YES y An a O: IS ta a ñ ” , 1 ' y , ') , 12 5 ES Ñ DE LA E UNIVERSIDAD DE CHILE LANAS DS E PILIDCOLIALDISI EIA a] ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879, ES) MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. NUEVAS INDUSTRIAS que convendria establecer i desarro- llar en Chile. Datos técnicos sobre las ventajas que, industrial + comercialmente ofrecería su planteacion; medios de asegurar su buen éxito.—Memoria del injeniero civil don Enrique Jéquier. INTRODUCCION. Indicar cuáles son las industrias agrícolas, químicas o mecáni- cas que convendria introducir, perfeccionar o desarrollar en Chile, tomando su cuenta las condiciones de suelo, de poblacion o de prox duccion, señalando de paso aquellas cuya introduccion será inútil o * desventajosa; reunir todos los documentos que puedan ilustrar so- bre los medios de obtener un buen resultado en la planteacion o perfeccionamiento de dichas industrias, i hacer palpables por medio de datos estadísticos 1 técnicos las ventajas que ellas le reportarían al pais, tanto bajo el punto de vista de su progreso industrial comio bajo el de la importacion estranjera ide la posibilidad de exi- mirse gradualmente de ella, tal es el objeto principal de esta me- moria. Talvez habremos sido precedidos en algunas de nuestras ideas o indicaciones; quizás alguna de las industrias que mencionamos como nueva en Chile, se halla establecida ya en el pais; mas aun en este caso ciertas observaciones o detalles consignados en nues- tro trabajo podrán servir de guía para un perfeccionamiento en los productos o una economía en la fabricacion. Del mismo modo, al hablar de industrias que habiendo sido planteadas han sido abandonadas (tal como la fábrica de azúcar de betarraga del señor Lavigne), puede que nuestros datos hagan re- conocer que el mal éxito no provenía de la industria en sí, sino de la defectuosa implantacion, i por lo tanto, que volviendo a ocu- parse de ella, pero modificando las condiciones de establecimiento, ofrecerá probabilidades 1 aun certidumbre de buen éxito, Con obtener este solo resultado, esta memoria tendria ya gu uti- lidad; pero si ademas, una sola de nuestras indicaciones llegase a reconocerse como realizable i se viese realizada, dotando así a, 6 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Chile con una nueva e importante industria, o utilizando un pro. ducto o una materia prima hasta hoi despreciada o ignorada, en- tónces podriamos decir que el presente trabajo habia tenido una incontestable 1 real importancia. Para emprender semejante tarea que creemos poder calificar sin exajeracion, de formidable, por el casi ilimitado campo que ofrece al estudio i el sinnúmero de datos que exije, se necesitaba reunir ciertas condiciones especiales: haber vivido mucho tiempo en el pais, haberlo recorrido en todas direcciones para poder cono- cer los productos 1 las fuerzas materiales de que dispone; conocer en seguida los otros paises en que la industria está mas desarro- lada, 1 poseer, en fin, conocimientos bastante completos 1 técnicos en química, mecánica, mineralojía, jeolojía, etc., 1 sobre todo, en las aplicaciones industriales de estas mismas ciencias para po- der apreciar así las condiciones del establecimiento de cada indus- tria, juzgando las dificultades mas o ménos numerosas i las mayo- res o menores ventajas que presentarían para Chile. Tambien era necesario, por fir, que sentimientos de adhesion 1 desinteres inclinaran a ocupar gratuitamente en esta tarea su tiempo, su trabajo 1 su intelijencia. No pretendemos, por cierto, reunir estas condiciones en la per- feccion deseable; pero creemos, sí, satisfacerlas en parte, a lo mé- nos.en cuanto lo permiten una permanencia de 17 años en Chile, nuestros trabajos 1escursiones en este pais, nuestros estudios como injeniero de artes ¿ manufacturas i el cariño a nuestra profesion. No se nos oculta que mas de una vez serán deficientes nuestros conocimientos, que muchos elementos nos escasearán i que esto introducirá imperfecciones en nuestro trabajo; éste debe, pues, con- siderarse, sobre todo, como un programa, un guía, un marco que se trata de llenar, 1 una série de propuestas i proyectos que piden discusion. Tampoco tenemos la pretension de inventar nada de nuevo, ni damos como nuestros todos los datos; detalles 1 cifras que contie- nc nuestra memoria, no son nuestros conocimientos bastante vas. tos para ello; pero reclamaremos, sí, como obra nuestra 1 como hija de una iniciativa enteramente personal, el haber llamado por vez primera la atencion sobre ciertas cuestiones; el haber hecho una eleccion sensata 1 madura de las que tienen para Chile real impor- tancia; el haber indicado por medio e datos estadísticos, compa= rativos i técnicos las relaciones comerciales e industriales que de- YNVTIAS DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. m7 benexistir o pueden establecerse entre Europa i Chile i que hasta hoi parecen despreciadas o ignoradas, i sobre todo, el haber pues- to de manifiesto los medios de sacar partido de las riquezas del suelo chileno, para librarse en muchos casos del enorme tributo que esta República paga al viejo mundo. Paris, noviembre 6 de 1877, ENRIQUE JEQUIER, Injeniero elvil, ex-Injeniero del ferrocarril de Santiago a Curicó AZUFRE. La Sicilia abastece casi esclusivamente la Europa de azufre. Hai en este pais como doscientas minas que producen anualmente 250,000 toneladas de azufre en bruto: están situadas en las pro- vincias de Palermo, Grirgenti, Catane i Caltanisetta. De estas doscientas minas o esplotaciones: 2 producen de 6,000 a 7,000 toneladas por año. 18 — de 3,000 a 6,000 — — 30 — de 800 a 1,500 — — 50 — de 300a 800 = — 100 — de 100a 300 — — La produccion representa un valor de 20 a 22 millones de fran- cos (4 millones a $ 4.400,000) al año. En 1866, la esportacion ha sido como de 179,000 toneladas, de las cuales: OO ata iio oUeacaelas oe end alemla a a Inglaterra. AS ore A Ad a Francia. 1 U00 lg sabednodidas O CÍS a América. O ación rosas a Otros paises. La profundidad de las minas varia de 50 a 150 metros. Están formadas por rocas calizas o de yeso inyectadas de azufre en proporciones mas o ménos considerables, 80 por 100 en los mi- nerales mas ricos, 10 por 100 en los mas pobres, BEE en término medio 30 por 100. La esplotacion ocupa como 15,000 peones, 5,000 mineros i 10,000 niños. Las operaciones subsiguientes que exije despues el azufre en E 3 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. bruto, para darle una primera refinación, ocupan ademas otras 5,000 personas. Estas operaciones se hacen de un modo mui inperfecto 1 sin preo- cuparse de las pérdidas de azufre que de allí resultan, ni del por- venir de las minas. En España hal tambien numerosas minas i fábricas (refinacio- nes) de azufre, entre ellas, se citan las de Teruel (Aragon), de Lorca (Murcia) donde hai 14 fábricas, i de Arcos (Andalucia). La produccion del azufre se ha sextuplicado desde el año de 1830 i va aumentando todavia, a pesar de la imperfeceion de los procedimientos de esplotacion, de la falta de vías económicas para los trasportes, 1 de la competencia que le hace la pirita. Esta produccion ha sido. En. 189 de cdenoocanacionsbarasnsos, DL I80) COMER: USO lens odosconaodocieaore eli DN » ASI cotos co O » 1865: des rboasodee aaa e OE O on cocogo ste dcocuncajo maso e LS » UGUYYS En la Rumania, la mina que ha producido mas es la de Perti- cara de Talamella, de la cual se han sacado en un año 20,800 to- neladas. Otras dos minas han dado como 9,000 toneladas cada una. La España ha producido en 1862,—12,639 toneladas de azufre, de un valor como de 600,000 francos ($ 120,000). En Austria se ha producido en 1865,—1,867 toneladas. Parece que se esplota tambien, en la cordillera central de los Andes, en Nueva Granada, una mina de azufre. La esportacion del azufre en bruto por los puertos sicilianos, ha sido-en 1962 a 1871, en término medio, de 1.569,433 quintales métricos por año, lo que representa un valor de 26.955,415 francos, o sea 5.391,083 pesos. La esportacion del azufre purificado, ha sido en las mismas épocas i en término medio, de 42,430 quintales métricos al año, lo que representa un valor de 1.469,860 francos o sea 293,972 pesos. La esportacion de los puertos de Rumania ha sido de 1863 a 1871, en término medio, de 2.510,135 quilósramos, lo que repre- senta un valor de 522,103 francos, o 104,420 pesos al año. Insistimos sobre estos datos estadísticos para hacer resaltar la importancia de esta sustancia en la industria. ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO Dz 1879. 9 Los medios empleados en Sicilia i en otros paises para estraer del mineral el azufre en bruto, son mui sencillos: consisten en dis- poner el mineral en gruesos montones contenidos por murallas circulares, cuya construccion i tratamiento, se asemeja mucho a los empleados para la fabricacion del coke, o del carbon de espino. Antes de 1850 1 desde tiempo atras, estos montones eran chicos 1 no contenian mas de 2 a 4 toneladas de mineral, pero desde-esta época se hacen de capacidad de 100 a 1,000 metros cúbicos, es decir, de 400 a 800 toneladas para las dimensiones medianas. El azufre no sale de esta especie de horno, sino despues de un mes i sigue saliendo asi dnrante 4 a semanas. Se hace caer mién- tras está líquido, en moldes húmedos de madera, i forma cuando enfriado panes que pesan de 55 a 60 quilógramos; es el azufre en bruto tal como se entrega al comercio. La operacion completa dura desde uno hasta dos i aun mas meses, segun el tamaño del monton, la naturaleza del mineral 1 la época en que se hace la operacion. Un horno, por ejemplo, que contuviera 441,000 quilógramos de mineral, costaria como 4,000 francos ($ 800) de construccion (mu- rallas, piso, etc). Los 441,000 quilógramos de mineral (Mincral de Sicilia) con- tienen 16 por ciento de azufre, o sea, 70,560 quilógramos, 1 no producirán sino 52,920 quilógramos. La pérdida de azufre seria pues, de 17,640 quilógramos que han servido de combustible 1 han sido quemados para la fundicion, es decir, que es preciso sacrificar 333 gramos de azufre para obte- ner 1,000. Estos hornos se llaman calcarones. Un calcaron de 500 a 600 metros cúbicos cuesta en Sicilia 1,200 a 1,500 francos, o sea 240 a 300 pesos. Pueden durar diez años, 1 aun mas, teniendo cuidado de refac- cionarlos. Se necesita como tres meses para concluir una operacion- en calcarone, desde el dia en que se principia a colocar los pedazos de mineral en el horno hasta ei dia en que queda desocupado de todos los residuos. El azufre en bruto contiene por término medio de 3 a 4 por ciento de materias terrosas i betun, pero a veces alcanza esta pro- porcion hasta 26 por ciento. Para la fabricacion del ácido sulfúrico es bastante puro, pero para otros usos en las artes i la medicina, se necesita refinarlo, 10 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, Esta operacion se hace en un aparato especial compuesto de cilin- dros de fierro fundido de 1,50 metros de largo ¡ 0,50 metro de diá- metro, conteniendo cada uno.300 quilógramos de azufre en bruto; se calientan estos cilindros, el azufre se volatiliza i se recoje en una cámara inmediata, sea en polvo, sea en pedazos amoldados que llaman bastones. Se han propuesto muchos aparatos i procedimientos nueyos pa- ra reemplazar el mui sencillo a la par que imperfecto de los cal- carones, 1 entre ellos: 1.2 El empleo del vapor bajo 5 atmósferas de presion, cuya tem- peratura es entónces superior a la de liquidacion del azufre. El mineral se coloca en carritos cuyos costados son planchas de pa- lastro agujereadas, 1 estos se introduce por medio de rieles en un cilindro de fierro de 0280. de diámetro 1 4 a 61, de largo; se cie- rra herméticamente este cilindro, se introduce el vapor, el azufre se pone líquido i cae en un recipiente a propósito; en una hora el mineral está despojado del azufre que contiene. 2.” Tambien se ha empleado la levivacion del mineral de azu- fre, por el súlfuro de carbono, en el cual, como se sabe, el azufre es soluble. Por la destilacion de la disolucion, se obtiene el azufre, miéntras que el súlfuro de carbono se condensa i puede servir de nuevo. Sin entrar en la descripcion detallada de estos aparatos i pro- cedimientos, ni de sus ventajas 1 defectos, se puede decir que has- ta la fecha no han sido bastante sancionados por la práctica, para sustituirlos a los calcarones; sin embargo, hai mucha proba- bilidad que alguno de ellos, principalmente el que consiste en em- plear vapor de agua, llegue dentro de poco tiempo a este resul- tado. USOS DEL AZUFRE. Los usos del azufre son mui numerosos i se ha dicho, con ra- zon, que su consumo está en proporcion con el desarrollo de la in- dustria en jeneral. En Francia, por ejemplo, se necesitaban en 1820 apénas 7 millo- nes de quilógramos, 1 1858 ya se necesitaban 36 millones, 1 en 1863,—69.460,111 quilógramos. En bruto, se emplea en la fabricacion de los ácidos sulfúrico, sulfuroso, 1 sulfhidrico. Refinado sirve para fabricar la pólvora; en medicina para las enfermedades le la piel, en agricultura para sanar las enfermeda- ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879. 15 des de la viña; para azufrar los vinos i los barriles; para blan- quear las lanas, las sedas, los sombreros de paja.—Unido al caout- chouc, éste se vuelve flexible, elástico 1 no pegajoso; es lo que se llama caoutchouc vulcanizado, cuyas aplicaciones usuales son in- numerables.—Mezclado con limadura de fierro i sal amonzaco sir- ve para hacer un almácigo para las junturas de los calderos, 1 tu- bos de fierro fundido.—En fin, sirve para la fabricacion de los fós- foros 1 la de súlfuro de carbono. y Indicamos estos empleos directos del azufre en la industria, pa- ra hacer ver que en Chile pudiera tener alguna utilidad, ya sea para usos conocidos i practicados, ya sea aplicándolo en operacio- nes todavia desconocidas i ventajosas; pero al llamar la atencion sobre él, tenemos en vista sobre todo, la posibilidad. de hacer de esta sustancia, que es mui abundante en Chile, i segun parece, de calidad superior, un artículo importante de esportacion. En efecto, resulta de los datos estadísticos anteriores 1 de los que hemos podido procurarnos: 1. Que la Sicilia ha tenido hasta ahora el monopolio casi es- clusivo del abastecimiento de esta sustancia, no solamente en Europa, sino en el mundo entero; 2.” Que la cifra de esportacion de azufre en bruto de este pais, asciende anualmente a 1.569,433 quintales métricos, en término medio, lo que representan un valor de 539,183 pesos 1 ademas 42,430 quintales métricos, que representan un valor de 293,972 pesos; 3.2 Que el mineral de las minas de Sicilia se considera como bueno cuando contiene 16 por 100 de azufre 1 que a veces no con- tiene sino 10 a 12 por ciento; 4.2 Que las distancias de trasporte desde las minas u hornos hasta los puertos de embarque, varian desde 18 hasta 57 quilóme- tros 1 es en término medio de 30 quilómetros, 1 que no habiendo ferrocarriles los trasportes se ejecutan por medio de carretones i mulas, 1 por caminos en mui mal estado; 5.” Que la esplotacion en las minas, se hace de un modo mui bárbaro, sin método, sin cuidado i sin preocupacion del porvenir; que por falta de estos cuidados las minas i los mineros estan es- puestos a frecuentes accidentes i el precio de costo del mineral es mas subido. Lo mismo sucede con los hornos para beneficiar el mineral, que pudieran ser mui perfeccionados i producir una pro- porcion mas grande de azufre. Que en estas condiciones poco fa- vorables el precio de costo esta avaluado de 9 fre. 75 c. ($ 1.95) 12 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, a 13 frec. ($ 2.60) los 100 quilógramos puestos en los puertos i 11 fre. 35.c. ($2.27) a 15 frc. 35 c. ($ 3.07) puestos en Mar- sella donde vale desde 17 frc. 50 c. la calidad mas inferior, has- ta 22 fre. 50 c. la calidad superior, 1 26 a 27 fre. cuando es purifi- cado.—Es libre de derechos de aduana a su entrada en Pranciu. 6. Que los propietarios del suelo de las minas, imponen sobre el mineral estraido derechos mui fuertes, 10 a 15 por ciento cuando la mina principia a esplotarse 1 que hai que ejecutar trabajos de cateo, 1 20, 25, 1301 hasta 40 por ciento, si la mina es buena i en completa i ventajosa esplotacion; de suerte que ciertos propie- tarios perciben anualmente hasta 100,000 francos, pero en térmi- no medio 10, 20 o 30,000 francos. Comparemos ahora estas condiciones con las que pueden ofrecer- ge en Chile. En el Ensayo sobre Chile, por don Vicente Perez Rosales, en- contramos lo siguiente: «Pocos paises hal mas provistos de azufre que Chile. Lo he en- «contrado en bellas masas al estado natural 1 casi puro, en mu- «chos puntos de la línea de los Andes, donde las solfataras son «frecuentes. El azufre del Planchon podria ser entregado al comer- «cio en su estado natural.» : Se debe tambien al señor don Tanacio Domeyko, interesantes descripciones de las solfataras del Cerro Azul i de Chillan. La primera, situada en los Andes, en la provincia de Talca, a una elevacion de cerca de tres mil metros sobre el nivel del mar, es, segun el señor Domeyko, la mas grande quizás que se conoce en el mundo. La solfatara de Chillan, está" situada en el cerro de Azufre; es tan rica que hablando de ella, dice el señor Domeyko: «Millares «de quintales ¿podrian ser recojidos de la superficie i no necesita- «ria mas que una refinacion para poder ser empleado en las - CAFLES.» Por otra parte, vemos en la obra del mismo señor Domeyko: «Elementos de Mineralojía» 2.* edicion, páj. 350. «Los mas abun- « dantes depósitos de azufre en Chile, son los de la solfatara de « Chillan en medio de obsidianas traquíticas, del Potrero de Azúfre « la cordillera de Tinguiririca (San Fernando) i del cerro de Azu- « fre en el desierto de Atacama (a unas 50 leguas al norte de Co- « plapó. )» E ) Sentimos no tener datos mas positivos sobre estas minas de azufre 1 sobre todo sobre la composicion medía del mineral 1 la NA ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 13 proporcion de azufre puro que contiene; pero parece resultar de lo que precede que en estas solfataras la lei del mineral es mui rica i probablemente mui superior a la del mineral de Sicilia, i los de- pósitos de azúfre mui abundantes. Si se principiase a esplotarlas, no hai duda que se descubririan otras i que cada uno de los puntos indicados por el señor Domeyko seria el centro de una rejion de solfataras como sucede en Sicilia. Es mui probable, tambien, que las esploraciones que se hicieran en dichas rejiones, harian descu- brir minas de mármol, ágata, alabastro, yeso, piedra pomez, alum- bre, sal fósil, ámbar amarillo i betun o asfalto, sustancias que acom- pañan casi siempre al azufre. Seria evidentemente preciso recorrer las localidades donde es- tan situadas, estudiar con cuidado los caminos existentes o las di- recciones de los que se pudieran abrir 1 medir las distancias, para apreciar las dificultades i el costo de los trasportes; pero aun su- poniendo que existan actualmente dificultades para estos medios 1 vías de trasporte, es probable que se puedan salvar, 1 con mucho mas facilidad ieconomía en la época actual en que la industria tiene a su disposicion medios perfeccionados que eran desconoci- dos o poco usados hacen algunos años. in todo caso, estas vias de comunicacion, ya sean caminos carreteros o ferrocarriles, no se- rian hechos esclusivamente para el uso o en beneficio de las minas de azufre, sino que lieyarian la vida a las rejiones atravesadas o permitirian esplotar otros productos minerales o agrícolas. Sila distancia que hubiera que recorrer desde las solfataras hasta el puerto mas próximo o hasta la vía férrea mas inmediata, inspirase temores para los trasportes, citariamos el hecho gi- guiente: Un depósito de azufre mui abundante fué descubierto en 1850 cerca de Bohar, sobre el litoral del mar Rojo en Ejipto, i esplota- do el año siguiente. El mineral producia 45 por 100 de azufre pu- rificado i bueno para entregar. El quintal métrico no costaba mag de 1 fr. 25 (0. 25 cts.) estraido de la mina; el trasporte desde ésta hasta Keneh sobre el Nilo, necesitaba cinco dias de cami- no en el desierto, 1 se efectuaba con camellos a razon de 1 fr. 56 c. (0. 31 cts.) por quintal, i de Keneh al puerto de Alejandria por el Nilo 0 fr. 25 c. (0. 05 cts.) Los gastos de bodegaje i de aduana, O fr. 45 c. (9 centavos); de modo que el azufre no costaba mas, puesto en el puerto, de 3 fr. 50 (0. 70 cts.) el quintal. De la combinacion de todos estos elementos principales: esten- sion de las minas, lei del mineral, condiciones técnicas de esplota- 14 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS, cion i medios de trasporte, resulta el precio de costo del azufre puesto abordo en un puerto. Seria preciso que este precio aumen- tado con los gastos de fletes de Chile a Europa, desembarque, se- guros, etc., etc., 1 de la ganancia que se reservaran los esplotado- res chilenos no subiese de 3. $ 50 cts. para la calidad inferior, 4.50 para la calidad superior 15 $ 20 cts. a 5 $ 40 cts. para el azufre refinado. Solo, la esperiencia puede resolver la cuestion. Para concluir daremos todavia los datos siguientes: En la mina de Baratella (Rumania), se cuenta que para pro- ducir una tonelada de azufre, se necesitan 63 734 de mineral. El precio medio de dicho mineral es de 11 fr. 76 c. por metro cúbico, sea por 6 m2. 734....... fr. 79, 35 c. Los gastos de cargamento, descargamento, mol- deetc enc DO SAO 9, 85 Los 1,000 kilógramos de azufre cuestan, pues.... fr. 85, 20 c. El peso del mineral de azufre de la mina es 1,340 kilógramos por metro cúbico. La produccion de azúfre por 100 kilógramos de mineral, seria, pues, de 1,000 por 9,013 o sea 11, 099%. — ' Segun la declaracion de Mr. Lacroix, representante de la gran: fábrica de productos químicos de Chauny en Francia, el precio del azufre que se emplea en dicha fábrica seria el siguiente: r “Precio en Sicilia por 100 kilógramos...... fr. 17,40 c, Gastos i comision en Sicili2.....ooomesorcooos 1,70 Se urostleien qee qdo iones doce ao 2,70 Derecho de aduana a la entrada.....o.oo.o... 12 Gastos i comision en Dunkerque......o..o... 10 Flete 1 gastos hasta Chauny.....ooronooososmss 90 Precio de los 100 kilógramos puestos en la abria rs o ai /O En lo que precede hemos reunido todos los datos que nos pare- cian poder hacer apreciar la importancia del azufre considerado como materia prima para esportar o para usarlo directamente en el pais. Sin embargo, puede suceder que el precio de costo de su estraccion de las solfataras, por abundante 1 rico que sea el mine- ral, i los gastos de trasporte, no permitan una esplotacion venta-= ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879 15 josa, al ménos por ahora; pero eso no disminuye en lo menor la importancia de esta sustancia, sea que provenga de las solfata- ras, sea que se estraiga de las piritas, pues su verdadero valor re- sulta mas bien, a nuestro parecer, de sus trasformaciones i consi- derándolo, como lo es en realidad, como Orijen o base de la indus- tria nacional una vez convertido en ácido sulfúrico. Vamos, pues, a considerarlo detenidamente bajo este nuevo aspecto, pero ántes diremos algo de un producto del cual forma la base. ÁCIDO SULFUROSO. Se obtiene haciendo quemar azufre en un hornito i disolviendo el vapor en el agua o en una disolucion de soda o de potasa. Con esta última forma el sulfito de soda o de potasa. Este ácido se emplea para blanquear las plumas, la cola de pez, la goma adraganto, las esponjas, los intestinos de bueyes o corderos con los cuales se preparan despues las cuerdas do mú- sica, la paja para sombreros. Sirve tambien para desinfectar las localidades que contienen miásmas pútridos, como lazaretos, bodegas de buques, los vesti- dos, frazadas, colchones, etc., que provienen de enfermos, Para destruir los insectos que atacan los trigos, las plumas, los jéneros, para azufrar los barriles en los cuales se quiere conservar el vino, la cerveza, la chicha, la sangre líquida, ciertas legumbres frescas, etc. Este azufrado impide que estas diferentes materias se corrom- pan o se pongan agrias. El sulfito de soda ha tomado en “estos últimos años bastante importancia, a consecuencia de su empleo para conservar los ca- dáveres en los anfiteatros de diseccion, para lo cual se inyecta en la aorta 3 a 4 litros de una disolucion de esta sustancia. Se emplea tambien en las fábricas de papel para espeler el clo- ro que queda en la pasta de trapos despues de blanqueada ésta. En fin, el hiposulfito de soda que habia permanecido durante mucho tiempo sin uso, tiene ahora mucha importancia en las ope- raciones fotográficas; sirve tambien para los embalsamamientos. El ácido sulfuroso disuelto en agua se vende en Paris 10 francos los 100 kilógramos. El sulfito de soda purificado 80 francos los 100) kilógramos. El sulfito de potasa, 4 francos el kilógramo. El hiposulfito de potasa, 5 francos 50 céntimos el kilógramo. ld. de soda, 70 céntimos el kilógramo. í6 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. El hiposulfito de oro i de soda, sal de Fordos i Gelis, se vende en Paris a 3 francos el gramo. ÁCIDO SULFÚRICO. «Si se formára—ha dicho el famoso químico Dumas—una lista, exacta de las cantidades de ácido sulfúrico consumidas anualmente en diversos paises i en diversas épocas, no hai duda que este cua- dro daria al mismo tiempo la medida precisa del desarrollo de la industria jeneral en esta época o para estos palses.» La conclusion que se puede sacar de este juicio, es la siguiente: careciendo del ácido sulfúrico, un pais carece forzamente de indus- tria, 1 por consiguiente Chile no tiene industria propiamente di- cha; eso es una verdad que vamos a hacer resaltar del modo mas evidente posible i trataremos de hacer ver en seguida, que el dia en que se establezca en el pais, si no algunas, al ménos una sola Fábrica de este producto, Chile no solamente se eximiria del enor- me tributo que paga al estranjero, por la importacion de muchí- simos artículos sino que podria al contrario sacar partido i espor- tar imuchos productos de su suelo que hasta ahora han permane- cido sin valor o despreciados. Tenemos a la vista el análisis de un cuaderno recien publicado en Béljica i titulado La República de Chile, cuyo autor es el señor Meulmans, cónsul jeneral de la República de Nicaragua. En este uaderno el señor Meulmans, despues de un resúmen de la histo= ria de Chile, de una esposicion de la situacion actual de esta Re- pública i un bosquejo de su jeografía 1 estadística etc., examina las condiciones en que se encuentra Chile, bajo el punto de vista de la agricultura i de la industria, i dice lo siguiente: «El suelo del pais es de una gran riqueza; el lino, el cáñamo el oblon, se cultivan con éxito; la esportacion de cereales es mui im- portante. Los rios jeneralmente, con grandes declives, pueden pro= curar fuerzas motrices poderosas. Posee minas de oro, plata, co- bre, plomo, fierro, nikel, cobalto, etc. e importantes minas de carbon de piedra.» En fin, el autor, preocupándose, naturalmente, mucho mas de los intereses de su pro pio pais que de los de Chile, concluye dan- do una lista de artículos que Béljica pudiera mandar a Chile, a saber: «máquinas agricolas, azúcar, enebro 1 otros licores espirituo= sos, almidon i otros productos de trigo, mármoles, pizarras, cal, cimiento romano, ladrillos, tejas, cañones de loza, material fijo i móvil para ferrocarriles, paños, armas, cristalería, artículos de ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO D£ 1879, 17 acero, cuchilleria, productos químicos i sobre todo ácido sulfúrico, esencias 1 pinturas.» Es evidente para quien conoce el pais, que muchos de estos ár- tículos que el señor Meulmans mira como ventajosos para espor- tar a Chile están mui mal escojidos i que léjos de convenir para ser esportados de Béljica a Chile, pudieran al contrario, ser es- portados de Chile a Béljica; pero hemos citado las apreciaciones del autor para hacer notar que no se le escapó la necesidad que tiene Chile del ácido sulfúrico. Despues de hecha esta digresion, volveremos a citar las nume- rosas aplicaciones que tiene dicha sustancia e insistiremos despues de una manera especial sobre las que son particularmente útiles en Chile. El ácido sulfúrico sirve para la fabricacion de casi todos los otros ácidos, tales son: los ácidos sulfuroso, clorhidrico, nítrico, tartárico, cítrico, esteárico, margárico, oléico, fosfórico, bórico 1 fluorhídrico. Indirectamente, pára la fabricacion del cloro, ácido carbónico i aguas gaseosas, velas de esperma, jabon i fósforo. Para fabricar los sulfatos de soda, potasa, amoniaco, cal, alumi- na, fierro, zinc, cobre, de quinina, de quinconina i de mercurio. Para la refinacion del oro i de la plata, i desoxidacion de todos los metales. Para la fabricacion del azúcar de fécula o glucosa, la disolución del añil, la tintura de rubia i del unto, la preparacion del éter, la purificacion del aceite, para ciertas preparaciones importantes de las pieles en las curtiembres; i en jeneral para casi todas opera- ciones de las manufacturas i de los laboratorios. Al aconsejar el establecimiento de una fábrica de ácido sufúri- co en Chile, es preciso esplicar cómo lo entendemos i lo que com- prende jeneralmente esta fabricacion. Si se limitara a fabricar es- clusivamente este ácido, es mui probable que no se conseguiria buen resultado, no porque no se pudiera obtener en mucha canti- dad i de excelente calidad, i por consiguiente ser empleado en los numerosos usos en que es indispensable; sino porque la esperien- cia ha demostrado que convendria agregarle otras industrias se- cundarias que son el complemento ventajoso i casi indispensable de la industria principal, estas son: En primera línea la fabricacion de sulfato de soda, que no es mas que una trasformacion de la sal comun, i despues la tras- formacion de dicho sulfato en carbonato de soda, A, DE LA U, 3 18 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS, Mas de los 5/6 del ácido sulfúrico producido en Francia son em- pleados en esta fabricacion, en la cual se produce ademas una can” tidad mui abundante de ácido clorhídrico (o muriático); de modo que son ya tres productos accesorios i casi inseparables de la fa- bricacion del ácido sulfúrico propiamente dicho.—Allí está la ver- dadera importancia de esta industria para Chile i pudiéramos por consiguiente mas bien decir que consiste en una o mas fábricas de productos químicos. Los productos inmediatos de estas fábricas en Europa, son en jeneral los siguientes: Acido sulfúrico de 66." « clorhídrico de 22% « nítrico de 36." El sulfato de soda para las cristalerias. La sal de soda a 76.” i a 80.* Los cristales de soda. El cloruro de cal a 100.? El silicato de potasa líquido a 35 i a 50.* El silicato de soda a 50.* La sal de estaño (cloruro de estaño. ) Los cloruros de bario i de calcio. El sulfato artificial de barita en pasta. El clorhidrato de potasa. El carbonato de potasa a 68." El bi-carbonato de soda, El clorato de potasa. Veremos mas tarde cuales son los usos de estas materias i las industrias a que a su turno sirven de base. Las únicas materias primas que se necesitan, son: 1.2 El azufre.—Como lo hemos dicho, proviene casi esclusiva- mente de Sicilia (Ttalia.) Ya hemos visto (pájina 14), el detalle del precio de costo de es- ta sustancia, puesta en la fábrica de Chauny. (Francia), que es de 23 francos ($ 4 60 cts.) los 100 kilóg. o 230 fr. ($ 46) tonelada. Hé aquí otro precio de costo detallado, dado por Mr. Kuhlmann de Lille (Francia.) ÁNALE3 DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879 19 francos. Precio de la tonelada en Sicilidi.ocooroocoorcacoorodo 200 erecho de salida de Sicilia:...ooovemecoscnsasonanas Na Gastos de comision 1 corretaje 3% ....... tn) Flete de Sicilia al puerto de Dunkerque.......... 25 Seguros 1h a Lo cconoiodacincacrnciococadasarmezanada 00 Flete de Dunkerque a Lille........... la dm tdo 00 Comision de recepcion 1 espedicioN.....oommmon»r.. 2,90 - Precio de la tonelada puesta en la fábrica... ed 243,50 2.2 Las Piritas de fierro o de cobre.—Aquí tenemos que entrar en consideraciones i esplicaciones, que pueden tener mucha impor- tancia para Chile. - Se sabe que la enfermedad que atacó las plantas de viña hace algunos años (el oidívm), es combatida en todas parte 1 eon buen éxito por el azufre, i que entónces el consumo de éste aumentó considerablemente; esto fué uno de los motivos del aumento tambien mui considerable del precio del azufre de Sicilia, pues subió éste de 12 hasta 24 francos los 100 kilógramos.—Fué so- bre todo esta alza enorme que determinó a los fabricantes de ácido sulfúrico en Europa, a modificar sus hornos de combustion i tras- formarlos para quemar piritas, apesar de que la fabricacion por medio del azufre es mas fácil, deteriora ménos las cámaras de plo- mo (chambres de plomb) 1 produce ¿cido mas puro. Lo cierto es que actualmente las piritas han sido jeneralmente sustituidas al azufre en las fábricas (en 9 fábricas sobre 10), i no es sino en algunos casos especiales, i para usos determinados, que se fabrica todavia ácido sulfúrico con el azufre.—Sin embargo, la esportacion de éste, dle Sicilia, no ha disminuido, apesar de su pre- cio subido, lo que se debe atribuir, como hemos dicho, al gran con- sumo que se sigue haciendo de él para combatir las enfermedades de las viñas. En Inglaterra esta sustitucion se habia practicado ántes de ha- cerlo en Francia, 1 los ingleses utilizaban las piritas del pais, aun- que no contenian mas de 30 por 100 de azufre; pero hoi las sa- can de Portugal i de España, 1 principalmente de las ricas minas de Huelva, que contienen hasta 45150 por 100 de azufre. En Béljica 1en el norte de Europa, se emplean jeneralmente las piritas ferrujinosas belgas: En España, dos fábricas, las de Sevillai de Santander, queman piritas, pero las dos de Madrid, la de Málaga, i las de Barcelona 20 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. emplean los azufres en bruto, naturales de España i principalmen- te las de Teruel (Aragon.) En Lisboa i Porto se usan las piritas del pais. En Francia no hai mas que las fábricas de Marsella i algunas en Paris que queman todavia el azufre. Entre todas las otras, que queman piritas, citaremos las de log señores Perret e hijo, de Chessy (departamento del Ródano.) Estos industriales fueron los primeros en Francia que reempla- zaron el azufre por las piritas en la fabricacion del ácido sulfúrico, i lo hicieron en circunstancias que merecen notarse, porque como lo veremos mas adelante, pudieran tener análogas en Chile. MM. Perret e hijo, en su establecimiento de Chessy, cerca de Lyon, procedian únicamente en su fábrica a la estraccion del cobre de las piritas de sus minas de Clessy i Saint-Bel, pero estas piritas necesitaban una tuesta (grillage) o desulfuracion del me- tal i produciendo esta operacion emanaciones de ácido sulfuro- so, incómodas i perjudiciales para los vecinos, éstos se quejaron- lo que obligó los señores Perret a buscar algun medio de desem- barazarse de dicho ácido, i no encontraron otro mejor, que fabricar ácido sulfúrico con él, de modo que se hicieron así fabricantes de productos químicos sin haberlo querido ni pensado, i nada mas que por casualidad.—Con la estension de la industria de productos químicos i particularmente de las fábricas de ácido esteárico (pa- ra velas de esperma), el consumo-del ácido sulfúrico en Lyon ha tomado una importancia mui grande, i poco a poco, la fabricacion de dicho ácido ha venido a ser tal, que la del cobre ha caido a un rango secundario, i los montones de piritas pobres en cobre, que ántes eran un objeto de embarazo, han llegado a ser una fuente de riqueza para los propietarios de Chessy. Ellos tienen hoi in- mensas fábricas: en Chessy, Saint-Fons i Lyon (departamento del Ródano), en Vienne (departamento de Isére) 1 en Avignon (depar- tamento de Vaucluse), que producen cada dia 200,000 kilógramos de ácido sulfúrico, i ademas abastecen de piritas que provienen de sus minas, a las otras fábricas, en un radio que se estiende hasta Paris 1 Alsacia. Nos parece, pues, como lo decíamos mas arriba, que hai allí una enseñanza preciosa para los propietarios de minas de piritas en Chile. Puesto que hablamos sobre esta materia, daremos aqui todos los pormenores que conocemos sobre las fábricas de los señores Pe- rret, que tomamos de preferencia como ejemplo: ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 91 Estas fábricas que hemos citado i que son cinco, ocupan mas de 1,500 obreros i se componen de 25,000 metros cúbicos de cámaras de plomo destinadas a fabricar ácido sulfúrico, del cual -una parte se emplea inmediatamente en la descomposicion de la sal comun. Hé aquí un cuadro indicando sus principales productos, las cantidades fabricadas anualmente, i los precios de cada uno de ellos. CANTIDADES PRODUCTOS. anvares. [| PRECIOS, Toneladas. Francos. Acido sulfúrico 66%....ocoorcocsioncomos». 15,000 110 la tonel. « Elorhidricozn cis óues etid asias 3,5005 90 « E OA A A 1,000 420 « CAT ci 250 Precio variable. Sulfatos de soda........m....o. A 5,000 180 la tonel. Clogurosidescal ais ba 800 320 « Carbonatos de soda....oocomoommocmmo.... 900 440 « Cristales de soda.......ooooooccoocm.mo»oo. 800 260 « Sulfatos de Cobre... ..oloconaionioncnmororos 300 800 « « misto de cobre, fierro i zinc... 300 350 « « de fierro....... E BES E 700 100 « EC vane ocaccnon comeneno seme 800 250 « Como materias primas, emplean: Las piritas de fierro i cobre. « piritas de fierro. € piritas de fierro, cobre i zinc. Sal jema o sal comun. El manganeso. La cal. El nitrato de soda. I naturalmente el carbon de piedra. Las piritas tienen 45 a 50 por 100 de azufre. Su costo es: Estraccion de las [minas............. .. 7 francos Trasporte de las fábricaS......oommosomo Y 4 J tonelada. La sal proviene del Sur de Francia iles cuesta en Lyon 120 francos tonelada (de los cuales cerca de 100 francos de dere- chos). 22 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. El manganeso proviene de las minas de Romanéche (departa- mento del Ródano); su precio es a razon de 90 francos tonelada, de lo cual hai como 5 francos de trasporte. Los nitratos de soda provienen de América del Sur; el precio es variable, pero en término medio les cuesta 430 francos tone- lada. Ellos venden las piritas a los otros fabricantes a razon de 20 francos tonelada, en las canchas de sus minas de Chessy 1 Saint- Bel, i las garantizan con lei de 45 por-ciento de azufre. Las piritas empleadas para fabricar úcido sulfúrico contienen desde 30 hasta 50 por ciento de azufre. Los señores Perret sacan de las suyas como 42 por ciento, pues el producto en ácido sulfúrico alcanza en sus fábricas a 126 por ciento del peso de la pirita quemada, lo que corresponde como a 42 por ciento de azufre. M.¡Pelouze ha indicado en los Comptes rendus de l' Académie des sciences, un procedimiento sencillo i breve para el ensayo de las piritas. La calcinacion o tuesta de las piritas en los hornos, es una ope- racion que necesita obreros intelijentes 1 cuidadosos, pues son és- tas mui variadas en sus calidades: unas mui duras 1 difíciles pa- ra tostarse, otras en llampo, otras mui porosas i fáciles, 1 otras que en capas gruesas en los hornos se derriten en escorias, produ- cen una pérdida de azufre i ademas estorban la fabricacion del ácido en las cámaras de plomo, etc. De allí la necesidad de deter- minar bien las formas 1 dimensiones de los hornos, segun la cali- dad i naturaleza de las piritas que se trata de beneficiar. Sin em- bargo, se ha conseguido en Europa hacer la operacion tan prác- tica i tan regular, como con el azufre. Lo que tenemos que agregar sobre esta materia tendrá cabida mas adelante. Volveremos, pues, a pasar revista a las diferen- tes materias primas que se usan jeneralmente en las fábricas de ácido sulfúrico. Las piritas valen, puestas en las fábricas de Francia, como 35 a 40 francos tonelada. Los fabricantes ingleses las pagan a 50 o 55 francos en New- castle. pe 32 La sal jema o mineral, i sal refinada.—En Francia ciertas fábricas la sacan del Mediterráneo (salinas del mar), 1 otras la sa- can de las minas de sal del Este. Hé aquí cómo M, Kuhblmann lo avalúa por tonelada en su fá- brica de Lille: ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 23 Precio de compra en el puerto de embarque... fr. 12.00 Flete hasta Dunkerque....ocooooconconmonsoconenans 22.50 SegUTOS.oocoovecmocananconrocaronnncccnnanon oo CAS 0.50 Comision en Dunkerque:...o.orovenconanoccnnnonor 2,50 Flete de Dunkerque a Lille....ootoccooconococooomo 4.50 Mas como 100 francos de derechos.....o.ooo.oo.. 100.00 ota va e OCC A eo Tr. 142.00 PRECIO EN LA FÁBRICA DE CHAUNY. 1. Sal gema del Este: Precio de compra en la estacion de Varan- lc cnacoconcancconesoón caen comas ds iéadonds fr, 2.60 Herecho de consumo ic cciciiicibos cero ionsion 10.00 Trasporte por ferrocarriles. .ooooccnccnononnonroc... 1.70 Deterioro delos SACOS...oooomomsmmmmmmsr*ssso 0.25 Total por quintal métrico......... fr. 14.25 los 100k, 2.* Sal refinada del Este: Precio en Varangeville....ococoormomommversoncanos: fr. 3.30 WNerecholde COMSUIDO ab coda ipccctns coma soanac aca 10.00 AS POLL 2. ccoceocacoo As atleta ooin 1.70 Deterioro de 8ac0S........... NR AA 0.25 Total por quintal métrico........ fr. 15.25 los 100 k. 4. Elnitrato de soda o salitre —Proviene de Sud-América 1 se considera en Europa como procedente esclusivamente de Chile. Está avaluado en las fábricas francesas de 44 a 46 francos los 100 kilógramos. (N. B.—Es evidente que todos los precios que damos son algo variables i deben considerarse como precios medios.) Hé aquí cómo se descompone este precio en la fábrica de Chau- ny: Precio de los 100 kilógramos en el Havre...... 11 42. Flete del Havre a Ruan........... LESA 0.70 Comisión 1 gastos en RUaM... oonconcconosnosos 0.30 a IS 0.90 Descargalen Ohar qu idocadnodadibbieadoides roscas 0.10 Total: Rele anaast fr. 44 Hoi dia vale el nitrato de soda 37 a 38 francos los 100 kilógra- mos en el Havre. 94 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 5.2 Oxido de manganeso.—Proviene de Alemania, a razon de fr. 10.60, o de España a fr. 12.60, ia veces fr. 13.25 c. los 100 kilógramos puestos en la fábrica, a saber: 1.? De Alemania: Precio de compra en AmbereS......... Sa fr. 9.00 los 100 k. Flete de Amberes a Chauny....oooococcrms... 1.50 Descarga en Chaudy...ooomomermecssmor.o dódenboos 0.10 Total. .con...oe... » 6000000000000 vboc... 140 10.60 2. De España: Precio puesto en Dunkerque........ ooo M0) Comision 1 gastos en Dunkerque....... Od0onodos 0.20 Flete de Dunkerque a Chauny, i descarga...... 0.90 Lota 000 dc DObo anda Seas! fr. 12.60 5. Cal. —El precio de esta materia es mui variable, pues de- pende sobre todo de la distancia a que se encuentra de las fábri- cas; asi es que en algunas vale 4 francos 10 c., en otras 7 francos 65 i¡ en otras hasta 23 francos los 1,000 kilógramos. 6.” Carbon de piedra.—Su precio es variable. lo mismo que la cal, pues vale 17, 21 i hasta 28 francos los 1,000 kilógramos. Estas materias son las principales. Ciertas fábricas emplean ademas: 7.* El sulfato de barita, que proviene de Béljica i vale como 28 francos la toneleda. 8.2 El carbonato de barita, que vale fr. 93.50 a fr. 133.50 la to- nelada, Como se vé, el número de estas materias es mui reducido i las principales, que son el azúfre o las piritas i el nitrato, no solamen- te existen en Chile, pero se esportan o se pudieran esportar de allí a Europa, i se puede notar este hecho curioso, que el azúfre existe probablemente en tal cantidad que pudiera hacer compe- tencia al de Sicilia i conseguirse en Chile a razon de 1 peso 40 centavos a 1 peso 60 los 100 kilógramos, miéntras que en Europa está avaluado en 4 pesos i en Chile 8 pesos, en bruto, i el refinado, es decir, lo que se llama flor de azúfre, a 4 pesos 60 centavos en Europa (Marsella) i 15 pesos en Chile. Lo mismo el nitrato de soda, que vale talvez en Chile 4 pesos, ien Europa 8 pesos los 100 kilógramos. ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DE 1879. 25 La sal jema que está avaluada en Francia como a 150 francos los 1,000 kilógramos, vale en Chile como 35 francos. La sal jema existe, segun el señor Domeyko, en grandes depó- sitos en el Cerro de Azúfre, en el desierto de Atacama, i probable- mente a inmediaciones de las otras solfataras; existe en dicho desierto, pues que acompaña siempre los depósitos de salitre, len todo caso pudiera estraerse de las aguas del mar, i en con- diciones ventajosas a causa del clima mui favorable de Chile, lo mismo quese hace enel sur de Francia, i aun hubiera allí una industria importante que introducir en el pais, sea que se sa- que la sal de las minas, sea que se la estraiga de las aguas del mar al mismo tiempo que muchos otros productos. Lo mismo diremos del óxido de manganeso, que segun el mis- mo señor Domeyko existe en Lilen, cerro de Catemo, i el sulfato de barita o baritina en Arqueros. En cuanto al carbon de piedra, su precio en las fábricas dependeria de las distancias de Lebu, Lota o Coronel, pero nos parece que no seria mui superior a lo que va- le en Francia. Ademas de estas materias que entran en la composicion de los productos de las fábricas de productos químicos, se emplean en éstas para los diferentes trabajos de construccion i reparacion, las siguientes: Fierro en barra, a razon de 250 francos tonelada. Plomo en planchas o en tubos a 630 o 640 francos tonelada. Ladrillos a fuego a 5 francos los 100 kilógramos o 150 francos el mil de ladrillos. Ladrillos ordinarios a 24 francos el mil. Tejas id. a 25 francos id. Sera fácil, pues, comparar los precios de estas materias en Chi- le, con los que tienen en Francia. Hai algun interes en conocer cuáles son los productos fabrica- dos, las cantidades 1 los precios de estós productos, en diversas fá- bricas, para poder apreciar la proporcion de cada uno relativamen- te a la del ácido. Ya hemos suministrado estos datos para otras para las fábricas de los señores Perret de Chessy, i vamos a darlos fábricas. 1. Fábrica de Dieuze. 26 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. Productos. Cantidades. Acido SUlMTCO alas lo oa POOO TO aa deal 49,301 qls. mts. Srmnultato de sodas. docs sde JO 45,941 » sonsalidersodaien bruto oo oia ac reos 56,525 » 4.2 Sal de soda carbonatada, a 8H .ooococenon 18,225 » SNIE de ca O A AS 5,936 » A aaa 28,842 q]s. mts. 742 Cristales de Soda e clica cota 4,1166 » 8. Soda salada api os LO atea ae 352.» 9 Soda caustican dedo al cobalto aa 399.» LO A CIO Icons tel > 2dt >» 11: Salide estado la oneoe nodos delo caatel io AE OE - 564 » 12 Cloruro delia cio tU RI 31 2.” Fábrica de Chauny (Sociedad por acciones), CIO SUCIO esa o .,»» 190,000 qls. mts TAS OD ado eel 30,600» Td clorhidrato osea 150,000» Súltato de soda oras dea ee AAN ISO AS Sultato de soda Caro ae 146,000» Sales de sodala uo sudeste 31,800 » Cristales de soda.....o.momooo.. E AIRIS 56,000» Bi-carbonato de ¡Soda .ldnstoessahebind aldo danos akel 360 » Cloruro decali aso cercar oie eosccdea cata 26,000.» Clorato deposito ea : 230» Los precios de venta han sido: Acidos ul rico lato. deo dente eli fr. 9 a10 - los100kl. Md id as a oran 12. aloe) » A slo 15.50 a 16.50 » TdcloOrmdrco a ON 9 ma ada » ato della olaaa cias 20.50 a 21.50 » Salide soda 0% sones c Lcd 02, » Id. 18011828 hoc then 54 » Cristalesidens olaaa anato isc 26.50 a 27.50 » Cloruro decai capaces aaa 38 a40 » Clorato des potasa asi escacnda: . 378 » Biecarbonato de soda: .cascrcosccocecuenonlas Y LO > Pudiéramos citar documentos análogos para otras fábricas, pero nos parece supérfluo, saber: Ahora vamos a estudiar dos cuestiones mui importantes, a 1.* Cuál seria el precio de establecimiento de una fábrica en Chile. 2.* Cuál seria el precio de costo aproximativo del ácido sulfú= rico. ANALES LE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DÉ 1879. 2 Para resolver la primera de estas cuestiones nos parece que no podemos hacer mejor que proceder por via de comparacion 1 pro- porcion. Uno de los mas grandes fabricantes de Francia, M. Kuhlmaun, tiene en su fábrica de Lille 7 baterias de cámaras de plomo que avalúa en 40,000 francos cada una, nada mas que el valor del plo- mo, sea 300,000 francos con accesorios, i agregando 200,000 fran- cos para los edificios, su fábrica. completa vale 500,000 francos ($ 100,000). Allí se fabrica principalmente ácido sulfúrico para el comercio. En un establecimiento mui importante del sur de Francia, que fabrica con el ácido las sales de soda 1 otros productos, el capital invertido e inmovilizado en la fábrica es de 1.200,000 francos ($ 240,000), correspondiendo a una descomposicion anual de 4.500,000 kilógramos de sal jema. Otro establecimiento de Ruan que descompone anualmente 6.000,000 de kilógramos de sal, tiene invertido en su fábrica 1.600,000 francos ($ 320,000). En jenmeral se caicula en Francia, que para descomponer 70.000,000 de kilógramos de sal jema (que es la que se descom- pone anualmente), el capital correspondiente invertido en las fá- bricas es de 19.000,000 de francos, es decir, en terrenos, edificios i construcciones, hornos, aparatos i útiles. Como se necesitan 108 kilógramos de ácido para descomponer 100 kilógramos de sal jema (para obtener 118 kilógramos de sul. fato de seda 1120 a 125 kilógramos de ácido clorhídrico), si se fija en 1.000,000 de kilógramos la cantidad de ácido sulfúrico que debiera fabricar anualmente el establecimiento que se plantease en Chile, correspondería esta cantidad a 1.080,000 kilógramos de : sal que pudiera descomponerse i por consiguiente el costo propor- cional de esta fábrica en poa seria de 287,133 francos ($ 57,425). Si se toma por punto de comparacion la fábrica de Kublmaun, que por 7 baterías está avaluada en 500,000 francos, una fábrica que tuviese una sola batería (suficiente para producir 1.000,000 de kilógramos de ácido), vendria a costar como 100,000 francos, pues el costo no seria exactamente proporcional al número de baterias, sino mayor. Por otra parte, tenemos a la vista el precio detallado de una fá- brica establecida hace pocos años cerca de Paris, para fabricar -1000,000 de kilógramos; dicha fábrica se compone de un edificio 28 MKMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. de 54160 de largo, 23240 de ancho i 15m de altura desde el suelo hasta la cumbre del techo, en el cual están las cámaras de plomo, hornos, calderas i todos los aparatos i útiles de fabricacion. Los presupuestos han sido hechos en prevision de un engrande- cimiento probable de la fábrica, i en consecueucia, en la hipótesis de un edificio de un solo cuerpo para principiar i de dos cuerpos para mas tarde. El edificio debia, pues, tener primero: 54m60<23m40<15m j mas tarde, el mismo largo 547 60, la misma altura total 15m, pe- ro como 46m de ancho. Sacamos de dichos presupuestos los datos siguientes: UN CUERPO. DOS EDIFICIOS 1 MATERIALES. CUERPOS. Francos. | Francos. Edificio propiamente dicho, comprendiendo por consiguiente la obra concluida, con las 87 puertas i ventanas i aun la arma- zon de cámaras de ploM0....o.ooommooo.o.. 21,862 | 35,210 Plomo para las cámaras, las cuales tienen 31.20 m. de largo, 9.40 m. de ancho i 6 m. de alto, sea 1,730 metros cúbicos de capacidad. 42,160 kilóg. de plomo a fr. 0.62 el kilóg.. 96.510 083,300 id. ade a 1000 eódis h q Fierro batido (otro que el que entra en las armaduras del techo), para hornos, ti- rantes, etc., 130 o 260 quintales métri- cos, a razon de 50 francos los 100 kilóg. 6,491 | 12,982 Fierro colado 84 o 168 quintales métricos, y 0) MENO sbo cun sodo0 co cónOucOcosanacos : 2,511 5,022 Calderas i tubos para el vapoT.....oommom.o.o. : 3,200 6,400 Lo demas, hornos, denitrificador, etC...... o 7,052 | 12,396 | 51,640 | 67,522 |123,650 Gastos imprevistos, 10 por ciento........ 000 6,752 | 12,365 Total en francos....o..o...».. ON OLOSEO 474,274 | 136,015 y LÁÉAáAAAAAAAAAAAAA A Podemos por consiguiente admitir que en Francia una fábrica, produciendo 1.000,000 de kilógramos de ácido sulfúrico anualmen- te, pudiera costar al ménos 75,000 francos, que despues, con el AA ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DE 1879, 29 incremento que tomase el negocio, se necesitaria tener otra bate- ría de cámaras de plomo, tanto como de repuesto para refaccionar la primera sin interrumpir el trabajo, como para duplicar si se necesitase la produccion 1 elevarla hasta 2.000,000 de kilógramos l entónces costaria 136,000 francos; i en fin, que la fábrica, llegan- do a tener toda su estension i produciendo ademas del ácido todos los productos derivados que hemos indicado, llegaria a costar 287,000 francos. ¿Cuánto vendria a costar en Chile esta fábrica? Si se considera que los adobes para las murallas constituyen una construccion mui económica en Chile, que el plomo en planchas (el mas comun es el mejor), entra como se vé por mas de la ter- cera parte del costo total, ino cuesta sino 15 pesos los 100 kiló- gramos, miéntras que en Francia cuesta hasta 12 pesos 40 centa- vos, i que el fierro batido en barras está avaluado en Chile a 4 pe- sos 50 centavos el quintal i cuesta en Francia 10 pesos el labrado i 6 pesos el fierro colado; que todas estas construcciones son mui sencillas, sin adornos, etc., creemos que aun tomando en cuenta el precio mas elevado de los demas materiales i de la obra de mano, una fábrica exactamente igual no costaria en Chile sino 50 por ciento mas; pero, para mayor seguridad, la avaluaremos al doble, de modo que su precio seria, segun las diferentes hipótesis que hemos hecho, 150,100 francos, 272,000 francos 1 574,000 fran- cos. Sea 30,000 pesos, 54,440 pesos 1 114,800 pesos. En cuanto al capital de circulacion (fonds de roulement), cree- mos ser mas bien exajerados avaluandolo en 50 por ciento del capi- tal imovilizado, es decir, respectivamente a 15,000 pesos, 27,220 pesos 1 57,400 pesos. No hemos hecho figurar en estos presupuestos el valor de los aparatos de platino necesarios para la concentracion (están, sin embargo, incluidos en el de 114,800 pesos que representa una fá- brica completa), porque el ácido a 93” o 94” tal como sale de las cámaras de plomo, se puede emplear directamente para la descom- posicion de la sal jema, en la fabricacion del ácido esteári- co, etc. Sin embargo, como para otros usos de este "ácido se necesita concentrarlo hasta 66”, diremos que un alambique de platino cuesta cerca de 1,000 francos por quilógramo de peso, Se han notado los hechos prácticos siguientes: Un aparato capaz de concentrar anualmente 2 millones de kilé- gramos de ácido a 66” i pesando 100 kilógramos, pierde cada año 30 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. por el uso, 4 kilógramos de su peso, i de allí resulta el precio si- guiente de costo (en Francia) para dicha operacion; 100 kilógramos de platino (peso del alambique com- pleto), perdiendo por año 4 kilógramos a razon de 900 frs. kilógramos..... ........ ES O D0N Intereses al 5 por ciento de 90,000 frs. de platino 4,500 Reparaciones Dad ad ls o : 500 44,000 kilógramos carbon de piedra quemado (22 ki- lósramos por 100 kilógramo de ácido), a 20 frs. tonelada. NS NS AS 8,000 Total Ja di a dde eS OO Sea, 4 87 céntimos (17 centavos) por 100 kilógramos, sin con- tar la obra de mano. El precio tan elevado de estos alambiques, ha determinado los fabricantes a buscar medios i aparatos mas económicos de efectuar la concentracion, i se puede decir que hoi el problema está resuel- to, pues entre as aparatos propuestos, tales como la concen- tracion en calderos de plomo i en el vacio, o en recipientes de vi- drio, i otros mui injeniosos, los de los señores Faure 1 Kessler, fabricantes de productos químicos en Clermont Ferrand (Francia) han dado los mejores resultados. No daremos la descripcion de estos aparatos, pues seria salir del método jeneral que hemos adoptado para estas memorias. Nos contentaremos con decir que estos inventores han conseguido re- ducir a la octava parte de lo que era el peso de platino necesario (es decir, que en lugar de 100 kilógramos no se necesita mas que 121 kilógramos), al mismo tiempo que realizan importantes econo- mías de combustible 1 de obra de mano, 1 que las reparaciones són mui fáciles. Hoi no queda la “menor duda sobre los resultados prácticos de este procedimiento i aparatos, 1 en caso de establecer se en Chile fábricas de ácido sulfúrico es evidente que se deberian adoptar esclusivamente. _ En los avalúos que hemos hecho de los capitales. necesarios pa- ra establecer una fábrica en Chile, hemos supuesto que se trataba de un establecimiento algo importante, pero mui inferior todavía, como se ha podido verlo, al de la Sociedad de Chauny, por ejem- plo, que produce al año solo en ácido 22.000,000 de kilógramos: o al de Dieuze que produce como 5 millones; i por eso hemos fija- do como en 175,000 pesos el capital total necesario para no in- currir en equivocaciones, aunque nos parece que no se puede abri= ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 31 gar la menor duda sobre el buen resultado i que, al contrario, nunca talvez un negocio ha presentado ni presentará condiciones mas ventajosas, ni mas probabilidades de grandes ganancias, i con un capital tan reducido. Si a pesar, digo, de tedo eso, el espiritu industrial en el pais se hallase decaido por el mal éxito que han te- nido varias empresas, se mostrase incrédulo i receloso ahora que se trata de un negocio realmente bueno i de suma importancia pa- ra el porvenir i la prosperidad industrial i comercial de Chile, se se pudiera emprenderlo al principio en una escala mucho mas re- ducida i no darle toda su estension sino despues de resultados pa= tentes. Tenemos el presupuesto detallado de otra fábrica ménos impor- tante que la que hemos citado; con una cámara de plomo de 24m. de largo, 612. de ancho i 42. 80 de alto, sea 690 metros cúbicos de capacidad, en lugar de 1,730 metros cuadrados que hemos supues- to, i que puede fabricar 500,000 kilógramos al año, el presupuesto total asciende solamente Q.....ooomcoresociionsoocconnsorooo LS. 46,915 co oricientode ImprevistO8.iecocado aneresueeios ss po 2,345 — a alot aaa 9187: 49,200) Sea 10,000 pesos. Suponiendo, pues que viniera a costar el doble en Chile, serian 20,000 pesos i 10,000 pesos de capital de circulacion, no se nece- sitaria sino un capital total de 30,000 pesos. El capital necesario pudiera, pues, variar entre estos límites es- tremos de 30,000 ¡ 175,000 pesos. Mas todavía: pudiéramos reducir a una cantidad infinitamente menor este capital, i llegar a producir, sin embargo, 1,000 kilógra- mos de ácido a 50% por cada 24 horas por un procedimiento nue- vo, mui sencillo, para lo cual no se necesitan cámaras de plomo, sino un material que se puede aun elaborar en el pais; pero nos queda todavía que completar datos sobre dicho procedimiento 1 no hablaremos de él con mas detalles sino mas adelante. Pasamos ahora a la segunda cuestion: ¿Cuál seria el precio de costo del ácido sulfúrico en Chile? Procederemos de una manera análoga, es decir, por comparacion 1 proporcion. 1.” Precio de costo en Inglaterra. Con Piritas. 1,000 kilógramos de piritas, a 42 francos tonelada (pi ) fa) E ME 32 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. ritas a 45 por ciento de azufre por término me- A o O ro nasa frs. 42.00 58 kilógramos de nitrato de soda, a 350 francos ola da DL. O AA 20.30 150 kilógramos de carbon de piedra, a 10 francos toncla da dao esas o 1.50 Obra de mano por fabricaciON.....moooo como. s..... 5.00 TACOS io : 68.80 Gastos jenerales, reparaciones, etC....... . 5.00 Gastos iones Somos 73.80 PRODUCTO. 1,560 kilógramos de ácido a 53” que sale a 73 francos 80. Sea fr. 4, 73 los 100 kilógramos. 2.0 Precio de costo en Béljica. Con piritas. 1,000 kilógramos de piritas, a 35 francos tonelada (piri- tas con 39 por ciento de azufte)..oooooocoommsoscoo frs. 35.00 42 kilógramos nitrato de soda, a 38 francos los 100 AE dono dc oadodAOO CL ONSULOdO nO Joaboniasose AE 150 kilógramos carbon de piedra, a 12 francos tone- lada...... OhovonOcOnaduadaddncOnddÓDO OnguDaónroo o 90, Obra de mano...voccoscacoscoso id d0Jg0d SOdano 2D 3:00 e osododo don acooo cados > 55.16 Gastos jenerales i reparaciones....... o 3.00 GastoS....... dp dUDOacoGadt. 58.76 PRODUCTO. 1,365 kilógramos ácido, a 53% que sale a 58.76 francos. Sea 4 francos 30 céntimos los 100 kilógramos. 3. Precio de costo en Francia (Marsella). Con azufre. 1,000 kilógramos azufre, a 17 francos los 100 kiló- BLAMOS Meocceccela canoa o ano Sao ao an . frs. 170.00 15 kilógramos nitrato de soda, a 40 francos... » 30.00 100 kilógramos carbon de piedra, a 25 francos tonelada......... e Se 22005 Obra de mano........ Mood UEaca adle 0J0UUOdaBa0OS . » 4.00 VO oO pooacodoS 206.50 Gastos jenerales i reparaciones...... 6.50 ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DB 1879. 33 PRODUCTO. 4,000 kilógramos de ácido a 53? que sale a 213 francos. Sea 5 francos 32 céntimos los 100 kilógramos. Como se vé, el azufre produce proporcionalmente mucho mas ácido que las piritas, i este ácido sale un poco mas caro, pero es tambien mas puro. , El ácido fabricado en Francia con piritas no sale mas caro que en Inglaterra. - Si sacamos ahora un precio de costo aproximado para Chile, tendremos: A , 1.2 Con piritas. 1,000 Eilógramos de piritas (suponiéndolas a 45 por ciento de azufre), a 35 francos (7 pesos) tone- - cacao osasone deco cada dagas seca LU 39.00) 58 kilógramos nitrato de soda, a 20 francos (4 pesos) OOO EOS TIMOS:..oacoscccidecns esas ose » 11.60 150 kilógramos carbon de o (chileno), a 6 pesos A A » 4.50 Obra de mano (cuatro a cinco veces mas cara que en pá O id ini ladio ados oro caca se cine: . » 20.00 E : 11.10 Gastos jenerales (4 a 5 veces mas caro que en Furopa) 20.00 Gasto arena dale lO PRODUCTO. 4 1,560 kilógramos de ácido, a 53” que saldria frs. 91.10. Sea frs. 5,81 o 1 peso 17 centavos los 100 kilógramos. 2. Con azufre. 1, C00 kilógramos azufre, a 15 francos los 100 kilógra- E caos o OO rOdADU cer abone AOS TOTES fis. 150.00 75 kilógramos nitrato de soda, a 20 francos los 100 ) AOS odas sadajenns aos dos: » 15.00 100 kilógramos carbon de piedra (chileno), a 6 pesos po AAA » 3.00 Or ado Mano. lidionidocddacncotónos E e Lo 2 AD 40(0) 188.00 Gastos jenerales 1 reparaciones...... 20.00 bocas catat frs. 208.00 A. DE LA U. 5 34 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS PRODUCTO. 4.000 kilógramos ácido a 53 que saldria a 208 francos. Sea 5 francos 20 céntimos los 100 kilógramos. Sea 1 peso 4 centavos: Está avaluado en Chile (Tarifa de avalúos da aduana) a 6 cen- tavos el kilógramo, el ácido del' comercio en caraboyas, que es probablemente el que corresponde al ácido a 53% sea 6 pesos los 100 kilógramos. El mas puro, blanco (que probablemente corresponde al de 66), a 20 cantavos el kilógramo. Sea 20 pesos los 100 kilógra- mos. ; Se vé, pues, el márjen enorme que quedaria para la ganancia, aun suponiendo, como lo hemos hecho, que la obra de mano, gas- tos jenerales i reparaciones, subiera mas de cuatro a cinco veces lo que son dichos gastos en Europa; iel precio de venta natural- mente mucho menor que 6 pesos o 20 pesos por quintal métrico. En cuanto a la posibilidad de salida de un millon de kilógra- mos de ácido que produciria anualmente la fábrica, resultará de lo que nos queda que decir todavia, pero nos parece desde luego tan evidente, que temeríamos mas bien que despues de mui poco tiempo fuese insuficiente. Hemos dicho, en efecto, que el ácido mismo tiene muchos usos directos en una infinidad de industrias, pero que se aplica inmediatamente: a la fabricacion de las sales de soda, i por consiguiente de los jabones, vidrios, cristales, etc, a la del ácido esteárico, por consiguiente a las velas de esperma, a la del fósforo. A la refinación del oro i plata i beneficio de los metales por via húmeda por medio del ácido clorhídrico; todas estas industrias consumen de él una enorme cantidad, como lo ve- remos; sin contar las otras industrias en que es indispensable, i que no existen todavía en Chile, o no lo usan por su alto precio, tales como la fabricacion de los ácidos tartárico, cítrico, carbó- nico: del cloro 1 cloruros que se usan para el blanqueo (en las fá- bricas de papel) o para desinfectar, del alumbre, del sulfato de fierro o de cobre, para purificar el aceite, para fabricar la mayor parte de las drogas, etc., etc, Plantear esta oa ia, fundamental en el pais, corresponde a suministrar a todas las otras industrias derivadas, 1 derivadas al infinito, como las ramas 1 brotes de un tronco de árbol, i que no existen todavía o existen en estado de embrion, los elementos que les ha faltado hasta ahora para desarrollarse; el consumo irá evi- ' dentemente creciendo con este desarrollo. O e ANALES DE LA UNIVERSIDAD.— ENERO DE 1879. 35 Por eso se debe mirar este negocio, no solamente bajo el punto de vista especulativo, por mui halagúeño que sea, sino desde un punto de mira mas elevado, es decir, como el medio de salvar al pais del estado de marasmo en que amenaza caer, de utilizar mas que nunca esta poderosa fuerza que le ofrecen sus ferrocarriles, 1 las riquezas inmensas que encierra su suelo volver a encaminarlo en la via del progreso 1 de la prosperidud. REFINACION DEL ORO I DE LA PLATA, Una de las industrias a que se aplica directamente el ácido sul- fúrico, es la refinacion del oro i de la plata, Se sabe que esta operacion consiste en estraer estos metales de las pastas o aleaciones que pueden contenerlos, a saber: 1.” De las barras o lingotes que contienen cobre 1 plata. 2.” Aleaciones de plata i oro, en que domina este último. 3. Aleaciones de oro 1 plata, en que esta última está en mayor proporcion. Esta industria puede considerarse como moderna, pues los grandes talleres de refinacion en Francia datan solamente del año 1825, es decir, de la época en que principió a fabricarse en grande el ácido sulfúrico; ha nacido en Francia, itomó luego tal de- sarrollo que durante muchos años se tralan allílos lingotes i mo- nedas de metales preciosos del mundo entero, para purificarlos, pues es tal la destreza de los refinadores franceses que pueden estraer con beneficio para ellos i para sus clientes el oro que con- tiene la plata, en la pequeña proporcion de 0,0005 a 0,001, Las monedas antiguas contenian mayores proporciones de oro i de plata que lo que exije la lei de las monedas i de los objetos de joyería actualmente. En Francia las monedas antiguas de pla- ta contenian (0,001 1 0,002 1 hasta 0,003 de oro, de manera que 1,000 gramos de plata daban 1 a 3 gramos de oro, 1 como 100 gramos de plata valen 200 francos 1 1 gramo de oro fr. 3.10, eran fr. 3.10 c. a fr. 9.30 por 200 fr. o 1.55 a 4.65 por 100, que procu- raba la refinacion. Hoi, en Francia, se refina anualmente un valor de 400 a 500 millones de francos, proviniendo de los pesos fuertes de Méjico i del Perú, de las barras que llegan de la China 1 Cochinchina, o de California, de las monedas antiguas, de la plata de las minas, de los desechos de los talleres de platería, etc., etc... Se puede avaluar en algunos miles de millones de francos la , 36 MEMORIAS OIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. plata aurlfera que ha pasado por la operacion de la refinacion ex Francia, desde el año 1825, Esta industria química, ha aumenta do, pues, la fortuna pública de este pais en algunos cientos de millones de francos. De Chile se han esportado asi muchas monedas antiguas, 1 de= ben esportarse todavia muchas barras de plata que tienen oro. Basta que una aleacion de oro contenga 0,020 de plata o que una aleacion de plata i cobre contenga 0,0004 i aun 0,0005 de oro' para que la operacion de refinacion sea provechosa. Los lingotes de oro provenientes del beneficio por el plomo, coñ-= tienen casi siempre plata, cobre, fierro i estaño; el oro obtenido por amalgamacion no contiene sino plata. La refinacion del oro 1 de la plata, en el departamento del Sena, entrega anualmente al Baneo de Francia, a la especulacion privada, a la Moneda i al comercio, un valor de 200 millones de francos o mas. En Paris, los refinadores de oro avalúan los gastos de refina- cion de l kilógramo de oro platoso en 6 francos, i para 1 kiló- gramo de plata aurifera, fr. 3,40 c., pero en este último caso de- vuelven una prima que equivale a fr. 1.90 c., de modo que la re- finacion de la plata no sale sino a fr. 1.50 c. Se considera como plata aurífera, todo lingote conteniendo ménos de 15%/1000 de oro. Los metales convertidos asi, a lo que se llama estado fíno, som: tan puros, que el kilógramo de oro vale 3447 francos 1 el kilógra- mo de plata 222 francos. (La Moneda de Paris paga el kilógramo de oro' en cóndores de Chile a razon de fr. 3086 42 c., i como 100 cóndores pesan! 1,520 gramos, sale a razon de fr. 46,91 cada cóndor). Se conocen algunos procedimientos para la refinacion i uno de los mas antiguos consistia en tratar la aleacion por el ácido nítrico; pero hoi es el ácido sulfúrico el que se emplea jeneralmente, porque da los resultados mas perfectos i es mas económico. Se echa la aleacion con una cantidad de plata determinada en un recipien- te lleno de ácido; el oro no tarda en caer al fondo bajo forma de granitos, miéntras que la plata queda en disolucion en el ácido sulfúrico. Despues se precipita la plata nretálica, por medio de láminas de cobre bien limpias 1 queda eu: el líquido el sulfato de cobre di- suelto que se hace cristalizar. Este sulfato de cobre queda como beneficio, 1 bastante impor- tante, para los refinadores, pues vale de 16 a 20 centavos el kiló- gramo. (En Chile no vale mas, es decir, 20 centavos kilógramo.. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879 37 Nos parece, pues, que en un pais como Chile, cuya produccion de metales de todas clases es enorme i por el cual la industria de los metales preciosos, como son el oro i la plata, es hasta cierto punto una especialidad, la refinacion de dichos metales es el com- plemento natural i casi indispensable de dicha industria. La refinacion de las materias de oro i plata ha sido intentada en Chile (segun hemos oido decir) i creemos que existen todavia en la Moneda de Santiago, los aparatos para efectuarla, pero es mui probable que no haya podido llevarse a efecto por falta de áci- do sulfúrico barato i abundante, pues es una de las industrias que consumen mas ácido, ; La mejor proporejon para la aleacion que se quiere refinar es la siguiente: 0,800 a 0,950 de plata i 0,050 a 0,200 de cobre i oro. La proporcion de oro no puede sin inconveniente pasar de 0,200 Por consiguiente ántes de refinar es preciso hacer el ensayo de los lingotes, i si las proporciones de oro, plata i cobre no son las que acabamos de indicar, es preciso producirlas artificialmente. A veces se reduce la aleacion en granitos (grenaille) echándo- la fundida en agua fria; pero ciertos refinadores tratan directa- mente lingotes de 30 a 35 kilógramos de peso, sin reducirlos a granitos. Se emplea 2 a 24 de ácido por 1 de aleacion. No se necesitan ustensilios de platino, sino de fierro fundido, 1 de plomo, i el material no es mui costoso, SULFATO DE COBRE. La refínacion de las materias de oro 1 plata produce sulfato de cobre mui puro i en mucha cantidad. Este sulfato tiene muchas aplicaciones, 1 entre ellas: en las pilas eléctricas (pila de Dauiell), la fabricacion de la tinta de escribir, la tintura de la lana en ne- gro; la encaladura de los trigos, preparacion que se da previamen- te a la semilla para evitar el polvillo negro; para la preparacion del magistral en el beneficio de los metales de plata por amalga- macion; se emplea tambien en mucha cantidad en Europa para la conservacion de las maderas para. durmientes. de ferrocarriles i postes de telégrafos, etc., etc. El sufalto de cobre se puede obtener directamente, tratando los cobres viejos i las virutas de cobre de los talleres de mecánicos, por ácido sulfítrico concentrado e hiryiente.. 38 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Seria talvez un medio ventajoso de sacar partido delos desechos de cobre en Chile. : Se produce tambien por medio de las piritas de cobre. SULFATO DE FIERRO. El sulfato de fierro i vitriolo verde, tiene mucha analojía con el sulfato de cobre o vitriolo azul. (Los llaman tambien alcaparrosa verde o azul.) Sirve para fabricar la tinta de escribir, para la tintura negra, gris i violeta; para preparar el colcothar, etc., etc. Hai cuatro o cinco procedimientos para obtenerlo. Uno de ellos consiste en lavar con ácido sulfúrico los resíduos de las piritas que ya han servido para fabricar dicho ácido, i hacer cristalizar las lejías. Otro consiste en disolver fierro metálico en el ácido sulfúrico. Este último procedimiento nos parece tener cierta importancia pa- ra Chile, porque permitiria utilizar los fierros viejos del modo mas ventajoso posible; la alcaparrosa producida así es mul pura. Vale en Francia 7 francos 50 céntimos los 100 kilógramos, O Sld.ccoocmmo-. $ 1 50 quintal métrico. Miéntras que en Chile está avaluada... 6 00 1d. (Sulfato de fierro impuro.) cuca bedo e o blggds So 0000 id. PURIFICACION I CLARIFICACION DEL ACEITE. La purificación del aceite de lámparas, de cualquier orijen que provenga, es una operacion mui importante, que se hace en Euro- pa con ácido sulfúrico. Es mui sencilla; consiste en colocar el acei- te en barriles o tinas de madera aforradas en plomo; se le echa poco a poco 1 removiendo al mismo tiempo, desde $ hasta 13 por ciento de ácido; todas las materias estrañas se depositan al fondo de la cuba, miéntras que el aceite puro se queda encima, i se ela- rifica haciéndolo pasar por filtros. CONSERVACION DE LAS MADERAS. PROCEDIMIENTO NUEVO 1 MUI SENCILLO, POR MEDIO DEL ÁCIDO SULFÚRICO. A estas aplicaciones directas del ácido sulfúrico, agregaremos todavia las siguientes: ; ANALES DE LA UNIVERSIDAD.— ENERO DE 1879. 39 Se podria aplicar a la conservacion de las maderas para dur- mientes de ferrocarriles u otros usos. En Alemania, en Chemnitz se dice que esta aplicacion ha dado mui buenos resultados en los pilotes de puentes, enmaderacion de minas, rodrigones para la viña, ete. El medio es mui sencillo; consiste simplemente en pintar con el ácido la superficie de las maderas que se trata de conservar. Como se sabe, el ácido sulfúrico carboniza la madera, i por consi- guiente produce el mismo efecto que si se la quemase superficial-: mente; pero ademas, parece que se forma una combinacion entre él i la fibra leñosa que proteje a ésta contra los ajentes esteriores € impide que se pudra; seria, pues, una simplificacion i aun un per- feccionamiento del sistema Lapparent por el aparato de Hugon, mui empleado hoi en los ferrocarriles i en particular en el ferro- carril del sur de Chile, desde hace algunos años. Eso consumiria mucho ácido, pues el número de durmientes en una sola via, es de 1,400 a 1,500 por kilómetro, 1 nada mas que para el ferrocarril de Valparaiso a Santiago, por ejemplo, se nece= sitarian como 300,000, que a un kilógramo de ácido por cada uno, absorberia como una tercera parte del productototal de la fábrica, que hemos avaluado en 1.000,000 de kilógramos por año. Seria tambien un procedimiento de conservacion mui econó- mico. Ya que hablamos de esta cuestion de la conservacion de las ma- deras, sea para ferrocarriles, sea para postes telegráficos u otros usos, diremos que su preparacion química por medio del sulfato de cobre, de que hemos hablado mas arriba, exije como 6 kilógra- mos de sulfato por metro cúbico de madera, i con los gastos de obra de mano, maquinaria, amortizacion, etc., se avalúa en 9 fran- cos por metro cúbico el costo de la preparacion; i como se necesi- ta cerca de 1 metro cúbico para nueve durmientes, saldria el pre- cio de la preparacion en Francia como a 1 franco. Se necesitaria por kilómetro, o sea por 1,500 durmientes como 1,000 kilógramos de sulfato de cobre. El ácido sulfúrico tiene muchísimas otras aplicaciones directas, pero nos limitaremos por ahora a citar estas tres o cuatro, para pa- sar luego al estudio de los otros productos derivados. 