ANTE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD, POR DON JOSÉ JUAN BRUNER, PARA OBTENER EL GRADO DE LICENC!'ADO EN DICHA FACULTAD. El cerebo de los animales 1 del hombre reducido a sus tipos fundamentales como símbolos de su funcion psicolójica. PARTE PRIMERA. MORFOLÓJIA DEL CEREBRO. 8 1. El órgano cerebral se parte morfolójicamente en tres secciones, cuyo órden de adelante para atras es el siguiente: el cerebro anterior, es decir, los hemisferios grandes con el cuerpo estriado; el cerebro medio que se compone de los tálamos, | cuadrijemelos, hipofisis i cuerpo pincal; i el cerebro posterior, es decir el cerebelo con el puente de Varolio. Esta division léjos de ser artificial es mas el desarrollo espontáneo del proceso morfolójico en el embrion, como tambien la diferenciacion biolójica durante toda la vida del individuo. Al profundo Carus pertenece el mérito de haber percibido i pro- nunciado primero aquella division objetiva. Pero ademas de estas tres secciones se hallan en el recinto cranial otras dos for- mas que esepreciso distinguir para evitar confusiones en el estudio fisiolójico del ce- rebro. Una de aquellas formas es la médula oblongada que con injusticia se conside- ra como parte del encéfalo, i la otra es una masa nerviosa que no ha sido delermi- nada hasta ahora i que yo llamaré miéntras tanto el cerebro fundamental, pues es el 015 — findamento material de donde surjen las tres secciones arriba mencionadas. Para convencernos de eso es preciso tomar el camino jenélico. El primer rudimento del cerebro en el embrion es, como todo el mundo sabe, la culata nerviosa que forma la estremidad superior del eje medular. Esta culata ner- viosa es el cerebro fundamental, no el sentido comun de que ella se trasmude poco a poco en las partes encefálicas para desaparecer despues como tal en el curso de la evolucion, sino ella es el terreno jenerador, el quedespues de haber desarrollado de sí dichas secciones, queda como parte integrante al lado de ellas, con igual dere- cho su funcion: particular i presente toda la vida del individuo. La culata nerviosa siendo la última estremidad superior de la médula [embrional es tambien el eséremo de la vida refecto-moloria, lo que desde luego se torna en su oposicion, por medio de cruzamientos de sus cordones, ise lrasmuda en una fun- cion superior—i es como veremos mas tarde. $ 2. Miéntras que la culata nerviosa aparece como una parte intrinseca del órga- mo cerebral, es la médula oblongada, sin embargo de ser un sitio en la cavidad del cráneo, enteramente distinta del cerebro i pertenece a la médula espinal. Si su si- tuacion analómica ha equivocado a los anátomos acerca de su verdadera naturaleza, su orijen jenérico no era ménos apto a seducir a los embriólogos, a confundir igual- mente esta estremidad medular con el cerebro verdadero. Empero, su situacion co- mo su orijen son tan solo una «apariencia. Pues su esqueleto huesoso, el hueso basi- lar con su prolongación condiloidea, es una verdadera vértebra i esencialmente dis- tinta de los elementos morfolójicos del demas cráneo, i esta vértebra curresponde de la misma manera a la médula oblongada, como cualquiera otra vértebra al peda- zo de médula espinal que encierra. Por otra parte se verifica el orijen embriolójico de la médula oblongada sobre un lugar transitorio de la médula espinal, entre la última i la culata primiliva. $ 3. Es esqueleto de la medula oblongada es una verdadera vértebra, en cuya virtud se distingue esencialmente de los elementos del cráneo. Estos últimos sin em- bargo de la venerable autoridad de Goethe, Oken, Garus, Dumeril i Blamviile, no tienen para mi ninguna identidad con las formaciones vertebrales, o si la tienen, es est asemejanza lan repercutida i perecedera, como lo es la analojía catre la mé- ¡ dula espinal ¡ el cerebro, o entre la funcion excito=motoria i la vida intelectual. ¡Siendo este esqueleto una vértebra, debe tener necesariamente una lorma anular, que ella 10 hr sido hasta ahora determinada por los análomos. Segun mis observa- “ciones en los cubritillos, es aquel efectivamente, un anillo perfectamente cerrado, a bajo por la parle basilar, a los lados por las partes condilordeas, las que conti ¡nuándose para arciba, se unen por una especie de «simphisis ossium condiloideo- ¡rum» para formour el arco i cerray cl aniilo, cayo hueco es el «forumen magnun » El'arco superior está en el cabritiilo Lodavia perfectamente separado de la plancha occip.t 1, i todo este anillo vertebral se deja aistar del cráneo con mucha facilidad, ly que demuestra su independencia del último de una manera mui instructiva. —Enm los animales adultos, cuyo cráneo tuve la ocasion de cxaminar, en €l perro, ga- lo montés de Chile, en algunas áves i peces i en el hombre adulto, el arco superior se uue i amizima perfectamente con el hueso occipital, aplastándose i borrando la separacion primitiva. En el cráneo de un chanchito de quince dias de edad, el es- tremo superior de cada hueso condiloideo se junta con el lugar correspondiente del márjen interior de la plancha occipital, de modo que el arco aparece cerrado por la ¡parle media de dicho márjen. En el cráneo de un perro cazador nuevo, que observé tambien, la vértebra condiloidea-basilar se deja separar perfectamente del hues occipital, pero su arco superior tampoco está cerrado en la simíisis condioidea pass se interpone aqui una Luga prolongación del mismo hueso occipital. a De todo modo vemas con este anillo sa tipo vertebral sumamente claro, ¡podemos decir. que no es otra cosa que la vértebra espinal, que se ha insinuado en la com= | posicion morfolójica del cráneo—, un elemento estraño que forma la cadena entre | la columna raquidiana i el involucro huesoso del cerebro—, asi como la médula oblonzada, que descansa en esta vértebra, es el elemento intruso en la morfolójia del órgano encefálico. $ 4. Entre los embriólogos es principalmente el célebre C. J. W. Bischoff de Heidelberg, quien con Baer considera la tercera celdilla cerebral primitiva (drilte primitive Hirnzelle) por la unidad de médula oblengada i cerebelo, cuya unidad se trasmuda en estos dos órganos por una separacion divisoria; (Entwickelungs ges- chichte der Sauegethiere u des Menschen 1842), lo que incluye tácitamente, que la médula oblongada es una parte integrante del encéfalo. Pero este varon mismo ha observado, lo que yo he verificado muchas veces en los embriones de los gatitos, que el cerebelo se forma. por medio de dos hojaz delgadas, de las cuales cada una brota del correspondiente lado de la «tercera celdilla,» continuándose hacia arriba para unirse ambos en forma de bóveda, miéntras que la celdilla misma queda en calidad de méduia oblongada.—VYemos asi que esta celdilla, es decir. la tercera hin- caazon que efectivamente no es celdilla sino simplemente un canal abierto arriba. es la médula oblongada embrional; i el cerebelo por su parte, léjos de formarse por una division morfolójica de la primera, es mas que un nuevo brote de sus lados ¡ pertenece tan poco a ella como las dos hinchazones siguientes. Si, pues, la médula oblongada es una formacion separada, que no tiene nada que hacer directamente con el cerebelo, i siendo ella visiblemente el estremo canulado de la médula espinal: no debemos hesitar un momento, para pronunciar que pertenece al órgano raqui- diano. S 5. Pero lo que mas demuestra la diferencia entre el órgano cerebral i la mé- dula oblongada, como la identidad de esta última con la médula espinal, es la na- turaleza biolójica, la funcion excito-motoria de ambas en frente dela actividad ideal de las formas cerebrales. Las convulsiones producidas constantemente por toda irritacion, sea mecánica sea medicamentosa (con estricnina etc.) de la médula oblongada son exactamente idén- ticas con las que se provocan por medio: de la médula espinal, miéntras que el ce rebro verdadero nunca manifiesta semejantes fenómenos. Los órganos cerebrales, como todo el mundo sabe, no producen por si ni Ja mas leve huella de convulsiones; i donde las han producido —como por ejemplo, en los espcrimentos de Hourens sobre los cuerpos bi-i cuadrijeminos (Recherches experi- mentales sur les propriétés et les foncions du sisteme- nerveux Paris 1842, páj. 43 1 seq.) era probablemente en consecuencia de la lesion involuntaria de los elementos copino-medulares que entran en aquellos cuerpos; pues en sus esperimentos cot:se- cutivos (páj. 142) no menciona mas tales «trémoussemens convulsives generales» ¡ Heriwig al repetir los esperimentos de Hourens tampoco pudo producir convulsio- nes por medio de los cuerpos curdrijeminos (Muller Phisiolojie 1844, T. 4. páj. 724); i aun yo mismo en una serie de esperimentos en el cerebro del sapo jamas podia pecibir indicio alguno de convulsiones mi por la lesion de los hemisferios, mi del mesencéfalo ni de la venda transversal que representa el cerebelo—miéntras que el mas suave tocamiento con la aguja sobre la médula oblongada debajo de la venda (ventrículo cuarto) era constantemente acompañado de vivas vibraciones en los mús- culos correspondientes. Ya que hemos escluido la médula oblongada del verdadero cercbro, podemos vol. ver a la esposicion del último. a lo TI, EL CEREBRO FUNDAMENTAL, ENCÉFALO PRIMITIVO O PROTENCÉFALO. S 6. Por,las indagariones antecedentes resulta que el cerebro se divide no en tres sino en cuatro secciones esencialmente distintas entre si. La primera seccion, que al principio aparece en forma de culata como la única masa encefálica todavia, ha sido denominado por nosotros cerebro fundamental o para indicar sá prioridad fenomenal en la evolucion del cerebro-protencéfalo, (de preton i enkepbalon.) Es la parte primitiva que espele de su sustancia las demas i permbnentemente a ellas se refiere, pero tambien es la mas rudimentaria e incompleta, cuya actividad funcional es tan vaga como su forma es indeterminada. Es preciso qne establezcamos su existencia en la serie de los animales para en- contrarla mas evidente en el hombre. Pero ante todo es preciso pronunciar como lcijeneral, que toda masa nerviosa en el cráneo que distintamente no pertenece ni al cerebro anterior ni medio ni posterior, i por fruta de funcion excito-motoria se escluye de la médula oblongada, constituye el verdadero cerebro fundamental. En la serie de los animales vertebrados se ve como enel desarrollo embrional, una relacion inversa entre la masa protencefálica i las otras secciones cerebrales lo que arroja mucha luz sobre la psicolojía de ellos, siendo al mismo tiempo la causa de que en el cerebro humano aquella masa resalte tan poco a la vista en calidad de un órgano separado. Entre los peces veo, en la Chimarca gallorinchus llamada pejegallo en la costa de Coquimbo, la base del cerebro formada por una columna nerviosa sumamente gruesa que se estiende como continuacion de la médula oblongada desde la rejion: del ventriculo cuarto hasta perderse en la venda ténue de que hablaremos mas tar- de. Su unidad inmediata con la médula oblongada pudiera hacer considerar a esta columna por una continuacion de la última. Pero esto es aparente, pues su funcion es esencialmente distinta, las irritaciones mecánicas no producen en ella ninguna reflecto-motoria (convulsiva), lo mismo que sucede, por ejemplo, con el cerebelo que, sin embargo de ser por su parte tarabien una continuacion directa de la masa protofrénica como medular, es mui diferente de ambas en su tipo i funcion.—La columna nerviosa, pues, de que acabamos de hablar, es el protencéfalo, el cerebro sensitivo del gallorhinchus. En el temblador de la costa de Caquimbo (Teja torpedo) veo por debajo de la médula oblongada sumamente hinchada la sustancia medular continuarse sólida- mente hasta el quiasma de los nervios ópticos, para perderse por encima de él en el cerebro anterior (hemisferio impur). Este tracto protofrénico, sobre cuyo dorso aparecen montadas las demas secciones cerebrales (de que hablaremos despues) es el único órgano que tiene la significacion de nuestro protencéfalo. En el cerebro de los arafibios mantiene el protencéfalo la misma relacion senci- Ja como en los peces, por lo ménos en los individuos de esta clase que yo he tenido la oportunidad de examinar, no he encontrado diferencia notable. En las aves tiene el protencéfalo—ademas de su fundamento lonjitudinal a seme- janza de los peces i amífibios—otras partes que le pertenecen. Asi la comisura ante- rior i el rudimento calloso en los hemisferios, la comisura posterior entre los tála- mos, en fin Jos cordones de la médula oblongada ad cerebellum son pedazos perle- ¡hecientes al cerebro primitivo. S 7. Por la rápida revista que hemos hecho en la serie de los animales llegamos a entrever que en los mamiferos particalarmente en cl hombre el protencéfalo léjos de ser un órgano circunscrito i determinado, es mas bien una masa dividida en -— 618 — pedazos por el desarrollo grande de los demas órzanos cerebrales, en pedazos que se han insinuado en la estructura de dichos órzanos encefálicos, penetrando i en- trelazándolos de una manera que del punto de vista empírico es imposible determi- nar sa luzar. En verdad, el protencéfalo, siendo la estremidad sensitiva (culata) de la médala oblongadw i al mismo tiempo el suelo productor de los demas órganos cerebrales, queda despues de que esos últimos se hayan formado como un lazo orgánico, como una sustancia intermedia no solo entre médula ¡ órganos cerebra- les sino aun entre estos últimos i sus partes subdivididos. De este modo los crura medullae blongatae ad cerebellam, ad hemisphaeria, ad corpora quadrigemina, ad thálamum, los crura cerevell¿ ad corpora quadrigemina etc., aun todas las comisu- ras, como la de los tálamos, tambien el corpus callosum que es para mi la últi- ma estremidad del protencéf lo rebotada para arriba i atras en virtud del inmenso 3 particular desarrollo de los hemisferios etc., en fin todos los cordones intermedios que ligan un órgano cerebral con el otro, todos estos elementos léjos de pertenecer a dichos órgaros consecutivos, i léjos de tener la funcion refiecto-motoria de la médula oblongada, son mas bien los pedazos quebrados del proteneéfalo, de aque- la culata primitiva que se ha dividido í repartido en los demas órganos cerebrales para revestirlos de su naturaleza sensiliva. S 8. La adquisicion para no decir el descubrimiento de un nuevo órgano cerebral que no ha sido establecido por nadie hasta ahora promete arrojar torrentes de luz sobre la fisiolojía del encéfalo; i la idea de Condilac introducida despues de la psi- colojía moderna, de que todas las facultades intelectuales se desarrollan de la sensa- cion, tiene su indeleble fundamento en la morfolójia del cerebro, donde todas lis partes encelálicas (hemisferios, cerebelo, tálamos ete.) se forman de la cuiata proto- frénica, órgano de la sensacion. El cerebro primitivo es el verdadero sensorium comune, el punto de reunion de todas las sensaciones del cuerpo o mas bien el reflejo sensitivo de todos los procesos. Los incitamientos espontáneos o artificiales de cualquiera parte del organismo, si alcanzan a reflejarse en el cerebro, llegan a sentir tan solo en el protencéfalo. Los demas órzanos centrales del sistema nervioso pueden tambien llegar a la percep- cion de aquellos incitamientos, pero ninguno de ellos los percibe en la moralidad de una sensacion: la médula raquidiano-oblongada sin sentirlos, los trasplanta inme- diatamente en movimientos. los hemisferios, los tálamos ¡ el cerebelo los percibe bajo una forma adecuada enteramente especifica, la que estudiaremos mas tarde en la parte biclójica. : IN. EL CEREBRO MEDIO MESUNCÉFALO U ÚRCANO MESOFRÉNICO. S 9. Mui luego despues de que la culata protofrévica se hr formado en el em- brion, se observan sobre su superficie superior, tres elevaciones suaves colocadas en direccion lonjitudinal, las que han sido llamadas, como es sabido, ganglios O celdillas primitivas. De estos tres ganglios ha sido interpretado el primero o poste- | rior médula oblongada i cerebelo, el segundo o medio por ganglio Cuadrijemelo 1 el anterior o tercero los rudimentos de los hemisferios. Pero esta interpretacion no es enteramente exacta. Pues el ganglio posterior como ya hemos visto noes sino la médula oblongada sola, i el cerebelo que es uva formacion nueva, no existe todavia. Lo mismo sucede con el cerebro grande, éste tampoco existe aquí. todavia, sino se desarrolla mucho mas /arde, en forma de un brote sobre la pared antertor de la ter- cera celdilla, es por consiguiente una formacion nueva que no existe todavia como tai en li dispasicion Iriganeliar arriba indieuda. El tercer gang), despues de ha= — 619 — berseo elevado sobre él la celdilla hemisférica, una celdilla nueva que se Mama la cuarta, no por division de su sustancia sino por una produccion nueva de masa nerviosa, el tercer ganglio, digo, se trasmuda en el curso del desarrollo en los tála- mos, por consiguiente pertenece con tanta justicia al mesencéfalo, como la celdilla media. De este modo se compone el mesencéfalo ya desde su oríjen de dos ganglios, del anterior i medio; miéntras que el ganglio posterior es la médula oblongada sola, ¡vel órgano hemisférico se forma de una celdilla cuarta, i por fin el cerebelo se desarrolla de un nuevo brote que todavía no existe. $ 10. La seccion encefálica que emerje primera, despues de la culata sensitiva 1 sobre su dofso, es por consiguiente el mesencéfalo. Su forma prototípica es la divi- sion ¿inmediata en dos partes (ganglios) en cuya virtud este órgano se distingue ya desde el principio de los demas órganos cerebrales, del cerebro anterior como poste- rior los que, como veremos mas tarde, forman esencialmente una masa enlera no dividida. Sin duda qne la division simétrica de los órganos cerebrales en dos mitades late- «rales (dos hemisferios, dos tálamos, dos cuadrijemelos) no viene aqui en considera» cion por ser proceso subsecuente ide significacion enteramente distinta. Cuando el mesencéfalo ha alcanzado su completo desarrollo, presenta un conglo- 'merato de partes morfolójicas siguientes: los cuerpos cuadrijeminos, los tálamos, el «cuerpo pineal, el quiasma con sus tractos óplicos, el tuber ceniziento, la hipófisis ¿con el infundibulo. Vemos asi que este órgano cerebral a medida de su dessarrollo, manifiesta con “creciente decision su tipo esencial, su tendencia vejelativa de separarse en una multl- 'titud de elementos morfolójicos; i sí nos fijamos detenidamente en esos últimos, ob- ¡servamos en ellos una seprracion tan completa que la única conexion orzánica que los sostiene unidos es un lazo enteramente estraño—los cordones de la médula oblonzada, o mas la sustancia dal protencéfalo. Aun hai mas, la multiplicidad ca racleristica del mesencéfalo aparece en algunas partes pujada al estremo de rom.- ¡perse casi la continuidad anatómica como en la glándula pincalis cuya coherenci Pathke i Reichers parece que la hipófisis se forma deesdy el principio fuera de toda roherencia con el mesencéfalo, con el cual mas tarde se une por medio de un brote infundibulilorme. Esta multiplicidad morfolójica que como vemos, constituye la intima naturaleza lel mesencéfalo, es mas o ménos comun a todos los animales vertebrados.— En al- junos peces, como.en la muraena angilla en que los anátomos consideran por me: encéfalo tan solo uno. o dos pares de ganglios, se deben mas bien segun mi inten- son considerar como perlencciente al sistema mesencéfalo cuantos ganglios se en- 'tuentren entre el cerebelo impar i el ganglio par olfactorio (anterior), quedando in calidad de cerebro anterior únicamente el último, el que da orijen al nervio de fato.—En la Ghimarea gallorhinchus, cuyo cerebro segun mis indagaciones se- ¿Hústinguen por una venda lonjitudinal sumamente larga que une el cerebro anterior ¡or una parte del cerebelo i huecos en su interior, 2.2en cada hueco de estos se 680 — brotando de la masa medular (cerebro primitivo) que se continúa por toda la lomji-: tud del primero, aparecen de adelante para atras de las demas partes, 3.2 el quias- ma de los nervios ópticos en forma de una intumescencia sobre la venda lonjitudi- nal la que compuesta de dos vendas paralelas se dirije a los hemisferios. Este par de vendas excesivamente largas pertenecen al cerebro primitivo i corresponden a los pedúnculos cerebrales del hombre, 4.2 tras del quiasma aparece un ganglio cordi- forme con su ápice hacia atras (infundibalo?) i un poco mas abajo, 3.2 un ganglio oblongo sólido que descansando sobre una fuerle hondura de la base cranial tiene la significacion de glándula pituitaria. Que efectivamente todas esis. partes arriba mencionadas pertenecen al sistema mesencefálico lo demuestra tambien el orijen anatómico del nervio óptico quees el verdadero sentido del cerebro medio. Suele. este nervio tomar su orijen, por medio de tractus nervorum opticorum, de los cuerpos cuadrijemenos, de los tálamos, del cuerpo jeniculado interno, del tuder ceniziento (Lall, Santorini, Treviranus) aun tambien de la terna como lo ha visto Aimé Mathei en dos hombres (Hildebrandt Anatomia por Weber.) La armazon huesosa del mesencéfalo es el esfenoides (cuerpo a las mayores i me- nores) con las planchas bregmáticas. Si la union de estos huesos se quiere llamar vena vértebra, entonces será ella la vértebra del cerebro medio. $ 11 El mesencéfalo como forma morfoléjica no tiene todavia ninguna estructu- ra jeneral, Toda su sustancia no es mas que una masa celulosa contenida por un fluido viscoso homojéneo citoblástico. Asi lo encontramos en el primer desarrollo del embrion. El tejimiento delallado, la histolojía, el ornamento práctico de la ar- quitectónica morfolójica, nos ocupará en la parte segunda de esta disertación. Lo que viene aqui en consideracion no es mas que la forma en jeneral, la forma simbólica para la funcion penetrativa, la disposicion artistica para decirlo asi en sus contornos esteriores arquitectónicos igual a una estátua de mármol, donde la calidad interna fisical de la masa desaparece en la totalidad práctica de su siynifi- cacion ideal. $ 12. Las partes del mesencéfalo habiéndose formado separadamente como brotes /|'" aislados sobre la superficie de la culata protofrénica, para formar despues un grupo de unificacion, no tienen este punto de union en sí mismas, i representan de «este modo una periferia fracturada en pedazos a quien le falta el centro orgánico, pues lo que se pudiera considerar por centro, la culata sensitiva, es un Organo estraño no les pertenece a ellas como tales. Cada parte del mesencéfalo se halla separada 1 fuera de la otra, no solo de un modo mecánico sino aun orgánicamente, no solo en el espacio sino en el proceso. Pero como cada parte está fuera de su centro que no existe, ¡ el centro es el verdadero Yo, el verdadero si-mismo de la circunferencia, por consiguiente se puede decir, que no solo todo el conglomerado mesencelálico en jeneral está fuera de su mismidad central, sino cada parte del órgano está fuera de si. De este modo toda la naturaleza orzánica intima del moesencéfalo es penetrativas mente un fuera-de-sí, un enajenamiento interior de sí mismo una circunferencia quebrada al rededor del protencéfalo que es el centro estraño. S 13. El proceso formador vejetativo, cuyo permanente resultado es el órgano anatómico, debe tener por consiguiente una direccion adecuada, igual a la fuerza creadora de un cristal, cuya intima naturaleza es la de dejarse partir al infinito. Todo el proceso morfolójico del mesencéfalo es fracturado en sí (sit venia verboYi con esta su calidad se vierte i realiza en formaciones que necesariamente tienen que aparecer en formas aisladas, separadas i conglomeradas. Si el proceso vejetativo del mesencéfalo no fuese fracturado en si, si no se sub- dividiesc en muchos puntos saltantes sobre la sustancia de la culata protencefálica, 1, E AS no brolaria el órgano en forma de ganglios separados, sino en forma de una masa entera compacta, como la de médula espinal o el cerebro anterior. Si cada parte mesofrénica no tuviese esa indole de estreneidad interna, repulsiva hácia sí propia, no se mantendrian entre sí en la absoluta separacion, sino se juntarían todas inconteniblemente en una masa compacta por medio de su mismo proceso morfolójico—iguales a los átomos hipotéticos de la «Fisica» moderna a quienes fal- tará la repulsion. La importancia simbólica de la forma conglomerada de este órgano para la fun- cion intelectual surjirá en la parte fisiolójica de esta disertacion, Sigamos adelague. MÍ. EL CEREBRO ANTERIOR: EMPROTENCÉFALO, ÓRGANO HEMISFÉRICO O CEREBRO GRANDE. $ 14. Sobre la pared anterior del talamo rendimentario i de la sustancia prolo- frénica se levanta gradualmente una celdilla hueca que luego se divide en dos par- tes laterales por un hundimiento lonjitudinal. Este es el rudimento del cerebro an- terior en el embrion. El hundimiento linear proviene de que la sustancia-madre protofrénica se queda atras en su vejetacion, miéntras que la verdadera masa em- prostencefálica sigue creciendo rápidamente en todas direcciones, para tomar la for- ma constante de hemisferios. La sustancia protofrénica, que queda como un elemento intruso entre los hemis- ferios, crece gradualmente para arriba atras i abajo, describiendo asi un medio cir- culo, determinado por el crecimiento particular globoso de los últimos—i repre- “senta a aquella arcada ligadora de los hemisferios, que la anatomia de un modo Poco arquitectónico ha denominado «corpus callosum.» En el interior de cada he- . | misferio hueco, se encuentra un ganglio, una especie de centro orgánico—el cuerpo estriado. Miéntras que la circunferencia superior se desarrolla en circunvoluciones, "revienta el hueco del hemisferio en su rejion posterior, i los ventrículos ántes per- fectamente cerrados se abren para afuera. Una vejiga nerviosa, partiéndose en dos elipses huecas, que despues revientan por dehiscencia, hé aqui todo el tipo fundamenta) del cerebro anterior. $ 15. En la serie de los animales vertebrados, donde las fases del desarrollo del “cerebro humano, están repartidas entre las clases i familias, aparecen los hemisfe- rios por primera vez huecos en los Plajiostamas (Squalus, Chimaera.) En el tembla- ¡dor de Coquimbo, cuyo cerebro anterior constituye un globo único no dividido 'en hemisferios no distingo cavidad alguna ni por consiguiente cuerpo estriado. En Ma Chimaera gallorhinchus cuyos hemisferios están unidos con el resto del encéfalo por medio de un par de vendas sumamente largas, los ventrículos están abiertos por detras, ¡en la apertura redonda de cada uno veo un cuerpo estriado que sobre- sale para afuera en forma de una eminencia globosa de color blanquisco-ceniziento. Entre los amfibios tiene el sapo en cada hemisferio su ventrículo oblongo con in. dicio fino de cuerpo estriado, cuya superficie como la de todo el ventriculo mani- «fiesta bajo el microscópio movimientos rotativos por medio de cilios. Entre las aves chilenas que he examinado en 1848 los hemisferios del queltegiúen i de la loica no tienen como veo en mi libro de apuntes, ninguna cavidad, ni por consiguiente apertura posterior. Habrá habido aqui una equivocacion? $ 16. En los mamiferos superiores i particularmente en el hombre, donde los hemisferios por su excesivo desarrollo cubren, como todo el mundo sabe, a los tá- ¡lamos cuadrijemelos i aun a la mayor parte del cerebelo, la pared posterior reven- 13 — 682 — table en virtud del crecimiento de las circunvoluciones, está empujada para abajo' i adelante trasmudándose en una pared inferior, 1 llega de este modo a hallarse acostada exactamente encima de los tálamos. Si, pues, aquella revienta: el respectivo ¿Qlamo queda situado en el interior de la misma cavidad, i toma la apariencia co. mo si fuese igual al cuerpo estriado, un producto de la misma base de ventriculo i perteneciese al cerebro anterior. Esta apariencia ha introducido en los libros de anatomia humana el gran error de tratar de los tálamos como de una de ias partes de los hemisferios que se hallan depositados en los ventrículos laterales, un error que desconoce absolutamente a la naturaleza jenélica del objeto. Me parece que era Gall el que ha seducido a los su- cesores llamando a los tálamos ganglios posteriores del cerebro grande, en referen- cia a los cuerpos estriados que eran para él los ganglios posteriores. Solo la anatomia comparada i la embriolojía son los verdaderos faros para la morfolójia humana. $ 17. Que el ventrículo lateral en los mamiferos i en el hombre es primitivamen- te una cavidad perfectamente cerrada, i que la dehiscencia es un proceso consecu- tivo, i que en fin los tálamos no pertenecen a los hemisferios: todo eso. lo podemos estudiar en el cerebro del gato de un modo sumamente satisfactorio. Para esle fin me sirvo del cerebro de un gatito de pocos dias de edad, que conservo preeisa- mente en una solucion acuosa de ácido crómico. La sustancia encefálica sin perder nada de su estructura adquiere por este medio una dureza i consistencia tal que se deja manejar i cortar con suma facilidad. Si, pues, se separa un hemisferio por su tajo perpendicular aplicado sobre la lonjitud del cuerpo callo i continuado por entre- medio de los dos septos pelucidos hasta la base, ¡ se lo examina del lado del septum que es la verdadera pared interina del ventrículo; se ve claramente el pedúncalo del cerebro continuarse hácia el ventrículo en forma de una columna (protofrénica) la cual despues de haberse internado entre el tálamo i el cuerpo estriado, se estien- de en una verdadera membrana. De aqui se propaga esta membrana nerviosa para atras, se acuesta sobre el tálamo í forma asi la pared inferior integra del ventriculo. Por encima de dicho tálamo se continúa ella hácia atrás hasta perderse en la masa hemisférica que constituye la pared superior o la bóveda del ventrículo. Para afuera se continúa esa misma membrana en la cola del ¿uerpo estriado, miéntras que para adentro se adelgaza formando el septum pellúcidum, cerrando completamente el ventriculo en union con la masa correspondiente de corpus callosum. Donde la pared posterior, (es decir, la membrana separatoria. entre ventrículo i mesencéfalo) se levanta entre el tálamo i cuerpo estriado, se observa la estria cón- nea, que tiene su sitio adentro de la cavidad i pertenece por consiguiente al siste- ma hemisférico. $ 19. De este modo representa el hemisferio una cavidad completa cuyo techo i bóveda es la masa hemisférica propiamente dicha, cuyo suelo es el cuerpo estriado junto con la membrana pasajera que descansa sobre el tálamo, cuya pared interna por fin, es el septum pellucidum. Esta cavidad completamente cerrada, que escluye de si al tálamo entregándolo al entrespacio que existe entre el mesencétalo i cere- bro anterior, nos dite con su idioma orgánico que el tálamo no pertenece al siste= ma de los hemisferios. Reventada la membrana separatoria se resorven sus márjenes cuyo resto interno, una estría lonjitudino-horizontal queda probablemente para la formacion del fornix (voúte a trois piliers); miéntras que el tálamo, descubierto por la membrana rota;í resorbida, llega a encontrarse en el interior de la caverna hemisférica. $ 19. La prolongación directa de los hemisferios para afuera, son-los nervios olfictorios 1 estos son por consiguiente los órganos de sensacion del cerebro am- terior. e 683 — El esqueleto que corresponde a los hemisferios son los dos huesos frontales los que despues se unen 1 amalgaman, miéntras que el hueso cribriforme es la armazon de los olfaclorios. 1V+ EL GEREBRO POSTERIOR OPISTENCÉFALO, EL ÓRGANO OPISTOFRÉNICO. $ 20. La forma total del cerebro posterior es distinta de la mesencéfal i de los hemisferios. Miéntras los últimos representan un par de globosíhuecos centro-perifé- ricos, i el mesencéfalo por su parte un conglomerado periférico sin centra: presenta ¡el opistencéfalo un anillo completo, cuya parte superior aparece hinchada i se lla- ma cerebelo, cuya parle inferior es el puente de Varolio con los «crura cerebille ad pontem», 1 por cuyo hueco pasa la médula oblongada para perderse en la formacion - Me la masa rudimentaria del encéfalo, la que hemos llamado cerebro fundamental. Sobre el ventrículo cuarto de ambos lados de la culata protofrénica brota el ¡cerebro posterior en forma de dos lamelas que uniéndose arriba constituyen un ar- co nervioso. Pero este arco no es mas que la mitad superior del anillo total, cuyz mitad inferior se forma al mismo tiempo en el interior de la masa prontencefálica, De este modo manifiesta el opistencéfalo ya desde el principio que su forma prototí- pica, la forma de su esencia es el círculo. Aun en los amfibios sin escama en los cuales el cercbro aparentemente no es mas que una simple venda transversal sobre el ventrículo” cuarto, no se deja «desconocer la forma circular. Por lo ménos en el sapo donde he perseguido esta ma- teria bajo el microscópio, pude convencerme dest verdad. Aqui la venda transversal ¿no es el único elemento cerebélico: pues en el interior de la masa |]medular que for- ma el suelo del ventriculo cuarto encuentro un tracto espeso semicircular de cilin- ¡dros nerviosos que, pasando transversalmente por entre las fibras lonjitudinales de la médula, se prolonga por ambos lados en la venda cerebélica ¡asi unido con ella forma un círculo completamente cerrado, en cuyo hueco está el ventrículo cuarto. Por un examen mas detenido veo que aquella venda ¿ntramedular ademas de cerrarse en forma de anillo para representar un verdadero puente de Varolio escondido, liene tambien otras fibras que despues de cruzarse continúan Jonjitudinalmente poe toda la médula oblongada i espinal. ¿Estos cilindros lonjitudinales pertenecen a la ''médula espinal o son el mismo cerebelo, prolongado hasta la cauda equina? Mas ¡tarde lo contestaremos. S 21. La forma prototípica del cerebro posterior sin perder su esencia se modili- ca en los animales superiores i en el hombre por un desarrollo prominente de cier- tas partes del anillo. Su parte superior se hincha en un boton, el cual encojiéndose en circunvolaciones i partiéndose en secciones subordinadas constituye el cerebelo propiamente llamado asi. La parte inferior se desarrolla i abulta gradualmenle en la serie de los amimales tanto hasta que sobresale de la médula, presentándose en forma de puente de Varolio; miéntras que los lados del anillo quedan como crura cerebelli ad pontem. Este es el modo mas correcto, me parece, de interpretar las partes del cerebro posterior, reduciéndolas a la forma circular, una forma cnya importancia simbólica para su funcion. invadirá con fuerza indeclinable a nuestro espiritu, como nos Ocu- pemos conla fisiolojía del órgano en la parte segunda de esta disertacion. La forma circular aclara al mismo tiempo el misterio que envuelve el orijen del nervio acústico. Pues este nervio que es el verdadero sentido del opistencéfalo tomó su oríjen no del cerebelo mismo, sino del suelo del ventrículo cuarto i parece tener — 684 — su fuente anatómica en la médula oblongada. Pero este orijen es aparente, pues aquel suelo del ventriculo, aquella médula oblongada no es efectivamente mas que la parte opistencefálica escondida en el cordon medular. Queda asi resuelta la con-- tradiccion de que el acústico no emane de su órgano central, miéntras Jos demas nervios de sensacion (óptico i olfactorio) parten visiblemente de sus órganos res- pectivos. : El esqueleto del opistencéfalo se compone de la planchu occipital (os occipitale escluyendo el basilar) i de los huesos temporales (os squamoso-mastoideo-temporale) destinados al sentido acústico. Concluirémos aquí la morfolójia del cerebro, dejando la esposicion psicolójica como resultado absoluto de sus formas para someterla en breve mas estensamente al ecto juicio de la Facultad Médica de esta Universidad. UNIVERSIDAD DE CHILE. Santiago, noviembre 12 de 1855. Señor Ministro: La Comision encargada por el Consejo de la Universidad de proponer la adjudi- | cacion del premio de 1.000 pesos, decretado por el Presidente de la República al autor, nacional o estranjero, del mejor libro en que se desenvuelvan los puntos si- guientes: «4.2 Influencia de la instruccion primaria en las costumbres, en la moral pú- blica, en la industria ¡en el desarrollo jeneral de la prosperidad nacional. «2. Organizacion que conviene darla, atendidas las circunstancias del pais. «3.2 Sistema que convenga adoptar para procurarse rentas con que costearla:» tie- ne el honor de informar a U. S. que ha examinado atentamente cada una de las. siete memorias que se han presentado al concurso, i ha clasificado su mérito en el | orden siguiente: | En 1. lagar la intitulada «De la instruccion primaria en Chile; lo que es; lo que deberia ser.» La Comision ha declarado por unanimidad de volos que esta memoria es acreedora al premio ofrecido. ' En 2.2 Jugar, la sellada con este lema: «Libertas et matale solum,» por 4 votos contra uno, que se concedió a la tercera. — 685 — En 3.2 lugar, la que leva este epigrafe: «No hai premio mas digno de aspiracion que el prometido a las vijilias por el bien de nuestros semejantes,» por 4 votos contra uno, que se concedió a la cuarta, En 4.2 lugar, un librito intitulado: «De la instruccion primaria en Chile,» di- vidido en cinco capitulos, por unanimidad. Ten 5.9, 6.2 1 79 lugar se colocaron Jas de don Aristides Ambrosoli, la de «un candidato» dedicada al Presidente de la República, 1 la de don Manuel Roman de Silva i Ferro, dedicada al señor Ministro de Instruccion Pública. La Comision acordó el honor de la publicacion a las cuatro primeras, aunque en realidad todas abundan en ideas nuevas i sobre todo eo sentimientos jenerosos que Interesa popularizar. La Comision cree conveniente hacer una lijera indicacion de las ideas principales que cada una de estas obras se propone desarrollar. El autor de la primera recomienda ante todo la libertad de la enseñanza prima- ria, hasta el punto de no exijirse certificados de moralidad i capacidad; idea en que conlesamos no poder entrar de lleno, porque aunque los certificados no nos parecen una garanlia, tampoco lo es a nuestro juicio la aceptación de los padres de familia, con cuyo celo no es posible contar en las últimas clases del pueblo, de donde saldria probablemente la mayoría de los alumnos. La inspeccion de los vi- sitadores sobre estas escuclas seria un correctivo eficaz de los defectos i vicios que en ellas nolasen La instruccion primaria debe ser obligatoria para todos i al mismo tiempo gra- tuita. ¿Pero cuál es el sentido de está palabra? «Queremos, dice el autor, que los padres, sean pudientes O menesterosos, no paguen directamente ninguna cuota por cada uno delos niños que envien a la escuela. Queremos tambien que todos los ciudadanos acomodados, no importa que tengan o no hijos, paguen en proporcion de sus fortunas una contribucion para el sostenimiento de la instruccion primaria.» Los inconvenientes de lo que llama el autor ¿instruccion retribuida, en que cada familia pudiente paga un tanto por cada niño que pone en la escuela, están hábil- mente desenvueitos en la pájina 67. En la organizacion de la enzcñanza es particularmente notable la division de las escuelas en permanentes, para las ciudades i aldeas populosas, temporales, para los lugares en que es necesario a los padres mcnesterosos el auxilio de sus hijos en los trabajos rústicos durante una parte del año, i ambulantes, en las localidades en que por la dispersion de los habitantes se hace preciso que la enseñanza vaya de un paraje a otro, ise ponga al alcance de los que la necesitan. Se cita el ejemplo dela Suecia, pais análogo al nuestro, i donde esta práctica ha producido los me- jores efectos. El autor sin embargo, no nos alienta a imitarle. Los inconvenientes de su aplicacion a nuestros campos están señalados con mucha sensatez. ¿Pero cuál Otro pudiera sustituirscle en el estado actual de Chile? Es preciso confiar en la accion del tiempo. Se indica la necesidad de las escuelas de adultos, nocturnas para los hombres, matinales para las mujeres, dominicales para ambos sexos. Se prueba lumivosamente la necesidad de locales aseados, suficientemente es- -paciosos i provistos de los muebles necesarios. Se cita el escelente modelo de la Prusia: se pone a la vista el defectuosisimo estado de nuestras escuelas 1 se propone como medio de mejorarlo, la contribucion de los vecinos pudientes a la construccion 1 apero de buenos locales. Para provecr al pais de un número suficiente de precepteres se indican como únicos arbitrios las escuelas normales i el estimulo de la retribucion. Las escuelas normales deben estar bajo la direccion del Gobierno i costearse por — 686 — el Erario nacional, sin perjuicio de permitirse a los particulares establecer por su cuenta las que quieran. ¿Pudiérase por medio de oposiciones o concursos hacer innecesaria la creacion de esta clase de escuelas? La memoria responde negativamen- te con razones a que noes posible negar el asenso. Investigando las causas de lo poco que ha prosperado nuestra Normal, se señala poruna partela descuidada eleccion que se hace de los alumnos, i por otra los esca- sos conocimientos que se les exijen para su admision. No se les pide ni aun lectura ni escritura; de que resulta la necesidad de que adquieran en el establecimiento lo que debieran haber traido de las escuelas comunes. En la Escuela Normal debiera probarse primeramente la vocacion del alumno, La enseñanza cn ella debe comprender todo lo que se enseña en las escuelas ele= mentales i superiores, icon mas estension i profundidad; aña diendo, si es posible. algunos ramos mas, pero con la condicion precisa de que la variedad no perjudi- que a la solidez de los estudios. : Serecomienda la práctica de la vacunacion, la hijiene, la jimnástica, algun idio- ma vivo, alguna ciencia de aplicacion, la agricultura. La pedagojia teórica i prácli- ca esun ramo indispensable. Por último, no debe espedirse el titulo de preceptor sino a los que hayan sido calificados como idóneos, i obtenido certificados de mora- Jidad i verdadera vocacion. Las asambleas anuales de preceptores son uno de los puntos en que noshan parecido mas acertadas las indicaciones de la memoria. No podemos hacer mas que recomendar a la atencion de la autoridad i de los leciores las escelentes ideas de que está enriquecida esta obra sobre el modo de proporcionar libros de enseñanza i de distribuirlos en suficiente número, sobre las bibliotecas populares segun el plan de las librerias de suscripcion en Europa, sobre la direccion e inspeccion de las escuelas, sobre las funciones de visitadores, sobre la intervencion de las municipalidades, sobre la asignacion de premios e imposi- cion de penas, i sobre cuanto puede tener influencia en el buen órden de las escue- las, i en la difusion de los conocimientos útiles. Ultimamente se discute la difícil cuestion de las rentas i fondos destinados a la enseñanza; sejuzgan con imparcial filosofía los diferentes sistemas, i se manifiestan las ventajas de la contribucion especial directa, ausiliada por erogaciones fiscales i mu- nicipales i por el escaso producto de las fundaciones i donaciones. Es mui digna de considerarse la idea orijinal i profundamente politica de susti- tuir al boleto de calificaciones que se exije a nuestros lectores el certificado de haber cubierto su cuota en la contribucion para el sostenimiento de la enseñanza primaria. El estilo correcto, natural i fluido de esta obra, la buena clasificacion de las ma- terias que trata, 1 la copia de documentos con que se ilustran, muestran a la vez en su autor an espiritu observador mui sagaz, i un leson peco comun pura desem- peñar con asiduo trabajo i conciencia la larea que se impuso, i en que ha logrado el éxito mas feliz. Pasamos a la segunda memoria. En los cuadros de costumbres, aunque el autor ha cargado la mano a las sombras hai mucha sagacidad ¡ filosofia i rasgos de vigorosa elocuencia, que harán una im- presion profunda. De en medio de esa lucha, no de razas, sino de industrias, con que caracteriza la situacion actual del mundo, hace oir una voz de alarma para los pueblos de civilizacion atrasada, El autor recomienda reformas. radicales en que respecto de la enseñanza primaria i colejial se nivelen las otras provincias con la de Santiago. Es mui digna de medi- tarse la idea de organizar la instruccion, haciendo de todas sus partes un sistema. único, que principie en las escuelas elementales i termine en los liceos, colejios € institutos, de manera que no pueda pasarse de un establecimiento a olro de supe- = 681 — rior jerarquia sino en virtud de un exámen de calificacion, quedando en linea se- parada las profesiones cientificas del abogado, el médico, el sacerdote i el injeniero. Entre los arbitrios rentísticos que propone, nos parece uno de los mas asequibles 1 fructíferos el de hacer obligatorio el servicio de la milicia cívica para todas las clases, permitiendo redimirlo por cierta cantidad que se aplique al fomento de la instruccion primaria. Esta memoria es rica en hechos importantes para ¡ilustrar las diversas cuestiones del programa del Presidente: su autor ha recojido ¡comparado todos los datos es- tadisticos de Ghile i de los Estados Unidos que estaban a su alcance: ha analizado las ventajas e inconvenientes de los diversos sistemas de instruccion primaria; ha demostrado i fijado con macstria la estension que debe tener en nuestro pais. ¡el carácter de práctica utilidad que debiera dársele para hacer sin demora percepti- bles gus beneficios. La obra abunda en ideas grandes de una aplicacion mas o mé- nos inmediata a las necesidades de Chile, presentadas de una manera nueva i picante, que no dejarán de despertar la curiosidad hasta de las personas ménos instruidas o de las mas indiferentes a la causa de la civi izacion. El autor advierte que no ha tenido tiempo para revisar su obra ni para consultar su éxito material: «que ha intentado hacer algo mas útil, dando a la verdad formas severas, i abrayendo por algun costado, al exámen de la cuestion, todos los intere- ses sociales.» La memoria que tiene por epigrafe «No hai premio mas digno de aspiracion, elc.» escrita en un estilo bastante correcto, desciende a pormenores mui interesantes so- bre el mecanismo de las escuelas, ramos que deben enseñarse, su graduacion, sus preceptores, etc., etc., 1 descubre en su autor mucha observacion i delicado tacto pa- ra sacar partido hasta de los multiplicados inconvenientes con que luchamos en la ardua empresa de difundir en nuestro pueblo los conocimientos útiles. El librito intitulado «de la instruccion primaria en Chile,» aunque formula las mejoras que sujiere, es sin embargo ménos práctico que razonador. Propone que varios ramos de la instruccion primaria, que hoi dia se enseñan superficialmeute, re- ciban la estension que deben tener, como la relijion i la aritmética, i recomienda tambien como mui importante la jimnástica, la urbanidad i la hijiene, conocimien- tos utilisimos que pueden comunicarse a los niños con poco aumento de gasto, i sin mucho empleo de tiempo. Pero una de las sujestiones mas valiosas que eselibro hace es ésta: «La remunera- cion de los preceptores eslé siempre en proporcion al número de alumnos que aquellos sepan atraer asus escuelas i al aprovechamiento que en aquellas se note.» La memoria de don Aristides Ambrosoli recomienda el desarrollo de las fuerzas fisicas para acelerar el de las facultades mentales, 1 los ejercicios militares desde la mas tierna edad, con el doble objeto de desenvolver i dar soltura a los miembros de; cuerpo, [i crear el valor cívico, la mas segura defensa del Estado. Su autor muestra variados conocimientos, un espiritu reflexivo, i un corazon lleno de nobles inten- ciones. ¡ La memoria firmada-por un candidato es mas bien un tratado de moral práctica que una respuesta directa a las cuestiones propuestas por el Presidente. Pero la im- portancia de dar a los niños desde la mas tierna edad lecciones de hijiene, de pre- servar sus cuerpos sanos, robustos i exentos de toda impureza i de fortificar sus Co- razones contra los incentivos del vicio, está inculcada de un modo fuerte ¡ enérjico. La conveniencia, claramente demostrada por el autor, de babituar a los niños a las labores del campo ¡ a los trabajos mecánicos, no debe perderse de vista por los ¡hombres benéficos encargados de sistemag la educacion primaria en Chile. — 688 — Finalmente, la la Memoria del señor Silva i Ferro no se propone responder al programa del Presidente, pero ilustra con sólidas razones, espresadas con gracia, entusiasmo i galanteria, la urjente necesidad de elevar el carácter del sexo amable a la altura en que se hallan las naciones mas civilizadas, por medio de una cuidadosa i fina educacion. La comision tiene la honra de trasmitir a U. S. las siete memorias de que deja hecha mencion, que son todas'las que han venido a sus manos. Dios guarde a U. $. Andres Bello. —José Manuel Orrego. —Manuel Carvallo.