4.“—8ALES DE SODA. En el comercio en Europa, se da el nombre de sal de soda al carbonato de soda. Antes era un producto natural que provenia 40 MEMORIAS CIENTÍFIOAS 1 LITERARIAS. de España, de Italia, del Languedoc o de Ejipto. El de Ejipto es un sesqui-carbonato de soda, que se llama natron 1 que existe en disolucion en las aguas de algunas lagunas de Ejipto i tambien de Hungría, Persia, Indias, Venezuela i Méjico. Cuando estas lagunas se secan en la época de los calores, se recoje el natron depositado en sus lechos bajo forma de inscrustaciones salitrosas. Es mui pro- bable que exista así en las lagunas hoi secadas del desierto de Atacama en Chile, Bolivia 1 Perú. Las de España 1 otros lugares de Europa, tales como las que se conocen en el comercio bajo la denominacion de soda de Alicanto, de Málaga, de Cartajena, de Tenerife, de varech (algas) o de Nor- mandía, de Narbonne i de Aigues-Mortes, provienen de la incine- racion de ciertas plantas: Pero estas fuentes de soda, están casi abandonadas 1 hoi el nom- bre de sal de soda está reservado mas especialmente al AS trae del cloruro de sodio o sal marina. El procedimiento para esta trasformacion química es de oríjen i de invencion enteramente francesa; es el de Leblanc, que está adop- tado en el mundo entero i entrega anualmente al consumo mas de 300.000,000 de kilógramos de soda en bruto o su ss en sales de soda. Como se sabe, consiste : 1.2 En descomponer el cloruro de sodio por el ácido sulfúrico, para formar sulfato de sola 1 ácido muriático o clorhídrico. Las proporciones de las materias, son: Sal marina (cloruro de sodio).....oomocoonoro.oo. 100 kgs. ¡Acido sulfúrico a Uco acaso osa » NO oso cdo n asco Do basacos cp duo co OO OUdoinico ds 15 D que producen: : Sultato dodo Ds OO: Disolucion de ácido clorhídrico i a 22” de den- sidad....... SAS Sic USCioa Ron aobn TES Bosadose . 208 > 2.” Descomponer el sulfato de soda por medio del carbon (car- bon de piedra molido i cernido) i carbonato de cal (tiza). Las proporciones son: Sulfato de SOda. + ..o.ooo. O ODO SOLO Dago Td naO aa VicoOa 100 kgs. 1Bd0 odosnss dodoa o Je scodoounad adas soconoE OO godRoósoOSO . 100 » (VENIDO MercdodadooVnrdasodaadonaDade o0sb09 00VO Segobono . 55 » que producen: Soda en bruto, de 3 AO oococcaosconoacananons e ISO ko: ás A A E Ae a ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DR 1879. 41 Hé aquí los precios de costo de estas dos operaciones en las fá- bricas de Marsella: | 1.2 Fabricacion diaria del sulfato de soda en 3 hornos dobles (calcinas) descomponiendo juntos 4,800 kilógramos cloruro de sodio. | Sal marina 4,800 kil., a 3 fr. 20 los 100 kil.... fr. 153 60 Acido sulfúrico a 50>, 6, 420 kil, a 3 fr. 58....... » 229 83 Carbon de piedra, 25 hectólitros, al fr. 66.. » 41 50 6 obreros, a 3 fr. cada uno (término medio)». » 1800 Gastos jenerales (mo contados)...mcmoco e0omooooos » » D MI ada cdo fr. 442 93 Producto 5,280 kil. sulfato de soda. Este cuesta, pues, 8 fr. 38 c. los 100 kil,, sin contar los gastos jeneraleg. N. B.—Se notará que en este precio de costo, la sal marina está avaluada solamente en 3 fr. 20 los 100 kil. , pero no figuran aquí 10 fr. de derechos de consumo, porque este impuesto se devuelve a los fabricantes, una vez que se comprueba que la sal ha sido con- vertida en productos industriales i no consumida; los 10 fr. de impuesto no son, pues, mas que una cantidad adelantada e impro- ductiva miéntras no sale de la fábrica bajo forma de sal de soda. Tambien ge notará que el ácido sulfúrico está avaluado en 3 fr. 68, miéntras que lo hemos avaluado en 4 fr. 30 en Béljica, 4 fr. 73 en Inglaterra 1 5 fr. 32 en Marsella; pero eso proviene de que la fá- brica citada se encuentra en condiciones mas favorables que otras. El costo de fabricacion del ácido sulfúrico en dicha fábrica está avaluado como sigue: (Por 24 horas.) A e O A 240 00 Nitrato de soda 96 kil. a 50 fI...occoocccnocnnono.» 48 00 Carbon de piedra, 24 hectólitros a 1 fr. 66...... 39 84 10 obreros a 3 fr. 60 (término medio)............ 36 00 Grastos jenerales 1 diverSO8..commooooorocrno ao.» 30 16 fr. 394 00 Siendo el producto 4,280 kil. de ácido sulfúrico puro a 66” o su equivalente a 50% tal como sale de las cámaras de plomo, el ácido cuesta 8 fr. 75 c. los 100 kil. a 66% Beaumé i de 3 fr. 60 a 4 fr. para el que sale de las cámaras a 50 o 52”. A 2.” Fabricacion diaria de la soda en bruto en 4 hornos en los 42 A MR 5 A e E MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. cuales se hacen encada uno 8 operaciones por 24 horas, sea 32 ope- raciones por todo. Sulfato de soda 11,200 kil, Tiza en polvo 11,200 kil. a Carbon de piedra molido 1 fr. 30 los 100 kil roccsonooa en vonecorrscrrnncarononntoso rearoorsnnmocnoo a 8 fr. 38 los 100 kil.. fr. 938 56 0 fr. 50 los 100 kil... » 56 00 cernido 5,000 kil. a 2 CO O o » 11500 A ll D 48 00 SN » » peleo fr. 1,277 06 Producto: 16,800 kil. sal de soda en bruto de 30 a 35”. La sal de soda en bruto sale, pues, a razon de 7 fr. 60 c. los 100 kil., sin contar los gastos jenerales. Esta materia se presenta bajo forma de una masa porosa, mui dura, de color gris rojizo i azulado, mezclada con tiza 1 carbon: es lijeramente cáustica. Antes de seguir ocupándonos de ella, dire- mos algo de las otras dos sustancias producidas en estas operacio- nes: el sulfato de soda 1 el ácido clorhídrico. SULFATO DE SODA. El sulfuto de soda puede utilizarse directamente 1 tal como sa- le de las fábricas, en las fábricas de vidrio, pues las proporciones de las materias empleadas en éstas son, por ejemplo: Para vidrios. 1.2 receta. 2.” receta. ÁTreNMA..o.... DE a LEO 100 Sultatos de:sodassecons rr dd 58 a 715 Carbon: molido sacos AA JAIR 4la 5) Id alo po Guia 138409 015 Pedazos de vIdrl0......o.. AA Se 25 a 100 Para botellas. A E UA ac 100 SILA LO de Os a A AE ONO a Udo obra da S Carbonato decadentes sale aa 100 Carbon modo daa a Uds oo q 6 Para vidrio soluble o silicato de soda (por cuya fabricacion he- ANALES LE LA UNIVERSIDAD. —ENEPO DE 1879. 43 mos visto en los diarios chilenos que se había pedido privilejio) que, como lo veremos mas tarde, tiene muchos usos, tambien se emplea el sulfato de soda en las proporciones siguientes: A SO ooo osea olaaa sesos as OO Sulfato de soda...... O oie 00 Carbon de leña en polvo............ ii 90. En Alemania se da a los ganados dos veces por semana, mez- clado con los alimentos, a razon de 16 a 48 gramos, 1 produce mui buen efecto para la salud 1 la engorda. Refinado 1 cristalizado se usa mucho como purgante, bajo el nombre de sal de glauber i aun sal de Epsom o de Inglaterra. En Inglaterra se vende a razon de 5 chelines las 112 UnA sea O fr. 12c.a 0 fr. 13 c. el kilógramo. En Chile está avaluado en 0 fr. 30 c. (6 centavos) el kil, sin contar el 259% de derechos de Aduana. ACIDO CLORHÍDRICO. El ácido clorhídrico que se produce en mucha cantidad en la misma operacion, ha sido durante mucho tiempo un estorbo 1 una incomodidad para las fábricas de productos químicos. Su uso se limitaba, en efecto, a la operacion del cloro, de los hipocloritos o cloruros descolorantes i desinfectantes, de la sal amoniaco i a la del bi-carbonato de soda, pava log cuales eran mucho mas que sufi- ciente, de modo que era preciso desembarazarse del excedente, de- . jándolo desprenderse libremente al aire al estado gaseoso. Pero este gas es mui nocivo para las plantas 1 una atmósfera impregna- da 08 él es tambien destructiva para todas las partes metálicas de los edificios vecinos, tales como chapas, clavos, pernos, etc. Se habia creido que con chimeneas mui altas se remediarian estos inconvenientes, así es que se construyó una en la gran fábrica de Tennant en Glasgow, que tenia 133 metros de elevacion con un diámetro inferior de 12 m. 60 i superior de 3 m..60, pero los vapo- res de ácido clorhídrico, en lugar de disparse completamente en el aire, formaban siempre una neblina espesa i caian al suelo al- rededor de la chimenea, Hoi el ácido clorhídrico se recoje en la mayor parte de las fábri- cas, lo que es debido en parte a los inconvenientes que acabamos de señalar i que se han querido evitar, pero principalmente al espendio mui importante que han creado a este ácido los nuevos pa 44 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. procedimientos metalúrjicos por via húmeda 1 sobre todo para el co bre. En 1864, la proporcion del gas ácido clorhídrico esparcido en la atmósfera era como de 16 por ciento del producido; hoi está redu- cida a 0,94 por ciento, es decir, que se recoje por condensación co- mo las 99/1009 partes del ácido. | En Chile, pais esencialmente productor de metales 1 principal: mente de cobre, este ácido tendria mas importancia que en ningu- na parte. Nos proponemos, por lo demas, reunir mas tarde en un capítulo especial i tan completo como sea posible, todos los proce- dimientos de beneficio de los metales de cobre, plata, oro, etc. por via húmeda, pero por ahora nos contentaremos con indicarlos, El ácido clorhídrico se emplea frecuentemente para disolver las incrustaciones calizas en los calderos, tubos, etc., de las má- quinas de vapor. Mezclado con el ácido nítrico, en la proporcion de 4 partes de ácido clorhidrico a 22”, con una parte de ácido nítrico a 42”, forma el agua réjia, que, como se sabe, es el mejor disolvente del oro-i del platino. Sirve tambien para la preparacion del cloryro de zinc, que se. usa como el sulfato de cobre para conservar las maderas, 1 para fabricar la cola fuerte. Hoi se emplean botellas de gutta-percha para trasportarlo, lo que procurando a la vez mucho mas seguridad i comodidad, per- mite utilizarlo a grandes distancias del lugar donde se fabrica. Volvamos ahora a las sales de soda. Se ha visto que las materias primas que se necesitan para fa- bricarlas, son: 1.7 El ácido sulfúrico, que suministraria la fábrica 1 que se pue- de emplear tal como sale de las cámaras de plomo, es decir, a 50 a 52%, aunque convendria mas concentrarlo hasta 58 o 60* Baumé, lo que se puede hacer en los calderos de plomo sin recurrir a los de platino. l 2.2 La sal marina o jema. Esta necesita ser de buena calidad i no contener otras sales o impurezas, tales como sulfatos de cal o de magnesio, cloruro de calcio o de magnesio, o sustancias terro= sas o ferrujinosas, al ménos en cantidades notables; estar refinada o semi refinada. La sal marina es la que se emplea jeneralmente- Si se emplea la sal jema, es preciso que sea pura i bien molida. Señalamos estas condiciones, porque pueden tener influencia s0= ANÁLES DE LA UNIVERSIDAD —BENERO DE 1879. 45 bre el costo de las sales de soda, pues vemos que én Chile, la sa] comun no vale mas dle 70 centavos los 100 kilógramos, miéntras que la semi refinada vale 2 pesos. Por eso decíamos al principio de esta memoria, que la industria de los productos químicos seri- al mismo tiempo la causa del desarrollo de muchas otras indusá trias; la de estraccion i refinacion de la sal, seria una de ellas; ve- remos que la de los aceites, 1 del cultivo de las plantas i semillas oleajinosás, seria otra. 3.2 El carbonato de cal debe ser tambien lo mas puto posible; el que despues de cocido da una cal grasa que se disuelve en ácido dejando poco residuo insoluble, es el mas conveniente. En Francia se reduce en polvo, pero en Inglaterra se ha recon ocido que basta reducirlo a pedacitos del tamaño de una nuez. 4. El carbon de piedra. El mejor es el que produce ménos ce- niz3. ' En el comercio hai tres clases de sales de soda, a saber: 1.2 La sal de soda carbonatada. Es un carbonato de soda anhi- dro que debe contener solo de 0 a 5 por ciento de soda cáustica. 2.* La sal de soda cáustica, que es tambien un carbonato de soda anhidro, pero que puede contener desde 6 hasta 18 por ciento de soda cáustica; 3:2 Los cristales de soda, o carbonato de soda cristalizado, con 62,8 por ciento de agua, i que 11o debe contener soda cáustica. La soda en bruto que se produce, como lo hemos visto, calci- nándo el sulfato de soda con tiza i carbon, puede servir, tal como sale de los hornos; para muchos usos, pero para muchos otros tie- ne que ser purificada i convertida en las tres clases de sales que acabamos de enumerar. No podemos entrar en los detalles de las operaciones que se efectuan para eso; diremos solamente que con- siste principalmente en hacer lejias o disoluciones metódicas i eva- poraciones de éstas. Hoi se fabrica mucho en Huropa la soda cáustica, tanto para el consumo interior como para la esportacion; I aquí hai que notar que en el procedimiento seguido, el nitrato de soda interviene en cantidad notable, pues que se avalúa que se necesita emplear de 40 a 80 kilógramos de nitrato por cada tone- Jada de soda cáustica producida. Seria, pues, una ventaja que ten- dria esta fabricacion en Chile. La soda cáustica es la que se nece- sita para fabricar jabones. Hé aquí los precios en Francia de las diferentes sales de goda: 46 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. Soda salada de Marsella........oo.o..=.=» fis. 5.90 los 100 klgs. Soda en bruto (dulce, artificial) de , Wars lla. E a EA 10.00 » Cristales de soda....... o MONA A » Sal de soda a 30%..... e e 18.50 » Td. AO da does CL ME , 26.00 » Td. AUT ES TIOS OA » Id. AUS O e e UA! » Soda cáustica, blanca, a 60%, en Paris 1 Marsella e a e IO D En Chile vemos en las tarifas de avalúos 1 precios corrien- tes solo dos clasificaciones, a saber: Sal de soda avaluada en 7 pesos a 7,50 los 100 kilógramos. Soda cáustica 11,50 pesos a 12,50 los 100 kilógramos. ¿Pero a qué corresponden estas dos clases de soda comparadas con la de Francia? Esto es mui importante, pues como se vé, miéntras la verdadera soda cáustica vale 44 a 45 francos los 100 kilógramos, la sal de soda a 30” no vale mas de 18 francos 50 1 los cristales de soda 16 a 17 francos. Puede ser que las sales que llegan a Chile tengan el verdadero valor alcalimétrico que corresponde a su precio, pero no nos es- trañaria tampoco que los comerciantes, a sabiendas o no, hayan dado calificaciones erróneas a estas sustancias 1 que, por ejemplo, lo que se llama allá soda cáustica no sea en realidad mas que sal de soda a 70, 75 0 80% 1 que la sal de soda, no sea mas que cristales de soda. La soda realmente cáustica, espuesta al aire, absorbe el ácido carbónico que éste contiene, i pasa luego al estado de carbonato; por este motivo es preciso conservarla en barriles herméticamen- te cerrados. En Inglaterra se coloca cuando está todavia caliente 1 líquida, en botellas de fierro batido, donde se solidifica por el en- friamento; se guarnecen las junturas con un cimiento de yeso, 1 se tapa la embocadura de la botella con una pieza soldada; estas minuciosas precauciones, indican, pues, la importancia que se dá a la conservacion de la causticidad. Si es así como llega a Chile, no hai nada que decir, pero de lo contrario hai mucha probabilidad de engaño sobre la calidad. En todo caso nos parece que si no existe en Chile el método mui sencillo de ensayar las sales de soda o potasa, que se llama alcalimetria 1 que es debido a Descroizille i perfeccionado por Gay Lussac, convendría mucho introducirlo i practicarlo. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879 47 La diferencia entre los precios corrientes de artículos de ¿qual calidad, en Europa i en Chile, siendo uno de los elementos mui importantes de las cuestiones que tratamos, se comprende que de- bíamos insistir sobre estos pormenores i hacer resaltar las equivo- caciones posibles en la designacion de dichos artículos. Hemos dicho que las sales de soda, carbonatos, cristales o sales cáusticas, provenian de la refinacion de la soda en bruto; agregare- mos que: de 1,000 kilógramos de sola en-bruto a 36”, se saca de 380 a 400 kilógramos de sal de soda refinada, mui blanca, de 80 a 82 grados alcalimétricos. : Los gastos de la operacion son los siguientes: Por cada 1,000 kilógramos de soda en bruto: Raratehancar la soda oca iaa asomo adas da sd 01456, Obra de mano para disolverla........oooooonenmo. 1.70 Erasporte:de los Tesiduos...cooscnonconses ers... 0.20 130 kilógramos de carbon a 10 francos por POMO atensr caco dsco areas eee 1.30 Intereses del capital inmovilizado (fr. 15,000). 0.60 Conservacion del material i alumbrado......... 0.75 Dr O 000: N, B. Notaremos de paso, que hemos dado i daremos siempre, en cuanto nos sea posible, los precios de costo de las operaciones, materias primas, etc., 1 lo Mismo los precios de venta de las ma- terias fabricadas en Europa, porque nos parece que de estos datos se pueden deducir mejor las probabilidades de buen o mal éxito de estas nuevas industrias por introducir en Chile. Bastará sustituir a log precios de Europa los de Chile, para tener precios definiti- vos exactos o suficientemente aproximados. Es evidente, por ejem- “plo, que en el precio de costo de mas arriba, el carbon de piedra costando en Chile de 6 a 7 pesos tonelada, en lugar de 2 pesos, el gasto de fr. 1.30 seria insuficiente i deberia triplicarse. Se verá, por lo demas, cuando resumamos todos estos datos, i lleguemos a indicar la marcha que a nuestro parecer convendria adoptar, que no nos hemos dejado arrastrar por un entusiasmo irreflexionado 1 demasiado optimista, 1 que apesar de nuestra con- viccion de que todas estas industrias fundamentales o derivadas, son no solamente posibles, sino ventajosas i de mucho porvenir en Chile. Hemos sabido, sin embargo, tomar en séria consideracion la cuestion de oportunidad, es decir, la época mas o ménos cercana 48 MEMORIAS OIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. en que convendria emprenderlas, i las proporciones mas o ménoz crecidas en que deberian establecerse al principio. Los carbonatos de soda o soda cáustica, sirven para blanquear la ropa, casi todos los tejidos nuevos en las fábricas, i los trapos en las fabricas de papel. Para fabricar el cristal, los vidrios, el bó- tax 1 los cloruros desinfectantes; pero su mayor empleo es en la fabricacion de los jabones. Antes de hablar de esta última fabricacion, diremos algo de la potasa, materia que tiene muchía analojía, en sus propiedades quí- ficas 1 usos industriales, con la soda. SALES DE POTASA: Las sales de potasa se estraeñ: 1. De las cenizas de ciertas plantas. Estas cenizas no represen- tan sino una fraccion pequeña del peso de las plantas secas, 1 a 3 por ciento para algunas, 4 a 8 por ciento para otras, i hasta 12 por ciento para unas pocas; ien cuanto a la potasa es tambien una fraccion variable de las cenizas. Por ejemplo: 100 kilógramos de leña de roble 0 maderas aná- logas rinden como 1,5 kilógramos de ceniza, de las cuales se pue- den estraer 150 a 200 gramos de potasa en bruto. Los saucos, moreras, avellanos, dan 2 a4 kilógramos de ceniza de los cuales se pueden sacar 400 a 500 gramos de potasa en bruto. Los tallos de papas, las ortigas, los cardos, dan 3 a 10 kilógra- mos de cenizas, de los cuales se saca hasta 1 kilógramo de potasa. 2.2 De los depósitos barrosos que se forman en los barriles que han contenido vino o en los alambiques donde se destilan vinos para hacer aguardiente. Estos depósitos barrosos, colocados en sa- cos i aprensados, forman especies de tortas, qué se hacen sécer i que se queman; 6,000 Kilógramos de ésta materia seca producen como 1,000 ll canos de cenizas, de los cuales se puede estraer 500 kilógramos de potasa. Pero veremos mas tarde que estos mismos resíduos de los ba- rriles de vino podrian tener un destino mas ventajoso, sea como artículo de esportacion, sea como materia prima pára la fabrica cion del ácido tártrico. El tártaro en bruto es un artículo importante de comercio; se vende en Francia de 90 a 100 francos los 100 kilógramos.' El crémor tártaro (bi-tartrato de potasa), que es el tártaro eX' bruto refinado, vale de 240 a 245 francos los 100 kilógramos. ANALES DE LA UNIVERSIDAD,—ENERO DE 1879, 49 El ácido tártrico que se estrae del crémor tártaro por medio del carbonato de cal o cloruro de calcio, vale fr. 3.80 a 4 francos el kilógramo. La produccion de vinos en Chile, siendo ya mui importante, 1 teniendo que aumentar todavía, el tártaro en bruto será algun dia un artículo industrial o comercial no despreciable. 3.2 Del felspato. Se sabe que el felspato ortoclasia, uno de los minerales mas abundantes en la naturaleza i en particular en Chi- le, contiene en término medio de 12a 14 por 100 de potasa. Pero la estraccion directa de ésta es bastante difícil; se conocen, sin embargo, aleunos procedimientos industriales para efectuarla, i entre ellos, uno que consiste en tratar el felspato pulverizado por el ácido sulfúrico, 1 otro calcinándolo con cloruro de calcio, 1 disolviendo el residuo, lo que produce cloruro de potasio. No nos ocuparemos mas, por ahora, de este modo de produc- cion de la potasa; sin embargo, nos proponemos estudiarlo mas tar- de con prolijidad, pues nos parece que el felspato en Chile ha de- bido en ciertos lugares esperimentar descomposiciones que talvez facilitarian las operaciones químicas destinadas a trasformarlo en potasa cáustica o cloruro de potasio. 4.7 Una de las fuentes mas abundantes de potasa, es ahora en Europa el clornro de potasio que se ha descubierto hacen pocos años, en les minas de Stassfurth 1 rejiones vecinas, en Prusia. El mineral que contiene este cloruro, forma una serie de capas enormes que estan sobrepuestas a las vetas de sal gema: i se puede decir que es casi inagotable, pues, se calcula que se podrán sacar de él, al ménos 25.000,000 de toneladas de cloruro de potasio. Las condiciones de su esplotacion son tan fáciles i económicas, aunque las minas tengan mas de 200 metros de profundidad, que todas las otras fuentes de sales de potasio, no pueden sostener la compe- tencia con él, El mineral que se llama ka/isalz, se vende: En pedazos gruesos fr. 1.62 a fr. 2.31 c. los 100 kilógramos i molido 1.74 a 2.47 id. Su composicion media es la siguiente: CIO, A 16 o A 20 MA de MA MESIO cl daidici pan baaa sec cronos 20 Sultavo de magnesio duracion e nplo atencion cba 10 IMPUrEZaS, LAU OE illa diadn e alq pa desa 29 100 A, DE LA U, e 50 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. El modo de estraer el cloruro del potasio que contiene, es muí sencillo: consiste simplemente en colocarlo con agua, en grandes cubas de 20 metros cúbicos de capacidad, calentar el agua por medio del vapor a 120” i decantar la disolucion mui caliente, en bateas de fierra batido o colado; despues de algunos dias el cloru- ro de potasio se deposita mezclado con cloruro de sodio i magne= S1O+ : De 20,000 kilógramos de kalisalz tratados así, se saca 1,600 a 1,700 kilógramos de sales con lei de 60 a 70 por. ciento de cloru= ro de potasio. El residuo que contiene todavia 3 por ciento de elo- ruro se desecha, es probable que en algunos años mas se volverá a utilizar pára estraer de él los sulfatos de soda ide magnesia, i aun hemos oido decir que ya se habia principiado a sacar de él sulfato de soda anhidro que se vendia a 7 francos 50 céntimos i sulfato hidratado a 2 francos 20 céntimos los 100 kilógramos. El cloruro de potasio en bruto, lavado despues con agua i eva= porado, llega a tener 80 por ciento de cloruro de potasio; se hace secar en hornos, se embarrila i se entrega al comercio. Este cloruro de potasio del comercio tiene la. composicion si= guiente: q Cloruro de potasio PUTO. ...ocoooodoosioonicacacoa 82,00 dde sodio estonio sc ae) Sulfato de potasa, seo neourouss ones sounds) de mane sacas IE 100,00 El producto del kalisalz en cloruro de potasio comercial, por este procedimiento es el siguiente: 700 kilógramos de kalisalz con 16 por ciento de cloruro de po- tasio, contiene en término medio 112 kilógramos de cloruro de potasio puro o 140 kilógramos de cloruro de potasio del co- _mercio con $0 por ciento; no se saca sino 100 kilógramos; la pér= dida es, pues, de 40 kilógramos, sea los 2/7 de la cantidad de clo- ruro de potasio contenido en el kalisalz. Suponiendo el precio del kalisalz de 1 franco 74 céntimos los: 100 kilógramos, el costo de la fabricacion del cloruro de potasio del comercio se establece como sigue, en Stassfurth + ANALES DE LA UNIVERSIDAD,—ENERO DE 1879, 51 700 kilógramos de kalisalz molido, a 1 franco 74 : céntimos los 100 kilógramos....oomoamocconcooros Í18. 12,18 Obra de mano, combustible, embalaje, Ebc 7.00 Gastos ¡cali A e 0.50 Intereses 1 amortizacion de un capital inver- tido en la fábrica, de 250,000 francos, repar- tidos sobre una ibricación de 2. 000, 000 de kilógramos A O 1.50 100 kilógramos de cloruro de potasio comercial, a SÓ Pu ciento salen as oa dón oo ans desde lacas ES. ALS Si a este precio se agregan 6 francos 65 céntimos para el tras- porte de Stassfurth a Paris, el precio de los 100 kilógramos allí, seria de 27 francos 80 céntimos los 100 kilógramos. Se vende por mayor en Paris, de 40 a 50-francos los 100 kiló- gramos. Se sabe que el cloruro de potasio sirve sobretodo para trasfor- mar en nitrato de potasa el nitrato de seda de Chile. 100 kilógra- mos de nitrato de soda exijen para esta trasformacion como 80 ki- lógramos de cloruro de potasio puro o sea 100 kilógramos de clo- ruro comercial, 1 se obtienen 112 a 114 kilógramos de nitrato de potasa. Actualmente el nitrato de soda vale 38 francos los 100 kilógra- mos i el nitrato de potasa 65, es decir, como 60 por ciento mas. La trasformacion del cloruro de potasio en sulfato de potasa i despues en carbonato de potasa, se puede efectuar por el proce- dimiento Leblanc que se emplea para la soda, o por otros méto- dos. La operacion ofrece alguna dificultad, pero se hace sin em- bargo industrialmente en Francia i en Alemania. Hemos insistido algo sobre estós pormenores, porque estamos convencidos de que este inmenso laboratorio natural de productos químicos que se llama el desierto de Atacama, reserva a Chile, Bolivia 1 Perú, riquezas todavia 1enoradas en productos análogos a los de Stassfurth, 1 talvez superiores. : Ya se sabe, en cla que el caliche contiene, ademas del nitra- to de soda, las sustancias siguientes: sulfato de soda, cloruros de sodio, de potasio i de paco ¡oduros de potasio 1 de sodio, etc, El borato de soda i la boronatrocalcita, ge encuentran tambien én grandes cantidades a inmediaciones de las salitreras, 1 quién 92 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. sabe cuántas otras sustancias existen todavia a cierta profundidad en el suelo i en ciertos lugares del desierto Todas o la mayor parte de ellas, proviene probablemente de las aguas del mar que formaban antiguamente lagos hoi secados; el sol, el aire, el calor, la electricidad, la concentracion, las reaccio- “nes químicas han debido producir transformaciones estraordina- rias en estas sales; el salitre es el resultado mas aparente de di- chas transformaciones i casi el solo del cual se saca partido in- dustrial i comercialmente; pero quien sabe si no se tiene a la mano otros productos valiosos, de los cuales no se hace caso. Ademas de los elementos naturales de descomposicion que aca- bamos de citar i que han debido influir en ciertas épocas remotas e influyen todavia actualmente sobre la composicion de estas ma- terias, la industria de la refinacion del salitre ha hecho intervenir otros elementos artificiales mui poderosos, el agua i el vapor; por medio de ellos, estas sustancias se han encontrado en presencia unas de otras, en disoluciones calientes, i han debido producirse nuevas reacciones, descomposiciones i trasformaciones, de modo que los residuos acumulados al rededor de los establecimientos sa- litreros, contienen talvez sustancias valiosas que quedan allí bota- das i desdeñadas. Ciertos caliches contienen 8 a 9 por ciento de cloruro de potasio. ¿Qué sucede con él en la operacion de la refi- Dacion? ¿Queda intacto en los residuos? Entónces estos residuos conten- drian como 16 a 18 por ciento de este cloruro, es decir, una pro- porcion igual al del mineral de Stassfurth i pudiera estraerse con ventaja. ¿O se descompone en presencia del nitrato de soda, trasformán- dose en nitrato de potasa? Pero entónces, este nitrato de potasa, que a peso igual vale 60 por ciento mas que el nitrato de soda, quedaria en ciertos salitres mezclado con éste, sin que se tomase en el precio de venta en cuen- ta el aumento de valor que le da esta circunstancia. El sulfato de soda entra en la composicion de ciertos caliches en la proporcion de 9 a 17 por ciento, que debe ascender a 181 34 por ciento en los residuos, despues de eliminado el nitrato de so- da. ¿Queda tambien o no en los residuos? I estos mismos residuos, espuestos como lo están, al aire, al sol, a la electricidad atmosférica, etc., ¿no se modifican en su com- posicion? ¿Las sales de soda o de sodio, que log componen en su mayor parte, no absorben el azoe 10xMjeno del aire para nitrificar- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 58 se 1 reproducir nitrato de soda, de modo que en un cierto número de años, volviendo a beneficiarlos se estraeria de ellos nuevas e importantes cantidades de salitre, que talvez se atribuirian a una refinación anterior, incompleta o mal ejecutada, miéntras que no provendria sino de una reproduccion i nueva formacion? Si se produce este efecto, lo que no tendria nada de estraño, pues que por medio de reacciones análogas producidas artificial- mente se fabricaba en Europa el nitrato de potasa (salpétre), án- tes que se descubriese el nitrato de soda de Chile; no convendria entónces favorecerlo i abreviarlo, disponiendo los residuos en ca- pas delgadas, que ofrecerian mucho mas superficie al aire i por consiguiente mas favorables a la nitrificacion, mas bien que de- jarlos en grandes montones i regarlos frecuentemente con agua, aunque fuese agua del mar, en lugar de dejarlos en seco? ¿No convendria tambien modificar 0,mas bien completar las operaciones de refinacion del salitre, i en lugar de limitarse a us- traer esclusivamente del caliche el nitrato de soda, aprovechar el agua, el vapor, las calderas, cristalizadores, etc., para estraer al mismo tiempo las otras sustancias de algun valor que lo acom- pañan? Para resolver todas estas cuestiones importantes, nos parece que deberian hacerse esperimentos i someter a numerosos análi- sis químicos hechos con el mayor cuidado: los caliches, los resí- duos recientes i antiguos de la refinacion, les salitres purificados, tales como se entregan al comercio, las aguas madres, la sal de los salares, todas las sustancias de aspecto algo estraño que se encuentran en las calicheras, sea en la superficie, sea a cierta hondura, i aun efectuar sondajes a mano, con la sonda de esplora- cion de Degousée, que alcanza a 10 0 12 metros, para buscarlas. Sabemos que estos análisis han sido hechos i se hacen todavía allá; pero con razon o sin ella, no nos inspiran entera confianza, i desearíamos verlos ejecutados en Europa en laboratorios de ensa- yos que ofrezcan todas las garantías de perfeccion e imparcialidad, como por ejemplo, en el de la Escuela de Minas de Paris; i que se dedujese de ellas, si conviene o nó estraer otras sustancias que el nitrato de soda, i cuáles serán, en este caso, las modifica- ciones que convendria introducir en los procedimientos actuales de refinación para conseguirlo, D4 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Despues de esta larga digresion, llegamos ahora a otro modo de procurarse la potasa, que siempre nos ha parecido mui realiza- ble en Chile. 4.2 Consiste en sacarla de la suarda (en francés suint), que en- sucia la lana de las ovejas. Esta materia grasa representa 6 a 7 por 100 del peso dd la lana en bruto para las razas de Southdown i Dishley i12a.24 por 100 para los merino La cantidad de potasa que puede estraerse de un vellon, segun Fuchs, es de 150 gramos, que corresponden como a 300 gramos de suarda. É Segun la Estadística de J. Menadier (1860), se puede avaluar en 44,244 quintales de 46 kilógramos, término medio, la cifra de esportacion de la lana de Chile, o sea 2.035,224 kilógramos anuales, 12 por 100 de esta cantidad, serian: 244,200 kilógramos que _Tepresentaria la suarda; I 122,100 kilógramos la potasa pura que contiene ésta, La operacion para estraer la potasa, es mui sencilla: consiste en lavar metódicamente la lana en bruto (sea con agua pura, sea con agua con una pequeña cantidad de carbonato de soda), es decir, con la cantidad de agua estrictamente necesaria; evaporar la disolucion, carbonizar 1 destilar el resíduo en retortas análogas a las que sirven para el gas. (Esta destilacion produce un gas excelente para el alumbrado, 11 se caleula que cada kilógramo de suarda seca, colocada .en la retorta, puede producir 210 os de este gas). El residuo calcinado que queda en la retorta, se purifica disol- viéndolo i evaporándolo de nuevo, 1 finalmente, se consigue una, potasa mui pura. : Hemos visto que la cantidad de lana esportada anualmente de Chile erarde 2.035,000 kilógramos, de los cuales, como la mitad, sea 1.000,000 de kilósramos, de Valparaiso, 1 la misma cantidad de Talcahuanó. Si se estableciese en estos dos puntos lavaderos para la lana en bruto, se podria sacar de ella como 120,000 kilógramos de suarda seca (suintato de potasa), 1 por consiguiente, 60,000 kilógramos de potasa de excelente calidad en cada uno, lo que seria mas que suficiente para el consumo de Chile, Los inventores ds este procedimiento (que data del año 1862), MM. Maumené i Rogelet, lo han aplicado industrialmente 1 con ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879. 55 buen éxito en unas fábricas que han establecido en la ciudad de Reims, que es un centro importante de comercio i de produccion de lanas. : Hemos dicho que era necesario lavar las lanas en bruto con la menor cantidad posible de agua; ieso'se comprende, pues que, debiendo evaporarse la disolucion de suarda, los gastos de com- bustible son proporcionales a esta cantidad de agua; esa fué la mayor dificultad que esperimentaron MM. Maumené 1 Roge- let, pues una parte de las lanas están lavadas por los hacendados o en el campo, 1 estos empleaban mas agua que la necesaria. Tu- vieron, para remediar este inconveniente, que alentar por una tarifa graduada los lavadores de lanas, 1 a producir aguas madres de un grado elevado; asi es que pagaban, por ejemplo, para una tonelada de estas aguas a razon de 5 frs. 50 c. para una densidad de 1,030 1 18 frs. 50 para una densidad de 1,250. Hé aquí, segun ellos, un cuadro de la cantidad i valor de las aguas de suarda de diversas densidades, que pueden sacarse de 1,000 kilógramos de lana en bruto; Hectólitros. [Aguas de suarda.|Precio del hectó-| Valor en > Densidades. | litro en fraucos, ; 27,40 1,038 0,20 5AS 16,07 1,05 0,65 10,45 ph 1,10 2,10 16,61 5,24 1,15 3,9) 17,55 3,92 1,20 4,65 18,23 3,13 1,25 5,90 18,47 | Los gastos de lavado, siendo avaluados a lo mas en 3 francos, se vé que se pueden sacar de una materia que cra enteramente perdida: 15 frs. 47 ce. por cada 1,000 kilósramos de lana en bruto. 56 MEMORIAS OIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Si se estableciese en Valparaiso o en Talcahuano lavaderos de lanas, los comerciantes podriau mandar allí sus productos ántes de embarcarlos para la esportacion; se estraeria la suarda que contienen de un modo metódico, es decir, empleando solo la can- tidad de agua necesaria, i así se evitaria el inconveniente señala- do por MM. Maumené 1 Rogelet; el pais se encontraría dotado de una industria algo importante, i ademas, los gastos de fletes de Chile a Europa serian reducidos de todo el peso de la suarda, es decir, en término medio de 12 por 100 al ménos. Sobre 2,035 toneladas esportadas, cuyo flete de Chile a Europa puede ava- luarse a 10 pesos tonelada, seria, pues, una economía anual de 2,442 pesos. Por otra parte, la lana de Chile en suarda se vende en Francia de 120 a 250 francos los 100 kilógramos. 1 lavada, de 150 a 375 francos los 100 kilógramos, Se vé, pues, que si el peso de la lana en bruto está reducido de 12 por 10€ por el lavado, su precio, cuando lavada, aumenta en Europa de 25 por 100. Se puede, ademas, notar, que el clima de Chile se presta mui bien en la mayor parte del año a una evaporacion parcial o total de las aguas de suarda, al sol i al aire, lo que es imposible o difí- cil en Francia, 1 por consiguiente, a una reduccion importante en los gastos. Veremos mas tarde que la suarda de la lana puede tambien utilizarse para la fabricacion del prusiato de potasa, sustancia que vale en Paris 270 a 275 francos los 100 kilógramos, i en Chile 450 a 500 francos los 100 kilógramos. La potasa refinada, con lei de 78 a 92 por 100 de carbonato, para cristalerías, jabonerías, ete., vale en Francia de 62 a 63 frs. los 100 kilógramos; i en Chile, lo que llaman potasa caústica purificada, 120 pesos o sea 600 francos los 100 kilógramos. JABONES. Las materias primas para la fabricacion de los jabones, son: Los aceites de olivo, de ballena, de palma, de algodon, de ma- diasativa, de linaza, de nabo, de mueces, de palma christi, de arachida, de sésamo, de cáñamo, de adormidera, de almendras dul- 203, etc. 151 sebo i la grasa estraida de los huesos. El ácido oléico. ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879. Si La resina. Las sales de soda 1 de potasa. Las mas usadas son, sin embargo, el aceite de olivo i los de ara- chida 1 de sésamo que se mezclan en gran proporcion con el de olivo; el ácido oléico que proviene de las fábricas de ácido esteá- rico, i las sales de soda. Los jabones son duros o blandos. Ciertos aceites no convienen sino para jabones blandos, tales son los de linaza, de ballena, de cáñamo, etc., pero eso depende todavía mas del álcali empleado, pues, con la soda se obtiene ja- bones duros, 1 con la potasa los blandos. El aceite e olivo no es mas que el de segunda presion, que lla- man en frances de ressences, En Marsella, que es el centro mas importante de fabricacion de Jabones en Francia, hai sesenta i dos fábricas perfectamente or- ganizadas, que producen anualmente: Como 50.000,000 kilógramos de jabon azulado de Marsella. T 45.000,000 kilógramos de jabon blanco ordinario. Despues del jabon de Marsella, el que se fabrica en mayor can- tidad es el jabon de ácido oléico, cuya excelente calidad hace au- mentar cada dia el consumo interior 1 la esportacion, principal- mente en Sud-América. Hal actualmente en Francia como cua- renta fábricas de este jabon, casi todas anexadas a las fábricas de ácido esteárico, cuya produccion anual está avaluada en 20 a 25 millones de kilógramos, de un valor de 15 a 18 millones de fran- cos. Un solo fabricante de Paris, Mr. Michaud, que fabrica prin- cipalmente jabones de ácido aléico ha declarado en 1860 que es- portaba anualmente por su parte, en Lima, 400,000 kilógramos de su jabon, i que la cantidad esportada allíien Valparaiso por él i sus colegas, era anualmente como de 1.200,000 kilógramos. A nuestro parecer, Chile debe llegar un dia, no solamente a eximirse de esta importacion estranjera, sino a ser el grande al- macen donde vengan a proveerse las repúblicas vecinas en el Pa- cífico de muchos artículos de primera necesidad, análogos al ja- bon. El ácido sulfúrico es la base principal para la realizacion de este hecho. a Volviendo al jabon, se ha visto que una de las materias primas mas necesarias, la soda, está subordinada a la produccion del áci- do sulfúrico, pero la otra que es el aceite, tanto de olivo como de semillas oleosas, depende de la produccion agrícola del pais. Allí estaria la dificultad, pues que apesar de que existe en Chile el oli- 58 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS vo i muchas plantas oleosas, sea que su produccion es insuficiente osea que los procedimientos de estraccion 1 purificacion de los aceites son mul imperfectos, lo cierto es que Chile tiene que pedir al estranjero la mayor parte del aceite de olivo i otros que ne- cesita. La introduccion de la industria de los jabones en el pais tendria por resultado incitar a los agricultores a sacar mejor partido de los plantas oleosas que existen ya e introducir el cultivo de otras que todavía no se conocen, i en fn, a dedicarse a una fabricacion formal del ace:te. Pocos paises están en condiciones mas favora- bles que Chile, por su clima i fertilidad del suelo para el cultivo de dichas plantas, tales como el olivo, arachida, sésamo, adormide- ra, etc., que mul probablemente darian productos superiores en cantidad i calidad a los de cualquier otro pais. Entre las que existen ya, se puede citar el olivo. Es preciso con- fesar desde luego, que en Francia su cultivo no tiene muchos partidarios, probablemente a causa de su demora en crecer, pues hai un refran provenzal que dice: «que uno aprovecha de la more- ra que planta, pero que no puede aprovechar sino del castaño plantado por su padre, i del olivo plantado per su abuelo.» J en efecto, el olivo no principia a producir frutos sino a los diez o doce años; a los quince años el producto puede alcanzar en término medio a medio litro de aceite por cada árbol, i desde entónces va siempre aumentando hasta que el árbol haya alcanzado su entero desarrollo, es decir, a los cuarenta o cincuenta años en ciertos pal- ses 1a los ciento cincuenta en otros, sesun la templanza del cli- ma. Es preciso decir, sin embargo, que sel olivo crece lentamen- te, vive mucho tiempo 1 se citan olivos que tienen como setecien- tos años. En Córcega hai olivos que producen en un solo año 150 kiló- gramos de aceite, i muchos dan 64 kilógramos, pero teniendo pre- sente que allí nose puede contar con una buena cosecha, sino cada cinco o seis años, el producto en término medio es como de 9 a 10 kilógramos por cada árbol. En España los olivos se consideran en su mayor fuerza cuando producen 114 kilógramos (9 arrobas) de a.Celbe. A pesar de los inconvenientes que acabamos de señalar, muchos agricultores competentes consideran el olivo como uno de los ár- boles cuyo cultivo es mas ventajoso, principalmente en climas a propósito, el conde de Gasparin, entre ellos, lo ha preconizado sin cesar para la colonia francesa de Arjelia, cuyo clima es mul pa- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO D£ 1879. 59 recido al de Chile. El avalúa como sigue los beneficios que pudie- Ta producir en Francia cada hectárea de terreno plantado con olivos (400 por hectárea a razon de 5 metros de distancia uno de otro), a los cuales se darian los cuidados convenientes. Supongamos que tengan ya catorce años cuando se les saque del criadero para plantarlos en dicho terreno. En los primeros diez años produciria solamente 600 gramos de aceite cada olivo (en término medio), lo que dejaria una pequeña ganancia. : En los diez años siguientes producirán anual mente en término medio 1 kilógramo de aceite cada árbol, sea un beneficio neto AE e MES ERE . 240 frs. por hect. En el tercer período decenal cada árbol pro- —ducirá en término medio 2,50 kilógramos de aceite, sea un beneficio pta anual de.. 790 1d. 1d. Este beneficio irá asi creciendo mul rápidas mente i podrá llegar a 30 kilógramos por cada árbol en esta época: el beneficio ne- to anual por cada hectárea podrá alcanzar a 10,800 1d. 1d. - I subir fácilmente a 60 kilógramos 1 aun a 100 i mantenerse as durante muchos años todavía para ir reduciéndose despues poco a poco en las mismas proporciones hasta la muerte del árbol. Como se vé, es cosa de tiempo i paciencia 1 a pesar de un benefii cio tan halagúeño en perspectiva, poco compatible con los deseos de gozo inmediato de la jeneracion actual. Pero esos datos de- muestran cuán precioso es un olivo que ya tiene alguna edad i de qué importancia seria un reglamento para prohibir la destruccion o al ménos consejos para favorecer la conservacion de los que existen en el pais. Es preciso agregar que durante los primeros periodos de creci- miento de los árboles, el terreno se puede utilizar para todos los demas cultivos i tambien que Chile presenta condiciones tan di- versas 1 tan favorables, como templanza de clima 1 fertilidad del suelo, que estamos convencidos que en ciertas rejiones, el olivo puede alcanzar a producir en diez años lo que no produciria talvez en veinte ni en treinta en otros paises, en el mediodia de Francia, por ejemplo. Por lo demas, teniendo presente que en Francia 1 hectólitro de 60 EA MIMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. aceitunas pesa COMO...oconcerooconconenecoro O7.10 kilógramos. i produce en término medio....... PEOR OS ER 10 id. de aceite. Que 100 kilógramos de aceitunas producen.. 15 id. de id. 1666 1d, 1d o E 100 id. de 1d. 1 comparando estos resultados con los que dan los olivos mas o ménos viejos existentes en Chile, se puede apreciar mejor la con- veniencia del desarrollo de su cultivo i la necesidad de su conser- vacion en el pais. Miéntras tanto, bastaria talvez utilizar mejor lo que existe i completar la cantidad que faltase, con aceite estranjero, para abas- tecer de aceite de olivo las fábricas de jabon que se establece- rian, para llegar a luchar con el jabon europeo o norte-americano. En Marsella, el aceite de olivo para los jabones proviene de España, Tunez, Nápoles, del Levante o del Mediodía de Fran- cia i cuesta de 116 a 118 francos 75 céntimos el hectólitro. El aceite que se importase directamente de dichas localidades en Chi- le, no costaria mucho mas, Pero como lo hemos dicho, el aceite de olivo no se emplea solo; se mezcla con aceite de arachida o de sésamo, i en las proporcio- nes siguientes: ¡Acelende vo O) Taide arachidasr ctas LURO MO ostoscccurnocVocess LOA Estas dos últimas plantas oleosas debian, pues, propagarse en Chile. La arachida es cultivada desde mucho tiempo en España, Ita- lia, India, i crece naturalmente en Africa; el clima de Chile le convendria mucho.—Es una planta anual. Se siembra a razon de 250 a 350 litros de semilla o vainas, O sea 90 a 100 kilógramos por hectárea. La cosecha es de 1,500 a 4,500 kilógramos por hectárea, pero en término medio 1 ,800 2 2,500 kilógramos, o sea 50 a 70 hectó- litros. En Anxjelía produce 2,400 a 3,000 kilógramos. El hectólitro pesa de 30 a 40 kilógramos. Se saca de estas semillas o vainas 30 a 40 por 100 de aceite. En España 60 por 100, en Italia 50 por 100, en Pondichery 37 por ciento, en Madras 43 por 100. Este aceite sirve para comer cuando es fresco, para fabricar ja- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 61 bones, 1 para el alumbrado, vale en Francia, de 90 a 120 francos los 100 kilógramos. La semilla vale de 40 a 50 francos los 100 kilógramos. El sésamo se cultiva tambien en comarcas cuyo clima es análo- go al de Chile, i los riegos le convienen mucho. Se siembra a razon de 15 a 20 litros de semilla por hectárea. Se cosecha en término medio, de 1,000 a 2,000 kilósramos de semilla por hectárea. En Arjelia se han obtenido 1,500 kilógra- mos, sea 223 hectólitros. Un hectólitro pesa 62 a 65 kilógramos. Esta semilla contiene 50 a 63 por 100 de aceite, pero los fabri- cantes no sacan sino 46 a 48 por 100. Una hectárea que produce de 1,000 a 1,200 kilógramos de semi- lla, da de 500 a 575 kilógramos de aceite. Este aceite es comestible 1 se mezcla frecuentemente con el de olivo, Se vende en Francia de 110 a 120 francos los 100 kiló- gramos 1 la semilla de 45 a 65 francos log 100 kilósramos, Una planta oleosa que es orijinaria de Chile, de donde ha sido importada en Europa en 1792, i que sin embargo, Chile solo pa- rece despreciar es el Madi o Madia Sativa (Melosa). En Francia se siembra a razon de 10 a 15 kilógramos por hec- tárea i se avalúa la cosecha en 1,200 kilógramos o sea 24 hectó- litros por hectárea. La semilla pesa de 45 a 50 kilógramos por hec- tólitro. Se necesitan como 7 hectólitros o 330 a 340 kilógramos de se- milla para obtener 100 kilógramos de aceite i, por consiguiente, 1 hectárea que produce 24 hectólitros o 1,200 kilógramos de semi- las, da mas de 300 kilógramos de aceite. Este acelte es comestible i puede servir para el alumbrado; se hace con él excelentes jabones duros i quien sabe si Chile no tiene en esta planta la verdadera i mejor fuente de produccion de aceite para jabones, talvez capaz de reemplazar el de olivo. Si no se ha propagado mas en Europa, es que el clima que exije, que es mas bien seco que húmedo, no se prestaba tan bien a su cul- tivo como el de otras plantas oleosas. No queremos estendernos mas sobre la cuestion del aceite; pero nos parece bastante importante para volver mas tarde sobre ella, 1 entónces la trataremos completamente, tanto bajo el punto de vis- ta de su produccion agrícola, coma de su fabricacion. 62 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Por lo demas, veremos mas adelante que el aceite no es indis- pensable i que se puede reemplazar mui bien por otra sustancia, el ácido oléico, que se produce en mucha cantidad en la fabricacion de las velas de estearina. H6 aquí los preciós de las materias primas que ge emplean para fabricar jabones en Marsella: Soda dulcé i salada 14 a 16 francos los 100 kilógramos; Td. cáustica 43 a 45.50 1d. 1d. id.; E Aceite de olivo, de recenses 116 a 118 francos 75 céntimos el hectólitro; 1d. de arachida i de sésamo 115 a 116 francos 50 céntimos el hectólitro; Carbon de piedra 32 francos, 50 toneladas. — Los siguientes datos darán una idea- de los gastos proporcio- nales de dichas materias, del costo de fabricacion 1 de los ganan- clas: 400,000 quintales métricos de jabon fabrica- dos anualmente i vendidos por mayor a ra- zon de 75 francos (término medio) los 100 : Se Nooo asada: Oros ness convóno» » Frs: 30,000,000 GASTOS POR DEDUCIR: 260,000 hectólitros de aceite, OS boss atnaccocbes frs. 23,400, 000 | 202,000 quintales métricos, soda, a 20 ÍrancoS......... : 4.040,000 96,000 quintales métricos, carbon de piedra, a 2 fran= vs frs. 29.305,000 q COS 00 /CENLIMOS deroeenceas 240,000 MESO Caldea 100,000 Pago de obreros 1 peones... 520, 000 Trasporte, conservacion del material 1 edificios, repa- racion de las calderas, he- : rramientas 1 gastoS......... 100,000 y Cantidad sobrante, representando: arriendo, in- teres de los capitales i ganancia de los fas bricantes «..... leo PEN AS 009000 Esta ganancia es, pues, pequeña, comparada con la; importan= ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —EMERO DE 1879. 63 ela de la fabricacion de Marsella; pero es preciso recordar que es- ta fabricacion ofrece una salida considerable para las primeras ma- terias que emplea, es decir, los aceites i la soda; tambien que en cierta época dicha ganancia ascendia hasta 10.000,000 de francos que se repartian solo entre 46 fabricantes. Por otra parte, desde la introduccion de la fabricacion de las velas esteáricas en Euro- pa, el ácido oléico o aceite de sebo, proviniendo de dichas fábri- Cas, ha tomado en la fabricacion de jabones, una impoftancia que aumenta cada dia i concluirá talvez por suprimir el jabon de aceite de olivo. El jabon de ácido oléico, bien preparado, tiene todas las calidades de un buen jabon; sale por precio menor, es de fabrica- cion fácil, resiste tambien como el jabon de Marsella a los climas calientes i sus propiedades detersivas para limpiar la ropa son su- periores; no tiene en su contra, sino su olor especial, pero al cual se acostumbra luego el consumidor. Hoi, como lo hemos dicho, se fabrican jabones con todas cla- ses de aceite: de palma, de coco, de algodon, de ácido oléico, de linaza, de cáñamo, etc., 1 esta industria proponde a repartirse igualmente en los paises civilizados, en detrimento de los antiguos centros de fabricacion, como era Marsella, por ejemplo. Operando en las mejores condiciones, se obtiene 172 a 175 ki- lógramos de jabon jaspeado de primera calidad por cada 100 ki- lósramos de aceíte, pero es mas seguro no contar sino sobre 155 a 165 kilógramos. La cantidad de soda en bruto que se emplea es como 80 a 85 por 100 del peso del aceite. El gasto de combustible para tratar 1,000 kilógramos de aceite es de 260 a 300 kilógramos de carbon de piedra. Los gastos jenerales de esplotacion i fabricacion, se calculan a razon de 18 francos 50 céntimos a 19 francos por 100 kilógramos de aceite o sebo, i si se admite un producto de 170 kilógramos de jabon por 100 de aceite, estos gastos ascienden de 10 francos 95 céntimos a 11 francos 18 céntimos por seda 100 kilógramos de jabon producido. H6 aquí los precios actuales de los jabones: Jabon de Marsella pálido superior, 65 a 66 francos los 100 kiló= gramos. Id. id. pálido firme, 63 a 64 1d. id. Td. id. pálido mediano, 61 a 62 id, 1d. id. id. pálido 1 vivo, recocido, 62 a 63 id. id. 5 - A OS A sd PR ANDO RA, YE 4 A h A , »? “es 4 64 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Jabon deMarsella en frio, 49 a 60 los 100 kilógamos.. Id. id. blanco al aceite de olivo, 80 a 85 id. 1d. Id. id. blanco materias grasas diversas, 66 a 74 id. id. Id. id. blanco pálido i vivo con talco, 52 a 63 id. id. Id. id. blanco pálido recocido, 52.1d id. Dichos precios varian con los de las materias primas, i son a veces en Marsella: Jabon azul pálido, 87 francos los 100 kilógramos, encajonado 1 puesto a bordo. Jabon blanco 105 id. id. id. Los jabones de olor valen ev término medio 120 a 160 francos por 100 kilógramos en Paris, +: mayor. Los jabones de ácido oléico « Paris, 90 francos los 100 kiló- gramos. Completaremos lo que nos queda que decir sobee la fabricacion de los jabones cuando lleguemos al ácido oléico. VELAS ESTEÁRICAS. La industria esteárica es de orijen enteramente francés. Los procedimientos empleados actualmente se deben a los trabajos de los químicos: Chevreul, Braconnot, Gay-Lussac, Cambacéres, Du- brunfaut, Frémy i Melsens, ia los fabricantes MM. de Milly i Motard. Están basados sobre los siguientes principios: 1.2 Todos los cuerpos grasos de oríjen animal o vejetal contie- nen los principios químicos inmediatos: estearina, margarina, olei- na, los cuales deben considerarse como sales orgánicas conteniendo todos una misma base: la glicerina. De modo que: La estearina es una combinacion da 4cido esteárico con gliceri- na, o estearato de glicerina; La margarina es una combinacion de ¿cido margárico con gli- cerina, o margarato de glicerina; La oleína es una combinacion de úcido oléico con glicerina, u oleato de glicerina. : El sebo, por ejemplo, es una sal compuesta de estas tres sales, es decir, de estearato, margarato i oleato de glicerina. A la temperatura ordinaria los ácidos esteúrico i margárico son sólidos, miéntras que el ácido olóico es liquido. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 65 La mezcla de los ácidos esteárico i margárico estraida del sebo, constituye la materia quese emplea para fabricar velas. Dicha materia es fusible a los 52 o 55 grados centígrados. La industria esteárica consiste, pues: 1.2 En destruir la combinacion de los tres ácidos grasos, esteá- rico, margárico 1 oléico con su base comun, la glicerina; 1 2. En separar estos cuerpos: es decir, por una parte los ácidos esteárico i margárico mezclados i sólidos; i por otra parte el ácido oléico líquido; i en fin, la glicerina. Hai dos procedimientos principales para efectuar estas opera- ciones. El mas antiguo imas sencillo consiste en sustituir a la base que existe en el sebo al estado de combinacion con los ácidos gra- sos, otra base mas enérjica, la cal, i formar así estearatos, marga- ¡ratos 1 oleatos de cal insolubles i que por consiguiente se preci- pitan, miéntras que la glicerina puesta en libertad queda líquida 1 disuelta en las aguas que se emplean en la operacion. Estos estearatos, margaratos i oleatos de cal, tratados despues ¡por el ácido sulfúrico, abandonan su base, la cal, para formar gul- ¡fato de cal que se precipita, i los ácidos esteárico, margárico i oléi- co quedan libres. Todas estas operaciones se hacen con interven- cion del vapor i del agua. Los ácidos grasos calientes, i por consiguiente líquidos, se echan en moldes donde al enfriarse se solidifican; el ácido oléico, aunque líquido, queda interpuesto con los ácidos esteárico i margárico; se aprensan, i entónces el ácido oléico ge separa al estado líquido co- mo sl saliese de una esponja, ilos ácidos esteárico i margárico quedan debajo de las prensas; se lavan con agua fria i caliente re- petidas veces, se purifican, i quedan, en fin, en estado de servir pára fabricar velas. El otro procedimiento es mas reciente, pues que no datá de mas de 25 a 30 años; consiste en acidifiar las materias grasas, es decir, tratarlas directamente por el ácido sulfúrico, que descompone la estearina, margarina, oleina, para formar ácidos dobles que se han designado bajo los nombres de ácidos su/fo-esteúrico, sulfo-margá- rico, sufo-oléico 1 sulfo-glicérico. Estos ácidos dobles son solubles en el agua fria, pero se des- componen en el agua hirviendo, quedando por una parte el ácido sulfúrico i la glicerina disueltas, miéntras que por otra parte se ponen en libertad los ácidos esteárico, margárico 1 oléico, que es A. DE LA U, 9 A A a e a a a OÍ : : 66 MEMORIAS CIBNTIFICAS Il LITERARIAS, preciso destilar despues para obtenerlos en estado conveniente para hacer velas. ; El primer procedimiento se llama por saponifícacion, el segundo por destilación. Hai otros dos procedimientos, a saber: la saponificacion calcárea en alta presion i la saponificacion acuosa en alta presion; pero son ménos usados que los dos primeros, 1 sobre todo es difícil obtener con ellos buenos resultados, Antes de seguir describiendo con algun detalle la fabricacion del ácido esteárico, diremos algo de una industria que se practica mucho en Chile i del mismo modo que se practicaba hacen años en Europa, pero que el ácido sulfúrico permitiria perfeccionar, es la de la estraccion ¿ purificación del sebo. El procedimiento usado actualmente en Chile consiste (segun podemos recordarnos), simplemente en echar el sebo en bruto pi- cado en calderas de cobre; el calor dilata ia materia grasa i al mismo tiempo contrae las membranas que la contienen; estos dos efectos opuestos determinan el rompimiento de dichas membranas iel sebo licuado per el calor i puesto en libertad en el caldero, puede decantarse por medio de llaves o con cucharones grandes í las membranas se aprensan miéntras que están todavía calientes, _para estraer de ellas el sebo líquido que queda empapándolas, i las membranas agotadas de sebo o borras (o chicharrones) quedan debajo de las prensas. El sistema perfeccionado que se usa hoi en Francia, consiste en colocar el sebo en bruto en un caldero de cobre tapado, por ejem- plo, una cantidad de 1,000 a 1,200 kilógramos, echar encima 10 kilógramos de ácido sulfúrico de 66”, previamente disuelto en 300 litros de agua, i calentar el todo por medio del vapor; poco tiem- po despues las membranas están disueltas por el ácido sulfúrico, el sebo queda encima de esta disolucion ipuede decantarse por medio de llaves dispuestas a propósito, en grandes cubas de ma- dera aforradas con plomo, de donde se toma de nuevo ántes que se enfrie completamente, para colocarlo en tinas. Las ventajas de este procedimiento, debido al químico d'Arcet, son las siguientes: Se evita el olor infecto de la fundicion ordina- ria, el sebo es mas blanco 1 se estrae 84 a 85 por 100 de'sebo pu- ro en lugar de 80 por 100 que produce el procedimiento ordinario, Su inconveniente es que no produce chicharrones, pues que la, membrana o tejido adiposo, están disueltas en el ácido ino pue- den utilizarse sino como abono para la tierra. ANALES DE LA UMIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 67 Esta operacion de la fundicion del sebo, precede siempre la fa- bricacion del ácido esteárico, pues la materia prima para este últi- mo es el sebo puro. Volvamos ahora al ácido esteárico. Para dar una idea de la importancia de la industria estearis maria notaremos aquí, que solo en Francia hai 55 fábricas, ope- rando juntas diariamente sobre 150,000 kilógramos de materias grasas, a saber: O cr cnoscnnisooraiccnaoncciocasosoias 184,000 Kilógramos: E 000) » Grasas diversas, sebo_de huesos........o 8,000 » 150,000» == === De estas 55 fábricas, hai: 32 que emplean la saponificacion calcárea en recipientes abier- tos 1 operan sobre 65,000 kilógramos de sebo. 11 la saponificacion calcárea en recipientes cerrados i operan so- bre 45,000 id. id. 3 la destilacion i consumen 10,000 kilógramos de materias gra- sas diversas. Las 8 restantess emplean la saponificacion calcárea i la destila- cion combinadas, la saponificacion en alta presion i la saponifica- cion acuosa, dEl consumo g¿uual de materias grasas en Francia, para la fa- bricacion del ácido esteárico, representaria, pues, por 300 dias de trabajo. 45 millones de kilógramos de un valor de 50.000,000 -de francos i si se avalúan los gastos de fabrica- cion, a razon de 15 francos por 100 kilógramos, dolosa eres aos ES 2 000,000 dl movimiento anual de esta industria seria de...... 57.000,000 Los 15 francos de gastos de fabricacion, están representados por: Acido sulfúrico (término.medio 30 por ciento) 12.500,000 kilógramos, a 10 francos. ...ooo.mm... frs. 1.250,000 A 300,000 Obra de mano, salarios, gastos diVersOS....oo.oomoo... 4.450,000 Reparacion de material, €tC., OlCooccoorommmmocmsn.. 1.000,000 —— frs. 7,000,000 MN A A E ad rn ADA E b o de Ze a. > SS 68 MEMORIAS OIBNTÍFICAS 1 LITERARIAS. Los productos son: Como 47.250,000 paquete o libras de velas (105 paquetes por cada 100 kilógramos de sebo) a TACO toca tasca aos a cone frs. 47.250,000 21.000,000 de kilógramos de ácido 'oléico, a 85 centavos los 100 Kilogramos ate duscescons nos 17.850,000 frs. 65.100,000 Lo que deja una ganancia como de ¡8.000,000 de francos para los fabricantes. El valor de estas 55 fábricas es como de 25.000,000 de francos (sea 450,000 francos, cada una en término medio) el capital de circulacion de 35.000,000 de francos, sea un total de 60.000,000 de francos. El número aproximado de fábricas de ácido esteárico o velas de este ácido, en Europa, es el siguiente: Kilógramos de materias grasas. Francia... 55 fábricas que operan sobre 45.000,000 kilgs. BOS año. Inglaterra 30 « « 40.000,000 Béljica.... 0 U « 10.000 ¿000 « Holanda.. 8 a a 10.000,00 a Alemania. 50 « « 35.000,000 « Suecia No- ruega, . —Hanov.. 8 « « 5.000,000 a Rusia...... 7 « « 6.000,000 « España... 11 « « 5.000,000 « Ttalia...... 8 « « 3.000,000 « Turquía 1 diversas 2 « « 1.000,000 « zo tala: ¿EOpRSD aa 160.000,000 kgrs. « que entregan al consumo como 150.000,000 de paquetes de velas. (Una parte pequeña del ácido esteárico se consume en otros usos industriales). De esta cantidad, 10 a 15.000,000 de paquetes se esportan, i lo demas es empleado en los paises de produccion. En Montevideo se ha establecido una fábrica que por falta de ácido sulfúrico, o mas bien, para economizar dicho ácido que se ha- ce venir de Francia, ha tenido que adoptar el procedimiento de saponificacion acuosa en alta presion, que tiene el defecto de exi- jir materias primas de excelente calidad i ofrecen mas dificulta des. AÑALES DB LA UNIVERSIDAD.—ENEBO Bk 1879. 69 Vamos a discutir ahora las condiciones en que se encuentra Chile para el establecimiento de esta industria. Como se ha visto, las materias primas necesarias son: El sebo, el ácido sulfúrico, la cal i el carbon de piedra o combustible, a los cuales se puede agregar el ácido bórico i el sulfato de amonia- co cristalizado para la preparacion de las mechas, i el agua que se emplea en mucha cantidad. 1.” Sebo. Seria mui natural creer que en un pais esencialmente agrícola i de engorda de animales vacunos 1 lanar como Chile, el sebo debe ser por lo ménos tan barato como en Europa, i por con- siguiente, en condiciones mui favorables para fabricar ácido esteá- rico, pero no es así, 1 si consultamos los precios corrientes de Chi- le, vemos que el sebo vale allá 15 pesos los 4€ kilógramos o sea 33 pesos los 100 kilósramos, miéntras'que tenemos en Francia los precios siguientes: Sebo de los mataderos en Paris...... $ 19,60 los 100 kilógramos. EL coo AAN as 14,70 » » D DS Buenos-Ayres, de cordero.. 20,20 a 20,40 D Id. de DUtl......... 20,80 a 21,20 y D de Estados Unidos, (Nueva Or- O Nr natenocecostcoccoibicnonos 20,40 a 20,80 » »D Id. (Nueva-York) . 21,20 a 21,60 » Estos precios son algo variables,'pero en este rua, son los siguientes: El sebo fundido en el interior de ore deceo nes Secorocondeccdctdn) $ 21 40 cts. los 100 kilógramos, SEPOIEN PM. done saooobeicaircenes 14 25 » » » En Rusia las fábricas de ácido esteárico recien establecidas lo pa- gan a 19 pesos 40 centavos los 100 kilógramos. De allí resulta que en Chile el sebo vale 50 por 100 mas que en la mayor parte de los otros países. ¿A qué es debido este precio tan subido? ¿Será a la imperfeccion de log procedimientos de fundicion del sebo, que no permiten estraer de las materias grasas en bruto, una proporcion de sebo puro igual a la que se saca en Europa, es decir, de 80 a 85 por 100? ¿Será que los animales de matanza no son bastante gordos? ¿O será que el consumo de sebo en la cocina es mas grande que en otros paises, o la cantidad que se emplea para hacer velas or- 70 MEMORIAS OIENTÍSICAS 1 LITERARIAS. dinarias i la ganancia que deja esta fabricacion son bastantes con- siderables para que se mantenga siempre este alto precio? No lo sabemos: lo cierto es que existe i que para el estableci- miento de fábricas de ácido esteárico, i por consiguiente, de velas de esta sustancia, en Chile se tropieza desde luego con una condicion mui desfavorable que presenta una de las principales materias primas, necesarias, 1 que es preciso, ante todo, estudiar los medios de salvar o al ménos de atenuar mucho este inconveniente capi- tal. Es lo que vamos hacer. Llegará talvez una época en que se establecerá el equilibrio de precios del sebo, lo mismo que de los diferentes aceites i de muchos otros productos agrícolas de Chile, con los de Europa, i eso suce- derá cuando se hayan perfeccionado los métodos de cultivo, de produccion i de fabricacion o estraccion, 1 que se sacará de las con- diciones escepcionalmente favorables de clima, fertilidad del sue- lo, facilidad de los riegos, etc. que presenta el pais, todo el partido posible; pero quién sabe, cuándo llegara dicha época. Miéntras tan- to, si se quisiese establecer en el pais fábricas de velas estearinas, nos parece que habria dos modos de obtener las materias primas necesarias. _El primero consistiria en imitar lo que se hace en Europa, i ha- cer venir el sebo de la República Arjentina, de Australia o de cual. quier otro pais; pues si el sebo de estas provenencias, no cuesta mas de 20 $a 20 $ 40 cts. los 100 k., en los mercados de Francia, no vemos por qué vendria a costar mas en Chile. Eg cierto que allí es- tá gravado con un 25 9% de derechos de aduana, pero creemos que si entrase el pais en una nueva era industrial, el gobierno tendria que modificar sus tarifas aduaneras i arreglarlas de mcdo que favoreciese el desarrollo de las fábricas; es así que en Francia la mayor parte de las materias primas, el sebo por ejemplo, están li- bres de derechos. El segundo estaria basado sobre las siguientes condiciones: He- mos dicho que el procedimiento de estraccion del ácido esteárico por saponificacion calcárea era el mas sencillo, tanto por las ope- raciones de fabricacion, como por Jos aparatos para efectuarlas, 1 el que daba resultados mas seguros i los mejores productos. Estas son ventajas mui grandes en paises como Chile, donde se debe siempre adoptar principalmente para industrias nuevas en el pais, i desconocidas, los medios i aparatos mas sencillos; pero es preci- so agregar tambien, que es el procedimiento que exije mas gastos en ácido sulfúrico, principalmente el que produce proporcional- A ANALES DE LA UNIVAZSIDAD.—ENERO Dx 1879, Yi mente ménos ácido esteárico; (daremos mas adelante los produo- tos i gastos de cada procedimiento) i en fin, el que necesita mate- rias primas mas puras i por consiguiente mas costosas. Es cierto que se puede alegar en su favor, que el ácido oléico que suminis. tra como residuo, es de mejor calidad i tiene mas valor porque es mas estimado por los jaboneros 1 mas apropósito para fabricar ja- bones duros, con base de soda o blandos, con base de potasa; 1 por estos motivos, vale en el comercio como 10 9 mas que el que pro- viene del procedimiento por destilacion. Esta consideracion tendria bastante importancia en Chile, como lo veremos mas adelante. El procedimiento por saponificacion sulfúrica o destilacion, tiene las ventajas de ser mas económico, de permitir estraer una propor- cion mas grande de ácido esteárico, i en fin, de no necesitar grasas o sebos de buena calidad, i al contrario de permitir utilizar dese- chos grasosos de todas clases, tales como resíduos de las fábricas de aceite, grasa de huesos i de caballo; desecho de las curtiembres, de las cocinas, ete., etc., 1 aceite de palma. Sus inconvenientes son: el ser mas complicado, mas difícil en la ejecucion, suministrar productos de calidad inferior i entre ellos el ácido oléico para jabones, i en fin, esponer las fábricas a los acci- dentes de incendio i de esplosion de los aparatos. Este procedimiento permitiría utilizar muchas sustancias 23m sosas que en Europa se recojen con mucho cuidado i que en Chile se desechan como sin valor ninguno, o no se estraen de los cuerpos que las contienen, 1 permitiría tambien sustituir al sebo, que es 50 9 mas caro en Chile que en Europa, otras materias grasas que se encuentran en Valparaiso o pudieran importarse allí, cuyo precio comercial es poco diferente del de Europa, tales como el aceite de ballena, que vale en Francia 96 a 102 francos los 100 kil., i en Valparaiso 93 fr. 75, incluso los 2596 de derechos de aduana; el aceite de palma que. proviene de la (zuinea i del Senegal, i vale en Francia 90 a 94 fr. los 100 k.; el aceite o manteca de coco que vale allí 100 a 105 frs. 1 muchas otras materias grasas vejetales o animales que contienen ¿cido esteárico, margárico, palmitico 1 oléi- co, 1 que se producen en la India, Australia, China, Japon, 1 aun en ciertas rejiones de la América del Sur, como por ejemplo, la mantequilla de oloba 1 la cera de palma en Nueva Granada, i que no son todavia empleadas en la fábricacion de velas, porque son poco conocidas, pero que no tardarán en serlo i se conseguirán tal- vez a menor precio en Chile que en Europa. Seria preciso, pues, tomar en cuenta las ventajas i los inconve- 72 MEMORIAS OÍANTIFICAS 1 LITERARIAS. nientes de cada uno de estos dos procedimientos, como tambien las facilidades o dificultades para procurarse unas i otras materias pri- mas i el precio mas o ménos subido de ellas, ántes de decidirse sobre el procedimiento que conviene adoptar. Pero, en resúmen, muestra opinion seria adoptar de preferencia, i para la primera fábrica que se estableciese en Chile, el de la saponificacion calcázea, para fami- liarizarse con las operaciones de trasformacion de las materias gra- sas, 1 no introducir sino poco a poco los procedimientos mas per- fectos i mas económicos, pero mas complicados i de mas difícil eje- cucion. En tal caso geria preciso, como lo hemos dicho, o conseguir el sebo maz barato en el pais, o importarlo del estranjero. Las otras materias primas necesarias son: 2.” El ácido sulfúrico.—El gasto de este ácido por el procedi- miento de saponificacion calcárea, es como de 42 kilógramos por cada 100 kilógramos de sebo o de materia grasa que se emplea; miéntras por la saponificacion sulfúrica i destilacion no se gasta sino 15 kilógramos por la misma cantidad de sebo; pero de todas maneras el gasto de ácido es mui grande; seria, pues, preciso que su fabricacion estuviese ya corriente en el pais, i ademas que la fá- brica de ácido esteárico o velas de esta materia, fuese inmediata a la de ácido sulfúrico o anexada a ella. Por los detalles que he- mos dado al principio de esta memoria, sobre la fabricacion del ácido sulfúrico, se ha podido ver que Chile se encontraria en condiciones mui favorables para ello, pues tiene a la mano las ma- terias primas mas necesarias, es decir, el azufre i el nitrato de soda i estamos convencidos que esta fabricacion bien organizada desde el principio, i combinada, si es posible, con el beneficio de las piri- tas, podria suministrar el ácido a un precio notablemente inferior al de Europa; habria, pues, aquí una ventaja que a tal- vez el alto precio del sebo. 3." Cal.—Se puede hacer sobre esta sustancia la misma obser- vacion que se ha hecho para el aceite, el azufre, etc., 1 que se apli- ca a muchas otras ¡es la siguiente: La cal vale en Santiago, segun los precios corrientes que encontramos en los diarios, 1 peso, i en Valparaiso 0.85 c. los 46 kil. o sea $ 2.17 i $ 1.84 los 100 kil, miéntras en Francia se avalúa en solo $ 0.60. El precio de Chile es, pues, tres a cuatro veces mas elevado que en Europa. Sin em- bazo ro, el carbonato de cal es mui abundante en el pais; debe ha- ber canteras en la proximidad de los ferrocarriles, el combustible no es mucho mas caro que en Francia; no se puede atribuir, pues, es- te alto precio sino a la imperfeccion de los hornos i de los medios ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DB 1879. 73 empleados para cocerla, o a la escasez de los establecimientos don- de se fabrica, : Se gastan como 14 kil. de cal por cada 100 kil. de sebo o grasa, en la fabricacion del ácido esteárico por saponificacion calcárea. Debe ser mui pura i mui bien calcinada i cáustica. 4. Carbon de piedra.—Se gasta de 70 a 80 kil. por cada 100 kil. de sebo. Está avaluado en Francia a razon de 3 fr. por 100 kil., que es poco mas o ménos el precio de Chile. 5.2 Ácido bórico 1 sulfato de amoniaco.—Sirven para la prepa- racion de las mechas de las velas; estas se pueden importar de Europa preparadas de antemano. Sin embargo, mas tarde podrian fabricarse mui bien en el pais, comprando solamente el hilo de al- godon en bruto. El ácido bórico que vale de 400 a 700 francos los 100 kilógramos, cuando puro, pudiera talvez estraerse de las bo- racitas o boronatrocalcitas del Perú o del desierto de Atacama en -Chile, no tanto en vista del consumo de las fábricas de velas de estearina, pues es poco dicho consumo, sino para esportarlo a Eu- ropa. Esa seria tambien una industria química que valdría la pena de estudiarse mas tarde. En Burdeos se ha establecido una fábri- ca de acido bórico con el borato de cal que llaman allí de Chile, pero que proviene del Perú. El ácido bórico paga derechos de aduana por internarse a Fran- cla, pero mui insignificantes: 0,30 francos (6 centavos) por 100 ki- lógramos, miéntras el ¿o0do, por ejemplo, paga 600 francos por 100 kilógramos. En cuanto al sulfato de amoniaco, vale como 85 francos los 100 kilógramos refinado 150 francos en bruto. Volveremos a hablar de esta sustancia cuando tratemos de la fabricacion de las sales de amoniaco 1 de los usos que pueden tener. - Concluiremos lo que nos queda que decir sobre el ácido esteá- rico, por el detalle de los gastos de su fabricacion i algunos otros datos que pueden ser útiles para mejor apreciarlo. En Francia se avalúa el sebo o grasa que se saca de un buei, en 35 kilógramos, i de un cordero en 3 a 4 kilógramos. GASTOS DE FABRICACION DEL ACIDO ESTEÁRICO. — 1.2 Por saponificacion calcárea, por 100 kilógramos de sebo. 74 MEMORIAS CIENTÍFIOAS 1 LIPERARIAS. Sebo 100 kilógramos, a 93 francos los 100 kils....... . frs. 93.00 Cal 14 kilógramos, a 3. francos los 100 kilógramos.. 0.42 Ácido sulfúrico, a 532 42 kilógramos, a 8 francos los OO O AN 3.36 Carbon de piedra 80 lilósramos, a 3 francos los 100 KI STAMOS adoro edo casas Esa ORO paa . 2.40 Oibra, de anote dona ER AE ad 3.00 Conservacion del material i aparatos»... eS 0.50 TOLan aa A a ec frs. 102.68 Sin incluir los gastos jenerales....... O A PRODUCTOS. Ácido esteárico 46 kilógramos 50 a 180 frs. los 100 Sra mota Lead To IS Sanao OS e IAS HS 370 Ácido « oléico 46 kilógramos 50 a 90...... Cie Er 41.85 Toa. E a Mido 2D O, 2.? Por saponificacion sulfúrica o destilación. Sebo 80 kilógramos 2, Aceite de palma 20 aia Al a e En Ácido sulfúrico a 66% 15 kilógramos, a 12 francos %, LalRar dono usando sono ic UD spieon Escasa oSaEóo pao BES 1.80 Carbon de piedra 100 kilógramos, a 3 francOS........». 3.00 Obra: de mano.osccoodoreaoicaiioe es de AA 2.25 Conservacion del material 1 1 aparatos y dGOca Eon deca caios 1.00 root so cdodOcnbbas frs. 101.05 HA A A KA Áá ? PRODUCTOS. Acido esteárico 63 kilógramos, a 180 francoS........... fre. 113.40 Acido oléico 25 kilógramos, a 80 fralC9S.cococononoc.». - 20.00 Dota. a con addoo Sa bo 310 Los gastos de fabricacion de las velas con el ácido esteárico se avalúan en 20 francos por 100 kilógramos de ácido, incluso me- chas, papel de empaquetar, bramante, ete.; de modo que si este vale 180 francos (precio de venta de los fabricantes de estearina a los de velas) salen los 100 kilógramos de velas empaquetadas como a 200 francos, o sea 2 francos por kilógramo. En Chile se ava- lúan en 2 francos 50, mas 25 por ciento de derechos, e sea 3 fran- cos 12 c. kilógramo. ANALES DE-LA UNIVERSIDAD.—EMERO Dg 1879, 75 Esta diferencia de 1 franco 12 c. por kilógramo o 22 pesos 40 centavos por quintal métrico de velas, representaria el exceso de gastos de fabricacion de éstas 1 del ácido esteárico, i la ganancia del fabricante allí. Volvemos a repetir que no damos estos precios sino para que-se pueda apreciar en algo las probabilidades de ganancia que dejaria cada una de las industrias de que nos ocupamos; pero es preciso notar ademas en estas apreciaciones, que todas estas Industrias químicas estan ligadas unas con otras; que los precios de costo de algunas pueden hacer variar mucho los de las otras, i tambien que el aprovechamiento de ciertos residuos de fabricacion o de sustancias de las cuales no se hace caso actualmente, pueden ejer- cer una influencia mui ventajosa. Así es, por ejemplo, que el ¿cido oléico, que es un residuo mui importante de la fabricacion del áci- do esteárico, puede reemplazar perfectamente el aceite de olivo i otros en la fabricacion de los jabones. iso es importante en un pais donde dicho aceite vale 2 francos 50 el litro a lo ménos, en lugar de 1 franco 15 c. que vale en Francia. Las operaciones necesarias para trasformar el ácido esteárico purificado, en velas, son las siguientes; Moldaje, blanqueo, puli= mento, recortamiento, marca i empaquetamiento; la mayor parte se hacen con máquinas i no ofrecen dificultades. Se avalúan los gastos de estas operaciones en 20 francos por 100 kilógramos, como lo hemos dicho mas arriba. ÁCIDO OLÉICO. El ácido aléico, como lo hemos visto mas arriba, es una sustan- cia líquida que queda interpuesta con los ácidos sólidos margárico 1 esteárico en los panes amoldados en la fabricacion de ácidos gra- s0s, 1 que se estrae de éstos por presion. Representa como 50 por ciento del sebo. . Este resíduo vuelve despues a purificarso, dejándolo primero descansar algun tiempo en Ves recipientes, 1 en seguida sometien” - dolo a ciertas filtraciones 1 operaciones especiales 1 sencillas, se puede entónces aplicarlo a diversas industrias. Jabon de ácido oléico.—Como a hemos dicho hablando de la fabricacion de los jabones en jeneral, el jabon de ácido aléico tien- de a sustituirse del todo al jabon « de aceite, pues es de tan buena calidad como éste. No se emplea para fabricarlo el ácido: oléico solo, sino mezcla- 76 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS do con sebo comun o sebo de huesos, en la proporcion de 30 a 40 por ciento. Esta es una condicion favorable en Chile porque per- mitirla utilizar sebos inferiores i por consiguiente mas baratos. Las operaciones son análogas a las que se practican para fabricar jabones de aceite. H6é aquí los gastos apróximados de fabricacion en Francia: Ácido oléico 600 kilógramos, a 88 francos los 100 kilógramos (tórmino medio) Ape danoconaDiadose . ES: 528 Sebo de fñuesos 400 kilógramos, a 80 fTaiCOS...... . 32U Sal de soda a 80 grados, a razon de 33 por cien- to del peso de las materias grasas, 330 kilógra- mos, 2 60 francos los 100 kilógramos....oooooo.so 198 Cul para trasformar el carbonato de soda en soda cáustica, a razon de 35 Y, 115 kilógramos, a 2 francos 25 c. los 100 kilógramos....o.ooooo.o:o=..s. 2 2.60 Carbon de piedra para la preparacion de las diso- : luciones de soda 1 cocer el jabon, 400 kilógramos, a 4 francos los! 100 kilógramos...ososaqredosacaness 16 Cajones para colocar el jabon......ooooro... dr eSóuoods : 30 Gastos diversOS...o.ocooso... ... SANS A EOS SS 15 Total de los gastOS........mmo....... Í18. 1,109.60 PRODUCTOS. 1,558 kles. jabon a 82 frs. los 100 klg8......ommoooooo O dd 36 A deducir 59% descuento a los comerciantes por Meno deoduno cdD0 tOdO codo amdoodasas cebada. 20D 63.68 - ; frs. 1213.88 Ganancia 104 francos 28 céntimos. En Chile valdria dicho jabon 110 a 112 frs. los 100 kilógramos, i el producto seria: 1,558 klgs. jabon, a 110 francoS.....ommooo.coc.. ESE T si no se contase mas, por gastos de fa bricacion.. » 1109.60 La ganancia seria de.ocoosooocnenonies dt So 04:20 por cada 1558 kilógramos, o sea 40 francos por 100 kilógra- mos de jahon fabricado. De allí resulta que 100 partes en peso de materias grasas se componen de 60 de ácido oléico i 40 de sebo de huesos, i que vie- men a producir como 156 de jabon. Otra aplicacion del ácido oléico, es la que se ha hecho de él en ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO Da 1879. 77 las fábricas de tejidos de lana i de paños. Se sabe qne una de las primeras operaciones a que es indispensable someter la lana ántes de hilarla, es de engrasarla; para eso se empleaba ántes esclusiva- mente aceite de olivo o de semillas oleosas, 1 en la proporcion con- siderable de + a + parte del peso de la lana que se trata de convertir en hilos; pero en 1840 MM. Alcan i Peligot propusie- ron sustituir al aceite el ácido oléico para dicha operacion i hoi se consume en inmensa cantidad con tal objeto, habiendo demos- trado la práctica las ventajas de esta sustitucion. La sola condi- cion es que el ácido oléico sea convenientemente purificado i cla- rificado, i entónces es preferible al mejor aceite de olivo, i mu- chos fabricantes de paños que han podido apreciar prácticamente desde muchos años, los huenos efectos de su aplicacion, afirman que sus ventajas son tales que, si en lugar de ser 40 por ciento mas barato el ácido oléico fuese aun mas caro que el aceite de olivos, le darian todavia la preferencia. Si en Europa, donde el aceite de olivo no vale mas de 116 fran- cos los 100 kilógramos, el ácido oléico presenta estas ventajas, en Chile, donde dicho aceite vale 250 francos, estas ventajas serian todavia mucho mas apreciables, 1 podrian tener una influencia mui notable en el desarrollo de las fábricas de paños en el pais, pues ademas de una grande economía en el precio de una materia, prima el engrasado de las lanas por el ácido oléico ofrece otras que son las siguientes: En cierto momento de la fabricacion de los paños, se necesi- ta desengrasar la lana o los paños; esta operacion exije bastante trabajo para hacerla bien i completa i se puede notar que un defec- to de los paños fabricados en Chile, es el conservar la grasa o aceite, lo que les comunica un olor especial i desagradable, 1 se percibe este defecto al tocarlos con las mano. El desengrasado de los paños engrasados con el ácido oléico, es mucho mas fácil i pronto, a tal punto que el tiempo necesario para efectuarlo está reducido en la proporcion de 15 horas a 2 ho- ras, l no se necesita sino carbonato de soda, miéntras para sacar el aceite se necesitaba ademas una tierra especial (terre á foulon), 1 tambien es mas completo. En resúmen, las ventajas del ácido oléico son: 1. Economia del precio de costo. 2.2 Economia, resultando de la supresion de la tierra especial desengrasadora. 3.2 Economía considerable de tiempo i de fuerza motriz para de- Ssengrasar. 18 E MBMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, 4.” Economía en los derechos de lana, 5." Mejoramiento de la calidad del paño. 6.2 Posibilidad de utilizar los residúos jabonosos resultando del desengrasado. 7,2 Facilidad para desengrasar i utilizar los derechos de lana. GLICERINA, Otro resíduo de las fábricas de ácido esteárico, es la glicerina; esta sustancia queda, como lo hemos visto, disuelta en las aguas que provienen de la saponificacion de los cuerpos grasos por la cal en las fábricas de ácido esteárico. En el procedimiento por sa= ponificacion sulfárica o destilacion, está en gran parte perdida, 1 eso seria un motivo mas para preferir en Chile la saponificacion calcárea; pues la glicerina, que es la base de la nitro-glicerina o de la dinamita, pudiera tener allí mas importancia todavia que la que tiene en Buropa. Las operaciones necesarias para estraer la glicerina comercial de estas aguas son: 1.2 Purificacion de las aguas para desembarazarlas de una cier- ta proporcion de jabon calcáreo que contienen, sea en disolucien, o sea en suspension. Eso se hace por medio del ácido sulfúrico. 2." Filtracion de las aguas. Se efectúa sobre carbon de huesos del mismo modo que para los jarabes de azúcar. 3.” Concentracion i destilacion. Ninguna de estas operaciones ofrece dificultad. La glicerina, que hasta el año de 1854 no habia recibido apli- caciones sérias, es una sustancia mui particular, que gozan de las propiedades que cacterizan dos materias en cierto modo antago- histas, a saber: el aceite 1 el agua. Hol sus usos son inumerables 1 mui importantes en la: medicina, la economia doméstica 1 las ar- tes industriales. Citaremos algunos de las que tendrian mas im= portancia en Chile: En medicina sirve para curar heridas, quemaduras, sabañones, 1 enfermedades de la piel. Se indroduce en los jabones de toilette i en las perfumeríias, a- los cuales comunica sus propiedades lenitivas. En la fabricacion de los jarabes 1 licores, a los cuales da una dulzura i suavidad particulares. Para mejorar 1 conservar los vinos. Para conservar las frutas, legumbres i carnes, 1 en jeneral, las ANALES DE LA UMIVERSIDAD,—ENERO DR 1879. 79 materias animales, colecciones zoolójicas i especialmente los pes- cados. Basta colocar estas materias en un líquido compuesto de 14 partes de glicerina, 2 de azúcar 11 de salitre durante algunos dias, para que despues se conserve perfectamente, sin que su apariencia natural se modifique. Se está ensayando en Buenos-Aires un medio de conservacion i esportacion de la carne, basado sobre esta propiedad de la glicerina. Los cueros frescos o medio curtidos colocados tambien duran- te algunos dias (1 a 4 días) en glicerina o disolucion de glice- rina i despues secados al aire, pueden, sin riesgo alguno de averia, trasportarse a cualquier pais, por mas cálido que sea. Sirve tambien para estraer de las plantas los olores i perfumes los mas delicados i fugaces. Se ha reconocido que empleada en la proporcion de 5 por 100, en la pasta, al momento de la encoladura, en la fabricacion del papel, comunica a éste mucha suavidad i flexibilidad, i lo dispone a Fecibir con mas facilidad la impresion. Aoregándole azúcar i mezclándola con tinta ordinaria, produce tinta de copiar. Se usa para aceitar las máquinas i aun las piezas mas delicadas de mecánica, tales como las de relojes. Remojando con ella la tierra de amoldar de la cual se sirven los escultores, éste conserva toda su frescura, plasticidad, 1 no se reseca. En fin, se ha sustituido con ventaja la glicerina al agua en los medidores de gas, en los paises donde la temperatura puede bajar de 0%, pues no se conjela ni aun con un frio de 35” centígrados ba- jo cero. La glicerina vale en Francia 1 franco 50 céntimos a 2 francos el kilógramo. En Chile está avaluada en 7 francos 25 céntimos. (Tarifa de ava- 108). : NITRO-GLICERINA 1 DINÁMITA. Otra aplicacion de la glicerina es la nitro-glicerina, sustancia en que se convierte bajo Ja accion, a mui baja temperatura, de una mezcla de ácidos sulfúrico i nítrico. La nitro-glicerina es un líquido incoloro, claro, sin olor, de aspecto aceitoso i una de las materias esplosiva mas temibles que se co- nozca. Pero se sabe que el trasporte 1 el manejo de esta sustancia son tan peligrosos, que sus efectos destrozadores son tan grandes 1 1 80 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, que los accidentes 1 catástrofes que ha producido han sido tan nu- merosos, que en algunos paises se ha prohibido su uso. La invencion de la dinamita por Mr. Nobel, ha disminuido mu chísimo estos peligro, sin disminuir sus propiedades balísticas co- mo pólvora. Hai muchos procedimientos para fabricar la nitro-glicerina 1 la dinamita, i entre ellos, el de Nobel, que es secreto todavia, el de Kopp publicado en 1866, el de MM. Champion i Pellet, aplicado en Paris en 1870, etc., etc., i que hacen el objeto de tratados i me- morias especiales. Pero, en jeneral, la preparacion de la nitro-glice- rina en los laboratorios consiste en hacer primero un licor com- puesto de una parte en volúmen o en peso, de ácido nitrico concen- trado (a 50 Baumé) i 2 partes de ácido sulfúrico a 66” B., 1 echar gota por gota, en ese licor, glicerina del comercio concentrada a 31 o 32%, teniendo cuidado de remover la mezcla i dejarla enfriarse a cada adicion de glicerina; la nitro-glicerina formada se precipita, se recoje 1 se lava con agua. La dinamita no es otra cosa que una mezcla de nitro-glicerina con sustancias sólidas porosas, tales como ladrillo molido, trípoli, cenizas de carbon de piedra, etc., que pueden absorver de 50 a 75 por ciento de ella. En este estado, su trasporte i manejo no ofrece mas peligros que el de la pólvora ordinaria i no necesita mas cui- dados. La fuerza destrozadora de la dinamita es como 8 veces la de la pólvora de minas: tiene ademas sobre ésta la ventaja de no formar en los trabajos subterráneos humo nocivo e incómodo. Revienta tambien debajo del agua como debajo de la tierra. En fin, basta co- locar un tarrito de zinc lleno de ella sobre una muralla o construc” cion cualquiera, i hacerla reventar por medio de un fulminante, para abrir brecha en la muralla o romperla. A pesar de que se puede trasportarla sin mas peligro que la pólvora, conviene mucho mas, sin embargo, fabricarla a proximidad de las¿minas o trabajos, adonde se quiere emplearla i a medida que se necesita; eso seria fácil teniendo los elementos necesarios, es de- cir, glicerina i ácidos nitricos isulfúrico. No nos estenderemos'mas sobre esta aplicacion industrial, que necesitaria por sí sola un tomo de esplicaciones e instrucciones: to- do lo que hemos querido hacer era simplemente señalarla como po- sible i ventajosa para mas tarde en Chile. ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DE 1879, 81 La pólvora dinamita de Nobel num. 1 se vende 6 frs. kilog. a a « num. 2 O en las fábricas. Los fulminantes de Nobel 3 francos 50 céntimos a 5 francos 60 céntimos el 100. FABRICACION DEL FÓSFORO. El ácido sulfúrico es tambien una de las materias primas para fabricar el fósforo. Se sabe, en efecto, que esta sustancia se estrae de los huesos. Las operaciones necesarias para esta estraccion son las siguientes: 1.2 Calcimacion + pulverizacion de los huesos.—La caleinacion se efectúa en hornos análogos a los que se emplean para quemar cal o en hornos de reverbero, 1 produce en huesos calcinados como 50 a 60 por ciento de los huesos en bruto. La pulverizacion se hace con molinos de piedras verticales, o con cilindros acanalados. 2.2 Descomposicion de los huesos en polvo por el ácido sulfúrico, —Esta operacion tiene por objeto trasformar el fosfato de cal tri- básico insoluble (Ca03 PhO? ) en fosfato acido de cal soluble (Ca0, 2H0, PhO* ) i sulfato de cal insoluble, Por 100 de huesos calcinados i molidos se emplea 115a 120 ki- lógramos de ácido sulfúrico a 50% o 94 a 97 kilógramos a 66%, El sulfato de cal se precipita 1 el fosfato ácido de cal queda di- suelto. 3. Concentracion de la disolucion.—La disolucion se evapora en calderos de plomo, hasta que presente la consistencia de jarabe 1 en este último estado se mezcla con 25 a 27 por ciento de su peso de carbon de leña en polvo, ise concentra de nuevo en cal- deros de fierro colado, hasta que se reduzca a una masa casi só- lida. 4.” Destilacion de dicha masa.—Se efectúa en retortas. 9. Purificación del fósforo. 6.” Amoldado, en varillas, discos, bastones, etc. El producto en fósforo purificado es de 8 a 11 por ciento de los huesos calcinados, , No hemos hecho mas que indicar estas operaciones que consti- tuyen la fabricacion del fósforo, i son bastante complicadas en la práctica, para hacer ver que es una industria en la cual las únicas A, DE LA U. A 11 82 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. materias primas necesarias son los huesos i el '4cido sulfárico, i que el consumo de éste es mui considerable. La produccion del fósforo está avaluada en Europa como sigue: En Francia e Italia Qur....o... escscoooso» 100,000 klgs. por año. Alemania i Austria Qncocconmomosmo-. »..s. 90,000 » D £in Inglaterra....o.mo.... lO D Tota 0000 D que corresponden como a 3.375,000 kilógramos de huesos i poco mas o ménos la misma cantidad de ácido sulfúrico. Sobre esta cantidad de 270,000 kilógramos, la fabricacion de los fósforos cosume como 250,000 kilógramos. Llegará talvez una época o circunstancias en que esta industria pudiera establecerse en Chile; pero por ahora el fósforo i los fós- foros son tan baratos allí como en Europa ino ofreceria ventaja ninguna; por eso no insistiremos mas sobre ella. El precio corriente del fósforo es como 8 franeos el kilógramo en Francia, 1 9 francos 40 céntimos en Chile, FABRICACION DE LOS ABONOS QUIMICOS. Hé aquí una industria en que el ácido sulfúrico interviene hoi en Europa como materia prima mui importante, 1 que talvez pudiera determinar por sí sola el establecimiento de fábricas de este ácido en Chile. Para demastrarlo tenemos que entrar en ciertos. porme- nores que de toda manera i aun haciendo abstraccion del ácido, tendrán, a nuestro parecer, bastante interes por el pais. Nadie ignora la boga que ha tenido i tiene todavía el guano en Europa como abono, 2 tal punto “que las guaneras de las islas de Chincha han tenido para el Perú mas valor que las mas ricas minas de plata i oro. El tipo del guano ha sido siempre el de estas islas, cuya compo- sicion media es la siguiente: Materias ¡OBSAnICaS. coa eaoe elentealiio lal Sales de amonlaco.....oooooo SS 54.27 Fosfatos de cal i de potasa......... seis 23.49 Sales alcalinas..... O E DS O 2.49 'Algua hSrométriCaoscconrocess: SEEN 18.50 ATEN olas ed e ada 1.20- 100.00 que representan end azOlreccrorormonsaco. enseneceros 13.56 id ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO Dx 1879. 33 Los guanos del Perú que se venden actualmente en Francia 1 que son los de Guanape o Macabi, tienen la composicion si- guiente: oO FOBIELTICA.eoanansononesescasccoporosornosoono ODO Materias orgánicas 1 sales de amoniaco....o.o..o.o 39.50 Ao aid 10410) A A A VA 00. (Representando 29 de fosfato de cal de los hue- sos), cal combinada con el ácido fosfórico, sales Fara calas. ootordecad aoocaeozorcanca aro SID 100.00 - que reprenta en elementos útiles para la agricultura: la compo- sicion siguiente en 100 kilógramos. o a A A 0) ne OE AMICO es icccncorza sacro O LO EDS Acido fosfórico asimilable.......ooo 4,00 13.00 » tasotu bles aeszaano le OO , catas naracdmotasacamierono sa y: DON D Estos guanos valen actualmente en Paris de 31 francos 89 cén- timos a 34 francos 89 céntimos los 100 kilógramos, segun que lag cantidades comparadas son inferiores o superiores a 30,000 kiló- gramos. Pero fuera de estos guanos tipos, hai muchos otros, tales como los de Mejillones de Chile, de las islas Jervis i Baker, de las is- las Galápagos, etc., etc., cuya riqueza en azoe es mui inferior, i la en fosfatos mul superior, i cuyo valor real es proporcional con el azo amoniacal i orgánico 1 el ácido fosfórico soluble e insoluble que contienen. Tambien se ha vendido como guano peruano, abonos cuya ri- queza en azoe ien fosfatos era la misma, pero que sin embargo no provenian del Perú. Estos guanos, de oríjen i calidades tan diversos, han dado lugar a muchas falsificaciones i engaños de parte de los vendedores, lo que ha provocado una lei represiva de los fraudes (mayo 1867); 1en muchos departamentos franceses se han establecido labora. toriog especiales para el ensayo 1 análisis de los abonos de todas clases, Las obras i memorias que se han publicado en Europa sobre esta cuestion: de los abonos, sus falsificaciones, el modo de apre- Sl MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ciar su valor, las sustancias que pueden reemplazar el guano na- tural, los terrenos en que conviene emplear éste, i aquellos en que no produce ningun efecto o poco, etc., etc., son innumerables, i de todas ellas ha resultado que ahora su calidad isu composicion están sometidas a una Inspeccion mui estricta de parte de los compradores. Por otra parte, se ha fundado lo que llaman Escuela o mas bien Doctrina de los abonos químicos, 1 en consecuencia, se han estable- cido fábricas de dichos abonos, las cuales espenden a los agricul- tores guanos artificiales 1 otros abonos compuestos de sustancias azoadas, fosfatos, nitratos, sulfatos, etc., mezcladas o combinadas de modo que correspondan a la naturaleza de los terrenos i a las plantas que se quiere cultivar. Se ha sometido tambien el guano natural a ciertas operaciones químicas que tienen por objeto fijar mejor el azoe que contiene 1 trasformar sus fosfatos de cal tribdsicos insolubles e inasimila- bles, en fosfatos ácidos o bibásicos solubles o mas asimilables por las plantas. Es esta última operacion, a la cual habiamos hecho alusion al principio de este capítulo, cuando hemos dicho que el ácido sulfú- rico desempeñaba desde muchos años un papel mui importante en la fabricacion de los abonos, pues con este ácido se tratan los huesos, los guanos de calidad interior como los de Bolivia, de Chile, etc., i aun los ricos guanos del Perú, i sobre todo los fos- fatos naturales o coprolitos. Como talvez ignoran muchos lo que son estos coprolitos 1 fos- fatos i la influencia considerable que su descubrimiento i su em- pleo como abono, pueden tener sobre el negocio de guanos en el pais, nos parece que no serán inoportunos algunos pormenores so - bre ellos. En 1818 seseñaló por primera vez la existencia de depósitos de fos- fatos de cal en Europa i solo en 1851 se hicieron en Inglaterra en- sayos sérios para utilizarlos en la agricultura, i allí tambien, se- gun los consejos del sabio químico J. Liebig, se lesprincipió a tra- tar por el ácido sulfúrico con el objeto de hacerlos solubles i por consiguiente mas asimilables por las plantas. No tardó en consi- derarse como sustancia mul preciosa para la agricultura i capaz de producir en ciertas clases de terrenos, efectos tam maravillosos Co. mo el guano i aun superiores. Desde entónces los jeólogos de to- dos los países de Europa se dedicaron al descubrimiento de los depósitos i minas de esta sustancia, i de allí resultó que se pudo ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—ENERO DE 1879. 85 Juego contar con depósitos inmensos i casi inagotables"de ella, en Inglaterra, Francia, España, etc. Se atribuye el oríjen de estos fosfatos en Inglaterra i en Fran- cia a la fosilizacion de inmensas cantidades de huesos i escremen- tos de animales anti-diluvianos; de medo que es un verdadero guano esclusivamente fosfatado 1 se llama allí coprolitos ¿ nó- dulos. Pero en España tienen un oríjen puramente mineralójico i cons- tituyen capas enormes análogas a las piedras de canteras, 1 du- rante mucho tiempo, ignorando el partido que podia sacarse de ellos, han servido para construir cierros 1 casas; sin embargo, es la sustancia conocida en mineralojía bajo el nombre de apatita o fos- forita ique contiene la enorme proporcion de 80 a 95 por ciento de fosfato de cal, miéntras que los coprolitos i nódulos no contie- nen mas que 30 a 60 por ciento. Este mineral existe tambien en grandes cantidades en Alema- nia i en Nuruega, i de allí se esporta mucho a Inglaterra. En Chile, segun el señor Domeyko, existe en las minas de Tam- billos (Coquimbo), i quién sabe si algun día nose descubrirá tam- bien en canteras como las de la Estremadura. Los coprolitos ingleses contienen de 40 a 65 por ciento de fos- fatos; los franceses, de 35 a 60 por ciento; allí se venden molidos, de 40 a 105 francos los 100 quilógramos, segun contengan de 35 a 65 por ciento de fosfato de cal. Como se vé, estos coprolitos equivalen a ciertos guanos del Pa- cifico, como los de las islas Jarvis i Baker, que contienen respecti- vamente 34 i 79 por ciento, 1 a otros guanos fosfatados análogos que se pueden descubrir en el desierto de Atacama, 1 por eso de- cilamos que no era indiferente para Chile saber que en Europa los coprolitos 1 fosfatos fósiles son hoi el objeto de un inmenso ne- gocio i forman una de las materias primas mas importantes para las fábricas de abonos. El consumo de ácido sulfúrico que hacen estas fábricas, no so- lamente para disolver los coprolitos, sino tambien los otros fosfatos 1 guanos, es tan grande, que casi todas han tenido que agregarse aparatos especiales para producirlo por su cuenta personal i es- clusiva, 1 como complemento de su fabricacion de abonos. Mr. Lawes, en su fábrica de abonos de Barking, una de las mas importantes de Inglaterra, tiene para fabricar su ácido sulfúrico 25 cámaras de plomo, de 25 m.X6m. X4m, que producen 200 toneladas de ácido por semana, o sea 10,000 toneladas por año. 86 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. La importacion de piritas a Inglaterra, que era en 1864 de . 170990 toneladas ha subido en 1872 a 517626 toneladas, i la pro- duccion de las minas de piritas que en Francia era en 1864 de 90000 toneladas, ha sido en 1874 de 178400 toneladas. Este au- mento tan gradei tan rápido no tiene Otro motivo que el consumo de ácido sulfúrico en las fábricas de abonos químicos i sobre todo de los que llaman superfosfato. Bé aquí, pues, un ejemplo patente de la influencia del ácido sulfúrico, no solamente sobre la industria jeneral de un pais, sino de su inftuencla directa sobre la agricultura. Esta cuestion de los abonos en jeneral i de los abonos químicos en particular, dobe a nuestro parecer, considerarse en Chile, a la vez bajo dos aspectos que por demas no se escluyen, a saber: 1.* Como cuestion de esportacion, sea de materias primas desti* nadas a las fábricas de Europa o sea de abonos fabricados o mejo- rados para log mercados de ésta. 2. Como oplicacion directa a la agricultura én el pais. Vamos a demostrar lo que entendemos por estos dos modos de mirar la cuestion. 1.2 Como articulos de esportacion. Las materias primas principales que se usan en Europa para, fabricar abonos, son las siguientes: 1. Huesos, carbon do huesos (negro animal ), cenizas de huesos, coprolitos i nódulos, apatitas de Noruega, fosforitas de España, guano Maracaibo, sombrero o costra-guano, guano Kooria-Moo- ria, guanos diversos, entre los cuales se puede citar el de la bahia de Saldanha, el de Méjico, del sur de África, de Pedro Keys, de la isla del Cisne, de la isla Baker, de la isla de los Pájaros, de Ichaboo, de Patagonia, fosfo-peruano de Bolivia, de California, de Chile, delas islas Falkland, que parecen haber tenido el mismo orijen que el guano-tipo del Perú, pero que habiendo sido produ- cidos en los paises lluviosos, han perdido casi todos sus elementos solubles.. Estas materias son las que se tratan por el ácido sulfúrico, i se venden bajo los nombres de superfosfatos, fosfo-guanos, etc. 2." Nitrato de soda, sulfato 1 muriato de amoniaco, nitrato, clo- ruro, sulfato 1 carbonato de potasa, cal; que sen mas bien mate- rias de mezcla. 3. Astas, desechos de cueros, plumas, pelos, crines, sangre i car- ne desecados, desechos de pescados, etc., que se emplean despues de tostados 1 molidos, directamente o mezclados con los demas. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 87 Lo que constituye el valor de todas estas materias es el azoe i el fóstoro o ácido fosfórico, soluble o asimilable que contienen. Al- gunas provienen de Sud-América, como los guanos pobres, el n ni- trato de soda, los huesos, astas, etc. El precio comercial de las diversas materias primas para fabri- cación de abonos, en la plaza de Paris, es actualmente el siguien- te, por 100 kilógramos: Sangre seca no molida.......... 11 a 13 de azoe 25.60 a 32 fr. ame Secada olntancaoconosodanoo 9 a 10 de 122.2 124) modas adacido ción cacanens Sta ide DO a 30 » (Astas en bruto (las 104 pie- AE) caco RS aReO 45 a 85» Cuero desagregado (tostado i O) soto seearotlaseóa asada a iS as SD Materias animales tostadas.... 10 Y, de » 26 a 28 » Lana (desechos)......osoooosooooo 3a 4de » 6 Nubrabolde Soda. onomsocranioncanso ad ad) IA DO LASA esc rscs ozono nda 57 a 62» Clorhidrato de potasa.....oo... 20 Sulfato de altas 28 Sulfato de amoniaco ...coommomo.o . 20 a 2d 04 Clorhidrato de Íd.....o.oocomoro. 24 ¿fo e » 62 Astas para tostar, en bruto.. Zi ED Desechos finos de astas (raspa TITAN), arre A AAA AA EAS El de los abonos completos es: Expano del Perú. .ocoocosoomojeonsero 25 a32 fs. por 100 kilóg, Vosfo-guano.:..oooo.oocomo NS: 30 « Superfosfato OrnithoS....oocomoomooso 18 « Guano azoe fijadO........ OS NSaU een 33,15 á Abonos químicos diversos. ...o..... 14 133 « El guano del Perú en bruto i tal como es importado por Dreyfus hermanos i C.*, se vende en Paris: 31 francos 51 es (precio máximo) los 100 kilósramos (peso neto en sacos), por cantidades de 30,000 kilógramos. 31 francos 1 céntimo por cantidades menores. El guano disuelto del Perú, tratado por el-ácido sulfúrico, ven- dido por los mismos, con garantía de: 7 por 100 de azoe fijo preservado de toda volatilizacion, equiva- lente a amoniaco 8 30. 88 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. 10 por 100 de ácido fosfórico inmediatamente soluble, equiva- lente a fosfato de cal tribásico 21,83. 32 francos 20 céntimos los 100 kilógramos (peso neto en sacos) por cantidades de 5,000 kilógramos. 34 francos 70 céntimos por cantidades menores. Superfosfatos fósiles 10 por ciento ácido fosfó- rico soluble 1 asimilable alsoonoonposoteaos .; 10 Has; 100 k. Td, 16218 por ciento done oaae 16 a 18d Superfosfato de huesos 16 a 18 por ciento id... 18 a20 « Hé aquí, el valor aproximado que los químicos i ensayadores franceses atribuyen a los principales elementos de los abonos: Azoe al estado amoniacal.....oooomoooo.. AS el kilógramo Id. al estado de nitrato ad E 2.50 a Td. de la sangre i de las carnes secas. 2,75 a 2.80 « Ácido fosfórico en el carbon de huesos proviniendo de las fábricas de azúcar de Nantes, Burdeos 1 Marsella......... 0.80 a 0.95 a Id. de Amsterdam 1 Bristol... ........... . 0.76 « Id. de las fábricas del norte de Fran- E A Eto anno 0.60 « 1d. « « de Liver- ¡000 lbondqodosadde aan arodubs: RIE UdSO « 0.65 « Ácido fosfórico en los fosfatos fósiles... 0.34 « Id. id. soluble en el agua, de los su- perfosfatos...... »... e TS 1.00 « Potasaten lost aaa 00 « Id. en los cloruros 1 sulfatos............. 0.70 a Veamos ahora, segun esos datos, cuáles son las diferentes ob- servaciones que pudieran hacerse sobre estas materias, primas en el interes de este negocio en Chile: Respecto al nitrato de soda, su composicion 1 valor comercial estan ya establecidos, i no hai nada de particular que decir sobre ellos. Pero en cuanto a las demas sustancias 1 principalmente al gua- no. que llaman en Europa de Chile o Bolivia, que se estrae ya o se estraerá mas tarde del desierto de Atacama, habria a nuestro parecer, mucho interes en estudiar con cuidado su composicion, pues de esta composicion depende su valor comercial en Europa. No dudamos que haya en el pais hábiles químicos i ensayadores concienzudos, capaces de determinar exactamente esta composi- cion, pero pues que a la hora en que eseribimos estas líneas, ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 39 los químicos i los agricultores de Huropa están completamen- te de acuerdo sobre el valor de los elementos que entran en la composicion de los abonos, ni sobre los diferentes estados de combinacion en que se encuentran, ni sobre la oportunidad o las ventajas de las trasformaciones a que se les somete artificialmen- te o las que esperimentan naturalmente en la tierra, ni sobre los mejores métodos que conviene emplear para los análisis 1 ensayos, ni tampoco sobre el verdadero valor que resulta de dichos análi- sis; 1 como por otra parte, la cuestion no es solamente química 1 teórica, sino tambien agrícola 1 práctica, i que bajo este último aspecto debe ser todavia mui desconocida en Chile, pues que allí no se ha usado aun abonos para la tierra; no habria, pues, nada de estraño, o que pueda ofender a nadie, en suponer que no están en ese pais en estado de apreciar exactamente el valor de los abo- nos, 1 que tienen que conformarse con los precios que se les fije en los mercados de Europa 1 que se les paga en Chile i Bolivia. No conocemos exactamente estos precios, pero sabemos que en 1861, se pagaban en Inglaterra guanos de calidad inferior: 120 a 195 francos tonelada, segun la cantidad de ácido fosfórico 1 de amoniaco que contenian, miéntras que el guano-tipo del Perú va- lia 310 a 320 francos. Distamos mucho de pretender que estos precios no eran i no son actualmente equitativos, pues es evidente que no se puede pagar un guano que contiene 3 a 4 por ciento de azoe, lo mismo que otro que contiene de 13 a 14 por ciento, pero lo que queremos decir es que la composicion de los guanos es tan variable, las anomalias que se han notado en su composicion tan estrañas, el estado mas o ménos asimilable de sus elementos tan importante i su valor co- mercial ligado de tal modo a todas estas condiciones, que no so- lamente un laboratorio de análisis i ensayos funcionando sin cesar en cada guanera, es la base de este negocio, sino que los quími- cos encargados de estos análisis 1 los que esplotan las guaneras de- ben ademas estar mui al corriente de todo lo que se dice i publi- que en Europa sobre la materia, pues no se trata solo de apreciar el valor del guano segun su composicion, sino de poder apreciar si convendria modificar 1 completar esta composicion. Nos parece, por ejemplo, que convendria mucho examinar si no se pudiera imitar lo que se hace en Enropa 1 fabricar los abo- nOs. Esta fabricacion consiste jeneralmente en hacer lo mas solubles, asimilables i fijos posible los dos elementos principales, el azoe i 1 90 MEMORIAS OJENTÍFICAS 1 LITERARIAS. el ácido fosfórico; o elevar la proporcion de estos elementos cuan- do faltan o hacer las dos operaciones a la vez. Para eso se tiene ya el guano natural de Chile, Bolivia o Patagonia, que llamare- mos imperfecto como materia prima principal; el nitrato de soda i talvez el sulfato de amoniaco, como materias ricas en azoe por agregarle, 1 no falta mas que el ácido sulfúrico para producir la solubilidad. Si de estas operaciones resultase que un guano estimado 120 a 180 francos tonelada cuando incompleto, adquiriese un valor de 300 a 320 francos cuando completo, i que los gastos de ácido sul- fúrico, de nitrato de soda, sulfato de amoniaco u otras materias, 1 de manipulacion, fuesen notablemente inferiores a este aumento de valor, es evidente que convendria mucho efectuarlas, i seria, pues, un argumento mas en favor de la fabricacion del ácido sul- fúrico en el pais. Teóricamente se necesita 98 kilógramos de ácido sulfúrico a 66" para disolver 155 kilógramos de fosfatos de cal tribásico i se ob- tienen 136 kilógramos de sulfato de cal anhidro i 117 de fosfato soluble; pero como ademas de los fosfatos de cal, los guanos con- tienen carbonato de cal i otras sales alcalinas, que se combinan con el ácido, es preciso emplear mas para el guano de Mejillones, por ejemplo, que contiene de 34 a 56 por 100 de fosfato tribásico se necesitaria como 68 a 112 kilógramos de ácido por 100 kiló- gramos. Se vé, pues, que habria en esta fabricacion un consumo mul im- portante de ácido. Pero no solamente el ácido sulfúrico sirve para disolver los hue- sos, los fosfatos o los fosfo-guanos, pero tambien las materia ani- maies: carne, sangre, astas, desechos de pescado, etc 1 para fijar gu amoniaco al estado de sulfato de amoniaco mui rico en azoe 1 que puede servir por consiguiente como materia de mezcla, para aumentar la lei en azoe de los abonos. Este sulfato de amoniaco vale, como lo hemos visto, 50 a 54 francos los 100 kilógramos, es decir, mucho mas que el guano. En Europa se estrae de las aguas que provienen de la condensa- cion del gas de alumbrado. Cada 100 kilósramos de carbon de pie- dra destilados, producen en término medio, en las fábricas de gas de Paris, como 22,94 de gas, 75k,48 de coke; 6 lit.73 de alquitran 1 7 116.31 de agua amoniacal; esta última se avalúa como en 8 fran- cos los 100 litros a la densidad de 2 a 23” Baumé, i necesita para trasformar el amoniaco que contiene, en sulfato de amoniaco, co- ETA AN í ES ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO Dz 1879, 91 mo 55 kilósramos de ácido sulfúrico 1 se produce como 50 kilógra- mos de sulfato. Si tomando por base estos datos aproximativos, se calcula lo que pueden producir de estas aguas amoniacales las fábricas de gas de Santiago 1 Valparaiso, sé verá que hal allí un producto nada despreciable, del cual el ácido sulfúrico permitiria sacar partido, pues podria servir despues en la fabricacion o mejoramiento de los abonos. Estas aguas amoniacales pueden producirse tambien destilando, o mas bien, calcinando en retortas de fierro colado (análogas a las que sirven para fabricar el gas de alumbrado), materias animales: huesos, sangre, carne de caballo, astas, trapos de lana, crin, pelos, cueros viejos i en jeneral, todos los desechos de animales. Los ga- ses que produce esta destilacion i que consisten en acetato, cian- hidrato, sulfhidrato 1 sobre todo carbonato de amoniaco, se con- densan en recipientes que contienen agua i sirven para fabricar las sales de amoniaco, sulfato 1 cLorbidrato. ¡Si sen huesos que se calcinan, éstos, carbonizados i molidos ha- cen el objeto de un comercio importante bajo el nombre de negro animal i valen 34 francos los 100 kilógramos. Este artículo es libre de derechos en Francia e Inglaterra. Se emplea en las fúbricas de azúcar. Si son otras materias animales, hemos visto que tostadas valen 26 a 28 francos los 100 kilógramos. En resúmen, lo que interesa a Chile en esta cuestion de abonos, considerada bajo el punto de vista de la esportacion, es lo si- siguiente: 1.2 Rendirse cuenta exácta por sí mismo, en cada guanera, 12 cada momento, de la composicion 1 del valor de los guanos i otros abonos, que hacen ya el objeto de negocio o de los que se descu- bran. 2. Examinar si convendria por medio de ciertas operacio- nes químicas ¿ mecánicas, o agregándoleg ciertas materias abun- dantes en el país, perfeccionar su composicion i aumentar mucho su valor, ántes de mandarlas a Europa. 3.” Bl seria ventajoso sacar partido de muchas sustancias que se pierden actualmente, como la sangre en los mataderos i ma- tanzas, las carnes 1 otros deshechos de animales muertos por acci- dentes, por enfermedad o vejez; como caballos, mulas, perros, des- hechos de peces, etc.; haciéndolos secar, tostar, moler i disolver en ácido sulfúrico; 1 esportar estas materias o servirse de ellas para mejorar los guanos de calidad inferior. 92 MEMORIAS CIENTÍTIOAS Il LITERARIAS. Todo esto se hace en Europa; allí no se pierde nada, i para dar un ejemplo, hé aquí como se avalúan en término medio los produc- tosque pueden sacarse de un caballo: Kilógramos. fra. ct. Carmenis adria o0 que valen 8.00 Huesos descarnados.... 45 » 2.25 Sangre ÍresCa.scesm. sn. 16 » 1.80 Cuero cocaina 0530 » 12,00 Tendones frescos....... 2 » 0.20 CLAS ECO Al » 4.00 Crines largos i cortos 0.20 » 0.60 Visceras, intestinos.... 40 » 2.00 Wa io SADO » 1.00 Herraduras i clavos... 0.50 » 0.25 ¡Totalí:-1225299:70 » 32.10 Estos mismos deshechos mejor utilizados en las fábricas de abo- nos, es decir, tostados 1 disueltos en ácido, representan un valor de 60 a 70 francos, en lugar de 32 francos 10 céntimos. El empleo de los superfosfatos 1 en jeneral de los abonos quimi- cos, es hoi dia mui jeneral i tiende a aumentar todavia; están evi- dentemente destinados a reemplazar el guano, cuyos depósitos van agotándose; 1 en muchas circunstancias 1 ciertas clases de ter- renos, se han notado que sus efectos eran superiores a éste. Se de- be, pues, pensar de antemano en seguir esta corriente l aun sacar el mejor partido posible de la revolucion que se prepara en la ela- boracion de guanosi abonos; poreso nos ha parecido que debia lla- marse sobre esto la atencion de chilenos 1 bolivianos, 3 hacer resal_ tar la importancia que tiene en ella el ácido sulfúrico. 2.2 Abonos considerados como aplicados directamente a la agri- cultura en Chile. Las indicaciones que preceden están subordinadas: al precio que se saca ose sacará en Chile de los fosfo-guanos recien decubiertos o por descubrir, a la produccion corriente i abundante del ácido sulfúrico que todavia no existe, a la posibilidad o facilidad en pro- curarse cantidades suficientemente crecidas los deshechos de que he- mos hablado, i en fin, a los gastos de manipulacion que exijirian todas estas materias, sea para fabricarlas, sea para mejorarlas. Pero, si tomando por base estos datos, se viene a reconocer que no hai nada que hacer por este lado, es decir, bajo el punto de vis- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 983 ta de la esportacion, dichos datos servirán al ménos de algo, si se consideran los abonos bajo el punto de vista de su aplicacion a la agricultura en Chile. Hé aqui, pues, una cuestion que nos parece tambien de una im- portancia capital para el pais, i que está destinada talvez a modi- ficar profundamente sus condiciones actuales de produccion i pros- peridad. Durante dieziseis años que hemos vivido en Chile, hemos oido decir siempre, que no solamente el abono de las tierras era desco- nocido, sino que aun seria nocivo, i viendo renovarse, en efecto, sin cesar, magníficas cosechas en los mismos terrenos, hemos ad- mitido este refran como indiscutible. Pero desde nuestra vuelta a Francia, despues de haber vivido en los campos, de haber estudiado teórica i prácticamente i de una manera especial la cuestión de los abonos 1 riegos, hemos llegado a preguntarnos si una fé tan ciega en este refran, i una seguridad tan completa en la inmutabilidad de la riqueza del suelo no pudie- ra ser algo fatal i engañoso para Chile. Cuando se piensa que la cosecha en trigo de una hectárea, ava- luada en Francia en 7,000 kilógramos, a saber: 3,000 kil. de grano 1 4,000 kil. de paja, contiene 63 kil. de azoe; que la de una hectá- rea de papas avaluada en 15,000 kil., contiene 48 kil. de azoe; i la de una hectárea de alfalfa, avaluada en 12,000 kil. contiene 275 kil. de azoe; que la misma cosecha mediana saca de Cada hectárea sembrada de trigo 36 100 kil., de ácido fosfórico. Kde DELarragas...ccascones ona! DD: ¿D » 10 E TEN OA, CAM Y AE » a coronas cnconcnoneno OL. 0D » a pesar de que las plantas no sacan estos elementos esclusiva- mente del suelo, sino tambien de la atmósfera, se comprende, sin embargo, que el suelo, por mas rico que sea, concluya por estar agotado de estos elementos i que sea absolutamente necesario reemplazarlos. Por eso, los abonos son para la tierra en Europa como el com- bustible para la máquina de vapor, ies preciso alimentarla sin cesar. Decimos en Europa, pero pudieramos decir en todas partes i por consiguiente en Chile. ¿Cómo ha sido posible, pues, que allí se estraiga, sin embargo, de la tierra, a cada cosecha1 desde tantos años, estas sales minera- 94 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. les o azoe, sin nunca devolvérselas, como en Europa, sin que por eso el suelo cese de producir? La esplicacion nos parece mui sencilla, i consiste en que Chile, o al ménos ciertas rejiones de Chile, tienen la suerte mui envidia- ble de disponer para sus riegos de aguas que pudiéramos llamar guaneras que restituyen al suelo las sales minerales i el azoe que las cosechas le quitan; el agua por sí misma es tambien un abono poderoso. Cuando se vé en Europa el trabajo i gasto enorme que resulta de esta necesidad de los abonos, pues que por hectárea i por año, la cantidad de estiércol es de 10,000 kilógramos 1 a veces hasta 60,000 kilógramos, que vale 10. francos los 1,000 kilógramos; o la de guano del Perú, de 250 a 375 kilógramos, a 32 francos los 100 kilógramos si se quiere tener buenas cosechas; que ademas se necesita llevarlos en carretas ia veces a grandes distancias, des- pues estenderlo i enterrarlo, entónces se aprecian las inmensas ventajas que procuran log riegos a los agricultores chilenos. No hai, pues, que poner en duda la eficacia de estas aguas tur- bias o claras de los rios de Chile repartidas así en todas partes, para mantener o ayudar a mantener la fertilidad del suelo, i de toda ma- nera la multipiicacion de los canales de riego, o mas bien, la utili- zacion de las aguas en jeneral, deberia ser una de las preocupaciones principales e incesantes de los chilenos. Pero, ¿bastan estas materias traidas por la acequias regadoras para mantener indefinidamente esta fertilidad? Contienen estos de- pósitos todos los elementos necesarios para las plantas 1 en propor- cion suficiente? Alli está la cuestion. Por nuestra parte, estaríamos dispuestos a creer que no. Las plantas necesitan para crecer, vivi» 1 formarse, los principios elementales siguientes, a saber: carbon, agua o sus elementos: oxis jeno e hidrójeno: azoe, fósforo, azufre, cloro; oxídos de cal, de mag- nesia, de potasa, de soda; ácidos fosfórico, sulfúrico, silícico, oxálico, tánico, i algo de fierro 1 manganeso; deben, pues, encontrar a su disposicion estos elementos, sea en el suelo, sea en la atmósfera, i en cantidades variables i proporcionadas a su naturaleza o especie; asi es, por ejemplo, que los cereales exijen imperiosamente silica- tos i fosfatos, porque sus cañas contienen mucha sílice, i sus gra- nos fosfatos de cal i magnesia. El tabaco, las habas, el garbanzo, las especies leñosas, piden cal; miéntras que el maiz, los nabos, las papas, las betarragas, la viña, exijen al contrario potasa. ed 4 ANALES DE LA UNÍVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 95 La alfalfa, el trébol, piden sulfato de cal. Estos principios necesarios a las plantas son: los unos orgáni- eos, volátiles, 1 se encuentran en la atmósfera 1 en el suelo; los otros minerales, fijos i provienen esclusivamente del suelo. La proporcion de estos elementos minerales es mui pequeña en los árboles, por ejemplo, 0.20 a 1.60 por 100 de la leña seca, 1 es lo que esplica cómo pueden crecer en terrenos mui arídos, pues sacan poco del suelo i casi todo de la atmósfera; es mucho mayor ' en las plantas alimenticias; en el maiz 4.70, en el trigo 4.40, en la alfalfa 9.90; en el tabaco 11.25 a 18.67 por 100. No hacen mas de 25 años que este principio de la asimilacion de los elementos minerales por las plantas, ha sido reconocido. Antes de esta época no se avaluaban los abonos sino a prorata del azoe que contenian, i fué desde entónces que se principió a tomar en cuenta el ácido fosfórico, que hoi se avalúa desde 35 céntimos has- ta un franco el kilógramo, segun su grado de solubilidad i asimi- “ lacion. Por eso tambien el descubrimiento en Francia en 1857, por Mr. de Molon i poco ántes en Inglaterra por Nesbit, de de- pósitos de fosfatos de cal o coprolitos ha tenido tanta importan- cia. Para volver a la cuestion que nos ócupa, diremos que los riegos tienen en la agricultura, dos objetos, cuya distincion ha podido ser instintivamente presentida, pero talvez no esplicada de un mo- do terminante por los agricultores chilenos, a saber: por una par- te combatir la sequedad i por otra parte traer al suelo las mate- rias minerales i azoadas que tienen en suspension o disolucion. De estos dos efectos el segundo es indudablemente el mas importante, i en Chile talvez mas que en cualquier otro pais, acausa del orf- jen de las aguas. Estas nacen jeneralmente, en efecto, en las cordi- lleras, en terrenos donde abundan las rocas graníticas 1 felspáticas 1 deben estar por consiguiente cargadas de sustancias alcalinas: po- tasa i soda, que son mui favorables a la vejetacion. Deben ademas contener tambien azoe, i ácido carbónico, en cantidad mui notable, como todas las aguas de esta naturaleza. Pero la cuestion es, como lo hemos dicho, de saber si la propor- cion de las sustancias sacadas del suelo por las cosechas está com- pensada por la que traen los riegos. Los agricultores chilenos solo pueden contestar a esta cuestion, si ellos no notan disminucion alguna en sus cosechas, en cuyo caso Chile puede vanagloriarse de haber sido maravillosamente dotado por la naturaleza. Pero si hái sintomas de merma en las cosechas, y 96 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. > principalmente en los terrenos cultivados desde muchos años, ya es tiempo de pensar en los abonos. Nos parece que lo último es lo que va a suceder, pues suponiendo que si por una parte los riegos suministran bastante sustancias minerales, no debe ser lo mismo en cuanto a las materias orgáni- cas i principalmente el azoe, que es uno de los principios elemen- tales que el trigo, el maiz, la cebada i las papas, que son las plan- tas de mas cultivo en Chile, sacan del suelo en mayor cantidad. Basta por consiguiente que la proporcion de azoe devuelta a la tie- rra por los riegos, sea algo inferior a la estraida por estas plantas para que despues de un cierto número de años el suelo quede ago- tado de este elemento 1 que las cosechas disminuyan en cantidad 1 calidad, al ménos en ciertas rejiones del pais. Seria preciso tambien admitir para todas las demas sustancias un equilibrio tan perfecto entre su estraccion por las plantas 1 su restitución por las aguas de riego, que nos parece inverosímil, por mas pródiga que haya sido la Providencia para con Chile. Pero, a nuestro parecer no hai que alarmarse si Chile tiene que recurrir a los abonos, 1 quien sabe, aun, si no sería un bien para el pais, pues en todo caso, gracias a los riegos, las cantidades de es- tos abonos que necesitaria la tierra, serian mui inferiores a las que se necesitan en Europa, ino nos estrañaría que sus efectos sobrepu- jaran con mucho a los que producen allíi que un gasto relativa- mente pequeño en abonos complementarios produjese una ganan- cia proporcionalmente mu: grande en las cosechas. Por otra parte, i reduciendo la cuestion a sus verdaderas propor- ciones, puede preguntarse si Chile tiene 0 nó necesidad de abo- nos; es una espresion que carece de exactiud, pues no hai suelo en el mundo que nolos necesite, tarde o temprano; ¡al de Chile, como todos los demas, tampoco le falta o le ha faltado, pues que su fer- tilidad proverbial la debe precisamente a los abonos que le han traido i siguen trayéndole las aguas que usa para sus riegos, de modo que la cuestion viene a reducirse en realidad, a saber: Si el uso que sehace de estos abonos se practica con toda la inte- lijencia, método i abundancia deseables; Si las plantas que se cultivan en el pais están siempre bien apropiadas a dichos abonos i a las diferentes especies de terrenos i si se suceden en los terrenos de modo que se saque el mejor par- tido de ellos; Si no convendria introducir nuevas variedades o mas bien nue— vas especies de plantas en el cultivo; ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879. 97 Si el equilibrio de que hablamos mas arríba, entre las sustancias sacadas i las restituidas al suelo, no ha sido destruido poz falta de todas estas precauciones i si se puede fácilmente restablecerlo, observándolas en adelante; En fin, i alli está talvez el punto mas importante por dilucidar, si por medio de algunos abonos complementarios, no se consegul- ria sacar de todas las condiciones ya existentes itan favorables, un mejor partido todavia. No tenemos la presuncion de resolver de un modo termi- nante estas cuestiones. Nuestra pretension eg mas modesta i consiste sobre todo, en llamar la atencion de los chilenos, agri- cultores O químicos, sobre el interés que hai para ellos en resol- verlas, si todavia no lo han hecho, 1 sobre todo sobre la rela- cion tan estrecha que liga en Chile la cuestion de los abonos con la de los riegos. Hemos sido llevados, pues, a tratar ahora esta última con al- gun detalle i de una manera especial, porque nos suministrará nuevos elementos para resolver la cuestion que precede i sacare- mos de ella ciertas consecuencias mui importantes 1 que nadie, que sepamos, haya todavia examinado detenidamente en Chile. DE LA UTILIZACION DE LAS AGUAS EN CHILE. Quien dice riegos dice abonos, 1 esto sea el agua clara o turbia i * que deposite sedimentos o no. Es, pues, mui natural que hayamos considerado este capitulo como la continuacion 1 el complemento del que precede. Pero antes de entrar en materia nos será permitido referir por qué serie de argumentos i raciocinios hemos sido gra- dualmente llevados a considerarlo como lo hacemos, pues eso nos proporcionará al mismo tiempo la ocasion de examinar algunos otros puntos mucho mas; importantes para Chile de lo que se pu- diera pensar. Tenemos para eso que remontarnos al diluvio, pero no se asus- ten los lectores, solo queremos hablar del de 1877 en Chile, que destruyó los puentes, cortó los terraplenes, inundó los campos, etc., etc. La relacion i enumefacion de estos desastres en los diarios chile- nos, nos hizo recordar cuánto nos habia preocupado en cierta época la cuestion de defensa de las obras de ferro-carriles contra los ata- , ques de los rios i nos sujirió la idea de volver a estudiarla con de- tencion. Nuestro punto de partida fué, pues, el siguiente. A, DE LA U. ; 13 98 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, Los puentes establecidos en Chile sobre los rios 1 esteros 1 princi- palmente para el pasaje de los ferro-carriles, estan espuestos a ser destruidos por las avenidas. De que modo evitar estos perjuicios? Evidentemente asegurando los cimientos de los machones i es- tribos. Por qué sistema de construccion se podría conseguir esta seguri- dad? A nuestro parecer no hai otro que el de las fundaciones tubula- res por el aire comprimido. Pero una vez asegurados los puentes, ¿qué es lo que asegurará los terraplenes? pues estos rios son mas bien torrentes, 1 como tal mui caprichosos; jeneralmente no tienen lechos bien definidos, divagana veces adonde se les antoja, i en lugar de dirijirse debajo los puentes se echan a un lado ivan a buscar una salida en un puentecito vecino, se lo llevan, abren brecha en los terraplenes 1 destruyen éstos en mas o ménos estension; o bien forman remo- linos en los estribos, sacan el terraplen atras de estos, i concluyen por dejar el puente aislado i el pasaje interrumpido. De allí resulta otra condicion, la de impedir lo que llamaremos estas divagaciones de los rios i obligarlos a dirijirse esclusivamen- te debajo los puentes. No hai otro medio para eso, sino construir malecones, i ma- lecones que casi siempre seria preciso seguir a distancias mui con- siderables aguas arriba del puente. De allí un verdadero encajonamiento de los rios, que para ha- cerlo exijiria a su turno un sistema de construccion que presentase una seguridad completa, como para los estribos 1 machones de los puentes, es decir, de fundaciones tubulares, costosiísimo por con- siguiente i que en definitiva seria mas bien nocivo que útil. Lo que ha sucedido 1 sucede todavía en Utalia i en Francia, con el encajonamiento de los rios por medio de malecones i tajamares insubmersibles ¿ continuos, debe servir de enseñanza para Chile, pues hoi se ha adquirido la prueba irrecusable que estos trabajos defensivos tienen por consecuencia determinar depósitos 1 por con- siguiente la elevacion del fondo de los rios, de modo que despues de algunos años es preciso levantar de nuevo los malecones, 1 asi sin Cesar. - Es asi que en Ferrara, en Italia, el Pó corre ahora a la altura de los techos de las casas; que en otras partes, los malecones alcan- zan al nivel de los campanarios de las iglesias situadas en sus ri- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO Dx 1879. 99 beras; que en las orillas del Ródano, en Francia, malecones cons- truidos desde ménos de un siglo, han sido ya elevados de 2 a 8 metros, 1 que en muchas partes en Francia i en Italia, a conse- cuencia de esta elevacion del fondo de los rios, que ahora dominan los campos vecinos, se han formado pantanos, i aguas estancadas, cuyas emanaciones corrompen la atmósfera i causan enfermedades que obligan a los habitantes a huir a otros lugares. La malaria de los campos de Roma, de las marismas de la Toscana, de log llanos de la Camargue, no tiene otro orijen, i desde que se han elevado los malecones del Ródano, la estension de estos pantanos ha cuadruplicado. Crean ademas -sérios peligros para las pobla- ciones, que a cada crece están espuestas a la destruecion. En Chile este efecto seria todavía mas pronto 1 mas temible, porque a causa de las fuertes corrientes de los rios i esteros, las aguas estan en las creces mui cargadas de barro, arena, i hacen rodar piedras a veces mui gruesas, que eu lugar de repartirse en grandes superficies, como lo hacen actualmente, se depositarian en las cajas de los rios. Por este mismo motivo es inútil pensar en regularizar las cajas de los rios i abrirles lechos artificiales, poz medio de escavaciones, pues que éstas estarian mui luego colmadas i ademas serian mui costosas. Pero no es este el solo inconveniente de los malecones; ellos son incompatibles con los riegos, pues que su objeto es conte- ner las aguas miéntras que el de los riegos es de desparramarlas. Esta sola consideracion bastaria por sí sola para que no haya ni que pensar en construitlos. Habria muchos otros motivos para desecharlos, que nos parece inútil citar; lo que hai de cierto e indiscutible es que: La construccion de malecones continuos e insumerjibles, análo- gos a los que se has hecho en Italia 3 en Francia para contener los rios, 1 principalmente los rios correntosos, seria una calamidad para Chile como se reconoce ahora que lo ha. sido para aquellos dos países. . Pero entónces, si no conviene encajonar los rios por medio de malecones aguas arriba de los puentes (ni tampoco aguas abajo), es preciso resignarse a los daños que, por sus caprichos, pueden producir en los terraplenes 1 obras situadas a un lado i otro de las estremidades de los puentes, ipor consiguiente a no tener nunca seguridad en las líneas de ferrocarriles en las épocas de las grandes creces o avenidas, 100 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. - Así parece i asi será probablemente durante mucho tiempo, Sin embargo, hai un medio, i que, por fortuna, seria al mismo tiempo un medio de sacar de las aguas un precioso partido i con- vertir sus estragos en beneficios, como lo vamos a demostrar. La mayor parte de los rios de Chile, como todos los torrentes, se componen, segun la definicion que ha dado de ellos Mr. Surell, en su obra: Étude sur les torrents i que h sido adoptada por todos los injenieros, de cuatro partes, a saber: 1.2 Hoya de acumulacion.—Es la rejion en la cual se acumu- lan las aguas en los aguaceros, 1 se escavan los terrenos; ella for- ma como un vasto embudo o circo mui irregular, escondido en las cordilleras o cerros, en el oríjen del torrente. 2. Canal de acumulacion.—Es la rejion en la cual las aguas depositan todas las materias que han arrancado o hecho derrum- bar en los terrenos de la hoya de acumulacion; ella forma una ca- ja ancha en el fondo de ésta. Cono de deyeccion.—El canal «de acumulacion sale del circo u hoya de acumulacion por una quebrada mas o ménos estrecha, abierta entre rocas casi verticales i mui altas. En los temporales i aguaceros, la inmensa cantidad de agua que cae a veces en ménos de una hora sobre la superficie de la hoya de acumulacion, viene a reunirse casi simultáneamente en el fondo o canal de acumula- cion i de allí se precipita con mucha violencia por la quebrada car- gada de détritus, tierra, cascajo 1 aun piedras gruesas; pero al sa- lir fuera de dicha quebrada i desembocando en una parté mucho mas ancha i ménos inclinada que la del fondo del circo, se estien- de, pierde allí velocidad i deja depositar una gran parte de los materiales que acarreaba; ella cubre así de détritus, de piedras principalmente, un espacio mas o ménos grande, que toma la for- ma de un cono cuyo vértice está dirijido hácia la desembocadura de la quebrada i que por este motivo se ha llamado cono de de- SS yeccion. 4.2 Canal de desagie—El agua así desembarazada de un» parte de-los materiales que acarreaba, corre despues sobre una superfi- cie que es el lecho o canal de desague, para ir a formar o desem- bocar en el rio principal. Estos efectos que se manifiestan en inmensa escala en las cor- dilleras principales, se producen tambien en proporciones menores pero análogas en las cadenas secundarias, terciarias, ete. En Chile estos caractéres deben ser mul marcados. Supuesto eso: La causa principal i directa de las grandes ave- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO De£ 1879. 101 midas i de los perjuicios que orijinan, es la llegada repentina 1 si- multánea de estas masas de ayua criadas en las hoyas de acumula- cion, que han venido a reunirse en los canales de acumulacion, pa- ra salir con impetuosidad por las quebradas, formando los conos de deyeccion i en fin, afluyendo a los rios principales por los ca- nales de desayie. Estas aguas llegan por todos los afluentes con velocidades mu- cho mayores que la que posee el rio mismo, i éste no pudiendo despacharlas tan pronto como las recibe, crece a mucha altura. Resulta de allí la necesidad de atajar o al ménos retardar lo mas posible la llegada de las aguas de todos los afluentes al rio principal, es decir, a atacar el mal por su raiz, en las hoyas de acumulacion primarias, secundarias, terciarias, etc., Se ha atribuido a los árboles 1 arbustos la propiedad de absorber 1 retener las aguas por sus raices, ramas 1 hojas, i por consiguien- te, se ha acusado a los desmontes de producir i aumentar las aveni- das e inundaciones, 1 se ha propuesto como remedio a estas el re-- poblado de los montes. E Pero está probado hoi que: los desmontes no han tenido sobre las creces e inundaciones la influencia que se les atribuye; que el repoblado de los montes no disminuiria m su frecuencia mi su al- tura i que no se debe considerar este repoblado, sino como un me- dio secundario 1 ausiliar de otros muchos mas eficaces. ¿Estos últimos cuáles son? Muchos injenieros, jeólogos i agricultores de fama, se han de- dicado a buscarlos, principalmente en Francia, i entre las nume- rosas Obras i memorias publicadas sobre el particular, algunas se pueden considerar como obras maestras i clásicas. Tal es en prime- era línea, la titulada: —Étude sur les torrents des Hautes-Alpes, por Surell, publica- da en 1841, reimpresa 1 completada por Mr. Cezanne en 1872. Despues las siguientes: —Essoi sur la ihéorie des torrents ct des riveóres par Fabre.— 1797. Las diferentes obras de A, KR. Polonceau: Considérations sur les causes des ravages produits por les rivie- res Q pentes rapides et par les torrents et sur les meilleurs moyens a employer pour y rémédicr, 1874. —Vote sur les debordements des fleuves et des rivieres, 1847. I sobre todo una obrita del mismo injeniero, mui estimada i que ha llegado 2 ser mui escasa, titulada: 102 MEMGCRIAS CIENTÍFICAS | LITERARIAS. —LDes caux relativement a agriculture, 1846. ; —Exposé d'un nouveau sysiéme de défense contre les cours d'eau torrentiels des Alpes et applications de ce systéme daus le départe- ment de l'Isére, par Scipion Gras, 1850. ; —Mémoire sur les barrages de retenue des graviers dans les gor- ges des torrents, par Philippe Breton, 1867. —Les Torrents des Alpes et le páturage par L. Marchand, 1872, —Les Torrents, leurs lots, leurs causes, leurs effects, moyens de les réprimer et de les utiliser; leur action geólogique untiverselle par Michel Costa de Bastelica, 1874, —Endiguement des rivicres, par Comoy, 1861. —Inondatins des ficuves de France, par Champion. Estas obras 1 muchas otras tratan especialmente de la cuestion de la extincion de los torrentes o rios correntosos, de la defensa de sus riberas i de las inundaciones. Pero en Chile se debe considerar la cuestion de las aguas bajo un punto de vista mas jeneral, es decir, no solamente de la de- fensa contra ellas, sino, mas todavia, de su utilizacion para la agricultura, i tanto mas bajo este doble aspecto cuanto que, como lo dice con mucha razon uno de los autores que acabamas de el- tar, M, Polonceau: «Por una comcidencia mul afortunada, los medios mas seguros «2mas eficaces para remediar a las avenidas e inundaciones, son « al mismo tiempo los mejores para estender i jencralizar el benefi- « de lo3 rie908.» Cada uno de los autores precitados tiene su sistema que evi- dentemente mira como el mas perfecto, 1 de seguro que despues de haberlo leido, haberse penetrado de los argumentos que invoca 1 de las esperiencias concluyentes que cita, uno está tentado real- mente de dejarse convencer 1 ser de su misma opinion.— Es lo que nos ha sucedido cuando nos hemos ocupado de esta cuestion eu Chile, no hablamos entusiasmado por algunos de estos siste- mas i los habíamos adoptado i preconizado con” esclusion de los vtres; pero aquí, hemos podido compararlos mejor, examinar sus resrltados prácticos, conocer las objeciones que se les hace apre- ciar sus defectos 1 calidades, 1 hemos llegado a formarnos una idea que creemos mucho mas exacta, de lo que conviene hacer. Tiemos visto, por ejemplo, que dicha cuestion no era solamente ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DE 1879. 103 hidráulico-injeniera, si podemos llamarla asi, sino tambien Aidráu- lico-agrícola, 1 como tal, tenia con la de riegos i abonos una rela- cion mui estrecha 1 casi inseparable, i debia considerarse de un modo enteramente especial para Chile. Entónces hemos agregado a la lista de los autores precitados 1 cuyos trabajos hemos consultado, los siguientes que se han ocupa- do principalmente de la utilizacion de las aguas para la agricul- tura: Puvis. De V'emploi des eaux en agriculture. 1849. Duponchel. Traité Vhydraulique ct de géologie agricole. 1868. Nadault de Buffon. Cours agriculture et hydraulique agricole. 1858. Td. Des submersions fertilisantes, comprenani les travaux de colma- tage, limonayes et irrigations d'hiver. 1867. Id. Des alluvions modernes. 1873. Hervé Mangon. Expérienees sur Vemploi des caux dans les irriga- tions sous diferents climats, etc. 1869. Aristides Dumont. Des travaux publics dans leurs rapports avec Pagriculture. 1847, Maurice Aymard. Irrigations du midi de ' Espagne. 1864. De Saint Venant. Mémoire sur la dérivation des caux pluviales. 1846. I muchos otros cuya lista seria mui larga. Citamos estas obras, porque allí encontrarán aquellos a quienes esta cuestion interesa, todos los argumentos, esplicaciones i de- mostraciones que nos han servido para llegar al sistema completo que vamos a proponer i que nos parece el mas racionalmente apli- cable en Chile. Atacar primero el mal en su raiz, consiste, como lo hemos visto, en detener temporalmente una parte de las aguas de los, afluentes, 1 la mayor posible, sobre las pendientes superiores o en las que- bradas dende sus corrientes principian a formarse, para disminuir lo mas posible la abundancia 1 simultaneidad de las avenidas par- ciales de los esteros 1 riachuelos, en lo que hemos llamado las ho- yas de acumulacion i despues en los rios principales. Para conseguir este resnltado M. Polonceau propone tres me- dios que nos parecen perfectamente apropiados a Chile. Lil primero, consiste en abrir en las pendientes o lomas, zanjas horizontales sin salidas a sus estremidades, para recibir 1 retener laz aguas de lluvia e impedirles correr con velocidad sobre estas pendientes como lo hacen naturalmente. Las aguas detenidas en La Ñ > y A AI A EN AM IA AIR 104 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. estas zanjas, formarán séries de pequeños estanques colocados en gradas unos arriba de otros 1 separados por espacios variables se- gun el declive del terreno, i estas aguas no podrán bajar a los valles o quebradas sino con mucha lentitud despues de haberse infiltrado en el suelo; no llegarán por consiguiente a los rios sino mucho tiempo despues de las caidas por lluvias. Estas zanjas achaflanadas podrán tener jeneralmente 1 metro de anchura media 1 ¿ metro de profundidad, 1 contendrán por con- siguiente 3 metro cúbico por metro lineal; la distancia de una a otra podrá ser de 12, 15, 25, 50 i a lo mas 66 metros. Siendo mui numerosas 1 estendiéndose sobre grandes superfi- cies, detendrán ya volúmenes mui considerables de agua, pero tendrán ademas otras ventajas, que son: 1.2 Que una vez llenas, como forman escalones en las pendien- tes de los cerros i lomas, la velocidad de las aguas sobrantes será amortiguada 1 entónces eso les impedirá socavar los terrenos i abrir zanjones en ellos, como sucede actualmente. 2%. Por la infiltracion lenta de sus aguas, mantendrán en estos terrenos una humedad tanto mas provechosa cuanto que dichos te- rrenos son jeneralmente áridos. 3% Que cuando se limpien del limo que se depositará en el fondo de ellos, esta basura desparramada sobre estos terrenos ser- virá para mejorarlos. 4. En fin en estos terrenos jeneralmente secos, la infiltracion lenta de sus aguas tendrá por resultado aumentar i aun crear manantiales. Por lo demas, la construccion de estas zanjas es mui sencilla i mui fácil: es uno de los trabajos que los peones chilenos saben ejecutar con mas destreza, i si al abrirlas se vine a tropezar con rocas, caminos, quebradas o cualquier obstáculo, no hai mas que interrumpir la zanja 1 volver a abrirla al otro lado del obstáculo- La aplicacion práctica de este sistema de zanjas horizontales para mejorar los terrenos en las pendientes 1 utilizar así las aguas de lluvia, ha sido hecha con magnificos resultados en muchos lu- gares en Francia; por ejemplo, en una propiedad llamada Saint- Pierre-du-Mont, cerca de Clamecy, en el departamento de la Niévre, donde el propietario Mr. Mathieu, excelente agricultor, ha podido crear así en terrenos mul pendientes grandes superficies de alfalfales, i ha realizado grandes beneficios. Otro agricultor, M. Hauducceur, ha hecho lo mismo en el departamento de Seine-et- Oise, 1 con el mismo éxito. ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—ENERO DE 1879. 105 En fin, Mr. Eugéne Chevandier de Valdróme, antiguo mi- mistro del interior de Francia, ha hecho una operacion análoga, pero en mayor escala todavia, en grandes montes que posee en el departamento de los Vosges. El suelo estaba dividido en zonas de 12 a 15 metros de anchura por zanjas horizontales destinadas a recojer las aguas de lluvia. Los resultados de esta operacion han sido comunicados en una memoria especial, titulada: Recherches sur Pinfluence de Peau sur la végétation des foréts, i no dejan duda ninguna sobre sus grandes ventajas; pues ya él ha averiguado que en terrenos secos el aumento de un árbol, pino o roble, llegado a la fuerza de su edad, es de 3 kilógramos por año, miéntras que para los mismos árboles regados así, ha sido de 8,25 kilógramos 1 ha llegado aun hasta 20 kilógramos. Estas zanjas serian, pues, un medio poderoso de acelerar el cre- cimiento de los árboles i arbustos, si se quisiese repoblar los montes. Hé aquí los elementos necesarios para apreciar el costo i los re- sultados de este sistema: Se calcula en Francia que el costo de un metro líneal de estas zanjas, a razon de 20 céntimos, osea 40 céntimos (8 centavos) me- tro cúbico de escavacion; i creemos que no costaria mas en Chile. Si el terreno fuese mui pendiente o mui duro i que no se pudie- se abrir zanjas, entónces se podria reemplazarlas por pircas de pie- dra que tendrian J metro de anchura en la base, 0m.25 arriba i 0.m50 de altura. Despues de algunos aguaceros es mui probable que con una pe- queña cantidad de détritus traidos por las aguas i que vendrian a pegarse contra ellas, no dejarian filtrar las aguas i harian el mis- mo efecto que las zanjas. Costarian aquí como 30 céntimos (6 centavos), metro lineal, Si se supone ahora un término medio de distancia de 25 me- tros entre las zanjas, serán 400 metros lineales que se necesitan abrir por hectárea, o 625 metros por cuadra cuadrada; los cuales, a razon de 4 centavos por metro lineal, vendrian a costar 25 pesos. Se podria entónces acopiar asi 320 metros cúbicos de agua por cuadra cuadrada. Pero esta distancia de 25 metros entre las zan- Jas no es siempre necesaria, i Mr. Polonceau la avalúa en término medio a 50 metros i aun a-66.m66, lo que reduciria a 200 metros lineales por hectárea, o 312.m50 por cuadra cuadrada, el largo 106 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS, de zanjas que se necesitaria abrir, i por consiguiente el seria gas- to de 12 pesos 50 centavos por cuadra cuadrada en lugar de 25 pesos. Para apreciar el efecto de tal sistema de zanjas sobre la deten- cion de las aguas de lluvia, diremos que: La cantidad de lluvia caída en dos dias, por ejemplo, puede aya- luarse cuando mas en 10 centímetros de altura, lo que correspon- de a 100,000 metros cúbicos por kilómetro cuadrado. 200 metros lineales de zanjas por hectárea, corresponderian a 20,000 metros lineales por kilómetro cuadrado, que recibirian 10,000 metros cúbicos (a razon de 3 metro cúbico por metro li- neal), es decir, la décima parte de toda el agua caída en los dos dias. Pero la cantidad de agua que llega hasta los rios, es solamente de 60 a 70 por 100 «e la totalidad caida; lo demas es consumido «por las infiltraciones, i por consiguiente de 60 a 70,000 metros cú- bicos sobre los 100,000 1 entónces los 10,000 metros cúbicos rete- nidos por las zanjas representarían de la 1/5 a la 1/7 parte del agua que llega a los rios; 1 eso, suponiendo las zanjas distantes de 50 metros; a 25 metros de esta cantidad, seria de 20,000 metros cú- bicos 1 a 12,50 metros, de 40,000 métros cúbicos; i por consiguien- te, tendria una influencia mul grande sobre las creces de los rios. Eso no quiere decir que se pudiera, cubrir toda la superficie del suelo de esta misma cantidad de zanjas, pues hai partes que no son mas que rocas o demasiado quebradas para poder prestarse a hacerlo. M. Polonceau las avalua como a la */5 parte de la su- perficie total; pero las otras */5 partes adonde se pueden abrir, po- podrán retener las cantidades que hemos dicho. Para decidirse a la ejecucion de estas zanjas, no hai mas que preguntarse si el mayor valor que tomarían los terrenos seria sufi- ciente para compensar los gastos que orijinaría dicha ejecucion. Para nosotros no hai la menor duda que si, pues la prueba es mui fácil hacerla i seria poco costosa: 12 pesos 50 centavos a 25 pesos por cuadra cuadrada, segun que se colocasen las zanjas a 50 o 25 metros de distancia, aconsejaríamos a los hacendados de ensa- yarla. La influencia que tendrian sobre las creces de los rios, por mui importante que sea, podría considerarse entónces como acceso- ria, lo mismo que la que tendrían los otros trabajos que tenemos que aconsejar. Antes de pasar a éstos, no estará de mas contestar desde luego ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 107 a ciertas objeciones que se pueden hacer a dichas zanjas, i que son las siguentes: 1.? Suponiendo las zanjas llenas despues de algunas horas o dias de lluvia i que ésta siga cayendo, entónces el agua podrá co- rrer sobre las pendientes como si no existiesen? A eso contestaremos que en muchos casos las zanjas no serán impermeables 1 dejarán fáltrar una gran parte de las aguas que recibirán, pero que suponiéndolas llenas i conservando su agua, las aguas sobrantes teniendo que caer como .de escalon en escalon, tendrian mucho ménos velocidad 1 serian por consiguientes retar- dadas en su marcha hácia el rio principal; por el mismo motivo no abririan zanjones como lo hacen actualmente. En todo caso este defecto seria tanto mas atenuado cuanto mas numerosas fue- . sen las zanjas. 