—Ventura Blanco Enca- lada, —Francisco de Borja Solar. Al señor Ministro de Instruccion Pública, U LOJ lA. Observaciones meteorolójicas e higrométricas, del estado atmosférico i de los tem- blores, hechas en los meses .de julio, agosto. setiembre, octubre ¿ noviembre de 1855 en el Liceo de Concepcion, por don Joaquin Villarino, profesor de física dol mismo establecimiento, 3 presentadas a la Facultad de Ciencias Físicas t Matemáticas. OBSERVACIONES TERMOMETRICAS.—JULIO DE 1855. Agua caida en milímetros. am She Eo SES = 2 5 2 E ES = 3 2% E iS sE 3 Estado de la atmósfera, Á 21 E 3E e E S 5 a| sá | al | ee Z E A co Ea] AA | A | AAA ADA | EA jo 2 3 4 5 6 1 8 . 9 8.4 9:6 7.0 Neblina. 101 8.0 9.5 8.0 Nublado. M1 2 10.3 6.0 Cielo claro. 42 7.0 8.6 ME, Llueve. 0.035 1431 9.0 10.0 6.4 Nublado. 0.039 Ml 6.6 9.2 7.4 Id. E 0.022 51 7.2 8.7 7/0) Id. 0.132 1617 7-9 9.3 5.0 Td. ATI 6.4 8.8 6.2 Id. 18 9.8 40.1 9.3 ld. 0.015 291 10.0 9.9 8.0 ld. 0.004 201 7.0 8.0 7.0 Cielo elaro. 0.069 21 4.5 8.3 6.2 6 0.104 DO 8.2 A Nublado. OSI oO 6.2 50 Cieio claro, 24] 4.0 7. 6.0 Id. 251 60 9.6 1 Id. 26; 8.0 13.5 10,0 Nublado. 925] S.8 10.7 10.9 ld. 28| 10.0 10.8 10.0 ld. 0.031 929 10,6 10.4 8.0 Llueve. 0.020 0.149 > 30| 10.0 10.0 9.0 ld. 0.200 0.250 311 10.3 9.0 8.0 ld. 0.034 0.069 m 4 — 690 — OBSERVACIONES TERMOMÉTRICAS, AGOSTO DE 1855. z Agua Caida. 6 N ú < Es LS do Sas S 5 NS = 33 23 39 pa ENE SUE sE p ú 9 SO [25 Estado de la atmósfera, ES) 3 E E E z = es mE as >) 5 E] 2 .- vo» SS] LES) 2 == "3. E E co E o ES en a o a | | 40 9.0 9.0 7.0 Nublado. 2 6.9 7.9 6.2 Llueve. 0.7032 0.7032 3 ELA NE 7.8 6. Id. 0.132 d 6.2 AENA de Ml Id. 0.061 0.080 5 5.0 7.8 as) Gielo. claro. 0.019 3 7.8 90 6.8 Nublado. . 7 8.0 9.2 8.2 Id. 3 6.7 9.3 YO ld. 0.040 9 TA 8.6 8.4 Llueve. 0,021 101 2.8 10.0 7.6 Nublado. 0.017 41 8.0 9.9 8.0 Id. 0.023 12 8.6 9.5 8.0 Id, A3| 8.2 9.7 8.2 Gielo claro. 0.039 14| 8.0 8.3 189 Llueve. 0.140 4h 8.5 11.0 8.3 [ Cielo claro. 0.181 O TAO 8.8 8.5 Neblina. Nublado. TOO 8.3 7.9 Nublado. 0.096 18| 8.6 9.3 8.2 ld. 0.020 191 8.5 9.2 8.6 Nublado. Neblina. 0.094 0.019 201 10.0 10.0 9.0 Neblina, 0.057 211 11.2 10.5 8.0 Nublado. 0.019 912) 9.3 10.3 7.0 Id. DNS 10.5 6.2 Cielo claro. 2 8.2 9.8 8.2 Nublado. ZN 9.6 7.0 Cielo claro. 0.013 26 8.6 10.0 8.8 ld. A 11.0 8.2 ld. 0.016 2 8.0 9.0 8.0 Nublado. 291 10.0 10.8 8.1 Id. 0.015 3 9,4 10.0 8.5 Id. 0,040 311. 10,0 10.6 8.0 Id. — 691. — Cálculo de las fracciones de saturacion (grado de humedad) relativas a las obser- vaciones higrométricas heghas en cl mes de agosto de 1855, a las 8 de la mañana ilas 3 de la tarde. am a) a sa NANES=S0O0==0=00 A O o. e O AS o _ = - csocossocaos E “(pepavuny 9p ope) FUOIYY.INJPS DP UOIDIPIA 0298 “UNO J, ANANAD NN RNA RN IIAIARNDARNARNARRNSARS 19P tanjereduro] et] e DIBASAIDABALILDID AID SIISE ES IS === AAA, SS KIOUBA [9P PINSELO PZIONA BA<-AAAH AAA AAA A a ——==—== *'OpdUMBH ca Sá o Ss SS E a a FA A A A A A A A A A A A A A A A A AA XA A A A A PREPA A A AAA A ROO MERO: IO TAO Psicrómetro. NINO RED LD YX A DM DORSO a :0998 *UIJ9 J SeEeseoes=-— 20208 ANORTMO RANAS A AA AR A A A A A A A A A A A A A A A o 3 de la tarde, 12.8 2. 3. 3 1 4 3 3 = A SM A SS A [pepowny 2p Opt.15) RODAR ARARAAAALAAAAAARASZAAA q UolotInjeS 2p UOH 3 s=oeo==eoSoco=aocon.oescodcsceoso A SS a tn tua a SS RS E AS A AS IS *E DADAS ANOS DONADOS Son Yo. 3 - “0 E O O OO EOS O ARO DECO. OS OO Y ha O 3 ls Pon al 0: SALDAR IAIDALADADLLA ZO mEls A ES O A So EE EE : o la : RE] DEALER SNS RAOAAAAADOSAAOSO "O |As 0938 "uo L . UA a A IBA A AA VS ODO GI o O Ma O A ES . Sos esaoaSd=er -=-ZHO== 15 x= |S : LS z ES AAA AAA A A A o |S a la OO SS DD UA NS 0 7 0 0 DM DL ANDO al *0098 “WO E O DIAN RANAS ROAD NAS a So< << AaANi >» OS 00m SAUIDOAARORO NES NO ora RN O OS JO. Ol so. seoe-oc2o-n-oco-=2aoscrcococcosceosco3cosS _ _—_—_—_———__—_————_————— —_——_a———— III 3 0998 “wo ñ ode O IS A SAS E OM 19 US ODI HS E O RS 3 I pruoyuo) == = == === 3 — =--— A E prodiua [9P PIMSPIO PZINA es aonrz= ice dara ona ona entlriosS ASAS SS = HA A — — | aSneo Secoroo0n + + 010 RDANANDOSO 8 de la mañana. Psicrómetro = O o ==” ——— — A A A A RR e A |: E E SEAS OA SINE O — 696 — RESÚMEN DE LAS OBSERVACIONES DE SETICADRAE, Temperatura máxima del mes a las 8 de la mañana 13.6 Dd MINIMA a oda lio LT do US A OA Variaciones u oscilaciones del termómetro . ... . 4.3 Temperatura máxima del mes a las 2 de la tarde . 18.8 Temperatura minima a la misma hora. . . . . . 40.5 Oscilaciom del termómelrO +. . +... . . o... . 8.3 Temperatura máxima a las 8 de la noche . . ld. minima a la misma hora... ..... .. 83 Oscilacion del termómetro . ... .. .. <<. 45 Temperatura maxima del mes. .... . . . . . . 418.8 Td ¡Dinimata SiS Oscilacion del termómetro . . . . . o... . 10.5 Temperatura media del mes. +... ... . . «1. 414 Dias nublados. . 44 Id. de Muvias. . 2 Despejados. . ... 9 VariadoS..... 8 Cantidad de agua en el mes 0.391 milimetros. Mayor grado de humedad a las 8 de la mañana 1.0 Menor did ds NS A ORO Mayor grado de humedad a las 2 de la tarde 4.0 Menor a A ROO La temperatura media del mes se ha determinado, sumando las 30 observaciones de la mañana ¡ las de la noche i dividiendo por 60. En este mes ha babido 3 temblores: uno el dia 16, los otros dos el 26. — 697 — ODSERTACIONES TERMOMÉCRICAS, OCTUBRE DE 1855. E Cm] a DS EA EE Bss 5é (se al a e ea | Cor | RITO | rea 19 113.815.014 1,3 2 115.0/15.6/12.5 3 113.8/12 5111.,3 4 115.0/16.6/11.3 5 115.6/17.5/12.5 6 113.5/16.5111.3 7 (143.5115.0112.5 3 112.5116.5/11.3 9 :110.0/17.5112.5 40116.0115.0113.9 MA r1.5116.5/13.3 42116.3115.5/11.3 13115.0/15.6/12.5 14113.8/14.-0111.3 15114.4/13.8 13.8 16/113.8/16.3/12.5 17115.0/15.0/14.3 18112.5/13.8/10.0 19/13.8/16.3| 9.9 90112.5/16 0/14.1 91112.8/15.0,11.3 92/113.8/17.5/10.0 23/113.8/15.6/10.3 94115.1116.3111.3 25/15.0/20.0/14.5 96/15.0/16.3/11.4 27/18.8/17.5111.3 98/117.5116.3112.5 99115.0/19.5/13.8 30/20.0/26.0/13.6 31//6-0132,0/12.3 De dia. De noche. 0.011 0.050 0.201610.073 0.027 ¡0.019 0.002 0.001 0.057 0.007 0.015 Agua caida, OBSERVACIONES. Estado del cíelo durante todo el dia. Nublado. Id. Variado. Id. Despejado, Nublado. ld. Variado. Despejado. ld. El agua caida en este d. ha sidoen un 1/4 de hora. Temblor a la 1 3/4 de la mañana. Mucho ruido. Variado, Nublado. Llueve. Id. Td. Nublado. Id. 1d. Despejado, la El agua caida ha sido durante 2 h.s Truenosirelampagos durante la noche El agua caida de dia ha sido en 1/2 h. E Temblor a las 2 de la mañana. Nublado. Despejado. Ta. Id. Íd. Nublado. - Variado. Despejado. ld. ld. Nublado, — 698 — CALCULO DE LAS FRACCIONES DE SATURACIÓN, OCTUBRE DE 1855. Lo a Ls = 8 de la mañana >38 E 2 de la tarde. 5598 2 E Psicrómetro. E ES E Psicrómetro. 25 E E 2 - 353 = . 29283 3 3 8 8 328 2 8 £ SE É E e is É ES 3 E g s23 | 8 3 3 y 2 3 3 3 Saz 3 E e Esa E E E Es E de] 13.6 10.0 1.2 0.69 45.4 MA 12.7 0.60 2 13.8 10.2 11.2 0.69 15.0 42.4 12.6 0.31 3 43.6 10.8 44.2 0.80 13.0 14.0 41.4 0.81 4 13.8 10.0 41.9 0.80 15.0 40.0 12.6 051 5 16.4 122 13.5 0.71 17.4 43.4 14.4 0.62 6 143.2 10.0 4.1 0.70 11E2 11.0 14.4 0.44 2 42.4 10.0 10.4 0.93 13.8 12.2 441.9 0.86 8 12.2 9.0 10.4 0.69 16.2 41.0 13.5 0.51 9 10.2 5.0 9.1 0.43 16.2 12.0 13.5 0.64 101 14.8 41.4 12.6 0.71 13.8 10.0 41.9 0.65 21 44.2 9.0 9.7 0.78 15.4 13.6 12.6 0.92 12| 45.0 14.8 12.6 1.03 14.8 13.0 14.9 0.97 43| 14.0 13.0 14.9 0.97 14.8 13.2 41.9 0.97 14| 13.0 12.2 MM. 1.04 12.7 12.0 20.4 4.04 A5| 13.8 12.2 24.3 0.91 12.6 12.0 10.4 4 04 161 12.8 14.0 ñ0.£ 0.93 45.2 13.0 12.7 0.81 171 14,6 13.2 11.9 0.97 13.0 42.1 14.2 1.03 18) 14.2 10-0 9.7 0.93 11.4 10.8 9.7 1.06 19| 13.6 12.2 244.1 0.92 16.0 13.6 13.5 0.80 201 12.0 9.0 10.4 0.69 15.6 14.0 42.6 0.92 21) 413.0 10.2 15.1 0.81 15.2 12.0 12.5 0.70 22 43.6 12.0 24.4 0.92 45.2 13.0 192.5 0.82 23) 43.6 94 24.1 0.59 145.0 12.1 12.5 0.70 24| 12.0 10.0 10.4 0.80 16.2 15.0 13.5 0.94 2951 14.8 43.4 41.9 0.97 19.4 48.0 16.3 0.90 90) 14.0 13.2 11.9 1.02 16.0 40.2 13.5 0.54 27| 17.0 14.0 44.4 0.71 17.2 14.0 14.4 0.71 28| 46.0 12.2 13.5 0.61 - 16.0 20.2 13.5 0.54 29| 16.0 12.0 13.5 0.61 19.0 48.0 16.3 0.90 301 19.8 17.8 16.3 0.80 47.0 16.2 14.4 0.90 31] 14.8 14.0 11,9 1.02 19,0 44.2 16.3 0.55 —090—= RESÚMEN DE LAS OBSERVACIONES DE OCTUBRE, Temperatura máxima a las 8 de la mañana. . . 20.0 1d. mínima a la misma hora. . ... , . 10.0 Amplitud de oscilaciones . . . ... . ..... 10.0 Temperatura máxima a las 2 de la tarde. . . 26.0 1d. minima a la misma hora. . . . . +. . + 12.5 Oscilacion del termómetro .. ... ...... 13.5 Temperatura máxima a las 8 de la noche. JE) 1d. minima a la misma hora. .. . . . . .... 99 Oscilacion del termómetro... . . . . +. .... 4.0 Temperatura máxima del mes . . . . . . .. 26.0 1d. minima . . . a eS os ESE 9.9 Oscilaciones del termómetro . .. .. . 46.4 “Temperatura media del mes. . . - . .. «+ 433 Dias nublados. . 11 Dias de lluvia . 3 Dias despejados . 12 Variados... 5 - Cantidad tolal de agua caida en todo el mes. .. . 0.323 Cantidad “caida de dla. 2.2.1... ........0:053 ld durante la Ochenta 0.270 Mayor grado de humedad a las 8 de la mañna........... odos Id. Temblores 2. id, menor... FENÓMENO OBSERVADO EN CONCEPCIÓN EL DIA 16 DE OCTUBRE A LASÍ2 MÉNOS 16 MINUTOS DE LA NOCHE. El dia 15 de octubre tuvo lagar úna tormenta hácia la patte sur de Contepcioñ, pero mui distante del pueblo, pues el ruido de los truenos llegaba despues de medio minuto i mui cerca de uno en pos del relámpago. Esta tormenta que princi- pió a las 44 i media de la noche duró hasta las 3 de la mañana del dia 16. En la noche de este dia a las 12 ménos 5 minutos se notó una gran claridad hácia la parte sureste del cielo i solo en el horizonte. Se vió elevarse lentamente una nube plomisa en forma de cúmulo, cuyos bordes rojizos parecian recibir el reflejo de la luz de algun incendio. Ese color rojo subido se fué cambiando poco a pote en azúl, ji por último, habiendo quedado completamente blanco princeipió a desaparecer, i dieba nube oscureciéndose mas ¡ mas llegó a tomar la forma de una grande columna de humo negro que contrastaba con la claridad del cielo. Este se oscureció repenti- namente i cn el momento principiaron a formarse a uno i otro lado de aquella columna estratas de nubecillas horizontales ¡iluminadas con una luz blanca que era difícil mirar con delencion a causa de su mucha claridad. Anchándose hácia la parte por donde se uniana la mube tomaron la forma de conos que, acor- tándose mas i mas vinieron a unirse con ella para desaparecer. Entónces la nube | que en ménos de dos minutos habia tomado mucha altura, principió a des- cender i cuando parecia que ibaa ocultarse en el horizonte se asomó sobre ella una masa roja como de fuego, como de tres cuartas de varas de ancho i media de | alto. Su forma era eliptoidal i permaneció como dos minutos coronando aquella | nube, que como un velo habia descendido para mostrar aquel fenómeno. Los bor- 1 des de esa masa que durante un largo rato permanecieron perfectamente definidos principiaron a desaparecer a causa de una especie de vapor azul celeste que se des- prendia rápidamente de todos ellos. Guando todo parecia que iba a acabarse por. razon de la lijereza con que se desprendian aquellas materias vaporosas, se notó. que, aglomerándose tomaron la forma de un cono recto apoyado sobre su basei cuya: altura de media vara correspondía a uu ancho casi mayor en la parte de abajo. Principió a tomar un movimiento vibratorio 1 repentinamente se dividió en dos es. pecies de estrellas colocadas la una al lado de la otra, las que teomardo primero el. — 701 — color rojo de cereza, despues el azul claro ¡por últimoel blanco, principiaron a dis- minuir ¡al cabo de cinco minutos habian ya desaparecido completamente. En la parte donde se verificó el fenómeno quedó el cielo iluminado durante unos 3 minu- tos i luego desaparecieron las nubecillas que le cubrian volviendo a ponerse oscuro» Lo restante del cielo estaba cubierto por densas nubes que elevándose por la parte norte i noroeste del horizonte, se estendian hasta el zenit. El fenómno duró a lo mas media hora, i durante este tiempo el aire completamenle en calma no dejaba sentir la menor brisa, pues habia desapaaccido el viento norte que durante dos dios no dejó de soplar con fuerza. Despues de esto el cielo ha permanecido encapotado i el día 48 a las cinco de la mañana hubo un fuerte aguacero acompañado de uno de los sures mas fuertes que se han sentido este año en Concepcion. A 0072 OBSERVACIONES TERMOMÉTRICAS. NOVIEMBRE DE 1855. ad ENS ds [5 El Es l add A SE 28 = 8 2 ES E E ES Estado de la atmósfera, OBSERVACIONES. <= ES E 3 a oz al Se URSS 2] E | AO TMEIAAAAA | AAA | DECEO ACA | CA 40] 14.3 22.5 42.5 Nublado. Durante todo el mes no 2 12.5 20.0 41.3 Despejado. ha habido ninguna llu- 3 15.0 17.5 44.8 Id. vía ni temblores. 4 15.0 27.4 42.5 Id. 5 16:0 18.8 13.3 Id. 6 47.5 20.0 44.8 Variado. 7 15.0 19.0 44.6 Nublado. 31 47.3 22.8 15.4 ld. 9 20.0 21.9 12.8 ld. 201 417.5 18.4 45.0 Variado. 414| 15.0 20.0 4.55 d. 12 16.3 21.3 16.3 Despejado. 1331 15.0 20.0 48.8 > Variado. 1J4| 48.4 22.5 47.5 Despejado. A5| 18.8 22.5 45.0 ld. 46| 20.0 20.0 1.83 Variado. 47| 21.0 18.8 12.5 ld. 181 175 22.5 15.0 Id. 49| 415.0 21.3 16.3 ld 201 48.8 2 47.5 ld. 211 47.5 20.0 18.8 Despejado. 22| 15.0 47.5 13.8 Id. 231 46.3 20.6 46.3 ld. 24 415.0 20.0 15.0 Variado. 251 17.5 18.1 20.0 ld. 26| 16.3 19.4 13.8 ld. 27| 18.8 20.0 48.8 Despejado: 281 16.3 21.3 16.3 lá. 299 20.0 22.5 45.0 Variado. 301 20.0 22.8 43.8 Nublado. — 103 — Temperatura máxima a las 8 de la mañana. . . . 21.0 A A A A 1 Jae dl Oscilaciones del termómetro . .. . ..... . 97 Temperatura máxima a las 2 de la tarde. . . .. 27.4 Temperatura minima a la misma hora. . . . . . 47.5 Oscilacion del termómetro +... +... «o... . 99 Temperatura máxima a las 8 de la noche . . . . 20.0 ld. minima a la misma hora. +... . . . . . . . 11.3 Oscilacionsdcl termómetro... 0. 0... . 08.7 Temperatura máxima del mes. .. .... «. . 27.4 O e o O dE Do MES Oscilacion del termómetro . . . .. o... 46.4 Temperatura media del mes. . . . .. . +... + . 16.04—19.35 Dias nublados. . 5 Variados. .... 13 Despejados. . ... 12 Mayor grado de humedad a las 8 de la mañana 0.87 MEL E a OS S Mayor fraccion de saturacion a las 2 dela tarde 4.0 MenonidFid 4 Pa o O ala bs 0/0 En este mes doi 2 números para la temperatura media del mes: el 1.0 se ha de= terminado per medio de las 30 observaciones de la mañana i las 3 de la tarde, i el 12.2 sumando la máxima i minima del mes dividiendo por 2. a A OBSERVACIONES MIGROMÉTRICAS. NOVIEMBRE DE 1855. / * Sí a S 3 8 de la mañana. 23 3 3 de la. tarde. 53 3 E Psicrómetro. iS 3 Psicrómelro. MIE 3 E S 237 E E e 2 SES Alas o $ EU 0 E a Uns 3 les) eos 2 TA EEC ES E dE a 3 E E E 3 5 E 5 3 5 E ES 3 E ÉS 33 E E 5 23 E Aaa SA A CIA A AE ===>) TS 10.0 9.7 0 80 22.5 20.0 19.7 0.70 LORO 12.0 10.4 0.87 20.0 19.1 ES 0.86 311 015.0 14.0 12.6 0.17 17.5 16.0 14.4 0.74 4 | 415.0 12.0 12.6 |. 0.60 27.4 26.0 26.5 0.84 54 46.3 15:2 1815 00 1SES 16.0 16.5 0.60 6| 16.4 150 13.5 0.87 20.0 19.1 17.3 0.85 T| 15.0 14.0 12.6 0.77 19.9 18.9 17.3 0.75 8 | 16.4 A AS 0.65 ES 20.9 20.8 0.36 9 | 18.8 16.8 16.3 0.65 20.8 16.2 18.4 0.53 10| 16.8 15.0 14.4 0.73 17.2 14.2 14.4 0.54 Aa1| 15.0 11.2 12.6 0-60 20.0 14.0 17.3 0.41 1421 16.3 15.0 1385 0.73 LES 16.0 18.4 0.47 143) 13.0 13.0 12.6 0.68 19.0 15.0 16.3 0.52 44] 17.8 14.0 15.3 0.57 22.0 16.0 19.6 0.44 15| 18.2 1-6 lb30) e 0.59 20.2 14.0 17.3 0.41 A6| 19.2 15.8 46.3 0.60 20.0 16.0 17.3 0.55 17) 16.6 14,0 13.5 0.65 192 14.0 14.4 0.59 A8| 47.5 1.0 14.4 0.74 ES 16.0 19.6 0.43 19| 15.0 43.6 12.6 0.77 24.:3 15.0 18.4 0.40 20| 17.4 14.0 44.4 0.59 21.0 16.0 18.4 0.50 ANTES 12.8 Us 0.52 19.8 15.0 17.3 0.52 22) 14.9 12.0 12.6 0.64 17.0 12.0 14.4 0.45 23| 15.0 12.0 12.6 0.60 20.0 14.0 47.3 0.41 94| 15.0 13.2 12.6 0.77 19.8 15.0 17.3 0.52 25| 16.9 12.0 14.4 0.49 17.4 13.0 14.4 0.51 26| 16.0 15.2 13.5 0.S1 18.6 14.0 15.3 0.51 271. 18.4 12.0 45.3 0.38 19.2 13.0 16.8 0.40 28| 13.0 MA 12.6 1.60 21.0 16.8 18.4 0-56 291 49.6 15 8 16.3 0.59 0 16.8 18.4 0.55 30); 17.4 16.0 14.4 0.75 22.6 14.0 19.6 0.32 — 1005 — OBSERVACIONES METDOROLÓJICAS MECHAS EN EL INSTITUTO NACIUNAL DE SANTIAGO, “ NOVIEMBRE DE 1855. | MENE ME 6 2 z E [PSICRÓMETRO.| $5 ¿| “3 o = E del o. 2 E E 2 E] e E EE D bl . 3 E E E E qa E ESTADO DEL CIELO E Elim Ben ls E A e E E Seco Húmedo| E E AR o E E al ge 9 1715.57/44.8115.0 14.6 14201 8 95172 Nublado. Y) El 1. u 5 |715.56/17.0 46.6/15.0111.81/85| Id. los 10b. 1 9 (714.17/14.0 14.1110.8| 7.92165| Empañado >44" de la 9 15.85/16.0/14.0 16.2/15.0/12.05187| Un poco inoche ten- 5 |[712.95/21.1) 20 (118.0/14.92/81| nublado. /bló. 9 1713.30/14.9 | 14.5/12.01 8.83/70| Sereno. » 9 (713.84/17.S111.4] 17.914. 910.15/170 La. 3 [7115.00/92.3 91.4/15.519 13149] Despejado. 9 (744.45/14.7 11.6/14.0/ 9.49/953| Empañado. 9 (715 64/16.511.0 16.1115.0/19.053187 ld. 3 1114,58/12.3 20.0/18 6/15.59/87 ld. NAMES 9 7119.41 153 15.0112.01 S.71/68| Despejado. Jtas Sh. i 9 |713.48/17.2141.6 16.6113.4 9.2967 Empañado. +13" de la 5 |712.68/12.4 20.0/15.9/11.18/64| Despejado. imañana 9 1149.79116:5 16.0115.0/12.17/89 1d tembló. DAT SAT ALIAS 17.0115.2/11.68|81 Id. 5 |712.68/19.4 19.4116.4111.79/72 ld. 9 (715.55/15.0 | 14.6/12.0| 8.9372] Un poco nublado. 9 |713.96/14.7/14.8 15.0/15.8/41.26/87| Despejado. El 70 3 (712.44/21,5 21.0/19.0115.22/82, Nublado. [las 9h. i 9 (715.58114:8 1612.01 8:95 1 ld. 59 de la 9 1714,19/20.9/15.6 20.6/18.0115.86/76| Despejado, |n o che 3 |7114.51/25.4 25.0/20.0/15.65/74] Sereno. tembló. 9 |714.24116,9 17.0115.0 110505! Bastante empañado. 9 1714 56/21.0115.0 20.5/17.2/12.56/74| Despejado, 3 |714.10/24.1 25 5117.6111.78/55| Sereno. 9 |714.20/16,5 16.0115 0 1247/89 Un poco nublado. 9 [715.85/18.0/1 (17.2115.2] S.80|61| Nublado a trozos. 5 |71150920.8 20.6118 0/13.86|76| Sereno. 9 11295 /16.5 3 16 1114.4110.77179) la. 9 [715.4 9! 12.6111.0 12 4110 31 902/76 Nnblado, Movisnando. 3 7114.98 16.5 ¡16.0 13,01 9.41169| Nublado. 9 115.47; 15.0 15.0/12.4| 8.71168 ld. 9 7117.56, 16.511,51 l6.2 15.01 9.26167 ld. 1) La persona empleada en hacer estas obseryaciones es don Adolfo Valderrama. A NOVIEMBRE DE 1855, = € __ 44 AA E pÉ Ss |3 | | S S El E DSICROMETRO. = ds 5 = 2 la 3 3 Sl3 E Z ES (E El o E 3/13 a ES 3 E o, E zEélo ESTADO DEL CIELO. A ia aro o SElz A S E E EN S 5/13 TS lle 3 11721211] 21.0/18.0 15.611 75 Sereno. í 9 (716.971149 14.0/11.8| 9:19 76 [Despejado. 15 9 1716.23118.0|10.8 18.1115.3141.071 75] Id. 3 1714.57123.7 25.4116.0| 9.101 42] Id. 9 (1714.71116.1 16.0/114.14/10.89/87! Id. 141 9 1715.17118.7119.6 183115.1|10.85/69]|- id. 3 114.65/29. 1 92.0118.1 |13.12| 67 Id. 9 [114.96/15.3 1544/19.1] 8.7468 1d. 3451 9 |7114.92116.7111.0 16.0/126| 8.4764 Despejado. 3 [714.37129.9 22.0118 6113.57, 70| 1d. 9 [misasliga 18.012. 6| 7.23149| 1d. 161 9 114.58120.0112.0 20.1116.53141.30165]| 1d. 3 1113.04125.5 925.0120.7/114.99166| 1d. 9 1714.51 |16.6 16.0111.5)| 7.19 55| 1d. 471 9 [717.45/16.0/14.5 15.8/12.0) 8.22 61 [Nublado. 3 |116.41|19,6 19.53115 4 |10.92: 61 [Sereno: 9 [116311165 16.0113.1| 9.551 71] 1d. 181 9 1715.67117 6119.7 17.5114.3 10.03] 86 [Nublado. 3 |715.87/23.0 22.6/18.0/13.00/ 66 Despejado. 9 145.85118.3 18.1115,9 144.071 72 Id. 191 9 |713.87/20.0113.0 19.8/16.0 111.501 65] ld. 3 1713.69122.5 22.1120.0146.27/82]| ld. 9 1715.911180 17.7115.1 11.201 74 1d 901 9 |713.56119.s|12.6 19.2115.6140.59¡ 66 |[Sereno. 3 |711.68/22.8 22.320, 1|16 14/81 | 1d. 9 |713.16118.6 18.0115.6111.32, 76 [Nublado a trozos. 2119 |714.63120.0119.0 20.0117.21/2.80, 74| Id. 3 |715.44|19.0 18.4/15.8| 8.44' 56 [Sereno. 9 |713.20113.1 12,.58/103| 7.78 72 |Nublado. AO ASIS AMAS TOS 14.1/12.5| 9.44 80 [Un poco nublado. 53 1117.96119.5 19.5117.0 115.17: 79 |Despejado. 9 |717.80/17.9 17.105:5/11.591 76 | “Td. 931 9 |715.99116.1 0 16.0115.51 9.90 76] Id. 3 |115.61193.9 23.0020.5 115.89 771 “ld: y 713.91116.7 16.6 13:9] 9.65 73| Hd. | 941 Y [7f4.91119.5115.0 19.0 17.4 /15.47 83 Un poc. nubl., El 987 3 [114.88121 0 19.6115.8/70.46 64 |Sereno. a las yg |715.65/13 9 15.7114.0 111.02] 83 [Un poco nubl. (11h. 14 9251 9718 26/18.4110.0 18.0/15.9 111.56| 80 [Sereno. 15 del 5 |116.87/22.0 21.6118.5113.64175| ld. Y a. 9 |715.98/17.0 17.015 3111.81/85| 1d. tembl. / 9619 [Ms 9 19.6 111.5 19.5117.511+.99187| 1d. 3 |114.88l95.8 23.1191.2,147.501.84. ld. NOVIEMBRE DE 1855. A SA ] 3 Z A : IES 13 PSICRÓMETRO. |< 3 O FE, E No A 3 EA MEN son E As (ENS SB NE | xstabo DeL CIELO. alí E E E ¿ 2 E STADO DEL CIELO > ES a E A Seco Hámedo $5 El E 3 5 EE AOS: Sl z 16! to AA 9 1115.26115.7 15.4112.5] 8.71] 68 [Sereno. 27 9 1716.92117.0/14.0 17.0115.4 111.68| 81 ld. 3 |715.89/91.5/- 21.0118.3113.86| 76 [Empañado. 9 (715 95/17.6 17.1115.5 (11 68| 81 [Despejado. 28 9 1714 91/19.0112.0 18.14.21 9.67/65| 1d. 5 1712.8995 9 253.1191.5/116.27/69/ ld 9 1714.20117.9 17,6/15.0 (11.201 74| 1d 29 9 ¡715.61/91.4114.0 21.018 3/13.8e/76| Id 9 1715.49/95.0 25.0125.3|20.02181| Id 3 1716.44116 5 16.1114.2 110.89] 81 Id 3501 9 1717.67/118.4]13.5 18.0/16.1 12.52] 821 1d. 3 1716.74193.0 22.5118.1 [12.88 03 | ld. 9 1716.94117.5 17.4115,0 11.561 80 Id. RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES METEOROLOJICAS HECHAS EN EL INSTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO EN BL MES DE NOVIEMBRE DEA 855. e Presion atmosférica.—Termino medio del 4.2 a 40 743.64. observ. det a 20 714.88 de 2% a 30 715.80 de todo el mes 744.81 El máximo de presion el 22 a las 9 de la mañana 7118.52 El minimo el 20 a las 3 de la tarde 711.68 La mayor amplitud de variaciones entre las 9 dela mañana i las 3 dela tarde: bajó el barómetro 2.01 malim. Número de inversiones en los periodos diurnos, 2. Temperatura.—Término medio, de dia, de todo el mes 18.69 observ. El minimo 140.00 el 23 1 el 25. El máximo a las 3 25,9 el 28. La mayor variacion entre las3 de lat. ilas 9 de lan. 8%7 Estado Higrometrico—Entre las 9 de la mañana i las 3 de la tarde: Fuerza elástica del vapor en milimetros: Término medio: a las 9 de la mañana 10.93 a las 3 de la tarde 13.38 Humedad relativa (tomado el punto de saturacion por ciento): a las 9 de la mañana 73 a las 3 de la tarde 71 Termino medio de todo el dia: fuerza elástica del vapor 12.15 humedad relativa 72 El menor grado de saturacion (la mayor sequedad) el 13 a las 3, 42. Dias nublados 6. No ha llovido. Temblores: Tembló cualro veces. TL D, 90 4 CONSEJO DE La UNIVERSIDAD. ACTAS SESION DEL 3 DE NOVIEMBRE DE 1855. Peesidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Sazie. Solar, Blanco, Domeiko, Ramirez i el Secretario, Leida i aprobada el acta de la ¡sssion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don José ¿Antonio Lecáros, a quien se entregó su diplóma, En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un supremo decreto por el cual se destituye a los preceptores de las escuelas de Pigu- ¿chen i Pencahue don José Lino Sepúlveda i don Rufino Arias, en virtud de los an. ¡tecedentes de que se dió cuenta en la sesion anterior, i que se trascribierou al Su- 'premo Gobierno. Acordóse trascribir este decreto al Intendente del Maule en contes- ¡tacion a su nota. 2. De otro oficio del mismo señor Ministro, en que trascribe una nota del señor Obispo de Concepcion, que tiene por objeto dar esplicaciones sobre el pie en que se encuentra el Seminario Conciliar de aquella diócesis. De dicha nota aperece que hace solo cincu meses que se ha abierto el establecimiento; que tiene veintiun alumnos; que en él se enseñan los ramos de latin, idioma patrio, historia sagrada, catecismo” de relijion i caligrafía; que está montado bajo el mismo réjimen que el de Santiago; 1 finalmente, que el señor Obispo está satisfecho de la conducta i aprovechamiento de los jóvenes que en él se están educando. En visia de estos datos, el Consejo contrajo nuevamente su atenciou al privilejio de recibir exámenes válidamennte, so- licitado para el indicado Seminario, segun se expresó en las sesiones del 7 i 22 de ¡setiembre último. Algunos señores fueron de opinion que no debia por ahora Otor- garse el privijejio, aduciendo por razon el que siendo reciente la plantacion del establecimiento, no es de creer cuente con el número de profesores bastante a dar la conveniente garantia de severidad en los exámenes. Ctros señores sostuvieron ”) 1% — 708 — que debía concederse el privilejio, fhnndándose en que el señor Obispo lo considera necesario para que pueda progresar mejor el establecimiento, i en que el celo i los conocimieutos de dicho señor no darán márjen a que se cometan abusos. Indicóse finalmente que los-alumnos del Seminario rindiesen por ahora sus exámenes en el liceo de la provincia, difiriendo para mas tarde la concesion de la gracia. Este tem- peramento fué acojido por la mayoría del Consejo; mas como se dudase si aquel liceo estaba autorizado para recibir exámenes de jóvenes que no han sido sus alum- nos, no pudo arribarse a un acuerdo sobre el parlicular; por lo que se cejó la ma- teria para la sesion venídera, quedando el Secretario encargado de presentar al Consejo el decreto que autoriza al liceo de Concepcion para recibir exámenes. 3.2 De un oficio del señor Decano de Humanidades, con el cual remite un informe de don Juan Bello sobre la jeografia universal para las eseuelas, eserita por don Julio Jardel. El señor Bello opina que conviene aprobar esta obrita para texto de enseñanza, en razon de ser claras ¡exactas las nociones que ella suministra. Sin embargo cree que es necesario"hacer las siguientes correcciones: agregar las leccio- nes 5.2 i 6.2 a la última parte, por pertenecer mas bien a lajeografía astronómica que ala fisica; simplificar i determinar la esplicacion de los puntos cardinales i de su res- pecliva situacion; i sustituir a las expresiones compas. objetos confeccionados, ma- nufactureros 1 bestias salvajes, las de rosa náutica, artefactos, fabricantes 1 cua- drúpedos. Observa ademas el señor Bello que al hablarse de la historia de Chile no se refiere bien su conquista, ni se especifica la parte mucho mayor que en ella cupo a Valdivia i Almagro, ni se hace mencion de todas las ciudades tundadas por el pri- mero; que los acontecimientos de la revolucion de la independencia no están indi- vidualizados i encadenados con el discernimiento i órden apetecibles; que no se habla, en los lugares donde correspondia hacerlo, de los conquistadores de Méjico ¡ del Perú; que la clasificacion que se hace de las principales formas de Gobierno no es la mas esencial i facilmente comprensible; i por fin, que por lo tocante a la jeo- grafía astronómica, el autor habria hecho un trabajo mucho mas sucinto i claro, si se hubiera ceñido en esta parle al texlo inglés de Mitchell, que es el que le ha ser- vido de guia para la jeografía física i política. El Consejo tuvo a bien aprobar la obra para texto de enseñanza, con la calidad de que se corrijan previamente los defectos a que se alude en el informe. 4.90 De un oficio del Intendente de Talca, en que hace presente que habiendo espirado el tiempo por el cual fueron nombrados los individuos gue componian la Junta de Educacion de la provincia, es necesario nombrar otros que los reemplacen; j al efecto propove al rejidor don Santos Besuain, al presbítro don José María Arias Molina i al vecino don Manuel Donoso. Hace tambien presente que la inspec- cion de educacion del departamento de Lontué está vacante por haberse ausentado el individuo que la desempeñaba, i propone para este cargo a don Manuel Concha. El Consejo aprobó estas propuestas i mandó ss trascribiese el nombramiento al In- tendente de Talea en contestacion a su nota. Despues de esto, el señor Mecano de Matemáticas expuso que aunque habia prac- ticado algunas dilijencias a fin de recojer los dalos necesarios para evacuar el infor- me pendiente sobre la solicitud de don Francisco Charme de que se trató en la sesion anterior, ninguna luz habia podido tomar sobre el particular, i se hallaba por consiguiente en la imposibilidad de evacuar dicho informe. Sobre este punto quedó acordado exijir al solicitante la prueba del encargo que se le hizo por er Gobierno relativamente a la nivelacion de las calles í acequias de Santiago, i de la naturaleza de los trabaios que ha ejecutado en desempeño de esta comision. Se le- vantó la sesion. a SESION DEL 10 DE NOVIEMBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Sazio, Solar, Domeyko, Ramirez ¡ el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Juan He- rrera ia don Hermójenes Labé, a quienes se entregó su diplóma. En seguida se dio cuenta: 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un supremo decreto por el cual se concede a don Diego Barros Arana la prórroga que tenia pedida del término señalado por los estatutos para la incorporacion de los miembros de la Universidad. Se mandó trascribir al señor Decano de Humani- dades. 2.2 De una solicitud de don Francisco Várgas Fontecilla, miembro electo de la ¡Facultad de Leyes, en que pide se le conceda una prórroga de tres meses para veri- ficar su incorporacion. Acordóse elevarla al Supremo Gobierno para los fines con- siguientes, 3.2 De una solicitud de don Paulino del Barrio, aspirante a la profesion de in- jeniero de minas, en que pide que habiendo ejecutado bajo la direccion del se- ¡nor Domeyko algunos dibujosde hornos i de máquinas metalúrjicas, que han sido aprobados por una comision de la Facultad de Matemáticas, se le exima de la obligacion de rendir el exámen de dibujo lineal, requerido para dicha profesion, ¡porno haberse aun plantado la clase de este ramo. Accedióse sin dificultad a ¡esta peticion. 4. De una solicitud análoga de don Vicente Abasalo i don Anselmo Herreras, ¿sobre la cual recayó ¡igual acuerdo. j Despues de esto se continúo la discusion que habia quedado pendiente en la sesion anterior sobre si conviene otorgar al seminario conciliar de Concepcion el 'privilejio de recibir exámenes valederos. El Consejo reconoció no ser necesario para disculir esta materia el tener a la vista el decreto que se habia encargado tal Secretario que buscase, por cuanto podia autorizarse al liceo de Concepcion, len virtud de un decreto especial, para que recibiese los exámenes del seminario, "El debate se contrajo a si se concedia al liceo la indicada autorizacion, o si se daba al seminario el privilejio solicitado por el señor Obispo. Los sostenedores del segundo de estos estremos desarrollaron en la forma siguiente las razones aduci- das enla sesion anterior: «Importa que el seminario pueda recibir los exámenes de sus alumnos, a finde remover todo obstáculo que pudiera arredrar a los jó- venes de entrar al establecimiento. Es menester ademas que éste se halle reves- tido de prestijio alos ojos del público, i negarle la facultad de que se está tratando es hasta cierto punto humillarlo, porque seda a entender con eso que no tiene profesores bastante ¡idóneos para recibir exámenes. Aunque el estable- cimiento está recien plantado ¡sus profesores deben ser pocos, no es ésta una razon quese oponga a la concesion del privilejio; porque los ramos de que por ahora darán exámen sus alumnos, que son catecismo de relijion, historia sagra- da i aritmética, son sencillos, ino se exije que el examinador esté adornado de vaslos conocimientos para que pueda juzgar de la capacidad del alumno. De los ramos de latin e idioma patrio, que tambien se enseñan, no vendrá a darse exá- men final hasta dentro de cuatro a cinco años, i para entónces es natural que el seminario haya progresado í ofrezca la garantía que se apetece. No existo, pues, peligro alguno en el otorgamiento dela gracia; cuinto i mas que halián- dose el seminario bajo la inmediata inspeccion del señor Obispo Salis, sujeto — 110 — de lucesi celoso por la buena educacion i enseñanza de la juventud, no es de temer que se cometan abusos enlos exámenes. Í aun dado que se cometiesen, ¿qué importaría eso? Toda institucion es imperfecta en sus principios, i el tiempo vá descubriendo i enmendando sus defectos. Vale mas tolerar unos pocos abusos que exponerse a ahogar con restricciones un establecimiento que se halla en su cuna. Por fin, a los liceos de San Fernando i San Felipe se les ha concedido el privilejio: de recibir exámenes valederos; i como noes de presumir que el seminario de Concepcion se halle en un pié inferior al de aquellos estableci- miento, no parece razonable negar en este caso lo quese ha concedido en obros semejantes.» * Los sostenedores de la opinion contraria replicaban: «Aunque son bien notorias las luces i el celo del señor Obispo de Concepcion, i por esto es de creer que el seminario prosperará i llegará pronto a ponerse en un buen pié, no debe con todo otorgársele la facultad que ahora se reclama; porque siendo naciente el establecimiento, ino contando con bastantes profesores, es de temer que no se proceda con la debida “severidad enla recepcion de los exámenes. Isi es posi- bie evitar estos abusos, ¿por qué no se ha de usar la precaucion? Si el liceo de Concepcion ofrece las garantias que pueden apetecerse, ¿por qué no se' obliga a ]os alumnos del seminario a que rindan allí sus exámenes? Se dice que esto se- ria degradar al establecimiento eclesiástico, 1 privarlo del prestijio que debe lener a los ojos del público. Pero no puede llamarse degradación una simple medida de seguridad, una manifestacion de confianza i deferencia, hecha al establecimien- to, que por su antigúedad está mas adelantado. Tampoco es esto una traba que se oponga al progreso del seminario, porque sus aluimnos no tendrán que su- frir molestia alguna para rendir sus exámenes en el liceo, como la sufririan si hubiesen de salir de Concepcion para ira rendirlos en otro pueblo. En cuanto: a los ejemples que se citan de los liecos de San Fernando i San Felipe, debe tenerse presente que a estos ¿establecimientos se les otorgó el privilejio que so- licitabam, porque en aquellas ciudades no hai Otra casa de estudios donde pu- dieran darse los exámenes; pero el seminario de Concepcion, como se acaba de advertir, nose halla en este caso. No se ve pues una razon bastante sólida en que fundar la concesion del privilejio: la prudencia aconseja dilerirla para me- jor ocasion.» Luego se voió sobre la proposicion siguiente: «¿Se autoriza. o nó al liceo de Concepcion para que reciba los exámenes de los alumnos del seminario conci- liar de aquella diócesis, hasta que sca tiempo de olorgar este último estable. cimiento la facultad de recibirlos?» i resultaron cinco votos por la afirmativa, 1 ires por la negativa. En consecuencia quedó acordado expedir el informe pen= dicate con arreglo al resultado de la votacion.» El señor Decano de Matemáticas expuso que habia examinado el decreto del Gobierno que comisionó a don Francisco Charme para el trabajo de la nivelacion de las calles i acequias de Santiago, 1 que atendida la naturaleza de dicho tra- bajo, creia que podia compensarse con él el año de práctica requerido para la profesion de agrimensor. En vista deesta exposicion se acordó informar al Su premo Gobierno que a juiciodel Consejo no hai inconveniente para otorgar Charme- la dispensa que solicita i de que se trató en las dos sesiones anteriores Habiendo hecho presente el mismo señor Decano que un asunto de interes par ticular le obligaba a salir de Santiago por el término de un mes, se acordó lla: mar al señor Bustillos, a quien incumbe suplir la falta como Vicedecano. Se le vantó la sesion, SESION DEL 67 DE NOVIEMBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Sazic, Bustillos, Domeyko, Ramirez ¡ el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un supremo decreto por el cual se concede a don Francisco Várgas Fontecilla la prórroga que pidió en la solicitud de que se dió cuenta en la sesion anterior. Se /mandó comunicar al señor Decano de Leyes. 2. De otro oficio del mismo señor Ministro, en que trascribe un supremo de- crelo; por el cual se adjudica 2 la memoria titulada «De la instruccion primaria en Chile; lo que es; lo que deberia ser,» el premio de mil pesos ofrecido por el decreto de 12 de julio de 1853, i se mandan al mismo tiempo imprimir las memorias que han obtenido los cuatro primeros lugares en el informe de la co- mision universitaria que examinó los trabajos presentados al concurso. Se man- dó acusar recibo i archivar el oficio. 3.2 De un oficio del Rector del Instituto Nacional, con el cual remite una ra- zon de los. dias i órden en que han de rendirse los exámenes correspondientes al año. que va a. espirar. Se mandó trascribir esta razon, en la parte que a cada cual toca, a los señores Decanos de Teolojía, Matemáticas i Humanidades, a fin de que nombren las comisiones universitarias que deben presenciar los exá- menes. 4.0 De uma solicitud de don L. J. Verdallin, en que pide se mande examinar una obrita que ha trabajado para la enseñanza de la juventud, titulada «Civili. zación del pueblo.» El autor hace una explicacion bastante minuciosa del plan de su obra ¡del objeto quese ha propuesto alcanzar. Se mandó pasar al señor Decano de Humanidades para los fines consiguientes. 5. De una solicitud de don José Domingo Cruz, preceptor de una escuela mu- nicipal de Valparaiso, enque pide se apruebe para texto de enseñanza, previo el correpondiente exámen, un tratadito de jeografía descriptiva, de que es autor. Sobre esta solicitud recayó igual acuerdo que sobre la anterior. 6.2 De una solicitud que don Pedro Bautista Mendez hace al Supremo Gobier- no, en la cual pide se le compren quinientos ejemplares de un impreso titulado uIndice alfabético de las disposiciones judiciales del Boletin de las Leyes.» Como ell Supremo Gobierno pide informe al Consejo sobre el mérito de este trabajo, se mandaron pasar los antecedentes al señor Decano de Leyes para que dé su dictámen. 71.2 De una cuenta de don Narciso Desmadryl, por la cual cobra a la Univer- sidad la cantidad de diez pesos, valor delos quinientos veinticinco ejemplares del plano: dei cerro de Santa” Lucia, que se le mandó grabar por acuerdo: cele- brado en: una: de las:sesones anteriores. Se acordó: llanamente hacer este pago. 8.2 De una solicitud de don Adolfo Domingo Favry, natural de Francia, en que hace presente que desea continuar en Chile la carrera de la jurispruden» cia” que habia abrazado en su patria, 5 pide se reconozea simplemente cl dipló- ma de bachiller en- Humanidades conferido per la Universidad francesa, sin que se le obligue a rendir en Chile ninguna. otra prueba, Despues de haberse dis- oulido si- el solicitante estaba. o nó obligado a recibir en la Universidad chilena el grado de bachiller en. Humanidades: ia rendir consiguientemente las pruebas — 112 — prescritas por los estatutos, se declaró que lo estaba, en conformidad de lo or- denado por los articulos 23 124 del reglamento de grados. Declaróse igualmente que el diplóma exhibido debia ser legalizado en debida forma por el Encarga- do de Negocios de Francia residente en Chile. Icon ocasion de este asunto se acordó exijir que todo documento estranjero que en lo sucesivo se presente a la Universidad, sea legalizado en la mejor forma que permitan las circunstancias. 9.2 De una solicitud de don Juan Bautista Mendez, en que pide se le dispense el exámen de fisica elemental para obtener el grado de bactiller en Humanidades. Funda su peticion 1.2 en que este ramo no se enseñó enel Instituto Nacional cuando le correspondió estudiarlo; 2. en que siendo empleado de dicho estable- cimiento, las atenciones anejas asu destino le han imposibilitado para llenar este requisito; 13. en que ha obtenido muchos votos de distincion en los demas exámenes, como aparece del certificado que acompaña. Hubo diversidad de opi- niones sobre esta solicitud. Algunos señores fueron de parecer que debia dene- garse la dispensa, por cuanto el primero de los fundamentos en que se apoya, que es el único sólido, ha quedado desnudo de fuerza desde que el Consejo ha acore dado no otorgar en lo sucesivo dispensa alguna sino en virtud de calificados mo- tivos. Mas otros señores opinaron en favor de la solicitud, diciendo que el Con- sejo solo habia acordado abdicar la autorizacion concedida por el Supremo Go- bierno para otorgar dispensas; i que ese acuerdo mo podia comenzar a producir sus efectos sin que resibiese la sancion del mismo Gobierno, la cual no ha dado hasta lo presente. Habiéndose adelantado la discusion en este terreno, se acordo diferir la resolucion del asunto para la sesion venidera. A indicacion del Secretario se acordó mandar grabar quinientos ejemplares de un mapa jeográfico de Chile en quese halla indicado el ámbito que han abraza- do los principales temblores de tierra que ha habido en el pais; el cual mapa for- ma parte de la memoria premiada en el concurso de la Facultad de Matemáticas del presente año. Se levantó la sesion. SESION DEL 24 DE MOVIEMBRE DE 1855. Por indisposicion del señor Rector presidió el señor Meneses, con asistencia de los señores Orrego, Sazie, Bustillos, Blanco, Domeyko, Ramirez i el Sccretario, Leida ¡aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Vicerector confirió el gra- do de licenciado en Leyes a don José Olegario Reyes, a quien se eniregó su di- plóma. En seguida se dió cuenta; 1.2 De tres oficios de los señores Decanos de Teolojía, Matemáticas i Huma- nidades, en que dan parte de las comisiones universitarias que han nombrado para que presencien los exámenes del Instituto Nacional. Se mando trascribirlos al Rector del establecimiento. 2.7 Be una nota del Delegado Universitario, en que da razon de los dias i órden en que han de rendirse en la seccion de su cargo los exámenes correspondientes al año que vaa espirar. Se mandó trascribir, en la parte que a cada cual corres- ponde, a los señores Decanos de Leyes, Medicina 1 Matemáticas para que nom- bren las comisiones que hayan de presenciar dichos exámenes. — 13 — 3.0 De un recibo de don Miguel Luis i don Gregorio Victor Amunátegui, del que consta que el Bedel don Félix Leon Gallardo les ha entregado, conforme a lo prevenido porel supremo decreto de que se dió cuenta en la sesion anterior, los mil pesos del premio que obtuvieron en el concurso mandado abrir por el de- creto de 12 de julio de 1853. Se mando archivar. 4.9 De una solicitud de don Hermójenes Irisarri, miembro electo de la Facultad de Filosofía i Humanidades, en que hace presente que por sus ocupaciones, el mal estado de su salud i su ausencia de Santiago, no ha podido hasta lo presente efectuar su incorporacion en la Universidad, 1 pide en consecuencia se le prorrogue por un mes el término que para ello le conceden los estatulos. Se acordó elevar esta peticion al Supremo Gobierno para que, silo tiene a bien, se sirva conceder la prórroga solicitada. o De una solicitud de don Armando Eujenio Auda, antiguo alumno de la Es- cuela Polilécnica de Paris, en que pide se le permita rendir los exámenes regues ridos por el decreto de 7 de diciembre de 1853 para la profesion de injeniero ¡eó- grafo, 1 despues el exámen jeneral prescrito por el mismo decreto. Acompaña a su solicitud un certificado del director de dicho establecimiento, una legalizacion de ese documento expedida porel Encargado de Negocios de Francia en Chile, 1 el pasaporte dado al solicitante cuando salió desu pais. Acordóse pedir infor- me sobre este asunto al señor Decano de Matemálicas. 6.2 De una solicitud de don José Juan Bruner, doctor en Medicina de la Uni- versidad de Jena, en que pide se le admita a rendir las pruebas necesarias para obtener el grado de licenciado en la misma Facultad. Babiendo expuesto cl señor Sazie que habia visto los documentos que acreditan los estudios hechos por el so- licitante i el grado recibido en la mencionada Universidad, ¡que a su juicio no habia inconveniente para que se accediese a lo pedido, se acordó pasar la solici- (ud al señor Decano para los fines del reglamento de grados; con la prevencion de que Jos documentos deben legalizarse conforme a lo acordado por el Consejo en la sesion anterior. 7.9 De unasolicitud de don Leonidas Garcia, en que pide se le dispensen, para | optar el titulo de injeniero de minas, los exámenes de catecismo de relijion i de dibujo de ornamento. Respecto de la dispensa del primero de estos ramos, aduce por razon el habérscle dispensado por el Supremo Gobierno el de fundamentos de la fé, que es de mas importancia; i por lo tocante a la dispensa del segundo, dice que lo cree comprendido en el exámen de dibujo lineal, que tiene dado. $e pidió informe al señor Decano de Matemáticas, Continuóse despues de esto discutiendo la solicitud de don- Juan Bautista Men- dez de que se dió cuenta en la sesion anterior. Algunos señores opinaron que Mendez no estaba rigorosamente obligado a rendir el exámen de fisica, por ser és- te un ramo que no se enseñaba en el Instituto Nacional cuando le correspodió. estudiarlo; mas otros sostuvieron que la obligacion existia, puesto que el reglamento de grados, al hablar de las personas que se hallan en el caso del presente solici- tante, dice que el Consejo podrá dispemsarles los ramos que no hayan estudiado por el indicado motivo. Tomada votacion sobre este punto, resultaron cinco volos por la afirmativa ¡ tres por la negativa, Luego se votó sobre si se otorgaba o nó la dispensa, i resultó otorgada por seis votos contra dos. Se levantó la sesion. == a AR A A "EE E EA E LEYES I DECRETOS E SUPREMO GOBILANO, DEPARTAMENTO DE JUSTICIA, CULTO E INSTRUCCION PÚBLICA. Santiago, octubre 25 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, i Considerando que el reglamento de la escuela de artes 1 oficios de Santiago no determina las obligaciones de los sub-maestros; Decreto: 1.0 Los sub-maestros de la escuela de artes i oficios de Santiago estarán bajo las órdenes inmediatas de los respectivos maestros de talleres. 2.2 Deberán destinar al servicio de la escuela todo el tiempo, desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde. 3.9 Deberán ejecutar personalmente las obras que se les encomendaren i enseñar a los alumnos segun las prescripciones de los maestros o jefes superiores. 4.0 Deberán dibujar para los talleres cuando fuere preciso. 5.2 El director, en las horas de clase por la mañana, tendrá la facultad de exi: jirles, si hubiere necesidad, que 2h vez de trabajar en los talleres, enseñen a los alomnos las matemáticas, el dibujo i demas ramos designados en el plan de estudios. Comuniquese.—moNTT.—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 2 de 1855. Con lo espuesto en la solicitud precedente He ocordado i decreto: 1. Se establece en la subdelegacion de Alicahue, departamento de Petorca una escuela de hombres que funcionará en el local, provisto de los útiles necesarios <= Mb que proporciona don Manuel José de la Cerda, i en la cual se enseñarán gratuita- mente los ramos siguientes: ¿lectura, escritura, catecismo, aritmética, gramática castellana ¡i jeografía. 2.0 Se autoriza al Intendente de Aconcagua para que nombre, dando cuenta, un preceptor idóneo que sirva dicha escuela, con el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales, 3.2 Impúlese el sueldo decretado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Tómese razon 1 comuniquese.—moNnTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, octubre 29 de 1855. * Para el buen réjimen i administración de la escuel de artes i oficios recientemen- te establecida en la ciudad de Talca. He venido en acordar i decreto el siguiente Beglamento de la escuela de artes i oficios de Talta. DE LA ESCUELA, 1.0 El objeto de la escuela es formar artesanos instruidos 1 hábiles en cada uno de los oficios enseñados en ella. ' 2.2 La enseñanza que se dará en este establecimiento será teórica i práctica. E La primera comprenderá los ramos siguientes: caligrafía, dibujo lineal, relijion, gramática castellana, aritmética ijeometria práctica. La segunda todo lo que se refiere a los cuatro oficios de mecánico, de herrero, de fundidor en cobre i hierro colado i de carpintero i ebanista. 3.2 La duracion de la enseñanza será de tres años. 4.0 La escuela solo admitirá alumnos externos, a quienes proporcionará al- muerzo i comida. 5.2 Estará bajo la proteccion del Intendente de la provincia de Talca. DE LOS EMPLEADOS. 6.2 La escuela tendrá un Director encargado de la enseñanza teórica i de la contabilidad; cuatro maestros, un mayordomo, un cocinero, un [portero i dos sir- vientes. DEL DIRECTOR. 7.0 El Director estará encargado de los cursos de matemáticas, de gramática castellana, de relijion ide caligrafía, 8, Llevará la contabilidad del establecimiento. 9.2 Tendrá la vijilancia sobre todo lo perteneciente a la escuela. 0, Mantendracorrespondencia con el Director de la escuela de artes i oficios de Santiago, por cuyo órgano dirijirá sus comunicaciones al Gobierno. 13 76 — 116 —= 41. Tendrá las siguientes obligaciones: Pasar cada bimestre al Director de la escuela de Santiago un balance de los fondos, i una lista de los gastos i ventas del establecimiento. B Llevar la correspondencia para la compra de las primeras materias. Llevar cuatro libros: un diario, un libro mayor, un libro de ventas, una ma- trícula de los alumnos, donde anotará todos los datos que puedan servir para apreciar su moralidad i aprovechamiento. Archivar los papeles de la escuela i los documentos que para justificar la pose- sion de las calidades requeridas debe presentar cada alumno. Fijar, de acuerdo con el maestro de mecánica, el precio de venta de los pro- ductos de la escuela. Dar al maestro mencionado recibo de los objetos que se vendieren. 4 nl DE LOS MAESTROS, 12. Las obligaciones de los maestros serán las siguientes. Seguir las instrucciones del maestro de mecánica en lo que toca a los trabajos. Trabajar personalmentes en todas las tareas de la escuela. Enseñar su oficio a los alumnos de cada taller. Llevar dos libros; uno de las materias primeras recibidas, i otro de los objetos fabricados. 13. El maestro de mecánica estará encargado de pedir al Director todo lo ne-' cesario para los trabajos de los talleres. 14. Los maestros deberán todo su tiempo a la escuela, no pudiendo fabriear en los talleres ningun objeto por cuenta propia, DE LOS ALUMNOS. 15. La escuela admitirá cuarenta i cinco alumnos esternos; de los cuales quince se incorporarán desde luego 'i quince en cada uno de los años siguientes. Las va- cantes que fueren quedando por espulsion o enfermedad de los alumnos admuiti- dos, serán oportunamente provistas. 16. Los alumnos serán nombrados por el Gobierno a propuesta del Intendente de Talca. : 17. Para ser alumno se necesita: Tener mas de quince años i ménos de veintidos. Tener buena conducta i buena constitucion fisica. Saber leer i escribir. Presentar un fiador que se comprometa de mancomun ct in solidum con el alum- no a pagar los gastos que éste causare, a razon de sesenta pesos anuales en caso de espulsion por mala conducta o separacion voluntaria del establecimiento. La separacion por enfermedad debidamente justificada exime al fiador de toda respon- sabilidad. | 18. Las obligaciones de los alumños serán respeto i completa sumision a los macstros. Cuidado del aseo de sus personas ¡ del taller a que pertenecen. 19. El Gobierno tendrá derecho para obligar a los alumnos de la escuela de Talca a emplearse en la direccion de un taller de su oficio por el término de tres — 1117 — años en la provincia que se le designare. En caso de negativa, el alumno, i el fiador respectivo quedarán sujetos a la responsabilidad de que habla el artículo 17, debiendo espresarse esta condicion en el documento correspondiente. a DISTRIBUCION DEL TIEMPO. 20. La distribucion del tiempo en la escuela de artes i oficios de Talca, será la que espresan los cuadros siguientes. DESDE ÉL 1.? DE ABRIL HASTA EL 1.* DE OCTUBRE. A las seis, de la mañana, levantarse.—De las cinco a lasocho i media, cursos teó- ricos. —De las ocho i media a las nueve, almuerzo.—De las nueve a launa, taller.— De la una a las dos, comida ¿ descanso.—De las dos a las seis, taller.—De las seis a las seis 1 media, cena.—De las seis i media a las ocho, estudio, DESDE EL 4.* DE OCTUBRE HASTA EL 4. DE ABRIL, A las cinco de la mañana, levantarse.—De las cinco a las siete i media, cursos teó- ricos.—De las siete i media a las ocho, almuerzo.—De las ocho a las duce, toller.— De las doce a las dos, comida ¡ descanso.—De las dos a las seis, taller.—De las seis a las seis i media, cena.—De las seis i media a las ocho, estudio. No habrá vacaciones al fin del año. 21. Los castigos que podrán imponerse a los alumnos segun sus faltas serán: 1. uma tarea estraordinaria en cualquiera de sus clases; 2.? prision en un cuarto ce- rrado; 3.2 la espulsion. Los castigos corporales son prohibidos. 22. La espulsion será decretada por el Gobierno a peticion del Director. DE LA UTILIDAD DEL ESTABLECIMIENTO. 23. Se reputara por utilidad de la escuela la suma líquida que resultare despues h de deducidos los gastos del establecimiento 1 las cantidades suministradas por el fisco, 24. La mitad de dicha utilidad se aplicará a la escuela i servirá para su mayor ensanche. — 25. La otra mitad se dividirá por iguales partes entre los maestros i los alumnos. e 26. La parte de los maestros se distribuirá entre ellos en proporcion de sus sueldos, 1 la de los alumnos en atencion a su mérito calificado por el Director i los maestros reunidos en consejo. 27. El Director podrá privar a los maestros de la parte de utilidad que les co- —yresponda cuando no cumplan con sus obligaciones, dando cuenta al Gobierno ] para la correspondiente aprobacion. q Anótese 1 comuniquese=moNrr—Francisco Javier Ovallra — 118 — Santiago, noviembre 2 de 1855. Apruébase el nombramiento hecho por la Intendencia de Valparaiso con fecha 31 de octubre último en doña Josefa Venegas para ayudante de la escuela de mu- jeres establecida en Casa-Blanca. Abónesele a la ayudante nombrada el sueldo co- rrespondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tówmese razon i comuniquese.—MoNtT.—Prancisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 5 de 1855. Apruébaselel decreto espedido en 23 de octubre último, porel Intendente de Concepcion, nombrando a don José del Tránsito Benitez preceptor de la escuela fiscal establecida en el barrio de ta Merced de la ciudad de Concepcion. Abónese al nombrado el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Prancisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 6 de 1855. Con lo espuesto en las notas del Director del Observatorio Astronómico, fecha 31 de octubre último i fecha 5 del actual, se destituye al auxiliar de dicho Ob. | servatorio, don Gabriel Izquierdo, i se- nombra para que le reemplace en el espre- | sado empleo a don Gabino Bieytes, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javer Ovalle. Santiago, noviembre 7 de 1855. Considerando que conviene fijar con precision las obligaciones de los empleados subalternos del Observatorio Astronómico; he venido en acordar ¡ decreto. 4.2 Los empleados subalternos del Observatorio Astronómico deberán asistir to-| dos los dias de trabajo desde las once de la mañana hasta las tres de la tardea la oficina del mencionado establecimiento, donde practicará n las operaciones quel el Director les designare. | .o Los empleados referidos se alternarán para hacer de noche las observaciones! que les indicare el Director, usando de los instrumentos que les fueren señaladosf por éste mismo. Las observaciones nocturnas no excederán de cuatro horas, excepto en alos casos! estraordinarios determinados por dicho Director. 3.2 Cada uno de los empleados del Observatorio será responsable de los instru: mentos con que trabajare o de que estuviere hecho cargo. 4.2 Solo los casos de enfermedad servirán de escusa a los empleados para eximir se de las obligaciones anteriores, cuidando de dar al Director pronto i oportuné aviso. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. li Santiago, noviembre 7 de 1855. => Apruébase el nombramiento hecho, por la Intendencia de Concepcion con fec 2 del actual en don Rafael Mora para ayudante de la escuela modelo de dici ciudad. — 7119 — Abónese al nombrado el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese. —MoNTT.—Prancisco Javier Ovalle. Valparaiso, noviembre 8 de 1855. Señor Ministro: El Gobernador de Casa-Blanca en nota de ayer me dice lo siguiente: «El deseo que manifiestan los artesanos de perfeccionar el arte que abrazan por medio del estudio del dibujo lineal, ha hecho sentir aqui la necesidad de crear una clase nocturna de artesanos. Reunidos en número de doce, hicieron presente que estaban dispuestos para con- tinuar una clase, contribuyendo con el alumbrado i procurarse los testos necesarios al dibujo i aritmética, ramos que deseaban aprender. Con este motivo tuve a bien establecerles una clase nocturna de artesanos bajo la direccion de don José Manuel Badilla, preceptor de la escuela modelo de esta villa, i ha dado principio a sus funciones desde el lúnes 5 del corriente, cuya clase ha es- tado asistida hasta anoche por diez i seis alumnos hombres i puedo asegurar a U. S. que éstos aumentarán pronto a veinticinco. Como todos son sumamente pobres, que si compran las luces i testos, que muí poco les cuesta, es por el deseo que digo a ÚU. S, tienen de aprender, se les ha fa- cilitado Jo demas de gracia; pues el profesor se ha prestado a ello con tuda voluntad. El local es el que sirve a la escuela fiscal de mujeres porque el que ocupa la de hombres es incapaz para el objeto. Las reglas, pizarra i demas útiles que necesitan les son facilitados de la escuela de hombres. Lo pongo en conocimiento de U. S. para que si lo tiene a bien, lo comunique al Supremo Gobierno para que obtenga su proteccion la indicada clase.—Dios guarde a U. S.—Roque Allende.» Lo trascribo a U. S. con el fin indicado, Dios guarde a U, S, Julian Riesco. Al señor Minístro de Iastruccion Pública, Santiago, noviembre 9 de 1855. Con lo espuesto por el Intendente de Valparaiso, en la nota que precede, aumén. tase hasta la cantidad de trescientos pesos anuales, el sueldo del precepctor de la escuela modelo de Casa-Blanca, don José Manuel Badilla, con la obligacion de que dirija la escuela nocturna para artesanos establecida en dicha villa; impútese el au- mento decretado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Fnstruccion Pú- blica. Tómese razon i comuniquese.—moNtT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 12 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede; ; Be acordado i decreto: 1.> Se establece en el pueblo de Curicó una escuela para mujeres que funcionará en el local provisto de los útiles necesarios que proporcione el vecindario o la Mu- — 120 — nicipalidad, i en la cnal se enseñará gratuitamente los ramos siguientes: lectura, escritura, catecismo, aritmética, costura i bordado. 2.2 Nómbrase a doña Francisca Fernandez, preceptora de dicha escuela con el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales. 3. Impútese el sueldo decretado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. “Santiago, noviembre 12 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede; He acordado i decreto: 1.2 Se establece en el lugar denominado la Placilla, subdelegacion 14 del Depar- taraento de Curicó, una escuela para hombres, que funcionará en el local provisto de los útiles necesarios que proporcionen los vecinos, i en la.cual se enseñarán gra- tuitamente los ramos siguientes: lectura, escritura, catecismo, aritmética, gramática castellana i jeografía. 2.2 Autorizase al Intendente de Colchagua para que nombre, dando cuenta, un preceptor idóneo que desempeñe dicha escuela, con el sueldo de doscientos cua- renta pesos anuales. 3.2 Impútese el sueldo decretado a la partida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion pública. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 12. de 1855. - Nómbrase directora del colejio de niñas establecido en Curicó, a doña Manuela Oyaneder, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a pres- tar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MmoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 13 de 1855. Habiendo cesado don Adolfo Desjardin en las funciones de director del Conserva- torio Nacional de Música por haber concluido el término de su contrata; nómbra- se a don Julio Eduardo Hempel para que desempeñe interinamente este empleo con cargo de profesar en el mismo establecimiento la clase de piano i solfeo. Abó- mese al nombrado el sueldo de cuatrocientos pesos anuales desde que principie a prestar sus servicios, e impútese a la part. 28 del presupuesto del Ministerio de Las- truecion Pública. Tómese razon i comuniquese.--MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 13 de 1855. Con lo espuesto en la nota del Presidente de la. comision superior del. Conser- vatorio Nacional de Música, fecha 6 de setiembre último, i estando vacante el em- pleo de profesor de canto en dicho establecimiento, por la separacion de don Adol: fo Defjardin, vengo en nombrar a don Juan Cárlos Bayetti profesor de canto del LA referido Conservatorio con el sueldo de quinientos pesos anuales, que se le abonarán desde que principie a prestar sus servicios. Impútese el sueldo decretado a la part. 28 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Santiago, noviembre 15 de 1855. Con lo espuesto por el Intendente de Concepcion, en las notas que preceden, créase en la escuela de mujeres establecida en Talcahuano una plaza de ayudan- te con el sueldo de noventa 1 seis pesos amuales. Nómbrase para que desempeño dicha plaza a doña Mercedes Bravo, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principic a prestar sus servicios. Impútese el sueldo decretado a la par- tida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública, 'Tómese fazon i comuniquese. —MmoN11.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 16 de 1855. "Apruébase el decreto que con fecha 6 del corriente ha espedido - la Intendencia de Concepcion, en que se acepta la renuncia que ha hecho don Nicanor Carte del cargo de preceptor de la escuela de Goronel, i se nombra para dicho empleo “a don Laureano Bascuñan, «a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. E Santiago, noviembre 10 de 1835 Apruébase el decreto que con fecha 9 del corriente ha espedido la Intendencia de Arauco, en quese acepta la renuncia que don Marcelino Palma, ha hecho del cargo de ayudante de la escuela de Nacimiento, ise nombra para dicho empleo | a don José Planino Elgueta, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—monTr.—Fráneisco Javier Ovalle. | Santiago, noviembre 16 de 1855. Apruébase el nombramiento hecho por la Intendencia de Arauco, con fecha $ del que rije en doña Elcira Campos, para ayudante de la escuela de mujeres es- "tablecida en los Anjeles. Abónose a la ayudante nombrada el sueldo correspondien- ¡diente desde que principie a prestar sus servicios, Tómese razon 1 comuniquese.—MoNTT.—PFrancisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 16 de 1855. Apareciendo del informe de la comision universitaria que ha juzgado sobre el cerlámen abierto por decreto de 12 de julio de 4853: 1.2 Que la Memoria marcada con el núm. 1, i titulada: «De la instruccion prima. ta en Chile; lo que es, lo que deberá ser,» es la acreedora al premio de mil pesos ofrecido por dicho decreto; 2.2 Que conviene publicar la espresada Memoria i las que estár -=ñalalas con los 'Múmeros 2,3 i 4. — 122 — He acordado i decreto: 1.2 Adjudicase el premio de mil pesos, ofrecido por decreto de 12 de julio de 1853, a la Memoria titulada: «De la instruccion primaria en Chile; lo que es, lo que debebrá ser»; 2.2 Entréguese por la Tesoreria Jeneral al nrimer bedel de la Universidad, don Félix Leon Gallardo, la mencionada suma para que la dé bajo recibo al autor de la Memoria, e impútese a lá partida 56 del PER UBnESta del Ministerio de Instruccion Pública. 3.2 Imprimanse las Memorias marcadas por la comision examinadora con los nú- meros 1,2,3 1 4. Tómese razon i comuniquese. —MONTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 17 de 1855. Apruébase el nombramiento hecho por el Rector del Instituto Nacional en don Ramon Donoso para que desempeñe la inspectoria de internos vacante por renun- cia de don Manuel Eulojio Vasquez. Abónese al nombrado el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 17 de 1855. Admitese la renuncia que hace don Esperidion Garrido del cargo de inspector de internos del Instituto Nacional, i se nombra para dicho empleo, a propuesta del Reclor del espresado establecimiento, a don José Leon Ortiz, a quicn se ¿bonará el sueldo correspondiente desde el 1.2 del que rije. Tómese razon i comuniquese.—mMmoNTT.—Francisco Javier Ovalle, Santiago, noviembre 19 de 1855. Con lo espuesto en los documentos adjuntos a la nota que precede; He venido en acordar i decreto: 1.2 Establécese en la ciudad de Rancagua una escuela para mujeres, que funcio- nará en el local provisto de los útiles necesarios que proporcione don Miguel de lal Cuadra, ¡en la cual se enseñarán: gratuitamente los ramos siguientes: lectura, es] E catecismo, aritmética, costura i bordado... o Nómbrase a doña Juana Otero de Lillo, para que desempeñe dicha escuel¿ con re sueldo de trescientos pesos. anuales, que se le abonarán desde que principie a prestar sus servicios. | 3.2 Impútese el sueldo dean ala partida 56 del presupuesto del Ministerié de Instruccion Pública. Tómese razon i comuniquese.—MoNTr,—Francisco Javier Ovalle. Ab Ma y dos ep Jalses Ñ por DICIEMBRE DE 1855. vViSCUa9 2902 De DESO BARROS ABATA EN SU INCORPORACION A LA FACULTAD DE FILOSOFIA I HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE, EN ELOJIO DE SU PREDECESOR D. LUIS A. VENDEL-HEYL. Señores : Ahora quince años se acercó a las costas de Chile una academia viajera que daba una vuelta al mundo. Componiase de una veintena de jóvenes franceses embarca- dos en la fragata Oriental para seguir sus estudios de humanidades, visitando los paises mas alejados de la Europa. Viajaban ellos con todas las comodidades que proporciona la fortuna, rodeados de buenos maestros; excelentes libros i una gran ? variedad de objetos destinados al estudio 1 a la diversion. Esa academia traia por profesor de humanidades a un sabio eminente, alimentado en el estudio i envejecido en la enseñanza, dotado de un talento singular, de una modestia superior i de una virtud rara i ejemplar. Habia ocupado un puesto impor- tante en la universidad de Francia, habia publicado una multitud de obras elemen- tales; habia recibido distinciones i honores de todo jénero, i habia dejado su patria, su familia i sus discipulos, porque su labio no queria ocultar lo que sentia su corazon, Ese sabio era don Luis Antonio Vendel-Heyl. Para él Chile era entonces un apar- tado rincon del mundo en donde debia permanecer apénas unas pocas semanas, uno de los muchos paises que la espedicion visitaba por curiosidad mas que por simpa- a a E e — 124 =« S aia. En su corta residencia en los puertos de "Talcahuano i Valparaiso no halló atractivo alguno para quedarse en Chile; pero una desgracia inesperada, un desas- troso naufrajio lo arraigó para siempre en el país que habia mirado econ indi- ferencia. Cerca de catorce años han trascurrido desde este dia hasta la época de su muerte. En ese tiempo todos conocimos i apreciamos al hombre virtuoso, al sabio eminente i al laborioso profesor cuya vida voi a trazaros. Para esto no quiero buscar en un asunto estraño a mi antecesor la materia con que formar un discurso, Me ha tocado el honorode cupar un asiento que dejó vacante la muerte de un sabio notable por las incidencias de su vida, por la profundidad de su conocimientos, por la bondad sin- gularde su carácter, por la elevacion de su talento i por las excelentes obras con que dotó alas ciencias de su profesion. Su vida que bastó para la realizacion de grandes trabajos basta para hacer muchos elojios. Entre los dones que Vendel-Heyl recibió de la fortuna no deben contarse su nacimiento ni la época en que le tocó venir al mundo. Nació de padres pobres, sin nombre ni prestijio, i abrió los ojos cuando una revolucion jigantesca tenia en com- pleta disiocacion a la sociedad francesa (1). Su pobreza le cerró el camino de hono- res i consideraciones que olros encuentran abierto al nacer; i los sucesos de que fué testizo en su niñez imprimieron en su carácter las ideas politicas que lo ajitaron toda su vida, 1 que le labraron su constante desgracia. Mi antecesor, señores, luchó a brazo partido con esas dos circunsiancias, i si no pudo vencer a las dos, alcanzó al ménos a elevarse sobre ellas. El espiritn observador i reflexivo que manifestó desde sus primeros años, inclinó a sus padres a delicarlo al estudio, sin tomar en cuenta los sacrificios pecuniarios que debia costarles su educacion. El, por su parte, aprovechó sus escasos bienes estudiando con celo i fervor sus humanidades, i en particular las lenguas muertas, que, por un principio de reaccion en el sistema de enseñanza, se comenzaba a cul- tivar con nuevo empeño. Hizo brillantes estudios bajo la direccion del sabio hele- nista José Planche; i en 1815 obtuvo, despues de un exámen largo i prolijo, el ti- | tulo de agregado de la Universidad de Paris, con la pension anual de quinientos franeos. : Ese titulo que dispensa la Universidad de Francia despues de dificiles pruebas es sin duda una de las mejores garantías de la enseñanza en aquel pais. El asegura la fuerza de la instruccion secundaria proporcionando a los colejios el medio de revuir | profesores aptos entre los jóvenes que han obtenido la aprobacion en un exámen | dificil. Para Vendel-Heyl ese titulo fué solo el principio de una carrera de honores. Pro: | fesor de retórica 1 subdirector del colejio real de Orleams, profesor mas tarde de la clase superior de humanidades i de retórica en el colejio real de San Luis en Paris, $ él se labró una brillante posicion entre los humanistas mas sabios de la Francia| cuando apénas tocaba a la edad de treinta i cuatro años. El secreto de esa rápida elevación está en el jiro que supo dar a sus estudios i a su jenio. Desde el colejio manifestó Vendel-Heyl una aficion pronunciada por el estudio de las lenguas clásicas, 1 en ellas hizo los mas rápidos progresos. Ninguno de sus con- diseipulos era mas diestro que él para la mensura 1 construcción de los versos lati-| nos, para conocer a primera vista la cuantidad de las silabas, i para: aplicar con! prontitud i acierto las reglas de la gramática. Su facilidad para versificar en latin llegó a tal punto que en sus últimos años ocupaba los ratos de ocio i descanso en poner en versos vigorosos la prosa inimitable de Tácito. | ! 18 | (1) Nació en Paris en 1786 de padres franceses, peró vástagos:de una familia católica alemanaf establecida en Francia a causa de las persecuciones relijiosas, En el estudio del griego estos progresos fueron mas notables aun. A la edad de catorce años Vendel-Heyl era ya un helenista distinguido que recitaba de memoria cantos enteros de la Hliada, i que vertiá al griego sin dificultad alguna los sermones de Massillon i las oraciones fúnebres de Bossuet. Las gramáticas i diccionarios de su uso estaban llenos de notas marjinales basadas en observaciones propiss sobre la estructura de ambos idiomas. A/ellos les consagraba largas horas de estudio, prepa- rándose desde entonces para trabajos concienzudos que pudiesen servir para la enseñanza. En 1817 publicó el primer fruto de sus estudios. Era este una gramática griega basada sobre un plan enteramente nuevo, que llevaba por título principal: Curso de temas griegos. Segun él, un traductor se instruye mas en su propia lengua que en la que traduce; i para remediar los defectos que en este particular tenian los otros testos elementales, llenó su libro de máximas i reflexiones morales en forma de temas graduales, que el discípulo debia poner en griego sin tener que consultar mas que el vocabulario impreso en otra columna, i las reglas de la gramática adjunta. Supone esta el conocimiento mas completo del idioma, ¡una prodijiosa laboriosidad para aglomerar i ordenar los ejemplos; i tiene ademas la inmensa ventaja de dis- tinguir perfectamente la lengua de los prosadores de la de los poetas. La comision de instruccion pública de Paris la aprobó para la enseñanza en términos mui lison- jeros para su autor. Despues de la publicacion de esta obra Vendel-Heyl se dedicó a otros trabajos árduos i difíciles. Agregado a una sociedad de sabios latinistas, él ayudó a revisar i a anotar algunos tomos de la coleccion de los clásicos latinos de Lemaire, de ese famoso monumento elevado en honor de la lengua de Virjilio i Horacio. Poco tiem- po despues publicó dos libros de trozos escojidos de los oradores e historiadores latinos, destinados a sus discipulos del colejio de Saint-Louis. Estas obras, por prolijos 1 eruditos que seam sus comenlariós, no preocuparon por largo tiempo a Vendel-Heyl. Trabajaba desde entónces en una edicion completa de todos los oradores griegos, con una traduccion literal que podia ser mui úlil a ¡Jos estudiantes. Aumentó despues esta coleccion con algunas vidas de Plutarco, varias trajedias de Sófocles i Huripides, cuatro cantos de la Hiada de Homero, la Ciropedia de Jenofonte i la Apolejia de Sócrates de Platon. Hizo ademas otra edi- cion de algunas de estas obras en griego solo. El solo trabajo de revision exijia una laboriosidad estraordiuaria de parte de Ven- ¡del-Hely. Sus ediciones han gozado de gran crédito por el esquisito cuidado de la correccion i por la rigorosa exsctitud de sus testos; pero es porque eran el frato de largas vijilias de estudio i meditacion. Para facilitar este trabajo, Vendel-Heyl recu- =rrió a un arbitrio usado ya por alguno de sus maestros. Habiase casado en su pri- mera juventud con una hermosa niña de diez i ocho años, a la cual enseñó a leer Cescribir correctamente el griego. Esta copiaba los diferentes testos que su marido Je ponia delante; i el se encargaba de la revision i redificacion del testo alterado. Mi paciencia, decia con ternura Vendel-Hoyl, le infundia valor para copiar largas pajinas escritas en una lengua desconocida ¡ con caracteres tan estraños para sella. ¡Quién save si su exajerada contracción no fué la causa de su muerte pre- matura!» En el mismo tiempo que comenzaba a dar a luz estos trabajos, publicó en la Bi- | blioteca greco-francesa de Poilleux una excelente traduccion interlinear de las obras completas de Esquilo. Estaba esta destinada para el uso de los maestros de griego: para ellos azregú Vendel-Heyl una version mas libre en sus jiros, pero notable por Su exactitud í su elegancia, 1 puso una multitud de notas criticas i filolójicas, i fito- —Sóficos discursos de introduccion, que realzan el mérito intrínseco del trabajo. La — 120 — ciencia del helenista, el tino delicado del critico i la vista superior del filósofo-se dejan traslucir a cada paso en aquella obra notable. De todos estos estudios, que Vendel-Heyl hacia con un gusto particulari una prodi- jiosa contracción, vino a deducir que el gricgo carecia de un buen diccionario para estar al alcance de la juventud. La obra de su sabio profesor Planche, que, segun ' pensaba mi predecesor, habia introducido las mas importanles mejoras en la enseñanza del griezo, habia al fin quedado atras como todo libro que inicia una era de pro- greso; 1 el famoso diccionario greco-aleman de Schneider, mas abundante en voca- blos que todas las otras obras de su especie, carecia de ordinario de exactitud en los detalles. En esta creencia Vendel-Heyl agregaba a cada tomo de su traduccion de Esquilo un pequeño léxicon para esplicar las palabras que no se rejistran O que se hallan mal esplicadas en los mejores diccionarios griegos, Queriendo salvar estos inconvenientes, comenzó a tomar notas de todas sus observaciones, fijando escru- pulosamente los errores en que habian caido los mas distinguidos helenistas i las omisiones que descubria en todos los diccionarios. Cuando estas observaciones for- maban algunos cuadernos, concibió el proyecto de hacer una gran obra segun los trabajos mas avanzados de la critica moderna, i tomando por base el diccionario de Planche. Juntóse con Mi. Alexandre Pillon, hombre mui conocedor de las lenguas griega i latina; i despues de algunos años de incesantes estudios, en 1838 dió a luz el trabajo ma sacabado que ha salido de sus manos, un precioso diccionoria griego que hasta hoi se considera como lo mejor en su jénero. El hombre que tales obras producia no alcanzó, señores, un lugar en las acade- mias, ni un puesto mas elevado que el de profesor en el colejio real de Saint Louis. A Vendel-Heyl no le faltaba ciencia para tomar elasiento que ocupaban otros hom- bres de ménos saber que él; pero tenia sobrada modestia para pretenderlos, i sus ideas políticas ponian una barrera inmensa entre él i las academias. El hábito de modestia de mi antecesor no era solo un sentimiento de reserva i de desconfianza excesivas, sino un arraigado espiritu de humildad que habria supuesto en él cierto sentimiento de secreta debilidad, si la firmeza de sus convicciones políticas 1 relijio- sas ¡el vigor i prudencia con que las defendia no hubiesen alcanzado a probar la elevacion í la grandeza de su alma. Para él la verdad politica, la verdad relijiosa 1£ la verdad social eran una; i esta estaba encerrada en el pensamiento de una nueva república, que fué la ilusion de su juventud ¡ el bello ideal de sus últimos años. La época en que le tocó nacer imprimió en su carácter estas ideas. 4 La revolucion frances: sorprendió a Vendel-Heyl siendo aun mui niño. El heroismol: i los horrores de aquella época de grandezas i atrocidades fueron el espectáculo del ; sus primeros años, i alimentaron su alma en los principios republicanos que enton+ ces dominaban. El despotismo del imperio i la supresion dela libertad de imprent 1 arraigaron mas tarde los sentimientos de su infancia. Haciendo alarde de ellos e joven helenista, asistió a las reuniones en que muchos estudiantes que mas tarde sd hicieron hombres distinguidos en diversas carreras, soñaban con el papel de refor madores políticos i relijiosos. Su exaltación se manifestó en una pieza poética com) puesta bajo la impresion de los desastres de la campaña de 1812: en ella hacia gal de su enerjia revolucionaria con violentos apóstrofes i con un voto frenéticamenté espresado de «Aterrar a los reyes con nuevo rejicidio» (1). Tan vehementes i exajeradas eran las opiniones del jóven Vendel-Heyl cuand hablaba de los liranos o monarquistas de su patria; i aun cuando los años operaro a(1] D'un nouyzau régicide épouyanter les rois.. > alguna modificacion en su ánimo, no por esto cambió el fondo de sus sentimientos. En medio de su sincero republicanismo él guardaba con admiracion i respeto la memoria de los revolucionarios de 93, 1 justificaba i hasta aplaudia los sangrientos horrores de aquel año. Robespierre i Saint Just eran para él el tipo del verdadero republicano con todo el desinteres, con toda la severidad i con todas las virtudes que deben adornarlos. . Su carácter sin embargo estaba en abierta contradiccion con las exajeradas ideas políticas que lo preocupaban. Vendel-Heyl era por naturaleza bondadoso i tolerante: su ánimo estaba siempre dispuesto a disculpar las opiniones i estravios de los otros hombres, i su corazon puro i jenerosu mo abrigó jamas ni envidia ni rencor. «Estag dos grandes pasiones que tan funestos estragos hacen en el físico i en el moral. decia injénuamente mi predecesor, no han alcanzado hasta mi: debo sin duda a esta for- tuna el no haberme envejecido mas aprisa.» En estas palabras no habia nada de vanidosa jactancia. Vendel-Heyl no odiaba a las personas yue lo habian ofendido, ni envidiaba la fortuna de los grandes i pode- rosos. Léjos de eso, de sus lábios nose escapó nunca una palabra fuerte, ni un sarcasmo siquiera contra sus ofensores, mi buscó jamas los medios para elevarse por otros caminos que los del estudio i la virtud. Sus amigos eran de ordinario hombres de condicion mas pobre que la saya: a ellos los colmaba de atenciones, les prestaba todos los servicios que él podia, i les aconsejaba siempre el amor al prójimo ¡a la amistad i la paz en todas las relaciones de la vida. El mismo llego a formular su sistema a este respecto en una bella espresion que repetia sin cesar. « Trabajamos, decia, por muestra propia felicidad, sin labrar la desgracia ajena.» Sin duda este pensamiento tenia mucho de comun con la base principal de las ulopias socialistas que entónces comenzaban a surjir en Francia. Vendel-Heyl acep- tó en este particular las doctrinas de Saint Simon, con sus dogmas humanitarios. Vió en cllas la posibilidad de reunir en un solo centro todas las fuerzas vivas de la sociedad que las ideas hasta entónces dominantes habian dividido echando las bases del sistema monárquico. Saint Simon habia dicho que ya era llegado el tiempo de encaminar la moral evanjélica por el sendero que le trazó su fundador, realizando politicamente la máxima de Jesu-Cristo, «Amaos los unos a los otros»: i para esto proponia únicamente un aumento de actividad industrial, la juiciosa clasificacion de los trabajadores, 1 una exacta reparticion de los provechos, «a cada uno segun sus necesidades» ¡ «a cada uno segun sus obras » Estas ideas desarrolladas con calor por oradores de conviccion i de talento, atra- jeron a la nueva doctrina gran número de sectarios. La parte mas lucida de la ja- ventud estudiosa de la Francia oyó con agrado su predicación, i muchos jóvenes no- tables despues en las ciencias i en las letras se apresuraron a hacerse sansimonianos. Vendel-Heyl fué uno de los primeros en alistarse en las filas de los reformadores: se hizo entusiasta partidario de sus ideas i aun se preparó para escribir a defensa de ellas. La sicion de la escuela sansimoniana despues de la muerte de su fundador, las teorías exajeradas de los unos que querian la disolucion de la familia, i la frial- dad de los otros, alejaron a Vendel-Hoyl de sas reuniones, i lo libraron de las per- secuciones que se siguieron a la disolucion de la escuela. Apesar de esta ocurrencia, Vendel-Meyl no traló de disimular sus opiniones. Ellas se habian arraigado profundamente en su espíritu, i lo preocupaban tanto como el cultivo de las lenguas clásicas. En medio de su incesante coniraccion al es- tudio del griego i del latini al de las doctrinas socialistas. el hábil profesor de lite- ratura antigua habia encontrado ciertos puntos de contocto que unjan a ambos estu- dios. A su juicio, las principales bases en que apoyaban su sistema los novadores modernos no eran teorfas desconocidas en la antiguedad, cuyos poetas fueron mas o filósofos de lo que jeneralmente se cree. «La presciencia es uno de los privilejios de los grandes poetas, dice Vendel-Heyl: medio siglo ántes. de Sórrates i de su es. cuela, los sufrimientos de Prometeo i las desgracias de Orestes i de Edipo babian protestado espléndidamente en favor del libre albedrío contra los decretos inexora- bles del Destino; i la palabra que la humanidad supersticiosa o relijiosa hubiera invocado con el nombre de Faíum o de vervum, me parece cosa harto sublime i sagrada, para creer que Plauto u otros pensadores de su temple, tales como Molié- re i Lafontaine, la hayan alguna vez prostituido o profanado. Estas altas intelijen- cias tienen sus mitos como el santuario.» Una vez en esta creencia, (Vendel-Heyl llegó a esplicarse a su modo las doctrinas de los mejores poetas de la antigúedad. El Prometeo de Esquilo «cargado de cade- nas, maltratado por los sufrimientos, que desprecia las amenazas i desafía las ven» ganzas de su perseguidor, despierta las simpatias del coro porsu incontrastable valor Y cae herido pero no vencido, seguro de no morir i de alcanzar algun dia sa- tisfaccion de su enemigo», es segun Vendel-Heyl, «un cuadro grande i magnifico de la doble personificacion del antagonismo universal bajo todas sus faces: el espis ritu i la materia, el hombre i la naturaleza, la libertad i el poder, el egoismo i la caridad, el pasado ¡el porvenir, la muerte ila vida», en que el poeta se propone «hacer suceder al antagonismo universal la universal armonia.» Segun este modo de ver, Lucrecio era un filósofo deista que se esplicaba por medio de su sistema du la materia infinita i de átomos vitales i rejeneradores los secrelos mas recónditos de la ciencia. Las agudas ocurrencias que Plauio pone en boca de sus maliciosos esclavos, el fin filósofo de cada una de sus comedias, no tenian a juicio de Vendel- Heyl el solo objeto de hacer reir sino el propósito disimulado de burlarse de los principios aristocráticos dominantes en Roma. En las Bacchides, por ejemplo, Plau- to ha sondeado mas profundamente Jas enfermedades que corrompian la sociedad romana eb su tiempo, ha visto en ella una subordinacion de clases j rangos ente- ramente artificial i forzada, que propendia por todas partes a disolverse i destro- zarse, 1 la ha retratado en sus relaciones domésticas entre amos i