2.” Corriendo las aguas en las pendientes arrastrarán tierra, arena 1 detritus, que se depositarán en las zanjas i las llevarán. liso es cierto, pero este defecto no será tam marcado como se teme, pues el agua arrastra cuando tiene mucha velocidad, i no adquiere esta velocidad sino a proporcion de la distancia que recorre sobre la pendiente, i no siendo esta distancia de mas de 50 metros, a yeces 25 metros 1 aun ménos entre las zanjas, segun el declive del terreno no permitirá al agua adquirir mucha ra- pidez. Jeneralmente se encontrarán piedras en la proximidad 1 se podrá entónces completar las zanjas por un cordoncito de estas piedras a su orilla superior, que servirá para detener las basuras i produ- cirá como una filtracion de las aguas ántes de caer en las zanjas. Tambien eso supone un terreno completamente desnudo 1 arras- trable, miéntras que es de esperar que gracias a la humedad que mantendrían las zanjas, la vejetacion podria desarrollarse bastan- te para que las aguas corrieran por la superficie sin arrastrar mu- chos detritus. lin fin, como lo hemos dicho, la limpia de las zanjas, suministra- rá detritus que, desparramados sobre el suelo entre las zanjas, lo bonificarán mucho, contribuyendo tambien al desarrollo de la ve- jetacion, 1 pagarán así los gastos de limpia. El segundo medio propuesto por M. Polonceau 1 tambien por M. de Saint-Venant, es especialmente aplicable al fondo de las que- bradas 1 valles pequeños, 1 consiste establecer en eilos, en repre- sas permanentes o temporales, para recibir 1 detener las aguas que no lo hubieran sido por las zanjas horizontales, 108 MEMORIAS OLENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Estas represas se harian en los puntos donde se estrechan las quebradas o vallecitos; tendrian siempre desagies o compuertas, de modo de poder vaciarlas parcial o totalmente, segun la necesi- dad, para recibir nuevas aguas 1 repartirlas en ciertas épocas en las faldas vecinas, o en ciertas obras en que no hai que temer las ave- nidas i creces, convertir el fondo mismo de ellas en terrenos pas- tosos 1 de riego. Su altura dependeria de las circunstancias topográficas de los terrenos i podrá alcanzar a5 o 6 metros en término medio. M. Polonceau calcula que cada una formando un estanque de 250 me- tros de largo, 150 metros de ancho ¡1 2 metros 50 centímetros de profundidad en término medio, podrá contener, 1 por consiguiente, detener, 93750 metros cúbicos 1 costaria 5000 francos. No podemos entrar aquí en los detalles de construccion de es- tas represas, a pesar de que seria mui necesario, pues que de los tres medios indicados para utilizar las aguas de lluvia, este es el mas costoso; pero aquellos a quienes esta cuestion interesa podrán con- sultar con mutho provecho, la exelente obrita de M. Polonceau: Traité pratique deseaux relativement a lPagriculture, donde está perfectamente tratada. En esta memoria, o mas bien, en esta serie de memorias, nos he- mos trazado como regla, no salir en cuanto sea posible de las jene- ralidades 1 no entrar en los pormenores técnicos sino lo estricta- mente necesario para hacer résaltar la importancia de tal o cual cuestion; pues es, ino puede ser otra cosa, por ahora, sino un pro=- grama ¿una indicacion motivada de proposiciones útiles para el pais; pero si estas ideas recibiesen del público chileno una favorable: acojida, estamos completamente dispuestos a trabajar con los hi- jos del pais para su realizacion 1 agregar mas tarde, bajo forma de: notas complementarias o trataditos especiales, los muchos deta- lles prácticos importantes que por ahora tenemos que omitir. El tercero 1 último medio propuesto por el mismo injeniero, M. Polonceau, no se aplica sino alos terrenos de poco declive, i con- siste en disponerlos en lo que se llama en francés bassins de limo- nages, que traduciremos por estanques de limonajes 1 cuyo objeto es de nivelar los terrenos i elevarlos progresivamente 1 ademas au- mentar mucho sus productos i su valor. Se apoya este jénero de trabajos, sobre este principio, que las: aguas turbias que bajan de las quebradas 1 arroyos, contienen una cantidad de limo, que asciende a veces a 5 0 6 milésimas de su vo- ANALES LE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DE 1879. 109 Jumen i queda en suspension en el líquido por el solo efecto de la velocidad que posee, pero que se dep osita tan luego como esta velocidad cesa o disminuye notablemente. Este limo, ademas de ser un excelente abono, es el mejor elemento de formacion de los terrenos de cultivo. Para formar estos estanques, basta rodear la parte de terreno que se quiere mejorar con estos depósitos, con un terraplencito de 0,50 m. a 1 m. a lo mas, de altura i dividirla despues, por medio de otros terraplencitos traversales de nivel, en pequeños corrales parciales pudiendo a voluntad mala: o no entre si. Se lle- nan sucesivamente estos corralitos con las aguas turbias, se de- jan descanzar éstas, i cuando se aclaran se abren sucesivamente to- das las compuertas 1 se deja salir el agua. Los terrenos en quejse pueden practic ar esta operacion no deben tener mas de 5 milímetros por metro de inclinacion. En realidad este /¿monaje es lo que se hace diariamente en Chi- le con los riegos; las mismas acequias de regadío forman un bor- de con la tierra que se sacan de ellas al abrirlas o limpiarlas, aco- rralan las aguas turbias 1 las obligan a depositar su limo.—La so- la diferencia que hai es que los terraplencitos de los estanques de limonaje son un poco mas altos, dispuestos mas metódicamente 1 que se dirijen a estos pequeños estanques artificiales, las aguas de las quebradas i riachuelos. proviniendo de las lluvias. Nistos tres medios que se completan i ayudan mútuamente, tie- nen principalmente por objeto, como se vé, el de detener las aguas de lluvia 1 por consiguiente utilizarlas para mejorar los terrenos actualmente áridos 1 secos. Tienen al mismo tiempo por resultado el de retardar la llegada de las aguas a los rios principales i por consiguiente de atenuar mucho la violencia de las creces i los per- juicios que causan. Estamos convencidos que tendrian tambien por resultado mantener en los rios, en las épocas de sequedad i escasez de aguas, un cauce mayor que el que tienen actualmente. Los trabajos necesarios para aplicarlos, son mui sencillos, poco costosos, perfectamente al alcance de todos i no hai duda que je- neralizados en el país, tendrian una influencia pOrienoÑo A 1 benéfica para muchas rejiones. Los otros sistemas len: para prevenir los estragos causas dos por los torrentes 1 que tambien atacan el mal en su orijen, son los siguientes: 110 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Grandes represas capaces de contener millones de metros cúbi- cos i situados en las cordilleras. No se puede negar la eficacia de estas obras, ni su doble venta- ja, tanto para impedir la llegada repentina de las aguas a los rios en tiempo de lluvia, como para el acopio de dichas aguas para los riegos en tiempo de merma o de sequedad, 1 en muchas circuns- tancias, obras de esta clase podrian ejecutarse en Chile sin gastos _exajerados i con mucho provecho. En todos los paises de Huropa se han construido represas aná- logas para abastecer de agua a los canales de navegacion, como en Inglaterra, Francia, etc., o de riego como en España. Algunas tie- nen hasta 50 metros de altura i pueden contener 15 millones de metros cúbicos. Se ha calculado que en Francia vienen a costar en término me- dio como 0.15 c. (3 centavos) por cada metro cúbico de agua que contienen, de modo que un estanque capaz de contener un millon de metros cúbicos costaria 150,000 frs. ($ 30,000), i uno igual al de Alicante en España que contiene 3.700,000 metros cúbicos cos- taría 555,000 frs. ($ 111.000) i uno como el de Níjar, tambien en España, que contiene como 15 millones de metros cúbicos, vendria a costar 2.250,000 frs. ($ 450,000). Este último puede regar 13,000 hectáreas, a razon de dos riegos de 500 a 600 metros cúbi- cos por hectárea cada uno durante el año. - Los desastres que pueden resultar del rompimiento de un dique de represa de tal tamaño son tan espantosos (como se ha podido ve en algunas circuntancias), como por ejemplo, en la catás- trofe de Sheffield; que la responsabilidad que tienen que asu- mir los injenieros i constructores de estas represas, les asusta por mui atrevidos que sean, 1 que muchos en Europa i de los mas com- - petentes, rehusan encargarse de ellas; sin embargo, como acabamos de decirlo, se han construido muchos i de los mas jigantescos, pe- ro eso prueba que es preciso no confiarlas sino a hombres mul 10- telijentes, de una práctica mul especial i consumada, i que se de- ben tomar las mas minuciosas precauciones en su construccion. No es tampoco este el caso de entrar en detalles sobre la ejecu-- cion de ellos; nos contentaremos con decir que es preciso rechazar las represas de tierra, principalmente en los climas como el de Chile, i no adoptar sino la albañileria de piedra i cal. (Uso cuando se trata de grandes represas, pues para las chicas de que hemos hablado, pueden hacerse de tierra pisoneada). | Se ha propuesto tambien establecer en los canales de acumula- ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —ENERO DB 1879, , Lata cion, en la quebrada de salida de estos 1en los valles, series de malecones o diques trasversales, con piedras gruesas i rocas, en bruto, que estan siempre acumuladas en estas rejiones, como di- ques permeables 1 sumerjibles, que dejarían filtrar las aguas, i que deteniendo las otras piedras arrancadas de log cerros, concluirian por protejer el pié de las barrancas e impedir nuevas escavaciones. Las aguas no llevarian entónces mas que limo fino i fertilizador, i no llegarian a los rios con tanta prontitud, ni con tanta impetuosi- dad, No insistiremos mas sobre estos diversos sistemas 1 pasaremos luego a examinar la cuestion bajo otro aspecto, que nos parece mas importante todavía. Nadie ignora que los terrenos llamados de aluvion resultan del acarreo de materias limosas formadas i depositadas por las aguas; que estan caracterizados por su estrema fertilidad i que compara- dos con las otras naturalezas de suelo, su valor es máximo. Ellos se avalúan en Francia, en termino medio, de 0,40 fr.a 1,10 fr. por metro superficial o sea 1250 a 3440 pesos, cua- dra cuadrada, 1 eso cuando se trata de aluviones antiguos 1 que pueden por consiguiente estar algo agotados, por una larga suce- sion de cultivos. Los terrenos formados de aluviones modernos tienen mas valor todavía. Este alto valor proviene de que log me- jores terrenos de cultivos, sen los que, ademas de contener hu- mus i détritas vejetales, contienen tambien el elemento arcilloso que les comunica tenacidad, 1 el elemento arenoso que constituye los terrenos /¿vianos, en proporciones casi iguales, 1 que los terre- nos de aluvion están casi todos en este caso. Su modo de formacion les comunica tambien cualidades mui preciosas, pues son el resultado de la trituracion, desagregacion ¡ mezcla, por las aguas, de todas las materias arrancadas a las rocas 1 tierras en los cerros, i esta accion mecánica es mui favorable pa- ra la asimilacion por las plantas de ciertos elementos minerales que contienen. Esta última condición es tan importante, que en Europa se recomienda mucho reducir a polvo lo mas fino posible todos los abonos, ántes de desparramarlos en los terrenos, si se quiere sacar de ellos todo el provecho posible. Un eminente injeniero i jeólogo, que hemos citado, Mv. Duponchel, ha propuesto todo un vas- to sistema para producir esa condicion artificialmente, por me- dio de represas, canales etc., dispuestos de manera de arrancar ro- cas 1 tierras a los cerros 1 pres triturar, mezclar 1 trasportar, 112 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. por medio de la misma agua, estas materias a los terrenos estéri- les. Es evidente que tal sistema no tiene ninguna aplicacion en Chile, pues que la naturaleza se ha encargado de realizarlo i de un modo mucho mas perfecto de lo que pudiera hacerlo la mano del hombre, pero lo citamos como una prueba de la importancia que dan los jeólogos, químicos i agricultores a este estado pulve- rulento del limo. Un terreno asi formado está por consiguiente en las mejores condiciones para el cultivo, i durante muchos años no necesita a- bonos; pero poco a poco las plantas sacan de estos elementos asi- milables lo que les conviene mas, i uua vez agotado el suelo de dichos elementos, que son en proporcion relativamente pequeña, los terrenos de aluvion pierden su accion especial sobre la vejeta- cion, 1 si nada los renueva, vuelven a quedar en la categoria de las buenas tierras ordinarias, que exijen los cuidados del cultivo. i de los abonos. Asi se esplica la fertilidad proverbial del suelo de Chile, que en muchas partes es formado de aluviones, lo inagotable que pa- rece esta fertilidad, gracias a los riegos que le restitayen tedo o parte de lo que pierde por el cultivo, 1 en fin, la posibilidad de que apesar de esta restitucion i por ser ésta incompleta, haya llegado o pueda llegar una época en que convendria emplear abonos su- plementarios o complementarios, modificar la sucesion de plantas de cultivo, 1 aun introducir nuevas especies en el pais. De todos modos, i ya sea para formar, mantener o contribuir a mejorar los terrenos, lo cierto es que los aluviones naturales i ar- tificiales son la base de la fertilidad del suelo. Pero las aguas turbias que corren por los rios, ofrecen el me- dio mas cómodo, mas económico, mas pronto i mas poderoso de procurarse aluviones, 1 bajo ese respecto Chile es uno de los pai- ses mas favorecidos del globo. La cordillera delos Andes es un inmenso e inagotable receptáculo de aguas, la inclinacion jeneral del suelo de esa cordillera hasta el mar, i las inclinaciones par- ciales paralelas o perpendiculares a la costa, son eminentemente favorables al trasporte de estas aguas, al desarrollo de esta ac- ecion mecánica tan provechosa de que hemos hablado i que con- siste en arrancar, moler 1 mezclar las rocas 1 tierras, i a la repar- ticion de estas aguas cargadas de riquezas abonadoras en todas direcciones. De modo que el agua es a la vez un poderosísimo i dócil ajente de fabricacion 1 trasporte. Algunos datos prácticos i numéricos hacen apreciar mejor to- davia la importancia de estas consideraciones teóricas ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879. 113 Ciertos torrentes 1 rios correntosos, con fuertes declives, llevan en los tiempos de aguaceros aguas tan turbias que parecen ba- rro líquido. En Francia, el Aude, el Hérault, el Durance, el Var, etc., etc. se hallan en este caso, e indndablente, tambien muchos rios 1 esteros de Chile. Estas aguas colocadas en una probeta de 1m. de altura dejan depósitos despues de 24 a 36 horas, hasta 10 - centimetros de sedimento limoso. Pero eso puede considerarse en Francia, pero no en Chile, como escepcional, 1 en realidad mas bien por milímitros que por centímetros se puede contar la altnra de los depósitos. Sin embargo, no es raro que aguas que estan turbias casi todo el año, como lo estan en Chile, contengan i de- jen depositar 30 a 40 milésimas partes de su volúmen de limo. Cuando se quiere calcular el volúmen total de los limos conte- nidos asi en los grandes rios correntosos, se llega a cantidades tan estraordinarias que casi no se puede creer; sin embargo, hai pruebas materiales e incontestables que no permiten la menor du- da a este respecto. El conde Mengotti ha calculado aproximadamente el volúmen anual de los limos acarreados por el Pó, en su desembocadura en el mar Adriático, 1 ha llegado a este resultado: que este volúmen era 300 veces mas considerable que la mayor de las pirámides de Ejipto, la cual tiene como se sabe las siguientes dimensiones: cos= tado de la base 237 metros, altura 146 metros i por consiguiente un volúmen de 2.733,520 metros cúbicos. En diez siglos este volúmen representaria el de 300,000 pirámi- des, lo que equivale a una verdadera cordillera de montañas, Tres rios del mediodia de Francia, el Isére, el Dróme 1 sobre todo el Durance, derraman cada año en el Ródano i en el mar mas de 36 millones de metros cúbicos de limo, cuyo valor para la agricultura, hoi incontestable, representa una pérdida inmensa. No es, pues, estraño, que segun semejantes datos, los mas ¡ilus- tres agrónomos como Chaér, Dombasle, Gasparin, Tellemberg, etc., etc. e Injenieros como Mengotti, de Prony, Polonceau, Na- dault de Bufton, Hervé Mangon, Duponchel, etc., hayan estado todos unánimes en formular principios como los siguientes: —«No sacar de los rios i de los limos que acarean, todo el par- « tido posible, es dejar salir al mar no millones sino billones.» —«El aluvion limoso será para la industria agrícola lo que es el «carbon de piedra para la industria manufacturera». »—Estos límos son mas preciosos que las arenas auriferas de Pae- « tolo.» A, DE LA U, 15 114 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. —«Los limos son uno de los medios mas poderosos de crear o mejo- «rar la tierra vejetal, esta preciosa materia, fuente primera de toda « riqueza, esta carne del globo terrestre.» Para examinar a fondo i precisar su importancia no se han he- cho sobre la cantidad 1 la naturaleza de los limos acarreados por los rios, sino pozas observaciones, de modo que los datos numéri- cos necesarios para hacer estudios serios 1 detallados sobre su uti- lizacion, faltan casi siempre a los agricultores i a los injenieros. Sin embargo, en estos últimos años M. Hervé Mangon se ha de- dicado a hacer esperimentos numerosos1 minuciosos, que pueden servir de base. El rio Durance que es uno de los que presenta mas analojía con los de Chile, le ha suministrado los siguientes datos mui inte- resantes: La cantidad de agua que pasa por este rio en un año ha:sido dl ..oococoooomomo»»o.o... 12,188,880,000 m. cbs. El mes mas seco deja Pasar..oocommmom..o..... 341,280,000 » EL de masiaQ uds dn sosa ene lleno so a ZN El peso de limo por metro cúbico de agua ha variado desde 199,29 gr. hasta 3632,8€ gr., 1 en término medio 1454 gramos. El peso del limo arrastrado por el rio en un año ha sido de 17 723321 767 kilógramos, 1 su volnmen a razonde 1600 kilógra- mos por :n. cúbicos, de 110 77071 m. cúbicos. Lo que equivale a un enorme cubo que tendria 220 metros de costado, que ha sido arrancado a los terrenos superiores, i arras- trado bajo forma de limos en la parte inferior del rioi hasta el mar. Si este limo se depositase enteramente sobre el suelo, cubriria - en un año de una capa de 1 centímetro de espesor, la enorme su- perficie de 110770 hectáreas (70444 cuadras cuadradas) i como se puede considerar una capa de 30 centímetros de espesor, de estos aluviones, como suficiente para formar un terreno de cultivo exe- lente 1 mui superior a la mediana de las tierras de primera clase en Francia, o sea 3000 metros cúbicos por hectárea, este volumen de limo de 11,077,071 metros cúbicos representaria 3692 hectá- eas (2350 cuadras cuadradas) de estos terrenos. . , Es así, por ejemnlo, que un propietario del departamento del Vaucluse, M. Thomas, ha podido operar con estas aguas una tras- formacion completa 1 mui ventajosa en un terreno de cascajo esté- ril o comproductivo, de 129 hectáreas de superficie. ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ENERO DE 1879. 115 Este terreno no valia mas de 200 francos por hectárea i se en- contraba en condiciones tan desfavorables que para mejorarlo e] propietario tuvo que ejecutar trabajos importantes para co/matar- lo ino podia disponer sino de una cantidad de agua de 350 litros por segundo. : De modo que en gastos de todas clases, arriendo del agua, renta del suelo, trabajos de canalizacion, te- rraplenes, obra de mano, etc., tuvo que gastar por ERA ooo sans aisco os 00) MECANICOS. T que cada hectárea le salió, por consiguiente a...... 900 » Pero pudo conseguir el depósito de una capa de 27 centímetros de espesor sobre una superficie de mas de 10 hectáreas cada año, ' . de modo que al eabo de 12 años, toda la superficie fué trasforma- da en un terreno excelente, avaluado en 3600 francos por hectá- rea. La ganancia fué, pues, de 2700 francos por hectárea, i por con= siguiente, de 348300 francos por las 129 hectéreas. La cantidad total de agua que habia tenido que gastar en los 12 años para obtener este resultado ha sido de 132,451,200 me- tros cúbicos 1 el volumen de limo depositado, de 345790 metros cú- bicos. Esta cantidad de aguas puede parecer mul grande, pero es al contrariomui pequeña comparada con la que pasa por un rio algo correntoso. Desde entónces otras operaciones análogas han sido ejecutadas por los propietarios vecinos 1 los resultados han sido tambien mui ventajosos. Se ha calculado que cada metro cúbico de limo depo- sitado así, tenia un valor de 1 franco 20 céntimos. En el departamento de Isére, se han utilizado tambien las aguas turbias de los rios.correntosos ise han trastormadomas de 2000 hee- táreas de terrenos estériles en terrenos de superior calidad 1 que valen de 4000 a 5000 francos por hectárea. La composicion química conduce a otras consecuencics no mé- nos interesantes: Estas 17.723,320 toneladas de limo arrastradas cada año al mar por el rio Durance están formadas, segun muchos análisis que se: han hecho, de: A 116 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. 9.529,368 toneladas de arcilla. 7.033,714 » decarbonato de cal. 14,166 » de azoe. 98,201 » carbono. 1.047,871 » agua combinada ¡materias diversas. 17,723,320 » I todos estos elementos reunidos en las condiciones las mas fa- _vorables para constituir tierras de cultivo de las mas fértiles. Un solo rio lleva por consiguiente al mar en un año 14,166 to- neladas de azoe, equivalente al que contendrian 104,470 toneladas de guano tipo del Perú. Es decir, que cada 113,000 metros cúbicos de agua que corre por el rio contienen en azoe (a razon de 1454 gramos de limo por metro cúbico) el equivalente de una tonelada de guano; i como en el rio Durance corren 23127 metros cúbicos de agua por minuto, es como si saliese al mar cada cinco minutos una tonelada de guano. Otro rio en Francia, el Var, que debe tener todavia mas analo- jía con los de Chile, acausa de su fuerte declive, que alcanza a 5 milímetros por metro, en una gran parte de su curso, lleva al mar en un año 19.600,000 toneladas de limo, que a razon de 1600 kilógramos el metro cúbico (depositado 1 resecado al uire) formaria un volúmen de 12.222,000 metros cúbicos que bastaria para colmatar mas de 6,000 hectáreas de terreno sobre un espesor de 20 centimetros. Cada metro cúbico de agua turbia de este rio, contiene en término medio 3577 gramos de limo, es decir, 24 veces como la del Duran- ce. La cantidad de agua que lleva en tiempo de grandes creces es 140 veces la que lleva en la época de ménos agua. Se ha calculado que una pequeña toma de este rio que se lleva- ra solamente un metro cúbico por segundo, podria colmatar por año sobre un espesor de 0 m. 50 a 0 m. 60 como 10 hectáreas de terrenos completamente estériles i crear por consiguiente cada año un valor de 30 a 40000 francos. Si esto sucede con un solo rio correntoso, en Francia, ¿qué será para los rios de Chile, que son casi todos correntosos 1 que ademas están en condiciones mas favorables todavia para arrancar a las cordilleras 1 a los terrenos por donde corren, masas enormes de materias, 1 que por consiguiente deben tener en suspension pro- porciones mucho mas fuertes de limo? E ES ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—ENERO DE 1879. 117 No hai duda que un vasto sistema de colmataje emprendido i perseguido con enerjía 1 constancia en todas las rejiones 1 terrenos donde fuere posible, tendria por resultado: 1. De trasformar las playas áridas 1 pedregosas de los rios, muchos otros espacios análogos donde se pueden conducir con fa- cilidad aguas turbias, en terrenos de primera calidad; 2.” De elevar continuamente el nivel del terreno en las riberas de los rios ipor consiguiente de formar poco a poco a éstos una caja que hasta ahora no ha existido i por consiguiente de atenuar mu- cho los estragos que producen las inundaciones; 3. De cooperar de un modo mui eficaz con los otros medios que hemos indicado, a repartir las aguas en grandes superficies en las épocas de avenidas i por consiguiente atenuar tambien sus estra- gos i aun convertirlos en beneficios. En loque precede hemos introducido varias veces las palabras colmatar 1 colmataje traduciendo así las espresiones francesas colmater et colmatage; lo mismo que traduciremos por limonar 1 limonaje, las palabras limoner et limonage. Entre el colmataje 1 el l¿imonaje, la diferencia es mui pequeña i no hal límite mui deter- minada; sin embargo, son algo distintas. Hé aquí la definicion que da de ellas M. Nadault de Buffon: El colmataje tiene por objeto sea de colmar las partes bajas del suelo i los pantanos insalubres, o sea de constituir una capa de tierra arable de 0,30 metros a 0,33 metros de espesor, sobre are- nales i playas estériles. En uno i otro caso es un verdadero terraplen que se efectúa con aguas limosas, 1 eso en condiciones a la vez las mas económicas 1 las mas provechosas; pues que salvo raras escepciones, los aluvio- nes que se obtienen asi son tierras de primera calidad. El colmataje representa, pues, depósitos de 3000 a 4000 me- tros cúbicos de tierra por hectárea. Para efectuarlo se necesita una reunion de ciertas circunstancias que en Francia se miran como escepcionales 1 que son: 1. Grandes estensiones de pantanos, lagunas, bajos insalubres, arenales o playas estériles. 2. Aguas turbias que puedan dirijirse en estos puntos, con fuertes declives. 3.” Facilidad de hacer salir las aguas una vez que han deposi- tado su limo. El lhimonaje consiste en efectuar estos mismos depósitos Mo en 118 “| [MEMORIAS OIENTÍFICAS I LITERARIAS. capas espesas destinadas a constituir del todo i en el ménos tiem- po posible un suelo arable, sino en capas delgadas aun a veces imperceptibles producidas por sumersiones periódicas, anuales o bis-anuales, pudiendo repetirse indefinidamente. Estos últimos re- presentan entónces, fuera de toda cuestion de elevacion del sue- lo, un poderoso abono que se renueva a voluntad i cuyos efectos no podrian conseguirse sino con uns cantidad considerable de guanos artificiales, mucho mas costosos. Los procedimientos de ejecucion de estas dos operaciones son, sin embargo, poco mas o ménos los mismos, 1 consisten en acorra- lar las aguas turbias, dejarlas depositar su limo i hacer salir las aguas claras. Los puntos principales que las diferencian pueden resumirse como siguen: En el co/mataje se quiere conseguir mucho espesor de limo. La sumersion con aguas turbias se sigue sin juterrupcion du-- rante un tiempo determinado. Se necesitan condiciones especiales. En el limonaje, no se quiere conseguir una capa sino mui del- - gada.. > La sumersion es periódica, Se puede efectuar en todas partes. El riego tal eomo se practica en Chile participa a la vez de es- tas dos operaciones, aunque mas bien del limonaje, i muchos de los trabajos ya ejecutados en el pais en vista de los riegos, tales como los grandes canales principales como el de Maipo, las tomas en los rios, las acequias madres, etc., servirian para ellas, 1 sin es- torbar en nada los riegos; sin embargo, se necesitan ademas otras obras 1 procedimientos especiales. No podemos intercalar aquí un tratado de los limonajes i colma- tajes; hai obras especiales que tratan de ellos, 1 por demas, esta- nos convencido que, salvo algunas nociones fundamentales, el me. jor de los tratados será la erande esperiencia que tienen los chile- nos en el manejo de las aguas, esperiencia que les haria inventar i aplicar segun las circunstancias 1 los recursos locales, los medios mas económicos 1 al mismo tiempo mas eficaces, para conseguir uno u otro de los tres objetos que constituyen la hidráulica agríe cola, es decir: regar, limonar ¿ colmatar. Por cierto, los chilenos no tenian necesidad de nuestras indi-* caciones para saber cuán preciosas son las aguas en jeneral i ANALES DE LA UNIVERSIDAD.— ENERO DE 1879. Ho las aguas turbias en particular, para mejorar sus tierras; pero tal- vez no se figuraban que se pudiese sacar de ellas mas partido to- davía; 1 no hal nada de estraño en eso, pues que apénas si en Eu- ropa, a la hora en que escribimos estas lineas, las operaciones de colmataje i limonaje principian a apreciarse i jeneralizarse, La relacion tan estrecha que liga las diferentes cuestiones de riegos, abonos i defensa contra los perjuicios de los rios, puede haber sido tambien instintivamente presentida por los agriculto- res e injenieros chilenos, pero creemos, como lo hemos dicho, que hasta la fecha nadie las habia esplicado i coordinado con método, ni sacado de ellas las consecuencias prácticas que hemos indica- do i que vamos a resumir, : Chile posee en sus rios una fuente prodijiosa o inagotable de ri- quezas agricolas. La topografía de su suelo se presta de una manera admirable a la utilizacion de las aguas de estos rios: como tambien a las de Unvia. Esta utilizacion esta léjos de ser actualmente suficiente 1 ape- sar de la escasez de aguas de que se quejan siempre los hacenda- dos se deja, sin embargo, correr hasta el mar sin provecho ningu- no, cantidades enormes de ellas. ) No es solamente en verano 1 en tiempo de sequedad que se nece- sita aprovecharlas sino en todo el año iaun en a de lluvia, pues no es solo sed sino tambien lamóre que tiene el suelo, 1 no se debe considerar el agua soto eomo un remedio. a la seque- dad sino mucho mas como un abono 1 como ajente de renovacion i formacion de terrenos fértiles. (N. B.—Miéntras mas rico es un suelo ménos sufre de la se- quedad. Terrenos de aluvion de ciertos departamentos de los mas secos de Francia, quedan habitualmente tres a cuatro meses en verano, sin agua de lluvia ni de riego, 1 no sufre nada.) Los limos acarreados por las aguas equivalen a millones de to- neladas de guano, gua ano que, a la verdad, no se puede esportar directamente como el del Perú, pero cuya fuente es mucho mas inagotable, 1 que se puede esportar ¿ndireciamente trastormándolo en productos agricolas. Todoslos trabajos que tienen por objeto la utilizacion de lasaguas 1 de los limos tienen al mismo tiempo por resultado atenuar il auñ talvez con el peo, suprimir del todo los perjuicios causados y las avenidas o por los mismos limos i entre los cuales hemos 0 dado citar las perturbaciones que masas tan enormes de estos li Y 120 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. mos pueden con el tiempo producir en el réjimen de las costas de Chile i cuyo efecto es ya putente en las desembocadura de los rios, pues forman barras que entorpecen la navegacion; o que pue- den tener sobre la salubridad del clima. La hidráulica agrícola comprendiendo todas las obras de riego, limonaje i colmataje debe ser una de las principales i aun la pri- mera i única de las preocupaciones de los chilenos. Se debe por consiguiente eonsiderar esta ciencia como una de las mas necesarias a los jóvenes injenieros chilenos i consagrarle en la Universidad estudios mucho mas estensos i mas completos. Estos estudios deben comprender: la jeolojía i la química agríco- las, los caractéres de los torrentes i rios correntosos, todos los sistemas conocidos de utilizacion de las aguas i defensa contra las avenidas, los procedimientos de riego, limonaje i colmataje; la construccion de las represas; la mensura de los caudales de agua en los rios, etc., etc. Lo mismo que se ha establecido una oficina hidrográfica 1 ma- rítima, se debe establecer una oficina hidráulico-agrícola, que por demas podria formar parte de la de injenieros civiles. Esta oficina tendria que proceder a un estudio técnico 1 estadístico de los rios 1 esteros de Chile; a los planos i nivelaciones mui exactos de ellos; a la mensura de las cantidades de agua que llevan en las diversas épocas del año i en diferentes puntos de su estension; ala aprecia- cion de la proporcion de limo que contienen en las mismas condicio- nes; ala composicion química de estos limos; averiguar las cantida- des de estas aguas que utilizan actualmente para los riegos i las que quedan sin uso; las superficies de terrenos regados i de los que que- dan sin riego aunque este riego sea posible; los quese pudieran li- monar o colmatar. Establecer señales o puntos de referencia para las nivelaciones, repartidos en todas partes del territorio, con in- dicacion de su altura sobre del nivel del mar. Publicar anualmente todos estos datos en una obra especial (Anuario de la hidráulica agrícola) destinada a los interesados, etc. etc. Si a eso se agrega: la coleccion mas completa posible de obras especiales, modelos, dibujos i datos relativos a la utiliza- cion jeneral de las aguas, para que puedan consultarla cuando quie- ran dichos interesados, los consejos que pudieran dárseles en la oficina central; i en fin un reglamento o código jeneral de aguas, el Supremo Gobierno habrá hecho todo lo que le corresponde, es decir, suministrar las bases de todos los trabajos hidráulicos agrí- colas que se quisiesen ejecutar, 1 correspondería a los agricultores, hacendados i propietarios, hacer lo demas. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ENERO DE 1879. 121 Es evidente que tode eso no se puede hacer instantáneamente, pero es un programa de lo que se debia hacer gradualmente. Estas operaciones u otras análogas, se han hecho para los fe- rrocarmles; pero a nuestro parecerson mas importantes todavía pa- ra los rios, pues son estos los que salvarán aquellos, suministrándo- les indirectamente 1 bajo forma de productos asricolas mas abun- dantes para trasportar, los medios de no quedar inactivos o Incom=- letamente ocupados. Hemos intitulado el presente cuaderno: de las industrias que po- drian plantearse i desarrollarse en Chile, i puede parecer algo es- traño que hagamos figurar la hidráulica agricola entre esas indus- trias. Hé aquí el motivo de esta aparente anomalía: en la série de cuestiones que hemos tratado hasta ahora 1 en las que nos queda por tratar, hemos tomado por base examinar cuáles son las ma- terias primas que ofrece el pais; si se saca de ellasalsun partido o todo el partido posible, 1 81 se pudiera aprovecharlas de una ma- nera mas completa todavía. El agua no es una materia prima abundante en el pais? No es una materia preciosa 1 un depósito muchísimo mas inmenso e inagotable de guano que los del Perú? Esta agua no es al mismo tiempo un prodijioso motor de millo- nes de caballos de fuerza? Las cordilleras, las quebradas, los. ca- nales, no son los recipientes 1 aparatos en que este motor ejerce su accion, para arrancar, moler, mezclar i trasportar materias? El mecánico mas capaz de dirijir este motor i hacerlo producir todos los trabajos necesarios, no es el chileno, acostumbrado a manejar el agua como maneja el caballo, 1 capaz de domar aquella como doma a éste? Entónces tenemos todos los elementos necesarios: motor, recep» tor, operario 1 materias primas para una industria, la ¿industria del agua, teniendo por objeto la fabricacion directa de terrenos fértiles i la indirecta de todos los productos agrícolas; esta es la primera de todas, cuyos resultados son mas seguros 1 mas inme- -diatos, para la cual no necesita hacer venir de Europa con gran- des gastos ni máquinas, ni material, ni operarios; la que sirve de base iysalvará a todas las otras. Paris, 28 de mayo de 1878.-—H. JEQUIER. e E AN ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —FEBRERO DE 1879. 123 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. MATEMATICAS APLICADAS. La parabólica.—Estudio del injencero don José Agustin Verdugo, relativo al trazado de cur- vas en los ferrocarriles de futuro.—1819. Admira ver que desde el trazado del primer ferrocarril hasta el último, con solo la exepcion del de Festiniog, lo hayan sido por el sistema invariable de rectas tanjentes o arcos de circulo de un solo centro, siendo jeneral este método, aun para las curvas deno- minadas estrechas, por ser trazadas con radios de la menor dimen- sion. Los primeros ferrocarriles se delinearon en esa forma, 1 así lo han sido todos los otros hasta el último: aquellos tenian “cur- vas abiertas i gradientes módicas, que no presentaban inconve- nientes en la práctica; i éstos, apremiados por las dificultades de un suelo sinuoso, han da a la curva estrecha, que los pre- senta tanto mas graves, cuanto que esos suelos sinuosos son mas es- carpados, habiendo que vencer en ellos fuertes gradientes, i que en no pocos casos son una verdadera dificultad. Repito que admira ver cómo esos inconvenientes 1 la necesidad de evitarlos, hayan pasado tan desapereibidos, que, ono se ha ocurrido, ono se ha querido estudiar el modo de hacerlo. ( A tal estremo ha sido jeneral en el mundo, al ménos hasta el año 1870, lo es en Chile hasta el presente, el sistema de delinear ferrocarriles con rectas tanjentes a curvas de un solo centro, aun en el caso de ser las mas estrechas i en fuertes pendientes, que puededecirse con razon lo que dice-Spooner, que todos esos trazados se hacen por rutina 1 sin acordarse del estudio que ordena la cien- cia. Esa rutina 1 falta de estudio científico, criticados por Spooner, no solo es referente al trazado, sino que lo es, 1 mui principalmen- te, al aforo de los ferrocarriles, es decir, al ancho o distancia de log rieles; pero prescindiendo por ahora del estudio de este último pun- to, sigamos a Spooner en lo relativo al trazado del ferrocarril de Festiniog, que se presenta como exepcion 1 modelo. En dicho ferrocarril de Festiniog no se estableció ninguna Cur- va de mediana o mayor estrechez con un solo centro, sino que se 124 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. las trazó parabólicas de tres 1 cinco centros, aumentando el núme- ro de estos centros en proporcion a la estrechez de la curva que habia necesidad de adoptar. Antes de entrar en materia, convendrá hacer una esplicacion de la parabólica 1 su trazado. Con un radio determinado, trácese un arco de círculo; por los estremos de ese:arco 1 el centro tirénse prolongados los radios respectivos; sobre ámbas prolongaciones de esos radios i con medidas iguales aplicadas desde el centro, fí- jense nuevos centros con los que se continúa el trazado de la curva a uno i otro estremo con arcos iguales: aquel arco i sus prolonga- ciones, formará una parabólica de tres centros. Si se repite igual trazado de prolongacion de radios i arcos estremos, se tendrá la parabólica de cinco centros, etc. sa curva, compuesta de un arco central de radio menor, prolongada en ¿mbos estremos con arcos iguales trazados con radios que van en aumento progresivo, es en- teramente simétrica, 1 por presentar sus ramas en forma idéntica a la parábola, se la denomina parabólica. Convendrá tambien hacer un suscinto exámen de la fuerza mo- triz de la máquina de un ferrocarril, i de las funciones de ésta so- bre los rieles. La fuerza. motriz de la máquina es circular conti- nuada del eje de la máquina i las ruedas a él adheridas; ese movi- miento circular continuado impele a la máquina sentada en los rie- les a una marcha recta i perpendicular al eje motor, i estando esos rieles en perfecto nivel relativo i líneas rectas paralelas, la máqui- na debe marchar en perfecta estabilidad 1 sin rozamiento lateral. Para alterar esa direccion recta i estable, será preciso hacer una de dos cosas: ya la de variar la direccion de los rieles, o ya la de va- riar su nivelacion relativa: en el primer caso se tiene un rozamien= to de las pestañas de las ruedas de la máquina en el riel esterno o del estrados de la curva que se haya dado a los rieles; 1 en el se= gundo se tendrá un resbalamiento lateral 1 hácia el riel mas bajo que tambien producirá un rozamiento de la pestaña de la rueda sobre ese riel: el primer rozamiento proviene de la fuerza centrí- fuga de la máquina que se la obliga a recorrer una curva, cuando su fuerza motriz es recta 1 perpendicular al eje motor; 1 el segun- do proviene de la fuerza centripeta hácia la parte mas baja, i que ' la ocasiona la pesantes de la máquina. igualmente convendrá tener presente, que cuando una máqui- na i su tren recorren una curva de ferrocarril, las ruedas que mar- chan sobre el riel del estrados, a mas de su movimiento circular llevan otro de resbalamiento sobre ese riel, resbalamiento que está ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—FEBRERO DE 1879. 125 medido por la mayor lonjitud del riel del estrados sobre el riel del intrados de esa curva, cuya diferencia en una circunferencia está medida por la fórmula 2 sa, siendo « la razon de la circunferen- cia al diámetro, 1 a el aforo o distancia en que se han colocado los rieles. Sentadas las precedentes esplicaciones, mui supérfluas para profesores, pero mul necesarias para log que no tienen la profe- sion de injenieros, es llegado el momento de entrar en materia para el estudio de las curvas de ur ferrocarril. Queda entendido que todo ferrocarril, en sus rectas, debe tener sus rieles en perfecto nivel relativo; 1 que en las curvas el riel del estrados debe colocarse mas'alto que-el riel del intrados, siendo necesario este desnivel para compensar la fuerza centrifuga con la centripeta: esta diferencia del nivel relativo en-los rieles de una cur- va debe ser tanto mayor, cuanto mas corto sea el radio del arco de circulo que forma esa curva, es decir, cuanto mas estrecha sea esa curva, ' En la prácta, esa transicion del perfecto nivel relativo de los rieles de la recta tanjente al desnivel de los rieles ele la curva, no puede hacerse sino gradual en una lonjitud determinada del riel del estrado, quedando esa parte de la curva sin tener los rieles el desnivel relativo necesario para la perfecta estabilidad de la má.- quina 1 su tren, de cuya causa se orijinan los inconvenientes que a continuacion se enumeran. 1.2 Un choque de la pestaña de las ruedas con el riel del estra- dos en el punto de contacto de la tanjente 1 curva, siguiéndose un fuerte rozamiento de la pestaña en el riel, que no cesa hasta haber llegado el rodado al local en que el riel del estrados está en la altura necesaria sobre el riel del intrados. 2.” Acausa de ese choque 1 rozamiento consecutivo, se dañan ruedas 1 rieles, se disloca la posicion de éstos, se tiene oscilacion en los rodados, 1 de ello nace la necesidad de moderar la marcha para evitar desrielamientoz. 3.” Ese choque 1 rozamiento consecutivo, son tanto mas fuertes, 1 de mayor trascendencia, cuanto mas corto es el radio de la curva, 1 es tanto menor i ménos fuerte cuanto mayor es ese radio. Es necesario establecer algunos antecedentes relativos a la prác- tica, que consisten en fijar los radios máximo i mínimo del ferro- carril que se haya de trazar, cuyos radios deben siempre ser pro- proporcionados al aforo, es decir, mayores en el aforo ancho i me- diamos o menores en los aforos angostos o estrechos. Cualquiera 126 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITRRARIAS. que sea ese uforo, siempre se tendrá que en las curvas de gran radio, el choque en el punto del tanjentismo 1 rozamiento consecu- tivo son insensibles: acortando sucesivamente ese radio se llega a un límite en que desapareciendo esa insensibilidad, principian a hacerse ostensibles: la práctica ha fijado ya ese radio que podemos denominar máximo, 1 con el cual i los mayores que él, puede tra- zarse una línea férrea sin necesidad de tomar en su locacion otras precauciones que las mul conocidas: pero si se continúa acortando el radio, se pasará a las curvas medias en todos sus grados, i se llegará a la que debe aceptarse como límite de la mas estrecha, ia cuyo radio podemos denominar minimo. Para esas curvas de ra- dios medios en todos sus grados hasta el mínimo, es indispensable, en un buen trazado, adoptar la parabólica de tres, cinco o mas centros, que tan perfecto resultado produjo en la línea de Festiniog. Uncorto raciocinio basta para la demostracion de esta necesidad. Se ha dicho 1 sentado como verdad, que para pasar de la recta tanjente cuyos rieles deben estar en perfecto nivel relativo, a la curva, cuyos rieles deben estar en un desnivel tambien relativo i proporcionado al cierro o estrechez" de ella, no puede hacerse sino es alzando gradualmente el riel del estrados de la curva; i desde que esa trancision del nivel relativo haya de hacerse precisa 1 ne- cesariamente de un modo gradual 1 progresivo, lo natural 1 lójico seria hacer el cierro de la curva adoptando el mismo sistema gra- dual i progresivo. Asi se tendrá un desnivel en alza gradual su- cesiva del riel del estrados al entrar en la curva, que se aplicará “sin ningun inconveniente a un cierro o estrechez tambien gradual 1 sucesivo de esa curva, quedando en todas sus localidades com- pensada la fuerza centrifuga del rodado al hacer su marcha circu- lar, con la centrípeta que proviene del desnivel de los rieles: lo que se dice relativo a la entrada de la curva debe quedar entendido que tambien se refiere a la salida de ella, por ser la curva 1su locacion enteramente simétrica. La aplicacion de esa curva de cierro gradual i progresivo a la entrada, 1 de abertura tambien gradual i progresiva ala salida que hemos denominado parabólica, al trazado de las líneas férreas, por el hecho de evitar choques, rozamientos fuertes 1 oscilaciones, pro- duce la ventaja de poder ir mas adelante de lo acostumbrado en el acortamiento del radio minimo, 1 el poder recorrer la línea con mayor velocidad en la marcha. Supérfluo parecerá decir que el estudio para la fijacion de los radios máximo 1 minimo para la fijacion de los arcos estremos de ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —FEBRERO DE 1879, 127 la parabólica i el número de centros que ésta haya de tener, es fácil i mul fácil, sabiéndose que deben tomarse en consideracion: 1.” el aforo del ferrocarril en proyecto: 2.” la altura que haya ne- cesidad de vencer: 3.” la mayor o menor capacidad de los carros que hayan de adotarse, i de consiguiente la distancia de las ruedas de esos carros: i 4.? la velocidad con que hayan de marchar log tre- nes. Para poner mas en claro la aplicacion de la parabólica, supon- gamos adoptados los radios máximo 1 minimo de un ferrocarril en proyecto. En la práctica pueden ocurrir dos casos: 1.” tener que trazar una curva cuyo radio esté comprendido entre el máximo 1 el mediano: en este caso se aplicará la parabólica de tres centros; es decir, la que tiene en cada estremo un pequeño arco del radio máximo: 2.* tener que trazar una curva, cuyo radio esté compren- dido entre el mediano i el mínimo: en este caso se adoptará la pa- rabólica de cinco centros, es decir, la que tiene en cada estremo un pequeño arco del radio máximo, 1 a continuacion de cada uno de éstos, pequeños arcos de radio intermedio al máxmoi al de la curva central. La curva de siete centros solo deberá aceptarse en aque- llos casos escepcionales de haber necesidad de establecer una curva con radio mas corto que el prefijado como minimo. Es verdad que habrá una mayor dificultad científica, 1 necesidad - de un nuevo estudio 1 aprendizaje para algunos injenieros; pero obligacion de ellos es hacer ese estudio para resolver en el terreno las dificultades de un buen trazado de la línea férrea que le esté encomendada, 1 por ese medio evitar los males enumerados, que no solo son gasto 1 estropeo de ríeles i ruedas, sino que Perales lo son de peligro i retardo en la marcha de los trenes. Hasta aquí la teoría de la curva en cuestion, adoptada únicamen- te en el ferrocarril de Festinios a Portmadoc: veamos en seguida de un modo práctico los buenos resultados que ella produjo en ese camino, haciendo una relacion suscinta de su establecimiento, 1 los esperimentos que anotaré en seguida, cuyos esperimentos habla- rán mas alto que cualquiera argumento que se pretenda hacer en pro o en contra. Ferrocarril de Festiniog.—Aforo, un pié once i media pulgadas (1. 111”): largo, trece 1 cuarta millas, venciendo una altura de setecientos piés ( 700” en 132 millas): gradientes, 1 en 186, 1 en 92, 1 en 74,11 en 68,69: radios, desde 8 a 3 cadenas (una cadena 66”), i radio minimo 1% cadenas con lonjitudes hasta de 200”, es decir, 99 de arco: desnivel en los rieles hasta tres pulgadas. 5 128 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Este ferrocarril, por lo mui accidentado del terreno, es una su- cesion de curvas de todos los radios indicados. Carros de carga para carbon miden: largo, 8.10”: ancho, 4.25”: profundo, 2.11”: pesan, 13 quintales: cargan neto, 2 toneladas: ángulo de estabilidad, 4230”: carros de pasajeros, de primera 8 asientos, de segunda i tercera 12 asientos. En los dias 11, 12, 16, 17 i 18 de febrero de 1870, 1 con el fin de esperimentar las máquinas recien inventadas por el injeniero Fairlie, concurrieron a Portmadoc cuarenta i seis personajes, for- mando un consejo presidido por el Duque de Sutherland, todos ellos de suficiente importancia por sus conocimientos i práctica de ferrocarriles, los unos por ser presidentes o directores de alguna asociacion de ferrocarril, i la mayor parte por ser profesores de no- tabilidad o injenieros jefes de alguna línea férrea. Esos persona- jes representaban líneas férreas de Inglaterra, Francia, Rusia, Alemania, Suecia, Noruega, India, etc. Puede decirse en realidad que fué un congreso de profesores. Largo seria describir el detalle de las actas que se levantaron en esos dias, todas, ellas relativas a los variados esperimentos de las máquinas Fairlie, i con presiones de 130 hasta 180 libras. Entre esas actas, la relativa al 17 de febrero hace mas relacion a la bon- dad del ferrocarril i el buen efecto de su trazado por la adopcion de la parabólica. En ese día la máquina Little- Wonder de 193 to- neladas peso, partió de Portmadoc con un tren de 140 carros pla- nos vacíos, 1 7 cargados de carbon, total 147 carros, ocupando un trayecto de 1,323 piés, i representando un peso de 100 toneladas 16 quintales 1 2 libras. Subió de Portmadoc a Dinas con veloci- dad “media de 121 millas por hora, i máxima de 162 millas por hora: bajó de Dinas a Portmadoc, parte con velocidad de 30 millas por hora, 1 parte mayor de 25 millas por hora. En todas veloci- dades la máquina i tren marcharon con perfecta estabilidad en los rieles. Ese consejo de profesores injenieros arribó a varias conclusio- nes cientificas, i comisionó al injeniero M. C. E. Spooner para que las reprodujese, como lo hizo en su obra titulada Narron-Gauge Railways, publicada en Lóndres el año 1871. Entre esas conclusiones, figuran en primera línea: 1.2 la perfec- cion dei invento del injeniero Fairlie, cuyas máquinas reunian las condiciones de pequeñez, fuerza, economía de 25 ¿/* en el combus- tible, i la facultad de poder recorrer vias de doble vuelta: 2. la perfeccion del trazado del ferrocarril de Festiniog, que mediante sx ANALES DE LA UNIVERSIDAD. — FEBRERO DE 1879, 129 sus curvas parabólicas, pudo ser recorrido con todas velocidades en perfecta estabilidad de todo el tren: i 3. que mediante las dos pre- cedentes perfecciones, en el futuro no debia aceptarse mayor aforo que el mui necesario para tener carros de capacidad suficiente a trasportar los mayores bultos del comercio a que fuese destinado el ferrocarril en proyecto, condenando por falta de economía aun el aforo de 4 piés ocho i media pulgadas, denominado angosto, i adoptado por la mayoría de las naciónes. Consecuentes con esta última conclusion recomiendan los afo- ros de 2.6” 1 2. 9”, reputándolos como los mas económicos i sufi- cientes para cualquier tráfico, por poder tener carros de dos pares de ruedas con ángulo de estabilidad de 42%30”, i las siguientes ca- pacidades para carga de carbon. Aforo de 2.6” largo 11.3”: ancho 5.7”: profundo 3.9”: altu- ra sobre los rieles 21”: peso de cada carro 13 toneladas; i peso neto de la carga 6 toneladas. Aforo de 29”: largo 12.4” ancho 6'2”: profundo 41” altura sobre los rieles 24”: peso de cada carro 2 toneladas; i peso neto de la carga 6 toneladas. Estos aforos, denominados estrechos, tienen la ventaja de poder seguir las sinuosidades de un terreno accidentado con facilidades i economías mui superiores sobre los aforos anchos. Baste saber que los radios de 207 piés para el primero, 1 250 piés para el segundo, corresponden a curvas equivalentes al radio de 1,000 piés para el aforo de 53 piés. Comparando el aforo de 29” con el de 5'6” halla Spooner las siguientes ventajas económicas: 1.” de un 35 a 37 ¿/* en el estable- cimiento i equipo de la línea: 2.* de un 8 a 10 ,¿/* en la conserva- cion del equipo i línea: 3.” de un 15a17 ¿/” en el costo de los fletes. Tambien anota un 15 a 17 ¿/* ventaja de suavidad en la mejor re- particion de la gradiente. Pero el tratado de los aforos es largo, merece el estudio con- cienzudo que le dedicó Spooner en la obra citada, i tratándose de _las curvas en especial, no se debe ir mas allá de la parte en que puedan tener relacion, que por cierto es poca cosa, i que consiste en la siguiente vulgar apreciacion: el mal trazado de las líneas fé- rreas ha hecho 1 hace temibles las oscilaciones de los rodados a la, entrada i salida de las curvas estrechas, i para evitar los siniestros que pueden ocasionar esas oscilaciones, no han sabido hacerlo de otro modo que aumentando el ángulo de estabilidad por el ensan- che de la base de los rodados, es decir, aumentando el aforo. A. DE LA U, 17 : AA AAN 130 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. De modo que la seguridad que esclusivamente debia buscarse en el equilibrio i perfecto contrapeso de las fuerzas centrífuga i cen- tripeta al pasar por las curvas, que no lo puede producir sino el es- tudio i la ciencia en el trazado i locacion de los rieles de esas cur- vas, lo han buscado i creido hallar en el mayor ancho de los aforos, cuando en estos aforos anchos no se halla otra cosa que un au- mento de dificultades para el trazado, un mayor gasto inútil, una disminucion forzosa en la velocidad, ino pocas veces el peligro mis- mo que se trata de evitar, sobre todo cuando el terreno es acciden- tado 1 de fuerte pendiente. Una enumeracion jeneral de los aforos que sucesivamente han ido adoptando las diferentes naciones, pondrá mas en madifiesto las precedentes aseveraciones. l Aforo—7 en el primer ferrocarril de Inglaterra.—6' en el primer ferrocarril de Norte-América.—5.*6” en[Sud-América, Canadá, In- dia, Portugal i España.—5.'3” en Sud-América, Australia, e Ir- landa.—5” en Rusia i Cerdeña.—4."8”% en Norte i Centro Améri- ca, Austria, Béljica, Canadá, Cabo de Buena Esperanza, Dina- marca, Inglaterra, Ejipto, Francia, Italia, Nueva Gales del Sur, Noruega, Prusia, Cerdeña, Escocia i varias otras naciones: este aforo denominado angosto, ha sido admitido como mínimo i pre- ferente por la jeneralidad de las naciones hasta época no mui re- mota. Esta época llegó cuando aun los ferrocarriles de este aforo angosto, fueron un fuerte gravámen para el Gobierno que los sub- vencionaba, o una pérdida para las sociedades que los emprendian o una imposibilidad para establecerlos en terrenos accidentados 1 de fuerte pendiente, 1 entónces apremiados por la necesidad de ser económicos, 1 la posibilidad del trazado, fueron adoptándose los siguientes aforos que denominaron estrechos.—4' en la India.— 38” en Béljica.—3'6” en Noruega 1 Sweden.—3'4” en Fran- cila.—i 111” en Inglaterra. Estos ferrocarriles de aforo estrecho, los unos de sangre, como lo fué el de Festiniog, i los otros con máquinas de fuerza mediocre, prestaban un/servicio proporcionado a las fuerzas de locomocion que tenian. Llegó la invencion de Fairlie, i desde entónces esos ferro= carriles de aforo estrechos prestan servicios iguales a los otros, so- brepujándolos en economías. Los mejor trazados como el de Fes- tiniog pueden ser recorridos con mayor velocidad, i los otros con marcha mas módica i precavida. Terminaré este pequeño estudio con las siguientes concluciones: Primera: la seguridad i perfecta estabilidad de un tren para reco- ES ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —FEBRERO DE 1879. 131 rrer una línea férrea pende pura i esclusivamente de la fuerza de la máquina, ide la"perfeccion de su trazado i colocacion de sus rieles, i esta perfeccion del trazado en las curvas estrechas no puede ob- tenerse sino por la adopcion de la parabólica, única curva que per- mite establecer el desnivel relativo de los rieles en perfecta com- pensacion de las fuerzas centrifuga i centrípeta. Segunda: la cues- tion del aforo es secundaria, 1 no debe tomarse en consideracion, sino en cuanto a tener esta o aquella capacidad en los carros de carga, segun el comercio a que haya de ser destinado el ferroca- rril en proyecto. _—_a—_a———__—__ __ _——————————————— Una palabra sobre nuestros puentes definitivos. — Comunicacion del injeniero don Valentin Martinez. ADVERTENCIA. No es mi propósito hacer la crítica del proyecto sobre puentes definitivos que por encargo del supremo gobierno hizo el inje- niero señor A. Lévéque; pero si diré que la comision de injenieros, señores Lyon, Poisson, Hilman i Lastarria, al condenar ese pro- yecto como sistema, declaró que los precios de las diferentes uni- dades de trabajo eran demasiado bajos; de suerte que si un puente, segun el proyecto, deberia costar 250,000 pesos, por ejemplo, en la ejecucion podria costar 300,000. : Llamo la atencion sobre esta circunstancia, por cuanto tengo por objeto mostrar la economía que mi proyecto realiza sobre el proyecto del señor Lévéque. PROYECTO. Se sabe que la parte mas difícil en la formacion de un proyecto de puente es la determinacion de su desembocadura i la naturale- za de las fundaciones, todo lo cual exije un conocimiento comple- to de la fuerza 1 direccion de las corrientes, la resistencia del le- cho 1 la magnitud de las creces. Con el propósito de adquirir esos conocimientos hice un viaje de estudio a los rios del sur de la República. Mis esperimentos han sido completos en el Bio-Bio i concluyentes en el Maule i de- mas rios del sur aquende el Bio-Bio. Un hecho mui notable 1 que está en. conocimiento de todos, es que nuestros rios no tienen un réjimen fijo. El estado de equilibrio 132 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS entre la accion de las corrientes i la resistencia del lecho cambia de un dia a otro, notándose a veces con una crece pequeña que el brazo principal de un rio abandona su lecho para tomar otro mui distinto, cegándoge completamente el primero. El resultado de es- tas divagaciones de la corriente principal es atacar incesantemente, ya una ribera ya la otra, produciendo muchas veces graves perjui- cios en las propiedades riberanas a la vez que un ensanchamiento de la caja del rio. Este ensanchamiento, que es una nueva causa de divagacion de la corriente, amenaza mas i mas los arranques o terraplenes de acceso de los puentes en que no se ha consultado medida alguna para procurar al rio un réjimen estable. Considero sumamente grave esta circunstancia, cualquiera que sea el largo que se le de al puente, i apropósito de esto quiero re- cordar lo sucedido en el puente del Maipo. Se dió a ese puente to- do el largo que pudo dársele i una altura mas que suficiente para las mas grandes creces, i sin embargo una de las corrientes prim- cipales ha atacado el estribo sur i ha cortado el tráfico, creo que en mas de una ocasion. Esto no habria sucedido si el sistema de puente adoptado obligase a la corriente principal a tomar el cen- tro de la caja. El sistema que propongo consulta, a la vez que una grande eco- nomia, las ventajas de una duracion indefinida, i de dar al rio en las cercanias del puente un réjimen estable. EspPosICION DEL SISTEMA.—Consiste mi sistema en constituir nuestros puentes de un gran tramo central de 80 metros en com- binacion con tramos de 11,50 metros que continúan el primero hasta las riberas. El tramo central es en las grandes creces oomo en las pequeñas el cauce obligado de la mayor corriente; se formará, pues, un ca- nal que subsistirá siempre obligando al rio atomar un réjimen es- table. En los pequeños tramos en que no hai socavamiento posible mas allá de cierto límite i en que las aguas tienen ménos libertad para moverse, habrá una velocidad relativamente pequeña, por cu- yo motivo las fundaciones tienen una profundidad creciente des- de 3 mertos en la ribera hasta 9 metros en los machones del tra- mo central. Complementa esta disposicion una muralla radier al lado abajo del puente i que une las riberas a los machones del tramo central. Esta muralla, cuya cresta está perdida de 2 metros bajo el lecho, tiene una profundidad creciente de las riberas hácia el centro. ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —FEBRERO DE 1879, 133 Ella impide que el socavamiento en los tramos pequeños pase de 2 metros 1 obliga al rio a canalizarse en el centro. Bajo el punto de vista eeonómico tiene este sistema la ventaja de poder fundar fuera del agua únicamente con el ausilio de la bomba centrifunga, pues el tramo central que propongo de 80 me- tros para los rios Maule, Ñuble i Bio-Bio salva la corriente en la baja de las aguas a inmediaciones del trazado de la línea. Soi de ello testigo presencial. Las fundaciones queconviene emplear son, pues, por escavacion en zanja. Los demas rios necesitan un tramo central mucho menor, exepto el Laja, para el cual propongo tramos de 8 metros con machones metálicos clavados a martinete;1i la razon que ten- go para pensar así es que enlas grandes creces el Bio-Bio tran- ca el Laja en el lugar del puente que es tambien el de su desem- bocadura, produciendo en el Laja un verdadero remanso, i por consiguiente, el puente no será jamas obstáculo a la corriente co- mo no lo fué en la gran crece del 77 a pesar de que los tramos son solo de 6 metros con cepas de madera. Lo que puede suceder en el Laja es que su fondo, que es de pu- ra arena hasta una gran profundidad, se socave en la decrece de las aguas; pero el pilote metálico, penetrando perfectamente en la arena, podrá llegar con suma facilidad hasta el suelo firme i arrai- garse en él. Los apoyos son (exepto en el Laja) de albañilería, con cabezos o puntas de diamante de piedra granítica canteada. La superstructura la constituyen dos vigas parabólicas (faja inferior recta, faja superior curva) de enrejado para los tramos centrales i una arqueria de ladrillo para los tramos pequeños. La superstructura del Laja la constituyen dos vigas contínuas metálicas de alma llena. PRESUPUESTO. Me resta solo dar el costo de estas obras i compararlo con el que arroja el proyecto del señor Lévéque para apreciar la econo- mía que realiza mi proyecto. Podria dar un presupuesto detallado que consultase nuestro ma- terial de ferrocarril, el cual es mas liviano que el material de las grandes líneas europeas; pero prefiero dar la cubicacion de las obras de arte por la de obras idénticas citadas por los distinguidos injenieros Mts. Regnauld 1 Godard. 134 MEMORIAS OIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. En cuanto a los precios de las unidades de trabajo i materiales chilenos, los tomo tambien en una obra idéntica, la construccion del ferrocarril de Santiago a Curicó. Estos precios los ha conser- vado en todos sus detalles el distinguido injeniero señor J. M. Ba- rañao, , Para simplificar la marcha que me conduce a la comparacion que tengo en vista, no tomaré en cuenta el tramo central, porque, si bien es cierto que la superstructura de ese tramo es un tanto mas cara por metro corrido que la de los tramos del proyecto del señor Lévéque, por razon del mayor largo, tambien lo es que la economia sobre la fundacion por el aire comprimido de 4 tubos com- pensa sobradamente aquel exeso. Paso a ocuparme de los viaductos de albañilería que unen el tramo central a las riberas. Suponiendo que los rieles se encuentren a 15 metros sobre el plane medio de las fundaciones, isiendo de 10 metros los claros i de 4 el ancho del puente (1.83 para la via 1 2 veredas para los ca- mineros ), tendremos entre dos ejes, segun cubicacion dada por Go- dard sobre el plano de los arranques de las bóvedas, 102 metros GUDICOS darse nacos el oem iads lohan dee cio EN 102 Un machon de 8,5 metros de alto por 1,5 grueso i 5 de LAR MOS dass esoo aa 63 11,5 metros muralla radier, nos daN...oocconooronmosos 57 50 SUMA caos O 222 50 De éstos, 72 metros cúbicos son de albañilería de su- jecion en bóveda (lad-illo de greda bien cocida con cimiento Portland), a $ 9.25 metro cúbico (1)........ $ 666 00 7 metros cúbicos albañilería ordinaria en los muros de Trento OO 44 52 23 metros cúbicos hormigon débil para relleno encima, de losiartos parta 57 73 6 metros cúbicos piedra granítica canteada, a $ 11 87.50 metros cúbicos albañilería ladrillo cimiento Por- tland a $ 1d doo vo sueo ide ca dao dedo A 612 50 26.50 metros cúbicos albañilería ordinaria (calgrasa), Es (0.019 MOL o loco dos Sua dauoro rodando dbconaose combo seso sa 168 54 60 metros cuadrados capa hidráulica, a $ 0.80 metro cuadrado el salvada eel 48 Mas 23 metros lineales barandilla de claros, a $ 8 me- LLO CUDICO asas ala delos lle e elgo e neileno as ep ploteo 24 UM o SEO SS] 29 (1) Eetos precios consultrn un 10 por ciento de ganancia para el contratista i yn 5 por ciento de herramientas e imprevistos. ; ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—FEBRERO DE 1879, 135 ESCAVACIONES. En 18.5 metros lineales de zanja tenemos 462 metros cúbicos (25 por m.) El valor del metro cúbico ha “sido, segun el injeniero Barañao, de $ 0.288 en escavacion en seco, a lo que debemos agregar el re- cargo por bombas 1 locomóviles. Bombas 1 locomóviles.—Supondré el trabajo establecido en 150 metros de zanja 1 que las filtraciones alcancen a 10 regadores o 150 litros próximamente por segundo. En tal suposicion se nece- sita una bomba que arroje 9,000 litros por minuto, El precio de esta bomba en la fábrica de Mr. Malo i Belyile es de 800 trancos: ce mooseimencnnonnanencozaneo, 9 00 ” Los tubos cuestan 250 Írancos ...ooooooorormmmocs. OR SASAs 50 EL CA IS A O 100 MSI LaSpOELO misas cocoroaodocindanoocdcincua cacao aós 60 a iiaae maes 1D 110. LD, Obrabombarde TEPUEStO secta coonoancaosr no canennenoda: qu. cs 570 AO) Estas bombas en servicio activo pueden durar diez años, pero supongo que solo duren tres. Tenemos, pues, que al fin de tres años las bombas cuestan 1,140 pesos, mas los intereses de esta suma por diez OE cocenoocotoctncooco dead pocecodcrcos ooocob canos cecaneco: ICAIC) — SUI denia acia ED 2 SU En cuanto al locomóvil observaré, en primer lugar, que siendo 150 litros por segundo la cantidad de agua elevada a un máximum de 7.50 metros, el locomóvil debe ser capaz de 15 caballos vapor. El locomóvil de esta fuerza cuesta en Francia, en la fábrica de Hermann La-Chapelle, 11,700 francos, A empaquetada, O S6d..oooooom....: SAO VA O AA 585 GOB raS porte mesdescacaoaasn e coo eola DPCOciOsahO 345 Suman... E E OLA, Ciroide repuesto mernciosisnsecoóa so a colo dela O ae ara $ 6,54 136 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS. Estos locomóviles en servicio activo pueden durar diez años, pero yo supondré que solo duren tres años. Su valor al fin de tres años es, pues, de 6,540 pesos mas los intereses de esta suma por diez años, o sea $ 6,540 Dos mecánicos i dos fogoneros en 900 dias......ocmoo... 5,400 El locomóvil gasta 3 kil. de hulla por hora i por ca- ballo, o sea 972 toneladas de carbon en 21,600 ho- ras, las cuales cuestan a razon de 15 pesos tonelada 14,580 — SUI as 060 Valor de las bombas .......o.om.o. ao AO O SN Valor de los locomóviles......... Abs OS Aden . 33,060 Total jeneral........ encon $ 39,340 Por otra parte, en tres años de 300 dias de trabajo al año tene- mos 900 dias o 1,800 jornadas de peon. En cada 2 metros de zanja trabajan tres hombres (un palero i un barretero abajo i un palero arriba) los cuales hacen juntos 6 metros cúbicos por jornada, o sea 450 metros cúbicos en 150 me- tros de zanja. Como son 1,800 las jornadas, se tendrá 1,800 x450=750,000 metros cúbicos; por consiguiente el recargo del valor del metro cúbico en zanja por razon de los locomóviles i de las bombas es 39340 300000. 0471 pesos. Mas un 10 %, de direccion, o sea $ 0.052 por recargo del metro cúbico puesto a seco. El precio del metro cúbico de escavacion es, pues, de.. $ 0 34 Mas un 20 %/, de imprevistos, O SCA s.occorccnaoeonos aa O 06 AE bo dcoso sho $ 0 40 18.5 metros de zanja costarán 0. 40X<18,5X25=$ 184.80. Resulta que 11,5 metros de puente cuestan: SCA a AS .$ 1841 80 Na ae ooo obesos dasone A PEO CAnOSEDoJo OS Y 20 SUM ide E 1,872 09 1872.09 =162; 11.50 19 Segun el presupuesto del señor Léevéque, el metro lineal de puente cuesta 698 pesos, i segun mi proyecto solo cuesta 162 pe- sos; resulta, pues, una economía de 536 pesos, es decir, una eco- nomía de 77 %/,. 1 por metro corrido e ANALES DE LA UNIVERSIDAD.— FEBRERO D£ 1879. 137 En el puente del Laja i demas rios la economía es aun mayor; en el Laja, porque solo se necesitan tramos de 8 metros, i en los demas rios porque el tramo central es menor que 80 metros, i la altura media de la obra, menor que 15 metros. Para tener una idea de la economía total, baste decir que pasan de siete los puentes que hai que construir, los cuales componen mas de 3.5 kilómetros. Suponiendo que solo sean 3.5 1 deduciendo 3 kilómetro corres- pondiente a 7 tramos centrales, nos quedan 3 kilómetros de via- ducto. A estos 3 kilómetros corresponde una economía de un mi- llon seiscientos ocho mil pesos. Esto es sin tomar en cuenta: 1.? El bajo precio de las unidades de trabajo en el proyecto del señor Lévéque (segun informe de la comision encargada de exa- minarlo); 2. La rapidez de la ejecucion; 3.” La superioridad incontestable del puente de material sólido que tiene una duracion indefinida i que no necesita conservacion. 4. La proteccion a la industria del país, Santiago, marzo 18 de 1879. xx K KAKAKááká<=>ákáá<ááá>>> O A AAA É——_— _—_—_———— CIENCIAS NATURALES. Viaje al cerro de la Campana.— Comunicacion de los señores Luis L. Zegers 1 José Alberto Bra- vo, a la Facultad de Ciencias Ficicas i Matemáticas. La ascension al cerro de la Campana es un hermoso viaje de primavera u otoño. Saliendo de San Francisco de Limache en di- reccion a Olmué, se deja a la izquierda del camino una estensa lo- ma que va rápidamente ascendiendo hasta formar uno de los con- trafuentes del cerro de la Campana, El pequeño pueblo de Olmué, situado en las onduladas vertien- tes de esos cerros, forma con sus huertos, viñedos i hortalizas un pintoresco paisaje, cuyo fondo lo cierran varias quebradas en las que va en rápido ascenso a estrecharse i perderse el hermoso valle de Limache. El camino se interna por el fondo de la quebrada del Granizo, 1 se convierte luego en una estrecha senda, por la cual bajan las tro- pas de mulas que acarrean los minerales de las principales minas de aquel cerro. Las cabalgaduras suben penosamente el estrecho 1 áspero sendero que serpentea por la escarpa del cerro, bajo la som- 138 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. . bra de árboles corpulentos. La vista cae al fondo de las quebradas 1 del valle sobre una frondosa vejetacion, en la cual descuellan por su alto follaje los robles, las pataguas, los bellotos, quillayes 1 hui- li-pataguas, cubiertas a veces por largas cabelleras de boqui, el que cae en gruesos cordones por los troncos hasta llegar al suelo. La subida dura tres horas a buena uña de caballo hasta llegar a la mina Mercedes, en donde se domina una estensa porcion del valle de Olmué. Poco ántes de llegar a la mina la Mercedes llama la atencion la presencia en masas diseminadas de una roca verdosa, homojénea, clorítica, en partes de grano cristalino, que indica la existencia de minerales de cobre. Las canchas de la mina dan entrada a un socavon que va a cor- tar la veta principal a los 120 metros. Está enmaderado en partes; sirve para la esplotacion de la mina ¡como galería de desagúe. En una profundidad total de 110 metros, hai 400 de galerías de arran- que sobre las dos vetas principales. Estas corren paralelas de nor- te a sur a cuerpo de cerro i suelen empalmar. Los minerales que ha producido esta mina han sido cobres de color, abisarrados, pi- ritas cobrizas, cuyos comunes dan leyes variables entre 18 a 30 por ciento; son arjentíferos 1 auríferos; se presentan con criadero de cuarzo, como en jeneral los minerales cobrizos de la costa; en no pocas muestras se presenta el oro a la vista. Actualmente perte- nece esta mina al señor don Remijio Jamet, 1 en ella trabajan unos 40 a 50 mineros, que han estraido en la última temporada de cua- tro meses unos 50 cajones de pirita cobriza, que es trasformada en ejes en Llaillai. Las casas están a 871 metros sobre el nivel del mar, altura cal- culada por las observaciones siguientes: Barómetro “a las 10.30 P. M., 696.6 milímetros. Termómetro adjunto, 18.3 grados centisgradros. Barómetro al nivel del mar, a la misma hora, 760 milímetros. Termómetro, 17 grados centígrados. Es preciso tomar las cabalgaduras a la 2 A. M. si se quiere lle- gar ala cresta del cordon de la Campana al despuntar la aurora. La ascension sigue haciéndose mas pendiente sobre una mala sen- da, que a trechos orilla declivios bastante colgados del cerro. La vejetacion no disminuye; pero ya escasean el boldo, el quillai, el litre 1 el lilen, mostrándose tupidos los coligites 1 robles. Las cabalgaduras terminan su fatigosa subida en las canchas de la mina abandonada que se llamó Pronosticada, ies una larga ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—FEBRERO DE 1879. 139 meseta formada por los desmontes de la mina. La veta principal parece ser el afloramiento, en esta parte del cerro, de las de la mi- na Mercedes. Se la ha esplotado sin método alguno, buscando el be- neficio por medio de chiflones que en gran parte se encuentran o aterrados o llenos de agua. Los inmensos desmontes manifiestan que se ha hecho un largo trabajo, 1 abundantes muestras desparra- madas dejan ver un criadero cuarzoso 1 la presexcia de pirita de hierro, demostrando que esta mina ha broceado en estas condicio- nes. La meseta domina dos profundas quebradas, cubiertas de espesa vejetacion, 1 el valle de Limache apénas se divisa por entre las si- nuosidades de los cerros que interceptan la vista por todas partes. Mirando a la cumbre de la Campana se ostenta un inmenso fare- llon, que viene divisándose desde el fondo de las quebradas i que parece dominar la montaña, pero que oculta la cresta verdadera, La marcha a pié, que desde este punto debe emprenderse, se hace bajo la ilusion de que pronto se estará en la cumbre, la que se juz- ga erradamente a 250 0300 metros de altura. Es preciso disponer el ánimo a cuatro horas de mala subida por una escarpada huella, cubierta a trechos por robles 1 huili-pata- guas de poca cerpulencia, pero donde se encuentra agradable des- canso 1 comienza a dominarse un vastísimo panorama. Se borra la huella, escasea la tierra, siendo reemplazada por quiebras, que cai= das de las alturas han seguido el talud de la montaña. Al llegar al pié del gran peñon divísase el valle de Limache cu- bierto de verdura, cuyo diversos matices aparecen como desleidos i envueltos en una lijera gasa azulada, 1 volviendo la vista queda a veinte pasos el flanco parduzco, desnudo i vertical del colosal mo- nolíto de mas de cincuenta metros de altura, dirijido de oriente a poniente, hendido en partes hasta su base, manchado a trechos por rojizos líquenes i presentando sus clivajes una lijera inclinacion al oriente. Elévase esta altísima mole en medio de un destrozo de ro- cas que llenan sus demas costados, como grandiosa articulacion de las vértebras del cerro. Recorriendo el flanco se llega a la parte mas fragosa de la su- bida. Preséntase al frente un inmenso declivio cubierto con un hacinamiento de rocas destrozadas, detritus que sigue resbalándo- se 1 subdividiéndose hasta convertirse en tierra, que forma los tramos mas suaves de faldeo. Aquí puede estudiarse la formacion del cerro por hallarse fracturadas i revueltas las rocas de solevan- tamiento que lo constituyen. Los bloques presentan a veces for- 140 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. mas prismáticas, a veces paralelipípedos i en ocasiones romboe- dros perfectos, producidos por la talla de la roca, segun sus cli- vajes. En su totalidad son rocas graniticás mas o ménos descom- puestas, 1 predominan diversas especies, principalmente sienitas. La constitucion granítica de las rocas i de los criaderos de los fi- lones metalíferos, asi como la ausencia de toda estratificacion, de- muestran la formacion plutónica de este cerro, enteramente aná- logo al subsuelo granítico de toda la rejion de Valparaiso. En- cuéntranse a trechos anchos afloramientos de hierro magnético de grano cristalino mui fino, lo que demuestra la razon de la presen- cia de éste en las arenas de las playas de la costa. Apesar de la fragosidad de estos cerros, las vertientes cubiertas de tierra, sus- tentan una espesa vejetacion, lo que, unido a las condiciones loca- les de la suavidad del clima, se esplica por la descomposicion de abundantes rocas felspáficas. Por entre las ásperas rocas de estos desmontes naturales queda descubierta la roca firme i viva del cerro. Se encima la cresta pa- ra seguir sobre la cuchilla que es la parte accesible de la monta- ña. En este punto la pendiente es mas precipitada, mayores los fragmentos de las rocas, falta la vejetacion de arbustos i aun de yerbas i queda hora i media de subida hasta la cumbre. La que se domina primero no es la mas alta, queda a unos doscientos metros de la segunda, que es el punto culminante del cerro. No se encuentra aquí meseta alguna ni aun trechos cubiertos de tierra; por donde quiera que se mire, sobre la cresta i sus precipi- tados descensos, solo se ve inmensos hacinamientos de rocas, como el destrozo de un cataclismo. La cadena árida i pedregosa se alza i se deprime en grandiosas sinuosidades serpenteando en su base en ámplias ondulaciones; se bifurca, subdivide 1 desprende en ra. males que van en todos sentidos suavizando las largas pendientes en los valles que llenan el fondo de las koyas, formados entre los cerros 1 que se despliegan en suave descenso hácia la mar. Estendiendo la vista al inmenso panorama se divisa una estensÍ- sima porcion de la cadena de los Andes, cuyos macizos miden de altura en esas latitudes mas de 5,000 metros; i sobre esta grandio- sa base se alza majestuoso el Aconcagua, cubierta su cúspide por estenso penacho de nubes que envuelven sus eternas nieves; há- cia el sur los imponentes picos del cerro del Plomo con sus tri- ples agujas, el inmenso solevantamiento que constituye ¿el maci- zo del Tupungato, dominado por un agudo ápice, el San José, 1 tras de éste el volcan de Maipo i otras cumbres que se acumulan ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —FEBRERO DE 1879. 141 en perspectiva hasta perderse en el horizonte. En un plano ménos lejano se dibuja la negra silueta de los cerros llamados Altos de Catiemu, del Roble, de Parquehue. Aun mas próximo se perfila el cerro de Caleo, sobre el cual vienen a reunirse ramificaciones del cerro de Ocoa i del Roble, el cual, corriendo de norte a sur, despren- de varios cordones a la costa, de los que uno forma el cerro de la Campana. Entre estas ramificaciones quedan los fértiles valles de Ocoa;, Quillota 1 Limache. Siguiendo la pendiente de los valles, so- bre los cuales parecen tenderse las faldas de los cerros de Marga- marga, Limache i Quilpué, se dibuja un vastísimo horizonte traza- do por la línea del océano i cubierto en esta ocasion por gruesos copos de nubes en forma de cúmulus. La aurora vista desde esta cumbre, es un espectáculo admira- ble. La oscura silueta de los Andes se pierde en el negro de la bó- veda, ménos en una larga estension en que se destaca limpiamen- te sobre el fondo que comienza a clarear. El color del cielo en varios boquetes de la cordillera es trasparente i nítido en medio de los mas fugaces 1 cambiantes matices del ópalo; a trechos se destellan ráfagas de luz, que cortan el cielo diverjiendo en inmen- sa estension hasta perderse 1 diluirse en lo oscuro del espacio. En medio de esos haces de luz tórnase el cielo de sonrosado en verde mar, de celeste en azul turquí de una riqueza i limpidez inespli- cables. En medio del alba todavía destellan las estrellas i mas brillantes titilan al traves del manto azul del cielo. El sol apare- ce razando con sus rayos debilitados 1 enrojecidos por la bruma i húmeda atmósfera de la mañana las mas altas cumbres de la cor- dillera de la costa, reflejándose en las plateadas nieves; 1 lenta- mente se inclinan sobre los llanos dormidos bajo una alba capa de vapores i nubes. Las sombras se definen 1 corren a replegarse tras los cerros en prodijiosa rapidez. Sobre los valles, llenando hasta un mismo nivel todas las sinuosidades de las quebra- das, se suspende hasta perderse de vista un grandioso estrato de nubes, como si el océano hubiera roto los diques de la costa 1 precipitádose tierra adentro envuelto en blanca espuma, i dejara a trechos alzarse las mas altas cumbres. El calor de los primeros rayos hace desvanecer las neblinas que besan las pendientes de los cerros 1 la capa de vapor de agua se despeja poco a poco i di- suelve en la atmósfera, se repliega en gruesos copos, se amontona, en la parte mas apartada de los valles, a donde quedan a mayor altura del suelo, i por fin forman un alto nublado sobre las lomas de Valparaiso. A la accion de los calientes rayos del sol se une 144 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Era interesante observar si se percibian los puntos neutros o sea aquellos en que la polarizacion desaparece como se ha observado repetidas veces en Europa; pero siendo éste un estudio delicado i obtenido en una série de observaciones, baste por ahora afirmar que se notaron algunos puntos neutros. Estos estudios abren el campo a una série de observaciones importantes sobre polariza- cion, diafanidad i color del aire. ; La cantidad de calor que almacenan e irradian las rocas sobre- calentadas por un sol abrasador de verano, que elevaba el termó- metro a la sombra i encubierto a 33 grados centígrados, hace abrumadora la estacion por muchas horas en aquella cumbre don- de falta el agua. Es preciso asirse de las agudas i calientes rocas para no resba- lar con ellas en la pendiente de bajada. A trechos es preciso apo- yar la punta del pié en las hendiduras de las grandes rocas que quedan desnudas en medio del rodado; i deben desviarse los tu- ristas de una misma linea de descenso para esquivarse a las grandes piedras que suelen desprender los que vienen mas arriba, i que chocan con otras o resbalan por el desmonte. En poco mas de dos horas de rápido descenso se toman las cabalgaduras en las canchas de la Pronosticada, para llegar en poco mas de una i me- dia a la mina Mercedes. En la mañana del 12 de febrero el barómetro dió en este lugar por término medio de una serie de observaciones reducidas a cero grádos, 682.9 milímetros i la temperatura del aire 18.3 grados centígrados. Un termómetro de minima i un sicrómetro espuestos convenientemente durante la noche anterior dieron: el de mínima 15.8 grados centígrados; tension del vapor 8.01 milímetros ¡ hume- dad relativa 52. Una buena marcha en la bajada a Olmué iun galope en el pintoresco camino de Limache toman dos horas i media de tiem- po. El barómetro daba en una serie de observaciones en Limache 745.4 milímetros reducidas a cero grados, i el termómetro 24.2 grados centígrados. Valparaiso, 17 de febrero de 1879. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—FEBRERO DE 1879, 145 MEMORIA justificativa del proyecto sobre puentes definitivos, por don Valentin Martinez. De mis esperimentos 1 observaciones hechos en los rios del sur a fines de febrero del presente año, he podido concluir que el rio Mau- le será en cualquiera ocasion el mas impetuoso de nuestros rios. Por este motivo será el que tomaré como ejemplo para justificar el siste- ma de puentes que propongo. Es un hecho que en la época a que me refiero, el brazo principal de dicho rio en el lugar donde está situado el puente, solo tenia un ancho de 58 metros. Se vé, pues, la inutilidad de emplear fundacio- nes por el aire comprimido i la posibilidad de emplear la fundacion por zanja con solo adoptar un tramo central mayor que 58 metros, Si propongo un tramo central de 80 metros, es por consideraciones de otra especie que espondré mas adelante. Lo que caracteriza mi sistema no es solo el empleo de un gran tramo central en combinacion con tramos menores que continúan el primero hasta las riberas, sino el dar al rio un réjimen estable ca- nalizándolo en el centro, dándole de esta suerte un cauce obligado que seguir. Resulta de esto que los arranques i estribos de los puen- tes quedan así léjos de la accion que con tanta frecuencia los destru- ye, pudiendo, ademas, disminuir gradualmente la profundidad de las fundaciones del centro hácia las riberas. Por esto el proyecto consulta una profundidad de 9 metros para las fundaciones de los machones del tramo central i solo 3 metros en las riberas. Esta pro- fundidad mínima está suficientemente justificada por la poca enerjía de la corriente en esos puntos i por la imposibilidad del socavamien- to mas allá de cierto límite. Este límite es la cresta de la muralla radier contínua desde las riberas hasta los machones del tramo cen- tral. No necesito agregar que este conjunto de disposiciones es lo que produce la enorme economía que puede realizarse en la construccion de nuestros puentes definitivos. Para justificar las dimensiones adoptadas necesito dar a conocer la velocidad máxima, el gasto o caudal de agua i la mayor altura de éstas en la mas grande crece de que hai memoria, A juicio de personas que merecen mucha crédito, la crece del 77 es la mas grande que se haya conocido hasta ahora. Desgraciada- mente no he encontrado a nadie que haya medido la velocidad de las aguas del Maule; i las apreciaciones que de ella me han hecho, me A. DE LA U. 19 146 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS, parecen demasiado exajeradas, El ancho mismo de la corriente no se conoce con precision i mucho ménos la profundidad que tomaron las aguas, Me he visto, pues, obligado a apoyarme en otro órden de ideas, tomando siempre las circunstancias mas desfavorables en los límites de lo posible. Así, supondré que la crece fué producida: 1. Por la mas intensa lluvia que es lícito suponer; 2.2 Que la zona que abrazó fué la mayor posible; 3.2 Que su duracion no tuvo límites; 4. Que el suelo se hallaba completamente impregnado de hu- medad. Intensidad de la lluvia.—No he podido obtener datos meteoroló- Jicos relativos a la cuenca del Maule. Por este motivo he sido con- ducido a exajerar la intensidad de la lluvia, suponiendo que haya sido tan récia como la mas fuerte lluvia caida en Valdivia. «El máximum de la lluvia caida en 24 horas durante los años de 1852 hasta 1878, dice el señor F. Vidal Gormaz en sus instruccio- nes sobre el litoral de Valdivia, ha sido de 143 milímitros, que ocurrió el dia 22 de junio de 1856, siendo algo frecuente que alcan- ce a 8 1 10 centímetros.» Zona abrazada por las lluvias. —Es un hecho que cuando en los planes llueve, en las altas cumbres neva i la zona de las nevazones es mas o ménos grande, segun las circunstancias; pero la opinion je- neral es que mas arriba del valle central llueve en la tercera parte de la cuenca i neva en los 4 restantes. Sin embargo, supondré que llueve en la mitad i tambien que en el corto tiempo de la lluvia el derretimiento de las nieves alcance a ¿. Tenemos, pues, que caen 143 milímeros de agua en la mitad de la cuenca o 71 milímetros en toda la cuenca, i que en la otra mitad llueve $ o Hen toda la cuenca, es decir, 17 o lo que sumado nos ds 88 milíme- tros en 24 horas o sea ¿¿2=0000001 por segundo. Por otra parte, la estension de la cuenca del Maule que está aguas arriba de la seccion del puente, es próximamente 3000 quilómetros cuadros o sea 3000000000 metros cuadrados. Duracion de la Uuvia.—Supondré tambien que la lluvia sea bas- tante prolongada para que el gasto por segundo en la seccion que se considere llegue a un máximum, en otros términos, para que ese gasto sea igual al total de agua caida en toda la cuenca en un se- gundo. Estado del Sons tambien que ántes de principiar la y S ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —FEBRERO DE 1879, 147 Muvia, el suelo se halle completamente impregnado de agua, de mo- do que ni una sola gota se quede en camino. Aunque es dudoso que cada una de estas hipótesis se realice i mucho ménos todas ellas simultáneamente, sin embargo lo supondré para alejar toda duda acerca de los resultados a que voi a llegar. En resúmen, el total de agua caida por segundo seria O2-000001 en una estension de 3000000000 metros cuadrados o sea 3000000000 X 0.000001 = 3090 metros cúbicos por segundo. Ahora bien, no es exajerado suponer que en las grandes creces se tenga en el canal central una profundidad de 6 metros, lo que da 80 X 6 = 480 metros cúbicos como seccion de escurrimiento. ¿Cuál seria la velocidad correspondiente? Quiero suponer que sea solo 5 metros por segundo i por consiguiente el gasto seria de 480 X 5 = 2400 metros cúbicos. La crece estraordinaria de que vengo tratando se escurriria, pues, casi en totalidad solo por el tramo central pasando por los tramos pequeños una altura de agua cuando mas de 02-40, Se puede, pues, asegurar que aun las mas grandes creces dejarian en seco 420 metros de la caja del rio que son precisamente los ocupa- dos por los tramos pequeños. No obstante, supongo que las aguas alcancen una profundidad de 9 metros en el tramo central i 3 en los pequeños con una velocidad media de 5 metros, lo que corresponderia a una crece de 9900 me- tros cúbicos, En tal caso, teniendo solo tres metros de profundidad la lámina de agua que se escurriria bajo los arcos estaríamos en el mismo caso que el brazo central del rio Maule en la época en que lo visité. De los variados esperimentos que hice resultó una velocidad máxima de 22.70, una velocidad media de 2.16 i en el fondo una velocidad de 1.60 solamente. Escusado me parece probar que aun para este caso las dimensio- nes adoptadas son mas que suficientes i que la velocidad del fondo apénas arrastraria la capa de suelo removido que existe, segun el proyecto, sobre la cresta de la muralla radi er. Santiago, febrero 28 de 1879.(*) (+) La fecha del Proyectoes 28 de febrero, ino 28 de marzo como equivocadamente Aparece, ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—MARZO DE 1879. 149 MEMORIAS: CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. MEDICINA. La disenteria, i en especial su tratamiento porel mé- todo empleado en las posesiones inglesas de la India.—Memoria de prueba para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Me- dicina por don Juan Manuel Salamanca. Señores: La disentería no es solo el privilejio esclusivo o la fatal herencia de los paises cálidos. Entre nosotros vemos tambien diariamente derramarse lágrimas de duelo sobre los restos de existencias queri- das, arrebatadas a los golpes de tan cruel padecimiento. Nuestro bello Chile, apoyando su diestra en el muro inespugenable de granito de los Andes; mirando hácia su izquierda las mansas olas de un in- menso mar; reclinada su cabeza en los secos arenales de un desierto; hundidos sus piés bajo el manto del hielo eterno de los polos, ha podido quedar risueño i tranquilo miéntras las repúblicas vecinas han sido cruelmente desvastadas por el cólera, la fiebre amarilla 3 la malaria. Pero ni lo benigno de su clima, ni sus frondosas selvas, ni sus valles amenos, han bastado a salvarlo de los estragos de la di- senteria que, puede decirse, reina endémicamente entre nosotros i ha hecho de nuestro hermoso suelo uno de sus hijos predilectos. De aquí por qué la he elejido como tema para la memoria de prucba que me exijen los estatutos universitarios para optar el grado de Li- cenciado en la Facultad de Medicina. Nihil novum sub sole, ha dicho el sábio. Tal puedo dee 0S yO SO= bre mi memoria. Conocida la disenteria desde Hipócrates, estudiada 1 tratada por las mas altas celebridades que desde esa época hasta nuestros dias han brillado en medicina, comprendereis mui bien que nada de nuevo podré presentar delante de vosotros; nada que no haya sido escrito i analizado por muchos i notables escritores; pero la estremada frecuencia de esta enfermedad entre nosotros bastará para justificar mi eleccion. Por otra parte, no es mi objeto hacer un tratado completo de la disenteria. Quiero mui particularmente lla- mar vuestra atencion hácia un método de tratamiento, entre noso= tros, tan injustamente despreciado como es de poco conocido, a pe- sar de que, sin duda, es el mejor de todos: hablo de la ipecacuana en Ñ 150 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. altas dósis, segun el método casi esclusivamente empleado en las posesiones inglesas de la India. Trataré, pues, mui sumariamente todo lo que concierne a la na- turaleza, desarrollo i curso de la enfermedad, para hablar mas deta- lladamente en lo que toca a los diversos sistemas de tratamiento que contra ella se han usado, i buscaré de esplicar, en la medida de mis fuerzas, el modo de obrar i las razones fisiolójicas de la supremacia que el método de las Indias inglesas tiene sobre cualesquiera de los otros conocidos, pero sin hacer de él un especifico, en el sentido ri- goroso de esta palabra. Queriendo hacer algo digno de vosotros, algo que pueda intere- sar vuestro ilustrado criterio, he leido con atencion i detenimiento el interesante artículo de Barrallier en el «Diccionario de Jacoud»; el artículo «Disenteria» del Diccionario en treinta volúmenes, el de Fábres; el bello artículo de Maclean en el «A system of medici- ne» de Russell Reynolds, traduccion que debo a la galantería de nuestro tan jóven como intelijente doctor, Augusto Orrego L.; los capítulos sobre esta misma materia de las patolojías de Frank, Jacoud, Niemeyer, Grisolle, Monneret, etc.; las clínicas de Trous- seau i de Graves; los capítulos sobre ¿pecacuana de las terapéuticas de Trousseau i Rabiteau, de los comentarios del Codex de Gubler, de la materia médica de Bouchardat, etc. Si fuera bastante afortuna- do para fijar vuestra atencion sobre el tema que pienso desarrollar, quedarian altamente recompensados mis esfuerzos i mi trabajo. DerinicioN.—Pero ante todo, ¿qué es la disenteria? Cada autor responde a su manera, i las definiciones que se han dado sobre esta enfermedad han variado hasta el infinito. La palabra misma Disen- teria, derivada de dos voces griegas que significan «dificultad, pobre- xa e intestinos» parece querer darnos una idea sobre la naturaleza de la afeccion a que se aplica. Cada tratadista, cada médico, amoldán- dose a las ideas patolójicas reinantes en su época, ha definido esta enfermedad segun su modo de ver=i el juicio que se habia formado acerca de su naturaleza. Así, Galeno la llama «mala tormina intesti- norum»; Celio Aureliano, «rheumas ventris» rheuwmatismus intestino- rum cum ulcere»; Plinio, «alvi fluxus torminosus»; Rostan, «colitis es- pecífica», etc. Los autores mas modernos, por lo jeneral, se limitan a dar una idea mas o ménos exacta sobre la naturaleza de la enfer- medad 1 a definirla por sus síntomas mas culminantes. Jacoud la define, diciendo: «Una colitis úlcero-membrañosa trasmisible, caracte rizada por tenesmo, pujos, escreciones repetidas de mucosidades san- guinolentas i un estado jeneral mas o ménos grave». Monneret la llama ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —MARZO DE 1879. 151 así «Una enfermedad jeneral aguda o afeccion febril, caracterizada por una lesion del intestino grueso, cuyos fenómenos son todos los ac- tos posibles de la fleymasia aguda + crónica de la membrana mucosa, 3 sus síntomas las evacuaciones alvinas muco-sanguinolentas 4 doloro- sas». Maclean define tambien la disenteria de un modo semejante, agregando ademas la postracion nerviosa. Basta echar una ojeada rápida sobre las definiciones que acabo de apuntar, para convencerse que ninguna de ellas merece propiamente el nombre de tal, i que, si no todas, en su mayor parte son inexac- tas. Las úlceras intestinales 1 mucho ménos las falsas membranas, están mui léjos de ser admitidas por todos los autores como una le- sion constante i característica de la disenteria. Otro tanto sucede con las evacuaciones sanguinolentas, pues la falta de sangre, en ellas, a veces absoluta, disentería blanca de algunos, se halla perfectamen- te admitida por todos. Hai mas todavía. Stoll habla de una epide- mia en que las evacuaciones faltaron por completo i la enfermedad era únicamente manifestada por dolores abdominales intermitentes, tenesmo intolerable i esfuerzos penosos, 1 la llama disenteria seca o im- perfecta. Por lo dicho se vé claramente que no tenemos un síntoma pato- DOgmónico, una lesion caraterística con qué definir la disenteria, i pasará quizás mucho tiempo sin que los hijos del Oráculo de Cos puedan ponerse de acuerdo en un punto, al parecer, tan sencillo de la enfermedad que tratamos. Mas si vosotros no mirarais como una exajerada pretension que emitiera tambien mi juicio, despues de lo3 grandes nombres que he citado, me atreveria a decir que: «la disen- teria es una enfermedad específica e infecciosa, primitivamente jeneral ide tendencia adinámica, mamjfestada localmente por alteraciones múltiples ¿ variadas, de naturaleza inflamatoria, circunscritas espe- cialmente al intestino grueso, pero que pueden estenderse a todo el aparato dijestivo.» Me objetareis talvez que mi definicion es demasia- do larga; pero un cuadro tan complejo como el de la disenteria no puede encerrarse en un marco mas estrecho. Por lo demas, la exac- _titud de los términos de mi definicion, creo poderla demostrar en el discurso de mi trabajo. Si ella no es rigorosamente exacta, al mé- nos, acercándose mucho a la verdad, tendrá la forma de una defini- cion que siempre valdrá mas que una descripcion muchas veces in- completa e ¡nexacta. Divisiox.—Pasando ahora de Ja definicion a la division de la disenteria, talvez encontramos mayor variedad de opiniones. Hai autores que, haciendo alarde de su fuerza de inventiva, parece han 152 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. querido hacer de cada enfermo un tipo de la enfermedad 1 han erca- do de cada complicacion una variedad. Así han ideado ocho, diez, veinte 1 mas formas de disenteria, describiendo aisladamente la di- senteria biliosa, reumática, escorbútica, malárica, maligna, ete. Pero bien examinado el fondo de la cuestion, vemos que la disenteria no es mas que una en su esencia 1 que las variaciones que en ella nota- mos no dependen de otra cosa que de la mayor o menor fertilidad del terreno en que brota, de su grado de desarrollo mas o ménos avanzado o de la concomitancia de otras enfermedades, resultado posible de la misma afeccion o una mera coincidencia. Este lujo de divisiones no hace mas que embrollar el estudio de este estado mórbido i dificultar mas su recta comprension. Por esto son dignos de aplauso aquellos autores que, como Jacoud i algunos otros, han tratado de simplificar cuanto es posible el número de estas divisio- nes, no admitiendo mas que las que la clínica nos enseña. Yo, por mi parte, admito con este distinguido patólogo, las formas esporádicas, endémicas, ¿ epidémicas, pero sin hacer de cada una un ti- po especial, sino como diversos modismos de manifestacion de un solo i único ajente. Entre la endémica, que es la que constantemente rel- na entre nosotros, distingo dos variedades, conforme a las indicacio- nes de mi hábil maestro, Dr. Pablo Zorrilla: la foliculosa, segun que la lesion intestinal esté circunscrita a los folículos únicamente (di- senteria catarral biliosa, etc., de algunos autores) i la flegmonosa, cuando la inflamacion invade tambien el tejido clelular submucoso (disenteria inflamatoria, grangrenosa, etc.) A su turno, estas dos formas podrán subdividirse en agudas 2 crónicas, segun la marcha seguida por la enfermedad. Estas últimas divisiones pueden ser aplicadas igualmente a las formas esporádicas i epidémicas; i por lo tanto, en estos cuatro tipos creo comprendida la variedad inmensa de disenterias que se han descrito, 1 pasaré por alto las complicaciones que pueden dificultar i entorpecer su curso i hasta enmascarar su forma, pues no es mi ánimo el ocuparme de ellas. NATURALEZA I GÉNESIS. —Mui estudiado i debatido ha sido el oríjen primero de la disenteria, sin que hasta ahora haya podido arribarse a un resultado definitivo. No solo inútil sino molesto se- ria entrar al estudio completo de las mil hipótesis que sobre esta materia se han formulado i que sucesivamente han ido suplantándo- se las unas a las otras. Me bastará decir que la naturaleza íntima de la disenteria nos es hasta hoi desconocida 1 enumeraré solo algunas de estas hipótesis, entre las que han tenido mayor aceptacion. Celio A. consideraba esta enfermedad como un mero reumatismo intestinal 1 ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —MAPZO DE 1879. 153 como tal la definia rheumas ventri. Zimmerman erce en una altera- cion primitiva de la bilis, por orgasmo del hígado, i ya en 1767 de- cia: «La bilis se hace a veces tan acre 3 penetrante que hace en la san- gre las veces de un veneno de donde resultan inflamaciones, ulceracio- nes 3 gangrenas.» Linné la atribuye a un acarus intestinal. Frank la considera febril de oríjen paládico i la lama hija de la ficbre in- termitente (fille de la ficvre intermittent). Algunos, como Mondier, la atribuyen a la pérdida i disminucion de la albúmina en la san- ere. Otros la hacen puramente catarral, otros diftérica, i en fin, Rostan le dá una naturaleza mórbida especial. Todas estas diversas hipótesis se hallan perfectamente refutadas en los autores clásicos i yo no me ocuparé de ello. Pero resta una última todavia, mui en voga en nuestros dias i que, sin duda, parece la mas aceptable. Se- gun ella, la disenteria se halla bajo la dependencia de alteraciones cosmicas especiales debidas al desarrollo de un bacterio que Lebert ha demostrado en las evacuaciones. Muchos son los hechos que mi- litan en pró de esta teoría; pero prescindo de ellos por encontrarse en la mayor parte de nuestros libros clásicos. Admitida esta hipóte- sis, el desarrollo de la enfermedad se esplicaria de esta manera. De- sarrollado este bacterio en la atmósfera afectaria al hombre sano, pero cuyo organismo estuviera preparado, por decir así, para recibir su impresion. Este enfermo serviria a su turno de foco de repro duccion donde irian a multiplicarse hasta el infinito estos mismos bacterios para desprenderse en seguida en las emanaciones i mias— mas del enfermo i especialmente en las evacuaciones disentéricas. Tal es la opinion de Jacoud, Delioux de Savignac i algunos otros. El último de los dos autores citados, hablando sobre la propagacion de la disenteria se espresa así: yo creo que se ejerce por emanaciones del cuerpo de los enfermos ¿ principalmente por los efluvios infecciosos de las evacuaciones intestinales. Admitido este/modo de invasion 1 propagacion de la disenteria, no queda duda acerca de su naturaleza infecciosa, i la discordancia que se nota entre los diversos autores, no es mas que cuestion de pa- labras, llamando unos contajio lo que otros llaman infeccion. Tam- poco puede dudarse de su accion primitivamente jeneral que se lo- caliza mas tarde. Si es verdad que puede discutirse, casi con igual- dad de razones, la infeccion primeramente jeneral o la accion direc- ta local del parásito que dá lugar a la anjina diftérica, no pasa otro tanto en la disentería. ln aquella, la alteracion mórbida se presen- ta en las primeras vias del aparato respiratorio, precisamente en los puntos mas accesibles 1 que primero se ponen en contacto con el 154 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. hongo destructor. Pero en la disenteria es mui distinto. Si admiti- mos la accion primitiva local del bacterio, preciso será admitir tam- bien la introduccion de ellos por medio de los alimentos i las bebi- das que injerimos. 1 difícil es comprender cómo estos bacterios pue- dan atravesar inpunemente un tan largo trayecto del tubo dijestivo que le presta un campo tan fértil i mas vasto que el del cólon, pa- ra manifestar su accion solo en este último punto del intestino; i es mucho mas natural admitir que, penetrando este ajente destructor al torrente circulatorio por cualesquiera de las vias de absorcion que poseemos, infeccione primero el organismo en jeneral para locali- zarse despues en un punto dado, por razones que todavia no cono- Ccemos. Mas el oríjen mismo de este bacterio queda ignorado. ¿Cuáles son las causas telúricas o atmosféricas que lo enjendran? ¿De dónde nace? Nada sabemos a este respecto 1 todo no pasa mas allá de una hipótesis mas o ménos bien fundada. ErroLoJía.—Pero sea cualquiera el oríjen de este ajente mórbido, hai multitud de causas i circunstancias que ayudan i favorecen su desarrollo. Algunos dan una importancia capital a la naturaleza del terreno, sin que en verdad: parezca tener influencia alguna, entre ellos Harris 1 Godineau. Otros hablan de un estado eléctrico parti- cular de la atmósfera. Pero entre las causas mas frecuentes, debe- mos mencionar, sin duda, contribuyendo en alto grado al desarrollo i propagacion de la disenteria, el hacinamiento, la falta de limpieza, el olvido de las prescripciones hijénicas i la acumulacion de evacua- ciones de personas ya afectadas. Favorecen tambien la invasion di- sentérica los fuertes calores del verano i ya Hipócrates decia: Qui tot vida dysenterias epidemicas, nullam vidi que ultra mensem Novem- brem regnasset, ete. Media hieme certe observavi esporádicas dysente- rias. Segun Augusto Hirsch, 546 epidemias han tenido lugar en verano 1 solo 15, poco graves, en invierno. Entre las otras eausas que predisponen a contraer esta terrible en- fermedad, son dignas de mencion, el calor o el frio exajerado, sobre todo si son húmedos i contínuos; las variaciones bruscas atmosféri- cas, comunes entre nosotros; las habitaciones húmedas, frias i mal ventiladas, calentadas a veces por el sol; las profesiones que exijen la permanencia a orillas de focos de calor, cocineros, foyoneros, etc. las bebidas cargadas de detritus orgánicos; los exesos alcohólicos 1 venéreos; las materias orgánicas en putrefaccion; las pasiones depri- mentes que, segun Annesley, obrarian primero sobre el hígado; la convalescencia; la debilidad conjénita o consecutiva a otras enferme- ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MANZO DE 1879. 155 dades; las fatigas exajeradas; la existencia de otras epidemias, como el cólera, la fiebre amarilla, etc.; la falta de aclimatacion i algunas otras de menor importancia. Todas estas causas puede decirse que, propiamente, predisponen a la invasion de la enfermedad. Pero hai otras que podriamos llamar las verdaderas causas determinantes u ocasionales de este mal. Asi, es mui frecuente ver estallar la disenteria despues de estravíos en el réjimen, por la injestion de alimentos o bebidas indijestas o malsa- nas; el abuso de los drásticos i otras sustancias irritantes, entre las que no dejará de tener gran influencia el abuso del ají, tan comun entre nuestros proletarios. Figuran tambien en primera línea los cuerpos estraños de las vias dijestivas, como los vermes intestinales, la acumulacion de materias fecales, a las cuales debemos agregar la indijestion crónica, mas conocida con el nombre de empacho. sta última enfermedad, negada por algunos 1 sostenida por otros, parece ya bien demostrada por la observacion. No es infrecuente encontrar en las evacuaciones, despues de la ad- ministracion de un purgativo, alimentos completamente sin dijerir 1 que habian sido tomados mucho tiempo atras. No creo difícil la esplicacion de este hecho, aunque en ninguna parte lo haya leido. Bien sabido es que hai muchas sustancias que nuestros jugos son impotentes para dijerir, las semillas, los frutos cuyo epicarpio es membranoso como las uvas, las guindas, los frejoles, etc. Pero pres- Cindamos de ellas 1 tomemos una sustancia alimenticia cualquiera. Injerido el alimento, llega al estómago, en donde por una causa for- tuita o accidental se envuelve en el mucus que tapiza esta entraña 1 que es completamente inatacable por los jugos dijestivos: otro tanto puede pasar a las semillas i frutos ya mencionados. Protejido por esta cubierta mucosa, atraviesa el píloro sin alteracion para detenerse en alguno de los repliégues del intestino i aun puede quedar estacio- naria en la misma cavidad estomacal. Este primer cuerpo puede existir solo o bien ser el centro de atraccion al rededor del cual van acumulándose nuevos depósitos de alimentos i que, tapizados por el mismo mucus, dan lugar a esos grandes cuerpos estraños, verda- deros scibales alimenticios, que se arrojan despues en una o mas evacuaciones. Como la superficie de estos cuerpos en contacto con la mucosa in- testinal la suponemos rodeada de mucus, no es estraño que puedan permanecer en un mismo punto sin dar lugar a otra cosa que al engrosamiento de la mucosa.con que se relaciona, segun ha podido observar mi distinguido maestro, P. Zorrilla, hasta que un dia, por 156 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS una causa cualquiera, dan lugar a la disenteria u otra afeccion gás- trica o intestinal aguda. Entre nosotros es causa mui comun de disenteria la injestion de vinos i otros licores alterados o falsificados i de mala naturaleza, i doi gran importancia al espendio de aguardientes de madera 4 de ce- reales cargados de esencias i aceites empireumáticos, de los que, por su bajo precio, se hace un inmenso consumo. A esto debemos agre- gar la costumbre que existe entre los hombres de la clase obrera de dormirse sobre la tierra desnuda, muchas veces húmeda i calentada por el sol, o espuestos a los frios de la noche, causa bastante por sí sola, segun Jacoud, despues de embriagarse con esos licores adul- terados i de mala calidad. Los frutos ácidos 1 mal sazonados, mui especialmente, segun Frank, las manzanas, ciruelas, peras 1 grose- las, a las que agrega todavía las patatas mal condimentadas, las nueces ¿ la miel, tienen una eficacia incontestable en la invasion de ' esta enfermedad. Si ellas no traen directamente la disenteria, al mé- nos traen alteraciones dijestivas, inflamaciones intestinales que pre- paran o abonan, por decir asi, el campo para la invasion de este ajente mórbido. Entre nosotros es mui comun ver aumentarse el número de disenterias en la estacion primaveral i principios del verano, 1 aunque esto puede ser atribuido a los cambios atmosféri- cos que en esta época tienen lugar, no podemos negar que las causas cósmicas se hallan secundadas tambien por las frutas que con ellas coinciden. Si es verdad que muchas veces las alteraciones del hígado son consecutivas a la disenteria, no es estraño ver lo contrario 1 yo he observado un caso bien concluyente de la influencia que las afeccio- nes hepáticas tienen sobre la alteracion intestinal: por lo tanto es mui posible que tengan razon los que creen que la abundancia o la falta de bílis puede ser una de las causas de esta enfermedad. En cuanto al sexo, la edad i el temperamento, estan divididos los autores, i yo nada he observado sobre el particular. Annesley 1 Cambay creen que la juventud ¿ la vejez predisponen a la disenteria, * Cambay i Lemoisne dicen otro tanto para el temperamento sanguíneo. Hai autores que creen que la falta de aclimatacion haria mas apto al individuo para contraer esta afeccion, pero siendo en ellos ménos mortífera que en los naturales del pais. Pero todas estas causas serian estériles, quedarian sin efecto o producirian, si se quiere, otras alteraciones dijestivas, si no existiera primero el ajente jenerador, el miasma disentérico, como equivocada- mente Kreisie lo amaba, ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DE 1879. LS La disenteria crónica, por regla jeneral, sigue a la aguda o es consecuencia de las diarreas. Aunque Barrallier la cree rara en los paises templados, es comun observar entre nosotros disentéricos que sufren uno, dos, ocho i mas años de tan odioso padecimiento. ANATOMÍA PATOLÓJICA.-—Rokitamsky admite cuatro grados en las alteraciones anatómieas dle la disenteria: 12—mucosa rubicunda, tapizada de un moco rojizo, gris, estriado i ácido. 22—El mucus se propaga i transforma en un barniz ceniciento, glutinoso 1 viscoso, sustancia jelatinosa; las túnicas intestinales se engruesan i mamelo- nan; los folículos mucosos están irritados i aun reblandecidos. 32—Estas eminencias se aglomeran, reducidas en parte a una costra dura, adherida, roja-oscura i el intestino encierra una materia par- dusca, icorosa, fétida i como coposa. 42—Grandes porciones de muco- sa se transforman en una masa negrusca, friable, como calcinada; el tejido sub-mucoso se encuentra regado de pus i el contenido es lí- quido, color café i olor cadavérico. He creido conveniente apuntar la division de Rokitamsky como un bello resúmen de la anatomía patolójica en la enfermedad que tratamos. Sin embargo, imitaré a Barrallier 1 haré esta descripcion, empezando por lo que se nota a la abertura del cadáver, despues las alteraciones del tubo dijestivo, i por último, las de sus anexos, sien- do en todas ellas lo mas conciso posible. Abierto el abdómen de un individuo muerto por la disentería, pueden encontrarse todos sus órganos de color rojo, que varia desde el rosa al lila o violeta. El intestino delgado se ve nacarado mién- tras que placas violáceas o negruscas suelen presentarse en el intesti- no grueso. El peritoneo, mas o menos rojizo, sembrado de arboriza- ciones, por lo jeneral está adelgazado al nivel de las ulceraciones in- testinales, comunmente tapizado de falsas membranas 1, en caso de perforaciones, presenta las señales de una inflamacion mas o ménos estensa 1 a veces hai adherencias del epiplon. Los intestinos se notan algo cambiados de lugar i como amontonados en la rejion umbilical, El tubo dijestivo, sitio principal de las alteraciones disentéricas, por lo jeneral, está sano desde la boca hasta la cara superior de la válvula ileo-cecal. Pero en los casos graves puede esta parte presen- tar lesiones que no estará de mas apuntar aquí. La mucosa bucal, farinjea i esofájica puede estar inyectada, con placas rojizas 1 arbori- zaciones i en los casos mas graves, aun reblandecida. El estómago, distendido por gases 1 materias amarillo-verdosas, puede presentar en su mucosa las mismas alteraciones ya mencionadas, aunque mé- nos comunes que las anteriores. El intestino delgado suele estar eu- 158 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. bierto de manchas rojas, cireunscritas especialmente al ¿leon, con le- vantamiento de las placas de Peyer e hinchamiento de las glándulas de Bruner, alteracion que se hallaria en la mitad de los casos, segun Cambay. La superficie libre de su mucusa se presenta comunmente mamelonada, abollada por hiperemia e infiltracion sero-sanguino- lenta de sus túnicas, a veces con ulceraciones de sus válvulas i pue- de llegar hasta el invajinamiento. Pero todas estas lesiones pueden faltar i las alteraciones disentéricas quedar circunscritas únicamente al intestino grueso que es su sitio predilecto. Abierta esta parte del intestino se encuentra ocupado por una materia cuya composicion i naturaleza daremos a conocer al hablar de las evacuaciones, en la sintomatolojía. Su mucusa presenta, segun Jacoud, las lesiones de un catarro intenso: está turjente e hipere- miada, en especial al rededor de los folículos; su color varia desde el rosa al oscuro violado; da sangre a la presion. Espesada desigual- mente, a veces está reblandecida 1 no es raro encontrar en ella manchas equimóticas. Su superficie libre se encuentra a veces denu- «dada de su epitelio, i cubierta ya de mucosidades sanguinolentas, ya de un exudado pseudo-membranoso que puede ser contínuo o dise- minado en el vértice de los repliegues mucosos (Jacoud). Tambien se encuentran cuerpos rojos salientes, debidos a una hipertrofia de las vellosidades, segun Gely, o a las vainas epiteliales de las glándu- las en tubo, segun Koóelliker i Sappey, e incrustaciones de puntos grises, celulosos, especie de tubérculos, que parecen de pus concreto (Cambay). Mas tarde la hiperemia, la infiltracion i el reblandeci- miento puede invadir la túnica celular que junto con la mucosa, pre- sentan el aspecto de jalea de grosellas. Todo puede quedar reducido a esto solo i la disentería curar con reparacion completa de sus le- siones. Pero mas comunmente sigue adelante su marcha invarosa i en= tónces aparecen las ulceraciones. Estas pueden tener tres oríjenes: la alteracion folicular, un exudado intersticial i la gangrena. En el primer caso el folículo se pone primero blanco-mate, gris o amarillento, luego blanco apizarrado i aparece un punto negro en su centro, correspondiente a su orificio, segun algunos. Luego se des- truye i queda una depresion circunscrita por un borde saliente, corta- do a pico que no está ni hinchado ni reblandecido (Jacoud). A veces muchas de estas ulceraciones se fusionan o bien, al rededor de sus bordes, la mucosa desprendida se gangrena i da lugar a grandes ulce- raciones que comprenden toda la mucosa que en sus intervalos se pre- senta tumefacta, inyectada ia veces con pseude-membranas crupales. TAI A Ea Pa E ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879. 159 Si la ulceracion sucede al exudado intersticial o diftérico, la mu- cosa se presenta abultada, de color blanco agrisado i la superficie interna del intestino con abolladuras debidas a la infiltracion mem- branosa. El exudado comprime los vasos 1 bien pronto trae la ne- crósis de los puntos afectos. La escara se desprende en detritus sa- nioso difícil de conocer en las evacuaciones (Jacoud) i da lugar a ul- ceraciones estensas, irregulares, de bordes igualmente irregulares i tumefactos. El fondo de estas úlceras, formado por el tejido sub- mucoso, se halla tumefacto i da sangre. El edema de las túnicas es considerable i las ulceraciones diftéricas coinciden comunmente con la inflamacion catarral i las úlceras foliculares. La escara puede comprender las tres túnicas i a su caida dar lugar entónces a perfo- raciones, si la inflamacion adhesiva del peritoneo no viene a preve- nirla. En los casos de gangrena, la mucosa toma una coloracion bruna, negrusca o apizarrada. A su alrededor el dérmis está destruido en parte o en sutotalidad. La escara se forma para caer despues en detri- tus blando i negrusco o bien grandes trozos de mucosa esfacelada se desprenden i aparecen en las evacuaciones o quedan flotantes en uno de sus bordes. Esto da lugar a grandes ulceraciones irregulares, a veces circulares, eircunscritas por una areola plomiza, de fondo lí- vido o negro, blanco azulado, si es el tejido celular que lo forma, i pueden llegar hasta la serosa i dar lugar a las perforaciones. Suele encontrarse en estos casos, entre las túnicas musculosa 1 mucosa una verdadera capa de pus que, al desprendimiento de la escara, sale en gran cantidad con las evacuaciones. Mas sea cualquiera su modo de formarse, estas úlceras varian mu- cho en volúmen, estension i profundidad i existen por lo comun desde el recto hasta la cara inferior de la válvula ileo-cecal, cuya cara superior queda intacta (Cornuel i Empis) pero, como hemos visto, pueden estenderse a todo el tubo dijestivo. Si la disentería ha durado ya algunos dias, pueden encontrarse principios de cicatrizacion, principalmente a la parte inferior, cica- triz blanca, rosada, semejante a una serosa, i que segun Barrallier se forma al mismo tiempo por el fondo i por los bordes. Las falsas membranas, admitidas por unos, como Rokitamsky, Niemeyer, etc. 1 negadas por otros, existen realmente en períodos avanzados de la enfermedad i sobre todo en ciertas disenterías que por esto han recibido el nombre de diftéricas 1 de las que última- mente se han presentado algunos casos en Talca, «coincidiendo con una pequeña epidemia de anjina diftérica 1 yo he podido observar 160 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. uno de ellos. Estas neo-membranas se hallan diseminadas en el in- testino grueso, cubriendo a veces las ulceraciones i presentan, segun Barrallier, tres estados: 1. pequeñas películas irregulares, secas i grisaceas; 2.” Mas secas, escamosas, segun Gely, furfuráceas, segun Niemeyer; 3.” Espesas, granulosas i fotantes i dejan a su despren- dimiento ulceraciones mas o ménos estensas, cuya formacion ya he- mos esplicado. Tal es el cuadro mas o méuos completo de las alteraciones que pudiéramos llamar casi constantes de la disentería i que he formado por la lectura de los diversos autores ya citados. Pero existen ade- mas otras lesiones que, si no son tan comunes como las anteriores, que, puede decirse, caracterizan la enfermedad que tratamos, debe- mos, sin embargo, hacer mencion de ellas. Así los "ganglios mesen- téricos pueden encontrarse, primero conjestionados, hipertrofiados, ya duros, grisaceos, ya blandos rojizos; despues pueden estar re- blandecidos 1 aun convertidos en caldo purulento (Copland i Em- pis). El hígado, comunmente hiperemiado, se presenta rojizo i re- blandecida, mas tarde descolorido i mas duro. La vesícula biliar se halla con frecuencia distendida por una bilis espesa i de color oscuro; el bazo atrofiado; los riñones 1 cápsulas suprarenales conjestionados; la vejiga urinaria retraida, principalmente si la enfermedad dura mas de veinte dias i las evacuaciones han sido abundantes i nume- rosas; el peritoneo hiperemiado; el corazon, algo reblandecido, pre- senta sus cavidades derechas llenas de sangre negra, medio coagula- da i coágulos amarillos, fibrinosos. Las alteraciones de la sangre son variables, no existiendo en ellas nada de constante, segun lo demuestran los análisis de Leonard 1 Foley. En los casos graves es posible encontrar los bacterios de que Lebert nos ha hablado (Jacoud). En la disentería crónica, las lesiones son casi las mismas que en la disentería aguda i solo hablaré de algunas particularidades, debi- das mas bien a la caquexia disentérica, que a la disentería misma: tales son los derrames en las cavidades serosas 1 el edema de los maleolos. Algunos agregan las embolias de las venas, principalmen- te las iliacas i mesorraicas, como una lesion especial de la disentería crónica; pero ellas se presentan tambien en la forma aguda i en ám- bas con mucha rareza, por lo cual no habia querido mencionarlas. Mas comunes son todavía las retracciones 1 distenciones intestinales que, si se presentan simultáneamente, dan al intestino la forma de un rosario i son oríjen de funestas consecuencias, de que hablaremos mas adelante. : ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO Dx 1879, 161 SinromaAs.—Comunmente la disenteria estalla bruscamente, El organismo, como espantado del poderoso enemigo que lo ataca, aban- dona el campo sin resistencia i se entrega a discrecion. Mas no siempre es así. A veces sostiene una lucha desesperada contra su te- rrible inyasor, lucha que se deja ver esteriormente por signos bien manifiestos. Estos son ya una cardialjía mas o ménos violenta, acompañada de embarazo gástrico leve o intenso; ya son calofrios mas o ménos fuertes i prolongados, seguidos de fiebre 1 un dolor vi- yo o sordo a la rejion dorsal, cefalaljia lijera o intensa i malestar jeneral. A menudo el gusto se hace amargo i el aliento fétido; apa- recen náuseas; la lengua se carga de un barniz grisáceo o amarillen- to; dolores vagos e irregulares se sienten al abdómen; por lo jeneral se presenta la diarrea, a veces la constipacion, otras ámbas alternan entre sí. La cara se altera; un abatimiento profundo se marca en el rostro del futuro enfermo: sus facciones denotan la postracion; un tinte pálido, terroso, cubre su semblante, especialmente la nariz; sus ojos, como hundidos en sus órbitas, pierden su vivacidad i su brillo i se rodean de un círculo azulado; un insomnio pertinaz se muestra a veces, otras, por el contrario, es una somnolencia profunda. Dolo- res cólicos, remitentes o contínuos que se exasperan por la noche i se aumentan por la presion, se dejan sentir principalmente en la fosa ilíaca izquierda i las evacuaciones son por lo jeneral poco abundan- tes. Todo este cortejo de síntomas, preludio a veces de la disente- ria, ya existan todos simultáneamente, ya solo algunos de ellos, pue- den durar desde aleunas horas hasta dos o tres dias. Combatidos debidamente, todo puede pasar, o bien siguen adelante en su marcha invasora i la enfermedad se confirma. Tres son los síntomas con que los autores caracterizan la disente- ria: los cólicos, el tenesmo i las evacuaciones. A estos agregan algu- nos, como Jacoud, un estado jeneral grave. Estudiemos cada uno de estos síntomas aisladamente, sigamos la marcha de cada uno de ellos 1 habremos hecho el cuadro mas o ménos exacto del curso se- guido por el proceso mórbido que estudiamos. Cólicos 1 tenesmo. — Los cólicos, tormina intestinorum de los antiguos, son dolores cuyo sitio de partida se encuentra en la fosa ilíaca izquierda, al nivel de las ilíaca, i a veces en el hipogastrio. De aquí se irradian a las partes superiores del cólon i redoblando su violencia, descienden hasta el recto. Son intermitentes o remitentes 7 aparecen, o agravan su violencia, precedidos de borborigmos, cada vez que hai necesidad de defecar, o por la injestion de alimentos o remedios. Mas o ménos intensos, comunmente en relacion con la A. DE LA U. 21 162 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, gravedad de la enfermedad, como los dolores vagos abdominales que a yeces los preceden, se aumentan por la noche i se exasperan por la presion. Las evacuaciones no los calman: apénas disminuyen su violencia. A veces sufren una remision mui notable que puede hacer pensar en una mejoria i aun desaparecen por completo, per= sistiendo en el mismo grado los demas síntomas de la enfermedad: esto puede tener lugar en la adinamia profunda o en la gangrena intestinal i será por consiguiente un síntoma de mal carácter que de- be llamar la atencion del práctico esperimentado. A estos dolores acompaña un peso molesto a la pelvis, especial- mente al periné, con la sensacion de un cuerpo estraño que ocupase la estremidad inferior del recto. (Jacoud). Esta falsa sensacion, de- bida probablemente a la irritacion intestinal, obliga al enfermo a sentarse a cada instante a la escupidera, halagado siempre con la es- peranza de arrojar gran cantidad de materias fecales que lo alivien de los tormentos que sufre. Í aunque una i otra vez encuentra bur- lados sus deseos i a cada instante mira realizada en sí la fábula del parto de los montes, espulsando solo, despues de horribles dolores, una pequeña cantidad de mucosidades fétidas i sanguinolentas, vuel- ve i vuelve siempre 1 siempre con el mismo resultado. La espulsion de estas mucosidades provoca un intenso dolor al esfinter del ano, conocido con el nombre de tenesmo, vulgarmente pujo, considerado por algunos como contraccion refleja, espasmódica 1 dolorosa del mismo esfinter. Pero, como en los casos graves 1 últi- mos períodos de la enfermedad, vemos este mismo orificio permane- cer abierto i paralizado, lo que da lugar muchas veces a la prosi- dencia del recto, sobre todo en los niños, es mas natural atribuir este dolor a la escoriacion de la mucosa por la accion irritante de las materias que la atraviesan, i a la irritación dolorosa de los nervios sensitivos que por ella se distribuyen. Í es tanto mas probable esta opinion, cuanto que el mismo tenesmo lo vemos propagarse en cier- tos casos hasta el esfinter vesical, haciendo difícil la mixtion e irra- diarse hasta las paredes abdominales i aun hasta los miembros in- feriores. : El tenesmo, tolerable algunas veces, se hace otras de tal modo in= tenso, que el enfermo se arrolla sobre sí mismo, toma mil actitudes diferentes, una palidez mortal cubre su rostro, úun sudor frio baña todo su cuerpo, 1 agobiado por el dolor, es atacado a veces de con- vulsiones, delirio, lipotimias i hasta de síncope: estos dolores serian para Jacoud la causa primera del abatimiento profundo en que lle- gan a caer estos desgraciados enfermos. Mas no siempre existe el ANALES DE LA UNIVERSIDAD. — MARZO DE 1879. 163 ienesmo 1 suele ser reemplazado por un escozor mas o ménos fuerte a la rajion del ano. No es raro tampoco verle faltar por completo en el trascurso de la enfermedad i, como la cesacion de los cólicos, es un signo de mal augurio. Evacuaciones.—Confirmada la disenteria, las evacuaciones to- iman un aspecto especial i casi característico. Primero, son pastosas O líquidas i aun fecales. Despues se hacen catarrales, mucosas, visco- sas, acuosas o espumosas i luego sarguinolentas. Su espulsion causa grandes molestias al enfermo i se repiten con frecuencia variable. Mas frecuentes durante la noche, tienen lugar diez o doce veces en 24 horas, en los casos benignos. lin los casos graves, el número de estas evacuaciones aumenta estraordinariamente. He visto casos en que tenian lugar 50 i.mas veces durante el dia. Zimmerman asegura haber contado hasta 200 en algunas horas i pueden lle- gar a ser incontables. Su cantidad es igualmente variable. Comun- mente los enfermos no arrojan en cada deposicion sino una pequeña porcion de mucosidades viscosas i sanguinolentas, semejantes a los esputos pneumónicos de primer grado. Otras veces es una cantidad enorme de una serosidad rojiza de la que Zimmerman ha contado hasta 40 cuartillos en uno de sus enfermos, i Degner, habiando de otro, se espresa asi: «bolum fere corpus in liguidum vertebatur et per intestina expurgabatur». Su naturaleza cambia igualmente con el curso i gravedad del padecimiento. Jin los primeros dias son por lo comun mucosas, trasparentes, blanquizcas 1 viscosas, nadando en una serosidad poco abundante. Poco despues se hacen sanguinolen- tas i la sangre puede estar en estrias, en coágulos o mezclada ínti- mamente; a veces sangre pura. Por la decantacion se dividen en varias capas: 1% muco-serosa; 2% mucosidades mas o ménos teñidas de sangre; i 32 una capa mas espesa, a veces de sangre pura, de co- lor café o heces de vino. Pocas veces contienen bílis, si no es transi- toriamente i en pequeña cantidad (Barrallier). Su olor es sw géneris, nauseabundo, que bien pudiéramos llamar olor disentérico. Su color, comunmente rosa o rojo oscuro, cambia mucho, pudiendo ser ama- rillo-verdoso, verde de yerbas, rojizo, bruno rojizo, a veces sangre pura. En los casos lijeros es frecuente encontrar por el lavado restos de alimentos sin dijerir 1 trozos de epitelio desprendidos. En los casos graves, se encuentran ademas pseudo-membranas, como granos de arroz, grumos ovales, brunos, negruscos, de materias fecales en- durecidas, scibales, 1 pus. ste puede tener cuatro oríjenes, pro- viniendo ya de la secrecion mucosa, ya de las úlceras, de los ab= eesos sub-mucosos o de la gangrena. A veces hallamos tambien: 164 MEMORIAS OIENTÍFICAS ] LITERARIAS, moco vítreo i pequeñas masas esféricas, como grumos de sagú, que indican la alteracion de las glándulas intestinales (Jacoud). En ca- sos mas graves todavía, las evacuaciones se hacen sernsas, rojas, como jalea de grosellas, en la que nadan trozos membranosos, cilín- dricos o membranas intestinales. Si la gangrena invade los intesti- nos, las evacuaciones son líquidas, involuntarias, horriblemente fé- tidas, como carne macerada, conteniendo fragmentos de esfacelo, partes de mucosa, fáciles de conocer por su disposicion fibrosa i to- man un color moreno o negro que no debemos confundir con la coloracion que da el subnitrato de bismuto, muchas yeces adminis- trado contra esta enfermedad. A veces la sangre pucde faltar 1 for- ma la disenteria blanca, en oposicion a la cruenta o de Morgagni. Si la enfermedad termina por la curacion, las cámaras se hacen sucesivamente ménos frecuentes, mucosas, serosas, sero-biliosas, fe- culentas, se espesan poco a poco i al fin se fecalizan. La presencia del pus en las evacuaciones indica siempre un esta- do grave. Estado jeneral.—Llamados a ver un enfermo de disenteria, ve- mos el abatimiento i la demacracion pintados en su semblante: están alteradas sus facciones, sus ojos hundidos, sin brillo i sin es- presion, su voz débil i cascada, que parece salir cansadamente de su pecho; su piel plomiza, terrosa lívida i cianozada, especialmente en - sus piés i manos; su rostro rizado, de aspecto cenil i, cuando la muerte se acerca, su cara se hace hipocrática. En los primeros dias ocupa el decúbito dorsal; despues toma la posicion lateral 1 en la proximidad de la agonía, agotado ya su último resto de enerjía, se arrolla sobre sí mismo, doblando los brazos sobre el pecho i acer- cando a ellos su cabeza, encoje las piernas contra los muslos 1 éstos contra el vientre i cubre su cuerpo helado con las coberturas de su lecho. Apirética en los casos lijeros, la disenteria presenta en casos mas graves una reaccion febril bien manifiesta, intermitente o remitente, que se exaspera por la tarde. El pulso, mas lijero en su principio, bien pronto se hace mas lento, débil i fugaz, lo que dependeria, se- gun Monneret, de la naturaleza misma de la enfermedad que, «ata- cando rápidamente el dinamismo vital, tiende a paralizar el corazon ia apagar el calor». Si las evacuaciones son abundantes, el pulso baja de la normal; pero en los casos graves puede ser tambien pe- queño, desigual, filiforme, lijero i hasta incontable, e intermitente, segun algunos, por espasmo del corazon. Sufre una aceleracion mui notable en los paroxismos de tenesmo i tiene por carácter especial la aceleracion nocturna. AS ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879. 165 La temperatura de la piel, conservada en los primeros. dias, se eleya un poco despues, sobre todo en la rejion abdominal, i se pone seca 1 terrosa. Si las evacuaciones son abundantes, ésta se enfria 1 se cubre de un sudor viscoso helado. Su respiracion es lenta, en espe- cial despues de las grandes evacuaciones, su voz apagada, su pala- bra difícil, se hace incomprensible en los, últimos períodos de la en- fermedad. «La voz débil i temblona, cuando las evacuaciones abun- dan, indica comunmente la gangrena o una complicacion maligna.» Pocas enfermedades traen un agotamiento mas rápido que la di- senteria. Estenuado el enfermo por pérdidas constantes, agobiado por los sufrimientos i dolores, cae prontamente en la demacracion mas profunda. No es raro observar síntomas de exitacion nerviosa, como los vómitos, las convulsiones, el delirio, | en la forma atáxica, el hipo, comun en los bebedores, signo de la gangrena, segun Zimmerman, i mas propiamente el centinela avanzado de la muer- te. A esta corta exitacion, sigue mui pronto un abatimiento profun- do i el desgraciado enfermo es atacado de lípotimias, síncopes 1 has- ta el coma; i segun la enérjica espresion de un autor, él fué llamado para asistir a la curacion de un cadáver. El moribundo permanece hundido en su cama, sin movimiento, sin espresion 1 casi sin vida, bañado su cuerpo en el líquido horriblemente fétido que corre por su ano abierto i paralizado. A estos síntomas podriamos unir otros todavia, mas bien depen- dientes de sus complicaciones que de la enfermedad en sí i que cada cual puede apreciar por sí mismo. Entre estos, los mas comunes son los vómitos, que ya hemos mencionado, 1 que, a juicio de Jacoud, se- rian un simple fenómeno reflejo cuando vienen sin náuseas i las ma- terias vomitadas son un líquido incoloro o lijeramente blanquizco; miéntras que serian el signo de un catarro gástrico o gastro-duode- nal si son frecuentes, acompañados de cardialjias i vomituraciones, 1 las materias son espesas, francamente biliosas i producen alivio con su espulsion. Todavia podria agregarse otros síntomas que dependen de ciertos estados especiales que suelen acompañar a la disenteria i que me bastará nombrar para que cada cual pueda suponer lo fenómenos que los siguen. Estos son la ataxia, la adinamia, el estado tifoideo + la aljidez. De cada uno de ellos han querido ciertos autores hacer una forma especial de disenteria, siendo que en realidad no son mas que grados diversos de una misma i sola entidad mórbida. Todo no dependeria, segun Jacoud 1 otros tratadistas, si nó del grado de la lesion intestinal; «reaccion franea en la inflamacion intestinal con 166 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. úlceras superficiales; postracion i accidentes nerviosos en la ulcera» cion profunda que trae la adinamia i la septicemia por reabsorcion de los productos pútridos. DISENTERIA CRÓNICA.—Sigue por lo comun a la forma aguda, motivada, con mucha frecuencia, por desarreglos en el réjimen du— rante el período de declinacion de la enfermedad. Despues de 150 20 dias, a veces mas, todos los síntomas disminuyen de intensidad, el apetito perdido, vuelve por lo jeneral o bien se hace devorador hasta el punto que el enfermo con nada se satisface 1 puede llegar hasta la pica o la bulimia. Las evacuaciones son mas abundantes i ménos frecuentes, aunque imperiosas 1 hasta involuntarias; la canti- dad de sangre disminuye i hasta desaparece, í las cámaras toman un olor pesado, fétido, nauseabundo i un color que varia entre el blan- co, verdoso, grisáceo o sanguinolento i tienen una consistencia que puede ser acuosa, serosa, muco-purulenta, fecales 1 a veces compues- ta casi únicamente de pus. A pesar del apetito devorador del enfer— mo, la demacracion sigue su curso i éste se ye obligado a permane- cer en cama. Sus ojos hundidos i sin brillo, su voz apagada i casca- da, su piel seca i rizada, su abdómen aplanado 1 retraido, derrames no raros a las diversas cavidades serosas o bien edema de los maléo- los, la fiebre escasa, su pulso pequeño i fujitivo que varia entre 50 i 76 1 que se acelera por la tarde, denotarán en él la postracion pro- funda, la caquexia disentérica, de la cual difícilmente ha de volver. PRowNósTICO, DURACION 1 TERMINACION.—El pronóstico de la disenteria debe siempre ser reservado. Su marcha es tan insidiosa i tan rápida que, una forma, al parecer de las mas benignas, puede de un momento a otro tomar una gravedad tal que arrebate al enfermo, burlando las esperanzas de la familia i comprometiendo la reputa- cion del médico. Mas por lo jeneral es favorable en los casos lijeros de la disenteria esporádica i grave en los de endemia i epidemia en que la disenteria suele ser la mas mortífera de las enfermedades. Un escritor de principios del siglo, dice yue la disenteria habia hecho mayores desvastaciones que los cafiones del imperio. Su duracion depende de la gravedad del mal i del tratamiento empleado. Terminando por lo jeneral durante el primer septenario en los casos lijeros, puede durar dos i tres en los mas graves 1 hasta muchos años cuando la enfermedad se háce crónica. Con una marcha progresiva 1 ascendente, con remisiones o inter- misiones mas o ménos marcadas, la disenteria puede terminar por la curacion, el paso al estado crónico o por la: muerte. Esta tiene lu- gar, o por los progresos mismos del mal, o por alguna de sus compli» o ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DE 1879. 167 caciones, hemorrájias, perforaciones intestinales, hepatitis, embolas, etc. : CoNseECUENCcIAS.—Muchas son las consecuencias que la disente- ria, una vez curada, puede dejar tras de sí; pero no creo deba ocu- parme de ellas detenidamente. Me bastará mencionar, como mas - comunes, la atonía dijestiva, las dispepsias de todo jénero, las enfer- medades del hígado 2 la predisposicion bien marcada para contraer toda clase de afecciones intestinales 1 sobre todo un nuevo ataque de la misma disenteria. Pero debo llamar la atencion, talvez como la mas grave de todas, a las consecuencias a que pueden dar oríjen las úlceras del intestino. La mucosa intestinal, una vez destruida, no se rejenera jamás 1 sus ulceraciones son ocupadas por tejido conjuntivo cicatricial que, como todos los de su especie, sufre mas tarde la re- traccion. Estas retracciones cicatriciales, cuando las úlceras eran al- go estensas, forman la verdadera espada de Damocles suspendida sobre la cabeza del enfermo ya curado. Ellas dan lugar a estrecheces intestinales, oríjen de cólicos intensos que atormentan sin cesar al paciente que ademas está espuesto a perecer de un momento a otro, ya por una perforacion debida a la ruptura de una de estas cicatri- ees, ya por invajinamientos determinados por las estrecheces a que ellas mismas dan lugar. DiaenósricO.—Es inútil entrar a hacer el diagnóstico diferencial entre esta enfermedad 1 otras que se le parecen, como el cólera, los envenenamientos por las sales de cobre, el catarro i la hemorrajia in- testinal, etc. Aunque, como. hemos visto, no tiene en verdad un síntoma patonogmómico que la caracterise, sin embargo, basta leer su sintomatolojía, basta haber visto un solo enfermo de disenteria, para que no se la desconozca jamás donde quiera que se presente i sea cual fuere la forma que revista. Por lo demas, en caso de duda, los antecedentes 1 un exámen detenido del enfermo bastarán a disi- parla. TRATAMIENTO. Querer hacer la enumeracion completa 1 metódica de los infinitos medicamentos empleados contra esta enfermedad, seria hacer la his- toria de la medicina entera, entrar al análisis de los diversos siste- mas que han reinado en terapéutica como en patolojía. Conocida, desde los tiempos mas remotos, curada ya por el inmortal Viejo de Cos, ha seguido en su tratamiento la marcha progresiva de las cien- eias médicas i la ha acompañado en las diversas faces porque ha pa- sado. Casi no hai un ajente medicamentoso que no haya sido em-- 168 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. pleado 1 todos ellos tienen sus ardientes defensores, como sus tenaces detractores i todos cuentan con mayor o menor número de felices re- sultados. Desde los tónicos analépticos hasta los antiflojísticos de plesivos, desde los exitantes hasta los estupefacientes, toda la tera- péutica ha sido recorrida, buscando en todas partes el ajente especí- fico que oponer a este elemento poderoso de destruccion, sin que hasta ahora, como es natural, haya podido encontrarse ninguno. 1 esta variedad, este lujo brillante de tratamientos tiene su lugar de ser. El Ea nosolójico de la disenteria, como ya hemos visto, es tan complejo i tan variado, que no hai un grupo de ajentes terapén- ticos que no cuente entre sus propiedades fisiolójicas una sola si- quiera que no pueda oponerse a uno o mas síntomas de tan cruel padecimiento. De aquí resulta un caos profundo, bien difícil-de des- cifrar, al hacer el estudio i la enumeracion metódica de tantas i tan variadas medicaciones, Por esto, al hacer la enumeracion concisa de estos remedios, sacados en su mayor parte de la “grande obra de Frank i del interesante artículo de Barrallier, seguiré el órden 1 la division adoptada por este último, que tiene la ventaja de unir el método a la claridad. Este distinguido escritor divide el tratamiento de la disenteria en profiláctico ¿ curativo. ste lo subdivide a su turno en medios farma- céuticos e hijénicos. Los medios farmacéuticos los divide en cinco grupos. 1. Medicamentos empleados contra el estado infamatorio: antiflojisticos directos o indirectos. 2.2 Destinados a moderar el flujo intestinal i a calmar los dolores: astrinjentes, sedativos, revulsivos cutáneos. 3.” Modificadores del estado jeneral i de las secreciones intestinales: evacuantes, nitrato de plata, ete. 4." Medios tópicos sobre la superficie intestinal: internos: absorventes, obturantes: esternos: inyecciones intestinales. 5.” Medios destinados a levantar las fuerzas i a reconstituir las funciones asimiladoras i tónicos (Barrallier de Tours). Adoptaré, pues, de lleno esta division, i conforme a ella haré la rápida enumeracion de los medicamentos que mayor prestijio han gozado, reservándome para trátar despues aisladameute de todo lo: concerniente a la ipecacuana, 1 en especial a lo que toca al método de las Indias inglesas, que bien pudiéramos llamar de la ipecacuana por la via seca, en altas dósis. ANTIFLOJÍSTICOS.—La sangría, Ponder ada por Sydenham i Stoll, abandonada mas tarde i restrinjida despues a la disenteria inflama toria de los paises templados, debe proseribirse por completo en e] tratamiento de una enfermedad que tiene por carácter especial el ANALES LE LA UNIVERSIDAD.—MARZO D£ 1879. 169 empobrecimiento i la adinamia i cuya duracion no podemos preci- sar: se empleaba la sangría del brazo 1 las ventosas escarificadas al vientre. JEmolientes.—Entre ellos son de uso corriente las cataplasmas al vientre, las decocciones mucilajinosas solas o con alcanfor i láu- dano, la decoccion blanca de Sydenham, los baños de asiento mez- clados con un litro de vinagre (Segond i Delioux de Savignac) una pocion compuesta de agua azucarada, un litro, claras de huevo, 4 a 6, agregando láudano, en caso de vómitos. Esta misma pocion erm- pleaba ya Mondier en lavativas hácia el año 1830. Todos estos me- dicamentos pueden ser útiles, principalmente en las disenterias es- porádicas, mas bien como ayudantes de otros tratamientos, prestando asi buenos servicios, que como verdaderos medios curativos. Astrinjentes. —Rechazados ya por Hipócrates, en nuestros dias solo se aceptan en la disenteria crónica 1 son mirados como perjudi- ciales en la forma aguda. Segun Barrallier deben preferirse siempre los astrinjentes sacados del reino vejetal; entre los cuales son dignos de mencion el cauchú, catecú, el palo de campeche, la ratania, el granado, el colombo, la jenciana, la simarruba, etc. Conocida es su accion sobre los diversos tejidos del organismo i obrarán, por con- siguiente, disminuyendo las secreciones intestinales i dando tonici- dad a las fibras del intestino, pero sin que su accion pase mas allá. Se agregan a estos la cera amarilla derretida en leche (Mondiere), el alumbre, el acetato de plomo, el percloruro de fierro, que obra al mismo tiempo como astrinjente i reconstituyente Pes útil en la com- plicacion hemorrájica. Stoll da una accion especial a la raiz de árni- ca, a la dósis de 2 a 10 gramos en los casos de putridez i Hufeland le reconoce, ademas de su accion astrinjente, otra accion especial sobre la parte inferior de la médula. Sedativos.—A la cabeza de todos es necesario colocar el ópio, cuyo empleo cree Sydenham indicado al fin de la disentería epidé- mica 1 principios de la esporádica. Modera; los dolores i el tenesmo, disminuye la secrecion intestinal i activa las funciones de la piel. Pero no debemos abusar de su empleo, no olvidando jamas la accion narcótica, hipostenizante del remedio i la tendencia adinámica de la enfermedad que, segun Monneret, este medicamento aumentaria, Por otra parte, algunos autores lo acusan de producir, con su uso inmoderado, enteritis o apoplejias 1 esto bastará para hacernos pru- «lentes en su administracion. La preparacion empleada es mui varia- ble. Unos prefieren el polvo en infusion oleosa o gomosa, otros el láudano, particularmente el de Sydenham, otros el estracto, el jara- 170 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. be, el elíxir paregórico, los polvos de Dower i por último sus alca- loides, morfina, codeina i narceina, que tienen la ventaja de dosifi- carse mejor. Como el ópio obra tambien disminuyendo la secrecion hepática i del intestino delgado, Joung, para obviar este inconve- niente, le unia al principio al cálomel i luego a la ipecacuana i píl- doras azules, mezcla que, segun Barrallier, debe desecharse por exis- tir cierto antagonismo entre sus componentes, cuya benéfica accion se destruyen mútuamente. Sin embargo, las preparaciones opiadas son un calmante útil i que unidas a los tónicos i a los astrinjentes puede prestar al práctico grandes servicios en la disenteria crónica, Estupefacientes. — Figura en primera línea la belladona por su accion sobre los vaso-motores, sobre la contractilidad muscular de las víseras i sobre la médula espinal. Segun G. Ste, disminuye rápidamente la sensibilidad i la actividad medular i modifica feliz- mente la disenteria. Sin embargo, no tiene accion alguna sobre las secreciones intestinales i solo puede servir como ayudante de otros medicamentos. Su empleo principal es al esterior. Leclere de Tours colocaba emplastos de estracto de belladona, sobre la rejion pubiana para disminuir el tenesmo i los dolores, pues daba a la di- senteria el carácter de afeccion reumática. Igual empleo i accion concedia al datura stramonium i a las hojas de tabaco, a las cuales unia el calomel, a dosis refractas, i en el período de declinacion lo reemplazaba por píldoras de un centígramo de nitrato de plata 1 opio, dos veces al dia. Barrallier emplea una pomada de 15 gramos de estracto de belladona por 30 de manteca 1 hace con ellas friccio- nes al vientre dos veces al dia i segun él tendria la ventaja de ali- viar el dolor. Fresnay-sur-Sarthe usa las fomentaciones o la decoc- cion concentrada de hojas de papa (solanum tuberosum) unidas a otros medios curativos. Ein la variedad inflamatoria, se ha echado mano igualmente del acónito por su accion antifebril i porque, se- gun Marhot, relaja los movimientos del corazon, disminuye el cali- bre de los vasos i suprime la exhalacion sanguínea, siendo ésta por lo demas su única accion (Barrallier). Por estas mismas razones, Gervis ha propuesto el cornezuelo de centeno. Los ingleses prescri- ben el cloroformo contra los dolores i el tenesmo; pero Morchead,. que le reconoce esta misma accion, dice que su empleo produce una irritacion gástrica i por lo tanto, «no debe emplearse mas que cuan- do el tenesmo u otros síntomas de espasmo de la fibra muscular del intestino son mui intensos.» Tiene ademas el grave inconveniente de bajar la calorificacion 1 aumentar la fiebre. Otros recomien— dan los baños tibios que indudablemente prestan alguna utilidad, ANALES DE LA 'UNIVERSIDAD.— MARZO DE 1879. 171 jempre que se usen con las precauciones que mas adelante indica- remos. Agregaremos todavia el alcanfor, el almizcle, el eter sulfúri- co, ete. Todos estos medicamentos gozan de una accion sedante bien conocida i pueden contrarrestar útilmente ciertos síntomas, pero sin detener por esto el curso de la enfermedad: por lo tanto solo deben usarse como ausiliares mas o ménos poderosos. Revulsivos cutáneos.