siervos. Vendel- Heyl creia que esta pieza era por esto obra de profunda politica i de alta filosofia: «en ausencia, dice él con este motivo, de una lei verdaderamente moral, que man- de igualmente al superior i al inferior, i que les prescriba a cada uno los deberes que les impone respectivamente su fraternidad o su union en la unidad divina, en- tablada la lucha entre la fuerza brutal i la debilidad maliciosa i astuta, la victoria queda i pertenece lejítimamente “al mas diestro, porque está caminando hácia la civilizacion, al paso que, apesar de la lei civil i política que le proteje, su adversa- rio mo es mas que un salvaje.» La disolucion de la escuela sansimoniana i las persecuciones que cayeron sobre sus miembros mas distinguidos no atemorizaron a Vendel-Heyl. Lleno de convic- cion i de esperanza en las doctrinas de sa maestro, no vaciló nunca en manifestar a sus amigos lo que pensaba a este respecto, apesar de las sospechas que su conducta habia despertado en el Consejo de instruccion pública. Sin esta franqueza, él ha- bria llegado a los mas altos empleos universitarios, si como tantos otros hubiese querido renegar de sus convicciones o solamente disfrazarlas; pero mi antecesor, señores, tenia un horror profundo a la hipocresía, 1 prefirió la mediocridad a que fatalmente lo condenaba la sinceridad de sus convicciones a los honores adquiridos por un hábil disimulo. Las repetidas advertencias de la universidad, que desde tiempo atras lo miraba con ojo vijilante, no bastaron a hacerlocambiar de conduc- ta, i sin duda no habria dejado jamas la clase que desempeñaba en el colejio de Saint Louis a no sufrir una injusta postergacion, con desprecio del derecho que le daban sus brillantes servicios como profesor 1 sus recomendables trabajos. Era este A RR FFAA E 7 ns — 129 un golpe disimulado del ministerio de instruccion pública, que sabia apreciar mui bien el mérito de ta] maestro, i respetaba demasiado los derechos adquiridos en el ejercicio del profesorado para destituirlo bruscamente. Asi lo comprendió Vendel- Heyl; ia fin de calmar las susceptibilidades del ministerio pidió una licencia de uv año, durante el cual pensaba dar fin a varios trabajos filolójicos, it acallar asi los clamores celosos e interesados que alcanzaron hasta la universidad. Entónces cabalmente se organizaba una espedicion cientifica compuesta por alzu- nos jóvenes de fortuna que debian dar una vuelta al mundo, siguiendo sus estudios en una hermosa i cómoda embarcacion. Vendel-Heyl creyó que aquel colejio fotan- te podria ser la cuna del renacimiento de las doctrinas sansimonianas, proscriptas en Francia; halazado por las mas dulces ilusiones, aceptó gustoso las propuestas que le hacia el comandante de la fragata Oriental para hacerse cargo de la clase de humanidades de ese colejio. Vosotros, señores, conoceis la suerte de esa espedicion. La Oriental naufragó en las inmediaciones de Valparaiso el 23 de junio de 1840, seis meses despues de haber salido de Francia, 1 arraigó para siempre en nuestro suelo a algunos de los maestros de aquella academia singular. Vendel-Heyl, privado por esta desgracia de todo recur- so, concibió el proyecto de fundar un colejio, i, asociado a M. Cocq, profesor de idrografía i náutica de la Oviental, creó una escuela de comercio i marina, bajo la proteccion de la municipalidad de Valparaiso. Este colejio no fué sin embargo de larga duracion. Los estudios de Vendel-Heyl quedaban sin aplicacion en ese establecimiento, miéntras que se veía reducido a en- señar a los alumnos los primeros rudimentos de matemáticas i jeografía. Yu ciencia, lo llamaba a figurar en otro campo mas vasto. Su mérito, en efecto, no habia quedado oculto como la posicion que ocupaba. Sus obras elementales lo habian dado a conocer en Chile mucho ántes de su arribo, 1 le habian granjeado el aprecio de la jente ilustrada. A la época de la fundacion de esta universidad fué nombrado miembro de la facultad de filosofía i humanidades; 1 tan luego como hubo liegado a Santiago, se creó para él una clase de griego i otra de poética latina en el Instituto Nacional. Era esta la primera vez que enseñaba en los colejios de Chile el primero de estos ramos: la enseñanza del segundo que se hizo obligatoria a los estudiantes de huma- nidades, iba a recibir importantisimas mejoras con tan habil profesor: pero noso- tros, porque yo pertenecia al primer curso que enscñó mi predecesor, creimos que el ramo que se nos queria enseñar era tan innecesario como difícil, i cometimos el indisculpable crimen de pretender vengar en la persona del bondadoso maestro los trabajos que nos imponía esta nueva tarea. Nosotros no tomamos en cuenta los honrosos antecedentes del sábio profesor ni el singular cariño con que miraba a ca- da uno de sus discípulos: tratamos solo de incomodarlo, i para esto no perdonamos arbitrio ni travesura que pudiesen serle importunos. En estas circunstancias Ven- del-Heyl probó la sagacidad de su espíritu para domar a sus bulliciosos i discolós discipulos: sin apelar a ninguna medida severa, sin irritarnos con castigos infaman- tes o aflictivos, el esperimentado profesor del colejio de Saint Louis venció nuestra soberbia, i nos redujo a oir con agrado i compostura las sabias lecciones que habia- mos despreciado anteriormente. Desde entónces nuestra simpatia por él fué tan profunda como habia sido grande nuestro encono. Al poco tiempo de haberse establecido en Santiago comenzó Vendel-Heyl a publi- car nuevos trabajos para la enseñanza. Aumentó considerablemente la prosodia de la gramática latina de don Francisco Bello, i compuso en español una obrita intere- sante titulada: Sumario de la historia de Greciai Roma, que los estudiantes debian — 130 — poner en latin con ayuda de un vocabulario impreso en otra columna; para adquií- rir un conocimiento exacto de los jiros i construcciones de aquella lengua. Su laboriosidad no se satisfizo con este trabajo: Vendel-Heyl habia observado que faltaba en Chile una coleccion de los poetas latinos mas antiguos que pudiese servir a los estudiantes dei curso superior de humanidades. La impresion de esta obra demandaba gastos tan considerables que solo podia emprenderse con el apoyo del gobierno. Vendel-Heyl lo obtuvo; en 1850 publicó su primer estudio sobre Plauto, ¡el siguiente año un segundo libro sobre Terencio. Están estos compuestos de frag- mentos escojidos de las comedias de ambos autores, coordinados con arte i unidos con comentarios sencillos para dar una idea completa de la pieza. Cada estudio va pre- cedido de una introduccion biográfica i critica i acompañada de motas destinadas a facilitar la traduccion i la mensura de los versos. Examinando con cuidado i de- tencion ambos estudios, es fácil conocer que su autor no solo es un latinista de pri- mer órden sino tambien un literato de gusto delicado. Vendel-Heyl daba a estos estudios de traduccion toda la importancia que mere- cen. Tenia un' particular cuidado de poner en manos de sus discipulos lós trozos mas bellos de los autores latinos, para/hacerles mas agradable el trabajo 1 para for- marles el gusto literario. «De este modo, decia Vendel-Heyl repitiendo una espre- sion de Rollin, los estudiantes se familiarizan con los autores que traducen i toman insensiblemente sus jiros i hasta sus pensamientos.» En la traduccion, en electo, no aprende solamente el estudiante la significacion de las palabras gu el modo de vertir al idioma propio los pensamientus escritos en una lengua desconocida, sino tambien el mejor método de pensar, de coordinar con acierto i lucimiento las ideas, 1 de aprovechar todos los matices que encierra el cul- tivo del lenguaje. En la traduccion de los buenos escritores de la antigúedad clasi- ca se adquieren mil nociones de filosofía e historia i el arte de pensar i de escribir con elegancia i soltura. «Cuando yo tuve la desgracia de querer hablar al público, dice Rousseau, senti la necesidad de aprender a escribir, i me atrevi a ensayarme en Tácito.» ' El tercer estudio de Vendel-Heyl debió aparecer a principios de 1852. Estaba éste destinado al hermoso poema de Lucrecio, cuya filosofia materialista i absurda ha impedido que los maestros lo pongan en manos de los niños: pero mi antecesor, que simpatizaba hasta cierto punto con las ideas filosóficas del poeta, comenzó a hacer los estractos de su libro sacando de él no los fragmentos mas hermosos sino aquellos que contienen la esposicion i defensa del sistema de Epicúro. Inútil fué que el sábio rector de esta universidad, con quien Vendel-Heyl se consultaba sobre este particular, le representase lo imprudente de su eleccion: sin desmentir en nada su natural moderacion, Vendel-Heyl se obstinó en publicar a Lucrecio segun su propósito, i sin duda habria dado a luz su lercer estudio, a no cortar la cuestion el ministerio de instruccion pública, decretando que se suspendiese la publicacion de la obra. Esta providencia fué un golpe de muerte para mi antecesor. La publicacion de los poetas latinos le procuraba una renta que le faltó desde ese dia; pero su ánimo su” perior no se dejó abatir por tamaña desgracia. «El gobierno, dijo resignadamente Vendel-Heyl, no necesita de mis servicios»; isin dar la mas lijera prueba de rencor, sin manifestarse siquiera quejoso por este contraste, redobió su actividad para ganar su vida por vtros caminos. El sábio profesor de los colejios de Francia se vió entónces reducido a la dura necesidad de vender sus libros i de recorrer la poblacion dando lecciones particulares de frances, historia o jeografía; pero este trabajo que exijia de su parte vigor i juventud encontró su naturaleza gastada por los años i las desgra- cias. Contaba entónces sesenta ¡ seis años, empleados todos en el estudio i en la — 131 — enseñanza, contraido siempre en sus ideas, i de ordinario rodeando de desgracias, El habia visto morir a todas las personas que le eran queridas. Sus dos únicos hi- jos habian desaparecido uno tras de otro ántes de cumplir treinta años, (4) ¡ una hija que habia dejado en Paris, casada con un librero Desessarts, falleció en 1853, en la misma época en que Vendel-Heyl se hallaba separado de la enseñanza i priva- do de todo recurso. El alma sensible de Vendel-Heyl no pudo soportar este último golpe: su salud comenzó a decaer, sin que ni los recursos médicos ni un lisonjero decreto que dictó el gobierno a peticion de la universidad, restituyéndole el goce de su sueldo i auto» rizándolo para continuar la publicacion de los poetas latinos, bastasen a calmar los sufrimientos de su cuerpo i- de su ánimo. Él vió acercarse su fin sin temor ni sobre- salto; sufrió con valor i constancia, i murió con la tranquilidad de una alma pura que vé en la muerte el descanso de las fatigas de la vida. (2) Tan lamentable pérdida ha dejado. mas de un vacio que llenar. Vosotros habeis querido que yo venga a ocupar el asiento que dejó vacante en esta corporacion, i me habeis favorecido concediéndome el honor de suceder a mi sabio maestro; pero yo no puedo reemplazarlo en el ejercicio de su profesion. Alentado por el mejor deseo de asociarme a vuestras tareas, vengo solo a ofreceros mi laboriosidad i constancia para ayudaros en ciertos estudios que os han ocupado. ACTAS DEL GUNSEJO DE PROFESORES DEL INSTITUTO NACIONAL, SESION DEL 12 DE DICIEMBRE DE 1855. Se abrió presidida por el señor Rector 1 con asistencia de los señores profesores Briseño, Tagle, Amunátegui, Soto, Pizarro, Bravo, Franco, Lira, Izquierdo, Olava- rrieta, Saavedra, Guzman, Basterrica, Zenteno, Manterola, Hunneeus, Munita, Beni- tez, Rencoret, Guillou, Murphy, Biancbii Herrera. Se procedió a elejir el profesor que debia pronunciar el discurso en la próxima distribucion de premios i el secretrrio del Consejo, resultando electo para el pri- mero de estos cargos Fra José Benitez, i para el segundo don Ignacio Zenteno. En seguida se dió principio a la eleccion de los alumnos que, por su aplicacion i aprovechamiento debian ser premiados en las clases que cursaron durante el presente ¡año escolar de 1855. (1) El mayor llamado Paulo murió en 1843 en el terremoto de la Guadalupe, i el segundo, Emilio, que acompañó a su padre a Chile, i que desempeñó una cluse de latinidad superior e el Instituto de Santiago, falleció en 1845. (2, Su muerte ocurrió en febrero de 1354, 78 — 132 — Clase de filosofía final. e Fueron propuestos— D. Sandalio Letelier, » Miguel Barra. » Pedro Solar. Obtuvo el primer premio don Sandalio Letelier por unanimidad, ¡ el segundo don Miguel Barra por doce votos contra uno que obtuvo don Pedro Solar. Clase de fundamentos de la fé. Propuestos— D Miguel Barra. “» Casimiro Ramirez. » Sandalio Letelier. » José Antonio Gandarillas. » Alejandro Zúñiga. » Juan José Aldunate. Obtuvo el primer premio don Miguel Barra por once votos contra uno por don Sandalio Letelier i tres por don Casimiro Ramirez, quien obtuvo el segundo por diez votos contra cuatro por don Sandalio Letelier iuno por don José Antonio Gandarillas. Clase 2 de humanidades. Propuestos— D. José Antonio Lira. » Diego Donoso. » Andres Rojas. » Eduardo Squella. » Cárlos Sanchez. Obtuvo el primer premio don José Antonio Lira por doce votos contra cuatro por don Diego Donoso, quien obtuvo el segundo por quince votos contra uno por don Andres Rojas i uno por Cárlos Sanchez. Clase de física elemental. Propuestos— D. Cárlos Sanchez. » Diego Donoso. » José Antonio Lira. A D. Eduardo Squella. » Buenaventura Zarrícueta. Obtuvo el primer premio don Cárlos Sanchez por diez i seis votos contra dos por don Diego Donoso, a quien se adjudicó el segundo por quince volos contra dos que obiuvo don José Antonio Lira. Clase de framces fimal. Propuestos— D. Guillermo Eloi Rodriguez. » Alejandro Andonaegui. » José Agustin Fnentes. Obtuvo el primer premio don Guillermo Eloi Rodriguez por diez i ocho voto contra cinco que obtuvo don José Agustin Fuentes, a quien se elijió para el segundo por diez ¡ nueve votos contra tres que obtuvo don Alejandro Andonaegui. Clase de historia eclesiástica (internos). Propuestos— D. Eleodoro Ureta. Pedro José Gorroño. » José Agustin Fuentes. » Francisco Javier Leon. » Enrique Rodriguez. » Luis Aldunate. 3 Obtuvo el primer premio don Eliodoro Ureta por veinte votos contra dos que obtuvo don José Gorroño, a quien se adjudicó el segundo por quince votos contra “Ares por don Enrique Rodriguez, dos por don José Agustin Fuentes i dos por don Francisco Javier Leon. Clase de imgles fimeal. Propuestos— D. Joaquin Mateluna. » Abelarao Nuñez. Se acordó conceder solo um premio que lo obtuvo don Joaquin Mateluna por diez lsiele votos contra cuatro por don Abelardo Nuñez. A Clase 3.2 de humanidades. nr q Propuestos— = D. José Antonio Tagle, » Ramon Rivera. — 134 — D. Francisco Bernales. » Crisólogo Varas. » Justiniano Adrover. Obtuvo el primer premio don José Antonio Tagle por diez 1 seis votás contra tres gue obtuvo dun Francisco Bernales. El segundo lo obtuvo don Ramon Rivera por quince votos contra cinco que obtuvo don Francisco Bernales: Clase de Mistoria sagrada [imiermos]. Propuestos— D, Cárlos Astaburuaga. » Crisólogo Varas. » José Miguel Varas. » Baldomero Herrera. » Teodoro Errazuris. » Jose Maria Montt. Se adjudicó el primer premio a don Cárlos Astaburuaga por quince votos contra cuatro por don Crisólogo Varas idos por don José Miguel Varas. El segundo lo obtuvo don Crisólogo Varas por diez i nueve votos contra dos que obtuvo don José Miguel Varas. Clase de historia sagrada (estermos). Propuestos— D. Francisco Bernales. » José Antonio Tagle. Claudio Martinez. José Maria Lira. Y Y Y contra dos que obtuvo don José Antonio Tagle, a quien se elijió para el segundo por diez i ocho votos contra das que obtuvo don José María Lira. Clase de frances primer año. 0 Propuestos— D. Ramon Rivera. » Ricardo Echaer. » José Antonio Tagle. » Juan Dominga Tagle. » Ramon Dominguez. » Adolfo Valdes. Domingo Tagle, i el segundo a don Ricardo Echaer por quince votos contra dos q | obtuvo don José Antonio Tagle i dos por don Juan Domingo Tagle, — 138 — COCinse de imgles primer año. Propuestos— ” D. José Antonio Lira. » Andres Rojas. AS Solo se concedió un premio que lo obtuvo don José Antonio Lira por diez i scis volos contra cinco que obtuvo don Andres Rojas. Clase 2 2 de humanidades de imternoS. Propuestos— D. Pedro José Barros. » Federico Castro. » Eujenio Ramirez. » Benjamin Gaete. Obtuvo el primer premio don Pedro José Barros por 17 votos contra tres que obtuvo don Federico Castro, a quien se adjudicó el segundo por diez i siete volos | contra tres que obtuvo don Benjamin Gaete i uno don Eujenio Ramirez. Clase de catecismo fimal (imtermos). Propuestos— | D. Juan de Dios Donoso. » Federico Castro. » Abelardo Donoso. » Jnlio Vildosola. » Francisco Labbé. » Toribio Letelier. Obtuvo el primer premio don Juan de Dios Donoso por 18 votos contra tres por don Federico Castro, quien obtuvo el segundo por quince votos contra cinco por - don Abelardo Donoso i uno por don Julio Vildosola. Clase 2. de humanidades para esternos. Propnestos— s D. Osvaldo Renjifo. » Carlos Renjifo. » Adonis Ollancder. » Guillermo Middleton. E S » Francisco Godoi. qe Se adjudicó el primer premio a don Osvaldo Renjifo por quince votos contra dos por don Adonis Ollaneder i dos por don Cárlos «Renjifo, a quien se adjudicó el segundo por doce votos contra cinco per don Francisco Godoi, dos por don Adolfo Oilaneder i dos por don Guillermo Middleton. — 136 — Clase de Hteratura de la 6.2 Propuestos— D. Sandalio Letelier. Luis Rodriguez. | Miguel Barra, » Benjamin Pereira. Y rt Obtuvo el primer premio don Sandalio Letelier por unanimidad, i el segundo don Luis Rodriguez tambien por unanimidad. Historia de América i de Chile. Propuestos— D. Sandalio Letelier. » Miguel Barra. » Benjamin Pereira. Obtuvo el primer premio don Sandalio Letelier por unanimidad, i el seznndo don Miguel Barra por ocho votos contra cuatro por don Benjamin Pereira, de quien se hace mencion honrosa. Literatura e historia moderna de matemáticos. 4 Como el profesor solo propuso a don Antonio Montes, el Consejo le concedió el premio único por unanimidad. Dibujo matural 2.0 año. Propuestos.— D. Mariano Mateluna. » Benjamin Chacon. » Ramon Allendes. > Obtuvo el primer premio don Mariano Mateluna por unanimidad, i el segundo don Benjamin Chacon por ocho votos eontra dos que obtuvo don Romon Allendes. ' Clase 5.2 de humanidades. Propuestos— PD. Guillermo Eloi Rodriguez. » Luis Antonio Cantos. » Fidel Ignacio Rodriguez. » José Agustin Fuentes. » Francisco Javier Muñoz. » Pedro Jusé Gorruño. — 137 — Obtuvo el primar premio don Guillermo Eloi Rodriguez por seís votos contra bres por don Luis Autonio Cantos, quien obtuvo el segundo por unanimidad. Historia eclesiástica i vida de Jesucristo de los estermos de la 5.21 2.2 año cientilico. Propuestos— D. Primitivo O'Rian. » Luis Antonio Cantos. » Claudio Acuña. » Guillermo Eloi Rodriguez. Se adjudicó el primer premio a don Primitivo O'Rian por ocho votos contra tres por don Luis Antonio Cantos, a quien se adjudicó el segundo por ocho votos coníra tres por don Claudio Acuña. Clase 1. de humanidades para esternos. Propuestos— D. Miguel Tagle. » Manuel Middleton. » Gruz Carmona. » Francisco Moreno. Obtuvo el primer premio don Miguel Tagle por siete votos contra cuatro por don Manue! Middleton, quien obtuvo el segundo por ocho votos contra tres por don Cruz Carmona. Catecismo fimal de esternmos. Propuestos— D, Carlos Renjifo. » Osvaldo Renjifo, » Domingo Cadiz. » Juan de la Cruz Solar. Adonis Ollaneder. a Se adjudicó el primer premio a don Cárlos Renjifo por diez votos contra uno por don Osvaldo Renjifo, a quien se adjudicó el segundo por nueve contra dos que obtuvo don Domingo Cádiz. Catacismo primer año de esternmos, 5 Propuestos-= D, Nicolas Rodriguez. » Miguel Tagle. » Manuel Villalon, — 138 — Obtuvo el primer premio don Nicolas Rodriguez por diez votos contra uno que obtuvo don Miguel Tagle, a quien se adjudicó el segundo por nueve votos contra dos por don Manuel Villalon. Catecismo primer año de estermos. Propuestos— D. Erasmo Amador Gasinona. » Pedro Lira. » Ricardo Puelma. Se elijió para el primer premio a don Erasmo Amador Carmona por ocho votos contra cuatro por don Ricardo Puelma, a quien se elijió para el segundo por ocho votos contra cuatro por don Pedro Lira. Clase 1.? de humanidades de internos. Propuestos— D. Belisario Labbé. » Jelasio Davila. » José David Zamora. » Jerman Beza. Obtuvo el primer premio don Belisario Labbé por nueve votos contra tres que obtuvo don Jelasio Dávila, quien obtuvo el segundo: por once votos contra dos HS obtuvo don Jerman Beza. Catecismo 1." año de imiernos. Propuestos— D. Jelasio Davila. » Cesareo Peñailillo.: » Manuel Ortúzar. ce » Bernardo Letelier. « Belisario Labbé. » Juan José Palacios. Obtuvo el primer premio don Jelasio Dávila por diez votos contra dos por don Bernardo Letelier i dos por don Belisario Labbé. El segundo lo obtuvo. don Cesareo Peñailillo por once votos contro tres por don Belisario Labbé, Clase del 3.7 año escolar. Propuestos-= D. Joaquin Castro. » Juan Antonio Montes. — 139 — Se tomó votacion, en la que don Joaquin Castro obtuvo diez votos i don Juan Antonio Montes cuatro. Por consiguiente obluvo el primer premio don Juaguin Castro i el segundo don Antonio Montes. Fundamentos de la fé de matemóticas. Propuestos— D. ¿nan Antonio Montes. » Luis Barros. » Rafael Ahumada: Se acordó conceder solo un premio, que lo obtuvo don Juan Antonio Montes por unanimidad. Cinse del 2.0 año cientifido de matematicos. Propuestos— D. Manuel Montes. » Tomas Ureta. » Pedro Salas. Obtuvo el primer premio don NMannel Montes por nueve votos contra tres por don Tomas Ureta i dos por don Pedro Salas; el segundo lo obtuvo don Tomas Urcta por once volos contra tres por don Pedro Salas. Mistsria de la edad media, Propuestos— D. Manuel Montes. » Uldaricio Prado. y » Francisco Javier Leon. Se adjudicó el primer premio a don Manuel Montes por doce votos contra uno que obtuvo don Uldaricio Prado. En la votacion para el segundo premio don Ulda- ricio Prado obtuvo siete votos i don Francisco Javier Leon otros tantos. Repetida la votacion resultó electo para el segundo premio don Francisco Javier Leon por ocho volos contra seis que obtuvo don Uldaricio Prado. Cosmografía del 3." año ciemtiíico. Propuestos— k 1,2 D. Juan Antonio Montes. A Joaquin Castro. ! Cárlos Espinosa, Se elijio para el primer premio a don Juan Antonio para el segundo a don Joaquin Castro por trece votos Espinosa, Montes por unanimidad, i contra uno por don Cárlos 79 Clase del 8.7 año cientifico. Propuestos— D. Pedro Lucio Cuadra. » José Maria Silva, José Maria Lira. Diego Vergara. Y Obtuvo el primer premio don Lucio Cuadra por unanimidad. i el segundo don José Maria Silva por nueve votos contra tres por don José Maria Lira i dus por don Diego Vergara. ' Clase de gramática castellana fimal. Propuestos— D. Claudio Acuña. » Antonio Maria Gallo. » Nicanor Gerda. Se adjudicó el primer prersio a don Claudio Acuña por trece votos eontra uno por don Antonio Maria Gallo iuno por don Nicanor Cerda, quien obtuvo el se- gundo por once votos contra cuatro por don Antonio María Gallo. Clase de historia rOMmama. Propuestos— D. Jose Maria Lira. » Pedro Lucio Cuadra.' » Diego Vergara. Obtuvo el primer premio don José Maria Lira por catorce votos contra uno por don Diego Vergara, quien obtuvo el segundo por nueve volos contra seis por don Pedro Lucio Cuadra. Clase de dibujo lineal. Propuestos— D. Pedro Lucio Cuadra. » Carlos Barros. » Nicanor Cerda, » Indalicio Ureta. Obtuvo el primer premio don Pedro Lucio Cuadra por doce votos contra uno por don Nicanor Cerda i dos por don Cárlos Barros, quien obtuvo el segundo por doce votos contra dos por don Nicanor Cerda 1 uno por don Indalacio Urcta. | Ae Clase 2 ? preparatoria de matemáticas. Propuestos— D. Abelardo Donoso, 4.0 l » Diezo Torres. » Ruperto Solar. e Do de Juan de la Cruz Solar. * Lo Francisco Guerra. Se adjudicó el primer premio a don Abelardo Donoso por doce votos contra tres por don Diego Torres. El segundo lo obtuvo don Ruperto Solar por once contra tres por don Francisco Guerra. Gramatica castellana 2.0 año. Propuestos— D. Francisco Guerra. » Abelardo Donoso. » Juan de la Cruz Solar. » Ruperto Solar. Fué electo para el primer premio don Francisco Guerra por trece votos contra uno por don Juan de la Cruz Solar i uno por don Abelardo Donoso, a quien se eli- jió para el segundo por ocho votos contra cinco por don Juan de la Cruz Solar. Clase de Historia amtigua il griega. Propuestos— D. Máximo R. Bravo. » Teodoro Gacitúa. » Ruperto Solar. » Juan de la Gruz Solar. » Juan de Dios Donoso, Obtuvo el primer premio don Máximo R. Bravo por diez votos contra cuatro por don Teodoro Gacitúaiuno por don Ruperto Solar. El segundo lo obtuvo don Juan de la Cruz Solar por once votos contra dos por don Ruperto Solar, uno por don Teodoro Gacitúa i uno por don Juan de Dios Donoso. * Clase de dibujo de paisaje. Propuestos— D. Juan Francisco Rivera. » Juan de la Cruz Solar. —= 7142 — En la votacion para primer premio, don Juan Francisco Rivera obtuvo doce vo- tos i don Juan de la Cruz Solar tres; resultando electo para el primero don Juan Francisco Pivera i para el segundo don Juan de la Cnuz Solar. Clase 1.2 preparatoria para intermos i estermos. Propuestos— D. José Miguel Campos. » Abilio Arancibia. » Arturo Vial. » Gregorio Donoso. » Bernardo Letelier. Obtuvo el primer premio don José Miguel Campos por doce votos contra das por don Abilio Arancibia, quicn obtuvo el segundo por doce votos contra dos por don Arturo Vial. Clase 1.2 preparatoria para estermos. - Propuestos— Jose Perez. Augusto Nordenflycht. 2.2» Dionisio Bustos. D. Pantaleon Rosas. » » Obtuvo el primer premio don Pantaleon Rosas por doce votos contrauno por don Augusto Norden!lycht i uno por don José Perez. quien obtuvo el segundo por diez votos contra cinco por don Augusto Nordenllycht. Ciase de partida doble. Propuestos— D. Vicente Silva. » Francisco Lopez. » Robustiano Santander. Se acordó no conceder premio alguno a esta clase sino solo hacer de cllos una mensión honrosa. Clase de latin fimal. Propuestos— D. Miguel Barra. » José Antonio Gandarillas. » Benjamin Percira, * — 143 — Obtuvo el primer premio don Miguel Barra por trece votos contra dos por don José Antonio Gindarillas, quien obtuvo el segundo por doce votos contra cinco por don Benjamin Pereira, Dibujo limeal para artesanos. Propuestos— D. Juan Bijio. » José Sola, » Pedro N. Olivo. » Manuel Aguila, Obtuvo el primer premio don Juan Bijio por trece votos contra dos por don José Sula, quien obtuvo el segundo por once votos contra cuatro por don Pedro N. Olivo. Premios de conducta. Conforme a lo prevenido en el artículo 126 del Reglamento interior, concurrie- ron el Vice-Rector i los Inspectores deinternos para la asignacion de estos premios, que se asignaron como sigue: S.* SECCION, Fueron propuestos— D. Sandalio Letelier. » Pedro Solar. » Manuel Sanchez. Tomada votacion, don Sandalio Letelier obtuvo quince votos; don Pedro Solar dos i don Manuel Sanchez uno: por consiguiente obtuvo el premio don Sandalio Letelier, 7.2 SECCION. Propuestos— D. Daniel Diar. » Eduardo Moya. » Fraucisco Pinto. » José Maria Silva. Obtuvo el primer premio don José Maria Silva por diez votos contra seis por don Daniel Diar i tres por don Eduardo Moya. 6,2 SECCION». Propuestos— D. José Agustin Fuentes. » Luis Aldunate. « Francisco Javier Muñoz, — 4h — Se adjudicó el premio a don José Agustin Fuentes por quince votos contra tres por don Luis Aldunate. 5.2 SECCION. Propuestos— D. Adolfo Valdez. » Crisologo. Varas » Salustio Mardones. Se concedió el premio a don Adolfo Valdez por trece votos contra tres que obtuvo don Crisólogo Varas i¡ uno don Salustio Mardones. 4.2 SECCION, > Propuestos— D. Francisco Javier Leon » Eulojio Pereira. Fué electo para este premio don Francisco Javier Leon por trece votos contra cin- co gue obtuvo don Eulojiv Pereira. 3.2 SECCION. Propuestos— D. Francisco Labbe. » Benjamin Chacon. » Pedro José Barros. Obtuvo este premio don Francisco Labbé por trece votos contra tres por don Pe- dro José Barros i dos por ovn Benjamin Chacou. 9.4 SECCION. Propuestos— D. Jose David Zamora. » Belisario Labbé, » Jelasio Dávila. Se elejió para el primer premio a don José David Zamora por diez votos contra Cuatro por don Belisario Labbé i cualro por don Jelasio Dávila» == 4.2 SECCION. Fueron propuestos— D. Juan Gandarillas. » Tristan Pantoja. » Antonio Colapos. Obtuvo el premio don Tristan Pantoja por doce votos contra cuatro por don An- tonio Cotapos i uno por Juan Gandarillas. Se levantó la sesion, quedando solo por asignar los premios a los alumnos que cursaron la clase de Ingles segundo año i primera de Huramnidades de esternos. METALURIIA de la amalgamacioón americana, como ha sido descrita t puesta en práctica por los beneficiadores america- vos icomo se debe considerar en el estado actual de la cien- cia, por [enacio Dome, ko. Pocos ejemplos de invenciones mas útiles i mas productivas presenta la historia de industria en los últimos siglos que la amalgamacion americana, invencion debida al jénio emprendedor i actividad de los primeros esploradores del nuevo Conlinen- te. Nacida de una rutina laboriosa i observadora, puesta en práctica i perfeccionada por hombres de profesion en todas las Américas españolas, organizada en un méto- do completo de beneficio i de ensayes, sometida a reglas fijas i racionales, puso talvez nn medio millar de márcos de plata en circulacion, ántes que los hombres de ciencia vinieran a esplicar o mejor diré a proponer teorias para la esplicacion de las reacciones mui singulares i complicadas que acompañan este método. No por eso hemos de creer que los beneficiadores a quienes se debe el desarrollo i perfeccion de esta invencion, hayan esperado dos sizlos i medio que la ciencia les enseñase a raciocinar 1 dar verdaderas razones de lo que hacian i debian de hacer. Todo hom- bre intelijente, que a fuerza de su laboriosidad llega a obtener resultados posilivos, úliles i evidentes de su trabajo, por mas que so le llame práctico, rulinero, guiado por cierto instinto, casualidad o feliz imspiracion, raciocina a su modo, busca i da razones de lo que hace, junta i anuda sus conocimientos prácticos en una teoría que viene lras del descubrimiento, 1 con la cual se crea un nuevo lenguaje, nuevos términos, intelijibles solo alos que ponen Ja mano en la obra. Si el hombre de cien- cia, el sabio, no los entiende, peor para él: no.es la culpa del inventor o del prác- tico: muchas veces el orgullo o una falsa ilustracion por una parte, i la desconfian- za o preocupacion por la otra se ponen de por medio para impédir el mútuo en- tendimiento, i sucede que solo a vuelta de años, las dos teorías, es decir, la ruline- ra llena de términos mui animados, jpoéticos, orijinales, en los que se refleja el jénio del descubridor, i la teoría dada por la ciencia, mas severa ¡exacta eb sus lér. minos, se encuentran 1 se dan la mano:—se reconcilian, y La historia del método de amalgamacion americana nos comprueba de cierto mo- do lo que acabo de decir. En todo el siglo pasado, siglo en que las ciencias fisicas AGA i esperimentaleWtomaron un vuelo tan rapido como seguro i la metalurjia halló un buen apoyo en la química, poco se cuidaron los hombres de ciencia europeos del estado de industria en nuevo mundo. inmensidad de barras de plata i de oro reci- bia el antiguo mundo del nuevo sin averiguar de qué modo, con qué trabajo 1 me- diante qué arbitrios se estraian esos preciosos metales del seno de la tierra. Creiase que el suelo americano estaba sembrado de plata i oro ya hechos, i que no tenia mas que inclinarse el hombre para recojer esas prodijiosas riquezas. Á nadie se le ocurria pensar que la jeneralidad de minerales de Méjico de donde sacaban miilo- nes de marcos de plata eran mas pobres i mas rebeldes al beneficio que muchos de los metales de plata de Sajonia 1 Hungria. Lo poco que se sabia en Europa del estado del laboreo de minas i del beneficio de sus minerales en Ámerica de aquel tiempo, apénas era suficiente para dar una idea la mas triste de la industria de estos paises, i la mas inexacta de sus recursos, Entretanto, las artes i las ciencias aplicadas a la minería adelantaban en Europa, particularmente en Alemania. Descubrióse un mélodo particular para la amalgama- cion mui rapida i casi compiela con poca pérdida de mercurio en Freyberg, i sus resultados eran prodijiosos. Con nada mas que eso mandó Su Majestad Católica una comision a lo que llamaba sus dominios del nuevo mundo, compuesta de buenos injenieros alemanes, para que sustituyesen aquel método rutinero americano, por el de Freyberg. Nada, segun parece faltaba a los comisionados: dinero, máquinas, obreros i órdenes a los vireyes, gobernadores, todo lo puso a disposicion de los mensionados injenieros el gobierno español. El único resultado que ha tenido esta espedicion ha sido un corto cuaderno, un li- brito que escribió ¡publicó uno de los injenieros Sonnenschmid (1) sobre el método de amalgamacion americana ¡las ventajas que ésta llevaba al método sajon en los parajes donde se beneficiaban los minerales de plata en América. El hecho fué que se reco- noció como impracticable la introduccion del método sajon en el nuevo Continente, ¡se abandono la empresa; mas el corto librito de Sonnenschmidt llamo la atencion de los quimicos i metalurjistas enropcos hácia el beneficio americano, al cual principia- ron a dar un lugar muí honroso en sus tratados. Desde entonces Karsten, Boussin- gaull Fournel Bwring iúltimimente Molagatii Durocher dieron a conocer sus espe. rimentos e investigaciones hechas con el ánimo de aclarar i mejorar si se puede el mé- todo deamalyamación americana; mas hasta ahora reina se puede decir, cierta ambi- giledad e incertidambre o inexactitud en las descripciones que se suele dar de este métodoen las obras cientificas, a lo ménos nose conoce ninguno que abrazo todas las modificaciones que se hadado en la právcticaa este método, ¡todos los pormenores del trabajo con sus términos i razones que dan los beneliciadores para cada opcracion, El mejor modo de suplir esta falla, segun erco, seria presentar este método en la misma luz en que lo ven los beneficiadores del patio, en los mismos términos i si se quiere con las mismas preocupaciones con que suelen hablar de su oficio estos hombres de profesion, conciensudos i prolijos, tratando «de poner en parangon sus ideas con las que nos suministra la ciencia. Á este pensimiento me ha dado molivo la casualidad que dejó caer en mis manos un manuscrito orijinal de un bencfcia- dor de Oruro escrito en 1781, El antor don Juan de Alcalá i Amurrio natural de la villa de Sam Felipe de Oruro no era hombre rico, capitalista ni minero, era, como lo da a entender en su prólogo e introduccion, beneficiador de prafesion, ocupado en toda su vida, en cui- dar la hacienda ajena ¡en beneficiar los metales de su patron. Hombre concienzu- do, de mucha esperiencia i observador, escribe este libro para su hijo, legándole (4) Tratado de amalgamacion de Nueva Espiár por Sonnenschmidt Paris 1825, mn PR todo sa saber, la única herencia talvez que le cupo en suerte dejar. Su libro posce en gran parte el mérito de aquellas buenas cualidades que se suele notar en las obras no escritas para la publicacion i que rara vez hallamos en los libros cuyos autores désde el primer renglon hasta el último estan constantemente preocupados de la inmensidad del mundo que han de recorrer sus ideas. En este pequeño 1 humilde escrito se refleja lo que en tiempos antiguos habia sido un beneficiador dle profesion, su carácter, su lengunje, sus ideas, sus conocimientos i su capacidad. Bórsase talvez i cada dia toma otro carácter el tipo que este ramo de industria se habia creado entre los americanos españoles, í mo será sin interes que conservemos la memoria de algunos rasgos Curacleristicos de la existencia de un hombre de esta naturaleza, de quien quizá no se acuerdan ni en su hogar doméstico ni entre Los suyos. Con este propósito, bajo tres puntos de vista examinaré el indicado manuscrito: en primer lugar con respecto asus tendencias morales, que revelan en su prólogo un caracter llano, humilde, justo, independiente, laborioso i concienzuado; en segundo Jugar, en lo relativo a su lenguaje i términos técnicos que a la par de señalar a no- solros el verdadero sentido de muchas palabras i espresiones que se usan entre los mineros i beneficiadores, 1 el orijen de varios lérminos profesionales conocidos en Chile, nos presentan un modo de espresarse mui orijinal, animado, que habla a un tiempo a la imajinacion 1 al buen sentido; estudiaremos en tercer lugar este mismo “manuscrito bajo el punto de vista profesional i práctico, fijándonos en las reglas que prescribe para el beneficio, ien ellas haremos cierta coincidencia i acuerdo con las ¡ideas muevas 1 científicas qne nos presenta el arte i la ciencia moderna. Dice «en su introduccion el autor, dirijiéndose a su hijo: «mucho tiempo há, hijo mio, que me has hecho inisiativa en órden a que te enseñe el beneficio del azogue en los. metales de plata, ino te lo he querido conceder, movido del amor que te tengo porque no quisiera que vivieras de un ejercicio lan peligroso para el alma, i tan odioso eu esta vida temperal; peligroso, porque quien vive de ejercitarse en esta. ciencia entresándose a hacienda ajena debe estar mui vijilante, poniendo toda aplicacion 1 cuidado can asistencia contínua, sin omitir la menor dilijencia, ni em - barazarse en otra ocupacion, porque es una materia esta de bencficio, tan delicada que al punto que el beneficiador, por acudir a otro negocio, tiene cnalquier descui- do, le resulta muchos daños, i son en menoscabo de la hacienda que está a su cargo: mira si enesto hijo mio, no tienen los beneficiadores mui arriesgada la salva- cion, pues si de cualquier descuido mace el gravar la conciencia de muchas neglijen= cias i omisiones ¿qué resultará? un cargo de restitución gravísimo. Porque menos. cabando a uno la hacienda se le,quita la honra, que en este lastimero siglo, la ha- cienda es la honra, i perdiendo ésta, sin aquella uo hai vida. Í-¿qué paradero ten- drán o habrán tenido los boneliciadores que sobre no.enlender bien el benoficio, con los descuidos o neglijencias, han destruido en este ramo muchos caudales hasta dejar a los dueños por puertas?» Llegando en seguida al capitulo en que principia a dar reglas para el beneficio, pone ante todo por la primera lo que llama Doctrina del Beneficiador i en que se 'espresa del modo siguiente: «En «todo ¡cnanto obres nunca lo comuniques, sin ponerlo en manos de Dios, pidiendo a su Divina Majestad el buen suceso, a quien atribuirás siempre tus aciertos por lo cual le darás repetidas gracias, ia li te atribuirás los mayores yerros i de- Jectos.» «Ea hacienda ajena i todo lo demas manejarás con temor a Dios i caridad al pró- jimo, huyendo siempre de los pecaminosos iapartándole de todo lo. que te pueda ocasionar o hacer cosas que no sean del agrado de Pios. Con el dueño de la hacien- da que estuviera a tu cargo procurarás tratar siempre verdad; i con todos los yerros s0 — 148 — ¡ descuidos que tuviéses confiesalos, mo por dejarlos fabriques menliras, que ménos cuesta confesar la culpa que buscar la disculpa. : «En la immufaciura oi en nada te fies de los indios, dejándoles la ejecucion de enalquiera obra, a todo te has de hallar presente. Porgue el beneficiador todo pue- de disponer, mandar i dar órdenes a los que le han de hacer todo, que son los ¡m- dios. Por mano de estos corren los repasos de los cajones, o por mejor decir, por sus pies, i elios son los que echan o: hacen todo lo contrario: de modo que: en vez de aprovechar hicen mucho daño. Ellos son hijo mio, vuestros enemigos encubiertos, ¡como no nos pueden hacer daño en otra cosa, lo hacen en ejecutar todo al revez lo que se les manda, para que de ello resulte nuestro daño. Pero no por esto les tengas odio, ni les agravies ni trates mal, ni de obras ni de palabras, que son pró- Jimos, pobres i desvalidos, los debemos amparar. Que el conocimiento de que no nos.quieren no debe servir sino para que no nos fiemos de ellos en la menor cosa. «Acoslumbrate pagarles bien i puntualmente su trabajo ¡su sudor, que es grande, i amarlos interinamente, i en le esterior no se Jo muestres porque no es jente lleva= da por amor.