—Zimmerman les da "gran importancia en los casos de malignidad i para disminuir los dolores, i aun les concede hasta una accion curativa. Con todo, segun Barrallier, tie- nen el grave defecto de producir erisipelas en cambio de una accion meramente pasajera. Se ha empleado el amoniaco puro, las cantári- das, el tártaro estibiado, cataplasmas sinapisadas, baños de vapores alcohólicos (Delioux de $.), el ungútento mercurial con opio, las fo- mentaciones de coloquíntida i asclepiádea jigante, etc. Todos estos medios pueden prestar servicios, como derivativos, en la disenteria crónica. Modificadores de las secreciones 1 funciones intestinales. — Al— tamente ponderados por Zimmerman, cayeron despues en desu— so para levantarse mas tarde bajo el influjo de la prestijiosa pala- bra de Bretoneau. Entre estos deberia figurar la ipecacuanha, como el medicamento por exelencia contra la disenteria; pero como ya he dicho ántes, me reservo para ocuparme de ella detenidamente al fi- nal de mi trabajo. Vienen en seguida los purgantes, a los que pres- tó su apoyo el ilustre Sydenbam, sostenidos mas tarde por Bre— toneau. Trousseau, discípulo de este último, esplica la accion cura- tiva de los purgantes por una accion irritante sostitutiva, segun la cual la irritacion mórbida seria reemplazada por una irritacion tera- péutica, teoría que creo perfectamente refutada por Rabiteau. Segun Barrallier, evacuan las materias alteradas, modifican los actos intes- tinales, vuelven a su estado normal la contractilidad intestinal perver- tida, facilitan 1 aumentan la secrecion biliar i del intestino delgado 1 hacen las evacuaciones diarreicas. A estas bellas propiedades debemos agregar todavia la accion anexosmótica, demostrada por los esperi- mentos de Rabiteau, todo lo que hace de los purgantes uno de los remedios mas útiles entre los-que se han empleado contra esta cruel dolencia. Se usa el ricino, el ruibarbo, el maná, el sen, el ta- marindo, la crema de tártaro, la sal de Sedlitz, la de Seignette, a la dosis de 10 a 15 gramos en 100 gramos de agua para tomar en dos porciones i continuada por seis a ocho dias, las sales neutras, ete. Pero entre todos ellos el mas importante es el calomel que puede prescribirse como simple purgativo a la dósis de 2a 4 gramos o co- 172 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. mo alterante ya por el método de D'Amiel ya por el de Law. Segun -Morchead, el calomel tiene por objeto regularizar la secrecion hepá- tica i del intestino delgado, saltando el intestino grueso irritado, i le asocia al opio. Si tarda en obrar, debe renunciarse a su empleo por razones mul fáciles de comprender. Es sobre todo útil en los casos de eretismo inflamatorio, cuando las evacuaciones son sanguinolen- tas i la disenteria presenta un notable estado de gravedad. Obra aquí como purgativo i sedativo 1 su accion enérjica sobre el hígado hiperemiado. Se une a veces a otros medicamentos de los cuales el mas notable son las píldoras de Segond, mui recomendadas por al- gunos de nuestros doctores, principalmente en la disenteria hemo- rrájica; pero son todavia mas útiles, como todos los preparados de calomel, en el segundo período i estado crónico del padecimiento. Algunos escritores notables creen el calomel mas útil en los niños que en el adulto i mas principalmente en las disenterias biliosa, ún- Aamatoria 1 verminosa. El nitrato de plata, usado interiormente, bajo la forma pllular, obraria como depresivo del sistema nervioso, moderaria el dolor i, tópicamente modificaria las secreciones intestinales, restableceria el curso de la bílis 1 disminuiria las evacuaciones. Caradec dá píldoras de miga de pan con uno o tres centígramos de nitrato de plata; Empis 40 centígramos en cuatro píldoras, una cada cuatro horas; Bariallier 10 centígramos en cuatro píldoras. No parece errada la objecion que algunos autores hacen al uso interno del nitrato arjén-= tino. Objetan que su accion tópica no puede parar mas allá del es- tómago, en donde el nitrato seria descompuesto por los cloruros, siempre contenidos en el jugo estomacal. En este grupo de medicamentos, podemos agregar todavia el hi- dro-clorato de cal, el ácido cítrico, el bálsamo de copaiba, i del Pe- rú, etc. Iedios tóvicos.—Internos.—Tienen por objeto disminuir o su- primir las evacuaciones, absorber los gases i obrar como desinfectan- tes. Pero tienen el inconveniente de que, siendo insolubles, espesan las evacuaciones, hacen mas difícil 1 dolorosa su espulsion i pueden dar oríjen a concreciones duras que se estacionan en los repliegues del intestino 1 hacen las veces de un cuerpo estraño. Se emplea el fosfato de cal, la creta preparada, que neutralizan los ácidos i son útiles para los niños, el carbon vejetal, el sub-nitrato de bismuto, del que Monneret se espresa así: «No conocemos otro ajente terapéutico que pueda comparársele: modera los dolores i el estado flegmásico, fa- vorece la renovacion de las pérdidas de sustancia, ¿ para concluir de ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —MARZO DE 1879. 173 una vez, no hai un medicamento mas eficaz en el tratamiento de la disenteria crónica». Ademas obra tambien como desinfectante, unién- dose al ácido sulfhídrico, causa principal de los cólicos, segun algu- nos, i da un color negro a las evacuaciones por la formacion de súl- furo de bismuto. Segun -Brassac favorece la reparacion de las úlco- ras, absorbe los gases fétidos i hace fácil la alimentacion desde los primeros dias. Es, pues, un medicamento que siempre debemos tener presente al hacer nuestras prescripciones a un atacado de desinteria. Eisternos. — Inyecciones intestinales.—CUasi no habrá un médico que no emplee los enemas como ayudantes mui útiles en la curacion de esta enfermedad. Desgraciadamente su aplicacion produce a veces agudos dolores i suelen ser difícilmente toleradas, sobre todo en la forma crónica. Se ha puesto en uso una variedad inmensa de ellas. Pueden ser emolientes, sedativas, astrinjentes, tónicas 1 desinfectantes. Entre todas las mas comunes son: de agua o cocimiento de linaza, de malvas, de arroz, la albúmina, de hasta de ciervo raspada, de sauce, de raiz de sajitaria, de cloroformo, ácido carbónico que, segun algunos, no solo es anestérico sino curativo de las úlceras de mal carácter, cocimiento de amapolas, la triaca, el láudano. Ultimamente hemos visto, al doctor David Salamanca, aplicar lavativas de un eramo de polvos de Dower, dando por resultado inmediato la dismi- nucion de los cólicos i el tenesmo, una diaforesis abundante i un bienestar agradable que llevó al enfermo a un sueño tranquilo i re- parador. Se emplea ademas la raiz o estracto de ratania, el cauchá la corteza de encina, las hojas de fresno, lo camomilla, el rábano comun, el yino rojo, el carbon de madera, i los enemas clorados, en la gangrena, el acetato de plomo, mui recomendado por nuestros doctores, sulfato de zinc, el alumbre i el nitrato de plata. Delioux de Savignac mezcla el nitrato de plata a la albúmina i al cloruro de sodio, sacando un compuesto indeterminado que Duclos lo cree has- ta abortivo de la enfermedad i Gestin lo emplea a la dosis de 50 centígramos a un gramo. Al decir de estos autores, esta sustancia haria desaparecer la sangre, restableceria el curso de la bilis, desa- parecerian los cólicos 1 favoreceria la reaccion, si hubiese tendencia a la aljidez. Delioux preconiza el yodo interiormente como en ene- mas, despues de vaciar el intesting por una inyeccion emoliente i segun él favorece la cicatrizacion, modifica la purulencia de las eva- cuaciones, suprime su fetidez i las hace prontamente diarreicas. Ber- therand emplea el agua ferrujinosa de Cedres con la cual habria bastado una sola lavativa para suprimir las evacuaciones 1 traer la curacion. Algunos han usado el aceite con leche, el jugo de carne, 174 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. el vinagre con láudano, el bálsamo de azufre, el suero con triaca, el aceite de trementina, etc. Ni siquiera debo mencionar las grandes inyecciones de agua caliente de Harris que han dado mas muertes que curaciones. Tónicos ¿ reconstituyentes. — Entre este grupo de medicamen- tos, preconizado por muchos contra la desinteria, son mas útiles en el período de declinacion de la enfermedad. Se emplean la quinina, el vino de quina, el colombo, la jenciana, la simarruba, la nuez yó- mica, con la cual debemos temer las perforaciones, los ferrujinosos, entre los cuales Delioux prefiere el sub-carbonato i Maclean el per- nitrato, 1 las aguas minerales, entre las que son entre nosotros dig- nas de recomendacion, las de Panimávida, al oriente de Talca. En la disentería crónica i convalescencia prestan todos estos medicamen- tos mui útiles servicios unidos a los astrinjentes i exitantes, vino rojo, canela, aniz, etc. PROFILAXIA E HIJIENE.—La profilaxia se desprende natural- mente de la eteolojía i seria inútil tratar de ella separadamente: bas- ta evitar las causas para prevenir el efecto. En cuanto a la hijiene, deben recomendarse todos «aquellos ali- mentos cuya dijestion se hace en las primeras vias del intestino, ta= les como la carne, el pescado, la clara de huevos, las pastas de glu- ten i sobre todos la carne cruda, bajo la forma de «conserva de da- masco» o cualquiera otra. Meran afirma que la carne cruda tiene la propiedad de quitar los dolores intestinales, a mas de su fácil dijestion 1 asimilacion, 1 reser= va su empleo a los últimos períodos de la enfermedad, a la conva- lescencia i al estado crónico. A estas prescripciones agregaremos con ventajas sobre cualquiera otra alimentacion durante los primero dias, las sopas de arroz, miga de pan, tapioca, arrow-root, etc., dada en cortas cantidades 1 repetidas varias veces al dia. Como bebidas se recomendarán la decoccion blanca de Syden- ham, el agua albuminosa, que apagan la sed a veces intolerable pa- ra el enfermo, i son al mismo tiempo alimentos de restauracion. En la convalescencia prestan útiles servicios el café, el vino aguado, el vino de simarruba, anchos cinturones de franela al vientre, baños de vapores alcohólicos, aseo esmerado, ejercicio e insolacion modera- dos 1 en los casos rebeldes, el cambio de temperamento que por sí “solo puede ser un buen medio curativo. En LA DISENTERIA CRÓNICA, tomaremos recurso de los tónicos reconstituyentes, el sub-nitrato de bismuto, la nuez vómica, el ni- trato de plata, principalmente en lavativas 1 varios otros que tam= ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—MARZO DE 1879. 175 bien ya hemos enumerado al hacer la relacion de los tratamientos. Ciertas complicaciones de la disenteria pueden llegar a entorpecer su marcha i distraer la atencion del médico: conviene, pues, conocer el mejor medio de combatirlas ventajosamente. Así la adinamia de- be ser combatida con los tónicos 1 los exitantes; la ataxia con el al- mizcle, el alcanfor, etc., unidos a los tónicos; la aljidez con el té alcoholizado, el éter, la canela, el elíxir viseral de Hoffman; la he- morrajia con el agua de Rabel, la ratania, el cornezuelo de centeno, el percloruro de fierro, lavativas frias con alumbre o acetato de plo- mo, el láudano, etc.; la estranguria con la emulsion de cañamones i las almendras con polvos de licopodio (Hauff), el hipo rebelde con los vejigatorios i emplastos aromáticos al epigastrio, el almizcle, el éter sulfúrico, etc. Frank pone en sus notas una fórmula de Lug contra la disenteria maligna 1 que me hago un deber de copiar: R. CEM A RE! COn itorecio odon Ea 311 Azúcar blanca......... OS e 3ii (1) do a o ISS asia Os Ae Para hacer un electuario que se toma por cucharadas cada media hora. Réstanos ahora hablar solo del medicamento jefe que domina casi por completo la terapéutica de la disenteria, tal es la ipecacuanha. Todos los médicos están conformes en su eficacia incontestable i to- dos a una le conceden de buen grado el nombre de «raiz antidisen- terica» con que tan justamente se ha dado a conocer. Oriunda del Brasil, cuyo suelo ha enriquecido la terapéutica con su variada i exhuberante vejetacion, fué empleada allí durante largo tiempo ántes de figurar en la vieja Europa. 1 el inmenso servicio prestado por Pison i Legras a la humanidad doliente, habria quizas quedado en la oscuridad, si no hubiera venido a levantarlo la avaricia 1 el egois- mo de un hombre, Si Helvesius, llevado de su ambicion, de la sed de oro que le dominaba, no hubiera hecho traicion a su oscuro com- pañero Grenier, la ipecacuanha habria continuado siendo el secreto de que el charlatanismo se valia para llenar sus vacías arcas. Pero Grenier, justamente indignado del mezquino proceder de Helvesius que guardó solo para sí el oro 1 los honores de Luis XIV, divulgó (1) El signo 3 significa onza, i 3i una onza etc. 176 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. el secreto que éste esplotaba, ila ipecacuanha pasó a ocupar el rango que le correspondia al lado de los medicamentos clásicos 1 mas úti- les de la terapéutica. Conocida en el Brasil con los nombres de poaya do mato, poaya do botrioc, la ipecacuanha jeneralmente usada es la raiz del cephaelis apecacuanha, de tres o cuatro pulgadas de largo 1 del grueso de un cañon de pluma, gris, negruzca, con anillos aproximados i separados entre sí por surcos lonjitudinales, de olor irritante i nauseabundo i sabor acre 1 amargo. Está compuesta de materia crasa, cera, emeti- na, estractivo no emético, goma, almidon, parte leñosa ¿ pérdida, sien- do la emetina su principio activo. A. la raiz brasilera o 2peca anela- da pueden agregarse la ¿peca estriada (psicotria emética) del Perú i Nueva Granada; la 2peca ondulada (richardsonia brasilensis) de Veracruz i Rio Janeiro, que aunque gozan de la misma accion, po- seen una actividad menor. Aun agregaremos todavía las falsas ipe- cas, plantas pertenecientes a varias familias: la cuforbia ipecacuanha que pertenece a las euforbiáceas; el eynanchum ipecacuanha de las asclepiadeas; el yonidium 2pecacuanha parviflorum et brevicaule de las violarias 1 el asarum europea de las aristoloquias que, segun Rabiteau, era usado ya por Hipócrates i las vileotas que tambien contienen emetina. Entre los succedáneos de la ipecacuanha, son dienos de mencion el calotropis gigantea de las asclepiadeas, mui recomendado por los in- gleses a las mismas dósis i forma que la ipecacuana; i el ailanthus glandulosa de las terebintháceas ponderado en Estados Unidos como específico de la disenteria. Pero no me ocuparé aquí mas que de la ipeca anelada, la única empleada por nosotros. Hablaré primero de sus diversos modos de administracion, para ocuparme despues de su manera de obrar, 1 dar, si me es posible, como ya he dicho ántes, el por qué fisiolójico de la supremacia que goza el método de las In- dias inglesas o de la ¿pecacuana en alias dósis 1 por la vía seca sobre cualesquiera de los otros conocidos. Pison i Helvesius daban la raiz de ¡peca machacada a la dósis de 4 4 8 gramos en una infusion hecha con 250 a 800 gramos de agua, para tomar en dos o mas porciones"durante el dia: favorecen los vó- mitos con el agua tibia. Al dia siguiente, con la misma ipeca, se prepara una nueva infusion que ya no produce vómitos i ésta mis- ma puede repetirse un tercero dia, volviendo a repetirse el trata- miento hasta la completa curacion: es el método brasilero puro. Delioux de 5. 1 Spielman prefieren usar el polvo como mas activo, cuidando de no prolongar mucho la infusion para no alterar la emeti- Al ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879, 7 na, 1 adicionan un poco de jarabe de ópio para favorecer la toleran- cia. Pringle da 25 centígramos repetidos varias veces durante el dia hasta producir vómitos o evacuaciones diarreicas. Haspel pres- cribe 5 centígramos cada una o dos horas hasta provocar náuseas a la diaforesis. Hyllari preconiza 3 granos cada tres horas hastá producir el efecto purgante. En las salas de clínica empleábamos con mui buen resultado una infusion hecha con uno o dos gramos de raiz de ¡peca contusa en 250 gramos de agua, a la cual agregábamos un poco de láudano i la dábamos a tomar por cucharadas durante el dia. Fordyce receta 10 a 15 granos del polvo de ipecacuanha de una sola vez en una cucharada de espíritu de vino. Balmaine 2 dragmas en 50 gotas de tintara de ópio, 1 Maclean desde 3 hasta 15, 20 1 30 granos, segun la constitucion del enfermo, en una cuchara- da de agua con jarabe de corteza de naranjas que sirve para enmas- carar el gusto, 1 disminuyendo poco a-poco la dósis, va repitiendo el mismo medicamento con 8 horas de intervalo hasta dos o tres dias despues de la completa curacion. | Algunos emplean la ipeca unida 'a obros medicamentos, i de algu- nas de estas mezclas se hacen todavia grandes elojios. Hemos habla- do ya de las píldoras de Segond i solo agregaremos la infusion de ¡pecacuanha unida al subnitrato de bismuto i al jarabe de diacodion: fórmula que he visto producir magníficos efectos en el período de de- clinacion de la disenteria 1 presta servicios aun en la forma cró- hICA. Al hacer el estudio del tratamiento de la disenteria, solo en las magníficas notas de que está sembrada la grande obra de J. Frank he encontrado indicada la ipecacuanha en altas dósis por el método que, pudiéramos llamar de la vía seca, 1 prescrita segun las fórmu- las de Fordyce 1 Balmaine, ya citadas. Pero solo en el interesante artículo de Maclean es donde puede verse este método perfectamen- te descrito i analizado. Por esto, aunque todos, entre nosotros, di- cen conocer a fondo este tratamiento, yo casi podria afirmar lo con- rarlo. S1 no me engañan los datos recojidos a este respecto, de la obra publicada en Lóndres en 1866 por Mr. I. Russell Reynolds, Á sistem of medicine 1 en la cual viene inserto, pájina 106, el artículo Disentery by professor W. E. Maclean, solo dos ejemplares han lle- gado entre nosotros. Uno de ellos forma parte de la hermosa bihlio- teca del Dr. José J. Aguirre quien ha hecho ya traducir una parte deesta obra. El otro pertenece al Dr. Augusto Orrego L., quien, por su desinteresado amor a la ciencia 1 su reconocida amabilidad, se pres- AL DIM. LAU. 0 na 1E0e3S 178 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. tó galantemente a proporcionar la traduccion que necesitaba a mi hermano David. A esto atribuyo el poco empleo i el desprecio con que entre nosotros se mira un método de tratamiento, sobre el cual Maclean se espresa así: «Los que han tenido oportunidad de ensayar este tratamiento, pue- den atestiguar los efectos sorprendentes que determina con frecuen- cia la administracion de una o dos dósis de ipecacuanha administra- da de este modo. Los cólicos i el tenesmo ceden, las evacuaciones se hacen rápidamente feculentas, la sangre i las mucosidades desapare- cen; i despues de un movimiento profuso de la piel, el enfermo cae en un sueño tranquilo i despierta refrescado.» 1 en verdad que Ma- clean tiene razon. Sé que dos de nuestros mas eminentes facultativos, los seño-— res J. J, Aguirrei Sandalio Letelier, emplean este método con grandes ventajas; i el último de ellos, de quien tomo algunas observaciones, me ha asegurado que, durante su larga práctica de médico, jamás ha empleado contra la disenteria un tratamiento que le produzca mejores resultados. Por su parte, mi hermano Da- vid Salamanca, dice no haber perdido uno solo de sus enfermos de disenteria desde que en 1872 empleó por primera vez la ipecacuanha segun las indicaciones del gran práctico ingles. En cuanto a mí, es- tol seguro que mas de un enfermo debe la vida a tan poderosa me- dicacion, pues he visto dos casos, a lo ménos, en que personas com- pletamente desahusiadas, en las cuales habian fallado casi todos los tratamientos recomendados por los clásicos modernos i cuya vida se contaba ya por cortas horas, he visto, digo, dos casos a lo ménos en que estos desgraciados enfermos han recobrado prontamente la salud merced a los benéficos efectos de tan sencillo tratamiento. Estraño, pues, ver condenada al olvido una medicacion que tan be- llos resultados nos ofrece contra una afeccion que tantas vidas nos arrebata. Esto solo puede esplicarse por el abandono en que la han de- jado los autores clásicos modernos que ni siquiera la mencionan, de donde resulta que mui pocos la conozcan a fondo 1 tengan una idea exacta de su modo de aplicacion i felices resultados. Es, pues, de gran importancia entrar a detallar los pormenores de esta aplicacion que servirá para desvanecer las falsas apreciaciones 1 los temores infun- dados que muchos abrigan para prescribir la ipecacuanha por el mé- todo de las Indias inglesas, i que, aunque tiene por vehículo una corta cantidad de agua o de jarabe, podremos llamar por la via seca. Frank no hace mas que citar a los señores Fordyce i Balmain ya nombrados. Tomaré, pues, de Maclean el modus faciendi de la medi- ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879. 179 cacion 1 diré algo, de paso, sobre el tratamiento completo que este distinguido autor emplea contra tan cruel enfermedad. En los casos lijeros prescribe baños calientes, con la precaucion de llevar la tina junto a la cama i dejar en ellos al enfermo hasta producir la fatiga. Despues de secarlo bien i con rapidez, se le vuel- ve a su cama isele administran 15 granos de ipecacuanha en la menor cantidad posible de vehículo que puede ser, como ántes he di- cho, el agua o el jarabe de corteza de naranjas. Ayuda la accion del medicamento con fomentos de trementina sobre el abdomen. Suele ser necesario repetir la ipecacuanha 8 o 10 horas despues. «Si el pa- ciente, agrega, se abstiene de tomar líquidos durante algunas horas despues de tomar la medicina, es raro que se presenten náuseas i vó- mitos abundantes, siempre que la posicion horizontal sea manteni- da. El resultado es, en jeneral, el despertar las funciones de la piel, la disminucion rápida del tenesmo, i la aparicion de las evacuaciones feculentas»; 1 dice despues «este sencillo tratamiento bastará en mu- chos casos de la forma benigna de la enfermedad.» En los casos mas graves prescribe 25 a 30 granos de ipeca, de la manera ya indicada, repetidos en intervalos variables de 8 o 10 horas, segun la gravedad del mal i la accion del medicamento. Du- rante estos intervalos debemos alimentar al enfermo de un modo conveniente, dándole en pequeñas cantidades, pero repetidas varias veces, sopa de arroz, tapioca, arrowroot, jugo de carne, etc. Inme- diatamente de tomar el remedio colocaremos al enfermo inmóvil en su cama, en decúbito dorsal i perfectamente horizontal. (QQuitaremos gu almohada, i haremos, si es posible, que su cabeza esté un poco mas baja que el resto del cuerpo i le dejaremos así durante dos o mas horas, privado eompletamente de toda bebida. Si fuere ator- mentado por una sed violenta, se le puede permitir una cucharada de agua fria o mejor un pedacito de hielo colocado en su boca, con el cual la sed disminuirá. Con solo estas precauciones se evita por lo jeneral el vómito, i el enfermo solo siente, poco despues dela injestion del remedio, ma- lestar, fatigas, desvanecimientos i a veces náuseas. «S1 vómitos exe- sivos vienen despues de usar la ipeca, se puede sospechar una com- plicacion seria del hígado o bien puede provenir el vómito de la malaria, etc. (Maclean).» Una vez que la mejoria principia, que es comunmente despues de dos o tres dósis de las ya indicadas, se debe disminuir poco a poco la cantidad de remedio, para continuar la medicacion una vez por la noche, dos o tres dias despues que las evacuaciones se han hecho enteramente feculentas. 182 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. vascular deja trasudar la linfa plástica que debe servir a la reno- vacion jeneral de los tejidos, el poder jenésico del sistema nervioso se apodera de este exudado, lo elabora convenientemente i le transforma en células apropiadas a la rejeneracion del organismo. Pero cuando una causa mórbida cualquiera, hasta ahora desconoci- da, viene a producir una alteracion en la facultad. trófica de los ner- vios, estos, por una aberracion de su sentido jenésico, dan lugar ya al cancer, ya al tubérculo, etc. Si de este hecho jeneral llegamos a examinar lo que localmente pasa en una solucion de continuidad cualquiera, en una herida, por ejemplo, encontraremos algo de parecido. El organismo, impresio- nado por la lesion que acaba de sufrir, deja trasudar allí mayor can- tidad de linfa plástica que la normal, que la propiedad vital jenésica se encarga de transformar en cicatriz. Pero cuando la cantidad de linfa derramada es mui crecida o cuando la fuerza jeneradora se en- cuentra debilitada, solo una parte del exudado plástico es aprove- chado i el resto cae en desperdicio. La fuerza trófica, como siempre, trata de elaborar ese resto de exudado; mas, ya sea por abundancia de materiales ya por la debilidad de su potencia, solo llega a formar en número mas o ménos crecido, pero incapaz de constituir un teji- do denso 1 resistente, pequeños glóbulos de una centésima de milí- metro con cuatro o cinco núcleos que encierran a veces un nucleolo en que quedan nadando en un líquido alcalino, e al suero dela sangre, i el pus se encuentra formado. Virchow, Jacoud 1 otros, entre los cuales podria contar a nuestro distinguido profesor de patolojía quirúrjica, doctor Adolfo Valde- rrama, miran estos glóbulos como dependientes de la segmentación de los corpúsculos mismos de tejido conjuntivo que allí se encuen- tran. Pues bien: su prestijiosa palabra puede aun servirme de apoyo en mi teoría, si en vez de mirar en el pus la segmentación del tejido conjuntivo, vemos en él, lo que, a mi juicio, debe ser: el tejido mis- mo cicatricial que debia restaurar la herida, pero que solo ha que- dado en embrion por falta de fuerza para elaborarlo en el poder jenésico o trófico del sistema nervioso. Segun esta teoría tendria perfecta aplicacion la division hecha en el pus, de pus laudable o de buena naturaleza a aquel que es espeso, cremoso, pues él indicaria que la facultad jeneradora no está comple- tamente agotada desde que ha podido formar una cantidad tal de nuevas células que ha alcanzado a espesar el suero en que nadan naturalmente. Miéntras que será de mala naturaleza o seroso, el pus líquido que está indicando un empobrecimiento, una debilidad tal O ii ac ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DE 1879. 183 de esa parte del sistema nervioso jenerador, que no ha podido for- mar sino un pequeño número de células de las que debian formar el nuevo tejido cicatricial. Otro tanto pasa en la inflamacion, a la que Rokitamski define: un proceso morboso que, empezando por el éxtasis, termina por la exu- dacion. El exudato derramado debe ser igualmente elaborado por la fuerza trófica del sistema nervioso para que, sufriendo una série de transformaciones, pueda de nuevo ser reabsorbido i vuelva la inte- gridad a los tejidos. Pero en los organismos pobres solo esperimen- ta la primera parte de estas metamórfosis 1 dá lugar a la induracion, o no sufre ninguna i pasa al estado crónico. Otras veces, por el con- trario, hai un principio de transformacion: células que debian sufrir mas tarde una metamórfosis retrógrada 1 ser reabsorbida, se forman en medio de la linfa derramada i quedan nadando en un líquido mas o ménos abundante, i otra vez mas tenemos formado el pus por falta de fuerza elaboradora del sistema nervioso. Esta pobreza trófica puede ser jeneral, como sucede en ciertos in- dividuos en quienes la mas pequeña herida, la inflamacion mas in- sienificante, dá lugar a la supuracion. Puede ser tambien puramente local i dependeria entónces de la debilidad consecutiva a la irrita- cion ocasionada por la herida o que ha dado lugar a la inflama- po: Por otra parte, el pus sigue siempre a un exudado, lo que indica, sin duda, la necesidad que tiene de él para formarse del modo de que ya hemos hablado anteriormente. Todo esto i algunas otras razones que omito por no estenderme demasiado, me obligan a considerar el pus como el tejido mismo cicatricial o fibroso que el plasma derra- mado i bien elaborado habria llegado a formar, pero que ha queda- do en estado rudimentario por falta de fuerza jeneradora. Las células de tejido conjuntivo principian a formarse, mas su nú- mero no es tan considerable que alcance a dar lugar a un tejido denso i resistente, i solo consiguen espesar mas o ménos la parte se- rosa de ese mismo exhudado. A estas células embrionarias de tejido conjuntivo o glóbulos de pus, pueden unirse gránulos grasos, glóbulos rojos, cristales de mar- garina, estearina 1 colesterina, a veces infusorios 1 varias otras sus- tancias, cuyo oríjen es mui fácil esplicarse i que forman casi una parte integrante de ese líquido blanco o blanco-amarillento, mas o ménos espeso, alcalino, de olor soso 1 sabor dulce, que llamamos pus. Tal es mi manera de considerar la formacion del pus, i estoi mul SL MIMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS l6jos de admitir la membrana puojénica o la extravasacion de gló- bulos blancos. La primera no necesita refutacion, que se encarga de refutarse por sí sola. En cuanto a la segunda, jamas Cohnheim ima- jinaria que su descubrimiento iba a dar lugar a una revolucion se- mejante. : Nada tiene de estraño que los glóbulos blancos puedan pasar a traves de las paredes vasculares; pero de aquí a que el pus sea for- mado por estos glóbulos extravasados, hai una gran distancia. Apar- te de las diferencias de estructura entre el leucosito i el glóbulo de pus i que Robin atribuye a la maceracion de los-primeros en el sue- ro derramado, seria necesario admitir dos casi imposibles. Se necesi- taria, primero, una facilidad tal para csa extravasacion que los gló- bulos pasaran en tan gran cantidad que pudieran formar esas masas purulentas enormes que tantas veces observamos. 1 despues de esta inmensa extravasacion, es preciso admitir todavía una hiperjénesis tal de leucocitos, como es difícil concebir para mantener la inteeri- dad del líquido sanguíneo. 1 ántes de admitir todo esto estoi dis- puesto a formular la teoría ¿ntes indicada sobre el agotamiento o la debilidad de la facultad trófica del sistema nervioso, ia mirar el pus, a la manera de Billroth, como un neo-plasma inflamatorio lique- facto. No poseo estudios micrográticos de ninguna especie con qué poder sostener el principio que he formulado. Bien conocidos son nuestros estudios sobre histolojía mórbida i normal para exijirme observa- ciones de esta naturaleza. Pero por las razones que he apuntado, a las cuales podria unir algunas otras, i a que no doi mayor desenvol- vimiento que ayudaria a su comprension, por lasnaturaleza misma de este trabajo, creo no estar mui fuera de razon en este punto inte= resante de patolojía. Algo de parecido tiene lugar en la ulceracion. Por no estenderme demasiado i pasar los estrechos límites de una memoria, no exami- naré sino la teoría sobre la formacion de las úlceras que se halla mas jeneralmente admitida. En contraposicion a Hunter, todos es- tán conformes con Billroth en que la úlcera no es mas que una gangrena celular consecutiva a una inflamacion crónica. El modo como se desarrolla, la marcha seguida por este proceso mórbido, mui conocida de todos, no tengo para qué detallarlo. Yo tambien estoi conforme con esta teoría, pero no admitida lisa 1 llanamente, como muehos quieren. Si la úlcera no fuese mas que una simple gangrena celular, no habria razon nivguna para que, ANALES DE LA UNIVERSIDAD —MARZO DE 1879. 185 una vez desprendida la escara, la cicatrizacion no se efectuara como en cualquiera otra solucion de continuidad con pérdida de sustan- cia, I si esta cicatrizacion no ha lugar, ya sea por nuevas irrita- ciones que provocan una nueva gangrena o por otra causa cualquie- ra, sinó que por el contrario lleva siempre una marcha progresiva, si una terapéutica apropiada no viene a detenerla, preciso es buscar su causa en algo mas aliá de la simple mortificacion celular. Dos son los elementos que presiden la nutricion i reorganizacion de los tejidos: el líquido sanguíneo que presta los materiales de construccion 1 el sistema nervioso que los elabora. Segun Bouchut esta última facultad reside en el principio vital, cuya existencia tra- ta de demostrar en sus escritos; pero aunque asi fuera, siempre seria el sistema nervioso el órgano por medio del cual el principio vital se pondria en relacion con los líquidos plásticos derramados. Pues bien: si la sangre permanece normal en su composicion, si ella suministra como siempre los elementos de reconstitucion necesarios a la cicatriz, es indudable que el sistema nervioso ha sufrido alguna alteracion, que no puede ser otra que la pérdida, o a lo ménos, la debilidad del poder trófico de que está dotado. En vano los vasos dejarán trasudar la linfa necesaria para reparar la pérdida de sustan- cia ocasionada por la gangrena molecular: el sistema nervioso no aprovecha esos exhudados i apénas si los llega a convertir en pus, cuando no-los deja correr en forma de una serosidad mas o ménos turbia, sin que nada alcance a transformar en el verdadero tejido cicatricial que se necesita. 1 a esto agreguemos que la superficie de Je úlcera, como sus bordes, i que están bajo la dependencia de las mismas ramificaciones del sistema nervioso alterado, es incapaz de atender a la reparacion de sus células que, siguiendo las metamór- fosis de la materia, se modifican 1 caen. 1 siguiendo este mecanis- mo es porque la úlecra tiende siempre a progresar, ganando en su- perficie i profundidad. Las jóvenes células que se ven proliferar en las capas superficia- les del dérmis, como entre la red de. Malpijio, no son mas que las primeras transformaciones que debia sufrir el exhudado de la infla- macion crónica i que en circunstancias normales habria sido reab- sorbido por metamórfosis retrograda. Por otra parte, sabido es que la eliminacion de toda escara dá . Jugar a una inflamacion que la circunscribe que, como toda inflama- cion, debe traer un exhudado. Este exhudado, incapaz de ser trans- formado i reabsorbido por agotamiento del poder trófico de los ner- vios que en ese punto se distribuyen, ejerce una compresion mas o P 136 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. ménos violenta sobre las células que lo encierran, i que, incapaz de renovarse, caen nuevamente en gangrena i apresuran el crecimiento de la úlcera. La úlcera, pues, es orijinada por una gangrena celular, consecuti- va a una inflamacion crónica, 1 sostenida por el agotamiento o la pérdida de la facultad jenésica del sistema nervioso. Me direis que no es fácil comprender este agotamiento parcial del sistema nervioso que rije la nutricion. No os digo que nó. ¿l me explicariais, acaso, la irritacion nutritiva igualmente parcial que su- fre muchas veces el organismo i da lugar, ya a la inflamacion, ya a otras lesiones orgánicas de naturaleza variada, lipomas, fibromas, etc.? ¿Í no vemos igualmente atrofias parciales sin lesion orgánica apreciable? ¿Que es, si nó, la dejeneracion grasosa de ciertos tejidos cuya causa buscariais en balde en una alteracion jeneral del orga- nismo? La medicacion misma adoptada en las heridas atónicas i en las úlceras, viene en apoyo de mi teoría. Si es verdad que muchas ve- ces empleamos un tratamiento jeneral para correjir ciertas ulcera- ciones dependientes tambien de un vicio jeneral del organismo, úl- ceras escrofulosas, sifiliticas, ebc., no es ménos cierto que en la ulce- racion simple, nos basta por lo comun un tratamiento local irritan- te, que, segun mi hipótesis, llenaria la indicacion de volver a esa parte del sistema nervioso la tonicidad jenésica, si así pudiera de- cirse, de restituirle la facultad trófica que ha perdido. A estas consideraciones podria todavia agregar muchas otras en apoyo de la hipótesis que sostengo, que afirmo no haber conocido antes, i entre otras creo de gran valor un hecho práctico que obser- vamos diariamente en las salas de clínica quirúrjica. Un individuo llega con dos o mas heridas en partes diversas de su cuerpo. Una o dos de ellas cicatrizan casi por primera intencion,"miéntras que una tercera, muchas veces la que parecia mas insignificante, da lugar a una larga supuracion i al establecimiento definitivo de una úlcera o de un trayecto fistuloso. Si la cicatrizacion no dependiera mas que del líquido plástico derramado o del organismo en jeneral, ¿por qué la cicatriz se verificaria en un punto i nó en el otro, siendo que la misma sangre es la que riega ámbas rejiones? ¿Dependeria acaso de una lesion vascular? Pero, ¿cuándo se ha demostrado en qué con- siste esta lesion? - Sea como se quiera, es el hecho que las teorías hasta ahora formu- ladas sobre el pus i la ulceracion, carecen de apoyo sólido, de una base bien demostrada por los principios de la ciencia, 1 yo abrigo la > ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DÉ 1879. 187 íntima conviccion deque ámbos procesos mórbidos están bajo la de- pendencia de esa propiedad del sistema nervioso ganglionar i que ya he llamado poder trófico o facultad. jenésica. No por esto hago abstraccion del líquido sanguíneo que riega los tejidos o de las alteraciones que puedan afectar a los vasos que lo encierran i cuyas paredes deben dejar trasudar el exhudado plástico que preside a la rejeneracion, si nó que por el contrario ereo que ám- bos hechos pueden jugar i juegan en realidad un rol importante 1 que muchas veces todas estas causas se reunen i combinan para tocar el mismo fin. Sentados estos precedentes, veamos como la ipecacuanha puede cu- rar la disenteria. Muchas son las propiedades de esta planta que se utilizan en el tratamiento de la afeccion de que tratamos, i Baglivio tiene razon talvez en decir que ella «est specificum et fere infallibile remedium tn Juxibus dysentericis.» Conocido de todos es el efecto tópico irritante que el polvo de ipe- cacuanha ejerce sobre una superficie denudada de su epitelio o apli- cado directamente sobre una mucosa. Tambien es de todos cono- cida su accion emética i purgante. Pero Rabiteau ha demostrado que la ipecacuanha o su alcaloide, la emetina, no purga sino miéntras permanece en el tubo dijestivo, miéntras que, absorbida por el tor- rente circulatorio, tiene una accion anexosmótica i disminuye el flujo intestinal. Barrallier explica esta segunda accion, diciendo que «la Impresion gástrica se propaga a los gánglios del gran simpático, de ahú. a los vaso-motores, los vasos capilares se contraen i las secreciones se modifican.» Tal parece tambien la opinion de Rabiteau, que expli- ca la accion anexosmótica por contraccion de los capilares, pero obrando directamente sobre los centros nerviosos luego que haya si- do absorbida. Las evacuaciones producidas por la ipecacuanha presentan tambien algo de particular, cual es el no contener albúmina, segun ha. de- mostrado el mismo Babitean. Los esperimentos de Pecholier con la emetina han demostrado que esta sustancia disminuye el número de los latidos del corazon 1 los movimientos respiratorios, baja la temperatura, trae la parálisis de los nervios sensitivos i disminuye la motricidad nerviosa i la contracti- lidad muscular. Produce ademas una abundante diaforesis, i segun las observaciones de Maclean, por su accion tópica irritante aumen- ta la secrecion salibar, biliar i pancreática. Legros vi Ominus han 188 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS. / probado igualmente que la ipecacuanha tiene el poder de activar las contracciones intestinales, lo que le da una supremacia evidente so- bre los salinos. ¿Qué mas necesitamos para combatir la disenteria? ¿Para qué in- vocar, entónces, la accion irritante sostitutiva de Bretoneau i Trousseau? La ipecacuanha, por su accion evaguante, limpia los in- testinos de los materiales alterados que contienen, i por la parte de emetina absorbida trae despues la disminucion del flujo intestinal exajerado. Por su accion diaforética, vuelve a la piel sus funciones suspendidas, 1 por swaccion irritante, obra tópicamente sobre la mu- cosa intestinal alterada 1 vuelve a las glándulas salibares, al hígado i al pancreas su accion secretora disminuida. Por lo que han demos- trado los esperimentos de Pecholier ya citadus, baja la fiebre, 1 debe suprimir, como lo hace en realidad, los cólicos 1 el tenesmo, i por los estudios de Legros se ve que impide la pérdida constante de la al- búmina 1 da a los intestinos mayor fuerza en sus contracciones. No encontramos, pues, un medicamento que reuna en sí mayor número de bellas propiedades para combatir una tan grave dolencia. Pero. no creo indiferente su modo de administracion, 1 este es el punto que trataremos de dilucidar. , Dos son los métodos que dominan en su aplicacion: las in fusiones ¡ el polvo. Este último se prescribe a su turno de dos maneras: a dósis fraccionadas, Prinole 1 Haspel; o a dósis masivas, Maclean, Docker, Balmaine. No niego que las infusiones se prestan mejor a la absorcion del medicamento 1 que por lo tanto fatiguen ménos el estómago. Pero la misma facilidad de absorcion es sin duda uno de sus im-= convenientes. Todos sabemos que la emetina, absorbida en dósis un tanto crecidas, ocasiona mui pronto síntomas de postracion bien marcados 1 que vendria a favorecer la adinamia propia e inhe- rente a la enfermedad. Con suma facilidad, por una falta de viji- lancia insignificante podremos ir mas léjos de lo que deseamos i, co- mo es frecuente observar, llevar al desgraciado enfermo a un estado tal de hipostenizacion del cual será mui difícil volverle. A. este in- conveniente debemos agregar que la mayor parte de las infusiones, por la pobreza misma de líquidos del organismo, sobre todo cuando las evacuaciones son serosas i abundantes, deben ser absorbidas en las partes superiores del tubo dijestivo, i que, por consiguiente, nos privamos de la accion tópica local a la parte principalmente afecta oy ; » ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MABZO DE 1879. 189 , Ñ del intestino, el intestino grueso, ia la cual, tácitamente, todos los autores conceden gran importancia, Efectivamente no parece tener otro objeto la idea perseguida por todos los partidarios de la ipecacuanha en buscar la tolerancia del medicamento, asociándola al opio, al cloroformo n otro anestésico cualquiera. Pa opinion de Barrallier es bien netaa este respecto, Trousseau 1 Pidoux dicen terminantemente «el efecto dela ipeca- euanha es mas seguro cuando provoca deposiciones, 4 cuando no purga tiene ménos accion. Cullen va mas do todavia, 1 en el último caso le niega toda eficacia, creyendo que obra solo como laxante. Sol le concedo mas todavia a esta accion irritante local. En los . atacados de disenteria, vemos pasar en el tubo dijestivo fenómenos mul semejantes a los que siguen a la seccion de los filetes del gran simpático, lo que está manifestando bien a las claras la postracion suma en que ha caido esta parte del sistema nervioso. Por la accion > irritante local de la ipecacuanha provocaríamos una exitacion benéfi- e ca del sistema nervioso ganglionar, 1 si fueran verdad las teorías ántes mencionadas Ae? el pus i la ulceracion, 1 fuera cierto que 0 ellas estaban bajo la dependencia del agotamiento de la facultad trófica o poder jenésico de esta parte del sistema nervioso, obraría- mos así directamente sobre una de las lesiones mas graves de la di- senteria: la ulceracion. Por la accion irritante local curaríamos di- rectamente las úlceras ya formadas o prevendríamos su formacion, en caso que no existieran i evitaríamos a esta lesion el seguir adelante en su marcha desvastadora. Por otra parte, hemos hablado en la anatomía patolójica de las conjestiones internas, tan comunes en esta enfermedad, lo que puede explicar, sin duda, el enfriamiento de la superficie cutánea por ane- mia de esta parte, consecutiva a las conjestiones ya indicadas. I pa- rece esto mas probable todavia sl observamos que el enfriamiento i el o color pálido-terroso de la cutis marchan a la par con los infartos vis- | cerales. Pues bien, la ipecacuanha, por su accion irritante, obra sobre la superficie intestinal, i segun las palabras de Barrallier, ya citadas, «da impresion gástrica se propaga a los ganglios del gran ol 1 de ahí a los vaso-motores», obra sobre la circulacion en jeneral, dis tribuye la sangre de una manera “equitativa, hace cesar las conjes- e tiones 1 por consiguiente la anemia consecutiva, i vuelve a la super- ficie cutánea el e que le faltaba. Como se vé, no puede ser mas importante la accion irritante lo- cal de la ipecacuanha 1 privarnos de a será siempre un grave in- conveniente. Es necesario, pues, conciliar dos hechos, al parecer 190 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. contradictorios: administrar la ipecacuanha de una manera i a dósis tales que, sin traer la hipostenizacion, corra a lo largo de todo el tubo dijestivo, llevando a todas partes su benéfica accion tópica local. El método de las Indias inglesas resuelve perfectamente la cues- tior. La ipecacuanha, por este método, no puede jamás dar lugar a la adinamia, pues privando de todo líquido al enfermo evitamos el hacer soluble i por consiguiente absorbida una cantidad notable de emetina que, segun lo que hemos dicho, es la causa de la hiposteni- zacion, i su accion, por el contrario, será marcadamente purgante. Pero es de suponer que el estómago i demas partes del tubo dijesti- vo, no estén tan completamente privadas de líquidos para que una corta cantidad de emetina sea disuelta, bastante con todo para pro- ducir la accion anexosmótica del medicamento. Recetada en altas dósis i no siendo absorbida sino una pequeña parte, el resto correrá a lo largo del tubo dijestivo para obrar sobre su mucosa de una manera enteramente tópica i local. Por consi- guiente, el método de las Indias inglesas reune en sí todas las be- las propiedades que adornan a la ipecacuanha en el tratamiento de la disenteria, sin tener ninguno de los inconvenientes que hemos apuntado a las infusiones. Algunos de entre nosotros que se dán por mui conocedores de este método de tratamiento, objetan que no hai necesidad de moles- tar al enfermo con vómitos tan abundantes si por los otros medios de aplicacion podemos tocar el mismo fin, sin causar estas molestias al entermo i sin riesgo de caer en la adinamia. La sola esposicion que he hecho de este tratamiento, bastará para probar la fuerza de esta argumentacion. Se le hace en cambio una objecion de apariencias mas sérias. Di- cen que la ipecacuanha es irritante i que su injestion en altas dósis puede ocasionar una inflamacion gástrica fatal. No veo razon para estos temores. Nadie que haya prescrito la ipecacuanha segun este método nos habla de una complicacion semejante 1 el solo hecho de que el polvo de esta raiz sea-un irritante de la piel denudada de su epitelio o de la mucosa ocular, sobre la que se han hecho los espe- rimentos, no dá fundamento alguno para pensar de esta manera. Diariamente vemos tomar en las comidas cantidades enormes de ají sin que por eso dé lugar a una fleomasia franca estomacal, i bien conocida de todos es la accion irritante poderosa de este condimento. Los emplastos de ají son un rubefaciente poderoso, 1 una pequeña parte de su semilla, el dedo solo que haya estado en contacto con ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879. 191 su jugo 1 sea llevado distraidamente a los ojos, dá lugar a un dolor intenso ia la inflamacion aguda de la conjuntiva si su accion se prolonga. 1 si el ají, injerido en mas altas dósis que la ipecacuanha, no dá lugar a inflamaciones gástricas o intestinales, ¿por qué habia de hacerlo la ipeca, cuya accion irritante es mas débil todavía? Es verdad que Trousseau, cuya autoridad en cuestiones de tera- péutica no puede ponerse en duda por ningun médico desapasiona- do, dice que «la ¿pecacuanha administrada al interior 1 puesta en con- tacto ya con el estómago, ya con el recto, causa una inflamacion local que en la autopsia se presenta mucho mas intensa de lo que pudiera esperarse en atencion a. la aparente inocuidad del remedio». Pero al lado de Trousseau bien puede figurar Stoll, cuya autoridad no es ménos imponente que la de aquel; i este distinguido autor, hablando de la ipecacuanha, se espresa así: «cave ne dolor sepe enormis te deci- piat in biliosa dysenteria: is per se non est inflamatorius et non tan- tum admitit sed. et petit emeticum». Conforme con ésta se halla tam- bien la opinion de Barrallier i muchos otros prácticos eminentes, i las inflamaciones observadas por Trousseau pudieran ser mui bien meras concomitancias. Por lo tanto, el método de las Indias inglesas presenta ventajas incontestables sobre el método de las infusiones, ventajas demostra- das por la razon i confirmadas por la estadística, El método de dósis refractas mas bien lo creo contraindicado en la disenteria, pues reune todos los inconvenientes de los otros méto- dos sin presentar ninguna de sus ventajas, 1 reservo su empleo a las complicaciones del puerperio i algunos otros casos. Tal es la enumeracion harto incompleta de los infinitos medica- mentos aplicados contra la disenteria. Hacer el estudio especial de cada uno de ellos, seria entrar a un trabajo demasiado largo i cos- toso. Pero basta echar una ojeada rápida sobre lo que hemos apun- tado para convencerse de que la ipecacuanha debe ser colocada a la cabeza de la medicacion antidisentérica. Goza al mismo tiempo de tantas propiedades; están éstas tan artísticamente elejidas para ata- car uno a uno 1 todos de una vez los muchos síntomas de esta en- fermedad, que seria culpable de neglijencia el práctico que perdiera uno de estos enfermos sin haber recurrido a tan sencilla i poderosa medicacion. : Al hacer el estudio de este valioso medicamento he tratado do analizar i deslindar el lugar que corresponde a cada uno de los mé- todos de administraciéen que se han inventado, i por las razones es- puestas, he arribado a la conclusion de que el método usado casl es= / 192 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. clusivamente en todas las posesiones inglesas de la India es el que reune mayor número de probabilidades en pró de la curacion, i que por lo tanto debe ser preferido a cualquier otro de los tratamien- tos conocidos. En favor de lo que sostengo, he espuesto razones fisiolójicas que bien pudieran ser erróneas; pero al lado de ellas tengo la estadística, cuyos resultados deben ser sobrepuestos a la mas brillante, 1 sólida argumentacion. No por esto, como muchas veces he repetido, quiero hacer de él un específico infalible; no pretendo que cure, sin exepcion, todas las disenterias. Solo quiero someterlo a vuestro ilustrado criterio para que, si convencidos por vuestra propia esperiencia le juzgárais bien, le presteis vuestro poderoso apoyo i le saqueis del injustificable abandono en que, entre nosotros, se ha dejado. Si le vemos producir efectos inesperados; si mas de un enfermo, como podreis ver en las observaciones que apunto a continuacion, debe la vida a su benéfica influencia; si prácticos de gran nota, aun entre nosotros ien nuestros dias, nos dicen que la ipecacuanha en altas dósis es el tratamiento mas poderoso que se conoce contra la disen- teria, ¿por qué no ensayarlo? ¿Por qué no juzgarlo por nosotros mis- mos? Su indicacion está en todas partes, su contraindicación en ningu- na. En las disenterias dependientes de una causa bien conocida 1 cuya accion sigue haciéndose sentir sobre el organismo, en estas di- senterias que pudiéramos llamar sintomáticas, por ejemplo, aquellas que dependen de un cuerpo estraño en las vias dijestivas, es imdu- dable que debemos plantear nuestro tratamiento, llenando la indi- cacion causal para atacar en seguida la enfermedad en sí, que es mui posible termine por sí sola: sublata causa, tollitur efectum. En casos de graves complicaciones, mas de una vez tendremos que aten- der a ellas, descuidando la enfermedad que les ha dado oríjen. Asi cuando haya síntomas alarmantes de un catarro gástrico intenso, empezaremos por un vomitivo, que puede ser la misma ipecacuanha «para continuar despues con el método de las Indias inglesas. En todos los demas casos 1 conforme a la constitucion del in- dividuo, aplicaremos cuanto ántes la ipecacuanha en altas dósis, siem- pre en relacion a la gravedad del mal i segun las reglas que ántes hemos trazado. La misma adinamia no es una contraindicacion. Maclean refiere el caso de una señora, mandada a Mádras desde Calcuta, en tal es- tado de debilided' 1 agotamiento, que con dificultad podia oírsele la ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DE 1879. 193 voz. Sin embargo, prescribió 20 granos de ipeca, cada ocho horas, interponiendo el alimento entre las dósis; 1 «despues de la tercera dósis, esta señora estaba fuera de peligro %.se recobró rápidamente». Entre mis observaciones encontraremos tambien hechos análogos. Queda todavía por esplicar un fenómeno, al parecer, en oposicion con la accion propia del medicamento, 1 es cómo la ipecacuanha, ape- sar de su accion hipostenizante, puede, por el método de las Indias inglesas, levantar las fuerzas del corazon i regularizar su ritmo. Todos conocen el antagonismo que existe entre los nervios pneu- mogástrico 1 gran simpático, que presiden a la inervacion del cora- zon. Exitado moderadamente el nervio pneumogástrico disminuye el número de las palpitaciones cardíacas. Por el contrario, exitado mo- deradamente el gran simpático, aumenta el número de estas palpi- taciones. Pero exitados ámbos de una vez, disminuirán el número de sus latidos, regularizarán su ritmo i darán mayor fuerza i enerjía 1 sus contracciones. Esta última accion combinada de ámbos nervios nos dá la esplicacion del fenómeno ántes indicado. Hemos dicho ya que la emetina, dada la ipecacuanha segun este método, es absorbida en pequeña cantidad 1 no hace sentir su accion hipostenizante. in cambio, el polvo irritante de la ipecacuanha llega al estómago, exita los ramos terminales del pneumogástrico, i por accion refleja todas las ramificaciones de este nervio. Pasa luego a lo largo del intestino i produce la exitacion de los filetes del gran simpático; esta exitacion se propaga a los ganglios, 1 pasa de aquí, reflejándose, a sus ramificaciones cardíacas. De esta manera el polvo de ¡peca produce la exitacion combinada de ámbos nervios, 1 dará por resultado el hecho fisiolójico ya enunciado, siendo esto una ven- taja mas sobre las infusiones. Por consiguiente, si la ipecacuanhka es el mas activo 'de los medica-= mentos usados contra la disenteria, como se encarga de demostrarlo Maclean en su interesante artículo ya citado 1 al cual remito a mis oyentes, 1 si el método de las Indias inglesas es su manera mas ra- cional de aplicacion, naturalmente llegamos a la conclusion que in- diqué al principio de mi trabajo: la ¿pecacuanha en altas dósis 4 por la via seca, lleva una supremacía incontestable sobre cualquier otro método de tratamiento conocido ¿usado contra la disenteria. De todo lo anterior podemos concluir: 1.” Es la disenteria una enfermedad específica e infecciosa, pri- mitivamente jeneral i de tendencia adinámica, manifestada local- mente por alteraciones múltiples i variadas, de naturaleza inflama- CDE FLARU. 20 1) 194 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1] LITERARIAS. toria, cireunscritas especialmente al intestino grueso, pero que pue- den estenderse a todo el aparato dijestivo. 2.2 Trae su oríjen de un bacterio desarrollado en la atmósfera, que Lebert ha descubierto en las evacuaciones de los enfermos. Este bacterio infecciona el organismo sano que, a su turno, sirye de cam- po de multiplicación i foco de reproduccion del parásito destruc- tor. 3. Muchas causas cósmicas e hijénicas favorecen la aparicion i propagacion de la enfermedad. 4. Siendo la disenteria una en su esencia, las diferencias que en ella se notan son puramente accidentales, debidas solo a la mayor o menor gravedad de la misma enfermedad, a su grado de desarroilo, a sus complicaciones o a la concomitancia de otras enfermedades. 5. Fundado en las lesiones anatómicas, divido la disenteria en foliculosa, cuando la alteracion mórbida se halla circunscrita espe- cialmente a los folículos intestinales, 1 en fleymonosa, cuando la in- flamacion invade el tejido celular sub-mucoso. Por su marcha, sub- divido cada una de estas formas en agudas i crónicas, 1 segun su modo de propagacion e invasion admito las formas esporádicas, en- démicas i epidémicas. 6.2 Las lesiones anatómicas consisten en conjestiones, inflamacio- nes i ulceraciones mas o ménos estensas, a veces falsas membranas, que tienen por sitio de eleccion el intestino grueso 1 que, en los ca- sos graves, pueden estenderse a todo el aparato dijestivo. 7.2 Los cólicos, el tenesmo, 1 las evacuaciones de naturaleza vya- riada, mas o ménos abundantes i repetidas, mas comunmente muco- sas, muco-sanguinolentas, serosas o sero-sanguinolentas, caracterizan la disenteria. 8. De todos los medicamentos empleados en su tratamiento, la ipecacuanha es el que goza de mayor número de propiedades en pró de la curacion. 9. De los diversos métodos de prescripcion de la ¡peca o raiz brasilera, debe preferirse siempre el método exclusivamente emplea- do en las posesiones inglesas de la India, que, segun las conclusiones del Dr. Erwart, del ejército de Bengala, la ipecacuanha en dósis maci- zas parece llenar medicaciones variadas: produce los benéficos efec- tos que se atribuyen a la sangría, sin despojar el sistema de una sola: gota de su sangre; los mismos efectos que el mercurio 1 otros pur- gantes, sin producir su irritacion; que el antimonio i los sudoríficos, sin su inseguridad; i que el ópio, sin enmascarar la enfermedad. «1 a esto se puede añadir, dice Maclean, que es el medio de tratamiento AAN . ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879, 195 mas sencillo, mas eficaz, mas conservador i ménos destructor que hasta ahora haya visto emplear para combatir la disenteria. Desde que se le usa, vemos disminuir año por año el número de casos que llegan a ser crónicos, 1 se vé tambien con ménos frecuencia aparecer los abcesos hepáticos como una complicacion de la enfermedad». CLÍNICA ANTIDISENTÉRICA. CASOS PRÁCTICOS. Orservacion 12—G. R. M., de 45 años de edad, temperamento bilioso, buena constitucion, vida arreglada 1 sedentaria, fué atacado de disenteria, mas o ménos, a mediados de agosto de 1878. Como un mes ántes de declararse la enfermedad, se sentia mal con dispepsia, anorexia 1 abatimiento. Por un pequeño desarreglo en la comida, se pronunció la disenteria con treinta i mas evacuaciones diarias; algu- nos dias pasó de cien, con pseudo-membranas i trozos de mucosa esfacelados, tenesmo intolerable, enflaquecimiento rápido i debilidad profunda. El facultativo que lo asistia recorrió infructuosamente to- dos los tratamientos aconsejados por los autores, infusiones de ipeca, bismuto, astrinjentes, creta, etc. A'fines de setiembre, junta de varios y * doctores, todos los que, en conformidad con el médico de cabecera, de anunciaron la muerte próxima del enfermo. El doctor J. J. Aguirre, a indicacion del doctor Sandalio Letelier, prescribió un gramo de ipecacuanha por la mañana i otro por la tarde, en la menor cantidad posible de vehículo. Ei enfermo sufrió grandes fatigas que duraban de hora i media a tres horas. Al dia siguiente, disminucion de las evacuaciones, pero siempre de mal carácter, color negruzco, gran fe- tidez, abundantes, con grumos secos de color oscuro. Se continuó la medicacion por bres dias 1 fué reemplazada por un purgante de acei- te de ricino i almendras, aa-15 gramos. Gran cantidad de materias fecales antiguas fueron espulsadas 1 volvió de nuevo el tenesmo. Se administró de nuevo un gramo de ipecacuanha al dia, en una dósis por la mañana, continuada durante cuatro dias. Las evacuaciones cambiaron de carácter ise hicieron completamente diarreicas, pero notándose en ellas los mismos escrementos antiguos endurecidos, cu- ya salida duró de ocho a diez dias. Se prescribió un nuevo purgante de ricino, como el anterior i su curacion se terminó con tónicos, sul- fato de quinina, estractos amargos, 1 opio para combatir el insomnio de que siempre padece. OBSERVACION 2%—P. F., de 60 años de edad, fu6 atacado de di- senteria a principios de octubre de 1878. El doctor Sandalio Lete- 196 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. lier fué llamado para asistirlo, mas o ménos, 20 dias despues de la aparicion de la enfermedad. El enfermo estaba postrado, profunda- mente abatido i en el mas alto grado de debilidad, con 20 a 25 eva- cuaciones diarias. El doctor Letelier prescribió 50 centígramos de ipeca, con algunas gotas de láudano, una dósis por la mañana i otra por la noche. Ordenó que inmediatamente de tomar el remedio, el enfermo fuese colocado horizontal e inmóvil en su cama i privado de toda bebida. El enfermo no sufrió nada, ni náuseas ni fatigas, con la injestion del medicamento. Al dia siguiente las evacuaciones habian cambiado de carácter, haciéndose ménos sanguinolentas i dis- minuyeron a 6 u 8, i los cólicos i el tenesmo eran mas tolerables. Continuada la misma medicacion durante tres dias, la mejoría fué mui notable: las eyacuaciones se hicieron enteramente mucosas, lue- go diarréicas, sin cólicos ni tenesmo. Se ordena entónces descanso de la ipecacuanha i se prescriben píldoras antidiarréicas compuestas de cálomel e ipeca, aa-10 centígramos, estracto de tebaico 5 centígramos. El estado del enfermo no cambia i continúa siempre mui postrado. Dos dias despues de la administracion de estas píldoras, vuelve a aparecer la exhalacion sanguínea i se receta de nuevo la ¡peca en la misma dósis i forma de que ya hemos hablado. Se continúa esta me- dicacion por espacio de cuatro dias i el enfermo entra en convales- cencia, que fué larga 1 difícil. Ayudado por el vino de quina i sima- rruba, fué completa la curacion el 11 de noviembre del mismo año, ia la fecha se encuentra enteramente bueno. OBSERVACION 32—José Luis Campo, temperamento sanguíneo i 30 años de edad, entró a la sala de El Salvador, en el hospital de San Juan de Dios de Talca, servicio del doctor Sandalio Letelier, el dia 28 de enero de 1879. Hace seis dias que se siente con fuertes do- lores al vientre, pujo intolerable i evacuaciones muco-sanguinolentas dia anterior llegaron a 15. Su lengua estaba cubierta de un espeso barniz gris-amarillento, su cutis seca 1 caliente 1 sus pulsaciones, no mui débiles, alcanzaban a 95. A indicacion mia, se le prescribió un gramo de ipecacuanha en 20 de jarabe de corteza de naranjas. Se to- mó todas las precauciones ántes indicadas 1 el enfermo no sufrió molestia alguna despues de la injestion del remedio. Durante este dia solo tuvo tres evacuaciones abundantes 1 con mul poca sangre. Al día siguiente el pulso habia bajado a 79 i su temperatura era casi enteramente normal, Se deja en descanso 1 en este dia tuvo solo dos evacuaciones enteramente normales. El dia 30 salió de alta. rá ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—MARZO DE 1879. 197 CLÍNICA DEL DOCTOR DAVID SALAMANCA. SEÑOR JUAN MANUEL SALAMANCA.—Querido hermano: La tésis que tienes elejida para dar cumplimiento a los estatutos universitarios, producirá, sin duda, entre nosotros, una verdadera re- volucion en el tratamiento de la disenteria. No es posible, en la actualidad, ni siquiera establecer una discu- sion para negar la primacía de la ipecacuanha, segun el método que se sigue casi invariablemente en las Indias inglesas, sobre todos los demas procedimientos conocidos hasta la época presente. Creo que llevarás la conviccion a los espíritus mas pesimistas con solo exhibir los resultados estadísticos, sacados esclusivamente de datos oficiales i durante medio siglo, tán perfectamente garantizados, por el testimonio irrecusable de eminercias científicas que basta solo enumerar: Docker, Maclean, Morchead, Mee, Blacklock, Erwart, Geddes i Mortimer. Por esto me parecia de escasa utilidad que añadieras las pruebas de mi propia esperiencia, en 6 años a lo ménos. Sin embargo, ya que lo deseas 1 porque he sido la causa determinante de que elijieras asunto tan valioso yoi a complacerte, reuniendo mis apuntes sobre los hechos mas notables, de esos en que la sorpresa, realizando reaccio- nes vitales que se juzgaban imposibles, dejan un recuerdo imperece- dero, producido por el mas' noble de los deseos que puede espe- rimentar el hombre: la salvacion de un agonizante. Por un acaso tuve conocimiento de las transformaciones que ope- ra la ipecacuanha en el cuadro sintomático de la disenteria, cuando influencia el organismo segun el modus administrandi de los médi- cos ingleses de la India. ; Me encontraba asociado a las veladas científicas de nuestro emi- nente cirujano i sabio médico, doctor José J. Aguirre, cuando en una noche de 1871 leimos el tratamiento de la desintería, escrito con tanta precision 1 claridad en la obra monumental, titulada A sys- tem of medicine, publicada en Lóndres en 1866. Sabes, bien, que el doctor Aguirre es una coleccion viviente de monografías médicas, que hace inesplotable un conjunto de circuns- tancias, dignas de ser lamentadas. Ojalá consiguieras, de su vasto repertorio, siquiera unas cuantas observaciones que justificarian en Chile la necesidad de propagar en mayor escala la aplicacion de la ipecacuanha segun el procedimiento que tú, el primero, tendrás el ho- 198 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, nor de popularizar, publicándolo con los detalles indispensables para ser bien aprovechado, evitando falsas apreciaciones. Confieso que la primera lectura me dejó vivamente preocupado 1 vacilante sobre la conveniencia de aventurar esperimentos que, a primera vista, me parecieron peligrosos i en desacuerdo con las no- ciones que tenia a este respecto. Luego se presentó una ocasion decisiva: era menester una resolu- cion inmediata. a ; OBSERVACION 42—A principios de 1872 fuí llamado con urjen- cia a la calle de Lira para asistir a una señora de 75 a 80 años. Des- pues de 8 dias de una disenteria aguda, sobrevino efacelo de la mu- cosa rectal i llegó la enferma al último grado de postracion de fuer- zas 1 agotamiento nervioso. La piel era qnemante i seca, la len- gua cubierta de una gruesa capa de barniz morenusco, el vien- tre abarquillado, mui deprimido; la palpacion era insoportable en todo el flanco izquierdo; los ojos sin brillo, hundidos en las ór- bitas; el pulso depresible, pequeño, reducido a una verdadera vi- bracion; las cámaras repetidas, sin número de veces durante el dia, involuntarias de tiempo en tiempo; molestia insufrible en el ano; tres dias de insomnio completo; fatigas acompañadas de un sudor frio i viscoso; una atmósfera pestilente i nausea bunda rodeaba el lecho de la enferma, que se encontraba acostada so- bre el lado derecho, encojida sobre sí misma; las cámaras purulen- tas, fibrinosas, rojas o negras, variando de forma i de color, la enfer- ma se encontraba ya sin fuerza para un cambio cualquiera de posi- cion, en el período agónico del padecimiento. Cinco médicos la habian asistido sucesivamente, sin que hubieran escaseado las conferencias indispensables en un caso de tanta grave- dad. Medité tranquilamente sobre el plan curativo que se habia se- guido: era irreprochable. Nada tenia que añadir para salvar a la desgraciada anciana. Mi pronóstico fué, pues, idéntico al de mis com- profesores: en pocas horas mas deberia ser un cadáver. Comuniqué mis pensamientos a la familia, que me oyó resignada; pero agregué que abrigaba una esperanza fundada en un buen nú- mero de probabilidades: ensayaré 1 en cuatro horas mas veremos si el éxito puede ser favorable. Inmediatamente en una cuchara deposité una cucharadita de ja- rabe de corteza de naranja, a la que mezclé tan íntimamente como era posible, segun la urjencia del caso, treinta granos de ipecacuanha en polvo recien preparado, i administré de una vez esta especie de electuario, sin permitir, para la deglucion, ni siquiera una gota de ; ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —MARZO Dr 1879, 199 agua. Quité en seguida las almohadas de la cama para que la señora quedara en posicion horizontal, ordené que se colocaran sinapismos Rigollot sobre el abdómen, compresas de agua fria renovadas en el ano, alimentacion esclusiva de arroz cocido 1 seco, tres horas despues de administrado el remedio; abstinencia absoluta de todo líquido; que nose permitiera levantar la cabeza a la enferma ántes de dos ho- ras i esperé, Eran las 7 de la noche. A las 8 aun no se producia nin- guna evacuacion, los dolores del vientre mui disminuidos i un bie- nestar jeneral de la paciente despertó la animacion i cierto contento en toda la familiz. Recomendé que de la misma manera se le diera otra dósis igual a las 8 de la mañana siguiente, guardando las mismas precauciones. A las 9 de este dia interrogué a la señora que, con voz cascada, me probó su contento: apénas sentia dolores abdominales; podia vol-.| verse por sí misma de un costado al otro, la cutis estaba suavizada por un sudor moderado 1 un calor uniforme; limpios los bordes de la lengua, formaban una faja en herradura, con un barniz mas den- so hácia la parte interna; la mirada era animada i serena, el pulso regularizado, aunque mui frecuente, el tenesmo casi nulo 1 asi mismo la desazon anal, habia dormido 8 horas, mas o ménos, sin ajitacion ni sobresalto. A las 10 A. M. tuyo una evacuación muco-sanguino- lenta que la postró bastantei que volvió a repetirsea las 3 de la tar- de en las mismas condiciones. Eran las 9 de la noche cuando tomó la tercera dósis de 30 granos de ipeca, i a las 12 sobrevino la primera evacuacion de aspecto fecu- lento, color amarillo-pálido, bastante líquida 1 abundante, en propor- cion de 1 a 3 con las anteriores.—Ordené 20 granos de ¡peca para el dia próximo, que en el tercer dia reduje a 10 granos, estacionando esta dósis por dos dias mas, que se administraban a las 6 de la ma- ñana para que la enferma pudiera levantarse a las 10 como se lo prometí que permitiria desde el tercer dia. Los diversos cambios porque fueron pasando las evacuaciones se- ria fastidioso referirlos, desde que admiten infinitos matices en su coloracion, la cantidad de glóbulos purulentos, epitelios efoliados en su densidad, etc., presentando esa multitud de fenómenos físico- químicos que puede notar cualquiera que haya observado un solo enfermo de disenteria, El punto culminante es la salvacion de la señora desde la primera dósis, sin náuseas ni molestias perseveran- tes, si se exeptúa la sed que es bastante tolerable. Es interesante notar que en una disenteria adinámica, como la referida, ¡ en una señora tan deteriodada i vieja, la ipecacuanha levan- 200 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, tara las fuerzas, protestando de la contraindicacion' que algunos han pensado era evidente en tales condiciones. No ménos de 10 veces he podido observar idénticos resultados, que es menester fijar de prefe- rencia, para no abandonar este camino salvador por ideas preconce- bidas i no sancionadas sino por una falsa induccion. Este primer suceso lo trasmití entusiasmado al doctor Aguirre, quien resolvió, por su parte, continuar la misma senda esperimental, que en los años transcurridos desde entonces, ha burlado tantos pro- nósticos fatales. Todavía no he perdido un solo enfermo de disente- ria, adoptando en los casos gravísimos el uso de la ipecacuanha en dósis macisas i con las precauciones que se han indicado. OBSERVACION 52—En la primera semana del mes de octubre de 1872 fuí citado a una casa de la calle de Huérfanos, perteneciente a una familia mui distinguida 1 acaudalada. Tenian a uno de los niños» de 13 años de edad, mortalmente enfermo de disenteria, al estremo que ya no habia esperanza alguna de salvarlo. Los cuatro facultativos que disertaron sobre el valor pronóstico del cuadro sintomático, estuvieron en perfecto acuerdo, sosteniendo con una lójica irrefuta- ble la muerte próxima del niño, ántes de que se viera la luz del si- guiente dia. Eran las cinco de la tarde: las líneas del semblante del enfer- mo totalmente alteradas, pálido, demacrado, la piel terrosa, arru- gada, eminencias i depresiones se dibujaban en todo su cuérpo estenuado, apénas tenia fuerzas para lanzar uno que otro quejido cavernoso, un calor seco i quemante se sentia donde quiera que se colocase la mano; el vientre timpanizado i en estremo doloroso, no le permitia mas posicion que echado sobre el costado derecho, con el pecho encorvado hácia adelante i los muslos doblados sobre el abdómen. Hacia ya dos dias que se mantenia de este modo, temiendo desdoblarse por los fuertes dolores que sufria a cualquier movi- miento. El pulso filiforme i acelerado, no se podia contar, las eva- cuaciones sanguinolentas, albuminosas, poco abundantes i repetidas con instancia insoportable, sin que el vientre jamás se sintiera deso- cupado. Especialmente el enfermo exa molestado por un hipo ince- sante, alternado con vómitos incohersibles, que ni el agua podia to- lerarse: vomitus singultus malus. (Hipócrates). Por tercera vez sufria esta recidiva en el espacio de dos meses 1 una porcion considerable de la membrana mucosa habia sido espul- sada a pequeños trozos. Amimado con diez curaciones, a lo ménos, en personas que tenia la conyiccion sincera de que habrian fallecido por otros procedimientos ANALES DE LA UNIVERSIDAD. — MARZO DE 1879. 201 curativos, tuve la enerjía suficiente para declarar a mis comprofeso- res que efectivamente la situacion era gravísima; pero que, adoptan- do la medicacion por la ipecacuanha en dósis altas, abrigaba la espe- ranza de un éxito inmediato. Dos de entre ellos contestaron con una “sonrisa desdeñosa, i todos protestaron, sin darme tiempo para desarrollar mi manera de ver, i sosteniendo con desenfado que el procedimiento era vulgar i tan pésimamente indicado, que el niño no resistiria un solo instante. ¿Es posible, decian, permitir la admi= nistracion de esa dósis enorme de ipecacuanha cuando el jóven no puede soportar sin vómitos ni siquiera una sola gota de agua? A mi turno interrogué igualmente: ¿Quién se atreve a responder de que el niño salvará?—Al ménos se prolongará la escena tanto como es posi- ble, como es nuestra obligacion, obtuve por respuesta.—Pues bien, yo respondo, contesté. Í sin vacilar hice una prescripcion que envié a la botica inmediatamente. Detuve a uno de mis comprofesores para que presenciara los bue- nos efectos que auguraba, perfectamente confiado. Coloqué 10 gotas de láudano de Sydenham en una cucharita, sobre la que deposité un pequeño terron de azúcar que absorvió todo el líquido, por ca- pilaridad. Personalmente lo administré al enfermo 1 cinco minutos despues lo hice tomar 20 granos de ipecacuanha en jarabe de corteza de naranja 1 cubrí el vientre con una lijera compresa empapada en esencia de trementina i se quitaron las almohadas. Una hora des- pues fuimos a visitar al paciente; le pregunté cómo se sentia i res- pondió que nada mejoraba. Lo invité a que se estirara i no estuvie- ra tan encojido sobre sí mismo. Me dijo que era imposible por los dolores que sentia al menor movimiento; pero asegurándole que ya no sucederia lo que tanto temia, se estiró con facilidad i se volvió al lado contrario. El hipo habia cesado, las náuceas i los vómitos ha- bian desaparecido, el sudor empezaba, la voz se hizo mas firme i acentuada, los dolores casi nulos; hasta esa hora no habia vuelto a presentarse ninguna evacuacion i un bienestar jeneral i pronto se apoderó del enfermo que no sabia cómo espresar su sorpresa ireco- nocimiento. Las dósis de ipecacuanha se repitieron mañana i noche durante dos dias. Al tercer dia tomaba solo diez granos e insistí de este modo, una vez por la mañana durante cuatro dias consecutivos. Al tercero de estos dias, el enfermo abandonó su cama i los fenómenos declina- ron en gravedad, con presteza tan inusitada que a los doce dias de tratamiento se marchó al campo para asegurar la convalescencia. Despues del sesto dia tomaba agua de cocimiento de campeche i 202 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERABIAS. ántes de almorzar 1 de comer una cucharadita de pernitrato de fierro Kerr, diluida en agua azucarada i segun una fórmula que tengo de- positada en la botica de los señores Barrios hermanos. Cinco dias tuvo por esclusivo alimento arroz cocido, bien espeso, con un poco de canela 1 gradualmente desde entónces fuí permitiendo una ali- mentacion mas suculenta. Por la noche, al acostarse, se le daban 10 granos de polvos de Dower en mucílago de linaza caliente, con adi- cion de una hoja de borraja. En un mes este jóven, que ahora es un hombre mui desarrollado 1 corpulento, se encontraba tan restableci- do i gordo que era imposible notar la menor huella de los atroces sufrimientos que soportó por tanto tiempo. OBSERVACION 62—En la tarde del 9 de octubre de 1878 fuí lla- mado urjentemente para que prestara inmediatamente asistencia a la señora M. E. L. que se encontraba desahuciada por seis médicos notables. Atacada de una disenteria aguda a principios del mes de enero i empeorando de dia en dia, en su desesperacion, se vió en la necesi- dad de llamar sucesivamente a diferentes médicos. La enfermedad cedia transitoriamente para recidivar despues con mayor intensidad, apesar de los tratamientos mejor ecos, entre los muchos que se emplean en estas circunstancias. La señora tiene 22 años, de constitucion robusta 1 temperamento sanguíneo; contrajo matrimonio a mui temprana edad i ha tenido seis hijos hasta la fecha. Cuando la visité, se encontraba acostada sobre el lado derecho, tan enflaquecida i estenuada que con dificultad pudo sacar de entre las ropas de su cama uno de sus brazos para la esploracion del pulso que, apénas sensible, era estremadamente acelerado. La voz apagada, el semblante pálido e hipocrático, los dolores abdominales se ha- cian intolerables a la menor presion, la frecuencia de las evacuacio- nes muco-purulentas 1 sanguinolentas, 15 mas o ménos durante el dia, sin la menor huella de materias escrementicias desde hace tres dias, la imposibilidad de la mixtion que hacia necesario el cateteris- mo cada vez que esta necesidad lo reclamaba, operacion que ocasio- naba fuertes dolores; ien fin, un tumor abdominal voluminoso en el bajo vientre, que se estendia hasta el ombligo, cuyo diagnóstico no habia sido precisado por los facultativos que la habian asistido, me hicieron pronosticar con estrema reserva sobre las probabilidades de vida que restaban en favor de la paciente. Despues de una relacion mas o ménos verídica sobre los conme- morativos, réjimen adoptado, administracion de las prescripciones ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MABZO DE 1879. 203 ordenadas, etc., se me dijo que ántes de esta enfermedad, la señora gozaba de cabal salud, era mas gorda de lo conveniente a la hermo- sura i mas rosada de lo que hubiera deseado, hasta el 12 de enero en que sufrió las primeras molestias que la habian llevado al estremo en que la observaba. Mui desalentado, prescribí, sin embargo, 20 granos de ipeca, por la mañana, con las precauciones 1 dieta ya indicados, i vapores calien- tes de infusion de manzanilla, colocando a la enferma, sostenida por los ayudantes necesarios, sobre el tiesto que contenia la infusion. Tres horas despues de empezado el tratamiento, la orina era es- pulsada con poco esfuerzo 1 dolor soportable 1 en anucha cantidad. No hubo mas necesidad de la sonda i la orina cambió de color has- ta hacerse tan clara como en las personas que toman agua o frutas, principalmente sandía, en abundancia i gozan de plena salud. Al dia siguíente se administraron solo 10 granos de ipeca. En la tarde i en la noche hubo dos evacuaciones feculentas, todos los síntomas alarmantes cesaron con sorprendente rapidezi la enferma se mostraba contenta 1 alentada. Pero siempre se quejaba de tenesmo i molestia en el ano, que segun sus propias espresiones, estaba cocido por las evacuaciones, e irritado por tantas lavativas de las que ya no tenia cuenta. Todo esto pasó bien pronto con la aplicacion de compresas em- papadas en agua fria sobre el ano 1 renovadas con frecuencia. Las noches eran tranquilas i vino un sueño reparador con la preserip- cion de pequeños enemas de agua almidonada, adicionando un gra- mo de polvos de Dower. Durante tres dias mas seguí con la admi- nistracion de 10 granos de ipeca por la mañana i luego declaré que la enferma estaba fuera de todo peligro. Entónces me concreté a restaurar las fuerzas perdidas de la en- ferma con una medicacion tónica 1 astrinjente. Al principio con el pernitrato de fierro, el agua de campeche, etc.; despues con los pre- parados de quina, el vino de pepsina i diastasa, para remediar el estado dispéptico bastante rebelde; i cuando la diarrea tomaba pro- porciones espoliativas la contenia fácilmente con la siguiente pres- cripcion: Infusion de ipecacuanha....... 250 gramos. Subnitrato de bismuto...... Ea 8 Jarabe de diacodion............. 40» M. Dos cucharadas cada cuatro horas. Me parece innecesario entrar en mas detalles para probar la herói- 204 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS. ca eficacia de la ipecacuanha por el método que defiendes en la tésis que te propones esplanar. Pero hai un hecho capital 1 de sumo interes en este lijero diagra- ma de la enfermedad en cuestion i que no es posible sacrificar a la concision. A fines de octubre, encontrando a la enferma bastante fuerte i restablecida, pasé a ocuparme del tumor abdominal que, mui justa- mente, la mantenia abatida 1 preocupada sobre su futura suerte. Muchos eran los diagnósticos que se habian formulado sobre el sitio 1 naturaleza del tumor: desarrollo de gases intestinales; supre- sion de los menstruos, catarro vesical concomitante 1 debilidad jene- ral; hipertrofia inflamatoria del útero, coincidiendo con úlceras gra- nulosas del cuello, un tumor que era difícil determinar si estaba fuera o dentro del útero, etc. Por fin, tres de nuestros mas eminen- tes doctores diagnosticaron que se trataba de un quiste del ovario. Yo, por mi parte, pude notar que el abdómen presentaba exacta- mente el aspecto que ofrece, mas o ménos, en el quinto mes del embarazo i la percusion i palpacion abdominal daban todos los fe- nómenos que se notan en las ascitis abundantes o en los derrames serosos enquistados. La señora me llamó la atencion sobre las fre- cuentes contracciones, un tanto dolorosas i repetidas, a veces cada dos minutos, que la molestaban en el vientre. Efectivamente, se per- cibian a la simple vista, produciendo cierta especie de temblor en la superficie de las paredes abdominales, mas notables hacia la rejion umbilical i se dejaban sentir netamente, con el carácter de tónicas o clónicas a la vez, bajo la mano del observador que presionara con suavidad. Ausculté prolijamente sin percibir mas que borgorismos intestinales. Pero algunos dias despues renové mi esploracion con insistencia 1 mayor eserupulosidad. Tuve entónces la suerte de percibir con toda claridad el tic-tac del corazon fetal, i sin vacilar dije a la enferma que se encontraba em- barazada i que, en consecuencia, su tumor desaparecería en un tér- mino fatal que no tardaria, La señora esperimentó una gran sorpresa, i como manifestase su- ma inquietud, me apresuré a calmar la exitacion de su espíritu, conviniendo en que, probablemente era yo quien sufria un error so- bre la naturaleza del tumor que le ocasionaba tan atroces sinsabo- res, En consecuencia, le rogué que llamara a uno de nuestros mas afamados doctores, práctico tan esperimentado como respetable, que resolveria sin apelacion un problema tan difícil. Cumpliendo con las instrucciones que dí a la señora, el 22 de no- ANALES DE LA UNIVERS:DAD.—MARZO DE 1879. 205 viembre dió una cuenta prolija de cuanto le sucedia, al facultativo de mi eleccion, insistiendo en hacerle presente cuál era mi opinion a este respecto. Despues de un minucioso reconocimiento, dijo a la enferma: «en este vientre no puede tratarse de un embarazo porque no hai nada macizo» e inmediatamente se armó de un trocar esplo- rador para practicar la paracentesis. La señora opuso una resistencia tenaz porque únicamente solici- taba su opinion por escrito, que copio testualmente: «me parece que lo que tiene la enferma es un verdadero quiste ovárico; pero no ereo que el estado en que se halla, permita la operacion radical, cuando mas una puncion paliativa.» Dos dias despues tuve una conferencia verbal con este mismo facultativo, aprovechando la ocasion de que formaba parte de la junta de cirujanos que practicamos la transfusion de la sangre arte- rial de un cordero a una señora, que tuve la fortuna de salvar de una cistorrajia rebelde a todas las medicaciones, valiéndome de la pocion antihemorrájica de West, pero que “siempre peligraba por la anemia profunda que sobrevino. Insistió siempre en sus apreciacio- nes sin dar gran valor a mis razonamientos. Apesar, pues, de las protestas de la señora, que se encontraba se- parada de su marido 1 que aseguraba que jamas habia sentido un embarazo semejante precediendo a sus partos anteriores; apesar del diagnóstico diferente de tantos otros comprofesores, despues de un nuevo exámen i ayudado por la circunstancia de que el último coito matrimonial coincidia precisamente con la época en que debia haber tenido lugar la fecundacion, yo aseguré mi diagnóstico, que poco despues fué comprobado con los hechos. El 23 de diciembre, justa- mente un mes despues de las discusiones referidas, de este mismo año, la enferma arrojaba grandes cantidades de líquido amniótico 1 a las 53 P. M. del día siguiente daba a luz, con toda felicidad, un pequeño niño sumamente flaco, que murió tres dias despues. . Desde entónces la mejoría se fué acentuando con mayor rapidez i actualmente esta señora se encuentra de mul buen aspecto, aunque todavía sobrevienen pequeños ataques de trastornos en las funciones - gastro-intestinales, que pronto han de terminar radicalmente. Mui pocos habrán olvidado todavía esa ardiente acusacion que rejistró la prensa de Valparaiso con motivo de un error idéntico al que dejo referido. Uno de nuestros cirujanos, que con justicia ha conquistado la estimacion pública, practicó la paracentesis abdomi- nal en una señora que presentaba todos los signos 1 síntomas propios de los grandes quistes ováricos; pereció la enferma:i el niño que 206 MEMORIAS CIENTIFICAS I LITERARIAS. alimentaba en el cláustro materno. Conviene, pues, dejar constancia de estos hechos, para que los facultativos tengan siempre presente las dificultades i peligros que envuelven, a veces, las operaciones de un diagnóstico incorrecto. Es necesario agotar siempre los medios de esploracion, puesto que la vida de un enfermo pende, con una frecuencia increible, de insignificantes fenómenos que no se han to- mado en cuenta, por una punible falta de observacion. La caridad ¡ nuestra elevada mision asi lo exijen. OBSERVACION 72*—En el mes de marzo del año de 1877, una respetable familia de San Felipe me trajo para que asistiera profe- sionalmente a una niñita de tres años de edad, sumamente estenuada por ataques sucesivos de disenteria, que en el espacio de cuatro me- ses se venian repitiendo con tanta violencia, que al fin se desespera= ba de poderla salvar, sobre todo cuando habia opiniones de facul- tativos, bien fundadas, que fijaban un término fatal i perentorio. La niñita deseaba pasar siempre acostad*, o dormitando en los brazos de su mamá; lloraba cuando queria dársele cualquiera otra posicion. El dia que la visité, tenia frecuentes evacuaciones de san- ere pura, 1 segun las esplicaciones de la señora, hacia cuatro dias que se operaban por el ano verdaderas hemorrajias, tan alarmantes, que hacian temer un fin próximo. Sin embargo, el calor era febril, el pulso estaba mui acelerado, i habia una sensibilidad dolorosa mui marcada en toda la rejion ab- dominal; érale, ademas, imposible soportar la posicion sentada, aun- que fuera en blandos almohadones, por los vivos dolores que sentia en el ano. En los alrededores de esta rejion, se notaba esa coloracion roja de las irritaciones superficiales, sin otra cosa de par ticular. Eran las ocho de la mañana cuando acudí con presteza, por la urjencia del caso. Aunque temia la indocilidad propia de los niños para someterse al tratamiento por la ipecacuanha en las condiciones necesarias al procedimiento seguido en las Indias inglesas, creí sin embargo una circunstancia mui propicia la postracion misma de la enfermita, obligada a permanecer siempre acostada. Prescribí ocho granos de ipeca de una sola vez. Las evacuaciones 1 la sangre que constantemente coloreaba las ropas de la niñita, cesaron inmediata- mente. A las cuatro de la tarde hubo una evacuacion: era ya del todo fisiolójica. Al dia siguiente repetí la misma dósis de ipecacuanmha, 1 la mejoría fué tan rápida que resolví suspender todo medicamento. Una lijera diarrea que sobrevino algunos dias despues, fué con facilidad com-= batida por lijeros astrinjentes tónicos. EA A EA > % ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MARZO DE 1879. 207 No se ha vuelto a repetir la enfermedad ni sobrevenido conse- cuencias de otro jénero. OBSERVACION 82—En el año de 1876, fuí llamado con suma ur- jencia para asistir profesionalmente al distinguido jóven don Amador Navarrete. Tenia dos meses de permanencia en cama, gravemente en- fermo de una disenteria maligna desde el primer momento. Tres médicos notables, amigos del señor Navarrete, le prodigaban los mas solícitos cuidados; mas, apesar de todo el interes que inspiraba el paciente, i de los tratamientos mejor combinados, se presentaron fenómenos tan alarmantes, que los médicos perdieron toda esperan- za 1 concluyeron por desahuciar al enfermo. La confusion fué estrema, 1 de ahí que fuese llamado, como el último recurso que se podia tentar, teniendo en cuenta otras cura- ciones análogas practicadas por mí i referidas a la familia por dife- rentes personas. El señor Navarrete, aunque se hallaba en el período agónico de la enfermedad, estaba sin embargo mui irritable, exijente, desalen- tado, voluntarioso i desconfiado. Acostumbrado a ser obedecido por cuantos le rodeaban, exijia esplicaciones. detalladas i amplísimas de los motivos que determinaban a los médicos a ordenar tal o cual medicamento; aquellos, siendo sus amigos, se apresuraban a satisfa- cerlo del modo mas cumplido posible. Tengo a la vista una esposicion escrita por el mismo señor Nava- rrete, en que me refiere las mas íntimas peripecias que le acontecie- ron durante el tiempo que le asistí en su enfermedad. Con este mo- tivo dice: «que ya no tenia aliento ni vitalidad para resistir, apesar de tantas lavativas diferentes, aunque muchas eran de nitrato de plata.» El señor Navarrete recuerda con viveza i estampa en su escrito la respuesta que le dí cuando me interrogó sobre los motivos que tenia para proceder de la manera que lo hacia: «Si Ud. quiere sanar, ha- ga lo que ordeno, i si nó Ud. se morirá.» Efectivamente, para al- canzar un buen éxito, en muchas ocasiones es un recurso eficaz no paliar los caprichos inherentes de un enfermo, i al contrario, doble- -garlo a las ordenanzas del facultativo. Desde entónces cesaron las observaciones 1 resistencias del señor Navarrete, 1 mui resignado tomó de una vez 30 granos de ¡peca con las precauciones usadas para evitar los vómitos. Ni siquiera tu- yo náuceas, 1 la mejoría, como siempre, se acentuó desde el primer instante. Esta dósis la administró dos dias seguidamente mañana i noche; al tercero la reduje a la mitad ial cuarto la suspendí del to- 208 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. do. «A los ocho dias, dice el señor Navarrete, me encontraba com- pletamente bien i fuera de todo peligro, sometido extrictamente al sistema del Dr. David Salamanca.»—Este ha sido uno de los casos mas graves en que, a la verdad, me ha sorprendido la presteza de un restablecimiento cabal. El señor Navarrete tiene a la fecha 34 años; goza de buena salud i no ha sufrido hasta hoi ninguna de esas perturbaciones hepáticas tardías, que sobrevienen frecuentemente entre nosotros, en pos de las endemias disentéricas, que año por año llevan el luto a tantos ho- gares, Intencionalmente no he sido mas minucioso en la relacion de este caso. El cuadro sintomático final de la disenteria adinámica úlcero- menbranosa, si es verdad que presenta en las distintas constitucio- nes fenómenos interesantes bajo el punto de vista científico, no creo que sea ésta la oportunidad de anotarlos, desde que persigo única- mente una demostracion bien definida: la supremacia e importancia que tiene el tratamiento de la disenteria, segun este modus adminis- trandi de la ipecacuanha, sobre todos los demas procedimientos, i en consecuencia, la necesidad de popularizarlo como un ajente heróico aun en los casos mas desesperados. Las consideraciones anteriores me determinan a ser tambien mui breve en la relacion del interesante caso que paso a referir. OBSERVACION 9.*—El 4 de febrero de 1878 me encontraba en los famosos baños termales de la cordillera de Chillan, cuando fuí vivamente instado por el honorable caballero don José Miguel Ure- ta para que visitásemos inmediatamente al laborioso i digno supe. rintendente del ferrocarril de Talca a Angol, Concepcion i Talca- huano, señor don Eduardo Cuevas, que se encontraba en una casu- cha vecina, mortalmente afectado de una disentería gravísima. En fin, despues de una esposicion lucida i mui bien razonada, el médico que lo asistia, con fundamentos perfectamente lójicos, ter- minó por fijar un término perentorio de 3 o 4 horas, a lo mas, a la vida del paciente. Nada habia que objetar al tratamiento de mi distinguido colega; conoce demasiado la naturaleza del padecimiento en cuestion 1 cuan= to es necesario para remediarlo, sin incurrir en errores. Era natural que yo participara completamente de su opinion, que, sin embargo, no acepté teniendo en consideracion el hecho de que no he perdido un solo enfermo en 6 o 7 años, a lo ménos, empleando el procedi- miento que nos Ocupa. Con la sinceridad no siempre conveniente, pero que inyariable- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DE 1879. 209 mente acostumbro, espuse a mi compañero todos mis temores i espe- ranzas sobre el buen suceso; mas, como dudara de mis aseveraciones, resolyí echar sobre mi conciencia una responsabilidad, a mi juicio, bastante problemática por el motivo capital de abstencion alegado en semejante caso. Sostenia mi colega, que siendo un deber primor- dial en el médico prolongar la vida de un paciente, aunque sea uu minuto, aguardando reacciones vitales, no podia consentir en la ad- ministracion de un remedio que estaba contraindicado, i que acele- raria el término fatal —aunque nada sabia sobre el particular—pero que tenia la seguridad de no haber leido jamás las acciones que yo atribuia a la ipecacuana, segun lo aconsejaba ese Docker, no citado todavia en los clásicos que él hojeaba dia a dia. Despues de una discusion que nada favorable prometia en benefi- cio del enfermo, si no era una pérdida de tiempo capaz de hacerse irreparable, procedí a ocuparme del paciente, resignado a no pedir luces prestadas en lo sucesivo. El señor Cuevas sufre desde háce muchos años, de una lesion valvular intracardíaca, en que se ha establecido la compensasion cir- Culatoria tan sólidamente afianzada, que ha podido sobrevivir a va- rios médicos que desesperaban de poderlo sostener por mucho tiem- po. Despues le sobrevino una dispepsia, tambien ya de larga fecha, probablemente ocasionada por las perturbaciones circulatorias e hiperemias consiguientes en la mucosa gastro-intestinal. Estando pues, mui debilitado de salud, sufrió un pesar intenso i deprimente que, desarmonizando la inervacion, dió lugar a un proceso mórbido, que se tradujo por diarrea frecuentemente repetida i persistente, hasta tal punto que en lugar de cesar con los ajentes terapéuticos mas variados, gradualmente tomó los caractéres de una verdadera - disenteria. Durante tres meses, a lo ménos, consultó a los mas afamados fa- cultativos de Concepcion, Chillan, Valparaiso i de nuestra capital. Todos estaban de acuerdo en el diagnóstico i pronóstico: disenteria que terminaria en breve plazo con la medicacion que prescribian. Las mejorías eran siempre inestables; las recidivas mas frecuentes ¡ penosas. Desalentado, i en la Eidod de atender sus ocupaciones, regresó a Concepcion, donde fué asistido por los prácticos mas ejercitados, Los dolores abdominales se hicieron intolerables; el pujo i tenesmo, 1 la espulsion de materias escrementicias sanguinolentas, nidos sas, acres i líquidas, lo llevaron rápidamente a un estado tal de con- suncion i de marasmo, que el último médico, amigo de toda su con- h ¿o 1D, TN Ue 0 210 MNEMORJAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. fianza, lo determinó a marchar a los baños de Chillan, como recurso último 1 que creia de considerable eficacia, Estenuado i dolorido emprendió ese viaje, duro aun para los que gozan de cabal salud, al traves de esas montañas que envuelven el coche del viajero en nubes tan espesas del finísimo trumaho, que a veces el cochero no puede distinguir desde el pescante a los diestros caballos que gobierna. Empezó por tomar baños tibios en el agua del fierro, obedeciendo a las prescripciones del facultativo. En los primeros dias, los dolo- res se mitigaron considerablemente i sentia cierto bienestar halaga= dor. Tres o cuatro dias despues, la enfermedad recidivó con una vio- lencia desesperante; la postracion llegó a un grado máximum: no podia el enfermo sentarse por sí mismo; las evacuaciones se hicieron innumerables i compuestas esclusivamente de pequeños grumos al- bumino-sanguinolentos, fétidos, con ese olor especial de la gangrena que tanto se fija en las narices; muchas eran compuestas de pseudo- membranas diftéricas, presentando las formas mas caprichosas e in- definibles. Dificultad estrema de respirar, acompañada de cierto mo- vimiento convulsivo en la mandíbula inferior, deprimiéndose hácia abajo, como para recojer mayor cantidad de aire, siempre insuficien- te; voz estinguida i apénas perceptible, calor mui exajerado, pulso aceleradísimo, hipo, náuseas, inapetencia absoluta, tal era el estado en que abordé una tentativa de restablecimiento, apesar de que ese semblante marcadamente hipocrático, con la nariz i las estremidades frias, como los hielos sobre un volcan, hacian perder toda espe- ranza. Todavia me aguardaban mas motivos de desaliento: el enfermo me declaró que tenia una idiosincracia por la ipeca. Hacia veinte años que un médico se la habia administrado en calidad de vomiti- vo que casi le costó la vida, 1 éste le aconsejó que jamás, por ningun motivo, aceptara en otra ocasion ese medicamento. Yo refleccioné un momento i le repliqué que él seria entónces un jóven, pero que los años trascurridos metamorfoseaban muchas propiedades del organismo. Por otra parte, las dejeneraciones indu- dables en las válvulas cardíacas, aumentaban todavia mis vacila- ciones. Pero, ¿habia otro camino salvador? Mi conciencia científica no veia absolutamente probabilidades para ningun otro medicamento que la ipecacuanha. Procedí, pues, con cierta timidez esploradora. A la 1 P. M. administré 15 granos de ipecacuanha en jarabe de corte- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MARZO DE 1879. 911 za de naranjas, e hice abrigar el vientre con una piel de zorro mui bien curtida. La botica de los baños de Chillan dispone de ajentes terapéuticos modestos e insuficientes. La mejoría fué rápida e inesperada de una, manera increible. Se mitigaron los dolores; la piel i la lengua se humedecieron; cesaron las evacuaciones; 4 solamente hasta las 12 de la noche, de mal carácter, siendo membranosas, i el enferno se sintió contento i vigorizado. A las 9 P. M., 20 granos de ipecacuanha. Dur- mió tranquilo 6 horas a lo ménos, cuando el insomnio era completo en las noches anteriores; las náuseas i el hipo terminaron. A las 9 A. M., 30 granos de ipeca: idéntica tolerancia. El 5 de febrero, a las 5 de la mañana, 40 granos de ipecacuanha: despues de una hora, no obstante la posicion horizontal, sufre algunas náuceas mui tolerables. La mejoría se acentúa, pero no cambia el aspecto de las evacuaciones. A las 9 P. M., 15 gotas de láudano de Sydenhan i diez minutos despues, 40 granos de ipecacuanha: tolerancia abso- luta. Febrero 6, 7 A. M.—40 granos de ipecacuanha; siempre cuatro evacuaciones hasta las 81 P. M., en que insisto en la misma dósis administrada en la mañana. A las 12 de la noche tuvo una evacua- cion perfectamente dijerida, de color amarillo, sin sangre, que cual- quiera habria confundido cón la de una persona de cabal salud. Febrero 7.—Reduje la dósis a 20 granos per la mañana i a 10 por la noche: 5 evacuaciones de diversas calidades. Febrero 8.—15 granos por la mañana i permito que se levante a las 12 M. Cuatro evacuaciones en la tarde. A las 2 P. M. arroja en trozos grandes porciones de mucosa esfaceladas, sin sangre i envuel- tas en materia escrementicia perfectamente normal; lavadas i esten- didas sobre un plato de porcelana, no pude dudar de que el des- prendimiento habia comprendido todo el espesor de la mucosa, la cual se vé serpenteada por capilares conjestionados, 1 agujereada por ulce- raciones cortadas a pico de fuera adentro 1 de variadas dimensiones con relacion a la circunferencia Febrero 9.—Una sola evacuación, natural, en el dia. Suspendí el empleo de la ipecacuanha i administré el pernitrato de fierro 1 agua de campeche, como bebida ordinaria: dolores inestables al estómago, borgorismos, gran cantidad de gases intestinales que escapan con frecuencia por las estremidades del tubo dijestivo. Febrero 10.—Se presentan en las evacuaciones pequeñas bolitas de materias endurecidas, que puestas al fuego dan un olor a queso bien apreciable por los asistentes. ste fenómeno se verificó varias 212 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. veces en el espacio de los 8 o 9 dias siguientes. Ademas espulsó cuatro veces escíbalos bastante resistentes de subnitrato de bismuto. Febrero 12.—Con gran sorpresa de los bañistas, nos pusimos en marcha para la capital del Ñuble. Hice construir un aparato en el coche de viaje; colocando colchones, tomó aquello el aspecto de una cuna, mediante la cual evitara el enfermo los contragolpes del ca- mino, perfectamente inmovilizado en esa cama-cajom. Hicimos el viaje con la rapidez ordinaria, habiendo arribado sin novedad. Hubo una evacuacion en la posada, i otra en la noche en el hotel de alo- jamiento. Febrero 14.—Sin causa apreciable, intensos dolores al hipogastrio ia la uretra, de modo que la mixtion se hace mui penosa, las eva- cuaciones se vuelyen sanguinolentas, frecuentes 1 albuminosas. Lini- mentos con trementina al bajo vientre, polvos de Dower al interior i lavativas laudanizadas terminan pronto el acceso. El enfermo se encontraba siempre tan estenuado i abatido, que cuantas personas, médicos o nó, lo visitaban, desesperaban absoluta- mente de que pudiera mantenerse muchos dias mas. Pronósticos tan siniestros, con esa unanimidad abrumadora, me mantenian descon- tento, preocupado i vacilante, si bien animado siempre de una vo- luntad inquebrantable para luchar sin tregua. Recordando que la esperiencia ha demostrado con hechos nume- rosos que las mudanzas, aunque próximas entre sí, constituyen en muchas enfermedades un medio curativo por exelencia; por ejemplo, los que contraen la disenteria en el alto Ejipto, curan pasando a la parte céntrica o baja, 1 vice-versa; los desgraciados que contraen la disenteria crónica en el Africa, jamás recuperan del todo su salud sino consiguen trasladarse a Europa; recordando eso, determiné mar- charnos el 16 a la capital de Talca. Llegamos sín accidente; pasamos sin tardanza de ahí a nuestra hermosa quinta de Colin, lugar que por su espléndida vejetacion, ha merecido ser llamado el jardin de Talca, en un artículo publicado en el Fimes de Lóndres. Dista legua i media de la ciudad. No podia colocar al paciente en mejores condiciones hijénicas para soportar los vaivenes de la convalescencia. Sin embargo, ya recordarás las torturas que sufrimos con el gra- vísimo ataque que de improviso se presentó el 22 de febrero i cuan- do la curacion parecia radicalmente asegurada. En un momento se perdió casi toda probabilidad de evitar un próximo fin. Una fiebre intensa, pulso vibratorio, apénas perceptible, calor quemante 1 seco de la piel, hipo, vómitos incohcreibles que no cesa- / ANALES DE LA UNIVERSIDAD'—-MARZO DE 1879. 213 ban con hielo ni con la pocion anti-emética de Riverio; postracion máxima, coexistiendo con un sueño pesado 1 profundo de que el pa- ciente salia con gran dificultad; evacuaciones compuestas de copos albumino-sanguinolentos, en número de 6 a 8 en las 24 horas. Dos dias pasaron de este modo i temíamos de un momento a otro un síncope mortal, sobre todo cuando no era posible administrar reme- dio por la bcca, a fin de terminar una situacion tan desesperante como prolongada. A mi juicio, tal situacion se despejaba pudiendo disponer de un ajente antifebril poderoso i sudorífico enérjico que pudiera usarse por otra via que las ordinarias. Se me ocurrió em- plear los polvos de Dower en una pequeña lavativa almidonada, a la dósis de dos gramos. Jl efecto sobrepasó mis esperanzas: media hora despues el enfermo despertaba del insidioso sopor con toda la piel humedecida por un sudor copioso; esperimentó un bienestar tan tranquilo que alejó los siniestros presentimientos que lo ajitaban sin cesar. El 28 de febrero regresamos a Talca para tomar el tren en la mañana del 1. de marzo hasta San Bernardo. En este punto permaneció, siempre con alternativas de mejoría i de empeoramiento, hasta el 10 del mismo mes, época en que resolví trasladarlo a esta capital. El 12 de marzo, a peticion de la familia, cité a una conferencia a dos notables profesores, don José Joaquin Aguirre i don Pablo Zorrilla. Despues de una relacion completa de cuanto concernia a la historia 1 marcha del padecimiento, dí cuenta severa de los motivos que me determinaron en la eleccion de los ajentes terapéuticos duran- te las múltiples complicaciones sobrevenidas, 1 tuve la grata satisfac- cion de tener en absoluto 1 en todos sus detalles el concurso apro- bador de mis aventajados comprofesores. En este dia, el enfermo estaba bajo la influencia de una mejoría exepcional; habia tenido una sola evacuación normal i dolores ab- dominales insignificantes. Los facultativos consultados creyeron por esto que la enfermedad tocaba mui probablemente su fin. Tra mui lójico razonar de esa manera, pero desgraciadamente no era posible ir en contra de la realidad. El señor Cuevas, atacado de una dispepsia crónica, agravada por inflamaciones sucesivas de la mucosa gastro intestinal, en que la resolucion completa necesaria- mente debia estar estorbada por hiperemias frecuentes de las mnco- - sas internas, por las dificultades del torrente intracardiaco, se com- prende que no puede tener poder suficiente de recepeion alimenti- cia, siempre idéntica en todo momento, i que necesariamente ha de 214 MEMORIAS CIENTÍFICAS Il LITERARIAS. estar sujeto a indijestiones determinantes de nuevos ataques infla- matorios en órganos tan susceptibles i singularmente predispuestos. Otra consideracion reforzaba todavia mis temores para aguardar ataques intermitentes de cierta gravedad. Ya he referido que el en- fermo perdió una porcion considerable de la mucosa del colon 1 del recto, en gran parte eliminados a coleajos o en forma de putrílago sanioso 1 purulento. En tales casos, la reparacion de la mucosa in- testinal no puede restablecer la primitiva integridad del intestino, i es reemplazada por un tejido inodular o cicatricial que da lugar a cohartaciones o estrecheces que mantienen dolores persistentes mu- cho tiempo despues de terminada la enfermedad. Pues bien: el dolor determina fluxion, que, mantenida por la causa perseverante de hipe- remia i unida a la atonía del tubo intestinal, estenuado por espoliacio- nes sostenidas durante tanto tiempo, hacian inevitables, a mi juicio, muchos ataques sucesivos ántes de conseguir un resultado tan feliz como anhelado. Tales temores, que dejo estampados de un modo tan sintético, los espuse tambien con la claridad posible a mis honorables colegas, i con esto quedó terminada nuestra conferencia. Efectivamente, la lucha contra nuevos ataques principió al dia si- guiente, hasta mediados del mes de abril, fecha en que el señor Cue- vas, forzado por sus ocupaciones en el sur, se marchó a Concepcion, a pesar de que me opuse tenazmente, seguro de que en ese punto iba a correr nuevos i quizas peligros mayores, si era posible. Fundaba esta oposicion en que el señor Cuevas sufria constante- mente violentos ataques cuando se verificaban trastornos atmosféri- cos, por mas que ellos fueran de escasa consideracion, a tal punto que puede considerarse como un barómetro viviente, de suma deli- cadeza. Ahora bien: está perfectamente comprobado que el clima frio 1 húmedo, sujeto a transiciones bruscas, impresiona la vitalidad de una manera altamente nociva, hace la accion del frio mas pene- trante en consecuencia de la conductibilidad del vapor de agua i de- termina o reagrava las inflamaciones catarrales, especialmente las crónicas, en los individuos predispuestos. Un aire frio 1 húmedo como el de Concepcion, relaja los tejidos débiles, perturba la traspiracion i agrava los padecimientos crónicos de las mucosas. Por esto el señor Cuevas sufrió bien: pronto las trastornadoras consecuencias en que fundaba mi desfavorable pronóstico. Estuvo otra vez en el dintel de la muerte; i llamado por telégrafo, partí de esta capital para Concepcion el 23 de mayo, llegando con la opor- tunidad i la urjencia requeridas. a | . y Í : ANALES DE LA UNIVERSIDAD.— MARZO DE 1879. 915 Convencido, en fin, el señor Cuevas, de que se encontraba imposi- bilitado absolutamente para continuar residiendo en Concepcion si no era en una agonía repetida i que de un momento a otro podia ser funesta, regresó a Santiago a mediados de julio de 1878. Desde entónces, aunque sufriendo siempre, ha recuperado de un modo gradual las perdidas fuerzas, adquiriendo el aspecto consola- dor, pero no positivo, de un restablecimiento en toda su plenitud, Sin embargo, la dolorosa esperiencia que adquirió en el invierno pasado, mantiene su espíritu tan alarmado i cauteloso, que ha re- suelto abandonar para siempre la residencia en el sur, prefiriendo las penalidades de la vida a las metamórfosis de ultratumba. Este caso clínico, tan interesante bajo muchos'conceptos, lo con- servo anotado con prolijos pormenores en un diario de apuntes que “he seguido con paciencia desde el principio del padecimiento hasta los primeros dias de enero de 1879. Pero, como seria una relacion pesada, i hasta cierto punto ajena al fin que te propones demostrar, me parecen suficientes los límites a que lo dejo reducido. Los pocos casos que te he referido, siguiendo de prisa mi desali- ñado pensamiento, los he entresacado de los muchos que he podido comprobar en mi clínica médica, elijiendo, como se verá a primera vista, condiciones mórbidas e individuales de la mayor importancia para sostener la tésis que con tanta fortuna has elejido. En niños, adultos, viejos, aun en mujeres embarazadas 1 en los casos de adinamia profunda, este tratamiento se há mostrado herói- co, realizando esperanzas insostenibles. ' Mas todavia: he asistido últimamente a una señora en la calle de Vergara, de 45 años, sumamente estenuada por una fiebre tifoidea de carácter adinámico, de 25 dias de duracion i coexistiendo con una disenteria gravísima; sin embargo, fué salvada mediante las altas dósis de ipecacuanha. Espulsó grandes trozos de membrana mu cosa, probablemente de la estremidad del tubo intestinal, envueltos en materiales purulentos i negruzcos; la mejoría se operó rápidamente. Muchas veces sucede, entre nosotros, que toda la mucosa rectal es eliminada en forma de tubo completo, o bien a grandes jirones. En tales casos la curacion es siempre rápida, segun observaciones del doctor don José Joaquin Aguirre, que he tenido ocasion de com- probar. Al contrario, cuando las ulceraciones son punteadas o dise- minadas, sin producir grandes destrozos, la enfermedad persiste con tenacidad desesperante 1 grave. Seria mui importante anotar mayor número de hechos clínicos a este respecto, porque si el fenómeno es constante será de gran valor para fijar el pronóstico. 216 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. Tengo la conciencia íntima de que, por los procedimientos que se adoptan habitualmente, ninguna de esas personas existiria en la ac- tualidad. No creo necesario añadir mas pruebas respecto de la di- senteria úlcero-membranosa o diftérica, de carácter crónico; sobre la disenteria aguda, las tendria en cantidad mas que suficiente para llevar la evidencia de que la presteza, seguridad i falta de acciden= tes consecutivos con el tratamiento Maclean, no puede superarse hasta hoi por ningun otro procedimiento. La curacion casi siempre se opera en un tiempo que varia de 2, 3 a 5 dias. Desde que obtuve un resultado tan feliz con los polvos de Dower en lavativa, he continuado usándolos en todo caso i sin escepcion; 1 estoi convencido de que reemplaza con suma ventaja a las prepara- ciones opiáceas, sedantes 1 astrinjentes, siempre que se encuentren indicadas. Produce un alivio seguro, por lo cual llegará talvez a merecer los honores de específico. Si no estoi mal informado, creo que soi el primero que ha utilizado los polvos de Dower en las con- diciones de este modus adminisirandi. Si consiguieras despertar la atencion del distinguido cuerpo de médicos chilenos sobre el tratamiento anti-disentérico invariablemen- te seguido en la India inglesa, estoi cierto que habrias esparcido jér- menes de vida que compensarán sobradamente tan oportuna elec- cion. Tu hermano. —DAVID SALAMANCA, ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ABRIL DE 1879. 7 MEMOSAS CIENTÍFICAS [ LITERARIAS, LAS MÁQUINAS MAGNETO-ELÉECTRICAS DE GRAMME, EMPLEADAS EN EL ALUMBRA- DO ELECTRICO. Estudio de don Luis L. Zegers. SUMARIO. I—Orijen de los aparatos magneto-eléctricos.—IT.—1l. Máquiha de Gramme.—S. Máquina de Gramme empleada en los laboratorios. —3. Máquina de Gramme sin imanes i carácter especial de las que se emplean en el alumbrado.—4. Transforma= cion de la electricidad en trabajo.--111.--1. Arco voltaico.—2. Regulador Serrin 3. Lámpara de mano.—4, Reflectores 1 proyeetores.—5. Carbones eléctricos.—6. Con- ductores.—IV.—Instalacion jeneral; costo del alumbrado eléctrico i reglas relativas a] manejo de los aparatos. —V.—1. Aplicaciones industriales del alumbrado elgc- trico.—2. Alumbrado en los faros. —3. Alumbrado en los buques.—4., Aplica ciones militares. INTRODUCCION. No es nuestro ánimo hacer un estudio completo sobre las máqui- nas de Gramme: tal trabajo obligaria a entrar de lleno en la árdua teoría de los aparatos magneto-eléctricos. Nos proponemos sol:- mente reunir metódicamente aquellas indicaciones indispensables para la buena instalacion i fácil manejo de los aparatos de Gramme, actualmente empleados en el alumbrado eléctrico, 1 que se encuentran esparcidas en las muchas publicaciones que sobre esta materia se han dado a luz. o JE ORÍJEN DE LOS APARATOS MAGNETO-ELÉCTRI- COS.—Puede decirse, en un sentido jeneral, que las máquinas mag- neto-eléctricas, ya sean las destinadas al alumbrado, ya a la galva- noplástica o a otros usos, tienen por objeto principal transformar el trabajo mecánico en electricidad. Se les da el nombre de magneto- eléctricas, porque el magnetismo es la fuente de las corrientes, tanto en los aparatos provistos de imanes, como en los que llevan electro- imanes; i tambien para distinguir estos aparatos de induccion de las máquinas con platillos de vidrio u otro cuerpo de propiedades eléc- tricas análogas que transforman igualmente el trabajo en electrici- dad. 218 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. En 1820 CErstedt notó la desviacion que esperimentaba la direc- cion de una aguja imantada al aproximarla a un circuito eléctrico cerrado. Igual fenómeno se produce cuando en vez de un circuito se tiene un iman; i de aquí la analojía entre la electricidad 1 el magne- tismo, Amptre, ocho dias despues de conocer este trascendental esperi- mento, pudo comprobar esperimentalmente los resultados que le indicaba el cálculo, mostrando la accion recíproca de dos corrientes, i la de los imanes sobre las corrientes. Sucedieron a estos trabajos los hermosos esperimentos de Arago, que vinieron a poner de manifiesto que una corriente eléctrica puede desarrollar el magnetismo en un barrote de hierro o acero; i Fa- raday en 1830 demostró que un iman puede dar lugar a la pro- duccion de una corriente eléctrica. Las corrientes desarrolladas bajo la influencia de un iman o de un circuito electrizado 'se llamaron corrientes de induccion o cor- rientes inducidas. A la barra imantada o a la primera corriente que provoca la produccion de corrientes inducidas, llamóse inductor o corriente inductora. La primera máquina magneto-eléctrica fué sin duda el sencillo aparato que hizo construir Faraday, para probar que existen cor- rientes inducidas en un círculo o anillo metálico que jira rápida- mente delante de los polos de un iman.” Para realizar los diversos esperímentos de Faraday, Pixii cons- truyó en 1833 una máquina mui injeniosa que aun existe en el labo- ratorio de física del Colejio de Francia, 1 de la cual, la mui cono- cida de Clarke no es sino una variante. En fin, sucesivamente fueron apareciendo las máquinas debidas a Saxton, Nollent, Siemens, Whcatstone, Ruhmkorff, Wilde i otros; i por último la de Grammao, a la que nos vamos a concretar, empe- zando por dar una idea acerca de su teoría que ha sido bien espuesta por M. Gaugain, (1) 1 por Drion i Fernet en su tratado de física. TI. MAQUINA DE GRA MME.—Conviene recordar, ántes de abor- dar la descripcion de la máquina de Gramme, el mas sencillo de los esperimentos relativos a los fenómenos de induccion magneto-eléc- trica. (1) Annales de Chimie et de Physique, 1873 48 série, t. XXVUI - eS A PS A 7 MS e Sean una barra imantada A B (fig. 1) de un metro de largo 1 una espiral formada con un hilo conductor, animadas ámbas de un moyi- miento recíproco. Si desde la posicion X acercamos la espiral al iman se produce una corriente de induccion. Esto nos lo dice la lei de Lenz, pero no nos contentemos con comprobar la existencia de la corriente, examinemos tambien lo que sucede a medida que la barra penetra en la espiral, efectuando una série de movimientos de igual magnitud, de cinco centímetros por ejemplo. A cada uno de esos movimientos corresponde el desarrollo de una corriente de induccion, 1 las corrientes así desarrolladas son del mis- mo sentido” hasta el momento en que la espiral llega frente a la lí- nea neutra o mitad M de la barra A B; son de sentido opuesto si el movimiento continúa en el mismo sentido, pero mas allá del punto neutro. - , Así, durante el trayecto completo de la espiral sobre el iman, se distinguen dos períodos bien distintos: en la primera mitad del mo- vimiento las corrientes son en sentido directo, en la segunda son en sentido inverso. , Estos fenómenos se han esplicado asimilando el iman a un sole- noide. Si en lugar de mover la espiral de izquierda a derecha, como lo hemos hecho, se la mueve de derecha a izquierda, todo pasa de la, misma manera, pero la corriente es en sentido opuesto, Examinemos ahora el caso complejo representado en la figu- : ra 1. Dos imanes AB1B” A” están colocados de manera que se tocan sus estremidades que corresponden a polos del mismo nombre B, B”. El todo aparece como un solo iman con un punto consecuente EN en su mitad. > Si la espiral se mueve con relacion a ese sistema, se comprende segun lo dicho anteriormente, que la espiral será recorrida por una corriente positiva durante el primer cuarto del movimiento entre A 1 M, por una corriente negativa en el segundo cuarto, de M a B, todavía por una corriente negativa en el tercer cuarto, de B” a M?, ¡ en fin, por una corriente positiva durante el último cuarto, de WM” a A”. En los puntos neutros la corriente cambia de sentido. 1 220 MNUMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Estos hechos esperimentales que vamos a considerar aun bajo una nueva faz, son la clave de la máquina de Gramme. Supongamos que tenemos un anillo de hierro dulce (fig. 2) n 7?, colocado de tal manera entre las ra- mas de un iman ver- tical en forma de her- radura A M B, quesu diámetro horizontal coincida con la línea A B,suponiendoima- jinariamente unidos Jos polos del iman. La influencia de esos po- los determina en ca- da uno de los semi- anillos bh na, b' r a, Hina imantacion por influencia; de donde resulta, frente al po- lo A, la produccion de un doble polo boreal 5 6”, frente al polo B, la produc- cion de un doble polo austral a? a; en fin, en n 1 1? se tienen dos re- ¿iones neutras. Supongamos tambien que, estando fijo el anillo, se haya en- rollado en torno de uno de sus puntos una pequeña espiral s com- puesta de un hilo metálico cubierto de seda, i que esta espiral pue- da resbalar sobre el anillo segun el sentido indicado por la flecha, de manera que tome sucesivamente las posiciones n, b 4, 1, a a, n, | - ete.; supongamos por último, que las estremidades del hilo estén | reunidas por un circuito conductor que comprenda un galvanóme- | tro. Sia la espiral se la cambia de lugar de una manera sucesiva, procediendo por ejemplo, por pequeños cambios correspondientes cada uno a un arco de 10 grados, la esperiencia demuestra que se produce una série de corrientes inducidas, cuyo sentido es constante durante la semi=revolucion n bb” n? que se efectúa hácia la derecha de la vertical que pasa por la línea neutra. Durante la semi-revolucion 1? aan que se efectúa a la izquierda, las corrientes tienen tambien un sentido constante, pero inverso del primero. A , XxX - ' ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ABRIL DE 1879. 221 Para darse cuenta de lo que pasa en esta série de fenómenos, basta recordar el esperimento anterior 1 fijarse en la distribucion del mag- netismo en el iman, notando que con respecto a esa distribucion las corrientes en el fierro dulce deben considerarse como circulando en un mismo sentido en la porcion an bien sentido contrario en la porcion a? 1? b?. Es sabido, que segun la lei de Lenz siempre que se hace cambiar de posicion un cireuito cerrado en la cercanía de una corriente o de un iman, se desarrolla en ese circuito una corriente de sentido contrario a la que hubiera podido producir ese mismo cam- * bio de lugar del iman. Esta lei conduce a considerar el moyi- miento de la espiral s como desarrollando en el hilo, durante el cuarto de revolucion n b que la acerca hácia b, una corriente del mismo sentido que las corrientes particulares de la porcion del anillo n b; durante el cuarto de revolucion b” 7? que la aleja de 0”, una corriente de sentido contrario al de las corrientes particulares de la porcion de anillo /” 2?; es decir, en el mismo sentido que las prece- dentes. Las mismas consideraciones muestran que el sentido de las corrientes de la espiral se invierte durante el movimiento 2%? 4 a 2. Tampoco cambiarian los fenómenos si fijando la espiral al anillo, se Imprime a éste un movimiento de rotacion en torno de un eje O per- pendicular a su plano i que pase por su centro; en ese caso los polos dobles b 6” ia a? ocuparán siempre una posicion fija en el espacio, teniendo la espiral s que ocupar todos las posiciones posibles con relación a esos dos puntos. Tal es el movimiento adoptado en la máquina de Gramme, ; Así, fíjense en el ani- llo nó una sola espiral, como se vé en la fig, 2, sino una série de espi- rales (fig. 3) 1 suélden- se a las piezas de co- bre D, D”, D”, etc. las estremidades, iniciales de las espirales s, s', s”, ete. estando ademas sujeto el sistema de pie- zas de cobre al anillo, de manera que seaarras- ; trado por él.en su mo- vimiento jiratorio alre- dedor del eje O. Dis- póngase, por último, en una posicion fija 1 en la vertical que pasa por el 222 "MEMORIAS CIENTÍFICAS E LITERARIAS. punto O, dos láminas metálicas O, C? de manera que durante el movi- miento de rotacion se encuentren siempre respectivamente en contacto con las dos piezas radiales de cobre, correspondientes en posicion a la línea neutra 2 1”. Se vé claramente que estando reunidas las dos láminas C 1 C?, por un conductor f, en cada período de la rotacion, los dos sistemas de espirales situados, el uno a la derecha i el otro a la izquierda de nm 2, podrán ser asimilados a dos sistemas de ele- mentos de baterías voltáicas asociados en série; las dos séries tenien- do, una 1 otra sus polos positivos en una de las láminas C, 1 sus po- los negativos en la otra lámina C”. MAQUINA DE GRAMME EMPLEADA EN LOS LABO- RATORIOS.—La (fig. 4) nos muestra la disposicion jeneral que se da a la máquina Gramme con imanes, aunque representa un modelo de mui pequeñas dimensiones. El iman L TI? es un iman Jamin, cuyas armaduras A i B constituyen los polos entre los cuales jira el anillo m b n. Las tintas alternadas de claro i oscuro representan en el dibujo lases- pirales sucesi- vas aplicadas en el anillo de fierro dulce, anillo que está formado de un haz de alam- bres de hierro soldados. Las piezas radiales de cobre a las cuales están sol- dadas las es- Macguna de Gramnune empleada en tremidades de mes los laboratorios. los hilos de las espirales se pro- longan hácia adelante del anillo, formando un cilindro k de diá- metro menor; están aisladas por cintas de seda u otra materia aisla- ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ABRIE DE. 1879. 223 dora. Sobre el cilindro / apoyan, en las dos estremidades de un diámetro perpendicular a la línea de los polos A B, dos láminas e d, o mas bien dos escobillas de hilos metálicos sujetas en las colum- nas fijas,9, h, a las que se unen los conductores f' if”, que permiten dar paso a la corriente desarrollada en la máquina, a un aparato cualquiera. Como los hilos metálicos que forman las escobillas c id son bas- tante flexibles, tocan simultáneamente varias de las piezas de cobre cercanas, dando por resultado que la corriente nunca se interrumpa; 1 ademas así se suprime la resistencia de las espirales vecinas a la línea neutra, evitándose de esta manera la disminucion de intensidad en la corriente total; puesto que las corrientes desarrolladas léjos de los polos son siempre mui débiles. : Se imprime el movimiento al anillo por medio de una manivela 1 de una rueda dentada R que engrana con un piñon fijo al anillo, obteniéndose así con facilidad una velocidad que alcanza a cientos de vueltas por minuto. Con este aparato se puede poner incandescente un hilo metálico de algunos centímetros de lonjitud, 1 realizar la mayor parte de los esperimentos que exijen el empleo de 8 a 10 elementos de Bunsen. MAQUINA DE GRAMME SIN IMANES I CARACTER ESPECIAL DE LAS QUE Sl EMPLEAN EN EL ALUM- BRADO.—En la industria se las construye con electro-imanes a los que se puede dar una enerjía mucho mayor que la de los imanes. Debe advertirse que no es necesario emplear, para hacer que se de- sarrolle i conserve el magnetismo en el electro-iman inductor, un manantial de electricidad por separado. Basta introducir permanen- temente el hilo del electro-iman en el circuito formado por los con- ductores que debe recorrer la corriente inducida. Puesta en movi- miento la máquina, adquiere casi instantáneamente una enerjía que crece con la velocidad de rotacion. De lo anterior se deduce que el electro-iman inductor debe poseer ántes que empiece el movimiento, una débil imantacion debida ya a la accion del magnetismo terrestre, ya al magnetismo remanente; pero que basta para desarrollar en el momento de la rotacion una corriente inducida que desarrolla a su vez en el electro-iman una imantacion cada yez mayor, hasta que la máquina adquiere su réji- men normal. , 224 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Modo delo de la maquina Granune ad, quirida por el Jobierno de Úlule La (fig. 5) es el tipo de las máquinas que jeneralmente se em- plean para la produccion de la luz eléctrica. Cuando se las destina a la galvanoplástica el hilo de las espirales es mas corto 1 de mayor diámetro. Como se vé, la máquina tiene dos electro-imanes inductores, el uno A B, a la izquierda, el otro A? B” a la derecha. Los polos del mismo nombre A 1 A?, corresponden a una misma armadura de hierro dulce, haciendo de esta armadura un polo austral único; así mismo los polos B 1 B”, aplicados en B constituyen de la misma manera un polo boreal. ANALES DE LA UNIVERSIDAD—ABRIL DE 1979. 225 Con el objeto de introducir los electro-imanes en el circuito recor- rido por la corriente inducida, se fija en la pieza de cobre m uno de los hilos que sirven para formar el circuito; esta misma pieza de cobre, aislada de las armaduras «if recibe el hilo y que recorre sucesivamente las bobinas A”, B?, B, A, i termina en el montaje de la escobilla que cierra definitivamente el circuito. La máquina recibe jeneralmente su movimiento de un motor de vapor, cuyo árbol o volante lleva una correa sin fin que pasa por el tambor P. Tambien se emplean otros tipos o disposiciones en las máquinas de Gramme, sin que por esto cambie absolutamente el principio teó- rico de ellas. Las hai verticales con las bobinas i los electro-ima- nes dispuestos de una manera diferente; las hai constituyendo la parte anterior de un motor de vapor horizontal i recibiendo el mo- vimiento de éste por medio de una biela; en fin, a veces la máquina Gramme forma parte de una verdadera locomóvil, sistema Brother- hood, disposicion que como su nombre lo indica, se presta a un có- modo trasporte. En cuanto al poder, las mas empleadas en el alumbrado eléctrico son las que producen una Juz que equivale a 100 quemadores de Carcel; (1) pero se construyen máquinas que equivalen a 1,000, 2,000 1 aun 10,000 quemadores de Carcel. Esto naturalmente depende del empleo a que se las destina. TRANSFORMACION DE LA ELECTRICIDAD EN TRA- BAJO.—Ya tenemos dicho que la máquina de Gramme, como to- das las demas máquinas magneto-eléctricas, tienen por objeto prin- cipal transformar la fuerza mecánica en electricidad; pero las de Gramme pueden tambien transformar la electricidad en fuerza mo- triz 1 hacer en ese caso el papel de máquinas electro-magnéticas. El hecho es, consignando únicamente el fenómeno, que basta poner un manantial eléctrico cualquiera en comunicacion con las escobillas metálicas de la máquina de Gramme, para que el anillo central se ponga inmediatamente en movimiento. Bastando mui poca fuerza motriz para equilibrar un gran nú- mero de elementos voltáicos, resulta recíprocamente que serán necesarios muchos de esos elementos para obtener poco tfabajo mecánico. Por esto es que siempre se ha tenido mal resnltado cuan- (1) El quemador Carcel es el tipo de comparacion para las medidas fotométricas; consume 42 gramos de aceite puro de Colza por hora. 5 226 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. do se ha querido obtener fuerza motriz por medio de la electrici- dad. ; Pero de lo espuesto se desprende que se podria mui bien, vyalién- dose de máquinas de Gramme, trasportar fuerzas motrices a gran dis- tancia. Se han hecho esperimentos en Paris con una máquina magneto- eléctrica, puesta en movimiento por un motor de vapor que tenia que desarrollar una fuerza de 73 quilográmetros para ponerla en mo- vimiento; la electricidad producida era enviada a una segunda má- quina que produjo 39 quilográmetros, medidos con el freno de Prony, es decir, un poco mas de la mitad de la fuerza primitiva. Como la electricidad pasaba por dos máquinas, o, lo que es lo mismo, como habia una doble transformacion del trabajo en electricidad i de la electricidad en trabajo, cada máquina producia un efecto útil supe- rior a un 70 por ciento. Sin embargo, estas cuestiones vienen a constituir una nueva rama. de aplicaciones, i aun no han sido bien estudiadas para que se las pueda considerar como absolutamente aplicables bajo un punto de vista económico. No obstante hai en ellas un nueyo horizonte que se prepara i que puede dar lugar al desarrollo de muchas industrias. TIT. ARCO VOLTAICO.—Acercando uno a otro los dos conduc- tores de un manantial de electricidad suficientemente intenso hasta que se toquen, i alejándolos en seguida gradualmente, se vé aparecer un arco luminoso, mui brillante, que persiste miéntras la distancia entre los dos conductores no es mui grande. Este arco ha recibido el nombre de arco voltáico, en recuerdo de la pila con la cual se obtuvo por vez primera. Este es hoi casi el único método que se emplea para tener luz eléctrica. La brillantez del arco voltáico depende de la intensidad de la corriente, de la naturaleza de los electródos i del medio en el cual se produce. Con el potassium o el sodium por ejemplo, la luz es mas brillante que con el platino o el oro; en el aire se tiene mas luz que en una atmósfera de vapores mercuriales. El color del arco varía con la naturaleza de los electródos: es ama- rillo con el sodium, blanco con el zinc, verde con la plata. El aspecto del foco depende de la forma de los eléctrodos: entre dos puntas de carbon la forma es ovoide, i en realidad el arco voltáico no es sino una porcion del circuito eléctrico con todas las propiedades CANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ABRIL DE 1879. AN de las otras partes del mismo circuito. Las moléculas de carbono arrastradas por la corriente constituyen entre las dos puntas una cadena móvil mas o ménos conductora i mas o ménos caliente, segun la intensidad de la corriente por una parte, i la naturaleza 1 distan- cia de los electródos por otra. Puede decirse que la luz producida por el arco voltáico i la que se obtiene por incandescencia provienen de la misma causa, cual es el calentamiento de un cuerpo resistente intercalado en el circuito; ique el foco voltáico está formado de verdadero vapor de carbono. En efecto, la luz eléctrica no debe sus propiedades especiales sino a la condensacion de una gran cantidad de calor en un espacio mui pequeño. Este calor proviene de la combustion del zinc cuando se emplea la pila, o del hogar de la máquina de vapor que pone en movimiento el aparato magneto-eléctrico. Condensar el calor en un pequeño espacio de manera que se eleve mucho la temperatura de los cuerpos, tal es el problema relativo a la produccion de la luz. La electricidad es el mejor medio que pueda emplearse para llegar a ese resultado. » La luz eléctrica que se obtiene entre dos puntas de carbon, tiene una gran analojía, en cuanto a los efectos que produce, con la luz del sol; i en cuanto a intensidad, la luz del arco voltáico llega a la mitad de la que nos envia ese astro en tiempo despejado; comparándola fotométricamente, es decir, considerando el poder emisivo por me- tro cuadrado del cuerpo luminoso ino del total de la luz desarro- llada. Sin embargo de lo espuesto, la luz eléctrica no ha venido a tener aplicaciones industriales sino desde el momento en que se la ha po- dido producir con facilidad i a poco costo relativamente. Este mo- mento parece que ha llegado hoi con la máquina Gramme, que con tanta ventaja reemplaza el engorroso empleo de las baterías voltái- cas, cuyos defectos todo el mundo conoce, i con la invencion de los múltiples e injeniosos reguladores o lámparas que llevan los electró- dos. Entre éstos, solo nos consagraremos a describir uno de los mas - cómodos, sencillos 1 que con preferencia se emplean siempre que el manantial de electricidad es la máquina Gramme; nos referimos al de M. Serrin. a REGULADOR SERRIN.—Para obtener la luz eléctrica entre los dos carbones de la lámpara o regulador, es necesario ante todo que las puntas estén en contacto, para que se establezca la corriente eléctrica; es necesario colocarlas en seguida a una pequeña distancia A 228 MEMORIAS CIENTIFICAS I LITERARIAS. una de otra, para que el arco eléctrico pueda desarrollarse; en fin, es necesario que constantemente se acerquen a medida que se consu- man por la combustion o el trasporte eléctrico, de suerte que el foco de luz ocupe siempre una posicion invariable. El regulador de M. Serrin satisface plenamente esas tres condi- ciones. Deja los carbones en contacto cuando la corriente no circula; los separa a la distancia requerida cuando se establece la corriente; los acerca en seguida constantemente sin que halla contacto. Si por una causa accidental se quiebran los carbones, o se separan demasia- do, vuelven automáticamente, despues de un instante de contacto a la distancia que debe separarlos para que el arco se desarrolle con toda brillantez, La (fig. 6) representa el aparato. Se compone de un electro iman A, de una varilla B que sirve de motor, de una varilla C que lleva el carbon negativo, de una armadura D, de un tope E, de una atadura F, de un tornillo excéntrico G, de un soporte H para el carbon po- sitivo, de un atravesaño fijo 1, de uno quese puede alargar J, de una palanca de tension KL, de un doble p:.ralelógramo MNPQ), de un aparato de relojería O, de un tornillo R, de un tornillo de correc- cion S, de un tornillo de union T, de un tope de marfil Y, que sirve para detener el moyimiento en la lámpara, de una cubierta de bronce, 1 de una serie de detalles accesorios, Los carbones se fijan por medio de tornillos de presion en dos pinzas. JYól carbon positivo se mantiene sobre el carbon negati- vo sostenido por una varilla cilíndrica maciza, provista en la parte superior de dos atravesaños horizontales que están unidos al porta-carbon. El atravesaño superior permite, valiéndose de un tor- nillo especial, imprimir al porta-carbon un movimiento en un plano paralelo al dibujo. El atravesaño inferior, por medio de un excén- trico que depende del boton (G, mueve el carbon en un plano verti- al perpendicular al plano de la figura. La combinacion de esos dos movimientos rectangulares entre sí, permite colocar rigurosamente en presencia uno de otro las dos puntas de carbon, Entre ellos se produce el arco voltáico que se mantiene constantemente a la altura de una gargantita circular tallada en la varilla ¡maciza del porta- carbon positivo. 11 porta-carbon negativo vá introducido en un tubo que lleva un tornillo de presion para sujetar el carbon. El acercamiento de las puntas de los carbones 1 su mantenimiento a una distancia conveniente se obtienen sin dificultad, 229 Regulador Serrin/ 230 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. y La varilla maciza del porta-carbon Dnino tiende a descender verticalmente bajo la accion de la pesantes. Su parte inferior está tallada como cremallera, 1 miéntras desciende enerana con una rueda dentada O que comunica el movimiento al sistema de engranajes fi- gurado en el dibujo. El árbol O de la primera rueda lleva una polea de un diámetro que es la mitad del de la rueda. Esta polea sigue el movimiento 1 lo trasmite por medio de una cadenilla sistema Vauca- son, á otra poleita de trasmision; la cadena está fija a una pieza F, uni- da al tubo del porta-carbon negativo. A causa de las dimensiones i de la disposicion de la primera polea, el porta-carbon positivo se mue- ve de abajo a arriba una cantidad que es casi la mitad de lo que des- ciende el porta carbon positivo. Así se compensan las diferencias en el uso de los carbones, que, como se sabe, el del negativo es la mi- tad del positivo. El movimiento del carbon positivo se regulariza por medio de un sistema de engranajes que termina en un piñon del cual dependen a la vez, un regulador con aletas iun volante estrellado cuyo rol importante vamos a ver. Cuando se quiera renovar los carbones, se levanta la varilla ma- ciza del carbon positivo: al mismo tiempo bajará el tubo del carbon negativo por la accion de su propio peso, 1 el sistema está arreglado de tal manera que los engranajes permanecen en reposo. Para obtener el mantenimiento de la distancia conveniente entre las puntas, sirven el doble paralelógramo articulado MNPQ, la armadura de hierro dulce D i el electro-iman A. En el paralelógramo, el lado vertical M Q, cercano del porta- carbon positivo, está fijo; los lados, M N, P Q, pueden separarse de la direccion horizontal; el tercer lado N P es vertical 1 las estremi- dades inferiores de esos lados verticales móviles, están unidos por una armadura de hierro dulce D. La infiuencia de la pesantes sobre el paralelógramo articulado es contrabalanceada por dos resortes en espiral, encontrándose uno de ellos, como se vé en la figura, unido a la estremidad de una palanca acodada L K, que un tornillo esterior KR permite levantar a volun- tad. La armadura de hierro dulce D, colocada frente al electro-1man A, será atraida por este último al cerrarse el circuito, 1 la intensidad de esta atraccion variará con la enerjia de la corriente: El hilo positivo de la máquina, sujeto a un tornillo, queda en comunicacion con la masa del aparato, 1 la corriente pasando del ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ABRIL DE 1879. 231 carbon superior positivo al carbon inferior negativo, por el arco vol- táico vá del porta-carbon inferior, atravesando el conductor aislado S, al electro-iman, i sale del aparato por un tornillo “aislado, al cual está unido el hilo negativo. El tubo del porta-carbon negativo está unido al lado vertical mó- vil del paralelógramo. Este queda sometido a dos esfuerzos que se contrabalancean: su peso que tiende a hacerlo oscilar en torno de la arista fija, i los resortes que tienden a levantarlo. La accion del eleo- tro-iman consiste en triunfar en un momento dado de la potencia de los resortes i atrayendo la armadura de hierro dulce hacer des- cender el paralelógramo. Cuando la corriente del electro-iman se debilita, los resortes vencen a su vez i levantan el paralelógramo. En el primer caso que hemos considerado el carbon negativo des- ciende i en el segundo se levanta. En efecto, el lado vertical del pa- ralelósramo lleya una escuadra E, cuya estremidad puede, descen- diendo, penetrar entre los brazos del molinete, enrayar el movi- miento de los engranajes 1 por consiguiente de la cremallera. Levan- tándose el paralelógramo deja libre la escuadra ide aquí los dos resultados diferentes. El boton KR obra por medio de la palanca LK sobre un resorte que sirve para regular el aparato. Cuando la luz aparece entre las dos puntas de carbon, se separan, 1 a esta posicion corresponde una posicion del paralelógramo unida a las acciones de los resortes i elec- troiman. Haciendo variar por medio de la palanca la tension del resorte 1 la distancia de la armadura del electro-iman, se fija con facilidad la conveniente posicion del paralelógramo 1 las distancias de las puntas en las condiciones mas favorables. Para comprender bien la manera de funcionar del aparato, supon- dremos que los carbones hayan sido colocados sin que la corriente pase por el aparato. El movimiento de descenso de la varilla maciza determina el movimiento ascensional del carbon negativo hasta el contacto. Desde ese momento descienden al mismo tiempo, pero co- mo la varilla del carbon negativo está unida al lado vertical del pa- ralelógramo, lo hace descender, la escuadra enraya al molinete i el mecanismo se inmoviliza. Cuando la corriente pasa por el aparato, la armadura será atraida por el electro-iman, arrastrará al paralelógramo i al carbon inferior, cuya punta se separará del superior: entónces aparecerá el arco yol- “táico uniendo las dos puntas. A medida que la corriente se debilita por el uso iseparacion de los carbones, el electro-iman sz debi- 232 MEMORIAS OIENTÍFIOAS 1 LITERARIAS. lita tambien, vencen los resortes, la armadura se aleja i el paraleló- gramo se levanta. A causa de este incesante movimiento del para- lelógramo que ya desciende, ya sube, el molinete alternativamente es arrastrado o queda libre; la cremallera por consiguiente, pasa por alternativas de descenso e inmovilidad, i el mecanismo que tiende a unir los carbones funciona manteniendo constantemente a éstos en los límites requeridos. Con carbones químicamente puros iuna fuente de electricidad constante, se puede obtener una luz tan fija como la de una lámpara de aceite o la de un buen quemador de gas. LAMPARA DE MANO.—No hemos descrito otros reguladores que satisfacen plenamente las mismas condiciones que el de M. Ser- rin, como los de Foucault, de Gaiffe, etc., porque esos instrumentos no reunen las condiciones de solidez i simplicidad que requieren los aparatos industriales. No obstante, hai ocasiones en las cuales el uso de un regulador, por bueno que sea, es engorroso por el peso 1 condiciones de relativa estabilidad en que debe ser mantenido. Ademas, muchas veces solo se requiere tener una luz de poca intensidad, pero de fácil movilidad 1 que sea posible dirijir con prontitud a un punte dado. Con este objeto emplean en las marinas de guerra francesa e im- glesa, lámparas de mano en las cuales uno de los carbones permanece fijo, el negativo o inferior, 1 el otro es movible a la mano, de mane- Ya que a medida que se consumen los carbones se van acercando pa- ra que persista la luz. Estas lámparas llevan lentes destinados a reunir los rayos luminosos en un haz paralelo, i a veces un prisma de refleccion total que impide toda pérdida de luz. La sencillez de esos aparatos nos dispensa el entrar en mas deta- lles acerca de su construccion. Tambien omitimos describir muchos otros aparatos de gran interes empleados en el alumbrado eléctrico, como las bujías de M. Jablochkoff por ejemplo, porque esa descrip=- cion nos sacaria de los límites que nos hemos impuesto. REFLECTORES Y PROYECTORES.—Empléanse diversos sistemas para esparcir o proyectar la luz de un regulador o lámpara de mano en un recinto o lugar dado. Guiándonos el deseo de que la luz eléctrica se emplee en nuestra marina de guerra, solo descri- biremos el proyector lenticular de Sautter i Lemonier, que es el apa- rato de mejores condiciones, tratándose del alumbrado marino. o o ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ABRIL Dx 1879, 233 | 0 a == , 14| NM 7% | [NS | | So | I AR ds 1 A O / ul | de | _ | | YE ; | | Y aa | ns | A7 A | Ao 4, 280 A A A ETA A EJO eos === e ector empleado er la maria francesa A de E z On Este proyector que representamos en la (fig. 7), reconcentra los ra- f| yos luminosos que emanan de la lámpara en un haz cilíndrico, 1 permite al operador dirijir la luz a un punto cualquiera del espacio. 234 MIMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. El arco voltáico del regulador Serrin está colocado en el foco de una lente de Fresnel de 07,60 de diámetro, compuesta de tres ele- mentos dióptricos i de seis elementos catadióptricos. La lámpara i lente están colocadas en un tambor de hierro fundido movible en torno de su eje vertical, 1 pudiendo oscilar en torno del horizontal, sin que cambien las posiciones relativas de la lámpara i lente; de lo cual resulta que, tanto en reposo como en movimiento, el punto lu- minoso permanece en el foco óptico, i sus rayos continúan siendo arrojados en el espacio, segun un haz en la direccion del eje óptico de la lente. Los diversos movimientos pueden ser sucesivos o simultáneos; tienen por objeto dirijir el eje Óptico, i por consiguiente el haz lumi- noso en todas las direcciones 1 segun todas las inclinaciones. El operador efectúa estas maniobras valiéndose de dos manillas cómodamente dispuestas. Por el solo hecho de su instroduccion en el aparato, la lámpara queda en el circuito eléctrico i no cesa de encontrarse, sean cuales fueren los movimientos impresos al cilindro móvil. Un pequeño anteojo colocado en uno de los lados del aparato, proyecta sobre una pantaila de vidrio opaco la imájen de los ear- bones, ¡ permite seguir la marcha de la lámpara sin necesidad de abrir el cilindro, Un tornillo permite variar la posicion de la lámpara cuando se trata de colocar en foco el punto luminoso o quitarlo para producir una diverjencia mas e ménos grande en el haz. Un segundo tornillo i una manilla sirven para mantener el haz en una direccion determinada. Cuando se le emplea en la artilleria, una disposicion especial per- mite cambiar lentamente, por medio de tornillos de tanjencia, el haz luminoso i llevarlo exactamente segun una direccion determinada de antemano. El aparato se coloca sobre un zócalo de hierro fundido que se fija en el puente del buque, nó en las cofas como vulgarmente se cree; en el interior de una casa-mata en un fuerte, o sobre un carro móvil. Por medio de un interruptor se suprime cuando se quiere la co- rriente, sin que haya necesidad de detener el movimiento de la má- quina. CARBONES ELÉCTRICOS.—Davy se servia para obtener la luz eléctrica, de lápices de carbon de madera que producian un her= moso arco voltáico, pero que se consumian con gran 1apidez. Fou- cault, reemplazando el carbon de madera con los depósitos recojidos ANALES DE LA UNIVERSIDAD, —MARZO DE 1879. LAS) en las retortas del gas de alumbrado, abrió realmente al arco voltái- co la erá de las aplicaciones útiles. El carbon de retorta, como mas denso, resiste mucho mas tiempo la accion destructora del foco eléc- trico. Tiene sin embargo, sérios inconvenientes, porque su compo- sicion no es homojénea; por eso decrepita a veces i se gasta desigual- mente, pero en la mayor parte de lds casos el carbon de las retortas dá excelentes resultados. Se ha tratado de reemplazarlos por aglomerados análogos pero mas puros, o bien se ha procurado purificarlos. El único inconve- niente de estos productos, superiores al carbon que directamente se estrae de las retortas, es su precio elevado. Un dato que no carece de interés relativo a los carbones, es el si- guiente: una máquina magneto—eléctrica que alimente un solo re- gulador i que absorva dos i medio caballos de fuerza motriz, consu- me en Francia fr. 0,25 de lápices de carbon por hora. CONDUCTORES, —Deben ser de cobre por la buena conduc- tibilidad de este metal para la electricidad, i si es posible cubiertos de gutta-percha i algodon alquitranado. El diámetro que deben tener para disminuir la resistencia al pasaje de la corriente, depen- derá de la distancia a que se encuentren las lámparas de la máqui- na magneto-eléctrica, La fórmula jéneral que indica el valor de la intensidad de una corriente, i que en breve discutiremos, nos dará una idea acerca del diámetro que debe darse a los conductores. IV. INSTALACION JENERAL; COSTO DEL ALUMBRADO ELÉCTRICO I REGLAS RELATIVAS AL MANEJO DE ¡LOS APARATOS,—Ya hemos visto que para hacer funcionar las máquinas magneto-eléctricas, basta ponerlas en movimiento por me- dio de un motor que en la jeneralidad de los casos será de vapor; i para obtener la luz, reunir los dos eléctrodos del aparato, por medio de conductores, con los respectivos polos de la lámpara o regulador. La (fig. 8) muestra la disposicion que debe darse a los diversos apa- ratos, 236 ki MEMOIRAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Y TTANUune A SAL M AGuina AS A (Y E ñ Maquina Cramme” locomóvil. | Se han hecho grah número de esperimentos con el objeto de de- terminar la cantidad de trabajo absorvido por las máquinas de Gramme; pero en ninguno de ellos se ha obtenido resultados preci- sos i concordantes a causa de las dificultades que ofrece el medir ri- gurosamente la cantidad de luz emitida por un foco cualquiera, i la i no menor de calcular el trabajo motor en el momento mismo del es- perimento fotométrico. ] ANALIES DE LA UNIVERSIDAD.—ABRIL DE 1879. AN A pesar de estas dificultades , se ha podido comprobar que con una , fuerza de tres caballos de vapor, se pueden obtener hasta 600 que- madores Carcel; i que tomando como base de cálculo, medio quilo- grámetro por quemador, los resultados son mas que aproximados. Estos datos se han obtenido despues de numerosos trabajos hechos en Francia i en el estranjero. Otra de las cuestiones que es necesario estudiar tratando de la planteacion del alumbrado eléctrico, es averiguar el precio o costo de ese alumbrado. Con ese objeto damos a continuacion un resúmen que nos muestra el costo del alumbrado en Paris, realizado con los di- versos procedimientos i produciendo igual intensidad luminosa. CUADRO comparativo del precio de diversos alumbrados. PA = nd (5) a A [ da l231o8 2 22 A! o 2 (jo) O A DESIGNACION. E INS Ea OBSERVACIONES. E Grams.| Frans. | Frans. En Paris.—1877. Aceite puro de colza.| 42 [0,07 28,00|Precio del kilóg. frs. 1, 70 Aceite de petróleo... 30 [0,054 | 21,60l......o cococencccornoncnn 1,80 Velas de sebo......... OA OO entidad abia 1,70 Velas de cera......... A MS SO oe 5,00 ¡ l Welas de estearina...1 182 10,246 | 983, AOloo.occconennanccnnsrisnan 3,00; l TA OMA ERA 0,06 24,00 | Gus cool oo... 0,050 | 20,00/A f. 0,30 el metro cúbico: | 500 horas por año. | |vríquina Gramne...l| .:,... 0,0042! 1,78|Empleode una máquina de A varpor: 500 hs. por año, $ Xd. Ido... ..... 