—de modo que siempre te vean el semblante mui entero.» Confesemos que dende quiera que haya hombres de profesion que en la enseñan- za de su oficio a sus hijos procuren inspirarles prineipios 1 sentimientos de esta na- turaleza, puede bien el código descanzar sobre el principio de «la verdad sabida i buena fé guardada» sin ocurrir a complicadas formas de proecdimientos judiciales i tramifaciones. Pasando ahora a la parte tercera i las reglas que se dan en este manuscrito para el beneficio de los minerales de plata, principiaré por esponer del modo mas conci- so posible en qué manera la ciencia moderna concibe i esplica todo el método de amalgamacion americana, tomada en su mayor jeneralidad i aplicacion a toda espe- cie de minerales. Nadic ignora que el mercurio es el ajente principal en este beneficio, empleado para recojer toda la plata eontenida en el mineral, con la cual ha de formar una ama'gama 1 esta amalgama, separada de las tierras, lavada i destilada da al benefi- ciador su plata en piña. Pero el mercurio no se amalgama con facilidad sino con la plata nativa mui dividida; cuesta tiempoi trabajo amalgamarlo con la plata sulfúrea, mas tiempo todavia para unirlo con la plata córnea, i las dificoltades aumentan to- davia mucho mas cuando se lrata de unir el mercurio eon la plata contenida en los sulfuros dobles i pulisúlfuros metálicos. En tedos estes casos, menos el de la plata nativa, el mercurio, al reducir los sólfuros o los cloruros iclorobromuros pasa él mismo al estado de súlfuro cloruro o bromuro i se pierde, ocasionando grandes perjuicios al minero. Guando la plata es sulfúrea, sola o combinada eon otros súl- furos (rosicler, polibasita, cobre cris, plata gris ete.,) no se conuce medio alguno para remediar a esta pérdida de mercurio o para abreviar el liempoz mas, cuando la plata cs córnea (cloruro o clorobromuro) es fácil disminuir dicha pérdida i abre- viar el beneficio mediante algun metal mas clorurabie que la plata, como son el es- daño, el plomo, el hierro o el zine, los que quitaran el eloro i el bromo + Ja plala córnea i entregarán la plata al mercurio en el acto. Hui pues ventaja en clorurar todos los minerales de plata sulfúreos ántes de someterlos a la accion del mercurio o en presencia del mercurio, i el verdadero método americano consiste en conseguir este lin sin gastar mucho en fundiciones, hornos o combustibles. La cloruracion marcha por este método en presencia del mercurio, simultánea» mente cen la amalgamacion. Se la produce el beneficiador americano mediante la sali el sulfato de cobre o persulfato de hierro, conocidos bajo el nombre de majis- tral. Fijémonos en el primero, cuyo uso es mas jeneral i de accion mas enérjica, El suilalo de eobre introducido en el mineral molido con la sal bien mezelado i> O humedecido, da lugar a una descomposicion reciproca entre las dos sales; fór- manse sulfato de sosa ¡cloruro de cobre: el primero queda talvez inerte, mas el segundo obra desde luego sobre los súlfuros, i particularmente sobre el súlluro de plata. De esta accion nacen en primer lugar, subcloruro de cobre, cloruro de plata ¡vel aznfre que se acidifica por el oxijeno del aire, ¡ luego este subeloruro de cobre obrando sobre otra cantidad de plata sulfúrea, da lugar a le formacion de cubre sulfúreo, cloruro de cobre, plata clorurada i plata metálica. Presente a todas lis reacciones el mercurio absorve ante todo las partículas de plata metálica recien reducida o en el acto de reducirse, ¡ejerce su accion aun tiempo sobrela plata cloru- rada recien nacida, quitando el cloro i uniéndose con el metal: de lo que en último resultado se obtiene amalgama i subeloruro de mercurio. La primera se logra el último se pierde sino emplea aigun artificio el beneficiador para quitarle el cloro. En fin, el exceso de sal no hace otro papel que el de disolvente, para disolver por una parte el subcloruro de cobre, por la otra el cloruro de plata, facilitando la accion entre ellos segun el antiguo adajio: corpora non agunt nisi soluta. Todas estas reacciones se reproducen unas (ras otras lenta i gradualmente, pro- longándose en ciertas ocasiones la operacion por mas de dos meses, durante lo cual se mueven i se revuelven las mezclas, para poner las diversas partes del mineral del mercurio i de las sales unas con otras, pero en este mismo tiempo tres acciden- tes mui perjudiciales al beneficio pueden ocurrir, En primer lugar, si hai exceso de sulfato de cobre (el majistral), se formara un exceso de cloruro de cobre ¡ este último no solamente obrará sobre la plata sulfúrea sus compuestos sino tambien sobre el mercurio, i una gran parte de este último pasará al estado de subcloruro aumentandose mucho su pérdida. En segundo lugar, si falta sulfato de cobre, faltará tambien cloruro de cobre, í en tal caso el mercurio en lugar de obrar sobre el cloruro de plata' obrará sobre los súl- furos ise fomará harto deshecho que es mezcla de mercurio sulfúreo, oxidado 1 subdividido metálico. La amalgamacion será lenta, pues el mercurio solo obra mas lentamente sobre la plata sulfúrea i sus compuestos que interviniendo en su accion la de cloruro de cobre» En el primer caso hai exceso de materia “clorurante, la seña del mal se nos reve- la en la presencia del subcloruro de mercurio, que aparece con su aspecto terroso 1 color blanco o blanquesino en la superficie misma del metal, i el remedio mas pronto para este mal consiste en agregar cal o ceniza que con sus bases mas enec- jicas que el óxido de cobre destruirán el exceso de sulfato ántes que éste produjiera todo su efecto; o bien, si el mal se ha hecho en gran parte i si se quiere impedir que aumente la formecion de subcloruro de mercurio, agregan estaño i plomo mui dive dido, en estado de amalgama, para que estos metales se apoderen del cloro. En el segundo-caso, predominando la acccion de las materias sulfúreas, la seña del mal! consiste en la aparicion de manchas negruzcas en la superficie del mercurio o en un aspecto claro i lustroso de su superficie, apesar de la presencia de una cantí- «Jad' notable de parte metálica «del mineral que permanece indiferente a la accion del mercurio. El remedio mas nateral para este mul es de aumentar la cantidad de majistral. En fin, las últimas investigaciones de Malaguti i Durocher comprueban que cuan- do los minerales de plata sometidos a la accion de cloruro de cebre contienen mu- 'eáa dósis de galena i de otros súlfuros metálicos, de arseniuros 1 sulfoarseniuros, el cloruro de cobre ántes de atacar la plata snlfúrea obra sobre «todos estos compuestos i los clorura quedando el súlfuro de plata intacto. de manera que en tal caso resulta- ria gran consumo de majistral, gran pérdida de liempo ¡ de azogue ¡ poco provecho, * En estos casos el método americano ucurre a una fuesta o calcin:icion de minerales —= 1900 con sal i pirita de hierro, en la cun se destruyen Tos mensionados compuestos ise someten los residuos de calcinacion al beneficio por el azogue como si fueran mi-' nerales de plata córnea. Este arbitrio, había sido conocido en Bolivia en la época anterior al manuscrito de Alezlá como lo demuestra este mismo tratado. Reasumiendo en pocas palabras lo que se acaba de esponer, diremos que los, mi- nerales de plata, considerados bajo el punto de vista que nos sujiere el método americano, son.de cuatro clases: 1. Minerales de plata metálica, 2. Minerales de plata córnea, 3. Minerales de plata sulfúrea, simple 1 sus compuestos, 4. Minerales que coutienen gran can tidad de galena ¡ de otros súlfuros, sulfoarse niuros i arseniuros que acompañan la plata. , A los primeros se aplica la amalgamacion simple sin necesidad de majistral, cal, plomo, estaño o hierro; A los eegundos se aplieará el uso del plomo, estaño o hierro; A los terceros el uso del majistral; I los cuartos pedirán una tuesta anterior a la amalgamacion. Eb todo caso la cloruracion se hace por medio de la accion simultánea de sulfato de cobre i de sal, lo que equivale a la accion de cloruro de cobre, i la reduccion del cloruro de plata se hará ya por medio de mercurio lo que ocasiona grandes pérdi- das, ya por medio de alguno de los mensionados metales o de cobre. Los defectos en la eperacion consisten o en la cloruracion del mereurio, o bien en su sulluracion (i talvez oxidacion), o bien en la falta de accion de este metal so- bre los compuestos de plata. El primero se debe al exceso de majirtaal 1 se remedia por la precipitacion del óxido de cobre de este último por medio de la sal, el segnn- do i el tercero se deben a la falta de majistral ise remedia agregando mas de este material. En fin, la sal hace el papel, 1.2 de disolvente, 2.2 de elemento que aumenta la conductibilidad en las reacciones electro-quimicas, ¡3.9 de. elorurante, tanto en.la tuesta como en el patio, ayudada para'esta reaccion, por la pirita en las calcinacio- nes, i por el majistral en la amalgamacion lenta. Veamos ahora de que modo está tratado i representado por nuestro e todo este sistema en su mayor desarrolloien su aplicacion a toda clase de minerales, El tratado de Alcalá está dividido en tres partes: en la primera, trata del benefi. cio de los minerales mas abundantes en la naturaleza, minerales sulfúreos, por me- dio de sulfato de cobre que llana simplemente cobre (majistral); en la segunda, del beneficio de los metales de plomería que son de plata córnea por medio del estaño, 3 en la tercera, del beneficio de los negrillos (minerales sulfurados plomizos, cobrizoS 3 arsenicales) por medio de tuesta. Con cierta razon no consagra ningun capítulo al beneficio de los minerales de plata metálica, sin mezcla alguna de plomería o de especies sulfúreas, pues minerales da esta clase son raros i casi nunca el beneficia- dor tiene seguridad que no contienen otra cosa mas que plata metálica o alguna de sus acleciones nativas. Materiales que se usan en el beneficio del azogue.—Pero ántes de pasar a este | triple beneficio trata largamente dela naturaleza de los materiales e ingredientes que se emplean en la amalgamacion americana, i de los defectos o males que acometen esta amalgamacion, los cuales el azoguero debe conocer con tanta maestria como el médico las enfermedades de sus pacientes. Esta parte el tratado es la mas instructiva j curiosa, ida a entender lo esencial de las operaciones. Así principiando por el mercurio queen todo hace el primer papel, dice «que el azogue es un metal que en — 15 — » lo inanimado no hai cosa mas viva, ni en lo pesado cosa mas lijera(1): su calidad » es fria (2) i mui delicada, porque padece ise disminuye con la mas minima causa » 1 ocasion; su inclinacion (3) es nobilisima porque, tiene simpatia a los demas no= » bles metales: que son el oro. i la plata, aunque por su mucha actividad se une » bien con otros metales inferiores i bajos. —Es tanto su anhelo de union con la » plata que la busca en lo mas escondido, atropellindo por riesgos de malezas (4) » que son cuchillos que lo despedazan i destruyen.—El beneficiador es el que am- para i apadrina al azogue de todos los riesvos 1 peligros a que está espuesto, guiándolo por los caminos mas segnros, poniendo reparo a las heridas que le pue- » den dar sus enemigos, para que sin padecer logre su descada union con la plata, » sacándola de las estrechas i antiguas prisiones (5) en que la crió el autor de todo » lo criado.» Sal.—«Sin ella no hai metales, que den la plata que tienen, i no siendo como otros materiales que en unos metales se usan i en otros no, ella es la que ha de entrar antes del azogue. Su calidad caliente (6) i húmeda, i como es contra toda corrup- cion tiene virtud de limpiar i modificar cualquier jénero de maleza, i por lo que tiene de morlicante las destruye (7) para que el azogue libremente ¡ sin embarazo use de su actividad.—Su principal efecto i operacion que tiene en el boneficio es disponerle al azogue las entradas, frangueándole los pasos i abriéndole los poros del metal (8), que en-las particulas mas pequeñas de la harina los tiene, i estos están cerrados miéntras no se les eche sal.» Mojistral, sulfato de cobre.—Alcalá lo llama simplemente cobre ¡ se contenta con decir que es «caliente 1 seco'(9) en minimo grado», i por esto recomienda a su hijo usarlo con mucho tiento, «porque excediéndose un poco de su medida es csi el azogue i quitarle el efecto de sa »etividad.» Estaño, —«El estaño es frio (10), su efecto es el defender el azogue de las male- zas que son mui calientes (11) i estas dominan í asisten a Jos metales pacos de plo- mería (12) de modo que le sirve de arma contra lo cálido i seco porque uniéndose con el azogue lo conserva a costa de destruirse el estaño totalmente i de la misma manera las malezas,» Plomo, —«El plomo sucle suplir la falta del estaño (13) por tener la misma cali- dad en lo frio i húmedo, si bien es mejor el estaño.» = z Cal.—«La cal es tambien contra las malezas calientes 1 secas (14), enemigas del azugue, como son los dos jéneros deeaparrosas, la una millo i la otra copaquirra (15) 1) El mas pesado de todos los líquidos. 2) Metal electropositivo, mui clururable, sulfurable, etc. 3) Afinidad. 4) El cloro, el bromo, el azufre, el arsénico, con que la plata se halla combinada los minerales i los que el mercurio quita a la plata en el beneficio. (5) Combinaciones meturales. ) Ditoivienta: ( le Se sabe que la sal junta con el majistral da lugar a la formacion de cloruro de cobre el cual ataca los súlfuros, que sin esto detendriau la plata inaccesible al azogue. / () Clorurante. 10) Mui clorurable. 1) Gloro. bromo, etc. 2) Mineral de plata cornea. 13) Contra todo elemento electronegativo. El cloro. el bromo. 14) En Chile se ha hecho uso del plomo en lugar del estaño en la amalgamacion de los minerales de plata cornca. (e El millo es probablememente sulfato de hierro ¡la cop+quirra sulfato de cobre — 182 — ¡esta segunda excede a la primera en lo Caliente por ser mas cobriza. Estas capa rrosas las consume la cal /1): por esto en el beneficio limpia las malezas 3 todo jénero de grasa. Su calidad es fria: echada en abundancia, cierra los poros, 1 aunque los metales sean ricos los deja impedidos.» Caracteres esteriores de los males que acometen el azogue durante el beneficio .— Descrita la naturaleza del azogue i de los materiales que se emplean en la amal- gamacion, pasa el autor a instruir a su hijo en el conocimiento de los dos males que acometen el azogue durante el beneficio, i contra los cuales tiene la obligacion el be- neficiador de librarlo i defender. Estos Jos males los llama: 4.2 el plomo o señas de demasiado calor (2). 2.2 el togue o señas de frialdad (3). Digna es de atencion la descripcion que Alcalá da de los caracteres esteriores que toma el mercurio en ambos casos i las modificaciones que en él se advierten a me- dida que el mal se agrava con la pérdida ¡ consumo de azogue. Asi para dar a cono- cer lo que es el plomo, de este modo se espresa : «Decimos estar aplomado el azogue porque perdiendo su color cándido ¡reluciente se pone en el color de] plomo i hai cuatro jéneros (grados) de plomo. » «El primero es estar el azogue entero con una telilla mui sutil en color de perla, no es dañoso; el segundo, azogue tambien entero, pero mui cubierto de una tela mas gruesa de color de plomo, que es un azul oscuro, i refregándole en la chua deja un sarrillo blanco que hace a modo de una lechesilla con el agua. Es dañoso, por que en dejando el azogue en este estado se siguen dos daños: el primero es padecer el azogue e irse perdiendo, que aquel sarro es azogue convertido en escoria O vasco- sidad por baberlo abrazado el calor (4) de las malezas; el segundo es que le quita al azogue su eclividad para unirse con la plata.» El tercer plomo o tercer grado de este mal esel estar el azogue dividido en granos independientes unos de otro i siempre del color de plomo, i la tela que le cubre es- ter granuja o herizada, i estrujándola en la chua hace la jeche blanca mas gruesa. Llámsse plomo encadenado i es mas nocivo que el anterior, etc.» «El cuarto es el estar el azogue deshecho i en color de plomo mui obscuro, entra- bado en el relave, que parece una ceniza; este se llama plomo deshecho ¡ este es tan nocivo que llevando el beneficio en este término, no hai plata ni azogue en el mundo, para echar rio abajo, etc.» A continuacion de estos caracteres del mercurio aplomado, hace una observacion mui interesante nuestro beneficizdor, diciendo: que las malezas que causan este mal son unas, naturales del mismo metal, otras, supuestas, provenientes del exceso de majistral que se h1r empleado, lo que equivale a decir que el mercurio pueda cloru- rarse, en parte, con el cloro de la plata cornea, en parte, con el de cloruro de cobre que proviene de la mencionada descumposicion mútua1 entre el sulfato de cobre 1 la sal. Los caracteres del toque son mas dificiles de distinguirse que los del plomo, 1 por esto con mayor esmero los describe i señala el autor en los términos siguientes: «El primer toque, de ménos daño, es estar el azogue sobre mui limpio con un (1) Las descomdone precipitando el óxido de cubre i el hidrato de peróxido de hierro. A (2) Cloruracion del mercurio.- (5) Sulfuracion ¡ oxiducion del mercurio o falta de accion sobre la plata. (4) Por haberlo clorurado, sl — 103 — viso mui sutil i en cuerpo que amarilla a modo de un doradito, salpicado de pun- tillas mui sutiles i resplandecientes (1). «El segundo grado del mismo mal es estar el azogue algo empañado 1 enbierto de una tela mui rosada, 1 esprimiéndola con la yema del dedo en la chua queda la tela (como que fué bolsa de aquel azogue) i estrujándola deja un tiznecillo negro: —se puede todavia tolerar, aunque es de impedimento 1 embarazo para el azogue.» El tercer toque «es estar el azogne tambien cubierio de una tela coior de barriga de zapo, que es un plateado con viso de chamelote, ¡hace arrugas, i en este estado está el enerpo de azogue en la chua largo que parece gusano dejando lodos estos toques el tizne negro, mas o ménos negro, conforme la graduacion.» El toque cuarto (o mas avanzado que los anteriores) «es de mayor daño i consiste en que el azogue, aunque en cuerpo, está cubierto de una telilla negra algo overa, i del mismo color la lis, que es una seja que hace en el relave porla parte de arriba de la chua. El quinto toque (el mas avanzado) «es estar el azogue dividido en granos i estos mui negros a modo de perdigones, que al que no tuviere conocimienio de azogue le negara talvez por juzgar que es plomo.» «Todos estos toques, añade el autor, son ocasionados o de las malezas frijidas (2) o del exceso de materiales [rios (3); 1 concluye este artículo con la definicion siguiente de la diferencia entre el plomo i toque. «Todo jénero de plomo, en estregando el azogne en la chua deja un sarrillo blanco » a modo de lechecilla (4) 1 todo toqne deja el tizne negro que con el agua se pone » como tinta (5) esto es mas o ménos conforme el plomo o toque.» Independientemente de estos dos males indica todavia Alcalá: «una otra maleza, no ménos dañosa que las dos pasadas de toque i plomo» i la cual él llama grasa, sin definir naturaleza de ella, ni caracteres ni remedios: dice «que ella impide al azogue el efeclo de su aclividad, i la tiene por peor que el plomo o toque por ser vil so operacion,» i miéntras estos hacen el daño a cara descubierta, la grasa se arri- ma unas veces al plomo otras al toque; al que tiene mas fuerza.» —Supongo que esta grasa puede ser el mercurio deshecho por causa del arsénico cuya accion consiste en dividir el mercurio en particulas mui pequeñas e impedir la union de ellas. Descripcion de las lises.—Descrila la naturaleza de los materiales i de las princi- pales reacciones que se operan en la superficie del mercurio durante la operacion, pasa en seguida el autor a dar una definicion no ménos prolija de lo que es la lisz —lérmino algo obscuro o susceptible de equivocaciones, si lo tomamos en el sentido como se da en los mas tratados de metalurjia o quimica aplicada. «La lis, segun nuestro autor, es una seja que hace el azogue por encima del rela- ve, habiendo el beneficiador con los brontos de la chua dejado limpio el ensaye con ¡Cel agua, para reconocer el estado del azogue 1 sus achaques. Esta es umas veecs Dis de peila (1) otras veces lis de plata i otras lis de azogue. Se conoce ser de azogue “en dos cosas: la una que aunque blanca i limpia no brilla, ta otra que, dándole «con el dedo, se convierte en granitos de azogue que corren por la chua. La dis de / (1) Segun parece es seña de la falta de accion del azogue sobre la plata detenida en algun compuesto sulfúreo i los primeros indicios de disposicion ea el mercurio “para pasar al estado de súlfuro o de subóxido. (2) Azufre i el prolongado repaso sin arcion del mercurio sobre la plata. (3) Exceso de cal que destruye, descompone el majistral. (4) Subelornro de mercurio. (5) Subóxido. subsúlfuro. etc. h (6) a en términos de beneficio es amalgama que está formandose o que está ya ormado. — 194 — plata se conoce en que brilla, i dándole eon el dedo está como plata menudamente limada, que no quiere hacer cuerpo de pella, ántes si, como un afrechillo se levanta sobre el agua: indica que siendo el cajon de mucha lei, es poca la carga, ¡que se le eche mas azogue. Mas, si esta misma lis, dándole con el dedo hace cuerpo de pella, esta indicahaber sido la carga o incorporo compelente, que con poco mas que se le eche de azogue dará la lei el cajon. La otra que llamamos lis de pella, es un medio que nace dentro de los dos estremos, es decir de la lis de azogue ¡lis de plata. Esta si es depella se conoce que brilla poco, i en dándole con el dedo, hace un cuerpo de pella mui bañada: si es al principio del beneficio. indica ser el metal de poca lei, etc.» «En estas tres lises tambien se ven los efectos de plomo, toque 1 grasa, clc.» Ensayesmenores.—Llegando, en fin, ala descripcion del beneficio mismo,o trata- miento de los minerales por amalgamacion, la última cuestion en que fija su aten- cion el autor, es «la medida de la carga del azozgueen los ensayes menores.» Las observaciones preliminares en que me ha parecido indispensable entrar a principios de esta memoría nos demuestran suficientemente cuanto importa que durante la operacion haya siempre lo ménos azogue posible isc evite su gran exceso, porque los repetidos repasos sobre el azogue que no se ha unido o no está al unirse con la plata, lo dividen, causan suboxidacion o sulfúracion i aumentan el deshecho. Para evitar este exceso los benellciadores americanos procuran siempre conocer de ante- mano la lei i la naturaleza del mineral quequieren someter al beneficio, i para esto adoptan por rexla jeneral que se haga uno, dos o tres ensayes menores. Barba, cuyo tratado data desde el principio del siglo XVII, exije que se bagan estos ensayes por fuego, 1 él los hacia por fusion con lítarjirio 1 copelacion; poco mas o ménos como los hacemos ahora. Alcalá, hombre ménos cienlifico pero de mucha esperiencia, díce: «que para conocer la naturaleza del metal es indispensable someterlo en cl rnsaye menor a las mismas pruebas que lo aguardan en el beneficio en grande;» segun me parece no carece de razon en esta materia. Sus ensayes menores duran dos o tres dias i en ellos no ahorra ni mercurio, ni otros materiales ni trabajo. para repasarlos de un modo casi contínuo. Si en este tiempo el beneficio no presenta grandes dificultades, obtiene desde luego la pella, la lava, estruja i comprime, i por el peso de la pella, conoce la cantidad de mercurio, suponiendo que el amalgama seco comprimido contiene 20 p.0/, o la quinta parte de su peso de plata fina, Si este corto ensaye le da a conocer que el metal pertenece a la clase de minerales mui renitentes (negrillos-polisulfuro cobrizos o plomizos) repite su ensaye sometiendo de antemano el mineral a una tuesta con sal i pirita. En todo caso sabrá desde luego si el beneficio del metal pide majistral o estaño; i por otra parte hai ventaja en delerminar el peso de la plata que da el ensaye en estado de pella, pues cualguiera inexactitud que recaiga sobre esta última, corresponde siempre a la quinta parte de su peso en plata (ina; a mas de esto la cantidad de mineral que se ensaya siendo de una libra es 50 veces mayor que la que por lo comun se emplea en los ensayes por fundicion, ¡esti cirennstancia atenua todavia mas las inexactitudes que pudieran afectar un ensaye menor per amalgamacion. am] [ps Reconozcamos pues cuan injusta es la opinion que se emite en los mas tratados de metalurjia ¡ química aplicada, cuando se cree que en los beneficios por el método americano no se hacen ensayes o se procede a ciegas. Entre las reglas esenciales que recomienda a su hijo, prescribe nuestro beneficia dor, que no se'emprenda ningun beneficio sin hacer ensayes menores; que cada en saye se haga a lo ménos sobre una libra de metal; que «no se haga juicio de la le de los metales por la carga que les echarás de azogue a los ensayes sino per la pell: que despues de haberla hecho lavar pesaras bien esprimida»; que en fin, segun e 7155 —= peso de la pella obtenida del ensaye emplearás la cantidad de mercurio en propor» cion siguiente ; 1 adarme de pella pide 20 libras de azogue por cajon de 50 qq). isu lei es 8 marcos 2 » » » 40 » » » » » 16 » 3 » » » 60 » » » » » %% » 146 » » » 320 » » » » » 128 » I luego advierte que sí el ensaye menor da a reconocer que el metal pertenece a la clase de los pacos de plomeria (1) o que contiene mucha caparrosa (2) se emplea el azogue junlo con estaño (3) en proporcion siguiente: Para cada 10 libras de azogue » » 8 onzas de estaño. » 15 »' » » » 12 » » » 20 » » » » 16 » » » 100 » » » » 5 libras de estaño. Advierte sin embargo que no en todo caso se debe tomar por base las reglas indi- cadas, 1 que se necesita vijilar continuamente la marcha del beneficio «remitiéndolo todo al crisol de la esperiencia para que allí se conoscan los efectos de discurso errado o acertado.» Terminadas las instrucciones preliminares que sirven de fundamento a toda la cien- ciadel beneliciador, vuelve a dirijirseasuhijoel autor,con cierta autoridad ¡ternura diciéndole: «es fuerza ponerte ahora la chua en la mano. Esta la has de manejar con garboso donaire i ascada lijereza, porque de la misma manera que en el modo de sacar la espada se conoce al valiente, asi en el mencar la chua se conoce al que es buen beneficiador; quien en eso no es curioso no lo sera en lo demas.» En realidad la invencion verdaderamente americana 1 la que, junta con el uso del majistral constituyen el carácter unas distintivo del método americano, es la de los ensayes o tentadores por medio de la chua:en ella como en un espejo veel azoguero la marcha de sus operaciones las mas ocultas i sobre ella, en la superficie del mercu- rio, conoce sus buenos aciertos, o los males que padece este metal, Recomienda tambien que las harinas de los metales estén mui sutiles bien moli- das, ¡en caso que fuesen gredosas, es decir arcillosas, advierte que antes de echar el azogue se necesita desatarlas i esponjarlas con relaves o arena que son al prapósi- o para el caso; añade que suele haber metal tan tupido i lamoso que necesita que se le echena 50 qq. otros tantos de relaves o arena. Es lo que precisamente hallamos como cosa nueva enla memoria mas moderna de los señores Malaguti i Durocher, de cuyas investigaciones resulta que la naturaleza del criadero influye mucho en la amalgamacion, siendo los mas contrarios a esta los criaderos arcillosos, mui lamosos (pegajosos, plásticos) i las mas favorables las arenas. No ménos acorde con los resultados de la citada memoria es un otro hecho que da por regla nuestro beneficiador de Oruro, que al echar agua en los montones se ponga cuidado que ni esté la masa seca, ni quede sobre aguada, sino en buena i «discreta proporcion. Abreviemos ahora la esposicion de las reglas que el autor establece para cada uno de los tres beneficios, pues en ellas tenemos repeticion las mas veces de una ( 1 ) Mineral de plata cornea. (5) Sulfato de cobre. 3) Amalgama de estaño. 81 — 154 — misma cosa i repelicion de los hechos arriba citados. Ya hemos dicho que estos tres beneficios que con tanta sagacidad i juicio distingue el autor se destinan; El primero para los metales en jeneral, o lo que llama beneficio de azogue suelto, El segundo para metales cálidos que se benefician por el azogue con estaño, El tercero para los negrillos por medio de tuesta: PRIMERA PARTE. Beneficio para minerales en jeneral o beneficio de azogue suelto. 4.2 Regla.—A cada cajon de 50 qq se añade de5a 6 qq de sal i se incorpora el azogue: para esto se aparta a un lado del cajon cosa de un quintal de arena ántes que se haga masa, de modo que esté solo humedecida, para que en esta cantidad que queda aparte, pueda distribuirse con buena union el azogue, etc.; i luego se manda dar tres o cuatro repasos. 2 2 Regla.-—El dia siguiente, despues que se haya dado dos o tres vueltas se ensa- ya el cajon para ver como está el azogue, i en este dia no se hace mos que añadir un quintal de sal sea cual fuere el estado del azogue. 3.2 Regla.—Se principia por dar una vuelta de repaso i luego se ensaya. El azo- gue anuncia en que disposicion se halla el cuerpo. Si es de toque, se agrega el ma- jistral en cantidad conforme al jénero de toque i la fortaleza de cobre (1); si.es de plomo se mandará echar un poco de cal en leche que es desleida en agua. La cal debe ser fuerte i buena. 4.2 Regla.—El 4.? dia se verá en el ensaye que operacion ha hecho el material del dia anterior, atendiendo a un tiempo a lalis, i al cuerpo del azogue, i si se halla con alguna rebeldía se mandará echar mas. Pero si muestra alguna templanza, se mandara solamente repasar, porque a los materiales que son medicinas se les ha de dar tiempo para su operacion. 5.2.1 6,* Regla.—El 5.2 i 6.* dia se hacen los ensayes como en los primeros i si en el sesto se ve el azogue «bien cuajado, ya sobre seco i con buena lis de plata» se mandará echar mas azogue, que esto se llama yapar, en cantidad conforme estu- viese la lis de plata. El 7.%, 8.2 1 9.0 dia repite siempre la misma regla, recomendando sobre todo a su hijo que todos los dias hiciera ensayes en la chua examinando bien el azogue i las lises de cada cajon, i «siguiendo por su antigúedad las hilas»:—-«si estuviesen limpios, dice, recetarás repaso, si secos o bien cuajados i en lis de plata, recetarás yapa de azogue, si tocados o aplomados, la cantidad de material correspondiente, evitando siempre el exceso.» «Si hallares los cuerpos o cajones de cada hilada siendo con poca diferencia de un tiempo i de una lei, con desigualdad en el azogue, como estar unos limpios i baña- dos. (2) otros limpios, secos o cuajados i con lises fuertes, otros aplomados i otros tocados, recetarás una de las mejores recetas que se puedan dar, siendo a tiempo, que es casarlos, que estuviesen los bañados con los secos o bien cuajados, i a los que estuviesen aplomados con los tocados: dilijencia mui provechosa en el beneficio, (1) Quiere decir conforme a la cantidad del sulfato de cobre contenido en el ma- jistral. (2) Con exceso de azogue, de manera que refregando con el dedo salen gotillas de azogue. : DT -- A | porque con ella se empareja el buitron i caminan mas aprisa los cajones a la lava.» Los últimos dias el 111 el 12 parece fijar principalmente en atencion en la seña que manifiesta el fin del beneficio i que es irse bañando í recojiendo el cuerpo del azogue i aflojando la lis, de modo que lo que ántes fué plata se va llegando a hacer pella i empezando esta a hacer lis de azogue, porque ya no tiene mas que dar cl cajon.» Advierte sin embargo que «si hallas algunos cajones con el cuerpo de azogue cuajado ¡ las lises aunque sean de plata ya sin fuerza, mandarlo yapar con la can- tidad de azogue que conviene ser bastante para juntar aquella lis al cuerpo, i si lo hallas todavia secos o bien cuajados i con lises de plata fuertes, no te aburras ni te enfades sino yapar i mas yapar etc.» ¡ En íin, la última advertencia que hace es que estando los cajones con el cuerpo de azogue recojido i limpio, i la lis de plata mui bañada, i la lis mas ya de azogue, «mandarlos lavar sin dilacion, porque si se esperase mas se perderia mucho azogue, por ir cada dia aquella lis deshaciéndose mas i mas,» SEGUNDA PARTE. Beneficio del azogue con estaño. La primera regla se refiere al incorporo, el que se diferencia del anterior en que junto con el azogue se introduce el estaño eu cantidad arriba señalada, conforme a la lei del metal. Supongamos dice que el metal es de 20 libras cajon i corresponde a ocho marcos de plata, cojerásotros tantos de azogue i una libra de estataño, man-= darás derretir esta en una vasija de barro que le den fuego en un fogon que esté hecho a proposito, i estando ya bien derretido, se le vaya echando azogue poco a poco ¡ con mucha sutileza, i esto meneándolo con un palito, i lo mejor con una cu- chara de hierro a priesa, para que quede bien unido el azogue con el estaño, i digo que se mueve a priesa para que con la frialdad del azogue no se haga el estaño pe- Jotillas, ino es preciso echar todo el azogue, que con la mitad o lercera parte basta etc. De este modo exactamente preparaban los beneficiadores chilenos el amalgama de plomo, llamado por ellos pir, que empleaban en el beneficio de las plomerías, es decir de los metales de plata córnea de Coquimbo, Huasco i Copiapó, ánles que el actual beneficio de semejantes minerales en toneles por medio del hierro se haya acreditado en Copiapó. 9.2 Regla. —«El día siguiente despues que se le haya dado la vuelta de repaso en- sayas el cajon o cajones, que siempre hallarás el azogue tocado:» en este dia no ha- rás mas que agregar el medio quintal de sal que se agrega en el beneficio del azo- gue suello.- Dicho toque del azogue no causa ningun cuídadado al beneficiador, estando se- guro que los metales son de plomeria: purque dice, en este beneficio lo que se te- me es el azogue con el calor del metal (1); no otra cosa.—«Para templar esta calor no es adecuada la cal» (2) «antiguamente se valian del hierro, i en aquel tiempo (1) Teme la reduccion directa de cloruro de plata por el mercurio. (2) En efecto, la cal no se reduce por la via húmeda el cloruro de plata, í si causa buen resultado en el beneficio con cl majistral es que descompone el sulfato de cobre cuyo exceso produce pérdidas de azogue como tengo dicho. — 108 = era el mejor material para beneficiar los metales de plomeria; (1) pero la esperien- cia ha mostrado que era menester para esto un material que sobre ser frio i húme- do, tuviese natural simpatía (2) al azogue, para que uniendo con él le ayudase a conservar la humedad contra lo seco de aquellas cálidas male sas. (3)—Í mas adelan- te dice, «aquel toguo artificial sieve al azogue de arma defensiva para que en tanto que las cálidas malezas que he dicho del metal de plomería batallan con el estaño, logra el azogue la ocasion de unirse con. la plota:» (4) Advierte pues queel quedar Corla carga de estaño es de mucho daño j aun mas que el que causa el exceso; i por esto encarga mucho que se procure saber siempre la lel de los mctales que se han de boneliciar ántes de iacorporarios, que como no se ignora se medirá la cantidad del azogue i estaño con acierto elc. El 3.9 1 el 4.2 dia quedará todavia tocado el azogue, ino babrá mas que dar re- pasos. Mas si al 4.9 dia aparece el cuerpo del azogue erizado de unas puntillas de plomo i la lis se va aplomando, es seña de que fué corta la carga del estaño i tam- bien la del azogue i que es el metal de mas lei, ¡en este caso recetarás yapa de 5 libras de azogue 1 4 onzas de estaño. De este modo procede dando reglas hasta el 16.2 dia del beneficio, repi- tiendo casi lo mismo i recomendando a su hijo que hiciera ensayes todos los dias iasistiera continuamente a la obra; no Siempre aconseja repetir yapas aunquetvic- ras el azogue aplomado, sino deja el beneficio a simismo 1 manda repasar. Otras veces cuando cn algun cuerpo aparece el azogue tocado, en otros aplomado, manda casarlos 1 apercibiendo en ciertos casos que el mineral demora mucho en rendirse receta que se eche un tercio de azogue mas de lo. que prescribe de antemano. En fin, advierie que los metales de esta clase, algunos piden 20 o 21 dias de beneficio, oLros hasta 30 dias 1 mas. j TERCERA PARTE. En que se dam regias para el beneficio í las quemas de los metales mesvillos. En esta parte principia nuestro autor por dar a conocer los nombres de los me» tales que considera como mnegrillos, es decir, cuyo beneficio no se puede efectuar sino mediante una calcinacion previa al beneficio por azogue. Habla del acerado co- chiso (que debe ser plata sulfúrea pura o cobrisa), de rosicher, de las diversas espe- ciesde soroche (galena i cobres grises platosos,) del chumbe (blenda) ide diversas espe- cies de bronce (piritas blancas, amarillas, cobrisas, arcenicales ebe.,) en una palabra comprende bajo el nombre de negrillos todos los mincrales gue en la actualidad se (1) Prueba que el uso del hierro en el beneficio de los minerales de plata córnea no esde nueva invencion, pero ignoro en que forma ¡ estado se empleaba este melal. (2) Afinidad con el azogue, se sabe que el hierro no se amalgama i el estaño si. (3) Contra el cloro. (4) Lo mismo dirá la ciencia en otros términos.—Siendo el estaño mas clorura- ble, i mas electro positivo que el mercurio, se une con el cloro de la plata córnea, ¡en el mismo instante la plata sl estado naciente se une con mejor prontitud con el azogue, la misma razon ha inducido a los beneficiadores modernos a emplear el amalgama de cobre en el beneficio de Guadalupe i Gollo en Méijco, ¡ el amalgama de zinc en lis mejoras propuestas por Bowring. — 0 consideran como minerales sulfúreos antimoviales o arsenicales, cobrisos y plomi- sos: minerales que piden un beneficio por fundidicion, Curioso es el ver lo que dice para dar razon porque los pacos no necesitan quema 1 los negrillos si. «Dizo que muchas son ¡ diversas Jas malezas que se crian con la plata en los metales pacos, mas no tienen que ver con Jos «que abundan en los negrillos, i esto con tal diferencia, que aquellas Jas dispone, las templa ¡las vence el efecto 1 propiedades de la sil i tambien la operacion de los otros materiales, pe» ro a estos por la rebelde frialdad i suma crudeza que desu naturaleza i propio ser temen no hai cosa que baste a vencerlas ni aun templarlas. Solo el fuego las ablan- da, solo su voracidad las morijera i solo su poder acaba con ellas para que dejen li- bre la plata i se una con el azogue.» Luego añade que en esta operacion el beneficiador debe evitar tanto la falta como el exceso del fuego: con la falta, quedará la plata con impedimento i sin la actividad necesaria para la union con el azoguei porel exceso de la quema, «se embravecen las alemlezas 1 pisando un estremo a olro, mudando dearmas contra el azogue i la pla- ta» ¿de qué modo pues evitar estos escollos? Para esto aconseja que se hagan ensayes en pequeño ¡en particular que se haga un triple ensaye en una olla, esponiendo el primero a una quema mui lijera, la otra a un fuego mas intenso ¡el tercero a un fuego mas activo i por mas tiempo. En todo caso advierte que la mejor seña de queel mineral ha sido suficientemente calcinado es que perdió su brillo (brillo metálico) que era la seña de su crudeza. Pasando en seguida a la operacion misma, dice que la quema debe hacerse en los reverberos i en caso de no tener a la mano un horno de esta naturaleza podria el beneficiador valerse de cualqnier otro, que el mineral debe ser molido, i contra- yendo en primer Jugar a la quema del metal acerado cochizo manda que se haga la quema primero en un ensaye perdido (preliminar) conformándose en seguida con una operacion en grande a lo que se observara en dicho ensaye. in este ensaye se echaráa una libra de metal cuatro onzas de chacurrusea (pirita) (1) 3 lo pondrás a quemar, i con esta cuarta paric quemará tres ensayes, olros tres con media libra de chacurrusea a una de metal etc. «El efecto de la chacurrusca, dice, es abundar en azufre i para quilar éste las fuerzas no se ha hallado otro con- trario que la sal.» —Por esto aconseja cn seguida, que seeche una onza de sal a una libra de metal, i que esto se haga durante la calcinacion como se suele aconsejar ac- iualmente para evitar grandes pérdidas en el consumo de sal. Del mismo modo, poco mas o ménos, aconseja proceder con la quema del resider, de los soroches i de los chumbes, consistiendo su método principalmente en la nece- sidad de multiplicar los ensayes con diversos grados de calor i prolongando mas o ménos el tiempo para saber lo que conviene al beneficio en grande. Estos ensayes lama perdidos aunque dice que no son perdidos sino ganados, i los llama perdidos porque se ha de hacer con ellos lo que un boticario con Jas yerbas medicinales que despues de haber sacado la virtud en el conocimiento las arroja, i lo mismo ha de suceder con el ensayo, despues de haber sacado de él la lei i el conocimiento, Llegando a los minerales que llama mulatos por su mezcla de metales frios i de pacos o plomerias, manda que se haga un ensaye por crudo, i el que aplomase un azogue, es su beneficio por crudo; al contrario, el que no aploma el azoguei ántes lo tocase necesita precisamente la quema. [ en fin, hechos lus ensayes perdidos, que han de enscñar el punto fijo de la que- ma, i la lei como tambien si se necesita añadir ehacurrusea (pirita) o no, «manda cargar el horno con 25 qq o los quercupieran de harina de metal negrillo, se Jo es” (1) Se sabe que en las calcinaciones por el método de Freyberg se procura tener 20 a 30 9/* de pirita con el mineral crudo. 0 tiende bien por todo el horno i se le da fuego.» «Estando el metal hecho arena, se le da una moyadura (1) buena con el rodadillo por todo el horno. en seguida se cierra el horno i embarrado su boca o bocas, se le vuelva a dar fuego,» pero no por mucho tiempo sino cosa de una hora o tres cuartos de hora. Abrese de nuevo el horno ise le da otra moyadura igual a la primera. Dice en seguida. «En habién dosele dado tres o cuatro moyaduras pides un ensaye» i manda que se repitan ensa- yes a cada moyadura hasta el punto de ver el metal buemado al mismo grado que lo habian enseñado ántes los ensayes perdidos que era el punto de quema mas adecua- do al beneficio. «Estando ya, dice, el quemadillo en el Buitron que asi lo llama comunmente el metal negrilio ya quemado i fuera del horno, es escusado dar reglas para su bene- ficio cuando se tienen en el del azogue suelto de la primera parte: porque no es otra cosa el quemar con acierto los metales negriilos que ponerlos en la proporcion de los metales pacos (2), supliendo con el arte i la industria lo que *le falta a la na- turaleza elc.» Procédese entonces al acomodo de los cajones, tortas o montones, i «estando ya hecho el hormigwillo con agua i la cantidad de sal que dije en la primera i segunda parte, se manda sacar una guia (como de un quinto por separado) í si en esta estu- viere el azogue redondo en cuerpo i con solo el color de perla, se le manda echar el azogue en la cantidad correspondiente a la lei como está dicho en el primer benefi- cio. Si el azogue de la guia estuviese con plomo que pase de color de perla, no lo incorpores hasta limpiarlo con cal (3) esta ya he dicho bastantemente con el lien- to que se ha de usar.» «Si por accidente de descuido u otra cosa no hace la guia el azogue con plomo, sino ántes tocado, tampoco lo incorpores sabre aquel toque, sino, conforme lo poco o mucho de él mandarle echarle cobre, i éste en la cantidad que solo baste a quitar la frialdad del toque que causó la fulta de quema, i en ha- ciendo la guia despues del cobre el azogue de buena proporcion como arriba he dicho hastantemente, que ni esté con toque ni calor, mandarlo incorporar. Si se reconocie- re que fué mucha la falta de la quema, i por eso el toqué en estremo, no le quieran remediar a fuerza de cobre. que es un disparate, sino quemar otra hornada, que sea antipoda de la que salió con falta de quema 1 casar en el buitron, 1 digo antipoda porque conforme la falta de la una, ha de ser el exceso de la otra.» (4) Al terminar su directorio, como lo liama el autor, da todavia una recela para la preparacion del majistra] que tiene algo de muevo para nosotros, i por ceto voi a citarlo testualmente: «Suponiendo que en el horno caben con desahogo 25 quintales, se mandará cargar con 15 quintales de harina de metal de cobre (5) i 5 quintales de relaves, sean de los que se fueren, porque estos sirven para espunjar la harina del cobre, que ha de (1) Una buena vuelta por todo el horno. (2) En esto tambien la observacion de nuestro beneficiador concuerda mui bien con lo que la ciencia nos enseña, diciendo que la calcinacion de los minerales sul- furados con pirita i sal los cunvierteen minerales clorurados o de plata córnea. (3) Se entiende que una galeinacion puede producir mucho sulfato de cobre el que daría un exceso de cloruro, cuyo efecto es de atacar al mercurio. ñ (4) Todo en este raciocinio es lójico i conforme coo los principios admitidos en la ciencia. Un mineral piritoso, calcinado de manera que quede con gran exceso de sulfato, causaria uua gran perdida en azogue sino se destruyese una parte de este sulfato mediante la cal, pero una calcinacion incompleta, daria por residuo un mi- neral todovia sulfurado que no se podria amalgamor síno mediante un gran exceso de majistral que se hallaria en un mineral mui piritoso tostado completamente i de manera que quedase mucho sulfato de cobre o persulfato de hierro no descom- puesto. (5) Pirita cobriza o súrfuro de cobre. — ¡64 — ser lo mas sutil que se pudiera: i cargado el horno con lo dicho i bien pampeado (2) 1embarradas las puertas del horno se mandará dar el fuego mui violento hasta que se haga ascua, i luego le vayan dando las mojaduras de la misma manera que dije arriba en la quema del metal negrillo hasta que se vea por un ensaye, que ya amor- tiguado lo brillante, porque el metal de cobre tambien brilla mucho, por ser jeneral- mente o acerado con mezcla de bronce i quijo, o bronce solo mui dorado i reesplan.» deciente. iestaudo como digo amortiguado se le mandará por arriba i por todas partes que es por las bocas del horno, echar cinco quintales de sal molida, i que con ella le den una buena mojadura para que se mezcle igualmente; i despues que este bien húmeda la sal con el cobre vuelvan a embarrar las bocas del horno, i a darle fuego mui violento como cosa de dos horas.» «Fabiéndole dado el fuego que he dicho, se le mandará dar otra mojadura bien dada, i de este modo se irá siguiendo sus movimientos a cada mojadura con ensaye que se hará con azogue, hasta llegar al punto en que ha de quedar. Este consiste en que luego que se le eche el azogue, despues de haberse enfriado en la chua, lo corte, i con el repaso lo desmenuse i convierta en ceniza en un plomo mni azul i obscuro: l estando en este tiento no se le dé mas fuego i que embarren las bocas del horno, chimeneas i todas las respiraciones, i que asi se enfrie en el mismo horno. 1 estando ya frio se mandará sacar en caperuzas sin que llegue al suelo i que lo lleven a la parte adonde se le ha de tener. Esto encargo sea debajo de techado donde no haya humenad ninguna i que sea con todo abrigo; porque este material es como el aguar- diente, que si no lo tapan desprende en vapores su fortaleza, etc.» 7 El cuidado que pone el beneficiador en el modo de enfriar i guardar el majistral «con todo abrigo» está fundado en uua suposicion errónea que el majistral debe ser anhidro, es decir, sin agua, para que obre sobre los súlfuros. Mas lo que mas hallo de particular en el citado trozo es que el beneficiador de Oruro en lugarde emplear sulfato de cobre o persulfato de hierro como se cree que hacian siempre los benefi- ciadores americanos en el beneficio por azogue, emplea en realidad cloruro de cobre ya preparado, o talvez en parte oxicloruro de cobre que se formarán en la calcina- cion de las piritas cobrizas con sal; medida propuesta en estos últimos tiempos por Bowring, i la que seguramente no será mui. ventajosa para el beneficio si en reali- dad el oxicloruro de cobre no ejerce ninguna accion sobre la plata sulfúrea como lo demuestran los esperimentos de Malaguti i Durocher. En los últimos renglones de su tratado procura todavia Alcalá esplicar a su hijo con qué objeto emplea sal en la quema del majistral, ino deja de ser orijinal su modo de espresarse. «Quiero, dice, que sepas porque es preciso para hacer este ma- terial del cobre echarle la sal que he dicho, porque talvez no te lo pregunten i que- des con la fealdad de no saber responder. La sal, como he dicho es caliente i húme- da, el metal de cobre, quemándolo, es caliente i seco; la parte caliente de la sa) le aumenta lo cálido i la parte húmeda le proporciona (2) lo seco del cobre, ¡ lo de- fiende de que la voracidad del fuego le consuma el ser como quien lodo lo consume, Finalmente la sal lo conserva ile da mas vigor para su efecto, pues vemos que aun relaves simples, quemándolos con sal se vuelven cobre, o tienen sus efectos, por mejor decir, que estos son los que llamamos majistrales, etc.» Este argumento, que parecia mni claro al autor, puede servir de muestra i dar idea de la parte teórica de su arte i del lenguaje como tambien del raciocinio que se usaban entre los beneficiadores. Por absurdos que nos parezcan en el estado ac- tual de la ciencia estas nociones del frio i del cálido, del seco i del húmedo, que 0 Estendido igualmente sobre todo el plan del horno, (2) Probablemente quiere decir le modera o morijera lo seco: calidad perjudicial a la amalgamacion, == debian disponer de las combinaciones i descomposiciones de los cuerpos, ellas sin embargo han servido en su tiempo a coordinar i unir en su sistema infinidad de hechos bien observados que el jenio, la persevérancia 1 el trabajo del hombre, en parte la casualidad han descubierto, ántes que la verdadera ciencia viniese a instruir- nos en el conocimiento de las bases mas firmes i mas profundas.—Del modo algo semejante, aunque sobre escala mucho mas vasta las ideas de lo eleciropositivo i lo electronegativo de los cuerpos hscen hoi dia un gran servicio a la ciencia, fijando relaciones entre sin número de hechos 1 fenómenos nuevamente descubiertos, aun- que consideradas en sí mismas estas espresiones no seaan tal vez mas claras i mejor dispuestas para contentar la razon que lo cálido i lo frio de los antiguos. Hecha el análisis del precioso manuscrito que acabo de recorrer en sus partes mas esenciales, no será sin inteeres el echar todavia un golpe de vista mas atras sobre la famosa obra del cura de Potosi Arte de los metales, escrita un siglo i medio ántes del citado manuscrito, impresa por la primera vez en 1640 en Madrid, reimpresa en 1729 1 traducida al francés en 1751. Esta obra es un tratado completo de metalurjía i abraza todo lo que se consideraba como mas acreditado en la ciencia en aquel tiempo. Principia por dar nociones bastante exactas sobre las propiedades de los metales 1 de sus minerales, que si en la parte teórica se hallan impregnadas de ideas erróneas de los alquimistas, relativa a la transformacion de los metales unos en otros i la perfeccion del oro, son sin embargo bastante exactas i verdaderas en cuanto a los hechos que se observan i las propiedades esenciales de los cuerpos. En este primer libro se nota en todo bastanle método i claridad, i se vé que Barba a mas de poscer el conocimiento de los nutores mas célebres de aquella época en Europa, unja tambien a sa crudicion cierto espiritu investigador, orijinal i lójico. En el segundo libro habla del beneficio por amalgamacion ií esta parte espe- cialmente se aplica al asunto de que tratamos. Alli se ve que la calcinacion de los minerales de plata entraba como una de las operaciones esenciales en el beneficio americano en el Perú i todo lo que dice sobre ella de su propia esperiencia i obser- vacion, es digno de atencion de parte de los metalurjistas. Divide todos los mine- rales en pacos, mulatos i negrillos: los primeros para él, son de plomería (de plata cornea) a los últimos refiere el cochiso (plata sulfúrea) el rosicler, los soroches, elc.; i los mulatos segun parece no son otra cosa mas que mezclas de los anteriores. Ex- ceptuando los primeros entre los cuales conviene en que hai algunos que no necesi- tan quema, todos los demas manda somcter a una quema en regla. En la quema, dice, se forma mucha alcaparrosa que destruye i aploma el azogue; i para librar este último de su enemigo aconseja lejiar los residuos de la calcinación ánles de benefi- ciarlos por azogue. Sabemos que en tal caso una gran parte de plata se disuelve al estado de sulfato sí no se hr empleado sal en la calcinacion, i aun se disuelve clo- ruro de plata en la disolucion de los cloruros metálicos si se ha empleado en la calcinacion bastante sal para clorurar los metales. No lo ignoraba todo aquello Bar- ba, i advierte que al disolverse alcaparrosa en agua se disuelve tambien algo de plata, 1 por eso manda pue estas aguas se reconcentren por evaporación i ¡ se empleen en lugar del majistral para el beneficio de los metales frios. Barba no era un simple beneficiador, hombre de pura rutina, sino un sabio, ins- truido en toda clase de conocimientos cientificos de aquel tiempo; investigador 1 quimico que procuraba someter las cuestiones aun mas dificiles al fallo de sus espe- rimentos de laboratorio. Por esto todo lo quiere esplicar, aun cosas yue para su época eran del todo inesplicables, Es curioso de qué modo suele a veces llegar a los resul- tados bastante exactos por un camino estraviado. Quiere por ejemplo dar razon por qué se-ha de agregar. pirita enla calcinacion de los minerales. Para esto da por hecho . — 163 — que el hierro hace rebeldes a la calcinacion los minerales de plata, que tambien el azufre destruye los metales i a ninguno tanto como el hierro; contenidos pues am- bos en un horno donde los minerales se funden o se calcinan, el hierro i el azufre, estos dos contrarios luchan, combaten uno contra el otro, se destruyen mútuamente i- dejan el oro i la plata enteramente libres. Por esto tambien. dice, se purifican los minerales que tienen azufre i antimonio, mezclándolos i calcinándolos con escorias de hierro.—Los minerales que contienen betun blanco o negro, (que segun me parece debe ser arsénico) se calcinan mui bien con las escorias de hierro i la harina de piedras blancas de que se hace cal. Sábese en realidad que se usa en ciertos casos con ventaja el carbonato de cal en la calcinacion de minerales i ejes de cobre que se intenta someter'al beneficio de amalgamacion. (Lib. 2.9cap. 2). Recomienda sobre todo que se hagan ensayes de los metales por fuego ántes de incorporar, para saber que lei tienen, que tambien se reconozca por medio de agua caliente para ver si contienen alcaparrosa, ¡que sehagan ensayes por mercurio como se hace en grande para prever la marcha del beneficio. Si el mercurio toma el colos 1 lajforma de limadura de plata, i esas Jimaduras se ponen mas i mas sutiles i me- nudas, prueba que se puede proceder sin el uso del remedio pi del majistral; i cita que se benefician los minerales de Verenguela de Pocages solo com azogue ¡i sal sin agregar materíal alguno. Si el mercurio toma el color de plomo se agregan malerias que pueden ser: hierro calcinado (?), plomo, estaño, cal viva i ceniza, i se añaden estas materias poco a poco. Si en fin el mercurio se divide en mui pequeños globu- Jillos i conserva su brillo, prueba que el mineral no tiene piata, o si la tiene, el mineral necesita calcinacion, i se conoce por su brillo. (Cap. 12. lib. 2). Eu Ja calcinacion no aconseja emplear la sal; ida señas bastante exactas para saber cuando el mineral ya está calcinado ise puede parar el fuego, i aconseja en seguida hacer un ensaye de la harina calcinada, echando sobre ella agua caliente para ver si se disuelve en ella plata (sulfato de plata) i si coniiene alcaparrosa to- mando en tal caso el hicrro sumerjido en ella color de cobre. Durante el beneficio en grande manddyexaminar constantemente la lis, i distin- gue tres especies de lis, que son: lis de aZOgue, lis de plata 1 lis de remedio; esta última aparece cuando para el buneficio se emplea algun remedio como estaño 0 plomo (amalgama de estaño o de plomo). No permite que se eche de una vez todo el mercurio i todo el remedio, sino que se añadan por pequeñas cantidades, principiando por incorporar la tercera parte de azogue 1 la mitad de estaño o plomo que pide el cajon;-—mas si se emplea sal se ha de agregar toda a un tiempo i dejar reposar el cajon con este material por dos o tres dias ántes de introducir el azogue. (Cap. 46). 'Pampoco oconseja repetir a cada instante cl repaso, sobre todo al principio del beneficio; porque el mercurio, dice, ántes de unirse con la plata, es mas espuesto a dividirse en pequeños slobulillos que despues. Pasa en seguida a los accidentes o enfermedades que sufre el beneficio i los reme- dios quese aplican, —El primer accidente es cuando el mercurio está tocado: esto lo atribuye Barba al exceso de plomo, estaño o cal que se han añadido al beneficio; ¡en tal caso aconseja continuar los repasos, o mejor todavia agregar alcaparrosa. ¿sta última, disuelta en el agua, convierte. segun Barba, los demas metales viles en cobre i de este modo les quita la calidad fria con que amortiguan el azogue; mién- Aras que ella misma adquiere a un tiempo calidad caliente, que es la propiedad de cobre, con lo cual vuelve a animarse el azufre. Por esta razon, dice Barba, se echa cobre molido en los cajones para producir el mismo cfecto. Da tambien diversas recetas para preparar el majistral que se emplea en estos casos, entre otras, aconseja Calcinar el mineral de cubre, i despues de haberlo molido, manda se Je amase con sal S2 — 164 —= j nu poco de agua. De esta masa acoseja hacer panes que se han de calcinar por segunda vez. Tómase para esto dos partes de metal de cobre por uno de sal ¡ se agrega a cada quintal de esta mezcla un marco de limadura de cobre. El segundo accidente es cuando el azogue toma color de plomo en los cajones. En tal caso manda agregar remedio, i en particular aconseja emplear hierro (sin decir de qué manera). Lo que llama remedio es en jencral todo ingrediente frio: como plomo, estaño, cal, etc.; recomienda que no se añada demasiado remedio, 1 aconseja apartar desde luego la tercera o la cuarta parte del cajon, echar sobre ella el reme- dio i repasarlo para que todo esté bicn mezclado i en seguida incorporar esta parte en el cajon. El tercer accidente es cuando el mercurio se sopara en pequeños granos que que- dan separados ¡1 no se reunen en golas: eso, segun Barba, es seña de alguna suciedad que cubre el mercario, 1 para remediar este mal aconseja agregar relaves calcinados (es decir, cierta cantidad del mismo metal calcinado) o bien. io que le parece el me- jor de todos los remedios es alumbre. En jeneral si comparamos el antiguo tratado de Barba con el de Alcalá hallamos en este último un método mas práctico, de aplicacion mas fácil i muchos mas deta- lles enla descripcion de las operaciones que en el libro de Barba. Las señas que da el heneficiador de Oruro Ge los accideutes i remedios, de la marcha del beneficio i de sa término, son mui dignas de atencion i de estudio, i como todo en su doctrina es efecto de observacion sin grandes pretensiones a la ciencia, rara vez cita un hecho queno sea verdadero i que no se pueda admitir en el estado actual de la ciencia, Mas instruido i versado en toda clase de estudios el cura de Potosí, se fija ménos en la parte rulinera del oficio: preocupado de las ideas especulativas de los alquimistas 1 filósofos de su liempo, cita a cada paso a los autores de mas fama, forma teorías Í procura estenderlas a lodos los casos i hechos aun mal observados e inseguros. Pero lo que resulta del exámen comparativo de ambas obras es que desde el prin- cipio del sizlo XVI, tiempo en que Barbo inventó su método de cocimiento (1609) hasta la fecha del manuscrito de Alcará (1789), es decir, en el trascurso de 180 años el método americano no ha recibido casi ninguna modificacion notable, ni ha varia- do en sns operaciones mas esenciales. Aun el méiodo de cocimiento, tal como se hala descrito en el libro tercero de la obra de Barba, no es mas que el mismo mé>- todo de anilzamacion de Medina, ejecutada en calderas metálicas con el auxilio de calor 1 de unos molinetes. Barba advierte que por este método todos los metales de plomería aun mui grue- sa reciben un beneficio directo en 24 horas i que los demas metales pueden tambien beneficiarse por cocimiento dándoles de antemano una tuesta o quema; que tambien las calderas de hierro serian tan buenas para el mismo efecto sino tuvieran influjo sobre las caparrosas cobrizas producidas en la calcinacion de los minerales. Todos estos medios unidos al uso de los minerales han podido sujerir ideas al baron de Bronn para la invencion del método sajon. Es tambien de observar que entre los medios propuestos por Barba para la aplicacion de su método a cicrios minerales hallamos el uso de alumbre o bien de caparrosa cobriza i de cobre, medios que se habian puesto en práctica en estos últimos años en Europai propuestos en la citada memoria de Malaguti 1 Durocher. No hablaré aqui del 4.% 15. libro de la obra de Bwrba que tratan de los minera- les de plata por fundicion con materias plomizas i por refinacion o copelacion. Diré solumente que en aquel tiempo ya se sibia que todo mineral de plata rico se bene» ficia con mayor ventaja por fundicion que por amalgamacion (Lib. 4.2 cap. 1) i que el uso del beneficio por fundicion ha sido conocido en todo tiempo en las minas del Perú; que tambien en aquella época se conocia mui bien la diferencia entre los — 165 — hornos de reverbero, hornos castellanos i hornos de copclacion ¡los métodos de fundicion consistian, unos, en una verdadera escorificacion de los metales ricos por medio de plomo metálico en hornos de copelacion, otros, en fundiciones de los mi- nerales ménos ricos con soroches o minerales de galena en los hornos de reverbero ¡ otros en fundiciones mas fáciles con litarjirio producidos en las copelaciones. Es por consiguiente notable que en aquel libro tan antiguo hallemos principios fundamentales de toda la metalurjia de la plata, como la practican los hombres de profesion los mas hábiles de nuestra época; jsi exceptuamos cl adelanto i cierto grado de perfeccion que ha adquirido desde entónces la construccion de los hornos ¡ de las máquinas, como tambien el conocimiento mas profundo de la composicion de los minerales, de los productos metalúrjicos 1 de las mezclas, si exceptuamos la licuacion, método ya desacreditado, 1 otros dos o tres todavia poco conocidos, relativos al beneficio por disolucion, nada de nucvo quizás eu lo relativo a las principales operaciones i procedimientos metalúrjicos se ha inventado desde entónces para la estraccion de la plata. Es, sobre todo, fuerza confesar que en tiempo de Barba, hace dos i medio siglos no se consideraba el beneficio de los metales frios, ya por fundi- cion, ya por amalgamacion, com» desconocido, ni como misterio o empresa arries- gada que pide premios i privilejios esclusivos de parte del Estado, como se suele oir todavia entre lajeneralidad de los mineros en nuestra época, lan fecunda cn cm- presas industriales. Volviendo en fin al objeto principal de esta memoria, es decir, al método de amalgamacion americana, podemos sacar por consecuencia de lodo lo espuesto; 1.2Que la amilgamacion americana, tal como se ha practicado en América de dos i medio siglos a esta parte, no era un simple método limitado al uso de majistral i repaso de los cajones, como se sueie decir en varias abras de química i metalurjía, ni consistia siempre en una cloruracion i amalgamacion simultánea, sino un sistema completo para toda clase de minerales, variado segun la naturaleza de ellos. 2.2 Que enjeneral consistia de 40 5 procedimientos diferente, que eran: Beneficio por majistral; Beneficio por estaño o plomo. Beneflcio sin ningun ingrediente, ménos sal i mercurio; Beneficio por tuesta i amalgamacion; Beneficio por cocimiento, sin tuesta o con tnesta para matales ricos. 3.2 Que en estas diversas modificaciones del mismo método americano hallamos jérmenes e iniciativas de todos los mélodos 1mas modernos curopeos; isi hemos de señalar lo que es mas distintivo en el método americano, es sin duda la accion lenta del majistral i de los amailgamas de plomo 1 del estaño en los dos primeros jéneros de bencficio como tambien el uso de la chua para ensaycs. 4.9 Que este método, desde su descubrimiento por Medina ha tomado mui pronto un desarrollo tan sorprendente que a principio de este siglo Sonuenschniidt lo halló en Méjico casi en el mismo estado en que lo describe Barba a principios del siglo XVI, ¡ que, sialendemos a las, circunstancias en que este método halló su aplicacion ¡ resis- tió alas mayores dificultades que la naturaleza de los principales parajes de minas del nuevo continente le opuso, no hallamos tal vez infundada la siguiente opi- nion de Sonnenschmidt : «La amalgamacion de Nueva España que regularmente llaman beneficio por palio, ha subsistido casi dos siglos i medio (1) i subsistirá miéntras tanto subsista el mundo.» (Tratado da la amalgamacion de Nueva España cap. XXVI). (1) Sonnenschmidt escribió a principios de este siglo --Modina incentó su método en 1557. — 187 — OBSERVACIONES METEOROLÓSICAS MECHAS BN EL IXSIITOTO NACIONAL DE SANTIAGO, “ DICIEMBRE DE 1855. E z = E q $ Z E PSICRÓMETRO. Se 3 Saa la ls 3515 z E EE Z E E E E E ESTADO DEL CIELO. se e Js es l£ ña E E E Seco Húmedo UN S SAQUEOS AE lg ale WEE la Ml 419 1716.85]18.5112.0 18.5115.0/10.71] 67] Despejado. 3 17114.50125.7 95.0/91 9147.81174| Hd, 9 (1715:35118.1 18.0115.1141.071792 ld. 219 1716.28/19.4143.0 19.4116.6/11.91| 75] ld. 5 1715.15195.5 95.1125.5119.901 85 la. 9 (716.00118.5 183.0116.1112.59]| $2 ld. 319 1715.954119.614.0 19.5/17.5113.29| 81 | Un poco nublado. 3 (711549/91.5 20.2118 1114.22 81 la. 9 -1715.85118.9 18.5116.5112.52] 82 Id. 419 1715.79/91 01150 20.7119.6115.71| 89 | Sereno. 3 |1711.19/26.8 26.6/18.0110.18| 59 | Despejado. 9 1714.57/119.6 19.4117.5113.41| 85 ld. 519 1900940115. |24.0/21.7117.58 83 | Empañado. 5 (112.14191.6 21.0118.7114.401 89 | Nublado. 9 1713.52118.0 17.8115.0/14.07| 72 | Sereno. 6|9 1715.09/17.8/114.0 17.5115.5111.68| 81 | Un poco nublado. 5 |1711.94/90.5 20.0118.5114.47185] Id. 9 1712.05116.5 16.1/15.2/19.29| 91 | Nublado. 719 1711.25115.6/14.0 15 6/14.0111.02| 85 ld. 5 1715.5942.7 192 6111.91 9.491 95; Llov. ? 9 |T14.08112.6 12.5114.7| 0.371 901 19. $Puv. 0.048. CS SS RO 15.S115.01 9.55| 71 | Noblado. 3 1716.09117.6 17.414. 6110.98| 72 Td. A OA ES 16.1115.6119.441 95 ld. 9|9 [715.5215.6115.0 15.6114.0111.02185| JId./ El 40 a las 3 '1714.40/16.7 16.8/14.8/10.77/79| Id A5hb. 1 157 de 9 114,91/14.5 14.6115.0110 26| 82 ld. la mañana se 401 9 1714.86/14.6119.5 14.7/115.0110.14/ 80 12) izosenir un 5 17115.40116:0 16.5115 0112.05| 87 Id.Liemblor. 9 1715.72117.4 17.5115.6)11 81/85/Un poco nublado. a11 9 1715.97118.5/13.0 18.6115.2110.71 | 67 | Sereno. EV 41a 3 |714.058:/24,5 24 0121.5/17.01¡78% | Despejado. )las 6 20 | 9 (114.55118.5 18.2/15.5/110.95 2 ld. m. de la 19% 9 |714.84/20,7/14.2 20.5117.0/12.561 71! 1d. Fun. Lenz. (1) La persona empleada entbacor estas observaciones es don Adolfo Valderrama. Dias. 17 48 19 Horas. NO DUDOSOS OSOS SR SONO SNS sao = DAULLZADONSS — 158 — DICIEMBRE DE 1855, PSICROMETRO. E Es 9 AE E E E 2 E S 39o|3 2 A OS S3/|% 3 8 o, E | 2Ele ESTADO DEL CIELO. E 15 VE El A S E E Seco Húmedo E 5 3 Es [27 E E 713.16/25.51 23.022 4 18.05 71 Despejado. 715.55118.2 18.0116.0 112.40 80] Id. 716.09/20.9145.0 20.0118.0115.32 98| Id. 714.79/91.9 95.820.0115.17!69| Id. 715.60117.9 17.015.2111.68 SÍ1| id. 715.25119 5143.0 19.11147.0 114.39, 98 | Id: 714.48|95.2 25.1125.0120.83' 98 | Id. 714.75119.9 19.016.81/2.27, 78| ld. 713.48/20.4114.0 20.1117.0|12.68 72| Id. 712.95197.4 97.0118.4110.18 39| 1d. 715.97/20.4 21.1115.01 9.15 49| id. 713.00/92.7/46.0 922.0118.0 143.00 66| Id. 719.59198.0 28.0191.0114.50 51 | Id. 712 8S4|91.5 91.4118.0113.57 70| Id El 47 a las 712.84/193.5117.5 923.1119.2144.12 68| Id. 10h. i 572 de 744.96199.0 98.5/91.5114.42 52| Id. la noche 7192.52120 9 20.0116.0141.18 64| Td. [sintió temblar 714.41190.3115.0 920.1115.01 9.73 55] Id. 745.05/96.4 95.8/20.0115.94156| Id: 713:97119.6 19.6115.0| 9.98 58] ld. 714.62/91.6115.0 21.2118.0115.49/72! Id 144.55196.9 26.1191.0 115.55, 62| 1d. 714.48/19.6 19.6115 0| 9.98' 58 [Nublado a trozos. 743.8620.5|15.0 20.3 17.0112.56| 71 Despejado. 712.94/94.5 24.1121.0111.76| 75 [Un poco nublado. 743.24117.9 17.0115.0 111.561 80| 1d. 713.68119.5115.0 19.5118.01/4.59|87]| Id. 713.55|94.7 21.5119.8/14.80| 65 Despejado. 7113.72147:3 17.4114.0| 9.91167| 1d. 715.66/18 8S/15.5 18.6115.0110.59/66]| Id. 114.57/95.1 25.0122.6118.30/80]| Id. 713.79|18.9 20.1118.0144.29 81 | 1d. 714.57/91.7/14.5 20.8117.3113.04 77| 1d.: 714.14196.1 25.8/20.2113.06,57| ld. 7153 .S8l90.0 19.7116.0|11.42167| Td. 714.11191.8115.1 21.5118.0 113.371 701 ld, 115.72195.9 929.5118.5 115.00 08| ld. 714.44115.3 15.5112.3| 8.591 66! 1d. 719.15147.6/19.5 Ae 3114. 0 110.011 68| 1d. 719.14117.7 17.4114.0| 9.94,67| Id. 712.59/20.4/14.0 20.114 6| 8.59/61| la. 7112.59195.5 | 25.1120.3 1 55169| Id. 7112.61!19.5] 19:5115.0140.221611 1d. — 169 — DICIEMBRE DE 1855. a o l=] S S E E PSICRÓMETRO. s 3 2 O ld e 32 |3 E E g | A o EE d o a É E E - E Za E ESTADO DEL CIELO. E A E E E a SS ES E Seco Húmedo 58 3 | E EMAIL 21 9 1713.61/21.5]14.0| 21.0]17.0112.07] 65 | Despejado. 3 1712.98/95 9 25.5 /20.6114.68| 63 Id. 9 |713.91116 9 16.6/12.0/ 7.7455 ld. 281 9 [714 47/91.1/|415.0 20.7/17.5/15.04| 77 Id. 3 |714.25/26.7 26.6/20.9114.06/57 ld. 9 |1714.57/90.0 19,5/17.0/13.47/79 ld. 29 9 |1713.81/93.8|15.2 23.0 118.9115.00| 66 Id. 3 1711.96/23.4 99.92 /17.8/13.66| 86 ld. 9 1712.98/99.4 921.6|15.01 8.76| 45 Id. 30| 9 |710.61/21,7|18.0 25.5117.6| 9.75] 42 Td. 3 (710 58/25.7 50.1/18.0| 8.10] 25 ld. 9 (712.20/30.5 23.6 /117.0/10.4848 ld, 311 9 :710.79/24.01148 0 25 A 14.6/*6.26| 29 ld. 5 |710.58/28.6 Ea 19.6/44.30/44 | 1d. 9 [710,86/23.5 21.0116.01 9.551441 la. RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES METTOROLOJICAS HECHAS EN EL INSTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO EN DL MES DE DIGIEMBRE DE 1850, Presion atmosférica. —Téermino medio del 41.2 a 10 744.32 observ. de 11 a 20 113.97 de 21 a 31 713.08 de todo el mes 713.78 La mayor amplitud de variaciones entre las 9i las 3 dela noche 2.6 milim. El máximo de presion 746.85 El minimo de presion 710.20 Número de inversiones en los períodos diurnos, 4. Temperatura. —Término medio, de todo el mes 209.98 El minimo 12.20 El máximo a las 3 309,3 La mayor variacion entre las 3 de lat. i las 9 de la ñ. 80.3 Estado Higrométrico—Entre las 9 de la mañana 1 las 3 de la tarde: Fuerza elástica del vapor en milimetros: : "Término medio: a las 9 de la mañana 12.14 obsery. a las 3 de la tarde 14.00 Humedad relativa (tomado el punto de saturacion por ciento): a las 9 de la mañana 2 alas 3 de la tarde 68 Término medio de todo el dia: fuerza elástica del vapor 13.05 humedad relativa 70 El menor grado de saturacion (la mayor sequedad) 25 term. 30.%., Dias nublados 5. Lluvias 1. Cantidad de agua caida 48 muilimetrog. Temblores: Tembló tres veces. 1. D, METEOROLOJIA. Observaciones hechas en Punta- Arenas, Estrecho de Magallanes, desde marzo 1.* hasta agosto último de 1854, por Jorje C. Schythe, presentadas en la sesion del 23 de mayo por el secretario de la facultad de ciencias físicas ¿ matemáticas. Aneroido. 747.5| 9 4/2] 9 1/4/48|0 . [Cel. 749.011 1/3/29.87/53|749.5 dra Cel: Cel. po 3 3/4156/S0. fr. 1 1/2/5210. flo. — ma a He 9 09 H= 19 00 > 19 00 Bn Ly 00 => 09 00 A 19 00 H> 00 00 o pS Dia del mes. g SIA 12 4 10) 8 12 4 11m 3 12 4 42 8 12 he 23) 8 12 4 244 8 12 4 15 8 42 4 261 8 12 4 13 118 42 h 2481 8 12 4 19 8 12 4 201 8 12 A am 8 12 745 0 147. 749. E) Bl 4 9 1/2129.80/49/748.0| 9 3/4 12 1/4/29.81154/148.5/12 3/4 3/3129.84157/748.0/14 4/4 739.5 1/2129.55/40|7 2.0/10 1/4 29. 1/2/29.83/147/1747.5| 9 2129. MARZO DE 1854. 29.99 50 157 Arto 2110 50 84140/747.G| 5 82/45/747.0| 7 3/4 29.80/41 1747.01 5 0/4 491748-0| 9 3/4 9 — l48 29.83/46/749,0| 3 1/2 61/2143 81/2147 8 3/5/48 103/4152 10 1/2/51 | 73/4146 91/2149 83/4148 9 1/2/49 12 [53 13 1/4/56 29.561461740.5| 8 1/4 29.511491739.0| 9 3/4 99.43152/737.5/14 3/4| 13/4146 8 |29.72/47/145.0| 8 3/4146 1. la9.s2l511747,0)14 [1012/51 9 3/4129.901491750.0/10 | 9 1/2/49 a 8/4130.21143/757.5| 6 3/4] 61/2144 1 4/2130.3052/760.013 tt — ]59 1 3/4/30.351531762.0/12 51146/764.5, 6. | 61/2/42 230. 83/511766.0 41 4/2/10 1/251 -l30.53[521766.0,12 — [103/4351 8 1/2148| O Calma. 21 Sm. l Calma. O. m. 1. EXA SO. fto. sO. 1,5 O. fto. Calma. Calma. Calma. S.L O. l. O. m.l. Calma. N. m. l- N. fio. NO. fto. NE. fto. N. m. l. Calma. 0.1. O. fto. SO. fr. 0.1. SO. fto. O. flo. O. 1, 2150. fto. 315. £to. Calma. Sé, l. SE, flo, CEPA Nubl. Nubl. Llov. NúbI. Cel. Cel. Cel. Cel. Llov.] Her. Cel. . [Nubl. Her. Her. Ber. Nubl. Nabl. Liov. Her. Cel. Cel. Nubl. Nubl. Nubl. Nubl. Nubl. Eloy. Gel. Cel. Cel. Her. Cel. Gel. Cel. Cel. Gel. Her, Her. Her. Dia del meg, 22 o — pd <= = 3 PRD $PS.u0 PIDO migo 190 »>1i900 pe E = PROD $... mio 31 = pe 9 00 MARZO DE 1854. CA | EARL 765.0| 7 3/ 4/ Aneroido, 7 1/4 612 (44/NE. 1. 2/49/¡Calma., 30.09/46/254.0| 8 N. NO. O. 6 1 28 AA 4 30. 5 50 766. 0110 1/2] 9 83/4150 Calma, 2130.54/51|765. 5 1/2142/50. m. 1.[Nubl. 11417 Je 455. . Tiempo, Aguas, Max. ESA Min. 4 1/2 40 SO. S, 1 En procientos.. 8.6 1.4 4.0 24.2 10 tp. Mor. FP. par de fr. fto. 6 20 SE. E. NE. AS 2.9 5.7 7.1 1. ml. cal. 19 21 23 [Sept. merid. Her. Cel. 21 47.7 11 dias de lluvia. Nubl. El o0v. 33 32 Y VIENTOS. 37.4 165.6 Occid. orient. 15.7 ABRIL DE 1854. 61/46 - 43 NE. m 9 —|81/2l47|NE. m. 9 6 0 756.010 6 8 8 9 1/21 8 3/4l49| NE. 1, Cel. 0 8 |754.0| 6 4/2130.01[43/751.0 12 |754.0| 8 3/4/30.01|47/754.0 4 0) 941) 750.5 150, 4130496148 Abril. [Barómetro con su respectiyo termómetro Isrnóm, A E 3 ¿ S a 3 313 1281 SS lbs pS p9 Els E 5 o ls a Z > E < A AS [756.01 4 1/2130-16/40 756.01 4 1/4] £ 3/4/40 Calma. [Hero |» 12 |755.0| 8 1/2/30.17/48/756.0| 9 8 1/2/47] N. fto. [|Cel. » 4 (755.0| 8 4/2130.46/47/755.5| 8 1/4] '7 3/4/46| NE. fto. [Nubl. » 21 S [755.0] 5 1/2/30.43/441755.5] 5 4/2) 5 [41] Galma. |Llov. » 12 [755.5] 7 3/4/30.15|461756.0| 8 71 1/256| S. fto. |Cel. » 4 |154.5| 8 1/4/(30.44(47/755.0| 8 4/2] 7 3/4/46] S. fr. Nubl. 0.0042 3| 3 [746.07 — 129.80144/746.0| 7 1/4] 6 3/4144| S. m. r. [Nubl. » 12 1744.58] 8 4/2/29.75/47/745.0| 8 3/4| 8 — |47|S. fr. Nubl. » 4 1743 5| 7 3/4/29.70/46/744.0| 8 4/4| 7 1/2/45] SO. fr. [|Nubl. » 4| 8 |735.0| 7 3/£/29.37145735.5| 9 7 1/2145| Calma. |Llov. » 12 1733.09 29.21148/733.5] 9 1/2] 8 3/4/48] SO. l. |Lloy. » 4 [735.01 9 1/2/29.31|491736.0/10 9 1/4/49| S. fto. —[Nnbl. 0.0023 5] 8 |739.5| 7 1/2/29.50/45/740.0] 8 7, 4/2/45| O. m. 1.¡Nubl » 42 [744.010 |29.54[49741.5/40 4/2] 9 1/2/49] Calma. [Nubl. » 4 |741.5140 1/2/29.56/501742,0/10 3/4/10 150] Galma. [Cel » 6| 8 |749.5| 6 1/4/29.82/43/747.5] 6 1/2) 6 [43] Calma. |Nubl. » 12 [749.811 — [29.91/51/750.5/141 1/2/10 4/2/51] S. m. l. |Cel. » 4 [751.010 |29.95/50/151.0|10 1/4| 9 1/2/49] S. fr. Her. » T| 8 [743.01 7 4/4/29.68/4£4/748:0| 7 1/4] 6 3/4/44| NO. fr. (Gel. ES 12 [741.51 8 3/4/99.63/48/742.0| 9 — | 8 1/2/47] NO. fr. |Cel. Sl do 4 [142.5 8 |29.62/41/743.0| 8 1/2] 7 1/2/45] O. fr. |Cel. 5 0.0005 81 8 [742.5 6 3/4129.64/44/749.5] 7 61/2144) SO. fr. |Her. » 12 [741.51 9 |29.63/48/742.0| 9 1/2| 8 1/2/48| O.r. Cel. » 4 |739.5| 9 1/4129,54148/740.0] 9 1/2] 8 3/4/48 N. m. 1: [Nubl, » 9) 8 |744.016 |29.68/42/744.0| 6 1/4| 5 1/2/42] SO. fr. [Cel » 12 |747.01 6 129.78/43/747,0| 6 1/4| 5 1/2142| SO.r. — [Nubl, » 4 [750.0] 7 4/2/29.81145/750,0| 7 1/2] 7 [44] SO. 1, e » 40] 8 [751.5] 6 4/2130.01|43/751.0| 6 3/4] 6 1/4/43] Calma. [Nubl » 12 [750.5| 7 4/2/29.98|45/750.5| 7 3/4| 7 1/4/45] O. 1. Nubl » 4 [750.0| 8 3/4/29.96/47/750.5| 9 8 1/2147| Galma. [Cel » 11 156.01 £ 3/4130.46|40/756.0] 4 3/4] 4 3/4|40| O. m.l. |Her. » 12 |757.0/-9 3/4130.21/49/758.0/10 9 1/2149| 0. 1. Cel. » 4 |757.0) 9 (30,21|49/758.0| 9 3/4] 8 3/4/48] SO, l. [Cel. » 121 8 [757.0 6 -3/4/30.22144[757.5| 1 6 172/44] N. m. |. [Cel. » 142 |757.0140 3/4/30.23/511758.0144 4/4/10 3/4/51] O. m. l: (Cel. » 4 1/2130.211511757.0/14 104/4150] Calma. (Nubl. | » ABRIL DE 1854. Abril. [Barómetro con su respectivo termómetro 1 a Aaa ld S 5 S E E 3 [o EA 2 $ Y E 2 = cra E > En « [=] Ca | A | AAN | nz coro: | ron | a | 200 | rr | CAIDA | CRIA 148 '[750.5| 81/2/29 dlís[750. 51 81/2) 8 1/446| SO.m.1.¡Nubl.' e 12 [751.510 3/4/29.96/511752.041 * [101/2/51| NE: m. 1[Ccl. a 4 |751.5/10 1/2[29.96/50/752.0,40 5/2] 9 3/4/50] Calma. |Nubl. » 15] S |753.0| 8 1/4/30.03/46/753.5| 8 1/2] 8 1/4/47|S. m. 1. |Llov. » 12 [753.5] 8 3/4/30.05/47/754.0| 9 8 1/2/47] Calma. |Llov. 10 4 |153.5| 8 1/2130.05/47/754.0| 9 8 1/4147/50.m. 1. [Nubl. 0.0132 16] 3 |757.0| 5 3/4/30.20/42/757.0] 6 4/4| 5 1/2/42] E. m.!. [Nubl. » 12 )757.5/ 6 — (30.23/43/758.0/ 6 3/4| 5 3/4/43) E. fr. — |Nubl. » 4 [757.5] 5 1/4/30.24/41(758.0| 5 3/4| 4 3/4/41] E. fr. Nubl. » 171 8 |759,0| 3 3/4/30. 301 38/759.0| 3.3/4| 3 1/2/38| E. r. Nubl. » 12 1759,5| 5 1/2/30. 30 411759.5| 6 51/4442] E. fr. — [Nubl, » lk |759.5| 5 1/2[30.311421759.5| 6 4/4| 5 1/4/42] E. fr. — [Nubl, » 18 757.51 6 30.26/431758.0| 6 4/2| 5 1/2/42] NE. fe. |Nubl. » 12 1757.0| 7 4/2130.25/45/757.0| 8 71/4/45| NE. fr. [Nubl. » 4 |756.0| 6 3/4/30.24/43/756.5| 7 6 1/4/43] NE. fto. [Nubl, » 191 8 (756.51 6 [30.17/421757.0| 6 4/4] 5 3/4/42] Calma. [Nubl. » 12 |758.0| 7 1/2130.24/45/758.5| 8 2. |45| Calma, [Nubl. » 4 1759.01 7 1/2/30.27/46/750.5| 8 7 1/4/45] Calma. |Her. » 201 8 |760.0/=1/4/30.321311759.5/—4/2|—= 4 |31| Calma. |Her. » 12 [760.017 4/4/30.33/451760.0] 74/2| 6 3/4/44] N. m. l. Hor. » 4 [759.01 7 1/2/30.31145/759.5| 7 3/41 7 — |44| NO. m. I:¡Cel. » 2) 8 [753.01 6 1/2130.06/43/753.0| 6 3/4| 6 ¿43| NE, 1. [Nubl. » 12 [752.5] 7 1/4/30.06/45/753.0| 7. 4/2] 7 — |45| NE. m. 1.[Llov. » 4 |752.0| 7 1/4[39.03[44/752.0| 71/2| 6 1/2144| SO. m. !.[Lloy. 0.0047 22 8 [752.0] 5 1/4/30.03/411752,0| 5 4/4| 4 3/4/40] Calma. [Nubl. » 12 [752.5] 8 1/4/30.04/471753.0| 8 1/2| 8 1/4147| Calma, |Gel. » k [759.5] 8 1/2/30.03/47/753.0| 9 1/4] 8 1/2/47|SO.l. [Her. » 231 8 1753.5| 5 3/4/30.05/421754.0]| 5 3/4| 5 1/2/42] O. m. 1. ¡€el. » 142 [154.0 9 1/4/30.09|48|155.0| 9 1/2| 9 48| Calma. ¡Her. » 4 [754.01 9 3/4/30.09/49/755.0/10 9 1/4[49| Calma. |[Cel. po 24| 8 |749.5| 5 1/2/29.93/411749.5| 5 4/2) 5 J41] O. m. 1.¡Nubl. » 42 |748.0| 7 1/4/29 88|45/748:5| 7.4/2| 6 3/4144| N, m. 1. [Llov. » 4 [746.5] 8 1/4/29.81/47/747.5] 8 1/2) 8 — |46| Calma. [Nubl, 0.0009 251 8 |745.5] 4 y |29.75/39/745.5| 4 3 3/4|39| Calma. |Nubl. » 42 |7146.5| 8 |29.76/46/747.0| 81/28 |46|SO. m.!.¡Nubl. » 4 (747.51 8 |29.80/46/748.0| 8 1/2| 7 3/4|46| Calma. |Nubl. » 26/ 8 (1750.5| 3 3/4/29.93|38/750.5] 3 3)4| 3 1/2|38| Calma. |Cel. » 42 [752.0 8 |29.99/46/752.0| 8 1/4| 7 4/2|46]| E. m. l. [Nubl. » 4 '151.51 8 130,001451752,0] 8 7 1/2/46| Galma, [Lloy. 0.0019 ABRIL DE 1854. y y Termóm. Abril . libre, 17 o 2 Blog E S 213 El < E E A 8 ITATO| 5 1) 7 E 15 INE mi ld 12 ap 9417 dd CELA Col. » 4 10 > 7 : Nubl. 0.0013 28| 8 23. . NE. £to. ¡Nubl. » $2 : ONO 2.0]! N. fr. Cel. » 4 y 29. 2149/0. r. Cel. 0.0149 29) 8 129.2 ) p O. r. Gel. 4 » ALO, , 29. , 390, fr. Llov. » 4 1738. : E O. fr. (Gel. 0.0034 301 8 ne 3/4/29 58| : : INE. fr. [Nabl. 0.0002 ER 3.01 Í 50/É. 1. Nubl. » 4 010. mo. l. Nubl. » ETE AE . 5 VE 0 En 4 E dd Total 0.0415 a => : TNA DEE E AHH : Min. — 1 Al N. NO. O. SO. S. SE. E, NE. 10 dias de lluvia. 7173 14 128 » 8 13| Her. Cel. Nubl. Llov. En procientos. 10.8 4.6 21 a » 123 20 (E AY) 42, 10 tp. M.r. Tr. fto. 1, ml. cal. VIENTOS. AIRES dE 6 9 25 25 |Sept. merid. tOccid. orient. S , 35.4 30.8 44.6 32.3 MAYO DE 1854; Mayo [Barómetro con su respectivo termómetro BTe | 1 ES | 1 y a E 2 silo a E SES Pess ai E E E [en = E > E A IN E 29.65 20 305 4 1/2120 NO. tr. [Cel 165543 $e 12 [743.0 5 1/2129.66/421743.5] 9 51/4144] O. fr. [Cel. ID 4 [744.5] 5:4/2/29,7% 4MTA5.0| 5 3)4| 5 |4ILO. fr. |Cel. 5 (0.0045 2 | 8 [749,5 2.3/4/29.91/36/749.0] 2 3/4] 2 1/236] Calma. — |Cel. » 12 1749.01 5 3/4/29.90/42/749.0| 6 5 1/2/42] Calma. |€el. » 4 1747.5| 5 4/2/29.85/41/747,5] 5 3/4] 5 4410. m. ].[Gel. » 3 |.8 |746.0| —1/4/29.80/311745,5)=4/4|> 1/2/31 O. m.1. [Nubl. » 42 1745.0| 2.1/2/29.76/361745.01 2 3/4] 2 1/4361 0. fto. [|Cel. » 4 [742.0 21/2/29.65/36/1742.0| 2.4/2| 1 3/4/35] 0. fr. [Cel. » /.> nev 4 |. 8 (742.0 — 1 |29.58/30/741.5/— 1 |34 1/4/30] O. m. !. [Cel. 0,0003 12 '(743.0| 4 1/2129.63/35/742.5 > 1 1/2/34] SO. m. 1. (Cel. » k 1743.0| 4 29.64/331743.0| 1 1/2] 1/4/32] O. m. 1. [Cel. » 5 8 1747.5| 4 29.83133/747.0| 1 4/2] 1 34| SE. m.1.¡Cel. » «12 748.5] 2 3/4/29.85/36/1748.0| 3 2 1/2136| SE. 1. [Cel. » 4 1749.5| 2 3/4/29.89|36/749.0| 3 2 1/4/36] E. fr. — |Nubl. » 6 8 [752.5] 1/2/30.05/32/752.0] 1 0 329 SE. r. |Nev. » 12 1751.51 2 4/430.02/35/751.0] 2 4/2| 1 3/4/35] SE. fr. [Nev. » 4 [749.5| 31/4/29.95/37/749.5| 3 3/4] 2 1/2137| E. fr. |Nev. » 7 | 8 |740.0| 7 3/4/29.56/45/744.0| 8 7 1/4/45] NE, fto. |Llov. y 12 [739.01 8 (29.51146/740.0| 8.1/4| 7 1/2/46| N. m. 1, [Nubl, 0.0702 4 1740.51 6 1/2/29.53/43/744.0| 7 6 431 N. l. Cel. » 8 | 8 [745 5| 4 1/4/29.74/39/746.0/ 41/2 4 139 O.m. ]. [Her. » 12 |745.0| 7 4/2/29.74146/746.0| 8 71/2145] Calma. |Her. » 4 [744.01 6 |29.72142/744.0| 6.1/4| 5 4/4/41] Calma. Her. » 9 8 |133.5] 41/2/29.30/39/733.5| 4 1/2] 3-3/4/19| N. m. 1. [Nubl. 0.0003 12 [732.5] 6 |29.27/431733.01 6-4/2) 6 — |43| NE.I. [Cel. » 4 [734.5] 6 3/4/29.28/441135.0| 71/46 1/4/43| Calma. |Cel. » 10/ 8 1743.01 3 3/4/29.62/38/743.0| 4 3 l38| Calma. |Her. » 12 [745:0| 7 1/4/29.72/45/746.0| 7.4/2| 7 14/4145] Calma. - [Cel. » 4 [744.5] 6 1/2/29.72/431745.0| 6 3/4| 5 3/4143| N. m. 1. Cel. » 111 8 [740.0| 5 1/2/29.48'41[740,0| 6 5 1/4/41] NE. 1. [Nubl. » 12 [744.5] 7 29.58/451741.5] 7.1/2| 7 [44 O. fto. [Cel. » 4 |742.0| 61/4/29.61143/742.0| 6 1/2] 5 3/4/49| NE. 1. [Cel. » 212) 8 [742.5] 3 1/2/29.62/37/742.5| 3 1/2] 3 37//0.. 1. Cel. » 42 [743.5] 5 1/2129.66/421744.0| 6 51/2142] NE. l. Ber. » 4 (143.5 5 (29.66/411743.5]| 5 41/4140 N. 1. Cel. » 13| 8 [743.5| 4 1/2/29.65/39/743.5/4 1/2 | 3 3/4/39) SO.m. 1.[Cel. » 142 [758.01 5 1/2/29.821421748.0| 6 8 141] O. fr, |Cel. » 4 '751,01 5 1/4/29.94140U750.0| 51/41 41/2140) Calma, |Cel. » MAYO DE 1854. Mayo |Barómetrocon surespectiyo termómetro A SA as E S apa E S DA Z TS 530 7 13 30.06/45753.0| 1 3/4 7 1/2 20/NO. me 1.[Cel. osa 12 1753.0| 8 1/4/30.06/46/753.0| 81/2| 7 3/4146|N. 1. Col. » 4 1152.01 8 |30.03/45/752.0| 8 7 (45/N. m.!. [Nubl, » ABS 1743.01 8 29.68/46/743.5| 8 1/2] 7 3/414610. r Nubl. > 12 [742.01 9 129.62(48/742.5| 9 1/4| g 1/2/4710. fr Nubl. » 4 |141.0| 8 1/4/29.60/46/741.5| 8 1/2] 7 4/2146/¡NE. m.1.|[Nubl. » 16] 8 [734.0] 6 1/2/29.28/43/735.0/ 7 — | 6 14/43¡SE. m.1. [Llov. » 12 1735.0| 6 1/4/29.31143/735.51 63/4| 5 4/2/4280. 1. [Nubl. 0.0043 4 (736.5| 4 3/4/29.36/40/737.0 4 1/2 140/80. m. 1.[Cel. » a7| S [739.01 1 1/4/29.48/32/739.0/ 1/2] Oo [39[Calma. |[Cel. » 12 [740.5] 3 1/2/29.55/38/740.5| 3 1/2| 3 1/4/38 Calma. |[Cel. » 4 1142.5] 4 — |29.62/39/742.5| 4 1/4] 3 4/2/38 Calma. |Her. » 18 750.5] 3 — |29.92/37/750.0| 3 2 |36¡Calma. |Cel. » 412 [751.5] 5 1/2/29.99/42/752.0| 5 4/2] 5 1/2149/SO. m. l.|Cel. » 7152.5| 5 1/2/30.02/411752.51 5 4/2] 5 — |41[Calma. |Nubl. » 491 746.01 51/4/29.81141[746.0 51/2] 5 — u4|NE. m.!.(Nubl. » 42 [743.5] 5 3/4/29.70/421743.5 5 1/242/NE. m.1.¡Nubl. » 744.5] 6 1/4/29.6242/744.5| 61/4| 5 1/2142 Calma. [Nubl. » 20] 8 [734.01 21/4/29.32/351734.0| 24/2| 4 3/435/NE. 1. — [Nubl. » 12 |730.0| 3 1/2/29.16/37/730.01 3.1/2| 3 ' [36N. 1. Nubl. » 4 [727.01 31/2/29. 727.01 33/41 3 —(38/NO. m.!l.|Cel. » 21 133.5) 2 1/4/29.27/35/733.51 2.1/4| 1 1/2 ee m. 1. [Nubl. 0.0034 12 (137.51 4 1/4/29.42/39/737.5| 4 4/2] 3 3/4l39/8. fto. — [Nubl. » 739.5] 3 1/2/29.49/371739.5| 314/2] 3 — |37/0. m. 1. [Nubl. » 22 741.0) 2 1/2129.57/35/744.0] 24/92] 2 36/|Calma. ¡Nubl. » 12 (1741.51 3 1/4/29.58/31/741.5] 3.4/2| 2 3/4/3710. 1. Cel. » 743.0] 2 1/2129.64[36/743.0| 2.3/4| 21/4l36/0. m. 1. |Her. » 23 143.5 a 29.71/36/743.8| 2 3/4] 2 1/4136/0. m. 1. Her. » 12 [142,0] 4 1/2/29.65/40/742.0| 4 3/4| 4 1/4140/0. fto. [Gel. » 739.0 5 1/4/29.53/411739,5| 5 4/2] 4 3/4/41N. m. 1. (Cel. » 24 739.0) 4 1/9/29.53/32/739.0| 1 1/2 o |321SO. r. [Cel. » 12 (741.01 4 4/2/29.56/331740.5| 3.4/4) o. |32/SO. r. |Her. » 7142.51 0. |29.61/321742.0| 4 4/4|--1/2/31/S0. fr. Hor. 0.0005 25 748.5] 4 1/2/29.86/39/748.5] 44/2| 3 3/4[39/0. 1. Cel. » 12 [750.51 6 — |29.93/43/750.5| 61/4| 5 314/42/NO. l. — |Her. » 751.0| 5 1/2/29.96/42/751.5| 6 5 114/41 [Galma. |Her. » 26 750.5] 4 1/2/99.97|[39/750.5| 4 1/2) 4 |390. m. 1. |Eel. » 150.51 6,1/2/29.97/43/750.5| 6 3/4] 6 |43/0. fr. [|Cel. » | 14 (751.0]. De 29.971401151.01 8 | 4.1/2|40/0. fto. |Hor. » MAYO DE 1854. Termóm. libre, Mayo M surespectiyo termómetro ¿ : S $ E pa S Un 2 Ls “ 2 Ie E E = a | A UT | A | | 0 | | | rn | aro AUR 927| 8 (750.0, 5 |29.94140/750:0|"5 20 Calma. Gel. o 12 (751.0| 7 3/4/29.96/46/751.0| 8 74/2146/|S50.1. [Cel. » 4 (752.0| 6 3/4/29.99/43/752.0| 6 3/4| 6 1/4143|Galma. [Cel. y | 281. 8 1757.01 5 30.20,40/757.01 5 4 4/2|40/NO. 1. Cel. > 12 (756.5l 5 8/4130.20/44/757.0| 7 6 1/2144/NO. fto. |Gel. » 4 (755.01 6 1/2[30.18/43/755.0| 64/2| 5 3/4142/N. m. 1. [Cel. » 29) 8 1757.0/ 5 3/4130.20/41/751.0| 6 5 1/2 14210. m. l. ¡Cel. Es 12 1758.01 7 1/9/80.21/46/757.0| 8 7 1/4145]0. flo. |Her. » 4 |157.0| 5 3/4/30.24/42]758.0| 6 AO Her. pl 30) S |759.0| 3 1/4130.28/37/759.0| 3 4/4| 31/4133 Cilma. |Cel. » 12 [159.0| 5 1/2/30.29/42/759.0| 53/4| 5 4% 41]N E. 1. |Her. » 4 [157.0 2 3/4/20.24 El 3 1-3/4135¡Calma. |Her. » si 8 [743.0] 4 3/4/29.77/34/745.0| 1 3/4 4 3/4135/N. m. 1. [von > 12 [743.51 51/2129.71149/744.0| 6 5 1/2142|N. l. Cel. » 4 las sl 6 1/429.16l2 143.51 6ayal 6 leslW. fio. (Nubl l> Ma AN TA ETA A Sl Lal. Máx. 8 1/2/51 Min. +1 1/4131 N. NO. 0. SO. S. SE. E. NE. 6 dias de lluvia. 1AST6b 26-092 *6 41101 Her. Cel. Nubl. Lloy. En procientos. 17.8 8.2 35.6 12.3 2.7 8.2 1.4 13.7 147 49 22 5 Mr ro ml cal VIENTOS. » » 5 40 9 21 28 20 [|Sept. merid. [Occid. orient. 39.7 23.2 [56.1 23.3 _ JUNIO DE 1854, Junio. [Barómetro con su respectivo termómetro het : ss ES S £ S £ E Slelees [asi UPA E E o [a la E > E < A 18 131.0] 34/2129.20139/731.3 4 | 31438 0. me bolo | 12 [730.01 6 —129.16/43/730.5] 6 1/2| 5 4/242| SO. 1. - [Cel. » 4 [730.01 5 1/2/29.15/41/730.01 53/4| 5 — |41| Calma, |Nubl. » 21 8 [737.01 5 |29.40/40/737.0| 5 4 1/2/40; O. fto. |Nubl. » 12 1738.01 6 1/4/29.44/43/738.01 6 1/2 6. [43 O.fr. |Cel. » 4 1739.01 4 1/4/29.47/391739.0| 4 1/2] 3 1/2138/ O.f£io. |Her. » 31 03 1241.51 3 1/2/29.57/38/744.5] 3 3/4] 3 137] SO. fto. [Cel. » 142 1743.01 3 3/4/29.64139/743.0| 4 3 1/2/38 SO. fto. ¡Cel. » 4 (744.5) 3 1/2129.70/38/744.5| 4 3 |37/ SO. fto. ¡Cel. » 4 8 1132.01 2 |29.99/35/751.5 1 3/4/35] O. de 1. |Cel. » 12 1752,5] 4 1/4/30.01/39/752.0| 4.3)4] 4 - [39 SO. Cel. » k (753.01 3 1/2/30.05/38/753 0] 4 3 1/4138| SO. de Cel. » 51 8 [753.01 1 1/2/30.07/34/753.0| 1 4/4] 3/4[88| Calma. |Cel. » 12 1753.01 4 1/2/30.08/40/753.5] 43/41 4 1/2/40/ N. m. 1. ¡Her. » 4 (153.0| 4 O 4 3 |35/N. m.!. [Cel. o» 6| 8-[753.01 1/2/80.08/321752.5] 1/2] 0 [32| Calma. -|Cel. » 12 1753.5| 4 1/4130.08/39/753.5| 4 1/2] 3 3/4/19] E. m. |. |Cel. » 4 (1753.01 4 [30.08/39/753.0| 4 1/2] 33/4/39 E.1. [|Nubl. » 711 8 [745 0| 3 1/2/29.76/38/145.0| 3 3/4] 3 31| E. fto. |Llov. » 42 1744.51 4 3/4129.73140/744.5| 5 4 3/4/40| E. fto. |Llov. » 4 1744.01 4 3/4/29.74|40/744.0| 5 4 1/2140/ E. fr, [Nubl. 0.0084 8] 8 |744.0| 4 3/429.68/40/744.0| 5 1/4] 4 1/2/40) E. fr. |Llov. » 12 |74£.5] 4 3/4/29.74/40/745.0| 5 4 |39| E. fr. Llov, » 4 1746.01 4 1/2129.73140746.0] 5 4 39| E. fr. Llov. » 9 8 [755.01 2 3/4/30.12137/755.01 3 3/4] 2 1/4/86] E. fr. — [Elov. » 12 (156.51 3 — [30.18/37/756.5| 3 3/4 2 14/2/37] E.r, Nubl. 10.0051 4 [758.01 3 1/4/30.26/37/758.0( 3 1/2] 2 3/437/E.r. — [Nubl, » 101 8 [159.01 4 |30.32/38/759.0] 4 31/2138 NE. r. |Llov. » 12 [757.5 4 |30.2839/758.0] 4 1/4] 3 1/2/39 N£ fr. [Nubl. 0.0056 4 [756.0 4 [30.20/38/756.0 3 1/2/38 NE. fio. ¡Nubl. » 111 8 (747.51 4 1929.86/38/747.5| 4 31/2138, NE,l. — [Elov. * » 12 1746.51 5 4/4/29.82/411746.5] 5 1/4) 5 41] NE. m. !.[Llov. » 4 1745.0| 5 3/£/29.73/421745.0/ 6.1/4| 5 1/2/42) SO. m. 1.[Llov. 0.0195 121 8 [738.5] 5 1/2/29.47/41/738.0! 5 1/2) 5 [41] Calma. [Nubl.. » 12 [738.5| 6 29.47/43/749.01 64/415 1/2|42| Calma. [Elov. » 4, |737.5] 6 1/2/29.47/43/738.0| 6 1/2] 5 3/4/43] Calma. |Nubl. 0.0007 431 8 |741.0| 3 3/4/29.55/38/744.0| 4 3 1/2138| O. m. 1. [Cel. » 142 1742.5 : 29.61|431743.0] 6 4/4] 5 3/4/42 50, m. l.|Cel. » 4 1743.51 4 3/129.65/401743,5] 5 4 1/41401S0. m. 1./Cel. » > En este mesi una prrte del siguiente 15 observaciones de la mañana se han hecho a las 8 í media por causa de la oscuridad, JUNIO DE 1854. % rmóm Junio. ¡Barómetro con su respectivo termómetro io ; —— ' ES o El S l al = 5 31 E 9 S le E 5 al ES] E ” E E 3 | > a E TA 33/39 Nomelo [Low |» 12 [744.0 4 31/2159 NE.I. — |Llov. » 4 (745.5 3 1/2/38| Calma. ¡|Lloy. 0.0055 15] 8 [739.5 31/4133] N. m.1. [Nubl. » 12 1736.01 4 1/219 1 34 NE fr. |Nev. » 4 732.5 2 1/2/12 2 1/4/36| E. fe. [Llov. 0.0095 16] 3 [731.01 2 1/4/29.21136/731.5 2 |386/ NE. m.!.[Nubl. » 12 1730.0 3 3 1/2/41] NE. 1. [Cel. » 4 [728.0] 5 1/2/29, 5 |88| NE. fto. |Nubl. » 11] 8 |731.0| 4 4/4/29.18/34/731.0| 4 4/21 3 1/483| SO. 1. |Cel. , 42 [133.5 1/41 1/2133| SO. flo. |Cel. s h [135.0 +1/2 1/0. 1. [Nubl. e 18] 8 |139.0| 2.1/2 2 1/4136| N. m.!. [Cel. > 12 1741.51 3 1/2/29.56/38 3 1/2138| N. m. l. [Cel. » 4 |744.5 14129. 2 3/431| 0. 1 Cel. » 49) 8 1748. 1/ 4 3891 O.r. Cel. » | 142 1749.01 5 1/ 5 |41| NO. fto. [Cel. » | 4 748.5] 44/ 3 3/4/39 O.r. |Cel. A 201 8 |747.0 'P, 3 1/4138| 0). r. Cel. » 12 1746.5 pl 4 1/21401 O. fr. Cel. » 4 |747.5 3 1/2138| O. 1. Cel. » 21| 8 |751.0| 3 1/2/29,96/37/750.5 2 3/4/1371 0. 1. Cel. » 12 [752.0 ; 4 1/2/40/ O. fto. [Her. » 4 [753.5| 4 1/2(30.06/39/753.5 3 1/2/38| O. 1. Her. » 929 8 [155.01 3 1/ 2 3/437| 0. m. 1. |Cel. » 12 [754.5] 41/ 39| O. fto. |Her. » k [755.5] 3 4/ 2 1/2136| O. m. l. Her. » 231 8 |754.0| 4 3/4/30.14135/753.5 1 1/2/35] Calma. [Nubl. » 12 |754.0 . 2 1/2/37| N. m. |. ¡Cel. » 4 1754.0| 2 1/2130.11[36/753.5 2 |36/ E. m.l. [Cel. » 2%] 8 [751.51 2.4/2 2 36| E. l. Eloy. » 12 [751.0 3 3/4/39] E. fto. Nubl, » 4 |750,0 3 3/4/39| E. 1. Nubl. 0.0006 251 8 1750.51 3 1/ 3 371 E. fto. [Nubl. » 12 |1751.0| 1 3/ 1 1/2135| E. l. Ney. » 4 [751.5| 2 1 3/4/35] E. l. Nev. » %6| 8 [757.01 2 1/ 13/3135] Calma. ¡Llov. » 12 1757.51 2 1/213 9 36| Calma. ¡Nubl. 0.0120 4 1758.01 2 1/213 13/4135] Galma. ¡Lloy. » JUNIO DE 1854. Junio" |Barómetrocon surespectivo termómetro] Libre e ! Sl | E Es) y e) E | E S me < (5) val o o eS apela 28 Pa TAB E S A ANTI 112 30.2234/156.01 21/21 |S£NE. m. 1 Nevo a 212 (754.5| 114/2/30.46 3754.01 4 4/2] 4 34/NE. m. 1./¡Nubl, 0.0018 4 1752.5| 3' 1/4/30.08/37/752.5] 3 4/2] 3 31 NE, fto. Nubl. ») 281 8 [741.51 5 1/2/29.58/41/741.0] 6 5 MIE. m.!, [Nubl: » 12 1739.01 5 1/2/29.53/41/739.5| 53/41 5 4NE.m. 1. ¡Llov. e, 4 (1739.01 5 1/2/29.51/411739.0| 5 3/4] 5 Af Calma. Llov. 0.0186 291 8 |736.0| 2 1/4/29.42/36/736.0| 2 1/4] 2 1/4/36¡Calma. |Nubl. » 12 1736.01 4 1/4/29.42/39/736.0| 4 1/2] £ 39 Calma. [|Nubl. » 4 1736.0| "3 3/4/29.40/38/736.0| 4 3 38 Calma. Nubl. Y 301 8 1735.0] 4 1/2/29.37/34/735.0]| 1 1/2] 1 34 Calma. Her. M 12 1735.01 4 1/2/29.37/40/735.5| 4 314) 4 1/214010. m. 1. |Her. » ; Max. 6 EN SERIA Min. + sala N. NO. O. SO. S. SE. E. NE.] 12 días de lluvia. 9 1 20 MESES Her. Cel. Nubl. Llov. En procientos. 12.3 1.4 35.4 15 » » 28.8 15 Ss 33 25 24 tp. mer. r. fr. fto. 1. ml. cal, VIENTOS. y » »” 6-40 47 21 23 20 [Sent. merid. (Occid. orient. ASNO 43.8 43.8 JULIO. DE 1854. ¡Julio. | Barómetro con gu respectivo termómetro, Prom, á a A Aaa $ 3 ñ =s|S|s Sd s |e| 3 S SS les PUE E | 3 < ZA 5712050 56/36 TO 3 2 4/2/86 12 [742.5] 4 1/2/29.63/39/742.5] 4 1/2] 4 |) 4 [744.01 5 [29.67/40/744.0| 5 4 4/2/40 2 | 8 [747.5] 4 3/4/29.821351747.0) 41/41 4 4/4/34 12 (748.5| 1 1/2/29.86/34/748.01| 4 | 1 94 4 I750.0| 4 1/2/29.92/34/750.0| 4 4 (34 3| 3 [755.0/=1 1/4130.13[30/754.0/ +4 |=13/4/29 42 (155,04 1/2[30.13/31[784.01 0. |< 3/4/31 4 [745 0/=11/2130.13[311754.0|= 4/41 |30 4/1 8 [751.5] 1 3/4130.02/34/751.0| 2 1 4/4/34 42 [750.01 2 |29.27/35750.0| 24/4| 4 1/2/35 Ak [748.51 2.1/4/29.90/331748.0| 24/2| 4 3/4/35 51 8 [747.5] 241/2/29.85/36/747.5] 2.1/2| 1 3/4/35 42 [747.5 3 1/4/29.85/31/747.0| 31/2| 2 3/4/37 4 [745.0] 21/2/29.83/351747.0] 24/2| 4 3/4/35 61 8 (745,5) 4 1/2/29.78/321745.0 4/2) 0 [32 42 (755.581 2 |29.18/35/745.5] 4 4 1/2/35 4 (745.01 2 [29.71/33745,0] 21/4| 411/2135 7 | 8 [740.5] 21/229.60/36741.0| 2 1/2| 2 4/4/36 42 [7139.01 4 [|29.53/39/739.5| 4 3 3/4/39 4 [738.01 4 |29.48/38/738.0| 4 3 1/2/38 8| 8 |734.0 4 3/4129.331351734. 01 4 1/2] 1 1/2/35 12 [733.51 31/2/29.31138/734.0] 4 3 1/2/38 4 [132.5/ 3 4/2/29.26/371532.5| 31/2| 2 3/4/31 91 8 [730.51 3 |29.16/37;731.0| 34/4| 2 1/2/37 12 [7131.01 4 |29.17/39/734.51 4 | 3 1/2/38 4 [732.01 3.3/4199.20138|732.0] 4 3 1/2/38 140] 8 [733.01 2 l29.23133/733 0] 2 A 3/4/35 42 [134.5/ 1 3/4/29,29/35/734.0| 13/4| 1 1/4/34 4 |736.0 1/2129.371321736.01 3/4] 0 [32 18 O Tenor es =4 125 12 [150. 