10,00161 0,56| Empleo de una máquina de! | vapor: 4,000 hs. por año | 14. Ml ollas 0,004 1,60/Empleo de una fuerza bi- : dráulica: 500 hs. poraño, Td. A E 0,0011] 0,4t+|Empleo de una fuerza el dráulica: 4000 hs, por ol A A a a a a a A A A A o 238 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. Este cuadro nos hace ver a primera vista que el alumbrado eléctrico es ventajoso. Sin embargo, los gastos de instalacion son considerables, i los resultados consignados deben ser un tanto modificados si se atiende a que hai cierta tendencia a deprimir los demas alumbrados, para ha- cer sobresalir las cualidades del alumbrado eléctrico. De estudios mui sérios hechos en Paris, se desprende no obstante, que a ¿gual emision de luz, la eléctrica cuesta ménos que el gas; i tomando en consideracion el interés del dinero invertido i uso del material, los costos de uno i otro alumbrado se encuentran en la proporcion de 1 a 2,26. En- tre nosotros es necesario agregar, que la diferencia seria mayor. Así, aunque la instalacion de los aparatos eléctricos seria mas dis- pendiosa i el interés del dinero es mas subido, en cambio el gas tiene un precio excesivamente alto comparado con el de Paris. Damos en seguida las reglas prácticas que es necesario observar para sacar todo el partido posible de los aparatos, sin que sufran deterioros ni interrupciones. 1.” Instalacion de la máquina.—Debe colocarse donde no ha- ya limaduras metálicas, sobre un zócalo ríjido de cualquier material, cuidando que los piés reposen bien i queden fácilmente acequibles los diferentes Órganos. Los hilos de cobre que conduzcan la electricidad de las máquinas a los reguladores, deben tener un diámetro tanto mayor cuanto ma- yor sea su lonjitud: para 5 metros de distancia entre la máquina i el regulador, los hilos conductores deben tener 1 mm. de diámetro; de 5 a 10 metros, 13 mm.; de 10 a 20 metros, 2 mm, i en jeneral el diámetro que indique la teoría. Pasando la distancia de 110 metros es necesario cambiar la velocidad de la máquina, colocándose en cir- cunstancias teóricas mui distintas; por consiguiente, no convendrá pasar de 50 metros de distancia entre la máquina i el regulador si se quiere tener el mayor efecto útil. 2.* Aislamiento de los conductores.—S1 los hilos no están cubiertos de una materia aisladora de la electricidad, no deben tocarse ni estar en contacto con la tierra en ninguno de los puntos de su trayecto, Los puntos de suspension deben estar bien aislados, | 3." Velocidad ¡i sentido del movimiento. —La velocidad puede va-- riar de 850 a 900 vueltas por minuto; pero una vez obtenida debe mantenérsela constante durante toda” la marcha. Se mide fácilmente la velocidad empleando un contador velocímetro de Deschiens, que basta aplicar en el eje de la máquina durante un tiempo determi- nado. LE SS ii e ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—ABRIE DE 1879. 239 Las máquinas Gramne pueden funcionar en tension o en canti- dad. Para obtener estos resultados diferentes basta cambiar la velo- cidad. La intensidad 1 de una corriente producida por a elementos de una pila nos es dada por la fórmula mui conocida en física, n E JE: nE+r en que E i R representan la fuerza electro-motriz 1 la resistencia de cada elemento, 1 r la resistencia del conductor. Esta fórmula jeneral encierra la solucion de todas las cuestiones que se presentan empleando la pila; permite prever para cada dispo- sicion adoptada, la intensidad de la corriente que recorrerá un cir- cuito cerrado. Así, se observa que haciendo variar a R, obtendremos variaciones correspondientes para la intensidad; por consiguiente será mui sencillo cambiando el arreglo de los elementos en una batería, aumentar o disminuir la resistencia 1 por consiguiente tener una pi- la armada en tension o en cantidad. (1) Puesto que a R la podemos ha- cer variar a voluntad, el arreglo conveniente en un caso dado de- penderá de r. I es esto precisamente lo que pasa con la máquina de Gramme: se ha observado por ejemplo, que a una máquina que necesita cuatro caballos de fuerza para obtener 600 vueltas por minuto 1 producir una intensidad luminosa equivalente a 1200 quemadores, se la pue- de hacer producir 2500 quemadores con una velocidad de 1200 vuel- tas 1 absorviendo ocho caballos. s M. Mascart fué el primero que hizo ver esa proporcionalidad en- tre la tension i la velocidad de rotacion en los aparatos de Gramme, 1 de ahí se dedujo la posibilidad de emplear esta máquina para la medida de las fuerzas electro-motrices, siguiendo los métodos que enseña la física. ; De manera que si una vez obtenida la luz de una intensidad dada, queremos alejarnos con el regulador, del manantial de electri- (1) Se dice que los elementos de una pila están asociados en cantidad, cuando todos comunican por sus polos del mismo nombre. In este caso la fuerza electro-motriz de la pila es débil; es igual a la de un solo ele- mento. De esta manera se obtiene una cantidad mus considerable de elec- tricidad que circula con una débil tension. Cuando los elementos, por el contrario, están dispuestos en séries pa- ralelas formando batería, unidos los polos de nom)re contrario, se tiene una asociacion en tension. 240 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. cidad sin que cambie esa intensidad, no tendremos sino que aumentar el número de revoluciones por minuto, cuidando naturalmente de no pasar de cierto límite, que depende de la conservacion de los apara- tos 1 gasto que se orijina desarrollando una fuerza mayor que la nor- mal, Es tambien necesario tomar Ja precaucion de que la correa que va del volante al tambor esté siempre convenientemente tendida, por- que los resbalamientos sobre la polea dan lugar a irregularidades en la luz. La bobina de la máquina debe jirar en el ¿sul determinado por la posicion de las ESC Estas deben mantenerse con sus alam- bres bien lisos 1 rectos. 4. Escobillas.—Deben ejercer una débil presion sobre el cilin- dro. Se las arreglará con suavidad, hasta que froten lijeramente sin que produzcan chispas. Si la presion fuera considerable se produ- ce un rápido desgastamento; si mui débil, se producen chispas que gastan igualimente las piezas con las cuales están en contacto. No hai inconveniente en que se produzcan chispas pequeñas, Revísense frecuentemente las escobillas i límpieselas con alcohol. Si los alambres se sueldan, no hai sino gastar la escobilla en un mo- lejon de diámetro mas pequeño que el cilindro en el cual frota la es- cobilla, hasta gastar completamente la parte soldada. Es necesario tomar la a de apretar los contra-rejistros de los tornillos de arreglo, con el puso do que los porta-escobillas no se suelten con las lores de la máguina. 5. Iimngrasado de los cojines. —Debon estar los cojinetes del eje de la bobina constantemente engrasados, lo que se consigue siempre que los vasos contienen aceite i que sus vástagos funcionan. Si se calentáran los cojinetes, deben sacarse los vasos e introducir un poco de flor de azufre en los asujeros en que se colocan. 6.2 Caldeo de la máquina.—Puede ésta calentarse sin inconve- miente rmiéntras pueda tenerse la mano sobre los hilos del eléctro- iman superior. El calentamiento máximum se obtiene despues de algunas horas de marcha. Si se sobrepasa la temperatura estrema, será necesario disminuir la velocidad de réjimen de la máquina. 7.7 Lámpara eléctrica. — Es necesario tener siempre mui limpio el vástago motriz, asi como el tubo ascendente del porta-carbon infe- rior. sto se consigue con el papel de esmeril mui fino. | Para colocar los carbones es necesario hacer jirar sobre sí misma la pieza rotatoria del porta-carbon inferior, de manera que encaje la ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —ABRIL DE 1879. 241 clavija de cobre en el soporte de marfil, 1 tirar en seguida de abajo hácia arriba el porta-carbon superior. Deben escojerse, en cuanto sea posible, carbones de la misma contextura, colocando el mas largo en la parte superior. Los carbones deben quedar bien apretados 1 enfrente uno de otro; en seguida se pone en libertad la pieza rotatoria para dejar que los carbones queden en contacto. Si no se efectuase el movimiento de los porta-carbones, seria necesario mover el tornillo colocado de- trás del aparato, 1 que ya hemos descrito detenidamente, haciéndolo jirar en el sentido de la flecha RR, hasta que los carbones se acerquen automáticamente. 8.” Arreglo del arco voltíico.—Funcionando convenientemente, es necesario que el arco voltáico se mantenga entre 0,7003 1 0,2004. Haciendo jirar el tornillo en el sentido de la flecha £, se dismi- nuye la dimension del arco; i por el contrario, haciéndolo jirar en el sentido de la fecha £, se aumenta la dimension del arco. La lámpara, en jeneral, queda bien arreglada cuando el tornillo está a + de vuelta en el sentido de RR, una vez que se ha percibido el sonido de los engranajes en el interior de la lámpara. 9.2 Manera de funcionar de los aparato. — Cuando todo está arreglado, las máquinas tienen la velocidad conveniente: motor de vapor i magneto-eléctrica; las escobillas conyenientemente apretadas, 1 las lámparas prontas para funcionar, se establece la comunicacion entre las lámparas i las máquinas por medio de un conmutador. Si los carbones se encendiesen con dificultad, eso probaria que el tornillo de arreglo estaba mui apretado o los carbones mul juntos. En ese caso la fuerza motriz debe ser mayor, i en este momento es de todo punto necesario impedir el resbalamiento de la correa en las poleas. ] Despues de algunos minutos de marcha es necesario asegurarse de que el carbon superior se talla en hueco 1 el inferior en punta. Si se produjera lo contrario, seria necesario detener la lámpara 1 cambiar la posicion de los hilos en los polos de la máquina. 10.” Cambio de carbones.—Tener cuidado de detener la máquina cuando los carbones estén casi consumidos; de otra manera se que- mar;an los porta-carbones. 11.” Motor. —Se exaplea casi esclusivarente el de Brotherhood con tres cilindros. Su regularidad en el movimiento, pequeñas di- mensiones i poco consumo de combustible, lo hacen uno de los mas apropiados en estas clases de instalaciones. Entrar en mas detalles 2 242 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. este respecto, seria extralimitar el plan que nos hemos impuesto. Por otra parte, con los datos que hemos dado acerca del trabajo consumi- do i velocidad requerida, será siempre fácil encontrar el motor apro- plado. ve APLICACIONES INDUSTRIALES DEL ALUMBRADO ELÉCTRICO.—No somos de aquellos que creen que ha llegado para la luz eléctrica el dia de su aplicacion en todos los casos, i que los demas sistemas de alumbrado están llamados a desaparecer en un tiempo mas o ménos corto. La subdivision de la luz eléctrica de tal manera que puedan emplearse lámparas que equivalgan a un corto número de quemadores, la regularidad en su manera de funcio- nar, el poco costo i otras condiciones que reune el alumbrado de gas de hulla, i que todavía 1 a pesar de los grandes progresos realizados en los cinco últimos años, no posee el alumbrado eléctrico, son tro- piezos que quedan por vencer en la aplicacion práctica de este pro- blema científico. Con todo, el alumbrado eléctrico es empleado en gran número de casos ventajosamente, cuando ello se orijina de la naturaleza misma de la luz. La intensidad de la luz eléctrica permite su difusion refle- Jada por todos los objetos que hiere, tal como sucede con la luz del sol; no siendo el resultado de una combustion, no priva al aire de su oxíjeno, i de aquí sus propiedades hijiénicas. De la facilidad de producir la luz eléctrica donde quiera que haya un motor, nace su aplicacion en las faenas agrícolas, utilizando sus motores i haciendo posible continuar los trabajos en épocas en que es necesario proceder con rapidez. Pero una de sus propiedades mas notables, es la semejanza de la luz eléctrica en los caractéres espectrales con la luz del sol, hacién- dola por esta razon, aplicable a los procedimientos fotográficos, i a ciertos delicados trabajos industriales i artísticos que exijen una re- lacion definida en el colorido. Efectivamente, todo el mundo ha podido observar que la luz de los quemadores de gas parece de un color amarillo anaranjado cuando se les enciende ántes de anochecer, i lo mismo sucede cuando se la compara con la luz eléctrica. El ojo es un órgano tan complaciente, i de tal manera nos hemos habi- tuado al color amarillento del gas, que no solamente no lo notamos, sino que acusamos a la luz eléctrica de ser demasiado brilllante 1 pare- | ANALES DE LA UNIVERSIDAD. ABRIL DE 1879. 243 cerse a la del dia. Esta cuestion merece ser un tanto desarrollada, a pesar de que haciéndolo, entramos en nuevos detalles. Se sabe desde la época de Newton, que la luz emitida por los dife- rentes focos es compleja; siempre está compuesta de una mezcla de rayos que se llaman simples, que un prisma tiene la propiedad de separar, hacer visibles 1 ordenar segun sus desviaciones desiguales, en una imájen alargada que se llama espectro. Esos rayos afectan diferentemente el ojo; sus tintas se continúan por graduaciones in- sensibles, harmoniosas, pasando por siete tipos principales que son el rojo, el anaranjado, el amarillo, el verde, el azul, el índigo i el violeta. Esos colores simples son los elementos de todas las tintas posi- bles i tambien de los rayos luminosos emitidos por todas las luminarias posibles. Pero es menester que esas luminarias contengan a todos esos colores i en igual proporccion. Por ejemplo, el arco eléctrico que se produce entre un metal como la plata 1 un carbon, no contie- “ne sino dos bandas verdes, i si se reemplaza la plata por otros me- tales, el espectro que se obtiene está siempre formado por rayas bri- llantes separadas por anchos espacios oscuros. Por consiguiente, esas luces son mui incompletas 1 en ningun ca- so podrán servir para el alumbrado. Pero las llamas del aceite o del gas se resuelven, por el contrario, en un espectro contínuo; el rojo, el anaranjado i el amarillo son mui abundantes; hai poco verde, casi nada de azul i nada de violeta. Esas llamas son, por consiguiente, ricas en colores poco refranjibles, les eso lo que les dá el tinte anaranjado. La luz eléctrica es mas compleja; proviene a la vez de los carbo- nes i del arco, i difiere segun uno u otro de esos dos oríjenes. La que proviene de los:«carbones es blanca; es absolutamente la misma que la luz del sol i contiene todos los rayos simples en las mismas proporciones. Es compl:sta 1 perfecta, reemplaza, en una palabra, a la luz del dia. No sucede lo mismo con la que envía el arco voltáico, que es azul violeta i su espectro, inverso del de las lámparas de aceite o gas; contiene poco rojo, mucho azul i un exceso de, violeta. De aquí pro- viene el que la luz eléctrica tenga un viso azulado mui perceptible. Pero si es imposible dar a las lámparas los colores que les hacen falta, sucede que podemos quitar a la luz léectrica los colores que tiene en exceso, empleando procedimientos mui sencillos i que no es del caso esponer aquí. De ahí la verdadera superioridad de la luz eléctrica, a que hemos aludido anteriormente. ' En jeneral, las dos cuestiones que a nuestro juicio deben exami- 944 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. narse al plantear un alumbrado cualquiera, son: su precio de costo i la comodidad de su empleo. El paimer punto podrá resolverse aproximadamente, teniendo presente que, los aparatos necesarios para iluminar completamente un espacio de 500 metros cuadrados, importan en Francia 2,400 francos. En Francia, Inglaterra.i otros paises, existen actualmente nume- rosos establecimientos que tienen sus talleres i patios alumbrados - con luz eléctrica; las ventajas de continuar el trabajo durante la no- che en condiciones análogas al del dia, compensan el costo de insta- lJacion i mantenimiento de este nuevo alumbrado. Pero la luz eléc- trica es de una importancia insuperable en los faros, en las naves i en las operaciones militares; puntos que tocaremos a la lijara. ALUMBRADO EN LOS FAROS.—En 1863 se estableció por primera vez la luz eléctrica en el faro de primer órden de la Héye cerca del Havre, con una máquina magneto-eléctrica de la «Alianza» 1 los resultados fueron del todo satisfactorios. El interesante informe de M. Quinette de Rochemont, injeniero comisionado por el gobierno frances para estudiar los resultados ob- tenidos con el empleo de la luz eléctrica en los faros, dice lo siguien- te: «Desde hace seis años, época en que la luz eléctrica fué instalada por vez primera en la Heve, hasta la fecha, ha trascurrido suficien- te tiempo para apreciar con exactitud el valor de aquel jénero de alumbrado bajo el punto de vista de su empleo en. las costas. «Los navegantes se complacen en reconocer los servicios prestados por los faros eléctricos; las ventajas del sistema han sido vivamente apreciadas; el aumento en la intensidad de los destellos es mul sen- sible, especialmente durante un tiempo brumoso; permite a los bu- ques proseguir su marcha i entrar a los puertos durante la noche i -en condiciones tales que habria sido imposible verificarlo con fa- ros cun luz de aceite. : «La luz que al principio dejaba que desear por su movilidad ha Megado a tener una notable fijeza, gracias a los perfeccionamientos de los aparatos i a la espenencia adquirida por los guardianes. «Los temores que a prioré pudieron concebirse con respecto a la delicadeza en el manejo de ciertos aparatos, no se han realizado en la práctica. Los accidentes han sido raros, las extinciones cortas 1 poco numerosas; dos solamente, durante este período de seis años han si- do de alguna duracion; la una de una hora, causada por una avería en la máquina de vapor; la otra, de cuatro horas que, segun parece, ANALES DE LA UNIVERSIDAD—ABRIL Dn 1879. 245 fué intencional. No debe, pues, preocupar la cuestion de accidentes posibles.» Hoi dia existe considerable número de faros eléctricos en Fran- cia, Inglaterra, Rusia, Austria, Suecia 1 Ejipto. En todas partes funcionan satisfactoriamente; i si la transformacion no es total, ello es debido sin duda, a que no es posible desechar un material enorme ¡que dá excelentes resultados para reemplazarlo por otro mejor. Los nuevos faros que se establezcan o que sea necesario reconstruir serán modificados; ¡en este caso parece encontrarse nuestro pais, que empieza a establecer de una manera científica el alumbrado de sus costas, ALUMBRADO EN LOS BUQUES.—La luz eléctrica aplica- da.a la navegacion tiene por objeto, principalmente, aumentar la se- guridad de los viajes, evitando los abordajes 1 facilitando la entrada a los puertos. Permite operar la carga i descarga 1 maniobras de to- do jénero en una noche sombria tan bien como en pleno dia i sin riesgos de incendios. La sencillez de los aparatos Gramme, su poco peso 1 la regulari- dad de su accion, los hace mui adecuados para la marina. En la mayor parte de las naves de la armada francesa se han ins- talado aparatos Gramme; el blindado «Victorieuse», por ejemplo, está dotado de una máquina de 2000 quemadores Carcel que proyecta con un reflector conveniente, un haz de luz quea 4000 i mas metros de distancia, permite distinguir costas, buques, casas, valizas, hombres, ete. Estos aparatos sirven, ademas, para establecer correspondencia te- legráfica, ya por destellos de luz de un punto de observacion a otro, ya por refleccion sobre objetos intermedios visibles a la vez de ám- bas estaciones, cuando éstas no pueden comunicar directamente, tales como un tramo de costa, una nube, ete. Se pueden arreglar a bordo de un buque varias lámparas eléctri- cas, abastecidas todas ellas por una sola máquina; 1 hacer pasar los conductores por la cámara del comandante, quien teniendo a la ma- no los conmutadores, es dueño de hacer nacer o interrumpir la luz en cada una de las lámparas, simultánea o alternativamente, o pro- ducir destellos sin que se detenga el movimiento de la máquina je- neradora. APLICACIONES MILITARES.—En las operaciones de gue- rra tiene la luz eléctrica aplicaciones análogas a las indicadas para las naves; i especialmente para la defensa de las plazas fuertes 1 te- 246 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS, légrafo óptico en reemplazo del heliógrafo o telégrafo con destellos solares. La máquina indicada en la (fig. 8), es el modelo que la mayor parte de las naciones europeas han adoptado para utilizarla en los ejércitos. Ella posee las cualidades de lijereza i potencias necesa= rias. Para las señales del telégrafo óptico, M. Gramme ha construido una máquina de pequeñas dimensiones que se pone en movimiento a brazo, Cuatro hombres la hacen producir una luz equivalente a 50 quemadores Carcel. Para facilitar su trasporte se la instala en un CArTO. En vista de los hechos que hemos consignado a la lijera, séanos permitido espresar el deseo de que nuestro Gobierno dote a nuestra armada i faros de la dilatada costa de Chile, de los aparatos Gramme que tan buenos resultados dan en todas partes. Nos es grato dejar constancia que ya el Ministerio de Marina ha puesto a disposicion del jefe de la escuadra, una máquina Gramme de pequeñas dimensiones, que puede prestar algunos servicios 1 a cuya instalacion i manejo están destinados estos lijeros apuntes. Creo un deber espresar con esta ocasion, los servicios prestados: por el señor L. Chapron, jefe de los trabajos del muelle fiscal de Val- paraiso, al proporcionar todos los elementos de que disponia, para el ensayo i estudio de la primera máquina de Gramme, destinada al alumbrado eléctrico, llegada al pais. PADLISID OLD DO DEOIDIDIDIID ID IDIDIRS ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879. 247 MENORÍAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. MINERALOJTA.—Correcciones 1 observaciones que añade el señor Krull a los «Apuntes sobre el guano de Mejillones, impresos en 1878 . en estos mismos Anales de la Universidad.» Páj 1.—Dice: «400 metros de circunferencia» en lugar de 4,000 metros de circunferencia. Páj. 2.—«Asoma en algunas partes urna vena cobriza».—Aña- de el señor Krull que aparece el mineral de cobre (pobre) en mu- chas partes del terreno del cerro i avecina las bandas porfíricas. Páj. 4.—Añade el autor: —«La zona o banda guanífera es entre 50 a 100 metros i mas ancha, en algunas partes (90, 95, 117 1 150 son los números corresponden al pian,) parece arrastrada entera- mente dejando márjenes, o capas laterales delgadas, en otras, por ejemplo, en los lugares indicados con los números 79, 71, 49 1 64 es limitada i separada por las crestas descendientes de roca sa- lida.» Páj. 5.—«Los dos depósitos en forma de flechas se hallan en el sur, entre 65 1 69, 1 entre 69 1 71. 4 «La tosca dura de que se habla en la páj. 5, ocupa el lugar 94 del plano.» Es notable la pequeña cantidad de alumina en el gua- no (no hablo de la tosca), Pdáj. 9.—En los dos análisis hai estas correcciones por hacer: En la de Vohl: 1.5926 de ácido carbónico 1 nó de carbonato de cal. 7.6858 agua volatilizada en 100". 6.5189 agua de cristalizacion con materia orgánica (sin azoe.) 0.7675 No azoe sino Na sodio. En el análisis de Liebig: 2.160 agua volátil en 100" c, 9.327 agua de cristalizacion i materia orgánica (volátil en la cal- cinacion.) 0.702 No es azoe sino Na sodio. La presencia de una pequeña cantidad de nitrato de amoniaco demuestra tambien en el guano Fresenins, i por todas sus indica- ciones parece que los guanos en algunas partes mas abajo (en al- A. DE LA U. 32 218 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. gunos mantos ha hallado el señor Krull 1.4 de azoe N.) pero mui revueltos i mezclados con arena fina, aunque en desigual cantidad han sido arrastrados hasta léjos de la guanera orijimal. Mucha agua absorve el guano en el aire húmedo. Al contrario, en el aire seco, movido al sol, se seca pronto, llegando a ser un polvo que vuela, i el que entónces pierde todavía 12 a 14 por cien- to de su peso en la calcinacion. Si este guano se embarcara en un buen buque que no hiciera agua, no se alteraria mucho hasta cier- to grueso debajo la superficie. Pero hubo un buque que llegó a In- glaterra con completa carga, despues de botar 400 toneladas de guano en mar, pues el guano habia chupado 400 toneladas de agua. El guano recien esplotado 1 embarcado de que se toma la muestra reunida por puñados, esta muestra necesariamente ha de secarse, si se guarda por uno a tres meses (v. g. durante el cargulo.) Páj. 10.—« Capitan Dan 62000)» léase 620 toneladas. Páj. 11.—«Arena insoluble»:—es mas bien la tosca intercalada en el guano. Páj. 12-13.—Los cristales de fosfato de magnesia no eran com- pletamente puros, sino que contenian algo de ácido sulfúrico. ARQUEOLOJÍA AMERICANA. — Descripcion de los ídolos peruanos del Museo Nacional de Santiago, por el doctor R. A. Plalippi. Debemos todos los idolos de que me propongo hablar al señor - don Toribio Medina, pues varios de ellos han sido obsequiados je- | nerosamente por él. Voi a describirlos separadamente, i añadiré a | mis descripciones algunas observaciones jenerales, que necesitan * toda la induljencia del lector, siendo que soi solo un «dilettante» | en materia de arqueolojía americana. Núm. 1.—Es un idolo de cobre hallado en Huarmey, vaciado en molde i plano en la parte dorsal. Mide 11 centímetros de alto, 51 centimetros de ancho, 1 el grueso es de 23 centímetros, siendo * la punta de la nariz la parte mas prominente. La cabeza ocupa * la mitad de la figura; es, en jeneral, bien proporcionada, con la nariz mui grande, un poco aguileña; los párpados forman un ro- * dete continuo, pere los labios son poco prominentes; las orejas no ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879. 249 son mui grandes 1 muestran un surco circular, lo que indica que el lóbulo de ellas.es perforado, ensanchado, 1 lleva en su abertura un disco. Singular es el gorro que adorna esta cabeza: es comprimido de adelante para atras, con el borde superior horizontal, liso 1 sin adorno en el centro, pero de cada lado se elevan dos rodetes per- pendiculares, cuyos estremos redondeados sobresalen arriba, i que muestran surcós oblicuos. Entre estos rodetes hal la mayor anchu- ra de la figura. Esta no tiene cuello verdadero, pero en su lugar lleva un ancho collar ornado de surcos perpendiculares. Los brazos están aplica- des contra el pecho, de modo que se tocan los dedos meñiques; los dedos están simplemente indicados por surcos. El brazo indica que ha sido vestido con dos mangas, una que alcanzaba casi hasta el codo, i la otra la mitad mas corta. En el ángulo formado por el brazo 1 el antebrazo hai una pequeña prominencia, la teta, poco aparente. El ombligo está marcado por un hoyuelo circular; el vientre atravesado por dos surcos horizontales mui hondos, i en su estremo está marcado bien claramente el órgano femenino. Las piernas muestran solo indicios de los dedos mediante unos surcos cortos, pero las rodillas están claramente indicadas; una puente de metal une las dos piernas. Es obsequio del señor don Toribio Medina i lo hemos recibido junto con las dos figuras que siguen i con varios útiles de bronce. Núm. 2.—Idolo de cobre, macizo, hallado en Anecon; su. alto 41 centímetros, su ancho 2,3 centímetros, su grueso 1% centíme-= tros, siendo igualmente la punta de la nariz la parte mas promi- nente. Es mui semejante al figurin anterior, pero de una ejecucion ménos acabada. Cejas, párpados 1 labios forman rodetes mui pro- minentes; las orejas quedan igualmente reducidas al lóbulo ensan- chado, que lleva un disco en su gran agujero; carece igualmente de cuello; los brazos tienen la misma posicion; el vientre muestra un solo surco trasversal pero mui ancho 1 hondo, i en su estremo se conoce claramente que el ídolo representa una mujer, pero el órgano distintivo es solo indicado. lin la cabeza hai un gorro pa- recido al de la figura 1, pero sin que haya separacion entre la par- te central 1 las laterales. No hai ningun indicio de vestido. Obsequio de don Toribio Medina. Estos dos idolos han sido robados del meson cerrado con llave en que se guardaban en el mes de octubre de 1878, miéntras yo estaba en la provincia de Coquimbo. 250. MEMOIRAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Núm, 3.—Es igualmente un idolo macizo de cobre, i tiene 7 centímetros de alto, 22 de ancho i 1) de grueso. El trabajo es mé- nos acabado aun, i se ve claramente que el molde ha sido obteni- do imprimiendo en la greda una figura de palo toscamente corta- da. Los ojos son simplemente surcos ovalados, la boca es igual- mente un simple surco. Los brazos, que tienen la misma situacion en el pecho, como en los figurines 11 2, no muestran indicios de «dedos; no hai surco transversal, pero un gran surco demasiado an- cho indica el sexo. Las piernas muestran bien las rodillas, pero los piés no tienen indicacion de dedos. La cabeza i el tronco son planos por detras, pero las piernas son redondeadas i el trasero bien espresado. Como la cabeza es ménos grande, las piernas al contrario, ménos cortas, resulta que las proporciones son mas naturales que en los idolos descritos ántes. No hai ni gorro, ni indicio de pelo en la cabeza; las orejas están simplemente indicadas. Nueve perlas de oro anchamente horadadas i ensartadas en hilo de algodon forman un collar en la parte delantera. Ls igualmente obsequio del señor don Toribio Medina. Núm. 4.—1Idolo macizo de greda, plano por detras; tiene 153 centímetros de alto, 5% de ancho, en la rejion de los zobacos, 1 ca- si 4 de grueso; como siempre, la nariz es la parte mas prominente. Las proporciones del cuerpo son, en jeneral, las mismas como en la figura 3, es decir, la cabeza es ménos que la mitad del alto, i Jas piernas son casi la cuarta parte. El trabajo es bastante bueno en la cara; el dorso de la nariz es rectilíneo, las ventanas de ella mui profundas 1 bien formadas; los párpados son un rodete conti- nuado, los labios bien formados, i un surco oblícuo, bastante hon- do i ancho, nace de cada lado de la nariz. En lugar de orejas ver- daderas se ven grandes discos circulares con dos surcos concentri- cos; la figura es, pues, de «orejen». El cuello es tan ancho como la | cabeza, 1 lleva un collar plano adornado de un surco que hace eses, | i de un punto hondo en cada triángulo de este surco. No hal bra- zos; en su lugar hai dos muñones casi cilíndricos, cortados en el mismo plano, i un poco cóncavos en el corte, muñones que obser- varemos igualmente en otros ídolos. Hai dos tetas mui prominen- tes que tienen en lugar de pezon un agujero profundo. La parte inferior del abdómen muestra dos surcos horizontales paralelos i un surco grande i profundo al oríjen de las piernas. Estas son mui toscas, no muestran indicacion de rodillas, i cuatro 1 aun cinco surcos en su estremo señalan la existencia de dedos en los piés. ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879. 251 Hai un gorro de una forma análoga a la que hemos visto en las. figuras núms. 1 i 2, es decir, comprimido de adelante para atras, troncada arriba i mas ancho que en la cabeza; está adornado de un modo bastante gracioso de varias hileras de surcos oblicuos 1 profundos. Es de una greda arenosa, mul bien cocida 1 pintado, la cabeza i el cuello de un color blanquizco que tira al amarillo, lo demas del cuerpo de un rojo purpurino bastante distinto del color rojo natural de la greda cocida. Fué evidentemente estraido este idolo de un terreno mui sali troso, pues estaba cubierto de cristales de sal comun. Núm. 5.—De greda maciza, pero horadada para poder pasar un hilo i colgar el idolo. Los agujeros están en medio del cuerpo en los costados. La cabeza ocupa la tercera parte de la figura; es cir- cular i comprimida de modo a formar en la parte superior un filo miéntras se engruesa hácia abajo; la barba 1 toda la línea inferior forman un bordo prominente. La nariz es mui prominente i agui- leña; las cejas forman un reborde saliente casi rectilíneo, los pár- pados son indicados pero poco salientes, miéntras el centro del ojo es mui prominente; no hai indicacion de boca; no hai traza de ore- jas. El cuerpo es ovalado en la seccion trasversal; se ven los bra- zos en la posicion ordinaria, dos tetas, el indicio del órgano feme- - nino; las piernas están separadas, formando dos cortos cilindros con una especie de espiga en el lado esterior. No hai indicio de dedos, ni en las manos ni en los piés, i el trabajo es mui tosco. Un poco debajo de las tetas nace de cada lado una prolongacion obli- eua, corta, casi cilíndrica, oblícuamente troncada, mul parecida a los muñones de brazos de la figura anterior. El material es un barro grosero arenoso del color rojo de ladrillos cocidos, la super- ficie áspera, 1 a mas con uno que otro grano de piedra como esco- ria fundida, sobre todo en la parte dorsal, lo que prueba que el ídolo ha sido espuesto al fuego. La parte anterior del idolo está pintada del mismo color blanco amarillento, como la cabeza del idolo núm. 4, i adornada de fajas negras, que es escusado describir en detalle, pues la figura las de- muestra con suficiente claridad. Notaré solo que el adorno de la frente recuerda el gorro del ídolo representado en la figura de la derecha de la lámina xv1 de las Antiguedades peruanas de Rivero i Tschudi, i que las fajas del brazo izquierdo están unidas en su estremo 1 terminadas en tres tiras como dedos. | La lonjitud del ídolo es de 16,5 centimetros, su ancho mayor (en la cabeza) de 7,7 1 su grueso de 5 centímetros. 252 MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS. - Núm, 6.—Este ídolo es mui singular, pues no es mucho mas que la cabeza. Le falta la parte inferior, pero no puede ser mucho lo que se perdió, porque se ve en la parte posterior una prominen- cia como de trasero con indicación del ano, i si ha habido piernas habrán sido mui cortas. El perfil del ídolo es casi un paralelógra- mo con los lados algo redondeados, i es mui comprimido. Mide 12,5 centímetros de alto en su estado mutilado, 10,5 de ancho, 1 3,7 de grueso, siendo la parte mas prominente los labios. Lo habria sido indudablemente la nariz, pero la parte inferior de este órgano falta. Un cordon grueso en el medio i adelgasado en sus estremos, adornado de botones grandes, nace de cada lado un poco mas arriba de los ojos, i formando un semicírculo deslinda la cabeza; una línea trasversal elevada, o mas bien un liston, une los estremos de este cordon o collar, cubre las cejas, si no quere- mos suponer que éstas hayan sido olvidadas, 1 parece ser el borde de un gorro; se elevan de él perpendicularmente nueve listoncitos bastante distantes entre sí, que terminan ántes del borde superior de la cabeza. Los párpados son unos anillos circulares; el centro del ojo es mui elevado, i demasiado elevados son los labios; no hai indicio de la barba. La nariz está quebrada, pero debe haber sido demasiado corta 1 mui prominente; su arrauque forma casi un án- gulo recto con la frente. No hai traza de pescuezo; los brazos ¿Aria en una especie de clavo en lugar de mano; entre estos dos clavos hai una hincha- zon mui gruesa, casi triangular con la punta dirijida a bajo i un hueco mui profundo, que no puede representar otra cosa que el ór- gano femenino, aunque sea de una manera mul exajerada. La parte posterior de la cabeza muestra listones trasversales en número de doce, tan anchos como sus intervalos, rodeados de cada lado 1 arriba de un reborde situado mui cerca del borde de la figura. Esta parte asi ornada alcanza hasta el trasero. El material es una greda grosera, arenosa, de color rojo, 1 la su- perficie es del color rojo natural del barro cocido, i bastante áspe- ra, Se conoce que ha sido hecha de dos láminas, una dorsal, otra ventral, unidas en sus lados, 1 se observa de cada lado un agujero esladlo en la mitad de la altura, por los cuales pasaba el hilo que servia para colear el ídolo del pescuezo. Núm. 7. Este idolo tiene la forma jeneral del anterior, i la ca- beza ocupa igualmente mas que la mitad de la figura; tiene igual- mente un collar de cuentas, pero éstas sueltas, i dos agujeros en el medio de cada lado para el paso de un hilo, que servia para tenerlo ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879, 233 colgado del pescuezo; pero por, lo demas es mui distinto, mejor hecho, 1 de una greda mas fina; a lo ménos la superficie es bastan- te lisa. Es hueco, tiene casi 142 centímetros de largo, 92 de ancho en el cuerpo, 1 63 de grueso en la rejion de la barba. El gorro es- tá adelgazado hácia arriba de modo a formar un filo cortante co- mo en la figura 5; su borde superior está en forma de medio círcu- lo, i hai de cada lado, en la rejion de la oreja, una prolongacion redondeada. Los orejas mismas están meramente representadas por dos círculos prominentes. Un surco horizontal situado inme- diatamente sobre la nariz o si se quiere sobre las cejas, i otros dos perpendiculares, uno de cada lado limitan la cara; la nariz es mul prominente, pero apénas aguileña 1 bien trabajada; Jos ojos tie- nen los párpados elevados en la forma normal formando un ángu- lo de cada lado; la boca está algo abierta, pero sin mostrar dien- tes, 1 los lábios son medianamente elevados.—los brazos, dema- slado pequeños, tienen los antebrazos puestos horizontalmente en el pecho; las manos tienen cuatro dedos iguales i dos rodetes atra- vesados. En la base hai por delante i por detras una impresion, de modo que resulta una indicacion de piernas. Nada indica el sexo de la figura, pero por el collar se puede suponer que el idolo es de mujer. En la parte posterior debia haber cierto dibujo pero que ha sido borrado en parte ántes del cocimiento de la greda; lo que quedó ha sido representado al lado de la figura de tamaño reducido. Las impre siones de arriba parecen ser caractéres jeroglíficos mas bien que simples adornos, 1 recuerdan las letras cuneiformes de los Asi- rios. ¿Serían acaso Ja marca del alfarero? . El idolo está pintado de un modo bastante elegante; pero como esta pintura se conoce luezo por la inspeccion de la figura puedo omitir de describirla. Núm. 8. Ídolo de greda macizo pero horadado trasversalmen- te para poder llevarlo colgado. Tiene 113 centímetros de alto, 6 de ancho, 1 casi 33 de grueso, siendo su mayor grosor en el medio del vientre. La seccion trasversal del cuerpo 1 asi mismo de la cabeza es ovalada. sta es ménos desproporcionada que en otros idolos; muestra un surco circular (aun en la parte posterior) en la rejion de las cejas, que faltan, 1 está troncada inmediatamente arri- ba de este surco; de la troncadura se elevan cuatro tubérculos, dos en el borde anterior, dos en el posterior, cuya forma no se puede determinar por estar todos rotos. La nariz está rota igualmente; los ojos, que no están puestos simétricamente, no muestran pár- 954 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. pados elevados; un surco que rodea un óvalo mui prominente los reemplaza; es singular que la boca esté reemplazada por dos ho- yuelos separados i mas hondos hácia la línea mediana; la barba es prominente i mas natural que en ninguno de los otros idolos; las orejas están simplemente indicadas por prominencias comprimi- das.—No hai pescuezo, pero un surco poco hondo limita la cabeza. No se ven mas que los antebrazos puestos oblícuamente sobre el pecho; los dedos, en lugar de ser prominentes, son indicados por huyuelos mas hondos en el estremo. Las piernas están bien separa- das aunque demasiado cortas, 1 sin indicacion de pié, de dedos, rodilla, etc., lo que recuerda la forma análoga de estas partes del cuerpo en la figura 5. No hai ninguna indicacion de sexo. El ídolo es de un color negro ¿uniforme i bastante liso, aunque el material sea un barro mezclado con muchos granitos bastante grandes, blancos, que parecen de feldspato, pero igualmente negro. En la superficie se distinguen hojitas de mica blanca. Núm. 9. Idolo grande i pesado, que parece, sin embargo, habe sido llevado colgado, pues tiene dos aberturas en el pescuezo, una de cada lado. Estas están situadas de tal manera que se necesita- ria una aguja encorvada para pasar un hilo por ellas. La lonjitud del ídolo es de 17 centímetros, su ancho de 10 (sin contar las pro- minencias que hai en lugar de brazos), 1 su grueso de casi 7, 1 es de notar que el grueso aumenta paulatinamente desde el borde su- perior del gorro hasta la base, que es plana 1 forma casi un ángulo recto con la parte dorsal. Sin embargo, el ídolo no puede estar pa- rado, cae para atras. La cabeza ocupa la mitad de la lonjitud total, i es troncada arriba donde forma de cada lado un ángulo recto, lo que recuerda los gorros de las figuras 1, 2i 4, pero nada indica la existencia de él. La nariz es mui prominente pero su dorso rectilineo; las ventanas bien hechas, los ojos son igualmente bien trabajados; las cejas marcadas por un surco, pero ojos i cejas no están en la misma altura. Los labios de la boca son demasiado prominentes, pero lo barba mui parecida al natural. ón una pala- bra, la cara de este idolo i la del núm. 4 son las mejores trabaja- das de los de greda que el museo posee. Las orejas son mui parti- culares: el lugar del lóbulo está ocupado por una gran prominen- cia circular, que muestra seis hoyuelos redondos, dispuestos en circulo. Hai una indicacion de pescuezo e inmediatamente debajo i mas arriba de las telas se ve una ciuta o faja adornada elegantemente con una línea que forma eses, i con pequeños puntos. En lugar de ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO Dr 1879. 255 brazos hai, como en la figura 4, dos prominencias redondas, algo cóncavas en su cara anterior, pero con incisiones en el borde que deben indicar los dedos de la mano. Las tetas son bastante promi- nentes 1 tienen en lugar de los pezones, como en la figura 4, dos agujeros. El ombligo se halla en medio de uva prominencia circn- lar grande 1 elevada. El órgano femenino es mui marcado, i para que llame mas la atencion está encerrado en-un gran triángulo formado por dos surcos paralelos 1 mui hondos. La figura está sentada de cuclillas, i los piés forman una prominencia de cada lado que muestra cuatro surcos para indicar toscamente los dedos, como se observa en las figuras 4, 112. El ano está marcado. La cara es bastante lisa i pintada del mismo color blanquizco amari- llento que hemos visto en otros ídolos; lo demas tiene el color na- tural rojizo de la greda cocida. Núm. 10. Idolo macizo, pero con agujeros para llevarlo colga- do, situados en los lados como en los otros. Su ferma es casi cilin= drica, algo comprimida; su largo de casi 15 centimetros, su ancho de 62 entre los codos, su grueso mayor, en la rejion del vientre, de casi 43, La cabeza no es tan desproporcionada, pues ocupa solo la tercera parte del idolo, i ningun surco la separa del tronco; la frente es bastante comprimida, pero su borde superior, que es casi rectilí- neo, no forma filo. No hai cejas; un surco triangular indica los ojos, cuyo centro no es prominente. La nariz está rota, pero se co- noce, por lo queda, que era mui prominente; los lábios, sobre todo el inferior, son mui prominentes; no hai indicio de la barba; la ca- beza pasa sin interrupcion alguna al pecho; las orejas son dos prominencias comprimidas que representan bastante bien la forma verdadera de este órgano. Los brazos, que tienen la posicion ordi- naria, son bastante bien formados, pero los dedos, representados como en la figura 8, por hoyuelos. Las tetas son pequeñas i suma- mente apartadas. Lo demas del cuerpo es un cilindro comprimido, con la base un poco escotada para indicar la separacion del cuerpo en piernas. La superficie es lisa i pintada de un color pardo pur- púreo, a escepcion del pecho, que es del blanco amarillento que hemos visto en tantos casos; mui luciente, 1 adornado con una an- ela línea del color del fondo que forma eses. El material es un barro grosero rojo, con granos blancos sin mica, segun parece, en las fracturas. Los diez ídolos descritos tienen mucho de comun. La cabeza es desproporcionada, 1 la nariz mui prominente. Dicen mui bien los 256 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS, señores Rivero i Tschudi en sus «antigiedades peruanas» páj. 225. «En la representacion de hombres i animales (ménos en los últi- mos) jeneralmente se halla pronunciada en demasía la cabeza, o cualquier órgano de ésta;...en la plástica peruana sobresalen por su tamaño la nariz i las orejas. (¿No deberán talvez, significar las ore- Jas grandes los Incas i otros altos personajes a quienes solo era per- mitido ensanchar el lóbulo de la oreja, de modo que los españoles llamabán a los tales personajes «orejones»?) Entre los Ejipcios predominaban las formas alargadas, entre los peruanos las cortas i abultadas, i en ellas hai mas desproporciones que en cuantas otras naciones hemos tenido ocasion de examinar. Un las mas antiguas representaciones plásticas de los peruanos, forma siempre la ca- beza la parte principal, i presenta un carácter señalado, indicando que el artista apuraba en ellla toda su habilidad; el cuerpo forma una masa disforme, 1 las estremidades son apéndices de la menor importancia; teniendo a veces solo la décima parte de las propor- ciones correctas en comparacion de la cabeza. Esto se encuentra tanto en las figuras humanas, como en las de animales.» Estas palabras convienen perfectamente bien a nuestros idolos. Estos tienen algunas particularidades, que me permiteré señalar. En primer lugar, son todos ellos figuras humanas desnudas, a no ser que el artista haya querido representar en la figura 1 una manta corta, anchamente abierta por delante, de modo de cubrir so- lo los brazos, pero esto es dudoso. Seis de las diez figuras llevan un collar, a saber: núms. 1,4,6, 7, 9; la figura 3 tiene un collar de cuentas de oro, i la figura 5 un cordoncito trenzado con alguna elegancia, de algodon blanco i de lana parda de alpaca. Las figu- ras 1, 2, 4, 7 tienen gorros, 1 probablemente aun la figura 9, tron- cados arriba en las figuras 1, 2, 4, 9; parece que aun las figuras 5 1 6 tienen un gorro, aunque sea mul distinto de los otros. Hai, como mostraré mas tarde, una grandísima analojía entre estos idolos 1 ciertos ídolos mejicanos, pero todos los mejicanos son revestidos (solola diosa de la voluptuosidad Tlazoleutituha o Tacui- na se representaba desnuda). Solo en el sur, verbi gracia, en Nica- ragua, se encuentran figuras desnudas, 1 éstas suelen tener, como las peruanas de que estoi hablando, las partes jenitales mui marca- das. Squier Nicaragua 205, 208 citado por Miller, hist. de las reli]., primit., etc. .ed., 2 p. 944. En segundo lugar, es mul singular que ninguno de los diez ido- Jos sea hombre; en los idolos núms. 7 18 no hai indicacion ningu- no de sexo, pero el collar del núm, 7 parece indicar una mujer. 4 ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879. 2957 Suponiendo que la figura 8 represente un idolo del sexo masculi- no, lo que es dudoso, quedarian siempre nueve ídolos femeninos por uno masculino. (Una proporcion análoga se encuentra en los. idolos de otra clase, que parecen ser mucho mas conocidos i de los que describí uno hallado cerca de Elqui (1). A mas es mui notable que el artista se haya esmerado en espre- sar con tanto esmero i a veces con tanta exajeracion el mismo ór- gano femenimo, señaladamente en las figuras '6 19. Esta circuns- tancia hace nacer la sospecha, de que los antiguos peruanos profe- saban cierto culto a la fuerza reproductora pasiva de la naturale- za, culto análogo al de la Astarte, venerada de los sirios, feni- cios i aun hebreos, de la Derheto de los asirios, de la Anaitis de los antiguos armenios; la Bharáni, adorada por la secta de los saktas en el Indostan, etc. Tel culto de la Aphrodite 1 Venus, ¿no era acaso la misma cosa en el fondo, aunque mas espiritual, conforme al desarrollo intelectual i moral de los griegos 1 romanos? Se podria objetar a esta hipótesis, que en caso de ser cierto un antigro culto de la fuerza jenerativa pasiva entre los peruanos, de- bia haber habido igualmente un culto de la fuerza jenerativa acti- va. Convengo en eso, i creo que ha existido efectivamente. A lo ménos parecen apoyar esta idea dos idolos de barro que muestran un phallus enorme, el uno en posesion del señor don Márcos Ma- turana, el otro perteneciente al señor Grarrido. Despues de haber escrito estos renglones he tenido ocasion de conversar sobre estos idolos con el doctor don Alfonso Stúbel, dis- tinguido jeólogo aleman, que ha dedicado ocho años a examinar, en compañia del doctor Reiss, los volcanes de Colombia i del Ecua- dor, 1 que ha hecho muchas escavaciones en Ancon, cerca de Li- ma. Me dice que estos idolos se hallan principalmente en las se- pulturas de los niños, 1 que no se acuerda haber visto entre ellos idolos de sexo masculino. He querido instruirme sobre este asunto en los pocos libros que conozco relativos a esta materia, pero he hallado poca cosa. Dice D'Orbigny en su «Voyage dans 1”Amérique méridionale» vol. L'homme américaln páj. 111 «Cette comparaison rapide mon- tre: 1.2 que la religion des Ameéricains était fort éloignée dávoir (1, Estas figuras de plata de mujer desnuda con el cabello trenzado de un modo particular se hallan igualmente en el Ecuador, i nuestro Museo posee ahora una de esa república, obsequiada com muchos otros objetos preciosos por el reverendo pa= dre fral Benjamin Rencoret, de la órden de la Merced. (Ha. sido igualmente robada del Museo). . 258 MEMORIAS OIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. pour base, comme en la pensé, le culte seul du soleil et de la lu- ne; 2.” que ce derniér culte néxistait méme que secondairement chez les Incas», pero no era solo, que los Quichuas creian en un Ser Supremo invisible, creador de todas lascosas, en el Pachacamac, que mandaba al solia la luna; esta creencia suponia una asociacion de ideas, de reflexiones, una fuerza de abstraccion, que la masa del pueblo no tenia. En todos los pueblos, en todas las naciones, los individuos cuya intelijencia no es mui desarrollada, no son capa- ces de adorar una idea abstracta; necesitan para eso objetos visi- bles 1 tanjibles, hechos de piedra, de metal, de palo, o de papel pintado 1 que se llamen fetiches o ídolos o santos; es, en el fondo, la misma cosa. Asi es que si los antiguos peruanos creian en un Ser Supremo invisible, que xo tenia forma, del cual no se hacian imájines, si adoraban en segundo lugar el sol i la luna, no dejaban de tener un buen número de ídolos que el vulgo adoraba mas bien que a éstos. Los señores Rivero i Tschudi dicen en sus «Antigiiedades pe- ruanas» páj. 153: «Las deidades peruanas se dividen en deidades cósmicas, 1 éstas en astrales i terrestres; en deidades históricas, en deidades de la nacion o del pueblo, ¡en fin, en deidades de fami- lia o de individuos, correspondientes a los Lares o Penates de los romanos.» Describen con bastante detalle estas «deidades», pero ninguna corresponde a nuestros idolos. Dicen, páj. 167: «Los dioses domésticos correspondientes a los Lares 1 Penates de los romanos, eran de mui diversa forma i materia; los habia de oro, plata, co- bre, madera, piedra, barro, etc., afectando la figura humana, o de animal u otra caprichosa 1 estravagante», i un poco mas adelante: «Bajo el nombre colectivo de Conopa o Chanca significaban los pe- ruanos todas las deidades menores adoradas solo por las familias e individuos, salvo las ya citadas de chacras i acequias...... Estas deidades privadas se enterraban con sus dueños, 1 jeneralmente las colgaban a su pescuezo.» Es evidente, pues, que los idolos figurados 1 dibujados que nos ocupan ahora, eran Conopas. Pero es mui singular que todos ellos representan seres humanos, icasi todas mujeres, siendo que los Conopas eran igualmente de animal o tenian otra forma capricho- sa 1 estravagante, 1 que «cualquier piedrecilla, o pedazo de made- ra de forma rara era adorado como Conopa.» Parece, pues, que nuestros idolos, tan iguales entre sí, no eran simples Lares ni Pe- nates, pero sí ídolos adorados por un mayor número de individuos, por una provincia o departamento entero. 3 ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879, 259 Pero, en este caso, como es posible, que no se vean figuras aná- logas en ninguno de los libros, que pude consultar. Los señores Tschudii Rivéro figuran en su testo páj. 168 un conopa de plata, que tiene la forma de un indio en cuclilllas, llevando en los hom- bros dos fardos, talvez niños. (Esta postura se ve con mucha fre- cuencia en ídolos pequeños; que no suelen tener mas de 4 a 6 cen- tímetros de alto.) La lámina VII del atlas figura nueve idolos de oro, ninguno parecido a los nuestros; en la lámina siguiente hai cinco; la lámina 1X representa tres de plata; en la lámina XVI hai dos idolos de barro, encontrados en las Huacas de Chancay, que se distinguen «tanto por la espresion de sus fisonomias como por sus gorros de los idolos que se hallan en los sepulcros del in- terior del sur» (Antig., páj. 319), 1 que no se parecen en nada a los idolos del Museo nuestro, esceptuando el adorno del gorro de la figura de la derecha, que se parece al adorno de la cabeza de nues- tra figura 5. En la lámina XLIV vemos dos idolos de plata 1 oro, 1 uno sumamente tosco, de pórtido verde. Los primeros son de la misma forma que el ídolo de plata hallado cerca de Elqui. El brigadier don Antonio Maria de Álvarez, último jefe polfti- co 1 comandante jeneral de la provincia de Cuzco bajo el réjimen español, hizo durante su administracion una coleccion mui varia- da 1 valiosa de antigitedades del tiempo de los Incas, que compren- día objetos de barro, piedra, bronce, plata 1 oro, 1 la vendió en Rio Janeiro a un señor Barboza, hombre mui instruido 1 aficionado a estas cosas. Jl señor Ewbank ha publicado el catálogo de esta coleccion, que comprende 91 números, i que él mismo estudió en 1846 (véase «The U.S. Naval Astronomical Expedition to the southern hemisphere.» Vol. 11 páj. 123.) Los 38 primeros núme- ros comprenden objetos de barro cocido, 1 no hai ningun ídolo en- tre ellos; son todos vasos, ollas, platos, ete; los ídolos en forma hu- mana de metal, que la coleccion contiene, son tres de oro, dos de plata, cuatro de champi, es decir, de una aleacion de plata 1 oro, uno de bronce. Las indicaciones demasiado cortas del catálogo, no permitirian compararlos con los que he descrito arriba, pero el señor Ewbank figura 1 describe estos idolos de forma humana en la pájina 141, de modo que es fácil convencerse que ninguno de ellos se parece a los que forman el objeto de esta descripcion. Ob- servaré de paso, que los números de la descripcion del señor Ew- bank no son los mismos que los del catálogo. , He creido que encontraria algo sobre los ídolos de forma huma- mana en el libro del padre Pablo Joseph de Arriaga de la Com- 260 “MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS pañia de Jesus, intitulado Extirpacion de la idolatría del Perú, en Lima, por Jerónymo de Contreras, año 1621 (1). «Este fraile acompañó al doctor Fernando de Avendaño i al doctor Francisco de Ávila, ámbos comisionados para visitar provincias del Perú con el objeto de descubrir la idolatria de los Indios, i pudo conocer, pues, mejor que muchas otras personas la relijion o supersticion de éstos. Dice que en el tiempo de año i medio que duró la visi- ta de Avendaño, se han confesado cinco mil seiscientos ¡ noventa 1 cuatro personas (lo que hace diez personas cada dia, término me- dio), que se han descubierto seiscientos setenta 1 nueve ministros de idolatria, que se han quitado a los indios seiscientos 1 tres /ua- cas principales, tres mil cuatrocientos 1 dieziocho conopas, cua- renta i cinco mamazaras 1 otras tantas compas, ciento 1 ochenta 1 nueve huancas, seiscientos 1 diez 1 siete malquís, que se quemaron trescientos cincuenta i siete cunas, etc.» Tenia, pues, la mejor oca- sion del mundo para conocer la antigua relijion de los peruanos de las provincias visitadas, 1 su libro trae un capítulo especial: «Qué cosas adoran hoi en dia los Indios, i en qué consiste su idolatria,» pero como se verá no aprendemos absolutamente respecto del papel que hacian los idolos de forma humana en su relijion. Dice el P. Arriaga en sustancia lo que siguiente: En muchas partes (especialmente de la sierra) adoran al Sol con nombre de Punchao, que significa el dia, 1 tambien debajo de su propio nombre /néi. 1 tambien la Luna, que es Quilla 1 algu- nas estrellas. Adorax a Libiac, que es el rayo, es mui comun en la sierra. A mama-cocha, que es la mar, invocan todos los que bajan de la sierra, etc. A mama-pacha, que es la tierra, tambien reverencian especial- mente las mujeres, etc. A los Puguios, que son los manantiales, hemos hallado que ado- ran de la misma manera. A los Ríos cuando han de pasarlos, tomando un poco de agua con la mano i bebiéndola, les piden, hablando con ellos, que les dejen pasar 1 esta ceremonia llaman mayu-chulla, ete. A Cerros altos i montes 1 algunas piedras mul grandes tambien adoran imochan (mochar es quichua 1 significa reverenciar), 1 (1) Dicen que este libro es mui raro; la Biblioteca Nacional posee un ejemplar, rega= lado por el autor mismo al P. Vice-provincial Juan Romero. Es en 4. imenori consta: de 145 pájinas, siz contar las del prólogo e ndice. ? / ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—MAYO DE 1879. 261 tienen sobre ellos mil fíbulas de metamórfosis, 1 que fueron ántes hombres, que se convirtieron en aquellas piedras. (La misma cre- encia existia entre los antiguos Escandinavos 1 otros pueblos eu- ropeos). Las Sierras nevadas, que llaman Razu, Rao o Ritri, 1 tambien a las casas de los uaris, que son los primeros publadores de aquella tierra, que ellos dicen fueron jigantes. (Esta idea es igual- mente una comun a muchisimos pueblos de América, a los he- breos, griegos, alemanes, etc.). A las Pacarinas, que es de adonde ellos dicen que descienden, reverencian tambien, etc. Todas las cosas sobredichas son /Zuacas, que adoran como a Dios. Otras Huacas hai móviles, que son las ordinarias, 1 las que se le han quitado 1 quemado. De ordinario son de piedra, i las mas veces sin figura ninguna, otras tienen diversas figuras de hombres o mujeres, 1 a algunas de estas huacas dicen que son hijos o muje- “res de otras huacas. Las hai tambien que tienen figura de anima= les. Cada parcialidad o Ayllo tiene su huaca principal. Despues de estas huacas de piedra, la mayor adoracion 1 venera- cion es la de sus Malquis, que en los llanos llaman JZunaos, que son los huesos o cuerpos enteros de sus projenitores jentiles, que ellos dicen que son hijos de las Huacas, los cuales tienen en los Machays, que son sus sepulturas antiguas. Las Conopas (1), que en el Cuzco i por allá arriba llaman Chancas, son propiamente sus dioses Lares i Penates, 1 así lo lla- man tambien Huacicamayoc, el mayordomo o dueño de la casa, Estas son de diversas materias i figuras, aunque de ordinario son algunas piedras particulares 1 pequeñas, que tengan algo de nota- ble o en el color o en la figura. Lo ordinario es que las Conopas se hereden siempre de padres a hijos, 1 entre los hermanos el ma- yor tiene siempre la Conopa de sus padres. Hai tambien Conopas mas particulares, ¡una para el maiz, que llaman Zarap-conopa otras para las papas, Papap-conopa, otras para el aumento del ganado, que llaman Cau-llama, que algunas veces son de figuras de carneros (es decir de llamas). Chichic o Huanca llaman una piedra larga, que suelen poner empinada en sus chacras, 1 la llaman tambien Chacra-voc, que es el señor de la chácara. (1) Rivero 1 Tschudi escriben los Conopas. - 262 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Compao Larca-villana, llaman otras piedras que tienen en las aceqnias. Zara-mamas son de tres maneras, i son las que se cuentan entre las cosas halladas en los pueblos. La primera es una como muñe- ca hecha de caña de maiz, vestida como mujer, que como madre tiene virtud de enjendrar i parir mucho maiz. A este modo tienen tambien coca-mamas para aumento de coca. Otras son de piedra, labradas como choclos o mazorcas de maiz, i de éstas suelen tener muchas en lugar de conopas. Con la misma supersticion guardan las mazorcas de maiz que salen mui pintadas, que llaman lMicsa- zara o Mantay-zara, o Caulla-zara, 1 otras que llaman Pirua- zara, que son otras mazorcas en que van subiendo los granos no derechos sino haciendo caracol. La misma supersticion tienen con las que llaman Áxo-mamas, que son cuando salen algunas papas juntas. Los cuerpos chuchos i por otro nombre Curi, que es cuando na- cen dos de un vientre, si mueren chiquitos los meten en unas ollas, i los guardan dentro de casa como una cosa sagrada. De la misma manera guardan los cuerpos Chaépas, si mueren pequeños, que son los que nacen de piés. Las Cunas de los pueblos eran verdaderamente Huacas. Estas son al modo de una Barbacoa o Zarzo pequeño, hecha en dos pa- los mui labrados, 1en la cabeza de ellos sus rostros, a quien po- nian nombre de Huacas. «Estas son las cosas que veneran los Indios, etc.» No he omitido ninguna clase de ídolos, 1 se ve que en la enume- racion que de éstos hace el P. Arriaga apénas nombra idolos de forma humana, i mucho ménos habla de la idea que los antiguos peruanos unian con ellos, En el exelente libro del señor 1. E. Múller, profesor en Basi- lea, intitulado: «Geschichte der amerikanischen urreligionen» (1) (historia de las relijiones primitivas de los americanos) no he ha- llado nada tampoco sobre estos ídolos peruanos de forma humana, pero sl que habia tales en Méjico. Dice, p. 571: «La creencia en «espiritus, comun a los pueblos del norte, se muestra sobre todo «por de la creencia mejicana Dios tutelar para cada hombre. Es- «tos han llegado a ser entre los mejicanos una especie de penates, «pero se podrian igualmente comparar a los lares ijenios. Son (1) La segunda edicion es del año 1867. ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MaYo Dz 1879. 263 «pequeñas figuras humanas de tierra cocida que por eso se llaman «tambien los «pequeños,» tepitoton. Como entre los griegos estas «pequeñas figuras hechas por los alfaréros no servian para el ser- «vicio en los templos, sino para el culto doméstico 1 para la inhu- «macion de los individuos. Ll rci tenia seis de ellos, el noble cua- «tro, la jente menor dos. Los tales tepitoton se hallan aun en el «dia en la capital Méjico, en Choluta, Tiascala, hasta en el rio «Panuco en el pais de los fotonacos. Estaban puestos o colgados : «en sepulturas, casas, calles, i para poder ser colgados tenian dos «agujeros por donde pasaban hilos. Tambien los hombres los lle- «vaban del mismo modo consigo, 1 esta circunstancia prueba pre- «cisamente su naturaleza de fetiches.» : No puede haber una analojia mas perfecta entre los tepitoton de los mejicanos i los idclos peruanos, que son el objeto de este tra- bajo. He mencionado, páj. idolos de plata en figura de mujer des- nuda con una cabellera trenzada de un modo particular. Nuestro Museo posee una hallada en el cerro de Doña Ana, 1 obsequiada al Museo por el señor cura de Paihuano, 1 poseja otra mas peque- ña, del Ecuador, obsequiada por el Reverendo Padre Frai Ben. jamin Rencoret. Son bastante frecuentes i los señores Rivero 1 Tschudi, así como el señor Ewbank figuran varios de ellos; es, pues, evidente que el culto o adoracion de este idolo era ¡eneral desde el Ecuador hasta el norte de Chile. Pero, ¿qué diosa repre- sentaba? Ningun autor de los que he podido consultar habla de ella, pero he sabido por los señores don Gustavo Gabler i don Alberto Hermann, que como injenieros de minas han tenido ocasion de tratar los indios de los cerros de Bolivia, que:estas figuras repre- sentan la mama-pacha o madre de la tierra, mencionada como dio-= sa reverenciada especialmente de las mujeres, i que aun en el dia muchos de estos indios cerranos la reverenciani guardan, pero por supuesto mui ocultamente, para que no lo sepan los curas; tan di- fícil es desarraigar superticiones i creencias relijiosas sin desarro. Jlar aun en lo demas la intelijancia. BOTÁNICA.—Sobre la Opuntia Segeihi por el doctor R. A. Philippi. y > S . e > , Los caractéres asignados al jénero Opuntia Miller en el Genera plantarum de los senores Bentham i Hooker son los sicuienteg A. DE LA U. 3d 264 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS (véase tomo 1, páj. 851): Tubo del cáliz no prolongado sobre el oya- rio; sus lóbulos numerosos, en forma de escamas o de hojas, unidos al ovario, los interiores cortos 1 planos. Pétalos numerosos, unidos entre si eu su base, abiertos. Estambres mui numerosos, multise- riados, sus filamentos mas cortos que los pétalos, libres o unidos entre si. Ovario exserto, lampiño, mostrando areolas o cojinetes. Estilo cilíndrico apénas mas largo que los estambres, en forma de porra en su base, hueco mas arriba, llevando dos a siete rayos es- tigmáticos, gruesos, erguidos. Baya en forma de pera tuberculosa, lampiña o mostraudo cojinetes, con un ancho ombligo en su vérti- ce. Semillas comprimidas con la testa huesosa, el albúmen copioso o pequeño 1 cotiledones foliáceas. Arbustos i árboles con el tallo ramoso 1 cilíndrico en su base, las ramas articuladas, planas i com- primidas, o bien subglobosas i aun cilíndricas, tuberculosas; los tubérculos son lanudos i llevan espinas, los mas nuevos aun hojas; las espinas o aguijones de dos formas, con garabatos, a veces tu- nicadas. Hojas en forma de escamas (1), caedizas. Flores latera- les: amarillas, rojas o purpúras. La planta, que denominé Opuntía Segethi, difiere, pues, a mas de la singularidad de tener en el interior del ovario un órgano que puede llamarse otro estilo con estigmas, cosa mui singular pero evidentemente anómala e individual, de las Opuncias verdaderas 1.* por el tubo del cáliz, si cáliz se puede llamar, prolongado mas allá del ovario; 2.” por las hojas mui desarrolladas, nada en forma de escamas, persistentes mucho tiempo; 3. por tener las flores ter- minales no laterales; 4. por sus espinas que ne tienen garabatos, siendo simplemente dentados con los dientes dirijidos hácia atras. Me parece que la aspereza mas o ménos grande de estos aguijones no puede ser de mucha importancia, pero mui importante es sin duda la circunstancia de no haber ningun límite al esterior entre tallo i flor, de modo que el ovario lleva hojas verdaderas 1 aguijo- nes exactamente iguales a los mismos órganos del tallo. Nuestra especie no ha madurado todavía frutos, pero no cabe duda de que serán como en el del actus ccylindricus Lamk. (Opuntia cylindrica De Cand.), es decir, con las semillas mas convexas que en las otras especies de Opuncias, hasta globosas, densamente unidas en una masa- compacta, dura como huesillo. La Opuntia Segetla se parece muchisimo a la O. eylíndrica, que ds $ (1) De Candolle las llama sedifórmia, e. d. hechas como en muchas especies del je= nere Sedum, lo que me parece preferible. Véase Prodromus Regni vegebabilis. tom. LE, p, 471, ANALES DE LA UNIVERSIDAD. —MAYO DE 1879. 265 acabo de mencionar, 1 que está figurada en «Curtis's Botanical Magazine, vol VIII. lámin. 3,501,» de la cual se diferencia sin em- bargo, a primera vista por sus hojas grandes persistentes (las hai que miden mas de diez centrimetros), situadas aun en el mismo ovario; siendo que la O. cylíndrica tiene hojas caedizas, «leaves deciduous,» como se dice en la descripcion de la especie. Un la des- cripcion jenérica, que precede a la de la especie, las hojas se 1la- man hasta caducíssima. La figura 5 las representa solo del largo de 15 mil. Los estigmas son igualmente mas cortos 1 gruesos que en nuesta especie. Para distinguirla bastará la diagnosis siguiente: Opuntia Segethi Ph erecta, ramosa, arbórea; caule zamisque cylindricis, tuberculosis, areolato-sulcatis; tuberculis elongatis subrhomboideis, spinis elongatis albis; foliii persistentibus ma- gnis, cylindricis; floribus terminalibus; ovario extus a caule haud distineto, areolis, spinis et foliis, ut ctaulis tecto. La Opuncía cylíndrica fué llevada del Perú a Inglaterra, adon- de hasta el año 1834 a lo.ménos no floreció jamas, pero un indivi- duo llevado a Madeira floreció en esa isla, 1 fué descrito en «Cur- tis"s Magazine» por el jóven J. FT. Lowe. El dibujo lo hizo la se- forita Norton. Ya De Candolle observa en el «Prodomus» en el lugar citado, hablando de la primera seccion de las Opuncias cylindraceas: «es- pecies conocidas de un modo insuficientes que deben probablemen- te formar un jénero propio, intermedio entre-los Cereosi las Opun- tías,» 1 creo que debe adoptarse este modo de ver, pero dejo a otros botánicos el instituirlo, que talvez pueden estudiar las otras opuncias cilíndricas, ¿ La Upuntía Segethi es mui comun en los jardines de Santiago, pero florece raras veces. Solo al cabo de muchos años sucedió, que una planta de jardin de don Cárlos Segeth produjo dos flores no mas, que examiné i describí en la Botanische Zeitung, XXVI. tomo 1868, p. 861, XITÍ; pero otro individuo de la quinta de la seño- ra doña Mariana Brown de Ossa en Ñuñoa produce cada año flo- res numerosas, 1 la £gura que acompaña esta memoria es de un ramito de Ñuñoa. Estas flores muestran la misma monstruosidad que la planta del doctor Segeth, es decir, un segundo estilo con sus estigmas en la cavidad del o”ario, i no produce semilla. Es suma- mente probable, que todos los individuos de este quisco que exis- ten en Chile, provienen por division de uno solo que posela esta monstruosidad, i naturalmente debian repetirla.—Nadie ha podido decirme de dónde proviene esta planta; supongo que es orijinaria del Perú. rm ANALES DE LA UNIVERSIDAD.—JUNIO DE 1879. 267 MEMORIAS CIENTÍFICAS ] LITERARIAS. A] BOTÁNICA-MÉDICA. Estudic de la Calystegia rosca Ph, purgante indijena, de la familia de las convolvuláceas.—Memo- ria de prueba para optar al grado de licenciado en la Facultad deMedicina, por dun Federico Puga Borne. La terapéutica en Chile que sabe aprovecharse de todos los nue- vos ajentes que la química descubre, de todos los que la historia na- tural i la esperimentacion fisiolójica señalan como útiles 1 de todas las preparaciones que el arte farmacéutico elabora i recomienda, mi- ra al mismo tiempo, por un raro contraste, con la mas desdeñosa in- diferencia todos los ajentes que la flora indíjena le ofrece. No hai médico chileno que no sepa que un sinnúmero de nues- tros vejetales debieran ocupar un puesto de honor en la materia mé- dica 1 desde antiguo es renombrada la riqueza de nuestro suelo a ese respecto. Pero hai imposibilidad de aprovecharla, porque hasta aho- ra la accion fisiolójica i terapéutica de estos medicamentos no ha sido definida con la precision que el arte de curar exije. Por eso juzgo yo que una de las obras mas necesarias a nuestro pais es el estudio de los productos medicinales que le son propios. Hasta hoi esa cbra apénas ha sido iniciada 1 de todos modos ha- Lrá de pasar mucho tiempo ántes quese vea realizada 1 exijirá el concurso de muchos hombres. Por todos estos motivos pienso que la mejor manera de cumplir con la obligacion que los estatutos universitarios imponen a los licenciados de presentar una Memoria, es la de que cada uno contribuya, en la medida de sus fuerzas, al adelanto de esa obra. Ten el caso presente espero que vosotros sabreis disimular la falta de interés 1 de mérito de este trabajo, en vista del buen deseo que me ha inducido a emprenderlo. Para elejir el medicamento que es materia de mi trabajo, he bus- cado uno en que concurrieran dos condiciones: primera que su ac- cion sobre el hombre fuera de una comprobacion fácil; i segunda, que el conocimiento que los médicos tuvieran de ella fuera-lo mas escaso posible: naturalmente he buscado lo primero para no acome- 268 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS. ter una tarea superior a mis fuerzas, 1 lo segundo para dar a este trabajo el interés de la novedad siquiera. Por estas razones me he fijado en una planta de cuyos usos nada dicen los autores que han escrito sobre la materia médica chilena i cuya accion es la de los purgantes i por lo tanto entre todas las ac- ciones medicamentosas una de las que se pueden comprobar mas netamente. Como el único objeto de este trabajo ha sido llegar a conocer la accion de cierta planta 1 no ensalzarla o recomendarla, mi ob- jeto habria sido obtenido aun cuando hubiese llegado a esta conclusion: La tal planta es dañina o inútil Mas ha resultado de mi estudio, que sin haber comprobado en ella virtudes estra- ordinarias, puede llegar, sin embargo, a tener en ciertos casos un em- pleo provechoso. HISTORIA La Calystegia rosea del Doctor Philippies una especie de con- volvulácea que crece en algunos terrenos húmedos i llanos de Chile desde el rio Ñuble hasta el archipiélago de los Chonos. En el verano de 1877—778 supe que. los habitantes de una parte de la provincia del Nuble usaban las raíces de esta planta como pur- gante, para lo cual formaban una emulsion magullando las raíces i ajitándolas en agua: en una dósis empleaban una cantidad de raí- ces frescas que pesaria de 20 a 40 gramos. Tambien suelen secar- la esponiéndola al sol en el verano para conservarla el resto del ano. Estos hechos me indujeron a estudiar la planta que a mi ver de- bia estar sin duda dotada de cierta accion drástica perteneciendo, co- mo pertenece, a una familia natural rica en drásticos famosos i mas aun al jénero de Calystegía que comprende algunas de las plantas conoci- das bajo el nombre de alboholes i cuya accion tambien es purgativa aunque su uso haya decaido en la terapéutica contemporánea, Esta especie de Calystegia, conocida con los nombres de Carrizi- llo ide Carrizalillo en la vecindad del rio Diguillin, no ha sido, que sepamos, empleada como medicamento en otras partes de Chile; así el Doctor Carlos Juliet, que con minuciosa atencion apuntó en sus esploraciones de las márjenes del Maullin todo lo que logró averigua- de los usos populares de las plantas de aquella rejion, aunque colecr tó ejemplares de la Calystegía rosea, nada dice acerca de sus usos (Anales de la Universidad de Chile, tomo 45,) ANALES DU LA UNIVERSIDAD.—JUNIO DE 1879. 269 Creo, pues, que nada se ha escrito a este respecto de la planta que me ocupa. En cambio hallo noticias o simples referencias en varias obras de materia médica de todas las especies vecinas, algunas de las cuales crecen tambien en Chile. Por ejemplo, la Calystegia soldanella L, de hojas arriñonadas i la C. sepíun Hi. Br., de corola blanca i hojas con lóbulos truncados. Convendrá advertir que aunque estas dos especies se hallan con no poca frecuencia en Chile, nada di- cen de sus usos los médicos que han escrito sobre nuesta materia mé- dica. Solo el doctor Philippi, en su Botánica, recuerda que de la Sol- danella solian los médicos sacar algun partido antiguamente. La obra de D. C.Gay, que dá la descripcion de ámbas, ni siquiera alude a su utilidad. Creo interesante o alo ménos curioso, citaraquí un párrafo de la Historia jeneral del reino de Chile por el padre jesuita Diego Rosá- les (T. I, p. 240), en el cual se habla de algunas de nuestras plan- tas purgantes i entre ellas de una tal Mechoacana que es pariente de la Calystegia, pero haciendo una confusion tan patente entre plantas sumamente diversas, que a la palabra de Rosales no puede atribuirse gran valor científico. Todo lo que en rigor puede deducirse de ella, es que ahora dos siglus era conocida la accion drástica de las plantas que llaman unos pichoa 1 ademas, pero esto algo aventuradamente, que entónces era tambien conocida i aprovechada la accion drástica de una convol- vulácea. Dice así: «La pichoa es una yerba eficacísima para purgas, de tal suerte que es menester saberla moderar porque si nó se va uno con gran furia i para hacer una burla es ordinario darla en cualquiera bebida i al panto anda tan de carrera el que la bebe que si no le dan con qué atajar los cursos, le pone en la espina. I el remedio es beber un poco de ají o pimiento desleido ¡al punto” para la corriente. I acontece hacer quesos de la leche de las vacas que comieron de esta yerba i los que comen de los quesos se purgan i andan algunos dias de prisa. La purga fina es la raiz, no las demas partes: unos dicen que es especie de Tithymalo, pero lo mas cierto es que lo es de Mechoacana. La cantidad en que se da es de una draema o dos, atendiendo siempre al sujeto, a su vigor o fiaqueza, para dar mas o ménos cantidad. IT atendiendo los herbolarios entendidos a que es especie deMechoacana no dan arriba de 8, 10 012 granos, porque a dar mas cantidad corriera riesgo el sujeto. Llama a esta yerba Dioscórides Tithymalo, los latinos Luctaria. Su copa sigue al