53 20.931271749.01=2 4/4|—3 1/4/26 4 [752.522 |30.01/27/751.5 —= 23 2 12) 8 [759.56 1/2/30.30/20/157.5)=6 112 68/4/2 12 |761.0/—1 1/2/30.36/29/760.0 4 1/21 3/4129 4 [162.0 24/2130.41/281761.51-2 |-33/4/26 131 8 |763.0—4 |30.4 [25 UA —=4 [25 12 [761.51 O [30.49[32/761.0/ O |= 1/2/31 4 '759.01 4 1/2130.411341758.51 44/21 11/4/34 3) Calma. Viento. Calma, Calma. NE. m.!. Calma. Calma. SE.l. Calma. El. E. 1. E. 1. Galma. Her. Cel. Cel. Spa. Cel. NE. Elo Llov. Nubl. Nubl. Aguas. Julio Dia del mes, 22 26 Hora. ate E E a TEVE - 749.6 1/4129.93 748.01 4 1/2/29.88 TAP.OJ 4 29.84 745.8] 2 1/2199.77 746.01 2 3/4/29.77 T4T7.0P 3 1/429.79 753.01 1 30.04 753.51 4 4/4130.07 154.5) 4/4130.40 750.03 1/2/29.88 749.01 1/4129.93 748.0) 0 29.87 145.51 1 1/2129.80 145.5] 4 1/2/29.79 TA5.5] 4 1/2/29.75 144.51 3 1/2/29.73 742.5] 4 4/2/29.66 740.51 5 2007 14 738.5] 4 3/4/29.49 136:5 1129.25 135.51 61/4/29.40 7132.01 3 3/4/29.25 733.01 1 3/4/29 95 7134.51 44/2/29,30 750.01 3 1/2/29.91 153.51 3 30,06 157.91 4 1/2139.20 152.5, 1/2/30.07 748.51 0 29:92 TAG 229.89 745.51 5 1/2129.76 746.51 5 3/4129.79 147.5] 5.1/2/29.892 157.01 4 1/2130,21 758.8] 1 30.27 759.0] 6 30.3 154.01 5 30.13 DES O 30.14 753.0) 8 30.07 Barómetro con su respectivo termómetro. Aneroido. 337/90 34 33/7 36 31 31 33 34 32 2 4617 2 2 4/2136/S. 1 3 4132 2140 JULIO DE 1854. Viento, ¡Calma. O. m. 1. SE. m. l. 37SE 1, SO. 1. 3310. m. l. Ss1o. m.l. ¡N. m. L NE. m.l. LN. L Calma, Calma, O. l 31 40180. r. 99 301N. 32INE. 214218. 2144 2142 41|S 40/É. J. 41 44 46 Tiempo, 32 NE; fio. ¡Nube Nev. Nubl. Eloy. Elov., Elov. Her. Her. Her. Cel. Cel. Nubl. Cel. Cel. Cel. Nabl. Aguas, » JULIO DE 1854. Termóm. Julio [Barómetro con su respectivo termómetro. ASAS == — 3 A $ S A E E ES a 4 2 Es S|8|3 32 38] É A S E E E E 5 E + A E 7172 130:00 3975302112 21/2/20 Calma. ¡Nobl. pe 12 1751.51 * 6 1/2130,00/43/751,01 6 3/4| 6 . m.l. [Nubl. » 4 (751.51 5 3/4130,00/44 751,0] 5 1/4| 5 41 Calima, Nubl. E 981 8 [155.51 4 [2944/371755.0| 3 2:1/4136/Calma. |Cel. » 12 1756.01 6:1/2/30.47/43/756.0| 6 1/2] 61/443N. wm. 1. |Her. » 4 (755.0) 51/4/30.15/41/754.5] 54/4| 4 1/440NE. 1. [Cel. » s9| 8 [740.01 2 1/2/29.57/36/739.51 21/2| 2 l36s0.1. [Nubl. » 12 lr38.ol 4 |29.50/39/738.0| 4 3 1/238/50. m. 1.[Nubl. » 4 1735.01 4 1/2/29.37/40/735.0| 44/2] 4 39 ¡Galma. Gel. ' » ol 8 [739.0 23/4/29.51136/739.0| 3 2/4/3618. 1. Cel. » | 12 [739.51 2.1/2/29.52/36/739.0| 2:3/4| 2 |36/N. tr. — |Nev. 4 (139.0). 31/2129.51/38/738.5] 3 1/2] 3 |3SINO. r. — |Llov. 31) s [138.5 4 |29.51139/738.5! 41/4] 3:1/2[38[NO0.r. [Cel. 12 [738.5] 4 3/4/29.48/40/738,0| 4:3/4| 4 |390. 1. |Nubl. 4 [143.01 2 2 199.64135/742.5 AAA 2185150. 1. 3 746, A Medium. | Min. | Min. +6 /24/20 20 N. NO. O. SO. S.SE. E. NE£.¡12 dias de lluvia o nevazon, 16.3 410 10 3.3 415 .9| Her, Cel. Nubl. Llov. En procientos. 23.2 4.3 14.5 14.5 4.3 4.3 21.7 13.01 10 33 23 24 tp. mir. r. fr. fto. 1. mi. cal. VIENTOS. » MIES 8 15 19 21 24|Sept. merid. [Occid. orient. 40.5 23.1 33.3 30.0 o AGOSTO DE 1854. Agosto» Barómetro consu respectivo termómetro. |: Termaóns ele dra lao E E 5 [3 2 > E < Ti 8 (751.0 1/2|29.96/31/749.5/= 4/21 [81] Cuima. Cel. > as 12 (746 01 1 3/4/29.92135/748.0] 2 1 1/2135| NO. flo. |Cel. » 4 (146.5) 2 |29.83/35/746.0| 25/4| 4 3/435|N. 1. Cel. » 2 8S 1745.01 £ 29.74 39745. 0| 41/41 3 1/2/38| N. m. L. Cel. » 12 |744.0/ 6 1/2/29.74 Apia 05) 7 6 1/443| SO. m. 1.|Cel. » 4 1744.01 6 1/2/29.711431744.0) 63/4 6 |43| N. m.!. ¡Cel. » 3 | 8 (7142.51 3 3/4/29.66/38/7420| 3 3/4| 3 1/2138| Calma. |Cel.. » 142 Iran.ol 6 [29.61143[741.0| 6 1/4 53/4/43] NE. m.!l. (Cel. » 4 ha0.0l 6 |29.57/42[740.0] 61/4| 51/24 4| Calma. |Cel. » 41 8 1738.51 4 1/4/29.5234/738 01 1 4/4 1/2/33 N. m. l. |Her. » 12 (736.5) 6 1/4/29.£4143/736.5| 6.1/2 6/43| NO. 1. [Cel. » 4 [735.0] 4 1/2/29.38/39/735.0| 43/4| 33/4/Y9| N. l. — [Cel.. » 51 8 [742.01 0 [30.80/31/741.0| 0 4/2/3110. l. Her. » 12 [144.0] 2 |29.68/35/743.5] 24/4] 1 3/4/35] 0.fi0. |Her. » 4 1146.5| 34/4/29.77/33/745.8] 4 1/4] — 4/2/33/ 0.1 Her. » els [152.54 4/2199.93/291751.5/=41 1/92 128| Calma. |Her. » 12 [152.5] 34/2[30.03|39|751.5] 4 | “3 1/9/38| N. m. 1. [Her. » 4 |150.0] 4/2|29.97/33/74).0] 1/2 3/43i| N. m. 1. ¡Her. » ANADOS 1/2 29.40/28/735 0 1l2|=2 |28| Calma. |Cel. » 12 [737 o 23 30.51187/736.5, 3/4| 21/2137] Calma. Cel. » 4 [738.5] 21/2|29.45/36/738.01 2 1/2) 4 3/435/ 0.1. ¡Gel.. » 8] 8 |744.0| 3/4129.711331743.0| 1 1/2133| O. m. 1. |€el. » 12 lá2.5] 4 |29.66/391742.0| 41/4| 34/2138/ 0. fr. [Cel » 4 [142.01 31/2/29.63[38/741.5] 4 3 l3s| O. fr. ¡Llov. 0.0045 91 8 [13.5 1/2l29.67(311742.5] O 4 [30/ O. fto. |Her. » 12 lras.s| 1/2129.74l33/744.5] 3/4 0 [32 0. fr. [Her. » 4 [1as.5] O |29.85|32|747.5] — 1/4= 41/2131] SO. fr. [Nev. » 108 149 50089070 arras. 2 [=3 [21] N. fr. [Nev. » 12, (143.0 4/2129.70/31[742.0/—1]4 3/4/31] N. flo. [Nev. » 4 [745.01 4 |29.71[331744.0] 14 3/433| Calma. —[Nubl. 0.014 10 8 1749.51 51/2129.92/41/749.0 5/2) 5 4110. m. r.|Her: » 12 [749.5] 5 3/4/29.94/42/740.51 6 51/4/41] N. m. 1. ¡Nubl. » | 4 (748.0/ 7 4/229.90/45/748.5| 8 71/4/45] Calma. |Cel. » 19| 8 l743.5] 7 1/4129.72/44/744.01 74/2) 63/4144 NO. m. 1.¡Nubl. » 192 [742.01 91/2/29.95149/17 2.51 93/4| 9 ¡4s| NO. flo. [Nubl. » 4 1738.01 8 |29.53146 id 8 71/2145] N£. fto. [Nubl. » 13] 8 [733.0/ 81/4/29.25/46/733.5 812 8 [46 NO. 1, (Cel. » laa (733.0) 10 |29.27/501734.0| 10 1/2] 91/2149] O. fr. [Cel. » 4 lraw.ol 9 1/2l29.28149/735.0| 9 3/4 olíslO.m. 1. |Cel. ko AGOSTO DE 1854. Agosto. Dia del mes. 20 21 22 23 Hora, Barómetro con su respectivo termómetro, Mervsma S e $ , El e areas ela os ls E 5 E S 2 75.0) 217229 14136 729.01 2 1/2] 9 1/436| Calma. [Mer 729.0) 7.1/2129.14|45/799.51 71/2 44 E.1. — |Her. 728.5] 71/1/29.10/44/798.5| 71/2| 61/2144 NE. m.1.|Cel 739.5] 2 .1/2/29.51136/739.0| 2 3/4] 21/4136] O. m. !. [Cel. 742.5] 3 3/4129.63139/742.0| 4 31/2138 O.fto. |Cel. 144.51 3 |29,71/87/744.0] 31/2l 2 1/2/37 SO.1. [Cel. 746 0| 1.1/2/29.51134[745.5| 4 1/2) 41 341 O. m. 1. [Cel 147.5] 4 |29.631391747.0| 41/4/ 31/2139/ 0.1. Cel. 748.5] 33/4129.71138/747.5| 4 3 1/4/38 O. m. 1, |Cel. 750.0 1/2129.931331749.0 3/41 0 321 0.m.1. [Her. 751.5] 41/4129. 97/39/750.5| 41/2| 3 3/4[39| S. 1. Cel. T51.5| 3 3/4/29.98/39/750.5] 4 31/4381 SO. l. [Cel. 751,5) 0 [80.00132/750.0 12| 0 132 O.m. 1. [Nubl, 751.5 2.1/2130,00136/750.5] 3 2 1/4136| E. 1. Cel. 751.51 2.1/2130.00136/750.5] 2.3/4/ 2 |36| NE.m.!.[Cel 753.0) 1 1/2/30.04/34/752.0| 1 1/2) 41 134] NE. 1. [Nev. 153.51 11/2130.06/34/752.01 1 3/4| 1 1/434]| E. l. Nev. 752.01 4 (|30.05/331752.0| 4 1/4] 3/4/33] NE. l. [Nev. 753.5 3/4130.06/331752.5] 1 1/2133| O. m. 1. [Nev. 753.5] 2 [30.08/36/753.01 23]4| 2 [35] Calma. |Cel. 753.5] 1. 3/4/30.09/35/753.5| 13/4| 411/2135] Calma. ¡Her. 155.51 3/4130.14|331755.0 3/4 1/2133| Galma. [Nubl. 156.01 3 130.17/371756.0| 3 2 1/2136| Calma: [|Cel. 757.01 4 1/4150.20/39/757.0] 4 1/2| 33/4139 SO. 1. |ller. 7165.01 0 130.51/31|764.01 0. |= 1/2131| Calma. ¡Her. 766.5] 4 1/4130.58/39/766.01 4 1/2] 4 |39| Calma. Her. 767.5] 3 1/2[30.62/38/767.0| 3 3]4| 2 3/4/37] Calma. |Her. 168.0/321/2 30.64/271766.5/=21/2=3 |27| NE.m. !.|Hor, 767.5] 4 1/4[30.65/34/767.0| 41 1/2 3/4134| N. 1. Cel. 166.51 11/2130. 6384/(166.0/ 153]4| 1 [34] N.1 Cel. 760.0 24/2130.37/27/759.0/2/141|=3 |27| Calma. |Nubl. 158.5/= 1/4/30.80/311757.5= 4/4 1/2/31] NE. m.!1.[Cel. 156.5 1/2130.22133/755.5 1/21 20 — [32| Calma. [Nubl. 748.5! 3/4/29.99/29/1748.0/4 3/4|= 1 3/4/99) Galma, |Cel. 747.01 31/2129.85|38/747.0| 33/4| 3 1/4/38| Calma. [Cel. 745.01 33/4/29.75/39/745.0| 4 3 1)4[38| N. m. 1. (Cel. TA6.5| 111/4/29.78|84/746.0] 414/21 1 [34] Calma. [Cel 747.0)" 4 1/5/29.81189/746.5] 4/2 4 [390.1 Cel. 144.0/ 3 3/4[29.73138/744.0] 4 3 1/4/38 N, m. !. [Lloy. Aguas. 0.0475 AGUSTO DE 1 LS MEET Agosto: [Barómetro con su respectivo termómetro. libre S S ES) 7 ES ñ a IS 2 A E 313 | 3 E S E E a E < < Z 271 8 [741.5 151.5] 4 3/4 A 12 1742.0 : 142.5 61/2 0.0005 4 (744.5 744.5) 74/£ » as) 8 [739.5 740.01 6 » 12 (1138.5 739.01 6 » 4 17139.0 139,01 51/£ » 29) 8 1744.0 F44.ol 6 » 12 1746.0 T46.3H 9 1/2 » 4 1749.0 8 » 304 8 [753.0 3/4 1/4140/Calma. |Llov. » 1 Nubl. [0.0014 31 Medium. 04 Sí: 0378 AE Max $ 1/23 Min. 3 += N. NO. O. SO. S. SE. E. NE.]12 dias de lluyia o nevazon 16 93» 4 9| Her. Cel. Nubl. Llov. En procientos. 23.0 7.0 37.0 13.04.4 4.3 5.7 13.01 22 47 13 2 tp. mir. r. fr. fto. 1. mi. cal./ VIENTOS. 1 AS 71 7.23 27 23/Sept. merid. [Occid. orient. Ñ 43.0 14.4 AOS XP << HH CUADRO JENERAL DE LOS FENÓMENOS ATMOSPÉRICOS DESDE BL 1? DE MARZO HASTA EL ÚLTIMO DE AGONTO DE 4854, BARÓMETRO. TERMÓMETRO. VIENTO EN PROCIENTOS. FUERZA DEL VIENTO. TIEMPO. MES. — [frances.| ingles. Janeroid| Medium. | Máxim. | Minim. A A M.M. | pulg. | m.m. F.N. ¡NO.[O. 150.15. [S0.] E. ¡NE |tp. Jnm.r.[fr.[fo.] 1. Jm. 1.] cal. | her.[cel.¡nub.[llov. nev y Pu lu => ps lero | es | ps o: [ee | pomo | o | no | o | on | | | as rs | Ss | a | | A | ec | cs | ec Marzo. 151.5 | 29,99 | 752.1 401 8.6| 1.4[40.0l94.2 110.01 2. | 5.11 2.1] » [> | 6] 20/19] 21 | 23 | 21 | 33| 32 7 0.0925) 11 Abril. 749.6 | 29.92 | 750.0 [7.02/44.93110 3/4/51 = 1 31/10.8| 4.6/24.5118.5112.3| » |12.3/20.01 » | 1 |19| 6 | 9| 25 | 25 91129 42 20 0.0475 10 Mayo. TASA | 29.74 | 745.2 |4.21139.57| 8 1/2147/=11/4/30/17.8| S.2135.6/12.3| 2.7] 8.2] 1.4/13.7] » | » J10 9 [211 29 | 20 | 17 | 49| 22 5 0.0835 6 Junio. 745.5 | 29.76 | 745.5 |3.24137:83| 6 432 1/231112.3| 4.4/97,4/45.0| » » 128.8 115.74 » | » [10] 17/16] 24 | 17 8 | 33| 25 24 0.0873 12 Julio. 746,4 | 29,80 | 746.2 [215135801 8 Mol=6./42023.) 4.3/14.5 114.51 4.8) £.320.0]03.0] » | a | 8 45m] 21 | 24 | 10 | 36 283. | 24 Jo.o9no| 12 Agosto. 14 | 99.83| 746.8 |3.01[37.44l 9 4/2l49|8 |27)28.01 7.0l28.0/13.0| 4.41 » ) 5.5lr3.0] 4 12 [717 Jas| 27 | 23 | 22.1 471 43.1 q1 fo.os7s| 10 I : I ÑN - ll CUADRO JENERAL De los fenómenos atmosféricos en las cuatro estaciones del año que media entre setiembre 1." de 1853 i agosto último de 1854. panómetno. | rimmómerro, VIENTOS, FUERZA DEL VIENTO. TIEMPO. E ] ESTACION == =“H > | Aguas. Dlis'ds N. . A 7 frances | ingles. [aneroid|cqs0s Fabr, sept.|mer.Jocc, | ort. tp. |m.r.| r. | fr. | fo. | 1. [mel [cal. [her. | cel. [nub.[loy, nev.| pp. al mom. | pulg. | m.m. Setiembre. A | A | rc | rn y ss | e | pr | o | RA | pon | rc O o rr rr A o a PA | e | e | rc. Octubre. (Primavera, 743.5 | 29.74 | 743.5 | 7.47 | 44.98] 60 | 40 | 84 | 16 15.9] s.s| 8.1/13.9/12.4/91.6/10.1| 9.5/28,6/30.4/29.0/ 12,0 [0.1557 36 Noviembre. Diciembre. ? raro gero: T44£.5 | 29.74 | 744.5 |11.6 52.86/70.6/29,4| 94 | 6 |5 3110,7/13.0/20.7/23.3|19.8/11 1] 1.5/1'7,0/48.9/27.8 6.3 [0.0755 41 Pebrero. Marzo. 1 iO: a 648.1 | 29.88 | 749.4 | 7.06 | 44.80] 50 | 50 | 70 | 30 | » [0,4] 5.0/42.7/12.7|17.7/26.8/24.6/17 [40 |35 8 [0.1533] 27 ¡1yO» ; Junio. a: fInviero, 646.3 | 29.80 | 746.1 | 2.80 | 37.05/68.1131.9|56.9/43.1/0.4| 1.4] 5.4] 9.1/14,1/21.0/26.0/23.2/14,5/42.0/22.1] 24,4 [0.2530] 34 gosto. TODO EL AÑO, 145.151 29.77 | 745,81 7,16 | 44,92162.2 31.8176.2 23.813,21 5.3] 7.8114.1/15.6/18.4 21.0Í14.7 19.3/40.3128.5| 21,9 J0,6075] 438 METEOROLOJIA. Continuacion de las observaciones hechas en Punta-Arenas, Estrecho de Magalla- nes, desde setiembre 1.2 hasta febrero último de 1855, por Jorje C. Schythe, pre- sentadas por el secretario de la facultad de ciencias fisicas ¿ matemáticas. Setiemb, |Barómetro, y S $ E Ea = E E Z Ss Notes. E o 5 E - bo 3|3| 2 El 3 | < E E E : lao elo ers Calma ¡Nablo o Mead a rai y 12 | 29.98 [48] 83/4 |N. m. 1. |Cel, » 4 [29.98 |46| 7/4 N, m. l. ¡Cel. » 8 |29.94|40| 31/2 |Galma. |Cel, 0.0004 12 |29.94|43| 61/4 |NE.m.L[Nubl. » 4 |29.88 |43| 53/4 [NE.m.1l.Nubl, y 8 |29.74 l38] 31/2 |SO. 1. (Cel. » 12 | 29.73 [43] 6 S. m.l. |Cel. » 4 |29.73 (42) 51/2 —|SO.l. |Nubl, » 8 |29.86 |37| 31/4 Calma. ¡Her. » 12 |29.93 |45| 63/4 10.1. Cel. » £ |29.96 (46| 71414 JO. m.l. |Cel. » 8 |29.82/361| 13/4 (NE. 1. [Nubl, » 12 |2968l48| 83/4 |N. fr. |Nubl. » 4 (129.55 [40] 44/4 |N. fto. Cel. » ' 99.45 (38| 3 SO 1. [WNubl. 0.0042 ' 12 |29.53 [41] 43,4 |SO. fto. |Cel. » ' h 129.62 |4 4314 J|O..1. [Her, » | E 8 |29.74135| 41 1/2 |NO.m.!l.|Cel. » E 12 |29.73 |40| 4 O.m.l. [Nubl. » 4 (29.70 |41| 43/4 lO. m.!. (Cel. 0.0003 8 130.47 [37] 3114 [|Calma. Her. » 12 |30.24|43| 53/14 |50. fto. |Cel. p 4 130.25 1421 5 O. Lt Cel. » OTRA Setiemb. ¡Barometro, Dia del mes, Hora: ol 143 20 21 Termómetro libre. €. O. mm. r. Cel, SETIEMBRE DE 1854. Notas. Aguas; M. SETIEMBRE DE 1854. Setiemb.|Barómetro . ——— [do] y El É E o e E E S E Notas. - E EE x 8 => Z 3 3 2 5D E E 9 So a 3 E E < a e Es 0 | A z A | ANDA 22) 8 |29.38/45| 7 O. tp. Cel. » > sE 12 |29.33148| 83/4 |NO.m. r.|Cel. » 4 |29.33/431 71/2 fr Llov, 0,0019 23) 8 |29.63/40| 41/4 |NO. m.1.[Cel. » 12 129.59145 7 NO. fr. Cel » 4 |29.60/45| 63/4 [NO. r. [Cel » 24| 8 |29.52/45| 7 1/4 |N. fto. [Cel. » [Chubascos. 12 |29.45/501 9 1/2 N. fto. |Cel, » 4 |29,30/511 10.1/2 [NO.m.,1.!Cel. 0.0025 251 8 |30.31139) -3.3/4 [N. r. - JEel, » |Chubascos, 12 130.21/46| 7 1/4 NO. fr. ¡Cel » 4 [2941 41/2 [NO.fr. [Llov. 0.0030 26/ 8 |29.22137] 21/2 [NO.I, |Cel. » |Chbascos de granizo, 12 |29.3041| 43/4 [O.fto. [Granizo. » 4 l29.37140| 3.3/4 —]0, fr. — [Cel. s 271 8 |29.501386/ 13/4 JO. fr: Her, » [Chubascos de nieve. 12 |29.50/39| 3.3/4 NO. fto. Cel. » 4 |29,54| O) 44/4 [O.r. Cel. 0.0002 28| 8 |29.76138/ 31/2 |NE.m.1.¡Nubl, » 12 |29.82 145] 7 1/4. |NO. fr. ¡Cel. » 4 |29.80/45| 7 O, fr. Gel. » 29) 8 |29.34139 Le S.m. 1. ¡Nubl. » 12 |29.24/44| 63/4 |S. flo |Cel. » j 4 129.471431 512 18.1. Nubl. » " 301 8S |929,294/40| 4 SO. I. Llov. » 12 pesas 481 6 O. m. ]. [Nabl. y 4 lag32u6l 71/4 LO. fio. [Cel, IR 0037 em : A A A NS Medium.) 29.81 |. EIA LOS ZIMIO a | Min. 4 1/4 N. NO. O. SO. S.SE, E. NE.]10 dias de lluvia o nevazon- A. A 6 OS Her. Ccl. Nubl. Llov. En procientos, 11.4 17.7 32,9 20.3, 7.6 ¡ 1.3 8.8 46 52 16 6 AOS ELO: . mi. cal. VIENTOS. 1 E Y) E 18. 11 [Sept. merid. [Occid. orient, En procientos. 1.1 2.2 5.5-18.9 20 20 20 12.21 47.7 42.3 Ss7.5 12.5 OCTUBRE DE 1854. Octubre:|Barómetro S o PO Sl 3 E 3 3| 3 CN le] pu] 3 3 [5 Aa HSA (87 12 [99.50143 4 199.51 [44 2 30.00 136 12 |130.09139 30.20 [40 3] 3 ¡30.47 138 12 130.46 145 4 130.43 |44 4| 8 |30.53139 12 [30.54 |44 k 130,53 [43 8] 8 130.40 [31 12 130.351/46 4 130.30 |47 61 8 |30.15]/40 12 130.09 |47 4 130.00 |49 71 8 129.43 (42 12 [29.36 |45 4 129.34 |45 8| 8 129.60 42 12 |29.72 |46 4 [129.77 [46 ol 8 |29.71 [36 12 129.63 [42 k 129.60 143 101 8 129,23 |41 12 129.62 146 4 129.24 |48 411 8 129.692.137 12 8 (929.76 133 12 129.64 138 2 129.61 (48 nal 8 (29-87 E 12 (299.93 |45 4- 199.00 148 o Termómetro libre. €. 8 1/2 Viento. NE. m. 1. [Cel. N. l. Cel. NO. fto. |Cel. S. r. Nev SO fr. Cel. SO. fr. |Cel. SO. fto. |Her. S. fto., |Her S. fto. |Her. E. m, l. ¡Nubl E. l, Cel. NE. 1 Nubl ME. fto. [Cel E. 1. Cel. S.m. l. [Her NE, m.!l. Her. NO. l. |Cel. NE. m, 1.[Cel. N. m. 1. ¡Llov Calma. ¡Llov S. 1 Cel. O. Il. Cel. O. fto. ¡Cel O. fr. Cel. Galma. |Cel, N. 1 Llov. Calma, [|Nubl NE. m.]l./Cel. O. fr Cel. N. m.!. (Cel. NO. fto. |Gel. O. fr Cel. SO. fto. |Cel. NE. fío. [Nov. N. 1. Nubl. NO. fio. |Gel, NO. m. 1. (Cel. O. fto. |Cel. O. flo. |Cel. Tiempo. = LA a) 3 eo < Notas. Chubascos. Chubascos de lluvia í gra. NIZO. OCTUBRE DE 1854. Octubre. ¡Burometro, AA y a a S El A ES % E 5 8 Zi Nolas; E co yal o = q 3 Es = E E Ep E =) Eb 5 <Á Sa E 3 a mn 2 14 8 90,94 43 a 1/4 $. l. Nubl. > TOA ARIAS ES 1d VALLENATA 12 [29.89 |45 S¿m. 1, ¡Nubl. » 4 |29.81 |45 SN Nubl. 0,0012 45| 8 [29.67 |45 1/4 |N, m. l. ¡Gel. » | 12 | 29:66 |50 1/2 |N. m.l. |Cel. » | 4 1929.55 [49 4/2 WN. 1. Nubl » E 46 8 |39.32 146 1/4 [NO. m.r.|Cel- » 12 |29.36/46 3/4 |NO. r. [Llov. » 4 129.46 |49 O. fr. Cel. 0.0021 148 (199,52142/ 51]2 . [NE. 1. -[Nubl: E 12 129.44 153] 11 1/4 [NE. fto. [Cel. » 4 129.38 152] 10 3/4 O. fr. Cel. » 18| 8 [929.36 |44 NO. r, ¡Cel. » 12 929.40 |47 O, r Llov. » 4 129.44 |50 4/4 JO, fto. |Cel. 0.0003 49| 8 |99.67 [38 SO. m. 1. Cel. » 12 129.71 14381 61/4 |SO. fto. |Cel. » 4 129.17 [42 1/4 1SO. fto. |Cel. » 201 8 |30.01(38| 4 SE, m. 1.|Her. » 142 130.02 [45] 7 4/£ O. m. ]. [Cel. » £ 130.03 |48| 81/4 ]S. flo. |Cel. » 211 830,03 137) 21/2 |S. fto. [Nubl, » 12 130.03 |401 41/2 O. fr. Cel, » 4 |30.00/44/ 6 1/2 SO. fr, [Cel. » 92) 8 |29.77 [38] 31/4 [SO. fr. [Cel. » ¡En la madrugada — 5.2 12 1929.80 [37 21/2 S. m. r. [Cel, » ¡En la madrugada — 2,9 4 199,90 136| 2 1/2 |S. r. Cel. » 231 8 |30.21|30 —=! 12 0. m. 1. [Nubl. » ¡En la madrug. — 5 1129 12 |30.24/37]| 23/4 (NE. flo. [Cel. » 4 130.23 |40| 41/4 E. l, Her. » 241 8 130.1413 4. 4/4 (S. m.1. Her, » 12 130.14|43/ 53/4 |S. m. l. [ter » 4 [30.07 441 61/4 S. m. 1. ¡Ger, » 295/ 8 199.70139) 33/4 1S.m.l. |Llov » 12 129.64 143] 5412 S. 1 Nubl 0.0118 a 129.60 /44 617 Si 1 Cel. » 26] 8 |29.151451 7 NE. fto. |Cel, » ¡* Véase setiembro 27 de 1.142 (29.05/491 9114 [S.l. Cel. » 1853 h *2896146/ 7412 15. 1, Oubl. 0.0042 OCTUBRE DE 1854. Setiemb, |Barómetro, SÍ Ñ S .. o = ES] o 3 3 5 E Notes. E 3 al Z a > E < Sa 30 A e o (29.92 143 612 [Calma. Cel. E RE 12 [28.99 |47| 81/4 lO. fto. [Nubl. > 4 |28.95 |50| 91/2 JO. 1 Cel. » agl 8 [29.2 (42) 51/2 10.1. Cel. » 12 | 29.30 461 71/4 JO. fr. |Cel. » 4 129.34 141] 741/2 O. fr Cel. » 99| 8 |29.38/137| 2 1/2 SO. fr Cel. » 12 |99.47 [411 4112 SO. r Gel. » 4 |29.75|39| 83/4 SO. fr. |Cel. » 301 8 130.03 |4 4 314 SO. flo. [Cel. » 12 |30.08 ¡4 8112 SO. r Cel. » 4 130.12 [50 9 1/2 SO. fto. Gel. » 311 8 130.21 1421 51/2 |SO. fto. |Cel. > 12 130.24 |49 30112 SO. fi Cel. » 4 139.24 AN SA 10. fr Cel, » Max. 14 1/4 Min.—4 1/2 N. NO. O. SO. S. SE, E. NE.]10 dias de lluvia o nevazon. SAS OS IS Her. Cel. Nubl. Llov. En procientos. 9 9 :632.5 20.2 20.2 1.1 6.6 12.4 10 61 14 8 tp. mor. r. fr. fto. 1. ml. cal. VIENTOS. » 2 7 16 25 19 20 4 [|Sept. merid. [Occid. orient. En procientos. » 2.2 7,5 17.2 26,9 20,4 21.5 4.31 42,3 57.7 13 27 Noviemb,|Barómetro E sl Ele pa E E) 213 = la 5 [5 AS 06 146 12 130.14 |51 4 130,15 |51 9) S |29.91 148 12 [99:86 49 4 199.85 |53 3 8 29.70 |49 142 199.67 150 4 199,67 |48 41 8 129.76147 12 | 99,77 52 k (99.78 (54 BJ] 8 [929.70 151 142 (29.70 153 4 199.70153 6| 8 |29.89|49 12 [99.83151 4 (2987155 7| 8 |29,97|49 12 (30.03 ]56 4 130,05 155 8| 8 [30.41 151 12 130.12 [58 4 130.41 (55 91 8 |29.96/53 12 [29.90 |59 4 |29.76 61 101 8 |29.80 149 29.80 135 29.76 56 — 21 29.26 [50 29.19 155 29.15 153 SS 29.30 |45 29.32 [52 29.24 153 Jada 19) = ÉS 9 00 > 9 0 > 09 90 So) 29.32 148 29.34 153 29.38 [52 — “Termómetro libre. €. 13 1/2 10 12 1/2 12 il 103/4 11 8 1/2 24 112 40 314 Viento. LoS Pe 53 S Ai Or UD o o . E Zo Sos Ses A Se .m. l. NO. fio, NO. 1. N,m.!. N. fto. NO. tto. Calma. - NOVIEMBRE DE 1854. Tiempo. Cel. Aguas. M. Nofas! Helada en la noche. NOVIEMBRE DE 1854. Noviemb.|Barómetro, [S] y És o S : a Se 5 = S = E ye > le S 5 S _ Notas. Ss |8 lá S > E 5 =| CS E 2 E9 S E 5 E T A ls S am | MD | A | AO | a A DAA ERA A A AE 141 8 129.52145| 7 SO. (to. ¡Cel. » 12 |29.560481 9 O. r. Cel. » 4 129.571811 40 NO. fr: ¡Cel. » AS ISO 10, fr, Gel. » [Chubascos. 12 129.64143 7 3/4 O.fto. Cel, » A 4 199.72145 4 O. rl. Cel. 0.0006 161 8 129.93/41 6 Galma. |Nubl. », 12 |9%9.93l(48. 53/4 |NO. 1. [Nubl. » 4 (129.82/49] 7 NE. 1. [Nubl. » AT 8 |29.55148| 83/4 O.m. 1. [Cel. » |¡Chubascos. 12 |29.48g59] 12 3/4 O. 1. Cel. : » 4 129.37108/.13.1/2 0: fío. ¡CGel: 0.0003 18 29.2243] 61/4 JO. fr. Cel, » |[Ghubascos. 12 |29.25149| 9 1/2 |NO. fto. |Gel, » 4 199.17148/ 8 NO. fr. ¡Cel. 0.0007 191 8 (29431421 512 JO. m. ) |Cel. y 42 [291.249 9 NO. fio. ¡Cel, » 4 (99.49148, 81/4 JO. fto. ¡Cel » 201 8 129.251431 61/2 |O. fto ¡Qel. » |[Cuhbascos, 12 |29.34147| 8 SO. fr. ¡Oel. » 4 129.40147 7 3/4 O. fr. Gel. 0.0001 211 8 |29.60144/ 63/4 SO. 1. jHer. » ¡Helada, 142 129.74 [491 941/2 SO. fto. ¡Cel » k 129.81150 91 s0. fi Cel. » 21 8 |30.081451) 7 O. r Nubl » 12 |30.12/50| 10 O. fi Cel. » 4 |30.17(94| 11 3/4 JO. fio. [tel » 9231 8 29.94543 S. m. 1, [Nubl] » 12 |29.81146/ 71/2 |S. m. 1. [Nubl » 4 |29.69/52| 10 4/2 |S. m. 1. [Cel » 94) 8 |29.541511 40 NO. fio. (Cel. » 192 129.571561 12 3/4 JO. fr. Cel, » 4 |29.63156| 12 1/2 |NO. fto |Cel. » 251 8 |29.6448 83/4 Ín.L Nubl. » 12 |29,65/58/ 14 1/4 ÑO. fi, [Cel. » 4 |129.67/159/ 14 42 NO. fto. [Gel. » 201 8 |29.44146| 714/2 NO. m,l:[Nubl. » 12 |29.45156| 13 NO. fer |Cel. » 4 |29.48/553] 11 1/4 ]NO. fto, |Cel. La NOVIEMBRE DE 1854. Noviemb, Barómetro, 3 , A E 3 S á é . E E a E £ 3 Notes. IO UE A E o > fa « S3| 3 O 3 : z Z E 5 a A A A 2] 27) + 129.44 1451 7 NO. fr. [Gel. 0.0011 12 | 28.45 |50 AZ O. fr. Cel. » 4 128.43 /54| 41 1/2 O. fe. Cel. » 28| 8 |29.41 [52] 14 O. r. Ce » | Chubascos. ¡12 /29.42/56/ 12 3/4 JO. fto. ¡Cel, » 4 129.30 (591 14 5/4 O. m. r. [Cel. 0.0005 291 8 129.33 144 6 NO, r. [Gel. » | Chubascos. 12 |29.33 [801 10 O. m. r. (Gel. » 4 129.31 1541 11 3]4 NO. r. Gel. 0,0014 301 8129.27 (44) 61/20. m. r. ¡Cel. » 12 129130 ¡49 8 1/2 (We e Cel. » h Me 81 EI IPP SO OP II A Max 18 3/4 Min. 5 | N. NO. O. SO. S. SE. E. NE. 8 dias de Muyia. AS SAS 1D A | Her. Cel. Nubl. Lloy. En procientos. 6.8 26.1 53.4 9.13.4» » 4.4 1 75 14 » tp. m.r. r. fr. fto. 1. mil. cal. VIENTOS. » 5 11 23 26 15 8 2 |Sept. merid. [Occid. orient. En procientos. » B.512.2 25.529 46.7 9 2.21 73.1 26,9 98.8 4.2 DICIEMBRE DE 1854. Diciemb. [Barometro, S EA = $ 3 = E z 2 S E ia Notas. E ES = 9 5) = = = AS a HS E E E E o a q 2 EOS] TRA | | AAA | A | IC CIAO TENE IIAS 8 [29.58 [45] 7 O. 1. Cel. » [Chubascos de granizo. * 12 129.64 |501 10 O. r. Cel. » 3 dde 4 |29.10/901 93/4 ¡0. fr. Cel. 0.008 al 8 |20.85/44) 63/4 [NO.l. |Cel. » 12 |29:85 [901 10 O. l. Cel, » 4 |29.84|52| 10 1J2 O. l. Cel. » a] 8 |39.35/44] 61/4 (S.m.l. [Nubl, » 12 129.33 [47 SA Cel, » 4 129.34 44] 6 1/2 s0.1 Llov. 0.0023 al 8 |29.48 41] 41/92 [Calma. [Cel. » [Chubascos de granizo. 12 (99.56 lus] 83/4 —[SO. fr. |Cel. ocio li 4 129.66 49) 9 1/2 |0. fr. ¡Cel, ¡0.0004 5) 829.72 /41[ 5 O. flo. |Her. » 12 |29..3 147] 814 10. 1. Nubl, » 4 |29.72 149) 8s1/2 [O.fr. [|Llov. 0.0019 6] 8 |29.76149| 54/2 [0. m. 1. [Nubl. » 12 [29.77 |49/ 9 O. flo, |Llov. » 4 129,78 |50| 914/4 |S- 1. Nubl. 0.0005 1 8|29.80|46| 7 O. fto. [Cel. » 12 |99.80 134] 121/4 JO. fr. — |Cel. » £ |29.76157| 143 4/4 JO. flo. |[Cel. » 8| e |29.88144] 61/4 [O. r. [Her. » 12 129.84 151] 101/4 ¡O. fr. (Cel. » 4 | 29.80 152 10 1/2 |0. fr. Cel. » g| 8 |29.96| 7 Calma Cel. » 12 | 29.92 81/4 Nel Nubl, » 4 129.84 |4 8 N. m. 1. ¡Llov. 0.0007 1n0| 8 |29.97 81/2 O. r. Cel. » 12 130.03 156] 13 SO. r. [Cel. » 4 |30.07|53| 41 1/2 [O. fr. [Cel » mi 8 |30.09 101/4 [NO.!. ¡Cel. » 12 130.06 12 O. fr: Nubl. » 4 130.06 /60/ 45 O. fr. [Cel. » 12] 8 |30,14|50| 10 O. m. 1. [Cel. » 12 | 30.14 14 3/4 (0. m. 1. [Nubl. » a |30.07/53| 11 1/4 N. m. 1. ¡Llov. 0.0013 13) 8 |29:84|52] 14 Calma. ¡Cel. » 12 |99.92 155] 13114 JO.l. [Cel, » 4 '99.74158l 11 1/4 |NO. mm. 1, Cel. » | DICIEMBRE DE 1854. Diciemb. ¡Barómetro y y 3 us o El 2 :] e E : 5 : E E S E Notas, 313 Pl 3 de 3 ES E a 5 E ES E E TEO ga [Ot Cel. UA 12 |29.62/54] 11 3/4 [O.r. Cel, » | 4 |129.72/43| 11 1/2 (0. fr Cel. » 151 Ss |29.84|48 3/4 |NO. m. 1.[Cel » 4 (99.37194 14 1/2 NO. fto. [Cel. g |29.46/45| 74/4 [NE.m.1.[Cel. 12 (29.43/54| 12.1/4 — |NE. fto. |Cel, 19 4 |29.39/601 141/2 [NO. fr: (Cel. 4 |29.38/61| 45 1/2 [O..l. [Cel. 21 — RS) 19 1999 00D > — | O — CIS [MOS Mor) 8: 6D . 12 |29.82/51| 10 1/2 O.fto. Cel. » 4 129.78153 14 1/4 —[NO. fto. [Nubl, 0.0007 g |29.89/49| 91/2 : 12 |29.89/58| 12 1/2 [NO. fr. . (Cel. 4 |29.83/951 13 1/2 [NO. m.1.|Llov. 8 |29.56/99| 13 NE. fto. [Cel. 12 |29.53/62| 16 1/4 [NO. fu. [Cel. 4 |129.54161| 16 1/4 |NO. fto. [Cel. a| 11 112 |Calma. Cel. 2 8 129.50146! 8 NE. m.!. [Llov., » 12 1929.41156| 43 1/2 N. fto. [Cel. 35157] 14 | Galma. Nubl. DICIEMBRE DE 1854. Diciemb, [Barómetro E S ES A A ES El 3 Ss E Notas. a E 3 Sl E d 5) Es ES) > ES) El lS [>| E E ES, ES A E 3178 129.86 49 912 NO. l. Cel. AREA 12 |29.62 155] 121J4 [O. fto. |Cel. » 4 |2976 |49| 14 3/4 [O. fto. |Cel. » a8| s |29.58|47) s1/2 [M.l. [Nubk [0.0038 12 |29.52159| 15 NO. fto. |Nubl. » 4 129.48 |61| 16 O. flo. - |Cel. » 991 8 |29.46|32]) 11 1/2 [NO. fto. |Cel » 12 |29.45158) 13 3/4 |NO. fr. [Cel eh 4 129.43 |56| 13 O fr. |Cel 0.0002| 30l 8 |29.62 146] 73/4 JO. fto. [Her UN 12 |29.69/53| 11 4/4 |SO.fr. [Cel » k |29.76|55| 12 3/4 O. fto. . [Cel » 311 8 |29.93|46| 1 0.1. |Liov » 12 |29.93 [52] 103/4 JO. fto. [Nubl poo 4 |2995l521 10 3/4 10.1. [Nubl 19.0001 N. NO. O. SO. S.SE. E. NE. 16 dias de lluvia. 11 20 A NS O . Her. Cel. Nubl. Elov. En procientos. 12.8 23 En procientos. » » 2 UL ESAS DAS IEA 10 tp. Mor. to mi cala VIENTOS. 6 19 21 23 47 7 |Sept. merid. f(Occid. orient. 6.5 20,4 22.6 24.7 18,3 7.51 82.5 17.5 94.1 B.6 ENERO DE 1855. Enero. |Barometro, A [E E S E E á = ES 3 E 5 E a Notas. E a £ E Es > n al SS 2 S 7 < ET ETE a : E A Er NE ll o 12 |29.64 |49| 9 NE. m. 1. |Llov. AAA 4 |29.65/53| 41 3/4 |Calma. [Nubl. [0.0095 2] 8 |29.37|48| 9 Calma. |Llov. » 12 |29.33/56| 13 «E. m. l. Cel. » 4 129.27 159| 15 O. 1. (Cel. 0.001, 31 8 |29.514/43| 6 S0. flo. Her. » [Chubascos. 12 [29.60 |49| 91/4 (0. fto. |Cel. AO 4 129.74 |50| 9 1/2 SO. fr. Cel. 0.0004 41 Ss |30.00|43| 7 SO. fto. |Cel. » 142 130,13 |51 SE. l. Her. » 4 130.16 /55] 12 1/2 (S. m. 1. [Her. » B| 8 [30.20 49] 9 E. m. 1. Her » |Helada. 12 130.20 154| 44 4/2 S. m. l. [Her » ¡ 4 150.47 561 13 SO. m. 1.¡Her » 6/ 8 (30.13 |53| 11.1/2 |S. m. 1. [Cel. Si 42 [30.44 [65| 42 1/2 |SO.m.1.|Nubl » 4 | 30.05 |58| 14 1/4 |SO. m.1.|Cel, » 1] S (29.74 1501 40 Calma. |Llov » 142 129.66 |52| 11 S: m. l. ¡Llow » £ 129.63 |55| 12 3/4 S. m. 1. ¡Nubl 0.0035 el 8 |299.67151| 103/4 [Nm.1. [Cel » 12 |29.72 157] 431/2 |SE.m..[Cel. » 4 129.74 [56| 13 Calma. |Cel. » 9| 8 |29:81 1531 11 3/4 SO. l. Cel. » 12 [929.84 [55] 421/4 |SE.1. —[|Nubl. » 4 |29:85|60| 15 O, flo, |Cel. » 101 8 |29.93/55| 12 3/4 IN. fto. ¡Cel. » 12 ¡29.95 |63| 47 NO. ]. [¡Cel. » 39.93 |68]| 19 1/2 ¡NO.m.!l.¡Cel. » 11] 8 |99.81154/ 121/4 |S. m. l. |Tel. 0.0001 12 129.75/57/ 134/2 SO. m.1.¡Nubl. » 4 |29.67/58| 141/4 [SO.m.1.¡Nub). » 12) S|29.50/54| 121/4 0.1. Cel. » 12 129.66 |59| 14. 1/2 |N. fto. |Cel. » a [29.53 |67| 13 NE. 1. Llov. 0.0033' 13 8|29.3315 10:1/4 JO. r. Cel. » 12 [99.44 104/2 [O. p. .:¡Cel. » ¿29.58 154) 111/2 [O.tftr. [Cel. » Enero. Barómetro, ——_— Dia del mes. 46 18 20 21 23 24 Hora, Pulg. ingl! Fhar, MEE 8 (28.13 12 [29.73 4 | 29.74 8 129.75 12 (29.78 4 129.81 29.64 156 29.51 29.42 29.70 29.72 29.713 29 67155 29.55 29.47 29.80 A 30.10 30.28 30.33 30,33 30.20 15 30.16 [64 30.11 ¡64 29.77 |49 29.85 156 29.88 15 30.11 [52 30.08 [55 30.06 |51 29.44 157 29.42.64 29.43 [64 12 4 Termétro libre, C, 31/72 41 1/4 10 3/4 14 4/ 16 8/4 15 3/4 13 3/4 15 22 14 18 4/2 19 12 3/4 15 3/4 13 1/4 10 12 3/4 13 3/4 131/2 17 11 1/4 12 3/4 10 1/4 14 15 1/2 14 1/4 10 3/4 13 12.4/4 13 3/4 17. 4/2 ; 41 Viento: Tiempo. NO. 1. |Llov. N. | Nubl. N.m. l. jLlov. O. m. l. [Cel. NO. 1.- [Cel. NO, m. 1.|Cel. E. m. ]. ¡Hes. S. m. l. (Cel. O. m. 1, ¡Nub] NE. ] Her NO. fto. ¡Her O. fr Cel. S. m. Ll ¡Her S. m. l. ¡Cel. O. fto. | Elo, O. r Cel O. fr. Cel. O.ftio. |Cel. O. 1. Cel. O. m. ). ¡Cel. ¡Galma. Cel, NE. m. 1, (Nubl NO. 1 Cel. N. m. 1. ¡Nubi SO. fr. ¡Nubl, O. fr Cel. SO. fr. |¡€el. E. fto. [Cel O. mr. ¡Cel. NO. im. 1.¡Nubl. O. y. Cel O.tp. ¡Cel NO. 1 Cel. O. mr. Cel, O. r. Cel. SO. fr.. ¡Cel NO. fto. |[Cel. O. r Cel. SO. fo. |Cel. Aguas: » Notes. En la tarde una borrasca ES con truenos distantes. 0.0005 » [Chubascos ENERO DE 1855. Enero, ¡Barómetro Wotasi Fhar. Aguas. M. Pulg. ingl. Termómetro libre. C. Dia del mes. AAA crio | a 7 41 1/2 LE, » Chubascos. 40 1/2 Es o » 6 3/4 1 y 0.0022 91/4 Er. » |Chubascos. 8 3/4. Nuhl. » 9 3/4 . fto. |¡Nubl. 0.001 4 8 1/2 : . Gel. » 10 3/4 . Cel. » 10 1)2 . Cel. » 10 « fto. [Nubl. 0.0003 14 1/2 . fto. |¡Wubl. » 16 3/4 . L. ¡Nubl. » 14 . fr. (Her. » 15 . |Her. » Ll 13 3/4 0.1 Cel. AJO 0] Medium. |. 29.75 | 42.69 | | Total. 0.0341] | Máx. 22 ' Min. 5 N. NO. O. SO. S. SE. E. NE. 14 dias de lluvia. | 11 17 27.13 9 35 5| Her. Cel. Nubl. Llov. En procientos, 10.2 19.3 30.7 14.8 10.23.4 5.7 5.7 ADA 9 tp. mer. r. fr. fto. 1. mil. cal. VIENTOS. 4 2. 9 13 17 15 31 5 [Sept, merid. fOccid. orient, En procientos. 1.1 2.1 9.7 14 18.316.4 33.35.41 55.3 44.7 [81.4 18.6 Febrero. |Barómetro 3131 2 Ja S E A pa 11787198 88147 12 |30.00153 4 130.12150 al 8 |30.24l57 12 130.2451 4 130.25|60 31 s |30.108|55 112 [30.18/62 3 4 130.48|61 al 8 |90.94l58 12 |29.88l62 4 129.86/63 5l 8 |29.39150 12 |29.77151 4 Sd 6l 8 |29.40l48 12 29.57/50 4 |29.67|49 T| 8 129.69/48 1 |29.77156 4 |29.81157 8 8 |20.77155 12 |99.93161 4 | 29.03|59 9 8 |29.07|56 12 |29.94|59 4 129.89152 101 8 |29.9258 12 199.99 62 % |29.01156 111 8-|29.96/55 12 |29.96163 4 129.91 162 1221 8 |29.87/50 12 |29.92156 4 129,93/55 131 8 |30.05/47 22 130.14153 4 130,41152 Termómetro libre, €. 8 10 3/4 9 1/2 10.1/4 10 1/2 14 1/2 12 1/2 16 1/2 15 4/2 12 3/4 14 1/2 15 3/4 14112 16 3|4 12 3/4 42 114 16 3/4 16 1/2 10 13 12 112 8 11 12.1/2 FEBRERO DE 1855. 2 8 el > E E O. fr sel: SO. fto. [Llov. O. fto ¡Nubl, NO. fto. ¡Nubl. NO. 1, [Nubl. NO. fr: Cel. NO. 1. ¡Nubl. O. fr. Cel. N.m. 1. |Cel. NO. fto. ¡Gel. 0.1 Cel. O. m. 1. ¡Cel. Calma. ¡Nubl, N. m. l. [Nubl, E.m.1l. |Llov, SO. fto. |Cel. O, fr Cel. O. l, Cel. NO. fi. ¡Cel.: O. fr. Cel, N.m.!l. ([Cel. O. fr. Cel, NO. l. |Cel. O. ). Gel. N. fr Cel. O. 1 Cel. N. m.!l. ¡Cel. Calma |Cel. O. 1. Cel. O.m.!. [Nubl, NE. fr. |Nubl, NO. fto. |Cel. O. l, Cel. O. fr. Her, -¡NO. fr. |Her. O. fr. Gel. SO. 1. [Cel. SO. fto |Cel, O, fto. Cel. o Aguas, M. 0.0132 » » 0.0007 1 AA Notas. Ecbrero.|Barómetro, AA ES pr To) El = E lo 3| S Z 0 | A 5 E = > > o 58 S Si 8 42 | 29.44 [58 4 [29,50 [57 8 |29.66 (53 12 129.66 (59 4 | 29.64 57 8 129.41 |49 12 129.36 150 4 129.41 153 22 29.82 150 29.82 154 29.85 153 — 30.96 146 30.91 156 30.86 (53 > Y 00 + tu 00 29.94 147 30 01 159 30.02 150 24 — => (Y 00 29.96 (45 29.95 |4 29.97 150 — += 9 00 8 [30.36 |46 12 130.36 [51 4 130.35/50 [d] E E = COS 21 40 91/2 10 1/4 14 1/2 11 4/4 11 1/2 14 3/4 9 1/4 131/2 13 1/4 41 4/2 |NO.m. 1.[Cel 13 NE. m. 1.[Nubl 12 1/2 (N. m. 1. 'Lloy 11 1/2 ¡O.fto. |Cel. 141/4 JO.1. |Cel. 13 O. m. |. [Cel. 11.1/2 |NO. 1. [Cel 15 NO. fto. ¡Cel 13 1/2 (¡NO.1l. ¡[Cel. 9 S. m. 1. [Llov 91/2 SO. m.1l.[Nubl 103/4 0. l. Cel, 9.3/4 0. l. Cel. 19 O. 1. sel. 10.3/4 |NO. m.1.(Cel 8 NANI Nubl 134/4 |N. fr. Gel 10.3/4 |NO. fto. ¡Gel 81/4 JO. fr. — |Cel. 103/4 JO. fto. ¡Cel 93/4 ¡NO. l. [Cel 1 Ss m. l Lloy, 71/2 |SOQ. m. 1./Nubl 10 S. m. 1. ¡Cel. 7 3/4 ¡NE. fto. Her. 10. 1/4 |E. fr. |Cel. 91/2 [|NE. fto. 'Cel. FEBRERO DE 1855. Aguas: » 0.0005 » 0.0007 0,0003 D» » Notes. Chubascos. FRERERO DE 1395. Febrero, |Barómetro =S AS (5) E -Q => % == o ó 8 = ES) el > . a iS o A E 5 eE 3 p3] - e ES A > = El 2 S S 3l| a o Ss > 2 3 3 [=l E ¡ en LS fu E e] a Es cl rr] ——) 750 AAA | a) AA, AA 2 8 130.00 142] 5 1/4 N. m. 1. ¡Elov. 2 12 130.00 1471 81/4 ¡Calma. ¡Nubl. » 4 (30.01 |49| 9 Calma. ¿¡Nubl. 0.0035 [2] 981 Ss |29.93 |46 N.m.1l. Cel. » 2 199.88 1521 10 3/4 ¡NO.!. or: 4 |29.84l551 12 3/4 NO. m. !. (Cel. Medium. 1 29.75 | 11. BI Max 16 3/4 | Min. 5 (1/4 a N. NO. O. SO, S. SE. E. NE. 14 dias de lluvia. 14 119 28.63 »: 7 '6| Her. Cel: Nubl. Llov. En procientos. 23.75 23.75 35 7.5 3.75 » 8.15 7.5] 3 54 19 8 tp. mer... fr. fto. 1. ml. cal. VIENTOS. » » » 16 16 21 27 4 |Sept, merid. [Occid. orient. En procientos. » » .» 19 19 253 32.1 4.81 80 20 80.3 19.7 28, CUADRO JENERAL ¿DE LOS FENÓMENOS ATMOSPÉRICOS EN LOS SEIS MESES DESDE SETIEMBRE 4,? DE 4854 HASTA FEBRERO ÚLTIMO DI 1855, HS MES. Setiembre. Octubre. Noviembre. Diciembre. Enero. Febrero. VIENTO EN PROCIENTOS. PROPORCION DE LOS VIENTOS.| FUERZA DEL VIENTO EN PROCIENTOS. pulg. ingles. TERMÓMETRO LIBRE C. BARÓMETRO. N, el O. [sO.| S. [SE.] E. |NE. ce | uns | es | a | 29.81| 5.46/11.4/17.7 22.5/20.2120.2| 1.4| 5.0/12.4 29.62| 9.98| 6.8/26.1 29.66|10.67/12.8/23.2 29.75/12.69 al 9.3 29.89111.4414 bles b) Aguas.) Dias de mélros| lluvia o al. | her.[cel.[nub.|lloy. nev.| total | nevazon. 070203 10 0.0328] 10 0.0982) 8 0-0256| 16 0.0311] 24 0.0345| 14 Y . Po aime al dE 1 a 5 ARRE a p ” ¡ A 1 VIOS OFICIALES. Informe de la comision encargada de examinar la memoria presentada al concurso de la Facultad de Humanidades en 1855. Señor Decano: En cumplimiento de la comision que V. se ha servido encomendarnos, hemos examinado el tomo 2.2 de la «Historia jeneral de la independencia de Ghile» por don Diczo Barros Arana, que comprende desde la invasion de Pareja hasta lá entra- da de Osorio en Santiago, i que ha sido presentado por el autor al concurso litera- ric de la Facultad de Humanidades. Aunque los acontecimientos que tuvieron lugar durantte ei indicado periodo han sido ya brillantemente referidos por contemporáneos de ellos mismos O por otros escritores de mérito, sin embargo, nuestro laborioso cólega ha descubierto datos i documentos nuevos, que ponen de manifiesto el orijen i consecuencias de muchos sucesos hasta ahora no bien conocidos, i que, a nuestro juício, reunidos a los datos i documentos de que el público estaba anteriormente en posesion, presentan sin oscuridad ni vacios la historia de los años 13 114. El mérito principal del libro que hemos examinado, es el espiritu de investigacion que revela en su autor, quien para formarlo ha interrogido los recuerdos de los hombres, sobrevivientes todavia, que figuraron en la politica i en las campañas de entónces, i ha consultado los correspondientes escritos de los que han dejado de existir. El señor Barros Arana ha compuesto su obra colocándose decididamente bajo las banderas de una de las facciones en que se dividieron nnestros padres, i ha juzeado los acontecimientos bajo un punto de vista cuya verdad muchos desconocen. Apre- ciamos debidamente la valentia i franqueza con que ha manifestado sus conviccio- nes i la opinion favorable o adversa que: liene de algunos de los personajes de la historia nacional; pero debemos espresar aqui, para satisfaccion de nuestra concien- cia, que tanto nuestro juicio sobre los hechos como nuestras opiniones sobre las personas son muchas veces diferentes de las que ha emitido el señor Barros, Diremos en conclusion que segun el concepto que nos ha hecho formar la lectura del tomo 2, de la «Historia jeneral de la independencia de Chilc», la Facultad de 98 — 802 — Filosofia i Humanidades no haria mos que un acto de justicia adjudicando el premio del certámen a don Diégo Barros Arana, que ha prestado un señalado servicio a la literatura chilena, dedicándose con una constancia i contraccion dignas de lodo elojio al cultivo de uno de sus ramos mas imporlantes. e Santiago, diciembre 17 de 1855. F. Várgas Fontecilla. Miguel Luis Amunaieguí. Santiago, diciembre 27 de 1855. Señor Rector : La comision encargada de ex aminar el opúsculo titulado «Civilizacion del pueblo», compuesto por don Luis Verdollin, tieneel honor de espresar a US. el juicio que ha formado sobre el mérito de este trabajo. El libro del señor Verdollin es un curso de moral en que se enseñan los deberes que el hombre tiene para con Dios, para consigo mismo i para con sus semejantes, ise dan nociones jenerales i particulares de las virtudes ¡ los vicios. Todo el libro se divíde en doce partes, en cada una de las cuales se comienza por una esplicacion, dispuesta en forma de diálogo, del asunto de que se trata; luego sigue un comenta- rio sobre la misma materia, ise concluye con ejemplos i:anécdotas análogas a la doctrina i que sirven para amenizarla ¡ hacerla mas accesible a la intelijencia del lector. A juicio de la comision, la obra del señor Verdollin contiene principios sanos, 1 presenta al lector un cuadro de los deberes que le ligan en todas las situaciones de la vida i en todas las relaciones en que puede hallarse. Eslá ademas escrita con * claridad i concision, i su lectura no será fatigosa para los niños ni para la jente adulta del pueblo, que son para quienes ha trabajado el autor. No dejan de notarse algunas incorrecciones en el lenguaje, efecto sin duda de no ser el español el idioma nativo del señor Verdollin. Por lo espuesto cree la comision que el libro de que se trata merece de justicia ser aprobado por la Universidad para testo de lectura en las escuelas, 1 recomendado ademas como á propósito para formar parte de las bibliotecas populares que se están creando. Dios guarde a US. Ventura Blanco Encalada, F. Várgas Fontecilla, -— 803 — Santiago, enero 7 de 1856, Conforme a lo acordado por el Consejo en sesion del 23 de diciembre último a virtud del informe que precede, se aprueba para testo de lectura en las escuelas i se recomienda como a propósito para furmar parte de las bibliotecas populares el opúsculo titulado «Civilizacion del pueblo», compuesto por don Luis Verdollin. Anólese. BELLO.—PF. Várgas Fontecilla. Santiago, diciembre 15 de 1855. Señor Decano: La comision encargada de examinar los libros 2.2 i 3.2 del «Curso teórico-práctico de la lengua francesa», trabajado por don M. F. Guillou, ha leido con atencion la parte sujeta al exámen. i ahora tiene el honor de informar sobre ella lo que sigue. _El libro 2.* se compone de ejercicios para traducir del castellano al francés. Se divide en dos partes: en la primera se dan ejercicios particulares, en que el alumno tiene que Ir haciendo una aplicacion progresiva de las reglas que ha aprendido en la gramálica; 1 en la segunda los ejercicios son jenerales, i en ellos la aplicacion de las reglass deja de ser gradual, 1 obliga al alumno a poner simultáneamente en juego todos los conocimiedtos que ha adquirido en el estudio de la gramática. El libro 3.2 se compone de ejercicios para traducir del francés al castellano, i está ordenado bajo el mismo plan que el segundo. Cuanto puede apetecerse en un trabajo de este jénero es que los ejercicios estén perfectamente graduados, esto es, que conduzcan al alumno desde lo mas obvio i sencillo hasta lo mas dificil qne ofrece el aprendizaje de una lengua; i este objeto, a juicio de la comision, ka sido llenado mui satisfactoriamente por el señor Guillou en los libros 2.” 1 3.2, a que se refiere el presente año. El autor ha ilustrado con notas todos aquellos pasajes en que el alumno encontra- ria dificultades superiores a sus fuerzas, haciéndole de este modo soportable una tarea que es de suyo bastante enojosa. Hai en este trabajo otro mérito de importancia, cual es el buen juicioi gusto con que el autor ha elejido las máximas morales i trozos literarios que componen los ejercicios. Mui conocidas son las ventajas que de ello reportarán los alumnos. Por todo lo espuesto la comision es de senlir que la obra del señor Guillou es mui acreedora a la aprobacion de la Universidad. Dios guarde a U, Rafael Minvielle. F. Várgas Fontecilla. — $04 = Sar: tiago, diciembre 17 de 1835. Conforme a lo acordado por el Consejo en sesion del 15 del que rije a virtud del precedente informe, se aprueban para testo de enseñanza los libros segundo i ter» cero del «Curso teórico-práctico de la lengua francesa», escrito por don Miguel Francisco Guillou. Anótese, peLLo.—F. Várgas Fontecilla. Informe sobre el testo de farmacia escrito por el profesor don José Y. Bustillos. La comision nombrada para informar sobre el mérito del testo de farmacia pre- sentado a la Universidad por el profesor don José Y. Bustillos, tiene la satisfaccion de esponer que ha hallado en él un libro que llena perfectamente su objeto. Desti= nado para los alumnos que se dedican a la medicina 1 farmacia, reune las condicio. nes necesarias para hacer el aprendizaje, cual conviene al estado de progroso a que las ciencias han llegado. En su composicion el autor ha imitado el ejemplo de los mejores farmacólogos, adoptando un sistema que hace de la farmacia una verda- dera ciencia; 1 sin estenderse demasiado en algunos puntos, interesantes a la verdad para la ciencia, no ha omitido nada de aquello que dice relacion en lo mas esencial con la farmacia. Un plan metódico, sencilla esposicion de las materias i un estilo elaro recomien- dan sobre todo este libro como testu de enseñanza. Hé aquí un lijero resúmen del órden que el autor ha seguido en su formacion. Siendo el estudio pe la farmacia la aplicacion de las ciencias naturales a la far- macia misma, principia el autor por hacer un compendio de ellas, trata en seguida de los aparatos e instrumentos que son de un uso peculiar en la farmacia, i por fin, de los pesos 1 medidas, imponiéndolo a la vez en el conocimiento de los medica- mentos inorgánicos 1 orgánicos, i de sus combinados mas usuales. Provisto el alumno de estos conocimientos, lo conduce el autor al laboratorio far- macéntico. Esta parte del testo, que lleva el nombre de farmacia química u opera- toria, está mui bien tratada, Nada mas propio que entrar a operar cuando ya se conocen las teorias de la ciencia ise saben manejar los aparatos. Pero la comision descaria que el autor fuese ménos estenso en esta parte, de manera que sip suprimir ninguna de las materias i sustancias de que trata, fuese mas lacónico en la descrip- cion de aquel:13 de que ya se ha tratado en los dos años de quimica que preceden al estudio de firmacin. La materia farmacéutica que comprende cierta clase de medicamentos pertene: cientes a los ramos vejetal i animal, es un tratado mui importante, pues da a cono- cer las sustancias que de ellas se pueden estraer para el uso médico, e indica la parte de la clasificacion a que pertenecen los vejetales i animales de que se estraca, La parle zoolójica interesa mucho al alumno, por cuanto nole es obligatorio todavia este ramo de historia natural. El autor concluye con el tratado de las operaciones propiamente dichas i con la clasificacion fisiolójica de la materia médica. Sería de desear que el testo fuese acompañado de un tratado de toxicolojia. La ESTADO QUE. MANIFIESTA EL RESULTADO QUE HAN OBTENIDO LOS ALUMNOS DE LAS'DOS SECCIONES EN LOS EXÁMENES RENDIDOS A FINES DEL ANO ESCOLAR OLASES. RellJlon. Historia Santa Cosmografla Jeogralía fisica T polílica, Arllmética. PROFESORES. Capellan frai Manuel Solovera, ra, Capitan don Luis z Arleaza. ALUMNOS. SECCION DE CADETES. D. Olegario Silva. » Vital Patiño, » Washington Carvallo. » Luis Varas. » Cipriano Guzman. » Ramon Araneda. » José Agustin Salamó: » Benj Vergara. » Benjamin Carrasco. » Eudoro Goycolca. » Timolcon Flores. » José Manuel Novoa. » Santiago Munreal. » Bernabé Diaz, » Francisco Ramirez. Fe » Emilio Contgyras. » Elenzar Lozacta. » Narciso Carvallo. » Nicanor Borquez. a Javier Barahona. » Antonio [li » Antonio Brieba. » Francisco Muñoz. Andrónico Iñiguez. slo Prieto. SS » Marcial Marin. » Jorje Porter. » Marciano Peñaficl. » Junn Dávila. » Adollo Godoi » pac S: » Paulding T; 5 Salas Mújica. » Juan Sanch R A. la SECCION DE CABOS. D. Federico Lozano. » Telésforo Silva. » Santiago Larenas. » Miguel Gacilúa. » Miguel Malurana. » Cruz Ramirez. » Vicente Ruiz. » Julio Carler. » José Maria Solo. » Manuel Burgos. » Jenaro Millas. » Daniel Manriquez. » Agustin Alvafez, » Anselmo Fernandez. » Manuel Pinoleyi.. » Joaquin Penros. » Sebastian Quezado. » Ramon Muñoz. » Cárlos Ross. A » Ljinio Niclo. » Secgndino Cháves, » Gruz Chávos. » Ruperto Aldoreto, » José Dolores Vicencio. A. mn Justo Goo. » Miguel Verdugo. » Braulio Verdugo. de |» Erasmo Sala ios VEB ALDUNATE. Réjimen interior de la escuela. Los alumnos están divididos en dos secciones, una de cade: tes i otra de cabos: cada una habita en departamento se La seccion de cad: está dividida en cuatro Brigadas i cada una deestas bajo lasinmedialas órdenes de un Brig; Brigadier. La de cabos igualmente en cuntro una de estas al cargo de un Sarjento 4. le una de los seccion á mundada 0sp: mente por un Ayu dante, que sin perjuicio de sus servicios 1 de las clases que pre- side, es responsable de su arreglo i plina en la misma for- ma que un Capitan do Compa famente se nombran: dos guardias, uno en la seccion de cadetes i otra en la de ca- Los, componiéndose la 4.* de un Ayudante, un Brigadier i un Sub Bugadi la 2.2 de un cadete inspector (de cuatro que se elijen cada año para este servicio) un $; rjento 1.2 1 un 2.9. Las aciones de estos empleaios son: mantener la UIC cio 1 órden del Estublecigriento; prohibir toda comun con las personas de afuera, a no ser en lus días horas dos a este fin, impedir que se introduzcan comidas, bebidas o frutas; no permitir el uso del cigarro; vijilar constantemente la conducta de los alumnos en jenerali en particular la de ¿aquellos que se hubieren hecho notar por alguna falta; cuidar del aprovechamiento del tiempo en las horas de estudio, con- ducir a los alumnos en formación a los clases, al comedor, a la sala de estudio, al dormitorio ia las demas distribuciones rias; celar en fin, que en todos partes se conduzcan los alum: nos con la decencia i moralidad A Ie a la educacion qu reciben i la carrera:a que ostán destinados. Estos emplea- adras, í cado Ademas cada ESCUELA MILITAR. los deben rontinuar su vijWluncia de noche en los dormitorios alternando los tres de cada soccion del m Len! danto i Cadete Lospector hasta 4.2 hasta los dos Sub-Bri he ll DE 1855, Ena y [cnt castro | misromia, | pnayces: | axones S 5 z Entel. p PRE [EEN ¿ sli sia ls E A E Epa a 3 A [S[S|BE|E]8 SE Es lslsls js e [3 E AS Sl E E E T 7 E Ey Sis Sl EE Ea ÉS ENT E SEE slejels JS 3je É E Z 21% El TE TS E 5 lásl3 [518É = =|E [55 £ 3 SE Sil Estel jee e|s J33|3 si ea EE EN ds A EE SE e Ei Els 8513 33 ENE als == [2 J22 3 [2/3 3 Ss [3 [£8|3 5% SUE alóló]s salsa 1 (Te = E lr E E z 3|8 a pas ES E a 2 (5215 a M A A A 2 A ha o A. A. D. D. D; D; A. D. 4 II D. EN A xo De A [A A. A 4 A. Da. | a. D, R. [10.1 D. ES PA de A. lui DEN E la ñ a D, | 14. | 102 | 1d: 1. e IA LE ICO CN A A. A ROJA. | R. A A. R. [14.114.111 Dn DR A A D. a IS A. A. | Id. | La. Id, A A A E E E A 1 A. A CA EC a y pS Ae A 1d, 140 0 E A. | Rola. R R LN ACC ¿o A IN R 1d. | Lo Ud, D AR A D D A h E A b » ld. | 1d. | 1d. E fo. Po. IES D. ln Do a E SES 'Ne 13 As D. 1d 1 a % ASES A a. | D, a A R De Cl E ¡ARAS ha A. . A. E nx 1. | 1d . de De A ñ mn qe ml Le Md PASA A A. | uo) 1d: | Jn ala a D. | D. | D. A. A Td. ml 10. | 1d. ella Sala ñ A: A 1 a, | La | 1 A IES : As 1d. xa | 10. | 1. A 0 ada al, Id D. 10 | 1, | 1 1 AA A . . . y D. A.| A. 1d 10. | 1d. | 14. MEE eS 000 0 PAS o h » Al A. | ld 1d. RR Ro Ni a ral a D.|r.[D.|n. A A 1 1 pee] ih CIEN ICO CA AS A A, 1d. | 14. | da | 1 alias A. R. 14. | 10 1d. | 1d. SS D: /N; Ie 100 1 [a ¡ L — Id. (La. Ld- (1d. A. | D: A A. MA, , 1: Ja: La: [ra A, E O E A A 18 A O A A mi 0 A mn A. CO A TA y A. A. A. 11. 1d. | 1d. 10, 1d. | 1d | 14 | 1d D. D, 1 A. A D. 10; | 10. | 10. | 1d, D: D: D. A Al D. 1d. | 14: | 1d. | 10: ES Y Ro 14 | 1d 10. | 1d, D. D. 0 A D: D. 10.10. | 1d. 10. 7 ne Dd A A (AS 1d: | 10 | da. | 1d: D' D; PE x A D. 10. | 10. | 14. | 1d. ¿8 Ñ R CN A IC A D AS TAN R. ME a on ÍA, FE D; A 1 1 a AE dl de . | 1d. | 1d. a A R 1d: | 1d. | Ma | 1d, Le D. ¿Na 1d. (10. 1d. | La xs A Mo D: 1d | 20. | 10 | 10. de A. R. pb ms da ri CS aa da | a Eo 10. | 1d. | 1d. | 1d. Í ¡0 lo A a A, CO A CTA IO D. rx e 1 | np | a re 10 | 1d, | 10 | - Ae R R CI A A 10 6 | 10. | 0. Escuela, sin porjuicio:de-las: nes de que están encargados. seccion de cadetes, otro la de cabos, otro desempeña las fun- ciones de Capitan cajero i habilitado, otro está encargado dul almacen, otro: do lu cconomía i policia interior ¡otro del ejer cicio dinrio de armas. Distribucion de las horas del dia. Se Loca diana al amanecori a esa hora se levantan los alum- nos, limpian: su ropa ise lavan para presentarse aseados a la revista que poco despues deben pasarlos, 1. los Brigadieres í Sarjentos, 1 en seguida los comandantes de guardia. Goncluido este acto, pasan formados a un salon donde divididos en gru= pos, en varias pizarras deslinadas al efecto, pasan la leccion que han estudiado la noche anterior de los distintos ramos de Ma- 1s. De siete a siole i media, segun la estacion, hasta los muevo, clase de Matemáticas; de nue a nueve i media, al: lez res euarlos, estudio nees, Ingles, media, cl: comida i de caballe- clases que llevan da 1 si bl Uno manda; particularmente Ta Santiago, diciembre 31 de 1855, LUIS ARTEAGA. :sO IiUSOLSR CRL el lérmino medio de Lo. es la que certilica el estado de provecha- miento de los alumnos. Al fin del mes el término medio do as nolas reunidas, les dan o no el derecho de salida, en into- lijencia quo el minimum admisible para este caso es ol número 5, isiempre que, por otra parte haya observado buena con> duela. Los Brigadicres i Sub-Briganicres, Sarjentos 1.9% 2,5 Lionen salida los domingos con tal* quo hayan obtenido la nota númo- ro 5, 1 para presentar a los demas jovenes un estioulo mas que los haga estudiosos, se les permite tambien salir los domingos a los que hayan obtenido cl número 8 como nota media de la SOMA na Contabilidad. Los caudales están depositados en una caja de tres llaves, te- niendo una el Dircetor, otra el Vice-Dicector i otra el Capitan Cajoro. Mensnalmente se hace el balance de caja ¡los documen= los que justifican la inversion del dinero gastado, se califica i autoriza por los jefes. id Cada Comandante de seccion 11 libro maestro en que aparece la cuenta do cada alumno, i cada uno de estos lieno consigo una libreta en que se le anotan las cantidades que re= cibe, sea por rancho, ropa, libros, socorro, elc. El Vico-Director exar cuentas del libroa pre idad exactitud do cualquí ucurrir, pone cal pié de cada cuenta su vist PAL , á o: rd os ESTADO DE LOS ESTUDIOS ACTUALES DE LA RECOLETA DOMÍNICA. Núm, de alum- N,o de alumnos | * nos en cada Edad. Horas de enseñanza para cada clase. que tiene cl clase. establcimiento. | Nombres de los mas ade= Epoca de los exámenes jenerajos. Libros o testos de que lantados, se hace uso para la ense= ñanza! Honorarios; Bamos de enseñanza. Nombres de los profesores. ecciones. Internos. Agraciados. Pensionistas. Por la mañanas. Por la tarde. Juternos Esternos. Agraciados. Pensionistas. , Esternos. Emolumentos que se reciben: [Término máximo de años; ¡Término mínimo de años; Gramalica latina. Fr. Pio Vicente Duboize. / Bello. 7 É De3a 4. Joaquin Rodriguez. Ninguno. |Ninguno.|Desde el 20 de diciembre, Gramática castallana. Cortes i Bello. 748: De 3a 4. Celedonio Orellana: Jeografía. ] Lastarria. 1a De3a 4. Adolfo Orellana. Traduccion. E ; Julio Gésar. 40211142 [De412as5 1/2 Francisco Robles, Ta 8. Historia de Chile. 2 : Lopez. 8 Joaquin Rodriguez, E ES, 18 o E ES a « Fisica esperimental. |P. Er. Antonino Arellano, E Pouillet. 72.8. Fr. Vicente Silva. No hai época fija, Aljebra i Jcometria. |Er. Francisco Démay. ; ! Basterrica. Er. Luis Gamboa. [Fisica e superior, Horacio, 10 1/2 a 14 1/2 Er, Vicente Silva, 2 seccion Gazzaniga, De7as8. De4a 5. Fr, Vicente Villalobos. Audisio. De 10 12 a 11 1/2 Fr. Jacinto Arellano. Fornici. De7 a8. Er. Marcos Machuca. , ¡Gury. De7a8. Fr. Manuel Arellano. Perrone. * / De7a8. Fr. Martin Rios. Scio. ] De4as5. Fr. Manuel Arellano. Duclot. De 10 1/2 411 1/2 ] P. Fr. Agustin Lucero, Boreau. De 10a 11. y 12/18/30/ O|80/Er. Jacinto Arellano. ¡Teolojia dogmática. |Pred. J. Fr. Pedro Nolasco Ramirez. Elocuencia sagrada. Liturjia. Teolojía moral. P. Mtro. Er. Mariano Valderrama. Historia de la teolojía, Teolojía espositiva. Controversia biblica. Historia universal. esocooooo EEES Recoleta Dominica, diciembre 31 de 1855, o — 805 — comision considera de todo punto necesario iniciar a los alumnos en este ramo i¡m- portante de la farmacia legal. El farmacéutico es requerido muchas veces por la autoridad para decidir en casos de farmacia legal, 1 es indisensadble para obrar con acierto poseer los conocimientos suficientes en materia tan delicada. Tambien seria mui bueno, si el autor lo creyese conveniente,agregar un tratadito de ensaye de los medicamentos, para reconocer los deterioros i falsificaciones que por desgracia son tan frecuentes en el comercio. La comision, pues, es de parecer que seria utilisimo para los alumnos de medicina i de farmacia la impresion del citado testo, acompañándolo de las láminas que el autor ha presentado, a fin de que sea adoptado para la enseñanza de farmacia. J. Joaquin Aguirre. Anjel 2.2 Vasquez. Santiago, diciembre 17 de 1855. Conforme a lo acordado por el Consejo en sesion del 15 del que rije a virtud del precedente informe, se aprueba para testo de enseñanza el tratado de farmacia com- puesto por don José Vicente Bustillos. Anótese. BELLO.—F. Várgas Fontecilla. TRADUCCION. Washington 140 de agosto de 1855, Mi estimado señor: Los dos cajones de libros anunciados en vuestra carta del 9 de abril, i cuyo cono- cimiento fué acusado por mí en 1.? de junio último, se han recibido en buena con” dicion i trasmitido por mí al Instituto Smilhsoniano para su distribucion, como lo percibireis en la adjunta carta del profesor Henry. No tengo duda de que la distri- bucion de estos volúmenes surlirá benéficos efectos, ya en cuanto dé a cunocer los trabajos literarios i cientificos de los habitantes de Chile, ya en cuanto procure a vuestras bibliotecas la adquisicion de obras de mucho mérito que redundarán en beneficio de los mismos. El profesor Henry me ha enviado, para trasmitirlos a la Universidad ia otras instituciones i personas de Santiago, gran número de libros publicados por el ins- titulo Smithsoniano, 1 tendré mucho gusto en remitirlos por el primer buque. Rogándoos me mireis siempre como interesado en contribuir a la promocion de los conocimientos en Chile, soi con el mayor respeto Vuestro amigo J. M. Gilless. Señor don Andres Bello, Rector de la Universidad, Santiago de Chile. -- 806 — INSTITUTO SMITESONIANO. Washington 9 de agosto de 1855. Señor don Andres Bello, Santiago de Chile. Señor: En nombre de la Junta de Rejentes os acuso el recibo de dos cajones, que con- tienen una serie de publicaciones de la Universidad de Chile, como un presente para este Instituto i para distribuirlas. Se guardará en la biblioteca del Instituto un juego completo de estas obras, ¡el resto se distribuirá a las-sociedades cientificas 1 literarias de éste i otros paises. Tengo el honor de ser respetuosamente vuestro servidor. José Henry. Secretario. El teniente Gilliss ha tenido cl honor de recibir un ejemplar de los «Anales de la Universidad» 1854, «Monitor de las escuelas primarias» 1854, como un presente de ja Universidad de Chile, i por esta muestra de consideracion se le permitirá ofre- cerla su agradecido reconocimiento. Washington lo de agosto de 1855. ACTAS CONSEJO DE LA UNIVERSIDAD, SESION DEL 1.” DE DICIEMBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Orrego, Meneses, Sazie, Bustillos, Blanco, Domeyko 1 el Secretario, Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Medicina a don José Juan Bruner, í el de bachiller en Humanidades a don Aristodemo 2.*? Mardones, a quienes se entregó su respectivo diplóma, — 807 — En seguida se dió cuenta : 1. De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que trascribe un supremo decreto por el cual se concede a don Hermójenes [risarri la prórroga de un 'mes que tenia pedida pura incorporarse en la Universidad. Se mandó comunicar al señor Decano de Humanidades. 2 o De dos oficios de los señores Decanos de Leyes i Medicina, en que dan parte de las comisiones que han nombrado para que presencien los exámenes de ramos pertenecientes a dichas Facultades, que van a rendirse en la seccion de instruccion superior. Se mandó comunicar ambos oficios al Delegado Universitario. 3.0 De una nota del Intendente de Aconcagua, en que avisa que con arreglo a lo prevenido por el supremo decreto de 29 de setiembre de 1848 ha nombrado una co- mision compuesta de cinco individuos para que presencie los exámenes que van a ren- dirse a fines del presente año en el liceo de la provincia. Habiéndose aprobado el nombramiento, se mandó conlestar en este sentido la citada nota. 4.9 De las siguientes comunicaciones de los Estados Unidos: una carta del señor Gilliss al señor Rector, en que avisa haber recibido dos cajones de líbros e impresos que la Universidad le habia remitido para el Instituto Smithson tano, anunciando al mismo tiempo que ha recibido de este establecimiento una coleccion de publicacio- nes para que las remita a la Universidad, las cuales se pondrán pronto en camino; un acuse de recibo del mismo señor Gilliss, del que consta haber legado a sus ma- nos las colecciones de «Anales de la Universidad i «Monitor de las escuelas», co- rrespondientes al año de 1854; ¡ finalmente una nota del Secretario. del Instituto Smilhsoniano, en que acusa recibo de los dus cajones de que se ha hecho mencion, anunciando que uno de los ejemplares de las publicaciones recibidas se guardará en la biblioteca del establecimiento, 1 los restantes se distribuirán a Jas sociedades cientificas i literarias de Norte América i otros paises. Tudas estes comunicaciones se mandaron publicar en los Anales. 6.2 De un informe de la comision de la Facultad de Matematicas ante la cual don Julio Smidt, aspirante al titulo de ensayador, rindió el exámen jenera) prescrito por decreto de 7 de diciembre de 1853. De dicho informe aparece que Smidi fué repro- bado por cuatro votos contra uno. Se mando archivar. 6.2 De una solicitud que don Doniel Barros hace al Supremo Gobierno, en que pide que para optar el titulo de arquitecto se le exima de la obligacion de presen- tar el certificado de práctica requerido por el decreto de 7 de diciembre de 1853, por haber fallecido el profesor ántes de los seis meses prescritos por dicho decreto, Como el Supremo Gobierno pide informe al Consejo sobre esta solicitud, se man- daron pasar estos antecedentes al señor Decano de Matemáticas para que lo evacue. 7.2 De una solicitud de don Leonidas Garcia, en que pide se le dispense el exá- men de dibujo crnamental para obiener el título de injeniero de minas, lundán- dose en que él se halla comprendido en el de dibujo lineal, que tiene dado. Hubo un lijero debate sobre esta solicitud. Algunos señores opinaron que debia accederse a la dispensa, tanto porque el dibujo ornamental no es necesario para la profesion de injeniero de minas, como porque es un ramo que ho se ha enseñado en el Insti- tuto Nacional; mas otros, sin desconocer la justicia en que se funda la dispensa, sostuvieron que el Consejo carecia de facultad para concederla, por cuanto solo se halla autorizado para otorgar las que se pidan por aspirantes a grados universila- tarios, i para la profesion de injeniero de minas no se requiere grado alguno. Esta segunda opinion prevaleció por seis votos contra dos. A continuacion el Secretario consultó a] Consejo si a los aspirantes a las profesio- Des cientificas de la Facultad de Matemáticas se les deberian cobrar los derechos — 808 — que por los estatutos deben pagar los licenciados i bachilleres en la misma Facul- tad. El Consejo resolvió que los injenieros jeógrafos, civiles i de minas debian pagar los derechos de licenciados, i los arquitectos i ensayadores los de bachilleres. Peru como nada hai delerminado a este respecto por los estatutos, se acordó pedir al Su- - preimo Gobierno una declaracion sobre el particular. Se levantó la sesion. SESION DEL 15 DE DICIEMBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de Jos señores Orrego, Sazic, Bustillos, Blanco, Domeyko, Ramirez i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Mannel Renjifo ia don Belisario Henriquez, i el de bachiller en la misma Facultad a Gon Aristodemo 2.” Mardones; a todos los cuales se entregó su respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta: 4.9 De un oficio del señor Ministro de Instruccion Pública, en que avisa que el 17 del que rije van a comenzar los examenes de la Escuela Normal de Preceptores, i ordena se nombren comisiones universitarias que asistan a ellos. Habiéndose hecho presente por el Secretario que este oficio estaba ya comunicado a los señores Deca- nos para los fines que en él se indican, se acordó aguardar a que las comisiones nom= bradas den sus informes, para trasmitirlos al señor Ministro en contestacion. 2.9 Be una nota del señor Decano de Teolojía, con la cual remite en copia el acta de la sesion celebrada por su Facultad el 12 del que rije con el objeto de elejir sucesores de los finados miembros don Pedro Marin ¡ Fr. Francisco Briceño. Del acta aparece que respecto al primero no hubo eleccion por no haber reunido nin- guno de los candidatos el número de sufrajios requerido por los estatutos, i que para sucederal segundo fué elajido el padre Fr. Manuel Solovera. Acordóse pasar los antecedentes al Supremo Gubierno, para que se sirva espedir al clecto el diplóma que corresponde. 3.2 De una nota del Rector del Seminario Conciliar ¡otra del Director de la _Escucla Militar, cn que especifican el órden i los dias en que deben rendirse los exámenes de sus respectivos establecimientos. Como se hiciese presente que ya se habian nombrado las comisiones universilarias encargadas de presenciar los exáme- nes, i que las notas estaban ya contestadas, se mandaron archivar. 1." De seis oficios de los señores Decanos de Teolojia, Leyes, Matemáticas ¡ Hu- —manidades, en que comunican los nombramientos que han hecho de comisiones universitarias que presencien lus exámenes del Instituto Nacional, Seminario Conci- liar i Escuela Militar. Todos ellos se mandaron archivar por estar ya traseritos a los directores de los mencionados establecimientos. 6.2 De un oficio del señor Decano de Medicina, por el cual remite el informe dado por la comision encargada de examinar el tratado de farmacia compuesto por el señor Bustillos. Los informantes h1cen un análisis de tado el plan de la obra, ¡la recomiendan por cl buen mélodo que en ella se ha guardado, por la sencillez en la esposicion de las materias 1 por la claridad del estiloz en atencion a lo cual crecn gue llena mui satisfactoriamente el objeto con que ha sido trabajada. Advierte no obstante la comision 4.2 que habria sido de descar mas laconismo ca la parle que trata de la farmacia quimica u operatoria, por tocarse en ella mochas malerias que — 809 — se suponen aprendidas en los años de quimica que preceden al estudio ce la farmá- cia; i 2. gue habria convenido añadir a la obra un tratado de* Poxicolojía, en ra- zon de que siendo el farmacéutico muchas veces requerido por la autoridad para decidir en casos de farmácia legal, es menester, para que pueda expedirse con acierto, que posca los conocimientos suficientes en materia tan delicada. Concluye la comision diciendo que a su juicio, la obra del señor Bustillos es a propósito para servir de texto de enseñanza. Habiendo sido aprobado el informe, lo fué consiguientemente la obra a que se refiere. 6. De un informe de la comision encargada de examinar la segunda parte del «Curso teórico-práctico de la lengua francesa,» compuesto por don Miguel F. Gui- Jlou. La comision opina que los ejercicios para traducir del castellauo al frances j vice versa, que es todo lo que abraza el trabajo examinado, están perfectamente graduados i conducen al alumno desde lo mas sencillo hasta lomas dificil en el aprendizaje de la lengua. Recomienda al mismo tiempo el buen juicio i gusto con- que el autor ha elejido las máximas morales i trozos lilerarios de que se componen los ejercicios; en vista de todo lo cual es de opinion que dicho trabajo es adecuado para texto de enseñanza. Tanto el informe como la obra fueron aprobados por el Consejo. 7.2 De un informe del señor Decano de Matemáticas sobre la solicitud de don Armando Eujenio Auda de que se dió cuenta en la sesion del 24 de noviembre úl- timo. El señor Decano hace presente que la Escuela Politécnica de Paris, donde el Solicitante ha hecho sus estudios, es un esiablecimiento que goza de alto crédito en el mundo cientifico; por lo que debe creerse que Auda ha estudiado, no solo los ramos-preporatorivs requeridos para la profesion de injeniero jeógrafo, sino tam- bien los de matemáticas que se especifican en el artículo 2.2 del supremo deercto de 7 de diciembre de 1853. Opina pues el señor Decano que no hai inconveniente para que se permita al solicitante rendir primero los exámenes particulares de los indicados ramos de matemálicas, i en seguida el exámen jeneral prescrito por el articulo 4.2 del mismo decreto, que es todo lo que pide en la solicilud que liene hecha al Consejo. Este informe fué aprobado sin dificultad, quedando en conse- cuencia otorgada la peticion a que se reficre. 8.2 De otro informe del mismo señor Decano sobre la solicitud de don Daniel Barros de que se dió cuenta en la sesion anterior. Es de opinion el señor Decano que debe accederse a la dispensa solicitada, tanto por la imposibilidad en que se encuentra Burros para presentar el certificado de práctica requerido por el supremo decreto de 7 de diciembre de 1853 para optar el título de arquitecto, como por la notoria constancia i aplicacion con que ha hecho sus estudios profesionales. El Gon- sejo adhirió a este dictámen, teniendo ademas presente que el solicitante es agri- mensor recibido, i que ha estudiado muchos mas ramos de los que se necesilan pa- ra la nueva profesion a yue aspira. En consecuencia quedó acordado elevar el in- forme al Supremo Gobierno, que lo tenia pedido. 9.2 De una factura de periódicos enviada de Paris por el señor Marcó del Pont bajo el núm. 27, i conducida por el buque «Arequipa.» Acordóse remitir a los seño- res Peña i compañía el conocimiento que acompaña a dicha factura, para que opor- tunamente practiquen las dilijencias relativas al desembarque de la remesa ia su conduccion a Santiago. 10.2 De una solicitud de don Miguel Barra i Lira, en que pide se tenga por su- ficientemente acreditado su exámen de catecismo de relijion, que no aparece de los libros del Instituto Nacional. Los documentos que presenta en apoyo de su peticion, son dos certificados de los profesores don Baldomero Pizarro i don José Raimundo 89 — 810 —= -Gisternas, quienes afirman haber estado presentes al examen i haber sido el solici- “tante unánimemente aprobado. El Consejo accedió sin dificultad a lo pedido. 41.2 De una solicitud que don Paulino del Barrio, don Anselmo Herreros, don Leonidas Garcia 1 don Vicente Abasolo hacen al Supremo Gobierno, en que piden se les dispense el exámen de dibujo de ornamento para optar el titulo de injenieros de minas, i sobre la cual se pide informe al Consejo. Como este mismo asunto se habia tratado en la sesion anterior, mo hubo para que discutirlo de nuevo, 1 some- tido a votacion, resultó por unanimidad de sufrajios que la dispensa era equilati- va, i quedó acordado expedir en este sentido el informe pendiente. 12.7 De una solicitud de don Santiago Cortines. en que pide se les dispensen, ¿para optar el grado de bachiller en Humanidades, los exámenes de historia ecle- siástica 1 vida de Jesu-Cristo, fundándose 1.0 en que estos ramos no se han enseña- do en el Instituto de la Serena, que fué donde él hizo sus estudios preparatorios; 2.2 en que no tenia noticia de que ellos eran requeridos para el grado que pre- tende; i 3.2 en que igual dispensa se ha otorgado ántes a otros jóvenes que se halla- ban en el mismo caso. El Consejo desestimó todas estas consideraciones, 1 desechó la solicitud, tanto porque ya tiene tomada la resolucion de no otorgar mas dispen- sas sino en virtud de mui calificados molivos, cuanto porque a Cortines se le han concedido en épocas anteriores muchas otras dispensas, habiendo quedado de este modo mui incompletos sus estudios preparatorios, La discusion de esta solicitud sujirió al señor Sazie la idea de que se forme a to- do estudiante un expediente en que cousten los exámenes que ha dado, la votacion gue ha obtenido, las notas de aplicacion puestas por los profesores, i en jeneral cuanto pueda contribuir a dar luz sobre sa capacidad i contraccion al estudio. «Pre- sentado este expediente, añadió el señcr Sazie, en el acto de rendirse un nuevo exá- men, los examinadores formarán su juicio en vista de antecedentes i datos seguros, i darán su fallo con mayores probabilidades de acierto.» Esta indicacion fué lijera- mente discutida, haciéndose contra ella algunas objeciones. Por lo avanzado de la hora se suspendió la discusion, i se dejó en tabla este asunto para la sesion venidera, El señor Rector indicó, durante esta misma discusion, que convendria restablecer los votos de distincion que fueron creados por el reglamento del Instituto Nacional, ¡ que no há mucho han sido suprimidos. En apoyo de su indicacion dijo que esta clase de votos no solo era un poderoso medio de estimular la aplicacion de los jó= venes, sino tambien un voto casi siempre seguro para conocer sus aplitudes; pues cuando un jóven ha obtenido en la mayor parte de sus exámenes votos de distin- cion, es forzoso reconocer pue los ha merecido, sin embargo de que en algun caso particular puede haber habido abuso o induljencia. Tambien qnedó esta indicacion en tabla para la sesion venidera. Se levantó la presente. AS SESION DEL 22 DE DICIEMBRE DE 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Sazie, Bustillos, Blanco, Domeyko i el Secretario. Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, don Diego Barros Arana, que ya habia leido su discurso de incorporacion ante la Facultad de Humanidades, fué presentado al señor Rector por el señor Decano. Luego que el señor Barros hubo prestado el juramento de estilo, fué declarado miembro de la Universidad. Despues se confirió el grado de bachiller en Humanidades a don Pedro Juan So- MM lar, don Francisco S. Donoso, don Miguel Barra i Lira i don Juan B. Mendez, a quienes se entregó su respectivo diplóma. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Decano de Humanidades, con el cual remite el informe dado por la comision que examinó la memoria histórica presentada por el señor Barros Arana al concurso anual de la Facultad. En el mismo oficio participa que en sesion del 17 del que rije fué aprobado el informe; ¡i adjudicado el premio a la mencionada memori»; i que bo habiéndose considerado digna de premio ninguna de las composiciones poéticas en loor de Pedro Valdivia que han sido presentadas al concurso extraordinario, se acordó en la misma sesion abrir nuevo concurso pa- ra el 30 de setiembre venidero, señalándose el mismo tema. Etos documentos se mandaron publicar en los «Anales.» 3.0 De un oficio del Intendente de Colchagua, en que participa haber nombrado a don Buenaventura Maturana para que integre la junta examinadora que debe asistir al liceo de la provincia. Se aprcbóel nombramiento, ise acordó contestar en este sentido el mencionado oficio. 3.2 De un oficio del Rector del. Instituto Nacional, con el cual remite en copia autorizada los datos de las sésiones celebradas por el Consejo de. profesores del es- tablecimiento los. dias 12 1 16 del actual, con el objeto de hacer la adjudicacion de premios a los alumnos mas sobresaliantes en cada clase. Acordóse igualmente publicar este documento en los «Anales.» 4.2 De una nota del tesorero universitario, con la cual remite un estado de las entradas i salidas que ba tenido la tesorería desde el 21 de abril hasta el 21 diciem- bre de este año. Este documento da por resultado una existencia en caja de mil quí- nientos ochenta i dos pesos veintinueve centavos. Pasó a comision para su exámen. No habiendo otrz cosa de que dar cuenta, se prosiguió la discusion de las indica- ciones: de que se habia tratado en la sesion anterior. La del señor Sazie fué impag- nada por el señor Rector i el señor Domeyko, quienes reconociendo queera mui importante ¡ilustrar la conciencia de los examinadores mediante el arbitrio indicado por el señor Sazie, sostenian que era mui dificil llevarlo a cabo, porque habria ne- cesidad de un empleado especial, encargado de arreglar i guardar los expedientes de los alumnos:i de presentarlos a los profesores en el acto de rendirse un exámen. «Los expedientes, añadian, deben ser mas. de ochocientos, puesto que pasan de este número los alumnos con, que cuentan ambas secciones del Iostituto Nacional; i bien se deja ver que el arreglo i custodia de estos documentos no podrian encomendarse alos empleados actuales sin jmponerles una carga demasiado gravosa. Por otra parte, la tarea de tomar exámenes es de suyo har to pesada i molesta, i no seria pru- dente aumentarla obligando a los examinadores a Jcer el espediente de cada alum- no ántes dejdar su voto.» El señor Sazie trató de allanar estas dificultades, sostenien- do que el trabajo de formar i custodiar los expedientes no era tan grande que se ne- Cesitase para ello un empleado especial; i por lo que respecta a la molestia de los examinadores, dijo que aunque efectivamente se les aumentaba de este modo el trabajo, su conciencia quedaba mas ilustrada, i que esta consideracion debia preva- lecer sobre la otra. ln este terreno se siguió discutiendo la mnteria; hasta que, a propuesta del señor Rector, se acordó dejar suspenso el debate para cuando se ha- llasen presentes los señores Solar i Ramirez, que por haberse hallado a la cabeza del Instituto Nacional podian suministrar luces para tomar una acertada resolucion. Luego se procedió a discutir la indicacion que tenia hecha el señor Rector; i ha- biéndose reproducido i desarrollado los fundamentos que se habian alezado en la sesion anterior, se acordó igualmente suspender el debate para cuando se hallasen presentes los señores Solar i Ramirez, Se levantó la sesion, SA SESION BEL 29 DE DICIEMBRE DÉ 1855. Presidió el señor Rector con asistencia de los señores Meneses, Sazie, Solar, Do- meyko Ramirez i el Secretario Leida i aprobada el acta de la sesion anterior, el señor Rector confirió el grado de licenciado en Leyes a don Agustin Renjifo, i el de bachiller en la misma Facultad a don Miguel Valenzuela Garcia ia don Juan B. Mendez. En seguida se dió cuenta: 1.2 De un oficio del señor Decano de Leyes, con el cual remíte en copia autoriza- da el acta de la sesion celebrada por su Facultad el 26 del que rije con el objeto de elejir sucesor al finado miembro don Antonio Garcia Reyes. Da dicha acta apa- rece haber racaido la eleccion en don José Miguel Barriga. Acordóse elevar este do- cunento al Supremo Gobierno para que, si lo tiene a bien, se sirva expedir al electo el correspondiente diplóma. 2.2 De otro oficio del mismo señor Decano, en que hace presente que las personas elejidas para reemplazar a los finados miembros don José Fgnacio Centeno, don Jo- sé Miguel Zañartu 1 don Santiago Echéverz han dejado trascurrir sin haberse incor- porado en la Universidad el término que para este aclo señalan ¡os estatutos; que en esta virtud han caducado dichas elecciones; 1 que en consecueacia debe ser con- vocada la Facultad para que proceda a elejir otras personas. Asi quedó determinado. 3.” De un oficio del señor Decano de Humanidades, cn que da cuenta del resul- tado de la sesion celebrada por su Facultad el 28 del que rije. De dicho oficio apa- rece [.2 que don Domingo Santamaría fué elejido para reemplazar al finado miem- bro don Antonio García Reyes; 2.2 que la terna que debe pasarse al Supremo Go- bierno para la eleccion de Secretario de la Facultad, se compone de los señores don Enunon Briceño, don Miguel L. Amunátegui i don Diego Barros Arana, por el ór- den en que aquí se les nombra; i 3.* que se declararon vacantes las plazas para las cuales habian sido nombrados por el Supremo Gobierno los miembros don Juan Cárlos Gomez, don Félix Frias, don Silvestre Ochagavia i don Máximo Argúelles, por haber estos señores lejado trascurrir, sin haberse incorporado en la Universidad el término que para ello señalan los estatutos. Respecto del primero i segundo pun- to, se acordó comunicar los nombramientos al Supremo Gobierao para los fines consiguientes; ¡respecto del tercero, quedó determinado convocar a la Facultad pa- ra que proceda a llenar las plazas vacantes. 4.2 De un oficio del señor Decano de Teolojía, en que da cuenta 1.? de los exá- menes de fundamentos de la fe e historia eclesiástica rendidos en el Instituto Na- cional, 2.0 de los de teolojía moral i dogmática del Seminario Conciliar; i 3.2 de Jos de ramos de relijion de la Escuela Normal de preceplores. Respecto de los pri- meros exámenes, dice el señor Decano que de todos los que presenció ninguno le pareció que pasaba de regular, habiendo habido algunos bastante malos; resultado que atribuye, no a falta de celo en los profesores ni de aplicacion en los alumnos, sino al corto iempo destinado al aprendizaje de los mencionados ramos. Los exá- nenes del Seminario, segun el informe, han sido bastante satisfacturios, i los de la Escuela Normal regulares. 5." Be un oficio del señor Guzman (don Eujenio), en que informa sobre los exá- — 813 — menos de historia eclesiástica del £minario Conciliar. Dicho señor se manifiesta satisfecho, tanto del aprovechamier) de los alumnos, como del empeño Í laboriosi- dad de los profesores. Este documto i el anterior se mandaron publicar en los «Anales.» 6, De nn informe de la comisior encargada de examinar el opúsculo titulado «Civilizacion del pueblo,» escrito lor don Luis Verdpllin. La comision opina que este opúsculo merece ser aprobado pra texto de lectara en las escuelas, i recomen- dado ademas como a propósito pra formar parte delas bibliotecas populares; fundando su dictámen en que conine una doctrina sana, amenizada con ejemplos ¡anécdotas que la hacen accesible la intelijencia del niño i del hombre del pue- blo. Aprobado este informe, lo fucconsiguientemente la obra a que él se refiere. 7.2 De una nota del Director dela Escuela de Artes i Oficios, en que da razon del órden i los dias .en que van arendirse los exámenes del establecimiento de su cargo. Como se hiciese presente e ya estaba comunicada a los señores Decanos para el consiguiente nomtramienti de las comisiones que deben presenciar dichos exámenes, se mandó archirar la nor. 8.2 De un oficio del Director der Escuela Miilitar, con el cual remite un estado que manifiesta el resultad) de todd los exámenes rendidos en el establecimiento a fines del presente año. Se manó acusar recibo i publicar el documento en los «Anales:» 9.2 De una carta del señor Barbe, con la cual remite un conocimiento de la re- mesa núm. 26 de peródicos fraceses, conducida por el buque «11 Marie.» Se mandó remitir dicho corocimiento | los señores Peña ¡ compañía para que oportu- namenle recojan la remesa. Se levntó la sesion. LEYES | DECRETOS SUPRETO GOBIERNO, DEPARTAMENTO DE JUSTICIA, CULTO E INSTRUCCION PÚBLICA. Santiago, noviembre 20 de 4855. He acordado 1 decreto: 4,9 Destítuyese a la preceptora de la escuela para mujeres establecida en los An- des, doña Mercedes Pedrajas, por haber abandoñiado +el establecimiento confiado a su direccion. Ñ 2.2 Nómbrase para que dirija dicha escuela a doña Carolina Balderrama, on se abonará cl sucido correspondiente desde que principie a prestar sus servicios, AMA 3. Auméntase el sueldo de dicha preceptorarasta la cantidad de trescientos pe- sos anuales, con la obligacion de que enseñ gratuitamente a todas las alumnas - que la capacidad del local permita recibir ensl establecimiento. Impútese dicho aumento a la partida 56 del presupuesto del Misterio de Instruccion Pública. Tómese razon i comun;quese.—mMoNrt.— Frarisco Javier Ovalle. Santiago, roviembre 22 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, apiébase el nombramiento hecho por la Intendencia de Talca con fecha 12 del actuaen don Santiago Pareja para ayu- dante de la escuela establecida en la indicada cidad. Abénese al nombrado el suel- do correspondiente desde que haya principiado prestar sus servicios, Tómese rázon i comuníquese. —monTT.—Frarisco Javier Ovalle. Santiao, noviembre 22 de 1835. Apruébase el nombramiento hecho por la Inindencia del Maule con fecha 18 de octubre último en doña Petronila Salvo para audante de la escnela de niñas esta- - blecida en Quirihue. Abónese a la nombrada | sueldo cerrespondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—MmoNrt.—PFrarisco Javier Ovalle. Santiag, noviembre 23 de 1855. Con lo espuesto en la solicitud e informe qn preceden, 1ómbrase a don Juan Bianchi profesor de la clase de arquitectura elenental iidibujo de adorno i lineal del Instituto Nacional, con el sueldo de trescienbs pesos anualis, que le será abo- nado desde la fecha por la tesorería correspondinmte. Tómese razon i comuniquese.—moNrr.—Frarisco Javier Ovalle. Santiago, roviembre 23 de 1855. Apruébase el nombramiento hecho por la Intedencia de Aconcagua con fecha 19 del que rije en don Francisco Jimenez, para preceptor de la escuela mandada esta- blecer en la 13.* Subdelegacion del departamento le San Felipe. Abónese al nombra- do el sueldo correspondiente desde que haya priscipiado a prestar sus Servicios. Tómese razon i comuniquese.—mMoNTT.—Framisce Javier Ovalle. Santiago, neviembre 28 de 4855. Apruébase el nombramiento hecho por la Intendencia de Aconcagua con fecha 19 del que rije en don José Cabrera, para preceptor de la escuela mandada establecer en Alicahue, departamento de Petorca. Abónese al nombrado el sueldo correspon- diente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese rizoni comuniquese. —m0NTT,—Francisco Javier Ovalle. — 810 — e Santiago, diciembre 1.* de 1855. Por cuanto el Congreso Nacionaha acordado el siguiente PROWCTO DE LEI: Articulo único.—«Autorizase al Fesidente de la República para invertir hasta la cantidad de seis mil pesos en la aquisicion de un sitio destinado a ensanchar el local de la Escuela de Artes i Ofici(.» I por cuanto oido el Consejo de btado, he tenido a bien aprobarlo i sancionarlo: por tafilo dispongo se promulgue ¡leve a efecto como lei de la República. | MANUEL MONTT. l | Francisco Javier Ovalle. Santiago, noviembre 27 de 1855.> | E Con lo espueste en la nota que precede, Decreto : 1.2 Establécese en el pueblo de la llorida, departamento de Puchacai, una escuela de mujeres, que funcionará en el loel provisto de los úfiles necesarios que propor- cionen los vecinos, ¡en la cual seensñarán gratuitamente los ramos siguientes: lec» tura, escritura, catecismo, aritmética costura i bordado. A 2.2 Autorizase al Intendente de Cowepcion para que nombre, dando cuenta, una persona idónea que desempeñe dichaescuela con el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales. | E > : 3.0 Impútese el sueldo decretado a a partida 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. ) Tómese razon i comuniquese.—mo¡rT.—Prancisco Javier Ovalle: | Santiago, diciembre 6 de 1855. Gon”lo espuesto en la nota que precede i docimeutos adjuntos, admitese a don José Maria Rojas ia renucia del cargí de preceptor de-la escuela establecida en el puerto de Coronel ise nombra pari que desempeñe interinamente dicho empleo a don Abrahan Manzano, a quien se rbonará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese. —moxrr,—Francisco Javier Ovalle. Santiago, diciembre 6 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, nómbrase preceptor de la escuela esta- blecida en Maullin, departamento de Carelmapu, a don Rafael Diaz, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus ser- vicios. Tómese razon i comuniquese.—montT,—Prancisco Javier Ovalle. — 816 — Santijo, diciembre 6 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede i solitud adjunta; Decreto : Art. 1.2 Establécese una escucla para homres en la 6.2 Subdelegacion del de- partamento de Puchacai. que funcionará en elocal provisto de los úliles necesarios que proporcionen los vecinos, i en el cual s enseñarán gratuitamente los ramos siguientes: lectura, escritura, aritmélica, gramtica castellana i jeografía. 2.2 Autorizase al Intendente de Concepcion pra que nombre dando cuenta, una persona idónea que desempeñe dicha escuela cn el sueldo de doscientos cuarenta pesos anuales. 3.2 Impútese el sueldo decretado a la partla 56 del presupuesto del Ministerio de Instruccion Pública. Tómese razon i comuniquese.—moNtT.—Frncisco Javier Ovalle. Santiag, diciembre 7 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, adutese a doña Anjela Romero de Ulzu- rrun la renuncia que hace del cargo de precptora de la escuela de niñas estable- cida en la 4.2 Subdelegacion de la Serena, i serombra para que dirija dicha escuela a doña Francisca Alvarez, a quien se abonar¿el sueldo correspondiente desde que haya principiado a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese. —moNTT.—Fnncisco Javier Ovalle, Santiago, diciembre 14 de 1855. » Can lo espuesto en la nota que precede, «Imitese a don M. Antonic Letelier la renuncia que hace del cargo de preceptor de h escuela de Pelarco, 1 se nombra para que desempeñe interinamente dicho emplec a don Pedro Rodriguez, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde qu haya principiado a prestar sus ser- vicios. Tómese razon i comuniquese.—monTT.—Finncisco Javer Ovalle. Santiago, ciciembre 14 de 1855. Con lo espuesto en la nota que precede, nónbrase preceptor de Je escuela man- dada establecer en la Placilla, 14.2 Subdelegadon de Curicó, a don José Miguel Ro- denas. a quien se abonará el sueldo correspordiente desde que haya printipiado a prestar sus servicios. ; Tómese razon ¡ comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, diciembre 14 de 1855. Con lo espuesto en la solicitud adjunta ala nota que precede, admitese a don Manuel Jesus Subicueta la renuncia que hace del cargo de preceptor de la escucia de la Ligua, i se nombra para que desempeñe dicho empleo a don Manuel Uribe, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus ser- vicios. "Tómese razon i comuniquese. —MoNTT.—PFrancisco Javier Ovalle, ES Santiago, diciembre 15 de 1855. Con lo espuesto eu la nota que precede, nómbrrse preceptora: de la escuela de mujeres mandada establecer en Curepto a doña Escoláslica Prieto, a quien se abo- pará el sueldo correspondiente desde el 1.2 de noviembre próximo pasado, Tómese razon i comuniquese.—MmoNTT.—Francisco Javier Ovalle. p | Santiago, diciembre 18 de 1855. Considerando que el ejercicio de maestros practicado en esta capital a principios del año corriente produjo resultados ventajosos para la instruccion primaria, i que por ahora seria dificil promover una reunion de preceptores semejante en alguna de las otras provincias de la República por falta de elementos; He acordado i decreto : 1.9 El 6 de enero del año entrante se abrirá en la Escuela Normal de Santiago un ejercicio de maestros que durará treinta dias i en el cual se observarán todas las disposiciones contenidas en el decreto de 25 de noviembre de 1854., que no sean contraJias a Jas de éste. 2. Nómbrase al visitador de escuelas don José Santos Rojas director del espresa- do ejercicio, señalándosele por atribucioucs las que el articulo 3.% del decreto ci- tado asigna al director 1 al subdirector de dicho ejercicio. 3.2 Los preceptores de la provincia de Santiago, i los de Valparaiso, Aconcagua i Colchagua que concurran al ejercicio, suspenderán sus tareas desde el 30 del actual hasta el 13 de febrero de 1856. Tómese razon i comuniquese.—mMmoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, diciembre 21 de 1855. Con lo espuesto por el Intendente de Colchagua en su nota fecha 19 del actual, nómbrase preceptor de la escuela de Cahuil, departamento de San Fernando, al alumno de la Escuela Normal don Victor Letelier, a qnien se abodará el sueldo co- rrespondiente de trescientos pesos desde que principie a prestar sus servicios. 1m- pútese el aumento del sueldo decretado a la partida 56 del presupuesto del Mi- nisterio de Instruccion Pública. Tómese razon ¡ comuniquese.—MoNTT.—Francisco Javier Ovalle. Santiago, diciembre 21 de 1855. Con lo espuesto en la solicitnd adjunta a la nota que precede, admitese a don José Domingo Salas la renuncia que hace de preceptor de la escuela anexa al liceo de San Fernando, i se nombra para que desempeñe dicho empleo al alumno de la Escuela Normal don Antonio Hlabaca, a quien se abonará el sueldo correspondiente desde que principie a prestar sus servicios. Tómese razon i comuniquese.—moNTT.—Francisco Javier Ovalle. A Y ¡TES A 3, E ADN ATENAS ARIS AMO” ¿0bO 5 +) > 1 % bo AE PA a MA O A paa cd A mb 6 E AS EN p 0 = A 9% Pla E dan Al S p 1783 dei e ' UN É k y i NN e Y VES ! 4 19 poo" WN s EN E le i la Mu a Aro rad í d ; Ss y A > h ' A PA ; ! 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The title of every Book, Pamphlet, Map, or Work of any kind lent, shall first be entered in the Library-register, with the borrower's signature, or accompanied by a separate note in his hand. IV. No work of any kind can be retained longer then one month ; but at the expiration of that period, or sooner, the same must be returned free of expense, and may then, upon re-entry, be again borrowed, provided that no application shall have been made in the mean time by any other Fellow. V. Inall cases a list of the Books, 6zc., or other property of the Society, in the possession of any Fellow, shall be sent in to the Secretary on or before the 1st of July in each year. VI. In every case of loss or damage to any volume, or other property of the Society, the borrower shall make good the same. VII. No stranger can be admitted to the Library except by the introduction of a Fellow, whose name, together with that of the Visitor, shall be inserted in a book kept for that purpose. VII. Fellows transeressing amy of the above Regulations will be reported by the Secretary to the Council, who will take such steps as the case may require. By order of the Council. H. W. BATES, Assistant Secretary. * On Saturday the Library is closed at half-past 2 P.M, o ES